VISIONES DE ROBOT.doc

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Isaac Asimov Visiones De Robot Visiones De Robot Titulo Original: Robot Visions INTRODUCCIÓN CRÓNICAS DEL ROBOT ¿Qué es un robot? Podemos definirlo de forma breve y comprensiva como «un objeto artificial que se parece a un ser humano». Cuando nos referimos a parecido, primero pensamos en términos de aspecto. Un robot tiene apariencia de ser humano. Se le podria, por ejemplo, cubrir de un material suave que se asemejase a la piel humana. Podría tener pelo, y ojos, y una voz, y todos los rasgos y accesorios de un ser humano, de forma que, en lo concerniente al aspecto exterior, seria indistinguible del ser humano. Esto, sin embargo, no es realmente esencial. De hecho, el robot, como aparece en la ciencia ficción, casi siempre está construido de metal, y sólo tiene un parecido estilizado con un ser humano. Supongamos, por consiguiente, que nos olvidamos del aspecto y considerarnos sólo lo que puede hacer. Pensamos en los robots como algo capaz de realizar tareas más rápida y más eficientemente que los seres humanos. Pero en este caso cualquier máquina es un robot. Una máquina de coser puede coser más de prisa que un ser humano, una taladradora puede penetrar una superficie dura más rápidamente de como puede hacerlo un ser humano sin ayuda, un aparato de televisión puede detectar y organizar ondas de radio como nosotros no podemos hacerlo, y así sucesivamente. Por lo tanto, tenemos que aplicar el término robot a una máquina más especializada que un aparato ordinario. Un robot es una máquina computerizada que es capaz de ejecutar un tipo de tareas que son demasiado complejas para cualquier mente viviente aparte de la del hombre, y de unas caracteristicas que una máquina no-computerizada no es capaz de hacer. En otras palabras, para decirlo de la forma más breve posible: robot = máquina + computadora

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VISIONES DE ROBOT

Isaac Asimov

Visiones De Robot

Isaac Asimov

Visiones De Robot

Titulo Original: Robot VisionsINTRODUCCIN

CRNICAS DEL ROBOT

Qu es un robot? Podemos definirlo de forma breve y comprensiva como un objeto artificial que se parece a un ser humano.

Cuando nos referimos a parecido, primero pensamos en trminos de aspecto. Un robot tiene apariencia de ser humano.

Se le podria, por ejemplo, cubrir de un material suave que se asemejase a la piel humana. Podra tener pelo, y ojos, y una voz, y todos los rasgos y accesorios de un ser humano, de forma que, en lo concerniente al aspecto exterior, seria indistinguible del ser humano.

Esto, sin embargo, no es realmente esencial. De hecho, el robot, como aparece en la ciencia ficcin, casi siempre est construido de metal, y slo tiene un parecido estilizado con un ser humano.

Supongamos, por consiguiente, que nos olvidamos del aspecto y considerarnos slo lo que puede hacer. Pensamos en los robots como algo capaz de realizar tareas ms rpida y ms eficientemente que los seres humanos. Pero en este caso cualquier mquina es un robot. Una mquina de coser puede coser ms de prisa que un ser humano, una taladradora puede penetrar una superficie dura ms rpidamente de como puede hacerlo un ser humano sin ayuda, un aparato de televisin puede detectar y organizar ondas de radio como nosotros no podemos hacerlo, y as sucesivamente.

Por lo tanto, tenemos que aplicar el trmino robot a una mquina ms especializada que un aparato ordinario. Un robot es una mquina computerizada que es capaz de ejecutar un tipo de tareas que son demasiado complejas para cualquier mente viviente aparte de la del hombre, y de unas caracteristicas que una mquina no-computerizada no es capaz de hacer.

En otras palabras, para decirlo de la forma ms breve posible:

robot = mquina + computadora

Por lo tanto, es evidente que un verdadero robot fue imposible antes de la invencin de la computadora en los aos cuarenta, y no fue prctico (en el sentido de ser lo suficientemente compacto y lo bastante econmico para aplicarlo al uso cotidiano) hasta la invencin del microchip en los aos setenta.

Sin embargo, el concepto de robot, un aparato artificial que remeda las acciones y, posiblemente, el aspecto, del ser humano es antiguo, con toda probabilidad tan antiguo como la imaginacin humana.

Los antiguos, dado que carecan de ordenadores, tuvieron que pensar en algn otro sistema para infundir habilidades casi humanas en objetos artificiales; echaron mano de vagas fuerzas sobrenaturales y dependieron de habilidades divinas ms all del alcance del hombre.

As, en el decimoctavo libro de la Ilada de Homero, Se indica que Hefesto, el dios griego, tiene como ayudante a un par de sirvientas... hechas de oro exactamente como muchachas vivientes; tienen juicio en sus cabezas, pueden hablar y utilizan sus msculos, pueden girarse y moverse de izquierda a derecha as como hacer su trabajo.... Sin duda alguna, Se trata de robots.

Asimismo, se crea que la isla de Creta, en el perodo de su mximo poder, contaba con un gigante de bronce llamado Talos que patrullaba constantemente sus costas a fin de evitar que cualquier enemigo se acercase.

Durante los perodos antiguo y medieval, se supona que unos hombres sabios haban creado cosas vivientes artificialmente por medio de artes secretas que haban aprendido, o descubierto, artes a traves de las cuales utilizaban los poderes divinos o diablicos.

La historia antigua de robots ms familiar para nosotros actualmente es la del rabino Loew de la Praga del Siglo XVI. Se supone que form un ser humano artificial -un robot- partiendo del barro, de la misma forma que Dios form a Adn del basto. Un objeto de barro, por mucho que se parezca a un ser humano, es una sustancia informe (la palabra hebrea es golem), puesto que carece de los atributos de la vida. No obstante, el rabino Loew, dio a su golem los atributos de la vida haciendo uso del sagrando nombre de Dios, y mont a su robot para trabajar en la proteccin de las vidas de los judios contra sus perseguidores.

Sin embargo, siempre existi cierto miedo hacia los seres humanos involucrados en un conocimiento que pertenece propiamente a los dioses o a los demonios. Haba una sensacin de que era peligroso, de que las fuerzas podan escapar al control humano. Esta actitud nos resulta ms familiar en la leyenda del aprendiz de brujo, el joven muchacho que saba suficiente magia como para desencadenar un proceso pero no suficiente para detenerlo una vez haba dejado de tener utilidad.

Los antiguos eran lo bastante inteligentes para considerar esta posibilidad y temerla. En el mito hebreo de Adan y Eva, el pecado que cometieron es el de adquirir conocimiento (al comer el fruto del rbol del conocimiento del bien y del mal: es decir el conocimiento de todo) y por ello fueron expulsados del Edn y, segun los telogos cristianos, infectaron a toda la Humanidad con el pecado original.

En los mitos griegos, estaba el titn, o Prometeo, que suministr el fuego (por consiguiente tecnologa) a los seres humanos y por ello fue terriblemente castigado por el enfurecido Zeus, que era el dios jefe.

Al principio de los tiempos modernos, fueron perfeccionados los relojes mecnicos, y los pequeos mecanismos que los hacan funcionar (aparato de relojera) -los resortes, engranajes, escapes, trinquetes, etctera- pudieron asimismo utilizarse para otros aparatos.

El Siglo XVII fue la edad de oro de los autmatas. Estos eran aparatos que podan, por medio de una fuente de energa como un resorte a cuerda o aire comprimido, llevar a cabo una serie complicada de actividades. Se construyeron soldados de juguete que marchaban; patos de juguete que graznaban,

chapoteaban, beban agua, coman grano y lo evacuaban; nios de juguete que podan introducir una pluma en el tintero y escribir una carta (siempre la misma, naturalmente). Este tipo de autmatas se comercializaron y se demostraron populares en extremo (y, en ocasiones, lucrativos para los propietarios).

Se trataba de artculos sin futuro, por supuesto, pero dieron vida a la idea de unos aparatos mecnicos que podan hacer ms que las triquiuelas de los aparatos de relojera, que podan estar ms cerca de tener vida.

Adems, la ciencia estaba avanzando rpidamente, y en 1798, un anatomista italiano, Luigi Galvani, descubri que bajo la influencia de una chispa elctrica se poda conseguir que los msculos muertos se crispasen y contrajesen como si estuviesen vivos. Era posible que la electricidad fuese el secreto de la vida?

Se despert de forma natural la idea de que la vida artificial poda existir por principios estrictamente cientficos, ms que por dependencia de dioses o demonios. De esta idea surgi un libro que algunas personas consideran la primera obra de la ciencia ficcin moderna: Frankenstein de Mary Shelley, publicado en 1818.

En este libro, Victor Frankenstein, un anatomista, colecciona fragmentos de cuerpos recin muertos y, utilizando nuevos descubrimientos cientficos (no especificados en el libro), da vida al conjunto, y crea algo que en el libro slo es considerado como el Monstruo. (En la pelcula, el principio de vida era la electricidad.)

- Sin embargo, el paso de lo sobrenatural a la ciencia no elimin el miedo a un peligro inherente al conocimiento. En la leyenda medieval del golem del rabino Loew, el monstruo se desmand y el rabino tuvo que quitarle el nombre divino y destrurlo. En el cuento moderno de Frankenstein, el hroe no fue tan afortunado. Abandon aterrorizado al monstruo, y ste, con una ira que el libro sin embargo justifica, para vengarse mat a quienes Frankenstein amaba, y, al final, al propio Frankenstein.

Esto se convirti en el tema central de las historias de ciencia-ficcin que han aparecido desde Frankenstein. La creacin de los robots fue considerada como el primer ejemplo de la arrogancia desmesurada de la Humanidad, de su intento de despojar al telogo de su manto, por medio de la ciencia mal

manejada. La creacin de vida humana, con un alma, era prerrogativa nica de Dios. Que un ser humano intentase semejante creacin era producir una parodia sin alma que inevitablemente se volva tan peligrosa como el golem y como el Monstruo. Por consiguiente, la creacin de un robot era su propio castigo posible, y la leccin, hay ciertas cosas que la Humanidad no esta destinada a conocer, era predicada una y otra vez.

Sin embargo, nadie utiliz la palabra robot hasta 1920 (casualmente el ao en que yo nac). Aquel ao, un dramaturgo checo, Karel Capek, escribi la obra R.U.R., sobre un ingls, Rossum, que fabricaba seres humanos artificiales en cantidad. Estos estaban destinados a realizar las labores arduas de la Tierra, de forma que los seres humanos reales pudiesen vivir placentera y confortablemente sus vidas.

Capek llam a estos seres humanos artificiales robots, que era una palabra checa para trabajadores forzados o esclavos. De hecho, las siglas del ttulo de la obra preceden de Robots Universales de Rossum, el nombre de la compaa del hroe.

En esta obra, sin embargo, lo que yo llamo el complejo industrial Frankenstein era unos grados ms intenso. Donde el Monstruo de Mary Shelley acababa solamente con Frankenstein y su familia, los robots de Capek adquiran emocin y seguidamente, resintindose de su esclavitud, aniquilaban a la especie humana.

Esta obra fue producida en 1921 y fue lo suficientemente popular (si bien cuando yo la le, mi opinin puramente personal fue que era espantosa) como para introducir la palabra robot en el uso universal. Hasta donde llega mi conocimiento, en la actualidad, el nombre para un ser humano artificial es robot en todos los idiomas.

Durante las dcadas de 1920 y 1930, R.U.R. ayud a reforzar el complejo industrial Frankenstein y (con alguna notable excepcin como las series Helen O'Loy de Lester del Rey y Adam Link de Eando Binder) empezaron a ser reproducidos multitud de robots de rechinar metlico y asesinos en una historia tras otra.

En los anos treinta yo era un ardiente lector de ciencia flocin y me cans del siempre repetido argumento del robot. Yo no vea a los robots de esta forma. Los vea como mquinas -modernas-, pero mquinas. Podan ser peligrosos a pesar de los indudables factores de seguridad en ellos introducidos. Los factores de seguridad podan ser defectuosos, o inadecuados, o podan fallar bajo inesperados tipos de tensiones, pero estos fallos siempre podan proporcionar experiencia susceptible de ser usada para mejorar los modelos.

Al fin y al cabo, todos los mecanismos tienen sus peligros. El descubrimiento del lenguaje, introdujo comunicacin -y mentiras-. El descubrimiento del fuego introdujo la cocina -y el incendio-. El descubrimiento de la brjula mejor la navegacin -y destruy civilizaciones en Mxico y Per-. El automvil es maravillosamente til -y mata decenas de miles de norteamericanos cada ao-. Los adelantos mdicos han salvado millones de vidas -e intensificado la explosin demogrfica.

En cada caso, se pueden utilizar los peligros y abusos para demostrar que hay ciertas cosas que la Humanidad no estaba destinada a conocer, pero sin duda no se puede esperar que renunciemos a todos los conocimientos y volvamos al estado del australopiteco. Incluso desde el punto de vista tecnolgico, puede argr que Dios nunca habra dotado a los seres humanos de inteligencia para razonar si no hubiese pretendido que esta inteligencia fuese usada para inventar nuevas cosas, para hacer un uso juicioso de ellas, crear factores de seguridad para prevenir un uso imprudente, y para hacer lo mximo que podamos dentro de las limitaciones de nuestras imperfecciones.

As, en 1939, a la edad de diecinueve aos, decid escribir una historia sobre un robot que era usado adecuadamente, que no era peligroso y que haca el trabajo que se supona deba hacer. Dado que necesitaba una fuente de energa introduje el cerebro positrnico.

Esto se trataba slo de una jerga pero sentaba cierta fuente de energa desconocida que era til, verstil, rpida y compacta, como el ordenador todava no inventado.

La historia recibi finalmente el nombre de Robbie, y no apareci de inmediato, pero segu escribiendo otras historias en la misma lnea -consultando con mi editor, John W. Campbell, Jr, que estaba muy interesado con esta idea ma- y por fin fueron todas publicadas.

Campbell me inst a que expusiese mis ideas con respecto a las garantas del robot de forma explcita en lugar de hacerlo de manera implcita, y as lo hice en mi cuarta historia de robot, "El Crculo Vicioso" (Runaround), que apareci en el numero de marzo de 1942 de Astounding Science Fiction. En este ejemplar, en la pgina 100, hacia la tercera parte de la primera columna (no tengo ms remedio que recordarlo), uno de mis personajes le dice al otro: Ahora, escucha, vamos a empezar con las Tres Reglas Fundamentales de la Robtica.

Esto result ser el primer uso conocido de la palabra "robotica" en publicacin, una palabra que es el actualmente aceptado y ampliamente utilizado trmino para la ciencia y la tecnologa de la construccin, mantenimiento y uso de los robots. El Oxford English Dictionary, en su 3rd Supplementaiy Volume, me reconoce como el inventor de la palabra.

Yo no saba que estaba inventando la palabra, por supuesto. En mi joven inocencia, yo pensaba que era la palabra y no tena la mnima nocin de que nunca haba sido utilizada con anterioridad.

Las Tres Reglas fundamentales de la Robtica mencionadas en ese momento llegaron finamente a ser conocidas como las Tres Leyes de la Robtica de Asimov y son las siguientes:

1. Un robot no puede hacer dao a un ser humano, o, por medio de la inaccin, permitir que un ser humano sea lesionado.

2. Un robot debe obedecer las rdenes recibidas por los seres humanos, excepto si estas rdenes entrasen en conflicto con la Primera Ley.

3. Un robot debe proteger su propia existencia en la medida en que esta proteccin no sea incompatible con la Primera y la Segunda Ley.

Estas leyes, como se demostr despus (y como yo no pude en absoluto prever), resultaron ser las ms famosas, las ms frecuentemente citadas, y las frases de mayor influencia que jams escrib. (Y las haba creado cuando yo tena veintin aos, lo que me hace dudar si desde entonces he hecho algo para seguir justificando mi existencia.)

Mis historias de robots tuvieron adems un gran efecto en la ciencia ficcin. Yo me ocupaba de los robots de forma no emocional: eran producidos por ingenieros, presentaban problemas de ingeniera, y se encontraban soluciones. las historias eran ms bien descripciones convincentes de un futuro tecnolgico y no eran lecciones de moral. Los robots eran mquinas y no metforas.

Como resultado, la anticuada historia del robot fue virtualmente descartada de todas las historias de ciencia ficcin con un nivel superior al cmic. Asimismo, los robots empezaron a ser vistos como mquinas y no como metforas por otros escritores. Por regla general llegaron a ser considerados benevolentes y tiles, excepto cuando algo iba mal, y entonces susceptibles de enmienda y mejora. Otros escritores no citaban las Tres Leyes -tendan a ser reservadas para m- pero las asumieron, y lo mismo hicieron los lectores.

De forma bastante sorprendente, mis historias de robots tambin tuvieron un importante efecto en el mundo exterior.

Es de sobras sabido que los primeros que experimentaron con cohetes estuvieron profundamente influidos por las historias de ciencia-ficcin de H.G. Wells. De la misma forma, a las primeras personas que experimentaron con robots les influyeron poderosamente mis historias de robots, nueve de las cuales fueron reunidas en 1950 para hacer un libro llamado Yo, Robot. Era mi segundo libro publicado y se ha seguido editando durante las cuatro dcadas transcurridas desde entonces.

Yo, Robot cay en manos de Joseph F. Engelberger cuando era estudiante de la Universidad de Columbia, en los aos cincuenta, y lo que ley le atrajo lo suficiente como para decidir que iba a dedicar su vida a los robots. Aproximadamente en esa poca, conoci a George C. Devol, Jr., en un cctel. Devol era inventor y tambin se interesaba por los robots.

Juntos fundaron la compaia Unimation y elaboraron temas para hacer trabajar a los robots. Patentaron varios apratos, y a mediados de los aos setenta, haban producido todo tipo de robots prcticos. El problema era que necesitaban computadoras que fuesen compactas y econmicas, pero las tuvieron cuando lleg el microchip. A partir de aquel momento Unimation se convirti en la primera compana de robots del mundo y Engelberger lleg a ser ms rico de lo que jams habra podido sonar.

Siempre se comport amablemente reconociendo mis mritos.

He conocido otros expertos en robots como Marvin Minsky y Simon Nof, que tambin admitieron, de forma simptica, el valor de sus primeras lecturas de mis historias de robots. Nof, que es israel, haba ledo por primera vez Yo, Robot, en una traduccin hebrea.

Los expertos en robots toman en serio las Tres Leyes de la Robtica y las adoptan como un ideal para la seguridad del robot. Hasta ahora, los tipos de robots industriales en uso son esencialmcnte tan simples que los mecanismos de seguridad deben ser incorporados externamente. Sin embargo, se puede esperar con confianza que los robots llegarn a ser ms verstiles y capaces y que las Tres Leyes, o sus equivalentes, sern sin duda incorporadas finalmente a su programacin.

En realidad, yo nunca he trabajado con robots, ni siquiera he visto uno jams, pero no he dejado de pensar en ellos. Hasta la fecha he escrito como mnimo treinta y cinco historias cortas y cinco novelas que tratan de robots, y me atrevo a decir que, si tengo vida para ello, escribir ms,

Mis historias y novelas de robots parecen haberse convertido en clsicas por derecho piopio y, con la llegada de la serie de novelas Robot City, se han convertido tambin en el amplio universo literario de otros escritores. Bajo estas circunstancias, puede ser de utilidad hacer un repaso de mis historias de robots y describir algunas que considero particularmente significativas y explicar por qu pienso que lo son:

1. Robbie

2. sta fue la primera historia de robots que escrib. La realic entre el l0 y el 22 de mayo de 1939, cuando tena diecinueve aos y estaba a punto de graduarme en la Universidad. Tuve algn problema para publicarla, pues John Campbell la rechaz y lo mismo hizo Amazing Stories, Sin embargo, Fred Pohl la acept el 25 de marzo de 1940, y apareci en el nmero de setiembre del mismo ao de Super Science Stories, que l editaba. Fred Pohl, que por algo era Fred Pohl, le cambi el ttulo por Strange Playfellow, pero yo lo volv a cambiar cuando la inclu en el libro Yo, Robot y ha aparecido como Robbie en todas las encarnaciones posteriores.

3. Adems de ser mi primera historia de robots, Robbie es significativa porque en ella George Weston le dice a su mujer, en defensa de un robot que hace para ellos el papel de chacha Sencillamente no puede evitar ser leal, adorable y amable. Es una mquina hecha as. sta es la primera referencia, en mi primera historia, a lo que por ltimo se convirti en la Primera Ley de la Robtica y al hecho bsico de que los robots estaban hechos con reglas de seguridad incluidas.

4. Razn

5. Robbie no habra significado nada por s mismo si no hubiese escrito ms historias de robots, sobre todo dado que apareci en una de las revistas de segundo orden. Sin embargo. escrib una segunda historia de robots. Razn, y sta le gust a John Campbell. Despus de una pequea revisin, apareci en Astounding Science Fiction en el nmero de abril de 1941, y despert inters. Los lectores tomaron conciencia de que haba una cosa que eran los robots positrnicos. y lo mismo Campbell. Esto hizo que despus todo fuera posible

6. Mentiroso!

7. En el siguiente nmero de Astounding, el de mayo de 1941, apareci mi tercera historia de robots, Mentiroso! La importancia de su trama era que presentaba a Susan Calvin, que se convirti en el personaje principal de mis primeras historias de robots. Originarianiente, el argumento era bastante torpe, en gran parte porque trataba de la relacin entre sexos en una poca en que yo todava no haba tenido mi primer encuentro con una joven. Afortunadarnente, soy un alumno rpido, y es una historia que modifiqu de forma sensible antes de permitir que apareciese en Yo, Robot.

8. El Crculo Vicioso

9. La siguiente e importante historia de robots apareci en el nmero de marzo de 1942 de Astounding. Era la primera historia donde cit las Tres Leyes de la Robtica de forma explcita en lugar de indicarlas implcitamente. En ella, tengo un personaje, George Powell, que le dice a otro, Michael Donovan: Ahora mira, vamos a empezar con las Tres Reglas Fundamentales de la Robtica, las tres reglas que estn ms profundamente en el cerebro positrnico dc un robot. A continuacin, las recita.

10. Posteriormente, las llam las Leyes de la Robtica, y su importancia para m fue triple:

11. a)Me guiaron para crear las intrigas e hicieron posible que escribiese muchas historias cortas, as como varias novelas, basadas en robots. En das, estudiaba constantemente las consecuencias de las Tres Leyes.

12. b)Era con mucho mi invento literario ms famoso, citado a tiempo y a destiempo por otros. Si todo lo que he escrito debe olvidarse algn da, las Tres Leyes de la Robtica sern sin duda lo ltimo que se desvanezca.

13. c)El pasaje de El crculo vicioso arriba citado resulta ser el primer lugar donde se utiliz la palabra robtica impresa en lengua inglesa. Como ya he indicado, por ello soy reconocido inventor de esta palabra (as como de robtico, positrnico y psicohistoria> por el oxford English Dictionary, el cual se toma la molestia y el espacio de citar las Tres Leyes. (Todas estas cosas fueron creadas cuando yo contaba veintids aos y tengo la sensacin de no haber creado nada desde entonces, lo que despierta dolorosos pensamientos dentro de m).

14. La Prueba

15. sta fue la nica historia que escrib mientras estuve en el Ejrcito por espacio de ocho meses y veintisis das. En un momento dado convenc a un amable bibliotecario para que me dejase permanecer en la biblioteca cerrada durante la hora de la comida a fin de poder trabajar en la historia. Es el primer relato en el que utilizo un robot humanoide, Stephen Byerley, el robot humanoide en cuestin (si bien en la historia no dejo en absoluto claro si es un robot o no, representa mi primer paso hacia R. Daneel Olivaw, el robot humaniforme que aparece en un cierto nmero de mis novelas.

16. La Prueba apareci en el nmero de setiembre de 1946 de Astounding Science Fiction.

17. Ha Desaparecido Un Robot

18. Mis robots tienden a ser entidades benignas. De hecho, a medida que las historias progresaban, ganaban gradualmente en moral y en cualidades ticas hasta superar con mucho a los seres humanos y, en el caso de Daneel, se acercaba a lo divino. Sin embargo, no tena intencin de limitarme a robots redentores. Segua los violentos vientos de mi imaginacin all donde me llevaban, y poda ver con bastante claridad los lados preocupantes del fenmeno robot.

19. Algunas semanas antes (mientras lo estaba escribiendo) recib una carta de un lector que me criticaba porque, en una de mis historias de robots recin publicada, mostraba el lado peligroso de los robots. Me acusaba de haber perdido nervio.

20. Que estaba equivocado se demuestra con Ha Desaparecido Un Robot, donde el malvado es un robot, aun cuando apareci hace casi medio siglo. La cara vil de los robots no es el resultado de una prdida de nervio consecuencia de mi mayor nmero de aos y mi decrepitud. Ha sido mi constante preocupacin a lo largo de toda mi carrera.

21. Se Puede Evitar El Conflicto

22. Fue una secuela de La Prueba y apareci en el nmero de junio de 1950 de Astounding. Era la primera historia que escriba que trataba principalmente de computadoras (las llam Maquinas en la historia) ms que de robots en s mismos. La diferencia no es grande, uno puede definir un robot como una mquina computerizada o como una computadora mvil. Se puede considerar una computadora como un robot inmvil. En cualquier caso, no hice claras distinciones entre ambos y, si bien las mquinas, que de hecho en la historia no tienen un aspecto fsico, son evidentemente computadoras, inclu la historia, sin titubeo, en mi coleccin de robots Yo, Robot, y ni el editor ni los lectores pusieron objeciones. Para mayor seguridad, en la historia aparece Stephen Byerley, pero la cuestin de su cualidad de robot no desempea papel alguno.

23. Privilegio

24. Aqu aparecieron por primera vez computadoras como computadoras, sin tener yo en mente la idea de que fuesen robots. Se public en 1955 en el nmero de agosto de If Worlds of Science Fiction, y por aquella poca me haba familiarizado con la existencia de las computadoras. Mi computadora es Multivac, diseada como una versin obviamente mayor y ms compleja que la existente en la actualidad, Univac En esta historia, y en algunas otras del perodo que se ocupa de Multivac, la describa como una mquina terriblemente grande, careciendo de la oportunidad de predecir la miniaturizacin y etereolizacin de los ordenadores

25. La ltima Pregunta

26. Sin embargo mi imaginacin no me traicion por mucho tiempo. En La ltima pregunta, que apareci por primera vez en Science Fiction Quarterly, del nmero de noviembre de 1956, yo hablaba de la miniaturizacin y etereolizacin de las computadoras y las seguira a lo largo de mil millones de aos de evolucin (tanto del ordenador como del hombre) para llegar a una conclusin lgica, que para descubrirla tendrn que leer la historia. Es, por encima de toda duda, mi favorita entre todas las historias que he escrito en mi carrera.

27. La Sensacin De Poder

28. En esta historia la miniaturizacin de las computadoras desempe un pequeo papel, como una cuestin secundaria. Se public en el nmero de febrero de 1958 de If y es tambin una de mis favoritas. En esta historia me ocupaba de las computadoras de bolsillo, que no iban a hacer su aparicin en el mercado hasta al cabo de diez a quince aos despus de la publicacin de la historia. Por otra parte, era una de las historias donde prevea acertadamente una consecuencia social del adelanto tecnolgico, ms que el propio avance tecnolgico. La historia trata de la posible prdida de la capacidad de hacer aritmtica simple a causa del perpetuo uso de las computadoras. La escrib como una stira que combinaba humor con pasajes de amarga irona, pero la escrib de forma ms autntica de lo que imaginaba. Actualmente tengo una computadora de bolsillo y echo de menos el tiempo y el esfuerzo que me supondra restar 182 de 854. Utilizo la condenada computadora. La Sensacin De Poder es una de mis obras ms frecuentemente usadas como antologa.

29. En cierta forma, esta historia muestra el lado negativo de las computadoras, y en ese perodo tambin escrib historias que mostraban las posibles reacciones vengativas de las computadoras o de los robots que son tratados mal. Para las computadoras, est Algn da, que apareci en el nmero de agosto de 1956 de Infinity Science Fiction, y para los robots (en forma de automvil) ver Sally, que apareci en Fantastic en el nmero de mayo-junio de 1953.

30. Intuicin Femenina

31. Mis robots son casi siempre masculinos, aunque no necesariamente en un sentido verdadero del gnero. Al fin y al cabo, les doy nombres masculinos y me refiero a ellos como l. A sugerencia de una editora, Judy-Lynn del Rey, escrib Intuicin Femenina, que se public en el nmero de octubre de 1969 de IF Magazine of Fantasy and Science Fiction. Por una parte, mostraba que yo poda hacer un robot femenino, Segua siendo de metal. pero tena un talle ms estrecho que mis robots de costumbre as como tambin una voz femenina, Posteriormente, en mi libro Robots e Imperio, haba un captulo donde haca su aparicin un robot femenino humanoide. Haca un papel de malvada, que puede sorprender a aquellos que conocen mi frecuentemente demostrada admiracin por la mitad femenina de la Humanidad.

32. El Hombre Bicentenario

33. Esta historia, que aparecio por primera vez en 1976 en una antologa en rstica de ciencia ficcin original, Stellar #2, editada por Judy-Lynn del Rey, fue mi exposicin ms clarividente del desarrollo de los robots. Los segua en una direccin completamente diferente de la tomada en la ltima pregunta. Trataba del deseo de un robot de convertirse en un hombre y la forma en que realizaba este deseo, paso a paso. De nuevo, llev la trama hasta su conclusin lgica. No tena intencin de escribir esta historia cuando la empec. Se escribi sola, y se traz y entrelaz en la mquina de escribir. Acab siendo la tercera de mis historias favoritas, entre todas las escritas. Por encima de ella slo est La ltima Pregunta mencionada arriba y The Little Ugly Boy, que no es una historia de robots.

34. Las Cavernas De Acero

35. En el intervalo, a sugerencia de Horace L. Gold, editor de Galaxy, haba escrito una novela de robots. Al principio me haba resistido a hacerlo pues tena la impresin de que mis ideas sobre el robot slo encajaban en historias de corta longitud. Gold, sin embargo, sugiri que escribiese un misterio de homicidio donde apareciese un detective robot. Segu su sugerencia a medias. Mi detective era un concienzudo humano, Elijah Baley (en mi opinin, tal vez el personaje ms atractivo que he inventado jams), pero tena un compaero de trabajo robot, R. Daneel Olivaw. Tuve la impresin de que el libro era la fusin perfecta del misterio y ciencia ficcin. Apareci como una novela de tres entregas en los nmeros de octubre, noviembre y diciembre de 1953 de Galaxy, y Doubleday la public como novela en 1954.

36. Lo que me sorprendi de este libro fue la reaccin de los lectores. Si bien aceptaban a Lije Baley, su evidente inters se centraba enteramente en Daneel, que yo haba visto como a un personaje secundario. La aceptacin fue particularmente intensa en el caso de las mujeres que me escribieron. (Treinta aos despus de haber inventado a Daneel, apareci la serie de televisin Star Trek, donde el carcter del seor Spock es muy similar al de Daneel -cosa que no me import- y advert que las espectadoras sentan tambin un especial inters por l. No he intentado analizar este hecho).

37. El Sol Desnudo

38. La popularidad de Lije y Daneel me llevaron a escribir una secuela, El Sol Desnudo, que apareci como novela de tres entregas en los nmeros de octubre, noviembre y diciembre de 1956 de Astounding y fue publicada entera por Doubleday en 1957. Naturalmente, la repeticin del xito haca pensar que una tercera novela era un hecho lgico. Incluso la empec a escribir en 1958, pero se presentaron imprevistos y, entre una cosa y otra, no acab de escribirla hasta 1983.

39. Los Robots Del Amanecer

40. sta, la tercera novela de la serie Lije Baley/R. Daneel, fue publicada por Doubleday en 1983. En ella, introduje un segundo robot, R. Giskard Reventlov, y en esta ocasin no me sorprendi cuando result ser tan popular como Daneel.

41. Robots e Imperio

42. Cuando fue necesario permitir que Lije Baley muriese (de viejo), consider que no sera un problema hacer un cuarto libro dentro de la misma serie, a condicin de que permitiese a Daneel seguir con vida. El cuarto libro, Robots e Imperio fue publicado por Doubleday en 1985. La muerte de Lije provoc alguna reaccin, pero nada en absoluto comparado con la tormenta de cartas pesarosas que recib cuando las exigencias de la trama hicieron necesario que muriese R. Giskard.

Habrn observado que de las historias cortas que he citado como notables hay tres -Privilegio, La ltima Pregunta y La Sensacin De Poder- que no estn incluidas en la coleccin que tienen ahora entre las manos- No se trata de un descuido, como tampoco significa que no sean adecuadas para la coleccin. El hecho es que las tres se encuentran en una coleccin anterior, Sueos de Robot que es una obra compaera de sta. No sera justo para el lector tener estas historias en ambas colecciones.

A fin de compensarlo, he incluido en Visiones de Robot nueve historias que no estn citadas arriba como notables. Ello no implica absolutamente que estas nueve historias sean inferiores, sencillamente que no aportan nada nuevo.

De estas nueve historias, Corrector De Galeradas es una de mis favoritas, no slo por el juego de palabras del ttulo*, sino tambin porque trata de un trabajo que yo sinceramente deseara que un robot me sacase de las manos. No hay mucha gente que haya recorrido tantas galeradas como yo he hecho.

Lenny muestra de Susan Calvin un lado humano que no aparece en ninguna otra historia, mientras que Algn Da es mi incursin en lo pattico. Navidades sin Rodney es una historia humorstica de robots, por su parte Piensa! es ms bien macabra. Reflejo Exacto es la nica historia corta que he escrito donde aparece R. Daneel Olivaw, el cohroe de mis novelas de robots. Muy mal! y Segregacionista son ambas historias basadas en temas mdicos. Y, finalmente, Visiones de Robot, ha sido escrita especficamente para esta coleccin.

Ha ocurrido que mis historias de robots han tenido casi tanto xito como los libros de base y si quieren saber la verdad (en un susurro y por favor guarden el secreto) a m me gustan ms las historias de robots.

Es simple. Escrib mi primera historia de robots cuando tena diecinueve aos, y escrib sucesivamente las dems durante treinta aos sin en realidad creer que los robots llegaran a existir en un sentido real -por lo menos no mientras yo viviese-. El resultado fue que nunca llegu a escribir un ensayo serio sobre robtica. Tengo por lo menos la esperanza de haber escrito ensayos serios sobre imperios galcticos y psicohistoria. De hecho, mi obra de 1956 no es una discusin seria de robtica, sino simplemente una consideracin sobre el uso de robots en ciencia ficcin.

No fue hasta mediados de los aos setenta, con el desarrollo de los microchips, que las computadoras se volvieron suficientemente pequeas, suficientemente verstiles y suficientemente econmicas para permitir que la maquinaria computerizada resultase prctica para el uso industrial. Como consecuencia, lleg el robot industrial -simple en extremo comparado con mis robots imaginarios, pero claramente en route.

Y fue as como, en 1974, justo cuando los robots se volvieron reales, empec a escribir ensayos sobre desarrollos actuales en la ciencia, primero para la revista American Way y luego para Los Angeles Times Syndicate. Se convirti en algo natural escribir de vez en cuando una obra sobre robtica real. Adems, Byron Preiss Visual Publications Inc., empez a sacar a la luz una importante serie de libros bajo el titulo general de La Ciudad Robot de Isaac Asimov, y me pidieron que hiciese ensayos sobre robtica para cada uno de ellos. Fue as como hasta 1974 no escrib virtualmente ningn ensayo sobre robtica, y despus de 1974 unos cuantos. No es mi culpa, al fin y al cabo, si la ciencia alcanza por fin el nivel de mis nociones ms simples.

Ahora estn ustedes preparados para sumergirse en el libro en s. Por favor recuerden que las historias, escritas en diferentes pocas a lo largo de un perodo de medio siglo, pueden resultar lgicamente inconsistentes aqu y all. En cuanto a los ensayos de la ltima parte, escritos en diferentes pocas con diferentes propsitos, hay repeticiones aqu y all. Ruego me disculpen en cada uno de los casos.

* El ttulo original es Galley Slave, literalmente 'Galeote', pero galley significa adems galerada. De all el juego de palabras.

Robbie , 1940 Fictioneers, Inc., copyright renovado 1967 por Isaac Asimov.Primera aparicin con el ttulo Strange Playfellow, en Super Scence Stores, setiembre de 1940. Reason , 1941 Street & Smith Publications, Inc., copyright renovado 1968 por Isaac Asimov.Primera aparicin en Astounding Science Fiction, abril de 1941. Liar! , 1941 Street & Smith Publications, Inc., copyright renovado 1968 por Isaac Asimov.Primera aparicin en Astaunding Science Fiction, mayo de 1941. Runaround , 1942 Street & Smith Publications, Inc., copyright renovado 1968 por Isaac Asimov.Primera aparicin en Astounding Science Fiction, abril de 1941. Evidence , 1946 Street & Smith Publications, Inc., copyright renovado 1973 por Isaac Asimov.Primera aparicin en Astounding Science Fiction, setiembre de 1946. Little Lost Robot , 1947 Street & Smith Publications, Inc., copyright renovado 1974 por Isaac Asimov.Primera aparicin en Astounding Science Fiction, marzo de 1947. The Evitable Conflict , 1980 Street & Smith Publications, Inc., copyright renovado 1977 por Isaac Asimov.Primera aparicin en Astounding Science Fiction, junio de 1950. Feminine Intuition , 1969 Mercury Press, Inc.,Primera aparicin en The Magazine of Fantasy and Science Fiction, octubre de 1969. The Bicentennial Man , 1976 Random House, Inc.Primera aparicin en Stellar # 2. Someday , 1956 Royal Publications, Inc.Primera aparicin en Infinity Science Fiction, agosto de 1956. Lenny , 1957 Royal Publications, Inc.Primera aparicin en Infinity Science Fiction, enero de 1958. Think! , 1977 Davis Publications Inc.Primera aparicin en Isaac Asimov's Science Fiction Magazine, primavera de 1987. Christmas Without Rodney , 1988 Davis Publications, Inc.Primera aparicin en Isaac Asimov's Science Fiction Magazine, diciembre de 1988. Segregationist , 1967 Abbott Universal Ltd.Primera aparicin en Abbotempo 4 Mirror Image , 1972 Cond Nast Publications, Inc.Primera aparicin en Analog: Science Fiction-Science Fact, mayo de 1972. Galley Slave , 1957 Galaxy Publishing Corporation.Primera aparicin en Astounding Science Fiction, mayo de 1941. Robots I Have Known , 1954 Edmund Callis Berkeley,aparecido en Computers and Automation, octubre de 1954. Future Fantastic , 1989 Whittle Communications, L. P.Primera aparicin en la revista Special Robots, primavera de 1989. The Machine And The Robot, 1978 Science Fiction Research Associates and Science Fiction Writers of America. The New Teachers , 1976 American Airlines. Whatever You Wish , 1977 American Airlines. The Friends We Make , 1977 American Airlines. Our Intelligent Toys , 1977 American Airlines. The Laws Of Robotics , 1979 American Airlines. The New Profession , 1979 American Airlines. The Robot As Enemy , 1979 American Airlines. Intelligences Together , 1979 American Airlines. My Robots , 1987 Nightfall, Inc. The Laws Of Humanics , 1987 Nightfall, Inc. Cybernetic Organism , 1987 Nightfall, Inc. Robots In Combination , 1988 Nightfall, Inc. Too Bad! , 1989 Nighfall Inc.Primera aparicin en The Microverse, noviembre de 1989. The Sense Of Humor , Nightfall, Inc.

DEDICATORIA

Un agradecimiento especial para

Janet Asimov

John Silbersack

Christopher Schelling

Renee Golden

David M. Harris

y

Alice Alfonsi

VISIONES DE ROBOT

Supongo que debo empezar explicando quin soy yo. Soy un miembro muy joven del Grupo Temporal. Los Temporalistas (para aquellos de ustedes que han estado demasiado ocupados intentando sobrevivir en este duro mundo del 2030 para prestar atencin a los avances de la tecnologa) son los actuales aristcratas de la fsica.

Se ocupan del ms espinoso de los problemas el de moverse a travs del tiempo a una velocidad diferente de la constante progresin temporal del Universo. En definitiva, estn intentando desarrollar los viajes en el tiempo.

Y qu estoy yo haciendo con esta gente, cuando ni siquiera soy fsico, sino meramente un ______? Bien, meramente un meramente.

A pesar de no estar cualificado, fue de hecho una observacin ma hecha hace algn tiempo lo que inspir a los Temporalistas a elaborar el concepto VPIT (Trayectorias virtuales en el tiempo).

Saben? Una de las dificultades de viajar a travs del tiempo es que la base del viajero no permanece en un lugar relativo al Universo como un todo. La Tierra se mueve alrededor del Sol; el Sol alrededor del centro galctico; la Galaxia alrededor del centro de gravedad del Grupo Local... Bien, ya se hacen una idea. Si uno se desplaza un da en el futuro o en el pasado slo un da la Tierra se ha desplazado unos 2,5 millones de kilmetros en su rbita alrededor del Sol. Y el Sol se ha desplazado en su viaje, arrastrando a la Tierra con l, y as ha ocurrido con todo lo dems.

Por consiguiente, uno debe moverse a travs del espacio as como a travs del tiempo, y fue mi observacin lo que condujo a una lnea de argumento que mostraba que esto era posible; que uno puede viajar con el movimiento espaciotiempo de la Tierra no de forma literal, sino de un modo virtual que permitira al viajero del tiempo permanecer con su base en la Tierra all donde fuese en el tiempo. Sera intil que intentase explicarlo matemticamente si ustedes no tienen una preparacin Temporalista. Limtense a aceptar la cuestin.

Fue asimismo una observacin ma lo que llev a los Temporalistas a desarrollar una lnea de razonamiento que mostraba que viajar en el pasado era imposible. Los trminos clave de las ecuaciones deberan aumentar ms all del infinito cuando los signos temporales hubiesen cambiado.

Tiene sentido. Estaba claro que un viaje al pasado sin duda cambiara all algunos acontecimientos, por lo menos ligeramente, y por muy ligero que pudiese ser el cambio introducido en el pasado, alterara el presente; muy probablemente de forma drstica. Dado que el pasado parece fijado, tiene sentido que viajar atrs en el tiempo es imposible.

Sin embargo, el futuro no est fijado, por consiguiente viajar en el futuro y regresar de l seria posible.

No me recompensaron particularmente por mis observaciones. Supongo que el equipo de Temporalistas presumi que yo haba tenido suerte con mis especulaciones y que eran ellos los realmente inteligentes por captar lo que yo haba dicho y llevarlo a conclusiones tiles. Dadas las circunstancias, no me doli, sino meramente me alegr -como un loco, de hecho- porque gracias a ello (creo) me permitieron seguir trabajando con ellos y formar parte del proyecto, aun cuando yo era meramente un ______ bien, meramente.

Como es natural, hicieron falta aos para desarrollar un aparato prctico para viajar en el tiempo, incluso despus de haber sido establecida la teora, pero yo no pretendo escribir un tratado serio sobre Temporalidad. Mi intencin es escribir slo sobre ciertas partes del proyecto, y hacerlo nicamente para los futuros habitantes del planeta, y no para nuestros contemporneos.

Incluso despus de haber enviado al futuro objetos inanimados y luego animales no estbamos satisfechos. Todos los objetos desaparecan; segn pareca todos viajaban al futuro. Cuando los envibamos a cortas distancias al futuro cinco minutos o cinco das al final volvan a aparecer, aparentemente ilesos, sin alteraciones y, cuando empezamos con la vida, todava con vida y en buen estado de salud.

Pero lo que se quera era enviar algo lejos en el futuro y hacerlo volver.

Tenemos que enviarlos por lo menos a doscientos aos en el futuro dijo un Temporalista. El punto importante es ver cmo es el futuro y que el informe de la visin llegue a nosotros. Tenemos que saber si la Humanidad sobrevivir y bajo qu condiciones, y doscientos aos debera ser el espacio suficientemente largo para estar seguros. Con franqueza, creo que las probabilidades de supervivencia son escasas. Las condiciones de vida y el medio ambiente que nos rodea se han deteriorado nocivamente en el ltimo siglo.

(No tiene sentido describir al Temporalista que dijo esto. En total haba un par de docenas y la historia que estoy contando no cambiar por saber cul de ellos hablaba en cada ocasin, incluso aunque estuviese seguro de poder recordar quin dijo qu. Por ello, dir simplemente dijo un Temporalista o uno dijo o alguno de ellos dijo u otro dijo, y les aseguro que todo quedar suficientemente claro para ustedes. Por supuesto, especificar mis propias declaraciones y las de otro, pero vern cmo estas excepciones son esenciales.)

Otro Temporalista dijo con bastante tristeza:

Me parece que no quiero conocer el futuro, si ello significa descubrir que la raza humana tiene que desaparecer o que slo existirn restos miserables.

Por qu no? pregunt otro-. Podemos descubrir en viajes ms cortos lo que pas exactamente y entonces hacer lo posible para, con nuestro especial conocimiento, actuar en consecuencia, cambiando el futuro en una direccin ms idnea. El futuro, a diferencia del pasado, no est fijado.

Surgi entonces la cuestin de quin ira. Estaba claro que cada Temporalista, l o ella, se consideraba justo un poco demasiado valioso para arriesgarse en una tcnica que poda no estar todava perfeccionada a pesar del xito de los experimentos con objetos sin vida: o, si con vida, objetos que carecan de un cerebro de la increble complejidad que tena un ser humano. El cerebro poda sobrevivir pero, quiz, no as toda su complejidad.

Yo advert que, de todos ellos, yo era el menos valioso y podra ser considerado como el candidato lgico. De hecho, estaba a punto de levantar la mano como voluntario, pero la expresin de mi cara debi de traicionarme pues una de los Temporalistas dijo, bastante impaciente:

T no. Hasta t eres demasiado valioso -no era un gran cumplido-. Lo que tenemos que hacer prosigui es enviar a RG32.

Esto tena sentido. RG32 era un robot bastante anticuado, perfectamente reemplazable. Poda observar e informar tal vez sin toda la ingenuidad y la penetracin de un ser humano pero suficientemente bien. No tendra miedo, preocupado slo por seguir las rdenes, y se poda esperar que contara la verdad.

Perfecto!

Estaba bastante sorprendido conmigo mismo por no haberlo visto desde el principio, y por haberme considerado estpidamente como voluntario. Quiz, pens, tena alguna especie de sentimiento instintivo que me hacia ponerme en una posicin desde la cual poda servir a los dems. En cualquier caso, era RG-32 la eleccin lgica; de hecho, la nica.

No fue difcil explicarle de algn modo lo que necesitbamos. Archie (era costumbre llamar a un robot por alguna perversin vulgar de su nmero de serie) no pidi explicaciones, o garantas de su seguridad. Aceptara cualquier orden que fuese capaz de comprender y seguir, con la misma falta de emotividad que esgrimira al pedrsele que levantase una mano. Tena que hacerlo, puesto que era un robot.

Sin embargo, hizo falta tiempo para los detalles.

Cuando ests en el futuro dijo uno de los Temporalistas veteranos, puedes quedarte tanto tiempo como consideres sea necesario para poder hacer observaciones tiles. Cuando hayas acabado, volvers a tu mquina y regresars con ella al mismo momento en que te marchaste, ajustando los controles de la forma que te explicaremos. Te marchars y a nosotros nos parecer que estars de vuelta despus de un abrir y cerrar de ojos, si bien a ti te puede haber parecido que has pasado una semana en el futuro, o cinco aos. Naturalmente, tendrs que asegurarte de que guardas la mquina en un lugar seguro mientras ests fuera de ella, lo cual no debera ser difcil por ser bastante ligera. Y tendrs que recordar dnde guardaste la mquina y cmo regresar a ella.

Lo que hizo que las instrucciones se alargasen todava ms fue el hecho de que uno despus del otro los Temporalistas recordaron una nueva dificultad. As, uno de ellos dijo de repente:

Cunto pensis que habr cambiado el lenguaje en dos siglos?

Por supuesto, esto no tena respuesta y se inici un largo debate sobre si poda existir la posibilidad de que no hubiese comunicacin alguna, que Archie ni entendera ni se hara entender.

Por ltimo, un Temporalista dijo, secamente:

Escuchad, el idioma ingls se ha ido volviendo casi universal durante varios siglos y es seguro que seguir as otros dos. Tampoco ha cambiado de forma significativa en los ltimos doscientos aos, por qu entonces debera hacerlos en los prximos doscientos? Aun siendo as, tiene que haber estudiantes capaces de hablar lo que ellos pueden llamar ingls antiguo. E incluso si no es as, Archie podr a pesar de todo llevar a cabo observaciones tiles. Para determinar si existe una sociedad en funcionamiento no se requiere necesariamente hablar.

Surgieron otros problemas. Y si resultaba enfrentado a hostilidad? Y si la gente del futuro encontraba y destrua la mquina, bien por malevolencia o por ignorancia?

Un Temporalista dijo:

Sera sensato disear un aparato Temporal tan miniaturizado que se pudiese llevar en la ropa. En estas circunstancias, se podra abandonar una posicin peligrosa muy rpidamente.

Aun cuando fuese completamente factible -contest otro bruscamente, para disear una mquina tan miniaturizada hara falta tanto tiempo que nosotros, o ms bien nuestros sucesores, llegaramos a un tiempo dos siglos ms all sin necesidad de utilizar mquina alguna. No, si tiene lugar algn tipo de accidente, Archie sencillamente no volver y nosotros tendremos que intentarlo de nuevo.

Esto fue dicho estando Archie presente, pero no importaba, por supuesto. Archie poda contemplar como era abandonado en el tiempo, o incluso su propia destruccin, con ecuanimidad, a condicin de que estuviese siguiendo rdenes. La Segunda Ley sobre robtica, segn la cual un robot tiene que cumplir las rdenes, tiene preferencia sobre la Tercera, que requiere proteja su propia existencia.

Por ltimo, como es de suponer, se haba dicho todo y ya nadie poda pensar en otra advertencia, u objecin, o posibilidad que no hubiese sido tratada a fondo.

Archie repiti todo lo que se le haba dicho con robtica calma y precisin, y el siguiente paso fue ensearle a manejar la mquina. Y tambin esto lo aprendi con robtica calma y precisin.

Deben ustedes saber que el gran pblico no estaba enterado, en aquel momento, de que se investigaba el viaje en el tiempo. No era un proyecto caro mientras se trat de trabajar en teora, pero el trabajo experimental haba devorado el presupuesto y sin duda lo iba a agotar todava ms. Esto resultaba de lo ms molesto para unos cientficos involucrados en un empeo que pareca ser totalmente aire.

Si tena lugar un fallo grande, dado el estado de las arcas pblicas, habra una sonora y clamorosa protesta por parte de la gente, y el proyecto podr ser abandonado. Todos los Temporalistas estuvieron de acuerdo, sin siquiera necesidad de debate, en que slo podan dar cuenta de un xito, y que mientras no se tuviese constancia de algn resultado el pblico tendra que saber muy poco, o nada en absoluto. Y por ello este experimento, crucial, les colapsaba a todos el corazn.

Nos reunimos en un lugar aislado del semi-desierto, una zona astutamente protegida dedicada al Proyecto Cuatro. (Hasta con el nombre se pretenda no dar una pista real sobre la naturaleza del trabajo, pero siempre me haba sorprendido que la mayora de las personas pensasen en el tiempo como en una cuarta dimensin y, por ello, crea que alguien deba por consiguiente sospechar lo que estbamos haciendo. Hasta donde yo s, nadie lo hizo.)

Entonces, en un momento dado, instante en el cual todo el mundo contena la respiracin, Archie, dentro de la mquina, levant una mano para indicar que estaba a punto de ponerse en movimiento. Media respiracin despus si alguien estaba respirando- la mquina relampague.

Fue un relmpago muy rpido. No estaba seguro de haberlo observado. Me pareca que haba simplemente presumido que deba relampaguear, si regresaba casi al instante de haberse marchado y vi lo que estaba convencido que deba ver. Pens en preguntar a los dems si ellos tambin haban visto un relmpago, pero siempre vacilaba en dirigirme a ellos si no me hablaban primero. Eran unas personas muy importantes, y yo era meramente ______ pero esto ya lo he dicho. Por otra parte, luego, en la excitacin de examinar a Archie, me olvid del asunto del relmpago. No era en absoluto importante.

Tan breve fue el intervalo entre la partida y el regreso que bien podamos haber pensado que no se haba marchado, pero no haba duda sobre ellos. La mquina estaba deteriorada por completo. Sencillamente se haba marchitado.

Tampoco Archie, cuando sali de la mquina, tena mucho mejor aspecto. No era el mismo Archie que se haba metido en aquella mquina. Haba un todo deteriorado a su alrededor, embotamiento en sus acabados, una ligera desigualdad en su superficie donde poda haber sufrido colisiones, una extraa actitud en la forma en que miraba en torno como si estuviese volviendo a vivir una escena casi olvidada. Dudo que hubiese all una sola persona que pensase por un momento que Archie no haba estado ausente por un largo intervalo de tiempo, desde el punto de vista de su propia sensacin.

De hecho, la primera pregunta que se le hizo fue:

Cunto tiempo has estado fuera?

Archie dijo:

Cinco aos, seor. Haba un intervalo de tiempo mencionado en mis instrucciones y quera hacer un trabajo concienzudo.

Bien, esto es un hecho esperanzador dijo un Temporalista. Si el mundo hubiese estado destruido por completo, sin duda no le habran hecho falta cinco aos para advertir este hecho.

Y, sin embargo, ninguno de ellos se atreva a decir: bien, Archie, estaba la Tierra completamente destruida?

Esperaron a que hablase l, y por un instante, tambin l esper, por cortesa robtica, a que ellos preguntasen. No obstante, al cabo de un momento, la necesidad de Archie de obedecer rdenes, informando de sus observaciones, super lo que hubiese en sus circuitos positrnicos que le obligaba a ser corts.

Archie dijo:

Todo estaba bien en la Tierra del futuro. La estructura social estaba intacta y funcionaba bien.

Intacta y funcionando bien? intervino un Temporalista, comportndose como si estuviese asombrado de una idea tan hertica. En todas partes?

La mayora de los habitantes del mundo fueron amables. Me llevaron a todos los rincones del globo. Todo era prspero y apacible.

Los Temporalistas se miraron los unos a los otros. Les pareca ms fcil creer que Archie estuviese equivocado, o confundido, que el hecho de que la Tierra del futuro fuese prspera y estuviese en paz. Yo siempre haba tenido la impresin de que, a pesar de las afirmaciones optimistas sobre lo contrario, se tomaba casi como un articulo de fe que la Tierra estaba en un punto de destruccin social, econmica y, tal vez, incluso fsica.

Empezaron a interrogarlo en serio. Uno grit:

Y los bosques? Casi han desaparecido.

Haba un proyecto monstruo dijo Archie, para la repoblacin forestal del campo, seor. El estado salvaje ha sido restablecido all donde era posible. Se han utilizado con imaginacin ingenieras genticas para restablecer la fauna de especies afines que vivan en zoos o como animales de compaa. La contaminacin es una cosa del pasado. El mundo del 2230 es un mundo de paz natural y belleza.

Ests seguro de todo esto? pregunt un Temporalista.

No hay sitio en la Tierra que se me haya mantenido en secreto. Me ensearon todo lo que yo ped.

Otro Temporalista dijo, con repentina severidad:

Archie, escchame. Puede ser que hayas visto una Tierra arruinada, pero dudas en decirnoslo por miedo a que caigamos en la desesperacin o lleguemos al suicidio. En tu afn por no herirnos, puedes estar mintindonos. Esto no debe suceder, Archie. Debes decirnos la verdad.

Archie dijo, tranquilamente:

Les estoy diciendo la verdad, seor. Si estuviese mintiendo, fuese cual fuese el motivo para ello, mis potenciales positrnicos estaran en un estado anmalo. Esto puede ser comprobado.

En esto tienes razn murmur un Temporalista.

Fue examinado all mismo. Mientras esto era llevado a cabo, no se le permiti aadir una palabra ms. Yo observaba con inters cmo los potencimetros registraban sus descubrimientos, que fueron a continuacin analizados por computadora. No haba duda. Archie estaba completamente normal. No poda estar mintiendo.

Despus, siguieron interrogndolo.

Y las ciudades?

No hay ciudades como las nuestras, seor. La vida est mucho ms descentralizada en el 2230 que con nosotros, en el sentido de que no hay grandes y concentrados grupos de Humanidad. Por otra parte, hay una red de comunicacin tan intrincada que la Humanidad es todo un grupo suelto, por decirlo de alguna forma.

Y el espacio? Se ha reanudado la exploracin del espacio?

Archie dijo:

La Luna est bastante bien desarrollada, seor. Es un mundo habitado. Hay centros espaciales en rbita alrededor de la Tierra y alrededor de Marte. Se estn construyendo centros en el cinturn de asteroides.

Te contaron todo esto? pregunt un Temporalista, incrdulo.

No se trata de una cuestin de rumores, seor. He estado en el espacio. Me qued en la Luna dos meses. Viv en un centro espacial alrededor de Marte durante un mes, y visit tanto Fobos como el propio Marte. Existe cierta duda en cuanto a la colonizacin de Marte. Segn ciertas opiniones habra que sembrarlo de formas inferiores de vida y dejarlo evolucionar sin la intervencin de los terrestres. El cinturn de asteroides en efecto no lo visit.

Un Temporalista dijo:

Por qu supones t que han sido tan amables contigo, Archie? Tan colaboradores?

Tuve la impresin, seor dijo Archie, de que tenan alguna idea de mi posible llegada. Un rumor distante. Una vaga creencia. Pareca que me hubiesen estado esperando.

Te dijeron ellos que haban esperado tu llegada? Dijeron que estaban informados de que te habamos enviado hacia delante en el tiempo?

No, seor.

Se lo preguntaste?

S, seor. Era descorts hacerlo pero haba recibido la orden de observar atentamente todo lo que pudiese, por lo tanto tuve que preguntarles; pero ellos se negaron a contrmelo.

Intervino otro Temporalista:

Hubo muchas otras cosas que se negaron a contarte?

Muchas, seor.

En este punto un Temporalista se frot la barbilla pensativamente y dijo:

En ese caso debe de haber algo que no va en todo esto. Cul es la poblacin de la Tierra en el 2230, Archie? Te lo dijeron?

S, seor, se lo pregunt. En la Tierra del 2230 hay justo algo menos de mil millones de personas. Hay 150 millones en el espacio. La cifra de la Tierra es estable. La del espacio est creciendo.

Ah dijo un Temporalista, pero ahora hay casi diez mil millones de personas en la Tierra, con la mitad de ellas en estado de grave miseria. Cmo se las ha arreglado esta gente del futuro para deshacerse de casi nueve mil?

Se lo pregunt, seor.. Dijeron que hubo un perodo lamentable.

Un perodo lamentable?

S, seor.

En qu sentido?

No me lo dijeron, seor. Simplemente dijeron que hubo un perodo lamentable y que no diran nada ms.

Un Temporalista que era de origen africano dijo framente:

Qu tipo de personas viste en el 2230?

Qu tipo, seor?

Color de piel? Forma de los ojos?

Archie dijo:

En el 2230 era como hoy, seor. Haba diferentes tipos; diferentes tonalidades de color de piel, de clase de pelo, etctera. La media de altura pareca mayor de lo que es actualmente, si bien no estudi las estadsticas. La gente pareca ms joven, ms fuerte, ms sana. De hecho, no vi desnutricin, ni obesidad, ni enfermedad; pero haba una rica variedad de aspectos.

No haba genocidio, entonces?

Ningn indicio de ello, seor prosigui; tampoco haba indicios de crmenes, o guerra, o represin.

Bien dijo un Temporalista, en un tono como si se estuviese reconciliando, dificultosamente, con las buenas noticias, se dira un final feliz.

Un final feliz, quiz dijo otro, pero es casi demasiado bonito para aceptarlo. Es como un regreso al Edn. Qu se hizo, o se har, para conseguirlo? No me gusta ese perodo lamentable.

Es evidente que no necesitamos sentarnos y especular dijo un tercero. Podemos mandar a Archie a cien aos en el futuro, cincuenta aos en el futuro. Si hay algo, podemos descubrir lo que pas; quiero decir, lo que pasara.

No creo, seor dijo Archie. Me dijeron de forma bastante especfica y clara que no hay antecedentes de nadie del pasado que hubiese llegado a una poca anterior a la suya hasta el da que yo llegu. En su opinin, si se llevaban a cabo otras investigaciones del perodo de tiempo entre ahora y el momento en que yo llegu, el futuro cambiara.

Se hizo un silencio casi nauseabundo. Se llevaron a Archie y le advirtieron que lo guardase celosamente todo en mente para posteriores interrogatorios. Yo medio esper que tambin a m me hiciesen marchar, pues yo era la nica persona all sin un grado avanzado de Ingeniera Temporal, pero deban de haberse acostumbrado a mi y yo, por supuesto, no tom la iniciativa de sugerirlo.

La cuestin es que hay un final feliz dijo un Temporalista. Cualquier cosa que hagamos a partir de este punto puede malograrlo. Esperaban la llegada de Archie; esperaban que Archie nos informase; no le contaron nada que no quisieran que l nos transmitiese; por lo tanto todava estamos a salvo. Los acontecimientos se desarrollarn como lo han hecho.

Incluso es posible dijo otro, con esperanza, que el conocimiento de la llegada de Archie y las informaciones que le han hecho traer ayuden al desarrollo del final feliz.

Quiz, pero si hacemos algo ms, podemos malograr los eventos. Prefiero no pensar en el perodo lamentable del que hablan, pero si ahora intentamos algo, el perodo lamentable puede acaecer de todas formas, ser incluso peor de lo que fue, o ser, y que el final feliz tampoco tenga lugar. Creo que no tenemos ms alternativa que abandonar los experimentos Temporales y ni siquiera hablar de ellos. Anunciar que ha sido un fracaso.

Esto sera insoportable.

Es lo nico seguro que podemos hacer.

Esperad dijo uno. Ellos saban que Archie iba a ir, por consiguiente deba de existir un informe que hablaba del xito de los experimentos. No tenemos que declararnos fracasados.

No opino lo mismo dijo todava otro. Oyeron rumores, tenan una idea lejana. Segn Archie, era algo as. Creo que pueden existir filtraciones, pero seguramente no un anuncio definitivo.

Y as es como se decidi. Pensaron durante das y de vez en cuando discutan el asunto, pero con una agitacin cada vez mayor. Yo vea cmo llegaba inexorablemente el resultado. Yo no contribu en absoluto en la discusin, por supuesto -ellos apenas parecan saber que yo estaba all, pero no haba error posible en la aprensin acumulada de sus voces. Al igual que aquellos bilogos que en los primeros das de la ingeniera gentica votaron por limitar y contestar con evasivas a sus experimentos, por miedo de que una nueva plaga pudiese desencadenarse inadvertidamente sobre la Humanidad desprevenida, los Temporalistas decidieron, aterrorizados, que el futuro no deba ser conocido o siquiera buscado.

Dijeron que el hecho de saber ahora que, dentro de doscientos aos, existira una sociedad buena y sana, era suficiente No deban investigar ms, no se atrevieron a interferir ni con el grosor de la ua, por temor a arruinarlo todo. Y volvieron a replegarse nicamente en la teora.

Un Temporalista marc la retirada final. Dijo:

Algn da la Humanidad ser suficientemente sabia y desarrollar unos sistemas para manejar el futuro que sern lo bastante sutiles como para arriesgarse a observar y tal vez incluso a manipular en el curso del tiempo, pero el momento para ello todava no ha llegado. An est lejos en el futuro.

Y hubo un murmullo de aplausos.

Quin era yo, el ms insignificante de entre los responsables del Proyecto Cuatro, para estar en desacuerdo y tomar mi propia iniciativa? Era quizs el valor adquirido por ser muy inferior a ellos -el valor del insuficientemente preparado. Mi iniciativa no se haba apagado por demasiada especializacin o por demasiado tiempo de profunda reflexin.

En cualquier caso, habl con Archie unos das despus, cuando mis tareas me dejaron algn tiempo libre. Archie no saba nada de preparacin o de distinciones acadmicas. Para l, yo era un hombre y un maestro, como cualquier otro hombre y maestro, y me habl como a tal.

Le dije:

Qu concepto tena esa gente del futuro sobre las personas de su pasado? Eran hipercrticos? Las censuraban por sus locuras y estupideces?

Archie dijo:

No dijeron nada que me hiciese pensar que as fuese, seor. Les diverta la simplicidad de mi construccin y mi existencia, y parecan rerse de m y de la gente que me construy, con un humor bien entendido. Ellos no tenan robots.

Robots de ningn tipo, Archie?

Dijeron que no haba nada parecido a m, seor. Decan que no necesitaban caricaturas metlicas de la Humanidad.

Y t no viste ninguno?

No, seor. En todo el tiempo que estuve all, no vi ninguno.

Reflexion sobre ello un momento, luego dije:

Qu pensaban de otros aspectos de nuestra sociedad?

Creo que admiraban el pasado en muchos sentidos, seor. Me ensearon museos dedicados a lo que ellos llamaban el perodo de crecimiento desenfrenado. Ciudades enteras han sido convertidas en museos.

Dijiste que en el mundo de dentro de dos siglos no haba ciudades, Archie. Ciudades segn las entendemos nosotros.

No eran sus ciudades las convertidas en museos, sino las reliquias de las nuestras. Toda la Isla de Manhattan era un museo, cuidadosamente preservada y restaurada en la poca de su mayor esplendor. Me pasearon por all durante horas con varios guas, porque queran hacerme preguntas sobre la autenticidad. No pude ayudarles mucho, porque nunca he estado en Manhattan. Parecan orgullosos de Manhattan. Haba tambin otras ciudades del pasado preservadas, as como maquinaria del pasado conservada con esmero, bibliotecas de libros impresos, exposiciones de ropa de modas pasadas, muebles, y otras chucheras de la vida cotidiana, etctera. Decan que la gente de nuestro tiempo no haba sido juiciosa pero que haba creado una firme base para el adelanto futuro.

Y viste gente joven? Gente muy joven, quiero decir. Nios?

No, seor.

No hablaban de ellos?

No, seor.

Muy bien, Archie. Ahora, escchame.

Si haba algo que yo conociese mejor que los Temporalistas, eran los robots. Para ellos, los robots eran simplemente cajas negras, a quien dar rdenes y mandar a los hombres de mantenimiento a desechar si funcionaban mal. Yo, sin embargo, comprenda bastante bien el circuito positrnico de los robots, y poda manejar a Archie de una forma que mis colegas jams sospecharan. Y lo hice.

Estaba bastante seguro de que los Temporalistas no lo volveran a interrogar, a causa de su recin adquirido temor a interferir en el tiempo, pero si lo hacan, l no les dira aquellas cosas que yo consideraba que no deban saber. Y el propio Archie no sabra que haba cosas que no les estaba diciendo.

Pas un tiempo pensando en ello, y mi mente estaba cada vez ms segura de lo que haba pasado en el curso de los siguientes dos siglos.

Saben? fue un error enviar a Archie. Era un robot primitivo, y para l las personas eran personas. No diferenciaba, no poda. No le sorprendi que los seres humanos se hubiesen vuelto tan civilizados y humanos. Su circuito le obligaba, en cualquier caso, a ver a todos los seres humanos civilizados y humanos; incluso divinos, para usar un trmino pasado de moda.

Los propios Temporalistas, siendo humanos, se sorprendieron e incluso se mostraron algo incrdulos ante la visin robtica presentada por Archie, segn la cual los seres humanos se haban vuelto nobles y buenos. Pero, siendo humanos, los Temporalistas queran creer lo que oan y se obligaron a hacerlo en contra de su sentido comn.

Yo, a mi modo, era ms inteligente que los Temporalistas, o quiz meramente ms clarividente.

Me pregunt que si la poblacin descendi de diez mil millones en el curso de dos siglos, por qu no baj de diez mil millones a cero? La diferencia entre las dos alternativas no sera grande.

Quines eran los mil millones supervivientes? Eran quiz ms fuertes que los otros nueve mil millones? Ms perdurables? Ms resistentes a la privacin? Y, como qued claro de la descripcin de Archie, eran ms sensibles, ms racionales y ms virtuosos que los nueve mil millones que desaparecieron del mundo de dentro de doscientos aos.

En definitiva, eran realmente seres humanos?

Se rieron de Archie con afable mofa y se jactaron de que ellos no tenan robots; que no necesitaban caricaturas metlicas de la Humanidad.

Y si por el contrario tenan duplicados orgnicos de la Humanidad? Y si tenan robots humaniformes? Robots tan parecidos a los seres humanos como para no ser distinguibles de ellos, por lo menos a los ojos y sentidos de un robot como Archie? Y si las personas del futuro eran robots humaniformes, todos, robots que haban sobrevivido a alguna catstrofe arrolladora que los seres humanos no haban superado?

No haba nios. Archie no haba visto ninguno. Adems, la poblacin era estable y longeva en la Tierra, as que en cualquier caso debera de haber pocos nios. Estos pocos seran atendidos, preparados cuidadosamente, bien salvaguardados y no podran ser distribuidos a la ligera entre la sociedad. Pero Archie haba estado en la Luna durante dos meses y la poblacin all era creciente, y tampoco haba visto nios.

Tal vez esta gente del futuro era construida en lugar de nacer.

Y quizs esto era una buena cosa. Si los seres humanos haban desaparecido como consecuencia de sus furias, odios y estupideces, por lo menos haban dejado detrs un digno sucesor: una especie de ser inteligente que apreciaba el pasado, lo preservaba y avanzaba en el futuro, haciendo lo posible para realizar las aspiraciones de la Humanidad, construyendo un mundo mejor y ms apacible y movindose en el espacio quiz con ms eficacia que la que nosotros los seres humanos reales habramos desarrollado.

Cuntos seres inteligentes del Universo haban desaparecido sin dejar un sucesor? Probablemente nosotros ramos los primeros que dejaramos un legado de este tipo.

Tenamos razn al sentirnos orgullosos.

Deba contarle todo esto al mundo? O siquiera a los Temporalistas? No lo consider oportuno por el momento.

Por una parte, probablemente no me creeran. Por otra, si me crean, en su rabia por la idea de ser remplazados por robots de cualquier tipo, no se volveran contra ellos, destruiran todos los robots del mundo y se negaran a construir otros? Ello significara que la visin de Archie del futuro, y la ma, nunca acaecera. Ello, sin embargo, no detendra las condiciones que iban a destruir a la Humanidad. Slo prevendra una sustitucin; evitara que otro grupo de seres, hechos por humanos y honrando a los humanos, fuese portador de las aspiraciones y sueos humanos a travs del Universo.

Yo no quera que esto sucediese. Yo quera estar seguro de que la visin de Archie, y mi propio perfeccionamiento de ella, tuviese lugar.

Por ello estoy escribiendo esto, y velar para que quede oculto, y mantenido a salvo, de forma que sea abierto slo dentro de doscientos aos, un poco antes de la llegada de Archie. Para que los robots humaniformes sepan que deben tratarlo bien y devolverlo a casa sano y salvo, llevando con l slo la informacin que har que los Temporalistas decidan no volver a interferir en el Tiempo, de forma que el futuro pueda seguir su camino trgico/feliz.

Y por qu estoy tan seguro de obrar adecuadamente? Porque estoy en una posicin nica para saber que tengo razn.

He dicho en varias ocasiones que soy inferior a los Temporalistas. Por lo menos soy inferior a ellos a sus ojos, si bien esta gran inferioridad me vuelve ms clarividente en ciertos aspectos, como ya he dicho antes, y me proporciona un conocimiento mejor de los robots, como tambin he dicho anteriormente.

Porque, saben?, yo tambin soy un robot.

Soy el primer robot humaniforme, y el futuro de la Humanidad depende de mi y de aquellos como yo que todava han de ser construidos.

MUY MAL!

LAS TRES LEYES DE LA ROBTICA

1. Un robot no puede hacer dao a un ser humano, o, por medio de la inaccin, permitir que un ser humano sea lesionado.

2. Un robot debe obedecer las rdenes recibidas por los seres humanos excepto si estas rdenes entrasen en conflicto con la Primera Ley.

3. Un robot debe proteger su propia existencia en la medida en que esta proteccin no sea incompatible con la Primera o la Segunda Ley.

Gregory Arnfeld en realidad no se estaba muriendo, pero sin duda exista un claro lmite a lo que le quedaba de vida. Tena un cncer inoperable y haba rechazado, enrgicamente, toda sugerencia de tratamientos qumicos o terapia radiactiva.

Apoyado contra las almohadas, sonri a su mujer y dijo:

Soy el caso perfecto. Lo llevarn Tertia y Mike.

Tertia no sonri. Pareca terriblemente preocupada.

Hay tantas cosas que se pueden hacer, Gregory. Sin duda Mike es un ltimo recurso. Puedes no necesitar esa cosa.

No, no. Para cuando me hubiesen atiborrado de sustancias qumicas y remojado con radiacin, hara tanto tiempo que me habra ido que no existira una prueba razonable... Y por favor no llames a Mike cosa.

Estamos en el siglo XXII, Greg. Hay muchos medios para tratar el cncer.

S, pero Mike es uno de ellos, y creo que el mejor. Estamos en el siglo XXII, y sabemos lo que pueden hacer los robots. Ciertamente, yo lo s. He tratado ms a Mike que a cualquier otro. T lo sabes.

Pero no puedes pretender utilizarlo slo para enorgullecerte del proyecto. Ademas, hasta qu punto ests seguro de la miniaturizacin? Es una tcnica incluso ms nueva que la robtica.

Arnfeld asinti.

De acuerdo, Tertia. Pero los muchachos de la miniaturizacin parecen seguros. Pueden reducir o restablecer constantes de Planck de una forma segn ellos razonablemente segura, y los controles que lo hacen posible estn introducidos en Mike. Puede disminuir y aumentar de tamao a voluntad sin que su entorno se vea afectado.

Razonablemente seguros -dijo Tertia con ligera amargura.

Esto es todo lo que se puede pedir, sin duda. Piensa en ello, Tertia. Soy privilegiado por formar parte del experimento. Pasar a la historia como el principal proyectista de Mike, pero esto ser secundario. Mi mayor hazaa ser el haber sido tratado con xito por un minirrobot; por eleccin propia, por iniciativa propia.

Ya sabes que es peligroso.

Todo tiene sus peligros. Las sustancias qumicas y la radiacin tienen efectos secundarios. No pueden trabajar a un ritmo lento sin pararse. Me pueden permitir vivir una especie de semivida aburrida. Y el no hacer nada ciertamente me matar. Si Mike hace su trabajo convenientemente, me curar del todo, y si se reproduce de nuevo -Arnfeld sonri alegremente-, Mike tambin puede volver a hacerlo.

Extendi una mano para coger la de ella.

Tertia, t y yo sabamos que esto iba a llegar. Djame hacer algo por ello, un experimento glorioso. Aunque falle, y no fallar, ser un experimento glorioso.

Louis Secundo, del grupo de miniaturizacin, dijo:

No, seora Arnfeld. No podemos garantizar el xito. La miniaturizacin esta ntimamente ligada a la mecnica cuntica, y hay aqu un fuerte elemento de carcter imprevisible. Cuando MIK-27 se reduce de tamao, existe siempre la posibilidad de que tenga lugar una repentina e imprevista redilatacin, naturalmente matando al... paciente. Cuanto ms se reduce el tamao, cuanto mas diminuto se vuelve el robot, mayor es el riesgo de redilatacin. Y cuando empieza a dilatarse de nuevo, la posibilidad de un repentino y acelerado estallido es todava mayor. La redilatacin es la parte realmente peligrosa.

Tertia movi la cabeza.

Cree usted que va a suceder?

No sabemos las posibilidades que existen, seora Arnfeld. Pero la posibilidad nunca es cero. Debe comprender esto.

Lo comprende el doctor Arnfeld?

Claro. Hemos hablado de ello con detalle. Considera que las circunstancias lo justifican -titube antes de seguir-: Igual que nosotros. S que usted pensar que no todos estamos corriendo el riesgo, pero estaremos algunos de nosotros, y por otra parte consideramos que el experimento merece la pena. Ms importante todava, as lo cree el doctor Arnfeld.

Y si Mike comete un error o se reduce demasiado a causa de un fallo tcnico en el mecanismo? Se redilatara seguro, verdad?

Nunca se vuelve bastante seguro. Se queda en lo estadstico. La posibilidad aumenta si l se hace demasiado pequeo. Pero, entonces, cuanto ms pequeo se vuelve, menos macizo es, y en algn momento critico, la masa se volver tan insignificante que el mismo esfuerzo por su parte puede mandarlo volando a una velocidad cercana a la de la luz.

Bien, esto no matar al doctor.

No. Para entonces, Mike seria tan pequeo que se deslizara entre los tomos del cuerpo del doctor sin afectarlos.

Pero qu probabilidad existe de que se redilate cuando sea tan pequeo?

Cuando MIK-27 se acercase al tamao del neutrino, por decirlo de alguna forma, su media de vida sera de segundos. Esto es, la probabilidad de que se redilatase en cuestin de segundos es cincuenta-cincuenta, pero para cuando se redilatase, estara a cien mil millas en el espacio y la explosin resultante producira nicamente un pequeo estallido de rayos gamma. Adems, nada de esto ocurrir, MIK-27 seguir sus instrucciones y no se reducir ms de lo que necesita para llevar a cabo su misin.

La seora Arnfeld saba que tendra que hacer frente a la Prensa de una forma u otra. Se habia negado firmemente a aparecer en holovisin, y la disposicin del derecho a la intimidad del Fuero Mundial la protega. Por otra parte, no poda negarse a contestar preguntas en voz en off. La disposicin del derecho a saber no le permitira un bloqueo informativo general.

Estaba rgidamente sentada mientras la joven que tena delante deca:

Aparte de todo, seora Arnfeld, no es una coincidencia bastante extraa que su marido, proyectista jefe de Mike el Microbot, vaya a ser tambin su primer paciente?

En absoluto, seorita Roth -dijo la seora Arnfeld con tristeza-. La enfermedad del doctor es el resultado de una predisposicin. Ha habido otros en su familia que la han tenido. Me lo dijo cuando nos casamos, as que el asunto no me cogi por sorpresa, y fue por esta razn que no tuvimos hijos. Es tambin por este motivo que mi marido escogi el trabajo al que ha dedicado toda su vida y trabaj arduamente para producir un robot capaz de miniaturizacin. Siempre pens que al final seria su paciente, comprende?

La seora Arnfeld insisti para tener una charla con Mike y, dadas las circunstancias, ello no poda ser negado. Ben Johannes, que trabajaba desde haca cinco aos con su marido y a quien ella conoca lo suficientemente bien como para lamarse por el nombre de pila, la acompa al alojamiento del robot.

La seora Arnfeld haba visto a Mike poco despus de su construccin, cuando estaba pasando por sus primeras pruebas, y l la recordaba. Le dijo, con su voz curiosamente neutral, de dulzura demasiado uniforme para ser del todo humana:

Me alegro de verla, seora Arnfeld.

No era un robot con una buena forma. Era de cabeza puntiaguda y base muy pesada. Casi cnico, con la punta hacia arriba. La seora Annfeld saba que ello era ponque su mecanismo de miniaturizacin era voluminoso y abdominal, y porque su cerebro tambin tena que ser abdominal a fin de aumentar la velocidad de respuesta. Su marido le haba explicado que insistir en un cerebro detrs de un crneo grande era un antropomorfismo innecesario. Sin embargo haca que Mike pareciese ridiculo, casi imbcil. La seora Arnfeld pens, inquieta, que el antropomorfismo tena ventajas psicolgicas.

Estas seguro de comprender tu tarea, Mike? -dijo la seora Arnfeld.

Completamente, seora Arnfeld -dijo Mike~. Me asegurar de que todo vestigio de cncer quede eliminado.

Johannes dijo:

No s si Gregory te lo ha explicado, pero Mike puede reconocer fcilmente una clula cancerosa cuando tiene el tamao adecuado. La diferencia es inequvoca y puede destruir con rapidez el ncleo de cualquier clula que no sea normal.

Estoy equipado con lser, seora Arnfeld -dijo Mike, con cierto aire de orgullo no expresado.

Si, pero hay millones de clulas cancerosas. Cunto tiempo har falta para cogerlas, una a una?

No es completamente necesario una a una, Tertia -dijo Johannes-. Aun cuando el cncer est extendido, existe en forma de matas. Mike est equipado para quemar y cerrar los capilares que conducen a las matas, y de esta manera puede morir un milln de clulas de una vez. Slo ocasionalmente tendr que ocuparse de las clulas de forma individual.

Aun as, cunto tiempo har falta?

El joven rostro de Johannes se transform en una mueca como si le costase tomar una decisin sobre lo que iba a decir.

Si queremos hacer un trabajo concienzudo, pueden hacer falta horas, Tertia. Lo admito.

En cualquier momento de estas horas aumentar el riesgo de redilatacin.

Mike dijo:

Seora Arnfeld, har lo posible para prevenir la redilatacin.

La seora Arnfeld se volvi hacia el robot y dijo con gran seriedad:

Puedes hacerlo, Mike? Quiero decir, t puedes evitarla?

No completamente, seora Arnfeld. Supervisando mi tamao y haciendo un esfuerzo para mantenerlo constante, puedo minimizar los cambios fortuitos que puedan provocar una redilatacin. Naturalmente, es casi imposible hacer esto cuando estoy redilatandome bajo condiciones controladas.

Si, lo s. Mi marido me ha explicado que la redilatacin es el momento mas peligroso. Pero t lo intentars, Mike? Por favor.

Las leyes de la robtica garantizan que as lo har, seora Arnfeld -dijo Mike, solemnemente.

Cuando se marchaban, Johannes dijo, en lo que la seora Arnfeld comprendi era un intento de promesa tranquilizadora:

De verdad, Tertia, tenemos un holosonograma y un detallado escner catdico de la zona. Mike conoce la localizacin precisa de todas las lesiones cancerosas significativas. Pasar la mayor parte del tiempo buscando pequeas lesiones imposibles de detectar con instrumentos, pero esto no se puede evitar. Si podemos, tenemos que localizarlas todas, comprendes?, y ello lleva tiempo. Sin embargo, Mike ha recibido estrictas instrucciones sobre cunto debe reducirse, y no se hara ms pequeo, puedes estar segura. Un robot debe obedecer las rdenes.

Y la redilatacin, Ben?

Aqu, Tertia, estamos en manos de la cuntica. No hay forma de predecirlo, pero existe una ms que razonable probabilidad de que tenga lugar sin problemas. Por supuesto, tendremos que redilatarlo dentro del cuerpo de Gregory lo menos posible; lo suficiente para estar razonablemente seguros de encontrarlo y extraerlo. A continuacin ser rpidamente introducido en la estancia de seguridad donde se llevar a cabo el resto de la redilatacin. Por favor, Tertia, hasta las intervenciones mdicas corrientes tienen sus riesgos.

La seora Arnfeld estaba en el cuarto de observacin mientras tena lugar la miniaturizacin de Mike. Tambin estaban las cmaras de holovisin y representantes escogidos de los medios de comunicacin. La importancia del experimento mdico era tal que fue imposible evitarlo, pero la seora Arnfeld estaba en una cabina con Johannes por toda compaa, y se entenda que nadie deba acercarse a ella para hacer comentarios, sobre todo si ocurra algo fatal.

Fatal! Una completa y repentina redilatacin hara saltar la habitacin de operaciones por completo y matara a toda persona all presente. Por algo estaba bajo tierra y a media milla de distancia del centro de observacin.

A la seora Arnfeld le produca cierta escalofriante sensacin de seguridad el hecho de que los tres miniaturistas que estaban trabajando en la intervencin (que parecan muy tranquilos... muy tranquilos) estuviesen condenados a muerte de forma tan segura como lo estaba su marido en el caso de que sucediese... algo fatal. Ciertamente, poda confiar en que ellos protegeran en extremo sus propias vidas; por consiguiente, no seran caballerosos en la proteccin de su marido.

Posteriormente, por supuesto, si el proceso se demostraba un xito, se desarrollaran sistemas para realizarlo de forma automatizada, y slo el paciente correra riesgos. Entonces, quizs, el paciente podra estar ms fcilmente sacrificado al descuido, pero ahora no, ahora no. La seora Arnfeld observaba atentamente a los tres hombres, que trabajaban bajo una inminente sentencia de muerte, para detectar cualquier signo de inquietud.

Observ el proceso de miniaturizacin (lo haba visto antes) y vio cmo Mike se volva ms pequeo y desapareca. Observ el elaborado proceso de inyectarlo en el lugar adecuado del cuerpo de su marido. (Le haban explicado que habra sido prohibitivo econmicamente inyectar por el contrario seres humanos en un medio submarino. Mike, por lo menos, no necesitaba un sistema para mantenerse con vida.)

A continuacin las materias giraron en la pantalla, donde se vea la seccin aproximada del cuerpo en holosonograma. Era una representacin tridimensional, turbia y desenfocada, imprecisa a causa de una combinacin del lado finito de las ondas sonoras y de los efectos del movimiento browniano. Mostraba a Mike, confusa y silenciosamente movindose a travs de los tejidos de Gregory Arnfeld por su corriente sangunea. Resultaba casi imposible explicar lo que estaba haciendo, pero Johannes describa los acontecimientos de forma lenta y satisfactoria, hasta que ella ya no pudo orlo ms y pidi que la sacasen de all.

Le haban administrado ligeros sedantes y haba dormido hasta la tarde, momento en que Johannes fue a verla. No haca mucho rato que se haba despertado y tard un momento en recuperar sus facultades. Seguidamente dijo, llena de un repentino temor:

Qu ha pasado?

Johannes se apresur a decir:

Un xito, Tertia. Un xito completo. Tu marido est curado. No podemos evitar que el cncer se reproduzca, pero por ahora est curado.

Ella se ech hacia atrs aliviada.

Oh, maravilloso.

Asimismo, ha sucedido algo inesperado y habr que explicrselo a Gregory. Consideramos que seria preferible que se lo dijeses t.

Yo? -Y prosigui con un renovado acceso de temor-: Qu ha pasado?

Johannes se lo cont.

Hasta al cabo de dos das no pudo ver a su marido por ms de un par de minutos. l estaba sentado en la cama, su cara un poco plida, pero le sonrea.

De nuevo a flote, Tertia -dijo con ilusin.

En efecto, Greg, yo estaba completamente equivocada. El experimento ha sido un xito y me han dicho que no encuentran ni un rastro de cncer en ti.

Bien, sobre esto no podemos tener demasiadas esperanzas. Puede haber una clula cancerosa aqu o all, pero quiz mi sistema inmunitario se ocupe de ella, sobre todo con la medicacin adecuada, y, si algn da se formase de nuevo, para lo cual pueden pasar aos, recurriremos otra vez a Mike.

En este punto, frunci el ceo y dijo:

Sabes?, no he visto a Mike.

La seora Arnfeld guard un discreto silencio.

Arnfeld dijo:

Me han estado dando largas.

Has estado dbil, querido, y te han administrado sedantes. Mike estuvo manipulando en tus tejidos y llevando a cabo un necesario pequeo trabajo destructivo. Aunque la operacin haya sido un xito, necesitas tiempo para recuperarte.

Si estoy lo bastante recuperado para verte a ti, sin duda tambin lo estoy para ver a Mike, por lo menos lo suficiente para darle las gracias.

Un robot no necesita que le den las gracias.

Claro que no, pero yo necesito drselas. Hazme un favor, Tertia. Sal y diles que quiero ver a Mike en seguida.

La seora Arnfeld titube, luego lleg a una decisin. Esperar hara la tarea ms dificil para todos. Dijo con tacto:

El hecho, querido, es que Mike no puede venir.

No puede venir! Por qu?

Tena que escoger, sabes? Limpi tus tejidos maravillosamente bien; hizo un magnfico trabajo, todo el mundo est de acuerdo; y luego tuvo que iniciar la redilatacin. Era la parte arriesgada.

S, pero aqu estoy yo. Por qu ests alargando tanto esta historia?

Mike decidi minimizar el riesgo.

Naturalmente. Qu hizo?

Bien, querido, decidi hacerse ms pequeo.

Cmo! No poda. Tena rdenes de no hacerlo.

Esto era la Segunda Ley, Greg. La Primera Ley tena preferencia. Quera estar seguro de que tu vida no corriese peligro. Estaba equipado para controlar su propio tamao, as que se redujo lo ms rpidamente que pudo, y cuando lleg a ser mucho menor que un electrn utiliz su rayo lser, que era para entonces demasiado diminuto para lastimar cualquier parte de tu cuerpo, y el impacto lo despidi volando a casi la velocidad de la luz. Explot en el espacio exterior. Fueron detectados los rayos gamma.

Arnfeld la mir fijamente.

No puedes estar queriendo decir eso. Ests hablando en serio? Mike ha muerto?

Esto es lo que ocurri. Mike no poda dejar de actuar si ello te evitaba algn dao.

Pero yo no quera eso. Lo quera sano y salvo para el trabajo futuro. No se habra redilatado de forma incontrolada. Habra salido ileso.

No poda tener la certeza. No poda poner tu vida en peligro, as que se sacrific.

Pero mi vida era menos importante que la suya.

No para m, querido. Tampoco para quienes trabajan contigo. Ni para nadie. Ni siquiera para Mike. -Puso una mano sobre la de l-. Vamos, Greg, ests vivo. Ests bien. Esto es todo lo que importa.

Pero l apart su mano con impaciencia.

E