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LA POLITICAes el "hacer" del hombre que, mas que ningun otro,
afecta e involucra a todos. Esta no es una definici6n de la politica/
Es para proclamar desde el principio que 10 que me in teresa es lle-
gar al hacer, a la praxis. Pero el hacer del hombre esti precedido de
un discurso (sobre el hacer). El discurrir del homo loquax precede
a la acci6n del hombre operante. Por 10 tanto la acci6n y los com-
portamientos politicos estan precedidos y rodeados por el discurrir
sobre la polis, sobre la ciudad. Si queremos comenzar por el princi-
pio, el principio es este: e1 discurso sobre la politica. Y el primer pro-
blema consiste en que el discurso sobre la politica se vuelve hacia
tres antecedentes, a tres fuentes diversas cuando menos: 1) la filoso-
ffa politica; 2) la ciencia 0 conocimiento empirico de la politica;3) el discurso comun u ordinario sobre la politica.
Si el hombre'resulta en politica un animal particularmente extra-
fio es, entre otras cosas, porque sus comportamientos estin inspirados
y orientados 0 por la filosofia, 0 por el conocimiento empirico-cien-
tifico 0por la conversaci6n corriente sobre politica; y las mas de las
veces por una confusa mezcla de estos tres aportes. A la pregunta
"que es la poHtica", creo responder, como paso previo, enumerando
las principales "matrices simb61icas" de las que nacen nuestras cOll-
sabidas orientaciones y actitudes politicas. Vamos a verlo por partes.
La filosofia politica, y mas precisamente las "filosofias de la politi-
ca", fueron la principal fuente de inspiraci6n de la teoria politica has-ta hace alrededor de un siglo. Todavia hoy gran parte de 10s plan-
teamientos de los problemas politicos de fondo estan referidos, aun
sin saberlo, a los planteamientos que recibieron estos problemas en
el dominio especulativo. El caso que muestra de modo mas osten-
sible la filiaci6n directa de una acci6n politica de la filosofia politica,
es el marxismo. Marx se apoya estrechamente en Hegel y la concepcion
marxista (en sus conceptos clave y en su mecanismo 16gico) es la
tilosofia hege1iana vuelta del reves y materializada. Pero aunque este
es el caso mas ostentoso, no es por cierto el unico.
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, .La ciencia politiea (0 mejor, un con ' . , .lItlca provisto de v alidez . t'f' OClmlento emp1nco de Ia po-
b . clen 1 lca) es en camb' 1 'em nonaria de Ias ciencias EI " 10 a mas reciente ypoliticos, en cuamo se r "t confoclmlemo cientifico de Ios hechos( eml e a uentes d . . . ,como Maquiavelo y 1 d' e mspnaclOn autonomasd 'f' I a octnna de Ia razon d Ed)I ICUtades para consolida. . e sta 0, encuentra
II d rse, espeClalmente .e a, e un Iado, Ia hipoteca de I~ fil ' ~~rque gravlt a sobreque sea mimetizandose tra 1 l' osofta polttlca (infiltrada, aun-
de Ia politica) y del ot~ IS os p .legues del conocimiento empirico'd' 0e apremlant e recla d 1 .
Cotl lana, y a traves de ell did' m? e a praxIs poIiticapoIitieas e n pugna. a e Iscurso cornente y Ias ideologias
El diseurso eomun sobre la pO!'t' E .detenimiento que' se deb d
ttea. n segulda veremos con mas
e enten er "d'n~rio. Pero debe advertirse de:sde por lscurso c ?mun" u ordi-dlscurso comun pued . ya que en su verSIon politica ely hasta conVertl'rse en
easumdl~ muy sensibles tonalidades emoti~asun IScurso 'd I' " ,
sujetos empefiados activamente en la tI~~hogtco-:~otzvo. En cuantomos por argumentar en f . a polttlca, todos termina-d 1 orma pas10nai Cuande a pelea no se trata tant d : 0 estamos en mediola accion; no tanto convenoc e persu~~n como de "conmover" para
er como constrefi'" .como "apasionar" Es' . bl lr ; nl tanto razonar'. . mevIta e. Pero por est .
ClSOdlferenciar muy bl'en t d' . 0 mlsmo se hace pre-es e lscurso (' t I . I
a Ios fines de la accion p . u I, mc usa indispensable. , ara exutar a la acc" ) d 1 .
nca de I a poIitica y ni q u' d . 1 d . Ion e a Clencia empi-Se ve claro qu: estos co~ eClr 0 e la ftlosofia politica.
. ponentes no son en ef tsmo que, al reves, divergen' val d' ' ec 0, convergentesobstaculizan uno al otro P' e eClr que son h eterogeneoS y se
duyamos aqui el plante~mi:~t ya;~Iveremos sobre este pun to. Con-
hemos respondido nucleand dO. adPregunta "que es Ia poIitica"d 0 emro el saber poI'( ,
e aportes: el especulativo el " . " 1 lCO tres ordenesordinario-ideologico. Por 10'tant e7~ICO-CIentIftco y el d el discurso
es una filosofia poIitica?, ,que e~' 1 e ~mo~ pregu,n.tarnos ahora: ,que,que es el discurso comun u ord' ~ ClenCla empmca de Ia poIitica?,
en consecuencia Ias respe t ' lUano s obre.la poIitica?, ,y cuales son,, c Ivas competenClas . . d' .
son cuestiones que pod' II Y JUrIS ICClOnes? Estasnan evarnos demasiado I' M "
entonces a examinarlas en clav l' .. ,. eJos. e ltmItaremien to filosofico al " e mgLlIStIca, considerando al conoci-
, conoClmlento cientifico I d'c?mo modalidades diferentes del usa y ~ lscurso comunftlosofia entiendo un . del lenguaJe. Vale decir: por
Clerto uso del leng '. '.un uso diferente de est' . uaJe, por ClenCIa empirica
e mlsmo lenguaJe; usos "especiales" ambos,
que habran de examinarse en contraposicion con el usa "ordinario" 0
camun del lenguaje.
Grosso modo, el lenguaje es un universo de signos (convencionales)
provistos de significados. De otro modo: el lenguaje esta constituido
por palabras y significados. Lo que debe establecerse de inmediato
es que a cada palabra corresponden muchisimos significados, EI nll-
mero de palabras de cualquier lengua "natural" es infinitamente mas
reducido que el numero de significados que tenemos en mente cuan-
do las usamos. La polivalencia de las palabras supone una ventaja
y una desventaja. La ventaja consiste en que, al pensar, podemos \
traspasar los confines establecidos del vocabulario, y de este modo
hacer infinitamente mas vasto, rico y ductil el saber de cuanto pare-
ceria permitir Ia terminologia. Las palabras pueden ser llevadas a
expresar variaciones y matices infinitos del significado. En cambio
la desventaja reside en que, con demasiada frecuencia, no nos en ten-demos; al utilizar los mismos vocablos decimos (en apariencia) 10
mismo, pero pensamos (en sustancia) otra cosa muy diferente. La
desventaja es, pues, la ambigiiedad (de las palabras) .
La comunicacion lingiiistica habilita a los hombres a entenderse;
pero es evidente que, si no nos ponemos periodicamente de acuerdo
sobre el significado que Ie atribuimos a una cierta palabra en rela-
cion con determinados contextos, la comunicacion nos lleva simple-
mente a los malentendidos. Poseemos pocas palabras para decir mu-
chisimas cosas. ,Como remediar 105 inconvenientes de esta situacion,
manteniendo sus ventajas? Hay un solo medio: organizar y ordenar
el lenguaje segUn "tipos de significado" correspondientes a ciertas
destinaciones tipicas. La solucion reside, pues, en desarrollar usosdiversos de un mismo lenguaje.
La filosofia (las filosofias) utiliza (n) su propio vocabulario tecnico,
en el cual las palabras, aun las mas comunes, asumen un contenido
significante sui generis. La ciencia, toda ciencia, hace otro tanto: su
vocabulario se inviste de cierta modalidad caracteristica del signifi-
cado. Lo que equivale a decir que la filosofia y la ciencia son lengua-
jes especiales; y por "especiales" se debe en tender que son ~omo
deciamos- modalidades de usos diferentes de un mismo lenguaje. EI
cual -repito- es un recurso para utilizar beneficiosamente un uni-
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EL INSTRUMENTO LlNGOlSTICO
dUn ins-. ". ritico porque a optamosmaterno, es un lenguaJe acntlfco, .acmente Y esto fiJ'a 10s limites del
mos e ectlva, 1 'trumento que no conoce l n uaje cognoscitivo. Para ver 0 maslenauaje ordinario: no es un e g,l.l 1 a'mbito de competencia de
o entender CUd es e .claro comencemos por ion ordinaria comumcamos
, . , ' nte En la conversac1a conversaclOn corne, . . tob;ogrdticas del tipo: ayer me
1 " s y notlCWS au ' , .
Por 10 genera notlCla,: 1 xperiencia me divertl, VI, etc.
'1 me dlJeron, tuve ta e '. bsucedlo ta cosa, 'b' de mensaJes bastante re-. fectlia un mtercam 10 .. , d .
Vale deClr que se e , 1 dos por 1a transmlSlOn e m-d del otro VIllCUaves, y separa os uno .' , 'to de sucesos mas 0 menosd
'reClproco a propoSl .formaciones e mteres " 1 lenguaJ'e corriente funclOna
D de estos hmltes, e 1habituales, entro f " muy adecuadamente para asd nte' esto es unClona f' Pmuy adecua ame, 'd d 'ndo1e autobioarcl lCa. ero
.' hemos llama 0 e 1 1:) comunlcaclOnes que , f' I'd des de relaciones mterperso-
e satlsface ma 1 a 11precisamente porqu en particular para desarro os
nales, no se presta para otrosdusos, ~inar problemas, de descubrir," C do se trata e exa " d 1 h
heunstlCOS. uan I' 1 empresa coanosCltlVa e om-d suma de amp lar a 0
de compren er, ~n len ua' e corriente ya no sirve.bre sobre la reahdad, e1 g J N bien 1a conversacion co-
, cosa conocer otra. 0Comumcar es una , d 1 ob1emas heur1sticos -10 que
mlin se aventura en el terr~o e o~ ~~nocimiento--, e1 dia10go se
incluye el terreno exp10r.a 0 IPor
toe
res discuten se acaloran, llegan'f t oso Los mter ocu '
vue1ve m ruC u :. S1 era cada uno s e queda con su pa-con frecuencia a htlgar entre 'dP, s una estupidez. De aqui pro-
1 . que 10 contra Ice e .recer (y e parecer ., d' 1 de que "discutir no SlTve para. . prestlgloso lC10 d d'
Vlene el notono Y 1 10 que es una gran ver a ,1 hacerse ma a sangre, , '1nada", sa vo para, 'saber discutir. Discutir es inutl cuan-
pero 10 es porque se dlscute sm, d or ue n o tienen cuidado de
do 10s interlocutores no se, e,~tlen en Pd ~o poseen un vocabulario, ' 1 b que utlhzan; cuan 0 .
dehmr l as pa a ras bl n detalle c on adecuada precl-minar los pro e mas e , ..'
suficiente para exa d menta 1as propias teslS sm um-
' ndo ca a uno argu . dSlOn; y en Ill, cu~ . b' do varias veces el criteno emos-dad de metodo 10glco y cam lan
trativo. .' te nos permite recibir y emitirEn conclusion, el 1enguaJe cornen esto importantes; incluso
b' Micos (que son por supu ,mensajes auto lOgr , d' ' 1 1enguaJ'e materno se 10gra co-. , ' ) Pero Sl me lante e . I rlmportantlslmos , , ' ede en camblO reso ve
. ' , toda ehcaCla, no se pu dmunlcar notlcwS con "blema" nos tras1a amos
d os plantea un pro, , .problemas. Cuan 0 se n 1 basta un lenguaje acntlCOde inmediato a una esfera en 1a cua ya no
e impreciso para sacarnos del apuro.
corre el riesgo de generar importantes malentendidos. Todos dan
por sentado que cada palabra posee para el otro el mismo significa-
do que para ellos; pero 10 mas probable es que no sea realmente as!,
pues el significado que a cada quien Ie parece el significado, el lini-
co significado, es en general el fruto de una experiencia personal
extremadamente parcial y circunscrita.
El segundo inconveniente consiste en que la conversacion corrien-
te no presta atencion al procedimiento demostrativo con el que debe
construirse todo discurso (si quiere alcanzar valor demostrativo). En
la conversacion corriente, la logica y la sintaxis logica brillan por
su ausencia. En efecto, en las discusiones cada uno de los contendien-
tes cambia de continuo su metodo de argumentacion; utiliza uno
hasta que Ie es litH, pero en cuanto advierte que 10 incomoda, cambia
las cartas sobre la mesa y recurre a otro. Lo que pasa es que el apren-
dizaje del lenguaje se realiza a golpes; a golpes de frases. Lo que sig-
nifica que no aprendemos a hablar aprendiendo a construir el dis-
curso. EI nino repite trases. Suele ocurrir que algunas frases se unen
en argumentos "conclusos", que contienen y desembocan en una con-
clusion. Pero luego no volvemos a comprobar esas conclusiones; noslimitamos a defenderlas encarnizadamente.
Recapitulemos. El lenguaje corriente, materno, es el lenguaje na-
tural Msico que vincula a todos los que hablan una misma lengua, y
por 10 tanto la plataforma en torno a la cual se debe construir y mo-
ver cualquier otro lenguaje especial (a menos que no se convierta en
Lengua "artificial"). Todos pasamos por ese lenguaje; pero algunos
se establecen en el. Es en todo caso el lenguaje que se nos hace con-
natural, el que nos resulta espontaneo. cCuales son sus virtudes, cua-
les sus defectos? La ventaja reside en que el lenguaje comlin: 1) es
el lenguaje mas simple, e1 que alcanza la maxima concisi6n; 2) es el
lenguaje mas vivo, e1 que expresa nuestra experiencia autobiografi-
ca, personal.Los defectos del lenguaje corriente se pueden recapitular de este
modo: 1) e1 vocabulario al que recurre es extremadamente reducido
e insuficiente; 2) las palabras quedan indefinidas, y con frecuencia
llegan a ser indefinibles (al menos con la debida precisi6n); 3) las
uniones entre las rases suelen establecerse de una manera arbitraria
y hasta cierto punto desordenada, al tiempo que las conclusiones de
las argumentaciones se instauran con anterioridad al iter demostrati-
vo que deberfa sustentarlas.
Todo esto se puede resumir observando que el lenguaje comlin,
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sa; pero su exigencia intelectual y. c.ognoscitiva q~eda condicionada
pOl' un lenguaje que no resulta s~hClente p~ra satisfacerla, y que no
es capaz de alimentar un pensamiento creatIvo.Se objetara que tambien la conversacion corriente contiene un mlme-
ro muy elevado de proposiciones cognoscitivas, de aserciones sobre
problemas ('I por 10 tanto, no solo noticias sobre acontecimientos y
p~rsonas). Clerto; p.ero est~s propo~iciones son recibidas y no produ-
odas por el .1eng~~Je comun. Es Clerto que en el lenguaje corrientehallamos, satISf~CClonpara la necesidad de conocimiento; pero ello
porque el enClerra proposiciones formuladas no en el dominio del
lenguaje :omun, sino en el de los lenguajes especiales. Pero el pro-
ble~~ resIde en que muy a menudo el lenguaje corriente no llega a
reClbulas adecuadamente. Y esto no puede llamar la atencion' si
aquel.las proposiciones cognoscitivas fueron formuladas en un leng~aje
e~peClal, ello obedece a que, de no ser asi, no habrian sido descu-
~Iertas, De aqui se ~nfiere que, si las traducimos a un lenguaje acri-
tICO,se vuelven a aJustar a aquel minimo comun denominador lin-
giiistico que por definicion no es capaz de formularlas. Si entonces la
conversacion corriente contiene nociones cognoscitivas, el hecho de
q.~e se hallen apresadas ab extra las cambia; y de ahi que su recep-
Clon sea .~uy probable~ente defectuosa y parcial. En la larga cadena
de transicIOnes, refra~clOnes ~, en ultimo anaJisis, simplificaciones
que pa.dece u? lengua!e especIal antes de poder ser absorbido por el
lengu~Je comun, es mas 10 que queda por el camino que 10 que llega
a.,destIno. Lo que lIega es la "letra" compendiada de alguna conclu-
SIOn; pero es raro que en esa letra permanezca todavia el "espiritu"
del texto CO? el que fue formulada. POl' 10 demas, es bien sabido que
cuando se ~Ita a un a.ut~r a pedazos, a jirones, es muy facil desvirtuar
s~ pensamlento. Nadle Ign~ra cuan peligroso es extraer una propos i-
Clo~,de su contexto. AbrevIar es ya de por si amputar; y la simplifi-
caClon suele ser a su vez, demasiado a menudo, una verdadera y cabaldeformacion.
. No debemos, p~es, atri~uirle demasiado peso al hecho de que tam-
bIen la conversaClon cornente parezca poder satisfacer la necesidad
cognoscitiva del hombre. Las verda des cognoscitivas que pasan a for-
mar parte del patrimonio comtIn de las creencias de una civilizacian
estan susp~ndidas de un hilo demasiado fragil: las palabras, de la~
que es faCll desnaturalizar el sentido que las hace valederas. En la
conversacion comun -es cierto- solemos encontrar la "forma" de
~na ser~e ~,e pro.P?Sic!ones cognoscitivas; pero raramente su genuine
contemdo sIgnIfIcatIvo. Es cierto que hasta el hombre comun pien-
Los conceptos especulativos, esto es, los elaborados en el dominio del
lenguaje filosOfico, se prestan de modo particul~rmente adecuado par~
ilustrar que sucede, 0 mejor que puede ocurnr, durante ~a trans~I-
gracion de determinadas proposiciones ?esde un lengu~Je e~peClal
al lenguaje corriente. Tomemos como eJemplo la conoe.Ida formula
que dice: la verdadera libertad reside en aceptar la necesldad. Es una
proposicion de origen hegelia.no q,ue paso a M~,rx y que fue reto~ada
de manera diversa por el neOldeahsmo y tamblen por el neomarxIs~o
contemporaneo. Esta proposicion fue formulada por la especul~Cl?n
idealista en razon de tres presupuestos y antecedentes,: 1) una lo?~ca
dialectica; 2) una polemica antikantiana; 3) la tentaUva de conCIlIar10 racional con 10 real. . .
En primer lugar, pues, para entender cabalmente la propos~c.Ion
"la libertad es la aceptacion de la necesidad", hay que saber ut~hzar
y comprender la dialectica. Libertad y necesi?ad, que al COmIe?ZO
son "opuestas" y se oponen una a ~tra, termIna? despues fundIen-
dose en una "sintesis" superior de hbertad-necesidad .que las fu~da
y corrobora: la libertad -decia Hegel- "es la necesidad transhgu-
rada".
En segundo lugar, debemos reparar en el status quaestionis histo-
rico (de la historia de la filosofia), y.mas precisamente en el concep~o
cscolastico y luego kantiano de la hbe~ta? El esta~o de la cu.es~IOn
es el siguiente: se rechaza la libertad dehmda como ltberum arbztnum
indifferentiae (la libertad como arbitrio) y se pro~u~a refor~~lar en
terminos dialecticos la relacion entre libertad y limIte, relacIOn que
en el dominio de la moral fue entendida por Kant como la relacian
entre la libertad y el deber, y que Kant formula en el concepto de
autonomia: la libertad etica como autoobligarse a una norma.
En tercer lugar, debemos adherirnos al presupuesto metafisico q~e
esta en la base de la especulacion idealista: Ja identidad de 10 racIO-
nal y 10 real, de la esencia y la existencia. ,
En cuanto a la Jibertad y la necesidad, Hegel ?O rechaz~ba soJ~.l~.
soluci6n kantiana; entendia sobre todo transfenr la nocI6n de h-
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EL INSTRUMENTO LINcotSTICO 25
cia historicista. ,Pero que quiere decir? Literalmente quiere decir
que es la historia misma la que se erige en ~uez de los asu~to~ huma-
que el supremo "tribunal" de la reahdad esta constltUldo pOl'nos, d'del curso de los acontecimientos. Pero para ser comp~en I a, es~a pro-
posici6n debe insertarse en el contexto del pensaml~nto. hegehan~ y
vincularsela con el concepto que Hegel tenia de la hlstona. Esta bIendecir: es el propio acontecer hist6rico el que, con su pro~eder, absuel-
ve 0 condena, separando a los que tenian raz6n de qUlenes .es~a~an
equivocados. Pero queda por explicar que es ~ste .acontecer hlston~o,
que se entiende por historia. Para Hegel, la hlstona era u.na teofama,
un revelarse progresivo de Dios en el mundo. Vale deClr que par~
Hegel el proceso hist6rico era la ejecuci6n de los decretos de la DI-
vina Providencia. Visto de este modo, el que la historia del mundo. se
erija en tribunal del mundo equivale a decir que Dios se comumca
en la historia con los hombres y les notiica su voluntad a traves de
10 que acaece. "... "Pero tomemos literalmente la frase es la lustona la que Juzga ,
poniendo atenci6n ahora alas palabras y no ya al sentido que estastenian para Hegel. La proposici6n, baj~ esta nue:~ luz, se vuelve de
l!na gravedad incalculable: parece ~a~clO~ar la e.tt~a del hecho con-
sumado. Extraida de su contexto ongmano, y reClblda por la c~nver-
saci6n corriente como una especie de slogan) ella viene a deClr: el
que vence tiene raz6n y el que pierde estaba equivocado. En suma,
el unico juicio valido es el del exito y la humanidad se .debe some
ter a los veredictos de los hechos y de la fuerza. Ahora bIen, es muy
cierto que la historia es mas fuerte que cada uno de nosot~os. ~~
historia, para cada uno de nosotros, es "todos los otros contra ~l sol?, .
Por 10 tanto, 10 que ocurre, ocurre. Pero una cosa es. la aftrmacton
del hecho y la consiguiente aceptaci6n de 10 aconteCI?O,
!otra. el
,uicio de valor sobre Los hechos. Nadie niega que la hlstona gravlta
sobre los hombres; pero tambien es verdad que son los. hombres los
que hacen la historia. Lo que se niega -rechazando la etlca ?el hecho
consumado- es la eliminaci6n de los valores de la fabnca de la
historia. . . .
Frente a los acontecimientos, hay dos maneras de reaCClOnar:d1Clen-
do "el que vence tiene raz6n", 0 bien :'~enc~r, no da la raz~n". En el
primer casa, el juicio de valor (la legltlmaclOn) se subordma al he-
cho; en el segundo caso, la afirmaci6n del hecho ~e separa ~e .~uv~.
lidaci6n (legitimaci6n). Pero atenci6n: el que se mega a deClr aquel
tiene raz6n porque venci6" no es un ret6rico que no sepa aceptar la
b~rtad como ~{~ite" a un contexto mas vasto que el etico. Hegel as-
pIraba a concIlIar al hombre con el mundo despues de la dilaceraci6n
r~)I:nanti.ca,a concertar dial.ectic~men.te todos los contrastes y las opo-sIclOnes, y entre estas, .la msatisfacCl6n que el hombre experimenta
e.n cont~cto con la reahdad. Vale decir que Hegel aspiraba a conci-
liar la .1Ib~rtad (con su carga de aspiraciones ideales, can su peren-
ne aspIracI6n a 10.nuevo y.a 10.mejor) can 10 existente. Libertad yn~cesIdad son conJugados dIalectIcamente para decir: sepamos armo-
lllzar y concordar 10 que quisieramos que fuese (y que reivindicamosen nombre de 1a Iibertad) con 10 que es.
Como es. comprensible, la proposici6n de que "la verdadera Ii-
bertad consIste en aceptar la necesidad" era entendida en el sentido
de resti~uir1e a 1a 1ib~rtad (despues de 1a explosi6n romantica) una
prop~rcI6n, una medida, una. "determinadez". En rigor, 1a f6rmu1a
hegehana, a 10s efectos practlcos, no esta demasiado a1ejada de la
maxima del antiguo sabi? estoico: sabe ,cont.entarte, no desees 10 que
no puedes obtener. MaXIma que retorno Spmoza y que vo1vi6 a for-
~ular d~ eS~7modo: "Qui.en entiende 10 que ocu~re y por que ocu-
Ire, es hbre. Pero el destmo de la f6rmula hegehana fue muy dife-
rente al. de ~~.f6rmula spinozi~na. "De un sig10 y medio a esta parte,
1~.ecu~cI6n hbertad =necesIdad entr6 en el repertorio de 1as jus-tIfIc~clO~es de los reg{~enes opr~sivos: se la presenta al pueblo comolegahzacI6n de su sumISOy pacIente servir.
Segundo ejemplo: se dice de nuestra epoca que es una edad ~'histo-
ricista". Y se habla de "historicidad" y del historicismo hasta en 1a
conversaci6n corriente. ,Que se entiende pOl' ello? E1 historicismonace con e1 descubrimiento romantico de 1a historia. Hasta el roman-
ticismo no se decfa: "Este es un producto hist6rico", 0 bien flesto
su~ed~ por necesidad hist6rica". No se 10 deda porque semejante ex-
plIcacI?n -ha~ta para un iluminista- no explicaba nada, no hnbie-
se te~Ido sentIdo. S6l,o d.esde el romanticismo en ade1ante se presta
atencI6n y valor exphcatlvo a una necesaria concatenaci6n hist6rica.
Y es con Hegel que se comienza a hablar del historicismo en sentido
estricto. Para fijar mejor este concepto, convendra remitirnos a 1a
celebre proposici6n de Hegel que dice: "La historia del mundo es el
juicio del mundo." Esta rase condensa todo el sabol' de su concien-
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~isto~~a y resignars~ a 10 inevitable. Deplorar un hecho, afirmar que
de~lO haber o curndo de otra manera", no es un recriminar esteril;
es eJercer una "presion del valor" dirigida a modificar el curso de los
acontecimientos. S i todos se concentraran en un cierto deber ser ese"deber" se traduciria en "ser". )
Recapitulemos. L a p roposicion matriz del h istoricismo era en He-gel ~na afir~a~i~n de f ondo teologico; per o s e convirtio, por haber
perdIdo su sIgmficado originario, por habersela tornado literalmente
en un P?tent.e y p eligroso somnifero que engendro en los hombre~
una servIl lasaud moral, habituandolos a admitir una "fuerza de los
hechos" que en rigor era una "fuerza de los fuertes", y convencien-
dolos de qu e era as. Es cierto q ue los casos que acabamos de citar
s~n ~asos extremos. -y de extrema gra ve dad- de recepcion errada.
No sIe~npre e.l destmo de las proposiciones cognoscitivas que pasan al
lenguaJe cornente es el de ser tergiversadas literaLmente; pero la ver-
dad es que no resulta facil ni frecuente que tengan una recepci6n ade-cuada.
la p1'ee is i6 n d el lenguaje es eseneial. Utilizar una. palab~a en vez de
otra tiene importancia, y equivocar (esto es, usar ImprOplan;e?te) un
cierto termino, equivale a equivocar el conce~to. Un medIco que
erra en un nombre, erra en la enfermedad; y SI erra en la enferme-
d ad no cura, y acaso empeora al enfermo. Cuando se exhorta a ser
precisos y ajustados en e l ~s o del vocabulario, no es meramente por
prurito de pulcritud: es adwstrar en. ~l pensar. .
La segunda ope raci 6n es l a d e f Ipr y tene1' flrme la 1 ~egla del
jJroeeso demostrativo. En efecto, un discurso s~lo tendr
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laba - y se diluia- en l a aridez de I .~itico. y semifilosOfico, construido to do ~ ; 1 en~uaje (~~tural). se,~i-
esenClas". Las transformacione I .. Con ase en potenClas yto, en una especie de jue 0 Is a qUlmlstas se re~olvian, por 10 tan-
naturaleza" sin haber apre~en~l~d~z:~d en la tentatlva de "eambiar .la
naee con Lavoisier JPor que'? P a de su estrnctura. La quimIca. ~ orgue antes que 'I .
po, Boyle, Cavendish y Priestle I e.' .y aun en su tIem-perimentales es cierto' per ] Yda c~nzaron procliglOsos progresos ex-. ' , 0 a e estos en t d '
hgada a un lenguaje "cualitat' " H ' , 0,~vla una prequimicaidentificaban segun como lVO.f' asta LavOIsier, las sustancias se
mas 0 menos casual 0 apa~~~:~an~lestaran, en funcion ~e su "origen"
pantano" porgue fue ident'f ..'d metano era denommado "gas delI ILl 0 por vez pri 1
como descomposicion d I ' mera en os pan tan os,f ' e os matenales oro-;tnicos re' b'ango. Y aSI onuria con otr 'I . b cu Iertos po r e1to do de golpe inventand os Illl es de e)emplos: Lavoisier 10 cambia
las "sustancias:' se . d' 'do
ul~la nomenclatura sIstematica en la c ualm IVI u a lzaban par su t. .
y eran reducidas con precision I es, luctura y condIciones,gUn numeros atomicos, Lo que :~ e. el7ento~ s~mples, combinados se-
como ciencia en el momento e n lllva e a :Clr que la quimica naceguaje artificial" provisto de gIlle,~e conVlerte de un salto en "len-
. ' un a tlslmo pote . 1 d d .tlmos que el caso de I " nCla e UCtlVO.Admi-
a qUlll1Ica es un caso I' '. .centrar magnificamente el unto EI' ImIte, pe.r,o save para
rar la nocion de lenguaje a~tifici~l d,~Jempl,o Iva1etamblen para acla-
aun convertidos en especiales si:llenl
er,encd'lac0 de l O t S lenguajes que,'0 slen 0 natura. es.
AL TRATAR en general el problema del lenguaje, no estabamos en-
frascados en meras divagaciones, dado que la ciencia politica y la fila-
sofia son exactamente lenguajes "especiales". AI decir esto afirmamostan solo que ambos se diferencian de un uso lingiiistico ordinario;
queda por ver de que modo son diferentes entre sf. Pero antes de en-
trar en esto, debo advertir y aclarar que si me detuve en la diferencia
entre varios "usos" d el len guaje, fue porque esta se refleja en e1
pensar. Esto equivale a decir que un cierto uso del lenguaje pone su
sello en un cierto modo de pensar. Todo 10 que hasta aqui estuvo
referido al lenguaje, debe transferirse y referirse ahora al pensamien-to, pasamos a la relacion entre palabra y pensamiento, entre lengua-
je y logos.
(Cual es la relacion entre lenguaje y conceptualizacion, entre palabra
y pensamiento? Las respuestas a esta pregunta pueden ser cuatro:
I) entre lenguaje y pensamiento no existe ninguna relaci6n intrinseca.
La tesis es, pues, que no pensamos con palabras, mediante palabras;
2) lenguaje y pensamiento coinciden: decir lenguaje es 10 mismo quedecir pensamiento; 3) el lenguaje no es indispensable para el pensa-
mientoJ pero es indispe'nsable para comunicar el pensamiento. La te-
sis es que pensamos sin palabras, pero que las palabras son funda-mentales para comunicar a los otros 10 que pensamos. Tambien po-
driamos decirlo de este modo: a pes ar de que el lenguaje no es
necesario para e1 pensamiento, es un apendice necesario del pensamien-
to; 4) aun cuando el pensamiento no sea reductible al lenguaje, L a s
palabras son indispensables tanto para comunicar como para pensar.
Vale decir: es imposible pensar sin e1 lenguaje. A pesar de que no se
puede reducir el pensamiento al lenguaje, el pensamiento y la pala-
bra estan hasta tal punto eonectados, interdependientes y condicio-
nados uno por otro, que resulta totalmente imposible considerar a
uno de esos elementos haciendo abstraccion d el otro.
8/2/2019 (1)SARTORI (Primera Parte)
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Recapitulemos. La primera tesis afirma . ,el pensamiento no es len ua' L u~a separaclOn absoluta:absoluta: pensamiento y g l Je.. a segunda afIrma una identificacion
, enguaJe son 10 mis L .nua la negacion, aceptando un l' , mo.. a tercera tesIS ate-yen para comunicar el pe a. re aClOn secundana: las palabras sir-1 . nsamlento La cuart b'a Identificacion' las palab .' a, en cam 10, atenua
. ras SIrven tanto h blpensar, y por mas que ell' par~ a ar como para
sin el otro. enguaJe no es pensamlento, no existe uno
La logica como onomatologia
,eual de estas cuatro es la res uesta' .la ultima. Omito e1 examen dePla . mas con.venIente~ A mi juicio,
desde el momento que ella fl pnmera teslS (extraneza absoluta),deremos en seguida) C .re uye en la tercera (cuya critica empren-d' . omlenzo entonces con el d
a tesIs, la que sostiene la identidad a . e.xamen e ~a segun-tanto drastica El acto d d bsoluta, tesIs que consldero un1 .' e pensar ebe manten d'f .enguaJe. NOsotros acunam . erse I erenClado delcir que "buscamos" al b os IllceSantemente nuevas palabras. Es de-
acto de pensar sobre~as: ~: t a r ; ex~resarnos. Esto significa que e lse inventa porque el pe~sam~e~~oalaa a ,Palabra. Una. cierta palabrade ella. El hecho mismo d 1 1 esta. buscando, SIente necesidad
desarrollo muestra el urge
qdue
e engua]e se encuentre en constante. . u e un pensamiento q .
guaJe, que busca incesantemente 1 ~e apremla al len-la propia inventiva Pero p egar el lenguaJe a sus fines y a
. . no por esto me parec bl 1tesIs, segun la cual el lengua' e seri' . e acepta e a tercerativo. La distincion entre m J 'l a solo un Illstrumento comunica-
. ono ogo y dialogo entr .ClOY pensar hablando se r r ,. ' e pensar en sIlen-lenguaje, a su extrins~ca fo~Ierle _~~lcafme~~ea la materialidad deld" mu aClOn Onetlca 0 graf El h h
.e que pensamos en silencio" no dem Ica. ec 0
SIll el auxilio de la palabra E' uestra qu.e se pueda pensares hablar consigo mismo An~l n ngor, el pensamlento es soliloquio)
logia (discurso sobre 10' bogam
)ente el logos es, en uno, onomato-s nom res.
Por otra parte, debe tenerse reresultado ultimo, al que el hombre s~l~t: que pensa~ en silencio es un
conformado para el dialogo 1 gen. la ~edIda en que ha sidosena a pensar" hablando P' palra a comullIcaCIon. Al nino se le "en-. . or 0 tanto es la com . . ,Je, el que forma en nosotros la ca'd Ull1Ca~lOn,el lengua-e1 resultado -el pen . pacI ad de pensar. Es Illverosimil que
samlento_ pueda d' Ique el adiestramiento 5i ense- ser ra Ica mente diferente
. namos a pensar con palabras, seguiremos
pensando por medio de palabras. De hecho cada uno de nosotros
piensa en su lengua materna (0 en todo caso en la mas habitual).
5i el pensamiento no es'tuviese ligado intrinsecamente a la palabra,
quizas pensariamos en esperanto 0 en aquella "lengua adanica" que
tanto apasiono todavia a Leibniz. En suma, :lprendemos a pensar en
la medida en que aprendemos a hablar; y una vez adultos, ensefiamos
a pensar siempre mediante palabras.
En fin, pensamos para comunicar. El soliloquio es, en cuanto a su
finalidad, una preparacion para el coloquio. No tiene sentido tratar
de formular un pensamiento (suponiendo que ello fuera posible)
en terminos no comunicables. El pensamiento que no llega a ser co-
municado es un pensamiento todavia confuso, que no puede comu-
nicarse simplemente porque no esta bien comprendido, porque aun
no es transparente ni siquiera para nosotros mismos.
5i la tesis que disocia al pensamiento del lenguaje ha llegado a
merecer credito, ello se debe presumiblemente a que hemos sido in-
ducidos a error por ese pensamiento que llamamos intuitivo; esto
es, por el caso de la intuicion. Cuando Arquimedes exc1ama "10encontre"; cuando una especie de iluminacion subita viene a resolver
de un golpe nuestra perplejidad cognoscitiva, nos parece que el pen-
samiento procedio liberado de toda traba; es decir, parece que hubie-
ramos experimentado un pensamiento "puro", un pensamiento in-
tuitivo que no es el pensar discursivo. Pero debemos estar alertas para
no confundir el acto del pensar reducido a un pun to, es decir un
"acto instantaneo" separado por abstraccion de su contexto comple-
jo, con la actuacion del pensar. Es muy dificil establecer si el relam-
pago intuitivo, la iluminacion instantinea, tenia 0 no su autosufi-
ciencia extralingiiistica. Precisamente por su propia instantaneidad,
ella se vuelve como tal inalcanzable.
A mi juicio, el caso de la intuicion ha sido sobrevalorado. En unprimer aspecto, se podria observar que la intuicion se diferencia del
pensar discursivo simplemente porque es un acto inicial arbitrario,
el comienzo de la cadena argumental en el cual una persona decide:
comienzo el discurso desde aqui. En un segundo sentido, tam bien se
puede observar que la diferencia entre el pensar intuitivo y el pen-
sar discursivo es una diferencia de las fases del proceso mental: en
la intuicion se condensa y se reduce a un punto en forma de enten-
dimiento conclusivo, un largo trabajo de incubacion que en cierto
momento desemboca en una solucion. La intuicion es el momenta
en que resolvemos un enigma. 5i la intuicion parece poseer cualida-
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PREMISAS
des excepcionales es po d .el cual la angustia de u~qJ~~ 0enota el ~nstante ~eliz, priviJegiado, en
1uci6n. De todos modos tamgb' pr~ce~o l~d~?'atono encuentra su reso-
en un discurso' Y Sl' este' d' len a dmtUlclOn se desarrolla y articula, lscurso se en . . "
se ajusta a lo s criterios de ru 0n:ma mtUltlVO es porque notrativo. D eb e hacerse Ja p e?~ requendos por el discurso demos-
excepClon de q hI"que la intuici6n no . _ ue ay casos ImIte en los
vlene acompa nada d . , d 'vo' por eJ'emplo el ' t' " . e nmgun esarrollo dlscursi-, , ex aSlS mlstlco Ml d d ,. .sis mistico puede llamarse . . u a ~qUI. reside. en Sl el exta-pensamiento El .t.
xt pensamlento 0 mas bIen amquilaci6n del
. c aSlS se presenta Com 1 ' .nal que reabsorbe en ' , 0 una a tlslma carga emocio-por eIlo el ext' Sl, mtegramente, toda Ja espiritualidad. Pero
aSls no es u n comprender s' ", "10 inexpresable y 10 ininteJigibJ U ' mo un se.ntn: un sentircognoscitivos. El acto puro dIe. n sentlr no traduclble en terminos
camente en la actuaci6n del e e~:a~sa~ asume ~alor y significado uni-pensamiento una hi' . P . 0 nos Slrve d e nada hacer del
que J ' ' P?stasIS, representada fuera de su contenido' por-e umco pensamlento en torn 1 1 . 'viste 10s productos de este pensar Eat cua dnos es poslble pensar, in-
. s amos e acuerdo en 1
puro del pensar trasciende ideaJmente all' q ue e actoconcebido de este modo n h enguaJe; pero un pensar
El0 nos ace pensar en nada
acto del pensar pues d' .un prius del len .' . ' se p u~ e conslderar abstractamente como
pensar en alga ~~a~~g'ope;oprnoop~S~tladactulaciondel pensar. Pensar es. ) ) osz 0 e a go Es po 1
mlento discursivo, pensamient . . r .0 tanto pensa-
do que tIene por sustanCla el Ie 0" '.no po emos pensar sin p alabras y 1 1',' . nouaJe,tologia. ' a Oglca es a un tlempo onoma-
El condicionamiento lingiiistico del pe .nsamzento
Ya n os hemos referido a "la necesidad ".
pensamiento Si una reaJidad ' de palabras que tlene el
po~que no 9~eda identificada. ~~r t~~n;an~~~~~: r:~~d~~ ~~ ~ensabl,ena a no eXlste; no existe mentalmente' enoml-vivimos una vid J " se entlende. Pero d ado qu e
a menta, esto equlvale a dec'rexiste efectivamente M ~ que para nosotros no
. . . as no es en este sentldo q h bl d 1dlc1onamiento lingiiistico d 1 . . ue a 0 e con-
n? s610 que el pensamient : ti ~~~s~~~:~~'e ~~I~:la~;~;' a~go mas;vlceversa, las palabras co fl' smo que,sello en el pensar. ) n su uerza a USzva semdntica) estamp an s u
Cada no mb re n o con voca a tod a la realidadde su referente (no
es phusei on), sino s610 un aspecto particular del mismo. La deno-
minaci6n de las cosas responde a ciert05 fines e intereses, y por ello
decide c6mo ha de fijarse nuestra atenci6n. Wilhelm von Humboldt
recuerda un ejemplo muy simple y a la vez elocuente del hecho de
que un cierto nombre nos "Ileva aver" esto y no aquello, de un modo
y no de otro. El termino griego arcaico para d esignar la luna era
men, mientras que el termino latino era luna. Men viene de una ralz
etimo16gica que quiere decir "contar", y por esto, al decir men) los
griegos miraban a la luna poniendo en evidencia su funci6n medi-
dora. Y esto se aplica tambien a otras poblaciones primitivas. Mien-
tras cierto lenguaje posee s6lo un sistema numerico embrionario, se
mira a la luna para con tar el tiempo, como a un pun to de referenda
crono16gico: han pasado siete lunas, tendra lugar entre dos lunas. Los
latinos, en cambio, cuando decian luna s610 ponian en evidencia su
funci6n iluminadora ( lux) lucere). La lun a, de este m odo , era in-
terpretada segtin otra de sus funciones: en cuanto sirve para poder
ver en la noche; la luna vista como palido sustituto del sol. Una vez
que se estableci6 un calendario con la "periodicidad recurrente" delas fases lunares, que tanto atraia la atenci6n de los griegos primi-
tivos, ya no hubo mas interes en ello. De tal modo, cuando decimos
que en griego la luna se llamaba men) establecemos tan s610 una co-
rrespondencia de objeto. Men y luna "denotan" el mismo objeto,
pero no 10 "connotan" del mismo modo. Por 10 tanto, una cierta de-
nominaci6n Preestablece el modo de interpretar la cosa.
Si pasamos de este ejemplo elemental a confrontar 105 universos
lingiiisticos en su complejidad, encontramos que faltan con frecuen-
cia las correspondencias del objeto. El vocabulario de cada lengua
corta a la realidad en infinitas rebanadas (tantas cuantos sean los
terminos denotativos, los terminos que tienen un referente observa-
ble); y estas rebanadas no siempre se correspo nd en entre sf, al m e-nos en su extensi6n, en las lenguas de origen diferente. Para denotar
un mismo conjunto, tal lengua recortara tajadas anchas y largas,
mientras que otra 10 had. en tiras pequefiisimas. Parece ser que los
J.rabes poseen no menos de 6 mil terminos pa ra ca racterizar los casi
infinitos detalles del camello; y esto porque el camelIo vive en sim-
biosis con el habitante del desierto. En cambio a nosotros nos basta
el concepto general y "abstracto" de camello.
Es decir que cada palabra -ycon mayor raz6n cada lenguaje-
predispone al pensamiento para un cierto tipo de explicaci6n: e1 me-
dio lingiiistico incluye de por sf un modo de ver y un modo de expli-
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car, Cuando el pensamiento ha encontrado la palabra, queda "sig-
nado" por esa palabra; la palabra es como el molde en el que se debe
acomodar el pensamiento, Por 10 tanto, cuando digo condicionamien_
to lingiiistico entiendo que un peso semdntico 1 esta preconstruyendoa1 pensamiento y Ie sirve de anteojeras interpretativas.
As/, las diferencias entre las civilizaciones son tambien un hecho lin-giiis ti co. Si nos remontamos alas respectivas plataformas semanticasY sint.kticas de toda civilizacion (por ejemplo, el chino es una len-
gua "aislante", sin estructura gramatical), no es dificil darse cuenta
por que sus "concepciones del mundo" 0 visiones de la vida son tan
profundamente diferentes, por que un mismo presumiblemente)
mundo "objetivo" se traduce en mundos "subjetivos" infinitamente
diversos, Un universo lingiiistico, por su fuerza de inercia semanti-
ca, es de por si indicativa del modo de pensar de un pueblo y de una
civilizacion. Debido a ello no nos entendemos entre civilizacion y ci-
vilizacion (podriamos decir, en grueso, entre Oriente y Occidente),
no existe una verdadera comunicacion; porque las respectivas matri-
ces lingiiisticas impliean diferentes logicas, modulos mentales no equi-valentes, un modo disimil de interpretar y de reaccionar ante los
mismos acontecimientos, Por eso no es sorprendente que el pensa-
miento 16gico-cientifico sea una caracteristica de la civilizacion occi-
dental y no de otra civilizacion, aunque fuera mas antigua 0 quizas
mas refinada y compleja; el estudio de sus respectivas estructuras lin-
giiisticas bastaria para darnos una explicacion exhaustiva del porque,
Establecida en terminos generales la relacion entre lenguaje y pen-
samiento, volvamos a los diferentes usos lingiiisticos (corrientes y
especiales). Hasta ahora hemos hablado del lenguaje entendiendo por
tal un conjunto de signos (palabras) provistos de significados. Que-
demon os ahora en el "significado", Tomemos como ejemplo un tex-
to en una lengua extranjera que no conocemos, pero cuya gTafia sea
similar a la nuestra, En tal caso, podriamos leer y explicitar fonetica-
mente esos signos, pero elIos quedarian mudos; no comprenderiamos
1Por semantica se entiende el estudio del significado de los signos lingiiisticos, Sin
embargo, mi ~nfasis esta puesto sobre el peso semantico, es decir sobre el peso signi-ficante de 1055ignos.
CIENCIA Y FILOSOFIA
. na 1engua quiere decir: compren-su significado. Vlceversa, conocer
lu, 'f' do? Lo que equivale a pre-
'f' d P ro que es e Slgl11lca 1der el sigl11lca o. ~ e , I' 'b'l'd d de 1as palabras? Las pa a-.( , t la mte 1 9l 1 1 agun tar, ~en qu~ consl~ e, i nos vicarios, representativos de otrabras son, en pnmer termmo'l s g d algo d iferente a ellos mismo's.
cosa: estdn en lugar de;:~ ugar \rnificado de 10 que llamamosTal, en t
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do. Se infiere de aqui que un uso lingiiistico que adopta con prefe-
rencia palabras en su significado "perceptivo", dara lugar a un saber
de tipo descriptivo, dirigido principalmente a explicar observando;
que un lenguaje que emplea con preferencia las palabras en su sig-
nificado "ideativo", producid. en cambio un saber de tipo especula-
tivo; y que un lenguaje que se apoya en "imagenes alusivas", con-duce a un entendimiento diferente de los otros dos.
Establecido y precisado este punto, podemos plantear nuestro pro-
blema. Preguntamos, tque significan las palabras en su uso empirico?
Y correlativamente, tque significan en su uso especulativo? Vale de-
cir, Nue tipo de significacion se utiliza y se exige en el conocimiento
empirico? ,Que tipo de significacion se usa, en cambio, en el contexte
del conocimiento filosofico? Respondiendo a estas preguntas, podre-
mos encontrar el criterio metodologico de demarcacion entre la cien-
cia empirica de la politica por un lado, y la filosofia politica por el otro.
Comencemos por precisar el significado del termino empiria. Desde
el punto de vista etimologico, el conocer empfrico, 0 empiria, quie-
re decir pasar a traves, esto es, hacer una experiencia tangible, tac-
til, directa de algo. De modo que un conocimiento empirico puede
definirse en general como el conocimiento que se afinca en la expe-
riencia, que refleja y recoge su material de la experiencia. Atencion,
digo "experiencia" y no "experimento". Es verdad que el experimen-
to es hijo de la experiencia (es una tecnica de control y de reproduc-
cion de experiencias); pero la especializacion cada vez mayor del saber
cientifico nos lleva hoy a diferenciar netamente el saber empiri-
co del saber experimental, las ciencias empiricas de las del experi-
mento y el laboratorio. En este contexto, a nosotros nos interesan las
primeras, ya que la ciencia politica, sociologia, la psico!ogia social,
la economia, son conocimientos empiricos, no ciencias experimenta-
les. Establecida esta premisa, vayamos a la pregunta: ,cual es el fin
del conocimiento empirico? Respondo: describir} comprender en ter-
minos de observaci6n. EI conocimiento empirico tiene que responder
a la pregunta: lcomo? ,Como es 10 real, como es el hecho? En el do-
minio empirico, nuestra finalidad es comprobar como son las cosas
p3.ra llegar a comprender describiendo.
,Como conseguir un saber "descriptivo"? Es obvio que debemos
CIENCIA Y FILOSOF1A
. em lee preferentemente palabras quevalernos de un lenguaJe que . p,,' labras "de observacion". Lo
tengan un signifi~ado "~erceP:l:~t~ !:anera, empleando la ~erI?~no-
que se puede declr tamblen d 1 ' . 0 las palabras Stgntftcan. 1 campo de 0 emplflc , .'logia de Croce. en e . 't es la generahzaCl6n de unao repre'Sentan (se enuende que. est~ ne una finalidad descriptiva,
tendencia). Dado que el ~e~gua~: r:~resentan. Viceversa, cuando laslas palabras estan en lugar e 0 q ntaciones 10 que obtendremos
a lugar de las represe, 'p opalabras est n. e~ . tivo El uso empirico es un usa tt tea-sed. un conoClmlen.to d;,SCfl) len' ua e. Por 10 tanto, el conocer em-
mente "representactonal de. gd/ observacion ligado a imagenes
pirico es un conocer percedPtlvlol, Es este un tipo de conocimiento
. ue se vale e e as. p tperceptlvas y q h" or 10 tanto fundado en el perce um."que se basa en los hec oslit~~lmente este concepto de percepci6n,Pero liO debemos tomar . isual ocular La de esta manera
t de imagen percepuva, v, d 1Y por 10 tan 0 . ducto altamente elaborado e pen-Hamada percepClon es un pro
samiento. er ue esta percepclOn sea una especie deEsto es, no. debemo~ er~l tq con la res. Por el contrario, el per-union inmedlata del znte ec us 1 de una inspeccion que se
ceptum surge en general d;r~;e~~~~;~nc~bimos" un simbolo lingiii~-opera sobre el conceptum. por el filtro de un redl-
tieo; despu~s, eventualmente:olo i;s~:~~imiento empirico no es e1
mensionamlento d~ obse~vaCl ~. todo caso el mas mediato.2
conocimiento mas mmedlato,. sllldo
~n na secrunda' no caigamos en. advertenCla enva u 0
De esta pnmera 1 'miento empirico es concretola ingenuidad de creer que e conoCl u inmediatez con las cosas
t con las cosas, por s 6por estar en cont~c 0 'In enuidad que se prolonga en la err -tal como son en SI y por Sl, g . . to n O empirico es, por eso
. d e todo conOClmlen '6
nea inferenCla e qu .' emp1eamos la calificaCl nb t Eel lenguaJe comunmismo, a strac o. n . 1 te para decir que una cosa" d" bstracto" SImp emen
de "concreto yea . 1 aber mas abstracto es hoy, pornos interesa y otra no. En ngo
r, e IS ., ara decir que el discurso
f' . Lese trae a co aClOn p dcierto, la "ls~ca. 0 qu . n" (vease IIIA) es otro; y sobre to 0sobre los mve1es de abstracClo. d ber se necesitan terminos ypara hacer notar que en todo tlPO e sa ,
conceptos abstractos.
. un desarrollo que viene con la investi- El caracter de observaci6n del l~ngua~e es . f Tercera Parte VI1I.2.
gaci6n y con las definiciones operatlvas. ase In ra ,
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PREMISAS
II.4. EL CONOCIMIENTO ESPECULATIVO
La pregunta que preside la inv . . . .sino ",por que?" El '. eStIgaclon fIlosoftca no es ",como?"
conoc1mlento especul ( . ,puede satistacerse con una res a .lV~ Uene un fin que nola "razon de ser" ultim d I puesta de!crzptzva. La filosoHa busca
su "apariencia", procur: u:a a~~o:~, ~tlende a .s~ "es.encia" y no a
del mundo. La descr' "r
P, ~clon y legItlmaclon conclusivaIpclOn renomemca de comsas, es para el filosofo hose aparecen las co-
0 , con muc 0 un dato a quo V 1 d .conOClmlento fiIosofico no '0 0 a e ecn: elralmente un conocimiento ~s t ~~ 0 conOCImlento empirico, sino lite-
o de los datos Hsicos (meta-ta~p~:::~i) que va mas alIa de los hechosto que trasciende Ia empiria E t .' ~ .sea que es un conocimien-
aplica a una finalidad descrip~ivas 0 slgmflca que .el lenguaje no se
no estan en lugar de 10 que ' y en consecuencla que las palabras
sino que connotan un conce t~~re~entan: ?O denotan un perceptum,salis. Describe tan solo unP t 'd a ~serclon esta tomada cum granomodo: en un conocimiento
a~~ enCI~ .y debe atenuarsela de este
solo 0 primariamente un e aemplrI~O, las palabras no tienen
I uso representatlvo En t ,.pa abras, en filosofia son Ie . 0 ros termmos, lascambio cargadas de ~onnota v~s en su contenido denotativo, pero en
E f'l Clones.n I osoHa, pues, e l lengua' e no' o.
es, en~onces, el usa especulatiJo del ~~e::: fI.nahdad descriptiva. ,Cualsensattvo y omnirrepresentat 0 bua]e? Es un uso ultrarrepre_C tvo, para emplear la t . I
roce, que me parece feliz f ermmo ogia defican mucho mas de 10 a estos e ectos. Las palabras, aqui, signi-
que representan y su . T dagotado por ningun con' unt d ,. 0 slgm lca 0 no resulta
sentativas" porque estan ~a 0 u Z ;epresent~ClOneso Son "ultrarrepre-nirrepresentativas" por s a, e cualqUIer representacion y "om-
o que reunen en si todas I .poslbles. En filosofia se podr' d . as representaClones
e~iste el "esfuerzo del conce;to"ec~ro~ue lo~zamos las pala?ras, sipmtoresca. Vale decir que trat ' d 0 eCla Hegel con Imagen
instrumento lingiHstico parece a~r:ttir eE~xpresa~ .mas de. euanto el
a menudo que el artista ha "t fO . d la cntlca estetlca se dicerans 19ura 0" I IOd d A
te ocune en filosoHa Tambie ' I a rea I a. nalogamen-
pero en una direcci6n diferen~ aqUI as ~alabras. Son transfiguradas;
razon de un marcadisimo e e, ~n 0 sentldo loglco-conceptual y en
1 nrareClmlento hacia la b '0~so mgiiistico responde a Ia finalidad .a .straccI n. EstetlVO: si es ultraempfrico 0 metae ,. del conoClmlento especula-
palabras tienen ya una referen .mplnC?,. se deduce que tampoco lasCIa emplnco~representativa. Dado que
el objeto del filosofo no es el mundus sensibilis, sino un mundus
inteligibilis, no se trata para el de percibir, sino de concebir.He aqui por que la fi1osofia es dificil. En primer lugar, porque es
un lenguaje especial, en el cua1 (como en cualquier otto lenguaje
especial) tropezamos con vocab1os que no conociamos. En segundo
lugar, porque tambien 10s vocablos conocidos aparecen trans figura-
dos. Por 10 tanto no puede asombrar que un lector inexperto noentienda nada euando lee un texto de filosofia, 0 bien que, hacien-
dose la ilusion de que entiende, se emborrache con el (por ejemplo,
la Dialectica negativa de Adorno es un monumento de indescifrable
oscuridad que por eso mismo puede gratificar el ego de quien cree
descifrarlo). De modo que e1 lector inexperto recogera de la lectu-
ra de textos filosoficos la impresion de que los filosofos se dedican a
decir tonterfas. ,Las dicen realmente, 0 se las hacemos decir nos-
otros, por malentenderlos? Antes de juzgar, hay que darse cuenta del he-
cho de que la filosofia expresa el extremo esfuerzo cognoscitivo del
hombre: el que procura satisfacer nuestra "necesidad metaffsica"
(como decia Dilthey) de responder al "por que ultimo" de 10 real.
La filosofia, euando es tal, es expresion de la mas exasperada ten-
sion heuristica de que sea capaz el intelecto humano.
Recapitulemos esquematicamente las distinciones que hemos venido
haciendo: 1) matriz: es el lenguaje materno, el que se expresa en la
conversacion corriente, comun, "civil" (como decia Locke). En un
lenguaje promiscuamente logico-emotivo, a la vez que indiferenciado,y por supuesto acritico; 2) division de fondo: es la distinci6n entrela dimension emotiva y la dimension logica del lenguaje; 3) distin-
cion dentro del lenguaje 16gico: es la diferencia entre el conoci-
miento cientifico-empirico y el conocimiento especulativo-filos6fico.
Al analizar esta ultima distincion, hemos venido observando que,
en el dominio de 10 empirico, el lenguaje tiene un uso representati-
vo, mientras que en el campo metaempirico tiene un uso ultrarre-
presentativo. Es una diferencia que sugiere una disposici6n estrati-grdtica, esto es, ver a la ciencia y a la filosofia como dos pIanos 0niveles de verdad superpuestos. Es una perspectiva que explica, entre
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etodo con coherencia, con inteligencia, conmie.nto ,correcto, :o~ :; con ~scrupulo. Todo estudioso busca la ver-
paClenCla, con ser~eosa~on sus tecnicas y en el plano de sus propiosdad' por sus camln , "d" t'tu, , ' Y' 'entonces verda no es un 1 -. COgnOSCltIVOS.Sl es aSl, . , . Ulnteres
esd legitimamente a una soia dlsclplma. Es por e 0
10 que correspon a . ' , ' n. 'I de verdad' porque el conoClmlento emplflco es, e
e dlgO ntve es, l' 1qu , ' "verdadero" como 10 es, en su p ana 0 mve ,euanto e~~lflco, tan l' Y por eUo hablo de pIanos 0 niveles
1 OClmlento especu allVO. e .~ cOe~dad tratando de abreviar la esteril pero en:arnizada pol ~lca
q~eVdesde hace tiempo enfrenta a cientificos y hlosofos Y los tlene
. de guerra a unos con otros. . ,en ple. 1 (do de que la relacion entre la hlosoha y la
, Ab.revlar en :e~:n ~erse como gustan formularla los filosofos; es
~e~Cla ya n~n~ relacion entre un conocimiento superior y un cono-
~~;~n~~~~ferior entre un saber cierto y un saber opinable,. e~treCl ' na verdad continaente, entre un conOClmlen-una verdad suprema Y u. . t relativo~ euando no, abiertamente,
b 1 to Y un conOClmlen 0, .
to a s~:a antitesis entre conocimicnto y sendoconoci~Illent? Tam-como. la relacion entre la ciencia y la hlosoha puedepoco -VlCeversa- b d .
.d da tal como gustan representarsela los hom res e Clen-ser conSl era 1 '0 entre e1 saber concreto Y la abstrac-cia' esto es, como una re aCl n . _cio~ metafisica, entre el conocimlento fundado en hechos y un co
nocimiento que no conoce nada. . .d
An. . obJ'ecl'on que me sirve para introduclI rapl amente
tlC1POuna, . 1 .d 1 . 'n Se podria objetar que al deClr panos 0 Ill-
una segun a ac aracw. 1 verdad en plural' y al pluralizar laveles de verdad se pone a a '. .verdad, se la re1ativiza. No es cierto. Si dispongodedl conEoclmlfenC:~el~
"f' haya tres ve r a es. nee ,tres pIanos, esto no slgm lca que . ' da om-
1 e qUlere deClr que a ea e
verdad se situa por conceptos, 0 qu El d _d
.. na" verdad la verdad de ese concepto. eeepto correspon e u' , .bate sobre la pluralizacion de la verdad conduce a un gran, e~~.lVa;O.
el de referir la verdad a los nombres en lugar de a los stgnt tea" os,. d 1 l'dea La verdad no recurre a veces a una pa-
al slgno en vez e a a . b'labra" es decir al signo lingiiistico; corresponde en cam 10, a veces,
d' , 'f' do de un signo lingiiistico. Por 10 tanto, no es que a
a ca a slgm lca d Q' argumentaeada nombre deba corresponder una sola verda. Ulen .
de este modo, se deja engafiar por el hecho de que debe~os recu~nr
a una misma palabra para mentar cosas radicalmente. dlf~ren~e~, ~,s
decir que conunde 10 "unico Verdadero" con un "Slgna 0 mco.
otras cosas, como es que la ciencia y la filosofia pueden coincidir
ratione materiae, sin colidir 0 entrar en conlicto por esto. Adopte-
mos, pues, esta proyeccion estratignl.fica, tomando como pun to de
apoyo el conodmiento empirico. De eUo resulta el siguiente esque-
ma: a) nivel empirico de la verdad, en el cual tenemos el uso repre-
sentativo del lenguaje. Lo adopto como punto de referenda. Abar-ca, grosso modo, la esera de 10 observable ietu oculi, a traves de
10 visual; b) nivel subempirico de verdad, en el cual se recurre a la
matematica 0 en todo caso se abandona el lenguaje natural. En este
nivel, 10 observable es algo que transcurre en el experimento de la-
boratorio; c) nivel supraempirico de la verdad, en el cual se tiene
el uso ultrarrepresentativo del lenguaje. Este nivel incluye la esfera
de 10 inteligible, no sujeta alas contradicciones de 10s hechos.
En este campo, las ciencias experimentales, exactas y fisico-mate-
maticas no nos competen. Pero convenia mencionar tambien este
nivel infraempirico del conocimiento, aunque mas no fuese para
descalificar la creencia de que las ciencias son tales porque versan
sobre cosas que se yen y se tocan.El conocimiento del hombre se despliega, pues, en tres direccio-
nes, 0 en tres dimensiones caracteristicas: 0 bien permaneciendo en
el ambito de 10 visible, es decir de 10 describible (nivel empirico de
verdad); 0 traspasandolo hacia abajo; 0 traspasdndolo haeia arriba.
Se ve de este modo como se desprende del minimo comun denomina-
dor del lenguaje materno, toda una serie de usos lingiiisticos espe-
ciales, y por 10 tanto como el hombre configura distintos tipos de
saber usando aproximadamente un vocabulario inicial comun. Tra-
temos de completar este esquema arquitectonico elemental con algu-
nas dilucidaciones integradoras.
Ante todo, ,por que digo pIanos 0 niveles de verdad? Verdad es una
palabra demasiado amplia y comprometedora. Tommaso definia la
verdad como una "adecuacion del intelecto a la cosa". Sin embargo,
no sabemos que pueda ser esa "cosa" que esta fuera del intelecto:
siempre la encontramos inusa y transfundida con el intellectus.
Contentemonos entonces con definir la verdad a la manera de una
etica profesional, esto es, como la finalidad de nuestras exigencias
cognoscitivas. En definitiva, buscar la verdad es buscar un conoci-
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CIENCIA Y FILOSOFtA
anezca en el ambito que Ie es propio. En cuarto y ultimo lugar,. sera
: ortuno precisar que el esquema d~ difer.enciacion entre la f~l~so-
fi~ y la ciencia sugerido aqul, se aphca meJor cua.ndo una tradlClon
filosOfica es netamente especulativa (como en Itaha), y que en ca~-
bio anarece menos clara cuando debemos enfrentarnos a u?a tradl-
. , filosOfica de tipo empirico (como en los paises anglosaJones). YClon. .A ., 1 .
b Sl' tambl' ""nla m ....sofia es de entonaClun emplnsta, a Clen-es 0 VIO, cV' "
. la filosofia se aproximan. Esto no qUlere deClr que en este casoCla y . d' . 1 tla linea de demarcacion se debilite; qUlere eClTSImp emen e que s~
hace mas sutil, y que requiere por eno ser trazada con mayor pulcn-
tud y cuidado.s .
Dedamos antes que el fHosofo se caractenza como tal p~~que v~
mas aHa de las cosas fisicas". Pero debe agregarse que las metafisl-
cas" filosoficas son de diverso tipo. El prototipo del filosofo metafi-
sico es Platon, de quien merece transcribirse este pasa~e caracterfs-
tico de la Republica: "Estamos realizando una indagaClon sobre la
naturaleza de la justicia absoluta y sobre el caracter d~ .10 perfecta-
mente justo, y sobre la injusticia y 10 perfectamente mJusto [ ... ].
cAcaso nuestra teoria sed mala teor1a si no somos capaces de probarque se puede ordenar el Estado de la manera descrita?" .
Aristoteles ejemplifica, e inc1uso funda, una metafislCa que" po-
driamos Hamar (como antitesis de Platon y para ~ntendern~s) rea-
lista". Pero es una metafisica; Aristoteles procedla deductlvamente
de los primeros principios en el ambito de una "sustancia" que cons-
tituia la estructura necesaria y permanente del "ser". No podr!amos
seguir aqui las variaciones del tema y los distintos e.ntr~lazamlentos
del platonismo y el aristotelismo a 10 largo de !os ~lleUlos. Tal vez
el sustrato metafisico no aparece con bastante eVldenCla, 0no se. J:>One
de relieve de inmediato. Spinoza escribia en su Tractatus poltttCus:
"Aplicando mi mente a la politica, he .procu:ado demostrar por me-dio de un desenvolvimiento seguro e mdubltable de la argumenta-
cion, y de deducir de las condiciones mismas ~~ la naturaleza ~el
hombre [ ... ] solo las cosas que mejor se conclhan can la poHtlca
[ ... ]. He trabajado atentamente, n~ para escarnec~~, lame?tar 0~xe-
crar, sino para comprender las aCClones humanas. A pnmera VIsta
pareceria que Spinoza habla como Hobbes, 0 mas ,:xacta~~~te co~o
Maquiavelo. La clave del pasaje esta en el ve~bo d~duclT. A dIfe-
rencia del empirista, Spinoza no reconoce la mducclon; todo es fe
No .debe~os creer q~e la delimitacion entre la ciencia empirica yla ftlosofIa es tan nitlda como he tratado de presentarla con fines
me:a~ente did~sd.licos. Para empezar, el "como" y el "por que"
esta~ m.t~rrelaclOnados. Cuando describo, proporciono ya una cierta
exphcaclOn; saber como son las cosas es comenzar a explicarlas. Pero
de este modo, 0hasta aqui, la explicaci6n es solamente una subc1ase dela descripcion. Y no es asi como la entiendo. El ideal ultimo de la
ciencia es nomotetico; esto es, encontrar leyes", leyes de tipo causal.
El cO~lOcimiento cientifico, tal como se ha dicho desde siempre, es
un sczre per causasJ un saber que explica encontrando causas, estable-
ciendo relaciones de causa a efecto. Por 10 tanto no he dicho ni in-
tenta decir que el hombre de ciencia se reduce al "como", se limita
a describir, 0 que su explicacion "esta dentro" de s u descripcion.
Si la ciencia es, como en eecto ocurre, curiosidad cognoscitiva, esta
claro que la ciencia esta toda ella animada por el "por que".
La distincion que aqui se ha formulado, indica _y no me canso'
de repetirlo-predominio
ypriori dad.
En la ciencia empirica laexpli~acion va precedida por la descripcion, en el sentido de que
la pnmera debe prevalecer sobre la segunda. Por el contrario, en
filosofia la explicacion -la respuesta a los "porques"- prepondera.
sobre la descripcion, la somete a Sl, 0inclusive la ignora. Por supues-to, estas son solo directrices, tendencias de maxima.
Analoga advertencia hay que hacer con respecto a 10 "p~rcibido"
y a 10 "concebido". Tambien se trata de una division de maxima,
que no debe entenderse como una separaci6n. Lo que es percibido,
es tambien concebido; y 10 concebido es tambien de alguna manera
p.ercibible .. No obstante, tambien en este caso encontramos prevalen-
Clas, que tlenen que ver, al fin de cuentas, con modos de indagacion
y habitos mentales perfectamente diferenciables.En tercer lugar, es importante advertir que tambien la subdivisi6n
estratigrafica entre "niveles de verdad" representa una reconstruc-
cion a posteriori y no una subdivision de competencias consciente-
mente buscada por los cientificos y los filosofos, respectivamente. No
debe olv~dar~e que en este campo no estamos ilustrando un esquema
de orgalllzacion del saber ya constituido y aceptado, sino que 10 esta-
mos buscando. A fuerza de buscarlo, creemos haber encontrado uno
que funciona y que permite una pacifica convivencia con el otro:
Con tal de que, eso si, cada disciplina cumpla con su cometido y per-
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PREMISAS
rrea deducci6n .(more geometrico) de un orden necesario del mun.
do, que es prec~samente u.n orden geometrico, el cual cond uce a la
6rm~la (teo~6glca y tamblen metafisica) Deus sive natura.
QUlzas ~I 116so0sistematico que con mayor eficacia intent6 rehuir
la metafislca y undar una filosofia no metafisica, "naturalista", rue
Dewey, el.mas .alto exponente del pragmatismo filosOfico. No podemos
entr~r a dlSCUtu aqui hasta qu~ punto Dewey tuvo exito en su intento.
Es Clerto (y.el hecho resulta sIntomatico) que la influencia de Dewey
no a~raves6 J~mas el Atlantico. Los ingleses estaban dedicados a la i-
losofla analftIca; y en e1 res to del mundo, las filosofias que real mente
marc~ron el curso de la historia eran todas derivaciones ideal istas y
hegehanas (rebeldes a eIla en el caso del marxismo y el existencialis-
mo), y ?o~ 10 tanto de neta inspiracion metafisica. La leccion me pare-
ce la slg~l1e.nte: cuando una tradicion ilosOfica termina por perder
t?da cunoslda~ me~afisica (de busqueda de una inteligibilidad ul-
tl.ma de la eXlstenCla), cesa simplemente de ser "filosofia", 0 bien
plerde peso;. n.o.s610 no sustituye alas "ilosofias totales", sin o q ue re-sulta en deInltIva agocitada por ell as.
V~r:mos ,?espues. con m,~s detenimiento por que la inmersion del~mpI.nsmo . como l1osofia en el empirismo "como ciencia" result6
msatl.sfact~na y tuvo el sabor de una amputacion antes que de una
Sol~cl6n dlferente y n,tejor. Bastara comprobar ahora que a cada ten-
tatIva de llevar una fllosofia empirica hasta el mismo "nl'vel de dad" I d' . . ver
en e que se lsponen las ClenClas empiricas, siempre, inali-
~Ieme?t.:: correspond~ la eXigen~ia y el requerimiento de hacer "mas
l1osofIa , 10 que equlvale a deClr, retornar a la filosofla como 10 que
es, 0 en todo cas.o v~lver a rehacer una ilosofia que no sea un epife-
n6me?0 ?e la ClenCla. Lo que parece refrendar la validez de la sis-tematlzac16n metodol6gica que hemos descrito aqui.
11.6. LA CIENCIA POLITICA COMO CONOCIMIENTO DE APLICACI6N
Tratemos ahora de. ver mejor c~m~ trabajan, que interes persiguen
y que .metodos apltcan el conOClmlento empirico y el especulativo
respectlvamente, tomando en consideraci6n los casos especiales qu~
n.os c.ompeten: Comencemos por la ciencia poIitica. Como toda otra
ClenCla ~mpinca, tambien esta debe comenzar por ser un conocimien-
: 0 descnpttvo en el cual prevalece el "significado de observaci6n" deas palabras (supra 11.3), Y donde un comprendedor que describe con-
diciona y undamenta la explicaci6n. Preguntemonos, epor que nunca
ocurre que sepamos con precisi6n como funciona una determina
da realidad, 0 bien c6mo esta hecha? Naturalmente, se puede res
ponder que asi como existe e1 rat6n de biblioteca, tambien existe el
rat6n de la investigacion sobre el terreno, el "fot6grafo" por e1 s610
gusto de serlo. Pero no es solo cuesti6n de gustos y de idiosincrasias.
Las disciplinas tienen una raz6n de ser intrinseca. Si queremos sa
ber c6mo esta hecha una cierta realidad, es porque nos urge obrar
sobre esta realidad. Vale decir que el conocimiento empirico es un
conocimiento para aplicar. Veremos mas adelante (infra V.2) la di-ferencia que existe entre ciencia "pura" y ciencia "aplicada". Esta
diferencia no quita que en ultimo ancUisis la ciencia sea un saber
practico. Y la ciencia politica no es excepcion a esta regIa. Tambien
ella es, 0 tiende a ser, un saber de aplicacion, operativo: un instru-
mento para interve'nir sobre la rea.lidad de que trata. D e ahi qu e es-
tudie los problemas en razon de su aplicacion, esto es, segun e1 cri-
terio pragmatico de verdad: es verdadera la solucion que funciona, es
exacto el proyecto que alcanza exito en su aplicaci6n.
Pongamonos de acuerdo sobre esta nocion de aplicabilidad. Paraponer en ejecuci6n un determinado programa, no basta con tener
la fuerza bruta para imponerlo; ella, por SI sola, no es suficiente para
demostrar que dicho programa sea aplicable y que pueda tener exi-
to. Toda la uerza del mundo no es capaz de impedir que la ejecu-
cion de un proyecto fracase miserablemente en el sentido de que no
suceda 10 que se proponia, 0 de que no acontezca 10 que se creia que
iba a acontecer. Y elIo porque se hicieron mal los calculos, porque
se cometieron errores de calculo. En tal caso decimos que ese pro-
grama era inaplicable, 10 que equivale a afirmar que estaba equivo-
cado en wanto a los fines de su aplicadon. Por "aplicabilidad" en-
tiendo, pues, que un determinado proyecto se cumpla con forme alas
previsiones. No me refiero a la posibilidad material de ponerlo en
ejecucion; me refiero al exito, esto es a la correspondencia entre los
prop6sitos y los resultados, entre las previsiones y su comprobaci6n.En suma, la aplicacion que triunfa, n o la que fracasa,
Aclarado este punto, es posible formu~ar una pequefia regIa ele-
mental para establecer cual sera el sector de competencia y jur is-
dicci6n de una determinada proposicion "proyectiva". Basta pre gun-
tarse, I.esta proposicion es aplicable? 0 bien, traducida en hechos,
efuncionara con forme a 10 previsto? Si es asi, se trata de: 1) una pro-
posici6n empirica, y 2) de una proposici6n empirica verdadera (ca-
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paz de ~ncionar). De 10 contrario, se presentan dos casos posibles:
o ~e eqUIVoqUe y entonces mi conocimiento empirico era insuficiente
e madecuado para ~esolver el problema propuesto; 0 bien no se tra-taba de una proposIci6n empirica: me equivoque al considerarla tal
o se~ 9ue transforme un nivel no empirico de conocimiento en u~
dOJ:~ll?~Odonde no tiene arte ni parte. Eliminemos en hip6tesis la
poslbIlIdad de error. La regIa que proponia se formulara entonces
as!: tod~. las proposiciones programaticas aplicables son proposicio-
nes empIrICaS, y VIceversa, todas las proposiciones no empiricas no son
aplicab~es. Es muy simple una vez que ~e 10 ha comprendido; pero
no es SImple llegar a comprenderlo.
Vayamos a la filosoHa politica. Si el conocimiento empirico es, eng.enera.l, un saber practico, ya decimos con esto que el conocimiento
fI10s6fICOno es un conocer empirico; su diferencia radica, exactamen-
te, en no plamtearse el problema de la aplicacion. Entendamos que
e~to no es un defecto 0 una omisi6n. Es, por el contrario, la indica-
cI6n de una funci6n y un destino heuristico diferente.
Para captar la raz6n de ser del filosofar, es legitimo partir de esta
pregunta" cpor que sobrepasamos siempre el nivel empirico de ver-
dad? ~eCla ~oethe: Wer fremde Sprachen nicht kennt, weiss nichts
von semer etgen.en (el que no conoce lenguas extranjeras, no sabe
nad~ de la .pr?pIa). Lo mismo se aplica al usa no empirico del len-
guaJe: es st?",ttendose extrano al plano empirico como se 10 puede
apreClar ~eJor. La filosofia es la evasi6n del mundo fenomenico que
nos permlte ~onm~nsura.rlo y modificarlo. Es por ello que la fragua
de. la evoluC16n. SImb6hca se encuentra propiamente en el pens a-
mIe~to especulatlvo. EI sentido de la vida, de sus valores, de sus exi-
genClas, de s~~ ideale~, -en suma, una Weltanschauung- se alcanza
y se elabora .Idean~o ; no encuentra su fermento en el percibir sino
en ~I concebtr. QUIen comprueba, mide, describe, experimenta -es
d~c~r, el observador empirico-- no es un animador del proceso sim-
b.ohco; no es esa su competencia, ni esos sus medios. Volvamos a d e-
clflo: ahora al.reves. Si,l.a vida mental del hombre debiese quedar
confmada al myel empIrICO; si no Ie fuesen permitidas al hombre
las "evasiones especulativas", su existencia transcu~riria en una c~ata
e incolora horizontalidad, sometida a preguntas sm respuesta, prIva-
da de toda dinamica, de sentido y de valor. Y si no es asi, el merito Ie
corresponde al filosofo, al fi16sofo metafisi~o,. que por largo tiempo
fue un filosofo-teologo; no al filosofo espeClahsta. .Muchos autores, hoy, hablan despreciativamente de la hlosofia
tradicional como de un "saber infecundo". No advierten que el "sa-ber fecundo" nace Y fennenta entre los pliegues del que parece infe-
cundo. Es preciso no dejarse arrastrar desde la polemic a contra la
aparente esterilidad del saber especulativo, hacia ot:o exceso,:, el d~
una actividad practica a toda costa, basada en la ansledad de hacer
y de hacer nipido. La dimension de la vida humana no reside por
entero en esto y no conviene reducirla solamente a la btl~queda de
la accion. El hombre contemplativo se encuentra desJcredltado; mas
sin ninguna razon, ya que todas las obras que mas nos importan, son
las que convocan y orientan nuestras energias hacia finalidades y valo-
res, hacia ideales y objetivos concebidos por el. La filosoHa pol.itica
ha sido, y conHo en que 10 seguira siendo, un componente esen:lal.e
imposible de eliminar del discurso politico. No es jus~o que la. ClenCla
empirica de la politica venga a eclipsarla ni tam poco tlene sentldo que
el cientifico politico desconozca 10 que es el fundamento de su campo.
Una vez realizados la importancia y el pape! insustituible de un
conocimiento especulativo, se deben t~mbien fijar sus li~it~s: un ca-
nacimiento no empirica na es, solo par ser tal, tin conoo1nzento ope-
rativo. Es s610 el usa del lenguaje en funcion de observacion 10 que
10 hace congruente a los f ines de la aplicaeil)n. Por 10 tanto, si undeterminado tipo de conocimiento no se preocupa de "ver" la rea-
lidad fenomenica, (como pretender que pueda valer para esta? cComo
obrar sobre la realidad empfrica recurriendo a un saber metaempi-
rico? Es una pretension absurda. a mi juicio; pero que sin embargo
encuentra siempre nuevos adeptos (aunque con frecue~cia no sepan
elIos mismos que 10 son). Es la pretensi()n que denoml11O resu:Illd~-
mente asi: "Deducci6n de la politica a partir de la filoso~ia.~ Ml t~Sl.S
es que los problemas de la accion remiten a tin cononmtenta dzn-
gido a los tines de la accion; esto es, a un "conocimiento para apli-
car", que justamente estudia 10s problemas en clave de resolucion
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practica, estudia los medios aptos para conseguir los fines. Y la tesis
en que se funda es que el conocimiento del cual se vale la acci6n, no
puede ser sino un conocimiento empirico: en nuestro caso, no la filo-
sofia politica, sino la ciencia empirica de la politica.
A ojos vistas, el caso de mayor resonancia de "deducci6n de la poli-
tica a partir de la filosofia" es por cierto el marxismo, 0 mejor dicho
Marx. Veamos un aspecto sintomatico, que se refiere al punto cru-
cial de la problematica practica de la politica: el Estado.
En el entendimiento de Marx tal como circula en el dominio del
lenguaje corriente (supra, 1.6), 10 que no se ve es que Marx trata
el problema del Estado a un nivel exquisitamente especulativo. En
efecto, si Ie quitamos a Marx su sustento implicito en la filosoHa
hegeliana, tratando el problema a un nivel empirico, su teoria del
Estado aparece basada en dos axiomas totalmen~e gratuitos: 1) quese puede prescindir del Estado, pues este es innecesario y superfluo;
2) que la dictadura del proletariado esta destinada a una vida eH-
mera y provisoria. Marx parte del concepto hegeliano del "Estado
etico". Pero para Marx, 10 universal pol1tico-etico (que en Hegel
era precisamente el Estado) se convierte en la "sociedad"; la c ul-
minaci6n del ethos ya no es, pues, el Estado, sino la sociedad
mlsma.
Establecido esto, Marx razona de este modo: desde que la sociedad
es el verdadero "universal", se deduce que el Estado no es necesario,
que es una "superestructura" ficticia instaurada por una autoaliena-
ci6n, y que por 10 tanto el Estado debe desaparecer. La sociedad del
futuro sera una sociedad sin Estado y el proletariado se aduefiaradel Estado para destruirlo,
Ahora bien, esta claro que toda esta demostraci6n se basa e n un
presupuesto implicito: que Marx acepta la definici6n del Estado dada
por Hegel. ~Cual es el Estado que no tiene raz6n de ser, si es exacta
la demostraci6n marxista? Es el Estado como "sustancia etica", vale
decir en su transfiguraci6n hegeliana. Segun Marx, este Estado no
tiene raz6n de ser porque Marx trasvasa el ethos del Estado a la so-
ciedad, esto es, vada al Estado etico de su ficticia "eticidad". En
efecto, cuando critica el "Estado etico" de Hegel, Marx no vuelve a
definir el concepto; solamente trastrueca su valoraci6n, la positividad
CIENCIA Y FILOsOFtA
las calidades atribuidas al Estado pOT
del "valor", aseverando que 1 Estado que para Marx es, ., V elvo a subrayar, e E dlIegel son hctlClas. u. te el concepto de sta 0, rl'o y hay que destrulr, es exactamenlllnecesaformulado por Hegel. 1 significado de l a critica mar-
por 10 tanto, el verdadero a ~ance Y e tualizaci6n hegeliana; pero
xista es la de haber refutado da
lcoEncdP" la de Hegel y "filosofia
.' a "filosofia e sta 0 d 1por cOllSlgUlente er . HI' Marx situan el problema e
del Estado" la ~e Marx., ~1 ~ge e~:cto es claro que el problema
Estado en el mvel em~lf1co. dn ve~ con cl problema de su "sus-
empirico del Estado no tlenle na balque de atribuirle al Estado un "sig-'d d " " que es e pro ema . .
tanciall a etlca, b' 1 blema del control, la hmlta-
nificado de va~o~':; es en cam 10 ie
ePr~iere desconocer la "eticidad"
ci6n y la subdlvlsl~n ?el pode;'IOS ~e ~1 Estado no deba existir mas
del Estado, no se mhe.re de e . q S 'nfiere unicamente que se Ie
que no tenga cometldos proplOS. e t
Y . j' ddesconoce aquel stgm tea d lara "fi16sofo revolucionario", que se
No obstante, Marx se ec . biarlo" y por 10 tanto" nder el mundo smo cam , .'
propone no compre .' ( ue son conceptuahzaclOnespretende que sus conceptualIzaclOn~~'d q con referencia a 10 emp!-
hegelianas puestas de reyes) sean v 1 as nto e l problema de la
rico. ~C6mo? Marx debe afrontar d end este a~~zca -Ie concede Marx
aplicaci6n. A fin de que el Estda 0 desa.r mas fuerte (el Estado-dic-
l'd db sca un Esta 0to aVlaa la rea 1 a -, se u P 10 tanto un Estado paratadura), capaz de hacerlo des~~arecer. b~1~ci6n' pe;o mientras, obra
asesinar al Estado. Marx pre lCa su, af
t d~ todos los Estados que
para instaurar ~l ultimo Est~do, el ma~o:ae\: demostraci6n de Marx10 han precedldo, Concedldo esto, . " Adviertase
l'dez te6nca como emplflca.queda viciada, tanto en su va. 1 Estado "necesario", que por
que la dictadura del pro~et~~l~do esr~i~ta del Estado (dirigida toda
10 tanto escapa a la dehmclOn ~a., He el en su "innecesarie-ella a caracterizarlo, en c~~traposlCl~n ,a ~o~struir un Estado que
dad"). En terminos de aCClon, Marx lllCl~;,a expuestOJ por el propioescapa totalmente a la formula cognosct !Va
Marx. d d abundantiam precisarnen-Que escapa a. ella qued,~ de~ost~:d~d~ de la dictadura del prole-
te por la doetnna de la tran.sltor J." itoria" resulta endlCtadura sera trans
tariado. Ase,gu.rar que u~a . verdadera contradicci6n en susterminos practlCOS,de aplIcaCl6n, una 1 te mino dictadura design aterminos. Si es verdad,. como 10 es, que e r definici6n todaun poder ilimitado e mcontrolable, eUo excluye por
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PREMISAS
posibilidad de mantenerlo ba' 0 . ,poral e hipotecando su desarJ ncon;rol, aSlgnandole un limite tem-
futuro indefinido a una dl'Ctrodo. onerle un plazo en un tiempoaura es como ..
un cheque en blanco ase '. poner en Clrculaoondebida y que otro 10 'pagag~randol que algUlen 10 firmara en la forma
. ra en e momento d d ( .conslste en que de cheque t d . a ecua o. La dlferencia
s 0 os entlenden)Que l a doctrina de M arx convence :
funeiona como Marx pre ., ' es mdudable. Pero que noVlO, 0 como esper' f'
menos indudable. Marx d t d d 0 que unClOnara, no es
deducir de el una aplic'acl'o?na
0 ,e. un saber no empirico, intentoempulca. Marx di t' l' .
con Hegel, s obre e l "significad " diE scu la, en po emlcael la inferencia arbitraria de 0 e stad?, ~ero para extraer de"deshacerlo'" val d' b~ue era necesano rehacerlo" y despues
, e eor ar ltrari . f . .,de ello unicamente una' perd'd da~ m erenoas aphcatlvas. Resulta
Ia realidad empiric a al p tt ad e control ~el conocimiento sobre, un 0 e que el pr m .
en torno a esa realidad que 1 I ero glra en el vado
1
. se e escapa en vez de d . 1 D .a politlca practica de Ia filosofia cond ' omma: a . eduClr
completamente diferentes a los ue luce sol? a co~segUlr resultadosy no solo en est . q a teona conha ba en obtenere casu conslderado. '
Sobre la filosofia politica
Es importante i dentificar la filosofia . . .y en sentido negativo (que no es) en sentldo ~OSltlVO (que es)paso a enumerar. ' por toda una sene de razones que
Primera raz6n: para saber cwind Tdeterminados fines es el .. 0 utt tzarla. Entendamonos, paraLa filosofia politic~ es conOClmlento filosofico el que corresponde.
If. un componente fundame t 1 did'
tICO, dado que es Ia fr d d n a e ISCurSOpo-versamente, Ia invaIida~~~a doni e pseI~labora la legitimacion, 0 in-
interesado en la ideacion ea. 0 ts. Por 10 tanto, quien esta
afanarse, con grandes f t' pero sea 19naro en filosofia, termina poralgas y a menudo con .
en cosas que claramente 1 no menor lmpericia,
so superan.
egunda ' . razon: para saber reconoce lmlmetizada dentro de otr d' . . r a) aun cuando este muy bien
cia polftica brota de Ia :~en~:Cl~lmas. Con:o
~~ se advirtio, la cien-
ha sido bien diferenciada hasta hoe ~ ~e~.;taclO,n esp;~ulativa y noyea I osofla pohtlca, que cons-
tituye en muchos aspectos uno de sus ingredientes implicitos Y nO
siempre advertido. El que no sabe nada de filosofia corre el riesgb
de servirla y acatarla sin saberlo; pero entonces resultara un mal
fiI6sofo (1 0 que en todo casu seria un mal menor), mas con segur i-
dad, y sobre todo, un pesimo politologo.Tercera raz6n: saber que "no es" la filosofia, resulta indispensable
para no filosofar cuando no es el caso hacerlo) esto es, cuando tene-mos en mente objetivos practicos y nos interesa un conocimiento de
aplicacion.
Si la filosofia es dificil de entender, la ciencia empirica de la poli-
tica, en cambio, es dificil de hacer. Como se sefial0 al comienzo, la
ciencia empirica de la politica esti reclamada, 0 mejor tironeada, en
dos direcciones opuestas; hacia arriba, en direcci6n a la conclusivi-
dad omniexplicativa de la filosofia politica (que la impulsa mas aHa
de la empiria); y hacia abajo, en direccion al terreno (del lenguaje
corriente) de la accion y de las ideologias en pugna. A este respecto
merece subrayarse que tales dificultades afligen tipicamente al poli-
talogo; esto es, mucho mas al estudioso de la politica que no, diga-
mos, al sociologo 0 al economista. Por un lado, la progenitura fila-
sofica de las otras eiencias sociales es bastante mas debil y por cierto
mucho menos directa (el economista puede empezar por Adam Smith,
y el sociologo por Comte); y por el otro, el auditorio del economis-
ta 0del sociologo puede ser un auditorio especializado, sin mayores in-
convenientes.Ya hemos hablado suficientemente de la relaeion ciencia-filosofia
y de las confusiones 0 perjuicios que se producen cuando no se res-
petan las respectivas competencias. Conviene ahora volverse hacia elotro polo de atraccion: hacia la relaci6n entre la ciencia y e l lenguaje
corriente. El politologo es un observador cuya materia de observaci6n
es, in primis) el 1enguaje de la politica practica, el lenguaje que in-
forma los comportamientos del ciudadano 0 del politico.Ahora bien, si el conocimiento cientificO requiere un "lengua-
je especial" (supra, 1.6), se infiere de eUo que el lenguaje del obser-
vador no es el mismo que el lenguaje observado. Esti bien, pero
chasta que punto el lenguaje que observa puede y debe diferenciarse
del lenguaje observado? Se diria que este es un problema que atafie
a todas las ciencias sociales. Sf; pero conviene hacer notar una vez
8/2/2019 (1)SARTORI (Primera Parte)
20/21
ClENCIA Y FILOSOFIA
. . del valor. Y no hemos entrado en
freiheit} de la hbertad webenan~ 'na personal De medio siglo a
f n poco por mqul . del -10
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