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boletín informativo DOMINICAS DE LA ANUNCIATA Año XLIII. N.º 442 Diciembre 2007 - Dr. General Oráa, 11 - 28006-Madrid Adm.: La Granja, 5 - 28003-Madrid Directora: H. Amparo González, O.P. Ya están inscritas en el Libro de los Beatos l Cardenal José Saraiva Martins, por mandato del Sumo Pontífice Benedicto XVI, las declaró Beatas, el día 28 de octubre de 2007, en San Pedro del Vaticano: E Beata Ramona Fossas Románs Beata Adelfa Soro Bó Beata Teresa Prats Martí Beata Otilia Alonso González Beata Ramona Mª Perramón Vila Beata Reginalda Picas Planas Beata Rosa Jutglar Gallart ¡ROGAD POR NOSOTRAS! Ya están inscritas en el Libro de los Beatos

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boletín informativoDOMINICAS

DE LA ANUNCIATA

Año XLIII. N.º 442 Diciembre 2007 - Dr. General Oráa, 11 - 28006-MadridAdm.: La Granja, 5 - 28003-Madrid

Directora: H. Amparo González, O.P.

Ya están inscritas en elLibro de los Beatos

l Cardenal José Saraiva Martins, por mandato delSumo Pontífice Benedicto XVI, las declaró Beatas, eldía 28 de octubre de 2007, en San Pedro del Vaticano:E

Beata Ramona Fossas RománsBeata Adelfa Soro BóBeata Teresa Prats MartíBeata Otilia Alonso GonzálezBeata Ramona Mª Perramón VilaBeata Reginalda Picas PlanasBeata Rosa Jutglar Gallart

¡ROGAD POR NOSOTRAS!

Ya están inscritas en elLibro de los Beatos

UNA SOLEMNE Y SERENA FIESTA DE FE

Cuando comenzamos a percibir próxima la Declaración de Martirio y laposterior Beatificación de las Hermanas, se pensaba en los doce miembros dela Familia Dominicana incluidos en la misma Causa que encabezaba el laicoAntero Mateo García y, cuando SS. Benedicto XVI, estableció que las ceremo-nias de Beatificación no serían presididas por él y que se podrían celebrar enlas iglesias locales, se pensó en una ceremonia más o menos íntima, con unaasistencia más bien reducida.

Todos los preparativos se fueron modificando desde que el Postulador P.Vito T. Gómez nos comunicó que se trataría de una Beatificación muy nume-rosa, que incluiría una veintena de Causas y cuya coordinación asumiría laConferencia Episcopal Española.

Al final, hemos comprobado la solemnidad con que se ha realizado: cin-cuenta mil peregrinos invadieron Roma; alguien ha dicho que durante los días27, 28 y 29 de octubre de 2007 Roma habló español. La Delegación Oficial fuedel máximo rango y la celebración tuvo lugar en plena Plaza de S. Pedro.

Casi en tiempo real, y a través de la Página Web, fuimos contemplandolos distintos momentos celebrativos. Ahora con calma y con tiempo y con lacolaboración de varias hermanas, ofrecemos una crónica con cierto detalle eilustraciones fotográficas que pueda quedar como una página grande en lahistoria de la Congregación porque grande fue el testimonio de fidelidad delas Hermanas a Cristo y a su propia consagración en La Anunciata.

En este número monográfico ofrecemos en primer lugar una entrevistaque hemos hecho a la Priora general para hablar con ella precisamente de laBeatificación; pretendemos asimismo informar, con el detalle que nos sea po-sible, de los actos celebrados de Roma así como de la Misa de acción de gra-cias, descubrimiento de una lápida conmemorativa y Homenaje a las nuevasBeatas, en la Casa Madre, en Vic.

Aunque no pueda ser con la amplitud que hubiéramos deseado, informa-remos de algún modo de los familiares de las Hermanas Mártires y de su pre-sencia en Roma.

Esta crónica sencilla será nuestro homenaje a las Hermanas Mártires, acuantas hermanas nos han precedido en la Congregación y a nuestro padre yfundador, Bto. Francisco Coll, de quien ellas heredaron su espíritu de fidelidady amor a Dios, y de servicio evangélico a los hermanos.

H. Amparo González

SSUUMMAARRIIOOSSUUMMAARRIIOO

EDITORIAL

Ya están inscritas en elLibro de los Beatos ............ 220099

Hablamos de la Beatificacióncon la Priora general, H.Natividad Martínez ................ 221133

Acogida a los peregrinos.Tarde de oración y encuentroen San Pablo Extramuros ...... 221177

La beatificación. Plaza de SanPedro, 28 de octubre de 2007.. 222211

Vísperas en la fiesta de la bea-tificación en la basílica deSanta Sabina........................... 222277Misa de Acción de Graciasen la basílica de San Pedro.... 223311

Primer homenaje a la nuevasBeatas en Villa Annunziata ... 223344

Un espacio para compartir laalegría Hermanas y familia-res ........................................ 223377

Damos gracias a Dios en laCasa Madre .......................... 224422

ÚLTIMA PÁGINA ............... 224488

Depósito Legal: VA. 231-1965Fotocomposición e impresión: Anebri, S.A.

Antonio González Porras, 3528019-MADRID

Bta. Ramona Fossas Románs

Bta. Adelfa Soro Bó Bta. Reginalda Picas Planas

Bta. Ramona Perramón VilaBta. Teresa Prats Martí

Bta. Otilia Alonso González

Bta. Rosa Jutglar Gallart

212 ANUNCIATA Diciembre 2007

Fiesta de fe en la Plaza de San Pedro.

ANUNCIATA Diciembre 2007 213

e n t r e v i s t aHablamos de la Beatificación con la Priora general, H. Natividad Martínez

B.A. H. Nati, hace mesesque yo deseaba hacerte unaentrevista para que nos habla-ras de tus –de vuestros– pro-yectos, de las prioridades yurgencias que detectabais enla Congregación y, en conse-cuencia, de la Planificaciónque el Consejo general habíaelaborado para el sexenio. Loscontinuos viajes tuyos lo handificultado y lo entendemos:

no podías hablar de urgencias y necesidades sin cono-cer las Provincias, las Comunidades, la vida y misiónde las hermanas... Pero ahora nos parece que esmomento oportuno. Hoy queremos hablar contigosobre la Beatificación de siete hermanas de La Anun-ciata que ya están en los altares.

B.A. Cuando te vimos y oímos en plena Plaza deSan Pedro, proclamar la Palabra de Dios ante cincuen-ta mil fieles, nos preguntamos ¿Cuáles serán sus sen-timientos, los sentimientos de la Priora general de laCongregación, ante este acontecimiento de Iglesia? Yahora te formulamos esa misma pregunta.

H.N. Desde hace poco más de un año me pareceque vivo en un mundo de sueños, o mejor, de Miste-rio. Misterio es la realidad que viví en esos momen-tos. Era sobrecogedor contemplar la Plaza de San Pedrorepleta de fieles bajo un cielo límpido y luminoso, des-bordado de fe profunda y de orgullo gozoso por nues-tros hermanos y hermanas recién proclamados BEA-

TOS. Sabía que esos brazos de la Plaza esa mañanaabrazaban a todo el mundo y en especial a nuestrasHermanas de África, América, Asia y Europa y las sen-tía presetes, vibrando en una misma acción de gra-cias al Señor. Y con ellas me sentí Iglesia, me sentíCongregación.

Proclamar la Palabra de Dios, y en concreto la queproclamé, me hizo sentir lo que soy, Dominica de laAnunciata: creyente y anunciadora de la Buena Noti-cia a todos los pueblos. En mi vocación misionera, elacercamiento personal y de los demás a la Palabra hasido un don que el señor me ha regalado y que me lle-na de profunda alegría; su proclamación es algo quesiempre he cuidado con esmero y ésta fue una oca-sión para recoger mi experiencia y agradecer al Señorel poder proclamarlo a todos los confines de la tierracomo el Dios compasivo y misericordioso que escu-cha y atiende al grito de los pobres y afligidos.

También sentí el contraste de esta manisfestaciónde fe de una porción del Pueblo de Dios con la otramás numerosa en España, cada vez menos creyen-te, menos Iglesia y más beligerante; sentimiento quese convertía en súplica para que los nuevos Beatosintercedan ante el señor, para que como pueblo poda-mos recuperar la fe y vivir más de acuerdo al Evan-gelio.

B.A. Los mismos sentimientos habrán tenido las her-manas, porque ¿qué ha significado esto para la Con-gregación que el Beato Francisco Coll –en fidelidadal Espíritu– fundó?

H.N. Para la mayoría de nosotras, después de estelargo periodo de preparación que hemos tenido, nocreo que me equivoque si digo que ha sido una gra-cia de Dios. Nos hemos dado tiempo para conocer anuestras Hermanas y darlas a conocer. Hemos refle-xionado sobre el misterio pascual del martirio-beati-ficación, que las identifica con la pasión y muerte deCristo. Como Él bebieron el cáliz como Él han sidoglorificadas y su espíritu se deja sentir entre nosotras:bendición, perdón, fidelidad en su fe y entrega de susvidas hasta perderlas, son ejemplos que nos conmo-cionan y estimulan a vivirlos en nuestra propia vidacotidiana. Una llamada fuerte a toda la Congregacióna la radicalidad y frescor evangélicos.

B.A. Ya todas las hermanas nos hemos encomen-dado a las neobeatas y las hemos puesto como inter-cesoras ante el Padre ¿que ha pedido la Priora gene-ral para La Anunciata?

H.N. He pedido al Señor por su intercesión quecada una de nosotras seamos mujeres de fe firme yprofunda, de una gran capacidad de amar a Cristo,manifestada en la entrega incondicional a nuestros her-manos y hermanas y en la fidelidad creativa a nues-tros compromisos de consagradas, sin concesiones ala mediocridad y al individualismo.

Que nos ayuden a vivir nuestra vida religiosa de tal

manera que merezca la pena vivirla y así muchas jóve-nes puedan encontrar nuestra Congregación como uncamino atractivo de seguimiento a Jesucristo.

B.A. Te hemos visto saludando en Roma a los fami-liares de nuestras Beatas. Seguro que te ha impresio-nado verlos, hablar con ellos; seguro que te han con-tado anécdotas, que te han demostrado su gratitud...

H.N. Sí, he saludado a varios de los familiares denuestras Mártires. En realidad, nada más que saludar-les. Me impresionó la presencia de todos los hermanosde la Beata Otilia y la actitud del hermano menor, Ben-jamín, que motivó y logró la unión de todos ellos paraasistir a la beatificación en familia. En sus rostros sereflejaba el gozo, la emoción, la veneración y el orgu-llo de que también les pertenecía. Los ecos de la bea-tificación se van repitiendo en las diócesis y parroquiasde donde nuestras Hermanas procedían o en dondetrabajaron. Ayer, en la Catedral de Vic, una sobrina dela Beata Rosa Jutglar, nos contaba cómo su abuela(madre de la H. Rosa) constantemente le decía que seencomendara a su tía, expresando así la fe de que era

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“Como Él bebieron el cáliz y como Él han sido glorificadas y suespíritu se deja sentir entre nosotras”

“He saludado a varios de los familiares de nuestras Mártires.”

una santa. Percibo que elentusiasmo de las familiasy pueblos va acrecentán-dose. Espero que sea unaliciente que anime y hagareavivar la fe de los que lasvayan conociendo.

B.A. Hemos participa-do en Roma en cincoceremonias: Acogida deperegrinos en San Pablo,Ceremonia de Beatifica-ción y Misa de acción degracias en San Pedro,Encuentro con la FamiliaDominicana en SantaSabina y Encuentro íntimode familia en nuestra casa(Villa Annunziata), y enVic hemos participado enuna solemne celebraciónde acción de gracias.Seguro que cada una deestas ceremonias (encuentros de fe) ha despertado enti distintos sentimientos y deseos.

H.N. La ceremonia de la Beatificación de tantosmártires y ante tan grande multitud, con testimoniostan rotundos de entrega, perdón, bendición y expre-sión de un gran amor a Jesucristo y una gran ternurahacia la familia, no podía menos de estremecerme,suscitar en mí grandes deseos de apasionarme por elSeñor y arrancar una súplica para que esas actitudesse hagan realidad en nuestra comunidades, en Espa-ña y en el mundo. Me venían a la mente los cánticosdel Siervo de Yahvé del profeta Isaías 42,49 y 53: “Yopensaba, en vano me he afanado..., pero mi causa estáen manos de Yahvé, mi recompensa es mi Dios... Yote he puesto para luz de las gentes...” ¿Cómo iban apensar que su gesto iba a ser reconocido no sólo por

Dios, que eso sí que lo pensarían, sino por toda la Igle-sia a todo lo ancho y largo del planeta? Y desde lue-go, en mi corazón les aplicaba el vosotras sois “la

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“Recoger su ejemplonos exige ser

testigos apasionadaspor Jesucristo el

Testigo Fiel y Veraz ysu Evangelio de Vida

para todos”

“La permanencia en nuestra casa de Roma fue breve, pero densa en contenido fraterno.”

gloria de Jerusalén, la alegría de Israel, el orgullo” denuestra Congregación. También hubo momentos enque sentí pena por la situación de la fe en España y elalejamiento de la Iglesia especialmente de los jóvenesy pedía a los nuevos beatos que intercedan por nos-otros para que su valiente testimonio no haya sido envano.

La experiencia de los actos “en Familia” fueron paramí como momentos de profundización de lo que vivi-mos en San Pedro, en círculos concéntricos de inti-midad y cercanía.

La permanencia en nuestra casa de Roma fue bre-ve, pero densa de contenido fraterno y gozo por nues-tras Hermanas recién proclamadas beatas. El homena-je sencillo tributado a nuestras Mártires venerando susreliquias por primera vez, la ambientación de la capi-lla y la comida ofrecida por la comunidad con tantocariño, nos emocionó a todas y nos permitió compar-tir las vivencias que iban sucediéndose, sin tiempo casipara asimilarlas. Vic ha tenido su densidad propia.

Un encuentro sencillo, solemne, muy devoto y bienorganizado; un verdadero homenaje a Dios en sus Bea-tas, nuestras Hermanas, y yo creo que una experien-cia espiritual profunda para todas las que tuvimos lasuerte de participar. Una vez más sentimos la alegríafraterna y la vibración de toda la Congregación ennuestra Casa Madre, que las vio nacer a la vida de laCongregación y que hoy guarda el testimonio de suglorificación, porque creyeron.

B.A. Por último ¿un mensaje para todas las herma-nas de la Congregación?

H.N. Nuestras hermanas Mártires apostaron porCristo, lo amaron hasta el extremo de dar su vida,dejándonos un valiente testimonio de fidelidad, amor,esperanza y perdón. Recoger su ejemplo nos exigieser testigos apasionados por Jesucrito el Testigo Fiel yVeraz y su Evangelio de Vida para todos. hacer posi-ble este Evangelio en nuestro entorno concreto es eldesafío que se nos plantea. Que la vida de cada unay de cada comunidad sea “un canto, no a la muerte,sí a la vida. Que la pasión por el Reino transforme enllama viva nuestra vida, nuestro tiempo”.

¡MÁRTIRES DE LA ANUNCIATA, ROGAD POR NOSOTRAS!

N.B. Aprovecho esta oportunidad para agradecera todo el equipo de Hermanas que han trabajado contanto cariño y dedicación en la preparación, motivia-ción, organización y difusión de este acontecimientotan significativo para nosotras. Que las Hermanas Már-tires, intercedan por ellas ante el Señor.

B.A. Gracias, H. Natividad por hacernos partícipesde tus sentimientos y deseos. ¡Qué el señor te dé sugracia y fortaleza para seguir recorriendo los caminosde La Anunciata sembrando esperanza, alegría y deseos,para todas, de un mayor grado de compromiso evan-gélico.

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“Vic ha tenido su densidad propia. Sentimos la vibración de toda la Con-gregación en la Casa Madre.”

La cita era a las 18,30 h. pero desde las 17 h. los auto-cares iban llegando e invadiendo el espacio querodea la Basílica de S. Pablo Extramuros.

Llegamos justo cuando el sol incidía con fuerza en lafachada –dorada en su parte superior– y nos devolvía unaimagen inolvidable de una basílica inmensa (la segundaen tamaño de Roma) con un atrio rodeado de tambiéninmensas columnas y presidido por la estatua de San

Pablo portando en sus manos una enorme espada de dosfilos y un libro. Alguien me dijo en una ocasión que laimagen hablaba del anuncio del Evangelio a lo que sededicó Pablo de Tarso. (“La Palabra de Dios penetra enel corazón como espada de dos filos”.)

Resultaba difícil recorrer y contemplar el interior peroalgo logramos ver: cinco naves enormes jalonadas por84 columnas y, en el friso superior, y colocados por ordencronológico, el retrato de todos los Papas que ha habi-do, elaborados en mosaico. El primero San Pedro, el últi-mo Benedicto XVI. Al fondo el sepulcro de Pablo.

Sin pretenderlo uno piensa en la grandeza de la Igle-sia, en su permanencia a pesar de las repetidas perse-cuciones y olas de martirio, a pesar de multitud de infi-delidades . Y sale de modo espontaneo una oración porla Iglesia de hoy; la Iglesia de Jesús en la que estánestas grandiosas basílicas, y las misioneras que evange-lizan en Bembereké, y la pequeña comunidad que edu-ca en cristiano en Francisco Sá o en la escuelita del Basu-rero de Guatemala o en la escuela de Formación dejóvenes de Filipinas y la que en la Iglesia local de Val-rrás-Plage anuncia el Evangelio, o la comunidad quesufre junto a los hombres y mujeres de Nueva Esperan-za y… y ¿cómo no? Sale una oración intensa por la Con-gregación entera de La Anunciata que es Iglesia. Esta-mos aquí precisamente porque siete hermanas nuestrasque murieron vilmente asesinadas en 1936, serán bea-tificadas mañana.

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Acogida a peregrinos

Vista general del acto.

Acogida a los peregrinosTarde de oración y encuentro en San Pablo ExtramurosTarde de oración y encuentro en San Pablo Extramuros

La oración oficial no había comenzado pero el ambien-te sereno que se estaba creando, el clima de recogimien-to, incluso breves conversaciones con los vecinos quecomentaban el martirio de sus hermanos de Congrega-ción, disponían el corazón para orar.

Saludo oficial a los peregrinos

Ya está la Basílica llena; más de 7.000 peregrinoshan ido llegando, con serenidad, con gozo, en gruposque se localizaban por el distintivo previamente diseña-do. Las Dominicas de la Anunciata llevábamos un “fou-lard” con un diseño modernista que contenía el logoti-po de la Beatificación y un dibujo de las siete Hermanasque era precisamente el que el Sr. Carulla había presen-tado cuando se disponía a hacer la lápida que se descu-brirá en la Casa Madre. El exquisito gusto de la H. Dolo-res Servén quedó patente en el diseño, como quedó

patente en todo momento la eficacia de la coordinaciónde la peregrinación y organización previa que ella, conun grupo de hermanas, había asumido.

Comienza la celebración con unas palabras de salu-do y bienvenida del Arcipreste de la Basílica. A conti-nuación es Monseñor Ricardo Blázquez, Presidente dela CEE quien dirige la palabra a los peregrinos; un textoque se escuchó con interés y con el pensamiento pues-to seguramente, no en los 498 mártires, sino en nuestrassiete hermanas.

Después de unas palabras de saludo a las autorida-des y de acogida a los peregrinos señaló, precisamenteen el lugar en el que San Pablo fue decapitado, que losmártires a los que la Iglesia va a beatificar, son “un donprecioso de Dios que recibimos con gratitud” y que supropio martirio “nos une con el Señor y nos dignifica atodos”.

Destacó también Monseñor Blázquez la importanciade la fe “en Dios que orientó la vida y decidió la muer-te” de los mártires. “En nuestro tiempo –dijo– estamosllamados a mostrar que para la vida personal, familiar ysocial no es indiferente creer en Dios” y “los mártires nosestimulan a ser fieles, a confiar en Dios que nunca defrau-da y no abandona ni siquiera en la persecución. Con laautoridad que les confiere su muerte por el Señor nosrecuerdan una exhortación evangélica: Si ellos murieronperdonando, debemos nosotros recorrer los caminosdel perdón, de la reconciliación y de la paz”.

Concluyó Monseñor Blázquez diciendo: “Queridos pere-grinos, deseo a todos unos días de gracia del Señor; que laproximidad al sucesor de Pedro, el papa Benedicto XVI, nosfortalezca en la unidad de la fe y del amor”.

Cantos religiosos tradicionales resonaban en la Basí-lica, cantos tal vez no los más actuales, pero cantos quenos identificaban con un tiempo y con una historia. Entre-mezclados con los cantos que sonaban con fuerza, lec-

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Acogida a peregrinos

Mons. Amigo, durante su intervención.

tura de diversos testimonios de los mártires; de religio-sos que escribían a sus familiares, de jóvenes laicos queescribían a sus novias y familiares… Todos suplicaban ensus escritos “perdón” para sus verdugos y recomendabana sus familiares “mucho bien a quien ha intentado hacer-me mal”. A las Dominicas de la Anunciata el testimonioque tal vez nos impactó más fue la lectura de un poemaque había compuesto Antero Mateo García, ferroviariode profesión, que estaba incluido en la misma Causa quenuestras hermanas.

Y seguían los cantos.Intervino brevemente Monseñor Jesús Sanz, religioso

Franciscano, Obispo de Huesca y Presidente de la Comi-sión Episcopal para la vida consagrada. Para él la nume-rosa presencia de religiosos y religiosas en el grupo delos 498 mártires “viene a ratificar, decía, que la vida con-sagrada es un testimonio constante y Dios ha ido susci-tando, a través de los carismas, maneras muy concretas

de visibilizar la ternura deDios, el perdón de Dios”.

La última intervención co-rrespondió al Cardenal Car-los Amigo Vallejo Arzobispode Sevilla quien, por el hechode ser religioso Franciscano,conoce bien la vida religiosa.

Hemos venido a Roma, dijo, para visitar la tumbade los mártires y para escuchar las maravillas que DiosPadre hace con el testimonio de sus hijos, pues losmártires, con la fuerza del Espíritu Santo, proclaman,con el precio de su vida, que nada se puede anteponeral amor de Cristo.

1. Los mártires son patrimonio ejemplar de laIglesia. Su testimonio conmueve y arrastra al conoci-miento de Cristo, el testigo fiel, por el que ofrecieronsu vida. Dieron testimonio del Hijo de Dios y DiosPadre da ahora testimonio de ellos glorificando sumemoria y poniéndolos como ejemplo para el pueblocristiano.

2. Razones que avalan su muerte santa. Murie-ron por su fe en el Dios que se había revelado en Jesu-cristo y por la libertad de conciencia de llevar la fide-lidad a Jesucristo hasta las últimas consecuencias.

Estuvieron firmes en la confesión del nombre deCristo y pagaron con su vida el precio de la paz parasu conciencia. Eran testigos de la verdad y la verdadles hace hombres y mujeres libres, con la mejor liber-tad: la del Espíritu que vive en nosotros.

3. La ejemplaridad de su testimonio. Desvelanla belleza de la fe cristiana y demuestran, con la evi-dencia del amor, que es posible vencer el mal con lafuerza del bien. Eran sufridos en la tribulación, por-que se alegraban en la esperanza.

ANUNCIATA Diciembre 2007 219

Acogida a peregrinos

El distintivo del grupo que peregrinó a Roma.

Encuentros inesperados.

4. ¿Qué esperamos de estas beatificaciones?La sangre de los mártires es semilla de nuevos cristia-nos. Con ellos compartimos la misma esperanza queobliga a la Iglesia a ir peregrinando entre las persecu-ciones del mundo y los consuelos de Dios.

En los mártires se ilumina el misterio de la cruz.Ellos y su testimonio es causa de nuestra alegría. ElSeñor ha estado grande con nosotros al ofrecernos lavida y el ejemplo de estos mártires.

Después de atroces torturas, confirmaron su fe.Murieron pero vencieron; ahora los recordamos en la

gloria de Cristo resucitado (Benedicto XVI). En ellosnos habla el Espíritu de Dios.

Jesucristo ayer con estos 498 mártires. Jesucristohoy, que nos llama a ser testigos suyos en el mundo.Jesucristo, siempre. Él es el más santo entre nuestrosmártires. El Testigo fiel.

El mensaje era profundo e interpelante. Nuestras her-manas “Semilla de fe y vocación en La Anunciata”. Conla reflexión y la oración vespertina cerrábamos la pri-mera tarde en Roma.

220 ANUNCIATA Diciembre 2007

Acogida a peregrinos

Exterior de la Basílica de San Pablo Extramuros. Mons. Blázquez, presidente de la CEE.

ANUNCIATA Diciembre 2007 221

La beatificación

La mañana llegó brillante y luminosa, como creadaa propósito para enmarcar la más grande página deuna historia de amor y de fe.

El marco no podía ser más bello: una Plaza de SanPedro adornada de flores y de 50.000 fieles que acudí-an para asistir a la beatificación más numerosa de la his-toria. En esta ocasión no se escuchaban los cantos, aplau-sos y joviales gritos de los encuentros de jóvenes; ahoralo que se respiraba era ambiente sereno y gozoso de ora-ción, de alegría y respeto. Era una fiesta de fe. Y así, enese clima, participamos ciento cuarenta Dominicas dela Anunciata procedentes de todas las Provincias y delVicariato, y familiares de las Hermanas Mártires así comootros laicos cercanos a nosotras, hasta completar un totalde unas 315 personas.

En el centro y junto a la Basílica el enorme estradoal final de la escalinata acogía a casi un centenar deObispos, mil trescientos sacerdotes con alba blanca yestola roja y docenas de diáconos que participarían enla ceremonia. Más abajo, los 2.500 familiares de los már-tires entre los que se encontraban hermanas nuestras quecontaban con algún familiar que sería beatificado.

A la derecha, en lugar preferente, la Delegación espa-ñola muy nutrida y representativa: presidía la Delega-ción el Ministro de Asuntos Exteriores. Le acompañabanel Embajador de España ante la Santa Sede, el Subsecre-tario de Asuntos Exteriores y la Directora General deAsuntos Religiosos. Estaban representadas también sie-te Comunidades Autónomas (Valencia, Castilla-León,Madrid, La Rioja, Castilla-La Mancha, Andalucía y Cata-luña) y numerosas autoridades municipales fundamen-talmente de pueblos en los que había nacido alguno delos mártires. Había asimismo representación de los gru-pos parlamentarios y partidos políticos.

En el lateral derecho dos corales que intervendrían através de todo el acto: el Coro de la Catedral de la Almu-dena de Madrid que interpretó los cantos en español yuna Filarmónica de Roma que intervino en los cantosen latín.

La Misa y el rito de Beatificación

Hacia las 7:30 h. ya esperábamos para entrar en laPlaza; las medidas de seguridad establecidas aconse-jaban estar allí antes de las 8:00 h. Nos distribuimosMons. Saraiva, Prefecto de la Congregación de Vida Consagrada, presidió.

Plaza de San Pedro, 28 de octubre de 2007Plaza de San Pedro, 28 de octubre de 2007

La beatificación

222 ANUNCIATA Diciembre 2007

La beatificación

por la plaza y todas estuvimos bien situadas; la H. EstherPeña había recibido una tarjeta para ocupar un lugarreservado para personas que, como ella, tuvieran algúnfamiliar que fuera a ser beatificado; y allí, en el estra-do central estaba también la H. Natividad Martínez queparticiparía de modo activo en la liturgia.

Hasta las 10:00 h. no daría comenzó la celebraciónpropiamente dicha pero contribuía a crear un auténticoclima de oración y serenidad la organización; se fueronoyendo testimonios de diversos mártires que permitíandescubrir que realmente habían muerto por su fe, por suadhesión a Jesucristo; algunos de ellos hicieron verdade-ro impacto entre los participantes más jóvenes.

La entrada procesional de Obispos, sacerdotes y diá-conos permitió, desde el inicio, comprobar que se trata-ba de una solemne celebración.

Presidía por delegación de SS. Benedicto XVI, el Car-denal José Saraiva Martins, Prefecto de la Congregaciónpara la Causa de los Santos y junto a él en el altar esta-ba el Cardenal Arzobispo de Madrid, Cardenal RoucoVarela, diócesis en la que habían muerto el mayor núme-ro de los mártires y que, acompañado por los Obispos

de las diócesis en las que se habían abierto las 23 Cau-sas y los Postuladores de las mismas, solicitaría la beati-ficación de los 498 mártires.

La Monición de Entrada nos había presentado la cere-monia que se iniciaba como un acontecimiento de gra-cia que debería suponer una “Primavera de la Iglesia” ysemilla de nuevos cristianos.

Al finalizar el Acto penitencial los Obispos enumera-ron las Causas de sus diócesis respectivas. El primero enMons. Rouco Varela, Arzobispo de Madrid, solicitó la beatificación.

La H. Natividad Martínez proclamó la Palabra de Dios.

intervenir fue el de Barcelona, Monseñor Lluís MartínezSistach, que enumeró las cuatro causas de su diócesis.En segundo lugar presentó la causa de Antero Mateo Gar-cía, laico y 11 compañeros de la Orden de Santo Domin-go. Fue momento de emoción para todas nosotras ya queen ella estaban contenidas las siete Dominicas de la Anun-ciata, cuya beatificación habíamos esperado largos años,y aunque no se pronunciaron sus nombres dado el ele-vado número de los mártires, en nuestra cabeza y ennuestro corazón estaban presentes.

Finalizada la presentación de las veintitrés Causas, elCardenal Rouco Varela, en nombre de los Obispos y enpresencia de los Postuladores, solicitó la Beatificación yel Cardenal José Saraiva Martins dio lectura la CARTAAPOSTÓLICA:

“Por mandato del Sumo Pontífice Benedicto XVI,damos lectura al texto de la Carta Apostólica en la queSu Santidad inscribe en el Libro de los Beatos a losVenerables Siervos de Dios que dieron la vida en defen-sa de su fe”(…).

De nuevo al oír en la relación que contiene la CartaApostólica “Antero Mateo García, padre de familia dela Tercera Orden de Santo Domingo y 11 compañeros de

la Segunda y Tercera Orden de Santo Domingo…” unaacción de gracias intensa y silenciosa en nombre de todaLa Anunciata salió seguramente del corazón de todaslas que estábamos allí y de las que, a través de la TV ode la radio, lo estaban siguiendo.

Tras haber citado las veintitrés Causas concluyó dicien-do:

“… que en España durante el siglo XX derramaronsu sangre por dar testimonio del Evangelio de Jesu-cristo, en adelante se llamarán con el nombre deBeatos y su fiesta puede celebrarse anualmenteel día 6 de Noviembre en los lugares y modos esta-blecidos por el Derecho. En el nombre del Padrey del Hijo y del Espírtitu Santo. Amén”

En el contexto de la Liturgia de la Palabra, la prime-ra lectura, tomada del Libro del Eclesiástico fue procla-mada por nuestra Priora general H. Natividad Martínez.Nuestro sentimiento fue de gratitud a Dios por haber sidoacogidas todas nosotras en la Orden de los Predicado-res, cuyo carisma es precisamente el anuncio de la Pala-bra de Dios…

ANUNCIATA Diciembre 2007 223

La beatificación

Se descubre en la Logia central de San Pedro, el mural oficial de la bea-tificación.

Los Postuladores de las Causas, solicitan con Mons. Rouco la beatifi-cación. A la derecha de la fotografía el P. Vito.

224 ANUNCIATA Diciembre 2007

La beatificación

Tras la proclamación del Evangelio (Luc 18, 9-14),pronunció la homilía el Cardenal Saraiva de la que trans-cribimos algunos fragmentos:

“Se ha elegido como lema para esta beatifi-cación unas palabras del Señor recogidas en elEvangelio de San Mateo: «Vosotros sois la luzdel mundo» (Mt 5,14). Como declara el Conci-lio Vaticano II al comienzo de su Constituciónsobre la Iglesia, Jesucristo es la luz de las gen-tes; esa luz se refleja a lo largo de los siglos enel rostro de la Iglesia y hoy, de manera especial,resplandece en los mártires cuya memoria esta-mos celebrando. Jesucristo es la luz del mundo(Jn 1, 5-9), que alumbra nuestras inteligenciaspara que, conociendo la verdad, vivamos deacuerdo con nuestra dignidad de personashumanas y de hijos de Dios y seamos tambiénnosotros luz del mundo que alumbra a todos

los hombres con el testimonio de una vida vivi-da en plena coherencia con la fe que profesa-mos (…).

“No podemos contentarnos con celebrar lamemoria de los mártires, admirar su ejemplo yseguir adelante en nuestra vida con paso cansi-no. ¿Qué mensaje transmiten los mártires a cadauno de nosotros aquí presentes?

Vivimos en una época en la cual la verdaderaidentidad de los cristianos está constantementeamenazada y esto significa que ellos o son már-tires, es decir, se adhieren a su fe bautismal enmodo coherente, o tienen que adaptarse.

Ya que la vida cristiana es una confesión per-sonal cotidiana de la fe en el Hijo de Dios hechohombre esta coherencia puede llegar en algunoscasos hasta la efusión de la sangre.

Pero como la vida de un solo cristiano dona-da en defensa de la fe tiene el efecto de fortale-cer toda la Iglesia, el hecho de proponer el ejem-

Las H. Zoila participó en la presentación de las ofrendas.

plo de los mártires significa recordar que la san-tidad no consiste solamente en la reafirmación devalores comunes para todos sino en la adhesiónpersonal a Cristo Salvador del cosmos y de la his-toria (...).

“Los mártires se comportaron como buenoscristianos y, llegado el momento, no dudaron enofrendar su vida de una vez, con el grito de«¡Viva Cristo Rey!» en los labios. A los hombresy a las mujeres de hoy nos dicen en voz muy altaque todos estamos llamados a la santidad, todos,sin excepción, como ha declarado solemnemen-te el Concilio Vaticano II (…) No podemos con-tentarnos con un cristianismo vivido tibiamen-te (...).

“Ser cristianos coherentes nos impone no inhi-birnos ante el deber de contribuir al bien comúny moldear la sociedad siempre según justicia,defendiendo –en un diálogo informado por lacaridad– nuestras convicciones sobre la dignidadde la persona, sobre la vida desde la concepciónhasta la muerte natural, sobre la familia fundada

en la unión matrimonial una e indisoluble entreun hombre y una mujer, sobre el derecho y deberprimario de los padres en lo que se refiere a laeducación de los hijos y sobre tantas otras cues-tiones que surgen en la experiencia diaria de lasociedad en que vivimos…”

En la presentación de las Ofrendas, vimos de nue-vo, junto al altar, a una Dominica de la Anunciata, laH. Zoila Morena, Priora de la Provincia San Martín dePorres que, junto con una hermana de otra Congrega-ción dominicana, participó en la entrega de Ofrendas.

Concluyó la celebración cantando todos el Himno alos Mártires del siglo XX en España “Semillas de Paz”compuesto por un sacerdote y con música del claretia-no Luís Elizalde. Cincuenta mil voces unidas proclama-ban que “…la sangre martirial es perdón a los hermanosy esperanza de la paz…”

Eran las 11:50 h. dentro de diez minutos, era muy pro-bable que el Papa apareciera en la ventana para rezar elángelus.

ANUNCIATA Diciembre 2007 225

La beatificación

226 ANUNCIATA Diciembre 2007

La beatificación

EL ÁNGELUS

En efecto, a las 12:00 h. SS. Benedicto XVI aparecióen la ventana desde la que se dirige habitualmente a losfieles congregados en la Plaza de San Pedro.

Comenzó su alocución en lengua italiana, pero tam-bién en correctísimo castellano se dirigió a los peregri-nos llegados a Roma para asistir a la Beatificación:

“Damos gracias a Dios por el gran don de estostestigos heroicos de la fe que, movidos exclusiva-mente por su amor a Cristo, pagaron con su san-gre su fidelidad a Él y a su Iglesia. Con su testimo-nio iluminan nuestro camino espiritual hacia lasantidad, y nos alientan a entregar nuestras vidascomo ofrenda de amor a Dios y a los hermanos.Al mismo tiempo, con sus palabras y gestos de per-dón hacia sus perseguidores, nos impulsan a tra-bajar incansablemente por la misericordia, la recon-ciliación y la convivencia pacífica.”

El Papa invitó a los creyentes a que se nutrande estos testimonios, y animó así a “fortalecercada día más la comunión eclesial, ser testigos fie-les del Evangelio en el mundo, sintiendo la dichade ser miembros vivos de la Iglesia, verdaderaesposa de Cristo.”

Además Benedicto XVI oró por “que la fecun-didad de su martirio produzca abundantes fru-tos de vida cristiana en los fieles y en las familias;que su sangre derramada sea semilla de santas ynumerosas vocaciones sacerdotales, religiosas ymisioneras.”

Recalcó también el Santo Padre que todo cató-lico, de una u otra forma, está llamado a seguirel ejemplo de los mártires, y habló incluso delmartirio de la vida ordinaria, “un testimonio parti-cularmente importante en la sociedades seculari-zadas de nuestro tiempo”, que no es otra cosa que

“la pacífica batalla del amor que todo cristianotiene que combatir incansablemente; la carrerapor difundir el Evangelio que nos comprometehasta la muerte.”

Había concluido una mañana gozosa, al día siguien-te volveríamos al Vaticano para asistir, en el interior dela Basílica, a una Misa de acción de gracias.

Desde allí nos trasladarían a un restaurante. Estabaprevisto celebrar todos juntos, hermanas y laicos que asis-tíamos a la beatificación de nuestras Hermanas Mártires,una comida fraterna.

El Papa en el ángelus.

Vísperas en Santa Sabina

Era un encuentro de oración en clima dominicano enla Curia General de los Dominicos, en la Basílica deSanta Sabina, que habla también de martirio; el

que la propia Santa, titular de la Basílica, soportó allá porel año 125 convertida al cristianismo por su esclava Sera-pia que, como ella, fue martirizada.

La sobriedad de la decoración de la Basílica en elAventino, no la hacía menos bella: una basílica diáfanaaunque esa tarde estaba repleta de personas, tres naves–la central más ancha y más larga– separadas por colum-nas; en la parte central el coro y, al fondo, el ábside queestaba decorado con un mural que representaba al neobeato Buenaventura García de Paredes ( Ex Maestro dela Orden) y que, de alguna manera, encabeza la lista delos 74 dominicos y dominicas hoy beatificados.

No importaba demasiado el escenario; lo importanteesa tarde era revivir que allí había pasado muchas nochesorando Nuestro Padre Santo Domingo a quien el PapaHonorio III había hecho entrega de la Basílica y con-vento y que allí habían vivido multitud de hermanos nues-tros a lo largo de la historia (Jordán de Sajonia, Tomásde Aquino, Raimundo de Peñafort… el propio Buenaven-tura García de Paredes, y tantos otros que todas recorda-mos). Lo importante esa tarde era el aire de familia uni-da que se respiraba; allí vimos al Maestro de la Ordenque presidía la celebración; al Postulador, P. Vito; a muchosfrailes conocidos de Roma y de España, a monjas de clau-sura, muchas de ellas conocidas, como las de los Monas-terios de Xátiva y Caleruega que asistían fundamental-mente atraídas por la beatificación de Sor Josefina Tauleda;

hermanas de distintas Congregaciones, laicos dominicosy familiares de las nuevas Beatas.

Y así, con ese ambiente fraterno de fondo y con elgozo de tener ya a nuestros hermanos y hermanas enlos altares, dio comienzo la celebración de las Segun-das Vísperas con una Monición de Entrada que pronun-ció el P. Vito, Postulador y en la que situaba el inicio ycomposición de cada una de las cuatro Causas que agru-paban a los dominicos y dominicas beatificados.

El Himno de Vísperas fue “Semillas de paz”, consti-tuido en Himno oficial de la Beatificación y cuyo estri-billo cantamos todos.

ANUNCIATA Diciembre 2007 227

Vista general de la Basílica.

Vísperas en la fiesta de la beatificaciónen la Basílica de Santa Sabina

Vísperas en la fiesta de la beatificación

Vísperas en Santa Sabina

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Después de cada uno de los Salmos se dio lectura adistintos escritos de los mártires, comenzando por unodel Beato García de Paredes que dirigiéndose a toda laOrden decía:

“La gran variedad de Congregaciones e Institutosexistentes en la Orden no quebranta en modo algu-no esta unidad de origen, ni altera la naturalezao cualidad de la sangre, ni destruye lo que a todala familia tomada en conjunto conviene, ni impi-de que se conserven íntegros los vínculos de obse-quio filial a la suprema Cabeza de la gran fami-lia dominicana. Es sangre única que fluye por lasvenas de todo el cuerpo de la Orden, llevando con-sigo por todo él oleadas de vida espiritual y religio-sa, es en realidad aquel espíritu inagotable y siem-pre vivificante de nuestro Padre… Cuantos se tienenpor hijos de Santo Domingo es preciso que adquie-ran conciencia plena de su filiación dominicana,de tal manera que todos los miembros y todas las

ramas de la Orden estén unidos por una sincerafraternidad…”

Otros textos se fueron leyendo. Del dominico seglarAntero Mateo García, un laico de los allí presentes,leyó un poema en el que expresaba su gratitud a laEucaristía y que permitía descubrir claramente su vidade fe.

El Maestro de la Orden presidió la oración de Vísperas.

El P. Vito inició el Acto. Un cuadro del Beato García de Paredes presidía.

La Lectura breve (Rom. 8, 16-19 y 2 Co 1, 5-7) fueproclamada por nuestra H. Natividad Martínez: “El Espí-ritu mismo se une a nuestro propio espíritu para dar tes-timonio de que somos hijos de Dios. Y, si hijos, tambiénherederos…”

Siguió una homilía que pronunció el Maestro de laOrden, breve pero con denso contenido que corrobora-ba que el martirio, además de suponer un acto de fe,había puesto de manifiesto los sentimientos de perdónque anidaban en el corazón de todos los que lo sufrie-ron, un perdón que hemos de llevar a nuestra vida comu-nitaria. En conjunto la intervención del Maestro permi-tió descubrir su profundidad y, al tiempo, su cercaníafraterna.

Por primera vez en las celebraciones litúrgicas reso-naron aquella tarde, como letanía, los nombres de todosy cada uno de los Mártires Beatificados de nuestra Fami-

lia dominicana y de nuestra familia de sangre (asistíanfamiliares de los mártires). Despertó nuestra emoción yla de algunos familiares oír como prez litánica el nom-bre y apellidos de los nuestros. Nos lo decía así de cla-ro un hermano de la Beata Otilia Alonso a quien vimosrealmente emocionado. Y nos alegró el corazón escucharlos nombres de religiosos que, de algún modo, habíanestado relacionados con la Congregación. Pensamos porejemplo en los dominicos:

Beato Celestino José Alonso Villar, Beato Santiago Franco Mayo,Beato Gregorio Díez Pérez,Beato Abilio Sáiz LópezLos cuatro estaban destinados en la comunidad de

Navelgas (Asturias). En la noche del 16 al 17 de agostode 1936 fueron martirizados. El convento quedó prácti-camente vacío. Por entonces nuestras hermanas de Ovie-do sufrían las consecuencias de un terrible y continua-do asedio y los Padres Prior y Provincial (PP. ManuelRamos y Esteban Vigil) que conocían bien la situación,ofrecieron a las hermanas la posibilidad de trasladarse aNavelgas y ocupar el convento vacío. Así lo hicieron y

Vísperas en Santa Sabina

ANUNCIATA Diciembre 2007 229

La H. Natividad proclamó la “lectura breve”.

El Maestro de la Orden nos ayudó a profundizar.

Vísperas en Santa Sabina

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la H. Dominga Benito, con las postulantes y varias pro-fesas, salieron de Oviedo camino de Navelgas*.

Las letanías fueron bellamente expresadas: en unambón dos frailes dominicos cantaban alternando conlas voces femeninas de las HH. Mª Ángeles Figuls e Isa-bel Andrés, que nos parecieron más agradables y dulcesque nunca.

La Oración final la pronunció el Maestro de la Orden:

“Dios todopoderoso y eterno, tú que has dado alos Mártires Buenaventura y compañeros la gra-cia de entregarse hasta la muerte para confesarsu fe en Cristo y darle testimonio perdonando alos que les quitaban la vida, concédenos la gra-cia del Espíritu Santo para permanecer fuertesen la fe y en la confesión de tu nombre hasta lamuerte. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,que vive y reina contigo, en la unidad del Espí-

ritu Santo, y es Dios por los siglos de los siglos.”R/ Amén.

Cerró el acto el canto de la SALVE DOMINICANA yla antífona O, SPEM MIRAM.

En los jardines conventuales, se compartió un refrige-rio que facilitó el encuentro y la confraternización y variashermanas buscaron y encontraron el modo de visitar lacelda de N.P. Santo Domingo donde oraron en silencioy con emoción contenida.

¡TARDE INOLVIDABLE EN SANTA SABINA!

Las HH. Figuls e I. Andrés cantan las letanías. ¡Emocionante!

Visitan la celda de Nuestro Padre Santo Domingo.*Reseña histórica de la Provincia Santo Domingo de Guzmán -Anunciata. 1904-2004. Pág. 245.

En el interior de la Basílica nos congregamos el día 29 deoctubre. Tras un largo recorrido con parada obligatoriaante los controles de seguridad, entramos en la Basílica para

participar en la Misa de Acción de gracias por la Beatificaciónde nuestros mártires que comenzaría a las 10:00 h.

No queríamos distraernos con la bellísima columnata de Ber-nini, ni la conocida “Gloria” del mismo autor, ni la “piedad” deMiguel Ángel. Nos atraía sobre todo saber que allí estaba la tum-ba de San Pedro que nos habla de martirio, de fe, de amor a laIglesia… y saber que lo que íbamos a celebrar era una Eucaris-tía de Acción de Gracias por la Beatificación.

Por el pasillo central entraron procesionalmente los sacerdo-tes, los Postuladores de las Causas (allí vimos al Postulador dela Orden), los Obispos, los Cardenales y, cerrando la procesión,el Cardenal Tarcisio Bertone, Secretario de Estado que presidi-ría la Eucaristía.

Nosotras, que no entendemos de protocolos diplomáticos,vimos en el Cardenal Bertone un delegado de SS. Benedicto XVIque presidía una Misa en honor de 498 españoles, entre losque estaban siete Dominicas de la Anunciata y en la que parti-ciparían unos 8.000 fieles de los muchos miles llegados a Romadesde toda la geografía española. Nos bastaba; queríamos agra-decer a Dios el don de esas siete hermanas nuestras que nos die-ron ejemplo de fe, de perdón, de fidelidad a su consagración, yel don de su reconocimiento por la Iglesia.

Y comenzó la Eucaristía con el Salmo 121 como Canto deentrada (¡Qué alegría cuando me dijeron…!). En español tam-bién se cantó “Reunidos en el nombre del Señor” y en españolfue proclamada la Palabra de Dios: del Apocalipsis se tomó laprimera lectura: “Estos son los que vienen de la gran tribula-ción…”. El Salmo responsorial (Salmo 125) nos recordaba que“los que sembraban con lágrimas cosechan entre cantares”. ElEvangelio estaba tomado de San Juan 24-26: “Os aseguro que

Acción de gracias

ANUNCIATA Diciembre 2007 231

Misa de Acción de GraciasMisa de Acción de Graciasen la Basílica de San Pedro

Preside el Cardenal Bertone.

si el grano de trigo no cae en tierra y no muere, queda infecun-do; pero si muere da mucho fruto”.

Estaban seleccionados con tanto acierto para la ocasión todoslos textos, que nos hubiera bastado para caer en la cuenta delvalor del sufrimiento por el nombre del Señor, un sufrimientodel que con facilidad pretendemos huir y justamente del queno huyeron los mártires.

La Homilía fue pronunciada por el Cardenal Bertone de laque transcribimos párrafos que vienen a remarcar el sentido delmartirio de los cristianos cuya beatificación ha tenido lugar yque corroboró con testimonios:

Recordó lo que habíamos oído en otros momentos en Romaque “todo martirio tiene lugar ciertamente en circunstanciashistóricas trágicas” pero “en medio de ese drama, el mártirsabe trascender el momento histórico concreto y contemplara sus semejantes desde el corazón de Dios… Amando a susenemigos y rogando por los que lo persiguen” .“Estos mártires, dijo, no han sido propuestos al pueblo deDios por su implicación política, ni por luchar contra nadie,sino por ofrecer sus vidas como testimonio de amor a Cristoy con la plena conciencia de sentirse miembros de la Iglesia”.Se refirió también el Cardenal Bertone a la importancia queel martirio ha tenido siempre en la historia de la Iglesia, recor-dando incluso a los cristianos que en la misma ciudad de Roma

murieron confesando su fe en Cristo. “Su muerte constituyepara todos un importante acicate que nos estimula a superardivisiones, a revitalizar nuestro compromiso eclesial y social,buscando siempre el bien común, la concordia y la paz”.Los gestos y la palabra de los mártires, continuó diciendo,“nos hablan a nosotros y nos impulsan a configurarnos cada

Acción de gracias

232 ANUNCIATA Diciembre 2007

Los postuladores van hacia el altar en procesión. En el centro el P. Vito.

Hermanas y familiares de las Mártires antes de comenzar la Misa.

Se preparan para participar.

vez más plenamente con Cristo, encontrando en Él la fuentede la que brota la auténtica comunión eclesial, para dar en lasociedad actual un testimonio coherente de nuestro amor yentrega a Dios y a nuestros hermanos”.Se refirió a los frutos que la Iglesia en España ha dado a lo lar-go del siglo XX. Él que es religioso Salesiano, conoce bien lo

que la Iglesia ha hecho en el mundo de la enseñanza y en lapropia vida consagrada: “La fundación de congregaciones einstitutos religiosos dedicados a la enseñanza, a la asistenciahospitalaria y a los más pobres y a diversas obras culturales ysociales. Destacan también, añadió, grandes ejemplos de san-tidad, así como un elevado número de mártires Obispos, sacer-dotes, seminaristas, religiosos, religiosas y fieles laicos”.Concluyó expresando su deseo de que la “Beatificación sus-cite en España una fuerte llamada a reavivar la fe cristina eintensificar la comunión eclesial, pidiendo al Señor que lasangre de estos mártires sea semilla fecunda de numerosas ysantas vocaciones”.

También en esta ocasión la celebración de Acción de Gra-cias concluyó con el Himno a los mártires.

Una vueltita breve por el entorno del Vaticano y encuentrosmuy agradables: vimos a hermanas de la Provincia San Raimun-do en animada conversación con su Arzobispo, Mons. Martí-nez Sistach. Le felicitaban por su próxima creación como Car-denal ¡Qué bueno que las religiosas mantengan relacionescordiales con su Pastor! También de esto nos dio repetidos ejem-plos el P. Coll.

No está previsto que volvamos al Vaticano de modo que, concierta nostalgia por ello, nos encaminamos al autobús que nosllevará a Villa Anunziata.

Acción de gracias

ANUNCIATA Diciembre 2007 233

Con especial recogimiento seguimos todas la Misa.

Las HH. de la Provincia San Raimundo saludan y felicitan a su Obispo. Esperan el autobús que nos conducirá a Villa Annunziata.

Aun no habíamos tenido ocasión de encontrarnostodas –y solas– las hermanas presentes en Romapara dar gracias a Dios y compartir el gozo de la

beatificación de las Hermanas Mártires. La oportunidadllegó, así lo tenían previsto y programado las hermanasde la Comisión organizadora y la comunidad de Roma.

Fue el día 29 al salir de la Misa de Acción de Graciascelebrada en la Basílica de San Pedro en el Vaticano.

Muchas conocían la casa y el camino; habían par-ticipado en los cursos de Formación Permanente. Ale-gría de ver de nuevo a hermanas muy queridas y a lasque hacía tiempo no se veían.

El tiempo apremiaba y todas nos encaminamos hacíala iglesia. Agradable fue la sorpresa de ver por vez pri-mera a las neo beatas en el altar que estaba preciosa-mente decorado y sobre el que ya estaba colocado unrelicario conteniendo las reliquias de nuestras hermanas.

La H. Natividad, que había estado a la puerta de lacasa recibiendo a todas y cada una, se dirigió al ambón:

“En Roma, cuna de mártires, y en este entorno espe-cial para nosotras, de “Villa Anunciata”, nos reu-nimos un buen grupo de Hermanas para compar-tir el gozo de la Beatificación de nuestras sieteHermanas Mártires.

Homenaje

234 ANUNCIATA Diciembre 2007

El altar bellamente preparado para rendir homenaje a las nuevas Beatas.

Primer homenaje a las nuevas beatasen Villa Annunziata

En la capilla de la casa.

Ellas apostaron por Jesucristo, y todo lo ganaroncon Él. Esta fecha en que la Iglesia ha reconocidola santidad de nuestras Hermanas, debe ser el rei-nicio de apuestas arriesgadas y valientes que noslleven a nuevos compromisos de fidelidad al Caris-ma y a la Misión.Bienaventuradas Ramona Fossas, Adelfa Soro, Tere-sa Prats, Ramona Perramón, Otilia Alonso, RosaJutglar y Reginalda Picas, vosotras, que fuisteis fie-les hasta el final y gozáis de la plenitud de Dios,alcanzadnos la fidelidad, la entereza y la sereni-dad en la lucha de cada día.Que La Anunciata a la que tanto amasteis, crezcay se multipliquen sus proyectos, sea más fuertenuestra vocación y que en todas partes sea anun-ciado y proclamado el nombre de Jesús.”

Dirigidas por la H. Mª Ángeles Figuls todas cantamosel Himno “Entonemos hoy un canto” que la H. Font com-puso en su momento. Era la primera vez que se cantabadurante la peregrinación y sonó con fuerza y entusias-mo; se vieron lágrimas correr por algunas mejillas.

Por primera vez también se veneraron las reliquias.La Priora general las acercó a nuestros labios y las besa-mos con devoción, con emocionada alegría y con fe.

Y por vez primera se leyó la oración oficial:

“Dios todopoderoso y eterno, que concediste a nuestras Beatas Ramona Fossas, Adelfa Soro, Teresa Prats, Ramona Perramón, Otilia Alonso, Reginalda Picas y Rosa Jutglarla gracia de morir por Cristo y el honor de los

Homenaje

ANUNCIATA Diciembre 2007 235

Ya se veneran en los Altares. El relicario sobre el altar.

Altares,ayúdanos en nuestra debilidad para que,como ellas no dudaron en morir por ti,así también nosotras nos mantengamos firmesen la confesión de tu Nombrey en la vivencia de la fe. Amén.”

Al finalizar la plegaria nos embargaba la emoción;queríamos expresar de algún modo que todo nos habíagustado, que estábamos felices… En ese momento todasdirigimos la mirada hacia la H. Dolores Servén y delmodo más espontaneo y unánime surgió un aplauso degratitud y felicitación. Ella, con un equipo de hermanasde las Provincias, había coordinado la organización ente-ra, y todo nos pareció perfecto.

Era obligado hacer una fotografía del conjunto; el tiem-po apremiaba y no resultó fácil. El comedor estaba pre-parado, la comunidad había previsto hasta los últimosdetalles y, aunque el tiempo resultó escaso (las herma-

nas de Asturias tenían que viajar), la convivencia resul-tó muy agradable; las hermanas de la casa se desvivíanpor atendernos.

Las hermanas de Asturias partieron entre efusivas des-pedidas y después, con un poco de calma, vinieron lasfotos: por Provincias, por grupos, todas juntas… Se nota-ba que estábamos en casa y se prescindía de protocolos.Mientras tanto tomábamos un café en el jardín de la casa.

Era preciso retornar a la ciudad y nos despedimosexpresando nuestra gratitud por la acogida cálida y fra-terna. Una gratitud que expresamos de nuevo a todas ya cada una de las hermanas de “Villa Annunziata”.

Homenaje

236 ANUNCIATA Diciembre 2007

Besamos las reliquias con fervor.

Una mesa del comedor.

Hermanas y familiares

Sólo hacía dos horas que nuestras Hermanas habíansido proclamadas Beatas, sentíamos necesidad decompartir la alegría entre nosotras y también, y de

forma cercana y cálida, con sus familiares. Como estábamos alojadas en distintos hoteles, las

organizadoras buscaron el modo de que nos pudiéramosreunir todos y, juntos, celebrar el acontecimiento y com-partir nuestros sentimientos y, en el caso de los familia-res, conocerlos y felicitarles. Para ello previeron una“comida de confraternización” (así lo denominaba el pro-grama).

El ambiente que se creó no podía ser más fraterno yfestivo: Hermanas de otras Provincias, de distintas comu-nidades, de otros países y continentes…

La H. Natividad que deseaba saludar a todos los fami-liares, tuvo allí la oportunidad de hacerlo aunque deforma más breve de lo que hubiera deseado.

Con algunas de las familias habíamos coincidido enlos actos religiosos, habíamos orado juntos y habíamosdado gracias a Dios junto a ellos. Con otros fuimos con-tactando después y recibiendo noticias.

En la misma Plaza de San Pedro conocimos, saluda-mos y fotografiamos a cuatro sobrinos de la ya Beata Ramo-na Fossas Romans que, como bien sabemos, era naturalde Ripoll. La sobrina carnal, nuestra H. Concepción des-tinada en la enfermería de Vic, no pudo asistir por razo-nes de salud. ¡Cuántas veces le habíamos oído hablar detodo aquello que le habían contado de la “tieta”!

Con la familia de la Beata Adelfa Soro Bó habían habla-do en varias ocasiones las hermanas de la comunidad deVillanueva de Castellón de dónde ella era natural. Viveallí una sobrina carnal de la Beata, Carmen Martorell quepor razón de su elevada edad no pudo viajar a Roma,

ANUNCIATA Diciembre 2007 237

Sobrinos de la Bta. Ramona Fossas.

Un espacio para compartir la alegríahermanas y familiares

Un espacio para compartir la alegríahermanas y familiares

Hermanas y familiares

238 ANUNCIATA Diciembre 2007

pero quería colaborar y deseaba que alguien de la fami-lia asistiera a la beatificación, de forma que ella hizo posi-ble que asistieran cinco sobrinos. Su sobrino Vicente San-tandreu lo expresaba así: “Ella esperaba este momentocon emoción pero es demasiado mayor y no ha podidovenir. Nosotros hemos querido estar para transmitirle deprimera mano todo lo que aquí, en Roma, estamos vivien-do”. Ni Vicente, ni Milagros ni Mª Jesús Martorell, habíanconocido a la H. Adelfa pero en Roma se les veía felices;compartieron lugar durante la ceremonia con las HH.Mª Ángeles Peña (priora de la comunidad) y Esther Peñaque también tenía un familiar entre los beatificados. Mien-tras en Roma se producía la beatificación, en Villanuevade Castellón voltearon campanas.

Varios familiares de la Beata Teresa Prats Martí, quehabía nacido en Ciutadilla (Lérida), acudieron a la bea-tificación. Los vimos en San Pedro gozando de poder par-ticipar en la proclamación de su tía como Beata y losvimos en el restaurante donde la Priora general los salu-dó con muestras de sincero afecto.

Con familiares de la Beata Otilia Alonso González habí-amos contactado con anterioridad. Al escribir una brevereseña histórica de la Provincia Santo Domingo nos comu-nicamos con su hermana Otilia, religiosa de la Congrega-ción del Angel de la guarda (heredó el nombre aunqueno la había conocido). Ya entonces la descubrimos entu-siasmada por la cercanía de la beatificación de su herma-na; la imagen que tenía de su querida hermana mayor erala que le habían transmitido sus padres Hermenegildo yEsperanza cuando vivían todos en La Enfistiella-Nembray esperaba esta fecha con verdadera ilusión. Ahora, des-pués de la beatificación nos decía que no sabía expresarlos sentimientos que la embargaban, le faltaban palabras.Había recibido muchas llamadas de las religiosas de suCongregación (a la que pertenecen también otras dos desus hermanas) expresándole su cercanía y asegurándolesu oración de acción de gracias.

En la actualidad viven nueve hermanos de los 13que fueron; el pequeño, Benjamín, motivó a todos para

Familiares de la Bta. Adelfa Soro con las HH. Mª Ángeles y Esther Peña.

Familiares más próximos de la Bta. T. Prats.

asistir a Roma, sólo faltó Bautista por razones de salud.Benjamín cuenta: “de los que quedamos vivos sólo laconocieron cuatro; la mayor tenía 3 ó 4 años cuando ellase fue a Barcelona, pero la recuerda perfectamente”. Pre-cisamente Benjamín que movilizó a su familia, se pusoen contacto con la H. Violeta –de la comunidad de Turón–y entre ambos lograron implicar a la diócesis y fletar unvuelo directo Asturias-Roma. La ceremonia pudieronseguirla desde la primera fila en la Plaza de San Pedro;eran familiares muy próximos. Los vimos en el restauran-te donde ocupaban la mesa más amplia y los vimos enSanta Sabina, emocionado Benjamín, al oír “Beata Oti-lia Alonso, ruega por nosotros”.

En el restaurante tuvimos la sorpresa de encontrar tam-bién a una prima de H. Otilia, antigua alumna nuestra–Milagros Álvarez– que colabora muy intensamente enla Parroquia de La Enfistiella y que se había preocupadode que el día de la beatificación apareciera en el altaruna fotografía de su prima Otilia. No la había conocidopero siempre había oído hablar de su bondad, de su

alegría… A ella se había encomendado para que inter-cediera ante el Señor en el momento de una enfermedad

Hermanas y familiares

ANUNCIATA Diciembre 2007 239

Los nueve hermanos de la Bta. Otilia.

Familiares de la Bta. Otilia en Roma.

Sobrina de la Bta. Reginalda Picas.

Hermanas y familiares

240 ANUNCIATA Diciembre 2007

grave de un hermano suyo de la que salió contra todaesperanza de los médicos.

No pudieron asistir a Roma ninguno de los familia-res de la Beata Ramona María Perramón pero estuvie-ron muy en contacto con las hermanas de la comuni-dad-colegio de Vic, ciudad en la que ella había nacido.En Vic vive una hermana de nuestra Beata que tiene 90años de edad y ello dificultó el viaje. Los mismos fami-liares organizaron la celebración de una Eucaristía deAcción de gracias que presidió el Obispo emérito Mons.José Mª Guix y, con verdadero gozo, fueron a la CasaMadre a ver la lápida recién inaugurada y a venerar lasreliquias.

En la misma Plaza de San Pedro vimos a Mª Carmen,una sobrina de la Beata Reginalda Picas Planas, hija deun sobrino carnal de nuestra Beata, que, como sabemos,había nacido en Borredá (Barcelona) y allí asistió al cole-gio de las HH. Dominicas de la Anunciata. Seguramen-te en su colegio ya había pronunciado aquella frasesuya “Yo también quisiera ser mártir”

En su domicilio visitaron las hermanas de Manresa ala familia de la Beata Rosa Jutglar Gallart. Vive su cuña-da (viuda de un hermano) con su hija Rosa, y vive tam-bién Dolores, hija de una hermana de nuestra Beata. Rosay su esposo estaban decididos a ir a Roma pero, por enfer-medad pensaron que no debían asistir; a última hora sevieron con fuerzas y, aunque llegaron separados delgrupo el día 28 por la tarde, se incorporaron y ¡Con cuán-to fervor los vimos participar en la misa de acción de gra-cias!. También los vimos en el restaurante.

En las mesas del restaurante se iban produciendo lossaludos animados de todas las hermanas, mientras la Prio-ra general se movía de mesa en mesa saludando prime-ro a los familiares de las Hermanas Mártires y después atodas las hermanas que habíamos asistido: la vimos emo-cionada pero serena, atenta a todo y a todos, feliz porcuanto estábamos viviendo… Y al final un “brindis” porla felicidad y fidelidad de todos.

Cuñada y sobrinos de la Bta. Rosa Jutgar.

La H. Natividad saludó a los familiares.

Hermanas y familiares

ANUNCIATA Diciembre 2007 241

El encuentro con los laicos fue muy agradable.

HH. de diversas comunidades.

Compartieron Misión en el Gobierno general.

De distintos continentes y distintas Provincias.

El programa que nos había llegado no podía ser másatractivo, pero fundamentalmente nos atraía a todas“volver a casa” y allí, donde La Hermanas Mártires

habían recibido su primera formación y el espíritu del Caris-ma, agradecer a Dios el don de su vida, de su vocación yde su martirio. Nos atraía llegar hasta el altar-sepulcro denuestro padre, Beato Francisco Coll, y hablarle en silen-cio del gozo de ver a siete hijas suyas veneradas en losaltares; recordar, junto a él, frases como aquellas que atodas nos calaron hondo cuando éramos jóvenes y, quesin duda, mucho tuvieron que ver con la valentía y fide-lidad de nuestras nuevas Beatas.

El programa rezaba así:

• Día 2 de noviembreA las 21:00 h. Rosario en el patio (Monumento alas Mártires).

• Día 3 de noviembreA las 8:30 h. Laudes.A las 11:30 h. Eucaristía de Acción de gracias.A las 14:00 h. Comida de fraternidad.A las 16:30 h. Homenaje a nuestras Hermanas Már-tires y veneración de sus reliquias.

Había llegado la Priora general, hermanas del Con-sejo y todas las Prioras provinciales y Superiora del Vica-riato, procedentes de la Casa general. La primera visitaque las hermanas hacían era a la Iglesia; el saludo alpadre. Después volvían a recorrer la escalera-reliquia,los pasillos, descubrir las novedades, sobre todo las quehacía tiempo que no visitaban la Casa Madre.

Un Rosario con mucho sentido

A las 21:00 h., las hermanas que ya se encontrabanen Vic y algunas de comunidades cercanas se reunieronen el patio en torno al Monumento a las Mártires pararezar juntas e iluminadas por siete grandes antorchas(semejaban a las llamas olímpicas: “Atletas de la fe”) ,un Rosario que las organizadoras calificaron de “parti-cular”. La creatividad las había llevado a rezar, no comose hace habitualmente los cinco misterios de gozo, olos de luz, o los de dolor o gloria, sino a rezar un mis-terio de cada una de las partes. Pretendían meditar así

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En el Monumento se rezó el Rosario.

Damos gracias a Diosen la Casa Madre

Damos gracias a Dios

el camino que nuestras Hermanas recorrieron paso apaso: camino de gozo, camino de luz, de muerte y resu-rrección, dejándose interpelar por el itinerario de Jesúsy su Mensaje de vida. Antes de cada misterio, una brevereflexión:

1. Las Hermanas optaron conscientemente por lavida consagrada en la Congregación de Domini-cas de la Anunciata.

2. Vivieron con entusiasmo el carisma del Funda-dor y siguieron su ejemplo de fe, esperanza, cari-dad y vida apostólica.

3. Fueron mujeres de fe y oración, particularmentecentradas en la Eucaristía y en la devoción a laSma. Virgen.

4. Fieles a Jesús, ofreciéndose en holocausto alSeñor, son el testimonio más elocuente del amora Cristo.

5. Evocamos su recuerdo y con ellas tenemos pre-sentes a los mártires de todos los tiempos.

Y entre Misterio y Misterio estrofas del “Magníficat”gregoriano y a tres voces.

DÍA 3 DE NOVIEMBRE

Varias hermanas llegadas de Valencia y de La Man-cha, habían dormido en el Santuario de La Gleva pero

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Comienza la Eucaristía en el Monumento.

La lápida de las Hermanas Mártires y la de San Pedro Almató, otro már-tir dominico.

a las 8:30 h. ya estaban allí para unirse a la comuni-dad en el Oficio de Laudes y comenzaban a llegar her-manas de las casas más próximas. Hubo tiempo y espa-cio para que todas llegaran, para los encuentros, paralos saludos y los ensayos. Todas fueron recibiendo elfolleto de la liturgia de la Eucaristía primorosamente

confeccionado, y todas se encaminaban al monumen-to de las Hermanas Mártires donde se iniciaría la Euca-ristía. Mientras se acercaban al monumento, a través dela megafonía se escuchaba el himno “Mártires de laAnunciata” que se solemnizó con un sonoro toque decampanas. Mientras el celebrante –Fray Esteban PérezDelgado, Prior provincial de la Pcia. de Aragón– se acer-caba al Monumento, revestido, con la ayuda de la mega-fonía se cantó el Himno Joven de los Mártires del sigloXX. Cuando el Celebrante y los acompañantes –con lacruz y los cirios encendidos– llegaron al lugar prepa-rado, toda la asamblea cantó: “ Oh mártires de Cristoviva llama encendida, no hay mayor amor que por Cris-to dar la vida”.

Inicio de la Eucaristía del día 3

Junto al Monumento se inició la Eucaristía. La H.Natividad Martínez, Priora general, invitaba a “dar gra-cias a Dios por la fidelidad de nuestras Hermanas Már-tires y empaparnos de lo que ellas siempre nos segui-rán ofreciendo: su testimonio ardiente y luminoso devida consagrada a Dios, de paz, de amor fraterno y deperdón”.

Tras el saludo del celebrante se introdujo el Rito deAspersión –tan bonito como novedoso– con una moni-ción que invitaba a “renovarnos ahora, con la aspersióndel agua, el momento decisivo de nuestro bautismo pormedio del cual fuimos sumergidos en la muerte reden-tora del Señor para resucitar con El a una vida nueva” ymientras se procedía a la Aspersión se entonó un cantobautismal “Un solo Señor, una sola fe, un solo bautismoDios y Padre” .

Se proclamó allí, en el Monumento, el Evangelio delas Bienaventuranzas al que la asamblea respondió can-tando “Oh mártires de Cristo…”

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El Relicario de las Hermanas Mártires.

Bendición de la lápida

En procesión (símbolo de nuestro caminar tras las hue-llas de Cristo) y cantando “Semillas de paz…” se llegóhasta la iglesia. A la entrada y en el lateral izquierdo,donde estuvieron antiguamente los restos del P. Coll, estácolocada la Lápida de las Hermanas Mártires y, al lado,la de San Pedro Almató. A los lados las reliquias de ambos.

El rito de la bendición que se inició cuando el sacer-dote llegó al altar, comenzó con una Monición muy sig-nificativa:

“Al disponernos, Hermanas, a celebrar este rito, enel que bendeciremos a Dios con ocasión de expo-ner a la pública veneración a nuestras Hermanas Már-tires:

Beata Ramona Fossas Románs,Beata Adelfa Soro Bó,Beata Teresa Prats Martí,Beata Otilia Alonso González,Beata Ramona María Perramón Vila,Beata Reginalda Picas Planas yBeata Rosa Jutglar Gallart

Nos comprometemos a mantener vivo el deseo denuestra Madre Iglesia que espera de nosotros, sobretodo, que al mirar las efigies de las que han seguidoa Cristo con fidelidad, andemos en busca de la ciu-dad futura y, al mismo tiempo, aprendamos cuál esel camino para llegar con seguridad a la plena unióncon Cristo; ellas, en efecto, son amigas fieles y cohe-rederas de Jesucristo, y también hermanas y eximiasbienhechoras nuestras, que nos aman, nos asisten,interceden solícitamente por nosotras y, de una mane-ra admirable, están en comunión con nosotros y contoda La Anunciata.

Y comenzó el canto de las letanías invocando a laVirgen y a algunos Santos. Al llegar a invocar a los “San-

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El altar en el que ya están las imágenes de las Hermanas.

Durante la celebración de la Misa de Acción de Gracias.

tos Mártires de Dios”, la Priora general, cantando, invo-có a cada una de nuestras Hermanas neo beatas paracontinuar con Santos de la Orden.

El canto del “Veni creator Espiritus” cerró el rito de labendición y prosiguió la celebración eucarística con lasolemnidad que es fácil intuir. La actuación del coro–en latín castellano y catalán– demostró una vez más quelas Dominicas de la Anunciata cantan muy bien.

La primera lectura vino a recordarnos que “Ni la muer-te ni la vida podrán separarnos del amor de Cristo” y elEvangelio de San Lucas que “El que pierda su vida pormi causa, la salvará”.

En la Presentación de Ofrendas, junto al pan y el vino,se llevaron al altar siete rosas rojas y la arqueta con lasreliquias de las Hermanas recién beatificadas mientras elcoro cantó: “Nosotros hemos de gloriarnos en la Cruz deNuestro Señor Jesucristo”.

Y prosiguió la celebración Eucarística con la mismasolemnidad y fervor.

Al final se cantó el Himno a las Hermanas Mártirescompuesto por la H. Rosa Font: “Entonemos hoy un can-to, no a la muerte si a la vida, la vida de nuestras Her-manas que con amor y alegría enfrentaron el martirio conheroica valentía…”

Homenaje a las nuevas beatas por la tarde

Ya está preparado el altar; en los peldaños del pres-biterio las fotografías de las Hermanas y, junto a ellas,los cirios que se estrenaron en la celebración de los 150años de fundación.

Desde un lateral una voz proclama el nombre de lasHermanas: “estas son las que vienen de la gran tribu-lación…(Ap.7,14). Y desde el ambón, desde el lateraly desde diversos puntos de la iglesia, distintas vocesleen textos que ayudan a centrar la reflexión y a orar.Toda la Asamblea canta intercalando en las lecturas: “Elmar y el viento llevarán mi barca con la antorcha de loshéroes. Como Saulo y Cefas, con la antorcha de loshéroes”. Todas juntas recitan: “ En Corinto, en Tesaló-nica, en las arenas de Éfeso, ellos hablaran de Cristo…Cualquier día partirán el pan y las canciones: tambiénvosotras Hermanas Mártires, que habiendo dejado vues-tras casas y seres queridos, salisteis a cultivar los cam-pos de los necesitados, hoy podéis cantar este canto ycontinuar las canciones y los hechos de unos apósto-les que permanecen vivos en nuestra memoria y segui-rán como una luz en nuestro peregrinar… Será en Corin-tio, será en Atenas donde ellos hablen serán testigosde la presencia del resucitado…Morirán por Cristo, conla antorcha de los héroes. Sangre de mártires es semi-lla de cristianos”

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Entrega de las reliquias a las Prioras provinciales.

El largo espacio de lecturas meditadas concluyó conla proclamación de la Carta de S. Pablo a los Corintios,4, 7-15.

Veneración de las reliquias

Se presentó en una breve monición: “La veneracióncomún de las reliquias nos confirma en la fe, nos animaen la esperanza de una paz duradera en la caridad y enel anuncio con palabras y gestos, para que el mundo creaen Jesús Creador, Redentor y salvador”.

Las Prioras provinciales y la Superiora del Vicariato,subieron al altar para recibir, de manos de la Priora gene-ral, las reliquias que llevarán a sus respectivas Provincias.

El “Magnificat” puso el sello de agradecimiento y admi-ración porque el Señor hace obras grandes con los sen-cillos y pobres de corazón.

El homenaje a nuestras Hermanas, recién proclama-das Beatas, llegaba a su final pero antes la H. Nativi-dad Martínez, Priora general quiso dirigir unas pala-bras –un mensaje– que no iban dirigidas sólo a lashermanas que estaban físicamente presentes, sino queestaban dirigidas a toda la Congregación. Fueron pala-bras de acción de gracias por la obra de Dios realiza-da en La Anunciata y especialmente por la gracia delmartirio concedida a nuestras Hermanas. Resultó emo-cionante oírla pronunciar uno a uno el nombre de cadauna de las Beatas y pedir para ellas una ovación de gra-titud por su testimonio de fidelidad hasta el martirio. LaAsamblea prorrumpió en un aplauso que se prolongodurante unos minutos.

El Himno al P. Coll cerró los actos de celebración enla Casa Madre, el día 3 de noviembre de 2007 que tanprofunda y solemnemente se había realizado gracias ala participación de todas.

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Animada convivencia. Presidencia del comedor.

n Recientemente se celebró en Roma el Congreso deTeólogos en el que se analizó el supuesto MILA-GRO OBRADO POR EL P. COLL, en la persona deuna niña en una clínica de Madrid. El veredicto dedicho Congreso ha sido positivo, ello abre el cami-no a nuevos pasos que se han que dar en el proce-so de Canonización de nuestro Fundador, Bto. Fran-cisco Coll.

n La H. IRMA CAMACHO ha sido nombrada MAES-TRA DE ESTUDIANTES en la Provincia San Martín.El Estudiantado está instalado en El Salvador.

n El POSTULANTADO que la Provincia Nuestra Sra.del Rosario tiene en África se encuentra en RULI(Rwanda) no en Camerum donde, por error, se comu-nicó en un anterior Boletín.

n En la población de NUEVA ESPERANZA, en el norteargentino, lugar al que solidariamente hemos estadounidas todas las comunidades de La Anunciata, se pro-dujo días pasados un desgraciado accidente, del quese nos informó. En él fallecieron tres trabajadores y dosingresaron graves en un centro hospitalario. La Prio-ra general en un comunicado dirigido a toda la Con-gregación ha hecho una llamada a la solidaridad detodas para, de algún modo, paliar el sufrimiento de lasfamilias. Toda La Anunciata permanece cercana a lacomunidad allí establecida que sufre muy intensamen-te la desgracia y el dolor de las personas.

n La PROVINCIA SANTA ROSA se prepara a celebrarsu CAPÍTULO PROVINCIAL que presidirá la H. Na-tividad Martínez, Priora general. Presidirá asimismoel acto de Apertura del Centenario de Fundación dedicha Provincia.

NOS PRECEDIERONH. ADELINA MADERO SANTOS, que falleció enMadrid-Casa provincial, el día 7 de noviembre, a los 67años de edad y 49 de vida religiosa.H. MARÍA CONCEPCIÓN MARGARITA FERNÁNDEZTUÑÓN, que falleció en Turdera (Argentina), el día 14 denoviembre, a los 90 años de edad y 76 de vida religiosa.Padre deH. Angelita Blázquez, de la comunidad de Madrid, Alfon-so XIII-Casa provincial.H. Belén Quesada, de la comunidad de Oviedo - Casa pro-vincial.Madre deH. Ana María Casaballe, de la comunidad de Bta. Imeldade Uruguay.H. María Jesús Arca, de la comunidad de Oviedo - Colegio.

D.E.P

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AGENDA DE LA PRIORA GENERAL(Mes de enero)

Del 22 de diciembre de 2007 al 25 de Enero de 2008la H. Natividad permanecerá en la Provincia SantaRosa. Presidirá el Capítulo Provincial y la Apertura delAño Centenario.

26: Encuentro de jóvenes misioneros. H. MiriamZapeta.

29-31: Sesiones de Consejo - Casa general.

(Mes de febrero)Continúa la Visita canónica a la Provincia Ntra. Sra.del Rosario.01-03: Formación Permanente del Consejo.23-25: Jornadas de Reflexión JPIC-CONFER - H.

Miriam.22-24: Jornadas de Pastoral Educativa.Escuelas

Católicas - HH. Justina, Miriam y Charo.Madrid.

28: Asamblea de Redes-CONFER. H.Miriam.