YADIRA ELENA RUIZ SERNA - usb.edu.co...niño en la temprana infancia, donde este se encuentra...
Transcript of YADIRA ELENA RUIZ SERNA - usb.edu.co...niño en la temprana infancia, donde este se encuentra...
1
LA ALEXITIMIA COMO DEFENSA ANTE LAS ENFERMEDADES PSICOSOMATICAS
YADIRA ELENA RUIZ SERNA
UNIVERSIDAD SAN BUENAVENTURA CALI
FACULTAD DE PSICOLOGIA
ESPECIALIZACION EN PSICOLOGIA CLINICA
CON ORIENTACIÓN PSICOANALÍTICA
2016
2
LA ALEXITIMIA COMO DEFENSA ANTE LAS ENFERMEDADES PSICOSOMATICAS
ELABORADO POR:
YADIRA ELENA RUIZ SERNA
ASESORA DEL TRABAJO:
TATIANA CALDERON
PSICOLOGA
Trabajo presentado para aspirar al título de Especialista en Psicología
Clínica con Orientación Psicoanalítica
UNIVERSIDAD SAN BUENAVENTURA CALI
FACULTAD DE PSICOLOGIA
ESPECIALIZACIÓN EN PSICOLOGÍA CLÍNICA
CON ORIENTACION PSICOANALITICA
2016
3
RESUMEN
Etimológicamente alexitimia significa: “sin palabras para los sentimientos” un constructo
mediante el cual Sifneos se refiere para englobar la constelación de factores cognitivo–afectivos
del estilo comunicativo de los pacientes psicosomáticos en la consulta. Por su parte los
mecanismos de defensa consisten en procedimientos inconscientes intra e interpsíquicos de los
cuales el yo se vale para disminuir las tendencias opuestas de diferentes agencias de la
personalidad, manejar la ansiedad resultante del conflicto intrapsíquico y sus repercusiones en
relación con los demás; demostrando la relación estrecha entre un concepto y el otro. Este escrito
también propone un breve repaso histórico en torno a la alexitimia.
Palabras claves: Alexitimia, enfermedades psicosomáticas, mecanismos de defensa, negación,
inhibición.
4
ABSTRACT
Etymologically, alexithymia means: “no words for feelings”, a construct whereby the author
Sifneos refers to encapsulate the cognitive-affective factors in the communication of
psychosomatic patients in medical appointments. Defense mechanisms on their part, consist of
unconscious procedures intra and interpsychic in which the ego handles to diminish the opposite
tendencies in different agencies in personality, to deal with anxiety of the intra-psychic conflict
and its repercussions in relation with others; demonstrating the close relation between a concept
and another. This paper also intends to make a brief historical review regarding alexithymia.
Keywords: Alexithymia, psychosomatic diseases, defense mechanisms, negation, inhibition.
5
INTRODUCCIÓN
En la actualidad ha habido un incremento en el interés por la relación entre las patologías físicas
y el impacto psíquico que estas puedan tener para el individuo, donde vivencias que han dejado
huellas psíquicas para el sujeto son expresadas a través de lo corporal, apareciendo como
padecimientos físicos recurrentes e inexplicables ante la medicina convencional.
Sin embargo, hay sujetos cuya posibilidad para elaborar sobre los acontecimientos de su vida y la
posible relación que ésta tiene con su dolencia física no les es posible. Esta característica fue
definida por el ámbito médico como alexitimia. De acuerdo a la Revista Española de
Neuropsiquiatra, Sifneos citado por Otero (1999) define este término “sin palabras para los
sentimientos” para englobar la constelación de factores cognitivo–afectivos del estilo
comunicativo de los pacientes psicosomáticos en la consulta. Es importante recalcar que este
término es nuevo y poco conocido para la psicología clínica, al igual que no se encuentra
incluido o clasificado en el Manual Diagnóstico de los trastornos mentales DSM V y que carece
de una definición operacional consistente que englobe todas las posibilidades.
Si bien fue acuñado por el psiquiatra americano Sifneos (1970), las investigaciones sobre la
alexitimia datan de Europa a mediados del siglo pasado a partir de posturas neuroanatómicas, y
la constituían como un estado psicopatológico especifico en un tipo de pacientes, sin concertar si
se trata de una reacción al diagnóstico clínico enfermedades psicosomáticas de manera leve o si
responde a un rasgo de su personalidad.
Por estar la alexitimia involucrada con patologías físicas y psíquicas, en las investigaciones
realizadas se ha tenido en cuenta aclarar si es causa de la enfermedad actual de un sujeto o una
patología arraigada a la personalidad (déficit estructural) o por el contrario una consecuencia
secundaria dada como respuesta protectora contra los malestares o sufrimientos a los que está
expuesto el individuo como forma de bloqueo afectivo en un estado depresivo de sus emociones.
6
McLean, citado por Otero (1999) elabora sobre este término: “las emociones, en vez de
transmitirse al neo-córtex, donde encontrarían una expresión simbólica mediada por las palabras,
se descargan directamente a través del sistema nervioso autónomo traduciéndose en un tipo de
lenguaje de órganos”. Nemiah (1975) se une a esta teoría, para él, “el individuo alexitímico,
debido a que se interrumpe o bloquea el flujo ascendente de información entre el sistema
hipotalámico y el neo córtex, puede experimentar la parte autonómica del afecto pero no la parte
psíquica”.
Sin embargo, psicoanalistas franceses defienden que la alexitimia inicia durante el desarrollo del
niño en la temprana infancia, donde este se encuentra dependiente de otro (mamá o cuidador)
que le dé un nombre a sus palabras. McDougall (1982) citado por Otero en la revista Aperturas
Psicoanalíticas dice: “a través de las palabras es cuando los afectos acaban, por fin, vinculándose
firmemente con las representaciones mentales; son las palabras las que ligan la libre circulación
de la afectividad primaria y las ponen a disposición del pensamiento, un pensamiento verdadero,
no operatorio”. Refiriéndose explícitamente a la alexitimia este mismo autor dice: “en sus
estados graves, no es necesariamente una anomalía o una falta de capacidad psíquica para sentir
o expresar una emoción, sino una intensa defensa contra la vitalidad interna”.
Para mayor claridad sobre las causas y las consecuencias en el momento de la lectura en éste
trabajo es necesario hacer un breve recorrido histórico sobre la construcción del término, el cual
participan teorías cognitivas–conductuales y psicodinámicas para llegar a un punto donde
algunos autores proponen la presencia de dos tipos de alexitimia: la primaria que consiste en un
trastorno cognitivo y la alexitimia secundaria que surge por situaciones traumáticas vividas por
un sujeto en cualquier etapa de la vida, que afecta y ocasiona dificultad para reconocer y
expresar las sensaciones corporales en palabras. McDougall (1989) lo definiría también como el
hecho de que el sujeto no llegue a distinguir unos sentimientos de otros. No seria capaz, por
ejemplo, de distinguir la angustia de la depresión, el miedo de la irritación, la excitación del
cansancio, la ira del hambre, etcétera. (P.36)
Este documento busca realizar una revisión desde la teoría psicoanalítica del concepto de
alexitimia secundaria, y tratar de comprender la relación que ésta tiene con las enfermedades
7
psicosomáticas a través de estrategias de evitación en el proceso de adaptación a la situación, en
este caso de padecimientos físicos que se perciben demasiado intensos y dolorosos en un sujeto.
Aspectos Históricos
Para hacer un breve estudio del término alexitimia se toma la revisión histórica que hace Otero
(1999):
Ruesch (1948) describió la alexitimia como un tipo de personalidad, con una ‘detención en el
desarrollo’ que además generaría dificultades para “las relaciones interpersonales, para la
expresión verbal y simbólica de los conflictos además para la integración de experiencias, por lo
que se exponen repetidamente a situaciones de frustración que no saben manejar”. Para este
autor, expresa Otero, las consecuencias de estas insuficiencias era “la restricción de la fantasía, la
dependencia objetal, una conducta social hiperadaptada y la tendencia a canalizar las tensiones
por vía de los síntomas somáticos” (Ruesch citado por Otero, 1999). Ruesch sería el único autor,
de acuerdo a Otero en abordar la alexitimia como un rasgo que surgiría desde el desarrollo del
individuo.
Posteriormente, autores como Horney & Kelman (1952) describen sus experiencias con un tipo
de pacientes propensos a desarrollar síntomas psicosomáticos y sus dificultades para abordarlos
psicoanalíticamente debido a “su falta de conciencia emocional, escasez de experiencias internas,
incapacidad de soñar, pensamiento concreto y estilo de vida de cara al exterior”; señalándolos
como pacientes “iletrados emocionales” que expresaban la ansiedad a través del cuerpo y
desconocían sus emociones. Se asume entonces que existe una estrecha relación entre alexitimia
y una estructura psicosomática de la personalidad, el cual la investidura recae sobre un órgano o
función, dándose por la dificultad de tramitar por vía de lo psíquico hacia el exterior. Surge la
pregunta en este escrito si la alexitimia tiene que ver con el síntoma conversivo en la histeria del
cual nos habló Freud en los inicios de su obra.
Marty & Uzan, (1963) introducen el término ‘pensamiento operatorio’ para designar un estilo de
funcionamiento mental común en los pacientes psicosomáticos: de carácter estereotipado,
8
concreto, sin fantasía y efectivamente pobre. Organizándola así como una estructura
psicosomática de la personalidad donde el síntoma físico no tiene significado simbólico y es el
resultado de un déficit en los procesos de mentalización. Laplanche & Pontalis (1967) afirman
que Freud en la interpretación de los sueños (1900), habla de lo simbólico, entendiendo por tal el
conjunto de símbolos dotados de significación constante que pueden encontrarse en diversas
producciones del inconsciente (Laplanche & Pontalis, 1967:405). Los procesos de mentalización
se van construyendo a partir de la representación de los sucesos y objetos externos, donde
interviene lo sensorial-perceptivo a través del proceso de simbolización, dando paso a las
palabras y permitiendo el acceso a la fantasía, la reflexión interna y la producción onírica,
cuando esto falla se considera aparece la alexitimia.
El concepto de fantasía es relevante en la clínica psicoanalítica, surgiendo en una relación íntima
con el inconsciente, para Laplanche & Pontalis (1967) definen la fantasía como: Guión
imaginario en el que se halla presente el sujeto y que representa, en forma más o menos
deformada por los procesos defensivos, la realización de un deseo y, en último término de un
deseo inconsciente (Laplanche & Pontalis, 1967:138). En los pacientes encontrados con
alexitimia la coartación de la fantasía ha sido grande, con la disminución de esta se podría decir
que se distorsiona la realidad del sujeto permitiéndole encontrar un refugio por medio de
mecanismos de defensa que refuerzan de manera positiva la realidad hostil que enfrenta en su
momento un sujeto.
Laplanche & Pontalis refieren que Freud en el capítulo VII de la interpretación de los sueños,
sitúa a un nivel inconsciente en el sentido tópico de esta palabra; ciertas fantasías, ligadas al
deseo inconsciente y que se hallan en el punto de partida del proceso metapsicológico de
formación del sueño: la primera parte del “trayecto” que conduce al sueño, “va, de forma
progresiva, desde las escenas o fantasías inconscientes hasta el preconsciente” (Laplanche &
Pontalis 1967:140). Con esto Freud reconoce un tipo de funcionamiento mental que presenta
mecanismos particulares diferentes de los pensamientos.
Otero, elabora sobre Nemiah & Sifneos (1970), cuya investigación sobre 21 entrevistas con
pacientes psicosomáticos, a quien se les estimulaba para la asociación libre y el relato de los
9
sueños; tienen como resultado la confirmación que “a diferencia de los pacientes
psiconeuróticos, muchos pacientes (dieciséis) somáticamente enfermos tienen grandes
dificultades para la expresión verbal de sus sentimientos, una notable coartación de la fantasía y
un estilo cognitivo literal, sin matices y orientado hacia el exterior”. Ahora, sobre la alexitimia
secundaria, Otero (1999) retoma a Freyberger (1977), quien realiza la observación de esta
característica en pacientes con cáncer, de trasplantes renales y de enfermos ingresados en
unidades de cuidados intensivos (UCI). Durante sus estados de enfermedad, los pacientes limitan
la capacidad de introspección y reflexión e incrementan la atención sobre los aspectos médicos,
teniendo mayor dificultad para diferenciar y verbalizar apropiadamente los sentimientos.
Por su parte Krystal (1978) con sus aportes para la construcción del término afirma que las
limitaciones de introspección y reflexión se deben a un factor de protección contra lo que les
significa la enfermedad a estos pacientes, elaborándolo entonces como un mecanismo de defensa
que construyen para vivir esta experiencia. Krystal, sobreviviente a la persecución nazi, estudió a
otras víctimas; constatando que gracias a la alexitimia secundaria (lo constata como mecanismo
de defensa), ayudó a superar psicológicamente lo vivido en aquella época. Se pensaría entonces
en la alexitimia como una defensa ante un estado psíquico enfermo que pasaría a convertirse en
un síntoma de pacientes con enfermedades psicosomáticas.
Es entonces como se diferencia la alexitimia primaria de la secundaria: la primaria es el resultado
del bloqueo temprano en el desarrollo afectivo del niño y tendría un significado etiológico de
predisposición personal cognitivo-afectiva; mientras que la secundaria es una reacción transitoria
especifica que acompaña o permanece tras una situación de enfermedad orgánica, un
traumatismo importante o determinadas situaciones de conflicto en cualquier sujeto adulto, que
puede desaparecer cuando la situación remite (secundaria aguda) o puede ser un estado
permanente en pacientes cuya enfermedad o cuyo traumatismo tiende hacia un desarrollo crónico
(secundaria crónica). La tarea quedaría en ¿cómo pensar la construcción en el análisis y
modalidad de intervención posible para el tratamiento de la alexitimia en pacientes
psicosomáticos?
10
La alexitimia secundaria se reconoce entonces como la predisposición que cualquier sujeto con
enfermedad psicosomática podría padecer, en los cuales factores psíquicos predominan en el
padecimiento físico, incapacitándolos para comunicar su malestar emocional, por medio del
mecanismo de defensa de la negación, de la fantasía y distinguiendo poco sobre sus propios
sentimientos y por ende dificultándoseles vincularlos con sus experiencias vividas. Es así que la
alexitimia secundaria se vincula o cumple ante todo una función defensiva.
En resumen las características más sobresalientes de las manifestaciones clínicas de la alexitimia
la muestran como un cierre al sentido; Pedinielli (1992) las enuncia en la Revista Científica de
América Latina en el artículo “la alexitimia: entre la angustia y goce”:
La incapacidad para expresar verbalmente las emociones o los sentimientos.
La limitación de la vida imaginaria.
La tendencia a recurrir a la acción para evitar y solucionar los conflictos.
La descripción detallada de los hechos, de los síntomas físicos, actividad del pensamiento
orientada hacia preocupaciones concretas.
Con lo anterior la alexitimia es comprendida por esta autora desde las dificultades que causa en
un individuo poder distinguir y describir las emociones que se producen en su cuerpo y expresar
en palabras, sueños y fantasías ciertas experiencias negativas acontecidas, esta limitación está
relacionada con la comunicación desde una dimensión inconsciente refiriéndose como factor
central un problema en la función simbólica. Aclarando que este “cierre al sentido” difiere
totalmente de los de la neurosis y la psicosis por un estilo particular de comunicación.
Debido a que no se puede hablar de los fenómenos físicos como algo separado de lo psíquico y
viceversa, pues las evidencias científicas afirman que cualquier trastorno físico puede estar
asociado a fenómenos psicológicos. McDougall (1978) se refiere al paciente psicosomático ante
sus procesos orgánicos que sólo hallarán representación psíquica a partir del momento en que
causen un dolor físico; de lo contrario permanecen en un obligado silencio (McDougall; 1978:
357). El mismo silencio que encontramos en la alexitimia y el cual relacionamos con las
enfermedades psicosomáticas.
11
Cuando los síntomas se desencadenan en un individuo, la atención suele prestarse de manera
especial al cuerpo físico sin atenderlo como señal de su estado mental afligido que enferma al
cuerpo, lo cual conlleva a ciertas personas a adquirir comportamientos alexitímicos y describir
dolencias físicas creando una demanda únicamente de salud corporal donde sus emociones no
están involucradas. Es así que en la mayoría de veces estos pacientes buscan la ayuda profesional
de un médico antes que la de un analista.
Es conveniente decir que la alexitimia no es una condición exclusiva de las enfermedades
psicosomáticas; si bien las características tienen como base la incapacidad para exteriorizar sus
sentimientos a través de la palabra, también surge en la somatización como forma de descarga en
acto de su estado emocional, de acuerdo a trabajos realizados y publicados con el tema,
Fernandez (2011) escribe que:
La prevalencia del 20% y el 40% en un amplio sector de patología física, especialmente
representado por los enfermos digestivos inflamatorios o con la enfermedad de Crohn1,
los enfermos bronquiales inflamatorios o con insuficiencia respiratoria y los aquejados
por dolor crónico, además de una dilatada representación de los enfermos psicosomáticos
clásicos (asma bronquial, colitis ulcerosa, migraña y otros).
En el enfermo depresivo se observa una profunda afinidad sintomatológica con la
alexitimia, cumpliendo un papel causal en más del 25% de ciertos enfermos somáticos
crónicos. La abundancia de síntomas somáticos primarios (que no son somatizaciones
pero pueden confundirse con ellas), el predominio de las emociones negativas y la
pérdida de la conexión con los demás y con su espacio exterior son síntomas que
convierte a muchos enfermos depresivos en supuestos alexitímicos transitorios.
1 La enfermedad de Crohn es una patología que causa la inflamación de diferentes localizaciones
del tubo digestivo.
12
En las enfermedades psicoactivas2 según Jouanne, Edel & Corton (2005) la alexitimia
está presente en el 30 al 60% de los enfermos adictivos químicos o sociales, lanzados por
la búsqueda de sensaciones para compensar su falta de capacidad para experimentar
emociones.
En esta misma línea las personas con problemas de alcohol, Loas (1997) se encuentra una
prevalencia de alexitimia de un porcentaje de 67%, como consecuencia de la
desorganización cerebral inducida por la intoxicación química.
Las patologías descritas anteriormente son cada vez más frecuentes en nuestra sociedad, como
síntomas contemporáneos; acompañan la escasa preocupación por la vida interior y la
integración de afectos y sentimientos en la mente para interrogarse por su propio deseo. El
vínculo adecuado entre el mundo interno y el externo hace que las experiencias emocionales
cobren sentido, diríamos entonces que un sujeto que carezca de palabras para nombrar sus
estados afectivos acude a una defensa, que viene a sumarse a los estados o padecimientos.
Es entonces como se ha procurado en este trabajo considerar la alexitimia como una defensa
ante las enfermedades psicosomáticas. Desde la postura psicoanalítica, se ha desarrollado el
concepto de defensa a partir del estudio mismo de las neurosis, en donde se ha evidenciado que
el ser humano crea la necesidad de generar mecanismos que le permitan ejecutar un proceso de
adaptación cambios psíquicos y del contexto, y por ende establecer relaciones con el medio
externo. Brainsky (2003) afirma que:
Los mecanismos de defensa consisten en procedimientos inconscientes intra e interpsíquicos de
los cuales el yo se vale para: disminuir las tendencias opuestas de diferentes agencias de la
personalidad, manejar la ansiedad resultante del conflicto intrapsíquico y sus repercusiones en
relación con los demás, disminuir las frustraciones y preservar la autoestima adaptarse a la
realidad, e incluso modificarla y hacerla más tolerable (Brainsky, 2003:135-136).
2 Las sustancias psicoactivas son aquellas cuyo consumo puede alterar los estados de conciencia,
de ánimo y de pensamiento.
13
Es claro que el ser humano permanece en constantes cambios tanto sociales, físicos y psíquicos,
por tal motivo es necesario tener en cuenta que no siempre es posible que genere un dispositivo
de adaptación adecuado para dichas modificaciones, por lo cual resulta indispensable la creación
inconsciente de mecanismos que le permitan adaptarse a dichos cambios. Los mecanismos de
defensa podrían cumplir una función de adaptación, actúan en forma inconsciente y automática
para intentar resolver problemas emocionales (Brainsky, 2003:137). Es decir, el paciente con
enfermedad psicosomática ha desarrollado la alexitimia como defensa sin darse cuenta de este
mecanismo. Y si es parcialmente consciente de que lo hace, intelectualiza y niega esta situación
en forma tal que no puede cambiar sus comportamientos, aún cuando reconozca algo de ellos
racionalmente (Brainsky, 2003:137).
Sin embargo es necesario preguntarse ¿en que punto dicho mecanismo de defensa se convierte en
patológico? para lo cual es necesario tener en cuenta el uso exacerbado de un mecanismo de
defensa, en donde se debe tener en cuenta “la masividad con que se emplee” (Brainsky,
2003:136), además de “la estereotipación, que se refiere a mecanismos o a grupos de
mecanismos” (Brainsky, 2003: 136), es decir que los sujetos emplean dichos mecanismos a
medida que el Yo comienza a fortalecerse, y por último “La especificidad, o sea, el que la
persona madura y como tal creativa confronta situaciones nuevas, con soluciones que si bien y,
como es obvio, están teñidas por las vivencias de su propio pasado, tienen algo de nuevo que
corresponde a la nueva situación” (Brainsky, 2003: 137). Es por esto que se ha mencionado
anteriormente la alexitimia secundaria como defensa y reacción transitoria ante una enfermedad
orgánica que cumple una función de protección emocional sin que el sujeto note que los esta
utilizando.
En necesario referirse a la represión como aquel mecanismo de defensa principal en donde “Lo
reprimido es expulsado de la consciencia, pero esto no significa que desaparezca. A nivel
inconsciente conserva su fuerza dinámica agigantada por lo fantasmagórico” (Brainsky,
2003:138). Esa expulsión de la consciencia se transforma con el fin de poner por fuera a la
represión, la cual es una representación intolerable (escena traumática), esta se dirige a un estado
corporal y afectivo, dando lugar a un síntoma promotor de sufrimiento, lo cual Freud (1926),
afirma que “el síntoma es indicio y sustituto de una satisfacción pulsional interceptada, es un
14
resultado del proceso represivo” (Freud, 1926: 87). De acuerdo a lo anterior estaríamos hablando
de las mencionadas enfermedades psicosomáticas y como la represión sirve para mantener
experiencias dolorosas o desagradables fuera de la conciencia, la alexitimia viene a convertirse
en un mecanismo de defensa ante un sufrimiento, lo que significaría con el mecanismo de
negación tener menos o anular recuerdos emocionales que traen tormentos y así evitar el
conocer de sus miedos de lo que sucede en su interior, la negación refuerza la represión, se
puede decir que hay pacientes psicosomáticos represivos que son expresivos en cuanto a su sentir
afectivo con diferencia los alexitimicos que no son conscientes de sus emociones.
En palabras de Brainsky (2003): “La negación es el conjunto de defensas y maniobras
adaptativas y defensivas inconscientes” (Brainsky, 2003: 155). Comprendiendo así, que es la
forma de anular los eventos dolorosos para el yo. Es necesario tener en cuenta que una negación
puede ser tomada como una protección para el yo ante una situación dolorosa, por ejemplo, una
situación de duelo o pérdida de un ser cercano afectivamente en donde lo esperado es dicha
negación ante la ausencia por un corto periodo de tiempo mientras se da la adaptación,
elaboración y reorganización, en ciertas personas esto no se da de esta forma, al contrario
conservan el dolor-sufrimiento o la evasión de este durante largo tiempo o incluso toda su
existencia guardando un traumatismo psíquico interno y oculto.
Cuando dicha negación se torna masiva frente algunas experiencias y se prolonga en cuanto al
tiempo de manifestación, podría mostrarse como nociva para el sujeto, donde una de sus
manifestaciones podría ser la inhibición de la palabra o lenguaje, lo cual hace parte de las
características de la alexitimia. La inhibición entonces se comprende como la reacción afectiva
de un individuo a sus emociones negativas, en este caso relacionado con los trastornos de la
salud. Freud (1926) explica la inhibición como aquello que “expresa una limitación funcional del
yo”, (Freud 1926:25). Entendiendo que el yo en su condición de contacto con la realidad
consciente es un lugar de representación para el lenguaje. Es así que la función yoica inhibe la
palabra siendo esta la forma como el yo restringe acciones para crear nuevas defensas
inconscientes.
15
El mecanismo de defensa de la negación desde Freud (1925) “es una aceptación de lo reprimido
y se ve como la función intelectual se separa aquí, del proceso afectivo” (Freud, 1925:253), por
lo cual podría pensarse que la gran incapacidad para expresar por medio de la palabra sus
afectos en los alexitimicos está relacionada con el mecanismo de la negación que funciona de
manera inconsciente y como estado permanente, en ocasiones transitorio en la enfermedad
reforzando dicha represión y comprometiendo el estado emocional en un paciente, en este caso
con enfermedad psicosomática. Lo anterior, conduce a un comportamiento inhibido de reacción
afectiva o respuesta emocional que no permite manifestar aquello que genera malestar,
considerándolo como factor iniciador o en su efecto desarrollador de un síntoma.
Freud (1926) afirma:
Las inhibiciones más generales del yo obedecen a otro mecanismo, simple. Si el yo es requerido
por una tarea psíquica particularmente gravosa, verbigracia un duelo, una enorme sofocación de
afectos o la necesidad de sofrenar fantasías sexuales que afloran de continuo, se empobrece tanto
en su energía disponible que se ve obligado a limitar su gasto de manera simultánea en muchos
sitios… (Freud, 1926:86)
En términos generales se podría decir que la inhibición corresponde a un empobrecimiento de la
energía psíquica y la capacidad para fantasear, que trae como consecuencia la limitación de la
vida imaginaria en pacientes con alexitimia, por lo tanto se inhibe la verbalización apropiada de
los sentimientos; cuando un sujeto no dispone de palabras para representar sus ideas y
experiencias afectivas es devastador para conservar el equilibrio mente – cuerpo.
Es así como la alexitimia, se presenta en pacientes psicosomáticos como una forma de
protegerse de los sufrimientos de su realidad presente. Por tal motivo, y teniendo en cuenta el
desarrollo conceptual expuesto en apartados anteriores, se propone plantear la alexitimia como
un mecanismo de defensa que radica en la negación de los afectos y de aquellos sentimientos de
carácter perturbador, negándose a la fantasía que conlleva a la pobreza interior y las carencias
ante las vivencias emocionales resultando frágiles estos sujetos ante el actuar de sus
padecimientos.
16
CONCLUSIONES
La alexitimia surgió y se reveló en el complejo mundo de las emociones estudiado en los
pacientes psicosomáticos, con una especial trascendencia clínica y social ya que se convierte
también en dificultad para las relaciones interpersonales por su escasa emocionalidad para
expresar sus sentimientos.
La revisión histórica de la alexitimia como categoría médica y articulada con conceptos
psicoanalíticos fue el foco de interés de este documento, con el fin de tener una mejor visión
sobre cómo funcionan las emociones en las distintas enfermedades psicosomáticas para un mejor
diagnostico clínico. Los estudios revelan que puede desarrollarse en cualquier patología crónica
como causa y respuesta defensiva contra el sufrimiento consciente, que podría adquirir un
vínculo positivo al tratarse de una forma que el individuo usa para enfrentar situaciones y no
desestructurarse.
La anulación de la percepción en situaciones externas e intensas para el yo hace que por medio
de la negación y por ende la inhibición se forme una reacción afectiva reprimida, es decir un
impedimento, comprometiendo las fantasías y la escasa vida imaginaria de sujetos con
alexitimia, que no logran vincular los afectos con las vías de representación de lo real para
configurar la realidad que viene siendo lo imaginario y lo simbólico.
En consecuencia el lenguaje y la interrogación que el sujeto hace sobre su propio deseo no se
dan. Sin embargo será necesario profundizar más en esta relación de la alexitimia como defensa
para ofrecer mejores deducciones.
Por último, surgen las interrogaciones en este escrito si la alexitimia podría ser un goce del
silencio, si la podríamos denominar como síntoma contemporáneo debido a la falta de la palabra
que dificulta el reconocimiento del deseo y responsabiliza en cuanto a las acciones y afectos de
un individuo. De ser así, advendría conveniente el acompañamiento psicológico con orientación
psicoanalítica en los tratamientos médicos para apoyar y posibilitar al sujeto dar lugar a su
palabra y a su acontecer psíquico
17
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Brainsky. S. (2003) – Manual de psicología y psicopatología dinámicas. Fundamentos de
psicoanálisis. El ancora editores / 3R Editores.
Fernández F. A. (2011) La alexitimia y su transcendencia clínica y social. Revista Salud mental.
México vol.34 no.6.
Freud. S. (1908) El creador literario y el fantaseo. Amorrortu editores Tomo IX.
Freud. S. (1926) Inhibición, síntoma y angustia Amorrortu editores Tomo XX.
García Valdez, R (2004) La alexitimia: entre la angustia y el goce. Red de Revistas Científicas
de América Latina. Volumen (9) p. 404.
Laplanche J. & J Pontalis (1967) Diccionario de psicoanálisis. Buenos Aires : Editorial Paidós.
Lunazzi, H. A. (2006) La alexitimia en la artritis reumatoidea. Tesis de Doctorado. Disponible
en: http: www.fuentesmemoria.fahce.unlp.edu.ar/tesis/te.296/te.296.pdf
McDougall Joyce (1978) – Alegato por una cierta anormalidad – Paidós Psicología Profunda
McDougall Joyce (1989) – Teatros del cuerpo – Madrid España. Editorial Julian Yebenes S.A
Otero J. & Rodado J. (2004) – El enfoque psicoanalítico de la patología psicosomática.
Aperturas psicoanalíticas revista internacional de psicoanálisis – publicado en la revista No 016.
Otero J. (1999) Alexitimia, una revisión. Revista asociación Española Neuropsiquiatra., vol.
XIX No. 72, pp. 587 – 596
18
Otero, Juan (2000) – Hipótesis etiológicas sobre la alexitimia. Aperturas psicoanalíticas.
Publicado en la revista No 004.
Pedinielli (1992) La alexitimia: entre la angustia y el goce. Red de Revistas Científicas de
América Latina. Volumen (9) p. 404.