Volante 25 de marzo

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EL CONFLICTO MAPUCHE LOS DESAFIOS PARA ESTE AÑO El PASQUÍN GREMIALISTA DE LA UC EL ROL DE ESTUDIANTE UNA REFLEXIÓN DEL CÓNCLAVE @elvolantemg Movimiento Gremial Universidad Católica

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Page 1: Volante 25 de marzo

EL CONFLICTO MAPUCHE

LOS DESAFIOS PARA ESTE AÑO

El PASQUÍN GREMIALISTA DE LA UC

EL ROL DE ESTUDIANTE

UNA REFLEXIÓN DELCÓNCLAVE

@elvolantemg

Movimiento Gremial Universidad Católica

Page 2: Volante 25 de marzo

EL CONFLICTO MAPUCHEDOS MIRADAS DESDE LA UC -por: Sebastián Espínola.

Alumno de Derecho e Historia

-por: Pablo Catrileo.Estudiante de Historia, Secretario General

del CEHI 2013

1. ¿Qué te parece la intervención de Diego Vela en el con�icto

Mapuche?

Me parece que va muy en la lógi-ca del “movimiento estudiantil”

de articular a todos los “actores so-ciales” detrás de ellos. Lo que se debe cuestionar es justamente esa lógica. ¿Es correcto y adecuado que los ac-tores de la sociedad civil distorsionen sus �nalidades especí�cas para arti-cularse detrás de objetivos políticos ajenos a su esencia? Personalmente creo que no.

2. ¿Sientes que la FEUC toma en serio la opinión de los estudiantes

más afectados por este con�icto?

Claramente no. Tengo la sensación que la actitud de la FEUC es más

bien un “paternalismo”, 

propio de quienes son ajenos a una realidad como la del pueblo

mapuche, y que responde a intere-ses políticos mezquinos, y no a un verdadero y auténtico interés por la problemática mapuche. Que yo sepa, no se les ha tomado su parecer ni su opinión a los estudiantes descen-

dientes de mapuches que integran nuestra Universidad.

3. ¿Cuál es tu opinión sobre el con�icto mapuche?

Mi opinión es más bien crítica. Si bien reconozco un problema,

cuyo origen proviene del siglo XIX y la llamada “paci�cación” de la Arauca-nía, y cuyo resultado fue el con�icto de tierras actual, creo que la situación que se vive hoy es resultado de agita-dores que buscan intereses políticos, y que aprovechan esta coyuntura histórica para reivindicar esos intere-ses, ajenos a los de la mayoría de los descendientes de mapuches. Ade-más, hay un tema más de fondo que es muy cuestionable, que tiene que ver con la “discriminación positiva” hacia los terroristas mapuches en los procesos judiciales que se llevan en su contra. Eso vulnera gravemente la igualdad ante la ley y el Estado de Derecho, y se parece más bien a la sociedad de castas y privilegios del Antiguo Régimen, que a una repú-blica democrática y unitaria como la nuestra. Los argumentos cultura-

les que se esgrimen para defender eso, carecen de un sustento lógico razonable, pues la experiencia nos dice que los “mapuche” están, en su mayoría, integrados a la vida común del país. En pocas palabras, son igual de chilenos que todos nosotros. Hay que tener ojo con esto, porque la sen-sación que queda en los ciudadanos es que si tienes un apellido mapu-che, el Estado te entrega bene�cios especiales, tanto a nivel social como a nivel judicial, y eso me parece grave y dañino para el país.

4. ¿Qué piensas del trato que reci-ben los alumnos que pertenecen

a alguna cultura originaria?

Si bien es cierto que históricamen-te existió un trato discriminador

y una mirada negativa hacia las personas de origen mapuche, creo que esta situación es cada vez menos recurrente, y por supuesto cada día más reprochable. Personalmente ten-go la alegría de no haber presenciado jamás, en mi estadía en la UC, alguna situación discriminatoria hacia com-pañeros de origen mapuche.

1. ¿Qué te parece la intervención de Diego Vela en el con�icto

Mapuche?

Creo que es una buena señal el viaje de Diego a la zona ya que

demuestra un compromiso político con el con�icto mapuche. Ahora sería valorable que se juntara con otros actores sociales del problema y no solo con un comunero en huelga de hambre. Desde ese punto de vista el actuar de la FEUC y del Consejo de Federación ha sido positivo, y recojo las palabras de la Daniela Ramos en un consejo cuando invitó a que el compromiso como representantes con este problema fuera verdadero y constante, y no solo para coyunturas especí�cas.

2. ¿Sientes que la FEUC toma en serio la opinión de los estudiantes

más afectados por este con�icto?

Creo que el esfuerzo de la FEUC por tratar el con�icto mapuche

ha sido genuino pero no su�ciente. Ha faltado mayor retroalimentación o un trabajo con aquellos compañeros de la U que son indígenas para que este sea más completo. Pero ya con la preocupación y compromiso con el tema que demuestran a diferencia de otros movimientos de la política universitaria, es un primer paso para avanzar en la línea correcta.

3. ¿Cuál es tu opinión sobre el con�icto mapuche?

 Creo que el con�icto mapuche es un problema que el Estado de Chile

ha enfrentado de la peor manera posible, simpli�cándolo a tierras y plata y las demás peticiones. Pero no comprende las dimensiones cultura-les y antropológicas que tiene el pro-blema, desconociendo el tratado 169 de la OIT �rmado por Chile. Desde

ese punto de vista, como mapuche apoyo completamente demandas como autodeterminación y mayor autonomía política entendiendo que somos un pueblo distinto pero que tenemos que ser capaces de coexis-tir con la organización del Estado actual, respetando nuestras legítimas diferencias.

4. ¿Qué piensas del trato que reci-ben los alumnos que pertenecen

a alguna cultura originaria?

Te mentiría si te dijera que alguna vez me sentí discriminado por

alguna institución de la UC por el he-cho de ser mapuche. Pero tampoco existe una acogida distinta por parte de las autoridades y los representan-tes estudiantiles por el hecho de ser de una cultura distinta. No existe un reconocimiento institucional o�cial de las diferencias que implica ser indígena como por ejemplo fechas especiales que se celebran etc.

LOS DESAFIOS PARA ESTE AÑO

UNA REFLEXIÓN DELCONCLAVE

NUESTRA FUNCIÓN COMO ESTUDIANTES

El LEGADO DE BENEDICTO XVI Y LOS DESAFÍOS DEL PAPA FRANCISCO

-por: Juan Carlos Ferrer.

-por: Rodrigo Pérez de Arce.

El comienzo del nuevo año nos pone en la exigencia de pensar

acerca de cuáles son las tareas que como universitarios debemos realizar en nuestra universidad y con nues-tros compañeros.

Mucho se habla del llamado “mo-vimiento social” cuyos líderes

representan la crítica al modelo y son la voz del “malestar”, diagnóstico en el que todos los males parecen encontrar su origen y que ha sido a tal punto in�uyente, que quien se atreva a cuestionarlo es rápidamente lapidado en la plaza de la opinión pública.

Como a todos, la renuncia de Bene-dicto XVI me tomó por sorpresa.

Ese 11 de febrero despertamos con la noticia de que el Papa, quien presidía la Iglesia Católica, había decidido, luego de una profunda re�exión, dejar su cargo.

En el momento, la idea más recu-rrente era comparar su situación

con la de Juan Pablo II, quien se mantuvo como Sumo Pontí�ce hasta el �n de sus días, agobiado por las múltiples enfermedades que lo aque-jaban, testimoniando, como pocos, una entrega total.

Sin embargo, mirando en pers-pectiva, Benedicto nos dejó un

legado excepcional. Pese a su renun-cia (que, por lo demás, es un ejemplo

Ya se cree sin lugar ni derecho a du-das, que es el diagnóstico de�nitivo de una sociedad cuyos cimientos se han construido sin la voluntad de la ciudadanía.

Frente a esto, lo más importante es que como estudiantes universi-

tarios estemos dispuestos a analizar críticamente la realidad de nuestra sociedad. No basta con repetir con-signas, porque nuestra responsabili-dad real como estudiantes es asumir la representación y el trabajo por nuestros compañeros, con libertad y honestidad, desde las instituciones

de valentía y responsabilidad), supo guiar a la Iglesia en tiempos de gran di�cultad. Entre el relativismo impe-rante, los terribles casos de abusos sexuales y los con�ictos internos, supo abrir ventanas para que el aire entrara. Además, nos deja una fecunda bibliografía, abundante en encíclicas y textos teológicos.

El Cónclave, con su ritualidad impresionante y para muchos

atemporal, decidió que Jorge Bergo-glio, cardenal argentino, tomara las riendas de la institución. Sin duda tiene desafíos pendientes del anterior papado, además de mirar hacia el futu-ro y pulir los defectos que se arrastran.

creadas para ello y sobre todo desde la Universidad. Nuestra verdadera tarea está en trabajar por nuestros compañeros y buscar soluciones reales y concretas, haciendo honor de la única misión de la universidad: buscar la verdad y comprometerse con ella.

No luchar por este ideal, es entre-garse a la seducción del discurso

demagógico, cuya realidad no existe más que en la imaginación.

 

Sin duda, el proceso deja lecciones. Primero, la importancia de la li-

bertad. La decisión de renunciar (por norma expresa del Código Canónico), así como la de aceptar ser Papa, debe ser absolutamente libre, en concien-cia y meditada. Segundo, y no menos importante, el servicio por la insti-tución, y sobre todo, por los demás, siempre basado en la libertad; pues solo en libertad ese servicio vale la pena, es decir, tal como estos Sumos Pontí�ces, debemos abogar por una sociedad más libre y responsable, pues solo en ella la persona puede lo-grar la felicidad, aquello que algunos llaman pomposamente desarrollo humano integral.

Alumno de ingeniería civil y Presidente del MG.

Estudiante de Derecho.

El PA

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EL CONFLICTO MAPUCHEDOS MIRADAS DESDE LA UC -por: Sebastián Espínola.

Alumno de Derecho e Historia

-por: Pablo Catrileo.Estudiante de Historia, Secretario General

del CEHI 2013

1. ¿Qué te parece la intervención de Diego Vela en el con�icto

Mapuche?

Me parece que va muy en la lógi-ca del “movimiento estudiantil”

de articular a todos los “actores so-ciales” detrás de ellos. Lo que se debe cuestionar es justamente esa lógica. ¿Es correcto y adecuado que los ac-tores de la sociedad civil distorsionen sus �nalidades especí�cas para arti-cularse detrás de objetivos políticos ajenos a su esencia? Personalmente creo que no.

2. ¿Sientes que la FEUC toma en serio la opinión de los estudiantes

más afectados por este con�icto?

Claramente no. Tengo la sensación que la actitud de la FEUC es más

bien un “paternalismo”, 

propio de quienes son ajenos a una realidad como la del pueblo

mapuche, y que responde a intere-ses políticos mezquinos, y no a un verdadero y auténtico interés por la problemática mapuche. Que yo sepa, no se les ha tomado su parecer ni su opinión a los estudiantes descen-

dientes de mapuches que integran nuestra Universidad.

3. ¿Cuál es tu opinión sobre el con�icto mapuche?

Mi opinión es más bien crítica. Si bien reconozco un problema,

cuyo origen proviene del siglo XIX y la llamada “paci�cación” de la Arauca-nía, y cuyo resultado fue el con�icto de tierras actual, creo que la situación que se vive hoy es resultado de agita-dores que buscan intereses políticos, y que aprovechan esta coyuntura histórica para reivindicar esos intere-ses, ajenos a los de la mayoría de los descendientes de mapuches. Ade-más, hay un tema más de fondo que es muy cuestionable, que tiene que ver con la “discriminación positiva” hacia los terroristas mapuches en los procesos judiciales que se llevan en su contra. Eso vulnera gravemente la igualdad ante la ley y el Estado de Derecho, y se parece más bien a la sociedad de castas y privilegios del Antiguo Régimen, que a una repú-blica democrática y unitaria como la nuestra. Los argumentos cultura-

les que se esgrimen para defender eso, carecen de un sustento lógico razonable, pues la experiencia nos dice que los “mapuche” están, en su mayoría, integrados a la vida común del país. En pocas palabras, son igual de chilenos que todos nosotros. Hay que tener ojo con esto, porque la sen-sación que queda en los ciudadanos es que si tienes un apellido mapu-che, el Estado te entrega bene�cios especiales, tanto a nivel social como a nivel judicial, y eso me parece grave y dañino para el país.

4. ¿Qué piensas del trato que reci-ben los alumnos que pertenecen

a alguna cultura originaria?

Si bien es cierto que históricamen-te existió un trato discriminador

y una mirada negativa hacia las personas de origen mapuche, creo que esta situación es cada vez menos recurrente, y por supuesto cada día más reprochable. Personalmente ten-go la alegría de no haber presenciado jamás, en mi estadía en la UC, alguna situación discriminatoria hacia com-pañeros de origen mapuche.

1. ¿Qué te parece la intervención de Diego Vela en el con�icto

Mapuche?

Creo que es una buena señal el viaje de Diego a la zona ya que

demuestra un compromiso político con el con�icto mapuche. Ahora sería valorable que se juntara con otros actores sociales del problema y no solo con un comunero en huelga de hambre. Desde ese punto de vista el actuar de la FEUC y del Consejo de Federación ha sido positivo, y recojo las palabras de la Daniela Ramos en un consejo cuando invitó a que el compromiso como representantes con este problema fuera verdadero y constante, y no solo para coyunturas especí�cas.

2. ¿Sientes que la FEUC toma en serio la opinión de los estudiantes

más afectados por este con�icto?

Creo que el esfuerzo de la FEUC por tratar el con�icto mapuche

ha sido genuino pero no su�ciente. Ha faltado mayor retroalimentación o un trabajo con aquellos compañeros de la U que son indígenas para que este sea más completo. Pero ya con la preocupación y compromiso con el tema que demuestran a diferencia de otros movimientos de la política universitaria, es un primer paso para avanzar en la línea correcta.

3. ¿Cuál es tu opinión sobre el con�icto mapuche?

 Creo que el con�icto mapuche es un problema que el Estado de Chile

ha enfrentado de la peor manera posible, simpli�cándolo a tierras y plata y las demás peticiones. Pero no comprende las dimensiones cultura-les y antropológicas que tiene el pro-blema, desconociendo el tratado 169 de la OIT �rmado por Chile. Desde

ese punto de vista, como mapuche apoyo completamente demandas como autodeterminación y mayor autonomía política entendiendo que somos un pueblo distinto pero que tenemos que ser capaces de coexis-tir con la organización del Estado actual, respetando nuestras legítimas diferencias.

4. ¿Qué piensas del trato que reci-ben los alumnos que pertenecen

a alguna cultura originaria?

Te mentiría si te dijera que alguna vez me sentí discriminado por

alguna institución de la UC por el he-cho de ser mapuche. Pero tampoco existe una acogida distinta por parte de las autoridades y los representan-tes estudiantiles por el hecho de ser de una cultura distinta. No existe un reconocimiento institucional o�cial de las diferencias que implica ser indígena como por ejemplo fechas especiales que se celebran etc.

LOS DESAFIOS PARA ESTE AÑO

UNA REFLEXIÓN DELCONCLAVE

NUESTRA FUNCIÓN COMO ESTUDIANTES

El LEGADO DE BENEDICTO XVI Y LOS DESAFÍOS DEL PAPA FRANCISCO

-por: Juan Carlos Ferrer.

-por: Rodrigo Pérez de Arce.

El comienzo del nuevo año nos pone en la exigencia de pensar

acerca de cuáles son las tareas que como universitarios debemos realizar en nuestra universidad y con nues-tros compañeros.

Mucho se habla del llamado “mo-vimiento social” cuyos líderes

representan la crítica al modelo y son la voz del “malestar”, diagnóstico en el que todos los males parecen encontrar su origen y que ha sido a tal punto in�uyente, que quien se atreva a cuestionarlo es rápidamente lapidado en la plaza de la opinión pública.

Como a todos, la renuncia de Bene-dicto XVI me tomó por sorpresa.

Ese 11 de febrero despertamos con la noticia de que el Papa, quien presidía la Iglesia Católica, había decidido, luego de una profunda re�exión, dejar su cargo.

En el momento, la idea más recu-rrente era comparar su situación

con la de Juan Pablo II, quien se mantuvo como Sumo Pontí�ce hasta el �n de sus días, agobiado por las múltiples enfermedades que lo aque-jaban, testimoniando, como pocos, una entrega total.

Sin embargo, mirando en pers-pectiva, Benedicto nos dejó un

legado excepcional. Pese a su renun-cia (que, por lo demás, es un ejemplo

Ya se cree sin lugar ni derecho a du-das, que es el diagnóstico de�nitivo de una sociedad cuyos cimientos se han construido sin la voluntad de la ciudadanía.

Frente a esto, lo más importante es que como estudiantes universi-

tarios estemos dispuestos a analizar críticamente la realidad de nuestra sociedad. No basta con repetir con-signas, porque nuestra responsabili-dad real como estudiantes es asumir la representación y el trabajo por nuestros compañeros, con libertad y honestidad, desde las instituciones

de valentía y responsabilidad), supo guiar a la Iglesia en tiempos de gran di�cultad. Entre el relativismo impe-rante, los terribles casos de abusos sexuales y los con�ictos internos, supo abrir ventanas para que el aire entrara. Además, nos deja una fecunda bibliografía, abundante en encíclicas y textos teológicos.

El Cónclave, con su ritualidad impresionante y para muchos

atemporal, decidió que Jorge Bergo-glio, cardenal argentino, tomara las riendas de la institución. Sin duda tiene desafíos pendientes del anterior papado, además de mirar hacia el futu-ro y pulir los defectos que se arrastran.

creadas para ello y sobre todo desde la Universidad. Nuestra verdadera tarea está en trabajar por nuestros compañeros y buscar soluciones reales y concretas, haciendo honor de la única misión de la universidad: buscar la verdad y comprometerse con ella.

No luchar por este ideal, es entre-garse a la seducción del discurso

demagógico, cuya realidad no existe más que en la imaginación.

 

Sin duda, el proceso deja lecciones. Primero, la importancia de la li-

bertad. La decisión de renunciar (por norma expresa del Código Canónico), así como la de aceptar ser Papa, debe ser absolutamente libre, en concien-cia y meditada. Segundo, y no menos importante, el servicio por la insti-tución, y sobre todo, por los demás, siempre basado en la libertad; pues solo en libertad ese servicio vale la pena, es decir, tal como estos Sumos Pontí�ces, debemos abogar por una sociedad más libre y responsable, pues solo en ella la persona puede lo-grar la felicidad, aquello que algunos llaman pomposamente desarrollo humano integral.

Alumno de ingeniería civil y Presidente del MG.

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EL ROL DE ESTUDIANTEUNA REFLEXIÓN SOBRE LA LABOR UNIVERSITARIA

-por:Juan Pablo Ossa.

Esta columna no planea, ni será -

-cer el estudiante, lo que pretende es mostrar mi visión de algunos puntos que deben ser tomados en cuenta para determinar qué nos compete como estudiantes.

Primeramente es una obviedad enumerar las obligaciones aca-

démicas que atañen nuestro rol de estudiantes, pero lo que no es tan evidente es cuáles son los alcances de estas. En mi visión, el estudiante debe aprovechar las instancias de aprendizaje que se le presentan, de manera de aumentar su conocimien-to y poder entregar un servicio a la sociedad con un mayor “valor agre-gado”. En otras palabras, mucho del conocimiento que adquirimos es lo que nos permite ser mejores agentes de cambio, donde además del desa-rrollo personal también se expanden los límites del aporte que podemos entregar a los demás. Entender esto a cabalidad y descubrir las formas prác-ticas de aplicar estos conocimientos puede darle mucho sentido a nuestro estudio y motivarnos a poner más empeño en este.

Otro deber que es ampliamente aceptado es que el proceso de

aprendizaje debe ser acompañado, y es enriquecido, por un pensamiento crítico del saber, esto quiere decir que estamos llamados a cuestionar la validez o el enfoque de lo que se nos presenta y contrastarlo con visiones opuestas o distintas a las que se muestran en las clases. En esta línea se debe promover el diálogo con los

profesores y académicos así como la revisión de la evidencia empírica y la realidad que nos topamos en la “práctica”.

También debemos tener siempre presente que para la existencia

del dialogo nuestra actitud debe ser humilde, como estudiantes estamos para aprender por lo que siempre debemos tener cuidado con el trato a quienes tienen mayor experiencia que nosotros y está en nuestro deber el saber ponderar adecuadamente (basado en los fundamentos que en-tregan y los supuestos que realizan) la opinión de distintos académicos.

Otras aplicaciones más practicas del pensamiento crítico son, en

mi opinión, el reconocer la inexis-tencia de soluciones tipo “panacea”, que hemos escuchado innumerables veces en nuestra vida universitaria y probablemente se enuncian por-que son más llamativas a la hora de generar un discurso o porque están basadas en una ideología, más que en una enumeración de fundamen-tos lógicos y empíricos que lo avalen. También es un llamado del pensar críticamente reconocer que el desa-rrollo alcanzado es propio de ciertas conductas, instituciones o sistemas y que de ninguna forma está completa-mente asegurado que se mantenga si reformamos la mayor parte de estas instancias. Esto, hace crucial a la hora de enumerar reformas el primero reconocer que cosas son las que nos

su esencia.

Por último en este pequeña (y a ve-ces caótica) enumeración de ele-

mentos que creo importantes en el rol del estudiante se encuentra la par-ticipación, y pienso ha de entenderse ésta en una forma amplia, como la expresión de los individuos desde su propia vivencia, sus intereses y su proyección personal o proyecto de vida. Es por eso, que creo que mini-mizar la participación estudiantil a los votos es un error, así como también es contabilizarlos en las asistencias a marchas o actividades puntuales. El participar es una expresión libre de los estudiantes en los temas que los motivan o preocupan por lo que las instituciones encargadas de la participación o representación estudiantil debería velar más por ser una plataforma de apoyo y colabora-ción donde los alumnos encuentren un espacio de desarrollo, que una institución encargada de poner los temas y medir la participación en cuantos y con que profundidad esos temas son tocados o trabajados por los alumnos.

Por lo enunciado anteriormente el llamado es que a cuando nos

cuestionemos nuestro deber o rol como estudiantes frente a la univer-sidad y el país, tomemos en cuenta que los alcances de nuestro aprendi-zaje va mucho más allá de nosotros mismos, que la participación nace desde nuestro proyecto y motivacio-nes personales (no de temas impues-tos por otros) y que nuestro actuar

-das con un pensamiento crítico.

Consejero territorial de Ingeniería Comercial.