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REVISTA DE EDUCACIÓN—LA EDUCACIÓN EN LAS REVISTAS 21 —(489)--CIJRsO 1960-61

y la escuela); fundada en 1914, comprende tambiénun sumario de su contenido en inglés.

Como el país no posee un Instituto Central de Edu-cación se ha procurado resolver los problemas queplantean los planes de reforma de la enseñanza me-diante una ayuda financiera a los proyectos de in-

vestigación de alguna importancia emprendidos porinstituciones o investigadores particulares, y en otroscasos los comités encargados de plantear la reformahan encomendado a especialistas trabajos especial-mente destinados a facilitar /a solución de los diver-sos problemas.

ENSEÑANZA PRIMARIA

Francisca Montilla publica en "Escuela Española" uncomentario ensalzando la importancia que en el mundoactual tiene la obra del educador y cuya misión prin-cipal, junto a los alumnos, es la de salvar en un mundoque se tambalea los valores espirituales eternos (1).

En otro número de la misma publicación se habla delas necesidades, ventajas e inconvenientes que presen-tan las reuniones, ya sea en forma de asambleas o decursillos, que se celebran a lo largo del año escolarentre maestros. Hay quienes niegan rotundamente laeficacia de tales contactos, para unos serán puros actosde turismo docente, para otros no serán más que un vo-luminoso dispendio inadecuado a las economías de ladocencia primaria, para ciertos críticos resultan dema-siado teóricas, para otros demasiado practiconas y sinfundamento teórico. El autor, sin embargo, piensa quela sola organización de una asamblea o jornada para elMagisterio tiene ya un valor, por lo que supone de ini-ciativas y discusiones que se producen en torno de ella.Además sirven para lograr una oxigenación y estímuloen el aislado ambiente del maestro rural. "A los detrac-tores de tipo económico —salir y gastar uno sus ahorrospara no sacar nada en limpio— yo les rogaría que le-vantasen la mano quienes de veras no hayan sacadonada en limpio de una asamblea o congreso. Lo que nodan los discursos lo da luego el diálogo, y lo que a éstele falta viene casi siempre en los pasillos, en la mesa,en el paseo con los otros compañeros, si todos viven laatmósfera del tema." "¿Es que de estos pequeños con-tactos personales y de estas inesquivables transferen-cias de opiniones y experiencias no salta ninguna "chis-pa"?, se pregunta el señor Julio Herrera (2).

Serrano de Haro estudia la figura del Padre Povedaen relación con la Escuela y así consigna dos hechossignificativos de su biografía. El 1.2, el de su dedicacióna los niños, en las cuevas de Guadix, etapa inicial desu vida, que marca el signo y es el punto de arranque detoda ella, y el 2.2, que se hizo maestro de primera ense-ñanza en la Escuela Normal de Jaén. El Padre Povedasoñaba con la "conquista del mundo para Cristo" y poreso aplicó todo su celo a la reivindicación de la ense-ñanza primaria, sin mengua, sino con beneficio de losgrados superiores de la docencia (3).

En "El Magisterio Español" el profesor Santos Tudahace unos comentarios al cursillo de Apicultura des-arrollado durante breves dias en Madrid con carácterintensivo y en el que se han ofrecido conocimientos prác-ticos a los maestros directores de Cotos escolares quese interesaban por estas actividades. "Si algún día poruno u otros procedimientos se consigue que todas las

(1) Francisca Montilla: La obra del educador en es-tos momentos, en "Escuela Española. (Madrid, 22-9-1960.)

(2) Julio Herrera: Las reuniones de los maestros, en"Escuela Española". (Madrid, 22-9-1960.)

(3) Agustín Serrano de Haro: Don Pedro Poveda y laEnseñanza Primaria, en "Escuela Española". (Madrid,4-8-1960.)

escuelas rurales presten atención mediante el Coto a lasmás variadas actividades campesinas, según el medio,se habrá dado un importante paso para alcanzar el ver-dadero cometido que la escuela en general debe reali-zar" (4).

ENSEÑANZA MEDIA

Al finalizar las vacaciones asoma siempre a la pren-sa educativa el debatido tema de los exámenes. El PadreFélix Garcia abordaba en "A B C" con su resuelta plumala respuesta a esta pregunta que a sí mismo se plantea-ba en el titulo: "Y de los exámenes, ¿qué?". Para elilustre agustino los exámenes continúan siendo un pro-blema que afecta a gran parte de nuestra sociedad yno satisface ni a examinadores ni a examinandos y con-sidera que lo censurable no son las personas que inter-vienen en ello ni los muchachos que se acercan al tribu-nal nerviosos y agotados, desaprensivos o insolentes, nimucho menos los examinadores, "injustamente satiriza-dos en cierta literatura cazurra y de sal gorda". Segúnel Padre Félix García, en este asunto de los exámeneshay un factor fundamental, clave de ellos mismos: elprofesor. "El alumno será lo que sea el profesor, en ge-neral. Un profesor con vocación, con abnegada constan-cia sabrá sacar de las piedras hijos de Abraham. Encambio, el profesor desganado, sin pericia ni disposi-ción, convertirá su clase en semillero de suspensos yhará del suspenso un arma supletoria de su inutilidad.No hay que olvidar que, por otra parte, al profesor queha de explicar un texto con el pie forzado de los exáme-nes se le resta iniciativa y eficacia en su labor peda-gógica. Pero no cabe duda que, en definitiva, lo que debeprevalecer en el examen es el juicio objetivo, indepen-diente, ponderado, del profesor, que es el que más de cer-ca —supuesta siempre su capacidad— puede apreciar lalabor y el grado de capacitación del alumno" (5).

Antonio Aparisi colabora en la tercera página del dia-rio "Pueblo" encareciendo la necesidad de que las per-sonas que asumen tareas rectoras en la educación na-cional se preocupen de encontrar las nuevas estructu-ras que hagan posible que la enseñanza media discu-rra por cauces más razonables. Según el autor, no setrata simplemente de pedir esa cosa tan tópica que esuna reforma del bachillerato, sino más bien atacar elproblema en sus raíces. Apoyándose en una frase entre-sacada del gran libro que nuestro colaborador JacquesBousquet ha publicado recientemente en el Instituto deEstudios Políticos y que se titula "Economía Políticade la Educación", Aparisi aboga por una enseñanza me-dia que sea económicamente racional. Bousquet ha di-cho : "La idea misma de que haya una enseñanza téc-nica y una enseñanza no técnica es una idea falsa. Todaenseñanza debería ser técnica y cultural. La técnica esparte de la cultura y no hay cultura sin base técnica."Entonces Aparisi se pregunta: ¿hasta qué punto ha sa-bido la sociedad resolver estas dificultades? Después depasar revista al panorama educacional de otros paisescon respecto a este problema, el autor viene a parar alcaso español y dice: "El Ministro de Educación señala-ba recientemente en Eibar la gravedad del problema:unos sesenta mil escolares y unas promociones de ofi-

(4) A. Santos Tuda: Después del cursillo de apicul-tura, en "El Magisterio Español". (Madrid, 24-9-1960.)

(S) P. Félix García: Y de los exámenes, i qué', en"A B C". (Madrid, septiembre 1960.)

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ciales industriales que no cubre, ni mucho menos, las ne-cesidades de la industria española. Frente a ello, cercade medio millón de estudiantes de bachillerato sin ade-cuadas salidas ni formación práctica suficiente para ocu-par en la vida española el puesto de trabajo que lescorresponde." Pero el articulista ofrece una posible so-lución: Seria preciso afrontar con toda valentía y sinprejuicios trasnochados un planteamiento nuevo de lasegunda enseñanza que se basara en la siguiente afir-mación: la escuela media, sin perder sus objetivos deestudios-puente o estudios-medios debe ser también, ensí, una escuela terminat, es decir, un conjunto de ense-ñanzas que proporcionen una educación general del tra-bajo. La formación profesional constituye la enseñan-za media ideal. Y así se lograría, según Antonio Apari-si, la enseñanza media económicamente racional. La quepodría llenar ese enorme vacío que ofrece la poblaciónactiva española, cuando de los nueve millones de asala-riados, el 70 por 100 son obreros no calificados, cifraa la que no habríamos llegado si para la juventud es-pañola hubiera sido posible cursar esa enseñanza me-dia profesional hoy tan limitada, que es casi inexisten-te (6).

El diario "Pueblo" en la sección de "Puntualizaciones"que dedica muy frecuentemente a tratar temas educati-vos, hace unos comentarios del rector del colegio de je-suitas de Chamartin, "Nuestra Señora del Recuerdo",Padre Javier Múzquiz. Según el Padre Múzquiz, el nú-mero y contenido de las asignaturas de los dos prime-ros años del bachillerato actual está bien pensado ycalculado, pero opina que deberían ser considerados ofi-cialmente como de enseñanza primaria, en lugar de ser,como hasta ahora de enseñanza media. Aduce como ra-zones el sistema de otras naciones extranjeras que re-servan el comienzo de su enseñanza media para los ni-ños de doce años, que antes de esta edad aún no logranla madurez necesaria para seguir con provecho el modode estudiar propio del bachillerato y también el hechode que los profesores de enseñanza media, en textos ymétodos didácticos, no descienden con facilidad desdesu altura universitaria al nivel de niños que todavíaestán luchando con dificultades para leer y escribir."Pueblo" se suma a esta sugerencia del Padre Múzquizy pide que a la hora de confeccionar planes de estudiose tenga en cuenta la realidad sicológica del niño, apun-tando incluso estas frases de crítica: "Mucho nos teme-mos que el haberse fijado en diez arios la edad de ingre-so al bachillerato se deba más a la superstición de lascifras redondas que al conocimiento de la madurez men-tal de nuestros niños.

FORMACION PROFESIONAL ACELERADA

La presencia y las palabras del Caudillo en la recienteinauguración de la Escuela de Formación ProfesionalAcelerada de La Coruña, han traído al tapete periodís-tico este tema de importancia fundamental para el por-venir del país. El diario "Arriba" lo aborda en su edito-rial con estas palabras: "Tiene esta labor de formaciónprofesional —y a su lado el elemento valiosísimo de ur-gencia que es la enseñanza profesional acelerada— notan sólo un valor destacado de carácter técnico-laboral,en tanto que prepara a las gentes para que puedan cu-brir y cumplir funciones de trabajo con la máxima pre-cisión técnica, sino también, y muy especialmente, tienela formación profesional un valor moral y sicológico dela mas alta calidad; con ella se puede y se está lograndoelevar no sólo los conocimientos específicos del traba-jador para cada tarea concreta donde se gana el pan decada día, sino que además se eleva su moral, su orgullode trabajador y se le sitúa de una manera más firmedentro de la ordenación social de nuestro tiempo" (7).

En otro comentario destaca "Arriba" el carácter hu-mano importantísimo que tiene esta formación profe-sional acelerada, en cuanto que viene a proyectarse so-

(6) Antonio Aparisi: Una enseñanza media económi-camente racional, en "Pueblo". (Madrid, 2-8-1960.)

(7) Editorial: Formación profesional, en "Arriba".(Madrid, 10-9-1960.)

bre aquellos hombres que no están a tiempo de benefi-ciarse con el ritmo natural de las nuevas institucionesde formación profesional existentes para las nuevas ge-neraciones españolas, y recoge las palabras del Jefe delEstado que señaló los dos aspectos a través de los cua-les el régimen proyecta su labor formativa: "El de lasgeneraciones nuevas, a las cuales hemos de formar enlas escuelas, universidades de centros de formación co-rrientes y el de los hombres ya hechos, los que han su-frido el abandono de los años anteriores y a los que te-nemos que transformar rápidamente" (8).

ENSEÑANZA UNIVERSITARIA

Se han cruzado, acogidas a las páginas de "Pueblo",una serie de reflexiones entre dos mujeres universita-rias que discuten el tema tan actual y apasionante paralas mujeres de hoy de su profesionalidad. Comenzó lacosa con un artículo de Carmen Deben que abordaba lacuestión de la profesión de la actual mujer española.Piensa la escritora que el hombre hispánico "con respec-to a la fémina actual, da siempre en encasquillarse enuna idea fija: la mujer, para sus labores". Frente a estapostura paredón, aquellas jovencitas que efectuaban la-bores de pirograbado, o interpretaban a Chopin, o rea-lizaban primores de aguja, se han convertido en univer-sitarias o en mecanógrafas o intérpretes. Mientras quepor una parte los padres de familia se ven precisados adar a sus hijas títulos universitarios o cualquiera otraprofesión, su mentalidad permanece, sin embargo, sien-do la de que esta preparación para el futuro ha de dar-se a la mujer por si razones de soltería o viudedad lavan obligar en el porvenir a ganarse la vida. Este esel peligro, según Carmen Deben, pues la mentalidad enque vive la mujer española es una gran cortapisa queinfluye poderosamente en la eficacia de nuestras fémi-nas, o como profesionales o como alumnas de cualquierFacultad. Dice la autora: "Son rémoras en la universi-dad. Estudian irresponsablemente. Sin interés. Estudianpara conseguir el título. En espera de novio. Sin unaperspectiva de profesionalidad. Son mecanógrafas o se-cretarias, más o menos mediocres. Tratan de cumplir. Susueldo tiene un objetivo: la caza del marido, para esocompran trajes, zapatos, lucen el último peinado de mo-da. La profesión para la mujer española significa tansólo un lapso de tiempo. La profesionalidad va unida aeso: al interregno de la soltería; saben que una vez ca-sadas su ocupación será otra cosa distinta: los hijos, elhogar." Para Carmen Deben esta idea es injusta y sig-nifica una gravísima traba para nuestra sociedad. Si estemodo de pensar prevalece, el dinero que se invierte en laformación de las mujeres universitarias, por ejemplo,no producirá la renta proporcional. Es necesario quecambie la mentalidad del hombre español y que puedabrindarse a estas mujeres más actividad vocacional ymayores compensaciones espirituales. Para terminar,Carmen Deben formula dos preguntas peligrosamente in-discretas: "¿Es que el hombre español no está prepara-do para tener una mujer inteligente? ¿Es que puede re-sultar un envidioso de la fama o de la popularidad que enel campo de las letras, o de la pintura, o de la medicina,o de la arquitectura, o en su despacho de abogado pue-da alcanzar su mujer?" (9).

A Carmen Deben le contestó muy pronto una jovenuniversitaria que se sentía calificada por aquélla comouna de las "rémoras en la Universidad" y protestabaabiertamente contra varios puntos de los de aquel ar-tículo. Es injusto—piensa ella— decir que las muchachasuniversitarias van a la Universidad para conseguir no-vio, pues para eso hay otros sitios más entretenidos yeficaces; tampoco el nivel económico de las familias delas mecanógrafas les permite a éstas echarse en abalo-rios y chucherías, para conquistar dicho novio, todo elsueldo que ganan cumpliendo en forma "más o menosmediocre" su profesión. Y por último discrepa la joven

(8) Editorial: Formación profesional acelerada, en"Arriba". (Madrid, 13-9-1960.)

(9) Carmen Deben: Profesionalidad de la mujer, en"Pueblo". (Madrid, 13-7-1960.)

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universitaria de que haya muchas mujeres casadas a lasque sobren "inmensidad de horas libres" para dedicarlasa su tarea profesional.

La ágil periodista Carmen Deben se apresura a con-testar a la irritada muchacha lamentando que en vez decomprender la intención del primer articulo se haya que-dado en la mera objetivación, y con una serie de inte-rrogaciones insiste en la que para ella era el fondo yla clave del problema: que la falta de perspectiva pro-fesional toma cuerpo en la mentalidad de ciertas estu-diantes y da lugar a que éstas efectúen simplemente susestudios por aprobar, por obtener el título. Preguntaahora Carmen Deben: "¿Podría usted decirme, por ejem-plo, cuántas alumnas de la Facultad de Filosofia y Le-tras tienen conciencia de su "categoría universitaria"

y, como tales, se dedican a efectuar trabajos de investi-gación, tesis trimestrales e integran los seminarios asi-duamente?... ¿Es esto culpa enteramente de la féminaespañola? No. Yo creo que tal situación no es más queconsecuencia de esta falta de proyección que tiene nues-tra universitaria hacia un horizonte profesional airoso.Naturalmente que hay hombres "feministas". Natural-mente que una mujer inteligente, con espíritu de lucha,puede abrirse paso con más o menos#15:cilidad. Pero yákaqui, pretendo criticar ese clima opoeic.49nista" (10).

tCONS GÁNDARA.

(10) Mercedes Villacañas y Carmen J'en : Diálogoentre Universitarias, en "Pueblo". (Madrid, 6-8-1960.)

MANUEL FRAGA IRIBARNE: La familiay la educación en una sociedad demasas y máquinas. Ediciones delCongreso de la Familia Española.Cuadernos de Investigación, 7. Ma-drid, 1960.

Bajo este titulo ha reunido el pro-fesor Fraga Iribarne una serie detrabajos que tiene, como el autor di-ce en el prólogo, una preocupacióncomún: "los problemas de la educa-ción en la sociedad actual". En efec-to, éste es el tema común, y el ser-io da al libro no sólo unidad, sinouna actualidad, una viveza y un inte-rés extraordinarios. Los trabajos quese añaden en el Apéndice están, asi-mismo, estrechamente relacionadoscon el tema central. Son, ademas, deun interés actual muy grande lostitulados "Juventud y universidad",magnifico de concepción y expresión,y el informe relativo a "La polémi-ca americana sobre la libertad aca-démica".

No se trata de trabajos improvisa-dos. Estos estudios demuestran unaamplísima preparación, de que dabuen testimonio la abundante biblio-grafía y el conocimiento de las es-tadísticas. Pero a esto añade el au-tor la presencia y la decisión de supropia personalidad, ya que "unaSociología de la Educación no pue-de reducirse a una mera exposiciónfría de hechos", y una fina percep-ción de las situaciones reales y dela meta que se quiere conseguir.

Se apuntan los problemas con co-nocimiento, con claridad, con since-ridad, con valentía. No podemos en-gañarnos, si queremos verdaderamen-te actuar y construir. Debemos sa-ber qué es lo que la familia, cuyafunción social es importantísima,puede y debe hacer y también aque-llo que ya escapa a sus posibilidadeseducativas, como la preparación pro-fesional.

No podemos cerrar los ojos ante elhecho evidente de que vivimos enuna sociedad de masas, en rápidoproceso de automación, y que la edu-cación ha de tener en cuenta estarealidad social para edificar el futu-ro conforme a lo que idealmente de-seamos que la inmediata sociedad fu-tura sea —esto es, dentro de lo hu-manamente previsible—, pues nada

efectivo se puede hacer si no se par-te de lo realmente dado, como el ar-tista tiene que contar con la mate-ria que elabora y aplicar la técni-ca adecuada si quiere conseguir crea-ciones de valor positivo.

El autor informa, propone, sugie-re. No sólo plantea problemas: dasoluciones, inspiradas en un idealcritico del hombre y de la sociedad.Es una contribución altamente cons-tructiva la de este libro que comen-tamos, en orden a una planificaciónde la enseñanza, en un mundo queen general no acierta a reajustar laantigua concepción clasicista de laeducación, en sus tres grados, conlas exigencias que la realidad im-pone.

Los dos primeros capítulos se con-sagran a la familia, estudiando enel primero "sus crisis en las socieda-des actuales", y en el segundo la"Responsabilidad social de la familiacomo institución educativa". Se si-gue considerando la familia como"institución natural" y básica, por loque debe ser socialmente protegida,en una sociedad industrial donde hasufrido muchos ataques y encuentradificultades. No familia dispersa yextensa, sino concentrada y limita-da. No familia "cerrada", pues la fa-milia es un "intermedio", como gru-po social. Hay muchas familias queno educan; deben prepararse para ha-cerlo y colaborar con la escuela.

Los restantes estudios se consa-gran al problema social de la educa-ción. Son sumamente interesantes lascorrelaciones entre los planes de en-señanza y la movilidad social. No sepuede mantener en una sociedad in-dustrializada, de mayor movilidadque la agraria, una ordenación cla-sista de la enseñanza : Se estudia lasituación, sobre datos estadísticos,en los paises de mas acá y más allá,del telón de acero, para dar una ideacompleta de las experiencias y tan-teos realizados. La consecuencia es lanecesidad de hacer un plan conjun-to, político, de la enseñanza, tenien-do en cuenta el estado de la socie-dad en la que se ha de actuar y laorientación que pretendemos darle; senecesita una organización adminis-trativa y un adecuado equipo técni-co de profesores que hagan posiblela realización del plan.

Esto exige darse perfecta cuentade la estructuración de la sociedada que el plan se aplique y saber adónde queremos llegar; cuál sea suestratificación y su grado de movili-dad en un momento dado; con quérecursos se cuenta y cómo deben seradministrados; cuál sea la situacióndel profesorado, su status en rela-ción con la situación anterior en elmismo pais o en comparación con elstatus en paises diferentes o con otrosgrupos sociales del mismo nivel; cuálsea y cuál deba ser su preparacióny situación social.

Por lo que se refiere a España, seofrecen, en el estudio titulado "Pro-moción social y educación en la so-ciedad de masas", los datos necesa-rios, desde el arranque de la con-cepción moderna, en la época deCarlos III, hasta la situación actual.Estos datos se completan en el es-tudio siguiente sobre "La educacióncomo servicio público". Aquí hace elautor su propuesta de una política,una administración y una técnicaeducativas, refiriéndose principal-mente a la situación en nuestro país.

Este artículo fue publicado en la"Revista de Estudios Políticos (nú-mero 96) con motivo del centenariode la Ley Moyano, en 1957. Y se pro-pugna, a mi parecer muy acertada-mente, la necesidad de dar una nue-va ley conjunta como aquélla, sóloque a la altura de nuestro tiempo,claro está, que planifique toda la edu-cación y organice, conforme a esteplan, los planes de enseñanza, lasfunciones administrativas y la accióntécnica. No cabe duda de que la le-gislación actual se ha producido acu-mulativamente y por remiendos; queno obedece a un plan y que presentadesajustes notables, en algunos ca-sos con la realidad y en otros entreunos y otros planes u ordenaciones.Urge poner orden en este caos, pero"urgencia" no significa prisa ni ar-bitrariedad. Hay que conocer bien elestado real de la sociedad española,sus apetencias y sus necesidades edu-cativas. A ello responden algunos fe-lices intentos nuevos, como los Ins-titutos Laborales, ya en marcha, y lasiniciadas, pero aún no resueltas, Uni-versidades Laborales. Esta labor esloable, así como la unificación de laProtección Escolar en una Comisa-ria Central, pero es todavía una la-bor parcial.

La tarea es dificil, pero no debe-mos desalentarnos y este libro delprofesor Fraga es un estimulante,una base y un aliento.—EuGENto FRU-TOS CORTÉS.