Voces en el silencio

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 Año 7, No.25-26, Jul – Dic. 2006 Opinión 1 Voces en el silencio Por Edgardo Civallero (Argentina) Universidad Nacional de Córdoba [email protected] Resumen Los pueblos indígenas latinoamericanos son frágiles milagros humanos, intentando sobrevivir y perpetuar su amenazado patrimonio cultural y su modo de vida -incluyendo más de 250 lenguas- bajo la presión de una sociedad predominantemente euro- americana. Su conocimiento tradicional es el fruto de siglos de experiencia, y es transmitido predominantemente a través de expresiones orales y artísticas, medios inestables principalmente basados en el correcto uso de la memoria. La recolección de tradición oral y su gestión en bibliotecas y archivos no están aún ampliamente difundidas en América Latina, aunque existan ricas experiencias sobre el tema. Las técnicas e instrumentos de manejo de la oralidad han sido tremendamente desarrolladas y usadas en otros sectores en el continente, pero los pueblos originarios han sido largamente descuidados e incluso olvidados. Mientras tanto, con cada anciano que muere en las comunidades aborígenes, una biblioteca entera desaparece. El artículo pretende presentar una breve introducción sobre archivos orales y conocimiento indígena en Latinoamérica, enfatizando la necesidad urgente de diseñar  políticas más fuertes y amplias de investigación en bibliotecas, universidades e instituciones gubernamentales. El autor también presenta algunas ideas y propuestas,  basadas en su propio trabajo (2002-2005) de desarrollo de una red de bibliotecas con colecciones sonoras en comunidades aborígenes del norte de Argentina. Abstract Latin American indigenous populations are fragile human miracles, trying to survive and perpetuate their menaced cultural heritage and way of life -including more than 250 languages- under the pressure of a predominantly Euro-American society. Their traditional knowledge is the product of centuries of experiences, and is mainly transmitted through oral and artistic expressions, unstable means mainly based on the correct use of memory. The collection of oral tradition and its management in libraries and archives is not widely spread in Latin America, even if there are some previous experiences on this issue. Oral-archiving techniques and tools have been highly developed and used with other social sectors all around the continent, but native peoples have been longly neglected or even forgotten. Meanwhile, with every old person who dies in the aboriginal communities, a whole library just vanishes. This paper is aimed at presenting a brief introduction to oral archives and indigenous knowledge in Latin America, emphasizing the urgent necessity of designing stronger and wider research policies for libraries, universities and governmental institutions. The author also presents some ideas and proposals, based in his own work (2002-2005)

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Biblios. Revista electrónica de Ciencias de la Información, 7 (25-26), jul.-dic.2006. Ver "Bibliotecario" (http://biblio-tecario.blogspot.com.es/).

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    Voces en el silencio

    PorEdgardo Civallero(Argentina)Universidad Nacional de [email protected]

    ResumenLos pueblos indgenas latinoamericanos son frgiles milagros humanos, intentandosobrevivir y perpetuar su amenazado patrimonio cultural y su modo de vida -incluyendoms de 250 lenguas- bajo la presin de una sociedad predominantemente euro-americana. Su conocimiento tradicional es el fruto de siglos de experiencia, y estransmitido predominantemente a travs de expresiones orales y artsticas, mediosinestables principalmente basados en el correcto uso de la memoria.La recoleccin de tradicin oral y su gestin en bibliotecas y archivos no estn anampliamente difundidas en Amrica Latina, aunque existan ricas experiencias sobre eltema. Las tcnicas e instrumentos de manejo de la oralidad han sido tremendamentedesarrolladas y usadas en otros sectores en el continente, pero los pueblos originarioshan sido largamente descuidados e incluso olvidados. Mientras tanto, con cada ancianoque muere en las comunidades aborgenes, una biblioteca entera desaparece.El artculo pretende presentar una breve introduccin sobre archivos orales yconocimiento indgena en Latinoamrica, enfatizando la necesidad urgente de disearpolticas ms fuertes y amplias de investigacin en bibliotecas, universidades einstituciones gubernamentales. El autor tambin presenta algunas ideas y propuestas,basadas en su propio trabajo (2002-2005) de desarrollo de una red de bibliotecas concolecciones sonoras en comunidades aborgenes del norte de Argentina.

    Abstract

    Latin American indigenous populations are fragile human miracles, trying to surviveand perpetuate their menaced cultural heritage and way of life -including more than 250languages- under the pressure of a predominantly Euro-American society. Theirtraditional knowledge is the product of centuries of experiences, and is mainlytransmitted through oral and artistic expressions, unstable means mainly based on thecorrect use of memory.The collection of oral tradition and its management in libraries and archives is notwidely spread in Latin America, even if there are some previous experiences on thisissue. Oral-archiving techniques and tools have been highly developed and used withother social sectors all around the continent, but native peoples have been longlyneglected or even forgotten. Meanwhile, with every old person who dies in theaboriginal communities, a whole library just vanishes.This paper is aimed at presenting a brief introduction to oral archives and indigenousknowledge in Latin America, emphasizing the urgent necessity of designing strongerand wider research policies for libraries, universities and governmental institutions. Theauthor also presents some ideas and proposals, based in his own work (2002-2005)

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    developing a network of libraries with sound collections in indigenous communities innorthern Argentina.

    Introduccin

    Yo necesito que ellos [mis nios] se sientan como dueos delidioma. Como dicen a veces, son los dueos de la tierra, y porque no del idioma, y por que no de la cultura, o sea, yo quieroque sientan ese deseo de poder aprender el idioma

    Osvaldo Morales. Indgena Toba. Argentina.

    Cuando la luz naci en las tierras americanas de picos nevados y ros turbulentos -segncuentan las leyendas de todos los pueblos originarios de esas regiones- comenzaron aalzarse las voces de los primeros hombres, los hijos de las montaas y los valles. Eranvoces que alababan a antiguos dioses hoy olvidados, voces que cantaban, voces quecontaban, voces que decan, voces que enseaban, voces que transmitan. Voces querean todas sus risas y lloraban todas sus lgrimas.Cuando la luz se hizo, miles de lenguas distintas resonaron en esas tierras que seextienden de norte a sur cruzando todas las latitudes del planeta. Resonaron entre losrboles altos y floridos de las junglas y los bosques, y en los desiertos salados que yacena los pies de las cumbres nevadas de los Andes. Resonaron en los altiplanos mexicanosy en las heladas costas patagnicas. Cada una dijo, con ritmos y sonidos distintos, lasmismas verdades, las mismas creencias, las mismas experiencias...Fueron miles de cdigos, miles de vocabularios y reglas gramaticales jams escritas,transmitidas de padres a hijos y de madres a hijas en las noches de estrellas, grillos olluvias torrenciales. Pocas de ellas conocieron algn sistema de perpetuacin material,es decir, escritura. La gran mayora fueron simplemente orales. exaltaban la belleza dela voz humana, su capacidad para transcribir emociones y sentimientos, sueos yesperanzas, dolores y desengaos. Se adaptaron a las circunstancias que vivieron sushablantes, se re-inventaron a s mismas para satisfacer las necesidades de los que laspronunciaban con deleite y respeto.En algn momento de la historia, un choque entre culturas recin llegadas en grandesbarcos poblados de velas hizo que, un amanecer, las palabras se encontraran sin labiosque las dijeran, que las hicieran volar en ese aire ya vaco. Fueron miles las gramticas ylos diccionarios que nunca pudieron escribirse porque sus hablantes murieron antes.Fueron miles las historias perdidas, las narraciones olvidadas, las tradiciones que sesumergieron en el silencio para no resurgir jams. Un manto de oscuridad se abatisobre las tierras americanas y no las volvi a abandonar. Los que lograron superar eltrauma de la conquista europea intentaron tmidamente conservar algunos de sustrminos, algunas de sus hablas. Pero fueron prohibidas. por un Emperador allende losmares, y luego fueron denigradas, y ridiculizadas, y sealadas como distintas...Las palabras americanas se secaron, se marchitaron lentamente en las memorias y en loscorazones de los pocos que las recordaban hoy. Menos de 250 lenguas se hablan hoy enel continente, de las miles que un da llenaron de mariposas sonoras el aire.

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    Lengua: identidad sonora

    La lengua propia es la base de nuestra identidad, un rasgo de diversidad muy fuerte, elcanal de nuestra comunicacin y nuestra educacin e intercambio, y el medio por el cualcomprendemos el universo y codificamos nuestras percepciones e ideas. Cada lenguaposee rasgos y sonidos nicos, que la vuelven preciosa e invaluable. Sin embargo, en elafn de ciertas sociedades por imponerse sobre las dems, cierto nmero limitado deidiomas (oficiales o dominantes) han sido impuestos, relegando al resto al rango deminoritarias. La vergenza por hablar idiomas discriminados, o la necesidad de hacerseentender en un mundo que se expresa a travs de un cdigo lingstico determinado, haforzado a los hablantes de tales milagros humanos a abandonar progresivamente sussonidos natales, olvidndolos. De esta forma, un enorme nmero de lenguas est enpeligro desaparicin, y son miles las ya extintas. Con ellas se ha desvanecido parasiempre el caudal de informacin que transmitan, y que no puede ser expresado a travsde otros sonidos y otras palabras.Dado que la mayora de tales idiomas carecan de sistemas de graficacin escrita, ladesaparicin de los ltimos hablantes ha significado su propia muerte. La lenta ygradual -pero inexorable- prdida de los canales de transmisin oral ha propiciado talmuerte, y ha aumentado el peligro de extincin de muchos otros, incluyendo aquelloshablados por las comunidades indgenas.La transmisin oral es el ltimo reducto de mucho conocimiento jams escrito. Con lamuerte de cada anciano desaparece una biblioteca completa. La historia de su sociedad,sus costumbres, sus relatos y sus recuerdos se marchan con l al reino del silencio. Sudesaparicin significa una enorme prdida para el patrimonio cultural global.Dentro de cada sociedad, la cultura es una trama fina donde cada hilo tiene suimportancia. Si una hebra desaparece o se rompe, todo el tejido se debilita. La lengua esun elemento aglutinante de todas las dems expresiones. Y la biblioteca debe tener encuenta tal rasgo en todas sus polticas, realizando un especial hincapi en larecuperacin de tradicin oral y en la revitalizacin de esos canales hablados.

    Educacin y lenguaje: ensear contando

    El uso de la lengua propia es importante a la hora de transmitir los rasgos de unacultura, sobre todo si se realiza en forma oral. De acuerdo a Whorf (1940), el serhumano organiza el mundo y sus partes en pequeas piezas a las que adscribe unsignificado, codificado a travs de la estructura del idioma. El lenguaje se convierte asen uno de los medios ms importantes de simbolizar la realidad, pre-requisito ste parala existencia de cualquier cultura.. Su papel no se limita, por tanto, al de ser un evidentemedio de comunicacin: la forma de usar los smbolos lingsticos influenciaprofundamente la concepcin del mundo, a tal punto que, de acuerdo a Beals (1959),puede decirse de pueblos con diferentes lenguajes que viven en distintos mundos.En la actualidad, el abandono progresivo de los canales orales de educacin y la prdidade las lenguas madres, est provocando un doble problema para los pueblos originarios.Por un lado, se est esfumando uno de los caminos por el cual el aborigen construye supropia identidad. Language are the cornerstone of who we are as people (1), segnlas declaraciones de dos nativas canadienses El nigeriano Amadi (cf. Adimorah, 1983)seala:

    (...) una de las principales formas de lavado de cerebro colonizador

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    consisti en suprimir la enseanza tradicional, oral, no formal y permanenteque habitualmente se practicaba en la familia para sustituirla por unapedagoga literaria y orientada hacia el material impreso, institucionalizaday planificada

    Por el otro, con la lengua se extingue un cdigo de comunicacin que expresa en smismo toda una percepcin de la existencia; y con la transmisin oral, toda una serie derelatos que, incluso mediante metforas, recuperan y perpetan una historia, unareligin y una cosmovisin.

    Idiomas amenazados: palabras moribundas

    Todas las predicciones indican que, durante el siglo XXI, el 80% de las lenguas delmundo (ms de 6.000) pueden desaparecer ante el embate de los idiomas dominantes.La diversidad lingstica se ve sobre todo amenazada por la "secular tendenciaunificadora de la mayora de los Estados a reducir la diversidad y a favorecer actitudesadversas a la pluralidad cultural y el pluralismo lingstico" (Ramon i Mim, 1997).Los idiomas en peligro son los denominados "minoritarios". Por lo general se trata delenguas propias de territorios determinados, "el idioma de la comunidad histricamenteestablecida en un determinado espacio" (Ramon i Mim, op.cit.) que tienen una nula odesigual equiparacin a las lenguas mayoritarias. Es decir, segn el mismo autor:

    ms que por el tamao del grupo lingstico, las lenguas minoritarias sedefinen por los derechos sociales (...) si bien, desde el prisma lingstico,son susceptibles de abarcar toda la gama de situaciones posibles: variedades,dialectos, lenguas pre estandarizadas, estandarizadas y cultas.

    En Amrica Latina, y excepto raras excepcione (guaran, quechua, aymara) las lenguasnativas son todas minoritarias, al no estar equiparadas a los idiomas de prestigio odominantes.En general, se consideran "inferiores" por no ser lenguajes escritos. Sin embargo, comoseala Hoebel (1973 p.36):

    Los sistemas de escritura son inventos que se remontan a tiemposrelativamente recientes (a las edades del Bronce y del Hierro). Las lenguashaban existido desde mucho antes. Tampoco debemos pensar que si una destas carece de escritura es desaliada o est viciada. Por el contrario, lalengua no escrita es la que conserva la tradicin oral con fidelidad, la quehace hincapi en la correccin y precisin del habla.

    Los programas internacionales de salvaguarda de lenguas amenazadas (2) orientan sutrabajo hacia la recuperacin del habla dentro de la propia comunidad, mediante larevitalizacin de los canales de informacin y el apoyo a las iniciativas de expresincultural y oral. Im interested in communication, no preservation, declara un nativonorteamericano (3) De esta forma, a la vez que se protege una parte fundamental de ladiversidad humana, se facilitan elementos para la EIB (Educacin InterculturalBilinge) y, a travs de ella, para la consolidacin de la identidad grupal.

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    Tradicin oral: alas en la boca

    El trmino agrafa es actualmente empleado en antropologa para etiquetar a todosaquellos grupos humanos que desconocen la escritura. Por siglos, la mayor parte de lahumanidad fue grafa, y en los pueblos con escritura, la mayor parte de la poblacin eraanalfabeta.Los sistemas escritos, surgidos por motivos polticos y administrativos eran manejadospor minoritarias lites educadas, generalmente asociadas a los poderes (religiosos y/opolticos) de turno. Leer y escribir era a la vez un lujo y una bendicin. Los escribaseran tenidos en alta estima, y su instruccin los dotaba de un considerablereconocimiento social y econmico. La posesin de productos escritos -libros, cdices,manuscritos- era otro lujo difcil de alcanzar por clases y grupos sociales de medianos oescasos recursos.La visibilidad que proporciona la escritura a una civilizacin queda puesta de manifiestosi se compara con la invisibilidad a la que quedan relegadas las sociedades grafas.Poco se conoce de la cultura intangible de las clases campesinas, de los gruposminoritarios, de mujeres y nios, de esclavos y enfermos, y de todos aquellos que, endistintos territorios y en distintas pocas, nunca escribieron; se sabe de ellos lo poco quepuede inferirse a partir de sus restos materiales o del relato (escrito) de aquellos quepudieron (o quisieron) anotar algo. Tales grupos prcticamente no existen para lahistoria y la cultura, y slo esfuerzos contemporneos en el mbito de las CienciasSociales estn logrando rescatar fragmentos mnimos de esas realidades, tan valiosascomo cualquier otra.Por otro lado, el discurso escrito -normalmente por las manos dominantes- refleja,ensalza y perpeta la voz del vencedor, de aquel que puede anotar o imprimir su versinde los hechos, su opinin, sus matices y sus ideas. De esta manera, el silencio acenta lainvisibilidad de los dominados y los vencidos, y de aquellos que no tienen forma oespacio para hacer perdurar su realidad, su lucha y sus memorias.La escritura conserv para la posteridad las tradiciones de un pequeo grupo depersonas, sus eventos, sus orgullos y sus miedos. Aquella parte -numricamenteimportante- de la humanidad que no accedi a esta herramienta mantuvo vivo su acervocultural y el recuerdo de sus actos mediante el empleo de recursos orales, inestables(aunque eficaces) canales de transmisin y comunicacin basados en el correcto empleode voces y memorias.La tradicin oral es un fenmeno rico y complejo, que se convirti en el medio msutilizado -a lo largo de los siglos- para transferir saberes y experiencias. Este frgilmilagro -evidentemente basado en la oralidad- est formado por un heterogneoconjunto de recuerdos y comprensiones del pasado entremezclados con vivencias delpresente y expectativas de futuro (Moss, 1988). Nace y se desarrolla en el seno de lacomunidad como una expresin espontnea que busca conservar y hacer perduraridentidades ms all del olvido y la desaparicin de las sucesivas generaciones.Mantiene un vnculo ntimo con el grupo de personas que la produce y con su dinmicasocial, intelectual y espiritual: de hecho, se adapta de manera flexible a sus cambios, susdesarrollos y sus crisis, y se transmite en forma verbal y personal, lo cual permite elfortalecimiento de lazos sociales y estructuras comunitarias, el desarrollo de procesos desocializacin y educacin, el mantenimiento de espacios de (re)creacin cultural y eluso correcto y esmerado de la lengua propia.El desarrollo de la tradicin oral es independiente de soportes y estructuras. Estacaracterstica ausencia de estabilidad material la dota de una variabilidad constante y

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    conflictiva, no exenta de problemas. Por el mero hecho de transmitirse de boca en bocay de generacin en generacin, se transforma lentamente, pierde contenidos, gananuevos elementos a diario, e incluso se adapta a las necesidades del grupo,respondiendo a sus luchas y a las presiones culturales que sufra.Esta modalidad de transmisin -vital, dinmica y riqusima en facetas- no se limit aproporcionar cimientos y estructuras a la realidad intelectual de pueblos antiguos (ymodernos) que no desarrollaron o adquirieron sistemas de escritura o que no pudieronacceder a programas de alfabetizacin. Se mantuvo tambin en el seno de gruposliteratos (incluso urbanos contemporneos), ms precisamente entre aquellos sectoresque no encontraron espacio en los textos escritos para expresar sus opiniones, a vecescarentes de importancia, alternativas u opuestas a los discursos oficiales dominantes.As, un inmenso conjunto de voces invisibles y silenciosas, en el pasado y en elpresente, en sociedades tradicionales o en el medio de las grandes ciudades, buscaronrefugio en los dominios de la tradicin oral.

    Oralidad y sociedad: los caminos de la palabra

    La vigencia de la tradicin oral puede deberse a su carcter popular e igualitario, que noprecisa de una educacin o formacin previa para su expresin. En efecto, este sistemano establece diferencias ni brechas: basta manejar un nivel bsico de la lengua propia,para ingresar al universo de lo hablado, para contar y compartir saberes y experienciasen mbitos pblicos y privados.Definitivamente, un alto porcentaje del saber y la informacin humana se mueve atravs de canales orales.En las comunidades tradicionales (campesinas, rurales, indgenas o minoritarias), laoralidad oficia como sustituto de la escritura. Se conservan, de esta forma, los detallesde la vida cotidiana, las tradiciones y las costumbres, as como el relato minucioso ydetallado de historias mnimas, teselas nfimas e innumerables de un enorme mosaico(NEHO, 2003). Aunque lentamente transformados -y adaptados a las nuevas realidades-, los relatos perpetan cosmovisiones de siglos, leyendas que explican el origen de cadaelemento natural y el significado de cada smbolo mgico, curas para todo tipo de malesdel cuerpo y del alma, recetas que aprovechan lo mejor de los productos locales, ysoluciones para infinitos problemas y quehaceres diarios. Transmiten asimismocantares, dichos y proverbios que reflejan el espritu del pueblo, su sabidura, suidiosincracia y su modo de comprender el mundo y de actuar en l.En las sociedades urbanas, la transmisin oral mantiene vivos recuerdos familiares ygrupales jams anotados, historias de inmigracin y emigracin, puntos de vistaparticulares sobre grandes acontecimientos nacionales, tradiciones, juegos, cuentos yartesanas que slo se transmiten de boca en boca. Asimismo, a travs de este medio seconservan y difunden ideas, culturas alternativas, discursos opuestos al oficial,pensamientos disidentes y el testimonio -nico e irrepetible- de los participantes enprocesos socio-polticos histricos.Todas estas opiniones y relatos alternativos son los que completan y equilibran lanarracin y la imagen oficial que de s mismos dan un pueblo, una cultura o un pas, yson los que permiten la existencia de pluralidad, de infinitas perspectivas y puntos devista y de una increble e invaluable diversidad, tantas veces olvidada en favor deculturas, ideologas y discursos dominantes que pretenden -con mayor o menor xito-homogeneizar la realidad.Todos estos testimonios orales son parte de la memoria humana. Y si la biblioteca y elarchivo pretenden ser gestores de esa memoria, deben incluir estas frgiles expresiones,

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    de una vez por todas, entre sus colecciones y fondos.

    Recuperando la palabra hablada

    Lo escrito fue el mbito de (re)produccin de los poderes establecidos, perpetuando unaimagen ciertamente incompleta (y, por ende, sesgada y distorsionada) de la realidad deuna cultura y una poca. Los centros de informacin (o, mejor an, los centros de lamemoria) actuaron usualmente como meros instrumentos de ese proceso, o comocmplices (in)conscientes del mismo. Las voces y los pensamientos que no obtuvieronun espacio en los estantes desaparecieron con sus dueos; slo una minscula fraccinde la realidad humana trascendi mediante el documento escrito.La tradicin popular ha sido totalmente descuidada por bibliotecas y archivos a lo largode la historia, exceptuando aquellos elementos tradicionales que fueron incluidos enliteratura, msica clsica o arte acadmico (especialmente dentro de las corrientesartsticas romnticas y nacionalistas). El desarrollo de las tecnologas de grabacin desonidos (como los cilindros de cera desarrollados a fines del s. XIX) permiti el iniciode ciertos trabajos de recuperacin de expresiones artsticas y orales desde los marcosde la antropologa, la lingstica y la etnologa. La aparicin y evolucin de los mediosaudiovisuales permiti la mejora de estos registros y la ampliacin de sus dominios a lahistoria, la poltica y la sociologa. Superando limitaciones sexistas y etnocentristas, elespectro se ampliara ms tarde con los aportes realizados por la antropologa social(comunidades aborgenes), la sociologa (poblaciones rurales) o los estudios de gnero ysexualidad (mujeres y homosexuales). Nacen as los archivos de historia oral oarchivos de la palabra, reservorios que, usualmente separados de las bibliotecas, seocupan de preservar, organizar y estudiar este valioso acervo intangible.El desarrollo de los medios digitales de almacenamiento y transmisin de datosflexibiliz el manejo de la informacin y la organizacin del conocimiento, incluyendolos soportes sonoros y audiovisuales. Lentamente, la tradicin oral ha comenzado a serincluida en bibliotecas y centros de documentacin especializados, y, si bien existe unanotable ausencia de formacin bibliotecolgica en cuanto a la gestin de este tipo desaber, un buen nmero de recomendaciones internacionales relativas a la diversidadcultural y al patrimonio intangible alientan a la generacin y el crecimiento decolecciones que recojan y difundan la oralidad de las diferentes culturas y pueblos. Puesla tradicin oral incluye toda aquella experiencia humana sobre la que una persona escapaz de expresarse, y esto incluye un rango amplsimo de conocimientos. El espectrode tipologas de individuos que pueden proporcionar esta categora de testimonios es,asimismo, muy extenso: abarca todas las edades, sexos, niveles culturales y educativos,orgenes tnicos, corrientes de pensamiento y credos. En este sentido, lo oral es muchoms inclusivo que lo escrito, y la riqueza inherente a tal medio es evidente.

    Sonidos indgenas

    Queda dicho que la oralidad se asocia, en la actualidad, a aquellos sectores que no hantenido la oportunidad de adquirir las destrezas de la lecto-escritura (alfabetizacin) en suidioma de origen, o que, siendo alfabetizados, no disponen de espacios u oportunidadespara expresar por escrito su saber o sus experiencias. Las leyendas de las poblacionesindgenas o las costumbres rurales y urbanas dentro de la sociedad latinoamericanaactual son ejemplos vlidos de este punto. Sin embargo, la riqueza de los contenidosexpresados, el uso connotativo del lenguaje y los matices emocionales incluidos en esta

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    tradicin oral la dotan de ricas posibilidades para la educacin, la socializacin, laproduccin de saberes y la conformacin de identidades.Entre las comunidades indgenas, este factor cobra una importancia enorme, debido a laausencia general de alfabetizacin en las lenguas nacionales de prestigio y a la falta denormalizacin de cdigos escritos para las lenguas nativas. Carentes, por lo general, deescuelas o de instituciones que recuperen, preserven y difundan su patrimonio culturalintangible, la tradicin oral se ha convertido en una especie de ltimo baluarte para laconservacin de su memoria.Tras cinco siglos de conquista, dominacin, exclusin y discriminacin sistemticas,sincretismo, aculturacin y presin oficial, an sobreviven, en territorio argentino,alrededor de medio milln de individuos que se reconocen indgenas, pertenecientes ams de doce grupos tnicos distintos, claramente definidos. Su cultura es parte de lacultura nacional, una nacin que se muestra reacia -en la prctica- a reconocersemulticultural, aunque sus leyes intenten reflejar lo contrario. La lucha por una educaciny una formacin adecuadas a su realidad y a su idiosincracia ha sido un punto claveentre los reclamos de los movimientos indigenistas surgidos recientemente. Empero,poco se ha hecho al respecto para dar una respuesta a estas necesidades.

    Oralidad y biblioteca

    El trabajo de gestin de materiales orales es una labor an no definida en su totalidad,que presenta numerosos inconvenientes.Desde el punto de vista archivstico y bibliotecolgico, la clasificacin del material escomplicada: un nico soporte sonoro puede contener varios testimonios (punto quedebera poder evitarse durante la entrevista), los cuales, a su vez, pueden incluir variastemticas de naturaleza muy diversa. La indizacin de los contenidos es, asimismo,compleja, si se tiene en cuenta que, entre las normas vigentes en la actualidad, noexisten descriptores que categoricen realidades distintas de la occidental.Un ejemplo concreto son las cosmovisiones indgenas y rurales, cuya descripcin entrminos euro-americanos es difcil de lograr sin sacrificar gran parte del contenido. Enestos casos, el uso de lenguaje libre o la construccin de tesauros propios esrecomendable.La organizacin espacial no est libre de problemas y posibles confusiones: cadadocumento sonoro contar con una (o varias) contrapartes escritas, que deberan estarfsicamente vinculadas, pero que tambin deberan organizarse espacialmente deacuerdo a los cdigos de clasificacin intelectual vigentes.La difusin es, quizs, uno de los mayores inconvenientes, pues, aunque siempre setrabaja con autorizacin expresa de los entrevistados, en muchos casos se manejanacervos culturales pertenecientes a sociedades y grupos con derechos sobre susconocimientos, derechos difusos, mal definidos y poco reconocidos. Se debe, por ende,ser muy cuidadosos a la hora de solicitar autorizacin, explicitando exacta ydetalladamente el uso que se dar a esos materiales, e informando a los usuarios de losmismos -en bibliotecas y archivos- que tal informacin pertenece a determinadosindividuos, y que sus derechos de autora deben ser reconocidos.La suma de las opciones reseadas -breves ejemplos de una realidad an por descubrir-demuestra que hay un enorme trabajo pendiente, cargado de problemticas porsolucionar. Y esta labor es responsabilidad de los profesionales de la informacin,actuales gestores de la memoria humana. Los fondos orales merecen una consideracinparticular, no slo por su formato especial, su realidad compleja e inestable y suscaractersticas de recoleccin, almacenamiento y difusin, sino por la valiosa

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    informacin que transmiten. En ocasiones, plasman la opinin y las vivencias desectores minoritarios y excluidos de una sociedad, y poseen, por ello, un valor agregado:ser la voz de los que no tienen voz, el nico medio y la nica realidad que poseenactores sociales olvidados o marginados para hacerse oir y ser, de esta forma,recordados y considerados.Existe una deuda enorme, por parte de las ciencias de la informacin, hacia la oralidad,una deuda que se est saldando lentamente de la mano de interesantes propuestassurgidas desde distintas disciplinas en distintos puntos del planeta. En Latinoamrica,un territorio secularmente ocupado por ricas culturas orales -que ni siquiera los procesosde conquista, avasallamiento y represin pudieron borrar por completo-, es precisotomar conciencia de la gran responsabilidad que esta posesin exige, y de la inmediatezy urgencia de la demanda. Pues estos pequeos tesoros, estas realidades con vida ybrillo propio, se encuentran amenazadas, da a da, por el silencioso toque del olvido.

    Bibliografa del autor

    Un esbozo de conceptos y mtodos de recoleccin de tradicin oral se presenta en elweblog Tradicin oral (www.tradicionoral.blogspot.com), as como en el artculoAprender sin olvidar: Lineamientos de trabajo para la recuperacin de tradicin oraldesde la biblioteca (http://eprint.rclis.org/archive/00006746/), presentado al II ForoSocial de Informacin, Documentacin y Bibliotecas (Mxico DF, septiembre de 2006).Asimismo, es posible consultar el artculo Las voces sin voz: Oralidad y centros deconservacin de la memoria (http://eprints.rclis.org/archive/00003102/) y laconferencia De letras y voces en la bitcora del autor(www.bitacoradeunbibliotecario.blogspot.com).

    Bibliografa citada

    1. Achilli, Elena L. y Snchez, Silvana. 1997. La vida social de los tobas: propuestapara una currcula pluricultural desde la memoria grupal. Santa Fe: AMSAFE.2. Adimorah, E.N.O. Anlisis de los adelantos logrados por las bibliotecas pblicas enNigeria en su calidad de instituciones sociales. En Revista de la UNESCO de Cienciade la Informacin, Bibliotecologa y Archivologa, jul-sep.1983, 5(3), p.170.2. Beals, Ralph L. 1959. An introduction to anthropology. New York: The MacMillanCo.3. Hoebel, E.A. 1973. Antropologa : el estudio del hombre. Barcelona: Omega.4. Moss, W.W. 1988. Oral history. Stricklin, D. & Sharpless, R. (comp.) The pastmeets the present: essays on oral history. [Boston?]: University Press of America.5. NEHO (Ncleo de Estudos em Historia Oral). Sobre histria oral. 2003. 14.feb.2006..6. Ramon i Mim, Oriol. 1997. Declaracin Universal de los Derechos Lingsticos.[En lnea]: En Revista Iberoamericana de Educacin (monogrfico EIB), no.13 (enero-abril). [Consulta: 10 noviembre2003].7. Whorf, B.L. 1940. Science and Linguistic. En The Technology Review, vol.42, MIT,p.231

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    Bibliografa recomendada

    1. lvarez Muro, Alejandra. 2001. Anlisis de la oralidad: una potica del hablacotidiana. En Estudios de Lingstica Espaola, vol. 15. 16.feb.2006..2. Everett, S.E. 1992. Oral history: techniques and procedures. Washington DC: Centerof Military History, US Army. 14.feb.2006. .3. IBSREC (Istituto Bergamasco per la Storia della Resistenza e dellEtContemporanea). Bertacchi, G. Fonti orali, storia orale: introduzione per i docenti.2003. 14 feb.2006. .4. Ives, E.D. 1980. The tape-recorded interview: A manual for field workers in folkloreand oral history. Knoxville, TN: University of Tennessee Press.5. Ong, W.J. 1987. Oralidad y escritura. Tecnologas de la palabra. Mxico: Fondo deCultura Econmica.6. Oral History Research Center. Indiana University. 16.feb.2006..7. Oral History Society. 16.feb.2006. .8. Raleigh Yow, V. 1994. Recording oral history. A practical guide for social scientists.Thousand Oaks: Sage Publications.9. Truesdell, B. Oral History Techniques: How to organize and conduct Oral HistoryInterviews. 14.feb.2006. .

    Notas

    (1) Mary Richards e Ida Bear. Indgenas Winnipeg (Canad). Citado en Richardson, B.People of Terra Nullius : betrayal and rebirth of Aboriginal Canad. (Douglas &McIntyre: Vancouver/Toronto, 1993) 240.(2) Ejemplos son la Foundation for Endangered Languages ([En lnea]: [Consulta: 20 Noviembre 2003]) y la EndangeredLanguage Fund ([En lnea]: [Consulta: 20 Noviembre2003]).(3) Tony Supahan. Indgena Karuk (Estados Unidos). Citado en Hilton, L. Flutes of Fire: essays on California Indian Languages. (Heyday Books: Berkeley, 1994).