Visión y Acción en Casos de Secuestro y Extorsión e n Colombia

Dr. Juan Francisco Mesa Torres 1

El secuestro es una actividad delictiva multiofensiva; ataca la libertad personal, el patrimonio, pero sobre todo ataca al amor. Se trata de un delito contra el amor, contra la comunidad que se ama, por eso es tan nocivo, porque distorsiona y rompe la célula de la sociedad, que representa la familia. La delincuencia, como cualquier acción humana, cuando encuentra que hay una actividad productiva o que da resultados, la repite. El secuestro es un delito transnacional; mientras que para las autoridades las fronteras son reales, para los delincuentes tales líneas limítrofes son imaginarias, por eso la cooperación internacional en el combate de este flagelo es fundamental.

1 Egresado de la Escuela de Derecho de la Universidad de los Andes, Colombia. Seminario de responsabilidades civiles y militares frente al conflicto armado en Colombia. Estudios de post grado en Monterrey. Experto en prevención, análisis de riesgo y manejo en crisis de seguridad integral, diseño y desarrollo de programas de asistencia a víctimas por la violencia. Fundación País Libre, organización no gubernamental colombiana. Líder en la lucha contra el secuestro en el mundo y atención a la víctima del secuestro y la extorsión. Actualmente es asesor en prevención del Ministerio de la Defensa, Fondelibertad más conocido como Zar Antisecuestro. Elaboración de políticas de prevención y del secuestro; elaboración de la estrategia de comunicaciones en la lucha contra el secuestro; desarrollo del programa estatal de prevención del secuestro y la extorsión.

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Buenos días, muchas gracias. Como decimos en Colombia, me ponen la vara alta.

Cuando hay una exposición tan buena antes, ya tiene uno un estándar bastante

alto para superar.

Primero que todo quiero empezar con decir, que a pesar de las diferentes

modalidades y pequeños detalles que pueden llegar a variar en cuanto a la

ocurrencia de un delito en un país o en otro, la estructura básica delictiva viene

repitiéndose, como el caso de las mafias y de otros hechos ilícitos, inclusive el

hurto, la violencia intrafamiliar.

En todas las naciones se encuentran estructuras similares, pero con

características propias que las diferencian, pero no de una manera estructural.

En Colombia, tenemos una larguísima experiencia con el secuestro, y muy

amarga. La intención de esta charla, y estoy seguro que también de INCOSEC, es

que no tengan ustedes que atravesar los índices de secuestro que vivimos

nosotros.

Alrededor del año 2000, hubo 3500 secuestros, en departamentos como el

Departamento del Cesar, cuya vocación es ganadera, y donde las familias tenían

cada uno 2 ó 3 miembros que habían sido secuestrados, y algunos de los

miembros dos y hasta tres veces por el mismo grupo. Entonces, todas esas

experiencias realmente son cosas que no se deberían dar, son ilógicas.

Yo hablaba ayer, en el programa de Mónica2, de que en alguna ocasión fui

entrevistado por un periodista japonés -cuando un ciudadano japonés fue

secuestrado en Colombia- y una de las preguntas era porqué hay secuestro en mi

país…. yo le hacía una explicación larguísima y la señora al final volvió a

preguntarme: “no, no, no, en serio, ¿por qué hay secuestro acá?” 2 Mónica Fernández Sánchez.

3

Porque realmente es una cuestión que no debería presentarse en los niveles en

los cuales se está presentando en esos países. Ni México, ni Venezuela, ni

Argentina, ni Colombia deberían tener una situación como la que están viviendo,

en esa dimensión; y puede llegar a ser peor, porque la delincuencia, digamos,

como cualquier acto humano, cuando encuentra que hay una actividad productiva

o que da resultados, la repite.

Sobre los datos que recibí de INCOSEC se desprendía una alarma. Y con toda

razón.... Me parece que es un estado lógico cuando se llegan a cifras de 382

secuestros. Es lógico alarmarse, ¿no es cierto?

Índices de secuestros en Colombia y Venezuela.

En Colombia3, en 1999, mientras ustedes tenían 44 secuestros, nosotros tuvimos

3204: y para el año 2007, tuvimos 521; ustedes llegaron al pico con 382. Y

nosotros estamos felices de que tengamos solamente 521 secuestros.

Esta es una cifra mayor que la que dio el Alcalde, básicamente, porque yo uní las

cifras de secuestro extorsivo con las de secuestro simple. Ahora, explico un poco

estas modalidades de tipificación de los delitos.

Tipificación del delito de secuestro

Con el paso del tiempo, y eso, digamos pues, tiene alguna demostración, lo que

se denominaba secuestros simples terminan siendo, al final, secuestros

extorsivos, que engloban en gran medida los verdaderos motivos de estos delitos.

Ahora bien, hay una cuestión de tipificación que también vale la pena tener en

cuenta y es que lo que ustedes llaman secuestro express en Venezuela, hasta 3 Ver Anexo Secuestro Amarga Experiencia Colombiana. Lámina Nº 2. Material de apoyo audiovisual del autor durante su Conferencia.

4

hace poco, en Colombia, venía siendo judicializado como hurto calificado y no

como secuestro; y desde octubre del año pasado a la fecha, aunque ya había

jurisprudencia según la cual eso debía ser tratado como secuestro, ahora ya hay

una jurisprudencia general aceptada, de que eso, en efecto, es un secuestro.

Nosotros allá le llamamos paseo millonario y ocurre normalmente, no como acá,

en los carros particulares, sino en los taxis. La gente toma un taxi en la calle y

vuelve al otro día, sin mucho dinero en las cuentas bancarias.

Voy a pasar rápidamente por esto, la tipificante de ustedes del delito4 es “el que

haya secuestrado”. Eso nos remite a alguna definición de lo que es un secuestro -

me imagino- de diccionario; en la cual hay una necesidad de que se cumplan

ciertas cosas; la primera, es que haya una intención de obtener dinero. Este

apartado es bien especial porque tiene que producir un efecto jurídico.

Es bien importante tener en cuenta las penas, porque no es la primera vez que

oigo sobre Venezuela –y en México también se hizo- que se aumentan las penas

como una de las medidas de política pública para poder desestimular o, como lo

llamarían en la teoría económica del delito, incrementar el costo de cometer un

secuestro; a través de alzas en las penas. Aquí en Venezuela la tenemos de 10 a

24 años.

Hay una tipificación bien importante en el secuestro: que cause alarma. Que la

intención sea esta, porque causar alarma es causar miedo y si es mucho miedo,

es terror; y si es con intenciones terroristas, tiene una intensificación de la pena,

porque el daño jurídico es mucho mayor.

En Colombia tenemos una diferenciación de este delito, según la intención5. Hay

un secuestro extorsivo, que es aquel que busca alguna cosa y condiciona la

4 Idem. Lámina Nº 3. 5 Idem. Lámina Nº 4.

5

libertad de una persona; es decir, “yo cojo y arrebato”, como dice en la lámina -a

mí me encanta ese término porque es verdadero, es un verdadero arrebato: lo

cogen por la fuerza se lo llevan, lo violentan, violentan a los de alrededor (los

operativos, normalmente, de secuestros son sumamente agresivos) y piden dinero

por él, con la consecuente condena. Nosotros, en ese caso, tenemos prisión hasta

de 28 años y eso que fue modificado, porque estaba en 20; y fue cambiado por la

Ley 733 de 2003, pero en 2002 había quedado en 20 años. Ya habíamos tenido

penas de 40 años y subían hasta 60 cuando eran agravadas, en el marco de la

Ley 40.

Entonces, se hizo un ejercicio de unificación de todas las penas, a través de un

Código Penal, porque en Colombia tenemos -y me imagino que es un fenómeno

generalizado- que cada vez que ocurre un hecho que afecta intereses nacionales,

la primera reacción del Congreso es: “subamos las penas”; y lo primero que hace

el gobierno es pasar un proyecto al Ministerio de Justicia y el Presidente sale

bravo a decir que hay que aumentar las penas para esa cuestión, el Congreso lo

aprueba y sale la ley ya en firme con un gran discurso.

Pero pasa, como nos decía mi antecesor, el Dr. Mendieta, que los secuestradores

no tienen miedo del cumplimiento de cárcel, pues el grado de impunidad es

inmenso. El verdadero costo del delito es que haya la gran posibilidad y

probabilidad de que yo esté en la cárcel durante esos años, así sean 20 años, así

sean 28 años.

El aparato carcelario en Colombia, como sucede en muchas partes del mundo y

no solamente en Latinoamérica sino en casi todo el planeta, tiene grandes fallas,

pero es terrible estar 20 años en la cárcel. No importa los lapsos o condenas que

pueda tener: el sistema carcelario es lo suficientemente atemorizante, como para,

si en realidad existiera una gran posibilidad de que me metan a la cárcel, pensar

hasta dos veces si cometo o no ese delito.

6

El otro delito es el secuestro simple, que es con cualquier otro motivo. Entonces,

cuando se inicia un secuestro y a diferencia de lo que pasaba en México y nos

contaba el Licenciado en la primera parte; en Colombia los secuestros se demoran

mucho: en mi país hay un secuestro de un familiar que lleva dos años y la primera

negociación fue a los 7 meses. Entonces, mientras no se registraba la primera

comunicación, se trataba de un secuestro simple. Por eso es que yo tiendo a

meterlo todo en el mismo paquete, pues no se comete un acto contra la libertad de

una persona y se contrarresta así, sin que tengamos una estructura,

evidentemente fuerte, para combatirla, no importa cual sea el motivo.

Además, tenemos una tipificación adicional. Cuando se hizo el Código Penal

nuevo, se incluyeron los delitos del derecho humanitario, y se agregó ese tipo, que

se denominó toma de rehenes6, con ocasión del conflicto. El que prive de la

libertad con ocasión del conflicto se le acusará de toma de rehenes, que además

es un crimen de guerra, el cual podría ser establecido como: el que con ocasión y

desarrollo del conflicto armado, prive a una persona de su libertad, condicionando

la libertad, o la seguridad de la persona secuestrada, a la satisfacción de ciertas

exigencias, tendrá pena de tal a tal.

Por ejemplo, en el caso de un tema bien actual, el intercambio humanitario,

aquellos llamados por las FARC como “canjeables” serían rehenes, por el hecho

de que no se exige dinero por ellos y fueron secuestrados con ocasión del

conflicto.

Entonces, por ejemplo, los policías y soldados que fueron secuestrados en

operaciones militares, podrían ser llamados rehenes; no porque hubieran sido

privados de la libertad, sino porque siendo o no combatientes ya vencidos, se

exige por ellos que despejen una zona o que liberen a otras personas que se 6 Idem. Lámina Nº 5.

7

encuentran en la cárcel; son rehenes, además, cuando dicen que si se acerca el

Ejército, los matan… son así escudos humanos, son rehenes.

Sin embargo, a pesar de todo esto, que tiene como fuente a Fondelibertad7 -la

proveedora oficial de información en tema de secuestro- en general, la

centralización de las políticas alrededor de secuestros no considera la toma de

rehenes, y a pesar de que el Código salió en el 2000, es decir, hace ocho años, no

hay un solo registro de toma de rehenes.

¿Qué quiere decir con eso? -y es una cosa que voy a repetir permanentemente-

que esos esfuerzos legislativos deben ser un poco mesurados: “Sí, gracias, muy

amable, nuevo tipo, que machete, que bueno, subámosle la pena, listo, a 60 años,

los marcamos lo que quieran”. Pero esa no es la cuestión… con los tipos del

Código de 1980 hubiera sido igual. Gracias por el esfuerzo señores legisladores,

esa no es la solución.

El secuestro: actividad multiofensiva 8

El secuestro es una actividad delictiva multiofensiva, pues ataca muchas cosas, no

solamente a la libertad personal y al patrimonio.

La gente minimiza el impacto económico que puede llegar a tener el secuestro en

la vida de los familiares. Hace poco me encontré con unas personas y les

preguntaba: -¿cuáles fueron las cosas que más te han impactado?, y me decían,

porque ahí estaba una señora que había sido secuestrada, y me exponía: “no

pues, después de tanto tiempo de haber sido secuestrada, yo tenía una empresita

y me tocó volver a empezar a los 60 años”.

7 Idem. Lámina Nº. 6. 8 Idem. Lámina Nº 7.

8

Y el señor me decía: “claro, es que yo me acuerdo cuando liquidé la empresa y

todo lo vendí y lo empeñé y lo que no tenía pues pedí crédito, el cual no he

pagado… y esa plata encima de la cama, una plata que yo no había visto nunca

en mi vida y me tocaba regalársela a otros señores”. Entonces, también hay un

efecto sobre el patrimonio importante y un efecto sobre el aparato económico.

Aquí, por ejemplo, tienen un problema: estaba viendo en las cifras que Zulia tiene

una grave situación con este flagelo, y los secuestros son rurales y quienes se

dedican a esa actividad rural, vuelven a pensar dos veces si reinvierten la plata en

el campo, si dan el paso a volverse a industriales y si siguen o no en el tema de

buenas prácticas ganaderas, por ejemplo, que es una inversión importante. No

todo el mundo se mete en eso, y dicen: “si meto la plata ahí, termino yo pagando

extorsiones y secuestros”. Entonces, el secuestro tiene un impacto sobre la

economía y puede llevar inclusive a que los gobiernos a tener que torcer el brazo y

empezar a negociar las políticas públicas.

Como puede pasar en el caso del acuerdo humanitario. Es que es tan fuerte…

Miren, soy un tipo que siempre fui radical frente al acuerdo humanitario, radical en

que no debe haberlo. Después de estos años, pues uno termina diciendo

hagamos lo que quieran, y el gobierno también está en un momento muy difícil

políticamente para poder decir no. Es decir, se pueden llegar a negociar políticas

públicas.

En Colombia, la Constitución no permitía la extradición y llegó un momento en que

a punta de secuestro de personas muy importantes, el Cártel de Medellín, en

cabeza de Pablo Escobar, llegó a torcer la Carta Magna y que hubiera un artículo

que dijera: aquí no puede haber extradición. Eso es para que vean el poder

efectivo que tiene el secuestro. Si ustedes le dejan coger ventaja, eso va a ser

complicado.

9

¿Qué es el secuestro? 9

Pero, ¿qué es el secuestro? en esto se me adelantó el Licenciado. Es un delito

que tiene una efectividad impresionante, ¿qué se quiere?, dinero, poder militar o

lograr que se detengan operaciones militares. Eso se logra a través de una

amenaza de muerte; es decir, la amenaza no es chiquita; por ejemplo, el caso del

“Mocha Orejas”, el señor Arismendi, que no es un caso aislado, pues también ha

pasado en Colombia, en Argentina, en los países Balcánicos.

Esa prueba de supervivencia, en la cual cogen al secuestrado, lo amarran a una

silla, ponen una grabación, lo torturan y le dan una golpiza increíble, es realmente

una cuestión que raya con la ficción. Es decir, esas cruentas películas, ahora, que

tratan de tortura, de esas que uno ve una sola y ya con la realidad tengo, son un

chiste al lado de lo que pueden hacer esos señores…. la amenaza de muerte, es

muy fuerte en la amenaza de muerte.

¿Qué es lo que atacan con esa amenaza de muerte?: el patrimonio, quieren el

patrimonio, obtener beneficios políticos; pero, sobre todo, lo que pretende el

secuestrador es atacar al amor, el secuestro es un delito contra el amor, contra la

comunidad que se ama.

Esa una de las razones por las cuales en el año 2000 -que fue el año pico del

secuestro- los menores eran el segundo renglón afectado en el país, mientras que

en 2006 y 2007 son el primero, pues secuestran más menores de edad que

cualquier otro renglón de la población. ¿Por qué? ¿Quién, siendo padre, no

entiende lo que puede subyugar que tengan al hijo de uno secuestrado?

Tú decías: “¿yo cómo voy a aguantar cinco meses?, no, yo hago lo que sea”,

porque lo que se ataca realmente es esa comunidad que se ama. Entonces, el

9 Idem. Lámina Nº 9.

10

secuestro es tan nocivo, debido a distorsiona y rompe la célula de lo que nosotros

llamamos la sociedad, que representa la familia.

Esto obviamente rompe la autodeterminación de los pueblos, pues sí llega a ser

una cuestión política y otra vez vuelvo al tema del canje humanitario, que es muy

buen caso para ejemplificar como el secuestro puede arrodillar a todo un pueblo.

Hace un tiempo nadie quería el acuerdo humanitario; ahora, 80% de la población

está de acuerdo con él. Hace un tiempo no queríamos un despeje; ahora, que

despejen lo que quieran, pero rápido.

Entonces, ahí tienes tema sobre la autodeterminación que se ve acabada,

digamos, asesinada, por cuenta del amor que la gente siente y la pena que la

población sufre, cuando ve a una señora como Ingrid Betancourt, una persona

irreductible -que ustedes ahora conocen, y es que había que hacerlo para notar su

combatividad increíble- tal como se ve en esa última foto… es terrible, es algo

impresionante, que hace que el país diga: “no, cedamos”. Y, obviamente, con esa

limitación de la autodeterminación, pues se logra el objetivo casi siempre.

Situación de las víctimas 10

¿En qué terminan los secuestros? Por ejemplo, en los ocurridos entre 2006 y

2007, algunas víctimas permanecen cautivas, es decir, desde 2006 llevan un año

y algo secuestrados, y otras se fugan, siendo éstas muy pocas y muy afortunadas,

porque siempre las agarran, las lastiman, las amarran.

Otros cautivos son liberados por presión. ¿Eso qué quiere decir?: es una técnica

que también se basa en la reacción rápida -que ya hemos aprendido muy bien con

la fuerza pública en Colombia- y es que hay un secuestro e inmediatamente

aparece el Ejército y empieza a presionar y presionar, ojo, pero como los 10 Idem. Lámina Nº 10.

11

plagiados son escudos humanos, no pueden llegar a rescatarlos de una vez,

porque es muy peligroso. Entonces, apremian a los captores para que dejen a los

secuestrados y puedan escaparse, dejando a la presa allí; se trata, por tanto, de

liberados por presión.

Hay un porcentaje, que parece pequeño, pero que cuando uno es familiar de la

víctima no parece mínimo: 5% termina asesinado. Pero, igual que pasaba, yo tuve

una vez una entrevista con quien era el presidente de una conocida empresa, un

señor muy elegante que llegó a mi oficina hace años y me dijo una frase que me

quedó sonando. Me dijo: “es que el secuestro en Latinoamérica es el secuestro

más seguro del mundo”; yo le dije: -¿cómo así?, ¿es seguro que los secuestren?,

y me dijo: “sí, claro, porque muy pocos pierden la vida durante el cautiverio”.

En otros continentes, normalmente muere la víctima, porque el autor es muy

cercano al secuestrado. Aquí no sucede tanto eso, pues hay estructuras

especializadas, dedicadas a este delito y entonces mueren muy pocos.

Y ahí, 26% en 2007, entre 21 y 26%, en esos márgenes -siempre entre 20 y 25%-

se mantienen las personas rescatadas por las autoridades; es decir, la cuarta

parte. Hasta la cuarta parte es una efectividad muy grande de parte de las

autoridades, pero, sin embargo, es insuficiente.

¿Y cómo pasa en el caso de las personas que están en la selva? Pues, ya en

esas condiciones, son difíciles los rescates, porque éstos generalmente son

urbanos. ¿Qué quiere decir eso? Que más de la mitad soluciona el problema del

secuestro, pagando, porque así es que se soluciona, pagando. ¿Cuál es la mayor

probabilidad? Que se pague y lo liberen. ¿Por qué?, por la efectividad que tiene

este método y esa efectividad la observan otros delincuentes.

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En el caso de Colombia, el primer grupo guerrillero que comenzó con los

secuestros fue el M19. Empezó haciendo una cosa y luego la otra, una vez

tomando la embajada de República Dominicana. El proceso de movilización de

ellos se inició con un secuestro que les resultó efectivo; entonces otros señores de

por allá, del ELN, dijeron: “oye, eso es como efectivo”, y arrancaron a secuestrar

también; y cuando vieron eso los miembros de las FARC, y además como se les

había acabado la platica que les llegaba del comunismo internacional, dijeron: “no

pues, busquemos una fuente de financiación, esa que es efectiva”. Y esto nos

tiene en estas condiciones, ¿por qué?, por la efectividad que tiene el secuestro.

Planeación y operativo del secuestro 11

El proceso del secuestro, como lo había dicho mi antecesor, el profesor Mendieta,

se inicia con la identificación de la víctima. Como bien lo dijo él, va evolucionando,

antes eran importantes terratenientes, grandes empresarios, mentados políticos

pero poco a poco -en estos países no tenemos tantos ricos- entonces la gente va

cuidándose para que no la tomen de presa y los delincuentes empiezan a buscar

otro tipo de personas, actualmente unas de las más afectadas por el secuestro

son los conductores. Ojo, no es el dueño del camión que transportaba mercancía,

hablamos del conductor, empleado o dueño del camión.

Pero, ¿qué tipo de personas son las que tienen capacidad de endeudamiento? Si

tú puedes hipotecar el apartamento que todavía estás pagando y vender el carro y

pedir con la tarjeta de crédito 10 millones de pesos y, en general, reunir 60,

entonces, eres una potencial víctima de secuestro.¿No es que el secuestro es un

delito de élite?

Luego viene una investigación, no para ver si la persona tiene o no tiene los

recursos que aparenta… no, es para saber qué tipo de vulnerabilidad tiene y poder

definir qué tan fácil o qué tan difícil es llegar a secuestrarlo. 11 Idem. Lámina Nº 12.

13

Después viene el operativo. Un procedimiento rápido, que también se diferencia.

Si es urbano, es violento, agresivo, rápido, bien organizado; pero si es rural, llegan

cinco señores con fusiles uniformados allá a la finca y dicen: “¡ay Don Pedro! es

que tiene que acompañarnos”, y, para que no se ponga nervioso, le señalan: “es

que vamos a mandar un mensaje con usted, porque el comandante quiere

hablarle una cosita”… y se lo llevan sin sacar el arma, que simplemente la tienen

colgada aquí en el hombro.

Cautiverio y negociación 12

Inmediatamente empiezan dos procesos: uno es la negociación, el otro, el

cautiverio; totalmente independientes, pero muy relacionados. Buena parte de la

información, o por lo menos es lo que sucede en Colombia, de los datos que

obtienen los secuestradores para la negociación, la obtienen del mismo cautivo.

Como dura tanto el secuestro, allá, entonces, a los dos meses, comienzan a

decirle: -“oiga Don Pedro, su mujer como que tiene un amiguito allá y no nos

quiere dar plata”, -“¿Y los hijos?” –“ah no, sus hijos tampoco”, y entonces el

hombre empieza a desmoronarse y de pronto les dice: “no, pero díganle que en la

cuenta de no sé dónde hay plata o que vendan la finca”, entonces empieza a darle

pistas y luego comienzan la negociación y le dicen: “oiga, pero usted tiene una

cuenta en tal sitio” y se complica el acuerdo.

Al final hay un pago y éste conlleva a la liberación, ¿no es cierto?, pues no, se

hace “el conejo”, como lo llamamos nosotros. (Cuando yo era niño, es decir, hace

mucho tiempo, tenía yo como 10, conejo le decíamos a ir a un restaurante y no

pagar; entonces íbamos, pedíamos tal cosa y salíamos corriendo y a eso le

llamábamos “conejo”). Pues “conejo” ahora es el señor que recibe la plata y luego

dice: “no, no, esa es la inicial, ahora sí necesitamos esa plata”.

12 Idem. Lámina Nº 13.

14

Pero cuando hay una asesoría, y de ahí la importancia de la asesoría -

hablábamos con algunas de las personas que están aquí en el auditorio y que

están formando una ONG para ayudar a las víctimas- es súper importante la

orientación, porque cuando a la gente le toca esto no tiene ni la más mínima idea

de lo que está enfrentando, y allí es importante decirle: “oiga, prepárense para dos

pagos, porque esa es la metodología”.

Liberación 13

Después viene la liberación y posterior a la misma, pueden venir extorsiones o no.

Eso va a depender en mucho de cómo fue el secuestro, de cómo se comportaron

los afectados, si algo quedó volando allí; de cómo fue el pago y, muy

especialmente, de las medidas preventivas que tomen los afectados después de la

liberación, porque el secuestro no acaba con ésta: la gente tiene que empezar a

cuidarse. Por lo menos en Colombia, es frecuente que a una persona la vuelvan a

tomar, porque queda en la base de datos, ahí, como el cliente.

Características de las organizaciones del secuestro 14

La organización es, como nos dijo el Dr. Mendieta, compleja. Esto no es un delito

para el cual reúnen y dicen: “bueno, ¿qué vamos a hacer hoy? ¿a quién vamos a

secuestrar?”. ¿Por qué?, porque es difícil, no dicen: “sí, listo, vamos a secuestrar”

y ven al vecino que tiene esa camioneta tan bonita y dicen “tomémoslo y ¿cómo

lograrlo?, ¿qué tal si el tipo está armado?, ¿y cómo nos lo llevamos?, bueno en la

camioneta de fulano, ¿y si tiene alarma?, ¿y si se bloquea?, bueno está bien,

usemos el carro de un primo mío”, ¡aja! y ¿adónde lo llevan?, ¿dónde lo

resguardan?, ¿los vecinos se dan cuenta de que él está allí, cuando grita?

¿Qué quiere decir esto? Que el secuestro tiene una estructura compleja. La

primera cuestión que tienen ellos -y eso lo hacen normalmente los directivos de la

13 Idem. Lámina Nº 14. 14 Idem. Lámina nº 15.

15

organización- es estar permanentemente buscando víctimas, perfiles, personas a

quienes puedan secuestrar, haciendo inteligencia; por ejemplo, en el área rural - y

eso tiene que ser algo muy importante para los ganaderos- ellos preguntan

cuando ven un hato: “¿ese hato de quién es?”, e interrogan a la gente y le dicen:

“no, ese hato es de Don Jaime”, porque la población es muy confiada. Entonces

hay que trabajar en eso, en la posibilidad de tener una forma de no ser

identificado.

También pueden tener fuentes de información, por ejemplo, la muchacha de

servicio. En Colombia se dio mucho eso, no porque infiltraran guerrilleras a las

casas como mujeres de servicio, sino porque se acercaban a las señoras y les

sacaban datos con coqueteos, invitaciones; extraían las pistas no sólo de los

dueños de la casa, sino de quienes van a la casa, o procuraban acercamientos

directos. Hay personas a las que les sacan sencillamente la información, a través

de sus costumbres, como ir a lugares de lenocinio, donde las potenciales víctimas

empiezan a ir a gastar, a hablar y se les echa el ojo, metidas en la boca del lobo.

Luego viene la parte operativa y, eso lo encuentra uno siempre, en ella hay

expertos, bandas especializadas. Estoy seguro de que aquí en Venezuela

tenemos conjuntos colombianos, si no todos, por lo menos liderados por personas

que en Colombia aprendieron el levantamiento, grupos de levantadores. Nosotros

tenemos uno terrorífico en Bogotá, cuyos integrantes se hacían llamar “Los

Calvos”…. pavorosos, no solamente eran terribles con las víctimas, sino también

con el investigador que se estaba acercando a identificarlos. Eran terroríficos y se

dedicaban solamente a eso: levantaban y vendían, cuestión que requiere una

inversión, pues no es barato hacer un levantamiento de esos.

Después viene el cuidado, la vigilancia y la negociación. Otra vez volvemos a un

tema muy complicado para los secuestradores: ¿cómo negociar sin ser

perseguidos, ubicados, cuando todos los medios de comunicación son fácilmente

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interceptables, salvo la telefonía satelital? Entonces ahora estamos enfrentando a

grupos que llaman con telefonía satelital, con la llamada se produce desde una

plataforma de Estados Unidos, por lo que no sabemos de dónde fue, quién fue,

sino por reconocimiento de la voz, y entonces decimos: “ah!, ese es este tipo, el

que negoció otro secuestro”, pero es muy complicado hacer eso.

Por otro lado, está la forma de intimidar, engañar, manipular a las familias, porque

con el tiempo los colombianos nos hemos vuelto buenos negociadores.

Desgraciadamente, uno aprende a tener buenas habilidades para eso y

comienzas a ser buen negociador, a poner estrategias, a falsear, igual que lo

engañan a uno, porque ellos nos mienten; y le dicen: “¡ay señora!, es que el

hombre iba en la mula y se cayó”, pero cuando le refieren a la señora que el

cautivo está herido y ella comienza: “pobrecito está mal y él que se queja tanto de

la piel”, comienza a mellar, a romper poco a poco el amor y así es que van

logrando quebrar la resistencia de la familia y lo hacen personas expertas en eso y

moviéndose.

Por ejemplo, hay negociadores que son urbanos y lo que hacen es que cogen una

flota -una flota es un bus intermunicipal- y desde el bus comienzan a llamar,

entonces el tipo se va moviendo, y entonces se dice: “ahora va en Neiva”, y

después no, “ahora está en Bucaramanga”… y lo hacen así, porque son expertos,

hasta que terminan de concretar el negocio.

¿Cuándo se concreta el negocio? Éste finaliza cuando el que tranza está

convencido de que ya no le van a sacar más plata a la familia, es decir, ellos no

quieren un poquito de la plata, ni quieren un pedazo de pastel: quieren todo el

pastel, todo lo que les quepa en la mano.

Por último, les toca a los delincuentes la liberación. De allí se derivan muchas de

las relaciones entre la delincuencia común y guerrilla, porque en el frente

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subversivo sí hay una retaguardia más o menos segura, donde pueden recibir la

plata.

El punto más frágil de la estructura criminal reside en el momento cuando el

secuestrador tiene que acercarse a recibir el dinero, pues allí se hace vulnerable.

Por ello, los captores generalmente lo hacen en lugares de retaguardia y en zonas

de control.

También lo pueden hacer engañando gente, por ejemplo: extorsionan a una

persona y le dicen: “hermano, si usted no va a buscar una cosita que le van

entregar allá, yo mato a su familia”; entonces el hombre va allá y en eso le llega la

autoridad y alega que lo hace por su familia… esa es una de las medidas que

pueden llegar a tener en ese tipo de cosas.

Asimismo, hay secuestros y pagos urbanos, en los cuales se emplean unos

métodos increíbles, con los que me pareció loable que se hiciera una

investigación. Como en la película “Rescate” de Mel Gibson, que el tipo decide no

pagar, pasan cosas increíbles, básicamente métodos como lanza del dinero, etc.

Un bus puede llegar a ser la forma en que pueden pasar a recoger la suma o a

través de la sorpresa. Lo otro es que recogen la plata diciendo: “donde me le pase

algo o si el tipo no llega a las ocho de la noche y me llama, entonces muere el

secuestrado”. Por ello, muchas familias -y eso es una usanza normal cuando van

a cerrar el negocio- rompen relaciones con la autoridad, no vuelven a aparecerse

por allá y cuando retornan, llegan ya con el secuestrado, para que no haya

problemas en esta etapa.

En general, tenemos entonces una estructura, una empresa criminal bien

configurada, con tecnología criminal, que va pasando de generación en

generación. Muchos aprenden en la cárcel, con recursos y vasta experiencia, pues

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siempre hay un tipo que tiene dos, tres, cuatro secuestros por lo mínimo. Y si

hablamos de las FARC o del ELN, pues nos referimos a verdaderos expertos.

Este tipo de situaciones se generan mucho en lugares con personas y

características propias del sitio, debido a que la gente es desprevenida y otros se

aprovechan mucho y esas son condiciones propias de los países

latinoamericanos, en los cuales existen diferencias sociales y al lado de unos que

tienen mucho hay quienes tienen muy poco, y donde abunda la perspectiva de que

quien tiene más, al ser objeto de conversación, es reflejado mucho más próspero

de lo que en realidad es. Tal cuestión hace fácil señalar a las personas y los

delincuentes se aprovechan de eso.

Pero también, a pesar de que el fenómeno puede ser endémico, es epidémico15,

porque los que participaron en el secuestro, si son cinco, los cinco pueden ser de

igual número de bandas distintas. Por tanto, si en Colombia -y aquí viene una

reflexión- dicen: “¿será que son colombianos?”, es muy probable, en extremo

factible, que sean delincuentes neogranadinos los que estén iniciando las bandas

acá.

Es muy probable, si las autoridades se están poniendo duras allá y acá es un país

que tiene menos experiencia, donde la gente está más desprevenida, se cuida

menos y en el cual los cuerpos competentes no tienen el conocimiento que han

adquirido allá, que los delincuentes digan: “pues me paso la línea”, imaginaria para

ellos; real para las autoridades -porque ellas no pueden pasar- y actúen en

Venezuela.

El secuestro es un delito transnacional y la frontera es perfecta para formar una

retaguardia estratégica: desde Colombia se usa como retaguardia estratégica 15 Idem. Lámina 15.

19

contra Venezuela, pero también puede ser empleada al revés, tranquilamente.

Ayer hablaban de que los delincuentes, ¿te acuerdas?, se pasaban de un lado a

otro y se aprovechaban de eso. La cooperación internacional en este caso es

fundamental y hay la mejor disposición al respecto.

Evolución del secuestro en Colombia 16

El secuestro en Colombia ha tenido una evolución. En esta presentación expongo

solamente de 1981 hasta 2007. Hay algunas cosas que quisiera mencionar: la

primera de ellas es que los cárteles de la droga secuestran mucho, porque esa es

la forma de cobrar las cuentas. Ellos no pueden ir a un juzgado, entonces el

secuestro les resulta perfecto para pasar factura.

Obviamente aparecen grupos que se habían acostumbrado a ello, como el M19,

algunas fechorías del ELN, hasta que llegamos a los años 90, década en la cual el

Cártel de Medellín era el principal secuestrador. No solamente para hacer presión

política sobre el tema de la extradición, sino también para lograr tener recursos,

porque cuando se conformó el bloque de búsqueda se le cerraron posibilidades de

financiamiento, así como rutas, y para mantener el ejército recurrieron a este delito

y en ese tránsito llegamos a 2662 casos.

En ese momento, la gente estaba desesperada en Colombia y entonces surgieron

algunas iniciativas importantes, civiles especialmente, tales como la Fundación

País Libre.

La Fundación País Libre

La Fundación País Libre nace a partir de esto, porque en ese grupo de víctimas

estaba Francisco Santos y cuando él sale del secuestro le da forma a esta idea.

Lo primero que hace es, yo se lo decía ayer a Mónica, es como cuando se ve a los

jóvenes, a un muchacho de 20 años haciendo lo mismo que uno y uno quiere 16 Idem. Lámina Nº 16.

20

decirle “no, no lo hagas, no lo hagas, no se gaste en eso hombre” y entonces

hicimos lo siguiente: la Ley 40 del 93.

Una ley de iniciativa popular. Se recogieron firmas y fue el único texto legal de

iniciativa popular que ha habido en Colombia. ¿Y qué hacía la Ley 40?:

aumentaba las penas hasta 60 años, además castigaba al que negociaba y a la

familia del cautivo, pues congelaba los bienes de las personas que eran

secuestradas, acogiéndose a la experiencia italiana.

¿Qué paso? Hombre, bajó el secuestro, de 2080 a 1752. Hablando con otras

personas, me preguntaba: ¿disminuyó el secuestro o descendió la denuncia? Si

me van a meter a la cárcel por pagar a los captores y me van a congelar los

bienes, pues yo más bien me quedo callado. Entonces, este marco legal tuvo un

efecto perverso, desgraciadamente.

La Ley 40 duró un año en vigencia y la Corte Constitucional la derogó, atendiendo

circunstancias que además me parecen de lo más lógicas, tales como que no se

podía castigar a quien cumpliendo un deber de solidaridad, salvaba la vida de

alguien pagando un rescate.

Posteriormente hubo otra importante baja del secuestro, que coincide con la

expedición de la Ley 282, creada por los Gaulas y la oficina del Zar Antisecuestro.

Viene ese bajón del secuestro y muchos nos preguntábamos porqué había sido

esto. Lo que pasó fue que se empezó a unificar la recolección de cifras, pero la

resistencia de las instituciones a soltar cualquier cosa es impresionante.

Los entes interinstitucionales son tal vez uno de los mayores obstáculos de la

lucha contra el crimen, no solamente en secuestros, también en todos los delitos.

Y no solamente en Venezuela, en Colombia, sino en todos los países, en el

mundo.

21

Cuando uno ve las películas a las que ya está acostumbrado -las cintas

norteamericanas y las series- en lo que llega el del FBI, el de la policía local se

pone bravo. Siempre en todos lados pasa igual. Pasó eso en Colombia y esto tuvo

un efecto sobre las cifras y de ahí en adelante comenzó una escalada.

¿Qué pasó que del 98, que tuvimos 1624 secuestros, al 2000, que alcanzamos

3572? Que hubo un mandato ciudadano que les ordenó hacer la paz. Se produjo

una retaguardia estratégica, con la cual aumentó el número de hombres de las

FARC de 5.000 a casi 20.000 y con eso se disparó el secuestro. Luego vino la

Política de Seguridad Democrática del Presidente Uribe.

La política de seguridad democrática

La opinión es como un péndulo, ¿no?. Entonces, al principio, todo el mundo era

paz, paz. Luego “paz, paz”. Pero “paz, paz”. Y por eso pusieron al Presidente

Uribe y éste les dio resultados.

Miren, es que esto no es un chiste, no es que manipuló las cifras -aunque yo a

veces tengo mis dudas con unas cositas, con detalles, sólo detalles- esto es

impresionante: volver a vivir, a pasear en Colombia, poder ir a la costa en carro,

tener actividades en Cundinamarca; al lado de Bogotá no se podía salir, la gente

que estaba sembrando proyectos productivos fuertes en Cundinamarca, El Meta,

Antioquia, conseguía volver a tenerlos, por este plan.

¿Qué fue lo que hicieron? Hubo compromiso nacional17, primera condición.

Además, se fortaleció la justicia de la investigación, eso es súper importante. Una

opción operativa militar fortísima y, obviamente, se obtuvo el compromiso

ciudadano, de lo que hablará Claudita18.

17 Idem. Lámina 17. 18 Se refiere a la Dra. Claudia Llanos, también conferencista en el Seminario. Nota del Editor.

22

Sobre el compromiso nacional19, evidentemente se planteó un objetivo estratégico,

hubo presupuesto -esto es con plata- y la gente pagó el impuesto al patrimonio.

Este tributo se invirtió en un crecimiento exponencial del pie de fuerza y se generó

lo que conocemos también un apoyo a la interinstitucionalidad.

¿Cómo se hizo para que fuerzas militares, policía nacional y a través de la

cooperación ciudadana, lograran este efecto? Eso fue medio a las malas. Eso fue

el Presidente. Pregúntele a cualquier Coronel de la época. Llamaba el mandatario:

-Coronel Rodríguez, me dijeron que en tal lado secuestraron a la gente. -Sí, sí, sí

Presidente. Y el Jefe de Estado: -¿qué pasó?, ¿ya rescató?, ¿y la policía? Y así

fue, complicado, duro y había gente, pero no todo el mundo, que se sintió mal.

Muchísimos nos sentíamos súper bien, porque veníamos de gobiernos anteriores

que los paraban. Les decían: “no se meta en problemas, manténgase allá”. Éste

en cambio les está señalando: “déle, responda a su vocación militar”.

Acción operativa 20

Realización de operativos rurales, en masa. Miren, eso hay que hacerlo, se les

debe quitar la retaguardia estratégica, no podemos dejarlos un segundo, que

sientan la dificultad. Aumentar el costo a los secuestradores, forzarlos a

movilizarse con el secuestrado. Que perciban presencia militar, obligarlos a

practicar unos desplazamientos complicados y veloces. Eso logra que no puedan

tener mujeres, damas embarazadas, niños; que se reduzca la posibilidad de

mantener a ese tipo de personas y que no puedan tener grupos grandes de

cautivos, es decir, que se incremente el número de delincuentes cuidando a cada

secuestrado.

19 Idem. Lámina Nº 18. 20 Idem. Láminas Nº 19, 20 y 21.

23

Hay que atacar actores claves, identificarlos, precisar quiénes son, no podemos

atacar a todos, identificar las bandas, contar con todos los centros de investigación

sobre el tema, como los de nuestro anfitrión… eso es importantísimo. Tenemos

que saber a quién vamos a atacar. Así pasó en Colombia. Ustedes no tienen ese

problema, pero en mi país era imposible viajar en carretera. También eso se

complicó y se dedicaron dos acciones militares, llamadas Operación Libertad, a

reconquistar Cundinamarca y Antioquia. Todo el sur de Antioquia fue liberado y

todo Cundinamarca fue recuperado, gracias a esta medida y fue en uno de los

primeros años del gobierno de Uribe.

Contra el secuestro urbano, se logró la identificación de bandas; se rompió la

alianza de delincuencia común y guerrilla, atacando grupos específicos que

trabajaban en complicidad, desarticulándolos con acciones conjuntas en

operaciones candado -esto es que cuando ocurría un caso, la población lo avisaba

inmediatamente y se cerraba la ciudad, empezando los operativos que terminaban

en el rescate de la persona-. Eso ocurrió en Bogotá y Medellín, pero en estas

urbes la incidencia no bajó de inmediato; primero cayó el secuestro por tendencia

nacional y luego bajó el secuestro en Bogotá y Medellín.

Entonces, por ejemplo, acá en el Municipio Chacao, bajar el secuestro va a ser

muy difícil si no hay una tendencia nacional, que permita que se focalice la acción

en un solo sitio.

Igualmente, esos logros se deben al dinero que entró, ayuda internacional,

capacitación de funcionarios y a ese punto -en que yo voy a recalcar mucho,

porque INCOSEC me encanta por eso- relativo al estudio del delito… hay que

estudiarlo y cuando terminen de analizarlo, hay que revisarlo otra vez, porque ya

habrá cambiado. Eso es muy importante, el Centro Nacional de Datos del Fondo

Libertad, en Colombia, es una cosa que ha hecho que todos podamos conocer

qué es el secuestro.

24

Los nuevos retos 21

¿Cuáles son los retos? Los retos son los nuevos criminales. La violencia tiene

ciclos y los delincuentes se amoldan rápidamente. Son velocísimos para

adaptarse. Son sumamente versátiles.

Nosotros tenemos un gran problema con los grupos de desempleados que

quedaron de la desmovilización paramilitar. Son muchísimos, bien entrenados,

acostumbrados a recibir un millón y medio de sueldo, normalmente; pero de pronto

se les dice: “no, vaya allá que le van a dar 200.000 mensuales”, y esos chinos

dicen: “¿como así?, si a mí me enseñaron a manejar armas” -y además se las

dejan, porque hubo más movilizados que armas-. Entonces, pues, empezamos a

ver esto: ¿quién los recluta?, ¿quién absorbe a un ejército de ese tamaño? Pues

los narcotraficantes, esos ya no se pueden llamar autodefensas ni paramilitares ni

nada, son bandas, ejércitos de narcotraficantes.

El señor que murió acá, el señor Varela, había comprado el bloque de Putumayo,

en 25 millones de dólares. “Tome y el bloque es mío”, dijo. Esa es una de las rutas

principales de la droga, que es Mariño, y llamó a su grupo “Águilas Negras”, y

además de Antioquia compró otro bloque, y empezaron a salir muchas “Águilas

Negras”, pero ya no eran de Varela, pues cada uno que se agrupaba tenía sus

“Águilas Negras” y entonces se conformó una cantidad de grupos y son

muchísimos. Hay uno que se llama ONG, “Organización Nueva Generación”, y

amenaza a todas las ONG, entre otras cosas, en Mariño, por allá…. esos son

bravísimos también.

Hay otras alianzas. En el sur de Bolívar (hay un departamento que es Bolívar, que

da hacia Cartagena) en la parte sur hay un problema de coca muy fuerte. Se está

iniciando la erradicación manual, también hay fumigación, pero en todo caso se 21 Idem. Lámina Nº 21.

25

está movilizando ese narcótico y allá se produce y lo sacan, ¿hacia dónde?:

Barranca, Bucaramanga, Cúcuta. ¿Saben quiénes son los dueños de ese

territorio?: las FARC, ¿saben quienes hacen los negocios y cuidan?: las Águilas

Negras. Alianza estratégica entre las Águilas Negras y las FARC. Eso es un

problema enorme.

Asesoro a una empresa que trabaja en desarrollos, proyectos productivos de

cooperación internacional, desarrollo interactivo y a sus dirigentes los están

secuestrando y amenazando, por haberse dedicado a la erradicación y a la

sustitución de cultivos ilícitos.

A partir de esa alianza, han surgido bandas urbanas nuevas, formadas también

por desmovilizados y obviamente por un repunte de las FARC. Los miembros de

esta guerrilla se están moviendo como locos en Colombia; se quedaron quietos un

rato, lo que obviamente indica que tuvieron una orden de replegarse, pero esta

instrucción de retroceder se acabó y tenemos un grave problema, porque están

repuntando en muchos sitios de Colombia, lo que va a significar un importante reto

para las fuerzas militares, pero también para la rama judicial, en cuanto a poder

judicializar a esos señores y esto puede ocurrir porque hay un señor Pareto, ¿han

oído hablar de la frontera de Pareto?

Básicamente lo que decía Pareto es que los recursos, todos, se multiplican, pero

llega un punto en que hay un límite, que es lo máximo que se puede conseguir con

esas mismas herramientas. Es probable que estemos llegando a la teoría de

Pareto y por eso es tan importante que haya una nueva inyección, no sólo en

recursos, sino de ideas creativas, mejor cooperación internacional.

Necesitamos que esa línea imaginaria, que es la frontera, no exista para las

autoridades. Sobre todo en el ataque al hecho criminal. Este elemento es

importantísimo, porque esa frontera se está convirtiendo en un problema, no

26

solamente para ustedes, que están recibiendo a nuestros peores muchachos, sino

para nosotros, porque ellos se están refugiando acá.

Bueno, no más, muchas gracias.

Las preguntas y las respuestas

Durante el desarrollo del ciclo de preguntas y respuestas el Conferencista, Dr.

Juan Francisco Mesa, tuvo a bien intervenir en los siguientes términos:

Cooperación internacional en el combate al secuestr o

-¿A medida que el combate en Colombia avanza en las zonas centrales del país,

los insurgentes encuentran en las zonas fronterizas menos resistencia y utilizan

territorio venezolano para operar y equiparse?

No, no podría decir que es cierto o no es cierto. Lo que puedo afirmar es que hay,

y ha habido, operaciones del Ejército, en las cuales ha hecho persecuciones de

grupos insurgentes hasta la frontera y no ha podido seguirlos una vez allí. No

solamente en territorios que tienen algún tipo de control, como decir el Arauca o

los Santanderes, es decir, que sea en la parte de ese triángulo, o en nuestras

fronteras, sino en la zona que da hacia el sur de Colombia, la parte del

Departamento de Vichada, donde llegan los operativos que se desarrollan en la

parte trasera, una zona selvática, con poca presencia de los dos lados, por las

condiciones mismas.

Ya es un misterio, puede uno suponerlo, es decir, que ellos, en su habilidad

estratégica o táctica, puedan utilizar como retaguardia unos sitios donde las

autoridades que los están persiguiendo, en un momento dado, no pueden pasar.

Por eso señalaba con tanta anuencia que debe existir cooperación internacional,

que si bien no se permite la persecución en caliente, sí tiene que haber unas

27

operaciones coordinadas en la frontera, como un elemento evitar el escape de la

acción de las autoridades.

La prohibición del pago ¿es viable?

-¿Cómo consideraría la política de no pago a la extorsión y la necesidad de la

víctima de solucionar un problema que le afecta, sin caer en la tentación de

legislar prohibiendo punitivamente el pago de la extorsión?

Realmente vuelvo -y digo una cosa que estaba diciendo ahora en el almuerzo- la

decisión ideal es no pagar.

Es decir, en un mundo ideal la decisión de no pagar lo sacaría a uno del mercado

de los extorsionables, digámoslo así, de los secuestradores, ¿por qué?, porque no

se cede.

Esta decisión es muy costosa, porque se trata de las vidas de los secuestrados.

Seguramente los captores no se van aburrir y a dejar a la persona en libertad…

ellos van a tomar una acción de las que ellos saben hacer; es decir, van a matar al

cautivo y es muy difícil que las personas asuman este compromiso, llevando a la

muerte a sus familiares.

Por eso creo que una ley que diga que no se paga, que no debe darse el dinero y

desvirtúe el desembolso de una manera legal, no es viable. Simplemente va a

llevar a que haya menos denuncia y menor colaboración con las autoridades.

Lo que sí es importante es que dentro de, digamos, un análisis económico del

pago de rescate y, en general, del secuestro, uno puede ver que los que mayor

índice inflacionario tienen son los pagos de rescate realizados por una empresa.

28

La empresa que paga mucho más que un familiar o un particular. Éstas sí pueden

hacer compromisos de no pago, es más, pueden mantener la política de no pago

dentro de las empresas, hacerla pública, sostenible, diciéndoselo a todos los

trabajadores, haciéndolos que sean conscientes de ello, apoyándolos en materia

de previsión y además de asistencia en caso de que sean secuestrados. Así se

hace en muchas partes del mundo. De hecho, en Colombia lo hacen así. Las

empresas han aprendido que si pagan un rescate, uno solo, convierten a todos

sus empleados en posibles víctimas.

¿Despeje sin condiciones?

-¿Cómo denominamos el proceder de Venezuela con las FARC después de ver la

negociación actual?

Es una pregunta dificilísima. Voy a responder lo más diplomática pero también

directamente posible. Entiendo, creo que ya cuando uno lleva un rato explorando

los caminos de un delito tan terrible como el secuestro, y las diferentes acciones

que toman los Estados frente a esto, comprendo que hay política; es decir, que el

manejo del poder y de las relaciones internacionales es mandado y atravesado por

intereses políticos.

El caso, digamos, en concreto, es que ha sido eficaz lo que ha hecho el

Presidente Hugo Chávez. Ha sido el intermediario más eficaz que ha tenido el

intercambio humanitario, es decir, que han habido siete liberaciones sin ninguna

contraprestación, en un lapso muy reducido de tiempo, lo cual no había ocurrido

en 10 años, desde que empezó el secuestro de los policías en Miraflores o en

Patascoi, creo qué fue primero, hace 10 años, pues también parece que en ese

sentido es bien loable y bienvenida esa diligencia.

Pero también me parece -y yo se los digo de un modo particular y personal, sin

representar nada sino simplemente mi opinión- que debería haber claridad

29

meridiana acerca de rechazo absoluto del secuestro como medio para alcanzar

objetivos políticos. Al respecto debería haber una mayor transparencia y, sobre

todo, pedir que si hay un día intercambio humanitario y ahora que las FARC lo

solicitan como única vía, digamos, de mediación para lograr el despeje de los

municipios Pradera y Florida, debe y tiene que haber una exigencia absoluta de

compromiso de las FARC, de no volver a hacer secuestros, porque si no, lo que

estamos haciendo ahora con el despeje de Pradera y Florida es pagar el rescate

de los próximos secuestrados políticos.

Carácter beligerante a las FARC ¿es posible?

¿Cómo interpretar la posición de las FARC, cómo calificar a las FARC en países

que piden beligerancia y en naciones que otorgan ciertas atribuciones a los

secuestradores?, ¿qué opina sobre esto y cómo poder avanzar en un Estado

democrático, cuando hay beligerancia con grupos irregulares?

En eso sí no tengo el más mínimo asomo de diplomacia. Las FARC son

terroristas, un grupo que comete actos terroristas, es terrorista, ¿no es terrorista?

(Aplausos).

El terrorismo no es una calificación que hacen unos países, es un acto que se

comete con unas condiciones. La doctrina es muy directa, es decir, cumple el

adjetivo si lo hacen de manera planeada y organizada, si lo hacen con el objeto de

causar miedo y que ese temor haga o genere una actitud por parte de la

población. ¿Lo hicieron con exactitud?: por ejemplo, secuestraron un avión y

después capturaron a unos señores en una asamblea, en la Asamblea

Departamental, ¿con ese objetivo?, así lo hicieron; y, tercero, el terrorismo

pretende causar un efecto en el Estado donde ocurre ese hecho. Para eso lo

realizaron, para dejar una consecuencia. Entonces, es terrorismo, las FARC lo

hicieron… son terroristas y así deben ser calificados sus miembros hasta que

30

dejen de hacerlo, no es una calificación permanente ni quedan marcados para

siempre.

¿Qué es la beligerancia?, es la existencia de una fuerza que tiene una

representación, además, de la población del país donde ocurre esa lucha.

Pregúntenle a los colombianos si se sienten representados por las FARC,

hagamos una encuesta un día, una votación, salgan a la marcha. Es que hubiera

sido muy lindo que ustedes hubieran estado en Bogotá o en Medellín, en

cualquiera de las ciudades, cuando hubo la marcha, ahorita, el 4 de febrero. Miren,

yo estuve, yo organicé las marchas del “No Más FARC, con País Libre” y eso no

fue ni la mitad de lo que fue esa marcha como rechazo a las FARC.

¿Por qué rechazan a las FARC?, ¿porque son las FARC?, no, las rechazan por

las cosas que hacen.

Para poder tener un estado de beligerancia, lo primero que deben hacer es ser

legítimos y para ser legal, como primera medida, tienen que respetar el Derecho

Internacional Humanitario y para cumplirlo no pueden tener rehenes. Listo.

Dicen que son prisioneros de guerra. Hagamos esa ficción, digamos que para este

conflicto interno, no internacional, le aplicamos lo que son prisioneros de guerra.

Hagamos esa representación, que no es verdad, pues no son prisioneros de

guerra, deberían tener por lo menos visitas médicas, la posibilidad de tener

contactos con los familiares, intercambio de correspondencia y un trato digno.

¿Ustedes creen que amarrar a alguien del cuello con una cadena a un árbol

durante toda la noche es un acto digno? Por Dios, cómo va a ser beligerante esto.

Ahora bien, si el gobierno venezolano, tal como lo dijo ayer el Presidente Chávez,

cuando dijo “yo no apoyo a las FARC, sino a la paz” y si en beneficio de la paz, el

Presidente Chávez quiere hacer algún reconocimiento político a las FARC, me

31

parece bien, porque es importante subir el perfil político para que el militar baje; es

importantísimo hacerlo, pero para ello tiene que tener un compromiso de las FARC

y que lo cumplan, que se verifique internacionalmente que no sigue secuestrando,

ni poniendo minas antipersonales y que no mantiene la infinidad de delitos,

crímenes de guerra y delitos de lesa humanidad que está perpetrando y después

de eso, que sea beligerante. (Aplausos).

-¿En qué artículo o documento jurídico se contemplan leyes contra el secuestro y

extorsión, a los fines de realizar un trabajo?

En general, en el Código Penal, de verdad con un muy buen esfuerzo por parte del

Fiscal Luís Camilo Osorio y del Ministro de Justicia, en aras de unificar una

cantidad de leyes que habían desordenadas. Unificarlas y sistematizarlas

alrededor del Código Penal y del Código de Procedimiento Penal, con esas dos

normas que son la Ley 599 y la Ley 600 del año 2000 - que además se consiguen

en Internet fácilmente-. Es fácil encontrar los capítulos para extorsión y contra el

patrimonio; y en el apartado contra la libertad individual, lo relativo al delito de

secuestro.

Pero, por otro lado, existen otras normas que son más de índole administrativo,

sobre beneficio a las víctimas, para lo cual le sugiero consultar la página web de

País Libre, que es buenísima, y allí se encuentra toda la información al respecto e,

inclusive, estadísticas y otros documentos muy buenos.

Para luchar contra el flagelo no se requiere de un conocimiento de seguridad

específico, pues esto es algo de sentido común, es el sentido común aplicado y la

lucha contra el secuestro es algo que va, a veces, un poco contra el sentido

común, porque es peligroso.

32

Ustedes no crean que yo no me asusto después de decir las cosas que digo,

porque ya me han amenazado; he tenido problemas por esos asuntos de los

cuales hablo, especialmente contra los señores de las FARC, pero creo que lo que

se necesita es mucha voluntad y se requiere tener conciencia de que el secuestro

es totalmente inaceptable en una sociedad civilizada, de que no debe existir este

delito, de que no debe haber el eufemismo de “retención”, “no sé qué es

secuestro” y ser claro en eso, y la principal herramienta que uno puede utilizar en

contra del secuestro es la decencia y la moral.

(Aplausos)