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Volumen 11 • N.°1 Ilustre Colegio Oficial de Dentistas de Granada

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Volumen 11 • N.°1 Ilustre Colegio Ofi cial de Dentistas de Granada

SUMARIOVOLUMEN 11 Nº 1Enero – Abril 2010Revista Odontológica Granadina

Edita: Colegio Ofi cial de Dentistas de Granada

Directora: María de Nuria Romero OlidDirectores Adjuntos: Eva Mª Rosel Gallardo y Cristina Ibáñez Romero. Secretario Redacción: Antonio Luis Bonilla MartosEditora Sección Científi ca: Rosa Pulgar EncinasResponsables Secciones:Prótesis: Francisco Javier Fernández ParraPeriodoncia: Francisco Mesa AguadoOdontopediatría: Matilde Ruiz LinaresCirugía: María de Nuria Romero OlidOdontología Conservadora: Rosa Pulgar EncinasErgonomía: Juan Ignacio Rosales Leal Medicina Bucal: Patricia Morales GarcíaOdontología Preventiva: Eva Mª. Rosel GallardoOrtodoncia: Jose A.Alarcón PérezActualidad Científi ca: Isabel Yepes FloresInternet: Daniel Sánchez Durán e Inmaculada Cabello MalagónHistoria: Fernando Monsalve MorenillaBlanco y Negro: Alejandra Urréjola Ballesteros y María Gloria Ruiz EscolanoCorrectora Bibliográfi ca: Raquel Fernández-Valencia Caballero

JUNTA DE GOBIERNOPresidente: Fco. Javier García JerónimoVicepresidente: Fco. Javier Fernández ParraSecretario: Gabriel Zapata GonzálezTesorero: Ramón del Castillo SalmerónVocales: María de Nuria Romero OlidMaría Teresa Briones LujánEnrique Agredano MartínEva María Rosel GallardoCristina Ibáñez Romero

Dirección y Redacción:Colegio Ofi cial de Dentistas de GranadaUrb. Parque del Genil, C/Maestro Montero, Ed. Guadiana, bajo 18004 GranadaTel.: 958/ 522953 523192 Fax. 523192E-mail: [email protected] [email protected] Http/: www.infomed.es/cgranada

Diseño y maqueta: Whippo CreativosC/. Caña, 11. 18015 Granada.Tel. 958 288 [email protected]ánica: Jerónimo GómezImpresión: Ediciones AlsurTirada: 750 ejemplaresDepósito Legal: Gr-448/2000ISSN: 1576-4966

Editorial

Nuestro Colegio:

- Movimiento colegial 5

Blanco y negro

- Reliquias dentales 8 Autoras: Alejandra Urréjola Ballesteros y

María Gloria Ruiz Escolano

Semblanzas

- D. Miguel Guirao Pérez: Desde mi recuerdo 10 Autor: Antonio Fernández Pérez

Retazos de Historia

- Las impresiones dentales 13 Autor: Fernando Monsalve Morenilla

Sección Científi ca

- Nuevas perspectivas en la rehabilitación del maxilar superior: implantes cigomáticos 14 Autores: Martínez Lara I, Fernández Camacho

RM, Morales Trescastro I, Megías Rodríguez F, Machuca Ariza J, Ramos Robles MC.

- Clorhexidina en la prevención de la alveolitis en cordales inferiores. Evidencia científi ca 18 Autores: Rodríguez-Pérez M, Baca-García P,

Muñoz-Soto E, Romero-Olid MN, Vallecillo-Capilla M.

Actualidad Científi ca

- Actualidad científi ca internacional 22 Autora: Isabel Yepes Flores

Internet

- Colgad@s a la red 24 Autores: Daniel Sánchez Durán e

Inmaculada Cabello Malagón

Biblioteca

Revista Odontológica Granadina / Vol.11 N.º1. 2010

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Editorial PRESENTE Y FUTURO DE LA PROFESIÓN DENTAL EN ESPAÑA

Desde que inicie mi andadu-ra profesional como dentista al terminar mi especialidad como estomatólogo hace un cuarto de siglo, los cambios han sido muy signifi cativos.

Aunque el modelo asistencial sigue siendo básicamente el de la consulta propiedad del titular de la misma, o sea, la fi gura del den-tista autónomo, se están viviendo cambios que suponen un esce-nario distinto, que aunque más competitivo puede suponer una pérdida de calidad en la presta-ción de servicios al paciente.

Una de las causas más impor-tantes de este cambio es sin duda la gran plétora profesional exis-tente, tenemos el doble de den-tistas que serían necesarios en un país con el nivel sanitario y de de-manda de asistencia odontológica del nuestro. Esto conlleva que las consultas tradicionales lo estén pasando mal. Además las pers-pectivas no son muy halagüeñas, según el Consejo General de Den-tistas de España, en un análisis de las tendencias y objetivos de sa-lud oral para el año 2020 el núme-ro de profesionales superará am-pliamente los 45000, no habiendo un aumento tan signifi cativo de la demanda asistencial.

No hay conciencia por parte de las instancias que regulan el acceso a los estudios universi-tarios del problema, ya que la odontología es una carrera apa-sionante, pero al mismo tiempo un callejón sin salida, la posibili-

dad de reciclado a otra actividad es imposible. Además de las fa-cultades públicas, parece que las privadas hayan encontrado un fi lón económico en formar den-tistas, y se autorizan aperturas de forma anárquica y sin senti-do, en Valencia por ejemplo hay actualmente cuatro facultades de odontología, incluida la pública. Sabemos que esto es oferta y de-manda, pero el daño que se hace es irreparable en cuestiones de frustración profesional ya que el ejercicio profesional será difícil.

Los jóvenes recién egresados de la universidad no se arriesgan a montar clínicas , y optan por el trabajo por cuenta ajena, lo que hace aumentar la oferta de servi-cios en macroclínicas, esto no sería tan negativo si la visión de estas no fuera tan mercantilista, ya que los propietarios en su mayoría no son dentistas, si no empresarios o franquiciados a una marca, y ven al paciente como un cliente, coartando incluso la libertad de diagnóstico y tratamiento que es exclusiva del profesional, esto ha venido a llamarse la “macdonali-zación” del sector odontológico. Se recurre a un marketing muy agresivo ofreciendo multitud de tratamientos gratis y garantías en los mismos, impensables en el sector sanitario.

Este gran número de dentis-tas ha propiciado la existencia en España de una oferta incon-trolada de formación continua-da o postgraduada, una parte la ofrecen los colegios profesiona-

les siendo ésta de buena calidad a un coste muy aceptable, así como la universidad, que suele ser buena en calidad pero que en cuanto al precio es muy variable habiendo verdaderos abusos por parte de algunas privadas. El resto son una cantidad ingente de cursos algunos impartidos en centros privados sin referencias y de dudosa calidad, no existe ninguna regulación al respecto, hay curiosidades que dan que pensar, como un “máster” orga-nizado por una marca franqui-ciadora cuyo “título” lo expedía una universidad politécnica en la cual por supuesto no hay nin-guna facultad de ciencias de la salud y mucho menos de odon-tología. Por desgracia no se han desarrollado aspectos de la Ley de Ordenación de Las Profesio-nes Sanitarias que exigirían un número mínimo de horas de for-mación continuada acreditada al año a los profesionales para po-der ejercer la profesión.

En fi n he dado una visión personal de lo que es y de lo que nos espera a los profesionales del “diente”, puedo pecar de pe-simista pero creo que hay que te-ner los pies en el suelo y no huir de la realidad.

Francisco Javier García JerónimoPresidente del Ilustre Colegio de Dentistas de Granada

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MOVIMIENTO COLEGIAL

Nuestro Colegio

ALTAS

BAJAS

ALBERTO ALBALADEJO MARTÍNEZLAURA CASTRO MUROS

BEGOÑA ELVIRA RUIZ VALENZUELAJUAN MIGUEL LOZANO LINARES

OLGA GARCÍA MARTÍNEZ

MARÍA CRISTINA IÁÑEZ MANZANOMÓNICA MINUTELLA ALBARRACÍN

Mª CAROLINA GUILHERME ERHARDT JATYR PROENÇA

MIRIAM YESTE MATILLAS

DICIEMBRE

FEBRERO

MARZO

ENERO

SALVADOR RUIZ PÉREZUniversidad de Granada

GUILLERMO DE HARO MUÑOZUniversidad de Granada

MARÍA ESTRELLA OSORIO RUIZUniversidad de Granada

LUCÍA MORENO SÁNCHEZUniversidad de Granada

PATRICIA CASARES GÓMEZUniversidad de Granada

GUILLERMO GARCÍA AGUAYOUniversidad de Granada

LAURA CASTRO MUROSUniversidad de Granada

LAURA MAROTO LÓPEZUniversidad de Granada

LETICIA SÁNCHEZ VARGASUniversidad de Granada

ELISABEL MIRÓN MIRASUniversidad de Granada

RODRIGO AZAÑÓN HERNÁNDEZUniversidad de Granada

GEORGIA ERICA LOESCHBORUniversidad de Córdoba (Argentina)

DIANA MILENA GÓMEZ PINZÓNUniversidad de Granada

MIRIAM MORCILLO NAVARROUniversidad de Granada

ALICIA MEDINA MARTÍNEZOLGA MARTÍN MOLINERO ANTONIO CASARES LÓPEZ

ARACELI CASAS OLEA

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Nuestro Colegio

CENA DE SANTA APOLONIA 2010

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Nuestro Colegio

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Blanco y negroAlejandra Urréjola Ballesteros. Gloria Ruiz Escolano.Odontólogas Granada.

RELIQUIAS DENTALES

A lo largo de los años han sido muchos los objetos guarda-dos y venerados como tesoros y reliquias pertenecientes a reyes, mártires o dioses y que servían como incentivos a las creencias de la gente. Muchas de éstas si-guen hoy siendo objeto de ado-ración. Como ejemplo podemos citar la Sábana Santa en la que fue envuelto el cadáver de Jesu-cristo y que se encuentra en Tu-rín, la lanza de Aquiles hallada en la ciudad de Phaselis o el cáliz de la Última Cena expuesto en la Catedral de Valencia.

Curiosas son las historias que rodean a estas reliquias, pero… ¿qué hay de verdad o leyenda en ellas? A continuación narramos la historia de dos dientes sagra-dos. Uno, el perteneciente a Buda y otro a Jesús de Nazaret.

EL DALADA O DIENTE DE BUDA

En la ciudad de Kandy (Cei-lán), actualmente Sri Lanka, se venera el dalada o diente sagrado de Buda. Buda murió en el año 756 a. C y su cuerpo fue incine-rado a las orillas del río Ganges, salvo el canino superior izquier-do que fue rescatado de las lla-mas por uno de sus discípulos y entregado al rey Brahmadata de Dantapura. Allí permaneció ochocientos años hasta que pasó a ser parte de los tesoros del rey Guhesimba. Éste rey confi ó la re-liquia a su hija Hemamola y a su yerno Dantakumatra quienes lo regresaron a Ceilán oculto en los cabellos de ésta, donde se erigió un templo en su honor.

En el año 1560, los portugue-ses saquearon Ceilán y el diente cayó en manos de Constantino

de Bragança, virrey de Goa. El rey de Pegu pretendió comprarlo a cambio de una inmensa fortuna y Constantino aceptó, pero pron-to se opuso a tal negocio el arzo-bispo de Goa. Más tarde, unos inquisidores dominicos robaron el diente, lo trituraron y el polvo lo arrojaron al río ante el estupor de la muchedumbre. No obstan-te, otro virrey, Don Juan, envió un falso diente al rey de Pegu a cambio de un millón de cruzados de oro y un barco de arroz cada año. Los budistas aceptaron la re-liquia como buena y desde 1828, cada año, una réplica del dalada sale en procesión dentro de la Ka-randuwa, un relicario soportado y transportado por el elefante del templo y acompañado por cuatro deidades locales (Natha, Visnú, Skanda y Pattini).

El diente original puede con-templarse a través de una ventana en el Templo del Diente, aunque hay quien tiene sus dudas, sobre todo los que conocen la historia de don Constantino, el arzobispo y los inquisidores.

EL DIENTE DE LECHE DE JE-SUCRISTO

No es muy conocida la in-fancia de Jesús de Nazaret, ya que ninguno de los evangelis-tas menciona algún detalle de esta etapa del niño Jesús. Menos aún sabemos algo acerca de sus dientes de leche. Se supone, que como todos los niños, empezaría a perderlos a los seis o siete años, pero… ¿quién pudo guardar uno de ellos y conservarlo como reli-quia?

No es posible responder con seguridad a esta pregunta. Se-gún los vecinos del barrio de

Saint Antoine de Vincennes, en Francia, donde se encuentra el castillo donde aguarda la famosa reliquia, Luis IX, hijo de Blanca de Castilla, pudo ser el que lo adquirió y lo custodió. Luis IX fue un monarca cristiano muy afanado por las reliquias de Je-sucristo. Llegó a poseer un trozo de la cruz de Cristo, el hierro de la lanza con la que le atravesaron el costado e, incluso, desempeñó la corona de espinas que se en-contraba hasta entonces en Vene-cia. Lo misterioso es hasta dónde fueron a parar todas esas reli-quias. Lo que sí sabemos es que su presencia era cierta en abril del 1791, en Vincennes, en plena Revolución Francesa y prueba de ello puede percibirse en un acta encontrada en la iglesia de esta localidad:

“ Abiertos los relicarios y practicadas las ceremonias de costumbre sobre todos los objetos encerrados en dicho armario, para poder ser tocados, sin faltar al respeto debido, se hizo la descripción de los mismos: una gran cruz de metal dorado, en medio de la cruz hay otra cruz formada con res-tos de aquella en la que murió Jesu-cristo. Una reliquia guardando una espina de la corona de la pasión. Un relicario con sangre de Cristo y san-gre del milagro. Un diente de leche de Jesucristo.”

BIBLIOGRAFÍA

Eslava Galán, J. El fraude de 1. la Sábana Santa y las reliquias de Cristo. Barcelona: Planeta, 1997.

González Iglesias, J. Bocas 2. Imperiales: anécdotas de la Odontología a lo largo de la Historia. Barcelona: Plaza & Janés, 2001.

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El pasado día 24 de marzo fa-lleció en Granada el profesor D. Miguel Guirao Pérez, Catedrático de Anatomía y Embriología Hu-mana de la Facultad de Medicina de la Universidad de Granada.

Sirvan estas líneas como ho-menaje al ilustre científi co, hu-manista, artista polifacético y tra-bajador infatigable que fue este querido Maestro. Tenía la virtud de transmitir su entusiasmo a los demás en aquello que emprendía, sus lecciones sobre sofrología eran un ejemplo de ello.

Le conocí siendo alumno de primero en la gran sala de disec-ción de la Facultad de Medicina de Granada, enseñando, como fue su hábito en su dilatada vida. Esta distancia me ha obligado a tratar-le siempre de Ud. a pesar de sus reiteradas propuestas de tuteo.

En 1983 se inició su vincula-ción más directa con la Estoma-tología. Por iniciativa del Dr. José Luis Gálvez Rodríguez, y a peti-ción de la Junta Provincial de Gra-nada del Ilustre Colegio Ofi cial de Odontólogos y Estomatólogos de la V Región de la que era Presi-dente D. José Ortega Aguilar, el entonces Rector D. Antonio Galle-go Morell, consiguió para la Uni-versidad de Granada la creación

Semblanzas

Antonio Fernández Pérez. Médico Estomatólogo.

Semblanzas

D. MIGUEL GUIRAO PÉREZ: DESDE MI RECUERDO

Fig. 2. Vulcanizador de caucho. Museo Fac. Odontología. UGR. Fotografías A. Fdez. Pérez.

Fig. 1. De izda. a dcha. Dres. Gálvez, Fajardo, Guirao y Fernández. Santa Apolonia 2002.

de una Escuela de Estomatología. D. Miguel fue nombrado, entre otros aspirantes al cargo, su pri-mer Director. Se le presentó la ar-dua tarea de crear de la nada una Escuela de Especialistas con todo cuanto conlleva un centro docente de esta importancia. Fue necesario transformar las camarillas y servi-cios de los estudiantes de teología en unas modernas instalaciones con aulas, laboratorios, clínicas y ofi cinas, todo ello respetando un edifi cio tan emblemático como es el Colegio Máximo de Cartu-ja. No era posible una adaptación muy funcional, pero D. Miguel consiguió sacar el mayor partido posible. El ya tenía la experiencia de haber iniciado en su actividad académica la Facultad de Medici-na y el Hospital Clínico de la Uni-versidad de La Laguna.

Una de las dependencias de la Escuela de Estomatología, hoy Fa-cultad de Odontología, es el Mu-seo. Se creó pensando que, para poder valorar en su justa medida el desarrollo de una especialidad que ha avanzado tanto en sus técnicas como en los materiales e instrumental que se emplean, era necesario tener presente sus ante-cedentes. También, y así lo expre-só él, como homenaje a los odon-tólogos granadinos.

D. Ignacio Gallastegui Iturbe, a la sazón Presidente del Consejo General de Colegios de Odontó-logos y Estomatólogos de España, tras visitar el Museo, dijo: que era un exponente de sensibilidad, buen gusto y amor a la profesión. El pro-fesor Ustell i Torrent, Director del Museo de Odontólogos y Esto-matólogos de Cataluña, expresó cuando lo visitó en 1985: …está ideado de forma muy original, igua-lando un tiempo que iría desde fi na-

les del pasado siglo a principios del actual y decorado de conformidad a ello. Ambas citas pueden dar idea de la ingente obra que D. Miguel dejó para la posteridad. Es cierto que supo ayudarse para la deco-ración de quienes él denominó el “equipo siete” uno de cuyos com-ponentes era mi condiscípulo de bachiller y notable pintor D. Luis Díaz de la Guardia.

Casi todos los elementos que integran el Museo y con la fi na-lidad que se solicitaron, especial-mente equipos, instrumental y aparatos, fueron generosamente donados por profesionales o sus descendientes no solo granadinos sino también de otras provincias de España. No obstante el Museo originó gastos y según expuso el profesor Guirao en el prólogo que tuve el honor que me dedicara en mi libro “Museo Dental” el museo pudo desaparecer. Se montó sin pre-supuesto porque nadie entendía que se pidiera dinero para algo tan secun-dario cuando había necesidades tan perentorias. Afortunadamente este escollo fue superado y el Rectora-do se hizo cargo de la deuda. En su día por un acuerdo de la Junta de Gobierno de la Facultad el Mu-seo se dedicó a su fundador.

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SemblanzasSemblanzas

Al dimitir D. Miguel como Di-rector de la Escuela de Estomato-logía por motivos de salud, tal vez por los muchos sufrimientos que le originó el ambicioso proyecto que había culminado, le sucedió su discípulo, también Catedrático de Anatomía, profesor Chamorro Ortega. Este tuvo la amabilidad de nombrarme Conservador del Museo, cargo en el que fui ratifi -cado por su sucesor el Decano de Odontología, profesor Llodra Cal-vo y el siguiente Decano profesor Ceballos Salobreña. Durante to-dos estos años he podido consta-tar, en mi relación con el profesor Guirao, la preocupación que sen-tía por el futuro del Museo.

La Real Academia de Medicina de Granada recibió la petición de un informe de los distintos mu-seos del área de salud ante la posi-bilidad de montar un gran museo

unifi cando todos. Por indicación de mi Decano, profesor Ceballos, asistí a varias reuniones que se convocaron a tal efecto. Una vez más pude apreciar el cariño que D. Miguel sentía por el Museo que él un día creó. Recuerdo que cuando le comuniqué que había hecho in-ventario de las piezas que posee el Museo quedó sorprendido de su número.

El actual emplazamiento y decoración del Museo en el Cole-gio Máximo de Cartuja, aunque reducido, es inigualable. Pienso que es muy difícil reproducir las condiciones que actualmente tiene, mucho menos si se disemi-nan sus componentes. Animo a visitar este Museo en su actual emplazamiento, creo que los órganos rectores de la Facultad darán todas las facilidades para su visita.

En los últimos años he mante-nido una relación muy directa y continuada con el profesor Gui-rao al pertenecer ambos a la Aso-ciación San Cosme y San Damián de Médicos Jubilados. No hace mucho nos decía que hacía gim-nasia todos los días y era eviden-te que se encontraba en forma y lleno de vida. Y ese es el recuerdo que nos deja a quienes le hemos tratado en los últimos tiempos.

Por los méritos contraídos con la Odontología el Colegio Ofi cial de Odontólogos y Estomatólo-gos de la V Región le concedió la Medalla de Oro y el Colegio Pro-vincial de Granada le otorgó la máxima distinción que concede, el Premio Santa Apolonia.

Descanse en paz el Ilustre Maestro que fue D. Miguel Gui-rao Pérez.

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Retazos de HistoriaFernando Monsalve Morenilla. Doctor Médico Estomatólogo. Especialista Universitario en Ortodoncia.Granada.

LAS IMPRESIONES DENTALES

En la segunda mitad del siglo XIX, cuatro grandes aportaciones habían hecho progresar la prótesis dental sacándola de sus inciertos aunque inventivos orígenes arte-sanales: los dientes de porcelana, las bases de caucho, los articula-dores y el método racional para tomar impresiones que es del que vamos a hablar en esta reseña.

Para tomar una impresión, dos cosas son imprescindibles (ade-más del paciente y del profesional): las cubetas y el material de impre-sión. Las cubetas o portamoldes (como también se las denomina-ba), fueron introducidas en la pro-fesión por Delabarre en 1820; el yeso como material de impresión, aunque había sido utilizado con anterioridad fue presentado ma-yoritariamente a la profesión por Chapin A. Harris en 1853.

En el último cuarto del siglo XIX las cubetas estaban totalmente po-pularizadas, se construían en latón niquelado y aluminio y por ejemplo en España, se vendían en 1873 en el depósito dental Triviño e Hijos a un precio de 180 reales el juego.

Los materiales de impresión usados eran el yeso o (polvo de París como eufemísticamente se le denominaba), la cera y la guta-percha (de los cuales el yeso era el preferido por su exactitud y bajo costo). A fi nales del siglo XIX un nuevo material se unió a este gru-po: la godiva, sustancia compues-ta de goma de copal, estearina y greda. Yeso y godiva fueron los materiales mas usados para to-mar medidas en la primera mitad del siglo XX, hasta la aparición de los primeros alginatos después de la II Guerra Mundial.

Para hacernos una idea de las difi cultades a las que se veían obligados nuestros abuelos en

su quehacer diario, vamos a des-cribir brevemente la técnica para tomar impresiones de escayola. Primero se batía ésta en una taza, añadiendo un poco de sal común para acelerar su fraguado, hasta conseguir una consistencia cre-mosa adecuada, se vertía en la cubeta elegida y se introducía en la boca con cuidado de que no se corriera el yeso hacía la garganta y no le dieran nauseas al paciente. Para saber cuando el yeso se había endurecido lo bastante, se hacían pruebas con el sobrante hasta que se fracturaba en pedazos, pero sin llegar a fraguar del todo, lo que hubiera complicado enorme-mente la retirada de la cubeta de la boca, máxime si había dientes remanentes. Al sacar la cubeta de la boca, el yeso solía fracturarse espontáneamente, si no era así se rompía con un martillo pequeño y la punta de un orifi cador. Lue-go se recomponían los trozos en el interior de la cubeta, a modo de puzzle, cerciorándose de que no faltara ninguno, se pegaban con cera fundida y se impregnaba la impresión con agua de jabón o barniz de sandraca y se procedía al vaciado con escayola. La reti-rada del modelo de la impresión era, como puede comprenderse, una misión muy laboriosa, sobre todo si la comparamos con la fa-cilidad con la que actualmente se desprende el modelo de escayola de la impresión de alginato.

Para terminar contaré una anécdota que sucedió en el gabinete de mi abuelo, Blas Monsalve Ure-ña a principios de la Guerra Civil. Estando tomando im-

presiones a un paciente con esca-yola sucedió que sonó la sirena de alarma premonitoria de un bom-bardeo aéreo, lo que producía el lógico pánico entre el personal. El paciente al oírla dio un salto y huyó despavorido a buscar un re-fugio antiaéreo (imaginamos que al igual que el personal de la con-sulta). Una vez cesado el bombar-deo y vueltas las aguas a su cauce, apareció el paciente con la cube-ta en la boca y el yeso fraguado totalmente, por lo que hubo que cortar la cubeta con discos de acero y carborundum montados en pieza de mano hasta liberar al pobre paciente del involuntario cepo en que había caído.

BIBLIOGRAFIA

Martínez del Castrillo, J.M. 1. Diccionario general de odontología. Madrid: Bailly-Baillyere; 1904.Monsalve Morenilla, F.2. La pro-fesión dental en Granada 1875-1936. Granada: Tesis doctoral. Universidad de Granada, 1995.Ring Malvin, E.3. Historia de la Odontología. Barcelona: Doyma, 1989.Trobo Hermosa, P. 4. Ejercicio para la oposición a la cátedra de Prótesis. La Odontología clínica. 8, 458-469, 1934.Triviño Portillo, C.5. El Ciruja-no Dentista. Madrid: Diego Valero, Tomo II, 1875.

Figs. 1 y 2. Cubetas de latón niquelado y aluminio que pertenecieron a profesionales gra-nadinos de principios del siglo XX. Museo de la Facultad de Odontología de la UGR:

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NUEVAS PERSPECTIVAS EN LA REHABILITACIÓN DEL MAXILAR SUPERIOR: IMPLANTES CIGOMÁTICOS

* Martínez Lara I. ** Fernández Camacho RM.

*** Morales Trescastro I. **** Megías Rodríguez F.

***** Machuca Ariza J. ****** Ramos Robles MC.

Sección Científi ca

INTRODUCCIÓN

El edentulismo completo del maxilar superior representa un amplio espectro de situaciones clínicas, desde aquellas fácilmen-te tratables mediante implantes fi jados en condiciones favorables, hasta aquellas en las que nos en-contramos una atrofi a severa del maxilar, cuya rehabilitación implica una reconstrucción tridi-mensional del mismo.

La atrofi a tridimensional que sufre el maxilar superior, junto con la neumatización de los se-nos maxilares, suponen un reto a la hora de restaurar su forma y función de manera predecible1. Se han sugerido muchos proce-dimientos para solucionar esta atrofi a, previamente a la coloca-ción de implantes, tales como la osteotomía de Lefort I, injertos de hueso en aposición sobre el maxilar y elevaciones sinusales con autoinjerto o aloinjerto. Los injertos de hueso autólogo dan una tasa de éxitos satisfactoria y está bien documentada, pero implica una cirugía agresiva, la morbilidad para el sitio donante (Breine & Branemark 1980; Isaks-son, 1994; Hürrzeler et al, 1996; Lekholm et al, 1999; Triplett et al.2000; Kahnberg et al. 2001). Las técnicas de regeneración ósea guiada, procedimiento también documentado, aportarían unos resultados limitados para pacien-tes totalmente edéntulos (Buser et al. 1993; Simion et al. 2001).

Habitualmente estos tratamien-tos implican largos tiempos de cicatrización y maduración ósea, múltiples intervenciones quirúr-gicas, tasas de éxito variadas y la restricción de una carga inmedia-ta, factor importante a tener en cuenta hoy en día3,4,8,9.

Los implantes cigomáticos fue-ron introducidos por Branemark y su grupo, en 1989, para restaurar la función en pacientes con maxi-lares severamente reabsorbidos, en las cuales no era posible utilizar implantes en forma convencional, así como para reconstruir grandes defectos faciales2. Sus resultados en 81 pacientes tratados con 164 fi jaciones en la región cigomática fueron de un 96,8 % de éxito, con una media de seguimiento de 10 años (Branemark y cols. 1997). A partir de esta experiencia diversas publicaciones han puesto de mani-fi esto la seguridad de esta técnica, refl ejando una tasa de éxito que en algunas de ellas es del 100%3,10.

Para realizar esta técnica qui-rúrgica es fundamental tener un perfecto conocimiento de la ana-tomía del cigoma o malar, sus re-laciones con el maxilar superior, fosa temporal y con la órbita. Por otra parte, diversos estudios ex-ponen las variaciones de grosor, forma y posibilidades de anclaje, que también deben ser tenidas en cuenta. El hueso cigomático po-see su menor espesor a nivel de su borde posterosuperior, en el ángulo yugal, con un promedio

de solo 3,1 mm. El mayor espesor está en la zona media del hueso y en su borde inferior, donde se ar-ticula con el proceso cigomático del maxilar alcanzando un gro-sor promedio de 5,36 y 5,30 mm respectivamente5,6,7.

Imagen 1. Punto más apical del cigomático al que se dirige la parte apical del implante

Imagen 2. Punto de fresado inicial en la zona molar del reborde alveolar del maxilar

Los implantes cigomáticos: es-tán disponibles en ocho longitu-des diferentes que van desde los 30 a los 52,5 milímetros. La parte más coronal tiene un diámetro de 4.5 milímetros mientras que la porción apical tiene un diámetro de 4 milímetros. La cabeza del implante está construida con una angulación de 45º la cual solucio-na la inclinación con respecto al

* Cirujano Oral y Maxilofacial. Prof. Asoc. de la Fac. de Odontología. UGR.** Lda. en Odontología. Postgrado en Implantología Oral. Práctica Privada*** Lda en Odontología. Práctica Privada.**** Ldo. en Odontología. Práctica Privada.***** Ldo. en Odontología. Práctica privada.****** Méd. Esp. Estomatología. Prof. Colab. Fac. Odont. UGR. Práctica Privada

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bación nasal. La cirugía comien-za con una incisión crestal hecha desde la región molar de un lado hasta la contralateral con dos descargas laterales. La superfi cie lateral del maxilar es expuesta y el agujero infraorbitario identi-fi cado. Se realiza una pequeña antrostomía en la parte superior de la pared lateral del seno, ele-vando e intentando preservar la membrana sinusal, circunstancia que no es imprescindible. Todos los implantes se colocan siguien-do un patrón secuencial de fresa-do establecido. Idealmente el im-plante tiene un anclaje en el pro-ceso alveolar del maxilar superior y en el hueso cigomático, aunque en situaciones de atrofi a extrema, exclusivamente se realiza este an-claje en el cigoma (imagen 4).

Posteriormente, los implantes convencionales son colocados bajo el procedimiento habitual, insta-

Sección Científi ca

plano oclusal con que se coloca.

MATERIAL Y MÉTODO

Desde diciembre del 2008 has-ta marzo del 2010 han sido trata-dos un total de 10 pacientes, con colocación de 22 implantes cigo-máticos (Branemark System® NobelBiocare) y 30 fi jaciones con-vencionales en el sector maxilar anterior. La edad de los pacientes estaba comprendida entre 49 y 65 años. Dos pacientes habían sido tratados previamente con im-plantes osteointegrados, con fra-caso de sus rehabilitaciones com-pletas. Otros dos tenían dientes remanentes. Los restantes 6 pa-cientes presentaban edentulismo completo, con diferentes grados de atrofi a del maxilar superior, que lo hacían incompatible para ser tratado con implantes con-vencionales.

A todos los pacientes se les realizó como pruebas diagnos-ticas una ortopantomografía y un estudio con tomografía axial convencional o mediante CBCT, analizando las posibilidades qui-rúrgicas mediante el software Nobelguide. (Imagen 3)

Imagen 3.

Todos los pacientes han sido tratados en medio hospitalario, bajo anestesia general, con intu-

lando un mínimo de dos fi jaciones entre los implantes cigomáticos.

La intervención fi naliza con la colocación de los postes de im-presión, la sutura de los colgajos y la toma de impresiones para la prótesis fi ja de carga inmediata provisional.

Habitualmente los pacientes son dados de alta hospitalaria a las dos horas de fi nalizar la in-tervención, con un tratamiento analgésico, antiinfl amatorio y an-tibiótico convencional, con claras instrucciones para evitar las ma-niobras de Valsalva durante las dos semanas posteriores.

Imagen 4. Maxilar tratado con 4 fi jaciones ci-gomáticas.

Imagen 5. Especial atención se debe prestar al posicionamiento fi nal del implante, ya que la cabeza del mismo está angulada 45º.

Imágenes 6 y 7. Estudio de los maxilares y hue-so cigomático con el software.

Imagen 8. Ortopantomografía previa de uno de los casos.

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Imágenes 9, 10, 11 y 12. Inserción del implante cigomático.

Imagen 13. Postes de impresión atornillados.

Imagen 14. Cierre de la herida.

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fi nitiva, que es una prótesis fi ja atornillada híbrida de metal y re-sina o ceramometálica. Después de la colocación de la prótesis los pacientes son controlados a la se-mana, al mes, tres meses, seis me-ses, doce y dieciocho meses.

RESULTADOS

Ninguno de los pacientes presentó complicaciones intra ni postoperatorias, a excepción de dos que manifestaron molestias infl amatorias y álgicas en la re-

gión del pómulo durante las dos semanas posteriores a la cirugía.

De los 22 implantes cigomáti-cos sólo ha fracasado uno, duran-te el periodo de carga provisio-nal, obteniendo una tasa de éxito del 95,45 %, éste fue retirado con anestesia local, pudiendo mante-ner una prótesis fi ja provisional modifi cada hasta su restitución.

DISCUSIÓN

Las ventajas de la colocación de implantes cigomáticos en el maxi-

Imágenes 15 , 16 y 17. Proyecciones de Waters y panorámica postratamiento.

Imagen 19. Prótesis fi ja defi nitiva ceramome-tálica.

Imagen 18. Prótesis fi ja inmediata provisional de resina.

Todos los pacientes son tra-tados con carga inmediata, colo-cándoles una prótesis fi ja ator-nillada de resina, provisional, a

las 48 horas de la intervención. Tras un periodo de 3-4 meses se toman nuevas impresiones para la confección de su prótesis de-

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lar superior frente al tratamiento con injertos óseos son varias. Una de ellas es el menor tiempo de tratamiento7, puesto que desde la colocación de injertos óseos en el maxilar posterior hasta la coloca-ción de implantes convencionales tendría que pasar un intervalo de tiempo mínimo de 6 meses. Otra ventaja es tener una morbilidad re-ducida frente a las técnicas alterna-tivas de reconstrucción , puesto que los injertos de cresta iliaca o calota , y las elevaciones de seno maxi-lar conjuntamente con injertos de hueso, así como la realización de osteotomías de Le Fort I e interpo-sición de injertos óseos conllevan varios tratamientos quirúrgicos y la hospitalización del paciente. La tercera ventaja es la posibilidad de la carga inmediata, siendo necesa-rio la colocación de al menos 2 a 4 implantes convencionales en la zona anterior del maxilar superior, basándose en la experiencia clínica y en cálculos teóricos y biomecáni-cos. Nuestros pacientes portan su prótesis fi ja atornillada de resina provisional a las 48 horas de la in-tervención quirúrgica. La mayoría de nuestros pacientes habían re-chazado previamente ser tratados con injertos de hueso, aceptando sin problemas la alternativa de los implantes cigomáticos .

Nuestro grupo establece como principales indicaciones de los implantes cigomáticos las atro-fi as severas del maxilar superior,

que precisarían procedimientos reconstructivos, siendo especial-mente útiles en las situaciones en que ya han fracasado rehabilita-ciones previas implantosoporta-das. Como contraindicación fun-damental está la presencia de pa-tología sinusal aguda o crónica.

Todos nuestros pacientes han sido tratados bajo anestesia gene-ral, pero también existe la posibi-lidad de hacerlo bajo condiciones de sedación y anestesia local.

La tasa de éxito obtenida (95,45%) es similar a la de los au-tores actuales, según se muestra en el cuadro.

CONCLUSIONES

Con la experiencia acumula-da hasta la fecha con este proce-dimiento reconstructivo, pode-mos afi rmar que los implantes cigomáticos son una alternativa terapéutica a los clásicos proce-dimientos de aumento y recons-trucción maxilar, ofreciendo unas indudables ventajas y unas tasas de éxito difíciles de igualar o su-perar por los mismos.

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Estudio Nº implantes cigomáticos

Nº de fracasos Seguimiento Tasa de

éxitoBedrossian y cols. 2002 44 0 34 meses 100%Malevez y cols. 2004 103 0 6-48 meses 100%Hirsch y cols. 2004 124 3 12 meses 98%Branemark y cols. 2004 52 3 72-108 meses 94%Becktor y cols. 16 2 9-69 meses 90,3%Aparicio y cols. 2006 131 0 6-60 meses 100%Peñarrocha y cols. 2005 21 0 12-60 meses 100%

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CLORHEXIDINA EN LA PREVENCIÓN DE LA ALVEOLITIS EN CORDALES INFERIORES. EVIDENCIA CIENTÍFICA

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* Rodríguez-Pérez M.** Baca-García P.

*** Muñoz-Soto E.**** Romero-Olid MN.

****** Vallecillo-Capilla M.

* Odontólogo. Práctica privada Granada.** Catedrática de Odontología Preventiva. UGR.*** Odontóloga. Colaboradora Máster Cirugía e Implant. Oral. UGR.**** Profesora Asociada Cirugía Bucal. Prof. Máster Cirugía. UGR.***** Profesor Titular Cirugía Bucal. Director Máster Cirugía. UGR.

1. INTRODUCCIÓN

Actualmente para el clínico sanitario supone un gran reto estar actualizado sobre técnicas, pruebas, materiales, etc. valoran-do su efi cacia, y efectividad. Esta situación se ve potenciada por la presión que, cada día más, ejercen los pacientes, debido a su acceso a la información (fundamental-mente vía Internet), haciéndoles copartícipes de las decisiones clí-nicas.

La actualización requiere de un trabajo importante debido a que el número de fuentes biblio-gráfi cas es muy elevado y más aún el número de artículos que se publican.

Un problema añadido es que no todo lo que se publica tiene la adecuada calidad, por lo que es fundamental saber acceder a la información. Internet ha modifi -cado las vías clásicas de acceso a la información y la velocidad a la que ésta se actualiza, por lo que hay que desarrollar nuestras ha-bilidades para realizar búsquedas rápidas sobre las publicaciones biomédicas o nuevas investiga-ciones, como de importantes re-visiones o metaanálisis, y valora-ción crítica, para poder tomar las decisiones más apropiadas en el diagnóstico y tratamiento de los pacientes, no basándolo sólo en la experiencia y criterio personal del profesional, siendo capaces de traducir esta evidencia cientí-

fi ca en la práctica diaria. Esta me-todología, denominada medicina basada en la evidencia (MBE), o en nuestro campo, odontología basada en la evidencia (OBE), es la respuesta actual ante los re-tos que nos presenta la práctica odontológica del siglo XXI.

La American Dental Association (ADA) la ha defi nido como un enfoque hacia la salud bucal que requiere una integración racional del estudio sistemático de la eviden-cia científi ca clínica relevante, junto con el estudio de la salud bucal y mé-dica del paciente, con la experiencia clínica del dentista y las necesidades y preferencias del paciente1.

2.

EVIDENCIA SOBRE ALVEO-LITIS SECA Y TERCEROS MO-LARES (ejemplo práctico).

Para llevar a la práctica la OBE debemos solventar las siguientes fases1:

2.1. Comenzar con el pacien-te, constituyendo una pregunta clínica enfocada derivada del caso individual (PICO: patient, intervention, comparison, outcome),

objetiva y específi ca, que enfoque nuestra búsqueda electrónica y conlleve a unos resultados efi ca-ces, como por ejemplo: para for-mular esta pregunta debemos actualizarnos sobre alveolitis, terceros molares y medidas tera-péuticas.

La alveolitis es una complica-ción postextracción dentaria, que tiene una incidencia en terceros molares retenidos entre un 20-30% y entre 2-3% el resto de las extracciones. Han existido nume-rosas interpretaciones, llegando a referirse hasta 17 defi niciones diferentes. La defi nición más re-ciente la describe como un dolor postoperatorio en y alrededor del alveolo dentario, el cual se in-crementa en severidad en algún momento entre el primer y tercer día postextracción, acompañado de una desintegración parcial o total del coágulo sanguíneo in-traalveolar, con presencia o no de halitosis, reduciendo tempo-ralmente la calidad de vida del paciente debido a la presencia de dicho dolor.2,3

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Los estudios epidemiológicos han detectado múltiples factores de riesgo en el desarrollo de la alveo-litis postextracción, como serían la difi cultad de la extracción, inexpe-riencia del cirujano, mala higiene o boca séptica, pacientes predispues-tos a la hipovascularización, uso de anticonceptivos orales (elevan los niveles séricos de estrógenos que, como consecuencia, incrementan la actividad fi brinolítica), inade-cuada irrigación intraoperatoria, edad avanzada, sexo femenino, tabaquismo, inmunosupresión, trauma quirúrgico, factores que disminuyen la irrigación del alveo-lo, como puedan ser el uso de una solución anestésica con vasocons-trictor o anestesia intraligamento-sa, por la diseminación bacteriana dentro del ligamento periodontal debido a estas técnicas anestésicas, zonas menos vascularizadas, dia-betes descontrolada, etc. Existen dos hipótesis de teorías etiopatogé-nicas, fi brinolítica de Birn donde el trauma operatorio de extracción libera gran cantidad de quinasas que activan el plasminógeno, que desintegra la fi brina, o la bacteria-na, donde los componentes bacte-rianos en bocas sépticas activan el proceso fi brinolítico, o incluso una mezcla de ambos.3

Dado que la etiología del cua-dro no es conocida, la principal

arma terapéutica de la que dis-ponemos es la prevención, mo-tivo por el cual se han realizado importantes esfuerzos en conse-guir métodos y protocolos efec-tivos y efi caces en este aspecto, estudiándose agentes antifi bri-nolíticos, lavados, antisépticos y antibióticos3. Quizás los fárma-cos que más éxito han tenido en la prevención de la alveolitis son los antisépticos, destacando la clorhexidina4, y los antibióticos locales, especialmente la tetraci-clina. Aunque los antibióticos son efectivos en su prevención, el alto coste, importantes efectos secun-darios y la posibilidad de generar resistencias, justifi can la investi-gación de nuevos tratamientos efectivos a un menor coste y con menores efectos adversos. Por lo tanto, al informarme previamen-te del problema clínico que me presenta la alveolitis, podemos enfocar nuestra pregunta:

¿Podríamos prevenir la inci-dencia de alveolitis seca tras la extracción de cordales inferiores, con el uso de clorhexidina y sin antibióticos sistémicos5?

2.2. Seleccionar la fuente ade-cuada de información y realizar la búsqueda.

Hay dos tipos de fuentes ba-sadas en la evidencia: primarias y secundarias. Las primarias son las publicaciones de investiga-ción originales, y las secunda-rias son publicaciones donde se ha sintetizado la literatura pri-maria utilizando el método MBE. Fuentes secundarias realizadas por grupos especializados en MBE, como Cochrane, que reali-za revisiones sistemáticas de una pregunta PICO, buscando, extra-

yendo, analizando y sintetizando todos los hallazgos basados en las fuentes primarias, con directrices muy estrictas que permiten la duplicación y actualización. Tam-bién incluyen las fuentes secun-darias las revistas de OBE, como Journal of Evidence Dental Practice o Evidence Based Dentistry, que realizan resúmenes explícitos y concisos de las publicaciones más relevantes y prácticas, junto con comentarios de los expertos sobre la metodología y validez de los estudios. Estas fuentes se-cundarias no recogen todos los temas, por lo que en muchos ca-sos tenemos que recurrir a infor-mación de artículos originales de bases de datos biomédicas como Medline (Medlars on line), Scopus o WOS (ISI Wed of Knowlwdge). Por lo tanto, a través de nuestra pre-gunta PICO, obtenemos una serie de palabras clave, que se formu-lan específi camente para obtener una serie de artículos de interés que debemos de cribar, respecto a la utilidad de su información en nuestra práctica. Para ello re-currimos a las más importantes bases de datos biomédicas, como son Nuestra búsqueda la realiza-mos actualizada a Diciembre de 2009 y sin límite de antigüedad ni idiomas, cruzando todos los términos posibles que relacionen clorhexidina y alveolitis, como son (chlorhexidine OR chlorhex*) AND (osteitis OR dry socket OR alveolitis OR alveolar osteitis OR alveolitis sicca dolorosa OR fi brinolytic alveolitis), entremez-clándolos, usando los algoritmos y estrategias de búsqueda que lo hagan reproducible por cualquier investigador. Se obtienen 28 artí-culos en PubMeb, 24 en Cochra-ne, ISI Wed of Knowlwdge 54 y Scopus 27.

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2.3. Evaluar la evidencia en cuanto la veracidad y aplicabili-dad en la práctica clínica.

Una vez que encontramos la evidencia sobre un tema, se rea-liza un análisis crítico de la mis-ma, para decidir si los resultados son creíbles y si los hallazgos son aplicables a un paciente indivi-dual. Análisis fundamentado por una jerarquía preestablecida de mayor a menor evidencia, de-pendiendo del procedimiento a estudiar.

Pirámide de la evidencia cien-tífi ca. US Agency for Health Care Policy and Research, 2000. ECC: Ensayo clínico controlado.

Los artículos sobre la clor-hexidina se analizaron y clasi-fi caron, limitándonos a los de mayor calidad para evaluar nuestra pregunta clínica como era la efi cacia de la clorhexidina en la prevención de la alveoli-tis, recurriendo a los metaanáli-sis, revisiones y RCTs (estudios clínicos randomizados)6. Por lo tanto obtuvimos 1 metaanáli-sis, 2 revisiones y 13 RCTs. Los RCTs fueron clasifi cados por las dosis y pautas de aplicación de los diferentes autores para la pre-vención de la alveolitis. Como resultados de las revisiones y metaanálisis de los artículos que usaron colutorios de clorhexidina comentan que los enjuagues con clorhexidina al 0.12%, dos veces al día, tanto preoperatoriamente (de 1 a 7 días previos) y siete días tras la intervención, pare-cen reducir la incidencia de AO (alveolar osteitis). Además las reacciones adversas del uso de clorhexidina parecen insignifi -cantes.7,8,9,10,11,12,13,14,15,16,17,18,19,20,21.

Más recientemente, los estu-dios de la reducción de la alveo-litis con la clorhexidina parecen estar más encaminados al uso en gel, como es el grupo de Torres-Lagares que encuentra una im-portante reducción de esta pa-tología con el uso del gel 0.2% dentro del alveolo (53 pacientes, 11% de incidencia), respecto a gel placebo (50 pacientes, 30% de incidencia). Lo más reciente es la comparación de Hita-Iglesias del gel de CHX al 0.2%, respecto al colutorio, encontrando una re-ducción signifi cativa de AO a fa-vor del gel21,22,23,24,25. Respecto a los metaanálisis ninguno es posterior al uso de los geles bioadhesivos, existiendo solo una revisión.

Desde el inicio de las investiga-ciones sobre la efi cacia de la clor-hexidina respecto a la reducción de la incidencia de la alveolitis los resultados han sido satisfacto-rios, no teniendo claro las pautas de administración. Algunos es-tudios ven efi caz el enjuague una semana antes y después, aunque según otros parece sufi ciente con irrigación intraoperatoria y en-juagues a la semana siguiente. La concentración se ha ido evolutiva-mente aumentando, comprobando una mayor efectividad del 0.2%, sin riesgo de aumentar los efec-tos adversos. Como punto fi nal parece ser que el gel bio-adhesivo nos permite colocar el antiséptico dentro del alveolo y administrarlo justamente el mismo día de la ex-tracción, sin tener el paciente que realizar enjuagues que pudieran alterar la integridad del coágulo.

2.4. Integración de la eviden-cia, con la experiencia, las prefe-rencias del paciente y aplicarlo en la práctica.

Podemos concluir que parece ser que la clorhexidina puede ser una importante herramienta de prevención de la alveolitis tras la extracción de los terceros molares inferiores, destacando el campo de los geles, pero sería necesa-rio mayor número de estudios RCTs, con mayor número de pacientes, estudiando con gran precisión los factores de riesgo en los pacientes, como la difi cultad de la extracción, anticonceptivos, tabaco, etc, para que posteriores metaanálisis de los mismos, que ya incluyan estudios con geles, nos puedan conducir a un uso clínico racional y evidente de los mismos, en función de cada caso en particular.

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Actualidad Científi ca

ACTUALIDAD CIENTÍFICA: REVISANDO LA LITERATURA

Isabel Yepes Flores.Odontóloga. Práctica privada.

UNA RARA COMPLICACIÓN EN LA EXTRACCIÓN DEL TERCER MOLAR INFERIOR INCLUIDO: CASO CLÍNICO.

Presentamos una rara com-plicación ocurrida tras el intento de extracción del tercer molar incluido en una consulta odon-tológica bajo anestesia local. El paciente requirió ingreso en el servicio de urgencias para la ex-tracción, de forma urgente, de la pieza a través de un abordaje cervical bajo anestesia general e intubación nasotraqueal por des-plazamiento de la pieza hacia la fosa submandibular durante el intento de extracción ambulato-ria. El paciente presentó signos evidentes de infl amación en la región submandibular con des-plazamiento de la vía aérea ha-cia el lado opuesto. Las compli-caciones derivadas de la cirugía del tercer molar son, en algunos casos, mortales y pueden apare-cer tras un acto quirúrgico apa-rentemente de bajo riesgo. Estas complicaciones han sido amplia-mente descritas en la literatura. Aún así consideramos impor-tante el presentar complicacio-nes poco frecuentes en la cirugía del tercer molar ya que esto nos permitirá conocerlas y ofrecer la mejor solución en cada caso.

Aboul-Hosn Centenero, S.; Sieira Gil, R. y Monner Dieguez, A. Rev Esp Cirug Oral y Maxilofac [onli-ne]. 2009, vol.31, n.5, pp. 333-336. ISSN 1130-0558.

ELEVACIÓN DE SENO MAXI-LAR: ANÁLISIS CLÍNICO DE NUESTRA EXPERIENCIA EN MÁS DE 100 CASOS.

La elevación de seno maxi-lar es uno de los procedimientos más versátiles en cirugía oral, de modo que hay descritos diversos abordajes, tipos de injertos, posi-bilidad de asociar otras técnicas preprotésicas y colocar implan-tes de manera simultánea o di-ferida, dependiendo de la altura ósea inicial. Nuestro propósito es comunicar nuestra experiencia después de intervenir 131 casos. Se analizó una serie de 131 pro-cedimientos llevados a cabo en 91 pacientes consecutivos, entre 1996 y 2007. La edad media fue de 50,43 años (23-69). El control radiológico pre y postoperatorio se realizó mediante ortopanto-mografía y TC dental. Se analizó la tasa de éxito implantario (im-plantes osteointegrados y carga-dos) comparando los distintos injertos, el hábito tabáquico, las patologías asociadas y la coloca-ción simultánea o diferida de los implantes. Así mismo, el tiempo (meses) necesario para cargar la prótesis se ha comparado entre los diferentes tipos de injerto. En las zonas aumentadas se colo-caron un total de 228 implantes roscados. La altura preoperatoria media del suelo del seno fue de 6,59±2,11 mm y la postoperatoria de 14,57±2,33 mm. El seguimien-to medio fue de 2,94 años (1-12). La tasa de éxito implantario glo-bal fue de 96,91%, no habiéndose encontrado diferencias signifi ca-tivas entre los distintos injertos, patologías asociadas o el hábito tabáquico. En base a este análisis retrospectivo, se concluye que la elevación de seno es una técnica versátil, efi caz, segura y predeci-ble; con una tasa de éxito implan-tario muy alta independiente del

tipo de injerto, morbilidad, hábi-to tabáquico y colocación simul-tánea o diferida de los implantes. El empleo de injerto óseo autólo-go requiere un tiempo de espera para la carga protésica signifi cati-vamente menor.

Cho-Lee, Gui-Youn et al. Rev Esp Cirug Oral y Maxilofac [online]. 2009, vol.31, n.4, pp. 223-230. ISSN 1130-0558. doi: 10.4321/S1130-05582009000400001.

SIALOLITOS EN CONDUC-TOS Y GLÁNDULAS SALIVA-LES: REVISIÓN DE LITERA-TURA.

La sialolitiasis es una afección que se produce por la obstrucción de una glándula salival o de su conducto excretor por la forma-ción de concreciones calcáreas o sialolitos en el parénquima de los mismos. Existen teorías que afi r-man que los sialolitos en las glán-dulas y conductos salivales son originados por la mineralización de varios componentes como: cuerpos extraños, detritus celu-lares y microorganismos, deposi-tándose inicialmente una matriz orgánica, probablemente de glu-coproteínas, para luego poste-riormente presentarse el depósito de material inorgánico que inicia su mineralización. Esta patología desencadena una serie de signos y síntomas hasta la obstrucción del conducto que no permite el paso de la saliva, lo que produce sintomatología dolorosa y tume-facción. Existen otras entidades patológicas de glándulas saliva-les que pueden confundirse con sialolitiasis como sialoadenitis, hipertrofi a maseterina, patologías

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relacionadas con la articulación temporomandibular, osteomieli-tis, mucocele, otras como quistes de retención mucoso, abscesos sublinguales y otras alteraciones del piso de la boca. Los métodos más comunes utilizados para el diagnóstico de sialolitiasis son la sialografía convencional, ecogra-fía, resonancia magnética nuclear, tomografía asistida por computa-dor, endoscopia, en ocasiones las radiografías laterales de cráneo y radiografías oclusales. Estos mé-todos diagnósticos son variables según las necesidades del pacien-te y accesibilidad, localización del sialolito, el tamaño del mismo y los signos y síntomas presente. El manejo de estas alteraciones incluye procedimientos no qui-rúrgicos y quirúrgicos invasivos o no que implican en ocasiones la eliminación de la glándula.

Rebolledo Cobos, M.; Carbonell Munoz, Z. y Diaz Caballero, A.. Av Odontoestomatol [online]. 2009, vol.25, n.6, pp. 311-317. ISSN 0213-1285. doi: 10.4321/S0213-12852009000600002.

CONTORNOS Y PERFIL DE EMERGENCIA: APLICACIÓN CLÍNICA E IMPORTANCIA EN LA TERAPIA RESTAURA-DORA.

Una adecuada atención de los tejidos duros y blandos alre-dedor del diente y del implante antes, durante y después de los procedimientos restauradores incrementarán enormemente la probabilidad de un buen resulta-do. Los contornos coronales son determinados normalmente por la anatomía dentaria, la condi-ción periodontal, la localización del margen gingival de la res-tauración y el acceso a la higiene bucal, sin dejar de considerar el compromiso estético subyacen-te. Los contornos de una restau-ración apropiada requieren una

reducción adecuada del pilar que permita un espesor propicio de los materiales restauradores, mientras se permite a la vez un acceso fácil a la higiene dental. El perfi l de emergencia de una restauración en un área estética presenta dos aspectos: la forma subgingival y la forma supragin-gival. La forma subgingival debe seguir los contornos de la unión cemento esmalte y el soporte de los tejidos gingivales. Conside-rando las limitaciones, el espe-sor aumentado de los contornos subgingivales interproximales conduce a un incremento en la altura de la papila, mientras que una ampliación de los contornos faciales favorece un posiciona-miento apical de los tejidos gin-givales. Estos y otros aspectos clínicos deben ser conocidos por el odontólogo cuando desea rea-lizar una restauración con éxito.

Gomez Mira, F. y Ardila Medina, C.M.. Av Odontoestomatol [onli-ne]. 2009, vol.25, n.6, pp. 331-338. ISSN 0213-1285. doi: 10.4321/S0213-12852009000600005.

RECONSTRUCCIÓN ALVEO-LAR DE MAXILAR ATRÓFICO CON INJERTO DE CALOTA CRANEAL: A PROPÓSITO DE DOS CASOS.

La atrofi a alveolar del maxilar superior es un reto difícil de sol-ventar en la práctica clínica para la rehabilitación dental sobre im-plantes. Existen varios métodos de reconstrucción con dicha fi nali-dad. Aunque la elección del méto-do depende de varios factores, de los más importantes son la canti-dad de hueso remanente y los deseos del paciente. Presentamos dos casos en los que hemos efec-tuado la rehabilitación prostodón-cica sobre implantes MG Osseous, no removible en uno y removible en el otro. Previa a la colocación de los implantes se llevó a cabo la

reconstrucción alveolar con injer-to óseo de calota craneal.

Modelo Perez, A.; Rendon In-fante, I. y Budino Carbonero, S.M.. Avances en Periodoncia [onli-ne]. 2009, vol.21, n.3, pp. 141-144. ISSN 1699-6585. doi: 10.4321/S1699-65852009000300003.

SÍNDROME DEL MENTÓN ENTUMECIDO. A PROPÓSI-TO DE UN CASO.

El síndrome del mentón entu-mecido o neuralgia mandibular maligna es un cuadro poco conoci-do por el odontólogo general pero con el que están bastante familia-rizados los especialistas en Onco-logía. El paciente afecto presenta, dentro de un cuadro oncológico, un entumecimiento uni o bilateral de las áreas inervadas por los ner-vios mentonianos , sin relación, en muchos casos, con una tumoración a ese nivel. Presentamos un caso de un varón de 82 años que padecía, en noviembre de 2005, un cuadro febril leve y anestesia en el terri-torio inervado por el mentoniano derecho y un molar 46 con trata-miento de conductos obturados años atrás. Tras múltiples estudios, resultó padecer un cáncer pulmo-nar con diseminación ósea en el que, hasta su fallecimiento (mayo - 2008) no se pudo constatar masa tumoral en el territorio mandibu-lar. Por otro lado, el tratamiento de los cánceres metastáticos o primi-tivamente óseos con bisfosfonatos I.V. que pueden provocar osteone-crosis, aún pueden confundir más a la hora de llegar a un correcto diagnóstico del dolor o entumeci-miento maxilar. En el caso que nos ocupa se sumó una osteonecrosis de esta etiología al cuadro neurál-gico mentoniano.

A. del Valle González, M. Rome-ro Maroto, A. Barreiro Rivas, N. San Román Aragón. Endodoncia Vol.27/3.

Actualidad Científi ca

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Internet

Daniel Sánchez Durán.Inmaculada Cabello Malagón.Odontólogos. Granada.

COLGAD@S A LA RED. ERGONOMÍA EN INFORMÁTICA: PARTE 2

Las nuevas tecnologías tan-to en nuestros hogares como en centros de trabajo (con las parti-cularidades del gabinete odon-tológico) crean la necesidad de una adaptación específi ca de nuestra manera de trabajar.

Tanto el escribir como sim-plemente realizar lectura o es-tudio frente a un ordenador puede contribuir a la aparición de una lesión postural, lo que añadido al riesgo propio de nuestra profesión puede preci-pitar rápidamente algún tras-torno músculo-esquelético, es-pecialmente en hombros, cue-llo o espalda. Estos trastornos a veces pasan desapercibidos al presentarse como síntomas más generales de molestias difusas que pueden confundirse como simple cansancio físico.

Durante los próximos artí-culos de la serie iremos desa-rrollando, parte a parte, dife-rentes apartados para mejorar el ambiente de trabajo así como las posturas a adoptar.

BÚSQUEDA DE LA POSI-CIÓN DE TRABAJO

Evitar malas posiciones. No sentarse en la misma posición durante todo el día, ni encor-varse, ni inclinarse demasiado hacia atrás (Lo cual se aseme-ja a las posturas ergonómicas a adoptar específi camente en nuestra profesión) Hay que prestar especial atención a las posturas de la tarde ya que es el momento del día de mayor fati-ga y cuando se suelen notar los síntomas de haber adquirido

malas posturas repetidas durante el transcurso del día.Es recomendable:- Cambiar de posición de forma

presente dentro de las posturas que resulten más cómodas.

- Hacer descansos breves y fre-cuentes, por ejemplo ponerse de pie y caminar.

- Hacer cambios de actividad frecuentes que obliguen a levantarse y moverse. Esto también es aplicable al medio odontológico; la fatiga es ma-yor cuando sólo se realiza la misma actividad durante todo el día sin moverse del sitio.

PIES, RODILLAS Y PIERNASDebemos dejar sufi ciente es-

pacio para las piernas en nuestro lugar de trabajo y no bloquearlo con cajas u objetos, como la pro-pia unidad del ordenador, que nos obliguen a tener una postura forzada. Tenemos que:- Levantarnos y caminar.- Cambiar de postura y mover

las piernas con frecuencia.- La postura correcta es con los

pies apoyados en el suelo o un reposapiés (no inclinado) y no colgando desde la silla.

- Las piernas deben tener sufi -ciente sitio debajo de la mesa sin presión sobre los muslos.

ESPALDASi la silla es ajustable debe rea-

lizar el ajuste a su cuerpo sobre todo si es un puesto compartido con otras personas, también se debe revisar con frecuencia este ajuste y cambiarlo si es posible dentro de la jornada para cam-

biar de postura.Hay que emplear toda la

superfi cie del asiento y el res-paldo para una buena postura y no colocarse en el borde.

HOMBROS Y CODOSLa posición para cuidar de

los hombros es con los codos en la hilera del teclado o ligera-mente por encima de éste.

ANTEBRAZOS, MUÑECAS Y MANOS

Los teclados divididos son recomendables si no se usa uno convencional, pero hay que adaptarlos correctamente, puesto que de lo contrario solo producirá más molestias que uno convencional. Lo que se explique sobre postura relajada y neutra también es aplicable a los usuarios de PDA y teléfonos móviles de nueva generación “táctiles”.- Hay que dejar una posición

neutra para manos y muñe-cas

- No se deben doblar las mu-ñecas hacia abajo ni apoyar las palmas sobre el teclado reposa-manos (estos son sólo para las pausas de lec-tura y no para escribir)

- No se deben doblar las mu-ñecas en exceso hacia den-tro (una contra otra).Para más información consul-

tar las siguientes páginas web:www.cdc.gov/spanish/niosh/fact-sheets/Fact-sheet-705001.htmlwww.ergomonia.clwww.semac.org.mxhttp://ergonomia.deamerica.net

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La información contenida en este documento puede variar por el editor sin previo aviso. Datos válidos salvo error tipográfi co.

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AUTORES:Julia Harfi n: Doctora de la Universidad de Buenos Aires. Profesora Titular de la Cátedra de Ortodoncia de la Escuela de Odontologia de la Universidad Maimónides. Directora de la Carrera de Especialización en Ortodoncia de la misma Universidad. Augusto José Ureña Rodríguez: Profesor Adjunto de la Carrera de Especialización en Ortodoncia de la Escuela de Odontología de la Universidad Maimónides. Director de las Clínicas de Formación Docente de la misma Universidad.

Ortodoncia Lingual

Farmacología. Texto y Atlas

ESPECIALIDAD PRINCIPAL: ODONTOLOGÍA

ESPECIALIDAD PRINCIPAL: FARMACOLOGÍA Y TERAPÉUTICA

Un tomo de 304 páginas. Encuadernación: Cartoné. Formato: 20 x 28.Tipo Publicación: Consulta.EAN: 9789500682626. Edición: 2010.

Un tomo de 420 páginas. Encuadernación: Rústica.Formato: 12,5x17. Tipo Publicación: Texto.Edición: 2010.EAN: 9788498352177

Harfi n / Ureña

Lüllmann / Mohr / Hein

Procedimientos y aplicación clínica

Texto y Atlas. 6ª Edición

Este libro fue escrito pensado en todos los ortodoncistas interesados en la práctica lingual y está organizado de manera de brindar al profesional soluciones prácticas y efi cientes para las situaciones clínicas que enfrenta diariamente en su consultorio.

Se ha desarrollado en forma de Atlas. La primera parte describe paso a paso y en forma muy detallada los procedimientos de laboratorio para lograr resultados óptimos.

En la actualidad se puede afi rmar que la técnica lingual permite lograr resultados al menos iguales, y en algunos casos mejores, que cuando se utilizan brackets vestibulares, siempre que se respeten los protocolos de tratamiento. Para confi rmar esta premisa se han utilizado solamente casos clínicos para ejemplifi car cada una de la situaciones clínicas habituales, describiendo en forma exhaustiva los distintos pasos para su corrección.

Más de 900 fi guras clínicas ilustran los distintos temas desarrollados en capítulos de acuerdo a las distintas patologías que se presentan en la práctica diaria. Todos los temas se desarrollan sobre la base de descripción de casos clínicos reales de los autores.

La riqueza y variedad de los casos clínicos presentados, la excelente iconografía y la completa de apoyo la hacen una obra única en su estilo, la mejor guía en español sobre el tema, e imprescindible para todo ortodoncista que practique la técnica en su consultorio así como para el que quiera iniciarse en ella.

Esta sexta edición de Farmacología: Texto y Atlas, edición traducida ya a más de diez idiomas, presenta, en un formato práctico de bolsillo y con un diseño didáctico impecable, los contenidos fundamentales de la farmacología completamente revisados y actualizados. La óptima visión general resulta de la división del libro en partes separadas por colores, junto con el valioso concepto de edición a doble página. Entre sus características se destacan:

- La primera parte, Farmacología general, presenta informa-ción detallada sobre temas generales como la absorción, la distribución y la eliminaciónde los fármacos, además de analizar los mecanismos moleculares de los efectos farma-cológicos.

- La segunda parte, Farmacología especial, describe los distin-tos grupos de fármacos con énfasis en los aspectos funcio-nales y terapéuticos.

- La tercera parte, Tratamiento de patologías especiales, inclu-ye información sobre la terapéutica de patologías comunes e importantes como la hipertensión arterial, el infarto de miocardio, la sepsis, el asma y muchas otras.

- Más de 170 láminas, con un diseño gráfi co cuidado, ilustran el contenido en forma clara y simple, y facilitan la compren-sión de los principios básicos de cada tema.

- El glosario proporciona un panorama de los términos farma-cológicos más importantes.

Un libro de gran utilidad para estudiantes de medicina, odontología y farmacia, y para médicos y farmacéuticos que deben repasar sus conocimientos y visualizar rápidamente las relaciones farmacotera-péuticas.

Precio: 65 €

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Alberto Alcocer, 24 • 28036 Madrid

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www.medicapanamericana.com

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