Yo tengo una palabra en la garganta y no la suelto, y no...

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Yo tengo una palabra en la garganta

y no la suelto, y no me libro de ella

aunque me empuja su empellón de sangre.

Si la soltase quema el pasto vivo,

sangra al cordero, hace caer al pájaro.

Gabriela Mistral

Portada completa.Por el corazon o la verga.imprenta.indd 1 13-06-11 17:15

POR EL CORAZÓN O LA VERGA

POR EL CORAZÓN O LA VERGA© Nibaldo AceroRegistro de propiedad intelectual N ° :190.777

© Chancacazo Publicaciones Ltda.Santa Isabel 0545, Providencia, Santiago de [email protected]

Editor: Diego Álamos MekisPortada y diagramación: Alejandro Palacios Anguita

Este libro se terminó de imprimir en mayo de 2010 IMPRESO EN ChILE / PRINtED IN ChILE

I.S.B.N: 978-956-8940-01-0

La reproducción textual y digital de esta obra depende del previo consentimiento de su autor o la editorial, conforme a las leyes 17.036 y 18.443 de Propiedad Intelectual.

Nibaldo Acero

POR EL CORAZÓN O LA VERGA

Prólogo de Francisco Casas Silva

Chancacazo Publicaciones es una editorial expresiva, cuyo objetivo primordial es la publicación y divulgación de escrituras significantes, tanto textuales como gráficas. El criterio de lo significante radica en el ser humano, en su urgencia creativa y de comunicación. Chancacazo Publicaciones, bajo esta enseña, se incrusta en el medio cultural como una plataforma de participación y realización individual y colectiva.

Para Antonia Sayén y Melinka, las flores más bellas de esta valiente juerga.

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¡Hasta la vista, baby!

América los botones del ciruelo caen.No he leído los diarios por meses, siempre

a alguien lo imputan de asesinato.

La caída de América, Allen Ginsberg he cometido el crimen perfecto de mi vida:

conseguí deshacerme de tu amor como de un arma homicida.

Nibaldo Acero

Leer estos poemas es quizás para mí abrir por primera vez (ojalá que no la última) la puerta de acero de Nibaldo, y caer junto a él en lo restante del derrumbe utópico latino-americano, del aquí no pasó nada, del abandono terrible y desamparador de la poesía en tiempos del carnaval neoliberal que pareciera arrastrarlo todo hacia un abismo cen-trista y despiadado, forjado desde la conquista depredadora hasta amancebarse hoy, incluso, en ese territorio amoroso e íntimo, construido como estética mecánica de follar con “su flaca”, llevándolo de esa orfandad sexual imposible a mirar el mundo indo-americano devastado en todas las metonimias de lo supuesto. Un “Aullido”, diría yo, a la manera de Allen Ginsberg 53 años después, el amor por la flaca travestida en apodo por la delgadez y la delación de la anorexia del discurso.

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La estrechez de los axiomas contemporáneos arrastran al poeta a una especie de patíbulo de los lugares comunes que trastornan el “a diario” para insistir en la búsqueda de oficios delirantes con que más que ganarse la vida se la pierde:

Un día me cansé de lanzarle pájaros a las piedras como atestigua el querido antipoeta y gracias a una amiga que es bastante cachonda golondrina que permite que cada quien escuche su trino, por siete lucas la hora, conseguí pega de stripper en un night club Nibaldo Acero constituye sus multiplicidades dentro de un complejo y delirante sistema de citas de lo ya dicho, ya no se trata de ser poeta maldito, ni menos de maldecir, pareciera leerse entre los “entres” de este libro, que con darse cuenta dónde estoy parado o, más bien, lo que tenga parado basta, a la manera de una puesta en escena, como en la performance donde Joseph Beuys comparte jaula con un coyote (Coyote, 1974. Galería René Block, Nueva York). El mismo coyote que en sus paréntesis de análisis posmar-xista no nos puede devorar, por lo menos no del todo, solo marcarnos el territorio a través de los flujos de la orina; ya no es suficiente con saber dónde está el enemigo, parece que –al igual que en la performance de Beuys– esta vez hay que ir por él.

los aztecas acaban de zarpar en dirección del Puerto de Palos

“Vi las mentes más lúcidas de mi generación des-trozadas por la locura, exaltados cuerpos desnudos y hambrientos, hasta el amanecer dejándose llevar en las calles de los negros, queriendo ponerse un pincha-zo rabioso, ángeles trasnochados que ansían la anti-gua y divina unión con el fulgurante dínamo dentro de la maquinaria de la noche”, escribe Ginsberg en medio de las protestas por los derechos civiles en Estados

Unidos. Nibaldo, a la manera de la generación Beat, desde lo po-líticamente acordado como lo nuestro, cuestiona los mesiá-nicos supuestos y construye en Por el Corazón o la Verga una reinterpretación maleva del Canto General de Neruda, un sermón político y rabioso del des-amor hecho artefacto por Nicanor Parra, una razón para el Menos Cóndor y más Huemul de la Mistral, que escribe por el año 25 en el Mercurio a propósito del escudo nacional y la dicotomía del “Por la razón o la fuerza”. Nibaldo Acero actúa como un resonadero de voces persistentes y precipitantes, como si de una escultura de Francisco Gazitúa se tratase; da cuenta de la flojera de los discursos despolitizados de sentidos en su aplica-ción costumbrista al tercer mundo y su mito de la barbarie, mientras que Nibaldo sobrevive a los oficios, a la imposibi-lidad del amor en la acoplada narcisa con su flaca, muda a veces, sin más voz que el himen taladrado, sin tener más que decir en el consumo pornográfico, única estrate-gia de despoetizarse para poetizar: “la poesía chilena me hizo dejar tres licenciaturas abandonadas, vivir ocho años en la mera inopia, pidiendo vanas ayudas a los amigos más pudientes”, escribe Nibaldo dentro de lo posible de las es-téticas del reclamo, de testimoniar su propio laberinto de la soledad frente al festejo triunfalista por los premios suecos de este país.

Si bien es cierto que hundimos nuestras cabezas en la distorsión, nunca un proyectil hirió a un tercero igual hicimos el amor flaquita

¿Qué o quién podría ser un tercero? En el supuesto de un primer o segundo mundo, podría ser de alguna manera, pienso, aquello aplastante que rebasa los cupos minoritarios dentro de las elipsis, esa economía privada transnacional que recurre a estos cuerpos que disparan abrazos fugaces en escondidas fugaces, y que amenaza

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con des-figurar el género, tanto como los estudios queer de la academia norteamericana. Aunque hagan que el amor, última trinchera, dependa de la economía del resto (de los otros que no se sosiegan en el ojo voyeur que los mira a la manera de Benjamin, o los vuelve “clandestinos” a partir de espacios ambiciosos de vigilancia y castigo foucaultiano) “igual hicimos el amor”, impugna Nibaldo –pero no duró nada, diría yo–. Y frente a estos deseos desterritorializados no hay nada más que hacer ni decir, solo queda leer este magnífico corazón sin verga y despedirse en buena… ¡hasta la vista, baby!

Francisco casas silva

POR EL CORAZÓN O LA VERGA

Degüello mi lenguaje a tus piesy me arrojo al vacío como un toro oscuro y desnudo

contra la nada.

Pablo De Rokha

CORAZÓN

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Secuestro express

Secuestro una flor más por osadía que alevosíacon el único propósito de ver en tu cara algún vestigio de asombro.¿Qué de aquí en adelante podremos considerar hermoso tremendo horrorososi acaban de dar por el noticiario la cifra de niños violados al díaen lo que nos va quedando de mundo?Y yo aquí con una violeta robada en la mano sin ganas de hacer el amorpara no sentir en este vertedero/ pechohediondolos gargajos lanzados a ese papalote cristalino que es entregarse a tres manos.Y yo esperando sólo ver en tu cara un poco de fascinacióncuando ya es suficiente todavía no ver fracaso.Si bien es cierto que hundimos nuestras cabezas en la distorsión,nunca un proyectil hirió a un tercero igual hicimos el amor

flaquita, te quiero.

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te amo porque no eres pietistani le haces asco al olor a sobaco,te amo porque eres truculenta en las aspasy porque casi nunca te pintas los labios.te amo porque le pones el hombroa los tiempos de vacas flacas(una gringa se hubiera cagado entera consiguiéndose un poco de plata).te amo cholita indoamericana,tu saliva con olor a hojas de cocatu amado negrito en las espaldas.

*

Si desembrollaran los torcidos girosque dan los genomas de mi vicioderechamente me reconocería hermafroditaanfibioadmitiría que yo fui el urbanista del valle del encantode los cerros y de los moteles alienígenasdel sexo de los piratas holandeses con los changos,a mí hace siglos se me ocurrió ponerle tololo a ese cerroque hoy usan de observatoriode ahí se veía el clítoris de tu cinismo goteandose veía la billetera del Neruda ese, al corsario Sharp,la catástrofe hoy vendida como tragedia superstar,yo perfeccioné el amor entre hombre y mujermujer y hombre, cuernos o madura piel, desarmando tu gallinero menstrual ofrecí las ollas de los ofidios que engullirás, me encontré con un protodiácono que las hacía de curador¡ay de ti curia vaticana enemiga íntima de la evolución!¡ay de vosotros gigoloes al pedo

Amor sudaca no saben con qué sangría se están emborrachando!el hombre es un páramo sin tu calostro, flacael plutonio de la antropofagia lo decía claromultiplicaos chaparros y dense como cajadesde el primer coito estamos esperando la llegada de los ovnis,

necesitamos una nebulosa extra para que el señor cura entiendaque desempolvar tus corpiños es bajar de la cruz a Cristo que morderte es desclavarle una grietaque manosearte es detectarle un tumor mamario a tiempoque amarlo, es estar entre tus piernas.

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hoy todo el mundo festeja los cuatrocientos años del hidalgomientras la flaca y yo nos apareamos,hoy toda América Latina celebra los sesenta años del Nobel de la Gabrielay con la flaca desollándonos,los cien años del elefantismo de Dalí,y tú: dale que dale, carajo!qué hubo de irregular en las cañerías de nuestro oficio:comprábamos más pornografía que libros

Un babydol en vez de tagorea veces Krishnamurti si nos daba para condonespero no transamos la antología de poetas malditosahora el kundalini también sería por escrito,sor Juana Inés de la Cruz ¡Eduardo Anguita!topos perseguidos por el gran orbe de cirujanos,para nosotros libros sagradosagua bendita, como los calzoncillos largos de Vallejo.

¿Un disfraz de colegiala o la Obra gruesa de Parra?¿la verga de Juan Luis Martínez o la biografía del che Guevara?¿qué te es más sexy, más viscoso? ¿qué te excita más, flaca,la compasión de Kafka o los sasquatchs de huidobro? ¿prefieres el látigo de cuero, huachita pelada?

Nathalie de Enrique Lihn versus el Necronomicónel talmud o el menstrual PlayboyRainer María Rilke o un portátil consolador,qué te deja más cerca de la gracia, qué te deja listapara el porrazo espiritual, para que te suelte los perros¿las babas mías o de Mahfud Massis?

¿algo de Kahlil Gibrán o su grosso toscano?¿las baterías para el vibrador o los cuentos hasídicos?

Sex shopa Mary Cantuarias

leamos algo que aplaste nuestras cabezas con los colchones seráficos

¿el gorrión de Aretino o los caudillos americanos? ¿La máquina de follar o el pasamontañas del comandante Marcos?¿Los versos satánicos o Las cartas a los corintios?¿lo que arde o lo que se agranda?¿la abducción o la penetración?

¿qué te excita más, flaquita,lo desconocido o lo tieso?

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Parchecuritas

¡Que cómo escribiste alprazolam con “s”, guachita por la cresta!Don Lucho nos tiene más cachados que otro pocopor eso hay que falsificar catálogo en mano las recetas médicas,que el ritalín que el ziprepol que el flunitrazepán,oiga don Lucho si esto es para estar en contacto con los mismos dioses nomás,sabemos que esta es una farmacia y no un centro de cultoel espíritu de su madre me dice que aún le queda desbutal,imagine que nuestra conciencia es la mesa de té club, don lucho¿se imagina un mundo con solo abogados gremialistas y ningún volaíto?En el Mercurio habrían más obituarios que páginas sociales.

Con la flaca corrimos las líneas del amorlo que sentíamos en el zoronca no eran efectos de la chicotaera un cuadro plástico que calentaba más que heroínacon los pies bien puestos en la mierdala transmutación parece factible solo para gente linda,los que abrigamos al diablo dentro tenemos una pata fuera de la creación y de Fonasa.¿No le dan ganas, don Lucho, de pegarse un tabacazocuando escucha que los yanquis hacen charqui a los niños en Faluya,no le dan ganas de florearse astralmente con un cuetede hacer de esta brígida estadía una teta de monjade gritar viva chile con el espinazo pegado a las tejas corridas de don Jechode hacer la mañana con un huarisnaque y no ver el matinal de Chile?

Don Lucho, usted es un hombre sensato, está bien que no me fíepero creo que también siente esas ganas de estar pegadoen ese Chile que una vez soñaron la Violeta la Gabriela el húsar.El día del pico van a entender al alma en estos páramos.

Es cierto, la flaca terminó haciéndose canuta,ahora canta y danza exorcizando a los locos que se le metieron dentro,

cada cual en su infierno personalyo aquí gorreado por un pastory usted detrás de ese mostrador vendiéndome la pescada, qué tal?Si no me hubiesen pegado el chute, don Luchotodavía andaría con la cuestionsita,perdí a la flaca pero recuperé de nuevo el zoronca,así es que volví aquísólo por unos parchecuritas.

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Mitimaea Félix Fernández

Ser huayna sin otras ganas que sembrar para huasi,pero conocer los abrojos del quipo y urdir la historia de las huarascomo si yo careciera de huayra y puma, pero túpac Yupanqui interesarse sólo por la cabeza de quien lamenta y no por el pecho que ama.Enseñar a conas y aconcaguas el kichwa y la elevación de pucarasqué enseñaré, nada, correría por los valles como el chaski,donde tunupa, mejor donde mama.

Y me dejo arrastrar por las corrientes de escurridizos changosflores del aire en Chilemapu, saben hace años de que llegaríamosincluso muchos me saludan por mi kuyapaya.

Yo siento compasión por la vida, ni de ellos ni de la mía, las oportunidades que da el espíritu universal a unas almas como las nuestras, no deben considerar al desierto un páramo y la escasez de agua el infierno.

Si hemos de avanzar que sea hacia dentroel silencio es el que desolló el camino del Incaquedaron los pulmones de la conciencia a la intemperielas nubes y sus delgadas costillas.Adentro, única dirección donde los imperios no matanni mandan a huaynas a tejer saberes a cambio de tierras, libertad y confianzas.Ya en suyus ingobernables dejo de temer al sapa enterrando la conciencia en el admapu, pasando el río Maule en Nankawa.Entre el frío y la bestial amistad de los loncosvoy hasta donde los españoles para fingir amistadmientras recojo a manotadas el odio cristianoy papeles acerca de fuertes en temuko y Nueva Imperial.Los mapuche hablan del newen como pulpa de cochas,fuerza, amor y espíritu, sus dioses también habitan las montañas,han robado caballos a los europeos, sus machis son mis chamanes,

que, idos de este suelo, traen un conocimiento reñido con la lógica de mis nudos.Van desatorando los ladrillos de un colonialismo que aún no comprendo,he aprendido a perder extremidades como si me despidiese de amigos que algún día encontraré en un camarico.Un tatacura pálido y enérgico, Luis de Valdivia vestido con harapos,se ha unido a las huestes hermanas, estoy tan conmocionado y kamapuque aunque luche y derrame evangeliosparece inevitable que se acabe este futakawín aprenderemos español y creeremos en un Cristoque estuvo más cerca del Itata que del Guadalquivir. No volveré a sentir el ardor del desiertopero mi alma sigue cosechando tamarugos para huasitapado con chalecos de alpaca, amando a los cóndores ahora manques.Un día decidí correr como el chaski y devolver mi cuerpo al Atacamaque sin duda perdonó mi deslealtad con los zorrosy los lagartosy se deshizo en halagos ante mama. Junto a su tumba estoy siendo enterrado me acompañarán mi kamatha y mi kultrúnuna comunión sepultada de pueblos prehispanos que irán dejando brotar poco a poco sus inevitablemente espíritus hermanos: tiawanaku, Chilemapu y Virú.

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El siquiatra del centro de rehabilitación fuma y pide que pase al frente del salónpara escribir en la pizarra lo que para mí es más importante,y al lado de la palabra sanación y voluntadencima de buen cristiano y abajo de madre,pintarrajeo una nube colorada con el rouge de la flaca y escribo libertad ¡escribo libertad! y boceteo un convoy emplumado¡Quetzacoatl! ¡hombre pájaro! qué tal si no impido que se me escapen por las narices estas ganas de ser el aguafiestas místico y dejo de contener todo este bofe vaporoso,este volarconejeando el límite de entregar el culo a dos manosy pintarle el techo a su pavor y caosal vagón cisterna de sus orines aconchados,ahora estoy con vosotros mesías en la mollera de dios,en Chichicastenango, en la sala de estar y en el bañovomitando los cadáveres de mi rabia.

Pero ya no, porque me fui a Compostelaa Macchu Picchu... a san Vicente de tagua tagua, porque ya nunca más estaré holografiado en un suburbioen una efigie y predecible formatoahora, recién ahora, la vida me desafía a un duelocheek to cheek abriremos cada pubertady nos besaremos en pleno Cañón del Coloradoen Mileto, en el tren Bolivia/Antofagastanos embestirán mariposas ebriaslagartos siderales, en coma entraré a tu dormitorioa rayar con mi by pass sudaca los póster de Luis Miguel y Ricky Martin,mis ramas no serán otras que desparramar el arte del perpetuo socorro otorgado por la populosa urbe del alma:el conocerse, el respetar los alerces

Apología del vicio y ni siquiera mirar en menos al comandantey seguir poniendo los genitales al servicio de Marxelegía dipsómana, Códice manchado con un ¡no te abras de piernas, América!águila nopal y culebra orientados a alguna chistosa libertad.

Y mi hija que hoy cumple un día de vidasentirá en un no tan lejano nirvana que su padre perdiópero perdió porque le pesaron las alas, de idiota probablementepero todavía no sabremos lo que es ganar ¿ser crucificado?¿lapidado por los críticos y al morir recibir homenajes?¿galardonado con el Nobel de la paz?qué fue ganar en esta lucha incaica,qué será considerado cárcel y qué demonioqué caminar y qué ser arrastradoyo no sé, gran lobo feroz y no intento apagar el fuego de su caverna de cilicio

¿qué es un gato amarrado a un poste?¿un tolteca pendiente del dow jones? ¿un souvenir? ¿y que hay de nosotros, filatélicos?el amuleto de un irónico dios romano ¿sin arte qué somos? ¿el diluvio en formato humano?sin vino, ni lagartos

¿qué orgasmo contenido nos trajo hasta estos lagos a fundar y darse como caja el instinto de supervivencia, la salvación ya mal redactadao la voluntad de un par de dioses? Que me lleve el chanfle.

Cuando cerré los ojos y dejé despiertos a mis oídosvi a un hombre negro entre las planchadas servilletas,me acostumbré a tener al coludo entre mis tertulias de repente hasta buenas opiniones daba,luego la vanidad de dios me trajo a una hija en otoñode lado a lado me llevaba la curadera siempre eché de menos un tercer poder algo más inteligentey mi hija que mañana tendrá dos días de vida terrestre

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qué me dirá cuando tenga veinte,que por qué no me dediqué a la mercadotecniaal psicoanálisis al desarrollo agropecuarioo preguntará porque no me suicidé narcotizadosi me habían segado de maleza todo el camino: veía desde lejos la tragedia,pero la eché afuera a boca de jarro

mi libertad podría matarme todo indica que en un alto porcentajepero el corazón aún tenía de esas hilachas independentistasy me entregué a que me encontraran ebrio y gozado.

Por eso somos tan pobres por acá, hija,aunque tú decidiste rearmar las membranas de un desquiciado americanista,porque la danza me pegó la cara a las calientes estalactitas de cavernas ideadas por las uñas de curtidos helenos,oriné dentro de las naves espacialesen el cielo raso meditabundo de las torres del Paine mandando e-mails desde el spam del infierno

esto te diré cuando tengas diez, cuando ya tengas treinta me olerás y entenderás los pasajes de este Popol Vuh enajenadosin que algún gorgojo venga a definir mis metáforas

caminando me di cuenta que hay más piedras que panpor suerte coincidían los cruces ferroviarioscon el jardín de la flaca, de tu madre,con los desvíos que sólo me viciaron, aprendimos algo de lo que era ganarno pude tener líneas de la concordia en el alma, hija mía avancé simple como el aire por eso el polen manchaba la mollera de otros jardines

ahora es tuya la libertad de destetarte como lo hice yo con la culpacomo lo seguiré haciendo con el hambre.

Sueño caminando el cerro Lonquén abajo, buscando un amigo, a Luis Alberto,con 24 cuarzos en las manos.

Los boldos y litres oníricos me impiden verlo,desde arriba no sé cómo pero veo que también me busca, de esta visión ya son cuatro ochos de marzo.

Él ahora es un seminarista jesuita, yo aquí todavía espero que me encuentren,pero seguimos ebrios, sobre todo estos últimos años.Por eso creo, y ahora recojo sólo por mí, que en el alma pueden crecer más ramas que olivos,más tortugas que torturas.

Pueden cocinarse tanta cebada como certezas, pueden hacerse hombres más chamanes que arzobispos. Les estoy meando desde la cornisa, descarados radioescuchas.

Sueño despierto disfrutando las pieles de aborígenes americanos. hopi amenazando la voluntad de los dioses,chaski y los porrazos de moluscos siderales,aónikenk profesando absolutamente nada,cual chibcha de madre guaraní y padre NN.

Viracocha sumerio, Isis patas arriba una melcocha de divinidades pegadas al espinazo.

también he soñado con siete lunas manchadas en mi brazo, con vampiros perturbados, aplastando caracoles en cementerios, con Cristo un par de veces, ángeles, dragones y hasta con Satanás en formato perro.Soñaba despierto o no, y las tablas de Buda crujían y brotaban.Cuando se me desbocaba la carroza aparecían las alegorías, las evidencias de un espíritu tirado en el suelo:

Kantaturu(del aymará, aurora) a Teresa Gottlieb

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aparecía el niño íntimo, ángel mío no suicidado.

Aparecía yo, como de diez comiendo duraznos,apresando el cuesco, abriéndolo, y palpando esa blanda semilla amarga que celebraba masticar.

Otra vez el espíritu como un balazo al aire, agujereando bruma de baba solemne.

Porrazos carnavalescos, el namaaz conchalepas conchalepas,de la simetría neoliberal al caos.

A veces la entrecortada perrera interna extirpaba el halo que me costaba un par de salmones desbravar. Esa perrera interna todavía muele alguna de mis plumas.

Perrera armazón de cálculos renales,Avenida Matadero esquina Ejército.

Contrariamente a Prometeo,prodigué el fuego al arrobo de una danza de zopilotes y por ende devoraron mis ojos, pero no el olfato.

Perdí el derrotero, pero ni un solo pie.

Desarmé los ladrillos del hijo del encierro y las habitaciones de madera con que también soñaba me guarecían de la ceguera, vestido de bufón,fatigada trutruca celta.

Bajar y comer las flores que una vez Baudelaire plasmó en el éter, recoger mi cabeza entre la maleza y dejar de no sentir.

¡Ja! Ahora miro hacia dentro y me da risa todo, como siempre debió ser,entiendo que el palacio de la risa estuvo a punto de ser demolido. Es por eso y quizás solo por eso, que embestí mis vísceras hacia el caos,

hacia la anarquía de pensar, donde todo una vez comenzó.

Como una grúa de noria, el niño sin lábaros que sigo siendoagarró mis testículos, salmones y cuescosy río arriba fuimos al encuentro de un camino, oloroso por el kultrún y doloroso por el tiempo que estuvo sin recibir agua,aunque de repente llevaba una que otra cerveza barata.

Intenté trashumar, desde un molino enorme eimpenetrable al holocausto para quien no siente y sólo reza, un puente sin peaje para pasarse al lado brígido de la fuerza,puente de tablas de canelos, ávidos de fraguar en mí sus brotes.Avancé cuesta arriba sin mayor esfuerzoy al igual que salmones comunistas y valentonesaguardaré nuevamente que el viento cause estragospara desovar mi alma al universo. Porque estoy volviendo al estuario o al ropero, con un ala menos, donde el mismo manto que cobijó otros amores cuajará los nidos y los nodos y las ramas de estas migas que estoy entregando a dos manos.Quise poner un pie en la bicicleta sorda y no sabía que debía perderme a pata pelada en el bosque. Esta anarquía con pezones hizo más venturosa mi tregua:perderse es encontrarse, reverendos y oscuros señores. Perderme por fuera de esta abismal y bienhechora sátira, para por fin coincidir con lo que era,en pelota o arriba del balón o chamuscado por las ramas. tratar de contener en los bofes esta mierda antisemita indescifrable y a veces punk anarco apátrida, salmón que nada en contra. Fumarse un porro en el inconsciente,barbechar las molotov espirituales, beber la perdición al seco, como si fuera el último pipeño que te fían. Perderse para que te ofrezcan o te enrostrenuna puerta de escape a todo este albedrío culposo, decididamente cicatero y multinacional. Amnesia sufí, arteriosclerosis genital, más tomista que bromista, stábat mater monstruoso.

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Perderse y no perder el delirante derrotero.Reverendos (y) ogros, salmones swingers y misterios gozosos, nado hacia adentro catapultado por mi corazónque llegó primero, al igual que en el cuento. En está faena está Chau dios y Lemanjá, Cristo, Buda, Elal,que pueden ser solo meca de un inmenso wáter,mojones místicos con olor a palo santo. Como bosque compacto, marciana jarana, que va subiendo sus pájaros y elementoshacia una copla anterior al vino.

Amigos, ni dioses ni martillos: chalanas.

Entonces Chau dios, su poncho al viento en la isla de Melinka, junto a Lemanjá trashumante y las bocanadas de caldos amnióticos. Jesús, las chivas de Canitrot, el cachondeo histriónico y corporativo.Buda, los gatos, los conejos, los monos y el cinismo del pequeño Elal:las tortugas rojas de la regeneración caótica.

traduje las babas de lo que arranqué de este hocico universal: tener un alma era estar al borde.

haber desmalezado una ciénaga el par de años que no estuvey derramar –casi todas– mis ganas de nadar entre los helechos,fue un hecho.

Matarse y resucitar con pena y sin gloria,calar las plumas en otros que no eran los culpablesen vez de vagar cerca del mar, eso sí,dejando humedecer mi follaje.

Porque aún está mi perrera interior, ladillas que dejó el diablo cuando se fue.Ladridos de pollos violados y agujeros negros: desafortunados puntos de encuentro con el cero. En qué cajón, que no he de abrir, esconderé los dientes de este cometa,

este plástico narciso que a veces lanzo por las ventanas de los microbuses. Dónde esconder sin esconderse.

tendré que dar dos pasos hacia el estuario del vertedero clandestino y uno hacia dentro: como caminar entre pozas y sacarse la chucha.

Niño que fui, tormentoso ángel mío,llevo este no despreciable número de leñay de estos faisanes y cigarras,de estos afanes muy honestos y deshonestos, hasta vuestro caos, que es el nuestro.

hago una fogata en la nieve que me permitirá tragar el cosmos, como un nguillatún gástrico y conspirador, y tú podrás sentir el vapor de mis desconocidas ramas. (Chamán galáctico,comenzó la intifada de pedos y flatos). ¿Qué hacer con la perrera interna, entonces, y con la cólera independentista? ¿qué mierda hago, insondable niño? ¿dejar de caminar y ponerme a despertar?¿aletear siquiera temiendo las pedradas? Descalza garza, salmón y galgo, peregrino con olor a vino, caminante con pies y manos, niño sin lábaros que sigo siendo, molido a palos.

La paz podrá ser el camino, como decía Gandhi, pero en ese agujero, en ese culto dulcemente punk, yo iré más pendiente de las aves,del viento en mi cara y de los vagabundos gatos.

ha concluido, reverendos ogros,mi cerebral celibato.

VERGA