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VIGENCIA DEL DESARROLLOCOMUNITARIO EN LOS PROGRAMAS

DE EXTENSION AGRARIAEn la continua lucha del hom-

bre por la supervivencia y por elacceso a bienes de diversa natu-raleza que proporcionan bienes-tar, pronto descubrió que sus me-jores armas eran, precisamente,otros hombres, el esfuerzo mútuode quienes encontrándose en si-tuaciones similares aspiraban ametas comunes. Con frecuencia,un peligro exterior o una gravenecesidad interior eran necesarioscomo estímulo para la acción encomún, como llamada a la razóno a los sentimientos para estable-cer formas de organización más omenos estables, algunas definiti-vamente incorporadas al acervocultural.

Estos mecanismos de ayudamútua han funcionado siempre, ysu necesidad sigue hoy plenamen-te vigente, con una importanciamayor incluso, puesto que cons-tituyen factor esencial de los pro-cesos de desarrollo. Evidentemen-te, para que así sea, las bases yformas de operar en común de-ben evolucionar, adecuándose alas nuevas situaciones y objeti-vos: lo emotivo de ayer, hoy hade ser reflexivo; lo simplementeesporádico ha de dejar paso a laplanificación; el comportamientointuitivo debe enriquecerse conuna específica formación.

En resumen, la acción de grupono debe entenderse hoy comosimple medio para resolver situa-ciones concretas de emergencia onecesidad, sino como un instru-mento de desarrollo y, en algunamedida, como una concepcióndel mismo. Desarrollo comunita-rio, progreso colectivo logradopor la ordenada, eficiente y pro-

gresiva actuación en común de lapoblación.

Para el Servicio de ExtensiónAgraria el desarrollo comunitarioconstituye una faceta de su idea-rio y un campo básico de su ac-tividad, íntimamente relacionadocon todos los demás, que contem-pla la capacitación de la pobla-ción agraria para la realizaciónde acciones de grupo dirigidas ala elevación de su nivel socioeco-nómico, mediante una más efi-ciente utilización de los recursosproductivos y de cualesquieraotros al alcance de aquélla.

La aplicación práctica de estepropósito requiere el estableci-miento y animación de un proce-so que permita a los agricultores,por una parte, aprender a estu-diar, planificar, ejecutar y evaluarcomunitariamente mejoras de in-terés compartido y, por otra, de-sarrollar una serie de actitudes ycapacidades imprescindibles enlas acciones antes indicadas, co-mo son: participación, disposiciónal cambio, autoconfianza y con-fianza mútua, comunicación, res-ponsabilidad, etc.

Evidentemente, se trata de unproceso educativo de carácter ac-tivo, en línea con las más avan-zadas concepciones de la educa-ción. Esta cualidad del desarrollocomunitario, que a veces se mi-nusvalora o confunde, constituyesu esencia misma. Por tanto, aldefinir los objetivos de la accióncooperativa no tiene sentido esta-blecer la disyuntiva «educaciónde la gente» o «logro de metasprácticas», pues ambas cosasmantienen una relación causa-efec-to de doble sentido.

Otro carácter de la acción degrupo que promueve y orienta elServicio de Extensión Agraria es,

o debe ser, su continuidad. Ga-rantizar una continuidad produc-tiva del proceso comunitario exi-

ge al órgano animador del mismouna planificación lógica de metasy métodos que reduzca al míni-mo las actuaciones esporádicas,dispersas o inconexas. Superadaslas primeras fases de actuación yadquiridas por la población unasexperiencias y capacidades, debeaspirarse a que el proceso alcan-ce su propia dinámica, siendo sucontinuidad consecuencia de lastareas desarrolladas por la pobla-ción a través de formas de orga-nización estables y progresiva-mente complejas.

Resumiendo lo hasta aquí ex-puesto, el Servicio de ExtensiónAgraria trata de lograr que laspotencialidades de acción colec-tiva y de organización de la gentese apliquen a la resolución de sus

problemas y a la consecución demejoras de difícil o imposible lo-gro a través de esfuerzos indivi-duales. Un hito importante de es-te proceso se alcanza cuando lapoblación descubre que el logrode los objetivos que persigue o lacontinuación de su tarea a partirde un momento dado, requiereuna organización más perfecta,duradera y con personalidad dis-tinta de la de sus miembros, es-to es, la constitución de una agru-pación específica de carácter per-manente. Ello proporciona unascondiciones más favorables paraseguir avanzando en el procesode mejora, pues sólo con poten-tes estructuras asociativas, de fi-

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nalidad económica y social, elsector agrario puede alcanzar efi-ciencia funcional y un satisfacto-rio bienestar para sus miembros.

Una vista hacia atrás

Con una u otra denominación,el S.E.A. inició sus actividades dedesarrollo comunitario práctica-mente desde su creación, dirigién-dolas fundamentalmente, aunqueno en exclusiva, a la promocióny asistencia de agrupacionesagrarias.

A partir de 1967 se dio un im-pulso general a la actividad co-munitaria, desarrollando sus ba-ses conceptuales y metodológicasy ampliando de un modo sistemá-tico el número y naturaleza delos proyectos. Fue también en es-ta época cuando se iniciaron lasprimeras experiencias de utiliza-ción de estímulos económicos co-mo instrumento de apoyo a la la-bor de promoción.

Resulta imposible en este tra-bajo hacer «historia» o establecerbalances, pero parece convenien-te aportar algunas informacionesy consideraciones.

Las innumerables acciones degrupo de las familias agrarias pro-movidas y orientadas por el S.E.A.pueden clasificarse en dos gran-des grupos o campos: las referen-

tes a la mejora de la actividadagraria, con una intencionalidadbásicamente económica, y las di-rigidas a la consecución de supe-riores condiciones de vida en elmedio rural, incluyendo entreellas las que persiguen un incre-mento de los ingresos familiaresmediante la utilización de ciertosrecursos de naturaleza extraagraria.

En cualquiera de estos camposencontramos proyectos de carác-ter temporal, en los que la orga-nización comunitaria concluyecon la consecución de la metapropuesta; proyectos que llevanimplícita la adopción de una or-ganización permanente, y proyec-tos dirigidos al perfeccionamien-to y evolución de agrupacionesanteriormente constituidas.

Los tres tipos de proyectos hansido y son igualmente importan-tes y, en buena medida, resultancomplementarios. El primero deellos, la «acción comunitaria»,tiene el valor, además de sus lo-gros físicos concretos, de propor-cionar a la población unas prime-ras experiencias de actuación co-lectiva, rompiendo barreras psico-sociales. Constituye una excelen-te vía de aprendizaje de esa nue-va disciplina, imprescindible a losagricultores, que es la coopera-ción para el desarrollo. Desde es-

te punto de vista, la motivaciónsocial o económica, de la «ac-ción comunitaria» pasa a segun-do término.

Los otros dos tipos de proyec-tos en que el S.E.A. ha venidotrabajando son el resultado lógi-co de un proceso comunitario an-terior o de la naturaleza de lameta a alcanzar, que desde el pri-mer momento requiere una agru-pación de carácter permanente.Estas organizaciones estables(cooperativas, agrarias y extraagra-rias, y otras empresas asociativasde carácter personalista y mutua-lista; teleclubs; centros de inicia-tivas turísticas; bibliotecas; aso-ciaciones de desarrollo comuni-tario, culturales, deportivas y re-creativas; agrupaciones de estu-dio y formación, etc.), permitenun progreso sostenido de los agri-cultores y una evolución generalde la sociedad rural.

Se señalan a continuación lostemas más frecuentes de las ac-ciones de grupo promovidas porel S.E.A.

Dentro del campo agrario: me-joras territoriales y de la infraes-tructura del medio productivo,abastecimiento de insumos, utili-zación de equipos y medios deproducción, explotación comuni-taria, adecuación y explotación

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de montes y terrenos comunales,transformación y comercializa-ción de productos agrarios, crédi-to, servicios complementarios, etc.

La importancia de este campoes esencial, pues difícilmente pue-de entenderse una agricultura efi-ciente y remuneradora sin un fuer-te desarrollo cooperativo: La di-mensión a que han de acometer-se las actividades productivas pa-ra alcanzar una plena eficacia téc-nica, social y económica, no sue-le conseguirse, en el todo o en laspartes, en la mayoría de las ex-plotaciones individualmente con-sideradas. Asimismo, para lograruna mejora significativa de lasrentas agrarias no basta con per-feccionar la producción; es preci-so que los agricultores participenen el proceso de transformación ycomercialización, captando enmayor proporción los valores aña-didos que se generan en el mis-mo, y esto difícilmente puede ha-cerse de forma aislada.

La labor de promoción de laagricultura de grupo desarrolladapor el S.E.A. ha incluido los trestipos de proyectos comunitariosantes indicados, tratando en cual-quier caso de obtener un saldoeducativo, pues el progreso de lacooperación agraria y la eficaciade las agrupaciones dependen, enprimer término, de la capacidad,convicción y voluntad de los agri-cultores. En la constitución de

agrupaciones y en la asistencia alas existentes, el S.E.A. contem-pla tanto los aspectos societarioscomo los empresariales.

Por lo que se refiere a la mejo-ra de la condición social de la po-blación agraria, las acciones degrupo promovidas por el S.E.A.afectan a temas también muy va-riados. Así, encontramos: el esta-blecimiento y mejora de todos losequipamientos y servicios comu-nitarios considerados básicos,otra serie de servicios comple-mentarios de alto interés social(centros sociales y culturales, ins-talaciones deportivas, guarderíasinfantiles, equipamiento turístico,centros de asistencia sanitaria,abastecimiento de productos deconsumo familiar, clubs de ancia-nos, etc.), y actividades dirigidasa incrementar los ingresos fami-liares mediante la utilización derecursos de naturaleza extraagra-ria (turismo rural, artesanía y cier-tas industrias son buenos ejemplos).

La calidad de vida rural no essolamente una cuestión de justi-cia social; escasa potencia actualy dudoso futuro tendría un sectoragrario que no proporcionara asus miembros un satisfactorio ni-vel de servicios y oportunidades.La política socioestructural de laC.E.E., plasmada en diversas Di-rectivas y Reglamentos,_ constitu-ye un reconocimiento cualificadode la anterior afirmación.

Por otra parte, las necesidadesen equipamiento y servicios co-munitarios suelen ser tan sentidaspor los agricultores y sus familiasque normalmente dan lugar a lasprimeras acciones de grupo y,con ellas, al despegue comunitario.

Saliendo al paso de artificiosasdisyuntivas, a veces argumenta-das, entre la importancia de losocial o lo económico, convieneseñalar que el desarrollo, en susmetas materiales y de evoluciónde la gente, no es un fenómenounidimensional y que las motiva-ciones que permiten a la pobla-ción avanzar en ese proceso es-tán íntimamente relacionadas oson interdependientes. Y esa mis-ma globalidad ha de quedar ne-cesariamente reflejada en la ac-tuación de las instituciones quepretendan promover y animar ac-ciones de desarrollo.

En el campo que ahora comen-tamos, la actuación del S.E.A. haincluido los tres tipos de proyec-tos anteriormente citados, si bienla máxima incidencia se ha pro-ducido en las acciones tempora-les. Como en el campo agrario,conviene destacar la función, ca-da vez de mayor importancia, delas «acciones comunitarias» encuanto pasos de la población ha-cia proyectos de mayor significa-ción, de finalidad económica osocial, y formas de organizaciónmás estables.

1.2522.1071.621

43.59759.34373.428

19761977.1978

Número deagrupaciones

Número cl.>miembros

2500

2400

2300-

ABASTECIMIENTO DE AOUA 7/0 ALCANTARILLADO

A

2200 PAVIMENTACION DE CALLES

CAMINOS

2100 VARIOS

2000

1900 p,

I \1800 \n1700

1600 .4. \1500

\1400*

1300 d..

1200

1100

Iio

900

800

700*

600

500-

400

300

200*

100-«

5

Ii II I• I

;

o/987 69 139 70 71 72 73 74 75 76

TOTAL DEACCIONESPOR AÑO 176 250 1950 2014 2194 3377 3735 3543 314* 3130 5 37 3377 3253 31352

77 78 79 1990

Aítos

I N

33 -1

Se aportan a continuación al-gunos datos de las realizacionescomunitarias de estos años.

En los gráficos se recogenlas «acciones comunitarias»,de interés social y económico,promovidas por el S.E.A. y auxi-liadas económicamente por este Or-ganismo o por el sistema de Pla-

nes Provinciales (1). Las cifras deinversión se expresan en pesetascorrientes de cada año.

En conjunto, los auxilios eco-nómicos oficiales no han supera-do el 20 por 100 de los presupues-

(1) Decreto 3.524/1974, de 20 de di-ciembre, sobre realización de obras enrégimen de acción comunitaria.

tos, lo cual pone de manifiesto eladmirable esfuerzo realizado porla población agraria y la validezpráctica de los conceptos y mé-todos del desarrollo comunitarioentendido como proceso de parti-cipación. Todo un mentis a cier-tos tópicos sobre el individualis-mo e inmovilismo de los agricul-tores.

Por lo que se refiere a la pro-moción de agrupaciones perma-nentes, se aportan datos de lasconstituidas en el trienio 1976-78:

La mayor parte de estas agru-paciones tienen carácter agrario,siendo la cooperativa, la sociedadagraria de transformación y elgrupo informal las fórmulas aso-ciativas predominantes.

Por otra parte, el S.E.A. vieneprestando anualmente asistenciaa unas 4.000 agrupaciones yaconstituidas, tanto de carácteragrario como de bienestar social.

Estas realizaciones han respon-dido, en cada momento y en losdistintos ámbitos geográficos, alas necesidades, aspiraciones yposibilidades de la gente, todoellos dentro de los condiciona-mientos del marco general y delmás inmediato de cada situaciónconcreta. Asimismo, es evidentela relación de la actividad con elgrado de experiencia y con losefectivos humanos del propio Ser-vicio de Extensión Agraria, consus medios y con los de otras ins-tituciones que actúan en el sectoragrario y en el mundo rural.

Consecuencia de lo anterior yen lo que al tiempo se refiere, es,por ejemplo, la progresiva reduc-ción de las acciones de equipa-miento básico en favor de los ser-vicios complementarios y de pro-yectos de carácter económico, la

.11

190000

110000 45

170000

i80 00

400

150000

11.

•ao 130 000

(m

• 120

o

.71• 110000

1910AROS 70 71 72 73 74 75 76 77 76 7969i967 86

250

o

o

3a.

240 000

23,0000

22000 5500

210 000

•200

400

3.50

3000

ARMAS Y JOVENES PARTICIPANTES

PRESUPUESTOS ( EN MILLONES DE PTS

10 000

20000 500400500200

100.000 2

90000

GO

70 00

60

2.00

1.500

50000

40.000 1000

50 000

100

evolución de éstos desde el abas-tecimiento de insumos o utiliza-ción de medios de producción ha-cia la explotación comunitaria ola comercialización agraria, el in-cremento de las asociaciones per-manentes para la mejora del bie-nestar social respecto a la tempo-ralidad prácticamente total de lasprimeras acciones con esos fi-nes, etc.

Por lo que respecta al espacio,es evidente que los niveles dedesarrollo de partida, la estructu-ra socioeconómica, el tipo de po-blamiento, las actitudes, los hábi-tos y otras características cultura-les, etc., han dado lugar a muydistintos grados y formas en laevolución de la acción cooperati-va en los diferentes ámbitos delpaís.

En conjunto, puede afirmarseque se ha cubierto una etapa conresultados importantes. Ello nosignifica que la situación actualsea plenamente satisfactoria nique el S.E.A. no deba corregirdefectos y superar insuficiencias,pues la reflexión crítica y el per-feccionamiento permanentes hande ser habituales en una institu-ción de extensión agraria.

El hoy y el mañana

El número y la complejidad delos problemas y circunstanciasactuales y los que se vislumbranen un futuro inmediato constitu-yen verdaderos retos para losagricultores y, en consecuencia,para el S.E.A., que debe realizarun serio esfuerzo de voluntad yde profesionalismo para propor-cionar respuestas adecuadas a lasnecesidades de la población agraria.

La evolución general de la so-ciedad, la satisfacción de las jus-tas aspiraciones de bienestar delos agricultores, las relaciones dedependencia intersectorial, lacomplejidad de los procesos pro-ductivos y de distribución agraria,la competitividad empresarial—incluso en ámbitos supranacio-

nales— las crecientes demandasde alimentos y materias primasque la sociedad hace a la agri-cultura y la necesidad de que és-ta proporcione adecuados nivelesde renta a sus profesionales, son,entre otras, razones que justificany exigen una fuerte expansión dela acción cooperativa de los agri-cultores y, en consecuencia, unaadecuada preparación de los mis-mos para abordarla y conducirla.

Tratar de enfrentarse a estos re-

tos con esfuerzos individuales ydispersos es, cuando menos, ilu-so. Cuanto más se aleja la agri-cultura y la sociedad rural de susmodelos tradicionales, de fuerteautoabastecimiento y mínimas as-piraciones, la necesidad de aplicaresfuerzos solidarios y organiza-dos se hace presente en las múl-tiples facetas de la vida y la pro-fesión agrarias.

Si la desconfianza, la pasividado el fatalismo han de ser supera-

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dos para que la población agra-ria no permanezca anclada en elsubdesarrollo y la marginación ypara que adquiera unos nivelesmínimos de bienestar, la siguien-te etapa habrá de caracterizarsepor la consolidación de potentesagrupaciones, la planificación, laracional utilización de recursoseconómicos y sociales, la diversi-ficación de proyectos y la ampli-tud de su ámbito, etc. Por ello,un valor fundamental de los re-sultados alcanzados hasta ahorapor el S.E.A. en la promoción dela acción cooperativa es la basede partida que representan antelas responsabilidades a asumir eneste campo en el futuro inmediato.

Vamos a justificarlo con un so-mero análisis.

Las aspiraciones de bienestarde los agricultores no se reducenya a la disponibilidad de equipa-miento comunitario básico. Inclu-yen, sobre todo para los más jó-venes, la educación y la cultura,la seguridad, el acceso a bienesde consumo, períodos regularesde descanso, recreación y, en ge-neral, una equiparación en servi-cios sociales y oportunidades conlos habitantes de la ciudad. Ellono significa, ni mucho menos,que ya esté superada para todoslos agricultores la etapa de lasnecesidades primarias.

La agricultura debe incorporara fuerte ritmo el desarrollo tec-nológico. Pero, con frecuencia, laaplicación eficaz de nuevas téc-nicas y orientaciones requiere laadecuación previa de las estruc-turas productivas o de las de dis-tribución agraria. Sólo desde enti-dades de dimensión adecuadapuede ejercerse una eficiente ges-tión empresarial en la producción,transformación y comercializa-ción agrarias, sea como accióndirecta de empresas comunitariaso como servicios cooperativos aexplotaciones familiares.

La agricultura de grupo en nues-tro país debe experimentar un

fuerte desarrollo para que el sec-tor agrario pueda alcanzar la ne-cesaria eficiencia económica ysocial: se precisan nuevas empre-sas asociativas, de base y de inte-gración, con un correcto funcio-namiento societario y empresarial,y ello requiere, entre otras cosas,una adecuada preparación de losagricultores, de los responsablesde las entidades y de los profe-sionales —gerentes, técnicos, es-pecialistas— que prestan sus ser-vicios en las mismas. De un mo-do particular, los problemas de latransformación y distribución deproductos agrarios revisten im-portancia en el presente y futuroinmediato.

El desarrollo implica una razo-nable utilización de los recursos.Paradójicamente, un sector pobrede nuestro país, como es la agri-cultura, subemplea parte de supatrimonio productivo; los mon-tes y terrenos comunales puedenser ejemplo ilustrativo de recur-sos que admiten más intensa yeficaz explotación.

Frecuentemente, la equiparaciónde las rentas agrarias con las deotros sectores productivos reque-rirá el desarrollo de la agriculturaa tiempo parcial, cuando ello re-sulte posible, o la iniciación denuevas actividades complementa-rias a la explotación, sean agra-rias o extraagrarias.

Cierto que la acción individualdel agricultor es imprescindibleen todos estos casos, pero resultadefinitivamente insuficiente. Tam-poco las fórmulas asociativas sonomnipotentes, pero sin ellas nadaes posible, y representan para el

agricultor la vía de acción másadecuada y eficaz como respues-ta a sus problemas presentes e in-mediatos.

En el momento actual y por loque se refiere a nuestro país, losretos expuestos hay que situarlosen el marco definido por una se-rie de nuevas coordenadas, comoson: un cambio político, que, en-tre otras cosas, afecta a las posi-bilidades de participación y orga-nización, a la estructuración re-gional y a la amplitud del cuadrode figuras y relaciones jurídicas;la crisis energética y de materiasprimas; la desfavorable situacióneconómica interior y exterior; elenvejecimiento de los activosagrarios; las expectativas de in-greso en la C.E.E., con todo loque ello conlleva en los diferen-tes órdenes de la actividad agra-ria (tecnología, estructura agrariay modernización de explotacio-nes, canales comerciales y com-petitividad, calidad de vida y des-arrollo rural, etc.).

Algunas conclusiones

Los temas expuestos sugierentantas y tan variadas conclusio-nes, que nos limitamos a señalarlas que consideramos más impor-tantes:

1. La profesión de agricultorreclama con urgencia una ade-cuada preparación para realizarcon éxito el gran esfuerzo coope-rativo que le exigen los proble-mas económicos y sociales dehoy y los, aún mayores, de unfuturo inmediato. Los conceptosy propósitos de la actividad delS.E.A. en desarrollo comunitariotienen, por tanto, plena vigencia,si bien será preciso intensificar yperfeccionar los programas espe-cíficos, adecuándolos a la impor-tancia y complejidad de los retosa que se enfrenta la poblaciónagraria y a las diferentes circuns-tancias de la misma.

2. El contenido educativo delos programas de extensión es la

35

CAMINOS VARIOS PARTICIPANTES

ACCIONES COMUNITARIAS - PERIODO 1967-1980)5.,-„,1 Yr

El

Geo

ABASTECIMIENTOS RAVIMENTACIONDEAGUASY O DE

ALCANTARILLADOS CALLES

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clave de su eficacia. Si la apa-tía, la incomunicación y la insoli-daridad están vinculadas al sub-desarrollo, la capacidad de ac-ción comunitaria es motor delprogreso socioeconómico. Laeducación es la única vía paraactivar la potencialidad del hom-bre y del medio en beneficio delprimero, y la participación activay responsable de la gente es elmétodo para avanzar en el tipode educación que propugnamos.

3. Las «acciones comunitarias»,de carácter social o económico,pueden tener contenidos extraor-dinariamente variados; evítese elriesgo de caer en encasillamientoso rutinas. Estas acciones debenproporcionar experiencias y adies-tramiento a los agricultores, por loque son imprescindibles en las pri-meras etapas del desarrollo comu-nitario; pero han de plantearse demodo que conduzcan a proyectosmás complejos.

4. Una sociedad desarrolla-da es una sociedad fuertementeestructurada en entidades asocia-tivas de finalidad diversa. Resultaevidente que para ciertos proble-mas —o para casi todos a partirde un cierto nivel de evolución—una eficaz acción cooperativa delos agricultores solo puede reali-zarse desde agrupaciones perma-nentes. La situación actual y futu-ra del sector agrario demanda unamplio desarrollo de estas agru-paciones, tanto de finalidad eco-nómica como social.

5. Los programas de trabajode Extensión, en sus distintos ni-veles, deben incluir de forma or-denada los problemas, objetivosy acciones de carácter comunita-rio. Han de prever el proceso dela acción de grupo; el paso delámbito local a otros superiores;la relación de los proyectos agra-rios con los de bienestar y vice-versa, y de unos y otros con lasacciones individuales; la evolu-ción de la organización temporala la permanente, etc. Considera-rán las posibilidades demostrati-vas de las acciones e incluiránalternativas comunitarias inclusoen problemas de posible soluciónindividual.

6. Cierto que aún hay muchasnecesidades básicas insatisfechasy muchos agricultores al margende toda actividad asociativa, y se-rá preciso seguir trabajando a esenivel, cuidando de no -anclamosen la rutina. Pero no olvidemosque la adecuación de nuestro sec-tor agrario a las exigencias inte-riores y exteriores requiere pro-yectos comunitarios complejos,de amplia participación, sólidaorganización y, normalmente, dedilatado ámbito (entidades de ba-se y de integración, conciertoscooperativos, acciones interregio-nales, etc.).

7. La trascendencia socioeco-nómica de algunos de estos pro-yectos hace necesario que la la-bor de promoción cuente con unadecuado respaldo especializado

(técnico, jurídico, económico, so-ciológico, etc.), y con los estudiosprevios precisos.

8. En lo referente a las accio-nes de grupo dirigidas a la ele-vación de la condición social delagricultor, la constitución de agru-paciones permanentes será unamedida de la madurez alcanzadapor la población. El S.E.A. tiene,además, un amplio campo de ac-ción colaborando en la aplica-ción de aquellos aspectos de losprogramas de trabajo de talesagrupaciones que coincidan conlos fines del Organismo.

9. El S.E.A. debe extremar lacomunicación con la poblaciónen general y, de un modo espe-cial en el campo que nos ocupa,con las entidades asociativas exis-tentes (cooperativas, asociacio-nes, organizaciones profesionales,etc.), incluso ante problemas yplanes no comunitarios.

10. Por múltiples razones, esfundamental que los jóvenes y lamujer tengan una participacióndirecta más activa en las activi-dades y procesos de desarrollocomunitario.

11. Sin perjuicio de estas con-sideraciones, es evidente que laacción cooperativa impulsada porel S.E.A. seguirá manteniendo pe-culiaridades regionales y que lanaturaleza del esfuerzo comuni-tario no será idéntica en todo elpaís; lo importante es que sucuantía y carácter se correspondacon las respectivas realidades ynecesidades.

12. Finalmente, cabe señalarla importancia de la colaboraciónen estas actividades de otros or-ganismos e instituciones, así co-mo de su deseable coordinación.Necesidad y objetivo parcial dela promoción comunitaria seráenseñar a los agricultores a utili-zar los servicios y recursos insti-tucionales para elevar su bienes-tar y activar su progreso.

Luis Carazo García-Olalla

8.875

7.077

19.910

5.404

1.771.861

TOTAL DE ACCIONES REALIZADAS EN EL PERIODO: 41.166