¿Por qué la agricultura requiere un apoyo especial, diferente a otros sectores productivos? Entre otras razones, por:

Por la seguridad alimentaria de la población peruana. Su ciclo de producción requiere de mayores tiempos, en

comparación con otras actividades productivas. Es una actividad de mucho riesgo, por razones climatológicas

y de mercado. Requiere conocimiento especializado. Ocupa amplias zonas del territorio nacional y demanda

mucha mano de obra de cada zona.

Por ello TODOS los países apoyan su agricultura. Recordar a los políticos que la mejor estrategia para superar la pobreza y frenar o atenuar la migración a las ciudades es apoyar a la agricultura familiar.

Practicas conservacionistas del suelo, mensaje de los antiguos peruanos. Ejemplo a seguir.

Debemos aprovechar las nuevas tecnologías para el desarrollo agrario: la nanotecnología, la biotecnología, las tecnologías de la información y la comunicación, entre otras, que pueden afectar positivamente diferentes etapas del proceso (aspecto productivo, comunicación, transferencia de tecnologías, transporte, etc.) Pero siempre teniendo en cuenta nuestra realidad.

Pasamos por una revolución tecnológica que debemos aprovechar para el desarrollo agrario

La Asociación Peruana de Ingenieros Agrarios (APIA) busca ser una entidad que agrupe a los profesionales de ciencias agrarias y los que de alguna forma están vinculados al desarrollo agrario y rural con la finalidad de que en forma permanente se discuta, en el más sano sentido de la palabra, los problemas que enfrenta para su desarrollo. La APIA analiza y evalúa políticas, programas y proyectos del sector público. También promueve la iniciativa privada y realiza propuestas vinculadas al desarrollo agrario.

ASOCIACIÓN PERUANA DE INGENIEROS AGRARIOS (APIA)

Cumple su 108 Aniversario

La Asociación Peruana de Ingenieros Agrónomos (APIA), ahora denominada Asociación Peruana de Ingenieros Agrarios, fundada el 21 de Julio de 1912 y reconocida por el Estado, mediante R.S. Nº 051 de fecha 25 de Marzo de 1954, agrupa a los profesionales de especialidades agropecuarias egresados de las Universidades del país, y de la Ex-escuela Nacional de Agricultura, así como a los graduados en el extranjero, con título revalidado de conformidad con la legislación peruana. Podrán integrar también la APIA, los ingenieros de otras especialidades del agro y Ciencias afines.

Desde el año 2004 nuestra Asociación agrupa a todas las especialidades que tienen que ver con la agricultura y la alimentación (Agronomía, Zootecnia, Pesquería, Forestales, Biología, Ambiental, Industrias Alimentarias, Economía Agraria…). Por ello el cambio de la denominación de agrónomo por el de agrario, tomando como referencia las especialidades vinculadas al sector.

Oficinas de la APIAJr. Pablo Bermúdez Nº 375 - Jesús María

Telf. 424-8844Email: apiaperu@gmail.com

Horario de atención de lunes a viernes de 9:00am- 1:00pm; 3:00 - 6:00pm

Sábados 9:00 - 12:00am

La formación de estas especialidades está ligada a la vida y la alimentación, a la utilización de recursos naturales, biológicos y por lo tanto sustentada en leyes y principios científicos (físicos, químicos y biológicos), a diferencia de otras profesiones más ligadas a supuestos y leyes artificiales, con otros intereses. Por ello opinamos que las profesiones que agrupa la APIA, deben tener una mayor participación en el quehacer político a nivel local, regional y nacional. La APIA debe participar tanto en la defensa gremial de sus asociados, como en el análisis permanente de la política agraria vigente y contribuir con aportes efectivos al desarrollo agrario y rural del país.

El Perú es muy diverso en lo referente a clima, geografía, disponibilidad de agua, vialidad, ocupación del territorio, etc., lo que genera agro-ecosistemas, potencialidades y problemas también muy diversos. En el análisis y propuestas de solución de estos problemas deben participar en forma permanente profesionales del sector distribuidos en todo el territorio peruano y con diversos años de experiencia para que exista continuidad y sirva de aprendizaje para los más jóvenes. Este análisis debe ser institucional y muchas veces in situ.

Un estudio base, de referencia obligada, debiera ser el de la potencialidad agraria de cada zona, donde confluye el clima, suelo, disponibilidad de agua, y el conocimiento de la población tanto en aspectos de manejo técnico como de organización, además del conocimiento del mercado.

Si leemos y analizamos los planes estratégicos, los objetivos y metas del MINAGRI, ello solo muestra la intención política del gobierno, pero es necesario completar el análisis. Cruzar información de lo que formalmente se intenta realizar, con lo que efectivamente se hace y con los resultados o efectos.

¿Qué es lo que consideramos falla en todo este proceso? ¿El diagnóstico mal hecho? Puede ser, pero generalmente los problemas están en la aplicación de la política, en la deficiente programación presupuestal, en la ejecución de lo formalmente planeado, en la parte operativa, de gestión, en la institucionalidad para cumplir con los objetivos y metas trazadas en los planes.

A nivel de la participación del sector público agrario surgen una serie de preguntas: ¿Cuáles son los problemas para el sector agrario, que se han generado con la pésima regionalización establecida hace más de una década? ¿Existe descoordinación entre los diferentes niveles de gobierno? ¿Se duplican y dispersan los esfuerzos? ¿Por qué no se prioriza la solución de problemas agrarios? ¿Qué pasa con la inversión pública en el sector agrario? ¿Qué pasa con la inversión privada? ¿Por qué se nombra, en puestos que les deben corresponder a profesionales agrarios, a profesionales que no tienen experiencia en el agro? ¿Por qué la pasividad de los profesionales agrarios?

Los problemas se resuelven cuando se analiza objetivamente nuestra realidad y se proponen medidas correctivas adecuadas. No debemos esperar que las soluciones vengan del extranjero, donde estas se han generado en respuesta a otras realidades. No “copiarnos” soluciones. Sí debemos tenerlas como referencia, pero nuestras propuestas de solución deben nacer de un análisis objetivo de nuestra realidad, con participación de los involucrados. Debemos tener presente que tenemos una realidad diferente, diversa y cambiante.

En el Perú existen dos tipos de agricultura: la moderna, de agroexportación, muy ligada al mercado, donde se aplica la tecnología de punta, y es competitiva a nivel mundial. Su producción se destina principalmente a la exportación. Y la tradicional (mediana y pequeña agricultura), que mayormente produce los alimentos que consumen los peruanos, con baja productividad, y con un gran subsector en niveles de subsistencia, que recibe poca o nula ayuda del Estado. Esta agricultura está a cargo de un porcentaje considerable de la población a lo largo y ancho del territorio nacional. Además de la producción de alimentos para el mercado interno, mantienen la biodiversidad de los cultivos nativos (papa y maíz entre otros) y los ecosistemas, esenciales para poder resistir los embates del cambio climático

que ya se siente en el país. Es aquí donde debemos prestar especialmente nuestra atención y apoyo profesional, sin por eso dejar de estar presente en el desarrollo de la agricultura moderna.

¿Cómo llegar con tecnología e información de mercado adecuados a los productores agrarios que lo necesitan? Hay tecnologías que pueden aplicarse en la pequeña y mediana agricultura que no se difunden. No se aprovecha la revolución tecnológica en la comunicación para esos fines.

Queremos reforzar y elevar el desempeño de la APIA para el mejor cumplimiento de sus fines y objetivos. Opinando y participando en forma efectiva en los temas que afectan a los profesionales agrarios y al desarrollo de nuestra agricultura. Uno de nuestros lemas: Forjar una institucionalidad con poder de negociación que dignifique el rol de los profesionales agrarios. Para ello se requiere la participación activa de sus asociados, y una mejor coordinación con entidades públicas y privadas vinculadas al desarrollo agrario.

El valor de una organización se establece o fundamenta por las personas que la conforman. Nuestra asociación, como organización, se enriquece cuando más miembros participan, en forma responsable y activa, en las actividades y decisiones que se toman. El accionar de los profesionales del agro debe incorporar tanto aspectos técnicos, como el comportamiento ético en las intervenciones, en la visión y perspectiva de desarrollar la agricultura y el sector rural. Para eso debemos estar organizados y preparados.

Por ello nuestra invitación a inscribirse en el APIA, a los que todavía no lo han hecho, o ponerse al día en sus cuotas los asociados antiguos. En los próximos meses estaremos programando conferencias y actividades dirigidas a nuestros asociados.

JUNTA DIRECTIVA DE LA APIA