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Documentos de Trabajo No. 2
Vivienda Saludable en Nicaragua
Una mirada intersectorial paramejorar la calidad de vida
Octubre, 2004
Jessica Athens
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Vivienda saludable en Nicaragua:
Una mirada intersectorial para mejorar la calidad de vida
Jessica Athens
Octubre, 2004
2
Introducción
El tema de la vivienda en Nicaragua
A medida que Nicaragua se esfuerza por mejorar la calidad de vida de sus
ciudadanos, ha tenido que enfrentar un gran obstáculo en la provisión de vivienda
adecuada. En el año 2000, Nicaragua tenía un déficit de 378.627 viviendas —más del 52
por ciento de este déficit estaba compuesto por unidades irreparables que demostraron no
servir para la habitación humana, mientras que el déficit restante estaba compuesto de
casas que tenían variados niveles de deficiencias cualitativas (Gómez 2000, 3). La
dificultad de proveer vivienda adecuada en Nicaragua se deriva de varias fuentes, entre
las que se encuentran los niveles extremos de pobreza y la inseguridad en la tenencia de
la tierra. La titulación de la tierra ha sido por mucho tiempo no sistemática en Nicaragua,
derivando en que muchos habitantes no tengan títulos legales. En 1995, solo 32.3 por
ciento de los propietarios de vivienda en el área urbana tenían título de su propiedad,
mientras que 40 por ciento de los propietarios rurales tenían títulos (Gómez, 10). El tema
de la titulación ha sido complicado aún más por las acciones legales presentadas por parte
de antiguos terratenientes cuyas propiedades fueron confiscadas durante la era Sandinista.
Los factores de pobreza e la inseguridad en la titulación de la propiedad han conspirado
para limitar el acceso de muchos ciudadanos al mercado de vivienda—sin un título que
pruebe la propiedad de su tierra, el limitado acceso de los habitantes al crédito, y la
pobreza impiden la compra de viviendas nuevas o su mejoramiento al no contar con
crédito. Otras causas del déficit de vivienda incluyen la necesidad de encontrar vivienda
permanente para antiguos combatientes de la guerra civil durante los años 80, y más
3
recientemente, el desplazamiento de ciudadanos como resultado del Huracán Mitch en
Octubre de 1998 (Gómez 2000; COHRE, WCCN y CENIDH, 2004).
Un enfoque en salud y vivienda
Este documento se enfoca en los impactos negativos que las viviendas
inadecuadas en Nicaragua pueden tener en la salud –física, mental, y social— de su
población. Se examinan fuentes de la Organización Mundial de la Salud, la Organización
Panamericana de la Salud, y la Red Inter-Americana de Vivienda Saludable para
establecer un marco para el entendimiento de muchas relaciones entre la calidad de la
vivienda y el estatus de la salud. Además, al usar esas fuentes, este documento ofrece
sugerencias a los planificadores urbanos, las organizaciones no gubernamentales, y otros
que están buscando implementar programas de vivienda con un componente de
iniciativas de salud pública.
Desarrollo, salud y vivienda: Una revisión de los conceptos
Tres conceptos interconetados —desarrollo, salud y vivienda— aparecen de
manera predominante en este documento. Lo que significan dichos términos, sin
embargo, puede variar dependiendo de los intereses específicos y las metas de quien
escribe Por esta razón este documento comienza con una revisión de esos tres términos,
y lo que significan en el contexto de este documento.
El Desarrollo en su sentido más amplio es definido por el premio Nobel Amartya
Sen como el estado donde los miembros de una sociedad teniendo los medios, la
capacidades, o las “libertades” para lograr “los fines que [uno tiene] razón para aspirar”
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(1999, 90). Este énfasis en los medios para lograr las metas está en concordancia con otra
literatura que sugiere que el desarrollo es el proceso de permitir a los individuos
satisfacer sus necesidades a través del acceso a la educación, la comunidad, la religión,
los servicios médicos, así como las oportunidades de empleo (PAHO 2000). Las ocho
Metas de Desarrollo del Milenio de las Naciones Unidas para el 2015 confirman aún más
la importancia de la educación, la salud, y el alivio a la pobreza en el proceso de
desarrollo; cuatro de las Metas de Desarrollo del Milenio de la ONU se enfocan
explícitamente en los temas de salud, subrayando el rol particulamente vital que la salud
juega en el desarrollo (UNDP 2004).
La Salud ha sido definida como “un estado de completo bienestar físico, mental y
social y no solo la ausencia de enfermedad o debilidad” (CDC [n.d.]). Sin embargo, la
salud óptima incluye no solo los tres elementos de bienestar físico, mental y social, sino
que incorpora la noción de “…salud espiritual e intelectual” (Barceló, Guzmán, y Gómez
2001, 20). Los distintos componentes de salud están interrelacionados y afectados por
una multitud de factores, incluyendo las influencias ambientales, económicas,
socioculturales y políticas.
La Vivienda cumple una variedad de roles. En su sentido más básico, la vivienda
es una estructura que provee refugio de las tensiones ambientales, tales como los climas
extremos, las toxinas ambientales, los vectores de enfermedades y el ruido excesivo. El
espacio físico tiene dos aspectos: el técnico —la estructura, el amoblamiento, y las
conexiones del edificio a las redes de alcantarillado, acueducto, electricidad y
comunicaciones, —y el natural— su localización geográfica y el ambiente que la rodea.
La vivienda también tiene un aspecto social, que comprende “las personas y sus
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actividades” que, junto con sus aspectos técnicos y naturales, establece las formas que ha
de tener una vivienda. En su rol sicosocial, la vivienda satisface las necesidades de las
personas por un “lugar” y provee un refugio de las tensiones sicológicas, donde las
personas pueden descansar, comer, estudiar, trabajar, y socializarse. Finalmente, la
vivienda también es un recurso económico, tanto un lugar de trabajo productivo, como un
activo que se puede vender o usar como garantía (PAHO 2000, 6; WHO 1990, viii).
Debido a sus múltiples roles, la vivienda sirve claramente como el reino donde
convergen los factores económicos, ambientales y sociales que afectan la salud. Sin
embargo, el rol de la vivienda como un refugio para las actividades regenerativas de
dormir, hacer la digestión y descansar —momentos cuando las defensas inmunológicas
de los individuos están particularmente bajas— hace a los residentes menos resistentes a
toda clase de tensiones y refuerza la importancia de una vivienda saludable. Una vivienda
de buena calidad protege a los residentes de enfermedades transmisibles y enfermedades
crónicas, heridas y accidentes, promueve una interacción social saludable, limita el estrés
sicológico, y asegura una buena salud. La pobre calidad de una vivienda expone a sus
residentes a amenazas contínuas a su salud (PAHO 2000). El impacto de la calidad de la
vivienda sobre la salud es tan importante que la privación de vivienda en cualquier
momento del ciclo de vida puede resultar en consecuencias negativas de salud en el
futuro (Marsh et al. 2000, 411).
Atributos de la vivienda y su entorno ambiental en Nicaragua
La calidad de la vivienda en Nicaragua puede variar enormemente de acuerdo a la
región y al estatus socio-económico. Las viviendas en la región Central y en la Costa
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Atlántica son de menor calidad y los residentes rurales muchas veces presentan mayores
riesgos a la salud que las viviendas urbanas. Aún así, el tipo de vivienda está determinado
en primer lugar por el nivel económico. En Nicaragua los proyectos de vivienda para las
clases altas generalmente son desarrollados por empresas comerciales de construcción,
mientras que las clases medias generalmente emplean maestros de obra o carpinteros
particulares para evitar los altos costos de la vivienda comercialmente producida.
Finalmente, la tendencia entre las familias pobres es la autoconstrucción (Gómez, 14;
Hussein et al. 1999, 759; WHO 1989).
En el año 2001, aproximadamente 2.8 millones de Nicaragüenses (45.8 por ciento
de la población) vivia por debajo de la linea de pobreza, mientras que 783,300 (15.1 por
ciento) de estos vivían en extrema pobreza (INEC 2002, 4). Este dato también confirma
la concentración de viviendas en malas condiciones en las zonas Central y Atlántica:
dichas regiones enfrentan tasas de pobreza mucho más altas si se compara con la región
de Managua y la Costa Pacífica (59.9 y 61.3 por ciento, respectivamente). Del mismo
modo, las viviendas en malas condiciones se concrentran en las áreas rurales —61.7 por
ciento de los pobres en Nicaragua viven en el campo. Debido a esta alta tasa de pobreza,
Gómez etima que 83 por ciento de la vivienda en el país es autoconstruida (2000, 23).
Mientras los residentes rurales comprenden la mayor parte de los pobres de Nicaragua, el
crecimiento poblacional junto a la fuerte migración del campo a la ciudad también ha
derivado en un aumento de los asentamientos semi-urbanos y urbanos donde el acceso al
empleo tanto en el sector formal como informal es mayor (Gómez 2000; McMichael
2000). La pobreza extrema generalmente se asienta en terrenos públicos vacios, parques y
a lo largo de las riveras de los rios.
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Entre las viviendas autoconstruidas en Nicaragua, los materiales más comunes
incluyen la madera, el barro, las paredes interiores de tela o cartón, techos de paja o zinc,
y generalmente pisos de tierra. No obstante, las viviendas entre las personas de bajos
ingresos en las principales ciudades de la región Pacifica pueden tener acceso a
conexiones de acueducto y alcantarillado, los habitantes en otras regiones deben acceder
al agua a través de grifos públicos o pozos y usar letrinas, o en algunos casos, defecar en
areas abiertas. Las estadisticas más recientes a nivel nacional con los indicadores básicos
de vivienda se encuentran listados en la siguiente tabla.
Tabla 1: Nicaragua—Indicadores básicos de vivienda, 1998 y 2001Materiales predominantes en la viviendaPorcentaje de la casa con … 1998 2001
Piso de tierra 47.8 43.5Techo de zinc 64.4 67.7Paredes de cemento o concreto 29.4 31.9
Tipo de viviendaPorcentaje de viviendas categorizadas como … 1998 2001
Casa o quinta 91.7 92.1Rancho o choza 4.3 2.0Improvisada/vivienda informal 2.6 4.9Otros tipos de vivienda 1.4 1.1
Servicios básicosPorcentaje de casas con … 1998 2001
Acueducto (en o cerca de la casa) 61.0 60.5Inodoro 22.9 22.6Electricidad 68.9 71.0
Disposición de basura sólidaPorcentaje de viviendas que usan los siguientesmétodos …
1998 2001
Camión recolector 31.3 32.9Quema la basura 46.4 44.5Entierra la basura 3.9 2.9Bota a un campo abierto, rios, etc. 15.7 17.6Lleva a un sitio autorizado de recolección 2.6 1.5
Tenencia de la viviendaPorcentaje de residentes … 1998 2001
Propietarios de vivienda (con o sin título) 77.9 81.4Posando 7.9 3.5Renta 4.2 3.0Cedida, pretada y posando 13.6 11.9
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Porcentaje de proyectos sociales dirigidos a … 1998 2001Mejoramiento/construcción de escuelas 25.7 17.6Mejoramiento/construcción de centros de salud 15.7 13.7Instalación de servicios básicos 27.2 18.7Campañas de salud 42.2 38.3
Datos del Instituto Nicaragüense de Estadísticas y Censos, Encuesta Nacional de Hogares sobre Medicióndel Nivel de Vida, 1998 y 2001. Disponible en internet en:http://www.inec.gob.ni/estadisticas/indicadoresemnv.htm.
Vivienda, ambiente y salud
El tipo de vivienda prevaleciente entre los pobres en Nicaragua hace a sus
residentes más vulnerables a enfermedades contagiosas, enfermedades crónicas,
envenenamientos, accidentes y heridas. Ello también presenta un rango de riesgo
sicosocial como el estrés, la ansiedad, y el deterioro de las redes sociales, y en general el
deterioro de la salud física. A pesar de que las causas son generalmente las mismas, a
continuación se considera de manera separada cada categoría de enfermedad.
Enfermedades contagiosas
Las enfermedades contagiosas incluyen enfermedades que se pueden transmitir
por vectores, agua, comida y el contacto humano. Las enfermedades contagiosas más
relacionadas con la vivienda inadeacuada incluye las enfermedades generadas por
vectores, tales como la malaria, el dengue, las chagas, el tifo y la fiebre amarilla (ver
Apéndice 2 para mayor información sobre enfermedades ocasionadas por vectores y sus
síntomas), agua – y enfermedades ocasionadas por comida como el tifo, el cólera, la
amibiasis, la disentería y el esquitosomiasis (ver Apéndice 3), e infecciones respiratorias
transmitidas por el aire tales como la tuberculosis y la neumonia.
En el ambiente doméstico circundante, ciertas características ayudan a la
presencia de vectores de enfermedades que son componentes claves en la propagación de
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las enfermedades contagiosas. Las aguas estancadas y el alcantarillado abierto incitan el
desarrollo de la malaria –y del mosquito transmisor del dengue y contribuyen a la
contaminación de las superficies de aguas con microbios que transmiten el tifo, el cólera,
y la disentería. La basura en descomposición atrae a los roedores y a los insectos
vectores que transmiten una serie de virus y enfermedades, incluyendo la hepatitis, y la
shigellosis. La basura no degradable, como las llantas viejas, y los recipientes de plástico
también pueden ser unos criaderos ideales de mosquitos. La presencia de ganado o
animales domésticos y de pequeños jardines van paralelos al aumento de la presencia de
vectores. Los vectores son atraidos al área por la oportunidad de alimento de los animales
domésticos, por la basura, o por los canales de irrigación, ideales para el criadero de
mosquitos (McMichael 2000, 1121; Schofield 1990, 203).
No solo la degradación del ambiente doméstico circundante lleva al aumento de
las oportunidades de transmisión de enfermedades por vectores, sino también la
estructura misma de las viviendas. Paredes in terminar, pisos y techos —especialmente
los de teja or paja— proveen el espacio ideal para que insectos vectores se escondan.
Cuando hay poca luz natural en la casa, los vectores nocturnos están aún más animados a
esconderse dentro de la residencia. Cuando la ventilación es pobre, los residentes muchas
veces no poseen rejillas en sus ventanas y puertas y los insectos tienen entrada libre. Las
condiciones no sanitarias en la casa, debido a la inadecuada disposición de los desechos
sólidos y la falta de fuentes de agua cercanas, y el indebido almacenamiento de
alimentos también anima la presencia de vectores. Los insectos que frecuentemente
infectan las viviendas incluyen los mosquitos, las pulgas (por los roedores), los piojos, y
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los insectos triatomine. Esos vectores pueden transmitir la malaria, el dengue, el tifo y la
enfermedad de chagas.
Los hábitos diarios de higiene y de almacenamiento y preparación de alimentos
también pueden ser una fuente de enfermedad. Así como la limpieza personal y
doméstica son importante para restringir los vectores de enfermedades —que son
contingentes sobre al acceso fácil al agua—, también son importantes para limitar las
enfermedades originadas en la comida y el agua. Sólamente el 60.5 por ciento de los
Nicaragüenses tuvieron acceso al agua potable en el 2001; el restante 35.5 por ciento
dependió de pozos, conexiones municipales, y otras fuentes de agua (INEC 2001a).
Independientemente de la fuente, el agua en Nicaragua muchas veces no es tratada o es
insuficientemente tratada. La contaminación típicamente ocurre debido a desechos,
letrinas pobremente mantenidas o construidas, y otras fuentes de polución. Como
consecuencia de las deficiencias cualitativa y cuantitativas del agua, los habitantes
pueden desarrollar tifo, cólera y disenteria. En su encuesta de indicadores básicos del
2001, el INEC encontró que 13.1 por ciento de los niños menores de 5 años en Nicaragua
sufrían de diarrea como resultado del agua no potable y de un ambiente doméstico
degradado (INEC 2001b).
Enfermedades crónicas
Una causa común de enfermedades crónicas al nivel del hogar es la polución del
aire interior (PAI) A nivel global, la PAI es responsable por “1.5 a 2 millones de
muertes, … Esto representa aproximadamente del 4 al 5 por ciento de la mortalidad total
alrededor del mundo” (Ezzati y Kammen 2002, 1057). La PAI resulta de la quema de
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madera, combustibles fósiles y la basura animal para propósitos de calefacción y para
cocinar. La investigación de Ezzati y Kammen establece un vínculo causal directo entre
la PAI y las infecciones respiratorias agudas, infecciones de oido medianas y
enfermedades pulmonares crónicas. Otras posibles enfermedades derivadas de la PAI
incluyen el cancer, el asma, la tuberculosis, las cataratas, y la ceguera; a la PAI también
se le puede atribuir el bajo peso al nacer, que también conlleva riesgos a la salud a largo
plazo. La ventilación indebida acompañada del hacinamiento (más de 2 personas por
cuarto) exacerba los efectos de la polución del aire interior, y lleva a un incremento en el
riesgo de infecciones respiratorias. (Ezzati y Kammen 2002; Marsh et al. 2000). En el
año 2001, 30.9 por cuento de los niños menores de cinco años en Nicaragua fueron
diagnosticados de sufrir de infecciones respiratorias severas (INEC 2001b). Aún más, los
problemas respiratorios —promediados a través de edades similares— representan el
36.7 por ciento de las enfermedades por las que las personas buscaron tratamiento (INEC
2001b, 5). Otras enfermedades crónicas que resultan de la calidad de la vivienda pueden
incluir la dermatitis, la renitis y la conjuntivitis; la arteriosclorosis, y la arritmia cardiaca.
Dichas enfermedades dependen de la insuficiencia de la casa para proteger a sus
residentes de condiciones climeaticas drásticas, envenenamiento con bióxido de carbono
por la quema de combustibles de materia viviente o de la quema de basura; y de la escasa
ventilación.
Heridas, accidentes y envenenamientos
La vivienda inadecuada también puede hacer a sus residentes más suceptibles a
las heridas, los accidentes y el envenenamiento químico en razón de las insuficiencias
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estructurales asi como de la falta de espacio y depósito. (PAHO 2001; Stillwaggon
1998). De acuerdo a la Organización Panamericana de la Salud (OPS), “las heridas
accidentales son la principal causa de muerte en el mundo… Las heridas traumáticas
causan 3 millones de muertes cada año y son responsables de una tercera parte de las
admisiones en los hospitales” (PAHO 2000, 10). A pesar de que los casos de busqueda de
asistencia médica por causa de heridas es muy baja en Nicaragua, promediando
solamente 3.25 por ciento de las causas por las que se buscó asistencia médica, la OPS
señala que las heridas accidentales son mayores en los países en desarrollo (INEC 2001b,
PAHO 2000). Aún más, según la OPS, “la casa es el escenario de muchos accidentes”
(2000, 10). Dichos accidentes pueden incluir cortaduras, contusiones, quemaduras,
obstrucciones respiratorias, envenenamientos y sofocaciones. El riesgo de heridas o
envenenamientos en el hogar son mayores cuando, como es común entre la gente pobre,
el hogar es a la vez el sitio de trabajo. En Nicaragua, los residentes muchas veces poseen
tiendas informales o pulperías dentro de sus casas; en otros casos, hombres y mujeres al
realizar labores de contrucción, trabajo de confección de vestuario por piezas u otras
actividades en el hogar, introducen herramientas, químicos, u otros materiales
potencialmente dañinos (Briceño-León et al 2001; Gómez 2000; PAHO 2000). En las
áreas rurales, los pesticidas y fertilizantes químicos usados en la agricultura pueden
ocasionar envenenamiento a sus residentes si no están debidamente almacenados.
Efectos sicosociales de la vivienda
No debería sorprender que las características de las viviendas inadecuadas afecten
la salud física en muchas maneras. Sin embargo, ellas también tienen un fuerte impacto
13
sobre la salud mental y las redes sociales. El estatus de propiedad o la tenencia insegura,
el hacinamiento y el espacio insuficiente, las condiciones degradadas de las viviendas y
de las áreas circundantes, la falta de seguridad y de condiciones seguras en la
construcción de la vivienda, el ruido excesivo también pueden resultar en problemas de
salud mental. Los efectos de la vivienda degradada es aún más complicado por el lugar de
la vivienda dentro del conjunto de la comunidad. La falta de acceso a oportunidades de
empleo y actividades recreacionales o comunitarias también contribuyen al agotamiento
sicológico.
El impacto sicológico de la vivienda de baja calidad se manifiesta en estrés,
depresión, falta de esperanza, y “pérdida de los valores morales”, caracterizado por el uso
recreacional de drogas. En las personas con historia de desórdenes sicológicos, la
vivienda puede incitar un aumento de los momentos de sicosis, mania, neurosis y
depresión (PAHO 2000). En Nicaragua, el uso de drogas y alcohol son un mecanismo de
escape común para hacer frente a las restricciones ocasionadas por la pobreza. El
alcoholismo es particularmente pronunciado entre los hombres en Nicaragua,
especialmente en las áreas rurales o semi-urbanas; en las áreas rurales los jóvenes muchas
veces comienzan a tomar a los 14 años de edad. Anque los abusos de drogas y alcohol
muchas veces se desarrolla como un mecanismo de escape, irónicamente sirven para
mantener el ciclo de pobreza y salud deficiente. Entre los hombres que consumen alcohol
en exceso los doctores han notado un aumento de sus problemas siquiatricos, así como un
aumento en las enfermedades neurológicas, del higado, del pancreas y de la piel (Gómez
2000, 12–13). Finalmente, las enfermedades sicológicas y el abuso de substancias se
originan de condiciones de vida inseguras, también pueden ocasionar colapsos a nivel
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social y violencia doméstica, especialmente contra las mujeres y los niños. Los abusos se
pueden expresar en violencia verbal, emocional o física.
Poblaciones vulnerables
A pesar de que todos estamos sujetos a los efectos en la salud ocasionados por la
vivienda, ciertas poblaciones son más vulnerables a los riesgos ocasionados por la
vivienda inadecuada. Como se ha sugerido a lo largo de este documento, los pobres son
altamente vulnerables a los riesgos de las viviendas de baja calidad. Ellos a la vez puede
ser que vivan en viviendas insalubres, o puede ser que no tengan la educación o los
recursos para solucionar los déficit cualitativos en el ambiente de las viviendas. (Briceño-
León et al. 1990; Barceló, Guzmán, y Gómez 2001). Los pobres también son suceptibles
a los riesgos en la salud por razón de la vivienda debido a la localización de sus
viviendas. A diferencia de las construcciones costosas y de alta calidad, la vivienda de los
pobres comúnmente están localizadas en áreas vulnerables a los desastres naturales y los
causados por el hombre. (WHO 1989; PAHO 2000). En Nicaragua, esta amenaza es
particularmente fuerte; de 1992 a 1998 desastres naturales destruyeron más de 100,000
viviendas y ocasionaron la muerte de 13,000 residentes (Gómez 2000, 16). No debe
sorprendernos que sobre los pobres recayó la mayor carga de ésta pérdida en vida y
viviendas.
Otras poblaciones también son más vulnerables a los riesgos en la salud. Debido
al mayor tiempo que están en sus hogares, la salud de los siguientes grupos ha
demostrado ser particularmente sensible a las características de las viviendas: las mujeres,
los niños, los ancianos, las personas con discapacidades o debilidades (Barceló, Guzmán,
15
y Gómez 2001; Ezzati y Kammen 2002; PAHO 2000; WHO 1989). De acuerdo a la
encuesta de población y salud de Nicaragua del 2001, muchas de las enfermedades
identificadas por quienes requirieron servicios médicos tiene una curva “en forma de U”,
en la que los profesionales de la salud fueron buscados en mayor proporción por los niños
y los ancianos, mientras que las dolencias no afectaron a tantos jóvenes como para
hacerlos requerir asistencia médica (INEC 2001b).
Aproximaciones a la vivienda saludable
La Red Interamericana de Viviendas Saludables (VIVSALUD)
Al examinar los efectos en la salud de la vivienda inadecuada, la meta de este
documento es la de resaltar los efectos negativos del déficit de vivienda en Nicaragua
sobre los ciudadanos del país, y aún más enfatizar que el mayor perjuicio de las
enfermedades resultantes de este déficit ha recaido más fuertemente sobre los habitantes
más pobres del país. Un recurso de primera mano para los funcionarios de salud pública,
planificadores, y otros interesados en abordar el déficit de vivienda en Nicaragua es la
Red Interamericana de Vivienda Saludable.
La Organización Panamericana de la Salud y la Organización Mundial de la Salud
crearon la Red Interamericana de Vivienda Saludable en 1995 con miras a coordinar una
iniciativa regional de vivienda saludable en la región latinoamericana y caribeña. La Red
Interamericana de Vivienda Saludable (también llamada VIVSALUD) apoya Redes
Nacionales de Vivienda Saludable que se encargan de proyectos específicos por países e
iniciativas para mejorar la salud pública a través de la vivienda. Las Redes Nacionales
son esenciales para el éxito de los proyectos porque, a pesar de los razgos communes
16
entre los riesgos a la salud que presenta la calidad de la vivienda en los países
latinoamericanos y caribeños, cada Red Nacional debe considerar las características
“fisiográficas, climaticas, demográficas, socioeconómica, culturales, políticas y las
condiciones históricas, así como la educación tangible y la idiosincracia propia de su area
de acción” (VIVSALUD 2003). VIVSALUD promueve las metas de cada una de las
Redes Nacionales a través de la facilitación del intercambio de conocimiento relevante y
experiencias, así como trabajando con países individuales para encontrar soluciones
viables a los déficit cualitativos y cuantitativos de vivienda. Los países asociados con
VIVSALUD incluyen Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El
Salvador, Guatemala, Haiti, México, Nicaragua, Perú, los Estados Unidos y Venezuela.
Los siguientes países estean en proceso de desarrollar una Red Nacional como parte de
VIVSALUD: Colombia, Costa Rica, República Dominicana, Guyana, Honduras,
Jamaica, y Paraguay (VIVSALUD 2003).
A pesar de que la vivienda saludable se puede considerar desde una variedad de
ángulos, incluyendo los rubros económicos, políticos y sociales VIVSALUD y la
Organización Panamericana de la Salud, en sus “Guias Metodológicas para las Iniciativas
de Vivienda Saludable,” coloca el tema de las viviendas saludables exáctamente en el
reino de la salud pública y el ambiente (Barceló, Guzmán, y Gómez 2001, 16). Este
rubro, sin embargo, incorpora claramente preocupaciones políticas, económicas y
sociales, de tal manera que el marco provee una visión comprensiva de los temas de
vivienda y de salud. A nivel local, la vivienda saludable resulta afectada por el lugar de
los asentamientos (incluyendo los riesgos ambientales del ambiente doméstico
circundante), las características de las estructuras de las viviendas, y la provisión de
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servicios básicos, que a su vez resultan afectadas por las realidades políticas, económicas
y sociales de los asentamientos. Para decirlo de otra manera, el bienestar y la calidad de
vida resulta de la convergencia en el nivel local de liderazgo político y acción, la
economía y los recursos socio culturales de cada persona, y las características
ambientales (Barceló, Guzmán, y Gómez, 31). Dado que la vivienda sirve como un punto
de convergencia para todos esos factores, un acercamiento multidisciplinario e
intersectorial está mejor posicionado para hacer frente a los temas de salud relacionados
con la vivienda. La educación en salud es poco lo que puede hacer sin disponibilidad de
crédito, legislación que señale de manera apropiada los estándares de las viviendas, o un
mejor planeamiento urbano que prevenga la creación de asentamientos precarios a los
que resulten dificiles o imposibles de proveer servicios públicos (WHO 1989).
El primer paso necesario para hacer frente a los temas de salud y vivienda es una
evaluación inicial de los indicadores de salud y el estatus de la vivienda. Los estudios
deberían incluir una evaluación de los riesgos para la salud, el impacto de la vivienda en
el ambiente, y el impacto epidemiológico de la vivienda (Barceló, Guzmán, y Gómez
2001, 19). Dependiendo del contexto, la información de censos anteriores, de datos
agrícolas y encuestas de salud pueden resultar útiles; sin embargo, los investigadores
necesitarán decidir sobre la información necesaria e investigar métodos costo-beneficio
de la recolección de información que provean una imagen clara de tanto la calidad de la
vivienda en su localidad, las preocupaciones de salud predominantes y cómo se
intersectan estas dos (WHO 1989, 35). Gómez (2000), en colaboración con la
Organización Panamerican de la Salud y VIVSALUD, ya ha preparado una evaluación a
nivel nacional del estatus de la salud y la vivienda en Nicaragua, pero los datos a nivel
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local son muchas veces mejor recolectados por iniciativas locales conducidas por la
comunidad. Este análisis debería también identificar a los colaboradores potenciales en
las iniciativas en salud, incluyendo:
• Residentes en los hogares, incluyendo los propietarios de las viviendas, losarrendadores y los arrendatarios;
• Oficinas de gobierno relacionadas (planeación, gobierno, serviciossanitarios);
• Organizaciones comunitarias cívicas, religiosas y sociales• Grupos profesionales y de comercio, incluyendo arquitectos, constructores e
ingenieros civiles;• Líderes locales, tanto políticos como informales;• Escuelas; y• Locales de medios de comunicación (WHO 1989, 24-25).
Al considerar el ámbito de la intervención pública en salud, la Organización Mundial
de la Salud, la Organización Panamericana de la Salud y VIVSALUD recomiendan
“acciones locales para lograr metas globales” (Barceló, Guzmán, y Gómez 2001, 31).
Este énfasis en un abordaje local es el resultado del hecho que la vivienda, la mayor parte
de las veces, es construida por quienes las habitan y sólo mediante el aumento de los
intereses y deseos ciudadanos locales las iniciativas pueden llegar a ser efectivas (WHO
1989, 18). Con este fin, la Organización Mundial de la Salud también recomienda la
descentralización de la asignación de recursos, la toma de decisiones y los impuestos, de
tal manera que los temas locales puedan ser efectivamente abordados por las
comunidades locales (1989, 28). No obstante, acciones paralelas pueden ser necesarias en
los niveles más amplios, como el mejoramiento de la legislación de vivienda y el
financiamiento público en salud a nivel regional y nacional (27).
Después de haberlas evaluado, VIVSALUD y la Organización Mundial de la Salud
han identificado las siguientes áreas claves para la acción: los servicios de salud; los
servicios de empleo; el sector vivienda, la planeación urbana, la ley y el desarrollo de la
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política; y la ayuda con crédito. Dado que este marco reconoce los vínculos inherentes
entre dichos sectores, uno puede ver en los siguientes ejemplos cómo las acciones en un
sector están en concordancia con el otro (ver Tabla 2 para un listado de sugerencias).
El sector salud juega un rol crucial en proteger la salud de los habitantes de una
variedad de riesgos. Las prioridades incluyen los servicios de salud preventiva y
primaria, así como la acción en materia de salud, incluyendo la diseminación de
información sobre higiene, preparación de la comida, y enfermedades contagiosas en
general. Como parte de las campañas de acción en salud, los trabajadores de la salud
—quienes también necesitan ser concientes de los riesgos a la salud ocasionados por la
vivienda— pueden informar a los pacientes sobre las caracteristicas de las viviendas que
aumentan el riesgo de enfermedades, y proveer sugerencias sobre cómo protegerse contra
dichos riesgos. El cuidado curativo, a pesar de no ser el foco de las campañas de
viviendas saludables, también es crucial en un contexto de pobreza donde los individuos
son sujetos a una mayor posibilidad de enfermedad o heridas. Sin embargo, para que el
sector salud contribuya a dicho tipo de iniciativas de vivienda saludable, los habitantes
—sin importar su nivel de ingreso— deben tener acceso a los servicios de salud. Las
maneras para asegurar que los servicios de salud lleguen a los individuos que los
necesitan debe incluir la provisión de centros de salud públicamente financiados,
ofreciendo tarifas diferenciales dependiendo de la capacidad de pago, y mejorando las
oportunidades de empleo en el mercado laboral.
No debería sorprender que la provisión de oportunidades económicas es vital para
mejorar la calidad de la salud y la vivienda. Aunque el desarrollo económico puede ser
una tarea intimidante, acciones tales como reducir las barreras para acceder al crédito,
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coordinar la provisión de materiales de vivienda a bajo costo de distribuidores locales,
ofreciendo tarifas diferenciales dependiendo de la capacidad económica por los servicios
de salud y las oportunidades de educación, los programas de entrenamiento para el
trabajo todos pueden ser efectivamente implementados en el nivel local.
El rol de la educación, no solo de cada uno de los residentes sino de los trabajadores
de la salud, los arquitectos, los ingenieros, los diseñadores de políticas, y los líderes
comunitarios formales e informales, es también significativo en las campañas de vivienda
saludable. Todos los actores en el campo de la salud y la vivienda necesitan saber los
riesgos particulares a la salud de la vivienda en condiciones subnormales y cómo se
pueden evitar dichos riesgos. Los flujos de información tanto horizontal como vertical,
sin embargo, tienden a ser deficientes en los países en desarrollo. Por esta razón,
identificar los actores claves al comienzo de las campañas de viviendas saludables y
decidir cómo la información sobre los riesgos en la salud, los códigos de construcción y
otros temas serán diseminados son extremadamente importantes.
Finalmente, también se pueden establecer herramientas legales y políticas para apoyar
las metas de una vivienda saludable. Leyes que protegen los derechos de los tenedores de
tierra y de los arrendatarios, códigos de construcción realistas que apoyen el
mejoramiento progresivo, y el establecimiento de mecanismos especiales para los
tenedores no propietarios pueden contribuir al mejoramiento de la vivienda. En el área de
la planeación, es importante que los planificadores locales le den realse a todos los
asentamientos, incluyendo los desarrollos informales de vivienda. Los temas de la
capacidad pueden ser particularmente difíciles; algunos barrios pueden estar actualmente
localizados en áreas que son extremadamente difíciles de atender. Sin embargo, ignorar
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los riesgos de salud y sociales que los nuevos desarrollo presentan a los asentamientos
informales solo servirá para empeorar los déficit habitacionales.
Tabla 2: Sugerencias para Iniciativas de Vivienda Saludable• Acción en salud, tanto general como relacionada con la vivienda, incluyendo la provisión
de servicios primarios de atención en salud;
• Crear iniciativas de desarrollo social y económico diseñadas para hacer frente a lasdisparidades de ingreso y acceso al crédito, a los servicios de salud, y los serviciosbásicos;
• Desarrollar un marco legal para proteger los derechos de los tenedores de vivienda y losarrendatarios, incluyendo el aumento en la seguridad en la tenencia de la tierra;
• Desarrollar codigos de construcción realistas y estándares de vivienda que son claros,consistentes y que apoyan mejoras económicas y progresivas de la calidad de lasviviendas;
• Comunicar los estándares de vivienda a todos los interesados, incluyendo arquitectos,constructores, productores de materiales de vivienda, y los residentes;
• Analizar la localización actual por posibles riesgos de desastres causados por el hombre onaturales; si el riesgo es significativo, buscar maneras de mitigar el riesgo potencial dedesastress y desarrollar medidas para vivienda temporal;
• Incorporar criterios de salud y sociales en la planeación y administración del desarrollo—independientemente de si el asentamiento es informal, o legal— los gobiernos localesdeberían considerar el impacto de los desarrollos públicos y privados en los vecindarios delos residentes individuales;
• Proveer campañas de educación en salud e higiene con la colaboración de organizacionessociales, cívicas y religiosas, lideres comunitarios, escuelas y medios de comunicaciónmasiva.
Estas recomendaciones son deliberadamente generales con la idea de que encajen en
distintos contextos, pero no se debe desestimar la importancia de proveer información
clara y relevante al contexto a los habitantes sobre la higiene doméstica y la salud
ambiental, así como opciones concretas relacionadas con el crédito, el mejoramiento de la
vivienda, y otras formas de asistencia. De acuerdo a investigaciones realizadas por la
Universidad Central de Venezuela, factores sicológicos y situacionales pueden prevenir a
los residentes de implementar mejoramientos a sus viviendas o cambiar sus hábitos de
vida (Briceño-León et al. 1990). En sus estudio de habitantes rurales, Briceño-León et al.
encontró que a los habitantes a quienes les falta un sentido de control sobre sus propias
vidas, y tienen conocimientos imperfectos sobre las enfermedades contagiosas,
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estuvieron más inclinados a participar en el mejoramiento de sus viviendas. Sin embargo,
un programa de educación directamente enfocado en las enfermedades transmitidas por
las chagas, junto a un simple y transparente programa de crédito para techos y materiales
para los pisos, llevó a cerca del 70 por ciento de las familias en el estudio a mejorar sus
viviendas (1990, 115). Antes de la realización del estudio, todas las familias tenían casas
sin finalizar, algunas de las cuales habían sido dejadas incompletas por cerca de 10 años.
Los descubrimientos de Briceño-León complementan lo que otros investigadores han
aprendido sobre los efectos en la salud mental de la vivienda inadecuada, y sugieren
maneras para superar la inercia entre los pobres que resulta del sentimiento de ausencia
de derechos y falta de poder.
Conclusión
Este documento ha querido revisar las maneras en que la salud es afectada por la
vivienda, y al bosquejar un marco de intervención, sugiere actividades a nivel local para
promover viviendas saludables, con especial referencia a Nicaragua. Cómo abordar los
tema relacionados con la vivienda, sin embargo, varía enormemente de acuerdo al
contexto local, aún dentro de los países. Aún así, mucho se puede aprender de las
iniciativas de vivienda en otros países de América Latina y el Caribe, y por supuesto, de
otros países de fuera de la región latinoamericana y caribeña. La Red Interamericana de
Vivienda Saludable (VIVSALUD), sin embargo, sirve como un excelente punto de
referencia para la investigación y otros recursos sobre vivienda en países de América
Latina y el Caribe; usados con otros recursos referenciados en este documento,
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esperamos que este documento sirva como un punto de partida útil para programas de
vivienda saludable en Nicaragua.
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Apéndice 1: Vivienda inadecuada, ambiente degradado y salud
Características de las viviendas Resultados ambientales Riesgos a la salud Enfermedades específicasFalta de drenaje para el alcantarillado y lasaguas negras
1. Aguas estancadas
2. Contaminación de aguas subterraneas
1. Criadero de vectores, especialmente losmosquitos
2. Patógenos en el agua para tomar
1. Malaria, fiebre de dengue, fiebreamarilla, tifo, enfermedad de chagas,lesmaniasis, peste.
2. Fiebre tifoidea, colera, amibiasis,disenteria, esquistosomiasis.
Falta de/insuficiente recolección de basuray remoción de basura sólida
1. Aumento de la polución ambiental,incluyendo
Basura en estado de descomposición
Desechos no bio-degradable, como losrecipientes plásticos y las llantas viejas
2. Polución del aire por quema de labasura
1a. Aumento de la dispersión deenfermedades
1b. Aumento del criadero de vectores
2. Mayor riesgo de infeccionesrespiratorias, asma, y otros problemasrespiratorios
1. Malaria, amibiasis, disenteria, diarrea,gusanos intestinales, fiebre de dengue,fiebre amarilla, tifo, enfermedad de chagas,lesmaniasis, peste.
Hacinamiento, falta de espacio en el hogar Menores condiciones sanitarias Mayor facilidad de transmisión deenfermedades infecciosas
Aumento del estrés sico-social
Compartiendo el espacio del hogar conganado y animales domésticos
Aumento de la presencia de vectoresdentro y alrededor de la casa
Malaria, fiebre de dengue, fiebre amarila,tifo, enfermedad de chagas, lesmaniasis,peste.
Quema abierta de combustible de materiaviva para cocinar y calentar
Polución del aire interno Aumento de las infecciones respiratoriasagudas, asma, enfermedades pulmonares,cancer y cataratas
Gran riesgo de heridas de quemaduras
Baja calidad de los materiales de lavivienda, pobre calida de la estructura dela vivienda
Aumento de la presencia de vectores deenfermedades en la casa
Mayor riesgo de accidentes, vulnerabilidada desastres (por ejemplo, inundaciones,terremotos)
Falta de calidad del agua dentro del hogaro del proveedor local de agua
Reducción de la higiene y de los esfuezossanitarios
Aumento de las infecciones yenfermedades en la piel, los ojos y losoidos
Enfermedades relacionadas con la comiday el agua contaminadas
Falta de buen mantenimiento de lasletrinas o de los baños
Agua subterranea contaminada Patógenos en el agua potable Fiebre tifoidea, colera, amibiasis,disenteria, esquistosomiasis
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Apéndice 2: Enfermedades ocasionadas por vectores
Enfermedad Vector Síntomas de infección Notas adicionales
Malaria: 4 tipos
- Plasmodiumfalciparum
- P. vivax
- P. ovale
- P. malariae
Mosquito anofeles y mosquitocomún, ambos llevando elparásito que causa lamalaria.
Fiebre, enfermedad como la gripe. Templadera, escalofrio, dolor de cabeza,dolores musculares, cansancio. Algunas veces náuceas, vómito y diarrea.También puede causar anemia y desazón. La infección con el tipo 1 puedecausar insuficiencia renal, confusion, ataques, coma y la muerte .
Tipos 2 y 3 pueden recaer.
Denguefiebre/denguefiebrehemorragica
Hembra mosquito Aedesaegyptio
Enfermedad severa, como la gripa. Los síntomas varian dependiendo de laedad, pero incluye ronchas, debilidad, fiebre alta, dolor de cabeza, musculosy dolor de coyunturas. La fiebre del dengue hemorrágico es mortal, secaracteriza por la alta fiebre, el fenómeno hemorrágico, aumento del higado yen algunos casos la falla circulatoria.
Una vez infectado con fiebre de dengue la persona sevuelve muy suceptible a posteriores infecciones
Lesmaniasis: 4tipos
- Cutánea
-Cutánea difusa
- Mucocutánea
- Visceral
Niguas llevando el parásitolesmaniasis
Lesiones que discapacitan y algunas veces lesiones altamente mutilantes. Eltipo 4 es el más severo y ataca el bazo,el higado, y los nodos de los linfas.
El aumento de esta enfermedad se debe a los cambiosen el ambiente, incluyendo la deforestación, laconstrucción de represas, nuevos métodos deirrigación, la urbanización, y la migración de poblaciónno inmune a áreas endémicas.
Peste: 3 tipos
- Bubónica
- Septicémica
- Neumónica
Roedores que llevan pulgasinfectadas
Los síntomas varían según el tipo Tipos 2 y 3 presentan altos casos y altas fatalidades
Enfermedades dechagas
Transmitido por insectostriatomine que llevan elparásito Trypanosoma
2 etapas de la infección: (1) Etapa severa, (2) etapa crónica. La etapa crónicaaparece después de un periodo de incubamiento que puede durar variosaños. Las lesiones de la etapa crónica producen daños irreversibles aórganos como el corazón, el esófago, el colon, y el sistema nervioso periferal.
Tifo originado porel piojo
Falta de cuidado del cuerpohumano Rickettsia prowazekii
Fiebre alta repentina, escalofrio, dolor de cabeza, dolor general, y severocansancio alternado con agitación, seguido de una aparición repentina demanchas.
Las personas se infectan por frotar materia fecal depiojos o aplastar piojos en una picadura o al rascarse.Los problemas se aumentan en las viviendas conhacinamiento; sin embargo, la enfermedad no setransmite a través del contacto persona a persona. Unataque usualmente confiere inmunidad por largotiempo.
Fiebre amarilla Mosquito Aedes yHaemogogus
2 etapas (1) Severa y (2) crónica. La fase severa incluye fiebre, dolor demúsculos, dolor de cabeza, escalofrios, pérdida de apetito, nausea y/ovómito. La mayoría de los pacientes mejoran después de 3 o 4 días y lossíntomas desaparecen; sin embargo, 15% entran a una fase tóxica a las 24horas. La fiebre reaparece y se afectan varios sistemas del cuerpo. Lossíntomas incluyen desazón, y dolor abdominal con vómito. El sangramientopuede ocurrir por la boca, la nariz, los ojos y/o el estómago. La sangretambién aparece en el vómite y las heces fecales. El funcionamiento de losriiñones se deteriora. La tasa de fatalidad es 50% para los pacientes quealcanzan la etapa tóxica.
Hay 3 ciclos diferentes de transmisión de la fiebreamarilla:
1. Selvática
2. Intermedia
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síntomas incluyen desazón, y dolor abdominal con vómito. El sangramientopuede ocurrir por la boca, la nariz, los ojos y/o el estómago. La sangretambién aparece en el vómite y las heces fecales. El funcionamiento de losriiñones se deteriora. La tasa de fatalidad es 50% para los pacientes quealcanzan la etapa tóxica.
3. Urbana
El tipo 3 es más común en áreas urbanas; puedecausar una epidemia a gran escala cuando laspersonas infectadas introducen el virus en unapoblación de alta densidad.
Apéndice 3: Enfermedades ocasionadas por el agua y la comidaEnfermedad Modo de transmission Síntomas Notas adicionales
Fiebre tifoidea Consumir comida o agua contaminada conSalmonella typhi—el patógeno seencuentra en las heces fecales de lospacientes y de quienes la cargan.
Fiebre repentina y permanente, severodolor de cabeza, nausea y pérdida deapetito. Algunas veces acompañado deuna tos ronca y costipación o diarrea.
Las personas pueden transmitir laenfermedad durante el tiempo que labacteria se encuentre en su sistema. De 2a 5% llegaran a ser personas que la llevanconsigo permanentemente.
Colera Tomar agua con la bacteria Vibriocholerae; la bacteria generalmente seencuentra en las heces fecales de unapersona infectada.
La infección es algunas veces ligera, sinsintomas, pero puede ser severa. Laenfermedad severa se caracteriza porprofusa diarrea aguada, vomito, ycalambres en las piernas. La pérdidarápida de fluidos del cuerpo puede llevar ala deshidratación, el shock y la posiblemuerte.
La enfermedad se difunde rápidamente enáreas con un inadecuado tratamiento dealcantarillado y agua potable.
Amibiasis
La disenteria amibiasica es una formasevera de esta enfermedad
Consumir comida o agua infectada conEntamoeba histolytica. El E. histolytica seencuentra generalmente en las hecesfecales de una persona infectada.
Los síntomas pueden incluir deposicionespoco compactas, dolor de estómago ycalambres. La disentería amibiatica incluyedolor de estomago, deposicionessangrientas y fiebre. Raras veces losparásitos invaden el higado y forman unabsceso.
Disenteria (epidémica) La transmisión generalmente se realiza através del contacto persona a persona opor consumir comida o agua contaminada.Puede ser causada por varios organismospero de manera significativa por el Shigelladysenteriae tipo 1 (Sd1).
Diarrea sangrienta, calambresabdominales, fiebre, y dolor rectal. Lossíntomas menos comunes incluyen sepsis,ataques, falla renal y sindrome urémicohemolitico.
Epidemias de Sd1 usualmente ocurren enáreas empobrecidas. De 5 a 15% de loscasos son fatales.
Esquitosomiasis: 2 tipos
1. Intestinal
2. Urinaria
Se transmite por (1) Schistosoma mansoni,S. intercalatum, S. japonicum, y S.mekongi o (2) S. haematobium.Generalmente todos se transmiten a travésdel agua infectada.
(1) Diarrea (sangrienta) intermitente quepuede acarrear a complicaciones seriasdel hígado y el bazo (2) Sangre en la orina,conduciendo eventualmente a cancer en lavejiga o problemas en los riñones.
En ambos tipos de la enfermedad losinfectados se debilitan seriamente.Produce consecuencias severas en eldesarrollo socio-económico de las regionestropicales y subtropicales.
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