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LA ALEGRÍA DEL CRISTIANO
❶_Los prejuicios contra la Iglesia
❷_El papel de la gracia
❸_La filiación divina
❹_La alegría de Jesucristo
❺_La alegría de la Virgen
LA ALEGRÍA DEL CRISTIANO2 RELIGIÓN CATÓLICA
1. LOS PREJUICIOS CONTRA LA IGLESIA
Prejuzgar es adoptar un punto de vista sin poseer suficientes elementos de juicio.
Todos tenemos prejuicios, pero no podemos dejar que estos guíen nuestro comportamiento.
Prejuicios más
frecuentes ante
la Iglesia y los
cristianos
Presentaciones caricaturescas que deforman la religión y se burlan de ella.
Generalizaciones de los comportamientos escandalosos de algunos miembros de la Iglesia.
Calumnias contra la Iglesia.
Actitudes hipócritas de presión y rechazo. Por ejemplo, cuando se pretende imponer a la Iglesia condiciones que nadie desearía para uno mismo.
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Un prejuicio especial
El principio fundamental de la vida cristiana
Pensadores racionalistas y materialistas difundieron la idea de que el cristianismo es una religión que enaltece el sufrimiento y reprime la vida.
Sería, de este modo, una religión del «no puede hacerse» que socabaría la libertad, y trasladaría la felicidad a una supuesta vida futura.
Raíces de este prejuicio:
Un nuevo paganismo
que da la espalda a la
trascendencia.
La pretensión de una
autonomía absoluta del
hombre.
Vivir en comunión con Dios y con el prójimo.
Hacernos semejantes al Señor.
El amor es lo que nos hace plenamente felices.
Dios es amor
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2. EL PAPEL DE LA GRACIA
La gracia en la fe cristiana
La gracia nos santifica, pues por ella participamos del bien de Dios.
La gracia nos justifica. Borra nuestros pecados.
Nos libera y nos vivifica.
Es un don gratuito de Dios que nos hace capaces de obrar cosas que superan nuestras fuerzas.
La justificación nos fue merecida por la Pasión de Cristo.
La gracia es fuente de alegría. Nos reconcilia con Dios.
Facilita la realización del bien.
La respuesta a este don es la acción de gracias.
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3. LA FILIACIÓN DIVINA
Los personajes de la parábola del hijo pródigo
El hijo pródigo
El padre misericordioso
El hijo mayor
Jesús nos enseña que Dios es nuestro Padre, que nos ama con ternura. Para mostrarnos esto emplea la parábola del hijo pródigo.
Representa la infidelidad del ser humano a Dios.
Al alejarnos de Dios, renunciamos al bien más grande que tenemos, y experimentamos la soledad y la insatisfacción.
Respeta la libertad del hijo que quiere marcharse.
Ser cristiano es un ejercicio de responsabilidad que exige compromiso.
Representa la falta de amor y de confianza en Dios, y la presunción de pensar que sus dones son consecuencia de nuestros méritos.
Ser cristiano es experimentar alegría y gratitud porque Dios está con nosotros, nos ama y da sentido a nuestra vida.
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La enseñanza de la parábola del hijo pródigo
Por eso el cristiano, en su apostolado, no debe violentar las conciencias de los demás.
La misma nostalgia por la casa del padre es obra de la gracia.
Una persona que se sabe hija de Dios no debe sentirse nunca apesadumbrada.
El padre espera a su hijo y lo llama desde lo más íntimo de su ser.
El hijo reconoce su culpa y vuelve a la casa de su padre.
La libre iniciativa de Dios exige la respuesta libre del hombre.
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4. LA ALEGRÍA DE JESUCRISTO
Relatos de la infancia de JesúsRelatos de la vida pública de Jesús
Los evangelios nos hablan de la alegría que despierta Cristo a su alrededor.
Jesús atrae a las personas, las cura y las impulsa a la conversión.
El dolor y la alegría de Jesús
Cuando nace en Belén, los pastores y los Magos experimentan una profunda alegría.
Simeón e Isabel se alegran por la presencia del Hijo de María.
Incluso en la cruz sigue el Señor despertando sentimientos de paz y reconciliación.
El amor y la alegría de Jesús se desbordan en la Resurrección.
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5. LA ALEGRÍA DE LA VIRGEN SOBRE EL MAGNIFICATSOBRE EL MAGNIFICAT
En torno a la Madre del Señor todo es
alegría. En ella no hay pecado ni tristeza
provocada por este.
Sí padeció, en cambio, el dolor de ver
sufrir y morir a su Hijo, y por ello se la
considera corredentora de la
humanidad.
La paz de María surge de su abandono
completo en Dios.
En ella se realiza de modo perfecto la
conciencia de la filiación divina.
La alegría de la Virgen nace de que
vive de cara a Dios, confía en Él y deja
que se cumpla su voluntad.
La alegría de la gracia La alegría de la filiación divina
María sobrelleva su dolor con paz,
de modo que se convierte en factor de
unión y consuelo para los discípulos
del Señor tras su muerte en la cruz.
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