[ ] 15 de enero de 2013
Aprobacion alta y buen gobierno – columna la Republica
Es positivo que la aprobación al presidente Ollanta Humala no deje de
subir pues esto contribuye a la estabilidad política del país, pero esto no
garantiza que el gobierno tenga que ser, necesariamente, exitoso desde
el interés de la población en el mediano y largo plazos.
Cada nueva encuesta que aparece pone al presidente Humala un
poquito más arriba, acortando la distancia que le llevaba Heredia y
ampliando la diferencia frente a lo que tenían, en similar período de sus
gobiernos, Alan García y Alejandro Toledo.
La última es de Datum, la cual coloca la aprobación del presidente
Humala en 57% –siete puntos más que hace un mes– y la de Heredia en
59%.
¿Por qué sube Humala? Esta es una interrogante que muchos analistas
se han hecho en el último mes, obteniéndose diversas explicaciones.
Primero, la economía, que sigue creciendo a pesar de la incertidumbre
que persiste en el plano internacional, y gracias a la continuidad de la
inversión privada, el incremento de la inversión y el gasto públicos –
incluyendo el desarrollo de programas sociales a nivel nacional–, y el
fortalecimiento de la demanda interna.
Segundo, el desempeño reciente del Perú en la Corte de La Haya es
consecuencia de una política que es más antigua que este gobierno,
pero que la población percibe como exitosa, lo cual acaba beneficiando
políticamente al presidente Humala.
Tercero, la menor intensidad de la conflictividad social establece una
clara diferencia entre el final del convulsionado 2011 y el término del
2012, percibido como más calmado.
Cuarto, la actividad terrorista tuvo menos hechos de notoriedad
durante el último trimestre frente a la primera mitad del año pasado, lo
cual también favorece al gobierno.
Félix Luque Alvarez Página 1
[ ] 15 de enero de 2013
Quinto, el desastroso desempeño del Congreso beneficia, por
comparación, al gobierno de Humala.
Sexto, la oposición deambula sin marcarle el paso al gobierno ni a
confrontarlo como debiera.
Sétimo, los medios tienen, con pocas excepciones, una actitud
‘suavecita’ frente al gobierno y, en particular, frente al presidente.
Octavo, el estilo austero de Humala –en gasto, formas y oratoria– puede
estar cayéndole bien a la gente.
Al paso que va, no debiera sorprender que Humala llegue pronto al 60%
a pesar de que aún hay deficiencias evidentes en rubros como
seguridad, salud, educación o justicia.
Para la estabilidad política del país es bueno que el presidente sea
popular, pero lo que le interesa a la población en el mediano plazo es
cómo invierte este su capital político.
Ojalá que los anuncios de reformas en el 2013 en áreas fundamentales
como la salud pública sean indicios de que va a gastarlo bien.
Félix Luque Alvarez Página 2