· Web viewVivo en una casa colonial en la acera de sol del parque de San Nicolás,...

71
Memorias de mis putas tristes 1 ___________________________________________________________________________ ___________

Transcript of · Web viewVivo en una casa colonial en la acera de sol del parque de San Nicolás,...

Page 1: · Web viewVivo en una casa colonial en la acera de sol del parque de San Nicolás, donde he pasado todos los días de mi vida sin mujer ni fortuna, donde vivieron y murieron mis padres,

Memorias de mis putas tristes 1 ______________________________________________________________________________________

Memorias de mis putas tristes 2 ______________________________________________________________________________________

Memorias de mis putas tristes 3 ______________________________________________________________________________________

Memoria de mis putas tristes

GABRIELGARCIacuteA MAacuteRQUEZ

2004

Memorias de mis putas tristes 4 ______________________________________________________________________________________

laquoNo debiacutea hacer nada de mal gusto advirtioacute al anciano Eguchi la mujer de la posada No debiacutea poner el dedo en la boca de la mujer dormida ni intentar nada parecidoraquo

Yasunari KawabataLa casa de las bellas dormidas

Memorias de mis putas tristes 5 ______________________________________________________________________________________

1

El antildeo de mis noventa antildeos quise regalarme una noche de amor loco con una adolescente virgen Me acordeacute de Rosa Cabarcas la duentildea de una casa clandestina que soliacutea avisar a sus buenos clientes cuando teniacutea una novedad disponible Nunca sucumbiacute a eacutesa ni a ninguna de sus muchas tentaciones obscenas pero ella no creiacutea en la pureza de mis principios Tambieacuten la moral es un asunto de tiempo deciacutea con una sonrisa maligna ya lo veraacutes Era algo menor que yo y no sabiacutea de ella desde haciacutea tantos antildeos que bien podiacutea haber muerto Pero al primer timbrazo reconociacute la voz en el teleacutefono y le dispareacute sin preaacutembulos

-Hoy siacute

Ella suspiroacute Ay mi sabio triste te desapareces veinte antildeos y soacutelo vuelves para pedir imposibles Recobroacute enseguida el dominio de su arte y me ofrecioacute una media docena de opciones deleitables pero eso siacute todas usadas Le insistiacute que no que debiacutea ser doncella y para esa misma noche Ella preguntoacute alarmada iquestQueacute es lo que quieres probarte Nada le contesteacute lastimado donde maacutes me doliacutea seacute muy bien lo que puedo y lo que no puedo Ella dijo impasible que los sabios lo saben todo pero no todo Los uacutenicos Virgos que van quedando en el mundo son ustedes los de agosto iquestPor queacute no me lo encargaste con maacutes tiempo La inspiracioacuten no avisa le dije Pero tal vez espera dijo ella siempre maacutes resabida que cualquier hombre y me pidioacute aunque fueran dos diacuteas para escudrintildear a fondo el mercado Yo le repliqueacute en serio que en un negocio como aqueacutel a mi edad cada hora es un antildeo Entonces no se puede dijo ella sin la miacutenima duda pero no importa asiacute es maacutes emocionante queacute carajo te llamo en una hora

No tengo que decirlo porque se me distingue a leguas soy feo tiacutemido y anacroacutenico Pero a fuerza de no querer serlo he venido a simular todo lo contrario Hasta el sol de hoy en que resuelvo contarme como soy por mi propia y libre voluntad aunque soacutelo sea para alivio de mi conciencia He empezado con la llamada insoacutelita a Rosa Cabarcas porque visto desde hoy aqueacutel fue el principio de una nueva vida a una edad en que la mayoriacutea de los mortales estaacuten muertos

Vivo en una casa colonial en la acera de sol del parque de San Nicolaacutes donde he pasado todos los diacuteas de mi vida sin mujer ni fortuna donde vivieron y murieron mis padres y donde me he propuesto morir solo en la misma cama en que naciacute y en un diacutea que deseo lejano y sin dolor Mi padre la comproacute en un remate puacuteblico a fines del siglo XIX alquiloacute la planta baja para tiendas de lujo a un con sorcio de italianos y se

Memorias de mis putas tristes 6 ______________________________________________________________________________________reservoacute este segundo piso para ser feliz con la hija de uno de ellos Florina de Dios Cargamantos inteacuterprete notable de Mozart poliacuteglota y garibaldina y la mujer maacutes hermosa y de mejor talento que hubo nunca en la ciudad mi madre

El aacutembito de la casa es amplio y luminoso con arcos de estuco y pisos ajedrezados de mosaicos florentinos y cuatro puertas vidrieras sobre un balcoacuten corrido donde mi madre se sentaba en las noches de marzo a cantar arias de amor con sus primas italianas Desde alliacute se ve el parque de San Nicolaacutes con la catedral y la estatua de Cristoacutebal Coloacuten y maacutes allaacute las bodegas del muelle fluvial y el vasto horizonte del riacuteo grande de la Magdalena a veinte leguas de su estuario Lo uacutenico ingrato de la casa es que el sol va cambiando de ventanas en el transcurso del diacutea y hay que cerrarlas todas para tratar de dormir la siesta en la penumbra ardiente Cuando me quedeacute solo a mis treinta y dos antildeos me mudeacute a la que fuera la alcoba de mis padres abriacute una puerta de paso hacia la biblioteca y empeceacute a subastar cuanto me iba sobrando para vivir que terminoacute por ser casi todo salvo los libros y la pianola de rollos

Durante cuarenta antildeos fui el inflador de cables de El Diario de La Paz que consistiacutea en reconstruir y completar en prosa indiacutegena las noticias del mundo que atrapaacutebamos al vuelo en el espacio sideral por las ondas cortas o el coacutedigo Morse Hoy me sustento mal que bien con mi pensioacuten de aquel oficio extinguido me sustento menos con la de maestro de gramaacutetica castellana y latiacuten casi nada con la nota dominical que he escrito sin desmayos durante maacutes de medio siglo y nada en absoluto con las gacetillas de muacutesica y teatro que me publican de favor las muchas veces en que vienen inteacuterpretes notables Nunca hice nada distinto de escribir pero no tengo vocacioacuten ni virtud de narrador ignoro por completo las leyes de la composicioacuten dramaacutetica y si me he embarcado en esta empresa es porque confiacuteo en la luz de lo mucho que he leiacutedo en la vida Dicho en romance crudo soy un cabo de raza sin meacuteritos ni brillo que no tendriacutea nada que legar a sus sobrevivientes de no haber sido por los hechos que me dispongo a referir como pueda en esta memoria de mi grande amor

El diacutea de mis noventa antildeos habiacutea recordado como siempre a las cinco de la mantildeana Mi uacutenico compromiso por ser viernes era escribir la nota firmada que se publica los domingos en El Diario de La Paz Los siacutentomas del amanecer habiacutean sido perfectos para no ser feliz me doliacutean los huesos desde la madrugada me ardiacutea el culo y habiacutea truenos de tormenta despueacutes de tres meses de sequiacutea Me bantildeeacute mientras estaba el cafeacute me tomeacute un tazoacuten endulzado con miel de abejas y acompantildeado con dos tortas de cazabe y me puse el mameluco de lienzo de estar en casa

El tema de la nota de aquel diacutea coacutemo no eran mis noventa antildeos Nunca he pensado en la edad como en una gotera en el techo que le indica a uno la cantidad de vida que le va quedando De muy nintildeo oiacute decir que cuando una persona muere los piojos que incuban en la pelambre escapan pavoridos por las almohadas para verguumlenza de la familia Esto me escarmentoacute de tal suerte que me dejeacute tusar a coco para ir a la escuela y las escasas hebras que me quedan me las lavo todaviacutea con el jaboacuten del perro agradecido Quiere decir me digo ahora que de muy nintildeo tuve mejor formado el sentido del pudor social que el de la muerte

Desde haciacutea meses habiacutea previsto que mi nota de aniversario no fuera el soacutelito lamento por los antildeos idos sino todo lo contrario una glorificacioacuten de la vejez

Memorias de mis putas tristes 7 ______________________________________________________________________________________Empeceacute por preguntarme cuaacutendo tomeacute conciencia de ser viejo y creo que fue muy poco antes de aquel diacutea A los cuarenta y dos antildeos habiacutea acudido al meacutedico con un dolor de espaldas que me estorbaba para respirar El no le dio importancia Es un dolor natural a su edad me dijo

-En ese caso -le dije yo- lo que no es natural es mi edad

El meacutedico me hizo una sonrisa de laacutestima Veo que es usted un filoacutesofo me dijo Fue la primera vez que penseacute en mi edad en teacuterminos de vejez pero no tardeacute en olvidarlo Me acostumbreacute a despertar cada diacutea con un dolor distinto que iba cambiando de lugar y forma a medida que pasaban los antildeos A veces pareciacutea ser un zarpazo de la muerte y al diacutea siguiente se esfumaba Por esa eacutepoca oiacute decir que el primer siacutentoma de la vejez es que uno empieza a parecerse a su padre Debo estar condenado a la juventud eterna penseacute entonces porque mi perfil equino no se pareceraacute nunca al caribe crudo que fue mi padre ni al romano imperial de mi madre La verdad es que los primeros cambios son tan lentos que apenas si se notan y uno sigue vieacutendose desde dentro como habiacutea sido siempre pero los otros los advierten desde fuera

En la quinta deacutecada habiacutea empezado a imaginarme lo que era la vejez cuando noteacute los primeros huecos de la memoria Sabaneaba la casa buscando los espejuelos hasta que descubriacutea que los llevaba puestos o me metiacutea con ellos en la regadera o me poniacutea los de leer sin quitarme los de larga vista Un diacutea desayuneacute dos veces porque olvideacute la primera y aprendiacute a reconocer la alarma de mis amigos cuando no se atreviacutean a advertirme que les estaba contando el mismo cuento que les conteacute la semana anterior Para entonces teniacutea en la memoria una lista de rostros conocidos y otra con los nombres de cada uno pero en el momento de saludar no conseguiacutea que coincidieran las caras con los nombres

Mi edad sexual no me preocupoacute nunca porque mis poderes no dependiacutean tanto de miacute como de ellas y ellas saben el coacutemo y el porqueacute cuando quieren Hoy me riacuteo de los muchachos de ochenta que consultan al meacutedico asustados por estos sobresaltos sin saber que en los noventa son peores pero ya no importan son riesgos de estar vivo En cambio es un triunfo de la vida que la memoria de los viejos se pierda para las cosas que no son esenciales pero que raras veces falle para las que de verdad nos interesan Ciceroacuten lo ilustroacute de una plumada

No hay un anciano que olvide doacutende escondioacute su tesoro

Con esas reflexiones y otras varias habiacutea terminado un primer borrador de la nota cuando el sol de agosto estalloacute entre los almendros del parque y el buque fluvial del correo retrasado una semana por la sequiacutea entroacute bramando en el canal del puerto Penseacute Ahiacute llegan mis noventa antildeos Nunca sabreacute por queacute ni lo pretendo pero fue al conjuro de aquella evocacioacuten arrasadora cuando decidiacute llamar por teleacutefono a Rosa Cabarcas para que me ayudara a honorar mi aniversario con una noche libertina Llevaba antildeos de santa paz con mi cuerpo dedicado a la relectura erraacutetica de mis claacutesicos y a mis programas privados de muacutesica culta pero el deseo de aquel diacutea fue tan apremiante que me parecioacute un recado de Dios Despueacutes de la llamada no pude seguir escribiendo Colgueacute la hamaca en un recodo de la biblioteca donde no da el sol por la mantildeana y me tumbeacute con el pecho oprimido por la ansiedad de la espera

Memorias de mis putas tristes 8 ______________________________________________________________________________________

Habiacutea sido un nintildeo consentido con una mamaacute de dones muacuteltiples aniquilada por la tisis a los cincuenta antildeos y con un papaacute formalista al que nunca se le conocioacute un error y amanecioacute muerto en su cama de viudo el diacutea en que se firmoacute el tratado de Neerlandia que puso teacutermino a la guerra de los Mil Diacuteas y a las tantas guerras civiles del siglo anterior La paz cambioacute la ciudad en un sentido que no se previo ni se queriacutea Una muchedumbre de mujeres libres enriquecieron hasta el delirio las viejas cantinas de la calle Ancha que fuera despueacutes el camelloacuten Abello y ahora es el paseo Coloacuten en esta ciudad de mi alma tan apreciada de propios y ajenos por la buena iacutendole de su gente y la pureza de su luz

Nunca me he acostado con ninguna mujer sin pagarle y a las pocas que no eran del oficio las convenciacute por la razoacuten o por la fuerza de que recibieran la plata aunque fuera para botarla en la basura Por mis veinte antildeos empeceacute a llevar un registro con el nombre la edad el lugar y un breve recordatorio de las circunstancias y el estilo Hasta los cincuenta antildeos eran quinientas catorce mujeres con las cuales habiacutea estado por lo menos una vez Interrumpiacute la lista cuando ya el cuerpo no me dio para tantas y podiacutea seguir las cuentas sin papel Teniacutea mi eacutetica propia Nunca participeacute en parrandas de grupo ni en contubernios puacuteblicos ni compartiacute secretos ni conteacute una aventura del cuerpo o del alma pues desde joven me di cuenta de que ninguna es impune

La uacutenica relacioacuten extrantildea fue la que mantuve durante antildeos con la fiel Damiana Era casi una nintildea aindiada fuerte y montaraz de palabras breves y terminantes que se moviacutea descalza para no disturbarme mientras escribiacutea Recuerdo que yo estaba leyendo La lozana andaluza en la hamaca del corredor y la vi por casualidad inclinada en el lavadero con una pollera tan corta que dejaba al descubierto sus corvas suculentas Presa de una fiebre irresistible se la levanteacute por detraacutes le bajeacute las mutandas hasta las rodillas y la embestiacute en reversa Ay sentildeor dijo ella con un quejido luacutegubre eso no se hizo para entrar sino para salir Un temblor profundo le estremecioacute el cuerpo pero se mantuvo firme Humillado por haberla humillado quise pagarle el doble de lo que costaban las maacutes caras de entonces pero no aceptoacute ni un ochavo y tuve que aumentarle el sueldo con el caacutelculo de una monta al mes siempre mientras lavaba la ropa y siempre en sentido contrario

Alguna vez penseacute que aquellas cuentas de camas seriacutean un buen sustento para una relacioacuten de las miserias de mi vida extraviada y el tiacutetulo me cayoacute el cielo Memoria de mis putas tristes Mi vida puacuteblica en cambio careciacutea de intereacutes hueacuterfano de padre y madre soltero sin porvenir periodista mediocre cuatro veces finalista en los Juegos Florales de Cartagena de Indias y favorito de los caricaturistas por mi fealdad ejemplar Es decir una vida perdida que habiacutea empezado mal desde la tarde en que mi madre me llevoacute de la mano a los diecinueve antildeos para ver si lograba publicar en El Diario de La Paz una croacutenica de la vida escolar que yo habiacutea escrito en la clase de castellano y retoacuterica Se publicoacute el domingo con un exordio esperanzado del director Pasados los antildeos cuando supe que mi madre habiacutea pagado la publicacioacuten y las siete siguientes ya era tarde para avergonzarme pues mi columna semanal volaba con alas propias y era ademaacutes inflador de cables y criacutetico de muacutesica

Desde que obtuve mi grado de bachiller con diploma de excelencia empeceacute a dictar clases de castellano y latiacuten en tres colegios puacuteblicos al mismo tiempo Fui un mal

Memorias de mis putas tristes 9 ______________________________________________________________________________________maestro sin formacioacuten sin vocacioacuten ni piedad alguna por esos pobres nintildeos que iban a la escuela como el modo maacutes faacutecil de escapar a la tiraniacutea de sus padres Lo uacutenico que pude hacer por ellos fue mantenerlos bajo el terror de mi regla de madera para que al menos se llevaran de miacute el poema favorito Estos Fabio ay dolor que ves ahora campos de soledad mustio collado fueron un tiempo Itaacutelica famosa Soacutelo de viejo me entereacute por casualidad del mal apodo que los alumnos me pusieron a mis espaldas el Profesor Mustio Collado

Esto fue todo cuanto me dio la vida y no he hecho nada por sacarle maacutes Almorzaba solo entre una clase y otra y a las seis de la tarde llegaba a la redaccioacuten del perioacutedico a cazar las sentildeales del espacio sideral A las once de la noche cuando se cerraba la edicioacuten empezaba mi vida real Dormiacutea en el Barrio Chino dos o tres veces por semana y con tan variadas compantildeiacuteas que dos veces fui coronado como el cliente del antildeo Despueacutes de la cena en el cercano cafeacute Roma escogiacutea cualquier burdel al azar y entraba a escondidas por la puerta del traspatio Lo haciacutea por el gusto pero terminoacute por ser parte de mi oficio gracias a la ligereza de lengua de los grandes cacaos de la poliacutetica que les daban cuenta de sus secretos de Estado a sus amantes de una noche sin pensar que eran oiacutedos por la opinioacuten puacuteblica a traveacutes de los tabiques de cartoacuten Por esa viacutea coacutemo no descubriacute tambieacuten que mi celibato inconsolable lo atribuiacutean a una pederastiacutea nocturna que se saciaba con los nintildeos hueacuterfanos de la calle del Crimen He tenido la fortuna de olvidarlo entre otras buenas razones porque tambieacuten conociacute lo bueno que se deciacutea de miacute y lo aprecieacute en lo que valiacutea

Nunca tuve grandes amigos y los pocos que llegaron cerca estaacuten en Nueva York Es decir muertos pues es donde supongo que se van las almas en pena para no digerir la verdad de su vida pasada Desde mi jubilacioacuten tengo poco que hacer como no sea llevar mis papeles al diario los viernes en la tarde u otros empentildeos de cierta monta conciertos en Bellas Artes exposiciones de pintura en el Centro Artiacutestico del cual soy socio fundador alguna que otra conferencia ciacutevica en la Sociedad de Mejoras Puacuteblicas o un acontecimiento grande como la temporada de la Faacutebregas en el teatro Apolo De joven iba a los salones de cine sin techo donde lo mismo podiacutea sorprendernos un eclipse de luna que una pulmoniacutea doble por un aguacero descarriado Pero maacutes que las peliacuteculas me interesaban las pajaritas de la noche que se acostaban por el precio de la entrada o lo daban de balde o de fiado Pues el cine no es mi geacutenero El culto obsceno de Shirley Temple fue la gota que desbordoacute el vaso

Mis uacutenicos viajes fueron cuatro a los Juegos Florales de Cartagena de Indias antes de mis treinta antildeos y una mala noche en lancha de motor invitado por Sacramento Montiel a la inauguracioacuten de un burdel suyo en Santa Marta En cuanto a mi vida domeacutestica soy de poco comer y de gustos faacuteciles Cuando Damiana se hizo vieja no se volvioacute a cocinar en casa y mi uacutenica comida regular desde entonces ha sido la tortilla de papas en el cafeacute Roma despueacutes del cierre del perioacutedico

Asiacute que la viacutespera de mis noventa antildeos me que deacute sin almorzar y no pude concentrarme en la lectura a la espera de noticias de Rosa Cabarcas Las chicharras pitaban a reventar en el calor de las dos y las vueltas del sol por las ventanas abiertas me forzaron a cambiar tres veces el lugar de la hamaca Siempre me parecioacute que por los diacuteas de mi aniversario estaba el maacutes caliente del antildeo y habiacutea aprendido a soportarlo pero el humor de aquel diacutea no me dio para tanto A las

Memorias de mis putas tristes 10 ______________________________________________________________________________________cuatro trateacute de apaciguarme con las seis suites para chelo solo de Juan Sebastiaacuten Bach en la versioacuten definitiva de don Pablo Casaacuteis Las tengo como lo maacutes sabio de toda la muacutesica pero en vez de apaciguarme como de soacutelito me dejaron en un estado de la peor postracioacuten Me adormeciacute con la segunda que me parece un poco remolona y en el suentildeo revolviacute la quejumbre del chelo con la de un buque triste que se fue Casi al instante me despertoacute el teleacutefono y la voz oxidada de Rosa Cabarcas me devolvioacute a la vida Tienes una suerte de bobo me dijo Encontreacute una pavita mejor de la que queriacuteas pero tiene un percance anda apenas por los catorce antildeos No me importa cambiar pantildeales le dije en chanza sin entender sus motivos No es por ti dijo ella pero iquestquieacuten va a pagar por miacute los tres antildeos de caacutercel

Nadie iba a pagarlos pero ella menos que nadie por supuesto Recogiacutea su cosecha entre las menores de edad que haciacutean mercado en su tienda a las cuales iniciaba y exprimiacutea hasta que pasaban a la vida peor de putas graduadas en el burdel histoacuterico de la Negra Eufemia Nunca habiacutea pagado una multa porque su patio era la arcadia de la autoridad local desde el gobernador hasta el uacuteltimo camajaacuten de alcaldiacutea y no era imaginable que a la duentildea le faltaran poderes para delinquir a su antojo De modo que sus escruacutepulos de uacuteltima hora soacutelo debiacutean ser para sacar ventajas de sus favores maacutes caros cuanto maacutes punibles El diferendo se arregloacute con el aumento de dos pesos en los servicios y acordamos que a las diez de la noche yo estuviera en su casa con cinco pesos en efectivo y por adelantado Ni un minuto antes pues la nintildea teniacutea que darles de comer y dormir a sus hermanos menores y acostar a su madre baldada por el reumatismo

Faltaban cuatro horas A medida que discurriacutean el corazoacuten se me iba llenando de una espuma acida que me estorbaba para respirar Hice un esfuerzo esteacuteril por pastorear el tiempo con los traacutemites de la vestimenta Nada nuevo por cierto si hasta Damiana dice que me visto con el ritual de un sentildeor obispo Me corteacute con la navaja barbera tuve que esperar a que se refrescara el agua de la ducha recalentada por el sol en la tuberiacutea y el esfuerzo simple de secarme con la toalla me hizo sudar de nuevo Me vestiacute de acuerdo con la ventura de la noche el traje de lino blanco la camisa a rayas azules de cuello acartonado con engrudo la corbata de seda china los botines remozados con blanco de zinc y el reloj de oro coronario con la leontina abrochada en el ojal de la solapa Al final dobleacute hacia dentro las bocapiernas de los pantalones para que no se notara que he disminuido un jeme

Tengo fama de cicatero porque nadie puede imaginarse que sea tan pobre si vivo donde vivo y la verdad es que una noche como aqueacutella estaba muy por encima de mis recursos Del cofre de los ahorros transpuesto debajo de la cama saqueacute dos pesos para alquiler del cuarto cuatro para la duentildea tres para la nintildea y cinco de reserva para mi cena y otros gastos menudos O sea los catorce pesos que me paga el perioacutedico por un mes de notas dominicales Los escondiacute en un bolsillo secreto de la pretina y me perfumeacute con el fumigador de Agua de Florida de Lanman amp Kemp-Barclay amp Co Entonces sentiacute el zarpazo del paacutenico y a la primera campanada de las ocho bajeacute a tientas las escaleras en tinieblas sudando de miedo y saliacute a la noche radiante de mis viacutesperas

Habiacutea refrescado Grupos de hombres solos discutiacutean a gritos sobre fuacutetbol en el paseo Coloacuten entre los taxis parados en bateriacutea al centro de la calzada Una banda de cobres tocaba un valse laacutenguido bajo la alameda de matarratones floridos Una de las putitas pobres que cazan clientes de solemnidad en la calle de los Notarios

Memorias de mis putas tristes 11 ______________________________________________________________________________________me pidioacute el cigarrillo de siempre y le contesteacute lo mismo de siempre Dejeacute de fumar hace hoy treinta y tres antildeos dos meses y diecisiete diacuteas Al pasar frente a El Alambre de Oro me mireacute en las vitrinas iluminadas y no me vi como me sentiacutea sino maacutes viejo y peor vestido

Poco antes de las diez abordeacute un taxi y le pediacute al chofer que me llevara al Cementerio Universal para que no supiera adonde iba en realidad Me miroacute divertido por el espejo y me dijo No me deacute estos sustos don sabio ojalaacute Dios me mantuviera tan vivo como a usted Nos bajamos juntos frente al cementerio porque eacutel no teniacutea moneda suelta y tuvimos que cambiar en La Tumba una cantina indigente donde lloran a sus muertos los borrachitos de la madrugada Cuando arreglamos cuentas el chofer me dijo en serio Tenga cuidado don que ya la casa de Rosa Cabarcas no es ni sombra de lo que fue No pude menos que darle las gracias convencido como todo el mundo de que no habiacutea ninguacuten secreto bajo el cielo para los choferes del paseo Coloacuten

Me adentreacute en un barrio de pobres que no teniacutea nada que ver con el que conociacute en mis tiempos Eran las mismas calles amplias de arenas calientes con casas de puertas abiertas paredes de tablas sin cepillar techos de palma amarga y patios de cascajo Pero su gente habiacutea perdido el sosiego En la mayoriacutea de las casas habiacutea parrandas de viernes cuyos bombos y platillos repercutiacutean en las entrantildeas Cualquiera podiacutea entrar por cincuenta centavos en la fiesta que le gustara maacutes pero tambieacuten podiacutea quedarse bailando de gorra en los sardineles Yo caminaba ansioso de que me tragara la tierra dentro de mi atuendo de filipichiacuten pero nadie se fijoacute en miacute salvo un mulato escuaacutelido que dormitaba sentado en el portoacuten de una casa de vecindad

-Adioacutes doctor -me gritoacute con todo el corazoacuten- iexclfeliz polvo

iquestQueacute podiacutea hacer sino darle las gracias Tuve que detenerme por tres veces para recobrar el respiro antes de alcanzar la uacuteltima cuesta Desde alliacute vi la enorme luna de cobre que se alzaba en el horizonte y una urgencia imprevista del vientre me hizo temer por mi destino pero pasoacute de largo Al final de la calle donde el barrio se convertiacutea en un bosque de aacuterboles frutales entreacute en la tienda de Rosa Cabarcas

No pareciacutea la misma Habiacutea sido la mama santa maacutes discreta y por lo mismo la maacutes conocida Una mujer de gran tamantildeo que queriacuteamos coronar como sargenta de bomberos tanto por la corpulencia como por la eficacia para apagar las candelas de la parroquia Pero la soledad le habiacutea disminuido el cuerpo le habiacutea avellanado la piel y afilado la voz con tanto ingenio que pareciacutea una nintildea vieja De antes soacutelo le quedaban los dientes perfectos con uno que se habiacutea hecho forrar de oro por coqueteriacutea Guardaba un luto cerrado por el marido muerto a los cincuenta antildeos de vida comuacuten y lo aumentoacute con una especie de bonete negro por la muerte del hijo uacutenico que la ayudaba en sus entuertos Soacutelo le quedaban vivos los ojos diaacutefanos y crueles y por ellos me di cuenta de que no habiacutea cambiado de iacutendole

La tienda teniacutea un foco macilento en el plafondo y casi nada para vender en los armarios que ni siquiera cumpliacutean como pantalla de un negocio a voces que todo el mundo conociacutea pero nadie reconociacutea Rosa Cabarcas estaba despachando a un cliente cuando entreacute en punta de pies No seacute si me desconocioacute de veras o si lo habiacutea fingido por guardar las formas Me senteacute en el escantildeo de espera mientras se

Memorias de mis putas tristes 12 ______________________________________________________________________________________desocupaba y trateacute de reconstruirla en la memoria como habiacutea sido Maacutes de dos veces cuando ambos estaacutebamos enteros tambieacuten ella me habiacutea sacado de espantos Creo que me leyoacute el pensamiento porque se volvioacute hacia miacute y me escudrintildeoacute con una intensidad alarmante No te pasa el tiempo suspiroacute con tristeza Yo quise halagarla A ti siacute pero para bien En serio dijo ella hasta te ha resucitado un poco la cara de caballo muerto Seraacute porque cambieacute de comedero le dije por picardiacutea Ella se animoacute Hasta donde me acuerdo teniacuteas una tranca de galeote me dijo iquestCoacutemo se porta Me escapeacute por la tangente Lo uacutenico distinto desde que no nos vemos es que a veces me arde el culo Su diagnoacutestico fue inmediato Falta de uso Soacutelo lo tengo para lo que Dios lo hizo le dije pero era cierto que me ardiacutea de tiempo atraacutes y siempre en luna llena Rosa rebuscoacute en su cajoacuten de sastre y destapoacute una latita de una pomada verde que oliacutea a linimento de aacuternica Le dices a la nintildea que te la unte con su dedito asiacute moviendo el iacutendice con una elocuencia procaz Le repliqueacute que a Dios gracias todaviacutea era capaz de defenderme sin untos guajiros Ella se burloacute Ay maestro perdoacutename la vida

Y fue a lo suyo

La nintildea estaba en el cuarto desde las diez me dijo era bella limpia y bien criada pero estaba muerta de miedo porque una amiga suya que escapoacute con un estibador de Gayra se habiacutea desangrado en dos horas Pero bueno admitioacute Rosa se entiende porque los de Gayra tienen fama de que hacen cantar a las muiacuteas Y retomoacute el hilo Pobrecita ademaacutes de todo tiene que trabajar el diacutea entero pegando botones en una faacutebrica No me parecioacute que fuera un oficio tan duro Eso creen los hombres replicoacute ella pero es peor que picar piedras Ademaacutes me confesoacute que le habiacutea dado a la nintildea un bebedizo de bromuro con valeriana y ahora estaba dormida Temiacute que la compasioacuten mera otra artimantildea para aumentar el precio pero no dijo ella mi palabra es de oro Con reglas fijas cada cosa pagada aparte en plata blanca y por adelantado Asiacute fue

La seguiacute a traveacutes del patio enternecido por la marchitez de su piel y por lo mal que andaba con las piernas hinchadas dentro de las medias de algodoacuten primario La luna llena estaba llegando al centro del cielo y el mundo se veiacutea como sumergido en aguas verdes Cerca de la tienda habiacutea una techumbre de palma para las parrandas de la administracioacuten puacuteblica con numerosos taburetes de cuero y hamacas colgadas en los horcones En el traspatio donde empezaba el bosque de aacuterboles frutales habiacutea una galeriacutea de seis alcobas de adobes sin repellar con ventanas de anjeo para los zancudos La uacutenica ocupada estaba a media luz y Tontildea la Negra cantaba en el radio una cancioacuten de malos amores Rosa Cabarcas tomoacute aire El bolero es la vida Yo estaba de acuerdo pero hasta hoy no me atreviacute a escribirlo Ella empujoacute la puerta entroacute un instante y volvioacute a salir Sigue dormidita dijo Hariacuteas bien en dejarla descansar todo lo que le pida el cuerpo tu noche es maacutes larga que la suya Yo estaba ofuscado iquestQueacute crees que debo hacer Tuacute sabraacutes dijo ella con una placidez fuera de lugar por algo eres sabio Dio media vuelta y me dejoacute solo con el terror

No habiacutea escapatoria Entreacute en el cuarto con el corazoacuten desquiciado y vi a la nintildea dormida desnuda y desamparada en la enorme cama de alquiler como la parioacute su madre Yaciacutea de medio lado de cara a la puerta alumbrada desde el plafondo por una luz intensa que no perdonaba detalle Me senteacute a contemplarla desde el borde de la cama con un hechizo de los cinco sentidos Era morena y tibia La habiacutean sometido a un reacutegimen de higiene y embellecimiento que no descuidoacute ni el vello

Memorias de mis putas tristes 13 ______________________________________________________________________________________incipiente del pubis Le habiacutean rizado el cabello y teniacutea en las untildeas de las manos y los pies un esmalte natural pero la piel del color de la melaza se veiacutea aacutespera y maltratada Los senos recieacuten nacidos pareciacutean todaviacutea de nintildeo varoacuten pero se veiacutean urgidos por una energiacutea secreta a punto de reventar Lo mejor de su cuerpo eran los pies grandes de pasos sigilosos con dedos largos y sensibles como de otras manos Estaba ensopada en un sudor fosforescente a pesar del ventilador y el calor se volviacutea insoportable a medida que avanzaba la noche Era imposible imaginar coacutemo era la cara pintorreteada a brocha gorda la espesa costra de polvos de arroz con dos parches de colorete en las mejillas las pestantildeas postizas las cejas y los paacuterpados como ahumados con negrohumo y los labios aumentados con un barniz de chocolate Pero ni los trapos ni los afeites alcanzaban a disimular su caraacutecter la nariz altiva las cejas encontradas los labios intensos Penseacute Un tierno toro de lidia

A las once fui a mis traacutemites de rutina en el bantildeo donde estaba su ropa de pobre doblada sobre una silla con un esmero de rica un traje de etamina con mariposas estampadas un calzoacuten amarillo de malapodaacuten y unas sandalias de fique Encima de la ropa habiacutea una pulsera de baratillo y una cadenita muy fina con la medalla de la Virgen En la repisa del lavabo una cartera de ruano con un laacutepiz de labios un estuche de colorete una llave y unas monedas sueltas Todo tan barato y envilecido por el uso que no pude imaginarme a nadie tan pobre como ella

Me desvestiacute y dispuse las piezas como mejor pude en el perchero para no dantildear la seda de la camisa y el planchado del lino Orineacute en el inodoro decadena sentado y como me ensentildeoacute desde nintildeo Florina de Dios para que no mojara los bordes de la bacinilla y todaviacutea modestia aparte con un chorro inmediato y continuo de potro cerrero Antes de salir me asomeacute al espejo del lavamanos El caballo que me miroacute desde el otro lado no estaba muerto sino luacutegubre y teniacutea una papada de Papa los paacuterpados abotagados y desmirriadas las crines que habiacutean sido mi melena de muacutesico

-Mierda -le dije- iquestqueacute puedo hacer si no me quieres

Tratando de no despertarla me senteacute desnudo en la cama con la vista ya acostumbrada a los engantildeos de la luz roja y la reviseacute palmo a palmo Desliceacute la yema del iacutendice a lo largo de su cerviz empapada y toda ella se estremecioacute por dentro como un acorde de arpa se volteoacute hacia miacute con un gruntildeido y me envolvioacute en el clima de su aliento aacutecido Le apreteacute la nariz con el pulgar y el iacutendice y ella se sacudioacute apartoacute la cabeza y me dio la espalda sin despertar Trateacute de separarle las piernas con mi rodilla por una tentacioacuten imprevista En las dos primeras tentativas se opuso con los muslos tensos Le canteacute al oiacutedo La cama de Delgadina de aacutengeles estaacute rodeada Se relajoacute un poco Una corriente caacutelida me subioacute por las venas y mi lento animal jubilado despertoacute de su largo suentildeo

Delgadina alma miacutea le supliqueacute ansioso Delgadina Ella lanzoacute un gemido luacutegubre escapoacute de mis muslos me dio la espalda y se enroscoacute como un caracol en su concha La poacutecima de valeriana debioacute ser tan eficaz para miacute como para ella porque nada pasoacute ni a ella ni a nadie Pero no me importoacute Me pregunteacute de queacute serviacutea despertarla humillado y triste como me sentiacutea y friacuteo como un lebranche

Niacutetidas ineluctables sonaron entonces las campanadas de las doce de la noche y empezoacute la madrugada del 29 de agosto diacutea del Martirio de San Juan Bautista

Memorias de mis putas tristes 14 ______________________________________________________________________________________Alguien lloraba a gritos en la calle y nadie le haciacutea caso Receacute por eacutel si le hiciera falta y tambieacuten por miacute en accioacuten de gracias por los beneficios recibidos No se engantildee nadie no pensando que ha de durar lo que espera maacutes que duroacute lo que vioLa nintildea gimioacute en suentildeos y receacute tambieacuten por ella Pues que todo ha de pasar por tal manera Despueacutes apagueacute el radio y la luz para dormir

Desperteacute de madrugada sin recordar doacutende estaba La nintildea seguiacutea dormida de espaldas a miacute en posicioacuten fetal Tuve la sensacioacuten indefinida de que la habiacutea sentido levantarse en la oscuridad y de haber oiacutedo el desaguumle del bantildeo pero lo mismo pudo ser un suentildeo Fue algo nuevo para miacute Ignoraba las mantildeas de la seduccioacuten y siempre habiacutea escogido al azar las novias de una noche maacutes por el precio que por los encantos y haciacuteamos amores sin amor medio vestidos las maacutes de las veces y siempre en la oscuridad para imaginarnos mejores Aquella noche descubriacute el placer inverosiacutemil de contemplar el cuerpo de una mujer dormida sin los apremios del deseo o los estorbos del pudor

Me levanteacute a las cinco inquieto porque mi nota dominical debiacutea estar en la mesa de redaccioacuten antes de las doce Hice mi deposicioacuten puntual todaviacutea con los ardores de la luna llena y cuando solteacute la cadena del agua sentiacute que ntildeus rencores del pasado se fueron por los albantildeales Cuando volviacute fresco y vestido al dormitorio la nintildea dormiacutea bocarriba a la luz conciliadora del amanecer atravesada de lado a lado en la cama con los brazos abiertos en cruz y duentildea absoluta de su virginidad Que Dios te la guarde le dije Toda la plata que me quedaba la suya y la miacutea se la puse en la almohada y me despediacute por siempre jamaacutes con un beso en la frente La casa como todo burdel al amanecer era lo maacutes cercano al paraiacuteso Saliacute por el portoacuten del huerto para no encontrarme con nadie Bajo el sol abrasante de la calle empeceacute a sentir el peso de mis noventa antildeos y a contar minuto a minuto los minutos de las noches que me haciacutean falta para morir

Memorias de mis putas tristes 15 ______________________________________________________________________________________

2Escribo esta memoria en lo poco que queda de la biblioteca que fue de mis padres y cuyos anaqueles estaacuten a punto de desplomarse por la paciencia de las polillas A fin de cuentas para lo que me falta por hacer en este mundo me bastariacutea con mis diccionarios de todo geacutenero con las dos primeras series de los Episodios nacionales de don Benito Peacuterez Galdoacutes y con La montantildea maacutegica que me ensentildeoacute a entender los humores de mi madre desnaturalizados por la tisis

A diferencia de los otros muebles y de miacute mismo el mesoacuten en que escribo parece de mejor salud con el paso del tiempo porque lo fabricoacute en maderas nobles mi abuelo paterno que fue carpintero de buques Aunque no tenga que escribir lo aderezo todas las mantildeanas con el rigor ocioso que me ha hecho perder tantos amores Al alcance de la mano tengo mis libros coacutemplices los dos tomos del Primer Diccionario Ilustrado de la Real Academiade 1903 el Tesoro de la Lengua Castellana o Espantildeola de don Sebastiaacuten de Covarrubias la gramaacutetica de don Andreacutes Bello por si hubiera alguna duda semaacutentica como es de rigor el novedoso Diccionario ideoloacutegico de don Julio Casares en especial por sus antoacutenimos y sus sinoacutenimos el Vocabolario della Liacutengua Italiana de Nicola Zingarelli para favorecerme con el idioma de mi madre que aprendiacute desde la cuna y el diccionario de latiacuten que por ser eacuteste la madre de las otras dos lo considero mi lengua natal

A la izquierda del escritorio mantengo siempre las cinco fojas de papel de hilo tamantildeo oficio para mi nota dominical y el cuerno con polvo de carta que prefiero a la moderna almohadilla de papel se cante A la derecha estaacuten el calamaio y el palillero de balso liviano con la peacutendola de oro pues todaviacutea manuscribo con la letra romaacutentica que me ensentildeoacute Florina de Dios para que no me hiciera a la caligrafiacutea oficial de su esposo que fue notario puacuteblico y contador juramentado hasta su uacuteltimo aliento Hace tiempo que se nos impuso en el perioacutedico la orden de escribir a maacutequina para mejor caacutelculo del texto en el plomo del linotipo y mayor acierto en la armada pero nunca me hice a este mal haacutebito Seguiacute escribiendo a mano y transcribiendo en la maacutequina con un arduo picoteo de gallina gracias al privilegio ingrato de ser el empleado maacutes antiguo Hoy jubilado pero no vencido gozo del privilegio sacro de escribir en casa con el teleacutefono descolgado para que nadie me disturbe y sin censor que aguaite lo que escribo por encima de mi hombro

Vivo sin perros ni paacutejaros ni gente de servicio salvo la fiel Damiana que me ha sacado de los apuros menos pensados y sigue viniendo una vez por semana para lo que haya que hacer aun como estaacute corta de vista y de cacumen Mi madre en su

Memorias de mis putas tristes 16 ______________________________________________________________________________________lecho de muerte me suplicoacute que me casara joven con mujer blanca que tuvieacuteramos por lo menos tres hijos y entre ellos una nintildea con su nombre que habiacutea sido el de su madre y su abuela Estuve pendiente de la suacuteplica pero teniacutea una idea tan flexible de la juventud que nunca me parecioacute demasiado tarde Hasta un mediodiacutea caluroso en que me equivoqueacute de puerta en la casa que teniacutean los Palomares de Castro en Pradomar y sorprendiacute desnuda a Ximena Ortiz la menor de las hijas que haciacutea la siesta en la alcoba contigua Estaba acostada de espaldas a la puerta y se volvioacute a mirarme por encima del hombro con un gesto tan raacutepido que no me dio tiempo de escapar Ay perdoacuten alcanceacute a decir con el alma en la boca Ella sonrioacute se volteoacute hacia miacute con un escorzo de gacela y seme mostroacute de cuerpo entero La estancia toda se sentiacutea saturada de su intimidad No estaba en vivas carnes pues teniacutea en la oreja una flor ponzontildeosa de peacutetalos anaranjados como la Olimpia de Manet y tambieacuten llevaba una esclava de oro en el puntildeo derecho y una gargantilla de perlas menudas Nunca imagineacute que pudiera ver algo maacutes perturbador en lo que me faltaba de vida y hoy puedo dar fe de que tuve razoacuten

Cerreacute la puerta de un golpe avergonzado de mi torpeza y con la determinacioacuten de olvidarla Pero Ximena Ortiz me lo impidioacute Me mandaba recados con amigas comunes esquelas provocadoras amenazas brutales mientras se esparciacutea la voz de que estaacutebamos locos de amor el uno por el otro sin que nos hubieacuteramos cruzado palabra Fue imposible resistir Teniacutea unos ojos de gata cimarrona un cuerpo tan provocador con ropa como sin ella y una cabellera frondosa de oro alborotado cuyo tufo de mujer me haciacutea llorar de rabia en la almohada Sabiacutea que nunca llegariacutea a ser amor pero la atraccioacuten sataacutenica que ejerciacutea sobre miacute era tan ardorosa que intentaba aliviarme con cuanta guaricha de ojos verdes me encontraba al paso Nunca logreacute sofocar el fuego de su recuerdo en la cama de Pradomar asiacute que le entregueacute mis armas con peticioacuten formal de mano intercambio de anillos y anuncio de boda grande antes de Pentecosteacutes

La noticia estalloacute con maacutes fuerza en el Barrio Chino que en los clubes sociales Primero fue con burlas pero se transformoacute en una contrariedad cierta de las acadeacutemicas que veiacutean el matrimonio como una situacioacuten maacutes ridiacutecula que sagrada Mi noviazgo cumplioacute todos los ritos de la moral cristiana en la terraza de orquiacutedeas amazoacutenicas y helechos colgados de la casa de mi prometida Llegaba a las siete de la noche todo de lino blanco y con cualquier regalo de abalorios artesanales o chocolates suizos y hablaacutebamos medio en clave y medio en serio hasta las diez con la custodia de la tiacutea Argeacutenida que se dormiacutea al primer parpadeo como las chaperonas de las novelas de la eacutepoca

Ximena iba hacieacutendose maacutes voraz cuanto mejor nos conociacuteamos se aligeraba de corpintildeos y pollerines a medida que apretaban los bochornos de junio y era faacutecil imaginarse el poder de demolicioacuten que debiacutea tener en la penumbra A los dos meses de noviazgo no teniacuteamos de queacute hablar y ella planteoacute el tema de los hijos sin decirlo tejiendo bolitas en crochet de lana cruda para recieacuten nacidos Yo novio gentil aprendiacute a tejer con ella y asiacute se nos fueron las horas inuacutetiles que faltaban para la boda yo tejiendo las botitas azules para nintildeos y ella tejiendo las rosadas para nintildeas a ver quieacuten acertaba hasta que fueron bastantes para maacutes de medio centenar de hijos Antes de que dieran las diez me subiacutea a un coche de caballos y me iba al Barrio Chino a vivir mi noche en la paz de Dios

Memorias de mis putas tristes 17 ______________________________________________________________________________________Los tempestuosos adioses de soltero que me haciacutean en el Barrio Chino iban en contraviacutea de las veladas opresivas del Club Social Contraste que a miacute me sirvioacute para saber cuaacutel de los dos mundos era en realidad el miacuteo y me hice la ilusioacuten de que eran ambos pero cada uno a sus horas pues desde cualquiera de los dos veiacutea alejarse el otro con los suspiros desgarrados con que se separan dos barcos en altamar El baile de la viacutespera en El Poder de Dios incluyoacute una ceremonia final que soacutelo podiacutea ocurriacutersele a un cura gallego encallado en la concupiscencia que vistioacute a todo el personal femenino con velos y azahares para que todas se casaran conmigo en un sacramento universal Fue una noche de grandes sacrilegios en que veintidoacutes de ellas prometieron amor y obediencia y les correspondiacute con fidelidad y sustento hasta el maacutes allaacute de la tumba

No pude dormir por el presagio de algo irremediable Desde la madrugada empeceacute a contar el paso de las horas en el reloj de la catedral hasta las siete campanadas temibles con que debiacutea estar en la iglesia El timbre del teleacutefono empezoacute a las ocho largo tenaz impredecible durante maacutes de una hora No soacutelo no contesteacute no respireacute Poco antes de las diez llamaron a la puerta primero con el puntildeo y luego con gritos de voces conocidas y abominadas Temiacutea que la derribaran por alguacuten percance grave pero hacia las once la casa quedoacute en el silencio erizado que sucede a las grandes cataacutestrofes Entonces lloreacute por ella y por miacute y receacute de todo corazoacuten para no encontrarme con ella nunca maacutes en mis diacuteas Alguacuten santo me oyoacute a medias pues Ximena Ortiz se fue del paiacutes esa misma noche y no volvioacute hasta unos veinte antildeos despueacutes bien casada y con los siete hijos que pudieron ser miacuteos

Trabajo me costoacute mantener mi puesto y mi columna en El Diario de La Paz despueacutes de aquella afrenta social Pero no fue por eso que relegaron mis notas a la paacutegina once sino por el iacutempetu ciego con que entroacute el siglo XX El progreso se convirtioacute en el mito de la ciudad Todo cambioacute volaron los aviones y un hombre de empresa tiroacute un saco de cartas desde un Junker e inventoacute el correo aeacutereo

Lo uacutenico que permanecioacute igual fueron mis notas en el perioacutedico Las nuevas generaciones arremetieron contra ellas como contra una momia del pasado que debiacutea ser demolida pero yo las mantuve en el mismo tono sin concesiones contra los aires de renovacioacuten Fui sordo a todo Habiacutea cumplido cuarenta antildeos pero los redactores joacutevenes la llamaban la Columna de Mudarra el Bastardo El director de entonces me citoacute en su oficina para pedirme que me pusiera a tono con las nuevas corrientes De un modo solemne como si acabara de inventarlo me dijo El mundo avanza Siacute le dije avanza pero dando vueltas alrededor del sol Mantuvo mi nota dominical porque no habriacutea encontrado otro inflador de cables Hoy seacute que tuve razoacuten y por queacute Los adolescentes de mi generacioacuten avorazados por la vida olvidaron en cuerpo y alma las ilusiones del porvenir hasta que la realidad les ensentildeoacute que el futuro no era como lo sontildeaban y descubrieron la nostalgia Alliacute estaban mis notas dominicales como una reliquia arqueoloacutegica entre los escombros del pasado y se dieron cuenta de que no eran soacutelo para viejos sino para joacutevenes que no tuvieran miedo de envejecer La nota volvioacute entonces a la seccioacuten editorial y en ocasiones especiales a la primera paacutegina

A quien me lo pregunta le contesto siempre con la verdad las putas no me dejaron tiempo para ser casado Sin embargo debo reconocer que nunca tuve esta explicacioacuten hasta el diacutea de mis noventa antildeos cuando saliacute de la casa de Rosa Cabarcas con la determinacioacuten de nunca maacutes provocar al destino Me sentiacutea otro El

Memorias de mis putas tristes 18 ______________________________________________________________________________________genio se me trastornoacute por la gente de tropa que vi apostada en las rejas de hierro que rodeaban el parque Encontreacute a Damiana trapeando los pisos a gatas en la sala y la juventud de los muslos a su edad me suscitoacute un temblor de otra eacutepoca Ella debioacute sentirlo porque se cubrioacute con la falda No pude reprimir la tentacioacuten de preguntarle Diacutegame una cosa Damiana iquestde queacute se acuerda No estaba acordaacutendome de nada dijo ella pero su pregunta me lo recuerda Sentiacute una opresioacuten en el pecho Nunca me he enamorado le dije Ella replicoacute en el acto Yo siacute Y terminoacute sin interrumpir su oficio Lloreacute veintidoacutes antildeos por usted El corazoacuten me dio un salto Buscando una salida digna le dije Hubieacuteramos sido una buena yunta Pues hace mal en deciacutermelo ahora dijo ella porque ya no me sirve ni de consuelo Cuando saliacutea de la casa me dijo del modo maacutes natural Usted no me creeraacute pero sigo siendo virgen a Dios gracias

Poco despueacutes descubriacute que habiacutea dejado floreros de rosas rojas por toda la casa y una tarjeta en la almohada Le deseo que llegue a los sien Con este mal sabor me senteacute a continuar la nota que habiacutea dejado a medias el diacutea anterior La termineacute con un solo aliento en menos de dos horas y tuve que torcerle el cuello al cisne para sacaacutermela de las tripas sin que se me notara el llanto Por un golpe de inspiracioacuten tardiacutea decidiacute rematarla con el anuncio de que con ella poniacutea teacutermino feliz a una vida larga y digna sin la mala condicioacuten de morirme

Mi propoacutesito era dejarla en la porteriacutea del perioacutedico y volver a casa Pero no pude El personal en pleno me esperaba para celebrarme el cumpleantildeos El edificio estaba en obra con andamies y escombros friacuteos por todas partes pero habiacutean parado la obra para la fiesta En una mesa de carpintero estaban las bebidas para el brindis y las cuelgas envueltas en papel de fantasiacutea Aturdido por los relaacutempagos de las caacutemaras me hice con todas las fotos del recuerdo

Me alegroacute encontrar alliacute a periodistas de radio y de los otros diarios de la ciudad La Prensa matutino conservador El Heraldo matutino liberal y El Nacional vespertino sensacionalista que trataba de aliviar las tensiones del orden puacuteblico con folletones pasionales No era extrantildeo que estuvieran juntos pues dentro del espiacuteritu de la ciudad fue siempre de buen recibo que se mantuvieran intactas las amistades de la tropa mientras los mariscales libraban la guerra editorial

Tambieacuten estaba alliacute fuera de horas el censor oficial don Jeroacutenimo Ortega a quien llamaacutebamos el Abominable Hombre de las Nueve porque llegaba puntual a esa hora de la noche con su laacutepiz sangriento de saacutetrapa godo Alliacute permaneciacutea hasta asegurarse de que no hubiera una letra impune en la edicioacuten de mantildeana Teniacutea una aversioacuten personal contra miacute por mis iacutenfulas de gramaacutetico o porque utilizaba palabras italianas sin comillas ni cursivas cuando me pareciacutean maacutes expresivas que en castellano como debiera ser de uso legiacutetimo entre lenguas siamesas Despueacutes de padecerlo por cuatro antildeos habiacuteamos terminado por aceptarlo como la mala conciencia de nosotros mismos

Las secretarias llevaron al saloacuten un pudiacuten con noventa velas encendidas que me enfrentaron por primera vez al nuacutemero de mis antildeos Tuve que tragarme las laacutegrimas cuando cantaron el brindis y me acordeacute de la nintildea sin ninguacuten motivo No fue un golpe de rencor sino de compasioacuten tardiacutea por una criatura de la que no esperaba volver a acordarme Cuando acaboacute de pasar el aacutengel alguien me habiacutea puesto un cuchillo en la mano para que cortara el pudiacuten Por temor a las burlas nadie se

JUAN CARLOS 161104
saacutetrapa (Del lat satrăpa este del gr σατράπης y este del aveacutestico ẖšathrapāvan protector del dominio) m Gobernador de una provincia de la antigua Persia || 2 coloq Hombre sagaz que sabe gobernarse con astucia e inteligencia o que gobierna despoacuteticamente U t c adj 13

Memorias de mis putas tristes 19 ______________________________________________________________________________________arriesgoacute a improvisar un discurso Yo hubiera preferido morirme que contestarlo Para terminar la fiesta el jefe de redaccioacuten por quien no tuve nunca gran simpatiacutea nos devolvioacute a la realidad inclemente Ahora siacute ilustre nonagenario me dijo iquestDoacutende estaacute su nota

La verdad es que toda la tarde la sentiacutea ardieacutendome como una brasa en el bolsillo pero la emocioacuten me habiacutea calado tan hondo que no tuve corazoacuten para aguar la fiesta con mi renuncia Dije Por esta vez no hay El jefe de redaccioacuten se disgustoacute por una falta que habiacutea sido inconcebible desde el siglo anterior Entieacutendalo por una vez le dije tuve una noche tan difiacutecil que amaneciacute embrutecido Pues debioacute escribir eso dijo eacutel con su humor de vinagre A los lectores les gustaraacute saber de primera mano coacutemo es la vida a los noventa Una de las secretarias tercioacute A lo mejor es un secreto delicioso dijo y me miroacute con malicia iquestO no Una raacutefaga ardiente me abrasoacute la cara Maldita sea penseacute queacute desleal es el rubor Otra radiante me sentildealoacute con el dedo iexclQueacute maravilla Todaviacutea le queda la elegancia de ruborizarse Su impertinencia me provocoacute otro rubor encima del rubor Debioacute ser una noche de ataque dijo la primera secretaria iexclQueacute envidia Y me dio un beso que me quedoacute pintado en la cara Los fotoacutegrafos se encarnizaron Ofuscado le entregueacute la nota al jefe de redaccioacuten y le dije que lo dicho antes era en broma aquiacute la tiene y escapeacute atolondrado por la uacuteltima salva de aplausos para no estar presente cuando descubrieran que era mi carta de renuncia al cabo de medio siglo de galeras

La ansiedad me duraba todaviacutea aquella noche cuando desenvolviacutea las cuelgas en mi casa Los linotipistas desacertaron con una cafetera eleacutectrica igual a las tres que teniacutea de cumpleantildeos anteriores Los tipoacutegrafos me dieron una autorizacioacuten para recoger un gato de angora en el criadero municipal La gerencia me dio una bonificacioacuten simboacutelica Las secretarias me regalaron tres calzoncillos de seda con huellas de besos estampados y una tarjeta en la que se ofreciacutean para quitaacutermelos Se me ocurrioacute que uno de los encantos de la vejez son las provocaciones que se permiten las amigas joacutevenes que nos creen fuera de servicio

Nunca supe quieacuten me mandoacute un disco con los veinticuatro preludios de Chopin por Stefan Askenase Los redactores en su mayoriacutea me regalaron libros de moda No habiacutea terminado de desenvolver los regalos cuando Rosa Cabarcas me llamoacute por teleacutefono con la pregunta que yo no queriacutea oiacuter iquestQueacute te pasoacute con la nintildea Nada dije sin pensarlo iquestTe parece nada que ni siquiera la despertaste dijo Rosa Cabarcas Una mujer no perdona jamaacutes que un hombre le desprecie el estreno Le alegueacute que la nintildea no podiacutea estar tan agotada soacutelo por pegar botones y tal vez se hiciera la dormida por miedo del mal trance Lo uacutenico grave dijo Rosa es que ella cree de verdad que ya no sirves y no me gustariacutea que lo fuera pregonando a los cuatro vientos

No le di el gusto de sorprenderme Aunque asiacute fuera le dije su estado es tan deplorable que no se puede contar con ella ni dormida ni despierta es carne de hospital Rosa Cabarcas bajoacute el tono La culpa fue de las prisas con que se hizo el trato pero tiene remedio ya veraacutes Prometioacute poner a la nintildea en confesioacuten y si era el caso obligarla a devolver la plata iquestqueacute te parece Deacutejalo de ese tamantildeo le dije aquiacute no pasoacute nada y en cambio me ha valido como una prueba de que ya no estoy para estos trotes En ese sentido la nintildea tiene razoacuten ya no sirvo Colgueacute el teleacutefono saturado por un sentimiento de liberacioacuten que no habiacutea conocido en vida miacutea y por fin a salvo de una servidumbre que me manteniacutea subyugado desde mis trece antildeos

JUAN CARLOS 161104
linotipista com Persona que maneja una linotipia13 linotipia (Del ingl linotype) f Impr Maacutequina de componer provista de matrices de la cual sale la liacutenea formando una sola pieza || 2 Impr Arte de componer con esta maacutequina 13

Memorias de mis putas tristes 20 ______________________________________________________________________________________

A las siete de la noche fui invitado de honor al concierto de Jacques Thibault y Alfred Cortot en la sala de Bellas Artes con una interpretacioacuten gloriosa de la sonata para violiacuten y piano de Ceacutesar Frank y en el intermedio escucheacute elogios inverosiacutemiles El maestro Pedro Biava nuestro muacutesico enorme me llevoacute casi a rastras a los camerinos para presentarme a los inteacuterpretes Me ofusqueacute tanto que los feliciteacute por una sonata de Schumann que no habiacutean tocado y alguien me corrigioacute en puacuteblico de mala manera La impresioacuten de que habiacutea confundido las dos sonatas por ignorancia simple quedoacute sembrada en el ambiente local y agravada por una explicacioacuten aturdida con que trateacute de remendarla el domingo siguiente en mi resentildea criacutetica del concierto

Por primera vez en mi larga vida me sentiacute capaz de matar a alguien Volviacute a casa atormentado por el diablillo que sopla al oiacutedo las respuestas devastadoras que no dimos a tiempo y ni la lectura ni la muacutesica mitigaron mi rabia Por fortuna Rosa Cabarcasme sacoacute del desvariacuteo con un grito en el teleacutefono Estoy feliz con el perioacutedico porque no pensaba que cumpliacuteas noventa sino cien Le contesteacute encrespado iquestAsiacute de jodido me viste Al contrario dijo ella lo que me sorprendioacute fue verte tan bien Queacute bueno que no eres de los viejos verdes que se aumentan la edad para que los crean en buen estado Y cambioacute sin transicioacuten Te tengo tu cuelga Me sorprendioacute de veras iquestQueacute es La nintildea dijo ella

No me tomeacute ni un instante para pensar Gracias le dije pero esa vaina es agua pasada Ella siguioacute de largo Te la mando a tu casa envuelta en papel de China y hervida con palo de saacutendalo al bantildeo mariacutea todo gratis Me mantuve firme y ella se debatioacute en una explicacioacuten pedregosa que me parecioacute sincera Dijo que la nintildea estaba en tan mal estado aquel viernes por haber cosido doscientos botones con aguja y dedal Que era verdad su miedo a las violaciones sangrientas pero ya estaba instruida para el sacrificio Que en su noche conmigo se habiacutea levantado para ir al bantildeo y que yo estaba tan profundo que le dio laacutestima despertarme pero ya me habiacutea ido cuando volvioacute a despertar en la mantildeana Me indigneacute con lo que me parecioacute una mentira inuacutetil Bueno prosiguioacute Rosa Cabarcas aun si asiacute fuera la nintildea estaacute arrepentida Pobrecita la tengo aquiacute enfrente iquestQuieres que tela pase No por Dios le dije

Habiacutea empezado a escribir cuando llamoacute la secretaria del perioacutedico El mensaje era que el director queriacutea verme al diacutea siguiente a las once de la mantildeana Llegueacute puntual El estruendo de la restauracioacuten de la casa no pareciacutea soportable el aire estaba enrarecido por los martillazos el polvo de cemento y el humo de alquitraacuten pero la redaccioacuten habiacutea aprendido a pensar en la rutina del caos Las oficinas del director en cambio heladas y silentes permaneciacutean en un paiacutes ideal que no era el nuestro

El tercer Marco Tulio con un aire adolescente se puso de pie al verme entrar sin interrumpir una conversacioacuten telefoacutenica me estrechoacute la mano por encima del escritorio y me indicoacute que me sentara Llegueacute a pensar que no habiacutea nadie en el otro extremo de la liacutenea y que eacutel haciacutea la farsa para impresionarme pero pronto descubriacute que hablaba con el gobernador y era en verdad un diaacutelogo difiacutecil entre enemigos cordiales Ademaacutes creo que se esmeraba en parecer eneacutergico delante de miacute aunque al mismo tiempo se manteniacutea de pie mientras hablaba con la autoridad

Memorias de mis putas tristes 21 ______________________________________________________________________________________Se le notaba el vicio de la pulcritud Acababa de cumplir veintinueve antildeos con cuatro idiomas y tres maestriacuteas internacionales a diferencia del primer presidente vitalicio su abuelo paterno que se hizo periodista empiacuterico despueacutes de hacer una fortuna con la trata de blancas Teniacutea maneras faacuteciles se pasaba de apuesto y sereno y lo uacutenico que poniacutea en peligro su prestancia era una nota falsa en la voz Llevaba una chaqueta deportiva con una orquiacutedea viva en la solapa y cada cosa le sentaba como si fuera de su ser natural pero nada en eacutel estaba hecho para el clima de la calle sino para la primavera de sus oficinas Yo que habiacutea gastado casi dos horas para vestirme sentiacute el oprobio de la pobreza y me aumentoacute la rabia

Con todo el veneno mortal estaba en una foto panoraacutemica del personal de planta tomada en el XXV aniversario de la fundacioacuten del perioacutedico en la que sentildealaban con una crucecita sobre la cabeza a los que iban muriendo Yo era el tercero de la derecha con el sombrero canotier la corbata de nudo grande con una perla en el prendedor el primer mostacho de coronel civil que tuve hasta los cuarenta antildeos y los espejuelos metaacutelicos de seminarista preacutesbita que no me hicieron falta despueacutes del medio siglo Habiacutea visto esa foto colgada durante antildeos en distintas oficinas pero soacutelo entonces fui sensible a su mensaje de los cuarenta y ocho empleados originales soacutelo cuatro estaacutebamos vivos y el menor de nosotros cumpliacutea una condena de veinte antildeos por asesinato muacuteltiple

El director terminoacute la llamada me sorprendioacute mirando la foto y sonrioacute Las crucecitas no las puse yo dijo Me parecen de muy mal gusto Se sentoacute al escritorio y cambioacute de tono Permiacutetame decirle que usted es el hombre maacutes impredecible que he conocido Y ante mi sorpresa se adelantoacute a todo Lo digo por su renuncia Apenas acerteacute a decir Es toda una vida El replicoacute que justo por eso no era una solucioacuten pertinente La nota le pareciacutea magniacutefica y todo lo que deciacutea de la vejez era de lo mejor que habiacutea leiacutedo nunca y no teniacutea sentido terminarla con una decisioacuten que pareciacutea maacutes bien una muerte civil Por fortuna dijo el Abominable Hombre de las Nueve la leyoacute cuando ya estaba armada la paacutegina editorial y le parecioacute inadmisible Sin consultarlo con nadie la tachoacute de arriba abajo con su laacutepiz de Torquemada Cuando lo supe esta mantildeana ordeneacute mandar una nota de protesta a la Gobernacioacuten Era mi deber pero entre nos puedo decirle que estoy muy agradecido por la arbitrariedad del censor De modo que no estaba dispuesto a aceptar que suspendiera la nota Se lo suplico con toda el alma dijo No abandone el barco en altamar Y concluyoacute con un gran estilo Todaviacutea nos queda mucho por hablar de muacutesica

Lo vi tan decidido que no me atreviacute a agravar la discrepancia con un argumento de distraccioacuten El problema en realidad era que tampoco entonces encontraba un motivo decente para abandonar la noria y me aterrorizoacute la idea de decirle que siacute una vez maacutes soacutelo por ganar tiempo Tuve que reprimirme para que no se me notara la emocioacuten impuacutedica que me apremiaba las laacutegrimas Y otra vez como siempre quedamos en las mismas de siempre despueacutes de tantos antildeos

La semana siguiente presa de un estado que era maacutes de confusioacuten que de alegriacutea paseacute por el criadero a recoger el gato que me habiacutean regalado los impresores Tengo muy mala quiacutemica con los animales por lo mismo que la tengo con los nintildeos antes de que empiecen a hablar Me parecen mudos del alma No los odio pero no puedo soportarlos porque no aprendiacute a negociar con ellos Me parece contra natura que un hombre se entienda mejor con su perro que con su esposa que lo ensentildee a

JUAN CARLOS 161104
noria (Del aacuter hisp nalsquouacutera y este del aacuter claacutes nālsquoūrah infl por acequia y acenia) f Maacutequina compuesta de dos grandes ruedas engranadas que mediante cangilones sube el agua de los pozos acequias etc || 2 Pozo formado en forma comuacutenmente ovalada del cual se saca el agua con la maacutequina || 3 Artilugio de feria consistente en una gran rueda con asientos que gira verticalmente13

Memorias de mis putas tristes 22 ______________________________________________________________________________________comer y descomer a sus horas a contestar preguntas y a compartir sus penas Pero no recoger el gato de los tipoacutegrafos habriacutea sido un desaire Ademaacutes era un precioso ejemplar de angora de pelambre rosada y tersa y ojos iluminados cuyos maullidos pareciacutean a punto de ser palabras Me lo dieron en una canasta de mimbre con un certificado de su estirpe y un manual de uso como el de las bicicletas para armar

Una patrulla militar verificaba la identidad de los transeuacutentes antes de autorizar el paso por el parque de San Nicolaacutes Nunca habiacutea visto nada igual ni podiacutea imaginarme nada maacutes descorazonador como siacutentoma de mi vejez Era una patrulla de cuatro al mando de un oficial casi adolescente Los agentes eran hombres de paacuteramos duros y callados con un olor de establo El oficial los vigilaba a todos con las mejillas chapeadas de los andinos en la playa Despueacutes de revisar mi ceacutedula de identidad y mi credencial de prensa me preguntoacute queacute llevaba en la cesta Un gato le dije El quiso verlo Destapeacute la cesta con toda precaucioacuten por temor de que escapara pero un agente quiso ver si no habiacutea algo maacutes en el fondo y el gato le tiroacute un zarpazo El oficial se interpuso Es una joya de angora dijo Lo acaricioacute mientras murmuraba algo y el gato no lo agredioacute pero tampoco le hizo caso iquestCuaacutentos antildeos tiene preguntoacute No seacute le dije acaban de regalaacutermelo Se lo pregunto porque se ve que es muy viejo diez antildeos quizaacutes Quise preguntarle coacutemo lo sabiacutea y muchas cosas maacutes pero a despecho de sus buenas maneras y su habla florida no me sentiacutea con estoacutemago para hablar con eacutel Me parece que es un gato abandonado que ha pasado por muchas dijo Obseacutervelo no lo acomode a usted sino al contrario usted a eacutel y deacutejelo hasta que se gane su confianza Cerroacute la tapa de la cesta y me preguntoacute iquestEn queacute trabaja usted Soy periodista iquestDesde cuaacutendo Desde hace un siglo le dije No lo dudo dijo eacutel Me estrechoacute la mano y se despidioacute con un frase que lo mismo podiacutea ser un buen consejo que una amenaza

-Cuiacutedese mucho

Al mediodiacutea desconecteacute el teleacutefono para refugiarme en la muacutesica con un programa exquisito la rapsodia para clarinete y orquesta de Wagner la de saxofoacuten de Debussy y el quinteto para cuerdas de Bruckner que es un remanso edeacutenico en el cataclismo de su obra Y de pronto me encontreacute envuelto en las tinieblas del estudio Sentiacute deslizarse debajo de mi mesa algo que no me parecioacute un cuerpo vivo sino una presencia sobrenatural que me rozoacute los pies y salteacute con un grito Era el gato con la hermosa cola empenachada su lentitud misteriosa y su estirpe miacutetica y no pude evitar el escalofriacuteo de estar solo en la casa con un ser vivo que no fuera humano

Cuando dieron las siete en la catedral habiacutea una estrella sola y liacutempida en el cielo color de rosas un buque lanzoacute un adioacutes desconsolado y sentiacute en la garganta el nudo gordiano de todos los amores que pudieron haber sido y no fueron No soporteacute maacutes Descolgueacute el teleacutefono con el corazoacuten en la boca marqueacute los cuatro nuacutemeros muy despacio para no equivocarme y al tercer timbrazo reconociacute la voz Bueno mujer le dije con un suspiro de alivio Perdoacutename el berrinche de esta mantildeana Ella tranquila No te preocupes estaba esperando tu llamada Le advertiacute Quiero que la nintildea me espere como Dios la echoacute al mundo y sin barnices en la cara Ella hizo su risa gutural Lo que tuacute digas dijo pero te pierdes el gusto de encuerar la pieza por pieza como les encanta a los viejos no seacute por queacute Yo siacute seacute le dije Porque se estaacuten volviendo cada vez maacutes viejos Ella lo dio por hecho

JUAN CARLOS 161104
gordiano (De Gordio rey de Frigia) V nudo
JUAN CARLOS 161104
paacuteramo (Del lat parămus voz de or prerromano) m Terreno yermo raso y desabrigado || 2 Lugar sumamente friacuteo y desamparado || 3 Col y Ecuad llovizna 13

Memorias de mis putas tristes 23 ______________________________________________________________________________________-Estaacute bien -dijo- entonces esta noche a las diez en punto antes de que se enfriacutee la pescada

Memorias de mis putas tristes 24 ______________________________________________________________________________________

3

iquestCoacutemo podiacutea llamarse La duentildea no me lo habiacutea dicho Cuando me hablaba de ella soacutelo deciacutea la nintildea Y yo lo habiacutea convertido en un nombre de pila como la nintildea de los ojos o la carabela menor Ademaacutes Rosa Cabarcas poniacutea a sus pupilas un nombre distinto para cada cliente A miacute me divertiacutea adivinarlos por las caras y desde el principio estuve seguro de que la nintildea teniacutea uno largo como Filomena Saturnina o Nicolasa En eacutesas estaba cuando ella se dio media vuelta en la cama y quedoacute de espaldas a miacute y me parecioacute que habiacutea dejado un charco de sangre del tamantildeo y la forma del cuerpo Fue un sobresalto instantaacuteneo hasta que comprobeacute que era la humedad del sudor en la saacutebana

Rosa Cabarcas me habiacutea aconsejado que la tratara con cautela pues auacuten le duraba el susto de la primera vez Es maacutes creo que la misma solemnidad del rito le habiacutea agravado el miedo y habiacutean tenido que aumentarle la dosis de valeriana pues dormiacutea con tal placidez que habriacutea sido una laacutestima despertarla sin arrullos De modo que empeceacute a secarla con la toalla mientras le cantaba en susurros la cancioacuten de Delgadina la hija menor del rey requerida de amores por su padre A medida que la secaba ella iba mostraacutendome los flancos sudados al compaacutes de mi canto Delgadina Delgadina tuacute seras mi prenda amada Fue un placer sin liacutemites pues ella volviacutea a sudar por un costado cuando acababa de secarla por el otro para que la cancioacuten no terminara nunca Levaacutentate Delgadina ponte tu falda de seda le cantaba al oiacutedo Al final cuando los criados del rey la encontraron muerta de sed en su cama me parecioacute que mi nintildea habiacutea estado a punto de despertar al escuchar el nombre Asiacute que era ella Delgadina

Volviacute a la cama con mis calzoncillos de besos estampados y me tendiacute junto a ella Dormiacute hasta las cinco al arrullo de su respiracioacuten apacible Me vestiacute a toda prisa sin lavarme y soacutelo entonces vi la sentencia escrita con laacutepiz labial en el espejo del lavabo El tigre no come lejos Seacute que no estaba la noche anterior y nadie podiacutea haber entrado en el cuarto de modo que la entendiacute como la cuelga del diablo Un trueno terroriacutefico me sorprendioacute en la puerta y el cuarto se llenoacute del olor premonitorio de la tierra mojada No tuve tiempo para escapar ileso Antes de que encontrara un taxi se precipitoacute un aguacero grande de los que suelen desordenar la ciudad entre mayo y octubre pues las calles de arenas ardientes que bajan hacia el riacuteo se convierten en torrenteras que arrastran cuanto encuentran a su paso Las aguas de aquel septiembre raro despueacutes de tres meses de sequiacutea podiacutean ser tan providenciales como devastadoras

Memorias de mis putas tristes 25 ______________________________________________________________________________________Desde que abriacute la puerta de casa me salioacute al encuentro la sensacioacuten fiacutesica de que no estaba solo Alcanceacute a ver el celaje del gato que saltoacute del sofaacute y se escabulloacute por el balcoacuten En su plato quedaban las sobras de una comida que yo no le habiacutea servido La peste de sus orines rancios y su caca caliente habiacutean contaminado todo Me habiacutea dedicado a estudiarlo como estudieacute el latiacuten El manual deciacutea que los gatos escarban en la tierra para esconder su estieacutercol y que en las casas sin patio como eacutesta lo hariacutean en las macetas de plantas o en cualquier otro escondrijo Lo apropiado era prepararles desde el primer diacutea una caja con arena para orientarles el haacutebito y asiacute lo hice Tambieacuten deciacutea que lo primero que hacen en casa nueva es marcar su territorio orinando por todas partes y aqueacutel pudo ser el caso pero el manual no deciacutea coacutemo remediarlo Seguiacutea sus trazas para familiarizarme con sus haacutebitos originales pero no di con sus escondites secretos sus sitios de reposo las causas de sus humores volubles Quise ensentildearlo a comer en sus horas a usar la cajita de arena en la terraza a no subirse en mi cama mientras yo dormiacutea ni a olisquear los alimentos en la mesa y no pude hacerle entender que la casa era suya por derecho propio y no como un botiacuten de guerra De modo que lo dejeacute a su aire

Al atardecer enfrenteacute el aguacero cuyos vientos huracanados amenazaban con desquiciar la casa Sufriacute un ataque de estornudos sucesivos me doliacutea el craacuteneo y teniacutea fiebre pero me sentiacutea poseiacutedo por una fuerza y una determinacioacuten que nunca tuve a ninguna edad y por ninguna causa Puse calderos en el piso para recoger las goteras y me di cuenta de que habiacutean aparecido otras nuevas desde el invierno anterior La maacutes grande habiacutea empezado a inundar el flanco derecho de la biblioteca Me apresureacute a rescatar a los autores griegos y latinos que viviacutean por aquel rumbo pero al quitar los libros encontreacute un chorro de alta presioacuten que saliacutea de un tubo roto en el fondo del muro Lo amordaceacute con trapos hasta donde pude para darme el tiempo de salvar los libros El estreacutepito del agua y el aullido del viento arreciaron en el parque De pronto un relaacutempago fantasmal y su trueno simultaacuteneo impregnaron el aire de un fuerte olor de azufre el viento desbaratoacute las vidrieras del balcoacuten y la tremenda borrasca de mar rompioacute los cerrojos y se metioacute dentro de la casa Sin embargo antes de diez minutos escampoacute de un tajo Un sol espleacutendido secoacute las calles llenas de escombros varados y volvioacute el calor

Cuando pasoacute el aguacero seguiacutea con la sensacioacuten de que no estaba solo en la casa Mi uacutenica explicacioacuten es que asiacute como los hechos reales se olvidan tambieacuten algunos que nunca fueron pueden estar en los recuerdos como si hubieran sido Pues si evocaba la emergencia del aguacero no me veiacutea a miacute mismo solo en la casa sino siempre acompantildeado por Delgadina La habiacutea sentido tan cerca en la noche que percibiacutea el rumor de su aliento en el dormitorio y los latidos de su mejilla en mi almohada Soacutelo asiacute entendiacute que hubieacuteramos podido hacer tanto en tan poco tiempo Me recordaba subido en el escabel de la biblioteca y la recordaba a ella despierta con su trajecito de flores recibiendo los libros para ponerlos a salvo La veiacutea correr de un lado al otro de la casa batallando con la tormenta empapada de lluvia con el agua a los tobillos Recordaba coacutemo preparoacute al diacutea siguiente un desayuno que nunca fue y puso la mesa mientras yo secaba los pisos y poniacutea orden en el naufragio de la casa Nunca olvideacute su mirada sombriacutea mientras desayunaacutebamos iquestPor queacute me conociste tan viejo Le contesteacute la verdad La edad no es la que uno tiene sino la que uno siente

Desde entonces la tuve en la memoria con tal nitidez que haciacutea de ella lo que queriacutea Le cambiaba el color de los ojos seguacuten mi estado de aacutenimo color de agua al

JUAN CARLOS 161104
escabel (Quizaacute del cat ant escabell y este del lat scabellum) m Tarima pequentildea que se pone delante de la silla para que descansen los pies de quien estaacute sentado || 2 Asiento pequentildeo hecho de tablas sin respaldo || 3 Persona o circunstancia de que alguien se aprovecha para medrar por lo general ambiciosamente13

Memorias de mis putas tristes 26 ______________________________________________________________________________________despertar color de almiacutebar cuando reiacutea color de lumbre cuando la contrariaba La vestiacutea para la edad y la condicioacuten que conveniacutean a mis cambios de humor novicia enamorada a los veinte antildeos puta de saloacuten a los cuarenta reina de Babilonia a los setenta santa a los cien Cantaacutebamos duetos de amor de Puccini boleros de Agustiacuten Lara tangos de Carlos Gardel y comprobaacutebamos una vez maacutes que quienes no cantan no pueden imaginar siquiera lo que es la felicidad de cantar Hoy seacute que no fue una alucinacioacuten sino un milagro maacutes del primer amor de mi vida a los noventa antildeos

Cuando la casa estuvo en orden llameacute a Rosa Cabarcas iexclDios Santo exclamoacute al oiacuter mi voz creiacute que te habiacuteas ahogado No podiacutea entender que hubiera vuelto a pasar la noche con la nintildea sin tocarla Tienes todo el derecho de que no te guste pero al menos poacutertate como un adulto Trateacute de explicarle pero ella cambioacute el tema sin transicioacuten De todos modos te tengo vista otra un poco mayor bella y tambieacuten virgen Su papaacute quiere cambiarla por una casa pero se puede discutir un descuentoSe me heloacute el corazoacuten Ni maacutes faltaba protesteacute asustado quiero la misma y como siempre sin fracasos sin peleas sin malos recuerdos Hubo un silencio en la liacutenea y por fin la voz sumisa con que dijo como para siacute misma Bueno esto debe ser lo que los meacutedicos llaman demencia senil

Fui a las diez de la noche con un chofer conocido por la extrantildea virtud de no hacer preguntas Lleveacute un ventilador portaacutetil y un cuadro de Orlando Rivera el querido Figurita y un martillo y un clavo para colgarlo En el camino hice una parada para comprar cepillos de dientes pasta dentiacutefrica jaboacuten de olor Agua de Florida tabletas de regaliz Quise llevar tambieacuten un buen florero y un ramo de rosas amarillas para conjurar la pava de las flores de papel pero no encontreacute nada abierto y tuve que robarme en un jardiacuten privado un ramo de astromelias recieacuten nacidas

Por instrucciones de la duentildea llegueacute desde entonces por la calle de atraacutes del lado del acueducto para que nadie me viera entrar por el portoacuten del huerto El chofer me previno Cuidado sabio en esa casa matan Le contesteacute Si es por amor no importa El patio estaba en tinieblas pero habiacutea luces de vida en las ventanas y un revoltijo de muacutesicas en los seis cuartos En el miacuteo a volumen maacutes alto distinguiacute la voz caacutelida de don Pedro Vargas el tenor de Ameacuterica con un bolero de Miguel Matamoros Sentiacute que iba a morir Empujeacute la puerta con la respiracioacuten desbaratada y vi a Delgadina en la cama como en mis recuerdos desnuda y dormida en santa paz del lado del corazoacuten

Antes de acostarme arregleacute el tocador puse el ventilador nuevo en lugar del oxidado y colgueacute el cuadro donde ella pudiera verlo desde la cama Me acosteacute a su lado y la reconociacute palmo a palmo Era la misma que andaba por mi casa las mismas manos que me reconociacutean al tacto en la oscuridad los mismos pies de pasos tenues que se confundiacutean con los del gato el mismo olor del sudor de mis saacutebanas el dedo del dedal Increiacuteble vieacutendola y tocaacutendola en carne y hueso me pareciacutea menos real que en mis recuerdos

Hay un cuadro en la pared de enfrente le dije Lo pintoacute Figurita un hombre a quien quisimos mucho el mejor bailariacuten de burdeles que existioacute jamaacutes y de tan buen corazoacuten que le teniacutea laacutestima al diablo Lo pintoacute con barniz de buques en el lienzo chamuscado de un avioacuten que se estrelloacute en la Sierra Nevada de Santa Marta y con pinceles fabricados por eacutel con pelos de su perro La mujer pintada es una monja que

Memorias de mis putas tristes 27 ______________________________________________________________________________________secuestroacute de un convento y se casoacute con ella Aquiacute lo dejo para que sea lo primero que veas al despertar

No habiacutea cambiado de posicioacuten cuando apagueacute la luz a la una de la madrugada y su respiracioacuten era tan tenue que le tomeacute el pulso para sentirla viva La sangre circulaba por sus venas con la fluidez de una cancioacuten que se ramificaba hasta los aacutembitos maacutes recoacutenditos de su cuerpo y volviacutea al corazoacuten purificada por el amor

Antes de irme al amanecer dibujeacute en un papel las liacuteneas de su mano y se las di a leer a la Diva Sahibiacute para conocer su alma Y fue asiacute una persona que soacutelo dice lo que piensa Es perfecta para trabajos manuales Tiene contacto con alguien que ya murioacute y del cual espera ayuda pero estaacute equivocada la ayuda que busca estaacute al alcance de su mano No ha tenido ninguna unioacuten pero va a morir mayor y casada Ahora tiene un hombre moreno que no ha de ser el de su vida Puede tener ocho hijos pero se va a decidir soacutelo por tres A los treinta y cinco antildeos si hace lo que le indique el corazoacuten y no la mente va a manejar mucho dinero y a los cuarenta recibiraacute una herencia Va a viajar mucho Tiene doble vida y doble suerte y puede influir sobre su propio destino Le gusta probar todo por curiosidad pero va a arrepentirse si no se orienta por el corazoacuten

Atormentado de amor hice reparar los estragos de la borrasca y aprovecheacute para hacer otros muchos remiendos que veniacutea demorando desde antildeos por insolvencia o por desidia Reorganiceacute la biblioteca en el orden en que habiacutea leiacutedo los libros Por uacuteltimo remateacute la pianola como reliquia histoacuterica con sus maacutes de cien rollos de claacutesicos y compreacute un tocadiscos usado pero mejor que el miacuteo con parlantes de alta fidelidad que engrandecieron el aacutembito de la casa Quedeacute al borde de la ruina pero bien compensado por el milagro de estar vivo a mi edad

La casa renaciacutea de sus cenizas y yo navegaba en el amor de Delgadina con una intensidad y una dicha que nunca conociacute en mi vida anterior Gracias a ella me enfrenteacute por vez primera con mi ser natural mientras transcurriacutean mis noventa antildeos Descubriacute que mi obsesioacuten de que cada cosa estuviera en su puesto cada asunto en su tiempo cada palabra en su estilo no era el premio merecido de una mente en orden sino al contrario todo un sistema de simulacioacuten inventado por miacute para ocultar el desorden de mi naturaleza Descubriacute que no soy disciplinado por virtud sino como reaccioacuten contra mi negligencia que parezco generoso por encubrir mi mezquindad que me paso de prudente por mal pensado que soy conciliador para no sucumbir a mis coacuteleras reprimidas que soacutelo soy puntual para que no se sepa cuan poco me importa el tiempo ajeno Descubriacute en fin que el amor no es un estado del alma sino un signo del zodiacuteaco

Me volviacute otro Trateacute de releer los claacutesicos que me orientaron en la adolescencia y no pude con ellos Me sumergiacute en las letras romaacutenticas que repudieacute cuando mi madre quiso imponeacutermelas con mano dura y por ellas tomeacute conciencia de que la fuerza invencible que ha impulsado al mundo no son los amores felices sino los contrariados Cuando mis gustos en muacutesica hicieron crisis me descubriacute atrasado y viejo y abriacute mi corazoacuten a las delicias del azar

Me pregunto coacutemo pude sucumbir en este veacutertigo perpetuo que yo mismo provocaba y temiacutea Flotaba entre nubes erraacuteticas y hablaba conmigo mismo ante el espejo con la vana ilusioacuten de averiguar quieacuten soy Era tal mi desvariacuteo que en una manifestacioacuten

Memorias de mis putas tristes 28 ______________________________________________________________________________________estudiantil con piedras y botellas tuve que sacar fuerzas de flaqueza para no ponerme al frente con un letrero que consagrara mi verdad Estoy loco de amor

Obnubilado por la evocacioacuten inclemente de Delgadina dormida cambieacute sin la menor malicia el espiacuteritu de mis notas dominicales Fuera cual fuera el asunto las escribiacutea para ella las reiacutea y las lloraba para ella y en cada palabra se me iba la vida En lugar de la foacutermula de gacetilla tradicional que tuvieron desde siempre las escribiacute como cartas de amor que cada quien podiacutea hacer suyas Propuse en el perioacutedico que el texto no se alzara en linotipo sino que fuera publicado con mi caligrafiacutea florentina Al jefe de redaccioacuten coacutemo no le parecioacute otro acceso de vanidad senil pero el director general lo convencioacute con una frase que todaviacutea anda suelta por la redaccioacuten

-No se equivoque los loquitos mansos se adelantan al porvenir

La respuesta puacuteblica fue inmediata y entusiasta con numerosas cartas de lectores enamorados Algunas las leiacutean en los noticieros de radio con urgencias de uacuteltima hora y se hicieron copias en mimeoacutegrafos o papel carboacuten que vendiacutean como cigarrillos de contrabando en las esquinas de la calle San Blas Desde el principio fue evidente que obedeciacutean a las ansias de expresarme pero me hice a la costumbre de tomarlas en cuenta al escribir y siempre con la voz de un hombre de noventa antildeos que no aprendioacute a pensar como viejo La comunidad intelectual como de soacutelito se mostroacute timorata y dividida y hasta los grafoacutelogos menos pensados montaron controversias por los anaacutelisis erraacuteticos de mi caligrafiacutea Fueron ellos los que dividieron los aacutenimos recalentaron la poleacutemica y pusieron de moda la nostalgia

Antes del fin del antildeo me habiacutea arreglado con Rosa Cabarcas para dejar en el cuarto el abanico eleacutectrico los recursos del tocador y lo que siguiera llevando en el futuro para hacerlo vivible Llegaba a las diez siempre con algo nuevo para ella o para gusto de ambos y dedicaba unos minutos a sacar la utileriacutea escondida para armar el teatro de nuestras noches Antes de irme nunca maacutes tarde de las cinco volviacutea a asegurar todo bajo llave La alcoba quedaba entonces tan escuaacutelida como fue en sus oriacutegenes para los amores tristes de los clientes casuales Una mantildeana oiacute que Marcos Peacuterez la voz maacutes escuchada de la radio desde el amanecer habiacutea decidido leer mi nota dominical en su noticiero de los lunes Cuando pude reprimir la naacuteusea dije sobrecogido Ya lo sabes Delgadina la fama es una sentildeora muy gorda que no duerme con uno pero cuando uno despierta estaacute siempre miraacutendonos frente a la cama

Uno de esos diacuteas me quedeacute a desayunar con Rosa Cabarcas que empezaba a parecerme menos decreacutepita a pesar del luto severo y del bonete negro que ya le tapaba las cejas Sus desayunos teniacutean fama de espleacutendidos con una carga de pimienta que me haciacutea llorar Al primer bocado de fuego vivo le dije bantildeado en laacutegrimas Esta noche no me haraacute falta la luna llena para que me arda el culo No te quejes dijo ella Si te arde es porque todaviacutea lo tienes a Dios gracias

Se sorprendioacute cuando mencioneacute el nombre de Delgadina No se llama asiacute dijo se llama No me lo digas la interrumpiacute para miacute es Delgadina Ella se encogioacute de hombros Bueno al fin y al cabo es tuya pero me parece un nombre de diureacutetico Le conteacute lo del letrero del tigre que la nintildea habiacutea escrito en el espejo No pudo ser ella

JUAN CARLOS 161104
timorato ta (Del lat timorātus) adj Tiacutemido indeciso encogido || 2 Dicho de una persona Que se escandaliza con exageracioacuten de cosas que no le parecen conformes a la moral convencional || 3 Que tiene temor de Dios y se gobierna por eacutel en sus operaciones
JUAN CARLOS 161104
obnubilar (Del lat obnubilāre) tr nublar (ǁ ofuscar o confundir) U t c prnl || 2 embelesar U t c prnl || 3 nublar (ǁ enturbiar la visioacuten) U t c prnl

Memorias de mis putas tristes 29 ______________________________________________________________________________________dijo Rosa porque no sabe leer ni escribir iquestEntonces quieacuten Ella se encogioacute de hombros Puede ser de alguien que se murioacute en el cuarto

Yo aprovechaba aquellos desayunos para desahogarme con Rosa Cabarcas y le pediacutea favores miacutenimos para el bienestar y el buen ver de Delgadina Me los concediacutea sin pensarlo con una picardiacutea de colegiala iexclQueacute risa me dijo por aquellos diacuteas Me siento como si me estuvieras pidiendo su mano Y a propoacutesito se le ocurrioacute iquestpor queacute no te casas con ella Me quedeacute de una pieza En serio insistioacute te sale maacutes barato Al fin y al cabo el problema a tu edad es servir o no servir pero ya me dijiste que lo tienes resuelto Le saliacute al paso El sexo es el consuelo que uno tiene cuando no le alcanza el amor

Ella soltoacute la risa Ay mi sabio siempre supe que eres muy hombre que siempre lo fuiste y me alegra que lo sigas siendo mientras tus enemigos entregan las armas Con razoacuten se habla tanto de ti iquestOiacuteste a Marcos Peacuterez Todo el mundo lo oye le dije para cortar el tema Pero ella insistioacute Tambieacuten el profesor Camacho y Cano en La hora de todo un poco dijo ayer que el mundo ya no es lo que era porque no quedan muchos hombres como tuacute

Aquel fin de semana encontreacute a Delgadina con fiebre y tos Desperteacute a Rosa Cabarcas para que me diera alguacuten remedio casero y me llevoacute al cuarto un botiquiacuten de primeros auxilios Dos diacuteas despueacutes Delgadina seguiacutea postrada y no habiacutea podido volver a su rutina de pegar botones El meacutedico le habiacutea prescrito un tratamiento casero para una gripa comuacuten que cederiacutea en una semana pero se alarmoacute por su estado general de desnutricioacuten Dejeacute de verla y sentiacute que me haciacutea falta y aprovecheacute para arreglar el cuarto sin ella

Lleveacute tambieacuten un dibujo a pluma de Cecilia Porras para Todos estaacutebamos a la espera el libro de cuentos de Alvaro Cepeda Lleveacute los seis tomos de Juan Cristoacutebal de Romain Rolland para pastorear mis vigilias De modo que cuando Delgadina pudo volver a la habitacioacuten la encontroacute digna de una felicidad sedentaria el aire purificado con un insecticida aromaacutetico paredes color de rosa laacutemparas matizadas flores nuevas en los floreros mis libros favoritos los buenos cuadros de mi madre colgados de otro modo seguacuten los gustos de hoy Habiacutea cambiado el viejo radio por uno de onda corta que manteniacutea sintonizado en un programa de muacutesica culta para que Delgadina aprendiera a dormir con los cuartetos de Mozart pero una noche lo encontreacute en una estacioacuten especializada en boleros de moda Era el gusto de ella sin duda y lo asumiacute sin dolor pues tambieacuten yo lo habiacutea cultivado con el corazoacuten en mis mejores diacuteas Antes de volver a casa al diacutea siguiente escribiacute en el espejo con el laacutepiz de labios Nintildea miacutea estamos solos en el mundo

Por esa eacutepoca tuve la rara impresioacuten de que se estaba volviendo mayor antes de tiempo Se lo comenteacute a Rosa Cabarcas y a ella le parecioacute natural Cumple quince antildeos el cinco de diciembre me dijo Una Sagitario perfecta Me inquietoacute que fuera tan real como para cumplir antildeos iquestQueacute podriacutea regalarle Una bicicleta dijo Rosa Cabarcas Tiene que atravesar la ciudad dos veces al diacutea para ir a pegar botones Me mostroacute en la trastienda la bicicleta que usaba y de verdad me parecioacute un cacharro indigno de una mujer tan bien amada Sin embargo me conmovioacute como la prueba tangible de que Delgadina existiacutea en la vida real

Memorias de mis putas tristes 30 ______________________________________________________________________________________Cuando fui a comprar la mejor bicicleta para ella no pude resistir la tentacioacuten de probarla y di algunas vueltas casuales en la rampa del almaceacuten Al vendedor que me preguntoacute la edad le contesteacute con la coqueteriacutea de la vejez Voy a cumplir noventa y uno El empleado dijo justo lo que yo queriacutea Pues representa veinte menos Yo mismo no entendiacutea coacutemo conservaba la praacutectica del colegio y me sentiacute colmado por un gozo radiante Empeceacute a cantar Primero para miacute mismo en voz baja y despueacutes a todo pecho con iacutenfulas del gran Caruso por entre los bazares abigarrados y el traacutefico demente del mercado puacuteblico La gente me miraba divertida me gritaban me incitaban a participar en la Vuelta a Colombia en silla de ruedas Yo les haciacutea con la mano un saludo de navegante feliz sin interrumpir la cancioacuten Esa semana en homenaje a Diciembre escribiacute otra nota atrevida Coacutemo ser feliz en bicicleta a los noventa antildeos

La noche de su cumpleantildeos le canteacute a Delgadina la cancioacuten completa y la beseacute por todo el cuerpo hasta quedarme sin aliento la espina dorsal veacutertebra por veacutertebra hasta las nalgas laacutenguidas el costado del lunar el de su corazoacuten inagotable A medida que la besaba aumentaba el calor de su cuerpo y exhalaba una fragancia montuna Ella me respondioacute con vibraciones nuevas en cada pulgada de su piel y en cada una encontreacute un calor distinto un sabor propio un gemido nuevo y toda ella resonoacute por dentro con un arpegio y sus pezones se abrieron en flor sin tocarlos Empezaba a adormecerme en la madrugada cuando sentiacute como un rumor de muchedumbres en el mar y un paacutenico de los aacuterboles que me atravesaron el corazoacuten Entonces fui al bantildeo y escribiacute en el espejo Delgadina de mi vida llegaron las brisas de Navidad Uno de mis recuerdos maacutes felices fue un trastorno que sentiacute una mantildeana como aqueacutella al salir de la escuela iquestQueacute me pasa La maestra me dijo alelada Ay nintildeo iquestno ves que son las brisas Ochenta antildeos despueacutes volviacute a sentirlo cuando me desperteacute en la cama de Delgadina y era el mismo diciembre que volviacutea puntual con sus cielos diaacutefanos las tormentas de arena los torbellinos callejeros que Desentechaban casas y les alzaban las faldas a las colegialas La ciudad adquiriacutea por entonces una resonancia fantasmal En noches de brisa podiacutean escucharse los gritos del mercado puacuteblico hasta en los barrios maacutes altos como si estuvieran a la vuelta de la esquina No era raro entonces que las raacutefagas de diciembre nos permitieran encontrar por sus voces a los amigos desperdigados en burdeles remotos

Sin embargo tambieacuten con las brisas me llegoacute la mala noticia de que Delgadina no podiacutea pasar las navidades conmigo sino con su familia Si algo detesto en este mundo son las fiestas obligatorias en que la gente llora porque estaacute alegre los fuegos de artificio los villancicos lelos las guirnaldas de papel crespoacuten que nada tienen que ver con un nintildeo que nacioacute hace dos mil quinientos antildeos en una caballeriza indigente Sin embargo cuando llegoacute la noche no pude resistir la nostalgia y me fui al cuarto sin ella Dormiacute bien y desperteacute junto a un oso de peluche que caminaba en dos patas como si fuera polar y una tarjeta que deciacutea Para el papaacute feo Rosa Cabarcas me habiacutea dicho que Delgadina estaba aprendiendo a leer con mis clases escritas en el espejo y su buena letra me parecioacute admirable Pero ella misma me defraudoacute con la noticia peor de que el oso era un regalo suyo asiacute que la noche de Antildeo Nuevo me quedeacute en mi casa y en mi cama desde las ocho y me dormiacute sin amarguras Fui feliz porque al toque de las doce entre los repiques furiosos de las campanas las sirenas de faacutebricas y bomberos los lamentos de los

JUAN CARLOS 161104
abigarrado da (Del part de abigarrar) adj De varios colores mal combinados || 2 Heterogeacuteneo reunido sin concierto Un extrantildeo y abigarrado libro Una multitud abigarrada 13

Memorias de mis putas tristes 31 ______________________________________________________________________________________buques las descargas de poacutelvora los cohetes sentiacute que Delgadina entroacute en punta de pies se acostoacute a mi lado y me dio un beso Tan real que me quedoacute en la boca su olor de regaliz

Memorias de mis putas tristes 32 ______________________________________________________________________________________

4A principios del nuevo antildeo empezaacutebamos a conocernos como si vivieacuteramos juntos y despiertos pues yo habiacutea encontrado un tono de voz cauteloso que ella oiacutea sin despertar y me contestaba con un lenguaje natural del cuerpo Sus estados de aacutenimo se le notaban en el modo de dormir De exhausta y montaraz que habiacutea sido al principio fue hacieacutendose a una paz interior que embelleciacutea su rostro y enriqueciacutea su suentildeo Le contaba mi vida le leiacutea al oiacutedo los borradores de mis notas dominicales en las que estaba ella sin decirlo y soacutelo ella

Por esa eacutepoca le dejeacute en la almohada unos zarcillos de esmeraldas que fueron de mi madre Los llevoacute puestos en la cita siguiente y no le luciacutean Le lleveacute despueacutes unos pendientes maacutes adecuados para el color de su piel Le expliqueacute Los primeros que te traje no te quedaban bien por tu tipo y el corte del cabello Estos te iraacuten mejor No llevoacute ninguno en las dos citas siguientes pero a la tercera se puso los que le habiacutea indicado Asiacute empeceacute a entender que no obedeciacutea a mis oacuterdenes pero aguardaba la ocasioacuten para complacerme Por esos diacuteas me sentiacute tan habituado a aquel geacutenero de vida domeacutestica que no seguiacute durmiendo desnudo sino que lleveacute las piyamas de seda china que habiacutea dejado de usar por no tener para quieacuten quitaacutermelas

Empeceacute a leerle El principito de Saint-Exupeacutery un autor franceacutes que el mundo entero admira maacutes que los franceses Fue el primero que la entretuvo sin despertarla hasta el punto de que tuve que ir dos diacuteas continuos para acabar de leeacuterselo Seguimos con los Cuentos de Perrault la Historia sagrada Las mil y una noches en una versioacuten desinfectada para nintildeos y por las diferencias entre uno y otro me di cuenta de que su suentildeo teniacutea diversos grados de profundidad seguacuten su intereacutes por las lecturas Cuando sentiacutea que habiacutea tocado fondo apagaba la luz y me dormiacutea abrazado a ella hasta que cantaban los gallos

Me sentiacutea tan feliz que la besaba en los paacuterpados muy suave y una noche ocurrioacute como una luz en el cielo sonrioacute por primera vez Maacutes tarde sin ninguacuten motivo se revolvioacute en la cama me dio la espalda y dijo disgustada Fue Isabel la que hizo llorar a los caracoles Exaltado por la ilusioacuten de un diaacutelogo le pregunteacute en el mismo tono iquestDe quieacuten eran No contestoacute Su voz teniacutea un rastro plebeyo como si no fuera suya sino de alguien ajeno que llevaba dentro Toda sombra de duda desaparecioacute entonces de mi alma la preferiacutea dormida

Mi uacutenico problema era el gato Estaba inapetente y hurantildeo y llevaba dos diacuteas sin levantar cabeza en su rincoacuten habitual y me tiroacute un zarpazo de fiera herida cuando

JUAN CARLOS 161104
zarcillo1 (Del lat circellus circulito) m Pendiente arete13
JUAN CARLOS 161104
montaraz (De monte y -araz) adj Que anda o estaacute hecho a andar por los montes o se ha criado en ellos || 2 Se dice del genio y propiedades agrestes groseras y feroces || 3 m Guarda de montes o heredades || 4 Sal Mayordomo de campo capataz que tiene a su cargo las labores y los ganados

Memorias de mis putas tristes 33 ______________________________________________________________________________________quise ponerlo en su canasto de mimbre para que Damiana lo llevara con el veterinario Apenas logroacute someterlo y se lo llevoacute pataleando dentro de un saco de fique Al cabo de un rato me llamoacute desde el criadero para decirme que no habiacutea maacutes remedio que sacrificarlo y necesitaban mi orden iquestPor queacute Porque ya estaacute muy viejo dijo Damiana Penseacute con rabia que a miacute tambieacuten podiacutean asarme vivo en un horno de gatos Me sentiacute inerme entre dos fuegos no habiacutea aprendido a querer el gato pero tampoco teniacutea corazoacuten para ordenar que lo mataran soacutelo porque era viejoiquestDoacutende lo deciacutea el manual

El incidente me conmocionoacute tanto que escribiacute una nota para el domingo con un tiacutetulo usurpado a Neruda iquestEs el gato un miacutenimo tigre de saloacuten La nota dio origen a una nueva campantildea que otra vez dividioacute a los lectores en favor y en contra de los gatos En cinco diacuteas prevalecioacute la tesis de que podiacutea ser liacutecito sacrificar un gato por razones de salud puacuteblica pero no porque estuviera viejo

Despueacutes de la muerte de mi madre me desvelaba el terror de que alguien me tocara mientras dormiacutea Una noche la sentiacute pero su voz me devolvioacute el sosiego Figlio mioacute poveretto Volviacute a sentirlo una madrugada en el cuarto de Delgadina y me retorciacute de gozo creyendo que ella me habiacutea tocado Pero no era Rosa Cabarcas en la oscuridad Viacutestete y ven conmigo me dijo tengo un problema serio

Asiacute era y maacutes serio de lo que pude imaginar A uno de los clientes grandes de la casa lo habiacutean asesinado a puntildealadas en el primer cuarto del pabelloacuten El asesino habiacutea escapado El cadaacutever enorme desnudo pero con los zapatos puestos teniacutea una palidez de pollo al vapor en la cama empapada de sangre Lo reconociacute de entrada era JMB un banquero grande famoso por su apostura su simpatiacutea y su buen vestir y sobre todo por la pulcritud de su hogar Teniacutea en el cuello dos heridas moradas como labios y una zanja en el vientre que no habiacutea acabado de sangrar Todaviacutea no empezaba el rigor Maacutes que sus heridas me impresionoacute que teniacutea un preservativo puesto y al parecer sin usar en el sexo desmirriado por la muerte

Rosa Cabarcas no sabiacutea con quieacuten iba porque tambieacuten eacutel teniacutea el privilegio de entrar por el portoacuten del huerto No se descartaba la sospecha de que su pareja fuera otro hombre Lo uacutenico que la duentildea queriacutea de miacute era que la ayudara a vestir el cadaacutever Estaba tan segura que me inquietoacute la idea de que la muerte fuera para ella un asunto de cocina No hay nada maacutes difiacutecil que vestir a un muerto le dije Lo he hecho a pasto de Dios replicoacute ella Es faacutecil si alguien me lo sostiene Le hice ver iquestTe imaginas quieacuten va a creer en un cuerpo tasajeado a cuchilladas dentro de un vestido intacto de caballero ingleacutes

Tembleacute por Delgadina Lo mejor seraacute que te la lleves tuacute me dijo Rosa Cabarcas Primero muerto le dije con la saliva helada Ella lo percibioacute y no pudo ocultar su desdeacuten iexclEstaacutes temblando Por ella dije aunque soacutelo era verdad a medias Aviacutesale que se vaya antes de que llegue nadie De acuerdo dijo ella aunque a ti como periodista no te pasaraacute nada Ni a ti tampoco le dije con cierto rencor Eres el uacutenico liberal que manda en este gobierno

La ciudad codiciada por su naturaleza paciacutefica y su seguridad congeacutenita arrastraba la desgracia de un asesinato escandaloso y atroz cada antildeo Aqueacutel no lo fue La noticia oficial en titulares excesivos y parca en detalles deciacutea que al joven banquero lo habiacutean asaltado y muerto a cuchilladas en la carretera de Pradomar por motivos

Memorias de mis putas tristes 34 ______________________________________________________________________________________incomprensibles No teniacutea enemigos El comunicado del gobierno sentildealaba como presuntos asesinos a refugiados del interior del paiacutes que estaban desatando una oleada de delincuencia comuacuten extrantildea al espiacuteritu ciacutevico de la poblacioacuten En las primeras horas hubo maacutes de cincuenta detenidos

Acudiacute escandalizado con el redactor judicial un periodista tiacutepico de los antildeos veinte con visera de celuloide verde y ligas en las mangas que presumiacutea de anticiparse a los hechos Sin embargo soacutelo conociacutea unas hilachas sueltas del crimen y yo se las completeacute hasta donde me fue prudente Asiacute escribimos cinco cuartillas a cuatro manos para una noticia de ocho columnas en primera paacutegina atribuida al fantasma eterno de las fuentes que nos merecen entero creacutedito Pero al Abominable Hombre de las Nueve -el censor- no le tembloacute el pulso para imponer la versioacuten oficial de que habiacutea sido un asalto de bandoleros liberales Yo me laveacute la conciencia con un centildeo de pesadumbre en el entierro maacutes ciacutenico y concurrido del siglo

Cuando regreseacute a casa aquella noche llameacute a Rosa Cabarcas para averiguar queacute habiacutea pasado con Delgadina pero no contestoacute el teleacutefono en cuatro diacuteas Al quinto fui a su casa con los dientes apretados Las puertas estaban selladas pero no por la policiacutea sino por la Sanidad Nadie en el vecindario daba noticias de nada Sin ninguacuten indicio de Delgadina me di a una buacutesqueda encarnizada y a veces ridiacutecula que me dejoacute acezante Paseacute diacuteas enteros observando a las joacutevenes ciclistas desde los escantildeos de un parque polvoriento donde los nintildeos jugaban a encaramarse en la estatua descascarada de Simoacuten Boliacutevar Pasaban pedaleando como venadas bellas disponibles listas para ser atrapadas a la gallina ciega Cuando se me acaboacute la esperanza me refugieacute en la paz de los boleros Fue como un bebedizo emponzontildeado cada palabra era ella Siempre habiacutea necesitado el silencio para escribir porque mi mente atendiacutea maacutes a la muacutesica que a la escritura Entonces fue al reveacutes soacutelo pude escribir a la sombra de los boleros Mi vida se llenoacute de ella Las notas que escribiacute aquellas dos semanas fueron modelos en clave para cartas de amor El jefe de redaccioacuten contrariado con la avalancha de respuestas me pidioacute que moderara el amor mientras pensaacutebamos coacutemo consolar a tantos lectores enamorados

La falta de sosiego acaboacute con el rigor de mis diacuteas Despertaba a las cinco pero me quedaba en la penumbra del cuarto imaginando a Delgadina en su vida irreal de levantar a sus hermanos vestirlos para la escuela darles el desayuno si lo habiacutea y atravesar la ciudad en bicicleta para cumplir la condena de coser botones Me pregunteacute asombrado iquestQueacute piensa una mujer mientras pega un botoacuten iquestPensaba en miacute iquestTambieacuten ella buscaba a Rosa Cabarcas para dar conmigo Paseacute hasta una semana sin quitarme el mameluco de mecaacutenico ni de diacutea ni de noche sin bantildearme sin afeitarme sin cepillarme los dientes porque el amor me ensentildeoacute demasiado tarde que uno se arregla para alguien se viste y se perfuma para alguien y yo nunca habiacutea tenido para quieacuten Damiana creyoacute que estaba enfermo cuando me encontroacute desnudo en la hamaca a las diez de la mantildeana La vi con los ojos turbios de la codicia y la inviteacute a revolearnos desnudos Ella con un desprecio me dijo

-iquestYa pensoacute lo que va a hacer si le digo que siacute

Asiacute supe hasta queacute punto me habiacutea corrompido el sufrimiento No me reconociacutea a miacute mismo en mi dolor de adolescente No volviacute a salir de la casa por no descuidar el teleacutefono Escribiacutea sin descolgarlo y al primer timbrazo le saltaba encima pensando

Memorias de mis putas tristes 35 ______________________________________________________________________________________que pudiera ser Rosa Cabarcas Interrumpiacutea a cada rato lo que estuviera haciendo para llamarla e insistiacute diacuteas enteros hasta comprender que era un teleacutefono sin corazoacuten

Al volver a casa una tarde de lluvia encontreacute el gato enroscado en la escalinata del portoacuten Estaba sucio y maltrecho y con una mansedumbre de laacutestima El manual me hizo ver que estaba enfermo y seguiacute sus normas para alentarlo De golpe mientras descabezaba un suentildeecito de siesta me despabiloacute la idea de que pudiera conducirme a la casa de Delgadina Lo lleveacute en una bolsa de mercado hasta la tienda de Rosa Cabarcas que seguiacutea sellada y sin indicios de vida pero se revolvioacute en el talego con tanto iacutempetu que logroacute escapar saltoacute la tapia del huerto y desaparecioacute entre los aacuterboles Toqueacute al portoacuten con el puntildeo y una voz militar preguntoacute sin abrir iquestQuieacuten vive Gente de paz dije yo para no ser menos Ando en pos de la duentildea No hay duentildea dijo la voz Por lo menos aacutebrame para coger el gato insistiacute No hay gato dijo Pregunteacute iquestQuieacuten es usted

-Nadie -dijo la voz

Siempre habiacutea entendido que morirse de amor no era maacutes que una licencia poeacutetica Aquella tarde de regreso a casa otra vez sin el gato y sin ella comprobeacute que no soacutelo era posible morirse sino que yo mismo viejo y sin nadie estaba murieacutendome de amor Pero tambieacuten me di cuenta de que era vaacutelida la verdad contraria no habriacutea cambiado por nada del mundo las delicias de mi pesadumbre Habiacutea perdido maacutes de quince antildeos tratando de traducir los cantos de Leopardi y soacutelo aquella tarde los sentiacute a fondo Ay de miacute si es amor cuaacutento atormenta

Mi entrada al perioacutedico en mameluco y mal afeitado despertoacute ciertas dudas sobre mi estado mental La casa remodelada con cabinas individuales de vidrio y luces cenitales pareciacutea una cliacutenica de maternidad El clima artificial callado y confortable invitaba a hablar en susurros y caminar en puntillas En el vestiacutebulo como virreyes muertos estaban los retratos al oacuteleo de los tres directores vitalicios y las fotografiacuteas de visitantes ilustres La enorme sala principal estaba presidida por la fotografiacutea gigantesca de la redaccioacuten actual tomada la tarde de mi cumpleantildeos No pude evitar la comparacioacuten mental con la otra de mis treinta antildeos y una vez maacutes comprobeacute con horror que se envejece maacutes y peor en los retratos que en la realidad La secretaria que me habiacutea besado la tarde del cumpleantildeos me preguntoacute si estaba enfermo Fui feliz de contestarle la verdad para que no la creyera Enfermo de amor Ella dijo iexclLaacutestima que no sea por miacute Yo le correspondiacute el cumplido No esteacute tan segura

El redactor judicial salioacute de su cabina gritando que habiacutea dos cadaacuteveres de muchachas sin identificar en el anfiteatro municipal Le pregunteacute asustado iquestDe queacute edad Joacutevenes dijo eacutel Pueden ser refugiadas del interior perseguidas hasta aquiacute por matones del reacutegimen Respireacute aliviado La situacioacuten nos invade en silencio como una mancha de sangre dije El redactor judicial ya lejos gritoacute

-De sangre no maestro de mierda

Algo peor me ocurrioacute diacuteas despueacutes cuando una muchacha instantaacutenea con una canasta igual a la del gato pasoacute como un escalofriacuteo frente a la libreriacutea Mundo La perseguiacute a codazos por entre la muchedumbre en el fragor de las doce del diacutea Era muy bella de trancos largos y con una fluidez para abrirse camino entre el gentiacuteo

Memorias de mis putas tristes 36 ______________________________________________________________________________________que me costoacute trabajo alcanzarla Por fin la rebaseacute y la mireacute de frente Ella me apartoacute con la mano sin detenerse ni pedir perdoacuten No era la que creiacutea pero su altivez me dolioacute como si lo fuera Comprendiacute entonces que no seriacutea capaz de reconocer a Delgadina despierta y vestida ni ella podiacutea saber quieacuten era yo si nunca me habiacutea visto En un acto de locura tejiacute durante tres diacuteas doce pares de zapatitos azules y rosados para recieacuten nacidos tratando de darme valor para no escuchar ni cantar ni recordar las canciones que me recordaban a ella

La verdad era que no podiacutea con mi alma y empezaba a tomar conciencia de la vejez por mis flaquezas frente al amor Una prueba todaviacutea maacutes dramaacutetica la tuve cuando un autobuacutes de servicio puacuteblico arrolloacute una ciclista en el puro centro comercial Acababan de llevaacutersela en una ambulancia y la magnitud de la tragedia se apreciaba por el estado de chatarra en que quedoacute la bicicleta sobre un charco de sangre viva Pero mi impresioacuten no fue tanta por los destrozos de la bicicleta como por la marca el modelo y el color No podiacutea ser otra que la que yo mismo le habiacutea regalado a Delgadina

Los testigos coincidieron en que la ciclista herida era muy joven alta y delgada y con el cabello corto y rizado Aturdido tomeacute el primer taxi que pasoacute y me hice llevar al hospital de Caridad un viejo edificio de muros ocres que pareciacutea una caacutercel encallada en un arenal Necesiteacute media hora para entrar y otra maacutes para salir de un patio fragante de aacuterboles frutales donde una mujer atribulada se me atravesoacute en el camino me miroacute a los ojos y exclamoacute

-Yo soy la que no buscas

Soacutelo entonces recordeacute que era alliacute donde viviacutean en libertad los internos mansos del manicomio municipal Tuve que identificarme como periodista ante la direccioacuten del hospital para que un enfermero me condujera al pabelloacuten de urgencias En elcuaderno de ingresos estaban los datos Rosalba Riacuteos dieciseacuteis antildeos sin oficio conocido Diagnoacutestico conmocioacuten cerebral Pronoacutestico reservado Pregunteacute al jefe del pabelloacuten si podiacutea verla con la esperanza iacutentima de que me dijeran que no pero me llevaron encantados por si queriacutea escribir sobre el estado de abandono del hospital

Atravesamos una sala abigarrada con un fuerte olor de aacutecido feacutenico y los enfermos apelotonados en las camas Al fondo en un cuarto solo tendida en una camilla metaacutelica estaba la que buscaacutebamos Teniacutea el craacuteneo cubierto de vendas la cara indescifrable gonfia y amoratada pero me bastoacute con verle los pies para saber que no era Soacutelo entonces se me ocurrioacute preguntarme iquestQueacute habriacutea hecho yo si hubiera sido ella

Todaviacutea enredado en las telarantildeas de la noche tuve el valor de ir el diacutea siguiente a la faacutebrica de camisas donde Rosa Cabarcas habiacutea dicho alguna vez que trabajaba la nintildea y le pediacute al propietario que nos mostrara sus instalaciones como modelo para un proyecto continental de las Naciones Unidas Era un libaneacutes paquideacutermico y taciturno que nos abrioacute las puertas de su reino con la ilusioacuten de ser un ejemplo universal

Trescientas joacutevenes de blusas blancas con la ceniza del mieacutercoles en la frente cosiacutean botones en la vasta nave iluminada Cuando nos vieron entrar se irguieron

Memorias de mis putas tristes 37 ______________________________________________________________________________________como colegialas y nos observaron de reojo mientras el gerente explicaba sus aportes al arte inmemorial de pegar botones Yo escrutaba las caras de cada una con el pavor de descubrir a Delgadina vestida y despierta Pero fue una de ellas la que me descubrioacute a miacute con la mirada temible de la admiracioacuten sin clemencia

-Diacutegame sentildeor iquestno es usted el que escribe las cartas de amor en el perioacutedico

Nunca me hubiera imaginado que una nintildea dormida pudiera causar en uno semejantes estragos Escapeacute de la faacutebrica sin despedirme ni pensar siquiera si alguna de aquellas viacutergenes de purgatorio era por fin la que buscaba Cuando saliacute de ahiacute el uacutenico sentimiento que me quedaba en la vida eran las ganas de llorar

Rosa Cabarcas llamoacute al cabo de un mes con una explicacioacuten increiacuteble se habiacutea tomado un merecido descanso en Cartagena de Indias despueacutes del asesinato del banquero No le creiacute desde luego pero la feliciteacute por su suerte y la dejeacute explayarse en su mentira antes de hacerle la pregunta que me borboritaba en el corazoacuten

-iquestY ella

Rosa Cabarcas hizo un silencio largo Ahiacute estaacute dijo al fin pero su voz se hizo evasiva Hay que esperar un tiempo iquestCuaacutento Ni idea ya te avisareacute Sentiacute que se me iba y la pareacute en seco Espeacuterate dame alguna luz No hay luz dijo ella y concluyoacute Ten cuidado puedes perjudicarte tuacute y sobre todo perjudicarla a ella Yo no estaba para esa clase de remilgos Le supliqueacute aunque fuera una oportunidad de acercarme a la verdad Al fin y al cabo le dije somos coacutemplices Ella no dio un paso maacutes Caacutelmate me dijo la nintildea estaacute bien y esperando que la llame pero ahora mismo no hay nada que hacer ni voy a decir nada maacutes Adioacutes

Me quedeacute con el teleacutefono en la mano sin saber por doacutende seguir pues tambieacuten la conociacutea bastante para pensar que no conseguiriacutea nada de ella si no era por las buenas Despueacutes del mediodiacutea me di una vuelta furtiva por su casa maacutes confiado en la casualidad que en la razoacuten y la encontreacute todaviacutea cerrada y con los sellos de la Sanidad Penseacute que Rosa Cabarcas me habiacutea telefoneado de otra parte tal vez de otra ciudad y la sola idea me llenoacute de presagios turbios No obstante a las seis de la tarde cuando menos lo esperaba me soltoacute por teleacutefono mi propio santo y sentildea

-Bueno ahora siacute

A las diez de la noche tembloroso y con los labios mordidos para no llorar fui cargado de cajas de chocolates suizos turrones y caramelos y una canasta de rosas ardientes para cubrir la cama La puerta estaba entreabierta las luces encendidas y en el radio se diluiacutea a medio volumen la sonata nuacutemero uno para violiacuten y piano de Brahms Delgadina en la cama estaba tan radiante y distinta que me costoacute trabajo reconocerla

Habiacutea crecido pero no se le notaba en la estatura sino en una madurez intensa que la haciacutea parecer con dos o tres antildeos maacutes y maacutes desnuda que nunca Sus poacutemulos altos la piel tostada por soles de mar bravo los labios finos y el cabello corto y rizado le infundiacutean a su rostro el resplandor androacutegino del Apolo de Praxiacuteteles Pero no habiacutea equiacutevoco posible porque sus senos habiacutean crecido hasta el punto de que no me cabiacutean en la mano sus caderas habiacutean acabado de formarse y sus huesos se

Memorias de mis putas tristes 38 ______________________________________________________________________________________habiacutean vuelto maacutes firmes y armoacutenicos Me encantaron aquellos aciertos de la naturaleza pero me aturdieron los artificios las pestantildeas postizas las untildeas de las manos y los pies esmaltadas de naacutecar y un perfume de a dos cuartillos que no teniacutea nada que ver con el amor Sin embargo lo que me sacoacute de quicio fue la fortuna que llevaba encima pendientes de oro con gajos de esmeraldas un collar de perlas naturales una pulsera de oro con resplandores de diamantes y anillos con piedras legiacutetimas en todos los dedos En la silla estaba su traje de nochera con lentejuelas y bordados y las zapatillas de raso Un vapor raro me subioacute de las entrantildeas

-iexclPuta -griteacute

Pues el diablo me soploacute en el oiacutedo un pensamiento siniestro Y fue asiacute la noche del crimen Rosa Cabarcas no debioacute tener tiempo ni serenidad para prevenir a la nintildea y la policiacutea la encontroacute en el cuarto sola menor de edad y sin coartada Nadie igual a Rosa Cabarcas para una situacioacuten como aqueacutella le vendioacute la virginidad de la nintildea a alguno de sus grandes cacaos a cambio de que a ella la sacaran limpia del crimen Lo primero claro fue desaparecer mientras se aplacaba el escaacutendalo iexclQueacute maravilla Una luna de miel para tres ellos dos en la cama y Rosa Cabarcas en una terraza de lujo disfrutando de su impunidad feliz Ciego de una furia insensata fui reventando contra las paredes cada cosa del cuarto las laacutemparas el radio el ventilador los espejos las jarras los vasos Lo hice sin prisa pero sin pausas con un grande estropicio y una embriaguez metoacutedica que me salvoacute la vida La nintildea dio un salto al primer estallido pero no me miroacute sino que se enroscoacute de espaldas a miacute y asiacute permanecioacute con espasmos entrecortados hasta que cesoacute el estropicio Las gallinas en el patio y los perros de la madrugada aumentaron el escaacutendalo Con la cegadora lucidez de la coacutelera tuve la inspiracioacuten final de prenderle fuego a la casa cuando aparecioacute en la puerta la figura impasible de Rosa Cabarcas en camisa de dormir No dijo nada Hizo con la vista el inventario del desastre y comproboacute que la nintildea estaba enroscada sobre siacute misma como un caracol y con la cabeza escondida entre los brazos aterrada pero intacta

-iexclDios miacuteo -exclamoacute Rosa Cabarcas- iexclQueacute no hubiera dado yo por un amor como eacuteste

Me midioacute de cuerpo entero con una mirada de misericordia y me ordenoacute Vamos La seguiacute hasta la casa me sirvioacute un vaso de agua en silencio me hizo una sentildea de que me sentara frente a ella y me puso en confesioacuten Bueno me dijo ahora poacutertate como un adulto y cueacutentame iquestqueacute te pasa

Le conteacute con lo que teniacutea como mi verdad revelada Rosa Cabarcas me escuchoacute en silencio sin asombro y por fin parecioacute iluminada Queacute maravilla dijo Siempre he dicho que los celos saben maacutes que la verdad Y entonces me contoacute la realidad sin reservas En efecto dijo en su ofuscacioacuten de la noche del crimen se habiacutea olvidado de la nintildea dormida en el cuarto Uno de sus clientes abogado del muerto ademaacutes repartioacute prebendas y sobornos a cuatro manos e invitoacute a Rosa Cabarcas a un hotel de reposo de Cartagena de Indias mientras se disipaba el escaacutendalo Creacuteeme dijo Rosa Cabarcas que en todo este tiempo no dejeacute de pensar ni un momento en ti y en la nintildea Volviacute antier y lo primero que hice fue llamarte por teleacutefono pero nadie contestoacute En cambio la nintildea vino enseguida y en tan mal estado que te la bantildeeacute te la vestiacute y te la mandeacute al saloacuten de belleza con la orden de que la arreglaran como una reina Ya viste coacutemo perfecta iquestLa ropa de lujo Son los trajes que les alquilo a mis

Memorias de mis putas tristes 39 ______________________________________________________________________________________pupilas maacutes pobres cuando tienen que ir a bailar con sus clientes iquestLas joyas Son las miacuteas dijo Basta con tocarlas para darse cuenta de que son diamantes de vidrio y estoperoles de hojalata De modo que no jodas concluyoacute Anda despieacutertala piacutedele perdoacuten y hazte cargo de ella de una vez Nadie merece ser maacutes feliz que ustedes

Hice un esfuerzo sobrenatural para creerle pero pudo maacutes el amor que la razoacuten iexclPutas le dije atormentado por el fuego vivo que me abrasaba las entrantildeas iexclEso es lo que son ustedes griteacute iexclPutas de mierda No quiero saber nada maacutes de tiacute ni de ninguna otra guaricha en el mundo y menos de ella Le hice desde la puerta una sentildeal de adioacutes para siempre Rosa Cabarcas no lo dudoacute

-Vete con Dios -me dijo con un rictus de tristeza y volvioacute a su vida real- De todos modos te pasareacute la cuenta del desmadre que me hiciste en el cuarto

Memorias de mis putas tristes 40 ______________________________________________________________________________________

5

Leyendo Los idus de marzo encontreacute una frase siniestra que el autor atribuye a Julio Ceacutesar Es imposible no terminar siendo como los otros creen que uno es No pude comprobar su verdadero origen en la propia obra de Julio Ceacutesar ni en las obras de sus bioacutegrafos desde Suetonio hasta Carcopino pero valioacute la pena conocerla Su fatalismo aplicado al curso de mi vida en los meses siguientes fue lo que me dio la determinacioacuten que me haciacutea falta no soacutelo para escribir esta memoria sino para empezarla sin pudores con el amor de Delgadina

No teniacutea un instante de sosiego apenas si probaba bocado y perdiacute tanto peso que no se me teniacutean los pantalones en la cintura Los dolores erraacuteticos se me quedaron en los huesos cambiaba de aacutenimo sin razoacuten pasaba las noches en un estado de deslumbramiento que no me permitiacutea leer ni escuchar muacutesica y en cambio se me iba el diacutea cabeceando por una somnolencia sonsa que no serviacutea para dormir

El alivio me cayoacute del cielo En la atestada goacutendola de Loma Fresca una vecina de asiento que no habiacutea visto subir me susurroacute al oiacutedo iquestTodaviacutea tiras Era Casilda Armenia un viejo amor de a tres por cinco que me habiacutea soportado como cliente asiduo desde que era una adolescente altiva Una vez retirada medio enferma y sin un clavo se habiacutea casado con un hortelano chino que le dio nombre y apoyo y quizaacutes un poco de amor A los setenta y tres antildeos teniacutea el peso de siempre seguiacutea bella y de caraacutecter fuerte y conservaba intacto el desparpajo del oficio

Me llevoacute a su casa una huerta de chinos en una colina de la carretera al mar Nos sentamos en las sillas de playa de la terraza umbriacutea entre helechos y frondas de astromelias y jaulas de paacutejaros colgadas en el alero En la falda de la colina se veiacutean los hortelanos chinos con sombreros de cono sembrando las hortalizas bajo el sol abrasante y el pieacutelago gris de las Bocas de Ceniza con los dos tajamares de rocas que canalizan el riacuteo varias leguas en el mar Mientras conversaacutebamos vimos entrar un trasatlaacutentico blanco por la desembocadura y lo seguimos callados hasta oiacuter su bramido de toro luacutegubre en el puerto fluvial Ella suspiroacute iquestTe das cuenta En maacutes de medio siglo es la primera vez que no te recibo la visita en la cama Ya somos otros dije Ella prosiguioacute sin oiacuterme Cada vez que dicen cosas de ti en el radio que te elogian por el carintildeo que te tiene la gente y te llaman maestro del amor imagiacutenate pienso que nadie te conocioacute tus gracias y tus mantildeas tan bien como yo En serio dijo nadie hubiera podido soportarte mejor

No resistiacute maacutes Ella lo sintioacute vio mis ojos huacutemedos de laacutegrimas y soacutelo entonces debioacute descubrir que ya no era el que fui y le sostuve la mirada con un valor del que

Memorias de mis putas tristes 41 ______________________________________________________________________________________nunca me creiacute capaz Es que me estoy volviendo viejo le dijeYa lo estamos suspiroacute ella Lo que pasa es que uno no lo siente por dentro pero desde fuera todo el mundo lo ve

Era imposible no abrirle el corazoacuten asiacute que le conteacute la historia completa que me ardiacutea en las entrantildeas desde mi primera llamada a Rosa Cabarcas la viacutespera de mis noventa antildeos hasta la noche traacutegica en que hice antildeicos el cuarto y no regreseacute maacutes Ella me oyoacute el desahogo como si estuviera vivieacutendolo lo rumioacute muy despacio y por fin sonrioacute

-Haz lo que quieras pero no pierdas a esa criatura -me dijo- No hay peor desgracia que morir solo

Fuimos a Puerto Colombia en el trenecito de juguete tan despacioso como un caballo Almorzamos frente al muelle de maderas carcomidas por donde habiacutea entrado el mundo entero al paiacutes antes que se dragaran las Bocas de Ceniza Nos sentamos bajo un cobertizo de palma donde las grandes matronas negras serviacutean pargos fritos con arroz de coco y tajadas de plaacutetano verde Dormitamos en el sopor denso de las dos y seguimos conversando hasta que se hundioacute en el mar el inmenso sol de candela La realidad me pareciacutea fantaacutestica Mira adonde ha venido a dar nuestra luna de miel se burloacute ella Pero prosiguioacute en serio Hoy miro para atraacutes veo la fila de miles de hombres que pasaron por mis camas y dariacutea el alma por haberme quedado aunque fuera con el peor Gracias a Dios encontreacute mi chino a tiempo Es como estar casada con el dedo mentildeique pero es soacutelo miacuteo

Me miroacute a los ojos midioacute mi reaccioacuten a lo que acababa de contarme y me dijo Asiacute que vete a buscar ahora mismo a esa pobre criatura aunque sea verdad lo que te dicen los celos sea como sea que lo bailado no te lo quita nadie Pero eso siacute sin romanticismos de abuelo Despieacutertala tiacuteratela hasta por las orejas con esa pinga de burro con que te premioacute el diablo por tu cobardiacutea y tu mezquindad En serio terminoacute con el alma no te vayas a morir sin probar la maravilla de tirar con amor

El pulso me temblaba al diacutea siguiente cuando marqueacute el nuacutemero del teleacutefono Tanto por la tensioacuten del reencuentro con Delgadina como por la incertidumbre de la forma en que Rosa Cabarcas me respondiera Habiacuteamos tenido una disputa seria por el abuso con que tasoacute los destrozos que hice en su cuarto Tuve que vender uno de los cuadros maacutes amados de mi madre cuyo valor se calculaba en una fortuna pero a la hora de la verdad no llegoacute a un deacutecimo de mis ilusiones

Aumenteacute la suma con el resto de mis ahorros y se la lleveacute a Rosa Cabarcas con una consigna inapelable Lo tomas o lo dejas Fue un acto suicida porque soacutelo con vender uno de mis secretos ella habriacutea aniquilado mi buen nombre Pero no respingoacute sino que se quedoacute con los cuadros que habiacutea tomado en prenda la noche del pleito Fui el perdedor absoluto en una sola jugada me quedeacute sin Delgadina sin Rosa Cabarcas y sin mis uacuteltimos ahorros Sin embargo oiacute el timbre del teleacutefono una vez dos veces tres y por fin ella iquestA ver No me salioacute la voz Colgueacute Me echeacute en la hamaca tratando de serenarme con la liacuterica asceacutetica de Satie y sudeacute tanto que el lienzo quedoacute empapado Hasta el diacutea siguiente no tuve el valor de llamar

-Bueno mujer -dije con voz firme- Hoy siacute

Memorias de mis putas tristes 42 ______________________________________________________________________________________Rosa Cabarcas coacutemo no estaba maacutes allaacute de todo Ay mi sabio triste suspiroacute con su aacutenimo invencible te pierdes dos meses y soacutelo vuelves para pedir ilusiones Me contoacute que no habiacutea visto a Delgadina desde haciacutea maacutes de un mes que pareciacutea tan repuesta del susto de mis estropicios que ni siquiera habloacute de ellos ni preguntoacute por miacute y estaba muy contenta en un nuevo empleo maacutes coacutemodo y mejor pagado que coser botones Una oleada de fuego vivo me quemoacute las entrantildeas Soacutelo puede ser de puta dije Rosa me replicoacute sin pestantildeear No seas bruto si asiacute fuera estariacutea aquiacute iquestO doacutende podriacutea estar mejor La rapidez de su loacutegica me agravoacute la duda iquestY coacutemo seacute que no estaacute ahiacute En ese caso replicoacute ella lo que maacutes te conviene es no saberlo iquestO no Una vez maacutes la odieacute Ella a prueba de erosiones prometioacute rastrear a la nintildea Sin muchas esperanzas porque el teleacutefono de la vecina donde la llamaba seguiacutea cortado y no teniacutea la menor idea de doacutende viviacutea Pero no era para echarse a morir queacute carajo dijo te llamo en una hora

Fue una hora de tres diacuteas pero encontroacute a la nintildea disponible y sana Volviacute avergonzado y la beseacute palmo a palmo como penitencia desde las doce de la noche hasta que cantaron los gallos Un perdoacuten largo que me prometiacute seguir repitiendo para siempre y fue como empezar otra vez por el principio El cuarto habiacutea sido desmantelado y el mal uso habiacutea acabado con todo lo que yo habiacutea puesto Ella lo habiacutea dejado asiacute y me dijo que cualquier mejora teniacutea que hacerla yo por lo que estaba debieacutendole Sin embargo mi situacioacuten econoacutemica tocaba fondo El dinero de las jubilaciones alcanzaba cada vez para menos Las pocas cosas vendibles que quedaban en la casa -salvo las joyas sagradas de mi madre- careciacutean de valor comercial y nada era bastante viejo para ser antiguo En tiempos mejores el gobernador me habiacutea hecho la oferta tentadora de comprarme en bloque los libros de los claacutesicos griegos latinos y espantildeoles para la Biblioteca Departamental pero no tuve corazoacuten para venderlos Despueacutes con los cambios poliacuteticos y el deterioro del mundo nadie del gobierno pensaba en las artes ni las letras Cansado de buscar una solucioacuten decente me echeacute al bolsillo las joyas que Delgadina me habiacutea devuelto y me fui a empentildearlas en un callejoacuten siniestro que conduciacutea al mercado puacuteblico Con aires de sabio distraiacutedo recorriacute varias veces aquel tugurio atiborrado de cantinas de mala muerte libreriacuteas de viejo y casas de empentildeo pero la dignidad de Florina de Dios me cerroacute el paso no me atreviacute Entonces decidiacute venderlas con la frente en alto a la joyeriacutea maacutes antigua y acreditada

El dependiente me hizo algunas preguntas mientras examinaba las joyas con su monoacuteculo Teniacutea la conducta el estilo y el pavor de un meacutedico Le expliqueacute que eran joyas heredadas de mi madre El aprobaba con un gruntildeido cada una de mis explicaciones y por fin se quitoacute el monoacuteculo

-Lo siento -dijo- pero son culos de botellas

Ante mi sorpresa me explicoacute con una suave conmiseracioacuten Menos mal que el oro es oro y el platino es platino Me toqueacute el bolsillo para asegurarme de que llevaba las facturas de compra y dije sin resabios

-Pues fueron compradas en esta noble casa hace maacutes de cien antildeos

El no se inmutoacute Suele suceder dijo que en las joyas hereditarias vayan desapareciendo las piedras maacutes valiosas con el paso del tiempo sustituidas por diacutescolos de la familia o por joyeros bandidos y soacutelo cuando alguien trata de

Memorias de mis putas tristes 43 ______________________________________________________________________________________venderlas se descubre el fraude Pero permiacutetame un segundo dijo y se llevoacute las joyas por la puerta del fondo Al cabo de un momento regresoacute y sin explicacioacuten alguna me indicoacute que me sentara en la silla de espera y siguioacute trabajando

Examineacute la tienda Habiacutea ido con mi madre varias veces y recordaba una frase recurrente No se lo digas a tu papaacute De pronto se me ocurrioacute una idea que me crispoacute iquestno seriacutea que Rosa Cabarcas y Delgadina de comuacuten acuerdo habiacutean vendido las piedras legiacutetimas y me devolvieron las joyas con las piedras falsas

Estaba ardiendo en dudas cuando una secretaria me invitoacute a seguirla por la misma puerta del fondo hasta una oficina pequentildea con una larga estanteriacutea de gruesos voluacutemenes Un beduino colosal se levantoacute en el escritorio del fondo y me estrechoacute la mano tuteaacutendome con una efusioacuten de viejo amigo Hicimos juntos el bachillerato me dijo a modo de saludo Me fue faacutecil recordarlo era el mejor futbolista de la escuela y campeoacuten de nuestros primeros burdeles Habiacutea dejado de verlo en alguacuten momento incierto y debioacute verme tan decreacutepito que me confundioacute con un condisciacutepulo de su infancia

Sobre el cristal del escritorio teniacutea abierto uno de los mamotretos del archivo donde estaba la memoria de las joyas de mi madre Una relacioacuten exacta con fechas y detalles de que ella en persona habiacutea hecho cambiar las piedras de dos generaciones de hermosas y dignas Cargamantos y habiacutea vendido las legiacutetimas a la misma tienda Esto habiacutea ocurrido cuando el padre del propietario actual estaba al frente de la joyeriacutea y eacutel y yo en la escuela Pero eacutel mismo me tranquilizoacute aquellas triquintildeuelas eran de uso corriente entre las grandes familias en desgracia para resolver urgencias de plata sin sacrificar el honor Ante la realidad cruda preferiacute conservarlas como recuerdo de otra Florina de Dios que nunca conociacute

A principios de julio sentiacute la distancia real de la muerte Mi corazoacuten perdioacute el paso y empeceacute a ver y sentir por todos lados los presagios inequiacutevocos del final El maacutes niacutetido fue en el concierto de Bellas Artes El aire acondicionado habiacutea fallado y la flor y nata de las artes y las letras se cocinaban al bantildeomariacutea en el saloacuten abarrotado pero la magia de la muacutesica era un clima celestial Al final con el Allegretto poco mosso me estremecioacute la revelacioacuten deslumbrante de que estaba escuchando el uacuteltimo concierto que me deparaba el destino antes de morir No sentiacute dolor ni miedo sino la emocioacuten arrasadora de haber alcanzado a vivirlo

Cuando por fin logreacute abrirme camino empapado de sudor a traveacutes de los abrazos y las fotos me encontreacute de manos a boca con Ximena Ortiz como una diosa de cien antildeos en la silla de ruedas Su sola presencia se me imponiacutea como un pecado mortal Teniacutea una tuacutenica de seda color marfil tan tersa como su piel un hilo de perlas legiacutetimas de tres vueltas el cabello color de naacutecar cortado a la moda de los veintes con una punta de ala de gaviota en la mejilla y los grandes ojos amarillos iluminados por la sombra natural de las ojeras Todo en ella contradeciacutea el rumor de que su mente estaba quedaacutendose en blanco por la erosioacuten irredimible de la memoria Petrificado y sin recursos frente a ella me sobrepuse al vaho de fuego que me subioacute a la cara y la saludeacute en silencio con una venia versallesca Ella sonrioacute como una reina y me agarroacute la mano Entonces me di cuenta de que tambieacuten aquello era una coartada del destino y no la perdiacute para sacarme una espina que me estorbaba desde siempre He sontildeado durante antildeos con este momento le dije Ella no parecioacute

Memorias de mis putas tristes 44 ______________________________________________________________________________________entender iexclNo me digas dijo iquestY tuacute quieacuten eres No supe nunca si en verdad lo habiacutea olvidado o si fue la venganza final de su vida

La certidumbre de ser mortal en cambio me habiacutea sorprendido poco antes de los cincuenta antildeos en una ocasioacuten como aqueacutella una noche de carnaval en que bailaba un tango apache con una mujer fenomenal a la que nunca le vi la cara maacutes corpulenta que yo como por cuarenta libras y maacutes alta como de dos palmos que sin embargo se dejaba llevar como una pluma al viento Bailaacutebamos tan apretados que sentiacutea circular su sangre por las venas y me hallaba como adormecido de gusto con su resuello trabajoso su grajo de amoniacuteaco sus tetas de astroacutenoma cuando me sacudioacute por la primera vez y casi me derriboacute por tierra el freacutemito de la muerte Fue como un oraacuteculo brutal en el oiacutedo Hagas lo que hagas en este antildeo o dentro de ciento estaraacutes muerto hasta jamaacutes Ella se separoacute asustada iquestQueacute le pasa Nada le dije tratando de sujetarme el corazoacuten

-Tiemblo por usted

Desde entonces empeceacute a medir la vida no por antildeos sino por deacutecadas La de los cincuenta habiacutea sido decisiva porque tomeacute conciencia de que casi todo el mundo era menor que yo La de los sesenta fue la maacutes intensa por la sospecha de que ya no me quedaba tiempo para equivocarme La de los setenta fue temible por una cierta posibilidad de que fuera la uacuteltima No obstante cuando desperteacute vivo la primera mantildeana de mis noventa antildeos en la cama feliz de Delgadina se me atravesoacute la idea complaciente de que la vida no fuera algo que transcurre como el riacuteo revuelto de Heraacuteclito sino una ocasioacuten uacutenica de voltearse en la parrilla y seguir asaacutendose del otro costado por noventa antildeos maacutes

Me volviacute de laacutegrima faacutecil Cualquier sentimiento que tuviera algo que ver con la ternura me causaba un nudo en la garganta que no siempre lograba dominar y penseacute en renunciar al placer solitario de velar el suentildeo de Delgadina no tanto por la incertidumbre de mi muerte como por el dolor de imaginarla sin miacute en el resto de su vida Uno de aquellos diacuteas inciertos fui a dar por distraccioacuten a la muy noble calle de los Notarios y me sorprendioacute no encontrar nada maacutes que los escombros del viejo hotel de lance donde fui iniciado por la fuerza en las artes del amor poco antes de mis doce antildeos Habiacutea sido una mansioacuten de antiguos navieros espleacutendida como pocas en la ciudad con columnas enchapadas de alabastro y frisos de oropeles alrededor de un patio interior con una cuacutepula de cristales de siete colores que irradiaba un resplandor de invernadero En la planta baja con un portal goacutetico sobre la calle estuvieron por maacutes de un siglo las notariacuteas coloniales en las que trabajoacute prosperoacute y se arruinoacute mi padre en toda una vida de suentildeos fantaacutesticos Las familias histoacutericas abandonaron poco a poco los pisos superiores que terminaron ocupados por una legioacuten de nocheras en desgracia que subiacutean y bajaban hasta el amanecer con los clientes atrapados por un peso y medio en las cantinas del cercano puerto fluvial

A mis doce antildeos todaviacutea con mis pantalones cortos y mis botitas de la escuela primaria no pude resistir la tentacioacuten de conocer los pisos superiores mientras mi padre se debatiacutea en una de sus reuniones interminables y me encontreacute con un espectaacuteculo celestial Las mujeres que malvendiacutean sus cuerpos hasta el amanecer se moviacutean por la casa desde las once de la mantildeana cuando ya la caniacutecula del vitral era insoportable y teniacutean que hacer su vida domeacutestica caminando en pelotas por

JUAN CARLOS 161104
caniacutecula (Del lat canicŭla) f Periacuteodo del antildeo en que es maacutes fuerte el calor || 2 Astr Tiempo del nacimiento heliacuteaco de Sirio que antiguamente coincidiacutea con la eacutepoca maacutes calurosa del antildeo pero que hoy no se verifica hasta fines de agosto13
JUAN CARLOS 161104
freacutemito (Del lat fremĭtus) m bramido

Memorias de mis putas tristes 45 ______________________________________________________________________________________toda la casa mientras comentaban a gritos sus aventuras de la noche Me quedeacute aterrorizado Lo uacutenico que se me ocurrioacute fue escapar por donde habiacutea llegado cuando una de las desnudas de carnes macizas olorosas a jaboacuten de monte me abrazoacute por la espalda y me llevoacute en vilo hasta su cubiacuteculo de cartoacuten sin que yo pudiera verla en medio de la griteriacutea y los aplausos de las inquilinas en cueros Me tiroacute bocarriba en su cama para cuatro me quitoacute los pantalones con una maniobra maestra y se acaballoacute sobre miacute pero el terror helado que me empapaba el cuerpo me impidioacute recibirla como un hombre Aquella noche desvelado en la cama de mi casa por la verguumlenza del asalto no pude dormir maacutes de una hora con las ansias de volver a verla Pero la mantildeana siguiente mientras los trasnochados dormiacutean subiacute temblando hasta su cubiacuteculo y la desperteacute llorando a gritos con un amor enloquecido que duroacute hasta que se lo llevoacute sin misericordia el ventarroacuten de la vida real Se llamaba Castorina y era la reina de la casa

Los cubiacuteculos del hotel costaban un peso para los amores de paso pero muy pocos sabiacuteamos que costaban lo mismo hasta por veinticuatro horas Ademaacutes Castorina me introdujo en su mundo de mala muerte donde invitaban a los clientes pobres a sus desayunos de gala le prestaban el jaboacuten les atendiacutean los dolores de muela y en casos de urgencia mayor les daban un amor de caridad

Pero en las tardes de la uacuteltima vejez se acordaba de la inmortal Castorina muerta quien sabiacutea cuando que habiacutea sucedido desde las esquinas miserables del muelle fluvial hasta el trono sagrado de mamasanta mayor con un parche de pirata en el ojo perdido en el pleito de cantina Su uacuteltimo machucante de planta un negro feliz de Camaguumley a quien llamaba Jonaacutes el Galeote habiacutea sido un trompetista de los grandes en La Habana hasta que perdioacute la sonrisa completa en una cataacutestrofe de trenes

Al salir de aquella visita amarga sentiacute una punzada en el corazoacuten que no habiacutea logrado aliviar en tres diacuteas con toda clase de poacutecimas caseras El meacutedico al que acudiacute de urgencia miembro de una estirpe de insignes era nieto del que me vio a mis cuarenta y dos antildeos y me asustoacute que pareciera el mismo pues estaba tan envejecido como su abuelo a los setenta por una calvicie prematura unos lentes de miope sin regreso y una tristeza inconsolable Me hizo un examen minucioso de cuerpo entero con una concentracioacuten de orfebre Me auscultoacute el pecho y la espalda y me revisoacute la presioacuten arterial los reflejos de la rodilla el fondo del ojo el color del paacuterpado inferior En las pausas mientras yo cambiaba de posicioacuten en la mesa de reconocimiento me haciacutea preguntas tan vagas y raacutepidas que apenas si me daban tiempo de pensar las respuestas Al cabo de una hora me miroacute con una sonrisa feliz Bueno dijo creo que no tengo nada que hacer por usted iquestQueacute quiere decir Que su estado es el mejor posible a su edad Queacute curioso le dije lo mismo me dijo su abuelo cuando yo teniacutea cuarenta y dos antildeos como si el tiempo no pasara Siempre encontraraacute uno que se lo diga dijo porque siempre tendraacute una edad Yo provocaacutendolo para una sentencia aterradora le dije La uacutenica definitiva es la muerte Siacute dijo eacutel pero no es faacutecil llegar a ella en tan buen estado como usted Siento de veras no poder complacerlo

Eran recuerdos nobles pero la viacutespera del 29 de agosto sentiacute el peso inmenso del siglo que me esperaba impasible cuando subiacute con pasos de hierro las escaleras de mi casa Entonces volviacute a ver una vez maacutes a Florina de Dios mi madre en mi cama que habiacutea sido la suya hasta su muerte y me hizo la misma bendicioacuten de la uacuteltima

Memorias de mis putas tristes 46 ______________________________________________________________________________________vez que la vi dos horas antes de morir Trastornado por la conmocioacuten lo entendiacute como el anuncio final y llameacute a Rosa Cabarcas para que me llevara a mi nintildea aquella misma noche en previsioacuten de que no se cumpliera mi ilusioacuten de sobrevivir hasta el uacuteltimo aliento de mis noventa antildeos Volviacute a llamarla a las ocho y una vez maacutes repitioacute que no era posible Tiene que serlo a cualquier precio le griteacute aterrorizado Colgoacute sin despedirse pero quince minutos despueacutes volvioacute a llamar

-Bueno aquiacute la tienes

Llegueacute a las diez y veinte de la noche y le di a Rosa Cabarcas las uacuteltimas cartas de mi vida con mis disposiciones sobre la nintildea despueacutes de mi final terrible Ella pensoacute que me habiacutea impresionado con el acuchillado y me dijo con aires de burla Si te vas a morir que no sea aquiacute imagiacutenate Pero yo le dije Di que me atropello el tren de Puerto Colombia ese pobre cacharro de laacutestima incapaz de matar a nadie

Preparado para todo aquella noche me acosteacute bocarriba a la espera del dolor final en el primer instante de mis noventa y un antildeos Oiacute campanas distantes sentiacute la fragancia del alma de Delgadina dormida de costado oiacute un grito en el horizonte sollozos de alguien que quizaacutes habiacutea muerto un siglo antes en la alcoba Entonces apagueacute la luz con el uacuteltimo aliento entrelaceacute mis dedos con los suyos para llevaacutermela de la mano y conteacute las doce campanadas de las doce con mis doce laacutegrimas finales hasta que empezaron a cantar los gallos y enseguida las campanas de gloria los cohetes de fiesta que celebraban el juacutebilo de haber sobrevivido sano y salvo a mis noventa antildeos

Mis primeras palabras fueron para Rosa Cabarcas Te compro la casa toda con la tienda y el huerto Ella me dijo Hagamos una apuesta de viejos el que se muera primero se queda con todo lo del otro firmado ante notario No porque si yo me muero todo deberiacutea ser para ella Es igual dijo Rosa Cabarcas yo me hago cargo de la nintildea y despueacutes le dejo todo lo tuyo y lo miacuteo no tengo a nadie maacutes en este mundo Mientras tanto remodelamos tu cuarto con buenos servicios aire acondicionado y tus libros y tu muacutesica

-iquestCrees que ella estaraacute de acuerdo

-Ay mi sabio triste estaacute bien que esteacutes viejo pero no pendejo -dijo Rosa Cabarcas muerta de risa- Esa pobre criatura estaacute lela de amor por ti

Saliacute a la calle radiante y por primera vez me reconociacute a miacute mismo en el horizonte remoto de mi primer siglo Mi casa callada y en orden a las seis y cuarto empezaba a gozar los colores de una aurora feliz Damiana cantaba a toda voz en la cocina y el gato redivivo enroscoacute la cola en mis tobillos y siguioacute caminando conmigo hasta mi mesa de escribir Estaba ordenando mis papeles marchitos el tintero la pluma de ganso cuando el sol estalloacute entre los almendros del parque y el buque fluvial del correo retrasado una semana por la sequiacutea entroacute bramando en el canal del puerto Era por fin la vida real con mi corazoacuten a salvo y condenado a morir de buen amor en la agoniacutea feliz de cualquier diacutea despueacutes de mis cien antildeos

Mayo de 2004

Page 2: · Web viewVivo en una casa colonial en la acera de sol del parque de San Nicolás, donde he pasado todos los días de mi vida sin mujer ni fortuna, donde vivieron y murieron mis padres,

Memorias de mis putas tristes 2 ______________________________________________________________________________________

Memorias de mis putas tristes 3 ______________________________________________________________________________________

Memoria de mis putas tristes

GABRIELGARCIacuteA MAacuteRQUEZ

2004

Memorias de mis putas tristes 4 ______________________________________________________________________________________

laquoNo debiacutea hacer nada de mal gusto advirtioacute al anciano Eguchi la mujer de la posada No debiacutea poner el dedo en la boca de la mujer dormida ni intentar nada parecidoraquo

Yasunari KawabataLa casa de las bellas dormidas

Memorias de mis putas tristes 5 ______________________________________________________________________________________

1

El antildeo de mis noventa antildeos quise regalarme una noche de amor loco con una adolescente virgen Me acordeacute de Rosa Cabarcas la duentildea de una casa clandestina que soliacutea avisar a sus buenos clientes cuando teniacutea una novedad disponible Nunca sucumbiacute a eacutesa ni a ninguna de sus muchas tentaciones obscenas pero ella no creiacutea en la pureza de mis principios Tambieacuten la moral es un asunto de tiempo deciacutea con una sonrisa maligna ya lo veraacutes Era algo menor que yo y no sabiacutea de ella desde haciacutea tantos antildeos que bien podiacutea haber muerto Pero al primer timbrazo reconociacute la voz en el teleacutefono y le dispareacute sin preaacutembulos

-Hoy siacute

Ella suspiroacute Ay mi sabio triste te desapareces veinte antildeos y soacutelo vuelves para pedir imposibles Recobroacute enseguida el dominio de su arte y me ofrecioacute una media docena de opciones deleitables pero eso siacute todas usadas Le insistiacute que no que debiacutea ser doncella y para esa misma noche Ella preguntoacute alarmada iquestQueacute es lo que quieres probarte Nada le contesteacute lastimado donde maacutes me doliacutea seacute muy bien lo que puedo y lo que no puedo Ella dijo impasible que los sabios lo saben todo pero no todo Los uacutenicos Virgos que van quedando en el mundo son ustedes los de agosto iquestPor queacute no me lo encargaste con maacutes tiempo La inspiracioacuten no avisa le dije Pero tal vez espera dijo ella siempre maacutes resabida que cualquier hombre y me pidioacute aunque fueran dos diacuteas para escudrintildear a fondo el mercado Yo le repliqueacute en serio que en un negocio como aqueacutel a mi edad cada hora es un antildeo Entonces no se puede dijo ella sin la miacutenima duda pero no importa asiacute es maacutes emocionante queacute carajo te llamo en una hora

No tengo que decirlo porque se me distingue a leguas soy feo tiacutemido y anacroacutenico Pero a fuerza de no querer serlo he venido a simular todo lo contrario Hasta el sol de hoy en que resuelvo contarme como soy por mi propia y libre voluntad aunque soacutelo sea para alivio de mi conciencia He empezado con la llamada insoacutelita a Rosa Cabarcas porque visto desde hoy aqueacutel fue el principio de una nueva vida a una edad en que la mayoriacutea de los mortales estaacuten muertos

Vivo en una casa colonial en la acera de sol del parque de San Nicolaacutes donde he pasado todos los diacuteas de mi vida sin mujer ni fortuna donde vivieron y murieron mis padres y donde me he propuesto morir solo en la misma cama en que naciacute y en un diacutea que deseo lejano y sin dolor Mi padre la comproacute en un remate puacuteblico a fines del siglo XIX alquiloacute la planta baja para tiendas de lujo a un con sorcio de italianos y se

Memorias de mis putas tristes 6 ______________________________________________________________________________________reservoacute este segundo piso para ser feliz con la hija de uno de ellos Florina de Dios Cargamantos inteacuterprete notable de Mozart poliacuteglota y garibaldina y la mujer maacutes hermosa y de mejor talento que hubo nunca en la ciudad mi madre

El aacutembito de la casa es amplio y luminoso con arcos de estuco y pisos ajedrezados de mosaicos florentinos y cuatro puertas vidrieras sobre un balcoacuten corrido donde mi madre se sentaba en las noches de marzo a cantar arias de amor con sus primas italianas Desde alliacute se ve el parque de San Nicolaacutes con la catedral y la estatua de Cristoacutebal Coloacuten y maacutes allaacute las bodegas del muelle fluvial y el vasto horizonte del riacuteo grande de la Magdalena a veinte leguas de su estuario Lo uacutenico ingrato de la casa es que el sol va cambiando de ventanas en el transcurso del diacutea y hay que cerrarlas todas para tratar de dormir la siesta en la penumbra ardiente Cuando me quedeacute solo a mis treinta y dos antildeos me mudeacute a la que fuera la alcoba de mis padres abriacute una puerta de paso hacia la biblioteca y empeceacute a subastar cuanto me iba sobrando para vivir que terminoacute por ser casi todo salvo los libros y la pianola de rollos

Durante cuarenta antildeos fui el inflador de cables de El Diario de La Paz que consistiacutea en reconstruir y completar en prosa indiacutegena las noticias del mundo que atrapaacutebamos al vuelo en el espacio sideral por las ondas cortas o el coacutedigo Morse Hoy me sustento mal que bien con mi pensioacuten de aquel oficio extinguido me sustento menos con la de maestro de gramaacutetica castellana y latiacuten casi nada con la nota dominical que he escrito sin desmayos durante maacutes de medio siglo y nada en absoluto con las gacetillas de muacutesica y teatro que me publican de favor las muchas veces en que vienen inteacuterpretes notables Nunca hice nada distinto de escribir pero no tengo vocacioacuten ni virtud de narrador ignoro por completo las leyes de la composicioacuten dramaacutetica y si me he embarcado en esta empresa es porque confiacuteo en la luz de lo mucho que he leiacutedo en la vida Dicho en romance crudo soy un cabo de raza sin meacuteritos ni brillo que no tendriacutea nada que legar a sus sobrevivientes de no haber sido por los hechos que me dispongo a referir como pueda en esta memoria de mi grande amor

El diacutea de mis noventa antildeos habiacutea recordado como siempre a las cinco de la mantildeana Mi uacutenico compromiso por ser viernes era escribir la nota firmada que se publica los domingos en El Diario de La Paz Los siacutentomas del amanecer habiacutean sido perfectos para no ser feliz me doliacutean los huesos desde la madrugada me ardiacutea el culo y habiacutea truenos de tormenta despueacutes de tres meses de sequiacutea Me bantildeeacute mientras estaba el cafeacute me tomeacute un tazoacuten endulzado con miel de abejas y acompantildeado con dos tortas de cazabe y me puse el mameluco de lienzo de estar en casa

El tema de la nota de aquel diacutea coacutemo no eran mis noventa antildeos Nunca he pensado en la edad como en una gotera en el techo que le indica a uno la cantidad de vida que le va quedando De muy nintildeo oiacute decir que cuando una persona muere los piojos que incuban en la pelambre escapan pavoridos por las almohadas para verguumlenza de la familia Esto me escarmentoacute de tal suerte que me dejeacute tusar a coco para ir a la escuela y las escasas hebras que me quedan me las lavo todaviacutea con el jaboacuten del perro agradecido Quiere decir me digo ahora que de muy nintildeo tuve mejor formado el sentido del pudor social que el de la muerte

Desde haciacutea meses habiacutea previsto que mi nota de aniversario no fuera el soacutelito lamento por los antildeos idos sino todo lo contrario una glorificacioacuten de la vejez

Memorias de mis putas tristes 7 ______________________________________________________________________________________Empeceacute por preguntarme cuaacutendo tomeacute conciencia de ser viejo y creo que fue muy poco antes de aquel diacutea A los cuarenta y dos antildeos habiacutea acudido al meacutedico con un dolor de espaldas que me estorbaba para respirar El no le dio importancia Es un dolor natural a su edad me dijo

-En ese caso -le dije yo- lo que no es natural es mi edad

El meacutedico me hizo una sonrisa de laacutestima Veo que es usted un filoacutesofo me dijo Fue la primera vez que penseacute en mi edad en teacuterminos de vejez pero no tardeacute en olvidarlo Me acostumbreacute a despertar cada diacutea con un dolor distinto que iba cambiando de lugar y forma a medida que pasaban los antildeos A veces pareciacutea ser un zarpazo de la muerte y al diacutea siguiente se esfumaba Por esa eacutepoca oiacute decir que el primer siacutentoma de la vejez es que uno empieza a parecerse a su padre Debo estar condenado a la juventud eterna penseacute entonces porque mi perfil equino no se pareceraacute nunca al caribe crudo que fue mi padre ni al romano imperial de mi madre La verdad es que los primeros cambios son tan lentos que apenas si se notan y uno sigue vieacutendose desde dentro como habiacutea sido siempre pero los otros los advierten desde fuera

En la quinta deacutecada habiacutea empezado a imaginarme lo que era la vejez cuando noteacute los primeros huecos de la memoria Sabaneaba la casa buscando los espejuelos hasta que descubriacutea que los llevaba puestos o me metiacutea con ellos en la regadera o me poniacutea los de leer sin quitarme los de larga vista Un diacutea desayuneacute dos veces porque olvideacute la primera y aprendiacute a reconocer la alarma de mis amigos cuando no se atreviacutean a advertirme que les estaba contando el mismo cuento que les conteacute la semana anterior Para entonces teniacutea en la memoria una lista de rostros conocidos y otra con los nombres de cada uno pero en el momento de saludar no conseguiacutea que coincidieran las caras con los nombres

Mi edad sexual no me preocupoacute nunca porque mis poderes no dependiacutean tanto de miacute como de ellas y ellas saben el coacutemo y el porqueacute cuando quieren Hoy me riacuteo de los muchachos de ochenta que consultan al meacutedico asustados por estos sobresaltos sin saber que en los noventa son peores pero ya no importan son riesgos de estar vivo En cambio es un triunfo de la vida que la memoria de los viejos se pierda para las cosas que no son esenciales pero que raras veces falle para las que de verdad nos interesan Ciceroacuten lo ilustroacute de una plumada

No hay un anciano que olvide doacutende escondioacute su tesoro

Con esas reflexiones y otras varias habiacutea terminado un primer borrador de la nota cuando el sol de agosto estalloacute entre los almendros del parque y el buque fluvial del correo retrasado una semana por la sequiacutea entroacute bramando en el canal del puerto Penseacute Ahiacute llegan mis noventa antildeos Nunca sabreacute por queacute ni lo pretendo pero fue al conjuro de aquella evocacioacuten arrasadora cuando decidiacute llamar por teleacutefono a Rosa Cabarcas para que me ayudara a honorar mi aniversario con una noche libertina Llevaba antildeos de santa paz con mi cuerpo dedicado a la relectura erraacutetica de mis claacutesicos y a mis programas privados de muacutesica culta pero el deseo de aquel diacutea fue tan apremiante que me parecioacute un recado de Dios Despueacutes de la llamada no pude seguir escribiendo Colgueacute la hamaca en un recodo de la biblioteca donde no da el sol por la mantildeana y me tumbeacute con el pecho oprimido por la ansiedad de la espera

Memorias de mis putas tristes 8 ______________________________________________________________________________________

Habiacutea sido un nintildeo consentido con una mamaacute de dones muacuteltiples aniquilada por la tisis a los cincuenta antildeos y con un papaacute formalista al que nunca se le conocioacute un error y amanecioacute muerto en su cama de viudo el diacutea en que se firmoacute el tratado de Neerlandia que puso teacutermino a la guerra de los Mil Diacuteas y a las tantas guerras civiles del siglo anterior La paz cambioacute la ciudad en un sentido que no se previo ni se queriacutea Una muchedumbre de mujeres libres enriquecieron hasta el delirio las viejas cantinas de la calle Ancha que fuera despueacutes el camelloacuten Abello y ahora es el paseo Coloacuten en esta ciudad de mi alma tan apreciada de propios y ajenos por la buena iacutendole de su gente y la pureza de su luz

Nunca me he acostado con ninguna mujer sin pagarle y a las pocas que no eran del oficio las convenciacute por la razoacuten o por la fuerza de que recibieran la plata aunque fuera para botarla en la basura Por mis veinte antildeos empeceacute a llevar un registro con el nombre la edad el lugar y un breve recordatorio de las circunstancias y el estilo Hasta los cincuenta antildeos eran quinientas catorce mujeres con las cuales habiacutea estado por lo menos una vez Interrumpiacute la lista cuando ya el cuerpo no me dio para tantas y podiacutea seguir las cuentas sin papel Teniacutea mi eacutetica propia Nunca participeacute en parrandas de grupo ni en contubernios puacuteblicos ni compartiacute secretos ni conteacute una aventura del cuerpo o del alma pues desde joven me di cuenta de que ninguna es impune

La uacutenica relacioacuten extrantildea fue la que mantuve durante antildeos con la fiel Damiana Era casi una nintildea aindiada fuerte y montaraz de palabras breves y terminantes que se moviacutea descalza para no disturbarme mientras escribiacutea Recuerdo que yo estaba leyendo La lozana andaluza en la hamaca del corredor y la vi por casualidad inclinada en el lavadero con una pollera tan corta que dejaba al descubierto sus corvas suculentas Presa de una fiebre irresistible se la levanteacute por detraacutes le bajeacute las mutandas hasta las rodillas y la embestiacute en reversa Ay sentildeor dijo ella con un quejido luacutegubre eso no se hizo para entrar sino para salir Un temblor profundo le estremecioacute el cuerpo pero se mantuvo firme Humillado por haberla humillado quise pagarle el doble de lo que costaban las maacutes caras de entonces pero no aceptoacute ni un ochavo y tuve que aumentarle el sueldo con el caacutelculo de una monta al mes siempre mientras lavaba la ropa y siempre en sentido contrario

Alguna vez penseacute que aquellas cuentas de camas seriacutean un buen sustento para una relacioacuten de las miserias de mi vida extraviada y el tiacutetulo me cayoacute el cielo Memoria de mis putas tristes Mi vida puacuteblica en cambio careciacutea de intereacutes hueacuterfano de padre y madre soltero sin porvenir periodista mediocre cuatro veces finalista en los Juegos Florales de Cartagena de Indias y favorito de los caricaturistas por mi fealdad ejemplar Es decir una vida perdida que habiacutea empezado mal desde la tarde en que mi madre me llevoacute de la mano a los diecinueve antildeos para ver si lograba publicar en El Diario de La Paz una croacutenica de la vida escolar que yo habiacutea escrito en la clase de castellano y retoacuterica Se publicoacute el domingo con un exordio esperanzado del director Pasados los antildeos cuando supe que mi madre habiacutea pagado la publicacioacuten y las siete siguientes ya era tarde para avergonzarme pues mi columna semanal volaba con alas propias y era ademaacutes inflador de cables y criacutetico de muacutesica

Desde que obtuve mi grado de bachiller con diploma de excelencia empeceacute a dictar clases de castellano y latiacuten en tres colegios puacuteblicos al mismo tiempo Fui un mal

Memorias de mis putas tristes 9 ______________________________________________________________________________________maestro sin formacioacuten sin vocacioacuten ni piedad alguna por esos pobres nintildeos que iban a la escuela como el modo maacutes faacutecil de escapar a la tiraniacutea de sus padres Lo uacutenico que pude hacer por ellos fue mantenerlos bajo el terror de mi regla de madera para que al menos se llevaran de miacute el poema favorito Estos Fabio ay dolor que ves ahora campos de soledad mustio collado fueron un tiempo Itaacutelica famosa Soacutelo de viejo me entereacute por casualidad del mal apodo que los alumnos me pusieron a mis espaldas el Profesor Mustio Collado

Esto fue todo cuanto me dio la vida y no he hecho nada por sacarle maacutes Almorzaba solo entre una clase y otra y a las seis de la tarde llegaba a la redaccioacuten del perioacutedico a cazar las sentildeales del espacio sideral A las once de la noche cuando se cerraba la edicioacuten empezaba mi vida real Dormiacutea en el Barrio Chino dos o tres veces por semana y con tan variadas compantildeiacuteas que dos veces fui coronado como el cliente del antildeo Despueacutes de la cena en el cercano cafeacute Roma escogiacutea cualquier burdel al azar y entraba a escondidas por la puerta del traspatio Lo haciacutea por el gusto pero terminoacute por ser parte de mi oficio gracias a la ligereza de lengua de los grandes cacaos de la poliacutetica que les daban cuenta de sus secretos de Estado a sus amantes de una noche sin pensar que eran oiacutedos por la opinioacuten puacuteblica a traveacutes de los tabiques de cartoacuten Por esa viacutea coacutemo no descubriacute tambieacuten que mi celibato inconsolable lo atribuiacutean a una pederastiacutea nocturna que se saciaba con los nintildeos hueacuterfanos de la calle del Crimen He tenido la fortuna de olvidarlo entre otras buenas razones porque tambieacuten conociacute lo bueno que se deciacutea de miacute y lo aprecieacute en lo que valiacutea

Nunca tuve grandes amigos y los pocos que llegaron cerca estaacuten en Nueva York Es decir muertos pues es donde supongo que se van las almas en pena para no digerir la verdad de su vida pasada Desde mi jubilacioacuten tengo poco que hacer como no sea llevar mis papeles al diario los viernes en la tarde u otros empentildeos de cierta monta conciertos en Bellas Artes exposiciones de pintura en el Centro Artiacutestico del cual soy socio fundador alguna que otra conferencia ciacutevica en la Sociedad de Mejoras Puacuteblicas o un acontecimiento grande como la temporada de la Faacutebregas en el teatro Apolo De joven iba a los salones de cine sin techo donde lo mismo podiacutea sorprendernos un eclipse de luna que una pulmoniacutea doble por un aguacero descarriado Pero maacutes que las peliacuteculas me interesaban las pajaritas de la noche que se acostaban por el precio de la entrada o lo daban de balde o de fiado Pues el cine no es mi geacutenero El culto obsceno de Shirley Temple fue la gota que desbordoacute el vaso

Mis uacutenicos viajes fueron cuatro a los Juegos Florales de Cartagena de Indias antes de mis treinta antildeos y una mala noche en lancha de motor invitado por Sacramento Montiel a la inauguracioacuten de un burdel suyo en Santa Marta En cuanto a mi vida domeacutestica soy de poco comer y de gustos faacuteciles Cuando Damiana se hizo vieja no se volvioacute a cocinar en casa y mi uacutenica comida regular desde entonces ha sido la tortilla de papas en el cafeacute Roma despueacutes del cierre del perioacutedico

Asiacute que la viacutespera de mis noventa antildeos me que deacute sin almorzar y no pude concentrarme en la lectura a la espera de noticias de Rosa Cabarcas Las chicharras pitaban a reventar en el calor de las dos y las vueltas del sol por las ventanas abiertas me forzaron a cambiar tres veces el lugar de la hamaca Siempre me parecioacute que por los diacuteas de mi aniversario estaba el maacutes caliente del antildeo y habiacutea aprendido a soportarlo pero el humor de aquel diacutea no me dio para tanto A las

Memorias de mis putas tristes 10 ______________________________________________________________________________________cuatro trateacute de apaciguarme con las seis suites para chelo solo de Juan Sebastiaacuten Bach en la versioacuten definitiva de don Pablo Casaacuteis Las tengo como lo maacutes sabio de toda la muacutesica pero en vez de apaciguarme como de soacutelito me dejaron en un estado de la peor postracioacuten Me adormeciacute con la segunda que me parece un poco remolona y en el suentildeo revolviacute la quejumbre del chelo con la de un buque triste que se fue Casi al instante me despertoacute el teleacutefono y la voz oxidada de Rosa Cabarcas me devolvioacute a la vida Tienes una suerte de bobo me dijo Encontreacute una pavita mejor de la que queriacuteas pero tiene un percance anda apenas por los catorce antildeos No me importa cambiar pantildeales le dije en chanza sin entender sus motivos No es por ti dijo ella pero iquestquieacuten va a pagar por miacute los tres antildeos de caacutercel

Nadie iba a pagarlos pero ella menos que nadie por supuesto Recogiacutea su cosecha entre las menores de edad que haciacutean mercado en su tienda a las cuales iniciaba y exprimiacutea hasta que pasaban a la vida peor de putas graduadas en el burdel histoacuterico de la Negra Eufemia Nunca habiacutea pagado una multa porque su patio era la arcadia de la autoridad local desde el gobernador hasta el uacuteltimo camajaacuten de alcaldiacutea y no era imaginable que a la duentildea le faltaran poderes para delinquir a su antojo De modo que sus escruacutepulos de uacuteltima hora soacutelo debiacutean ser para sacar ventajas de sus favores maacutes caros cuanto maacutes punibles El diferendo se arregloacute con el aumento de dos pesos en los servicios y acordamos que a las diez de la noche yo estuviera en su casa con cinco pesos en efectivo y por adelantado Ni un minuto antes pues la nintildea teniacutea que darles de comer y dormir a sus hermanos menores y acostar a su madre baldada por el reumatismo

Faltaban cuatro horas A medida que discurriacutean el corazoacuten se me iba llenando de una espuma acida que me estorbaba para respirar Hice un esfuerzo esteacuteril por pastorear el tiempo con los traacutemites de la vestimenta Nada nuevo por cierto si hasta Damiana dice que me visto con el ritual de un sentildeor obispo Me corteacute con la navaja barbera tuve que esperar a que se refrescara el agua de la ducha recalentada por el sol en la tuberiacutea y el esfuerzo simple de secarme con la toalla me hizo sudar de nuevo Me vestiacute de acuerdo con la ventura de la noche el traje de lino blanco la camisa a rayas azules de cuello acartonado con engrudo la corbata de seda china los botines remozados con blanco de zinc y el reloj de oro coronario con la leontina abrochada en el ojal de la solapa Al final dobleacute hacia dentro las bocapiernas de los pantalones para que no se notara que he disminuido un jeme

Tengo fama de cicatero porque nadie puede imaginarse que sea tan pobre si vivo donde vivo y la verdad es que una noche como aqueacutella estaba muy por encima de mis recursos Del cofre de los ahorros transpuesto debajo de la cama saqueacute dos pesos para alquiler del cuarto cuatro para la duentildea tres para la nintildea y cinco de reserva para mi cena y otros gastos menudos O sea los catorce pesos que me paga el perioacutedico por un mes de notas dominicales Los escondiacute en un bolsillo secreto de la pretina y me perfumeacute con el fumigador de Agua de Florida de Lanman amp Kemp-Barclay amp Co Entonces sentiacute el zarpazo del paacutenico y a la primera campanada de las ocho bajeacute a tientas las escaleras en tinieblas sudando de miedo y saliacute a la noche radiante de mis viacutesperas

Habiacutea refrescado Grupos de hombres solos discutiacutean a gritos sobre fuacutetbol en el paseo Coloacuten entre los taxis parados en bateriacutea al centro de la calzada Una banda de cobres tocaba un valse laacutenguido bajo la alameda de matarratones floridos Una de las putitas pobres que cazan clientes de solemnidad en la calle de los Notarios

Memorias de mis putas tristes 11 ______________________________________________________________________________________me pidioacute el cigarrillo de siempre y le contesteacute lo mismo de siempre Dejeacute de fumar hace hoy treinta y tres antildeos dos meses y diecisiete diacuteas Al pasar frente a El Alambre de Oro me mireacute en las vitrinas iluminadas y no me vi como me sentiacutea sino maacutes viejo y peor vestido

Poco antes de las diez abordeacute un taxi y le pediacute al chofer que me llevara al Cementerio Universal para que no supiera adonde iba en realidad Me miroacute divertido por el espejo y me dijo No me deacute estos sustos don sabio ojalaacute Dios me mantuviera tan vivo como a usted Nos bajamos juntos frente al cementerio porque eacutel no teniacutea moneda suelta y tuvimos que cambiar en La Tumba una cantina indigente donde lloran a sus muertos los borrachitos de la madrugada Cuando arreglamos cuentas el chofer me dijo en serio Tenga cuidado don que ya la casa de Rosa Cabarcas no es ni sombra de lo que fue No pude menos que darle las gracias convencido como todo el mundo de que no habiacutea ninguacuten secreto bajo el cielo para los choferes del paseo Coloacuten

Me adentreacute en un barrio de pobres que no teniacutea nada que ver con el que conociacute en mis tiempos Eran las mismas calles amplias de arenas calientes con casas de puertas abiertas paredes de tablas sin cepillar techos de palma amarga y patios de cascajo Pero su gente habiacutea perdido el sosiego En la mayoriacutea de las casas habiacutea parrandas de viernes cuyos bombos y platillos repercutiacutean en las entrantildeas Cualquiera podiacutea entrar por cincuenta centavos en la fiesta que le gustara maacutes pero tambieacuten podiacutea quedarse bailando de gorra en los sardineles Yo caminaba ansioso de que me tragara la tierra dentro de mi atuendo de filipichiacuten pero nadie se fijoacute en miacute salvo un mulato escuaacutelido que dormitaba sentado en el portoacuten de una casa de vecindad

-Adioacutes doctor -me gritoacute con todo el corazoacuten- iexclfeliz polvo

iquestQueacute podiacutea hacer sino darle las gracias Tuve que detenerme por tres veces para recobrar el respiro antes de alcanzar la uacuteltima cuesta Desde alliacute vi la enorme luna de cobre que se alzaba en el horizonte y una urgencia imprevista del vientre me hizo temer por mi destino pero pasoacute de largo Al final de la calle donde el barrio se convertiacutea en un bosque de aacuterboles frutales entreacute en la tienda de Rosa Cabarcas

No pareciacutea la misma Habiacutea sido la mama santa maacutes discreta y por lo mismo la maacutes conocida Una mujer de gran tamantildeo que queriacuteamos coronar como sargenta de bomberos tanto por la corpulencia como por la eficacia para apagar las candelas de la parroquia Pero la soledad le habiacutea disminuido el cuerpo le habiacutea avellanado la piel y afilado la voz con tanto ingenio que pareciacutea una nintildea vieja De antes soacutelo le quedaban los dientes perfectos con uno que se habiacutea hecho forrar de oro por coqueteriacutea Guardaba un luto cerrado por el marido muerto a los cincuenta antildeos de vida comuacuten y lo aumentoacute con una especie de bonete negro por la muerte del hijo uacutenico que la ayudaba en sus entuertos Soacutelo le quedaban vivos los ojos diaacutefanos y crueles y por ellos me di cuenta de que no habiacutea cambiado de iacutendole

La tienda teniacutea un foco macilento en el plafondo y casi nada para vender en los armarios que ni siquiera cumpliacutean como pantalla de un negocio a voces que todo el mundo conociacutea pero nadie reconociacutea Rosa Cabarcas estaba despachando a un cliente cuando entreacute en punta de pies No seacute si me desconocioacute de veras o si lo habiacutea fingido por guardar las formas Me senteacute en el escantildeo de espera mientras se

Memorias de mis putas tristes 12 ______________________________________________________________________________________desocupaba y trateacute de reconstruirla en la memoria como habiacutea sido Maacutes de dos veces cuando ambos estaacutebamos enteros tambieacuten ella me habiacutea sacado de espantos Creo que me leyoacute el pensamiento porque se volvioacute hacia miacute y me escudrintildeoacute con una intensidad alarmante No te pasa el tiempo suspiroacute con tristeza Yo quise halagarla A ti siacute pero para bien En serio dijo ella hasta te ha resucitado un poco la cara de caballo muerto Seraacute porque cambieacute de comedero le dije por picardiacutea Ella se animoacute Hasta donde me acuerdo teniacuteas una tranca de galeote me dijo iquestCoacutemo se porta Me escapeacute por la tangente Lo uacutenico distinto desde que no nos vemos es que a veces me arde el culo Su diagnoacutestico fue inmediato Falta de uso Soacutelo lo tengo para lo que Dios lo hizo le dije pero era cierto que me ardiacutea de tiempo atraacutes y siempre en luna llena Rosa rebuscoacute en su cajoacuten de sastre y destapoacute una latita de una pomada verde que oliacutea a linimento de aacuternica Le dices a la nintildea que te la unte con su dedito asiacute moviendo el iacutendice con una elocuencia procaz Le repliqueacute que a Dios gracias todaviacutea era capaz de defenderme sin untos guajiros Ella se burloacute Ay maestro perdoacutename la vida

Y fue a lo suyo

La nintildea estaba en el cuarto desde las diez me dijo era bella limpia y bien criada pero estaba muerta de miedo porque una amiga suya que escapoacute con un estibador de Gayra se habiacutea desangrado en dos horas Pero bueno admitioacute Rosa se entiende porque los de Gayra tienen fama de que hacen cantar a las muiacuteas Y retomoacute el hilo Pobrecita ademaacutes de todo tiene que trabajar el diacutea entero pegando botones en una faacutebrica No me parecioacute que fuera un oficio tan duro Eso creen los hombres replicoacute ella pero es peor que picar piedras Ademaacutes me confesoacute que le habiacutea dado a la nintildea un bebedizo de bromuro con valeriana y ahora estaba dormida Temiacute que la compasioacuten mera otra artimantildea para aumentar el precio pero no dijo ella mi palabra es de oro Con reglas fijas cada cosa pagada aparte en plata blanca y por adelantado Asiacute fue

La seguiacute a traveacutes del patio enternecido por la marchitez de su piel y por lo mal que andaba con las piernas hinchadas dentro de las medias de algodoacuten primario La luna llena estaba llegando al centro del cielo y el mundo se veiacutea como sumergido en aguas verdes Cerca de la tienda habiacutea una techumbre de palma para las parrandas de la administracioacuten puacuteblica con numerosos taburetes de cuero y hamacas colgadas en los horcones En el traspatio donde empezaba el bosque de aacuterboles frutales habiacutea una galeriacutea de seis alcobas de adobes sin repellar con ventanas de anjeo para los zancudos La uacutenica ocupada estaba a media luz y Tontildea la Negra cantaba en el radio una cancioacuten de malos amores Rosa Cabarcas tomoacute aire El bolero es la vida Yo estaba de acuerdo pero hasta hoy no me atreviacute a escribirlo Ella empujoacute la puerta entroacute un instante y volvioacute a salir Sigue dormidita dijo Hariacuteas bien en dejarla descansar todo lo que le pida el cuerpo tu noche es maacutes larga que la suya Yo estaba ofuscado iquestQueacute crees que debo hacer Tuacute sabraacutes dijo ella con una placidez fuera de lugar por algo eres sabio Dio media vuelta y me dejoacute solo con el terror

No habiacutea escapatoria Entreacute en el cuarto con el corazoacuten desquiciado y vi a la nintildea dormida desnuda y desamparada en la enorme cama de alquiler como la parioacute su madre Yaciacutea de medio lado de cara a la puerta alumbrada desde el plafondo por una luz intensa que no perdonaba detalle Me senteacute a contemplarla desde el borde de la cama con un hechizo de los cinco sentidos Era morena y tibia La habiacutean sometido a un reacutegimen de higiene y embellecimiento que no descuidoacute ni el vello

Memorias de mis putas tristes 13 ______________________________________________________________________________________incipiente del pubis Le habiacutean rizado el cabello y teniacutea en las untildeas de las manos y los pies un esmalte natural pero la piel del color de la melaza se veiacutea aacutespera y maltratada Los senos recieacuten nacidos pareciacutean todaviacutea de nintildeo varoacuten pero se veiacutean urgidos por una energiacutea secreta a punto de reventar Lo mejor de su cuerpo eran los pies grandes de pasos sigilosos con dedos largos y sensibles como de otras manos Estaba ensopada en un sudor fosforescente a pesar del ventilador y el calor se volviacutea insoportable a medida que avanzaba la noche Era imposible imaginar coacutemo era la cara pintorreteada a brocha gorda la espesa costra de polvos de arroz con dos parches de colorete en las mejillas las pestantildeas postizas las cejas y los paacuterpados como ahumados con negrohumo y los labios aumentados con un barniz de chocolate Pero ni los trapos ni los afeites alcanzaban a disimular su caraacutecter la nariz altiva las cejas encontradas los labios intensos Penseacute Un tierno toro de lidia

A las once fui a mis traacutemites de rutina en el bantildeo donde estaba su ropa de pobre doblada sobre una silla con un esmero de rica un traje de etamina con mariposas estampadas un calzoacuten amarillo de malapodaacuten y unas sandalias de fique Encima de la ropa habiacutea una pulsera de baratillo y una cadenita muy fina con la medalla de la Virgen En la repisa del lavabo una cartera de ruano con un laacutepiz de labios un estuche de colorete una llave y unas monedas sueltas Todo tan barato y envilecido por el uso que no pude imaginarme a nadie tan pobre como ella

Me desvestiacute y dispuse las piezas como mejor pude en el perchero para no dantildear la seda de la camisa y el planchado del lino Orineacute en el inodoro decadena sentado y como me ensentildeoacute desde nintildeo Florina de Dios para que no mojara los bordes de la bacinilla y todaviacutea modestia aparte con un chorro inmediato y continuo de potro cerrero Antes de salir me asomeacute al espejo del lavamanos El caballo que me miroacute desde el otro lado no estaba muerto sino luacutegubre y teniacutea una papada de Papa los paacuterpados abotagados y desmirriadas las crines que habiacutean sido mi melena de muacutesico

-Mierda -le dije- iquestqueacute puedo hacer si no me quieres

Tratando de no despertarla me senteacute desnudo en la cama con la vista ya acostumbrada a los engantildeos de la luz roja y la reviseacute palmo a palmo Desliceacute la yema del iacutendice a lo largo de su cerviz empapada y toda ella se estremecioacute por dentro como un acorde de arpa se volteoacute hacia miacute con un gruntildeido y me envolvioacute en el clima de su aliento aacutecido Le apreteacute la nariz con el pulgar y el iacutendice y ella se sacudioacute apartoacute la cabeza y me dio la espalda sin despertar Trateacute de separarle las piernas con mi rodilla por una tentacioacuten imprevista En las dos primeras tentativas se opuso con los muslos tensos Le canteacute al oiacutedo La cama de Delgadina de aacutengeles estaacute rodeada Se relajoacute un poco Una corriente caacutelida me subioacute por las venas y mi lento animal jubilado despertoacute de su largo suentildeo

Delgadina alma miacutea le supliqueacute ansioso Delgadina Ella lanzoacute un gemido luacutegubre escapoacute de mis muslos me dio la espalda y se enroscoacute como un caracol en su concha La poacutecima de valeriana debioacute ser tan eficaz para miacute como para ella porque nada pasoacute ni a ella ni a nadie Pero no me importoacute Me pregunteacute de queacute serviacutea despertarla humillado y triste como me sentiacutea y friacuteo como un lebranche

Niacutetidas ineluctables sonaron entonces las campanadas de las doce de la noche y empezoacute la madrugada del 29 de agosto diacutea del Martirio de San Juan Bautista

Memorias de mis putas tristes 14 ______________________________________________________________________________________Alguien lloraba a gritos en la calle y nadie le haciacutea caso Receacute por eacutel si le hiciera falta y tambieacuten por miacute en accioacuten de gracias por los beneficios recibidos No se engantildee nadie no pensando que ha de durar lo que espera maacutes que duroacute lo que vioLa nintildea gimioacute en suentildeos y receacute tambieacuten por ella Pues que todo ha de pasar por tal manera Despueacutes apagueacute el radio y la luz para dormir

Desperteacute de madrugada sin recordar doacutende estaba La nintildea seguiacutea dormida de espaldas a miacute en posicioacuten fetal Tuve la sensacioacuten indefinida de que la habiacutea sentido levantarse en la oscuridad y de haber oiacutedo el desaguumle del bantildeo pero lo mismo pudo ser un suentildeo Fue algo nuevo para miacute Ignoraba las mantildeas de la seduccioacuten y siempre habiacutea escogido al azar las novias de una noche maacutes por el precio que por los encantos y haciacuteamos amores sin amor medio vestidos las maacutes de las veces y siempre en la oscuridad para imaginarnos mejores Aquella noche descubriacute el placer inverosiacutemil de contemplar el cuerpo de una mujer dormida sin los apremios del deseo o los estorbos del pudor

Me levanteacute a las cinco inquieto porque mi nota dominical debiacutea estar en la mesa de redaccioacuten antes de las doce Hice mi deposicioacuten puntual todaviacutea con los ardores de la luna llena y cuando solteacute la cadena del agua sentiacute que ntildeus rencores del pasado se fueron por los albantildeales Cuando volviacute fresco y vestido al dormitorio la nintildea dormiacutea bocarriba a la luz conciliadora del amanecer atravesada de lado a lado en la cama con los brazos abiertos en cruz y duentildea absoluta de su virginidad Que Dios te la guarde le dije Toda la plata que me quedaba la suya y la miacutea se la puse en la almohada y me despediacute por siempre jamaacutes con un beso en la frente La casa como todo burdel al amanecer era lo maacutes cercano al paraiacuteso Saliacute por el portoacuten del huerto para no encontrarme con nadie Bajo el sol abrasante de la calle empeceacute a sentir el peso de mis noventa antildeos y a contar minuto a minuto los minutos de las noches que me haciacutean falta para morir

Memorias de mis putas tristes 15 ______________________________________________________________________________________

2Escribo esta memoria en lo poco que queda de la biblioteca que fue de mis padres y cuyos anaqueles estaacuten a punto de desplomarse por la paciencia de las polillas A fin de cuentas para lo que me falta por hacer en este mundo me bastariacutea con mis diccionarios de todo geacutenero con las dos primeras series de los Episodios nacionales de don Benito Peacuterez Galdoacutes y con La montantildea maacutegica que me ensentildeoacute a entender los humores de mi madre desnaturalizados por la tisis

A diferencia de los otros muebles y de miacute mismo el mesoacuten en que escribo parece de mejor salud con el paso del tiempo porque lo fabricoacute en maderas nobles mi abuelo paterno que fue carpintero de buques Aunque no tenga que escribir lo aderezo todas las mantildeanas con el rigor ocioso que me ha hecho perder tantos amores Al alcance de la mano tengo mis libros coacutemplices los dos tomos del Primer Diccionario Ilustrado de la Real Academiade 1903 el Tesoro de la Lengua Castellana o Espantildeola de don Sebastiaacuten de Covarrubias la gramaacutetica de don Andreacutes Bello por si hubiera alguna duda semaacutentica como es de rigor el novedoso Diccionario ideoloacutegico de don Julio Casares en especial por sus antoacutenimos y sus sinoacutenimos el Vocabolario della Liacutengua Italiana de Nicola Zingarelli para favorecerme con el idioma de mi madre que aprendiacute desde la cuna y el diccionario de latiacuten que por ser eacuteste la madre de las otras dos lo considero mi lengua natal

A la izquierda del escritorio mantengo siempre las cinco fojas de papel de hilo tamantildeo oficio para mi nota dominical y el cuerno con polvo de carta que prefiero a la moderna almohadilla de papel se cante A la derecha estaacuten el calamaio y el palillero de balso liviano con la peacutendola de oro pues todaviacutea manuscribo con la letra romaacutentica que me ensentildeoacute Florina de Dios para que no me hiciera a la caligrafiacutea oficial de su esposo que fue notario puacuteblico y contador juramentado hasta su uacuteltimo aliento Hace tiempo que se nos impuso en el perioacutedico la orden de escribir a maacutequina para mejor caacutelculo del texto en el plomo del linotipo y mayor acierto en la armada pero nunca me hice a este mal haacutebito Seguiacute escribiendo a mano y transcribiendo en la maacutequina con un arduo picoteo de gallina gracias al privilegio ingrato de ser el empleado maacutes antiguo Hoy jubilado pero no vencido gozo del privilegio sacro de escribir en casa con el teleacutefono descolgado para que nadie me disturbe y sin censor que aguaite lo que escribo por encima de mi hombro

Vivo sin perros ni paacutejaros ni gente de servicio salvo la fiel Damiana que me ha sacado de los apuros menos pensados y sigue viniendo una vez por semana para lo que haya que hacer aun como estaacute corta de vista y de cacumen Mi madre en su

Memorias de mis putas tristes 16 ______________________________________________________________________________________lecho de muerte me suplicoacute que me casara joven con mujer blanca que tuvieacuteramos por lo menos tres hijos y entre ellos una nintildea con su nombre que habiacutea sido el de su madre y su abuela Estuve pendiente de la suacuteplica pero teniacutea una idea tan flexible de la juventud que nunca me parecioacute demasiado tarde Hasta un mediodiacutea caluroso en que me equivoqueacute de puerta en la casa que teniacutean los Palomares de Castro en Pradomar y sorprendiacute desnuda a Ximena Ortiz la menor de las hijas que haciacutea la siesta en la alcoba contigua Estaba acostada de espaldas a la puerta y se volvioacute a mirarme por encima del hombro con un gesto tan raacutepido que no me dio tiempo de escapar Ay perdoacuten alcanceacute a decir con el alma en la boca Ella sonrioacute se volteoacute hacia miacute con un escorzo de gacela y seme mostroacute de cuerpo entero La estancia toda se sentiacutea saturada de su intimidad No estaba en vivas carnes pues teniacutea en la oreja una flor ponzontildeosa de peacutetalos anaranjados como la Olimpia de Manet y tambieacuten llevaba una esclava de oro en el puntildeo derecho y una gargantilla de perlas menudas Nunca imagineacute que pudiera ver algo maacutes perturbador en lo que me faltaba de vida y hoy puedo dar fe de que tuve razoacuten

Cerreacute la puerta de un golpe avergonzado de mi torpeza y con la determinacioacuten de olvidarla Pero Ximena Ortiz me lo impidioacute Me mandaba recados con amigas comunes esquelas provocadoras amenazas brutales mientras se esparciacutea la voz de que estaacutebamos locos de amor el uno por el otro sin que nos hubieacuteramos cruzado palabra Fue imposible resistir Teniacutea unos ojos de gata cimarrona un cuerpo tan provocador con ropa como sin ella y una cabellera frondosa de oro alborotado cuyo tufo de mujer me haciacutea llorar de rabia en la almohada Sabiacutea que nunca llegariacutea a ser amor pero la atraccioacuten sataacutenica que ejerciacutea sobre miacute era tan ardorosa que intentaba aliviarme con cuanta guaricha de ojos verdes me encontraba al paso Nunca logreacute sofocar el fuego de su recuerdo en la cama de Pradomar asiacute que le entregueacute mis armas con peticioacuten formal de mano intercambio de anillos y anuncio de boda grande antes de Pentecosteacutes

La noticia estalloacute con maacutes fuerza en el Barrio Chino que en los clubes sociales Primero fue con burlas pero se transformoacute en una contrariedad cierta de las acadeacutemicas que veiacutean el matrimonio como una situacioacuten maacutes ridiacutecula que sagrada Mi noviazgo cumplioacute todos los ritos de la moral cristiana en la terraza de orquiacutedeas amazoacutenicas y helechos colgados de la casa de mi prometida Llegaba a las siete de la noche todo de lino blanco y con cualquier regalo de abalorios artesanales o chocolates suizos y hablaacutebamos medio en clave y medio en serio hasta las diez con la custodia de la tiacutea Argeacutenida que se dormiacutea al primer parpadeo como las chaperonas de las novelas de la eacutepoca

Ximena iba hacieacutendose maacutes voraz cuanto mejor nos conociacuteamos se aligeraba de corpintildeos y pollerines a medida que apretaban los bochornos de junio y era faacutecil imaginarse el poder de demolicioacuten que debiacutea tener en la penumbra A los dos meses de noviazgo no teniacuteamos de queacute hablar y ella planteoacute el tema de los hijos sin decirlo tejiendo bolitas en crochet de lana cruda para recieacuten nacidos Yo novio gentil aprendiacute a tejer con ella y asiacute se nos fueron las horas inuacutetiles que faltaban para la boda yo tejiendo las botitas azules para nintildeos y ella tejiendo las rosadas para nintildeas a ver quieacuten acertaba hasta que fueron bastantes para maacutes de medio centenar de hijos Antes de que dieran las diez me subiacutea a un coche de caballos y me iba al Barrio Chino a vivir mi noche en la paz de Dios

Memorias de mis putas tristes 17 ______________________________________________________________________________________Los tempestuosos adioses de soltero que me haciacutean en el Barrio Chino iban en contraviacutea de las veladas opresivas del Club Social Contraste que a miacute me sirvioacute para saber cuaacutel de los dos mundos era en realidad el miacuteo y me hice la ilusioacuten de que eran ambos pero cada uno a sus horas pues desde cualquiera de los dos veiacutea alejarse el otro con los suspiros desgarrados con que se separan dos barcos en altamar El baile de la viacutespera en El Poder de Dios incluyoacute una ceremonia final que soacutelo podiacutea ocurriacutersele a un cura gallego encallado en la concupiscencia que vistioacute a todo el personal femenino con velos y azahares para que todas se casaran conmigo en un sacramento universal Fue una noche de grandes sacrilegios en que veintidoacutes de ellas prometieron amor y obediencia y les correspondiacute con fidelidad y sustento hasta el maacutes allaacute de la tumba

No pude dormir por el presagio de algo irremediable Desde la madrugada empeceacute a contar el paso de las horas en el reloj de la catedral hasta las siete campanadas temibles con que debiacutea estar en la iglesia El timbre del teleacutefono empezoacute a las ocho largo tenaz impredecible durante maacutes de una hora No soacutelo no contesteacute no respireacute Poco antes de las diez llamaron a la puerta primero con el puntildeo y luego con gritos de voces conocidas y abominadas Temiacutea que la derribaran por alguacuten percance grave pero hacia las once la casa quedoacute en el silencio erizado que sucede a las grandes cataacutestrofes Entonces lloreacute por ella y por miacute y receacute de todo corazoacuten para no encontrarme con ella nunca maacutes en mis diacuteas Alguacuten santo me oyoacute a medias pues Ximena Ortiz se fue del paiacutes esa misma noche y no volvioacute hasta unos veinte antildeos despueacutes bien casada y con los siete hijos que pudieron ser miacuteos

Trabajo me costoacute mantener mi puesto y mi columna en El Diario de La Paz despueacutes de aquella afrenta social Pero no fue por eso que relegaron mis notas a la paacutegina once sino por el iacutempetu ciego con que entroacute el siglo XX El progreso se convirtioacute en el mito de la ciudad Todo cambioacute volaron los aviones y un hombre de empresa tiroacute un saco de cartas desde un Junker e inventoacute el correo aeacutereo

Lo uacutenico que permanecioacute igual fueron mis notas en el perioacutedico Las nuevas generaciones arremetieron contra ellas como contra una momia del pasado que debiacutea ser demolida pero yo las mantuve en el mismo tono sin concesiones contra los aires de renovacioacuten Fui sordo a todo Habiacutea cumplido cuarenta antildeos pero los redactores joacutevenes la llamaban la Columna de Mudarra el Bastardo El director de entonces me citoacute en su oficina para pedirme que me pusiera a tono con las nuevas corrientes De un modo solemne como si acabara de inventarlo me dijo El mundo avanza Siacute le dije avanza pero dando vueltas alrededor del sol Mantuvo mi nota dominical porque no habriacutea encontrado otro inflador de cables Hoy seacute que tuve razoacuten y por queacute Los adolescentes de mi generacioacuten avorazados por la vida olvidaron en cuerpo y alma las ilusiones del porvenir hasta que la realidad les ensentildeoacute que el futuro no era como lo sontildeaban y descubrieron la nostalgia Alliacute estaban mis notas dominicales como una reliquia arqueoloacutegica entre los escombros del pasado y se dieron cuenta de que no eran soacutelo para viejos sino para joacutevenes que no tuvieran miedo de envejecer La nota volvioacute entonces a la seccioacuten editorial y en ocasiones especiales a la primera paacutegina

A quien me lo pregunta le contesto siempre con la verdad las putas no me dejaron tiempo para ser casado Sin embargo debo reconocer que nunca tuve esta explicacioacuten hasta el diacutea de mis noventa antildeos cuando saliacute de la casa de Rosa Cabarcas con la determinacioacuten de nunca maacutes provocar al destino Me sentiacutea otro El

Memorias de mis putas tristes 18 ______________________________________________________________________________________genio se me trastornoacute por la gente de tropa que vi apostada en las rejas de hierro que rodeaban el parque Encontreacute a Damiana trapeando los pisos a gatas en la sala y la juventud de los muslos a su edad me suscitoacute un temblor de otra eacutepoca Ella debioacute sentirlo porque se cubrioacute con la falda No pude reprimir la tentacioacuten de preguntarle Diacutegame una cosa Damiana iquestde queacute se acuerda No estaba acordaacutendome de nada dijo ella pero su pregunta me lo recuerda Sentiacute una opresioacuten en el pecho Nunca me he enamorado le dije Ella replicoacute en el acto Yo siacute Y terminoacute sin interrumpir su oficio Lloreacute veintidoacutes antildeos por usted El corazoacuten me dio un salto Buscando una salida digna le dije Hubieacuteramos sido una buena yunta Pues hace mal en deciacutermelo ahora dijo ella porque ya no me sirve ni de consuelo Cuando saliacutea de la casa me dijo del modo maacutes natural Usted no me creeraacute pero sigo siendo virgen a Dios gracias

Poco despueacutes descubriacute que habiacutea dejado floreros de rosas rojas por toda la casa y una tarjeta en la almohada Le deseo que llegue a los sien Con este mal sabor me senteacute a continuar la nota que habiacutea dejado a medias el diacutea anterior La termineacute con un solo aliento en menos de dos horas y tuve que torcerle el cuello al cisne para sacaacutermela de las tripas sin que se me notara el llanto Por un golpe de inspiracioacuten tardiacutea decidiacute rematarla con el anuncio de que con ella poniacutea teacutermino feliz a una vida larga y digna sin la mala condicioacuten de morirme

Mi propoacutesito era dejarla en la porteriacutea del perioacutedico y volver a casa Pero no pude El personal en pleno me esperaba para celebrarme el cumpleantildeos El edificio estaba en obra con andamies y escombros friacuteos por todas partes pero habiacutean parado la obra para la fiesta En una mesa de carpintero estaban las bebidas para el brindis y las cuelgas envueltas en papel de fantasiacutea Aturdido por los relaacutempagos de las caacutemaras me hice con todas las fotos del recuerdo

Me alegroacute encontrar alliacute a periodistas de radio y de los otros diarios de la ciudad La Prensa matutino conservador El Heraldo matutino liberal y El Nacional vespertino sensacionalista que trataba de aliviar las tensiones del orden puacuteblico con folletones pasionales No era extrantildeo que estuvieran juntos pues dentro del espiacuteritu de la ciudad fue siempre de buen recibo que se mantuvieran intactas las amistades de la tropa mientras los mariscales libraban la guerra editorial

Tambieacuten estaba alliacute fuera de horas el censor oficial don Jeroacutenimo Ortega a quien llamaacutebamos el Abominable Hombre de las Nueve porque llegaba puntual a esa hora de la noche con su laacutepiz sangriento de saacutetrapa godo Alliacute permaneciacutea hasta asegurarse de que no hubiera una letra impune en la edicioacuten de mantildeana Teniacutea una aversioacuten personal contra miacute por mis iacutenfulas de gramaacutetico o porque utilizaba palabras italianas sin comillas ni cursivas cuando me pareciacutean maacutes expresivas que en castellano como debiera ser de uso legiacutetimo entre lenguas siamesas Despueacutes de padecerlo por cuatro antildeos habiacuteamos terminado por aceptarlo como la mala conciencia de nosotros mismos

Las secretarias llevaron al saloacuten un pudiacuten con noventa velas encendidas que me enfrentaron por primera vez al nuacutemero de mis antildeos Tuve que tragarme las laacutegrimas cuando cantaron el brindis y me acordeacute de la nintildea sin ninguacuten motivo No fue un golpe de rencor sino de compasioacuten tardiacutea por una criatura de la que no esperaba volver a acordarme Cuando acaboacute de pasar el aacutengel alguien me habiacutea puesto un cuchillo en la mano para que cortara el pudiacuten Por temor a las burlas nadie se

JUAN CARLOS 161104
saacutetrapa (Del lat satrăpa este del gr σατράπης y este del aveacutestico ẖšathrapāvan protector del dominio) m Gobernador de una provincia de la antigua Persia || 2 coloq Hombre sagaz que sabe gobernarse con astucia e inteligencia o que gobierna despoacuteticamente U t c adj 13

Memorias de mis putas tristes 19 ______________________________________________________________________________________arriesgoacute a improvisar un discurso Yo hubiera preferido morirme que contestarlo Para terminar la fiesta el jefe de redaccioacuten por quien no tuve nunca gran simpatiacutea nos devolvioacute a la realidad inclemente Ahora siacute ilustre nonagenario me dijo iquestDoacutende estaacute su nota

La verdad es que toda la tarde la sentiacutea ardieacutendome como una brasa en el bolsillo pero la emocioacuten me habiacutea calado tan hondo que no tuve corazoacuten para aguar la fiesta con mi renuncia Dije Por esta vez no hay El jefe de redaccioacuten se disgustoacute por una falta que habiacutea sido inconcebible desde el siglo anterior Entieacutendalo por una vez le dije tuve una noche tan difiacutecil que amaneciacute embrutecido Pues debioacute escribir eso dijo eacutel con su humor de vinagre A los lectores les gustaraacute saber de primera mano coacutemo es la vida a los noventa Una de las secretarias tercioacute A lo mejor es un secreto delicioso dijo y me miroacute con malicia iquestO no Una raacutefaga ardiente me abrasoacute la cara Maldita sea penseacute queacute desleal es el rubor Otra radiante me sentildealoacute con el dedo iexclQueacute maravilla Todaviacutea le queda la elegancia de ruborizarse Su impertinencia me provocoacute otro rubor encima del rubor Debioacute ser una noche de ataque dijo la primera secretaria iexclQueacute envidia Y me dio un beso que me quedoacute pintado en la cara Los fotoacutegrafos se encarnizaron Ofuscado le entregueacute la nota al jefe de redaccioacuten y le dije que lo dicho antes era en broma aquiacute la tiene y escapeacute atolondrado por la uacuteltima salva de aplausos para no estar presente cuando descubrieran que era mi carta de renuncia al cabo de medio siglo de galeras

La ansiedad me duraba todaviacutea aquella noche cuando desenvolviacutea las cuelgas en mi casa Los linotipistas desacertaron con una cafetera eleacutectrica igual a las tres que teniacutea de cumpleantildeos anteriores Los tipoacutegrafos me dieron una autorizacioacuten para recoger un gato de angora en el criadero municipal La gerencia me dio una bonificacioacuten simboacutelica Las secretarias me regalaron tres calzoncillos de seda con huellas de besos estampados y una tarjeta en la que se ofreciacutean para quitaacutermelos Se me ocurrioacute que uno de los encantos de la vejez son las provocaciones que se permiten las amigas joacutevenes que nos creen fuera de servicio

Nunca supe quieacuten me mandoacute un disco con los veinticuatro preludios de Chopin por Stefan Askenase Los redactores en su mayoriacutea me regalaron libros de moda No habiacutea terminado de desenvolver los regalos cuando Rosa Cabarcas me llamoacute por teleacutefono con la pregunta que yo no queriacutea oiacuter iquestQueacute te pasoacute con la nintildea Nada dije sin pensarlo iquestTe parece nada que ni siquiera la despertaste dijo Rosa Cabarcas Una mujer no perdona jamaacutes que un hombre le desprecie el estreno Le alegueacute que la nintildea no podiacutea estar tan agotada soacutelo por pegar botones y tal vez se hiciera la dormida por miedo del mal trance Lo uacutenico grave dijo Rosa es que ella cree de verdad que ya no sirves y no me gustariacutea que lo fuera pregonando a los cuatro vientos

No le di el gusto de sorprenderme Aunque asiacute fuera le dije su estado es tan deplorable que no se puede contar con ella ni dormida ni despierta es carne de hospital Rosa Cabarcas bajoacute el tono La culpa fue de las prisas con que se hizo el trato pero tiene remedio ya veraacutes Prometioacute poner a la nintildea en confesioacuten y si era el caso obligarla a devolver la plata iquestqueacute te parece Deacutejalo de ese tamantildeo le dije aquiacute no pasoacute nada y en cambio me ha valido como una prueba de que ya no estoy para estos trotes En ese sentido la nintildea tiene razoacuten ya no sirvo Colgueacute el teleacutefono saturado por un sentimiento de liberacioacuten que no habiacutea conocido en vida miacutea y por fin a salvo de una servidumbre que me manteniacutea subyugado desde mis trece antildeos

JUAN CARLOS 161104
linotipista com Persona que maneja una linotipia13 linotipia (Del ingl linotype) f Impr Maacutequina de componer provista de matrices de la cual sale la liacutenea formando una sola pieza || 2 Impr Arte de componer con esta maacutequina 13

Memorias de mis putas tristes 20 ______________________________________________________________________________________

A las siete de la noche fui invitado de honor al concierto de Jacques Thibault y Alfred Cortot en la sala de Bellas Artes con una interpretacioacuten gloriosa de la sonata para violiacuten y piano de Ceacutesar Frank y en el intermedio escucheacute elogios inverosiacutemiles El maestro Pedro Biava nuestro muacutesico enorme me llevoacute casi a rastras a los camerinos para presentarme a los inteacuterpretes Me ofusqueacute tanto que los feliciteacute por una sonata de Schumann que no habiacutean tocado y alguien me corrigioacute en puacuteblico de mala manera La impresioacuten de que habiacutea confundido las dos sonatas por ignorancia simple quedoacute sembrada en el ambiente local y agravada por una explicacioacuten aturdida con que trateacute de remendarla el domingo siguiente en mi resentildea criacutetica del concierto

Por primera vez en mi larga vida me sentiacute capaz de matar a alguien Volviacute a casa atormentado por el diablillo que sopla al oiacutedo las respuestas devastadoras que no dimos a tiempo y ni la lectura ni la muacutesica mitigaron mi rabia Por fortuna Rosa Cabarcasme sacoacute del desvariacuteo con un grito en el teleacutefono Estoy feliz con el perioacutedico porque no pensaba que cumpliacuteas noventa sino cien Le contesteacute encrespado iquestAsiacute de jodido me viste Al contrario dijo ella lo que me sorprendioacute fue verte tan bien Queacute bueno que no eres de los viejos verdes que se aumentan la edad para que los crean en buen estado Y cambioacute sin transicioacuten Te tengo tu cuelga Me sorprendioacute de veras iquestQueacute es La nintildea dijo ella

No me tomeacute ni un instante para pensar Gracias le dije pero esa vaina es agua pasada Ella siguioacute de largo Te la mando a tu casa envuelta en papel de China y hervida con palo de saacutendalo al bantildeo mariacutea todo gratis Me mantuve firme y ella se debatioacute en una explicacioacuten pedregosa que me parecioacute sincera Dijo que la nintildea estaba en tan mal estado aquel viernes por haber cosido doscientos botones con aguja y dedal Que era verdad su miedo a las violaciones sangrientas pero ya estaba instruida para el sacrificio Que en su noche conmigo se habiacutea levantado para ir al bantildeo y que yo estaba tan profundo que le dio laacutestima despertarme pero ya me habiacutea ido cuando volvioacute a despertar en la mantildeana Me indigneacute con lo que me parecioacute una mentira inuacutetil Bueno prosiguioacute Rosa Cabarcas aun si asiacute fuera la nintildea estaacute arrepentida Pobrecita la tengo aquiacute enfrente iquestQuieres que tela pase No por Dios le dije

Habiacutea empezado a escribir cuando llamoacute la secretaria del perioacutedico El mensaje era que el director queriacutea verme al diacutea siguiente a las once de la mantildeana Llegueacute puntual El estruendo de la restauracioacuten de la casa no pareciacutea soportable el aire estaba enrarecido por los martillazos el polvo de cemento y el humo de alquitraacuten pero la redaccioacuten habiacutea aprendido a pensar en la rutina del caos Las oficinas del director en cambio heladas y silentes permaneciacutean en un paiacutes ideal que no era el nuestro

El tercer Marco Tulio con un aire adolescente se puso de pie al verme entrar sin interrumpir una conversacioacuten telefoacutenica me estrechoacute la mano por encima del escritorio y me indicoacute que me sentara Llegueacute a pensar que no habiacutea nadie en el otro extremo de la liacutenea y que eacutel haciacutea la farsa para impresionarme pero pronto descubriacute que hablaba con el gobernador y era en verdad un diaacutelogo difiacutecil entre enemigos cordiales Ademaacutes creo que se esmeraba en parecer eneacutergico delante de miacute aunque al mismo tiempo se manteniacutea de pie mientras hablaba con la autoridad

Memorias de mis putas tristes 21 ______________________________________________________________________________________Se le notaba el vicio de la pulcritud Acababa de cumplir veintinueve antildeos con cuatro idiomas y tres maestriacuteas internacionales a diferencia del primer presidente vitalicio su abuelo paterno que se hizo periodista empiacuterico despueacutes de hacer una fortuna con la trata de blancas Teniacutea maneras faacuteciles se pasaba de apuesto y sereno y lo uacutenico que poniacutea en peligro su prestancia era una nota falsa en la voz Llevaba una chaqueta deportiva con una orquiacutedea viva en la solapa y cada cosa le sentaba como si fuera de su ser natural pero nada en eacutel estaba hecho para el clima de la calle sino para la primavera de sus oficinas Yo que habiacutea gastado casi dos horas para vestirme sentiacute el oprobio de la pobreza y me aumentoacute la rabia

Con todo el veneno mortal estaba en una foto panoraacutemica del personal de planta tomada en el XXV aniversario de la fundacioacuten del perioacutedico en la que sentildealaban con una crucecita sobre la cabeza a los que iban muriendo Yo era el tercero de la derecha con el sombrero canotier la corbata de nudo grande con una perla en el prendedor el primer mostacho de coronel civil que tuve hasta los cuarenta antildeos y los espejuelos metaacutelicos de seminarista preacutesbita que no me hicieron falta despueacutes del medio siglo Habiacutea visto esa foto colgada durante antildeos en distintas oficinas pero soacutelo entonces fui sensible a su mensaje de los cuarenta y ocho empleados originales soacutelo cuatro estaacutebamos vivos y el menor de nosotros cumpliacutea una condena de veinte antildeos por asesinato muacuteltiple

El director terminoacute la llamada me sorprendioacute mirando la foto y sonrioacute Las crucecitas no las puse yo dijo Me parecen de muy mal gusto Se sentoacute al escritorio y cambioacute de tono Permiacutetame decirle que usted es el hombre maacutes impredecible que he conocido Y ante mi sorpresa se adelantoacute a todo Lo digo por su renuncia Apenas acerteacute a decir Es toda una vida El replicoacute que justo por eso no era una solucioacuten pertinente La nota le pareciacutea magniacutefica y todo lo que deciacutea de la vejez era de lo mejor que habiacutea leiacutedo nunca y no teniacutea sentido terminarla con una decisioacuten que pareciacutea maacutes bien una muerte civil Por fortuna dijo el Abominable Hombre de las Nueve la leyoacute cuando ya estaba armada la paacutegina editorial y le parecioacute inadmisible Sin consultarlo con nadie la tachoacute de arriba abajo con su laacutepiz de Torquemada Cuando lo supe esta mantildeana ordeneacute mandar una nota de protesta a la Gobernacioacuten Era mi deber pero entre nos puedo decirle que estoy muy agradecido por la arbitrariedad del censor De modo que no estaba dispuesto a aceptar que suspendiera la nota Se lo suplico con toda el alma dijo No abandone el barco en altamar Y concluyoacute con un gran estilo Todaviacutea nos queda mucho por hablar de muacutesica

Lo vi tan decidido que no me atreviacute a agravar la discrepancia con un argumento de distraccioacuten El problema en realidad era que tampoco entonces encontraba un motivo decente para abandonar la noria y me aterrorizoacute la idea de decirle que siacute una vez maacutes soacutelo por ganar tiempo Tuve que reprimirme para que no se me notara la emocioacuten impuacutedica que me apremiaba las laacutegrimas Y otra vez como siempre quedamos en las mismas de siempre despueacutes de tantos antildeos

La semana siguiente presa de un estado que era maacutes de confusioacuten que de alegriacutea paseacute por el criadero a recoger el gato que me habiacutean regalado los impresores Tengo muy mala quiacutemica con los animales por lo mismo que la tengo con los nintildeos antes de que empiecen a hablar Me parecen mudos del alma No los odio pero no puedo soportarlos porque no aprendiacute a negociar con ellos Me parece contra natura que un hombre se entienda mejor con su perro que con su esposa que lo ensentildee a

JUAN CARLOS 161104
noria (Del aacuter hisp nalsquouacutera y este del aacuter claacutes nālsquoūrah infl por acequia y acenia) f Maacutequina compuesta de dos grandes ruedas engranadas que mediante cangilones sube el agua de los pozos acequias etc || 2 Pozo formado en forma comuacutenmente ovalada del cual se saca el agua con la maacutequina || 3 Artilugio de feria consistente en una gran rueda con asientos que gira verticalmente13

Memorias de mis putas tristes 22 ______________________________________________________________________________________comer y descomer a sus horas a contestar preguntas y a compartir sus penas Pero no recoger el gato de los tipoacutegrafos habriacutea sido un desaire Ademaacutes era un precioso ejemplar de angora de pelambre rosada y tersa y ojos iluminados cuyos maullidos pareciacutean a punto de ser palabras Me lo dieron en una canasta de mimbre con un certificado de su estirpe y un manual de uso como el de las bicicletas para armar

Una patrulla militar verificaba la identidad de los transeuacutentes antes de autorizar el paso por el parque de San Nicolaacutes Nunca habiacutea visto nada igual ni podiacutea imaginarme nada maacutes descorazonador como siacutentoma de mi vejez Era una patrulla de cuatro al mando de un oficial casi adolescente Los agentes eran hombres de paacuteramos duros y callados con un olor de establo El oficial los vigilaba a todos con las mejillas chapeadas de los andinos en la playa Despueacutes de revisar mi ceacutedula de identidad y mi credencial de prensa me preguntoacute queacute llevaba en la cesta Un gato le dije El quiso verlo Destapeacute la cesta con toda precaucioacuten por temor de que escapara pero un agente quiso ver si no habiacutea algo maacutes en el fondo y el gato le tiroacute un zarpazo El oficial se interpuso Es una joya de angora dijo Lo acaricioacute mientras murmuraba algo y el gato no lo agredioacute pero tampoco le hizo caso iquestCuaacutentos antildeos tiene preguntoacute No seacute le dije acaban de regalaacutermelo Se lo pregunto porque se ve que es muy viejo diez antildeos quizaacutes Quise preguntarle coacutemo lo sabiacutea y muchas cosas maacutes pero a despecho de sus buenas maneras y su habla florida no me sentiacutea con estoacutemago para hablar con eacutel Me parece que es un gato abandonado que ha pasado por muchas dijo Obseacutervelo no lo acomode a usted sino al contrario usted a eacutel y deacutejelo hasta que se gane su confianza Cerroacute la tapa de la cesta y me preguntoacute iquestEn queacute trabaja usted Soy periodista iquestDesde cuaacutendo Desde hace un siglo le dije No lo dudo dijo eacutel Me estrechoacute la mano y se despidioacute con un frase que lo mismo podiacutea ser un buen consejo que una amenaza

-Cuiacutedese mucho

Al mediodiacutea desconecteacute el teleacutefono para refugiarme en la muacutesica con un programa exquisito la rapsodia para clarinete y orquesta de Wagner la de saxofoacuten de Debussy y el quinteto para cuerdas de Bruckner que es un remanso edeacutenico en el cataclismo de su obra Y de pronto me encontreacute envuelto en las tinieblas del estudio Sentiacute deslizarse debajo de mi mesa algo que no me parecioacute un cuerpo vivo sino una presencia sobrenatural que me rozoacute los pies y salteacute con un grito Era el gato con la hermosa cola empenachada su lentitud misteriosa y su estirpe miacutetica y no pude evitar el escalofriacuteo de estar solo en la casa con un ser vivo que no fuera humano

Cuando dieron las siete en la catedral habiacutea una estrella sola y liacutempida en el cielo color de rosas un buque lanzoacute un adioacutes desconsolado y sentiacute en la garganta el nudo gordiano de todos los amores que pudieron haber sido y no fueron No soporteacute maacutes Descolgueacute el teleacutefono con el corazoacuten en la boca marqueacute los cuatro nuacutemeros muy despacio para no equivocarme y al tercer timbrazo reconociacute la voz Bueno mujer le dije con un suspiro de alivio Perdoacutename el berrinche de esta mantildeana Ella tranquila No te preocupes estaba esperando tu llamada Le advertiacute Quiero que la nintildea me espere como Dios la echoacute al mundo y sin barnices en la cara Ella hizo su risa gutural Lo que tuacute digas dijo pero te pierdes el gusto de encuerar la pieza por pieza como les encanta a los viejos no seacute por queacute Yo siacute seacute le dije Porque se estaacuten volviendo cada vez maacutes viejos Ella lo dio por hecho

JUAN CARLOS 161104
gordiano (De Gordio rey de Frigia) V nudo
JUAN CARLOS 161104
paacuteramo (Del lat parămus voz de or prerromano) m Terreno yermo raso y desabrigado || 2 Lugar sumamente friacuteo y desamparado || 3 Col y Ecuad llovizna 13

Memorias de mis putas tristes 23 ______________________________________________________________________________________-Estaacute bien -dijo- entonces esta noche a las diez en punto antes de que se enfriacutee la pescada

Memorias de mis putas tristes 24 ______________________________________________________________________________________

3

iquestCoacutemo podiacutea llamarse La duentildea no me lo habiacutea dicho Cuando me hablaba de ella soacutelo deciacutea la nintildea Y yo lo habiacutea convertido en un nombre de pila como la nintildea de los ojos o la carabela menor Ademaacutes Rosa Cabarcas poniacutea a sus pupilas un nombre distinto para cada cliente A miacute me divertiacutea adivinarlos por las caras y desde el principio estuve seguro de que la nintildea teniacutea uno largo como Filomena Saturnina o Nicolasa En eacutesas estaba cuando ella se dio media vuelta en la cama y quedoacute de espaldas a miacute y me parecioacute que habiacutea dejado un charco de sangre del tamantildeo y la forma del cuerpo Fue un sobresalto instantaacuteneo hasta que comprobeacute que era la humedad del sudor en la saacutebana

Rosa Cabarcas me habiacutea aconsejado que la tratara con cautela pues auacuten le duraba el susto de la primera vez Es maacutes creo que la misma solemnidad del rito le habiacutea agravado el miedo y habiacutean tenido que aumentarle la dosis de valeriana pues dormiacutea con tal placidez que habriacutea sido una laacutestima despertarla sin arrullos De modo que empeceacute a secarla con la toalla mientras le cantaba en susurros la cancioacuten de Delgadina la hija menor del rey requerida de amores por su padre A medida que la secaba ella iba mostraacutendome los flancos sudados al compaacutes de mi canto Delgadina Delgadina tuacute seras mi prenda amada Fue un placer sin liacutemites pues ella volviacutea a sudar por un costado cuando acababa de secarla por el otro para que la cancioacuten no terminara nunca Levaacutentate Delgadina ponte tu falda de seda le cantaba al oiacutedo Al final cuando los criados del rey la encontraron muerta de sed en su cama me parecioacute que mi nintildea habiacutea estado a punto de despertar al escuchar el nombre Asiacute que era ella Delgadina

Volviacute a la cama con mis calzoncillos de besos estampados y me tendiacute junto a ella Dormiacute hasta las cinco al arrullo de su respiracioacuten apacible Me vestiacute a toda prisa sin lavarme y soacutelo entonces vi la sentencia escrita con laacutepiz labial en el espejo del lavabo El tigre no come lejos Seacute que no estaba la noche anterior y nadie podiacutea haber entrado en el cuarto de modo que la entendiacute como la cuelga del diablo Un trueno terroriacutefico me sorprendioacute en la puerta y el cuarto se llenoacute del olor premonitorio de la tierra mojada No tuve tiempo para escapar ileso Antes de que encontrara un taxi se precipitoacute un aguacero grande de los que suelen desordenar la ciudad entre mayo y octubre pues las calles de arenas ardientes que bajan hacia el riacuteo se convierten en torrenteras que arrastran cuanto encuentran a su paso Las aguas de aquel septiembre raro despueacutes de tres meses de sequiacutea podiacutean ser tan providenciales como devastadoras

Memorias de mis putas tristes 25 ______________________________________________________________________________________Desde que abriacute la puerta de casa me salioacute al encuentro la sensacioacuten fiacutesica de que no estaba solo Alcanceacute a ver el celaje del gato que saltoacute del sofaacute y se escabulloacute por el balcoacuten En su plato quedaban las sobras de una comida que yo no le habiacutea servido La peste de sus orines rancios y su caca caliente habiacutean contaminado todo Me habiacutea dedicado a estudiarlo como estudieacute el latiacuten El manual deciacutea que los gatos escarban en la tierra para esconder su estieacutercol y que en las casas sin patio como eacutesta lo hariacutean en las macetas de plantas o en cualquier otro escondrijo Lo apropiado era prepararles desde el primer diacutea una caja con arena para orientarles el haacutebito y asiacute lo hice Tambieacuten deciacutea que lo primero que hacen en casa nueva es marcar su territorio orinando por todas partes y aqueacutel pudo ser el caso pero el manual no deciacutea coacutemo remediarlo Seguiacutea sus trazas para familiarizarme con sus haacutebitos originales pero no di con sus escondites secretos sus sitios de reposo las causas de sus humores volubles Quise ensentildearlo a comer en sus horas a usar la cajita de arena en la terraza a no subirse en mi cama mientras yo dormiacutea ni a olisquear los alimentos en la mesa y no pude hacerle entender que la casa era suya por derecho propio y no como un botiacuten de guerra De modo que lo dejeacute a su aire

Al atardecer enfrenteacute el aguacero cuyos vientos huracanados amenazaban con desquiciar la casa Sufriacute un ataque de estornudos sucesivos me doliacutea el craacuteneo y teniacutea fiebre pero me sentiacutea poseiacutedo por una fuerza y una determinacioacuten que nunca tuve a ninguna edad y por ninguna causa Puse calderos en el piso para recoger las goteras y me di cuenta de que habiacutean aparecido otras nuevas desde el invierno anterior La maacutes grande habiacutea empezado a inundar el flanco derecho de la biblioteca Me apresureacute a rescatar a los autores griegos y latinos que viviacutean por aquel rumbo pero al quitar los libros encontreacute un chorro de alta presioacuten que saliacutea de un tubo roto en el fondo del muro Lo amordaceacute con trapos hasta donde pude para darme el tiempo de salvar los libros El estreacutepito del agua y el aullido del viento arreciaron en el parque De pronto un relaacutempago fantasmal y su trueno simultaacuteneo impregnaron el aire de un fuerte olor de azufre el viento desbaratoacute las vidrieras del balcoacuten y la tremenda borrasca de mar rompioacute los cerrojos y se metioacute dentro de la casa Sin embargo antes de diez minutos escampoacute de un tajo Un sol espleacutendido secoacute las calles llenas de escombros varados y volvioacute el calor

Cuando pasoacute el aguacero seguiacutea con la sensacioacuten de que no estaba solo en la casa Mi uacutenica explicacioacuten es que asiacute como los hechos reales se olvidan tambieacuten algunos que nunca fueron pueden estar en los recuerdos como si hubieran sido Pues si evocaba la emergencia del aguacero no me veiacutea a miacute mismo solo en la casa sino siempre acompantildeado por Delgadina La habiacutea sentido tan cerca en la noche que percibiacutea el rumor de su aliento en el dormitorio y los latidos de su mejilla en mi almohada Soacutelo asiacute entendiacute que hubieacuteramos podido hacer tanto en tan poco tiempo Me recordaba subido en el escabel de la biblioteca y la recordaba a ella despierta con su trajecito de flores recibiendo los libros para ponerlos a salvo La veiacutea correr de un lado al otro de la casa batallando con la tormenta empapada de lluvia con el agua a los tobillos Recordaba coacutemo preparoacute al diacutea siguiente un desayuno que nunca fue y puso la mesa mientras yo secaba los pisos y poniacutea orden en el naufragio de la casa Nunca olvideacute su mirada sombriacutea mientras desayunaacutebamos iquestPor queacute me conociste tan viejo Le contesteacute la verdad La edad no es la que uno tiene sino la que uno siente

Desde entonces la tuve en la memoria con tal nitidez que haciacutea de ella lo que queriacutea Le cambiaba el color de los ojos seguacuten mi estado de aacutenimo color de agua al

JUAN CARLOS 161104
escabel (Quizaacute del cat ant escabell y este del lat scabellum) m Tarima pequentildea que se pone delante de la silla para que descansen los pies de quien estaacute sentado || 2 Asiento pequentildeo hecho de tablas sin respaldo || 3 Persona o circunstancia de que alguien se aprovecha para medrar por lo general ambiciosamente13

Memorias de mis putas tristes 26 ______________________________________________________________________________________despertar color de almiacutebar cuando reiacutea color de lumbre cuando la contrariaba La vestiacutea para la edad y la condicioacuten que conveniacutean a mis cambios de humor novicia enamorada a los veinte antildeos puta de saloacuten a los cuarenta reina de Babilonia a los setenta santa a los cien Cantaacutebamos duetos de amor de Puccini boleros de Agustiacuten Lara tangos de Carlos Gardel y comprobaacutebamos una vez maacutes que quienes no cantan no pueden imaginar siquiera lo que es la felicidad de cantar Hoy seacute que no fue una alucinacioacuten sino un milagro maacutes del primer amor de mi vida a los noventa antildeos

Cuando la casa estuvo en orden llameacute a Rosa Cabarcas iexclDios Santo exclamoacute al oiacuter mi voz creiacute que te habiacuteas ahogado No podiacutea entender que hubiera vuelto a pasar la noche con la nintildea sin tocarla Tienes todo el derecho de que no te guste pero al menos poacutertate como un adulto Trateacute de explicarle pero ella cambioacute el tema sin transicioacuten De todos modos te tengo vista otra un poco mayor bella y tambieacuten virgen Su papaacute quiere cambiarla por una casa pero se puede discutir un descuentoSe me heloacute el corazoacuten Ni maacutes faltaba protesteacute asustado quiero la misma y como siempre sin fracasos sin peleas sin malos recuerdos Hubo un silencio en la liacutenea y por fin la voz sumisa con que dijo como para siacute misma Bueno esto debe ser lo que los meacutedicos llaman demencia senil

Fui a las diez de la noche con un chofer conocido por la extrantildea virtud de no hacer preguntas Lleveacute un ventilador portaacutetil y un cuadro de Orlando Rivera el querido Figurita y un martillo y un clavo para colgarlo En el camino hice una parada para comprar cepillos de dientes pasta dentiacutefrica jaboacuten de olor Agua de Florida tabletas de regaliz Quise llevar tambieacuten un buen florero y un ramo de rosas amarillas para conjurar la pava de las flores de papel pero no encontreacute nada abierto y tuve que robarme en un jardiacuten privado un ramo de astromelias recieacuten nacidas

Por instrucciones de la duentildea llegueacute desde entonces por la calle de atraacutes del lado del acueducto para que nadie me viera entrar por el portoacuten del huerto El chofer me previno Cuidado sabio en esa casa matan Le contesteacute Si es por amor no importa El patio estaba en tinieblas pero habiacutea luces de vida en las ventanas y un revoltijo de muacutesicas en los seis cuartos En el miacuteo a volumen maacutes alto distinguiacute la voz caacutelida de don Pedro Vargas el tenor de Ameacuterica con un bolero de Miguel Matamoros Sentiacute que iba a morir Empujeacute la puerta con la respiracioacuten desbaratada y vi a Delgadina en la cama como en mis recuerdos desnuda y dormida en santa paz del lado del corazoacuten

Antes de acostarme arregleacute el tocador puse el ventilador nuevo en lugar del oxidado y colgueacute el cuadro donde ella pudiera verlo desde la cama Me acosteacute a su lado y la reconociacute palmo a palmo Era la misma que andaba por mi casa las mismas manos que me reconociacutean al tacto en la oscuridad los mismos pies de pasos tenues que se confundiacutean con los del gato el mismo olor del sudor de mis saacutebanas el dedo del dedal Increiacuteble vieacutendola y tocaacutendola en carne y hueso me pareciacutea menos real que en mis recuerdos

Hay un cuadro en la pared de enfrente le dije Lo pintoacute Figurita un hombre a quien quisimos mucho el mejor bailariacuten de burdeles que existioacute jamaacutes y de tan buen corazoacuten que le teniacutea laacutestima al diablo Lo pintoacute con barniz de buques en el lienzo chamuscado de un avioacuten que se estrelloacute en la Sierra Nevada de Santa Marta y con pinceles fabricados por eacutel con pelos de su perro La mujer pintada es una monja que

Memorias de mis putas tristes 27 ______________________________________________________________________________________secuestroacute de un convento y se casoacute con ella Aquiacute lo dejo para que sea lo primero que veas al despertar

No habiacutea cambiado de posicioacuten cuando apagueacute la luz a la una de la madrugada y su respiracioacuten era tan tenue que le tomeacute el pulso para sentirla viva La sangre circulaba por sus venas con la fluidez de una cancioacuten que se ramificaba hasta los aacutembitos maacutes recoacutenditos de su cuerpo y volviacutea al corazoacuten purificada por el amor

Antes de irme al amanecer dibujeacute en un papel las liacuteneas de su mano y se las di a leer a la Diva Sahibiacute para conocer su alma Y fue asiacute una persona que soacutelo dice lo que piensa Es perfecta para trabajos manuales Tiene contacto con alguien que ya murioacute y del cual espera ayuda pero estaacute equivocada la ayuda que busca estaacute al alcance de su mano No ha tenido ninguna unioacuten pero va a morir mayor y casada Ahora tiene un hombre moreno que no ha de ser el de su vida Puede tener ocho hijos pero se va a decidir soacutelo por tres A los treinta y cinco antildeos si hace lo que le indique el corazoacuten y no la mente va a manejar mucho dinero y a los cuarenta recibiraacute una herencia Va a viajar mucho Tiene doble vida y doble suerte y puede influir sobre su propio destino Le gusta probar todo por curiosidad pero va a arrepentirse si no se orienta por el corazoacuten

Atormentado de amor hice reparar los estragos de la borrasca y aprovecheacute para hacer otros muchos remiendos que veniacutea demorando desde antildeos por insolvencia o por desidia Reorganiceacute la biblioteca en el orden en que habiacutea leiacutedo los libros Por uacuteltimo remateacute la pianola como reliquia histoacuterica con sus maacutes de cien rollos de claacutesicos y compreacute un tocadiscos usado pero mejor que el miacuteo con parlantes de alta fidelidad que engrandecieron el aacutembito de la casa Quedeacute al borde de la ruina pero bien compensado por el milagro de estar vivo a mi edad

La casa renaciacutea de sus cenizas y yo navegaba en el amor de Delgadina con una intensidad y una dicha que nunca conociacute en mi vida anterior Gracias a ella me enfrenteacute por vez primera con mi ser natural mientras transcurriacutean mis noventa antildeos Descubriacute que mi obsesioacuten de que cada cosa estuviera en su puesto cada asunto en su tiempo cada palabra en su estilo no era el premio merecido de una mente en orden sino al contrario todo un sistema de simulacioacuten inventado por miacute para ocultar el desorden de mi naturaleza Descubriacute que no soy disciplinado por virtud sino como reaccioacuten contra mi negligencia que parezco generoso por encubrir mi mezquindad que me paso de prudente por mal pensado que soy conciliador para no sucumbir a mis coacuteleras reprimidas que soacutelo soy puntual para que no se sepa cuan poco me importa el tiempo ajeno Descubriacute en fin que el amor no es un estado del alma sino un signo del zodiacuteaco

Me volviacute otro Trateacute de releer los claacutesicos que me orientaron en la adolescencia y no pude con ellos Me sumergiacute en las letras romaacutenticas que repudieacute cuando mi madre quiso imponeacutermelas con mano dura y por ellas tomeacute conciencia de que la fuerza invencible que ha impulsado al mundo no son los amores felices sino los contrariados Cuando mis gustos en muacutesica hicieron crisis me descubriacute atrasado y viejo y abriacute mi corazoacuten a las delicias del azar

Me pregunto coacutemo pude sucumbir en este veacutertigo perpetuo que yo mismo provocaba y temiacutea Flotaba entre nubes erraacuteticas y hablaba conmigo mismo ante el espejo con la vana ilusioacuten de averiguar quieacuten soy Era tal mi desvariacuteo que en una manifestacioacuten

Memorias de mis putas tristes 28 ______________________________________________________________________________________estudiantil con piedras y botellas tuve que sacar fuerzas de flaqueza para no ponerme al frente con un letrero que consagrara mi verdad Estoy loco de amor

Obnubilado por la evocacioacuten inclemente de Delgadina dormida cambieacute sin la menor malicia el espiacuteritu de mis notas dominicales Fuera cual fuera el asunto las escribiacutea para ella las reiacutea y las lloraba para ella y en cada palabra se me iba la vida En lugar de la foacutermula de gacetilla tradicional que tuvieron desde siempre las escribiacute como cartas de amor que cada quien podiacutea hacer suyas Propuse en el perioacutedico que el texto no se alzara en linotipo sino que fuera publicado con mi caligrafiacutea florentina Al jefe de redaccioacuten coacutemo no le parecioacute otro acceso de vanidad senil pero el director general lo convencioacute con una frase que todaviacutea anda suelta por la redaccioacuten

-No se equivoque los loquitos mansos se adelantan al porvenir

La respuesta puacuteblica fue inmediata y entusiasta con numerosas cartas de lectores enamorados Algunas las leiacutean en los noticieros de radio con urgencias de uacuteltima hora y se hicieron copias en mimeoacutegrafos o papel carboacuten que vendiacutean como cigarrillos de contrabando en las esquinas de la calle San Blas Desde el principio fue evidente que obedeciacutean a las ansias de expresarme pero me hice a la costumbre de tomarlas en cuenta al escribir y siempre con la voz de un hombre de noventa antildeos que no aprendioacute a pensar como viejo La comunidad intelectual como de soacutelito se mostroacute timorata y dividida y hasta los grafoacutelogos menos pensados montaron controversias por los anaacutelisis erraacuteticos de mi caligrafiacutea Fueron ellos los que dividieron los aacutenimos recalentaron la poleacutemica y pusieron de moda la nostalgia

Antes del fin del antildeo me habiacutea arreglado con Rosa Cabarcas para dejar en el cuarto el abanico eleacutectrico los recursos del tocador y lo que siguiera llevando en el futuro para hacerlo vivible Llegaba a las diez siempre con algo nuevo para ella o para gusto de ambos y dedicaba unos minutos a sacar la utileriacutea escondida para armar el teatro de nuestras noches Antes de irme nunca maacutes tarde de las cinco volviacutea a asegurar todo bajo llave La alcoba quedaba entonces tan escuaacutelida como fue en sus oriacutegenes para los amores tristes de los clientes casuales Una mantildeana oiacute que Marcos Peacuterez la voz maacutes escuchada de la radio desde el amanecer habiacutea decidido leer mi nota dominical en su noticiero de los lunes Cuando pude reprimir la naacuteusea dije sobrecogido Ya lo sabes Delgadina la fama es una sentildeora muy gorda que no duerme con uno pero cuando uno despierta estaacute siempre miraacutendonos frente a la cama

Uno de esos diacuteas me quedeacute a desayunar con Rosa Cabarcas que empezaba a parecerme menos decreacutepita a pesar del luto severo y del bonete negro que ya le tapaba las cejas Sus desayunos teniacutean fama de espleacutendidos con una carga de pimienta que me haciacutea llorar Al primer bocado de fuego vivo le dije bantildeado en laacutegrimas Esta noche no me haraacute falta la luna llena para que me arda el culo No te quejes dijo ella Si te arde es porque todaviacutea lo tienes a Dios gracias

Se sorprendioacute cuando mencioneacute el nombre de Delgadina No se llama asiacute dijo se llama No me lo digas la interrumpiacute para miacute es Delgadina Ella se encogioacute de hombros Bueno al fin y al cabo es tuya pero me parece un nombre de diureacutetico Le conteacute lo del letrero del tigre que la nintildea habiacutea escrito en el espejo No pudo ser ella

JUAN CARLOS 161104
timorato ta (Del lat timorātus) adj Tiacutemido indeciso encogido || 2 Dicho de una persona Que se escandaliza con exageracioacuten de cosas que no le parecen conformes a la moral convencional || 3 Que tiene temor de Dios y se gobierna por eacutel en sus operaciones
JUAN CARLOS 161104
obnubilar (Del lat obnubilāre) tr nublar (ǁ ofuscar o confundir) U t c prnl || 2 embelesar U t c prnl || 3 nublar (ǁ enturbiar la visioacuten) U t c prnl

Memorias de mis putas tristes 29 ______________________________________________________________________________________dijo Rosa porque no sabe leer ni escribir iquestEntonces quieacuten Ella se encogioacute de hombros Puede ser de alguien que se murioacute en el cuarto

Yo aprovechaba aquellos desayunos para desahogarme con Rosa Cabarcas y le pediacutea favores miacutenimos para el bienestar y el buen ver de Delgadina Me los concediacutea sin pensarlo con una picardiacutea de colegiala iexclQueacute risa me dijo por aquellos diacuteas Me siento como si me estuvieras pidiendo su mano Y a propoacutesito se le ocurrioacute iquestpor queacute no te casas con ella Me quedeacute de una pieza En serio insistioacute te sale maacutes barato Al fin y al cabo el problema a tu edad es servir o no servir pero ya me dijiste que lo tienes resuelto Le saliacute al paso El sexo es el consuelo que uno tiene cuando no le alcanza el amor

Ella soltoacute la risa Ay mi sabio siempre supe que eres muy hombre que siempre lo fuiste y me alegra que lo sigas siendo mientras tus enemigos entregan las armas Con razoacuten se habla tanto de ti iquestOiacuteste a Marcos Peacuterez Todo el mundo lo oye le dije para cortar el tema Pero ella insistioacute Tambieacuten el profesor Camacho y Cano en La hora de todo un poco dijo ayer que el mundo ya no es lo que era porque no quedan muchos hombres como tuacute

Aquel fin de semana encontreacute a Delgadina con fiebre y tos Desperteacute a Rosa Cabarcas para que me diera alguacuten remedio casero y me llevoacute al cuarto un botiquiacuten de primeros auxilios Dos diacuteas despueacutes Delgadina seguiacutea postrada y no habiacutea podido volver a su rutina de pegar botones El meacutedico le habiacutea prescrito un tratamiento casero para una gripa comuacuten que cederiacutea en una semana pero se alarmoacute por su estado general de desnutricioacuten Dejeacute de verla y sentiacute que me haciacutea falta y aprovecheacute para arreglar el cuarto sin ella

Lleveacute tambieacuten un dibujo a pluma de Cecilia Porras para Todos estaacutebamos a la espera el libro de cuentos de Alvaro Cepeda Lleveacute los seis tomos de Juan Cristoacutebal de Romain Rolland para pastorear mis vigilias De modo que cuando Delgadina pudo volver a la habitacioacuten la encontroacute digna de una felicidad sedentaria el aire purificado con un insecticida aromaacutetico paredes color de rosa laacutemparas matizadas flores nuevas en los floreros mis libros favoritos los buenos cuadros de mi madre colgados de otro modo seguacuten los gustos de hoy Habiacutea cambiado el viejo radio por uno de onda corta que manteniacutea sintonizado en un programa de muacutesica culta para que Delgadina aprendiera a dormir con los cuartetos de Mozart pero una noche lo encontreacute en una estacioacuten especializada en boleros de moda Era el gusto de ella sin duda y lo asumiacute sin dolor pues tambieacuten yo lo habiacutea cultivado con el corazoacuten en mis mejores diacuteas Antes de volver a casa al diacutea siguiente escribiacute en el espejo con el laacutepiz de labios Nintildea miacutea estamos solos en el mundo

Por esa eacutepoca tuve la rara impresioacuten de que se estaba volviendo mayor antes de tiempo Se lo comenteacute a Rosa Cabarcas y a ella le parecioacute natural Cumple quince antildeos el cinco de diciembre me dijo Una Sagitario perfecta Me inquietoacute que fuera tan real como para cumplir antildeos iquestQueacute podriacutea regalarle Una bicicleta dijo Rosa Cabarcas Tiene que atravesar la ciudad dos veces al diacutea para ir a pegar botones Me mostroacute en la trastienda la bicicleta que usaba y de verdad me parecioacute un cacharro indigno de una mujer tan bien amada Sin embargo me conmovioacute como la prueba tangible de que Delgadina existiacutea en la vida real

Memorias de mis putas tristes 30 ______________________________________________________________________________________Cuando fui a comprar la mejor bicicleta para ella no pude resistir la tentacioacuten de probarla y di algunas vueltas casuales en la rampa del almaceacuten Al vendedor que me preguntoacute la edad le contesteacute con la coqueteriacutea de la vejez Voy a cumplir noventa y uno El empleado dijo justo lo que yo queriacutea Pues representa veinte menos Yo mismo no entendiacutea coacutemo conservaba la praacutectica del colegio y me sentiacute colmado por un gozo radiante Empeceacute a cantar Primero para miacute mismo en voz baja y despueacutes a todo pecho con iacutenfulas del gran Caruso por entre los bazares abigarrados y el traacutefico demente del mercado puacuteblico La gente me miraba divertida me gritaban me incitaban a participar en la Vuelta a Colombia en silla de ruedas Yo les haciacutea con la mano un saludo de navegante feliz sin interrumpir la cancioacuten Esa semana en homenaje a Diciembre escribiacute otra nota atrevida Coacutemo ser feliz en bicicleta a los noventa antildeos

La noche de su cumpleantildeos le canteacute a Delgadina la cancioacuten completa y la beseacute por todo el cuerpo hasta quedarme sin aliento la espina dorsal veacutertebra por veacutertebra hasta las nalgas laacutenguidas el costado del lunar el de su corazoacuten inagotable A medida que la besaba aumentaba el calor de su cuerpo y exhalaba una fragancia montuna Ella me respondioacute con vibraciones nuevas en cada pulgada de su piel y en cada una encontreacute un calor distinto un sabor propio un gemido nuevo y toda ella resonoacute por dentro con un arpegio y sus pezones se abrieron en flor sin tocarlos Empezaba a adormecerme en la madrugada cuando sentiacute como un rumor de muchedumbres en el mar y un paacutenico de los aacuterboles que me atravesaron el corazoacuten Entonces fui al bantildeo y escribiacute en el espejo Delgadina de mi vida llegaron las brisas de Navidad Uno de mis recuerdos maacutes felices fue un trastorno que sentiacute una mantildeana como aqueacutella al salir de la escuela iquestQueacute me pasa La maestra me dijo alelada Ay nintildeo iquestno ves que son las brisas Ochenta antildeos despueacutes volviacute a sentirlo cuando me desperteacute en la cama de Delgadina y era el mismo diciembre que volviacutea puntual con sus cielos diaacutefanos las tormentas de arena los torbellinos callejeros que Desentechaban casas y les alzaban las faldas a las colegialas La ciudad adquiriacutea por entonces una resonancia fantasmal En noches de brisa podiacutean escucharse los gritos del mercado puacuteblico hasta en los barrios maacutes altos como si estuvieran a la vuelta de la esquina No era raro entonces que las raacutefagas de diciembre nos permitieran encontrar por sus voces a los amigos desperdigados en burdeles remotos

Sin embargo tambieacuten con las brisas me llegoacute la mala noticia de que Delgadina no podiacutea pasar las navidades conmigo sino con su familia Si algo detesto en este mundo son las fiestas obligatorias en que la gente llora porque estaacute alegre los fuegos de artificio los villancicos lelos las guirnaldas de papel crespoacuten que nada tienen que ver con un nintildeo que nacioacute hace dos mil quinientos antildeos en una caballeriza indigente Sin embargo cuando llegoacute la noche no pude resistir la nostalgia y me fui al cuarto sin ella Dormiacute bien y desperteacute junto a un oso de peluche que caminaba en dos patas como si fuera polar y una tarjeta que deciacutea Para el papaacute feo Rosa Cabarcas me habiacutea dicho que Delgadina estaba aprendiendo a leer con mis clases escritas en el espejo y su buena letra me parecioacute admirable Pero ella misma me defraudoacute con la noticia peor de que el oso era un regalo suyo asiacute que la noche de Antildeo Nuevo me quedeacute en mi casa y en mi cama desde las ocho y me dormiacute sin amarguras Fui feliz porque al toque de las doce entre los repiques furiosos de las campanas las sirenas de faacutebricas y bomberos los lamentos de los

JUAN CARLOS 161104
abigarrado da (Del part de abigarrar) adj De varios colores mal combinados || 2 Heterogeacuteneo reunido sin concierto Un extrantildeo y abigarrado libro Una multitud abigarrada 13

Memorias de mis putas tristes 31 ______________________________________________________________________________________buques las descargas de poacutelvora los cohetes sentiacute que Delgadina entroacute en punta de pies se acostoacute a mi lado y me dio un beso Tan real que me quedoacute en la boca su olor de regaliz

Memorias de mis putas tristes 32 ______________________________________________________________________________________

4A principios del nuevo antildeo empezaacutebamos a conocernos como si vivieacuteramos juntos y despiertos pues yo habiacutea encontrado un tono de voz cauteloso que ella oiacutea sin despertar y me contestaba con un lenguaje natural del cuerpo Sus estados de aacutenimo se le notaban en el modo de dormir De exhausta y montaraz que habiacutea sido al principio fue hacieacutendose a una paz interior que embelleciacutea su rostro y enriqueciacutea su suentildeo Le contaba mi vida le leiacutea al oiacutedo los borradores de mis notas dominicales en las que estaba ella sin decirlo y soacutelo ella

Por esa eacutepoca le dejeacute en la almohada unos zarcillos de esmeraldas que fueron de mi madre Los llevoacute puestos en la cita siguiente y no le luciacutean Le lleveacute despueacutes unos pendientes maacutes adecuados para el color de su piel Le expliqueacute Los primeros que te traje no te quedaban bien por tu tipo y el corte del cabello Estos te iraacuten mejor No llevoacute ninguno en las dos citas siguientes pero a la tercera se puso los que le habiacutea indicado Asiacute empeceacute a entender que no obedeciacutea a mis oacuterdenes pero aguardaba la ocasioacuten para complacerme Por esos diacuteas me sentiacute tan habituado a aquel geacutenero de vida domeacutestica que no seguiacute durmiendo desnudo sino que lleveacute las piyamas de seda china que habiacutea dejado de usar por no tener para quieacuten quitaacutermelas

Empeceacute a leerle El principito de Saint-Exupeacutery un autor franceacutes que el mundo entero admira maacutes que los franceses Fue el primero que la entretuvo sin despertarla hasta el punto de que tuve que ir dos diacuteas continuos para acabar de leeacuterselo Seguimos con los Cuentos de Perrault la Historia sagrada Las mil y una noches en una versioacuten desinfectada para nintildeos y por las diferencias entre uno y otro me di cuenta de que su suentildeo teniacutea diversos grados de profundidad seguacuten su intereacutes por las lecturas Cuando sentiacutea que habiacutea tocado fondo apagaba la luz y me dormiacutea abrazado a ella hasta que cantaban los gallos

Me sentiacutea tan feliz que la besaba en los paacuterpados muy suave y una noche ocurrioacute como una luz en el cielo sonrioacute por primera vez Maacutes tarde sin ninguacuten motivo se revolvioacute en la cama me dio la espalda y dijo disgustada Fue Isabel la que hizo llorar a los caracoles Exaltado por la ilusioacuten de un diaacutelogo le pregunteacute en el mismo tono iquestDe quieacuten eran No contestoacute Su voz teniacutea un rastro plebeyo como si no fuera suya sino de alguien ajeno que llevaba dentro Toda sombra de duda desaparecioacute entonces de mi alma la preferiacutea dormida

Mi uacutenico problema era el gato Estaba inapetente y hurantildeo y llevaba dos diacuteas sin levantar cabeza en su rincoacuten habitual y me tiroacute un zarpazo de fiera herida cuando

JUAN CARLOS 161104
zarcillo1 (Del lat circellus circulito) m Pendiente arete13
JUAN CARLOS 161104
montaraz (De monte y -araz) adj Que anda o estaacute hecho a andar por los montes o se ha criado en ellos || 2 Se dice del genio y propiedades agrestes groseras y feroces || 3 m Guarda de montes o heredades || 4 Sal Mayordomo de campo capataz que tiene a su cargo las labores y los ganados

Memorias de mis putas tristes 33 ______________________________________________________________________________________quise ponerlo en su canasto de mimbre para que Damiana lo llevara con el veterinario Apenas logroacute someterlo y se lo llevoacute pataleando dentro de un saco de fique Al cabo de un rato me llamoacute desde el criadero para decirme que no habiacutea maacutes remedio que sacrificarlo y necesitaban mi orden iquestPor queacute Porque ya estaacute muy viejo dijo Damiana Penseacute con rabia que a miacute tambieacuten podiacutean asarme vivo en un horno de gatos Me sentiacute inerme entre dos fuegos no habiacutea aprendido a querer el gato pero tampoco teniacutea corazoacuten para ordenar que lo mataran soacutelo porque era viejoiquestDoacutende lo deciacutea el manual

El incidente me conmocionoacute tanto que escribiacute una nota para el domingo con un tiacutetulo usurpado a Neruda iquestEs el gato un miacutenimo tigre de saloacuten La nota dio origen a una nueva campantildea que otra vez dividioacute a los lectores en favor y en contra de los gatos En cinco diacuteas prevalecioacute la tesis de que podiacutea ser liacutecito sacrificar un gato por razones de salud puacuteblica pero no porque estuviera viejo

Despueacutes de la muerte de mi madre me desvelaba el terror de que alguien me tocara mientras dormiacutea Una noche la sentiacute pero su voz me devolvioacute el sosiego Figlio mioacute poveretto Volviacute a sentirlo una madrugada en el cuarto de Delgadina y me retorciacute de gozo creyendo que ella me habiacutea tocado Pero no era Rosa Cabarcas en la oscuridad Viacutestete y ven conmigo me dijo tengo un problema serio

Asiacute era y maacutes serio de lo que pude imaginar A uno de los clientes grandes de la casa lo habiacutean asesinado a puntildealadas en el primer cuarto del pabelloacuten El asesino habiacutea escapado El cadaacutever enorme desnudo pero con los zapatos puestos teniacutea una palidez de pollo al vapor en la cama empapada de sangre Lo reconociacute de entrada era JMB un banquero grande famoso por su apostura su simpatiacutea y su buen vestir y sobre todo por la pulcritud de su hogar Teniacutea en el cuello dos heridas moradas como labios y una zanja en el vientre que no habiacutea acabado de sangrar Todaviacutea no empezaba el rigor Maacutes que sus heridas me impresionoacute que teniacutea un preservativo puesto y al parecer sin usar en el sexo desmirriado por la muerte

Rosa Cabarcas no sabiacutea con quieacuten iba porque tambieacuten eacutel teniacutea el privilegio de entrar por el portoacuten del huerto No se descartaba la sospecha de que su pareja fuera otro hombre Lo uacutenico que la duentildea queriacutea de miacute era que la ayudara a vestir el cadaacutever Estaba tan segura que me inquietoacute la idea de que la muerte fuera para ella un asunto de cocina No hay nada maacutes difiacutecil que vestir a un muerto le dije Lo he hecho a pasto de Dios replicoacute ella Es faacutecil si alguien me lo sostiene Le hice ver iquestTe imaginas quieacuten va a creer en un cuerpo tasajeado a cuchilladas dentro de un vestido intacto de caballero ingleacutes

Tembleacute por Delgadina Lo mejor seraacute que te la lleves tuacute me dijo Rosa Cabarcas Primero muerto le dije con la saliva helada Ella lo percibioacute y no pudo ocultar su desdeacuten iexclEstaacutes temblando Por ella dije aunque soacutelo era verdad a medias Aviacutesale que se vaya antes de que llegue nadie De acuerdo dijo ella aunque a ti como periodista no te pasaraacute nada Ni a ti tampoco le dije con cierto rencor Eres el uacutenico liberal que manda en este gobierno

La ciudad codiciada por su naturaleza paciacutefica y su seguridad congeacutenita arrastraba la desgracia de un asesinato escandaloso y atroz cada antildeo Aqueacutel no lo fue La noticia oficial en titulares excesivos y parca en detalles deciacutea que al joven banquero lo habiacutean asaltado y muerto a cuchilladas en la carretera de Pradomar por motivos

Memorias de mis putas tristes 34 ______________________________________________________________________________________incomprensibles No teniacutea enemigos El comunicado del gobierno sentildealaba como presuntos asesinos a refugiados del interior del paiacutes que estaban desatando una oleada de delincuencia comuacuten extrantildea al espiacuteritu ciacutevico de la poblacioacuten En las primeras horas hubo maacutes de cincuenta detenidos

Acudiacute escandalizado con el redactor judicial un periodista tiacutepico de los antildeos veinte con visera de celuloide verde y ligas en las mangas que presumiacutea de anticiparse a los hechos Sin embargo soacutelo conociacutea unas hilachas sueltas del crimen y yo se las completeacute hasta donde me fue prudente Asiacute escribimos cinco cuartillas a cuatro manos para una noticia de ocho columnas en primera paacutegina atribuida al fantasma eterno de las fuentes que nos merecen entero creacutedito Pero al Abominable Hombre de las Nueve -el censor- no le tembloacute el pulso para imponer la versioacuten oficial de que habiacutea sido un asalto de bandoleros liberales Yo me laveacute la conciencia con un centildeo de pesadumbre en el entierro maacutes ciacutenico y concurrido del siglo

Cuando regreseacute a casa aquella noche llameacute a Rosa Cabarcas para averiguar queacute habiacutea pasado con Delgadina pero no contestoacute el teleacutefono en cuatro diacuteas Al quinto fui a su casa con los dientes apretados Las puertas estaban selladas pero no por la policiacutea sino por la Sanidad Nadie en el vecindario daba noticias de nada Sin ninguacuten indicio de Delgadina me di a una buacutesqueda encarnizada y a veces ridiacutecula que me dejoacute acezante Paseacute diacuteas enteros observando a las joacutevenes ciclistas desde los escantildeos de un parque polvoriento donde los nintildeos jugaban a encaramarse en la estatua descascarada de Simoacuten Boliacutevar Pasaban pedaleando como venadas bellas disponibles listas para ser atrapadas a la gallina ciega Cuando se me acaboacute la esperanza me refugieacute en la paz de los boleros Fue como un bebedizo emponzontildeado cada palabra era ella Siempre habiacutea necesitado el silencio para escribir porque mi mente atendiacutea maacutes a la muacutesica que a la escritura Entonces fue al reveacutes soacutelo pude escribir a la sombra de los boleros Mi vida se llenoacute de ella Las notas que escribiacute aquellas dos semanas fueron modelos en clave para cartas de amor El jefe de redaccioacuten contrariado con la avalancha de respuestas me pidioacute que moderara el amor mientras pensaacutebamos coacutemo consolar a tantos lectores enamorados

La falta de sosiego acaboacute con el rigor de mis diacuteas Despertaba a las cinco pero me quedaba en la penumbra del cuarto imaginando a Delgadina en su vida irreal de levantar a sus hermanos vestirlos para la escuela darles el desayuno si lo habiacutea y atravesar la ciudad en bicicleta para cumplir la condena de coser botones Me pregunteacute asombrado iquestQueacute piensa una mujer mientras pega un botoacuten iquestPensaba en miacute iquestTambieacuten ella buscaba a Rosa Cabarcas para dar conmigo Paseacute hasta una semana sin quitarme el mameluco de mecaacutenico ni de diacutea ni de noche sin bantildearme sin afeitarme sin cepillarme los dientes porque el amor me ensentildeoacute demasiado tarde que uno se arregla para alguien se viste y se perfuma para alguien y yo nunca habiacutea tenido para quieacuten Damiana creyoacute que estaba enfermo cuando me encontroacute desnudo en la hamaca a las diez de la mantildeana La vi con los ojos turbios de la codicia y la inviteacute a revolearnos desnudos Ella con un desprecio me dijo

-iquestYa pensoacute lo que va a hacer si le digo que siacute

Asiacute supe hasta queacute punto me habiacutea corrompido el sufrimiento No me reconociacutea a miacute mismo en mi dolor de adolescente No volviacute a salir de la casa por no descuidar el teleacutefono Escribiacutea sin descolgarlo y al primer timbrazo le saltaba encima pensando

Memorias de mis putas tristes 35 ______________________________________________________________________________________que pudiera ser Rosa Cabarcas Interrumpiacutea a cada rato lo que estuviera haciendo para llamarla e insistiacute diacuteas enteros hasta comprender que era un teleacutefono sin corazoacuten

Al volver a casa una tarde de lluvia encontreacute el gato enroscado en la escalinata del portoacuten Estaba sucio y maltrecho y con una mansedumbre de laacutestima El manual me hizo ver que estaba enfermo y seguiacute sus normas para alentarlo De golpe mientras descabezaba un suentildeecito de siesta me despabiloacute la idea de que pudiera conducirme a la casa de Delgadina Lo lleveacute en una bolsa de mercado hasta la tienda de Rosa Cabarcas que seguiacutea sellada y sin indicios de vida pero se revolvioacute en el talego con tanto iacutempetu que logroacute escapar saltoacute la tapia del huerto y desaparecioacute entre los aacuterboles Toqueacute al portoacuten con el puntildeo y una voz militar preguntoacute sin abrir iquestQuieacuten vive Gente de paz dije yo para no ser menos Ando en pos de la duentildea No hay duentildea dijo la voz Por lo menos aacutebrame para coger el gato insistiacute No hay gato dijo Pregunteacute iquestQuieacuten es usted

-Nadie -dijo la voz

Siempre habiacutea entendido que morirse de amor no era maacutes que una licencia poeacutetica Aquella tarde de regreso a casa otra vez sin el gato y sin ella comprobeacute que no soacutelo era posible morirse sino que yo mismo viejo y sin nadie estaba murieacutendome de amor Pero tambieacuten me di cuenta de que era vaacutelida la verdad contraria no habriacutea cambiado por nada del mundo las delicias de mi pesadumbre Habiacutea perdido maacutes de quince antildeos tratando de traducir los cantos de Leopardi y soacutelo aquella tarde los sentiacute a fondo Ay de miacute si es amor cuaacutento atormenta

Mi entrada al perioacutedico en mameluco y mal afeitado despertoacute ciertas dudas sobre mi estado mental La casa remodelada con cabinas individuales de vidrio y luces cenitales pareciacutea una cliacutenica de maternidad El clima artificial callado y confortable invitaba a hablar en susurros y caminar en puntillas En el vestiacutebulo como virreyes muertos estaban los retratos al oacuteleo de los tres directores vitalicios y las fotografiacuteas de visitantes ilustres La enorme sala principal estaba presidida por la fotografiacutea gigantesca de la redaccioacuten actual tomada la tarde de mi cumpleantildeos No pude evitar la comparacioacuten mental con la otra de mis treinta antildeos y una vez maacutes comprobeacute con horror que se envejece maacutes y peor en los retratos que en la realidad La secretaria que me habiacutea besado la tarde del cumpleantildeos me preguntoacute si estaba enfermo Fui feliz de contestarle la verdad para que no la creyera Enfermo de amor Ella dijo iexclLaacutestima que no sea por miacute Yo le correspondiacute el cumplido No esteacute tan segura

El redactor judicial salioacute de su cabina gritando que habiacutea dos cadaacuteveres de muchachas sin identificar en el anfiteatro municipal Le pregunteacute asustado iquestDe queacute edad Joacutevenes dijo eacutel Pueden ser refugiadas del interior perseguidas hasta aquiacute por matones del reacutegimen Respireacute aliviado La situacioacuten nos invade en silencio como una mancha de sangre dije El redactor judicial ya lejos gritoacute

-De sangre no maestro de mierda

Algo peor me ocurrioacute diacuteas despueacutes cuando una muchacha instantaacutenea con una canasta igual a la del gato pasoacute como un escalofriacuteo frente a la libreriacutea Mundo La perseguiacute a codazos por entre la muchedumbre en el fragor de las doce del diacutea Era muy bella de trancos largos y con una fluidez para abrirse camino entre el gentiacuteo

Memorias de mis putas tristes 36 ______________________________________________________________________________________que me costoacute trabajo alcanzarla Por fin la rebaseacute y la mireacute de frente Ella me apartoacute con la mano sin detenerse ni pedir perdoacuten No era la que creiacutea pero su altivez me dolioacute como si lo fuera Comprendiacute entonces que no seriacutea capaz de reconocer a Delgadina despierta y vestida ni ella podiacutea saber quieacuten era yo si nunca me habiacutea visto En un acto de locura tejiacute durante tres diacuteas doce pares de zapatitos azules y rosados para recieacuten nacidos tratando de darme valor para no escuchar ni cantar ni recordar las canciones que me recordaban a ella

La verdad era que no podiacutea con mi alma y empezaba a tomar conciencia de la vejez por mis flaquezas frente al amor Una prueba todaviacutea maacutes dramaacutetica la tuve cuando un autobuacutes de servicio puacuteblico arrolloacute una ciclista en el puro centro comercial Acababan de llevaacutersela en una ambulancia y la magnitud de la tragedia se apreciaba por el estado de chatarra en que quedoacute la bicicleta sobre un charco de sangre viva Pero mi impresioacuten no fue tanta por los destrozos de la bicicleta como por la marca el modelo y el color No podiacutea ser otra que la que yo mismo le habiacutea regalado a Delgadina

Los testigos coincidieron en que la ciclista herida era muy joven alta y delgada y con el cabello corto y rizado Aturdido tomeacute el primer taxi que pasoacute y me hice llevar al hospital de Caridad un viejo edificio de muros ocres que pareciacutea una caacutercel encallada en un arenal Necesiteacute media hora para entrar y otra maacutes para salir de un patio fragante de aacuterboles frutales donde una mujer atribulada se me atravesoacute en el camino me miroacute a los ojos y exclamoacute

-Yo soy la que no buscas

Soacutelo entonces recordeacute que era alliacute donde viviacutean en libertad los internos mansos del manicomio municipal Tuve que identificarme como periodista ante la direccioacuten del hospital para que un enfermero me condujera al pabelloacuten de urgencias En elcuaderno de ingresos estaban los datos Rosalba Riacuteos dieciseacuteis antildeos sin oficio conocido Diagnoacutestico conmocioacuten cerebral Pronoacutestico reservado Pregunteacute al jefe del pabelloacuten si podiacutea verla con la esperanza iacutentima de que me dijeran que no pero me llevaron encantados por si queriacutea escribir sobre el estado de abandono del hospital

Atravesamos una sala abigarrada con un fuerte olor de aacutecido feacutenico y los enfermos apelotonados en las camas Al fondo en un cuarto solo tendida en una camilla metaacutelica estaba la que buscaacutebamos Teniacutea el craacuteneo cubierto de vendas la cara indescifrable gonfia y amoratada pero me bastoacute con verle los pies para saber que no era Soacutelo entonces se me ocurrioacute preguntarme iquestQueacute habriacutea hecho yo si hubiera sido ella

Todaviacutea enredado en las telarantildeas de la noche tuve el valor de ir el diacutea siguiente a la faacutebrica de camisas donde Rosa Cabarcas habiacutea dicho alguna vez que trabajaba la nintildea y le pediacute al propietario que nos mostrara sus instalaciones como modelo para un proyecto continental de las Naciones Unidas Era un libaneacutes paquideacutermico y taciturno que nos abrioacute las puertas de su reino con la ilusioacuten de ser un ejemplo universal

Trescientas joacutevenes de blusas blancas con la ceniza del mieacutercoles en la frente cosiacutean botones en la vasta nave iluminada Cuando nos vieron entrar se irguieron

Memorias de mis putas tristes 37 ______________________________________________________________________________________como colegialas y nos observaron de reojo mientras el gerente explicaba sus aportes al arte inmemorial de pegar botones Yo escrutaba las caras de cada una con el pavor de descubrir a Delgadina vestida y despierta Pero fue una de ellas la que me descubrioacute a miacute con la mirada temible de la admiracioacuten sin clemencia

-Diacutegame sentildeor iquestno es usted el que escribe las cartas de amor en el perioacutedico

Nunca me hubiera imaginado que una nintildea dormida pudiera causar en uno semejantes estragos Escapeacute de la faacutebrica sin despedirme ni pensar siquiera si alguna de aquellas viacutergenes de purgatorio era por fin la que buscaba Cuando saliacute de ahiacute el uacutenico sentimiento que me quedaba en la vida eran las ganas de llorar

Rosa Cabarcas llamoacute al cabo de un mes con una explicacioacuten increiacuteble se habiacutea tomado un merecido descanso en Cartagena de Indias despueacutes del asesinato del banquero No le creiacute desde luego pero la feliciteacute por su suerte y la dejeacute explayarse en su mentira antes de hacerle la pregunta que me borboritaba en el corazoacuten

-iquestY ella

Rosa Cabarcas hizo un silencio largo Ahiacute estaacute dijo al fin pero su voz se hizo evasiva Hay que esperar un tiempo iquestCuaacutento Ni idea ya te avisareacute Sentiacute que se me iba y la pareacute en seco Espeacuterate dame alguna luz No hay luz dijo ella y concluyoacute Ten cuidado puedes perjudicarte tuacute y sobre todo perjudicarla a ella Yo no estaba para esa clase de remilgos Le supliqueacute aunque fuera una oportunidad de acercarme a la verdad Al fin y al cabo le dije somos coacutemplices Ella no dio un paso maacutes Caacutelmate me dijo la nintildea estaacute bien y esperando que la llame pero ahora mismo no hay nada que hacer ni voy a decir nada maacutes Adioacutes

Me quedeacute con el teleacutefono en la mano sin saber por doacutende seguir pues tambieacuten la conociacutea bastante para pensar que no conseguiriacutea nada de ella si no era por las buenas Despueacutes del mediodiacutea me di una vuelta furtiva por su casa maacutes confiado en la casualidad que en la razoacuten y la encontreacute todaviacutea cerrada y con los sellos de la Sanidad Penseacute que Rosa Cabarcas me habiacutea telefoneado de otra parte tal vez de otra ciudad y la sola idea me llenoacute de presagios turbios No obstante a las seis de la tarde cuando menos lo esperaba me soltoacute por teleacutefono mi propio santo y sentildea

-Bueno ahora siacute

A las diez de la noche tembloroso y con los labios mordidos para no llorar fui cargado de cajas de chocolates suizos turrones y caramelos y una canasta de rosas ardientes para cubrir la cama La puerta estaba entreabierta las luces encendidas y en el radio se diluiacutea a medio volumen la sonata nuacutemero uno para violiacuten y piano de Brahms Delgadina en la cama estaba tan radiante y distinta que me costoacute trabajo reconocerla

Habiacutea crecido pero no se le notaba en la estatura sino en una madurez intensa que la haciacutea parecer con dos o tres antildeos maacutes y maacutes desnuda que nunca Sus poacutemulos altos la piel tostada por soles de mar bravo los labios finos y el cabello corto y rizado le infundiacutean a su rostro el resplandor androacutegino del Apolo de Praxiacuteteles Pero no habiacutea equiacutevoco posible porque sus senos habiacutean crecido hasta el punto de que no me cabiacutean en la mano sus caderas habiacutean acabado de formarse y sus huesos se

Memorias de mis putas tristes 38 ______________________________________________________________________________________habiacutean vuelto maacutes firmes y armoacutenicos Me encantaron aquellos aciertos de la naturaleza pero me aturdieron los artificios las pestantildeas postizas las untildeas de las manos y los pies esmaltadas de naacutecar y un perfume de a dos cuartillos que no teniacutea nada que ver con el amor Sin embargo lo que me sacoacute de quicio fue la fortuna que llevaba encima pendientes de oro con gajos de esmeraldas un collar de perlas naturales una pulsera de oro con resplandores de diamantes y anillos con piedras legiacutetimas en todos los dedos En la silla estaba su traje de nochera con lentejuelas y bordados y las zapatillas de raso Un vapor raro me subioacute de las entrantildeas

-iexclPuta -griteacute

Pues el diablo me soploacute en el oiacutedo un pensamiento siniestro Y fue asiacute la noche del crimen Rosa Cabarcas no debioacute tener tiempo ni serenidad para prevenir a la nintildea y la policiacutea la encontroacute en el cuarto sola menor de edad y sin coartada Nadie igual a Rosa Cabarcas para una situacioacuten como aqueacutella le vendioacute la virginidad de la nintildea a alguno de sus grandes cacaos a cambio de que a ella la sacaran limpia del crimen Lo primero claro fue desaparecer mientras se aplacaba el escaacutendalo iexclQueacute maravilla Una luna de miel para tres ellos dos en la cama y Rosa Cabarcas en una terraza de lujo disfrutando de su impunidad feliz Ciego de una furia insensata fui reventando contra las paredes cada cosa del cuarto las laacutemparas el radio el ventilador los espejos las jarras los vasos Lo hice sin prisa pero sin pausas con un grande estropicio y una embriaguez metoacutedica que me salvoacute la vida La nintildea dio un salto al primer estallido pero no me miroacute sino que se enroscoacute de espaldas a miacute y asiacute permanecioacute con espasmos entrecortados hasta que cesoacute el estropicio Las gallinas en el patio y los perros de la madrugada aumentaron el escaacutendalo Con la cegadora lucidez de la coacutelera tuve la inspiracioacuten final de prenderle fuego a la casa cuando aparecioacute en la puerta la figura impasible de Rosa Cabarcas en camisa de dormir No dijo nada Hizo con la vista el inventario del desastre y comproboacute que la nintildea estaba enroscada sobre siacute misma como un caracol y con la cabeza escondida entre los brazos aterrada pero intacta

-iexclDios miacuteo -exclamoacute Rosa Cabarcas- iexclQueacute no hubiera dado yo por un amor como eacuteste

Me midioacute de cuerpo entero con una mirada de misericordia y me ordenoacute Vamos La seguiacute hasta la casa me sirvioacute un vaso de agua en silencio me hizo una sentildea de que me sentara frente a ella y me puso en confesioacuten Bueno me dijo ahora poacutertate como un adulto y cueacutentame iquestqueacute te pasa

Le conteacute con lo que teniacutea como mi verdad revelada Rosa Cabarcas me escuchoacute en silencio sin asombro y por fin parecioacute iluminada Queacute maravilla dijo Siempre he dicho que los celos saben maacutes que la verdad Y entonces me contoacute la realidad sin reservas En efecto dijo en su ofuscacioacuten de la noche del crimen se habiacutea olvidado de la nintildea dormida en el cuarto Uno de sus clientes abogado del muerto ademaacutes repartioacute prebendas y sobornos a cuatro manos e invitoacute a Rosa Cabarcas a un hotel de reposo de Cartagena de Indias mientras se disipaba el escaacutendalo Creacuteeme dijo Rosa Cabarcas que en todo este tiempo no dejeacute de pensar ni un momento en ti y en la nintildea Volviacute antier y lo primero que hice fue llamarte por teleacutefono pero nadie contestoacute En cambio la nintildea vino enseguida y en tan mal estado que te la bantildeeacute te la vestiacute y te la mandeacute al saloacuten de belleza con la orden de que la arreglaran como una reina Ya viste coacutemo perfecta iquestLa ropa de lujo Son los trajes que les alquilo a mis

Memorias de mis putas tristes 39 ______________________________________________________________________________________pupilas maacutes pobres cuando tienen que ir a bailar con sus clientes iquestLas joyas Son las miacuteas dijo Basta con tocarlas para darse cuenta de que son diamantes de vidrio y estoperoles de hojalata De modo que no jodas concluyoacute Anda despieacutertala piacutedele perdoacuten y hazte cargo de ella de una vez Nadie merece ser maacutes feliz que ustedes

Hice un esfuerzo sobrenatural para creerle pero pudo maacutes el amor que la razoacuten iexclPutas le dije atormentado por el fuego vivo que me abrasaba las entrantildeas iexclEso es lo que son ustedes griteacute iexclPutas de mierda No quiero saber nada maacutes de tiacute ni de ninguna otra guaricha en el mundo y menos de ella Le hice desde la puerta una sentildeal de adioacutes para siempre Rosa Cabarcas no lo dudoacute

-Vete con Dios -me dijo con un rictus de tristeza y volvioacute a su vida real- De todos modos te pasareacute la cuenta del desmadre que me hiciste en el cuarto

Memorias de mis putas tristes 40 ______________________________________________________________________________________

5

Leyendo Los idus de marzo encontreacute una frase siniestra que el autor atribuye a Julio Ceacutesar Es imposible no terminar siendo como los otros creen que uno es No pude comprobar su verdadero origen en la propia obra de Julio Ceacutesar ni en las obras de sus bioacutegrafos desde Suetonio hasta Carcopino pero valioacute la pena conocerla Su fatalismo aplicado al curso de mi vida en los meses siguientes fue lo que me dio la determinacioacuten que me haciacutea falta no soacutelo para escribir esta memoria sino para empezarla sin pudores con el amor de Delgadina

No teniacutea un instante de sosiego apenas si probaba bocado y perdiacute tanto peso que no se me teniacutean los pantalones en la cintura Los dolores erraacuteticos se me quedaron en los huesos cambiaba de aacutenimo sin razoacuten pasaba las noches en un estado de deslumbramiento que no me permitiacutea leer ni escuchar muacutesica y en cambio se me iba el diacutea cabeceando por una somnolencia sonsa que no serviacutea para dormir

El alivio me cayoacute del cielo En la atestada goacutendola de Loma Fresca una vecina de asiento que no habiacutea visto subir me susurroacute al oiacutedo iquestTodaviacutea tiras Era Casilda Armenia un viejo amor de a tres por cinco que me habiacutea soportado como cliente asiduo desde que era una adolescente altiva Una vez retirada medio enferma y sin un clavo se habiacutea casado con un hortelano chino que le dio nombre y apoyo y quizaacutes un poco de amor A los setenta y tres antildeos teniacutea el peso de siempre seguiacutea bella y de caraacutecter fuerte y conservaba intacto el desparpajo del oficio

Me llevoacute a su casa una huerta de chinos en una colina de la carretera al mar Nos sentamos en las sillas de playa de la terraza umbriacutea entre helechos y frondas de astromelias y jaulas de paacutejaros colgadas en el alero En la falda de la colina se veiacutean los hortelanos chinos con sombreros de cono sembrando las hortalizas bajo el sol abrasante y el pieacutelago gris de las Bocas de Ceniza con los dos tajamares de rocas que canalizan el riacuteo varias leguas en el mar Mientras conversaacutebamos vimos entrar un trasatlaacutentico blanco por la desembocadura y lo seguimos callados hasta oiacuter su bramido de toro luacutegubre en el puerto fluvial Ella suspiroacute iquestTe das cuenta En maacutes de medio siglo es la primera vez que no te recibo la visita en la cama Ya somos otros dije Ella prosiguioacute sin oiacuterme Cada vez que dicen cosas de ti en el radio que te elogian por el carintildeo que te tiene la gente y te llaman maestro del amor imagiacutenate pienso que nadie te conocioacute tus gracias y tus mantildeas tan bien como yo En serio dijo nadie hubiera podido soportarte mejor

No resistiacute maacutes Ella lo sintioacute vio mis ojos huacutemedos de laacutegrimas y soacutelo entonces debioacute descubrir que ya no era el que fui y le sostuve la mirada con un valor del que

Memorias de mis putas tristes 41 ______________________________________________________________________________________nunca me creiacute capaz Es que me estoy volviendo viejo le dijeYa lo estamos suspiroacute ella Lo que pasa es que uno no lo siente por dentro pero desde fuera todo el mundo lo ve

Era imposible no abrirle el corazoacuten asiacute que le conteacute la historia completa que me ardiacutea en las entrantildeas desde mi primera llamada a Rosa Cabarcas la viacutespera de mis noventa antildeos hasta la noche traacutegica en que hice antildeicos el cuarto y no regreseacute maacutes Ella me oyoacute el desahogo como si estuviera vivieacutendolo lo rumioacute muy despacio y por fin sonrioacute

-Haz lo que quieras pero no pierdas a esa criatura -me dijo- No hay peor desgracia que morir solo

Fuimos a Puerto Colombia en el trenecito de juguete tan despacioso como un caballo Almorzamos frente al muelle de maderas carcomidas por donde habiacutea entrado el mundo entero al paiacutes antes que se dragaran las Bocas de Ceniza Nos sentamos bajo un cobertizo de palma donde las grandes matronas negras serviacutean pargos fritos con arroz de coco y tajadas de plaacutetano verde Dormitamos en el sopor denso de las dos y seguimos conversando hasta que se hundioacute en el mar el inmenso sol de candela La realidad me pareciacutea fantaacutestica Mira adonde ha venido a dar nuestra luna de miel se burloacute ella Pero prosiguioacute en serio Hoy miro para atraacutes veo la fila de miles de hombres que pasaron por mis camas y dariacutea el alma por haberme quedado aunque fuera con el peor Gracias a Dios encontreacute mi chino a tiempo Es como estar casada con el dedo mentildeique pero es soacutelo miacuteo

Me miroacute a los ojos midioacute mi reaccioacuten a lo que acababa de contarme y me dijo Asiacute que vete a buscar ahora mismo a esa pobre criatura aunque sea verdad lo que te dicen los celos sea como sea que lo bailado no te lo quita nadie Pero eso siacute sin romanticismos de abuelo Despieacutertala tiacuteratela hasta por las orejas con esa pinga de burro con que te premioacute el diablo por tu cobardiacutea y tu mezquindad En serio terminoacute con el alma no te vayas a morir sin probar la maravilla de tirar con amor

El pulso me temblaba al diacutea siguiente cuando marqueacute el nuacutemero del teleacutefono Tanto por la tensioacuten del reencuentro con Delgadina como por la incertidumbre de la forma en que Rosa Cabarcas me respondiera Habiacuteamos tenido una disputa seria por el abuso con que tasoacute los destrozos que hice en su cuarto Tuve que vender uno de los cuadros maacutes amados de mi madre cuyo valor se calculaba en una fortuna pero a la hora de la verdad no llegoacute a un deacutecimo de mis ilusiones

Aumenteacute la suma con el resto de mis ahorros y se la lleveacute a Rosa Cabarcas con una consigna inapelable Lo tomas o lo dejas Fue un acto suicida porque soacutelo con vender uno de mis secretos ella habriacutea aniquilado mi buen nombre Pero no respingoacute sino que se quedoacute con los cuadros que habiacutea tomado en prenda la noche del pleito Fui el perdedor absoluto en una sola jugada me quedeacute sin Delgadina sin Rosa Cabarcas y sin mis uacuteltimos ahorros Sin embargo oiacute el timbre del teleacutefono una vez dos veces tres y por fin ella iquestA ver No me salioacute la voz Colgueacute Me echeacute en la hamaca tratando de serenarme con la liacuterica asceacutetica de Satie y sudeacute tanto que el lienzo quedoacute empapado Hasta el diacutea siguiente no tuve el valor de llamar

-Bueno mujer -dije con voz firme- Hoy siacute

Memorias de mis putas tristes 42 ______________________________________________________________________________________Rosa Cabarcas coacutemo no estaba maacutes allaacute de todo Ay mi sabio triste suspiroacute con su aacutenimo invencible te pierdes dos meses y soacutelo vuelves para pedir ilusiones Me contoacute que no habiacutea visto a Delgadina desde haciacutea maacutes de un mes que pareciacutea tan repuesta del susto de mis estropicios que ni siquiera habloacute de ellos ni preguntoacute por miacute y estaba muy contenta en un nuevo empleo maacutes coacutemodo y mejor pagado que coser botones Una oleada de fuego vivo me quemoacute las entrantildeas Soacutelo puede ser de puta dije Rosa me replicoacute sin pestantildeear No seas bruto si asiacute fuera estariacutea aquiacute iquestO doacutende podriacutea estar mejor La rapidez de su loacutegica me agravoacute la duda iquestY coacutemo seacute que no estaacute ahiacute En ese caso replicoacute ella lo que maacutes te conviene es no saberlo iquestO no Una vez maacutes la odieacute Ella a prueba de erosiones prometioacute rastrear a la nintildea Sin muchas esperanzas porque el teleacutefono de la vecina donde la llamaba seguiacutea cortado y no teniacutea la menor idea de doacutende viviacutea Pero no era para echarse a morir queacute carajo dijo te llamo en una hora

Fue una hora de tres diacuteas pero encontroacute a la nintildea disponible y sana Volviacute avergonzado y la beseacute palmo a palmo como penitencia desde las doce de la noche hasta que cantaron los gallos Un perdoacuten largo que me prometiacute seguir repitiendo para siempre y fue como empezar otra vez por el principio El cuarto habiacutea sido desmantelado y el mal uso habiacutea acabado con todo lo que yo habiacutea puesto Ella lo habiacutea dejado asiacute y me dijo que cualquier mejora teniacutea que hacerla yo por lo que estaba debieacutendole Sin embargo mi situacioacuten econoacutemica tocaba fondo El dinero de las jubilaciones alcanzaba cada vez para menos Las pocas cosas vendibles que quedaban en la casa -salvo las joyas sagradas de mi madre- careciacutean de valor comercial y nada era bastante viejo para ser antiguo En tiempos mejores el gobernador me habiacutea hecho la oferta tentadora de comprarme en bloque los libros de los claacutesicos griegos latinos y espantildeoles para la Biblioteca Departamental pero no tuve corazoacuten para venderlos Despueacutes con los cambios poliacuteticos y el deterioro del mundo nadie del gobierno pensaba en las artes ni las letras Cansado de buscar una solucioacuten decente me echeacute al bolsillo las joyas que Delgadina me habiacutea devuelto y me fui a empentildearlas en un callejoacuten siniestro que conduciacutea al mercado puacuteblico Con aires de sabio distraiacutedo recorriacute varias veces aquel tugurio atiborrado de cantinas de mala muerte libreriacuteas de viejo y casas de empentildeo pero la dignidad de Florina de Dios me cerroacute el paso no me atreviacute Entonces decidiacute venderlas con la frente en alto a la joyeriacutea maacutes antigua y acreditada

El dependiente me hizo algunas preguntas mientras examinaba las joyas con su monoacuteculo Teniacutea la conducta el estilo y el pavor de un meacutedico Le expliqueacute que eran joyas heredadas de mi madre El aprobaba con un gruntildeido cada una de mis explicaciones y por fin se quitoacute el monoacuteculo

-Lo siento -dijo- pero son culos de botellas

Ante mi sorpresa me explicoacute con una suave conmiseracioacuten Menos mal que el oro es oro y el platino es platino Me toqueacute el bolsillo para asegurarme de que llevaba las facturas de compra y dije sin resabios

-Pues fueron compradas en esta noble casa hace maacutes de cien antildeos

El no se inmutoacute Suele suceder dijo que en las joyas hereditarias vayan desapareciendo las piedras maacutes valiosas con el paso del tiempo sustituidas por diacutescolos de la familia o por joyeros bandidos y soacutelo cuando alguien trata de

Memorias de mis putas tristes 43 ______________________________________________________________________________________venderlas se descubre el fraude Pero permiacutetame un segundo dijo y se llevoacute las joyas por la puerta del fondo Al cabo de un momento regresoacute y sin explicacioacuten alguna me indicoacute que me sentara en la silla de espera y siguioacute trabajando

Examineacute la tienda Habiacutea ido con mi madre varias veces y recordaba una frase recurrente No se lo digas a tu papaacute De pronto se me ocurrioacute una idea que me crispoacute iquestno seriacutea que Rosa Cabarcas y Delgadina de comuacuten acuerdo habiacutean vendido las piedras legiacutetimas y me devolvieron las joyas con las piedras falsas

Estaba ardiendo en dudas cuando una secretaria me invitoacute a seguirla por la misma puerta del fondo hasta una oficina pequentildea con una larga estanteriacutea de gruesos voluacutemenes Un beduino colosal se levantoacute en el escritorio del fondo y me estrechoacute la mano tuteaacutendome con una efusioacuten de viejo amigo Hicimos juntos el bachillerato me dijo a modo de saludo Me fue faacutecil recordarlo era el mejor futbolista de la escuela y campeoacuten de nuestros primeros burdeles Habiacutea dejado de verlo en alguacuten momento incierto y debioacute verme tan decreacutepito que me confundioacute con un condisciacutepulo de su infancia

Sobre el cristal del escritorio teniacutea abierto uno de los mamotretos del archivo donde estaba la memoria de las joyas de mi madre Una relacioacuten exacta con fechas y detalles de que ella en persona habiacutea hecho cambiar las piedras de dos generaciones de hermosas y dignas Cargamantos y habiacutea vendido las legiacutetimas a la misma tienda Esto habiacutea ocurrido cuando el padre del propietario actual estaba al frente de la joyeriacutea y eacutel y yo en la escuela Pero eacutel mismo me tranquilizoacute aquellas triquintildeuelas eran de uso corriente entre las grandes familias en desgracia para resolver urgencias de plata sin sacrificar el honor Ante la realidad cruda preferiacute conservarlas como recuerdo de otra Florina de Dios que nunca conociacute

A principios de julio sentiacute la distancia real de la muerte Mi corazoacuten perdioacute el paso y empeceacute a ver y sentir por todos lados los presagios inequiacutevocos del final El maacutes niacutetido fue en el concierto de Bellas Artes El aire acondicionado habiacutea fallado y la flor y nata de las artes y las letras se cocinaban al bantildeomariacutea en el saloacuten abarrotado pero la magia de la muacutesica era un clima celestial Al final con el Allegretto poco mosso me estremecioacute la revelacioacuten deslumbrante de que estaba escuchando el uacuteltimo concierto que me deparaba el destino antes de morir No sentiacute dolor ni miedo sino la emocioacuten arrasadora de haber alcanzado a vivirlo

Cuando por fin logreacute abrirme camino empapado de sudor a traveacutes de los abrazos y las fotos me encontreacute de manos a boca con Ximena Ortiz como una diosa de cien antildeos en la silla de ruedas Su sola presencia se me imponiacutea como un pecado mortal Teniacutea una tuacutenica de seda color marfil tan tersa como su piel un hilo de perlas legiacutetimas de tres vueltas el cabello color de naacutecar cortado a la moda de los veintes con una punta de ala de gaviota en la mejilla y los grandes ojos amarillos iluminados por la sombra natural de las ojeras Todo en ella contradeciacutea el rumor de que su mente estaba quedaacutendose en blanco por la erosioacuten irredimible de la memoria Petrificado y sin recursos frente a ella me sobrepuse al vaho de fuego que me subioacute a la cara y la saludeacute en silencio con una venia versallesca Ella sonrioacute como una reina y me agarroacute la mano Entonces me di cuenta de que tambieacuten aquello era una coartada del destino y no la perdiacute para sacarme una espina que me estorbaba desde siempre He sontildeado durante antildeos con este momento le dije Ella no parecioacute

Memorias de mis putas tristes 44 ______________________________________________________________________________________entender iexclNo me digas dijo iquestY tuacute quieacuten eres No supe nunca si en verdad lo habiacutea olvidado o si fue la venganza final de su vida

La certidumbre de ser mortal en cambio me habiacutea sorprendido poco antes de los cincuenta antildeos en una ocasioacuten como aqueacutella una noche de carnaval en que bailaba un tango apache con una mujer fenomenal a la que nunca le vi la cara maacutes corpulenta que yo como por cuarenta libras y maacutes alta como de dos palmos que sin embargo se dejaba llevar como una pluma al viento Bailaacutebamos tan apretados que sentiacutea circular su sangre por las venas y me hallaba como adormecido de gusto con su resuello trabajoso su grajo de amoniacuteaco sus tetas de astroacutenoma cuando me sacudioacute por la primera vez y casi me derriboacute por tierra el freacutemito de la muerte Fue como un oraacuteculo brutal en el oiacutedo Hagas lo que hagas en este antildeo o dentro de ciento estaraacutes muerto hasta jamaacutes Ella se separoacute asustada iquestQueacute le pasa Nada le dije tratando de sujetarme el corazoacuten

-Tiemblo por usted

Desde entonces empeceacute a medir la vida no por antildeos sino por deacutecadas La de los cincuenta habiacutea sido decisiva porque tomeacute conciencia de que casi todo el mundo era menor que yo La de los sesenta fue la maacutes intensa por la sospecha de que ya no me quedaba tiempo para equivocarme La de los setenta fue temible por una cierta posibilidad de que fuera la uacuteltima No obstante cuando desperteacute vivo la primera mantildeana de mis noventa antildeos en la cama feliz de Delgadina se me atravesoacute la idea complaciente de que la vida no fuera algo que transcurre como el riacuteo revuelto de Heraacuteclito sino una ocasioacuten uacutenica de voltearse en la parrilla y seguir asaacutendose del otro costado por noventa antildeos maacutes

Me volviacute de laacutegrima faacutecil Cualquier sentimiento que tuviera algo que ver con la ternura me causaba un nudo en la garganta que no siempre lograba dominar y penseacute en renunciar al placer solitario de velar el suentildeo de Delgadina no tanto por la incertidumbre de mi muerte como por el dolor de imaginarla sin miacute en el resto de su vida Uno de aquellos diacuteas inciertos fui a dar por distraccioacuten a la muy noble calle de los Notarios y me sorprendioacute no encontrar nada maacutes que los escombros del viejo hotel de lance donde fui iniciado por la fuerza en las artes del amor poco antes de mis doce antildeos Habiacutea sido una mansioacuten de antiguos navieros espleacutendida como pocas en la ciudad con columnas enchapadas de alabastro y frisos de oropeles alrededor de un patio interior con una cuacutepula de cristales de siete colores que irradiaba un resplandor de invernadero En la planta baja con un portal goacutetico sobre la calle estuvieron por maacutes de un siglo las notariacuteas coloniales en las que trabajoacute prosperoacute y se arruinoacute mi padre en toda una vida de suentildeos fantaacutesticos Las familias histoacutericas abandonaron poco a poco los pisos superiores que terminaron ocupados por una legioacuten de nocheras en desgracia que subiacutean y bajaban hasta el amanecer con los clientes atrapados por un peso y medio en las cantinas del cercano puerto fluvial

A mis doce antildeos todaviacutea con mis pantalones cortos y mis botitas de la escuela primaria no pude resistir la tentacioacuten de conocer los pisos superiores mientras mi padre se debatiacutea en una de sus reuniones interminables y me encontreacute con un espectaacuteculo celestial Las mujeres que malvendiacutean sus cuerpos hasta el amanecer se moviacutean por la casa desde las once de la mantildeana cuando ya la caniacutecula del vitral era insoportable y teniacutean que hacer su vida domeacutestica caminando en pelotas por

JUAN CARLOS 161104
caniacutecula (Del lat canicŭla) f Periacuteodo del antildeo en que es maacutes fuerte el calor || 2 Astr Tiempo del nacimiento heliacuteaco de Sirio que antiguamente coincidiacutea con la eacutepoca maacutes calurosa del antildeo pero que hoy no se verifica hasta fines de agosto13
JUAN CARLOS 161104
freacutemito (Del lat fremĭtus) m bramido

Memorias de mis putas tristes 45 ______________________________________________________________________________________toda la casa mientras comentaban a gritos sus aventuras de la noche Me quedeacute aterrorizado Lo uacutenico que se me ocurrioacute fue escapar por donde habiacutea llegado cuando una de las desnudas de carnes macizas olorosas a jaboacuten de monte me abrazoacute por la espalda y me llevoacute en vilo hasta su cubiacuteculo de cartoacuten sin que yo pudiera verla en medio de la griteriacutea y los aplausos de las inquilinas en cueros Me tiroacute bocarriba en su cama para cuatro me quitoacute los pantalones con una maniobra maestra y se acaballoacute sobre miacute pero el terror helado que me empapaba el cuerpo me impidioacute recibirla como un hombre Aquella noche desvelado en la cama de mi casa por la verguumlenza del asalto no pude dormir maacutes de una hora con las ansias de volver a verla Pero la mantildeana siguiente mientras los trasnochados dormiacutean subiacute temblando hasta su cubiacuteculo y la desperteacute llorando a gritos con un amor enloquecido que duroacute hasta que se lo llevoacute sin misericordia el ventarroacuten de la vida real Se llamaba Castorina y era la reina de la casa

Los cubiacuteculos del hotel costaban un peso para los amores de paso pero muy pocos sabiacuteamos que costaban lo mismo hasta por veinticuatro horas Ademaacutes Castorina me introdujo en su mundo de mala muerte donde invitaban a los clientes pobres a sus desayunos de gala le prestaban el jaboacuten les atendiacutean los dolores de muela y en casos de urgencia mayor les daban un amor de caridad

Pero en las tardes de la uacuteltima vejez se acordaba de la inmortal Castorina muerta quien sabiacutea cuando que habiacutea sucedido desde las esquinas miserables del muelle fluvial hasta el trono sagrado de mamasanta mayor con un parche de pirata en el ojo perdido en el pleito de cantina Su uacuteltimo machucante de planta un negro feliz de Camaguumley a quien llamaba Jonaacutes el Galeote habiacutea sido un trompetista de los grandes en La Habana hasta que perdioacute la sonrisa completa en una cataacutestrofe de trenes

Al salir de aquella visita amarga sentiacute una punzada en el corazoacuten que no habiacutea logrado aliviar en tres diacuteas con toda clase de poacutecimas caseras El meacutedico al que acudiacute de urgencia miembro de una estirpe de insignes era nieto del que me vio a mis cuarenta y dos antildeos y me asustoacute que pareciera el mismo pues estaba tan envejecido como su abuelo a los setenta por una calvicie prematura unos lentes de miope sin regreso y una tristeza inconsolable Me hizo un examen minucioso de cuerpo entero con una concentracioacuten de orfebre Me auscultoacute el pecho y la espalda y me revisoacute la presioacuten arterial los reflejos de la rodilla el fondo del ojo el color del paacuterpado inferior En las pausas mientras yo cambiaba de posicioacuten en la mesa de reconocimiento me haciacutea preguntas tan vagas y raacutepidas que apenas si me daban tiempo de pensar las respuestas Al cabo de una hora me miroacute con una sonrisa feliz Bueno dijo creo que no tengo nada que hacer por usted iquestQueacute quiere decir Que su estado es el mejor posible a su edad Queacute curioso le dije lo mismo me dijo su abuelo cuando yo teniacutea cuarenta y dos antildeos como si el tiempo no pasara Siempre encontraraacute uno que se lo diga dijo porque siempre tendraacute una edad Yo provocaacutendolo para una sentencia aterradora le dije La uacutenica definitiva es la muerte Siacute dijo eacutel pero no es faacutecil llegar a ella en tan buen estado como usted Siento de veras no poder complacerlo

Eran recuerdos nobles pero la viacutespera del 29 de agosto sentiacute el peso inmenso del siglo que me esperaba impasible cuando subiacute con pasos de hierro las escaleras de mi casa Entonces volviacute a ver una vez maacutes a Florina de Dios mi madre en mi cama que habiacutea sido la suya hasta su muerte y me hizo la misma bendicioacuten de la uacuteltima

Memorias de mis putas tristes 46 ______________________________________________________________________________________vez que la vi dos horas antes de morir Trastornado por la conmocioacuten lo entendiacute como el anuncio final y llameacute a Rosa Cabarcas para que me llevara a mi nintildea aquella misma noche en previsioacuten de que no se cumpliera mi ilusioacuten de sobrevivir hasta el uacuteltimo aliento de mis noventa antildeos Volviacute a llamarla a las ocho y una vez maacutes repitioacute que no era posible Tiene que serlo a cualquier precio le griteacute aterrorizado Colgoacute sin despedirse pero quince minutos despueacutes volvioacute a llamar

-Bueno aquiacute la tienes

Llegueacute a las diez y veinte de la noche y le di a Rosa Cabarcas las uacuteltimas cartas de mi vida con mis disposiciones sobre la nintildea despueacutes de mi final terrible Ella pensoacute que me habiacutea impresionado con el acuchillado y me dijo con aires de burla Si te vas a morir que no sea aquiacute imagiacutenate Pero yo le dije Di que me atropello el tren de Puerto Colombia ese pobre cacharro de laacutestima incapaz de matar a nadie

Preparado para todo aquella noche me acosteacute bocarriba a la espera del dolor final en el primer instante de mis noventa y un antildeos Oiacute campanas distantes sentiacute la fragancia del alma de Delgadina dormida de costado oiacute un grito en el horizonte sollozos de alguien que quizaacutes habiacutea muerto un siglo antes en la alcoba Entonces apagueacute la luz con el uacuteltimo aliento entrelaceacute mis dedos con los suyos para llevaacutermela de la mano y conteacute las doce campanadas de las doce con mis doce laacutegrimas finales hasta que empezaron a cantar los gallos y enseguida las campanas de gloria los cohetes de fiesta que celebraban el juacutebilo de haber sobrevivido sano y salvo a mis noventa antildeos

Mis primeras palabras fueron para Rosa Cabarcas Te compro la casa toda con la tienda y el huerto Ella me dijo Hagamos una apuesta de viejos el que se muera primero se queda con todo lo del otro firmado ante notario No porque si yo me muero todo deberiacutea ser para ella Es igual dijo Rosa Cabarcas yo me hago cargo de la nintildea y despueacutes le dejo todo lo tuyo y lo miacuteo no tengo a nadie maacutes en este mundo Mientras tanto remodelamos tu cuarto con buenos servicios aire acondicionado y tus libros y tu muacutesica

-iquestCrees que ella estaraacute de acuerdo

-Ay mi sabio triste estaacute bien que esteacutes viejo pero no pendejo -dijo Rosa Cabarcas muerta de risa- Esa pobre criatura estaacute lela de amor por ti

Saliacute a la calle radiante y por primera vez me reconociacute a miacute mismo en el horizonte remoto de mi primer siglo Mi casa callada y en orden a las seis y cuarto empezaba a gozar los colores de una aurora feliz Damiana cantaba a toda voz en la cocina y el gato redivivo enroscoacute la cola en mis tobillos y siguioacute caminando conmigo hasta mi mesa de escribir Estaba ordenando mis papeles marchitos el tintero la pluma de ganso cuando el sol estalloacute entre los almendros del parque y el buque fluvial del correo retrasado una semana por la sequiacutea entroacute bramando en el canal del puerto Era por fin la vida real con mi corazoacuten a salvo y condenado a morir de buen amor en la agoniacutea feliz de cualquier diacutea despueacutes de mis cien antildeos

Mayo de 2004

Page 3: · Web viewVivo en una casa colonial en la acera de sol del parque de San Nicolás, donde he pasado todos los días de mi vida sin mujer ni fortuna, donde vivieron y murieron mis padres,

Memorias de mis putas tristes 3 ______________________________________________________________________________________

Memoria de mis putas tristes

GABRIELGARCIacuteA MAacuteRQUEZ

2004

Memorias de mis putas tristes 4 ______________________________________________________________________________________

laquoNo debiacutea hacer nada de mal gusto advirtioacute al anciano Eguchi la mujer de la posada No debiacutea poner el dedo en la boca de la mujer dormida ni intentar nada parecidoraquo

Yasunari KawabataLa casa de las bellas dormidas

Memorias de mis putas tristes 5 ______________________________________________________________________________________

1

El antildeo de mis noventa antildeos quise regalarme una noche de amor loco con una adolescente virgen Me acordeacute de Rosa Cabarcas la duentildea de una casa clandestina que soliacutea avisar a sus buenos clientes cuando teniacutea una novedad disponible Nunca sucumbiacute a eacutesa ni a ninguna de sus muchas tentaciones obscenas pero ella no creiacutea en la pureza de mis principios Tambieacuten la moral es un asunto de tiempo deciacutea con una sonrisa maligna ya lo veraacutes Era algo menor que yo y no sabiacutea de ella desde haciacutea tantos antildeos que bien podiacutea haber muerto Pero al primer timbrazo reconociacute la voz en el teleacutefono y le dispareacute sin preaacutembulos

-Hoy siacute

Ella suspiroacute Ay mi sabio triste te desapareces veinte antildeos y soacutelo vuelves para pedir imposibles Recobroacute enseguida el dominio de su arte y me ofrecioacute una media docena de opciones deleitables pero eso siacute todas usadas Le insistiacute que no que debiacutea ser doncella y para esa misma noche Ella preguntoacute alarmada iquestQueacute es lo que quieres probarte Nada le contesteacute lastimado donde maacutes me doliacutea seacute muy bien lo que puedo y lo que no puedo Ella dijo impasible que los sabios lo saben todo pero no todo Los uacutenicos Virgos que van quedando en el mundo son ustedes los de agosto iquestPor queacute no me lo encargaste con maacutes tiempo La inspiracioacuten no avisa le dije Pero tal vez espera dijo ella siempre maacutes resabida que cualquier hombre y me pidioacute aunque fueran dos diacuteas para escudrintildear a fondo el mercado Yo le repliqueacute en serio que en un negocio como aqueacutel a mi edad cada hora es un antildeo Entonces no se puede dijo ella sin la miacutenima duda pero no importa asiacute es maacutes emocionante queacute carajo te llamo en una hora

No tengo que decirlo porque se me distingue a leguas soy feo tiacutemido y anacroacutenico Pero a fuerza de no querer serlo he venido a simular todo lo contrario Hasta el sol de hoy en que resuelvo contarme como soy por mi propia y libre voluntad aunque soacutelo sea para alivio de mi conciencia He empezado con la llamada insoacutelita a Rosa Cabarcas porque visto desde hoy aqueacutel fue el principio de una nueva vida a una edad en que la mayoriacutea de los mortales estaacuten muertos

Vivo en una casa colonial en la acera de sol del parque de San Nicolaacutes donde he pasado todos los diacuteas de mi vida sin mujer ni fortuna donde vivieron y murieron mis padres y donde me he propuesto morir solo en la misma cama en que naciacute y en un diacutea que deseo lejano y sin dolor Mi padre la comproacute en un remate puacuteblico a fines del siglo XIX alquiloacute la planta baja para tiendas de lujo a un con sorcio de italianos y se

Memorias de mis putas tristes 6 ______________________________________________________________________________________reservoacute este segundo piso para ser feliz con la hija de uno de ellos Florina de Dios Cargamantos inteacuterprete notable de Mozart poliacuteglota y garibaldina y la mujer maacutes hermosa y de mejor talento que hubo nunca en la ciudad mi madre

El aacutembito de la casa es amplio y luminoso con arcos de estuco y pisos ajedrezados de mosaicos florentinos y cuatro puertas vidrieras sobre un balcoacuten corrido donde mi madre se sentaba en las noches de marzo a cantar arias de amor con sus primas italianas Desde alliacute se ve el parque de San Nicolaacutes con la catedral y la estatua de Cristoacutebal Coloacuten y maacutes allaacute las bodegas del muelle fluvial y el vasto horizonte del riacuteo grande de la Magdalena a veinte leguas de su estuario Lo uacutenico ingrato de la casa es que el sol va cambiando de ventanas en el transcurso del diacutea y hay que cerrarlas todas para tratar de dormir la siesta en la penumbra ardiente Cuando me quedeacute solo a mis treinta y dos antildeos me mudeacute a la que fuera la alcoba de mis padres abriacute una puerta de paso hacia la biblioteca y empeceacute a subastar cuanto me iba sobrando para vivir que terminoacute por ser casi todo salvo los libros y la pianola de rollos

Durante cuarenta antildeos fui el inflador de cables de El Diario de La Paz que consistiacutea en reconstruir y completar en prosa indiacutegena las noticias del mundo que atrapaacutebamos al vuelo en el espacio sideral por las ondas cortas o el coacutedigo Morse Hoy me sustento mal que bien con mi pensioacuten de aquel oficio extinguido me sustento menos con la de maestro de gramaacutetica castellana y latiacuten casi nada con la nota dominical que he escrito sin desmayos durante maacutes de medio siglo y nada en absoluto con las gacetillas de muacutesica y teatro que me publican de favor las muchas veces en que vienen inteacuterpretes notables Nunca hice nada distinto de escribir pero no tengo vocacioacuten ni virtud de narrador ignoro por completo las leyes de la composicioacuten dramaacutetica y si me he embarcado en esta empresa es porque confiacuteo en la luz de lo mucho que he leiacutedo en la vida Dicho en romance crudo soy un cabo de raza sin meacuteritos ni brillo que no tendriacutea nada que legar a sus sobrevivientes de no haber sido por los hechos que me dispongo a referir como pueda en esta memoria de mi grande amor

El diacutea de mis noventa antildeos habiacutea recordado como siempre a las cinco de la mantildeana Mi uacutenico compromiso por ser viernes era escribir la nota firmada que se publica los domingos en El Diario de La Paz Los siacutentomas del amanecer habiacutean sido perfectos para no ser feliz me doliacutean los huesos desde la madrugada me ardiacutea el culo y habiacutea truenos de tormenta despueacutes de tres meses de sequiacutea Me bantildeeacute mientras estaba el cafeacute me tomeacute un tazoacuten endulzado con miel de abejas y acompantildeado con dos tortas de cazabe y me puse el mameluco de lienzo de estar en casa

El tema de la nota de aquel diacutea coacutemo no eran mis noventa antildeos Nunca he pensado en la edad como en una gotera en el techo que le indica a uno la cantidad de vida que le va quedando De muy nintildeo oiacute decir que cuando una persona muere los piojos que incuban en la pelambre escapan pavoridos por las almohadas para verguumlenza de la familia Esto me escarmentoacute de tal suerte que me dejeacute tusar a coco para ir a la escuela y las escasas hebras que me quedan me las lavo todaviacutea con el jaboacuten del perro agradecido Quiere decir me digo ahora que de muy nintildeo tuve mejor formado el sentido del pudor social que el de la muerte

Desde haciacutea meses habiacutea previsto que mi nota de aniversario no fuera el soacutelito lamento por los antildeos idos sino todo lo contrario una glorificacioacuten de la vejez

Memorias de mis putas tristes 7 ______________________________________________________________________________________Empeceacute por preguntarme cuaacutendo tomeacute conciencia de ser viejo y creo que fue muy poco antes de aquel diacutea A los cuarenta y dos antildeos habiacutea acudido al meacutedico con un dolor de espaldas que me estorbaba para respirar El no le dio importancia Es un dolor natural a su edad me dijo

-En ese caso -le dije yo- lo que no es natural es mi edad

El meacutedico me hizo una sonrisa de laacutestima Veo que es usted un filoacutesofo me dijo Fue la primera vez que penseacute en mi edad en teacuterminos de vejez pero no tardeacute en olvidarlo Me acostumbreacute a despertar cada diacutea con un dolor distinto que iba cambiando de lugar y forma a medida que pasaban los antildeos A veces pareciacutea ser un zarpazo de la muerte y al diacutea siguiente se esfumaba Por esa eacutepoca oiacute decir que el primer siacutentoma de la vejez es que uno empieza a parecerse a su padre Debo estar condenado a la juventud eterna penseacute entonces porque mi perfil equino no se pareceraacute nunca al caribe crudo que fue mi padre ni al romano imperial de mi madre La verdad es que los primeros cambios son tan lentos que apenas si se notan y uno sigue vieacutendose desde dentro como habiacutea sido siempre pero los otros los advierten desde fuera

En la quinta deacutecada habiacutea empezado a imaginarme lo que era la vejez cuando noteacute los primeros huecos de la memoria Sabaneaba la casa buscando los espejuelos hasta que descubriacutea que los llevaba puestos o me metiacutea con ellos en la regadera o me poniacutea los de leer sin quitarme los de larga vista Un diacutea desayuneacute dos veces porque olvideacute la primera y aprendiacute a reconocer la alarma de mis amigos cuando no se atreviacutean a advertirme que les estaba contando el mismo cuento que les conteacute la semana anterior Para entonces teniacutea en la memoria una lista de rostros conocidos y otra con los nombres de cada uno pero en el momento de saludar no conseguiacutea que coincidieran las caras con los nombres

Mi edad sexual no me preocupoacute nunca porque mis poderes no dependiacutean tanto de miacute como de ellas y ellas saben el coacutemo y el porqueacute cuando quieren Hoy me riacuteo de los muchachos de ochenta que consultan al meacutedico asustados por estos sobresaltos sin saber que en los noventa son peores pero ya no importan son riesgos de estar vivo En cambio es un triunfo de la vida que la memoria de los viejos se pierda para las cosas que no son esenciales pero que raras veces falle para las que de verdad nos interesan Ciceroacuten lo ilustroacute de una plumada

No hay un anciano que olvide doacutende escondioacute su tesoro

Con esas reflexiones y otras varias habiacutea terminado un primer borrador de la nota cuando el sol de agosto estalloacute entre los almendros del parque y el buque fluvial del correo retrasado una semana por la sequiacutea entroacute bramando en el canal del puerto Penseacute Ahiacute llegan mis noventa antildeos Nunca sabreacute por queacute ni lo pretendo pero fue al conjuro de aquella evocacioacuten arrasadora cuando decidiacute llamar por teleacutefono a Rosa Cabarcas para que me ayudara a honorar mi aniversario con una noche libertina Llevaba antildeos de santa paz con mi cuerpo dedicado a la relectura erraacutetica de mis claacutesicos y a mis programas privados de muacutesica culta pero el deseo de aquel diacutea fue tan apremiante que me parecioacute un recado de Dios Despueacutes de la llamada no pude seguir escribiendo Colgueacute la hamaca en un recodo de la biblioteca donde no da el sol por la mantildeana y me tumbeacute con el pecho oprimido por la ansiedad de la espera

Memorias de mis putas tristes 8 ______________________________________________________________________________________

Habiacutea sido un nintildeo consentido con una mamaacute de dones muacuteltiples aniquilada por la tisis a los cincuenta antildeos y con un papaacute formalista al que nunca se le conocioacute un error y amanecioacute muerto en su cama de viudo el diacutea en que se firmoacute el tratado de Neerlandia que puso teacutermino a la guerra de los Mil Diacuteas y a las tantas guerras civiles del siglo anterior La paz cambioacute la ciudad en un sentido que no se previo ni se queriacutea Una muchedumbre de mujeres libres enriquecieron hasta el delirio las viejas cantinas de la calle Ancha que fuera despueacutes el camelloacuten Abello y ahora es el paseo Coloacuten en esta ciudad de mi alma tan apreciada de propios y ajenos por la buena iacutendole de su gente y la pureza de su luz

Nunca me he acostado con ninguna mujer sin pagarle y a las pocas que no eran del oficio las convenciacute por la razoacuten o por la fuerza de que recibieran la plata aunque fuera para botarla en la basura Por mis veinte antildeos empeceacute a llevar un registro con el nombre la edad el lugar y un breve recordatorio de las circunstancias y el estilo Hasta los cincuenta antildeos eran quinientas catorce mujeres con las cuales habiacutea estado por lo menos una vez Interrumpiacute la lista cuando ya el cuerpo no me dio para tantas y podiacutea seguir las cuentas sin papel Teniacutea mi eacutetica propia Nunca participeacute en parrandas de grupo ni en contubernios puacuteblicos ni compartiacute secretos ni conteacute una aventura del cuerpo o del alma pues desde joven me di cuenta de que ninguna es impune

La uacutenica relacioacuten extrantildea fue la que mantuve durante antildeos con la fiel Damiana Era casi una nintildea aindiada fuerte y montaraz de palabras breves y terminantes que se moviacutea descalza para no disturbarme mientras escribiacutea Recuerdo que yo estaba leyendo La lozana andaluza en la hamaca del corredor y la vi por casualidad inclinada en el lavadero con una pollera tan corta que dejaba al descubierto sus corvas suculentas Presa de una fiebre irresistible se la levanteacute por detraacutes le bajeacute las mutandas hasta las rodillas y la embestiacute en reversa Ay sentildeor dijo ella con un quejido luacutegubre eso no se hizo para entrar sino para salir Un temblor profundo le estremecioacute el cuerpo pero se mantuvo firme Humillado por haberla humillado quise pagarle el doble de lo que costaban las maacutes caras de entonces pero no aceptoacute ni un ochavo y tuve que aumentarle el sueldo con el caacutelculo de una monta al mes siempre mientras lavaba la ropa y siempre en sentido contrario

Alguna vez penseacute que aquellas cuentas de camas seriacutean un buen sustento para una relacioacuten de las miserias de mi vida extraviada y el tiacutetulo me cayoacute el cielo Memoria de mis putas tristes Mi vida puacuteblica en cambio careciacutea de intereacutes hueacuterfano de padre y madre soltero sin porvenir periodista mediocre cuatro veces finalista en los Juegos Florales de Cartagena de Indias y favorito de los caricaturistas por mi fealdad ejemplar Es decir una vida perdida que habiacutea empezado mal desde la tarde en que mi madre me llevoacute de la mano a los diecinueve antildeos para ver si lograba publicar en El Diario de La Paz una croacutenica de la vida escolar que yo habiacutea escrito en la clase de castellano y retoacuterica Se publicoacute el domingo con un exordio esperanzado del director Pasados los antildeos cuando supe que mi madre habiacutea pagado la publicacioacuten y las siete siguientes ya era tarde para avergonzarme pues mi columna semanal volaba con alas propias y era ademaacutes inflador de cables y criacutetico de muacutesica

Desde que obtuve mi grado de bachiller con diploma de excelencia empeceacute a dictar clases de castellano y latiacuten en tres colegios puacuteblicos al mismo tiempo Fui un mal

Memorias de mis putas tristes 9 ______________________________________________________________________________________maestro sin formacioacuten sin vocacioacuten ni piedad alguna por esos pobres nintildeos que iban a la escuela como el modo maacutes faacutecil de escapar a la tiraniacutea de sus padres Lo uacutenico que pude hacer por ellos fue mantenerlos bajo el terror de mi regla de madera para que al menos se llevaran de miacute el poema favorito Estos Fabio ay dolor que ves ahora campos de soledad mustio collado fueron un tiempo Itaacutelica famosa Soacutelo de viejo me entereacute por casualidad del mal apodo que los alumnos me pusieron a mis espaldas el Profesor Mustio Collado

Esto fue todo cuanto me dio la vida y no he hecho nada por sacarle maacutes Almorzaba solo entre una clase y otra y a las seis de la tarde llegaba a la redaccioacuten del perioacutedico a cazar las sentildeales del espacio sideral A las once de la noche cuando se cerraba la edicioacuten empezaba mi vida real Dormiacutea en el Barrio Chino dos o tres veces por semana y con tan variadas compantildeiacuteas que dos veces fui coronado como el cliente del antildeo Despueacutes de la cena en el cercano cafeacute Roma escogiacutea cualquier burdel al azar y entraba a escondidas por la puerta del traspatio Lo haciacutea por el gusto pero terminoacute por ser parte de mi oficio gracias a la ligereza de lengua de los grandes cacaos de la poliacutetica que les daban cuenta de sus secretos de Estado a sus amantes de una noche sin pensar que eran oiacutedos por la opinioacuten puacuteblica a traveacutes de los tabiques de cartoacuten Por esa viacutea coacutemo no descubriacute tambieacuten que mi celibato inconsolable lo atribuiacutean a una pederastiacutea nocturna que se saciaba con los nintildeos hueacuterfanos de la calle del Crimen He tenido la fortuna de olvidarlo entre otras buenas razones porque tambieacuten conociacute lo bueno que se deciacutea de miacute y lo aprecieacute en lo que valiacutea

Nunca tuve grandes amigos y los pocos que llegaron cerca estaacuten en Nueva York Es decir muertos pues es donde supongo que se van las almas en pena para no digerir la verdad de su vida pasada Desde mi jubilacioacuten tengo poco que hacer como no sea llevar mis papeles al diario los viernes en la tarde u otros empentildeos de cierta monta conciertos en Bellas Artes exposiciones de pintura en el Centro Artiacutestico del cual soy socio fundador alguna que otra conferencia ciacutevica en la Sociedad de Mejoras Puacuteblicas o un acontecimiento grande como la temporada de la Faacutebregas en el teatro Apolo De joven iba a los salones de cine sin techo donde lo mismo podiacutea sorprendernos un eclipse de luna que una pulmoniacutea doble por un aguacero descarriado Pero maacutes que las peliacuteculas me interesaban las pajaritas de la noche que se acostaban por el precio de la entrada o lo daban de balde o de fiado Pues el cine no es mi geacutenero El culto obsceno de Shirley Temple fue la gota que desbordoacute el vaso

Mis uacutenicos viajes fueron cuatro a los Juegos Florales de Cartagena de Indias antes de mis treinta antildeos y una mala noche en lancha de motor invitado por Sacramento Montiel a la inauguracioacuten de un burdel suyo en Santa Marta En cuanto a mi vida domeacutestica soy de poco comer y de gustos faacuteciles Cuando Damiana se hizo vieja no se volvioacute a cocinar en casa y mi uacutenica comida regular desde entonces ha sido la tortilla de papas en el cafeacute Roma despueacutes del cierre del perioacutedico

Asiacute que la viacutespera de mis noventa antildeos me que deacute sin almorzar y no pude concentrarme en la lectura a la espera de noticias de Rosa Cabarcas Las chicharras pitaban a reventar en el calor de las dos y las vueltas del sol por las ventanas abiertas me forzaron a cambiar tres veces el lugar de la hamaca Siempre me parecioacute que por los diacuteas de mi aniversario estaba el maacutes caliente del antildeo y habiacutea aprendido a soportarlo pero el humor de aquel diacutea no me dio para tanto A las

Memorias de mis putas tristes 10 ______________________________________________________________________________________cuatro trateacute de apaciguarme con las seis suites para chelo solo de Juan Sebastiaacuten Bach en la versioacuten definitiva de don Pablo Casaacuteis Las tengo como lo maacutes sabio de toda la muacutesica pero en vez de apaciguarme como de soacutelito me dejaron en un estado de la peor postracioacuten Me adormeciacute con la segunda que me parece un poco remolona y en el suentildeo revolviacute la quejumbre del chelo con la de un buque triste que se fue Casi al instante me despertoacute el teleacutefono y la voz oxidada de Rosa Cabarcas me devolvioacute a la vida Tienes una suerte de bobo me dijo Encontreacute una pavita mejor de la que queriacuteas pero tiene un percance anda apenas por los catorce antildeos No me importa cambiar pantildeales le dije en chanza sin entender sus motivos No es por ti dijo ella pero iquestquieacuten va a pagar por miacute los tres antildeos de caacutercel

Nadie iba a pagarlos pero ella menos que nadie por supuesto Recogiacutea su cosecha entre las menores de edad que haciacutean mercado en su tienda a las cuales iniciaba y exprimiacutea hasta que pasaban a la vida peor de putas graduadas en el burdel histoacuterico de la Negra Eufemia Nunca habiacutea pagado una multa porque su patio era la arcadia de la autoridad local desde el gobernador hasta el uacuteltimo camajaacuten de alcaldiacutea y no era imaginable que a la duentildea le faltaran poderes para delinquir a su antojo De modo que sus escruacutepulos de uacuteltima hora soacutelo debiacutean ser para sacar ventajas de sus favores maacutes caros cuanto maacutes punibles El diferendo se arregloacute con el aumento de dos pesos en los servicios y acordamos que a las diez de la noche yo estuviera en su casa con cinco pesos en efectivo y por adelantado Ni un minuto antes pues la nintildea teniacutea que darles de comer y dormir a sus hermanos menores y acostar a su madre baldada por el reumatismo

Faltaban cuatro horas A medida que discurriacutean el corazoacuten se me iba llenando de una espuma acida que me estorbaba para respirar Hice un esfuerzo esteacuteril por pastorear el tiempo con los traacutemites de la vestimenta Nada nuevo por cierto si hasta Damiana dice que me visto con el ritual de un sentildeor obispo Me corteacute con la navaja barbera tuve que esperar a que se refrescara el agua de la ducha recalentada por el sol en la tuberiacutea y el esfuerzo simple de secarme con la toalla me hizo sudar de nuevo Me vestiacute de acuerdo con la ventura de la noche el traje de lino blanco la camisa a rayas azules de cuello acartonado con engrudo la corbata de seda china los botines remozados con blanco de zinc y el reloj de oro coronario con la leontina abrochada en el ojal de la solapa Al final dobleacute hacia dentro las bocapiernas de los pantalones para que no se notara que he disminuido un jeme

Tengo fama de cicatero porque nadie puede imaginarse que sea tan pobre si vivo donde vivo y la verdad es que una noche como aqueacutella estaba muy por encima de mis recursos Del cofre de los ahorros transpuesto debajo de la cama saqueacute dos pesos para alquiler del cuarto cuatro para la duentildea tres para la nintildea y cinco de reserva para mi cena y otros gastos menudos O sea los catorce pesos que me paga el perioacutedico por un mes de notas dominicales Los escondiacute en un bolsillo secreto de la pretina y me perfumeacute con el fumigador de Agua de Florida de Lanman amp Kemp-Barclay amp Co Entonces sentiacute el zarpazo del paacutenico y a la primera campanada de las ocho bajeacute a tientas las escaleras en tinieblas sudando de miedo y saliacute a la noche radiante de mis viacutesperas

Habiacutea refrescado Grupos de hombres solos discutiacutean a gritos sobre fuacutetbol en el paseo Coloacuten entre los taxis parados en bateriacutea al centro de la calzada Una banda de cobres tocaba un valse laacutenguido bajo la alameda de matarratones floridos Una de las putitas pobres que cazan clientes de solemnidad en la calle de los Notarios

Memorias de mis putas tristes 11 ______________________________________________________________________________________me pidioacute el cigarrillo de siempre y le contesteacute lo mismo de siempre Dejeacute de fumar hace hoy treinta y tres antildeos dos meses y diecisiete diacuteas Al pasar frente a El Alambre de Oro me mireacute en las vitrinas iluminadas y no me vi como me sentiacutea sino maacutes viejo y peor vestido

Poco antes de las diez abordeacute un taxi y le pediacute al chofer que me llevara al Cementerio Universal para que no supiera adonde iba en realidad Me miroacute divertido por el espejo y me dijo No me deacute estos sustos don sabio ojalaacute Dios me mantuviera tan vivo como a usted Nos bajamos juntos frente al cementerio porque eacutel no teniacutea moneda suelta y tuvimos que cambiar en La Tumba una cantina indigente donde lloran a sus muertos los borrachitos de la madrugada Cuando arreglamos cuentas el chofer me dijo en serio Tenga cuidado don que ya la casa de Rosa Cabarcas no es ni sombra de lo que fue No pude menos que darle las gracias convencido como todo el mundo de que no habiacutea ninguacuten secreto bajo el cielo para los choferes del paseo Coloacuten

Me adentreacute en un barrio de pobres que no teniacutea nada que ver con el que conociacute en mis tiempos Eran las mismas calles amplias de arenas calientes con casas de puertas abiertas paredes de tablas sin cepillar techos de palma amarga y patios de cascajo Pero su gente habiacutea perdido el sosiego En la mayoriacutea de las casas habiacutea parrandas de viernes cuyos bombos y platillos repercutiacutean en las entrantildeas Cualquiera podiacutea entrar por cincuenta centavos en la fiesta que le gustara maacutes pero tambieacuten podiacutea quedarse bailando de gorra en los sardineles Yo caminaba ansioso de que me tragara la tierra dentro de mi atuendo de filipichiacuten pero nadie se fijoacute en miacute salvo un mulato escuaacutelido que dormitaba sentado en el portoacuten de una casa de vecindad

-Adioacutes doctor -me gritoacute con todo el corazoacuten- iexclfeliz polvo

iquestQueacute podiacutea hacer sino darle las gracias Tuve que detenerme por tres veces para recobrar el respiro antes de alcanzar la uacuteltima cuesta Desde alliacute vi la enorme luna de cobre que se alzaba en el horizonte y una urgencia imprevista del vientre me hizo temer por mi destino pero pasoacute de largo Al final de la calle donde el barrio se convertiacutea en un bosque de aacuterboles frutales entreacute en la tienda de Rosa Cabarcas

No pareciacutea la misma Habiacutea sido la mama santa maacutes discreta y por lo mismo la maacutes conocida Una mujer de gran tamantildeo que queriacuteamos coronar como sargenta de bomberos tanto por la corpulencia como por la eficacia para apagar las candelas de la parroquia Pero la soledad le habiacutea disminuido el cuerpo le habiacutea avellanado la piel y afilado la voz con tanto ingenio que pareciacutea una nintildea vieja De antes soacutelo le quedaban los dientes perfectos con uno que se habiacutea hecho forrar de oro por coqueteriacutea Guardaba un luto cerrado por el marido muerto a los cincuenta antildeos de vida comuacuten y lo aumentoacute con una especie de bonete negro por la muerte del hijo uacutenico que la ayudaba en sus entuertos Soacutelo le quedaban vivos los ojos diaacutefanos y crueles y por ellos me di cuenta de que no habiacutea cambiado de iacutendole

La tienda teniacutea un foco macilento en el plafondo y casi nada para vender en los armarios que ni siquiera cumpliacutean como pantalla de un negocio a voces que todo el mundo conociacutea pero nadie reconociacutea Rosa Cabarcas estaba despachando a un cliente cuando entreacute en punta de pies No seacute si me desconocioacute de veras o si lo habiacutea fingido por guardar las formas Me senteacute en el escantildeo de espera mientras se

Memorias de mis putas tristes 12 ______________________________________________________________________________________desocupaba y trateacute de reconstruirla en la memoria como habiacutea sido Maacutes de dos veces cuando ambos estaacutebamos enteros tambieacuten ella me habiacutea sacado de espantos Creo que me leyoacute el pensamiento porque se volvioacute hacia miacute y me escudrintildeoacute con una intensidad alarmante No te pasa el tiempo suspiroacute con tristeza Yo quise halagarla A ti siacute pero para bien En serio dijo ella hasta te ha resucitado un poco la cara de caballo muerto Seraacute porque cambieacute de comedero le dije por picardiacutea Ella se animoacute Hasta donde me acuerdo teniacuteas una tranca de galeote me dijo iquestCoacutemo se porta Me escapeacute por la tangente Lo uacutenico distinto desde que no nos vemos es que a veces me arde el culo Su diagnoacutestico fue inmediato Falta de uso Soacutelo lo tengo para lo que Dios lo hizo le dije pero era cierto que me ardiacutea de tiempo atraacutes y siempre en luna llena Rosa rebuscoacute en su cajoacuten de sastre y destapoacute una latita de una pomada verde que oliacutea a linimento de aacuternica Le dices a la nintildea que te la unte con su dedito asiacute moviendo el iacutendice con una elocuencia procaz Le repliqueacute que a Dios gracias todaviacutea era capaz de defenderme sin untos guajiros Ella se burloacute Ay maestro perdoacutename la vida

Y fue a lo suyo

La nintildea estaba en el cuarto desde las diez me dijo era bella limpia y bien criada pero estaba muerta de miedo porque una amiga suya que escapoacute con un estibador de Gayra se habiacutea desangrado en dos horas Pero bueno admitioacute Rosa se entiende porque los de Gayra tienen fama de que hacen cantar a las muiacuteas Y retomoacute el hilo Pobrecita ademaacutes de todo tiene que trabajar el diacutea entero pegando botones en una faacutebrica No me parecioacute que fuera un oficio tan duro Eso creen los hombres replicoacute ella pero es peor que picar piedras Ademaacutes me confesoacute que le habiacutea dado a la nintildea un bebedizo de bromuro con valeriana y ahora estaba dormida Temiacute que la compasioacuten mera otra artimantildea para aumentar el precio pero no dijo ella mi palabra es de oro Con reglas fijas cada cosa pagada aparte en plata blanca y por adelantado Asiacute fue

La seguiacute a traveacutes del patio enternecido por la marchitez de su piel y por lo mal que andaba con las piernas hinchadas dentro de las medias de algodoacuten primario La luna llena estaba llegando al centro del cielo y el mundo se veiacutea como sumergido en aguas verdes Cerca de la tienda habiacutea una techumbre de palma para las parrandas de la administracioacuten puacuteblica con numerosos taburetes de cuero y hamacas colgadas en los horcones En el traspatio donde empezaba el bosque de aacuterboles frutales habiacutea una galeriacutea de seis alcobas de adobes sin repellar con ventanas de anjeo para los zancudos La uacutenica ocupada estaba a media luz y Tontildea la Negra cantaba en el radio una cancioacuten de malos amores Rosa Cabarcas tomoacute aire El bolero es la vida Yo estaba de acuerdo pero hasta hoy no me atreviacute a escribirlo Ella empujoacute la puerta entroacute un instante y volvioacute a salir Sigue dormidita dijo Hariacuteas bien en dejarla descansar todo lo que le pida el cuerpo tu noche es maacutes larga que la suya Yo estaba ofuscado iquestQueacute crees que debo hacer Tuacute sabraacutes dijo ella con una placidez fuera de lugar por algo eres sabio Dio media vuelta y me dejoacute solo con el terror

No habiacutea escapatoria Entreacute en el cuarto con el corazoacuten desquiciado y vi a la nintildea dormida desnuda y desamparada en la enorme cama de alquiler como la parioacute su madre Yaciacutea de medio lado de cara a la puerta alumbrada desde el plafondo por una luz intensa que no perdonaba detalle Me senteacute a contemplarla desde el borde de la cama con un hechizo de los cinco sentidos Era morena y tibia La habiacutean sometido a un reacutegimen de higiene y embellecimiento que no descuidoacute ni el vello

Memorias de mis putas tristes 13 ______________________________________________________________________________________incipiente del pubis Le habiacutean rizado el cabello y teniacutea en las untildeas de las manos y los pies un esmalte natural pero la piel del color de la melaza se veiacutea aacutespera y maltratada Los senos recieacuten nacidos pareciacutean todaviacutea de nintildeo varoacuten pero se veiacutean urgidos por una energiacutea secreta a punto de reventar Lo mejor de su cuerpo eran los pies grandes de pasos sigilosos con dedos largos y sensibles como de otras manos Estaba ensopada en un sudor fosforescente a pesar del ventilador y el calor se volviacutea insoportable a medida que avanzaba la noche Era imposible imaginar coacutemo era la cara pintorreteada a brocha gorda la espesa costra de polvos de arroz con dos parches de colorete en las mejillas las pestantildeas postizas las cejas y los paacuterpados como ahumados con negrohumo y los labios aumentados con un barniz de chocolate Pero ni los trapos ni los afeites alcanzaban a disimular su caraacutecter la nariz altiva las cejas encontradas los labios intensos Penseacute Un tierno toro de lidia

A las once fui a mis traacutemites de rutina en el bantildeo donde estaba su ropa de pobre doblada sobre una silla con un esmero de rica un traje de etamina con mariposas estampadas un calzoacuten amarillo de malapodaacuten y unas sandalias de fique Encima de la ropa habiacutea una pulsera de baratillo y una cadenita muy fina con la medalla de la Virgen En la repisa del lavabo una cartera de ruano con un laacutepiz de labios un estuche de colorete una llave y unas monedas sueltas Todo tan barato y envilecido por el uso que no pude imaginarme a nadie tan pobre como ella

Me desvestiacute y dispuse las piezas como mejor pude en el perchero para no dantildear la seda de la camisa y el planchado del lino Orineacute en el inodoro decadena sentado y como me ensentildeoacute desde nintildeo Florina de Dios para que no mojara los bordes de la bacinilla y todaviacutea modestia aparte con un chorro inmediato y continuo de potro cerrero Antes de salir me asomeacute al espejo del lavamanos El caballo que me miroacute desde el otro lado no estaba muerto sino luacutegubre y teniacutea una papada de Papa los paacuterpados abotagados y desmirriadas las crines que habiacutean sido mi melena de muacutesico

-Mierda -le dije- iquestqueacute puedo hacer si no me quieres

Tratando de no despertarla me senteacute desnudo en la cama con la vista ya acostumbrada a los engantildeos de la luz roja y la reviseacute palmo a palmo Desliceacute la yema del iacutendice a lo largo de su cerviz empapada y toda ella se estremecioacute por dentro como un acorde de arpa se volteoacute hacia miacute con un gruntildeido y me envolvioacute en el clima de su aliento aacutecido Le apreteacute la nariz con el pulgar y el iacutendice y ella se sacudioacute apartoacute la cabeza y me dio la espalda sin despertar Trateacute de separarle las piernas con mi rodilla por una tentacioacuten imprevista En las dos primeras tentativas se opuso con los muslos tensos Le canteacute al oiacutedo La cama de Delgadina de aacutengeles estaacute rodeada Se relajoacute un poco Una corriente caacutelida me subioacute por las venas y mi lento animal jubilado despertoacute de su largo suentildeo

Delgadina alma miacutea le supliqueacute ansioso Delgadina Ella lanzoacute un gemido luacutegubre escapoacute de mis muslos me dio la espalda y se enroscoacute como un caracol en su concha La poacutecima de valeriana debioacute ser tan eficaz para miacute como para ella porque nada pasoacute ni a ella ni a nadie Pero no me importoacute Me pregunteacute de queacute serviacutea despertarla humillado y triste como me sentiacutea y friacuteo como un lebranche

Niacutetidas ineluctables sonaron entonces las campanadas de las doce de la noche y empezoacute la madrugada del 29 de agosto diacutea del Martirio de San Juan Bautista

Memorias de mis putas tristes 14 ______________________________________________________________________________________Alguien lloraba a gritos en la calle y nadie le haciacutea caso Receacute por eacutel si le hiciera falta y tambieacuten por miacute en accioacuten de gracias por los beneficios recibidos No se engantildee nadie no pensando que ha de durar lo que espera maacutes que duroacute lo que vioLa nintildea gimioacute en suentildeos y receacute tambieacuten por ella Pues que todo ha de pasar por tal manera Despueacutes apagueacute el radio y la luz para dormir

Desperteacute de madrugada sin recordar doacutende estaba La nintildea seguiacutea dormida de espaldas a miacute en posicioacuten fetal Tuve la sensacioacuten indefinida de que la habiacutea sentido levantarse en la oscuridad y de haber oiacutedo el desaguumle del bantildeo pero lo mismo pudo ser un suentildeo Fue algo nuevo para miacute Ignoraba las mantildeas de la seduccioacuten y siempre habiacutea escogido al azar las novias de una noche maacutes por el precio que por los encantos y haciacuteamos amores sin amor medio vestidos las maacutes de las veces y siempre en la oscuridad para imaginarnos mejores Aquella noche descubriacute el placer inverosiacutemil de contemplar el cuerpo de una mujer dormida sin los apremios del deseo o los estorbos del pudor

Me levanteacute a las cinco inquieto porque mi nota dominical debiacutea estar en la mesa de redaccioacuten antes de las doce Hice mi deposicioacuten puntual todaviacutea con los ardores de la luna llena y cuando solteacute la cadena del agua sentiacute que ntildeus rencores del pasado se fueron por los albantildeales Cuando volviacute fresco y vestido al dormitorio la nintildea dormiacutea bocarriba a la luz conciliadora del amanecer atravesada de lado a lado en la cama con los brazos abiertos en cruz y duentildea absoluta de su virginidad Que Dios te la guarde le dije Toda la plata que me quedaba la suya y la miacutea se la puse en la almohada y me despediacute por siempre jamaacutes con un beso en la frente La casa como todo burdel al amanecer era lo maacutes cercano al paraiacuteso Saliacute por el portoacuten del huerto para no encontrarme con nadie Bajo el sol abrasante de la calle empeceacute a sentir el peso de mis noventa antildeos y a contar minuto a minuto los minutos de las noches que me haciacutean falta para morir

Memorias de mis putas tristes 15 ______________________________________________________________________________________

2Escribo esta memoria en lo poco que queda de la biblioteca que fue de mis padres y cuyos anaqueles estaacuten a punto de desplomarse por la paciencia de las polillas A fin de cuentas para lo que me falta por hacer en este mundo me bastariacutea con mis diccionarios de todo geacutenero con las dos primeras series de los Episodios nacionales de don Benito Peacuterez Galdoacutes y con La montantildea maacutegica que me ensentildeoacute a entender los humores de mi madre desnaturalizados por la tisis

A diferencia de los otros muebles y de miacute mismo el mesoacuten en que escribo parece de mejor salud con el paso del tiempo porque lo fabricoacute en maderas nobles mi abuelo paterno que fue carpintero de buques Aunque no tenga que escribir lo aderezo todas las mantildeanas con el rigor ocioso que me ha hecho perder tantos amores Al alcance de la mano tengo mis libros coacutemplices los dos tomos del Primer Diccionario Ilustrado de la Real Academiade 1903 el Tesoro de la Lengua Castellana o Espantildeola de don Sebastiaacuten de Covarrubias la gramaacutetica de don Andreacutes Bello por si hubiera alguna duda semaacutentica como es de rigor el novedoso Diccionario ideoloacutegico de don Julio Casares en especial por sus antoacutenimos y sus sinoacutenimos el Vocabolario della Liacutengua Italiana de Nicola Zingarelli para favorecerme con el idioma de mi madre que aprendiacute desde la cuna y el diccionario de latiacuten que por ser eacuteste la madre de las otras dos lo considero mi lengua natal

A la izquierda del escritorio mantengo siempre las cinco fojas de papel de hilo tamantildeo oficio para mi nota dominical y el cuerno con polvo de carta que prefiero a la moderna almohadilla de papel se cante A la derecha estaacuten el calamaio y el palillero de balso liviano con la peacutendola de oro pues todaviacutea manuscribo con la letra romaacutentica que me ensentildeoacute Florina de Dios para que no me hiciera a la caligrafiacutea oficial de su esposo que fue notario puacuteblico y contador juramentado hasta su uacuteltimo aliento Hace tiempo que se nos impuso en el perioacutedico la orden de escribir a maacutequina para mejor caacutelculo del texto en el plomo del linotipo y mayor acierto en la armada pero nunca me hice a este mal haacutebito Seguiacute escribiendo a mano y transcribiendo en la maacutequina con un arduo picoteo de gallina gracias al privilegio ingrato de ser el empleado maacutes antiguo Hoy jubilado pero no vencido gozo del privilegio sacro de escribir en casa con el teleacutefono descolgado para que nadie me disturbe y sin censor que aguaite lo que escribo por encima de mi hombro

Vivo sin perros ni paacutejaros ni gente de servicio salvo la fiel Damiana que me ha sacado de los apuros menos pensados y sigue viniendo una vez por semana para lo que haya que hacer aun como estaacute corta de vista y de cacumen Mi madre en su

Memorias de mis putas tristes 16 ______________________________________________________________________________________lecho de muerte me suplicoacute que me casara joven con mujer blanca que tuvieacuteramos por lo menos tres hijos y entre ellos una nintildea con su nombre que habiacutea sido el de su madre y su abuela Estuve pendiente de la suacuteplica pero teniacutea una idea tan flexible de la juventud que nunca me parecioacute demasiado tarde Hasta un mediodiacutea caluroso en que me equivoqueacute de puerta en la casa que teniacutean los Palomares de Castro en Pradomar y sorprendiacute desnuda a Ximena Ortiz la menor de las hijas que haciacutea la siesta en la alcoba contigua Estaba acostada de espaldas a la puerta y se volvioacute a mirarme por encima del hombro con un gesto tan raacutepido que no me dio tiempo de escapar Ay perdoacuten alcanceacute a decir con el alma en la boca Ella sonrioacute se volteoacute hacia miacute con un escorzo de gacela y seme mostroacute de cuerpo entero La estancia toda se sentiacutea saturada de su intimidad No estaba en vivas carnes pues teniacutea en la oreja una flor ponzontildeosa de peacutetalos anaranjados como la Olimpia de Manet y tambieacuten llevaba una esclava de oro en el puntildeo derecho y una gargantilla de perlas menudas Nunca imagineacute que pudiera ver algo maacutes perturbador en lo que me faltaba de vida y hoy puedo dar fe de que tuve razoacuten

Cerreacute la puerta de un golpe avergonzado de mi torpeza y con la determinacioacuten de olvidarla Pero Ximena Ortiz me lo impidioacute Me mandaba recados con amigas comunes esquelas provocadoras amenazas brutales mientras se esparciacutea la voz de que estaacutebamos locos de amor el uno por el otro sin que nos hubieacuteramos cruzado palabra Fue imposible resistir Teniacutea unos ojos de gata cimarrona un cuerpo tan provocador con ropa como sin ella y una cabellera frondosa de oro alborotado cuyo tufo de mujer me haciacutea llorar de rabia en la almohada Sabiacutea que nunca llegariacutea a ser amor pero la atraccioacuten sataacutenica que ejerciacutea sobre miacute era tan ardorosa que intentaba aliviarme con cuanta guaricha de ojos verdes me encontraba al paso Nunca logreacute sofocar el fuego de su recuerdo en la cama de Pradomar asiacute que le entregueacute mis armas con peticioacuten formal de mano intercambio de anillos y anuncio de boda grande antes de Pentecosteacutes

La noticia estalloacute con maacutes fuerza en el Barrio Chino que en los clubes sociales Primero fue con burlas pero se transformoacute en una contrariedad cierta de las acadeacutemicas que veiacutean el matrimonio como una situacioacuten maacutes ridiacutecula que sagrada Mi noviazgo cumplioacute todos los ritos de la moral cristiana en la terraza de orquiacutedeas amazoacutenicas y helechos colgados de la casa de mi prometida Llegaba a las siete de la noche todo de lino blanco y con cualquier regalo de abalorios artesanales o chocolates suizos y hablaacutebamos medio en clave y medio en serio hasta las diez con la custodia de la tiacutea Argeacutenida que se dormiacutea al primer parpadeo como las chaperonas de las novelas de la eacutepoca

Ximena iba hacieacutendose maacutes voraz cuanto mejor nos conociacuteamos se aligeraba de corpintildeos y pollerines a medida que apretaban los bochornos de junio y era faacutecil imaginarse el poder de demolicioacuten que debiacutea tener en la penumbra A los dos meses de noviazgo no teniacuteamos de queacute hablar y ella planteoacute el tema de los hijos sin decirlo tejiendo bolitas en crochet de lana cruda para recieacuten nacidos Yo novio gentil aprendiacute a tejer con ella y asiacute se nos fueron las horas inuacutetiles que faltaban para la boda yo tejiendo las botitas azules para nintildeos y ella tejiendo las rosadas para nintildeas a ver quieacuten acertaba hasta que fueron bastantes para maacutes de medio centenar de hijos Antes de que dieran las diez me subiacutea a un coche de caballos y me iba al Barrio Chino a vivir mi noche en la paz de Dios

Memorias de mis putas tristes 17 ______________________________________________________________________________________Los tempestuosos adioses de soltero que me haciacutean en el Barrio Chino iban en contraviacutea de las veladas opresivas del Club Social Contraste que a miacute me sirvioacute para saber cuaacutel de los dos mundos era en realidad el miacuteo y me hice la ilusioacuten de que eran ambos pero cada uno a sus horas pues desde cualquiera de los dos veiacutea alejarse el otro con los suspiros desgarrados con que se separan dos barcos en altamar El baile de la viacutespera en El Poder de Dios incluyoacute una ceremonia final que soacutelo podiacutea ocurriacutersele a un cura gallego encallado en la concupiscencia que vistioacute a todo el personal femenino con velos y azahares para que todas se casaran conmigo en un sacramento universal Fue una noche de grandes sacrilegios en que veintidoacutes de ellas prometieron amor y obediencia y les correspondiacute con fidelidad y sustento hasta el maacutes allaacute de la tumba

No pude dormir por el presagio de algo irremediable Desde la madrugada empeceacute a contar el paso de las horas en el reloj de la catedral hasta las siete campanadas temibles con que debiacutea estar en la iglesia El timbre del teleacutefono empezoacute a las ocho largo tenaz impredecible durante maacutes de una hora No soacutelo no contesteacute no respireacute Poco antes de las diez llamaron a la puerta primero con el puntildeo y luego con gritos de voces conocidas y abominadas Temiacutea que la derribaran por alguacuten percance grave pero hacia las once la casa quedoacute en el silencio erizado que sucede a las grandes cataacutestrofes Entonces lloreacute por ella y por miacute y receacute de todo corazoacuten para no encontrarme con ella nunca maacutes en mis diacuteas Alguacuten santo me oyoacute a medias pues Ximena Ortiz se fue del paiacutes esa misma noche y no volvioacute hasta unos veinte antildeos despueacutes bien casada y con los siete hijos que pudieron ser miacuteos

Trabajo me costoacute mantener mi puesto y mi columna en El Diario de La Paz despueacutes de aquella afrenta social Pero no fue por eso que relegaron mis notas a la paacutegina once sino por el iacutempetu ciego con que entroacute el siglo XX El progreso se convirtioacute en el mito de la ciudad Todo cambioacute volaron los aviones y un hombre de empresa tiroacute un saco de cartas desde un Junker e inventoacute el correo aeacutereo

Lo uacutenico que permanecioacute igual fueron mis notas en el perioacutedico Las nuevas generaciones arremetieron contra ellas como contra una momia del pasado que debiacutea ser demolida pero yo las mantuve en el mismo tono sin concesiones contra los aires de renovacioacuten Fui sordo a todo Habiacutea cumplido cuarenta antildeos pero los redactores joacutevenes la llamaban la Columna de Mudarra el Bastardo El director de entonces me citoacute en su oficina para pedirme que me pusiera a tono con las nuevas corrientes De un modo solemne como si acabara de inventarlo me dijo El mundo avanza Siacute le dije avanza pero dando vueltas alrededor del sol Mantuvo mi nota dominical porque no habriacutea encontrado otro inflador de cables Hoy seacute que tuve razoacuten y por queacute Los adolescentes de mi generacioacuten avorazados por la vida olvidaron en cuerpo y alma las ilusiones del porvenir hasta que la realidad les ensentildeoacute que el futuro no era como lo sontildeaban y descubrieron la nostalgia Alliacute estaban mis notas dominicales como una reliquia arqueoloacutegica entre los escombros del pasado y se dieron cuenta de que no eran soacutelo para viejos sino para joacutevenes que no tuvieran miedo de envejecer La nota volvioacute entonces a la seccioacuten editorial y en ocasiones especiales a la primera paacutegina

A quien me lo pregunta le contesto siempre con la verdad las putas no me dejaron tiempo para ser casado Sin embargo debo reconocer que nunca tuve esta explicacioacuten hasta el diacutea de mis noventa antildeos cuando saliacute de la casa de Rosa Cabarcas con la determinacioacuten de nunca maacutes provocar al destino Me sentiacutea otro El

Memorias de mis putas tristes 18 ______________________________________________________________________________________genio se me trastornoacute por la gente de tropa que vi apostada en las rejas de hierro que rodeaban el parque Encontreacute a Damiana trapeando los pisos a gatas en la sala y la juventud de los muslos a su edad me suscitoacute un temblor de otra eacutepoca Ella debioacute sentirlo porque se cubrioacute con la falda No pude reprimir la tentacioacuten de preguntarle Diacutegame una cosa Damiana iquestde queacute se acuerda No estaba acordaacutendome de nada dijo ella pero su pregunta me lo recuerda Sentiacute una opresioacuten en el pecho Nunca me he enamorado le dije Ella replicoacute en el acto Yo siacute Y terminoacute sin interrumpir su oficio Lloreacute veintidoacutes antildeos por usted El corazoacuten me dio un salto Buscando una salida digna le dije Hubieacuteramos sido una buena yunta Pues hace mal en deciacutermelo ahora dijo ella porque ya no me sirve ni de consuelo Cuando saliacutea de la casa me dijo del modo maacutes natural Usted no me creeraacute pero sigo siendo virgen a Dios gracias

Poco despueacutes descubriacute que habiacutea dejado floreros de rosas rojas por toda la casa y una tarjeta en la almohada Le deseo que llegue a los sien Con este mal sabor me senteacute a continuar la nota que habiacutea dejado a medias el diacutea anterior La termineacute con un solo aliento en menos de dos horas y tuve que torcerle el cuello al cisne para sacaacutermela de las tripas sin que se me notara el llanto Por un golpe de inspiracioacuten tardiacutea decidiacute rematarla con el anuncio de que con ella poniacutea teacutermino feliz a una vida larga y digna sin la mala condicioacuten de morirme

Mi propoacutesito era dejarla en la porteriacutea del perioacutedico y volver a casa Pero no pude El personal en pleno me esperaba para celebrarme el cumpleantildeos El edificio estaba en obra con andamies y escombros friacuteos por todas partes pero habiacutean parado la obra para la fiesta En una mesa de carpintero estaban las bebidas para el brindis y las cuelgas envueltas en papel de fantasiacutea Aturdido por los relaacutempagos de las caacutemaras me hice con todas las fotos del recuerdo

Me alegroacute encontrar alliacute a periodistas de radio y de los otros diarios de la ciudad La Prensa matutino conservador El Heraldo matutino liberal y El Nacional vespertino sensacionalista que trataba de aliviar las tensiones del orden puacuteblico con folletones pasionales No era extrantildeo que estuvieran juntos pues dentro del espiacuteritu de la ciudad fue siempre de buen recibo que se mantuvieran intactas las amistades de la tropa mientras los mariscales libraban la guerra editorial

Tambieacuten estaba alliacute fuera de horas el censor oficial don Jeroacutenimo Ortega a quien llamaacutebamos el Abominable Hombre de las Nueve porque llegaba puntual a esa hora de la noche con su laacutepiz sangriento de saacutetrapa godo Alliacute permaneciacutea hasta asegurarse de que no hubiera una letra impune en la edicioacuten de mantildeana Teniacutea una aversioacuten personal contra miacute por mis iacutenfulas de gramaacutetico o porque utilizaba palabras italianas sin comillas ni cursivas cuando me pareciacutean maacutes expresivas que en castellano como debiera ser de uso legiacutetimo entre lenguas siamesas Despueacutes de padecerlo por cuatro antildeos habiacuteamos terminado por aceptarlo como la mala conciencia de nosotros mismos

Las secretarias llevaron al saloacuten un pudiacuten con noventa velas encendidas que me enfrentaron por primera vez al nuacutemero de mis antildeos Tuve que tragarme las laacutegrimas cuando cantaron el brindis y me acordeacute de la nintildea sin ninguacuten motivo No fue un golpe de rencor sino de compasioacuten tardiacutea por una criatura de la que no esperaba volver a acordarme Cuando acaboacute de pasar el aacutengel alguien me habiacutea puesto un cuchillo en la mano para que cortara el pudiacuten Por temor a las burlas nadie se

JUAN CARLOS 161104
saacutetrapa (Del lat satrăpa este del gr σατράπης y este del aveacutestico ẖšathrapāvan protector del dominio) m Gobernador de una provincia de la antigua Persia || 2 coloq Hombre sagaz que sabe gobernarse con astucia e inteligencia o que gobierna despoacuteticamente U t c adj 13

Memorias de mis putas tristes 19 ______________________________________________________________________________________arriesgoacute a improvisar un discurso Yo hubiera preferido morirme que contestarlo Para terminar la fiesta el jefe de redaccioacuten por quien no tuve nunca gran simpatiacutea nos devolvioacute a la realidad inclemente Ahora siacute ilustre nonagenario me dijo iquestDoacutende estaacute su nota

La verdad es que toda la tarde la sentiacutea ardieacutendome como una brasa en el bolsillo pero la emocioacuten me habiacutea calado tan hondo que no tuve corazoacuten para aguar la fiesta con mi renuncia Dije Por esta vez no hay El jefe de redaccioacuten se disgustoacute por una falta que habiacutea sido inconcebible desde el siglo anterior Entieacutendalo por una vez le dije tuve una noche tan difiacutecil que amaneciacute embrutecido Pues debioacute escribir eso dijo eacutel con su humor de vinagre A los lectores les gustaraacute saber de primera mano coacutemo es la vida a los noventa Una de las secretarias tercioacute A lo mejor es un secreto delicioso dijo y me miroacute con malicia iquestO no Una raacutefaga ardiente me abrasoacute la cara Maldita sea penseacute queacute desleal es el rubor Otra radiante me sentildealoacute con el dedo iexclQueacute maravilla Todaviacutea le queda la elegancia de ruborizarse Su impertinencia me provocoacute otro rubor encima del rubor Debioacute ser una noche de ataque dijo la primera secretaria iexclQueacute envidia Y me dio un beso que me quedoacute pintado en la cara Los fotoacutegrafos se encarnizaron Ofuscado le entregueacute la nota al jefe de redaccioacuten y le dije que lo dicho antes era en broma aquiacute la tiene y escapeacute atolondrado por la uacuteltima salva de aplausos para no estar presente cuando descubrieran que era mi carta de renuncia al cabo de medio siglo de galeras

La ansiedad me duraba todaviacutea aquella noche cuando desenvolviacutea las cuelgas en mi casa Los linotipistas desacertaron con una cafetera eleacutectrica igual a las tres que teniacutea de cumpleantildeos anteriores Los tipoacutegrafos me dieron una autorizacioacuten para recoger un gato de angora en el criadero municipal La gerencia me dio una bonificacioacuten simboacutelica Las secretarias me regalaron tres calzoncillos de seda con huellas de besos estampados y una tarjeta en la que se ofreciacutean para quitaacutermelos Se me ocurrioacute que uno de los encantos de la vejez son las provocaciones que se permiten las amigas joacutevenes que nos creen fuera de servicio

Nunca supe quieacuten me mandoacute un disco con los veinticuatro preludios de Chopin por Stefan Askenase Los redactores en su mayoriacutea me regalaron libros de moda No habiacutea terminado de desenvolver los regalos cuando Rosa Cabarcas me llamoacute por teleacutefono con la pregunta que yo no queriacutea oiacuter iquestQueacute te pasoacute con la nintildea Nada dije sin pensarlo iquestTe parece nada que ni siquiera la despertaste dijo Rosa Cabarcas Una mujer no perdona jamaacutes que un hombre le desprecie el estreno Le alegueacute que la nintildea no podiacutea estar tan agotada soacutelo por pegar botones y tal vez se hiciera la dormida por miedo del mal trance Lo uacutenico grave dijo Rosa es que ella cree de verdad que ya no sirves y no me gustariacutea que lo fuera pregonando a los cuatro vientos

No le di el gusto de sorprenderme Aunque asiacute fuera le dije su estado es tan deplorable que no se puede contar con ella ni dormida ni despierta es carne de hospital Rosa Cabarcas bajoacute el tono La culpa fue de las prisas con que se hizo el trato pero tiene remedio ya veraacutes Prometioacute poner a la nintildea en confesioacuten y si era el caso obligarla a devolver la plata iquestqueacute te parece Deacutejalo de ese tamantildeo le dije aquiacute no pasoacute nada y en cambio me ha valido como una prueba de que ya no estoy para estos trotes En ese sentido la nintildea tiene razoacuten ya no sirvo Colgueacute el teleacutefono saturado por un sentimiento de liberacioacuten que no habiacutea conocido en vida miacutea y por fin a salvo de una servidumbre que me manteniacutea subyugado desde mis trece antildeos

JUAN CARLOS 161104
linotipista com Persona que maneja una linotipia13 linotipia (Del ingl linotype) f Impr Maacutequina de componer provista de matrices de la cual sale la liacutenea formando una sola pieza || 2 Impr Arte de componer con esta maacutequina 13

Memorias de mis putas tristes 20 ______________________________________________________________________________________

A las siete de la noche fui invitado de honor al concierto de Jacques Thibault y Alfred Cortot en la sala de Bellas Artes con una interpretacioacuten gloriosa de la sonata para violiacuten y piano de Ceacutesar Frank y en el intermedio escucheacute elogios inverosiacutemiles El maestro Pedro Biava nuestro muacutesico enorme me llevoacute casi a rastras a los camerinos para presentarme a los inteacuterpretes Me ofusqueacute tanto que los feliciteacute por una sonata de Schumann que no habiacutean tocado y alguien me corrigioacute en puacuteblico de mala manera La impresioacuten de que habiacutea confundido las dos sonatas por ignorancia simple quedoacute sembrada en el ambiente local y agravada por una explicacioacuten aturdida con que trateacute de remendarla el domingo siguiente en mi resentildea criacutetica del concierto

Por primera vez en mi larga vida me sentiacute capaz de matar a alguien Volviacute a casa atormentado por el diablillo que sopla al oiacutedo las respuestas devastadoras que no dimos a tiempo y ni la lectura ni la muacutesica mitigaron mi rabia Por fortuna Rosa Cabarcasme sacoacute del desvariacuteo con un grito en el teleacutefono Estoy feliz con el perioacutedico porque no pensaba que cumpliacuteas noventa sino cien Le contesteacute encrespado iquestAsiacute de jodido me viste Al contrario dijo ella lo que me sorprendioacute fue verte tan bien Queacute bueno que no eres de los viejos verdes que se aumentan la edad para que los crean en buen estado Y cambioacute sin transicioacuten Te tengo tu cuelga Me sorprendioacute de veras iquestQueacute es La nintildea dijo ella

No me tomeacute ni un instante para pensar Gracias le dije pero esa vaina es agua pasada Ella siguioacute de largo Te la mando a tu casa envuelta en papel de China y hervida con palo de saacutendalo al bantildeo mariacutea todo gratis Me mantuve firme y ella se debatioacute en una explicacioacuten pedregosa que me parecioacute sincera Dijo que la nintildea estaba en tan mal estado aquel viernes por haber cosido doscientos botones con aguja y dedal Que era verdad su miedo a las violaciones sangrientas pero ya estaba instruida para el sacrificio Que en su noche conmigo se habiacutea levantado para ir al bantildeo y que yo estaba tan profundo que le dio laacutestima despertarme pero ya me habiacutea ido cuando volvioacute a despertar en la mantildeana Me indigneacute con lo que me parecioacute una mentira inuacutetil Bueno prosiguioacute Rosa Cabarcas aun si asiacute fuera la nintildea estaacute arrepentida Pobrecita la tengo aquiacute enfrente iquestQuieres que tela pase No por Dios le dije

Habiacutea empezado a escribir cuando llamoacute la secretaria del perioacutedico El mensaje era que el director queriacutea verme al diacutea siguiente a las once de la mantildeana Llegueacute puntual El estruendo de la restauracioacuten de la casa no pareciacutea soportable el aire estaba enrarecido por los martillazos el polvo de cemento y el humo de alquitraacuten pero la redaccioacuten habiacutea aprendido a pensar en la rutina del caos Las oficinas del director en cambio heladas y silentes permaneciacutean en un paiacutes ideal que no era el nuestro

El tercer Marco Tulio con un aire adolescente se puso de pie al verme entrar sin interrumpir una conversacioacuten telefoacutenica me estrechoacute la mano por encima del escritorio y me indicoacute que me sentara Llegueacute a pensar que no habiacutea nadie en el otro extremo de la liacutenea y que eacutel haciacutea la farsa para impresionarme pero pronto descubriacute que hablaba con el gobernador y era en verdad un diaacutelogo difiacutecil entre enemigos cordiales Ademaacutes creo que se esmeraba en parecer eneacutergico delante de miacute aunque al mismo tiempo se manteniacutea de pie mientras hablaba con la autoridad

Memorias de mis putas tristes 21 ______________________________________________________________________________________Se le notaba el vicio de la pulcritud Acababa de cumplir veintinueve antildeos con cuatro idiomas y tres maestriacuteas internacionales a diferencia del primer presidente vitalicio su abuelo paterno que se hizo periodista empiacuterico despueacutes de hacer una fortuna con la trata de blancas Teniacutea maneras faacuteciles se pasaba de apuesto y sereno y lo uacutenico que poniacutea en peligro su prestancia era una nota falsa en la voz Llevaba una chaqueta deportiva con una orquiacutedea viva en la solapa y cada cosa le sentaba como si fuera de su ser natural pero nada en eacutel estaba hecho para el clima de la calle sino para la primavera de sus oficinas Yo que habiacutea gastado casi dos horas para vestirme sentiacute el oprobio de la pobreza y me aumentoacute la rabia

Con todo el veneno mortal estaba en una foto panoraacutemica del personal de planta tomada en el XXV aniversario de la fundacioacuten del perioacutedico en la que sentildealaban con una crucecita sobre la cabeza a los que iban muriendo Yo era el tercero de la derecha con el sombrero canotier la corbata de nudo grande con una perla en el prendedor el primer mostacho de coronel civil que tuve hasta los cuarenta antildeos y los espejuelos metaacutelicos de seminarista preacutesbita que no me hicieron falta despueacutes del medio siglo Habiacutea visto esa foto colgada durante antildeos en distintas oficinas pero soacutelo entonces fui sensible a su mensaje de los cuarenta y ocho empleados originales soacutelo cuatro estaacutebamos vivos y el menor de nosotros cumpliacutea una condena de veinte antildeos por asesinato muacuteltiple

El director terminoacute la llamada me sorprendioacute mirando la foto y sonrioacute Las crucecitas no las puse yo dijo Me parecen de muy mal gusto Se sentoacute al escritorio y cambioacute de tono Permiacutetame decirle que usted es el hombre maacutes impredecible que he conocido Y ante mi sorpresa se adelantoacute a todo Lo digo por su renuncia Apenas acerteacute a decir Es toda una vida El replicoacute que justo por eso no era una solucioacuten pertinente La nota le pareciacutea magniacutefica y todo lo que deciacutea de la vejez era de lo mejor que habiacutea leiacutedo nunca y no teniacutea sentido terminarla con una decisioacuten que pareciacutea maacutes bien una muerte civil Por fortuna dijo el Abominable Hombre de las Nueve la leyoacute cuando ya estaba armada la paacutegina editorial y le parecioacute inadmisible Sin consultarlo con nadie la tachoacute de arriba abajo con su laacutepiz de Torquemada Cuando lo supe esta mantildeana ordeneacute mandar una nota de protesta a la Gobernacioacuten Era mi deber pero entre nos puedo decirle que estoy muy agradecido por la arbitrariedad del censor De modo que no estaba dispuesto a aceptar que suspendiera la nota Se lo suplico con toda el alma dijo No abandone el barco en altamar Y concluyoacute con un gran estilo Todaviacutea nos queda mucho por hablar de muacutesica

Lo vi tan decidido que no me atreviacute a agravar la discrepancia con un argumento de distraccioacuten El problema en realidad era que tampoco entonces encontraba un motivo decente para abandonar la noria y me aterrorizoacute la idea de decirle que siacute una vez maacutes soacutelo por ganar tiempo Tuve que reprimirme para que no se me notara la emocioacuten impuacutedica que me apremiaba las laacutegrimas Y otra vez como siempre quedamos en las mismas de siempre despueacutes de tantos antildeos

La semana siguiente presa de un estado que era maacutes de confusioacuten que de alegriacutea paseacute por el criadero a recoger el gato que me habiacutean regalado los impresores Tengo muy mala quiacutemica con los animales por lo mismo que la tengo con los nintildeos antes de que empiecen a hablar Me parecen mudos del alma No los odio pero no puedo soportarlos porque no aprendiacute a negociar con ellos Me parece contra natura que un hombre se entienda mejor con su perro que con su esposa que lo ensentildee a

JUAN CARLOS 161104
noria (Del aacuter hisp nalsquouacutera y este del aacuter claacutes nālsquoūrah infl por acequia y acenia) f Maacutequina compuesta de dos grandes ruedas engranadas que mediante cangilones sube el agua de los pozos acequias etc || 2 Pozo formado en forma comuacutenmente ovalada del cual se saca el agua con la maacutequina || 3 Artilugio de feria consistente en una gran rueda con asientos que gira verticalmente13

Memorias de mis putas tristes 22 ______________________________________________________________________________________comer y descomer a sus horas a contestar preguntas y a compartir sus penas Pero no recoger el gato de los tipoacutegrafos habriacutea sido un desaire Ademaacutes era un precioso ejemplar de angora de pelambre rosada y tersa y ojos iluminados cuyos maullidos pareciacutean a punto de ser palabras Me lo dieron en una canasta de mimbre con un certificado de su estirpe y un manual de uso como el de las bicicletas para armar

Una patrulla militar verificaba la identidad de los transeuacutentes antes de autorizar el paso por el parque de San Nicolaacutes Nunca habiacutea visto nada igual ni podiacutea imaginarme nada maacutes descorazonador como siacutentoma de mi vejez Era una patrulla de cuatro al mando de un oficial casi adolescente Los agentes eran hombres de paacuteramos duros y callados con un olor de establo El oficial los vigilaba a todos con las mejillas chapeadas de los andinos en la playa Despueacutes de revisar mi ceacutedula de identidad y mi credencial de prensa me preguntoacute queacute llevaba en la cesta Un gato le dije El quiso verlo Destapeacute la cesta con toda precaucioacuten por temor de que escapara pero un agente quiso ver si no habiacutea algo maacutes en el fondo y el gato le tiroacute un zarpazo El oficial se interpuso Es una joya de angora dijo Lo acaricioacute mientras murmuraba algo y el gato no lo agredioacute pero tampoco le hizo caso iquestCuaacutentos antildeos tiene preguntoacute No seacute le dije acaban de regalaacutermelo Se lo pregunto porque se ve que es muy viejo diez antildeos quizaacutes Quise preguntarle coacutemo lo sabiacutea y muchas cosas maacutes pero a despecho de sus buenas maneras y su habla florida no me sentiacutea con estoacutemago para hablar con eacutel Me parece que es un gato abandonado que ha pasado por muchas dijo Obseacutervelo no lo acomode a usted sino al contrario usted a eacutel y deacutejelo hasta que se gane su confianza Cerroacute la tapa de la cesta y me preguntoacute iquestEn queacute trabaja usted Soy periodista iquestDesde cuaacutendo Desde hace un siglo le dije No lo dudo dijo eacutel Me estrechoacute la mano y se despidioacute con un frase que lo mismo podiacutea ser un buen consejo que una amenaza

-Cuiacutedese mucho

Al mediodiacutea desconecteacute el teleacutefono para refugiarme en la muacutesica con un programa exquisito la rapsodia para clarinete y orquesta de Wagner la de saxofoacuten de Debussy y el quinteto para cuerdas de Bruckner que es un remanso edeacutenico en el cataclismo de su obra Y de pronto me encontreacute envuelto en las tinieblas del estudio Sentiacute deslizarse debajo de mi mesa algo que no me parecioacute un cuerpo vivo sino una presencia sobrenatural que me rozoacute los pies y salteacute con un grito Era el gato con la hermosa cola empenachada su lentitud misteriosa y su estirpe miacutetica y no pude evitar el escalofriacuteo de estar solo en la casa con un ser vivo que no fuera humano

Cuando dieron las siete en la catedral habiacutea una estrella sola y liacutempida en el cielo color de rosas un buque lanzoacute un adioacutes desconsolado y sentiacute en la garganta el nudo gordiano de todos los amores que pudieron haber sido y no fueron No soporteacute maacutes Descolgueacute el teleacutefono con el corazoacuten en la boca marqueacute los cuatro nuacutemeros muy despacio para no equivocarme y al tercer timbrazo reconociacute la voz Bueno mujer le dije con un suspiro de alivio Perdoacutename el berrinche de esta mantildeana Ella tranquila No te preocupes estaba esperando tu llamada Le advertiacute Quiero que la nintildea me espere como Dios la echoacute al mundo y sin barnices en la cara Ella hizo su risa gutural Lo que tuacute digas dijo pero te pierdes el gusto de encuerar la pieza por pieza como les encanta a los viejos no seacute por queacute Yo siacute seacute le dije Porque se estaacuten volviendo cada vez maacutes viejos Ella lo dio por hecho

JUAN CARLOS 161104
gordiano (De Gordio rey de Frigia) V nudo
JUAN CARLOS 161104
paacuteramo (Del lat parămus voz de or prerromano) m Terreno yermo raso y desabrigado || 2 Lugar sumamente friacuteo y desamparado || 3 Col y Ecuad llovizna 13

Memorias de mis putas tristes 23 ______________________________________________________________________________________-Estaacute bien -dijo- entonces esta noche a las diez en punto antes de que se enfriacutee la pescada

Memorias de mis putas tristes 24 ______________________________________________________________________________________

3

iquestCoacutemo podiacutea llamarse La duentildea no me lo habiacutea dicho Cuando me hablaba de ella soacutelo deciacutea la nintildea Y yo lo habiacutea convertido en un nombre de pila como la nintildea de los ojos o la carabela menor Ademaacutes Rosa Cabarcas poniacutea a sus pupilas un nombre distinto para cada cliente A miacute me divertiacutea adivinarlos por las caras y desde el principio estuve seguro de que la nintildea teniacutea uno largo como Filomena Saturnina o Nicolasa En eacutesas estaba cuando ella se dio media vuelta en la cama y quedoacute de espaldas a miacute y me parecioacute que habiacutea dejado un charco de sangre del tamantildeo y la forma del cuerpo Fue un sobresalto instantaacuteneo hasta que comprobeacute que era la humedad del sudor en la saacutebana

Rosa Cabarcas me habiacutea aconsejado que la tratara con cautela pues auacuten le duraba el susto de la primera vez Es maacutes creo que la misma solemnidad del rito le habiacutea agravado el miedo y habiacutean tenido que aumentarle la dosis de valeriana pues dormiacutea con tal placidez que habriacutea sido una laacutestima despertarla sin arrullos De modo que empeceacute a secarla con la toalla mientras le cantaba en susurros la cancioacuten de Delgadina la hija menor del rey requerida de amores por su padre A medida que la secaba ella iba mostraacutendome los flancos sudados al compaacutes de mi canto Delgadina Delgadina tuacute seras mi prenda amada Fue un placer sin liacutemites pues ella volviacutea a sudar por un costado cuando acababa de secarla por el otro para que la cancioacuten no terminara nunca Levaacutentate Delgadina ponte tu falda de seda le cantaba al oiacutedo Al final cuando los criados del rey la encontraron muerta de sed en su cama me parecioacute que mi nintildea habiacutea estado a punto de despertar al escuchar el nombre Asiacute que era ella Delgadina

Volviacute a la cama con mis calzoncillos de besos estampados y me tendiacute junto a ella Dormiacute hasta las cinco al arrullo de su respiracioacuten apacible Me vestiacute a toda prisa sin lavarme y soacutelo entonces vi la sentencia escrita con laacutepiz labial en el espejo del lavabo El tigre no come lejos Seacute que no estaba la noche anterior y nadie podiacutea haber entrado en el cuarto de modo que la entendiacute como la cuelga del diablo Un trueno terroriacutefico me sorprendioacute en la puerta y el cuarto se llenoacute del olor premonitorio de la tierra mojada No tuve tiempo para escapar ileso Antes de que encontrara un taxi se precipitoacute un aguacero grande de los que suelen desordenar la ciudad entre mayo y octubre pues las calles de arenas ardientes que bajan hacia el riacuteo se convierten en torrenteras que arrastran cuanto encuentran a su paso Las aguas de aquel septiembre raro despueacutes de tres meses de sequiacutea podiacutean ser tan providenciales como devastadoras

Memorias de mis putas tristes 25 ______________________________________________________________________________________Desde que abriacute la puerta de casa me salioacute al encuentro la sensacioacuten fiacutesica de que no estaba solo Alcanceacute a ver el celaje del gato que saltoacute del sofaacute y se escabulloacute por el balcoacuten En su plato quedaban las sobras de una comida que yo no le habiacutea servido La peste de sus orines rancios y su caca caliente habiacutean contaminado todo Me habiacutea dedicado a estudiarlo como estudieacute el latiacuten El manual deciacutea que los gatos escarban en la tierra para esconder su estieacutercol y que en las casas sin patio como eacutesta lo hariacutean en las macetas de plantas o en cualquier otro escondrijo Lo apropiado era prepararles desde el primer diacutea una caja con arena para orientarles el haacutebito y asiacute lo hice Tambieacuten deciacutea que lo primero que hacen en casa nueva es marcar su territorio orinando por todas partes y aqueacutel pudo ser el caso pero el manual no deciacutea coacutemo remediarlo Seguiacutea sus trazas para familiarizarme con sus haacutebitos originales pero no di con sus escondites secretos sus sitios de reposo las causas de sus humores volubles Quise ensentildearlo a comer en sus horas a usar la cajita de arena en la terraza a no subirse en mi cama mientras yo dormiacutea ni a olisquear los alimentos en la mesa y no pude hacerle entender que la casa era suya por derecho propio y no como un botiacuten de guerra De modo que lo dejeacute a su aire

Al atardecer enfrenteacute el aguacero cuyos vientos huracanados amenazaban con desquiciar la casa Sufriacute un ataque de estornudos sucesivos me doliacutea el craacuteneo y teniacutea fiebre pero me sentiacutea poseiacutedo por una fuerza y una determinacioacuten que nunca tuve a ninguna edad y por ninguna causa Puse calderos en el piso para recoger las goteras y me di cuenta de que habiacutean aparecido otras nuevas desde el invierno anterior La maacutes grande habiacutea empezado a inundar el flanco derecho de la biblioteca Me apresureacute a rescatar a los autores griegos y latinos que viviacutean por aquel rumbo pero al quitar los libros encontreacute un chorro de alta presioacuten que saliacutea de un tubo roto en el fondo del muro Lo amordaceacute con trapos hasta donde pude para darme el tiempo de salvar los libros El estreacutepito del agua y el aullido del viento arreciaron en el parque De pronto un relaacutempago fantasmal y su trueno simultaacuteneo impregnaron el aire de un fuerte olor de azufre el viento desbaratoacute las vidrieras del balcoacuten y la tremenda borrasca de mar rompioacute los cerrojos y se metioacute dentro de la casa Sin embargo antes de diez minutos escampoacute de un tajo Un sol espleacutendido secoacute las calles llenas de escombros varados y volvioacute el calor

Cuando pasoacute el aguacero seguiacutea con la sensacioacuten de que no estaba solo en la casa Mi uacutenica explicacioacuten es que asiacute como los hechos reales se olvidan tambieacuten algunos que nunca fueron pueden estar en los recuerdos como si hubieran sido Pues si evocaba la emergencia del aguacero no me veiacutea a miacute mismo solo en la casa sino siempre acompantildeado por Delgadina La habiacutea sentido tan cerca en la noche que percibiacutea el rumor de su aliento en el dormitorio y los latidos de su mejilla en mi almohada Soacutelo asiacute entendiacute que hubieacuteramos podido hacer tanto en tan poco tiempo Me recordaba subido en el escabel de la biblioteca y la recordaba a ella despierta con su trajecito de flores recibiendo los libros para ponerlos a salvo La veiacutea correr de un lado al otro de la casa batallando con la tormenta empapada de lluvia con el agua a los tobillos Recordaba coacutemo preparoacute al diacutea siguiente un desayuno que nunca fue y puso la mesa mientras yo secaba los pisos y poniacutea orden en el naufragio de la casa Nunca olvideacute su mirada sombriacutea mientras desayunaacutebamos iquestPor queacute me conociste tan viejo Le contesteacute la verdad La edad no es la que uno tiene sino la que uno siente

Desde entonces la tuve en la memoria con tal nitidez que haciacutea de ella lo que queriacutea Le cambiaba el color de los ojos seguacuten mi estado de aacutenimo color de agua al

JUAN CARLOS 161104
escabel (Quizaacute del cat ant escabell y este del lat scabellum) m Tarima pequentildea que se pone delante de la silla para que descansen los pies de quien estaacute sentado || 2 Asiento pequentildeo hecho de tablas sin respaldo || 3 Persona o circunstancia de que alguien se aprovecha para medrar por lo general ambiciosamente13

Memorias de mis putas tristes 26 ______________________________________________________________________________________despertar color de almiacutebar cuando reiacutea color de lumbre cuando la contrariaba La vestiacutea para la edad y la condicioacuten que conveniacutean a mis cambios de humor novicia enamorada a los veinte antildeos puta de saloacuten a los cuarenta reina de Babilonia a los setenta santa a los cien Cantaacutebamos duetos de amor de Puccini boleros de Agustiacuten Lara tangos de Carlos Gardel y comprobaacutebamos una vez maacutes que quienes no cantan no pueden imaginar siquiera lo que es la felicidad de cantar Hoy seacute que no fue una alucinacioacuten sino un milagro maacutes del primer amor de mi vida a los noventa antildeos

Cuando la casa estuvo en orden llameacute a Rosa Cabarcas iexclDios Santo exclamoacute al oiacuter mi voz creiacute que te habiacuteas ahogado No podiacutea entender que hubiera vuelto a pasar la noche con la nintildea sin tocarla Tienes todo el derecho de que no te guste pero al menos poacutertate como un adulto Trateacute de explicarle pero ella cambioacute el tema sin transicioacuten De todos modos te tengo vista otra un poco mayor bella y tambieacuten virgen Su papaacute quiere cambiarla por una casa pero se puede discutir un descuentoSe me heloacute el corazoacuten Ni maacutes faltaba protesteacute asustado quiero la misma y como siempre sin fracasos sin peleas sin malos recuerdos Hubo un silencio en la liacutenea y por fin la voz sumisa con que dijo como para siacute misma Bueno esto debe ser lo que los meacutedicos llaman demencia senil

Fui a las diez de la noche con un chofer conocido por la extrantildea virtud de no hacer preguntas Lleveacute un ventilador portaacutetil y un cuadro de Orlando Rivera el querido Figurita y un martillo y un clavo para colgarlo En el camino hice una parada para comprar cepillos de dientes pasta dentiacutefrica jaboacuten de olor Agua de Florida tabletas de regaliz Quise llevar tambieacuten un buen florero y un ramo de rosas amarillas para conjurar la pava de las flores de papel pero no encontreacute nada abierto y tuve que robarme en un jardiacuten privado un ramo de astromelias recieacuten nacidas

Por instrucciones de la duentildea llegueacute desde entonces por la calle de atraacutes del lado del acueducto para que nadie me viera entrar por el portoacuten del huerto El chofer me previno Cuidado sabio en esa casa matan Le contesteacute Si es por amor no importa El patio estaba en tinieblas pero habiacutea luces de vida en las ventanas y un revoltijo de muacutesicas en los seis cuartos En el miacuteo a volumen maacutes alto distinguiacute la voz caacutelida de don Pedro Vargas el tenor de Ameacuterica con un bolero de Miguel Matamoros Sentiacute que iba a morir Empujeacute la puerta con la respiracioacuten desbaratada y vi a Delgadina en la cama como en mis recuerdos desnuda y dormida en santa paz del lado del corazoacuten

Antes de acostarme arregleacute el tocador puse el ventilador nuevo en lugar del oxidado y colgueacute el cuadro donde ella pudiera verlo desde la cama Me acosteacute a su lado y la reconociacute palmo a palmo Era la misma que andaba por mi casa las mismas manos que me reconociacutean al tacto en la oscuridad los mismos pies de pasos tenues que se confundiacutean con los del gato el mismo olor del sudor de mis saacutebanas el dedo del dedal Increiacuteble vieacutendola y tocaacutendola en carne y hueso me pareciacutea menos real que en mis recuerdos

Hay un cuadro en la pared de enfrente le dije Lo pintoacute Figurita un hombre a quien quisimos mucho el mejor bailariacuten de burdeles que existioacute jamaacutes y de tan buen corazoacuten que le teniacutea laacutestima al diablo Lo pintoacute con barniz de buques en el lienzo chamuscado de un avioacuten que se estrelloacute en la Sierra Nevada de Santa Marta y con pinceles fabricados por eacutel con pelos de su perro La mujer pintada es una monja que

Memorias de mis putas tristes 27 ______________________________________________________________________________________secuestroacute de un convento y se casoacute con ella Aquiacute lo dejo para que sea lo primero que veas al despertar

No habiacutea cambiado de posicioacuten cuando apagueacute la luz a la una de la madrugada y su respiracioacuten era tan tenue que le tomeacute el pulso para sentirla viva La sangre circulaba por sus venas con la fluidez de una cancioacuten que se ramificaba hasta los aacutembitos maacutes recoacutenditos de su cuerpo y volviacutea al corazoacuten purificada por el amor

Antes de irme al amanecer dibujeacute en un papel las liacuteneas de su mano y se las di a leer a la Diva Sahibiacute para conocer su alma Y fue asiacute una persona que soacutelo dice lo que piensa Es perfecta para trabajos manuales Tiene contacto con alguien que ya murioacute y del cual espera ayuda pero estaacute equivocada la ayuda que busca estaacute al alcance de su mano No ha tenido ninguna unioacuten pero va a morir mayor y casada Ahora tiene un hombre moreno que no ha de ser el de su vida Puede tener ocho hijos pero se va a decidir soacutelo por tres A los treinta y cinco antildeos si hace lo que le indique el corazoacuten y no la mente va a manejar mucho dinero y a los cuarenta recibiraacute una herencia Va a viajar mucho Tiene doble vida y doble suerte y puede influir sobre su propio destino Le gusta probar todo por curiosidad pero va a arrepentirse si no se orienta por el corazoacuten

Atormentado de amor hice reparar los estragos de la borrasca y aprovecheacute para hacer otros muchos remiendos que veniacutea demorando desde antildeos por insolvencia o por desidia Reorganiceacute la biblioteca en el orden en que habiacutea leiacutedo los libros Por uacuteltimo remateacute la pianola como reliquia histoacuterica con sus maacutes de cien rollos de claacutesicos y compreacute un tocadiscos usado pero mejor que el miacuteo con parlantes de alta fidelidad que engrandecieron el aacutembito de la casa Quedeacute al borde de la ruina pero bien compensado por el milagro de estar vivo a mi edad

La casa renaciacutea de sus cenizas y yo navegaba en el amor de Delgadina con una intensidad y una dicha que nunca conociacute en mi vida anterior Gracias a ella me enfrenteacute por vez primera con mi ser natural mientras transcurriacutean mis noventa antildeos Descubriacute que mi obsesioacuten de que cada cosa estuviera en su puesto cada asunto en su tiempo cada palabra en su estilo no era el premio merecido de una mente en orden sino al contrario todo un sistema de simulacioacuten inventado por miacute para ocultar el desorden de mi naturaleza Descubriacute que no soy disciplinado por virtud sino como reaccioacuten contra mi negligencia que parezco generoso por encubrir mi mezquindad que me paso de prudente por mal pensado que soy conciliador para no sucumbir a mis coacuteleras reprimidas que soacutelo soy puntual para que no se sepa cuan poco me importa el tiempo ajeno Descubriacute en fin que el amor no es un estado del alma sino un signo del zodiacuteaco

Me volviacute otro Trateacute de releer los claacutesicos que me orientaron en la adolescencia y no pude con ellos Me sumergiacute en las letras romaacutenticas que repudieacute cuando mi madre quiso imponeacutermelas con mano dura y por ellas tomeacute conciencia de que la fuerza invencible que ha impulsado al mundo no son los amores felices sino los contrariados Cuando mis gustos en muacutesica hicieron crisis me descubriacute atrasado y viejo y abriacute mi corazoacuten a las delicias del azar

Me pregunto coacutemo pude sucumbir en este veacutertigo perpetuo que yo mismo provocaba y temiacutea Flotaba entre nubes erraacuteticas y hablaba conmigo mismo ante el espejo con la vana ilusioacuten de averiguar quieacuten soy Era tal mi desvariacuteo que en una manifestacioacuten

Memorias de mis putas tristes 28 ______________________________________________________________________________________estudiantil con piedras y botellas tuve que sacar fuerzas de flaqueza para no ponerme al frente con un letrero que consagrara mi verdad Estoy loco de amor

Obnubilado por la evocacioacuten inclemente de Delgadina dormida cambieacute sin la menor malicia el espiacuteritu de mis notas dominicales Fuera cual fuera el asunto las escribiacutea para ella las reiacutea y las lloraba para ella y en cada palabra se me iba la vida En lugar de la foacutermula de gacetilla tradicional que tuvieron desde siempre las escribiacute como cartas de amor que cada quien podiacutea hacer suyas Propuse en el perioacutedico que el texto no se alzara en linotipo sino que fuera publicado con mi caligrafiacutea florentina Al jefe de redaccioacuten coacutemo no le parecioacute otro acceso de vanidad senil pero el director general lo convencioacute con una frase que todaviacutea anda suelta por la redaccioacuten

-No se equivoque los loquitos mansos se adelantan al porvenir

La respuesta puacuteblica fue inmediata y entusiasta con numerosas cartas de lectores enamorados Algunas las leiacutean en los noticieros de radio con urgencias de uacuteltima hora y se hicieron copias en mimeoacutegrafos o papel carboacuten que vendiacutean como cigarrillos de contrabando en las esquinas de la calle San Blas Desde el principio fue evidente que obedeciacutean a las ansias de expresarme pero me hice a la costumbre de tomarlas en cuenta al escribir y siempre con la voz de un hombre de noventa antildeos que no aprendioacute a pensar como viejo La comunidad intelectual como de soacutelito se mostroacute timorata y dividida y hasta los grafoacutelogos menos pensados montaron controversias por los anaacutelisis erraacuteticos de mi caligrafiacutea Fueron ellos los que dividieron los aacutenimos recalentaron la poleacutemica y pusieron de moda la nostalgia

Antes del fin del antildeo me habiacutea arreglado con Rosa Cabarcas para dejar en el cuarto el abanico eleacutectrico los recursos del tocador y lo que siguiera llevando en el futuro para hacerlo vivible Llegaba a las diez siempre con algo nuevo para ella o para gusto de ambos y dedicaba unos minutos a sacar la utileriacutea escondida para armar el teatro de nuestras noches Antes de irme nunca maacutes tarde de las cinco volviacutea a asegurar todo bajo llave La alcoba quedaba entonces tan escuaacutelida como fue en sus oriacutegenes para los amores tristes de los clientes casuales Una mantildeana oiacute que Marcos Peacuterez la voz maacutes escuchada de la radio desde el amanecer habiacutea decidido leer mi nota dominical en su noticiero de los lunes Cuando pude reprimir la naacuteusea dije sobrecogido Ya lo sabes Delgadina la fama es una sentildeora muy gorda que no duerme con uno pero cuando uno despierta estaacute siempre miraacutendonos frente a la cama

Uno de esos diacuteas me quedeacute a desayunar con Rosa Cabarcas que empezaba a parecerme menos decreacutepita a pesar del luto severo y del bonete negro que ya le tapaba las cejas Sus desayunos teniacutean fama de espleacutendidos con una carga de pimienta que me haciacutea llorar Al primer bocado de fuego vivo le dije bantildeado en laacutegrimas Esta noche no me haraacute falta la luna llena para que me arda el culo No te quejes dijo ella Si te arde es porque todaviacutea lo tienes a Dios gracias

Se sorprendioacute cuando mencioneacute el nombre de Delgadina No se llama asiacute dijo se llama No me lo digas la interrumpiacute para miacute es Delgadina Ella se encogioacute de hombros Bueno al fin y al cabo es tuya pero me parece un nombre de diureacutetico Le conteacute lo del letrero del tigre que la nintildea habiacutea escrito en el espejo No pudo ser ella

JUAN CARLOS 161104
timorato ta (Del lat timorātus) adj Tiacutemido indeciso encogido || 2 Dicho de una persona Que se escandaliza con exageracioacuten de cosas que no le parecen conformes a la moral convencional || 3 Que tiene temor de Dios y se gobierna por eacutel en sus operaciones
JUAN CARLOS 161104
obnubilar (Del lat obnubilāre) tr nublar (ǁ ofuscar o confundir) U t c prnl || 2 embelesar U t c prnl || 3 nublar (ǁ enturbiar la visioacuten) U t c prnl

Memorias de mis putas tristes 29 ______________________________________________________________________________________dijo Rosa porque no sabe leer ni escribir iquestEntonces quieacuten Ella se encogioacute de hombros Puede ser de alguien que se murioacute en el cuarto

Yo aprovechaba aquellos desayunos para desahogarme con Rosa Cabarcas y le pediacutea favores miacutenimos para el bienestar y el buen ver de Delgadina Me los concediacutea sin pensarlo con una picardiacutea de colegiala iexclQueacute risa me dijo por aquellos diacuteas Me siento como si me estuvieras pidiendo su mano Y a propoacutesito se le ocurrioacute iquestpor queacute no te casas con ella Me quedeacute de una pieza En serio insistioacute te sale maacutes barato Al fin y al cabo el problema a tu edad es servir o no servir pero ya me dijiste que lo tienes resuelto Le saliacute al paso El sexo es el consuelo que uno tiene cuando no le alcanza el amor

Ella soltoacute la risa Ay mi sabio siempre supe que eres muy hombre que siempre lo fuiste y me alegra que lo sigas siendo mientras tus enemigos entregan las armas Con razoacuten se habla tanto de ti iquestOiacuteste a Marcos Peacuterez Todo el mundo lo oye le dije para cortar el tema Pero ella insistioacute Tambieacuten el profesor Camacho y Cano en La hora de todo un poco dijo ayer que el mundo ya no es lo que era porque no quedan muchos hombres como tuacute

Aquel fin de semana encontreacute a Delgadina con fiebre y tos Desperteacute a Rosa Cabarcas para que me diera alguacuten remedio casero y me llevoacute al cuarto un botiquiacuten de primeros auxilios Dos diacuteas despueacutes Delgadina seguiacutea postrada y no habiacutea podido volver a su rutina de pegar botones El meacutedico le habiacutea prescrito un tratamiento casero para una gripa comuacuten que cederiacutea en una semana pero se alarmoacute por su estado general de desnutricioacuten Dejeacute de verla y sentiacute que me haciacutea falta y aprovecheacute para arreglar el cuarto sin ella

Lleveacute tambieacuten un dibujo a pluma de Cecilia Porras para Todos estaacutebamos a la espera el libro de cuentos de Alvaro Cepeda Lleveacute los seis tomos de Juan Cristoacutebal de Romain Rolland para pastorear mis vigilias De modo que cuando Delgadina pudo volver a la habitacioacuten la encontroacute digna de una felicidad sedentaria el aire purificado con un insecticida aromaacutetico paredes color de rosa laacutemparas matizadas flores nuevas en los floreros mis libros favoritos los buenos cuadros de mi madre colgados de otro modo seguacuten los gustos de hoy Habiacutea cambiado el viejo radio por uno de onda corta que manteniacutea sintonizado en un programa de muacutesica culta para que Delgadina aprendiera a dormir con los cuartetos de Mozart pero una noche lo encontreacute en una estacioacuten especializada en boleros de moda Era el gusto de ella sin duda y lo asumiacute sin dolor pues tambieacuten yo lo habiacutea cultivado con el corazoacuten en mis mejores diacuteas Antes de volver a casa al diacutea siguiente escribiacute en el espejo con el laacutepiz de labios Nintildea miacutea estamos solos en el mundo

Por esa eacutepoca tuve la rara impresioacuten de que se estaba volviendo mayor antes de tiempo Se lo comenteacute a Rosa Cabarcas y a ella le parecioacute natural Cumple quince antildeos el cinco de diciembre me dijo Una Sagitario perfecta Me inquietoacute que fuera tan real como para cumplir antildeos iquestQueacute podriacutea regalarle Una bicicleta dijo Rosa Cabarcas Tiene que atravesar la ciudad dos veces al diacutea para ir a pegar botones Me mostroacute en la trastienda la bicicleta que usaba y de verdad me parecioacute un cacharro indigno de una mujer tan bien amada Sin embargo me conmovioacute como la prueba tangible de que Delgadina existiacutea en la vida real

Memorias de mis putas tristes 30 ______________________________________________________________________________________Cuando fui a comprar la mejor bicicleta para ella no pude resistir la tentacioacuten de probarla y di algunas vueltas casuales en la rampa del almaceacuten Al vendedor que me preguntoacute la edad le contesteacute con la coqueteriacutea de la vejez Voy a cumplir noventa y uno El empleado dijo justo lo que yo queriacutea Pues representa veinte menos Yo mismo no entendiacutea coacutemo conservaba la praacutectica del colegio y me sentiacute colmado por un gozo radiante Empeceacute a cantar Primero para miacute mismo en voz baja y despueacutes a todo pecho con iacutenfulas del gran Caruso por entre los bazares abigarrados y el traacutefico demente del mercado puacuteblico La gente me miraba divertida me gritaban me incitaban a participar en la Vuelta a Colombia en silla de ruedas Yo les haciacutea con la mano un saludo de navegante feliz sin interrumpir la cancioacuten Esa semana en homenaje a Diciembre escribiacute otra nota atrevida Coacutemo ser feliz en bicicleta a los noventa antildeos

La noche de su cumpleantildeos le canteacute a Delgadina la cancioacuten completa y la beseacute por todo el cuerpo hasta quedarme sin aliento la espina dorsal veacutertebra por veacutertebra hasta las nalgas laacutenguidas el costado del lunar el de su corazoacuten inagotable A medida que la besaba aumentaba el calor de su cuerpo y exhalaba una fragancia montuna Ella me respondioacute con vibraciones nuevas en cada pulgada de su piel y en cada una encontreacute un calor distinto un sabor propio un gemido nuevo y toda ella resonoacute por dentro con un arpegio y sus pezones se abrieron en flor sin tocarlos Empezaba a adormecerme en la madrugada cuando sentiacute como un rumor de muchedumbres en el mar y un paacutenico de los aacuterboles que me atravesaron el corazoacuten Entonces fui al bantildeo y escribiacute en el espejo Delgadina de mi vida llegaron las brisas de Navidad Uno de mis recuerdos maacutes felices fue un trastorno que sentiacute una mantildeana como aqueacutella al salir de la escuela iquestQueacute me pasa La maestra me dijo alelada Ay nintildeo iquestno ves que son las brisas Ochenta antildeos despueacutes volviacute a sentirlo cuando me desperteacute en la cama de Delgadina y era el mismo diciembre que volviacutea puntual con sus cielos diaacutefanos las tormentas de arena los torbellinos callejeros que Desentechaban casas y les alzaban las faldas a las colegialas La ciudad adquiriacutea por entonces una resonancia fantasmal En noches de brisa podiacutean escucharse los gritos del mercado puacuteblico hasta en los barrios maacutes altos como si estuvieran a la vuelta de la esquina No era raro entonces que las raacutefagas de diciembre nos permitieran encontrar por sus voces a los amigos desperdigados en burdeles remotos

Sin embargo tambieacuten con las brisas me llegoacute la mala noticia de que Delgadina no podiacutea pasar las navidades conmigo sino con su familia Si algo detesto en este mundo son las fiestas obligatorias en que la gente llora porque estaacute alegre los fuegos de artificio los villancicos lelos las guirnaldas de papel crespoacuten que nada tienen que ver con un nintildeo que nacioacute hace dos mil quinientos antildeos en una caballeriza indigente Sin embargo cuando llegoacute la noche no pude resistir la nostalgia y me fui al cuarto sin ella Dormiacute bien y desperteacute junto a un oso de peluche que caminaba en dos patas como si fuera polar y una tarjeta que deciacutea Para el papaacute feo Rosa Cabarcas me habiacutea dicho que Delgadina estaba aprendiendo a leer con mis clases escritas en el espejo y su buena letra me parecioacute admirable Pero ella misma me defraudoacute con la noticia peor de que el oso era un regalo suyo asiacute que la noche de Antildeo Nuevo me quedeacute en mi casa y en mi cama desde las ocho y me dormiacute sin amarguras Fui feliz porque al toque de las doce entre los repiques furiosos de las campanas las sirenas de faacutebricas y bomberos los lamentos de los

JUAN CARLOS 161104
abigarrado da (Del part de abigarrar) adj De varios colores mal combinados || 2 Heterogeacuteneo reunido sin concierto Un extrantildeo y abigarrado libro Una multitud abigarrada 13

Memorias de mis putas tristes 31 ______________________________________________________________________________________buques las descargas de poacutelvora los cohetes sentiacute que Delgadina entroacute en punta de pies se acostoacute a mi lado y me dio un beso Tan real que me quedoacute en la boca su olor de regaliz

Memorias de mis putas tristes 32 ______________________________________________________________________________________

4A principios del nuevo antildeo empezaacutebamos a conocernos como si vivieacuteramos juntos y despiertos pues yo habiacutea encontrado un tono de voz cauteloso que ella oiacutea sin despertar y me contestaba con un lenguaje natural del cuerpo Sus estados de aacutenimo se le notaban en el modo de dormir De exhausta y montaraz que habiacutea sido al principio fue hacieacutendose a una paz interior que embelleciacutea su rostro y enriqueciacutea su suentildeo Le contaba mi vida le leiacutea al oiacutedo los borradores de mis notas dominicales en las que estaba ella sin decirlo y soacutelo ella

Por esa eacutepoca le dejeacute en la almohada unos zarcillos de esmeraldas que fueron de mi madre Los llevoacute puestos en la cita siguiente y no le luciacutean Le lleveacute despueacutes unos pendientes maacutes adecuados para el color de su piel Le expliqueacute Los primeros que te traje no te quedaban bien por tu tipo y el corte del cabello Estos te iraacuten mejor No llevoacute ninguno en las dos citas siguientes pero a la tercera se puso los que le habiacutea indicado Asiacute empeceacute a entender que no obedeciacutea a mis oacuterdenes pero aguardaba la ocasioacuten para complacerme Por esos diacuteas me sentiacute tan habituado a aquel geacutenero de vida domeacutestica que no seguiacute durmiendo desnudo sino que lleveacute las piyamas de seda china que habiacutea dejado de usar por no tener para quieacuten quitaacutermelas

Empeceacute a leerle El principito de Saint-Exupeacutery un autor franceacutes que el mundo entero admira maacutes que los franceses Fue el primero que la entretuvo sin despertarla hasta el punto de que tuve que ir dos diacuteas continuos para acabar de leeacuterselo Seguimos con los Cuentos de Perrault la Historia sagrada Las mil y una noches en una versioacuten desinfectada para nintildeos y por las diferencias entre uno y otro me di cuenta de que su suentildeo teniacutea diversos grados de profundidad seguacuten su intereacutes por las lecturas Cuando sentiacutea que habiacutea tocado fondo apagaba la luz y me dormiacutea abrazado a ella hasta que cantaban los gallos

Me sentiacutea tan feliz que la besaba en los paacuterpados muy suave y una noche ocurrioacute como una luz en el cielo sonrioacute por primera vez Maacutes tarde sin ninguacuten motivo se revolvioacute en la cama me dio la espalda y dijo disgustada Fue Isabel la que hizo llorar a los caracoles Exaltado por la ilusioacuten de un diaacutelogo le pregunteacute en el mismo tono iquestDe quieacuten eran No contestoacute Su voz teniacutea un rastro plebeyo como si no fuera suya sino de alguien ajeno que llevaba dentro Toda sombra de duda desaparecioacute entonces de mi alma la preferiacutea dormida

Mi uacutenico problema era el gato Estaba inapetente y hurantildeo y llevaba dos diacuteas sin levantar cabeza en su rincoacuten habitual y me tiroacute un zarpazo de fiera herida cuando

JUAN CARLOS 161104
zarcillo1 (Del lat circellus circulito) m Pendiente arete13
JUAN CARLOS 161104
montaraz (De monte y -araz) adj Que anda o estaacute hecho a andar por los montes o se ha criado en ellos || 2 Se dice del genio y propiedades agrestes groseras y feroces || 3 m Guarda de montes o heredades || 4 Sal Mayordomo de campo capataz que tiene a su cargo las labores y los ganados

Memorias de mis putas tristes 33 ______________________________________________________________________________________quise ponerlo en su canasto de mimbre para que Damiana lo llevara con el veterinario Apenas logroacute someterlo y se lo llevoacute pataleando dentro de un saco de fique Al cabo de un rato me llamoacute desde el criadero para decirme que no habiacutea maacutes remedio que sacrificarlo y necesitaban mi orden iquestPor queacute Porque ya estaacute muy viejo dijo Damiana Penseacute con rabia que a miacute tambieacuten podiacutean asarme vivo en un horno de gatos Me sentiacute inerme entre dos fuegos no habiacutea aprendido a querer el gato pero tampoco teniacutea corazoacuten para ordenar que lo mataran soacutelo porque era viejoiquestDoacutende lo deciacutea el manual

El incidente me conmocionoacute tanto que escribiacute una nota para el domingo con un tiacutetulo usurpado a Neruda iquestEs el gato un miacutenimo tigre de saloacuten La nota dio origen a una nueva campantildea que otra vez dividioacute a los lectores en favor y en contra de los gatos En cinco diacuteas prevalecioacute la tesis de que podiacutea ser liacutecito sacrificar un gato por razones de salud puacuteblica pero no porque estuviera viejo

Despueacutes de la muerte de mi madre me desvelaba el terror de que alguien me tocara mientras dormiacutea Una noche la sentiacute pero su voz me devolvioacute el sosiego Figlio mioacute poveretto Volviacute a sentirlo una madrugada en el cuarto de Delgadina y me retorciacute de gozo creyendo que ella me habiacutea tocado Pero no era Rosa Cabarcas en la oscuridad Viacutestete y ven conmigo me dijo tengo un problema serio

Asiacute era y maacutes serio de lo que pude imaginar A uno de los clientes grandes de la casa lo habiacutean asesinado a puntildealadas en el primer cuarto del pabelloacuten El asesino habiacutea escapado El cadaacutever enorme desnudo pero con los zapatos puestos teniacutea una palidez de pollo al vapor en la cama empapada de sangre Lo reconociacute de entrada era JMB un banquero grande famoso por su apostura su simpatiacutea y su buen vestir y sobre todo por la pulcritud de su hogar Teniacutea en el cuello dos heridas moradas como labios y una zanja en el vientre que no habiacutea acabado de sangrar Todaviacutea no empezaba el rigor Maacutes que sus heridas me impresionoacute que teniacutea un preservativo puesto y al parecer sin usar en el sexo desmirriado por la muerte

Rosa Cabarcas no sabiacutea con quieacuten iba porque tambieacuten eacutel teniacutea el privilegio de entrar por el portoacuten del huerto No se descartaba la sospecha de que su pareja fuera otro hombre Lo uacutenico que la duentildea queriacutea de miacute era que la ayudara a vestir el cadaacutever Estaba tan segura que me inquietoacute la idea de que la muerte fuera para ella un asunto de cocina No hay nada maacutes difiacutecil que vestir a un muerto le dije Lo he hecho a pasto de Dios replicoacute ella Es faacutecil si alguien me lo sostiene Le hice ver iquestTe imaginas quieacuten va a creer en un cuerpo tasajeado a cuchilladas dentro de un vestido intacto de caballero ingleacutes

Tembleacute por Delgadina Lo mejor seraacute que te la lleves tuacute me dijo Rosa Cabarcas Primero muerto le dije con la saliva helada Ella lo percibioacute y no pudo ocultar su desdeacuten iexclEstaacutes temblando Por ella dije aunque soacutelo era verdad a medias Aviacutesale que se vaya antes de que llegue nadie De acuerdo dijo ella aunque a ti como periodista no te pasaraacute nada Ni a ti tampoco le dije con cierto rencor Eres el uacutenico liberal que manda en este gobierno

La ciudad codiciada por su naturaleza paciacutefica y su seguridad congeacutenita arrastraba la desgracia de un asesinato escandaloso y atroz cada antildeo Aqueacutel no lo fue La noticia oficial en titulares excesivos y parca en detalles deciacutea que al joven banquero lo habiacutean asaltado y muerto a cuchilladas en la carretera de Pradomar por motivos

Memorias de mis putas tristes 34 ______________________________________________________________________________________incomprensibles No teniacutea enemigos El comunicado del gobierno sentildealaba como presuntos asesinos a refugiados del interior del paiacutes que estaban desatando una oleada de delincuencia comuacuten extrantildea al espiacuteritu ciacutevico de la poblacioacuten En las primeras horas hubo maacutes de cincuenta detenidos

Acudiacute escandalizado con el redactor judicial un periodista tiacutepico de los antildeos veinte con visera de celuloide verde y ligas en las mangas que presumiacutea de anticiparse a los hechos Sin embargo soacutelo conociacutea unas hilachas sueltas del crimen y yo se las completeacute hasta donde me fue prudente Asiacute escribimos cinco cuartillas a cuatro manos para una noticia de ocho columnas en primera paacutegina atribuida al fantasma eterno de las fuentes que nos merecen entero creacutedito Pero al Abominable Hombre de las Nueve -el censor- no le tembloacute el pulso para imponer la versioacuten oficial de que habiacutea sido un asalto de bandoleros liberales Yo me laveacute la conciencia con un centildeo de pesadumbre en el entierro maacutes ciacutenico y concurrido del siglo

Cuando regreseacute a casa aquella noche llameacute a Rosa Cabarcas para averiguar queacute habiacutea pasado con Delgadina pero no contestoacute el teleacutefono en cuatro diacuteas Al quinto fui a su casa con los dientes apretados Las puertas estaban selladas pero no por la policiacutea sino por la Sanidad Nadie en el vecindario daba noticias de nada Sin ninguacuten indicio de Delgadina me di a una buacutesqueda encarnizada y a veces ridiacutecula que me dejoacute acezante Paseacute diacuteas enteros observando a las joacutevenes ciclistas desde los escantildeos de un parque polvoriento donde los nintildeos jugaban a encaramarse en la estatua descascarada de Simoacuten Boliacutevar Pasaban pedaleando como venadas bellas disponibles listas para ser atrapadas a la gallina ciega Cuando se me acaboacute la esperanza me refugieacute en la paz de los boleros Fue como un bebedizo emponzontildeado cada palabra era ella Siempre habiacutea necesitado el silencio para escribir porque mi mente atendiacutea maacutes a la muacutesica que a la escritura Entonces fue al reveacutes soacutelo pude escribir a la sombra de los boleros Mi vida se llenoacute de ella Las notas que escribiacute aquellas dos semanas fueron modelos en clave para cartas de amor El jefe de redaccioacuten contrariado con la avalancha de respuestas me pidioacute que moderara el amor mientras pensaacutebamos coacutemo consolar a tantos lectores enamorados

La falta de sosiego acaboacute con el rigor de mis diacuteas Despertaba a las cinco pero me quedaba en la penumbra del cuarto imaginando a Delgadina en su vida irreal de levantar a sus hermanos vestirlos para la escuela darles el desayuno si lo habiacutea y atravesar la ciudad en bicicleta para cumplir la condena de coser botones Me pregunteacute asombrado iquestQueacute piensa una mujer mientras pega un botoacuten iquestPensaba en miacute iquestTambieacuten ella buscaba a Rosa Cabarcas para dar conmigo Paseacute hasta una semana sin quitarme el mameluco de mecaacutenico ni de diacutea ni de noche sin bantildearme sin afeitarme sin cepillarme los dientes porque el amor me ensentildeoacute demasiado tarde que uno se arregla para alguien se viste y se perfuma para alguien y yo nunca habiacutea tenido para quieacuten Damiana creyoacute que estaba enfermo cuando me encontroacute desnudo en la hamaca a las diez de la mantildeana La vi con los ojos turbios de la codicia y la inviteacute a revolearnos desnudos Ella con un desprecio me dijo

-iquestYa pensoacute lo que va a hacer si le digo que siacute

Asiacute supe hasta queacute punto me habiacutea corrompido el sufrimiento No me reconociacutea a miacute mismo en mi dolor de adolescente No volviacute a salir de la casa por no descuidar el teleacutefono Escribiacutea sin descolgarlo y al primer timbrazo le saltaba encima pensando

Memorias de mis putas tristes 35 ______________________________________________________________________________________que pudiera ser Rosa Cabarcas Interrumpiacutea a cada rato lo que estuviera haciendo para llamarla e insistiacute diacuteas enteros hasta comprender que era un teleacutefono sin corazoacuten

Al volver a casa una tarde de lluvia encontreacute el gato enroscado en la escalinata del portoacuten Estaba sucio y maltrecho y con una mansedumbre de laacutestima El manual me hizo ver que estaba enfermo y seguiacute sus normas para alentarlo De golpe mientras descabezaba un suentildeecito de siesta me despabiloacute la idea de que pudiera conducirme a la casa de Delgadina Lo lleveacute en una bolsa de mercado hasta la tienda de Rosa Cabarcas que seguiacutea sellada y sin indicios de vida pero se revolvioacute en el talego con tanto iacutempetu que logroacute escapar saltoacute la tapia del huerto y desaparecioacute entre los aacuterboles Toqueacute al portoacuten con el puntildeo y una voz militar preguntoacute sin abrir iquestQuieacuten vive Gente de paz dije yo para no ser menos Ando en pos de la duentildea No hay duentildea dijo la voz Por lo menos aacutebrame para coger el gato insistiacute No hay gato dijo Pregunteacute iquestQuieacuten es usted

-Nadie -dijo la voz

Siempre habiacutea entendido que morirse de amor no era maacutes que una licencia poeacutetica Aquella tarde de regreso a casa otra vez sin el gato y sin ella comprobeacute que no soacutelo era posible morirse sino que yo mismo viejo y sin nadie estaba murieacutendome de amor Pero tambieacuten me di cuenta de que era vaacutelida la verdad contraria no habriacutea cambiado por nada del mundo las delicias de mi pesadumbre Habiacutea perdido maacutes de quince antildeos tratando de traducir los cantos de Leopardi y soacutelo aquella tarde los sentiacute a fondo Ay de miacute si es amor cuaacutento atormenta

Mi entrada al perioacutedico en mameluco y mal afeitado despertoacute ciertas dudas sobre mi estado mental La casa remodelada con cabinas individuales de vidrio y luces cenitales pareciacutea una cliacutenica de maternidad El clima artificial callado y confortable invitaba a hablar en susurros y caminar en puntillas En el vestiacutebulo como virreyes muertos estaban los retratos al oacuteleo de los tres directores vitalicios y las fotografiacuteas de visitantes ilustres La enorme sala principal estaba presidida por la fotografiacutea gigantesca de la redaccioacuten actual tomada la tarde de mi cumpleantildeos No pude evitar la comparacioacuten mental con la otra de mis treinta antildeos y una vez maacutes comprobeacute con horror que se envejece maacutes y peor en los retratos que en la realidad La secretaria que me habiacutea besado la tarde del cumpleantildeos me preguntoacute si estaba enfermo Fui feliz de contestarle la verdad para que no la creyera Enfermo de amor Ella dijo iexclLaacutestima que no sea por miacute Yo le correspondiacute el cumplido No esteacute tan segura

El redactor judicial salioacute de su cabina gritando que habiacutea dos cadaacuteveres de muchachas sin identificar en el anfiteatro municipal Le pregunteacute asustado iquestDe queacute edad Joacutevenes dijo eacutel Pueden ser refugiadas del interior perseguidas hasta aquiacute por matones del reacutegimen Respireacute aliviado La situacioacuten nos invade en silencio como una mancha de sangre dije El redactor judicial ya lejos gritoacute

-De sangre no maestro de mierda

Algo peor me ocurrioacute diacuteas despueacutes cuando una muchacha instantaacutenea con una canasta igual a la del gato pasoacute como un escalofriacuteo frente a la libreriacutea Mundo La perseguiacute a codazos por entre la muchedumbre en el fragor de las doce del diacutea Era muy bella de trancos largos y con una fluidez para abrirse camino entre el gentiacuteo

Memorias de mis putas tristes 36 ______________________________________________________________________________________que me costoacute trabajo alcanzarla Por fin la rebaseacute y la mireacute de frente Ella me apartoacute con la mano sin detenerse ni pedir perdoacuten No era la que creiacutea pero su altivez me dolioacute como si lo fuera Comprendiacute entonces que no seriacutea capaz de reconocer a Delgadina despierta y vestida ni ella podiacutea saber quieacuten era yo si nunca me habiacutea visto En un acto de locura tejiacute durante tres diacuteas doce pares de zapatitos azules y rosados para recieacuten nacidos tratando de darme valor para no escuchar ni cantar ni recordar las canciones que me recordaban a ella

La verdad era que no podiacutea con mi alma y empezaba a tomar conciencia de la vejez por mis flaquezas frente al amor Una prueba todaviacutea maacutes dramaacutetica la tuve cuando un autobuacutes de servicio puacuteblico arrolloacute una ciclista en el puro centro comercial Acababan de llevaacutersela en una ambulancia y la magnitud de la tragedia se apreciaba por el estado de chatarra en que quedoacute la bicicleta sobre un charco de sangre viva Pero mi impresioacuten no fue tanta por los destrozos de la bicicleta como por la marca el modelo y el color No podiacutea ser otra que la que yo mismo le habiacutea regalado a Delgadina

Los testigos coincidieron en que la ciclista herida era muy joven alta y delgada y con el cabello corto y rizado Aturdido tomeacute el primer taxi que pasoacute y me hice llevar al hospital de Caridad un viejo edificio de muros ocres que pareciacutea una caacutercel encallada en un arenal Necesiteacute media hora para entrar y otra maacutes para salir de un patio fragante de aacuterboles frutales donde una mujer atribulada se me atravesoacute en el camino me miroacute a los ojos y exclamoacute

-Yo soy la que no buscas

Soacutelo entonces recordeacute que era alliacute donde viviacutean en libertad los internos mansos del manicomio municipal Tuve que identificarme como periodista ante la direccioacuten del hospital para que un enfermero me condujera al pabelloacuten de urgencias En elcuaderno de ingresos estaban los datos Rosalba Riacuteos dieciseacuteis antildeos sin oficio conocido Diagnoacutestico conmocioacuten cerebral Pronoacutestico reservado Pregunteacute al jefe del pabelloacuten si podiacutea verla con la esperanza iacutentima de que me dijeran que no pero me llevaron encantados por si queriacutea escribir sobre el estado de abandono del hospital

Atravesamos una sala abigarrada con un fuerte olor de aacutecido feacutenico y los enfermos apelotonados en las camas Al fondo en un cuarto solo tendida en una camilla metaacutelica estaba la que buscaacutebamos Teniacutea el craacuteneo cubierto de vendas la cara indescifrable gonfia y amoratada pero me bastoacute con verle los pies para saber que no era Soacutelo entonces se me ocurrioacute preguntarme iquestQueacute habriacutea hecho yo si hubiera sido ella

Todaviacutea enredado en las telarantildeas de la noche tuve el valor de ir el diacutea siguiente a la faacutebrica de camisas donde Rosa Cabarcas habiacutea dicho alguna vez que trabajaba la nintildea y le pediacute al propietario que nos mostrara sus instalaciones como modelo para un proyecto continental de las Naciones Unidas Era un libaneacutes paquideacutermico y taciturno que nos abrioacute las puertas de su reino con la ilusioacuten de ser un ejemplo universal

Trescientas joacutevenes de blusas blancas con la ceniza del mieacutercoles en la frente cosiacutean botones en la vasta nave iluminada Cuando nos vieron entrar se irguieron

Memorias de mis putas tristes 37 ______________________________________________________________________________________como colegialas y nos observaron de reojo mientras el gerente explicaba sus aportes al arte inmemorial de pegar botones Yo escrutaba las caras de cada una con el pavor de descubrir a Delgadina vestida y despierta Pero fue una de ellas la que me descubrioacute a miacute con la mirada temible de la admiracioacuten sin clemencia

-Diacutegame sentildeor iquestno es usted el que escribe las cartas de amor en el perioacutedico

Nunca me hubiera imaginado que una nintildea dormida pudiera causar en uno semejantes estragos Escapeacute de la faacutebrica sin despedirme ni pensar siquiera si alguna de aquellas viacutergenes de purgatorio era por fin la que buscaba Cuando saliacute de ahiacute el uacutenico sentimiento que me quedaba en la vida eran las ganas de llorar

Rosa Cabarcas llamoacute al cabo de un mes con una explicacioacuten increiacuteble se habiacutea tomado un merecido descanso en Cartagena de Indias despueacutes del asesinato del banquero No le creiacute desde luego pero la feliciteacute por su suerte y la dejeacute explayarse en su mentira antes de hacerle la pregunta que me borboritaba en el corazoacuten

-iquestY ella

Rosa Cabarcas hizo un silencio largo Ahiacute estaacute dijo al fin pero su voz se hizo evasiva Hay que esperar un tiempo iquestCuaacutento Ni idea ya te avisareacute Sentiacute que se me iba y la pareacute en seco Espeacuterate dame alguna luz No hay luz dijo ella y concluyoacute Ten cuidado puedes perjudicarte tuacute y sobre todo perjudicarla a ella Yo no estaba para esa clase de remilgos Le supliqueacute aunque fuera una oportunidad de acercarme a la verdad Al fin y al cabo le dije somos coacutemplices Ella no dio un paso maacutes Caacutelmate me dijo la nintildea estaacute bien y esperando que la llame pero ahora mismo no hay nada que hacer ni voy a decir nada maacutes Adioacutes

Me quedeacute con el teleacutefono en la mano sin saber por doacutende seguir pues tambieacuten la conociacutea bastante para pensar que no conseguiriacutea nada de ella si no era por las buenas Despueacutes del mediodiacutea me di una vuelta furtiva por su casa maacutes confiado en la casualidad que en la razoacuten y la encontreacute todaviacutea cerrada y con los sellos de la Sanidad Penseacute que Rosa Cabarcas me habiacutea telefoneado de otra parte tal vez de otra ciudad y la sola idea me llenoacute de presagios turbios No obstante a las seis de la tarde cuando menos lo esperaba me soltoacute por teleacutefono mi propio santo y sentildea

-Bueno ahora siacute

A las diez de la noche tembloroso y con los labios mordidos para no llorar fui cargado de cajas de chocolates suizos turrones y caramelos y una canasta de rosas ardientes para cubrir la cama La puerta estaba entreabierta las luces encendidas y en el radio se diluiacutea a medio volumen la sonata nuacutemero uno para violiacuten y piano de Brahms Delgadina en la cama estaba tan radiante y distinta que me costoacute trabajo reconocerla

Habiacutea crecido pero no se le notaba en la estatura sino en una madurez intensa que la haciacutea parecer con dos o tres antildeos maacutes y maacutes desnuda que nunca Sus poacutemulos altos la piel tostada por soles de mar bravo los labios finos y el cabello corto y rizado le infundiacutean a su rostro el resplandor androacutegino del Apolo de Praxiacuteteles Pero no habiacutea equiacutevoco posible porque sus senos habiacutean crecido hasta el punto de que no me cabiacutean en la mano sus caderas habiacutean acabado de formarse y sus huesos se

Memorias de mis putas tristes 38 ______________________________________________________________________________________habiacutean vuelto maacutes firmes y armoacutenicos Me encantaron aquellos aciertos de la naturaleza pero me aturdieron los artificios las pestantildeas postizas las untildeas de las manos y los pies esmaltadas de naacutecar y un perfume de a dos cuartillos que no teniacutea nada que ver con el amor Sin embargo lo que me sacoacute de quicio fue la fortuna que llevaba encima pendientes de oro con gajos de esmeraldas un collar de perlas naturales una pulsera de oro con resplandores de diamantes y anillos con piedras legiacutetimas en todos los dedos En la silla estaba su traje de nochera con lentejuelas y bordados y las zapatillas de raso Un vapor raro me subioacute de las entrantildeas

-iexclPuta -griteacute

Pues el diablo me soploacute en el oiacutedo un pensamiento siniestro Y fue asiacute la noche del crimen Rosa Cabarcas no debioacute tener tiempo ni serenidad para prevenir a la nintildea y la policiacutea la encontroacute en el cuarto sola menor de edad y sin coartada Nadie igual a Rosa Cabarcas para una situacioacuten como aqueacutella le vendioacute la virginidad de la nintildea a alguno de sus grandes cacaos a cambio de que a ella la sacaran limpia del crimen Lo primero claro fue desaparecer mientras se aplacaba el escaacutendalo iexclQueacute maravilla Una luna de miel para tres ellos dos en la cama y Rosa Cabarcas en una terraza de lujo disfrutando de su impunidad feliz Ciego de una furia insensata fui reventando contra las paredes cada cosa del cuarto las laacutemparas el radio el ventilador los espejos las jarras los vasos Lo hice sin prisa pero sin pausas con un grande estropicio y una embriaguez metoacutedica que me salvoacute la vida La nintildea dio un salto al primer estallido pero no me miroacute sino que se enroscoacute de espaldas a miacute y asiacute permanecioacute con espasmos entrecortados hasta que cesoacute el estropicio Las gallinas en el patio y los perros de la madrugada aumentaron el escaacutendalo Con la cegadora lucidez de la coacutelera tuve la inspiracioacuten final de prenderle fuego a la casa cuando aparecioacute en la puerta la figura impasible de Rosa Cabarcas en camisa de dormir No dijo nada Hizo con la vista el inventario del desastre y comproboacute que la nintildea estaba enroscada sobre siacute misma como un caracol y con la cabeza escondida entre los brazos aterrada pero intacta

-iexclDios miacuteo -exclamoacute Rosa Cabarcas- iexclQueacute no hubiera dado yo por un amor como eacuteste

Me midioacute de cuerpo entero con una mirada de misericordia y me ordenoacute Vamos La seguiacute hasta la casa me sirvioacute un vaso de agua en silencio me hizo una sentildea de que me sentara frente a ella y me puso en confesioacuten Bueno me dijo ahora poacutertate como un adulto y cueacutentame iquestqueacute te pasa

Le conteacute con lo que teniacutea como mi verdad revelada Rosa Cabarcas me escuchoacute en silencio sin asombro y por fin parecioacute iluminada Queacute maravilla dijo Siempre he dicho que los celos saben maacutes que la verdad Y entonces me contoacute la realidad sin reservas En efecto dijo en su ofuscacioacuten de la noche del crimen se habiacutea olvidado de la nintildea dormida en el cuarto Uno de sus clientes abogado del muerto ademaacutes repartioacute prebendas y sobornos a cuatro manos e invitoacute a Rosa Cabarcas a un hotel de reposo de Cartagena de Indias mientras se disipaba el escaacutendalo Creacuteeme dijo Rosa Cabarcas que en todo este tiempo no dejeacute de pensar ni un momento en ti y en la nintildea Volviacute antier y lo primero que hice fue llamarte por teleacutefono pero nadie contestoacute En cambio la nintildea vino enseguida y en tan mal estado que te la bantildeeacute te la vestiacute y te la mandeacute al saloacuten de belleza con la orden de que la arreglaran como una reina Ya viste coacutemo perfecta iquestLa ropa de lujo Son los trajes que les alquilo a mis

Memorias de mis putas tristes 39 ______________________________________________________________________________________pupilas maacutes pobres cuando tienen que ir a bailar con sus clientes iquestLas joyas Son las miacuteas dijo Basta con tocarlas para darse cuenta de que son diamantes de vidrio y estoperoles de hojalata De modo que no jodas concluyoacute Anda despieacutertala piacutedele perdoacuten y hazte cargo de ella de una vez Nadie merece ser maacutes feliz que ustedes

Hice un esfuerzo sobrenatural para creerle pero pudo maacutes el amor que la razoacuten iexclPutas le dije atormentado por el fuego vivo que me abrasaba las entrantildeas iexclEso es lo que son ustedes griteacute iexclPutas de mierda No quiero saber nada maacutes de tiacute ni de ninguna otra guaricha en el mundo y menos de ella Le hice desde la puerta una sentildeal de adioacutes para siempre Rosa Cabarcas no lo dudoacute

-Vete con Dios -me dijo con un rictus de tristeza y volvioacute a su vida real- De todos modos te pasareacute la cuenta del desmadre que me hiciste en el cuarto

Memorias de mis putas tristes 40 ______________________________________________________________________________________

5

Leyendo Los idus de marzo encontreacute una frase siniestra que el autor atribuye a Julio Ceacutesar Es imposible no terminar siendo como los otros creen que uno es No pude comprobar su verdadero origen en la propia obra de Julio Ceacutesar ni en las obras de sus bioacutegrafos desde Suetonio hasta Carcopino pero valioacute la pena conocerla Su fatalismo aplicado al curso de mi vida en los meses siguientes fue lo que me dio la determinacioacuten que me haciacutea falta no soacutelo para escribir esta memoria sino para empezarla sin pudores con el amor de Delgadina

No teniacutea un instante de sosiego apenas si probaba bocado y perdiacute tanto peso que no se me teniacutean los pantalones en la cintura Los dolores erraacuteticos se me quedaron en los huesos cambiaba de aacutenimo sin razoacuten pasaba las noches en un estado de deslumbramiento que no me permitiacutea leer ni escuchar muacutesica y en cambio se me iba el diacutea cabeceando por una somnolencia sonsa que no serviacutea para dormir

El alivio me cayoacute del cielo En la atestada goacutendola de Loma Fresca una vecina de asiento que no habiacutea visto subir me susurroacute al oiacutedo iquestTodaviacutea tiras Era Casilda Armenia un viejo amor de a tres por cinco que me habiacutea soportado como cliente asiduo desde que era una adolescente altiva Una vez retirada medio enferma y sin un clavo se habiacutea casado con un hortelano chino que le dio nombre y apoyo y quizaacutes un poco de amor A los setenta y tres antildeos teniacutea el peso de siempre seguiacutea bella y de caraacutecter fuerte y conservaba intacto el desparpajo del oficio

Me llevoacute a su casa una huerta de chinos en una colina de la carretera al mar Nos sentamos en las sillas de playa de la terraza umbriacutea entre helechos y frondas de astromelias y jaulas de paacutejaros colgadas en el alero En la falda de la colina se veiacutean los hortelanos chinos con sombreros de cono sembrando las hortalizas bajo el sol abrasante y el pieacutelago gris de las Bocas de Ceniza con los dos tajamares de rocas que canalizan el riacuteo varias leguas en el mar Mientras conversaacutebamos vimos entrar un trasatlaacutentico blanco por la desembocadura y lo seguimos callados hasta oiacuter su bramido de toro luacutegubre en el puerto fluvial Ella suspiroacute iquestTe das cuenta En maacutes de medio siglo es la primera vez que no te recibo la visita en la cama Ya somos otros dije Ella prosiguioacute sin oiacuterme Cada vez que dicen cosas de ti en el radio que te elogian por el carintildeo que te tiene la gente y te llaman maestro del amor imagiacutenate pienso que nadie te conocioacute tus gracias y tus mantildeas tan bien como yo En serio dijo nadie hubiera podido soportarte mejor

No resistiacute maacutes Ella lo sintioacute vio mis ojos huacutemedos de laacutegrimas y soacutelo entonces debioacute descubrir que ya no era el que fui y le sostuve la mirada con un valor del que

Memorias de mis putas tristes 41 ______________________________________________________________________________________nunca me creiacute capaz Es que me estoy volviendo viejo le dijeYa lo estamos suspiroacute ella Lo que pasa es que uno no lo siente por dentro pero desde fuera todo el mundo lo ve

Era imposible no abrirle el corazoacuten asiacute que le conteacute la historia completa que me ardiacutea en las entrantildeas desde mi primera llamada a Rosa Cabarcas la viacutespera de mis noventa antildeos hasta la noche traacutegica en que hice antildeicos el cuarto y no regreseacute maacutes Ella me oyoacute el desahogo como si estuviera vivieacutendolo lo rumioacute muy despacio y por fin sonrioacute

-Haz lo que quieras pero no pierdas a esa criatura -me dijo- No hay peor desgracia que morir solo

Fuimos a Puerto Colombia en el trenecito de juguete tan despacioso como un caballo Almorzamos frente al muelle de maderas carcomidas por donde habiacutea entrado el mundo entero al paiacutes antes que se dragaran las Bocas de Ceniza Nos sentamos bajo un cobertizo de palma donde las grandes matronas negras serviacutean pargos fritos con arroz de coco y tajadas de plaacutetano verde Dormitamos en el sopor denso de las dos y seguimos conversando hasta que se hundioacute en el mar el inmenso sol de candela La realidad me pareciacutea fantaacutestica Mira adonde ha venido a dar nuestra luna de miel se burloacute ella Pero prosiguioacute en serio Hoy miro para atraacutes veo la fila de miles de hombres que pasaron por mis camas y dariacutea el alma por haberme quedado aunque fuera con el peor Gracias a Dios encontreacute mi chino a tiempo Es como estar casada con el dedo mentildeique pero es soacutelo miacuteo

Me miroacute a los ojos midioacute mi reaccioacuten a lo que acababa de contarme y me dijo Asiacute que vete a buscar ahora mismo a esa pobre criatura aunque sea verdad lo que te dicen los celos sea como sea que lo bailado no te lo quita nadie Pero eso siacute sin romanticismos de abuelo Despieacutertala tiacuteratela hasta por las orejas con esa pinga de burro con que te premioacute el diablo por tu cobardiacutea y tu mezquindad En serio terminoacute con el alma no te vayas a morir sin probar la maravilla de tirar con amor

El pulso me temblaba al diacutea siguiente cuando marqueacute el nuacutemero del teleacutefono Tanto por la tensioacuten del reencuentro con Delgadina como por la incertidumbre de la forma en que Rosa Cabarcas me respondiera Habiacuteamos tenido una disputa seria por el abuso con que tasoacute los destrozos que hice en su cuarto Tuve que vender uno de los cuadros maacutes amados de mi madre cuyo valor se calculaba en una fortuna pero a la hora de la verdad no llegoacute a un deacutecimo de mis ilusiones

Aumenteacute la suma con el resto de mis ahorros y se la lleveacute a Rosa Cabarcas con una consigna inapelable Lo tomas o lo dejas Fue un acto suicida porque soacutelo con vender uno de mis secretos ella habriacutea aniquilado mi buen nombre Pero no respingoacute sino que se quedoacute con los cuadros que habiacutea tomado en prenda la noche del pleito Fui el perdedor absoluto en una sola jugada me quedeacute sin Delgadina sin Rosa Cabarcas y sin mis uacuteltimos ahorros Sin embargo oiacute el timbre del teleacutefono una vez dos veces tres y por fin ella iquestA ver No me salioacute la voz Colgueacute Me echeacute en la hamaca tratando de serenarme con la liacuterica asceacutetica de Satie y sudeacute tanto que el lienzo quedoacute empapado Hasta el diacutea siguiente no tuve el valor de llamar

-Bueno mujer -dije con voz firme- Hoy siacute

Memorias de mis putas tristes 42 ______________________________________________________________________________________Rosa Cabarcas coacutemo no estaba maacutes allaacute de todo Ay mi sabio triste suspiroacute con su aacutenimo invencible te pierdes dos meses y soacutelo vuelves para pedir ilusiones Me contoacute que no habiacutea visto a Delgadina desde haciacutea maacutes de un mes que pareciacutea tan repuesta del susto de mis estropicios que ni siquiera habloacute de ellos ni preguntoacute por miacute y estaba muy contenta en un nuevo empleo maacutes coacutemodo y mejor pagado que coser botones Una oleada de fuego vivo me quemoacute las entrantildeas Soacutelo puede ser de puta dije Rosa me replicoacute sin pestantildeear No seas bruto si asiacute fuera estariacutea aquiacute iquestO doacutende podriacutea estar mejor La rapidez de su loacutegica me agravoacute la duda iquestY coacutemo seacute que no estaacute ahiacute En ese caso replicoacute ella lo que maacutes te conviene es no saberlo iquestO no Una vez maacutes la odieacute Ella a prueba de erosiones prometioacute rastrear a la nintildea Sin muchas esperanzas porque el teleacutefono de la vecina donde la llamaba seguiacutea cortado y no teniacutea la menor idea de doacutende viviacutea Pero no era para echarse a morir queacute carajo dijo te llamo en una hora

Fue una hora de tres diacuteas pero encontroacute a la nintildea disponible y sana Volviacute avergonzado y la beseacute palmo a palmo como penitencia desde las doce de la noche hasta que cantaron los gallos Un perdoacuten largo que me prometiacute seguir repitiendo para siempre y fue como empezar otra vez por el principio El cuarto habiacutea sido desmantelado y el mal uso habiacutea acabado con todo lo que yo habiacutea puesto Ella lo habiacutea dejado asiacute y me dijo que cualquier mejora teniacutea que hacerla yo por lo que estaba debieacutendole Sin embargo mi situacioacuten econoacutemica tocaba fondo El dinero de las jubilaciones alcanzaba cada vez para menos Las pocas cosas vendibles que quedaban en la casa -salvo las joyas sagradas de mi madre- careciacutean de valor comercial y nada era bastante viejo para ser antiguo En tiempos mejores el gobernador me habiacutea hecho la oferta tentadora de comprarme en bloque los libros de los claacutesicos griegos latinos y espantildeoles para la Biblioteca Departamental pero no tuve corazoacuten para venderlos Despueacutes con los cambios poliacuteticos y el deterioro del mundo nadie del gobierno pensaba en las artes ni las letras Cansado de buscar una solucioacuten decente me echeacute al bolsillo las joyas que Delgadina me habiacutea devuelto y me fui a empentildearlas en un callejoacuten siniestro que conduciacutea al mercado puacuteblico Con aires de sabio distraiacutedo recorriacute varias veces aquel tugurio atiborrado de cantinas de mala muerte libreriacuteas de viejo y casas de empentildeo pero la dignidad de Florina de Dios me cerroacute el paso no me atreviacute Entonces decidiacute venderlas con la frente en alto a la joyeriacutea maacutes antigua y acreditada

El dependiente me hizo algunas preguntas mientras examinaba las joyas con su monoacuteculo Teniacutea la conducta el estilo y el pavor de un meacutedico Le expliqueacute que eran joyas heredadas de mi madre El aprobaba con un gruntildeido cada una de mis explicaciones y por fin se quitoacute el monoacuteculo

-Lo siento -dijo- pero son culos de botellas

Ante mi sorpresa me explicoacute con una suave conmiseracioacuten Menos mal que el oro es oro y el platino es platino Me toqueacute el bolsillo para asegurarme de que llevaba las facturas de compra y dije sin resabios

-Pues fueron compradas en esta noble casa hace maacutes de cien antildeos

El no se inmutoacute Suele suceder dijo que en las joyas hereditarias vayan desapareciendo las piedras maacutes valiosas con el paso del tiempo sustituidas por diacutescolos de la familia o por joyeros bandidos y soacutelo cuando alguien trata de

Memorias de mis putas tristes 43 ______________________________________________________________________________________venderlas se descubre el fraude Pero permiacutetame un segundo dijo y se llevoacute las joyas por la puerta del fondo Al cabo de un momento regresoacute y sin explicacioacuten alguna me indicoacute que me sentara en la silla de espera y siguioacute trabajando

Examineacute la tienda Habiacutea ido con mi madre varias veces y recordaba una frase recurrente No se lo digas a tu papaacute De pronto se me ocurrioacute una idea que me crispoacute iquestno seriacutea que Rosa Cabarcas y Delgadina de comuacuten acuerdo habiacutean vendido las piedras legiacutetimas y me devolvieron las joyas con las piedras falsas

Estaba ardiendo en dudas cuando una secretaria me invitoacute a seguirla por la misma puerta del fondo hasta una oficina pequentildea con una larga estanteriacutea de gruesos voluacutemenes Un beduino colosal se levantoacute en el escritorio del fondo y me estrechoacute la mano tuteaacutendome con una efusioacuten de viejo amigo Hicimos juntos el bachillerato me dijo a modo de saludo Me fue faacutecil recordarlo era el mejor futbolista de la escuela y campeoacuten de nuestros primeros burdeles Habiacutea dejado de verlo en alguacuten momento incierto y debioacute verme tan decreacutepito que me confundioacute con un condisciacutepulo de su infancia

Sobre el cristal del escritorio teniacutea abierto uno de los mamotretos del archivo donde estaba la memoria de las joyas de mi madre Una relacioacuten exacta con fechas y detalles de que ella en persona habiacutea hecho cambiar las piedras de dos generaciones de hermosas y dignas Cargamantos y habiacutea vendido las legiacutetimas a la misma tienda Esto habiacutea ocurrido cuando el padre del propietario actual estaba al frente de la joyeriacutea y eacutel y yo en la escuela Pero eacutel mismo me tranquilizoacute aquellas triquintildeuelas eran de uso corriente entre las grandes familias en desgracia para resolver urgencias de plata sin sacrificar el honor Ante la realidad cruda preferiacute conservarlas como recuerdo de otra Florina de Dios que nunca conociacute

A principios de julio sentiacute la distancia real de la muerte Mi corazoacuten perdioacute el paso y empeceacute a ver y sentir por todos lados los presagios inequiacutevocos del final El maacutes niacutetido fue en el concierto de Bellas Artes El aire acondicionado habiacutea fallado y la flor y nata de las artes y las letras se cocinaban al bantildeomariacutea en el saloacuten abarrotado pero la magia de la muacutesica era un clima celestial Al final con el Allegretto poco mosso me estremecioacute la revelacioacuten deslumbrante de que estaba escuchando el uacuteltimo concierto que me deparaba el destino antes de morir No sentiacute dolor ni miedo sino la emocioacuten arrasadora de haber alcanzado a vivirlo

Cuando por fin logreacute abrirme camino empapado de sudor a traveacutes de los abrazos y las fotos me encontreacute de manos a boca con Ximena Ortiz como una diosa de cien antildeos en la silla de ruedas Su sola presencia se me imponiacutea como un pecado mortal Teniacutea una tuacutenica de seda color marfil tan tersa como su piel un hilo de perlas legiacutetimas de tres vueltas el cabello color de naacutecar cortado a la moda de los veintes con una punta de ala de gaviota en la mejilla y los grandes ojos amarillos iluminados por la sombra natural de las ojeras Todo en ella contradeciacutea el rumor de que su mente estaba quedaacutendose en blanco por la erosioacuten irredimible de la memoria Petrificado y sin recursos frente a ella me sobrepuse al vaho de fuego que me subioacute a la cara y la saludeacute en silencio con una venia versallesca Ella sonrioacute como una reina y me agarroacute la mano Entonces me di cuenta de que tambieacuten aquello era una coartada del destino y no la perdiacute para sacarme una espina que me estorbaba desde siempre He sontildeado durante antildeos con este momento le dije Ella no parecioacute

Memorias de mis putas tristes 44 ______________________________________________________________________________________entender iexclNo me digas dijo iquestY tuacute quieacuten eres No supe nunca si en verdad lo habiacutea olvidado o si fue la venganza final de su vida

La certidumbre de ser mortal en cambio me habiacutea sorprendido poco antes de los cincuenta antildeos en una ocasioacuten como aqueacutella una noche de carnaval en que bailaba un tango apache con una mujer fenomenal a la que nunca le vi la cara maacutes corpulenta que yo como por cuarenta libras y maacutes alta como de dos palmos que sin embargo se dejaba llevar como una pluma al viento Bailaacutebamos tan apretados que sentiacutea circular su sangre por las venas y me hallaba como adormecido de gusto con su resuello trabajoso su grajo de amoniacuteaco sus tetas de astroacutenoma cuando me sacudioacute por la primera vez y casi me derriboacute por tierra el freacutemito de la muerte Fue como un oraacuteculo brutal en el oiacutedo Hagas lo que hagas en este antildeo o dentro de ciento estaraacutes muerto hasta jamaacutes Ella se separoacute asustada iquestQueacute le pasa Nada le dije tratando de sujetarme el corazoacuten

-Tiemblo por usted

Desde entonces empeceacute a medir la vida no por antildeos sino por deacutecadas La de los cincuenta habiacutea sido decisiva porque tomeacute conciencia de que casi todo el mundo era menor que yo La de los sesenta fue la maacutes intensa por la sospecha de que ya no me quedaba tiempo para equivocarme La de los setenta fue temible por una cierta posibilidad de que fuera la uacuteltima No obstante cuando desperteacute vivo la primera mantildeana de mis noventa antildeos en la cama feliz de Delgadina se me atravesoacute la idea complaciente de que la vida no fuera algo que transcurre como el riacuteo revuelto de Heraacuteclito sino una ocasioacuten uacutenica de voltearse en la parrilla y seguir asaacutendose del otro costado por noventa antildeos maacutes

Me volviacute de laacutegrima faacutecil Cualquier sentimiento que tuviera algo que ver con la ternura me causaba un nudo en la garganta que no siempre lograba dominar y penseacute en renunciar al placer solitario de velar el suentildeo de Delgadina no tanto por la incertidumbre de mi muerte como por el dolor de imaginarla sin miacute en el resto de su vida Uno de aquellos diacuteas inciertos fui a dar por distraccioacuten a la muy noble calle de los Notarios y me sorprendioacute no encontrar nada maacutes que los escombros del viejo hotel de lance donde fui iniciado por la fuerza en las artes del amor poco antes de mis doce antildeos Habiacutea sido una mansioacuten de antiguos navieros espleacutendida como pocas en la ciudad con columnas enchapadas de alabastro y frisos de oropeles alrededor de un patio interior con una cuacutepula de cristales de siete colores que irradiaba un resplandor de invernadero En la planta baja con un portal goacutetico sobre la calle estuvieron por maacutes de un siglo las notariacuteas coloniales en las que trabajoacute prosperoacute y se arruinoacute mi padre en toda una vida de suentildeos fantaacutesticos Las familias histoacutericas abandonaron poco a poco los pisos superiores que terminaron ocupados por una legioacuten de nocheras en desgracia que subiacutean y bajaban hasta el amanecer con los clientes atrapados por un peso y medio en las cantinas del cercano puerto fluvial

A mis doce antildeos todaviacutea con mis pantalones cortos y mis botitas de la escuela primaria no pude resistir la tentacioacuten de conocer los pisos superiores mientras mi padre se debatiacutea en una de sus reuniones interminables y me encontreacute con un espectaacuteculo celestial Las mujeres que malvendiacutean sus cuerpos hasta el amanecer se moviacutean por la casa desde las once de la mantildeana cuando ya la caniacutecula del vitral era insoportable y teniacutean que hacer su vida domeacutestica caminando en pelotas por

JUAN CARLOS 161104
caniacutecula (Del lat canicŭla) f Periacuteodo del antildeo en que es maacutes fuerte el calor || 2 Astr Tiempo del nacimiento heliacuteaco de Sirio que antiguamente coincidiacutea con la eacutepoca maacutes calurosa del antildeo pero que hoy no se verifica hasta fines de agosto13
JUAN CARLOS 161104
freacutemito (Del lat fremĭtus) m bramido

Memorias de mis putas tristes 45 ______________________________________________________________________________________toda la casa mientras comentaban a gritos sus aventuras de la noche Me quedeacute aterrorizado Lo uacutenico que se me ocurrioacute fue escapar por donde habiacutea llegado cuando una de las desnudas de carnes macizas olorosas a jaboacuten de monte me abrazoacute por la espalda y me llevoacute en vilo hasta su cubiacuteculo de cartoacuten sin que yo pudiera verla en medio de la griteriacutea y los aplausos de las inquilinas en cueros Me tiroacute bocarriba en su cama para cuatro me quitoacute los pantalones con una maniobra maestra y se acaballoacute sobre miacute pero el terror helado que me empapaba el cuerpo me impidioacute recibirla como un hombre Aquella noche desvelado en la cama de mi casa por la verguumlenza del asalto no pude dormir maacutes de una hora con las ansias de volver a verla Pero la mantildeana siguiente mientras los trasnochados dormiacutean subiacute temblando hasta su cubiacuteculo y la desperteacute llorando a gritos con un amor enloquecido que duroacute hasta que se lo llevoacute sin misericordia el ventarroacuten de la vida real Se llamaba Castorina y era la reina de la casa

Los cubiacuteculos del hotel costaban un peso para los amores de paso pero muy pocos sabiacuteamos que costaban lo mismo hasta por veinticuatro horas Ademaacutes Castorina me introdujo en su mundo de mala muerte donde invitaban a los clientes pobres a sus desayunos de gala le prestaban el jaboacuten les atendiacutean los dolores de muela y en casos de urgencia mayor les daban un amor de caridad

Pero en las tardes de la uacuteltima vejez se acordaba de la inmortal Castorina muerta quien sabiacutea cuando que habiacutea sucedido desde las esquinas miserables del muelle fluvial hasta el trono sagrado de mamasanta mayor con un parche de pirata en el ojo perdido en el pleito de cantina Su uacuteltimo machucante de planta un negro feliz de Camaguumley a quien llamaba Jonaacutes el Galeote habiacutea sido un trompetista de los grandes en La Habana hasta que perdioacute la sonrisa completa en una cataacutestrofe de trenes

Al salir de aquella visita amarga sentiacute una punzada en el corazoacuten que no habiacutea logrado aliviar en tres diacuteas con toda clase de poacutecimas caseras El meacutedico al que acudiacute de urgencia miembro de una estirpe de insignes era nieto del que me vio a mis cuarenta y dos antildeos y me asustoacute que pareciera el mismo pues estaba tan envejecido como su abuelo a los setenta por una calvicie prematura unos lentes de miope sin regreso y una tristeza inconsolable Me hizo un examen minucioso de cuerpo entero con una concentracioacuten de orfebre Me auscultoacute el pecho y la espalda y me revisoacute la presioacuten arterial los reflejos de la rodilla el fondo del ojo el color del paacuterpado inferior En las pausas mientras yo cambiaba de posicioacuten en la mesa de reconocimiento me haciacutea preguntas tan vagas y raacutepidas que apenas si me daban tiempo de pensar las respuestas Al cabo de una hora me miroacute con una sonrisa feliz Bueno dijo creo que no tengo nada que hacer por usted iquestQueacute quiere decir Que su estado es el mejor posible a su edad Queacute curioso le dije lo mismo me dijo su abuelo cuando yo teniacutea cuarenta y dos antildeos como si el tiempo no pasara Siempre encontraraacute uno que se lo diga dijo porque siempre tendraacute una edad Yo provocaacutendolo para una sentencia aterradora le dije La uacutenica definitiva es la muerte Siacute dijo eacutel pero no es faacutecil llegar a ella en tan buen estado como usted Siento de veras no poder complacerlo

Eran recuerdos nobles pero la viacutespera del 29 de agosto sentiacute el peso inmenso del siglo que me esperaba impasible cuando subiacute con pasos de hierro las escaleras de mi casa Entonces volviacute a ver una vez maacutes a Florina de Dios mi madre en mi cama que habiacutea sido la suya hasta su muerte y me hizo la misma bendicioacuten de la uacuteltima

Memorias de mis putas tristes 46 ______________________________________________________________________________________vez que la vi dos horas antes de morir Trastornado por la conmocioacuten lo entendiacute como el anuncio final y llameacute a Rosa Cabarcas para que me llevara a mi nintildea aquella misma noche en previsioacuten de que no se cumpliera mi ilusioacuten de sobrevivir hasta el uacuteltimo aliento de mis noventa antildeos Volviacute a llamarla a las ocho y una vez maacutes repitioacute que no era posible Tiene que serlo a cualquier precio le griteacute aterrorizado Colgoacute sin despedirse pero quince minutos despueacutes volvioacute a llamar

-Bueno aquiacute la tienes

Llegueacute a las diez y veinte de la noche y le di a Rosa Cabarcas las uacuteltimas cartas de mi vida con mis disposiciones sobre la nintildea despueacutes de mi final terrible Ella pensoacute que me habiacutea impresionado con el acuchillado y me dijo con aires de burla Si te vas a morir que no sea aquiacute imagiacutenate Pero yo le dije Di que me atropello el tren de Puerto Colombia ese pobre cacharro de laacutestima incapaz de matar a nadie

Preparado para todo aquella noche me acosteacute bocarriba a la espera del dolor final en el primer instante de mis noventa y un antildeos Oiacute campanas distantes sentiacute la fragancia del alma de Delgadina dormida de costado oiacute un grito en el horizonte sollozos de alguien que quizaacutes habiacutea muerto un siglo antes en la alcoba Entonces apagueacute la luz con el uacuteltimo aliento entrelaceacute mis dedos con los suyos para llevaacutermela de la mano y conteacute las doce campanadas de las doce con mis doce laacutegrimas finales hasta que empezaron a cantar los gallos y enseguida las campanas de gloria los cohetes de fiesta que celebraban el juacutebilo de haber sobrevivido sano y salvo a mis noventa antildeos

Mis primeras palabras fueron para Rosa Cabarcas Te compro la casa toda con la tienda y el huerto Ella me dijo Hagamos una apuesta de viejos el que se muera primero se queda con todo lo del otro firmado ante notario No porque si yo me muero todo deberiacutea ser para ella Es igual dijo Rosa Cabarcas yo me hago cargo de la nintildea y despueacutes le dejo todo lo tuyo y lo miacuteo no tengo a nadie maacutes en este mundo Mientras tanto remodelamos tu cuarto con buenos servicios aire acondicionado y tus libros y tu muacutesica

-iquestCrees que ella estaraacute de acuerdo

-Ay mi sabio triste estaacute bien que esteacutes viejo pero no pendejo -dijo Rosa Cabarcas muerta de risa- Esa pobre criatura estaacute lela de amor por ti

Saliacute a la calle radiante y por primera vez me reconociacute a miacute mismo en el horizonte remoto de mi primer siglo Mi casa callada y en orden a las seis y cuarto empezaba a gozar los colores de una aurora feliz Damiana cantaba a toda voz en la cocina y el gato redivivo enroscoacute la cola en mis tobillos y siguioacute caminando conmigo hasta mi mesa de escribir Estaba ordenando mis papeles marchitos el tintero la pluma de ganso cuando el sol estalloacute entre los almendros del parque y el buque fluvial del correo retrasado una semana por la sequiacutea entroacute bramando en el canal del puerto Era por fin la vida real con mi corazoacuten a salvo y condenado a morir de buen amor en la agoniacutea feliz de cualquier diacutea despueacutes de mis cien antildeos

Mayo de 2004

Page 4: · Web viewVivo en una casa colonial en la acera de sol del parque de San Nicolás, donde he pasado todos los días de mi vida sin mujer ni fortuna, donde vivieron y murieron mis padres,

Memorias de mis putas tristes 4 ______________________________________________________________________________________

laquoNo debiacutea hacer nada de mal gusto advirtioacute al anciano Eguchi la mujer de la posada No debiacutea poner el dedo en la boca de la mujer dormida ni intentar nada parecidoraquo

Yasunari KawabataLa casa de las bellas dormidas

Memorias de mis putas tristes 5 ______________________________________________________________________________________

1

El antildeo de mis noventa antildeos quise regalarme una noche de amor loco con una adolescente virgen Me acordeacute de Rosa Cabarcas la duentildea de una casa clandestina que soliacutea avisar a sus buenos clientes cuando teniacutea una novedad disponible Nunca sucumbiacute a eacutesa ni a ninguna de sus muchas tentaciones obscenas pero ella no creiacutea en la pureza de mis principios Tambieacuten la moral es un asunto de tiempo deciacutea con una sonrisa maligna ya lo veraacutes Era algo menor que yo y no sabiacutea de ella desde haciacutea tantos antildeos que bien podiacutea haber muerto Pero al primer timbrazo reconociacute la voz en el teleacutefono y le dispareacute sin preaacutembulos

-Hoy siacute

Ella suspiroacute Ay mi sabio triste te desapareces veinte antildeos y soacutelo vuelves para pedir imposibles Recobroacute enseguida el dominio de su arte y me ofrecioacute una media docena de opciones deleitables pero eso siacute todas usadas Le insistiacute que no que debiacutea ser doncella y para esa misma noche Ella preguntoacute alarmada iquestQueacute es lo que quieres probarte Nada le contesteacute lastimado donde maacutes me doliacutea seacute muy bien lo que puedo y lo que no puedo Ella dijo impasible que los sabios lo saben todo pero no todo Los uacutenicos Virgos que van quedando en el mundo son ustedes los de agosto iquestPor queacute no me lo encargaste con maacutes tiempo La inspiracioacuten no avisa le dije Pero tal vez espera dijo ella siempre maacutes resabida que cualquier hombre y me pidioacute aunque fueran dos diacuteas para escudrintildear a fondo el mercado Yo le repliqueacute en serio que en un negocio como aqueacutel a mi edad cada hora es un antildeo Entonces no se puede dijo ella sin la miacutenima duda pero no importa asiacute es maacutes emocionante queacute carajo te llamo en una hora

No tengo que decirlo porque se me distingue a leguas soy feo tiacutemido y anacroacutenico Pero a fuerza de no querer serlo he venido a simular todo lo contrario Hasta el sol de hoy en que resuelvo contarme como soy por mi propia y libre voluntad aunque soacutelo sea para alivio de mi conciencia He empezado con la llamada insoacutelita a Rosa Cabarcas porque visto desde hoy aqueacutel fue el principio de una nueva vida a una edad en que la mayoriacutea de los mortales estaacuten muertos

Vivo en una casa colonial en la acera de sol del parque de San Nicolaacutes donde he pasado todos los diacuteas de mi vida sin mujer ni fortuna donde vivieron y murieron mis padres y donde me he propuesto morir solo en la misma cama en que naciacute y en un diacutea que deseo lejano y sin dolor Mi padre la comproacute en un remate puacuteblico a fines del siglo XIX alquiloacute la planta baja para tiendas de lujo a un con sorcio de italianos y se

Memorias de mis putas tristes 6 ______________________________________________________________________________________reservoacute este segundo piso para ser feliz con la hija de uno de ellos Florina de Dios Cargamantos inteacuterprete notable de Mozart poliacuteglota y garibaldina y la mujer maacutes hermosa y de mejor talento que hubo nunca en la ciudad mi madre

El aacutembito de la casa es amplio y luminoso con arcos de estuco y pisos ajedrezados de mosaicos florentinos y cuatro puertas vidrieras sobre un balcoacuten corrido donde mi madre se sentaba en las noches de marzo a cantar arias de amor con sus primas italianas Desde alliacute se ve el parque de San Nicolaacutes con la catedral y la estatua de Cristoacutebal Coloacuten y maacutes allaacute las bodegas del muelle fluvial y el vasto horizonte del riacuteo grande de la Magdalena a veinte leguas de su estuario Lo uacutenico ingrato de la casa es que el sol va cambiando de ventanas en el transcurso del diacutea y hay que cerrarlas todas para tratar de dormir la siesta en la penumbra ardiente Cuando me quedeacute solo a mis treinta y dos antildeos me mudeacute a la que fuera la alcoba de mis padres abriacute una puerta de paso hacia la biblioteca y empeceacute a subastar cuanto me iba sobrando para vivir que terminoacute por ser casi todo salvo los libros y la pianola de rollos

Durante cuarenta antildeos fui el inflador de cables de El Diario de La Paz que consistiacutea en reconstruir y completar en prosa indiacutegena las noticias del mundo que atrapaacutebamos al vuelo en el espacio sideral por las ondas cortas o el coacutedigo Morse Hoy me sustento mal que bien con mi pensioacuten de aquel oficio extinguido me sustento menos con la de maestro de gramaacutetica castellana y latiacuten casi nada con la nota dominical que he escrito sin desmayos durante maacutes de medio siglo y nada en absoluto con las gacetillas de muacutesica y teatro que me publican de favor las muchas veces en que vienen inteacuterpretes notables Nunca hice nada distinto de escribir pero no tengo vocacioacuten ni virtud de narrador ignoro por completo las leyes de la composicioacuten dramaacutetica y si me he embarcado en esta empresa es porque confiacuteo en la luz de lo mucho que he leiacutedo en la vida Dicho en romance crudo soy un cabo de raza sin meacuteritos ni brillo que no tendriacutea nada que legar a sus sobrevivientes de no haber sido por los hechos que me dispongo a referir como pueda en esta memoria de mi grande amor

El diacutea de mis noventa antildeos habiacutea recordado como siempre a las cinco de la mantildeana Mi uacutenico compromiso por ser viernes era escribir la nota firmada que se publica los domingos en El Diario de La Paz Los siacutentomas del amanecer habiacutean sido perfectos para no ser feliz me doliacutean los huesos desde la madrugada me ardiacutea el culo y habiacutea truenos de tormenta despueacutes de tres meses de sequiacutea Me bantildeeacute mientras estaba el cafeacute me tomeacute un tazoacuten endulzado con miel de abejas y acompantildeado con dos tortas de cazabe y me puse el mameluco de lienzo de estar en casa

El tema de la nota de aquel diacutea coacutemo no eran mis noventa antildeos Nunca he pensado en la edad como en una gotera en el techo que le indica a uno la cantidad de vida que le va quedando De muy nintildeo oiacute decir que cuando una persona muere los piojos que incuban en la pelambre escapan pavoridos por las almohadas para verguumlenza de la familia Esto me escarmentoacute de tal suerte que me dejeacute tusar a coco para ir a la escuela y las escasas hebras que me quedan me las lavo todaviacutea con el jaboacuten del perro agradecido Quiere decir me digo ahora que de muy nintildeo tuve mejor formado el sentido del pudor social que el de la muerte

Desde haciacutea meses habiacutea previsto que mi nota de aniversario no fuera el soacutelito lamento por los antildeos idos sino todo lo contrario una glorificacioacuten de la vejez

Memorias de mis putas tristes 7 ______________________________________________________________________________________Empeceacute por preguntarme cuaacutendo tomeacute conciencia de ser viejo y creo que fue muy poco antes de aquel diacutea A los cuarenta y dos antildeos habiacutea acudido al meacutedico con un dolor de espaldas que me estorbaba para respirar El no le dio importancia Es un dolor natural a su edad me dijo

-En ese caso -le dije yo- lo que no es natural es mi edad

El meacutedico me hizo una sonrisa de laacutestima Veo que es usted un filoacutesofo me dijo Fue la primera vez que penseacute en mi edad en teacuterminos de vejez pero no tardeacute en olvidarlo Me acostumbreacute a despertar cada diacutea con un dolor distinto que iba cambiando de lugar y forma a medida que pasaban los antildeos A veces pareciacutea ser un zarpazo de la muerte y al diacutea siguiente se esfumaba Por esa eacutepoca oiacute decir que el primer siacutentoma de la vejez es que uno empieza a parecerse a su padre Debo estar condenado a la juventud eterna penseacute entonces porque mi perfil equino no se pareceraacute nunca al caribe crudo que fue mi padre ni al romano imperial de mi madre La verdad es que los primeros cambios son tan lentos que apenas si se notan y uno sigue vieacutendose desde dentro como habiacutea sido siempre pero los otros los advierten desde fuera

En la quinta deacutecada habiacutea empezado a imaginarme lo que era la vejez cuando noteacute los primeros huecos de la memoria Sabaneaba la casa buscando los espejuelos hasta que descubriacutea que los llevaba puestos o me metiacutea con ellos en la regadera o me poniacutea los de leer sin quitarme los de larga vista Un diacutea desayuneacute dos veces porque olvideacute la primera y aprendiacute a reconocer la alarma de mis amigos cuando no se atreviacutean a advertirme que les estaba contando el mismo cuento que les conteacute la semana anterior Para entonces teniacutea en la memoria una lista de rostros conocidos y otra con los nombres de cada uno pero en el momento de saludar no conseguiacutea que coincidieran las caras con los nombres

Mi edad sexual no me preocupoacute nunca porque mis poderes no dependiacutean tanto de miacute como de ellas y ellas saben el coacutemo y el porqueacute cuando quieren Hoy me riacuteo de los muchachos de ochenta que consultan al meacutedico asustados por estos sobresaltos sin saber que en los noventa son peores pero ya no importan son riesgos de estar vivo En cambio es un triunfo de la vida que la memoria de los viejos se pierda para las cosas que no son esenciales pero que raras veces falle para las que de verdad nos interesan Ciceroacuten lo ilustroacute de una plumada

No hay un anciano que olvide doacutende escondioacute su tesoro

Con esas reflexiones y otras varias habiacutea terminado un primer borrador de la nota cuando el sol de agosto estalloacute entre los almendros del parque y el buque fluvial del correo retrasado una semana por la sequiacutea entroacute bramando en el canal del puerto Penseacute Ahiacute llegan mis noventa antildeos Nunca sabreacute por queacute ni lo pretendo pero fue al conjuro de aquella evocacioacuten arrasadora cuando decidiacute llamar por teleacutefono a Rosa Cabarcas para que me ayudara a honorar mi aniversario con una noche libertina Llevaba antildeos de santa paz con mi cuerpo dedicado a la relectura erraacutetica de mis claacutesicos y a mis programas privados de muacutesica culta pero el deseo de aquel diacutea fue tan apremiante que me parecioacute un recado de Dios Despueacutes de la llamada no pude seguir escribiendo Colgueacute la hamaca en un recodo de la biblioteca donde no da el sol por la mantildeana y me tumbeacute con el pecho oprimido por la ansiedad de la espera

Memorias de mis putas tristes 8 ______________________________________________________________________________________

Habiacutea sido un nintildeo consentido con una mamaacute de dones muacuteltiples aniquilada por la tisis a los cincuenta antildeos y con un papaacute formalista al que nunca se le conocioacute un error y amanecioacute muerto en su cama de viudo el diacutea en que se firmoacute el tratado de Neerlandia que puso teacutermino a la guerra de los Mil Diacuteas y a las tantas guerras civiles del siglo anterior La paz cambioacute la ciudad en un sentido que no se previo ni se queriacutea Una muchedumbre de mujeres libres enriquecieron hasta el delirio las viejas cantinas de la calle Ancha que fuera despueacutes el camelloacuten Abello y ahora es el paseo Coloacuten en esta ciudad de mi alma tan apreciada de propios y ajenos por la buena iacutendole de su gente y la pureza de su luz

Nunca me he acostado con ninguna mujer sin pagarle y a las pocas que no eran del oficio las convenciacute por la razoacuten o por la fuerza de que recibieran la plata aunque fuera para botarla en la basura Por mis veinte antildeos empeceacute a llevar un registro con el nombre la edad el lugar y un breve recordatorio de las circunstancias y el estilo Hasta los cincuenta antildeos eran quinientas catorce mujeres con las cuales habiacutea estado por lo menos una vez Interrumpiacute la lista cuando ya el cuerpo no me dio para tantas y podiacutea seguir las cuentas sin papel Teniacutea mi eacutetica propia Nunca participeacute en parrandas de grupo ni en contubernios puacuteblicos ni compartiacute secretos ni conteacute una aventura del cuerpo o del alma pues desde joven me di cuenta de que ninguna es impune

La uacutenica relacioacuten extrantildea fue la que mantuve durante antildeos con la fiel Damiana Era casi una nintildea aindiada fuerte y montaraz de palabras breves y terminantes que se moviacutea descalza para no disturbarme mientras escribiacutea Recuerdo que yo estaba leyendo La lozana andaluza en la hamaca del corredor y la vi por casualidad inclinada en el lavadero con una pollera tan corta que dejaba al descubierto sus corvas suculentas Presa de una fiebre irresistible se la levanteacute por detraacutes le bajeacute las mutandas hasta las rodillas y la embestiacute en reversa Ay sentildeor dijo ella con un quejido luacutegubre eso no se hizo para entrar sino para salir Un temblor profundo le estremecioacute el cuerpo pero se mantuvo firme Humillado por haberla humillado quise pagarle el doble de lo que costaban las maacutes caras de entonces pero no aceptoacute ni un ochavo y tuve que aumentarle el sueldo con el caacutelculo de una monta al mes siempre mientras lavaba la ropa y siempre en sentido contrario

Alguna vez penseacute que aquellas cuentas de camas seriacutean un buen sustento para una relacioacuten de las miserias de mi vida extraviada y el tiacutetulo me cayoacute el cielo Memoria de mis putas tristes Mi vida puacuteblica en cambio careciacutea de intereacutes hueacuterfano de padre y madre soltero sin porvenir periodista mediocre cuatro veces finalista en los Juegos Florales de Cartagena de Indias y favorito de los caricaturistas por mi fealdad ejemplar Es decir una vida perdida que habiacutea empezado mal desde la tarde en que mi madre me llevoacute de la mano a los diecinueve antildeos para ver si lograba publicar en El Diario de La Paz una croacutenica de la vida escolar que yo habiacutea escrito en la clase de castellano y retoacuterica Se publicoacute el domingo con un exordio esperanzado del director Pasados los antildeos cuando supe que mi madre habiacutea pagado la publicacioacuten y las siete siguientes ya era tarde para avergonzarme pues mi columna semanal volaba con alas propias y era ademaacutes inflador de cables y criacutetico de muacutesica

Desde que obtuve mi grado de bachiller con diploma de excelencia empeceacute a dictar clases de castellano y latiacuten en tres colegios puacuteblicos al mismo tiempo Fui un mal

Memorias de mis putas tristes 9 ______________________________________________________________________________________maestro sin formacioacuten sin vocacioacuten ni piedad alguna por esos pobres nintildeos que iban a la escuela como el modo maacutes faacutecil de escapar a la tiraniacutea de sus padres Lo uacutenico que pude hacer por ellos fue mantenerlos bajo el terror de mi regla de madera para que al menos se llevaran de miacute el poema favorito Estos Fabio ay dolor que ves ahora campos de soledad mustio collado fueron un tiempo Itaacutelica famosa Soacutelo de viejo me entereacute por casualidad del mal apodo que los alumnos me pusieron a mis espaldas el Profesor Mustio Collado

Esto fue todo cuanto me dio la vida y no he hecho nada por sacarle maacutes Almorzaba solo entre una clase y otra y a las seis de la tarde llegaba a la redaccioacuten del perioacutedico a cazar las sentildeales del espacio sideral A las once de la noche cuando se cerraba la edicioacuten empezaba mi vida real Dormiacutea en el Barrio Chino dos o tres veces por semana y con tan variadas compantildeiacuteas que dos veces fui coronado como el cliente del antildeo Despueacutes de la cena en el cercano cafeacute Roma escogiacutea cualquier burdel al azar y entraba a escondidas por la puerta del traspatio Lo haciacutea por el gusto pero terminoacute por ser parte de mi oficio gracias a la ligereza de lengua de los grandes cacaos de la poliacutetica que les daban cuenta de sus secretos de Estado a sus amantes de una noche sin pensar que eran oiacutedos por la opinioacuten puacuteblica a traveacutes de los tabiques de cartoacuten Por esa viacutea coacutemo no descubriacute tambieacuten que mi celibato inconsolable lo atribuiacutean a una pederastiacutea nocturna que se saciaba con los nintildeos hueacuterfanos de la calle del Crimen He tenido la fortuna de olvidarlo entre otras buenas razones porque tambieacuten conociacute lo bueno que se deciacutea de miacute y lo aprecieacute en lo que valiacutea

Nunca tuve grandes amigos y los pocos que llegaron cerca estaacuten en Nueva York Es decir muertos pues es donde supongo que se van las almas en pena para no digerir la verdad de su vida pasada Desde mi jubilacioacuten tengo poco que hacer como no sea llevar mis papeles al diario los viernes en la tarde u otros empentildeos de cierta monta conciertos en Bellas Artes exposiciones de pintura en el Centro Artiacutestico del cual soy socio fundador alguna que otra conferencia ciacutevica en la Sociedad de Mejoras Puacuteblicas o un acontecimiento grande como la temporada de la Faacutebregas en el teatro Apolo De joven iba a los salones de cine sin techo donde lo mismo podiacutea sorprendernos un eclipse de luna que una pulmoniacutea doble por un aguacero descarriado Pero maacutes que las peliacuteculas me interesaban las pajaritas de la noche que se acostaban por el precio de la entrada o lo daban de balde o de fiado Pues el cine no es mi geacutenero El culto obsceno de Shirley Temple fue la gota que desbordoacute el vaso

Mis uacutenicos viajes fueron cuatro a los Juegos Florales de Cartagena de Indias antes de mis treinta antildeos y una mala noche en lancha de motor invitado por Sacramento Montiel a la inauguracioacuten de un burdel suyo en Santa Marta En cuanto a mi vida domeacutestica soy de poco comer y de gustos faacuteciles Cuando Damiana se hizo vieja no se volvioacute a cocinar en casa y mi uacutenica comida regular desde entonces ha sido la tortilla de papas en el cafeacute Roma despueacutes del cierre del perioacutedico

Asiacute que la viacutespera de mis noventa antildeos me que deacute sin almorzar y no pude concentrarme en la lectura a la espera de noticias de Rosa Cabarcas Las chicharras pitaban a reventar en el calor de las dos y las vueltas del sol por las ventanas abiertas me forzaron a cambiar tres veces el lugar de la hamaca Siempre me parecioacute que por los diacuteas de mi aniversario estaba el maacutes caliente del antildeo y habiacutea aprendido a soportarlo pero el humor de aquel diacutea no me dio para tanto A las

Memorias de mis putas tristes 10 ______________________________________________________________________________________cuatro trateacute de apaciguarme con las seis suites para chelo solo de Juan Sebastiaacuten Bach en la versioacuten definitiva de don Pablo Casaacuteis Las tengo como lo maacutes sabio de toda la muacutesica pero en vez de apaciguarme como de soacutelito me dejaron en un estado de la peor postracioacuten Me adormeciacute con la segunda que me parece un poco remolona y en el suentildeo revolviacute la quejumbre del chelo con la de un buque triste que se fue Casi al instante me despertoacute el teleacutefono y la voz oxidada de Rosa Cabarcas me devolvioacute a la vida Tienes una suerte de bobo me dijo Encontreacute una pavita mejor de la que queriacuteas pero tiene un percance anda apenas por los catorce antildeos No me importa cambiar pantildeales le dije en chanza sin entender sus motivos No es por ti dijo ella pero iquestquieacuten va a pagar por miacute los tres antildeos de caacutercel

Nadie iba a pagarlos pero ella menos que nadie por supuesto Recogiacutea su cosecha entre las menores de edad que haciacutean mercado en su tienda a las cuales iniciaba y exprimiacutea hasta que pasaban a la vida peor de putas graduadas en el burdel histoacuterico de la Negra Eufemia Nunca habiacutea pagado una multa porque su patio era la arcadia de la autoridad local desde el gobernador hasta el uacuteltimo camajaacuten de alcaldiacutea y no era imaginable que a la duentildea le faltaran poderes para delinquir a su antojo De modo que sus escruacutepulos de uacuteltima hora soacutelo debiacutean ser para sacar ventajas de sus favores maacutes caros cuanto maacutes punibles El diferendo se arregloacute con el aumento de dos pesos en los servicios y acordamos que a las diez de la noche yo estuviera en su casa con cinco pesos en efectivo y por adelantado Ni un minuto antes pues la nintildea teniacutea que darles de comer y dormir a sus hermanos menores y acostar a su madre baldada por el reumatismo

Faltaban cuatro horas A medida que discurriacutean el corazoacuten se me iba llenando de una espuma acida que me estorbaba para respirar Hice un esfuerzo esteacuteril por pastorear el tiempo con los traacutemites de la vestimenta Nada nuevo por cierto si hasta Damiana dice que me visto con el ritual de un sentildeor obispo Me corteacute con la navaja barbera tuve que esperar a que se refrescara el agua de la ducha recalentada por el sol en la tuberiacutea y el esfuerzo simple de secarme con la toalla me hizo sudar de nuevo Me vestiacute de acuerdo con la ventura de la noche el traje de lino blanco la camisa a rayas azules de cuello acartonado con engrudo la corbata de seda china los botines remozados con blanco de zinc y el reloj de oro coronario con la leontina abrochada en el ojal de la solapa Al final dobleacute hacia dentro las bocapiernas de los pantalones para que no se notara que he disminuido un jeme

Tengo fama de cicatero porque nadie puede imaginarse que sea tan pobre si vivo donde vivo y la verdad es que una noche como aqueacutella estaba muy por encima de mis recursos Del cofre de los ahorros transpuesto debajo de la cama saqueacute dos pesos para alquiler del cuarto cuatro para la duentildea tres para la nintildea y cinco de reserva para mi cena y otros gastos menudos O sea los catorce pesos que me paga el perioacutedico por un mes de notas dominicales Los escondiacute en un bolsillo secreto de la pretina y me perfumeacute con el fumigador de Agua de Florida de Lanman amp Kemp-Barclay amp Co Entonces sentiacute el zarpazo del paacutenico y a la primera campanada de las ocho bajeacute a tientas las escaleras en tinieblas sudando de miedo y saliacute a la noche radiante de mis viacutesperas

Habiacutea refrescado Grupos de hombres solos discutiacutean a gritos sobre fuacutetbol en el paseo Coloacuten entre los taxis parados en bateriacutea al centro de la calzada Una banda de cobres tocaba un valse laacutenguido bajo la alameda de matarratones floridos Una de las putitas pobres que cazan clientes de solemnidad en la calle de los Notarios

Memorias de mis putas tristes 11 ______________________________________________________________________________________me pidioacute el cigarrillo de siempre y le contesteacute lo mismo de siempre Dejeacute de fumar hace hoy treinta y tres antildeos dos meses y diecisiete diacuteas Al pasar frente a El Alambre de Oro me mireacute en las vitrinas iluminadas y no me vi como me sentiacutea sino maacutes viejo y peor vestido

Poco antes de las diez abordeacute un taxi y le pediacute al chofer que me llevara al Cementerio Universal para que no supiera adonde iba en realidad Me miroacute divertido por el espejo y me dijo No me deacute estos sustos don sabio ojalaacute Dios me mantuviera tan vivo como a usted Nos bajamos juntos frente al cementerio porque eacutel no teniacutea moneda suelta y tuvimos que cambiar en La Tumba una cantina indigente donde lloran a sus muertos los borrachitos de la madrugada Cuando arreglamos cuentas el chofer me dijo en serio Tenga cuidado don que ya la casa de Rosa Cabarcas no es ni sombra de lo que fue No pude menos que darle las gracias convencido como todo el mundo de que no habiacutea ninguacuten secreto bajo el cielo para los choferes del paseo Coloacuten

Me adentreacute en un barrio de pobres que no teniacutea nada que ver con el que conociacute en mis tiempos Eran las mismas calles amplias de arenas calientes con casas de puertas abiertas paredes de tablas sin cepillar techos de palma amarga y patios de cascajo Pero su gente habiacutea perdido el sosiego En la mayoriacutea de las casas habiacutea parrandas de viernes cuyos bombos y platillos repercutiacutean en las entrantildeas Cualquiera podiacutea entrar por cincuenta centavos en la fiesta que le gustara maacutes pero tambieacuten podiacutea quedarse bailando de gorra en los sardineles Yo caminaba ansioso de que me tragara la tierra dentro de mi atuendo de filipichiacuten pero nadie se fijoacute en miacute salvo un mulato escuaacutelido que dormitaba sentado en el portoacuten de una casa de vecindad

-Adioacutes doctor -me gritoacute con todo el corazoacuten- iexclfeliz polvo

iquestQueacute podiacutea hacer sino darle las gracias Tuve que detenerme por tres veces para recobrar el respiro antes de alcanzar la uacuteltima cuesta Desde alliacute vi la enorme luna de cobre que se alzaba en el horizonte y una urgencia imprevista del vientre me hizo temer por mi destino pero pasoacute de largo Al final de la calle donde el barrio se convertiacutea en un bosque de aacuterboles frutales entreacute en la tienda de Rosa Cabarcas

No pareciacutea la misma Habiacutea sido la mama santa maacutes discreta y por lo mismo la maacutes conocida Una mujer de gran tamantildeo que queriacuteamos coronar como sargenta de bomberos tanto por la corpulencia como por la eficacia para apagar las candelas de la parroquia Pero la soledad le habiacutea disminuido el cuerpo le habiacutea avellanado la piel y afilado la voz con tanto ingenio que pareciacutea una nintildea vieja De antes soacutelo le quedaban los dientes perfectos con uno que se habiacutea hecho forrar de oro por coqueteriacutea Guardaba un luto cerrado por el marido muerto a los cincuenta antildeos de vida comuacuten y lo aumentoacute con una especie de bonete negro por la muerte del hijo uacutenico que la ayudaba en sus entuertos Soacutelo le quedaban vivos los ojos diaacutefanos y crueles y por ellos me di cuenta de que no habiacutea cambiado de iacutendole

La tienda teniacutea un foco macilento en el plafondo y casi nada para vender en los armarios que ni siquiera cumpliacutean como pantalla de un negocio a voces que todo el mundo conociacutea pero nadie reconociacutea Rosa Cabarcas estaba despachando a un cliente cuando entreacute en punta de pies No seacute si me desconocioacute de veras o si lo habiacutea fingido por guardar las formas Me senteacute en el escantildeo de espera mientras se

Memorias de mis putas tristes 12 ______________________________________________________________________________________desocupaba y trateacute de reconstruirla en la memoria como habiacutea sido Maacutes de dos veces cuando ambos estaacutebamos enteros tambieacuten ella me habiacutea sacado de espantos Creo que me leyoacute el pensamiento porque se volvioacute hacia miacute y me escudrintildeoacute con una intensidad alarmante No te pasa el tiempo suspiroacute con tristeza Yo quise halagarla A ti siacute pero para bien En serio dijo ella hasta te ha resucitado un poco la cara de caballo muerto Seraacute porque cambieacute de comedero le dije por picardiacutea Ella se animoacute Hasta donde me acuerdo teniacuteas una tranca de galeote me dijo iquestCoacutemo se porta Me escapeacute por la tangente Lo uacutenico distinto desde que no nos vemos es que a veces me arde el culo Su diagnoacutestico fue inmediato Falta de uso Soacutelo lo tengo para lo que Dios lo hizo le dije pero era cierto que me ardiacutea de tiempo atraacutes y siempre en luna llena Rosa rebuscoacute en su cajoacuten de sastre y destapoacute una latita de una pomada verde que oliacutea a linimento de aacuternica Le dices a la nintildea que te la unte con su dedito asiacute moviendo el iacutendice con una elocuencia procaz Le repliqueacute que a Dios gracias todaviacutea era capaz de defenderme sin untos guajiros Ella se burloacute Ay maestro perdoacutename la vida

Y fue a lo suyo

La nintildea estaba en el cuarto desde las diez me dijo era bella limpia y bien criada pero estaba muerta de miedo porque una amiga suya que escapoacute con un estibador de Gayra se habiacutea desangrado en dos horas Pero bueno admitioacute Rosa se entiende porque los de Gayra tienen fama de que hacen cantar a las muiacuteas Y retomoacute el hilo Pobrecita ademaacutes de todo tiene que trabajar el diacutea entero pegando botones en una faacutebrica No me parecioacute que fuera un oficio tan duro Eso creen los hombres replicoacute ella pero es peor que picar piedras Ademaacutes me confesoacute que le habiacutea dado a la nintildea un bebedizo de bromuro con valeriana y ahora estaba dormida Temiacute que la compasioacuten mera otra artimantildea para aumentar el precio pero no dijo ella mi palabra es de oro Con reglas fijas cada cosa pagada aparte en plata blanca y por adelantado Asiacute fue

La seguiacute a traveacutes del patio enternecido por la marchitez de su piel y por lo mal que andaba con las piernas hinchadas dentro de las medias de algodoacuten primario La luna llena estaba llegando al centro del cielo y el mundo se veiacutea como sumergido en aguas verdes Cerca de la tienda habiacutea una techumbre de palma para las parrandas de la administracioacuten puacuteblica con numerosos taburetes de cuero y hamacas colgadas en los horcones En el traspatio donde empezaba el bosque de aacuterboles frutales habiacutea una galeriacutea de seis alcobas de adobes sin repellar con ventanas de anjeo para los zancudos La uacutenica ocupada estaba a media luz y Tontildea la Negra cantaba en el radio una cancioacuten de malos amores Rosa Cabarcas tomoacute aire El bolero es la vida Yo estaba de acuerdo pero hasta hoy no me atreviacute a escribirlo Ella empujoacute la puerta entroacute un instante y volvioacute a salir Sigue dormidita dijo Hariacuteas bien en dejarla descansar todo lo que le pida el cuerpo tu noche es maacutes larga que la suya Yo estaba ofuscado iquestQueacute crees que debo hacer Tuacute sabraacutes dijo ella con una placidez fuera de lugar por algo eres sabio Dio media vuelta y me dejoacute solo con el terror

No habiacutea escapatoria Entreacute en el cuarto con el corazoacuten desquiciado y vi a la nintildea dormida desnuda y desamparada en la enorme cama de alquiler como la parioacute su madre Yaciacutea de medio lado de cara a la puerta alumbrada desde el plafondo por una luz intensa que no perdonaba detalle Me senteacute a contemplarla desde el borde de la cama con un hechizo de los cinco sentidos Era morena y tibia La habiacutean sometido a un reacutegimen de higiene y embellecimiento que no descuidoacute ni el vello

Memorias de mis putas tristes 13 ______________________________________________________________________________________incipiente del pubis Le habiacutean rizado el cabello y teniacutea en las untildeas de las manos y los pies un esmalte natural pero la piel del color de la melaza se veiacutea aacutespera y maltratada Los senos recieacuten nacidos pareciacutean todaviacutea de nintildeo varoacuten pero se veiacutean urgidos por una energiacutea secreta a punto de reventar Lo mejor de su cuerpo eran los pies grandes de pasos sigilosos con dedos largos y sensibles como de otras manos Estaba ensopada en un sudor fosforescente a pesar del ventilador y el calor se volviacutea insoportable a medida que avanzaba la noche Era imposible imaginar coacutemo era la cara pintorreteada a brocha gorda la espesa costra de polvos de arroz con dos parches de colorete en las mejillas las pestantildeas postizas las cejas y los paacuterpados como ahumados con negrohumo y los labios aumentados con un barniz de chocolate Pero ni los trapos ni los afeites alcanzaban a disimular su caraacutecter la nariz altiva las cejas encontradas los labios intensos Penseacute Un tierno toro de lidia

A las once fui a mis traacutemites de rutina en el bantildeo donde estaba su ropa de pobre doblada sobre una silla con un esmero de rica un traje de etamina con mariposas estampadas un calzoacuten amarillo de malapodaacuten y unas sandalias de fique Encima de la ropa habiacutea una pulsera de baratillo y una cadenita muy fina con la medalla de la Virgen En la repisa del lavabo una cartera de ruano con un laacutepiz de labios un estuche de colorete una llave y unas monedas sueltas Todo tan barato y envilecido por el uso que no pude imaginarme a nadie tan pobre como ella

Me desvestiacute y dispuse las piezas como mejor pude en el perchero para no dantildear la seda de la camisa y el planchado del lino Orineacute en el inodoro decadena sentado y como me ensentildeoacute desde nintildeo Florina de Dios para que no mojara los bordes de la bacinilla y todaviacutea modestia aparte con un chorro inmediato y continuo de potro cerrero Antes de salir me asomeacute al espejo del lavamanos El caballo que me miroacute desde el otro lado no estaba muerto sino luacutegubre y teniacutea una papada de Papa los paacuterpados abotagados y desmirriadas las crines que habiacutean sido mi melena de muacutesico

-Mierda -le dije- iquestqueacute puedo hacer si no me quieres

Tratando de no despertarla me senteacute desnudo en la cama con la vista ya acostumbrada a los engantildeos de la luz roja y la reviseacute palmo a palmo Desliceacute la yema del iacutendice a lo largo de su cerviz empapada y toda ella se estremecioacute por dentro como un acorde de arpa se volteoacute hacia miacute con un gruntildeido y me envolvioacute en el clima de su aliento aacutecido Le apreteacute la nariz con el pulgar y el iacutendice y ella se sacudioacute apartoacute la cabeza y me dio la espalda sin despertar Trateacute de separarle las piernas con mi rodilla por una tentacioacuten imprevista En las dos primeras tentativas se opuso con los muslos tensos Le canteacute al oiacutedo La cama de Delgadina de aacutengeles estaacute rodeada Se relajoacute un poco Una corriente caacutelida me subioacute por las venas y mi lento animal jubilado despertoacute de su largo suentildeo

Delgadina alma miacutea le supliqueacute ansioso Delgadina Ella lanzoacute un gemido luacutegubre escapoacute de mis muslos me dio la espalda y se enroscoacute como un caracol en su concha La poacutecima de valeriana debioacute ser tan eficaz para miacute como para ella porque nada pasoacute ni a ella ni a nadie Pero no me importoacute Me pregunteacute de queacute serviacutea despertarla humillado y triste como me sentiacutea y friacuteo como un lebranche

Niacutetidas ineluctables sonaron entonces las campanadas de las doce de la noche y empezoacute la madrugada del 29 de agosto diacutea del Martirio de San Juan Bautista

Memorias de mis putas tristes 14 ______________________________________________________________________________________Alguien lloraba a gritos en la calle y nadie le haciacutea caso Receacute por eacutel si le hiciera falta y tambieacuten por miacute en accioacuten de gracias por los beneficios recibidos No se engantildee nadie no pensando que ha de durar lo que espera maacutes que duroacute lo que vioLa nintildea gimioacute en suentildeos y receacute tambieacuten por ella Pues que todo ha de pasar por tal manera Despueacutes apagueacute el radio y la luz para dormir

Desperteacute de madrugada sin recordar doacutende estaba La nintildea seguiacutea dormida de espaldas a miacute en posicioacuten fetal Tuve la sensacioacuten indefinida de que la habiacutea sentido levantarse en la oscuridad y de haber oiacutedo el desaguumle del bantildeo pero lo mismo pudo ser un suentildeo Fue algo nuevo para miacute Ignoraba las mantildeas de la seduccioacuten y siempre habiacutea escogido al azar las novias de una noche maacutes por el precio que por los encantos y haciacuteamos amores sin amor medio vestidos las maacutes de las veces y siempre en la oscuridad para imaginarnos mejores Aquella noche descubriacute el placer inverosiacutemil de contemplar el cuerpo de una mujer dormida sin los apremios del deseo o los estorbos del pudor

Me levanteacute a las cinco inquieto porque mi nota dominical debiacutea estar en la mesa de redaccioacuten antes de las doce Hice mi deposicioacuten puntual todaviacutea con los ardores de la luna llena y cuando solteacute la cadena del agua sentiacute que ntildeus rencores del pasado se fueron por los albantildeales Cuando volviacute fresco y vestido al dormitorio la nintildea dormiacutea bocarriba a la luz conciliadora del amanecer atravesada de lado a lado en la cama con los brazos abiertos en cruz y duentildea absoluta de su virginidad Que Dios te la guarde le dije Toda la plata que me quedaba la suya y la miacutea se la puse en la almohada y me despediacute por siempre jamaacutes con un beso en la frente La casa como todo burdel al amanecer era lo maacutes cercano al paraiacuteso Saliacute por el portoacuten del huerto para no encontrarme con nadie Bajo el sol abrasante de la calle empeceacute a sentir el peso de mis noventa antildeos y a contar minuto a minuto los minutos de las noches que me haciacutean falta para morir

Memorias de mis putas tristes 15 ______________________________________________________________________________________

2Escribo esta memoria en lo poco que queda de la biblioteca que fue de mis padres y cuyos anaqueles estaacuten a punto de desplomarse por la paciencia de las polillas A fin de cuentas para lo que me falta por hacer en este mundo me bastariacutea con mis diccionarios de todo geacutenero con las dos primeras series de los Episodios nacionales de don Benito Peacuterez Galdoacutes y con La montantildea maacutegica que me ensentildeoacute a entender los humores de mi madre desnaturalizados por la tisis

A diferencia de los otros muebles y de miacute mismo el mesoacuten en que escribo parece de mejor salud con el paso del tiempo porque lo fabricoacute en maderas nobles mi abuelo paterno que fue carpintero de buques Aunque no tenga que escribir lo aderezo todas las mantildeanas con el rigor ocioso que me ha hecho perder tantos amores Al alcance de la mano tengo mis libros coacutemplices los dos tomos del Primer Diccionario Ilustrado de la Real Academiade 1903 el Tesoro de la Lengua Castellana o Espantildeola de don Sebastiaacuten de Covarrubias la gramaacutetica de don Andreacutes Bello por si hubiera alguna duda semaacutentica como es de rigor el novedoso Diccionario ideoloacutegico de don Julio Casares en especial por sus antoacutenimos y sus sinoacutenimos el Vocabolario della Liacutengua Italiana de Nicola Zingarelli para favorecerme con el idioma de mi madre que aprendiacute desde la cuna y el diccionario de latiacuten que por ser eacuteste la madre de las otras dos lo considero mi lengua natal

A la izquierda del escritorio mantengo siempre las cinco fojas de papel de hilo tamantildeo oficio para mi nota dominical y el cuerno con polvo de carta que prefiero a la moderna almohadilla de papel se cante A la derecha estaacuten el calamaio y el palillero de balso liviano con la peacutendola de oro pues todaviacutea manuscribo con la letra romaacutentica que me ensentildeoacute Florina de Dios para que no me hiciera a la caligrafiacutea oficial de su esposo que fue notario puacuteblico y contador juramentado hasta su uacuteltimo aliento Hace tiempo que se nos impuso en el perioacutedico la orden de escribir a maacutequina para mejor caacutelculo del texto en el plomo del linotipo y mayor acierto en la armada pero nunca me hice a este mal haacutebito Seguiacute escribiendo a mano y transcribiendo en la maacutequina con un arduo picoteo de gallina gracias al privilegio ingrato de ser el empleado maacutes antiguo Hoy jubilado pero no vencido gozo del privilegio sacro de escribir en casa con el teleacutefono descolgado para que nadie me disturbe y sin censor que aguaite lo que escribo por encima de mi hombro

Vivo sin perros ni paacutejaros ni gente de servicio salvo la fiel Damiana que me ha sacado de los apuros menos pensados y sigue viniendo una vez por semana para lo que haya que hacer aun como estaacute corta de vista y de cacumen Mi madre en su

Memorias de mis putas tristes 16 ______________________________________________________________________________________lecho de muerte me suplicoacute que me casara joven con mujer blanca que tuvieacuteramos por lo menos tres hijos y entre ellos una nintildea con su nombre que habiacutea sido el de su madre y su abuela Estuve pendiente de la suacuteplica pero teniacutea una idea tan flexible de la juventud que nunca me parecioacute demasiado tarde Hasta un mediodiacutea caluroso en que me equivoqueacute de puerta en la casa que teniacutean los Palomares de Castro en Pradomar y sorprendiacute desnuda a Ximena Ortiz la menor de las hijas que haciacutea la siesta en la alcoba contigua Estaba acostada de espaldas a la puerta y se volvioacute a mirarme por encima del hombro con un gesto tan raacutepido que no me dio tiempo de escapar Ay perdoacuten alcanceacute a decir con el alma en la boca Ella sonrioacute se volteoacute hacia miacute con un escorzo de gacela y seme mostroacute de cuerpo entero La estancia toda se sentiacutea saturada de su intimidad No estaba en vivas carnes pues teniacutea en la oreja una flor ponzontildeosa de peacutetalos anaranjados como la Olimpia de Manet y tambieacuten llevaba una esclava de oro en el puntildeo derecho y una gargantilla de perlas menudas Nunca imagineacute que pudiera ver algo maacutes perturbador en lo que me faltaba de vida y hoy puedo dar fe de que tuve razoacuten

Cerreacute la puerta de un golpe avergonzado de mi torpeza y con la determinacioacuten de olvidarla Pero Ximena Ortiz me lo impidioacute Me mandaba recados con amigas comunes esquelas provocadoras amenazas brutales mientras se esparciacutea la voz de que estaacutebamos locos de amor el uno por el otro sin que nos hubieacuteramos cruzado palabra Fue imposible resistir Teniacutea unos ojos de gata cimarrona un cuerpo tan provocador con ropa como sin ella y una cabellera frondosa de oro alborotado cuyo tufo de mujer me haciacutea llorar de rabia en la almohada Sabiacutea que nunca llegariacutea a ser amor pero la atraccioacuten sataacutenica que ejerciacutea sobre miacute era tan ardorosa que intentaba aliviarme con cuanta guaricha de ojos verdes me encontraba al paso Nunca logreacute sofocar el fuego de su recuerdo en la cama de Pradomar asiacute que le entregueacute mis armas con peticioacuten formal de mano intercambio de anillos y anuncio de boda grande antes de Pentecosteacutes

La noticia estalloacute con maacutes fuerza en el Barrio Chino que en los clubes sociales Primero fue con burlas pero se transformoacute en una contrariedad cierta de las acadeacutemicas que veiacutean el matrimonio como una situacioacuten maacutes ridiacutecula que sagrada Mi noviazgo cumplioacute todos los ritos de la moral cristiana en la terraza de orquiacutedeas amazoacutenicas y helechos colgados de la casa de mi prometida Llegaba a las siete de la noche todo de lino blanco y con cualquier regalo de abalorios artesanales o chocolates suizos y hablaacutebamos medio en clave y medio en serio hasta las diez con la custodia de la tiacutea Argeacutenida que se dormiacutea al primer parpadeo como las chaperonas de las novelas de la eacutepoca

Ximena iba hacieacutendose maacutes voraz cuanto mejor nos conociacuteamos se aligeraba de corpintildeos y pollerines a medida que apretaban los bochornos de junio y era faacutecil imaginarse el poder de demolicioacuten que debiacutea tener en la penumbra A los dos meses de noviazgo no teniacuteamos de queacute hablar y ella planteoacute el tema de los hijos sin decirlo tejiendo bolitas en crochet de lana cruda para recieacuten nacidos Yo novio gentil aprendiacute a tejer con ella y asiacute se nos fueron las horas inuacutetiles que faltaban para la boda yo tejiendo las botitas azules para nintildeos y ella tejiendo las rosadas para nintildeas a ver quieacuten acertaba hasta que fueron bastantes para maacutes de medio centenar de hijos Antes de que dieran las diez me subiacutea a un coche de caballos y me iba al Barrio Chino a vivir mi noche en la paz de Dios

Memorias de mis putas tristes 17 ______________________________________________________________________________________Los tempestuosos adioses de soltero que me haciacutean en el Barrio Chino iban en contraviacutea de las veladas opresivas del Club Social Contraste que a miacute me sirvioacute para saber cuaacutel de los dos mundos era en realidad el miacuteo y me hice la ilusioacuten de que eran ambos pero cada uno a sus horas pues desde cualquiera de los dos veiacutea alejarse el otro con los suspiros desgarrados con que se separan dos barcos en altamar El baile de la viacutespera en El Poder de Dios incluyoacute una ceremonia final que soacutelo podiacutea ocurriacutersele a un cura gallego encallado en la concupiscencia que vistioacute a todo el personal femenino con velos y azahares para que todas se casaran conmigo en un sacramento universal Fue una noche de grandes sacrilegios en que veintidoacutes de ellas prometieron amor y obediencia y les correspondiacute con fidelidad y sustento hasta el maacutes allaacute de la tumba

No pude dormir por el presagio de algo irremediable Desde la madrugada empeceacute a contar el paso de las horas en el reloj de la catedral hasta las siete campanadas temibles con que debiacutea estar en la iglesia El timbre del teleacutefono empezoacute a las ocho largo tenaz impredecible durante maacutes de una hora No soacutelo no contesteacute no respireacute Poco antes de las diez llamaron a la puerta primero con el puntildeo y luego con gritos de voces conocidas y abominadas Temiacutea que la derribaran por alguacuten percance grave pero hacia las once la casa quedoacute en el silencio erizado que sucede a las grandes cataacutestrofes Entonces lloreacute por ella y por miacute y receacute de todo corazoacuten para no encontrarme con ella nunca maacutes en mis diacuteas Alguacuten santo me oyoacute a medias pues Ximena Ortiz se fue del paiacutes esa misma noche y no volvioacute hasta unos veinte antildeos despueacutes bien casada y con los siete hijos que pudieron ser miacuteos

Trabajo me costoacute mantener mi puesto y mi columna en El Diario de La Paz despueacutes de aquella afrenta social Pero no fue por eso que relegaron mis notas a la paacutegina once sino por el iacutempetu ciego con que entroacute el siglo XX El progreso se convirtioacute en el mito de la ciudad Todo cambioacute volaron los aviones y un hombre de empresa tiroacute un saco de cartas desde un Junker e inventoacute el correo aeacutereo

Lo uacutenico que permanecioacute igual fueron mis notas en el perioacutedico Las nuevas generaciones arremetieron contra ellas como contra una momia del pasado que debiacutea ser demolida pero yo las mantuve en el mismo tono sin concesiones contra los aires de renovacioacuten Fui sordo a todo Habiacutea cumplido cuarenta antildeos pero los redactores joacutevenes la llamaban la Columna de Mudarra el Bastardo El director de entonces me citoacute en su oficina para pedirme que me pusiera a tono con las nuevas corrientes De un modo solemne como si acabara de inventarlo me dijo El mundo avanza Siacute le dije avanza pero dando vueltas alrededor del sol Mantuvo mi nota dominical porque no habriacutea encontrado otro inflador de cables Hoy seacute que tuve razoacuten y por queacute Los adolescentes de mi generacioacuten avorazados por la vida olvidaron en cuerpo y alma las ilusiones del porvenir hasta que la realidad les ensentildeoacute que el futuro no era como lo sontildeaban y descubrieron la nostalgia Alliacute estaban mis notas dominicales como una reliquia arqueoloacutegica entre los escombros del pasado y se dieron cuenta de que no eran soacutelo para viejos sino para joacutevenes que no tuvieran miedo de envejecer La nota volvioacute entonces a la seccioacuten editorial y en ocasiones especiales a la primera paacutegina

A quien me lo pregunta le contesto siempre con la verdad las putas no me dejaron tiempo para ser casado Sin embargo debo reconocer que nunca tuve esta explicacioacuten hasta el diacutea de mis noventa antildeos cuando saliacute de la casa de Rosa Cabarcas con la determinacioacuten de nunca maacutes provocar al destino Me sentiacutea otro El

Memorias de mis putas tristes 18 ______________________________________________________________________________________genio se me trastornoacute por la gente de tropa que vi apostada en las rejas de hierro que rodeaban el parque Encontreacute a Damiana trapeando los pisos a gatas en la sala y la juventud de los muslos a su edad me suscitoacute un temblor de otra eacutepoca Ella debioacute sentirlo porque se cubrioacute con la falda No pude reprimir la tentacioacuten de preguntarle Diacutegame una cosa Damiana iquestde queacute se acuerda No estaba acordaacutendome de nada dijo ella pero su pregunta me lo recuerda Sentiacute una opresioacuten en el pecho Nunca me he enamorado le dije Ella replicoacute en el acto Yo siacute Y terminoacute sin interrumpir su oficio Lloreacute veintidoacutes antildeos por usted El corazoacuten me dio un salto Buscando una salida digna le dije Hubieacuteramos sido una buena yunta Pues hace mal en deciacutermelo ahora dijo ella porque ya no me sirve ni de consuelo Cuando saliacutea de la casa me dijo del modo maacutes natural Usted no me creeraacute pero sigo siendo virgen a Dios gracias

Poco despueacutes descubriacute que habiacutea dejado floreros de rosas rojas por toda la casa y una tarjeta en la almohada Le deseo que llegue a los sien Con este mal sabor me senteacute a continuar la nota que habiacutea dejado a medias el diacutea anterior La termineacute con un solo aliento en menos de dos horas y tuve que torcerle el cuello al cisne para sacaacutermela de las tripas sin que se me notara el llanto Por un golpe de inspiracioacuten tardiacutea decidiacute rematarla con el anuncio de que con ella poniacutea teacutermino feliz a una vida larga y digna sin la mala condicioacuten de morirme

Mi propoacutesito era dejarla en la porteriacutea del perioacutedico y volver a casa Pero no pude El personal en pleno me esperaba para celebrarme el cumpleantildeos El edificio estaba en obra con andamies y escombros friacuteos por todas partes pero habiacutean parado la obra para la fiesta En una mesa de carpintero estaban las bebidas para el brindis y las cuelgas envueltas en papel de fantasiacutea Aturdido por los relaacutempagos de las caacutemaras me hice con todas las fotos del recuerdo

Me alegroacute encontrar alliacute a periodistas de radio y de los otros diarios de la ciudad La Prensa matutino conservador El Heraldo matutino liberal y El Nacional vespertino sensacionalista que trataba de aliviar las tensiones del orden puacuteblico con folletones pasionales No era extrantildeo que estuvieran juntos pues dentro del espiacuteritu de la ciudad fue siempre de buen recibo que se mantuvieran intactas las amistades de la tropa mientras los mariscales libraban la guerra editorial

Tambieacuten estaba alliacute fuera de horas el censor oficial don Jeroacutenimo Ortega a quien llamaacutebamos el Abominable Hombre de las Nueve porque llegaba puntual a esa hora de la noche con su laacutepiz sangriento de saacutetrapa godo Alliacute permaneciacutea hasta asegurarse de que no hubiera una letra impune en la edicioacuten de mantildeana Teniacutea una aversioacuten personal contra miacute por mis iacutenfulas de gramaacutetico o porque utilizaba palabras italianas sin comillas ni cursivas cuando me pareciacutean maacutes expresivas que en castellano como debiera ser de uso legiacutetimo entre lenguas siamesas Despueacutes de padecerlo por cuatro antildeos habiacuteamos terminado por aceptarlo como la mala conciencia de nosotros mismos

Las secretarias llevaron al saloacuten un pudiacuten con noventa velas encendidas que me enfrentaron por primera vez al nuacutemero de mis antildeos Tuve que tragarme las laacutegrimas cuando cantaron el brindis y me acordeacute de la nintildea sin ninguacuten motivo No fue un golpe de rencor sino de compasioacuten tardiacutea por una criatura de la que no esperaba volver a acordarme Cuando acaboacute de pasar el aacutengel alguien me habiacutea puesto un cuchillo en la mano para que cortara el pudiacuten Por temor a las burlas nadie se

JUAN CARLOS 161104
saacutetrapa (Del lat satrăpa este del gr σατράπης y este del aveacutestico ẖšathrapāvan protector del dominio) m Gobernador de una provincia de la antigua Persia || 2 coloq Hombre sagaz que sabe gobernarse con astucia e inteligencia o que gobierna despoacuteticamente U t c adj 13

Memorias de mis putas tristes 19 ______________________________________________________________________________________arriesgoacute a improvisar un discurso Yo hubiera preferido morirme que contestarlo Para terminar la fiesta el jefe de redaccioacuten por quien no tuve nunca gran simpatiacutea nos devolvioacute a la realidad inclemente Ahora siacute ilustre nonagenario me dijo iquestDoacutende estaacute su nota

La verdad es que toda la tarde la sentiacutea ardieacutendome como una brasa en el bolsillo pero la emocioacuten me habiacutea calado tan hondo que no tuve corazoacuten para aguar la fiesta con mi renuncia Dije Por esta vez no hay El jefe de redaccioacuten se disgustoacute por una falta que habiacutea sido inconcebible desde el siglo anterior Entieacutendalo por una vez le dije tuve una noche tan difiacutecil que amaneciacute embrutecido Pues debioacute escribir eso dijo eacutel con su humor de vinagre A los lectores les gustaraacute saber de primera mano coacutemo es la vida a los noventa Una de las secretarias tercioacute A lo mejor es un secreto delicioso dijo y me miroacute con malicia iquestO no Una raacutefaga ardiente me abrasoacute la cara Maldita sea penseacute queacute desleal es el rubor Otra radiante me sentildealoacute con el dedo iexclQueacute maravilla Todaviacutea le queda la elegancia de ruborizarse Su impertinencia me provocoacute otro rubor encima del rubor Debioacute ser una noche de ataque dijo la primera secretaria iexclQueacute envidia Y me dio un beso que me quedoacute pintado en la cara Los fotoacutegrafos se encarnizaron Ofuscado le entregueacute la nota al jefe de redaccioacuten y le dije que lo dicho antes era en broma aquiacute la tiene y escapeacute atolondrado por la uacuteltima salva de aplausos para no estar presente cuando descubrieran que era mi carta de renuncia al cabo de medio siglo de galeras

La ansiedad me duraba todaviacutea aquella noche cuando desenvolviacutea las cuelgas en mi casa Los linotipistas desacertaron con una cafetera eleacutectrica igual a las tres que teniacutea de cumpleantildeos anteriores Los tipoacutegrafos me dieron una autorizacioacuten para recoger un gato de angora en el criadero municipal La gerencia me dio una bonificacioacuten simboacutelica Las secretarias me regalaron tres calzoncillos de seda con huellas de besos estampados y una tarjeta en la que se ofreciacutean para quitaacutermelos Se me ocurrioacute que uno de los encantos de la vejez son las provocaciones que se permiten las amigas joacutevenes que nos creen fuera de servicio

Nunca supe quieacuten me mandoacute un disco con los veinticuatro preludios de Chopin por Stefan Askenase Los redactores en su mayoriacutea me regalaron libros de moda No habiacutea terminado de desenvolver los regalos cuando Rosa Cabarcas me llamoacute por teleacutefono con la pregunta que yo no queriacutea oiacuter iquestQueacute te pasoacute con la nintildea Nada dije sin pensarlo iquestTe parece nada que ni siquiera la despertaste dijo Rosa Cabarcas Una mujer no perdona jamaacutes que un hombre le desprecie el estreno Le alegueacute que la nintildea no podiacutea estar tan agotada soacutelo por pegar botones y tal vez se hiciera la dormida por miedo del mal trance Lo uacutenico grave dijo Rosa es que ella cree de verdad que ya no sirves y no me gustariacutea que lo fuera pregonando a los cuatro vientos

No le di el gusto de sorprenderme Aunque asiacute fuera le dije su estado es tan deplorable que no se puede contar con ella ni dormida ni despierta es carne de hospital Rosa Cabarcas bajoacute el tono La culpa fue de las prisas con que se hizo el trato pero tiene remedio ya veraacutes Prometioacute poner a la nintildea en confesioacuten y si era el caso obligarla a devolver la plata iquestqueacute te parece Deacutejalo de ese tamantildeo le dije aquiacute no pasoacute nada y en cambio me ha valido como una prueba de que ya no estoy para estos trotes En ese sentido la nintildea tiene razoacuten ya no sirvo Colgueacute el teleacutefono saturado por un sentimiento de liberacioacuten que no habiacutea conocido en vida miacutea y por fin a salvo de una servidumbre que me manteniacutea subyugado desde mis trece antildeos

JUAN CARLOS 161104
linotipista com Persona que maneja una linotipia13 linotipia (Del ingl linotype) f Impr Maacutequina de componer provista de matrices de la cual sale la liacutenea formando una sola pieza || 2 Impr Arte de componer con esta maacutequina 13

Memorias de mis putas tristes 20 ______________________________________________________________________________________

A las siete de la noche fui invitado de honor al concierto de Jacques Thibault y Alfred Cortot en la sala de Bellas Artes con una interpretacioacuten gloriosa de la sonata para violiacuten y piano de Ceacutesar Frank y en el intermedio escucheacute elogios inverosiacutemiles El maestro Pedro Biava nuestro muacutesico enorme me llevoacute casi a rastras a los camerinos para presentarme a los inteacuterpretes Me ofusqueacute tanto que los feliciteacute por una sonata de Schumann que no habiacutean tocado y alguien me corrigioacute en puacuteblico de mala manera La impresioacuten de que habiacutea confundido las dos sonatas por ignorancia simple quedoacute sembrada en el ambiente local y agravada por una explicacioacuten aturdida con que trateacute de remendarla el domingo siguiente en mi resentildea criacutetica del concierto

Por primera vez en mi larga vida me sentiacute capaz de matar a alguien Volviacute a casa atormentado por el diablillo que sopla al oiacutedo las respuestas devastadoras que no dimos a tiempo y ni la lectura ni la muacutesica mitigaron mi rabia Por fortuna Rosa Cabarcasme sacoacute del desvariacuteo con un grito en el teleacutefono Estoy feliz con el perioacutedico porque no pensaba que cumpliacuteas noventa sino cien Le contesteacute encrespado iquestAsiacute de jodido me viste Al contrario dijo ella lo que me sorprendioacute fue verte tan bien Queacute bueno que no eres de los viejos verdes que se aumentan la edad para que los crean en buen estado Y cambioacute sin transicioacuten Te tengo tu cuelga Me sorprendioacute de veras iquestQueacute es La nintildea dijo ella

No me tomeacute ni un instante para pensar Gracias le dije pero esa vaina es agua pasada Ella siguioacute de largo Te la mando a tu casa envuelta en papel de China y hervida con palo de saacutendalo al bantildeo mariacutea todo gratis Me mantuve firme y ella se debatioacute en una explicacioacuten pedregosa que me parecioacute sincera Dijo que la nintildea estaba en tan mal estado aquel viernes por haber cosido doscientos botones con aguja y dedal Que era verdad su miedo a las violaciones sangrientas pero ya estaba instruida para el sacrificio Que en su noche conmigo se habiacutea levantado para ir al bantildeo y que yo estaba tan profundo que le dio laacutestima despertarme pero ya me habiacutea ido cuando volvioacute a despertar en la mantildeana Me indigneacute con lo que me parecioacute una mentira inuacutetil Bueno prosiguioacute Rosa Cabarcas aun si asiacute fuera la nintildea estaacute arrepentida Pobrecita la tengo aquiacute enfrente iquestQuieres que tela pase No por Dios le dije

Habiacutea empezado a escribir cuando llamoacute la secretaria del perioacutedico El mensaje era que el director queriacutea verme al diacutea siguiente a las once de la mantildeana Llegueacute puntual El estruendo de la restauracioacuten de la casa no pareciacutea soportable el aire estaba enrarecido por los martillazos el polvo de cemento y el humo de alquitraacuten pero la redaccioacuten habiacutea aprendido a pensar en la rutina del caos Las oficinas del director en cambio heladas y silentes permaneciacutean en un paiacutes ideal que no era el nuestro

El tercer Marco Tulio con un aire adolescente se puso de pie al verme entrar sin interrumpir una conversacioacuten telefoacutenica me estrechoacute la mano por encima del escritorio y me indicoacute que me sentara Llegueacute a pensar que no habiacutea nadie en el otro extremo de la liacutenea y que eacutel haciacutea la farsa para impresionarme pero pronto descubriacute que hablaba con el gobernador y era en verdad un diaacutelogo difiacutecil entre enemigos cordiales Ademaacutes creo que se esmeraba en parecer eneacutergico delante de miacute aunque al mismo tiempo se manteniacutea de pie mientras hablaba con la autoridad

Memorias de mis putas tristes 21 ______________________________________________________________________________________Se le notaba el vicio de la pulcritud Acababa de cumplir veintinueve antildeos con cuatro idiomas y tres maestriacuteas internacionales a diferencia del primer presidente vitalicio su abuelo paterno que se hizo periodista empiacuterico despueacutes de hacer una fortuna con la trata de blancas Teniacutea maneras faacuteciles se pasaba de apuesto y sereno y lo uacutenico que poniacutea en peligro su prestancia era una nota falsa en la voz Llevaba una chaqueta deportiva con una orquiacutedea viva en la solapa y cada cosa le sentaba como si fuera de su ser natural pero nada en eacutel estaba hecho para el clima de la calle sino para la primavera de sus oficinas Yo que habiacutea gastado casi dos horas para vestirme sentiacute el oprobio de la pobreza y me aumentoacute la rabia

Con todo el veneno mortal estaba en una foto panoraacutemica del personal de planta tomada en el XXV aniversario de la fundacioacuten del perioacutedico en la que sentildealaban con una crucecita sobre la cabeza a los que iban muriendo Yo era el tercero de la derecha con el sombrero canotier la corbata de nudo grande con una perla en el prendedor el primer mostacho de coronel civil que tuve hasta los cuarenta antildeos y los espejuelos metaacutelicos de seminarista preacutesbita que no me hicieron falta despueacutes del medio siglo Habiacutea visto esa foto colgada durante antildeos en distintas oficinas pero soacutelo entonces fui sensible a su mensaje de los cuarenta y ocho empleados originales soacutelo cuatro estaacutebamos vivos y el menor de nosotros cumpliacutea una condena de veinte antildeos por asesinato muacuteltiple

El director terminoacute la llamada me sorprendioacute mirando la foto y sonrioacute Las crucecitas no las puse yo dijo Me parecen de muy mal gusto Se sentoacute al escritorio y cambioacute de tono Permiacutetame decirle que usted es el hombre maacutes impredecible que he conocido Y ante mi sorpresa se adelantoacute a todo Lo digo por su renuncia Apenas acerteacute a decir Es toda una vida El replicoacute que justo por eso no era una solucioacuten pertinente La nota le pareciacutea magniacutefica y todo lo que deciacutea de la vejez era de lo mejor que habiacutea leiacutedo nunca y no teniacutea sentido terminarla con una decisioacuten que pareciacutea maacutes bien una muerte civil Por fortuna dijo el Abominable Hombre de las Nueve la leyoacute cuando ya estaba armada la paacutegina editorial y le parecioacute inadmisible Sin consultarlo con nadie la tachoacute de arriba abajo con su laacutepiz de Torquemada Cuando lo supe esta mantildeana ordeneacute mandar una nota de protesta a la Gobernacioacuten Era mi deber pero entre nos puedo decirle que estoy muy agradecido por la arbitrariedad del censor De modo que no estaba dispuesto a aceptar que suspendiera la nota Se lo suplico con toda el alma dijo No abandone el barco en altamar Y concluyoacute con un gran estilo Todaviacutea nos queda mucho por hablar de muacutesica

Lo vi tan decidido que no me atreviacute a agravar la discrepancia con un argumento de distraccioacuten El problema en realidad era que tampoco entonces encontraba un motivo decente para abandonar la noria y me aterrorizoacute la idea de decirle que siacute una vez maacutes soacutelo por ganar tiempo Tuve que reprimirme para que no se me notara la emocioacuten impuacutedica que me apremiaba las laacutegrimas Y otra vez como siempre quedamos en las mismas de siempre despueacutes de tantos antildeos

La semana siguiente presa de un estado que era maacutes de confusioacuten que de alegriacutea paseacute por el criadero a recoger el gato que me habiacutean regalado los impresores Tengo muy mala quiacutemica con los animales por lo mismo que la tengo con los nintildeos antes de que empiecen a hablar Me parecen mudos del alma No los odio pero no puedo soportarlos porque no aprendiacute a negociar con ellos Me parece contra natura que un hombre se entienda mejor con su perro que con su esposa que lo ensentildee a

JUAN CARLOS 161104
noria (Del aacuter hisp nalsquouacutera y este del aacuter claacutes nālsquoūrah infl por acequia y acenia) f Maacutequina compuesta de dos grandes ruedas engranadas que mediante cangilones sube el agua de los pozos acequias etc || 2 Pozo formado en forma comuacutenmente ovalada del cual se saca el agua con la maacutequina || 3 Artilugio de feria consistente en una gran rueda con asientos que gira verticalmente13

Memorias de mis putas tristes 22 ______________________________________________________________________________________comer y descomer a sus horas a contestar preguntas y a compartir sus penas Pero no recoger el gato de los tipoacutegrafos habriacutea sido un desaire Ademaacutes era un precioso ejemplar de angora de pelambre rosada y tersa y ojos iluminados cuyos maullidos pareciacutean a punto de ser palabras Me lo dieron en una canasta de mimbre con un certificado de su estirpe y un manual de uso como el de las bicicletas para armar

Una patrulla militar verificaba la identidad de los transeuacutentes antes de autorizar el paso por el parque de San Nicolaacutes Nunca habiacutea visto nada igual ni podiacutea imaginarme nada maacutes descorazonador como siacutentoma de mi vejez Era una patrulla de cuatro al mando de un oficial casi adolescente Los agentes eran hombres de paacuteramos duros y callados con un olor de establo El oficial los vigilaba a todos con las mejillas chapeadas de los andinos en la playa Despueacutes de revisar mi ceacutedula de identidad y mi credencial de prensa me preguntoacute queacute llevaba en la cesta Un gato le dije El quiso verlo Destapeacute la cesta con toda precaucioacuten por temor de que escapara pero un agente quiso ver si no habiacutea algo maacutes en el fondo y el gato le tiroacute un zarpazo El oficial se interpuso Es una joya de angora dijo Lo acaricioacute mientras murmuraba algo y el gato no lo agredioacute pero tampoco le hizo caso iquestCuaacutentos antildeos tiene preguntoacute No seacute le dije acaban de regalaacutermelo Se lo pregunto porque se ve que es muy viejo diez antildeos quizaacutes Quise preguntarle coacutemo lo sabiacutea y muchas cosas maacutes pero a despecho de sus buenas maneras y su habla florida no me sentiacutea con estoacutemago para hablar con eacutel Me parece que es un gato abandonado que ha pasado por muchas dijo Obseacutervelo no lo acomode a usted sino al contrario usted a eacutel y deacutejelo hasta que se gane su confianza Cerroacute la tapa de la cesta y me preguntoacute iquestEn queacute trabaja usted Soy periodista iquestDesde cuaacutendo Desde hace un siglo le dije No lo dudo dijo eacutel Me estrechoacute la mano y se despidioacute con un frase que lo mismo podiacutea ser un buen consejo que una amenaza

-Cuiacutedese mucho

Al mediodiacutea desconecteacute el teleacutefono para refugiarme en la muacutesica con un programa exquisito la rapsodia para clarinete y orquesta de Wagner la de saxofoacuten de Debussy y el quinteto para cuerdas de Bruckner que es un remanso edeacutenico en el cataclismo de su obra Y de pronto me encontreacute envuelto en las tinieblas del estudio Sentiacute deslizarse debajo de mi mesa algo que no me parecioacute un cuerpo vivo sino una presencia sobrenatural que me rozoacute los pies y salteacute con un grito Era el gato con la hermosa cola empenachada su lentitud misteriosa y su estirpe miacutetica y no pude evitar el escalofriacuteo de estar solo en la casa con un ser vivo que no fuera humano

Cuando dieron las siete en la catedral habiacutea una estrella sola y liacutempida en el cielo color de rosas un buque lanzoacute un adioacutes desconsolado y sentiacute en la garganta el nudo gordiano de todos los amores que pudieron haber sido y no fueron No soporteacute maacutes Descolgueacute el teleacutefono con el corazoacuten en la boca marqueacute los cuatro nuacutemeros muy despacio para no equivocarme y al tercer timbrazo reconociacute la voz Bueno mujer le dije con un suspiro de alivio Perdoacutename el berrinche de esta mantildeana Ella tranquila No te preocupes estaba esperando tu llamada Le advertiacute Quiero que la nintildea me espere como Dios la echoacute al mundo y sin barnices en la cara Ella hizo su risa gutural Lo que tuacute digas dijo pero te pierdes el gusto de encuerar la pieza por pieza como les encanta a los viejos no seacute por queacute Yo siacute seacute le dije Porque se estaacuten volviendo cada vez maacutes viejos Ella lo dio por hecho

JUAN CARLOS 161104
gordiano (De Gordio rey de Frigia) V nudo
JUAN CARLOS 161104
paacuteramo (Del lat parămus voz de or prerromano) m Terreno yermo raso y desabrigado || 2 Lugar sumamente friacuteo y desamparado || 3 Col y Ecuad llovizna 13

Memorias de mis putas tristes 23 ______________________________________________________________________________________-Estaacute bien -dijo- entonces esta noche a las diez en punto antes de que se enfriacutee la pescada

Memorias de mis putas tristes 24 ______________________________________________________________________________________

3

iquestCoacutemo podiacutea llamarse La duentildea no me lo habiacutea dicho Cuando me hablaba de ella soacutelo deciacutea la nintildea Y yo lo habiacutea convertido en un nombre de pila como la nintildea de los ojos o la carabela menor Ademaacutes Rosa Cabarcas poniacutea a sus pupilas un nombre distinto para cada cliente A miacute me divertiacutea adivinarlos por las caras y desde el principio estuve seguro de que la nintildea teniacutea uno largo como Filomena Saturnina o Nicolasa En eacutesas estaba cuando ella se dio media vuelta en la cama y quedoacute de espaldas a miacute y me parecioacute que habiacutea dejado un charco de sangre del tamantildeo y la forma del cuerpo Fue un sobresalto instantaacuteneo hasta que comprobeacute que era la humedad del sudor en la saacutebana

Rosa Cabarcas me habiacutea aconsejado que la tratara con cautela pues auacuten le duraba el susto de la primera vez Es maacutes creo que la misma solemnidad del rito le habiacutea agravado el miedo y habiacutean tenido que aumentarle la dosis de valeriana pues dormiacutea con tal placidez que habriacutea sido una laacutestima despertarla sin arrullos De modo que empeceacute a secarla con la toalla mientras le cantaba en susurros la cancioacuten de Delgadina la hija menor del rey requerida de amores por su padre A medida que la secaba ella iba mostraacutendome los flancos sudados al compaacutes de mi canto Delgadina Delgadina tuacute seras mi prenda amada Fue un placer sin liacutemites pues ella volviacutea a sudar por un costado cuando acababa de secarla por el otro para que la cancioacuten no terminara nunca Levaacutentate Delgadina ponte tu falda de seda le cantaba al oiacutedo Al final cuando los criados del rey la encontraron muerta de sed en su cama me parecioacute que mi nintildea habiacutea estado a punto de despertar al escuchar el nombre Asiacute que era ella Delgadina

Volviacute a la cama con mis calzoncillos de besos estampados y me tendiacute junto a ella Dormiacute hasta las cinco al arrullo de su respiracioacuten apacible Me vestiacute a toda prisa sin lavarme y soacutelo entonces vi la sentencia escrita con laacutepiz labial en el espejo del lavabo El tigre no come lejos Seacute que no estaba la noche anterior y nadie podiacutea haber entrado en el cuarto de modo que la entendiacute como la cuelga del diablo Un trueno terroriacutefico me sorprendioacute en la puerta y el cuarto se llenoacute del olor premonitorio de la tierra mojada No tuve tiempo para escapar ileso Antes de que encontrara un taxi se precipitoacute un aguacero grande de los que suelen desordenar la ciudad entre mayo y octubre pues las calles de arenas ardientes que bajan hacia el riacuteo se convierten en torrenteras que arrastran cuanto encuentran a su paso Las aguas de aquel septiembre raro despueacutes de tres meses de sequiacutea podiacutean ser tan providenciales como devastadoras

Memorias de mis putas tristes 25 ______________________________________________________________________________________Desde que abriacute la puerta de casa me salioacute al encuentro la sensacioacuten fiacutesica de que no estaba solo Alcanceacute a ver el celaje del gato que saltoacute del sofaacute y se escabulloacute por el balcoacuten En su plato quedaban las sobras de una comida que yo no le habiacutea servido La peste de sus orines rancios y su caca caliente habiacutean contaminado todo Me habiacutea dedicado a estudiarlo como estudieacute el latiacuten El manual deciacutea que los gatos escarban en la tierra para esconder su estieacutercol y que en las casas sin patio como eacutesta lo hariacutean en las macetas de plantas o en cualquier otro escondrijo Lo apropiado era prepararles desde el primer diacutea una caja con arena para orientarles el haacutebito y asiacute lo hice Tambieacuten deciacutea que lo primero que hacen en casa nueva es marcar su territorio orinando por todas partes y aqueacutel pudo ser el caso pero el manual no deciacutea coacutemo remediarlo Seguiacutea sus trazas para familiarizarme con sus haacutebitos originales pero no di con sus escondites secretos sus sitios de reposo las causas de sus humores volubles Quise ensentildearlo a comer en sus horas a usar la cajita de arena en la terraza a no subirse en mi cama mientras yo dormiacutea ni a olisquear los alimentos en la mesa y no pude hacerle entender que la casa era suya por derecho propio y no como un botiacuten de guerra De modo que lo dejeacute a su aire

Al atardecer enfrenteacute el aguacero cuyos vientos huracanados amenazaban con desquiciar la casa Sufriacute un ataque de estornudos sucesivos me doliacutea el craacuteneo y teniacutea fiebre pero me sentiacutea poseiacutedo por una fuerza y una determinacioacuten que nunca tuve a ninguna edad y por ninguna causa Puse calderos en el piso para recoger las goteras y me di cuenta de que habiacutean aparecido otras nuevas desde el invierno anterior La maacutes grande habiacutea empezado a inundar el flanco derecho de la biblioteca Me apresureacute a rescatar a los autores griegos y latinos que viviacutean por aquel rumbo pero al quitar los libros encontreacute un chorro de alta presioacuten que saliacutea de un tubo roto en el fondo del muro Lo amordaceacute con trapos hasta donde pude para darme el tiempo de salvar los libros El estreacutepito del agua y el aullido del viento arreciaron en el parque De pronto un relaacutempago fantasmal y su trueno simultaacuteneo impregnaron el aire de un fuerte olor de azufre el viento desbaratoacute las vidrieras del balcoacuten y la tremenda borrasca de mar rompioacute los cerrojos y se metioacute dentro de la casa Sin embargo antes de diez minutos escampoacute de un tajo Un sol espleacutendido secoacute las calles llenas de escombros varados y volvioacute el calor

Cuando pasoacute el aguacero seguiacutea con la sensacioacuten de que no estaba solo en la casa Mi uacutenica explicacioacuten es que asiacute como los hechos reales se olvidan tambieacuten algunos que nunca fueron pueden estar en los recuerdos como si hubieran sido Pues si evocaba la emergencia del aguacero no me veiacutea a miacute mismo solo en la casa sino siempre acompantildeado por Delgadina La habiacutea sentido tan cerca en la noche que percibiacutea el rumor de su aliento en el dormitorio y los latidos de su mejilla en mi almohada Soacutelo asiacute entendiacute que hubieacuteramos podido hacer tanto en tan poco tiempo Me recordaba subido en el escabel de la biblioteca y la recordaba a ella despierta con su trajecito de flores recibiendo los libros para ponerlos a salvo La veiacutea correr de un lado al otro de la casa batallando con la tormenta empapada de lluvia con el agua a los tobillos Recordaba coacutemo preparoacute al diacutea siguiente un desayuno que nunca fue y puso la mesa mientras yo secaba los pisos y poniacutea orden en el naufragio de la casa Nunca olvideacute su mirada sombriacutea mientras desayunaacutebamos iquestPor queacute me conociste tan viejo Le contesteacute la verdad La edad no es la que uno tiene sino la que uno siente

Desde entonces la tuve en la memoria con tal nitidez que haciacutea de ella lo que queriacutea Le cambiaba el color de los ojos seguacuten mi estado de aacutenimo color de agua al

JUAN CARLOS 161104
escabel (Quizaacute del cat ant escabell y este del lat scabellum) m Tarima pequentildea que se pone delante de la silla para que descansen los pies de quien estaacute sentado || 2 Asiento pequentildeo hecho de tablas sin respaldo || 3 Persona o circunstancia de que alguien se aprovecha para medrar por lo general ambiciosamente13

Memorias de mis putas tristes 26 ______________________________________________________________________________________despertar color de almiacutebar cuando reiacutea color de lumbre cuando la contrariaba La vestiacutea para la edad y la condicioacuten que conveniacutean a mis cambios de humor novicia enamorada a los veinte antildeos puta de saloacuten a los cuarenta reina de Babilonia a los setenta santa a los cien Cantaacutebamos duetos de amor de Puccini boleros de Agustiacuten Lara tangos de Carlos Gardel y comprobaacutebamos una vez maacutes que quienes no cantan no pueden imaginar siquiera lo que es la felicidad de cantar Hoy seacute que no fue una alucinacioacuten sino un milagro maacutes del primer amor de mi vida a los noventa antildeos

Cuando la casa estuvo en orden llameacute a Rosa Cabarcas iexclDios Santo exclamoacute al oiacuter mi voz creiacute que te habiacuteas ahogado No podiacutea entender que hubiera vuelto a pasar la noche con la nintildea sin tocarla Tienes todo el derecho de que no te guste pero al menos poacutertate como un adulto Trateacute de explicarle pero ella cambioacute el tema sin transicioacuten De todos modos te tengo vista otra un poco mayor bella y tambieacuten virgen Su papaacute quiere cambiarla por una casa pero se puede discutir un descuentoSe me heloacute el corazoacuten Ni maacutes faltaba protesteacute asustado quiero la misma y como siempre sin fracasos sin peleas sin malos recuerdos Hubo un silencio en la liacutenea y por fin la voz sumisa con que dijo como para siacute misma Bueno esto debe ser lo que los meacutedicos llaman demencia senil

Fui a las diez de la noche con un chofer conocido por la extrantildea virtud de no hacer preguntas Lleveacute un ventilador portaacutetil y un cuadro de Orlando Rivera el querido Figurita y un martillo y un clavo para colgarlo En el camino hice una parada para comprar cepillos de dientes pasta dentiacutefrica jaboacuten de olor Agua de Florida tabletas de regaliz Quise llevar tambieacuten un buen florero y un ramo de rosas amarillas para conjurar la pava de las flores de papel pero no encontreacute nada abierto y tuve que robarme en un jardiacuten privado un ramo de astromelias recieacuten nacidas

Por instrucciones de la duentildea llegueacute desde entonces por la calle de atraacutes del lado del acueducto para que nadie me viera entrar por el portoacuten del huerto El chofer me previno Cuidado sabio en esa casa matan Le contesteacute Si es por amor no importa El patio estaba en tinieblas pero habiacutea luces de vida en las ventanas y un revoltijo de muacutesicas en los seis cuartos En el miacuteo a volumen maacutes alto distinguiacute la voz caacutelida de don Pedro Vargas el tenor de Ameacuterica con un bolero de Miguel Matamoros Sentiacute que iba a morir Empujeacute la puerta con la respiracioacuten desbaratada y vi a Delgadina en la cama como en mis recuerdos desnuda y dormida en santa paz del lado del corazoacuten

Antes de acostarme arregleacute el tocador puse el ventilador nuevo en lugar del oxidado y colgueacute el cuadro donde ella pudiera verlo desde la cama Me acosteacute a su lado y la reconociacute palmo a palmo Era la misma que andaba por mi casa las mismas manos que me reconociacutean al tacto en la oscuridad los mismos pies de pasos tenues que se confundiacutean con los del gato el mismo olor del sudor de mis saacutebanas el dedo del dedal Increiacuteble vieacutendola y tocaacutendola en carne y hueso me pareciacutea menos real que en mis recuerdos

Hay un cuadro en la pared de enfrente le dije Lo pintoacute Figurita un hombre a quien quisimos mucho el mejor bailariacuten de burdeles que existioacute jamaacutes y de tan buen corazoacuten que le teniacutea laacutestima al diablo Lo pintoacute con barniz de buques en el lienzo chamuscado de un avioacuten que se estrelloacute en la Sierra Nevada de Santa Marta y con pinceles fabricados por eacutel con pelos de su perro La mujer pintada es una monja que

Memorias de mis putas tristes 27 ______________________________________________________________________________________secuestroacute de un convento y se casoacute con ella Aquiacute lo dejo para que sea lo primero que veas al despertar

No habiacutea cambiado de posicioacuten cuando apagueacute la luz a la una de la madrugada y su respiracioacuten era tan tenue que le tomeacute el pulso para sentirla viva La sangre circulaba por sus venas con la fluidez de una cancioacuten que se ramificaba hasta los aacutembitos maacutes recoacutenditos de su cuerpo y volviacutea al corazoacuten purificada por el amor

Antes de irme al amanecer dibujeacute en un papel las liacuteneas de su mano y se las di a leer a la Diva Sahibiacute para conocer su alma Y fue asiacute una persona que soacutelo dice lo que piensa Es perfecta para trabajos manuales Tiene contacto con alguien que ya murioacute y del cual espera ayuda pero estaacute equivocada la ayuda que busca estaacute al alcance de su mano No ha tenido ninguna unioacuten pero va a morir mayor y casada Ahora tiene un hombre moreno que no ha de ser el de su vida Puede tener ocho hijos pero se va a decidir soacutelo por tres A los treinta y cinco antildeos si hace lo que le indique el corazoacuten y no la mente va a manejar mucho dinero y a los cuarenta recibiraacute una herencia Va a viajar mucho Tiene doble vida y doble suerte y puede influir sobre su propio destino Le gusta probar todo por curiosidad pero va a arrepentirse si no se orienta por el corazoacuten

Atormentado de amor hice reparar los estragos de la borrasca y aprovecheacute para hacer otros muchos remiendos que veniacutea demorando desde antildeos por insolvencia o por desidia Reorganiceacute la biblioteca en el orden en que habiacutea leiacutedo los libros Por uacuteltimo remateacute la pianola como reliquia histoacuterica con sus maacutes de cien rollos de claacutesicos y compreacute un tocadiscos usado pero mejor que el miacuteo con parlantes de alta fidelidad que engrandecieron el aacutembito de la casa Quedeacute al borde de la ruina pero bien compensado por el milagro de estar vivo a mi edad

La casa renaciacutea de sus cenizas y yo navegaba en el amor de Delgadina con una intensidad y una dicha que nunca conociacute en mi vida anterior Gracias a ella me enfrenteacute por vez primera con mi ser natural mientras transcurriacutean mis noventa antildeos Descubriacute que mi obsesioacuten de que cada cosa estuviera en su puesto cada asunto en su tiempo cada palabra en su estilo no era el premio merecido de una mente en orden sino al contrario todo un sistema de simulacioacuten inventado por miacute para ocultar el desorden de mi naturaleza Descubriacute que no soy disciplinado por virtud sino como reaccioacuten contra mi negligencia que parezco generoso por encubrir mi mezquindad que me paso de prudente por mal pensado que soy conciliador para no sucumbir a mis coacuteleras reprimidas que soacutelo soy puntual para que no se sepa cuan poco me importa el tiempo ajeno Descubriacute en fin que el amor no es un estado del alma sino un signo del zodiacuteaco

Me volviacute otro Trateacute de releer los claacutesicos que me orientaron en la adolescencia y no pude con ellos Me sumergiacute en las letras romaacutenticas que repudieacute cuando mi madre quiso imponeacutermelas con mano dura y por ellas tomeacute conciencia de que la fuerza invencible que ha impulsado al mundo no son los amores felices sino los contrariados Cuando mis gustos en muacutesica hicieron crisis me descubriacute atrasado y viejo y abriacute mi corazoacuten a las delicias del azar

Me pregunto coacutemo pude sucumbir en este veacutertigo perpetuo que yo mismo provocaba y temiacutea Flotaba entre nubes erraacuteticas y hablaba conmigo mismo ante el espejo con la vana ilusioacuten de averiguar quieacuten soy Era tal mi desvariacuteo que en una manifestacioacuten

Memorias de mis putas tristes 28 ______________________________________________________________________________________estudiantil con piedras y botellas tuve que sacar fuerzas de flaqueza para no ponerme al frente con un letrero que consagrara mi verdad Estoy loco de amor

Obnubilado por la evocacioacuten inclemente de Delgadina dormida cambieacute sin la menor malicia el espiacuteritu de mis notas dominicales Fuera cual fuera el asunto las escribiacutea para ella las reiacutea y las lloraba para ella y en cada palabra se me iba la vida En lugar de la foacutermula de gacetilla tradicional que tuvieron desde siempre las escribiacute como cartas de amor que cada quien podiacutea hacer suyas Propuse en el perioacutedico que el texto no se alzara en linotipo sino que fuera publicado con mi caligrafiacutea florentina Al jefe de redaccioacuten coacutemo no le parecioacute otro acceso de vanidad senil pero el director general lo convencioacute con una frase que todaviacutea anda suelta por la redaccioacuten

-No se equivoque los loquitos mansos se adelantan al porvenir

La respuesta puacuteblica fue inmediata y entusiasta con numerosas cartas de lectores enamorados Algunas las leiacutean en los noticieros de radio con urgencias de uacuteltima hora y se hicieron copias en mimeoacutegrafos o papel carboacuten que vendiacutean como cigarrillos de contrabando en las esquinas de la calle San Blas Desde el principio fue evidente que obedeciacutean a las ansias de expresarme pero me hice a la costumbre de tomarlas en cuenta al escribir y siempre con la voz de un hombre de noventa antildeos que no aprendioacute a pensar como viejo La comunidad intelectual como de soacutelito se mostroacute timorata y dividida y hasta los grafoacutelogos menos pensados montaron controversias por los anaacutelisis erraacuteticos de mi caligrafiacutea Fueron ellos los que dividieron los aacutenimos recalentaron la poleacutemica y pusieron de moda la nostalgia

Antes del fin del antildeo me habiacutea arreglado con Rosa Cabarcas para dejar en el cuarto el abanico eleacutectrico los recursos del tocador y lo que siguiera llevando en el futuro para hacerlo vivible Llegaba a las diez siempre con algo nuevo para ella o para gusto de ambos y dedicaba unos minutos a sacar la utileriacutea escondida para armar el teatro de nuestras noches Antes de irme nunca maacutes tarde de las cinco volviacutea a asegurar todo bajo llave La alcoba quedaba entonces tan escuaacutelida como fue en sus oriacutegenes para los amores tristes de los clientes casuales Una mantildeana oiacute que Marcos Peacuterez la voz maacutes escuchada de la radio desde el amanecer habiacutea decidido leer mi nota dominical en su noticiero de los lunes Cuando pude reprimir la naacuteusea dije sobrecogido Ya lo sabes Delgadina la fama es una sentildeora muy gorda que no duerme con uno pero cuando uno despierta estaacute siempre miraacutendonos frente a la cama

Uno de esos diacuteas me quedeacute a desayunar con Rosa Cabarcas que empezaba a parecerme menos decreacutepita a pesar del luto severo y del bonete negro que ya le tapaba las cejas Sus desayunos teniacutean fama de espleacutendidos con una carga de pimienta que me haciacutea llorar Al primer bocado de fuego vivo le dije bantildeado en laacutegrimas Esta noche no me haraacute falta la luna llena para que me arda el culo No te quejes dijo ella Si te arde es porque todaviacutea lo tienes a Dios gracias

Se sorprendioacute cuando mencioneacute el nombre de Delgadina No se llama asiacute dijo se llama No me lo digas la interrumpiacute para miacute es Delgadina Ella se encogioacute de hombros Bueno al fin y al cabo es tuya pero me parece un nombre de diureacutetico Le conteacute lo del letrero del tigre que la nintildea habiacutea escrito en el espejo No pudo ser ella

JUAN CARLOS 161104
timorato ta (Del lat timorātus) adj Tiacutemido indeciso encogido || 2 Dicho de una persona Que se escandaliza con exageracioacuten de cosas que no le parecen conformes a la moral convencional || 3 Que tiene temor de Dios y se gobierna por eacutel en sus operaciones
JUAN CARLOS 161104
obnubilar (Del lat obnubilāre) tr nublar (ǁ ofuscar o confundir) U t c prnl || 2 embelesar U t c prnl || 3 nublar (ǁ enturbiar la visioacuten) U t c prnl

Memorias de mis putas tristes 29 ______________________________________________________________________________________dijo Rosa porque no sabe leer ni escribir iquestEntonces quieacuten Ella se encogioacute de hombros Puede ser de alguien que se murioacute en el cuarto

Yo aprovechaba aquellos desayunos para desahogarme con Rosa Cabarcas y le pediacutea favores miacutenimos para el bienestar y el buen ver de Delgadina Me los concediacutea sin pensarlo con una picardiacutea de colegiala iexclQueacute risa me dijo por aquellos diacuteas Me siento como si me estuvieras pidiendo su mano Y a propoacutesito se le ocurrioacute iquestpor queacute no te casas con ella Me quedeacute de una pieza En serio insistioacute te sale maacutes barato Al fin y al cabo el problema a tu edad es servir o no servir pero ya me dijiste que lo tienes resuelto Le saliacute al paso El sexo es el consuelo que uno tiene cuando no le alcanza el amor

Ella soltoacute la risa Ay mi sabio siempre supe que eres muy hombre que siempre lo fuiste y me alegra que lo sigas siendo mientras tus enemigos entregan las armas Con razoacuten se habla tanto de ti iquestOiacuteste a Marcos Peacuterez Todo el mundo lo oye le dije para cortar el tema Pero ella insistioacute Tambieacuten el profesor Camacho y Cano en La hora de todo un poco dijo ayer que el mundo ya no es lo que era porque no quedan muchos hombres como tuacute

Aquel fin de semana encontreacute a Delgadina con fiebre y tos Desperteacute a Rosa Cabarcas para que me diera alguacuten remedio casero y me llevoacute al cuarto un botiquiacuten de primeros auxilios Dos diacuteas despueacutes Delgadina seguiacutea postrada y no habiacutea podido volver a su rutina de pegar botones El meacutedico le habiacutea prescrito un tratamiento casero para una gripa comuacuten que cederiacutea en una semana pero se alarmoacute por su estado general de desnutricioacuten Dejeacute de verla y sentiacute que me haciacutea falta y aprovecheacute para arreglar el cuarto sin ella

Lleveacute tambieacuten un dibujo a pluma de Cecilia Porras para Todos estaacutebamos a la espera el libro de cuentos de Alvaro Cepeda Lleveacute los seis tomos de Juan Cristoacutebal de Romain Rolland para pastorear mis vigilias De modo que cuando Delgadina pudo volver a la habitacioacuten la encontroacute digna de una felicidad sedentaria el aire purificado con un insecticida aromaacutetico paredes color de rosa laacutemparas matizadas flores nuevas en los floreros mis libros favoritos los buenos cuadros de mi madre colgados de otro modo seguacuten los gustos de hoy Habiacutea cambiado el viejo radio por uno de onda corta que manteniacutea sintonizado en un programa de muacutesica culta para que Delgadina aprendiera a dormir con los cuartetos de Mozart pero una noche lo encontreacute en una estacioacuten especializada en boleros de moda Era el gusto de ella sin duda y lo asumiacute sin dolor pues tambieacuten yo lo habiacutea cultivado con el corazoacuten en mis mejores diacuteas Antes de volver a casa al diacutea siguiente escribiacute en el espejo con el laacutepiz de labios Nintildea miacutea estamos solos en el mundo

Por esa eacutepoca tuve la rara impresioacuten de que se estaba volviendo mayor antes de tiempo Se lo comenteacute a Rosa Cabarcas y a ella le parecioacute natural Cumple quince antildeos el cinco de diciembre me dijo Una Sagitario perfecta Me inquietoacute que fuera tan real como para cumplir antildeos iquestQueacute podriacutea regalarle Una bicicleta dijo Rosa Cabarcas Tiene que atravesar la ciudad dos veces al diacutea para ir a pegar botones Me mostroacute en la trastienda la bicicleta que usaba y de verdad me parecioacute un cacharro indigno de una mujer tan bien amada Sin embargo me conmovioacute como la prueba tangible de que Delgadina existiacutea en la vida real

Memorias de mis putas tristes 30 ______________________________________________________________________________________Cuando fui a comprar la mejor bicicleta para ella no pude resistir la tentacioacuten de probarla y di algunas vueltas casuales en la rampa del almaceacuten Al vendedor que me preguntoacute la edad le contesteacute con la coqueteriacutea de la vejez Voy a cumplir noventa y uno El empleado dijo justo lo que yo queriacutea Pues representa veinte menos Yo mismo no entendiacutea coacutemo conservaba la praacutectica del colegio y me sentiacute colmado por un gozo radiante Empeceacute a cantar Primero para miacute mismo en voz baja y despueacutes a todo pecho con iacutenfulas del gran Caruso por entre los bazares abigarrados y el traacutefico demente del mercado puacuteblico La gente me miraba divertida me gritaban me incitaban a participar en la Vuelta a Colombia en silla de ruedas Yo les haciacutea con la mano un saludo de navegante feliz sin interrumpir la cancioacuten Esa semana en homenaje a Diciembre escribiacute otra nota atrevida Coacutemo ser feliz en bicicleta a los noventa antildeos

La noche de su cumpleantildeos le canteacute a Delgadina la cancioacuten completa y la beseacute por todo el cuerpo hasta quedarme sin aliento la espina dorsal veacutertebra por veacutertebra hasta las nalgas laacutenguidas el costado del lunar el de su corazoacuten inagotable A medida que la besaba aumentaba el calor de su cuerpo y exhalaba una fragancia montuna Ella me respondioacute con vibraciones nuevas en cada pulgada de su piel y en cada una encontreacute un calor distinto un sabor propio un gemido nuevo y toda ella resonoacute por dentro con un arpegio y sus pezones se abrieron en flor sin tocarlos Empezaba a adormecerme en la madrugada cuando sentiacute como un rumor de muchedumbres en el mar y un paacutenico de los aacuterboles que me atravesaron el corazoacuten Entonces fui al bantildeo y escribiacute en el espejo Delgadina de mi vida llegaron las brisas de Navidad Uno de mis recuerdos maacutes felices fue un trastorno que sentiacute una mantildeana como aqueacutella al salir de la escuela iquestQueacute me pasa La maestra me dijo alelada Ay nintildeo iquestno ves que son las brisas Ochenta antildeos despueacutes volviacute a sentirlo cuando me desperteacute en la cama de Delgadina y era el mismo diciembre que volviacutea puntual con sus cielos diaacutefanos las tormentas de arena los torbellinos callejeros que Desentechaban casas y les alzaban las faldas a las colegialas La ciudad adquiriacutea por entonces una resonancia fantasmal En noches de brisa podiacutean escucharse los gritos del mercado puacuteblico hasta en los barrios maacutes altos como si estuvieran a la vuelta de la esquina No era raro entonces que las raacutefagas de diciembre nos permitieran encontrar por sus voces a los amigos desperdigados en burdeles remotos

Sin embargo tambieacuten con las brisas me llegoacute la mala noticia de que Delgadina no podiacutea pasar las navidades conmigo sino con su familia Si algo detesto en este mundo son las fiestas obligatorias en que la gente llora porque estaacute alegre los fuegos de artificio los villancicos lelos las guirnaldas de papel crespoacuten que nada tienen que ver con un nintildeo que nacioacute hace dos mil quinientos antildeos en una caballeriza indigente Sin embargo cuando llegoacute la noche no pude resistir la nostalgia y me fui al cuarto sin ella Dormiacute bien y desperteacute junto a un oso de peluche que caminaba en dos patas como si fuera polar y una tarjeta que deciacutea Para el papaacute feo Rosa Cabarcas me habiacutea dicho que Delgadina estaba aprendiendo a leer con mis clases escritas en el espejo y su buena letra me parecioacute admirable Pero ella misma me defraudoacute con la noticia peor de que el oso era un regalo suyo asiacute que la noche de Antildeo Nuevo me quedeacute en mi casa y en mi cama desde las ocho y me dormiacute sin amarguras Fui feliz porque al toque de las doce entre los repiques furiosos de las campanas las sirenas de faacutebricas y bomberos los lamentos de los

JUAN CARLOS 161104
abigarrado da (Del part de abigarrar) adj De varios colores mal combinados || 2 Heterogeacuteneo reunido sin concierto Un extrantildeo y abigarrado libro Una multitud abigarrada 13

Memorias de mis putas tristes 31 ______________________________________________________________________________________buques las descargas de poacutelvora los cohetes sentiacute que Delgadina entroacute en punta de pies se acostoacute a mi lado y me dio un beso Tan real que me quedoacute en la boca su olor de regaliz

Memorias de mis putas tristes 32 ______________________________________________________________________________________

4A principios del nuevo antildeo empezaacutebamos a conocernos como si vivieacuteramos juntos y despiertos pues yo habiacutea encontrado un tono de voz cauteloso que ella oiacutea sin despertar y me contestaba con un lenguaje natural del cuerpo Sus estados de aacutenimo se le notaban en el modo de dormir De exhausta y montaraz que habiacutea sido al principio fue hacieacutendose a una paz interior que embelleciacutea su rostro y enriqueciacutea su suentildeo Le contaba mi vida le leiacutea al oiacutedo los borradores de mis notas dominicales en las que estaba ella sin decirlo y soacutelo ella

Por esa eacutepoca le dejeacute en la almohada unos zarcillos de esmeraldas que fueron de mi madre Los llevoacute puestos en la cita siguiente y no le luciacutean Le lleveacute despueacutes unos pendientes maacutes adecuados para el color de su piel Le expliqueacute Los primeros que te traje no te quedaban bien por tu tipo y el corte del cabello Estos te iraacuten mejor No llevoacute ninguno en las dos citas siguientes pero a la tercera se puso los que le habiacutea indicado Asiacute empeceacute a entender que no obedeciacutea a mis oacuterdenes pero aguardaba la ocasioacuten para complacerme Por esos diacuteas me sentiacute tan habituado a aquel geacutenero de vida domeacutestica que no seguiacute durmiendo desnudo sino que lleveacute las piyamas de seda china que habiacutea dejado de usar por no tener para quieacuten quitaacutermelas

Empeceacute a leerle El principito de Saint-Exupeacutery un autor franceacutes que el mundo entero admira maacutes que los franceses Fue el primero que la entretuvo sin despertarla hasta el punto de que tuve que ir dos diacuteas continuos para acabar de leeacuterselo Seguimos con los Cuentos de Perrault la Historia sagrada Las mil y una noches en una versioacuten desinfectada para nintildeos y por las diferencias entre uno y otro me di cuenta de que su suentildeo teniacutea diversos grados de profundidad seguacuten su intereacutes por las lecturas Cuando sentiacutea que habiacutea tocado fondo apagaba la luz y me dormiacutea abrazado a ella hasta que cantaban los gallos

Me sentiacutea tan feliz que la besaba en los paacuterpados muy suave y una noche ocurrioacute como una luz en el cielo sonrioacute por primera vez Maacutes tarde sin ninguacuten motivo se revolvioacute en la cama me dio la espalda y dijo disgustada Fue Isabel la que hizo llorar a los caracoles Exaltado por la ilusioacuten de un diaacutelogo le pregunteacute en el mismo tono iquestDe quieacuten eran No contestoacute Su voz teniacutea un rastro plebeyo como si no fuera suya sino de alguien ajeno que llevaba dentro Toda sombra de duda desaparecioacute entonces de mi alma la preferiacutea dormida

Mi uacutenico problema era el gato Estaba inapetente y hurantildeo y llevaba dos diacuteas sin levantar cabeza en su rincoacuten habitual y me tiroacute un zarpazo de fiera herida cuando

JUAN CARLOS 161104
zarcillo1 (Del lat circellus circulito) m Pendiente arete13
JUAN CARLOS 161104
montaraz (De monte y -araz) adj Que anda o estaacute hecho a andar por los montes o se ha criado en ellos || 2 Se dice del genio y propiedades agrestes groseras y feroces || 3 m Guarda de montes o heredades || 4 Sal Mayordomo de campo capataz que tiene a su cargo las labores y los ganados

Memorias de mis putas tristes 33 ______________________________________________________________________________________quise ponerlo en su canasto de mimbre para que Damiana lo llevara con el veterinario Apenas logroacute someterlo y se lo llevoacute pataleando dentro de un saco de fique Al cabo de un rato me llamoacute desde el criadero para decirme que no habiacutea maacutes remedio que sacrificarlo y necesitaban mi orden iquestPor queacute Porque ya estaacute muy viejo dijo Damiana Penseacute con rabia que a miacute tambieacuten podiacutean asarme vivo en un horno de gatos Me sentiacute inerme entre dos fuegos no habiacutea aprendido a querer el gato pero tampoco teniacutea corazoacuten para ordenar que lo mataran soacutelo porque era viejoiquestDoacutende lo deciacutea el manual

El incidente me conmocionoacute tanto que escribiacute una nota para el domingo con un tiacutetulo usurpado a Neruda iquestEs el gato un miacutenimo tigre de saloacuten La nota dio origen a una nueva campantildea que otra vez dividioacute a los lectores en favor y en contra de los gatos En cinco diacuteas prevalecioacute la tesis de que podiacutea ser liacutecito sacrificar un gato por razones de salud puacuteblica pero no porque estuviera viejo

Despueacutes de la muerte de mi madre me desvelaba el terror de que alguien me tocara mientras dormiacutea Una noche la sentiacute pero su voz me devolvioacute el sosiego Figlio mioacute poveretto Volviacute a sentirlo una madrugada en el cuarto de Delgadina y me retorciacute de gozo creyendo que ella me habiacutea tocado Pero no era Rosa Cabarcas en la oscuridad Viacutestete y ven conmigo me dijo tengo un problema serio

Asiacute era y maacutes serio de lo que pude imaginar A uno de los clientes grandes de la casa lo habiacutean asesinado a puntildealadas en el primer cuarto del pabelloacuten El asesino habiacutea escapado El cadaacutever enorme desnudo pero con los zapatos puestos teniacutea una palidez de pollo al vapor en la cama empapada de sangre Lo reconociacute de entrada era JMB un banquero grande famoso por su apostura su simpatiacutea y su buen vestir y sobre todo por la pulcritud de su hogar Teniacutea en el cuello dos heridas moradas como labios y una zanja en el vientre que no habiacutea acabado de sangrar Todaviacutea no empezaba el rigor Maacutes que sus heridas me impresionoacute que teniacutea un preservativo puesto y al parecer sin usar en el sexo desmirriado por la muerte

Rosa Cabarcas no sabiacutea con quieacuten iba porque tambieacuten eacutel teniacutea el privilegio de entrar por el portoacuten del huerto No se descartaba la sospecha de que su pareja fuera otro hombre Lo uacutenico que la duentildea queriacutea de miacute era que la ayudara a vestir el cadaacutever Estaba tan segura que me inquietoacute la idea de que la muerte fuera para ella un asunto de cocina No hay nada maacutes difiacutecil que vestir a un muerto le dije Lo he hecho a pasto de Dios replicoacute ella Es faacutecil si alguien me lo sostiene Le hice ver iquestTe imaginas quieacuten va a creer en un cuerpo tasajeado a cuchilladas dentro de un vestido intacto de caballero ingleacutes

Tembleacute por Delgadina Lo mejor seraacute que te la lleves tuacute me dijo Rosa Cabarcas Primero muerto le dije con la saliva helada Ella lo percibioacute y no pudo ocultar su desdeacuten iexclEstaacutes temblando Por ella dije aunque soacutelo era verdad a medias Aviacutesale que se vaya antes de que llegue nadie De acuerdo dijo ella aunque a ti como periodista no te pasaraacute nada Ni a ti tampoco le dije con cierto rencor Eres el uacutenico liberal que manda en este gobierno

La ciudad codiciada por su naturaleza paciacutefica y su seguridad congeacutenita arrastraba la desgracia de un asesinato escandaloso y atroz cada antildeo Aqueacutel no lo fue La noticia oficial en titulares excesivos y parca en detalles deciacutea que al joven banquero lo habiacutean asaltado y muerto a cuchilladas en la carretera de Pradomar por motivos

Memorias de mis putas tristes 34 ______________________________________________________________________________________incomprensibles No teniacutea enemigos El comunicado del gobierno sentildealaba como presuntos asesinos a refugiados del interior del paiacutes que estaban desatando una oleada de delincuencia comuacuten extrantildea al espiacuteritu ciacutevico de la poblacioacuten En las primeras horas hubo maacutes de cincuenta detenidos

Acudiacute escandalizado con el redactor judicial un periodista tiacutepico de los antildeos veinte con visera de celuloide verde y ligas en las mangas que presumiacutea de anticiparse a los hechos Sin embargo soacutelo conociacutea unas hilachas sueltas del crimen y yo se las completeacute hasta donde me fue prudente Asiacute escribimos cinco cuartillas a cuatro manos para una noticia de ocho columnas en primera paacutegina atribuida al fantasma eterno de las fuentes que nos merecen entero creacutedito Pero al Abominable Hombre de las Nueve -el censor- no le tembloacute el pulso para imponer la versioacuten oficial de que habiacutea sido un asalto de bandoleros liberales Yo me laveacute la conciencia con un centildeo de pesadumbre en el entierro maacutes ciacutenico y concurrido del siglo

Cuando regreseacute a casa aquella noche llameacute a Rosa Cabarcas para averiguar queacute habiacutea pasado con Delgadina pero no contestoacute el teleacutefono en cuatro diacuteas Al quinto fui a su casa con los dientes apretados Las puertas estaban selladas pero no por la policiacutea sino por la Sanidad Nadie en el vecindario daba noticias de nada Sin ninguacuten indicio de Delgadina me di a una buacutesqueda encarnizada y a veces ridiacutecula que me dejoacute acezante Paseacute diacuteas enteros observando a las joacutevenes ciclistas desde los escantildeos de un parque polvoriento donde los nintildeos jugaban a encaramarse en la estatua descascarada de Simoacuten Boliacutevar Pasaban pedaleando como venadas bellas disponibles listas para ser atrapadas a la gallina ciega Cuando se me acaboacute la esperanza me refugieacute en la paz de los boleros Fue como un bebedizo emponzontildeado cada palabra era ella Siempre habiacutea necesitado el silencio para escribir porque mi mente atendiacutea maacutes a la muacutesica que a la escritura Entonces fue al reveacutes soacutelo pude escribir a la sombra de los boleros Mi vida se llenoacute de ella Las notas que escribiacute aquellas dos semanas fueron modelos en clave para cartas de amor El jefe de redaccioacuten contrariado con la avalancha de respuestas me pidioacute que moderara el amor mientras pensaacutebamos coacutemo consolar a tantos lectores enamorados

La falta de sosiego acaboacute con el rigor de mis diacuteas Despertaba a las cinco pero me quedaba en la penumbra del cuarto imaginando a Delgadina en su vida irreal de levantar a sus hermanos vestirlos para la escuela darles el desayuno si lo habiacutea y atravesar la ciudad en bicicleta para cumplir la condena de coser botones Me pregunteacute asombrado iquestQueacute piensa una mujer mientras pega un botoacuten iquestPensaba en miacute iquestTambieacuten ella buscaba a Rosa Cabarcas para dar conmigo Paseacute hasta una semana sin quitarme el mameluco de mecaacutenico ni de diacutea ni de noche sin bantildearme sin afeitarme sin cepillarme los dientes porque el amor me ensentildeoacute demasiado tarde que uno se arregla para alguien se viste y se perfuma para alguien y yo nunca habiacutea tenido para quieacuten Damiana creyoacute que estaba enfermo cuando me encontroacute desnudo en la hamaca a las diez de la mantildeana La vi con los ojos turbios de la codicia y la inviteacute a revolearnos desnudos Ella con un desprecio me dijo

-iquestYa pensoacute lo que va a hacer si le digo que siacute

Asiacute supe hasta queacute punto me habiacutea corrompido el sufrimiento No me reconociacutea a miacute mismo en mi dolor de adolescente No volviacute a salir de la casa por no descuidar el teleacutefono Escribiacutea sin descolgarlo y al primer timbrazo le saltaba encima pensando

Memorias de mis putas tristes 35 ______________________________________________________________________________________que pudiera ser Rosa Cabarcas Interrumpiacutea a cada rato lo que estuviera haciendo para llamarla e insistiacute diacuteas enteros hasta comprender que era un teleacutefono sin corazoacuten

Al volver a casa una tarde de lluvia encontreacute el gato enroscado en la escalinata del portoacuten Estaba sucio y maltrecho y con una mansedumbre de laacutestima El manual me hizo ver que estaba enfermo y seguiacute sus normas para alentarlo De golpe mientras descabezaba un suentildeecito de siesta me despabiloacute la idea de que pudiera conducirme a la casa de Delgadina Lo lleveacute en una bolsa de mercado hasta la tienda de Rosa Cabarcas que seguiacutea sellada y sin indicios de vida pero se revolvioacute en el talego con tanto iacutempetu que logroacute escapar saltoacute la tapia del huerto y desaparecioacute entre los aacuterboles Toqueacute al portoacuten con el puntildeo y una voz militar preguntoacute sin abrir iquestQuieacuten vive Gente de paz dije yo para no ser menos Ando en pos de la duentildea No hay duentildea dijo la voz Por lo menos aacutebrame para coger el gato insistiacute No hay gato dijo Pregunteacute iquestQuieacuten es usted

-Nadie -dijo la voz

Siempre habiacutea entendido que morirse de amor no era maacutes que una licencia poeacutetica Aquella tarde de regreso a casa otra vez sin el gato y sin ella comprobeacute que no soacutelo era posible morirse sino que yo mismo viejo y sin nadie estaba murieacutendome de amor Pero tambieacuten me di cuenta de que era vaacutelida la verdad contraria no habriacutea cambiado por nada del mundo las delicias de mi pesadumbre Habiacutea perdido maacutes de quince antildeos tratando de traducir los cantos de Leopardi y soacutelo aquella tarde los sentiacute a fondo Ay de miacute si es amor cuaacutento atormenta

Mi entrada al perioacutedico en mameluco y mal afeitado despertoacute ciertas dudas sobre mi estado mental La casa remodelada con cabinas individuales de vidrio y luces cenitales pareciacutea una cliacutenica de maternidad El clima artificial callado y confortable invitaba a hablar en susurros y caminar en puntillas En el vestiacutebulo como virreyes muertos estaban los retratos al oacuteleo de los tres directores vitalicios y las fotografiacuteas de visitantes ilustres La enorme sala principal estaba presidida por la fotografiacutea gigantesca de la redaccioacuten actual tomada la tarde de mi cumpleantildeos No pude evitar la comparacioacuten mental con la otra de mis treinta antildeos y una vez maacutes comprobeacute con horror que se envejece maacutes y peor en los retratos que en la realidad La secretaria que me habiacutea besado la tarde del cumpleantildeos me preguntoacute si estaba enfermo Fui feliz de contestarle la verdad para que no la creyera Enfermo de amor Ella dijo iexclLaacutestima que no sea por miacute Yo le correspondiacute el cumplido No esteacute tan segura

El redactor judicial salioacute de su cabina gritando que habiacutea dos cadaacuteveres de muchachas sin identificar en el anfiteatro municipal Le pregunteacute asustado iquestDe queacute edad Joacutevenes dijo eacutel Pueden ser refugiadas del interior perseguidas hasta aquiacute por matones del reacutegimen Respireacute aliviado La situacioacuten nos invade en silencio como una mancha de sangre dije El redactor judicial ya lejos gritoacute

-De sangre no maestro de mierda

Algo peor me ocurrioacute diacuteas despueacutes cuando una muchacha instantaacutenea con una canasta igual a la del gato pasoacute como un escalofriacuteo frente a la libreriacutea Mundo La perseguiacute a codazos por entre la muchedumbre en el fragor de las doce del diacutea Era muy bella de trancos largos y con una fluidez para abrirse camino entre el gentiacuteo

Memorias de mis putas tristes 36 ______________________________________________________________________________________que me costoacute trabajo alcanzarla Por fin la rebaseacute y la mireacute de frente Ella me apartoacute con la mano sin detenerse ni pedir perdoacuten No era la que creiacutea pero su altivez me dolioacute como si lo fuera Comprendiacute entonces que no seriacutea capaz de reconocer a Delgadina despierta y vestida ni ella podiacutea saber quieacuten era yo si nunca me habiacutea visto En un acto de locura tejiacute durante tres diacuteas doce pares de zapatitos azules y rosados para recieacuten nacidos tratando de darme valor para no escuchar ni cantar ni recordar las canciones que me recordaban a ella

La verdad era que no podiacutea con mi alma y empezaba a tomar conciencia de la vejez por mis flaquezas frente al amor Una prueba todaviacutea maacutes dramaacutetica la tuve cuando un autobuacutes de servicio puacuteblico arrolloacute una ciclista en el puro centro comercial Acababan de llevaacutersela en una ambulancia y la magnitud de la tragedia se apreciaba por el estado de chatarra en que quedoacute la bicicleta sobre un charco de sangre viva Pero mi impresioacuten no fue tanta por los destrozos de la bicicleta como por la marca el modelo y el color No podiacutea ser otra que la que yo mismo le habiacutea regalado a Delgadina

Los testigos coincidieron en que la ciclista herida era muy joven alta y delgada y con el cabello corto y rizado Aturdido tomeacute el primer taxi que pasoacute y me hice llevar al hospital de Caridad un viejo edificio de muros ocres que pareciacutea una caacutercel encallada en un arenal Necesiteacute media hora para entrar y otra maacutes para salir de un patio fragante de aacuterboles frutales donde una mujer atribulada se me atravesoacute en el camino me miroacute a los ojos y exclamoacute

-Yo soy la que no buscas

Soacutelo entonces recordeacute que era alliacute donde viviacutean en libertad los internos mansos del manicomio municipal Tuve que identificarme como periodista ante la direccioacuten del hospital para que un enfermero me condujera al pabelloacuten de urgencias En elcuaderno de ingresos estaban los datos Rosalba Riacuteos dieciseacuteis antildeos sin oficio conocido Diagnoacutestico conmocioacuten cerebral Pronoacutestico reservado Pregunteacute al jefe del pabelloacuten si podiacutea verla con la esperanza iacutentima de que me dijeran que no pero me llevaron encantados por si queriacutea escribir sobre el estado de abandono del hospital

Atravesamos una sala abigarrada con un fuerte olor de aacutecido feacutenico y los enfermos apelotonados en las camas Al fondo en un cuarto solo tendida en una camilla metaacutelica estaba la que buscaacutebamos Teniacutea el craacuteneo cubierto de vendas la cara indescifrable gonfia y amoratada pero me bastoacute con verle los pies para saber que no era Soacutelo entonces se me ocurrioacute preguntarme iquestQueacute habriacutea hecho yo si hubiera sido ella

Todaviacutea enredado en las telarantildeas de la noche tuve el valor de ir el diacutea siguiente a la faacutebrica de camisas donde Rosa Cabarcas habiacutea dicho alguna vez que trabajaba la nintildea y le pediacute al propietario que nos mostrara sus instalaciones como modelo para un proyecto continental de las Naciones Unidas Era un libaneacutes paquideacutermico y taciturno que nos abrioacute las puertas de su reino con la ilusioacuten de ser un ejemplo universal

Trescientas joacutevenes de blusas blancas con la ceniza del mieacutercoles en la frente cosiacutean botones en la vasta nave iluminada Cuando nos vieron entrar se irguieron

Memorias de mis putas tristes 37 ______________________________________________________________________________________como colegialas y nos observaron de reojo mientras el gerente explicaba sus aportes al arte inmemorial de pegar botones Yo escrutaba las caras de cada una con el pavor de descubrir a Delgadina vestida y despierta Pero fue una de ellas la que me descubrioacute a miacute con la mirada temible de la admiracioacuten sin clemencia

-Diacutegame sentildeor iquestno es usted el que escribe las cartas de amor en el perioacutedico

Nunca me hubiera imaginado que una nintildea dormida pudiera causar en uno semejantes estragos Escapeacute de la faacutebrica sin despedirme ni pensar siquiera si alguna de aquellas viacutergenes de purgatorio era por fin la que buscaba Cuando saliacute de ahiacute el uacutenico sentimiento que me quedaba en la vida eran las ganas de llorar

Rosa Cabarcas llamoacute al cabo de un mes con una explicacioacuten increiacuteble se habiacutea tomado un merecido descanso en Cartagena de Indias despueacutes del asesinato del banquero No le creiacute desde luego pero la feliciteacute por su suerte y la dejeacute explayarse en su mentira antes de hacerle la pregunta que me borboritaba en el corazoacuten

-iquestY ella

Rosa Cabarcas hizo un silencio largo Ahiacute estaacute dijo al fin pero su voz se hizo evasiva Hay que esperar un tiempo iquestCuaacutento Ni idea ya te avisareacute Sentiacute que se me iba y la pareacute en seco Espeacuterate dame alguna luz No hay luz dijo ella y concluyoacute Ten cuidado puedes perjudicarte tuacute y sobre todo perjudicarla a ella Yo no estaba para esa clase de remilgos Le supliqueacute aunque fuera una oportunidad de acercarme a la verdad Al fin y al cabo le dije somos coacutemplices Ella no dio un paso maacutes Caacutelmate me dijo la nintildea estaacute bien y esperando que la llame pero ahora mismo no hay nada que hacer ni voy a decir nada maacutes Adioacutes

Me quedeacute con el teleacutefono en la mano sin saber por doacutende seguir pues tambieacuten la conociacutea bastante para pensar que no conseguiriacutea nada de ella si no era por las buenas Despueacutes del mediodiacutea me di una vuelta furtiva por su casa maacutes confiado en la casualidad que en la razoacuten y la encontreacute todaviacutea cerrada y con los sellos de la Sanidad Penseacute que Rosa Cabarcas me habiacutea telefoneado de otra parte tal vez de otra ciudad y la sola idea me llenoacute de presagios turbios No obstante a las seis de la tarde cuando menos lo esperaba me soltoacute por teleacutefono mi propio santo y sentildea

-Bueno ahora siacute

A las diez de la noche tembloroso y con los labios mordidos para no llorar fui cargado de cajas de chocolates suizos turrones y caramelos y una canasta de rosas ardientes para cubrir la cama La puerta estaba entreabierta las luces encendidas y en el radio se diluiacutea a medio volumen la sonata nuacutemero uno para violiacuten y piano de Brahms Delgadina en la cama estaba tan radiante y distinta que me costoacute trabajo reconocerla

Habiacutea crecido pero no se le notaba en la estatura sino en una madurez intensa que la haciacutea parecer con dos o tres antildeos maacutes y maacutes desnuda que nunca Sus poacutemulos altos la piel tostada por soles de mar bravo los labios finos y el cabello corto y rizado le infundiacutean a su rostro el resplandor androacutegino del Apolo de Praxiacuteteles Pero no habiacutea equiacutevoco posible porque sus senos habiacutean crecido hasta el punto de que no me cabiacutean en la mano sus caderas habiacutean acabado de formarse y sus huesos se

Memorias de mis putas tristes 38 ______________________________________________________________________________________habiacutean vuelto maacutes firmes y armoacutenicos Me encantaron aquellos aciertos de la naturaleza pero me aturdieron los artificios las pestantildeas postizas las untildeas de las manos y los pies esmaltadas de naacutecar y un perfume de a dos cuartillos que no teniacutea nada que ver con el amor Sin embargo lo que me sacoacute de quicio fue la fortuna que llevaba encima pendientes de oro con gajos de esmeraldas un collar de perlas naturales una pulsera de oro con resplandores de diamantes y anillos con piedras legiacutetimas en todos los dedos En la silla estaba su traje de nochera con lentejuelas y bordados y las zapatillas de raso Un vapor raro me subioacute de las entrantildeas

-iexclPuta -griteacute

Pues el diablo me soploacute en el oiacutedo un pensamiento siniestro Y fue asiacute la noche del crimen Rosa Cabarcas no debioacute tener tiempo ni serenidad para prevenir a la nintildea y la policiacutea la encontroacute en el cuarto sola menor de edad y sin coartada Nadie igual a Rosa Cabarcas para una situacioacuten como aqueacutella le vendioacute la virginidad de la nintildea a alguno de sus grandes cacaos a cambio de que a ella la sacaran limpia del crimen Lo primero claro fue desaparecer mientras se aplacaba el escaacutendalo iexclQueacute maravilla Una luna de miel para tres ellos dos en la cama y Rosa Cabarcas en una terraza de lujo disfrutando de su impunidad feliz Ciego de una furia insensata fui reventando contra las paredes cada cosa del cuarto las laacutemparas el radio el ventilador los espejos las jarras los vasos Lo hice sin prisa pero sin pausas con un grande estropicio y una embriaguez metoacutedica que me salvoacute la vida La nintildea dio un salto al primer estallido pero no me miroacute sino que se enroscoacute de espaldas a miacute y asiacute permanecioacute con espasmos entrecortados hasta que cesoacute el estropicio Las gallinas en el patio y los perros de la madrugada aumentaron el escaacutendalo Con la cegadora lucidez de la coacutelera tuve la inspiracioacuten final de prenderle fuego a la casa cuando aparecioacute en la puerta la figura impasible de Rosa Cabarcas en camisa de dormir No dijo nada Hizo con la vista el inventario del desastre y comproboacute que la nintildea estaba enroscada sobre siacute misma como un caracol y con la cabeza escondida entre los brazos aterrada pero intacta

-iexclDios miacuteo -exclamoacute Rosa Cabarcas- iexclQueacute no hubiera dado yo por un amor como eacuteste

Me midioacute de cuerpo entero con una mirada de misericordia y me ordenoacute Vamos La seguiacute hasta la casa me sirvioacute un vaso de agua en silencio me hizo una sentildea de que me sentara frente a ella y me puso en confesioacuten Bueno me dijo ahora poacutertate como un adulto y cueacutentame iquestqueacute te pasa

Le conteacute con lo que teniacutea como mi verdad revelada Rosa Cabarcas me escuchoacute en silencio sin asombro y por fin parecioacute iluminada Queacute maravilla dijo Siempre he dicho que los celos saben maacutes que la verdad Y entonces me contoacute la realidad sin reservas En efecto dijo en su ofuscacioacuten de la noche del crimen se habiacutea olvidado de la nintildea dormida en el cuarto Uno de sus clientes abogado del muerto ademaacutes repartioacute prebendas y sobornos a cuatro manos e invitoacute a Rosa Cabarcas a un hotel de reposo de Cartagena de Indias mientras se disipaba el escaacutendalo Creacuteeme dijo Rosa Cabarcas que en todo este tiempo no dejeacute de pensar ni un momento en ti y en la nintildea Volviacute antier y lo primero que hice fue llamarte por teleacutefono pero nadie contestoacute En cambio la nintildea vino enseguida y en tan mal estado que te la bantildeeacute te la vestiacute y te la mandeacute al saloacuten de belleza con la orden de que la arreglaran como una reina Ya viste coacutemo perfecta iquestLa ropa de lujo Son los trajes que les alquilo a mis

Memorias de mis putas tristes 39 ______________________________________________________________________________________pupilas maacutes pobres cuando tienen que ir a bailar con sus clientes iquestLas joyas Son las miacuteas dijo Basta con tocarlas para darse cuenta de que son diamantes de vidrio y estoperoles de hojalata De modo que no jodas concluyoacute Anda despieacutertala piacutedele perdoacuten y hazte cargo de ella de una vez Nadie merece ser maacutes feliz que ustedes

Hice un esfuerzo sobrenatural para creerle pero pudo maacutes el amor que la razoacuten iexclPutas le dije atormentado por el fuego vivo que me abrasaba las entrantildeas iexclEso es lo que son ustedes griteacute iexclPutas de mierda No quiero saber nada maacutes de tiacute ni de ninguna otra guaricha en el mundo y menos de ella Le hice desde la puerta una sentildeal de adioacutes para siempre Rosa Cabarcas no lo dudoacute

-Vete con Dios -me dijo con un rictus de tristeza y volvioacute a su vida real- De todos modos te pasareacute la cuenta del desmadre que me hiciste en el cuarto

Memorias de mis putas tristes 40 ______________________________________________________________________________________

5

Leyendo Los idus de marzo encontreacute una frase siniestra que el autor atribuye a Julio Ceacutesar Es imposible no terminar siendo como los otros creen que uno es No pude comprobar su verdadero origen en la propia obra de Julio Ceacutesar ni en las obras de sus bioacutegrafos desde Suetonio hasta Carcopino pero valioacute la pena conocerla Su fatalismo aplicado al curso de mi vida en los meses siguientes fue lo que me dio la determinacioacuten que me haciacutea falta no soacutelo para escribir esta memoria sino para empezarla sin pudores con el amor de Delgadina

No teniacutea un instante de sosiego apenas si probaba bocado y perdiacute tanto peso que no se me teniacutean los pantalones en la cintura Los dolores erraacuteticos se me quedaron en los huesos cambiaba de aacutenimo sin razoacuten pasaba las noches en un estado de deslumbramiento que no me permitiacutea leer ni escuchar muacutesica y en cambio se me iba el diacutea cabeceando por una somnolencia sonsa que no serviacutea para dormir

El alivio me cayoacute del cielo En la atestada goacutendola de Loma Fresca una vecina de asiento que no habiacutea visto subir me susurroacute al oiacutedo iquestTodaviacutea tiras Era Casilda Armenia un viejo amor de a tres por cinco que me habiacutea soportado como cliente asiduo desde que era una adolescente altiva Una vez retirada medio enferma y sin un clavo se habiacutea casado con un hortelano chino que le dio nombre y apoyo y quizaacutes un poco de amor A los setenta y tres antildeos teniacutea el peso de siempre seguiacutea bella y de caraacutecter fuerte y conservaba intacto el desparpajo del oficio

Me llevoacute a su casa una huerta de chinos en una colina de la carretera al mar Nos sentamos en las sillas de playa de la terraza umbriacutea entre helechos y frondas de astromelias y jaulas de paacutejaros colgadas en el alero En la falda de la colina se veiacutean los hortelanos chinos con sombreros de cono sembrando las hortalizas bajo el sol abrasante y el pieacutelago gris de las Bocas de Ceniza con los dos tajamares de rocas que canalizan el riacuteo varias leguas en el mar Mientras conversaacutebamos vimos entrar un trasatlaacutentico blanco por la desembocadura y lo seguimos callados hasta oiacuter su bramido de toro luacutegubre en el puerto fluvial Ella suspiroacute iquestTe das cuenta En maacutes de medio siglo es la primera vez que no te recibo la visita en la cama Ya somos otros dije Ella prosiguioacute sin oiacuterme Cada vez que dicen cosas de ti en el radio que te elogian por el carintildeo que te tiene la gente y te llaman maestro del amor imagiacutenate pienso que nadie te conocioacute tus gracias y tus mantildeas tan bien como yo En serio dijo nadie hubiera podido soportarte mejor

No resistiacute maacutes Ella lo sintioacute vio mis ojos huacutemedos de laacutegrimas y soacutelo entonces debioacute descubrir que ya no era el que fui y le sostuve la mirada con un valor del que

Memorias de mis putas tristes 41 ______________________________________________________________________________________nunca me creiacute capaz Es que me estoy volviendo viejo le dijeYa lo estamos suspiroacute ella Lo que pasa es que uno no lo siente por dentro pero desde fuera todo el mundo lo ve

Era imposible no abrirle el corazoacuten asiacute que le conteacute la historia completa que me ardiacutea en las entrantildeas desde mi primera llamada a Rosa Cabarcas la viacutespera de mis noventa antildeos hasta la noche traacutegica en que hice antildeicos el cuarto y no regreseacute maacutes Ella me oyoacute el desahogo como si estuviera vivieacutendolo lo rumioacute muy despacio y por fin sonrioacute

-Haz lo que quieras pero no pierdas a esa criatura -me dijo- No hay peor desgracia que morir solo

Fuimos a Puerto Colombia en el trenecito de juguete tan despacioso como un caballo Almorzamos frente al muelle de maderas carcomidas por donde habiacutea entrado el mundo entero al paiacutes antes que se dragaran las Bocas de Ceniza Nos sentamos bajo un cobertizo de palma donde las grandes matronas negras serviacutean pargos fritos con arroz de coco y tajadas de plaacutetano verde Dormitamos en el sopor denso de las dos y seguimos conversando hasta que se hundioacute en el mar el inmenso sol de candela La realidad me pareciacutea fantaacutestica Mira adonde ha venido a dar nuestra luna de miel se burloacute ella Pero prosiguioacute en serio Hoy miro para atraacutes veo la fila de miles de hombres que pasaron por mis camas y dariacutea el alma por haberme quedado aunque fuera con el peor Gracias a Dios encontreacute mi chino a tiempo Es como estar casada con el dedo mentildeique pero es soacutelo miacuteo

Me miroacute a los ojos midioacute mi reaccioacuten a lo que acababa de contarme y me dijo Asiacute que vete a buscar ahora mismo a esa pobre criatura aunque sea verdad lo que te dicen los celos sea como sea que lo bailado no te lo quita nadie Pero eso siacute sin romanticismos de abuelo Despieacutertala tiacuteratela hasta por las orejas con esa pinga de burro con que te premioacute el diablo por tu cobardiacutea y tu mezquindad En serio terminoacute con el alma no te vayas a morir sin probar la maravilla de tirar con amor

El pulso me temblaba al diacutea siguiente cuando marqueacute el nuacutemero del teleacutefono Tanto por la tensioacuten del reencuentro con Delgadina como por la incertidumbre de la forma en que Rosa Cabarcas me respondiera Habiacuteamos tenido una disputa seria por el abuso con que tasoacute los destrozos que hice en su cuarto Tuve que vender uno de los cuadros maacutes amados de mi madre cuyo valor se calculaba en una fortuna pero a la hora de la verdad no llegoacute a un deacutecimo de mis ilusiones

Aumenteacute la suma con el resto de mis ahorros y se la lleveacute a Rosa Cabarcas con una consigna inapelable Lo tomas o lo dejas Fue un acto suicida porque soacutelo con vender uno de mis secretos ella habriacutea aniquilado mi buen nombre Pero no respingoacute sino que se quedoacute con los cuadros que habiacutea tomado en prenda la noche del pleito Fui el perdedor absoluto en una sola jugada me quedeacute sin Delgadina sin Rosa Cabarcas y sin mis uacuteltimos ahorros Sin embargo oiacute el timbre del teleacutefono una vez dos veces tres y por fin ella iquestA ver No me salioacute la voz Colgueacute Me echeacute en la hamaca tratando de serenarme con la liacuterica asceacutetica de Satie y sudeacute tanto que el lienzo quedoacute empapado Hasta el diacutea siguiente no tuve el valor de llamar

-Bueno mujer -dije con voz firme- Hoy siacute

Memorias de mis putas tristes 42 ______________________________________________________________________________________Rosa Cabarcas coacutemo no estaba maacutes allaacute de todo Ay mi sabio triste suspiroacute con su aacutenimo invencible te pierdes dos meses y soacutelo vuelves para pedir ilusiones Me contoacute que no habiacutea visto a Delgadina desde haciacutea maacutes de un mes que pareciacutea tan repuesta del susto de mis estropicios que ni siquiera habloacute de ellos ni preguntoacute por miacute y estaba muy contenta en un nuevo empleo maacutes coacutemodo y mejor pagado que coser botones Una oleada de fuego vivo me quemoacute las entrantildeas Soacutelo puede ser de puta dije Rosa me replicoacute sin pestantildeear No seas bruto si asiacute fuera estariacutea aquiacute iquestO doacutende podriacutea estar mejor La rapidez de su loacutegica me agravoacute la duda iquestY coacutemo seacute que no estaacute ahiacute En ese caso replicoacute ella lo que maacutes te conviene es no saberlo iquestO no Una vez maacutes la odieacute Ella a prueba de erosiones prometioacute rastrear a la nintildea Sin muchas esperanzas porque el teleacutefono de la vecina donde la llamaba seguiacutea cortado y no teniacutea la menor idea de doacutende viviacutea Pero no era para echarse a morir queacute carajo dijo te llamo en una hora

Fue una hora de tres diacuteas pero encontroacute a la nintildea disponible y sana Volviacute avergonzado y la beseacute palmo a palmo como penitencia desde las doce de la noche hasta que cantaron los gallos Un perdoacuten largo que me prometiacute seguir repitiendo para siempre y fue como empezar otra vez por el principio El cuarto habiacutea sido desmantelado y el mal uso habiacutea acabado con todo lo que yo habiacutea puesto Ella lo habiacutea dejado asiacute y me dijo que cualquier mejora teniacutea que hacerla yo por lo que estaba debieacutendole Sin embargo mi situacioacuten econoacutemica tocaba fondo El dinero de las jubilaciones alcanzaba cada vez para menos Las pocas cosas vendibles que quedaban en la casa -salvo las joyas sagradas de mi madre- careciacutean de valor comercial y nada era bastante viejo para ser antiguo En tiempos mejores el gobernador me habiacutea hecho la oferta tentadora de comprarme en bloque los libros de los claacutesicos griegos latinos y espantildeoles para la Biblioteca Departamental pero no tuve corazoacuten para venderlos Despueacutes con los cambios poliacuteticos y el deterioro del mundo nadie del gobierno pensaba en las artes ni las letras Cansado de buscar una solucioacuten decente me echeacute al bolsillo las joyas que Delgadina me habiacutea devuelto y me fui a empentildearlas en un callejoacuten siniestro que conduciacutea al mercado puacuteblico Con aires de sabio distraiacutedo recorriacute varias veces aquel tugurio atiborrado de cantinas de mala muerte libreriacuteas de viejo y casas de empentildeo pero la dignidad de Florina de Dios me cerroacute el paso no me atreviacute Entonces decidiacute venderlas con la frente en alto a la joyeriacutea maacutes antigua y acreditada

El dependiente me hizo algunas preguntas mientras examinaba las joyas con su monoacuteculo Teniacutea la conducta el estilo y el pavor de un meacutedico Le expliqueacute que eran joyas heredadas de mi madre El aprobaba con un gruntildeido cada una de mis explicaciones y por fin se quitoacute el monoacuteculo

-Lo siento -dijo- pero son culos de botellas

Ante mi sorpresa me explicoacute con una suave conmiseracioacuten Menos mal que el oro es oro y el platino es platino Me toqueacute el bolsillo para asegurarme de que llevaba las facturas de compra y dije sin resabios

-Pues fueron compradas en esta noble casa hace maacutes de cien antildeos

El no se inmutoacute Suele suceder dijo que en las joyas hereditarias vayan desapareciendo las piedras maacutes valiosas con el paso del tiempo sustituidas por diacutescolos de la familia o por joyeros bandidos y soacutelo cuando alguien trata de

Memorias de mis putas tristes 43 ______________________________________________________________________________________venderlas se descubre el fraude Pero permiacutetame un segundo dijo y se llevoacute las joyas por la puerta del fondo Al cabo de un momento regresoacute y sin explicacioacuten alguna me indicoacute que me sentara en la silla de espera y siguioacute trabajando

Examineacute la tienda Habiacutea ido con mi madre varias veces y recordaba una frase recurrente No se lo digas a tu papaacute De pronto se me ocurrioacute una idea que me crispoacute iquestno seriacutea que Rosa Cabarcas y Delgadina de comuacuten acuerdo habiacutean vendido las piedras legiacutetimas y me devolvieron las joyas con las piedras falsas

Estaba ardiendo en dudas cuando una secretaria me invitoacute a seguirla por la misma puerta del fondo hasta una oficina pequentildea con una larga estanteriacutea de gruesos voluacutemenes Un beduino colosal se levantoacute en el escritorio del fondo y me estrechoacute la mano tuteaacutendome con una efusioacuten de viejo amigo Hicimos juntos el bachillerato me dijo a modo de saludo Me fue faacutecil recordarlo era el mejor futbolista de la escuela y campeoacuten de nuestros primeros burdeles Habiacutea dejado de verlo en alguacuten momento incierto y debioacute verme tan decreacutepito que me confundioacute con un condisciacutepulo de su infancia

Sobre el cristal del escritorio teniacutea abierto uno de los mamotretos del archivo donde estaba la memoria de las joyas de mi madre Una relacioacuten exacta con fechas y detalles de que ella en persona habiacutea hecho cambiar las piedras de dos generaciones de hermosas y dignas Cargamantos y habiacutea vendido las legiacutetimas a la misma tienda Esto habiacutea ocurrido cuando el padre del propietario actual estaba al frente de la joyeriacutea y eacutel y yo en la escuela Pero eacutel mismo me tranquilizoacute aquellas triquintildeuelas eran de uso corriente entre las grandes familias en desgracia para resolver urgencias de plata sin sacrificar el honor Ante la realidad cruda preferiacute conservarlas como recuerdo de otra Florina de Dios que nunca conociacute

A principios de julio sentiacute la distancia real de la muerte Mi corazoacuten perdioacute el paso y empeceacute a ver y sentir por todos lados los presagios inequiacutevocos del final El maacutes niacutetido fue en el concierto de Bellas Artes El aire acondicionado habiacutea fallado y la flor y nata de las artes y las letras se cocinaban al bantildeomariacutea en el saloacuten abarrotado pero la magia de la muacutesica era un clima celestial Al final con el Allegretto poco mosso me estremecioacute la revelacioacuten deslumbrante de que estaba escuchando el uacuteltimo concierto que me deparaba el destino antes de morir No sentiacute dolor ni miedo sino la emocioacuten arrasadora de haber alcanzado a vivirlo

Cuando por fin logreacute abrirme camino empapado de sudor a traveacutes de los abrazos y las fotos me encontreacute de manos a boca con Ximena Ortiz como una diosa de cien antildeos en la silla de ruedas Su sola presencia se me imponiacutea como un pecado mortal Teniacutea una tuacutenica de seda color marfil tan tersa como su piel un hilo de perlas legiacutetimas de tres vueltas el cabello color de naacutecar cortado a la moda de los veintes con una punta de ala de gaviota en la mejilla y los grandes ojos amarillos iluminados por la sombra natural de las ojeras Todo en ella contradeciacutea el rumor de que su mente estaba quedaacutendose en blanco por la erosioacuten irredimible de la memoria Petrificado y sin recursos frente a ella me sobrepuse al vaho de fuego que me subioacute a la cara y la saludeacute en silencio con una venia versallesca Ella sonrioacute como una reina y me agarroacute la mano Entonces me di cuenta de que tambieacuten aquello era una coartada del destino y no la perdiacute para sacarme una espina que me estorbaba desde siempre He sontildeado durante antildeos con este momento le dije Ella no parecioacute

Memorias de mis putas tristes 44 ______________________________________________________________________________________entender iexclNo me digas dijo iquestY tuacute quieacuten eres No supe nunca si en verdad lo habiacutea olvidado o si fue la venganza final de su vida

La certidumbre de ser mortal en cambio me habiacutea sorprendido poco antes de los cincuenta antildeos en una ocasioacuten como aqueacutella una noche de carnaval en que bailaba un tango apache con una mujer fenomenal a la que nunca le vi la cara maacutes corpulenta que yo como por cuarenta libras y maacutes alta como de dos palmos que sin embargo se dejaba llevar como una pluma al viento Bailaacutebamos tan apretados que sentiacutea circular su sangre por las venas y me hallaba como adormecido de gusto con su resuello trabajoso su grajo de amoniacuteaco sus tetas de astroacutenoma cuando me sacudioacute por la primera vez y casi me derriboacute por tierra el freacutemito de la muerte Fue como un oraacuteculo brutal en el oiacutedo Hagas lo que hagas en este antildeo o dentro de ciento estaraacutes muerto hasta jamaacutes Ella se separoacute asustada iquestQueacute le pasa Nada le dije tratando de sujetarme el corazoacuten

-Tiemblo por usted

Desde entonces empeceacute a medir la vida no por antildeos sino por deacutecadas La de los cincuenta habiacutea sido decisiva porque tomeacute conciencia de que casi todo el mundo era menor que yo La de los sesenta fue la maacutes intensa por la sospecha de que ya no me quedaba tiempo para equivocarme La de los setenta fue temible por una cierta posibilidad de que fuera la uacuteltima No obstante cuando desperteacute vivo la primera mantildeana de mis noventa antildeos en la cama feliz de Delgadina se me atravesoacute la idea complaciente de que la vida no fuera algo que transcurre como el riacuteo revuelto de Heraacuteclito sino una ocasioacuten uacutenica de voltearse en la parrilla y seguir asaacutendose del otro costado por noventa antildeos maacutes

Me volviacute de laacutegrima faacutecil Cualquier sentimiento que tuviera algo que ver con la ternura me causaba un nudo en la garganta que no siempre lograba dominar y penseacute en renunciar al placer solitario de velar el suentildeo de Delgadina no tanto por la incertidumbre de mi muerte como por el dolor de imaginarla sin miacute en el resto de su vida Uno de aquellos diacuteas inciertos fui a dar por distraccioacuten a la muy noble calle de los Notarios y me sorprendioacute no encontrar nada maacutes que los escombros del viejo hotel de lance donde fui iniciado por la fuerza en las artes del amor poco antes de mis doce antildeos Habiacutea sido una mansioacuten de antiguos navieros espleacutendida como pocas en la ciudad con columnas enchapadas de alabastro y frisos de oropeles alrededor de un patio interior con una cuacutepula de cristales de siete colores que irradiaba un resplandor de invernadero En la planta baja con un portal goacutetico sobre la calle estuvieron por maacutes de un siglo las notariacuteas coloniales en las que trabajoacute prosperoacute y se arruinoacute mi padre en toda una vida de suentildeos fantaacutesticos Las familias histoacutericas abandonaron poco a poco los pisos superiores que terminaron ocupados por una legioacuten de nocheras en desgracia que subiacutean y bajaban hasta el amanecer con los clientes atrapados por un peso y medio en las cantinas del cercano puerto fluvial

A mis doce antildeos todaviacutea con mis pantalones cortos y mis botitas de la escuela primaria no pude resistir la tentacioacuten de conocer los pisos superiores mientras mi padre se debatiacutea en una de sus reuniones interminables y me encontreacute con un espectaacuteculo celestial Las mujeres que malvendiacutean sus cuerpos hasta el amanecer se moviacutean por la casa desde las once de la mantildeana cuando ya la caniacutecula del vitral era insoportable y teniacutean que hacer su vida domeacutestica caminando en pelotas por

JUAN CARLOS 161104
caniacutecula (Del lat canicŭla) f Periacuteodo del antildeo en que es maacutes fuerte el calor || 2 Astr Tiempo del nacimiento heliacuteaco de Sirio que antiguamente coincidiacutea con la eacutepoca maacutes calurosa del antildeo pero que hoy no se verifica hasta fines de agosto13
JUAN CARLOS 161104
freacutemito (Del lat fremĭtus) m bramido

Memorias de mis putas tristes 45 ______________________________________________________________________________________toda la casa mientras comentaban a gritos sus aventuras de la noche Me quedeacute aterrorizado Lo uacutenico que se me ocurrioacute fue escapar por donde habiacutea llegado cuando una de las desnudas de carnes macizas olorosas a jaboacuten de monte me abrazoacute por la espalda y me llevoacute en vilo hasta su cubiacuteculo de cartoacuten sin que yo pudiera verla en medio de la griteriacutea y los aplausos de las inquilinas en cueros Me tiroacute bocarriba en su cama para cuatro me quitoacute los pantalones con una maniobra maestra y se acaballoacute sobre miacute pero el terror helado que me empapaba el cuerpo me impidioacute recibirla como un hombre Aquella noche desvelado en la cama de mi casa por la verguumlenza del asalto no pude dormir maacutes de una hora con las ansias de volver a verla Pero la mantildeana siguiente mientras los trasnochados dormiacutean subiacute temblando hasta su cubiacuteculo y la desperteacute llorando a gritos con un amor enloquecido que duroacute hasta que se lo llevoacute sin misericordia el ventarroacuten de la vida real Se llamaba Castorina y era la reina de la casa

Los cubiacuteculos del hotel costaban un peso para los amores de paso pero muy pocos sabiacuteamos que costaban lo mismo hasta por veinticuatro horas Ademaacutes Castorina me introdujo en su mundo de mala muerte donde invitaban a los clientes pobres a sus desayunos de gala le prestaban el jaboacuten les atendiacutean los dolores de muela y en casos de urgencia mayor les daban un amor de caridad

Pero en las tardes de la uacuteltima vejez se acordaba de la inmortal Castorina muerta quien sabiacutea cuando que habiacutea sucedido desde las esquinas miserables del muelle fluvial hasta el trono sagrado de mamasanta mayor con un parche de pirata en el ojo perdido en el pleito de cantina Su uacuteltimo machucante de planta un negro feliz de Camaguumley a quien llamaba Jonaacutes el Galeote habiacutea sido un trompetista de los grandes en La Habana hasta que perdioacute la sonrisa completa en una cataacutestrofe de trenes

Al salir de aquella visita amarga sentiacute una punzada en el corazoacuten que no habiacutea logrado aliviar en tres diacuteas con toda clase de poacutecimas caseras El meacutedico al que acudiacute de urgencia miembro de una estirpe de insignes era nieto del que me vio a mis cuarenta y dos antildeos y me asustoacute que pareciera el mismo pues estaba tan envejecido como su abuelo a los setenta por una calvicie prematura unos lentes de miope sin regreso y una tristeza inconsolable Me hizo un examen minucioso de cuerpo entero con una concentracioacuten de orfebre Me auscultoacute el pecho y la espalda y me revisoacute la presioacuten arterial los reflejos de la rodilla el fondo del ojo el color del paacuterpado inferior En las pausas mientras yo cambiaba de posicioacuten en la mesa de reconocimiento me haciacutea preguntas tan vagas y raacutepidas que apenas si me daban tiempo de pensar las respuestas Al cabo de una hora me miroacute con una sonrisa feliz Bueno dijo creo que no tengo nada que hacer por usted iquestQueacute quiere decir Que su estado es el mejor posible a su edad Queacute curioso le dije lo mismo me dijo su abuelo cuando yo teniacutea cuarenta y dos antildeos como si el tiempo no pasara Siempre encontraraacute uno que se lo diga dijo porque siempre tendraacute una edad Yo provocaacutendolo para una sentencia aterradora le dije La uacutenica definitiva es la muerte Siacute dijo eacutel pero no es faacutecil llegar a ella en tan buen estado como usted Siento de veras no poder complacerlo

Eran recuerdos nobles pero la viacutespera del 29 de agosto sentiacute el peso inmenso del siglo que me esperaba impasible cuando subiacute con pasos de hierro las escaleras de mi casa Entonces volviacute a ver una vez maacutes a Florina de Dios mi madre en mi cama que habiacutea sido la suya hasta su muerte y me hizo la misma bendicioacuten de la uacuteltima

Memorias de mis putas tristes 46 ______________________________________________________________________________________vez que la vi dos horas antes de morir Trastornado por la conmocioacuten lo entendiacute como el anuncio final y llameacute a Rosa Cabarcas para que me llevara a mi nintildea aquella misma noche en previsioacuten de que no se cumpliera mi ilusioacuten de sobrevivir hasta el uacuteltimo aliento de mis noventa antildeos Volviacute a llamarla a las ocho y una vez maacutes repitioacute que no era posible Tiene que serlo a cualquier precio le griteacute aterrorizado Colgoacute sin despedirse pero quince minutos despueacutes volvioacute a llamar

-Bueno aquiacute la tienes

Llegueacute a las diez y veinte de la noche y le di a Rosa Cabarcas las uacuteltimas cartas de mi vida con mis disposiciones sobre la nintildea despueacutes de mi final terrible Ella pensoacute que me habiacutea impresionado con el acuchillado y me dijo con aires de burla Si te vas a morir que no sea aquiacute imagiacutenate Pero yo le dije Di que me atropello el tren de Puerto Colombia ese pobre cacharro de laacutestima incapaz de matar a nadie

Preparado para todo aquella noche me acosteacute bocarriba a la espera del dolor final en el primer instante de mis noventa y un antildeos Oiacute campanas distantes sentiacute la fragancia del alma de Delgadina dormida de costado oiacute un grito en el horizonte sollozos de alguien que quizaacutes habiacutea muerto un siglo antes en la alcoba Entonces apagueacute la luz con el uacuteltimo aliento entrelaceacute mis dedos con los suyos para llevaacutermela de la mano y conteacute las doce campanadas de las doce con mis doce laacutegrimas finales hasta que empezaron a cantar los gallos y enseguida las campanas de gloria los cohetes de fiesta que celebraban el juacutebilo de haber sobrevivido sano y salvo a mis noventa antildeos

Mis primeras palabras fueron para Rosa Cabarcas Te compro la casa toda con la tienda y el huerto Ella me dijo Hagamos una apuesta de viejos el que se muera primero se queda con todo lo del otro firmado ante notario No porque si yo me muero todo deberiacutea ser para ella Es igual dijo Rosa Cabarcas yo me hago cargo de la nintildea y despueacutes le dejo todo lo tuyo y lo miacuteo no tengo a nadie maacutes en este mundo Mientras tanto remodelamos tu cuarto con buenos servicios aire acondicionado y tus libros y tu muacutesica

-iquestCrees que ella estaraacute de acuerdo

-Ay mi sabio triste estaacute bien que esteacutes viejo pero no pendejo -dijo Rosa Cabarcas muerta de risa- Esa pobre criatura estaacute lela de amor por ti

Saliacute a la calle radiante y por primera vez me reconociacute a miacute mismo en el horizonte remoto de mi primer siglo Mi casa callada y en orden a las seis y cuarto empezaba a gozar los colores de una aurora feliz Damiana cantaba a toda voz en la cocina y el gato redivivo enroscoacute la cola en mis tobillos y siguioacute caminando conmigo hasta mi mesa de escribir Estaba ordenando mis papeles marchitos el tintero la pluma de ganso cuando el sol estalloacute entre los almendros del parque y el buque fluvial del correo retrasado una semana por la sequiacutea entroacute bramando en el canal del puerto Era por fin la vida real con mi corazoacuten a salvo y condenado a morir de buen amor en la agoniacutea feliz de cualquier diacutea despueacutes de mis cien antildeos

Mayo de 2004

Page 5: · Web viewVivo en una casa colonial en la acera de sol del parque de San Nicolás, donde he pasado todos los días de mi vida sin mujer ni fortuna, donde vivieron y murieron mis padres,

Memorias de mis putas tristes 5 ______________________________________________________________________________________

1

El antildeo de mis noventa antildeos quise regalarme una noche de amor loco con una adolescente virgen Me acordeacute de Rosa Cabarcas la duentildea de una casa clandestina que soliacutea avisar a sus buenos clientes cuando teniacutea una novedad disponible Nunca sucumbiacute a eacutesa ni a ninguna de sus muchas tentaciones obscenas pero ella no creiacutea en la pureza de mis principios Tambieacuten la moral es un asunto de tiempo deciacutea con una sonrisa maligna ya lo veraacutes Era algo menor que yo y no sabiacutea de ella desde haciacutea tantos antildeos que bien podiacutea haber muerto Pero al primer timbrazo reconociacute la voz en el teleacutefono y le dispareacute sin preaacutembulos

-Hoy siacute

Ella suspiroacute Ay mi sabio triste te desapareces veinte antildeos y soacutelo vuelves para pedir imposibles Recobroacute enseguida el dominio de su arte y me ofrecioacute una media docena de opciones deleitables pero eso siacute todas usadas Le insistiacute que no que debiacutea ser doncella y para esa misma noche Ella preguntoacute alarmada iquestQueacute es lo que quieres probarte Nada le contesteacute lastimado donde maacutes me doliacutea seacute muy bien lo que puedo y lo que no puedo Ella dijo impasible que los sabios lo saben todo pero no todo Los uacutenicos Virgos que van quedando en el mundo son ustedes los de agosto iquestPor queacute no me lo encargaste con maacutes tiempo La inspiracioacuten no avisa le dije Pero tal vez espera dijo ella siempre maacutes resabida que cualquier hombre y me pidioacute aunque fueran dos diacuteas para escudrintildear a fondo el mercado Yo le repliqueacute en serio que en un negocio como aqueacutel a mi edad cada hora es un antildeo Entonces no se puede dijo ella sin la miacutenima duda pero no importa asiacute es maacutes emocionante queacute carajo te llamo en una hora

No tengo que decirlo porque se me distingue a leguas soy feo tiacutemido y anacroacutenico Pero a fuerza de no querer serlo he venido a simular todo lo contrario Hasta el sol de hoy en que resuelvo contarme como soy por mi propia y libre voluntad aunque soacutelo sea para alivio de mi conciencia He empezado con la llamada insoacutelita a Rosa Cabarcas porque visto desde hoy aqueacutel fue el principio de una nueva vida a una edad en que la mayoriacutea de los mortales estaacuten muertos

Vivo en una casa colonial en la acera de sol del parque de San Nicolaacutes donde he pasado todos los diacuteas de mi vida sin mujer ni fortuna donde vivieron y murieron mis padres y donde me he propuesto morir solo en la misma cama en que naciacute y en un diacutea que deseo lejano y sin dolor Mi padre la comproacute en un remate puacuteblico a fines del siglo XIX alquiloacute la planta baja para tiendas de lujo a un con sorcio de italianos y se

Memorias de mis putas tristes 6 ______________________________________________________________________________________reservoacute este segundo piso para ser feliz con la hija de uno de ellos Florina de Dios Cargamantos inteacuterprete notable de Mozart poliacuteglota y garibaldina y la mujer maacutes hermosa y de mejor talento que hubo nunca en la ciudad mi madre

El aacutembito de la casa es amplio y luminoso con arcos de estuco y pisos ajedrezados de mosaicos florentinos y cuatro puertas vidrieras sobre un balcoacuten corrido donde mi madre se sentaba en las noches de marzo a cantar arias de amor con sus primas italianas Desde alliacute se ve el parque de San Nicolaacutes con la catedral y la estatua de Cristoacutebal Coloacuten y maacutes allaacute las bodegas del muelle fluvial y el vasto horizonte del riacuteo grande de la Magdalena a veinte leguas de su estuario Lo uacutenico ingrato de la casa es que el sol va cambiando de ventanas en el transcurso del diacutea y hay que cerrarlas todas para tratar de dormir la siesta en la penumbra ardiente Cuando me quedeacute solo a mis treinta y dos antildeos me mudeacute a la que fuera la alcoba de mis padres abriacute una puerta de paso hacia la biblioteca y empeceacute a subastar cuanto me iba sobrando para vivir que terminoacute por ser casi todo salvo los libros y la pianola de rollos

Durante cuarenta antildeos fui el inflador de cables de El Diario de La Paz que consistiacutea en reconstruir y completar en prosa indiacutegena las noticias del mundo que atrapaacutebamos al vuelo en el espacio sideral por las ondas cortas o el coacutedigo Morse Hoy me sustento mal que bien con mi pensioacuten de aquel oficio extinguido me sustento menos con la de maestro de gramaacutetica castellana y latiacuten casi nada con la nota dominical que he escrito sin desmayos durante maacutes de medio siglo y nada en absoluto con las gacetillas de muacutesica y teatro que me publican de favor las muchas veces en que vienen inteacuterpretes notables Nunca hice nada distinto de escribir pero no tengo vocacioacuten ni virtud de narrador ignoro por completo las leyes de la composicioacuten dramaacutetica y si me he embarcado en esta empresa es porque confiacuteo en la luz de lo mucho que he leiacutedo en la vida Dicho en romance crudo soy un cabo de raza sin meacuteritos ni brillo que no tendriacutea nada que legar a sus sobrevivientes de no haber sido por los hechos que me dispongo a referir como pueda en esta memoria de mi grande amor

El diacutea de mis noventa antildeos habiacutea recordado como siempre a las cinco de la mantildeana Mi uacutenico compromiso por ser viernes era escribir la nota firmada que se publica los domingos en El Diario de La Paz Los siacutentomas del amanecer habiacutean sido perfectos para no ser feliz me doliacutean los huesos desde la madrugada me ardiacutea el culo y habiacutea truenos de tormenta despueacutes de tres meses de sequiacutea Me bantildeeacute mientras estaba el cafeacute me tomeacute un tazoacuten endulzado con miel de abejas y acompantildeado con dos tortas de cazabe y me puse el mameluco de lienzo de estar en casa

El tema de la nota de aquel diacutea coacutemo no eran mis noventa antildeos Nunca he pensado en la edad como en una gotera en el techo que le indica a uno la cantidad de vida que le va quedando De muy nintildeo oiacute decir que cuando una persona muere los piojos que incuban en la pelambre escapan pavoridos por las almohadas para verguumlenza de la familia Esto me escarmentoacute de tal suerte que me dejeacute tusar a coco para ir a la escuela y las escasas hebras que me quedan me las lavo todaviacutea con el jaboacuten del perro agradecido Quiere decir me digo ahora que de muy nintildeo tuve mejor formado el sentido del pudor social que el de la muerte

Desde haciacutea meses habiacutea previsto que mi nota de aniversario no fuera el soacutelito lamento por los antildeos idos sino todo lo contrario una glorificacioacuten de la vejez

Memorias de mis putas tristes 7 ______________________________________________________________________________________Empeceacute por preguntarme cuaacutendo tomeacute conciencia de ser viejo y creo que fue muy poco antes de aquel diacutea A los cuarenta y dos antildeos habiacutea acudido al meacutedico con un dolor de espaldas que me estorbaba para respirar El no le dio importancia Es un dolor natural a su edad me dijo

-En ese caso -le dije yo- lo que no es natural es mi edad

El meacutedico me hizo una sonrisa de laacutestima Veo que es usted un filoacutesofo me dijo Fue la primera vez que penseacute en mi edad en teacuterminos de vejez pero no tardeacute en olvidarlo Me acostumbreacute a despertar cada diacutea con un dolor distinto que iba cambiando de lugar y forma a medida que pasaban los antildeos A veces pareciacutea ser un zarpazo de la muerte y al diacutea siguiente se esfumaba Por esa eacutepoca oiacute decir que el primer siacutentoma de la vejez es que uno empieza a parecerse a su padre Debo estar condenado a la juventud eterna penseacute entonces porque mi perfil equino no se pareceraacute nunca al caribe crudo que fue mi padre ni al romano imperial de mi madre La verdad es que los primeros cambios son tan lentos que apenas si se notan y uno sigue vieacutendose desde dentro como habiacutea sido siempre pero los otros los advierten desde fuera

En la quinta deacutecada habiacutea empezado a imaginarme lo que era la vejez cuando noteacute los primeros huecos de la memoria Sabaneaba la casa buscando los espejuelos hasta que descubriacutea que los llevaba puestos o me metiacutea con ellos en la regadera o me poniacutea los de leer sin quitarme los de larga vista Un diacutea desayuneacute dos veces porque olvideacute la primera y aprendiacute a reconocer la alarma de mis amigos cuando no se atreviacutean a advertirme que les estaba contando el mismo cuento que les conteacute la semana anterior Para entonces teniacutea en la memoria una lista de rostros conocidos y otra con los nombres de cada uno pero en el momento de saludar no conseguiacutea que coincidieran las caras con los nombres

Mi edad sexual no me preocupoacute nunca porque mis poderes no dependiacutean tanto de miacute como de ellas y ellas saben el coacutemo y el porqueacute cuando quieren Hoy me riacuteo de los muchachos de ochenta que consultan al meacutedico asustados por estos sobresaltos sin saber que en los noventa son peores pero ya no importan son riesgos de estar vivo En cambio es un triunfo de la vida que la memoria de los viejos se pierda para las cosas que no son esenciales pero que raras veces falle para las que de verdad nos interesan Ciceroacuten lo ilustroacute de una plumada

No hay un anciano que olvide doacutende escondioacute su tesoro

Con esas reflexiones y otras varias habiacutea terminado un primer borrador de la nota cuando el sol de agosto estalloacute entre los almendros del parque y el buque fluvial del correo retrasado una semana por la sequiacutea entroacute bramando en el canal del puerto Penseacute Ahiacute llegan mis noventa antildeos Nunca sabreacute por queacute ni lo pretendo pero fue al conjuro de aquella evocacioacuten arrasadora cuando decidiacute llamar por teleacutefono a Rosa Cabarcas para que me ayudara a honorar mi aniversario con una noche libertina Llevaba antildeos de santa paz con mi cuerpo dedicado a la relectura erraacutetica de mis claacutesicos y a mis programas privados de muacutesica culta pero el deseo de aquel diacutea fue tan apremiante que me parecioacute un recado de Dios Despueacutes de la llamada no pude seguir escribiendo Colgueacute la hamaca en un recodo de la biblioteca donde no da el sol por la mantildeana y me tumbeacute con el pecho oprimido por la ansiedad de la espera

Memorias de mis putas tristes 8 ______________________________________________________________________________________

Habiacutea sido un nintildeo consentido con una mamaacute de dones muacuteltiples aniquilada por la tisis a los cincuenta antildeos y con un papaacute formalista al que nunca se le conocioacute un error y amanecioacute muerto en su cama de viudo el diacutea en que se firmoacute el tratado de Neerlandia que puso teacutermino a la guerra de los Mil Diacuteas y a las tantas guerras civiles del siglo anterior La paz cambioacute la ciudad en un sentido que no se previo ni se queriacutea Una muchedumbre de mujeres libres enriquecieron hasta el delirio las viejas cantinas de la calle Ancha que fuera despueacutes el camelloacuten Abello y ahora es el paseo Coloacuten en esta ciudad de mi alma tan apreciada de propios y ajenos por la buena iacutendole de su gente y la pureza de su luz

Nunca me he acostado con ninguna mujer sin pagarle y a las pocas que no eran del oficio las convenciacute por la razoacuten o por la fuerza de que recibieran la plata aunque fuera para botarla en la basura Por mis veinte antildeos empeceacute a llevar un registro con el nombre la edad el lugar y un breve recordatorio de las circunstancias y el estilo Hasta los cincuenta antildeos eran quinientas catorce mujeres con las cuales habiacutea estado por lo menos una vez Interrumpiacute la lista cuando ya el cuerpo no me dio para tantas y podiacutea seguir las cuentas sin papel Teniacutea mi eacutetica propia Nunca participeacute en parrandas de grupo ni en contubernios puacuteblicos ni compartiacute secretos ni conteacute una aventura del cuerpo o del alma pues desde joven me di cuenta de que ninguna es impune

La uacutenica relacioacuten extrantildea fue la que mantuve durante antildeos con la fiel Damiana Era casi una nintildea aindiada fuerte y montaraz de palabras breves y terminantes que se moviacutea descalza para no disturbarme mientras escribiacutea Recuerdo que yo estaba leyendo La lozana andaluza en la hamaca del corredor y la vi por casualidad inclinada en el lavadero con una pollera tan corta que dejaba al descubierto sus corvas suculentas Presa de una fiebre irresistible se la levanteacute por detraacutes le bajeacute las mutandas hasta las rodillas y la embestiacute en reversa Ay sentildeor dijo ella con un quejido luacutegubre eso no se hizo para entrar sino para salir Un temblor profundo le estremecioacute el cuerpo pero se mantuvo firme Humillado por haberla humillado quise pagarle el doble de lo que costaban las maacutes caras de entonces pero no aceptoacute ni un ochavo y tuve que aumentarle el sueldo con el caacutelculo de una monta al mes siempre mientras lavaba la ropa y siempre en sentido contrario

Alguna vez penseacute que aquellas cuentas de camas seriacutean un buen sustento para una relacioacuten de las miserias de mi vida extraviada y el tiacutetulo me cayoacute el cielo Memoria de mis putas tristes Mi vida puacuteblica en cambio careciacutea de intereacutes hueacuterfano de padre y madre soltero sin porvenir periodista mediocre cuatro veces finalista en los Juegos Florales de Cartagena de Indias y favorito de los caricaturistas por mi fealdad ejemplar Es decir una vida perdida que habiacutea empezado mal desde la tarde en que mi madre me llevoacute de la mano a los diecinueve antildeos para ver si lograba publicar en El Diario de La Paz una croacutenica de la vida escolar que yo habiacutea escrito en la clase de castellano y retoacuterica Se publicoacute el domingo con un exordio esperanzado del director Pasados los antildeos cuando supe que mi madre habiacutea pagado la publicacioacuten y las siete siguientes ya era tarde para avergonzarme pues mi columna semanal volaba con alas propias y era ademaacutes inflador de cables y criacutetico de muacutesica

Desde que obtuve mi grado de bachiller con diploma de excelencia empeceacute a dictar clases de castellano y latiacuten en tres colegios puacuteblicos al mismo tiempo Fui un mal

Memorias de mis putas tristes 9 ______________________________________________________________________________________maestro sin formacioacuten sin vocacioacuten ni piedad alguna por esos pobres nintildeos que iban a la escuela como el modo maacutes faacutecil de escapar a la tiraniacutea de sus padres Lo uacutenico que pude hacer por ellos fue mantenerlos bajo el terror de mi regla de madera para que al menos se llevaran de miacute el poema favorito Estos Fabio ay dolor que ves ahora campos de soledad mustio collado fueron un tiempo Itaacutelica famosa Soacutelo de viejo me entereacute por casualidad del mal apodo que los alumnos me pusieron a mis espaldas el Profesor Mustio Collado

Esto fue todo cuanto me dio la vida y no he hecho nada por sacarle maacutes Almorzaba solo entre una clase y otra y a las seis de la tarde llegaba a la redaccioacuten del perioacutedico a cazar las sentildeales del espacio sideral A las once de la noche cuando se cerraba la edicioacuten empezaba mi vida real Dormiacutea en el Barrio Chino dos o tres veces por semana y con tan variadas compantildeiacuteas que dos veces fui coronado como el cliente del antildeo Despueacutes de la cena en el cercano cafeacute Roma escogiacutea cualquier burdel al azar y entraba a escondidas por la puerta del traspatio Lo haciacutea por el gusto pero terminoacute por ser parte de mi oficio gracias a la ligereza de lengua de los grandes cacaos de la poliacutetica que les daban cuenta de sus secretos de Estado a sus amantes de una noche sin pensar que eran oiacutedos por la opinioacuten puacuteblica a traveacutes de los tabiques de cartoacuten Por esa viacutea coacutemo no descubriacute tambieacuten que mi celibato inconsolable lo atribuiacutean a una pederastiacutea nocturna que se saciaba con los nintildeos hueacuterfanos de la calle del Crimen He tenido la fortuna de olvidarlo entre otras buenas razones porque tambieacuten conociacute lo bueno que se deciacutea de miacute y lo aprecieacute en lo que valiacutea

Nunca tuve grandes amigos y los pocos que llegaron cerca estaacuten en Nueva York Es decir muertos pues es donde supongo que se van las almas en pena para no digerir la verdad de su vida pasada Desde mi jubilacioacuten tengo poco que hacer como no sea llevar mis papeles al diario los viernes en la tarde u otros empentildeos de cierta monta conciertos en Bellas Artes exposiciones de pintura en el Centro Artiacutestico del cual soy socio fundador alguna que otra conferencia ciacutevica en la Sociedad de Mejoras Puacuteblicas o un acontecimiento grande como la temporada de la Faacutebregas en el teatro Apolo De joven iba a los salones de cine sin techo donde lo mismo podiacutea sorprendernos un eclipse de luna que una pulmoniacutea doble por un aguacero descarriado Pero maacutes que las peliacuteculas me interesaban las pajaritas de la noche que se acostaban por el precio de la entrada o lo daban de balde o de fiado Pues el cine no es mi geacutenero El culto obsceno de Shirley Temple fue la gota que desbordoacute el vaso

Mis uacutenicos viajes fueron cuatro a los Juegos Florales de Cartagena de Indias antes de mis treinta antildeos y una mala noche en lancha de motor invitado por Sacramento Montiel a la inauguracioacuten de un burdel suyo en Santa Marta En cuanto a mi vida domeacutestica soy de poco comer y de gustos faacuteciles Cuando Damiana se hizo vieja no se volvioacute a cocinar en casa y mi uacutenica comida regular desde entonces ha sido la tortilla de papas en el cafeacute Roma despueacutes del cierre del perioacutedico

Asiacute que la viacutespera de mis noventa antildeos me que deacute sin almorzar y no pude concentrarme en la lectura a la espera de noticias de Rosa Cabarcas Las chicharras pitaban a reventar en el calor de las dos y las vueltas del sol por las ventanas abiertas me forzaron a cambiar tres veces el lugar de la hamaca Siempre me parecioacute que por los diacuteas de mi aniversario estaba el maacutes caliente del antildeo y habiacutea aprendido a soportarlo pero el humor de aquel diacutea no me dio para tanto A las

Memorias de mis putas tristes 10 ______________________________________________________________________________________cuatro trateacute de apaciguarme con las seis suites para chelo solo de Juan Sebastiaacuten Bach en la versioacuten definitiva de don Pablo Casaacuteis Las tengo como lo maacutes sabio de toda la muacutesica pero en vez de apaciguarme como de soacutelito me dejaron en un estado de la peor postracioacuten Me adormeciacute con la segunda que me parece un poco remolona y en el suentildeo revolviacute la quejumbre del chelo con la de un buque triste que se fue Casi al instante me despertoacute el teleacutefono y la voz oxidada de Rosa Cabarcas me devolvioacute a la vida Tienes una suerte de bobo me dijo Encontreacute una pavita mejor de la que queriacuteas pero tiene un percance anda apenas por los catorce antildeos No me importa cambiar pantildeales le dije en chanza sin entender sus motivos No es por ti dijo ella pero iquestquieacuten va a pagar por miacute los tres antildeos de caacutercel

Nadie iba a pagarlos pero ella menos que nadie por supuesto Recogiacutea su cosecha entre las menores de edad que haciacutean mercado en su tienda a las cuales iniciaba y exprimiacutea hasta que pasaban a la vida peor de putas graduadas en el burdel histoacuterico de la Negra Eufemia Nunca habiacutea pagado una multa porque su patio era la arcadia de la autoridad local desde el gobernador hasta el uacuteltimo camajaacuten de alcaldiacutea y no era imaginable que a la duentildea le faltaran poderes para delinquir a su antojo De modo que sus escruacutepulos de uacuteltima hora soacutelo debiacutean ser para sacar ventajas de sus favores maacutes caros cuanto maacutes punibles El diferendo se arregloacute con el aumento de dos pesos en los servicios y acordamos que a las diez de la noche yo estuviera en su casa con cinco pesos en efectivo y por adelantado Ni un minuto antes pues la nintildea teniacutea que darles de comer y dormir a sus hermanos menores y acostar a su madre baldada por el reumatismo

Faltaban cuatro horas A medida que discurriacutean el corazoacuten se me iba llenando de una espuma acida que me estorbaba para respirar Hice un esfuerzo esteacuteril por pastorear el tiempo con los traacutemites de la vestimenta Nada nuevo por cierto si hasta Damiana dice que me visto con el ritual de un sentildeor obispo Me corteacute con la navaja barbera tuve que esperar a que se refrescara el agua de la ducha recalentada por el sol en la tuberiacutea y el esfuerzo simple de secarme con la toalla me hizo sudar de nuevo Me vestiacute de acuerdo con la ventura de la noche el traje de lino blanco la camisa a rayas azules de cuello acartonado con engrudo la corbata de seda china los botines remozados con blanco de zinc y el reloj de oro coronario con la leontina abrochada en el ojal de la solapa Al final dobleacute hacia dentro las bocapiernas de los pantalones para que no se notara que he disminuido un jeme

Tengo fama de cicatero porque nadie puede imaginarse que sea tan pobre si vivo donde vivo y la verdad es que una noche como aqueacutella estaba muy por encima de mis recursos Del cofre de los ahorros transpuesto debajo de la cama saqueacute dos pesos para alquiler del cuarto cuatro para la duentildea tres para la nintildea y cinco de reserva para mi cena y otros gastos menudos O sea los catorce pesos que me paga el perioacutedico por un mes de notas dominicales Los escondiacute en un bolsillo secreto de la pretina y me perfumeacute con el fumigador de Agua de Florida de Lanman amp Kemp-Barclay amp Co Entonces sentiacute el zarpazo del paacutenico y a la primera campanada de las ocho bajeacute a tientas las escaleras en tinieblas sudando de miedo y saliacute a la noche radiante de mis viacutesperas

Habiacutea refrescado Grupos de hombres solos discutiacutean a gritos sobre fuacutetbol en el paseo Coloacuten entre los taxis parados en bateriacutea al centro de la calzada Una banda de cobres tocaba un valse laacutenguido bajo la alameda de matarratones floridos Una de las putitas pobres que cazan clientes de solemnidad en la calle de los Notarios

Memorias de mis putas tristes 11 ______________________________________________________________________________________me pidioacute el cigarrillo de siempre y le contesteacute lo mismo de siempre Dejeacute de fumar hace hoy treinta y tres antildeos dos meses y diecisiete diacuteas Al pasar frente a El Alambre de Oro me mireacute en las vitrinas iluminadas y no me vi como me sentiacutea sino maacutes viejo y peor vestido

Poco antes de las diez abordeacute un taxi y le pediacute al chofer que me llevara al Cementerio Universal para que no supiera adonde iba en realidad Me miroacute divertido por el espejo y me dijo No me deacute estos sustos don sabio ojalaacute Dios me mantuviera tan vivo como a usted Nos bajamos juntos frente al cementerio porque eacutel no teniacutea moneda suelta y tuvimos que cambiar en La Tumba una cantina indigente donde lloran a sus muertos los borrachitos de la madrugada Cuando arreglamos cuentas el chofer me dijo en serio Tenga cuidado don que ya la casa de Rosa Cabarcas no es ni sombra de lo que fue No pude menos que darle las gracias convencido como todo el mundo de que no habiacutea ninguacuten secreto bajo el cielo para los choferes del paseo Coloacuten

Me adentreacute en un barrio de pobres que no teniacutea nada que ver con el que conociacute en mis tiempos Eran las mismas calles amplias de arenas calientes con casas de puertas abiertas paredes de tablas sin cepillar techos de palma amarga y patios de cascajo Pero su gente habiacutea perdido el sosiego En la mayoriacutea de las casas habiacutea parrandas de viernes cuyos bombos y platillos repercutiacutean en las entrantildeas Cualquiera podiacutea entrar por cincuenta centavos en la fiesta que le gustara maacutes pero tambieacuten podiacutea quedarse bailando de gorra en los sardineles Yo caminaba ansioso de que me tragara la tierra dentro de mi atuendo de filipichiacuten pero nadie se fijoacute en miacute salvo un mulato escuaacutelido que dormitaba sentado en el portoacuten de una casa de vecindad

-Adioacutes doctor -me gritoacute con todo el corazoacuten- iexclfeliz polvo

iquestQueacute podiacutea hacer sino darle las gracias Tuve que detenerme por tres veces para recobrar el respiro antes de alcanzar la uacuteltima cuesta Desde alliacute vi la enorme luna de cobre que se alzaba en el horizonte y una urgencia imprevista del vientre me hizo temer por mi destino pero pasoacute de largo Al final de la calle donde el barrio se convertiacutea en un bosque de aacuterboles frutales entreacute en la tienda de Rosa Cabarcas

No pareciacutea la misma Habiacutea sido la mama santa maacutes discreta y por lo mismo la maacutes conocida Una mujer de gran tamantildeo que queriacuteamos coronar como sargenta de bomberos tanto por la corpulencia como por la eficacia para apagar las candelas de la parroquia Pero la soledad le habiacutea disminuido el cuerpo le habiacutea avellanado la piel y afilado la voz con tanto ingenio que pareciacutea una nintildea vieja De antes soacutelo le quedaban los dientes perfectos con uno que se habiacutea hecho forrar de oro por coqueteriacutea Guardaba un luto cerrado por el marido muerto a los cincuenta antildeos de vida comuacuten y lo aumentoacute con una especie de bonete negro por la muerte del hijo uacutenico que la ayudaba en sus entuertos Soacutelo le quedaban vivos los ojos diaacutefanos y crueles y por ellos me di cuenta de que no habiacutea cambiado de iacutendole

La tienda teniacutea un foco macilento en el plafondo y casi nada para vender en los armarios que ni siquiera cumpliacutean como pantalla de un negocio a voces que todo el mundo conociacutea pero nadie reconociacutea Rosa Cabarcas estaba despachando a un cliente cuando entreacute en punta de pies No seacute si me desconocioacute de veras o si lo habiacutea fingido por guardar las formas Me senteacute en el escantildeo de espera mientras se

Memorias de mis putas tristes 12 ______________________________________________________________________________________desocupaba y trateacute de reconstruirla en la memoria como habiacutea sido Maacutes de dos veces cuando ambos estaacutebamos enteros tambieacuten ella me habiacutea sacado de espantos Creo que me leyoacute el pensamiento porque se volvioacute hacia miacute y me escudrintildeoacute con una intensidad alarmante No te pasa el tiempo suspiroacute con tristeza Yo quise halagarla A ti siacute pero para bien En serio dijo ella hasta te ha resucitado un poco la cara de caballo muerto Seraacute porque cambieacute de comedero le dije por picardiacutea Ella se animoacute Hasta donde me acuerdo teniacuteas una tranca de galeote me dijo iquestCoacutemo se porta Me escapeacute por la tangente Lo uacutenico distinto desde que no nos vemos es que a veces me arde el culo Su diagnoacutestico fue inmediato Falta de uso Soacutelo lo tengo para lo que Dios lo hizo le dije pero era cierto que me ardiacutea de tiempo atraacutes y siempre en luna llena Rosa rebuscoacute en su cajoacuten de sastre y destapoacute una latita de una pomada verde que oliacutea a linimento de aacuternica Le dices a la nintildea que te la unte con su dedito asiacute moviendo el iacutendice con una elocuencia procaz Le repliqueacute que a Dios gracias todaviacutea era capaz de defenderme sin untos guajiros Ella se burloacute Ay maestro perdoacutename la vida

Y fue a lo suyo

La nintildea estaba en el cuarto desde las diez me dijo era bella limpia y bien criada pero estaba muerta de miedo porque una amiga suya que escapoacute con un estibador de Gayra se habiacutea desangrado en dos horas Pero bueno admitioacute Rosa se entiende porque los de Gayra tienen fama de que hacen cantar a las muiacuteas Y retomoacute el hilo Pobrecita ademaacutes de todo tiene que trabajar el diacutea entero pegando botones en una faacutebrica No me parecioacute que fuera un oficio tan duro Eso creen los hombres replicoacute ella pero es peor que picar piedras Ademaacutes me confesoacute que le habiacutea dado a la nintildea un bebedizo de bromuro con valeriana y ahora estaba dormida Temiacute que la compasioacuten mera otra artimantildea para aumentar el precio pero no dijo ella mi palabra es de oro Con reglas fijas cada cosa pagada aparte en plata blanca y por adelantado Asiacute fue

La seguiacute a traveacutes del patio enternecido por la marchitez de su piel y por lo mal que andaba con las piernas hinchadas dentro de las medias de algodoacuten primario La luna llena estaba llegando al centro del cielo y el mundo se veiacutea como sumergido en aguas verdes Cerca de la tienda habiacutea una techumbre de palma para las parrandas de la administracioacuten puacuteblica con numerosos taburetes de cuero y hamacas colgadas en los horcones En el traspatio donde empezaba el bosque de aacuterboles frutales habiacutea una galeriacutea de seis alcobas de adobes sin repellar con ventanas de anjeo para los zancudos La uacutenica ocupada estaba a media luz y Tontildea la Negra cantaba en el radio una cancioacuten de malos amores Rosa Cabarcas tomoacute aire El bolero es la vida Yo estaba de acuerdo pero hasta hoy no me atreviacute a escribirlo Ella empujoacute la puerta entroacute un instante y volvioacute a salir Sigue dormidita dijo Hariacuteas bien en dejarla descansar todo lo que le pida el cuerpo tu noche es maacutes larga que la suya Yo estaba ofuscado iquestQueacute crees que debo hacer Tuacute sabraacutes dijo ella con una placidez fuera de lugar por algo eres sabio Dio media vuelta y me dejoacute solo con el terror

No habiacutea escapatoria Entreacute en el cuarto con el corazoacuten desquiciado y vi a la nintildea dormida desnuda y desamparada en la enorme cama de alquiler como la parioacute su madre Yaciacutea de medio lado de cara a la puerta alumbrada desde el plafondo por una luz intensa que no perdonaba detalle Me senteacute a contemplarla desde el borde de la cama con un hechizo de los cinco sentidos Era morena y tibia La habiacutean sometido a un reacutegimen de higiene y embellecimiento que no descuidoacute ni el vello

Memorias de mis putas tristes 13 ______________________________________________________________________________________incipiente del pubis Le habiacutean rizado el cabello y teniacutea en las untildeas de las manos y los pies un esmalte natural pero la piel del color de la melaza se veiacutea aacutespera y maltratada Los senos recieacuten nacidos pareciacutean todaviacutea de nintildeo varoacuten pero se veiacutean urgidos por una energiacutea secreta a punto de reventar Lo mejor de su cuerpo eran los pies grandes de pasos sigilosos con dedos largos y sensibles como de otras manos Estaba ensopada en un sudor fosforescente a pesar del ventilador y el calor se volviacutea insoportable a medida que avanzaba la noche Era imposible imaginar coacutemo era la cara pintorreteada a brocha gorda la espesa costra de polvos de arroz con dos parches de colorete en las mejillas las pestantildeas postizas las cejas y los paacuterpados como ahumados con negrohumo y los labios aumentados con un barniz de chocolate Pero ni los trapos ni los afeites alcanzaban a disimular su caraacutecter la nariz altiva las cejas encontradas los labios intensos Penseacute Un tierno toro de lidia

A las once fui a mis traacutemites de rutina en el bantildeo donde estaba su ropa de pobre doblada sobre una silla con un esmero de rica un traje de etamina con mariposas estampadas un calzoacuten amarillo de malapodaacuten y unas sandalias de fique Encima de la ropa habiacutea una pulsera de baratillo y una cadenita muy fina con la medalla de la Virgen En la repisa del lavabo una cartera de ruano con un laacutepiz de labios un estuche de colorete una llave y unas monedas sueltas Todo tan barato y envilecido por el uso que no pude imaginarme a nadie tan pobre como ella

Me desvestiacute y dispuse las piezas como mejor pude en el perchero para no dantildear la seda de la camisa y el planchado del lino Orineacute en el inodoro decadena sentado y como me ensentildeoacute desde nintildeo Florina de Dios para que no mojara los bordes de la bacinilla y todaviacutea modestia aparte con un chorro inmediato y continuo de potro cerrero Antes de salir me asomeacute al espejo del lavamanos El caballo que me miroacute desde el otro lado no estaba muerto sino luacutegubre y teniacutea una papada de Papa los paacuterpados abotagados y desmirriadas las crines que habiacutean sido mi melena de muacutesico

-Mierda -le dije- iquestqueacute puedo hacer si no me quieres

Tratando de no despertarla me senteacute desnudo en la cama con la vista ya acostumbrada a los engantildeos de la luz roja y la reviseacute palmo a palmo Desliceacute la yema del iacutendice a lo largo de su cerviz empapada y toda ella se estremecioacute por dentro como un acorde de arpa se volteoacute hacia miacute con un gruntildeido y me envolvioacute en el clima de su aliento aacutecido Le apreteacute la nariz con el pulgar y el iacutendice y ella se sacudioacute apartoacute la cabeza y me dio la espalda sin despertar Trateacute de separarle las piernas con mi rodilla por una tentacioacuten imprevista En las dos primeras tentativas se opuso con los muslos tensos Le canteacute al oiacutedo La cama de Delgadina de aacutengeles estaacute rodeada Se relajoacute un poco Una corriente caacutelida me subioacute por las venas y mi lento animal jubilado despertoacute de su largo suentildeo

Delgadina alma miacutea le supliqueacute ansioso Delgadina Ella lanzoacute un gemido luacutegubre escapoacute de mis muslos me dio la espalda y se enroscoacute como un caracol en su concha La poacutecima de valeriana debioacute ser tan eficaz para miacute como para ella porque nada pasoacute ni a ella ni a nadie Pero no me importoacute Me pregunteacute de queacute serviacutea despertarla humillado y triste como me sentiacutea y friacuteo como un lebranche

Niacutetidas ineluctables sonaron entonces las campanadas de las doce de la noche y empezoacute la madrugada del 29 de agosto diacutea del Martirio de San Juan Bautista

Memorias de mis putas tristes 14 ______________________________________________________________________________________Alguien lloraba a gritos en la calle y nadie le haciacutea caso Receacute por eacutel si le hiciera falta y tambieacuten por miacute en accioacuten de gracias por los beneficios recibidos No se engantildee nadie no pensando que ha de durar lo que espera maacutes que duroacute lo que vioLa nintildea gimioacute en suentildeos y receacute tambieacuten por ella Pues que todo ha de pasar por tal manera Despueacutes apagueacute el radio y la luz para dormir

Desperteacute de madrugada sin recordar doacutende estaba La nintildea seguiacutea dormida de espaldas a miacute en posicioacuten fetal Tuve la sensacioacuten indefinida de que la habiacutea sentido levantarse en la oscuridad y de haber oiacutedo el desaguumle del bantildeo pero lo mismo pudo ser un suentildeo Fue algo nuevo para miacute Ignoraba las mantildeas de la seduccioacuten y siempre habiacutea escogido al azar las novias de una noche maacutes por el precio que por los encantos y haciacuteamos amores sin amor medio vestidos las maacutes de las veces y siempre en la oscuridad para imaginarnos mejores Aquella noche descubriacute el placer inverosiacutemil de contemplar el cuerpo de una mujer dormida sin los apremios del deseo o los estorbos del pudor

Me levanteacute a las cinco inquieto porque mi nota dominical debiacutea estar en la mesa de redaccioacuten antes de las doce Hice mi deposicioacuten puntual todaviacutea con los ardores de la luna llena y cuando solteacute la cadena del agua sentiacute que ntildeus rencores del pasado se fueron por los albantildeales Cuando volviacute fresco y vestido al dormitorio la nintildea dormiacutea bocarriba a la luz conciliadora del amanecer atravesada de lado a lado en la cama con los brazos abiertos en cruz y duentildea absoluta de su virginidad Que Dios te la guarde le dije Toda la plata que me quedaba la suya y la miacutea se la puse en la almohada y me despediacute por siempre jamaacutes con un beso en la frente La casa como todo burdel al amanecer era lo maacutes cercano al paraiacuteso Saliacute por el portoacuten del huerto para no encontrarme con nadie Bajo el sol abrasante de la calle empeceacute a sentir el peso de mis noventa antildeos y a contar minuto a minuto los minutos de las noches que me haciacutean falta para morir

Memorias de mis putas tristes 15 ______________________________________________________________________________________

2Escribo esta memoria en lo poco que queda de la biblioteca que fue de mis padres y cuyos anaqueles estaacuten a punto de desplomarse por la paciencia de las polillas A fin de cuentas para lo que me falta por hacer en este mundo me bastariacutea con mis diccionarios de todo geacutenero con las dos primeras series de los Episodios nacionales de don Benito Peacuterez Galdoacutes y con La montantildea maacutegica que me ensentildeoacute a entender los humores de mi madre desnaturalizados por la tisis

A diferencia de los otros muebles y de miacute mismo el mesoacuten en que escribo parece de mejor salud con el paso del tiempo porque lo fabricoacute en maderas nobles mi abuelo paterno que fue carpintero de buques Aunque no tenga que escribir lo aderezo todas las mantildeanas con el rigor ocioso que me ha hecho perder tantos amores Al alcance de la mano tengo mis libros coacutemplices los dos tomos del Primer Diccionario Ilustrado de la Real Academiade 1903 el Tesoro de la Lengua Castellana o Espantildeola de don Sebastiaacuten de Covarrubias la gramaacutetica de don Andreacutes Bello por si hubiera alguna duda semaacutentica como es de rigor el novedoso Diccionario ideoloacutegico de don Julio Casares en especial por sus antoacutenimos y sus sinoacutenimos el Vocabolario della Liacutengua Italiana de Nicola Zingarelli para favorecerme con el idioma de mi madre que aprendiacute desde la cuna y el diccionario de latiacuten que por ser eacuteste la madre de las otras dos lo considero mi lengua natal

A la izquierda del escritorio mantengo siempre las cinco fojas de papel de hilo tamantildeo oficio para mi nota dominical y el cuerno con polvo de carta que prefiero a la moderna almohadilla de papel se cante A la derecha estaacuten el calamaio y el palillero de balso liviano con la peacutendola de oro pues todaviacutea manuscribo con la letra romaacutentica que me ensentildeoacute Florina de Dios para que no me hiciera a la caligrafiacutea oficial de su esposo que fue notario puacuteblico y contador juramentado hasta su uacuteltimo aliento Hace tiempo que se nos impuso en el perioacutedico la orden de escribir a maacutequina para mejor caacutelculo del texto en el plomo del linotipo y mayor acierto en la armada pero nunca me hice a este mal haacutebito Seguiacute escribiendo a mano y transcribiendo en la maacutequina con un arduo picoteo de gallina gracias al privilegio ingrato de ser el empleado maacutes antiguo Hoy jubilado pero no vencido gozo del privilegio sacro de escribir en casa con el teleacutefono descolgado para que nadie me disturbe y sin censor que aguaite lo que escribo por encima de mi hombro

Vivo sin perros ni paacutejaros ni gente de servicio salvo la fiel Damiana que me ha sacado de los apuros menos pensados y sigue viniendo una vez por semana para lo que haya que hacer aun como estaacute corta de vista y de cacumen Mi madre en su

Memorias de mis putas tristes 16 ______________________________________________________________________________________lecho de muerte me suplicoacute que me casara joven con mujer blanca que tuvieacuteramos por lo menos tres hijos y entre ellos una nintildea con su nombre que habiacutea sido el de su madre y su abuela Estuve pendiente de la suacuteplica pero teniacutea una idea tan flexible de la juventud que nunca me parecioacute demasiado tarde Hasta un mediodiacutea caluroso en que me equivoqueacute de puerta en la casa que teniacutean los Palomares de Castro en Pradomar y sorprendiacute desnuda a Ximena Ortiz la menor de las hijas que haciacutea la siesta en la alcoba contigua Estaba acostada de espaldas a la puerta y se volvioacute a mirarme por encima del hombro con un gesto tan raacutepido que no me dio tiempo de escapar Ay perdoacuten alcanceacute a decir con el alma en la boca Ella sonrioacute se volteoacute hacia miacute con un escorzo de gacela y seme mostroacute de cuerpo entero La estancia toda se sentiacutea saturada de su intimidad No estaba en vivas carnes pues teniacutea en la oreja una flor ponzontildeosa de peacutetalos anaranjados como la Olimpia de Manet y tambieacuten llevaba una esclava de oro en el puntildeo derecho y una gargantilla de perlas menudas Nunca imagineacute que pudiera ver algo maacutes perturbador en lo que me faltaba de vida y hoy puedo dar fe de que tuve razoacuten

Cerreacute la puerta de un golpe avergonzado de mi torpeza y con la determinacioacuten de olvidarla Pero Ximena Ortiz me lo impidioacute Me mandaba recados con amigas comunes esquelas provocadoras amenazas brutales mientras se esparciacutea la voz de que estaacutebamos locos de amor el uno por el otro sin que nos hubieacuteramos cruzado palabra Fue imposible resistir Teniacutea unos ojos de gata cimarrona un cuerpo tan provocador con ropa como sin ella y una cabellera frondosa de oro alborotado cuyo tufo de mujer me haciacutea llorar de rabia en la almohada Sabiacutea que nunca llegariacutea a ser amor pero la atraccioacuten sataacutenica que ejerciacutea sobre miacute era tan ardorosa que intentaba aliviarme con cuanta guaricha de ojos verdes me encontraba al paso Nunca logreacute sofocar el fuego de su recuerdo en la cama de Pradomar asiacute que le entregueacute mis armas con peticioacuten formal de mano intercambio de anillos y anuncio de boda grande antes de Pentecosteacutes

La noticia estalloacute con maacutes fuerza en el Barrio Chino que en los clubes sociales Primero fue con burlas pero se transformoacute en una contrariedad cierta de las acadeacutemicas que veiacutean el matrimonio como una situacioacuten maacutes ridiacutecula que sagrada Mi noviazgo cumplioacute todos los ritos de la moral cristiana en la terraza de orquiacutedeas amazoacutenicas y helechos colgados de la casa de mi prometida Llegaba a las siete de la noche todo de lino blanco y con cualquier regalo de abalorios artesanales o chocolates suizos y hablaacutebamos medio en clave y medio en serio hasta las diez con la custodia de la tiacutea Argeacutenida que se dormiacutea al primer parpadeo como las chaperonas de las novelas de la eacutepoca

Ximena iba hacieacutendose maacutes voraz cuanto mejor nos conociacuteamos se aligeraba de corpintildeos y pollerines a medida que apretaban los bochornos de junio y era faacutecil imaginarse el poder de demolicioacuten que debiacutea tener en la penumbra A los dos meses de noviazgo no teniacuteamos de queacute hablar y ella planteoacute el tema de los hijos sin decirlo tejiendo bolitas en crochet de lana cruda para recieacuten nacidos Yo novio gentil aprendiacute a tejer con ella y asiacute se nos fueron las horas inuacutetiles que faltaban para la boda yo tejiendo las botitas azules para nintildeos y ella tejiendo las rosadas para nintildeas a ver quieacuten acertaba hasta que fueron bastantes para maacutes de medio centenar de hijos Antes de que dieran las diez me subiacutea a un coche de caballos y me iba al Barrio Chino a vivir mi noche en la paz de Dios

Memorias de mis putas tristes 17 ______________________________________________________________________________________Los tempestuosos adioses de soltero que me haciacutean en el Barrio Chino iban en contraviacutea de las veladas opresivas del Club Social Contraste que a miacute me sirvioacute para saber cuaacutel de los dos mundos era en realidad el miacuteo y me hice la ilusioacuten de que eran ambos pero cada uno a sus horas pues desde cualquiera de los dos veiacutea alejarse el otro con los suspiros desgarrados con que se separan dos barcos en altamar El baile de la viacutespera en El Poder de Dios incluyoacute una ceremonia final que soacutelo podiacutea ocurriacutersele a un cura gallego encallado en la concupiscencia que vistioacute a todo el personal femenino con velos y azahares para que todas se casaran conmigo en un sacramento universal Fue una noche de grandes sacrilegios en que veintidoacutes de ellas prometieron amor y obediencia y les correspondiacute con fidelidad y sustento hasta el maacutes allaacute de la tumba

No pude dormir por el presagio de algo irremediable Desde la madrugada empeceacute a contar el paso de las horas en el reloj de la catedral hasta las siete campanadas temibles con que debiacutea estar en la iglesia El timbre del teleacutefono empezoacute a las ocho largo tenaz impredecible durante maacutes de una hora No soacutelo no contesteacute no respireacute Poco antes de las diez llamaron a la puerta primero con el puntildeo y luego con gritos de voces conocidas y abominadas Temiacutea que la derribaran por alguacuten percance grave pero hacia las once la casa quedoacute en el silencio erizado que sucede a las grandes cataacutestrofes Entonces lloreacute por ella y por miacute y receacute de todo corazoacuten para no encontrarme con ella nunca maacutes en mis diacuteas Alguacuten santo me oyoacute a medias pues Ximena Ortiz se fue del paiacutes esa misma noche y no volvioacute hasta unos veinte antildeos despueacutes bien casada y con los siete hijos que pudieron ser miacuteos

Trabajo me costoacute mantener mi puesto y mi columna en El Diario de La Paz despueacutes de aquella afrenta social Pero no fue por eso que relegaron mis notas a la paacutegina once sino por el iacutempetu ciego con que entroacute el siglo XX El progreso se convirtioacute en el mito de la ciudad Todo cambioacute volaron los aviones y un hombre de empresa tiroacute un saco de cartas desde un Junker e inventoacute el correo aeacutereo

Lo uacutenico que permanecioacute igual fueron mis notas en el perioacutedico Las nuevas generaciones arremetieron contra ellas como contra una momia del pasado que debiacutea ser demolida pero yo las mantuve en el mismo tono sin concesiones contra los aires de renovacioacuten Fui sordo a todo Habiacutea cumplido cuarenta antildeos pero los redactores joacutevenes la llamaban la Columna de Mudarra el Bastardo El director de entonces me citoacute en su oficina para pedirme que me pusiera a tono con las nuevas corrientes De un modo solemne como si acabara de inventarlo me dijo El mundo avanza Siacute le dije avanza pero dando vueltas alrededor del sol Mantuvo mi nota dominical porque no habriacutea encontrado otro inflador de cables Hoy seacute que tuve razoacuten y por queacute Los adolescentes de mi generacioacuten avorazados por la vida olvidaron en cuerpo y alma las ilusiones del porvenir hasta que la realidad les ensentildeoacute que el futuro no era como lo sontildeaban y descubrieron la nostalgia Alliacute estaban mis notas dominicales como una reliquia arqueoloacutegica entre los escombros del pasado y se dieron cuenta de que no eran soacutelo para viejos sino para joacutevenes que no tuvieran miedo de envejecer La nota volvioacute entonces a la seccioacuten editorial y en ocasiones especiales a la primera paacutegina

A quien me lo pregunta le contesto siempre con la verdad las putas no me dejaron tiempo para ser casado Sin embargo debo reconocer que nunca tuve esta explicacioacuten hasta el diacutea de mis noventa antildeos cuando saliacute de la casa de Rosa Cabarcas con la determinacioacuten de nunca maacutes provocar al destino Me sentiacutea otro El

Memorias de mis putas tristes 18 ______________________________________________________________________________________genio se me trastornoacute por la gente de tropa que vi apostada en las rejas de hierro que rodeaban el parque Encontreacute a Damiana trapeando los pisos a gatas en la sala y la juventud de los muslos a su edad me suscitoacute un temblor de otra eacutepoca Ella debioacute sentirlo porque se cubrioacute con la falda No pude reprimir la tentacioacuten de preguntarle Diacutegame una cosa Damiana iquestde queacute se acuerda No estaba acordaacutendome de nada dijo ella pero su pregunta me lo recuerda Sentiacute una opresioacuten en el pecho Nunca me he enamorado le dije Ella replicoacute en el acto Yo siacute Y terminoacute sin interrumpir su oficio Lloreacute veintidoacutes antildeos por usted El corazoacuten me dio un salto Buscando una salida digna le dije Hubieacuteramos sido una buena yunta Pues hace mal en deciacutermelo ahora dijo ella porque ya no me sirve ni de consuelo Cuando saliacutea de la casa me dijo del modo maacutes natural Usted no me creeraacute pero sigo siendo virgen a Dios gracias

Poco despueacutes descubriacute que habiacutea dejado floreros de rosas rojas por toda la casa y una tarjeta en la almohada Le deseo que llegue a los sien Con este mal sabor me senteacute a continuar la nota que habiacutea dejado a medias el diacutea anterior La termineacute con un solo aliento en menos de dos horas y tuve que torcerle el cuello al cisne para sacaacutermela de las tripas sin que se me notara el llanto Por un golpe de inspiracioacuten tardiacutea decidiacute rematarla con el anuncio de que con ella poniacutea teacutermino feliz a una vida larga y digna sin la mala condicioacuten de morirme

Mi propoacutesito era dejarla en la porteriacutea del perioacutedico y volver a casa Pero no pude El personal en pleno me esperaba para celebrarme el cumpleantildeos El edificio estaba en obra con andamies y escombros friacuteos por todas partes pero habiacutean parado la obra para la fiesta En una mesa de carpintero estaban las bebidas para el brindis y las cuelgas envueltas en papel de fantasiacutea Aturdido por los relaacutempagos de las caacutemaras me hice con todas las fotos del recuerdo

Me alegroacute encontrar alliacute a periodistas de radio y de los otros diarios de la ciudad La Prensa matutino conservador El Heraldo matutino liberal y El Nacional vespertino sensacionalista que trataba de aliviar las tensiones del orden puacuteblico con folletones pasionales No era extrantildeo que estuvieran juntos pues dentro del espiacuteritu de la ciudad fue siempre de buen recibo que se mantuvieran intactas las amistades de la tropa mientras los mariscales libraban la guerra editorial

Tambieacuten estaba alliacute fuera de horas el censor oficial don Jeroacutenimo Ortega a quien llamaacutebamos el Abominable Hombre de las Nueve porque llegaba puntual a esa hora de la noche con su laacutepiz sangriento de saacutetrapa godo Alliacute permaneciacutea hasta asegurarse de que no hubiera una letra impune en la edicioacuten de mantildeana Teniacutea una aversioacuten personal contra miacute por mis iacutenfulas de gramaacutetico o porque utilizaba palabras italianas sin comillas ni cursivas cuando me pareciacutean maacutes expresivas que en castellano como debiera ser de uso legiacutetimo entre lenguas siamesas Despueacutes de padecerlo por cuatro antildeos habiacuteamos terminado por aceptarlo como la mala conciencia de nosotros mismos

Las secretarias llevaron al saloacuten un pudiacuten con noventa velas encendidas que me enfrentaron por primera vez al nuacutemero de mis antildeos Tuve que tragarme las laacutegrimas cuando cantaron el brindis y me acordeacute de la nintildea sin ninguacuten motivo No fue un golpe de rencor sino de compasioacuten tardiacutea por una criatura de la que no esperaba volver a acordarme Cuando acaboacute de pasar el aacutengel alguien me habiacutea puesto un cuchillo en la mano para que cortara el pudiacuten Por temor a las burlas nadie se

JUAN CARLOS 161104
saacutetrapa (Del lat satrăpa este del gr σατράπης y este del aveacutestico ẖšathrapāvan protector del dominio) m Gobernador de una provincia de la antigua Persia || 2 coloq Hombre sagaz que sabe gobernarse con astucia e inteligencia o que gobierna despoacuteticamente U t c adj 13

Memorias de mis putas tristes 19 ______________________________________________________________________________________arriesgoacute a improvisar un discurso Yo hubiera preferido morirme que contestarlo Para terminar la fiesta el jefe de redaccioacuten por quien no tuve nunca gran simpatiacutea nos devolvioacute a la realidad inclemente Ahora siacute ilustre nonagenario me dijo iquestDoacutende estaacute su nota

La verdad es que toda la tarde la sentiacutea ardieacutendome como una brasa en el bolsillo pero la emocioacuten me habiacutea calado tan hondo que no tuve corazoacuten para aguar la fiesta con mi renuncia Dije Por esta vez no hay El jefe de redaccioacuten se disgustoacute por una falta que habiacutea sido inconcebible desde el siglo anterior Entieacutendalo por una vez le dije tuve una noche tan difiacutecil que amaneciacute embrutecido Pues debioacute escribir eso dijo eacutel con su humor de vinagre A los lectores les gustaraacute saber de primera mano coacutemo es la vida a los noventa Una de las secretarias tercioacute A lo mejor es un secreto delicioso dijo y me miroacute con malicia iquestO no Una raacutefaga ardiente me abrasoacute la cara Maldita sea penseacute queacute desleal es el rubor Otra radiante me sentildealoacute con el dedo iexclQueacute maravilla Todaviacutea le queda la elegancia de ruborizarse Su impertinencia me provocoacute otro rubor encima del rubor Debioacute ser una noche de ataque dijo la primera secretaria iexclQueacute envidia Y me dio un beso que me quedoacute pintado en la cara Los fotoacutegrafos se encarnizaron Ofuscado le entregueacute la nota al jefe de redaccioacuten y le dije que lo dicho antes era en broma aquiacute la tiene y escapeacute atolondrado por la uacuteltima salva de aplausos para no estar presente cuando descubrieran que era mi carta de renuncia al cabo de medio siglo de galeras

La ansiedad me duraba todaviacutea aquella noche cuando desenvolviacutea las cuelgas en mi casa Los linotipistas desacertaron con una cafetera eleacutectrica igual a las tres que teniacutea de cumpleantildeos anteriores Los tipoacutegrafos me dieron una autorizacioacuten para recoger un gato de angora en el criadero municipal La gerencia me dio una bonificacioacuten simboacutelica Las secretarias me regalaron tres calzoncillos de seda con huellas de besos estampados y una tarjeta en la que se ofreciacutean para quitaacutermelos Se me ocurrioacute que uno de los encantos de la vejez son las provocaciones que se permiten las amigas joacutevenes que nos creen fuera de servicio

Nunca supe quieacuten me mandoacute un disco con los veinticuatro preludios de Chopin por Stefan Askenase Los redactores en su mayoriacutea me regalaron libros de moda No habiacutea terminado de desenvolver los regalos cuando Rosa Cabarcas me llamoacute por teleacutefono con la pregunta que yo no queriacutea oiacuter iquestQueacute te pasoacute con la nintildea Nada dije sin pensarlo iquestTe parece nada que ni siquiera la despertaste dijo Rosa Cabarcas Una mujer no perdona jamaacutes que un hombre le desprecie el estreno Le alegueacute que la nintildea no podiacutea estar tan agotada soacutelo por pegar botones y tal vez se hiciera la dormida por miedo del mal trance Lo uacutenico grave dijo Rosa es que ella cree de verdad que ya no sirves y no me gustariacutea que lo fuera pregonando a los cuatro vientos

No le di el gusto de sorprenderme Aunque asiacute fuera le dije su estado es tan deplorable que no se puede contar con ella ni dormida ni despierta es carne de hospital Rosa Cabarcas bajoacute el tono La culpa fue de las prisas con que se hizo el trato pero tiene remedio ya veraacutes Prometioacute poner a la nintildea en confesioacuten y si era el caso obligarla a devolver la plata iquestqueacute te parece Deacutejalo de ese tamantildeo le dije aquiacute no pasoacute nada y en cambio me ha valido como una prueba de que ya no estoy para estos trotes En ese sentido la nintildea tiene razoacuten ya no sirvo Colgueacute el teleacutefono saturado por un sentimiento de liberacioacuten que no habiacutea conocido en vida miacutea y por fin a salvo de una servidumbre que me manteniacutea subyugado desde mis trece antildeos

JUAN CARLOS 161104
linotipista com Persona que maneja una linotipia13 linotipia (Del ingl linotype) f Impr Maacutequina de componer provista de matrices de la cual sale la liacutenea formando una sola pieza || 2 Impr Arte de componer con esta maacutequina 13

Memorias de mis putas tristes 20 ______________________________________________________________________________________

A las siete de la noche fui invitado de honor al concierto de Jacques Thibault y Alfred Cortot en la sala de Bellas Artes con una interpretacioacuten gloriosa de la sonata para violiacuten y piano de Ceacutesar Frank y en el intermedio escucheacute elogios inverosiacutemiles El maestro Pedro Biava nuestro muacutesico enorme me llevoacute casi a rastras a los camerinos para presentarme a los inteacuterpretes Me ofusqueacute tanto que los feliciteacute por una sonata de Schumann que no habiacutean tocado y alguien me corrigioacute en puacuteblico de mala manera La impresioacuten de que habiacutea confundido las dos sonatas por ignorancia simple quedoacute sembrada en el ambiente local y agravada por una explicacioacuten aturdida con que trateacute de remendarla el domingo siguiente en mi resentildea criacutetica del concierto

Por primera vez en mi larga vida me sentiacute capaz de matar a alguien Volviacute a casa atormentado por el diablillo que sopla al oiacutedo las respuestas devastadoras que no dimos a tiempo y ni la lectura ni la muacutesica mitigaron mi rabia Por fortuna Rosa Cabarcasme sacoacute del desvariacuteo con un grito en el teleacutefono Estoy feliz con el perioacutedico porque no pensaba que cumpliacuteas noventa sino cien Le contesteacute encrespado iquestAsiacute de jodido me viste Al contrario dijo ella lo que me sorprendioacute fue verte tan bien Queacute bueno que no eres de los viejos verdes que se aumentan la edad para que los crean en buen estado Y cambioacute sin transicioacuten Te tengo tu cuelga Me sorprendioacute de veras iquestQueacute es La nintildea dijo ella

No me tomeacute ni un instante para pensar Gracias le dije pero esa vaina es agua pasada Ella siguioacute de largo Te la mando a tu casa envuelta en papel de China y hervida con palo de saacutendalo al bantildeo mariacutea todo gratis Me mantuve firme y ella se debatioacute en una explicacioacuten pedregosa que me parecioacute sincera Dijo que la nintildea estaba en tan mal estado aquel viernes por haber cosido doscientos botones con aguja y dedal Que era verdad su miedo a las violaciones sangrientas pero ya estaba instruida para el sacrificio Que en su noche conmigo se habiacutea levantado para ir al bantildeo y que yo estaba tan profundo que le dio laacutestima despertarme pero ya me habiacutea ido cuando volvioacute a despertar en la mantildeana Me indigneacute con lo que me parecioacute una mentira inuacutetil Bueno prosiguioacute Rosa Cabarcas aun si asiacute fuera la nintildea estaacute arrepentida Pobrecita la tengo aquiacute enfrente iquestQuieres que tela pase No por Dios le dije

Habiacutea empezado a escribir cuando llamoacute la secretaria del perioacutedico El mensaje era que el director queriacutea verme al diacutea siguiente a las once de la mantildeana Llegueacute puntual El estruendo de la restauracioacuten de la casa no pareciacutea soportable el aire estaba enrarecido por los martillazos el polvo de cemento y el humo de alquitraacuten pero la redaccioacuten habiacutea aprendido a pensar en la rutina del caos Las oficinas del director en cambio heladas y silentes permaneciacutean en un paiacutes ideal que no era el nuestro

El tercer Marco Tulio con un aire adolescente se puso de pie al verme entrar sin interrumpir una conversacioacuten telefoacutenica me estrechoacute la mano por encima del escritorio y me indicoacute que me sentara Llegueacute a pensar que no habiacutea nadie en el otro extremo de la liacutenea y que eacutel haciacutea la farsa para impresionarme pero pronto descubriacute que hablaba con el gobernador y era en verdad un diaacutelogo difiacutecil entre enemigos cordiales Ademaacutes creo que se esmeraba en parecer eneacutergico delante de miacute aunque al mismo tiempo se manteniacutea de pie mientras hablaba con la autoridad

Memorias de mis putas tristes 21 ______________________________________________________________________________________Se le notaba el vicio de la pulcritud Acababa de cumplir veintinueve antildeos con cuatro idiomas y tres maestriacuteas internacionales a diferencia del primer presidente vitalicio su abuelo paterno que se hizo periodista empiacuterico despueacutes de hacer una fortuna con la trata de blancas Teniacutea maneras faacuteciles se pasaba de apuesto y sereno y lo uacutenico que poniacutea en peligro su prestancia era una nota falsa en la voz Llevaba una chaqueta deportiva con una orquiacutedea viva en la solapa y cada cosa le sentaba como si fuera de su ser natural pero nada en eacutel estaba hecho para el clima de la calle sino para la primavera de sus oficinas Yo que habiacutea gastado casi dos horas para vestirme sentiacute el oprobio de la pobreza y me aumentoacute la rabia

Con todo el veneno mortal estaba en una foto panoraacutemica del personal de planta tomada en el XXV aniversario de la fundacioacuten del perioacutedico en la que sentildealaban con una crucecita sobre la cabeza a los que iban muriendo Yo era el tercero de la derecha con el sombrero canotier la corbata de nudo grande con una perla en el prendedor el primer mostacho de coronel civil que tuve hasta los cuarenta antildeos y los espejuelos metaacutelicos de seminarista preacutesbita que no me hicieron falta despueacutes del medio siglo Habiacutea visto esa foto colgada durante antildeos en distintas oficinas pero soacutelo entonces fui sensible a su mensaje de los cuarenta y ocho empleados originales soacutelo cuatro estaacutebamos vivos y el menor de nosotros cumpliacutea una condena de veinte antildeos por asesinato muacuteltiple

El director terminoacute la llamada me sorprendioacute mirando la foto y sonrioacute Las crucecitas no las puse yo dijo Me parecen de muy mal gusto Se sentoacute al escritorio y cambioacute de tono Permiacutetame decirle que usted es el hombre maacutes impredecible que he conocido Y ante mi sorpresa se adelantoacute a todo Lo digo por su renuncia Apenas acerteacute a decir Es toda una vida El replicoacute que justo por eso no era una solucioacuten pertinente La nota le pareciacutea magniacutefica y todo lo que deciacutea de la vejez era de lo mejor que habiacutea leiacutedo nunca y no teniacutea sentido terminarla con una decisioacuten que pareciacutea maacutes bien una muerte civil Por fortuna dijo el Abominable Hombre de las Nueve la leyoacute cuando ya estaba armada la paacutegina editorial y le parecioacute inadmisible Sin consultarlo con nadie la tachoacute de arriba abajo con su laacutepiz de Torquemada Cuando lo supe esta mantildeana ordeneacute mandar una nota de protesta a la Gobernacioacuten Era mi deber pero entre nos puedo decirle que estoy muy agradecido por la arbitrariedad del censor De modo que no estaba dispuesto a aceptar que suspendiera la nota Se lo suplico con toda el alma dijo No abandone el barco en altamar Y concluyoacute con un gran estilo Todaviacutea nos queda mucho por hablar de muacutesica

Lo vi tan decidido que no me atreviacute a agravar la discrepancia con un argumento de distraccioacuten El problema en realidad era que tampoco entonces encontraba un motivo decente para abandonar la noria y me aterrorizoacute la idea de decirle que siacute una vez maacutes soacutelo por ganar tiempo Tuve que reprimirme para que no se me notara la emocioacuten impuacutedica que me apremiaba las laacutegrimas Y otra vez como siempre quedamos en las mismas de siempre despueacutes de tantos antildeos

La semana siguiente presa de un estado que era maacutes de confusioacuten que de alegriacutea paseacute por el criadero a recoger el gato que me habiacutean regalado los impresores Tengo muy mala quiacutemica con los animales por lo mismo que la tengo con los nintildeos antes de que empiecen a hablar Me parecen mudos del alma No los odio pero no puedo soportarlos porque no aprendiacute a negociar con ellos Me parece contra natura que un hombre se entienda mejor con su perro que con su esposa que lo ensentildee a

JUAN CARLOS 161104
noria (Del aacuter hisp nalsquouacutera y este del aacuter claacutes nālsquoūrah infl por acequia y acenia) f Maacutequina compuesta de dos grandes ruedas engranadas que mediante cangilones sube el agua de los pozos acequias etc || 2 Pozo formado en forma comuacutenmente ovalada del cual se saca el agua con la maacutequina || 3 Artilugio de feria consistente en una gran rueda con asientos que gira verticalmente13

Memorias de mis putas tristes 22 ______________________________________________________________________________________comer y descomer a sus horas a contestar preguntas y a compartir sus penas Pero no recoger el gato de los tipoacutegrafos habriacutea sido un desaire Ademaacutes era un precioso ejemplar de angora de pelambre rosada y tersa y ojos iluminados cuyos maullidos pareciacutean a punto de ser palabras Me lo dieron en una canasta de mimbre con un certificado de su estirpe y un manual de uso como el de las bicicletas para armar

Una patrulla militar verificaba la identidad de los transeuacutentes antes de autorizar el paso por el parque de San Nicolaacutes Nunca habiacutea visto nada igual ni podiacutea imaginarme nada maacutes descorazonador como siacutentoma de mi vejez Era una patrulla de cuatro al mando de un oficial casi adolescente Los agentes eran hombres de paacuteramos duros y callados con un olor de establo El oficial los vigilaba a todos con las mejillas chapeadas de los andinos en la playa Despueacutes de revisar mi ceacutedula de identidad y mi credencial de prensa me preguntoacute queacute llevaba en la cesta Un gato le dije El quiso verlo Destapeacute la cesta con toda precaucioacuten por temor de que escapara pero un agente quiso ver si no habiacutea algo maacutes en el fondo y el gato le tiroacute un zarpazo El oficial se interpuso Es una joya de angora dijo Lo acaricioacute mientras murmuraba algo y el gato no lo agredioacute pero tampoco le hizo caso iquestCuaacutentos antildeos tiene preguntoacute No seacute le dije acaban de regalaacutermelo Se lo pregunto porque se ve que es muy viejo diez antildeos quizaacutes Quise preguntarle coacutemo lo sabiacutea y muchas cosas maacutes pero a despecho de sus buenas maneras y su habla florida no me sentiacutea con estoacutemago para hablar con eacutel Me parece que es un gato abandonado que ha pasado por muchas dijo Obseacutervelo no lo acomode a usted sino al contrario usted a eacutel y deacutejelo hasta que se gane su confianza Cerroacute la tapa de la cesta y me preguntoacute iquestEn queacute trabaja usted Soy periodista iquestDesde cuaacutendo Desde hace un siglo le dije No lo dudo dijo eacutel Me estrechoacute la mano y se despidioacute con un frase que lo mismo podiacutea ser un buen consejo que una amenaza

-Cuiacutedese mucho

Al mediodiacutea desconecteacute el teleacutefono para refugiarme en la muacutesica con un programa exquisito la rapsodia para clarinete y orquesta de Wagner la de saxofoacuten de Debussy y el quinteto para cuerdas de Bruckner que es un remanso edeacutenico en el cataclismo de su obra Y de pronto me encontreacute envuelto en las tinieblas del estudio Sentiacute deslizarse debajo de mi mesa algo que no me parecioacute un cuerpo vivo sino una presencia sobrenatural que me rozoacute los pies y salteacute con un grito Era el gato con la hermosa cola empenachada su lentitud misteriosa y su estirpe miacutetica y no pude evitar el escalofriacuteo de estar solo en la casa con un ser vivo que no fuera humano

Cuando dieron las siete en la catedral habiacutea una estrella sola y liacutempida en el cielo color de rosas un buque lanzoacute un adioacutes desconsolado y sentiacute en la garganta el nudo gordiano de todos los amores que pudieron haber sido y no fueron No soporteacute maacutes Descolgueacute el teleacutefono con el corazoacuten en la boca marqueacute los cuatro nuacutemeros muy despacio para no equivocarme y al tercer timbrazo reconociacute la voz Bueno mujer le dije con un suspiro de alivio Perdoacutename el berrinche de esta mantildeana Ella tranquila No te preocupes estaba esperando tu llamada Le advertiacute Quiero que la nintildea me espere como Dios la echoacute al mundo y sin barnices en la cara Ella hizo su risa gutural Lo que tuacute digas dijo pero te pierdes el gusto de encuerar la pieza por pieza como les encanta a los viejos no seacute por queacute Yo siacute seacute le dije Porque se estaacuten volviendo cada vez maacutes viejos Ella lo dio por hecho

JUAN CARLOS 161104
gordiano (De Gordio rey de Frigia) V nudo
JUAN CARLOS 161104
paacuteramo (Del lat parămus voz de or prerromano) m Terreno yermo raso y desabrigado || 2 Lugar sumamente friacuteo y desamparado || 3 Col y Ecuad llovizna 13

Memorias de mis putas tristes 23 ______________________________________________________________________________________-Estaacute bien -dijo- entonces esta noche a las diez en punto antes de que se enfriacutee la pescada

Memorias de mis putas tristes 24 ______________________________________________________________________________________

3

iquestCoacutemo podiacutea llamarse La duentildea no me lo habiacutea dicho Cuando me hablaba de ella soacutelo deciacutea la nintildea Y yo lo habiacutea convertido en un nombre de pila como la nintildea de los ojos o la carabela menor Ademaacutes Rosa Cabarcas poniacutea a sus pupilas un nombre distinto para cada cliente A miacute me divertiacutea adivinarlos por las caras y desde el principio estuve seguro de que la nintildea teniacutea uno largo como Filomena Saturnina o Nicolasa En eacutesas estaba cuando ella se dio media vuelta en la cama y quedoacute de espaldas a miacute y me parecioacute que habiacutea dejado un charco de sangre del tamantildeo y la forma del cuerpo Fue un sobresalto instantaacuteneo hasta que comprobeacute que era la humedad del sudor en la saacutebana

Rosa Cabarcas me habiacutea aconsejado que la tratara con cautela pues auacuten le duraba el susto de la primera vez Es maacutes creo que la misma solemnidad del rito le habiacutea agravado el miedo y habiacutean tenido que aumentarle la dosis de valeriana pues dormiacutea con tal placidez que habriacutea sido una laacutestima despertarla sin arrullos De modo que empeceacute a secarla con la toalla mientras le cantaba en susurros la cancioacuten de Delgadina la hija menor del rey requerida de amores por su padre A medida que la secaba ella iba mostraacutendome los flancos sudados al compaacutes de mi canto Delgadina Delgadina tuacute seras mi prenda amada Fue un placer sin liacutemites pues ella volviacutea a sudar por un costado cuando acababa de secarla por el otro para que la cancioacuten no terminara nunca Levaacutentate Delgadina ponte tu falda de seda le cantaba al oiacutedo Al final cuando los criados del rey la encontraron muerta de sed en su cama me parecioacute que mi nintildea habiacutea estado a punto de despertar al escuchar el nombre Asiacute que era ella Delgadina

Volviacute a la cama con mis calzoncillos de besos estampados y me tendiacute junto a ella Dormiacute hasta las cinco al arrullo de su respiracioacuten apacible Me vestiacute a toda prisa sin lavarme y soacutelo entonces vi la sentencia escrita con laacutepiz labial en el espejo del lavabo El tigre no come lejos Seacute que no estaba la noche anterior y nadie podiacutea haber entrado en el cuarto de modo que la entendiacute como la cuelga del diablo Un trueno terroriacutefico me sorprendioacute en la puerta y el cuarto se llenoacute del olor premonitorio de la tierra mojada No tuve tiempo para escapar ileso Antes de que encontrara un taxi se precipitoacute un aguacero grande de los que suelen desordenar la ciudad entre mayo y octubre pues las calles de arenas ardientes que bajan hacia el riacuteo se convierten en torrenteras que arrastran cuanto encuentran a su paso Las aguas de aquel septiembre raro despueacutes de tres meses de sequiacutea podiacutean ser tan providenciales como devastadoras

Memorias de mis putas tristes 25 ______________________________________________________________________________________Desde que abriacute la puerta de casa me salioacute al encuentro la sensacioacuten fiacutesica de que no estaba solo Alcanceacute a ver el celaje del gato que saltoacute del sofaacute y se escabulloacute por el balcoacuten En su plato quedaban las sobras de una comida que yo no le habiacutea servido La peste de sus orines rancios y su caca caliente habiacutean contaminado todo Me habiacutea dedicado a estudiarlo como estudieacute el latiacuten El manual deciacutea que los gatos escarban en la tierra para esconder su estieacutercol y que en las casas sin patio como eacutesta lo hariacutean en las macetas de plantas o en cualquier otro escondrijo Lo apropiado era prepararles desde el primer diacutea una caja con arena para orientarles el haacutebito y asiacute lo hice Tambieacuten deciacutea que lo primero que hacen en casa nueva es marcar su territorio orinando por todas partes y aqueacutel pudo ser el caso pero el manual no deciacutea coacutemo remediarlo Seguiacutea sus trazas para familiarizarme con sus haacutebitos originales pero no di con sus escondites secretos sus sitios de reposo las causas de sus humores volubles Quise ensentildearlo a comer en sus horas a usar la cajita de arena en la terraza a no subirse en mi cama mientras yo dormiacutea ni a olisquear los alimentos en la mesa y no pude hacerle entender que la casa era suya por derecho propio y no como un botiacuten de guerra De modo que lo dejeacute a su aire

Al atardecer enfrenteacute el aguacero cuyos vientos huracanados amenazaban con desquiciar la casa Sufriacute un ataque de estornudos sucesivos me doliacutea el craacuteneo y teniacutea fiebre pero me sentiacutea poseiacutedo por una fuerza y una determinacioacuten que nunca tuve a ninguna edad y por ninguna causa Puse calderos en el piso para recoger las goteras y me di cuenta de que habiacutean aparecido otras nuevas desde el invierno anterior La maacutes grande habiacutea empezado a inundar el flanco derecho de la biblioteca Me apresureacute a rescatar a los autores griegos y latinos que viviacutean por aquel rumbo pero al quitar los libros encontreacute un chorro de alta presioacuten que saliacutea de un tubo roto en el fondo del muro Lo amordaceacute con trapos hasta donde pude para darme el tiempo de salvar los libros El estreacutepito del agua y el aullido del viento arreciaron en el parque De pronto un relaacutempago fantasmal y su trueno simultaacuteneo impregnaron el aire de un fuerte olor de azufre el viento desbaratoacute las vidrieras del balcoacuten y la tremenda borrasca de mar rompioacute los cerrojos y se metioacute dentro de la casa Sin embargo antes de diez minutos escampoacute de un tajo Un sol espleacutendido secoacute las calles llenas de escombros varados y volvioacute el calor

Cuando pasoacute el aguacero seguiacutea con la sensacioacuten de que no estaba solo en la casa Mi uacutenica explicacioacuten es que asiacute como los hechos reales se olvidan tambieacuten algunos que nunca fueron pueden estar en los recuerdos como si hubieran sido Pues si evocaba la emergencia del aguacero no me veiacutea a miacute mismo solo en la casa sino siempre acompantildeado por Delgadina La habiacutea sentido tan cerca en la noche que percibiacutea el rumor de su aliento en el dormitorio y los latidos de su mejilla en mi almohada Soacutelo asiacute entendiacute que hubieacuteramos podido hacer tanto en tan poco tiempo Me recordaba subido en el escabel de la biblioteca y la recordaba a ella despierta con su trajecito de flores recibiendo los libros para ponerlos a salvo La veiacutea correr de un lado al otro de la casa batallando con la tormenta empapada de lluvia con el agua a los tobillos Recordaba coacutemo preparoacute al diacutea siguiente un desayuno que nunca fue y puso la mesa mientras yo secaba los pisos y poniacutea orden en el naufragio de la casa Nunca olvideacute su mirada sombriacutea mientras desayunaacutebamos iquestPor queacute me conociste tan viejo Le contesteacute la verdad La edad no es la que uno tiene sino la que uno siente

Desde entonces la tuve en la memoria con tal nitidez que haciacutea de ella lo que queriacutea Le cambiaba el color de los ojos seguacuten mi estado de aacutenimo color de agua al

JUAN CARLOS 161104
escabel (Quizaacute del cat ant escabell y este del lat scabellum) m Tarima pequentildea que se pone delante de la silla para que descansen los pies de quien estaacute sentado || 2 Asiento pequentildeo hecho de tablas sin respaldo || 3 Persona o circunstancia de que alguien se aprovecha para medrar por lo general ambiciosamente13

Memorias de mis putas tristes 26 ______________________________________________________________________________________despertar color de almiacutebar cuando reiacutea color de lumbre cuando la contrariaba La vestiacutea para la edad y la condicioacuten que conveniacutean a mis cambios de humor novicia enamorada a los veinte antildeos puta de saloacuten a los cuarenta reina de Babilonia a los setenta santa a los cien Cantaacutebamos duetos de amor de Puccini boleros de Agustiacuten Lara tangos de Carlos Gardel y comprobaacutebamos una vez maacutes que quienes no cantan no pueden imaginar siquiera lo que es la felicidad de cantar Hoy seacute que no fue una alucinacioacuten sino un milagro maacutes del primer amor de mi vida a los noventa antildeos

Cuando la casa estuvo en orden llameacute a Rosa Cabarcas iexclDios Santo exclamoacute al oiacuter mi voz creiacute que te habiacuteas ahogado No podiacutea entender que hubiera vuelto a pasar la noche con la nintildea sin tocarla Tienes todo el derecho de que no te guste pero al menos poacutertate como un adulto Trateacute de explicarle pero ella cambioacute el tema sin transicioacuten De todos modos te tengo vista otra un poco mayor bella y tambieacuten virgen Su papaacute quiere cambiarla por una casa pero se puede discutir un descuentoSe me heloacute el corazoacuten Ni maacutes faltaba protesteacute asustado quiero la misma y como siempre sin fracasos sin peleas sin malos recuerdos Hubo un silencio en la liacutenea y por fin la voz sumisa con que dijo como para siacute misma Bueno esto debe ser lo que los meacutedicos llaman demencia senil

Fui a las diez de la noche con un chofer conocido por la extrantildea virtud de no hacer preguntas Lleveacute un ventilador portaacutetil y un cuadro de Orlando Rivera el querido Figurita y un martillo y un clavo para colgarlo En el camino hice una parada para comprar cepillos de dientes pasta dentiacutefrica jaboacuten de olor Agua de Florida tabletas de regaliz Quise llevar tambieacuten un buen florero y un ramo de rosas amarillas para conjurar la pava de las flores de papel pero no encontreacute nada abierto y tuve que robarme en un jardiacuten privado un ramo de astromelias recieacuten nacidas

Por instrucciones de la duentildea llegueacute desde entonces por la calle de atraacutes del lado del acueducto para que nadie me viera entrar por el portoacuten del huerto El chofer me previno Cuidado sabio en esa casa matan Le contesteacute Si es por amor no importa El patio estaba en tinieblas pero habiacutea luces de vida en las ventanas y un revoltijo de muacutesicas en los seis cuartos En el miacuteo a volumen maacutes alto distinguiacute la voz caacutelida de don Pedro Vargas el tenor de Ameacuterica con un bolero de Miguel Matamoros Sentiacute que iba a morir Empujeacute la puerta con la respiracioacuten desbaratada y vi a Delgadina en la cama como en mis recuerdos desnuda y dormida en santa paz del lado del corazoacuten

Antes de acostarme arregleacute el tocador puse el ventilador nuevo en lugar del oxidado y colgueacute el cuadro donde ella pudiera verlo desde la cama Me acosteacute a su lado y la reconociacute palmo a palmo Era la misma que andaba por mi casa las mismas manos que me reconociacutean al tacto en la oscuridad los mismos pies de pasos tenues que se confundiacutean con los del gato el mismo olor del sudor de mis saacutebanas el dedo del dedal Increiacuteble vieacutendola y tocaacutendola en carne y hueso me pareciacutea menos real que en mis recuerdos

Hay un cuadro en la pared de enfrente le dije Lo pintoacute Figurita un hombre a quien quisimos mucho el mejor bailariacuten de burdeles que existioacute jamaacutes y de tan buen corazoacuten que le teniacutea laacutestima al diablo Lo pintoacute con barniz de buques en el lienzo chamuscado de un avioacuten que se estrelloacute en la Sierra Nevada de Santa Marta y con pinceles fabricados por eacutel con pelos de su perro La mujer pintada es una monja que

Memorias de mis putas tristes 27 ______________________________________________________________________________________secuestroacute de un convento y se casoacute con ella Aquiacute lo dejo para que sea lo primero que veas al despertar

No habiacutea cambiado de posicioacuten cuando apagueacute la luz a la una de la madrugada y su respiracioacuten era tan tenue que le tomeacute el pulso para sentirla viva La sangre circulaba por sus venas con la fluidez de una cancioacuten que se ramificaba hasta los aacutembitos maacutes recoacutenditos de su cuerpo y volviacutea al corazoacuten purificada por el amor

Antes de irme al amanecer dibujeacute en un papel las liacuteneas de su mano y se las di a leer a la Diva Sahibiacute para conocer su alma Y fue asiacute una persona que soacutelo dice lo que piensa Es perfecta para trabajos manuales Tiene contacto con alguien que ya murioacute y del cual espera ayuda pero estaacute equivocada la ayuda que busca estaacute al alcance de su mano No ha tenido ninguna unioacuten pero va a morir mayor y casada Ahora tiene un hombre moreno que no ha de ser el de su vida Puede tener ocho hijos pero se va a decidir soacutelo por tres A los treinta y cinco antildeos si hace lo que le indique el corazoacuten y no la mente va a manejar mucho dinero y a los cuarenta recibiraacute una herencia Va a viajar mucho Tiene doble vida y doble suerte y puede influir sobre su propio destino Le gusta probar todo por curiosidad pero va a arrepentirse si no se orienta por el corazoacuten

Atormentado de amor hice reparar los estragos de la borrasca y aprovecheacute para hacer otros muchos remiendos que veniacutea demorando desde antildeos por insolvencia o por desidia Reorganiceacute la biblioteca en el orden en que habiacutea leiacutedo los libros Por uacuteltimo remateacute la pianola como reliquia histoacuterica con sus maacutes de cien rollos de claacutesicos y compreacute un tocadiscos usado pero mejor que el miacuteo con parlantes de alta fidelidad que engrandecieron el aacutembito de la casa Quedeacute al borde de la ruina pero bien compensado por el milagro de estar vivo a mi edad

La casa renaciacutea de sus cenizas y yo navegaba en el amor de Delgadina con una intensidad y una dicha que nunca conociacute en mi vida anterior Gracias a ella me enfrenteacute por vez primera con mi ser natural mientras transcurriacutean mis noventa antildeos Descubriacute que mi obsesioacuten de que cada cosa estuviera en su puesto cada asunto en su tiempo cada palabra en su estilo no era el premio merecido de una mente en orden sino al contrario todo un sistema de simulacioacuten inventado por miacute para ocultar el desorden de mi naturaleza Descubriacute que no soy disciplinado por virtud sino como reaccioacuten contra mi negligencia que parezco generoso por encubrir mi mezquindad que me paso de prudente por mal pensado que soy conciliador para no sucumbir a mis coacuteleras reprimidas que soacutelo soy puntual para que no se sepa cuan poco me importa el tiempo ajeno Descubriacute en fin que el amor no es un estado del alma sino un signo del zodiacuteaco

Me volviacute otro Trateacute de releer los claacutesicos que me orientaron en la adolescencia y no pude con ellos Me sumergiacute en las letras romaacutenticas que repudieacute cuando mi madre quiso imponeacutermelas con mano dura y por ellas tomeacute conciencia de que la fuerza invencible que ha impulsado al mundo no son los amores felices sino los contrariados Cuando mis gustos en muacutesica hicieron crisis me descubriacute atrasado y viejo y abriacute mi corazoacuten a las delicias del azar

Me pregunto coacutemo pude sucumbir en este veacutertigo perpetuo que yo mismo provocaba y temiacutea Flotaba entre nubes erraacuteticas y hablaba conmigo mismo ante el espejo con la vana ilusioacuten de averiguar quieacuten soy Era tal mi desvariacuteo que en una manifestacioacuten

Memorias de mis putas tristes 28 ______________________________________________________________________________________estudiantil con piedras y botellas tuve que sacar fuerzas de flaqueza para no ponerme al frente con un letrero que consagrara mi verdad Estoy loco de amor

Obnubilado por la evocacioacuten inclemente de Delgadina dormida cambieacute sin la menor malicia el espiacuteritu de mis notas dominicales Fuera cual fuera el asunto las escribiacutea para ella las reiacutea y las lloraba para ella y en cada palabra se me iba la vida En lugar de la foacutermula de gacetilla tradicional que tuvieron desde siempre las escribiacute como cartas de amor que cada quien podiacutea hacer suyas Propuse en el perioacutedico que el texto no se alzara en linotipo sino que fuera publicado con mi caligrafiacutea florentina Al jefe de redaccioacuten coacutemo no le parecioacute otro acceso de vanidad senil pero el director general lo convencioacute con una frase que todaviacutea anda suelta por la redaccioacuten

-No se equivoque los loquitos mansos se adelantan al porvenir

La respuesta puacuteblica fue inmediata y entusiasta con numerosas cartas de lectores enamorados Algunas las leiacutean en los noticieros de radio con urgencias de uacuteltima hora y se hicieron copias en mimeoacutegrafos o papel carboacuten que vendiacutean como cigarrillos de contrabando en las esquinas de la calle San Blas Desde el principio fue evidente que obedeciacutean a las ansias de expresarme pero me hice a la costumbre de tomarlas en cuenta al escribir y siempre con la voz de un hombre de noventa antildeos que no aprendioacute a pensar como viejo La comunidad intelectual como de soacutelito se mostroacute timorata y dividida y hasta los grafoacutelogos menos pensados montaron controversias por los anaacutelisis erraacuteticos de mi caligrafiacutea Fueron ellos los que dividieron los aacutenimos recalentaron la poleacutemica y pusieron de moda la nostalgia

Antes del fin del antildeo me habiacutea arreglado con Rosa Cabarcas para dejar en el cuarto el abanico eleacutectrico los recursos del tocador y lo que siguiera llevando en el futuro para hacerlo vivible Llegaba a las diez siempre con algo nuevo para ella o para gusto de ambos y dedicaba unos minutos a sacar la utileriacutea escondida para armar el teatro de nuestras noches Antes de irme nunca maacutes tarde de las cinco volviacutea a asegurar todo bajo llave La alcoba quedaba entonces tan escuaacutelida como fue en sus oriacutegenes para los amores tristes de los clientes casuales Una mantildeana oiacute que Marcos Peacuterez la voz maacutes escuchada de la radio desde el amanecer habiacutea decidido leer mi nota dominical en su noticiero de los lunes Cuando pude reprimir la naacuteusea dije sobrecogido Ya lo sabes Delgadina la fama es una sentildeora muy gorda que no duerme con uno pero cuando uno despierta estaacute siempre miraacutendonos frente a la cama

Uno de esos diacuteas me quedeacute a desayunar con Rosa Cabarcas que empezaba a parecerme menos decreacutepita a pesar del luto severo y del bonete negro que ya le tapaba las cejas Sus desayunos teniacutean fama de espleacutendidos con una carga de pimienta que me haciacutea llorar Al primer bocado de fuego vivo le dije bantildeado en laacutegrimas Esta noche no me haraacute falta la luna llena para que me arda el culo No te quejes dijo ella Si te arde es porque todaviacutea lo tienes a Dios gracias

Se sorprendioacute cuando mencioneacute el nombre de Delgadina No se llama asiacute dijo se llama No me lo digas la interrumpiacute para miacute es Delgadina Ella se encogioacute de hombros Bueno al fin y al cabo es tuya pero me parece un nombre de diureacutetico Le conteacute lo del letrero del tigre que la nintildea habiacutea escrito en el espejo No pudo ser ella

JUAN CARLOS 161104
timorato ta (Del lat timorātus) adj Tiacutemido indeciso encogido || 2 Dicho de una persona Que se escandaliza con exageracioacuten de cosas que no le parecen conformes a la moral convencional || 3 Que tiene temor de Dios y se gobierna por eacutel en sus operaciones
JUAN CARLOS 161104
obnubilar (Del lat obnubilāre) tr nublar (ǁ ofuscar o confundir) U t c prnl || 2 embelesar U t c prnl || 3 nublar (ǁ enturbiar la visioacuten) U t c prnl

Memorias de mis putas tristes 29 ______________________________________________________________________________________dijo Rosa porque no sabe leer ni escribir iquestEntonces quieacuten Ella se encogioacute de hombros Puede ser de alguien que se murioacute en el cuarto

Yo aprovechaba aquellos desayunos para desahogarme con Rosa Cabarcas y le pediacutea favores miacutenimos para el bienestar y el buen ver de Delgadina Me los concediacutea sin pensarlo con una picardiacutea de colegiala iexclQueacute risa me dijo por aquellos diacuteas Me siento como si me estuvieras pidiendo su mano Y a propoacutesito se le ocurrioacute iquestpor queacute no te casas con ella Me quedeacute de una pieza En serio insistioacute te sale maacutes barato Al fin y al cabo el problema a tu edad es servir o no servir pero ya me dijiste que lo tienes resuelto Le saliacute al paso El sexo es el consuelo que uno tiene cuando no le alcanza el amor

Ella soltoacute la risa Ay mi sabio siempre supe que eres muy hombre que siempre lo fuiste y me alegra que lo sigas siendo mientras tus enemigos entregan las armas Con razoacuten se habla tanto de ti iquestOiacuteste a Marcos Peacuterez Todo el mundo lo oye le dije para cortar el tema Pero ella insistioacute Tambieacuten el profesor Camacho y Cano en La hora de todo un poco dijo ayer que el mundo ya no es lo que era porque no quedan muchos hombres como tuacute

Aquel fin de semana encontreacute a Delgadina con fiebre y tos Desperteacute a Rosa Cabarcas para que me diera alguacuten remedio casero y me llevoacute al cuarto un botiquiacuten de primeros auxilios Dos diacuteas despueacutes Delgadina seguiacutea postrada y no habiacutea podido volver a su rutina de pegar botones El meacutedico le habiacutea prescrito un tratamiento casero para una gripa comuacuten que cederiacutea en una semana pero se alarmoacute por su estado general de desnutricioacuten Dejeacute de verla y sentiacute que me haciacutea falta y aprovecheacute para arreglar el cuarto sin ella

Lleveacute tambieacuten un dibujo a pluma de Cecilia Porras para Todos estaacutebamos a la espera el libro de cuentos de Alvaro Cepeda Lleveacute los seis tomos de Juan Cristoacutebal de Romain Rolland para pastorear mis vigilias De modo que cuando Delgadina pudo volver a la habitacioacuten la encontroacute digna de una felicidad sedentaria el aire purificado con un insecticida aromaacutetico paredes color de rosa laacutemparas matizadas flores nuevas en los floreros mis libros favoritos los buenos cuadros de mi madre colgados de otro modo seguacuten los gustos de hoy Habiacutea cambiado el viejo radio por uno de onda corta que manteniacutea sintonizado en un programa de muacutesica culta para que Delgadina aprendiera a dormir con los cuartetos de Mozart pero una noche lo encontreacute en una estacioacuten especializada en boleros de moda Era el gusto de ella sin duda y lo asumiacute sin dolor pues tambieacuten yo lo habiacutea cultivado con el corazoacuten en mis mejores diacuteas Antes de volver a casa al diacutea siguiente escribiacute en el espejo con el laacutepiz de labios Nintildea miacutea estamos solos en el mundo

Por esa eacutepoca tuve la rara impresioacuten de que se estaba volviendo mayor antes de tiempo Se lo comenteacute a Rosa Cabarcas y a ella le parecioacute natural Cumple quince antildeos el cinco de diciembre me dijo Una Sagitario perfecta Me inquietoacute que fuera tan real como para cumplir antildeos iquestQueacute podriacutea regalarle Una bicicleta dijo Rosa Cabarcas Tiene que atravesar la ciudad dos veces al diacutea para ir a pegar botones Me mostroacute en la trastienda la bicicleta que usaba y de verdad me parecioacute un cacharro indigno de una mujer tan bien amada Sin embargo me conmovioacute como la prueba tangible de que Delgadina existiacutea en la vida real

Memorias de mis putas tristes 30 ______________________________________________________________________________________Cuando fui a comprar la mejor bicicleta para ella no pude resistir la tentacioacuten de probarla y di algunas vueltas casuales en la rampa del almaceacuten Al vendedor que me preguntoacute la edad le contesteacute con la coqueteriacutea de la vejez Voy a cumplir noventa y uno El empleado dijo justo lo que yo queriacutea Pues representa veinte menos Yo mismo no entendiacutea coacutemo conservaba la praacutectica del colegio y me sentiacute colmado por un gozo radiante Empeceacute a cantar Primero para miacute mismo en voz baja y despueacutes a todo pecho con iacutenfulas del gran Caruso por entre los bazares abigarrados y el traacutefico demente del mercado puacuteblico La gente me miraba divertida me gritaban me incitaban a participar en la Vuelta a Colombia en silla de ruedas Yo les haciacutea con la mano un saludo de navegante feliz sin interrumpir la cancioacuten Esa semana en homenaje a Diciembre escribiacute otra nota atrevida Coacutemo ser feliz en bicicleta a los noventa antildeos

La noche de su cumpleantildeos le canteacute a Delgadina la cancioacuten completa y la beseacute por todo el cuerpo hasta quedarme sin aliento la espina dorsal veacutertebra por veacutertebra hasta las nalgas laacutenguidas el costado del lunar el de su corazoacuten inagotable A medida que la besaba aumentaba el calor de su cuerpo y exhalaba una fragancia montuna Ella me respondioacute con vibraciones nuevas en cada pulgada de su piel y en cada una encontreacute un calor distinto un sabor propio un gemido nuevo y toda ella resonoacute por dentro con un arpegio y sus pezones se abrieron en flor sin tocarlos Empezaba a adormecerme en la madrugada cuando sentiacute como un rumor de muchedumbres en el mar y un paacutenico de los aacuterboles que me atravesaron el corazoacuten Entonces fui al bantildeo y escribiacute en el espejo Delgadina de mi vida llegaron las brisas de Navidad Uno de mis recuerdos maacutes felices fue un trastorno que sentiacute una mantildeana como aqueacutella al salir de la escuela iquestQueacute me pasa La maestra me dijo alelada Ay nintildeo iquestno ves que son las brisas Ochenta antildeos despueacutes volviacute a sentirlo cuando me desperteacute en la cama de Delgadina y era el mismo diciembre que volviacutea puntual con sus cielos diaacutefanos las tormentas de arena los torbellinos callejeros que Desentechaban casas y les alzaban las faldas a las colegialas La ciudad adquiriacutea por entonces una resonancia fantasmal En noches de brisa podiacutean escucharse los gritos del mercado puacuteblico hasta en los barrios maacutes altos como si estuvieran a la vuelta de la esquina No era raro entonces que las raacutefagas de diciembre nos permitieran encontrar por sus voces a los amigos desperdigados en burdeles remotos

Sin embargo tambieacuten con las brisas me llegoacute la mala noticia de que Delgadina no podiacutea pasar las navidades conmigo sino con su familia Si algo detesto en este mundo son las fiestas obligatorias en que la gente llora porque estaacute alegre los fuegos de artificio los villancicos lelos las guirnaldas de papel crespoacuten que nada tienen que ver con un nintildeo que nacioacute hace dos mil quinientos antildeos en una caballeriza indigente Sin embargo cuando llegoacute la noche no pude resistir la nostalgia y me fui al cuarto sin ella Dormiacute bien y desperteacute junto a un oso de peluche que caminaba en dos patas como si fuera polar y una tarjeta que deciacutea Para el papaacute feo Rosa Cabarcas me habiacutea dicho que Delgadina estaba aprendiendo a leer con mis clases escritas en el espejo y su buena letra me parecioacute admirable Pero ella misma me defraudoacute con la noticia peor de que el oso era un regalo suyo asiacute que la noche de Antildeo Nuevo me quedeacute en mi casa y en mi cama desde las ocho y me dormiacute sin amarguras Fui feliz porque al toque de las doce entre los repiques furiosos de las campanas las sirenas de faacutebricas y bomberos los lamentos de los

JUAN CARLOS 161104
abigarrado da (Del part de abigarrar) adj De varios colores mal combinados || 2 Heterogeacuteneo reunido sin concierto Un extrantildeo y abigarrado libro Una multitud abigarrada 13

Memorias de mis putas tristes 31 ______________________________________________________________________________________buques las descargas de poacutelvora los cohetes sentiacute que Delgadina entroacute en punta de pies se acostoacute a mi lado y me dio un beso Tan real que me quedoacute en la boca su olor de regaliz

Memorias de mis putas tristes 32 ______________________________________________________________________________________

4A principios del nuevo antildeo empezaacutebamos a conocernos como si vivieacuteramos juntos y despiertos pues yo habiacutea encontrado un tono de voz cauteloso que ella oiacutea sin despertar y me contestaba con un lenguaje natural del cuerpo Sus estados de aacutenimo se le notaban en el modo de dormir De exhausta y montaraz que habiacutea sido al principio fue hacieacutendose a una paz interior que embelleciacutea su rostro y enriqueciacutea su suentildeo Le contaba mi vida le leiacutea al oiacutedo los borradores de mis notas dominicales en las que estaba ella sin decirlo y soacutelo ella

Por esa eacutepoca le dejeacute en la almohada unos zarcillos de esmeraldas que fueron de mi madre Los llevoacute puestos en la cita siguiente y no le luciacutean Le lleveacute despueacutes unos pendientes maacutes adecuados para el color de su piel Le expliqueacute Los primeros que te traje no te quedaban bien por tu tipo y el corte del cabello Estos te iraacuten mejor No llevoacute ninguno en las dos citas siguientes pero a la tercera se puso los que le habiacutea indicado Asiacute empeceacute a entender que no obedeciacutea a mis oacuterdenes pero aguardaba la ocasioacuten para complacerme Por esos diacuteas me sentiacute tan habituado a aquel geacutenero de vida domeacutestica que no seguiacute durmiendo desnudo sino que lleveacute las piyamas de seda china que habiacutea dejado de usar por no tener para quieacuten quitaacutermelas

Empeceacute a leerle El principito de Saint-Exupeacutery un autor franceacutes que el mundo entero admira maacutes que los franceses Fue el primero que la entretuvo sin despertarla hasta el punto de que tuve que ir dos diacuteas continuos para acabar de leeacuterselo Seguimos con los Cuentos de Perrault la Historia sagrada Las mil y una noches en una versioacuten desinfectada para nintildeos y por las diferencias entre uno y otro me di cuenta de que su suentildeo teniacutea diversos grados de profundidad seguacuten su intereacutes por las lecturas Cuando sentiacutea que habiacutea tocado fondo apagaba la luz y me dormiacutea abrazado a ella hasta que cantaban los gallos

Me sentiacutea tan feliz que la besaba en los paacuterpados muy suave y una noche ocurrioacute como una luz en el cielo sonrioacute por primera vez Maacutes tarde sin ninguacuten motivo se revolvioacute en la cama me dio la espalda y dijo disgustada Fue Isabel la que hizo llorar a los caracoles Exaltado por la ilusioacuten de un diaacutelogo le pregunteacute en el mismo tono iquestDe quieacuten eran No contestoacute Su voz teniacutea un rastro plebeyo como si no fuera suya sino de alguien ajeno que llevaba dentro Toda sombra de duda desaparecioacute entonces de mi alma la preferiacutea dormida

Mi uacutenico problema era el gato Estaba inapetente y hurantildeo y llevaba dos diacuteas sin levantar cabeza en su rincoacuten habitual y me tiroacute un zarpazo de fiera herida cuando

JUAN CARLOS 161104
zarcillo1 (Del lat circellus circulito) m Pendiente arete13
JUAN CARLOS 161104
montaraz (De monte y -araz) adj Que anda o estaacute hecho a andar por los montes o se ha criado en ellos || 2 Se dice del genio y propiedades agrestes groseras y feroces || 3 m Guarda de montes o heredades || 4 Sal Mayordomo de campo capataz que tiene a su cargo las labores y los ganados

Memorias de mis putas tristes 33 ______________________________________________________________________________________quise ponerlo en su canasto de mimbre para que Damiana lo llevara con el veterinario Apenas logroacute someterlo y se lo llevoacute pataleando dentro de un saco de fique Al cabo de un rato me llamoacute desde el criadero para decirme que no habiacutea maacutes remedio que sacrificarlo y necesitaban mi orden iquestPor queacute Porque ya estaacute muy viejo dijo Damiana Penseacute con rabia que a miacute tambieacuten podiacutean asarme vivo en un horno de gatos Me sentiacute inerme entre dos fuegos no habiacutea aprendido a querer el gato pero tampoco teniacutea corazoacuten para ordenar que lo mataran soacutelo porque era viejoiquestDoacutende lo deciacutea el manual

El incidente me conmocionoacute tanto que escribiacute una nota para el domingo con un tiacutetulo usurpado a Neruda iquestEs el gato un miacutenimo tigre de saloacuten La nota dio origen a una nueva campantildea que otra vez dividioacute a los lectores en favor y en contra de los gatos En cinco diacuteas prevalecioacute la tesis de que podiacutea ser liacutecito sacrificar un gato por razones de salud puacuteblica pero no porque estuviera viejo

Despueacutes de la muerte de mi madre me desvelaba el terror de que alguien me tocara mientras dormiacutea Una noche la sentiacute pero su voz me devolvioacute el sosiego Figlio mioacute poveretto Volviacute a sentirlo una madrugada en el cuarto de Delgadina y me retorciacute de gozo creyendo que ella me habiacutea tocado Pero no era Rosa Cabarcas en la oscuridad Viacutestete y ven conmigo me dijo tengo un problema serio

Asiacute era y maacutes serio de lo que pude imaginar A uno de los clientes grandes de la casa lo habiacutean asesinado a puntildealadas en el primer cuarto del pabelloacuten El asesino habiacutea escapado El cadaacutever enorme desnudo pero con los zapatos puestos teniacutea una palidez de pollo al vapor en la cama empapada de sangre Lo reconociacute de entrada era JMB un banquero grande famoso por su apostura su simpatiacutea y su buen vestir y sobre todo por la pulcritud de su hogar Teniacutea en el cuello dos heridas moradas como labios y una zanja en el vientre que no habiacutea acabado de sangrar Todaviacutea no empezaba el rigor Maacutes que sus heridas me impresionoacute que teniacutea un preservativo puesto y al parecer sin usar en el sexo desmirriado por la muerte

Rosa Cabarcas no sabiacutea con quieacuten iba porque tambieacuten eacutel teniacutea el privilegio de entrar por el portoacuten del huerto No se descartaba la sospecha de que su pareja fuera otro hombre Lo uacutenico que la duentildea queriacutea de miacute era que la ayudara a vestir el cadaacutever Estaba tan segura que me inquietoacute la idea de que la muerte fuera para ella un asunto de cocina No hay nada maacutes difiacutecil que vestir a un muerto le dije Lo he hecho a pasto de Dios replicoacute ella Es faacutecil si alguien me lo sostiene Le hice ver iquestTe imaginas quieacuten va a creer en un cuerpo tasajeado a cuchilladas dentro de un vestido intacto de caballero ingleacutes

Tembleacute por Delgadina Lo mejor seraacute que te la lleves tuacute me dijo Rosa Cabarcas Primero muerto le dije con la saliva helada Ella lo percibioacute y no pudo ocultar su desdeacuten iexclEstaacutes temblando Por ella dije aunque soacutelo era verdad a medias Aviacutesale que se vaya antes de que llegue nadie De acuerdo dijo ella aunque a ti como periodista no te pasaraacute nada Ni a ti tampoco le dije con cierto rencor Eres el uacutenico liberal que manda en este gobierno

La ciudad codiciada por su naturaleza paciacutefica y su seguridad congeacutenita arrastraba la desgracia de un asesinato escandaloso y atroz cada antildeo Aqueacutel no lo fue La noticia oficial en titulares excesivos y parca en detalles deciacutea que al joven banquero lo habiacutean asaltado y muerto a cuchilladas en la carretera de Pradomar por motivos

Memorias de mis putas tristes 34 ______________________________________________________________________________________incomprensibles No teniacutea enemigos El comunicado del gobierno sentildealaba como presuntos asesinos a refugiados del interior del paiacutes que estaban desatando una oleada de delincuencia comuacuten extrantildea al espiacuteritu ciacutevico de la poblacioacuten En las primeras horas hubo maacutes de cincuenta detenidos

Acudiacute escandalizado con el redactor judicial un periodista tiacutepico de los antildeos veinte con visera de celuloide verde y ligas en las mangas que presumiacutea de anticiparse a los hechos Sin embargo soacutelo conociacutea unas hilachas sueltas del crimen y yo se las completeacute hasta donde me fue prudente Asiacute escribimos cinco cuartillas a cuatro manos para una noticia de ocho columnas en primera paacutegina atribuida al fantasma eterno de las fuentes que nos merecen entero creacutedito Pero al Abominable Hombre de las Nueve -el censor- no le tembloacute el pulso para imponer la versioacuten oficial de que habiacutea sido un asalto de bandoleros liberales Yo me laveacute la conciencia con un centildeo de pesadumbre en el entierro maacutes ciacutenico y concurrido del siglo

Cuando regreseacute a casa aquella noche llameacute a Rosa Cabarcas para averiguar queacute habiacutea pasado con Delgadina pero no contestoacute el teleacutefono en cuatro diacuteas Al quinto fui a su casa con los dientes apretados Las puertas estaban selladas pero no por la policiacutea sino por la Sanidad Nadie en el vecindario daba noticias de nada Sin ninguacuten indicio de Delgadina me di a una buacutesqueda encarnizada y a veces ridiacutecula que me dejoacute acezante Paseacute diacuteas enteros observando a las joacutevenes ciclistas desde los escantildeos de un parque polvoriento donde los nintildeos jugaban a encaramarse en la estatua descascarada de Simoacuten Boliacutevar Pasaban pedaleando como venadas bellas disponibles listas para ser atrapadas a la gallina ciega Cuando se me acaboacute la esperanza me refugieacute en la paz de los boleros Fue como un bebedizo emponzontildeado cada palabra era ella Siempre habiacutea necesitado el silencio para escribir porque mi mente atendiacutea maacutes a la muacutesica que a la escritura Entonces fue al reveacutes soacutelo pude escribir a la sombra de los boleros Mi vida se llenoacute de ella Las notas que escribiacute aquellas dos semanas fueron modelos en clave para cartas de amor El jefe de redaccioacuten contrariado con la avalancha de respuestas me pidioacute que moderara el amor mientras pensaacutebamos coacutemo consolar a tantos lectores enamorados

La falta de sosiego acaboacute con el rigor de mis diacuteas Despertaba a las cinco pero me quedaba en la penumbra del cuarto imaginando a Delgadina en su vida irreal de levantar a sus hermanos vestirlos para la escuela darles el desayuno si lo habiacutea y atravesar la ciudad en bicicleta para cumplir la condena de coser botones Me pregunteacute asombrado iquestQueacute piensa una mujer mientras pega un botoacuten iquestPensaba en miacute iquestTambieacuten ella buscaba a Rosa Cabarcas para dar conmigo Paseacute hasta una semana sin quitarme el mameluco de mecaacutenico ni de diacutea ni de noche sin bantildearme sin afeitarme sin cepillarme los dientes porque el amor me ensentildeoacute demasiado tarde que uno se arregla para alguien se viste y se perfuma para alguien y yo nunca habiacutea tenido para quieacuten Damiana creyoacute que estaba enfermo cuando me encontroacute desnudo en la hamaca a las diez de la mantildeana La vi con los ojos turbios de la codicia y la inviteacute a revolearnos desnudos Ella con un desprecio me dijo

-iquestYa pensoacute lo que va a hacer si le digo que siacute

Asiacute supe hasta queacute punto me habiacutea corrompido el sufrimiento No me reconociacutea a miacute mismo en mi dolor de adolescente No volviacute a salir de la casa por no descuidar el teleacutefono Escribiacutea sin descolgarlo y al primer timbrazo le saltaba encima pensando

Memorias de mis putas tristes 35 ______________________________________________________________________________________que pudiera ser Rosa Cabarcas Interrumpiacutea a cada rato lo que estuviera haciendo para llamarla e insistiacute diacuteas enteros hasta comprender que era un teleacutefono sin corazoacuten

Al volver a casa una tarde de lluvia encontreacute el gato enroscado en la escalinata del portoacuten Estaba sucio y maltrecho y con una mansedumbre de laacutestima El manual me hizo ver que estaba enfermo y seguiacute sus normas para alentarlo De golpe mientras descabezaba un suentildeecito de siesta me despabiloacute la idea de que pudiera conducirme a la casa de Delgadina Lo lleveacute en una bolsa de mercado hasta la tienda de Rosa Cabarcas que seguiacutea sellada y sin indicios de vida pero se revolvioacute en el talego con tanto iacutempetu que logroacute escapar saltoacute la tapia del huerto y desaparecioacute entre los aacuterboles Toqueacute al portoacuten con el puntildeo y una voz militar preguntoacute sin abrir iquestQuieacuten vive Gente de paz dije yo para no ser menos Ando en pos de la duentildea No hay duentildea dijo la voz Por lo menos aacutebrame para coger el gato insistiacute No hay gato dijo Pregunteacute iquestQuieacuten es usted

-Nadie -dijo la voz

Siempre habiacutea entendido que morirse de amor no era maacutes que una licencia poeacutetica Aquella tarde de regreso a casa otra vez sin el gato y sin ella comprobeacute que no soacutelo era posible morirse sino que yo mismo viejo y sin nadie estaba murieacutendome de amor Pero tambieacuten me di cuenta de que era vaacutelida la verdad contraria no habriacutea cambiado por nada del mundo las delicias de mi pesadumbre Habiacutea perdido maacutes de quince antildeos tratando de traducir los cantos de Leopardi y soacutelo aquella tarde los sentiacute a fondo Ay de miacute si es amor cuaacutento atormenta

Mi entrada al perioacutedico en mameluco y mal afeitado despertoacute ciertas dudas sobre mi estado mental La casa remodelada con cabinas individuales de vidrio y luces cenitales pareciacutea una cliacutenica de maternidad El clima artificial callado y confortable invitaba a hablar en susurros y caminar en puntillas En el vestiacutebulo como virreyes muertos estaban los retratos al oacuteleo de los tres directores vitalicios y las fotografiacuteas de visitantes ilustres La enorme sala principal estaba presidida por la fotografiacutea gigantesca de la redaccioacuten actual tomada la tarde de mi cumpleantildeos No pude evitar la comparacioacuten mental con la otra de mis treinta antildeos y una vez maacutes comprobeacute con horror que se envejece maacutes y peor en los retratos que en la realidad La secretaria que me habiacutea besado la tarde del cumpleantildeos me preguntoacute si estaba enfermo Fui feliz de contestarle la verdad para que no la creyera Enfermo de amor Ella dijo iexclLaacutestima que no sea por miacute Yo le correspondiacute el cumplido No esteacute tan segura

El redactor judicial salioacute de su cabina gritando que habiacutea dos cadaacuteveres de muchachas sin identificar en el anfiteatro municipal Le pregunteacute asustado iquestDe queacute edad Joacutevenes dijo eacutel Pueden ser refugiadas del interior perseguidas hasta aquiacute por matones del reacutegimen Respireacute aliviado La situacioacuten nos invade en silencio como una mancha de sangre dije El redactor judicial ya lejos gritoacute

-De sangre no maestro de mierda

Algo peor me ocurrioacute diacuteas despueacutes cuando una muchacha instantaacutenea con una canasta igual a la del gato pasoacute como un escalofriacuteo frente a la libreriacutea Mundo La perseguiacute a codazos por entre la muchedumbre en el fragor de las doce del diacutea Era muy bella de trancos largos y con una fluidez para abrirse camino entre el gentiacuteo

Memorias de mis putas tristes 36 ______________________________________________________________________________________que me costoacute trabajo alcanzarla Por fin la rebaseacute y la mireacute de frente Ella me apartoacute con la mano sin detenerse ni pedir perdoacuten No era la que creiacutea pero su altivez me dolioacute como si lo fuera Comprendiacute entonces que no seriacutea capaz de reconocer a Delgadina despierta y vestida ni ella podiacutea saber quieacuten era yo si nunca me habiacutea visto En un acto de locura tejiacute durante tres diacuteas doce pares de zapatitos azules y rosados para recieacuten nacidos tratando de darme valor para no escuchar ni cantar ni recordar las canciones que me recordaban a ella

La verdad era que no podiacutea con mi alma y empezaba a tomar conciencia de la vejez por mis flaquezas frente al amor Una prueba todaviacutea maacutes dramaacutetica la tuve cuando un autobuacutes de servicio puacuteblico arrolloacute una ciclista en el puro centro comercial Acababan de llevaacutersela en una ambulancia y la magnitud de la tragedia se apreciaba por el estado de chatarra en que quedoacute la bicicleta sobre un charco de sangre viva Pero mi impresioacuten no fue tanta por los destrozos de la bicicleta como por la marca el modelo y el color No podiacutea ser otra que la que yo mismo le habiacutea regalado a Delgadina

Los testigos coincidieron en que la ciclista herida era muy joven alta y delgada y con el cabello corto y rizado Aturdido tomeacute el primer taxi que pasoacute y me hice llevar al hospital de Caridad un viejo edificio de muros ocres que pareciacutea una caacutercel encallada en un arenal Necesiteacute media hora para entrar y otra maacutes para salir de un patio fragante de aacuterboles frutales donde una mujer atribulada se me atravesoacute en el camino me miroacute a los ojos y exclamoacute

-Yo soy la que no buscas

Soacutelo entonces recordeacute que era alliacute donde viviacutean en libertad los internos mansos del manicomio municipal Tuve que identificarme como periodista ante la direccioacuten del hospital para que un enfermero me condujera al pabelloacuten de urgencias En elcuaderno de ingresos estaban los datos Rosalba Riacuteos dieciseacuteis antildeos sin oficio conocido Diagnoacutestico conmocioacuten cerebral Pronoacutestico reservado Pregunteacute al jefe del pabelloacuten si podiacutea verla con la esperanza iacutentima de que me dijeran que no pero me llevaron encantados por si queriacutea escribir sobre el estado de abandono del hospital

Atravesamos una sala abigarrada con un fuerte olor de aacutecido feacutenico y los enfermos apelotonados en las camas Al fondo en un cuarto solo tendida en una camilla metaacutelica estaba la que buscaacutebamos Teniacutea el craacuteneo cubierto de vendas la cara indescifrable gonfia y amoratada pero me bastoacute con verle los pies para saber que no era Soacutelo entonces se me ocurrioacute preguntarme iquestQueacute habriacutea hecho yo si hubiera sido ella

Todaviacutea enredado en las telarantildeas de la noche tuve el valor de ir el diacutea siguiente a la faacutebrica de camisas donde Rosa Cabarcas habiacutea dicho alguna vez que trabajaba la nintildea y le pediacute al propietario que nos mostrara sus instalaciones como modelo para un proyecto continental de las Naciones Unidas Era un libaneacutes paquideacutermico y taciturno que nos abrioacute las puertas de su reino con la ilusioacuten de ser un ejemplo universal

Trescientas joacutevenes de blusas blancas con la ceniza del mieacutercoles en la frente cosiacutean botones en la vasta nave iluminada Cuando nos vieron entrar se irguieron

Memorias de mis putas tristes 37 ______________________________________________________________________________________como colegialas y nos observaron de reojo mientras el gerente explicaba sus aportes al arte inmemorial de pegar botones Yo escrutaba las caras de cada una con el pavor de descubrir a Delgadina vestida y despierta Pero fue una de ellas la que me descubrioacute a miacute con la mirada temible de la admiracioacuten sin clemencia

-Diacutegame sentildeor iquestno es usted el que escribe las cartas de amor en el perioacutedico

Nunca me hubiera imaginado que una nintildea dormida pudiera causar en uno semejantes estragos Escapeacute de la faacutebrica sin despedirme ni pensar siquiera si alguna de aquellas viacutergenes de purgatorio era por fin la que buscaba Cuando saliacute de ahiacute el uacutenico sentimiento que me quedaba en la vida eran las ganas de llorar

Rosa Cabarcas llamoacute al cabo de un mes con una explicacioacuten increiacuteble se habiacutea tomado un merecido descanso en Cartagena de Indias despueacutes del asesinato del banquero No le creiacute desde luego pero la feliciteacute por su suerte y la dejeacute explayarse en su mentira antes de hacerle la pregunta que me borboritaba en el corazoacuten

-iquestY ella

Rosa Cabarcas hizo un silencio largo Ahiacute estaacute dijo al fin pero su voz se hizo evasiva Hay que esperar un tiempo iquestCuaacutento Ni idea ya te avisareacute Sentiacute que se me iba y la pareacute en seco Espeacuterate dame alguna luz No hay luz dijo ella y concluyoacute Ten cuidado puedes perjudicarte tuacute y sobre todo perjudicarla a ella Yo no estaba para esa clase de remilgos Le supliqueacute aunque fuera una oportunidad de acercarme a la verdad Al fin y al cabo le dije somos coacutemplices Ella no dio un paso maacutes Caacutelmate me dijo la nintildea estaacute bien y esperando que la llame pero ahora mismo no hay nada que hacer ni voy a decir nada maacutes Adioacutes

Me quedeacute con el teleacutefono en la mano sin saber por doacutende seguir pues tambieacuten la conociacutea bastante para pensar que no conseguiriacutea nada de ella si no era por las buenas Despueacutes del mediodiacutea me di una vuelta furtiva por su casa maacutes confiado en la casualidad que en la razoacuten y la encontreacute todaviacutea cerrada y con los sellos de la Sanidad Penseacute que Rosa Cabarcas me habiacutea telefoneado de otra parte tal vez de otra ciudad y la sola idea me llenoacute de presagios turbios No obstante a las seis de la tarde cuando menos lo esperaba me soltoacute por teleacutefono mi propio santo y sentildea

-Bueno ahora siacute

A las diez de la noche tembloroso y con los labios mordidos para no llorar fui cargado de cajas de chocolates suizos turrones y caramelos y una canasta de rosas ardientes para cubrir la cama La puerta estaba entreabierta las luces encendidas y en el radio se diluiacutea a medio volumen la sonata nuacutemero uno para violiacuten y piano de Brahms Delgadina en la cama estaba tan radiante y distinta que me costoacute trabajo reconocerla

Habiacutea crecido pero no se le notaba en la estatura sino en una madurez intensa que la haciacutea parecer con dos o tres antildeos maacutes y maacutes desnuda que nunca Sus poacutemulos altos la piel tostada por soles de mar bravo los labios finos y el cabello corto y rizado le infundiacutean a su rostro el resplandor androacutegino del Apolo de Praxiacuteteles Pero no habiacutea equiacutevoco posible porque sus senos habiacutean crecido hasta el punto de que no me cabiacutean en la mano sus caderas habiacutean acabado de formarse y sus huesos se

Memorias de mis putas tristes 38 ______________________________________________________________________________________habiacutean vuelto maacutes firmes y armoacutenicos Me encantaron aquellos aciertos de la naturaleza pero me aturdieron los artificios las pestantildeas postizas las untildeas de las manos y los pies esmaltadas de naacutecar y un perfume de a dos cuartillos que no teniacutea nada que ver con el amor Sin embargo lo que me sacoacute de quicio fue la fortuna que llevaba encima pendientes de oro con gajos de esmeraldas un collar de perlas naturales una pulsera de oro con resplandores de diamantes y anillos con piedras legiacutetimas en todos los dedos En la silla estaba su traje de nochera con lentejuelas y bordados y las zapatillas de raso Un vapor raro me subioacute de las entrantildeas

-iexclPuta -griteacute

Pues el diablo me soploacute en el oiacutedo un pensamiento siniestro Y fue asiacute la noche del crimen Rosa Cabarcas no debioacute tener tiempo ni serenidad para prevenir a la nintildea y la policiacutea la encontroacute en el cuarto sola menor de edad y sin coartada Nadie igual a Rosa Cabarcas para una situacioacuten como aqueacutella le vendioacute la virginidad de la nintildea a alguno de sus grandes cacaos a cambio de que a ella la sacaran limpia del crimen Lo primero claro fue desaparecer mientras se aplacaba el escaacutendalo iexclQueacute maravilla Una luna de miel para tres ellos dos en la cama y Rosa Cabarcas en una terraza de lujo disfrutando de su impunidad feliz Ciego de una furia insensata fui reventando contra las paredes cada cosa del cuarto las laacutemparas el radio el ventilador los espejos las jarras los vasos Lo hice sin prisa pero sin pausas con un grande estropicio y una embriaguez metoacutedica que me salvoacute la vida La nintildea dio un salto al primer estallido pero no me miroacute sino que se enroscoacute de espaldas a miacute y asiacute permanecioacute con espasmos entrecortados hasta que cesoacute el estropicio Las gallinas en el patio y los perros de la madrugada aumentaron el escaacutendalo Con la cegadora lucidez de la coacutelera tuve la inspiracioacuten final de prenderle fuego a la casa cuando aparecioacute en la puerta la figura impasible de Rosa Cabarcas en camisa de dormir No dijo nada Hizo con la vista el inventario del desastre y comproboacute que la nintildea estaba enroscada sobre siacute misma como un caracol y con la cabeza escondida entre los brazos aterrada pero intacta

-iexclDios miacuteo -exclamoacute Rosa Cabarcas- iexclQueacute no hubiera dado yo por un amor como eacuteste

Me midioacute de cuerpo entero con una mirada de misericordia y me ordenoacute Vamos La seguiacute hasta la casa me sirvioacute un vaso de agua en silencio me hizo una sentildea de que me sentara frente a ella y me puso en confesioacuten Bueno me dijo ahora poacutertate como un adulto y cueacutentame iquestqueacute te pasa

Le conteacute con lo que teniacutea como mi verdad revelada Rosa Cabarcas me escuchoacute en silencio sin asombro y por fin parecioacute iluminada Queacute maravilla dijo Siempre he dicho que los celos saben maacutes que la verdad Y entonces me contoacute la realidad sin reservas En efecto dijo en su ofuscacioacuten de la noche del crimen se habiacutea olvidado de la nintildea dormida en el cuarto Uno de sus clientes abogado del muerto ademaacutes repartioacute prebendas y sobornos a cuatro manos e invitoacute a Rosa Cabarcas a un hotel de reposo de Cartagena de Indias mientras se disipaba el escaacutendalo Creacuteeme dijo Rosa Cabarcas que en todo este tiempo no dejeacute de pensar ni un momento en ti y en la nintildea Volviacute antier y lo primero que hice fue llamarte por teleacutefono pero nadie contestoacute En cambio la nintildea vino enseguida y en tan mal estado que te la bantildeeacute te la vestiacute y te la mandeacute al saloacuten de belleza con la orden de que la arreglaran como una reina Ya viste coacutemo perfecta iquestLa ropa de lujo Son los trajes que les alquilo a mis

Memorias de mis putas tristes 39 ______________________________________________________________________________________pupilas maacutes pobres cuando tienen que ir a bailar con sus clientes iquestLas joyas Son las miacuteas dijo Basta con tocarlas para darse cuenta de que son diamantes de vidrio y estoperoles de hojalata De modo que no jodas concluyoacute Anda despieacutertala piacutedele perdoacuten y hazte cargo de ella de una vez Nadie merece ser maacutes feliz que ustedes

Hice un esfuerzo sobrenatural para creerle pero pudo maacutes el amor que la razoacuten iexclPutas le dije atormentado por el fuego vivo que me abrasaba las entrantildeas iexclEso es lo que son ustedes griteacute iexclPutas de mierda No quiero saber nada maacutes de tiacute ni de ninguna otra guaricha en el mundo y menos de ella Le hice desde la puerta una sentildeal de adioacutes para siempre Rosa Cabarcas no lo dudoacute

-Vete con Dios -me dijo con un rictus de tristeza y volvioacute a su vida real- De todos modos te pasareacute la cuenta del desmadre que me hiciste en el cuarto

Memorias de mis putas tristes 40 ______________________________________________________________________________________

5

Leyendo Los idus de marzo encontreacute una frase siniestra que el autor atribuye a Julio Ceacutesar Es imposible no terminar siendo como los otros creen que uno es No pude comprobar su verdadero origen en la propia obra de Julio Ceacutesar ni en las obras de sus bioacutegrafos desde Suetonio hasta Carcopino pero valioacute la pena conocerla Su fatalismo aplicado al curso de mi vida en los meses siguientes fue lo que me dio la determinacioacuten que me haciacutea falta no soacutelo para escribir esta memoria sino para empezarla sin pudores con el amor de Delgadina

No teniacutea un instante de sosiego apenas si probaba bocado y perdiacute tanto peso que no se me teniacutean los pantalones en la cintura Los dolores erraacuteticos se me quedaron en los huesos cambiaba de aacutenimo sin razoacuten pasaba las noches en un estado de deslumbramiento que no me permitiacutea leer ni escuchar muacutesica y en cambio se me iba el diacutea cabeceando por una somnolencia sonsa que no serviacutea para dormir

El alivio me cayoacute del cielo En la atestada goacutendola de Loma Fresca una vecina de asiento que no habiacutea visto subir me susurroacute al oiacutedo iquestTodaviacutea tiras Era Casilda Armenia un viejo amor de a tres por cinco que me habiacutea soportado como cliente asiduo desde que era una adolescente altiva Una vez retirada medio enferma y sin un clavo se habiacutea casado con un hortelano chino que le dio nombre y apoyo y quizaacutes un poco de amor A los setenta y tres antildeos teniacutea el peso de siempre seguiacutea bella y de caraacutecter fuerte y conservaba intacto el desparpajo del oficio

Me llevoacute a su casa una huerta de chinos en una colina de la carretera al mar Nos sentamos en las sillas de playa de la terraza umbriacutea entre helechos y frondas de astromelias y jaulas de paacutejaros colgadas en el alero En la falda de la colina se veiacutean los hortelanos chinos con sombreros de cono sembrando las hortalizas bajo el sol abrasante y el pieacutelago gris de las Bocas de Ceniza con los dos tajamares de rocas que canalizan el riacuteo varias leguas en el mar Mientras conversaacutebamos vimos entrar un trasatlaacutentico blanco por la desembocadura y lo seguimos callados hasta oiacuter su bramido de toro luacutegubre en el puerto fluvial Ella suspiroacute iquestTe das cuenta En maacutes de medio siglo es la primera vez que no te recibo la visita en la cama Ya somos otros dije Ella prosiguioacute sin oiacuterme Cada vez que dicen cosas de ti en el radio que te elogian por el carintildeo que te tiene la gente y te llaman maestro del amor imagiacutenate pienso que nadie te conocioacute tus gracias y tus mantildeas tan bien como yo En serio dijo nadie hubiera podido soportarte mejor

No resistiacute maacutes Ella lo sintioacute vio mis ojos huacutemedos de laacutegrimas y soacutelo entonces debioacute descubrir que ya no era el que fui y le sostuve la mirada con un valor del que

Memorias de mis putas tristes 41 ______________________________________________________________________________________nunca me creiacute capaz Es que me estoy volviendo viejo le dijeYa lo estamos suspiroacute ella Lo que pasa es que uno no lo siente por dentro pero desde fuera todo el mundo lo ve

Era imposible no abrirle el corazoacuten asiacute que le conteacute la historia completa que me ardiacutea en las entrantildeas desde mi primera llamada a Rosa Cabarcas la viacutespera de mis noventa antildeos hasta la noche traacutegica en que hice antildeicos el cuarto y no regreseacute maacutes Ella me oyoacute el desahogo como si estuviera vivieacutendolo lo rumioacute muy despacio y por fin sonrioacute

-Haz lo que quieras pero no pierdas a esa criatura -me dijo- No hay peor desgracia que morir solo

Fuimos a Puerto Colombia en el trenecito de juguete tan despacioso como un caballo Almorzamos frente al muelle de maderas carcomidas por donde habiacutea entrado el mundo entero al paiacutes antes que se dragaran las Bocas de Ceniza Nos sentamos bajo un cobertizo de palma donde las grandes matronas negras serviacutean pargos fritos con arroz de coco y tajadas de plaacutetano verde Dormitamos en el sopor denso de las dos y seguimos conversando hasta que se hundioacute en el mar el inmenso sol de candela La realidad me pareciacutea fantaacutestica Mira adonde ha venido a dar nuestra luna de miel se burloacute ella Pero prosiguioacute en serio Hoy miro para atraacutes veo la fila de miles de hombres que pasaron por mis camas y dariacutea el alma por haberme quedado aunque fuera con el peor Gracias a Dios encontreacute mi chino a tiempo Es como estar casada con el dedo mentildeique pero es soacutelo miacuteo

Me miroacute a los ojos midioacute mi reaccioacuten a lo que acababa de contarme y me dijo Asiacute que vete a buscar ahora mismo a esa pobre criatura aunque sea verdad lo que te dicen los celos sea como sea que lo bailado no te lo quita nadie Pero eso siacute sin romanticismos de abuelo Despieacutertala tiacuteratela hasta por las orejas con esa pinga de burro con que te premioacute el diablo por tu cobardiacutea y tu mezquindad En serio terminoacute con el alma no te vayas a morir sin probar la maravilla de tirar con amor

El pulso me temblaba al diacutea siguiente cuando marqueacute el nuacutemero del teleacutefono Tanto por la tensioacuten del reencuentro con Delgadina como por la incertidumbre de la forma en que Rosa Cabarcas me respondiera Habiacuteamos tenido una disputa seria por el abuso con que tasoacute los destrozos que hice en su cuarto Tuve que vender uno de los cuadros maacutes amados de mi madre cuyo valor se calculaba en una fortuna pero a la hora de la verdad no llegoacute a un deacutecimo de mis ilusiones

Aumenteacute la suma con el resto de mis ahorros y se la lleveacute a Rosa Cabarcas con una consigna inapelable Lo tomas o lo dejas Fue un acto suicida porque soacutelo con vender uno de mis secretos ella habriacutea aniquilado mi buen nombre Pero no respingoacute sino que se quedoacute con los cuadros que habiacutea tomado en prenda la noche del pleito Fui el perdedor absoluto en una sola jugada me quedeacute sin Delgadina sin Rosa Cabarcas y sin mis uacuteltimos ahorros Sin embargo oiacute el timbre del teleacutefono una vez dos veces tres y por fin ella iquestA ver No me salioacute la voz Colgueacute Me echeacute en la hamaca tratando de serenarme con la liacuterica asceacutetica de Satie y sudeacute tanto que el lienzo quedoacute empapado Hasta el diacutea siguiente no tuve el valor de llamar

-Bueno mujer -dije con voz firme- Hoy siacute

Memorias de mis putas tristes 42 ______________________________________________________________________________________Rosa Cabarcas coacutemo no estaba maacutes allaacute de todo Ay mi sabio triste suspiroacute con su aacutenimo invencible te pierdes dos meses y soacutelo vuelves para pedir ilusiones Me contoacute que no habiacutea visto a Delgadina desde haciacutea maacutes de un mes que pareciacutea tan repuesta del susto de mis estropicios que ni siquiera habloacute de ellos ni preguntoacute por miacute y estaba muy contenta en un nuevo empleo maacutes coacutemodo y mejor pagado que coser botones Una oleada de fuego vivo me quemoacute las entrantildeas Soacutelo puede ser de puta dije Rosa me replicoacute sin pestantildeear No seas bruto si asiacute fuera estariacutea aquiacute iquestO doacutende podriacutea estar mejor La rapidez de su loacutegica me agravoacute la duda iquestY coacutemo seacute que no estaacute ahiacute En ese caso replicoacute ella lo que maacutes te conviene es no saberlo iquestO no Una vez maacutes la odieacute Ella a prueba de erosiones prometioacute rastrear a la nintildea Sin muchas esperanzas porque el teleacutefono de la vecina donde la llamaba seguiacutea cortado y no teniacutea la menor idea de doacutende viviacutea Pero no era para echarse a morir queacute carajo dijo te llamo en una hora

Fue una hora de tres diacuteas pero encontroacute a la nintildea disponible y sana Volviacute avergonzado y la beseacute palmo a palmo como penitencia desde las doce de la noche hasta que cantaron los gallos Un perdoacuten largo que me prometiacute seguir repitiendo para siempre y fue como empezar otra vez por el principio El cuarto habiacutea sido desmantelado y el mal uso habiacutea acabado con todo lo que yo habiacutea puesto Ella lo habiacutea dejado asiacute y me dijo que cualquier mejora teniacutea que hacerla yo por lo que estaba debieacutendole Sin embargo mi situacioacuten econoacutemica tocaba fondo El dinero de las jubilaciones alcanzaba cada vez para menos Las pocas cosas vendibles que quedaban en la casa -salvo las joyas sagradas de mi madre- careciacutean de valor comercial y nada era bastante viejo para ser antiguo En tiempos mejores el gobernador me habiacutea hecho la oferta tentadora de comprarme en bloque los libros de los claacutesicos griegos latinos y espantildeoles para la Biblioteca Departamental pero no tuve corazoacuten para venderlos Despueacutes con los cambios poliacuteticos y el deterioro del mundo nadie del gobierno pensaba en las artes ni las letras Cansado de buscar una solucioacuten decente me echeacute al bolsillo las joyas que Delgadina me habiacutea devuelto y me fui a empentildearlas en un callejoacuten siniestro que conduciacutea al mercado puacuteblico Con aires de sabio distraiacutedo recorriacute varias veces aquel tugurio atiborrado de cantinas de mala muerte libreriacuteas de viejo y casas de empentildeo pero la dignidad de Florina de Dios me cerroacute el paso no me atreviacute Entonces decidiacute venderlas con la frente en alto a la joyeriacutea maacutes antigua y acreditada

El dependiente me hizo algunas preguntas mientras examinaba las joyas con su monoacuteculo Teniacutea la conducta el estilo y el pavor de un meacutedico Le expliqueacute que eran joyas heredadas de mi madre El aprobaba con un gruntildeido cada una de mis explicaciones y por fin se quitoacute el monoacuteculo

-Lo siento -dijo- pero son culos de botellas

Ante mi sorpresa me explicoacute con una suave conmiseracioacuten Menos mal que el oro es oro y el platino es platino Me toqueacute el bolsillo para asegurarme de que llevaba las facturas de compra y dije sin resabios

-Pues fueron compradas en esta noble casa hace maacutes de cien antildeos

El no se inmutoacute Suele suceder dijo que en las joyas hereditarias vayan desapareciendo las piedras maacutes valiosas con el paso del tiempo sustituidas por diacutescolos de la familia o por joyeros bandidos y soacutelo cuando alguien trata de

Memorias de mis putas tristes 43 ______________________________________________________________________________________venderlas se descubre el fraude Pero permiacutetame un segundo dijo y se llevoacute las joyas por la puerta del fondo Al cabo de un momento regresoacute y sin explicacioacuten alguna me indicoacute que me sentara en la silla de espera y siguioacute trabajando

Examineacute la tienda Habiacutea ido con mi madre varias veces y recordaba una frase recurrente No se lo digas a tu papaacute De pronto se me ocurrioacute una idea que me crispoacute iquestno seriacutea que Rosa Cabarcas y Delgadina de comuacuten acuerdo habiacutean vendido las piedras legiacutetimas y me devolvieron las joyas con las piedras falsas

Estaba ardiendo en dudas cuando una secretaria me invitoacute a seguirla por la misma puerta del fondo hasta una oficina pequentildea con una larga estanteriacutea de gruesos voluacutemenes Un beduino colosal se levantoacute en el escritorio del fondo y me estrechoacute la mano tuteaacutendome con una efusioacuten de viejo amigo Hicimos juntos el bachillerato me dijo a modo de saludo Me fue faacutecil recordarlo era el mejor futbolista de la escuela y campeoacuten de nuestros primeros burdeles Habiacutea dejado de verlo en alguacuten momento incierto y debioacute verme tan decreacutepito que me confundioacute con un condisciacutepulo de su infancia

Sobre el cristal del escritorio teniacutea abierto uno de los mamotretos del archivo donde estaba la memoria de las joyas de mi madre Una relacioacuten exacta con fechas y detalles de que ella en persona habiacutea hecho cambiar las piedras de dos generaciones de hermosas y dignas Cargamantos y habiacutea vendido las legiacutetimas a la misma tienda Esto habiacutea ocurrido cuando el padre del propietario actual estaba al frente de la joyeriacutea y eacutel y yo en la escuela Pero eacutel mismo me tranquilizoacute aquellas triquintildeuelas eran de uso corriente entre las grandes familias en desgracia para resolver urgencias de plata sin sacrificar el honor Ante la realidad cruda preferiacute conservarlas como recuerdo de otra Florina de Dios que nunca conociacute

A principios de julio sentiacute la distancia real de la muerte Mi corazoacuten perdioacute el paso y empeceacute a ver y sentir por todos lados los presagios inequiacutevocos del final El maacutes niacutetido fue en el concierto de Bellas Artes El aire acondicionado habiacutea fallado y la flor y nata de las artes y las letras se cocinaban al bantildeomariacutea en el saloacuten abarrotado pero la magia de la muacutesica era un clima celestial Al final con el Allegretto poco mosso me estremecioacute la revelacioacuten deslumbrante de que estaba escuchando el uacuteltimo concierto que me deparaba el destino antes de morir No sentiacute dolor ni miedo sino la emocioacuten arrasadora de haber alcanzado a vivirlo

Cuando por fin logreacute abrirme camino empapado de sudor a traveacutes de los abrazos y las fotos me encontreacute de manos a boca con Ximena Ortiz como una diosa de cien antildeos en la silla de ruedas Su sola presencia se me imponiacutea como un pecado mortal Teniacutea una tuacutenica de seda color marfil tan tersa como su piel un hilo de perlas legiacutetimas de tres vueltas el cabello color de naacutecar cortado a la moda de los veintes con una punta de ala de gaviota en la mejilla y los grandes ojos amarillos iluminados por la sombra natural de las ojeras Todo en ella contradeciacutea el rumor de que su mente estaba quedaacutendose en blanco por la erosioacuten irredimible de la memoria Petrificado y sin recursos frente a ella me sobrepuse al vaho de fuego que me subioacute a la cara y la saludeacute en silencio con una venia versallesca Ella sonrioacute como una reina y me agarroacute la mano Entonces me di cuenta de que tambieacuten aquello era una coartada del destino y no la perdiacute para sacarme una espina que me estorbaba desde siempre He sontildeado durante antildeos con este momento le dije Ella no parecioacute

Memorias de mis putas tristes 44 ______________________________________________________________________________________entender iexclNo me digas dijo iquestY tuacute quieacuten eres No supe nunca si en verdad lo habiacutea olvidado o si fue la venganza final de su vida

La certidumbre de ser mortal en cambio me habiacutea sorprendido poco antes de los cincuenta antildeos en una ocasioacuten como aqueacutella una noche de carnaval en que bailaba un tango apache con una mujer fenomenal a la que nunca le vi la cara maacutes corpulenta que yo como por cuarenta libras y maacutes alta como de dos palmos que sin embargo se dejaba llevar como una pluma al viento Bailaacutebamos tan apretados que sentiacutea circular su sangre por las venas y me hallaba como adormecido de gusto con su resuello trabajoso su grajo de amoniacuteaco sus tetas de astroacutenoma cuando me sacudioacute por la primera vez y casi me derriboacute por tierra el freacutemito de la muerte Fue como un oraacuteculo brutal en el oiacutedo Hagas lo que hagas en este antildeo o dentro de ciento estaraacutes muerto hasta jamaacutes Ella se separoacute asustada iquestQueacute le pasa Nada le dije tratando de sujetarme el corazoacuten

-Tiemblo por usted

Desde entonces empeceacute a medir la vida no por antildeos sino por deacutecadas La de los cincuenta habiacutea sido decisiva porque tomeacute conciencia de que casi todo el mundo era menor que yo La de los sesenta fue la maacutes intensa por la sospecha de que ya no me quedaba tiempo para equivocarme La de los setenta fue temible por una cierta posibilidad de que fuera la uacuteltima No obstante cuando desperteacute vivo la primera mantildeana de mis noventa antildeos en la cama feliz de Delgadina se me atravesoacute la idea complaciente de que la vida no fuera algo que transcurre como el riacuteo revuelto de Heraacuteclito sino una ocasioacuten uacutenica de voltearse en la parrilla y seguir asaacutendose del otro costado por noventa antildeos maacutes

Me volviacute de laacutegrima faacutecil Cualquier sentimiento que tuviera algo que ver con la ternura me causaba un nudo en la garganta que no siempre lograba dominar y penseacute en renunciar al placer solitario de velar el suentildeo de Delgadina no tanto por la incertidumbre de mi muerte como por el dolor de imaginarla sin miacute en el resto de su vida Uno de aquellos diacuteas inciertos fui a dar por distraccioacuten a la muy noble calle de los Notarios y me sorprendioacute no encontrar nada maacutes que los escombros del viejo hotel de lance donde fui iniciado por la fuerza en las artes del amor poco antes de mis doce antildeos Habiacutea sido una mansioacuten de antiguos navieros espleacutendida como pocas en la ciudad con columnas enchapadas de alabastro y frisos de oropeles alrededor de un patio interior con una cuacutepula de cristales de siete colores que irradiaba un resplandor de invernadero En la planta baja con un portal goacutetico sobre la calle estuvieron por maacutes de un siglo las notariacuteas coloniales en las que trabajoacute prosperoacute y se arruinoacute mi padre en toda una vida de suentildeos fantaacutesticos Las familias histoacutericas abandonaron poco a poco los pisos superiores que terminaron ocupados por una legioacuten de nocheras en desgracia que subiacutean y bajaban hasta el amanecer con los clientes atrapados por un peso y medio en las cantinas del cercano puerto fluvial

A mis doce antildeos todaviacutea con mis pantalones cortos y mis botitas de la escuela primaria no pude resistir la tentacioacuten de conocer los pisos superiores mientras mi padre se debatiacutea en una de sus reuniones interminables y me encontreacute con un espectaacuteculo celestial Las mujeres que malvendiacutean sus cuerpos hasta el amanecer se moviacutean por la casa desde las once de la mantildeana cuando ya la caniacutecula del vitral era insoportable y teniacutean que hacer su vida domeacutestica caminando en pelotas por

JUAN CARLOS 161104
caniacutecula (Del lat canicŭla) f Periacuteodo del antildeo en que es maacutes fuerte el calor || 2 Astr Tiempo del nacimiento heliacuteaco de Sirio que antiguamente coincidiacutea con la eacutepoca maacutes calurosa del antildeo pero que hoy no se verifica hasta fines de agosto13
JUAN CARLOS 161104
freacutemito (Del lat fremĭtus) m bramido

Memorias de mis putas tristes 45 ______________________________________________________________________________________toda la casa mientras comentaban a gritos sus aventuras de la noche Me quedeacute aterrorizado Lo uacutenico que se me ocurrioacute fue escapar por donde habiacutea llegado cuando una de las desnudas de carnes macizas olorosas a jaboacuten de monte me abrazoacute por la espalda y me llevoacute en vilo hasta su cubiacuteculo de cartoacuten sin que yo pudiera verla en medio de la griteriacutea y los aplausos de las inquilinas en cueros Me tiroacute bocarriba en su cama para cuatro me quitoacute los pantalones con una maniobra maestra y se acaballoacute sobre miacute pero el terror helado que me empapaba el cuerpo me impidioacute recibirla como un hombre Aquella noche desvelado en la cama de mi casa por la verguumlenza del asalto no pude dormir maacutes de una hora con las ansias de volver a verla Pero la mantildeana siguiente mientras los trasnochados dormiacutean subiacute temblando hasta su cubiacuteculo y la desperteacute llorando a gritos con un amor enloquecido que duroacute hasta que se lo llevoacute sin misericordia el ventarroacuten de la vida real Se llamaba Castorina y era la reina de la casa

Los cubiacuteculos del hotel costaban un peso para los amores de paso pero muy pocos sabiacuteamos que costaban lo mismo hasta por veinticuatro horas Ademaacutes Castorina me introdujo en su mundo de mala muerte donde invitaban a los clientes pobres a sus desayunos de gala le prestaban el jaboacuten les atendiacutean los dolores de muela y en casos de urgencia mayor les daban un amor de caridad

Pero en las tardes de la uacuteltima vejez se acordaba de la inmortal Castorina muerta quien sabiacutea cuando que habiacutea sucedido desde las esquinas miserables del muelle fluvial hasta el trono sagrado de mamasanta mayor con un parche de pirata en el ojo perdido en el pleito de cantina Su uacuteltimo machucante de planta un negro feliz de Camaguumley a quien llamaba Jonaacutes el Galeote habiacutea sido un trompetista de los grandes en La Habana hasta que perdioacute la sonrisa completa en una cataacutestrofe de trenes

Al salir de aquella visita amarga sentiacute una punzada en el corazoacuten que no habiacutea logrado aliviar en tres diacuteas con toda clase de poacutecimas caseras El meacutedico al que acudiacute de urgencia miembro de una estirpe de insignes era nieto del que me vio a mis cuarenta y dos antildeos y me asustoacute que pareciera el mismo pues estaba tan envejecido como su abuelo a los setenta por una calvicie prematura unos lentes de miope sin regreso y una tristeza inconsolable Me hizo un examen minucioso de cuerpo entero con una concentracioacuten de orfebre Me auscultoacute el pecho y la espalda y me revisoacute la presioacuten arterial los reflejos de la rodilla el fondo del ojo el color del paacuterpado inferior En las pausas mientras yo cambiaba de posicioacuten en la mesa de reconocimiento me haciacutea preguntas tan vagas y raacutepidas que apenas si me daban tiempo de pensar las respuestas Al cabo de una hora me miroacute con una sonrisa feliz Bueno dijo creo que no tengo nada que hacer por usted iquestQueacute quiere decir Que su estado es el mejor posible a su edad Queacute curioso le dije lo mismo me dijo su abuelo cuando yo teniacutea cuarenta y dos antildeos como si el tiempo no pasara Siempre encontraraacute uno que se lo diga dijo porque siempre tendraacute una edad Yo provocaacutendolo para una sentencia aterradora le dije La uacutenica definitiva es la muerte Siacute dijo eacutel pero no es faacutecil llegar a ella en tan buen estado como usted Siento de veras no poder complacerlo

Eran recuerdos nobles pero la viacutespera del 29 de agosto sentiacute el peso inmenso del siglo que me esperaba impasible cuando subiacute con pasos de hierro las escaleras de mi casa Entonces volviacute a ver una vez maacutes a Florina de Dios mi madre en mi cama que habiacutea sido la suya hasta su muerte y me hizo la misma bendicioacuten de la uacuteltima

Memorias de mis putas tristes 46 ______________________________________________________________________________________vez que la vi dos horas antes de morir Trastornado por la conmocioacuten lo entendiacute como el anuncio final y llameacute a Rosa Cabarcas para que me llevara a mi nintildea aquella misma noche en previsioacuten de que no se cumpliera mi ilusioacuten de sobrevivir hasta el uacuteltimo aliento de mis noventa antildeos Volviacute a llamarla a las ocho y una vez maacutes repitioacute que no era posible Tiene que serlo a cualquier precio le griteacute aterrorizado Colgoacute sin despedirse pero quince minutos despueacutes volvioacute a llamar

-Bueno aquiacute la tienes

Llegueacute a las diez y veinte de la noche y le di a Rosa Cabarcas las uacuteltimas cartas de mi vida con mis disposiciones sobre la nintildea despueacutes de mi final terrible Ella pensoacute que me habiacutea impresionado con el acuchillado y me dijo con aires de burla Si te vas a morir que no sea aquiacute imagiacutenate Pero yo le dije Di que me atropello el tren de Puerto Colombia ese pobre cacharro de laacutestima incapaz de matar a nadie

Preparado para todo aquella noche me acosteacute bocarriba a la espera del dolor final en el primer instante de mis noventa y un antildeos Oiacute campanas distantes sentiacute la fragancia del alma de Delgadina dormida de costado oiacute un grito en el horizonte sollozos de alguien que quizaacutes habiacutea muerto un siglo antes en la alcoba Entonces apagueacute la luz con el uacuteltimo aliento entrelaceacute mis dedos con los suyos para llevaacutermela de la mano y conteacute las doce campanadas de las doce con mis doce laacutegrimas finales hasta que empezaron a cantar los gallos y enseguida las campanas de gloria los cohetes de fiesta que celebraban el juacutebilo de haber sobrevivido sano y salvo a mis noventa antildeos

Mis primeras palabras fueron para Rosa Cabarcas Te compro la casa toda con la tienda y el huerto Ella me dijo Hagamos una apuesta de viejos el que se muera primero se queda con todo lo del otro firmado ante notario No porque si yo me muero todo deberiacutea ser para ella Es igual dijo Rosa Cabarcas yo me hago cargo de la nintildea y despueacutes le dejo todo lo tuyo y lo miacuteo no tengo a nadie maacutes en este mundo Mientras tanto remodelamos tu cuarto con buenos servicios aire acondicionado y tus libros y tu muacutesica

-iquestCrees que ella estaraacute de acuerdo

-Ay mi sabio triste estaacute bien que esteacutes viejo pero no pendejo -dijo Rosa Cabarcas muerta de risa- Esa pobre criatura estaacute lela de amor por ti

Saliacute a la calle radiante y por primera vez me reconociacute a miacute mismo en el horizonte remoto de mi primer siglo Mi casa callada y en orden a las seis y cuarto empezaba a gozar los colores de una aurora feliz Damiana cantaba a toda voz en la cocina y el gato redivivo enroscoacute la cola en mis tobillos y siguioacute caminando conmigo hasta mi mesa de escribir Estaba ordenando mis papeles marchitos el tintero la pluma de ganso cuando el sol estalloacute entre los almendros del parque y el buque fluvial del correo retrasado una semana por la sequiacutea entroacute bramando en el canal del puerto Era por fin la vida real con mi corazoacuten a salvo y condenado a morir de buen amor en la agoniacutea feliz de cualquier diacutea despueacutes de mis cien antildeos

Mayo de 2004

Page 6: · Web viewVivo en una casa colonial en la acera de sol del parque de San Nicolás, donde he pasado todos los días de mi vida sin mujer ni fortuna, donde vivieron y murieron mis padres,

Memorias de mis putas tristes 6 ______________________________________________________________________________________reservoacute este segundo piso para ser feliz con la hija de uno de ellos Florina de Dios Cargamantos inteacuterprete notable de Mozart poliacuteglota y garibaldina y la mujer maacutes hermosa y de mejor talento que hubo nunca en la ciudad mi madre

El aacutembito de la casa es amplio y luminoso con arcos de estuco y pisos ajedrezados de mosaicos florentinos y cuatro puertas vidrieras sobre un balcoacuten corrido donde mi madre se sentaba en las noches de marzo a cantar arias de amor con sus primas italianas Desde alliacute se ve el parque de San Nicolaacutes con la catedral y la estatua de Cristoacutebal Coloacuten y maacutes allaacute las bodegas del muelle fluvial y el vasto horizonte del riacuteo grande de la Magdalena a veinte leguas de su estuario Lo uacutenico ingrato de la casa es que el sol va cambiando de ventanas en el transcurso del diacutea y hay que cerrarlas todas para tratar de dormir la siesta en la penumbra ardiente Cuando me quedeacute solo a mis treinta y dos antildeos me mudeacute a la que fuera la alcoba de mis padres abriacute una puerta de paso hacia la biblioteca y empeceacute a subastar cuanto me iba sobrando para vivir que terminoacute por ser casi todo salvo los libros y la pianola de rollos

Durante cuarenta antildeos fui el inflador de cables de El Diario de La Paz que consistiacutea en reconstruir y completar en prosa indiacutegena las noticias del mundo que atrapaacutebamos al vuelo en el espacio sideral por las ondas cortas o el coacutedigo Morse Hoy me sustento mal que bien con mi pensioacuten de aquel oficio extinguido me sustento menos con la de maestro de gramaacutetica castellana y latiacuten casi nada con la nota dominical que he escrito sin desmayos durante maacutes de medio siglo y nada en absoluto con las gacetillas de muacutesica y teatro que me publican de favor las muchas veces en que vienen inteacuterpretes notables Nunca hice nada distinto de escribir pero no tengo vocacioacuten ni virtud de narrador ignoro por completo las leyes de la composicioacuten dramaacutetica y si me he embarcado en esta empresa es porque confiacuteo en la luz de lo mucho que he leiacutedo en la vida Dicho en romance crudo soy un cabo de raza sin meacuteritos ni brillo que no tendriacutea nada que legar a sus sobrevivientes de no haber sido por los hechos que me dispongo a referir como pueda en esta memoria de mi grande amor

El diacutea de mis noventa antildeos habiacutea recordado como siempre a las cinco de la mantildeana Mi uacutenico compromiso por ser viernes era escribir la nota firmada que se publica los domingos en El Diario de La Paz Los siacutentomas del amanecer habiacutean sido perfectos para no ser feliz me doliacutean los huesos desde la madrugada me ardiacutea el culo y habiacutea truenos de tormenta despueacutes de tres meses de sequiacutea Me bantildeeacute mientras estaba el cafeacute me tomeacute un tazoacuten endulzado con miel de abejas y acompantildeado con dos tortas de cazabe y me puse el mameluco de lienzo de estar en casa

El tema de la nota de aquel diacutea coacutemo no eran mis noventa antildeos Nunca he pensado en la edad como en una gotera en el techo que le indica a uno la cantidad de vida que le va quedando De muy nintildeo oiacute decir que cuando una persona muere los piojos que incuban en la pelambre escapan pavoridos por las almohadas para verguumlenza de la familia Esto me escarmentoacute de tal suerte que me dejeacute tusar a coco para ir a la escuela y las escasas hebras que me quedan me las lavo todaviacutea con el jaboacuten del perro agradecido Quiere decir me digo ahora que de muy nintildeo tuve mejor formado el sentido del pudor social que el de la muerte

Desde haciacutea meses habiacutea previsto que mi nota de aniversario no fuera el soacutelito lamento por los antildeos idos sino todo lo contrario una glorificacioacuten de la vejez

Memorias de mis putas tristes 7 ______________________________________________________________________________________Empeceacute por preguntarme cuaacutendo tomeacute conciencia de ser viejo y creo que fue muy poco antes de aquel diacutea A los cuarenta y dos antildeos habiacutea acudido al meacutedico con un dolor de espaldas que me estorbaba para respirar El no le dio importancia Es un dolor natural a su edad me dijo

-En ese caso -le dije yo- lo que no es natural es mi edad

El meacutedico me hizo una sonrisa de laacutestima Veo que es usted un filoacutesofo me dijo Fue la primera vez que penseacute en mi edad en teacuterminos de vejez pero no tardeacute en olvidarlo Me acostumbreacute a despertar cada diacutea con un dolor distinto que iba cambiando de lugar y forma a medida que pasaban los antildeos A veces pareciacutea ser un zarpazo de la muerte y al diacutea siguiente se esfumaba Por esa eacutepoca oiacute decir que el primer siacutentoma de la vejez es que uno empieza a parecerse a su padre Debo estar condenado a la juventud eterna penseacute entonces porque mi perfil equino no se pareceraacute nunca al caribe crudo que fue mi padre ni al romano imperial de mi madre La verdad es que los primeros cambios son tan lentos que apenas si se notan y uno sigue vieacutendose desde dentro como habiacutea sido siempre pero los otros los advierten desde fuera

En la quinta deacutecada habiacutea empezado a imaginarme lo que era la vejez cuando noteacute los primeros huecos de la memoria Sabaneaba la casa buscando los espejuelos hasta que descubriacutea que los llevaba puestos o me metiacutea con ellos en la regadera o me poniacutea los de leer sin quitarme los de larga vista Un diacutea desayuneacute dos veces porque olvideacute la primera y aprendiacute a reconocer la alarma de mis amigos cuando no se atreviacutean a advertirme que les estaba contando el mismo cuento que les conteacute la semana anterior Para entonces teniacutea en la memoria una lista de rostros conocidos y otra con los nombres de cada uno pero en el momento de saludar no conseguiacutea que coincidieran las caras con los nombres

Mi edad sexual no me preocupoacute nunca porque mis poderes no dependiacutean tanto de miacute como de ellas y ellas saben el coacutemo y el porqueacute cuando quieren Hoy me riacuteo de los muchachos de ochenta que consultan al meacutedico asustados por estos sobresaltos sin saber que en los noventa son peores pero ya no importan son riesgos de estar vivo En cambio es un triunfo de la vida que la memoria de los viejos se pierda para las cosas que no son esenciales pero que raras veces falle para las que de verdad nos interesan Ciceroacuten lo ilustroacute de una plumada

No hay un anciano que olvide doacutende escondioacute su tesoro

Con esas reflexiones y otras varias habiacutea terminado un primer borrador de la nota cuando el sol de agosto estalloacute entre los almendros del parque y el buque fluvial del correo retrasado una semana por la sequiacutea entroacute bramando en el canal del puerto Penseacute Ahiacute llegan mis noventa antildeos Nunca sabreacute por queacute ni lo pretendo pero fue al conjuro de aquella evocacioacuten arrasadora cuando decidiacute llamar por teleacutefono a Rosa Cabarcas para que me ayudara a honorar mi aniversario con una noche libertina Llevaba antildeos de santa paz con mi cuerpo dedicado a la relectura erraacutetica de mis claacutesicos y a mis programas privados de muacutesica culta pero el deseo de aquel diacutea fue tan apremiante que me parecioacute un recado de Dios Despueacutes de la llamada no pude seguir escribiendo Colgueacute la hamaca en un recodo de la biblioteca donde no da el sol por la mantildeana y me tumbeacute con el pecho oprimido por la ansiedad de la espera

Memorias de mis putas tristes 8 ______________________________________________________________________________________

Habiacutea sido un nintildeo consentido con una mamaacute de dones muacuteltiples aniquilada por la tisis a los cincuenta antildeos y con un papaacute formalista al que nunca se le conocioacute un error y amanecioacute muerto en su cama de viudo el diacutea en que se firmoacute el tratado de Neerlandia que puso teacutermino a la guerra de los Mil Diacuteas y a las tantas guerras civiles del siglo anterior La paz cambioacute la ciudad en un sentido que no se previo ni se queriacutea Una muchedumbre de mujeres libres enriquecieron hasta el delirio las viejas cantinas de la calle Ancha que fuera despueacutes el camelloacuten Abello y ahora es el paseo Coloacuten en esta ciudad de mi alma tan apreciada de propios y ajenos por la buena iacutendole de su gente y la pureza de su luz

Nunca me he acostado con ninguna mujer sin pagarle y a las pocas que no eran del oficio las convenciacute por la razoacuten o por la fuerza de que recibieran la plata aunque fuera para botarla en la basura Por mis veinte antildeos empeceacute a llevar un registro con el nombre la edad el lugar y un breve recordatorio de las circunstancias y el estilo Hasta los cincuenta antildeos eran quinientas catorce mujeres con las cuales habiacutea estado por lo menos una vez Interrumpiacute la lista cuando ya el cuerpo no me dio para tantas y podiacutea seguir las cuentas sin papel Teniacutea mi eacutetica propia Nunca participeacute en parrandas de grupo ni en contubernios puacuteblicos ni compartiacute secretos ni conteacute una aventura del cuerpo o del alma pues desde joven me di cuenta de que ninguna es impune

La uacutenica relacioacuten extrantildea fue la que mantuve durante antildeos con la fiel Damiana Era casi una nintildea aindiada fuerte y montaraz de palabras breves y terminantes que se moviacutea descalza para no disturbarme mientras escribiacutea Recuerdo que yo estaba leyendo La lozana andaluza en la hamaca del corredor y la vi por casualidad inclinada en el lavadero con una pollera tan corta que dejaba al descubierto sus corvas suculentas Presa de una fiebre irresistible se la levanteacute por detraacutes le bajeacute las mutandas hasta las rodillas y la embestiacute en reversa Ay sentildeor dijo ella con un quejido luacutegubre eso no se hizo para entrar sino para salir Un temblor profundo le estremecioacute el cuerpo pero se mantuvo firme Humillado por haberla humillado quise pagarle el doble de lo que costaban las maacutes caras de entonces pero no aceptoacute ni un ochavo y tuve que aumentarle el sueldo con el caacutelculo de una monta al mes siempre mientras lavaba la ropa y siempre en sentido contrario

Alguna vez penseacute que aquellas cuentas de camas seriacutean un buen sustento para una relacioacuten de las miserias de mi vida extraviada y el tiacutetulo me cayoacute el cielo Memoria de mis putas tristes Mi vida puacuteblica en cambio careciacutea de intereacutes hueacuterfano de padre y madre soltero sin porvenir periodista mediocre cuatro veces finalista en los Juegos Florales de Cartagena de Indias y favorito de los caricaturistas por mi fealdad ejemplar Es decir una vida perdida que habiacutea empezado mal desde la tarde en que mi madre me llevoacute de la mano a los diecinueve antildeos para ver si lograba publicar en El Diario de La Paz una croacutenica de la vida escolar que yo habiacutea escrito en la clase de castellano y retoacuterica Se publicoacute el domingo con un exordio esperanzado del director Pasados los antildeos cuando supe que mi madre habiacutea pagado la publicacioacuten y las siete siguientes ya era tarde para avergonzarme pues mi columna semanal volaba con alas propias y era ademaacutes inflador de cables y criacutetico de muacutesica

Desde que obtuve mi grado de bachiller con diploma de excelencia empeceacute a dictar clases de castellano y latiacuten en tres colegios puacuteblicos al mismo tiempo Fui un mal

Memorias de mis putas tristes 9 ______________________________________________________________________________________maestro sin formacioacuten sin vocacioacuten ni piedad alguna por esos pobres nintildeos que iban a la escuela como el modo maacutes faacutecil de escapar a la tiraniacutea de sus padres Lo uacutenico que pude hacer por ellos fue mantenerlos bajo el terror de mi regla de madera para que al menos se llevaran de miacute el poema favorito Estos Fabio ay dolor que ves ahora campos de soledad mustio collado fueron un tiempo Itaacutelica famosa Soacutelo de viejo me entereacute por casualidad del mal apodo que los alumnos me pusieron a mis espaldas el Profesor Mustio Collado

Esto fue todo cuanto me dio la vida y no he hecho nada por sacarle maacutes Almorzaba solo entre una clase y otra y a las seis de la tarde llegaba a la redaccioacuten del perioacutedico a cazar las sentildeales del espacio sideral A las once de la noche cuando se cerraba la edicioacuten empezaba mi vida real Dormiacutea en el Barrio Chino dos o tres veces por semana y con tan variadas compantildeiacuteas que dos veces fui coronado como el cliente del antildeo Despueacutes de la cena en el cercano cafeacute Roma escogiacutea cualquier burdel al azar y entraba a escondidas por la puerta del traspatio Lo haciacutea por el gusto pero terminoacute por ser parte de mi oficio gracias a la ligereza de lengua de los grandes cacaos de la poliacutetica que les daban cuenta de sus secretos de Estado a sus amantes de una noche sin pensar que eran oiacutedos por la opinioacuten puacuteblica a traveacutes de los tabiques de cartoacuten Por esa viacutea coacutemo no descubriacute tambieacuten que mi celibato inconsolable lo atribuiacutean a una pederastiacutea nocturna que se saciaba con los nintildeos hueacuterfanos de la calle del Crimen He tenido la fortuna de olvidarlo entre otras buenas razones porque tambieacuten conociacute lo bueno que se deciacutea de miacute y lo aprecieacute en lo que valiacutea

Nunca tuve grandes amigos y los pocos que llegaron cerca estaacuten en Nueva York Es decir muertos pues es donde supongo que se van las almas en pena para no digerir la verdad de su vida pasada Desde mi jubilacioacuten tengo poco que hacer como no sea llevar mis papeles al diario los viernes en la tarde u otros empentildeos de cierta monta conciertos en Bellas Artes exposiciones de pintura en el Centro Artiacutestico del cual soy socio fundador alguna que otra conferencia ciacutevica en la Sociedad de Mejoras Puacuteblicas o un acontecimiento grande como la temporada de la Faacutebregas en el teatro Apolo De joven iba a los salones de cine sin techo donde lo mismo podiacutea sorprendernos un eclipse de luna que una pulmoniacutea doble por un aguacero descarriado Pero maacutes que las peliacuteculas me interesaban las pajaritas de la noche que se acostaban por el precio de la entrada o lo daban de balde o de fiado Pues el cine no es mi geacutenero El culto obsceno de Shirley Temple fue la gota que desbordoacute el vaso

Mis uacutenicos viajes fueron cuatro a los Juegos Florales de Cartagena de Indias antes de mis treinta antildeos y una mala noche en lancha de motor invitado por Sacramento Montiel a la inauguracioacuten de un burdel suyo en Santa Marta En cuanto a mi vida domeacutestica soy de poco comer y de gustos faacuteciles Cuando Damiana se hizo vieja no se volvioacute a cocinar en casa y mi uacutenica comida regular desde entonces ha sido la tortilla de papas en el cafeacute Roma despueacutes del cierre del perioacutedico

Asiacute que la viacutespera de mis noventa antildeos me que deacute sin almorzar y no pude concentrarme en la lectura a la espera de noticias de Rosa Cabarcas Las chicharras pitaban a reventar en el calor de las dos y las vueltas del sol por las ventanas abiertas me forzaron a cambiar tres veces el lugar de la hamaca Siempre me parecioacute que por los diacuteas de mi aniversario estaba el maacutes caliente del antildeo y habiacutea aprendido a soportarlo pero el humor de aquel diacutea no me dio para tanto A las

Memorias de mis putas tristes 10 ______________________________________________________________________________________cuatro trateacute de apaciguarme con las seis suites para chelo solo de Juan Sebastiaacuten Bach en la versioacuten definitiva de don Pablo Casaacuteis Las tengo como lo maacutes sabio de toda la muacutesica pero en vez de apaciguarme como de soacutelito me dejaron en un estado de la peor postracioacuten Me adormeciacute con la segunda que me parece un poco remolona y en el suentildeo revolviacute la quejumbre del chelo con la de un buque triste que se fue Casi al instante me despertoacute el teleacutefono y la voz oxidada de Rosa Cabarcas me devolvioacute a la vida Tienes una suerte de bobo me dijo Encontreacute una pavita mejor de la que queriacuteas pero tiene un percance anda apenas por los catorce antildeos No me importa cambiar pantildeales le dije en chanza sin entender sus motivos No es por ti dijo ella pero iquestquieacuten va a pagar por miacute los tres antildeos de caacutercel

Nadie iba a pagarlos pero ella menos que nadie por supuesto Recogiacutea su cosecha entre las menores de edad que haciacutean mercado en su tienda a las cuales iniciaba y exprimiacutea hasta que pasaban a la vida peor de putas graduadas en el burdel histoacuterico de la Negra Eufemia Nunca habiacutea pagado una multa porque su patio era la arcadia de la autoridad local desde el gobernador hasta el uacuteltimo camajaacuten de alcaldiacutea y no era imaginable que a la duentildea le faltaran poderes para delinquir a su antojo De modo que sus escruacutepulos de uacuteltima hora soacutelo debiacutean ser para sacar ventajas de sus favores maacutes caros cuanto maacutes punibles El diferendo se arregloacute con el aumento de dos pesos en los servicios y acordamos que a las diez de la noche yo estuviera en su casa con cinco pesos en efectivo y por adelantado Ni un minuto antes pues la nintildea teniacutea que darles de comer y dormir a sus hermanos menores y acostar a su madre baldada por el reumatismo

Faltaban cuatro horas A medida que discurriacutean el corazoacuten se me iba llenando de una espuma acida que me estorbaba para respirar Hice un esfuerzo esteacuteril por pastorear el tiempo con los traacutemites de la vestimenta Nada nuevo por cierto si hasta Damiana dice que me visto con el ritual de un sentildeor obispo Me corteacute con la navaja barbera tuve que esperar a que se refrescara el agua de la ducha recalentada por el sol en la tuberiacutea y el esfuerzo simple de secarme con la toalla me hizo sudar de nuevo Me vestiacute de acuerdo con la ventura de la noche el traje de lino blanco la camisa a rayas azules de cuello acartonado con engrudo la corbata de seda china los botines remozados con blanco de zinc y el reloj de oro coronario con la leontina abrochada en el ojal de la solapa Al final dobleacute hacia dentro las bocapiernas de los pantalones para que no se notara que he disminuido un jeme

Tengo fama de cicatero porque nadie puede imaginarse que sea tan pobre si vivo donde vivo y la verdad es que una noche como aqueacutella estaba muy por encima de mis recursos Del cofre de los ahorros transpuesto debajo de la cama saqueacute dos pesos para alquiler del cuarto cuatro para la duentildea tres para la nintildea y cinco de reserva para mi cena y otros gastos menudos O sea los catorce pesos que me paga el perioacutedico por un mes de notas dominicales Los escondiacute en un bolsillo secreto de la pretina y me perfumeacute con el fumigador de Agua de Florida de Lanman amp Kemp-Barclay amp Co Entonces sentiacute el zarpazo del paacutenico y a la primera campanada de las ocho bajeacute a tientas las escaleras en tinieblas sudando de miedo y saliacute a la noche radiante de mis viacutesperas

Habiacutea refrescado Grupos de hombres solos discutiacutean a gritos sobre fuacutetbol en el paseo Coloacuten entre los taxis parados en bateriacutea al centro de la calzada Una banda de cobres tocaba un valse laacutenguido bajo la alameda de matarratones floridos Una de las putitas pobres que cazan clientes de solemnidad en la calle de los Notarios

Memorias de mis putas tristes 11 ______________________________________________________________________________________me pidioacute el cigarrillo de siempre y le contesteacute lo mismo de siempre Dejeacute de fumar hace hoy treinta y tres antildeos dos meses y diecisiete diacuteas Al pasar frente a El Alambre de Oro me mireacute en las vitrinas iluminadas y no me vi como me sentiacutea sino maacutes viejo y peor vestido

Poco antes de las diez abordeacute un taxi y le pediacute al chofer que me llevara al Cementerio Universal para que no supiera adonde iba en realidad Me miroacute divertido por el espejo y me dijo No me deacute estos sustos don sabio ojalaacute Dios me mantuviera tan vivo como a usted Nos bajamos juntos frente al cementerio porque eacutel no teniacutea moneda suelta y tuvimos que cambiar en La Tumba una cantina indigente donde lloran a sus muertos los borrachitos de la madrugada Cuando arreglamos cuentas el chofer me dijo en serio Tenga cuidado don que ya la casa de Rosa Cabarcas no es ni sombra de lo que fue No pude menos que darle las gracias convencido como todo el mundo de que no habiacutea ninguacuten secreto bajo el cielo para los choferes del paseo Coloacuten

Me adentreacute en un barrio de pobres que no teniacutea nada que ver con el que conociacute en mis tiempos Eran las mismas calles amplias de arenas calientes con casas de puertas abiertas paredes de tablas sin cepillar techos de palma amarga y patios de cascajo Pero su gente habiacutea perdido el sosiego En la mayoriacutea de las casas habiacutea parrandas de viernes cuyos bombos y platillos repercutiacutean en las entrantildeas Cualquiera podiacutea entrar por cincuenta centavos en la fiesta que le gustara maacutes pero tambieacuten podiacutea quedarse bailando de gorra en los sardineles Yo caminaba ansioso de que me tragara la tierra dentro de mi atuendo de filipichiacuten pero nadie se fijoacute en miacute salvo un mulato escuaacutelido que dormitaba sentado en el portoacuten de una casa de vecindad

-Adioacutes doctor -me gritoacute con todo el corazoacuten- iexclfeliz polvo

iquestQueacute podiacutea hacer sino darle las gracias Tuve que detenerme por tres veces para recobrar el respiro antes de alcanzar la uacuteltima cuesta Desde alliacute vi la enorme luna de cobre que se alzaba en el horizonte y una urgencia imprevista del vientre me hizo temer por mi destino pero pasoacute de largo Al final de la calle donde el barrio se convertiacutea en un bosque de aacuterboles frutales entreacute en la tienda de Rosa Cabarcas

No pareciacutea la misma Habiacutea sido la mama santa maacutes discreta y por lo mismo la maacutes conocida Una mujer de gran tamantildeo que queriacuteamos coronar como sargenta de bomberos tanto por la corpulencia como por la eficacia para apagar las candelas de la parroquia Pero la soledad le habiacutea disminuido el cuerpo le habiacutea avellanado la piel y afilado la voz con tanto ingenio que pareciacutea una nintildea vieja De antes soacutelo le quedaban los dientes perfectos con uno que se habiacutea hecho forrar de oro por coqueteriacutea Guardaba un luto cerrado por el marido muerto a los cincuenta antildeos de vida comuacuten y lo aumentoacute con una especie de bonete negro por la muerte del hijo uacutenico que la ayudaba en sus entuertos Soacutelo le quedaban vivos los ojos diaacutefanos y crueles y por ellos me di cuenta de que no habiacutea cambiado de iacutendole

La tienda teniacutea un foco macilento en el plafondo y casi nada para vender en los armarios que ni siquiera cumpliacutean como pantalla de un negocio a voces que todo el mundo conociacutea pero nadie reconociacutea Rosa Cabarcas estaba despachando a un cliente cuando entreacute en punta de pies No seacute si me desconocioacute de veras o si lo habiacutea fingido por guardar las formas Me senteacute en el escantildeo de espera mientras se

Memorias de mis putas tristes 12 ______________________________________________________________________________________desocupaba y trateacute de reconstruirla en la memoria como habiacutea sido Maacutes de dos veces cuando ambos estaacutebamos enteros tambieacuten ella me habiacutea sacado de espantos Creo que me leyoacute el pensamiento porque se volvioacute hacia miacute y me escudrintildeoacute con una intensidad alarmante No te pasa el tiempo suspiroacute con tristeza Yo quise halagarla A ti siacute pero para bien En serio dijo ella hasta te ha resucitado un poco la cara de caballo muerto Seraacute porque cambieacute de comedero le dije por picardiacutea Ella se animoacute Hasta donde me acuerdo teniacuteas una tranca de galeote me dijo iquestCoacutemo se porta Me escapeacute por la tangente Lo uacutenico distinto desde que no nos vemos es que a veces me arde el culo Su diagnoacutestico fue inmediato Falta de uso Soacutelo lo tengo para lo que Dios lo hizo le dije pero era cierto que me ardiacutea de tiempo atraacutes y siempre en luna llena Rosa rebuscoacute en su cajoacuten de sastre y destapoacute una latita de una pomada verde que oliacutea a linimento de aacuternica Le dices a la nintildea que te la unte con su dedito asiacute moviendo el iacutendice con una elocuencia procaz Le repliqueacute que a Dios gracias todaviacutea era capaz de defenderme sin untos guajiros Ella se burloacute Ay maestro perdoacutename la vida

Y fue a lo suyo

La nintildea estaba en el cuarto desde las diez me dijo era bella limpia y bien criada pero estaba muerta de miedo porque una amiga suya que escapoacute con un estibador de Gayra se habiacutea desangrado en dos horas Pero bueno admitioacute Rosa se entiende porque los de Gayra tienen fama de que hacen cantar a las muiacuteas Y retomoacute el hilo Pobrecita ademaacutes de todo tiene que trabajar el diacutea entero pegando botones en una faacutebrica No me parecioacute que fuera un oficio tan duro Eso creen los hombres replicoacute ella pero es peor que picar piedras Ademaacutes me confesoacute que le habiacutea dado a la nintildea un bebedizo de bromuro con valeriana y ahora estaba dormida Temiacute que la compasioacuten mera otra artimantildea para aumentar el precio pero no dijo ella mi palabra es de oro Con reglas fijas cada cosa pagada aparte en plata blanca y por adelantado Asiacute fue

La seguiacute a traveacutes del patio enternecido por la marchitez de su piel y por lo mal que andaba con las piernas hinchadas dentro de las medias de algodoacuten primario La luna llena estaba llegando al centro del cielo y el mundo se veiacutea como sumergido en aguas verdes Cerca de la tienda habiacutea una techumbre de palma para las parrandas de la administracioacuten puacuteblica con numerosos taburetes de cuero y hamacas colgadas en los horcones En el traspatio donde empezaba el bosque de aacuterboles frutales habiacutea una galeriacutea de seis alcobas de adobes sin repellar con ventanas de anjeo para los zancudos La uacutenica ocupada estaba a media luz y Tontildea la Negra cantaba en el radio una cancioacuten de malos amores Rosa Cabarcas tomoacute aire El bolero es la vida Yo estaba de acuerdo pero hasta hoy no me atreviacute a escribirlo Ella empujoacute la puerta entroacute un instante y volvioacute a salir Sigue dormidita dijo Hariacuteas bien en dejarla descansar todo lo que le pida el cuerpo tu noche es maacutes larga que la suya Yo estaba ofuscado iquestQueacute crees que debo hacer Tuacute sabraacutes dijo ella con una placidez fuera de lugar por algo eres sabio Dio media vuelta y me dejoacute solo con el terror

No habiacutea escapatoria Entreacute en el cuarto con el corazoacuten desquiciado y vi a la nintildea dormida desnuda y desamparada en la enorme cama de alquiler como la parioacute su madre Yaciacutea de medio lado de cara a la puerta alumbrada desde el plafondo por una luz intensa que no perdonaba detalle Me senteacute a contemplarla desde el borde de la cama con un hechizo de los cinco sentidos Era morena y tibia La habiacutean sometido a un reacutegimen de higiene y embellecimiento que no descuidoacute ni el vello

Memorias de mis putas tristes 13 ______________________________________________________________________________________incipiente del pubis Le habiacutean rizado el cabello y teniacutea en las untildeas de las manos y los pies un esmalte natural pero la piel del color de la melaza se veiacutea aacutespera y maltratada Los senos recieacuten nacidos pareciacutean todaviacutea de nintildeo varoacuten pero se veiacutean urgidos por una energiacutea secreta a punto de reventar Lo mejor de su cuerpo eran los pies grandes de pasos sigilosos con dedos largos y sensibles como de otras manos Estaba ensopada en un sudor fosforescente a pesar del ventilador y el calor se volviacutea insoportable a medida que avanzaba la noche Era imposible imaginar coacutemo era la cara pintorreteada a brocha gorda la espesa costra de polvos de arroz con dos parches de colorete en las mejillas las pestantildeas postizas las cejas y los paacuterpados como ahumados con negrohumo y los labios aumentados con un barniz de chocolate Pero ni los trapos ni los afeites alcanzaban a disimular su caraacutecter la nariz altiva las cejas encontradas los labios intensos Penseacute Un tierno toro de lidia

A las once fui a mis traacutemites de rutina en el bantildeo donde estaba su ropa de pobre doblada sobre una silla con un esmero de rica un traje de etamina con mariposas estampadas un calzoacuten amarillo de malapodaacuten y unas sandalias de fique Encima de la ropa habiacutea una pulsera de baratillo y una cadenita muy fina con la medalla de la Virgen En la repisa del lavabo una cartera de ruano con un laacutepiz de labios un estuche de colorete una llave y unas monedas sueltas Todo tan barato y envilecido por el uso que no pude imaginarme a nadie tan pobre como ella

Me desvestiacute y dispuse las piezas como mejor pude en el perchero para no dantildear la seda de la camisa y el planchado del lino Orineacute en el inodoro decadena sentado y como me ensentildeoacute desde nintildeo Florina de Dios para que no mojara los bordes de la bacinilla y todaviacutea modestia aparte con un chorro inmediato y continuo de potro cerrero Antes de salir me asomeacute al espejo del lavamanos El caballo que me miroacute desde el otro lado no estaba muerto sino luacutegubre y teniacutea una papada de Papa los paacuterpados abotagados y desmirriadas las crines que habiacutean sido mi melena de muacutesico

-Mierda -le dije- iquestqueacute puedo hacer si no me quieres

Tratando de no despertarla me senteacute desnudo en la cama con la vista ya acostumbrada a los engantildeos de la luz roja y la reviseacute palmo a palmo Desliceacute la yema del iacutendice a lo largo de su cerviz empapada y toda ella se estremecioacute por dentro como un acorde de arpa se volteoacute hacia miacute con un gruntildeido y me envolvioacute en el clima de su aliento aacutecido Le apreteacute la nariz con el pulgar y el iacutendice y ella se sacudioacute apartoacute la cabeza y me dio la espalda sin despertar Trateacute de separarle las piernas con mi rodilla por una tentacioacuten imprevista En las dos primeras tentativas se opuso con los muslos tensos Le canteacute al oiacutedo La cama de Delgadina de aacutengeles estaacute rodeada Se relajoacute un poco Una corriente caacutelida me subioacute por las venas y mi lento animal jubilado despertoacute de su largo suentildeo

Delgadina alma miacutea le supliqueacute ansioso Delgadina Ella lanzoacute un gemido luacutegubre escapoacute de mis muslos me dio la espalda y se enroscoacute como un caracol en su concha La poacutecima de valeriana debioacute ser tan eficaz para miacute como para ella porque nada pasoacute ni a ella ni a nadie Pero no me importoacute Me pregunteacute de queacute serviacutea despertarla humillado y triste como me sentiacutea y friacuteo como un lebranche

Niacutetidas ineluctables sonaron entonces las campanadas de las doce de la noche y empezoacute la madrugada del 29 de agosto diacutea del Martirio de San Juan Bautista

Memorias de mis putas tristes 14 ______________________________________________________________________________________Alguien lloraba a gritos en la calle y nadie le haciacutea caso Receacute por eacutel si le hiciera falta y tambieacuten por miacute en accioacuten de gracias por los beneficios recibidos No se engantildee nadie no pensando que ha de durar lo que espera maacutes que duroacute lo que vioLa nintildea gimioacute en suentildeos y receacute tambieacuten por ella Pues que todo ha de pasar por tal manera Despueacutes apagueacute el radio y la luz para dormir

Desperteacute de madrugada sin recordar doacutende estaba La nintildea seguiacutea dormida de espaldas a miacute en posicioacuten fetal Tuve la sensacioacuten indefinida de que la habiacutea sentido levantarse en la oscuridad y de haber oiacutedo el desaguumle del bantildeo pero lo mismo pudo ser un suentildeo Fue algo nuevo para miacute Ignoraba las mantildeas de la seduccioacuten y siempre habiacutea escogido al azar las novias de una noche maacutes por el precio que por los encantos y haciacuteamos amores sin amor medio vestidos las maacutes de las veces y siempre en la oscuridad para imaginarnos mejores Aquella noche descubriacute el placer inverosiacutemil de contemplar el cuerpo de una mujer dormida sin los apremios del deseo o los estorbos del pudor

Me levanteacute a las cinco inquieto porque mi nota dominical debiacutea estar en la mesa de redaccioacuten antes de las doce Hice mi deposicioacuten puntual todaviacutea con los ardores de la luna llena y cuando solteacute la cadena del agua sentiacute que ntildeus rencores del pasado se fueron por los albantildeales Cuando volviacute fresco y vestido al dormitorio la nintildea dormiacutea bocarriba a la luz conciliadora del amanecer atravesada de lado a lado en la cama con los brazos abiertos en cruz y duentildea absoluta de su virginidad Que Dios te la guarde le dije Toda la plata que me quedaba la suya y la miacutea se la puse en la almohada y me despediacute por siempre jamaacutes con un beso en la frente La casa como todo burdel al amanecer era lo maacutes cercano al paraiacuteso Saliacute por el portoacuten del huerto para no encontrarme con nadie Bajo el sol abrasante de la calle empeceacute a sentir el peso de mis noventa antildeos y a contar minuto a minuto los minutos de las noches que me haciacutean falta para morir

Memorias de mis putas tristes 15 ______________________________________________________________________________________

2Escribo esta memoria en lo poco que queda de la biblioteca que fue de mis padres y cuyos anaqueles estaacuten a punto de desplomarse por la paciencia de las polillas A fin de cuentas para lo que me falta por hacer en este mundo me bastariacutea con mis diccionarios de todo geacutenero con las dos primeras series de los Episodios nacionales de don Benito Peacuterez Galdoacutes y con La montantildea maacutegica que me ensentildeoacute a entender los humores de mi madre desnaturalizados por la tisis

A diferencia de los otros muebles y de miacute mismo el mesoacuten en que escribo parece de mejor salud con el paso del tiempo porque lo fabricoacute en maderas nobles mi abuelo paterno que fue carpintero de buques Aunque no tenga que escribir lo aderezo todas las mantildeanas con el rigor ocioso que me ha hecho perder tantos amores Al alcance de la mano tengo mis libros coacutemplices los dos tomos del Primer Diccionario Ilustrado de la Real Academiade 1903 el Tesoro de la Lengua Castellana o Espantildeola de don Sebastiaacuten de Covarrubias la gramaacutetica de don Andreacutes Bello por si hubiera alguna duda semaacutentica como es de rigor el novedoso Diccionario ideoloacutegico de don Julio Casares en especial por sus antoacutenimos y sus sinoacutenimos el Vocabolario della Liacutengua Italiana de Nicola Zingarelli para favorecerme con el idioma de mi madre que aprendiacute desde la cuna y el diccionario de latiacuten que por ser eacuteste la madre de las otras dos lo considero mi lengua natal

A la izquierda del escritorio mantengo siempre las cinco fojas de papel de hilo tamantildeo oficio para mi nota dominical y el cuerno con polvo de carta que prefiero a la moderna almohadilla de papel se cante A la derecha estaacuten el calamaio y el palillero de balso liviano con la peacutendola de oro pues todaviacutea manuscribo con la letra romaacutentica que me ensentildeoacute Florina de Dios para que no me hiciera a la caligrafiacutea oficial de su esposo que fue notario puacuteblico y contador juramentado hasta su uacuteltimo aliento Hace tiempo que se nos impuso en el perioacutedico la orden de escribir a maacutequina para mejor caacutelculo del texto en el plomo del linotipo y mayor acierto en la armada pero nunca me hice a este mal haacutebito Seguiacute escribiendo a mano y transcribiendo en la maacutequina con un arduo picoteo de gallina gracias al privilegio ingrato de ser el empleado maacutes antiguo Hoy jubilado pero no vencido gozo del privilegio sacro de escribir en casa con el teleacutefono descolgado para que nadie me disturbe y sin censor que aguaite lo que escribo por encima de mi hombro

Vivo sin perros ni paacutejaros ni gente de servicio salvo la fiel Damiana que me ha sacado de los apuros menos pensados y sigue viniendo una vez por semana para lo que haya que hacer aun como estaacute corta de vista y de cacumen Mi madre en su

Memorias de mis putas tristes 16 ______________________________________________________________________________________lecho de muerte me suplicoacute que me casara joven con mujer blanca que tuvieacuteramos por lo menos tres hijos y entre ellos una nintildea con su nombre que habiacutea sido el de su madre y su abuela Estuve pendiente de la suacuteplica pero teniacutea una idea tan flexible de la juventud que nunca me parecioacute demasiado tarde Hasta un mediodiacutea caluroso en que me equivoqueacute de puerta en la casa que teniacutean los Palomares de Castro en Pradomar y sorprendiacute desnuda a Ximena Ortiz la menor de las hijas que haciacutea la siesta en la alcoba contigua Estaba acostada de espaldas a la puerta y se volvioacute a mirarme por encima del hombro con un gesto tan raacutepido que no me dio tiempo de escapar Ay perdoacuten alcanceacute a decir con el alma en la boca Ella sonrioacute se volteoacute hacia miacute con un escorzo de gacela y seme mostroacute de cuerpo entero La estancia toda se sentiacutea saturada de su intimidad No estaba en vivas carnes pues teniacutea en la oreja una flor ponzontildeosa de peacutetalos anaranjados como la Olimpia de Manet y tambieacuten llevaba una esclava de oro en el puntildeo derecho y una gargantilla de perlas menudas Nunca imagineacute que pudiera ver algo maacutes perturbador en lo que me faltaba de vida y hoy puedo dar fe de que tuve razoacuten

Cerreacute la puerta de un golpe avergonzado de mi torpeza y con la determinacioacuten de olvidarla Pero Ximena Ortiz me lo impidioacute Me mandaba recados con amigas comunes esquelas provocadoras amenazas brutales mientras se esparciacutea la voz de que estaacutebamos locos de amor el uno por el otro sin que nos hubieacuteramos cruzado palabra Fue imposible resistir Teniacutea unos ojos de gata cimarrona un cuerpo tan provocador con ropa como sin ella y una cabellera frondosa de oro alborotado cuyo tufo de mujer me haciacutea llorar de rabia en la almohada Sabiacutea que nunca llegariacutea a ser amor pero la atraccioacuten sataacutenica que ejerciacutea sobre miacute era tan ardorosa que intentaba aliviarme con cuanta guaricha de ojos verdes me encontraba al paso Nunca logreacute sofocar el fuego de su recuerdo en la cama de Pradomar asiacute que le entregueacute mis armas con peticioacuten formal de mano intercambio de anillos y anuncio de boda grande antes de Pentecosteacutes

La noticia estalloacute con maacutes fuerza en el Barrio Chino que en los clubes sociales Primero fue con burlas pero se transformoacute en una contrariedad cierta de las acadeacutemicas que veiacutean el matrimonio como una situacioacuten maacutes ridiacutecula que sagrada Mi noviazgo cumplioacute todos los ritos de la moral cristiana en la terraza de orquiacutedeas amazoacutenicas y helechos colgados de la casa de mi prometida Llegaba a las siete de la noche todo de lino blanco y con cualquier regalo de abalorios artesanales o chocolates suizos y hablaacutebamos medio en clave y medio en serio hasta las diez con la custodia de la tiacutea Argeacutenida que se dormiacutea al primer parpadeo como las chaperonas de las novelas de la eacutepoca

Ximena iba hacieacutendose maacutes voraz cuanto mejor nos conociacuteamos se aligeraba de corpintildeos y pollerines a medida que apretaban los bochornos de junio y era faacutecil imaginarse el poder de demolicioacuten que debiacutea tener en la penumbra A los dos meses de noviazgo no teniacuteamos de queacute hablar y ella planteoacute el tema de los hijos sin decirlo tejiendo bolitas en crochet de lana cruda para recieacuten nacidos Yo novio gentil aprendiacute a tejer con ella y asiacute se nos fueron las horas inuacutetiles que faltaban para la boda yo tejiendo las botitas azules para nintildeos y ella tejiendo las rosadas para nintildeas a ver quieacuten acertaba hasta que fueron bastantes para maacutes de medio centenar de hijos Antes de que dieran las diez me subiacutea a un coche de caballos y me iba al Barrio Chino a vivir mi noche en la paz de Dios

Memorias de mis putas tristes 17 ______________________________________________________________________________________Los tempestuosos adioses de soltero que me haciacutean en el Barrio Chino iban en contraviacutea de las veladas opresivas del Club Social Contraste que a miacute me sirvioacute para saber cuaacutel de los dos mundos era en realidad el miacuteo y me hice la ilusioacuten de que eran ambos pero cada uno a sus horas pues desde cualquiera de los dos veiacutea alejarse el otro con los suspiros desgarrados con que se separan dos barcos en altamar El baile de la viacutespera en El Poder de Dios incluyoacute una ceremonia final que soacutelo podiacutea ocurriacutersele a un cura gallego encallado en la concupiscencia que vistioacute a todo el personal femenino con velos y azahares para que todas se casaran conmigo en un sacramento universal Fue una noche de grandes sacrilegios en que veintidoacutes de ellas prometieron amor y obediencia y les correspondiacute con fidelidad y sustento hasta el maacutes allaacute de la tumba

No pude dormir por el presagio de algo irremediable Desde la madrugada empeceacute a contar el paso de las horas en el reloj de la catedral hasta las siete campanadas temibles con que debiacutea estar en la iglesia El timbre del teleacutefono empezoacute a las ocho largo tenaz impredecible durante maacutes de una hora No soacutelo no contesteacute no respireacute Poco antes de las diez llamaron a la puerta primero con el puntildeo y luego con gritos de voces conocidas y abominadas Temiacutea que la derribaran por alguacuten percance grave pero hacia las once la casa quedoacute en el silencio erizado que sucede a las grandes cataacutestrofes Entonces lloreacute por ella y por miacute y receacute de todo corazoacuten para no encontrarme con ella nunca maacutes en mis diacuteas Alguacuten santo me oyoacute a medias pues Ximena Ortiz se fue del paiacutes esa misma noche y no volvioacute hasta unos veinte antildeos despueacutes bien casada y con los siete hijos que pudieron ser miacuteos

Trabajo me costoacute mantener mi puesto y mi columna en El Diario de La Paz despueacutes de aquella afrenta social Pero no fue por eso que relegaron mis notas a la paacutegina once sino por el iacutempetu ciego con que entroacute el siglo XX El progreso se convirtioacute en el mito de la ciudad Todo cambioacute volaron los aviones y un hombre de empresa tiroacute un saco de cartas desde un Junker e inventoacute el correo aeacutereo

Lo uacutenico que permanecioacute igual fueron mis notas en el perioacutedico Las nuevas generaciones arremetieron contra ellas como contra una momia del pasado que debiacutea ser demolida pero yo las mantuve en el mismo tono sin concesiones contra los aires de renovacioacuten Fui sordo a todo Habiacutea cumplido cuarenta antildeos pero los redactores joacutevenes la llamaban la Columna de Mudarra el Bastardo El director de entonces me citoacute en su oficina para pedirme que me pusiera a tono con las nuevas corrientes De un modo solemne como si acabara de inventarlo me dijo El mundo avanza Siacute le dije avanza pero dando vueltas alrededor del sol Mantuvo mi nota dominical porque no habriacutea encontrado otro inflador de cables Hoy seacute que tuve razoacuten y por queacute Los adolescentes de mi generacioacuten avorazados por la vida olvidaron en cuerpo y alma las ilusiones del porvenir hasta que la realidad les ensentildeoacute que el futuro no era como lo sontildeaban y descubrieron la nostalgia Alliacute estaban mis notas dominicales como una reliquia arqueoloacutegica entre los escombros del pasado y se dieron cuenta de que no eran soacutelo para viejos sino para joacutevenes que no tuvieran miedo de envejecer La nota volvioacute entonces a la seccioacuten editorial y en ocasiones especiales a la primera paacutegina

A quien me lo pregunta le contesto siempre con la verdad las putas no me dejaron tiempo para ser casado Sin embargo debo reconocer que nunca tuve esta explicacioacuten hasta el diacutea de mis noventa antildeos cuando saliacute de la casa de Rosa Cabarcas con la determinacioacuten de nunca maacutes provocar al destino Me sentiacutea otro El

Memorias de mis putas tristes 18 ______________________________________________________________________________________genio se me trastornoacute por la gente de tropa que vi apostada en las rejas de hierro que rodeaban el parque Encontreacute a Damiana trapeando los pisos a gatas en la sala y la juventud de los muslos a su edad me suscitoacute un temblor de otra eacutepoca Ella debioacute sentirlo porque se cubrioacute con la falda No pude reprimir la tentacioacuten de preguntarle Diacutegame una cosa Damiana iquestde queacute se acuerda No estaba acordaacutendome de nada dijo ella pero su pregunta me lo recuerda Sentiacute una opresioacuten en el pecho Nunca me he enamorado le dije Ella replicoacute en el acto Yo siacute Y terminoacute sin interrumpir su oficio Lloreacute veintidoacutes antildeos por usted El corazoacuten me dio un salto Buscando una salida digna le dije Hubieacuteramos sido una buena yunta Pues hace mal en deciacutermelo ahora dijo ella porque ya no me sirve ni de consuelo Cuando saliacutea de la casa me dijo del modo maacutes natural Usted no me creeraacute pero sigo siendo virgen a Dios gracias

Poco despueacutes descubriacute que habiacutea dejado floreros de rosas rojas por toda la casa y una tarjeta en la almohada Le deseo que llegue a los sien Con este mal sabor me senteacute a continuar la nota que habiacutea dejado a medias el diacutea anterior La termineacute con un solo aliento en menos de dos horas y tuve que torcerle el cuello al cisne para sacaacutermela de las tripas sin que se me notara el llanto Por un golpe de inspiracioacuten tardiacutea decidiacute rematarla con el anuncio de que con ella poniacutea teacutermino feliz a una vida larga y digna sin la mala condicioacuten de morirme

Mi propoacutesito era dejarla en la porteriacutea del perioacutedico y volver a casa Pero no pude El personal en pleno me esperaba para celebrarme el cumpleantildeos El edificio estaba en obra con andamies y escombros friacuteos por todas partes pero habiacutean parado la obra para la fiesta En una mesa de carpintero estaban las bebidas para el brindis y las cuelgas envueltas en papel de fantasiacutea Aturdido por los relaacutempagos de las caacutemaras me hice con todas las fotos del recuerdo

Me alegroacute encontrar alliacute a periodistas de radio y de los otros diarios de la ciudad La Prensa matutino conservador El Heraldo matutino liberal y El Nacional vespertino sensacionalista que trataba de aliviar las tensiones del orden puacuteblico con folletones pasionales No era extrantildeo que estuvieran juntos pues dentro del espiacuteritu de la ciudad fue siempre de buen recibo que se mantuvieran intactas las amistades de la tropa mientras los mariscales libraban la guerra editorial

Tambieacuten estaba alliacute fuera de horas el censor oficial don Jeroacutenimo Ortega a quien llamaacutebamos el Abominable Hombre de las Nueve porque llegaba puntual a esa hora de la noche con su laacutepiz sangriento de saacutetrapa godo Alliacute permaneciacutea hasta asegurarse de que no hubiera una letra impune en la edicioacuten de mantildeana Teniacutea una aversioacuten personal contra miacute por mis iacutenfulas de gramaacutetico o porque utilizaba palabras italianas sin comillas ni cursivas cuando me pareciacutean maacutes expresivas que en castellano como debiera ser de uso legiacutetimo entre lenguas siamesas Despueacutes de padecerlo por cuatro antildeos habiacuteamos terminado por aceptarlo como la mala conciencia de nosotros mismos

Las secretarias llevaron al saloacuten un pudiacuten con noventa velas encendidas que me enfrentaron por primera vez al nuacutemero de mis antildeos Tuve que tragarme las laacutegrimas cuando cantaron el brindis y me acordeacute de la nintildea sin ninguacuten motivo No fue un golpe de rencor sino de compasioacuten tardiacutea por una criatura de la que no esperaba volver a acordarme Cuando acaboacute de pasar el aacutengel alguien me habiacutea puesto un cuchillo en la mano para que cortara el pudiacuten Por temor a las burlas nadie se

JUAN CARLOS 161104
saacutetrapa (Del lat satrăpa este del gr σατράπης y este del aveacutestico ẖšathrapāvan protector del dominio) m Gobernador de una provincia de la antigua Persia || 2 coloq Hombre sagaz que sabe gobernarse con astucia e inteligencia o que gobierna despoacuteticamente U t c adj 13

Memorias de mis putas tristes 19 ______________________________________________________________________________________arriesgoacute a improvisar un discurso Yo hubiera preferido morirme que contestarlo Para terminar la fiesta el jefe de redaccioacuten por quien no tuve nunca gran simpatiacutea nos devolvioacute a la realidad inclemente Ahora siacute ilustre nonagenario me dijo iquestDoacutende estaacute su nota

La verdad es que toda la tarde la sentiacutea ardieacutendome como una brasa en el bolsillo pero la emocioacuten me habiacutea calado tan hondo que no tuve corazoacuten para aguar la fiesta con mi renuncia Dije Por esta vez no hay El jefe de redaccioacuten se disgustoacute por una falta que habiacutea sido inconcebible desde el siglo anterior Entieacutendalo por una vez le dije tuve una noche tan difiacutecil que amaneciacute embrutecido Pues debioacute escribir eso dijo eacutel con su humor de vinagre A los lectores les gustaraacute saber de primera mano coacutemo es la vida a los noventa Una de las secretarias tercioacute A lo mejor es un secreto delicioso dijo y me miroacute con malicia iquestO no Una raacutefaga ardiente me abrasoacute la cara Maldita sea penseacute queacute desleal es el rubor Otra radiante me sentildealoacute con el dedo iexclQueacute maravilla Todaviacutea le queda la elegancia de ruborizarse Su impertinencia me provocoacute otro rubor encima del rubor Debioacute ser una noche de ataque dijo la primera secretaria iexclQueacute envidia Y me dio un beso que me quedoacute pintado en la cara Los fotoacutegrafos se encarnizaron Ofuscado le entregueacute la nota al jefe de redaccioacuten y le dije que lo dicho antes era en broma aquiacute la tiene y escapeacute atolondrado por la uacuteltima salva de aplausos para no estar presente cuando descubrieran que era mi carta de renuncia al cabo de medio siglo de galeras

La ansiedad me duraba todaviacutea aquella noche cuando desenvolviacutea las cuelgas en mi casa Los linotipistas desacertaron con una cafetera eleacutectrica igual a las tres que teniacutea de cumpleantildeos anteriores Los tipoacutegrafos me dieron una autorizacioacuten para recoger un gato de angora en el criadero municipal La gerencia me dio una bonificacioacuten simboacutelica Las secretarias me regalaron tres calzoncillos de seda con huellas de besos estampados y una tarjeta en la que se ofreciacutean para quitaacutermelos Se me ocurrioacute que uno de los encantos de la vejez son las provocaciones que se permiten las amigas joacutevenes que nos creen fuera de servicio

Nunca supe quieacuten me mandoacute un disco con los veinticuatro preludios de Chopin por Stefan Askenase Los redactores en su mayoriacutea me regalaron libros de moda No habiacutea terminado de desenvolver los regalos cuando Rosa Cabarcas me llamoacute por teleacutefono con la pregunta que yo no queriacutea oiacuter iquestQueacute te pasoacute con la nintildea Nada dije sin pensarlo iquestTe parece nada que ni siquiera la despertaste dijo Rosa Cabarcas Una mujer no perdona jamaacutes que un hombre le desprecie el estreno Le alegueacute que la nintildea no podiacutea estar tan agotada soacutelo por pegar botones y tal vez se hiciera la dormida por miedo del mal trance Lo uacutenico grave dijo Rosa es que ella cree de verdad que ya no sirves y no me gustariacutea que lo fuera pregonando a los cuatro vientos

No le di el gusto de sorprenderme Aunque asiacute fuera le dije su estado es tan deplorable que no se puede contar con ella ni dormida ni despierta es carne de hospital Rosa Cabarcas bajoacute el tono La culpa fue de las prisas con que se hizo el trato pero tiene remedio ya veraacutes Prometioacute poner a la nintildea en confesioacuten y si era el caso obligarla a devolver la plata iquestqueacute te parece Deacutejalo de ese tamantildeo le dije aquiacute no pasoacute nada y en cambio me ha valido como una prueba de que ya no estoy para estos trotes En ese sentido la nintildea tiene razoacuten ya no sirvo Colgueacute el teleacutefono saturado por un sentimiento de liberacioacuten que no habiacutea conocido en vida miacutea y por fin a salvo de una servidumbre que me manteniacutea subyugado desde mis trece antildeos

JUAN CARLOS 161104
linotipista com Persona que maneja una linotipia13 linotipia (Del ingl linotype) f Impr Maacutequina de componer provista de matrices de la cual sale la liacutenea formando una sola pieza || 2 Impr Arte de componer con esta maacutequina 13

Memorias de mis putas tristes 20 ______________________________________________________________________________________

A las siete de la noche fui invitado de honor al concierto de Jacques Thibault y Alfred Cortot en la sala de Bellas Artes con una interpretacioacuten gloriosa de la sonata para violiacuten y piano de Ceacutesar Frank y en el intermedio escucheacute elogios inverosiacutemiles El maestro Pedro Biava nuestro muacutesico enorme me llevoacute casi a rastras a los camerinos para presentarme a los inteacuterpretes Me ofusqueacute tanto que los feliciteacute por una sonata de Schumann que no habiacutean tocado y alguien me corrigioacute en puacuteblico de mala manera La impresioacuten de que habiacutea confundido las dos sonatas por ignorancia simple quedoacute sembrada en el ambiente local y agravada por una explicacioacuten aturdida con que trateacute de remendarla el domingo siguiente en mi resentildea criacutetica del concierto

Por primera vez en mi larga vida me sentiacute capaz de matar a alguien Volviacute a casa atormentado por el diablillo que sopla al oiacutedo las respuestas devastadoras que no dimos a tiempo y ni la lectura ni la muacutesica mitigaron mi rabia Por fortuna Rosa Cabarcasme sacoacute del desvariacuteo con un grito en el teleacutefono Estoy feliz con el perioacutedico porque no pensaba que cumpliacuteas noventa sino cien Le contesteacute encrespado iquestAsiacute de jodido me viste Al contrario dijo ella lo que me sorprendioacute fue verte tan bien Queacute bueno que no eres de los viejos verdes que se aumentan la edad para que los crean en buen estado Y cambioacute sin transicioacuten Te tengo tu cuelga Me sorprendioacute de veras iquestQueacute es La nintildea dijo ella

No me tomeacute ni un instante para pensar Gracias le dije pero esa vaina es agua pasada Ella siguioacute de largo Te la mando a tu casa envuelta en papel de China y hervida con palo de saacutendalo al bantildeo mariacutea todo gratis Me mantuve firme y ella se debatioacute en una explicacioacuten pedregosa que me parecioacute sincera Dijo que la nintildea estaba en tan mal estado aquel viernes por haber cosido doscientos botones con aguja y dedal Que era verdad su miedo a las violaciones sangrientas pero ya estaba instruida para el sacrificio Que en su noche conmigo se habiacutea levantado para ir al bantildeo y que yo estaba tan profundo que le dio laacutestima despertarme pero ya me habiacutea ido cuando volvioacute a despertar en la mantildeana Me indigneacute con lo que me parecioacute una mentira inuacutetil Bueno prosiguioacute Rosa Cabarcas aun si asiacute fuera la nintildea estaacute arrepentida Pobrecita la tengo aquiacute enfrente iquestQuieres que tela pase No por Dios le dije

Habiacutea empezado a escribir cuando llamoacute la secretaria del perioacutedico El mensaje era que el director queriacutea verme al diacutea siguiente a las once de la mantildeana Llegueacute puntual El estruendo de la restauracioacuten de la casa no pareciacutea soportable el aire estaba enrarecido por los martillazos el polvo de cemento y el humo de alquitraacuten pero la redaccioacuten habiacutea aprendido a pensar en la rutina del caos Las oficinas del director en cambio heladas y silentes permaneciacutean en un paiacutes ideal que no era el nuestro

El tercer Marco Tulio con un aire adolescente se puso de pie al verme entrar sin interrumpir una conversacioacuten telefoacutenica me estrechoacute la mano por encima del escritorio y me indicoacute que me sentara Llegueacute a pensar que no habiacutea nadie en el otro extremo de la liacutenea y que eacutel haciacutea la farsa para impresionarme pero pronto descubriacute que hablaba con el gobernador y era en verdad un diaacutelogo difiacutecil entre enemigos cordiales Ademaacutes creo que se esmeraba en parecer eneacutergico delante de miacute aunque al mismo tiempo se manteniacutea de pie mientras hablaba con la autoridad

Memorias de mis putas tristes 21 ______________________________________________________________________________________Se le notaba el vicio de la pulcritud Acababa de cumplir veintinueve antildeos con cuatro idiomas y tres maestriacuteas internacionales a diferencia del primer presidente vitalicio su abuelo paterno que se hizo periodista empiacuterico despueacutes de hacer una fortuna con la trata de blancas Teniacutea maneras faacuteciles se pasaba de apuesto y sereno y lo uacutenico que poniacutea en peligro su prestancia era una nota falsa en la voz Llevaba una chaqueta deportiva con una orquiacutedea viva en la solapa y cada cosa le sentaba como si fuera de su ser natural pero nada en eacutel estaba hecho para el clima de la calle sino para la primavera de sus oficinas Yo que habiacutea gastado casi dos horas para vestirme sentiacute el oprobio de la pobreza y me aumentoacute la rabia

Con todo el veneno mortal estaba en una foto panoraacutemica del personal de planta tomada en el XXV aniversario de la fundacioacuten del perioacutedico en la que sentildealaban con una crucecita sobre la cabeza a los que iban muriendo Yo era el tercero de la derecha con el sombrero canotier la corbata de nudo grande con una perla en el prendedor el primer mostacho de coronel civil que tuve hasta los cuarenta antildeos y los espejuelos metaacutelicos de seminarista preacutesbita que no me hicieron falta despueacutes del medio siglo Habiacutea visto esa foto colgada durante antildeos en distintas oficinas pero soacutelo entonces fui sensible a su mensaje de los cuarenta y ocho empleados originales soacutelo cuatro estaacutebamos vivos y el menor de nosotros cumpliacutea una condena de veinte antildeos por asesinato muacuteltiple

El director terminoacute la llamada me sorprendioacute mirando la foto y sonrioacute Las crucecitas no las puse yo dijo Me parecen de muy mal gusto Se sentoacute al escritorio y cambioacute de tono Permiacutetame decirle que usted es el hombre maacutes impredecible que he conocido Y ante mi sorpresa se adelantoacute a todo Lo digo por su renuncia Apenas acerteacute a decir Es toda una vida El replicoacute que justo por eso no era una solucioacuten pertinente La nota le pareciacutea magniacutefica y todo lo que deciacutea de la vejez era de lo mejor que habiacutea leiacutedo nunca y no teniacutea sentido terminarla con una decisioacuten que pareciacutea maacutes bien una muerte civil Por fortuna dijo el Abominable Hombre de las Nueve la leyoacute cuando ya estaba armada la paacutegina editorial y le parecioacute inadmisible Sin consultarlo con nadie la tachoacute de arriba abajo con su laacutepiz de Torquemada Cuando lo supe esta mantildeana ordeneacute mandar una nota de protesta a la Gobernacioacuten Era mi deber pero entre nos puedo decirle que estoy muy agradecido por la arbitrariedad del censor De modo que no estaba dispuesto a aceptar que suspendiera la nota Se lo suplico con toda el alma dijo No abandone el barco en altamar Y concluyoacute con un gran estilo Todaviacutea nos queda mucho por hablar de muacutesica

Lo vi tan decidido que no me atreviacute a agravar la discrepancia con un argumento de distraccioacuten El problema en realidad era que tampoco entonces encontraba un motivo decente para abandonar la noria y me aterrorizoacute la idea de decirle que siacute una vez maacutes soacutelo por ganar tiempo Tuve que reprimirme para que no se me notara la emocioacuten impuacutedica que me apremiaba las laacutegrimas Y otra vez como siempre quedamos en las mismas de siempre despueacutes de tantos antildeos

La semana siguiente presa de un estado que era maacutes de confusioacuten que de alegriacutea paseacute por el criadero a recoger el gato que me habiacutean regalado los impresores Tengo muy mala quiacutemica con los animales por lo mismo que la tengo con los nintildeos antes de que empiecen a hablar Me parecen mudos del alma No los odio pero no puedo soportarlos porque no aprendiacute a negociar con ellos Me parece contra natura que un hombre se entienda mejor con su perro que con su esposa que lo ensentildee a

JUAN CARLOS 161104
noria (Del aacuter hisp nalsquouacutera y este del aacuter claacutes nālsquoūrah infl por acequia y acenia) f Maacutequina compuesta de dos grandes ruedas engranadas que mediante cangilones sube el agua de los pozos acequias etc || 2 Pozo formado en forma comuacutenmente ovalada del cual se saca el agua con la maacutequina || 3 Artilugio de feria consistente en una gran rueda con asientos que gira verticalmente13

Memorias de mis putas tristes 22 ______________________________________________________________________________________comer y descomer a sus horas a contestar preguntas y a compartir sus penas Pero no recoger el gato de los tipoacutegrafos habriacutea sido un desaire Ademaacutes era un precioso ejemplar de angora de pelambre rosada y tersa y ojos iluminados cuyos maullidos pareciacutean a punto de ser palabras Me lo dieron en una canasta de mimbre con un certificado de su estirpe y un manual de uso como el de las bicicletas para armar

Una patrulla militar verificaba la identidad de los transeuacutentes antes de autorizar el paso por el parque de San Nicolaacutes Nunca habiacutea visto nada igual ni podiacutea imaginarme nada maacutes descorazonador como siacutentoma de mi vejez Era una patrulla de cuatro al mando de un oficial casi adolescente Los agentes eran hombres de paacuteramos duros y callados con un olor de establo El oficial los vigilaba a todos con las mejillas chapeadas de los andinos en la playa Despueacutes de revisar mi ceacutedula de identidad y mi credencial de prensa me preguntoacute queacute llevaba en la cesta Un gato le dije El quiso verlo Destapeacute la cesta con toda precaucioacuten por temor de que escapara pero un agente quiso ver si no habiacutea algo maacutes en el fondo y el gato le tiroacute un zarpazo El oficial se interpuso Es una joya de angora dijo Lo acaricioacute mientras murmuraba algo y el gato no lo agredioacute pero tampoco le hizo caso iquestCuaacutentos antildeos tiene preguntoacute No seacute le dije acaban de regalaacutermelo Se lo pregunto porque se ve que es muy viejo diez antildeos quizaacutes Quise preguntarle coacutemo lo sabiacutea y muchas cosas maacutes pero a despecho de sus buenas maneras y su habla florida no me sentiacutea con estoacutemago para hablar con eacutel Me parece que es un gato abandonado que ha pasado por muchas dijo Obseacutervelo no lo acomode a usted sino al contrario usted a eacutel y deacutejelo hasta que se gane su confianza Cerroacute la tapa de la cesta y me preguntoacute iquestEn queacute trabaja usted Soy periodista iquestDesde cuaacutendo Desde hace un siglo le dije No lo dudo dijo eacutel Me estrechoacute la mano y se despidioacute con un frase que lo mismo podiacutea ser un buen consejo que una amenaza

-Cuiacutedese mucho

Al mediodiacutea desconecteacute el teleacutefono para refugiarme en la muacutesica con un programa exquisito la rapsodia para clarinete y orquesta de Wagner la de saxofoacuten de Debussy y el quinteto para cuerdas de Bruckner que es un remanso edeacutenico en el cataclismo de su obra Y de pronto me encontreacute envuelto en las tinieblas del estudio Sentiacute deslizarse debajo de mi mesa algo que no me parecioacute un cuerpo vivo sino una presencia sobrenatural que me rozoacute los pies y salteacute con un grito Era el gato con la hermosa cola empenachada su lentitud misteriosa y su estirpe miacutetica y no pude evitar el escalofriacuteo de estar solo en la casa con un ser vivo que no fuera humano

Cuando dieron las siete en la catedral habiacutea una estrella sola y liacutempida en el cielo color de rosas un buque lanzoacute un adioacutes desconsolado y sentiacute en la garganta el nudo gordiano de todos los amores que pudieron haber sido y no fueron No soporteacute maacutes Descolgueacute el teleacutefono con el corazoacuten en la boca marqueacute los cuatro nuacutemeros muy despacio para no equivocarme y al tercer timbrazo reconociacute la voz Bueno mujer le dije con un suspiro de alivio Perdoacutename el berrinche de esta mantildeana Ella tranquila No te preocupes estaba esperando tu llamada Le advertiacute Quiero que la nintildea me espere como Dios la echoacute al mundo y sin barnices en la cara Ella hizo su risa gutural Lo que tuacute digas dijo pero te pierdes el gusto de encuerar la pieza por pieza como les encanta a los viejos no seacute por queacute Yo siacute seacute le dije Porque se estaacuten volviendo cada vez maacutes viejos Ella lo dio por hecho

JUAN CARLOS 161104
gordiano (De Gordio rey de Frigia) V nudo
JUAN CARLOS 161104
paacuteramo (Del lat parămus voz de or prerromano) m Terreno yermo raso y desabrigado || 2 Lugar sumamente friacuteo y desamparado || 3 Col y Ecuad llovizna 13

Memorias de mis putas tristes 23 ______________________________________________________________________________________-Estaacute bien -dijo- entonces esta noche a las diez en punto antes de que se enfriacutee la pescada

Memorias de mis putas tristes 24 ______________________________________________________________________________________

3

iquestCoacutemo podiacutea llamarse La duentildea no me lo habiacutea dicho Cuando me hablaba de ella soacutelo deciacutea la nintildea Y yo lo habiacutea convertido en un nombre de pila como la nintildea de los ojos o la carabela menor Ademaacutes Rosa Cabarcas poniacutea a sus pupilas un nombre distinto para cada cliente A miacute me divertiacutea adivinarlos por las caras y desde el principio estuve seguro de que la nintildea teniacutea uno largo como Filomena Saturnina o Nicolasa En eacutesas estaba cuando ella se dio media vuelta en la cama y quedoacute de espaldas a miacute y me parecioacute que habiacutea dejado un charco de sangre del tamantildeo y la forma del cuerpo Fue un sobresalto instantaacuteneo hasta que comprobeacute que era la humedad del sudor en la saacutebana

Rosa Cabarcas me habiacutea aconsejado que la tratara con cautela pues auacuten le duraba el susto de la primera vez Es maacutes creo que la misma solemnidad del rito le habiacutea agravado el miedo y habiacutean tenido que aumentarle la dosis de valeriana pues dormiacutea con tal placidez que habriacutea sido una laacutestima despertarla sin arrullos De modo que empeceacute a secarla con la toalla mientras le cantaba en susurros la cancioacuten de Delgadina la hija menor del rey requerida de amores por su padre A medida que la secaba ella iba mostraacutendome los flancos sudados al compaacutes de mi canto Delgadina Delgadina tuacute seras mi prenda amada Fue un placer sin liacutemites pues ella volviacutea a sudar por un costado cuando acababa de secarla por el otro para que la cancioacuten no terminara nunca Levaacutentate Delgadina ponte tu falda de seda le cantaba al oiacutedo Al final cuando los criados del rey la encontraron muerta de sed en su cama me parecioacute que mi nintildea habiacutea estado a punto de despertar al escuchar el nombre Asiacute que era ella Delgadina

Volviacute a la cama con mis calzoncillos de besos estampados y me tendiacute junto a ella Dormiacute hasta las cinco al arrullo de su respiracioacuten apacible Me vestiacute a toda prisa sin lavarme y soacutelo entonces vi la sentencia escrita con laacutepiz labial en el espejo del lavabo El tigre no come lejos Seacute que no estaba la noche anterior y nadie podiacutea haber entrado en el cuarto de modo que la entendiacute como la cuelga del diablo Un trueno terroriacutefico me sorprendioacute en la puerta y el cuarto se llenoacute del olor premonitorio de la tierra mojada No tuve tiempo para escapar ileso Antes de que encontrara un taxi se precipitoacute un aguacero grande de los que suelen desordenar la ciudad entre mayo y octubre pues las calles de arenas ardientes que bajan hacia el riacuteo se convierten en torrenteras que arrastran cuanto encuentran a su paso Las aguas de aquel septiembre raro despueacutes de tres meses de sequiacutea podiacutean ser tan providenciales como devastadoras

Memorias de mis putas tristes 25 ______________________________________________________________________________________Desde que abriacute la puerta de casa me salioacute al encuentro la sensacioacuten fiacutesica de que no estaba solo Alcanceacute a ver el celaje del gato que saltoacute del sofaacute y se escabulloacute por el balcoacuten En su plato quedaban las sobras de una comida que yo no le habiacutea servido La peste de sus orines rancios y su caca caliente habiacutean contaminado todo Me habiacutea dedicado a estudiarlo como estudieacute el latiacuten El manual deciacutea que los gatos escarban en la tierra para esconder su estieacutercol y que en las casas sin patio como eacutesta lo hariacutean en las macetas de plantas o en cualquier otro escondrijo Lo apropiado era prepararles desde el primer diacutea una caja con arena para orientarles el haacutebito y asiacute lo hice Tambieacuten deciacutea que lo primero que hacen en casa nueva es marcar su territorio orinando por todas partes y aqueacutel pudo ser el caso pero el manual no deciacutea coacutemo remediarlo Seguiacutea sus trazas para familiarizarme con sus haacutebitos originales pero no di con sus escondites secretos sus sitios de reposo las causas de sus humores volubles Quise ensentildearlo a comer en sus horas a usar la cajita de arena en la terraza a no subirse en mi cama mientras yo dormiacutea ni a olisquear los alimentos en la mesa y no pude hacerle entender que la casa era suya por derecho propio y no como un botiacuten de guerra De modo que lo dejeacute a su aire

Al atardecer enfrenteacute el aguacero cuyos vientos huracanados amenazaban con desquiciar la casa Sufriacute un ataque de estornudos sucesivos me doliacutea el craacuteneo y teniacutea fiebre pero me sentiacutea poseiacutedo por una fuerza y una determinacioacuten que nunca tuve a ninguna edad y por ninguna causa Puse calderos en el piso para recoger las goteras y me di cuenta de que habiacutean aparecido otras nuevas desde el invierno anterior La maacutes grande habiacutea empezado a inundar el flanco derecho de la biblioteca Me apresureacute a rescatar a los autores griegos y latinos que viviacutean por aquel rumbo pero al quitar los libros encontreacute un chorro de alta presioacuten que saliacutea de un tubo roto en el fondo del muro Lo amordaceacute con trapos hasta donde pude para darme el tiempo de salvar los libros El estreacutepito del agua y el aullido del viento arreciaron en el parque De pronto un relaacutempago fantasmal y su trueno simultaacuteneo impregnaron el aire de un fuerte olor de azufre el viento desbaratoacute las vidrieras del balcoacuten y la tremenda borrasca de mar rompioacute los cerrojos y se metioacute dentro de la casa Sin embargo antes de diez minutos escampoacute de un tajo Un sol espleacutendido secoacute las calles llenas de escombros varados y volvioacute el calor

Cuando pasoacute el aguacero seguiacutea con la sensacioacuten de que no estaba solo en la casa Mi uacutenica explicacioacuten es que asiacute como los hechos reales se olvidan tambieacuten algunos que nunca fueron pueden estar en los recuerdos como si hubieran sido Pues si evocaba la emergencia del aguacero no me veiacutea a miacute mismo solo en la casa sino siempre acompantildeado por Delgadina La habiacutea sentido tan cerca en la noche que percibiacutea el rumor de su aliento en el dormitorio y los latidos de su mejilla en mi almohada Soacutelo asiacute entendiacute que hubieacuteramos podido hacer tanto en tan poco tiempo Me recordaba subido en el escabel de la biblioteca y la recordaba a ella despierta con su trajecito de flores recibiendo los libros para ponerlos a salvo La veiacutea correr de un lado al otro de la casa batallando con la tormenta empapada de lluvia con el agua a los tobillos Recordaba coacutemo preparoacute al diacutea siguiente un desayuno que nunca fue y puso la mesa mientras yo secaba los pisos y poniacutea orden en el naufragio de la casa Nunca olvideacute su mirada sombriacutea mientras desayunaacutebamos iquestPor queacute me conociste tan viejo Le contesteacute la verdad La edad no es la que uno tiene sino la que uno siente

Desde entonces la tuve en la memoria con tal nitidez que haciacutea de ella lo que queriacutea Le cambiaba el color de los ojos seguacuten mi estado de aacutenimo color de agua al

JUAN CARLOS 161104
escabel (Quizaacute del cat ant escabell y este del lat scabellum) m Tarima pequentildea que se pone delante de la silla para que descansen los pies de quien estaacute sentado || 2 Asiento pequentildeo hecho de tablas sin respaldo || 3 Persona o circunstancia de que alguien se aprovecha para medrar por lo general ambiciosamente13

Memorias de mis putas tristes 26 ______________________________________________________________________________________despertar color de almiacutebar cuando reiacutea color de lumbre cuando la contrariaba La vestiacutea para la edad y la condicioacuten que conveniacutean a mis cambios de humor novicia enamorada a los veinte antildeos puta de saloacuten a los cuarenta reina de Babilonia a los setenta santa a los cien Cantaacutebamos duetos de amor de Puccini boleros de Agustiacuten Lara tangos de Carlos Gardel y comprobaacutebamos una vez maacutes que quienes no cantan no pueden imaginar siquiera lo que es la felicidad de cantar Hoy seacute que no fue una alucinacioacuten sino un milagro maacutes del primer amor de mi vida a los noventa antildeos

Cuando la casa estuvo en orden llameacute a Rosa Cabarcas iexclDios Santo exclamoacute al oiacuter mi voz creiacute que te habiacuteas ahogado No podiacutea entender que hubiera vuelto a pasar la noche con la nintildea sin tocarla Tienes todo el derecho de que no te guste pero al menos poacutertate como un adulto Trateacute de explicarle pero ella cambioacute el tema sin transicioacuten De todos modos te tengo vista otra un poco mayor bella y tambieacuten virgen Su papaacute quiere cambiarla por una casa pero se puede discutir un descuentoSe me heloacute el corazoacuten Ni maacutes faltaba protesteacute asustado quiero la misma y como siempre sin fracasos sin peleas sin malos recuerdos Hubo un silencio en la liacutenea y por fin la voz sumisa con que dijo como para siacute misma Bueno esto debe ser lo que los meacutedicos llaman demencia senil

Fui a las diez de la noche con un chofer conocido por la extrantildea virtud de no hacer preguntas Lleveacute un ventilador portaacutetil y un cuadro de Orlando Rivera el querido Figurita y un martillo y un clavo para colgarlo En el camino hice una parada para comprar cepillos de dientes pasta dentiacutefrica jaboacuten de olor Agua de Florida tabletas de regaliz Quise llevar tambieacuten un buen florero y un ramo de rosas amarillas para conjurar la pava de las flores de papel pero no encontreacute nada abierto y tuve que robarme en un jardiacuten privado un ramo de astromelias recieacuten nacidas

Por instrucciones de la duentildea llegueacute desde entonces por la calle de atraacutes del lado del acueducto para que nadie me viera entrar por el portoacuten del huerto El chofer me previno Cuidado sabio en esa casa matan Le contesteacute Si es por amor no importa El patio estaba en tinieblas pero habiacutea luces de vida en las ventanas y un revoltijo de muacutesicas en los seis cuartos En el miacuteo a volumen maacutes alto distinguiacute la voz caacutelida de don Pedro Vargas el tenor de Ameacuterica con un bolero de Miguel Matamoros Sentiacute que iba a morir Empujeacute la puerta con la respiracioacuten desbaratada y vi a Delgadina en la cama como en mis recuerdos desnuda y dormida en santa paz del lado del corazoacuten

Antes de acostarme arregleacute el tocador puse el ventilador nuevo en lugar del oxidado y colgueacute el cuadro donde ella pudiera verlo desde la cama Me acosteacute a su lado y la reconociacute palmo a palmo Era la misma que andaba por mi casa las mismas manos que me reconociacutean al tacto en la oscuridad los mismos pies de pasos tenues que se confundiacutean con los del gato el mismo olor del sudor de mis saacutebanas el dedo del dedal Increiacuteble vieacutendola y tocaacutendola en carne y hueso me pareciacutea menos real que en mis recuerdos

Hay un cuadro en la pared de enfrente le dije Lo pintoacute Figurita un hombre a quien quisimos mucho el mejor bailariacuten de burdeles que existioacute jamaacutes y de tan buen corazoacuten que le teniacutea laacutestima al diablo Lo pintoacute con barniz de buques en el lienzo chamuscado de un avioacuten que se estrelloacute en la Sierra Nevada de Santa Marta y con pinceles fabricados por eacutel con pelos de su perro La mujer pintada es una monja que

Memorias de mis putas tristes 27 ______________________________________________________________________________________secuestroacute de un convento y se casoacute con ella Aquiacute lo dejo para que sea lo primero que veas al despertar

No habiacutea cambiado de posicioacuten cuando apagueacute la luz a la una de la madrugada y su respiracioacuten era tan tenue que le tomeacute el pulso para sentirla viva La sangre circulaba por sus venas con la fluidez de una cancioacuten que se ramificaba hasta los aacutembitos maacutes recoacutenditos de su cuerpo y volviacutea al corazoacuten purificada por el amor

Antes de irme al amanecer dibujeacute en un papel las liacuteneas de su mano y se las di a leer a la Diva Sahibiacute para conocer su alma Y fue asiacute una persona que soacutelo dice lo que piensa Es perfecta para trabajos manuales Tiene contacto con alguien que ya murioacute y del cual espera ayuda pero estaacute equivocada la ayuda que busca estaacute al alcance de su mano No ha tenido ninguna unioacuten pero va a morir mayor y casada Ahora tiene un hombre moreno que no ha de ser el de su vida Puede tener ocho hijos pero se va a decidir soacutelo por tres A los treinta y cinco antildeos si hace lo que le indique el corazoacuten y no la mente va a manejar mucho dinero y a los cuarenta recibiraacute una herencia Va a viajar mucho Tiene doble vida y doble suerte y puede influir sobre su propio destino Le gusta probar todo por curiosidad pero va a arrepentirse si no se orienta por el corazoacuten

Atormentado de amor hice reparar los estragos de la borrasca y aprovecheacute para hacer otros muchos remiendos que veniacutea demorando desde antildeos por insolvencia o por desidia Reorganiceacute la biblioteca en el orden en que habiacutea leiacutedo los libros Por uacuteltimo remateacute la pianola como reliquia histoacuterica con sus maacutes de cien rollos de claacutesicos y compreacute un tocadiscos usado pero mejor que el miacuteo con parlantes de alta fidelidad que engrandecieron el aacutembito de la casa Quedeacute al borde de la ruina pero bien compensado por el milagro de estar vivo a mi edad

La casa renaciacutea de sus cenizas y yo navegaba en el amor de Delgadina con una intensidad y una dicha que nunca conociacute en mi vida anterior Gracias a ella me enfrenteacute por vez primera con mi ser natural mientras transcurriacutean mis noventa antildeos Descubriacute que mi obsesioacuten de que cada cosa estuviera en su puesto cada asunto en su tiempo cada palabra en su estilo no era el premio merecido de una mente en orden sino al contrario todo un sistema de simulacioacuten inventado por miacute para ocultar el desorden de mi naturaleza Descubriacute que no soy disciplinado por virtud sino como reaccioacuten contra mi negligencia que parezco generoso por encubrir mi mezquindad que me paso de prudente por mal pensado que soy conciliador para no sucumbir a mis coacuteleras reprimidas que soacutelo soy puntual para que no se sepa cuan poco me importa el tiempo ajeno Descubriacute en fin que el amor no es un estado del alma sino un signo del zodiacuteaco

Me volviacute otro Trateacute de releer los claacutesicos que me orientaron en la adolescencia y no pude con ellos Me sumergiacute en las letras romaacutenticas que repudieacute cuando mi madre quiso imponeacutermelas con mano dura y por ellas tomeacute conciencia de que la fuerza invencible que ha impulsado al mundo no son los amores felices sino los contrariados Cuando mis gustos en muacutesica hicieron crisis me descubriacute atrasado y viejo y abriacute mi corazoacuten a las delicias del azar

Me pregunto coacutemo pude sucumbir en este veacutertigo perpetuo que yo mismo provocaba y temiacutea Flotaba entre nubes erraacuteticas y hablaba conmigo mismo ante el espejo con la vana ilusioacuten de averiguar quieacuten soy Era tal mi desvariacuteo que en una manifestacioacuten

Memorias de mis putas tristes 28 ______________________________________________________________________________________estudiantil con piedras y botellas tuve que sacar fuerzas de flaqueza para no ponerme al frente con un letrero que consagrara mi verdad Estoy loco de amor

Obnubilado por la evocacioacuten inclemente de Delgadina dormida cambieacute sin la menor malicia el espiacuteritu de mis notas dominicales Fuera cual fuera el asunto las escribiacutea para ella las reiacutea y las lloraba para ella y en cada palabra se me iba la vida En lugar de la foacutermula de gacetilla tradicional que tuvieron desde siempre las escribiacute como cartas de amor que cada quien podiacutea hacer suyas Propuse en el perioacutedico que el texto no se alzara en linotipo sino que fuera publicado con mi caligrafiacutea florentina Al jefe de redaccioacuten coacutemo no le parecioacute otro acceso de vanidad senil pero el director general lo convencioacute con una frase que todaviacutea anda suelta por la redaccioacuten

-No se equivoque los loquitos mansos se adelantan al porvenir

La respuesta puacuteblica fue inmediata y entusiasta con numerosas cartas de lectores enamorados Algunas las leiacutean en los noticieros de radio con urgencias de uacuteltima hora y se hicieron copias en mimeoacutegrafos o papel carboacuten que vendiacutean como cigarrillos de contrabando en las esquinas de la calle San Blas Desde el principio fue evidente que obedeciacutean a las ansias de expresarme pero me hice a la costumbre de tomarlas en cuenta al escribir y siempre con la voz de un hombre de noventa antildeos que no aprendioacute a pensar como viejo La comunidad intelectual como de soacutelito se mostroacute timorata y dividida y hasta los grafoacutelogos menos pensados montaron controversias por los anaacutelisis erraacuteticos de mi caligrafiacutea Fueron ellos los que dividieron los aacutenimos recalentaron la poleacutemica y pusieron de moda la nostalgia

Antes del fin del antildeo me habiacutea arreglado con Rosa Cabarcas para dejar en el cuarto el abanico eleacutectrico los recursos del tocador y lo que siguiera llevando en el futuro para hacerlo vivible Llegaba a las diez siempre con algo nuevo para ella o para gusto de ambos y dedicaba unos minutos a sacar la utileriacutea escondida para armar el teatro de nuestras noches Antes de irme nunca maacutes tarde de las cinco volviacutea a asegurar todo bajo llave La alcoba quedaba entonces tan escuaacutelida como fue en sus oriacutegenes para los amores tristes de los clientes casuales Una mantildeana oiacute que Marcos Peacuterez la voz maacutes escuchada de la radio desde el amanecer habiacutea decidido leer mi nota dominical en su noticiero de los lunes Cuando pude reprimir la naacuteusea dije sobrecogido Ya lo sabes Delgadina la fama es una sentildeora muy gorda que no duerme con uno pero cuando uno despierta estaacute siempre miraacutendonos frente a la cama

Uno de esos diacuteas me quedeacute a desayunar con Rosa Cabarcas que empezaba a parecerme menos decreacutepita a pesar del luto severo y del bonete negro que ya le tapaba las cejas Sus desayunos teniacutean fama de espleacutendidos con una carga de pimienta que me haciacutea llorar Al primer bocado de fuego vivo le dije bantildeado en laacutegrimas Esta noche no me haraacute falta la luna llena para que me arda el culo No te quejes dijo ella Si te arde es porque todaviacutea lo tienes a Dios gracias

Se sorprendioacute cuando mencioneacute el nombre de Delgadina No se llama asiacute dijo se llama No me lo digas la interrumpiacute para miacute es Delgadina Ella se encogioacute de hombros Bueno al fin y al cabo es tuya pero me parece un nombre de diureacutetico Le conteacute lo del letrero del tigre que la nintildea habiacutea escrito en el espejo No pudo ser ella

JUAN CARLOS 161104
timorato ta (Del lat timorātus) adj Tiacutemido indeciso encogido || 2 Dicho de una persona Que se escandaliza con exageracioacuten de cosas que no le parecen conformes a la moral convencional || 3 Que tiene temor de Dios y se gobierna por eacutel en sus operaciones
JUAN CARLOS 161104
obnubilar (Del lat obnubilāre) tr nublar (ǁ ofuscar o confundir) U t c prnl || 2 embelesar U t c prnl || 3 nublar (ǁ enturbiar la visioacuten) U t c prnl

Memorias de mis putas tristes 29 ______________________________________________________________________________________dijo Rosa porque no sabe leer ni escribir iquestEntonces quieacuten Ella se encogioacute de hombros Puede ser de alguien que se murioacute en el cuarto

Yo aprovechaba aquellos desayunos para desahogarme con Rosa Cabarcas y le pediacutea favores miacutenimos para el bienestar y el buen ver de Delgadina Me los concediacutea sin pensarlo con una picardiacutea de colegiala iexclQueacute risa me dijo por aquellos diacuteas Me siento como si me estuvieras pidiendo su mano Y a propoacutesito se le ocurrioacute iquestpor queacute no te casas con ella Me quedeacute de una pieza En serio insistioacute te sale maacutes barato Al fin y al cabo el problema a tu edad es servir o no servir pero ya me dijiste que lo tienes resuelto Le saliacute al paso El sexo es el consuelo que uno tiene cuando no le alcanza el amor

Ella soltoacute la risa Ay mi sabio siempre supe que eres muy hombre que siempre lo fuiste y me alegra que lo sigas siendo mientras tus enemigos entregan las armas Con razoacuten se habla tanto de ti iquestOiacuteste a Marcos Peacuterez Todo el mundo lo oye le dije para cortar el tema Pero ella insistioacute Tambieacuten el profesor Camacho y Cano en La hora de todo un poco dijo ayer que el mundo ya no es lo que era porque no quedan muchos hombres como tuacute

Aquel fin de semana encontreacute a Delgadina con fiebre y tos Desperteacute a Rosa Cabarcas para que me diera alguacuten remedio casero y me llevoacute al cuarto un botiquiacuten de primeros auxilios Dos diacuteas despueacutes Delgadina seguiacutea postrada y no habiacutea podido volver a su rutina de pegar botones El meacutedico le habiacutea prescrito un tratamiento casero para una gripa comuacuten que cederiacutea en una semana pero se alarmoacute por su estado general de desnutricioacuten Dejeacute de verla y sentiacute que me haciacutea falta y aprovecheacute para arreglar el cuarto sin ella

Lleveacute tambieacuten un dibujo a pluma de Cecilia Porras para Todos estaacutebamos a la espera el libro de cuentos de Alvaro Cepeda Lleveacute los seis tomos de Juan Cristoacutebal de Romain Rolland para pastorear mis vigilias De modo que cuando Delgadina pudo volver a la habitacioacuten la encontroacute digna de una felicidad sedentaria el aire purificado con un insecticida aromaacutetico paredes color de rosa laacutemparas matizadas flores nuevas en los floreros mis libros favoritos los buenos cuadros de mi madre colgados de otro modo seguacuten los gustos de hoy Habiacutea cambiado el viejo radio por uno de onda corta que manteniacutea sintonizado en un programa de muacutesica culta para que Delgadina aprendiera a dormir con los cuartetos de Mozart pero una noche lo encontreacute en una estacioacuten especializada en boleros de moda Era el gusto de ella sin duda y lo asumiacute sin dolor pues tambieacuten yo lo habiacutea cultivado con el corazoacuten en mis mejores diacuteas Antes de volver a casa al diacutea siguiente escribiacute en el espejo con el laacutepiz de labios Nintildea miacutea estamos solos en el mundo

Por esa eacutepoca tuve la rara impresioacuten de que se estaba volviendo mayor antes de tiempo Se lo comenteacute a Rosa Cabarcas y a ella le parecioacute natural Cumple quince antildeos el cinco de diciembre me dijo Una Sagitario perfecta Me inquietoacute que fuera tan real como para cumplir antildeos iquestQueacute podriacutea regalarle Una bicicleta dijo Rosa Cabarcas Tiene que atravesar la ciudad dos veces al diacutea para ir a pegar botones Me mostroacute en la trastienda la bicicleta que usaba y de verdad me parecioacute un cacharro indigno de una mujer tan bien amada Sin embargo me conmovioacute como la prueba tangible de que Delgadina existiacutea en la vida real

Memorias de mis putas tristes 30 ______________________________________________________________________________________Cuando fui a comprar la mejor bicicleta para ella no pude resistir la tentacioacuten de probarla y di algunas vueltas casuales en la rampa del almaceacuten Al vendedor que me preguntoacute la edad le contesteacute con la coqueteriacutea de la vejez Voy a cumplir noventa y uno El empleado dijo justo lo que yo queriacutea Pues representa veinte menos Yo mismo no entendiacutea coacutemo conservaba la praacutectica del colegio y me sentiacute colmado por un gozo radiante Empeceacute a cantar Primero para miacute mismo en voz baja y despueacutes a todo pecho con iacutenfulas del gran Caruso por entre los bazares abigarrados y el traacutefico demente del mercado puacuteblico La gente me miraba divertida me gritaban me incitaban a participar en la Vuelta a Colombia en silla de ruedas Yo les haciacutea con la mano un saludo de navegante feliz sin interrumpir la cancioacuten Esa semana en homenaje a Diciembre escribiacute otra nota atrevida Coacutemo ser feliz en bicicleta a los noventa antildeos

La noche de su cumpleantildeos le canteacute a Delgadina la cancioacuten completa y la beseacute por todo el cuerpo hasta quedarme sin aliento la espina dorsal veacutertebra por veacutertebra hasta las nalgas laacutenguidas el costado del lunar el de su corazoacuten inagotable A medida que la besaba aumentaba el calor de su cuerpo y exhalaba una fragancia montuna Ella me respondioacute con vibraciones nuevas en cada pulgada de su piel y en cada una encontreacute un calor distinto un sabor propio un gemido nuevo y toda ella resonoacute por dentro con un arpegio y sus pezones se abrieron en flor sin tocarlos Empezaba a adormecerme en la madrugada cuando sentiacute como un rumor de muchedumbres en el mar y un paacutenico de los aacuterboles que me atravesaron el corazoacuten Entonces fui al bantildeo y escribiacute en el espejo Delgadina de mi vida llegaron las brisas de Navidad Uno de mis recuerdos maacutes felices fue un trastorno que sentiacute una mantildeana como aqueacutella al salir de la escuela iquestQueacute me pasa La maestra me dijo alelada Ay nintildeo iquestno ves que son las brisas Ochenta antildeos despueacutes volviacute a sentirlo cuando me desperteacute en la cama de Delgadina y era el mismo diciembre que volviacutea puntual con sus cielos diaacutefanos las tormentas de arena los torbellinos callejeros que Desentechaban casas y les alzaban las faldas a las colegialas La ciudad adquiriacutea por entonces una resonancia fantasmal En noches de brisa podiacutean escucharse los gritos del mercado puacuteblico hasta en los barrios maacutes altos como si estuvieran a la vuelta de la esquina No era raro entonces que las raacutefagas de diciembre nos permitieran encontrar por sus voces a los amigos desperdigados en burdeles remotos

Sin embargo tambieacuten con las brisas me llegoacute la mala noticia de que Delgadina no podiacutea pasar las navidades conmigo sino con su familia Si algo detesto en este mundo son las fiestas obligatorias en que la gente llora porque estaacute alegre los fuegos de artificio los villancicos lelos las guirnaldas de papel crespoacuten que nada tienen que ver con un nintildeo que nacioacute hace dos mil quinientos antildeos en una caballeriza indigente Sin embargo cuando llegoacute la noche no pude resistir la nostalgia y me fui al cuarto sin ella Dormiacute bien y desperteacute junto a un oso de peluche que caminaba en dos patas como si fuera polar y una tarjeta que deciacutea Para el papaacute feo Rosa Cabarcas me habiacutea dicho que Delgadina estaba aprendiendo a leer con mis clases escritas en el espejo y su buena letra me parecioacute admirable Pero ella misma me defraudoacute con la noticia peor de que el oso era un regalo suyo asiacute que la noche de Antildeo Nuevo me quedeacute en mi casa y en mi cama desde las ocho y me dormiacute sin amarguras Fui feliz porque al toque de las doce entre los repiques furiosos de las campanas las sirenas de faacutebricas y bomberos los lamentos de los

JUAN CARLOS 161104
abigarrado da (Del part de abigarrar) adj De varios colores mal combinados || 2 Heterogeacuteneo reunido sin concierto Un extrantildeo y abigarrado libro Una multitud abigarrada 13

Memorias de mis putas tristes 31 ______________________________________________________________________________________buques las descargas de poacutelvora los cohetes sentiacute que Delgadina entroacute en punta de pies se acostoacute a mi lado y me dio un beso Tan real que me quedoacute en la boca su olor de regaliz

Memorias de mis putas tristes 32 ______________________________________________________________________________________

4A principios del nuevo antildeo empezaacutebamos a conocernos como si vivieacuteramos juntos y despiertos pues yo habiacutea encontrado un tono de voz cauteloso que ella oiacutea sin despertar y me contestaba con un lenguaje natural del cuerpo Sus estados de aacutenimo se le notaban en el modo de dormir De exhausta y montaraz que habiacutea sido al principio fue hacieacutendose a una paz interior que embelleciacutea su rostro y enriqueciacutea su suentildeo Le contaba mi vida le leiacutea al oiacutedo los borradores de mis notas dominicales en las que estaba ella sin decirlo y soacutelo ella

Por esa eacutepoca le dejeacute en la almohada unos zarcillos de esmeraldas que fueron de mi madre Los llevoacute puestos en la cita siguiente y no le luciacutean Le lleveacute despueacutes unos pendientes maacutes adecuados para el color de su piel Le expliqueacute Los primeros que te traje no te quedaban bien por tu tipo y el corte del cabello Estos te iraacuten mejor No llevoacute ninguno en las dos citas siguientes pero a la tercera se puso los que le habiacutea indicado Asiacute empeceacute a entender que no obedeciacutea a mis oacuterdenes pero aguardaba la ocasioacuten para complacerme Por esos diacuteas me sentiacute tan habituado a aquel geacutenero de vida domeacutestica que no seguiacute durmiendo desnudo sino que lleveacute las piyamas de seda china que habiacutea dejado de usar por no tener para quieacuten quitaacutermelas

Empeceacute a leerle El principito de Saint-Exupeacutery un autor franceacutes que el mundo entero admira maacutes que los franceses Fue el primero que la entretuvo sin despertarla hasta el punto de que tuve que ir dos diacuteas continuos para acabar de leeacuterselo Seguimos con los Cuentos de Perrault la Historia sagrada Las mil y una noches en una versioacuten desinfectada para nintildeos y por las diferencias entre uno y otro me di cuenta de que su suentildeo teniacutea diversos grados de profundidad seguacuten su intereacutes por las lecturas Cuando sentiacutea que habiacutea tocado fondo apagaba la luz y me dormiacutea abrazado a ella hasta que cantaban los gallos

Me sentiacutea tan feliz que la besaba en los paacuterpados muy suave y una noche ocurrioacute como una luz en el cielo sonrioacute por primera vez Maacutes tarde sin ninguacuten motivo se revolvioacute en la cama me dio la espalda y dijo disgustada Fue Isabel la que hizo llorar a los caracoles Exaltado por la ilusioacuten de un diaacutelogo le pregunteacute en el mismo tono iquestDe quieacuten eran No contestoacute Su voz teniacutea un rastro plebeyo como si no fuera suya sino de alguien ajeno que llevaba dentro Toda sombra de duda desaparecioacute entonces de mi alma la preferiacutea dormida

Mi uacutenico problema era el gato Estaba inapetente y hurantildeo y llevaba dos diacuteas sin levantar cabeza en su rincoacuten habitual y me tiroacute un zarpazo de fiera herida cuando

JUAN CARLOS 161104
zarcillo1 (Del lat circellus circulito) m Pendiente arete13
JUAN CARLOS 161104
montaraz (De monte y -araz) adj Que anda o estaacute hecho a andar por los montes o se ha criado en ellos || 2 Se dice del genio y propiedades agrestes groseras y feroces || 3 m Guarda de montes o heredades || 4 Sal Mayordomo de campo capataz que tiene a su cargo las labores y los ganados

Memorias de mis putas tristes 33 ______________________________________________________________________________________quise ponerlo en su canasto de mimbre para que Damiana lo llevara con el veterinario Apenas logroacute someterlo y se lo llevoacute pataleando dentro de un saco de fique Al cabo de un rato me llamoacute desde el criadero para decirme que no habiacutea maacutes remedio que sacrificarlo y necesitaban mi orden iquestPor queacute Porque ya estaacute muy viejo dijo Damiana Penseacute con rabia que a miacute tambieacuten podiacutean asarme vivo en un horno de gatos Me sentiacute inerme entre dos fuegos no habiacutea aprendido a querer el gato pero tampoco teniacutea corazoacuten para ordenar que lo mataran soacutelo porque era viejoiquestDoacutende lo deciacutea el manual

El incidente me conmocionoacute tanto que escribiacute una nota para el domingo con un tiacutetulo usurpado a Neruda iquestEs el gato un miacutenimo tigre de saloacuten La nota dio origen a una nueva campantildea que otra vez dividioacute a los lectores en favor y en contra de los gatos En cinco diacuteas prevalecioacute la tesis de que podiacutea ser liacutecito sacrificar un gato por razones de salud puacuteblica pero no porque estuviera viejo

Despueacutes de la muerte de mi madre me desvelaba el terror de que alguien me tocara mientras dormiacutea Una noche la sentiacute pero su voz me devolvioacute el sosiego Figlio mioacute poveretto Volviacute a sentirlo una madrugada en el cuarto de Delgadina y me retorciacute de gozo creyendo que ella me habiacutea tocado Pero no era Rosa Cabarcas en la oscuridad Viacutestete y ven conmigo me dijo tengo un problema serio

Asiacute era y maacutes serio de lo que pude imaginar A uno de los clientes grandes de la casa lo habiacutean asesinado a puntildealadas en el primer cuarto del pabelloacuten El asesino habiacutea escapado El cadaacutever enorme desnudo pero con los zapatos puestos teniacutea una palidez de pollo al vapor en la cama empapada de sangre Lo reconociacute de entrada era JMB un banquero grande famoso por su apostura su simpatiacutea y su buen vestir y sobre todo por la pulcritud de su hogar Teniacutea en el cuello dos heridas moradas como labios y una zanja en el vientre que no habiacutea acabado de sangrar Todaviacutea no empezaba el rigor Maacutes que sus heridas me impresionoacute que teniacutea un preservativo puesto y al parecer sin usar en el sexo desmirriado por la muerte

Rosa Cabarcas no sabiacutea con quieacuten iba porque tambieacuten eacutel teniacutea el privilegio de entrar por el portoacuten del huerto No se descartaba la sospecha de que su pareja fuera otro hombre Lo uacutenico que la duentildea queriacutea de miacute era que la ayudara a vestir el cadaacutever Estaba tan segura que me inquietoacute la idea de que la muerte fuera para ella un asunto de cocina No hay nada maacutes difiacutecil que vestir a un muerto le dije Lo he hecho a pasto de Dios replicoacute ella Es faacutecil si alguien me lo sostiene Le hice ver iquestTe imaginas quieacuten va a creer en un cuerpo tasajeado a cuchilladas dentro de un vestido intacto de caballero ingleacutes

Tembleacute por Delgadina Lo mejor seraacute que te la lleves tuacute me dijo Rosa Cabarcas Primero muerto le dije con la saliva helada Ella lo percibioacute y no pudo ocultar su desdeacuten iexclEstaacutes temblando Por ella dije aunque soacutelo era verdad a medias Aviacutesale que se vaya antes de que llegue nadie De acuerdo dijo ella aunque a ti como periodista no te pasaraacute nada Ni a ti tampoco le dije con cierto rencor Eres el uacutenico liberal que manda en este gobierno

La ciudad codiciada por su naturaleza paciacutefica y su seguridad congeacutenita arrastraba la desgracia de un asesinato escandaloso y atroz cada antildeo Aqueacutel no lo fue La noticia oficial en titulares excesivos y parca en detalles deciacutea que al joven banquero lo habiacutean asaltado y muerto a cuchilladas en la carretera de Pradomar por motivos

Memorias de mis putas tristes 34 ______________________________________________________________________________________incomprensibles No teniacutea enemigos El comunicado del gobierno sentildealaba como presuntos asesinos a refugiados del interior del paiacutes que estaban desatando una oleada de delincuencia comuacuten extrantildea al espiacuteritu ciacutevico de la poblacioacuten En las primeras horas hubo maacutes de cincuenta detenidos

Acudiacute escandalizado con el redactor judicial un periodista tiacutepico de los antildeos veinte con visera de celuloide verde y ligas en las mangas que presumiacutea de anticiparse a los hechos Sin embargo soacutelo conociacutea unas hilachas sueltas del crimen y yo se las completeacute hasta donde me fue prudente Asiacute escribimos cinco cuartillas a cuatro manos para una noticia de ocho columnas en primera paacutegina atribuida al fantasma eterno de las fuentes que nos merecen entero creacutedito Pero al Abominable Hombre de las Nueve -el censor- no le tembloacute el pulso para imponer la versioacuten oficial de que habiacutea sido un asalto de bandoleros liberales Yo me laveacute la conciencia con un centildeo de pesadumbre en el entierro maacutes ciacutenico y concurrido del siglo

Cuando regreseacute a casa aquella noche llameacute a Rosa Cabarcas para averiguar queacute habiacutea pasado con Delgadina pero no contestoacute el teleacutefono en cuatro diacuteas Al quinto fui a su casa con los dientes apretados Las puertas estaban selladas pero no por la policiacutea sino por la Sanidad Nadie en el vecindario daba noticias de nada Sin ninguacuten indicio de Delgadina me di a una buacutesqueda encarnizada y a veces ridiacutecula que me dejoacute acezante Paseacute diacuteas enteros observando a las joacutevenes ciclistas desde los escantildeos de un parque polvoriento donde los nintildeos jugaban a encaramarse en la estatua descascarada de Simoacuten Boliacutevar Pasaban pedaleando como venadas bellas disponibles listas para ser atrapadas a la gallina ciega Cuando se me acaboacute la esperanza me refugieacute en la paz de los boleros Fue como un bebedizo emponzontildeado cada palabra era ella Siempre habiacutea necesitado el silencio para escribir porque mi mente atendiacutea maacutes a la muacutesica que a la escritura Entonces fue al reveacutes soacutelo pude escribir a la sombra de los boleros Mi vida se llenoacute de ella Las notas que escribiacute aquellas dos semanas fueron modelos en clave para cartas de amor El jefe de redaccioacuten contrariado con la avalancha de respuestas me pidioacute que moderara el amor mientras pensaacutebamos coacutemo consolar a tantos lectores enamorados

La falta de sosiego acaboacute con el rigor de mis diacuteas Despertaba a las cinco pero me quedaba en la penumbra del cuarto imaginando a Delgadina en su vida irreal de levantar a sus hermanos vestirlos para la escuela darles el desayuno si lo habiacutea y atravesar la ciudad en bicicleta para cumplir la condena de coser botones Me pregunteacute asombrado iquestQueacute piensa una mujer mientras pega un botoacuten iquestPensaba en miacute iquestTambieacuten ella buscaba a Rosa Cabarcas para dar conmigo Paseacute hasta una semana sin quitarme el mameluco de mecaacutenico ni de diacutea ni de noche sin bantildearme sin afeitarme sin cepillarme los dientes porque el amor me ensentildeoacute demasiado tarde que uno se arregla para alguien se viste y se perfuma para alguien y yo nunca habiacutea tenido para quieacuten Damiana creyoacute que estaba enfermo cuando me encontroacute desnudo en la hamaca a las diez de la mantildeana La vi con los ojos turbios de la codicia y la inviteacute a revolearnos desnudos Ella con un desprecio me dijo

-iquestYa pensoacute lo que va a hacer si le digo que siacute

Asiacute supe hasta queacute punto me habiacutea corrompido el sufrimiento No me reconociacutea a miacute mismo en mi dolor de adolescente No volviacute a salir de la casa por no descuidar el teleacutefono Escribiacutea sin descolgarlo y al primer timbrazo le saltaba encima pensando

Memorias de mis putas tristes 35 ______________________________________________________________________________________que pudiera ser Rosa Cabarcas Interrumpiacutea a cada rato lo que estuviera haciendo para llamarla e insistiacute diacuteas enteros hasta comprender que era un teleacutefono sin corazoacuten

Al volver a casa una tarde de lluvia encontreacute el gato enroscado en la escalinata del portoacuten Estaba sucio y maltrecho y con una mansedumbre de laacutestima El manual me hizo ver que estaba enfermo y seguiacute sus normas para alentarlo De golpe mientras descabezaba un suentildeecito de siesta me despabiloacute la idea de que pudiera conducirme a la casa de Delgadina Lo lleveacute en una bolsa de mercado hasta la tienda de Rosa Cabarcas que seguiacutea sellada y sin indicios de vida pero se revolvioacute en el talego con tanto iacutempetu que logroacute escapar saltoacute la tapia del huerto y desaparecioacute entre los aacuterboles Toqueacute al portoacuten con el puntildeo y una voz militar preguntoacute sin abrir iquestQuieacuten vive Gente de paz dije yo para no ser menos Ando en pos de la duentildea No hay duentildea dijo la voz Por lo menos aacutebrame para coger el gato insistiacute No hay gato dijo Pregunteacute iquestQuieacuten es usted

-Nadie -dijo la voz

Siempre habiacutea entendido que morirse de amor no era maacutes que una licencia poeacutetica Aquella tarde de regreso a casa otra vez sin el gato y sin ella comprobeacute que no soacutelo era posible morirse sino que yo mismo viejo y sin nadie estaba murieacutendome de amor Pero tambieacuten me di cuenta de que era vaacutelida la verdad contraria no habriacutea cambiado por nada del mundo las delicias de mi pesadumbre Habiacutea perdido maacutes de quince antildeos tratando de traducir los cantos de Leopardi y soacutelo aquella tarde los sentiacute a fondo Ay de miacute si es amor cuaacutento atormenta

Mi entrada al perioacutedico en mameluco y mal afeitado despertoacute ciertas dudas sobre mi estado mental La casa remodelada con cabinas individuales de vidrio y luces cenitales pareciacutea una cliacutenica de maternidad El clima artificial callado y confortable invitaba a hablar en susurros y caminar en puntillas En el vestiacutebulo como virreyes muertos estaban los retratos al oacuteleo de los tres directores vitalicios y las fotografiacuteas de visitantes ilustres La enorme sala principal estaba presidida por la fotografiacutea gigantesca de la redaccioacuten actual tomada la tarde de mi cumpleantildeos No pude evitar la comparacioacuten mental con la otra de mis treinta antildeos y una vez maacutes comprobeacute con horror que se envejece maacutes y peor en los retratos que en la realidad La secretaria que me habiacutea besado la tarde del cumpleantildeos me preguntoacute si estaba enfermo Fui feliz de contestarle la verdad para que no la creyera Enfermo de amor Ella dijo iexclLaacutestima que no sea por miacute Yo le correspondiacute el cumplido No esteacute tan segura

El redactor judicial salioacute de su cabina gritando que habiacutea dos cadaacuteveres de muchachas sin identificar en el anfiteatro municipal Le pregunteacute asustado iquestDe queacute edad Joacutevenes dijo eacutel Pueden ser refugiadas del interior perseguidas hasta aquiacute por matones del reacutegimen Respireacute aliviado La situacioacuten nos invade en silencio como una mancha de sangre dije El redactor judicial ya lejos gritoacute

-De sangre no maestro de mierda

Algo peor me ocurrioacute diacuteas despueacutes cuando una muchacha instantaacutenea con una canasta igual a la del gato pasoacute como un escalofriacuteo frente a la libreriacutea Mundo La perseguiacute a codazos por entre la muchedumbre en el fragor de las doce del diacutea Era muy bella de trancos largos y con una fluidez para abrirse camino entre el gentiacuteo

Memorias de mis putas tristes 36 ______________________________________________________________________________________que me costoacute trabajo alcanzarla Por fin la rebaseacute y la mireacute de frente Ella me apartoacute con la mano sin detenerse ni pedir perdoacuten No era la que creiacutea pero su altivez me dolioacute como si lo fuera Comprendiacute entonces que no seriacutea capaz de reconocer a Delgadina despierta y vestida ni ella podiacutea saber quieacuten era yo si nunca me habiacutea visto En un acto de locura tejiacute durante tres diacuteas doce pares de zapatitos azules y rosados para recieacuten nacidos tratando de darme valor para no escuchar ni cantar ni recordar las canciones que me recordaban a ella

La verdad era que no podiacutea con mi alma y empezaba a tomar conciencia de la vejez por mis flaquezas frente al amor Una prueba todaviacutea maacutes dramaacutetica la tuve cuando un autobuacutes de servicio puacuteblico arrolloacute una ciclista en el puro centro comercial Acababan de llevaacutersela en una ambulancia y la magnitud de la tragedia se apreciaba por el estado de chatarra en que quedoacute la bicicleta sobre un charco de sangre viva Pero mi impresioacuten no fue tanta por los destrozos de la bicicleta como por la marca el modelo y el color No podiacutea ser otra que la que yo mismo le habiacutea regalado a Delgadina

Los testigos coincidieron en que la ciclista herida era muy joven alta y delgada y con el cabello corto y rizado Aturdido tomeacute el primer taxi que pasoacute y me hice llevar al hospital de Caridad un viejo edificio de muros ocres que pareciacutea una caacutercel encallada en un arenal Necesiteacute media hora para entrar y otra maacutes para salir de un patio fragante de aacuterboles frutales donde una mujer atribulada se me atravesoacute en el camino me miroacute a los ojos y exclamoacute

-Yo soy la que no buscas

Soacutelo entonces recordeacute que era alliacute donde viviacutean en libertad los internos mansos del manicomio municipal Tuve que identificarme como periodista ante la direccioacuten del hospital para que un enfermero me condujera al pabelloacuten de urgencias En elcuaderno de ingresos estaban los datos Rosalba Riacuteos dieciseacuteis antildeos sin oficio conocido Diagnoacutestico conmocioacuten cerebral Pronoacutestico reservado Pregunteacute al jefe del pabelloacuten si podiacutea verla con la esperanza iacutentima de que me dijeran que no pero me llevaron encantados por si queriacutea escribir sobre el estado de abandono del hospital

Atravesamos una sala abigarrada con un fuerte olor de aacutecido feacutenico y los enfermos apelotonados en las camas Al fondo en un cuarto solo tendida en una camilla metaacutelica estaba la que buscaacutebamos Teniacutea el craacuteneo cubierto de vendas la cara indescifrable gonfia y amoratada pero me bastoacute con verle los pies para saber que no era Soacutelo entonces se me ocurrioacute preguntarme iquestQueacute habriacutea hecho yo si hubiera sido ella

Todaviacutea enredado en las telarantildeas de la noche tuve el valor de ir el diacutea siguiente a la faacutebrica de camisas donde Rosa Cabarcas habiacutea dicho alguna vez que trabajaba la nintildea y le pediacute al propietario que nos mostrara sus instalaciones como modelo para un proyecto continental de las Naciones Unidas Era un libaneacutes paquideacutermico y taciturno que nos abrioacute las puertas de su reino con la ilusioacuten de ser un ejemplo universal

Trescientas joacutevenes de blusas blancas con la ceniza del mieacutercoles en la frente cosiacutean botones en la vasta nave iluminada Cuando nos vieron entrar se irguieron

Memorias de mis putas tristes 37 ______________________________________________________________________________________como colegialas y nos observaron de reojo mientras el gerente explicaba sus aportes al arte inmemorial de pegar botones Yo escrutaba las caras de cada una con el pavor de descubrir a Delgadina vestida y despierta Pero fue una de ellas la que me descubrioacute a miacute con la mirada temible de la admiracioacuten sin clemencia

-Diacutegame sentildeor iquestno es usted el que escribe las cartas de amor en el perioacutedico

Nunca me hubiera imaginado que una nintildea dormida pudiera causar en uno semejantes estragos Escapeacute de la faacutebrica sin despedirme ni pensar siquiera si alguna de aquellas viacutergenes de purgatorio era por fin la que buscaba Cuando saliacute de ahiacute el uacutenico sentimiento que me quedaba en la vida eran las ganas de llorar

Rosa Cabarcas llamoacute al cabo de un mes con una explicacioacuten increiacuteble se habiacutea tomado un merecido descanso en Cartagena de Indias despueacutes del asesinato del banquero No le creiacute desde luego pero la feliciteacute por su suerte y la dejeacute explayarse en su mentira antes de hacerle la pregunta que me borboritaba en el corazoacuten

-iquestY ella

Rosa Cabarcas hizo un silencio largo Ahiacute estaacute dijo al fin pero su voz se hizo evasiva Hay que esperar un tiempo iquestCuaacutento Ni idea ya te avisareacute Sentiacute que se me iba y la pareacute en seco Espeacuterate dame alguna luz No hay luz dijo ella y concluyoacute Ten cuidado puedes perjudicarte tuacute y sobre todo perjudicarla a ella Yo no estaba para esa clase de remilgos Le supliqueacute aunque fuera una oportunidad de acercarme a la verdad Al fin y al cabo le dije somos coacutemplices Ella no dio un paso maacutes Caacutelmate me dijo la nintildea estaacute bien y esperando que la llame pero ahora mismo no hay nada que hacer ni voy a decir nada maacutes Adioacutes

Me quedeacute con el teleacutefono en la mano sin saber por doacutende seguir pues tambieacuten la conociacutea bastante para pensar que no conseguiriacutea nada de ella si no era por las buenas Despueacutes del mediodiacutea me di una vuelta furtiva por su casa maacutes confiado en la casualidad que en la razoacuten y la encontreacute todaviacutea cerrada y con los sellos de la Sanidad Penseacute que Rosa Cabarcas me habiacutea telefoneado de otra parte tal vez de otra ciudad y la sola idea me llenoacute de presagios turbios No obstante a las seis de la tarde cuando menos lo esperaba me soltoacute por teleacutefono mi propio santo y sentildea

-Bueno ahora siacute

A las diez de la noche tembloroso y con los labios mordidos para no llorar fui cargado de cajas de chocolates suizos turrones y caramelos y una canasta de rosas ardientes para cubrir la cama La puerta estaba entreabierta las luces encendidas y en el radio se diluiacutea a medio volumen la sonata nuacutemero uno para violiacuten y piano de Brahms Delgadina en la cama estaba tan radiante y distinta que me costoacute trabajo reconocerla

Habiacutea crecido pero no se le notaba en la estatura sino en una madurez intensa que la haciacutea parecer con dos o tres antildeos maacutes y maacutes desnuda que nunca Sus poacutemulos altos la piel tostada por soles de mar bravo los labios finos y el cabello corto y rizado le infundiacutean a su rostro el resplandor androacutegino del Apolo de Praxiacuteteles Pero no habiacutea equiacutevoco posible porque sus senos habiacutean crecido hasta el punto de que no me cabiacutean en la mano sus caderas habiacutean acabado de formarse y sus huesos se

Memorias de mis putas tristes 38 ______________________________________________________________________________________habiacutean vuelto maacutes firmes y armoacutenicos Me encantaron aquellos aciertos de la naturaleza pero me aturdieron los artificios las pestantildeas postizas las untildeas de las manos y los pies esmaltadas de naacutecar y un perfume de a dos cuartillos que no teniacutea nada que ver con el amor Sin embargo lo que me sacoacute de quicio fue la fortuna que llevaba encima pendientes de oro con gajos de esmeraldas un collar de perlas naturales una pulsera de oro con resplandores de diamantes y anillos con piedras legiacutetimas en todos los dedos En la silla estaba su traje de nochera con lentejuelas y bordados y las zapatillas de raso Un vapor raro me subioacute de las entrantildeas

-iexclPuta -griteacute

Pues el diablo me soploacute en el oiacutedo un pensamiento siniestro Y fue asiacute la noche del crimen Rosa Cabarcas no debioacute tener tiempo ni serenidad para prevenir a la nintildea y la policiacutea la encontroacute en el cuarto sola menor de edad y sin coartada Nadie igual a Rosa Cabarcas para una situacioacuten como aqueacutella le vendioacute la virginidad de la nintildea a alguno de sus grandes cacaos a cambio de que a ella la sacaran limpia del crimen Lo primero claro fue desaparecer mientras se aplacaba el escaacutendalo iexclQueacute maravilla Una luna de miel para tres ellos dos en la cama y Rosa Cabarcas en una terraza de lujo disfrutando de su impunidad feliz Ciego de una furia insensata fui reventando contra las paredes cada cosa del cuarto las laacutemparas el radio el ventilador los espejos las jarras los vasos Lo hice sin prisa pero sin pausas con un grande estropicio y una embriaguez metoacutedica que me salvoacute la vida La nintildea dio un salto al primer estallido pero no me miroacute sino que se enroscoacute de espaldas a miacute y asiacute permanecioacute con espasmos entrecortados hasta que cesoacute el estropicio Las gallinas en el patio y los perros de la madrugada aumentaron el escaacutendalo Con la cegadora lucidez de la coacutelera tuve la inspiracioacuten final de prenderle fuego a la casa cuando aparecioacute en la puerta la figura impasible de Rosa Cabarcas en camisa de dormir No dijo nada Hizo con la vista el inventario del desastre y comproboacute que la nintildea estaba enroscada sobre siacute misma como un caracol y con la cabeza escondida entre los brazos aterrada pero intacta

-iexclDios miacuteo -exclamoacute Rosa Cabarcas- iexclQueacute no hubiera dado yo por un amor como eacuteste

Me midioacute de cuerpo entero con una mirada de misericordia y me ordenoacute Vamos La seguiacute hasta la casa me sirvioacute un vaso de agua en silencio me hizo una sentildea de que me sentara frente a ella y me puso en confesioacuten Bueno me dijo ahora poacutertate como un adulto y cueacutentame iquestqueacute te pasa

Le conteacute con lo que teniacutea como mi verdad revelada Rosa Cabarcas me escuchoacute en silencio sin asombro y por fin parecioacute iluminada Queacute maravilla dijo Siempre he dicho que los celos saben maacutes que la verdad Y entonces me contoacute la realidad sin reservas En efecto dijo en su ofuscacioacuten de la noche del crimen se habiacutea olvidado de la nintildea dormida en el cuarto Uno de sus clientes abogado del muerto ademaacutes repartioacute prebendas y sobornos a cuatro manos e invitoacute a Rosa Cabarcas a un hotel de reposo de Cartagena de Indias mientras se disipaba el escaacutendalo Creacuteeme dijo Rosa Cabarcas que en todo este tiempo no dejeacute de pensar ni un momento en ti y en la nintildea Volviacute antier y lo primero que hice fue llamarte por teleacutefono pero nadie contestoacute En cambio la nintildea vino enseguida y en tan mal estado que te la bantildeeacute te la vestiacute y te la mandeacute al saloacuten de belleza con la orden de que la arreglaran como una reina Ya viste coacutemo perfecta iquestLa ropa de lujo Son los trajes que les alquilo a mis

Memorias de mis putas tristes 39 ______________________________________________________________________________________pupilas maacutes pobres cuando tienen que ir a bailar con sus clientes iquestLas joyas Son las miacuteas dijo Basta con tocarlas para darse cuenta de que son diamantes de vidrio y estoperoles de hojalata De modo que no jodas concluyoacute Anda despieacutertala piacutedele perdoacuten y hazte cargo de ella de una vez Nadie merece ser maacutes feliz que ustedes

Hice un esfuerzo sobrenatural para creerle pero pudo maacutes el amor que la razoacuten iexclPutas le dije atormentado por el fuego vivo que me abrasaba las entrantildeas iexclEso es lo que son ustedes griteacute iexclPutas de mierda No quiero saber nada maacutes de tiacute ni de ninguna otra guaricha en el mundo y menos de ella Le hice desde la puerta una sentildeal de adioacutes para siempre Rosa Cabarcas no lo dudoacute

-Vete con Dios -me dijo con un rictus de tristeza y volvioacute a su vida real- De todos modos te pasareacute la cuenta del desmadre que me hiciste en el cuarto

Memorias de mis putas tristes 40 ______________________________________________________________________________________

5

Leyendo Los idus de marzo encontreacute una frase siniestra que el autor atribuye a Julio Ceacutesar Es imposible no terminar siendo como los otros creen que uno es No pude comprobar su verdadero origen en la propia obra de Julio Ceacutesar ni en las obras de sus bioacutegrafos desde Suetonio hasta Carcopino pero valioacute la pena conocerla Su fatalismo aplicado al curso de mi vida en los meses siguientes fue lo que me dio la determinacioacuten que me haciacutea falta no soacutelo para escribir esta memoria sino para empezarla sin pudores con el amor de Delgadina

No teniacutea un instante de sosiego apenas si probaba bocado y perdiacute tanto peso que no se me teniacutean los pantalones en la cintura Los dolores erraacuteticos se me quedaron en los huesos cambiaba de aacutenimo sin razoacuten pasaba las noches en un estado de deslumbramiento que no me permitiacutea leer ni escuchar muacutesica y en cambio se me iba el diacutea cabeceando por una somnolencia sonsa que no serviacutea para dormir

El alivio me cayoacute del cielo En la atestada goacutendola de Loma Fresca una vecina de asiento que no habiacutea visto subir me susurroacute al oiacutedo iquestTodaviacutea tiras Era Casilda Armenia un viejo amor de a tres por cinco que me habiacutea soportado como cliente asiduo desde que era una adolescente altiva Una vez retirada medio enferma y sin un clavo se habiacutea casado con un hortelano chino que le dio nombre y apoyo y quizaacutes un poco de amor A los setenta y tres antildeos teniacutea el peso de siempre seguiacutea bella y de caraacutecter fuerte y conservaba intacto el desparpajo del oficio

Me llevoacute a su casa una huerta de chinos en una colina de la carretera al mar Nos sentamos en las sillas de playa de la terraza umbriacutea entre helechos y frondas de astromelias y jaulas de paacutejaros colgadas en el alero En la falda de la colina se veiacutean los hortelanos chinos con sombreros de cono sembrando las hortalizas bajo el sol abrasante y el pieacutelago gris de las Bocas de Ceniza con los dos tajamares de rocas que canalizan el riacuteo varias leguas en el mar Mientras conversaacutebamos vimos entrar un trasatlaacutentico blanco por la desembocadura y lo seguimos callados hasta oiacuter su bramido de toro luacutegubre en el puerto fluvial Ella suspiroacute iquestTe das cuenta En maacutes de medio siglo es la primera vez que no te recibo la visita en la cama Ya somos otros dije Ella prosiguioacute sin oiacuterme Cada vez que dicen cosas de ti en el radio que te elogian por el carintildeo que te tiene la gente y te llaman maestro del amor imagiacutenate pienso que nadie te conocioacute tus gracias y tus mantildeas tan bien como yo En serio dijo nadie hubiera podido soportarte mejor

No resistiacute maacutes Ella lo sintioacute vio mis ojos huacutemedos de laacutegrimas y soacutelo entonces debioacute descubrir que ya no era el que fui y le sostuve la mirada con un valor del que

Memorias de mis putas tristes 41 ______________________________________________________________________________________nunca me creiacute capaz Es que me estoy volviendo viejo le dijeYa lo estamos suspiroacute ella Lo que pasa es que uno no lo siente por dentro pero desde fuera todo el mundo lo ve

Era imposible no abrirle el corazoacuten asiacute que le conteacute la historia completa que me ardiacutea en las entrantildeas desde mi primera llamada a Rosa Cabarcas la viacutespera de mis noventa antildeos hasta la noche traacutegica en que hice antildeicos el cuarto y no regreseacute maacutes Ella me oyoacute el desahogo como si estuviera vivieacutendolo lo rumioacute muy despacio y por fin sonrioacute

-Haz lo que quieras pero no pierdas a esa criatura -me dijo- No hay peor desgracia que morir solo

Fuimos a Puerto Colombia en el trenecito de juguete tan despacioso como un caballo Almorzamos frente al muelle de maderas carcomidas por donde habiacutea entrado el mundo entero al paiacutes antes que se dragaran las Bocas de Ceniza Nos sentamos bajo un cobertizo de palma donde las grandes matronas negras serviacutean pargos fritos con arroz de coco y tajadas de plaacutetano verde Dormitamos en el sopor denso de las dos y seguimos conversando hasta que se hundioacute en el mar el inmenso sol de candela La realidad me pareciacutea fantaacutestica Mira adonde ha venido a dar nuestra luna de miel se burloacute ella Pero prosiguioacute en serio Hoy miro para atraacutes veo la fila de miles de hombres que pasaron por mis camas y dariacutea el alma por haberme quedado aunque fuera con el peor Gracias a Dios encontreacute mi chino a tiempo Es como estar casada con el dedo mentildeique pero es soacutelo miacuteo

Me miroacute a los ojos midioacute mi reaccioacuten a lo que acababa de contarme y me dijo Asiacute que vete a buscar ahora mismo a esa pobre criatura aunque sea verdad lo que te dicen los celos sea como sea que lo bailado no te lo quita nadie Pero eso siacute sin romanticismos de abuelo Despieacutertala tiacuteratela hasta por las orejas con esa pinga de burro con que te premioacute el diablo por tu cobardiacutea y tu mezquindad En serio terminoacute con el alma no te vayas a morir sin probar la maravilla de tirar con amor

El pulso me temblaba al diacutea siguiente cuando marqueacute el nuacutemero del teleacutefono Tanto por la tensioacuten del reencuentro con Delgadina como por la incertidumbre de la forma en que Rosa Cabarcas me respondiera Habiacuteamos tenido una disputa seria por el abuso con que tasoacute los destrozos que hice en su cuarto Tuve que vender uno de los cuadros maacutes amados de mi madre cuyo valor se calculaba en una fortuna pero a la hora de la verdad no llegoacute a un deacutecimo de mis ilusiones

Aumenteacute la suma con el resto de mis ahorros y se la lleveacute a Rosa Cabarcas con una consigna inapelable Lo tomas o lo dejas Fue un acto suicida porque soacutelo con vender uno de mis secretos ella habriacutea aniquilado mi buen nombre Pero no respingoacute sino que se quedoacute con los cuadros que habiacutea tomado en prenda la noche del pleito Fui el perdedor absoluto en una sola jugada me quedeacute sin Delgadina sin Rosa Cabarcas y sin mis uacuteltimos ahorros Sin embargo oiacute el timbre del teleacutefono una vez dos veces tres y por fin ella iquestA ver No me salioacute la voz Colgueacute Me echeacute en la hamaca tratando de serenarme con la liacuterica asceacutetica de Satie y sudeacute tanto que el lienzo quedoacute empapado Hasta el diacutea siguiente no tuve el valor de llamar

-Bueno mujer -dije con voz firme- Hoy siacute

Memorias de mis putas tristes 42 ______________________________________________________________________________________Rosa Cabarcas coacutemo no estaba maacutes allaacute de todo Ay mi sabio triste suspiroacute con su aacutenimo invencible te pierdes dos meses y soacutelo vuelves para pedir ilusiones Me contoacute que no habiacutea visto a Delgadina desde haciacutea maacutes de un mes que pareciacutea tan repuesta del susto de mis estropicios que ni siquiera habloacute de ellos ni preguntoacute por miacute y estaba muy contenta en un nuevo empleo maacutes coacutemodo y mejor pagado que coser botones Una oleada de fuego vivo me quemoacute las entrantildeas Soacutelo puede ser de puta dije Rosa me replicoacute sin pestantildeear No seas bruto si asiacute fuera estariacutea aquiacute iquestO doacutende podriacutea estar mejor La rapidez de su loacutegica me agravoacute la duda iquestY coacutemo seacute que no estaacute ahiacute En ese caso replicoacute ella lo que maacutes te conviene es no saberlo iquestO no Una vez maacutes la odieacute Ella a prueba de erosiones prometioacute rastrear a la nintildea Sin muchas esperanzas porque el teleacutefono de la vecina donde la llamaba seguiacutea cortado y no teniacutea la menor idea de doacutende viviacutea Pero no era para echarse a morir queacute carajo dijo te llamo en una hora

Fue una hora de tres diacuteas pero encontroacute a la nintildea disponible y sana Volviacute avergonzado y la beseacute palmo a palmo como penitencia desde las doce de la noche hasta que cantaron los gallos Un perdoacuten largo que me prometiacute seguir repitiendo para siempre y fue como empezar otra vez por el principio El cuarto habiacutea sido desmantelado y el mal uso habiacutea acabado con todo lo que yo habiacutea puesto Ella lo habiacutea dejado asiacute y me dijo que cualquier mejora teniacutea que hacerla yo por lo que estaba debieacutendole Sin embargo mi situacioacuten econoacutemica tocaba fondo El dinero de las jubilaciones alcanzaba cada vez para menos Las pocas cosas vendibles que quedaban en la casa -salvo las joyas sagradas de mi madre- careciacutean de valor comercial y nada era bastante viejo para ser antiguo En tiempos mejores el gobernador me habiacutea hecho la oferta tentadora de comprarme en bloque los libros de los claacutesicos griegos latinos y espantildeoles para la Biblioteca Departamental pero no tuve corazoacuten para venderlos Despueacutes con los cambios poliacuteticos y el deterioro del mundo nadie del gobierno pensaba en las artes ni las letras Cansado de buscar una solucioacuten decente me echeacute al bolsillo las joyas que Delgadina me habiacutea devuelto y me fui a empentildearlas en un callejoacuten siniestro que conduciacutea al mercado puacuteblico Con aires de sabio distraiacutedo recorriacute varias veces aquel tugurio atiborrado de cantinas de mala muerte libreriacuteas de viejo y casas de empentildeo pero la dignidad de Florina de Dios me cerroacute el paso no me atreviacute Entonces decidiacute venderlas con la frente en alto a la joyeriacutea maacutes antigua y acreditada

El dependiente me hizo algunas preguntas mientras examinaba las joyas con su monoacuteculo Teniacutea la conducta el estilo y el pavor de un meacutedico Le expliqueacute que eran joyas heredadas de mi madre El aprobaba con un gruntildeido cada una de mis explicaciones y por fin se quitoacute el monoacuteculo

-Lo siento -dijo- pero son culos de botellas

Ante mi sorpresa me explicoacute con una suave conmiseracioacuten Menos mal que el oro es oro y el platino es platino Me toqueacute el bolsillo para asegurarme de que llevaba las facturas de compra y dije sin resabios

-Pues fueron compradas en esta noble casa hace maacutes de cien antildeos

El no se inmutoacute Suele suceder dijo que en las joyas hereditarias vayan desapareciendo las piedras maacutes valiosas con el paso del tiempo sustituidas por diacutescolos de la familia o por joyeros bandidos y soacutelo cuando alguien trata de

Memorias de mis putas tristes 43 ______________________________________________________________________________________venderlas se descubre el fraude Pero permiacutetame un segundo dijo y se llevoacute las joyas por la puerta del fondo Al cabo de un momento regresoacute y sin explicacioacuten alguna me indicoacute que me sentara en la silla de espera y siguioacute trabajando

Examineacute la tienda Habiacutea ido con mi madre varias veces y recordaba una frase recurrente No se lo digas a tu papaacute De pronto se me ocurrioacute una idea que me crispoacute iquestno seriacutea que Rosa Cabarcas y Delgadina de comuacuten acuerdo habiacutean vendido las piedras legiacutetimas y me devolvieron las joyas con las piedras falsas

Estaba ardiendo en dudas cuando una secretaria me invitoacute a seguirla por la misma puerta del fondo hasta una oficina pequentildea con una larga estanteriacutea de gruesos voluacutemenes Un beduino colosal se levantoacute en el escritorio del fondo y me estrechoacute la mano tuteaacutendome con una efusioacuten de viejo amigo Hicimos juntos el bachillerato me dijo a modo de saludo Me fue faacutecil recordarlo era el mejor futbolista de la escuela y campeoacuten de nuestros primeros burdeles Habiacutea dejado de verlo en alguacuten momento incierto y debioacute verme tan decreacutepito que me confundioacute con un condisciacutepulo de su infancia

Sobre el cristal del escritorio teniacutea abierto uno de los mamotretos del archivo donde estaba la memoria de las joyas de mi madre Una relacioacuten exacta con fechas y detalles de que ella en persona habiacutea hecho cambiar las piedras de dos generaciones de hermosas y dignas Cargamantos y habiacutea vendido las legiacutetimas a la misma tienda Esto habiacutea ocurrido cuando el padre del propietario actual estaba al frente de la joyeriacutea y eacutel y yo en la escuela Pero eacutel mismo me tranquilizoacute aquellas triquintildeuelas eran de uso corriente entre las grandes familias en desgracia para resolver urgencias de plata sin sacrificar el honor Ante la realidad cruda preferiacute conservarlas como recuerdo de otra Florina de Dios que nunca conociacute

A principios de julio sentiacute la distancia real de la muerte Mi corazoacuten perdioacute el paso y empeceacute a ver y sentir por todos lados los presagios inequiacutevocos del final El maacutes niacutetido fue en el concierto de Bellas Artes El aire acondicionado habiacutea fallado y la flor y nata de las artes y las letras se cocinaban al bantildeomariacutea en el saloacuten abarrotado pero la magia de la muacutesica era un clima celestial Al final con el Allegretto poco mosso me estremecioacute la revelacioacuten deslumbrante de que estaba escuchando el uacuteltimo concierto que me deparaba el destino antes de morir No sentiacute dolor ni miedo sino la emocioacuten arrasadora de haber alcanzado a vivirlo

Cuando por fin logreacute abrirme camino empapado de sudor a traveacutes de los abrazos y las fotos me encontreacute de manos a boca con Ximena Ortiz como una diosa de cien antildeos en la silla de ruedas Su sola presencia se me imponiacutea como un pecado mortal Teniacutea una tuacutenica de seda color marfil tan tersa como su piel un hilo de perlas legiacutetimas de tres vueltas el cabello color de naacutecar cortado a la moda de los veintes con una punta de ala de gaviota en la mejilla y los grandes ojos amarillos iluminados por la sombra natural de las ojeras Todo en ella contradeciacutea el rumor de que su mente estaba quedaacutendose en blanco por la erosioacuten irredimible de la memoria Petrificado y sin recursos frente a ella me sobrepuse al vaho de fuego que me subioacute a la cara y la saludeacute en silencio con una venia versallesca Ella sonrioacute como una reina y me agarroacute la mano Entonces me di cuenta de que tambieacuten aquello era una coartada del destino y no la perdiacute para sacarme una espina que me estorbaba desde siempre He sontildeado durante antildeos con este momento le dije Ella no parecioacute

Memorias de mis putas tristes 44 ______________________________________________________________________________________entender iexclNo me digas dijo iquestY tuacute quieacuten eres No supe nunca si en verdad lo habiacutea olvidado o si fue la venganza final de su vida

La certidumbre de ser mortal en cambio me habiacutea sorprendido poco antes de los cincuenta antildeos en una ocasioacuten como aqueacutella una noche de carnaval en que bailaba un tango apache con una mujer fenomenal a la que nunca le vi la cara maacutes corpulenta que yo como por cuarenta libras y maacutes alta como de dos palmos que sin embargo se dejaba llevar como una pluma al viento Bailaacutebamos tan apretados que sentiacutea circular su sangre por las venas y me hallaba como adormecido de gusto con su resuello trabajoso su grajo de amoniacuteaco sus tetas de astroacutenoma cuando me sacudioacute por la primera vez y casi me derriboacute por tierra el freacutemito de la muerte Fue como un oraacuteculo brutal en el oiacutedo Hagas lo que hagas en este antildeo o dentro de ciento estaraacutes muerto hasta jamaacutes Ella se separoacute asustada iquestQueacute le pasa Nada le dije tratando de sujetarme el corazoacuten

-Tiemblo por usted

Desde entonces empeceacute a medir la vida no por antildeos sino por deacutecadas La de los cincuenta habiacutea sido decisiva porque tomeacute conciencia de que casi todo el mundo era menor que yo La de los sesenta fue la maacutes intensa por la sospecha de que ya no me quedaba tiempo para equivocarme La de los setenta fue temible por una cierta posibilidad de que fuera la uacuteltima No obstante cuando desperteacute vivo la primera mantildeana de mis noventa antildeos en la cama feliz de Delgadina se me atravesoacute la idea complaciente de que la vida no fuera algo que transcurre como el riacuteo revuelto de Heraacuteclito sino una ocasioacuten uacutenica de voltearse en la parrilla y seguir asaacutendose del otro costado por noventa antildeos maacutes

Me volviacute de laacutegrima faacutecil Cualquier sentimiento que tuviera algo que ver con la ternura me causaba un nudo en la garganta que no siempre lograba dominar y penseacute en renunciar al placer solitario de velar el suentildeo de Delgadina no tanto por la incertidumbre de mi muerte como por el dolor de imaginarla sin miacute en el resto de su vida Uno de aquellos diacuteas inciertos fui a dar por distraccioacuten a la muy noble calle de los Notarios y me sorprendioacute no encontrar nada maacutes que los escombros del viejo hotel de lance donde fui iniciado por la fuerza en las artes del amor poco antes de mis doce antildeos Habiacutea sido una mansioacuten de antiguos navieros espleacutendida como pocas en la ciudad con columnas enchapadas de alabastro y frisos de oropeles alrededor de un patio interior con una cuacutepula de cristales de siete colores que irradiaba un resplandor de invernadero En la planta baja con un portal goacutetico sobre la calle estuvieron por maacutes de un siglo las notariacuteas coloniales en las que trabajoacute prosperoacute y se arruinoacute mi padre en toda una vida de suentildeos fantaacutesticos Las familias histoacutericas abandonaron poco a poco los pisos superiores que terminaron ocupados por una legioacuten de nocheras en desgracia que subiacutean y bajaban hasta el amanecer con los clientes atrapados por un peso y medio en las cantinas del cercano puerto fluvial

A mis doce antildeos todaviacutea con mis pantalones cortos y mis botitas de la escuela primaria no pude resistir la tentacioacuten de conocer los pisos superiores mientras mi padre se debatiacutea en una de sus reuniones interminables y me encontreacute con un espectaacuteculo celestial Las mujeres que malvendiacutean sus cuerpos hasta el amanecer se moviacutean por la casa desde las once de la mantildeana cuando ya la caniacutecula del vitral era insoportable y teniacutean que hacer su vida domeacutestica caminando en pelotas por

JUAN CARLOS 161104
caniacutecula (Del lat canicŭla) f Periacuteodo del antildeo en que es maacutes fuerte el calor || 2 Astr Tiempo del nacimiento heliacuteaco de Sirio que antiguamente coincidiacutea con la eacutepoca maacutes calurosa del antildeo pero que hoy no se verifica hasta fines de agosto13
JUAN CARLOS 161104
freacutemito (Del lat fremĭtus) m bramido

Memorias de mis putas tristes 45 ______________________________________________________________________________________toda la casa mientras comentaban a gritos sus aventuras de la noche Me quedeacute aterrorizado Lo uacutenico que se me ocurrioacute fue escapar por donde habiacutea llegado cuando una de las desnudas de carnes macizas olorosas a jaboacuten de monte me abrazoacute por la espalda y me llevoacute en vilo hasta su cubiacuteculo de cartoacuten sin que yo pudiera verla en medio de la griteriacutea y los aplausos de las inquilinas en cueros Me tiroacute bocarriba en su cama para cuatro me quitoacute los pantalones con una maniobra maestra y se acaballoacute sobre miacute pero el terror helado que me empapaba el cuerpo me impidioacute recibirla como un hombre Aquella noche desvelado en la cama de mi casa por la verguumlenza del asalto no pude dormir maacutes de una hora con las ansias de volver a verla Pero la mantildeana siguiente mientras los trasnochados dormiacutean subiacute temblando hasta su cubiacuteculo y la desperteacute llorando a gritos con un amor enloquecido que duroacute hasta que se lo llevoacute sin misericordia el ventarroacuten de la vida real Se llamaba Castorina y era la reina de la casa

Los cubiacuteculos del hotel costaban un peso para los amores de paso pero muy pocos sabiacuteamos que costaban lo mismo hasta por veinticuatro horas Ademaacutes Castorina me introdujo en su mundo de mala muerte donde invitaban a los clientes pobres a sus desayunos de gala le prestaban el jaboacuten les atendiacutean los dolores de muela y en casos de urgencia mayor les daban un amor de caridad

Pero en las tardes de la uacuteltima vejez se acordaba de la inmortal Castorina muerta quien sabiacutea cuando que habiacutea sucedido desde las esquinas miserables del muelle fluvial hasta el trono sagrado de mamasanta mayor con un parche de pirata en el ojo perdido en el pleito de cantina Su uacuteltimo machucante de planta un negro feliz de Camaguumley a quien llamaba Jonaacutes el Galeote habiacutea sido un trompetista de los grandes en La Habana hasta que perdioacute la sonrisa completa en una cataacutestrofe de trenes

Al salir de aquella visita amarga sentiacute una punzada en el corazoacuten que no habiacutea logrado aliviar en tres diacuteas con toda clase de poacutecimas caseras El meacutedico al que acudiacute de urgencia miembro de una estirpe de insignes era nieto del que me vio a mis cuarenta y dos antildeos y me asustoacute que pareciera el mismo pues estaba tan envejecido como su abuelo a los setenta por una calvicie prematura unos lentes de miope sin regreso y una tristeza inconsolable Me hizo un examen minucioso de cuerpo entero con una concentracioacuten de orfebre Me auscultoacute el pecho y la espalda y me revisoacute la presioacuten arterial los reflejos de la rodilla el fondo del ojo el color del paacuterpado inferior En las pausas mientras yo cambiaba de posicioacuten en la mesa de reconocimiento me haciacutea preguntas tan vagas y raacutepidas que apenas si me daban tiempo de pensar las respuestas Al cabo de una hora me miroacute con una sonrisa feliz Bueno dijo creo que no tengo nada que hacer por usted iquestQueacute quiere decir Que su estado es el mejor posible a su edad Queacute curioso le dije lo mismo me dijo su abuelo cuando yo teniacutea cuarenta y dos antildeos como si el tiempo no pasara Siempre encontraraacute uno que se lo diga dijo porque siempre tendraacute una edad Yo provocaacutendolo para una sentencia aterradora le dije La uacutenica definitiva es la muerte Siacute dijo eacutel pero no es faacutecil llegar a ella en tan buen estado como usted Siento de veras no poder complacerlo

Eran recuerdos nobles pero la viacutespera del 29 de agosto sentiacute el peso inmenso del siglo que me esperaba impasible cuando subiacute con pasos de hierro las escaleras de mi casa Entonces volviacute a ver una vez maacutes a Florina de Dios mi madre en mi cama que habiacutea sido la suya hasta su muerte y me hizo la misma bendicioacuten de la uacuteltima

Memorias de mis putas tristes 46 ______________________________________________________________________________________vez que la vi dos horas antes de morir Trastornado por la conmocioacuten lo entendiacute como el anuncio final y llameacute a Rosa Cabarcas para que me llevara a mi nintildea aquella misma noche en previsioacuten de que no se cumpliera mi ilusioacuten de sobrevivir hasta el uacuteltimo aliento de mis noventa antildeos Volviacute a llamarla a las ocho y una vez maacutes repitioacute que no era posible Tiene que serlo a cualquier precio le griteacute aterrorizado Colgoacute sin despedirse pero quince minutos despueacutes volvioacute a llamar

-Bueno aquiacute la tienes

Llegueacute a las diez y veinte de la noche y le di a Rosa Cabarcas las uacuteltimas cartas de mi vida con mis disposiciones sobre la nintildea despueacutes de mi final terrible Ella pensoacute que me habiacutea impresionado con el acuchillado y me dijo con aires de burla Si te vas a morir que no sea aquiacute imagiacutenate Pero yo le dije Di que me atropello el tren de Puerto Colombia ese pobre cacharro de laacutestima incapaz de matar a nadie

Preparado para todo aquella noche me acosteacute bocarriba a la espera del dolor final en el primer instante de mis noventa y un antildeos Oiacute campanas distantes sentiacute la fragancia del alma de Delgadina dormida de costado oiacute un grito en el horizonte sollozos de alguien que quizaacutes habiacutea muerto un siglo antes en la alcoba Entonces apagueacute la luz con el uacuteltimo aliento entrelaceacute mis dedos con los suyos para llevaacutermela de la mano y conteacute las doce campanadas de las doce con mis doce laacutegrimas finales hasta que empezaron a cantar los gallos y enseguida las campanas de gloria los cohetes de fiesta que celebraban el juacutebilo de haber sobrevivido sano y salvo a mis noventa antildeos

Mis primeras palabras fueron para Rosa Cabarcas Te compro la casa toda con la tienda y el huerto Ella me dijo Hagamos una apuesta de viejos el que se muera primero se queda con todo lo del otro firmado ante notario No porque si yo me muero todo deberiacutea ser para ella Es igual dijo Rosa Cabarcas yo me hago cargo de la nintildea y despueacutes le dejo todo lo tuyo y lo miacuteo no tengo a nadie maacutes en este mundo Mientras tanto remodelamos tu cuarto con buenos servicios aire acondicionado y tus libros y tu muacutesica

-iquestCrees que ella estaraacute de acuerdo

-Ay mi sabio triste estaacute bien que esteacutes viejo pero no pendejo -dijo Rosa Cabarcas muerta de risa- Esa pobre criatura estaacute lela de amor por ti

Saliacute a la calle radiante y por primera vez me reconociacute a miacute mismo en el horizonte remoto de mi primer siglo Mi casa callada y en orden a las seis y cuarto empezaba a gozar los colores de una aurora feliz Damiana cantaba a toda voz en la cocina y el gato redivivo enroscoacute la cola en mis tobillos y siguioacute caminando conmigo hasta mi mesa de escribir Estaba ordenando mis papeles marchitos el tintero la pluma de ganso cuando el sol estalloacute entre los almendros del parque y el buque fluvial del correo retrasado una semana por la sequiacutea entroacute bramando en el canal del puerto Era por fin la vida real con mi corazoacuten a salvo y condenado a morir de buen amor en la agoniacutea feliz de cualquier diacutea despueacutes de mis cien antildeos

Mayo de 2004

Page 7: · Web viewVivo en una casa colonial en la acera de sol del parque de San Nicolás, donde he pasado todos los días de mi vida sin mujer ni fortuna, donde vivieron y murieron mis padres,

Memorias de mis putas tristes 7 ______________________________________________________________________________________Empeceacute por preguntarme cuaacutendo tomeacute conciencia de ser viejo y creo que fue muy poco antes de aquel diacutea A los cuarenta y dos antildeos habiacutea acudido al meacutedico con un dolor de espaldas que me estorbaba para respirar El no le dio importancia Es un dolor natural a su edad me dijo

-En ese caso -le dije yo- lo que no es natural es mi edad

El meacutedico me hizo una sonrisa de laacutestima Veo que es usted un filoacutesofo me dijo Fue la primera vez que penseacute en mi edad en teacuterminos de vejez pero no tardeacute en olvidarlo Me acostumbreacute a despertar cada diacutea con un dolor distinto que iba cambiando de lugar y forma a medida que pasaban los antildeos A veces pareciacutea ser un zarpazo de la muerte y al diacutea siguiente se esfumaba Por esa eacutepoca oiacute decir que el primer siacutentoma de la vejez es que uno empieza a parecerse a su padre Debo estar condenado a la juventud eterna penseacute entonces porque mi perfil equino no se pareceraacute nunca al caribe crudo que fue mi padre ni al romano imperial de mi madre La verdad es que los primeros cambios son tan lentos que apenas si se notan y uno sigue vieacutendose desde dentro como habiacutea sido siempre pero los otros los advierten desde fuera

En la quinta deacutecada habiacutea empezado a imaginarme lo que era la vejez cuando noteacute los primeros huecos de la memoria Sabaneaba la casa buscando los espejuelos hasta que descubriacutea que los llevaba puestos o me metiacutea con ellos en la regadera o me poniacutea los de leer sin quitarme los de larga vista Un diacutea desayuneacute dos veces porque olvideacute la primera y aprendiacute a reconocer la alarma de mis amigos cuando no se atreviacutean a advertirme que les estaba contando el mismo cuento que les conteacute la semana anterior Para entonces teniacutea en la memoria una lista de rostros conocidos y otra con los nombres de cada uno pero en el momento de saludar no conseguiacutea que coincidieran las caras con los nombres

Mi edad sexual no me preocupoacute nunca porque mis poderes no dependiacutean tanto de miacute como de ellas y ellas saben el coacutemo y el porqueacute cuando quieren Hoy me riacuteo de los muchachos de ochenta que consultan al meacutedico asustados por estos sobresaltos sin saber que en los noventa son peores pero ya no importan son riesgos de estar vivo En cambio es un triunfo de la vida que la memoria de los viejos se pierda para las cosas que no son esenciales pero que raras veces falle para las que de verdad nos interesan Ciceroacuten lo ilustroacute de una plumada

No hay un anciano que olvide doacutende escondioacute su tesoro

Con esas reflexiones y otras varias habiacutea terminado un primer borrador de la nota cuando el sol de agosto estalloacute entre los almendros del parque y el buque fluvial del correo retrasado una semana por la sequiacutea entroacute bramando en el canal del puerto Penseacute Ahiacute llegan mis noventa antildeos Nunca sabreacute por queacute ni lo pretendo pero fue al conjuro de aquella evocacioacuten arrasadora cuando decidiacute llamar por teleacutefono a Rosa Cabarcas para que me ayudara a honorar mi aniversario con una noche libertina Llevaba antildeos de santa paz con mi cuerpo dedicado a la relectura erraacutetica de mis claacutesicos y a mis programas privados de muacutesica culta pero el deseo de aquel diacutea fue tan apremiante que me parecioacute un recado de Dios Despueacutes de la llamada no pude seguir escribiendo Colgueacute la hamaca en un recodo de la biblioteca donde no da el sol por la mantildeana y me tumbeacute con el pecho oprimido por la ansiedad de la espera

Memorias de mis putas tristes 8 ______________________________________________________________________________________

Habiacutea sido un nintildeo consentido con una mamaacute de dones muacuteltiples aniquilada por la tisis a los cincuenta antildeos y con un papaacute formalista al que nunca se le conocioacute un error y amanecioacute muerto en su cama de viudo el diacutea en que se firmoacute el tratado de Neerlandia que puso teacutermino a la guerra de los Mil Diacuteas y a las tantas guerras civiles del siglo anterior La paz cambioacute la ciudad en un sentido que no se previo ni se queriacutea Una muchedumbre de mujeres libres enriquecieron hasta el delirio las viejas cantinas de la calle Ancha que fuera despueacutes el camelloacuten Abello y ahora es el paseo Coloacuten en esta ciudad de mi alma tan apreciada de propios y ajenos por la buena iacutendole de su gente y la pureza de su luz

Nunca me he acostado con ninguna mujer sin pagarle y a las pocas que no eran del oficio las convenciacute por la razoacuten o por la fuerza de que recibieran la plata aunque fuera para botarla en la basura Por mis veinte antildeos empeceacute a llevar un registro con el nombre la edad el lugar y un breve recordatorio de las circunstancias y el estilo Hasta los cincuenta antildeos eran quinientas catorce mujeres con las cuales habiacutea estado por lo menos una vez Interrumpiacute la lista cuando ya el cuerpo no me dio para tantas y podiacutea seguir las cuentas sin papel Teniacutea mi eacutetica propia Nunca participeacute en parrandas de grupo ni en contubernios puacuteblicos ni compartiacute secretos ni conteacute una aventura del cuerpo o del alma pues desde joven me di cuenta de que ninguna es impune

La uacutenica relacioacuten extrantildea fue la que mantuve durante antildeos con la fiel Damiana Era casi una nintildea aindiada fuerte y montaraz de palabras breves y terminantes que se moviacutea descalza para no disturbarme mientras escribiacutea Recuerdo que yo estaba leyendo La lozana andaluza en la hamaca del corredor y la vi por casualidad inclinada en el lavadero con una pollera tan corta que dejaba al descubierto sus corvas suculentas Presa de una fiebre irresistible se la levanteacute por detraacutes le bajeacute las mutandas hasta las rodillas y la embestiacute en reversa Ay sentildeor dijo ella con un quejido luacutegubre eso no se hizo para entrar sino para salir Un temblor profundo le estremecioacute el cuerpo pero se mantuvo firme Humillado por haberla humillado quise pagarle el doble de lo que costaban las maacutes caras de entonces pero no aceptoacute ni un ochavo y tuve que aumentarle el sueldo con el caacutelculo de una monta al mes siempre mientras lavaba la ropa y siempre en sentido contrario

Alguna vez penseacute que aquellas cuentas de camas seriacutean un buen sustento para una relacioacuten de las miserias de mi vida extraviada y el tiacutetulo me cayoacute el cielo Memoria de mis putas tristes Mi vida puacuteblica en cambio careciacutea de intereacutes hueacuterfano de padre y madre soltero sin porvenir periodista mediocre cuatro veces finalista en los Juegos Florales de Cartagena de Indias y favorito de los caricaturistas por mi fealdad ejemplar Es decir una vida perdida que habiacutea empezado mal desde la tarde en que mi madre me llevoacute de la mano a los diecinueve antildeos para ver si lograba publicar en El Diario de La Paz una croacutenica de la vida escolar que yo habiacutea escrito en la clase de castellano y retoacuterica Se publicoacute el domingo con un exordio esperanzado del director Pasados los antildeos cuando supe que mi madre habiacutea pagado la publicacioacuten y las siete siguientes ya era tarde para avergonzarme pues mi columna semanal volaba con alas propias y era ademaacutes inflador de cables y criacutetico de muacutesica

Desde que obtuve mi grado de bachiller con diploma de excelencia empeceacute a dictar clases de castellano y latiacuten en tres colegios puacuteblicos al mismo tiempo Fui un mal

Memorias de mis putas tristes 9 ______________________________________________________________________________________maestro sin formacioacuten sin vocacioacuten ni piedad alguna por esos pobres nintildeos que iban a la escuela como el modo maacutes faacutecil de escapar a la tiraniacutea de sus padres Lo uacutenico que pude hacer por ellos fue mantenerlos bajo el terror de mi regla de madera para que al menos se llevaran de miacute el poema favorito Estos Fabio ay dolor que ves ahora campos de soledad mustio collado fueron un tiempo Itaacutelica famosa Soacutelo de viejo me entereacute por casualidad del mal apodo que los alumnos me pusieron a mis espaldas el Profesor Mustio Collado

Esto fue todo cuanto me dio la vida y no he hecho nada por sacarle maacutes Almorzaba solo entre una clase y otra y a las seis de la tarde llegaba a la redaccioacuten del perioacutedico a cazar las sentildeales del espacio sideral A las once de la noche cuando se cerraba la edicioacuten empezaba mi vida real Dormiacutea en el Barrio Chino dos o tres veces por semana y con tan variadas compantildeiacuteas que dos veces fui coronado como el cliente del antildeo Despueacutes de la cena en el cercano cafeacute Roma escogiacutea cualquier burdel al azar y entraba a escondidas por la puerta del traspatio Lo haciacutea por el gusto pero terminoacute por ser parte de mi oficio gracias a la ligereza de lengua de los grandes cacaos de la poliacutetica que les daban cuenta de sus secretos de Estado a sus amantes de una noche sin pensar que eran oiacutedos por la opinioacuten puacuteblica a traveacutes de los tabiques de cartoacuten Por esa viacutea coacutemo no descubriacute tambieacuten que mi celibato inconsolable lo atribuiacutean a una pederastiacutea nocturna que se saciaba con los nintildeos hueacuterfanos de la calle del Crimen He tenido la fortuna de olvidarlo entre otras buenas razones porque tambieacuten conociacute lo bueno que se deciacutea de miacute y lo aprecieacute en lo que valiacutea

Nunca tuve grandes amigos y los pocos que llegaron cerca estaacuten en Nueva York Es decir muertos pues es donde supongo que se van las almas en pena para no digerir la verdad de su vida pasada Desde mi jubilacioacuten tengo poco que hacer como no sea llevar mis papeles al diario los viernes en la tarde u otros empentildeos de cierta monta conciertos en Bellas Artes exposiciones de pintura en el Centro Artiacutestico del cual soy socio fundador alguna que otra conferencia ciacutevica en la Sociedad de Mejoras Puacuteblicas o un acontecimiento grande como la temporada de la Faacutebregas en el teatro Apolo De joven iba a los salones de cine sin techo donde lo mismo podiacutea sorprendernos un eclipse de luna que una pulmoniacutea doble por un aguacero descarriado Pero maacutes que las peliacuteculas me interesaban las pajaritas de la noche que se acostaban por el precio de la entrada o lo daban de balde o de fiado Pues el cine no es mi geacutenero El culto obsceno de Shirley Temple fue la gota que desbordoacute el vaso

Mis uacutenicos viajes fueron cuatro a los Juegos Florales de Cartagena de Indias antes de mis treinta antildeos y una mala noche en lancha de motor invitado por Sacramento Montiel a la inauguracioacuten de un burdel suyo en Santa Marta En cuanto a mi vida domeacutestica soy de poco comer y de gustos faacuteciles Cuando Damiana se hizo vieja no se volvioacute a cocinar en casa y mi uacutenica comida regular desde entonces ha sido la tortilla de papas en el cafeacute Roma despueacutes del cierre del perioacutedico

Asiacute que la viacutespera de mis noventa antildeos me que deacute sin almorzar y no pude concentrarme en la lectura a la espera de noticias de Rosa Cabarcas Las chicharras pitaban a reventar en el calor de las dos y las vueltas del sol por las ventanas abiertas me forzaron a cambiar tres veces el lugar de la hamaca Siempre me parecioacute que por los diacuteas de mi aniversario estaba el maacutes caliente del antildeo y habiacutea aprendido a soportarlo pero el humor de aquel diacutea no me dio para tanto A las

Memorias de mis putas tristes 10 ______________________________________________________________________________________cuatro trateacute de apaciguarme con las seis suites para chelo solo de Juan Sebastiaacuten Bach en la versioacuten definitiva de don Pablo Casaacuteis Las tengo como lo maacutes sabio de toda la muacutesica pero en vez de apaciguarme como de soacutelito me dejaron en un estado de la peor postracioacuten Me adormeciacute con la segunda que me parece un poco remolona y en el suentildeo revolviacute la quejumbre del chelo con la de un buque triste que se fue Casi al instante me despertoacute el teleacutefono y la voz oxidada de Rosa Cabarcas me devolvioacute a la vida Tienes una suerte de bobo me dijo Encontreacute una pavita mejor de la que queriacuteas pero tiene un percance anda apenas por los catorce antildeos No me importa cambiar pantildeales le dije en chanza sin entender sus motivos No es por ti dijo ella pero iquestquieacuten va a pagar por miacute los tres antildeos de caacutercel

Nadie iba a pagarlos pero ella menos que nadie por supuesto Recogiacutea su cosecha entre las menores de edad que haciacutean mercado en su tienda a las cuales iniciaba y exprimiacutea hasta que pasaban a la vida peor de putas graduadas en el burdel histoacuterico de la Negra Eufemia Nunca habiacutea pagado una multa porque su patio era la arcadia de la autoridad local desde el gobernador hasta el uacuteltimo camajaacuten de alcaldiacutea y no era imaginable que a la duentildea le faltaran poderes para delinquir a su antojo De modo que sus escruacutepulos de uacuteltima hora soacutelo debiacutean ser para sacar ventajas de sus favores maacutes caros cuanto maacutes punibles El diferendo se arregloacute con el aumento de dos pesos en los servicios y acordamos que a las diez de la noche yo estuviera en su casa con cinco pesos en efectivo y por adelantado Ni un minuto antes pues la nintildea teniacutea que darles de comer y dormir a sus hermanos menores y acostar a su madre baldada por el reumatismo

Faltaban cuatro horas A medida que discurriacutean el corazoacuten se me iba llenando de una espuma acida que me estorbaba para respirar Hice un esfuerzo esteacuteril por pastorear el tiempo con los traacutemites de la vestimenta Nada nuevo por cierto si hasta Damiana dice que me visto con el ritual de un sentildeor obispo Me corteacute con la navaja barbera tuve que esperar a que se refrescara el agua de la ducha recalentada por el sol en la tuberiacutea y el esfuerzo simple de secarme con la toalla me hizo sudar de nuevo Me vestiacute de acuerdo con la ventura de la noche el traje de lino blanco la camisa a rayas azules de cuello acartonado con engrudo la corbata de seda china los botines remozados con blanco de zinc y el reloj de oro coronario con la leontina abrochada en el ojal de la solapa Al final dobleacute hacia dentro las bocapiernas de los pantalones para que no se notara que he disminuido un jeme

Tengo fama de cicatero porque nadie puede imaginarse que sea tan pobre si vivo donde vivo y la verdad es que una noche como aqueacutella estaba muy por encima de mis recursos Del cofre de los ahorros transpuesto debajo de la cama saqueacute dos pesos para alquiler del cuarto cuatro para la duentildea tres para la nintildea y cinco de reserva para mi cena y otros gastos menudos O sea los catorce pesos que me paga el perioacutedico por un mes de notas dominicales Los escondiacute en un bolsillo secreto de la pretina y me perfumeacute con el fumigador de Agua de Florida de Lanman amp Kemp-Barclay amp Co Entonces sentiacute el zarpazo del paacutenico y a la primera campanada de las ocho bajeacute a tientas las escaleras en tinieblas sudando de miedo y saliacute a la noche radiante de mis viacutesperas

Habiacutea refrescado Grupos de hombres solos discutiacutean a gritos sobre fuacutetbol en el paseo Coloacuten entre los taxis parados en bateriacutea al centro de la calzada Una banda de cobres tocaba un valse laacutenguido bajo la alameda de matarratones floridos Una de las putitas pobres que cazan clientes de solemnidad en la calle de los Notarios

Memorias de mis putas tristes 11 ______________________________________________________________________________________me pidioacute el cigarrillo de siempre y le contesteacute lo mismo de siempre Dejeacute de fumar hace hoy treinta y tres antildeos dos meses y diecisiete diacuteas Al pasar frente a El Alambre de Oro me mireacute en las vitrinas iluminadas y no me vi como me sentiacutea sino maacutes viejo y peor vestido

Poco antes de las diez abordeacute un taxi y le pediacute al chofer que me llevara al Cementerio Universal para que no supiera adonde iba en realidad Me miroacute divertido por el espejo y me dijo No me deacute estos sustos don sabio ojalaacute Dios me mantuviera tan vivo como a usted Nos bajamos juntos frente al cementerio porque eacutel no teniacutea moneda suelta y tuvimos que cambiar en La Tumba una cantina indigente donde lloran a sus muertos los borrachitos de la madrugada Cuando arreglamos cuentas el chofer me dijo en serio Tenga cuidado don que ya la casa de Rosa Cabarcas no es ni sombra de lo que fue No pude menos que darle las gracias convencido como todo el mundo de que no habiacutea ninguacuten secreto bajo el cielo para los choferes del paseo Coloacuten

Me adentreacute en un barrio de pobres que no teniacutea nada que ver con el que conociacute en mis tiempos Eran las mismas calles amplias de arenas calientes con casas de puertas abiertas paredes de tablas sin cepillar techos de palma amarga y patios de cascajo Pero su gente habiacutea perdido el sosiego En la mayoriacutea de las casas habiacutea parrandas de viernes cuyos bombos y platillos repercutiacutean en las entrantildeas Cualquiera podiacutea entrar por cincuenta centavos en la fiesta que le gustara maacutes pero tambieacuten podiacutea quedarse bailando de gorra en los sardineles Yo caminaba ansioso de que me tragara la tierra dentro de mi atuendo de filipichiacuten pero nadie se fijoacute en miacute salvo un mulato escuaacutelido que dormitaba sentado en el portoacuten de una casa de vecindad

-Adioacutes doctor -me gritoacute con todo el corazoacuten- iexclfeliz polvo

iquestQueacute podiacutea hacer sino darle las gracias Tuve que detenerme por tres veces para recobrar el respiro antes de alcanzar la uacuteltima cuesta Desde alliacute vi la enorme luna de cobre que se alzaba en el horizonte y una urgencia imprevista del vientre me hizo temer por mi destino pero pasoacute de largo Al final de la calle donde el barrio se convertiacutea en un bosque de aacuterboles frutales entreacute en la tienda de Rosa Cabarcas

No pareciacutea la misma Habiacutea sido la mama santa maacutes discreta y por lo mismo la maacutes conocida Una mujer de gran tamantildeo que queriacuteamos coronar como sargenta de bomberos tanto por la corpulencia como por la eficacia para apagar las candelas de la parroquia Pero la soledad le habiacutea disminuido el cuerpo le habiacutea avellanado la piel y afilado la voz con tanto ingenio que pareciacutea una nintildea vieja De antes soacutelo le quedaban los dientes perfectos con uno que se habiacutea hecho forrar de oro por coqueteriacutea Guardaba un luto cerrado por el marido muerto a los cincuenta antildeos de vida comuacuten y lo aumentoacute con una especie de bonete negro por la muerte del hijo uacutenico que la ayudaba en sus entuertos Soacutelo le quedaban vivos los ojos diaacutefanos y crueles y por ellos me di cuenta de que no habiacutea cambiado de iacutendole

La tienda teniacutea un foco macilento en el plafondo y casi nada para vender en los armarios que ni siquiera cumpliacutean como pantalla de un negocio a voces que todo el mundo conociacutea pero nadie reconociacutea Rosa Cabarcas estaba despachando a un cliente cuando entreacute en punta de pies No seacute si me desconocioacute de veras o si lo habiacutea fingido por guardar las formas Me senteacute en el escantildeo de espera mientras se

Memorias de mis putas tristes 12 ______________________________________________________________________________________desocupaba y trateacute de reconstruirla en la memoria como habiacutea sido Maacutes de dos veces cuando ambos estaacutebamos enteros tambieacuten ella me habiacutea sacado de espantos Creo que me leyoacute el pensamiento porque se volvioacute hacia miacute y me escudrintildeoacute con una intensidad alarmante No te pasa el tiempo suspiroacute con tristeza Yo quise halagarla A ti siacute pero para bien En serio dijo ella hasta te ha resucitado un poco la cara de caballo muerto Seraacute porque cambieacute de comedero le dije por picardiacutea Ella se animoacute Hasta donde me acuerdo teniacuteas una tranca de galeote me dijo iquestCoacutemo se porta Me escapeacute por la tangente Lo uacutenico distinto desde que no nos vemos es que a veces me arde el culo Su diagnoacutestico fue inmediato Falta de uso Soacutelo lo tengo para lo que Dios lo hizo le dije pero era cierto que me ardiacutea de tiempo atraacutes y siempre en luna llena Rosa rebuscoacute en su cajoacuten de sastre y destapoacute una latita de una pomada verde que oliacutea a linimento de aacuternica Le dices a la nintildea que te la unte con su dedito asiacute moviendo el iacutendice con una elocuencia procaz Le repliqueacute que a Dios gracias todaviacutea era capaz de defenderme sin untos guajiros Ella se burloacute Ay maestro perdoacutename la vida

Y fue a lo suyo

La nintildea estaba en el cuarto desde las diez me dijo era bella limpia y bien criada pero estaba muerta de miedo porque una amiga suya que escapoacute con un estibador de Gayra se habiacutea desangrado en dos horas Pero bueno admitioacute Rosa se entiende porque los de Gayra tienen fama de que hacen cantar a las muiacuteas Y retomoacute el hilo Pobrecita ademaacutes de todo tiene que trabajar el diacutea entero pegando botones en una faacutebrica No me parecioacute que fuera un oficio tan duro Eso creen los hombres replicoacute ella pero es peor que picar piedras Ademaacutes me confesoacute que le habiacutea dado a la nintildea un bebedizo de bromuro con valeriana y ahora estaba dormida Temiacute que la compasioacuten mera otra artimantildea para aumentar el precio pero no dijo ella mi palabra es de oro Con reglas fijas cada cosa pagada aparte en plata blanca y por adelantado Asiacute fue

La seguiacute a traveacutes del patio enternecido por la marchitez de su piel y por lo mal que andaba con las piernas hinchadas dentro de las medias de algodoacuten primario La luna llena estaba llegando al centro del cielo y el mundo se veiacutea como sumergido en aguas verdes Cerca de la tienda habiacutea una techumbre de palma para las parrandas de la administracioacuten puacuteblica con numerosos taburetes de cuero y hamacas colgadas en los horcones En el traspatio donde empezaba el bosque de aacuterboles frutales habiacutea una galeriacutea de seis alcobas de adobes sin repellar con ventanas de anjeo para los zancudos La uacutenica ocupada estaba a media luz y Tontildea la Negra cantaba en el radio una cancioacuten de malos amores Rosa Cabarcas tomoacute aire El bolero es la vida Yo estaba de acuerdo pero hasta hoy no me atreviacute a escribirlo Ella empujoacute la puerta entroacute un instante y volvioacute a salir Sigue dormidita dijo Hariacuteas bien en dejarla descansar todo lo que le pida el cuerpo tu noche es maacutes larga que la suya Yo estaba ofuscado iquestQueacute crees que debo hacer Tuacute sabraacutes dijo ella con una placidez fuera de lugar por algo eres sabio Dio media vuelta y me dejoacute solo con el terror

No habiacutea escapatoria Entreacute en el cuarto con el corazoacuten desquiciado y vi a la nintildea dormida desnuda y desamparada en la enorme cama de alquiler como la parioacute su madre Yaciacutea de medio lado de cara a la puerta alumbrada desde el plafondo por una luz intensa que no perdonaba detalle Me senteacute a contemplarla desde el borde de la cama con un hechizo de los cinco sentidos Era morena y tibia La habiacutean sometido a un reacutegimen de higiene y embellecimiento que no descuidoacute ni el vello

Memorias de mis putas tristes 13 ______________________________________________________________________________________incipiente del pubis Le habiacutean rizado el cabello y teniacutea en las untildeas de las manos y los pies un esmalte natural pero la piel del color de la melaza se veiacutea aacutespera y maltratada Los senos recieacuten nacidos pareciacutean todaviacutea de nintildeo varoacuten pero se veiacutean urgidos por una energiacutea secreta a punto de reventar Lo mejor de su cuerpo eran los pies grandes de pasos sigilosos con dedos largos y sensibles como de otras manos Estaba ensopada en un sudor fosforescente a pesar del ventilador y el calor se volviacutea insoportable a medida que avanzaba la noche Era imposible imaginar coacutemo era la cara pintorreteada a brocha gorda la espesa costra de polvos de arroz con dos parches de colorete en las mejillas las pestantildeas postizas las cejas y los paacuterpados como ahumados con negrohumo y los labios aumentados con un barniz de chocolate Pero ni los trapos ni los afeites alcanzaban a disimular su caraacutecter la nariz altiva las cejas encontradas los labios intensos Penseacute Un tierno toro de lidia

A las once fui a mis traacutemites de rutina en el bantildeo donde estaba su ropa de pobre doblada sobre una silla con un esmero de rica un traje de etamina con mariposas estampadas un calzoacuten amarillo de malapodaacuten y unas sandalias de fique Encima de la ropa habiacutea una pulsera de baratillo y una cadenita muy fina con la medalla de la Virgen En la repisa del lavabo una cartera de ruano con un laacutepiz de labios un estuche de colorete una llave y unas monedas sueltas Todo tan barato y envilecido por el uso que no pude imaginarme a nadie tan pobre como ella

Me desvestiacute y dispuse las piezas como mejor pude en el perchero para no dantildear la seda de la camisa y el planchado del lino Orineacute en el inodoro decadena sentado y como me ensentildeoacute desde nintildeo Florina de Dios para que no mojara los bordes de la bacinilla y todaviacutea modestia aparte con un chorro inmediato y continuo de potro cerrero Antes de salir me asomeacute al espejo del lavamanos El caballo que me miroacute desde el otro lado no estaba muerto sino luacutegubre y teniacutea una papada de Papa los paacuterpados abotagados y desmirriadas las crines que habiacutean sido mi melena de muacutesico

-Mierda -le dije- iquestqueacute puedo hacer si no me quieres

Tratando de no despertarla me senteacute desnudo en la cama con la vista ya acostumbrada a los engantildeos de la luz roja y la reviseacute palmo a palmo Desliceacute la yema del iacutendice a lo largo de su cerviz empapada y toda ella se estremecioacute por dentro como un acorde de arpa se volteoacute hacia miacute con un gruntildeido y me envolvioacute en el clima de su aliento aacutecido Le apreteacute la nariz con el pulgar y el iacutendice y ella se sacudioacute apartoacute la cabeza y me dio la espalda sin despertar Trateacute de separarle las piernas con mi rodilla por una tentacioacuten imprevista En las dos primeras tentativas se opuso con los muslos tensos Le canteacute al oiacutedo La cama de Delgadina de aacutengeles estaacute rodeada Se relajoacute un poco Una corriente caacutelida me subioacute por las venas y mi lento animal jubilado despertoacute de su largo suentildeo

Delgadina alma miacutea le supliqueacute ansioso Delgadina Ella lanzoacute un gemido luacutegubre escapoacute de mis muslos me dio la espalda y se enroscoacute como un caracol en su concha La poacutecima de valeriana debioacute ser tan eficaz para miacute como para ella porque nada pasoacute ni a ella ni a nadie Pero no me importoacute Me pregunteacute de queacute serviacutea despertarla humillado y triste como me sentiacutea y friacuteo como un lebranche

Niacutetidas ineluctables sonaron entonces las campanadas de las doce de la noche y empezoacute la madrugada del 29 de agosto diacutea del Martirio de San Juan Bautista

Memorias de mis putas tristes 14 ______________________________________________________________________________________Alguien lloraba a gritos en la calle y nadie le haciacutea caso Receacute por eacutel si le hiciera falta y tambieacuten por miacute en accioacuten de gracias por los beneficios recibidos No se engantildee nadie no pensando que ha de durar lo que espera maacutes que duroacute lo que vioLa nintildea gimioacute en suentildeos y receacute tambieacuten por ella Pues que todo ha de pasar por tal manera Despueacutes apagueacute el radio y la luz para dormir

Desperteacute de madrugada sin recordar doacutende estaba La nintildea seguiacutea dormida de espaldas a miacute en posicioacuten fetal Tuve la sensacioacuten indefinida de que la habiacutea sentido levantarse en la oscuridad y de haber oiacutedo el desaguumle del bantildeo pero lo mismo pudo ser un suentildeo Fue algo nuevo para miacute Ignoraba las mantildeas de la seduccioacuten y siempre habiacutea escogido al azar las novias de una noche maacutes por el precio que por los encantos y haciacuteamos amores sin amor medio vestidos las maacutes de las veces y siempre en la oscuridad para imaginarnos mejores Aquella noche descubriacute el placer inverosiacutemil de contemplar el cuerpo de una mujer dormida sin los apremios del deseo o los estorbos del pudor

Me levanteacute a las cinco inquieto porque mi nota dominical debiacutea estar en la mesa de redaccioacuten antes de las doce Hice mi deposicioacuten puntual todaviacutea con los ardores de la luna llena y cuando solteacute la cadena del agua sentiacute que ntildeus rencores del pasado se fueron por los albantildeales Cuando volviacute fresco y vestido al dormitorio la nintildea dormiacutea bocarriba a la luz conciliadora del amanecer atravesada de lado a lado en la cama con los brazos abiertos en cruz y duentildea absoluta de su virginidad Que Dios te la guarde le dije Toda la plata que me quedaba la suya y la miacutea se la puse en la almohada y me despediacute por siempre jamaacutes con un beso en la frente La casa como todo burdel al amanecer era lo maacutes cercano al paraiacuteso Saliacute por el portoacuten del huerto para no encontrarme con nadie Bajo el sol abrasante de la calle empeceacute a sentir el peso de mis noventa antildeos y a contar minuto a minuto los minutos de las noches que me haciacutean falta para morir

Memorias de mis putas tristes 15 ______________________________________________________________________________________

2Escribo esta memoria en lo poco que queda de la biblioteca que fue de mis padres y cuyos anaqueles estaacuten a punto de desplomarse por la paciencia de las polillas A fin de cuentas para lo que me falta por hacer en este mundo me bastariacutea con mis diccionarios de todo geacutenero con las dos primeras series de los Episodios nacionales de don Benito Peacuterez Galdoacutes y con La montantildea maacutegica que me ensentildeoacute a entender los humores de mi madre desnaturalizados por la tisis

A diferencia de los otros muebles y de miacute mismo el mesoacuten en que escribo parece de mejor salud con el paso del tiempo porque lo fabricoacute en maderas nobles mi abuelo paterno que fue carpintero de buques Aunque no tenga que escribir lo aderezo todas las mantildeanas con el rigor ocioso que me ha hecho perder tantos amores Al alcance de la mano tengo mis libros coacutemplices los dos tomos del Primer Diccionario Ilustrado de la Real Academiade 1903 el Tesoro de la Lengua Castellana o Espantildeola de don Sebastiaacuten de Covarrubias la gramaacutetica de don Andreacutes Bello por si hubiera alguna duda semaacutentica como es de rigor el novedoso Diccionario ideoloacutegico de don Julio Casares en especial por sus antoacutenimos y sus sinoacutenimos el Vocabolario della Liacutengua Italiana de Nicola Zingarelli para favorecerme con el idioma de mi madre que aprendiacute desde la cuna y el diccionario de latiacuten que por ser eacuteste la madre de las otras dos lo considero mi lengua natal

A la izquierda del escritorio mantengo siempre las cinco fojas de papel de hilo tamantildeo oficio para mi nota dominical y el cuerno con polvo de carta que prefiero a la moderna almohadilla de papel se cante A la derecha estaacuten el calamaio y el palillero de balso liviano con la peacutendola de oro pues todaviacutea manuscribo con la letra romaacutentica que me ensentildeoacute Florina de Dios para que no me hiciera a la caligrafiacutea oficial de su esposo que fue notario puacuteblico y contador juramentado hasta su uacuteltimo aliento Hace tiempo que se nos impuso en el perioacutedico la orden de escribir a maacutequina para mejor caacutelculo del texto en el plomo del linotipo y mayor acierto en la armada pero nunca me hice a este mal haacutebito Seguiacute escribiendo a mano y transcribiendo en la maacutequina con un arduo picoteo de gallina gracias al privilegio ingrato de ser el empleado maacutes antiguo Hoy jubilado pero no vencido gozo del privilegio sacro de escribir en casa con el teleacutefono descolgado para que nadie me disturbe y sin censor que aguaite lo que escribo por encima de mi hombro

Vivo sin perros ni paacutejaros ni gente de servicio salvo la fiel Damiana que me ha sacado de los apuros menos pensados y sigue viniendo una vez por semana para lo que haya que hacer aun como estaacute corta de vista y de cacumen Mi madre en su

Memorias de mis putas tristes 16 ______________________________________________________________________________________lecho de muerte me suplicoacute que me casara joven con mujer blanca que tuvieacuteramos por lo menos tres hijos y entre ellos una nintildea con su nombre que habiacutea sido el de su madre y su abuela Estuve pendiente de la suacuteplica pero teniacutea una idea tan flexible de la juventud que nunca me parecioacute demasiado tarde Hasta un mediodiacutea caluroso en que me equivoqueacute de puerta en la casa que teniacutean los Palomares de Castro en Pradomar y sorprendiacute desnuda a Ximena Ortiz la menor de las hijas que haciacutea la siesta en la alcoba contigua Estaba acostada de espaldas a la puerta y se volvioacute a mirarme por encima del hombro con un gesto tan raacutepido que no me dio tiempo de escapar Ay perdoacuten alcanceacute a decir con el alma en la boca Ella sonrioacute se volteoacute hacia miacute con un escorzo de gacela y seme mostroacute de cuerpo entero La estancia toda se sentiacutea saturada de su intimidad No estaba en vivas carnes pues teniacutea en la oreja una flor ponzontildeosa de peacutetalos anaranjados como la Olimpia de Manet y tambieacuten llevaba una esclava de oro en el puntildeo derecho y una gargantilla de perlas menudas Nunca imagineacute que pudiera ver algo maacutes perturbador en lo que me faltaba de vida y hoy puedo dar fe de que tuve razoacuten

Cerreacute la puerta de un golpe avergonzado de mi torpeza y con la determinacioacuten de olvidarla Pero Ximena Ortiz me lo impidioacute Me mandaba recados con amigas comunes esquelas provocadoras amenazas brutales mientras se esparciacutea la voz de que estaacutebamos locos de amor el uno por el otro sin que nos hubieacuteramos cruzado palabra Fue imposible resistir Teniacutea unos ojos de gata cimarrona un cuerpo tan provocador con ropa como sin ella y una cabellera frondosa de oro alborotado cuyo tufo de mujer me haciacutea llorar de rabia en la almohada Sabiacutea que nunca llegariacutea a ser amor pero la atraccioacuten sataacutenica que ejerciacutea sobre miacute era tan ardorosa que intentaba aliviarme con cuanta guaricha de ojos verdes me encontraba al paso Nunca logreacute sofocar el fuego de su recuerdo en la cama de Pradomar asiacute que le entregueacute mis armas con peticioacuten formal de mano intercambio de anillos y anuncio de boda grande antes de Pentecosteacutes

La noticia estalloacute con maacutes fuerza en el Barrio Chino que en los clubes sociales Primero fue con burlas pero se transformoacute en una contrariedad cierta de las acadeacutemicas que veiacutean el matrimonio como una situacioacuten maacutes ridiacutecula que sagrada Mi noviazgo cumplioacute todos los ritos de la moral cristiana en la terraza de orquiacutedeas amazoacutenicas y helechos colgados de la casa de mi prometida Llegaba a las siete de la noche todo de lino blanco y con cualquier regalo de abalorios artesanales o chocolates suizos y hablaacutebamos medio en clave y medio en serio hasta las diez con la custodia de la tiacutea Argeacutenida que se dormiacutea al primer parpadeo como las chaperonas de las novelas de la eacutepoca

Ximena iba hacieacutendose maacutes voraz cuanto mejor nos conociacuteamos se aligeraba de corpintildeos y pollerines a medida que apretaban los bochornos de junio y era faacutecil imaginarse el poder de demolicioacuten que debiacutea tener en la penumbra A los dos meses de noviazgo no teniacuteamos de queacute hablar y ella planteoacute el tema de los hijos sin decirlo tejiendo bolitas en crochet de lana cruda para recieacuten nacidos Yo novio gentil aprendiacute a tejer con ella y asiacute se nos fueron las horas inuacutetiles que faltaban para la boda yo tejiendo las botitas azules para nintildeos y ella tejiendo las rosadas para nintildeas a ver quieacuten acertaba hasta que fueron bastantes para maacutes de medio centenar de hijos Antes de que dieran las diez me subiacutea a un coche de caballos y me iba al Barrio Chino a vivir mi noche en la paz de Dios

Memorias de mis putas tristes 17 ______________________________________________________________________________________Los tempestuosos adioses de soltero que me haciacutean en el Barrio Chino iban en contraviacutea de las veladas opresivas del Club Social Contraste que a miacute me sirvioacute para saber cuaacutel de los dos mundos era en realidad el miacuteo y me hice la ilusioacuten de que eran ambos pero cada uno a sus horas pues desde cualquiera de los dos veiacutea alejarse el otro con los suspiros desgarrados con que se separan dos barcos en altamar El baile de la viacutespera en El Poder de Dios incluyoacute una ceremonia final que soacutelo podiacutea ocurriacutersele a un cura gallego encallado en la concupiscencia que vistioacute a todo el personal femenino con velos y azahares para que todas se casaran conmigo en un sacramento universal Fue una noche de grandes sacrilegios en que veintidoacutes de ellas prometieron amor y obediencia y les correspondiacute con fidelidad y sustento hasta el maacutes allaacute de la tumba

No pude dormir por el presagio de algo irremediable Desde la madrugada empeceacute a contar el paso de las horas en el reloj de la catedral hasta las siete campanadas temibles con que debiacutea estar en la iglesia El timbre del teleacutefono empezoacute a las ocho largo tenaz impredecible durante maacutes de una hora No soacutelo no contesteacute no respireacute Poco antes de las diez llamaron a la puerta primero con el puntildeo y luego con gritos de voces conocidas y abominadas Temiacutea que la derribaran por alguacuten percance grave pero hacia las once la casa quedoacute en el silencio erizado que sucede a las grandes cataacutestrofes Entonces lloreacute por ella y por miacute y receacute de todo corazoacuten para no encontrarme con ella nunca maacutes en mis diacuteas Alguacuten santo me oyoacute a medias pues Ximena Ortiz se fue del paiacutes esa misma noche y no volvioacute hasta unos veinte antildeos despueacutes bien casada y con los siete hijos que pudieron ser miacuteos

Trabajo me costoacute mantener mi puesto y mi columna en El Diario de La Paz despueacutes de aquella afrenta social Pero no fue por eso que relegaron mis notas a la paacutegina once sino por el iacutempetu ciego con que entroacute el siglo XX El progreso se convirtioacute en el mito de la ciudad Todo cambioacute volaron los aviones y un hombre de empresa tiroacute un saco de cartas desde un Junker e inventoacute el correo aeacutereo

Lo uacutenico que permanecioacute igual fueron mis notas en el perioacutedico Las nuevas generaciones arremetieron contra ellas como contra una momia del pasado que debiacutea ser demolida pero yo las mantuve en el mismo tono sin concesiones contra los aires de renovacioacuten Fui sordo a todo Habiacutea cumplido cuarenta antildeos pero los redactores joacutevenes la llamaban la Columna de Mudarra el Bastardo El director de entonces me citoacute en su oficina para pedirme que me pusiera a tono con las nuevas corrientes De un modo solemne como si acabara de inventarlo me dijo El mundo avanza Siacute le dije avanza pero dando vueltas alrededor del sol Mantuvo mi nota dominical porque no habriacutea encontrado otro inflador de cables Hoy seacute que tuve razoacuten y por queacute Los adolescentes de mi generacioacuten avorazados por la vida olvidaron en cuerpo y alma las ilusiones del porvenir hasta que la realidad les ensentildeoacute que el futuro no era como lo sontildeaban y descubrieron la nostalgia Alliacute estaban mis notas dominicales como una reliquia arqueoloacutegica entre los escombros del pasado y se dieron cuenta de que no eran soacutelo para viejos sino para joacutevenes que no tuvieran miedo de envejecer La nota volvioacute entonces a la seccioacuten editorial y en ocasiones especiales a la primera paacutegina

A quien me lo pregunta le contesto siempre con la verdad las putas no me dejaron tiempo para ser casado Sin embargo debo reconocer que nunca tuve esta explicacioacuten hasta el diacutea de mis noventa antildeos cuando saliacute de la casa de Rosa Cabarcas con la determinacioacuten de nunca maacutes provocar al destino Me sentiacutea otro El

Memorias de mis putas tristes 18 ______________________________________________________________________________________genio se me trastornoacute por la gente de tropa que vi apostada en las rejas de hierro que rodeaban el parque Encontreacute a Damiana trapeando los pisos a gatas en la sala y la juventud de los muslos a su edad me suscitoacute un temblor de otra eacutepoca Ella debioacute sentirlo porque se cubrioacute con la falda No pude reprimir la tentacioacuten de preguntarle Diacutegame una cosa Damiana iquestde queacute se acuerda No estaba acordaacutendome de nada dijo ella pero su pregunta me lo recuerda Sentiacute una opresioacuten en el pecho Nunca me he enamorado le dije Ella replicoacute en el acto Yo siacute Y terminoacute sin interrumpir su oficio Lloreacute veintidoacutes antildeos por usted El corazoacuten me dio un salto Buscando una salida digna le dije Hubieacuteramos sido una buena yunta Pues hace mal en deciacutermelo ahora dijo ella porque ya no me sirve ni de consuelo Cuando saliacutea de la casa me dijo del modo maacutes natural Usted no me creeraacute pero sigo siendo virgen a Dios gracias

Poco despueacutes descubriacute que habiacutea dejado floreros de rosas rojas por toda la casa y una tarjeta en la almohada Le deseo que llegue a los sien Con este mal sabor me senteacute a continuar la nota que habiacutea dejado a medias el diacutea anterior La termineacute con un solo aliento en menos de dos horas y tuve que torcerle el cuello al cisne para sacaacutermela de las tripas sin que se me notara el llanto Por un golpe de inspiracioacuten tardiacutea decidiacute rematarla con el anuncio de que con ella poniacutea teacutermino feliz a una vida larga y digna sin la mala condicioacuten de morirme

Mi propoacutesito era dejarla en la porteriacutea del perioacutedico y volver a casa Pero no pude El personal en pleno me esperaba para celebrarme el cumpleantildeos El edificio estaba en obra con andamies y escombros friacuteos por todas partes pero habiacutean parado la obra para la fiesta En una mesa de carpintero estaban las bebidas para el brindis y las cuelgas envueltas en papel de fantasiacutea Aturdido por los relaacutempagos de las caacutemaras me hice con todas las fotos del recuerdo

Me alegroacute encontrar alliacute a periodistas de radio y de los otros diarios de la ciudad La Prensa matutino conservador El Heraldo matutino liberal y El Nacional vespertino sensacionalista que trataba de aliviar las tensiones del orden puacuteblico con folletones pasionales No era extrantildeo que estuvieran juntos pues dentro del espiacuteritu de la ciudad fue siempre de buen recibo que se mantuvieran intactas las amistades de la tropa mientras los mariscales libraban la guerra editorial

Tambieacuten estaba alliacute fuera de horas el censor oficial don Jeroacutenimo Ortega a quien llamaacutebamos el Abominable Hombre de las Nueve porque llegaba puntual a esa hora de la noche con su laacutepiz sangriento de saacutetrapa godo Alliacute permaneciacutea hasta asegurarse de que no hubiera una letra impune en la edicioacuten de mantildeana Teniacutea una aversioacuten personal contra miacute por mis iacutenfulas de gramaacutetico o porque utilizaba palabras italianas sin comillas ni cursivas cuando me pareciacutean maacutes expresivas que en castellano como debiera ser de uso legiacutetimo entre lenguas siamesas Despueacutes de padecerlo por cuatro antildeos habiacuteamos terminado por aceptarlo como la mala conciencia de nosotros mismos

Las secretarias llevaron al saloacuten un pudiacuten con noventa velas encendidas que me enfrentaron por primera vez al nuacutemero de mis antildeos Tuve que tragarme las laacutegrimas cuando cantaron el brindis y me acordeacute de la nintildea sin ninguacuten motivo No fue un golpe de rencor sino de compasioacuten tardiacutea por una criatura de la que no esperaba volver a acordarme Cuando acaboacute de pasar el aacutengel alguien me habiacutea puesto un cuchillo en la mano para que cortara el pudiacuten Por temor a las burlas nadie se

JUAN CARLOS 161104
saacutetrapa (Del lat satrăpa este del gr σατράπης y este del aveacutestico ẖšathrapāvan protector del dominio) m Gobernador de una provincia de la antigua Persia || 2 coloq Hombre sagaz que sabe gobernarse con astucia e inteligencia o que gobierna despoacuteticamente U t c adj 13

Memorias de mis putas tristes 19 ______________________________________________________________________________________arriesgoacute a improvisar un discurso Yo hubiera preferido morirme que contestarlo Para terminar la fiesta el jefe de redaccioacuten por quien no tuve nunca gran simpatiacutea nos devolvioacute a la realidad inclemente Ahora siacute ilustre nonagenario me dijo iquestDoacutende estaacute su nota

La verdad es que toda la tarde la sentiacutea ardieacutendome como una brasa en el bolsillo pero la emocioacuten me habiacutea calado tan hondo que no tuve corazoacuten para aguar la fiesta con mi renuncia Dije Por esta vez no hay El jefe de redaccioacuten se disgustoacute por una falta que habiacutea sido inconcebible desde el siglo anterior Entieacutendalo por una vez le dije tuve una noche tan difiacutecil que amaneciacute embrutecido Pues debioacute escribir eso dijo eacutel con su humor de vinagre A los lectores les gustaraacute saber de primera mano coacutemo es la vida a los noventa Una de las secretarias tercioacute A lo mejor es un secreto delicioso dijo y me miroacute con malicia iquestO no Una raacutefaga ardiente me abrasoacute la cara Maldita sea penseacute queacute desleal es el rubor Otra radiante me sentildealoacute con el dedo iexclQueacute maravilla Todaviacutea le queda la elegancia de ruborizarse Su impertinencia me provocoacute otro rubor encima del rubor Debioacute ser una noche de ataque dijo la primera secretaria iexclQueacute envidia Y me dio un beso que me quedoacute pintado en la cara Los fotoacutegrafos se encarnizaron Ofuscado le entregueacute la nota al jefe de redaccioacuten y le dije que lo dicho antes era en broma aquiacute la tiene y escapeacute atolondrado por la uacuteltima salva de aplausos para no estar presente cuando descubrieran que era mi carta de renuncia al cabo de medio siglo de galeras

La ansiedad me duraba todaviacutea aquella noche cuando desenvolviacutea las cuelgas en mi casa Los linotipistas desacertaron con una cafetera eleacutectrica igual a las tres que teniacutea de cumpleantildeos anteriores Los tipoacutegrafos me dieron una autorizacioacuten para recoger un gato de angora en el criadero municipal La gerencia me dio una bonificacioacuten simboacutelica Las secretarias me regalaron tres calzoncillos de seda con huellas de besos estampados y una tarjeta en la que se ofreciacutean para quitaacutermelos Se me ocurrioacute que uno de los encantos de la vejez son las provocaciones que se permiten las amigas joacutevenes que nos creen fuera de servicio

Nunca supe quieacuten me mandoacute un disco con los veinticuatro preludios de Chopin por Stefan Askenase Los redactores en su mayoriacutea me regalaron libros de moda No habiacutea terminado de desenvolver los regalos cuando Rosa Cabarcas me llamoacute por teleacutefono con la pregunta que yo no queriacutea oiacuter iquestQueacute te pasoacute con la nintildea Nada dije sin pensarlo iquestTe parece nada que ni siquiera la despertaste dijo Rosa Cabarcas Una mujer no perdona jamaacutes que un hombre le desprecie el estreno Le alegueacute que la nintildea no podiacutea estar tan agotada soacutelo por pegar botones y tal vez se hiciera la dormida por miedo del mal trance Lo uacutenico grave dijo Rosa es que ella cree de verdad que ya no sirves y no me gustariacutea que lo fuera pregonando a los cuatro vientos

No le di el gusto de sorprenderme Aunque asiacute fuera le dije su estado es tan deplorable que no se puede contar con ella ni dormida ni despierta es carne de hospital Rosa Cabarcas bajoacute el tono La culpa fue de las prisas con que se hizo el trato pero tiene remedio ya veraacutes Prometioacute poner a la nintildea en confesioacuten y si era el caso obligarla a devolver la plata iquestqueacute te parece Deacutejalo de ese tamantildeo le dije aquiacute no pasoacute nada y en cambio me ha valido como una prueba de que ya no estoy para estos trotes En ese sentido la nintildea tiene razoacuten ya no sirvo Colgueacute el teleacutefono saturado por un sentimiento de liberacioacuten que no habiacutea conocido en vida miacutea y por fin a salvo de una servidumbre que me manteniacutea subyugado desde mis trece antildeos

JUAN CARLOS 161104
linotipista com Persona que maneja una linotipia13 linotipia (Del ingl linotype) f Impr Maacutequina de componer provista de matrices de la cual sale la liacutenea formando una sola pieza || 2 Impr Arte de componer con esta maacutequina 13

Memorias de mis putas tristes 20 ______________________________________________________________________________________

A las siete de la noche fui invitado de honor al concierto de Jacques Thibault y Alfred Cortot en la sala de Bellas Artes con una interpretacioacuten gloriosa de la sonata para violiacuten y piano de Ceacutesar Frank y en el intermedio escucheacute elogios inverosiacutemiles El maestro Pedro Biava nuestro muacutesico enorme me llevoacute casi a rastras a los camerinos para presentarme a los inteacuterpretes Me ofusqueacute tanto que los feliciteacute por una sonata de Schumann que no habiacutean tocado y alguien me corrigioacute en puacuteblico de mala manera La impresioacuten de que habiacutea confundido las dos sonatas por ignorancia simple quedoacute sembrada en el ambiente local y agravada por una explicacioacuten aturdida con que trateacute de remendarla el domingo siguiente en mi resentildea criacutetica del concierto

Por primera vez en mi larga vida me sentiacute capaz de matar a alguien Volviacute a casa atormentado por el diablillo que sopla al oiacutedo las respuestas devastadoras que no dimos a tiempo y ni la lectura ni la muacutesica mitigaron mi rabia Por fortuna Rosa Cabarcasme sacoacute del desvariacuteo con un grito en el teleacutefono Estoy feliz con el perioacutedico porque no pensaba que cumpliacuteas noventa sino cien Le contesteacute encrespado iquestAsiacute de jodido me viste Al contrario dijo ella lo que me sorprendioacute fue verte tan bien Queacute bueno que no eres de los viejos verdes que se aumentan la edad para que los crean en buen estado Y cambioacute sin transicioacuten Te tengo tu cuelga Me sorprendioacute de veras iquestQueacute es La nintildea dijo ella

No me tomeacute ni un instante para pensar Gracias le dije pero esa vaina es agua pasada Ella siguioacute de largo Te la mando a tu casa envuelta en papel de China y hervida con palo de saacutendalo al bantildeo mariacutea todo gratis Me mantuve firme y ella se debatioacute en una explicacioacuten pedregosa que me parecioacute sincera Dijo que la nintildea estaba en tan mal estado aquel viernes por haber cosido doscientos botones con aguja y dedal Que era verdad su miedo a las violaciones sangrientas pero ya estaba instruida para el sacrificio Que en su noche conmigo se habiacutea levantado para ir al bantildeo y que yo estaba tan profundo que le dio laacutestima despertarme pero ya me habiacutea ido cuando volvioacute a despertar en la mantildeana Me indigneacute con lo que me parecioacute una mentira inuacutetil Bueno prosiguioacute Rosa Cabarcas aun si asiacute fuera la nintildea estaacute arrepentida Pobrecita la tengo aquiacute enfrente iquestQuieres que tela pase No por Dios le dije

Habiacutea empezado a escribir cuando llamoacute la secretaria del perioacutedico El mensaje era que el director queriacutea verme al diacutea siguiente a las once de la mantildeana Llegueacute puntual El estruendo de la restauracioacuten de la casa no pareciacutea soportable el aire estaba enrarecido por los martillazos el polvo de cemento y el humo de alquitraacuten pero la redaccioacuten habiacutea aprendido a pensar en la rutina del caos Las oficinas del director en cambio heladas y silentes permaneciacutean en un paiacutes ideal que no era el nuestro

El tercer Marco Tulio con un aire adolescente se puso de pie al verme entrar sin interrumpir una conversacioacuten telefoacutenica me estrechoacute la mano por encima del escritorio y me indicoacute que me sentara Llegueacute a pensar que no habiacutea nadie en el otro extremo de la liacutenea y que eacutel haciacutea la farsa para impresionarme pero pronto descubriacute que hablaba con el gobernador y era en verdad un diaacutelogo difiacutecil entre enemigos cordiales Ademaacutes creo que se esmeraba en parecer eneacutergico delante de miacute aunque al mismo tiempo se manteniacutea de pie mientras hablaba con la autoridad

Memorias de mis putas tristes 21 ______________________________________________________________________________________Se le notaba el vicio de la pulcritud Acababa de cumplir veintinueve antildeos con cuatro idiomas y tres maestriacuteas internacionales a diferencia del primer presidente vitalicio su abuelo paterno que se hizo periodista empiacuterico despueacutes de hacer una fortuna con la trata de blancas Teniacutea maneras faacuteciles se pasaba de apuesto y sereno y lo uacutenico que poniacutea en peligro su prestancia era una nota falsa en la voz Llevaba una chaqueta deportiva con una orquiacutedea viva en la solapa y cada cosa le sentaba como si fuera de su ser natural pero nada en eacutel estaba hecho para el clima de la calle sino para la primavera de sus oficinas Yo que habiacutea gastado casi dos horas para vestirme sentiacute el oprobio de la pobreza y me aumentoacute la rabia

Con todo el veneno mortal estaba en una foto panoraacutemica del personal de planta tomada en el XXV aniversario de la fundacioacuten del perioacutedico en la que sentildealaban con una crucecita sobre la cabeza a los que iban muriendo Yo era el tercero de la derecha con el sombrero canotier la corbata de nudo grande con una perla en el prendedor el primer mostacho de coronel civil que tuve hasta los cuarenta antildeos y los espejuelos metaacutelicos de seminarista preacutesbita que no me hicieron falta despueacutes del medio siglo Habiacutea visto esa foto colgada durante antildeos en distintas oficinas pero soacutelo entonces fui sensible a su mensaje de los cuarenta y ocho empleados originales soacutelo cuatro estaacutebamos vivos y el menor de nosotros cumpliacutea una condena de veinte antildeos por asesinato muacuteltiple

El director terminoacute la llamada me sorprendioacute mirando la foto y sonrioacute Las crucecitas no las puse yo dijo Me parecen de muy mal gusto Se sentoacute al escritorio y cambioacute de tono Permiacutetame decirle que usted es el hombre maacutes impredecible que he conocido Y ante mi sorpresa se adelantoacute a todo Lo digo por su renuncia Apenas acerteacute a decir Es toda una vida El replicoacute que justo por eso no era una solucioacuten pertinente La nota le pareciacutea magniacutefica y todo lo que deciacutea de la vejez era de lo mejor que habiacutea leiacutedo nunca y no teniacutea sentido terminarla con una decisioacuten que pareciacutea maacutes bien una muerte civil Por fortuna dijo el Abominable Hombre de las Nueve la leyoacute cuando ya estaba armada la paacutegina editorial y le parecioacute inadmisible Sin consultarlo con nadie la tachoacute de arriba abajo con su laacutepiz de Torquemada Cuando lo supe esta mantildeana ordeneacute mandar una nota de protesta a la Gobernacioacuten Era mi deber pero entre nos puedo decirle que estoy muy agradecido por la arbitrariedad del censor De modo que no estaba dispuesto a aceptar que suspendiera la nota Se lo suplico con toda el alma dijo No abandone el barco en altamar Y concluyoacute con un gran estilo Todaviacutea nos queda mucho por hablar de muacutesica

Lo vi tan decidido que no me atreviacute a agravar la discrepancia con un argumento de distraccioacuten El problema en realidad era que tampoco entonces encontraba un motivo decente para abandonar la noria y me aterrorizoacute la idea de decirle que siacute una vez maacutes soacutelo por ganar tiempo Tuve que reprimirme para que no se me notara la emocioacuten impuacutedica que me apremiaba las laacutegrimas Y otra vez como siempre quedamos en las mismas de siempre despueacutes de tantos antildeos

La semana siguiente presa de un estado que era maacutes de confusioacuten que de alegriacutea paseacute por el criadero a recoger el gato que me habiacutean regalado los impresores Tengo muy mala quiacutemica con los animales por lo mismo que la tengo con los nintildeos antes de que empiecen a hablar Me parecen mudos del alma No los odio pero no puedo soportarlos porque no aprendiacute a negociar con ellos Me parece contra natura que un hombre se entienda mejor con su perro que con su esposa que lo ensentildee a

JUAN CARLOS 161104
noria (Del aacuter hisp nalsquouacutera y este del aacuter claacutes nālsquoūrah infl por acequia y acenia) f Maacutequina compuesta de dos grandes ruedas engranadas que mediante cangilones sube el agua de los pozos acequias etc || 2 Pozo formado en forma comuacutenmente ovalada del cual se saca el agua con la maacutequina || 3 Artilugio de feria consistente en una gran rueda con asientos que gira verticalmente13

Memorias de mis putas tristes 22 ______________________________________________________________________________________comer y descomer a sus horas a contestar preguntas y a compartir sus penas Pero no recoger el gato de los tipoacutegrafos habriacutea sido un desaire Ademaacutes era un precioso ejemplar de angora de pelambre rosada y tersa y ojos iluminados cuyos maullidos pareciacutean a punto de ser palabras Me lo dieron en una canasta de mimbre con un certificado de su estirpe y un manual de uso como el de las bicicletas para armar

Una patrulla militar verificaba la identidad de los transeuacutentes antes de autorizar el paso por el parque de San Nicolaacutes Nunca habiacutea visto nada igual ni podiacutea imaginarme nada maacutes descorazonador como siacutentoma de mi vejez Era una patrulla de cuatro al mando de un oficial casi adolescente Los agentes eran hombres de paacuteramos duros y callados con un olor de establo El oficial los vigilaba a todos con las mejillas chapeadas de los andinos en la playa Despueacutes de revisar mi ceacutedula de identidad y mi credencial de prensa me preguntoacute queacute llevaba en la cesta Un gato le dije El quiso verlo Destapeacute la cesta con toda precaucioacuten por temor de que escapara pero un agente quiso ver si no habiacutea algo maacutes en el fondo y el gato le tiroacute un zarpazo El oficial se interpuso Es una joya de angora dijo Lo acaricioacute mientras murmuraba algo y el gato no lo agredioacute pero tampoco le hizo caso iquestCuaacutentos antildeos tiene preguntoacute No seacute le dije acaban de regalaacutermelo Se lo pregunto porque se ve que es muy viejo diez antildeos quizaacutes Quise preguntarle coacutemo lo sabiacutea y muchas cosas maacutes pero a despecho de sus buenas maneras y su habla florida no me sentiacutea con estoacutemago para hablar con eacutel Me parece que es un gato abandonado que ha pasado por muchas dijo Obseacutervelo no lo acomode a usted sino al contrario usted a eacutel y deacutejelo hasta que se gane su confianza Cerroacute la tapa de la cesta y me preguntoacute iquestEn queacute trabaja usted Soy periodista iquestDesde cuaacutendo Desde hace un siglo le dije No lo dudo dijo eacutel Me estrechoacute la mano y se despidioacute con un frase que lo mismo podiacutea ser un buen consejo que una amenaza

-Cuiacutedese mucho

Al mediodiacutea desconecteacute el teleacutefono para refugiarme en la muacutesica con un programa exquisito la rapsodia para clarinete y orquesta de Wagner la de saxofoacuten de Debussy y el quinteto para cuerdas de Bruckner que es un remanso edeacutenico en el cataclismo de su obra Y de pronto me encontreacute envuelto en las tinieblas del estudio Sentiacute deslizarse debajo de mi mesa algo que no me parecioacute un cuerpo vivo sino una presencia sobrenatural que me rozoacute los pies y salteacute con un grito Era el gato con la hermosa cola empenachada su lentitud misteriosa y su estirpe miacutetica y no pude evitar el escalofriacuteo de estar solo en la casa con un ser vivo que no fuera humano

Cuando dieron las siete en la catedral habiacutea una estrella sola y liacutempida en el cielo color de rosas un buque lanzoacute un adioacutes desconsolado y sentiacute en la garganta el nudo gordiano de todos los amores que pudieron haber sido y no fueron No soporteacute maacutes Descolgueacute el teleacutefono con el corazoacuten en la boca marqueacute los cuatro nuacutemeros muy despacio para no equivocarme y al tercer timbrazo reconociacute la voz Bueno mujer le dije con un suspiro de alivio Perdoacutename el berrinche de esta mantildeana Ella tranquila No te preocupes estaba esperando tu llamada Le advertiacute Quiero que la nintildea me espere como Dios la echoacute al mundo y sin barnices en la cara Ella hizo su risa gutural Lo que tuacute digas dijo pero te pierdes el gusto de encuerar la pieza por pieza como les encanta a los viejos no seacute por queacute Yo siacute seacute le dije Porque se estaacuten volviendo cada vez maacutes viejos Ella lo dio por hecho

JUAN CARLOS 161104
gordiano (De Gordio rey de Frigia) V nudo
JUAN CARLOS 161104
paacuteramo (Del lat parămus voz de or prerromano) m Terreno yermo raso y desabrigado || 2 Lugar sumamente friacuteo y desamparado || 3 Col y Ecuad llovizna 13

Memorias de mis putas tristes 23 ______________________________________________________________________________________-Estaacute bien -dijo- entonces esta noche a las diez en punto antes de que se enfriacutee la pescada

Memorias de mis putas tristes 24 ______________________________________________________________________________________

3

iquestCoacutemo podiacutea llamarse La duentildea no me lo habiacutea dicho Cuando me hablaba de ella soacutelo deciacutea la nintildea Y yo lo habiacutea convertido en un nombre de pila como la nintildea de los ojos o la carabela menor Ademaacutes Rosa Cabarcas poniacutea a sus pupilas un nombre distinto para cada cliente A miacute me divertiacutea adivinarlos por las caras y desde el principio estuve seguro de que la nintildea teniacutea uno largo como Filomena Saturnina o Nicolasa En eacutesas estaba cuando ella se dio media vuelta en la cama y quedoacute de espaldas a miacute y me parecioacute que habiacutea dejado un charco de sangre del tamantildeo y la forma del cuerpo Fue un sobresalto instantaacuteneo hasta que comprobeacute que era la humedad del sudor en la saacutebana

Rosa Cabarcas me habiacutea aconsejado que la tratara con cautela pues auacuten le duraba el susto de la primera vez Es maacutes creo que la misma solemnidad del rito le habiacutea agravado el miedo y habiacutean tenido que aumentarle la dosis de valeriana pues dormiacutea con tal placidez que habriacutea sido una laacutestima despertarla sin arrullos De modo que empeceacute a secarla con la toalla mientras le cantaba en susurros la cancioacuten de Delgadina la hija menor del rey requerida de amores por su padre A medida que la secaba ella iba mostraacutendome los flancos sudados al compaacutes de mi canto Delgadina Delgadina tuacute seras mi prenda amada Fue un placer sin liacutemites pues ella volviacutea a sudar por un costado cuando acababa de secarla por el otro para que la cancioacuten no terminara nunca Levaacutentate Delgadina ponte tu falda de seda le cantaba al oiacutedo Al final cuando los criados del rey la encontraron muerta de sed en su cama me parecioacute que mi nintildea habiacutea estado a punto de despertar al escuchar el nombre Asiacute que era ella Delgadina

Volviacute a la cama con mis calzoncillos de besos estampados y me tendiacute junto a ella Dormiacute hasta las cinco al arrullo de su respiracioacuten apacible Me vestiacute a toda prisa sin lavarme y soacutelo entonces vi la sentencia escrita con laacutepiz labial en el espejo del lavabo El tigre no come lejos Seacute que no estaba la noche anterior y nadie podiacutea haber entrado en el cuarto de modo que la entendiacute como la cuelga del diablo Un trueno terroriacutefico me sorprendioacute en la puerta y el cuarto se llenoacute del olor premonitorio de la tierra mojada No tuve tiempo para escapar ileso Antes de que encontrara un taxi se precipitoacute un aguacero grande de los que suelen desordenar la ciudad entre mayo y octubre pues las calles de arenas ardientes que bajan hacia el riacuteo se convierten en torrenteras que arrastran cuanto encuentran a su paso Las aguas de aquel septiembre raro despueacutes de tres meses de sequiacutea podiacutean ser tan providenciales como devastadoras

Memorias de mis putas tristes 25 ______________________________________________________________________________________Desde que abriacute la puerta de casa me salioacute al encuentro la sensacioacuten fiacutesica de que no estaba solo Alcanceacute a ver el celaje del gato que saltoacute del sofaacute y se escabulloacute por el balcoacuten En su plato quedaban las sobras de una comida que yo no le habiacutea servido La peste de sus orines rancios y su caca caliente habiacutean contaminado todo Me habiacutea dedicado a estudiarlo como estudieacute el latiacuten El manual deciacutea que los gatos escarban en la tierra para esconder su estieacutercol y que en las casas sin patio como eacutesta lo hariacutean en las macetas de plantas o en cualquier otro escondrijo Lo apropiado era prepararles desde el primer diacutea una caja con arena para orientarles el haacutebito y asiacute lo hice Tambieacuten deciacutea que lo primero que hacen en casa nueva es marcar su territorio orinando por todas partes y aqueacutel pudo ser el caso pero el manual no deciacutea coacutemo remediarlo Seguiacutea sus trazas para familiarizarme con sus haacutebitos originales pero no di con sus escondites secretos sus sitios de reposo las causas de sus humores volubles Quise ensentildearlo a comer en sus horas a usar la cajita de arena en la terraza a no subirse en mi cama mientras yo dormiacutea ni a olisquear los alimentos en la mesa y no pude hacerle entender que la casa era suya por derecho propio y no como un botiacuten de guerra De modo que lo dejeacute a su aire

Al atardecer enfrenteacute el aguacero cuyos vientos huracanados amenazaban con desquiciar la casa Sufriacute un ataque de estornudos sucesivos me doliacutea el craacuteneo y teniacutea fiebre pero me sentiacutea poseiacutedo por una fuerza y una determinacioacuten que nunca tuve a ninguna edad y por ninguna causa Puse calderos en el piso para recoger las goteras y me di cuenta de que habiacutean aparecido otras nuevas desde el invierno anterior La maacutes grande habiacutea empezado a inundar el flanco derecho de la biblioteca Me apresureacute a rescatar a los autores griegos y latinos que viviacutean por aquel rumbo pero al quitar los libros encontreacute un chorro de alta presioacuten que saliacutea de un tubo roto en el fondo del muro Lo amordaceacute con trapos hasta donde pude para darme el tiempo de salvar los libros El estreacutepito del agua y el aullido del viento arreciaron en el parque De pronto un relaacutempago fantasmal y su trueno simultaacuteneo impregnaron el aire de un fuerte olor de azufre el viento desbaratoacute las vidrieras del balcoacuten y la tremenda borrasca de mar rompioacute los cerrojos y se metioacute dentro de la casa Sin embargo antes de diez minutos escampoacute de un tajo Un sol espleacutendido secoacute las calles llenas de escombros varados y volvioacute el calor

Cuando pasoacute el aguacero seguiacutea con la sensacioacuten de que no estaba solo en la casa Mi uacutenica explicacioacuten es que asiacute como los hechos reales se olvidan tambieacuten algunos que nunca fueron pueden estar en los recuerdos como si hubieran sido Pues si evocaba la emergencia del aguacero no me veiacutea a miacute mismo solo en la casa sino siempre acompantildeado por Delgadina La habiacutea sentido tan cerca en la noche que percibiacutea el rumor de su aliento en el dormitorio y los latidos de su mejilla en mi almohada Soacutelo asiacute entendiacute que hubieacuteramos podido hacer tanto en tan poco tiempo Me recordaba subido en el escabel de la biblioteca y la recordaba a ella despierta con su trajecito de flores recibiendo los libros para ponerlos a salvo La veiacutea correr de un lado al otro de la casa batallando con la tormenta empapada de lluvia con el agua a los tobillos Recordaba coacutemo preparoacute al diacutea siguiente un desayuno que nunca fue y puso la mesa mientras yo secaba los pisos y poniacutea orden en el naufragio de la casa Nunca olvideacute su mirada sombriacutea mientras desayunaacutebamos iquestPor queacute me conociste tan viejo Le contesteacute la verdad La edad no es la que uno tiene sino la que uno siente

Desde entonces la tuve en la memoria con tal nitidez que haciacutea de ella lo que queriacutea Le cambiaba el color de los ojos seguacuten mi estado de aacutenimo color de agua al

JUAN CARLOS 161104
escabel (Quizaacute del cat ant escabell y este del lat scabellum) m Tarima pequentildea que se pone delante de la silla para que descansen los pies de quien estaacute sentado || 2 Asiento pequentildeo hecho de tablas sin respaldo || 3 Persona o circunstancia de que alguien se aprovecha para medrar por lo general ambiciosamente13

Memorias de mis putas tristes 26 ______________________________________________________________________________________despertar color de almiacutebar cuando reiacutea color de lumbre cuando la contrariaba La vestiacutea para la edad y la condicioacuten que conveniacutean a mis cambios de humor novicia enamorada a los veinte antildeos puta de saloacuten a los cuarenta reina de Babilonia a los setenta santa a los cien Cantaacutebamos duetos de amor de Puccini boleros de Agustiacuten Lara tangos de Carlos Gardel y comprobaacutebamos una vez maacutes que quienes no cantan no pueden imaginar siquiera lo que es la felicidad de cantar Hoy seacute que no fue una alucinacioacuten sino un milagro maacutes del primer amor de mi vida a los noventa antildeos

Cuando la casa estuvo en orden llameacute a Rosa Cabarcas iexclDios Santo exclamoacute al oiacuter mi voz creiacute que te habiacuteas ahogado No podiacutea entender que hubiera vuelto a pasar la noche con la nintildea sin tocarla Tienes todo el derecho de que no te guste pero al menos poacutertate como un adulto Trateacute de explicarle pero ella cambioacute el tema sin transicioacuten De todos modos te tengo vista otra un poco mayor bella y tambieacuten virgen Su papaacute quiere cambiarla por una casa pero se puede discutir un descuentoSe me heloacute el corazoacuten Ni maacutes faltaba protesteacute asustado quiero la misma y como siempre sin fracasos sin peleas sin malos recuerdos Hubo un silencio en la liacutenea y por fin la voz sumisa con que dijo como para siacute misma Bueno esto debe ser lo que los meacutedicos llaman demencia senil

Fui a las diez de la noche con un chofer conocido por la extrantildea virtud de no hacer preguntas Lleveacute un ventilador portaacutetil y un cuadro de Orlando Rivera el querido Figurita y un martillo y un clavo para colgarlo En el camino hice una parada para comprar cepillos de dientes pasta dentiacutefrica jaboacuten de olor Agua de Florida tabletas de regaliz Quise llevar tambieacuten un buen florero y un ramo de rosas amarillas para conjurar la pava de las flores de papel pero no encontreacute nada abierto y tuve que robarme en un jardiacuten privado un ramo de astromelias recieacuten nacidas

Por instrucciones de la duentildea llegueacute desde entonces por la calle de atraacutes del lado del acueducto para que nadie me viera entrar por el portoacuten del huerto El chofer me previno Cuidado sabio en esa casa matan Le contesteacute Si es por amor no importa El patio estaba en tinieblas pero habiacutea luces de vida en las ventanas y un revoltijo de muacutesicas en los seis cuartos En el miacuteo a volumen maacutes alto distinguiacute la voz caacutelida de don Pedro Vargas el tenor de Ameacuterica con un bolero de Miguel Matamoros Sentiacute que iba a morir Empujeacute la puerta con la respiracioacuten desbaratada y vi a Delgadina en la cama como en mis recuerdos desnuda y dormida en santa paz del lado del corazoacuten

Antes de acostarme arregleacute el tocador puse el ventilador nuevo en lugar del oxidado y colgueacute el cuadro donde ella pudiera verlo desde la cama Me acosteacute a su lado y la reconociacute palmo a palmo Era la misma que andaba por mi casa las mismas manos que me reconociacutean al tacto en la oscuridad los mismos pies de pasos tenues que se confundiacutean con los del gato el mismo olor del sudor de mis saacutebanas el dedo del dedal Increiacuteble vieacutendola y tocaacutendola en carne y hueso me pareciacutea menos real que en mis recuerdos

Hay un cuadro en la pared de enfrente le dije Lo pintoacute Figurita un hombre a quien quisimos mucho el mejor bailariacuten de burdeles que existioacute jamaacutes y de tan buen corazoacuten que le teniacutea laacutestima al diablo Lo pintoacute con barniz de buques en el lienzo chamuscado de un avioacuten que se estrelloacute en la Sierra Nevada de Santa Marta y con pinceles fabricados por eacutel con pelos de su perro La mujer pintada es una monja que

Memorias de mis putas tristes 27 ______________________________________________________________________________________secuestroacute de un convento y se casoacute con ella Aquiacute lo dejo para que sea lo primero que veas al despertar

No habiacutea cambiado de posicioacuten cuando apagueacute la luz a la una de la madrugada y su respiracioacuten era tan tenue que le tomeacute el pulso para sentirla viva La sangre circulaba por sus venas con la fluidez de una cancioacuten que se ramificaba hasta los aacutembitos maacutes recoacutenditos de su cuerpo y volviacutea al corazoacuten purificada por el amor

Antes de irme al amanecer dibujeacute en un papel las liacuteneas de su mano y se las di a leer a la Diva Sahibiacute para conocer su alma Y fue asiacute una persona que soacutelo dice lo que piensa Es perfecta para trabajos manuales Tiene contacto con alguien que ya murioacute y del cual espera ayuda pero estaacute equivocada la ayuda que busca estaacute al alcance de su mano No ha tenido ninguna unioacuten pero va a morir mayor y casada Ahora tiene un hombre moreno que no ha de ser el de su vida Puede tener ocho hijos pero se va a decidir soacutelo por tres A los treinta y cinco antildeos si hace lo que le indique el corazoacuten y no la mente va a manejar mucho dinero y a los cuarenta recibiraacute una herencia Va a viajar mucho Tiene doble vida y doble suerte y puede influir sobre su propio destino Le gusta probar todo por curiosidad pero va a arrepentirse si no se orienta por el corazoacuten

Atormentado de amor hice reparar los estragos de la borrasca y aprovecheacute para hacer otros muchos remiendos que veniacutea demorando desde antildeos por insolvencia o por desidia Reorganiceacute la biblioteca en el orden en que habiacutea leiacutedo los libros Por uacuteltimo remateacute la pianola como reliquia histoacuterica con sus maacutes de cien rollos de claacutesicos y compreacute un tocadiscos usado pero mejor que el miacuteo con parlantes de alta fidelidad que engrandecieron el aacutembito de la casa Quedeacute al borde de la ruina pero bien compensado por el milagro de estar vivo a mi edad

La casa renaciacutea de sus cenizas y yo navegaba en el amor de Delgadina con una intensidad y una dicha que nunca conociacute en mi vida anterior Gracias a ella me enfrenteacute por vez primera con mi ser natural mientras transcurriacutean mis noventa antildeos Descubriacute que mi obsesioacuten de que cada cosa estuviera en su puesto cada asunto en su tiempo cada palabra en su estilo no era el premio merecido de una mente en orden sino al contrario todo un sistema de simulacioacuten inventado por miacute para ocultar el desorden de mi naturaleza Descubriacute que no soy disciplinado por virtud sino como reaccioacuten contra mi negligencia que parezco generoso por encubrir mi mezquindad que me paso de prudente por mal pensado que soy conciliador para no sucumbir a mis coacuteleras reprimidas que soacutelo soy puntual para que no se sepa cuan poco me importa el tiempo ajeno Descubriacute en fin que el amor no es un estado del alma sino un signo del zodiacuteaco

Me volviacute otro Trateacute de releer los claacutesicos que me orientaron en la adolescencia y no pude con ellos Me sumergiacute en las letras romaacutenticas que repudieacute cuando mi madre quiso imponeacutermelas con mano dura y por ellas tomeacute conciencia de que la fuerza invencible que ha impulsado al mundo no son los amores felices sino los contrariados Cuando mis gustos en muacutesica hicieron crisis me descubriacute atrasado y viejo y abriacute mi corazoacuten a las delicias del azar

Me pregunto coacutemo pude sucumbir en este veacutertigo perpetuo que yo mismo provocaba y temiacutea Flotaba entre nubes erraacuteticas y hablaba conmigo mismo ante el espejo con la vana ilusioacuten de averiguar quieacuten soy Era tal mi desvariacuteo que en una manifestacioacuten

Memorias de mis putas tristes 28 ______________________________________________________________________________________estudiantil con piedras y botellas tuve que sacar fuerzas de flaqueza para no ponerme al frente con un letrero que consagrara mi verdad Estoy loco de amor

Obnubilado por la evocacioacuten inclemente de Delgadina dormida cambieacute sin la menor malicia el espiacuteritu de mis notas dominicales Fuera cual fuera el asunto las escribiacutea para ella las reiacutea y las lloraba para ella y en cada palabra se me iba la vida En lugar de la foacutermula de gacetilla tradicional que tuvieron desde siempre las escribiacute como cartas de amor que cada quien podiacutea hacer suyas Propuse en el perioacutedico que el texto no se alzara en linotipo sino que fuera publicado con mi caligrafiacutea florentina Al jefe de redaccioacuten coacutemo no le parecioacute otro acceso de vanidad senil pero el director general lo convencioacute con una frase que todaviacutea anda suelta por la redaccioacuten

-No se equivoque los loquitos mansos se adelantan al porvenir

La respuesta puacuteblica fue inmediata y entusiasta con numerosas cartas de lectores enamorados Algunas las leiacutean en los noticieros de radio con urgencias de uacuteltima hora y se hicieron copias en mimeoacutegrafos o papel carboacuten que vendiacutean como cigarrillos de contrabando en las esquinas de la calle San Blas Desde el principio fue evidente que obedeciacutean a las ansias de expresarme pero me hice a la costumbre de tomarlas en cuenta al escribir y siempre con la voz de un hombre de noventa antildeos que no aprendioacute a pensar como viejo La comunidad intelectual como de soacutelito se mostroacute timorata y dividida y hasta los grafoacutelogos menos pensados montaron controversias por los anaacutelisis erraacuteticos de mi caligrafiacutea Fueron ellos los que dividieron los aacutenimos recalentaron la poleacutemica y pusieron de moda la nostalgia

Antes del fin del antildeo me habiacutea arreglado con Rosa Cabarcas para dejar en el cuarto el abanico eleacutectrico los recursos del tocador y lo que siguiera llevando en el futuro para hacerlo vivible Llegaba a las diez siempre con algo nuevo para ella o para gusto de ambos y dedicaba unos minutos a sacar la utileriacutea escondida para armar el teatro de nuestras noches Antes de irme nunca maacutes tarde de las cinco volviacutea a asegurar todo bajo llave La alcoba quedaba entonces tan escuaacutelida como fue en sus oriacutegenes para los amores tristes de los clientes casuales Una mantildeana oiacute que Marcos Peacuterez la voz maacutes escuchada de la radio desde el amanecer habiacutea decidido leer mi nota dominical en su noticiero de los lunes Cuando pude reprimir la naacuteusea dije sobrecogido Ya lo sabes Delgadina la fama es una sentildeora muy gorda que no duerme con uno pero cuando uno despierta estaacute siempre miraacutendonos frente a la cama

Uno de esos diacuteas me quedeacute a desayunar con Rosa Cabarcas que empezaba a parecerme menos decreacutepita a pesar del luto severo y del bonete negro que ya le tapaba las cejas Sus desayunos teniacutean fama de espleacutendidos con una carga de pimienta que me haciacutea llorar Al primer bocado de fuego vivo le dije bantildeado en laacutegrimas Esta noche no me haraacute falta la luna llena para que me arda el culo No te quejes dijo ella Si te arde es porque todaviacutea lo tienes a Dios gracias

Se sorprendioacute cuando mencioneacute el nombre de Delgadina No se llama asiacute dijo se llama No me lo digas la interrumpiacute para miacute es Delgadina Ella se encogioacute de hombros Bueno al fin y al cabo es tuya pero me parece un nombre de diureacutetico Le conteacute lo del letrero del tigre que la nintildea habiacutea escrito en el espejo No pudo ser ella

JUAN CARLOS 161104
timorato ta (Del lat timorātus) adj Tiacutemido indeciso encogido || 2 Dicho de una persona Que se escandaliza con exageracioacuten de cosas que no le parecen conformes a la moral convencional || 3 Que tiene temor de Dios y se gobierna por eacutel en sus operaciones
JUAN CARLOS 161104
obnubilar (Del lat obnubilāre) tr nublar (ǁ ofuscar o confundir) U t c prnl || 2 embelesar U t c prnl || 3 nublar (ǁ enturbiar la visioacuten) U t c prnl

Memorias de mis putas tristes 29 ______________________________________________________________________________________dijo Rosa porque no sabe leer ni escribir iquestEntonces quieacuten Ella se encogioacute de hombros Puede ser de alguien que se murioacute en el cuarto

Yo aprovechaba aquellos desayunos para desahogarme con Rosa Cabarcas y le pediacutea favores miacutenimos para el bienestar y el buen ver de Delgadina Me los concediacutea sin pensarlo con una picardiacutea de colegiala iexclQueacute risa me dijo por aquellos diacuteas Me siento como si me estuvieras pidiendo su mano Y a propoacutesito se le ocurrioacute iquestpor queacute no te casas con ella Me quedeacute de una pieza En serio insistioacute te sale maacutes barato Al fin y al cabo el problema a tu edad es servir o no servir pero ya me dijiste que lo tienes resuelto Le saliacute al paso El sexo es el consuelo que uno tiene cuando no le alcanza el amor

Ella soltoacute la risa Ay mi sabio siempre supe que eres muy hombre que siempre lo fuiste y me alegra que lo sigas siendo mientras tus enemigos entregan las armas Con razoacuten se habla tanto de ti iquestOiacuteste a Marcos Peacuterez Todo el mundo lo oye le dije para cortar el tema Pero ella insistioacute Tambieacuten el profesor Camacho y Cano en La hora de todo un poco dijo ayer que el mundo ya no es lo que era porque no quedan muchos hombres como tuacute

Aquel fin de semana encontreacute a Delgadina con fiebre y tos Desperteacute a Rosa Cabarcas para que me diera alguacuten remedio casero y me llevoacute al cuarto un botiquiacuten de primeros auxilios Dos diacuteas despueacutes Delgadina seguiacutea postrada y no habiacutea podido volver a su rutina de pegar botones El meacutedico le habiacutea prescrito un tratamiento casero para una gripa comuacuten que cederiacutea en una semana pero se alarmoacute por su estado general de desnutricioacuten Dejeacute de verla y sentiacute que me haciacutea falta y aprovecheacute para arreglar el cuarto sin ella

Lleveacute tambieacuten un dibujo a pluma de Cecilia Porras para Todos estaacutebamos a la espera el libro de cuentos de Alvaro Cepeda Lleveacute los seis tomos de Juan Cristoacutebal de Romain Rolland para pastorear mis vigilias De modo que cuando Delgadina pudo volver a la habitacioacuten la encontroacute digna de una felicidad sedentaria el aire purificado con un insecticida aromaacutetico paredes color de rosa laacutemparas matizadas flores nuevas en los floreros mis libros favoritos los buenos cuadros de mi madre colgados de otro modo seguacuten los gustos de hoy Habiacutea cambiado el viejo radio por uno de onda corta que manteniacutea sintonizado en un programa de muacutesica culta para que Delgadina aprendiera a dormir con los cuartetos de Mozart pero una noche lo encontreacute en una estacioacuten especializada en boleros de moda Era el gusto de ella sin duda y lo asumiacute sin dolor pues tambieacuten yo lo habiacutea cultivado con el corazoacuten en mis mejores diacuteas Antes de volver a casa al diacutea siguiente escribiacute en el espejo con el laacutepiz de labios Nintildea miacutea estamos solos en el mundo

Por esa eacutepoca tuve la rara impresioacuten de que se estaba volviendo mayor antes de tiempo Se lo comenteacute a Rosa Cabarcas y a ella le parecioacute natural Cumple quince antildeos el cinco de diciembre me dijo Una Sagitario perfecta Me inquietoacute que fuera tan real como para cumplir antildeos iquestQueacute podriacutea regalarle Una bicicleta dijo Rosa Cabarcas Tiene que atravesar la ciudad dos veces al diacutea para ir a pegar botones Me mostroacute en la trastienda la bicicleta que usaba y de verdad me parecioacute un cacharro indigno de una mujer tan bien amada Sin embargo me conmovioacute como la prueba tangible de que Delgadina existiacutea en la vida real

Memorias de mis putas tristes 30 ______________________________________________________________________________________Cuando fui a comprar la mejor bicicleta para ella no pude resistir la tentacioacuten de probarla y di algunas vueltas casuales en la rampa del almaceacuten Al vendedor que me preguntoacute la edad le contesteacute con la coqueteriacutea de la vejez Voy a cumplir noventa y uno El empleado dijo justo lo que yo queriacutea Pues representa veinte menos Yo mismo no entendiacutea coacutemo conservaba la praacutectica del colegio y me sentiacute colmado por un gozo radiante Empeceacute a cantar Primero para miacute mismo en voz baja y despueacutes a todo pecho con iacutenfulas del gran Caruso por entre los bazares abigarrados y el traacutefico demente del mercado puacuteblico La gente me miraba divertida me gritaban me incitaban a participar en la Vuelta a Colombia en silla de ruedas Yo les haciacutea con la mano un saludo de navegante feliz sin interrumpir la cancioacuten Esa semana en homenaje a Diciembre escribiacute otra nota atrevida Coacutemo ser feliz en bicicleta a los noventa antildeos

La noche de su cumpleantildeos le canteacute a Delgadina la cancioacuten completa y la beseacute por todo el cuerpo hasta quedarme sin aliento la espina dorsal veacutertebra por veacutertebra hasta las nalgas laacutenguidas el costado del lunar el de su corazoacuten inagotable A medida que la besaba aumentaba el calor de su cuerpo y exhalaba una fragancia montuna Ella me respondioacute con vibraciones nuevas en cada pulgada de su piel y en cada una encontreacute un calor distinto un sabor propio un gemido nuevo y toda ella resonoacute por dentro con un arpegio y sus pezones se abrieron en flor sin tocarlos Empezaba a adormecerme en la madrugada cuando sentiacute como un rumor de muchedumbres en el mar y un paacutenico de los aacuterboles que me atravesaron el corazoacuten Entonces fui al bantildeo y escribiacute en el espejo Delgadina de mi vida llegaron las brisas de Navidad Uno de mis recuerdos maacutes felices fue un trastorno que sentiacute una mantildeana como aqueacutella al salir de la escuela iquestQueacute me pasa La maestra me dijo alelada Ay nintildeo iquestno ves que son las brisas Ochenta antildeos despueacutes volviacute a sentirlo cuando me desperteacute en la cama de Delgadina y era el mismo diciembre que volviacutea puntual con sus cielos diaacutefanos las tormentas de arena los torbellinos callejeros que Desentechaban casas y les alzaban las faldas a las colegialas La ciudad adquiriacutea por entonces una resonancia fantasmal En noches de brisa podiacutean escucharse los gritos del mercado puacuteblico hasta en los barrios maacutes altos como si estuvieran a la vuelta de la esquina No era raro entonces que las raacutefagas de diciembre nos permitieran encontrar por sus voces a los amigos desperdigados en burdeles remotos

Sin embargo tambieacuten con las brisas me llegoacute la mala noticia de que Delgadina no podiacutea pasar las navidades conmigo sino con su familia Si algo detesto en este mundo son las fiestas obligatorias en que la gente llora porque estaacute alegre los fuegos de artificio los villancicos lelos las guirnaldas de papel crespoacuten que nada tienen que ver con un nintildeo que nacioacute hace dos mil quinientos antildeos en una caballeriza indigente Sin embargo cuando llegoacute la noche no pude resistir la nostalgia y me fui al cuarto sin ella Dormiacute bien y desperteacute junto a un oso de peluche que caminaba en dos patas como si fuera polar y una tarjeta que deciacutea Para el papaacute feo Rosa Cabarcas me habiacutea dicho que Delgadina estaba aprendiendo a leer con mis clases escritas en el espejo y su buena letra me parecioacute admirable Pero ella misma me defraudoacute con la noticia peor de que el oso era un regalo suyo asiacute que la noche de Antildeo Nuevo me quedeacute en mi casa y en mi cama desde las ocho y me dormiacute sin amarguras Fui feliz porque al toque de las doce entre los repiques furiosos de las campanas las sirenas de faacutebricas y bomberos los lamentos de los

JUAN CARLOS 161104
abigarrado da (Del part de abigarrar) adj De varios colores mal combinados || 2 Heterogeacuteneo reunido sin concierto Un extrantildeo y abigarrado libro Una multitud abigarrada 13

Memorias de mis putas tristes 31 ______________________________________________________________________________________buques las descargas de poacutelvora los cohetes sentiacute que Delgadina entroacute en punta de pies se acostoacute a mi lado y me dio un beso Tan real que me quedoacute en la boca su olor de regaliz

Memorias de mis putas tristes 32 ______________________________________________________________________________________

4A principios del nuevo antildeo empezaacutebamos a conocernos como si vivieacuteramos juntos y despiertos pues yo habiacutea encontrado un tono de voz cauteloso que ella oiacutea sin despertar y me contestaba con un lenguaje natural del cuerpo Sus estados de aacutenimo se le notaban en el modo de dormir De exhausta y montaraz que habiacutea sido al principio fue hacieacutendose a una paz interior que embelleciacutea su rostro y enriqueciacutea su suentildeo Le contaba mi vida le leiacutea al oiacutedo los borradores de mis notas dominicales en las que estaba ella sin decirlo y soacutelo ella

Por esa eacutepoca le dejeacute en la almohada unos zarcillos de esmeraldas que fueron de mi madre Los llevoacute puestos en la cita siguiente y no le luciacutean Le lleveacute despueacutes unos pendientes maacutes adecuados para el color de su piel Le expliqueacute Los primeros que te traje no te quedaban bien por tu tipo y el corte del cabello Estos te iraacuten mejor No llevoacute ninguno en las dos citas siguientes pero a la tercera se puso los que le habiacutea indicado Asiacute empeceacute a entender que no obedeciacutea a mis oacuterdenes pero aguardaba la ocasioacuten para complacerme Por esos diacuteas me sentiacute tan habituado a aquel geacutenero de vida domeacutestica que no seguiacute durmiendo desnudo sino que lleveacute las piyamas de seda china que habiacutea dejado de usar por no tener para quieacuten quitaacutermelas

Empeceacute a leerle El principito de Saint-Exupeacutery un autor franceacutes que el mundo entero admira maacutes que los franceses Fue el primero que la entretuvo sin despertarla hasta el punto de que tuve que ir dos diacuteas continuos para acabar de leeacuterselo Seguimos con los Cuentos de Perrault la Historia sagrada Las mil y una noches en una versioacuten desinfectada para nintildeos y por las diferencias entre uno y otro me di cuenta de que su suentildeo teniacutea diversos grados de profundidad seguacuten su intereacutes por las lecturas Cuando sentiacutea que habiacutea tocado fondo apagaba la luz y me dormiacutea abrazado a ella hasta que cantaban los gallos

Me sentiacutea tan feliz que la besaba en los paacuterpados muy suave y una noche ocurrioacute como una luz en el cielo sonrioacute por primera vez Maacutes tarde sin ninguacuten motivo se revolvioacute en la cama me dio la espalda y dijo disgustada Fue Isabel la que hizo llorar a los caracoles Exaltado por la ilusioacuten de un diaacutelogo le pregunteacute en el mismo tono iquestDe quieacuten eran No contestoacute Su voz teniacutea un rastro plebeyo como si no fuera suya sino de alguien ajeno que llevaba dentro Toda sombra de duda desaparecioacute entonces de mi alma la preferiacutea dormida

Mi uacutenico problema era el gato Estaba inapetente y hurantildeo y llevaba dos diacuteas sin levantar cabeza en su rincoacuten habitual y me tiroacute un zarpazo de fiera herida cuando

JUAN CARLOS 161104
zarcillo1 (Del lat circellus circulito) m Pendiente arete13
JUAN CARLOS 161104
montaraz (De monte y -araz) adj Que anda o estaacute hecho a andar por los montes o se ha criado en ellos || 2 Se dice del genio y propiedades agrestes groseras y feroces || 3 m Guarda de montes o heredades || 4 Sal Mayordomo de campo capataz que tiene a su cargo las labores y los ganados

Memorias de mis putas tristes 33 ______________________________________________________________________________________quise ponerlo en su canasto de mimbre para que Damiana lo llevara con el veterinario Apenas logroacute someterlo y se lo llevoacute pataleando dentro de un saco de fique Al cabo de un rato me llamoacute desde el criadero para decirme que no habiacutea maacutes remedio que sacrificarlo y necesitaban mi orden iquestPor queacute Porque ya estaacute muy viejo dijo Damiana Penseacute con rabia que a miacute tambieacuten podiacutean asarme vivo en un horno de gatos Me sentiacute inerme entre dos fuegos no habiacutea aprendido a querer el gato pero tampoco teniacutea corazoacuten para ordenar que lo mataran soacutelo porque era viejoiquestDoacutende lo deciacutea el manual

El incidente me conmocionoacute tanto que escribiacute una nota para el domingo con un tiacutetulo usurpado a Neruda iquestEs el gato un miacutenimo tigre de saloacuten La nota dio origen a una nueva campantildea que otra vez dividioacute a los lectores en favor y en contra de los gatos En cinco diacuteas prevalecioacute la tesis de que podiacutea ser liacutecito sacrificar un gato por razones de salud puacuteblica pero no porque estuviera viejo

Despueacutes de la muerte de mi madre me desvelaba el terror de que alguien me tocara mientras dormiacutea Una noche la sentiacute pero su voz me devolvioacute el sosiego Figlio mioacute poveretto Volviacute a sentirlo una madrugada en el cuarto de Delgadina y me retorciacute de gozo creyendo que ella me habiacutea tocado Pero no era Rosa Cabarcas en la oscuridad Viacutestete y ven conmigo me dijo tengo un problema serio

Asiacute era y maacutes serio de lo que pude imaginar A uno de los clientes grandes de la casa lo habiacutean asesinado a puntildealadas en el primer cuarto del pabelloacuten El asesino habiacutea escapado El cadaacutever enorme desnudo pero con los zapatos puestos teniacutea una palidez de pollo al vapor en la cama empapada de sangre Lo reconociacute de entrada era JMB un banquero grande famoso por su apostura su simpatiacutea y su buen vestir y sobre todo por la pulcritud de su hogar Teniacutea en el cuello dos heridas moradas como labios y una zanja en el vientre que no habiacutea acabado de sangrar Todaviacutea no empezaba el rigor Maacutes que sus heridas me impresionoacute que teniacutea un preservativo puesto y al parecer sin usar en el sexo desmirriado por la muerte

Rosa Cabarcas no sabiacutea con quieacuten iba porque tambieacuten eacutel teniacutea el privilegio de entrar por el portoacuten del huerto No se descartaba la sospecha de que su pareja fuera otro hombre Lo uacutenico que la duentildea queriacutea de miacute era que la ayudara a vestir el cadaacutever Estaba tan segura que me inquietoacute la idea de que la muerte fuera para ella un asunto de cocina No hay nada maacutes difiacutecil que vestir a un muerto le dije Lo he hecho a pasto de Dios replicoacute ella Es faacutecil si alguien me lo sostiene Le hice ver iquestTe imaginas quieacuten va a creer en un cuerpo tasajeado a cuchilladas dentro de un vestido intacto de caballero ingleacutes

Tembleacute por Delgadina Lo mejor seraacute que te la lleves tuacute me dijo Rosa Cabarcas Primero muerto le dije con la saliva helada Ella lo percibioacute y no pudo ocultar su desdeacuten iexclEstaacutes temblando Por ella dije aunque soacutelo era verdad a medias Aviacutesale que se vaya antes de que llegue nadie De acuerdo dijo ella aunque a ti como periodista no te pasaraacute nada Ni a ti tampoco le dije con cierto rencor Eres el uacutenico liberal que manda en este gobierno

La ciudad codiciada por su naturaleza paciacutefica y su seguridad congeacutenita arrastraba la desgracia de un asesinato escandaloso y atroz cada antildeo Aqueacutel no lo fue La noticia oficial en titulares excesivos y parca en detalles deciacutea que al joven banquero lo habiacutean asaltado y muerto a cuchilladas en la carretera de Pradomar por motivos

Memorias de mis putas tristes 34 ______________________________________________________________________________________incomprensibles No teniacutea enemigos El comunicado del gobierno sentildealaba como presuntos asesinos a refugiados del interior del paiacutes que estaban desatando una oleada de delincuencia comuacuten extrantildea al espiacuteritu ciacutevico de la poblacioacuten En las primeras horas hubo maacutes de cincuenta detenidos

Acudiacute escandalizado con el redactor judicial un periodista tiacutepico de los antildeos veinte con visera de celuloide verde y ligas en las mangas que presumiacutea de anticiparse a los hechos Sin embargo soacutelo conociacutea unas hilachas sueltas del crimen y yo se las completeacute hasta donde me fue prudente Asiacute escribimos cinco cuartillas a cuatro manos para una noticia de ocho columnas en primera paacutegina atribuida al fantasma eterno de las fuentes que nos merecen entero creacutedito Pero al Abominable Hombre de las Nueve -el censor- no le tembloacute el pulso para imponer la versioacuten oficial de que habiacutea sido un asalto de bandoleros liberales Yo me laveacute la conciencia con un centildeo de pesadumbre en el entierro maacutes ciacutenico y concurrido del siglo

Cuando regreseacute a casa aquella noche llameacute a Rosa Cabarcas para averiguar queacute habiacutea pasado con Delgadina pero no contestoacute el teleacutefono en cuatro diacuteas Al quinto fui a su casa con los dientes apretados Las puertas estaban selladas pero no por la policiacutea sino por la Sanidad Nadie en el vecindario daba noticias de nada Sin ninguacuten indicio de Delgadina me di a una buacutesqueda encarnizada y a veces ridiacutecula que me dejoacute acezante Paseacute diacuteas enteros observando a las joacutevenes ciclistas desde los escantildeos de un parque polvoriento donde los nintildeos jugaban a encaramarse en la estatua descascarada de Simoacuten Boliacutevar Pasaban pedaleando como venadas bellas disponibles listas para ser atrapadas a la gallina ciega Cuando se me acaboacute la esperanza me refugieacute en la paz de los boleros Fue como un bebedizo emponzontildeado cada palabra era ella Siempre habiacutea necesitado el silencio para escribir porque mi mente atendiacutea maacutes a la muacutesica que a la escritura Entonces fue al reveacutes soacutelo pude escribir a la sombra de los boleros Mi vida se llenoacute de ella Las notas que escribiacute aquellas dos semanas fueron modelos en clave para cartas de amor El jefe de redaccioacuten contrariado con la avalancha de respuestas me pidioacute que moderara el amor mientras pensaacutebamos coacutemo consolar a tantos lectores enamorados

La falta de sosiego acaboacute con el rigor de mis diacuteas Despertaba a las cinco pero me quedaba en la penumbra del cuarto imaginando a Delgadina en su vida irreal de levantar a sus hermanos vestirlos para la escuela darles el desayuno si lo habiacutea y atravesar la ciudad en bicicleta para cumplir la condena de coser botones Me pregunteacute asombrado iquestQueacute piensa una mujer mientras pega un botoacuten iquestPensaba en miacute iquestTambieacuten ella buscaba a Rosa Cabarcas para dar conmigo Paseacute hasta una semana sin quitarme el mameluco de mecaacutenico ni de diacutea ni de noche sin bantildearme sin afeitarme sin cepillarme los dientes porque el amor me ensentildeoacute demasiado tarde que uno se arregla para alguien se viste y se perfuma para alguien y yo nunca habiacutea tenido para quieacuten Damiana creyoacute que estaba enfermo cuando me encontroacute desnudo en la hamaca a las diez de la mantildeana La vi con los ojos turbios de la codicia y la inviteacute a revolearnos desnudos Ella con un desprecio me dijo

-iquestYa pensoacute lo que va a hacer si le digo que siacute

Asiacute supe hasta queacute punto me habiacutea corrompido el sufrimiento No me reconociacutea a miacute mismo en mi dolor de adolescente No volviacute a salir de la casa por no descuidar el teleacutefono Escribiacutea sin descolgarlo y al primer timbrazo le saltaba encima pensando

Memorias de mis putas tristes 35 ______________________________________________________________________________________que pudiera ser Rosa Cabarcas Interrumpiacutea a cada rato lo que estuviera haciendo para llamarla e insistiacute diacuteas enteros hasta comprender que era un teleacutefono sin corazoacuten

Al volver a casa una tarde de lluvia encontreacute el gato enroscado en la escalinata del portoacuten Estaba sucio y maltrecho y con una mansedumbre de laacutestima El manual me hizo ver que estaba enfermo y seguiacute sus normas para alentarlo De golpe mientras descabezaba un suentildeecito de siesta me despabiloacute la idea de que pudiera conducirme a la casa de Delgadina Lo lleveacute en una bolsa de mercado hasta la tienda de Rosa Cabarcas que seguiacutea sellada y sin indicios de vida pero se revolvioacute en el talego con tanto iacutempetu que logroacute escapar saltoacute la tapia del huerto y desaparecioacute entre los aacuterboles Toqueacute al portoacuten con el puntildeo y una voz militar preguntoacute sin abrir iquestQuieacuten vive Gente de paz dije yo para no ser menos Ando en pos de la duentildea No hay duentildea dijo la voz Por lo menos aacutebrame para coger el gato insistiacute No hay gato dijo Pregunteacute iquestQuieacuten es usted

-Nadie -dijo la voz

Siempre habiacutea entendido que morirse de amor no era maacutes que una licencia poeacutetica Aquella tarde de regreso a casa otra vez sin el gato y sin ella comprobeacute que no soacutelo era posible morirse sino que yo mismo viejo y sin nadie estaba murieacutendome de amor Pero tambieacuten me di cuenta de que era vaacutelida la verdad contraria no habriacutea cambiado por nada del mundo las delicias de mi pesadumbre Habiacutea perdido maacutes de quince antildeos tratando de traducir los cantos de Leopardi y soacutelo aquella tarde los sentiacute a fondo Ay de miacute si es amor cuaacutento atormenta

Mi entrada al perioacutedico en mameluco y mal afeitado despertoacute ciertas dudas sobre mi estado mental La casa remodelada con cabinas individuales de vidrio y luces cenitales pareciacutea una cliacutenica de maternidad El clima artificial callado y confortable invitaba a hablar en susurros y caminar en puntillas En el vestiacutebulo como virreyes muertos estaban los retratos al oacuteleo de los tres directores vitalicios y las fotografiacuteas de visitantes ilustres La enorme sala principal estaba presidida por la fotografiacutea gigantesca de la redaccioacuten actual tomada la tarde de mi cumpleantildeos No pude evitar la comparacioacuten mental con la otra de mis treinta antildeos y una vez maacutes comprobeacute con horror que se envejece maacutes y peor en los retratos que en la realidad La secretaria que me habiacutea besado la tarde del cumpleantildeos me preguntoacute si estaba enfermo Fui feliz de contestarle la verdad para que no la creyera Enfermo de amor Ella dijo iexclLaacutestima que no sea por miacute Yo le correspondiacute el cumplido No esteacute tan segura

El redactor judicial salioacute de su cabina gritando que habiacutea dos cadaacuteveres de muchachas sin identificar en el anfiteatro municipal Le pregunteacute asustado iquestDe queacute edad Joacutevenes dijo eacutel Pueden ser refugiadas del interior perseguidas hasta aquiacute por matones del reacutegimen Respireacute aliviado La situacioacuten nos invade en silencio como una mancha de sangre dije El redactor judicial ya lejos gritoacute

-De sangre no maestro de mierda

Algo peor me ocurrioacute diacuteas despueacutes cuando una muchacha instantaacutenea con una canasta igual a la del gato pasoacute como un escalofriacuteo frente a la libreriacutea Mundo La perseguiacute a codazos por entre la muchedumbre en el fragor de las doce del diacutea Era muy bella de trancos largos y con una fluidez para abrirse camino entre el gentiacuteo

Memorias de mis putas tristes 36 ______________________________________________________________________________________que me costoacute trabajo alcanzarla Por fin la rebaseacute y la mireacute de frente Ella me apartoacute con la mano sin detenerse ni pedir perdoacuten No era la que creiacutea pero su altivez me dolioacute como si lo fuera Comprendiacute entonces que no seriacutea capaz de reconocer a Delgadina despierta y vestida ni ella podiacutea saber quieacuten era yo si nunca me habiacutea visto En un acto de locura tejiacute durante tres diacuteas doce pares de zapatitos azules y rosados para recieacuten nacidos tratando de darme valor para no escuchar ni cantar ni recordar las canciones que me recordaban a ella

La verdad era que no podiacutea con mi alma y empezaba a tomar conciencia de la vejez por mis flaquezas frente al amor Una prueba todaviacutea maacutes dramaacutetica la tuve cuando un autobuacutes de servicio puacuteblico arrolloacute una ciclista en el puro centro comercial Acababan de llevaacutersela en una ambulancia y la magnitud de la tragedia se apreciaba por el estado de chatarra en que quedoacute la bicicleta sobre un charco de sangre viva Pero mi impresioacuten no fue tanta por los destrozos de la bicicleta como por la marca el modelo y el color No podiacutea ser otra que la que yo mismo le habiacutea regalado a Delgadina

Los testigos coincidieron en que la ciclista herida era muy joven alta y delgada y con el cabello corto y rizado Aturdido tomeacute el primer taxi que pasoacute y me hice llevar al hospital de Caridad un viejo edificio de muros ocres que pareciacutea una caacutercel encallada en un arenal Necesiteacute media hora para entrar y otra maacutes para salir de un patio fragante de aacuterboles frutales donde una mujer atribulada se me atravesoacute en el camino me miroacute a los ojos y exclamoacute

-Yo soy la que no buscas

Soacutelo entonces recordeacute que era alliacute donde viviacutean en libertad los internos mansos del manicomio municipal Tuve que identificarme como periodista ante la direccioacuten del hospital para que un enfermero me condujera al pabelloacuten de urgencias En elcuaderno de ingresos estaban los datos Rosalba Riacuteos dieciseacuteis antildeos sin oficio conocido Diagnoacutestico conmocioacuten cerebral Pronoacutestico reservado Pregunteacute al jefe del pabelloacuten si podiacutea verla con la esperanza iacutentima de que me dijeran que no pero me llevaron encantados por si queriacutea escribir sobre el estado de abandono del hospital

Atravesamos una sala abigarrada con un fuerte olor de aacutecido feacutenico y los enfermos apelotonados en las camas Al fondo en un cuarto solo tendida en una camilla metaacutelica estaba la que buscaacutebamos Teniacutea el craacuteneo cubierto de vendas la cara indescifrable gonfia y amoratada pero me bastoacute con verle los pies para saber que no era Soacutelo entonces se me ocurrioacute preguntarme iquestQueacute habriacutea hecho yo si hubiera sido ella

Todaviacutea enredado en las telarantildeas de la noche tuve el valor de ir el diacutea siguiente a la faacutebrica de camisas donde Rosa Cabarcas habiacutea dicho alguna vez que trabajaba la nintildea y le pediacute al propietario que nos mostrara sus instalaciones como modelo para un proyecto continental de las Naciones Unidas Era un libaneacutes paquideacutermico y taciturno que nos abrioacute las puertas de su reino con la ilusioacuten de ser un ejemplo universal

Trescientas joacutevenes de blusas blancas con la ceniza del mieacutercoles en la frente cosiacutean botones en la vasta nave iluminada Cuando nos vieron entrar se irguieron

Memorias de mis putas tristes 37 ______________________________________________________________________________________como colegialas y nos observaron de reojo mientras el gerente explicaba sus aportes al arte inmemorial de pegar botones Yo escrutaba las caras de cada una con el pavor de descubrir a Delgadina vestida y despierta Pero fue una de ellas la que me descubrioacute a miacute con la mirada temible de la admiracioacuten sin clemencia

-Diacutegame sentildeor iquestno es usted el que escribe las cartas de amor en el perioacutedico

Nunca me hubiera imaginado que una nintildea dormida pudiera causar en uno semejantes estragos Escapeacute de la faacutebrica sin despedirme ni pensar siquiera si alguna de aquellas viacutergenes de purgatorio era por fin la que buscaba Cuando saliacute de ahiacute el uacutenico sentimiento que me quedaba en la vida eran las ganas de llorar

Rosa Cabarcas llamoacute al cabo de un mes con una explicacioacuten increiacuteble se habiacutea tomado un merecido descanso en Cartagena de Indias despueacutes del asesinato del banquero No le creiacute desde luego pero la feliciteacute por su suerte y la dejeacute explayarse en su mentira antes de hacerle la pregunta que me borboritaba en el corazoacuten

-iquestY ella

Rosa Cabarcas hizo un silencio largo Ahiacute estaacute dijo al fin pero su voz se hizo evasiva Hay que esperar un tiempo iquestCuaacutento Ni idea ya te avisareacute Sentiacute que se me iba y la pareacute en seco Espeacuterate dame alguna luz No hay luz dijo ella y concluyoacute Ten cuidado puedes perjudicarte tuacute y sobre todo perjudicarla a ella Yo no estaba para esa clase de remilgos Le supliqueacute aunque fuera una oportunidad de acercarme a la verdad Al fin y al cabo le dije somos coacutemplices Ella no dio un paso maacutes Caacutelmate me dijo la nintildea estaacute bien y esperando que la llame pero ahora mismo no hay nada que hacer ni voy a decir nada maacutes Adioacutes

Me quedeacute con el teleacutefono en la mano sin saber por doacutende seguir pues tambieacuten la conociacutea bastante para pensar que no conseguiriacutea nada de ella si no era por las buenas Despueacutes del mediodiacutea me di una vuelta furtiva por su casa maacutes confiado en la casualidad que en la razoacuten y la encontreacute todaviacutea cerrada y con los sellos de la Sanidad Penseacute que Rosa Cabarcas me habiacutea telefoneado de otra parte tal vez de otra ciudad y la sola idea me llenoacute de presagios turbios No obstante a las seis de la tarde cuando menos lo esperaba me soltoacute por teleacutefono mi propio santo y sentildea

-Bueno ahora siacute

A las diez de la noche tembloroso y con los labios mordidos para no llorar fui cargado de cajas de chocolates suizos turrones y caramelos y una canasta de rosas ardientes para cubrir la cama La puerta estaba entreabierta las luces encendidas y en el radio se diluiacutea a medio volumen la sonata nuacutemero uno para violiacuten y piano de Brahms Delgadina en la cama estaba tan radiante y distinta que me costoacute trabajo reconocerla

Habiacutea crecido pero no se le notaba en la estatura sino en una madurez intensa que la haciacutea parecer con dos o tres antildeos maacutes y maacutes desnuda que nunca Sus poacutemulos altos la piel tostada por soles de mar bravo los labios finos y el cabello corto y rizado le infundiacutean a su rostro el resplandor androacutegino del Apolo de Praxiacuteteles Pero no habiacutea equiacutevoco posible porque sus senos habiacutean crecido hasta el punto de que no me cabiacutean en la mano sus caderas habiacutean acabado de formarse y sus huesos se

Memorias de mis putas tristes 38 ______________________________________________________________________________________habiacutean vuelto maacutes firmes y armoacutenicos Me encantaron aquellos aciertos de la naturaleza pero me aturdieron los artificios las pestantildeas postizas las untildeas de las manos y los pies esmaltadas de naacutecar y un perfume de a dos cuartillos que no teniacutea nada que ver con el amor Sin embargo lo que me sacoacute de quicio fue la fortuna que llevaba encima pendientes de oro con gajos de esmeraldas un collar de perlas naturales una pulsera de oro con resplandores de diamantes y anillos con piedras legiacutetimas en todos los dedos En la silla estaba su traje de nochera con lentejuelas y bordados y las zapatillas de raso Un vapor raro me subioacute de las entrantildeas

-iexclPuta -griteacute

Pues el diablo me soploacute en el oiacutedo un pensamiento siniestro Y fue asiacute la noche del crimen Rosa Cabarcas no debioacute tener tiempo ni serenidad para prevenir a la nintildea y la policiacutea la encontroacute en el cuarto sola menor de edad y sin coartada Nadie igual a Rosa Cabarcas para una situacioacuten como aqueacutella le vendioacute la virginidad de la nintildea a alguno de sus grandes cacaos a cambio de que a ella la sacaran limpia del crimen Lo primero claro fue desaparecer mientras se aplacaba el escaacutendalo iexclQueacute maravilla Una luna de miel para tres ellos dos en la cama y Rosa Cabarcas en una terraza de lujo disfrutando de su impunidad feliz Ciego de una furia insensata fui reventando contra las paredes cada cosa del cuarto las laacutemparas el radio el ventilador los espejos las jarras los vasos Lo hice sin prisa pero sin pausas con un grande estropicio y una embriaguez metoacutedica que me salvoacute la vida La nintildea dio un salto al primer estallido pero no me miroacute sino que se enroscoacute de espaldas a miacute y asiacute permanecioacute con espasmos entrecortados hasta que cesoacute el estropicio Las gallinas en el patio y los perros de la madrugada aumentaron el escaacutendalo Con la cegadora lucidez de la coacutelera tuve la inspiracioacuten final de prenderle fuego a la casa cuando aparecioacute en la puerta la figura impasible de Rosa Cabarcas en camisa de dormir No dijo nada Hizo con la vista el inventario del desastre y comproboacute que la nintildea estaba enroscada sobre siacute misma como un caracol y con la cabeza escondida entre los brazos aterrada pero intacta

-iexclDios miacuteo -exclamoacute Rosa Cabarcas- iexclQueacute no hubiera dado yo por un amor como eacuteste

Me midioacute de cuerpo entero con una mirada de misericordia y me ordenoacute Vamos La seguiacute hasta la casa me sirvioacute un vaso de agua en silencio me hizo una sentildea de que me sentara frente a ella y me puso en confesioacuten Bueno me dijo ahora poacutertate como un adulto y cueacutentame iquestqueacute te pasa

Le conteacute con lo que teniacutea como mi verdad revelada Rosa Cabarcas me escuchoacute en silencio sin asombro y por fin parecioacute iluminada Queacute maravilla dijo Siempre he dicho que los celos saben maacutes que la verdad Y entonces me contoacute la realidad sin reservas En efecto dijo en su ofuscacioacuten de la noche del crimen se habiacutea olvidado de la nintildea dormida en el cuarto Uno de sus clientes abogado del muerto ademaacutes repartioacute prebendas y sobornos a cuatro manos e invitoacute a Rosa Cabarcas a un hotel de reposo de Cartagena de Indias mientras se disipaba el escaacutendalo Creacuteeme dijo Rosa Cabarcas que en todo este tiempo no dejeacute de pensar ni un momento en ti y en la nintildea Volviacute antier y lo primero que hice fue llamarte por teleacutefono pero nadie contestoacute En cambio la nintildea vino enseguida y en tan mal estado que te la bantildeeacute te la vestiacute y te la mandeacute al saloacuten de belleza con la orden de que la arreglaran como una reina Ya viste coacutemo perfecta iquestLa ropa de lujo Son los trajes que les alquilo a mis

Memorias de mis putas tristes 39 ______________________________________________________________________________________pupilas maacutes pobres cuando tienen que ir a bailar con sus clientes iquestLas joyas Son las miacuteas dijo Basta con tocarlas para darse cuenta de que son diamantes de vidrio y estoperoles de hojalata De modo que no jodas concluyoacute Anda despieacutertala piacutedele perdoacuten y hazte cargo de ella de una vez Nadie merece ser maacutes feliz que ustedes

Hice un esfuerzo sobrenatural para creerle pero pudo maacutes el amor que la razoacuten iexclPutas le dije atormentado por el fuego vivo que me abrasaba las entrantildeas iexclEso es lo que son ustedes griteacute iexclPutas de mierda No quiero saber nada maacutes de tiacute ni de ninguna otra guaricha en el mundo y menos de ella Le hice desde la puerta una sentildeal de adioacutes para siempre Rosa Cabarcas no lo dudoacute

-Vete con Dios -me dijo con un rictus de tristeza y volvioacute a su vida real- De todos modos te pasareacute la cuenta del desmadre que me hiciste en el cuarto

Memorias de mis putas tristes 40 ______________________________________________________________________________________

5

Leyendo Los idus de marzo encontreacute una frase siniestra que el autor atribuye a Julio Ceacutesar Es imposible no terminar siendo como los otros creen que uno es No pude comprobar su verdadero origen en la propia obra de Julio Ceacutesar ni en las obras de sus bioacutegrafos desde Suetonio hasta Carcopino pero valioacute la pena conocerla Su fatalismo aplicado al curso de mi vida en los meses siguientes fue lo que me dio la determinacioacuten que me haciacutea falta no soacutelo para escribir esta memoria sino para empezarla sin pudores con el amor de Delgadina

No teniacutea un instante de sosiego apenas si probaba bocado y perdiacute tanto peso que no se me teniacutean los pantalones en la cintura Los dolores erraacuteticos se me quedaron en los huesos cambiaba de aacutenimo sin razoacuten pasaba las noches en un estado de deslumbramiento que no me permitiacutea leer ni escuchar muacutesica y en cambio se me iba el diacutea cabeceando por una somnolencia sonsa que no serviacutea para dormir

El alivio me cayoacute del cielo En la atestada goacutendola de Loma Fresca una vecina de asiento que no habiacutea visto subir me susurroacute al oiacutedo iquestTodaviacutea tiras Era Casilda Armenia un viejo amor de a tres por cinco que me habiacutea soportado como cliente asiduo desde que era una adolescente altiva Una vez retirada medio enferma y sin un clavo se habiacutea casado con un hortelano chino que le dio nombre y apoyo y quizaacutes un poco de amor A los setenta y tres antildeos teniacutea el peso de siempre seguiacutea bella y de caraacutecter fuerte y conservaba intacto el desparpajo del oficio

Me llevoacute a su casa una huerta de chinos en una colina de la carretera al mar Nos sentamos en las sillas de playa de la terraza umbriacutea entre helechos y frondas de astromelias y jaulas de paacutejaros colgadas en el alero En la falda de la colina se veiacutean los hortelanos chinos con sombreros de cono sembrando las hortalizas bajo el sol abrasante y el pieacutelago gris de las Bocas de Ceniza con los dos tajamares de rocas que canalizan el riacuteo varias leguas en el mar Mientras conversaacutebamos vimos entrar un trasatlaacutentico blanco por la desembocadura y lo seguimos callados hasta oiacuter su bramido de toro luacutegubre en el puerto fluvial Ella suspiroacute iquestTe das cuenta En maacutes de medio siglo es la primera vez que no te recibo la visita en la cama Ya somos otros dije Ella prosiguioacute sin oiacuterme Cada vez que dicen cosas de ti en el radio que te elogian por el carintildeo que te tiene la gente y te llaman maestro del amor imagiacutenate pienso que nadie te conocioacute tus gracias y tus mantildeas tan bien como yo En serio dijo nadie hubiera podido soportarte mejor

No resistiacute maacutes Ella lo sintioacute vio mis ojos huacutemedos de laacutegrimas y soacutelo entonces debioacute descubrir que ya no era el que fui y le sostuve la mirada con un valor del que

Memorias de mis putas tristes 41 ______________________________________________________________________________________nunca me creiacute capaz Es que me estoy volviendo viejo le dijeYa lo estamos suspiroacute ella Lo que pasa es que uno no lo siente por dentro pero desde fuera todo el mundo lo ve

Era imposible no abrirle el corazoacuten asiacute que le conteacute la historia completa que me ardiacutea en las entrantildeas desde mi primera llamada a Rosa Cabarcas la viacutespera de mis noventa antildeos hasta la noche traacutegica en que hice antildeicos el cuarto y no regreseacute maacutes Ella me oyoacute el desahogo como si estuviera vivieacutendolo lo rumioacute muy despacio y por fin sonrioacute

-Haz lo que quieras pero no pierdas a esa criatura -me dijo- No hay peor desgracia que morir solo

Fuimos a Puerto Colombia en el trenecito de juguete tan despacioso como un caballo Almorzamos frente al muelle de maderas carcomidas por donde habiacutea entrado el mundo entero al paiacutes antes que se dragaran las Bocas de Ceniza Nos sentamos bajo un cobertizo de palma donde las grandes matronas negras serviacutean pargos fritos con arroz de coco y tajadas de plaacutetano verde Dormitamos en el sopor denso de las dos y seguimos conversando hasta que se hundioacute en el mar el inmenso sol de candela La realidad me pareciacutea fantaacutestica Mira adonde ha venido a dar nuestra luna de miel se burloacute ella Pero prosiguioacute en serio Hoy miro para atraacutes veo la fila de miles de hombres que pasaron por mis camas y dariacutea el alma por haberme quedado aunque fuera con el peor Gracias a Dios encontreacute mi chino a tiempo Es como estar casada con el dedo mentildeique pero es soacutelo miacuteo

Me miroacute a los ojos midioacute mi reaccioacuten a lo que acababa de contarme y me dijo Asiacute que vete a buscar ahora mismo a esa pobre criatura aunque sea verdad lo que te dicen los celos sea como sea que lo bailado no te lo quita nadie Pero eso siacute sin romanticismos de abuelo Despieacutertala tiacuteratela hasta por las orejas con esa pinga de burro con que te premioacute el diablo por tu cobardiacutea y tu mezquindad En serio terminoacute con el alma no te vayas a morir sin probar la maravilla de tirar con amor

El pulso me temblaba al diacutea siguiente cuando marqueacute el nuacutemero del teleacutefono Tanto por la tensioacuten del reencuentro con Delgadina como por la incertidumbre de la forma en que Rosa Cabarcas me respondiera Habiacuteamos tenido una disputa seria por el abuso con que tasoacute los destrozos que hice en su cuarto Tuve que vender uno de los cuadros maacutes amados de mi madre cuyo valor se calculaba en una fortuna pero a la hora de la verdad no llegoacute a un deacutecimo de mis ilusiones

Aumenteacute la suma con el resto de mis ahorros y se la lleveacute a Rosa Cabarcas con una consigna inapelable Lo tomas o lo dejas Fue un acto suicida porque soacutelo con vender uno de mis secretos ella habriacutea aniquilado mi buen nombre Pero no respingoacute sino que se quedoacute con los cuadros que habiacutea tomado en prenda la noche del pleito Fui el perdedor absoluto en una sola jugada me quedeacute sin Delgadina sin Rosa Cabarcas y sin mis uacuteltimos ahorros Sin embargo oiacute el timbre del teleacutefono una vez dos veces tres y por fin ella iquestA ver No me salioacute la voz Colgueacute Me echeacute en la hamaca tratando de serenarme con la liacuterica asceacutetica de Satie y sudeacute tanto que el lienzo quedoacute empapado Hasta el diacutea siguiente no tuve el valor de llamar

-Bueno mujer -dije con voz firme- Hoy siacute

Memorias de mis putas tristes 42 ______________________________________________________________________________________Rosa Cabarcas coacutemo no estaba maacutes allaacute de todo Ay mi sabio triste suspiroacute con su aacutenimo invencible te pierdes dos meses y soacutelo vuelves para pedir ilusiones Me contoacute que no habiacutea visto a Delgadina desde haciacutea maacutes de un mes que pareciacutea tan repuesta del susto de mis estropicios que ni siquiera habloacute de ellos ni preguntoacute por miacute y estaba muy contenta en un nuevo empleo maacutes coacutemodo y mejor pagado que coser botones Una oleada de fuego vivo me quemoacute las entrantildeas Soacutelo puede ser de puta dije Rosa me replicoacute sin pestantildeear No seas bruto si asiacute fuera estariacutea aquiacute iquestO doacutende podriacutea estar mejor La rapidez de su loacutegica me agravoacute la duda iquestY coacutemo seacute que no estaacute ahiacute En ese caso replicoacute ella lo que maacutes te conviene es no saberlo iquestO no Una vez maacutes la odieacute Ella a prueba de erosiones prometioacute rastrear a la nintildea Sin muchas esperanzas porque el teleacutefono de la vecina donde la llamaba seguiacutea cortado y no teniacutea la menor idea de doacutende viviacutea Pero no era para echarse a morir queacute carajo dijo te llamo en una hora

Fue una hora de tres diacuteas pero encontroacute a la nintildea disponible y sana Volviacute avergonzado y la beseacute palmo a palmo como penitencia desde las doce de la noche hasta que cantaron los gallos Un perdoacuten largo que me prometiacute seguir repitiendo para siempre y fue como empezar otra vez por el principio El cuarto habiacutea sido desmantelado y el mal uso habiacutea acabado con todo lo que yo habiacutea puesto Ella lo habiacutea dejado asiacute y me dijo que cualquier mejora teniacutea que hacerla yo por lo que estaba debieacutendole Sin embargo mi situacioacuten econoacutemica tocaba fondo El dinero de las jubilaciones alcanzaba cada vez para menos Las pocas cosas vendibles que quedaban en la casa -salvo las joyas sagradas de mi madre- careciacutean de valor comercial y nada era bastante viejo para ser antiguo En tiempos mejores el gobernador me habiacutea hecho la oferta tentadora de comprarme en bloque los libros de los claacutesicos griegos latinos y espantildeoles para la Biblioteca Departamental pero no tuve corazoacuten para venderlos Despueacutes con los cambios poliacuteticos y el deterioro del mundo nadie del gobierno pensaba en las artes ni las letras Cansado de buscar una solucioacuten decente me echeacute al bolsillo las joyas que Delgadina me habiacutea devuelto y me fui a empentildearlas en un callejoacuten siniestro que conduciacutea al mercado puacuteblico Con aires de sabio distraiacutedo recorriacute varias veces aquel tugurio atiborrado de cantinas de mala muerte libreriacuteas de viejo y casas de empentildeo pero la dignidad de Florina de Dios me cerroacute el paso no me atreviacute Entonces decidiacute venderlas con la frente en alto a la joyeriacutea maacutes antigua y acreditada

El dependiente me hizo algunas preguntas mientras examinaba las joyas con su monoacuteculo Teniacutea la conducta el estilo y el pavor de un meacutedico Le expliqueacute que eran joyas heredadas de mi madre El aprobaba con un gruntildeido cada una de mis explicaciones y por fin se quitoacute el monoacuteculo

-Lo siento -dijo- pero son culos de botellas

Ante mi sorpresa me explicoacute con una suave conmiseracioacuten Menos mal que el oro es oro y el platino es platino Me toqueacute el bolsillo para asegurarme de que llevaba las facturas de compra y dije sin resabios

-Pues fueron compradas en esta noble casa hace maacutes de cien antildeos

El no se inmutoacute Suele suceder dijo que en las joyas hereditarias vayan desapareciendo las piedras maacutes valiosas con el paso del tiempo sustituidas por diacutescolos de la familia o por joyeros bandidos y soacutelo cuando alguien trata de

Memorias de mis putas tristes 43 ______________________________________________________________________________________venderlas se descubre el fraude Pero permiacutetame un segundo dijo y se llevoacute las joyas por la puerta del fondo Al cabo de un momento regresoacute y sin explicacioacuten alguna me indicoacute que me sentara en la silla de espera y siguioacute trabajando

Examineacute la tienda Habiacutea ido con mi madre varias veces y recordaba una frase recurrente No se lo digas a tu papaacute De pronto se me ocurrioacute una idea que me crispoacute iquestno seriacutea que Rosa Cabarcas y Delgadina de comuacuten acuerdo habiacutean vendido las piedras legiacutetimas y me devolvieron las joyas con las piedras falsas

Estaba ardiendo en dudas cuando una secretaria me invitoacute a seguirla por la misma puerta del fondo hasta una oficina pequentildea con una larga estanteriacutea de gruesos voluacutemenes Un beduino colosal se levantoacute en el escritorio del fondo y me estrechoacute la mano tuteaacutendome con una efusioacuten de viejo amigo Hicimos juntos el bachillerato me dijo a modo de saludo Me fue faacutecil recordarlo era el mejor futbolista de la escuela y campeoacuten de nuestros primeros burdeles Habiacutea dejado de verlo en alguacuten momento incierto y debioacute verme tan decreacutepito que me confundioacute con un condisciacutepulo de su infancia

Sobre el cristal del escritorio teniacutea abierto uno de los mamotretos del archivo donde estaba la memoria de las joyas de mi madre Una relacioacuten exacta con fechas y detalles de que ella en persona habiacutea hecho cambiar las piedras de dos generaciones de hermosas y dignas Cargamantos y habiacutea vendido las legiacutetimas a la misma tienda Esto habiacutea ocurrido cuando el padre del propietario actual estaba al frente de la joyeriacutea y eacutel y yo en la escuela Pero eacutel mismo me tranquilizoacute aquellas triquintildeuelas eran de uso corriente entre las grandes familias en desgracia para resolver urgencias de plata sin sacrificar el honor Ante la realidad cruda preferiacute conservarlas como recuerdo de otra Florina de Dios que nunca conociacute

A principios de julio sentiacute la distancia real de la muerte Mi corazoacuten perdioacute el paso y empeceacute a ver y sentir por todos lados los presagios inequiacutevocos del final El maacutes niacutetido fue en el concierto de Bellas Artes El aire acondicionado habiacutea fallado y la flor y nata de las artes y las letras se cocinaban al bantildeomariacutea en el saloacuten abarrotado pero la magia de la muacutesica era un clima celestial Al final con el Allegretto poco mosso me estremecioacute la revelacioacuten deslumbrante de que estaba escuchando el uacuteltimo concierto que me deparaba el destino antes de morir No sentiacute dolor ni miedo sino la emocioacuten arrasadora de haber alcanzado a vivirlo

Cuando por fin logreacute abrirme camino empapado de sudor a traveacutes de los abrazos y las fotos me encontreacute de manos a boca con Ximena Ortiz como una diosa de cien antildeos en la silla de ruedas Su sola presencia se me imponiacutea como un pecado mortal Teniacutea una tuacutenica de seda color marfil tan tersa como su piel un hilo de perlas legiacutetimas de tres vueltas el cabello color de naacutecar cortado a la moda de los veintes con una punta de ala de gaviota en la mejilla y los grandes ojos amarillos iluminados por la sombra natural de las ojeras Todo en ella contradeciacutea el rumor de que su mente estaba quedaacutendose en blanco por la erosioacuten irredimible de la memoria Petrificado y sin recursos frente a ella me sobrepuse al vaho de fuego que me subioacute a la cara y la saludeacute en silencio con una venia versallesca Ella sonrioacute como una reina y me agarroacute la mano Entonces me di cuenta de que tambieacuten aquello era una coartada del destino y no la perdiacute para sacarme una espina que me estorbaba desde siempre He sontildeado durante antildeos con este momento le dije Ella no parecioacute

Memorias de mis putas tristes 44 ______________________________________________________________________________________entender iexclNo me digas dijo iquestY tuacute quieacuten eres No supe nunca si en verdad lo habiacutea olvidado o si fue la venganza final de su vida

La certidumbre de ser mortal en cambio me habiacutea sorprendido poco antes de los cincuenta antildeos en una ocasioacuten como aqueacutella una noche de carnaval en que bailaba un tango apache con una mujer fenomenal a la que nunca le vi la cara maacutes corpulenta que yo como por cuarenta libras y maacutes alta como de dos palmos que sin embargo se dejaba llevar como una pluma al viento Bailaacutebamos tan apretados que sentiacutea circular su sangre por las venas y me hallaba como adormecido de gusto con su resuello trabajoso su grajo de amoniacuteaco sus tetas de astroacutenoma cuando me sacudioacute por la primera vez y casi me derriboacute por tierra el freacutemito de la muerte Fue como un oraacuteculo brutal en el oiacutedo Hagas lo que hagas en este antildeo o dentro de ciento estaraacutes muerto hasta jamaacutes Ella se separoacute asustada iquestQueacute le pasa Nada le dije tratando de sujetarme el corazoacuten

-Tiemblo por usted

Desde entonces empeceacute a medir la vida no por antildeos sino por deacutecadas La de los cincuenta habiacutea sido decisiva porque tomeacute conciencia de que casi todo el mundo era menor que yo La de los sesenta fue la maacutes intensa por la sospecha de que ya no me quedaba tiempo para equivocarme La de los setenta fue temible por una cierta posibilidad de que fuera la uacuteltima No obstante cuando desperteacute vivo la primera mantildeana de mis noventa antildeos en la cama feliz de Delgadina se me atravesoacute la idea complaciente de que la vida no fuera algo que transcurre como el riacuteo revuelto de Heraacuteclito sino una ocasioacuten uacutenica de voltearse en la parrilla y seguir asaacutendose del otro costado por noventa antildeos maacutes

Me volviacute de laacutegrima faacutecil Cualquier sentimiento que tuviera algo que ver con la ternura me causaba un nudo en la garganta que no siempre lograba dominar y penseacute en renunciar al placer solitario de velar el suentildeo de Delgadina no tanto por la incertidumbre de mi muerte como por el dolor de imaginarla sin miacute en el resto de su vida Uno de aquellos diacuteas inciertos fui a dar por distraccioacuten a la muy noble calle de los Notarios y me sorprendioacute no encontrar nada maacutes que los escombros del viejo hotel de lance donde fui iniciado por la fuerza en las artes del amor poco antes de mis doce antildeos Habiacutea sido una mansioacuten de antiguos navieros espleacutendida como pocas en la ciudad con columnas enchapadas de alabastro y frisos de oropeles alrededor de un patio interior con una cuacutepula de cristales de siete colores que irradiaba un resplandor de invernadero En la planta baja con un portal goacutetico sobre la calle estuvieron por maacutes de un siglo las notariacuteas coloniales en las que trabajoacute prosperoacute y se arruinoacute mi padre en toda una vida de suentildeos fantaacutesticos Las familias histoacutericas abandonaron poco a poco los pisos superiores que terminaron ocupados por una legioacuten de nocheras en desgracia que subiacutean y bajaban hasta el amanecer con los clientes atrapados por un peso y medio en las cantinas del cercano puerto fluvial

A mis doce antildeos todaviacutea con mis pantalones cortos y mis botitas de la escuela primaria no pude resistir la tentacioacuten de conocer los pisos superiores mientras mi padre se debatiacutea en una de sus reuniones interminables y me encontreacute con un espectaacuteculo celestial Las mujeres que malvendiacutean sus cuerpos hasta el amanecer se moviacutean por la casa desde las once de la mantildeana cuando ya la caniacutecula del vitral era insoportable y teniacutean que hacer su vida domeacutestica caminando en pelotas por

JUAN CARLOS 161104
caniacutecula (Del lat canicŭla) f Periacuteodo del antildeo en que es maacutes fuerte el calor || 2 Astr Tiempo del nacimiento heliacuteaco de Sirio que antiguamente coincidiacutea con la eacutepoca maacutes calurosa del antildeo pero que hoy no se verifica hasta fines de agosto13
JUAN CARLOS 161104
freacutemito (Del lat fremĭtus) m bramido

Memorias de mis putas tristes 45 ______________________________________________________________________________________toda la casa mientras comentaban a gritos sus aventuras de la noche Me quedeacute aterrorizado Lo uacutenico que se me ocurrioacute fue escapar por donde habiacutea llegado cuando una de las desnudas de carnes macizas olorosas a jaboacuten de monte me abrazoacute por la espalda y me llevoacute en vilo hasta su cubiacuteculo de cartoacuten sin que yo pudiera verla en medio de la griteriacutea y los aplausos de las inquilinas en cueros Me tiroacute bocarriba en su cama para cuatro me quitoacute los pantalones con una maniobra maestra y se acaballoacute sobre miacute pero el terror helado que me empapaba el cuerpo me impidioacute recibirla como un hombre Aquella noche desvelado en la cama de mi casa por la verguumlenza del asalto no pude dormir maacutes de una hora con las ansias de volver a verla Pero la mantildeana siguiente mientras los trasnochados dormiacutean subiacute temblando hasta su cubiacuteculo y la desperteacute llorando a gritos con un amor enloquecido que duroacute hasta que se lo llevoacute sin misericordia el ventarroacuten de la vida real Se llamaba Castorina y era la reina de la casa

Los cubiacuteculos del hotel costaban un peso para los amores de paso pero muy pocos sabiacuteamos que costaban lo mismo hasta por veinticuatro horas Ademaacutes Castorina me introdujo en su mundo de mala muerte donde invitaban a los clientes pobres a sus desayunos de gala le prestaban el jaboacuten les atendiacutean los dolores de muela y en casos de urgencia mayor les daban un amor de caridad

Pero en las tardes de la uacuteltima vejez se acordaba de la inmortal Castorina muerta quien sabiacutea cuando que habiacutea sucedido desde las esquinas miserables del muelle fluvial hasta el trono sagrado de mamasanta mayor con un parche de pirata en el ojo perdido en el pleito de cantina Su uacuteltimo machucante de planta un negro feliz de Camaguumley a quien llamaba Jonaacutes el Galeote habiacutea sido un trompetista de los grandes en La Habana hasta que perdioacute la sonrisa completa en una cataacutestrofe de trenes

Al salir de aquella visita amarga sentiacute una punzada en el corazoacuten que no habiacutea logrado aliviar en tres diacuteas con toda clase de poacutecimas caseras El meacutedico al que acudiacute de urgencia miembro de una estirpe de insignes era nieto del que me vio a mis cuarenta y dos antildeos y me asustoacute que pareciera el mismo pues estaba tan envejecido como su abuelo a los setenta por una calvicie prematura unos lentes de miope sin regreso y una tristeza inconsolable Me hizo un examen minucioso de cuerpo entero con una concentracioacuten de orfebre Me auscultoacute el pecho y la espalda y me revisoacute la presioacuten arterial los reflejos de la rodilla el fondo del ojo el color del paacuterpado inferior En las pausas mientras yo cambiaba de posicioacuten en la mesa de reconocimiento me haciacutea preguntas tan vagas y raacutepidas que apenas si me daban tiempo de pensar las respuestas Al cabo de una hora me miroacute con una sonrisa feliz Bueno dijo creo que no tengo nada que hacer por usted iquestQueacute quiere decir Que su estado es el mejor posible a su edad Queacute curioso le dije lo mismo me dijo su abuelo cuando yo teniacutea cuarenta y dos antildeos como si el tiempo no pasara Siempre encontraraacute uno que se lo diga dijo porque siempre tendraacute una edad Yo provocaacutendolo para una sentencia aterradora le dije La uacutenica definitiva es la muerte Siacute dijo eacutel pero no es faacutecil llegar a ella en tan buen estado como usted Siento de veras no poder complacerlo

Eran recuerdos nobles pero la viacutespera del 29 de agosto sentiacute el peso inmenso del siglo que me esperaba impasible cuando subiacute con pasos de hierro las escaleras de mi casa Entonces volviacute a ver una vez maacutes a Florina de Dios mi madre en mi cama que habiacutea sido la suya hasta su muerte y me hizo la misma bendicioacuten de la uacuteltima

Memorias de mis putas tristes 46 ______________________________________________________________________________________vez que la vi dos horas antes de morir Trastornado por la conmocioacuten lo entendiacute como el anuncio final y llameacute a Rosa Cabarcas para que me llevara a mi nintildea aquella misma noche en previsioacuten de que no se cumpliera mi ilusioacuten de sobrevivir hasta el uacuteltimo aliento de mis noventa antildeos Volviacute a llamarla a las ocho y una vez maacutes repitioacute que no era posible Tiene que serlo a cualquier precio le griteacute aterrorizado Colgoacute sin despedirse pero quince minutos despueacutes volvioacute a llamar

-Bueno aquiacute la tienes

Llegueacute a las diez y veinte de la noche y le di a Rosa Cabarcas las uacuteltimas cartas de mi vida con mis disposiciones sobre la nintildea despueacutes de mi final terrible Ella pensoacute que me habiacutea impresionado con el acuchillado y me dijo con aires de burla Si te vas a morir que no sea aquiacute imagiacutenate Pero yo le dije Di que me atropello el tren de Puerto Colombia ese pobre cacharro de laacutestima incapaz de matar a nadie

Preparado para todo aquella noche me acosteacute bocarriba a la espera del dolor final en el primer instante de mis noventa y un antildeos Oiacute campanas distantes sentiacute la fragancia del alma de Delgadina dormida de costado oiacute un grito en el horizonte sollozos de alguien que quizaacutes habiacutea muerto un siglo antes en la alcoba Entonces apagueacute la luz con el uacuteltimo aliento entrelaceacute mis dedos con los suyos para llevaacutermela de la mano y conteacute las doce campanadas de las doce con mis doce laacutegrimas finales hasta que empezaron a cantar los gallos y enseguida las campanas de gloria los cohetes de fiesta que celebraban el juacutebilo de haber sobrevivido sano y salvo a mis noventa antildeos

Mis primeras palabras fueron para Rosa Cabarcas Te compro la casa toda con la tienda y el huerto Ella me dijo Hagamos una apuesta de viejos el que se muera primero se queda con todo lo del otro firmado ante notario No porque si yo me muero todo deberiacutea ser para ella Es igual dijo Rosa Cabarcas yo me hago cargo de la nintildea y despueacutes le dejo todo lo tuyo y lo miacuteo no tengo a nadie maacutes en este mundo Mientras tanto remodelamos tu cuarto con buenos servicios aire acondicionado y tus libros y tu muacutesica

-iquestCrees que ella estaraacute de acuerdo

-Ay mi sabio triste estaacute bien que esteacutes viejo pero no pendejo -dijo Rosa Cabarcas muerta de risa- Esa pobre criatura estaacute lela de amor por ti

Saliacute a la calle radiante y por primera vez me reconociacute a miacute mismo en el horizonte remoto de mi primer siglo Mi casa callada y en orden a las seis y cuarto empezaba a gozar los colores de una aurora feliz Damiana cantaba a toda voz en la cocina y el gato redivivo enroscoacute la cola en mis tobillos y siguioacute caminando conmigo hasta mi mesa de escribir Estaba ordenando mis papeles marchitos el tintero la pluma de ganso cuando el sol estalloacute entre los almendros del parque y el buque fluvial del correo retrasado una semana por la sequiacutea entroacute bramando en el canal del puerto Era por fin la vida real con mi corazoacuten a salvo y condenado a morir de buen amor en la agoniacutea feliz de cualquier diacutea despueacutes de mis cien antildeos

Mayo de 2004

Page 8: · Web viewVivo en una casa colonial en la acera de sol del parque de San Nicolás, donde he pasado todos los días de mi vida sin mujer ni fortuna, donde vivieron y murieron mis padres,

Memorias de mis putas tristes 8 ______________________________________________________________________________________

Habiacutea sido un nintildeo consentido con una mamaacute de dones muacuteltiples aniquilada por la tisis a los cincuenta antildeos y con un papaacute formalista al que nunca se le conocioacute un error y amanecioacute muerto en su cama de viudo el diacutea en que se firmoacute el tratado de Neerlandia que puso teacutermino a la guerra de los Mil Diacuteas y a las tantas guerras civiles del siglo anterior La paz cambioacute la ciudad en un sentido que no se previo ni se queriacutea Una muchedumbre de mujeres libres enriquecieron hasta el delirio las viejas cantinas de la calle Ancha que fuera despueacutes el camelloacuten Abello y ahora es el paseo Coloacuten en esta ciudad de mi alma tan apreciada de propios y ajenos por la buena iacutendole de su gente y la pureza de su luz

Nunca me he acostado con ninguna mujer sin pagarle y a las pocas que no eran del oficio las convenciacute por la razoacuten o por la fuerza de que recibieran la plata aunque fuera para botarla en la basura Por mis veinte antildeos empeceacute a llevar un registro con el nombre la edad el lugar y un breve recordatorio de las circunstancias y el estilo Hasta los cincuenta antildeos eran quinientas catorce mujeres con las cuales habiacutea estado por lo menos una vez Interrumpiacute la lista cuando ya el cuerpo no me dio para tantas y podiacutea seguir las cuentas sin papel Teniacutea mi eacutetica propia Nunca participeacute en parrandas de grupo ni en contubernios puacuteblicos ni compartiacute secretos ni conteacute una aventura del cuerpo o del alma pues desde joven me di cuenta de que ninguna es impune

La uacutenica relacioacuten extrantildea fue la que mantuve durante antildeos con la fiel Damiana Era casi una nintildea aindiada fuerte y montaraz de palabras breves y terminantes que se moviacutea descalza para no disturbarme mientras escribiacutea Recuerdo que yo estaba leyendo La lozana andaluza en la hamaca del corredor y la vi por casualidad inclinada en el lavadero con una pollera tan corta que dejaba al descubierto sus corvas suculentas Presa de una fiebre irresistible se la levanteacute por detraacutes le bajeacute las mutandas hasta las rodillas y la embestiacute en reversa Ay sentildeor dijo ella con un quejido luacutegubre eso no se hizo para entrar sino para salir Un temblor profundo le estremecioacute el cuerpo pero se mantuvo firme Humillado por haberla humillado quise pagarle el doble de lo que costaban las maacutes caras de entonces pero no aceptoacute ni un ochavo y tuve que aumentarle el sueldo con el caacutelculo de una monta al mes siempre mientras lavaba la ropa y siempre en sentido contrario

Alguna vez penseacute que aquellas cuentas de camas seriacutean un buen sustento para una relacioacuten de las miserias de mi vida extraviada y el tiacutetulo me cayoacute el cielo Memoria de mis putas tristes Mi vida puacuteblica en cambio careciacutea de intereacutes hueacuterfano de padre y madre soltero sin porvenir periodista mediocre cuatro veces finalista en los Juegos Florales de Cartagena de Indias y favorito de los caricaturistas por mi fealdad ejemplar Es decir una vida perdida que habiacutea empezado mal desde la tarde en que mi madre me llevoacute de la mano a los diecinueve antildeos para ver si lograba publicar en El Diario de La Paz una croacutenica de la vida escolar que yo habiacutea escrito en la clase de castellano y retoacuterica Se publicoacute el domingo con un exordio esperanzado del director Pasados los antildeos cuando supe que mi madre habiacutea pagado la publicacioacuten y las siete siguientes ya era tarde para avergonzarme pues mi columna semanal volaba con alas propias y era ademaacutes inflador de cables y criacutetico de muacutesica

Desde que obtuve mi grado de bachiller con diploma de excelencia empeceacute a dictar clases de castellano y latiacuten en tres colegios puacuteblicos al mismo tiempo Fui un mal

Memorias de mis putas tristes 9 ______________________________________________________________________________________maestro sin formacioacuten sin vocacioacuten ni piedad alguna por esos pobres nintildeos que iban a la escuela como el modo maacutes faacutecil de escapar a la tiraniacutea de sus padres Lo uacutenico que pude hacer por ellos fue mantenerlos bajo el terror de mi regla de madera para que al menos se llevaran de miacute el poema favorito Estos Fabio ay dolor que ves ahora campos de soledad mustio collado fueron un tiempo Itaacutelica famosa Soacutelo de viejo me entereacute por casualidad del mal apodo que los alumnos me pusieron a mis espaldas el Profesor Mustio Collado

Esto fue todo cuanto me dio la vida y no he hecho nada por sacarle maacutes Almorzaba solo entre una clase y otra y a las seis de la tarde llegaba a la redaccioacuten del perioacutedico a cazar las sentildeales del espacio sideral A las once de la noche cuando se cerraba la edicioacuten empezaba mi vida real Dormiacutea en el Barrio Chino dos o tres veces por semana y con tan variadas compantildeiacuteas que dos veces fui coronado como el cliente del antildeo Despueacutes de la cena en el cercano cafeacute Roma escogiacutea cualquier burdel al azar y entraba a escondidas por la puerta del traspatio Lo haciacutea por el gusto pero terminoacute por ser parte de mi oficio gracias a la ligereza de lengua de los grandes cacaos de la poliacutetica que les daban cuenta de sus secretos de Estado a sus amantes de una noche sin pensar que eran oiacutedos por la opinioacuten puacuteblica a traveacutes de los tabiques de cartoacuten Por esa viacutea coacutemo no descubriacute tambieacuten que mi celibato inconsolable lo atribuiacutean a una pederastiacutea nocturna que se saciaba con los nintildeos hueacuterfanos de la calle del Crimen He tenido la fortuna de olvidarlo entre otras buenas razones porque tambieacuten conociacute lo bueno que se deciacutea de miacute y lo aprecieacute en lo que valiacutea

Nunca tuve grandes amigos y los pocos que llegaron cerca estaacuten en Nueva York Es decir muertos pues es donde supongo que se van las almas en pena para no digerir la verdad de su vida pasada Desde mi jubilacioacuten tengo poco que hacer como no sea llevar mis papeles al diario los viernes en la tarde u otros empentildeos de cierta monta conciertos en Bellas Artes exposiciones de pintura en el Centro Artiacutestico del cual soy socio fundador alguna que otra conferencia ciacutevica en la Sociedad de Mejoras Puacuteblicas o un acontecimiento grande como la temporada de la Faacutebregas en el teatro Apolo De joven iba a los salones de cine sin techo donde lo mismo podiacutea sorprendernos un eclipse de luna que una pulmoniacutea doble por un aguacero descarriado Pero maacutes que las peliacuteculas me interesaban las pajaritas de la noche que se acostaban por el precio de la entrada o lo daban de balde o de fiado Pues el cine no es mi geacutenero El culto obsceno de Shirley Temple fue la gota que desbordoacute el vaso

Mis uacutenicos viajes fueron cuatro a los Juegos Florales de Cartagena de Indias antes de mis treinta antildeos y una mala noche en lancha de motor invitado por Sacramento Montiel a la inauguracioacuten de un burdel suyo en Santa Marta En cuanto a mi vida domeacutestica soy de poco comer y de gustos faacuteciles Cuando Damiana se hizo vieja no se volvioacute a cocinar en casa y mi uacutenica comida regular desde entonces ha sido la tortilla de papas en el cafeacute Roma despueacutes del cierre del perioacutedico

Asiacute que la viacutespera de mis noventa antildeos me que deacute sin almorzar y no pude concentrarme en la lectura a la espera de noticias de Rosa Cabarcas Las chicharras pitaban a reventar en el calor de las dos y las vueltas del sol por las ventanas abiertas me forzaron a cambiar tres veces el lugar de la hamaca Siempre me parecioacute que por los diacuteas de mi aniversario estaba el maacutes caliente del antildeo y habiacutea aprendido a soportarlo pero el humor de aquel diacutea no me dio para tanto A las

Memorias de mis putas tristes 10 ______________________________________________________________________________________cuatro trateacute de apaciguarme con las seis suites para chelo solo de Juan Sebastiaacuten Bach en la versioacuten definitiva de don Pablo Casaacuteis Las tengo como lo maacutes sabio de toda la muacutesica pero en vez de apaciguarme como de soacutelito me dejaron en un estado de la peor postracioacuten Me adormeciacute con la segunda que me parece un poco remolona y en el suentildeo revolviacute la quejumbre del chelo con la de un buque triste que se fue Casi al instante me despertoacute el teleacutefono y la voz oxidada de Rosa Cabarcas me devolvioacute a la vida Tienes una suerte de bobo me dijo Encontreacute una pavita mejor de la que queriacuteas pero tiene un percance anda apenas por los catorce antildeos No me importa cambiar pantildeales le dije en chanza sin entender sus motivos No es por ti dijo ella pero iquestquieacuten va a pagar por miacute los tres antildeos de caacutercel

Nadie iba a pagarlos pero ella menos que nadie por supuesto Recogiacutea su cosecha entre las menores de edad que haciacutean mercado en su tienda a las cuales iniciaba y exprimiacutea hasta que pasaban a la vida peor de putas graduadas en el burdel histoacuterico de la Negra Eufemia Nunca habiacutea pagado una multa porque su patio era la arcadia de la autoridad local desde el gobernador hasta el uacuteltimo camajaacuten de alcaldiacutea y no era imaginable que a la duentildea le faltaran poderes para delinquir a su antojo De modo que sus escruacutepulos de uacuteltima hora soacutelo debiacutean ser para sacar ventajas de sus favores maacutes caros cuanto maacutes punibles El diferendo se arregloacute con el aumento de dos pesos en los servicios y acordamos que a las diez de la noche yo estuviera en su casa con cinco pesos en efectivo y por adelantado Ni un minuto antes pues la nintildea teniacutea que darles de comer y dormir a sus hermanos menores y acostar a su madre baldada por el reumatismo

Faltaban cuatro horas A medida que discurriacutean el corazoacuten se me iba llenando de una espuma acida que me estorbaba para respirar Hice un esfuerzo esteacuteril por pastorear el tiempo con los traacutemites de la vestimenta Nada nuevo por cierto si hasta Damiana dice que me visto con el ritual de un sentildeor obispo Me corteacute con la navaja barbera tuve que esperar a que se refrescara el agua de la ducha recalentada por el sol en la tuberiacutea y el esfuerzo simple de secarme con la toalla me hizo sudar de nuevo Me vestiacute de acuerdo con la ventura de la noche el traje de lino blanco la camisa a rayas azules de cuello acartonado con engrudo la corbata de seda china los botines remozados con blanco de zinc y el reloj de oro coronario con la leontina abrochada en el ojal de la solapa Al final dobleacute hacia dentro las bocapiernas de los pantalones para que no se notara que he disminuido un jeme

Tengo fama de cicatero porque nadie puede imaginarse que sea tan pobre si vivo donde vivo y la verdad es que una noche como aqueacutella estaba muy por encima de mis recursos Del cofre de los ahorros transpuesto debajo de la cama saqueacute dos pesos para alquiler del cuarto cuatro para la duentildea tres para la nintildea y cinco de reserva para mi cena y otros gastos menudos O sea los catorce pesos que me paga el perioacutedico por un mes de notas dominicales Los escondiacute en un bolsillo secreto de la pretina y me perfumeacute con el fumigador de Agua de Florida de Lanman amp Kemp-Barclay amp Co Entonces sentiacute el zarpazo del paacutenico y a la primera campanada de las ocho bajeacute a tientas las escaleras en tinieblas sudando de miedo y saliacute a la noche radiante de mis viacutesperas

Habiacutea refrescado Grupos de hombres solos discutiacutean a gritos sobre fuacutetbol en el paseo Coloacuten entre los taxis parados en bateriacutea al centro de la calzada Una banda de cobres tocaba un valse laacutenguido bajo la alameda de matarratones floridos Una de las putitas pobres que cazan clientes de solemnidad en la calle de los Notarios

Memorias de mis putas tristes 11 ______________________________________________________________________________________me pidioacute el cigarrillo de siempre y le contesteacute lo mismo de siempre Dejeacute de fumar hace hoy treinta y tres antildeos dos meses y diecisiete diacuteas Al pasar frente a El Alambre de Oro me mireacute en las vitrinas iluminadas y no me vi como me sentiacutea sino maacutes viejo y peor vestido

Poco antes de las diez abordeacute un taxi y le pediacute al chofer que me llevara al Cementerio Universal para que no supiera adonde iba en realidad Me miroacute divertido por el espejo y me dijo No me deacute estos sustos don sabio ojalaacute Dios me mantuviera tan vivo como a usted Nos bajamos juntos frente al cementerio porque eacutel no teniacutea moneda suelta y tuvimos que cambiar en La Tumba una cantina indigente donde lloran a sus muertos los borrachitos de la madrugada Cuando arreglamos cuentas el chofer me dijo en serio Tenga cuidado don que ya la casa de Rosa Cabarcas no es ni sombra de lo que fue No pude menos que darle las gracias convencido como todo el mundo de que no habiacutea ninguacuten secreto bajo el cielo para los choferes del paseo Coloacuten

Me adentreacute en un barrio de pobres que no teniacutea nada que ver con el que conociacute en mis tiempos Eran las mismas calles amplias de arenas calientes con casas de puertas abiertas paredes de tablas sin cepillar techos de palma amarga y patios de cascajo Pero su gente habiacutea perdido el sosiego En la mayoriacutea de las casas habiacutea parrandas de viernes cuyos bombos y platillos repercutiacutean en las entrantildeas Cualquiera podiacutea entrar por cincuenta centavos en la fiesta que le gustara maacutes pero tambieacuten podiacutea quedarse bailando de gorra en los sardineles Yo caminaba ansioso de que me tragara la tierra dentro de mi atuendo de filipichiacuten pero nadie se fijoacute en miacute salvo un mulato escuaacutelido que dormitaba sentado en el portoacuten de una casa de vecindad

-Adioacutes doctor -me gritoacute con todo el corazoacuten- iexclfeliz polvo

iquestQueacute podiacutea hacer sino darle las gracias Tuve que detenerme por tres veces para recobrar el respiro antes de alcanzar la uacuteltima cuesta Desde alliacute vi la enorme luna de cobre que se alzaba en el horizonte y una urgencia imprevista del vientre me hizo temer por mi destino pero pasoacute de largo Al final de la calle donde el barrio se convertiacutea en un bosque de aacuterboles frutales entreacute en la tienda de Rosa Cabarcas

No pareciacutea la misma Habiacutea sido la mama santa maacutes discreta y por lo mismo la maacutes conocida Una mujer de gran tamantildeo que queriacuteamos coronar como sargenta de bomberos tanto por la corpulencia como por la eficacia para apagar las candelas de la parroquia Pero la soledad le habiacutea disminuido el cuerpo le habiacutea avellanado la piel y afilado la voz con tanto ingenio que pareciacutea una nintildea vieja De antes soacutelo le quedaban los dientes perfectos con uno que se habiacutea hecho forrar de oro por coqueteriacutea Guardaba un luto cerrado por el marido muerto a los cincuenta antildeos de vida comuacuten y lo aumentoacute con una especie de bonete negro por la muerte del hijo uacutenico que la ayudaba en sus entuertos Soacutelo le quedaban vivos los ojos diaacutefanos y crueles y por ellos me di cuenta de que no habiacutea cambiado de iacutendole

La tienda teniacutea un foco macilento en el plafondo y casi nada para vender en los armarios que ni siquiera cumpliacutean como pantalla de un negocio a voces que todo el mundo conociacutea pero nadie reconociacutea Rosa Cabarcas estaba despachando a un cliente cuando entreacute en punta de pies No seacute si me desconocioacute de veras o si lo habiacutea fingido por guardar las formas Me senteacute en el escantildeo de espera mientras se

Memorias de mis putas tristes 12 ______________________________________________________________________________________desocupaba y trateacute de reconstruirla en la memoria como habiacutea sido Maacutes de dos veces cuando ambos estaacutebamos enteros tambieacuten ella me habiacutea sacado de espantos Creo que me leyoacute el pensamiento porque se volvioacute hacia miacute y me escudrintildeoacute con una intensidad alarmante No te pasa el tiempo suspiroacute con tristeza Yo quise halagarla A ti siacute pero para bien En serio dijo ella hasta te ha resucitado un poco la cara de caballo muerto Seraacute porque cambieacute de comedero le dije por picardiacutea Ella se animoacute Hasta donde me acuerdo teniacuteas una tranca de galeote me dijo iquestCoacutemo se porta Me escapeacute por la tangente Lo uacutenico distinto desde que no nos vemos es que a veces me arde el culo Su diagnoacutestico fue inmediato Falta de uso Soacutelo lo tengo para lo que Dios lo hizo le dije pero era cierto que me ardiacutea de tiempo atraacutes y siempre en luna llena Rosa rebuscoacute en su cajoacuten de sastre y destapoacute una latita de una pomada verde que oliacutea a linimento de aacuternica Le dices a la nintildea que te la unte con su dedito asiacute moviendo el iacutendice con una elocuencia procaz Le repliqueacute que a Dios gracias todaviacutea era capaz de defenderme sin untos guajiros Ella se burloacute Ay maestro perdoacutename la vida

Y fue a lo suyo

La nintildea estaba en el cuarto desde las diez me dijo era bella limpia y bien criada pero estaba muerta de miedo porque una amiga suya que escapoacute con un estibador de Gayra se habiacutea desangrado en dos horas Pero bueno admitioacute Rosa se entiende porque los de Gayra tienen fama de que hacen cantar a las muiacuteas Y retomoacute el hilo Pobrecita ademaacutes de todo tiene que trabajar el diacutea entero pegando botones en una faacutebrica No me parecioacute que fuera un oficio tan duro Eso creen los hombres replicoacute ella pero es peor que picar piedras Ademaacutes me confesoacute que le habiacutea dado a la nintildea un bebedizo de bromuro con valeriana y ahora estaba dormida Temiacute que la compasioacuten mera otra artimantildea para aumentar el precio pero no dijo ella mi palabra es de oro Con reglas fijas cada cosa pagada aparte en plata blanca y por adelantado Asiacute fue

La seguiacute a traveacutes del patio enternecido por la marchitez de su piel y por lo mal que andaba con las piernas hinchadas dentro de las medias de algodoacuten primario La luna llena estaba llegando al centro del cielo y el mundo se veiacutea como sumergido en aguas verdes Cerca de la tienda habiacutea una techumbre de palma para las parrandas de la administracioacuten puacuteblica con numerosos taburetes de cuero y hamacas colgadas en los horcones En el traspatio donde empezaba el bosque de aacuterboles frutales habiacutea una galeriacutea de seis alcobas de adobes sin repellar con ventanas de anjeo para los zancudos La uacutenica ocupada estaba a media luz y Tontildea la Negra cantaba en el radio una cancioacuten de malos amores Rosa Cabarcas tomoacute aire El bolero es la vida Yo estaba de acuerdo pero hasta hoy no me atreviacute a escribirlo Ella empujoacute la puerta entroacute un instante y volvioacute a salir Sigue dormidita dijo Hariacuteas bien en dejarla descansar todo lo que le pida el cuerpo tu noche es maacutes larga que la suya Yo estaba ofuscado iquestQueacute crees que debo hacer Tuacute sabraacutes dijo ella con una placidez fuera de lugar por algo eres sabio Dio media vuelta y me dejoacute solo con el terror

No habiacutea escapatoria Entreacute en el cuarto con el corazoacuten desquiciado y vi a la nintildea dormida desnuda y desamparada en la enorme cama de alquiler como la parioacute su madre Yaciacutea de medio lado de cara a la puerta alumbrada desde el plafondo por una luz intensa que no perdonaba detalle Me senteacute a contemplarla desde el borde de la cama con un hechizo de los cinco sentidos Era morena y tibia La habiacutean sometido a un reacutegimen de higiene y embellecimiento que no descuidoacute ni el vello

Memorias de mis putas tristes 13 ______________________________________________________________________________________incipiente del pubis Le habiacutean rizado el cabello y teniacutea en las untildeas de las manos y los pies un esmalte natural pero la piel del color de la melaza se veiacutea aacutespera y maltratada Los senos recieacuten nacidos pareciacutean todaviacutea de nintildeo varoacuten pero se veiacutean urgidos por una energiacutea secreta a punto de reventar Lo mejor de su cuerpo eran los pies grandes de pasos sigilosos con dedos largos y sensibles como de otras manos Estaba ensopada en un sudor fosforescente a pesar del ventilador y el calor se volviacutea insoportable a medida que avanzaba la noche Era imposible imaginar coacutemo era la cara pintorreteada a brocha gorda la espesa costra de polvos de arroz con dos parches de colorete en las mejillas las pestantildeas postizas las cejas y los paacuterpados como ahumados con negrohumo y los labios aumentados con un barniz de chocolate Pero ni los trapos ni los afeites alcanzaban a disimular su caraacutecter la nariz altiva las cejas encontradas los labios intensos Penseacute Un tierno toro de lidia

A las once fui a mis traacutemites de rutina en el bantildeo donde estaba su ropa de pobre doblada sobre una silla con un esmero de rica un traje de etamina con mariposas estampadas un calzoacuten amarillo de malapodaacuten y unas sandalias de fique Encima de la ropa habiacutea una pulsera de baratillo y una cadenita muy fina con la medalla de la Virgen En la repisa del lavabo una cartera de ruano con un laacutepiz de labios un estuche de colorete una llave y unas monedas sueltas Todo tan barato y envilecido por el uso que no pude imaginarme a nadie tan pobre como ella

Me desvestiacute y dispuse las piezas como mejor pude en el perchero para no dantildear la seda de la camisa y el planchado del lino Orineacute en el inodoro decadena sentado y como me ensentildeoacute desde nintildeo Florina de Dios para que no mojara los bordes de la bacinilla y todaviacutea modestia aparte con un chorro inmediato y continuo de potro cerrero Antes de salir me asomeacute al espejo del lavamanos El caballo que me miroacute desde el otro lado no estaba muerto sino luacutegubre y teniacutea una papada de Papa los paacuterpados abotagados y desmirriadas las crines que habiacutean sido mi melena de muacutesico

-Mierda -le dije- iquestqueacute puedo hacer si no me quieres

Tratando de no despertarla me senteacute desnudo en la cama con la vista ya acostumbrada a los engantildeos de la luz roja y la reviseacute palmo a palmo Desliceacute la yema del iacutendice a lo largo de su cerviz empapada y toda ella se estremecioacute por dentro como un acorde de arpa se volteoacute hacia miacute con un gruntildeido y me envolvioacute en el clima de su aliento aacutecido Le apreteacute la nariz con el pulgar y el iacutendice y ella se sacudioacute apartoacute la cabeza y me dio la espalda sin despertar Trateacute de separarle las piernas con mi rodilla por una tentacioacuten imprevista En las dos primeras tentativas se opuso con los muslos tensos Le canteacute al oiacutedo La cama de Delgadina de aacutengeles estaacute rodeada Se relajoacute un poco Una corriente caacutelida me subioacute por las venas y mi lento animal jubilado despertoacute de su largo suentildeo

Delgadina alma miacutea le supliqueacute ansioso Delgadina Ella lanzoacute un gemido luacutegubre escapoacute de mis muslos me dio la espalda y se enroscoacute como un caracol en su concha La poacutecima de valeriana debioacute ser tan eficaz para miacute como para ella porque nada pasoacute ni a ella ni a nadie Pero no me importoacute Me pregunteacute de queacute serviacutea despertarla humillado y triste como me sentiacutea y friacuteo como un lebranche

Niacutetidas ineluctables sonaron entonces las campanadas de las doce de la noche y empezoacute la madrugada del 29 de agosto diacutea del Martirio de San Juan Bautista

Memorias de mis putas tristes 14 ______________________________________________________________________________________Alguien lloraba a gritos en la calle y nadie le haciacutea caso Receacute por eacutel si le hiciera falta y tambieacuten por miacute en accioacuten de gracias por los beneficios recibidos No se engantildee nadie no pensando que ha de durar lo que espera maacutes que duroacute lo que vioLa nintildea gimioacute en suentildeos y receacute tambieacuten por ella Pues que todo ha de pasar por tal manera Despueacutes apagueacute el radio y la luz para dormir

Desperteacute de madrugada sin recordar doacutende estaba La nintildea seguiacutea dormida de espaldas a miacute en posicioacuten fetal Tuve la sensacioacuten indefinida de que la habiacutea sentido levantarse en la oscuridad y de haber oiacutedo el desaguumle del bantildeo pero lo mismo pudo ser un suentildeo Fue algo nuevo para miacute Ignoraba las mantildeas de la seduccioacuten y siempre habiacutea escogido al azar las novias de una noche maacutes por el precio que por los encantos y haciacuteamos amores sin amor medio vestidos las maacutes de las veces y siempre en la oscuridad para imaginarnos mejores Aquella noche descubriacute el placer inverosiacutemil de contemplar el cuerpo de una mujer dormida sin los apremios del deseo o los estorbos del pudor

Me levanteacute a las cinco inquieto porque mi nota dominical debiacutea estar en la mesa de redaccioacuten antes de las doce Hice mi deposicioacuten puntual todaviacutea con los ardores de la luna llena y cuando solteacute la cadena del agua sentiacute que ntildeus rencores del pasado se fueron por los albantildeales Cuando volviacute fresco y vestido al dormitorio la nintildea dormiacutea bocarriba a la luz conciliadora del amanecer atravesada de lado a lado en la cama con los brazos abiertos en cruz y duentildea absoluta de su virginidad Que Dios te la guarde le dije Toda la plata que me quedaba la suya y la miacutea se la puse en la almohada y me despediacute por siempre jamaacutes con un beso en la frente La casa como todo burdel al amanecer era lo maacutes cercano al paraiacuteso Saliacute por el portoacuten del huerto para no encontrarme con nadie Bajo el sol abrasante de la calle empeceacute a sentir el peso de mis noventa antildeos y a contar minuto a minuto los minutos de las noches que me haciacutean falta para morir

Memorias de mis putas tristes 15 ______________________________________________________________________________________

2Escribo esta memoria en lo poco que queda de la biblioteca que fue de mis padres y cuyos anaqueles estaacuten a punto de desplomarse por la paciencia de las polillas A fin de cuentas para lo que me falta por hacer en este mundo me bastariacutea con mis diccionarios de todo geacutenero con las dos primeras series de los Episodios nacionales de don Benito Peacuterez Galdoacutes y con La montantildea maacutegica que me ensentildeoacute a entender los humores de mi madre desnaturalizados por la tisis

A diferencia de los otros muebles y de miacute mismo el mesoacuten en que escribo parece de mejor salud con el paso del tiempo porque lo fabricoacute en maderas nobles mi abuelo paterno que fue carpintero de buques Aunque no tenga que escribir lo aderezo todas las mantildeanas con el rigor ocioso que me ha hecho perder tantos amores Al alcance de la mano tengo mis libros coacutemplices los dos tomos del Primer Diccionario Ilustrado de la Real Academiade 1903 el Tesoro de la Lengua Castellana o Espantildeola de don Sebastiaacuten de Covarrubias la gramaacutetica de don Andreacutes Bello por si hubiera alguna duda semaacutentica como es de rigor el novedoso Diccionario ideoloacutegico de don Julio Casares en especial por sus antoacutenimos y sus sinoacutenimos el Vocabolario della Liacutengua Italiana de Nicola Zingarelli para favorecerme con el idioma de mi madre que aprendiacute desde la cuna y el diccionario de latiacuten que por ser eacuteste la madre de las otras dos lo considero mi lengua natal

A la izquierda del escritorio mantengo siempre las cinco fojas de papel de hilo tamantildeo oficio para mi nota dominical y el cuerno con polvo de carta que prefiero a la moderna almohadilla de papel se cante A la derecha estaacuten el calamaio y el palillero de balso liviano con la peacutendola de oro pues todaviacutea manuscribo con la letra romaacutentica que me ensentildeoacute Florina de Dios para que no me hiciera a la caligrafiacutea oficial de su esposo que fue notario puacuteblico y contador juramentado hasta su uacuteltimo aliento Hace tiempo que se nos impuso en el perioacutedico la orden de escribir a maacutequina para mejor caacutelculo del texto en el plomo del linotipo y mayor acierto en la armada pero nunca me hice a este mal haacutebito Seguiacute escribiendo a mano y transcribiendo en la maacutequina con un arduo picoteo de gallina gracias al privilegio ingrato de ser el empleado maacutes antiguo Hoy jubilado pero no vencido gozo del privilegio sacro de escribir en casa con el teleacutefono descolgado para que nadie me disturbe y sin censor que aguaite lo que escribo por encima de mi hombro

Vivo sin perros ni paacutejaros ni gente de servicio salvo la fiel Damiana que me ha sacado de los apuros menos pensados y sigue viniendo una vez por semana para lo que haya que hacer aun como estaacute corta de vista y de cacumen Mi madre en su

Memorias de mis putas tristes 16 ______________________________________________________________________________________lecho de muerte me suplicoacute que me casara joven con mujer blanca que tuvieacuteramos por lo menos tres hijos y entre ellos una nintildea con su nombre que habiacutea sido el de su madre y su abuela Estuve pendiente de la suacuteplica pero teniacutea una idea tan flexible de la juventud que nunca me parecioacute demasiado tarde Hasta un mediodiacutea caluroso en que me equivoqueacute de puerta en la casa que teniacutean los Palomares de Castro en Pradomar y sorprendiacute desnuda a Ximena Ortiz la menor de las hijas que haciacutea la siesta en la alcoba contigua Estaba acostada de espaldas a la puerta y se volvioacute a mirarme por encima del hombro con un gesto tan raacutepido que no me dio tiempo de escapar Ay perdoacuten alcanceacute a decir con el alma en la boca Ella sonrioacute se volteoacute hacia miacute con un escorzo de gacela y seme mostroacute de cuerpo entero La estancia toda se sentiacutea saturada de su intimidad No estaba en vivas carnes pues teniacutea en la oreja una flor ponzontildeosa de peacutetalos anaranjados como la Olimpia de Manet y tambieacuten llevaba una esclava de oro en el puntildeo derecho y una gargantilla de perlas menudas Nunca imagineacute que pudiera ver algo maacutes perturbador en lo que me faltaba de vida y hoy puedo dar fe de que tuve razoacuten

Cerreacute la puerta de un golpe avergonzado de mi torpeza y con la determinacioacuten de olvidarla Pero Ximena Ortiz me lo impidioacute Me mandaba recados con amigas comunes esquelas provocadoras amenazas brutales mientras se esparciacutea la voz de que estaacutebamos locos de amor el uno por el otro sin que nos hubieacuteramos cruzado palabra Fue imposible resistir Teniacutea unos ojos de gata cimarrona un cuerpo tan provocador con ropa como sin ella y una cabellera frondosa de oro alborotado cuyo tufo de mujer me haciacutea llorar de rabia en la almohada Sabiacutea que nunca llegariacutea a ser amor pero la atraccioacuten sataacutenica que ejerciacutea sobre miacute era tan ardorosa que intentaba aliviarme con cuanta guaricha de ojos verdes me encontraba al paso Nunca logreacute sofocar el fuego de su recuerdo en la cama de Pradomar asiacute que le entregueacute mis armas con peticioacuten formal de mano intercambio de anillos y anuncio de boda grande antes de Pentecosteacutes

La noticia estalloacute con maacutes fuerza en el Barrio Chino que en los clubes sociales Primero fue con burlas pero se transformoacute en una contrariedad cierta de las acadeacutemicas que veiacutean el matrimonio como una situacioacuten maacutes ridiacutecula que sagrada Mi noviazgo cumplioacute todos los ritos de la moral cristiana en la terraza de orquiacutedeas amazoacutenicas y helechos colgados de la casa de mi prometida Llegaba a las siete de la noche todo de lino blanco y con cualquier regalo de abalorios artesanales o chocolates suizos y hablaacutebamos medio en clave y medio en serio hasta las diez con la custodia de la tiacutea Argeacutenida que se dormiacutea al primer parpadeo como las chaperonas de las novelas de la eacutepoca

Ximena iba hacieacutendose maacutes voraz cuanto mejor nos conociacuteamos se aligeraba de corpintildeos y pollerines a medida que apretaban los bochornos de junio y era faacutecil imaginarse el poder de demolicioacuten que debiacutea tener en la penumbra A los dos meses de noviazgo no teniacuteamos de queacute hablar y ella planteoacute el tema de los hijos sin decirlo tejiendo bolitas en crochet de lana cruda para recieacuten nacidos Yo novio gentil aprendiacute a tejer con ella y asiacute se nos fueron las horas inuacutetiles que faltaban para la boda yo tejiendo las botitas azules para nintildeos y ella tejiendo las rosadas para nintildeas a ver quieacuten acertaba hasta que fueron bastantes para maacutes de medio centenar de hijos Antes de que dieran las diez me subiacutea a un coche de caballos y me iba al Barrio Chino a vivir mi noche en la paz de Dios

Memorias de mis putas tristes 17 ______________________________________________________________________________________Los tempestuosos adioses de soltero que me haciacutean en el Barrio Chino iban en contraviacutea de las veladas opresivas del Club Social Contraste que a miacute me sirvioacute para saber cuaacutel de los dos mundos era en realidad el miacuteo y me hice la ilusioacuten de que eran ambos pero cada uno a sus horas pues desde cualquiera de los dos veiacutea alejarse el otro con los suspiros desgarrados con que se separan dos barcos en altamar El baile de la viacutespera en El Poder de Dios incluyoacute una ceremonia final que soacutelo podiacutea ocurriacutersele a un cura gallego encallado en la concupiscencia que vistioacute a todo el personal femenino con velos y azahares para que todas se casaran conmigo en un sacramento universal Fue una noche de grandes sacrilegios en que veintidoacutes de ellas prometieron amor y obediencia y les correspondiacute con fidelidad y sustento hasta el maacutes allaacute de la tumba

No pude dormir por el presagio de algo irremediable Desde la madrugada empeceacute a contar el paso de las horas en el reloj de la catedral hasta las siete campanadas temibles con que debiacutea estar en la iglesia El timbre del teleacutefono empezoacute a las ocho largo tenaz impredecible durante maacutes de una hora No soacutelo no contesteacute no respireacute Poco antes de las diez llamaron a la puerta primero con el puntildeo y luego con gritos de voces conocidas y abominadas Temiacutea que la derribaran por alguacuten percance grave pero hacia las once la casa quedoacute en el silencio erizado que sucede a las grandes cataacutestrofes Entonces lloreacute por ella y por miacute y receacute de todo corazoacuten para no encontrarme con ella nunca maacutes en mis diacuteas Alguacuten santo me oyoacute a medias pues Ximena Ortiz se fue del paiacutes esa misma noche y no volvioacute hasta unos veinte antildeos despueacutes bien casada y con los siete hijos que pudieron ser miacuteos

Trabajo me costoacute mantener mi puesto y mi columna en El Diario de La Paz despueacutes de aquella afrenta social Pero no fue por eso que relegaron mis notas a la paacutegina once sino por el iacutempetu ciego con que entroacute el siglo XX El progreso se convirtioacute en el mito de la ciudad Todo cambioacute volaron los aviones y un hombre de empresa tiroacute un saco de cartas desde un Junker e inventoacute el correo aeacutereo

Lo uacutenico que permanecioacute igual fueron mis notas en el perioacutedico Las nuevas generaciones arremetieron contra ellas como contra una momia del pasado que debiacutea ser demolida pero yo las mantuve en el mismo tono sin concesiones contra los aires de renovacioacuten Fui sordo a todo Habiacutea cumplido cuarenta antildeos pero los redactores joacutevenes la llamaban la Columna de Mudarra el Bastardo El director de entonces me citoacute en su oficina para pedirme que me pusiera a tono con las nuevas corrientes De un modo solemne como si acabara de inventarlo me dijo El mundo avanza Siacute le dije avanza pero dando vueltas alrededor del sol Mantuvo mi nota dominical porque no habriacutea encontrado otro inflador de cables Hoy seacute que tuve razoacuten y por queacute Los adolescentes de mi generacioacuten avorazados por la vida olvidaron en cuerpo y alma las ilusiones del porvenir hasta que la realidad les ensentildeoacute que el futuro no era como lo sontildeaban y descubrieron la nostalgia Alliacute estaban mis notas dominicales como una reliquia arqueoloacutegica entre los escombros del pasado y se dieron cuenta de que no eran soacutelo para viejos sino para joacutevenes que no tuvieran miedo de envejecer La nota volvioacute entonces a la seccioacuten editorial y en ocasiones especiales a la primera paacutegina

A quien me lo pregunta le contesto siempre con la verdad las putas no me dejaron tiempo para ser casado Sin embargo debo reconocer que nunca tuve esta explicacioacuten hasta el diacutea de mis noventa antildeos cuando saliacute de la casa de Rosa Cabarcas con la determinacioacuten de nunca maacutes provocar al destino Me sentiacutea otro El

Memorias de mis putas tristes 18 ______________________________________________________________________________________genio se me trastornoacute por la gente de tropa que vi apostada en las rejas de hierro que rodeaban el parque Encontreacute a Damiana trapeando los pisos a gatas en la sala y la juventud de los muslos a su edad me suscitoacute un temblor de otra eacutepoca Ella debioacute sentirlo porque se cubrioacute con la falda No pude reprimir la tentacioacuten de preguntarle Diacutegame una cosa Damiana iquestde queacute se acuerda No estaba acordaacutendome de nada dijo ella pero su pregunta me lo recuerda Sentiacute una opresioacuten en el pecho Nunca me he enamorado le dije Ella replicoacute en el acto Yo siacute Y terminoacute sin interrumpir su oficio Lloreacute veintidoacutes antildeos por usted El corazoacuten me dio un salto Buscando una salida digna le dije Hubieacuteramos sido una buena yunta Pues hace mal en deciacutermelo ahora dijo ella porque ya no me sirve ni de consuelo Cuando saliacutea de la casa me dijo del modo maacutes natural Usted no me creeraacute pero sigo siendo virgen a Dios gracias

Poco despueacutes descubriacute que habiacutea dejado floreros de rosas rojas por toda la casa y una tarjeta en la almohada Le deseo que llegue a los sien Con este mal sabor me senteacute a continuar la nota que habiacutea dejado a medias el diacutea anterior La termineacute con un solo aliento en menos de dos horas y tuve que torcerle el cuello al cisne para sacaacutermela de las tripas sin que se me notara el llanto Por un golpe de inspiracioacuten tardiacutea decidiacute rematarla con el anuncio de que con ella poniacutea teacutermino feliz a una vida larga y digna sin la mala condicioacuten de morirme

Mi propoacutesito era dejarla en la porteriacutea del perioacutedico y volver a casa Pero no pude El personal en pleno me esperaba para celebrarme el cumpleantildeos El edificio estaba en obra con andamies y escombros friacuteos por todas partes pero habiacutean parado la obra para la fiesta En una mesa de carpintero estaban las bebidas para el brindis y las cuelgas envueltas en papel de fantasiacutea Aturdido por los relaacutempagos de las caacutemaras me hice con todas las fotos del recuerdo

Me alegroacute encontrar alliacute a periodistas de radio y de los otros diarios de la ciudad La Prensa matutino conservador El Heraldo matutino liberal y El Nacional vespertino sensacionalista que trataba de aliviar las tensiones del orden puacuteblico con folletones pasionales No era extrantildeo que estuvieran juntos pues dentro del espiacuteritu de la ciudad fue siempre de buen recibo que se mantuvieran intactas las amistades de la tropa mientras los mariscales libraban la guerra editorial

Tambieacuten estaba alliacute fuera de horas el censor oficial don Jeroacutenimo Ortega a quien llamaacutebamos el Abominable Hombre de las Nueve porque llegaba puntual a esa hora de la noche con su laacutepiz sangriento de saacutetrapa godo Alliacute permaneciacutea hasta asegurarse de que no hubiera una letra impune en la edicioacuten de mantildeana Teniacutea una aversioacuten personal contra miacute por mis iacutenfulas de gramaacutetico o porque utilizaba palabras italianas sin comillas ni cursivas cuando me pareciacutean maacutes expresivas que en castellano como debiera ser de uso legiacutetimo entre lenguas siamesas Despueacutes de padecerlo por cuatro antildeos habiacuteamos terminado por aceptarlo como la mala conciencia de nosotros mismos

Las secretarias llevaron al saloacuten un pudiacuten con noventa velas encendidas que me enfrentaron por primera vez al nuacutemero de mis antildeos Tuve que tragarme las laacutegrimas cuando cantaron el brindis y me acordeacute de la nintildea sin ninguacuten motivo No fue un golpe de rencor sino de compasioacuten tardiacutea por una criatura de la que no esperaba volver a acordarme Cuando acaboacute de pasar el aacutengel alguien me habiacutea puesto un cuchillo en la mano para que cortara el pudiacuten Por temor a las burlas nadie se

JUAN CARLOS 161104
saacutetrapa (Del lat satrăpa este del gr σατράπης y este del aveacutestico ẖšathrapāvan protector del dominio) m Gobernador de una provincia de la antigua Persia || 2 coloq Hombre sagaz que sabe gobernarse con astucia e inteligencia o que gobierna despoacuteticamente U t c adj 13

Memorias de mis putas tristes 19 ______________________________________________________________________________________arriesgoacute a improvisar un discurso Yo hubiera preferido morirme que contestarlo Para terminar la fiesta el jefe de redaccioacuten por quien no tuve nunca gran simpatiacutea nos devolvioacute a la realidad inclemente Ahora siacute ilustre nonagenario me dijo iquestDoacutende estaacute su nota

La verdad es que toda la tarde la sentiacutea ardieacutendome como una brasa en el bolsillo pero la emocioacuten me habiacutea calado tan hondo que no tuve corazoacuten para aguar la fiesta con mi renuncia Dije Por esta vez no hay El jefe de redaccioacuten se disgustoacute por una falta que habiacutea sido inconcebible desde el siglo anterior Entieacutendalo por una vez le dije tuve una noche tan difiacutecil que amaneciacute embrutecido Pues debioacute escribir eso dijo eacutel con su humor de vinagre A los lectores les gustaraacute saber de primera mano coacutemo es la vida a los noventa Una de las secretarias tercioacute A lo mejor es un secreto delicioso dijo y me miroacute con malicia iquestO no Una raacutefaga ardiente me abrasoacute la cara Maldita sea penseacute queacute desleal es el rubor Otra radiante me sentildealoacute con el dedo iexclQueacute maravilla Todaviacutea le queda la elegancia de ruborizarse Su impertinencia me provocoacute otro rubor encima del rubor Debioacute ser una noche de ataque dijo la primera secretaria iexclQueacute envidia Y me dio un beso que me quedoacute pintado en la cara Los fotoacutegrafos se encarnizaron Ofuscado le entregueacute la nota al jefe de redaccioacuten y le dije que lo dicho antes era en broma aquiacute la tiene y escapeacute atolondrado por la uacuteltima salva de aplausos para no estar presente cuando descubrieran que era mi carta de renuncia al cabo de medio siglo de galeras

La ansiedad me duraba todaviacutea aquella noche cuando desenvolviacutea las cuelgas en mi casa Los linotipistas desacertaron con una cafetera eleacutectrica igual a las tres que teniacutea de cumpleantildeos anteriores Los tipoacutegrafos me dieron una autorizacioacuten para recoger un gato de angora en el criadero municipal La gerencia me dio una bonificacioacuten simboacutelica Las secretarias me regalaron tres calzoncillos de seda con huellas de besos estampados y una tarjeta en la que se ofreciacutean para quitaacutermelos Se me ocurrioacute que uno de los encantos de la vejez son las provocaciones que se permiten las amigas joacutevenes que nos creen fuera de servicio

Nunca supe quieacuten me mandoacute un disco con los veinticuatro preludios de Chopin por Stefan Askenase Los redactores en su mayoriacutea me regalaron libros de moda No habiacutea terminado de desenvolver los regalos cuando Rosa Cabarcas me llamoacute por teleacutefono con la pregunta que yo no queriacutea oiacuter iquestQueacute te pasoacute con la nintildea Nada dije sin pensarlo iquestTe parece nada que ni siquiera la despertaste dijo Rosa Cabarcas Una mujer no perdona jamaacutes que un hombre le desprecie el estreno Le alegueacute que la nintildea no podiacutea estar tan agotada soacutelo por pegar botones y tal vez se hiciera la dormida por miedo del mal trance Lo uacutenico grave dijo Rosa es que ella cree de verdad que ya no sirves y no me gustariacutea que lo fuera pregonando a los cuatro vientos

No le di el gusto de sorprenderme Aunque asiacute fuera le dije su estado es tan deplorable que no se puede contar con ella ni dormida ni despierta es carne de hospital Rosa Cabarcas bajoacute el tono La culpa fue de las prisas con que se hizo el trato pero tiene remedio ya veraacutes Prometioacute poner a la nintildea en confesioacuten y si era el caso obligarla a devolver la plata iquestqueacute te parece Deacutejalo de ese tamantildeo le dije aquiacute no pasoacute nada y en cambio me ha valido como una prueba de que ya no estoy para estos trotes En ese sentido la nintildea tiene razoacuten ya no sirvo Colgueacute el teleacutefono saturado por un sentimiento de liberacioacuten que no habiacutea conocido en vida miacutea y por fin a salvo de una servidumbre que me manteniacutea subyugado desde mis trece antildeos

JUAN CARLOS 161104
linotipista com Persona que maneja una linotipia13 linotipia (Del ingl linotype) f Impr Maacutequina de componer provista de matrices de la cual sale la liacutenea formando una sola pieza || 2 Impr Arte de componer con esta maacutequina 13

Memorias de mis putas tristes 20 ______________________________________________________________________________________

A las siete de la noche fui invitado de honor al concierto de Jacques Thibault y Alfred Cortot en la sala de Bellas Artes con una interpretacioacuten gloriosa de la sonata para violiacuten y piano de Ceacutesar Frank y en el intermedio escucheacute elogios inverosiacutemiles El maestro Pedro Biava nuestro muacutesico enorme me llevoacute casi a rastras a los camerinos para presentarme a los inteacuterpretes Me ofusqueacute tanto que los feliciteacute por una sonata de Schumann que no habiacutean tocado y alguien me corrigioacute en puacuteblico de mala manera La impresioacuten de que habiacutea confundido las dos sonatas por ignorancia simple quedoacute sembrada en el ambiente local y agravada por una explicacioacuten aturdida con que trateacute de remendarla el domingo siguiente en mi resentildea criacutetica del concierto

Por primera vez en mi larga vida me sentiacute capaz de matar a alguien Volviacute a casa atormentado por el diablillo que sopla al oiacutedo las respuestas devastadoras que no dimos a tiempo y ni la lectura ni la muacutesica mitigaron mi rabia Por fortuna Rosa Cabarcasme sacoacute del desvariacuteo con un grito en el teleacutefono Estoy feliz con el perioacutedico porque no pensaba que cumpliacuteas noventa sino cien Le contesteacute encrespado iquestAsiacute de jodido me viste Al contrario dijo ella lo que me sorprendioacute fue verte tan bien Queacute bueno que no eres de los viejos verdes que se aumentan la edad para que los crean en buen estado Y cambioacute sin transicioacuten Te tengo tu cuelga Me sorprendioacute de veras iquestQueacute es La nintildea dijo ella

No me tomeacute ni un instante para pensar Gracias le dije pero esa vaina es agua pasada Ella siguioacute de largo Te la mando a tu casa envuelta en papel de China y hervida con palo de saacutendalo al bantildeo mariacutea todo gratis Me mantuve firme y ella se debatioacute en una explicacioacuten pedregosa que me parecioacute sincera Dijo que la nintildea estaba en tan mal estado aquel viernes por haber cosido doscientos botones con aguja y dedal Que era verdad su miedo a las violaciones sangrientas pero ya estaba instruida para el sacrificio Que en su noche conmigo se habiacutea levantado para ir al bantildeo y que yo estaba tan profundo que le dio laacutestima despertarme pero ya me habiacutea ido cuando volvioacute a despertar en la mantildeana Me indigneacute con lo que me parecioacute una mentira inuacutetil Bueno prosiguioacute Rosa Cabarcas aun si asiacute fuera la nintildea estaacute arrepentida Pobrecita la tengo aquiacute enfrente iquestQuieres que tela pase No por Dios le dije

Habiacutea empezado a escribir cuando llamoacute la secretaria del perioacutedico El mensaje era que el director queriacutea verme al diacutea siguiente a las once de la mantildeana Llegueacute puntual El estruendo de la restauracioacuten de la casa no pareciacutea soportable el aire estaba enrarecido por los martillazos el polvo de cemento y el humo de alquitraacuten pero la redaccioacuten habiacutea aprendido a pensar en la rutina del caos Las oficinas del director en cambio heladas y silentes permaneciacutean en un paiacutes ideal que no era el nuestro

El tercer Marco Tulio con un aire adolescente se puso de pie al verme entrar sin interrumpir una conversacioacuten telefoacutenica me estrechoacute la mano por encima del escritorio y me indicoacute que me sentara Llegueacute a pensar que no habiacutea nadie en el otro extremo de la liacutenea y que eacutel haciacutea la farsa para impresionarme pero pronto descubriacute que hablaba con el gobernador y era en verdad un diaacutelogo difiacutecil entre enemigos cordiales Ademaacutes creo que se esmeraba en parecer eneacutergico delante de miacute aunque al mismo tiempo se manteniacutea de pie mientras hablaba con la autoridad

Memorias de mis putas tristes 21 ______________________________________________________________________________________Se le notaba el vicio de la pulcritud Acababa de cumplir veintinueve antildeos con cuatro idiomas y tres maestriacuteas internacionales a diferencia del primer presidente vitalicio su abuelo paterno que se hizo periodista empiacuterico despueacutes de hacer una fortuna con la trata de blancas Teniacutea maneras faacuteciles se pasaba de apuesto y sereno y lo uacutenico que poniacutea en peligro su prestancia era una nota falsa en la voz Llevaba una chaqueta deportiva con una orquiacutedea viva en la solapa y cada cosa le sentaba como si fuera de su ser natural pero nada en eacutel estaba hecho para el clima de la calle sino para la primavera de sus oficinas Yo que habiacutea gastado casi dos horas para vestirme sentiacute el oprobio de la pobreza y me aumentoacute la rabia

Con todo el veneno mortal estaba en una foto panoraacutemica del personal de planta tomada en el XXV aniversario de la fundacioacuten del perioacutedico en la que sentildealaban con una crucecita sobre la cabeza a los que iban muriendo Yo era el tercero de la derecha con el sombrero canotier la corbata de nudo grande con una perla en el prendedor el primer mostacho de coronel civil que tuve hasta los cuarenta antildeos y los espejuelos metaacutelicos de seminarista preacutesbita que no me hicieron falta despueacutes del medio siglo Habiacutea visto esa foto colgada durante antildeos en distintas oficinas pero soacutelo entonces fui sensible a su mensaje de los cuarenta y ocho empleados originales soacutelo cuatro estaacutebamos vivos y el menor de nosotros cumpliacutea una condena de veinte antildeos por asesinato muacuteltiple

El director terminoacute la llamada me sorprendioacute mirando la foto y sonrioacute Las crucecitas no las puse yo dijo Me parecen de muy mal gusto Se sentoacute al escritorio y cambioacute de tono Permiacutetame decirle que usted es el hombre maacutes impredecible que he conocido Y ante mi sorpresa se adelantoacute a todo Lo digo por su renuncia Apenas acerteacute a decir Es toda una vida El replicoacute que justo por eso no era una solucioacuten pertinente La nota le pareciacutea magniacutefica y todo lo que deciacutea de la vejez era de lo mejor que habiacutea leiacutedo nunca y no teniacutea sentido terminarla con una decisioacuten que pareciacutea maacutes bien una muerte civil Por fortuna dijo el Abominable Hombre de las Nueve la leyoacute cuando ya estaba armada la paacutegina editorial y le parecioacute inadmisible Sin consultarlo con nadie la tachoacute de arriba abajo con su laacutepiz de Torquemada Cuando lo supe esta mantildeana ordeneacute mandar una nota de protesta a la Gobernacioacuten Era mi deber pero entre nos puedo decirle que estoy muy agradecido por la arbitrariedad del censor De modo que no estaba dispuesto a aceptar que suspendiera la nota Se lo suplico con toda el alma dijo No abandone el barco en altamar Y concluyoacute con un gran estilo Todaviacutea nos queda mucho por hablar de muacutesica

Lo vi tan decidido que no me atreviacute a agravar la discrepancia con un argumento de distraccioacuten El problema en realidad era que tampoco entonces encontraba un motivo decente para abandonar la noria y me aterrorizoacute la idea de decirle que siacute una vez maacutes soacutelo por ganar tiempo Tuve que reprimirme para que no se me notara la emocioacuten impuacutedica que me apremiaba las laacutegrimas Y otra vez como siempre quedamos en las mismas de siempre despueacutes de tantos antildeos

La semana siguiente presa de un estado que era maacutes de confusioacuten que de alegriacutea paseacute por el criadero a recoger el gato que me habiacutean regalado los impresores Tengo muy mala quiacutemica con los animales por lo mismo que la tengo con los nintildeos antes de que empiecen a hablar Me parecen mudos del alma No los odio pero no puedo soportarlos porque no aprendiacute a negociar con ellos Me parece contra natura que un hombre se entienda mejor con su perro que con su esposa que lo ensentildee a

JUAN CARLOS 161104
noria (Del aacuter hisp nalsquouacutera y este del aacuter claacutes nālsquoūrah infl por acequia y acenia) f Maacutequina compuesta de dos grandes ruedas engranadas que mediante cangilones sube el agua de los pozos acequias etc || 2 Pozo formado en forma comuacutenmente ovalada del cual se saca el agua con la maacutequina || 3 Artilugio de feria consistente en una gran rueda con asientos que gira verticalmente13

Memorias de mis putas tristes 22 ______________________________________________________________________________________comer y descomer a sus horas a contestar preguntas y a compartir sus penas Pero no recoger el gato de los tipoacutegrafos habriacutea sido un desaire Ademaacutes era un precioso ejemplar de angora de pelambre rosada y tersa y ojos iluminados cuyos maullidos pareciacutean a punto de ser palabras Me lo dieron en una canasta de mimbre con un certificado de su estirpe y un manual de uso como el de las bicicletas para armar

Una patrulla militar verificaba la identidad de los transeuacutentes antes de autorizar el paso por el parque de San Nicolaacutes Nunca habiacutea visto nada igual ni podiacutea imaginarme nada maacutes descorazonador como siacutentoma de mi vejez Era una patrulla de cuatro al mando de un oficial casi adolescente Los agentes eran hombres de paacuteramos duros y callados con un olor de establo El oficial los vigilaba a todos con las mejillas chapeadas de los andinos en la playa Despueacutes de revisar mi ceacutedula de identidad y mi credencial de prensa me preguntoacute queacute llevaba en la cesta Un gato le dije El quiso verlo Destapeacute la cesta con toda precaucioacuten por temor de que escapara pero un agente quiso ver si no habiacutea algo maacutes en el fondo y el gato le tiroacute un zarpazo El oficial se interpuso Es una joya de angora dijo Lo acaricioacute mientras murmuraba algo y el gato no lo agredioacute pero tampoco le hizo caso iquestCuaacutentos antildeos tiene preguntoacute No seacute le dije acaban de regalaacutermelo Se lo pregunto porque se ve que es muy viejo diez antildeos quizaacutes Quise preguntarle coacutemo lo sabiacutea y muchas cosas maacutes pero a despecho de sus buenas maneras y su habla florida no me sentiacutea con estoacutemago para hablar con eacutel Me parece que es un gato abandonado que ha pasado por muchas dijo Obseacutervelo no lo acomode a usted sino al contrario usted a eacutel y deacutejelo hasta que se gane su confianza Cerroacute la tapa de la cesta y me preguntoacute iquestEn queacute trabaja usted Soy periodista iquestDesde cuaacutendo Desde hace un siglo le dije No lo dudo dijo eacutel Me estrechoacute la mano y se despidioacute con un frase que lo mismo podiacutea ser un buen consejo que una amenaza

-Cuiacutedese mucho

Al mediodiacutea desconecteacute el teleacutefono para refugiarme en la muacutesica con un programa exquisito la rapsodia para clarinete y orquesta de Wagner la de saxofoacuten de Debussy y el quinteto para cuerdas de Bruckner que es un remanso edeacutenico en el cataclismo de su obra Y de pronto me encontreacute envuelto en las tinieblas del estudio Sentiacute deslizarse debajo de mi mesa algo que no me parecioacute un cuerpo vivo sino una presencia sobrenatural que me rozoacute los pies y salteacute con un grito Era el gato con la hermosa cola empenachada su lentitud misteriosa y su estirpe miacutetica y no pude evitar el escalofriacuteo de estar solo en la casa con un ser vivo que no fuera humano

Cuando dieron las siete en la catedral habiacutea una estrella sola y liacutempida en el cielo color de rosas un buque lanzoacute un adioacutes desconsolado y sentiacute en la garganta el nudo gordiano de todos los amores que pudieron haber sido y no fueron No soporteacute maacutes Descolgueacute el teleacutefono con el corazoacuten en la boca marqueacute los cuatro nuacutemeros muy despacio para no equivocarme y al tercer timbrazo reconociacute la voz Bueno mujer le dije con un suspiro de alivio Perdoacutename el berrinche de esta mantildeana Ella tranquila No te preocupes estaba esperando tu llamada Le advertiacute Quiero que la nintildea me espere como Dios la echoacute al mundo y sin barnices en la cara Ella hizo su risa gutural Lo que tuacute digas dijo pero te pierdes el gusto de encuerar la pieza por pieza como les encanta a los viejos no seacute por queacute Yo siacute seacute le dije Porque se estaacuten volviendo cada vez maacutes viejos Ella lo dio por hecho

JUAN CARLOS 161104
gordiano (De Gordio rey de Frigia) V nudo
JUAN CARLOS 161104
paacuteramo (Del lat parămus voz de or prerromano) m Terreno yermo raso y desabrigado || 2 Lugar sumamente friacuteo y desamparado || 3 Col y Ecuad llovizna 13

Memorias de mis putas tristes 23 ______________________________________________________________________________________-Estaacute bien -dijo- entonces esta noche a las diez en punto antes de que se enfriacutee la pescada

Memorias de mis putas tristes 24 ______________________________________________________________________________________

3

iquestCoacutemo podiacutea llamarse La duentildea no me lo habiacutea dicho Cuando me hablaba de ella soacutelo deciacutea la nintildea Y yo lo habiacutea convertido en un nombre de pila como la nintildea de los ojos o la carabela menor Ademaacutes Rosa Cabarcas poniacutea a sus pupilas un nombre distinto para cada cliente A miacute me divertiacutea adivinarlos por las caras y desde el principio estuve seguro de que la nintildea teniacutea uno largo como Filomena Saturnina o Nicolasa En eacutesas estaba cuando ella se dio media vuelta en la cama y quedoacute de espaldas a miacute y me parecioacute que habiacutea dejado un charco de sangre del tamantildeo y la forma del cuerpo Fue un sobresalto instantaacuteneo hasta que comprobeacute que era la humedad del sudor en la saacutebana

Rosa Cabarcas me habiacutea aconsejado que la tratara con cautela pues auacuten le duraba el susto de la primera vez Es maacutes creo que la misma solemnidad del rito le habiacutea agravado el miedo y habiacutean tenido que aumentarle la dosis de valeriana pues dormiacutea con tal placidez que habriacutea sido una laacutestima despertarla sin arrullos De modo que empeceacute a secarla con la toalla mientras le cantaba en susurros la cancioacuten de Delgadina la hija menor del rey requerida de amores por su padre A medida que la secaba ella iba mostraacutendome los flancos sudados al compaacutes de mi canto Delgadina Delgadina tuacute seras mi prenda amada Fue un placer sin liacutemites pues ella volviacutea a sudar por un costado cuando acababa de secarla por el otro para que la cancioacuten no terminara nunca Levaacutentate Delgadina ponte tu falda de seda le cantaba al oiacutedo Al final cuando los criados del rey la encontraron muerta de sed en su cama me parecioacute que mi nintildea habiacutea estado a punto de despertar al escuchar el nombre Asiacute que era ella Delgadina

Volviacute a la cama con mis calzoncillos de besos estampados y me tendiacute junto a ella Dormiacute hasta las cinco al arrullo de su respiracioacuten apacible Me vestiacute a toda prisa sin lavarme y soacutelo entonces vi la sentencia escrita con laacutepiz labial en el espejo del lavabo El tigre no come lejos Seacute que no estaba la noche anterior y nadie podiacutea haber entrado en el cuarto de modo que la entendiacute como la cuelga del diablo Un trueno terroriacutefico me sorprendioacute en la puerta y el cuarto se llenoacute del olor premonitorio de la tierra mojada No tuve tiempo para escapar ileso Antes de que encontrara un taxi se precipitoacute un aguacero grande de los que suelen desordenar la ciudad entre mayo y octubre pues las calles de arenas ardientes que bajan hacia el riacuteo se convierten en torrenteras que arrastran cuanto encuentran a su paso Las aguas de aquel septiembre raro despueacutes de tres meses de sequiacutea podiacutean ser tan providenciales como devastadoras

Memorias de mis putas tristes 25 ______________________________________________________________________________________Desde que abriacute la puerta de casa me salioacute al encuentro la sensacioacuten fiacutesica de que no estaba solo Alcanceacute a ver el celaje del gato que saltoacute del sofaacute y se escabulloacute por el balcoacuten En su plato quedaban las sobras de una comida que yo no le habiacutea servido La peste de sus orines rancios y su caca caliente habiacutean contaminado todo Me habiacutea dedicado a estudiarlo como estudieacute el latiacuten El manual deciacutea que los gatos escarban en la tierra para esconder su estieacutercol y que en las casas sin patio como eacutesta lo hariacutean en las macetas de plantas o en cualquier otro escondrijo Lo apropiado era prepararles desde el primer diacutea una caja con arena para orientarles el haacutebito y asiacute lo hice Tambieacuten deciacutea que lo primero que hacen en casa nueva es marcar su territorio orinando por todas partes y aqueacutel pudo ser el caso pero el manual no deciacutea coacutemo remediarlo Seguiacutea sus trazas para familiarizarme con sus haacutebitos originales pero no di con sus escondites secretos sus sitios de reposo las causas de sus humores volubles Quise ensentildearlo a comer en sus horas a usar la cajita de arena en la terraza a no subirse en mi cama mientras yo dormiacutea ni a olisquear los alimentos en la mesa y no pude hacerle entender que la casa era suya por derecho propio y no como un botiacuten de guerra De modo que lo dejeacute a su aire

Al atardecer enfrenteacute el aguacero cuyos vientos huracanados amenazaban con desquiciar la casa Sufriacute un ataque de estornudos sucesivos me doliacutea el craacuteneo y teniacutea fiebre pero me sentiacutea poseiacutedo por una fuerza y una determinacioacuten que nunca tuve a ninguna edad y por ninguna causa Puse calderos en el piso para recoger las goteras y me di cuenta de que habiacutean aparecido otras nuevas desde el invierno anterior La maacutes grande habiacutea empezado a inundar el flanco derecho de la biblioteca Me apresureacute a rescatar a los autores griegos y latinos que viviacutean por aquel rumbo pero al quitar los libros encontreacute un chorro de alta presioacuten que saliacutea de un tubo roto en el fondo del muro Lo amordaceacute con trapos hasta donde pude para darme el tiempo de salvar los libros El estreacutepito del agua y el aullido del viento arreciaron en el parque De pronto un relaacutempago fantasmal y su trueno simultaacuteneo impregnaron el aire de un fuerte olor de azufre el viento desbaratoacute las vidrieras del balcoacuten y la tremenda borrasca de mar rompioacute los cerrojos y se metioacute dentro de la casa Sin embargo antes de diez minutos escampoacute de un tajo Un sol espleacutendido secoacute las calles llenas de escombros varados y volvioacute el calor

Cuando pasoacute el aguacero seguiacutea con la sensacioacuten de que no estaba solo en la casa Mi uacutenica explicacioacuten es que asiacute como los hechos reales se olvidan tambieacuten algunos que nunca fueron pueden estar en los recuerdos como si hubieran sido Pues si evocaba la emergencia del aguacero no me veiacutea a miacute mismo solo en la casa sino siempre acompantildeado por Delgadina La habiacutea sentido tan cerca en la noche que percibiacutea el rumor de su aliento en el dormitorio y los latidos de su mejilla en mi almohada Soacutelo asiacute entendiacute que hubieacuteramos podido hacer tanto en tan poco tiempo Me recordaba subido en el escabel de la biblioteca y la recordaba a ella despierta con su trajecito de flores recibiendo los libros para ponerlos a salvo La veiacutea correr de un lado al otro de la casa batallando con la tormenta empapada de lluvia con el agua a los tobillos Recordaba coacutemo preparoacute al diacutea siguiente un desayuno que nunca fue y puso la mesa mientras yo secaba los pisos y poniacutea orden en el naufragio de la casa Nunca olvideacute su mirada sombriacutea mientras desayunaacutebamos iquestPor queacute me conociste tan viejo Le contesteacute la verdad La edad no es la que uno tiene sino la que uno siente

Desde entonces la tuve en la memoria con tal nitidez que haciacutea de ella lo que queriacutea Le cambiaba el color de los ojos seguacuten mi estado de aacutenimo color de agua al

JUAN CARLOS 161104
escabel (Quizaacute del cat ant escabell y este del lat scabellum) m Tarima pequentildea que se pone delante de la silla para que descansen los pies de quien estaacute sentado || 2 Asiento pequentildeo hecho de tablas sin respaldo || 3 Persona o circunstancia de que alguien se aprovecha para medrar por lo general ambiciosamente13

Memorias de mis putas tristes 26 ______________________________________________________________________________________despertar color de almiacutebar cuando reiacutea color de lumbre cuando la contrariaba La vestiacutea para la edad y la condicioacuten que conveniacutean a mis cambios de humor novicia enamorada a los veinte antildeos puta de saloacuten a los cuarenta reina de Babilonia a los setenta santa a los cien Cantaacutebamos duetos de amor de Puccini boleros de Agustiacuten Lara tangos de Carlos Gardel y comprobaacutebamos una vez maacutes que quienes no cantan no pueden imaginar siquiera lo que es la felicidad de cantar Hoy seacute que no fue una alucinacioacuten sino un milagro maacutes del primer amor de mi vida a los noventa antildeos

Cuando la casa estuvo en orden llameacute a Rosa Cabarcas iexclDios Santo exclamoacute al oiacuter mi voz creiacute que te habiacuteas ahogado No podiacutea entender que hubiera vuelto a pasar la noche con la nintildea sin tocarla Tienes todo el derecho de que no te guste pero al menos poacutertate como un adulto Trateacute de explicarle pero ella cambioacute el tema sin transicioacuten De todos modos te tengo vista otra un poco mayor bella y tambieacuten virgen Su papaacute quiere cambiarla por una casa pero se puede discutir un descuentoSe me heloacute el corazoacuten Ni maacutes faltaba protesteacute asustado quiero la misma y como siempre sin fracasos sin peleas sin malos recuerdos Hubo un silencio en la liacutenea y por fin la voz sumisa con que dijo como para siacute misma Bueno esto debe ser lo que los meacutedicos llaman demencia senil

Fui a las diez de la noche con un chofer conocido por la extrantildea virtud de no hacer preguntas Lleveacute un ventilador portaacutetil y un cuadro de Orlando Rivera el querido Figurita y un martillo y un clavo para colgarlo En el camino hice una parada para comprar cepillos de dientes pasta dentiacutefrica jaboacuten de olor Agua de Florida tabletas de regaliz Quise llevar tambieacuten un buen florero y un ramo de rosas amarillas para conjurar la pava de las flores de papel pero no encontreacute nada abierto y tuve que robarme en un jardiacuten privado un ramo de astromelias recieacuten nacidas

Por instrucciones de la duentildea llegueacute desde entonces por la calle de atraacutes del lado del acueducto para que nadie me viera entrar por el portoacuten del huerto El chofer me previno Cuidado sabio en esa casa matan Le contesteacute Si es por amor no importa El patio estaba en tinieblas pero habiacutea luces de vida en las ventanas y un revoltijo de muacutesicas en los seis cuartos En el miacuteo a volumen maacutes alto distinguiacute la voz caacutelida de don Pedro Vargas el tenor de Ameacuterica con un bolero de Miguel Matamoros Sentiacute que iba a morir Empujeacute la puerta con la respiracioacuten desbaratada y vi a Delgadina en la cama como en mis recuerdos desnuda y dormida en santa paz del lado del corazoacuten

Antes de acostarme arregleacute el tocador puse el ventilador nuevo en lugar del oxidado y colgueacute el cuadro donde ella pudiera verlo desde la cama Me acosteacute a su lado y la reconociacute palmo a palmo Era la misma que andaba por mi casa las mismas manos que me reconociacutean al tacto en la oscuridad los mismos pies de pasos tenues que se confundiacutean con los del gato el mismo olor del sudor de mis saacutebanas el dedo del dedal Increiacuteble vieacutendola y tocaacutendola en carne y hueso me pareciacutea menos real que en mis recuerdos

Hay un cuadro en la pared de enfrente le dije Lo pintoacute Figurita un hombre a quien quisimos mucho el mejor bailariacuten de burdeles que existioacute jamaacutes y de tan buen corazoacuten que le teniacutea laacutestima al diablo Lo pintoacute con barniz de buques en el lienzo chamuscado de un avioacuten que se estrelloacute en la Sierra Nevada de Santa Marta y con pinceles fabricados por eacutel con pelos de su perro La mujer pintada es una monja que

Memorias de mis putas tristes 27 ______________________________________________________________________________________secuestroacute de un convento y se casoacute con ella Aquiacute lo dejo para que sea lo primero que veas al despertar

No habiacutea cambiado de posicioacuten cuando apagueacute la luz a la una de la madrugada y su respiracioacuten era tan tenue que le tomeacute el pulso para sentirla viva La sangre circulaba por sus venas con la fluidez de una cancioacuten que se ramificaba hasta los aacutembitos maacutes recoacutenditos de su cuerpo y volviacutea al corazoacuten purificada por el amor

Antes de irme al amanecer dibujeacute en un papel las liacuteneas de su mano y se las di a leer a la Diva Sahibiacute para conocer su alma Y fue asiacute una persona que soacutelo dice lo que piensa Es perfecta para trabajos manuales Tiene contacto con alguien que ya murioacute y del cual espera ayuda pero estaacute equivocada la ayuda que busca estaacute al alcance de su mano No ha tenido ninguna unioacuten pero va a morir mayor y casada Ahora tiene un hombre moreno que no ha de ser el de su vida Puede tener ocho hijos pero se va a decidir soacutelo por tres A los treinta y cinco antildeos si hace lo que le indique el corazoacuten y no la mente va a manejar mucho dinero y a los cuarenta recibiraacute una herencia Va a viajar mucho Tiene doble vida y doble suerte y puede influir sobre su propio destino Le gusta probar todo por curiosidad pero va a arrepentirse si no se orienta por el corazoacuten

Atormentado de amor hice reparar los estragos de la borrasca y aprovecheacute para hacer otros muchos remiendos que veniacutea demorando desde antildeos por insolvencia o por desidia Reorganiceacute la biblioteca en el orden en que habiacutea leiacutedo los libros Por uacuteltimo remateacute la pianola como reliquia histoacuterica con sus maacutes de cien rollos de claacutesicos y compreacute un tocadiscos usado pero mejor que el miacuteo con parlantes de alta fidelidad que engrandecieron el aacutembito de la casa Quedeacute al borde de la ruina pero bien compensado por el milagro de estar vivo a mi edad

La casa renaciacutea de sus cenizas y yo navegaba en el amor de Delgadina con una intensidad y una dicha que nunca conociacute en mi vida anterior Gracias a ella me enfrenteacute por vez primera con mi ser natural mientras transcurriacutean mis noventa antildeos Descubriacute que mi obsesioacuten de que cada cosa estuviera en su puesto cada asunto en su tiempo cada palabra en su estilo no era el premio merecido de una mente en orden sino al contrario todo un sistema de simulacioacuten inventado por miacute para ocultar el desorden de mi naturaleza Descubriacute que no soy disciplinado por virtud sino como reaccioacuten contra mi negligencia que parezco generoso por encubrir mi mezquindad que me paso de prudente por mal pensado que soy conciliador para no sucumbir a mis coacuteleras reprimidas que soacutelo soy puntual para que no se sepa cuan poco me importa el tiempo ajeno Descubriacute en fin que el amor no es un estado del alma sino un signo del zodiacuteaco

Me volviacute otro Trateacute de releer los claacutesicos que me orientaron en la adolescencia y no pude con ellos Me sumergiacute en las letras romaacutenticas que repudieacute cuando mi madre quiso imponeacutermelas con mano dura y por ellas tomeacute conciencia de que la fuerza invencible que ha impulsado al mundo no son los amores felices sino los contrariados Cuando mis gustos en muacutesica hicieron crisis me descubriacute atrasado y viejo y abriacute mi corazoacuten a las delicias del azar

Me pregunto coacutemo pude sucumbir en este veacutertigo perpetuo que yo mismo provocaba y temiacutea Flotaba entre nubes erraacuteticas y hablaba conmigo mismo ante el espejo con la vana ilusioacuten de averiguar quieacuten soy Era tal mi desvariacuteo que en una manifestacioacuten

Memorias de mis putas tristes 28 ______________________________________________________________________________________estudiantil con piedras y botellas tuve que sacar fuerzas de flaqueza para no ponerme al frente con un letrero que consagrara mi verdad Estoy loco de amor

Obnubilado por la evocacioacuten inclemente de Delgadina dormida cambieacute sin la menor malicia el espiacuteritu de mis notas dominicales Fuera cual fuera el asunto las escribiacutea para ella las reiacutea y las lloraba para ella y en cada palabra se me iba la vida En lugar de la foacutermula de gacetilla tradicional que tuvieron desde siempre las escribiacute como cartas de amor que cada quien podiacutea hacer suyas Propuse en el perioacutedico que el texto no se alzara en linotipo sino que fuera publicado con mi caligrafiacutea florentina Al jefe de redaccioacuten coacutemo no le parecioacute otro acceso de vanidad senil pero el director general lo convencioacute con una frase que todaviacutea anda suelta por la redaccioacuten

-No se equivoque los loquitos mansos se adelantan al porvenir

La respuesta puacuteblica fue inmediata y entusiasta con numerosas cartas de lectores enamorados Algunas las leiacutean en los noticieros de radio con urgencias de uacuteltima hora y se hicieron copias en mimeoacutegrafos o papel carboacuten que vendiacutean como cigarrillos de contrabando en las esquinas de la calle San Blas Desde el principio fue evidente que obedeciacutean a las ansias de expresarme pero me hice a la costumbre de tomarlas en cuenta al escribir y siempre con la voz de un hombre de noventa antildeos que no aprendioacute a pensar como viejo La comunidad intelectual como de soacutelito se mostroacute timorata y dividida y hasta los grafoacutelogos menos pensados montaron controversias por los anaacutelisis erraacuteticos de mi caligrafiacutea Fueron ellos los que dividieron los aacutenimos recalentaron la poleacutemica y pusieron de moda la nostalgia

Antes del fin del antildeo me habiacutea arreglado con Rosa Cabarcas para dejar en el cuarto el abanico eleacutectrico los recursos del tocador y lo que siguiera llevando en el futuro para hacerlo vivible Llegaba a las diez siempre con algo nuevo para ella o para gusto de ambos y dedicaba unos minutos a sacar la utileriacutea escondida para armar el teatro de nuestras noches Antes de irme nunca maacutes tarde de las cinco volviacutea a asegurar todo bajo llave La alcoba quedaba entonces tan escuaacutelida como fue en sus oriacutegenes para los amores tristes de los clientes casuales Una mantildeana oiacute que Marcos Peacuterez la voz maacutes escuchada de la radio desde el amanecer habiacutea decidido leer mi nota dominical en su noticiero de los lunes Cuando pude reprimir la naacuteusea dije sobrecogido Ya lo sabes Delgadina la fama es una sentildeora muy gorda que no duerme con uno pero cuando uno despierta estaacute siempre miraacutendonos frente a la cama

Uno de esos diacuteas me quedeacute a desayunar con Rosa Cabarcas que empezaba a parecerme menos decreacutepita a pesar del luto severo y del bonete negro que ya le tapaba las cejas Sus desayunos teniacutean fama de espleacutendidos con una carga de pimienta que me haciacutea llorar Al primer bocado de fuego vivo le dije bantildeado en laacutegrimas Esta noche no me haraacute falta la luna llena para que me arda el culo No te quejes dijo ella Si te arde es porque todaviacutea lo tienes a Dios gracias

Se sorprendioacute cuando mencioneacute el nombre de Delgadina No se llama asiacute dijo se llama No me lo digas la interrumpiacute para miacute es Delgadina Ella se encogioacute de hombros Bueno al fin y al cabo es tuya pero me parece un nombre de diureacutetico Le conteacute lo del letrero del tigre que la nintildea habiacutea escrito en el espejo No pudo ser ella

JUAN CARLOS 161104
timorato ta (Del lat timorātus) adj Tiacutemido indeciso encogido || 2 Dicho de una persona Que se escandaliza con exageracioacuten de cosas que no le parecen conformes a la moral convencional || 3 Que tiene temor de Dios y se gobierna por eacutel en sus operaciones
JUAN CARLOS 161104
obnubilar (Del lat obnubilāre) tr nublar (ǁ ofuscar o confundir) U t c prnl || 2 embelesar U t c prnl || 3 nublar (ǁ enturbiar la visioacuten) U t c prnl

Memorias de mis putas tristes 29 ______________________________________________________________________________________dijo Rosa porque no sabe leer ni escribir iquestEntonces quieacuten Ella se encogioacute de hombros Puede ser de alguien que se murioacute en el cuarto

Yo aprovechaba aquellos desayunos para desahogarme con Rosa Cabarcas y le pediacutea favores miacutenimos para el bienestar y el buen ver de Delgadina Me los concediacutea sin pensarlo con una picardiacutea de colegiala iexclQueacute risa me dijo por aquellos diacuteas Me siento como si me estuvieras pidiendo su mano Y a propoacutesito se le ocurrioacute iquestpor queacute no te casas con ella Me quedeacute de una pieza En serio insistioacute te sale maacutes barato Al fin y al cabo el problema a tu edad es servir o no servir pero ya me dijiste que lo tienes resuelto Le saliacute al paso El sexo es el consuelo que uno tiene cuando no le alcanza el amor

Ella soltoacute la risa Ay mi sabio siempre supe que eres muy hombre que siempre lo fuiste y me alegra que lo sigas siendo mientras tus enemigos entregan las armas Con razoacuten se habla tanto de ti iquestOiacuteste a Marcos Peacuterez Todo el mundo lo oye le dije para cortar el tema Pero ella insistioacute Tambieacuten el profesor Camacho y Cano en La hora de todo un poco dijo ayer que el mundo ya no es lo que era porque no quedan muchos hombres como tuacute

Aquel fin de semana encontreacute a Delgadina con fiebre y tos Desperteacute a Rosa Cabarcas para que me diera alguacuten remedio casero y me llevoacute al cuarto un botiquiacuten de primeros auxilios Dos diacuteas despueacutes Delgadina seguiacutea postrada y no habiacutea podido volver a su rutina de pegar botones El meacutedico le habiacutea prescrito un tratamiento casero para una gripa comuacuten que cederiacutea en una semana pero se alarmoacute por su estado general de desnutricioacuten Dejeacute de verla y sentiacute que me haciacutea falta y aprovecheacute para arreglar el cuarto sin ella

Lleveacute tambieacuten un dibujo a pluma de Cecilia Porras para Todos estaacutebamos a la espera el libro de cuentos de Alvaro Cepeda Lleveacute los seis tomos de Juan Cristoacutebal de Romain Rolland para pastorear mis vigilias De modo que cuando Delgadina pudo volver a la habitacioacuten la encontroacute digna de una felicidad sedentaria el aire purificado con un insecticida aromaacutetico paredes color de rosa laacutemparas matizadas flores nuevas en los floreros mis libros favoritos los buenos cuadros de mi madre colgados de otro modo seguacuten los gustos de hoy Habiacutea cambiado el viejo radio por uno de onda corta que manteniacutea sintonizado en un programa de muacutesica culta para que Delgadina aprendiera a dormir con los cuartetos de Mozart pero una noche lo encontreacute en una estacioacuten especializada en boleros de moda Era el gusto de ella sin duda y lo asumiacute sin dolor pues tambieacuten yo lo habiacutea cultivado con el corazoacuten en mis mejores diacuteas Antes de volver a casa al diacutea siguiente escribiacute en el espejo con el laacutepiz de labios Nintildea miacutea estamos solos en el mundo

Por esa eacutepoca tuve la rara impresioacuten de que se estaba volviendo mayor antes de tiempo Se lo comenteacute a Rosa Cabarcas y a ella le parecioacute natural Cumple quince antildeos el cinco de diciembre me dijo Una Sagitario perfecta Me inquietoacute que fuera tan real como para cumplir antildeos iquestQueacute podriacutea regalarle Una bicicleta dijo Rosa Cabarcas Tiene que atravesar la ciudad dos veces al diacutea para ir a pegar botones Me mostroacute en la trastienda la bicicleta que usaba y de verdad me parecioacute un cacharro indigno de una mujer tan bien amada Sin embargo me conmovioacute como la prueba tangible de que Delgadina existiacutea en la vida real

Memorias de mis putas tristes 30 ______________________________________________________________________________________Cuando fui a comprar la mejor bicicleta para ella no pude resistir la tentacioacuten de probarla y di algunas vueltas casuales en la rampa del almaceacuten Al vendedor que me preguntoacute la edad le contesteacute con la coqueteriacutea de la vejez Voy a cumplir noventa y uno El empleado dijo justo lo que yo queriacutea Pues representa veinte menos Yo mismo no entendiacutea coacutemo conservaba la praacutectica del colegio y me sentiacute colmado por un gozo radiante Empeceacute a cantar Primero para miacute mismo en voz baja y despueacutes a todo pecho con iacutenfulas del gran Caruso por entre los bazares abigarrados y el traacutefico demente del mercado puacuteblico La gente me miraba divertida me gritaban me incitaban a participar en la Vuelta a Colombia en silla de ruedas Yo les haciacutea con la mano un saludo de navegante feliz sin interrumpir la cancioacuten Esa semana en homenaje a Diciembre escribiacute otra nota atrevida Coacutemo ser feliz en bicicleta a los noventa antildeos

La noche de su cumpleantildeos le canteacute a Delgadina la cancioacuten completa y la beseacute por todo el cuerpo hasta quedarme sin aliento la espina dorsal veacutertebra por veacutertebra hasta las nalgas laacutenguidas el costado del lunar el de su corazoacuten inagotable A medida que la besaba aumentaba el calor de su cuerpo y exhalaba una fragancia montuna Ella me respondioacute con vibraciones nuevas en cada pulgada de su piel y en cada una encontreacute un calor distinto un sabor propio un gemido nuevo y toda ella resonoacute por dentro con un arpegio y sus pezones se abrieron en flor sin tocarlos Empezaba a adormecerme en la madrugada cuando sentiacute como un rumor de muchedumbres en el mar y un paacutenico de los aacuterboles que me atravesaron el corazoacuten Entonces fui al bantildeo y escribiacute en el espejo Delgadina de mi vida llegaron las brisas de Navidad Uno de mis recuerdos maacutes felices fue un trastorno que sentiacute una mantildeana como aqueacutella al salir de la escuela iquestQueacute me pasa La maestra me dijo alelada Ay nintildeo iquestno ves que son las brisas Ochenta antildeos despueacutes volviacute a sentirlo cuando me desperteacute en la cama de Delgadina y era el mismo diciembre que volviacutea puntual con sus cielos diaacutefanos las tormentas de arena los torbellinos callejeros que Desentechaban casas y les alzaban las faldas a las colegialas La ciudad adquiriacutea por entonces una resonancia fantasmal En noches de brisa podiacutean escucharse los gritos del mercado puacuteblico hasta en los barrios maacutes altos como si estuvieran a la vuelta de la esquina No era raro entonces que las raacutefagas de diciembre nos permitieran encontrar por sus voces a los amigos desperdigados en burdeles remotos

Sin embargo tambieacuten con las brisas me llegoacute la mala noticia de que Delgadina no podiacutea pasar las navidades conmigo sino con su familia Si algo detesto en este mundo son las fiestas obligatorias en que la gente llora porque estaacute alegre los fuegos de artificio los villancicos lelos las guirnaldas de papel crespoacuten que nada tienen que ver con un nintildeo que nacioacute hace dos mil quinientos antildeos en una caballeriza indigente Sin embargo cuando llegoacute la noche no pude resistir la nostalgia y me fui al cuarto sin ella Dormiacute bien y desperteacute junto a un oso de peluche que caminaba en dos patas como si fuera polar y una tarjeta que deciacutea Para el papaacute feo Rosa Cabarcas me habiacutea dicho que Delgadina estaba aprendiendo a leer con mis clases escritas en el espejo y su buena letra me parecioacute admirable Pero ella misma me defraudoacute con la noticia peor de que el oso era un regalo suyo asiacute que la noche de Antildeo Nuevo me quedeacute en mi casa y en mi cama desde las ocho y me dormiacute sin amarguras Fui feliz porque al toque de las doce entre los repiques furiosos de las campanas las sirenas de faacutebricas y bomberos los lamentos de los

JUAN CARLOS 161104
abigarrado da (Del part de abigarrar) adj De varios colores mal combinados || 2 Heterogeacuteneo reunido sin concierto Un extrantildeo y abigarrado libro Una multitud abigarrada 13

Memorias de mis putas tristes 31 ______________________________________________________________________________________buques las descargas de poacutelvora los cohetes sentiacute que Delgadina entroacute en punta de pies se acostoacute a mi lado y me dio un beso Tan real que me quedoacute en la boca su olor de regaliz

Memorias de mis putas tristes 32 ______________________________________________________________________________________

4A principios del nuevo antildeo empezaacutebamos a conocernos como si vivieacuteramos juntos y despiertos pues yo habiacutea encontrado un tono de voz cauteloso que ella oiacutea sin despertar y me contestaba con un lenguaje natural del cuerpo Sus estados de aacutenimo se le notaban en el modo de dormir De exhausta y montaraz que habiacutea sido al principio fue hacieacutendose a una paz interior que embelleciacutea su rostro y enriqueciacutea su suentildeo Le contaba mi vida le leiacutea al oiacutedo los borradores de mis notas dominicales en las que estaba ella sin decirlo y soacutelo ella

Por esa eacutepoca le dejeacute en la almohada unos zarcillos de esmeraldas que fueron de mi madre Los llevoacute puestos en la cita siguiente y no le luciacutean Le lleveacute despueacutes unos pendientes maacutes adecuados para el color de su piel Le expliqueacute Los primeros que te traje no te quedaban bien por tu tipo y el corte del cabello Estos te iraacuten mejor No llevoacute ninguno en las dos citas siguientes pero a la tercera se puso los que le habiacutea indicado Asiacute empeceacute a entender que no obedeciacutea a mis oacuterdenes pero aguardaba la ocasioacuten para complacerme Por esos diacuteas me sentiacute tan habituado a aquel geacutenero de vida domeacutestica que no seguiacute durmiendo desnudo sino que lleveacute las piyamas de seda china que habiacutea dejado de usar por no tener para quieacuten quitaacutermelas

Empeceacute a leerle El principito de Saint-Exupeacutery un autor franceacutes que el mundo entero admira maacutes que los franceses Fue el primero que la entretuvo sin despertarla hasta el punto de que tuve que ir dos diacuteas continuos para acabar de leeacuterselo Seguimos con los Cuentos de Perrault la Historia sagrada Las mil y una noches en una versioacuten desinfectada para nintildeos y por las diferencias entre uno y otro me di cuenta de que su suentildeo teniacutea diversos grados de profundidad seguacuten su intereacutes por las lecturas Cuando sentiacutea que habiacutea tocado fondo apagaba la luz y me dormiacutea abrazado a ella hasta que cantaban los gallos

Me sentiacutea tan feliz que la besaba en los paacuterpados muy suave y una noche ocurrioacute como una luz en el cielo sonrioacute por primera vez Maacutes tarde sin ninguacuten motivo se revolvioacute en la cama me dio la espalda y dijo disgustada Fue Isabel la que hizo llorar a los caracoles Exaltado por la ilusioacuten de un diaacutelogo le pregunteacute en el mismo tono iquestDe quieacuten eran No contestoacute Su voz teniacutea un rastro plebeyo como si no fuera suya sino de alguien ajeno que llevaba dentro Toda sombra de duda desaparecioacute entonces de mi alma la preferiacutea dormida

Mi uacutenico problema era el gato Estaba inapetente y hurantildeo y llevaba dos diacuteas sin levantar cabeza en su rincoacuten habitual y me tiroacute un zarpazo de fiera herida cuando

JUAN CARLOS 161104
zarcillo1 (Del lat circellus circulito) m Pendiente arete13
JUAN CARLOS 161104
montaraz (De monte y -araz) adj Que anda o estaacute hecho a andar por los montes o se ha criado en ellos || 2 Se dice del genio y propiedades agrestes groseras y feroces || 3 m Guarda de montes o heredades || 4 Sal Mayordomo de campo capataz que tiene a su cargo las labores y los ganados

Memorias de mis putas tristes 33 ______________________________________________________________________________________quise ponerlo en su canasto de mimbre para que Damiana lo llevara con el veterinario Apenas logroacute someterlo y se lo llevoacute pataleando dentro de un saco de fique Al cabo de un rato me llamoacute desde el criadero para decirme que no habiacutea maacutes remedio que sacrificarlo y necesitaban mi orden iquestPor queacute Porque ya estaacute muy viejo dijo Damiana Penseacute con rabia que a miacute tambieacuten podiacutean asarme vivo en un horno de gatos Me sentiacute inerme entre dos fuegos no habiacutea aprendido a querer el gato pero tampoco teniacutea corazoacuten para ordenar que lo mataran soacutelo porque era viejoiquestDoacutende lo deciacutea el manual

El incidente me conmocionoacute tanto que escribiacute una nota para el domingo con un tiacutetulo usurpado a Neruda iquestEs el gato un miacutenimo tigre de saloacuten La nota dio origen a una nueva campantildea que otra vez dividioacute a los lectores en favor y en contra de los gatos En cinco diacuteas prevalecioacute la tesis de que podiacutea ser liacutecito sacrificar un gato por razones de salud puacuteblica pero no porque estuviera viejo

Despueacutes de la muerte de mi madre me desvelaba el terror de que alguien me tocara mientras dormiacutea Una noche la sentiacute pero su voz me devolvioacute el sosiego Figlio mioacute poveretto Volviacute a sentirlo una madrugada en el cuarto de Delgadina y me retorciacute de gozo creyendo que ella me habiacutea tocado Pero no era Rosa Cabarcas en la oscuridad Viacutestete y ven conmigo me dijo tengo un problema serio

Asiacute era y maacutes serio de lo que pude imaginar A uno de los clientes grandes de la casa lo habiacutean asesinado a puntildealadas en el primer cuarto del pabelloacuten El asesino habiacutea escapado El cadaacutever enorme desnudo pero con los zapatos puestos teniacutea una palidez de pollo al vapor en la cama empapada de sangre Lo reconociacute de entrada era JMB un banquero grande famoso por su apostura su simpatiacutea y su buen vestir y sobre todo por la pulcritud de su hogar Teniacutea en el cuello dos heridas moradas como labios y una zanja en el vientre que no habiacutea acabado de sangrar Todaviacutea no empezaba el rigor Maacutes que sus heridas me impresionoacute que teniacutea un preservativo puesto y al parecer sin usar en el sexo desmirriado por la muerte

Rosa Cabarcas no sabiacutea con quieacuten iba porque tambieacuten eacutel teniacutea el privilegio de entrar por el portoacuten del huerto No se descartaba la sospecha de que su pareja fuera otro hombre Lo uacutenico que la duentildea queriacutea de miacute era que la ayudara a vestir el cadaacutever Estaba tan segura que me inquietoacute la idea de que la muerte fuera para ella un asunto de cocina No hay nada maacutes difiacutecil que vestir a un muerto le dije Lo he hecho a pasto de Dios replicoacute ella Es faacutecil si alguien me lo sostiene Le hice ver iquestTe imaginas quieacuten va a creer en un cuerpo tasajeado a cuchilladas dentro de un vestido intacto de caballero ingleacutes

Tembleacute por Delgadina Lo mejor seraacute que te la lleves tuacute me dijo Rosa Cabarcas Primero muerto le dije con la saliva helada Ella lo percibioacute y no pudo ocultar su desdeacuten iexclEstaacutes temblando Por ella dije aunque soacutelo era verdad a medias Aviacutesale que se vaya antes de que llegue nadie De acuerdo dijo ella aunque a ti como periodista no te pasaraacute nada Ni a ti tampoco le dije con cierto rencor Eres el uacutenico liberal que manda en este gobierno

La ciudad codiciada por su naturaleza paciacutefica y su seguridad congeacutenita arrastraba la desgracia de un asesinato escandaloso y atroz cada antildeo Aqueacutel no lo fue La noticia oficial en titulares excesivos y parca en detalles deciacutea que al joven banquero lo habiacutean asaltado y muerto a cuchilladas en la carretera de Pradomar por motivos

Memorias de mis putas tristes 34 ______________________________________________________________________________________incomprensibles No teniacutea enemigos El comunicado del gobierno sentildealaba como presuntos asesinos a refugiados del interior del paiacutes que estaban desatando una oleada de delincuencia comuacuten extrantildea al espiacuteritu ciacutevico de la poblacioacuten En las primeras horas hubo maacutes de cincuenta detenidos

Acudiacute escandalizado con el redactor judicial un periodista tiacutepico de los antildeos veinte con visera de celuloide verde y ligas en las mangas que presumiacutea de anticiparse a los hechos Sin embargo soacutelo conociacutea unas hilachas sueltas del crimen y yo se las completeacute hasta donde me fue prudente Asiacute escribimos cinco cuartillas a cuatro manos para una noticia de ocho columnas en primera paacutegina atribuida al fantasma eterno de las fuentes que nos merecen entero creacutedito Pero al Abominable Hombre de las Nueve -el censor- no le tembloacute el pulso para imponer la versioacuten oficial de que habiacutea sido un asalto de bandoleros liberales Yo me laveacute la conciencia con un centildeo de pesadumbre en el entierro maacutes ciacutenico y concurrido del siglo

Cuando regreseacute a casa aquella noche llameacute a Rosa Cabarcas para averiguar queacute habiacutea pasado con Delgadina pero no contestoacute el teleacutefono en cuatro diacuteas Al quinto fui a su casa con los dientes apretados Las puertas estaban selladas pero no por la policiacutea sino por la Sanidad Nadie en el vecindario daba noticias de nada Sin ninguacuten indicio de Delgadina me di a una buacutesqueda encarnizada y a veces ridiacutecula que me dejoacute acezante Paseacute diacuteas enteros observando a las joacutevenes ciclistas desde los escantildeos de un parque polvoriento donde los nintildeos jugaban a encaramarse en la estatua descascarada de Simoacuten Boliacutevar Pasaban pedaleando como venadas bellas disponibles listas para ser atrapadas a la gallina ciega Cuando se me acaboacute la esperanza me refugieacute en la paz de los boleros Fue como un bebedizo emponzontildeado cada palabra era ella Siempre habiacutea necesitado el silencio para escribir porque mi mente atendiacutea maacutes a la muacutesica que a la escritura Entonces fue al reveacutes soacutelo pude escribir a la sombra de los boleros Mi vida se llenoacute de ella Las notas que escribiacute aquellas dos semanas fueron modelos en clave para cartas de amor El jefe de redaccioacuten contrariado con la avalancha de respuestas me pidioacute que moderara el amor mientras pensaacutebamos coacutemo consolar a tantos lectores enamorados

La falta de sosiego acaboacute con el rigor de mis diacuteas Despertaba a las cinco pero me quedaba en la penumbra del cuarto imaginando a Delgadina en su vida irreal de levantar a sus hermanos vestirlos para la escuela darles el desayuno si lo habiacutea y atravesar la ciudad en bicicleta para cumplir la condena de coser botones Me pregunteacute asombrado iquestQueacute piensa una mujer mientras pega un botoacuten iquestPensaba en miacute iquestTambieacuten ella buscaba a Rosa Cabarcas para dar conmigo Paseacute hasta una semana sin quitarme el mameluco de mecaacutenico ni de diacutea ni de noche sin bantildearme sin afeitarme sin cepillarme los dientes porque el amor me ensentildeoacute demasiado tarde que uno se arregla para alguien se viste y se perfuma para alguien y yo nunca habiacutea tenido para quieacuten Damiana creyoacute que estaba enfermo cuando me encontroacute desnudo en la hamaca a las diez de la mantildeana La vi con los ojos turbios de la codicia y la inviteacute a revolearnos desnudos Ella con un desprecio me dijo

-iquestYa pensoacute lo que va a hacer si le digo que siacute

Asiacute supe hasta queacute punto me habiacutea corrompido el sufrimiento No me reconociacutea a miacute mismo en mi dolor de adolescente No volviacute a salir de la casa por no descuidar el teleacutefono Escribiacutea sin descolgarlo y al primer timbrazo le saltaba encima pensando

Memorias de mis putas tristes 35 ______________________________________________________________________________________que pudiera ser Rosa Cabarcas Interrumpiacutea a cada rato lo que estuviera haciendo para llamarla e insistiacute diacuteas enteros hasta comprender que era un teleacutefono sin corazoacuten

Al volver a casa una tarde de lluvia encontreacute el gato enroscado en la escalinata del portoacuten Estaba sucio y maltrecho y con una mansedumbre de laacutestima El manual me hizo ver que estaba enfermo y seguiacute sus normas para alentarlo De golpe mientras descabezaba un suentildeecito de siesta me despabiloacute la idea de que pudiera conducirme a la casa de Delgadina Lo lleveacute en una bolsa de mercado hasta la tienda de Rosa Cabarcas que seguiacutea sellada y sin indicios de vida pero se revolvioacute en el talego con tanto iacutempetu que logroacute escapar saltoacute la tapia del huerto y desaparecioacute entre los aacuterboles Toqueacute al portoacuten con el puntildeo y una voz militar preguntoacute sin abrir iquestQuieacuten vive Gente de paz dije yo para no ser menos Ando en pos de la duentildea No hay duentildea dijo la voz Por lo menos aacutebrame para coger el gato insistiacute No hay gato dijo Pregunteacute iquestQuieacuten es usted

-Nadie -dijo la voz

Siempre habiacutea entendido que morirse de amor no era maacutes que una licencia poeacutetica Aquella tarde de regreso a casa otra vez sin el gato y sin ella comprobeacute que no soacutelo era posible morirse sino que yo mismo viejo y sin nadie estaba murieacutendome de amor Pero tambieacuten me di cuenta de que era vaacutelida la verdad contraria no habriacutea cambiado por nada del mundo las delicias de mi pesadumbre Habiacutea perdido maacutes de quince antildeos tratando de traducir los cantos de Leopardi y soacutelo aquella tarde los sentiacute a fondo Ay de miacute si es amor cuaacutento atormenta

Mi entrada al perioacutedico en mameluco y mal afeitado despertoacute ciertas dudas sobre mi estado mental La casa remodelada con cabinas individuales de vidrio y luces cenitales pareciacutea una cliacutenica de maternidad El clima artificial callado y confortable invitaba a hablar en susurros y caminar en puntillas En el vestiacutebulo como virreyes muertos estaban los retratos al oacuteleo de los tres directores vitalicios y las fotografiacuteas de visitantes ilustres La enorme sala principal estaba presidida por la fotografiacutea gigantesca de la redaccioacuten actual tomada la tarde de mi cumpleantildeos No pude evitar la comparacioacuten mental con la otra de mis treinta antildeos y una vez maacutes comprobeacute con horror que se envejece maacutes y peor en los retratos que en la realidad La secretaria que me habiacutea besado la tarde del cumpleantildeos me preguntoacute si estaba enfermo Fui feliz de contestarle la verdad para que no la creyera Enfermo de amor Ella dijo iexclLaacutestima que no sea por miacute Yo le correspondiacute el cumplido No esteacute tan segura

El redactor judicial salioacute de su cabina gritando que habiacutea dos cadaacuteveres de muchachas sin identificar en el anfiteatro municipal Le pregunteacute asustado iquestDe queacute edad Joacutevenes dijo eacutel Pueden ser refugiadas del interior perseguidas hasta aquiacute por matones del reacutegimen Respireacute aliviado La situacioacuten nos invade en silencio como una mancha de sangre dije El redactor judicial ya lejos gritoacute

-De sangre no maestro de mierda

Algo peor me ocurrioacute diacuteas despueacutes cuando una muchacha instantaacutenea con una canasta igual a la del gato pasoacute como un escalofriacuteo frente a la libreriacutea Mundo La perseguiacute a codazos por entre la muchedumbre en el fragor de las doce del diacutea Era muy bella de trancos largos y con una fluidez para abrirse camino entre el gentiacuteo

Memorias de mis putas tristes 36 ______________________________________________________________________________________que me costoacute trabajo alcanzarla Por fin la rebaseacute y la mireacute de frente Ella me apartoacute con la mano sin detenerse ni pedir perdoacuten No era la que creiacutea pero su altivez me dolioacute como si lo fuera Comprendiacute entonces que no seriacutea capaz de reconocer a Delgadina despierta y vestida ni ella podiacutea saber quieacuten era yo si nunca me habiacutea visto En un acto de locura tejiacute durante tres diacuteas doce pares de zapatitos azules y rosados para recieacuten nacidos tratando de darme valor para no escuchar ni cantar ni recordar las canciones que me recordaban a ella

La verdad era que no podiacutea con mi alma y empezaba a tomar conciencia de la vejez por mis flaquezas frente al amor Una prueba todaviacutea maacutes dramaacutetica la tuve cuando un autobuacutes de servicio puacuteblico arrolloacute una ciclista en el puro centro comercial Acababan de llevaacutersela en una ambulancia y la magnitud de la tragedia se apreciaba por el estado de chatarra en que quedoacute la bicicleta sobre un charco de sangre viva Pero mi impresioacuten no fue tanta por los destrozos de la bicicleta como por la marca el modelo y el color No podiacutea ser otra que la que yo mismo le habiacutea regalado a Delgadina

Los testigos coincidieron en que la ciclista herida era muy joven alta y delgada y con el cabello corto y rizado Aturdido tomeacute el primer taxi que pasoacute y me hice llevar al hospital de Caridad un viejo edificio de muros ocres que pareciacutea una caacutercel encallada en un arenal Necesiteacute media hora para entrar y otra maacutes para salir de un patio fragante de aacuterboles frutales donde una mujer atribulada se me atravesoacute en el camino me miroacute a los ojos y exclamoacute

-Yo soy la que no buscas

Soacutelo entonces recordeacute que era alliacute donde viviacutean en libertad los internos mansos del manicomio municipal Tuve que identificarme como periodista ante la direccioacuten del hospital para que un enfermero me condujera al pabelloacuten de urgencias En elcuaderno de ingresos estaban los datos Rosalba Riacuteos dieciseacuteis antildeos sin oficio conocido Diagnoacutestico conmocioacuten cerebral Pronoacutestico reservado Pregunteacute al jefe del pabelloacuten si podiacutea verla con la esperanza iacutentima de que me dijeran que no pero me llevaron encantados por si queriacutea escribir sobre el estado de abandono del hospital

Atravesamos una sala abigarrada con un fuerte olor de aacutecido feacutenico y los enfermos apelotonados en las camas Al fondo en un cuarto solo tendida en una camilla metaacutelica estaba la que buscaacutebamos Teniacutea el craacuteneo cubierto de vendas la cara indescifrable gonfia y amoratada pero me bastoacute con verle los pies para saber que no era Soacutelo entonces se me ocurrioacute preguntarme iquestQueacute habriacutea hecho yo si hubiera sido ella

Todaviacutea enredado en las telarantildeas de la noche tuve el valor de ir el diacutea siguiente a la faacutebrica de camisas donde Rosa Cabarcas habiacutea dicho alguna vez que trabajaba la nintildea y le pediacute al propietario que nos mostrara sus instalaciones como modelo para un proyecto continental de las Naciones Unidas Era un libaneacutes paquideacutermico y taciturno que nos abrioacute las puertas de su reino con la ilusioacuten de ser un ejemplo universal

Trescientas joacutevenes de blusas blancas con la ceniza del mieacutercoles en la frente cosiacutean botones en la vasta nave iluminada Cuando nos vieron entrar se irguieron

Memorias de mis putas tristes 37 ______________________________________________________________________________________como colegialas y nos observaron de reojo mientras el gerente explicaba sus aportes al arte inmemorial de pegar botones Yo escrutaba las caras de cada una con el pavor de descubrir a Delgadina vestida y despierta Pero fue una de ellas la que me descubrioacute a miacute con la mirada temible de la admiracioacuten sin clemencia

-Diacutegame sentildeor iquestno es usted el que escribe las cartas de amor en el perioacutedico

Nunca me hubiera imaginado que una nintildea dormida pudiera causar en uno semejantes estragos Escapeacute de la faacutebrica sin despedirme ni pensar siquiera si alguna de aquellas viacutergenes de purgatorio era por fin la que buscaba Cuando saliacute de ahiacute el uacutenico sentimiento que me quedaba en la vida eran las ganas de llorar

Rosa Cabarcas llamoacute al cabo de un mes con una explicacioacuten increiacuteble se habiacutea tomado un merecido descanso en Cartagena de Indias despueacutes del asesinato del banquero No le creiacute desde luego pero la feliciteacute por su suerte y la dejeacute explayarse en su mentira antes de hacerle la pregunta que me borboritaba en el corazoacuten

-iquestY ella

Rosa Cabarcas hizo un silencio largo Ahiacute estaacute dijo al fin pero su voz se hizo evasiva Hay que esperar un tiempo iquestCuaacutento Ni idea ya te avisareacute Sentiacute que se me iba y la pareacute en seco Espeacuterate dame alguna luz No hay luz dijo ella y concluyoacute Ten cuidado puedes perjudicarte tuacute y sobre todo perjudicarla a ella Yo no estaba para esa clase de remilgos Le supliqueacute aunque fuera una oportunidad de acercarme a la verdad Al fin y al cabo le dije somos coacutemplices Ella no dio un paso maacutes Caacutelmate me dijo la nintildea estaacute bien y esperando que la llame pero ahora mismo no hay nada que hacer ni voy a decir nada maacutes Adioacutes

Me quedeacute con el teleacutefono en la mano sin saber por doacutende seguir pues tambieacuten la conociacutea bastante para pensar que no conseguiriacutea nada de ella si no era por las buenas Despueacutes del mediodiacutea me di una vuelta furtiva por su casa maacutes confiado en la casualidad que en la razoacuten y la encontreacute todaviacutea cerrada y con los sellos de la Sanidad Penseacute que Rosa Cabarcas me habiacutea telefoneado de otra parte tal vez de otra ciudad y la sola idea me llenoacute de presagios turbios No obstante a las seis de la tarde cuando menos lo esperaba me soltoacute por teleacutefono mi propio santo y sentildea

-Bueno ahora siacute

A las diez de la noche tembloroso y con los labios mordidos para no llorar fui cargado de cajas de chocolates suizos turrones y caramelos y una canasta de rosas ardientes para cubrir la cama La puerta estaba entreabierta las luces encendidas y en el radio se diluiacutea a medio volumen la sonata nuacutemero uno para violiacuten y piano de Brahms Delgadina en la cama estaba tan radiante y distinta que me costoacute trabajo reconocerla

Habiacutea crecido pero no se le notaba en la estatura sino en una madurez intensa que la haciacutea parecer con dos o tres antildeos maacutes y maacutes desnuda que nunca Sus poacutemulos altos la piel tostada por soles de mar bravo los labios finos y el cabello corto y rizado le infundiacutean a su rostro el resplandor androacutegino del Apolo de Praxiacuteteles Pero no habiacutea equiacutevoco posible porque sus senos habiacutean crecido hasta el punto de que no me cabiacutean en la mano sus caderas habiacutean acabado de formarse y sus huesos se

Memorias de mis putas tristes 38 ______________________________________________________________________________________habiacutean vuelto maacutes firmes y armoacutenicos Me encantaron aquellos aciertos de la naturaleza pero me aturdieron los artificios las pestantildeas postizas las untildeas de las manos y los pies esmaltadas de naacutecar y un perfume de a dos cuartillos que no teniacutea nada que ver con el amor Sin embargo lo que me sacoacute de quicio fue la fortuna que llevaba encima pendientes de oro con gajos de esmeraldas un collar de perlas naturales una pulsera de oro con resplandores de diamantes y anillos con piedras legiacutetimas en todos los dedos En la silla estaba su traje de nochera con lentejuelas y bordados y las zapatillas de raso Un vapor raro me subioacute de las entrantildeas

-iexclPuta -griteacute

Pues el diablo me soploacute en el oiacutedo un pensamiento siniestro Y fue asiacute la noche del crimen Rosa Cabarcas no debioacute tener tiempo ni serenidad para prevenir a la nintildea y la policiacutea la encontroacute en el cuarto sola menor de edad y sin coartada Nadie igual a Rosa Cabarcas para una situacioacuten como aqueacutella le vendioacute la virginidad de la nintildea a alguno de sus grandes cacaos a cambio de que a ella la sacaran limpia del crimen Lo primero claro fue desaparecer mientras se aplacaba el escaacutendalo iexclQueacute maravilla Una luna de miel para tres ellos dos en la cama y Rosa Cabarcas en una terraza de lujo disfrutando de su impunidad feliz Ciego de una furia insensata fui reventando contra las paredes cada cosa del cuarto las laacutemparas el radio el ventilador los espejos las jarras los vasos Lo hice sin prisa pero sin pausas con un grande estropicio y una embriaguez metoacutedica que me salvoacute la vida La nintildea dio un salto al primer estallido pero no me miroacute sino que se enroscoacute de espaldas a miacute y asiacute permanecioacute con espasmos entrecortados hasta que cesoacute el estropicio Las gallinas en el patio y los perros de la madrugada aumentaron el escaacutendalo Con la cegadora lucidez de la coacutelera tuve la inspiracioacuten final de prenderle fuego a la casa cuando aparecioacute en la puerta la figura impasible de Rosa Cabarcas en camisa de dormir No dijo nada Hizo con la vista el inventario del desastre y comproboacute que la nintildea estaba enroscada sobre siacute misma como un caracol y con la cabeza escondida entre los brazos aterrada pero intacta

-iexclDios miacuteo -exclamoacute Rosa Cabarcas- iexclQueacute no hubiera dado yo por un amor como eacuteste

Me midioacute de cuerpo entero con una mirada de misericordia y me ordenoacute Vamos La seguiacute hasta la casa me sirvioacute un vaso de agua en silencio me hizo una sentildea de que me sentara frente a ella y me puso en confesioacuten Bueno me dijo ahora poacutertate como un adulto y cueacutentame iquestqueacute te pasa

Le conteacute con lo que teniacutea como mi verdad revelada Rosa Cabarcas me escuchoacute en silencio sin asombro y por fin parecioacute iluminada Queacute maravilla dijo Siempre he dicho que los celos saben maacutes que la verdad Y entonces me contoacute la realidad sin reservas En efecto dijo en su ofuscacioacuten de la noche del crimen se habiacutea olvidado de la nintildea dormida en el cuarto Uno de sus clientes abogado del muerto ademaacutes repartioacute prebendas y sobornos a cuatro manos e invitoacute a Rosa Cabarcas a un hotel de reposo de Cartagena de Indias mientras se disipaba el escaacutendalo Creacuteeme dijo Rosa Cabarcas que en todo este tiempo no dejeacute de pensar ni un momento en ti y en la nintildea Volviacute antier y lo primero que hice fue llamarte por teleacutefono pero nadie contestoacute En cambio la nintildea vino enseguida y en tan mal estado que te la bantildeeacute te la vestiacute y te la mandeacute al saloacuten de belleza con la orden de que la arreglaran como una reina Ya viste coacutemo perfecta iquestLa ropa de lujo Son los trajes que les alquilo a mis

Memorias de mis putas tristes 39 ______________________________________________________________________________________pupilas maacutes pobres cuando tienen que ir a bailar con sus clientes iquestLas joyas Son las miacuteas dijo Basta con tocarlas para darse cuenta de que son diamantes de vidrio y estoperoles de hojalata De modo que no jodas concluyoacute Anda despieacutertala piacutedele perdoacuten y hazte cargo de ella de una vez Nadie merece ser maacutes feliz que ustedes

Hice un esfuerzo sobrenatural para creerle pero pudo maacutes el amor que la razoacuten iexclPutas le dije atormentado por el fuego vivo que me abrasaba las entrantildeas iexclEso es lo que son ustedes griteacute iexclPutas de mierda No quiero saber nada maacutes de tiacute ni de ninguna otra guaricha en el mundo y menos de ella Le hice desde la puerta una sentildeal de adioacutes para siempre Rosa Cabarcas no lo dudoacute

-Vete con Dios -me dijo con un rictus de tristeza y volvioacute a su vida real- De todos modos te pasareacute la cuenta del desmadre que me hiciste en el cuarto

Memorias de mis putas tristes 40 ______________________________________________________________________________________

5

Leyendo Los idus de marzo encontreacute una frase siniestra que el autor atribuye a Julio Ceacutesar Es imposible no terminar siendo como los otros creen que uno es No pude comprobar su verdadero origen en la propia obra de Julio Ceacutesar ni en las obras de sus bioacutegrafos desde Suetonio hasta Carcopino pero valioacute la pena conocerla Su fatalismo aplicado al curso de mi vida en los meses siguientes fue lo que me dio la determinacioacuten que me haciacutea falta no soacutelo para escribir esta memoria sino para empezarla sin pudores con el amor de Delgadina

No teniacutea un instante de sosiego apenas si probaba bocado y perdiacute tanto peso que no se me teniacutean los pantalones en la cintura Los dolores erraacuteticos se me quedaron en los huesos cambiaba de aacutenimo sin razoacuten pasaba las noches en un estado de deslumbramiento que no me permitiacutea leer ni escuchar muacutesica y en cambio se me iba el diacutea cabeceando por una somnolencia sonsa que no serviacutea para dormir

El alivio me cayoacute del cielo En la atestada goacutendola de Loma Fresca una vecina de asiento que no habiacutea visto subir me susurroacute al oiacutedo iquestTodaviacutea tiras Era Casilda Armenia un viejo amor de a tres por cinco que me habiacutea soportado como cliente asiduo desde que era una adolescente altiva Una vez retirada medio enferma y sin un clavo se habiacutea casado con un hortelano chino que le dio nombre y apoyo y quizaacutes un poco de amor A los setenta y tres antildeos teniacutea el peso de siempre seguiacutea bella y de caraacutecter fuerte y conservaba intacto el desparpajo del oficio

Me llevoacute a su casa una huerta de chinos en una colina de la carretera al mar Nos sentamos en las sillas de playa de la terraza umbriacutea entre helechos y frondas de astromelias y jaulas de paacutejaros colgadas en el alero En la falda de la colina se veiacutean los hortelanos chinos con sombreros de cono sembrando las hortalizas bajo el sol abrasante y el pieacutelago gris de las Bocas de Ceniza con los dos tajamares de rocas que canalizan el riacuteo varias leguas en el mar Mientras conversaacutebamos vimos entrar un trasatlaacutentico blanco por la desembocadura y lo seguimos callados hasta oiacuter su bramido de toro luacutegubre en el puerto fluvial Ella suspiroacute iquestTe das cuenta En maacutes de medio siglo es la primera vez que no te recibo la visita en la cama Ya somos otros dije Ella prosiguioacute sin oiacuterme Cada vez que dicen cosas de ti en el radio que te elogian por el carintildeo que te tiene la gente y te llaman maestro del amor imagiacutenate pienso que nadie te conocioacute tus gracias y tus mantildeas tan bien como yo En serio dijo nadie hubiera podido soportarte mejor

No resistiacute maacutes Ella lo sintioacute vio mis ojos huacutemedos de laacutegrimas y soacutelo entonces debioacute descubrir que ya no era el que fui y le sostuve la mirada con un valor del que

Memorias de mis putas tristes 41 ______________________________________________________________________________________nunca me creiacute capaz Es que me estoy volviendo viejo le dijeYa lo estamos suspiroacute ella Lo que pasa es que uno no lo siente por dentro pero desde fuera todo el mundo lo ve

Era imposible no abrirle el corazoacuten asiacute que le conteacute la historia completa que me ardiacutea en las entrantildeas desde mi primera llamada a Rosa Cabarcas la viacutespera de mis noventa antildeos hasta la noche traacutegica en que hice antildeicos el cuarto y no regreseacute maacutes Ella me oyoacute el desahogo como si estuviera vivieacutendolo lo rumioacute muy despacio y por fin sonrioacute

-Haz lo que quieras pero no pierdas a esa criatura -me dijo- No hay peor desgracia que morir solo

Fuimos a Puerto Colombia en el trenecito de juguete tan despacioso como un caballo Almorzamos frente al muelle de maderas carcomidas por donde habiacutea entrado el mundo entero al paiacutes antes que se dragaran las Bocas de Ceniza Nos sentamos bajo un cobertizo de palma donde las grandes matronas negras serviacutean pargos fritos con arroz de coco y tajadas de plaacutetano verde Dormitamos en el sopor denso de las dos y seguimos conversando hasta que se hundioacute en el mar el inmenso sol de candela La realidad me pareciacutea fantaacutestica Mira adonde ha venido a dar nuestra luna de miel se burloacute ella Pero prosiguioacute en serio Hoy miro para atraacutes veo la fila de miles de hombres que pasaron por mis camas y dariacutea el alma por haberme quedado aunque fuera con el peor Gracias a Dios encontreacute mi chino a tiempo Es como estar casada con el dedo mentildeique pero es soacutelo miacuteo

Me miroacute a los ojos midioacute mi reaccioacuten a lo que acababa de contarme y me dijo Asiacute que vete a buscar ahora mismo a esa pobre criatura aunque sea verdad lo que te dicen los celos sea como sea que lo bailado no te lo quita nadie Pero eso siacute sin romanticismos de abuelo Despieacutertala tiacuteratela hasta por las orejas con esa pinga de burro con que te premioacute el diablo por tu cobardiacutea y tu mezquindad En serio terminoacute con el alma no te vayas a morir sin probar la maravilla de tirar con amor

El pulso me temblaba al diacutea siguiente cuando marqueacute el nuacutemero del teleacutefono Tanto por la tensioacuten del reencuentro con Delgadina como por la incertidumbre de la forma en que Rosa Cabarcas me respondiera Habiacuteamos tenido una disputa seria por el abuso con que tasoacute los destrozos que hice en su cuarto Tuve que vender uno de los cuadros maacutes amados de mi madre cuyo valor se calculaba en una fortuna pero a la hora de la verdad no llegoacute a un deacutecimo de mis ilusiones

Aumenteacute la suma con el resto de mis ahorros y se la lleveacute a Rosa Cabarcas con una consigna inapelable Lo tomas o lo dejas Fue un acto suicida porque soacutelo con vender uno de mis secretos ella habriacutea aniquilado mi buen nombre Pero no respingoacute sino que se quedoacute con los cuadros que habiacutea tomado en prenda la noche del pleito Fui el perdedor absoluto en una sola jugada me quedeacute sin Delgadina sin Rosa Cabarcas y sin mis uacuteltimos ahorros Sin embargo oiacute el timbre del teleacutefono una vez dos veces tres y por fin ella iquestA ver No me salioacute la voz Colgueacute Me echeacute en la hamaca tratando de serenarme con la liacuterica asceacutetica de Satie y sudeacute tanto que el lienzo quedoacute empapado Hasta el diacutea siguiente no tuve el valor de llamar

-Bueno mujer -dije con voz firme- Hoy siacute

Memorias de mis putas tristes 42 ______________________________________________________________________________________Rosa Cabarcas coacutemo no estaba maacutes allaacute de todo Ay mi sabio triste suspiroacute con su aacutenimo invencible te pierdes dos meses y soacutelo vuelves para pedir ilusiones Me contoacute que no habiacutea visto a Delgadina desde haciacutea maacutes de un mes que pareciacutea tan repuesta del susto de mis estropicios que ni siquiera habloacute de ellos ni preguntoacute por miacute y estaba muy contenta en un nuevo empleo maacutes coacutemodo y mejor pagado que coser botones Una oleada de fuego vivo me quemoacute las entrantildeas Soacutelo puede ser de puta dije Rosa me replicoacute sin pestantildeear No seas bruto si asiacute fuera estariacutea aquiacute iquestO doacutende podriacutea estar mejor La rapidez de su loacutegica me agravoacute la duda iquestY coacutemo seacute que no estaacute ahiacute En ese caso replicoacute ella lo que maacutes te conviene es no saberlo iquestO no Una vez maacutes la odieacute Ella a prueba de erosiones prometioacute rastrear a la nintildea Sin muchas esperanzas porque el teleacutefono de la vecina donde la llamaba seguiacutea cortado y no teniacutea la menor idea de doacutende viviacutea Pero no era para echarse a morir queacute carajo dijo te llamo en una hora

Fue una hora de tres diacuteas pero encontroacute a la nintildea disponible y sana Volviacute avergonzado y la beseacute palmo a palmo como penitencia desde las doce de la noche hasta que cantaron los gallos Un perdoacuten largo que me prometiacute seguir repitiendo para siempre y fue como empezar otra vez por el principio El cuarto habiacutea sido desmantelado y el mal uso habiacutea acabado con todo lo que yo habiacutea puesto Ella lo habiacutea dejado asiacute y me dijo que cualquier mejora teniacutea que hacerla yo por lo que estaba debieacutendole Sin embargo mi situacioacuten econoacutemica tocaba fondo El dinero de las jubilaciones alcanzaba cada vez para menos Las pocas cosas vendibles que quedaban en la casa -salvo las joyas sagradas de mi madre- careciacutean de valor comercial y nada era bastante viejo para ser antiguo En tiempos mejores el gobernador me habiacutea hecho la oferta tentadora de comprarme en bloque los libros de los claacutesicos griegos latinos y espantildeoles para la Biblioteca Departamental pero no tuve corazoacuten para venderlos Despueacutes con los cambios poliacuteticos y el deterioro del mundo nadie del gobierno pensaba en las artes ni las letras Cansado de buscar una solucioacuten decente me echeacute al bolsillo las joyas que Delgadina me habiacutea devuelto y me fui a empentildearlas en un callejoacuten siniestro que conduciacutea al mercado puacuteblico Con aires de sabio distraiacutedo recorriacute varias veces aquel tugurio atiborrado de cantinas de mala muerte libreriacuteas de viejo y casas de empentildeo pero la dignidad de Florina de Dios me cerroacute el paso no me atreviacute Entonces decidiacute venderlas con la frente en alto a la joyeriacutea maacutes antigua y acreditada

El dependiente me hizo algunas preguntas mientras examinaba las joyas con su monoacuteculo Teniacutea la conducta el estilo y el pavor de un meacutedico Le expliqueacute que eran joyas heredadas de mi madre El aprobaba con un gruntildeido cada una de mis explicaciones y por fin se quitoacute el monoacuteculo

-Lo siento -dijo- pero son culos de botellas

Ante mi sorpresa me explicoacute con una suave conmiseracioacuten Menos mal que el oro es oro y el platino es platino Me toqueacute el bolsillo para asegurarme de que llevaba las facturas de compra y dije sin resabios

-Pues fueron compradas en esta noble casa hace maacutes de cien antildeos

El no se inmutoacute Suele suceder dijo que en las joyas hereditarias vayan desapareciendo las piedras maacutes valiosas con el paso del tiempo sustituidas por diacutescolos de la familia o por joyeros bandidos y soacutelo cuando alguien trata de

Memorias de mis putas tristes 43 ______________________________________________________________________________________venderlas se descubre el fraude Pero permiacutetame un segundo dijo y se llevoacute las joyas por la puerta del fondo Al cabo de un momento regresoacute y sin explicacioacuten alguna me indicoacute que me sentara en la silla de espera y siguioacute trabajando

Examineacute la tienda Habiacutea ido con mi madre varias veces y recordaba una frase recurrente No se lo digas a tu papaacute De pronto se me ocurrioacute una idea que me crispoacute iquestno seriacutea que Rosa Cabarcas y Delgadina de comuacuten acuerdo habiacutean vendido las piedras legiacutetimas y me devolvieron las joyas con las piedras falsas

Estaba ardiendo en dudas cuando una secretaria me invitoacute a seguirla por la misma puerta del fondo hasta una oficina pequentildea con una larga estanteriacutea de gruesos voluacutemenes Un beduino colosal se levantoacute en el escritorio del fondo y me estrechoacute la mano tuteaacutendome con una efusioacuten de viejo amigo Hicimos juntos el bachillerato me dijo a modo de saludo Me fue faacutecil recordarlo era el mejor futbolista de la escuela y campeoacuten de nuestros primeros burdeles Habiacutea dejado de verlo en alguacuten momento incierto y debioacute verme tan decreacutepito que me confundioacute con un condisciacutepulo de su infancia

Sobre el cristal del escritorio teniacutea abierto uno de los mamotretos del archivo donde estaba la memoria de las joyas de mi madre Una relacioacuten exacta con fechas y detalles de que ella en persona habiacutea hecho cambiar las piedras de dos generaciones de hermosas y dignas Cargamantos y habiacutea vendido las legiacutetimas a la misma tienda Esto habiacutea ocurrido cuando el padre del propietario actual estaba al frente de la joyeriacutea y eacutel y yo en la escuela Pero eacutel mismo me tranquilizoacute aquellas triquintildeuelas eran de uso corriente entre las grandes familias en desgracia para resolver urgencias de plata sin sacrificar el honor Ante la realidad cruda preferiacute conservarlas como recuerdo de otra Florina de Dios que nunca conociacute

A principios de julio sentiacute la distancia real de la muerte Mi corazoacuten perdioacute el paso y empeceacute a ver y sentir por todos lados los presagios inequiacutevocos del final El maacutes niacutetido fue en el concierto de Bellas Artes El aire acondicionado habiacutea fallado y la flor y nata de las artes y las letras se cocinaban al bantildeomariacutea en el saloacuten abarrotado pero la magia de la muacutesica era un clima celestial Al final con el Allegretto poco mosso me estremecioacute la revelacioacuten deslumbrante de que estaba escuchando el uacuteltimo concierto que me deparaba el destino antes de morir No sentiacute dolor ni miedo sino la emocioacuten arrasadora de haber alcanzado a vivirlo

Cuando por fin logreacute abrirme camino empapado de sudor a traveacutes de los abrazos y las fotos me encontreacute de manos a boca con Ximena Ortiz como una diosa de cien antildeos en la silla de ruedas Su sola presencia se me imponiacutea como un pecado mortal Teniacutea una tuacutenica de seda color marfil tan tersa como su piel un hilo de perlas legiacutetimas de tres vueltas el cabello color de naacutecar cortado a la moda de los veintes con una punta de ala de gaviota en la mejilla y los grandes ojos amarillos iluminados por la sombra natural de las ojeras Todo en ella contradeciacutea el rumor de que su mente estaba quedaacutendose en blanco por la erosioacuten irredimible de la memoria Petrificado y sin recursos frente a ella me sobrepuse al vaho de fuego que me subioacute a la cara y la saludeacute en silencio con una venia versallesca Ella sonrioacute como una reina y me agarroacute la mano Entonces me di cuenta de que tambieacuten aquello era una coartada del destino y no la perdiacute para sacarme una espina que me estorbaba desde siempre He sontildeado durante antildeos con este momento le dije Ella no parecioacute

Memorias de mis putas tristes 44 ______________________________________________________________________________________entender iexclNo me digas dijo iquestY tuacute quieacuten eres No supe nunca si en verdad lo habiacutea olvidado o si fue la venganza final de su vida

La certidumbre de ser mortal en cambio me habiacutea sorprendido poco antes de los cincuenta antildeos en una ocasioacuten como aqueacutella una noche de carnaval en que bailaba un tango apache con una mujer fenomenal a la que nunca le vi la cara maacutes corpulenta que yo como por cuarenta libras y maacutes alta como de dos palmos que sin embargo se dejaba llevar como una pluma al viento Bailaacutebamos tan apretados que sentiacutea circular su sangre por las venas y me hallaba como adormecido de gusto con su resuello trabajoso su grajo de amoniacuteaco sus tetas de astroacutenoma cuando me sacudioacute por la primera vez y casi me derriboacute por tierra el freacutemito de la muerte Fue como un oraacuteculo brutal en el oiacutedo Hagas lo que hagas en este antildeo o dentro de ciento estaraacutes muerto hasta jamaacutes Ella se separoacute asustada iquestQueacute le pasa Nada le dije tratando de sujetarme el corazoacuten

-Tiemblo por usted

Desde entonces empeceacute a medir la vida no por antildeos sino por deacutecadas La de los cincuenta habiacutea sido decisiva porque tomeacute conciencia de que casi todo el mundo era menor que yo La de los sesenta fue la maacutes intensa por la sospecha de que ya no me quedaba tiempo para equivocarme La de los setenta fue temible por una cierta posibilidad de que fuera la uacuteltima No obstante cuando desperteacute vivo la primera mantildeana de mis noventa antildeos en la cama feliz de Delgadina se me atravesoacute la idea complaciente de que la vida no fuera algo que transcurre como el riacuteo revuelto de Heraacuteclito sino una ocasioacuten uacutenica de voltearse en la parrilla y seguir asaacutendose del otro costado por noventa antildeos maacutes

Me volviacute de laacutegrima faacutecil Cualquier sentimiento que tuviera algo que ver con la ternura me causaba un nudo en la garganta que no siempre lograba dominar y penseacute en renunciar al placer solitario de velar el suentildeo de Delgadina no tanto por la incertidumbre de mi muerte como por el dolor de imaginarla sin miacute en el resto de su vida Uno de aquellos diacuteas inciertos fui a dar por distraccioacuten a la muy noble calle de los Notarios y me sorprendioacute no encontrar nada maacutes que los escombros del viejo hotel de lance donde fui iniciado por la fuerza en las artes del amor poco antes de mis doce antildeos Habiacutea sido una mansioacuten de antiguos navieros espleacutendida como pocas en la ciudad con columnas enchapadas de alabastro y frisos de oropeles alrededor de un patio interior con una cuacutepula de cristales de siete colores que irradiaba un resplandor de invernadero En la planta baja con un portal goacutetico sobre la calle estuvieron por maacutes de un siglo las notariacuteas coloniales en las que trabajoacute prosperoacute y se arruinoacute mi padre en toda una vida de suentildeos fantaacutesticos Las familias histoacutericas abandonaron poco a poco los pisos superiores que terminaron ocupados por una legioacuten de nocheras en desgracia que subiacutean y bajaban hasta el amanecer con los clientes atrapados por un peso y medio en las cantinas del cercano puerto fluvial

A mis doce antildeos todaviacutea con mis pantalones cortos y mis botitas de la escuela primaria no pude resistir la tentacioacuten de conocer los pisos superiores mientras mi padre se debatiacutea en una de sus reuniones interminables y me encontreacute con un espectaacuteculo celestial Las mujeres que malvendiacutean sus cuerpos hasta el amanecer se moviacutean por la casa desde las once de la mantildeana cuando ya la caniacutecula del vitral era insoportable y teniacutean que hacer su vida domeacutestica caminando en pelotas por

JUAN CARLOS 161104
caniacutecula (Del lat canicŭla) f Periacuteodo del antildeo en que es maacutes fuerte el calor || 2 Astr Tiempo del nacimiento heliacuteaco de Sirio que antiguamente coincidiacutea con la eacutepoca maacutes calurosa del antildeo pero que hoy no se verifica hasta fines de agosto13
JUAN CARLOS 161104
freacutemito (Del lat fremĭtus) m bramido

Memorias de mis putas tristes 45 ______________________________________________________________________________________toda la casa mientras comentaban a gritos sus aventuras de la noche Me quedeacute aterrorizado Lo uacutenico que se me ocurrioacute fue escapar por donde habiacutea llegado cuando una de las desnudas de carnes macizas olorosas a jaboacuten de monte me abrazoacute por la espalda y me llevoacute en vilo hasta su cubiacuteculo de cartoacuten sin que yo pudiera verla en medio de la griteriacutea y los aplausos de las inquilinas en cueros Me tiroacute bocarriba en su cama para cuatro me quitoacute los pantalones con una maniobra maestra y se acaballoacute sobre miacute pero el terror helado que me empapaba el cuerpo me impidioacute recibirla como un hombre Aquella noche desvelado en la cama de mi casa por la verguumlenza del asalto no pude dormir maacutes de una hora con las ansias de volver a verla Pero la mantildeana siguiente mientras los trasnochados dormiacutean subiacute temblando hasta su cubiacuteculo y la desperteacute llorando a gritos con un amor enloquecido que duroacute hasta que se lo llevoacute sin misericordia el ventarroacuten de la vida real Se llamaba Castorina y era la reina de la casa

Los cubiacuteculos del hotel costaban un peso para los amores de paso pero muy pocos sabiacuteamos que costaban lo mismo hasta por veinticuatro horas Ademaacutes Castorina me introdujo en su mundo de mala muerte donde invitaban a los clientes pobres a sus desayunos de gala le prestaban el jaboacuten les atendiacutean los dolores de muela y en casos de urgencia mayor les daban un amor de caridad

Pero en las tardes de la uacuteltima vejez se acordaba de la inmortal Castorina muerta quien sabiacutea cuando que habiacutea sucedido desde las esquinas miserables del muelle fluvial hasta el trono sagrado de mamasanta mayor con un parche de pirata en el ojo perdido en el pleito de cantina Su uacuteltimo machucante de planta un negro feliz de Camaguumley a quien llamaba Jonaacutes el Galeote habiacutea sido un trompetista de los grandes en La Habana hasta que perdioacute la sonrisa completa en una cataacutestrofe de trenes

Al salir de aquella visita amarga sentiacute una punzada en el corazoacuten que no habiacutea logrado aliviar en tres diacuteas con toda clase de poacutecimas caseras El meacutedico al que acudiacute de urgencia miembro de una estirpe de insignes era nieto del que me vio a mis cuarenta y dos antildeos y me asustoacute que pareciera el mismo pues estaba tan envejecido como su abuelo a los setenta por una calvicie prematura unos lentes de miope sin regreso y una tristeza inconsolable Me hizo un examen minucioso de cuerpo entero con una concentracioacuten de orfebre Me auscultoacute el pecho y la espalda y me revisoacute la presioacuten arterial los reflejos de la rodilla el fondo del ojo el color del paacuterpado inferior En las pausas mientras yo cambiaba de posicioacuten en la mesa de reconocimiento me haciacutea preguntas tan vagas y raacutepidas que apenas si me daban tiempo de pensar las respuestas Al cabo de una hora me miroacute con una sonrisa feliz Bueno dijo creo que no tengo nada que hacer por usted iquestQueacute quiere decir Que su estado es el mejor posible a su edad Queacute curioso le dije lo mismo me dijo su abuelo cuando yo teniacutea cuarenta y dos antildeos como si el tiempo no pasara Siempre encontraraacute uno que se lo diga dijo porque siempre tendraacute una edad Yo provocaacutendolo para una sentencia aterradora le dije La uacutenica definitiva es la muerte Siacute dijo eacutel pero no es faacutecil llegar a ella en tan buen estado como usted Siento de veras no poder complacerlo

Eran recuerdos nobles pero la viacutespera del 29 de agosto sentiacute el peso inmenso del siglo que me esperaba impasible cuando subiacute con pasos de hierro las escaleras de mi casa Entonces volviacute a ver una vez maacutes a Florina de Dios mi madre en mi cama que habiacutea sido la suya hasta su muerte y me hizo la misma bendicioacuten de la uacuteltima

Memorias de mis putas tristes 46 ______________________________________________________________________________________vez que la vi dos horas antes de morir Trastornado por la conmocioacuten lo entendiacute como el anuncio final y llameacute a Rosa Cabarcas para que me llevara a mi nintildea aquella misma noche en previsioacuten de que no se cumpliera mi ilusioacuten de sobrevivir hasta el uacuteltimo aliento de mis noventa antildeos Volviacute a llamarla a las ocho y una vez maacutes repitioacute que no era posible Tiene que serlo a cualquier precio le griteacute aterrorizado Colgoacute sin despedirse pero quince minutos despueacutes volvioacute a llamar

-Bueno aquiacute la tienes

Llegueacute a las diez y veinte de la noche y le di a Rosa Cabarcas las uacuteltimas cartas de mi vida con mis disposiciones sobre la nintildea despueacutes de mi final terrible Ella pensoacute que me habiacutea impresionado con el acuchillado y me dijo con aires de burla Si te vas a morir que no sea aquiacute imagiacutenate Pero yo le dije Di que me atropello el tren de Puerto Colombia ese pobre cacharro de laacutestima incapaz de matar a nadie

Preparado para todo aquella noche me acosteacute bocarriba a la espera del dolor final en el primer instante de mis noventa y un antildeos Oiacute campanas distantes sentiacute la fragancia del alma de Delgadina dormida de costado oiacute un grito en el horizonte sollozos de alguien que quizaacutes habiacutea muerto un siglo antes en la alcoba Entonces apagueacute la luz con el uacuteltimo aliento entrelaceacute mis dedos con los suyos para llevaacutermela de la mano y conteacute las doce campanadas de las doce con mis doce laacutegrimas finales hasta que empezaron a cantar los gallos y enseguida las campanas de gloria los cohetes de fiesta que celebraban el juacutebilo de haber sobrevivido sano y salvo a mis noventa antildeos

Mis primeras palabras fueron para Rosa Cabarcas Te compro la casa toda con la tienda y el huerto Ella me dijo Hagamos una apuesta de viejos el que se muera primero se queda con todo lo del otro firmado ante notario No porque si yo me muero todo deberiacutea ser para ella Es igual dijo Rosa Cabarcas yo me hago cargo de la nintildea y despueacutes le dejo todo lo tuyo y lo miacuteo no tengo a nadie maacutes en este mundo Mientras tanto remodelamos tu cuarto con buenos servicios aire acondicionado y tus libros y tu muacutesica

-iquestCrees que ella estaraacute de acuerdo

-Ay mi sabio triste estaacute bien que esteacutes viejo pero no pendejo -dijo Rosa Cabarcas muerta de risa- Esa pobre criatura estaacute lela de amor por ti

Saliacute a la calle radiante y por primera vez me reconociacute a miacute mismo en el horizonte remoto de mi primer siglo Mi casa callada y en orden a las seis y cuarto empezaba a gozar los colores de una aurora feliz Damiana cantaba a toda voz en la cocina y el gato redivivo enroscoacute la cola en mis tobillos y siguioacute caminando conmigo hasta mi mesa de escribir Estaba ordenando mis papeles marchitos el tintero la pluma de ganso cuando el sol estalloacute entre los almendros del parque y el buque fluvial del correo retrasado una semana por la sequiacutea entroacute bramando en el canal del puerto Era por fin la vida real con mi corazoacuten a salvo y condenado a morir de buen amor en la agoniacutea feliz de cualquier diacutea despueacutes de mis cien antildeos

Mayo de 2004

Page 9: · Web viewVivo en una casa colonial en la acera de sol del parque de San Nicolás, donde he pasado todos los días de mi vida sin mujer ni fortuna, donde vivieron y murieron mis padres,

Memorias de mis putas tristes 9 ______________________________________________________________________________________maestro sin formacioacuten sin vocacioacuten ni piedad alguna por esos pobres nintildeos que iban a la escuela como el modo maacutes faacutecil de escapar a la tiraniacutea de sus padres Lo uacutenico que pude hacer por ellos fue mantenerlos bajo el terror de mi regla de madera para que al menos se llevaran de miacute el poema favorito Estos Fabio ay dolor que ves ahora campos de soledad mustio collado fueron un tiempo Itaacutelica famosa Soacutelo de viejo me entereacute por casualidad del mal apodo que los alumnos me pusieron a mis espaldas el Profesor Mustio Collado

Esto fue todo cuanto me dio la vida y no he hecho nada por sacarle maacutes Almorzaba solo entre una clase y otra y a las seis de la tarde llegaba a la redaccioacuten del perioacutedico a cazar las sentildeales del espacio sideral A las once de la noche cuando se cerraba la edicioacuten empezaba mi vida real Dormiacutea en el Barrio Chino dos o tres veces por semana y con tan variadas compantildeiacuteas que dos veces fui coronado como el cliente del antildeo Despueacutes de la cena en el cercano cafeacute Roma escogiacutea cualquier burdel al azar y entraba a escondidas por la puerta del traspatio Lo haciacutea por el gusto pero terminoacute por ser parte de mi oficio gracias a la ligereza de lengua de los grandes cacaos de la poliacutetica que les daban cuenta de sus secretos de Estado a sus amantes de una noche sin pensar que eran oiacutedos por la opinioacuten puacuteblica a traveacutes de los tabiques de cartoacuten Por esa viacutea coacutemo no descubriacute tambieacuten que mi celibato inconsolable lo atribuiacutean a una pederastiacutea nocturna que se saciaba con los nintildeos hueacuterfanos de la calle del Crimen He tenido la fortuna de olvidarlo entre otras buenas razones porque tambieacuten conociacute lo bueno que se deciacutea de miacute y lo aprecieacute en lo que valiacutea

Nunca tuve grandes amigos y los pocos que llegaron cerca estaacuten en Nueva York Es decir muertos pues es donde supongo que se van las almas en pena para no digerir la verdad de su vida pasada Desde mi jubilacioacuten tengo poco que hacer como no sea llevar mis papeles al diario los viernes en la tarde u otros empentildeos de cierta monta conciertos en Bellas Artes exposiciones de pintura en el Centro Artiacutestico del cual soy socio fundador alguna que otra conferencia ciacutevica en la Sociedad de Mejoras Puacuteblicas o un acontecimiento grande como la temporada de la Faacutebregas en el teatro Apolo De joven iba a los salones de cine sin techo donde lo mismo podiacutea sorprendernos un eclipse de luna que una pulmoniacutea doble por un aguacero descarriado Pero maacutes que las peliacuteculas me interesaban las pajaritas de la noche que se acostaban por el precio de la entrada o lo daban de balde o de fiado Pues el cine no es mi geacutenero El culto obsceno de Shirley Temple fue la gota que desbordoacute el vaso

Mis uacutenicos viajes fueron cuatro a los Juegos Florales de Cartagena de Indias antes de mis treinta antildeos y una mala noche en lancha de motor invitado por Sacramento Montiel a la inauguracioacuten de un burdel suyo en Santa Marta En cuanto a mi vida domeacutestica soy de poco comer y de gustos faacuteciles Cuando Damiana se hizo vieja no se volvioacute a cocinar en casa y mi uacutenica comida regular desde entonces ha sido la tortilla de papas en el cafeacute Roma despueacutes del cierre del perioacutedico

Asiacute que la viacutespera de mis noventa antildeos me que deacute sin almorzar y no pude concentrarme en la lectura a la espera de noticias de Rosa Cabarcas Las chicharras pitaban a reventar en el calor de las dos y las vueltas del sol por las ventanas abiertas me forzaron a cambiar tres veces el lugar de la hamaca Siempre me parecioacute que por los diacuteas de mi aniversario estaba el maacutes caliente del antildeo y habiacutea aprendido a soportarlo pero el humor de aquel diacutea no me dio para tanto A las

Memorias de mis putas tristes 10 ______________________________________________________________________________________cuatro trateacute de apaciguarme con las seis suites para chelo solo de Juan Sebastiaacuten Bach en la versioacuten definitiva de don Pablo Casaacuteis Las tengo como lo maacutes sabio de toda la muacutesica pero en vez de apaciguarme como de soacutelito me dejaron en un estado de la peor postracioacuten Me adormeciacute con la segunda que me parece un poco remolona y en el suentildeo revolviacute la quejumbre del chelo con la de un buque triste que se fue Casi al instante me despertoacute el teleacutefono y la voz oxidada de Rosa Cabarcas me devolvioacute a la vida Tienes una suerte de bobo me dijo Encontreacute una pavita mejor de la que queriacuteas pero tiene un percance anda apenas por los catorce antildeos No me importa cambiar pantildeales le dije en chanza sin entender sus motivos No es por ti dijo ella pero iquestquieacuten va a pagar por miacute los tres antildeos de caacutercel

Nadie iba a pagarlos pero ella menos que nadie por supuesto Recogiacutea su cosecha entre las menores de edad que haciacutean mercado en su tienda a las cuales iniciaba y exprimiacutea hasta que pasaban a la vida peor de putas graduadas en el burdel histoacuterico de la Negra Eufemia Nunca habiacutea pagado una multa porque su patio era la arcadia de la autoridad local desde el gobernador hasta el uacuteltimo camajaacuten de alcaldiacutea y no era imaginable que a la duentildea le faltaran poderes para delinquir a su antojo De modo que sus escruacutepulos de uacuteltima hora soacutelo debiacutean ser para sacar ventajas de sus favores maacutes caros cuanto maacutes punibles El diferendo se arregloacute con el aumento de dos pesos en los servicios y acordamos que a las diez de la noche yo estuviera en su casa con cinco pesos en efectivo y por adelantado Ni un minuto antes pues la nintildea teniacutea que darles de comer y dormir a sus hermanos menores y acostar a su madre baldada por el reumatismo

Faltaban cuatro horas A medida que discurriacutean el corazoacuten se me iba llenando de una espuma acida que me estorbaba para respirar Hice un esfuerzo esteacuteril por pastorear el tiempo con los traacutemites de la vestimenta Nada nuevo por cierto si hasta Damiana dice que me visto con el ritual de un sentildeor obispo Me corteacute con la navaja barbera tuve que esperar a que se refrescara el agua de la ducha recalentada por el sol en la tuberiacutea y el esfuerzo simple de secarme con la toalla me hizo sudar de nuevo Me vestiacute de acuerdo con la ventura de la noche el traje de lino blanco la camisa a rayas azules de cuello acartonado con engrudo la corbata de seda china los botines remozados con blanco de zinc y el reloj de oro coronario con la leontina abrochada en el ojal de la solapa Al final dobleacute hacia dentro las bocapiernas de los pantalones para que no se notara que he disminuido un jeme

Tengo fama de cicatero porque nadie puede imaginarse que sea tan pobre si vivo donde vivo y la verdad es que una noche como aqueacutella estaba muy por encima de mis recursos Del cofre de los ahorros transpuesto debajo de la cama saqueacute dos pesos para alquiler del cuarto cuatro para la duentildea tres para la nintildea y cinco de reserva para mi cena y otros gastos menudos O sea los catorce pesos que me paga el perioacutedico por un mes de notas dominicales Los escondiacute en un bolsillo secreto de la pretina y me perfumeacute con el fumigador de Agua de Florida de Lanman amp Kemp-Barclay amp Co Entonces sentiacute el zarpazo del paacutenico y a la primera campanada de las ocho bajeacute a tientas las escaleras en tinieblas sudando de miedo y saliacute a la noche radiante de mis viacutesperas

Habiacutea refrescado Grupos de hombres solos discutiacutean a gritos sobre fuacutetbol en el paseo Coloacuten entre los taxis parados en bateriacutea al centro de la calzada Una banda de cobres tocaba un valse laacutenguido bajo la alameda de matarratones floridos Una de las putitas pobres que cazan clientes de solemnidad en la calle de los Notarios

Memorias de mis putas tristes 11 ______________________________________________________________________________________me pidioacute el cigarrillo de siempre y le contesteacute lo mismo de siempre Dejeacute de fumar hace hoy treinta y tres antildeos dos meses y diecisiete diacuteas Al pasar frente a El Alambre de Oro me mireacute en las vitrinas iluminadas y no me vi como me sentiacutea sino maacutes viejo y peor vestido

Poco antes de las diez abordeacute un taxi y le pediacute al chofer que me llevara al Cementerio Universal para que no supiera adonde iba en realidad Me miroacute divertido por el espejo y me dijo No me deacute estos sustos don sabio ojalaacute Dios me mantuviera tan vivo como a usted Nos bajamos juntos frente al cementerio porque eacutel no teniacutea moneda suelta y tuvimos que cambiar en La Tumba una cantina indigente donde lloran a sus muertos los borrachitos de la madrugada Cuando arreglamos cuentas el chofer me dijo en serio Tenga cuidado don que ya la casa de Rosa Cabarcas no es ni sombra de lo que fue No pude menos que darle las gracias convencido como todo el mundo de que no habiacutea ninguacuten secreto bajo el cielo para los choferes del paseo Coloacuten

Me adentreacute en un barrio de pobres que no teniacutea nada que ver con el que conociacute en mis tiempos Eran las mismas calles amplias de arenas calientes con casas de puertas abiertas paredes de tablas sin cepillar techos de palma amarga y patios de cascajo Pero su gente habiacutea perdido el sosiego En la mayoriacutea de las casas habiacutea parrandas de viernes cuyos bombos y platillos repercutiacutean en las entrantildeas Cualquiera podiacutea entrar por cincuenta centavos en la fiesta que le gustara maacutes pero tambieacuten podiacutea quedarse bailando de gorra en los sardineles Yo caminaba ansioso de que me tragara la tierra dentro de mi atuendo de filipichiacuten pero nadie se fijoacute en miacute salvo un mulato escuaacutelido que dormitaba sentado en el portoacuten de una casa de vecindad

-Adioacutes doctor -me gritoacute con todo el corazoacuten- iexclfeliz polvo

iquestQueacute podiacutea hacer sino darle las gracias Tuve que detenerme por tres veces para recobrar el respiro antes de alcanzar la uacuteltima cuesta Desde alliacute vi la enorme luna de cobre que se alzaba en el horizonte y una urgencia imprevista del vientre me hizo temer por mi destino pero pasoacute de largo Al final de la calle donde el barrio se convertiacutea en un bosque de aacuterboles frutales entreacute en la tienda de Rosa Cabarcas

No pareciacutea la misma Habiacutea sido la mama santa maacutes discreta y por lo mismo la maacutes conocida Una mujer de gran tamantildeo que queriacuteamos coronar como sargenta de bomberos tanto por la corpulencia como por la eficacia para apagar las candelas de la parroquia Pero la soledad le habiacutea disminuido el cuerpo le habiacutea avellanado la piel y afilado la voz con tanto ingenio que pareciacutea una nintildea vieja De antes soacutelo le quedaban los dientes perfectos con uno que se habiacutea hecho forrar de oro por coqueteriacutea Guardaba un luto cerrado por el marido muerto a los cincuenta antildeos de vida comuacuten y lo aumentoacute con una especie de bonete negro por la muerte del hijo uacutenico que la ayudaba en sus entuertos Soacutelo le quedaban vivos los ojos diaacutefanos y crueles y por ellos me di cuenta de que no habiacutea cambiado de iacutendole

La tienda teniacutea un foco macilento en el plafondo y casi nada para vender en los armarios que ni siquiera cumpliacutean como pantalla de un negocio a voces que todo el mundo conociacutea pero nadie reconociacutea Rosa Cabarcas estaba despachando a un cliente cuando entreacute en punta de pies No seacute si me desconocioacute de veras o si lo habiacutea fingido por guardar las formas Me senteacute en el escantildeo de espera mientras se

Memorias de mis putas tristes 12 ______________________________________________________________________________________desocupaba y trateacute de reconstruirla en la memoria como habiacutea sido Maacutes de dos veces cuando ambos estaacutebamos enteros tambieacuten ella me habiacutea sacado de espantos Creo que me leyoacute el pensamiento porque se volvioacute hacia miacute y me escudrintildeoacute con una intensidad alarmante No te pasa el tiempo suspiroacute con tristeza Yo quise halagarla A ti siacute pero para bien En serio dijo ella hasta te ha resucitado un poco la cara de caballo muerto Seraacute porque cambieacute de comedero le dije por picardiacutea Ella se animoacute Hasta donde me acuerdo teniacuteas una tranca de galeote me dijo iquestCoacutemo se porta Me escapeacute por la tangente Lo uacutenico distinto desde que no nos vemos es que a veces me arde el culo Su diagnoacutestico fue inmediato Falta de uso Soacutelo lo tengo para lo que Dios lo hizo le dije pero era cierto que me ardiacutea de tiempo atraacutes y siempre en luna llena Rosa rebuscoacute en su cajoacuten de sastre y destapoacute una latita de una pomada verde que oliacutea a linimento de aacuternica Le dices a la nintildea que te la unte con su dedito asiacute moviendo el iacutendice con una elocuencia procaz Le repliqueacute que a Dios gracias todaviacutea era capaz de defenderme sin untos guajiros Ella se burloacute Ay maestro perdoacutename la vida

Y fue a lo suyo

La nintildea estaba en el cuarto desde las diez me dijo era bella limpia y bien criada pero estaba muerta de miedo porque una amiga suya que escapoacute con un estibador de Gayra se habiacutea desangrado en dos horas Pero bueno admitioacute Rosa se entiende porque los de Gayra tienen fama de que hacen cantar a las muiacuteas Y retomoacute el hilo Pobrecita ademaacutes de todo tiene que trabajar el diacutea entero pegando botones en una faacutebrica No me parecioacute que fuera un oficio tan duro Eso creen los hombres replicoacute ella pero es peor que picar piedras Ademaacutes me confesoacute que le habiacutea dado a la nintildea un bebedizo de bromuro con valeriana y ahora estaba dormida Temiacute que la compasioacuten mera otra artimantildea para aumentar el precio pero no dijo ella mi palabra es de oro Con reglas fijas cada cosa pagada aparte en plata blanca y por adelantado Asiacute fue

La seguiacute a traveacutes del patio enternecido por la marchitez de su piel y por lo mal que andaba con las piernas hinchadas dentro de las medias de algodoacuten primario La luna llena estaba llegando al centro del cielo y el mundo se veiacutea como sumergido en aguas verdes Cerca de la tienda habiacutea una techumbre de palma para las parrandas de la administracioacuten puacuteblica con numerosos taburetes de cuero y hamacas colgadas en los horcones En el traspatio donde empezaba el bosque de aacuterboles frutales habiacutea una galeriacutea de seis alcobas de adobes sin repellar con ventanas de anjeo para los zancudos La uacutenica ocupada estaba a media luz y Tontildea la Negra cantaba en el radio una cancioacuten de malos amores Rosa Cabarcas tomoacute aire El bolero es la vida Yo estaba de acuerdo pero hasta hoy no me atreviacute a escribirlo Ella empujoacute la puerta entroacute un instante y volvioacute a salir Sigue dormidita dijo Hariacuteas bien en dejarla descansar todo lo que le pida el cuerpo tu noche es maacutes larga que la suya Yo estaba ofuscado iquestQueacute crees que debo hacer Tuacute sabraacutes dijo ella con una placidez fuera de lugar por algo eres sabio Dio media vuelta y me dejoacute solo con el terror

No habiacutea escapatoria Entreacute en el cuarto con el corazoacuten desquiciado y vi a la nintildea dormida desnuda y desamparada en la enorme cama de alquiler como la parioacute su madre Yaciacutea de medio lado de cara a la puerta alumbrada desde el plafondo por una luz intensa que no perdonaba detalle Me senteacute a contemplarla desde el borde de la cama con un hechizo de los cinco sentidos Era morena y tibia La habiacutean sometido a un reacutegimen de higiene y embellecimiento que no descuidoacute ni el vello

Memorias de mis putas tristes 13 ______________________________________________________________________________________incipiente del pubis Le habiacutean rizado el cabello y teniacutea en las untildeas de las manos y los pies un esmalte natural pero la piel del color de la melaza se veiacutea aacutespera y maltratada Los senos recieacuten nacidos pareciacutean todaviacutea de nintildeo varoacuten pero se veiacutean urgidos por una energiacutea secreta a punto de reventar Lo mejor de su cuerpo eran los pies grandes de pasos sigilosos con dedos largos y sensibles como de otras manos Estaba ensopada en un sudor fosforescente a pesar del ventilador y el calor se volviacutea insoportable a medida que avanzaba la noche Era imposible imaginar coacutemo era la cara pintorreteada a brocha gorda la espesa costra de polvos de arroz con dos parches de colorete en las mejillas las pestantildeas postizas las cejas y los paacuterpados como ahumados con negrohumo y los labios aumentados con un barniz de chocolate Pero ni los trapos ni los afeites alcanzaban a disimular su caraacutecter la nariz altiva las cejas encontradas los labios intensos Penseacute Un tierno toro de lidia

A las once fui a mis traacutemites de rutina en el bantildeo donde estaba su ropa de pobre doblada sobre una silla con un esmero de rica un traje de etamina con mariposas estampadas un calzoacuten amarillo de malapodaacuten y unas sandalias de fique Encima de la ropa habiacutea una pulsera de baratillo y una cadenita muy fina con la medalla de la Virgen En la repisa del lavabo una cartera de ruano con un laacutepiz de labios un estuche de colorete una llave y unas monedas sueltas Todo tan barato y envilecido por el uso que no pude imaginarme a nadie tan pobre como ella

Me desvestiacute y dispuse las piezas como mejor pude en el perchero para no dantildear la seda de la camisa y el planchado del lino Orineacute en el inodoro decadena sentado y como me ensentildeoacute desde nintildeo Florina de Dios para que no mojara los bordes de la bacinilla y todaviacutea modestia aparte con un chorro inmediato y continuo de potro cerrero Antes de salir me asomeacute al espejo del lavamanos El caballo que me miroacute desde el otro lado no estaba muerto sino luacutegubre y teniacutea una papada de Papa los paacuterpados abotagados y desmirriadas las crines que habiacutean sido mi melena de muacutesico

-Mierda -le dije- iquestqueacute puedo hacer si no me quieres

Tratando de no despertarla me senteacute desnudo en la cama con la vista ya acostumbrada a los engantildeos de la luz roja y la reviseacute palmo a palmo Desliceacute la yema del iacutendice a lo largo de su cerviz empapada y toda ella se estremecioacute por dentro como un acorde de arpa se volteoacute hacia miacute con un gruntildeido y me envolvioacute en el clima de su aliento aacutecido Le apreteacute la nariz con el pulgar y el iacutendice y ella se sacudioacute apartoacute la cabeza y me dio la espalda sin despertar Trateacute de separarle las piernas con mi rodilla por una tentacioacuten imprevista En las dos primeras tentativas se opuso con los muslos tensos Le canteacute al oiacutedo La cama de Delgadina de aacutengeles estaacute rodeada Se relajoacute un poco Una corriente caacutelida me subioacute por las venas y mi lento animal jubilado despertoacute de su largo suentildeo

Delgadina alma miacutea le supliqueacute ansioso Delgadina Ella lanzoacute un gemido luacutegubre escapoacute de mis muslos me dio la espalda y se enroscoacute como un caracol en su concha La poacutecima de valeriana debioacute ser tan eficaz para miacute como para ella porque nada pasoacute ni a ella ni a nadie Pero no me importoacute Me pregunteacute de queacute serviacutea despertarla humillado y triste como me sentiacutea y friacuteo como un lebranche

Niacutetidas ineluctables sonaron entonces las campanadas de las doce de la noche y empezoacute la madrugada del 29 de agosto diacutea del Martirio de San Juan Bautista

Memorias de mis putas tristes 14 ______________________________________________________________________________________Alguien lloraba a gritos en la calle y nadie le haciacutea caso Receacute por eacutel si le hiciera falta y tambieacuten por miacute en accioacuten de gracias por los beneficios recibidos No se engantildee nadie no pensando que ha de durar lo que espera maacutes que duroacute lo que vioLa nintildea gimioacute en suentildeos y receacute tambieacuten por ella Pues que todo ha de pasar por tal manera Despueacutes apagueacute el radio y la luz para dormir

Desperteacute de madrugada sin recordar doacutende estaba La nintildea seguiacutea dormida de espaldas a miacute en posicioacuten fetal Tuve la sensacioacuten indefinida de que la habiacutea sentido levantarse en la oscuridad y de haber oiacutedo el desaguumle del bantildeo pero lo mismo pudo ser un suentildeo Fue algo nuevo para miacute Ignoraba las mantildeas de la seduccioacuten y siempre habiacutea escogido al azar las novias de una noche maacutes por el precio que por los encantos y haciacuteamos amores sin amor medio vestidos las maacutes de las veces y siempre en la oscuridad para imaginarnos mejores Aquella noche descubriacute el placer inverosiacutemil de contemplar el cuerpo de una mujer dormida sin los apremios del deseo o los estorbos del pudor

Me levanteacute a las cinco inquieto porque mi nota dominical debiacutea estar en la mesa de redaccioacuten antes de las doce Hice mi deposicioacuten puntual todaviacutea con los ardores de la luna llena y cuando solteacute la cadena del agua sentiacute que ntildeus rencores del pasado se fueron por los albantildeales Cuando volviacute fresco y vestido al dormitorio la nintildea dormiacutea bocarriba a la luz conciliadora del amanecer atravesada de lado a lado en la cama con los brazos abiertos en cruz y duentildea absoluta de su virginidad Que Dios te la guarde le dije Toda la plata que me quedaba la suya y la miacutea se la puse en la almohada y me despediacute por siempre jamaacutes con un beso en la frente La casa como todo burdel al amanecer era lo maacutes cercano al paraiacuteso Saliacute por el portoacuten del huerto para no encontrarme con nadie Bajo el sol abrasante de la calle empeceacute a sentir el peso de mis noventa antildeos y a contar minuto a minuto los minutos de las noches que me haciacutean falta para morir

Memorias de mis putas tristes 15 ______________________________________________________________________________________

2Escribo esta memoria en lo poco que queda de la biblioteca que fue de mis padres y cuyos anaqueles estaacuten a punto de desplomarse por la paciencia de las polillas A fin de cuentas para lo que me falta por hacer en este mundo me bastariacutea con mis diccionarios de todo geacutenero con las dos primeras series de los Episodios nacionales de don Benito Peacuterez Galdoacutes y con La montantildea maacutegica que me ensentildeoacute a entender los humores de mi madre desnaturalizados por la tisis

A diferencia de los otros muebles y de miacute mismo el mesoacuten en que escribo parece de mejor salud con el paso del tiempo porque lo fabricoacute en maderas nobles mi abuelo paterno que fue carpintero de buques Aunque no tenga que escribir lo aderezo todas las mantildeanas con el rigor ocioso que me ha hecho perder tantos amores Al alcance de la mano tengo mis libros coacutemplices los dos tomos del Primer Diccionario Ilustrado de la Real Academiade 1903 el Tesoro de la Lengua Castellana o Espantildeola de don Sebastiaacuten de Covarrubias la gramaacutetica de don Andreacutes Bello por si hubiera alguna duda semaacutentica como es de rigor el novedoso Diccionario ideoloacutegico de don Julio Casares en especial por sus antoacutenimos y sus sinoacutenimos el Vocabolario della Liacutengua Italiana de Nicola Zingarelli para favorecerme con el idioma de mi madre que aprendiacute desde la cuna y el diccionario de latiacuten que por ser eacuteste la madre de las otras dos lo considero mi lengua natal

A la izquierda del escritorio mantengo siempre las cinco fojas de papel de hilo tamantildeo oficio para mi nota dominical y el cuerno con polvo de carta que prefiero a la moderna almohadilla de papel se cante A la derecha estaacuten el calamaio y el palillero de balso liviano con la peacutendola de oro pues todaviacutea manuscribo con la letra romaacutentica que me ensentildeoacute Florina de Dios para que no me hiciera a la caligrafiacutea oficial de su esposo que fue notario puacuteblico y contador juramentado hasta su uacuteltimo aliento Hace tiempo que se nos impuso en el perioacutedico la orden de escribir a maacutequina para mejor caacutelculo del texto en el plomo del linotipo y mayor acierto en la armada pero nunca me hice a este mal haacutebito Seguiacute escribiendo a mano y transcribiendo en la maacutequina con un arduo picoteo de gallina gracias al privilegio ingrato de ser el empleado maacutes antiguo Hoy jubilado pero no vencido gozo del privilegio sacro de escribir en casa con el teleacutefono descolgado para que nadie me disturbe y sin censor que aguaite lo que escribo por encima de mi hombro

Vivo sin perros ni paacutejaros ni gente de servicio salvo la fiel Damiana que me ha sacado de los apuros menos pensados y sigue viniendo una vez por semana para lo que haya que hacer aun como estaacute corta de vista y de cacumen Mi madre en su

Memorias de mis putas tristes 16 ______________________________________________________________________________________lecho de muerte me suplicoacute que me casara joven con mujer blanca que tuvieacuteramos por lo menos tres hijos y entre ellos una nintildea con su nombre que habiacutea sido el de su madre y su abuela Estuve pendiente de la suacuteplica pero teniacutea una idea tan flexible de la juventud que nunca me parecioacute demasiado tarde Hasta un mediodiacutea caluroso en que me equivoqueacute de puerta en la casa que teniacutean los Palomares de Castro en Pradomar y sorprendiacute desnuda a Ximena Ortiz la menor de las hijas que haciacutea la siesta en la alcoba contigua Estaba acostada de espaldas a la puerta y se volvioacute a mirarme por encima del hombro con un gesto tan raacutepido que no me dio tiempo de escapar Ay perdoacuten alcanceacute a decir con el alma en la boca Ella sonrioacute se volteoacute hacia miacute con un escorzo de gacela y seme mostroacute de cuerpo entero La estancia toda se sentiacutea saturada de su intimidad No estaba en vivas carnes pues teniacutea en la oreja una flor ponzontildeosa de peacutetalos anaranjados como la Olimpia de Manet y tambieacuten llevaba una esclava de oro en el puntildeo derecho y una gargantilla de perlas menudas Nunca imagineacute que pudiera ver algo maacutes perturbador en lo que me faltaba de vida y hoy puedo dar fe de que tuve razoacuten

Cerreacute la puerta de un golpe avergonzado de mi torpeza y con la determinacioacuten de olvidarla Pero Ximena Ortiz me lo impidioacute Me mandaba recados con amigas comunes esquelas provocadoras amenazas brutales mientras se esparciacutea la voz de que estaacutebamos locos de amor el uno por el otro sin que nos hubieacuteramos cruzado palabra Fue imposible resistir Teniacutea unos ojos de gata cimarrona un cuerpo tan provocador con ropa como sin ella y una cabellera frondosa de oro alborotado cuyo tufo de mujer me haciacutea llorar de rabia en la almohada Sabiacutea que nunca llegariacutea a ser amor pero la atraccioacuten sataacutenica que ejerciacutea sobre miacute era tan ardorosa que intentaba aliviarme con cuanta guaricha de ojos verdes me encontraba al paso Nunca logreacute sofocar el fuego de su recuerdo en la cama de Pradomar asiacute que le entregueacute mis armas con peticioacuten formal de mano intercambio de anillos y anuncio de boda grande antes de Pentecosteacutes

La noticia estalloacute con maacutes fuerza en el Barrio Chino que en los clubes sociales Primero fue con burlas pero se transformoacute en una contrariedad cierta de las acadeacutemicas que veiacutean el matrimonio como una situacioacuten maacutes ridiacutecula que sagrada Mi noviazgo cumplioacute todos los ritos de la moral cristiana en la terraza de orquiacutedeas amazoacutenicas y helechos colgados de la casa de mi prometida Llegaba a las siete de la noche todo de lino blanco y con cualquier regalo de abalorios artesanales o chocolates suizos y hablaacutebamos medio en clave y medio en serio hasta las diez con la custodia de la tiacutea Argeacutenida que se dormiacutea al primer parpadeo como las chaperonas de las novelas de la eacutepoca

Ximena iba hacieacutendose maacutes voraz cuanto mejor nos conociacuteamos se aligeraba de corpintildeos y pollerines a medida que apretaban los bochornos de junio y era faacutecil imaginarse el poder de demolicioacuten que debiacutea tener en la penumbra A los dos meses de noviazgo no teniacuteamos de queacute hablar y ella planteoacute el tema de los hijos sin decirlo tejiendo bolitas en crochet de lana cruda para recieacuten nacidos Yo novio gentil aprendiacute a tejer con ella y asiacute se nos fueron las horas inuacutetiles que faltaban para la boda yo tejiendo las botitas azules para nintildeos y ella tejiendo las rosadas para nintildeas a ver quieacuten acertaba hasta que fueron bastantes para maacutes de medio centenar de hijos Antes de que dieran las diez me subiacutea a un coche de caballos y me iba al Barrio Chino a vivir mi noche en la paz de Dios

Memorias de mis putas tristes 17 ______________________________________________________________________________________Los tempestuosos adioses de soltero que me haciacutean en el Barrio Chino iban en contraviacutea de las veladas opresivas del Club Social Contraste que a miacute me sirvioacute para saber cuaacutel de los dos mundos era en realidad el miacuteo y me hice la ilusioacuten de que eran ambos pero cada uno a sus horas pues desde cualquiera de los dos veiacutea alejarse el otro con los suspiros desgarrados con que se separan dos barcos en altamar El baile de la viacutespera en El Poder de Dios incluyoacute una ceremonia final que soacutelo podiacutea ocurriacutersele a un cura gallego encallado en la concupiscencia que vistioacute a todo el personal femenino con velos y azahares para que todas se casaran conmigo en un sacramento universal Fue una noche de grandes sacrilegios en que veintidoacutes de ellas prometieron amor y obediencia y les correspondiacute con fidelidad y sustento hasta el maacutes allaacute de la tumba

No pude dormir por el presagio de algo irremediable Desde la madrugada empeceacute a contar el paso de las horas en el reloj de la catedral hasta las siete campanadas temibles con que debiacutea estar en la iglesia El timbre del teleacutefono empezoacute a las ocho largo tenaz impredecible durante maacutes de una hora No soacutelo no contesteacute no respireacute Poco antes de las diez llamaron a la puerta primero con el puntildeo y luego con gritos de voces conocidas y abominadas Temiacutea que la derribaran por alguacuten percance grave pero hacia las once la casa quedoacute en el silencio erizado que sucede a las grandes cataacutestrofes Entonces lloreacute por ella y por miacute y receacute de todo corazoacuten para no encontrarme con ella nunca maacutes en mis diacuteas Alguacuten santo me oyoacute a medias pues Ximena Ortiz se fue del paiacutes esa misma noche y no volvioacute hasta unos veinte antildeos despueacutes bien casada y con los siete hijos que pudieron ser miacuteos

Trabajo me costoacute mantener mi puesto y mi columna en El Diario de La Paz despueacutes de aquella afrenta social Pero no fue por eso que relegaron mis notas a la paacutegina once sino por el iacutempetu ciego con que entroacute el siglo XX El progreso se convirtioacute en el mito de la ciudad Todo cambioacute volaron los aviones y un hombre de empresa tiroacute un saco de cartas desde un Junker e inventoacute el correo aeacutereo

Lo uacutenico que permanecioacute igual fueron mis notas en el perioacutedico Las nuevas generaciones arremetieron contra ellas como contra una momia del pasado que debiacutea ser demolida pero yo las mantuve en el mismo tono sin concesiones contra los aires de renovacioacuten Fui sordo a todo Habiacutea cumplido cuarenta antildeos pero los redactores joacutevenes la llamaban la Columna de Mudarra el Bastardo El director de entonces me citoacute en su oficina para pedirme que me pusiera a tono con las nuevas corrientes De un modo solemne como si acabara de inventarlo me dijo El mundo avanza Siacute le dije avanza pero dando vueltas alrededor del sol Mantuvo mi nota dominical porque no habriacutea encontrado otro inflador de cables Hoy seacute que tuve razoacuten y por queacute Los adolescentes de mi generacioacuten avorazados por la vida olvidaron en cuerpo y alma las ilusiones del porvenir hasta que la realidad les ensentildeoacute que el futuro no era como lo sontildeaban y descubrieron la nostalgia Alliacute estaban mis notas dominicales como una reliquia arqueoloacutegica entre los escombros del pasado y se dieron cuenta de que no eran soacutelo para viejos sino para joacutevenes que no tuvieran miedo de envejecer La nota volvioacute entonces a la seccioacuten editorial y en ocasiones especiales a la primera paacutegina

A quien me lo pregunta le contesto siempre con la verdad las putas no me dejaron tiempo para ser casado Sin embargo debo reconocer que nunca tuve esta explicacioacuten hasta el diacutea de mis noventa antildeos cuando saliacute de la casa de Rosa Cabarcas con la determinacioacuten de nunca maacutes provocar al destino Me sentiacutea otro El

Memorias de mis putas tristes 18 ______________________________________________________________________________________genio se me trastornoacute por la gente de tropa que vi apostada en las rejas de hierro que rodeaban el parque Encontreacute a Damiana trapeando los pisos a gatas en la sala y la juventud de los muslos a su edad me suscitoacute un temblor de otra eacutepoca Ella debioacute sentirlo porque se cubrioacute con la falda No pude reprimir la tentacioacuten de preguntarle Diacutegame una cosa Damiana iquestde queacute se acuerda No estaba acordaacutendome de nada dijo ella pero su pregunta me lo recuerda Sentiacute una opresioacuten en el pecho Nunca me he enamorado le dije Ella replicoacute en el acto Yo siacute Y terminoacute sin interrumpir su oficio Lloreacute veintidoacutes antildeos por usted El corazoacuten me dio un salto Buscando una salida digna le dije Hubieacuteramos sido una buena yunta Pues hace mal en deciacutermelo ahora dijo ella porque ya no me sirve ni de consuelo Cuando saliacutea de la casa me dijo del modo maacutes natural Usted no me creeraacute pero sigo siendo virgen a Dios gracias

Poco despueacutes descubriacute que habiacutea dejado floreros de rosas rojas por toda la casa y una tarjeta en la almohada Le deseo que llegue a los sien Con este mal sabor me senteacute a continuar la nota que habiacutea dejado a medias el diacutea anterior La termineacute con un solo aliento en menos de dos horas y tuve que torcerle el cuello al cisne para sacaacutermela de las tripas sin que se me notara el llanto Por un golpe de inspiracioacuten tardiacutea decidiacute rematarla con el anuncio de que con ella poniacutea teacutermino feliz a una vida larga y digna sin la mala condicioacuten de morirme

Mi propoacutesito era dejarla en la porteriacutea del perioacutedico y volver a casa Pero no pude El personal en pleno me esperaba para celebrarme el cumpleantildeos El edificio estaba en obra con andamies y escombros friacuteos por todas partes pero habiacutean parado la obra para la fiesta En una mesa de carpintero estaban las bebidas para el brindis y las cuelgas envueltas en papel de fantasiacutea Aturdido por los relaacutempagos de las caacutemaras me hice con todas las fotos del recuerdo

Me alegroacute encontrar alliacute a periodistas de radio y de los otros diarios de la ciudad La Prensa matutino conservador El Heraldo matutino liberal y El Nacional vespertino sensacionalista que trataba de aliviar las tensiones del orden puacuteblico con folletones pasionales No era extrantildeo que estuvieran juntos pues dentro del espiacuteritu de la ciudad fue siempre de buen recibo que se mantuvieran intactas las amistades de la tropa mientras los mariscales libraban la guerra editorial

Tambieacuten estaba alliacute fuera de horas el censor oficial don Jeroacutenimo Ortega a quien llamaacutebamos el Abominable Hombre de las Nueve porque llegaba puntual a esa hora de la noche con su laacutepiz sangriento de saacutetrapa godo Alliacute permaneciacutea hasta asegurarse de que no hubiera una letra impune en la edicioacuten de mantildeana Teniacutea una aversioacuten personal contra miacute por mis iacutenfulas de gramaacutetico o porque utilizaba palabras italianas sin comillas ni cursivas cuando me pareciacutean maacutes expresivas que en castellano como debiera ser de uso legiacutetimo entre lenguas siamesas Despueacutes de padecerlo por cuatro antildeos habiacuteamos terminado por aceptarlo como la mala conciencia de nosotros mismos

Las secretarias llevaron al saloacuten un pudiacuten con noventa velas encendidas que me enfrentaron por primera vez al nuacutemero de mis antildeos Tuve que tragarme las laacutegrimas cuando cantaron el brindis y me acordeacute de la nintildea sin ninguacuten motivo No fue un golpe de rencor sino de compasioacuten tardiacutea por una criatura de la que no esperaba volver a acordarme Cuando acaboacute de pasar el aacutengel alguien me habiacutea puesto un cuchillo en la mano para que cortara el pudiacuten Por temor a las burlas nadie se

JUAN CARLOS 161104
saacutetrapa (Del lat satrăpa este del gr σατράπης y este del aveacutestico ẖšathrapāvan protector del dominio) m Gobernador de una provincia de la antigua Persia || 2 coloq Hombre sagaz que sabe gobernarse con astucia e inteligencia o que gobierna despoacuteticamente U t c adj 13

Memorias de mis putas tristes 19 ______________________________________________________________________________________arriesgoacute a improvisar un discurso Yo hubiera preferido morirme que contestarlo Para terminar la fiesta el jefe de redaccioacuten por quien no tuve nunca gran simpatiacutea nos devolvioacute a la realidad inclemente Ahora siacute ilustre nonagenario me dijo iquestDoacutende estaacute su nota

La verdad es que toda la tarde la sentiacutea ardieacutendome como una brasa en el bolsillo pero la emocioacuten me habiacutea calado tan hondo que no tuve corazoacuten para aguar la fiesta con mi renuncia Dije Por esta vez no hay El jefe de redaccioacuten se disgustoacute por una falta que habiacutea sido inconcebible desde el siglo anterior Entieacutendalo por una vez le dije tuve una noche tan difiacutecil que amaneciacute embrutecido Pues debioacute escribir eso dijo eacutel con su humor de vinagre A los lectores les gustaraacute saber de primera mano coacutemo es la vida a los noventa Una de las secretarias tercioacute A lo mejor es un secreto delicioso dijo y me miroacute con malicia iquestO no Una raacutefaga ardiente me abrasoacute la cara Maldita sea penseacute queacute desleal es el rubor Otra radiante me sentildealoacute con el dedo iexclQueacute maravilla Todaviacutea le queda la elegancia de ruborizarse Su impertinencia me provocoacute otro rubor encima del rubor Debioacute ser una noche de ataque dijo la primera secretaria iexclQueacute envidia Y me dio un beso que me quedoacute pintado en la cara Los fotoacutegrafos se encarnizaron Ofuscado le entregueacute la nota al jefe de redaccioacuten y le dije que lo dicho antes era en broma aquiacute la tiene y escapeacute atolondrado por la uacuteltima salva de aplausos para no estar presente cuando descubrieran que era mi carta de renuncia al cabo de medio siglo de galeras

La ansiedad me duraba todaviacutea aquella noche cuando desenvolviacutea las cuelgas en mi casa Los linotipistas desacertaron con una cafetera eleacutectrica igual a las tres que teniacutea de cumpleantildeos anteriores Los tipoacutegrafos me dieron una autorizacioacuten para recoger un gato de angora en el criadero municipal La gerencia me dio una bonificacioacuten simboacutelica Las secretarias me regalaron tres calzoncillos de seda con huellas de besos estampados y una tarjeta en la que se ofreciacutean para quitaacutermelos Se me ocurrioacute que uno de los encantos de la vejez son las provocaciones que se permiten las amigas joacutevenes que nos creen fuera de servicio

Nunca supe quieacuten me mandoacute un disco con los veinticuatro preludios de Chopin por Stefan Askenase Los redactores en su mayoriacutea me regalaron libros de moda No habiacutea terminado de desenvolver los regalos cuando Rosa Cabarcas me llamoacute por teleacutefono con la pregunta que yo no queriacutea oiacuter iquestQueacute te pasoacute con la nintildea Nada dije sin pensarlo iquestTe parece nada que ni siquiera la despertaste dijo Rosa Cabarcas Una mujer no perdona jamaacutes que un hombre le desprecie el estreno Le alegueacute que la nintildea no podiacutea estar tan agotada soacutelo por pegar botones y tal vez se hiciera la dormida por miedo del mal trance Lo uacutenico grave dijo Rosa es que ella cree de verdad que ya no sirves y no me gustariacutea que lo fuera pregonando a los cuatro vientos

No le di el gusto de sorprenderme Aunque asiacute fuera le dije su estado es tan deplorable que no se puede contar con ella ni dormida ni despierta es carne de hospital Rosa Cabarcas bajoacute el tono La culpa fue de las prisas con que se hizo el trato pero tiene remedio ya veraacutes Prometioacute poner a la nintildea en confesioacuten y si era el caso obligarla a devolver la plata iquestqueacute te parece Deacutejalo de ese tamantildeo le dije aquiacute no pasoacute nada y en cambio me ha valido como una prueba de que ya no estoy para estos trotes En ese sentido la nintildea tiene razoacuten ya no sirvo Colgueacute el teleacutefono saturado por un sentimiento de liberacioacuten que no habiacutea conocido en vida miacutea y por fin a salvo de una servidumbre que me manteniacutea subyugado desde mis trece antildeos

JUAN CARLOS 161104
linotipista com Persona que maneja una linotipia13 linotipia (Del ingl linotype) f Impr Maacutequina de componer provista de matrices de la cual sale la liacutenea formando una sola pieza || 2 Impr Arte de componer con esta maacutequina 13

Memorias de mis putas tristes 20 ______________________________________________________________________________________

A las siete de la noche fui invitado de honor al concierto de Jacques Thibault y Alfred Cortot en la sala de Bellas Artes con una interpretacioacuten gloriosa de la sonata para violiacuten y piano de Ceacutesar Frank y en el intermedio escucheacute elogios inverosiacutemiles El maestro Pedro Biava nuestro muacutesico enorme me llevoacute casi a rastras a los camerinos para presentarme a los inteacuterpretes Me ofusqueacute tanto que los feliciteacute por una sonata de Schumann que no habiacutean tocado y alguien me corrigioacute en puacuteblico de mala manera La impresioacuten de que habiacutea confundido las dos sonatas por ignorancia simple quedoacute sembrada en el ambiente local y agravada por una explicacioacuten aturdida con que trateacute de remendarla el domingo siguiente en mi resentildea criacutetica del concierto

Por primera vez en mi larga vida me sentiacute capaz de matar a alguien Volviacute a casa atormentado por el diablillo que sopla al oiacutedo las respuestas devastadoras que no dimos a tiempo y ni la lectura ni la muacutesica mitigaron mi rabia Por fortuna Rosa Cabarcasme sacoacute del desvariacuteo con un grito en el teleacutefono Estoy feliz con el perioacutedico porque no pensaba que cumpliacuteas noventa sino cien Le contesteacute encrespado iquestAsiacute de jodido me viste Al contrario dijo ella lo que me sorprendioacute fue verte tan bien Queacute bueno que no eres de los viejos verdes que se aumentan la edad para que los crean en buen estado Y cambioacute sin transicioacuten Te tengo tu cuelga Me sorprendioacute de veras iquestQueacute es La nintildea dijo ella

No me tomeacute ni un instante para pensar Gracias le dije pero esa vaina es agua pasada Ella siguioacute de largo Te la mando a tu casa envuelta en papel de China y hervida con palo de saacutendalo al bantildeo mariacutea todo gratis Me mantuve firme y ella se debatioacute en una explicacioacuten pedregosa que me parecioacute sincera Dijo que la nintildea estaba en tan mal estado aquel viernes por haber cosido doscientos botones con aguja y dedal Que era verdad su miedo a las violaciones sangrientas pero ya estaba instruida para el sacrificio Que en su noche conmigo se habiacutea levantado para ir al bantildeo y que yo estaba tan profundo que le dio laacutestima despertarme pero ya me habiacutea ido cuando volvioacute a despertar en la mantildeana Me indigneacute con lo que me parecioacute una mentira inuacutetil Bueno prosiguioacute Rosa Cabarcas aun si asiacute fuera la nintildea estaacute arrepentida Pobrecita la tengo aquiacute enfrente iquestQuieres que tela pase No por Dios le dije

Habiacutea empezado a escribir cuando llamoacute la secretaria del perioacutedico El mensaje era que el director queriacutea verme al diacutea siguiente a las once de la mantildeana Llegueacute puntual El estruendo de la restauracioacuten de la casa no pareciacutea soportable el aire estaba enrarecido por los martillazos el polvo de cemento y el humo de alquitraacuten pero la redaccioacuten habiacutea aprendido a pensar en la rutina del caos Las oficinas del director en cambio heladas y silentes permaneciacutean en un paiacutes ideal que no era el nuestro

El tercer Marco Tulio con un aire adolescente se puso de pie al verme entrar sin interrumpir una conversacioacuten telefoacutenica me estrechoacute la mano por encima del escritorio y me indicoacute que me sentara Llegueacute a pensar que no habiacutea nadie en el otro extremo de la liacutenea y que eacutel haciacutea la farsa para impresionarme pero pronto descubriacute que hablaba con el gobernador y era en verdad un diaacutelogo difiacutecil entre enemigos cordiales Ademaacutes creo que se esmeraba en parecer eneacutergico delante de miacute aunque al mismo tiempo se manteniacutea de pie mientras hablaba con la autoridad

Memorias de mis putas tristes 21 ______________________________________________________________________________________Se le notaba el vicio de la pulcritud Acababa de cumplir veintinueve antildeos con cuatro idiomas y tres maestriacuteas internacionales a diferencia del primer presidente vitalicio su abuelo paterno que se hizo periodista empiacuterico despueacutes de hacer una fortuna con la trata de blancas Teniacutea maneras faacuteciles se pasaba de apuesto y sereno y lo uacutenico que poniacutea en peligro su prestancia era una nota falsa en la voz Llevaba una chaqueta deportiva con una orquiacutedea viva en la solapa y cada cosa le sentaba como si fuera de su ser natural pero nada en eacutel estaba hecho para el clima de la calle sino para la primavera de sus oficinas Yo que habiacutea gastado casi dos horas para vestirme sentiacute el oprobio de la pobreza y me aumentoacute la rabia

Con todo el veneno mortal estaba en una foto panoraacutemica del personal de planta tomada en el XXV aniversario de la fundacioacuten del perioacutedico en la que sentildealaban con una crucecita sobre la cabeza a los que iban muriendo Yo era el tercero de la derecha con el sombrero canotier la corbata de nudo grande con una perla en el prendedor el primer mostacho de coronel civil que tuve hasta los cuarenta antildeos y los espejuelos metaacutelicos de seminarista preacutesbita que no me hicieron falta despueacutes del medio siglo Habiacutea visto esa foto colgada durante antildeos en distintas oficinas pero soacutelo entonces fui sensible a su mensaje de los cuarenta y ocho empleados originales soacutelo cuatro estaacutebamos vivos y el menor de nosotros cumpliacutea una condena de veinte antildeos por asesinato muacuteltiple

El director terminoacute la llamada me sorprendioacute mirando la foto y sonrioacute Las crucecitas no las puse yo dijo Me parecen de muy mal gusto Se sentoacute al escritorio y cambioacute de tono Permiacutetame decirle que usted es el hombre maacutes impredecible que he conocido Y ante mi sorpresa se adelantoacute a todo Lo digo por su renuncia Apenas acerteacute a decir Es toda una vida El replicoacute que justo por eso no era una solucioacuten pertinente La nota le pareciacutea magniacutefica y todo lo que deciacutea de la vejez era de lo mejor que habiacutea leiacutedo nunca y no teniacutea sentido terminarla con una decisioacuten que pareciacutea maacutes bien una muerte civil Por fortuna dijo el Abominable Hombre de las Nueve la leyoacute cuando ya estaba armada la paacutegina editorial y le parecioacute inadmisible Sin consultarlo con nadie la tachoacute de arriba abajo con su laacutepiz de Torquemada Cuando lo supe esta mantildeana ordeneacute mandar una nota de protesta a la Gobernacioacuten Era mi deber pero entre nos puedo decirle que estoy muy agradecido por la arbitrariedad del censor De modo que no estaba dispuesto a aceptar que suspendiera la nota Se lo suplico con toda el alma dijo No abandone el barco en altamar Y concluyoacute con un gran estilo Todaviacutea nos queda mucho por hablar de muacutesica

Lo vi tan decidido que no me atreviacute a agravar la discrepancia con un argumento de distraccioacuten El problema en realidad era que tampoco entonces encontraba un motivo decente para abandonar la noria y me aterrorizoacute la idea de decirle que siacute una vez maacutes soacutelo por ganar tiempo Tuve que reprimirme para que no se me notara la emocioacuten impuacutedica que me apremiaba las laacutegrimas Y otra vez como siempre quedamos en las mismas de siempre despueacutes de tantos antildeos

La semana siguiente presa de un estado que era maacutes de confusioacuten que de alegriacutea paseacute por el criadero a recoger el gato que me habiacutean regalado los impresores Tengo muy mala quiacutemica con los animales por lo mismo que la tengo con los nintildeos antes de que empiecen a hablar Me parecen mudos del alma No los odio pero no puedo soportarlos porque no aprendiacute a negociar con ellos Me parece contra natura que un hombre se entienda mejor con su perro que con su esposa que lo ensentildee a

JUAN CARLOS 161104
noria (Del aacuter hisp nalsquouacutera y este del aacuter claacutes nālsquoūrah infl por acequia y acenia) f Maacutequina compuesta de dos grandes ruedas engranadas que mediante cangilones sube el agua de los pozos acequias etc || 2 Pozo formado en forma comuacutenmente ovalada del cual se saca el agua con la maacutequina || 3 Artilugio de feria consistente en una gran rueda con asientos que gira verticalmente13

Memorias de mis putas tristes 22 ______________________________________________________________________________________comer y descomer a sus horas a contestar preguntas y a compartir sus penas Pero no recoger el gato de los tipoacutegrafos habriacutea sido un desaire Ademaacutes era un precioso ejemplar de angora de pelambre rosada y tersa y ojos iluminados cuyos maullidos pareciacutean a punto de ser palabras Me lo dieron en una canasta de mimbre con un certificado de su estirpe y un manual de uso como el de las bicicletas para armar

Una patrulla militar verificaba la identidad de los transeuacutentes antes de autorizar el paso por el parque de San Nicolaacutes Nunca habiacutea visto nada igual ni podiacutea imaginarme nada maacutes descorazonador como siacutentoma de mi vejez Era una patrulla de cuatro al mando de un oficial casi adolescente Los agentes eran hombres de paacuteramos duros y callados con un olor de establo El oficial los vigilaba a todos con las mejillas chapeadas de los andinos en la playa Despueacutes de revisar mi ceacutedula de identidad y mi credencial de prensa me preguntoacute queacute llevaba en la cesta Un gato le dije El quiso verlo Destapeacute la cesta con toda precaucioacuten por temor de que escapara pero un agente quiso ver si no habiacutea algo maacutes en el fondo y el gato le tiroacute un zarpazo El oficial se interpuso Es una joya de angora dijo Lo acaricioacute mientras murmuraba algo y el gato no lo agredioacute pero tampoco le hizo caso iquestCuaacutentos antildeos tiene preguntoacute No seacute le dije acaban de regalaacutermelo Se lo pregunto porque se ve que es muy viejo diez antildeos quizaacutes Quise preguntarle coacutemo lo sabiacutea y muchas cosas maacutes pero a despecho de sus buenas maneras y su habla florida no me sentiacutea con estoacutemago para hablar con eacutel Me parece que es un gato abandonado que ha pasado por muchas dijo Obseacutervelo no lo acomode a usted sino al contrario usted a eacutel y deacutejelo hasta que se gane su confianza Cerroacute la tapa de la cesta y me preguntoacute iquestEn queacute trabaja usted Soy periodista iquestDesde cuaacutendo Desde hace un siglo le dije No lo dudo dijo eacutel Me estrechoacute la mano y se despidioacute con un frase que lo mismo podiacutea ser un buen consejo que una amenaza

-Cuiacutedese mucho

Al mediodiacutea desconecteacute el teleacutefono para refugiarme en la muacutesica con un programa exquisito la rapsodia para clarinete y orquesta de Wagner la de saxofoacuten de Debussy y el quinteto para cuerdas de Bruckner que es un remanso edeacutenico en el cataclismo de su obra Y de pronto me encontreacute envuelto en las tinieblas del estudio Sentiacute deslizarse debajo de mi mesa algo que no me parecioacute un cuerpo vivo sino una presencia sobrenatural que me rozoacute los pies y salteacute con un grito Era el gato con la hermosa cola empenachada su lentitud misteriosa y su estirpe miacutetica y no pude evitar el escalofriacuteo de estar solo en la casa con un ser vivo que no fuera humano

Cuando dieron las siete en la catedral habiacutea una estrella sola y liacutempida en el cielo color de rosas un buque lanzoacute un adioacutes desconsolado y sentiacute en la garganta el nudo gordiano de todos los amores que pudieron haber sido y no fueron No soporteacute maacutes Descolgueacute el teleacutefono con el corazoacuten en la boca marqueacute los cuatro nuacutemeros muy despacio para no equivocarme y al tercer timbrazo reconociacute la voz Bueno mujer le dije con un suspiro de alivio Perdoacutename el berrinche de esta mantildeana Ella tranquila No te preocupes estaba esperando tu llamada Le advertiacute Quiero que la nintildea me espere como Dios la echoacute al mundo y sin barnices en la cara Ella hizo su risa gutural Lo que tuacute digas dijo pero te pierdes el gusto de encuerar la pieza por pieza como les encanta a los viejos no seacute por queacute Yo siacute seacute le dije Porque se estaacuten volviendo cada vez maacutes viejos Ella lo dio por hecho

JUAN CARLOS 161104
gordiano (De Gordio rey de Frigia) V nudo
JUAN CARLOS 161104
paacuteramo (Del lat parămus voz de or prerromano) m Terreno yermo raso y desabrigado || 2 Lugar sumamente friacuteo y desamparado || 3 Col y Ecuad llovizna 13

Memorias de mis putas tristes 23 ______________________________________________________________________________________-Estaacute bien -dijo- entonces esta noche a las diez en punto antes de que se enfriacutee la pescada

Memorias de mis putas tristes 24 ______________________________________________________________________________________

3

iquestCoacutemo podiacutea llamarse La duentildea no me lo habiacutea dicho Cuando me hablaba de ella soacutelo deciacutea la nintildea Y yo lo habiacutea convertido en un nombre de pila como la nintildea de los ojos o la carabela menor Ademaacutes Rosa Cabarcas poniacutea a sus pupilas un nombre distinto para cada cliente A miacute me divertiacutea adivinarlos por las caras y desde el principio estuve seguro de que la nintildea teniacutea uno largo como Filomena Saturnina o Nicolasa En eacutesas estaba cuando ella se dio media vuelta en la cama y quedoacute de espaldas a miacute y me parecioacute que habiacutea dejado un charco de sangre del tamantildeo y la forma del cuerpo Fue un sobresalto instantaacuteneo hasta que comprobeacute que era la humedad del sudor en la saacutebana

Rosa Cabarcas me habiacutea aconsejado que la tratara con cautela pues auacuten le duraba el susto de la primera vez Es maacutes creo que la misma solemnidad del rito le habiacutea agravado el miedo y habiacutean tenido que aumentarle la dosis de valeriana pues dormiacutea con tal placidez que habriacutea sido una laacutestima despertarla sin arrullos De modo que empeceacute a secarla con la toalla mientras le cantaba en susurros la cancioacuten de Delgadina la hija menor del rey requerida de amores por su padre A medida que la secaba ella iba mostraacutendome los flancos sudados al compaacutes de mi canto Delgadina Delgadina tuacute seras mi prenda amada Fue un placer sin liacutemites pues ella volviacutea a sudar por un costado cuando acababa de secarla por el otro para que la cancioacuten no terminara nunca Levaacutentate Delgadina ponte tu falda de seda le cantaba al oiacutedo Al final cuando los criados del rey la encontraron muerta de sed en su cama me parecioacute que mi nintildea habiacutea estado a punto de despertar al escuchar el nombre Asiacute que era ella Delgadina

Volviacute a la cama con mis calzoncillos de besos estampados y me tendiacute junto a ella Dormiacute hasta las cinco al arrullo de su respiracioacuten apacible Me vestiacute a toda prisa sin lavarme y soacutelo entonces vi la sentencia escrita con laacutepiz labial en el espejo del lavabo El tigre no come lejos Seacute que no estaba la noche anterior y nadie podiacutea haber entrado en el cuarto de modo que la entendiacute como la cuelga del diablo Un trueno terroriacutefico me sorprendioacute en la puerta y el cuarto se llenoacute del olor premonitorio de la tierra mojada No tuve tiempo para escapar ileso Antes de que encontrara un taxi se precipitoacute un aguacero grande de los que suelen desordenar la ciudad entre mayo y octubre pues las calles de arenas ardientes que bajan hacia el riacuteo se convierten en torrenteras que arrastran cuanto encuentran a su paso Las aguas de aquel septiembre raro despueacutes de tres meses de sequiacutea podiacutean ser tan providenciales como devastadoras

Memorias de mis putas tristes 25 ______________________________________________________________________________________Desde que abriacute la puerta de casa me salioacute al encuentro la sensacioacuten fiacutesica de que no estaba solo Alcanceacute a ver el celaje del gato que saltoacute del sofaacute y se escabulloacute por el balcoacuten En su plato quedaban las sobras de una comida que yo no le habiacutea servido La peste de sus orines rancios y su caca caliente habiacutean contaminado todo Me habiacutea dedicado a estudiarlo como estudieacute el latiacuten El manual deciacutea que los gatos escarban en la tierra para esconder su estieacutercol y que en las casas sin patio como eacutesta lo hariacutean en las macetas de plantas o en cualquier otro escondrijo Lo apropiado era prepararles desde el primer diacutea una caja con arena para orientarles el haacutebito y asiacute lo hice Tambieacuten deciacutea que lo primero que hacen en casa nueva es marcar su territorio orinando por todas partes y aqueacutel pudo ser el caso pero el manual no deciacutea coacutemo remediarlo Seguiacutea sus trazas para familiarizarme con sus haacutebitos originales pero no di con sus escondites secretos sus sitios de reposo las causas de sus humores volubles Quise ensentildearlo a comer en sus horas a usar la cajita de arena en la terraza a no subirse en mi cama mientras yo dormiacutea ni a olisquear los alimentos en la mesa y no pude hacerle entender que la casa era suya por derecho propio y no como un botiacuten de guerra De modo que lo dejeacute a su aire

Al atardecer enfrenteacute el aguacero cuyos vientos huracanados amenazaban con desquiciar la casa Sufriacute un ataque de estornudos sucesivos me doliacutea el craacuteneo y teniacutea fiebre pero me sentiacutea poseiacutedo por una fuerza y una determinacioacuten que nunca tuve a ninguna edad y por ninguna causa Puse calderos en el piso para recoger las goteras y me di cuenta de que habiacutean aparecido otras nuevas desde el invierno anterior La maacutes grande habiacutea empezado a inundar el flanco derecho de la biblioteca Me apresureacute a rescatar a los autores griegos y latinos que viviacutean por aquel rumbo pero al quitar los libros encontreacute un chorro de alta presioacuten que saliacutea de un tubo roto en el fondo del muro Lo amordaceacute con trapos hasta donde pude para darme el tiempo de salvar los libros El estreacutepito del agua y el aullido del viento arreciaron en el parque De pronto un relaacutempago fantasmal y su trueno simultaacuteneo impregnaron el aire de un fuerte olor de azufre el viento desbaratoacute las vidrieras del balcoacuten y la tremenda borrasca de mar rompioacute los cerrojos y se metioacute dentro de la casa Sin embargo antes de diez minutos escampoacute de un tajo Un sol espleacutendido secoacute las calles llenas de escombros varados y volvioacute el calor

Cuando pasoacute el aguacero seguiacutea con la sensacioacuten de que no estaba solo en la casa Mi uacutenica explicacioacuten es que asiacute como los hechos reales se olvidan tambieacuten algunos que nunca fueron pueden estar en los recuerdos como si hubieran sido Pues si evocaba la emergencia del aguacero no me veiacutea a miacute mismo solo en la casa sino siempre acompantildeado por Delgadina La habiacutea sentido tan cerca en la noche que percibiacutea el rumor de su aliento en el dormitorio y los latidos de su mejilla en mi almohada Soacutelo asiacute entendiacute que hubieacuteramos podido hacer tanto en tan poco tiempo Me recordaba subido en el escabel de la biblioteca y la recordaba a ella despierta con su trajecito de flores recibiendo los libros para ponerlos a salvo La veiacutea correr de un lado al otro de la casa batallando con la tormenta empapada de lluvia con el agua a los tobillos Recordaba coacutemo preparoacute al diacutea siguiente un desayuno que nunca fue y puso la mesa mientras yo secaba los pisos y poniacutea orden en el naufragio de la casa Nunca olvideacute su mirada sombriacutea mientras desayunaacutebamos iquestPor queacute me conociste tan viejo Le contesteacute la verdad La edad no es la que uno tiene sino la que uno siente

Desde entonces la tuve en la memoria con tal nitidez que haciacutea de ella lo que queriacutea Le cambiaba el color de los ojos seguacuten mi estado de aacutenimo color de agua al

JUAN CARLOS 161104
escabel (Quizaacute del cat ant escabell y este del lat scabellum) m Tarima pequentildea que se pone delante de la silla para que descansen los pies de quien estaacute sentado || 2 Asiento pequentildeo hecho de tablas sin respaldo || 3 Persona o circunstancia de que alguien se aprovecha para medrar por lo general ambiciosamente13

Memorias de mis putas tristes 26 ______________________________________________________________________________________despertar color de almiacutebar cuando reiacutea color de lumbre cuando la contrariaba La vestiacutea para la edad y la condicioacuten que conveniacutean a mis cambios de humor novicia enamorada a los veinte antildeos puta de saloacuten a los cuarenta reina de Babilonia a los setenta santa a los cien Cantaacutebamos duetos de amor de Puccini boleros de Agustiacuten Lara tangos de Carlos Gardel y comprobaacutebamos una vez maacutes que quienes no cantan no pueden imaginar siquiera lo que es la felicidad de cantar Hoy seacute que no fue una alucinacioacuten sino un milagro maacutes del primer amor de mi vida a los noventa antildeos

Cuando la casa estuvo en orden llameacute a Rosa Cabarcas iexclDios Santo exclamoacute al oiacuter mi voz creiacute que te habiacuteas ahogado No podiacutea entender que hubiera vuelto a pasar la noche con la nintildea sin tocarla Tienes todo el derecho de que no te guste pero al menos poacutertate como un adulto Trateacute de explicarle pero ella cambioacute el tema sin transicioacuten De todos modos te tengo vista otra un poco mayor bella y tambieacuten virgen Su papaacute quiere cambiarla por una casa pero se puede discutir un descuentoSe me heloacute el corazoacuten Ni maacutes faltaba protesteacute asustado quiero la misma y como siempre sin fracasos sin peleas sin malos recuerdos Hubo un silencio en la liacutenea y por fin la voz sumisa con que dijo como para siacute misma Bueno esto debe ser lo que los meacutedicos llaman demencia senil

Fui a las diez de la noche con un chofer conocido por la extrantildea virtud de no hacer preguntas Lleveacute un ventilador portaacutetil y un cuadro de Orlando Rivera el querido Figurita y un martillo y un clavo para colgarlo En el camino hice una parada para comprar cepillos de dientes pasta dentiacutefrica jaboacuten de olor Agua de Florida tabletas de regaliz Quise llevar tambieacuten un buen florero y un ramo de rosas amarillas para conjurar la pava de las flores de papel pero no encontreacute nada abierto y tuve que robarme en un jardiacuten privado un ramo de astromelias recieacuten nacidas

Por instrucciones de la duentildea llegueacute desde entonces por la calle de atraacutes del lado del acueducto para que nadie me viera entrar por el portoacuten del huerto El chofer me previno Cuidado sabio en esa casa matan Le contesteacute Si es por amor no importa El patio estaba en tinieblas pero habiacutea luces de vida en las ventanas y un revoltijo de muacutesicas en los seis cuartos En el miacuteo a volumen maacutes alto distinguiacute la voz caacutelida de don Pedro Vargas el tenor de Ameacuterica con un bolero de Miguel Matamoros Sentiacute que iba a morir Empujeacute la puerta con la respiracioacuten desbaratada y vi a Delgadina en la cama como en mis recuerdos desnuda y dormida en santa paz del lado del corazoacuten

Antes de acostarme arregleacute el tocador puse el ventilador nuevo en lugar del oxidado y colgueacute el cuadro donde ella pudiera verlo desde la cama Me acosteacute a su lado y la reconociacute palmo a palmo Era la misma que andaba por mi casa las mismas manos que me reconociacutean al tacto en la oscuridad los mismos pies de pasos tenues que se confundiacutean con los del gato el mismo olor del sudor de mis saacutebanas el dedo del dedal Increiacuteble vieacutendola y tocaacutendola en carne y hueso me pareciacutea menos real que en mis recuerdos

Hay un cuadro en la pared de enfrente le dije Lo pintoacute Figurita un hombre a quien quisimos mucho el mejor bailariacuten de burdeles que existioacute jamaacutes y de tan buen corazoacuten que le teniacutea laacutestima al diablo Lo pintoacute con barniz de buques en el lienzo chamuscado de un avioacuten que se estrelloacute en la Sierra Nevada de Santa Marta y con pinceles fabricados por eacutel con pelos de su perro La mujer pintada es una monja que

Memorias de mis putas tristes 27 ______________________________________________________________________________________secuestroacute de un convento y se casoacute con ella Aquiacute lo dejo para que sea lo primero que veas al despertar

No habiacutea cambiado de posicioacuten cuando apagueacute la luz a la una de la madrugada y su respiracioacuten era tan tenue que le tomeacute el pulso para sentirla viva La sangre circulaba por sus venas con la fluidez de una cancioacuten que se ramificaba hasta los aacutembitos maacutes recoacutenditos de su cuerpo y volviacutea al corazoacuten purificada por el amor

Antes de irme al amanecer dibujeacute en un papel las liacuteneas de su mano y se las di a leer a la Diva Sahibiacute para conocer su alma Y fue asiacute una persona que soacutelo dice lo que piensa Es perfecta para trabajos manuales Tiene contacto con alguien que ya murioacute y del cual espera ayuda pero estaacute equivocada la ayuda que busca estaacute al alcance de su mano No ha tenido ninguna unioacuten pero va a morir mayor y casada Ahora tiene un hombre moreno que no ha de ser el de su vida Puede tener ocho hijos pero se va a decidir soacutelo por tres A los treinta y cinco antildeos si hace lo que le indique el corazoacuten y no la mente va a manejar mucho dinero y a los cuarenta recibiraacute una herencia Va a viajar mucho Tiene doble vida y doble suerte y puede influir sobre su propio destino Le gusta probar todo por curiosidad pero va a arrepentirse si no se orienta por el corazoacuten

Atormentado de amor hice reparar los estragos de la borrasca y aprovecheacute para hacer otros muchos remiendos que veniacutea demorando desde antildeos por insolvencia o por desidia Reorganiceacute la biblioteca en el orden en que habiacutea leiacutedo los libros Por uacuteltimo remateacute la pianola como reliquia histoacuterica con sus maacutes de cien rollos de claacutesicos y compreacute un tocadiscos usado pero mejor que el miacuteo con parlantes de alta fidelidad que engrandecieron el aacutembito de la casa Quedeacute al borde de la ruina pero bien compensado por el milagro de estar vivo a mi edad

La casa renaciacutea de sus cenizas y yo navegaba en el amor de Delgadina con una intensidad y una dicha que nunca conociacute en mi vida anterior Gracias a ella me enfrenteacute por vez primera con mi ser natural mientras transcurriacutean mis noventa antildeos Descubriacute que mi obsesioacuten de que cada cosa estuviera en su puesto cada asunto en su tiempo cada palabra en su estilo no era el premio merecido de una mente en orden sino al contrario todo un sistema de simulacioacuten inventado por miacute para ocultar el desorden de mi naturaleza Descubriacute que no soy disciplinado por virtud sino como reaccioacuten contra mi negligencia que parezco generoso por encubrir mi mezquindad que me paso de prudente por mal pensado que soy conciliador para no sucumbir a mis coacuteleras reprimidas que soacutelo soy puntual para que no se sepa cuan poco me importa el tiempo ajeno Descubriacute en fin que el amor no es un estado del alma sino un signo del zodiacuteaco

Me volviacute otro Trateacute de releer los claacutesicos que me orientaron en la adolescencia y no pude con ellos Me sumergiacute en las letras romaacutenticas que repudieacute cuando mi madre quiso imponeacutermelas con mano dura y por ellas tomeacute conciencia de que la fuerza invencible que ha impulsado al mundo no son los amores felices sino los contrariados Cuando mis gustos en muacutesica hicieron crisis me descubriacute atrasado y viejo y abriacute mi corazoacuten a las delicias del azar

Me pregunto coacutemo pude sucumbir en este veacutertigo perpetuo que yo mismo provocaba y temiacutea Flotaba entre nubes erraacuteticas y hablaba conmigo mismo ante el espejo con la vana ilusioacuten de averiguar quieacuten soy Era tal mi desvariacuteo que en una manifestacioacuten

Memorias de mis putas tristes 28 ______________________________________________________________________________________estudiantil con piedras y botellas tuve que sacar fuerzas de flaqueza para no ponerme al frente con un letrero que consagrara mi verdad Estoy loco de amor

Obnubilado por la evocacioacuten inclemente de Delgadina dormida cambieacute sin la menor malicia el espiacuteritu de mis notas dominicales Fuera cual fuera el asunto las escribiacutea para ella las reiacutea y las lloraba para ella y en cada palabra se me iba la vida En lugar de la foacutermula de gacetilla tradicional que tuvieron desde siempre las escribiacute como cartas de amor que cada quien podiacutea hacer suyas Propuse en el perioacutedico que el texto no se alzara en linotipo sino que fuera publicado con mi caligrafiacutea florentina Al jefe de redaccioacuten coacutemo no le parecioacute otro acceso de vanidad senil pero el director general lo convencioacute con una frase que todaviacutea anda suelta por la redaccioacuten

-No se equivoque los loquitos mansos se adelantan al porvenir

La respuesta puacuteblica fue inmediata y entusiasta con numerosas cartas de lectores enamorados Algunas las leiacutean en los noticieros de radio con urgencias de uacuteltima hora y se hicieron copias en mimeoacutegrafos o papel carboacuten que vendiacutean como cigarrillos de contrabando en las esquinas de la calle San Blas Desde el principio fue evidente que obedeciacutean a las ansias de expresarme pero me hice a la costumbre de tomarlas en cuenta al escribir y siempre con la voz de un hombre de noventa antildeos que no aprendioacute a pensar como viejo La comunidad intelectual como de soacutelito se mostroacute timorata y dividida y hasta los grafoacutelogos menos pensados montaron controversias por los anaacutelisis erraacuteticos de mi caligrafiacutea Fueron ellos los que dividieron los aacutenimos recalentaron la poleacutemica y pusieron de moda la nostalgia

Antes del fin del antildeo me habiacutea arreglado con Rosa Cabarcas para dejar en el cuarto el abanico eleacutectrico los recursos del tocador y lo que siguiera llevando en el futuro para hacerlo vivible Llegaba a las diez siempre con algo nuevo para ella o para gusto de ambos y dedicaba unos minutos a sacar la utileriacutea escondida para armar el teatro de nuestras noches Antes de irme nunca maacutes tarde de las cinco volviacutea a asegurar todo bajo llave La alcoba quedaba entonces tan escuaacutelida como fue en sus oriacutegenes para los amores tristes de los clientes casuales Una mantildeana oiacute que Marcos Peacuterez la voz maacutes escuchada de la radio desde el amanecer habiacutea decidido leer mi nota dominical en su noticiero de los lunes Cuando pude reprimir la naacuteusea dije sobrecogido Ya lo sabes Delgadina la fama es una sentildeora muy gorda que no duerme con uno pero cuando uno despierta estaacute siempre miraacutendonos frente a la cama

Uno de esos diacuteas me quedeacute a desayunar con Rosa Cabarcas que empezaba a parecerme menos decreacutepita a pesar del luto severo y del bonete negro que ya le tapaba las cejas Sus desayunos teniacutean fama de espleacutendidos con una carga de pimienta que me haciacutea llorar Al primer bocado de fuego vivo le dije bantildeado en laacutegrimas Esta noche no me haraacute falta la luna llena para que me arda el culo No te quejes dijo ella Si te arde es porque todaviacutea lo tienes a Dios gracias

Se sorprendioacute cuando mencioneacute el nombre de Delgadina No se llama asiacute dijo se llama No me lo digas la interrumpiacute para miacute es Delgadina Ella se encogioacute de hombros Bueno al fin y al cabo es tuya pero me parece un nombre de diureacutetico Le conteacute lo del letrero del tigre que la nintildea habiacutea escrito en el espejo No pudo ser ella

JUAN CARLOS 161104
timorato ta (Del lat timorātus) adj Tiacutemido indeciso encogido || 2 Dicho de una persona Que se escandaliza con exageracioacuten de cosas que no le parecen conformes a la moral convencional || 3 Que tiene temor de Dios y se gobierna por eacutel en sus operaciones
JUAN CARLOS 161104
obnubilar (Del lat obnubilāre) tr nublar (ǁ ofuscar o confundir) U t c prnl || 2 embelesar U t c prnl || 3 nublar (ǁ enturbiar la visioacuten) U t c prnl

Memorias de mis putas tristes 29 ______________________________________________________________________________________dijo Rosa porque no sabe leer ni escribir iquestEntonces quieacuten Ella se encogioacute de hombros Puede ser de alguien que se murioacute en el cuarto

Yo aprovechaba aquellos desayunos para desahogarme con Rosa Cabarcas y le pediacutea favores miacutenimos para el bienestar y el buen ver de Delgadina Me los concediacutea sin pensarlo con una picardiacutea de colegiala iexclQueacute risa me dijo por aquellos diacuteas Me siento como si me estuvieras pidiendo su mano Y a propoacutesito se le ocurrioacute iquestpor queacute no te casas con ella Me quedeacute de una pieza En serio insistioacute te sale maacutes barato Al fin y al cabo el problema a tu edad es servir o no servir pero ya me dijiste que lo tienes resuelto Le saliacute al paso El sexo es el consuelo que uno tiene cuando no le alcanza el amor

Ella soltoacute la risa Ay mi sabio siempre supe que eres muy hombre que siempre lo fuiste y me alegra que lo sigas siendo mientras tus enemigos entregan las armas Con razoacuten se habla tanto de ti iquestOiacuteste a Marcos Peacuterez Todo el mundo lo oye le dije para cortar el tema Pero ella insistioacute Tambieacuten el profesor Camacho y Cano en La hora de todo un poco dijo ayer que el mundo ya no es lo que era porque no quedan muchos hombres como tuacute

Aquel fin de semana encontreacute a Delgadina con fiebre y tos Desperteacute a Rosa Cabarcas para que me diera alguacuten remedio casero y me llevoacute al cuarto un botiquiacuten de primeros auxilios Dos diacuteas despueacutes Delgadina seguiacutea postrada y no habiacutea podido volver a su rutina de pegar botones El meacutedico le habiacutea prescrito un tratamiento casero para una gripa comuacuten que cederiacutea en una semana pero se alarmoacute por su estado general de desnutricioacuten Dejeacute de verla y sentiacute que me haciacutea falta y aprovecheacute para arreglar el cuarto sin ella

Lleveacute tambieacuten un dibujo a pluma de Cecilia Porras para Todos estaacutebamos a la espera el libro de cuentos de Alvaro Cepeda Lleveacute los seis tomos de Juan Cristoacutebal de Romain Rolland para pastorear mis vigilias De modo que cuando Delgadina pudo volver a la habitacioacuten la encontroacute digna de una felicidad sedentaria el aire purificado con un insecticida aromaacutetico paredes color de rosa laacutemparas matizadas flores nuevas en los floreros mis libros favoritos los buenos cuadros de mi madre colgados de otro modo seguacuten los gustos de hoy Habiacutea cambiado el viejo radio por uno de onda corta que manteniacutea sintonizado en un programa de muacutesica culta para que Delgadina aprendiera a dormir con los cuartetos de Mozart pero una noche lo encontreacute en una estacioacuten especializada en boleros de moda Era el gusto de ella sin duda y lo asumiacute sin dolor pues tambieacuten yo lo habiacutea cultivado con el corazoacuten en mis mejores diacuteas Antes de volver a casa al diacutea siguiente escribiacute en el espejo con el laacutepiz de labios Nintildea miacutea estamos solos en el mundo

Por esa eacutepoca tuve la rara impresioacuten de que se estaba volviendo mayor antes de tiempo Se lo comenteacute a Rosa Cabarcas y a ella le parecioacute natural Cumple quince antildeos el cinco de diciembre me dijo Una Sagitario perfecta Me inquietoacute que fuera tan real como para cumplir antildeos iquestQueacute podriacutea regalarle Una bicicleta dijo Rosa Cabarcas Tiene que atravesar la ciudad dos veces al diacutea para ir a pegar botones Me mostroacute en la trastienda la bicicleta que usaba y de verdad me parecioacute un cacharro indigno de una mujer tan bien amada Sin embargo me conmovioacute como la prueba tangible de que Delgadina existiacutea en la vida real

Memorias de mis putas tristes 30 ______________________________________________________________________________________Cuando fui a comprar la mejor bicicleta para ella no pude resistir la tentacioacuten de probarla y di algunas vueltas casuales en la rampa del almaceacuten Al vendedor que me preguntoacute la edad le contesteacute con la coqueteriacutea de la vejez Voy a cumplir noventa y uno El empleado dijo justo lo que yo queriacutea Pues representa veinte menos Yo mismo no entendiacutea coacutemo conservaba la praacutectica del colegio y me sentiacute colmado por un gozo radiante Empeceacute a cantar Primero para miacute mismo en voz baja y despueacutes a todo pecho con iacutenfulas del gran Caruso por entre los bazares abigarrados y el traacutefico demente del mercado puacuteblico La gente me miraba divertida me gritaban me incitaban a participar en la Vuelta a Colombia en silla de ruedas Yo les haciacutea con la mano un saludo de navegante feliz sin interrumpir la cancioacuten Esa semana en homenaje a Diciembre escribiacute otra nota atrevida Coacutemo ser feliz en bicicleta a los noventa antildeos

La noche de su cumpleantildeos le canteacute a Delgadina la cancioacuten completa y la beseacute por todo el cuerpo hasta quedarme sin aliento la espina dorsal veacutertebra por veacutertebra hasta las nalgas laacutenguidas el costado del lunar el de su corazoacuten inagotable A medida que la besaba aumentaba el calor de su cuerpo y exhalaba una fragancia montuna Ella me respondioacute con vibraciones nuevas en cada pulgada de su piel y en cada una encontreacute un calor distinto un sabor propio un gemido nuevo y toda ella resonoacute por dentro con un arpegio y sus pezones se abrieron en flor sin tocarlos Empezaba a adormecerme en la madrugada cuando sentiacute como un rumor de muchedumbres en el mar y un paacutenico de los aacuterboles que me atravesaron el corazoacuten Entonces fui al bantildeo y escribiacute en el espejo Delgadina de mi vida llegaron las brisas de Navidad Uno de mis recuerdos maacutes felices fue un trastorno que sentiacute una mantildeana como aqueacutella al salir de la escuela iquestQueacute me pasa La maestra me dijo alelada Ay nintildeo iquestno ves que son las brisas Ochenta antildeos despueacutes volviacute a sentirlo cuando me desperteacute en la cama de Delgadina y era el mismo diciembre que volviacutea puntual con sus cielos diaacutefanos las tormentas de arena los torbellinos callejeros que Desentechaban casas y les alzaban las faldas a las colegialas La ciudad adquiriacutea por entonces una resonancia fantasmal En noches de brisa podiacutean escucharse los gritos del mercado puacuteblico hasta en los barrios maacutes altos como si estuvieran a la vuelta de la esquina No era raro entonces que las raacutefagas de diciembre nos permitieran encontrar por sus voces a los amigos desperdigados en burdeles remotos

Sin embargo tambieacuten con las brisas me llegoacute la mala noticia de que Delgadina no podiacutea pasar las navidades conmigo sino con su familia Si algo detesto en este mundo son las fiestas obligatorias en que la gente llora porque estaacute alegre los fuegos de artificio los villancicos lelos las guirnaldas de papel crespoacuten que nada tienen que ver con un nintildeo que nacioacute hace dos mil quinientos antildeos en una caballeriza indigente Sin embargo cuando llegoacute la noche no pude resistir la nostalgia y me fui al cuarto sin ella Dormiacute bien y desperteacute junto a un oso de peluche que caminaba en dos patas como si fuera polar y una tarjeta que deciacutea Para el papaacute feo Rosa Cabarcas me habiacutea dicho que Delgadina estaba aprendiendo a leer con mis clases escritas en el espejo y su buena letra me parecioacute admirable Pero ella misma me defraudoacute con la noticia peor de que el oso era un regalo suyo asiacute que la noche de Antildeo Nuevo me quedeacute en mi casa y en mi cama desde las ocho y me dormiacute sin amarguras Fui feliz porque al toque de las doce entre los repiques furiosos de las campanas las sirenas de faacutebricas y bomberos los lamentos de los

JUAN CARLOS 161104
abigarrado da (Del part de abigarrar) adj De varios colores mal combinados || 2 Heterogeacuteneo reunido sin concierto Un extrantildeo y abigarrado libro Una multitud abigarrada 13

Memorias de mis putas tristes 31 ______________________________________________________________________________________buques las descargas de poacutelvora los cohetes sentiacute que Delgadina entroacute en punta de pies se acostoacute a mi lado y me dio un beso Tan real que me quedoacute en la boca su olor de regaliz

Memorias de mis putas tristes 32 ______________________________________________________________________________________

4A principios del nuevo antildeo empezaacutebamos a conocernos como si vivieacuteramos juntos y despiertos pues yo habiacutea encontrado un tono de voz cauteloso que ella oiacutea sin despertar y me contestaba con un lenguaje natural del cuerpo Sus estados de aacutenimo se le notaban en el modo de dormir De exhausta y montaraz que habiacutea sido al principio fue hacieacutendose a una paz interior que embelleciacutea su rostro y enriqueciacutea su suentildeo Le contaba mi vida le leiacutea al oiacutedo los borradores de mis notas dominicales en las que estaba ella sin decirlo y soacutelo ella

Por esa eacutepoca le dejeacute en la almohada unos zarcillos de esmeraldas que fueron de mi madre Los llevoacute puestos en la cita siguiente y no le luciacutean Le lleveacute despueacutes unos pendientes maacutes adecuados para el color de su piel Le expliqueacute Los primeros que te traje no te quedaban bien por tu tipo y el corte del cabello Estos te iraacuten mejor No llevoacute ninguno en las dos citas siguientes pero a la tercera se puso los que le habiacutea indicado Asiacute empeceacute a entender que no obedeciacutea a mis oacuterdenes pero aguardaba la ocasioacuten para complacerme Por esos diacuteas me sentiacute tan habituado a aquel geacutenero de vida domeacutestica que no seguiacute durmiendo desnudo sino que lleveacute las piyamas de seda china que habiacutea dejado de usar por no tener para quieacuten quitaacutermelas

Empeceacute a leerle El principito de Saint-Exupeacutery un autor franceacutes que el mundo entero admira maacutes que los franceses Fue el primero que la entretuvo sin despertarla hasta el punto de que tuve que ir dos diacuteas continuos para acabar de leeacuterselo Seguimos con los Cuentos de Perrault la Historia sagrada Las mil y una noches en una versioacuten desinfectada para nintildeos y por las diferencias entre uno y otro me di cuenta de que su suentildeo teniacutea diversos grados de profundidad seguacuten su intereacutes por las lecturas Cuando sentiacutea que habiacutea tocado fondo apagaba la luz y me dormiacutea abrazado a ella hasta que cantaban los gallos

Me sentiacutea tan feliz que la besaba en los paacuterpados muy suave y una noche ocurrioacute como una luz en el cielo sonrioacute por primera vez Maacutes tarde sin ninguacuten motivo se revolvioacute en la cama me dio la espalda y dijo disgustada Fue Isabel la que hizo llorar a los caracoles Exaltado por la ilusioacuten de un diaacutelogo le pregunteacute en el mismo tono iquestDe quieacuten eran No contestoacute Su voz teniacutea un rastro plebeyo como si no fuera suya sino de alguien ajeno que llevaba dentro Toda sombra de duda desaparecioacute entonces de mi alma la preferiacutea dormida

Mi uacutenico problema era el gato Estaba inapetente y hurantildeo y llevaba dos diacuteas sin levantar cabeza en su rincoacuten habitual y me tiroacute un zarpazo de fiera herida cuando

JUAN CARLOS 161104
zarcillo1 (Del lat circellus circulito) m Pendiente arete13
JUAN CARLOS 161104
montaraz (De monte y -araz) adj Que anda o estaacute hecho a andar por los montes o se ha criado en ellos || 2 Se dice del genio y propiedades agrestes groseras y feroces || 3 m Guarda de montes o heredades || 4 Sal Mayordomo de campo capataz que tiene a su cargo las labores y los ganados

Memorias de mis putas tristes 33 ______________________________________________________________________________________quise ponerlo en su canasto de mimbre para que Damiana lo llevara con el veterinario Apenas logroacute someterlo y se lo llevoacute pataleando dentro de un saco de fique Al cabo de un rato me llamoacute desde el criadero para decirme que no habiacutea maacutes remedio que sacrificarlo y necesitaban mi orden iquestPor queacute Porque ya estaacute muy viejo dijo Damiana Penseacute con rabia que a miacute tambieacuten podiacutean asarme vivo en un horno de gatos Me sentiacute inerme entre dos fuegos no habiacutea aprendido a querer el gato pero tampoco teniacutea corazoacuten para ordenar que lo mataran soacutelo porque era viejoiquestDoacutende lo deciacutea el manual

El incidente me conmocionoacute tanto que escribiacute una nota para el domingo con un tiacutetulo usurpado a Neruda iquestEs el gato un miacutenimo tigre de saloacuten La nota dio origen a una nueva campantildea que otra vez dividioacute a los lectores en favor y en contra de los gatos En cinco diacuteas prevalecioacute la tesis de que podiacutea ser liacutecito sacrificar un gato por razones de salud puacuteblica pero no porque estuviera viejo

Despueacutes de la muerte de mi madre me desvelaba el terror de que alguien me tocara mientras dormiacutea Una noche la sentiacute pero su voz me devolvioacute el sosiego Figlio mioacute poveretto Volviacute a sentirlo una madrugada en el cuarto de Delgadina y me retorciacute de gozo creyendo que ella me habiacutea tocado Pero no era Rosa Cabarcas en la oscuridad Viacutestete y ven conmigo me dijo tengo un problema serio

Asiacute era y maacutes serio de lo que pude imaginar A uno de los clientes grandes de la casa lo habiacutean asesinado a puntildealadas en el primer cuarto del pabelloacuten El asesino habiacutea escapado El cadaacutever enorme desnudo pero con los zapatos puestos teniacutea una palidez de pollo al vapor en la cama empapada de sangre Lo reconociacute de entrada era JMB un banquero grande famoso por su apostura su simpatiacutea y su buen vestir y sobre todo por la pulcritud de su hogar Teniacutea en el cuello dos heridas moradas como labios y una zanja en el vientre que no habiacutea acabado de sangrar Todaviacutea no empezaba el rigor Maacutes que sus heridas me impresionoacute que teniacutea un preservativo puesto y al parecer sin usar en el sexo desmirriado por la muerte

Rosa Cabarcas no sabiacutea con quieacuten iba porque tambieacuten eacutel teniacutea el privilegio de entrar por el portoacuten del huerto No se descartaba la sospecha de que su pareja fuera otro hombre Lo uacutenico que la duentildea queriacutea de miacute era que la ayudara a vestir el cadaacutever Estaba tan segura que me inquietoacute la idea de que la muerte fuera para ella un asunto de cocina No hay nada maacutes difiacutecil que vestir a un muerto le dije Lo he hecho a pasto de Dios replicoacute ella Es faacutecil si alguien me lo sostiene Le hice ver iquestTe imaginas quieacuten va a creer en un cuerpo tasajeado a cuchilladas dentro de un vestido intacto de caballero ingleacutes

Tembleacute por Delgadina Lo mejor seraacute que te la lleves tuacute me dijo Rosa Cabarcas Primero muerto le dije con la saliva helada Ella lo percibioacute y no pudo ocultar su desdeacuten iexclEstaacutes temblando Por ella dije aunque soacutelo era verdad a medias Aviacutesale que se vaya antes de que llegue nadie De acuerdo dijo ella aunque a ti como periodista no te pasaraacute nada Ni a ti tampoco le dije con cierto rencor Eres el uacutenico liberal que manda en este gobierno

La ciudad codiciada por su naturaleza paciacutefica y su seguridad congeacutenita arrastraba la desgracia de un asesinato escandaloso y atroz cada antildeo Aqueacutel no lo fue La noticia oficial en titulares excesivos y parca en detalles deciacutea que al joven banquero lo habiacutean asaltado y muerto a cuchilladas en la carretera de Pradomar por motivos

Memorias de mis putas tristes 34 ______________________________________________________________________________________incomprensibles No teniacutea enemigos El comunicado del gobierno sentildealaba como presuntos asesinos a refugiados del interior del paiacutes que estaban desatando una oleada de delincuencia comuacuten extrantildea al espiacuteritu ciacutevico de la poblacioacuten En las primeras horas hubo maacutes de cincuenta detenidos

Acudiacute escandalizado con el redactor judicial un periodista tiacutepico de los antildeos veinte con visera de celuloide verde y ligas en las mangas que presumiacutea de anticiparse a los hechos Sin embargo soacutelo conociacutea unas hilachas sueltas del crimen y yo se las completeacute hasta donde me fue prudente Asiacute escribimos cinco cuartillas a cuatro manos para una noticia de ocho columnas en primera paacutegina atribuida al fantasma eterno de las fuentes que nos merecen entero creacutedito Pero al Abominable Hombre de las Nueve -el censor- no le tembloacute el pulso para imponer la versioacuten oficial de que habiacutea sido un asalto de bandoleros liberales Yo me laveacute la conciencia con un centildeo de pesadumbre en el entierro maacutes ciacutenico y concurrido del siglo

Cuando regreseacute a casa aquella noche llameacute a Rosa Cabarcas para averiguar queacute habiacutea pasado con Delgadina pero no contestoacute el teleacutefono en cuatro diacuteas Al quinto fui a su casa con los dientes apretados Las puertas estaban selladas pero no por la policiacutea sino por la Sanidad Nadie en el vecindario daba noticias de nada Sin ninguacuten indicio de Delgadina me di a una buacutesqueda encarnizada y a veces ridiacutecula que me dejoacute acezante Paseacute diacuteas enteros observando a las joacutevenes ciclistas desde los escantildeos de un parque polvoriento donde los nintildeos jugaban a encaramarse en la estatua descascarada de Simoacuten Boliacutevar Pasaban pedaleando como venadas bellas disponibles listas para ser atrapadas a la gallina ciega Cuando se me acaboacute la esperanza me refugieacute en la paz de los boleros Fue como un bebedizo emponzontildeado cada palabra era ella Siempre habiacutea necesitado el silencio para escribir porque mi mente atendiacutea maacutes a la muacutesica que a la escritura Entonces fue al reveacutes soacutelo pude escribir a la sombra de los boleros Mi vida se llenoacute de ella Las notas que escribiacute aquellas dos semanas fueron modelos en clave para cartas de amor El jefe de redaccioacuten contrariado con la avalancha de respuestas me pidioacute que moderara el amor mientras pensaacutebamos coacutemo consolar a tantos lectores enamorados

La falta de sosiego acaboacute con el rigor de mis diacuteas Despertaba a las cinco pero me quedaba en la penumbra del cuarto imaginando a Delgadina en su vida irreal de levantar a sus hermanos vestirlos para la escuela darles el desayuno si lo habiacutea y atravesar la ciudad en bicicleta para cumplir la condena de coser botones Me pregunteacute asombrado iquestQueacute piensa una mujer mientras pega un botoacuten iquestPensaba en miacute iquestTambieacuten ella buscaba a Rosa Cabarcas para dar conmigo Paseacute hasta una semana sin quitarme el mameluco de mecaacutenico ni de diacutea ni de noche sin bantildearme sin afeitarme sin cepillarme los dientes porque el amor me ensentildeoacute demasiado tarde que uno se arregla para alguien se viste y se perfuma para alguien y yo nunca habiacutea tenido para quieacuten Damiana creyoacute que estaba enfermo cuando me encontroacute desnudo en la hamaca a las diez de la mantildeana La vi con los ojos turbios de la codicia y la inviteacute a revolearnos desnudos Ella con un desprecio me dijo

-iquestYa pensoacute lo que va a hacer si le digo que siacute

Asiacute supe hasta queacute punto me habiacutea corrompido el sufrimiento No me reconociacutea a miacute mismo en mi dolor de adolescente No volviacute a salir de la casa por no descuidar el teleacutefono Escribiacutea sin descolgarlo y al primer timbrazo le saltaba encima pensando

Memorias de mis putas tristes 35 ______________________________________________________________________________________que pudiera ser Rosa Cabarcas Interrumpiacutea a cada rato lo que estuviera haciendo para llamarla e insistiacute diacuteas enteros hasta comprender que era un teleacutefono sin corazoacuten

Al volver a casa una tarde de lluvia encontreacute el gato enroscado en la escalinata del portoacuten Estaba sucio y maltrecho y con una mansedumbre de laacutestima El manual me hizo ver que estaba enfermo y seguiacute sus normas para alentarlo De golpe mientras descabezaba un suentildeecito de siesta me despabiloacute la idea de que pudiera conducirme a la casa de Delgadina Lo lleveacute en una bolsa de mercado hasta la tienda de Rosa Cabarcas que seguiacutea sellada y sin indicios de vida pero se revolvioacute en el talego con tanto iacutempetu que logroacute escapar saltoacute la tapia del huerto y desaparecioacute entre los aacuterboles Toqueacute al portoacuten con el puntildeo y una voz militar preguntoacute sin abrir iquestQuieacuten vive Gente de paz dije yo para no ser menos Ando en pos de la duentildea No hay duentildea dijo la voz Por lo menos aacutebrame para coger el gato insistiacute No hay gato dijo Pregunteacute iquestQuieacuten es usted

-Nadie -dijo la voz

Siempre habiacutea entendido que morirse de amor no era maacutes que una licencia poeacutetica Aquella tarde de regreso a casa otra vez sin el gato y sin ella comprobeacute que no soacutelo era posible morirse sino que yo mismo viejo y sin nadie estaba murieacutendome de amor Pero tambieacuten me di cuenta de que era vaacutelida la verdad contraria no habriacutea cambiado por nada del mundo las delicias de mi pesadumbre Habiacutea perdido maacutes de quince antildeos tratando de traducir los cantos de Leopardi y soacutelo aquella tarde los sentiacute a fondo Ay de miacute si es amor cuaacutento atormenta

Mi entrada al perioacutedico en mameluco y mal afeitado despertoacute ciertas dudas sobre mi estado mental La casa remodelada con cabinas individuales de vidrio y luces cenitales pareciacutea una cliacutenica de maternidad El clima artificial callado y confortable invitaba a hablar en susurros y caminar en puntillas En el vestiacutebulo como virreyes muertos estaban los retratos al oacuteleo de los tres directores vitalicios y las fotografiacuteas de visitantes ilustres La enorme sala principal estaba presidida por la fotografiacutea gigantesca de la redaccioacuten actual tomada la tarde de mi cumpleantildeos No pude evitar la comparacioacuten mental con la otra de mis treinta antildeos y una vez maacutes comprobeacute con horror que se envejece maacutes y peor en los retratos que en la realidad La secretaria que me habiacutea besado la tarde del cumpleantildeos me preguntoacute si estaba enfermo Fui feliz de contestarle la verdad para que no la creyera Enfermo de amor Ella dijo iexclLaacutestima que no sea por miacute Yo le correspondiacute el cumplido No esteacute tan segura

El redactor judicial salioacute de su cabina gritando que habiacutea dos cadaacuteveres de muchachas sin identificar en el anfiteatro municipal Le pregunteacute asustado iquestDe queacute edad Joacutevenes dijo eacutel Pueden ser refugiadas del interior perseguidas hasta aquiacute por matones del reacutegimen Respireacute aliviado La situacioacuten nos invade en silencio como una mancha de sangre dije El redactor judicial ya lejos gritoacute

-De sangre no maestro de mierda

Algo peor me ocurrioacute diacuteas despueacutes cuando una muchacha instantaacutenea con una canasta igual a la del gato pasoacute como un escalofriacuteo frente a la libreriacutea Mundo La perseguiacute a codazos por entre la muchedumbre en el fragor de las doce del diacutea Era muy bella de trancos largos y con una fluidez para abrirse camino entre el gentiacuteo

Memorias de mis putas tristes 36 ______________________________________________________________________________________que me costoacute trabajo alcanzarla Por fin la rebaseacute y la mireacute de frente Ella me apartoacute con la mano sin detenerse ni pedir perdoacuten No era la que creiacutea pero su altivez me dolioacute como si lo fuera Comprendiacute entonces que no seriacutea capaz de reconocer a Delgadina despierta y vestida ni ella podiacutea saber quieacuten era yo si nunca me habiacutea visto En un acto de locura tejiacute durante tres diacuteas doce pares de zapatitos azules y rosados para recieacuten nacidos tratando de darme valor para no escuchar ni cantar ni recordar las canciones que me recordaban a ella

La verdad era que no podiacutea con mi alma y empezaba a tomar conciencia de la vejez por mis flaquezas frente al amor Una prueba todaviacutea maacutes dramaacutetica la tuve cuando un autobuacutes de servicio puacuteblico arrolloacute una ciclista en el puro centro comercial Acababan de llevaacutersela en una ambulancia y la magnitud de la tragedia se apreciaba por el estado de chatarra en que quedoacute la bicicleta sobre un charco de sangre viva Pero mi impresioacuten no fue tanta por los destrozos de la bicicleta como por la marca el modelo y el color No podiacutea ser otra que la que yo mismo le habiacutea regalado a Delgadina

Los testigos coincidieron en que la ciclista herida era muy joven alta y delgada y con el cabello corto y rizado Aturdido tomeacute el primer taxi que pasoacute y me hice llevar al hospital de Caridad un viejo edificio de muros ocres que pareciacutea una caacutercel encallada en un arenal Necesiteacute media hora para entrar y otra maacutes para salir de un patio fragante de aacuterboles frutales donde una mujer atribulada se me atravesoacute en el camino me miroacute a los ojos y exclamoacute

-Yo soy la que no buscas

Soacutelo entonces recordeacute que era alliacute donde viviacutean en libertad los internos mansos del manicomio municipal Tuve que identificarme como periodista ante la direccioacuten del hospital para que un enfermero me condujera al pabelloacuten de urgencias En elcuaderno de ingresos estaban los datos Rosalba Riacuteos dieciseacuteis antildeos sin oficio conocido Diagnoacutestico conmocioacuten cerebral Pronoacutestico reservado Pregunteacute al jefe del pabelloacuten si podiacutea verla con la esperanza iacutentima de que me dijeran que no pero me llevaron encantados por si queriacutea escribir sobre el estado de abandono del hospital

Atravesamos una sala abigarrada con un fuerte olor de aacutecido feacutenico y los enfermos apelotonados en las camas Al fondo en un cuarto solo tendida en una camilla metaacutelica estaba la que buscaacutebamos Teniacutea el craacuteneo cubierto de vendas la cara indescifrable gonfia y amoratada pero me bastoacute con verle los pies para saber que no era Soacutelo entonces se me ocurrioacute preguntarme iquestQueacute habriacutea hecho yo si hubiera sido ella

Todaviacutea enredado en las telarantildeas de la noche tuve el valor de ir el diacutea siguiente a la faacutebrica de camisas donde Rosa Cabarcas habiacutea dicho alguna vez que trabajaba la nintildea y le pediacute al propietario que nos mostrara sus instalaciones como modelo para un proyecto continental de las Naciones Unidas Era un libaneacutes paquideacutermico y taciturno que nos abrioacute las puertas de su reino con la ilusioacuten de ser un ejemplo universal

Trescientas joacutevenes de blusas blancas con la ceniza del mieacutercoles en la frente cosiacutean botones en la vasta nave iluminada Cuando nos vieron entrar se irguieron

Memorias de mis putas tristes 37 ______________________________________________________________________________________como colegialas y nos observaron de reojo mientras el gerente explicaba sus aportes al arte inmemorial de pegar botones Yo escrutaba las caras de cada una con el pavor de descubrir a Delgadina vestida y despierta Pero fue una de ellas la que me descubrioacute a miacute con la mirada temible de la admiracioacuten sin clemencia

-Diacutegame sentildeor iquestno es usted el que escribe las cartas de amor en el perioacutedico

Nunca me hubiera imaginado que una nintildea dormida pudiera causar en uno semejantes estragos Escapeacute de la faacutebrica sin despedirme ni pensar siquiera si alguna de aquellas viacutergenes de purgatorio era por fin la que buscaba Cuando saliacute de ahiacute el uacutenico sentimiento que me quedaba en la vida eran las ganas de llorar

Rosa Cabarcas llamoacute al cabo de un mes con una explicacioacuten increiacuteble se habiacutea tomado un merecido descanso en Cartagena de Indias despueacutes del asesinato del banquero No le creiacute desde luego pero la feliciteacute por su suerte y la dejeacute explayarse en su mentira antes de hacerle la pregunta que me borboritaba en el corazoacuten

-iquestY ella

Rosa Cabarcas hizo un silencio largo Ahiacute estaacute dijo al fin pero su voz se hizo evasiva Hay que esperar un tiempo iquestCuaacutento Ni idea ya te avisareacute Sentiacute que se me iba y la pareacute en seco Espeacuterate dame alguna luz No hay luz dijo ella y concluyoacute Ten cuidado puedes perjudicarte tuacute y sobre todo perjudicarla a ella Yo no estaba para esa clase de remilgos Le supliqueacute aunque fuera una oportunidad de acercarme a la verdad Al fin y al cabo le dije somos coacutemplices Ella no dio un paso maacutes Caacutelmate me dijo la nintildea estaacute bien y esperando que la llame pero ahora mismo no hay nada que hacer ni voy a decir nada maacutes Adioacutes

Me quedeacute con el teleacutefono en la mano sin saber por doacutende seguir pues tambieacuten la conociacutea bastante para pensar que no conseguiriacutea nada de ella si no era por las buenas Despueacutes del mediodiacutea me di una vuelta furtiva por su casa maacutes confiado en la casualidad que en la razoacuten y la encontreacute todaviacutea cerrada y con los sellos de la Sanidad Penseacute que Rosa Cabarcas me habiacutea telefoneado de otra parte tal vez de otra ciudad y la sola idea me llenoacute de presagios turbios No obstante a las seis de la tarde cuando menos lo esperaba me soltoacute por teleacutefono mi propio santo y sentildea

-Bueno ahora siacute

A las diez de la noche tembloroso y con los labios mordidos para no llorar fui cargado de cajas de chocolates suizos turrones y caramelos y una canasta de rosas ardientes para cubrir la cama La puerta estaba entreabierta las luces encendidas y en el radio se diluiacutea a medio volumen la sonata nuacutemero uno para violiacuten y piano de Brahms Delgadina en la cama estaba tan radiante y distinta que me costoacute trabajo reconocerla

Habiacutea crecido pero no se le notaba en la estatura sino en una madurez intensa que la haciacutea parecer con dos o tres antildeos maacutes y maacutes desnuda que nunca Sus poacutemulos altos la piel tostada por soles de mar bravo los labios finos y el cabello corto y rizado le infundiacutean a su rostro el resplandor androacutegino del Apolo de Praxiacuteteles Pero no habiacutea equiacutevoco posible porque sus senos habiacutean crecido hasta el punto de que no me cabiacutean en la mano sus caderas habiacutean acabado de formarse y sus huesos se

Memorias de mis putas tristes 38 ______________________________________________________________________________________habiacutean vuelto maacutes firmes y armoacutenicos Me encantaron aquellos aciertos de la naturaleza pero me aturdieron los artificios las pestantildeas postizas las untildeas de las manos y los pies esmaltadas de naacutecar y un perfume de a dos cuartillos que no teniacutea nada que ver con el amor Sin embargo lo que me sacoacute de quicio fue la fortuna que llevaba encima pendientes de oro con gajos de esmeraldas un collar de perlas naturales una pulsera de oro con resplandores de diamantes y anillos con piedras legiacutetimas en todos los dedos En la silla estaba su traje de nochera con lentejuelas y bordados y las zapatillas de raso Un vapor raro me subioacute de las entrantildeas

-iexclPuta -griteacute

Pues el diablo me soploacute en el oiacutedo un pensamiento siniestro Y fue asiacute la noche del crimen Rosa Cabarcas no debioacute tener tiempo ni serenidad para prevenir a la nintildea y la policiacutea la encontroacute en el cuarto sola menor de edad y sin coartada Nadie igual a Rosa Cabarcas para una situacioacuten como aqueacutella le vendioacute la virginidad de la nintildea a alguno de sus grandes cacaos a cambio de que a ella la sacaran limpia del crimen Lo primero claro fue desaparecer mientras se aplacaba el escaacutendalo iexclQueacute maravilla Una luna de miel para tres ellos dos en la cama y Rosa Cabarcas en una terraza de lujo disfrutando de su impunidad feliz Ciego de una furia insensata fui reventando contra las paredes cada cosa del cuarto las laacutemparas el radio el ventilador los espejos las jarras los vasos Lo hice sin prisa pero sin pausas con un grande estropicio y una embriaguez metoacutedica que me salvoacute la vida La nintildea dio un salto al primer estallido pero no me miroacute sino que se enroscoacute de espaldas a miacute y asiacute permanecioacute con espasmos entrecortados hasta que cesoacute el estropicio Las gallinas en el patio y los perros de la madrugada aumentaron el escaacutendalo Con la cegadora lucidez de la coacutelera tuve la inspiracioacuten final de prenderle fuego a la casa cuando aparecioacute en la puerta la figura impasible de Rosa Cabarcas en camisa de dormir No dijo nada Hizo con la vista el inventario del desastre y comproboacute que la nintildea estaba enroscada sobre siacute misma como un caracol y con la cabeza escondida entre los brazos aterrada pero intacta

-iexclDios miacuteo -exclamoacute Rosa Cabarcas- iexclQueacute no hubiera dado yo por un amor como eacuteste

Me midioacute de cuerpo entero con una mirada de misericordia y me ordenoacute Vamos La seguiacute hasta la casa me sirvioacute un vaso de agua en silencio me hizo una sentildea de que me sentara frente a ella y me puso en confesioacuten Bueno me dijo ahora poacutertate como un adulto y cueacutentame iquestqueacute te pasa

Le conteacute con lo que teniacutea como mi verdad revelada Rosa Cabarcas me escuchoacute en silencio sin asombro y por fin parecioacute iluminada Queacute maravilla dijo Siempre he dicho que los celos saben maacutes que la verdad Y entonces me contoacute la realidad sin reservas En efecto dijo en su ofuscacioacuten de la noche del crimen se habiacutea olvidado de la nintildea dormida en el cuarto Uno de sus clientes abogado del muerto ademaacutes repartioacute prebendas y sobornos a cuatro manos e invitoacute a Rosa Cabarcas a un hotel de reposo de Cartagena de Indias mientras se disipaba el escaacutendalo Creacuteeme dijo Rosa Cabarcas que en todo este tiempo no dejeacute de pensar ni un momento en ti y en la nintildea Volviacute antier y lo primero que hice fue llamarte por teleacutefono pero nadie contestoacute En cambio la nintildea vino enseguida y en tan mal estado que te la bantildeeacute te la vestiacute y te la mandeacute al saloacuten de belleza con la orden de que la arreglaran como una reina Ya viste coacutemo perfecta iquestLa ropa de lujo Son los trajes que les alquilo a mis

Memorias de mis putas tristes 39 ______________________________________________________________________________________pupilas maacutes pobres cuando tienen que ir a bailar con sus clientes iquestLas joyas Son las miacuteas dijo Basta con tocarlas para darse cuenta de que son diamantes de vidrio y estoperoles de hojalata De modo que no jodas concluyoacute Anda despieacutertala piacutedele perdoacuten y hazte cargo de ella de una vez Nadie merece ser maacutes feliz que ustedes

Hice un esfuerzo sobrenatural para creerle pero pudo maacutes el amor que la razoacuten iexclPutas le dije atormentado por el fuego vivo que me abrasaba las entrantildeas iexclEso es lo que son ustedes griteacute iexclPutas de mierda No quiero saber nada maacutes de tiacute ni de ninguna otra guaricha en el mundo y menos de ella Le hice desde la puerta una sentildeal de adioacutes para siempre Rosa Cabarcas no lo dudoacute

-Vete con Dios -me dijo con un rictus de tristeza y volvioacute a su vida real- De todos modos te pasareacute la cuenta del desmadre que me hiciste en el cuarto

Memorias de mis putas tristes 40 ______________________________________________________________________________________

5

Leyendo Los idus de marzo encontreacute una frase siniestra que el autor atribuye a Julio Ceacutesar Es imposible no terminar siendo como los otros creen que uno es No pude comprobar su verdadero origen en la propia obra de Julio Ceacutesar ni en las obras de sus bioacutegrafos desde Suetonio hasta Carcopino pero valioacute la pena conocerla Su fatalismo aplicado al curso de mi vida en los meses siguientes fue lo que me dio la determinacioacuten que me haciacutea falta no soacutelo para escribir esta memoria sino para empezarla sin pudores con el amor de Delgadina

No teniacutea un instante de sosiego apenas si probaba bocado y perdiacute tanto peso que no se me teniacutean los pantalones en la cintura Los dolores erraacuteticos se me quedaron en los huesos cambiaba de aacutenimo sin razoacuten pasaba las noches en un estado de deslumbramiento que no me permitiacutea leer ni escuchar muacutesica y en cambio se me iba el diacutea cabeceando por una somnolencia sonsa que no serviacutea para dormir

El alivio me cayoacute del cielo En la atestada goacutendola de Loma Fresca una vecina de asiento que no habiacutea visto subir me susurroacute al oiacutedo iquestTodaviacutea tiras Era Casilda Armenia un viejo amor de a tres por cinco que me habiacutea soportado como cliente asiduo desde que era una adolescente altiva Una vez retirada medio enferma y sin un clavo se habiacutea casado con un hortelano chino que le dio nombre y apoyo y quizaacutes un poco de amor A los setenta y tres antildeos teniacutea el peso de siempre seguiacutea bella y de caraacutecter fuerte y conservaba intacto el desparpajo del oficio

Me llevoacute a su casa una huerta de chinos en una colina de la carretera al mar Nos sentamos en las sillas de playa de la terraza umbriacutea entre helechos y frondas de astromelias y jaulas de paacutejaros colgadas en el alero En la falda de la colina se veiacutean los hortelanos chinos con sombreros de cono sembrando las hortalizas bajo el sol abrasante y el pieacutelago gris de las Bocas de Ceniza con los dos tajamares de rocas que canalizan el riacuteo varias leguas en el mar Mientras conversaacutebamos vimos entrar un trasatlaacutentico blanco por la desembocadura y lo seguimos callados hasta oiacuter su bramido de toro luacutegubre en el puerto fluvial Ella suspiroacute iquestTe das cuenta En maacutes de medio siglo es la primera vez que no te recibo la visita en la cama Ya somos otros dije Ella prosiguioacute sin oiacuterme Cada vez que dicen cosas de ti en el radio que te elogian por el carintildeo que te tiene la gente y te llaman maestro del amor imagiacutenate pienso que nadie te conocioacute tus gracias y tus mantildeas tan bien como yo En serio dijo nadie hubiera podido soportarte mejor

No resistiacute maacutes Ella lo sintioacute vio mis ojos huacutemedos de laacutegrimas y soacutelo entonces debioacute descubrir que ya no era el que fui y le sostuve la mirada con un valor del que

Memorias de mis putas tristes 41 ______________________________________________________________________________________nunca me creiacute capaz Es que me estoy volviendo viejo le dijeYa lo estamos suspiroacute ella Lo que pasa es que uno no lo siente por dentro pero desde fuera todo el mundo lo ve

Era imposible no abrirle el corazoacuten asiacute que le conteacute la historia completa que me ardiacutea en las entrantildeas desde mi primera llamada a Rosa Cabarcas la viacutespera de mis noventa antildeos hasta la noche traacutegica en que hice antildeicos el cuarto y no regreseacute maacutes Ella me oyoacute el desahogo como si estuviera vivieacutendolo lo rumioacute muy despacio y por fin sonrioacute

-Haz lo que quieras pero no pierdas a esa criatura -me dijo- No hay peor desgracia que morir solo

Fuimos a Puerto Colombia en el trenecito de juguete tan despacioso como un caballo Almorzamos frente al muelle de maderas carcomidas por donde habiacutea entrado el mundo entero al paiacutes antes que se dragaran las Bocas de Ceniza Nos sentamos bajo un cobertizo de palma donde las grandes matronas negras serviacutean pargos fritos con arroz de coco y tajadas de plaacutetano verde Dormitamos en el sopor denso de las dos y seguimos conversando hasta que se hundioacute en el mar el inmenso sol de candela La realidad me pareciacutea fantaacutestica Mira adonde ha venido a dar nuestra luna de miel se burloacute ella Pero prosiguioacute en serio Hoy miro para atraacutes veo la fila de miles de hombres que pasaron por mis camas y dariacutea el alma por haberme quedado aunque fuera con el peor Gracias a Dios encontreacute mi chino a tiempo Es como estar casada con el dedo mentildeique pero es soacutelo miacuteo

Me miroacute a los ojos midioacute mi reaccioacuten a lo que acababa de contarme y me dijo Asiacute que vete a buscar ahora mismo a esa pobre criatura aunque sea verdad lo que te dicen los celos sea como sea que lo bailado no te lo quita nadie Pero eso siacute sin romanticismos de abuelo Despieacutertala tiacuteratela hasta por las orejas con esa pinga de burro con que te premioacute el diablo por tu cobardiacutea y tu mezquindad En serio terminoacute con el alma no te vayas a morir sin probar la maravilla de tirar con amor

El pulso me temblaba al diacutea siguiente cuando marqueacute el nuacutemero del teleacutefono Tanto por la tensioacuten del reencuentro con Delgadina como por la incertidumbre de la forma en que Rosa Cabarcas me respondiera Habiacuteamos tenido una disputa seria por el abuso con que tasoacute los destrozos que hice en su cuarto Tuve que vender uno de los cuadros maacutes amados de mi madre cuyo valor se calculaba en una fortuna pero a la hora de la verdad no llegoacute a un deacutecimo de mis ilusiones

Aumenteacute la suma con el resto de mis ahorros y se la lleveacute a Rosa Cabarcas con una consigna inapelable Lo tomas o lo dejas Fue un acto suicida porque soacutelo con vender uno de mis secretos ella habriacutea aniquilado mi buen nombre Pero no respingoacute sino que se quedoacute con los cuadros que habiacutea tomado en prenda la noche del pleito Fui el perdedor absoluto en una sola jugada me quedeacute sin Delgadina sin Rosa Cabarcas y sin mis uacuteltimos ahorros Sin embargo oiacute el timbre del teleacutefono una vez dos veces tres y por fin ella iquestA ver No me salioacute la voz Colgueacute Me echeacute en la hamaca tratando de serenarme con la liacuterica asceacutetica de Satie y sudeacute tanto que el lienzo quedoacute empapado Hasta el diacutea siguiente no tuve el valor de llamar

-Bueno mujer -dije con voz firme- Hoy siacute

Memorias de mis putas tristes 42 ______________________________________________________________________________________Rosa Cabarcas coacutemo no estaba maacutes allaacute de todo Ay mi sabio triste suspiroacute con su aacutenimo invencible te pierdes dos meses y soacutelo vuelves para pedir ilusiones Me contoacute que no habiacutea visto a Delgadina desde haciacutea maacutes de un mes que pareciacutea tan repuesta del susto de mis estropicios que ni siquiera habloacute de ellos ni preguntoacute por miacute y estaba muy contenta en un nuevo empleo maacutes coacutemodo y mejor pagado que coser botones Una oleada de fuego vivo me quemoacute las entrantildeas Soacutelo puede ser de puta dije Rosa me replicoacute sin pestantildeear No seas bruto si asiacute fuera estariacutea aquiacute iquestO doacutende podriacutea estar mejor La rapidez de su loacutegica me agravoacute la duda iquestY coacutemo seacute que no estaacute ahiacute En ese caso replicoacute ella lo que maacutes te conviene es no saberlo iquestO no Una vez maacutes la odieacute Ella a prueba de erosiones prometioacute rastrear a la nintildea Sin muchas esperanzas porque el teleacutefono de la vecina donde la llamaba seguiacutea cortado y no teniacutea la menor idea de doacutende viviacutea Pero no era para echarse a morir queacute carajo dijo te llamo en una hora

Fue una hora de tres diacuteas pero encontroacute a la nintildea disponible y sana Volviacute avergonzado y la beseacute palmo a palmo como penitencia desde las doce de la noche hasta que cantaron los gallos Un perdoacuten largo que me prometiacute seguir repitiendo para siempre y fue como empezar otra vez por el principio El cuarto habiacutea sido desmantelado y el mal uso habiacutea acabado con todo lo que yo habiacutea puesto Ella lo habiacutea dejado asiacute y me dijo que cualquier mejora teniacutea que hacerla yo por lo que estaba debieacutendole Sin embargo mi situacioacuten econoacutemica tocaba fondo El dinero de las jubilaciones alcanzaba cada vez para menos Las pocas cosas vendibles que quedaban en la casa -salvo las joyas sagradas de mi madre- careciacutean de valor comercial y nada era bastante viejo para ser antiguo En tiempos mejores el gobernador me habiacutea hecho la oferta tentadora de comprarme en bloque los libros de los claacutesicos griegos latinos y espantildeoles para la Biblioteca Departamental pero no tuve corazoacuten para venderlos Despueacutes con los cambios poliacuteticos y el deterioro del mundo nadie del gobierno pensaba en las artes ni las letras Cansado de buscar una solucioacuten decente me echeacute al bolsillo las joyas que Delgadina me habiacutea devuelto y me fui a empentildearlas en un callejoacuten siniestro que conduciacutea al mercado puacuteblico Con aires de sabio distraiacutedo recorriacute varias veces aquel tugurio atiborrado de cantinas de mala muerte libreriacuteas de viejo y casas de empentildeo pero la dignidad de Florina de Dios me cerroacute el paso no me atreviacute Entonces decidiacute venderlas con la frente en alto a la joyeriacutea maacutes antigua y acreditada

El dependiente me hizo algunas preguntas mientras examinaba las joyas con su monoacuteculo Teniacutea la conducta el estilo y el pavor de un meacutedico Le expliqueacute que eran joyas heredadas de mi madre El aprobaba con un gruntildeido cada una de mis explicaciones y por fin se quitoacute el monoacuteculo

-Lo siento -dijo- pero son culos de botellas

Ante mi sorpresa me explicoacute con una suave conmiseracioacuten Menos mal que el oro es oro y el platino es platino Me toqueacute el bolsillo para asegurarme de que llevaba las facturas de compra y dije sin resabios

-Pues fueron compradas en esta noble casa hace maacutes de cien antildeos

El no se inmutoacute Suele suceder dijo que en las joyas hereditarias vayan desapareciendo las piedras maacutes valiosas con el paso del tiempo sustituidas por diacutescolos de la familia o por joyeros bandidos y soacutelo cuando alguien trata de

Memorias de mis putas tristes 43 ______________________________________________________________________________________venderlas se descubre el fraude Pero permiacutetame un segundo dijo y se llevoacute las joyas por la puerta del fondo Al cabo de un momento regresoacute y sin explicacioacuten alguna me indicoacute que me sentara en la silla de espera y siguioacute trabajando

Examineacute la tienda Habiacutea ido con mi madre varias veces y recordaba una frase recurrente No se lo digas a tu papaacute De pronto se me ocurrioacute una idea que me crispoacute iquestno seriacutea que Rosa Cabarcas y Delgadina de comuacuten acuerdo habiacutean vendido las piedras legiacutetimas y me devolvieron las joyas con las piedras falsas

Estaba ardiendo en dudas cuando una secretaria me invitoacute a seguirla por la misma puerta del fondo hasta una oficina pequentildea con una larga estanteriacutea de gruesos voluacutemenes Un beduino colosal se levantoacute en el escritorio del fondo y me estrechoacute la mano tuteaacutendome con una efusioacuten de viejo amigo Hicimos juntos el bachillerato me dijo a modo de saludo Me fue faacutecil recordarlo era el mejor futbolista de la escuela y campeoacuten de nuestros primeros burdeles Habiacutea dejado de verlo en alguacuten momento incierto y debioacute verme tan decreacutepito que me confundioacute con un condisciacutepulo de su infancia

Sobre el cristal del escritorio teniacutea abierto uno de los mamotretos del archivo donde estaba la memoria de las joyas de mi madre Una relacioacuten exacta con fechas y detalles de que ella en persona habiacutea hecho cambiar las piedras de dos generaciones de hermosas y dignas Cargamantos y habiacutea vendido las legiacutetimas a la misma tienda Esto habiacutea ocurrido cuando el padre del propietario actual estaba al frente de la joyeriacutea y eacutel y yo en la escuela Pero eacutel mismo me tranquilizoacute aquellas triquintildeuelas eran de uso corriente entre las grandes familias en desgracia para resolver urgencias de plata sin sacrificar el honor Ante la realidad cruda preferiacute conservarlas como recuerdo de otra Florina de Dios que nunca conociacute

A principios de julio sentiacute la distancia real de la muerte Mi corazoacuten perdioacute el paso y empeceacute a ver y sentir por todos lados los presagios inequiacutevocos del final El maacutes niacutetido fue en el concierto de Bellas Artes El aire acondicionado habiacutea fallado y la flor y nata de las artes y las letras se cocinaban al bantildeomariacutea en el saloacuten abarrotado pero la magia de la muacutesica era un clima celestial Al final con el Allegretto poco mosso me estremecioacute la revelacioacuten deslumbrante de que estaba escuchando el uacuteltimo concierto que me deparaba el destino antes de morir No sentiacute dolor ni miedo sino la emocioacuten arrasadora de haber alcanzado a vivirlo

Cuando por fin logreacute abrirme camino empapado de sudor a traveacutes de los abrazos y las fotos me encontreacute de manos a boca con Ximena Ortiz como una diosa de cien antildeos en la silla de ruedas Su sola presencia se me imponiacutea como un pecado mortal Teniacutea una tuacutenica de seda color marfil tan tersa como su piel un hilo de perlas legiacutetimas de tres vueltas el cabello color de naacutecar cortado a la moda de los veintes con una punta de ala de gaviota en la mejilla y los grandes ojos amarillos iluminados por la sombra natural de las ojeras Todo en ella contradeciacutea el rumor de que su mente estaba quedaacutendose en blanco por la erosioacuten irredimible de la memoria Petrificado y sin recursos frente a ella me sobrepuse al vaho de fuego que me subioacute a la cara y la saludeacute en silencio con una venia versallesca Ella sonrioacute como una reina y me agarroacute la mano Entonces me di cuenta de que tambieacuten aquello era una coartada del destino y no la perdiacute para sacarme una espina que me estorbaba desde siempre He sontildeado durante antildeos con este momento le dije Ella no parecioacute

Memorias de mis putas tristes 44 ______________________________________________________________________________________entender iexclNo me digas dijo iquestY tuacute quieacuten eres No supe nunca si en verdad lo habiacutea olvidado o si fue la venganza final de su vida

La certidumbre de ser mortal en cambio me habiacutea sorprendido poco antes de los cincuenta antildeos en una ocasioacuten como aqueacutella una noche de carnaval en que bailaba un tango apache con una mujer fenomenal a la que nunca le vi la cara maacutes corpulenta que yo como por cuarenta libras y maacutes alta como de dos palmos que sin embargo se dejaba llevar como una pluma al viento Bailaacutebamos tan apretados que sentiacutea circular su sangre por las venas y me hallaba como adormecido de gusto con su resuello trabajoso su grajo de amoniacuteaco sus tetas de astroacutenoma cuando me sacudioacute por la primera vez y casi me derriboacute por tierra el freacutemito de la muerte Fue como un oraacuteculo brutal en el oiacutedo Hagas lo que hagas en este antildeo o dentro de ciento estaraacutes muerto hasta jamaacutes Ella se separoacute asustada iquestQueacute le pasa Nada le dije tratando de sujetarme el corazoacuten

-Tiemblo por usted

Desde entonces empeceacute a medir la vida no por antildeos sino por deacutecadas La de los cincuenta habiacutea sido decisiva porque tomeacute conciencia de que casi todo el mundo era menor que yo La de los sesenta fue la maacutes intensa por la sospecha de que ya no me quedaba tiempo para equivocarme La de los setenta fue temible por una cierta posibilidad de que fuera la uacuteltima No obstante cuando desperteacute vivo la primera mantildeana de mis noventa antildeos en la cama feliz de Delgadina se me atravesoacute la idea complaciente de que la vida no fuera algo que transcurre como el riacuteo revuelto de Heraacuteclito sino una ocasioacuten uacutenica de voltearse en la parrilla y seguir asaacutendose del otro costado por noventa antildeos maacutes

Me volviacute de laacutegrima faacutecil Cualquier sentimiento que tuviera algo que ver con la ternura me causaba un nudo en la garganta que no siempre lograba dominar y penseacute en renunciar al placer solitario de velar el suentildeo de Delgadina no tanto por la incertidumbre de mi muerte como por el dolor de imaginarla sin miacute en el resto de su vida Uno de aquellos diacuteas inciertos fui a dar por distraccioacuten a la muy noble calle de los Notarios y me sorprendioacute no encontrar nada maacutes que los escombros del viejo hotel de lance donde fui iniciado por la fuerza en las artes del amor poco antes de mis doce antildeos Habiacutea sido una mansioacuten de antiguos navieros espleacutendida como pocas en la ciudad con columnas enchapadas de alabastro y frisos de oropeles alrededor de un patio interior con una cuacutepula de cristales de siete colores que irradiaba un resplandor de invernadero En la planta baja con un portal goacutetico sobre la calle estuvieron por maacutes de un siglo las notariacuteas coloniales en las que trabajoacute prosperoacute y se arruinoacute mi padre en toda una vida de suentildeos fantaacutesticos Las familias histoacutericas abandonaron poco a poco los pisos superiores que terminaron ocupados por una legioacuten de nocheras en desgracia que subiacutean y bajaban hasta el amanecer con los clientes atrapados por un peso y medio en las cantinas del cercano puerto fluvial

A mis doce antildeos todaviacutea con mis pantalones cortos y mis botitas de la escuela primaria no pude resistir la tentacioacuten de conocer los pisos superiores mientras mi padre se debatiacutea en una de sus reuniones interminables y me encontreacute con un espectaacuteculo celestial Las mujeres que malvendiacutean sus cuerpos hasta el amanecer se moviacutean por la casa desde las once de la mantildeana cuando ya la caniacutecula del vitral era insoportable y teniacutean que hacer su vida domeacutestica caminando en pelotas por

JUAN CARLOS 161104
caniacutecula (Del lat canicŭla) f Periacuteodo del antildeo en que es maacutes fuerte el calor || 2 Astr Tiempo del nacimiento heliacuteaco de Sirio que antiguamente coincidiacutea con la eacutepoca maacutes calurosa del antildeo pero que hoy no se verifica hasta fines de agosto13
JUAN CARLOS 161104
freacutemito (Del lat fremĭtus) m bramido

Memorias de mis putas tristes 45 ______________________________________________________________________________________toda la casa mientras comentaban a gritos sus aventuras de la noche Me quedeacute aterrorizado Lo uacutenico que se me ocurrioacute fue escapar por donde habiacutea llegado cuando una de las desnudas de carnes macizas olorosas a jaboacuten de monte me abrazoacute por la espalda y me llevoacute en vilo hasta su cubiacuteculo de cartoacuten sin que yo pudiera verla en medio de la griteriacutea y los aplausos de las inquilinas en cueros Me tiroacute bocarriba en su cama para cuatro me quitoacute los pantalones con una maniobra maestra y se acaballoacute sobre miacute pero el terror helado que me empapaba el cuerpo me impidioacute recibirla como un hombre Aquella noche desvelado en la cama de mi casa por la verguumlenza del asalto no pude dormir maacutes de una hora con las ansias de volver a verla Pero la mantildeana siguiente mientras los trasnochados dormiacutean subiacute temblando hasta su cubiacuteculo y la desperteacute llorando a gritos con un amor enloquecido que duroacute hasta que se lo llevoacute sin misericordia el ventarroacuten de la vida real Se llamaba Castorina y era la reina de la casa

Los cubiacuteculos del hotel costaban un peso para los amores de paso pero muy pocos sabiacuteamos que costaban lo mismo hasta por veinticuatro horas Ademaacutes Castorina me introdujo en su mundo de mala muerte donde invitaban a los clientes pobres a sus desayunos de gala le prestaban el jaboacuten les atendiacutean los dolores de muela y en casos de urgencia mayor les daban un amor de caridad

Pero en las tardes de la uacuteltima vejez se acordaba de la inmortal Castorina muerta quien sabiacutea cuando que habiacutea sucedido desde las esquinas miserables del muelle fluvial hasta el trono sagrado de mamasanta mayor con un parche de pirata en el ojo perdido en el pleito de cantina Su uacuteltimo machucante de planta un negro feliz de Camaguumley a quien llamaba Jonaacutes el Galeote habiacutea sido un trompetista de los grandes en La Habana hasta que perdioacute la sonrisa completa en una cataacutestrofe de trenes

Al salir de aquella visita amarga sentiacute una punzada en el corazoacuten que no habiacutea logrado aliviar en tres diacuteas con toda clase de poacutecimas caseras El meacutedico al que acudiacute de urgencia miembro de una estirpe de insignes era nieto del que me vio a mis cuarenta y dos antildeos y me asustoacute que pareciera el mismo pues estaba tan envejecido como su abuelo a los setenta por una calvicie prematura unos lentes de miope sin regreso y una tristeza inconsolable Me hizo un examen minucioso de cuerpo entero con una concentracioacuten de orfebre Me auscultoacute el pecho y la espalda y me revisoacute la presioacuten arterial los reflejos de la rodilla el fondo del ojo el color del paacuterpado inferior En las pausas mientras yo cambiaba de posicioacuten en la mesa de reconocimiento me haciacutea preguntas tan vagas y raacutepidas que apenas si me daban tiempo de pensar las respuestas Al cabo de una hora me miroacute con una sonrisa feliz Bueno dijo creo que no tengo nada que hacer por usted iquestQueacute quiere decir Que su estado es el mejor posible a su edad Queacute curioso le dije lo mismo me dijo su abuelo cuando yo teniacutea cuarenta y dos antildeos como si el tiempo no pasara Siempre encontraraacute uno que se lo diga dijo porque siempre tendraacute una edad Yo provocaacutendolo para una sentencia aterradora le dije La uacutenica definitiva es la muerte Siacute dijo eacutel pero no es faacutecil llegar a ella en tan buen estado como usted Siento de veras no poder complacerlo

Eran recuerdos nobles pero la viacutespera del 29 de agosto sentiacute el peso inmenso del siglo que me esperaba impasible cuando subiacute con pasos de hierro las escaleras de mi casa Entonces volviacute a ver una vez maacutes a Florina de Dios mi madre en mi cama que habiacutea sido la suya hasta su muerte y me hizo la misma bendicioacuten de la uacuteltima

Memorias de mis putas tristes 46 ______________________________________________________________________________________vez que la vi dos horas antes de morir Trastornado por la conmocioacuten lo entendiacute como el anuncio final y llameacute a Rosa Cabarcas para que me llevara a mi nintildea aquella misma noche en previsioacuten de que no se cumpliera mi ilusioacuten de sobrevivir hasta el uacuteltimo aliento de mis noventa antildeos Volviacute a llamarla a las ocho y una vez maacutes repitioacute que no era posible Tiene que serlo a cualquier precio le griteacute aterrorizado Colgoacute sin despedirse pero quince minutos despueacutes volvioacute a llamar

-Bueno aquiacute la tienes

Llegueacute a las diez y veinte de la noche y le di a Rosa Cabarcas las uacuteltimas cartas de mi vida con mis disposiciones sobre la nintildea despueacutes de mi final terrible Ella pensoacute que me habiacutea impresionado con el acuchillado y me dijo con aires de burla Si te vas a morir que no sea aquiacute imagiacutenate Pero yo le dije Di que me atropello el tren de Puerto Colombia ese pobre cacharro de laacutestima incapaz de matar a nadie

Preparado para todo aquella noche me acosteacute bocarriba a la espera del dolor final en el primer instante de mis noventa y un antildeos Oiacute campanas distantes sentiacute la fragancia del alma de Delgadina dormida de costado oiacute un grito en el horizonte sollozos de alguien que quizaacutes habiacutea muerto un siglo antes en la alcoba Entonces apagueacute la luz con el uacuteltimo aliento entrelaceacute mis dedos con los suyos para llevaacutermela de la mano y conteacute las doce campanadas de las doce con mis doce laacutegrimas finales hasta que empezaron a cantar los gallos y enseguida las campanas de gloria los cohetes de fiesta que celebraban el juacutebilo de haber sobrevivido sano y salvo a mis noventa antildeos

Mis primeras palabras fueron para Rosa Cabarcas Te compro la casa toda con la tienda y el huerto Ella me dijo Hagamos una apuesta de viejos el que se muera primero se queda con todo lo del otro firmado ante notario No porque si yo me muero todo deberiacutea ser para ella Es igual dijo Rosa Cabarcas yo me hago cargo de la nintildea y despueacutes le dejo todo lo tuyo y lo miacuteo no tengo a nadie maacutes en este mundo Mientras tanto remodelamos tu cuarto con buenos servicios aire acondicionado y tus libros y tu muacutesica

-iquestCrees que ella estaraacute de acuerdo

-Ay mi sabio triste estaacute bien que esteacutes viejo pero no pendejo -dijo Rosa Cabarcas muerta de risa- Esa pobre criatura estaacute lela de amor por ti

Saliacute a la calle radiante y por primera vez me reconociacute a miacute mismo en el horizonte remoto de mi primer siglo Mi casa callada y en orden a las seis y cuarto empezaba a gozar los colores de una aurora feliz Damiana cantaba a toda voz en la cocina y el gato redivivo enroscoacute la cola en mis tobillos y siguioacute caminando conmigo hasta mi mesa de escribir Estaba ordenando mis papeles marchitos el tintero la pluma de ganso cuando el sol estalloacute entre los almendros del parque y el buque fluvial del correo retrasado una semana por la sequiacutea entroacute bramando en el canal del puerto Era por fin la vida real con mi corazoacuten a salvo y condenado a morir de buen amor en la agoniacutea feliz de cualquier diacutea despueacutes de mis cien antildeos

Mayo de 2004

Page 10: · Web viewVivo en una casa colonial en la acera de sol del parque de San Nicolás, donde he pasado todos los días de mi vida sin mujer ni fortuna, donde vivieron y murieron mis padres,

Memorias de mis putas tristes 10 ______________________________________________________________________________________cuatro trateacute de apaciguarme con las seis suites para chelo solo de Juan Sebastiaacuten Bach en la versioacuten definitiva de don Pablo Casaacuteis Las tengo como lo maacutes sabio de toda la muacutesica pero en vez de apaciguarme como de soacutelito me dejaron en un estado de la peor postracioacuten Me adormeciacute con la segunda que me parece un poco remolona y en el suentildeo revolviacute la quejumbre del chelo con la de un buque triste que se fue Casi al instante me despertoacute el teleacutefono y la voz oxidada de Rosa Cabarcas me devolvioacute a la vida Tienes una suerte de bobo me dijo Encontreacute una pavita mejor de la que queriacuteas pero tiene un percance anda apenas por los catorce antildeos No me importa cambiar pantildeales le dije en chanza sin entender sus motivos No es por ti dijo ella pero iquestquieacuten va a pagar por miacute los tres antildeos de caacutercel

Nadie iba a pagarlos pero ella menos que nadie por supuesto Recogiacutea su cosecha entre las menores de edad que haciacutean mercado en su tienda a las cuales iniciaba y exprimiacutea hasta que pasaban a la vida peor de putas graduadas en el burdel histoacuterico de la Negra Eufemia Nunca habiacutea pagado una multa porque su patio era la arcadia de la autoridad local desde el gobernador hasta el uacuteltimo camajaacuten de alcaldiacutea y no era imaginable que a la duentildea le faltaran poderes para delinquir a su antojo De modo que sus escruacutepulos de uacuteltima hora soacutelo debiacutean ser para sacar ventajas de sus favores maacutes caros cuanto maacutes punibles El diferendo se arregloacute con el aumento de dos pesos en los servicios y acordamos que a las diez de la noche yo estuviera en su casa con cinco pesos en efectivo y por adelantado Ni un minuto antes pues la nintildea teniacutea que darles de comer y dormir a sus hermanos menores y acostar a su madre baldada por el reumatismo

Faltaban cuatro horas A medida que discurriacutean el corazoacuten se me iba llenando de una espuma acida que me estorbaba para respirar Hice un esfuerzo esteacuteril por pastorear el tiempo con los traacutemites de la vestimenta Nada nuevo por cierto si hasta Damiana dice que me visto con el ritual de un sentildeor obispo Me corteacute con la navaja barbera tuve que esperar a que se refrescara el agua de la ducha recalentada por el sol en la tuberiacutea y el esfuerzo simple de secarme con la toalla me hizo sudar de nuevo Me vestiacute de acuerdo con la ventura de la noche el traje de lino blanco la camisa a rayas azules de cuello acartonado con engrudo la corbata de seda china los botines remozados con blanco de zinc y el reloj de oro coronario con la leontina abrochada en el ojal de la solapa Al final dobleacute hacia dentro las bocapiernas de los pantalones para que no se notara que he disminuido un jeme

Tengo fama de cicatero porque nadie puede imaginarse que sea tan pobre si vivo donde vivo y la verdad es que una noche como aqueacutella estaba muy por encima de mis recursos Del cofre de los ahorros transpuesto debajo de la cama saqueacute dos pesos para alquiler del cuarto cuatro para la duentildea tres para la nintildea y cinco de reserva para mi cena y otros gastos menudos O sea los catorce pesos que me paga el perioacutedico por un mes de notas dominicales Los escondiacute en un bolsillo secreto de la pretina y me perfumeacute con el fumigador de Agua de Florida de Lanman amp Kemp-Barclay amp Co Entonces sentiacute el zarpazo del paacutenico y a la primera campanada de las ocho bajeacute a tientas las escaleras en tinieblas sudando de miedo y saliacute a la noche radiante de mis viacutesperas

Habiacutea refrescado Grupos de hombres solos discutiacutean a gritos sobre fuacutetbol en el paseo Coloacuten entre los taxis parados en bateriacutea al centro de la calzada Una banda de cobres tocaba un valse laacutenguido bajo la alameda de matarratones floridos Una de las putitas pobres que cazan clientes de solemnidad en la calle de los Notarios

Memorias de mis putas tristes 11 ______________________________________________________________________________________me pidioacute el cigarrillo de siempre y le contesteacute lo mismo de siempre Dejeacute de fumar hace hoy treinta y tres antildeos dos meses y diecisiete diacuteas Al pasar frente a El Alambre de Oro me mireacute en las vitrinas iluminadas y no me vi como me sentiacutea sino maacutes viejo y peor vestido

Poco antes de las diez abordeacute un taxi y le pediacute al chofer que me llevara al Cementerio Universal para que no supiera adonde iba en realidad Me miroacute divertido por el espejo y me dijo No me deacute estos sustos don sabio ojalaacute Dios me mantuviera tan vivo como a usted Nos bajamos juntos frente al cementerio porque eacutel no teniacutea moneda suelta y tuvimos que cambiar en La Tumba una cantina indigente donde lloran a sus muertos los borrachitos de la madrugada Cuando arreglamos cuentas el chofer me dijo en serio Tenga cuidado don que ya la casa de Rosa Cabarcas no es ni sombra de lo que fue No pude menos que darle las gracias convencido como todo el mundo de que no habiacutea ninguacuten secreto bajo el cielo para los choferes del paseo Coloacuten

Me adentreacute en un barrio de pobres que no teniacutea nada que ver con el que conociacute en mis tiempos Eran las mismas calles amplias de arenas calientes con casas de puertas abiertas paredes de tablas sin cepillar techos de palma amarga y patios de cascajo Pero su gente habiacutea perdido el sosiego En la mayoriacutea de las casas habiacutea parrandas de viernes cuyos bombos y platillos repercutiacutean en las entrantildeas Cualquiera podiacutea entrar por cincuenta centavos en la fiesta que le gustara maacutes pero tambieacuten podiacutea quedarse bailando de gorra en los sardineles Yo caminaba ansioso de que me tragara la tierra dentro de mi atuendo de filipichiacuten pero nadie se fijoacute en miacute salvo un mulato escuaacutelido que dormitaba sentado en el portoacuten de una casa de vecindad

-Adioacutes doctor -me gritoacute con todo el corazoacuten- iexclfeliz polvo

iquestQueacute podiacutea hacer sino darle las gracias Tuve que detenerme por tres veces para recobrar el respiro antes de alcanzar la uacuteltima cuesta Desde alliacute vi la enorme luna de cobre que se alzaba en el horizonte y una urgencia imprevista del vientre me hizo temer por mi destino pero pasoacute de largo Al final de la calle donde el barrio se convertiacutea en un bosque de aacuterboles frutales entreacute en la tienda de Rosa Cabarcas

No pareciacutea la misma Habiacutea sido la mama santa maacutes discreta y por lo mismo la maacutes conocida Una mujer de gran tamantildeo que queriacuteamos coronar como sargenta de bomberos tanto por la corpulencia como por la eficacia para apagar las candelas de la parroquia Pero la soledad le habiacutea disminuido el cuerpo le habiacutea avellanado la piel y afilado la voz con tanto ingenio que pareciacutea una nintildea vieja De antes soacutelo le quedaban los dientes perfectos con uno que se habiacutea hecho forrar de oro por coqueteriacutea Guardaba un luto cerrado por el marido muerto a los cincuenta antildeos de vida comuacuten y lo aumentoacute con una especie de bonete negro por la muerte del hijo uacutenico que la ayudaba en sus entuertos Soacutelo le quedaban vivos los ojos diaacutefanos y crueles y por ellos me di cuenta de que no habiacutea cambiado de iacutendole

La tienda teniacutea un foco macilento en el plafondo y casi nada para vender en los armarios que ni siquiera cumpliacutean como pantalla de un negocio a voces que todo el mundo conociacutea pero nadie reconociacutea Rosa Cabarcas estaba despachando a un cliente cuando entreacute en punta de pies No seacute si me desconocioacute de veras o si lo habiacutea fingido por guardar las formas Me senteacute en el escantildeo de espera mientras se

Memorias de mis putas tristes 12 ______________________________________________________________________________________desocupaba y trateacute de reconstruirla en la memoria como habiacutea sido Maacutes de dos veces cuando ambos estaacutebamos enteros tambieacuten ella me habiacutea sacado de espantos Creo que me leyoacute el pensamiento porque se volvioacute hacia miacute y me escudrintildeoacute con una intensidad alarmante No te pasa el tiempo suspiroacute con tristeza Yo quise halagarla A ti siacute pero para bien En serio dijo ella hasta te ha resucitado un poco la cara de caballo muerto Seraacute porque cambieacute de comedero le dije por picardiacutea Ella se animoacute Hasta donde me acuerdo teniacuteas una tranca de galeote me dijo iquestCoacutemo se porta Me escapeacute por la tangente Lo uacutenico distinto desde que no nos vemos es que a veces me arde el culo Su diagnoacutestico fue inmediato Falta de uso Soacutelo lo tengo para lo que Dios lo hizo le dije pero era cierto que me ardiacutea de tiempo atraacutes y siempre en luna llena Rosa rebuscoacute en su cajoacuten de sastre y destapoacute una latita de una pomada verde que oliacutea a linimento de aacuternica Le dices a la nintildea que te la unte con su dedito asiacute moviendo el iacutendice con una elocuencia procaz Le repliqueacute que a Dios gracias todaviacutea era capaz de defenderme sin untos guajiros Ella se burloacute Ay maestro perdoacutename la vida

Y fue a lo suyo

La nintildea estaba en el cuarto desde las diez me dijo era bella limpia y bien criada pero estaba muerta de miedo porque una amiga suya que escapoacute con un estibador de Gayra se habiacutea desangrado en dos horas Pero bueno admitioacute Rosa se entiende porque los de Gayra tienen fama de que hacen cantar a las muiacuteas Y retomoacute el hilo Pobrecita ademaacutes de todo tiene que trabajar el diacutea entero pegando botones en una faacutebrica No me parecioacute que fuera un oficio tan duro Eso creen los hombres replicoacute ella pero es peor que picar piedras Ademaacutes me confesoacute que le habiacutea dado a la nintildea un bebedizo de bromuro con valeriana y ahora estaba dormida Temiacute que la compasioacuten mera otra artimantildea para aumentar el precio pero no dijo ella mi palabra es de oro Con reglas fijas cada cosa pagada aparte en plata blanca y por adelantado Asiacute fue

La seguiacute a traveacutes del patio enternecido por la marchitez de su piel y por lo mal que andaba con las piernas hinchadas dentro de las medias de algodoacuten primario La luna llena estaba llegando al centro del cielo y el mundo se veiacutea como sumergido en aguas verdes Cerca de la tienda habiacutea una techumbre de palma para las parrandas de la administracioacuten puacuteblica con numerosos taburetes de cuero y hamacas colgadas en los horcones En el traspatio donde empezaba el bosque de aacuterboles frutales habiacutea una galeriacutea de seis alcobas de adobes sin repellar con ventanas de anjeo para los zancudos La uacutenica ocupada estaba a media luz y Tontildea la Negra cantaba en el radio una cancioacuten de malos amores Rosa Cabarcas tomoacute aire El bolero es la vida Yo estaba de acuerdo pero hasta hoy no me atreviacute a escribirlo Ella empujoacute la puerta entroacute un instante y volvioacute a salir Sigue dormidita dijo Hariacuteas bien en dejarla descansar todo lo que le pida el cuerpo tu noche es maacutes larga que la suya Yo estaba ofuscado iquestQueacute crees que debo hacer Tuacute sabraacutes dijo ella con una placidez fuera de lugar por algo eres sabio Dio media vuelta y me dejoacute solo con el terror

No habiacutea escapatoria Entreacute en el cuarto con el corazoacuten desquiciado y vi a la nintildea dormida desnuda y desamparada en la enorme cama de alquiler como la parioacute su madre Yaciacutea de medio lado de cara a la puerta alumbrada desde el plafondo por una luz intensa que no perdonaba detalle Me senteacute a contemplarla desde el borde de la cama con un hechizo de los cinco sentidos Era morena y tibia La habiacutean sometido a un reacutegimen de higiene y embellecimiento que no descuidoacute ni el vello

Memorias de mis putas tristes 13 ______________________________________________________________________________________incipiente del pubis Le habiacutean rizado el cabello y teniacutea en las untildeas de las manos y los pies un esmalte natural pero la piel del color de la melaza se veiacutea aacutespera y maltratada Los senos recieacuten nacidos pareciacutean todaviacutea de nintildeo varoacuten pero se veiacutean urgidos por una energiacutea secreta a punto de reventar Lo mejor de su cuerpo eran los pies grandes de pasos sigilosos con dedos largos y sensibles como de otras manos Estaba ensopada en un sudor fosforescente a pesar del ventilador y el calor se volviacutea insoportable a medida que avanzaba la noche Era imposible imaginar coacutemo era la cara pintorreteada a brocha gorda la espesa costra de polvos de arroz con dos parches de colorete en las mejillas las pestantildeas postizas las cejas y los paacuterpados como ahumados con negrohumo y los labios aumentados con un barniz de chocolate Pero ni los trapos ni los afeites alcanzaban a disimular su caraacutecter la nariz altiva las cejas encontradas los labios intensos Penseacute Un tierno toro de lidia

A las once fui a mis traacutemites de rutina en el bantildeo donde estaba su ropa de pobre doblada sobre una silla con un esmero de rica un traje de etamina con mariposas estampadas un calzoacuten amarillo de malapodaacuten y unas sandalias de fique Encima de la ropa habiacutea una pulsera de baratillo y una cadenita muy fina con la medalla de la Virgen En la repisa del lavabo una cartera de ruano con un laacutepiz de labios un estuche de colorete una llave y unas monedas sueltas Todo tan barato y envilecido por el uso que no pude imaginarme a nadie tan pobre como ella

Me desvestiacute y dispuse las piezas como mejor pude en el perchero para no dantildear la seda de la camisa y el planchado del lino Orineacute en el inodoro decadena sentado y como me ensentildeoacute desde nintildeo Florina de Dios para que no mojara los bordes de la bacinilla y todaviacutea modestia aparte con un chorro inmediato y continuo de potro cerrero Antes de salir me asomeacute al espejo del lavamanos El caballo que me miroacute desde el otro lado no estaba muerto sino luacutegubre y teniacutea una papada de Papa los paacuterpados abotagados y desmirriadas las crines que habiacutean sido mi melena de muacutesico

-Mierda -le dije- iquestqueacute puedo hacer si no me quieres

Tratando de no despertarla me senteacute desnudo en la cama con la vista ya acostumbrada a los engantildeos de la luz roja y la reviseacute palmo a palmo Desliceacute la yema del iacutendice a lo largo de su cerviz empapada y toda ella se estremecioacute por dentro como un acorde de arpa se volteoacute hacia miacute con un gruntildeido y me envolvioacute en el clima de su aliento aacutecido Le apreteacute la nariz con el pulgar y el iacutendice y ella se sacudioacute apartoacute la cabeza y me dio la espalda sin despertar Trateacute de separarle las piernas con mi rodilla por una tentacioacuten imprevista En las dos primeras tentativas se opuso con los muslos tensos Le canteacute al oiacutedo La cama de Delgadina de aacutengeles estaacute rodeada Se relajoacute un poco Una corriente caacutelida me subioacute por las venas y mi lento animal jubilado despertoacute de su largo suentildeo

Delgadina alma miacutea le supliqueacute ansioso Delgadina Ella lanzoacute un gemido luacutegubre escapoacute de mis muslos me dio la espalda y se enroscoacute como un caracol en su concha La poacutecima de valeriana debioacute ser tan eficaz para miacute como para ella porque nada pasoacute ni a ella ni a nadie Pero no me importoacute Me pregunteacute de queacute serviacutea despertarla humillado y triste como me sentiacutea y friacuteo como un lebranche

Niacutetidas ineluctables sonaron entonces las campanadas de las doce de la noche y empezoacute la madrugada del 29 de agosto diacutea del Martirio de San Juan Bautista

Memorias de mis putas tristes 14 ______________________________________________________________________________________Alguien lloraba a gritos en la calle y nadie le haciacutea caso Receacute por eacutel si le hiciera falta y tambieacuten por miacute en accioacuten de gracias por los beneficios recibidos No se engantildee nadie no pensando que ha de durar lo que espera maacutes que duroacute lo que vioLa nintildea gimioacute en suentildeos y receacute tambieacuten por ella Pues que todo ha de pasar por tal manera Despueacutes apagueacute el radio y la luz para dormir

Desperteacute de madrugada sin recordar doacutende estaba La nintildea seguiacutea dormida de espaldas a miacute en posicioacuten fetal Tuve la sensacioacuten indefinida de que la habiacutea sentido levantarse en la oscuridad y de haber oiacutedo el desaguumle del bantildeo pero lo mismo pudo ser un suentildeo Fue algo nuevo para miacute Ignoraba las mantildeas de la seduccioacuten y siempre habiacutea escogido al azar las novias de una noche maacutes por el precio que por los encantos y haciacuteamos amores sin amor medio vestidos las maacutes de las veces y siempre en la oscuridad para imaginarnos mejores Aquella noche descubriacute el placer inverosiacutemil de contemplar el cuerpo de una mujer dormida sin los apremios del deseo o los estorbos del pudor

Me levanteacute a las cinco inquieto porque mi nota dominical debiacutea estar en la mesa de redaccioacuten antes de las doce Hice mi deposicioacuten puntual todaviacutea con los ardores de la luna llena y cuando solteacute la cadena del agua sentiacute que ntildeus rencores del pasado se fueron por los albantildeales Cuando volviacute fresco y vestido al dormitorio la nintildea dormiacutea bocarriba a la luz conciliadora del amanecer atravesada de lado a lado en la cama con los brazos abiertos en cruz y duentildea absoluta de su virginidad Que Dios te la guarde le dije Toda la plata que me quedaba la suya y la miacutea se la puse en la almohada y me despediacute por siempre jamaacutes con un beso en la frente La casa como todo burdel al amanecer era lo maacutes cercano al paraiacuteso Saliacute por el portoacuten del huerto para no encontrarme con nadie Bajo el sol abrasante de la calle empeceacute a sentir el peso de mis noventa antildeos y a contar minuto a minuto los minutos de las noches que me haciacutean falta para morir

Memorias de mis putas tristes 15 ______________________________________________________________________________________

2Escribo esta memoria en lo poco que queda de la biblioteca que fue de mis padres y cuyos anaqueles estaacuten a punto de desplomarse por la paciencia de las polillas A fin de cuentas para lo que me falta por hacer en este mundo me bastariacutea con mis diccionarios de todo geacutenero con las dos primeras series de los Episodios nacionales de don Benito Peacuterez Galdoacutes y con La montantildea maacutegica que me ensentildeoacute a entender los humores de mi madre desnaturalizados por la tisis

A diferencia de los otros muebles y de miacute mismo el mesoacuten en que escribo parece de mejor salud con el paso del tiempo porque lo fabricoacute en maderas nobles mi abuelo paterno que fue carpintero de buques Aunque no tenga que escribir lo aderezo todas las mantildeanas con el rigor ocioso que me ha hecho perder tantos amores Al alcance de la mano tengo mis libros coacutemplices los dos tomos del Primer Diccionario Ilustrado de la Real Academiade 1903 el Tesoro de la Lengua Castellana o Espantildeola de don Sebastiaacuten de Covarrubias la gramaacutetica de don Andreacutes Bello por si hubiera alguna duda semaacutentica como es de rigor el novedoso Diccionario ideoloacutegico de don Julio Casares en especial por sus antoacutenimos y sus sinoacutenimos el Vocabolario della Liacutengua Italiana de Nicola Zingarelli para favorecerme con el idioma de mi madre que aprendiacute desde la cuna y el diccionario de latiacuten que por ser eacuteste la madre de las otras dos lo considero mi lengua natal

A la izquierda del escritorio mantengo siempre las cinco fojas de papel de hilo tamantildeo oficio para mi nota dominical y el cuerno con polvo de carta que prefiero a la moderna almohadilla de papel se cante A la derecha estaacuten el calamaio y el palillero de balso liviano con la peacutendola de oro pues todaviacutea manuscribo con la letra romaacutentica que me ensentildeoacute Florina de Dios para que no me hiciera a la caligrafiacutea oficial de su esposo que fue notario puacuteblico y contador juramentado hasta su uacuteltimo aliento Hace tiempo que se nos impuso en el perioacutedico la orden de escribir a maacutequina para mejor caacutelculo del texto en el plomo del linotipo y mayor acierto en la armada pero nunca me hice a este mal haacutebito Seguiacute escribiendo a mano y transcribiendo en la maacutequina con un arduo picoteo de gallina gracias al privilegio ingrato de ser el empleado maacutes antiguo Hoy jubilado pero no vencido gozo del privilegio sacro de escribir en casa con el teleacutefono descolgado para que nadie me disturbe y sin censor que aguaite lo que escribo por encima de mi hombro

Vivo sin perros ni paacutejaros ni gente de servicio salvo la fiel Damiana que me ha sacado de los apuros menos pensados y sigue viniendo una vez por semana para lo que haya que hacer aun como estaacute corta de vista y de cacumen Mi madre en su

Memorias de mis putas tristes 16 ______________________________________________________________________________________lecho de muerte me suplicoacute que me casara joven con mujer blanca que tuvieacuteramos por lo menos tres hijos y entre ellos una nintildea con su nombre que habiacutea sido el de su madre y su abuela Estuve pendiente de la suacuteplica pero teniacutea una idea tan flexible de la juventud que nunca me parecioacute demasiado tarde Hasta un mediodiacutea caluroso en que me equivoqueacute de puerta en la casa que teniacutean los Palomares de Castro en Pradomar y sorprendiacute desnuda a Ximena Ortiz la menor de las hijas que haciacutea la siesta en la alcoba contigua Estaba acostada de espaldas a la puerta y se volvioacute a mirarme por encima del hombro con un gesto tan raacutepido que no me dio tiempo de escapar Ay perdoacuten alcanceacute a decir con el alma en la boca Ella sonrioacute se volteoacute hacia miacute con un escorzo de gacela y seme mostroacute de cuerpo entero La estancia toda se sentiacutea saturada de su intimidad No estaba en vivas carnes pues teniacutea en la oreja una flor ponzontildeosa de peacutetalos anaranjados como la Olimpia de Manet y tambieacuten llevaba una esclava de oro en el puntildeo derecho y una gargantilla de perlas menudas Nunca imagineacute que pudiera ver algo maacutes perturbador en lo que me faltaba de vida y hoy puedo dar fe de que tuve razoacuten

Cerreacute la puerta de un golpe avergonzado de mi torpeza y con la determinacioacuten de olvidarla Pero Ximena Ortiz me lo impidioacute Me mandaba recados con amigas comunes esquelas provocadoras amenazas brutales mientras se esparciacutea la voz de que estaacutebamos locos de amor el uno por el otro sin que nos hubieacuteramos cruzado palabra Fue imposible resistir Teniacutea unos ojos de gata cimarrona un cuerpo tan provocador con ropa como sin ella y una cabellera frondosa de oro alborotado cuyo tufo de mujer me haciacutea llorar de rabia en la almohada Sabiacutea que nunca llegariacutea a ser amor pero la atraccioacuten sataacutenica que ejerciacutea sobre miacute era tan ardorosa que intentaba aliviarme con cuanta guaricha de ojos verdes me encontraba al paso Nunca logreacute sofocar el fuego de su recuerdo en la cama de Pradomar asiacute que le entregueacute mis armas con peticioacuten formal de mano intercambio de anillos y anuncio de boda grande antes de Pentecosteacutes

La noticia estalloacute con maacutes fuerza en el Barrio Chino que en los clubes sociales Primero fue con burlas pero se transformoacute en una contrariedad cierta de las acadeacutemicas que veiacutean el matrimonio como una situacioacuten maacutes ridiacutecula que sagrada Mi noviazgo cumplioacute todos los ritos de la moral cristiana en la terraza de orquiacutedeas amazoacutenicas y helechos colgados de la casa de mi prometida Llegaba a las siete de la noche todo de lino blanco y con cualquier regalo de abalorios artesanales o chocolates suizos y hablaacutebamos medio en clave y medio en serio hasta las diez con la custodia de la tiacutea Argeacutenida que se dormiacutea al primer parpadeo como las chaperonas de las novelas de la eacutepoca

Ximena iba hacieacutendose maacutes voraz cuanto mejor nos conociacuteamos se aligeraba de corpintildeos y pollerines a medida que apretaban los bochornos de junio y era faacutecil imaginarse el poder de demolicioacuten que debiacutea tener en la penumbra A los dos meses de noviazgo no teniacuteamos de queacute hablar y ella planteoacute el tema de los hijos sin decirlo tejiendo bolitas en crochet de lana cruda para recieacuten nacidos Yo novio gentil aprendiacute a tejer con ella y asiacute se nos fueron las horas inuacutetiles que faltaban para la boda yo tejiendo las botitas azules para nintildeos y ella tejiendo las rosadas para nintildeas a ver quieacuten acertaba hasta que fueron bastantes para maacutes de medio centenar de hijos Antes de que dieran las diez me subiacutea a un coche de caballos y me iba al Barrio Chino a vivir mi noche en la paz de Dios

Memorias de mis putas tristes 17 ______________________________________________________________________________________Los tempestuosos adioses de soltero que me haciacutean en el Barrio Chino iban en contraviacutea de las veladas opresivas del Club Social Contraste que a miacute me sirvioacute para saber cuaacutel de los dos mundos era en realidad el miacuteo y me hice la ilusioacuten de que eran ambos pero cada uno a sus horas pues desde cualquiera de los dos veiacutea alejarse el otro con los suspiros desgarrados con que se separan dos barcos en altamar El baile de la viacutespera en El Poder de Dios incluyoacute una ceremonia final que soacutelo podiacutea ocurriacutersele a un cura gallego encallado en la concupiscencia que vistioacute a todo el personal femenino con velos y azahares para que todas se casaran conmigo en un sacramento universal Fue una noche de grandes sacrilegios en que veintidoacutes de ellas prometieron amor y obediencia y les correspondiacute con fidelidad y sustento hasta el maacutes allaacute de la tumba

No pude dormir por el presagio de algo irremediable Desde la madrugada empeceacute a contar el paso de las horas en el reloj de la catedral hasta las siete campanadas temibles con que debiacutea estar en la iglesia El timbre del teleacutefono empezoacute a las ocho largo tenaz impredecible durante maacutes de una hora No soacutelo no contesteacute no respireacute Poco antes de las diez llamaron a la puerta primero con el puntildeo y luego con gritos de voces conocidas y abominadas Temiacutea que la derribaran por alguacuten percance grave pero hacia las once la casa quedoacute en el silencio erizado que sucede a las grandes cataacutestrofes Entonces lloreacute por ella y por miacute y receacute de todo corazoacuten para no encontrarme con ella nunca maacutes en mis diacuteas Alguacuten santo me oyoacute a medias pues Ximena Ortiz se fue del paiacutes esa misma noche y no volvioacute hasta unos veinte antildeos despueacutes bien casada y con los siete hijos que pudieron ser miacuteos

Trabajo me costoacute mantener mi puesto y mi columna en El Diario de La Paz despueacutes de aquella afrenta social Pero no fue por eso que relegaron mis notas a la paacutegina once sino por el iacutempetu ciego con que entroacute el siglo XX El progreso se convirtioacute en el mito de la ciudad Todo cambioacute volaron los aviones y un hombre de empresa tiroacute un saco de cartas desde un Junker e inventoacute el correo aeacutereo

Lo uacutenico que permanecioacute igual fueron mis notas en el perioacutedico Las nuevas generaciones arremetieron contra ellas como contra una momia del pasado que debiacutea ser demolida pero yo las mantuve en el mismo tono sin concesiones contra los aires de renovacioacuten Fui sordo a todo Habiacutea cumplido cuarenta antildeos pero los redactores joacutevenes la llamaban la Columna de Mudarra el Bastardo El director de entonces me citoacute en su oficina para pedirme que me pusiera a tono con las nuevas corrientes De un modo solemne como si acabara de inventarlo me dijo El mundo avanza Siacute le dije avanza pero dando vueltas alrededor del sol Mantuvo mi nota dominical porque no habriacutea encontrado otro inflador de cables Hoy seacute que tuve razoacuten y por queacute Los adolescentes de mi generacioacuten avorazados por la vida olvidaron en cuerpo y alma las ilusiones del porvenir hasta que la realidad les ensentildeoacute que el futuro no era como lo sontildeaban y descubrieron la nostalgia Alliacute estaban mis notas dominicales como una reliquia arqueoloacutegica entre los escombros del pasado y se dieron cuenta de que no eran soacutelo para viejos sino para joacutevenes que no tuvieran miedo de envejecer La nota volvioacute entonces a la seccioacuten editorial y en ocasiones especiales a la primera paacutegina

A quien me lo pregunta le contesto siempre con la verdad las putas no me dejaron tiempo para ser casado Sin embargo debo reconocer que nunca tuve esta explicacioacuten hasta el diacutea de mis noventa antildeos cuando saliacute de la casa de Rosa Cabarcas con la determinacioacuten de nunca maacutes provocar al destino Me sentiacutea otro El

Memorias de mis putas tristes 18 ______________________________________________________________________________________genio se me trastornoacute por la gente de tropa que vi apostada en las rejas de hierro que rodeaban el parque Encontreacute a Damiana trapeando los pisos a gatas en la sala y la juventud de los muslos a su edad me suscitoacute un temblor de otra eacutepoca Ella debioacute sentirlo porque se cubrioacute con la falda No pude reprimir la tentacioacuten de preguntarle Diacutegame una cosa Damiana iquestde queacute se acuerda No estaba acordaacutendome de nada dijo ella pero su pregunta me lo recuerda Sentiacute una opresioacuten en el pecho Nunca me he enamorado le dije Ella replicoacute en el acto Yo siacute Y terminoacute sin interrumpir su oficio Lloreacute veintidoacutes antildeos por usted El corazoacuten me dio un salto Buscando una salida digna le dije Hubieacuteramos sido una buena yunta Pues hace mal en deciacutermelo ahora dijo ella porque ya no me sirve ni de consuelo Cuando saliacutea de la casa me dijo del modo maacutes natural Usted no me creeraacute pero sigo siendo virgen a Dios gracias

Poco despueacutes descubriacute que habiacutea dejado floreros de rosas rojas por toda la casa y una tarjeta en la almohada Le deseo que llegue a los sien Con este mal sabor me senteacute a continuar la nota que habiacutea dejado a medias el diacutea anterior La termineacute con un solo aliento en menos de dos horas y tuve que torcerle el cuello al cisne para sacaacutermela de las tripas sin que se me notara el llanto Por un golpe de inspiracioacuten tardiacutea decidiacute rematarla con el anuncio de que con ella poniacutea teacutermino feliz a una vida larga y digna sin la mala condicioacuten de morirme

Mi propoacutesito era dejarla en la porteriacutea del perioacutedico y volver a casa Pero no pude El personal en pleno me esperaba para celebrarme el cumpleantildeos El edificio estaba en obra con andamies y escombros friacuteos por todas partes pero habiacutean parado la obra para la fiesta En una mesa de carpintero estaban las bebidas para el brindis y las cuelgas envueltas en papel de fantasiacutea Aturdido por los relaacutempagos de las caacutemaras me hice con todas las fotos del recuerdo

Me alegroacute encontrar alliacute a periodistas de radio y de los otros diarios de la ciudad La Prensa matutino conservador El Heraldo matutino liberal y El Nacional vespertino sensacionalista que trataba de aliviar las tensiones del orden puacuteblico con folletones pasionales No era extrantildeo que estuvieran juntos pues dentro del espiacuteritu de la ciudad fue siempre de buen recibo que se mantuvieran intactas las amistades de la tropa mientras los mariscales libraban la guerra editorial

Tambieacuten estaba alliacute fuera de horas el censor oficial don Jeroacutenimo Ortega a quien llamaacutebamos el Abominable Hombre de las Nueve porque llegaba puntual a esa hora de la noche con su laacutepiz sangriento de saacutetrapa godo Alliacute permaneciacutea hasta asegurarse de que no hubiera una letra impune en la edicioacuten de mantildeana Teniacutea una aversioacuten personal contra miacute por mis iacutenfulas de gramaacutetico o porque utilizaba palabras italianas sin comillas ni cursivas cuando me pareciacutean maacutes expresivas que en castellano como debiera ser de uso legiacutetimo entre lenguas siamesas Despueacutes de padecerlo por cuatro antildeos habiacuteamos terminado por aceptarlo como la mala conciencia de nosotros mismos

Las secretarias llevaron al saloacuten un pudiacuten con noventa velas encendidas que me enfrentaron por primera vez al nuacutemero de mis antildeos Tuve que tragarme las laacutegrimas cuando cantaron el brindis y me acordeacute de la nintildea sin ninguacuten motivo No fue un golpe de rencor sino de compasioacuten tardiacutea por una criatura de la que no esperaba volver a acordarme Cuando acaboacute de pasar el aacutengel alguien me habiacutea puesto un cuchillo en la mano para que cortara el pudiacuten Por temor a las burlas nadie se

JUAN CARLOS 161104
saacutetrapa (Del lat satrăpa este del gr σατράπης y este del aveacutestico ẖšathrapāvan protector del dominio) m Gobernador de una provincia de la antigua Persia || 2 coloq Hombre sagaz que sabe gobernarse con astucia e inteligencia o que gobierna despoacuteticamente U t c adj 13

Memorias de mis putas tristes 19 ______________________________________________________________________________________arriesgoacute a improvisar un discurso Yo hubiera preferido morirme que contestarlo Para terminar la fiesta el jefe de redaccioacuten por quien no tuve nunca gran simpatiacutea nos devolvioacute a la realidad inclemente Ahora siacute ilustre nonagenario me dijo iquestDoacutende estaacute su nota

La verdad es que toda la tarde la sentiacutea ardieacutendome como una brasa en el bolsillo pero la emocioacuten me habiacutea calado tan hondo que no tuve corazoacuten para aguar la fiesta con mi renuncia Dije Por esta vez no hay El jefe de redaccioacuten se disgustoacute por una falta que habiacutea sido inconcebible desde el siglo anterior Entieacutendalo por una vez le dije tuve una noche tan difiacutecil que amaneciacute embrutecido Pues debioacute escribir eso dijo eacutel con su humor de vinagre A los lectores les gustaraacute saber de primera mano coacutemo es la vida a los noventa Una de las secretarias tercioacute A lo mejor es un secreto delicioso dijo y me miroacute con malicia iquestO no Una raacutefaga ardiente me abrasoacute la cara Maldita sea penseacute queacute desleal es el rubor Otra radiante me sentildealoacute con el dedo iexclQueacute maravilla Todaviacutea le queda la elegancia de ruborizarse Su impertinencia me provocoacute otro rubor encima del rubor Debioacute ser una noche de ataque dijo la primera secretaria iexclQueacute envidia Y me dio un beso que me quedoacute pintado en la cara Los fotoacutegrafos se encarnizaron Ofuscado le entregueacute la nota al jefe de redaccioacuten y le dije que lo dicho antes era en broma aquiacute la tiene y escapeacute atolondrado por la uacuteltima salva de aplausos para no estar presente cuando descubrieran que era mi carta de renuncia al cabo de medio siglo de galeras

La ansiedad me duraba todaviacutea aquella noche cuando desenvolviacutea las cuelgas en mi casa Los linotipistas desacertaron con una cafetera eleacutectrica igual a las tres que teniacutea de cumpleantildeos anteriores Los tipoacutegrafos me dieron una autorizacioacuten para recoger un gato de angora en el criadero municipal La gerencia me dio una bonificacioacuten simboacutelica Las secretarias me regalaron tres calzoncillos de seda con huellas de besos estampados y una tarjeta en la que se ofreciacutean para quitaacutermelos Se me ocurrioacute que uno de los encantos de la vejez son las provocaciones que se permiten las amigas joacutevenes que nos creen fuera de servicio

Nunca supe quieacuten me mandoacute un disco con los veinticuatro preludios de Chopin por Stefan Askenase Los redactores en su mayoriacutea me regalaron libros de moda No habiacutea terminado de desenvolver los regalos cuando Rosa Cabarcas me llamoacute por teleacutefono con la pregunta que yo no queriacutea oiacuter iquestQueacute te pasoacute con la nintildea Nada dije sin pensarlo iquestTe parece nada que ni siquiera la despertaste dijo Rosa Cabarcas Una mujer no perdona jamaacutes que un hombre le desprecie el estreno Le alegueacute que la nintildea no podiacutea estar tan agotada soacutelo por pegar botones y tal vez se hiciera la dormida por miedo del mal trance Lo uacutenico grave dijo Rosa es que ella cree de verdad que ya no sirves y no me gustariacutea que lo fuera pregonando a los cuatro vientos

No le di el gusto de sorprenderme Aunque asiacute fuera le dije su estado es tan deplorable que no se puede contar con ella ni dormida ni despierta es carne de hospital Rosa Cabarcas bajoacute el tono La culpa fue de las prisas con que se hizo el trato pero tiene remedio ya veraacutes Prometioacute poner a la nintildea en confesioacuten y si era el caso obligarla a devolver la plata iquestqueacute te parece Deacutejalo de ese tamantildeo le dije aquiacute no pasoacute nada y en cambio me ha valido como una prueba de que ya no estoy para estos trotes En ese sentido la nintildea tiene razoacuten ya no sirvo Colgueacute el teleacutefono saturado por un sentimiento de liberacioacuten que no habiacutea conocido en vida miacutea y por fin a salvo de una servidumbre que me manteniacutea subyugado desde mis trece antildeos

JUAN CARLOS 161104
linotipista com Persona que maneja una linotipia13 linotipia (Del ingl linotype) f Impr Maacutequina de componer provista de matrices de la cual sale la liacutenea formando una sola pieza || 2 Impr Arte de componer con esta maacutequina 13

Memorias de mis putas tristes 20 ______________________________________________________________________________________

A las siete de la noche fui invitado de honor al concierto de Jacques Thibault y Alfred Cortot en la sala de Bellas Artes con una interpretacioacuten gloriosa de la sonata para violiacuten y piano de Ceacutesar Frank y en el intermedio escucheacute elogios inverosiacutemiles El maestro Pedro Biava nuestro muacutesico enorme me llevoacute casi a rastras a los camerinos para presentarme a los inteacuterpretes Me ofusqueacute tanto que los feliciteacute por una sonata de Schumann que no habiacutean tocado y alguien me corrigioacute en puacuteblico de mala manera La impresioacuten de que habiacutea confundido las dos sonatas por ignorancia simple quedoacute sembrada en el ambiente local y agravada por una explicacioacuten aturdida con que trateacute de remendarla el domingo siguiente en mi resentildea criacutetica del concierto

Por primera vez en mi larga vida me sentiacute capaz de matar a alguien Volviacute a casa atormentado por el diablillo que sopla al oiacutedo las respuestas devastadoras que no dimos a tiempo y ni la lectura ni la muacutesica mitigaron mi rabia Por fortuna Rosa Cabarcasme sacoacute del desvariacuteo con un grito en el teleacutefono Estoy feliz con el perioacutedico porque no pensaba que cumpliacuteas noventa sino cien Le contesteacute encrespado iquestAsiacute de jodido me viste Al contrario dijo ella lo que me sorprendioacute fue verte tan bien Queacute bueno que no eres de los viejos verdes que se aumentan la edad para que los crean en buen estado Y cambioacute sin transicioacuten Te tengo tu cuelga Me sorprendioacute de veras iquestQueacute es La nintildea dijo ella

No me tomeacute ni un instante para pensar Gracias le dije pero esa vaina es agua pasada Ella siguioacute de largo Te la mando a tu casa envuelta en papel de China y hervida con palo de saacutendalo al bantildeo mariacutea todo gratis Me mantuve firme y ella se debatioacute en una explicacioacuten pedregosa que me parecioacute sincera Dijo que la nintildea estaba en tan mal estado aquel viernes por haber cosido doscientos botones con aguja y dedal Que era verdad su miedo a las violaciones sangrientas pero ya estaba instruida para el sacrificio Que en su noche conmigo se habiacutea levantado para ir al bantildeo y que yo estaba tan profundo que le dio laacutestima despertarme pero ya me habiacutea ido cuando volvioacute a despertar en la mantildeana Me indigneacute con lo que me parecioacute una mentira inuacutetil Bueno prosiguioacute Rosa Cabarcas aun si asiacute fuera la nintildea estaacute arrepentida Pobrecita la tengo aquiacute enfrente iquestQuieres que tela pase No por Dios le dije

Habiacutea empezado a escribir cuando llamoacute la secretaria del perioacutedico El mensaje era que el director queriacutea verme al diacutea siguiente a las once de la mantildeana Llegueacute puntual El estruendo de la restauracioacuten de la casa no pareciacutea soportable el aire estaba enrarecido por los martillazos el polvo de cemento y el humo de alquitraacuten pero la redaccioacuten habiacutea aprendido a pensar en la rutina del caos Las oficinas del director en cambio heladas y silentes permaneciacutean en un paiacutes ideal que no era el nuestro

El tercer Marco Tulio con un aire adolescente se puso de pie al verme entrar sin interrumpir una conversacioacuten telefoacutenica me estrechoacute la mano por encima del escritorio y me indicoacute que me sentara Llegueacute a pensar que no habiacutea nadie en el otro extremo de la liacutenea y que eacutel haciacutea la farsa para impresionarme pero pronto descubriacute que hablaba con el gobernador y era en verdad un diaacutelogo difiacutecil entre enemigos cordiales Ademaacutes creo que se esmeraba en parecer eneacutergico delante de miacute aunque al mismo tiempo se manteniacutea de pie mientras hablaba con la autoridad

Memorias de mis putas tristes 21 ______________________________________________________________________________________Se le notaba el vicio de la pulcritud Acababa de cumplir veintinueve antildeos con cuatro idiomas y tres maestriacuteas internacionales a diferencia del primer presidente vitalicio su abuelo paterno que se hizo periodista empiacuterico despueacutes de hacer una fortuna con la trata de blancas Teniacutea maneras faacuteciles se pasaba de apuesto y sereno y lo uacutenico que poniacutea en peligro su prestancia era una nota falsa en la voz Llevaba una chaqueta deportiva con una orquiacutedea viva en la solapa y cada cosa le sentaba como si fuera de su ser natural pero nada en eacutel estaba hecho para el clima de la calle sino para la primavera de sus oficinas Yo que habiacutea gastado casi dos horas para vestirme sentiacute el oprobio de la pobreza y me aumentoacute la rabia

Con todo el veneno mortal estaba en una foto panoraacutemica del personal de planta tomada en el XXV aniversario de la fundacioacuten del perioacutedico en la que sentildealaban con una crucecita sobre la cabeza a los que iban muriendo Yo era el tercero de la derecha con el sombrero canotier la corbata de nudo grande con una perla en el prendedor el primer mostacho de coronel civil que tuve hasta los cuarenta antildeos y los espejuelos metaacutelicos de seminarista preacutesbita que no me hicieron falta despueacutes del medio siglo Habiacutea visto esa foto colgada durante antildeos en distintas oficinas pero soacutelo entonces fui sensible a su mensaje de los cuarenta y ocho empleados originales soacutelo cuatro estaacutebamos vivos y el menor de nosotros cumpliacutea una condena de veinte antildeos por asesinato muacuteltiple

El director terminoacute la llamada me sorprendioacute mirando la foto y sonrioacute Las crucecitas no las puse yo dijo Me parecen de muy mal gusto Se sentoacute al escritorio y cambioacute de tono Permiacutetame decirle que usted es el hombre maacutes impredecible que he conocido Y ante mi sorpresa se adelantoacute a todo Lo digo por su renuncia Apenas acerteacute a decir Es toda una vida El replicoacute que justo por eso no era una solucioacuten pertinente La nota le pareciacutea magniacutefica y todo lo que deciacutea de la vejez era de lo mejor que habiacutea leiacutedo nunca y no teniacutea sentido terminarla con una decisioacuten que pareciacutea maacutes bien una muerte civil Por fortuna dijo el Abominable Hombre de las Nueve la leyoacute cuando ya estaba armada la paacutegina editorial y le parecioacute inadmisible Sin consultarlo con nadie la tachoacute de arriba abajo con su laacutepiz de Torquemada Cuando lo supe esta mantildeana ordeneacute mandar una nota de protesta a la Gobernacioacuten Era mi deber pero entre nos puedo decirle que estoy muy agradecido por la arbitrariedad del censor De modo que no estaba dispuesto a aceptar que suspendiera la nota Se lo suplico con toda el alma dijo No abandone el barco en altamar Y concluyoacute con un gran estilo Todaviacutea nos queda mucho por hablar de muacutesica

Lo vi tan decidido que no me atreviacute a agravar la discrepancia con un argumento de distraccioacuten El problema en realidad era que tampoco entonces encontraba un motivo decente para abandonar la noria y me aterrorizoacute la idea de decirle que siacute una vez maacutes soacutelo por ganar tiempo Tuve que reprimirme para que no se me notara la emocioacuten impuacutedica que me apremiaba las laacutegrimas Y otra vez como siempre quedamos en las mismas de siempre despueacutes de tantos antildeos

La semana siguiente presa de un estado que era maacutes de confusioacuten que de alegriacutea paseacute por el criadero a recoger el gato que me habiacutean regalado los impresores Tengo muy mala quiacutemica con los animales por lo mismo que la tengo con los nintildeos antes de que empiecen a hablar Me parecen mudos del alma No los odio pero no puedo soportarlos porque no aprendiacute a negociar con ellos Me parece contra natura que un hombre se entienda mejor con su perro que con su esposa que lo ensentildee a

JUAN CARLOS 161104
noria (Del aacuter hisp nalsquouacutera y este del aacuter claacutes nālsquoūrah infl por acequia y acenia) f Maacutequina compuesta de dos grandes ruedas engranadas que mediante cangilones sube el agua de los pozos acequias etc || 2 Pozo formado en forma comuacutenmente ovalada del cual se saca el agua con la maacutequina || 3 Artilugio de feria consistente en una gran rueda con asientos que gira verticalmente13

Memorias de mis putas tristes 22 ______________________________________________________________________________________comer y descomer a sus horas a contestar preguntas y a compartir sus penas Pero no recoger el gato de los tipoacutegrafos habriacutea sido un desaire Ademaacutes era un precioso ejemplar de angora de pelambre rosada y tersa y ojos iluminados cuyos maullidos pareciacutean a punto de ser palabras Me lo dieron en una canasta de mimbre con un certificado de su estirpe y un manual de uso como el de las bicicletas para armar

Una patrulla militar verificaba la identidad de los transeuacutentes antes de autorizar el paso por el parque de San Nicolaacutes Nunca habiacutea visto nada igual ni podiacutea imaginarme nada maacutes descorazonador como siacutentoma de mi vejez Era una patrulla de cuatro al mando de un oficial casi adolescente Los agentes eran hombres de paacuteramos duros y callados con un olor de establo El oficial los vigilaba a todos con las mejillas chapeadas de los andinos en la playa Despueacutes de revisar mi ceacutedula de identidad y mi credencial de prensa me preguntoacute queacute llevaba en la cesta Un gato le dije El quiso verlo Destapeacute la cesta con toda precaucioacuten por temor de que escapara pero un agente quiso ver si no habiacutea algo maacutes en el fondo y el gato le tiroacute un zarpazo El oficial se interpuso Es una joya de angora dijo Lo acaricioacute mientras murmuraba algo y el gato no lo agredioacute pero tampoco le hizo caso iquestCuaacutentos antildeos tiene preguntoacute No seacute le dije acaban de regalaacutermelo Se lo pregunto porque se ve que es muy viejo diez antildeos quizaacutes Quise preguntarle coacutemo lo sabiacutea y muchas cosas maacutes pero a despecho de sus buenas maneras y su habla florida no me sentiacutea con estoacutemago para hablar con eacutel Me parece que es un gato abandonado que ha pasado por muchas dijo Obseacutervelo no lo acomode a usted sino al contrario usted a eacutel y deacutejelo hasta que se gane su confianza Cerroacute la tapa de la cesta y me preguntoacute iquestEn queacute trabaja usted Soy periodista iquestDesde cuaacutendo Desde hace un siglo le dije No lo dudo dijo eacutel Me estrechoacute la mano y se despidioacute con un frase que lo mismo podiacutea ser un buen consejo que una amenaza

-Cuiacutedese mucho

Al mediodiacutea desconecteacute el teleacutefono para refugiarme en la muacutesica con un programa exquisito la rapsodia para clarinete y orquesta de Wagner la de saxofoacuten de Debussy y el quinteto para cuerdas de Bruckner que es un remanso edeacutenico en el cataclismo de su obra Y de pronto me encontreacute envuelto en las tinieblas del estudio Sentiacute deslizarse debajo de mi mesa algo que no me parecioacute un cuerpo vivo sino una presencia sobrenatural que me rozoacute los pies y salteacute con un grito Era el gato con la hermosa cola empenachada su lentitud misteriosa y su estirpe miacutetica y no pude evitar el escalofriacuteo de estar solo en la casa con un ser vivo que no fuera humano

Cuando dieron las siete en la catedral habiacutea una estrella sola y liacutempida en el cielo color de rosas un buque lanzoacute un adioacutes desconsolado y sentiacute en la garganta el nudo gordiano de todos los amores que pudieron haber sido y no fueron No soporteacute maacutes Descolgueacute el teleacutefono con el corazoacuten en la boca marqueacute los cuatro nuacutemeros muy despacio para no equivocarme y al tercer timbrazo reconociacute la voz Bueno mujer le dije con un suspiro de alivio Perdoacutename el berrinche de esta mantildeana Ella tranquila No te preocupes estaba esperando tu llamada Le advertiacute Quiero que la nintildea me espere como Dios la echoacute al mundo y sin barnices en la cara Ella hizo su risa gutural Lo que tuacute digas dijo pero te pierdes el gusto de encuerar la pieza por pieza como les encanta a los viejos no seacute por queacute Yo siacute seacute le dije Porque se estaacuten volviendo cada vez maacutes viejos Ella lo dio por hecho

JUAN CARLOS 161104
gordiano (De Gordio rey de Frigia) V nudo
JUAN CARLOS 161104
paacuteramo (Del lat parămus voz de or prerromano) m Terreno yermo raso y desabrigado || 2 Lugar sumamente friacuteo y desamparado || 3 Col y Ecuad llovizna 13

Memorias de mis putas tristes 23 ______________________________________________________________________________________-Estaacute bien -dijo- entonces esta noche a las diez en punto antes de que se enfriacutee la pescada

Memorias de mis putas tristes 24 ______________________________________________________________________________________

3

iquestCoacutemo podiacutea llamarse La duentildea no me lo habiacutea dicho Cuando me hablaba de ella soacutelo deciacutea la nintildea Y yo lo habiacutea convertido en un nombre de pila como la nintildea de los ojos o la carabela menor Ademaacutes Rosa Cabarcas poniacutea a sus pupilas un nombre distinto para cada cliente A miacute me divertiacutea adivinarlos por las caras y desde el principio estuve seguro de que la nintildea teniacutea uno largo como Filomena Saturnina o Nicolasa En eacutesas estaba cuando ella se dio media vuelta en la cama y quedoacute de espaldas a miacute y me parecioacute que habiacutea dejado un charco de sangre del tamantildeo y la forma del cuerpo Fue un sobresalto instantaacuteneo hasta que comprobeacute que era la humedad del sudor en la saacutebana

Rosa Cabarcas me habiacutea aconsejado que la tratara con cautela pues auacuten le duraba el susto de la primera vez Es maacutes creo que la misma solemnidad del rito le habiacutea agravado el miedo y habiacutean tenido que aumentarle la dosis de valeriana pues dormiacutea con tal placidez que habriacutea sido una laacutestima despertarla sin arrullos De modo que empeceacute a secarla con la toalla mientras le cantaba en susurros la cancioacuten de Delgadina la hija menor del rey requerida de amores por su padre A medida que la secaba ella iba mostraacutendome los flancos sudados al compaacutes de mi canto Delgadina Delgadina tuacute seras mi prenda amada Fue un placer sin liacutemites pues ella volviacutea a sudar por un costado cuando acababa de secarla por el otro para que la cancioacuten no terminara nunca Levaacutentate Delgadina ponte tu falda de seda le cantaba al oiacutedo Al final cuando los criados del rey la encontraron muerta de sed en su cama me parecioacute que mi nintildea habiacutea estado a punto de despertar al escuchar el nombre Asiacute que era ella Delgadina

Volviacute a la cama con mis calzoncillos de besos estampados y me tendiacute junto a ella Dormiacute hasta las cinco al arrullo de su respiracioacuten apacible Me vestiacute a toda prisa sin lavarme y soacutelo entonces vi la sentencia escrita con laacutepiz labial en el espejo del lavabo El tigre no come lejos Seacute que no estaba la noche anterior y nadie podiacutea haber entrado en el cuarto de modo que la entendiacute como la cuelga del diablo Un trueno terroriacutefico me sorprendioacute en la puerta y el cuarto se llenoacute del olor premonitorio de la tierra mojada No tuve tiempo para escapar ileso Antes de que encontrara un taxi se precipitoacute un aguacero grande de los que suelen desordenar la ciudad entre mayo y octubre pues las calles de arenas ardientes que bajan hacia el riacuteo se convierten en torrenteras que arrastran cuanto encuentran a su paso Las aguas de aquel septiembre raro despueacutes de tres meses de sequiacutea podiacutean ser tan providenciales como devastadoras

Memorias de mis putas tristes 25 ______________________________________________________________________________________Desde que abriacute la puerta de casa me salioacute al encuentro la sensacioacuten fiacutesica de que no estaba solo Alcanceacute a ver el celaje del gato que saltoacute del sofaacute y se escabulloacute por el balcoacuten En su plato quedaban las sobras de una comida que yo no le habiacutea servido La peste de sus orines rancios y su caca caliente habiacutean contaminado todo Me habiacutea dedicado a estudiarlo como estudieacute el latiacuten El manual deciacutea que los gatos escarban en la tierra para esconder su estieacutercol y que en las casas sin patio como eacutesta lo hariacutean en las macetas de plantas o en cualquier otro escondrijo Lo apropiado era prepararles desde el primer diacutea una caja con arena para orientarles el haacutebito y asiacute lo hice Tambieacuten deciacutea que lo primero que hacen en casa nueva es marcar su territorio orinando por todas partes y aqueacutel pudo ser el caso pero el manual no deciacutea coacutemo remediarlo Seguiacutea sus trazas para familiarizarme con sus haacutebitos originales pero no di con sus escondites secretos sus sitios de reposo las causas de sus humores volubles Quise ensentildearlo a comer en sus horas a usar la cajita de arena en la terraza a no subirse en mi cama mientras yo dormiacutea ni a olisquear los alimentos en la mesa y no pude hacerle entender que la casa era suya por derecho propio y no como un botiacuten de guerra De modo que lo dejeacute a su aire

Al atardecer enfrenteacute el aguacero cuyos vientos huracanados amenazaban con desquiciar la casa Sufriacute un ataque de estornudos sucesivos me doliacutea el craacuteneo y teniacutea fiebre pero me sentiacutea poseiacutedo por una fuerza y una determinacioacuten que nunca tuve a ninguna edad y por ninguna causa Puse calderos en el piso para recoger las goteras y me di cuenta de que habiacutean aparecido otras nuevas desde el invierno anterior La maacutes grande habiacutea empezado a inundar el flanco derecho de la biblioteca Me apresureacute a rescatar a los autores griegos y latinos que viviacutean por aquel rumbo pero al quitar los libros encontreacute un chorro de alta presioacuten que saliacutea de un tubo roto en el fondo del muro Lo amordaceacute con trapos hasta donde pude para darme el tiempo de salvar los libros El estreacutepito del agua y el aullido del viento arreciaron en el parque De pronto un relaacutempago fantasmal y su trueno simultaacuteneo impregnaron el aire de un fuerte olor de azufre el viento desbaratoacute las vidrieras del balcoacuten y la tremenda borrasca de mar rompioacute los cerrojos y se metioacute dentro de la casa Sin embargo antes de diez minutos escampoacute de un tajo Un sol espleacutendido secoacute las calles llenas de escombros varados y volvioacute el calor

Cuando pasoacute el aguacero seguiacutea con la sensacioacuten de que no estaba solo en la casa Mi uacutenica explicacioacuten es que asiacute como los hechos reales se olvidan tambieacuten algunos que nunca fueron pueden estar en los recuerdos como si hubieran sido Pues si evocaba la emergencia del aguacero no me veiacutea a miacute mismo solo en la casa sino siempre acompantildeado por Delgadina La habiacutea sentido tan cerca en la noche que percibiacutea el rumor de su aliento en el dormitorio y los latidos de su mejilla en mi almohada Soacutelo asiacute entendiacute que hubieacuteramos podido hacer tanto en tan poco tiempo Me recordaba subido en el escabel de la biblioteca y la recordaba a ella despierta con su trajecito de flores recibiendo los libros para ponerlos a salvo La veiacutea correr de un lado al otro de la casa batallando con la tormenta empapada de lluvia con el agua a los tobillos Recordaba coacutemo preparoacute al diacutea siguiente un desayuno que nunca fue y puso la mesa mientras yo secaba los pisos y poniacutea orden en el naufragio de la casa Nunca olvideacute su mirada sombriacutea mientras desayunaacutebamos iquestPor queacute me conociste tan viejo Le contesteacute la verdad La edad no es la que uno tiene sino la que uno siente

Desde entonces la tuve en la memoria con tal nitidez que haciacutea de ella lo que queriacutea Le cambiaba el color de los ojos seguacuten mi estado de aacutenimo color de agua al

JUAN CARLOS 161104
escabel (Quizaacute del cat ant escabell y este del lat scabellum) m Tarima pequentildea que se pone delante de la silla para que descansen los pies de quien estaacute sentado || 2 Asiento pequentildeo hecho de tablas sin respaldo || 3 Persona o circunstancia de que alguien se aprovecha para medrar por lo general ambiciosamente13

Memorias de mis putas tristes 26 ______________________________________________________________________________________despertar color de almiacutebar cuando reiacutea color de lumbre cuando la contrariaba La vestiacutea para la edad y la condicioacuten que conveniacutean a mis cambios de humor novicia enamorada a los veinte antildeos puta de saloacuten a los cuarenta reina de Babilonia a los setenta santa a los cien Cantaacutebamos duetos de amor de Puccini boleros de Agustiacuten Lara tangos de Carlos Gardel y comprobaacutebamos una vez maacutes que quienes no cantan no pueden imaginar siquiera lo que es la felicidad de cantar Hoy seacute que no fue una alucinacioacuten sino un milagro maacutes del primer amor de mi vida a los noventa antildeos

Cuando la casa estuvo en orden llameacute a Rosa Cabarcas iexclDios Santo exclamoacute al oiacuter mi voz creiacute que te habiacuteas ahogado No podiacutea entender que hubiera vuelto a pasar la noche con la nintildea sin tocarla Tienes todo el derecho de que no te guste pero al menos poacutertate como un adulto Trateacute de explicarle pero ella cambioacute el tema sin transicioacuten De todos modos te tengo vista otra un poco mayor bella y tambieacuten virgen Su papaacute quiere cambiarla por una casa pero se puede discutir un descuentoSe me heloacute el corazoacuten Ni maacutes faltaba protesteacute asustado quiero la misma y como siempre sin fracasos sin peleas sin malos recuerdos Hubo un silencio en la liacutenea y por fin la voz sumisa con que dijo como para siacute misma Bueno esto debe ser lo que los meacutedicos llaman demencia senil

Fui a las diez de la noche con un chofer conocido por la extrantildea virtud de no hacer preguntas Lleveacute un ventilador portaacutetil y un cuadro de Orlando Rivera el querido Figurita y un martillo y un clavo para colgarlo En el camino hice una parada para comprar cepillos de dientes pasta dentiacutefrica jaboacuten de olor Agua de Florida tabletas de regaliz Quise llevar tambieacuten un buen florero y un ramo de rosas amarillas para conjurar la pava de las flores de papel pero no encontreacute nada abierto y tuve que robarme en un jardiacuten privado un ramo de astromelias recieacuten nacidas

Por instrucciones de la duentildea llegueacute desde entonces por la calle de atraacutes del lado del acueducto para que nadie me viera entrar por el portoacuten del huerto El chofer me previno Cuidado sabio en esa casa matan Le contesteacute Si es por amor no importa El patio estaba en tinieblas pero habiacutea luces de vida en las ventanas y un revoltijo de muacutesicas en los seis cuartos En el miacuteo a volumen maacutes alto distinguiacute la voz caacutelida de don Pedro Vargas el tenor de Ameacuterica con un bolero de Miguel Matamoros Sentiacute que iba a morir Empujeacute la puerta con la respiracioacuten desbaratada y vi a Delgadina en la cama como en mis recuerdos desnuda y dormida en santa paz del lado del corazoacuten

Antes de acostarme arregleacute el tocador puse el ventilador nuevo en lugar del oxidado y colgueacute el cuadro donde ella pudiera verlo desde la cama Me acosteacute a su lado y la reconociacute palmo a palmo Era la misma que andaba por mi casa las mismas manos que me reconociacutean al tacto en la oscuridad los mismos pies de pasos tenues que se confundiacutean con los del gato el mismo olor del sudor de mis saacutebanas el dedo del dedal Increiacuteble vieacutendola y tocaacutendola en carne y hueso me pareciacutea menos real que en mis recuerdos

Hay un cuadro en la pared de enfrente le dije Lo pintoacute Figurita un hombre a quien quisimos mucho el mejor bailariacuten de burdeles que existioacute jamaacutes y de tan buen corazoacuten que le teniacutea laacutestima al diablo Lo pintoacute con barniz de buques en el lienzo chamuscado de un avioacuten que se estrelloacute en la Sierra Nevada de Santa Marta y con pinceles fabricados por eacutel con pelos de su perro La mujer pintada es una monja que

Memorias de mis putas tristes 27 ______________________________________________________________________________________secuestroacute de un convento y se casoacute con ella Aquiacute lo dejo para que sea lo primero que veas al despertar

No habiacutea cambiado de posicioacuten cuando apagueacute la luz a la una de la madrugada y su respiracioacuten era tan tenue que le tomeacute el pulso para sentirla viva La sangre circulaba por sus venas con la fluidez de una cancioacuten que se ramificaba hasta los aacutembitos maacutes recoacutenditos de su cuerpo y volviacutea al corazoacuten purificada por el amor

Antes de irme al amanecer dibujeacute en un papel las liacuteneas de su mano y se las di a leer a la Diva Sahibiacute para conocer su alma Y fue asiacute una persona que soacutelo dice lo que piensa Es perfecta para trabajos manuales Tiene contacto con alguien que ya murioacute y del cual espera ayuda pero estaacute equivocada la ayuda que busca estaacute al alcance de su mano No ha tenido ninguna unioacuten pero va a morir mayor y casada Ahora tiene un hombre moreno que no ha de ser el de su vida Puede tener ocho hijos pero se va a decidir soacutelo por tres A los treinta y cinco antildeos si hace lo que le indique el corazoacuten y no la mente va a manejar mucho dinero y a los cuarenta recibiraacute una herencia Va a viajar mucho Tiene doble vida y doble suerte y puede influir sobre su propio destino Le gusta probar todo por curiosidad pero va a arrepentirse si no se orienta por el corazoacuten

Atormentado de amor hice reparar los estragos de la borrasca y aprovecheacute para hacer otros muchos remiendos que veniacutea demorando desde antildeos por insolvencia o por desidia Reorganiceacute la biblioteca en el orden en que habiacutea leiacutedo los libros Por uacuteltimo remateacute la pianola como reliquia histoacuterica con sus maacutes de cien rollos de claacutesicos y compreacute un tocadiscos usado pero mejor que el miacuteo con parlantes de alta fidelidad que engrandecieron el aacutembito de la casa Quedeacute al borde de la ruina pero bien compensado por el milagro de estar vivo a mi edad

La casa renaciacutea de sus cenizas y yo navegaba en el amor de Delgadina con una intensidad y una dicha que nunca conociacute en mi vida anterior Gracias a ella me enfrenteacute por vez primera con mi ser natural mientras transcurriacutean mis noventa antildeos Descubriacute que mi obsesioacuten de que cada cosa estuviera en su puesto cada asunto en su tiempo cada palabra en su estilo no era el premio merecido de una mente en orden sino al contrario todo un sistema de simulacioacuten inventado por miacute para ocultar el desorden de mi naturaleza Descubriacute que no soy disciplinado por virtud sino como reaccioacuten contra mi negligencia que parezco generoso por encubrir mi mezquindad que me paso de prudente por mal pensado que soy conciliador para no sucumbir a mis coacuteleras reprimidas que soacutelo soy puntual para que no se sepa cuan poco me importa el tiempo ajeno Descubriacute en fin que el amor no es un estado del alma sino un signo del zodiacuteaco

Me volviacute otro Trateacute de releer los claacutesicos que me orientaron en la adolescencia y no pude con ellos Me sumergiacute en las letras romaacutenticas que repudieacute cuando mi madre quiso imponeacutermelas con mano dura y por ellas tomeacute conciencia de que la fuerza invencible que ha impulsado al mundo no son los amores felices sino los contrariados Cuando mis gustos en muacutesica hicieron crisis me descubriacute atrasado y viejo y abriacute mi corazoacuten a las delicias del azar

Me pregunto coacutemo pude sucumbir en este veacutertigo perpetuo que yo mismo provocaba y temiacutea Flotaba entre nubes erraacuteticas y hablaba conmigo mismo ante el espejo con la vana ilusioacuten de averiguar quieacuten soy Era tal mi desvariacuteo que en una manifestacioacuten

Memorias de mis putas tristes 28 ______________________________________________________________________________________estudiantil con piedras y botellas tuve que sacar fuerzas de flaqueza para no ponerme al frente con un letrero que consagrara mi verdad Estoy loco de amor

Obnubilado por la evocacioacuten inclemente de Delgadina dormida cambieacute sin la menor malicia el espiacuteritu de mis notas dominicales Fuera cual fuera el asunto las escribiacutea para ella las reiacutea y las lloraba para ella y en cada palabra se me iba la vida En lugar de la foacutermula de gacetilla tradicional que tuvieron desde siempre las escribiacute como cartas de amor que cada quien podiacutea hacer suyas Propuse en el perioacutedico que el texto no se alzara en linotipo sino que fuera publicado con mi caligrafiacutea florentina Al jefe de redaccioacuten coacutemo no le parecioacute otro acceso de vanidad senil pero el director general lo convencioacute con una frase que todaviacutea anda suelta por la redaccioacuten

-No se equivoque los loquitos mansos se adelantan al porvenir

La respuesta puacuteblica fue inmediata y entusiasta con numerosas cartas de lectores enamorados Algunas las leiacutean en los noticieros de radio con urgencias de uacuteltima hora y se hicieron copias en mimeoacutegrafos o papel carboacuten que vendiacutean como cigarrillos de contrabando en las esquinas de la calle San Blas Desde el principio fue evidente que obedeciacutean a las ansias de expresarme pero me hice a la costumbre de tomarlas en cuenta al escribir y siempre con la voz de un hombre de noventa antildeos que no aprendioacute a pensar como viejo La comunidad intelectual como de soacutelito se mostroacute timorata y dividida y hasta los grafoacutelogos menos pensados montaron controversias por los anaacutelisis erraacuteticos de mi caligrafiacutea Fueron ellos los que dividieron los aacutenimos recalentaron la poleacutemica y pusieron de moda la nostalgia

Antes del fin del antildeo me habiacutea arreglado con Rosa Cabarcas para dejar en el cuarto el abanico eleacutectrico los recursos del tocador y lo que siguiera llevando en el futuro para hacerlo vivible Llegaba a las diez siempre con algo nuevo para ella o para gusto de ambos y dedicaba unos minutos a sacar la utileriacutea escondida para armar el teatro de nuestras noches Antes de irme nunca maacutes tarde de las cinco volviacutea a asegurar todo bajo llave La alcoba quedaba entonces tan escuaacutelida como fue en sus oriacutegenes para los amores tristes de los clientes casuales Una mantildeana oiacute que Marcos Peacuterez la voz maacutes escuchada de la radio desde el amanecer habiacutea decidido leer mi nota dominical en su noticiero de los lunes Cuando pude reprimir la naacuteusea dije sobrecogido Ya lo sabes Delgadina la fama es una sentildeora muy gorda que no duerme con uno pero cuando uno despierta estaacute siempre miraacutendonos frente a la cama

Uno de esos diacuteas me quedeacute a desayunar con Rosa Cabarcas que empezaba a parecerme menos decreacutepita a pesar del luto severo y del bonete negro que ya le tapaba las cejas Sus desayunos teniacutean fama de espleacutendidos con una carga de pimienta que me haciacutea llorar Al primer bocado de fuego vivo le dije bantildeado en laacutegrimas Esta noche no me haraacute falta la luna llena para que me arda el culo No te quejes dijo ella Si te arde es porque todaviacutea lo tienes a Dios gracias

Se sorprendioacute cuando mencioneacute el nombre de Delgadina No se llama asiacute dijo se llama No me lo digas la interrumpiacute para miacute es Delgadina Ella se encogioacute de hombros Bueno al fin y al cabo es tuya pero me parece un nombre de diureacutetico Le conteacute lo del letrero del tigre que la nintildea habiacutea escrito en el espejo No pudo ser ella

JUAN CARLOS 161104
timorato ta (Del lat timorātus) adj Tiacutemido indeciso encogido || 2 Dicho de una persona Que se escandaliza con exageracioacuten de cosas que no le parecen conformes a la moral convencional || 3 Que tiene temor de Dios y se gobierna por eacutel en sus operaciones
JUAN CARLOS 161104
obnubilar (Del lat obnubilāre) tr nublar (ǁ ofuscar o confundir) U t c prnl || 2 embelesar U t c prnl || 3 nublar (ǁ enturbiar la visioacuten) U t c prnl

Memorias de mis putas tristes 29 ______________________________________________________________________________________dijo Rosa porque no sabe leer ni escribir iquestEntonces quieacuten Ella se encogioacute de hombros Puede ser de alguien que se murioacute en el cuarto

Yo aprovechaba aquellos desayunos para desahogarme con Rosa Cabarcas y le pediacutea favores miacutenimos para el bienestar y el buen ver de Delgadina Me los concediacutea sin pensarlo con una picardiacutea de colegiala iexclQueacute risa me dijo por aquellos diacuteas Me siento como si me estuvieras pidiendo su mano Y a propoacutesito se le ocurrioacute iquestpor queacute no te casas con ella Me quedeacute de una pieza En serio insistioacute te sale maacutes barato Al fin y al cabo el problema a tu edad es servir o no servir pero ya me dijiste que lo tienes resuelto Le saliacute al paso El sexo es el consuelo que uno tiene cuando no le alcanza el amor

Ella soltoacute la risa Ay mi sabio siempre supe que eres muy hombre que siempre lo fuiste y me alegra que lo sigas siendo mientras tus enemigos entregan las armas Con razoacuten se habla tanto de ti iquestOiacuteste a Marcos Peacuterez Todo el mundo lo oye le dije para cortar el tema Pero ella insistioacute Tambieacuten el profesor Camacho y Cano en La hora de todo un poco dijo ayer que el mundo ya no es lo que era porque no quedan muchos hombres como tuacute

Aquel fin de semana encontreacute a Delgadina con fiebre y tos Desperteacute a Rosa Cabarcas para que me diera alguacuten remedio casero y me llevoacute al cuarto un botiquiacuten de primeros auxilios Dos diacuteas despueacutes Delgadina seguiacutea postrada y no habiacutea podido volver a su rutina de pegar botones El meacutedico le habiacutea prescrito un tratamiento casero para una gripa comuacuten que cederiacutea en una semana pero se alarmoacute por su estado general de desnutricioacuten Dejeacute de verla y sentiacute que me haciacutea falta y aprovecheacute para arreglar el cuarto sin ella

Lleveacute tambieacuten un dibujo a pluma de Cecilia Porras para Todos estaacutebamos a la espera el libro de cuentos de Alvaro Cepeda Lleveacute los seis tomos de Juan Cristoacutebal de Romain Rolland para pastorear mis vigilias De modo que cuando Delgadina pudo volver a la habitacioacuten la encontroacute digna de una felicidad sedentaria el aire purificado con un insecticida aromaacutetico paredes color de rosa laacutemparas matizadas flores nuevas en los floreros mis libros favoritos los buenos cuadros de mi madre colgados de otro modo seguacuten los gustos de hoy Habiacutea cambiado el viejo radio por uno de onda corta que manteniacutea sintonizado en un programa de muacutesica culta para que Delgadina aprendiera a dormir con los cuartetos de Mozart pero una noche lo encontreacute en una estacioacuten especializada en boleros de moda Era el gusto de ella sin duda y lo asumiacute sin dolor pues tambieacuten yo lo habiacutea cultivado con el corazoacuten en mis mejores diacuteas Antes de volver a casa al diacutea siguiente escribiacute en el espejo con el laacutepiz de labios Nintildea miacutea estamos solos en el mundo

Por esa eacutepoca tuve la rara impresioacuten de que se estaba volviendo mayor antes de tiempo Se lo comenteacute a Rosa Cabarcas y a ella le parecioacute natural Cumple quince antildeos el cinco de diciembre me dijo Una Sagitario perfecta Me inquietoacute que fuera tan real como para cumplir antildeos iquestQueacute podriacutea regalarle Una bicicleta dijo Rosa Cabarcas Tiene que atravesar la ciudad dos veces al diacutea para ir a pegar botones Me mostroacute en la trastienda la bicicleta que usaba y de verdad me parecioacute un cacharro indigno de una mujer tan bien amada Sin embargo me conmovioacute como la prueba tangible de que Delgadina existiacutea en la vida real

Memorias de mis putas tristes 30 ______________________________________________________________________________________Cuando fui a comprar la mejor bicicleta para ella no pude resistir la tentacioacuten de probarla y di algunas vueltas casuales en la rampa del almaceacuten Al vendedor que me preguntoacute la edad le contesteacute con la coqueteriacutea de la vejez Voy a cumplir noventa y uno El empleado dijo justo lo que yo queriacutea Pues representa veinte menos Yo mismo no entendiacutea coacutemo conservaba la praacutectica del colegio y me sentiacute colmado por un gozo radiante Empeceacute a cantar Primero para miacute mismo en voz baja y despueacutes a todo pecho con iacutenfulas del gran Caruso por entre los bazares abigarrados y el traacutefico demente del mercado puacuteblico La gente me miraba divertida me gritaban me incitaban a participar en la Vuelta a Colombia en silla de ruedas Yo les haciacutea con la mano un saludo de navegante feliz sin interrumpir la cancioacuten Esa semana en homenaje a Diciembre escribiacute otra nota atrevida Coacutemo ser feliz en bicicleta a los noventa antildeos

La noche de su cumpleantildeos le canteacute a Delgadina la cancioacuten completa y la beseacute por todo el cuerpo hasta quedarme sin aliento la espina dorsal veacutertebra por veacutertebra hasta las nalgas laacutenguidas el costado del lunar el de su corazoacuten inagotable A medida que la besaba aumentaba el calor de su cuerpo y exhalaba una fragancia montuna Ella me respondioacute con vibraciones nuevas en cada pulgada de su piel y en cada una encontreacute un calor distinto un sabor propio un gemido nuevo y toda ella resonoacute por dentro con un arpegio y sus pezones se abrieron en flor sin tocarlos Empezaba a adormecerme en la madrugada cuando sentiacute como un rumor de muchedumbres en el mar y un paacutenico de los aacuterboles que me atravesaron el corazoacuten Entonces fui al bantildeo y escribiacute en el espejo Delgadina de mi vida llegaron las brisas de Navidad Uno de mis recuerdos maacutes felices fue un trastorno que sentiacute una mantildeana como aqueacutella al salir de la escuela iquestQueacute me pasa La maestra me dijo alelada Ay nintildeo iquestno ves que son las brisas Ochenta antildeos despueacutes volviacute a sentirlo cuando me desperteacute en la cama de Delgadina y era el mismo diciembre que volviacutea puntual con sus cielos diaacutefanos las tormentas de arena los torbellinos callejeros que Desentechaban casas y les alzaban las faldas a las colegialas La ciudad adquiriacutea por entonces una resonancia fantasmal En noches de brisa podiacutean escucharse los gritos del mercado puacuteblico hasta en los barrios maacutes altos como si estuvieran a la vuelta de la esquina No era raro entonces que las raacutefagas de diciembre nos permitieran encontrar por sus voces a los amigos desperdigados en burdeles remotos

Sin embargo tambieacuten con las brisas me llegoacute la mala noticia de que Delgadina no podiacutea pasar las navidades conmigo sino con su familia Si algo detesto en este mundo son las fiestas obligatorias en que la gente llora porque estaacute alegre los fuegos de artificio los villancicos lelos las guirnaldas de papel crespoacuten que nada tienen que ver con un nintildeo que nacioacute hace dos mil quinientos antildeos en una caballeriza indigente Sin embargo cuando llegoacute la noche no pude resistir la nostalgia y me fui al cuarto sin ella Dormiacute bien y desperteacute junto a un oso de peluche que caminaba en dos patas como si fuera polar y una tarjeta que deciacutea Para el papaacute feo Rosa Cabarcas me habiacutea dicho que Delgadina estaba aprendiendo a leer con mis clases escritas en el espejo y su buena letra me parecioacute admirable Pero ella misma me defraudoacute con la noticia peor de que el oso era un regalo suyo asiacute que la noche de Antildeo Nuevo me quedeacute en mi casa y en mi cama desde las ocho y me dormiacute sin amarguras Fui feliz porque al toque de las doce entre los repiques furiosos de las campanas las sirenas de faacutebricas y bomberos los lamentos de los

JUAN CARLOS 161104
abigarrado da (Del part de abigarrar) adj De varios colores mal combinados || 2 Heterogeacuteneo reunido sin concierto Un extrantildeo y abigarrado libro Una multitud abigarrada 13

Memorias de mis putas tristes 31 ______________________________________________________________________________________buques las descargas de poacutelvora los cohetes sentiacute que Delgadina entroacute en punta de pies se acostoacute a mi lado y me dio un beso Tan real que me quedoacute en la boca su olor de regaliz

Memorias de mis putas tristes 32 ______________________________________________________________________________________

4A principios del nuevo antildeo empezaacutebamos a conocernos como si vivieacuteramos juntos y despiertos pues yo habiacutea encontrado un tono de voz cauteloso que ella oiacutea sin despertar y me contestaba con un lenguaje natural del cuerpo Sus estados de aacutenimo se le notaban en el modo de dormir De exhausta y montaraz que habiacutea sido al principio fue hacieacutendose a una paz interior que embelleciacutea su rostro y enriqueciacutea su suentildeo Le contaba mi vida le leiacutea al oiacutedo los borradores de mis notas dominicales en las que estaba ella sin decirlo y soacutelo ella

Por esa eacutepoca le dejeacute en la almohada unos zarcillos de esmeraldas que fueron de mi madre Los llevoacute puestos en la cita siguiente y no le luciacutean Le lleveacute despueacutes unos pendientes maacutes adecuados para el color de su piel Le expliqueacute Los primeros que te traje no te quedaban bien por tu tipo y el corte del cabello Estos te iraacuten mejor No llevoacute ninguno en las dos citas siguientes pero a la tercera se puso los que le habiacutea indicado Asiacute empeceacute a entender que no obedeciacutea a mis oacuterdenes pero aguardaba la ocasioacuten para complacerme Por esos diacuteas me sentiacute tan habituado a aquel geacutenero de vida domeacutestica que no seguiacute durmiendo desnudo sino que lleveacute las piyamas de seda china que habiacutea dejado de usar por no tener para quieacuten quitaacutermelas

Empeceacute a leerle El principito de Saint-Exupeacutery un autor franceacutes que el mundo entero admira maacutes que los franceses Fue el primero que la entretuvo sin despertarla hasta el punto de que tuve que ir dos diacuteas continuos para acabar de leeacuterselo Seguimos con los Cuentos de Perrault la Historia sagrada Las mil y una noches en una versioacuten desinfectada para nintildeos y por las diferencias entre uno y otro me di cuenta de que su suentildeo teniacutea diversos grados de profundidad seguacuten su intereacutes por las lecturas Cuando sentiacutea que habiacutea tocado fondo apagaba la luz y me dormiacutea abrazado a ella hasta que cantaban los gallos

Me sentiacutea tan feliz que la besaba en los paacuterpados muy suave y una noche ocurrioacute como una luz en el cielo sonrioacute por primera vez Maacutes tarde sin ninguacuten motivo se revolvioacute en la cama me dio la espalda y dijo disgustada Fue Isabel la que hizo llorar a los caracoles Exaltado por la ilusioacuten de un diaacutelogo le pregunteacute en el mismo tono iquestDe quieacuten eran No contestoacute Su voz teniacutea un rastro plebeyo como si no fuera suya sino de alguien ajeno que llevaba dentro Toda sombra de duda desaparecioacute entonces de mi alma la preferiacutea dormida

Mi uacutenico problema era el gato Estaba inapetente y hurantildeo y llevaba dos diacuteas sin levantar cabeza en su rincoacuten habitual y me tiroacute un zarpazo de fiera herida cuando

JUAN CARLOS 161104
zarcillo1 (Del lat circellus circulito) m Pendiente arete13
JUAN CARLOS 161104
montaraz (De monte y -araz) adj Que anda o estaacute hecho a andar por los montes o se ha criado en ellos || 2 Se dice del genio y propiedades agrestes groseras y feroces || 3 m Guarda de montes o heredades || 4 Sal Mayordomo de campo capataz que tiene a su cargo las labores y los ganados

Memorias de mis putas tristes 33 ______________________________________________________________________________________quise ponerlo en su canasto de mimbre para que Damiana lo llevara con el veterinario Apenas logroacute someterlo y se lo llevoacute pataleando dentro de un saco de fique Al cabo de un rato me llamoacute desde el criadero para decirme que no habiacutea maacutes remedio que sacrificarlo y necesitaban mi orden iquestPor queacute Porque ya estaacute muy viejo dijo Damiana Penseacute con rabia que a miacute tambieacuten podiacutean asarme vivo en un horno de gatos Me sentiacute inerme entre dos fuegos no habiacutea aprendido a querer el gato pero tampoco teniacutea corazoacuten para ordenar que lo mataran soacutelo porque era viejoiquestDoacutende lo deciacutea el manual

El incidente me conmocionoacute tanto que escribiacute una nota para el domingo con un tiacutetulo usurpado a Neruda iquestEs el gato un miacutenimo tigre de saloacuten La nota dio origen a una nueva campantildea que otra vez dividioacute a los lectores en favor y en contra de los gatos En cinco diacuteas prevalecioacute la tesis de que podiacutea ser liacutecito sacrificar un gato por razones de salud puacuteblica pero no porque estuviera viejo

Despueacutes de la muerte de mi madre me desvelaba el terror de que alguien me tocara mientras dormiacutea Una noche la sentiacute pero su voz me devolvioacute el sosiego Figlio mioacute poveretto Volviacute a sentirlo una madrugada en el cuarto de Delgadina y me retorciacute de gozo creyendo que ella me habiacutea tocado Pero no era Rosa Cabarcas en la oscuridad Viacutestete y ven conmigo me dijo tengo un problema serio

Asiacute era y maacutes serio de lo que pude imaginar A uno de los clientes grandes de la casa lo habiacutean asesinado a puntildealadas en el primer cuarto del pabelloacuten El asesino habiacutea escapado El cadaacutever enorme desnudo pero con los zapatos puestos teniacutea una palidez de pollo al vapor en la cama empapada de sangre Lo reconociacute de entrada era JMB un banquero grande famoso por su apostura su simpatiacutea y su buen vestir y sobre todo por la pulcritud de su hogar Teniacutea en el cuello dos heridas moradas como labios y una zanja en el vientre que no habiacutea acabado de sangrar Todaviacutea no empezaba el rigor Maacutes que sus heridas me impresionoacute que teniacutea un preservativo puesto y al parecer sin usar en el sexo desmirriado por la muerte

Rosa Cabarcas no sabiacutea con quieacuten iba porque tambieacuten eacutel teniacutea el privilegio de entrar por el portoacuten del huerto No se descartaba la sospecha de que su pareja fuera otro hombre Lo uacutenico que la duentildea queriacutea de miacute era que la ayudara a vestir el cadaacutever Estaba tan segura que me inquietoacute la idea de que la muerte fuera para ella un asunto de cocina No hay nada maacutes difiacutecil que vestir a un muerto le dije Lo he hecho a pasto de Dios replicoacute ella Es faacutecil si alguien me lo sostiene Le hice ver iquestTe imaginas quieacuten va a creer en un cuerpo tasajeado a cuchilladas dentro de un vestido intacto de caballero ingleacutes

Tembleacute por Delgadina Lo mejor seraacute que te la lleves tuacute me dijo Rosa Cabarcas Primero muerto le dije con la saliva helada Ella lo percibioacute y no pudo ocultar su desdeacuten iexclEstaacutes temblando Por ella dije aunque soacutelo era verdad a medias Aviacutesale que se vaya antes de que llegue nadie De acuerdo dijo ella aunque a ti como periodista no te pasaraacute nada Ni a ti tampoco le dije con cierto rencor Eres el uacutenico liberal que manda en este gobierno

La ciudad codiciada por su naturaleza paciacutefica y su seguridad congeacutenita arrastraba la desgracia de un asesinato escandaloso y atroz cada antildeo Aqueacutel no lo fue La noticia oficial en titulares excesivos y parca en detalles deciacutea que al joven banquero lo habiacutean asaltado y muerto a cuchilladas en la carretera de Pradomar por motivos

Memorias de mis putas tristes 34 ______________________________________________________________________________________incomprensibles No teniacutea enemigos El comunicado del gobierno sentildealaba como presuntos asesinos a refugiados del interior del paiacutes que estaban desatando una oleada de delincuencia comuacuten extrantildea al espiacuteritu ciacutevico de la poblacioacuten En las primeras horas hubo maacutes de cincuenta detenidos

Acudiacute escandalizado con el redactor judicial un periodista tiacutepico de los antildeos veinte con visera de celuloide verde y ligas en las mangas que presumiacutea de anticiparse a los hechos Sin embargo soacutelo conociacutea unas hilachas sueltas del crimen y yo se las completeacute hasta donde me fue prudente Asiacute escribimos cinco cuartillas a cuatro manos para una noticia de ocho columnas en primera paacutegina atribuida al fantasma eterno de las fuentes que nos merecen entero creacutedito Pero al Abominable Hombre de las Nueve -el censor- no le tembloacute el pulso para imponer la versioacuten oficial de que habiacutea sido un asalto de bandoleros liberales Yo me laveacute la conciencia con un centildeo de pesadumbre en el entierro maacutes ciacutenico y concurrido del siglo

Cuando regreseacute a casa aquella noche llameacute a Rosa Cabarcas para averiguar queacute habiacutea pasado con Delgadina pero no contestoacute el teleacutefono en cuatro diacuteas Al quinto fui a su casa con los dientes apretados Las puertas estaban selladas pero no por la policiacutea sino por la Sanidad Nadie en el vecindario daba noticias de nada Sin ninguacuten indicio de Delgadina me di a una buacutesqueda encarnizada y a veces ridiacutecula que me dejoacute acezante Paseacute diacuteas enteros observando a las joacutevenes ciclistas desde los escantildeos de un parque polvoriento donde los nintildeos jugaban a encaramarse en la estatua descascarada de Simoacuten Boliacutevar Pasaban pedaleando como venadas bellas disponibles listas para ser atrapadas a la gallina ciega Cuando se me acaboacute la esperanza me refugieacute en la paz de los boleros Fue como un bebedizo emponzontildeado cada palabra era ella Siempre habiacutea necesitado el silencio para escribir porque mi mente atendiacutea maacutes a la muacutesica que a la escritura Entonces fue al reveacutes soacutelo pude escribir a la sombra de los boleros Mi vida se llenoacute de ella Las notas que escribiacute aquellas dos semanas fueron modelos en clave para cartas de amor El jefe de redaccioacuten contrariado con la avalancha de respuestas me pidioacute que moderara el amor mientras pensaacutebamos coacutemo consolar a tantos lectores enamorados

La falta de sosiego acaboacute con el rigor de mis diacuteas Despertaba a las cinco pero me quedaba en la penumbra del cuarto imaginando a Delgadina en su vida irreal de levantar a sus hermanos vestirlos para la escuela darles el desayuno si lo habiacutea y atravesar la ciudad en bicicleta para cumplir la condena de coser botones Me pregunteacute asombrado iquestQueacute piensa una mujer mientras pega un botoacuten iquestPensaba en miacute iquestTambieacuten ella buscaba a Rosa Cabarcas para dar conmigo Paseacute hasta una semana sin quitarme el mameluco de mecaacutenico ni de diacutea ni de noche sin bantildearme sin afeitarme sin cepillarme los dientes porque el amor me ensentildeoacute demasiado tarde que uno se arregla para alguien se viste y se perfuma para alguien y yo nunca habiacutea tenido para quieacuten Damiana creyoacute que estaba enfermo cuando me encontroacute desnudo en la hamaca a las diez de la mantildeana La vi con los ojos turbios de la codicia y la inviteacute a revolearnos desnudos Ella con un desprecio me dijo

-iquestYa pensoacute lo que va a hacer si le digo que siacute

Asiacute supe hasta queacute punto me habiacutea corrompido el sufrimiento No me reconociacutea a miacute mismo en mi dolor de adolescente No volviacute a salir de la casa por no descuidar el teleacutefono Escribiacutea sin descolgarlo y al primer timbrazo le saltaba encima pensando

Memorias de mis putas tristes 35 ______________________________________________________________________________________que pudiera ser Rosa Cabarcas Interrumpiacutea a cada rato lo que estuviera haciendo para llamarla e insistiacute diacuteas enteros hasta comprender que era un teleacutefono sin corazoacuten

Al volver a casa una tarde de lluvia encontreacute el gato enroscado en la escalinata del portoacuten Estaba sucio y maltrecho y con una mansedumbre de laacutestima El manual me hizo ver que estaba enfermo y seguiacute sus normas para alentarlo De golpe mientras descabezaba un suentildeecito de siesta me despabiloacute la idea de que pudiera conducirme a la casa de Delgadina Lo lleveacute en una bolsa de mercado hasta la tienda de Rosa Cabarcas que seguiacutea sellada y sin indicios de vida pero se revolvioacute en el talego con tanto iacutempetu que logroacute escapar saltoacute la tapia del huerto y desaparecioacute entre los aacuterboles Toqueacute al portoacuten con el puntildeo y una voz militar preguntoacute sin abrir iquestQuieacuten vive Gente de paz dije yo para no ser menos Ando en pos de la duentildea No hay duentildea dijo la voz Por lo menos aacutebrame para coger el gato insistiacute No hay gato dijo Pregunteacute iquestQuieacuten es usted

-Nadie -dijo la voz

Siempre habiacutea entendido que morirse de amor no era maacutes que una licencia poeacutetica Aquella tarde de regreso a casa otra vez sin el gato y sin ella comprobeacute que no soacutelo era posible morirse sino que yo mismo viejo y sin nadie estaba murieacutendome de amor Pero tambieacuten me di cuenta de que era vaacutelida la verdad contraria no habriacutea cambiado por nada del mundo las delicias de mi pesadumbre Habiacutea perdido maacutes de quince antildeos tratando de traducir los cantos de Leopardi y soacutelo aquella tarde los sentiacute a fondo Ay de miacute si es amor cuaacutento atormenta

Mi entrada al perioacutedico en mameluco y mal afeitado despertoacute ciertas dudas sobre mi estado mental La casa remodelada con cabinas individuales de vidrio y luces cenitales pareciacutea una cliacutenica de maternidad El clima artificial callado y confortable invitaba a hablar en susurros y caminar en puntillas En el vestiacutebulo como virreyes muertos estaban los retratos al oacuteleo de los tres directores vitalicios y las fotografiacuteas de visitantes ilustres La enorme sala principal estaba presidida por la fotografiacutea gigantesca de la redaccioacuten actual tomada la tarde de mi cumpleantildeos No pude evitar la comparacioacuten mental con la otra de mis treinta antildeos y una vez maacutes comprobeacute con horror que se envejece maacutes y peor en los retratos que en la realidad La secretaria que me habiacutea besado la tarde del cumpleantildeos me preguntoacute si estaba enfermo Fui feliz de contestarle la verdad para que no la creyera Enfermo de amor Ella dijo iexclLaacutestima que no sea por miacute Yo le correspondiacute el cumplido No esteacute tan segura

El redactor judicial salioacute de su cabina gritando que habiacutea dos cadaacuteveres de muchachas sin identificar en el anfiteatro municipal Le pregunteacute asustado iquestDe queacute edad Joacutevenes dijo eacutel Pueden ser refugiadas del interior perseguidas hasta aquiacute por matones del reacutegimen Respireacute aliviado La situacioacuten nos invade en silencio como una mancha de sangre dije El redactor judicial ya lejos gritoacute

-De sangre no maestro de mierda

Algo peor me ocurrioacute diacuteas despueacutes cuando una muchacha instantaacutenea con una canasta igual a la del gato pasoacute como un escalofriacuteo frente a la libreriacutea Mundo La perseguiacute a codazos por entre la muchedumbre en el fragor de las doce del diacutea Era muy bella de trancos largos y con una fluidez para abrirse camino entre el gentiacuteo

Memorias de mis putas tristes 36 ______________________________________________________________________________________que me costoacute trabajo alcanzarla Por fin la rebaseacute y la mireacute de frente Ella me apartoacute con la mano sin detenerse ni pedir perdoacuten No era la que creiacutea pero su altivez me dolioacute como si lo fuera Comprendiacute entonces que no seriacutea capaz de reconocer a Delgadina despierta y vestida ni ella podiacutea saber quieacuten era yo si nunca me habiacutea visto En un acto de locura tejiacute durante tres diacuteas doce pares de zapatitos azules y rosados para recieacuten nacidos tratando de darme valor para no escuchar ni cantar ni recordar las canciones que me recordaban a ella

La verdad era que no podiacutea con mi alma y empezaba a tomar conciencia de la vejez por mis flaquezas frente al amor Una prueba todaviacutea maacutes dramaacutetica la tuve cuando un autobuacutes de servicio puacuteblico arrolloacute una ciclista en el puro centro comercial Acababan de llevaacutersela en una ambulancia y la magnitud de la tragedia se apreciaba por el estado de chatarra en que quedoacute la bicicleta sobre un charco de sangre viva Pero mi impresioacuten no fue tanta por los destrozos de la bicicleta como por la marca el modelo y el color No podiacutea ser otra que la que yo mismo le habiacutea regalado a Delgadina

Los testigos coincidieron en que la ciclista herida era muy joven alta y delgada y con el cabello corto y rizado Aturdido tomeacute el primer taxi que pasoacute y me hice llevar al hospital de Caridad un viejo edificio de muros ocres que pareciacutea una caacutercel encallada en un arenal Necesiteacute media hora para entrar y otra maacutes para salir de un patio fragante de aacuterboles frutales donde una mujer atribulada se me atravesoacute en el camino me miroacute a los ojos y exclamoacute

-Yo soy la que no buscas

Soacutelo entonces recordeacute que era alliacute donde viviacutean en libertad los internos mansos del manicomio municipal Tuve que identificarme como periodista ante la direccioacuten del hospital para que un enfermero me condujera al pabelloacuten de urgencias En elcuaderno de ingresos estaban los datos Rosalba Riacuteos dieciseacuteis antildeos sin oficio conocido Diagnoacutestico conmocioacuten cerebral Pronoacutestico reservado Pregunteacute al jefe del pabelloacuten si podiacutea verla con la esperanza iacutentima de que me dijeran que no pero me llevaron encantados por si queriacutea escribir sobre el estado de abandono del hospital

Atravesamos una sala abigarrada con un fuerte olor de aacutecido feacutenico y los enfermos apelotonados en las camas Al fondo en un cuarto solo tendida en una camilla metaacutelica estaba la que buscaacutebamos Teniacutea el craacuteneo cubierto de vendas la cara indescifrable gonfia y amoratada pero me bastoacute con verle los pies para saber que no era Soacutelo entonces se me ocurrioacute preguntarme iquestQueacute habriacutea hecho yo si hubiera sido ella

Todaviacutea enredado en las telarantildeas de la noche tuve el valor de ir el diacutea siguiente a la faacutebrica de camisas donde Rosa Cabarcas habiacutea dicho alguna vez que trabajaba la nintildea y le pediacute al propietario que nos mostrara sus instalaciones como modelo para un proyecto continental de las Naciones Unidas Era un libaneacutes paquideacutermico y taciturno que nos abrioacute las puertas de su reino con la ilusioacuten de ser un ejemplo universal

Trescientas joacutevenes de blusas blancas con la ceniza del mieacutercoles en la frente cosiacutean botones en la vasta nave iluminada Cuando nos vieron entrar se irguieron

Memorias de mis putas tristes 37 ______________________________________________________________________________________como colegialas y nos observaron de reojo mientras el gerente explicaba sus aportes al arte inmemorial de pegar botones Yo escrutaba las caras de cada una con el pavor de descubrir a Delgadina vestida y despierta Pero fue una de ellas la que me descubrioacute a miacute con la mirada temible de la admiracioacuten sin clemencia

-Diacutegame sentildeor iquestno es usted el que escribe las cartas de amor en el perioacutedico

Nunca me hubiera imaginado que una nintildea dormida pudiera causar en uno semejantes estragos Escapeacute de la faacutebrica sin despedirme ni pensar siquiera si alguna de aquellas viacutergenes de purgatorio era por fin la que buscaba Cuando saliacute de ahiacute el uacutenico sentimiento que me quedaba en la vida eran las ganas de llorar

Rosa Cabarcas llamoacute al cabo de un mes con una explicacioacuten increiacuteble se habiacutea tomado un merecido descanso en Cartagena de Indias despueacutes del asesinato del banquero No le creiacute desde luego pero la feliciteacute por su suerte y la dejeacute explayarse en su mentira antes de hacerle la pregunta que me borboritaba en el corazoacuten

-iquestY ella

Rosa Cabarcas hizo un silencio largo Ahiacute estaacute dijo al fin pero su voz se hizo evasiva Hay que esperar un tiempo iquestCuaacutento Ni idea ya te avisareacute Sentiacute que se me iba y la pareacute en seco Espeacuterate dame alguna luz No hay luz dijo ella y concluyoacute Ten cuidado puedes perjudicarte tuacute y sobre todo perjudicarla a ella Yo no estaba para esa clase de remilgos Le supliqueacute aunque fuera una oportunidad de acercarme a la verdad Al fin y al cabo le dije somos coacutemplices Ella no dio un paso maacutes Caacutelmate me dijo la nintildea estaacute bien y esperando que la llame pero ahora mismo no hay nada que hacer ni voy a decir nada maacutes Adioacutes

Me quedeacute con el teleacutefono en la mano sin saber por doacutende seguir pues tambieacuten la conociacutea bastante para pensar que no conseguiriacutea nada de ella si no era por las buenas Despueacutes del mediodiacutea me di una vuelta furtiva por su casa maacutes confiado en la casualidad que en la razoacuten y la encontreacute todaviacutea cerrada y con los sellos de la Sanidad Penseacute que Rosa Cabarcas me habiacutea telefoneado de otra parte tal vez de otra ciudad y la sola idea me llenoacute de presagios turbios No obstante a las seis de la tarde cuando menos lo esperaba me soltoacute por teleacutefono mi propio santo y sentildea

-Bueno ahora siacute

A las diez de la noche tembloroso y con los labios mordidos para no llorar fui cargado de cajas de chocolates suizos turrones y caramelos y una canasta de rosas ardientes para cubrir la cama La puerta estaba entreabierta las luces encendidas y en el radio se diluiacutea a medio volumen la sonata nuacutemero uno para violiacuten y piano de Brahms Delgadina en la cama estaba tan radiante y distinta que me costoacute trabajo reconocerla

Habiacutea crecido pero no se le notaba en la estatura sino en una madurez intensa que la haciacutea parecer con dos o tres antildeos maacutes y maacutes desnuda que nunca Sus poacutemulos altos la piel tostada por soles de mar bravo los labios finos y el cabello corto y rizado le infundiacutean a su rostro el resplandor androacutegino del Apolo de Praxiacuteteles Pero no habiacutea equiacutevoco posible porque sus senos habiacutean crecido hasta el punto de que no me cabiacutean en la mano sus caderas habiacutean acabado de formarse y sus huesos se

Memorias de mis putas tristes 38 ______________________________________________________________________________________habiacutean vuelto maacutes firmes y armoacutenicos Me encantaron aquellos aciertos de la naturaleza pero me aturdieron los artificios las pestantildeas postizas las untildeas de las manos y los pies esmaltadas de naacutecar y un perfume de a dos cuartillos que no teniacutea nada que ver con el amor Sin embargo lo que me sacoacute de quicio fue la fortuna que llevaba encima pendientes de oro con gajos de esmeraldas un collar de perlas naturales una pulsera de oro con resplandores de diamantes y anillos con piedras legiacutetimas en todos los dedos En la silla estaba su traje de nochera con lentejuelas y bordados y las zapatillas de raso Un vapor raro me subioacute de las entrantildeas

-iexclPuta -griteacute

Pues el diablo me soploacute en el oiacutedo un pensamiento siniestro Y fue asiacute la noche del crimen Rosa Cabarcas no debioacute tener tiempo ni serenidad para prevenir a la nintildea y la policiacutea la encontroacute en el cuarto sola menor de edad y sin coartada Nadie igual a Rosa Cabarcas para una situacioacuten como aqueacutella le vendioacute la virginidad de la nintildea a alguno de sus grandes cacaos a cambio de que a ella la sacaran limpia del crimen Lo primero claro fue desaparecer mientras se aplacaba el escaacutendalo iexclQueacute maravilla Una luna de miel para tres ellos dos en la cama y Rosa Cabarcas en una terraza de lujo disfrutando de su impunidad feliz Ciego de una furia insensata fui reventando contra las paredes cada cosa del cuarto las laacutemparas el radio el ventilador los espejos las jarras los vasos Lo hice sin prisa pero sin pausas con un grande estropicio y una embriaguez metoacutedica que me salvoacute la vida La nintildea dio un salto al primer estallido pero no me miroacute sino que se enroscoacute de espaldas a miacute y asiacute permanecioacute con espasmos entrecortados hasta que cesoacute el estropicio Las gallinas en el patio y los perros de la madrugada aumentaron el escaacutendalo Con la cegadora lucidez de la coacutelera tuve la inspiracioacuten final de prenderle fuego a la casa cuando aparecioacute en la puerta la figura impasible de Rosa Cabarcas en camisa de dormir No dijo nada Hizo con la vista el inventario del desastre y comproboacute que la nintildea estaba enroscada sobre siacute misma como un caracol y con la cabeza escondida entre los brazos aterrada pero intacta

-iexclDios miacuteo -exclamoacute Rosa Cabarcas- iexclQueacute no hubiera dado yo por un amor como eacuteste

Me midioacute de cuerpo entero con una mirada de misericordia y me ordenoacute Vamos La seguiacute hasta la casa me sirvioacute un vaso de agua en silencio me hizo una sentildea de que me sentara frente a ella y me puso en confesioacuten Bueno me dijo ahora poacutertate como un adulto y cueacutentame iquestqueacute te pasa

Le conteacute con lo que teniacutea como mi verdad revelada Rosa Cabarcas me escuchoacute en silencio sin asombro y por fin parecioacute iluminada Queacute maravilla dijo Siempre he dicho que los celos saben maacutes que la verdad Y entonces me contoacute la realidad sin reservas En efecto dijo en su ofuscacioacuten de la noche del crimen se habiacutea olvidado de la nintildea dormida en el cuarto Uno de sus clientes abogado del muerto ademaacutes repartioacute prebendas y sobornos a cuatro manos e invitoacute a Rosa Cabarcas a un hotel de reposo de Cartagena de Indias mientras se disipaba el escaacutendalo Creacuteeme dijo Rosa Cabarcas que en todo este tiempo no dejeacute de pensar ni un momento en ti y en la nintildea Volviacute antier y lo primero que hice fue llamarte por teleacutefono pero nadie contestoacute En cambio la nintildea vino enseguida y en tan mal estado que te la bantildeeacute te la vestiacute y te la mandeacute al saloacuten de belleza con la orden de que la arreglaran como una reina Ya viste coacutemo perfecta iquestLa ropa de lujo Son los trajes que les alquilo a mis

Memorias de mis putas tristes 39 ______________________________________________________________________________________pupilas maacutes pobres cuando tienen que ir a bailar con sus clientes iquestLas joyas Son las miacuteas dijo Basta con tocarlas para darse cuenta de que son diamantes de vidrio y estoperoles de hojalata De modo que no jodas concluyoacute Anda despieacutertala piacutedele perdoacuten y hazte cargo de ella de una vez Nadie merece ser maacutes feliz que ustedes

Hice un esfuerzo sobrenatural para creerle pero pudo maacutes el amor que la razoacuten iexclPutas le dije atormentado por el fuego vivo que me abrasaba las entrantildeas iexclEso es lo que son ustedes griteacute iexclPutas de mierda No quiero saber nada maacutes de tiacute ni de ninguna otra guaricha en el mundo y menos de ella Le hice desde la puerta una sentildeal de adioacutes para siempre Rosa Cabarcas no lo dudoacute

-Vete con Dios -me dijo con un rictus de tristeza y volvioacute a su vida real- De todos modos te pasareacute la cuenta del desmadre que me hiciste en el cuarto

Memorias de mis putas tristes 40 ______________________________________________________________________________________

5

Leyendo Los idus de marzo encontreacute una frase siniestra que el autor atribuye a Julio Ceacutesar Es imposible no terminar siendo como los otros creen que uno es No pude comprobar su verdadero origen en la propia obra de Julio Ceacutesar ni en las obras de sus bioacutegrafos desde Suetonio hasta Carcopino pero valioacute la pena conocerla Su fatalismo aplicado al curso de mi vida en los meses siguientes fue lo que me dio la determinacioacuten que me haciacutea falta no soacutelo para escribir esta memoria sino para empezarla sin pudores con el amor de Delgadina

No teniacutea un instante de sosiego apenas si probaba bocado y perdiacute tanto peso que no se me teniacutean los pantalones en la cintura Los dolores erraacuteticos se me quedaron en los huesos cambiaba de aacutenimo sin razoacuten pasaba las noches en un estado de deslumbramiento que no me permitiacutea leer ni escuchar muacutesica y en cambio se me iba el diacutea cabeceando por una somnolencia sonsa que no serviacutea para dormir

El alivio me cayoacute del cielo En la atestada goacutendola de Loma Fresca una vecina de asiento que no habiacutea visto subir me susurroacute al oiacutedo iquestTodaviacutea tiras Era Casilda Armenia un viejo amor de a tres por cinco que me habiacutea soportado como cliente asiduo desde que era una adolescente altiva Una vez retirada medio enferma y sin un clavo se habiacutea casado con un hortelano chino que le dio nombre y apoyo y quizaacutes un poco de amor A los setenta y tres antildeos teniacutea el peso de siempre seguiacutea bella y de caraacutecter fuerte y conservaba intacto el desparpajo del oficio

Me llevoacute a su casa una huerta de chinos en una colina de la carretera al mar Nos sentamos en las sillas de playa de la terraza umbriacutea entre helechos y frondas de astromelias y jaulas de paacutejaros colgadas en el alero En la falda de la colina se veiacutean los hortelanos chinos con sombreros de cono sembrando las hortalizas bajo el sol abrasante y el pieacutelago gris de las Bocas de Ceniza con los dos tajamares de rocas que canalizan el riacuteo varias leguas en el mar Mientras conversaacutebamos vimos entrar un trasatlaacutentico blanco por la desembocadura y lo seguimos callados hasta oiacuter su bramido de toro luacutegubre en el puerto fluvial Ella suspiroacute iquestTe das cuenta En maacutes de medio siglo es la primera vez que no te recibo la visita en la cama Ya somos otros dije Ella prosiguioacute sin oiacuterme Cada vez que dicen cosas de ti en el radio que te elogian por el carintildeo que te tiene la gente y te llaman maestro del amor imagiacutenate pienso que nadie te conocioacute tus gracias y tus mantildeas tan bien como yo En serio dijo nadie hubiera podido soportarte mejor

No resistiacute maacutes Ella lo sintioacute vio mis ojos huacutemedos de laacutegrimas y soacutelo entonces debioacute descubrir que ya no era el que fui y le sostuve la mirada con un valor del que

Memorias de mis putas tristes 41 ______________________________________________________________________________________nunca me creiacute capaz Es que me estoy volviendo viejo le dijeYa lo estamos suspiroacute ella Lo que pasa es que uno no lo siente por dentro pero desde fuera todo el mundo lo ve

Era imposible no abrirle el corazoacuten asiacute que le conteacute la historia completa que me ardiacutea en las entrantildeas desde mi primera llamada a Rosa Cabarcas la viacutespera de mis noventa antildeos hasta la noche traacutegica en que hice antildeicos el cuarto y no regreseacute maacutes Ella me oyoacute el desahogo como si estuviera vivieacutendolo lo rumioacute muy despacio y por fin sonrioacute

-Haz lo que quieras pero no pierdas a esa criatura -me dijo- No hay peor desgracia que morir solo

Fuimos a Puerto Colombia en el trenecito de juguete tan despacioso como un caballo Almorzamos frente al muelle de maderas carcomidas por donde habiacutea entrado el mundo entero al paiacutes antes que se dragaran las Bocas de Ceniza Nos sentamos bajo un cobertizo de palma donde las grandes matronas negras serviacutean pargos fritos con arroz de coco y tajadas de plaacutetano verde Dormitamos en el sopor denso de las dos y seguimos conversando hasta que se hundioacute en el mar el inmenso sol de candela La realidad me pareciacutea fantaacutestica Mira adonde ha venido a dar nuestra luna de miel se burloacute ella Pero prosiguioacute en serio Hoy miro para atraacutes veo la fila de miles de hombres que pasaron por mis camas y dariacutea el alma por haberme quedado aunque fuera con el peor Gracias a Dios encontreacute mi chino a tiempo Es como estar casada con el dedo mentildeique pero es soacutelo miacuteo

Me miroacute a los ojos midioacute mi reaccioacuten a lo que acababa de contarme y me dijo Asiacute que vete a buscar ahora mismo a esa pobre criatura aunque sea verdad lo que te dicen los celos sea como sea que lo bailado no te lo quita nadie Pero eso siacute sin romanticismos de abuelo Despieacutertala tiacuteratela hasta por las orejas con esa pinga de burro con que te premioacute el diablo por tu cobardiacutea y tu mezquindad En serio terminoacute con el alma no te vayas a morir sin probar la maravilla de tirar con amor

El pulso me temblaba al diacutea siguiente cuando marqueacute el nuacutemero del teleacutefono Tanto por la tensioacuten del reencuentro con Delgadina como por la incertidumbre de la forma en que Rosa Cabarcas me respondiera Habiacuteamos tenido una disputa seria por el abuso con que tasoacute los destrozos que hice en su cuarto Tuve que vender uno de los cuadros maacutes amados de mi madre cuyo valor se calculaba en una fortuna pero a la hora de la verdad no llegoacute a un deacutecimo de mis ilusiones

Aumenteacute la suma con el resto de mis ahorros y se la lleveacute a Rosa Cabarcas con una consigna inapelable Lo tomas o lo dejas Fue un acto suicida porque soacutelo con vender uno de mis secretos ella habriacutea aniquilado mi buen nombre Pero no respingoacute sino que se quedoacute con los cuadros que habiacutea tomado en prenda la noche del pleito Fui el perdedor absoluto en una sola jugada me quedeacute sin Delgadina sin Rosa Cabarcas y sin mis uacuteltimos ahorros Sin embargo oiacute el timbre del teleacutefono una vez dos veces tres y por fin ella iquestA ver No me salioacute la voz Colgueacute Me echeacute en la hamaca tratando de serenarme con la liacuterica asceacutetica de Satie y sudeacute tanto que el lienzo quedoacute empapado Hasta el diacutea siguiente no tuve el valor de llamar

-Bueno mujer -dije con voz firme- Hoy siacute

Memorias de mis putas tristes 42 ______________________________________________________________________________________Rosa Cabarcas coacutemo no estaba maacutes allaacute de todo Ay mi sabio triste suspiroacute con su aacutenimo invencible te pierdes dos meses y soacutelo vuelves para pedir ilusiones Me contoacute que no habiacutea visto a Delgadina desde haciacutea maacutes de un mes que pareciacutea tan repuesta del susto de mis estropicios que ni siquiera habloacute de ellos ni preguntoacute por miacute y estaba muy contenta en un nuevo empleo maacutes coacutemodo y mejor pagado que coser botones Una oleada de fuego vivo me quemoacute las entrantildeas Soacutelo puede ser de puta dije Rosa me replicoacute sin pestantildeear No seas bruto si asiacute fuera estariacutea aquiacute iquestO doacutende podriacutea estar mejor La rapidez de su loacutegica me agravoacute la duda iquestY coacutemo seacute que no estaacute ahiacute En ese caso replicoacute ella lo que maacutes te conviene es no saberlo iquestO no Una vez maacutes la odieacute Ella a prueba de erosiones prometioacute rastrear a la nintildea Sin muchas esperanzas porque el teleacutefono de la vecina donde la llamaba seguiacutea cortado y no teniacutea la menor idea de doacutende viviacutea Pero no era para echarse a morir queacute carajo dijo te llamo en una hora

Fue una hora de tres diacuteas pero encontroacute a la nintildea disponible y sana Volviacute avergonzado y la beseacute palmo a palmo como penitencia desde las doce de la noche hasta que cantaron los gallos Un perdoacuten largo que me prometiacute seguir repitiendo para siempre y fue como empezar otra vez por el principio El cuarto habiacutea sido desmantelado y el mal uso habiacutea acabado con todo lo que yo habiacutea puesto Ella lo habiacutea dejado asiacute y me dijo que cualquier mejora teniacutea que hacerla yo por lo que estaba debieacutendole Sin embargo mi situacioacuten econoacutemica tocaba fondo El dinero de las jubilaciones alcanzaba cada vez para menos Las pocas cosas vendibles que quedaban en la casa -salvo las joyas sagradas de mi madre- careciacutean de valor comercial y nada era bastante viejo para ser antiguo En tiempos mejores el gobernador me habiacutea hecho la oferta tentadora de comprarme en bloque los libros de los claacutesicos griegos latinos y espantildeoles para la Biblioteca Departamental pero no tuve corazoacuten para venderlos Despueacutes con los cambios poliacuteticos y el deterioro del mundo nadie del gobierno pensaba en las artes ni las letras Cansado de buscar una solucioacuten decente me echeacute al bolsillo las joyas que Delgadina me habiacutea devuelto y me fui a empentildearlas en un callejoacuten siniestro que conduciacutea al mercado puacuteblico Con aires de sabio distraiacutedo recorriacute varias veces aquel tugurio atiborrado de cantinas de mala muerte libreriacuteas de viejo y casas de empentildeo pero la dignidad de Florina de Dios me cerroacute el paso no me atreviacute Entonces decidiacute venderlas con la frente en alto a la joyeriacutea maacutes antigua y acreditada

El dependiente me hizo algunas preguntas mientras examinaba las joyas con su monoacuteculo Teniacutea la conducta el estilo y el pavor de un meacutedico Le expliqueacute que eran joyas heredadas de mi madre El aprobaba con un gruntildeido cada una de mis explicaciones y por fin se quitoacute el monoacuteculo

-Lo siento -dijo- pero son culos de botellas

Ante mi sorpresa me explicoacute con una suave conmiseracioacuten Menos mal que el oro es oro y el platino es platino Me toqueacute el bolsillo para asegurarme de que llevaba las facturas de compra y dije sin resabios

-Pues fueron compradas en esta noble casa hace maacutes de cien antildeos

El no se inmutoacute Suele suceder dijo que en las joyas hereditarias vayan desapareciendo las piedras maacutes valiosas con el paso del tiempo sustituidas por diacutescolos de la familia o por joyeros bandidos y soacutelo cuando alguien trata de

Memorias de mis putas tristes 43 ______________________________________________________________________________________venderlas se descubre el fraude Pero permiacutetame un segundo dijo y se llevoacute las joyas por la puerta del fondo Al cabo de un momento regresoacute y sin explicacioacuten alguna me indicoacute que me sentara en la silla de espera y siguioacute trabajando

Examineacute la tienda Habiacutea ido con mi madre varias veces y recordaba una frase recurrente No se lo digas a tu papaacute De pronto se me ocurrioacute una idea que me crispoacute iquestno seriacutea que Rosa Cabarcas y Delgadina de comuacuten acuerdo habiacutean vendido las piedras legiacutetimas y me devolvieron las joyas con las piedras falsas

Estaba ardiendo en dudas cuando una secretaria me invitoacute a seguirla por la misma puerta del fondo hasta una oficina pequentildea con una larga estanteriacutea de gruesos voluacutemenes Un beduino colosal se levantoacute en el escritorio del fondo y me estrechoacute la mano tuteaacutendome con una efusioacuten de viejo amigo Hicimos juntos el bachillerato me dijo a modo de saludo Me fue faacutecil recordarlo era el mejor futbolista de la escuela y campeoacuten de nuestros primeros burdeles Habiacutea dejado de verlo en alguacuten momento incierto y debioacute verme tan decreacutepito que me confundioacute con un condisciacutepulo de su infancia

Sobre el cristal del escritorio teniacutea abierto uno de los mamotretos del archivo donde estaba la memoria de las joyas de mi madre Una relacioacuten exacta con fechas y detalles de que ella en persona habiacutea hecho cambiar las piedras de dos generaciones de hermosas y dignas Cargamantos y habiacutea vendido las legiacutetimas a la misma tienda Esto habiacutea ocurrido cuando el padre del propietario actual estaba al frente de la joyeriacutea y eacutel y yo en la escuela Pero eacutel mismo me tranquilizoacute aquellas triquintildeuelas eran de uso corriente entre las grandes familias en desgracia para resolver urgencias de plata sin sacrificar el honor Ante la realidad cruda preferiacute conservarlas como recuerdo de otra Florina de Dios que nunca conociacute

A principios de julio sentiacute la distancia real de la muerte Mi corazoacuten perdioacute el paso y empeceacute a ver y sentir por todos lados los presagios inequiacutevocos del final El maacutes niacutetido fue en el concierto de Bellas Artes El aire acondicionado habiacutea fallado y la flor y nata de las artes y las letras se cocinaban al bantildeomariacutea en el saloacuten abarrotado pero la magia de la muacutesica era un clima celestial Al final con el Allegretto poco mosso me estremecioacute la revelacioacuten deslumbrante de que estaba escuchando el uacuteltimo concierto que me deparaba el destino antes de morir No sentiacute dolor ni miedo sino la emocioacuten arrasadora de haber alcanzado a vivirlo

Cuando por fin logreacute abrirme camino empapado de sudor a traveacutes de los abrazos y las fotos me encontreacute de manos a boca con Ximena Ortiz como una diosa de cien antildeos en la silla de ruedas Su sola presencia se me imponiacutea como un pecado mortal Teniacutea una tuacutenica de seda color marfil tan tersa como su piel un hilo de perlas legiacutetimas de tres vueltas el cabello color de naacutecar cortado a la moda de los veintes con una punta de ala de gaviota en la mejilla y los grandes ojos amarillos iluminados por la sombra natural de las ojeras Todo en ella contradeciacutea el rumor de que su mente estaba quedaacutendose en blanco por la erosioacuten irredimible de la memoria Petrificado y sin recursos frente a ella me sobrepuse al vaho de fuego que me subioacute a la cara y la saludeacute en silencio con una venia versallesca Ella sonrioacute como una reina y me agarroacute la mano Entonces me di cuenta de que tambieacuten aquello era una coartada del destino y no la perdiacute para sacarme una espina que me estorbaba desde siempre He sontildeado durante antildeos con este momento le dije Ella no parecioacute

Memorias de mis putas tristes 44 ______________________________________________________________________________________entender iexclNo me digas dijo iquestY tuacute quieacuten eres No supe nunca si en verdad lo habiacutea olvidado o si fue la venganza final de su vida

La certidumbre de ser mortal en cambio me habiacutea sorprendido poco antes de los cincuenta antildeos en una ocasioacuten como aqueacutella una noche de carnaval en que bailaba un tango apache con una mujer fenomenal a la que nunca le vi la cara maacutes corpulenta que yo como por cuarenta libras y maacutes alta como de dos palmos que sin embargo se dejaba llevar como una pluma al viento Bailaacutebamos tan apretados que sentiacutea circular su sangre por las venas y me hallaba como adormecido de gusto con su resuello trabajoso su grajo de amoniacuteaco sus tetas de astroacutenoma cuando me sacudioacute por la primera vez y casi me derriboacute por tierra el freacutemito de la muerte Fue como un oraacuteculo brutal en el oiacutedo Hagas lo que hagas en este antildeo o dentro de ciento estaraacutes muerto hasta jamaacutes Ella se separoacute asustada iquestQueacute le pasa Nada le dije tratando de sujetarme el corazoacuten

-Tiemblo por usted

Desde entonces empeceacute a medir la vida no por antildeos sino por deacutecadas La de los cincuenta habiacutea sido decisiva porque tomeacute conciencia de que casi todo el mundo era menor que yo La de los sesenta fue la maacutes intensa por la sospecha de que ya no me quedaba tiempo para equivocarme La de los setenta fue temible por una cierta posibilidad de que fuera la uacuteltima No obstante cuando desperteacute vivo la primera mantildeana de mis noventa antildeos en la cama feliz de Delgadina se me atravesoacute la idea complaciente de que la vida no fuera algo que transcurre como el riacuteo revuelto de Heraacuteclito sino una ocasioacuten uacutenica de voltearse en la parrilla y seguir asaacutendose del otro costado por noventa antildeos maacutes

Me volviacute de laacutegrima faacutecil Cualquier sentimiento que tuviera algo que ver con la ternura me causaba un nudo en la garganta que no siempre lograba dominar y penseacute en renunciar al placer solitario de velar el suentildeo de Delgadina no tanto por la incertidumbre de mi muerte como por el dolor de imaginarla sin miacute en el resto de su vida Uno de aquellos diacuteas inciertos fui a dar por distraccioacuten a la muy noble calle de los Notarios y me sorprendioacute no encontrar nada maacutes que los escombros del viejo hotel de lance donde fui iniciado por la fuerza en las artes del amor poco antes de mis doce antildeos Habiacutea sido una mansioacuten de antiguos navieros espleacutendida como pocas en la ciudad con columnas enchapadas de alabastro y frisos de oropeles alrededor de un patio interior con una cuacutepula de cristales de siete colores que irradiaba un resplandor de invernadero En la planta baja con un portal goacutetico sobre la calle estuvieron por maacutes de un siglo las notariacuteas coloniales en las que trabajoacute prosperoacute y se arruinoacute mi padre en toda una vida de suentildeos fantaacutesticos Las familias histoacutericas abandonaron poco a poco los pisos superiores que terminaron ocupados por una legioacuten de nocheras en desgracia que subiacutean y bajaban hasta el amanecer con los clientes atrapados por un peso y medio en las cantinas del cercano puerto fluvial

A mis doce antildeos todaviacutea con mis pantalones cortos y mis botitas de la escuela primaria no pude resistir la tentacioacuten de conocer los pisos superiores mientras mi padre se debatiacutea en una de sus reuniones interminables y me encontreacute con un espectaacuteculo celestial Las mujeres que malvendiacutean sus cuerpos hasta el amanecer se moviacutean por la casa desde las once de la mantildeana cuando ya la caniacutecula del vitral era insoportable y teniacutean que hacer su vida domeacutestica caminando en pelotas por

JUAN CARLOS 161104
caniacutecula (Del lat canicŭla) f Periacuteodo del antildeo en que es maacutes fuerte el calor || 2 Astr Tiempo del nacimiento heliacuteaco de Sirio que antiguamente coincidiacutea con la eacutepoca maacutes calurosa del antildeo pero que hoy no se verifica hasta fines de agosto13
JUAN CARLOS 161104
freacutemito (Del lat fremĭtus) m bramido

Memorias de mis putas tristes 45 ______________________________________________________________________________________toda la casa mientras comentaban a gritos sus aventuras de la noche Me quedeacute aterrorizado Lo uacutenico que se me ocurrioacute fue escapar por donde habiacutea llegado cuando una de las desnudas de carnes macizas olorosas a jaboacuten de monte me abrazoacute por la espalda y me llevoacute en vilo hasta su cubiacuteculo de cartoacuten sin que yo pudiera verla en medio de la griteriacutea y los aplausos de las inquilinas en cueros Me tiroacute bocarriba en su cama para cuatro me quitoacute los pantalones con una maniobra maestra y se acaballoacute sobre miacute pero el terror helado que me empapaba el cuerpo me impidioacute recibirla como un hombre Aquella noche desvelado en la cama de mi casa por la verguumlenza del asalto no pude dormir maacutes de una hora con las ansias de volver a verla Pero la mantildeana siguiente mientras los trasnochados dormiacutean subiacute temblando hasta su cubiacuteculo y la desperteacute llorando a gritos con un amor enloquecido que duroacute hasta que se lo llevoacute sin misericordia el ventarroacuten de la vida real Se llamaba Castorina y era la reina de la casa

Los cubiacuteculos del hotel costaban un peso para los amores de paso pero muy pocos sabiacuteamos que costaban lo mismo hasta por veinticuatro horas Ademaacutes Castorina me introdujo en su mundo de mala muerte donde invitaban a los clientes pobres a sus desayunos de gala le prestaban el jaboacuten les atendiacutean los dolores de muela y en casos de urgencia mayor les daban un amor de caridad

Pero en las tardes de la uacuteltima vejez se acordaba de la inmortal Castorina muerta quien sabiacutea cuando que habiacutea sucedido desde las esquinas miserables del muelle fluvial hasta el trono sagrado de mamasanta mayor con un parche de pirata en el ojo perdido en el pleito de cantina Su uacuteltimo machucante de planta un negro feliz de Camaguumley a quien llamaba Jonaacutes el Galeote habiacutea sido un trompetista de los grandes en La Habana hasta que perdioacute la sonrisa completa en una cataacutestrofe de trenes

Al salir de aquella visita amarga sentiacute una punzada en el corazoacuten que no habiacutea logrado aliviar en tres diacuteas con toda clase de poacutecimas caseras El meacutedico al que acudiacute de urgencia miembro de una estirpe de insignes era nieto del que me vio a mis cuarenta y dos antildeos y me asustoacute que pareciera el mismo pues estaba tan envejecido como su abuelo a los setenta por una calvicie prematura unos lentes de miope sin regreso y una tristeza inconsolable Me hizo un examen minucioso de cuerpo entero con una concentracioacuten de orfebre Me auscultoacute el pecho y la espalda y me revisoacute la presioacuten arterial los reflejos de la rodilla el fondo del ojo el color del paacuterpado inferior En las pausas mientras yo cambiaba de posicioacuten en la mesa de reconocimiento me haciacutea preguntas tan vagas y raacutepidas que apenas si me daban tiempo de pensar las respuestas Al cabo de una hora me miroacute con una sonrisa feliz Bueno dijo creo que no tengo nada que hacer por usted iquestQueacute quiere decir Que su estado es el mejor posible a su edad Queacute curioso le dije lo mismo me dijo su abuelo cuando yo teniacutea cuarenta y dos antildeos como si el tiempo no pasara Siempre encontraraacute uno que se lo diga dijo porque siempre tendraacute una edad Yo provocaacutendolo para una sentencia aterradora le dije La uacutenica definitiva es la muerte Siacute dijo eacutel pero no es faacutecil llegar a ella en tan buen estado como usted Siento de veras no poder complacerlo

Eran recuerdos nobles pero la viacutespera del 29 de agosto sentiacute el peso inmenso del siglo que me esperaba impasible cuando subiacute con pasos de hierro las escaleras de mi casa Entonces volviacute a ver una vez maacutes a Florina de Dios mi madre en mi cama que habiacutea sido la suya hasta su muerte y me hizo la misma bendicioacuten de la uacuteltima

Memorias de mis putas tristes 46 ______________________________________________________________________________________vez que la vi dos horas antes de morir Trastornado por la conmocioacuten lo entendiacute como el anuncio final y llameacute a Rosa Cabarcas para que me llevara a mi nintildea aquella misma noche en previsioacuten de que no se cumpliera mi ilusioacuten de sobrevivir hasta el uacuteltimo aliento de mis noventa antildeos Volviacute a llamarla a las ocho y una vez maacutes repitioacute que no era posible Tiene que serlo a cualquier precio le griteacute aterrorizado Colgoacute sin despedirse pero quince minutos despueacutes volvioacute a llamar

-Bueno aquiacute la tienes

Llegueacute a las diez y veinte de la noche y le di a Rosa Cabarcas las uacuteltimas cartas de mi vida con mis disposiciones sobre la nintildea despueacutes de mi final terrible Ella pensoacute que me habiacutea impresionado con el acuchillado y me dijo con aires de burla Si te vas a morir que no sea aquiacute imagiacutenate Pero yo le dije Di que me atropello el tren de Puerto Colombia ese pobre cacharro de laacutestima incapaz de matar a nadie

Preparado para todo aquella noche me acosteacute bocarriba a la espera del dolor final en el primer instante de mis noventa y un antildeos Oiacute campanas distantes sentiacute la fragancia del alma de Delgadina dormida de costado oiacute un grito en el horizonte sollozos de alguien que quizaacutes habiacutea muerto un siglo antes en la alcoba Entonces apagueacute la luz con el uacuteltimo aliento entrelaceacute mis dedos con los suyos para llevaacutermela de la mano y conteacute las doce campanadas de las doce con mis doce laacutegrimas finales hasta que empezaron a cantar los gallos y enseguida las campanas de gloria los cohetes de fiesta que celebraban el juacutebilo de haber sobrevivido sano y salvo a mis noventa antildeos

Mis primeras palabras fueron para Rosa Cabarcas Te compro la casa toda con la tienda y el huerto Ella me dijo Hagamos una apuesta de viejos el que se muera primero se queda con todo lo del otro firmado ante notario No porque si yo me muero todo deberiacutea ser para ella Es igual dijo Rosa Cabarcas yo me hago cargo de la nintildea y despueacutes le dejo todo lo tuyo y lo miacuteo no tengo a nadie maacutes en este mundo Mientras tanto remodelamos tu cuarto con buenos servicios aire acondicionado y tus libros y tu muacutesica

-iquestCrees que ella estaraacute de acuerdo

-Ay mi sabio triste estaacute bien que esteacutes viejo pero no pendejo -dijo Rosa Cabarcas muerta de risa- Esa pobre criatura estaacute lela de amor por ti

Saliacute a la calle radiante y por primera vez me reconociacute a miacute mismo en el horizonte remoto de mi primer siglo Mi casa callada y en orden a las seis y cuarto empezaba a gozar los colores de una aurora feliz Damiana cantaba a toda voz en la cocina y el gato redivivo enroscoacute la cola en mis tobillos y siguioacute caminando conmigo hasta mi mesa de escribir Estaba ordenando mis papeles marchitos el tintero la pluma de ganso cuando el sol estalloacute entre los almendros del parque y el buque fluvial del correo retrasado una semana por la sequiacutea entroacute bramando en el canal del puerto Era por fin la vida real con mi corazoacuten a salvo y condenado a morir de buen amor en la agoniacutea feliz de cualquier diacutea despueacutes de mis cien antildeos

Mayo de 2004

Page 11: · Web viewVivo en una casa colonial en la acera de sol del parque de San Nicolás, donde he pasado todos los días de mi vida sin mujer ni fortuna, donde vivieron y murieron mis padres,

Memorias de mis putas tristes 11 ______________________________________________________________________________________me pidioacute el cigarrillo de siempre y le contesteacute lo mismo de siempre Dejeacute de fumar hace hoy treinta y tres antildeos dos meses y diecisiete diacuteas Al pasar frente a El Alambre de Oro me mireacute en las vitrinas iluminadas y no me vi como me sentiacutea sino maacutes viejo y peor vestido

Poco antes de las diez abordeacute un taxi y le pediacute al chofer que me llevara al Cementerio Universal para que no supiera adonde iba en realidad Me miroacute divertido por el espejo y me dijo No me deacute estos sustos don sabio ojalaacute Dios me mantuviera tan vivo como a usted Nos bajamos juntos frente al cementerio porque eacutel no teniacutea moneda suelta y tuvimos que cambiar en La Tumba una cantina indigente donde lloran a sus muertos los borrachitos de la madrugada Cuando arreglamos cuentas el chofer me dijo en serio Tenga cuidado don que ya la casa de Rosa Cabarcas no es ni sombra de lo que fue No pude menos que darle las gracias convencido como todo el mundo de que no habiacutea ninguacuten secreto bajo el cielo para los choferes del paseo Coloacuten

Me adentreacute en un barrio de pobres que no teniacutea nada que ver con el que conociacute en mis tiempos Eran las mismas calles amplias de arenas calientes con casas de puertas abiertas paredes de tablas sin cepillar techos de palma amarga y patios de cascajo Pero su gente habiacutea perdido el sosiego En la mayoriacutea de las casas habiacutea parrandas de viernes cuyos bombos y platillos repercutiacutean en las entrantildeas Cualquiera podiacutea entrar por cincuenta centavos en la fiesta que le gustara maacutes pero tambieacuten podiacutea quedarse bailando de gorra en los sardineles Yo caminaba ansioso de que me tragara la tierra dentro de mi atuendo de filipichiacuten pero nadie se fijoacute en miacute salvo un mulato escuaacutelido que dormitaba sentado en el portoacuten de una casa de vecindad

-Adioacutes doctor -me gritoacute con todo el corazoacuten- iexclfeliz polvo

iquestQueacute podiacutea hacer sino darle las gracias Tuve que detenerme por tres veces para recobrar el respiro antes de alcanzar la uacuteltima cuesta Desde alliacute vi la enorme luna de cobre que se alzaba en el horizonte y una urgencia imprevista del vientre me hizo temer por mi destino pero pasoacute de largo Al final de la calle donde el barrio se convertiacutea en un bosque de aacuterboles frutales entreacute en la tienda de Rosa Cabarcas

No pareciacutea la misma Habiacutea sido la mama santa maacutes discreta y por lo mismo la maacutes conocida Una mujer de gran tamantildeo que queriacuteamos coronar como sargenta de bomberos tanto por la corpulencia como por la eficacia para apagar las candelas de la parroquia Pero la soledad le habiacutea disminuido el cuerpo le habiacutea avellanado la piel y afilado la voz con tanto ingenio que pareciacutea una nintildea vieja De antes soacutelo le quedaban los dientes perfectos con uno que se habiacutea hecho forrar de oro por coqueteriacutea Guardaba un luto cerrado por el marido muerto a los cincuenta antildeos de vida comuacuten y lo aumentoacute con una especie de bonete negro por la muerte del hijo uacutenico que la ayudaba en sus entuertos Soacutelo le quedaban vivos los ojos diaacutefanos y crueles y por ellos me di cuenta de que no habiacutea cambiado de iacutendole

La tienda teniacutea un foco macilento en el plafondo y casi nada para vender en los armarios que ni siquiera cumpliacutean como pantalla de un negocio a voces que todo el mundo conociacutea pero nadie reconociacutea Rosa Cabarcas estaba despachando a un cliente cuando entreacute en punta de pies No seacute si me desconocioacute de veras o si lo habiacutea fingido por guardar las formas Me senteacute en el escantildeo de espera mientras se

Memorias de mis putas tristes 12 ______________________________________________________________________________________desocupaba y trateacute de reconstruirla en la memoria como habiacutea sido Maacutes de dos veces cuando ambos estaacutebamos enteros tambieacuten ella me habiacutea sacado de espantos Creo que me leyoacute el pensamiento porque se volvioacute hacia miacute y me escudrintildeoacute con una intensidad alarmante No te pasa el tiempo suspiroacute con tristeza Yo quise halagarla A ti siacute pero para bien En serio dijo ella hasta te ha resucitado un poco la cara de caballo muerto Seraacute porque cambieacute de comedero le dije por picardiacutea Ella se animoacute Hasta donde me acuerdo teniacuteas una tranca de galeote me dijo iquestCoacutemo se porta Me escapeacute por la tangente Lo uacutenico distinto desde que no nos vemos es que a veces me arde el culo Su diagnoacutestico fue inmediato Falta de uso Soacutelo lo tengo para lo que Dios lo hizo le dije pero era cierto que me ardiacutea de tiempo atraacutes y siempre en luna llena Rosa rebuscoacute en su cajoacuten de sastre y destapoacute una latita de una pomada verde que oliacutea a linimento de aacuternica Le dices a la nintildea que te la unte con su dedito asiacute moviendo el iacutendice con una elocuencia procaz Le repliqueacute que a Dios gracias todaviacutea era capaz de defenderme sin untos guajiros Ella se burloacute Ay maestro perdoacutename la vida

Y fue a lo suyo

La nintildea estaba en el cuarto desde las diez me dijo era bella limpia y bien criada pero estaba muerta de miedo porque una amiga suya que escapoacute con un estibador de Gayra se habiacutea desangrado en dos horas Pero bueno admitioacute Rosa se entiende porque los de Gayra tienen fama de que hacen cantar a las muiacuteas Y retomoacute el hilo Pobrecita ademaacutes de todo tiene que trabajar el diacutea entero pegando botones en una faacutebrica No me parecioacute que fuera un oficio tan duro Eso creen los hombres replicoacute ella pero es peor que picar piedras Ademaacutes me confesoacute que le habiacutea dado a la nintildea un bebedizo de bromuro con valeriana y ahora estaba dormida Temiacute que la compasioacuten mera otra artimantildea para aumentar el precio pero no dijo ella mi palabra es de oro Con reglas fijas cada cosa pagada aparte en plata blanca y por adelantado Asiacute fue

La seguiacute a traveacutes del patio enternecido por la marchitez de su piel y por lo mal que andaba con las piernas hinchadas dentro de las medias de algodoacuten primario La luna llena estaba llegando al centro del cielo y el mundo se veiacutea como sumergido en aguas verdes Cerca de la tienda habiacutea una techumbre de palma para las parrandas de la administracioacuten puacuteblica con numerosos taburetes de cuero y hamacas colgadas en los horcones En el traspatio donde empezaba el bosque de aacuterboles frutales habiacutea una galeriacutea de seis alcobas de adobes sin repellar con ventanas de anjeo para los zancudos La uacutenica ocupada estaba a media luz y Tontildea la Negra cantaba en el radio una cancioacuten de malos amores Rosa Cabarcas tomoacute aire El bolero es la vida Yo estaba de acuerdo pero hasta hoy no me atreviacute a escribirlo Ella empujoacute la puerta entroacute un instante y volvioacute a salir Sigue dormidita dijo Hariacuteas bien en dejarla descansar todo lo que le pida el cuerpo tu noche es maacutes larga que la suya Yo estaba ofuscado iquestQueacute crees que debo hacer Tuacute sabraacutes dijo ella con una placidez fuera de lugar por algo eres sabio Dio media vuelta y me dejoacute solo con el terror

No habiacutea escapatoria Entreacute en el cuarto con el corazoacuten desquiciado y vi a la nintildea dormida desnuda y desamparada en la enorme cama de alquiler como la parioacute su madre Yaciacutea de medio lado de cara a la puerta alumbrada desde el plafondo por una luz intensa que no perdonaba detalle Me senteacute a contemplarla desde el borde de la cama con un hechizo de los cinco sentidos Era morena y tibia La habiacutean sometido a un reacutegimen de higiene y embellecimiento que no descuidoacute ni el vello

Memorias de mis putas tristes 13 ______________________________________________________________________________________incipiente del pubis Le habiacutean rizado el cabello y teniacutea en las untildeas de las manos y los pies un esmalte natural pero la piel del color de la melaza se veiacutea aacutespera y maltratada Los senos recieacuten nacidos pareciacutean todaviacutea de nintildeo varoacuten pero se veiacutean urgidos por una energiacutea secreta a punto de reventar Lo mejor de su cuerpo eran los pies grandes de pasos sigilosos con dedos largos y sensibles como de otras manos Estaba ensopada en un sudor fosforescente a pesar del ventilador y el calor se volviacutea insoportable a medida que avanzaba la noche Era imposible imaginar coacutemo era la cara pintorreteada a brocha gorda la espesa costra de polvos de arroz con dos parches de colorete en las mejillas las pestantildeas postizas las cejas y los paacuterpados como ahumados con negrohumo y los labios aumentados con un barniz de chocolate Pero ni los trapos ni los afeites alcanzaban a disimular su caraacutecter la nariz altiva las cejas encontradas los labios intensos Penseacute Un tierno toro de lidia

A las once fui a mis traacutemites de rutina en el bantildeo donde estaba su ropa de pobre doblada sobre una silla con un esmero de rica un traje de etamina con mariposas estampadas un calzoacuten amarillo de malapodaacuten y unas sandalias de fique Encima de la ropa habiacutea una pulsera de baratillo y una cadenita muy fina con la medalla de la Virgen En la repisa del lavabo una cartera de ruano con un laacutepiz de labios un estuche de colorete una llave y unas monedas sueltas Todo tan barato y envilecido por el uso que no pude imaginarme a nadie tan pobre como ella

Me desvestiacute y dispuse las piezas como mejor pude en el perchero para no dantildear la seda de la camisa y el planchado del lino Orineacute en el inodoro decadena sentado y como me ensentildeoacute desde nintildeo Florina de Dios para que no mojara los bordes de la bacinilla y todaviacutea modestia aparte con un chorro inmediato y continuo de potro cerrero Antes de salir me asomeacute al espejo del lavamanos El caballo que me miroacute desde el otro lado no estaba muerto sino luacutegubre y teniacutea una papada de Papa los paacuterpados abotagados y desmirriadas las crines que habiacutean sido mi melena de muacutesico

-Mierda -le dije- iquestqueacute puedo hacer si no me quieres

Tratando de no despertarla me senteacute desnudo en la cama con la vista ya acostumbrada a los engantildeos de la luz roja y la reviseacute palmo a palmo Desliceacute la yema del iacutendice a lo largo de su cerviz empapada y toda ella se estremecioacute por dentro como un acorde de arpa se volteoacute hacia miacute con un gruntildeido y me envolvioacute en el clima de su aliento aacutecido Le apreteacute la nariz con el pulgar y el iacutendice y ella se sacudioacute apartoacute la cabeza y me dio la espalda sin despertar Trateacute de separarle las piernas con mi rodilla por una tentacioacuten imprevista En las dos primeras tentativas se opuso con los muslos tensos Le canteacute al oiacutedo La cama de Delgadina de aacutengeles estaacute rodeada Se relajoacute un poco Una corriente caacutelida me subioacute por las venas y mi lento animal jubilado despertoacute de su largo suentildeo

Delgadina alma miacutea le supliqueacute ansioso Delgadina Ella lanzoacute un gemido luacutegubre escapoacute de mis muslos me dio la espalda y se enroscoacute como un caracol en su concha La poacutecima de valeriana debioacute ser tan eficaz para miacute como para ella porque nada pasoacute ni a ella ni a nadie Pero no me importoacute Me pregunteacute de queacute serviacutea despertarla humillado y triste como me sentiacutea y friacuteo como un lebranche

Niacutetidas ineluctables sonaron entonces las campanadas de las doce de la noche y empezoacute la madrugada del 29 de agosto diacutea del Martirio de San Juan Bautista

Memorias de mis putas tristes 14 ______________________________________________________________________________________Alguien lloraba a gritos en la calle y nadie le haciacutea caso Receacute por eacutel si le hiciera falta y tambieacuten por miacute en accioacuten de gracias por los beneficios recibidos No se engantildee nadie no pensando que ha de durar lo que espera maacutes que duroacute lo que vioLa nintildea gimioacute en suentildeos y receacute tambieacuten por ella Pues que todo ha de pasar por tal manera Despueacutes apagueacute el radio y la luz para dormir

Desperteacute de madrugada sin recordar doacutende estaba La nintildea seguiacutea dormida de espaldas a miacute en posicioacuten fetal Tuve la sensacioacuten indefinida de que la habiacutea sentido levantarse en la oscuridad y de haber oiacutedo el desaguumle del bantildeo pero lo mismo pudo ser un suentildeo Fue algo nuevo para miacute Ignoraba las mantildeas de la seduccioacuten y siempre habiacutea escogido al azar las novias de una noche maacutes por el precio que por los encantos y haciacuteamos amores sin amor medio vestidos las maacutes de las veces y siempre en la oscuridad para imaginarnos mejores Aquella noche descubriacute el placer inverosiacutemil de contemplar el cuerpo de una mujer dormida sin los apremios del deseo o los estorbos del pudor

Me levanteacute a las cinco inquieto porque mi nota dominical debiacutea estar en la mesa de redaccioacuten antes de las doce Hice mi deposicioacuten puntual todaviacutea con los ardores de la luna llena y cuando solteacute la cadena del agua sentiacute que ntildeus rencores del pasado se fueron por los albantildeales Cuando volviacute fresco y vestido al dormitorio la nintildea dormiacutea bocarriba a la luz conciliadora del amanecer atravesada de lado a lado en la cama con los brazos abiertos en cruz y duentildea absoluta de su virginidad Que Dios te la guarde le dije Toda la plata que me quedaba la suya y la miacutea se la puse en la almohada y me despediacute por siempre jamaacutes con un beso en la frente La casa como todo burdel al amanecer era lo maacutes cercano al paraiacuteso Saliacute por el portoacuten del huerto para no encontrarme con nadie Bajo el sol abrasante de la calle empeceacute a sentir el peso de mis noventa antildeos y a contar minuto a minuto los minutos de las noches que me haciacutean falta para morir

Memorias de mis putas tristes 15 ______________________________________________________________________________________

2Escribo esta memoria en lo poco que queda de la biblioteca que fue de mis padres y cuyos anaqueles estaacuten a punto de desplomarse por la paciencia de las polillas A fin de cuentas para lo que me falta por hacer en este mundo me bastariacutea con mis diccionarios de todo geacutenero con las dos primeras series de los Episodios nacionales de don Benito Peacuterez Galdoacutes y con La montantildea maacutegica que me ensentildeoacute a entender los humores de mi madre desnaturalizados por la tisis

A diferencia de los otros muebles y de miacute mismo el mesoacuten en que escribo parece de mejor salud con el paso del tiempo porque lo fabricoacute en maderas nobles mi abuelo paterno que fue carpintero de buques Aunque no tenga que escribir lo aderezo todas las mantildeanas con el rigor ocioso que me ha hecho perder tantos amores Al alcance de la mano tengo mis libros coacutemplices los dos tomos del Primer Diccionario Ilustrado de la Real Academiade 1903 el Tesoro de la Lengua Castellana o Espantildeola de don Sebastiaacuten de Covarrubias la gramaacutetica de don Andreacutes Bello por si hubiera alguna duda semaacutentica como es de rigor el novedoso Diccionario ideoloacutegico de don Julio Casares en especial por sus antoacutenimos y sus sinoacutenimos el Vocabolario della Liacutengua Italiana de Nicola Zingarelli para favorecerme con el idioma de mi madre que aprendiacute desde la cuna y el diccionario de latiacuten que por ser eacuteste la madre de las otras dos lo considero mi lengua natal

A la izquierda del escritorio mantengo siempre las cinco fojas de papel de hilo tamantildeo oficio para mi nota dominical y el cuerno con polvo de carta que prefiero a la moderna almohadilla de papel se cante A la derecha estaacuten el calamaio y el palillero de balso liviano con la peacutendola de oro pues todaviacutea manuscribo con la letra romaacutentica que me ensentildeoacute Florina de Dios para que no me hiciera a la caligrafiacutea oficial de su esposo que fue notario puacuteblico y contador juramentado hasta su uacuteltimo aliento Hace tiempo que se nos impuso en el perioacutedico la orden de escribir a maacutequina para mejor caacutelculo del texto en el plomo del linotipo y mayor acierto en la armada pero nunca me hice a este mal haacutebito Seguiacute escribiendo a mano y transcribiendo en la maacutequina con un arduo picoteo de gallina gracias al privilegio ingrato de ser el empleado maacutes antiguo Hoy jubilado pero no vencido gozo del privilegio sacro de escribir en casa con el teleacutefono descolgado para que nadie me disturbe y sin censor que aguaite lo que escribo por encima de mi hombro

Vivo sin perros ni paacutejaros ni gente de servicio salvo la fiel Damiana que me ha sacado de los apuros menos pensados y sigue viniendo una vez por semana para lo que haya que hacer aun como estaacute corta de vista y de cacumen Mi madre en su

Memorias de mis putas tristes 16 ______________________________________________________________________________________lecho de muerte me suplicoacute que me casara joven con mujer blanca que tuvieacuteramos por lo menos tres hijos y entre ellos una nintildea con su nombre que habiacutea sido el de su madre y su abuela Estuve pendiente de la suacuteplica pero teniacutea una idea tan flexible de la juventud que nunca me parecioacute demasiado tarde Hasta un mediodiacutea caluroso en que me equivoqueacute de puerta en la casa que teniacutean los Palomares de Castro en Pradomar y sorprendiacute desnuda a Ximena Ortiz la menor de las hijas que haciacutea la siesta en la alcoba contigua Estaba acostada de espaldas a la puerta y se volvioacute a mirarme por encima del hombro con un gesto tan raacutepido que no me dio tiempo de escapar Ay perdoacuten alcanceacute a decir con el alma en la boca Ella sonrioacute se volteoacute hacia miacute con un escorzo de gacela y seme mostroacute de cuerpo entero La estancia toda se sentiacutea saturada de su intimidad No estaba en vivas carnes pues teniacutea en la oreja una flor ponzontildeosa de peacutetalos anaranjados como la Olimpia de Manet y tambieacuten llevaba una esclava de oro en el puntildeo derecho y una gargantilla de perlas menudas Nunca imagineacute que pudiera ver algo maacutes perturbador en lo que me faltaba de vida y hoy puedo dar fe de que tuve razoacuten

Cerreacute la puerta de un golpe avergonzado de mi torpeza y con la determinacioacuten de olvidarla Pero Ximena Ortiz me lo impidioacute Me mandaba recados con amigas comunes esquelas provocadoras amenazas brutales mientras se esparciacutea la voz de que estaacutebamos locos de amor el uno por el otro sin que nos hubieacuteramos cruzado palabra Fue imposible resistir Teniacutea unos ojos de gata cimarrona un cuerpo tan provocador con ropa como sin ella y una cabellera frondosa de oro alborotado cuyo tufo de mujer me haciacutea llorar de rabia en la almohada Sabiacutea que nunca llegariacutea a ser amor pero la atraccioacuten sataacutenica que ejerciacutea sobre miacute era tan ardorosa que intentaba aliviarme con cuanta guaricha de ojos verdes me encontraba al paso Nunca logreacute sofocar el fuego de su recuerdo en la cama de Pradomar asiacute que le entregueacute mis armas con peticioacuten formal de mano intercambio de anillos y anuncio de boda grande antes de Pentecosteacutes

La noticia estalloacute con maacutes fuerza en el Barrio Chino que en los clubes sociales Primero fue con burlas pero se transformoacute en una contrariedad cierta de las acadeacutemicas que veiacutean el matrimonio como una situacioacuten maacutes ridiacutecula que sagrada Mi noviazgo cumplioacute todos los ritos de la moral cristiana en la terraza de orquiacutedeas amazoacutenicas y helechos colgados de la casa de mi prometida Llegaba a las siete de la noche todo de lino blanco y con cualquier regalo de abalorios artesanales o chocolates suizos y hablaacutebamos medio en clave y medio en serio hasta las diez con la custodia de la tiacutea Argeacutenida que se dormiacutea al primer parpadeo como las chaperonas de las novelas de la eacutepoca

Ximena iba hacieacutendose maacutes voraz cuanto mejor nos conociacuteamos se aligeraba de corpintildeos y pollerines a medida que apretaban los bochornos de junio y era faacutecil imaginarse el poder de demolicioacuten que debiacutea tener en la penumbra A los dos meses de noviazgo no teniacuteamos de queacute hablar y ella planteoacute el tema de los hijos sin decirlo tejiendo bolitas en crochet de lana cruda para recieacuten nacidos Yo novio gentil aprendiacute a tejer con ella y asiacute se nos fueron las horas inuacutetiles que faltaban para la boda yo tejiendo las botitas azules para nintildeos y ella tejiendo las rosadas para nintildeas a ver quieacuten acertaba hasta que fueron bastantes para maacutes de medio centenar de hijos Antes de que dieran las diez me subiacutea a un coche de caballos y me iba al Barrio Chino a vivir mi noche en la paz de Dios

Memorias de mis putas tristes 17 ______________________________________________________________________________________Los tempestuosos adioses de soltero que me haciacutean en el Barrio Chino iban en contraviacutea de las veladas opresivas del Club Social Contraste que a miacute me sirvioacute para saber cuaacutel de los dos mundos era en realidad el miacuteo y me hice la ilusioacuten de que eran ambos pero cada uno a sus horas pues desde cualquiera de los dos veiacutea alejarse el otro con los suspiros desgarrados con que se separan dos barcos en altamar El baile de la viacutespera en El Poder de Dios incluyoacute una ceremonia final que soacutelo podiacutea ocurriacutersele a un cura gallego encallado en la concupiscencia que vistioacute a todo el personal femenino con velos y azahares para que todas se casaran conmigo en un sacramento universal Fue una noche de grandes sacrilegios en que veintidoacutes de ellas prometieron amor y obediencia y les correspondiacute con fidelidad y sustento hasta el maacutes allaacute de la tumba

No pude dormir por el presagio de algo irremediable Desde la madrugada empeceacute a contar el paso de las horas en el reloj de la catedral hasta las siete campanadas temibles con que debiacutea estar en la iglesia El timbre del teleacutefono empezoacute a las ocho largo tenaz impredecible durante maacutes de una hora No soacutelo no contesteacute no respireacute Poco antes de las diez llamaron a la puerta primero con el puntildeo y luego con gritos de voces conocidas y abominadas Temiacutea que la derribaran por alguacuten percance grave pero hacia las once la casa quedoacute en el silencio erizado que sucede a las grandes cataacutestrofes Entonces lloreacute por ella y por miacute y receacute de todo corazoacuten para no encontrarme con ella nunca maacutes en mis diacuteas Alguacuten santo me oyoacute a medias pues Ximena Ortiz se fue del paiacutes esa misma noche y no volvioacute hasta unos veinte antildeos despueacutes bien casada y con los siete hijos que pudieron ser miacuteos

Trabajo me costoacute mantener mi puesto y mi columna en El Diario de La Paz despueacutes de aquella afrenta social Pero no fue por eso que relegaron mis notas a la paacutegina once sino por el iacutempetu ciego con que entroacute el siglo XX El progreso se convirtioacute en el mito de la ciudad Todo cambioacute volaron los aviones y un hombre de empresa tiroacute un saco de cartas desde un Junker e inventoacute el correo aeacutereo

Lo uacutenico que permanecioacute igual fueron mis notas en el perioacutedico Las nuevas generaciones arremetieron contra ellas como contra una momia del pasado que debiacutea ser demolida pero yo las mantuve en el mismo tono sin concesiones contra los aires de renovacioacuten Fui sordo a todo Habiacutea cumplido cuarenta antildeos pero los redactores joacutevenes la llamaban la Columna de Mudarra el Bastardo El director de entonces me citoacute en su oficina para pedirme que me pusiera a tono con las nuevas corrientes De un modo solemne como si acabara de inventarlo me dijo El mundo avanza Siacute le dije avanza pero dando vueltas alrededor del sol Mantuvo mi nota dominical porque no habriacutea encontrado otro inflador de cables Hoy seacute que tuve razoacuten y por queacute Los adolescentes de mi generacioacuten avorazados por la vida olvidaron en cuerpo y alma las ilusiones del porvenir hasta que la realidad les ensentildeoacute que el futuro no era como lo sontildeaban y descubrieron la nostalgia Alliacute estaban mis notas dominicales como una reliquia arqueoloacutegica entre los escombros del pasado y se dieron cuenta de que no eran soacutelo para viejos sino para joacutevenes que no tuvieran miedo de envejecer La nota volvioacute entonces a la seccioacuten editorial y en ocasiones especiales a la primera paacutegina

A quien me lo pregunta le contesto siempre con la verdad las putas no me dejaron tiempo para ser casado Sin embargo debo reconocer que nunca tuve esta explicacioacuten hasta el diacutea de mis noventa antildeos cuando saliacute de la casa de Rosa Cabarcas con la determinacioacuten de nunca maacutes provocar al destino Me sentiacutea otro El

Memorias de mis putas tristes 18 ______________________________________________________________________________________genio se me trastornoacute por la gente de tropa que vi apostada en las rejas de hierro que rodeaban el parque Encontreacute a Damiana trapeando los pisos a gatas en la sala y la juventud de los muslos a su edad me suscitoacute un temblor de otra eacutepoca Ella debioacute sentirlo porque se cubrioacute con la falda No pude reprimir la tentacioacuten de preguntarle Diacutegame una cosa Damiana iquestde queacute se acuerda No estaba acordaacutendome de nada dijo ella pero su pregunta me lo recuerda Sentiacute una opresioacuten en el pecho Nunca me he enamorado le dije Ella replicoacute en el acto Yo siacute Y terminoacute sin interrumpir su oficio Lloreacute veintidoacutes antildeos por usted El corazoacuten me dio un salto Buscando una salida digna le dije Hubieacuteramos sido una buena yunta Pues hace mal en deciacutermelo ahora dijo ella porque ya no me sirve ni de consuelo Cuando saliacutea de la casa me dijo del modo maacutes natural Usted no me creeraacute pero sigo siendo virgen a Dios gracias

Poco despueacutes descubriacute que habiacutea dejado floreros de rosas rojas por toda la casa y una tarjeta en la almohada Le deseo que llegue a los sien Con este mal sabor me senteacute a continuar la nota que habiacutea dejado a medias el diacutea anterior La termineacute con un solo aliento en menos de dos horas y tuve que torcerle el cuello al cisne para sacaacutermela de las tripas sin que se me notara el llanto Por un golpe de inspiracioacuten tardiacutea decidiacute rematarla con el anuncio de que con ella poniacutea teacutermino feliz a una vida larga y digna sin la mala condicioacuten de morirme

Mi propoacutesito era dejarla en la porteriacutea del perioacutedico y volver a casa Pero no pude El personal en pleno me esperaba para celebrarme el cumpleantildeos El edificio estaba en obra con andamies y escombros friacuteos por todas partes pero habiacutean parado la obra para la fiesta En una mesa de carpintero estaban las bebidas para el brindis y las cuelgas envueltas en papel de fantasiacutea Aturdido por los relaacutempagos de las caacutemaras me hice con todas las fotos del recuerdo

Me alegroacute encontrar alliacute a periodistas de radio y de los otros diarios de la ciudad La Prensa matutino conservador El Heraldo matutino liberal y El Nacional vespertino sensacionalista que trataba de aliviar las tensiones del orden puacuteblico con folletones pasionales No era extrantildeo que estuvieran juntos pues dentro del espiacuteritu de la ciudad fue siempre de buen recibo que se mantuvieran intactas las amistades de la tropa mientras los mariscales libraban la guerra editorial

Tambieacuten estaba alliacute fuera de horas el censor oficial don Jeroacutenimo Ortega a quien llamaacutebamos el Abominable Hombre de las Nueve porque llegaba puntual a esa hora de la noche con su laacutepiz sangriento de saacutetrapa godo Alliacute permaneciacutea hasta asegurarse de que no hubiera una letra impune en la edicioacuten de mantildeana Teniacutea una aversioacuten personal contra miacute por mis iacutenfulas de gramaacutetico o porque utilizaba palabras italianas sin comillas ni cursivas cuando me pareciacutean maacutes expresivas que en castellano como debiera ser de uso legiacutetimo entre lenguas siamesas Despueacutes de padecerlo por cuatro antildeos habiacuteamos terminado por aceptarlo como la mala conciencia de nosotros mismos

Las secretarias llevaron al saloacuten un pudiacuten con noventa velas encendidas que me enfrentaron por primera vez al nuacutemero de mis antildeos Tuve que tragarme las laacutegrimas cuando cantaron el brindis y me acordeacute de la nintildea sin ninguacuten motivo No fue un golpe de rencor sino de compasioacuten tardiacutea por una criatura de la que no esperaba volver a acordarme Cuando acaboacute de pasar el aacutengel alguien me habiacutea puesto un cuchillo en la mano para que cortara el pudiacuten Por temor a las burlas nadie se

JUAN CARLOS 161104
saacutetrapa (Del lat satrăpa este del gr σατράπης y este del aveacutestico ẖšathrapāvan protector del dominio) m Gobernador de una provincia de la antigua Persia || 2 coloq Hombre sagaz que sabe gobernarse con astucia e inteligencia o que gobierna despoacuteticamente U t c adj 13

Memorias de mis putas tristes 19 ______________________________________________________________________________________arriesgoacute a improvisar un discurso Yo hubiera preferido morirme que contestarlo Para terminar la fiesta el jefe de redaccioacuten por quien no tuve nunca gran simpatiacutea nos devolvioacute a la realidad inclemente Ahora siacute ilustre nonagenario me dijo iquestDoacutende estaacute su nota

La verdad es que toda la tarde la sentiacutea ardieacutendome como una brasa en el bolsillo pero la emocioacuten me habiacutea calado tan hondo que no tuve corazoacuten para aguar la fiesta con mi renuncia Dije Por esta vez no hay El jefe de redaccioacuten se disgustoacute por una falta que habiacutea sido inconcebible desde el siglo anterior Entieacutendalo por una vez le dije tuve una noche tan difiacutecil que amaneciacute embrutecido Pues debioacute escribir eso dijo eacutel con su humor de vinagre A los lectores les gustaraacute saber de primera mano coacutemo es la vida a los noventa Una de las secretarias tercioacute A lo mejor es un secreto delicioso dijo y me miroacute con malicia iquestO no Una raacutefaga ardiente me abrasoacute la cara Maldita sea penseacute queacute desleal es el rubor Otra radiante me sentildealoacute con el dedo iexclQueacute maravilla Todaviacutea le queda la elegancia de ruborizarse Su impertinencia me provocoacute otro rubor encima del rubor Debioacute ser una noche de ataque dijo la primera secretaria iexclQueacute envidia Y me dio un beso que me quedoacute pintado en la cara Los fotoacutegrafos se encarnizaron Ofuscado le entregueacute la nota al jefe de redaccioacuten y le dije que lo dicho antes era en broma aquiacute la tiene y escapeacute atolondrado por la uacuteltima salva de aplausos para no estar presente cuando descubrieran que era mi carta de renuncia al cabo de medio siglo de galeras

La ansiedad me duraba todaviacutea aquella noche cuando desenvolviacutea las cuelgas en mi casa Los linotipistas desacertaron con una cafetera eleacutectrica igual a las tres que teniacutea de cumpleantildeos anteriores Los tipoacutegrafos me dieron una autorizacioacuten para recoger un gato de angora en el criadero municipal La gerencia me dio una bonificacioacuten simboacutelica Las secretarias me regalaron tres calzoncillos de seda con huellas de besos estampados y una tarjeta en la que se ofreciacutean para quitaacutermelos Se me ocurrioacute que uno de los encantos de la vejez son las provocaciones que se permiten las amigas joacutevenes que nos creen fuera de servicio

Nunca supe quieacuten me mandoacute un disco con los veinticuatro preludios de Chopin por Stefan Askenase Los redactores en su mayoriacutea me regalaron libros de moda No habiacutea terminado de desenvolver los regalos cuando Rosa Cabarcas me llamoacute por teleacutefono con la pregunta que yo no queriacutea oiacuter iquestQueacute te pasoacute con la nintildea Nada dije sin pensarlo iquestTe parece nada que ni siquiera la despertaste dijo Rosa Cabarcas Una mujer no perdona jamaacutes que un hombre le desprecie el estreno Le alegueacute que la nintildea no podiacutea estar tan agotada soacutelo por pegar botones y tal vez se hiciera la dormida por miedo del mal trance Lo uacutenico grave dijo Rosa es que ella cree de verdad que ya no sirves y no me gustariacutea que lo fuera pregonando a los cuatro vientos

No le di el gusto de sorprenderme Aunque asiacute fuera le dije su estado es tan deplorable que no se puede contar con ella ni dormida ni despierta es carne de hospital Rosa Cabarcas bajoacute el tono La culpa fue de las prisas con que se hizo el trato pero tiene remedio ya veraacutes Prometioacute poner a la nintildea en confesioacuten y si era el caso obligarla a devolver la plata iquestqueacute te parece Deacutejalo de ese tamantildeo le dije aquiacute no pasoacute nada y en cambio me ha valido como una prueba de que ya no estoy para estos trotes En ese sentido la nintildea tiene razoacuten ya no sirvo Colgueacute el teleacutefono saturado por un sentimiento de liberacioacuten que no habiacutea conocido en vida miacutea y por fin a salvo de una servidumbre que me manteniacutea subyugado desde mis trece antildeos

JUAN CARLOS 161104
linotipista com Persona que maneja una linotipia13 linotipia (Del ingl linotype) f Impr Maacutequina de componer provista de matrices de la cual sale la liacutenea formando una sola pieza || 2 Impr Arte de componer con esta maacutequina 13

Memorias de mis putas tristes 20 ______________________________________________________________________________________

A las siete de la noche fui invitado de honor al concierto de Jacques Thibault y Alfred Cortot en la sala de Bellas Artes con una interpretacioacuten gloriosa de la sonata para violiacuten y piano de Ceacutesar Frank y en el intermedio escucheacute elogios inverosiacutemiles El maestro Pedro Biava nuestro muacutesico enorme me llevoacute casi a rastras a los camerinos para presentarme a los inteacuterpretes Me ofusqueacute tanto que los feliciteacute por una sonata de Schumann que no habiacutean tocado y alguien me corrigioacute en puacuteblico de mala manera La impresioacuten de que habiacutea confundido las dos sonatas por ignorancia simple quedoacute sembrada en el ambiente local y agravada por una explicacioacuten aturdida con que trateacute de remendarla el domingo siguiente en mi resentildea criacutetica del concierto

Por primera vez en mi larga vida me sentiacute capaz de matar a alguien Volviacute a casa atormentado por el diablillo que sopla al oiacutedo las respuestas devastadoras que no dimos a tiempo y ni la lectura ni la muacutesica mitigaron mi rabia Por fortuna Rosa Cabarcasme sacoacute del desvariacuteo con un grito en el teleacutefono Estoy feliz con el perioacutedico porque no pensaba que cumpliacuteas noventa sino cien Le contesteacute encrespado iquestAsiacute de jodido me viste Al contrario dijo ella lo que me sorprendioacute fue verte tan bien Queacute bueno que no eres de los viejos verdes que se aumentan la edad para que los crean en buen estado Y cambioacute sin transicioacuten Te tengo tu cuelga Me sorprendioacute de veras iquestQueacute es La nintildea dijo ella

No me tomeacute ni un instante para pensar Gracias le dije pero esa vaina es agua pasada Ella siguioacute de largo Te la mando a tu casa envuelta en papel de China y hervida con palo de saacutendalo al bantildeo mariacutea todo gratis Me mantuve firme y ella se debatioacute en una explicacioacuten pedregosa que me parecioacute sincera Dijo que la nintildea estaba en tan mal estado aquel viernes por haber cosido doscientos botones con aguja y dedal Que era verdad su miedo a las violaciones sangrientas pero ya estaba instruida para el sacrificio Que en su noche conmigo se habiacutea levantado para ir al bantildeo y que yo estaba tan profundo que le dio laacutestima despertarme pero ya me habiacutea ido cuando volvioacute a despertar en la mantildeana Me indigneacute con lo que me parecioacute una mentira inuacutetil Bueno prosiguioacute Rosa Cabarcas aun si asiacute fuera la nintildea estaacute arrepentida Pobrecita la tengo aquiacute enfrente iquestQuieres que tela pase No por Dios le dije

Habiacutea empezado a escribir cuando llamoacute la secretaria del perioacutedico El mensaje era que el director queriacutea verme al diacutea siguiente a las once de la mantildeana Llegueacute puntual El estruendo de la restauracioacuten de la casa no pareciacutea soportable el aire estaba enrarecido por los martillazos el polvo de cemento y el humo de alquitraacuten pero la redaccioacuten habiacutea aprendido a pensar en la rutina del caos Las oficinas del director en cambio heladas y silentes permaneciacutean en un paiacutes ideal que no era el nuestro

El tercer Marco Tulio con un aire adolescente se puso de pie al verme entrar sin interrumpir una conversacioacuten telefoacutenica me estrechoacute la mano por encima del escritorio y me indicoacute que me sentara Llegueacute a pensar que no habiacutea nadie en el otro extremo de la liacutenea y que eacutel haciacutea la farsa para impresionarme pero pronto descubriacute que hablaba con el gobernador y era en verdad un diaacutelogo difiacutecil entre enemigos cordiales Ademaacutes creo que se esmeraba en parecer eneacutergico delante de miacute aunque al mismo tiempo se manteniacutea de pie mientras hablaba con la autoridad

Memorias de mis putas tristes 21 ______________________________________________________________________________________Se le notaba el vicio de la pulcritud Acababa de cumplir veintinueve antildeos con cuatro idiomas y tres maestriacuteas internacionales a diferencia del primer presidente vitalicio su abuelo paterno que se hizo periodista empiacuterico despueacutes de hacer una fortuna con la trata de blancas Teniacutea maneras faacuteciles se pasaba de apuesto y sereno y lo uacutenico que poniacutea en peligro su prestancia era una nota falsa en la voz Llevaba una chaqueta deportiva con una orquiacutedea viva en la solapa y cada cosa le sentaba como si fuera de su ser natural pero nada en eacutel estaba hecho para el clima de la calle sino para la primavera de sus oficinas Yo que habiacutea gastado casi dos horas para vestirme sentiacute el oprobio de la pobreza y me aumentoacute la rabia

Con todo el veneno mortal estaba en una foto panoraacutemica del personal de planta tomada en el XXV aniversario de la fundacioacuten del perioacutedico en la que sentildealaban con una crucecita sobre la cabeza a los que iban muriendo Yo era el tercero de la derecha con el sombrero canotier la corbata de nudo grande con una perla en el prendedor el primer mostacho de coronel civil que tuve hasta los cuarenta antildeos y los espejuelos metaacutelicos de seminarista preacutesbita que no me hicieron falta despueacutes del medio siglo Habiacutea visto esa foto colgada durante antildeos en distintas oficinas pero soacutelo entonces fui sensible a su mensaje de los cuarenta y ocho empleados originales soacutelo cuatro estaacutebamos vivos y el menor de nosotros cumpliacutea una condena de veinte antildeos por asesinato muacuteltiple

El director terminoacute la llamada me sorprendioacute mirando la foto y sonrioacute Las crucecitas no las puse yo dijo Me parecen de muy mal gusto Se sentoacute al escritorio y cambioacute de tono Permiacutetame decirle que usted es el hombre maacutes impredecible que he conocido Y ante mi sorpresa se adelantoacute a todo Lo digo por su renuncia Apenas acerteacute a decir Es toda una vida El replicoacute que justo por eso no era una solucioacuten pertinente La nota le pareciacutea magniacutefica y todo lo que deciacutea de la vejez era de lo mejor que habiacutea leiacutedo nunca y no teniacutea sentido terminarla con una decisioacuten que pareciacutea maacutes bien una muerte civil Por fortuna dijo el Abominable Hombre de las Nueve la leyoacute cuando ya estaba armada la paacutegina editorial y le parecioacute inadmisible Sin consultarlo con nadie la tachoacute de arriba abajo con su laacutepiz de Torquemada Cuando lo supe esta mantildeana ordeneacute mandar una nota de protesta a la Gobernacioacuten Era mi deber pero entre nos puedo decirle que estoy muy agradecido por la arbitrariedad del censor De modo que no estaba dispuesto a aceptar que suspendiera la nota Se lo suplico con toda el alma dijo No abandone el barco en altamar Y concluyoacute con un gran estilo Todaviacutea nos queda mucho por hablar de muacutesica

Lo vi tan decidido que no me atreviacute a agravar la discrepancia con un argumento de distraccioacuten El problema en realidad era que tampoco entonces encontraba un motivo decente para abandonar la noria y me aterrorizoacute la idea de decirle que siacute una vez maacutes soacutelo por ganar tiempo Tuve que reprimirme para que no se me notara la emocioacuten impuacutedica que me apremiaba las laacutegrimas Y otra vez como siempre quedamos en las mismas de siempre despueacutes de tantos antildeos

La semana siguiente presa de un estado que era maacutes de confusioacuten que de alegriacutea paseacute por el criadero a recoger el gato que me habiacutean regalado los impresores Tengo muy mala quiacutemica con los animales por lo mismo que la tengo con los nintildeos antes de que empiecen a hablar Me parecen mudos del alma No los odio pero no puedo soportarlos porque no aprendiacute a negociar con ellos Me parece contra natura que un hombre se entienda mejor con su perro que con su esposa que lo ensentildee a

JUAN CARLOS 161104
noria (Del aacuter hisp nalsquouacutera y este del aacuter claacutes nālsquoūrah infl por acequia y acenia) f Maacutequina compuesta de dos grandes ruedas engranadas que mediante cangilones sube el agua de los pozos acequias etc || 2 Pozo formado en forma comuacutenmente ovalada del cual se saca el agua con la maacutequina || 3 Artilugio de feria consistente en una gran rueda con asientos que gira verticalmente13

Memorias de mis putas tristes 22 ______________________________________________________________________________________comer y descomer a sus horas a contestar preguntas y a compartir sus penas Pero no recoger el gato de los tipoacutegrafos habriacutea sido un desaire Ademaacutes era un precioso ejemplar de angora de pelambre rosada y tersa y ojos iluminados cuyos maullidos pareciacutean a punto de ser palabras Me lo dieron en una canasta de mimbre con un certificado de su estirpe y un manual de uso como el de las bicicletas para armar

Una patrulla militar verificaba la identidad de los transeuacutentes antes de autorizar el paso por el parque de San Nicolaacutes Nunca habiacutea visto nada igual ni podiacutea imaginarme nada maacutes descorazonador como siacutentoma de mi vejez Era una patrulla de cuatro al mando de un oficial casi adolescente Los agentes eran hombres de paacuteramos duros y callados con un olor de establo El oficial los vigilaba a todos con las mejillas chapeadas de los andinos en la playa Despueacutes de revisar mi ceacutedula de identidad y mi credencial de prensa me preguntoacute queacute llevaba en la cesta Un gato le dije El quiso verlo Destapeacute la cesta con toda precaucioacuten por temor de que escapara pero un agente quiso ver si no habiacutea algo maacutes en el fondo y el gato le tiroacute un zarpazo El oficial se interpuso Es una joya de angora dijo Lo acaricioacute mientras murmuraba algo y el gato no lo agredioacute pero tampoco le hizo caso iquestCuaacutentos antildeos tiene preguntoacute No seacute le dije acaban de regalaacutermelo Se lo pregunto porque se ve que es muy viejo diez antildeos quizaacutes Quise preguntarle coacutemo lo sabiacutea y muchas cosas maacutes pero a despecho de sus buenas maneras y su habla florida no me sentiacutea con estoacutemago para hablar con eacutel Me parece que es un gato abandonado que ha pasado por muchas dijo Obseacutervelo no lo acomode a usted sino al contrario usted a eacutel y deacutejelo hasta que se gane su confianza Cerroacute la tapa de la cesta y me preguntoacute iquestEn queacute trabaja usted Soy periodista iquestDesde cuaacutendo Desde hace un siglo le dije No lo dudo dijo eacutel Me estrechoacute la mano y se despidioacute con un frase que lo mismo podiacutea ser un buen consejo que una amenaza

-Cuiacutedese mucho

Al mediodiacutea desconecteacute el teleacutefono para refugiarme en la muacutesica con un programa exquisito la rapsodia para clarinete y orquesta de Wagner la de saxofoacuten de Debussy y el quinteto para cuerdas de Bruckner que es un remanso edeacutenico en el cataclismo de su obra Y de pronto me encontreacute envuelto en las tinieblas del estudio Sentiacute deslizarse debajo de mi mesa algo que no me parecioacute un cuerpo vivo sino una presencia sobrenatural que me rozoacute los pies y salteacute con un grito Era el gato con la hermosa cola empenachada su lentitud misteriosa y su estirpe miacutetica y no pude evitar el escalofriacuteo de estar solo en la casa con un ser vivo que no fuera humano

Cuando dieron las siete en la catedral habiacutea una estrella sola y liacutempida en el cielo color de rosas un buque lanzoacute un adioacutes desconsolado y sentiacute en la garganta el nudo gordiano de todos los amores que pudieron haber sido y no fueron No soporteacute maacutes Descolgueacute el teleacutefono con el corazoacuten en la boca marqueacute los cuatro nuacutemeros muy despacio para no equivocarme y al tercer timbrazo reconociacute la voz Bueno mujer le dije con un suspiro de alivio Perdoacutename el berrinche de esta mantildeana Ella tranquila No te preocupes estaba esperando tu llamada Le advertiacute Quiero que la nintildea me espere como Dios la echoacute al mundo y sin barnices en la cara Ella hizo su risa gutural Lo que tuacute digas dijo pero te pierdes el gusto de encuerar la pieza por pieza como les encanta a los viejos no seacute por queacute Yo siacute seacute le dije Porque se estaacuten volviendo cada vez maacutes viejos Ella lo dio por hecho

JUAN CARLOS 161104
gordiano (De Gordio rey de Frigia) V nudo
JUAN CARLOS 161104
paacuteramo (Del lat parămus voz de or prerromano) m Terreno yermo raso y desabrigado || 2 Lugar sumamente friacuteo y desamparado || 3 Col y Ecuad llovizna 13

Memorias de mis putas tristes 23 ______________________________________________________________________________________-Estaacute bien -dijo- entonces esta noche a las diez en punto antes de que se enfriacutee la pescada

Memorias de mis putas tristes 24 ______________________________________________________________________________________

3

iquestCoacutemo podiacutea llamarse La duentildea no me lo habiacutea dicho Cuando me hablaba de ella soacutelo deciacutea la nintildea Y yo lo habiacutea convertido en un nombre de pila como la nintildea de los ojos o la carabela menor Ademaacutes Rosa Cabarcas poniacutea a sus pupilas un nombre distinto para cada cliente A miacute me divertiacutea adivinarlos por las caras y desde el principio estuve seguro de que la nintildea teniacutea uno largo como Filomena Saturnina o Nicolasa En eacutesas estaba cuando ella se dio media vuelta en la cama y quedoacute de espaldas a miacute y me parecioacute que habiacutea dejado un charco de sangre del tamantildeo y la forma del cuerpo Fue un sobresalto instantaacuteneo hasta que comprobeacute que era la humedad del sudor en la saacutebana

Rosa Cabarcas me habiacutea aconsejado que la tratara con cautela pues auacuten le duraba el susto de la primera vez Es maacutes creo que la misma solemnidad del rito le habiacutea agravado el miedo y habiacutean tenido que aumentarle la dosis de valeriana pues dormiacutea con tal placidez que habriacutea sido una laacutestima despertarla sin arrullos De modo que empeceacute a secarla con la toalla mientras le cantaba en susurros la cancioacuten de Delgadina la hija menor del rey requerida de amores por su padre A medida que la secaba ella iba mostraacutendome los flancos sudados al compaacutes de mi canto Delgadina Delgadina tuacute seras mi prenda amada Fue un placer sin liacutemites pues ella volviacutea a sudar por un costado cuando acababa de secarla por el otro para que la cancioacuten no terminara nunca Levaacutentate Delgadina ponte tu falda de seda le cantaba al oiacutedo Al final cuando los criados del rey la encontraron muerta de sed en su cama me parecioacute que mi nintildea habiacutea estado a punto de despertar al escuchar el nombre Asiacute que era ella Delgadina

Volviacute a la cama con mis calzoncillos de besos estampados y me tendiacute junto a ella Dormiacute hasta las cinco al arrullo de su respiracioacuten apacible Me vestiacute a toda prisa sin lavarme y soacutelo entonces vi la sentencia escrita con laacutepiz labial en el espejo del lavabo El tigre no come lejos Seacute que no estaba la noche anterior y nadie podiacutea haber entrado en el cuarto de modo que la entendiacute como la cuelga del diablo Un trueno terroriacutefico me sorprendioacute en la puerta y el cuarto se llenoacute del olor premonitorio de la tierra mojada No tuve tiempo para escapar ileso Antes de que encontrara un taxi se precipitoacute un aguacero grande de los que suelen desordenar la ciudad entre mayo y octubre pues las calles de arenas ardientes que bajan hacia el riacuteo se convierten en torrenteras que arrastran cuanto encuentran a su paso Las aguas de aquel septiembre raro despueacutes de tres meses de sequiacutea podiacutean ser tan providenciales como devastadoras

Memorias de mis putas tristes 25 ______________________________________________________________________________________Desde que abriacute la puerta de casa me salioacute al encuentro la sensacioacuten fiacutesica de que no estaba solo Alcanceacute a ver el celaje del gato que saltoacute del sofaacute y se escabulloacute por el balcoacuten En su plato quedaban las sobras de una comida que yo no le habiacutea servido La peste de sus orines rancios y su caca caliente habiacutean contaminado todo Me habiacutea dedicado a estudiarlo como estudieacute el latiacuten El manual deciacutea que los gatos escarban en la tierra para esconder su estieacutercol y que en las casas sin patio como eacutesta lo hariacutean en las macetas de plantas o en cualquier otro escondrijo Lo apropiado era prepararles desde el primer diacutea una caja con arena para orientarles el haacutebito y asiacute lo hice Tambieacuten deciacutea que lo primero que hacen en casa nueva es marcar su territorio orinando por todas partes y aqueacutel pudo ser el caso pero el manual no deciacutea coacutemo remediarlo Seguiacutea sus trazas para familiarizarme con sus haacutebitos originales pero no di con sus escondites secretos sus sitios de reposo las causas de sus humores volubles Quise ensentildearlo a comer en sus horas a usar la cajita de arena en la terraza a no subirse en mi cama mientras yo dormiacutea ni a olisquear los alimentos en la mesa y no pude hacerle entender que la casa era suya por derecho propio y no como un botiacuten de guerra De modo que lo dejeacute a su aire

Al atardecer enfrenteacute el aguacero cuyos vientos huracanados amenazaban con desquiciar la casa Sufriacute un ataque de estornudos sucesivos me doliacutea el craacuteneo y teniacutea fiebre pero me sentiacutea poseiacutedo por una fuerza y una determinacioacuten que nunca tuve a ninguna edad y por ninguna causa Puse calderos en el piso para recoger las goteras y me di cuenta de que habiacutean aparecido otras nuevas desde el invierno anterior La maacutes grande habiacutea empezado a inundar el flanco derecho de la biblioteca Me apresureacute a rescatar a los autores griegos y latinos que viviacutean por aquel rumbo pero al quitar los libros encontreacute un chorro de alta presioacuten que saliacutea de un tubo roto en el fondo del muro Lo amordaceacute con trapos hasta donde pude para darme el tiempo de salvar los libros El estreacutepito del agua y el aullido del viento arreciaron en el parque De pronto un relaacutempago fantasmal y su trueno simultaacuteneo impregnaron el aire de un fuerte olor de azufre el viento desbaratoacute las vidrieras del balcoacuten y la tremenda borrasca de mar rompioacute los cerrojos y se metioacute dentro de la casa Sin embargo antes de diez minutos escampoacute de un tajo Un sol espleacutendido secoacute las calles llenas de escombros varados y volvioacute el calor

Cuando pasoacute el aguacero seguiacutea con la sensacioacuten de que no estaba solo en la casa Mi uacutenica explicacioacuten es que asiacute como los hechos reales se olvidan tambieacuten algunos que nunca fueron pueden estar en los recuerdos como si hubieran sido Pues si evocaba la emergencia del aguacero no me veiacutea a miacute mismo solo en la casa sino siempre acompantildeado por Delgadina La habiacutea sentido tan cerca en la noche que percibiacutea el rumor de su aliento en el dormitorio y los latidos de su mejilla en mi almohada Soacutelo asiacute entendiacute que hubieacuteramos podido hacer tanto en tan poco tiempo Me recordaba subido en el escabel de la biblioteca y la recordaba a ella despierta con su trajecito de flores recibiendo los libros para ponerlos a salvo La veiacutea correr de un lado al otro de la casa batallando con la tormenta empapada de lluvia con el agua a los tobillos Recordaba coacutemo preparoacute al diacutea siguiente un desayuno que nunca fue y puso la mesa mientras yo secaba los pisos y poniacutea orden en el naufragio de la casa Nunca olvideacute su mirada sombriacutea mientras desayunaacutebamos iquestPor queacute me conociste tan viejo Le contesteacute la verdad La edad no es la que uno tiene sino la que uno siente

Desde entonces la tuve en la memoria con tal nitidez que haciacutea de ella lo que queriacutea Le cambiaba el color de los ojos seguacuten mi estado de aacutenimo color de agua al

JUAN CARLOS 161104
escabel (Quizaacute del cat ant escabell y este del lat scabellum) m Tarima pequentildea que se pone delante de la silla para que descansen los pies de quien estaacute sentado || 2 Asiento pequentildeo hecho de tablas sin respaldo || 3 Persona o circunstancia de que alguien se aprovecha para medrar por lo general ambiciosamente13

Memorias de mis putas tristes 26 ______________________________________________________________________________________despertar color de almiacutebar cuando reiacutea color de lumbre cuando la contrariaba La vestiacutea para la edad y la condicioacuten que conveniacutean a mis cambios de humor novicia enamorada a los veinte antildeos puta de saloacuten a los cuarenta reina de Babilonia a los setenta santa a los cien Cantaacutebamos duetos de amor de Puccini boleros de Agustiacuten Lara tangos de Carlos Gardel y comprobaacutebamos una vez maacutes que quienes no cantan no pueden imaginar siquiera lo que es la felicidad de cantar Hoy seacute que no fue una alucinacioacuten sino un milagro maacutes del primer amor de mi vida a los noventa antildeos

Cuando la casa estuvo en orden llameacute a Rosa Cabarcas iexclDios Santo exclamoacute al oiacuter mi voz creiacute que te habiacuteas ahogado No podiacutea entender que hubiera vuelto a pasar la noche con la nintildea sin tocarla Tienes todo el derecho de que no te guste pero al menos poacutertate como un adulto Trateacute de explicarle pero ella cambioacute el tema sin transicioacuten De todos modos te tengo vista otra un poco mayor bella y tambieacuten virgen Su papaacute quiere cambiarla por una casa pero se puede discutir un descuentoSe me heloacute el corazoacuten Ni maacutes faltaba protesteacute asustado quiero la misma y como siempre sin fracasos sin peleas sin malos recuerdos Hubo un silencio en la liacutenea y por fin la voz sumisa con que dijo como para siacute misma Bueno esto debe ser lo que los meacutedicos llaman demencia senil

Fui a las diez de la noche con un chofer conocido por la extrantildea virtud de no hacer preguntas Lleveacute un ventilador portaacutetil y un cuadro de Orlando Rivera el querido Figurita y un martillo y un clavo para colgarlo En el camino hice una parada para comprar cepillos de dientes pasta dentiacutefrica jaboacuten de olor Agua de Florida tabletas de regaliz Quise llevar tambieacuten un buen florero y un ramo de rosas amarillas para conjurar la pava de las flores de papel pero no encontreacute nada abierto y tuve que robarme en un jardiacuten privado un ramo de astromelias recieacuten nacidas

Por instrucciones de la duentildea llegueacute desde entonces por la calle de atraacutes del lado del acueducto para que nadie me viera entrar por el portoacuten del huerto El chofer me previno Cuidado sabio en esa casa matan Le contesteacute Si es por amor no importa El patio estaba en tinieblas pero habiacutea luces de vida en las ventanas y un revoltijo de muacutesicas en los seis cuartos En el miacuteo a volumen maacutes alto distinguiacute la voz caacutelida de don Pedro Vargas el tenor de Ameacuterica con un bolero de Miguel Matamoros Sentiacute que iba a morir Empujeacute la puerta con la respiracioacuten desbaratada y vi a Delgadina en la cama como en mis recuerdos desnuda y dormida en santa paz del lado del corazoacuten

Antes de acostarme arregleacute el tocador puse el ventilador nuevo en lugar del oxidado y colgueacute el cuadro donde ella pudiera verlo desde la cama Me acosteacute a su lado y la reconociacute palmo a palmo Era la misma que andaba por mi casa las mismas manos que me reconociacutean al tacto en la oscuridad los mismos pies de pasos tenues que se confundiacutean con los del gato el mismo olor del sudor de mis saacutebanas el dedo del dedal Increiacuteble vieacutendola y tocaacutendola en carne y hueso me pareciacutea menos real que en mis recuerdos

Hay un cuadro en la pared de enfrente le dije Lo pintoacute Figurita un hombre a quien quisimos mucho el mejor bailariacuten de burdeles que existioacute jamaacutes y de tan buen corazoacuten que le teniacutea laacutestima al diablo Lo pintoacute con barniz de buques en el lienzo chamuscado de un avioacuten que se estrelloacute en la Sierra Nevada de Santa Marta y con pinceles fabricados por eacutel con pelos de su perro La mujer pintada es una monja que

Memorias de mis putas tristes 27 ______________________________________________________________________________________secuestroacute de un convento y se casoacute con ella Aquiacute lo dejo para que sea lo primero que veas al despertar

No habiacutea cambiado de posicioacuten cuando apagueacute la luz a la una de la madrugada y su respiracioacuten era tan tenue que le tomeacute el pulso para sentirla viva La sangre circulaba por sus venas con la fluidez de una cancioacuten que se ramificaba hasta los aacutembitos maacutes recoacutenditos de su cuerpo y volviacutea al corazoacuten purificada por el amor

Antes de irme al amanecer dibujeacute en un papel las liacuteneas de su mano y se las di a leer a la Diva Sahibiacute para conocer su alma Y fue asiacute una persona que soacutelo dice lo que piensa Es perfecta para trabajos manuales Tiene contacto con alguien que ya murioacute y del cual espera ayuda pero estaacute equivocada la ayuda que busca estaacute al alcance de su mano No ha tenido ninguna unioacuten pero va a morir mayor y casada Ahora tiene un hombre moreno que no ha de ser el de su vida Puede tener ocho hijos pero se va a decidir soacutelo por tres A los treinta y cinco antildeos si hace lo que le indique el corazoacuten y no la mente va a manejar mucho dinero y a los cuarenta recibiraacute una herencia Va a viajar mucho Tiene doble vida y doble suerte y puede influir sobre su propio destino Le gusta probar todo por curiosidad pero va a arrepentirse si no se orienta por el corazoacuten

Atormentado de amor hice reparar los estragos de la borrasca y aprovecheacute para hacer otros muchos remiendos que veniacutea demorando desde antildeos por insolvencia o por desidia Reorganiceacute la biblioteca en el orden en que habiacutea leiacutedo los libros Por uacuteltimo remateacute la pianola como reliquia histoacuterica con sus maacutes de cien rollos de claacutesicos y compreacute un tocadiscos usado pero mejor que el miacuteo con parlantes de alta fidelidad que engrandecieron el aacutembito de la casa Quedeacute al borde de la ruina pero bien compensado por el milagro de estar vivo a mi edad

La casa renaciacutea de sus cenizas y yo navegaba en el amor de Delgadina con una intensidad y una dicha que nunca conociacute en mi vida anterior Gracias a ella me enfrenteacute por vez primera con mi ser natural mientras transcurriacutean mis noventa antildeos Descubriacute que mi obsesioacuten de que cada cosa estuviera en su puesto cada asunto en su tiempo cada palabra en su estilo no era el premio merecido de una mente en orden sino al contrario todo un sistema de simulacioacuten inventado por miacute para ocultar el desorden de mi naturaleza Descubriacute que no soy disciplinado por virtud sino como reaccioacuten contra mi negligencia que parezco generoso por encubrir mi mezquindad que me paso de prudente por mal pensado que soy conciliador para no sucumbir a mis coacuteleras reprimidas que soacutelo soy puntual para que no se sepa cuan poco me importa el tiempo ajeno Descubriacute en fin que el amor no es un estado del alma sino un signo del zodiacuteaco

Me volviacute otro Trateacute de releer los claacutesicos que me orientaron en la adolescencia y no pude con ellos Me sumergiacute en las letras romaacutenticas que repudieacute cuando mi madre quiso imponeacutermelas con mano dura y por ellas tomeacute conciencia de que la fuerza invencible que ha impulsado al mundo no son los amores felices sino los contrariados Cuando mis gustos en muacutesica hicieron crisis me descubriacute atrasado y viejo y abriacute mi corazoacuten a las delicias del azar

Me pregunto coacutemo pude sucumbir en este veacutertigo perpetuo que yo mismo provocaba y temiacutea Flotaba entre nubes erraacuteticas y hablaba conmigo mismo ante el espejo con la vana ilusioacuten de averiguar quieacuten soy Era tal mi desvariacuteo que en una manifestacioacuten

Memorias de mis putas tristes 28 ______________________________________________________________________________________estudiantil con piedras y botellas tuve que sacar fuerzas de flaqueza para no ponerme al frente con un letrero que consagrara mi verdad Estoy loco de amor

Obnubilado por la evocacioacuten inclemente de Delgadina dormida cambieacute sin la menor malicia el espiacuteritu de mis notas dominicales Fuera cual fuera el asunto las escribiacutea para ella las reiacutea y las lloraba para ella y en cada palabra se me iba la vida En lugar de la foacutermula de gacetilla tradicional que tuvieron desde siempre las escribiacute como cartas de amor que cada quien podiacutea hacer suyas Propuse en el perioacutedico que el texto no se alzara en linotipo sino que fuera publicado con mi caligrafiacutea florentina Al jefe de redaccioacuten coacutemo no le parecioacute otro acceso de vanidad senil pero el director general lo convencioacute con una frase que todaviacutea anda suelta por la redaccioacuten

-No se equivoque los loquitos mansos se adelantan al porvenir

La respuesta puacuteblica fue inmediata y entusiasta con numerosas cartas de lectores enamorados Algunas las leiacutean en los noticieros de radio con urgencias de uacuteltima hora y se hicieron copias en mimeoacutegrafos o papel carboacuten que vendiacutean como cigarrillos de contrabando en las esquinas de la calle San Blas Desde el principio fue evidente que obedeciacutean a las ansias de expresarme pero me hice a la costumbre de tomarlas en cuenta al escribir y siempre con la voz de un hombre de noventa antildeos que no aprendioacute a pensar como viejo La comunidad intelectual como de soacutelito se mostroacute timorata y dividida y hasta los grafoacutelogos menos pensados montaron controversias por los anaacutelisis erraacuteticos de mi caligrafiacutea Fueron ellos los que dividieron los aacutenimos recalentaron la poleacutemica y pusieron de moda la nostalgia

Antes del fin del antildeo me habiacutea arreglado con Rosa Cabarcas para dejar en el cuarto el abanico eleacutectrico los recursos del tocador y lo que siguiera llevando en el futuro para hacerlo vivible Llegaba a las diez siempre con algo nuevo para ella o para gusto de ambos y dedicaba unos minutos a sacar la utileriacutea escondida para armar el teatro de nuestras noches Antes de irme nunca maacutes tarde de las cinco volviacutea a asegurar todo bajo llave La alcoba quedaba entonces tan escuaacutelida como fue en sus oriacutegenes para los amores tristes de los clientes casuales Una mantildeana oiacute que Marcos Peacuterez la voz maacutes escuchada de la radio desde el amanecer habiacutea decidido leer mi nota dominical en su noticiero de los lunes Cuando pude reprimir la naacuteusea dije sobrecogido Ya lo sabes Delgadina la fama es una sentildeora muy gorda que no duerme con uno pero cuando uno despierta estaacute siempre miraacutendonos frente a la cama

Uno de esos diacuteas me quedeacute a desayunar con Rosa Cabarcas que empezaba a parecerme menos decreacutepita a pesar del luto severo y del bonete negro que ya le tapaba las cejas Sus desayunos teniacutean fama de espleacutendidos con una carga de pimienta que me haciacutea llorar Al primer bocado de fuego vivo le dije bantildeado en laacutegrimas Esta noche no me haraacute falta la luna llena para que me arda el culo No te quejes dijo ella Si te arde es porque todaviacutea lo tienes a Dios gracias

Se sorprendioacute cuando mencioneacute el nombre de Delgadina No se llama asiacute dijo se llama No me lo digas la interrumpiacute para miacute es Delgadina Ella se encogioacute de hombros Bueno al fin y al cabo es tuya pero me parece un nombre de diureacutetico Le conteacute lo del letrero del tigre que la nintildea habiacutea escrito en el espejo No pudo ser ella

JUAN CARLOS 161104
timorato ta (Del lat timorātus) adj Tiacutemido indeciso encogido || 2 Dicho de una persona Que se escandaliza con exageracioacuten de cosas que no le parecen conformes a la moral convencional || 3 Que tiene temor de Dios y se gobierna por eacutel en sus operaciones
JUAN CARLOS 161104
obnubilar (Del lat obnubilāre) tr nublar (ǁ ofuscar o confundir) U t c prnl || 2 embelesar U t c prnl || 3 nublar (ǁ enturbiar la visioacuten) U t c prnl

Memorias de mis putas tristes 29 ______________________________________________________________________________________dijo Rosa porque no sabe leer ni escribir iquestEntonces quieacuten Ella se encogioacute de hombros Puede ser de alguien que se murioacute en el cuarto

Yo aprovechaba aquellos desayunos para desahogarme con Rosa Cabarcas y le pediacutea favores miacutenimos para el bienestar y el buen ver de Delgadina Me los concediacutea sin pensarlo con una picardiacutea de colegiala iexclQueacute risa me dijo por aquellos diacuteas Me siento como si me estuvieras pidiendo su mano Y a propoacutesito se le ocurrioacute iquestpor queacute no te casas con ella Me quedeacute de una pieza En serio insistioacute te sale maacutes barato Al fin y al cabo el problema a tu edad es servir o no servir pero ya me dijiste que lo tienes resuelto Le saliacute al paso El sexo es el consuelo que uno tiene cuando no le alcanza el amor

Ella soltoacute la risa Ay mi sabio siempre supe que eres muy hombre que siempre lo fuiste y me alegra que lo sigas siendo mientras tus enemigos entregan las armas Con razoacuten se habla tanto de ti iquestOiacuteste a Marcos Peacuterez Todo el mundo lo oye le dije para cortar el tema Pero ella insistioacute Tambieacuten el profesor Camacho y Cano en La hora de todo un poco dijo ayer que el mundo ya no es lo que era porque no quedan muchos hombres como tuacute

Aquel fin de semana encontreacute a Delgadina con fiebre y tos Desperteacute a Rosa Cabarcas para que me diera alguacuten remedio casero y me llevoacute al cuarto un botiquiacuten de primeros auxilios Dos diacuteas despueacutes Delgadina seguiacutea postrada y no habiacutea podido volver a su rutina de pegar botones El meacutedico le habiacutea prescrito un tratamiento casero para una gripa comuacuten que cederiacutea en una semana pero se alarmoacute por su estado general de desnutricioacuten Dejeacute de verla y sentiacute que me haciacutea falta y aprovecheacute para arreglar el cuarto sin ella

Lleveacute tambieacuten un dibujo a pluma de Cecilia Porras para Todos estaacutebamos a la espera el libro de cuentos de Alvaro Cepeda Lleveacute los seis tomos de Juan Cristoacutebal de Romain Rolland para pastorear mis vigilias De modo que cuando Delgadina pudo volver a la habitacioacuten la encontroacute digna de una felicidad sedentaria el aire purificado con un insecticida aromaacutetico paredes color de rosa laacutemparas matizadas flores nuevas en los floreros mis libros favoritos los buenos cuadros de mi madre colgados de otro modo seguacuten los gustos de hoy Habiacutea cambiado el viejo radio por uno de onda corta que manteniacutea sintonizado en un programa de muacutesica culta para que Delgadina aprendiera a dormir con los cuartetos de Mozart pero una noche lo encontreacute en una estacioacuten especializada en boleros de moda Era el gusto de ella sin duda y lo asumiacute sin dolor pues tambieacuten yo lo habiacutea cultivado con el corazoacuten en mis mejores diacuteas Antes de volver a casa al diacutea siguiente escribiacute en el espejo con el laacutepiz de labios Nintildea miacutea estamos solos en el mundo

Por esa eacutepoca tuve la rara impresioacuten de que se estaba volviendo mayor antes de tiempo Se lo comenteacute a Rosa Cabarcas y a ella le parecioacute natural Cumple quince antildeos el cinco de diciembre me dijo Una Sagitario perfecta Me inquietoacute que fuera tan real como para cumplir antildeos iquestQueacute podriacutea regalarle Una bicicleta dijo Rosa Cabarcas Tiene que atravesar la ciudad dos veces al diacutea para ir a pegar botones Me mostroacute en la trastienda la bicicleta que usaba y de verdad me parecioacute un cacharro indigno de una mujer tan bien amada Sin embargo me conmovioacute como la prueba tangible de que Delgadina existiacutea en la vida real

Memorias de mis putas tristes 30 ______________________________________________________________________________________Cuando fui a comprar la mejor bicicleta para ella no pude resistir la tentacioacuten de probarla y di algunas vueltas casuales en la rampa del almaceacuten Al vendedor que me preguntoacute la edad le contesteacute con la coqueteriacutea de la vejez Voy a cumplir noventa y uno El empleado dijo justo lo que yo queriacutea Pues representa veinte menos Yo mismo no entendiacutea coacutemo conservaba la praacutectica del colegio y me sentiacute colmado por un gozo radiante Empeceacute a cantar Primero para miacute mismo en voz baja y despueacutes a todo pecho con iacutenfulas del gran Caruso por entre los bazares abigarrados y el traacutefico demente del mercado puacuteblico La gente me miraba divertida me gritaban me incitaban a participar en la Vuelta a Colombia en silla de ruedas Yo les haciacutea con la mano un saludo de navegante feliz sin interrumpir la cancioacuten Esa semana en homenaje a Diciembre escribiacute otra nota atrevida Coacutemo ser feliz en bicicleta a los noventa antildeos

La noche de su cumpleantildeos le canteacute a Delgadina la cancioacuten completa y la beseacute por todo el cuerpo hasta quedarme sin aliento la espina dorsal veacutertebra por veacutertebra hasta las nalgas laacutenguidas el costado del lunar el de su corazoacuten inagotable A medida que la besaba aumentaba el calor de su cuerpo y exhalaba una fragancia montuna Ella me respondioacute con vibraciones nuevas en cada pulgada de su piel y en cada una encontreacute un calor distinto un sabor propio un gemido nuevo y toda ella resonoacute por dentro con un arpegio y sus pezones se abrieron en flor sin tocarlos Empezaba a adormecerme en la madrugada cuando sentiacute como un rumor de muchedumbres en el mar y un paacutenico de los aacuterboles que me atravesaron el corazoacuten Entonces fui al bantildeo y escribiacute en el espejo Delgadina de mi vida llegaron las brisas de Navidad Uno de mis recuerdos maacutes felices fue un trastorno que sentiacute una mantildeana como aqueacutella al salir de la escuela iquestQueacute me pasa La maestra me dijo alelada Ay nintildeo iquestno ves que son las brisas Ochenta antildeos despueacutes volviacute a sentirlo cuando me desperteacute en la cama de Delgadina y era el mismo diciembre que volviacutea puntual con sus cielos diaacutefanos las tormentas de arena los torbellinos callejeros que Desentechaban casas y les alzaban las faldas a las colegialas La ciudad adquiriacutea por entonces una resonancia fantasmal En noches de brisa podiacutean escucharse los gritos del mercado puacuteblico hasta en los barrios maacutes altos como si estuvieran a la vuelta de la esquina No era raro entonces que las raacutefagas de diciembre nos permitieran encontrar por sus voces a los amigos desperdigados en burdeles remotos

Sin embargo tambieacuten con las brisas me llegoacute la mala noticia de que Delgadina no podiacutea pasar las navidades conmigo sino con su familia Si algo detesto en este mundo son las fiestas obligatorias en que la gente llora porque estaacute alegre los fuegos de artificio los villancicos lelos las guirnaldas de papel crespoacuten que nada tienen que ver con un nintildeo que nacioacute hace dos mil quinientos antildeos en una caballeriza indigente Sin embargo cuando llegoacute la noche no pude resistir la nostalgia y me fui al cuarto sin ella Dormiacute bien y desperteacute junto a un oso de peluche que caminaba en dos patas como si fuera polar y una tarjeta que deciacutea Para el papaacute feo Rosa Cabarcas me habiacutea dicho que Delgadina estaba aprendiendo a leer con mis clases escritas en el espejo y su buena letra me parecioacute admirable Pero ella misma me defraudoacute con la noticia peor de que el oso era un regalo suyo asiacute que la noche de Antildeo Nuevo me quedeacute en mi casa y en mi cama desde las ocho y me dormiacute sin amarguras Fui feliz porque al toque de las doce entre los repiques furiosos de las campanas las sirenas de faacutebricas y bomberos los lamentos de los

JUAN CARLOS 161104
abigarrado da (Del part de abigarrar) adj De varios colores mal combinados || 2 Heterogeacuteneo reunido sin concierto Un extrantildeo y abigarrado libro Una multitud abigarrada 13

Memorias de mis putas tristes 31 ______________________________________________________________________________________buques las descargas de poacutelvora los cohetes sentiacute que Delgadina entroacute en punta de pies se acostoacute a mi lado y me dio un beso Tan real que me quedoacute en la boca su olor de regaliz

Memorias de mis putas tristes 32 ______________________________________________________________________________________

4A principios del nuevo antildeo empezaacutebamos a conocernos como si vivieacuteramos juntos y despiertos pues yo habiacutea encontrado un tono de voz cauteloso que ella oiacutea sin despertar y me contestaba con un lenguaje natural del cuerpo Sus estados de aacutenimo se le notaban en el modo de dormir De exhausta y montaraz que habiacutea sido al principio fue hacieacutendose a una paz interior que embelleciacutea su rostro y enriqueciacutea su suentildeo Le contaba mi vida le leiacutea al oiacutedo los borradores de mis notas dominicales en las que estaba ella sin decirlo y soacutelo ella

Por esa eacutepoca le dejeacute en la almohada unos zarcillos de esmeraldas que fueron de mi madre Los llevoacute puestos en la cita siguiente y no le luciacutean Le lleveacute despueacutes unos pendientes maacutes adecuados para el color de su piel Le expliqueacute Los primeros que te traje no te quedaban bien por tu tipo y el corte del cabello Estos te iraacuten mejor No llevoacute ninguno en las dos citas siguientes pero a la tercera se puso los que le habiacutea indicado Asiacute empeceacute a entender que no obedeciacutea a mis oacuterdenes pero aguardaba la ocasioacuten para complacerme Por esos diacuteas me sentiacute tan habituado a aquel geacutenero de vida domeacutestica que no seguiacute durmiendo desnudo sino que lleveacute las piyamas de seda china que habiacutea dejado de usar por no tener para quieacuten quitaacutermelas

Empeceacute a leerle El principito de Saint-Exupeacutery un autor franceacutes que el mundo entero admira maacutes que los franceses Fue el primero que la entretuvo sin despertarla hasta el punto de que tuve que ir dos diacuteas continuos para acabar de leeacuterselo Seguimos con los Cuentos de Perrault la Historia sagrada Las mil y una noches en una versioacuten desinfectada para nintildeos y por las diferencias entre uno y otro me di cuenta de que su suentildeo teniacutea diversos grados de profundidad seguacuten su intereacutes por las lecturas Cuando sentiacutea que habiacutea tocado fondo apagaba la luz y me dormiacutea abrazado a ella hasta que cantaban los gallos

Me sentiacutea tan feliz que la besaba en los paacuterpados muy suave y una noche ocurrioacute como una luz en el cielo sonrioacute por primera vez Maacutes tarde sin ninguacuten motivo se revolvioacute en la cama me dio la espalda y dijo disgustada Fue Isabel la que hizo llorar a los caracoles Exaltado por la ilusioacuten de un diaacutelogo le pregunteacute en el mismo tono iquestDe quieacuten eran No contestoacute Su voz teniacutea un rastro plebeyo como si no fuera suya sino de alguien ajeno que llevaba dentro Toda sombra de duda desaparecioacute entonces de mi alma la preferiacutea dormida

Mi uacutenico problema era el gato Estaba inapetente y hurantildeo y llevaba dos diacuteas sin levantar cabeza en su rincoacuten habitual y me tiroacute un zarpazo de fiera herida cuando

JUAN CARLOS 161104
zarcillo1 (Del lat circellus circulito) m Pendiente arete13
JUAN CARLOS 161104
montaraz (De monte y -araz) adj Que anda o estaacute hecho a andar por los montes o se ha criado en ellos || 2 Se dice del genio y propiedades agrestes groseras y feroces || 3 m Guarda de montes o heredades || 4 Sal Mayordomo de campo capataz que tiene a su cargo las labores y los ganados

Memorias de mis putas tristes 33 ______________________________________________________________________________________quise ponerlo en su canasto de mimbre para que Damiana lo llevara con el veterinario Apenas logroacute someterlo y se lo llevoacute pataleando dentro de un saco de fique Al cabo de un rato me llamoacute desde el criadero para decirme que no habiacutea maacutes remedio que sacrificarlo y necesitaban mi orden iquestPor queacute Porque ya estaacute muy viejo dijo Damiana Penseacute con rabia que a miacute tambieacuten podiacutean asarme vivo en un horno de gatos Me sentiacute inerme entre dos fuegos no habiacutea aprendido a querer el gato pero tampoco teniacutea corazoacuten para ordenar que lo mataran soacutelo porque era viejoiquestDoacutende lo deciacutea el manual

El incidente me conmocionoacute tanto que escribiacute una nota para el domingo con un tiacutetulo usurpado a Neruda iquestEs el gato un miacutenimo tigre de saloacuten La nota dio origen a una nueva campantildea que otra vez dividioacute a los lectores en favor y en contra de los gatos En cinco diacuteas prevalecioacute la tesis de que podiacutea ser liacutecito sacrificar un gato por razones de salud puacuteblica pero no porque estuviera viejo

Despueacutes de la muerte de mi madre me desvelaba el terror de que alguien me tocara mientras dormiacutea Una noche la sentiacute pero su voz me devolvioacute el sosiego Figlio mioacute poveretto Volviacute a sentirlo una madrugada en el cuarto de Delgadina y me retorciacute de gozo creyendo que ella me habiacutea tocado Pero no era Rosa Cabarcas en la oscuridad Viacutestete y ven conmigo me dijo tengo un problema serio

Asiacute era y maacutes serio de lo que pude imaginar A uno de los clientes grandes de la casa lo habiacutean asesinado a puntildealadas en el primer cuarto del pabelloacuten El asesino habiacutea escapado El cadaacutever enorme desnudo pero con los zapatos puestos teniacutea una palidez de pollo al vapor en la cama empapada de sangre Lo reconociacute de entrada era JMB un banquero grande famoso por su apostura su simpatiacutea y su buen vestir y sobre todo por la pulcritud de su hogar Teniacutea en el cuello dos heridas moradas como labios y una zanja en el vientre que no habiacutea acabado de sangrar Todaviacutea no empezaba el rigor Maacutes que sus heridas me impresionoacute que teniacutea un preservativo puesto y al parecer sin usar en el sexo desmirriado por la muerte

Rosa Cabarcas no sabiacutea con quieacuten iba porque tambieacuten eacutel teniacutea el privilegio de entrar por el portoacuten del huerto No se descartaba la sospecha de que su pareja fuera otro hombre Lo uacutenico que la duentildea queriacutea de miacute era que la ayudara a vestir el cadaacutever Estaba tan segura que me inquietoacute la idea de que la muerte fuera para ella un asunto de cocina No hay nada maacutes difiacutecil que vestir a un muerto le dije Lo he hecho a pasto de Dios replicoacute ella Es faacutecil si alguien me lo sostiene Le hice ver iquestTe imaginas quieacuten va a creer en un cuerpo tasajeado a cuchilladas dentro de un vestido intacto de caballero ingleacutes

Tembleacute por Delgadina Lo mejor seraacute que te la lleves tuacute me dijo Rosa Cabarcas Primero muerto le dije con la saliva helada Ella lo percibioacute y no pudo ocultar su desdeacuten iexclEstaacutes temblando Por ella dije aunque soacutelo era verdad a medias Aviacutesale que se vaya antes de que llegue nadie De acuerdo dijo ella aunque a ti como periodista no te pasaraacute nada Ni a ti tampoco le dije con cierto rencor Eres el uacutenico liberal que manda en este gobierno

La ciudad codiciada por su naturaleza paciacutefica y su seguridad congeacutenita arrastraba la desgracia de un asesinato escandaloso y atroz cada antildeo Aqueacutel no lo fue La noticia oficial en titulares excesivos y parca en detalles deciacutea que al joven banquero lo habiacutean asaltado y muerto a cuchilladas en la carretera de Pradomar por motivos

Memorias de mis putas tristes 34 ______________________________________________________________________________________incomprensibles No teniacutea enemigos El comunicado del gobierno sentildealaba como presuntos asesinos a refugiados del interior del paiacutes que estaban desatando una oleada de delincuencia comuacuten extrantildea al espiacuteritu ciacutevico de la poblacioacuten En las primeras horas hubo maacutes de cincuenta detenidos

Acudiacute escandalizado con el redactor judicial un periodista tiacutepico de los antildeos veinte con visera de celuloide verde y ligas en las mangas que presumiacutea de anticiparse a los hechos Sin embargo soacutelo conociacutea unas hilachas sueltas del crimen y yo se las completeacute hasta donde me fue prudente Asiacute escribimos cinco cuartillas a cuatro manos para una noticia de ocho columnas en primera paacutegina atribuida al fantasma eterno de las fuentes que nos merecen entero creacutedito Pero al Abominable Hombre de las Nueve -el censor- no le tembloacute el pulso para imponer la versioacuten oficial de que habiacutea sido un asalto de bandoleros liberales Yo me laveacute la conciencia con un centildeo de pesadumbre en el entierro maacutes ciacutenico y concurrido del siglo

Cuando regreseacute a casa aquella noche llameacute a Rosa Cabarcas para averiguar queacute habiacutea pasado con Delgadina pero no contestoacute el teleacutefono en cuatro diacuteas Al quinto fui a su casa con los dientes apretados Las puertas estaban selladas pero no por la policiacutea sino por la Sanidad Nadie en el vecindario daba noticias de nada Sin ninguacuten indicio de Delgadina me di a una buacutesqueda encarnizada y a veces ridiacutecula que me dejoacute acezante Paseacute diacuteas enteros observando a las joacutevenes ciclistas desde los escantildeos de un parque polvoriento donde los nintildeos jugaban a encaramarse en la estatua descascarada de Simoacuten Boliacutevar Pasaban pedaleando como venadas bellas disponibles listas para ser atrapadas a la gallina ciega Cuando se me acaboacute la esperanza me refugieacute en la paz de los boleros Fue como un bebedizo emponzontildeado cada palabra era ella Siempre habiacutea necesitado el silencio para escribir porque mi mente atendiacutea maacutes a la muacutesica que a la escritura Entonces fue al reveacutes soacutelo pude escribir a la sombra de los boleros Mi vida se llenoacute de ella Las notas que escribiacute aquellas dos semanas fueron modelos en clave para cartas de amor El jefe de redaccioacuten contrariado con la avalancha de respuestas me pidioacute que moderara el amor mientras pensaacutebamos coacutemo consolar a tantos lectores enamorados

La falta de sosiego acaboacute con el rigor de mis diacuteas Despertaba a las cinco pero me quedaba en la penumbra del cuarto imaginando a Delgadina en su vida irreal de levantar a sus hermanos vestirlos para la escuela darles el desayuno si lo habiacutea y atravesar la ciudad en bicicleta para cumplir la condena de coser botones Me pregunteacute asombrado iquestQueacute piensa una mujer mientras pega un botoacuten iquestPensaba en miacute iquestTambieacuten ella buscaba a Rosa Cabarcas para dar conmigo Paseacute hasta una semana sin quitarme el mameluco de mecaacutenico ni de diacutea ni de noche sin bantildearme sin afeitarme sin cepillarme los dientes porque el amor me ensentildeoacute demasiado tarde que uno se arregla para alguien se viste y se perfuma para alguien y yo nunca habiacutea tenido para quieacuten Damiana creyoacute que estaba enfermo cuando me encontroacute desnudo en la hamaca a las diez de la mantildeana La vi con los ojos turbios de la codicia y la inviteacute a revolearnos desnudos Ella con un desprecio me dijo

-iquestYa pensoacute lo que va a hacer si le digo que siacute

Asiacute supe hasta queacute punto me habiacutea corrompido el sufrimiento No me reconociacutea a miacute mismo en mi dolor de adolescente No volviacute a salir de la casa por no descuidar el teleacutefono Escribiacutea sin descolgarlo y al primer timbrazo le saltaba encima pensando

Memorias de mis putas tristes 35 ______________________________________________________________________________________que pudiera ser Rosa Cabarcas Interrumpiacutea a cada rato lo que estuviera haciendo para llamarla e insistiacute diacuteas enteros hasta comprender que era un teleacutefono sin corazoacuten

Al volver a casa una tarde de lluvia encontreacute el gato enroscado en la escalinata del portoacuten Estaba sucio y maltrecho y con una mansedumbre de laacutestima El manual me hizo ver que estaba enfermo y seguiacute sus normas para alentarlo De golpe mientras descabezaba un suentildeecito de siesta me despabiloacute la idea de que pudiera conducirme a la casa de Delgadina Lo lleveacute en una bolsa de mercado hasta la tienda de Rosa Cabarcas que seguiacutea sellada y sin indicios de vida pero se revolvioacute en el talego con tanto iacutempetu que logroacute escapar saltoacute la tapia del huerto y desaparecioacute entre los aacuterboles Toqueacute al portoacuten con el puntildeo y una voz militar preguntoacute sin abrir iquestQuieacuten vive Gente de paz dije yo para no ser menos Ando en pos de la duentildea No hay duentildea dijo la voz Por lo menos aacutebrame para coger el gato insistiacute No hay gato dijo Pregunteacute iquestQuieacuten es usted

-Nadie -dijo la voz

Siempre habiacutea entendido que morirse de amor no era maacutes que una licencia poeacutetica Aquella tarde de regreso a casa otra vez sin el gato y sin ella comprobeacute que no soacutelo era posible morirse sino que yo mismo viejo y sin nadie estaba murieacutendome de amor Pero tambieacuten me di cuenta de que era vaacutelida la verdad contraria no habriacutea cambiado por nada del mundo las delicias de mi pesadumbre Habiacutea perdido maacutes de quince antildeos tratando de traducir los cantos de Leopardi y soacutelo aquella tarde los sentiacute a fondo Ay de miacute si es amor cuaacutento atormenta

Mi entrada al perioacutedico en mameluco y mal afeitado despertoacute ciertas dudas sobre mi estado mental La casa remodelada con cabinas individuales de vidrio y luces cenitales pareciacutea una cliacutenica de maternidad El clima artificial callado y confortable invitaba a hablar en susurros y caminar en puntillas En el vestiacutebulo como virreyes muertos estaban los retratos al oacuteleo de los tres directores vitalicios y las fotografiacuteas de visitantes ilustres La enorme sala principal estaba presidida por la fotografiacutea gigantesca de la redaccioacuten actual tomada la tarde de mi cumpleantildeos No pude evitar la comparacioacuten mental con la otra de mis treinta antildeos y una vez maacutes comprobeacute con horror que se envejece maacutes y peor en los retratos que en la realidad La secretaria que me habiacutea besado la tarde del cumpleantildeos me preguntoacute si estaba enfermo Fui feliz de contestarle la verdad para que no la creyera Enfermo de amor Ella dijo iexclLaacutestima que no sea por miacute Yo le correspondiacute el cumplido No esteacute tan segura

El redactor judicial salioacute de su cabina gritando que habiacutea dos cadaacuteveres de muchachas sin identificar en el anfiteatro municipal Le pregunteacute asustado iquestDe queacute edad Joacutevenes dijo eacutel Pueden ser refugiadas del interior perseguidas hasta aquiacute por matones del reacutegimen Respireacute aliviado La situacioacuten nos invade en silencio como una mancha de sangre dije El redactor judicial ya lejos gritoacute

-De sangre no maestro de mierda

Algo peor me ocurrioacute diacuteas despueacutes cuando una muchacha instantaacutenea con una canasta igual a la del gato pasoacute como un escalofriacuteo frente a la libreriacutea Mundo La perseguiacute a codazos por entre la muchedumbre en el fragor de las doce del diacutea Era muy bella de trancos largos y con una fluidez para abrirse camino entre el gentiacuteo

Memorias de mis putas tristes 36 ______________________________________________________________________________________que me costoacute trabajo alcanzarla Por fin la rebaseacute y la mireacute de frente Ella me apartoacute con la mano sin detenerse ni pedir perdoacuten No era la que creiacutea pero su altivez me dolioacute como si lo fuera Comprendiacute entonces que no seriacutea capaz de reconocer a Delgadina despierta y vestida ni ella podiacutea saber quieacuten era yo si nunca me habiacutea visto En un acto de locura tejiacute durante tres diacuteas doce pares de zapatitos azules y rosados para recieacuten nacidos tratando de darme valor para no escuchar ni cantar ni recordar las canciones que me recordaban a ella

La verdad era que no podiacutea con mi alma y empezaba a tomar conciencia de la vejez por mis flaquezas frente al amor Una prueba todaviacutea maacutes dramaacutetica la tuve cuando un autobuacutes de servicio puacuteblico arrolloacute una ciclista en el puro centro comercial Acababan de llevaacutersela en una ambulancia y la magnitud de la tragedia se apreciaba por el estado de chatarra en que quedoacute la bicicleta sobre un charco de sangre viva Pero mi impresioacuten no fue tanta por los destrozos de la bicicleta como por la marca el modelo y el color No podiacutea ser otra que la que yo mismo le habiacutea regalado a Delgadina

Los testigos coincidieron en que la ciclista herida era muy joven alta y delgada y con el cabello corto y rizado Aturdido tomeacute el primer taxi que pasoacute y me hice llevar al hospital de Caridad un viejo edificio de muros ocres que pareciacutea una caacutercel encallada en un arenal Necesiteacute media hora para entrar y otra maacutes para salir de un patio fragante de aacuterboles frutales donde una mujer atribulada se me atravesoacute en el camino me miroacute a los ojos y exclamoacute

-Yo soy la que no buscas

Soacutelo entonces recordeacute que era alliacute donde viviacutean en libertad los internos mansos del manicomio municipal Tuve que identificarme como periodista ante la direccioacuten del hospital para que un enfermero me condujera al pabelloacuten de urgencias En elcuaderno de ingresos estaban los datos Rosalba Riacuteos dieciseacuteis antildeos sin oficio conocido Diagnoacutestico conmocioacuten cerebral Pronoacutestico reservado Pregunteacute al jefe del pabelloacuten si podiacutea verla con la esperanza iacutentima de que me dijeran que no pero me llevaron encantados por si queriacutea escribir sobre el estado de abandono del hospital

Atravesamos una sala abigarrada con un fuerte olor de aacutecido feacutenico y los enfermos apelotonados en las camas Al fondo en un cuarto solo tendida en una camilla metaacutelica estaba la que buscaacutebamos Teniacutea el craacuteneo cubierto de vendas la cara indescifrable gonfia y amoratada pero me bastoacute con verle los pies para saber que no era Soacutelo entonces se me ocurrioacute preguntarme iquestQueacute habriacutea hecho yo si hubiera sido ella

Todaviacutea enredado en las telarantildeas de la noche tuve el valor de ir el diacutea siguiente a la faacutebrica de camisas donde Rosa Cabarcas habiacutea dicho alguna vez que trabajaba la nintildea y le pediacute al propietario que nos mostrara sus instalaciones como modelo para un proyecto continental de las Naciones Unidas Era un libaneacutes paquideacutermico y taciturno que nos abrioacute las puertas de su reino con la ilusioacuten de ser un ejemplo universal

Trescientas joacutevenes de blusas blancas con la ceniza del mieacutercoles en la frente cosiacutean botones en la vasta nave iluminada Cuando nos vieron entrar se irguieron

Memorias de mis putas tristes 37 ______________________________________________________________________________________como colegialas y nos observaron de reojo mientras el gerente explicaba sus aportes al arte inmemorial de pegar botones Yo escrutaba las caras de cada una con el pavor de descubrir a Delgadina vestida y despierta Pero fue una de ellas la que me descubrioacute a miacute con la mirada temible de la admiracioacuten sin clemencia

-Diacutegame sentildeor iquestno es usted el que escribe las cartas de amor en el perioacutedico

Nunca me hubiera imaginado que una nintildea dormida pudiera causar en uno semejantes estragos Escapeacute de la faacutebrica sin despedirme ni pensar siquiera si alguna de aquellas viacutergenes de purgatorio era por fin la que buscaba Cuando saliacute de ahiacute el uacutenico sentimiento que me quedaba en la vida eran las ganas de llorar

Rosa Cabarcas llamoacute al cabo de un mes con una explicacioacuten increiacuteble se habiacutea tomado un merecido descanso en Cartagena de Indias despueacutes del asesinato del banquero No le creiacute desde luego pero la feliciteacute por su suerte y la dejeacute explayarse en su mentira antes de hacerle la pregunta que me borboritaba en el corazoacuten

-iquestY ella

Rosa Cabarcas hizo un silencio largo Ahiacute estaacute dijo al fin pero su voz se hizo evasiva Hay que esperar un tiempo iquestCuaacutento Ni idea ya te avisareacute Sentiacute que se me iba y la pareacute en seco Espeacuterate dame alguna luz No hay luz dijo ella y concluyoacute Ten cuidado puedes perjudicarte tuacute y sobre todo perjudicarla a ella Yo no estaba para esa clase de remilgos Le supliqueacute aunque fuera una oportunidad de acercarme a la verdad Al fin y al cabo le dije somos coacutemplices Ella no dio un paso maacutes Caacutelmate me dijo la nintildea estaacute bien y esperando que la llame pero ahora mismo no hay nada que hacer ni voy a decir nada maacutes Adioacutes

Me quedeacute con el teleacutefono en la mano sin saber por doacutende seguir pues tambieacuten la conociacutea bastante para pensar que no conseguiriacutea nada de ella si no era por las buenas Despueacutes del mediodiacutea me di una vuelta furtiva por su casa maacutes confiado en la casualidad que en la razoacuten y la encontreacute todaviacutea cerrada y con los sellos de la Sanidad Penseacute que Rosa Cabarcas me habiacutea telefoneado de otra parte tal vez de otra ciudad y la sola idea me llenoacute de presagios turbios No obstante a las seis de la tarde cuando menos lo esperaba me soltoacute por teleacutefono mi propio santo y sentildea

-Bueno ahora siacute

A las diez de la noche tembloroso y con los labios mordidos para no llorar fui cargado de cajas de chocolates suizos turrones y caramelos y una canasta de rosas ardientes para cubrir la cama La puerta estaba entreabierta las luces encendidas y en el radio se diluiacutea a medio volumen la sonata nuacutemero uno para violiacuten y piano de Brahms Delgadina en la cama estaba tan radiante y distinta que me costoacute trabajo reconocerla

Habiacutea crecido pero no se le notaba en la estatura sino en una madurez intensa que la haciacutea parecer con dos o tres antildeos maacutes y maacutes desnuda que nunca Sus poacutemulos altos la piel tostada por soles de mar bravo los labios finos y el cabello corto y rizado le infundiacutean a su rostro el resplandor androacutegino del Apolo de Praxiacuteteles Pero no habiacutea equiacutevoco posible porque sus senos habiacutean crecido hasta el punto de que no me cabiacutean en la mano sus caderas habiacutean acabado de formarse y sus huesos se

Memorias de mis putas tristes 38 ______________________________________________________________________________________habiacutean vuelto maacutes firmes y armoacutenicos Me encantaron aquellos aciertos de la naturaleza pero me aturdieron los artificios las pestantildeas postizas las untildeas de las manos y los pies esmaltadas de naacutecar y un perfume de a dos cuartillos que no teniacutea nada que ver con el amor Sin embargo lo que me sacoacute de quicio fue la fortuna que llevaba encima pendientes de oro con gajos de esmeraldas un collar de perlas naturales una pulsera de oro con resplandores de diamantes y anillos con piedras legiacutetimas en todos los dedos En la silla estaba su traje de nochera con lentejuelas y bordados y las zapatillas de raso Un vapor raro me subioacute de las entrantildeas

-iexclPuta -griteacute

Pues el diablo me soploacute en el oiacutedo un pensamiento siniestro Y fue asiacute la noche del crimen Rosa Cabarcas no debioacute tener tiempo ni serenidad para prevenir a la nintildea y la policiacutea la encontroacute en el cuarto sola menor de edad y sin coartada Nadie igual a Rosa Cabarcas para una situacioacuten como aqueacutella le vendioacute la virginidad de la nintildea a alguno de sus grandes cacaos a cambio de que a ella la sacaran limpia del crimen Lo primero claro fue desaparecer mientras se aplacaba el escaacutendalo iexclQueacute maravilla Una luna de miel para tres ellos dos en la cama y Rosa Cabarcas en una terraza de lujo disfrutando de su impunidad feliz Ciego de una furia insensata fui reventando contra las paredes cada cosa del cuarto las laacutemparas el radio el ventilador los espejos las jarras los vasos Lo hice sin prisa pero sin pausas con un grande estropicio y una embriaguez metoacutedica que me salvoacute la vida La nintildea dio un salto al primer estallido pero no me miroacute sino que se enroscoacute de espaldas a miacute y asiacute permanecioacute con espasmos entrecortados hasta que cesoacute el estropicio Las gallinas en el patio y los perros de la madrugada aumentaron el escaacutendalo Con la cegadora lucidez de la coacutelera tuve la inspiracioacuten final de prenderle fuego a la casa cuando aparecioacute en la puerta la figura impasible de Rosa Cabarcas en camisa de dormir No dijo nada Hizo con la vista el inventario del desastre y comproboacute que la nintildea estaba enroscada sobre siacute misma como un caracol y con la cabeza escondida entre los brazos aterrada pero intacta

-iexclDios miacuteo -exclamoacute Rosa Cabarcas- iexclQueacute no hubiera dado yo por un amor como eacuteste

Me midioacute de cuerpo entero con una mirada de misericordia y me ordenoacute Vamos La seguiacute hasta la casa me sirvioacute un vaso de agua en silencio me hizo una sentildea de que me sentara frente a ella y me puso en confesioacuten Bueno me dijo ahora poacutertate como un adulto y cueacutentame iquestqueacute te pasa

Le conteacute con lo que teniacutea como mi verdad revelada Rosa Cabarcas me escuchoacute en silencio sin asombro y por fin parecioacute iluminada Queacute maravilla dijo Siempre he dicho que los celos saben maacutes que la verdad Y entonces me contoacute la realidad sin reservas En efecto dijo en su ofuscacioacuten de la noche del crimen se habiacutea olvidado de la nintildea dormida en el cuarto Uno de sus clientes abogado del muerto ademaacutes repartioacute prebendas y sobornos a cuatro manos e invitoacute a Rosa Cabarcas a un hotel de reposo de Cartagena de Indias mientras se disipaba el escaacutendalo Creacuteeme dijo Rosa Cabarcas que en todo este tiempo no dejeacute de pensar ni un momento en ti y en la nintildea Volviacute antier y lo primero que hice fue llamarte por teleacutefono pero nadie contestoacute En cambio la nintildea vino enseguida y en tan mal estado que te la bantildeeacute te la vestiacute y te la mandeacute al saloacuten de belleza con la orden de que la arreglaran como una reina Ya viste coacutemo perfecta iquestLa ropa de lujo Son los trajes que les alquilo a mis

Memorias de mis putas tristes 39 ______________________________________________________________________________________pupilas maacutes pobres cuando tienen que ir a bailar con sus clientes iquestLas joyas Son las miacuteas dijo Basta con tocarlas para darse cuenta de que son diamantes de vidrio y estoperoles de hojalata De modo que no jodas concluyoacute Anda despieacutertala piacutedele perdoacuten y hazte cargo de ella de una vez Nadie merece ser maacutes feliz que ustedes

Hice un esfuerzo sobrenatural para creerle pero pudo maacutes el amor que la razoacuten iexclPutas le dije atormentado por el fuego vivo que me abrasaba las entrantildeas iexclEso es lo que son ustedes griteacute iexclPutas de mierda No quiero saber nada maacutes de tiacute ni de ninguna otra guaricha en el mundo y menos de ella Le hice desde la puerta una sentildeal de adioacutes para siempre Rosa Cabarcas no lo dudoacute

-Vete con Dios -me dijo con un rictus de tristeza y volvioacute a su vida real- De todos modos te pasareacute la cuenta del desmadre que me hiciste en el cuarto

Memorias de mis putas tristes 40 ______________________________________________________________________________________

5

Leyendo Los idus de marzo encontreacute una frase siniestra que el autor atribuye a Julio Ceacutesar Es imposible no terminar siendo como los otros creen que uno es No pude comprobar su verdadero origen en la propia obra de Julio Ceacutesar ni en las obras de sus bioacutegrafos desde Suetonio hasta Carcopino pero valioacute la pena conocerla Su fatalismo aplicado al curso de mi vida en los meses siguientes fue lo que me dio la determinacioacuten que me haciacutea falta no soacutelo para escribir esta memoria sino para empezarla sin pudores con el amor de Delgadina

No teniacutea un instante de sosiego apenas si probaba bocado y perdiacute tanto peso que no se me teniacutean los pantalones en la cintura Los dolores erraacuteticos se me quedaron en los huesos cambiaba de aacutenimo sin razoacuten pasaba las noches en un estado de deslumbramiento que no me permitiacutea leer ni escuchar muacutesica y en cambio se me iba el diacutea cabeceando por una somnolencia sonsa que no serviacutea para dormir

El alivio me cayoacute del cielo En la atestada goacutendola de Loma Fresca una vecina de asiento que no habiacutea visto subir me susurroacute al oiacutedo iquestTodaviacutea tiras Era Casilda Armenia un viejo amor de a tres por cinco que me habiacutea soportado como cliente asiduo desde que era una adolescente altiva Una vez retirada medio enferma y sin un clavo se habiacutea casado con un hortelano chino que le dio nombre y apoyo y quizaacutes un poco de amor A los setenta y tres antildeos teniacutea el peso de siempre seguiacutea bella y de caraacutecter fuerte y conservaba intacto el desparpajo del oficio

Me llevoacute a su casa una huerta de chinos en una colina de la carretera al mar Nos sentamos en las sillas de playa de la terraza umbriacutea entre helechos y frondas de astromelias y jaulas de paacutejaros colgadas en el alero En la falda de la colina se veiacutean los hortelanos chinos con sombreros de cono sembrando las hortalizas bajo el sol abrasante y el pieacutelago gris de las Bocas de Ceniza con los dos tajamares de rocas que canalizan el riacuteo varias leguas en el mar Mientras conversaacutebamos vimos entrar un trasatlaacutentico blanco por la desembocadura y lo seguimos callados hasta oiacuter su bramido de toro luacutegubre en el puerto fluvial Ella suspiroacute iquestTe das cuenta En maacutes de medio siglo es la primera vez que no te recibo la visita en la cama Ya somos otros dije Ella prosiguioacute sin oiacuterme Cada vez que dicen cosas de ti en el radio que te elogian por el carintildeo que te tiene la gente y te llaman maestro del amor imagiacutenate pienso que nadie te conocioacute tus gracias y tus mantildeas tan bien como yo En serio dijo nadie hubiera podido soportarte mejor

No resistiacute maacutes Ella lo sintioacute vio mis ojos huacutemedos de laacutegrimas y soacutelo entonces debioacute descubrir que ya no era el que fui y le sostuve la mirada con un valor del que

Memorias de mis putas tristes 41 ______________________________________________________________________________________nunca me creiacute capaz Es que me estoy volviendo viejo le dijeYa lo estamos suspiroacute ella Lo que pasa es que uno no lo siente por dentro pero desde fuera todo el mundo lo ve

Era imposible no abrirle el corazoacuten asiacute que le conteacute la historia completa que me ardiacutea en las entrantildeas desde mi primera llamada a Rosa Cabarcas la viacutespera de mis noventa antildeos hasta la noche traacutegica en que hice antildeicos el cuarto y no regreseacute maacutes Ella me oyoacute el desahogo como si estuviera vivieacutendolo lo rumioacute muy despacio y por fin sonrioacute

-Haz lo que quieras pero no pierdas a esa criatura -me dijo- No hay peor desgracia que morir solo

Fuimos a Puerto Colombia en el trenecito de juguete tan despacioso como un caballo Almorzamos frente al muelle de maderas carcomidas por donde habiacutea entrado el mundo entero al paiacutes antes que se dragaran las Bocas de Ceniza Nos sentamos bajo un cobertizo de palma donde las grandes matronas negras serviacutean pargos fritos con arroz de coco y tajadas de plaacutetano verde Dormitamos en el sopor denso de las dos y seguimos conversando hasta que se hundioacute en el mar el inmenso sol de candela La realidad me pareciacutea fantaacutestica Mira adonde ha venido a dar nuestra luna de miel se burloacute ella Pero prosiguioacute en serio Hoy miro para atraacutes veo la fila de miles de hombres que pasaron por mis camas y dariacutea el alma por haberme quedado aunque fuera con el peor Gracias a Dios encontreacute mi chino a tiempo Es como estar casada con el dedo mentildeique pero es soacutelo miacuteo

Me miroacute a los ojos midioacute mi reaccioacuten a lo que acababa de contarme y me dijo Asiacute que vete a buscar ahora mismo a esa pobre criatura aunque sea verdad lo que te dicen los celos sea como sea que lo bailado no te lo quita nadie Pero eso siacute sin romanticismos de abuelo Despieacutertala tiacuteratela hasta por las orejas con esa pinga de burro con que te premioacute el diablo por tu cobardiacutea y tu mezquindad En serio terminoacute con el alma no te vayas a morir sin probar la maravilla de tirar con amor

El pulso me temblaba al diacutea siguiente cuando marqueacute el nuacutemero del teleacutefono Tanto por la tensioacuten del reencuentro con Delgadina como por la incertidumbre de la forma en que Rosa Cabarcas me respondiera Habiacuteamos tenido una disputa seria por el abuso con que tasoacute los destrozos que hice en su cuarto Tuve que vender uno de los cuadros maacutes amados de mi madre cuyo valor se calculaba en una fortuna pero a la hora de la verdad no llegoacute a un deacutecimo de mis ilusiones

Aumenteacute la suma con el resto de mis ahorros y se la lleveacute a Rosa Cabarcas con una consigna inapelable Lo tomas o lo dejas Fue un acto suicida porque soacutelo con vender uno de mis secretos ella habriacutea aniquilado mi buen nombre Pero no respingoacute sino que se quedoacute con los cuadros que habiacutea tomado en prenda la noche del pleito Fui el perdedor absoluto en una sola jugada me quedeacute sin Delgadina sin Rosa Cabarcas y sin mis uacuteltimos ahorros Sin embargo oiacute el timbre del teleacutefono una vez dos veces tres y por fin ella iquestA ver No me salioacute la voz Colgueacute Me echeacute en la hamaca tratando de serenarme con la liacuterica asceacutetica de Satie y sudeacute tanto que el lienzo quedoacute empapado Hasta el diacutea siguiente no tuve el valor de llamar

-Bueno mujer -dije con voz firme- Hoy siacute

Memorias de mis putas tristes 42 ______________________________________________________________________________________Rosa Cabarcas coacutemo no estaba maacutes allaacute de todo Ay mi sabio triste suspiroacute con su aacutenimo invencible te pierdes dos meses y soacutelo vuelves para pedir ilusiones Me contoacute que no habiacutea visto a Delgadina desde haciacutea maacutes de un mes que pareciacutea tan repuesta del susto de mis estropicios que ni siquiera habloacute de ellos ni preguntoacute por miacute y estaba muy contenta en un nuevo empleo maacutes coacutemodo y mejor pagado que coser botones Una oleada de fuego vivo me quemoacute las entrantildeas Soacutelo puede ser de puta dije Rosa me replicoacute sin pestantildeear No seas bruto si asiacute fuera estariacutea aquiacute iquestO doacutende podriacutea estar mejor La rapidez de su loacutegica me agravoacute la duda iquestY coacutemo seacute que no estaacute ahiacute En ese caso replicoacute ella lo que maacutes te conviene es no saberlo iquestO no Una vez maacutes la odieacute Ella a prueba de erosiones prometioacute rastrear a la nintildea Sin muchas esperanzas porque el teleacutefono de la vecina donde la llamaba seguiacutea cortado y no teniacutea la menor idea de doacutende viviacutea Pero no era para echarse a morir queacute carajo dijo te llamo en una hora

Fue una hora de tres diacuteas pero encontroacute a la nintildea disponible y sana Volviacute avergonzado y la beseacute palmo a palmo como penitencia desde las doce de la noche hasta que cantaron los gallos Un perdoacuten largo que me prometiacute seguir repitiendo para siempre y fue como empezar otra vez por el principio El cuarto habiacutea sido desmantelado y el mal uso habiacutea acabado con todo lo que yo habiacutea puesto Ella lo habiacutea dejado asiacute y me dijo que cualquier mejora teniacutea que hacerla yo por lo que estaba debieacutendole Sin embargo mi situacioacuten econoacutemica tocaba fondo El dinero de las jubilaciones alcanzaba cada vez para menos Las pocas cosas vendibles que quedaban en la casa -salvo las joyas sagradas de mi madre- careciacutean de valor comercial y nada era bastante viejo para ser antiguo En tiempos mejores el gobernador me habiacutea hecho la oferta tentadora de comprarme en bloque los libros de los claacutesicos griegos latinos y espantildeoles para la Biblioteca Departamental pero no tuve corazoacuten para venderlos Despueacutes con los cambios poliacuteticos y el deterioro del mundo nadie del gobierno pensaba en las artes ni las letras Cansado de buscar una solucioacuten decente me echeacute al bolsillo las joyas que Delgadina me habiacutea devuelto y me fui a empentildearlas en un callejoacuten siniestro que conduciacutea al mercado puacuteblico Con aires de sabio distraiacutedo recorriacute varias veces aquel tugurio atiborrado de cantinas de mala muerte libreriacuteas de viejo y casas de empentildeo pero la dignidad de Florina de Dios me cerroacute el paso no me atreviacute Entonces decidiacute venderlas con la frente en alto a la joyeriacutea maacutes antigua y acreditada

El dependiente me hizo algunas preguntas mientras examinaba las joyas con su monoacuteculo Teniacutea la conducta el estilo y el pavor de un meacutedico Le expliqueacute que eran joyas heredadas de mi madre El aprobaba con un gruntildeido cada una de mis explicaciones y por fin se quitoacute el monoacuteculo

-Lo siento -dijo- pero son culos de botellas

Ante mi sorpresa me explicoacute con una suave conmiseracioacuten Menos mal que el oro es oro y el platino es platino Me toqueacute el bolsillo para asegurarme de que llevaba las facturas de compra y dije sin resabios

-Pues fueron compradas en esta noble casa hace maacutes de cien antildeos

El no se inmutoacute Suele suceder dijo que en las joyas hereditarias vayan desapareciendo las piedras maacutes valiosas con el paso del tiempo sustituidas por diacutescolos de la familia o por joyeros bandidos y soacutelo cuando alguien trata de

Memorias de mis putas tristes 43 ______________________________________________________________________________________venderlas se descubre el fraude Pero permiacutetame un segundo dijo y se llevoacute las joyas por la puerta del fondo Al cabo de un momento regresoacute y sin explicacioacuten alguna me indicoacute que me sentara en la silla de espera y siguioacute trabajando

Examineacute la tienda Habiacutea ido con mi madre varias veces y recordaba una frase recurrente No se lo digas a tu papaacute De pronto se me ocurrioacute una idea que me crispoacute iquestno seriacutea que Rosa Cabarcas y Delgadina de comuacuten acuerdo habiacutean vendido las piedras legiacutetimas y me devolvieron las joyas con las piedras falsas

Estaba ardiendo en dudas cuando una secretaria me invitoacute a seguirla por la misma puerta del fondo hasta una oficina pequentildea con una larga estanteriacutea de gruesos voluacutemenes Un beduino colosal se levantoacute en el escritorio del fondo y me estrechoacute la mano tuteaacutendome con una efusioacuten de viejo amigo Hicimos juntos el bachillerato me dijo a modo de saludo Me fue faacutecil recordarlo era el mejor futbolista de la escuela y campeoacuten de nuestros primeros burdeles Habiacutea dejado de verlo en alguacuten momento incierto y debioacute verme tan decreacutepito que me confundioacute con un condisciacutepulo de su infancia

Sobre el cristal del escritorio teniacutea abierto uno de los mamotretos del archivo donde estaba la memoria de las joyas de mi madre Una relacioacuten exacta con fechas y detalles de que ella en persona habiacutea hecho cambiar las piedras de dos generaciones de hermosas y dignas Cargamantos y habiacutea vendido las legiacutetimas a la misma tienda Esto habiacutea ocurrido cuando el padre del propietario actual estaba al frente de la joyeriacutea y eacutel y yo en la escuela Pero eacutel mismo me tranquilizoacute aquellas triquintildeuelas eran de uso corriente entre las grandes familias en desgracia para resolver urgencias de plata sin sacrificar el honor Ante la realidad cruda preferiacute conservarlas como recuerdo de otra Florina de Dios que nunca conociacute

A principios de julio sentiacute la distancia real de la muerte Mi corazoacuten perdioacute el paso y empeceacute a ver y sentir por todos lados los presagios inequiacutevocos del final El maacutes niacutetido fue en el concierto de Bellas Artes El aire acondicionado habiacutea fallado y la flor y nata de las artes y las letras se cocinaban al bantildeomariacutea en el saloacuten abarrotado pero la magia de la muacutesica era un clima celestial Al final con el Allegretto poco mosso me estremecioacute la revelacioacuten deslumbrante de que estaba escuchando el uacuteltimo concierto que me deparaba el destino antes de morir No sentiacute dolor ni miedo sino la emocioacuten arrasadora de haber alcanzado a vivirlo

Cuando por fin logreacute abrirme camino empapado de sudor a traveacutes de los abrazos y las fotos me encontreacute de manos a boca con Ximena Ortiz como una diosa de cien antildeos en la silla de ruedas Su sola presencia se me imponiacutea como un pecado mortal Teniacutea una tuacutenica de seda color marfil tan tersa como su piel un hilo de perlas legiacutetimas de tres vueltas el cabello color de naacutecar cortado a la moda de los veintes con una punta de ala de gaviota en la mejilla y los grandes ojos amarillos iluminados por la sombra natural de las ojeras Todo en ella contradeciacutea el rumor de que su mente estaba quedaacutendose en blanco por la erosioacuten irredimible de la memoria Petrificado y sin recursos frente a ella me sobrepuse al vaho de fuego que me subioacute a la cara y la saludeacute en silencio con una venia versallesca Ella sonrioacute como una reina y me agarroacute la mano Entonces me di cuenta de que tambieacuten aquello era una coartada del destino y no la perdiacute para sacarme una espina que me estorbaba desde siempre He sontildeado durante antildeos con este momento le dije Ella no parecioacute

Memorias de mis putas tristes 44 ______________________________________________________________________________________entender iexclNo me digas dijo iquestY tuacute quieacuten eres No supe nunca si en verdad lo habiacutea olvidado o si fue la venganza final de su vida

La certidumbre de ser mortal en cambio me habiacutea sorprendido poco antes de los cincuenta antildeos en una ocasioacuten como aqueacutella una noche de carnaval en que bailaba un tango apache con una mujer fenomenal a la que nunca le vi la cara maacutes corpulenta que yo como por cuarenta libras y maacutes alta como de dos palmos que sin embargo se dejaba llevar como una pluma al viento Bailaacutebamos tan apretados que sentiacutea circular su sangre por las venas y me hallaba como adormecido de gusto con su resuello trabajoso su grajo de amoniacuteaco sus tetas de astroacutenoma cuando me sacudioacute por la primera vez y casi me derriboacute por tierra el freacutemito de la muerte Fue como un oraacuteculo brutal en el oiacutedo Hagas lo que hagas en este antildeo o dentro de ciento estaraacutes muerto hasta jamaacutes Ella se separoacute asustada iquestQueacute le pasa Nada le dije tratando de sujetarme el corazoacuten

-Tiemblo por usted

Desde entonces empeceacute a medir la vida no por antildeos sino por deacutecadas La de los cincuenta habiacutea sido decisiva porque tomeacute conciencia de que casi todo el mundo era menor que yo La de los sesenta fue la maacutes intensa por la sospecha de que ya no me quedaba tiempo para equivocarme La de los setenta fue temible por una cierta posibilidad de que fuera la uacuteltima No obstante cuando desperteacute vivo la primera mantildeana de mis noventa antildeos en la cama feliz de Delgadina se me atravesoacute la idea complaciente de que la vida no fuera algo que transcurre como el riacuteo revuelto de Heraacuteclito sino una ocasioacuten uacutenica de voltearse en la parrilla y seguir asaacutendose del otro costado por noventa antildeos maacutes

Me volviacute de laacutegrima faacutecil Cualquier sentimiento que tuviera algo que ver con la ternura me causaba un nudo en la garganta que no siempre lograba dominar y penseacute en renunciar al placer solitario de velar el suentildeo de Delgadina no tanto por la incertidumbre de mi muerte como por el dolor de imaginarla sin miacute en el resto de su vida Uno de aquellos diacuteas inciertos fui a dar por distraccioacuten a la muy noble calle de los Notarios y me sorprendioacute no encontrar nada maacutes que los escombros del viejo hotel de lance donde fui iniciado por la fuerza en las artes del amor poco antes de mis doce antildeos Habiacutea sido una mansioacuten de antiguos navieros espleacutendida como pocas en la ciudad con columnas enchapadas de alabastro y frisos de oropeles alrededor de un patio interior con una cuacutepula de cristales de siete colores que irradiaba un resplandor de invernadero En la planta baja con un portal goacutetico sobre la calle estuvieron por maacutes de un siglo las notariacuteas coloniales en las que trabajoacute prosperoacute y se arruinoacute mi padre en toda una vida de suentildeos fantaacutesticos Las familias histoacutericas abandonaron poco a poco los pisos superiores que terminaron ocupados por una legioacuten de nocheras en desgracia que subiacutean y bajaban hasta el amanecer con los clientes atrapados por un peso y medio en las cantinas del cercano puerto fluvial

A mis doce antildeos todaviacutea con mis pantalones cortos y mis botitas de la escuela primaria no pude resistir la tentacioacuten de conocer los pisos superiores mientras mi padre se debatiacutea en una de sus reuniones interminables y me encontreacute con un espectaacuteculo celestial Las mujeres que malvendiacutean sus cuerpos hasta el amanecer se moviacutean por la casa desde las once de la mantildeana cuando ya la caniacutecula del vitral era insoportable y teniacutean que hacer su vida domeacutestica caminando en pelotas por

JUAN CARLOS 161104
caniacutecula (Del lat canicŭla) f Periacuteodo del antildeo en que es maacutes fuerte el calor || 2 Astr Tiempo del nacimiento heliacuteaco de Sirio que antiguamente coincidiacutea con la eacutepoca maacutes calurosa del antildeo pero que hoy no se verifica hasta fines de agosto13
JUAN CARLOS 161104
freacutemito (Del lat fremĭtus) m bramido

Memorias de mis putas tristes 45 ______________________________________________________________________________________toda la casa mientras comentaban a gritos sus aventuras de la noche Me quedeacute aterrorizado Lo uacutenico que se me ocurrioacute fue escapar por donde habiacutea llegado cuando una de las desnudas de carnes macizas olorosas a jaboacuten de monte me abrazoacute por la espalda y me llevoacute en vilo hasta su cubiacuteculo de cartoacuten sin que yo pudiera verla en medio de la griteriacutea y los aplausos de las inquilinas en cueros Me tiroacute bocarriba en su cama para cuatro me quitoacute los pantalones con una maniobra maestra y se acaballoacute sobre miacute pero el terror helado que me empapaba el cuerpo me impidioacute recibirla como un hombre Aquella noche desvelado en la cama de mi casa por la verguumlenza del asalto no pude dormir maacutes de una hora con las ansias de volver a verla Pero la mantildeana siguiente mientras los trasnochados dormiacutean subiacute temblando hasta su cubiacuteculo y la desperteacute llorando a gritos con un amor enloquecido que duroacute hasta que se lo llevoacute sin misericordia el ventarroacuten de la vida real Se llamaba Castorina y era la reina de la casa

Los cubiacuteculos del hotel costaban un peso para los amores de paso pero muy pocos sabiacuteamos que costaban lo mismo hasta por veinticuatro horas Ademaacutes Castorina me introdujo en su mundo de mala muerte donde invitaban a los clientes pobres a sus desayunos de gala le prestaban el jaboacuten les atendiacutean los dolores de muela y en casos de urgencia mayor les daban un amor de caridad

Pero en las tardes de la uacuteltima vejez se acordaba de la inmortal Castorina muerta quien sabiacutea cuando que habiacutea sucedido desde las esquinas miserables del muelle fluvial hasta el trono sagrado de mamasanta mayor con un parche de pirata en el ojo perdido en el pleito de cantina Su uacuteltimo machucante de planta un negro feliz de Camaguumley a quien llamaba Jonaacutes el Galeote habiacutea sido un trompetista de los grandes en La Habana hasta que perdioacute la sonrisa completa en una cataacutestrofe de trenes

Al salir de aquella visita amarga sentiacute una punzada en el corazoacuten que no habiacutea logrado aliviar en tres diacuteas con toda clase de poacutecimas caseras El meacutedico al que acudiacute de urgencia miembro de una estirpe de insignes era nieto del que me vio a mis cuarenta y dos antildeos y me asustoacute que pareciera el mismo pues estaba tan envejecido como su abuelo a los setenta por una calvicie prematura unos lentes de miope sin regreso y una tristeza inconsolable Me hizo un examen minucioso de cuerpo entero con una concentracioacuten de orfebre Me auscultoacute el pecho y la espalda y me revisoacute la presioacuten arterial los reflejos de la rodilla el fondo del ojo el color del paacuterpado inferior En las pausas mientras yo cambiaba de posicioacuten en la mesa de reconocimiento me haciacutea preguntas tan vagas y raacutepidas que apenas si me daban tiempo de pensar las respuestas Al cabo de una hora me miroacute con una sonrisa feliz Bueno dijo creo que no tengo nada que hacer por usted iquestQueacute quiere decir Que su estado es el mejor posible a su edad Queacute curioso le dije lo mismo me dijo su abuelo cuando yo teniacutea cuarenta y dos antildeos como si el tiempo no pasara Siempre encontraraacute uno que se lo diga dijo porque siempre tendraacute una edad Yo provocaacutendolo para una sentencia aterradora le dije La uacutenica definitiva es la muerte Siacute dijo eacutel pero no es faacutecil llegar a ella en tan buen estado como usted Siento de veras no poder complacerlo

Eran recuerdos nobles pero la viacutespera del 29 de agosto sentiacute el peso inmenso del siglo que me esperaba impasible cuando subiacute con pasos de hierro las escaleras de mi casa Entonces volviacute a ver una vez maacutes a Florina de Dios mi madre en mi cama que habiacutea sido la suya hasta su muerte y me hizo la misma bendicioacuten de la uacuteltima

Memorias de mis putas tristes 46 ______________________________________________________________________________________vez que la vi dos horas antes de morir Trastornado por la conmocioacuten lo entendiacute como el anuncio final y llameacute a Rosa Cabarcas para que me llevara a mi nintildea aquella misma noche en previsioacuten de que no se cumpliera mi ilusioacuten de sobrevivir hasta el uacuteltimo aliento de mis noventa antildeos Volviacute a llamarla a las ocho y una vez maacutes repitioacute que no era posible Tiene que serlo a cualquier precio le griteacute aterrorizado Colgoacute sin despedirse pero quince minutos despueacutes volvioacute a llamar

-Bueno aquiacute la tienes

Llegueacute a las diez y veinte de la noche y le di a Rosa Cabarcas las uacuteltimas cartas de mi vida con mis disposiciones sobre la nintildea despueacutes de mi final terrible Ella pensoacute que me habiacutea impresionado con el acuchillado y me dijo con aires de burla Si te vas a morir que no sea aquiacute imagiacutenate Pero yo le dije Di que me atropello el tren de Puerto Colombia ese pobre cacharro de laacutestima incapaz de matar a nadie

Preparado para todo aquella noche me acosteacute bocarriba a la espera del dolor final en el primer instante de mis noventa y un antildeos Oiacute campanas distantes sentiacute la fragancia del alma de Delgadina dormida de costado oiacute un grito en el horizonte sollozos de alguien que quizaacutes habiacutea muerto un siglo antes en la alcoba Entonces apagueacute la luz con el uacuteltimo aliento entrelaceacute mis dedos con los suyos para llevaacutermela de la mano y conteacute las doce campanadas de las doce con mis doce laacutegrimas finales hasta que empezaron a cantar los gallos y enseguida las campanas de gloria los cohetes de fiesta que celebraban el juacutebilo de haber sobrevivido sano y salvo a mis noventa antildeos

Mis primeras palabras fueron para Rosa Cabarcas Te compro la casa toda con la tienda y el huerto Ella me dijo Hagamos una apuesta de viejos el que se muera primero se queda con todo lo del otro firmado ante notario No porque si yo me muero todo deberiacutea ser para ella Es igual dijo Rosa Cabarcas yo me hago cargo de la nintildea y despueacutes le dejo todo lo tuyo y lo miacuteo no tengo a nadie maacutes en este mundo Mientras tanto remodelamos tu cuarto con buenos servicios aire acondicionado y tus libros y tu muacutesica

-iquestCrees que ella estaraacute de acuerdo

-Ay mi sabio triste estaacute bien que esteacutes viejo pero no pendejo -dijo Rosa Cabarcas muerta de risa- Esa pobre criatura estaacute lela de amor por ti

Saliacute a la calle radiante y por primera vez me reconociacute a miacute mismo en el horizonte remoto de mi primer siglo Mi casa callada y en orden a las seis y cuarto empezaba a gozar los colores de una aurora feliz Damiana cantaba a toda voz en la cocina y el gato redivivo enroscoacute la cola en mis tobillos y siguioacute caminando conmigo hasta mi mesa de escribir Estaba ordenando mis papeles marchitos el tintero la pluma de ganso cuando el sol estalloacute entre los almendros del parque y el buque fluvial del correo retrasado una semana por la sequiacutea entroacute bramando en el canal del puerto Era por fin la vida real con mi corazoacuten a salvo y condenado a morir de buen amor en la agoniacutea feliz de cualquier diacutea despueacutes de mis cien antildeos

Mayo de 2004

Page 12: · Web viewVivo en una casa colonial en la acera de sol del parque de San Nicolás, donde he pasado todos los días de mi vida sin mujer ni fortuna, donde vivieron y murieron mis padres,

Memorias de mis putas tristes 12 ______________________________________________________________________________________desocupaba y trateacute de reconstruirla en la memoria como habiacutea sido Maacutes de dos veces cuando ambos estaacutebamos enteros tambieacuten ella me habiacutea sacado de espantos Creo que me leyoacute el pensamiento porque se volvioacute hacia miacute y me escudrintildeoacute con una intensidad alarmante No te pasa el tiempo suspiroacute con tristeza Yo quise halagarla A ti siacute pero para bien En serio dijo ella hasta te ha resucitado un poco la cara de caballo muerto Seraacute porque cambieacute de comedero le dije por picardiacutea Ella se animoacute Hasta donde me acuerdo teniacuteas una tranca de galeote me dijo iquestCoacutemo se porta Me escapeacute por la tangente Lo uacutenico distinto desde que no nos vemos es que a veces me arde el culo Su diagnoacutestico fue inmediato Falta de uso Soacutelo lo tengo para lo que Dios lo hizo le dije pero era cierto que me ardiacutea de tiempo atraacutes y siempre en luna llena Rosa rebuscoacute en su cajoacuten de sastre y destapoacute una latita de una pomada verde que oliacutea a linimento de aacuternica Le dices a la nintildea que te la unte con su dedito asiacute moviendo el iacutendice con una elocuencia procaz Le repliqueacute que a Dios gracias todaviacutea era capaz de defenderme sin untos guajiros Ella se burloacute Ay maestro perdoacutename la vida

Y fue a lo suyo

La nintildea estaba en el cuarto desde las diez me dijo era bella limpia y bien criada pero estaba muerta de miedo porque una amiga suya que escapoacute con un estibador de Gayra se habiacutea desangrado en dos horas Pero bueno admitioacute Rosa se entiende porque los de Gayra tienen fama de que hacen cantar a las muiacuteas Y retomoacute el hilo Pobrecita ademaacutes de todo tiene que trabajar el diacutea entero pegando botones en una faacutebrica No me parecioacute que fuera un oficio tan duro Eso creen los hombres replicoacute ella pero es peor que picar piedras Ademaacutes me confesoacute que le habiacutea dado a la nintildea un bebedizo de bromuro con valeriana y ahora estaba dormida Temiacute que la compasioacuten mera otra artimantildea para aumentar el precio pero no dijo ella mi palabra es de oro Con reglas fijas cada cosa pagada aparte en plata blanca y por adelantado Asiacute fue

La seguiacute a traveacutes del patio enternecido por la marchitez de su piel y por lo mal que andaba con las piernas hinchadas dentro de las medias de algodoacuten primario La luna llena estaba llegando al centro del cielo y el mundo se veiacutea como sumergido en aguas verdes Cerca de la tienda habiacutea una techumbre de palma para las parrandas de la administracioacuten puacuteblica con numerosos taburetes de cuero y hamacas colgadas en los horcones En el traspatio donde empezaba el bosque de aacuterboles frutales habiacutea una galeriacutea de seis alcobas de adobes sin repellar con ventanas de anjeo para los zancudos La uacutenica ocupada estaba a media luz y Tontildea la Negra cantaba en el radio una cancioacuten de malos amores Rosa Cabarcas tomoacute aire El bolero es la vida Yo estaba de acuerdo pero hasta hoy no me atreviacute a escribirlo Ella empujoacute la puerta entroacute un instante y volvioacute a salir Sigue dormidita dijo Hariacuteas bien en dejarla descansar todo lo que le pida el cuerpo tu noche es maacutes larga que la suya Yo estaba ofuscado iquestQueacute crees que debo hacer Tuacute sabraacutes dijo ella con una placidez fuera de lugar por algo eres sabio Dio media vuelta y me dejoacute solo con el terror

No habiacutea escapatoria Entreacute en el cuarto con el corazoacuten desquiciado y vi a la nintildea dormida desnuda y desamparada en la enorme cama de alquiler como la parioacute su madre Yaciacutea de medio lado de cara a la puerta alumbrada desde el plafondo por una luz intensa que no perdonaba detalle Me senteacute a contemplarla desde el borde de la cama con un hechizo de los cinco sentidos Era morena y tibia La habiacutean sometido a un reacutegimen de higiene y embellecimiento que no descuidoacute ni el vello

Memorias de mis putas tristes 13 ______________________________________________________________________________________incipiente del pubis Le habiacutean rizado el cabello y teniacutea en las untildeas de las manos y los pies un esmalte natural pero la piel del color de la melaza se veiacutea aacutespera y maltratada Los senos recieacuten nacidos pareciacutean todaviacutea de nintildeo varoacuten pero se veiacutean urgidos por una energiacutea secreta a punto de reventar Lo mejor de su cuerpo eran los pies grandes de pasos sigilosos con dedos largos y sensibles como de otras manos Estaba ensopada en un sudor fosforescente a pesar del ventilador y el calor se volviacutea insoportable a medida que avanzaba la noche Era imposible imaginar coacutemo era la cara pintorreteada a brocha gorda la espesa costra de polvos de arroz con dos parches de colorete en las mejillas las pestantildeas postizas las cejas y los paacuterpados como ahumados con negrohumo y los labios aumentados con un barniz de chocolate Pero ni los trapos ni los afeites alcanzaban a disimular su caraacutecter la nariz altiva las cejas encontradas los labios intensos Penseacute Un tierno toro de lidia

A las once fui a mis traacutemites de rutina en el bantildeo donde estaba su ropa de pobre doblada sobre una silla con un esmero de rica un traje de etamina con mariposas estampadas un calzoacuten amarillo de malapodaacuten y unas sandalias de fique Encima de la ropa habiacutea una pulsera de baratillo y una cadenita muy fina con la medalla de la Virgen En la repisa del lavabo una cartera de ruano con un laacutepiz de labios un estuche de colorete una llave y unas monedas sueltas Todo tan barato y envilecido por el uso que no pude imaginarme a nadie tan pobre como ella

Me desvestiacute y dispuse las piezas como mejor pude en el perchero para no dantildear la seda de la camisa y el planchado del lino Orineacute en el inodoro decadena sentado y como me ensentildeoacute desde nintildeo Florina de Dios para que no mojara los bordes de la bacinilla y todaviacutea modestia aparte con un chorro inmediato y continuo de potro cerrero Antes de salir me asomeacute al espejo del lavamanos El caballo que me miroacute desde el otro lado no estaba muerto sino luacutegubre y teniacutea una papada de Papa los paacuterpados abotagados y desmirriadas las crines que habiacutean sido mi melena de muacutesico

-Mierda -le dije- iquestqueacute puedo hacer si no me quieres

Tratando de no despertarla me senteacute desnudo en la cama con la vista ya acostumbrada a los engantildeos de la luz roja y la reviseacute palmo a palmo Desliceacute la yema del iacutendice a lo largo de su cerviz empapada y toda ella se estremecioacute por dentro como un acorde de arpa se volteoacute hacia miacute con un gruntildeido y me envolvioacute en el clima de su aliento aacutecido Le apreteacute la nariz con el pulgar y el iacutendice y ella se sacudioacute apartoacute la cabeza y me dio la espalda sin despertar Trateacute de separarle las piernas con mi rodilla por una tentacioacuten imprevista En las dos primeras tentativas se opuso con los muslos tensos Le canteacute al oiacutedo La cama de Delgadina de aacutengeles estaacute rodeada Se relajoacute un poco Una corriente caacutelida me subioacute por las venas y mi lento animal jubilado despertoacute de su largo suentildeo

Delgadina alma miacutea le supliqueacute ansioso Delgadina Ella lanzoacute un gemido luacutegubre escapoacute de mis muslos me dio la espalda y se enroscoacute como un caracol en su concha La poacutecima de valeriana debioacute ser tan eficaz para miacute como para ella porque nada pasoacute ni a ella ni a nadie Pero no me importoacute Me pregunteacute de queacute serviacutea despertarla humillado y triste como me sentiacutea y friacuteo como un lebranche

Niacutetidas ineluctables sonaron entonces las campanadas de las doce de la noche y empezoacute la madrugada del 29 de agosto diacutea del Martirio de San Juan Bautista

Memorias de mis putas tristes 14 ______________________________________________________________________________________Alguien lloraba a gritos en la calle y nadie le haciacutea caso Receacute por eacutel si le hiciera falta y tambieacuten por miacute en accioacuten de gracias por los beneficios recibidos No se engantildee nadie no pensando que ha de durar lo que espera maacutes que duroacute lo que vioLa nintildea gimioacute en suentildeos y receacute tambieacuten por ella Pues que todo ha de pasar por tal manera Despueacutes apagueacute el radio y la luz para dormir

Desperteacute de madrugada sin recordar doacutende estaba La nintildea seguiacutea dormida de espaldas a miacute en posicioacuten fetal Tuve la sensacioacuten indefinida de que la habiacutea sentido levantarse en la oscuridad y de haber oiacutedo el desaguumle del bantildeo pero lo mismo pudo ser un suentildeo Fue algo nuevo para miacute Ignoraba las mantildeas de la seduccioacuten y siempre habiacutea escogido al azar las novias de una noche maacutes por el precio que por los encantos y haciacuteamos amores sin amor medio vestidos las maacutes de las veces y siempre en la oscuridad para imaginarnos mejores Aquella noche descubriacute el placer inverosiacutemil de contemplar el cuerpo de una mujer dormida sin los apremios del deseo o los estorbos del pudor

Me levanteacute a las cinco inquieto porque mi nota dominical debiacutea estar en la mesa de redaccioacuten antes de las doce Hice mi deposicioacuten puntual todaviacutea con los ardores de la luna llena y cuando solteacute la cadena del agua sentiacute que ntildeus rencores del pasado se fueron por los albantildeales Cuando volviacute fresco y vestido al dormitorio la nintildea dormiacutea bocarriba a la luz conciliadora del amanecer atravesada de lado a lado en la cama con los brazos abiertos en cruz y duentildea absoluta de su virginidad Que Dios te la guarde le dije Toda la plata que me quedaba la suya y la miacutea se la puse en la almohada y me despediacute por siempre jamaacutes con un beso en la frente La casa como todo burdel al amanecer era lo maacutes cercano al paraiacuteso Saliacute por el portoacuten del huerto para no encontrarme con nadie Bajo el sol abrasante de la calle empeceacute a sentir el peso de mis noventa antildeos y a contar minuto a minuto los minutos de las noches que me haciacutean falta para morir

Memorias de mis putas tristes 15 ______________________________________________________________________________________

2Escribo esta memoria en lo poco que queda de la biblioteca que fue de mis padres y cuyos anaqueles estaacuten a punto de desplomarse por la paciencia de las polillas A fin de cuentas para lo que me falta por hacer en este mundo me bastariacutea con mis diccionarios de todo geacutenero con las dos primeras series de los Episodios nacionales de don Benito Peacuterez Galdoacutes y con La montantildea maacutegica que me ensentildeoacute a entender los humores de mi madre desnaturalizados por la tisis

A diferencia de los otros muebles y de miacute mismo el mesoacuten en que escribo parece de mejor salud con el paso del tiempo porque lo fabricoacute en maderas nobles mi abuelo paterno que fue carpintero de buques Aunque no tenga que escribir lo aderezo todas las mantildeanas con el rigor ocioso que me ha hecho perder tantos amores Al alcance de la mano tengo mis libros coacutemplices los dos tomos del Primer Diccionario Ilustrado de la Real Academiade 1903 el Tesoro de la Lengua Castellana o Espantildeola de don Sebastiaacuten de Covarrubias la gramaacutetica de don Andreacutes Bello por si hubiera alguna duda semaacutentica como es de rigor el novedoso Diccionario ideoloacutegico de don Julio Casares en especial por sus antoacutenimos y sus sinoacutenimos el Vocabolario della Liacutengua Italiana de Nicola Zingarelli para favorecerme con el idioma de mi madre que aprendiacute desde la cuna y el diccionario de latiacuten que por ser eacuteste la madre de las otras dos lo considero mi lengua natal

A la izquierda del escritorio mantengo siempre las cinco fojas de papel de hilo tamantildeo oficio para mi nota dominical y el cuerno con polvo de carta que prefiero a la moderna almohadilla de papel se cante A la derecha estaacuten el calamaio y el palillero de balso liviano con la peacutendola de oro pues todaviacutea manuscribo con la letra romaacutentica que me ensentildeoacute Florina de Dios para que no me hiciera a la caligrafiacutea oficial de su esposo que fue notario puacuteblico y contador juramentado hasta su uacuteltimo aliento Hace tiempo que se nos impuso en el perioacutedico la orden de escribir a maacutequina para mejor caacutelculo del texto en el plomo del linotipo y mayor acierto en la armada pero nunca me hice a este mal haacutebito Seguiacute escribiendo a mano y transcribiendo en la maacutequina con un arduo picoteo de gallina gracias al privilegio ingrato de ser el empleado maacutes antiguo Hoy jubilado pero no vencido gozo del privilegio sacro de escribir en casa con el teleacutefono descolgado para que nadie me disturbe y sin censor que aguaite lo que escribo por encima de mi hombro

Vivo sin perros ni paacutejaros ni gente de servicio salvo la fiel Damiana que me ha sacado de los apuros menos pensados y sigue viniendo una vez por semana para lo que haya que hacer aun como estaacute corta de vista y de cacumen Mi madre en su

Memorias de mis putas tristes 16 ______________________________________________________________________________________lecho de muerte me suplicoacute que me casara joven con mujer blanca que tuvieacuteramos por lo menos tres hijos y entre ellos una nintildea con su nombre que habiacutea sido el de su madre y su abuela Estuve pendiente de la suacuteplica pero teniacutea una idea tan flexible de la juventud que nunca me parecioacute demasiado tarde Hasta un mediodiacutea caluroso en que me equivoqueacute de puerta en la casa que teniacutean los Palomares de Castro en Pradomar y sorprendiacute desnuda a Ximena Ortiz la menor de las hijas que haciacutea la siesta en la alcoba contigua Estaba acostada de espaldas a la puerta y se volvioacute a mirarme por encima del hombro con un gesto tan raacutepido que no me dio tiempo de escapar Ay perdoacuten alcanceacute a decir con el alma en la boca Ella sonrioacute se volteoacute hacia miacute con un escorzo de gacela y seme mostroacute de cuerpo entero La estancia toda se sentiacutea saturada de su intimidad No estaba en vivas carnes pues teniacutea en la oreja una flor ponzontildeosa de peacutetalos anaranjados como la Olimpia de Manet y tambieacuten llevaba una esclava de oro en el puntildeo derecho y una gargantilla de perlas menudas Nunca imagineacute que pudiera ver algo maacutes perturbador en lo que me faltaba de vida y hoy puedo dar fe de que tuve razoacuten

Cerreacute la puerta de un golpe avergonzado de mi torpeza y con la determinacioacuten de olvidarla Pero Ximena Ortiz me lo impidioacute Me mandaba recados con amigas comunes esquelas provocadoras amenazas brutales mientras se esparciacutea la voz de que estaacutebamos locos de amor el uno por el otro sin que nos hubieacuteramos cruzado palabra Fue imposible resistir Teniacutea unos ojos de gata cimarrona un cuerpo tan provocador con ropa como sin ella y una cabellera frondosa de oro alborotado cuyo tufo de mujer me haciacutea llorar de rabia en la almohada Sabiacutea que nunca llegariacutea a ser amor pero la atraccioacuten sataacutenica que ejerciacutea sobre miacute era tan ardorosa que intentaba aliviarme con cuanta guaricha de ojos verdes me encontraba al paso Nunca logreacute sofocar el fuego de su recuerdo en la cama de Pradomar asiacute que le entregueacute mis armas con peticioacuten formal de mano intercambio de anillos y anuncio de boda grande antes de Pentecosteacutes

La noticia estalloacute con maacutes fuerza en el Barrio Chino que en los clubes sociales Primero fue con burlas pero se transformoacute en una contrariedad cierta de las acadeacutemicas que veiacutean el matrimonio como una situacioacuten maacutes ridiacutecula que sagrada Mi noviazgo cumplioacute todos los ritos de la moral cristiana en la terraza de orquiacutedeas amazoacutenicas y helechos colgados de la casa de mi prometida Llegaba a las siete de la noche todo de lino blanco y con cualquier regalo de abalorios artesanales o chocolates suizos y hablaacutebamos medio en clave y medio en serio hasta las diez con la custodia de la tiacutea Argeacutenida que se dormiacutea al primer parpadeo como las chaperonas de las novelas de la eacutepoca

Ximena iba hacieacutendose maacutes voraz cuanto mejor nos conociacuteamos se aligeraba de corpintildeos y pollerines a medida que apretaban los bochornos de junio y era faacutecil imaginarse el poder de demolicioacuten que debiacutea tener en la penumbra A los dos meses de noviazgo no teniacuteamos de queacute hablar y ella planteoacute el tema de los hijos sin decirlo tejiendo bolitas en crochet de lana cruda para recieacuten nacidos Yo novio gentil aprendiacute a tejer con ella y asiacute se nos fueron las horas inuacutetiles que faltaban para la boda yo tejiendo las botitas azules para nintildeos y ella tejiendo las rosadas para nintildeas a ver quieacuten acertaba hasta que fueron bastantes para maacutes de medio centenar de hijos Antes de que dieran las diez me subiacutea a un coche de caballos y me iba al Barrio Chino a vivir mi noche en la paz de Dios

Memorias de mis putas tristes 17 ______________________________________________________________________________________Los tempestuosos adioses de soltero que me haciacutean en el Barrio Chino iban en contraviacutea de las veladas opresivas del Club Social Contraste que a miacute me sirvioacute para saber cuaacutel de los dos mundos era en realidad el miacuteo y me hice la ilusioacuten de que eran ambos pero cada uno a sus horas pues desde cualquiera de los dos veiacutea alejarse el otro con los suspiros desgarrados con que se separan dos barcos en altamar El baile de la viacutespera en El Poder de Dios incluyoacute una ceremonia final que soacutelo podiacutea ocurriacutersele a un cura gallego encallado en la concupiscencia que vistioacute a todo el personal femenino con velos y azahares para que todas se casaran conmigo en un sacramento universal Fue una noche de grandes sacrilegios en que veintidoacutes de ellas prometieron amor y obediencia y les correspondiacute con fidelidad y sustento hasta el maacutes allaacute de la tumba

No pude dormir por el presagio de algo irremediable Desde la madrugada empeceacute a contar el paso de las horas en el reloj de la catedral hasta las siete campanadas temibles con que debiacutea estar en la iglesia El timbre del teleacutefono empezoacute a las ocho largo tenaz impredecible durante maacutes de una hora No soacutelo no contesteacute no respireacute Poco antes de las diez llamaron a la puerta primero con el puntildeo y luego con gritos de voces conocidas y abominadas Temiacutea que la derribaran por alguacuten percance grave pero hacia las once la casa quedoacute en el silencio erizado que sucede a las grandes cataacutestrofes Entonces lloreacute por ella y por miacute y receacute de todo corazoacuten para no encontrarme con ella nunca maacutes en mis diacuteas Alguacuten santo me oyoacute a medias pues Ximena Ortiz se fue del paiacutes esa misma noche y no volvioacute hasta unos veinte antildeos despueacutes bien casada y con los siete hijos que pudieron ser miacuteos

Trabajo me costoacute mantener mi puesto y mi columna en El Diario de La Paz despueacutes de aquella afrenta social Pero no fue por eso que relegaron mis notas a la paacutegina once sino por el iacutempetu ciego con que entroacute el siglo XX El progreso se convirtioacute en el mito de la ciudad Todo cambioacute volaron los aviones y un hombre de empresa tiroacute un saco de cartas desde un Junker e inventoacute el correo aeacutereo

Lo uacutenico que permanecioacute igual fueron mis notas en el perioacutedico Las nuevas generaciones arremetieron contra ellas como contra una momia del pasado que debiacutea ser demolida pero yo las mantuve en el mismo tono sin concesiones contra los aires de renovacioacuten Fui sordo a todo Habiacutea cumplido cuarenta antildeos pero los redactores joacutevenes la llamaban la Columna de Mudarra el Bastardo El director de entonces me citoacute en su oficina para pedirme que me pusiera a tono con las nuevas corrientes De un modo solemne como si acabara de inventarlo me dijo El mundo avanza Siacute le dije avanza pero dando vueltas alrededor del sol Mantuvo mi nota dominical porque no habriacutea encontrado otro inflador de cables Hoy seacute que tuve razoacuten y por queacute Los adolescentes de mi generacioacuten avorazados por la vida olvidaron en cuerpo y alma las ilusiones del porvenir hasta que la realidad les ensentildeoacute que el futuro no era como lo sontildeaban y descubrieron la nostalgia Alliacute estaban mis notas dominicales como una reliquia arqueoloacutegica entre los escombros del pasado y se dieron cuenta de que no eran soacutelo para viejos sino para joacutevenes que no tuvieran miedo de envejecer La nota volvioacute entonces a la seccioacuten editorial y en ocasiones especiales a la primera paacutegina

A quien me lo pregunta le contesto siempre con la verdad las putas no me dejaron tiempo para ser casado Sin embargo debo reconocer que nunca tuve esta explicacioacuten hasta el diacutea de mis noventa antildeos cuando saliacute de la casa de Rosa Cabarcas con la determinacioacuten de nunca maacutes provocar al destino Me sentiacutea otro El

Memorias de mis putas tristes 18 ______________________________________________________________________________________genio se me trastornoacute por la gente de tropa que vi apostada en las rejas de hierro que rodeaban el parque Encontreacute a Damiana trapeando los pisos a gatas en la sala y la juventud de los muslos a su edad me suscitoacute un temblor de otra eacutepoca Ella debioacute sentirlo porque se cubrioacute con la falda No pude reprimir la tentacioacuten de preguntarle Diacutegame una cosa Damiana iquestde queacute se acuerda No estaba acordaacutendome de nada dijo ella pero su pregunta me lo recuerda Sentiacute una opresioacuten en el pecho Nunca me he enamorado le dije Ella replicoacute en el acto Yo siacute Y terminoacute sin interrumpir su oficio Lloreacute veintidoacutes antildeos por usted El corazoacuten me dio un salto Buscando una salida digna le dije Hubieacuteramos sido una buena yunta Pues hace mal en deciacutermelo ahora dijo ella porque ya no me sirve ni de consuelo Cuando saliacutea de la casa me dijo del modo maacutes natural Usted no me creeraacute pero sigo siendo virgen a Dios gracias

Poco despueacutes descubriacute que habiacutea dejado floreros de rosas rojas por toda la casa y una tarjeta en la almohada Le deseo que llegue a los sien Con este mal sabor me senteacute a continuar la nota que habiacutea dejado a medias el diacutea anterior La termineacute con un solo aliento en menos de dos horas y tuve que torcerle el cuello al cisne para sacaacutermela de las tripas sin que se me notara el llanto Por un golpe de inspiracioacuten tardiacutea decidiacute rematarla con el anuncio de que con ella poniacutea teacutermino feliz a una vida larga y digna sin la mala condicioacuten de morirme

Mi propoacutesito era dejarla en la porteriacutea del perioacutedico y volver a casa Pero no pude El personal en pleno me esperaba para celebrarme el cumpleantildeos El edificio estaba en obra con andamies y escombros friacuteos por todas partes pero habiacutean parado la obra para la fiesta En una mesa de carpintero estaban las bebidas para el brindis y las cuelgas envueltas en papel de fantasiacutea Aturdido por los relaacutempagos de las caacutemaras me hice con todas las fotos del recuerdo

Me alegroacute encontrar alliacute a periodistas de radio y de los otros diarios de la ciudad La Prensa matutino conservador El Heraldo matutino liberal y El Nacional vespertino sensacionalista que trataba de aliviar las tensiones del orden puacuteblico con folletones pasionales No era extrantildeo que estuvieran juntos pues dentro del espiacuteritu de la ciudad fue siempre de buen recibo que se mantuvieran intactas las amistades de la tropa mientras los mariscales libraban la guerra editorial

Tambieacuten estaba alliacute fuera de horas el censor oficial don Jeroacutenimo Ortega a quien llamaacutebamos el Abominable Hombre de las Nueve porque llegaba puntual a esa hora de la noche con su laacutepiz sangriento de saacutetrapa godo Alliacute permaneciacutea hasta asegurarse de que no hubiera una letra impune en la edicioacuten de mantildeana Teniacutea una aversioacuten personal contra miacute por mis iacutenfulas de gramaacutetico o porque utilizaba palabras italianas sin comillas ni cursivas cuando me pareciacutean maacutes expresivas que en castellano como debiera ser de uso legiacutetimo entre lenguas siamesas Despueacutes de padecerlo por cuatro antildeos habiacuteamos terminado por aceptarlo como la mala conciencia de nosotros mismos

Las secretarias llevaron al saloacuten un pudiacuten con noventa velas encendidas que me enfrentaron por primera vez al nuacutemero de mis antildeos Tuve que tragarme las laacutegrimas cuando cantaron el brindis y me acordeacute de la nintildea sin ninguacuten motivo No fue un golpe de rencor sino de compasioacuten tardiacutea por una criatura de la que no esperaba volver a acordarme Cuando acaboacute de pasar el aacutengel alguien me habiacutea puesto un cuchillo en la mano para que cortara el pudiacuten Por temor a las burlas nadie se

JUAN CARLOS 161104
saacutetrapa (Del lat satrăpa este del gr σατράπης y este del aveacutestico ẖšathrapāvan protector del dominio) m Gobernador de una provincia de la antigua Persia || 2 coloq Hombre sagaz que sabe gobernarse con astucia e inteligencia o que gobierna despoacuteticamente U t c adj 13

Memorias de mis putas tristes 19 ______________________________________________________________________________________arriesgoacute a improvisar un discurso Yo hubiera preferido morirme que contestarlo Para terminar la fiesta el jefe de redaccioacuten por quien no tuve nunca gran simpatiacutea nos devolvioacute a la realidad inclemente Ahora siacute ilustre nonagenario me dijo iquestDoacutende estaacute su nota

La verdad es que toda la tarde la sentiacutea ardieacutendome como una brasa en el bolsillo pero la emocioacuten me habiacutea calado tan hondo que no tuve corazoacuten para aguar la fiesta con mi renuncia Dije Por esta vez no hay El jefe de redaccioacuten se disgustoacute por una falta que habiacutea sido inconcebible desde el siglo anterior Entieacutendalo por una vez le dije tuve una noche tan difiacutecil que amaneciacute embrutecido Pues debioacute escribir eso dijo eacutel con su humor de vinagre A los lectores les gustaraacute saber de primera mano coacutemo es la vida a los noventa Una de las secretarias tercioacute A lo mejor es un secreto delicioso dijo y me miroacute con malicia iquestO no Una raacutefaga ardiente me abrasoacute la cara Maldita sea penseacute queacute desleal es el rubor Otra radiante me sentildealoacute con el dedo iexclQueacute maravilla Todaviacutea le queda la elegancia de ruborizarse Su impertinencia me provocoacute otro rubor encima del rubor Debioacute ser una noche de ataque dijo la primera secretaria iexclQueacute envidia Y me dio un beso que me quedoacute pintado en la cara Los fotoacutegrafos se encarnizaron Ofuscado le entregueacute la nota al jefe de redaccioacuten y le dije que lo dicho antes era en broma aquiacute la tiene y escapeacute atolondrado por la uacuteltima salva de aplausos para no estar presente cuando descubrieran que era mi carta de renuncia al cabo de medio siglo de galeras

La ansiedad me duraba todaviacutea aquella noche cuando desenvolviacutea las cuelgas en mi casa Los linotipistas desacertaron con una cafetera eleacutectrica igual a las tres que teniacutea de cumpleantildeos anteriores Los tipoacutegrafos me dieron una autorizacioacuten para recoger un gato de angora en el criadero municipal La gerencia me dio una bonificacioacuten simboacutelica Las secretarias me regalaron tres calzoncillos de seda con huellas de besos estampados y una tarjeta en la que se ofreciacutean para quitaacutermelos Se me ocurrioacute que uno de los encantos de la vejez son las provocaciones que se permiten las amigas joacutevenes que nos creen fuera de servicio

Nunca supe quieacuten me mandoacute un disco con los veinticuatro preludios de Chopin por Stefan Askenase Los redactores en su mayoriacutea me regalaron libros de moda No habiacutea terminado de desenvolver los regalos cuando Rosa Cabarcas me llamoacute por teleacutefono con la pregunta que yo no queriacutea oiacuter iquestQueacute te pasoacute con la nintildea Nada dije sin pensarlo iquestTe parece nada que ni siquiera la despertaste dijo Rosa Cabarcas Una mujer no perdona jamaacutes que un hombre le desprecie el estreno Le alegueacute que la nintildea no podiacutea estar tan agotada soacutelo por pegar botones y tal vez se hiciera la dormida por miedo del mal trance Lo uacutenico grave dijo Rosa es que ella cree de verdad que ya no sirves y no me gustariacutea que lo fuera pregonando a los cuatro vientos

No le di el gusto de sorprenderme Aunque asiacute fuera le dije su estado es tan deplorable que no se puede contar con ella ni dormida ni despierta es carne de hospital Rosa Cabarcas bajoacute el tono La culpa fue de las prisas con que se hizo el trato pero tiene remedio ya veraacutes Prometioacute poner a la nintildea en confesioacuten y si era el caso obligarla a devolver la plata iquestqueacute te parece Deacutejalo de ese tamantildeo le dije aquiacute no pasoacute nada y en cambio me ha valido como una prueba de que ya no estoy para estos trotes En ese sentido la nintildea tiene razoacuten ya no sirvo Colgueacute el teleacutefono saturado por un sentimiento de liberacioacuten que no habiacutea conocido en vida miacutea y por fin a salvo de una servidumbre que me manteniacutea subyugado desde mis trece antildeos

JUAN CARLOS 161104
linotipista com Persona que maneja una linotipia13 linotipia (Del ingl linotype) f Impr Maacutequina de componer provista de matrices de la cual sale la liacutenea formando una sola pieza || 2 Impr Arte de componer con esta maacutequina 13

Memorias de mis putas tristes 20 ______________________________________________________________________________________

A las siete de la noche fui invitado de honor al concierto de Jacques Thibault y Alfred Cortot en la sala de Bellas Artes con una interpretacioacuten gloriosa de la sonata para violiacuten y piano de Ceacutesar Frank y en el intermedio escucheacute elogios inverosiacutemiles El maestro Pedro Biava nuestro muacutesico enorme me llevoacute casi a rastras a los camerinos para presentarme a los inteacuterpretes Me ofusqueacute tanto que los feliciteacute por una sonata de Schumann que no habiacutean tocado y alguien me corrigioacute en puacuteblico de mala manera La impresioacuten de que habiacutea confundido las dos sonatas por ignorancia simple quedoacute sembrada en el ambiente local y agravada por una explicacioacuten aturdida con que trateacute de remendarla el domingo siguiente en mi resentildea criacutetica del concierto

Por primera vez en mi larga vida me sentiacute capaz de matar a alguien Volviacute a casa atormentado por el diablillo que sopla al oiacutedo las respuestas devastadoras que no dimos a tiempo y ni la lectura ni la muacutesica mitigaron mi rabia Por fortuna Rosa Cabarcasme sacoacute del desvariacuteo con un grito en el teleacutefono Estoy feliz con el perioacutedico porque no pensaba que cumpliacuteas noventa sino cien Le contesteacute encrespado iquestAsiacute de jodido me viste Al contrario dijo ella lo que me sorprendioacute fue verte tan bien Queacute bueno que no eres de los viejos verdes que se aumentan la edad para que los crean en buen estado Y cambioacute sin transicioacuten Te tengo tu cuelga Me sorprendioacute de veras iquestQueacute es La nintildea dijo ella

No me tomeacute ni un instante para pensar Gracias le dije pero esa vaina es agua pasada Ella siguioacute de largo Te la mando a tu casa envuelta en papel de China y hervida con palo de saacutendalo al bantildeo mariacutea todo gratis Me mantuve firme y ella se debatioacute en una explicacioacuten pedregosa que me parecioacute sincera Dijo que la nintildea estaba en tan mal estado aquel viernes por haber cosido doscientos botones con aguja y dedal Que era verdad su miedo a las violaciones sangrientas pero ya estaba instruida para el sacrificio Que en su noche conmigo se habiacutea levantado para ir al bantildeo y que yo estaba tan profundo que le dio laacutestima despertarme pero ya me habiacutea ido cuando volvioacute a despertar en la mantildeana Me indigneacute con lo que me parecioacute una mentira inuacutetil Bueno prosiguioacute Rosa Cabarcas aun si asiacute fuera la nintildea estaacute arrepentida Pobrecita la tengo aquiacute enfrente iquestQuieres que tela pase No por Dios le dije

Habiacutea empezado a escribir cuando llamoacute la secretaria del perioacutedico El mensaje era que el director queriacutea verme al diacutea siguiente a las once de la mantildeana Llegueacute puntual El estruendo de la restauracioacuten de la casa no pareciacutea soportable el aire estaba enrarecido por los martillazos el polvo de cemento y el humo de alquitraacuten pero la redaccioacuten habiacutea aprendido a pensar en la rutina del caos Las oficinas del director en cambio heladas y silentes permaneciacutean en un paiacutes ideal que no era el nuestro

El tercer Marco Tulio con un aire adolescente se puso de pie al verme entrar sin interrumpir una conversacioacuten telefoacutenica me estrechoacute la mano por encima del escritorio y me indicoacute que me sentara Llegueacute a pensar que no habiacutea nadie en el otro extremo de la liacutenea y que eacutel haciacutea la farsa para impresionarme pero pronto descubriacute que hablaba con el gobernador y era en verdad un diaacutelogo difiacutecil entre enemigos cordiales Ademaacutes creo que se esmeraba en parecer eneacutergico delante de miacute aunque al mismo tiempo se manteniacutea de pie mientras hablaba con la autoridad

Memorias de mis putas tristes 21 ______________________________________________________________________________________Se le notaba el vicio de la pulcritud Acababa de cumplir veintinueve antildeos con cuatro idiomas y tres maestriacuteas internacionales a diferencia del primer presidente vitalicio su abuelo paterno que se hizo periodista empiacuterico despueacutes de hacer una fortuna con la trata de blancas Teniacutea maneras faacuteciles se pasaba de apuesto y sereno y lo uacutenico que poniacutea en peligro su prestancia era una nota falsa en la voz Llevaba una chaqueta deportiva con una orquiacutedea viva en la solapa y cada cosa le sentaba como si fuera de su ser natural pero nada en eacutel estaba hecho para el clima de la calle sino para la primavera de sus oficinas Yo que habiacutea gastado casi dos horas para vestirme sentiacute el oprobio de la pobreza y me aumentoacute la rabia

Con todo el veneno mortal estaba en una foto panoraacutemica del personal de planta tomada en el XXV aniversario de la fundacioacuten del perioacutedico en la que sentildealaban con una crucecita sobre la cabeza a los que iban muriendo Yo era el tercero de la derecha con el sombrero canotier la corbata de nudo grande con una perla en el prendedor el primer mostacho de coronel civil que tuve hasta los cuarenta antildeos y los espejuelos metaacutelicos de seminarista preacutesbita que no me hicieron falta despueacutes del medio siglo Habiacutea visto esa foto colgada durante antildeos en distintas oficinas pero soacutelo entonces fui sensible a su mensaje de los cuarenta y ocho empleados originales soacutelo cuatro estaacutebamos vivos y el menor de nosotros cumpliacutea una condena de veinte antildeos por asesinato muacuteltiple

El director terminoacute la llamada me sorprendioacute mirando la foto y sonrioacute Las crucecitas no las puse yo dijo Me parecen de muy mal gusto Se sentoacute al escritorio y cambioacute de tono Permiacutetame decirle que usted es el hombre maacutes impredecible que he conocido Y ante mi sorpresa se adelantoacute a todo Lo digo por su renuncia Apenas acerteacute a decir Es toda una vida El replicoacute que justo por eso no era una solucioacuten pertinente La nota le pareciacutea magniacutefica y todo lo que deciacutea de la vejez era de lo mejor que habiacutea leiacutedo nunca y no teniacutea sentido terminarla con una decisioacuten que pareciacutea maacutes bien una muerte civil Por fortuna dijo el Abominable Hombre de las Nueve la leyoacute cuando ya estaba armada la paacutegina editorial y le parecioacute inadmisible Sin consultarlo con nadie la tachoacute de arriba abajo con su laacutepiz de Torquemada Cuando lo supe esta mantildeana ordeneacute mandar una nota de protesta a la Gobernacioacuten Era mi deber pero entre nos puedo decirle que estoy muy agradecido por la arbitrariedad del censor De modo que no estaba dispuesto a aceptar que suspendiera la nota Se lo suplico con toda el alma dijo No abandone el barco en altamar Y concluyoacute con un gran estilo Todaviacutea nos queda mucho por hablar de muacutesica

Lo vi tan decidido que no me atreviacute a agravar la discrepancia con un argumento de distraccioacuten El problema en realidad era que tampoco entonces encontraba un motivo decente para abandonar la noria y me aterrorizoacute la idea de decirle que siacute una vez maacutes soacutelo por ganar tiempo Tuve que reprimirme para que no se me notara la emocioacuten impuacutedica que me apremiaba las laacutegrimas Y otra vez como siempre quedamos en las mismas de siempre despueacutes de tantos antildeos

La semana siguiente presa de un estado que era maacutes de confusioacuten que de alegriacutea paseacute por el criadero a recoger el gato que me habiacutean regalado los impresores Tengo muy mala quiacutemica con los animales por lo mismo que la tengo con los nintildeos antes de que empiecen a hablar Me parecen mudos del alma No los odio pero no puedo soportarlos porque no aprendiacute a negociar con ellos Me parece contra natura que un hombre se entienda mejor con su perro que con su esposa que lo ensentildee a

JUAN CARLOS 161104
noria (Del aacuter hisp nalsquouacutera y este del aacuter claacutes nālsquoūrah infl por acequia y acenia) f Maacutequina compuesta de dos grandes ruedas engranadas que mediante cangilones sube el agua de los pozos acequias etc || 2 Pozo formado en forma comuacutenmente ovalada del cual se saca el agua con la maacutequina || 3 Artilugio de feria consistente en una gran rueda con asientos que gira verticalmente13

Memorias de mis putas tristes 22 ______________________________________________________________________________________comer y descomer a sus horas a contestar preguntas y a compartir sus penas Pero no recoger el gato de los tipoacutegrafos habriacutea sido un desaire Ademaacutes era un precioso ejemplar de angora de pelambre rosada y tersa y ojos iluminados cuyos maullidos pareciacutean a punto de ser palabras Me lo dieron en una canasta de mimbre con un certificado de su estirpe y un manual de uso como el de las bicicletas para armar

Una patrulla militar verificaba la identidad de los transeuacutentes antes de autorizar el paso por el parque de San Nicolaacutes Nunca habiacutea visto nada igual ni podiacutea imaginarme nada maacutes descorazonador como siacutentoma de mi vejez Era una patrulla de cuatro al mando de un oficial casi adolescente Los agentes eran hombres de paacuteramos duros y callados con un olor de establo El oficial los vigilaba a todos con las mejillas chapeadas de los andinos en la playa Despueacutes de revisar mi ceacutedula de identidad y mi credencial de prensa me preguntoacute queacute llevaba en la cesta Un gato le dije El quiso verlo Destapeacute la cesta con toda precaucioacuten por temor de que escapara pero un agente quiso ver si no habiacutea algo maacutes en el fondo y el gato le tiroacute un zarpazo El oficial se interpuso Es una joya de angora dijo Lo acaricioacute mientras murmuraba algo y el gato no lo agredioacute pero tampoco le hizo caso iquestCuaacutentos antildeos tiene preguntoacute No seacute le dije acaban de regalaacutermelo Se lo pregunto porque se ve que es muy viejo diez antildeos quizaacutes Quise preguntarle coacutemo lo sabiacutea y muchas cosas maacutes pero a despecho de sus buenas maneras y su habla florida no me sentiacutea con estoacutemago para hablar con eacutel Me parece que es un gato abandonado que ha pasado por muchas dijo Obseacutervelo no lo acomode a usted sino al contrario usted a eacutel y deacutejelo hasta que se gane su confianza Cerroacute la tapa de la cesta y me preguntoacute iquestEn queacute trabaja usted Soy periodista iquestDesde cuaacutendo Desde hace un siglo le dije No lo dudo dijo eacutel Me estrechoacute la mano y se despidioacute con un frase que lo mismo podiacutea ser un buen consejo que una amenaza

-Cuiacutedese mucho

Al mediodiacutea desconecteacute el teleacutefono para refugiarme en la muacutesica con un programa exquisito la rapsodia para clarinete y orquesta de Wagner la de saxofoacuten de Debussy y el quinteto para cuerdas de Bruckner que es un remanso edeacutenico en el cataclismo de su obra Y de pronto me encontreacute envuelto en las tinieblas del estudio Sentiacute deslizarse debajo de mi mesa algo que no me parecioacute un cuerpo vivo sino una presencia sobrenatural que me rozoacute los pies y salteacute con un grito Era el gato con la hermosa cola empenachada su lentitud misteriosa y su estirpe miacutetica y no pude evitar el escalofriacuteo de estar solo en la casa con un ser vivo que no fuera humano

Cuando dieron las siete en la catedral habiacutea una estrella sola y liacutempida en el cielo color de rosas un buque lanzoacute un adioacutes desconsolado y sentiacute en la garganta el nudo gordiano de todos los amores que pudieron haber sido y no fueron No soporteacute maacutes Descolgueacute el teleacutefono con el corazoacuten en la boca marqueacute los cuatro nuacutemeros muy despacio para no equivocarme y al tercer timbrazo reconociacute la voz Bueno mujer le dije con un suspiro de alivio Perdoacutename el berrinche de esta mantildeana Ella tranquila No te preocupes estaba esperando tu llamada Le advertiacute Quiero que la nintildea me espere como Dios la echoacute al mundo y sin barnices en la cara Ella hizo su risa gutural Lo que tuacute digas dijo pero te pierdes el gusto de encuerar la pieza por pieza como les encanta a los viejos no seacute por queacute Yo siacute seacute le dije Porque se estaacuten volviendo cada vez maacutes viejos Ella lo dio por hecho

JUAN CARLOS 161104
gordiano (De Gordio rey de Frigia) V nudo
JUAN CARLOS 161104
paacuteramo (Del lat parămus voz de or prerromano) m Terreno yermo raso y desabrigado || 2 Lugar sumamente friacuteo y desamparado || 3 Col y Ecuad llovizna 13

Memorias de mis putas tristes 23 ______________________________________________________________________________________-Estaacute bien -dijo- entonces esta noche a las diez en punto antes de que se enfriacutee la pescada

Memorias de mis putas tristes 24 ______________________________________________________________________________________

3

iquestCoacutemo podiacutea llamarse La duentildea no me lo habiacutea dicho Cuando me hablaba de ella soacutelo deciacutea la nintildea Y yo lo habiacutea convertido en un nombre de pila como la nintildea de los ojos o la carabela menor Ademaacutes Rosa Cabarcas poniacutea a sus pupilas un nombre distinto para cada cliente A miacute me divertiacutea adivinarlos por las caras y desde el principio estuve seguro de que la nintildea teniacutea uno largo como Filomena Saturnina o Nicolasa En eacutesas estaba cuando ella se dio media vuelta en la cama y quedoacute de espaldas a miacute y me parecioacute que habiacutea dejado un charco de sangre del tamantildeo y la forma del cuerpo Fue un sobresalto instantaacuteneo hasta que comprobeacute que era la humedad del sudor en la saacutebana

Rosa Cabarcas me habiacutea aconsejado que la tratara con cautela pues auacuten le duraba el susto de la primera vez Es maacutes creo que la misma solemnidad del rito le habiacutea agravado el miedo y habiacutean tenido que aumentarle la dosis de valeriana pues dormiacutea con tal placidez que habriacutea sido una laacutestima despertarla sin arrullos De modo que empeceacute a secarla con la toalla mientras le cantaba en susurros la cancioacuten de Delgadina la hija menor del rey requerida de amores por su padre A medida que la secaba ella iba mostraacutendome los flancos sudados al compaacutes de mi canto Delgadina Delgadina tuacute seras mi prenda amada Fue un placer sin liacutemites pues ella volviacutea a sudar por un costado cuando acababa de secarla por el otro para que la cancioacuten no terminara nunca Levaacutentate Delgadina ponte tu falda de seda le cantaba al oiacutedo Al final cuando los criados del rey la encontraron muerta de sed en su cama me parecioacute que mi nintildea habiacutea estado a punto de despertar al escuchar el nombre Asiacute que era ella Delgadina

Volviacute a la cama con mis calzoncillos de besos estampados y me tendiacute junto a ella Dormiacute hasta las cinco al arrullo de su respiracioacuten apacible Me vestiacute a toda prisa sin lavarme y soacutelo entonces vi la sentencia escrita con laacutepiz labial en el espejo del lavabo El tigre no come lejos Seacute que no estaba la noche anterior y nadie podiacutea haber entrado en el cuarto de modo que la entendiacute como la cuelga del diablo Un trueno terroriacutefico me sorprendioacute en la puerta y el cuarto se llenoacute del olor premonitorio de la tierra mojada No tuve tiempo para escapar ileso Antes de que encontrara un taxi se precipitoacute un aguacero grande de los que suelen desordenar la ciudad entre mayo y octubre pues las calles de arenas ardientes que bajan hacia el riacuteo se convierten en torrenteras que arrastran cuanto encuentran a su paso Las aguas de aquel septiembre raro despueacutes de tres meses de sequiacutea podiacutean ser tan providenciales como devastadoras

Memorias de mis putas tristes 25 ______________________________________________________________________________________Desde que abriacute la puerta de casa me salioacute al encuentro la sensacioacuten fiacutesica de que no estaba solo Alcanceacute a ver el celaje del gato que saltoacute del sofaacute y se escabulloacute por el balcoacuten En su plato quedaban las sobras de una comida que yo no le habiacutea servido La peste de sus orines rancios y su caca caliente habiacutean contaminado todo Me habiacutea dedicado a estudiarlo como estudieacute el latiacuten El manual deciacutea que los gatos escarban en la tierra para esconder su estieacutercol y que en las casas sin patio como eacutesta lo hariacutean en las macetas de plantas o en cualquier otro escondrijo Lo apropiado era prepararles desde el primer diacutea una caja con arena para orientarles el haacutebito y asiacute lo hice Tambieacuten deciacutea que lo primero que hacen en casa nueva es marcar su territorio orinando por todas partes y aqueacutel pudo ser el caso pero el manual no deciacutea coacutemo remediarlo Seguiacutea sus trazas para familiarizarme con sus haacutebitos originales pero no di con sus escondites secretos sus sitios de reposo las causas de sus humores volubles Quise ensentildearlo a comer en sus horas a usar la cajita de arena en la terraza a no subirse en mi cama mientras yo dormiacutea ni a olisquear los alimentos en la mesa y no pude hacerle entender que la casa era suya por derecho propio y no como un botiacuten de guerra De modo que lo dejeacute a su aire

Al atardecer enfrenteacute el aguacero cuyos vientos huracanados amenazaban con desquiciar la casa Sufriacute un ataque de estornudos sucesivos me doliacutea el craacuteneo y teniacutea fiebre pero me sentiacutea poseiacutedo por una fuerza y una determinacioacuten que nunca tuve a ninguna edad y por ninguna causa Puse calderos en el piso para recoger las goteras y me di cuenta de que habiacutean aparecido otras nuevas desde el invierno anterior La maacutes grande habiacutea empezado a inundar el flanco derecho de la biblioteca Me apresureacute a rescatar a los autores griegos y latinos que viviacutean por aquel rumbo pero al quitar los libros encontreacute un chorro de alta presioacuten que saliacutea de un tubo roto en el fondo del muro Lo amordaceacute con trapos hasta donde pude para darme el tiempo de salvar los libros El estreacutepito del agua y el aullido del viento arreciaron en el parque De pronto un relaacutempago fantasmal y su trueno simultaacuteneo impregnaron el aire de un fuerte olor de azufre el viento desbaratoacute las vidrieras del balcoacuten y la tremenda borrasca de mar rompioacute los cerrojos y se metioacute dentro de la casa Sin embargo antes de diez minutos escampoacute de un tajo Un sol espleacutendido secoacute las calles llenas de escombros varados y volvioacute el calor

Cuando pasoacute el aguacero seguiacutea con la sensacioacuten de que no estaba solo en la casa Mi uacutenica explicacioacuten es que asiacute como los hechos reales se olvidan tambieacuten algunos que nunca fueron pueden estar en los recuerdos como si hubieran sido Pues si evocaba la emergencia del aguacero no me veiacutea a miacute mismo solo en la casa sino siempre acompantildeado por Delgadina La habiacutea sentido tan cerca en la noche que percibiacutea el rumor de su aliento en el dormitorio y los latidos de su mejilla en mi almohada Soacutelo asiacute entendiacute que hubieacuteramos podido hacer tanto en tan poco tiempo Me recordaba subido en el escabel de la biblioteca y la recordaba a ella despierta con su trajecito de flores recibiendo los libros para ponerlos a salvo La veiacutea correr de un lado al otro de la casa batallando con la tormenta empapada de lluvia con el agua a los tobillos Recordaba coacutemo preparoacute al diacutea siguiente un desayuno que nunca fue y puso la mesa mientras yo secaba los pisos y poniacutea orden en el naufragio de la casa Nunca olvideacute su mirada sombriacutea mientras desayunaacutebamos iquestPor queacute me conociste tan viejo Le contesteacute la verdad La edad no es la que uno tiene sino la que uno siente

Desde entonces la tuve en la memoria con tal nitidez que haciacutea de ella lo que queriacutea Le cambiaba el color de los ojos seguacuten mi estado de aacutenimo color de agua al

JUAN CARLOS 161104
escabel (Quizaacute del cat ant escabell y este del lat scabellum) m Tarima pequentildea que se pone delante de la silla para que descansen los pies de quien estaacute sentado || 2 Asiento pequentildeo hecho de tablas sin respaldo || 3 Persona o circunstancia de que alguien se aprovecha para medrar por lo general ambiciosamente13

Memorias de mis putas tristes 26 ______________________________________________________________________________________despertar color de almiacutebar cuando reiacutea color de lumbre cuando la contrariaba La vestiacutea para la edad y la condicioacuten que conveniacutean a mis cambios de humor novicia enamorada a los veinte antildeos puta de saloacuten a los cuarenta reina de Babilonia a los setenta santa a los cien Cantaacutebamos duetos de amor de Puccini boleros de Agustiacuten Lara tangos de Carlos Gardel y comprobaacutebamos una vez maacutes que quienes no cantan no pueden imaginar siquiera lo que es la felicidad de cantar Hoy seacute que no fue una alucinacioacuten sino un milagro maacutes del primer amor de mi vida a los noventa antildeos

Cuando la casa estuvo en orden llameacute a Rosa Cabarcas iexclDios Santo exclamoacute al oiacuter mi voz creiacute que te habiacuteas ahogado No podiacutea entender que hubiera vuelto a pasar la noche con la nintildea sin tocarla Tienes todo el derecho de que no te guste pero al menos poacutertate como un adulto Trateacute de explicarle pero ella cambioacute el tema sin transicioacuten De todos modos te tengo vista otra un poco mayor bella y tambieacuten virgen Su papaacute quiere cambiarla por una casa pero se puede discutir un descuentoSe me heloacute el corazoacuten Ni maacutes faltaba protesteacute asustado quiero la misma y como siempre sin fracasos sin peleas sin malos recuerdos Hubo un silencio en la liacutenea y por fin la voz sumisa con que dijo como para siacute misma Bueno esto debe ser lo que los meacutedicos llaman demencia senil

Fui a las diez de la noche con un chofer conocido por la extrantildea virtud de no hacer preguntas Lleveacute un ventilador portaacutetil y un cuadro de Orlando Rivera el querido Figurita y un martillo y un clavo para colgarlo En el camino hice una parada para comprar cepillos de dientes pasta dentiacutefrica jaboacuten de olor Agua de Florida tabletas de regaliz Quise llevar tambieacuten un buen florero y un ramo de rosas amarillas para conjurar la pava de las flores de papel pero no encontreacute nada abierto y tuve que robarme en un jardiacuten privado un ramo de astromelias recieacuten nacidas

Por instrucciones de la duentildea llegueacute desde entonces por la calle de atraacutes del lado del acueducto para que nadie me viera entrar por el portoacuten del huerto El chofer me previno Cuidado sabio en esa casa matan Le contesteacute Si es por amor no importa El patio estaba en tinieblas pero habiacutea luces de vida en las ventanas y un revoltijo de muacutesicas en los seis cuartos En el miacuteo a volumen maacutes alto distinguiacute la voz caacutelida de don Pedro Vargas el tenor de Ameacuterica con un bolero de Miguel Matamoros Sentiacute que iba a morir Empujeacute la puerta con la respiracioacuten desbaratada y vi a Delgadina en la cama como en mis recuerdos desnuda y dormida en santa paz del lado del corazoacuten

Antes de acostarme arregleacute el tocador puse el ventilador nuevo en lugar del oxidado y colgueacute el cuadro donde ella pudiera verlo desde la cama Me acosteacute a su lado y la reconociacute palmo a palmo Era la misma que andaba por mi casa las mismas manos que me reconociacutean al tacto en la oscuridad los mismos pies de pasos tenues que se confundiacutean con los del gato el mismo olor del sudor de mis saacutebanas el dedo del dedal Increiacuteble vieacutendola y tocaacutendola en carne y hueso me pareciacutea menos real que en mis recuerdos

Hay un cuadro en la pared de enfrente le dije Lo pintoacute Figurita un hombre a quien quisimos mucho el mejor bailariacuten de burdeles que existioacute jamaacutes y de tan buen corazoacuten que le teniacutea laacutestima al diablo Lo pintoacute con barniz de buques en el lienzo chamuscado de un avioacuten que se estrelloacute en la Sierra Nevada de Santa Marta y con pinceles fabricados por eacutel con pelos de su perro La mujer pintada es una monja que

Memorias de mis putas tristes 27 ______________________________________________________________________________________secuestroacute de un convento y se casoacute con ella Aquiacute lo dejo para que sea lo primero que veas al despertar

No habiacutea cambiado de posicioacuten cuando apagueacute la luz a la una de la madrugada y su respiracioacuten era tan tenue que le tomeacute el pulso para sentirla viva La sangre circulaba por sus venas con la fluidez de una cancioacuten que se ramificaba hasta los aacutembitos maacutes recoacutenditos de su cuerpo y volviacutea al corazoacuten purificada por el amor

Antes de irme al amanecer dibujeacute en un papel las liacuteneas de su mano y se las di a leer a la Diva Sahibiacute para conocer su alma Y fue asiacute una persona que soacutelo dice lo que piensa Es perfecta para trabajos manuales Tiene contacto con alguien que ya murioacute y del cual espera ayuda pero estaacute equivocada la ayuda que busca estaacute al alcance de su mano No ha tenido ninguna unioacuten pero va a morir mayor y casada Ahora tiene un hombre moreno que no ha de ser el de su vida Puede tener ocho hijos pero se va a decidir soacutelo por tres A los treinta y cinco antildeos si hace lo que le indique el corazoacuten y no la mente va a manejar mucho dinero y a los cuarenta recibiraacute una herencia Va a viajar mucho Tiene doble vida y doble suerte y puede influir sobre su propio destino Le gusta probar todo por curiosidad pero va a arrepentirse si no se orienta por el corazoacuten

Atormentado de amor hice reparar los estragos de la borrasca y aprovecheacute para hacer otros muchos remiendos que veniacutea demorando desde antildeos por insolvencia o por desidia Reorganiceacute la biblioteca en el orden en que habiacutea leiacutedo los libros Por uacuteltimo remateacute la pianola como reliquia histoacuterica con sus maacutes de cien rollos de claacutesicos y compreacute un tocadiscos usado pero mejor que el miacuteo con parlantes de alta fidelidad que engrandecieron el aacutembito de la casa Quedeacute al borde de la ruina pero bien compensado por el milagro de estar vivo a mi edad

La casa renaciacutea de sus cenizas y yo navegaba en el amor de Delgadina con una intensidad y una dicha que nunca conociacute en mi vida anterior Gracias a ella me enfrenteacute por vez primera con mi ser natural mientras transcurriacutean mis noventa antildeos Descubriacute que mi obsesioacuten de que cada cosa estuviera en su puesto cada asunto en su tiempo cada palabra en su estilo no era el premio merecido de una mente en orden sino al contrario todo un sistema de simulacioacuten inventado por miacute para ocultar el desorden de mi naturaleza Descubriacute que no soy disciplinado por virtud sino como reaccioacuten contra mi negligencia que parezco generoso por encubrir mi mezquindad que me paso de prudente por mal pensado que soy conciliador para no sucumbir a mis coacuteleras reprimidas que soacutelo soy puntual para que no se sepa cuan poco me importa el tiempo ajeno Descubriacute en fin que el amor no es un estado del alma sino un signo del zodiacuteaco

Me volviacute otro Trateacute de releer los claacutesicos que me orientaron en la adolescencia y no pude con ellos Me sumergiacute en las letras romaacutenticas que repudieacute cuando mi madre quiso imponeacutermelas con mano dura y por ellas tomeacute conciencia de que la fuerza invencible que ha impulsado al mundo no son los amores felices sino los contrariados Cuando mis gustos en muacutesica hicieron crisis me descubriacute atrasado y viejo y abriacute mi corazoacuten a las delicias del azar

Me pregunto coacutemo pude sucumbir en este veacutertigo perpetuo que yo mismo provocaba y temiacutea Flotaba entre nubes erraacuteticas y hablaba conmigo mismo ante el espejo con la vana ilusioacuten de averiguar quieacuten soy Era tal mi desvariacuteo que en una manifestacioacuten

Memorias de mis putas tristes 28 ______________________________________________________________________________________estudiantil con piedras y botellas tuve que sacar fuerzas de flaqueza para no ponerme al frente con un letrero que consagrara mi verdad Estoy loco de amor

Obnubilado por la evocacioacuten inclemente de Delgadina dormida cambieacute sin la menor malicia el espiacuteritu de mis notas dominicales Fuera cual fuera el asunto las escribiacutea para ella las reiacutea y las lloraba para ella y en cada palabra se me iba la vida En lugar de la foacutermula de gacetilla tradicional que tuvieron desde siempre las escribiacute como cartas de amor que cada quien podiacutea hacer suyas Propuse en el perioacutedico que el texto no se alzara en linotipo sino que fuera publicado con mi caligrafiacutea florentina Al jefe de redaccioacuten coacutemo no le parecioacute otro acceso de vanidad senil pero el director general lo convencioacute con una frase que todaviacutea anda suelta por la redaccioacuten

-No se equivoque los loquitos mansos se adelantan al porvenir

La respuesta puacuteblica fue inmediata y entusiasta con numerosas cartas de lectores enamorados Algunas las leiacutean en los noticieros de radio con urgencias de uacuteltima hora y se hicieron copias en mimeoacutegrafos o papel carboacuten que vendiacutean como cigarrillos de contrabando en las esquinas de la calle San Blas Desde el principio fue evidente que obedeciacutean a las ansias de expresarme pero me hice a la costumbre de tomarlas en cuenta al escribir y siempre con la voz de un hombre de noventa antildeos que no aprendioacute a pensar como viejo La comunidad intelectual como de soacutelito se mostroacute timorata y dividida y hasta los grafoacutelogos menos pensados montaron controversias por los anaacutelisis erraacuteticos de mi caligrafiacutea Fueron ellos los que dividieron los aacutenimos recalentaron la poleacutemica y pusieron de moda la nostalgia

Antes del fin del antildeo me habiacutea arreglado con Rosa Cabarcas para dejar en el cuarto el abanico eleacutectrico los recursos del tocador y lo que siguiera llevando en el futuro para hacerlo vivible Llegaba a las diez siempre con algo nuevo para ella o para gusto de ambos y dedicaba unos minutos a sacar la utileriacutea escondida para armar el teatro de nuestras noches Antes de irme nunca maacutes tarde de las cinco volviacutea a asegurar todo bajo llave La alcoba quedaba entonces tan escuaacutelida como fue en sus oriacutegenes para los amores tristes de los clientes casuales Una mantildeana oiacute que Marcos Peacuterez la voz maacutes escuchada de la radio desde el amanecer habiacutea decidido leer mi nota dominical en su noticiero de los lunes Cuando pude reprimir la naacuteusea dije sobrecogido Ya lo sabes Delgadina la fama es una sentildeora muy gorda que no duerme con uno pero cuando uno despierta estaacute siempre miraacutendonos frente a la cama

Uno de esos diacuteas me quedeacute a desayunar con Rosa Cabarcas que empezaba a parecerme menos decreacutepita a pesar del luto severo y del bonete negro que ya le tapaba las cejas Sus desayunos teniacutean fama de espleacutendidos con una carga de pimienta que me haciacutea llorar Al primer bocado de fuego vivo le dije bantildeado en laacutegrimas Esta noche no me haraacute falta la luna llena para que me arda el culo No te quejes dijo ella Si te arde es porque todaviacutea lo tienes a Dios gracias

Se sorprendioacute cuando mencioneacute el nombre de Delgadina No se llama asiacute dijo se llama No me lo digas la interrumpiacute para miacute es Delgadina Ella se encogioacute de hombros Bueno al fin y al cabo es tuya pero me parece un nombre de diureacutetico Le conteacute lo del letrero del tigre que la nintildea habiacutea escrito en el espejo No pudo ser ella

JUAN CARLOS 161104
timorato ta (Del lat timorātus) adj Tiacutemido indeciso encogido || 2 Dicho de una persona Que se escandaliza con exageracioacuten de cosas que no le parecen conformes a la moral convencional || 3 Que tiene temor de Dios y se gobierna por eacutel en sus operaciones
JUAN CARLOS 161104
obnubilar (Del lat obnubilāre) tr nublar (ǁ ofuscar o confundir) U t c prnl || 2 embelesar U t c prnl || 3 nublar (ǁ enturbiar la visioacuten) U t c prnl

Memorias de mis putas tristes 29 ______________________________________________________________________________________dijo Rosa porque no sabe leer ni escribir iquestEntonces quieacuten Ella se encogioacute de hombros Puede ser de alguien que se murioacute en el cuarto

Yo aprovechaba aquellos desayunos para desahogarme con Rosa Cabarcas y le pediacutea favores miacutenimos para el bienestar y el buen ver de Delgadina Me los concediacutea sin pensarlo con una picardiacutea de colegiala iexclQueacute risa me dijo por aquellos diacuteas Me siento como si me estuvieras pidiendo su mano Y a propoacutesito se le ocurrioacute iquestpor queacute no te casas con ella Me quedeacute de una pieza En serio insistioacute te sale maacutes barato Al fin y al cabo el problema a tu edad es servir o no servir pero ya me dijiste que lo tienes resuelto Le saliacute al paso El sexo es el consuelo que uno tiene cuando no le alcanza el amor

Ella soltoacute la risa Ay mi sabio siempre supe que eres muy hombre que siempre lo fuiste y me alegra que lo sigas siendo mientras tus enemigos entregan las armas Con razoacuten se habla tanto de ti iquestOiacuteste a Marcos Peacuterez Todo el mundo lo oye le dije para cortar el tema Pero ella insistioacute Tambieacuten el profesor Camacho y Cano en La hora de todo un poco dijo ayer que el mundo ya no es lo que era porque no quedan muchos hombres como tuacute

Aquel fin de semana encontreacute a Delgadina con fiebre y tos Desperteacute a Rosa Cabarcas para que me diera alguacuten remedio casero y me llevoacute al cuarto un botiquiacuten de primeros auxilios Dos diacuteas despueacutes Delgadina seguiacutea postrada y no habiacutea podido volver a su rutina de pegar botones El meacutedico le habiacutea prescrito un tratamiento casero para una gripa comuacuten que cederiacutea en una semana pero se alarmoacute por su estado general de desnutricioacuten Dejeacute de verla y sentiacute que me haciacutea falta y aprovecheacute para arreglar el cuarto sin ella

Lleveacute tambieacuten un dibujo a pluma de Cecilia Porras para Todos estaacutebamos a la espera el libro de cuentos de Alvaro Cepeda Lleveacute los seis tomos de Juan Cristoacutebal de Romain Rolland para pastorear mis vigilias De modo que cuando Delgadina pudo volver a la habitacioacuten la encontroacute digna de una felicidad sedentaria el aire purificado con un insecticida aromaacutetico paredes color de rosa laacutemparas matizadas flores nuevas en los floreros mis libros favoritos los buenos cuadros de mi madre colgados de otro modo seguacuten los gustos de hoy Habiacutea cambiado el viejo radio por uno de onda corta que manteniacutea sintonizado en un programa de muacutesica culta para que Delgadina aprendiera a dormir con los cuartetos de Mozart pero una noche lo encontreacute en una estacioacuten especializada en boleros de moda Era el gusto de ella sin duda y lo asumiacute sin dolor pues tambieacuten yo lo habiacutea cultivado con el corazoacuten en mis mejores diacuteas Antes de volver a casa al diacutea siguiente escribiacute en el espejo con el laacutepiz de labios Nintildea miacutea estamos solos en el mundo

Por esa eacutepoca tuve la rara impresioacuten de que se estaba volviendo mayor antes de tiempo Se lo comenteacute a Rosa Cabarcas y a ella le parecioacute natural Cumple quince antildeos el cinco de diciembre me dijo Una Sagitario perfecta Me inquietoacute que fuera tan real como para cumplir antildeos iquestQueacute podriacutea regalarle Una bicicleta dijo Rosa Cabarcas Tiene que atravesar la ciudad dos veces al diacutea para ir a pegar botones Me mostroacute en la trastienda la bicicleta que usaba y de verdad me parecioacute un cacharro indigno de una mujer tan bien amada Sin embargo me conmovioacute como la prueba tangible de que Delgadina existiacutea en la vida real

Memorias de mis putas tristes 30 ______________________________________________________________________________________Cuando fui a comprar la mejor bicicleta para ella no pude resistir la tentacioacuten de probarla y di algunas vueltas casuales en la rampa del almaceacuten Al vendedor que me preguntoacute la edad le contesteacute con la coqueteriacutea de la vejez Voy a cumplir noventa y uno El empleado dijo justo lo que yo queriacutea Pues representa veinte menos Yo mismo no entendiacutea coacutemo conservaba la praacutectica del colegio y me sentiacute colmado por un gozo radiante Empeceacute a cantar Primero para miacute mismo en voz baja y despueacutes a todo pecho con iacutenfulas del gran Caruso por entre los bazares abigarrados y el traacutefico demente del mercado puacuteblico La gente me miraba divertida me gritaban me incitaban a participar en la Vuelta a Colombia en silla de ruedas Yo les haciacutea con la mano un saludo de navegante feliz sin interrumpir la cancioacuten Esa semana en homenaje a Diciembre escribiacute otra nota atrevida Coacutemo ser feliz en bicicleta a los noventa antildeos

La noche de su cumpleantildeos le canteacute a Delgadina la cancioacuten completa y la beseacute por todo el cuerpo hasta quedarme sin aliento la espina dorsal veacutertebra por veacutertebra hasta las nalgas laacutenguidas el costado del lunar el de su corazoacuten inagotable A medida que la besaba aumentaba el calor de su cuerpo y exhalaba una fragancia montuna Ella me respondioacute con vibraciones nuevas en cada pulgada de su piel y en cada una encontreacute un calor distinto un sabor propio un gemido nuevo y toda ella resonoacute por dentro con un arpegio y sus pezones se abrieron en flor sin tocarlos Empezaba a adormecerme en la madrugada cuando sentiacute como un rumor de muchedumbres en el mar y un paacutenico de los aacuterboles que me atravesaron el corazoacuten Entonces fui al bantildeo y escribiacute en el espejo Delgadina de mi vida llegaron las brisas de Navidad Uno de mis recuerdos maacutes felices fue un trastorno que sentiacute una mantildeana como aqueacutella al salir de la escuela iquestQueacute me pasa La maestra me dijo alelada Ay nintildeo iquestno ves que son las brisas Ochenta antildeos despueacutes volviacute a sentirlo cuando me desperteacute en la cama de Delgadina y era el mismo diciembre que volviacutea puntual con sus cielos diaacutefanos las tormentas de arena los torbellinos callejeros que Desentechaban casas y les alzaban las faldas a las colegialas La ciudad adquiriacutea por entonces una resonancia fantasmal En noches de brisa podiacutean escucharse los gritos del mercado puacuteblico hasta en los barrios maacutes altos como si estuvieran a la vuelta de la esquina No era raro entonces que las raacutefagas de diciembre nos permitieran encontrar por sus voces a los amigos desperdigados en burdeles remotos

Sin embargo tambieacuten con las brisas me llegoacute la mala noticia de que Delgadina no podiacutea pasar las navidades conmigo sino con su familia Si algo detesto en este mundo son las fiestas obligatorias en que la gente llora porque estaacute alegre los fuegos de artificio los villancicos lelos las guirnaldas de papel crespoacuten que nada tienen que ver con un nintildeo que nacioacute hace dos mil quinientos antildeos en una caballeriza indigente Sin embargo cuando llegoacute la noche no pude resistir la nostalgia y me fui al cuarto sin ella Dormiacute bien y desperteacute junto a un oso de peluche que caminaba en dos patas como si fuera polar y una tarjeta que deciacutea Para el papaacute feo Rosa Cabarcas me habiacutea dicho que Delgadina estaba aprendiendo a leer con mis clases escritas en el espejo y su buena letra me parecioacute admirable Pero ella misma me defraudoacute con la noticia peor de que el oso era un regalo suyo asiacute que la noche de Antildeo Nuevo me quedeacute en mi casa y en mi cama desde las ocho y me dormiacute sin amarguras Fui feliz porque al toque de las doce entre los repiques furiosos de las campanas las sirenas de faacutebricas y bomberos los lamentos de los

JUAN CARLOS 161104
abigarrado da (Del part de abigarrar) adj De varios colores mal combinados || 2 Heterogeacuteneo reunido sin concierto Un extrantildeo y abigarrado libro Una multitud abigarrada 13

Memorias de mis putas tristes 31 ______________________________________________________________________________________buques las descargas de poacutelvora los cohetes sentiacute que Delgadina entroacute en punta de pies se acostoacute a mi lado y me dio un beso Tan real que me quedoacute en la boca su olor de regaliz

Memorias de mis putas tristes 32 ______________________________________________________________________________________

4A principios del nuevo antildeo empezaacutebamos a conocernos como si vivieacuteramos juntos y despiertos pues yo habiacutea encontrado un tono de voz cauteloso que ella oiacutea sin despertar y me contestaba con un lenguaje natural del cuerpo Sus estados de aacutenimo se le notaban en el modo de dormir De exhausta y montaraz que habiacutea sido al principio fue hacieacutendose a una paz interior que embelleciacutea su rostro y enriqueciacutea su suentildeo Le contaba mi vida le leiacutea al oiacutedo los borradores de mis notas dominicales en las que estaba ella sin decirlo y soacutelo ella

Por esa eacutepoca le dejeacute en la almohada unos zarcillos de esmeraldas que fueron de mi madre Los llevoacute puestos en la cita siguiente y no le luciacutean Le lleveacute despueacutes unos pendientes maacutes adecuados para el color de su piel Le expliqueacute Los primeros que te traje no te quedaban bien por tu tipo y el corte del cabello Estos te iraacuten mejor No llevoacute ninguno en las dos citas siguientes pero a la tercera se puso los que le habiacutea indicado Asiacute empeceacute a entender que no obedeciacutea a mis oacuterdenes pero aguardaba la ocasioacuten para complacerme Por esos diacuteas me sentiacute tan habituado a aquel geacutenero de vida domeacutestica que no seguiacute durmiendo desnudo sino que lleveacute las piyamas de seda china que habiacutea dejado de usar por no tener para quieacuten quitaacutermelas

Empeceacute a leerle El principito de Saint-Exupeacutery un autor franceacutes que el mundo entero admira maacutes que los franceses Fue el primero que la entretuvo sin despertarla hasta el punto de que tuve que ir dos diacuteas continuos para acabar de leeacuterselo Seguimos con los Cuentos de Perrault la Historia sagrada Las mil y una noches en una versioacuten desinfectada para nintildeos y por las diferencias entre uno y otro me di cuenta de que su suentildeo teniacutea diversos grados de profundidad seguacuten su intereacutes por las lecturas Cuando sentiacutea que habiacutea tocado fondo apagaba la luz y me dormiacutea abrazado a ella hasta que cantaban los gallos

Me sentiacutea tan feliz que la besaba en los paacuterpados muy suave y una noche ocurrioacute como una luz en el cielo sonrioacute por primera vez Maacutes tarde sin ninguacuten motivo se revolvioacute en la cama me dio la espalda y dijo disgustada Fue Isabel la que hizo llorar a los caracoles Exaltado por la ilusioacuten de un diaacutelogo le pregunteacute en el mismo tono iquestDe quieacuten eran No contestoacute Su voz teniacutea un rastro plebeyo como si no fuera suya sino de alguien ajeno que llevaba dentro Toda sombra de duda desaparecioacute entonces de mi alma la preferiacutea dormida

Mi uacutenico problema era el gato Estaba inapetente y hurantildeo y llevaba dos diacuteas sin levantar cabeza en su rincoacuten habitual y me tiroacute un zarpazo de fiera herida cuando

JUAN CARLOS 161104
zarcillo1 (Del lat circellus circulito) m Pendiente arete13
JUAN CARLOS 161104
montaraz (De monte y -araz) adj Que anda o estaacute hecho a andar por los montes o se ha criado en ellos || 2 Se dice del genio y propiedades agrestes groseras y feroces || 3 m Guarda de montes o heredades || 4 Sal Mayordomo de campo capataz que tiene a su cargo las labores y los ganados

Memorias de mis putas tristes 33 ______________________________________________________________________________________quise ponerlo en su canasto de mimbre para que Damiana lo llevara con el veterinario Apenas logroacute someterlo y se lo llevoacute pataleando dentro de un saco de fique Al cabo de un rato me llamoacute desde el criadero para decirme que no habiacutea maacutes remedio que sacrificarlo y necesitaban mi orden iquestPor queacute Porque ya estaacute muy viejo dijo Damiana Penseacute con rabia que a miacute tambieacuten podiacutean asarme vivo en un horno de gatos Me sentiacute inerme entre dos fuegos no habiacutea aprendido a querer el gato pero tampoco teniacutea corazoacuten para ordenar que lo mataran soacutelo porque era viejoiquestDoacutende lo deciacutea el manual

El incidente me conmocionoacute tanto que escribiacute una nota para el domingo con un tiacutetulo usurpado a Neruda iquestEs el gato un miacutenimo tigre de saloacuten La nota dio origen a una nueva campantildea que otra vez dividioacute a los lectores en favor y en contra de los gatos En cinco diacuteas prevalecioacute la tesis de que podiacutea ser liacutecito sacrificar un gato por razones de salud puacuteblica pero no porque estuviera viejo

Despueacutes de la muerte de mi madre me desvelaba el terror de que alguien me tocara mientras dormiacutea Una noche la sentiacute pero su voz me devolvioacute el sosiego Figlio mioacute poveretto Volviacute a sentirlo una madrugada en el cuarto de Delgadina y me retorciacute de gozo creyendo que ella me habiacutea tocado Pero no era Rosa Cabarcas en la oscuridad Viacutestete y ven conmigo me dijo tengo un problema serio

Asiacute era y maacutes serio de lo que pude imaginar A uno de los clientes grandes de la casa lo habiacutean asesinado a puntildealadas en el primer cuarto del pabelloacuten El asesino habiacutea escapado El cadaacutever enorme desnudo pero con los zapatos puestos teniacutea una palidez de pollo al vapor en la cama empapada de sangre Lo reconociacute de entrada era JMB un banquero grande famoso por su apostura su simpatiacutea y su buen vestir y sobre todo por la pulcritud de su hogar Teniacutea en el cuello dos heridas moradas como labios y una zanja en el vientre que no habiacutea acabado de sangrar Todaviacutea no empezaba el rigor Maacutes que sus heridas me impresionoacute que teniacutea un preservativo puesto y al parecer sin usar en el sexo desmirriado por la muerte

Rosa Cabarcas no sabiacutea con quieacuten iba porque tambieacuten eacutel teniacutea el privilegio de entrar por el portoacuten del huerto No se descartaba la sospecha de que su pareja fuera otro hombre Lo uacutenico que la duentildea queriacutea de miacute era que la ayudara a vestir el cadaacutever Estaba tan segura que me inquietoacute la idea de que la muerte fuera para ella un asunto de cocina No hay nada maacutes difiacutecil que vestir a un muerto le dije Lo he hecho a pasto de Dios replicoacute ella Es faacutecil si alguien me lo sostiene Le hice ver iquestTe imaginas quieacuten va a creer en un cuerpo tasajeado a cuchilladas dentro de un vestido intacto de caballero ingleacutes

Tembleacute por Delgadina Lo mejor seraacute que te la lleves tuacute me dijo Rosa Cabarcas Primero muerto le dije con la saliva helada Ella lo percibioacute y no pudo ocultar su desdeacuten iexclEstaacutes temblando Por ella dije aunque soacutelo era verdad a medias Aviacutesale que se vaya antes de que llegue nadie De acuerdo dijo ella aunque a ti como periodista no te pasaraacute nada Ni a ti tampoco le dije con cierto rencor Eres el uacutenico liberal que manda en este gobierno

La ciudad codiciada por su naturaleza paciacutefica y su seguridad congeacutenita arrastraba la desgracia de un asesinato escandaloso y atroz cada antildeo Aqueacutel no lo fue La noticia oficial en titulares excesivos y parca en detalles deciacutea que al joven banquero lo habiacutean asaltado y muerto a cuchilladas en la carretera de Pradomar por motivos

Memorias de mis putas tristes 34 ______________________________________________________________________________________incomprensibles No teniacutea enemigos El comunicado del gobierno sentildealaba como presuntos asesinos a refugiados del interior del paiacutes que estaban desatando una oleada de delincuencia comuacuten extrantildea al espiacuteritu ciacutevico de la poblacioacuten En las primeras horas hubo maacutes de cincuenta detenidos

Acudiacute escandalizado con el redactor judicial un periodista tiacutepico de los antildeos veinte con visera de celuloide verde y ligas en las mangas que presumiacutea de anticiparse a los hechos Sin embargo soacutelo conociacutea unas hilachas sueltas del crimen y yo se las completeacute hasta donde me fue prudente Asiacute escribimos cinco cuartillas a cuatro manos para una noticia de ocho columnas en primera paacutegina atribuida al fantasma eterno de las fuentes que nos merecen entero creacutedito Pero al Abominable Hombre de las Nueve -el censor- no le tembloacute el pulso para imponer la versioacuten oficial de que habiacutea sido un asalto de bandoleros liberales Yo me laveacute la conciencia con un centildeo de pesadumbre en el entierro maacutes ciacutenico y concurrido del siglo

Cuando regreseacute a casa aquella noche llameacute a Rosa Cabarcas para averiguar queacute habiacutea pasado con Delgadina pero no contestoacute el teleacutefono en cuatro diacuteas Al quinto fui a su casa con los dientes apretados Las puertas estaban selladas pero no por la policiacutea sino por la Sanidad Nadie en el vecindario daba noticias de nada Sin ninguacuten indicio de Delgadina me di a una buacutesqueda encarnizada y a veces ridiacutecula que me dejoacute acezante Paseacute diacuteas enteros observando a las joacutevenes ciclistas desde los escantildeos de un parque polvoriento donde los nintildeos jugaban a encaramarse en la estatua descascarada de Simoacuten Boliacutevar Pasaban pedaleando como venadas bellas disponibles listas para ser atrapadas a la gallina ciega Cuando se me acaboacute la esperanza me refugieacute en la paz de los boleros Fue como un bebedizo emponzontildeado cada palabra era ella Siempre habiacutea necesitado el silencio para escribir porque mi mente atendiacutea maacutes a la muacutesica que a la escritura Entonces fue al reveacutes soacutelo pude escribir a la sombra de los boleros Mi vida se llenoacute de ella Las notas que escribiacute aquellas dos semanas fueron modelos en clave para cartas de amor El jefe de redaccioacuten contrariado con la avalancha de respuestas me pidioacute que moderara el amor mientras pensaacutebamos coacutemo consolar a tantos lectores enamorados

La falta de sosiego acaboacute con el rigor de mis diacuteas Despertaba a las cinco pero me quedaba en la penumbra del cuarto imaginando a Delgadina en su vida irreal de levantar a sus hermanos vestirlos para la escuela darles el desayuno si lo habiacutea y atravesar la ciudad en bicicleta para cumplir la condena de coser botones Me pregunteacute asombrado iquestQueacute piensa una mujer mientras pega un botoacuten iquestPensaba en miacute iquestTambieacuten ella buscaba a Rosa Cabarcas para dar conmigo Paseacute hasta una semana sin quitarme el mameluco de mecaacutenico ni de diacutea ni de noche sin bantildearme sin afeitarme sin cepillarme los dientes porque el amor me ensentildeoacute demasiado tarde que uno se arregla para alguien se viste y se perfuma para alguien y yo nunca habiacutea tenido para quieacuten Damiana creyoacute que estaba enfermo cuando me encontroacute desnudo en la hamaca a las diez de la mantildeana La vi con los ojos turbios de la codicia y la inviteacute a revolearnos desnudos Ella con un desprecio me dijo

-iquestYa pensoacute lo que va a hacer si le digo que siacute

Asiacute supe hasta queacute punto me habiacutea corrompido el sufrimiento No me reconociacutea a miacute mismo en mi dolor de adolescente No volviacute a salir de la casa por no descuidar el teleacutefono Escribiacutea sin descolgarlo y al primer timbrazo le saltaba encima pensando

Memorias de mis putas tristes 35 ______________________________________________________________________________________que pudiera ser Rosa Cabarcas Interrumpiacutea a cada rato lo que estuviera haciendo para llamarla e insistiacute diacuteas enteros hasta comprender que era un teleacutefono sin corazoacuten

Al volver a casa una tarde de lluvia encontreacute el gato enroscado en la escalinata del portoacuten Estaba sucio y maltrecho y con una mansedumbre de laacutestima El manual me hizo ver que estaba enfermo y seguiacute sus normas para alentarlo De golpe mientras descabezaba un suentildeecito de siesta me despabiloacute la idea de que pudiera conducirme a la casa de Delgadina Lo lleveacute en una bolsa de mercado hasta la tienda de Rosa Cabarcas que seguiacutea sellada y sin indicios de vida pero se revolvioacute en el talego con tanto iacutempetu que logroacute escapar saltoacute la tapia del huerto y desaparecioacute entre los aacuterboles Toqueacute al portoacuten con el puntildeo y una voz militar preguntoacute sin abrir iquestQuieacuten vive Gente de paz dije yo para no ser menos Ando en pos de la duentildea No hay duentildea dijo la voz Por lo menos aacutebrame para coger el gato insistiacute No hay gato dijo Pregunteacute iquestQuieacuten es usted

-Nadie -dijo la voz

Siempre habiacutea entendido que morirse de amor no era maacutes que una licencia poeacutetica Aquella tarde de regreso a casa otra vez sin el gato y sin ella comprobeacute que no soacutelo era posible morirse sino que yo mismo viejo y sin nadie estaba murieacutendome de amor Pero tambieacuten me di cuenta de que era vaacutelida la verdad contraria no habriacutea cambiado por nada del mundo las delicias de mi pesadumbre Habiacutea perdido maacutes de quince antildeos tratando de traducir los cantos de Leopardi y soacutelo aquella tarde los sentiacute a fondo Ay de miacute si es amor cuaacutento atormenta

Mi entrada al perioacutedico en mameluco y mal afeitado despertoacute ciertas dudas sobre mi estado mental La casa remodelada con cabinas individuales de vidrio y luces cenitales pareciacutea una cliacutenica de maternidad El clima artificial callado y confortable invitaba a hablar en susurros y caminar en puntillas En el vestiacutebulo como virreyes muertos estaban los retratos al oacuteleo de los tres directores vitalicios y las fotografiacuteas de visitantes ilustres La enorme sala principal estaba presidida por la fotografiacutea gigantesca de la redaccioacuten actual tomada la tarde de mi cumpleantildeos No pude evitar la comparacioacuten mental con la otra de mis treinta antildeos y una vez maacutes comprobeacute con horror que se envejece maacutes y peor en los retratos que en la realidad La secretaria que me habiacutea besado la tarde del cumpleantildeos me preguntoacute si estaba enfermo Fui feliz de contestarle la verdad para que no la creyera Enfermo de amor Ella dijo iexclLaacutestima que no sea por miacute Yo le correspondiacute el cumplido No esteacute tan segura

El redactor judicial salioacute de su cabina gritando que habiacutea dos cadaacuteveres de muchachas sin identificar en el anfiteatro municipal Le pregunteacute asustado iquestDe queacute edad Joacutevenes dijo eacutel Pueden ser refugiadas del interior perseguidas hasta aquiacute por matones del reacutegimen Respireacute aliviado La situacioacuten nos invade en silencio como una mancha de sangre dije El redactor judicial ya lejos gritoacute

-De sangre no maestro de mierda

Algo peor me ocurrioacute diacuteas despueacutes cuando una muchacha instantaacutenea con una canasta igual a la del gato pasoacute como un escalofriacuteo frente a la libreriacutea Mundo La perseguiacute a codazos por entre la muchedumbre en el fragor de las doce del diacutea Era muy bella de trancos largos y con una fluidez para abrirse camino entre el gentiacuteo

Memorias de mis putas tristes 36 ______________________________________________________________________________________que me costoacute trabajo alcanzarla Por fin la rebaseacute y la mireacute de frente Ella me apartoacute con la mano sin detenerse ni pedir perdoacuten No era la que creiacutea pero su altivez me dolioacute como si lo fuera Comprendiacute entonces que no seriacutea capaz de reconocer a Delgadina despierta y vestida ni ella podiacutea saber quieacuten era yo si nunca me habiacutea visto En un acto de locura tejiacute durante tres diacuteas doce pares de zapatitos azules y rosados para recieacuten nacidos tratando de darme valor para no escuchar ni cantar ni recordar las canciones que me recordaban a ella

La verdad era que no podiacutea con mi alma y empezaba a tomar conciencia de la vejez por mis flaquezas frente al amor Una prueba todaviacutea maacutes dramaacutetica la tuve cuando un autobuacutes de servicio puacuteblico arrolloacute una ciclista en el puro centro comercial Acababan de llevaacutersela en una ambulancia y la magnitud de la tragedia se apreciaba por el estado de chatarra en que quedoacute la bicicleta sobre un charco de sangre viva Pero mi impresioacuten no fue tanta por los destrozos de la bicicleta como por la marca el modelo y el color No podiacutea ser otra que la que yo mismo le habiacutea regalado a Delgadina

Los testigos coincidieron en que la ciclista herida era muy joven alta y delgada y con el cabello corto y rizado Aturdido tomeacute el primer taxi que pasoacute y me hice llevar al hospital de Caridad un viejo edificio de muros ocres que pareciacutea una caacutercel encallada en un arenal Necesiteacute media hora para entrar y otra maacutes para salir de un patio fragante de aacuterboles frutales donde una mujer atribulada se me atravesoacute en el camino me miroacute a los ojos y exclamoacute

-Yo soy la que no buscas

Soacutelo entonces recordeacute que era alliacute donde viviacutean en libertad los internos mansos del manicomio municipal Tuve que identificarme como periodista ante la direccioacuten del hospital para que un enfermero me condujera al pabelloacuten de urgencias En elcuaderno de ingresos estaban los datos Rosalba Riacuteos dieciseacuteis antildeos sin oficio conocido Diagnoacutestico conmocioacuten cerebral Pronoacutestico reservado Pregunteacute al jefe del pabelloacuten si podiacutea verla con la esperanza iacutentima de que me dijeran que no pero me llevaron encantados por si queriacutea escribir sobre el estado de abandono del hospital

Atravesamos una sala abigarrada con un fuerte olor de aacutecido feacutenico y los enfermos apelotonados en las camas Al fondo en un cuarto solo tendida en una camilla metaacutelica estaba la que buscaacutebamos Teniacutea el craacuteneo cubierto de vendas la cara indescifrable gonfia y amoratada pero me bastoacute con verle los pies para saber que no era Soacutelo entonces se me ocurrioacute preguntarme iquestQueacute habriacutea hecho yo si hubiera sido ella

Todaviacutea enredado en las telarantildeas de la noche tuve el valor de ir el diacutea siguiente a la faacutebrica de camisas donde Rosa Cabarcas habiacutea dicho alguna vez que trabajaba la nintildea y le pediacute al propietario que nos mostrara sus instalaciones como modelo para un proyecto continental de las Naciones Unidas Era un libaneacutes paquideacutermico y taciturno que nos abrioacute las puertas de su reino con la ilusioacuten de ser un ejemplo universal

Trescientas joacutevenes de blusas blancas con la ceniza del mieacutercoles en la frente cosiacutean botones en la vasta nave iluminada Cuando nos vieron entrar se irguieron

Memorias de mis putas tristes 37 ______________________________________________________________________________________como colegialas y nos observaron de reojo mientras el gerente explicaba sus aportes al arte inmemorial de pegar botones Yo escrutaba las caras de cada una con el pavor de descubrir a Delgadina vestida y despierta Pero fue una de ellas la que me descubrioacute a miacute con la mirada temible de la admiracioacuten sin clemencia

-Diacutegame sentildeor iquestno es usted el que escribe las cartas de amor en el perioacutedico

Nunca me hubiera imaginado que una nintildea dormida pudiera causar en uno semejantes estragos Escapeacute de la faacutebrica sin despedirme ni pensar siquiera si alguna de aquellas viacutergenes de purgatorio era por fin la que buscaba Cuando saliacute de ahiacute el uacutenico sentimiento que me quedaba en la vida eran las ganas de llorar

Rosa Cabarcas llamoacute al cabo de un mes con una explicacioacuten increiacuteble se habiacutea tomado un merecido descanso en Cartagena de Indias despueacutes del asesinato del banquero No le creiacute desde luego pero la feliciteacute por su suerte y la dejeacute explayarse en su mentira antes de hacerle la pregunta que me borboritaba en el corazoacuten

-iquestY ella

Rosa Cabarcas hizo un silencio largo Ahiacute estaacute dijo al fin pero su voz se hizo evasiva Hay que esperar un tiempo iquestCuaacutento Ni idea ya te avisareacute Sentiacute que se me iba y la pareacute en seco Espeacuterate dame alguna luz No hay luz dijo ella y concluyoacute Ten cuidado puedes perjudicarte tuacute y sobre todo perjudicarla a ella Yo no estaba para esa clase de remilgos Le supliqueacute aunque fuera una oportunidad de acercarme a la verdad Al fin y al cabo le dije somos coacutemplices Ella no dio un paso maacutes Caacutelmate me dijo la nintildea estaacute bien y esperando que la llame pero ahora mismo no hay nada que hacer ni voy a decir nada maacutes Adioacutes

Me quedeacute con el teleacutefono en la mano sin saber por doacutende seguir pues tambieacuten la conociacutea bastante para pensar que no conseguiriacutea nada de ella si no era por las buenas Despueacutes del mediodiacutea me di una vuelta furtiva por su casa maacutes confiado en la casualidad que en la razoacuten y la encontreacute todaviacutea cerrada y con los sellos de la Sanidad Penseacute que Rosa Cabarcas me habiacutea telefoneado de otra parte tal vez de otra ciudad y la sola idea me llenoacute de presagios turbios No obstante a las seis de la tarde cuando menos lo esperaba me soltoacute por teleacutefono mi propio santo y sentildea

-Bueno ahora siacute

A las diez de la noche tembloroso y con los labios mordidos para no llorar fui cargado de cajas de chocolates suizos turrones y caramelos y una canasta de rosas ardientes para cubrir la cama La puerta estaba entreabierta las luces encendidas y en el radio se diluiacutea a medio volumen la sonata nuacutemero uno para violiacuten y piano de Brahms Delgadina en la cama estaba tan radiante y distinta que me costoacute trabajo reconocerla

Habiacutea crecido pero no se le notaba en la estatura sino en una madurez intensa que la haciacutea parecer con dos o tres antildeos maacutes y maacutes desnuda que nunca Sus poacutemulos altos la piel tostada por soles de mar bravo los labios finos y el cabello corto y rizado le infundiacutean a su rostro el resplandor androacutegino del Apolo de Praxiacuteteles Pero no habiacutea equiacutevoco posible porque sus senos habiacutean crecido hasta el punto de que no me cabiacutean en la mano sus caderas habiacutean acabado de formarse y sus huesos se

Memorias de mis putas tristes 38 ______________________________________________________________________________________habiacutean vuelto maacutes firmes y armoacutenicos Me encantaron aquellos aciertos de la naturaleza pero me aturdieron los artificios las pestantildeas postizas las untildeas de las manos y los pies esmaltadas de naacutecar y un perfume de a dos cuartillos que no teniacutea nada que ver con el amor Sin embargo lo que me sacoacute de quicio fue la fortuna que llevaba encima pendientes de oro con gajos de esmeraldas un collar de perlas naturales una pulsera de oro con resplandores de diamantes y anillos con piedras legiacutetimas en todos los dedos En la silla estaba su traje de nochera con lentejuelas y bordados y las zapatillas de raso Un vapor raro me subioacute de las entrantildeas

-iexclPuta -griteacute

Pues el diablo me soploacute en el oiacutedo un pensamiento siniestro Y fue asiacute la noche del crimen Rosa Cabarcas no debioacute tener tiempo ni serenidad para prevenir a la nintildea y la policiacutea la encontroacute en el cuarto sola menor de edad y sin coartada Nadie igual a Rosa Cabarcas para una situacioacuten como aqueacutella le vendioacute la virginidad de la nintildea a alguno de sus grandes cacaos a cambio de que a ella la sacaran limpia del crimen Lo primero claro fue desaparecer mientras se aplacaba el escaacutendalo iexclQueacute maravilla Una luna de miel para tres ellos dos en la cama y Rosa Cabarcas en una terraza de lujo disfrutando de su impunidad feliz Ciego de una furia insensata fui reventando contra las paredes cada cosa del cuarto las laacutemparas el radio el ventilador los espejos las jarras los vasos Lo hice sin prisa pero sin pausas con un grande estropicio y una embriaguez metoacutedica que me salvoacute la vida La nintildea dio un salto al primer estallido pero no me miroacute sino que se enroscoacute de espaldas a miacute y asiacute permanecioacute con espasmos entrecortados hasta que cesoacute el estropicio Las gallinas en el patio y los perros de la madrugada aumentaron el escaacutendalo Con la cegadora lucidez de la coacutelera tuve la inspiracioacuten final de prenderle fuego a la casa cuando aparecioacute en la puerta la figura impasible de Rosa Cabarcas en camisa de dormir No dijo nada Hizo con la vista el inventario del desastre y comproboacute que la nintildea estaba enroscada sobre siacute misma como un caracol y con la cabeza escondida entre los brazos aterrada pero intacta

-iexclDios miacuteo -exclamoacute Rosa Cabarcas- iexclQueacute no hubiera dado yo por un amor como eacuteste

Me midioacute de cuerpo entero con una mirada de misericordia y me ordenoacute Vamos La seguiacute hasta la casa me sirvioacute un vaso de agua en silencio me hizo una sentildea de que me sentara frente a ella y me puso en confesioacuten Bueno me dijo ahora poacutertate como un adulto y cueacutentame iquestqueacute te pasa

Le conteacute con lo que teniacutea como mi verdad revelada Rosa Cabarcas me escuchoacute en silencio sin asombro y por fin parecioacute iluminada Queacute maravilla dijo Siempre he dicho que los celos saben maacutes que la verdad Y entonces me contoacute la realidad sin reservas En efecto dijo en su ofuscacioacuten de la noche del crimen se habiacutea olvidado de la nintildea dormida en el cuarto Uno de sus clientes abogado del muerto ademaacutes repartioacute prebendas y sobornos a cuatro manos e invitoacute a Rosa Cabarcas a un hotel de reposo de Cartagena de Indias mientras se disipaba el escaacutendalo Creacuteeme dijo Rosa Cabarcas que en todo este tiempo no dejeacute de pensar ni un momento en ti y en la nintildea Volviacute antier y lo primero que hice fue llamarte por teleacutefono pero nadie contestoacute En cambio la nintildea vino enseguida y en tan mal estado que te la bantildeeacute te la vestiacute y te la mandeacute al saloacuten de belleza con la orden de que la arreglaran como una reina Ya viste coacutemo perfecta iquestLa ropa de lujo Son los trajes que les alquilo a mis

Memorias de mis putas tristes 39 ______________________________________________________________________________________pupilas maacutes pobres cuando tienen que ir a bailar con sus clientes iquestLas joyas Son las miacuteas dijo Basta con tocarlas para darse cuenta de que son diamantes de vidrio y estoperoles de hojalata De modo que no jodas concluyoacute Anda despieacutertala piacutedele perdoacuten y hazte cargo de ella de una vez Nadie merece ser maacutes feliz que ustedes

Hice un esfuerzo sobrenatural para creerle pero pudo maacutes el amor que la razoacuten iexclPutas le dije atormentado por el fuego vivo que me abrasaba las entrantildeas iexclEso es lo que son ustedes griteacute iexclPutas de mierda No quiero saber nada maacutes de tiacute ni de ninguna otra guaricha en el mundo y menos de ella Le hice desde la puerta una sentildeal de adioacutes para siempre Rosa Cabarcas no lo dudoacute

-Vete con Dios -me dijo con un rictus de tristeza y volvioacute a su vida real- De todos modos te pasareacute la cuenta del desmadre que me hiciste en el cuarto

Memorias de mis putas tristes 40 ______________________________________________________________________________________

5

Leyendo Los idus de marzo encontreacute una frase siniestra que el autor atribuye a Julio Ceacutesar Es imposible no terminar siendo como los otros creen que uno es No pude comprobar su verdadero origen en la propia obra de Julio Ceacutesar ni en las obras de sus bioacutegrafos desde Suetonio hasta Carcopino pero valioacute la pena conocerla Su fatalismo aplicado al curso de mi vida en los meses siguientes fue lo que me dio la determinacioacuten que me haciacutea falta no soacutelo para escribir esta memoria sino para empezarla sin pudores con el amor de Delgadina

No teniacutea un instante de sosiego apenas si probaba bocado y perdiacute tanto peso que no se me teniacutean los pantalones en la cintura Los dolores erraacuteticos se me quedaron en los huesos cambiaba de aacutenimo sin razoacuten pasaba las noches en un estado de deslumbramiento que no me permitiacutea leer ni escuchar muacutesica y en cambio se me iba el diacutea cabeceando por una somnolencia sonsa que no serviacutea para dormir

El alivio me cayoacute del cielo En la atestada goacutendola de Loma Fresca una vecina de asiento que no habiacutea visto subir me susurroacute al oiacutedo iquestTodaviacutea tiras Era Casilda Armenia un viejo amor de a tres por cinco que me habiacutea soportado como cliente asiduo desde que era una adolescente altiva Una vez retirada medio enferma y sin un clavo se habiacutea casado con un hortelano chino que le dio nombre y apoyo y quizaacutes un poco de amor A los setenta y tres antildeos teniacutea el peso de siempre seguiacutea bella y de caraacutecter fuerte y conservaba intacto el desparpajo del oficio

Me llevoacute a su casa una huerta de chinos en una colina de la carretera al mar Nos sentamos en las sillas de playa de la terraza umbriacutea entre helechos y frondas de astromelias y jaulas de paacutejaros colgadas en el alero En la falda de la colina se veiacutean los hortelanos chinos con sombreros de cono sembrando las hortalizas bajo el sol abrasante y el pieacutelago gris de las Bocas de Ceniza con los dos tajamares de rocas que canalizan el riacuteo varias leguas en el mar Mientras conversaacutebamos vimos entrar un trasatlaacutentico blanco por la desembocadura y lo seguimos callados hasta oiacuter su bramido de toro luacutegubre en el puerto fluvial Ella suspiroacute iquestTe das cuenta En maacutes de medio siglo es la primera vez que no te recibo la visita en la cama Ya somos otros dije Ella prosiguioacute sin oiacuterme Cada vez que dicen cosas de ti en el radio que te elogian por el carintildeo que te tiene la gente y te llaman maestro del amor imagiacutenate pienso que nadie te conocioacute tus gracias y tus mantildeas tan bien como yo En serio dijo nadie hubiera podido soportarte mejor

No resistiacute maacutes Ella lo sintioacute vio mis ojos huacutemedos de laacutegrimas y soacutelo entonces debioacute descubrir que ya no era el que fui y le sostuve la mirada con un valor del que

Memorias de mis putas tristes 41 ______________________________________________________________________________________nunca me creiacute capaz Es que me estoy volviendo viejo le dijeYa lo estamos suspiroacute ella Lo que pasa es que uno no lo siente por dentro pero desde fuera todo el mundo lo ve

Era imposible no abrirle el corazoacuten asiacute que le conteacute la historia completa que me ardiacutea en las entrantildeas desde mi primera llamada a Rosa Cabarcas la viacutespera de mis noventa antildeos hasta la noche traacutegica en que hice antildeicos el cuarto y no regreseacute maacutes Ella me oyoacute el desahogo como si estuviera vivieacutendolo lo rumioacute muy despacio y por fin sonrioacute

-Haz lo que quieras pero no pierdas a esa criatura -me dijo- No hay peor desgracia que morir solo

Fuimos a Puerto Colombia en el trenecito de juguete tan despacioso como un caballo Almorzamos frente al muelle de maderas carcomidas por donde habiacutea entrado el mundo entero al paiacutes antes que se dragaran las Bocas de Ceniza Nos sentamos bajo un cobertizo de palma donde las grandes matronas negras serviacutean pargos fritos con arroz de coco y tajadas de plaacutetano verde Dormitamos en el sopor denso de las dos y seguimos conversando hasta que se hundioacute en el mar el inmenso sol de candela La realidad me pareciacutea fantaacutestica Mira adonde ha venido a dar nuestra luna de miel se burloacute ella Pero prosiguioacute en serio Hoy miro para atraacutes veo la fila de miles de hombres que pasaron por mis camas y dariacutea el alma por haberme quedado aunque fuera con el peor Gracias a Dios encontreacute mi chino a tiempo Es como estar casada con el dedo mentildeique pero es soacutelo miacuteo

Me miroacute a los ojos midioacute mi reaccioacuten a lo que acababa de contarme y me dijo Asiacute que vete a buscar ahora mismo a esa pobre criatura aunque sea verdad lo que te dicen los celos sea como sea que lo bailado no te lo quita nadie Pero eso siacute sin romanticismos de abuelo Despieacutertala tiacuteratela hasta por las orejas con esa pinga de burro con que te premioacute el diablo por tu cobardiacutea y tu mezquindad En serio terminoacute con el alma no te vayas a morir sin probar la maravilla de tirar con amor

El pulso me temblaba al diacutea siguiente cuando marqueacute el nuacutemero del teleacutefono Tanto por la tensioacuten del reencuentro con Delgadina como por la incertidumbre de la forma en que Rosa Cabarcas me respondiera Habiacuteamos tenido una disputa seria por el abuso con que tasoacute los destrozos que hice en su cuarto Tuve que vender uno de los cuadros maacutes amados de mi madre cuyo valor se calculaba en una fortuna pero a la hora de la verdad no llegoacute a un deacutecimo de mis ilusiones

Aumenteacute la suma con el resto de mis ahorros y se la lleveacute a Rosa Cabarcas con una consigna inapelable Lo tomas o lo dejas Fue un acto suicida porque soacutelo con vender uno de mis secretos ella habriacutea aniquilado mi buen nombre Pero no respingoacute sino que se quedoacute con los cuadros que habiacutea tomado en prenda la noche del pleito Fui el perdedor absoluto en una sola jugada me quedeacute sin Delgadina sin Rosa Cabarcas y sin mis uacuteltimos ahorros Sin embargo oiacute el timbre del teleacutefono una vez dos veces tres y por fin ella iquestA ver No me salioacute la voz Colgueacute Me echeacute en la hamaca tratando de serenarme con la liacuterica asceacutetica de Satie y sudeacute tanto que el lienzo quedoacute empapado Hasta el diacutea siguiente no tuve el valor de llamar

-Bueno mujer -dije con voz firme- Hoy siacute

Memorias de mis putas tristes 42 ______________________________________________________________________________________Rosa Cabarcas coacutemo no estaba maacutes allaacute de todo Ay mi sabio triste suspiroacute con su aacutenimo invencible te pierdes dos meses y soacutelo vuelves para pedir ilusiones Me contoacute que no habiacutea visto a Delgadina desde haciacutea maacutes de un mes que pareciacutea tan repuesta del susto de mis estropicios que ni siquiera habloacute de ellos ni preguntoacute por miacute y estaba muy contenta en un nuevo empleo maacutes coacutemodo y mejor pagado que coser botones Una oleada de fuego vivo me quemoacute las entrantildeas Soacutelo puede ser de puta dije Rosa me replicoacute sin pestantildeear No seas bruto si asiacute fuera estariacutea aquiacute iquestO doacutende podriacutea estar mejor La rapidez de su loacutegica me agravoacute la duda iquestY coacutemo seacute que no estaacute ahiacute En ese caso replicoacute ella lo que maacutes te conviene es no saberlo iquestO no Una vez maacutes la odieacute Ella a prueba de erosiones prometioacute rastrear a la nintildea Sin muchas esperanzas porque el teleacutefono de la vecina donde la llamaba seguiacutea cortado y no teniacutea la menor idea de doacutende viviacutea Pero no era para echarse a morir queacute carajo dijo te llamo en una hora

Fue una hora de tres diacuteas pero encontroacute a la nintildea disponible y sana Volviacute avergonzado y la beseacute palmo a palmo como penitencia desde las doce de la noche hasta que cantaron los gallos Un perdoacuten largo que me prometiacute seguir repitiendo para siempre y fue como empezar otra vez por el principio El cuarto habiacutea sido desmantelado y el mal uso habiacutea acabado con todo lo que yo habiacutea puesto Ella lo habiacutea dejado asiacute y me dijo que cualquier mejora teniacutea que hacerla yo por lo que estaba debieacutendole Sin embargo mi situacioacuten econoacutemica tocaba fondo El dinero de las jubilaciones alcanzaba cada vez para menos Las pocas cosas vendibles que quedaban en la casa -salvo las joyas sagradas de mi madre- careciacutean de valor comercial y nada era bastante viejo para ser antiguo En tiempos mejores el gobernador me habiacutea hecho la oferta tentadora de comprarme en bloque los libros de los claacutesicos griegos latinos y espantildeoles para la Biblioteca Departamental pero no tuve corazoacuten para venderlos Despueacutes con los cambios poliacuteticos y el deterioro del mundo nadie del gobierno pensaba en las artes ni las letras Cansado de buscar una solucioacuten decente me echeacute al bolsillo las joyas que Delgadina me habiacutea devuelto y me fui a empentildearlas en un callejoacuten siniestro que conduciacutea al mercado puacuteblico Con aires de sabio distraiacutedo recorriacute varias veces aquel tugurio atiborrado de cantinas de mala muerte libreriacuteas de viejo y casas de empentildeo pero la dignidad de Florina de Dios me cerroacute el paso no me atreviacute Entonces decidiacute venderlas con la frente en alto a la joyeriacutea maacutes antigua y acreditada

El dependiente me hizo algunas preguntas mientras examinaba las joyas con su monoacuteculo Teniacutea la conducta el estilo y el pavor de un meacutedico Le expliqueacute que eran joyas heredadas de mi madre El aprobaba con un gruntildeido cada una de mis explicaciones y por fin se quitoacute el monoacuteculo

-Lo siento -dijo- pero son culos de botellas

Ante mi sorpresa me explicoacute con una suave conmiseracioacuten Menos mal que el oro es oro y el platino es platino Me toqueacute el bolsillo para asegurarme de que llevaba las facturas de compra y dije sin resabios

-Pues fueron compradas en esta noble casa hace maacutes de cien antildeos

El no se inmutoacute Suele suceder dijo que en las joyas hereditarias vayan desapareciendo las piedras maacutes valiosas con el paso del tiempo sustituidas por diacutescolos de la familia o por joyeros bandidos y soacutelo cuando alguien trata de

Memorias de mis putas tristes 43 ______________________________________________________________________________________venderlas se descubre el fraude Pero permiacutetame un segundo dijo y se llevoacute las joyas por la puerta del fondo Al cabo de un momento regresoacute y sin explicacioacuten alguna me indicoacute que me sentara en la silla de espera y siguioacute trabajando

Examineacute la tienda Habiacutea ido con mi madre varias veces y recordaba una frase recurrente No se lo digas a tu papaacute De pronto se me ocurrioacute una idea que me crispoacute iquestno seriacutea que Rosa Cabarcas y Delgadina de comuacuten acuerdo habiacutean vendido las piedras legiacutetimas y me devolvieron las joyas con las piedras falsas

Estaba ardiendo en dudas cuando una secretaria me invitoacute a seguirla por la misma puerta del fondo hasta una oficina pequentildea con una larga estanteriacutea de gruesos voluacutemenes Un beduino colosal se levantoacute en el escritorio del fondo y me estrechoacute la mano tuteaacutendome con una efusioacuten de viejo amigo Hicimos juntos el bachillerato me dijo a modo de saludo Me fue faacutecil recordarlo era el mejor futbolista de la escuela y campeoacuten de nuestros primeros burdeles Habiacutea dejado de verlo en alguacuten momento incierto y debioacute verme tan decreacutepito que me confundioacute con un condisciacutepulo de su infancia

Sobre el cristal del escritorio teniacutea abierto uno de los mamotretos del archivo donde estaba la memoria de las joyas de mi madre Una relacioacuten exacta con fechas y detalles de que ella en persona habiacutea hecho cambiar las piedras de dos generaciones de hermosas y dignas Cargamantos y habiacutea vendido las legiacutetimas a la misma tienda Esto habiacutea ocurrido cuando el padre del propietario actual estaba al frente de la joyeriacutea y eacutel y yo en la escuela Pero eacutel mismo me tranquilizoacute aquellas triquintildeuelas eran de uso corriente entre las grandes familias en desgracia para resolver urgencias de plata sin sacrificar el honor Ante la realidad cruda preferiacute conservarlas como recuerdo de otra Florina de Dios que nunca conociacute

A principios de julio sentiacute la distancia real de la muerte Mi corazoacuten perdioacute el paso y empeceacute a ver y sentir por todos lados los presagios inequiacutevocos del final El maacutes niacutetido fue en el concierto de Bellas Artes El aire acondicionado habiacutea fallado y la flor y nata de las artes y las letras se cocinaban al bantildeomariacutea en el saloacuten abarrotado pero la magia de la muacutesica era un clima celestial Al final con el Allegretto poco mosso me estremecioacute la revelacioacuten deslumbrante de que estaba escuchando el uacuteltimo concierto que me deparaba el destino antes de morir No sentiacute dolor ni miedo sino la emocioacuten arrasadora de haber alcanzado a vivirlo

Cuando por fin logreacute abrirme camino empapado de sudor a traveacutes de los abrazos y las fotos me encontreacute de manos a boca con Ximena Ortiz como una diosa de cien antildeos en la silla de ruedas Su sola presencia se me imponiacutea como un pecado mortal Teniacutea una tuacutenica de seda color marfil tan tersa como su piel un hilo de perlas legiacutetimas de tres vueltas el cabello color de naacutecar cortado a la moda de los veintes con una punta de ala de gaviota en la mejilla y los grandes ojos amarillos iluminados por la sombra natural de las ojeras Todo en ella contradeciacutea el rumor de que su mente estaba quedaacutendose en blanco por la erosioacuten irredimible de la memoria Petrificado y sin recursos frente a ella me sobrepuse al vaho de fuego que me subioacute a la cara y la saludeacute en silencio con una venia versallesca Ella sonrioacute como una reina y me agarroacute la mano Entonces me di cuenta de que tambieacuten aquello era una coartada del destino y no la perdiacute para sacarme una espina que me estorbaba desde siempre He sontildeado durante antildeos con este momento le dije Ella no parecioacute

Memorias de mis putas tristes 44 ______________________________________________________________________________________entender iexclNo me digas dijo iquestY tuacute quieacuten eres No supe nunca si en verdad lo habiacutea olvidado o si fue la venganza final de su vida

La certidumbre de ser mortal en cambio me habiacutea sorprendido poco antes de los cincuenta antildeos en una ocasioacuten como aqueacutella una noche de carnaval en que bailaba un tango apache con una mujer fenomenal a la que nunca le vi la cara maacutes corpulenta que yo como por cuarenta libras y maacutes alta como de dos palmos que sin embargo se dejaba llevar como una pluma al viento Bailaacutebamos tan apretados que sentiacutea circular su sangre por las venas y me hallaba como adormecido de gusto con su resuello trabajoso su grajo de amoniacuteaco sus tetas de astroacutenoma cuando me sacudioacute por la primera vez y casi me derriboacute por tierra el freacutemito de la muerte Fue como un oraacuteculo brutal en el oiacutedo Hagas lo que hagas en este antildeo o dentro de ciento estaraacutes muerto hasta jamaacutes Ella se separoacute asustada iquestQueacute le pasa Nada le dije tratando de sujetarme el corazoacuten

-Tiemblo por usted

Desde entonces empeceacute a medir la vida no por antildeos sino por deacutecadas La de los cincuenta habiacutea sido decisiva porque tomeacute conciencia de que casi todo el mundo era menor que yo La de los sesenta fue la maacutes intensa por la sospecha de que ya no me quedaba tiempo para equivocarme La de los setenta fue temible por una cierta posibilidad de que fuera la uacuteltima No obstante cuando desperteacute vivo la primera mantildeana de mis noventa antildeos en la cama feliz de Delgadina se me atravesoacute la idea complaciente de que la vida no fuera algo que transcurre como el riacuteo revuelto de Heraacuteclito sino una ocasioacuten uacutenica de voltearse en la parrilla y seguir asaacutendose del otro costado por noventa antildeos maacutes

Me volviacute de laacutegrima faacutecil Cualquier sentimiento que tuviera algo que ver con la ternura me causaba un nudo en la garganta que no siempre lograba dominar y penseacute en renunciar al placer solitario de velar el suentildeo de Delgadina no tanto por la incertidumbre de mi muerte como por el dolor de imaginarla sin miacute en el resto de su vida Uno de aquellos diacuteas inciertos fui a dar por distraccioacuten a la muy noble calle de los Notarios y me sorprendioacute no encontrar nada maacutes que los escombros del viejo hotel de lance donde fui iniciado por la fuerza en las artes del amor poco antes de mis doce antildeos Habiacutea sido una mansioacuten de antiguos navieros espleacutendida como pocas en la ciudad con columnas enchapadas de alabastro y frisos de oropeles alrededor de un patio interior con una cuacutepula de cristales de siete colores que irradiaba un resplandor de invernadero En la planta baja con un portal goacutetico sobre la calle estuvieron por maacutes de un siglo las notariacuteas coloniales en las que trabajoacute prosperoacute y se arruinoacute mi padre en toda una vida de suentildeos fantaacutesticos Las familias histoacutericas abandonaron poco a poco los pisos superiores que terminaron ocupados por una legioacuten de nocheras en desgracia que subiacutean y bajaban hasta el amanecer con los clientes atrapados por un peso y medio en las cantinas del cercano puerto fluvial

A mis doce antildeos todaviacutea con mis pantalones cortos y mis botitas de la escuela primaria no pude resistir la tentacioacuten de conocer los pisos superiores mientras mi padre se debatiacutea en una de sus reuniones interminables y me encontreacute con un espectaacuteculo celestial Las mujeres que malvendiacutean sus cuerpos hasta el amanecer se moviacutean por la casa desde las once de la mantildeana cuando ya la caniacutecula del vitral era insoportable y teniacutean que hacer su vida domeacutestica caminando en pelotas por

JUAN CARLOS 161104
caniacutecula (Del lat canicŭla) f Periacuteodo del antildeo en que es maacutes fuerte el calor || 2 Astr Tiempo del nacimiento heliacuteaco de Sirio que antiguamente coincidiacutea con la eacutepoca maacutes calurosa del antildeo pero que hoy no se verifica hasta fines de agosto13
JUAN CARLOS 161104
freacutemito (Del lat fremĭtus) m bramido

Memorias de mis putas tristes 45 ______________________________________________________________________________________toda la casa mientras comentaban a gritos sus aventuras de la noche Me quedeacute aterrorizado Lo uacutenico que se me ocurrioacute fue escapar por donde habiacutea llegado cuando una de las desnudas de carnes macizas olorosas a jaboacuten de monte me abrazoacute por la espalda y me llevoacute en vilo hasta su cubiacuteculo de cartoacuten sin que yo pudiera verla en medio de la griteriacutea y los aplausos de las inquilinas en cueros Me tiroacute bocarriba en su cama para cuatro me quitoacute los pantalones con una maniobra maestra y se acaballoacute sobre miacute pero el terror helado que me empapaba el cuerpo me impidioacute recibirla como un hombre Aquella noche desvelado en la cama de mi casa por la verguumlenza del asalto no pude dormir maacutes de una hora con las ansias de volver a verla Pero la mantildeana siguiente mientras los trasnochados dormiacutean subiacute temblando hasta su cubiacuteculo y la desperteacute llorando a gritos con un amor enloquecido que duroacute hasta que se lo llevoacute sin misericordia el ventarroacuten de la vida real Se llamaba Castorina y era la reina de la casa

Los cubiacuteculos del hotel costaban un peso para los amores de paso pero muy pocos sabiacuteamos que costaban lo mismo hasta por veinticuatro horas Ademaacutes Castorina me introdujo en su mundo de mala muerte donde invitaban a los clientes pobres a sus desayunos de gala le prestaban el jaboacuten les atendiacutean los dolores de muela y en casos de urgencia mayor les daban un amor de caridad

Pero en las tardes de la uacuteltima vejez se acordaba de la inmortal Castorina muerta quien sabiacutea cuando que habiacutea sucedido desde las esquinas miserables del muelle fluvial hasta el trono sagrado de mamasanta mayor con un parche de pirata en el ojo perdido en el pleito de cantina Su uacuteltimo machucante de planta un negro feliz de Camaguumley a quien llamaba Jonaacutes el Galeote habiacutea sido un trompetista de los grandes en La Habana hasta que perdioacute la sonrisa completa en una cataacutestrofe de trenes

Al salir de aquella visita amarga sentiacute una punzada en el corazoacuten que no habiacutea logrado aliviar en tres diacuteas con toda clase de poacutecimas caseras El meacutedico al que acudiacute de urgencia miembro de una estirpe de insignes era nieto del que me vio a mis cuarenta y dos antildeos y me asustoacute que pareciera el mismo pues estaba tan envejecido como su abuelo a los setenta por una calvicie prematura unos lentes de miope sin regreso y una tristeza inconsolable Me hizo un examen minucioso de cuerpo entero con una concentracioacuten de orfebre Me auscultoacute el pecho y la espalda y me revisoacute la presioacuten arterial los reflejos de la rodilla el fondo del ojo el color del paacuterpado inferior En las pausas mientras yo cambiaba de posicioacuten en la mesa de reconocimiento me haciacutea preguntas tan vagas y raacutepidas que apenas si me daban tiempo de pensar las respuestas Al cabo de una hora me miroacute con una sonrisa feliz Bueno dijo creo que no tengo nada que hacer por usted iquestQueacute quiere decir Que su estado es el mejor posible a su edad Queacute curioso le dije lo mismo me dijo su abuelo cuando yo teniacutea cuarenta y dos antildeos como si el tiempo no pasara Siempre encontraraacute uno que se lo diga dijo porque siempre tendraacute una edad Yo provocaacutendolo para una sentencia aterradora le dije La uacutenica definitiva es la muerte Siacute dijo eacutel pero no es faacutecil llegar a ella en tan buen estado como usted Siento de veras no poder complacerlo

Eran recuerdos nobles pero la viacutespera del 29 de agosto sentiacute el peso inmenso del siglo que me esperaba impasible cuando subiacute con pasos de hierro las escaleras de mi casa Entonces volviacute a ver una vez maacutes a Florina de Dios mi madre en mi cama que habiacutea sido la suya hasta su muerte y me hizo la misma bendicioacuten de la uacuteltima

Memorias de mis putas tristes 46 ______________________________________________________________________________________vez que la vi dos horas antes de morir Trastornado por la conmocioacuten lo entendiacute como el anuncio final y llameacute a Rosa Cabarcas para que me llevara a mi nintildea aquella misma noche en previsioacuten de que no se cumpliera mi ilusioacuten de sobrevivir hasta el uacuteltimo aliento de mis noventa antildeos Volviacute a llamarla a las ocho y una vez maacutes repitioacute que no era posible Tiene que serlo a cualquier precio le griteacute aterrorizado Colgoacute sin despedirse pero quince minutos despueacutes volvioacute a llamar

-Bueno aquiacute la tienes

Llegueacute a las diez y veinte de la noche y le di a Rosa Cabarcas las uacuteltimas cartas de mi vida con mis disposiciones sobre la nintildea despueacutes de mi final terrible Ella pensoacute que me habiacutea impresionado con el acuchillado y me dijo con aires de burla Si te vas a morir que no sea aquiacute imagiacutenate Pero yo le dije Di que me atropello el tren de Puerto Colombia ese pobre cacharro de laacutestima incapaz de matar a nadie

Preparado para todo aquella noche me acosteacute bocarriba a la espera del dolor final en el primer instante de mis noventa y un antildeos Oiacute campanas distantes sentiacute la fragancia del alma de Delgadina dormida de costado oiacute un grito en el horizonte sollozos de alguien que quizaacutes habiacutea muerto un siglo antes en la alcoba Entonces apagueacute la luz con el uacuteltimo aliento entrelaceacute mis dedos con los suyos para llevaacutermela de la mano y conteacute las doce campanadas de las doce con mis doce laacutegrimas finales hasta que empezaron a cantar los gallos y enseguida las campanas de gloria los cohetes de fiesta que celebraban el juacutebilo de haber sobrevivido sano y salvo a mis noventa antildeos

Mis primeras palabras fueron para Rosa Cabarcas Te compro la casa toda con la tienda y el huerto Ella me dijo Hagamos una apuesta de viejos el que se muera primero se queda con todo lo del otro firmado ante notario No porque si yo me muero todo deberiacutea ser para ella Es igual dijo Rosa Cabarcas yo me hago cargo de la nintildea y despueacutes le dejo todo lo tuyo y lo miacuteo no tengo a nadie maacutes en este mundo Mientras tanto remodelamos tu cuarto con buenos servicios aire acondicionado y tus libros y tu muacutesica

-iquestCrees que ella estaraacute de acuerdo

-Ay mi sabio triste estaacute bien que esteacutes viejo pero no pendejo -dijo Rosa Cabarcas muerta de risa- Esa pobre criatura estaacute lela de amor por ti

Saliacute a la calle radiante y por primera vez me reconociacute a miacute mismo en el horizonte remoto de mi primer siglo Mi casa callada y en orden a las seis y cuarto empezaba a gozar los colores de una aurora feliz Damiana cantaba a toda voz en la cocina y el gato redivivo enroscoacute la cola en mis tobillos y siguioacute caminando conmigo hasta mi mesa de escribir Estaba ordenando mis papeles marchitos el tintero la pluma de ganso cuando el sol estalloacute entre los almendros del parque y el buque fluvial del correo retrasado una semana por la sequiacutea entroacute bramando en el canal del puerto Era por fin la vida real con mi corazoacuten a salvo y condenado a morir de buen amor en la agoniacutea feliz de cualquier diacutea despueacutes de mis cien antildeos

Mayo de 2004

Page 13: · Web viewVivo en una casa colonial en la acera de sol del parque de San Nicolás, donde he pasado todos los días de mi vida sin mujer ni fortuna, donde vivieron y murieron mis padres,

Memorias de mis putas tristes 13 ______________________________________________________________________________________incipiente del pubis Le habiacutean rizado el cabello y teniacutea en las untildeas de las manos y los pies un esmalte natural pero la piel del color de la melaza se veiacutea aacutespera y maltratada Los senos recieacuten nacidos pareciacutean todaviacutea de nintildeo varoacuten pero se veiacutean urgidos por una energiacutea secreta a punto de reventar Lo mejor de su cuerpo eran los pies grandes de pasos sigilosos con dedos largos y sensibles como de otras manos Estaba ensopada en un sudor fosforescente a pesar del ventilador y el calor se volviacutea insoportable a medida que avanzaba la noche Era imposible imaginar coacutemo era la cara pintorreteada a brocha gorda la espesa costra de polvos de arroz con dos parches de colorete en las mejillas las pestantildeas postizas las cejas y los paacuterpados como ahumados con negrohumo y los labios aumentados con un barniz de chocolate Pero ni los trapos ni los afeites alcanzaban a disimular su caraacutecter la nariz altiva las cejas encontradas los labios intensos Penseacute Un tierno toro de lidia

A las once fui a mis traacutemites de rutina en el bantildeo donde estaba su ropa de pobre doblada sobre una silla con un esmero de rica un traje de etamina con mariposas estampadas un calzoacuten amarillo de malapodaacuten y unas sandalias de fique Encima de la ropa habiacutea una pulsera de baratillo y una cadenita muy fina con la medalla de la Virgen En la repisa del lavabo una cartera de ruano con un laacutepiz de labios un estuche de colorete una llave y unas monedas sueltas Todo tan barato y envilecido por el uso que no pude imaginarme a nadie tan pobre como ella

Me desvestiacute y dispuse las piezas como mejor pude en el perchero para no dantildear la seda de la camisa y el planchado del lino Orineacute en el inodoro decadena sentado y como me ensentildeoacute desde nintildeo Florina de Dios para que no mojara los bordes de la bacinilla y todaviacutea modestia aparte con un chorro inmediato y continuo de potro cerrero Antes de salir me asomeacute al espejo del lavamanos El caballo que me miroacute desde el otro lado no estaba muerto sino luacutegubre y teniacutea una papada de Papa los paacuterpados abotagados y desmirriadas las crines que habiacutean sido mi melena de muacutesico

-Mierda -le dije- iquestqueacute puedo hacer si no me quieres

Tratando de no despertarla me senteacute desnudo en la cama con la vista ya acostumbrada a los engantildeos de la luz roja y la reviseacute palmo a palmo Desliceacute la yema del iacutendice a lo largo de su cerviz empapada y toda ella se estremecioacute por dentro como un acorde de arpa se volteoacute hacia miacute con un gruntildeido y me envolvioacute en el clima de su aliento aacutecido Le apreteacute la nariz con el pulgar y el iacutendice y ella se sacudioacute apartoacute la cabeza y me dio la espalda sin despertar Trateacute de separarle las piernas con mi rodilla por una tentacioacuten imprevista En las dos primeras tentativas se opuso con los muslos tensos Le canteacute al oiacutedo La cama de Delgadina de aacutengeles estaacute rodeada Se relajoacute un poco Una corriente caacutelida me subioacute por las venas y mi lento animal jubilado despertoacute de su largo suentildeo

Delgadina alma miacutea le supliqueacute ansioso Delgadina Ella lanzoacute un gemido luacutegubre escapoacute de mis muslos me dio la espalda y se enroscoacute como un caracol en su concha La poacutecima de valeriana debioacute ser tan eficaz para miacute como para ella porque nada pasoacute ni a ella ni a nadie Pero no me importoacute Me pregunteacute de queacute serviacutea despertarla humillado y triste como me sentiacutea y friacuteo como un lebranche

Niacutetidas ineluctables sonaron entonces las campanadas de las doce de la noche y empezoacute la madrugada del 29 de agosto diacutea del Martirio de San Juan Bautista

Memorias de mis putas tristes 14 ______________________________________________________________________________________Alguien lloraba a gritos en la calle y nadie le haciacutea caso Receacute por eacutel si le hiciera falta y tambieacuten por miacute en accioacuten de gracias por los beneficios recibidos No se engantildee nadie no pensando que ha de durar lo que espera maacutes que duroacute lo que vioLa nintildea gimioacute en suentildeos y receacute tambieacuten por ella Pues que todo ha de pasar por tal manera Despueacutes apagueacute el radio y la luz para dormir

Desperteacute de madrugada sin recordar doacutende estaba La nintildea seguiacutea dormida de espaldas a miacute en posicioacuten fetal Tuve la sensacioacuten indefinida de que la habiacutea sentido levantarse en la oscuridad y de haber oiacutedo el desaguumle del bantildeo pero lo mismo pudo ser un suentildeo Fue algo nuevo para miacute Ignoraba las mantildeas de la seduccioacuten y siempre habiacutea escogido al azar las novias de una noche maacutes por el precio que por los encantos y haciacuteamos amores sin amor medio vestidos las maacutes de las veces y siempre en la oscuridad para imaginarnos mejores Aquella noche descubriacute el placer inverosiacutemil de contemplar el cuerpo de una mujer dormida sin los apremios del deseo o los estorbos del pudor

Me levanteacute a las cinco inquieto porque mi nota dominical debiacutea estar en la mesa de redaccioacuten antes de las doce Hice mi deposicioacuten puntual todaviacutea con los ardores de la luna llena y cuando solteacute la cadena del agua sentiacute que ntildeus rencores del pasado se fueron por los albantildeales Cuando volviacute fresco y vestido al dormitorio la nintildea dormiacutea bocarriba a la luz conciliadora del amanecer atravesada de lado a lado en la cama con los brazos abiertos en cruz y duentildea absoluta de su virginidad Que Dios te la guarde le dije Toda la plata que me quedaba la suya y la miacutea se la puse en la almohada y me despediacute por siempre jamaacutes con un beso en la frente La casa como todo burdel al amanecer era lo maacutes cercano al paraiacuteso Saliacute por el portoacuten del huerto para no encontrarme con nadie Bajo el sol abrasante de la calle empeceacute a sentir el peso de mis noventa antildeos y a contar minuto a minuto los minutos de las noches que me haciacutean falta para morir

Memorias de mis putas tristes 15 ______________________________________________________________________________________

2Escribo esta memoria en lo poco que queda de la biblioteca que fue de mis padres y cuyos anaqueles estaacuten a punto de desplomarse por la paciencia de las polillas A fin de cuentas para lo que me falta por hacer en este mundo me bastariacutea con mis diccionarios de todo geacutenero con las dos primeras series de los Episodios nacionales de don Benito Peacuterez Galdoacutes y con La montantildea maacutegica que me ensentildeoacute a entender los humores de mi madre desnaturalizados por la tisis

A diferencia de los otros muebles y de miacute mismo el mesoacuten en que escribo parece de mejor salud con el paso del tiempo porque lo fabricoacute en maderas nobles mi abuelo paterno que fue carpintero de buques Aunque no tenga que escribir lo aderezo todas las mantildeanas con el rigor ocioso que me ha hecho perder tantos amores Al alcance de la mano tengo mis libros coacutemplices los dos tomos del Primer Diccionario Ilustrado de la Real Academiade 1903 el Tesoro de la Lengua Castellana o Espantildeola de don Sebastiaacuten de Covarrubias la gramaacutetica de don Andreacutes Bello por si hubiera alguna duda semaacutentica como es de rigor el novedoso Diccionario ideoloacutegico de don Julio Casares en especial por sus antoacutenimos y sus sinoacutenimos el Vocabolario della Liacutengua Italiana de Nicola Zingarelli para favorecerme con el idioma de mi madre que aprendiacute desde la cuna y el diccionario de latiacuten que por ser eacuteste la madre de las otras dos lo considero mi lengua natal

A la izquierda del escritorio mantengo siempre las cinco fojas de papel de hilo tamantildeo oficio para mi nota dominical y el cuerno con polvo de carta que prefiero a la moderna almohadilla de papel se cante A la derecha estaacuten el calamaio y el palillero de balso liviano con la peacutendola de oro pues todaviacutea manuscribo con la letra romaacutentica que me ensentildeoacute Florina de Dios para que no me hiciera a la caligrafiacutea oficial de su esposo que fue notario puacuteblico y contador juramentado hasta su uacuteltimo aliento Hace tiempo que se nos impuso en el perioacutedico la orden de escribir a maacutequina para mejor caacutelculo del texto en el plomo del linotipo y mayor acierto en la armada pero nunca me hice a este mal haacutebito Seguiacute escribiendo a mano y transcribiendo en la maacutequina con un arduo picoteo de gallina gracias al privilegio ingrato de ser el empleado maacutes antiguo Hoy jubilado pero no vencido gozo del privilegio sacro de escribir en casa con el teleacutefono descolgado para que nadie me disturbe y sin censor que aguaite lo que escribo por encima de mi hombro

Vivo sin perros ni paacutejaros ni gente de servicio salvo la fiel Damiana que me ha sacado de los apuros menos pensados y sigue viniendo una vez por semana para lo que haya que hacer aun como estaacute corta de vista y de cacumen Mi madre en su

Memorias de mis putas tristes 16 ______________________________________________________________________________________lecho de muerte me suplicoacute que me casara joven con mujer blanca que tuvieacuteramos por lo menos tres hijos y entre ellos una nintildea con su nombre que habiacutea sido el de su madre y su abuela Estuve pendiente de la suacuteplica pero teniacutea una idea tan flexible de la juventud que nunca me parecioacute demasiado tarde Hasta un mediodiacutea caluroso en que me equivoqueacute de puerta en la casa que teniacutean los Palomares de Castro en Pradomar y sorprendiacute desnuda a Ximena Ortiz la menor de las hijas que haciacutea la siesta en la alcoba contigua Estaba acostada de espaldas a la puerta y se volvioacute a mirarme por encima del hombro con un gesto tan raacutepido que no me dio tiempo de escapar Ay perdoacuten alcanceacute a decir con el alma en la boca Ella sonrioacute se volteoacute hacia miacute con un escorzo de gacela y seme mostroacute de cuerpo entero La estancia toda se sentiacutea saturada de su intimidad No estaba en vivas carnes pues teniacutea en la oreja una flor ponzontildeosa de peacutetalos anaranjados como la Olimpia de Manet y tambieacuten llevaba una esclava de oro en el puntildeo derecho y una gargantilla de perlas menudas Nunca imagineacute que pudiera ver algo maacutes perturbador en lo que me faltaba de vida y hoy puedo dar fe de que tuve razoacuten

Cerreacute la puerta de un golpe avergonzado de mi torpeza y con la determinacioacuten de olvidarla Pero Ximena Ortiz me lo impidioacute Me mandaba recados con amigas comunes esquelas provocadoras amenazas brutales mientras se esparciacutea la voz de que estaacutebamos locos de amor el uno por el otro sin que nos hubieacuteramos cruzado palabra Fue imposible resistir Teniacutea unos ojos de gata cimarrona un cuerpo tan provocador con ropa como sin ella y una cabellera frondosa de oro alborotado cuyo tufo de mujer me haciacutea llorar de rabia en la almohada Sabiacutea que nunca llegariacutea a ser amor pero la atraccioacuten sataacutenica que ejerciacutea sobre miacute era tan ardorosa que intentaba aliviarme con cuanta guaricha de ojos verdes me encontraba al paso Nunca logreacute sofocar el fuego de su recuerdo en la cama de Pradomar asiacute que le entregueacute mis armas con peticioacuten formal de mano intercambio de anillos y anuncio de boda grande antes de Pentecosteacutes

La noticia estalloacute con maacutes fuerza en el Barrio Chino que en los clubes sociales Primero fue con burlas pero se transformoacute en una contrariedad cierta de las acadeacutemicas que veiacutean el matrimonio como una situacioacuten maacutes ridiacutecula que sagrada Mi noviazgo cumplioacute todos los ritos de la moral cristiana en la terraza de orquiacutedeas amazoacutenicas y helechos colgados de la casa de mi prometida Llegaba a las siete de la noche todo de lino blanco y con cualquier regalo de abalorios artesanales o chocolates suizos y hablaacutebamos medio en clave y medio en serio hasta las diez con la custodia de la tiacutea Argeacutenida que se dormiacutea al primer parpadeo como las chaperonas de las novelas de la eacutepoca

Ximena iba hacieacutendose maacutes voraz cuanto mejor nos conociacuteamos se aligeraba de corpintildeos y pollerines a medida que apretaban los bochornos de junio y era faacutecil imaginarse el poder de demolicioacuten que debiacutea tener en la penumbra A los dos meses de noviazgo no teniacuteamos de queacute hablar y ella planteoacute el tema de los hijos sin decirlo tejiendo bolitas en crochet de lana cruda para recieacuten nacidos Yo novio gentil aprendiacute a tejer con ella y asiacute se nos fueron las horas inuacutetiles que faltaban para la boda yo tejiendo las botitas azules para nintildeos y ella tejiendo las rosadas para nintildeas a ver quieacuten acertaba hasta que fueron bastantes para maacutes de medio centenar de hijos Antes de que dieran las diez me subiacutea a un coche de caballos y me iba al Barrio Chino a vivir mi noche en la paz de Dios

Memorias de mis putas tristes 17 ______________________________________________________________________________________Los tempestuosos adioses de soltero que me haciacutean en el Barrio Chino iban en contraviacutea de las veladas opresivas del Club Social Contraste que a miacute me sirvioacute para saber cuaacutel de los dos mundos era en realidad el miacuteo y me hice la ilusioacuten de que eran ambos pero cada uno a sus horas pues desde cualquiera de los dos veiacutea alejarse el otro con los suspiros desgarrados con que se separan dos barcos en altamar El baile de la viacutespera en El Poder de Dios incluyoacute una ceremonia final que soacutelo podiacutea ocurriacutersele a un cura gallego encallado en la concupiscencia que vistioacute a todo el personal femenino con velos y azahares para que todas se casaran conmigo en un sacramento universal Fue una noche de grandes sacrilegios en que veintidoacutes de ellas prometieron amor y obediencia y les correspondiacute con fidelidad y sustento hasta el maacutes allaacute de la tumba

No pude dormir por el presagio de algo irremediable Desde la madrugada empeceacute a contar el paso de las horas en el reloj de la catedral hasta las siete campanadas temibles con que debiacutea estar en la iglesia El timbre del teleacutefono empezoacute a las ocho largo tenaz impredecible durante maacutes de una hora No soacutelo no contesteacute no respireacute Poco antes de las diez llamaron a la puerta primero con el puntildeo y luego con gritos de voces conocidas y abominadas Temiacutea que la derribaran por alguacuten percance grave pero hacia las once la casa quedoacute en el silencio erizado que sucede a las grandes cataacutestrofes Entonces lloreacute por ella y por miacute y receacute de todo corazoacuten para no encontrarme con ella nunca maacutes en mis diacuteas Alguacuten santo me oyoacute a medias pues Ximena Ortiz se fue del paiacutes esa misma noche y no volvioacute hasta unos veinte antildeos despueacutes bien casada y con los siete hijos que pudieron ser miacuteos

Trabajo me costoacute mantener mi puesto y mi columna en El Diario de La Paz despueacutes de aquella afrenta social Pero no fue por eso que relegaron mis notas a la paacutegina once sino por el iacutempetu ciego con que entroacute el siglo XX El progreso se convirtioacute en el mito de la ciudad Todo cambioacute volaron los aviones y un hombre de empresa tiroacute un saco de cartas desde un Junker e inventoacute el correo aeacutereo

Lo uacutenico que permanecioacute igual fueron mis notas en el perioacutedico Las nuevas generaciones arremetieron contra ellas como contra una momia del pasado que debiacutea ser demolida pero yo las mantuve en el mismo tono sin concesiones contra los aires de renovacioacuten Fui sordo a todo Habiacutea cumplido cuarenta antildeos pero los redactores joacutevenes la llamaban la Columna de Mudarra el Bastardo El director de entonces me citoacute en su oficina para pedirme que me pusiera a tono con las nuevas corrientes De un modo solemne como si acabara de inventarlo me dijo El mundo avanza Siacute le dije avanza pero dando vueltas alrededor del sol Mantuvo mi nota dominical porque no habriacutea encontrado otro inflador de cables Hoy seacute que tuve razoacuten y por queacute Los adolescentes de mi generacioacuten avorazados por la vida olvidaron en cuerpo y alma las ilusiones del porvenir hasta que la realidad les ensentildeoacute que el futuro no era como lo sontildeaban y descubrieron la nostalgia Alliacute estaban mis notas dominicales como una reliquia arqueoloacutegica entre los escombros del pasado y se dieron cuenta de que no eran soacutelo para viejos sino para joacutevenes que no tuvieran miedo de envejecer La nota volvioacute entonces a la seccioacuten editorial y en ocasiones especiales a la primera paacutegina

A quien me lo pregunta le contesto siempre con la verdad las putas no me dejaron tiempo para ser casado Sin embargo debo reconocer que nunca tuve esta explicacioacuten hasta el diacutea de mis noventa antildeos cuando saliacute de la casa de Rosa Cabarcas con la determinacioacuten de nunca maacutes provocar al destino Me sentiacutea otro El

Memorias de mis putas tristes 18 ______________________________________________________________________________________genio se me trastornoacute por la gente de tropa que vi apostada en las rejas de hierro que rodeaban el parque Encontreacute a Damiana trapeando los pisos a gatas en la sala y la juventud de los muslos a su edad me suscitoacute un temblor de otra eacutepoca Ella debioacute sentirlo porque se cubrioacute con la falda No pude reprimir la tentacioacuten de preguntarle Diacutegame una cosa Damiana iquestde queacute se acuerda No estaba acordaacutendome de nada dijo ella pero su pregunta me lo recuerda Sentiacute una opresioacuten en el pecho Nunca me he enamorado le dije Ella replicoacute en el acto Yo siacute Y terminoacute sin interrumpir su oficio Lloreacute veintidoacutes antildeos por usted El corazoacuten me dio un salto Buscando una salida digna le dije Hubieacuteramos sido una buena yunta Pues hace mal en deciacutermelo ahora dijo ella porque ya no me sirve ni de consuelo Cuando saliacutea de la casa me dijo del modo maacutes natural Usted no me creeraacute pero sigo siendo virgen a Dios gracias

Poco despueacutes descubriacute que habiacutea dejado floreros de rosas rojas por toda la casa y una tarjeta en la almohada Le deseo que llegue a los sien Con este mal sabor me senteacute a continuar la nota que habiacutea dejado a medias el diacutea anterior La termineacute con un solo aliento en menos de dos horas y tuve que torcerle el cuello al cisne para sacaacutermela de las tripas sin que se me notara el llanto Por un golpe de inspiracioacuten tardiacutea decidiacute rematarla con el anuncio de que con ella poniacutea teacutermino feliz a una vida larga y digna sin la mala condicioacuten de morirme

Mi propoacutesito era dejarla en la porteriacutea del perioacutedico y volver a casa Pero no pude El personal en pleno me esperaba para celebrarme el cumpleantildeos El edificio estaba en obra con andamies y escombros friacuteos por todas partes pero habiacutean parado la obra para la fiesta En una mesa de carpintero estaban las bebidas para el brindis y las cuelgas envueltas en papel de fantasiacutea Aturdido por los relaacutempagos de las caacutemaras me hice con todas las fotos del recuerdo

Me alegroacute encontrar alliacute a periodistas de radio y de los otros diarios de la ciudad La Prensa matutino conservador El Heraldo matutino liberal y El Nacional vespertino sensacionalista que trataba de aliviar las tensiones del orden puacuteblico con folletones pasionales No era extrantildeo que estuvieran juntos pues dentro del espiacuteritu de la ciudad fue siempre de buen recibo que se mantuvieran intactas las amistades de la tropa mientras los mariscales libraban la guerra editorial

Tambieacuten estaba alliacute fuera de horas el censor oficial don Jeroacutenimo Ortega a quien llamaacutebamos el Abominable Hombre de las Nueve porque llegaba puntual a esa hora de la noche con su laacutepiz sangriento de saacutetrapa godo Alliacute permaneciacutea hasta asegurarse de que no hubiera una letra impune en la edicioacuten de mantildeana Teniacutea una aversioacuten personal contra miacute por mis iacutenfulas de gramaacutetico o porque utilizaba palabras italianas sin comillas ni cursivas cuando me pareciacutean maacutes expresivas que en castellano como debiera ser de uso legiacutetimo entre lenguas siamesas Despueacutes de padecerlo por cuatro antildeos habiacuteamos terminado por aceptarlo como la mala conciencia de nosotros mismos

Las secretarias llevaron al saloacuten un pudiacuten con noventa velas encendidas que me enfrentaron por primera vez al nuacutemero de mis antildeos Tuve que tragarme las laacutegrimas cuando cantaron el brindis y me acordeacute de la nintildea sin ninguacuten motivo No fue un golpe de rencor sino de compasioacuten tardiacutea por una criatura de la que no esperaba volver a acordarme Cuando acaboacute de pasar el aacutengel alguien me habiacutea puesto un cuchillo en la mano para que cortara el pudiacuten Por temor a las burlas nadie se

JUAN CARLOS 161104
saacutetrapa (Del lat satrăpa este del gr σατράπης y este del aveacutestico ẖšathrapāvan protector del dominio) m Gobernador de una provincia de la antigua Persia || 2 coloq Hombre sagaz que sabe gobernarse con astucia e inteligencia o que gobierna despoacuteticamente U t c adj 13

Memorias de mis putas tristes 19 ______________________________________________________________________________________arriesgoacute a improvisar un discurso Yo hubiera preferido morirme que contestarlo Para terminar la fiesta el jefe de redaccioacuten por quien no tuve nunca gran simpatiacutea nos devolvioacute a la realidad inclemente Ahora siacute ilustre nonagenario me dijo iquestDoacutende estaacute su nota

La verdad es que toda la tarde la sentiacutea ardieacutendome como una brasa en el bolsillo pero la emocioacuten me habiacutea calado tan hondo que no tuve corazoacuten para aguar la fiesta con mi renuncia Dije Por esta vez no hay El jefe de redaccioacuten se disgustoacute por una falta que habiacutea sido inconcebible desde el siglo anterior Entieacutendalo por una vez le dije tuve una noche tan difiacutecil que amaneciacute embrutecido Pues debioacute escribir eso dijo eacutel con su humor de vinagre A los lectores les gustaraacute saber de primera mano coacutemo es la vida a los noventa Una de las secretarias tercioacute A lo mejor es un secreto delicioso dijo y me miroacute con malicia iquestO no Una raacutefaga ardiente me abrasoacute la cara Maldita sea penseacute queacute desleal es el rubor Otra radiante me sentildealoacute con el dedo iexclQueacute maravilla Todaviacutea le queda la elegancia de ruborizarse Su impertinencia me provocoacute otro rubor encima del rubor Debioacute ser una noche de ataque dijo la primera secretaria iexclQueacute envidia Y me dio un beso que me quedoacute pintado en la cara Los fotoacutegrafos se encarnizaron Ofuscado le entregueacute la nota al jefe de redaccioacuten y le dije que lo dicho antes era en broma aquiacute la tiene y escapeacute atolondrado por la uacuteltima salva de aplausos para no estar presente cuando descubrieran que era mi carta de renuncia al cabo de medio siglo de galeras

La ansiedad me duraba todaviacutea aquella noche cuando desenvolviacutea las cuelgas en mi casa Los linotipistas desacertaron con una cafetera eleacutectrica igual a las tres que teniacutea de cumpleantildeos anteriores Los tipoacutegrafos me dieron una autorizacioacuten para recoger un gato de angora en el criadero municipal La gerencia me dio una bonificacioacuten simboacutelica Las secretarias me regalaron tres calzoncillos de seda con huellas de besos estampados y una tarjeta en la que se ofreciacutean para quitaacutermelos Se me ocurrioacute que uno de los encantos de la vejez son las provocaciones que se permiten las amigas joacutevenes que nos creen fuera de servicio

Nunca supe quieacuten me mandoacute un disco con los veinticuatro preludios de Chopin por Stefan Askenase Los redactores en su mayoriacutea me regalaron libros de moda No habiacutea terminado de desenvolver los regalos cuando Rosa Cabarcas me llamoacute por teleacutefono con la pregunta que yo no queriacutea oiacuter iquestQueacute te pasoacute con la nintildea Nada dije sin pensarlo iquestTe parece nada que ni siquiera la despertaste dijo Rosa Cabarcas Una mujer no perdona jamaacutes que un hombre le desprecie el estreno Le alegueacute que la nintildea no podiacutea estar tan agotada soacutelo por pegar botones y tal vez se hiciera la dormida por miedo del mal trance Lo uacutenico grave dijo Rosa es que ella cree de verdad que ya no sirves y no me gustariacutea que lo fuera pregonando a los cuatro vientos

No le di el gusto de sorprenderme Aunque asiacute fuera le dije su estado es tan deplorable que no se puede contar con ella ni dormida ni despierta es carne de hospital Rosa Cabarcas bajoacute el tono La culpa fue de las prisas con que se hizo el trato pero tiene remedio ya veraacutes Prometioacute poner a la nintildea en confesioacuten y si era el caso obligarla a devolver la plata iquestqueacute te parece Deacutejalo de ese tamantildeo le dije aquiacute no pasoacute nada y en cambio me ha valido como una prueba de que ya no estoy para estos trotes En ese sentido la nintildea tiene razoacuten ya no sirvo Colgueacute el teleacutefono saturado por un sentimiento de liberacioacuten que no habiacutea conocido en vida miacutea y por fin a salvo de una servidumbre que me manteniacutea subyugado desde mis trece antildeos

JUAN CARLOS 161104
linotipista com Persona que maneja una linotipia13 linotipia (Del ingl linotype) f Impr Maacutequina de componer provista de matrices de la cual sale la liacutenea formando una sola pieza || 2 Impr Arte de componer con esta maacutequina 13

Memorias de mis putas tristes 20 ______________________________________________________________________________________

A las siete de la noche fui invitado de honor al concierto de Jacques Thibault y Alfred Cortot en la sala de Bellas Artes con una interpretacioacuten gloriosa de la sonata para violiacuten y piano de Ceacutesar Frank y en el intermedio escucheacute elogios inverosiacutemiles El maestro Pedro Biava nuestro muacutesico enorme me llevoacute casi a rastras a los camerinos para presentarme a los inteacuterpretes Me ofusqueacute tanto que los feliciteacute por una sonata de Schumann que no habiacutean tocado y alguien me corrigioacute en puacuteblico de mala manera La impresioacuten de que habiacutea confundido las dos sonatas por ignorancia simple quedoacute sembrada en el ambiente local y agravada por una explicacioacuten aturdida con que trateacute de remendarla el domingo siguiente en mi resentildea criacutetica del concierto

Por primera vez en mi larga vida me sentiacute capaz de matar a alguien Volviacute a casa atormentado por el diablillo que sopla al oiacutedo las respuestas devastadoras que no dimos a tiempo y ni la lectura ni la muacutesica mitigaron mi rabia Por fortuna Rosa Cabarcasme sacoacute del desvariacuteo con un grito en el teleacutefono Estoy feliz con el perioacutedico porque no pensaba que cumpliacuteas noventa sino cien Le contesteacute encrespado iquestAsiacute de jodido me viste Al contrario dijo ella lo que me sorprendioacute fue verte tan bien Queacute bueno que no eres de los viejos verdes que se aumentan la edad para que los crean en buen estado Y cambioacute sin transicioacuten Te tengo tu cuelga Me sorprendioacute de veras iquestQueacute es La nintildea dijo ella

No me tomeacute ni un instante para pensar Gracias le dije pero esa vaina es agua pasada Ella siguioacute de largo Te la mando a tu casa envuelta en papel de China y hervida con palo de saacutendalo al bantildeo mariacutea todo gratis Me mantuve firme y ella se debatioacute en una explicacioacuten pedregosa que me parecioacute sincera Dijo que la nintildea estaba en tan mal estado aquel viernes por haber cosido doscientos botones con aguja y dedal Que era verdad su miedo a las violaciones sangrientas pero ya estaba instruida para el sacrificio Que en su noche conmigo se habiacutea levantado para ir al bantildeo y que yo estaba tan profundo que le dio laacutestima despertarme pero ya me habiacutea ido cuando volvioacute a despertar en la mantildeana Me indigneacute con lo que me parecioacute una mentira inuacutetil Bueno prosiguioacute Rosa Cabarcas aun si asiacute fuera la nintildea estaacute arrepentida Pobrecita la tengo aquiacute enfrente iquestQuieres que tela pase No por Dios le dije

Habiacutea empezado a escribir cuando llamoacute la secretaria del perioacutedico El mensaje era que el director queriacutea verme al diacutea siguiente a las once de la mantildeana Llegueacute puntual El estruendo de la restauracioacuten de la casa no pareciacutea soportable el aire estaba enrarecido por los martillazos el polvo de cemento y el humo de alquitraacuten pero la redaccioacuten habiacutea aprendido a pensar en la rutina del caos Las oficinas del director en cambio heladas y silentes permaneciacutean en un paiacutes ideal que no era el nuestro

El tercer Marco Tulio con un aire adolescente se puso de pie al verme entrar sin interrumpir una conversacioacuten telefoacutenica me estrechoacute la mano por encima del escritorio y me indicoacute que me sentara Llegueacute a pensar que no habiacutea nadie en el otro extremo de la liacutenea y que eacutel haciacutea la farsa para impresionarme pero pronto descubriacute que hablaba con el gobernador y era en verdad un diaacutelogo difiacutecil entre enemigos cordiales Ademaacutes creo que se esmeraba en parecer eneacutergico delante de miacute aunque al mismo tiempo se manteniacutea de pie mientras hablaba con la autoridad

Memorias de mis putas tristes 21 ______________________________________________________________________________________Se le notaba el vicio de la pulcritud Acababa de cumplir veintinueve antildeos con cuatro idiomas y tres maestriacuteas internacionales a diferencia del primer presidente vitalicio su abuelo paterno que se hizo periodista empiacuterico despueacutes de hacer una fortuna con la trata de blancas Teniacutea maneras faacuteciles se pasaba de apuesto y sereno y lo uacutenico que poniacutea en peligro su prestancia era una nota falsa en la voz Llevaba una chaqueta deportiva con una orquiacutedea viva en la solapa y cada cosa le sentaba como si fuera de su ser natural pero nada en eacutel estaba hecho para el clima de la calle sino para la primavera de sus oficinas Yo que habiacutea gastado casi dos horas para vestirme sentiacute el oprobio de la pobreza y me aumentoacute la rabia

Con todo el veneno mortal estaba en una foto panoraacutemica del personal de planta tomada en el XXV aniversario de la fundacioacuten del perioacutedico en la que sentildealaban con una crucecita sobre la cabeza a los que iban muriendo Yo era el tercero de la derecha con el sombrero canotier la corbata de nudo grande con una perla en el prendedor el primer mostacho de coronel civil que tuve hasta los cuarenta antildeos y los espejuelos metaacutelicos de seminarista preacutesbita que no me hicieron falta despueacutes del medio siglo Habiacutea visto esa foto colgada durante antildeos en distintas oficinas pero soacutelo entonces fui sensible a su mensaje de los cuarenta y ocho empleados originales soacutelo cuatro estaacutebamos vivos y el menor de nosotros cumpliacutea una condena de veinte antildeos por asesinato muacuteltiple

El director terminoacute la llamada me sorprendioacute mirando la foto y sonrioacute Las crucecitas no las puse yo dijo Me parecen de muy mal gusto Se sentoacute al escritorio y cambioacute de tono Permiacutetame decirle que usted es el hombre maacutes impredecible que he conocido Y ante mi sorpresa se adelantoacute a todo Lo digo por su renuncia Apenas acerteacute a decir Es toda una vida El replicoacute que justo por eso no era una solucioacuten pertinente La nota le pareciacutea magniacutefica y todo lo que deciacutea de la vejez era de lo mejor que habiacutea leiacutedo nunca y no teniacutea sentido terminarla con una decisioacuten que pareciacutea maacutes bien una muerte civil Por fortuna dijo el Abominable Hombre de las Nueve la leyoacute cuando ya estaba armada la paacutegina editorial y le parecioacute inadmisible Sin consultarlo con nadie la tachoacute de arriba abajo con su laacutepiz de Torquemada Cuando lo supe esta mantildeana ordeneacute mandar una nota de protesta a la Gobernacioacuten Era mi deber pero entre nos puedo decirle que estoy muy agradecido por la arbitrariedad del censor De modo que no estaba dispuesto a aceptar que suspendiera la nota Se lo suplico con toda el alma dijo No abandone el barco en altamar Y concluyoacute con un gran estilo Todaviacutea nos queda mucho por hablar de muacutesica

Lo vi tan decidido que no me atreviacute a agravar la discrepancia con un argumento de distraccioacuten El problema en realidad era que tampoco entonces encontraba un motivo decente para abandonar la noria y me aterrorizoacute la idea de decirle que siacute una vez maacutes soacutelo por ganar tiempo Tuve que reprimirme para que no se me notara la emocioacuten impuacutedica que me apremiaba las laacutegrimas Y otra vez como siempre quedamos en las mismas de siempre despueacutes de tantos antildeos

La semana siguiente presa de un estado que era maacutes de confusioacuten que de alegriacutea paseacute por el criadero a recoger el gato que me habiacutean regalado los impresores Tengo muy mala quiacutemica con los animales por lo mismo que la tengo con los nintildeos antes de que empiecen a hablar Me parecen mudos del alma No los odio pero no puedo soportarlos porque no aprendiacute a negociar con ellos Me parece contra natura que un hombre se entienda mejor con su perro que con su esposa que lo ensentildee a

JUAN CARLOS 161104
noria (Del aacuter hisp nalsquouacutera y este del aacuter claacutes nālsquoūrah infl por acequia y acenia) f Maacutequina compuesta de dos grandes ruedas engranadas que mediante cangilones sube el agua de los pozos acequias etc || 2 Pozo formado en forma comuacutenmente ovalada del cual se saca el agua con la maacutequina || 3 Artilugio de feria consistente en una gran rueda con asientos que gira verticalmente13

Memorias de mis putas tristes 22 ______________________________________________________________________________________comer y descomer a sus horas a contestar preguntas y a compartir sus penas Pero no recoger el gato de los tipoacutegrafos habriacutea sido un desaire Ademaacutes era un precioso ejemplar de angora de pelambre rosada y tersa y ojos iluminados cuyos maullidos pareciacutean a punto de ser palabras Me lo dieron en una canasta de mimbre con un certificado de su estirpe y un manual de uso como el de las bicicletas para armar

Una patrulla militar verificaba la identidad de los transeuacutentes antes de autorizar el paso por el parque de San Nicolaacutes Nunca habiacutea visto nada igual ni podiacutea imaginarme nada maacutes descorazonador como siacutentoma de mi vejez Era una patrulla de cuatro al mando de un oficial casi adolescente Los agentes eran hombres de paacuteramos duros y callados con un olor de establo El oficial los vigilaba a todos con las mejillas chapeadas de los andinos en la playa Despueacutes de revisar mi ceacutedula de identidad y mi credencial de prensa me preguntoacute queacute llevaba en la cesta Un gato le dije El quiso verlo Destapeacute la cesta con toda precaucioacuten por temor de que escapara pero un agente quiso ver si no habiacutea algo maacutes en el fondo y el gato le tiroacute un zarpazo El oficial se interpuso Es una joya de angora dijo Lo acaricioacute mientras murmuraba algo y el gato no lo agredioacute pero tampoco le hizo caso iquestCuaacutentos antildeos tiene preguntoacute No seacute le dije acaban de regalaacutermelo Se lo pregunto porque se ve que es muy viejo diez antildeos quizaacutes Quise preguntarle coacutemo lo sabiacutea y muchas cosas maacutes pero a despecho de sus buenas maneras y su habla florida no me sentiacutea con estoacutemago para hablar con eacutel Me parece que es un gato abandonado que ha pasado por muchas dijo Obseacutervelo no lo acomode a usted sino al contrario usted a eacutel y deacutejelo hasta que se gane su confianza Cerroacute la tapa de la cesta y me preguntoacute iquestEn queacute trabaja usted Soy periodista iquestDesde cuaacutendo Desde hace un siglo le dije No lo dudo dijo eacutel Me estrechoacute la mano y se despidioacute con un frase que lo mismo podiacutea ser un buen consejo que una amenaza

-Cuiacutedese mucho

Al mediodiacutea desconecteacute el teleacutefono para refugiarme en la muacutesica con un programa exquisito la rapsodia para clarinete y orquesta de Wagner la de saxofoacuten de Debussy y el quinteto para cuerdas de Bruckner que es un remanso edeacutenico en el cataclismo de su obra Y de pronto me encontreacute envuelto en las tinieblas del estudio Sentiacute deslizarse debajo de mi mesa algo que no me parecioacute un cuerpo vivo sino una presencia sobrenatural que me rozoacute los pies y salteacute con un grito Era el gato con la hermosa cola empenachada su lentitud misteriosa y su estirpe miacutetica y no pude evitar el escalofriacuteo de estar solo en la casa con un ser vivo que no fuera humano

Cuando dieron las siete en la catedral habiacutea una estrella sola y liacutempida en el cielo color de rosas un buque lanzoacute un adioacutes desconsolado y sentiacute en la garganta el nudo gordiano de todos los amores que pudieron haber sido y no fueron No soporteacute maacutes Descolgueacute el teleacutefono con el corazoacuten en la boca marqueacute los cuatro nuacutemeros muy despacio para no equivocarme y al tercer timbrazo reconociacute la voz Bueno mujer le dije con un suspiro de alivio Perdoacutename el berrinche de esta mantildeana Ella tranquila No te preocupes estaba esperando tu llamada Le advertiacute Quiero que la nintildea me espere como Dios la echoacute al mundo y sin barnices en la cara Ella hizo su risa gutural Lo que tuacute digas dijo pero te pierdes el gusto de encuerar la pieza por pieza como les encanta a los viejos no seacute por queacute Yo siacute seacute le dije Porque se estaacuten volviendo cada vez maacutes viejos Ella lo dio por hecho

JUAN CARLOS 161104
gordiano (De Gordio rey de Frigia) V nudo
JUAN CARLOS 161104
paacuteramo (Del lat parămus voz de or prerromano) m Terreno yermo raso y desabrigado || 2 Lugar sumamente friacuteo y desamparado || 3 Col y Ecuad llovizna 13

Memorias de mis putas tristes 23 ______________________________________________________________________________________-Estaacute bien -dijo- entonces esta noche a las diez en punto antes de que se enfriacutee la pescada

Memorias de mis putas tristes 24 ______________________________________________________________________________________

3

iquestCoacutemo podiacutea llamarse La duentildea no me lo habiacutea dicho Cuando me hablaba de ella soacutelo deciacutea la nintildea Y yo lo habiacutea convertido en un nombre de pila como la nintildea de los ojos o la carabela menor Ademaacutes Rosa Cabarcas poniacutea a sus pupilas un nombre distinto para cada cliente A miacute me divertiacutea adivinarlos por las caras y desde el principio estuve seguro de que la nintildea teniacutea uno largo como Filomena Saturnina o Nicolasa En eacutesas estaba cuando ella se dio media vuelta en la cama y quedoacute de espaldas a miacute y me parecioacute que habiacutea dejado un charco de sangre del tamantildeo y la forma del cuerpo Fue un sobresalto instantaacuteneo hasta que comprobeacute que era la humedad del sudor en la saacutebana

Rosa Cabarcas me habiacutea aconsejado que la tratara con cautela pues auacuten le duraba el susto de la primera vez Es maacutes creo que la misma solemnidad del rito le habiacutea agravado el miedo y habiacutean tenido que aumentarle la dosis de valeriana pues dormiacutea con tal placidez que habriacutea sido una laacutestima despertarla sin arrullos De modo que empeceacute a secarla con la toalla mientras le cantaba en susurros la cancioacuten de Delgadina la hija menor del rey requerida de amores por su padre A medida que la secaba ella iba mostraacutendome los flancos sudados al compaacutes de mi canto Delgadina Delgadina tuacute seras mi prenda amada Fue un placer sin liacutemites pues ella volviacutea a sudar por un costado cuando acababa de secarla por el otro para que la cancioacuten no terminara nunca Levaacutentate Delgadina ponte tu falda de seda le cantaba al oiacutedo Al final cuando los criados del rey la encontraron muerta de sed en su cama me parecioacute que mi nintildea habiacutea estado a punto de despertar al escuchar el nombre Asiacute que era ella Delgadina

Volviacute a la cama con mis calzoncillos de besos estampados y me tendiacute junto a ella Dormiacute hasta las cinco al arrullo de su respiracioacuten apacible Me vestiacute a toda prisa sin lavarme y soacutelo entonces vi la sentencia escrita con laacutepiz labial en el espejo del lavabo El tigre no come lejos Seacute que no estaba la noche anterior y nadie podiacutea haber entrado en el cuarto de modo que la entendiacute como la cuelga del diablo Un trueno terroriacutefico me sorprendioacute en la puerta y el cuarto se llenoacute del olor premonitorio de la tierra mojada No tuve tiempo para escapar ileso Antes de que encontrara un taxi se precipitoacute un aguacero grande de los que suelen desordenar la ciudad entre mayo y octubre pues las calles de arenas ardientes que bajan hacia el riacuteo se convierten en torrenteras que arrastran cuanto encuentran a su paso Las aguas de aquel septiembre raro despueacutes de tres meses de sequiacutea podiacutean ser tan providenciales como devastadoras

Memorias de mis putas tristes 25 ______________________________________________________________________________________Desde que abriacute la puerta de casa me salioacute al encuentro la sensacioacuten fiacutesica de que no estaba solo Alcanceacute a ver el celaje del gato que saltoacute del sofaacute y se escabulloacute por el balcoacuten En su plato quedaban las sobras de una comida que yo no le habiacutea servido La peste de sus orines rancios y su caca caliente habiacutean contaminado todo Me habiacutea dedicado a estudiarlo como estudieacute el latiacuten El manual deciacutea que los gatos escarban en la tierra para esconder su estieacutercol y que en las casas sin patio como eacutesta lo hariacutean en las macetas de plantas o en cualquier otro escondrijo Lo apropiado era prepararles desde el primer diacutea una caja con arena para orientarles el haacutebito y asiacute lo hice Tambieacuten deciacutea que lo primero que hacen en casa nueva es marcar su territorio orinando por todas partes y aqueacutel pudo ser el caso pero el manual no deciacutea coacutemo remediarlo Seguiacutea sus trazas para familiarizarme con sus haacutebitos originales pero no di con sus escondites secretos sus sitios de reposo las causas de sus humores volubles Quise ensentildearlo a comer en sus horas a usar la cajita de arena en la terraza a no subirse en mi cama mientras yo dormiacutea ni a olisquear los alimentos en la mesa y no pude hacerle entender que la casa era suya por derecho propio y no como un botiacuten de guerra De modo que lo dejeacute a su aire

Al atardecer enfrenteacute el aguacero cuyos vientos huracanados amenazaban con desquiciar la casa Sufriacute un ataque de estornudos sucesivos me doliacutea el craacuteneo y teniacutea fiebre pero me sentiacutea poseiacutedo por una fuerza y una determinacioacuten que nunca tuve a ninguna edad y por ninguna causa Puse calderos en el piso para recoger las goteras y me di cuenta de que habiacutean aparecido otras nuevas desde el invierno anterior La maacutes grande habiacutea empezado a inundar el flanco derecho de la biblioteca Me apresureacute a rescatar a los autores griegos y latinos que viviacutean por aquel rumbo pero al quitar los libros encontreacute un chorro de alta presioacuten que saliacutea de un tubo roto en el fondo del muro Lo amordaceacute con trapos hasta donde pude para darme el tiempo de salvar los libros El estreacutepito del agua y el aullido del viento arreciaron en el parque De pronto un relaacutempago fantasmal y su trueno simultaacuteneo impregnaron el aire de un fuerte olor de azufre el viento desbaratoacute las vidrieras del balcoacuten y la tremenda borrasca de mar rompioacute los cerrojos y se metioacute dentro de la casa Sin embargo antes de diez minutos escampoacute de un tajo Un sol espleacutendido secoacute las calles llenas de escombros varados y volvioacute el calor

Cuando pasoacute el aguacero seguiacutea con la sensacioacuten de que no estaba solo en la casa Mi uacutenica explicacioacuten es que asiacute como los hechos reales se olvidan tambieacuten algunos que nunca fueron pueden estar en los recuerdos como si hubieran sido Pues si evocaba la emergencia del aguacero no me veiacutea a miacute mismo solo en la casa sino siempre acompantildeado por Delgadina La habiacutea sentido tan cerca en la noche que percibiacutea el rumor de su aliento en el dormitorio y los latidos de su mejilla en mi almohada Soacutelo asiacute entendiacute que hubieacuteramos podido hacer tanto en tan poco tiempo Me recordaba subido en el escabel de la biblioteca y la recordaba a ella despierta con su trajecito de flores recibiendo los libros para ponerlos a salvo La veiacutea correr de un lado al otro de la casa batallando con la tormenta empapada de lluvia con el agua a los tobillos Recordaba coacutemo preparoacute al diacutea siguiente un desayuno que nunca fue y puso la mesa mientras yo secaba los pisos y poniacutea orden en el naufragio de la casa Nunca olvideacute su mirada sombriacutea mientras desayunaacutebamos iquestPor queacute me conociste tan viejo Le contesteacute la verdad La edad no es la que uno tiene sino la que uno siente

Desde entonces la tuve en la memoria con tal nitidez que haciacutea de ella lo que queriacutea Le cambiaba el color de los ojos seguacuten mi estado de aacutenimo color de agua al

JUAN CARLOS 161104
escabel (Quizaacute del cat ant escabell y este del lat scabellum) m Tarima pequentildea que se pone delante de la silla para que descansen los pies de quien estaacute sentado || 2 Asiento pequentildeo hecho de tablas sin respaldo || 3 Persona o circunstancia de que alguien se aprovecha para medrar por lo general ambiciosamente13

Memorias de mis putas tristes 26 ______________________________________________________________________________________despertar color de almiacutebar cuando reiacutea color de lumbre cuando la contrariaba La vestiacutea para la edad y la condicioacuten que conveniacutean a mis cambios de humor novicia enamorada a los veinte antildeos puta de saloacuten a los cuarenta reina de Babilonia a los setenta santa a los cien Cantaacutebamos duetos de amor de Puccini boleros de Agustiacuten Lara tangos de Carlos Gardel y comprobaacutebamos una vez maacutes que quienes no cantan no pueden imaginar siquiera lo que es la felicidad de cantar Hoy seacute que no fue una alucinacioacuten sino un milagro maacutes del primer amor de mi vida a los noventa antildeos

Cuando la casa estuvo en orden llameacute a Rosa Cabarcas iexclDios Santo exclamoacute al oiacuter mi voz creiacute que te habiacuteas ahogado No podiacutea entender que hubiera vuelto a pasar la noche con la nintildea sin tocarla Tienes todo el derecho de que no te guste pero al menos poacutertate como un adulto Trateacute de explicarle pero ella cambioacute el tema sin transicioacuten De todos modos te tengo vista otra un poco mayor bella y tambieacuten virgen Su papaacute quiere cambiarla por una casa pero se puede discutir un descuentoSe me heloacute el corazoacuten Ni maacutes faltaba protesteacute asustado quiero la misma y como siempre sin fracasos sin peleas sin malos recuerdos Hubo un silencio en la liacutenea y por fin la voz sumisa con que dijo como para siacute misma Bueno esto debe ser lo que los meacutedicos llaman demencia senil

Fui a las diez de la noche con un chofer conocido por la extrantildea virtud de no hacer preguntas Lleveacute un ventilador portaacutetil y un cuadro de Orlando Rivera el querido Figurita y un martillo y un clavo para colgarlo En el camino hice una parada para comprar cepillos de dientes pasta dentiacutefrica jaboacuten de olor Agua de Florida tabletas de regaliz Quise llevar tambieacuten un buen florero y un ramo de rosas amarillas para conjurar la pava de las flores de papel pero no encontreacute nada abierto y tuve que robarme en un jardiacuten privado un ramo de astromelias recieacuten nacidas

Por instrucciones de la duentildea llegueacute desde entonces por la calle de atraacutes del lado del acueducto para que nadie me viera entrar por el portoacuten del huerto El chofer me previno Cuidado sabio en esa casa matan Le contesteacute Si es por amor no importa El patio estaba en tinieblas pero habiacutea luces de vida en las ventanas y un revoltijo de muacutesicas en los seis cuartos En el miacuteo a volumen maacutes alto distinguiacute la voz caacutelida de don Pedro Vargas el tenor de Ameacuterica con un bolero de Miguel Matamoros Sentiacute que iba a morir Empujeacute la puerta con la respiracioacuten desbaratada y vi a Delgadina en la cama como en mis recuerdos desnuda y dormida en santa paz del lado del corazoacuten

Antes de acostarme arregleacute el tocador puse el ventilador nuevo en lugar del oxidado y colgueacute el cuadro donde ella pudiera verlo desde la cama Me acosteacute a su lado y la reconociacute palmo a palmo Era la misma que andaba por mi casa las mismas manos que me reconociacutean al tacto en la oscuridad los mismos pies de pasos tenues que se confundiacutean con los del gato el mismo olor del sudor de mis saacutebanas el dedo del dedal Increiacuteble vieacutendola y tocaacutendola en carne y hueso me pareciacutea menos real que en mis recuerdos

Hay un cuadro en la pared de enfrente le dije Lo pintoacute Figurita un hombre a quien quisimos mucho el mejor bailariacuten de burdeles que existioacute jamaacutes y de tan buen corazoacuten que le teniacutea laacutestima al diablo Lo pintoacute con barniz de buques en el lienzo chamuscado de un avioacuten que se estrelloacute en la Sierra Nevada de Santa Marta y con pinceles fabricados por eacutel con pelos de su perro La mujer pintada es una monja que

Memorias de mis putas tristes 27 ______________________________________________________________________________________secuestroacute de un convento y se casoacute con ella Aquiacute lo dejo para que sea lo primero que veas al despertar

No habiacutea cambiado de posicioacuten cuando apagueacute la luz a la una de la madrugada y su respiracioacuten era tan tenue que le tomeacute el pulso para sentirla viva La sangre circulaba por sus venas con la fluidez de una cancioacuten que se ramificaba hasta los aacutembitos maacutes recoacutenditos de su cuerpo y volviacutea al corazoacuten purificada por el amor

Antes de irme al amanecer dibujeacute en un papel las liacuteneas de su mano y se las di a leer a la Diva Sahibiacute para conocer su alma Y fue asiacute una persona que soacutelo dice lo que piensa Es perfecta para trabajos manuales Tiene contacto con alguien que ya murioacute y del cual espera ayuda pero estaacute equivocada la ayuda que busca estaacute al alcance de su mano No ha tenido ninguna unioacuten pero va a morir mayor y casada Ahora tiene un hombre moreno que no ha de ser el de su vida Puede tener ocho hijos pero se va a decidir soacutelo por tres A los treinta y cinco antildeos si hace lo que le indique el corazoacuten y no la mente va a manejar mucho dinero y a los cuarenta recibiraacute una herencia Va a viajar mucho Tiene doble vida y doble suerte y puede influir sobre su propio destino Le gusta probar todo por curiosidad pero va a arrepentirse si no se orienta por el corazoacuten

Atormentado de amor hice reparar los estragos de la borrasca y aprovecheacute para hacer otros muchos remiendos que veniacutea demorando desde antildeos por insolvencia o por desidia Reorganiceacute la biblioteca en el orden en que habiacutea leiacutedo los libros Por uacuteltimo remateacute la pianola como reliquia histoacuterica con sus maacutes de cien rollos de claacutesicos y compreacute un tocadiscos usado pero mejor que el miacuteo con parlantes de alta fidelidad que engrandecieron el aacutembito de la casa Quedeacute al borde de la ruina pero bien compensado por el milagro de estar vivo a mi edad

La casa renaciacutea de sus cenizas y yo navegaba en el amor de Delgadina con una intensidad y una dicha que nunca conociacute en mi vida anterior Gracias a ella me enfrenteacute por vez primera con mi ser natural mientras transcurriacutean mis noventa antildeos Descubriacute que mi obsesioacuten de que cada cosa estuviera en su puesto cada asunto en su tiempo cada palabra en su estilo no era el premio merecido de una mente en orden sino al contrario todo un sistema de simulacioacuten inventado por miacute para ocultar el desorden de mi naturaleza Descubriacute que no soy disciplinado por virtud sino como reaccioacuten contra mi negligencia que parezco generoso por encubrir mi mezquindad que me paso de prudente por mal pensado que soy conciliador para no sucumbir a mis coacuteleras reprimidas que soacutelo soy puntual para que no se sepa cuan poco me importa el tiempo ajeno Descubriacute en fin que el amor no es un estado del alma sino un signo del zodiacuteaco

Me volviacute otro Trateacute de releer los claacutesicos que me orientaron en la adolescencia y no pude con ellos Me sumergiacute en las letras romaacutenticas que repudieacute cuando mi madre quiso imponeacutermelas con mano dura y por ellas tomeacute conciencia de que la fuerza invencible que ha impulsado al mundo no son los amores felices sino los contrariados Cuando mis gustos en muacutesica hicieron crisis me descubriacute atrasado y viejo y abriacute mi corazoacuten a las delicias del azar

Me pregunto coacutemo pude sucumbir en este veacutertigo perpetuo que yo mismo provocaba y temiacutea Flotaba entre nubes erraacuteticas y hablaba conmigo mismo ante el espejo con la vana ilusioacuten de averiguar quieacuten soy Era tal mi desvariacuteo que en una manifestacioacuten

Memorias de mis putas tristes 28 ______________________________________________________________________________________estudiantil con piedras y botellas tuve que sacar fuerzas de flaqueza para no ponerme al frente con un letrero que consagrara mi verdad Estoy loco de amor

Obnubilado por la evocacioacuten inclemente de Delgadina dormida cambieacute sin la menor malicia el espiacuteritu de mis notas dominicales Fuera cual fuera el asunto las escribiacutea para ella las reiacutea y las lloraba para ella y en cada palabra se me iba la vida En lugar de la foacutermula de gacetilla tradicional que tuvieron desde siempre las escribiacute como cartas de amor que cada quien podiacutea hacer suyas Propuse en el perioacutedico que el texto no se alzara en linotipo sino que fuera publicado con mi caligrafiacutea florentina Al jefe de redaccioacuten coacutemo no le parecioacute otro acceso de vanidad senil pero el director general lo convencioacute con una frase que todaviacutea anda suelta por la redaccioacuten

-No se equivoque los loquitos mansos se adelantan al porvenir

La respuesta puacuteblica fue inmediata y entusiasta con numerosas cartas de lectores enamorados Algunas las leiacutean en los noticieros de radio con urgencias de uacuteltima hora y se hicieron copias en mimeoacutegrafos o papel carboacuten que vendiacutean como cigarrillos de contrabando en las esquinas de la calle San Blas Desde el principio fue evidente que obedeciacutean a las ansias de expresarme pero me hice a la costumbre de tomarlas en cuenta al escribir y siempre con la voz de un hombre de noventa antildeos que no aprendioacute a pensar como viejo La comunidad intelectual como de soacutelito se mostroacute timorata y dividida y hasta los grafoacutelogos menos pensados montaron controversias por los anaacutelisis erraacuteticos de mi caligrafiacutea Fueron ellos los que dividieron los aacutenimos recalentaron la poleacutemica y pusieron de moda la nostalgia

Antes del fin del antildeo me habiacutea arreglado con Rosa Cabarcas para dejar en el cuarto el abanico eleacutectrico los recursos del tocador y lo que siguiera llevando en el futuro para hacerlo vivible Llegaba a las diez siempre con algo nuevo para ella o para gusto de ambos y dedicaba unos minutos a sacar la utileriacutea escondida para armar el teatro de nuestras noches Antes de irme nunca maacutes tarde de las cinco volviacutea a asegurar todo bajo llave La alcoba quedaba entonces tan escuaacutelida como fue en sus oriacutegenes para los amores tristes de los clientes casuales Una mantildeana oiacute que Marcos Peacuterez la voz maacutes escuchada de la radio desde el amanecer habiacutea decidido leer mi nota dominical en su noticiero de los lunes Cuando pude reprimir la naacuteusea dije sobrecogido Ya lo sabes Delgadina la fama es una sentildeora muy gorda que no duerme con uno pero cuando uno despierta estaacute siempre miraacutendonos frente a la cama

Uno de esos diacuteas me quedeacute a desayunar con Rosa Cabarcas que empezaba a parecerme menos decreacutepita a pesar del luto severo y del bonete negro que ya le tapaba las cejas Sus desayunos teniacutean fama de espleacutendidos con una carga de pimienta que me haciacutea llorar Al primer bocado de fuego vivo le dije bantildeado en laacutegrimas Esta noche no me haraacute falta la luna llena para que me arda el culo No te quejes dijo ella Si te arde es porque todaviacutea lo tienes a Dios gracias

Se sorprendioacute cuando mencioneacute el nombre de Delgadina No se llama asiacute dijo se llama No me lo digas la interrumpiacute para miacute es Delgadina Ella se encogioacute de hombros Bueno al fin y al cabo es tuya pero me parece un nombre de diureacutetico Le conteacute lo del letrero del tigre que la nintildea habiacutea escrito en el espejo No pudo ser ella

JUAN CARLOS 161104
timorato ta (Del lat timorātus) adj Tiacutemido indeciso encogido || 2 Dicho de una persona Que se escandaliza con exageracioacuten de cosas que no le parecen conformes a la moral convencional || 3 Que tiene temor de Dios y se gobierna por eacutel en sus operaciones
JUAN CARLOS 161104
obnubilar (Del lat obnubilāre) tr nublar (ǁ ofuscar o confundir) U t c prnl || 2 embelesar U t c prnl || 3 nublar (ǁ enturbiar la visioacuten) U t c prnl

Memorias de mis putas tristes 29 ______________________________________________________________________________________dijo Rosa porque no sabe leer ni escribir iquestEntonces quieacuten Ella se encogioacute de hombros Puede ser de alguien que se murioacute en el cuarto

Yo aprovechaba aquellos desayunos para desahogarme con Rosa Cabarcas y le pediacutea favores miacutenimos para el bienestar y el buen ver de Delgadina Me los concediacutea sin pensarlo con una picardiacutea de colegiala iexclQueacute risa me dijo por aquellos diacuteas Me siento como si me estuvieras pidiendo su mano Y a propoacutesito se le ocurrioacute iquestpor queacute no te casas con ella Me quedeacute de una pieza En serio insistioacute te sale maacutes barato Al fin y al cabo el problema a tu edad es servir o no servir pero ya me dijiste que lo tienes resuelto Le saliacute al paso El sexo es el consuelo que uno tiene cuando no le alcanza el amor

Ella soltoacute la risa Ay mi sabio siempre supe que eres muy hombre que siempre lo fuiste y me alegra que lo sigas siendo mientras tus enemigos entregan las armas Con razoacuten se habla tanto de ti iquestOiacuteste a Marcos Peacuterez Todo el mundo lo oye le dije para cortar el tema Pero ella insistioacute Tambieacuten el profesor Camacho y Cano en La hora de todo un poco dijo ayer que el mundo ya no es lo que era porque no quedan muchos hombres como tuacute

Aquel fin de semana encontreacute a Delgadina con fiebre y tos Desperteacute a Rosa Cabarcas para que me diera alguacuten remedio casero y me llevoacute al cuarto un botiquiacuten de primeros auxilios Dos diacuteas despueacutes Delgadina seguiacutea postrada y no habiacutea podido volver a su rutina de pegar botones El meacutedico le habiacutea prescrito un tratamiento casero para una gripa comuacuten que cederiacutea en una semana pero se alarmoacute por su estado general de desnutricioacuten Dejeacute de verla y sentiacute que me haciacutea falta y aprovecheacute para arreglar el cuarto sin ella

Lleveacute tambieacuten un dibujo a pluma de Cecilia Porras para Todos estaacutebamos a la espera el libro de cuentos de Alvaro Cepeda Lleveacute los seis tomos de Juan Cristoacutebal de Romain Rolland para pastorear mis vigilias De modo que cuando Delgadina pudo volver a la habitacioacuten la encontroacute digna de una felicidad sedentaria el aire purificado con un insecticida aromaacutetico paredes color de rosa laacutemparas matizadas flores nuevas en los floreros mis libros favoritos los buenos cuadros de mi madre colgados de otro modo seguacuten los gustos de hoy Habiacutea cambiado el viejo radio por uno de onda corta que manteniacutea sintonizado en un programa de muacutesica culta para que Delgadina aprendiera a dormir con los cuartetos de Mozart pero una noche lo encontreacute en una estacioacuten especializada en boleros de moda Era el gusto de ella sin duda y lo asumiacute sin dolor pues tambieacuten yo lo habiacutea cultivado con el corazoacuten en mis mejores diacuteas Antes de volver a casa al diacutea siguiente escribiacute en el espejo con el laacutepiz de labios Nintildea miacutea estamos solos en el mundo

Por esa eacutepoca tuve la rara impresioacuten de que se estaba volviendo mayor antes de tiempo Se lo comenteacute a Rosa Cabarcas y a ella le parecioacute natural Cumple quince antildeos el cinco de diciembre me dijo Una Sagitario perfecta Me inquietoacute que fuera tan real como para cumplir antildeos iquestQueacute podriacutea regalarle Una bicicleta dijo Rosa Cabarcas Tiene que atravesar la ciudad dos veces al diacutea para ir a pegar botones Me mostroacute en la trastienda la bicicleta que usaba y de verdad me parecioacute un cacharro indigno de una mujer tan bien amada Sin embargo me conmovioacute como la prueba tangible de que Delgadina existiacutea en la vida real

Memorias de mis putas tristes 30 ______________________________________________________________________________________Cuando fui a comprar la mejor bicicleta para ella no pude resistir la tentacioacuten de probarla y di algunas vueltas casuales en la rampa del almaceacuten Al vendedor que me preguntoacute la edad le contesteacute con la coqueteriacutea de la vejez Voy a cumplir noventa y uno El empleado dijo justo lo que yo queriacutea Pues representa veinte menos Yo mismo no entendiacutea coacutemo conservaba la praacutectica del colegio y me sentiacute colmado por un gozo radiante Empeceacute a cantar Primero para miacute mismo en voz baja y despueacutes a todo pecho con iacutenfulas del gran Caruso por entre los bazares abigarrados y el traacutefico demente del mercado puacuteblico La gente me miraba divertida me gritaban me incitaban a participar en la Vuelta a Colombia en silla de ruedas Yo les haciacutea con la mano un saludo de navegante feliz sin interrumpir la cancioacuten Esa semana en homenaje a Diciembre escribiacute otra nota atrevida Coacutemo ser feliz en bicicleta a los noventa antildeos

La noche de su cumpleantildeos le canteacute a Delgadina la cancioacuten completa y la beseacute por todo el cuerpo hasta quedarme sin aliento la espina dorsal veacutertebra por veacutertebra hasta las nalgas laacutenguidas el costado del lunar el de su corazoacuten inagotable A medida que la besaba aumentaba el calor de su cuerpo y exhalaba una fragancia montuna Ella me respondioacute con vibraciones nuevas en cada pulgada de su piel y en cada una encontreacute un calor distinto un sabor propio un gemido nuevo y toda ella resonoacute por dentro con un arpegio y sus pezones se abrieron en flor sin tocarlos Empezaba a adormecerme en la madrugada cuando sentiacute como un rumor de muchedumbres en el mar y un paacutenico de los aacuterboles que me atravesaron el corazoacuten Entonces fui al bantildeo y escribiacute en el espejo Delgadina de mi vida llegaron las brisas de Navidad Uno de mis recuerdos maacutes felices fue un trastorno que sentiacute una mantildeana como aqueacutella al salir de la escuela iquestQueacute me pasa La maestra me dijo alelada Ay nintildeo iquestno ves que son las brisas Ochenta antildeos despueacutes volviacute a sentirlo cuando me desperteacute en la cama de Delgadina y era el mismo diciembre que volviacutea puntual con sus cielos diaacutefanos las tormentas de arena los torbellinos callejeros que Desentechaban casas y les alzaban las faldas a las colegialas La ciudad adquiriacutea por entonces una resonancia fantasmal En noches de brisa podiacutean escucharse los gritos del mercado puacuteblico hasta en los barrios maacutes altos como si estuvieran a la vuelta de la esquina No era raro entonces que las raacutefagas de diciembre nos permitieran encontrar por sus voces a los amigos desperdigados en burdeles remotos

Sin embargo tambieacuten con las brisas me llegoacute la mala noticia de que Delgadina no podiacutea pasar las navidades conmigo sino con su familia Si algo detesto en este mundo son las fiestas obligatorias en que la gente llora porque estaacute alegre los fuegos de artificio los villancicos lelos las guirnaldas de papel crespoacuten que nada tienen que ver con un nintildeo que nacioacute hace dos mil quinientos antildeos en una caballeriza indigente Sin embargo cuando llegoacute la noche no pude resistir la nostalgia y me fui al cuarto sin ella Dormiacute bien y desperteacute junto a un oso de peluche que caminaba en dos patas como si fuera polar y una tarjeta que deciacutea Para el papaacute feo Rosa Cabarcas me habiacutea dicho que Delgadina estaba aprendiendo a leer con mis clases escritas en el espejo y su buena letra me parecioacute admirable Pero ella misma me defraudoacute con la noticia peor de que el oso era un regalo suyo asiacute que la noche de Antildeo Nuevo me quedeacute en mi casa y en mi cama desde las ocho y me dormiacute sin amarguras Fui feliz porque al toque de las doce entre los repiques furiosos de las campanas las sirenas de faacutebricas y bomberos los lamentos de los

JUAN CARLOS 161104
abigarrado da (Del part de abigarrar) adj De varios colores mal combinados || 2 Heterogeacuteneo reunido sin concierto Un extrantildeo y abigarrado libro Una multitud abigarrada 13

Memorias de mis putas tristes 31 ______________________________________________________________________________________buques las descargas de poacutelvora los cohetes sentiacute que Delgadina entroacute en punta de pies se acostoacute a mi lado y me dio un beso Tan real que me quedoacute en la boca su olor de regaliz

Memorias de mis putas tristes 32 ______________________________________________________________________________________

4A principios del nuevo antildeo empezaacutebamos a conocernos como si vivieacuteramos juntos y despiertos pues yo habiacutea encontrado un tono de voz cauteloso que ella oiacutea sin despertar y me contestaba con un lenguaje natural del cuerpo Sus estados de aacutenimo se le notaban en el modo de dormir De exhausta y montaraz que habiacutea sido al principio fue hacieacutendose a una paz interior que embelleciacutea su rostro y enriqueciacutea su suentildeo Le contaba mi vida le leiacutea al oiacutedo los borradores de mis notas dominicales en las que estaba ella sin decirlo y soacutelo ella

Por esa eacutepoca le dejeacute en la almohada unos zarcillos de esmeraldas que fueron de mi madre Los llevoacute puestos en la cita siguiente y no le luciacutean Le lleveacute despueacutes unos pendientes maacutes adecuados para el color de su piel Le expliqueacute Los primeros que te traje no te quedaban bien por tu tipo y el corte del cabello Estos te iraacuten mejor No llevoacute ninguno en las dos citas siguientes pero a la tercera se puso los que le habiacutea indicado Asiacute empeceacute a entender que no obedeciacutea a mis oacuterdenes pero aguardaba la ocasioacuten para complacerme Por esos diacuteas me sentiacute tan habituado a aquel geacutenero de vida domeacutestica que no seguiacute durmiendo desnudo sino que lleveacute las piyamas de seda china que habiacutea dejado de usar por no tener para quieacuten quitaacutermelas

Empeceacute a leerle El principito de Saint-Exupeacutery un autor franceacutes que el mundo entero admira maacutes que los franceses Fue el primero que la entretuvo sin despertarla hasta el punto de que tuve que ir dos diacuteas continuos para acabar de leeacuterselo Seguimos con los Cuentos de Perrault la Historia sagrada Las mil y una noches en una versioacuten desinfectada para nintildeos y por las diferencias entre uno y otro me di cuenta de que su suentildeo teniacutea diversos grados de profundidad seguacuten su intereacutes por las lecturas Cuando sentiacutea que habiacutea tocado fondo apagaba la luz y me dormiacutea abrazado a ella hasta que cantaban los gallos

Me sentiacutea tan feliz que la besaba en los paacuterpados muy suave y una noche ocurrioacute como una luz en el cielo sonrioacute por primera vez Maacutes tarde sin ninguacuten motivo se revolvioacute en la cama me dio la espalda y dijo disgustada Fue Isabel la que hizo llorar a los caracoles Exaltado por la ilusioacuten de un diaacutelogo le pregunteacute en el mismo tono iquestDe quieacuten eran No contestoacute Su voz teniacutea un rastro plebeyo como si no fuera suya sino de alguien ajeno que llevaba dentro Toda sombra de duda desaparecioacute entonces de mi alma la preferiacutea dormida

Mi uacutenico problema era el gato Estaba inapetente y hurantildeo y llevaba dos diacuteas sin levantar cabeza en su rincoacuten habitual y me tiroacute un zarpazo de fiera herida cuando

JUAN CARLOS 161104
zarcillo1 (Del lat circellus circulito) m Pendiente arete13
JUAN CARLOS 161104
montaraz (De monte y -araz) adj Que anda o estaacute hecho a andar por los montes o se ha criado en ellos || 2 Se dice del genio y propiedades agrestes groseras y feroces || 3 m Guarda de montes o heredades || 4 Sal Mayordomo de campo capataz que tiene a su cargo las labores y los ganados

Memorias de mis putas tristes 33 ______________________________________________________________________________________quise ponerlo en su canasto de mimbre para que Damiana lo llevara con el veterinario Apenas logroacute someterlo y se lo llevoacute pataleando dentro de un saco de fique Al cabo de un rato me llamoacute desde el criadero para decirme que no habiacutea maacutes remedio que sacrificarlo y necesitaban mi orden iquestPor queacute Porque ya estaacute muy viejo dijo Damiana Penseacute con rabia que a miacute tambieacuten podiacutean asarme vivo en un horno de gatos Me sentiacute inerme entre dos fuegos no habiacutea aprendido a querer el gato pero tampoco teniacutea corazoacuten para ordenar que lo mataran soacutelo porque era viejoiquestDoacutende lo deciacutea el manual

El incidente me conmocionoacute tanto que escribiacute una nota para el domingo con un tiacutetulo usurpado a Neruda iquestEs el gato un miacutenimo tigre de saloacuten La nota dio origen a una nueva campantildea que otra vez dividioacute a los lectores en favor y en contra de los gatos En cinco diacuteas prevalecioacute la tesis de que podiacutea ser liacutecito sacrificar un gato por razones de salud puacuteblica pero no porque estuviera viejo

Despueacutes de la muerte de mi madre me desvelaba el terror de que alguien me tocara mientras dormiacutea Una noche la sentiacute pero su voz me devolvioacute el sosiego Figlio mioacute poveretto Volviacute a sentirlo una madrugada en el cuarto de Delgadina y me retorciacute de gozo creyendo que ella me habiacutea tocado Pero no era Rosa Cabarcas en la oscuridad Viacutestete y ven conmigo me dijo tengo un problema serio

Asiacute era y maacutes serio de lo que pude imaginar A uno de los clientes grandes de la casa lo habiacutean asesinado a puntildealadas en el primer cuarto del pabelloacuten El asesino habiacutea escapado El cadaacutever enorme desnudo pero con los zapatos puestos teniacutea una palidez de pollo al vapor en la cama empapada de sangre Lo reconociacute de entrada era JMB un banquero grande famoso por su apostura su simpatiacutea y su buen vestir y sobre todo por la pulcritud de su hogar Teniacutea en el cuello dos heridas moradas como labios y una zanja en el vientre que no habiacutea acabado de sangrar Todaviacutea no empezaba el rigor Maacutes que sus heridas me impresionoacute que teniacutea un preservativo puesto y al parecer sin usar en el sexo desmirriado por la muerte

Rosa Cabarcas no sabiacutea con quieacuten iba porque tambieacuten eacutel teniacutea el privilegio de entrar por el portoacuten del huerto No se descartaba la sospecha de que su pareja fuera otro hombre Lo uacutenico que la duentildea queriacutea de miacute era que la ayudara a vestir el cadaacutever Estaba tan segura que me inquietoacute la idea de que la muerte fuera para ella un asunto de cocina No hay nada maacutes difiacutecil que vestir a un muerto le dije Lo he hecho a pasto de Dios replicoacute ella Es faacutecil si alguien me lo sostiene Le hice ver iquestTe imaginas quieacuten va a creer en un cuerpo tasajeado a cuchilladas dentro de un vestido intacto de caballero ingleacutes

Tembleacute por Delgadina Lo mejor seraacute que te la lleves tuacute me dijo Rosa Cabarcas Primero muerto le dije con la saliva helada Ella lo percibioacute y no pudo ocultar su desdeacuten iexclEstaacutes temblando Por ella dije aunque soacutelo era verdad a medias Aviacutesale que se vaya antes de que llegue nadie De acuerdo dijo ella aunque a ti como periodista no te pasaraacute nada Ni a ti tampoco le dije con cierto rencor Eres el uacutenico liberal que manda en este gobierno

La ciudad codiciada por su naturaleza paciacutefica y su seguridad congeacutenita arrastraba la desgracia de un asesinato escandaloso y atroz cada antildeo Aqueacutel no lo fue La noticia oficial en titulares excesivos y parca en detalles deciacutea que al joven banquero lo habiacutean asaltado y muerto a cuchilladas en la carretera de Pradomar por motivos

Memorias de mis putas tristes 34 ______________________________________________________________________________________incomprensibles No teniacutea enemigos El comunicado del gobierno sentildealaba como presuntos asesinos a refugiados del interior del paiacutes que estaban desatando una oleada de delincuencia comuacuten extrantildea al espiacuteritu ciacutevico de la poblacioacuten En las primeras horas hubo maacutes de cincuenta detenidos

Acudiacute escandalizado con el redactor judicial un periodista tiacutepico de los antildeos veinte con visera de celuloide verde y ligas en las mangas que presumiacutea de anticiparse a los hechos Sin embargo soacutelo conociacutea unas hilachas sueltas del crimen y yo se las completeacute hasta donde me fue prudente Asiacute escribimos cinco cuartillas a cuatro manos para una noticia de ocho columnas en primera paacutegina atribuida al fantasma eterno de las fuentes que nos merecen entero creacutedito Pero al Abominable Hombre de las Nueve -el censor- no le tembloacute el pulso para imponer la versioacuten oficial de que habiacutea sido un asalto de bandoleros liberales Yo me laveacute la conciencia con un centildeo de pesadumbre en el entierro maacutes ciacutenico y concurrido del siglo

Cuando regreseacute a casa aquella noche llameacute a Rosa Cabarcas para averiguar queacute habiacutea pasado con Delgadina pero no contestoacute el teleacutefono en cuatro diacuteas Al quinto fui a su casa con los dientes apretados Las puertas estaban selladas pero no por la policiacutea sino por la Sanidad Nadie en el vecindario daba noticias de nada Sin ninguacuten indicio de Delgadina me di a una buacutesqueda encarnizada y a veces ridiacutecula que me dejoacute acezante Paseacute diacuteas enteros observando a las joacutevenes ciclistas desde los escantildeos de un parque polvoriento donde los nintildeos jugaban a encaramarse en la estatua descascarada de Simoacuten Boliacutevar Pasaban pedaleando como venadas bellas disponibles listas para ser atrapadas a la gallina ciega Cuando se me acaboacute la esperanza me refugieacute en la paz de los boleros Fue como un bebedizo emponzontildeado cada palabra era ella Siempre habiacutea necesitado el silencio para escribir porque mi mente atendiacutea maacutes a la muacutesica que a la escritura Entonces fue al reveacutes soacutelo pude escribir a la sombra de los boleros Mi vida se llenoacute de ella Las notas que escribiacute aquellas dos semanas fueron modelos en clave para cartas de amor El jefe de redaccioacuten contrariado con la avalancha de respuestas me pidioacute que moderara el amor mientras pensaacutebamos coacutemo consolar a tantos lectores enamorados

La falta de sosiego acaboacute con el rigor de mis diacuteas Despertaba a las cinco pero me quedaba en la penumbra del cuarto imaginando a Delgadina en su vida irreal de levantar a sus hermanos vestirlos para la escuela darles el desayuno si lo habiacutea y atravesar la ciudad en bicicleta para cumplir la condena de coser botones Me pregunteacute asombrado iquestQueacute piensa una mujer mientras pega un botoacuten iquestPensaba en miacute iquestTambieacuten ella buscaba a Rosa Cabarcas para dar conmigo Paseacute hasta una semana sin quitarme el mameluco de mecaacutenico ni de diacutea ni de noche sin bantildearme sin afeitarme sin cepillarme los dientes porque el amor me ensentildeoacute demasiado tarde que uno se arregla para alguien se viste y se perfuma para alguien y yo nunca habiacutea tenido para quieacuten Damiana creyoacute que estaba enfermo cuando me encontroacute desnudo en la hamaca a las diez de la mantildeana La vi con los ojos turbios de la codicia y la inviteacute a revolearnos desnudos Ella con un desprecio me dijo

-iquestYa pensoacute lo que va a hacer si le digo que siacute

Asiacute supe hasta queacute punto me habiacutea corrompido el sufrimiento No me reconociacutea a miacute mismo en mi dolor de adolescente No volviacute a salir de la casa por no descuidar el teleacutefono Escribiacutea sin descolgarlo y al primer timbrazo le saltaba encima pensando

Memorias de mis putas tristes 35 ______________________________________________________________________________________que pudiera ser Rosa Cabarcas Interrumpiacutea a cada rato lo que estuviera haciendo para llamarla e insistiacute diacuteas enteros hasta comprender que era un teleacutefono sin corazoacuten

Al volver a casa una tarde de lluvia encontreacute el gato enroscado en la escalinata del portoacuten Estaba sucio y maltrecho y con una mansedumbre de laacutestima El manual me hizo ver que estaba enfermo y seguiacute sus normas para alentarlo De golpe mientras descabezaba un suentildeecito de siesta me despabiloacute la idea de que pudiera conducirme a la casa de Delgadina Lo lleveacute en una bolsa de mercado hasta la tienda de Rosa Cabarcas que seguiacutea sellada y sin indicios de vida pero se revolvioacute en el talego con tanto iacutempetu que logroacute escapar saltoacute la tapia del huerto y desaparecioacute entre los aacuterboles Toqueacute al portoacuten con el puntildeo y una voz militar preguntoacute sin abrir iquestQuieacuten vive Gente de paz dije yo para no ser menos Ando en pos de la duentildea No hay duentildea dijo la voz Por lo menos aacutebrame para coger el gato insistiacute No hay gato dijo Pregunteacute iquestQuieacuten es usted

-Nadie -dijo la voz

Siempre habiacutea entendido que morirse de amor no era maacutes que una licencia poeacutetica Aquella tarde de regreso a casa otra vez sin el gato y sin ella comprobeacute que no soacutelo era posible morirse sino que yo mismo viejo y sin nadie estaba murieacutendome de amor Pero tambieacuten me di cuenta de que era vaacutelida la verdad contraria no habriacutea cambiado por nada del mundo las delicias de mi pesadumbre Habiacutea perdido maacutes de quince antildeos tratando de traducir los cantos de Leopardi y soacutelo aquella tarde los sentiacute a fondo Ay de miacute si es amor cuaacutento atormenta

Mi entrada al perioacutedico en mameluco y mal afeitado despertoacute ciertas dudas sobre mi estado mental La casa remodelada con cabinas individuales de vidrio y luces cenitales pareciacutea una cliacutenica de maternidad El clima artificial callado y confortable invitaba a hablar en susurros y caminar en puntillas En el vestiacutebulo como virreyes muertos estaban los retratos al oacuteleo de los tres directores vitalicios y las fotografiacuteas de visitantes ilustres La enorme sala principal estaba presidida por la fotografiacutea gigantesca de la redaccioacuten actual tomada la tarde de mi cumpleantildeos No pude evitar la comparacioacuten mental con la otra de mis treinta antildeos y una vez maacutes comprobeacute con horror que se envejece maacutes y peor en los retratos que en la realidad La secretaria que me habiacutea besado la tarde del cumpleantildeos me preguntoacute si estaba enfermo Fui feliz de contestarle la verdad para que no la creyera Enfermo de amor Ella dijo iexclLaacutestima que no sea por miacute Yo le correspondiacute el cumplido No esteacute tan segura

El redactor judicial salioacute de su cabina gritando que habiacutea dos cadaacuteveres de muchachas sin identificar en el anfiteatro municipal Le pregunteacute asustado iquestDe queacute edad Joacutevenes dijo eacutel Pueden ser refugiadas del interior perseguidas hasta aquiacute por matones del reacutegimen Respireacute aliviado La situacioacuten nos invade en silencio como una mancha de sangre dije El redactor judicial ya lejos gritoacute

-De sangre no maestro de mierda

Algo peor me ocurrioacute diacuteas despueacutes cuando una muchacha instantaacutenea con una canasta igual a la del gato pasoacute como un escalofriacuteo frente a la libreriacutea Mundo La perseguiacute a codazos por entre la muchedumbre en el fragor de las doce del diacutea Era muy bella de trancos largos y con una fluidez para abrirse camino entre el gentiacuteo

Memorias de mis putas tristes 36 ______________________________________________________________________________________que me costoacute trabajo alcanzarla Por fin la rebaseacute y la mireacute de frente Ella me apartoacute con la mano sin detenerse ni pedir perdoacuten No era la que creiacutea pero su altivez me dolioacute como si lo fuera Comprendiacute entonces que no seriacutea capaz de reconocer a Delgadina despierta y vestida ni ella podiacutea saber quieacuten era yo si nunca me habiacutea visto En un acto de locura tejiacute durante tres diacuteas doce pares de zapatitos azules y rosados para recieacuten nacidos tratando de darme valor para no escuchar ni cantar ni recordar las canciones que me recordaban a ella

La verdad era que no podiacutea con mi alma y empezaba a tomar conciencia de la vejez por mis flaquezas frente al amor Una prueba todaviacutea maacutes dramaacutetica la tuve cuando un autobuacutes de servicio puacuteblico arrolloacute una ciclista en el puro centro comercial Acababan de llevaacutersela en una ambulancia y la magnitud de la tragedia se apreciaba por el estado de chatarra en que quedoacute la bicicleta sobre un charco de sangre viva Pero mi impresioacuten no fue tanta por los destrozos de la bicicleta como por la marca el modelo y el color No podiacutea ser otra que la que yo mismo le habiacutea regalado a Delgadina

Los testigos coincidieron en que la ciclista herida era muy joven alta y delgada y con el cabello corto y rizado Aturdido tomeacute el primer taxi que pasoacute y me hice llevar al hospital de Caridad un viejo edificio de muros ocres que pareciacutea una caacutercel encallada en un arenal Necesiteacute media hora para entrar y otra maacutes para salir de un patio fragante de aacuterboles frutales donde una mujer atribulada se me atravesoacute en el camino me miroacute a los ojos y exclamoacute

-Yo soy la que no buscas

Soacutelo entonces recordeacute que era alliacute donde viviacutean en libertad los internos mansos del manicomio municipal Tuve que identificarme como periodista ante la direccioacuten del hospital para que un enfermero me condujera al pabelloacuten de urgencias En elcuaderno de ingresos estaban los datos Rosalba Riacuteos dieciseacuteis antildeos sin oficio conocido Diagnoacutestico conmocioacuten cerebral Pronoacutestico reservado Pregunteacute al jefe del pabelloacuten si podiacutea verla con la esperanza iacutentima de que me dijeran que no pero me llevaron encantados por si queriacutea escribir sobre el estado de abandono del hospital

Atravesamos una sala abigarrada con un fuerte olor de aacutecido feacutenico y los enfermos apelotonados en las camas Al fondo en un cuarto solo tendida en una camilla metaacutelica estaba la que buscaacutebamos Teniacutea el craacuteneo cubierto de vendas la cara indescifrable gonfia y amoratada pero me bastoacute con verle los pies para saber que no era Soacutelo entonces se me ocurrioacute preguntarme iquestQueacute habriacutea hecho yo si hubiera sido ella

Todaviacutea enredado en las telarantildeas de la noche tuve el valor de ir el diacutea siguiente a la faacutebrica de camisas donde Rosa Cabarcas habiacutea dicho alguna vez que trabajaba la nintildea y le pediacute al propietario que nos mostrara sus instalaciones como modelo para un proyecto continental de las Naciones Unidas Era un libaneacutes paquideacutermico y taciturno que nos abrioacute las puertas de su reino con la ilusioacuten de ser un ejemplo universal

Trescientas joacutevenes de blusas blancas con la ceniza del mieacutercoles en la frente cosiacutean botones en la vasta nave iluminada Cuando nos vieron entrar se irguieron

Memorias de mis putas tristes 37 ______________________________________________________________________________________como colegialas y nos observaron de reojo mientras el gerente explicaba sus aportes al arte inmemorial de pegar botones Yo escrutaba las caras de cada una con el pavor de descubrir a Delgadina vestida y despierta Pero fue una de ellas la que me descubrioacute a miacute con la mirada temible de la admiracioacuten sin clemencia

-Diacutegame sentildeor iquestno es usted el que escribe las cartas de amor en el perioacutedico

Nunca me hubiera imaginado que una nintildea dormida pudiera causar en uno semejantes estragos Escapeacute de la faacutebrica sin despedirme ni pensar siquiera si alguna de aquellas viacutergenes de purgatorio era por fin la que buscaba Cuando saliacute de ahiacute el uacutenico sentimiento que me quedaba en la vida eran las ganas de llorar

Rosa Cabarcas llamoacute al cabo de un mes con una explicacioacuten increiacuteble se habiacutea tomado un merecido descanso en Cartagena de Indias despueacutes del asesinato del banquero No le creiacute desde luego pero la feliciteacute por su suerte y la dejeacute explayarse en su mentira antes de hacerle la pregunta que me borboritaba en el corazoacuten

-iquestY ella

Rosa Cabarcas hizo un silencio largo Ahiacute estaacute dijo al fin pero su voz se hizo evasiva Hay que esperar un tiempo iquestCuaacutento Ni idea ya te avisareacute Sentiacute que se me iba y la pareacute en seco Espeacuterate dame alguna luz No hay luz dijo ella y concluyoacute Ten cuidado puedes perjudicarte tuacute y sobre todo perjudicarla a ella Yo no estaba para esa clase de remilgos Le supliqueacute aunque fuera una oportunidad de acercarme a la verdad Al fin y al cabo le dije somos coacutemplices Ella no dio un paso maacutes Caacutelmate me dijo la nintildea estaacute bien y esperando que la llame pero ahora mismo no hay nada que hacer ni voy a decir nada maacutes Adioacutes

Me quedeacute con el teleacutefono en la mano sin saber por doacutende seguir pues tambieacuten la conociacutea bastante para pensar que no conseguiriacutea nada de ella si no era por las buenas Despueacutes del mediodiacutea me di una vuelta furtiva por su casa maacutes confiado en la casualidad que en la razoacuten y la encontreacute todaviacutea cerrada y con los sellos de la Sanidad Penseacute que Rosa Cabarcas me habiacutea telefoneado de otra parte tal vez de otra ciudad y la sola idea me llenoacute de presagios turbios No obstante a las seis de la tarde cuando menos lo esperaba me soltoacute por teleacutefono mi propio santo y sentildea

-Bueno ahora siacute

A las diez de la noche tembloroso y con los labios mordidos para no llorar fui cargado de cajas de chocolates suizos turrones y caramelos y una canasta de rosas ardientes para cubrir la cama La puerta estaba entreabierta las luces encendidas y en el radio se diluiacutea a medio volumen la sonata nuacutemero uno para violiacuten y piano de Brahms Delgadina en la cama estaba tan radiante y distinta que me costoacute trabajo reconocerla

Habiacutea crecido pero no se le notaba en la estatura sino en una madurez intensa que la haciacutea parecer con dos o tres antildeos maacutes y maacutes desnuda que nunca Sus poacutemulos altos la piel tostada por soles de mar bravo los labios finos y el cabello corto y rizado le infundiacutean a su rostro el resplandor androacutegino del Apolo de Praxiacuteteles Pero no habiacutea equiacutevoco posible porque sus senos habiacutean crecido hasta el punto de que no me cabiacutean en la mano sus caderas habiacutean acabado de formarse y sus huesos se

Memorias de mis putas tristes 38 ______________________________________________________________________________________habiacutean vuelto maacutes firmes y armoacutenicos Me encantaron aquellos aciertos de la naturaleza pero me aturdieron los artificios las pestantildeas postizas las untildeas de las manos y los pies esmaltadas de naacutecar y un perfume de a dos cuartillos que no teniacutea nada que ver con el amor Sin embargo lo que me sacoacute de quicio fue la fortuna que llevaba encima pendientes de oro con gajos de esmeraldas un collar de perlas naturales una pulsera de oro con resplandores de diamantes y anillos con piedras legiacutetimas en todos los dedos En la silla estaba su traje de nochera con lentejuelas y bordados y las zapatillas de raso Un vapor raro me subioacute de las entrantildeas

-iexclPuta -griteacute

Pues el diablo me soploacute en el oiacutedo un pensamiento siniestro Y fue asiacute la noche del crimen Rosa Cabarcas no debioacute tener tiempo ni serenidad para prevenir a la nintildea y la policiacutea la encontroacute en el cuarto sola menor de edad y sin coartada Nadie igual a Rosa Cabarcas para una situacioacuten como aqueacutella le vendioacute la virginidad de la nintildea a alguno de sus grandes cacaos a cambio de que a ella la sacaran limpia del crimen Lo primero claro fue desaparecer mientras se aplacaba el escaacutendalo iexclQueacute maravilla Una luna de miel para tres ellos dos en la cama y Rosa Cabarcas en una terraza de lujo disfrutando de su impunidad feliz Ciego de una furia insensata fui reventando contra las paredes cada cosa del cuarto las laacutemparas el radio el ventilador los espejos las jarras los vasos Lo hice sin prisa pero sin pausas con un grande estropicio y una embriaguez metoacutedica que me salvoacute la vida La nintildea dio un salto al primer estallido pero no me miroacute sino que se enroscoacute de espaldas a miacute y asiacute permanecioacute con espasmos entrecortados hasta que cesoacute el estropicio Las gallinas en el patio y los perros de la madrugada aumentaron el escaacutendalo Con la cegadora lucidez de la coacutelera tuve la inspiracioacuten final de prenderle fuego a la casa cuando aparecioacute en la puerta la figura impasible de Rosa Cabarcas en camisa de dormir No dijo nada Hizo con la vista el inventario del desastre y comproboacute que la nintildea estaba enroscada sobre siacute misma como un caracol y con la cabeza escondida entre los brazos aterrada pero intacta

-iexclDios miacuteo -exclamoacute Rosa Cabarcas- iexclQueacute no hubiera dado yo por un amor como eacuteste

Me midioacute de cuerpo entero con una mirada de misericordia y me ordenoacute Vamos La seguiacute hasta la casa me sirvioacute un vaso de agua en silencio me hizo una sentildea de que me sentara frente a ella y me puso en confesioacuten Bueno me dijo ahora poacutertate como un adulto y cueacutentame iquestqueacute te pasa

Le conteacute con lo que teniacutea como mi verdad revelada Rosa Cabarcas me escuchoacute en silencio sin asombro y por fin parecioacute iluminada Queacute maravilla dijo Siempre he dicho que los celos saben maacutes que la verdad Y entonces me contoacute la realidad sin reservas En efecto dijo en su ofuscacioacuten de la noche del crimen se habiacutea olvidado de la nintildea dormida en el cuarto Uno de sus clientes abogado del muerto ademaacutes repartioacute prebendas y sobornos a cuatro manos e invitoacute a Rosa Cabarcas a un hotel de reposo de Cartagena de Indias mientras se disipaba el escaacutendalo Creacuteeme dijo Rosa Cabarcas que en todo este tiempo no dejeacute de pensar ni un momento en ti y en la nintildea Volviacute antier y lo primero que hice fue llamarte por teleacutefono pero nadie contestoacute En cambio la nintildea vino enseguida y en tan mal estado que te la bantildeeacute te la vestiacute y te la mandeacute al saloacuten de belleza con la orden de que la arreglaran como una reina Ya viste coacutemo perfecta iquestLa ropa de lujo Son los trajes que les alquilo a mis

Memorias de mis putas tristes 39 ______________________________________________________________________________________pupilas maacutes pobres cuando tienen que ir a bailar con sus clientes iquestLas joyas Son las miacuteas dijo Basta con tocarlas para darse cuenta de que son diamantes de vidrio y estoperoles de hojalata De modo que no jodas concluyoacute Anda despieacutertala piacutedele perdoacuten y hazte cargo de ella de una vez Nadie merece ser maacutes feliz que ustedes

Hice un esfuerzo sobrenatural para creerle pero pudo maacutes el amor que la razoacuten iexclPutas le dije atormentado por el fuego vivo que me abrasaba las entrantildeas iexclEso es lo que son ustedes griteacute iexclPutas de mierda No quiero saber nada maacutes de tiacute ni de ninguna otra guaricha en el mundo y menos de ella Le hice desde la puerta una sentildeal de adioacutes para siempre Rosa Cabarcas no lo dudoacute

-Vete con Dios -me dijo con un rictus de tristeza y volvioacute a su vida real- De todos modos te pasareacute la cuenta del desmadre que me hiciste en el cuarto

Memorias de mis putas tristes 40 ______________________________________________________________________________________

5

Leyendo Los idus de marzo encontreacute una frase siniestra que el autor atribuye a Julio Ceacutesar Es imposible no terminar siendo como los otros creen que uno es No pude comprobar su verdadero origen en la propia obra de Julio Ceacutesar ni en las obras de sus bioacutegrafos desde Suetonio hasta Carcopino pero valioacute la pena conocerla Su fatalismo aplicado al curso de mi vida en los meses siguientes fue lo que me dio la determinacioacuten que me haciacutea falta no soacutelo para escribir esta memoria sino para empezarla sin pudores con el amor de Delgadina

No teniacutea un instante de sosiego apenas si probaba bocado y perdiacute tanto peso que no se me teniacutean los pantalones en la cintura Los dolores erraacuteticos se me quedaron en los huesos cambiaba de aacutenimo sin razoacuten pasaba las noches en un estado de deslumbramiento que no me permitiacutea leer ni escuchar muacutesica y en cambio se me iba el diacutea cabeceando por una somnolencia sonsa que no serviacutea para dormir

El alivio me cayoacute del cielo En la atestada goacutendola de Loma Fresca una vecina de asiento que no habiacutea visto subir me susurroacute al oiacutedo iquestTodaviacutea tiras Era Casilda Armenia un viejo amor de a tres por cinco que me habiacutea soportado como cliente asiduo desde que era una adolescente altiva Una vez retirada medio enferma y sin un clavo se habiacutea casado con un hortelano chino que le dio nombre y apoyo y quizaacutes un poco de amor A los setenta y tres antildeos teniacutea el peso de siempre seguiacutea bella y de caraacutecter fuerte y conservaba intacto el desparpajo del oficio

Me llevoacute a su casa una huerta de chinos en una colina de la carretera al mar Nos sentamos en las sillas de playa de la terraza umbriacutea entre helechos y frondas de astromelias y jaulas de paacutejaros colgadas en el alero En la falda de la colina se veiacutean los hortelanos chinos con sombreros de cono sembrando las hortalizas bajo el sol abrasante y el pieacutelago gris de las Bocas de Ceniza con los dos tajamares de rocas que canalizan el riacuteo varias leguas en el mar Mientras conversaacutebamos vimos entrar un trasatlaacutentico blanco por la desembocadura y lo seguimos callados hasta oiacuter su bramido de toro luacutegubre en el puerto fluvial Ella suspiroacute iquestTe das cuenta En maacutes de medio siglo es la primera vez que no te recibo la visita en la cama Ya somos otros dije Ella prosiguioacute sin oiacuterme Cada vez que dicen cosas de ti en el radio que te elogian por el carintildeo que te tiene la gente y te llaman maestro del amor imagiacutenate pienso que nadie te conocioacute tus gracias y tus mantildeas tan bien como yo En serio dijo nadie hubiera podido soportarte mejor

No resistiacute maacutes Ella lo sintioacute vio mis ojos huacutemedos de laacutegrimas y soacutelo entonces debioacute descubrir que ya no era el que fui y le sostuve la mirada con un valor del que

Memorias de mis putas tristes 41 ______________________________________________________________________________________nunca me creiacute capaz Es que me estoy volviendo viejo le dijeYa lo estamos suspiroacute ella Lo que pasa es que uno no lo siente por dentro pero desde fuera todo el mundo lo ve

Era imposible no abrirle el corazoacuten asiacute que le conteacute la historia completa que me ardiacutea en las entrantildeas desde mi primera llamada a Rosa Cabarcas la viacutespera de mis noventa antildeos hasta la noche traacutegica en que hice antildeicos el cuarto y no regreseacute maacutes Ella me oyoacute el desahogo como si estuviera vivieacutendolo lo rumioacute muy despacio y por fin sonrioacute

-Haz lo que quieras pero no pierdas a esa criatura -me dijo- No hay peor desgracia que morir solo

Fuimos a Puerto Colombia en el trenecito de juguete tan despacioso como un caballo Almorzamos frente al muelle de maderas carcomidas por donde habiacutea entrado el mundo entero al paiacutes antes que se dragaran las Bocas de Ceniza Nos sentamos bajo un cobertizo de palma donde las grandes matronas negras serviacutean pargos fritos con arroz de coco y tajadas de plaacutetano verde Dormitamos en el sopor denso de las dos y seguimos conversando hasta que se hundioacute en el mar el inmenso sol de candela La realidad me pareciacutea fantaacutestica Mira adonde ha venido a dar nuestra luna de miel se burloacute ella Pero prosiguioacute en serio Hoy miro para atraacutes veo la fila de miles de hombres que pasaron por mis camas y dariacutea el alma por haberme quedado aunque fuera con el peor Gracias a Dios encontreacute mi chino a tiempo Es como estar casada con el dedo mentildeique pero es soacutelo miacuteo

Me miroacute a los ojos midioacute mi reaccioacuten a lo que acababa de contarme y me dijo Asiacute que vete a buscar ahora mismo a esa pobre criatura aunque sea verdad lo que te dicen los celos sea como sea que lo bailado no te lo quita nadie Pero eso siacute sin romanticismos de abuelo Despieacutertala tiacuteratela hasta por las orejas con esa pinga de burro con que te premioacute el diablo por tu cobardiacutea y tu mezquindad En serio terminoacute con el alma no te vayas a morir sin probar la maravilla de tirar con amor

El pulso me temblaba al diacutea siguiente cuando marqueacute el nuacutemero del teleacutefono Tanto por la tensioacuten del reencuentro con Delgadina como por la incertidumbre de la forma en que Rosa Cabarcas me respondiera Habiacuteamos tenido una disputa seria por el abuso con que tasoacute los destrozos que hice en su cuarto Tuve que vender uno de los cuadros maacutes amados de mi madre cuyo valor se calculaba en una fortuna pero a la hora de la verdad no llegoacute a un deacutecimo de mis ilusiones

Aumenteacute la suma con el resto de mis ahorros y se la lleveacute a Rosa Cabarcas con una consigna inapelable Lo tomas o lo dejas Fue un acto suicida porque soacutelo con vender uno de mis secretos ella habriacutea aniquilado mi buen nombre Pero no respingoacute sino que se quedoacute con los cuadros que habiacutea tomado en prenda la noche del pleito Fui el perdedor absoluto en una sola jugada me quedeacute sin Delgadina sin Rosa Cabarcas y sin mis uacuteltimos ahorros Sin embargo oiacute el timbre del teleacutefono una vez dos veces tres y por fin ella iquestA ver No me salioacute la voz Colgueacute Me echeacute en la hamaca tratando de serenarme con la liacuterica asceacutetica de Satie y sudeacute tanto que el lienzo quedoacute empapado Hasta el diacutea siguiente no tuve el valor de llamar

-Bueno mujer -dije con voz firme- Hoy siacute

Memorias de mis putas tristes 42 ______________________________________________________________________________________Rosa Cabarcas coacutemo no estaba maacutes allaacute de todo Ay mi sabio triste suspiroacute con su aacutenimo invencible te pierdes dos meses y soacutelo vuelves para pedir ilusiones Me contoacute que no habiacutea visto a Delgadina desde haciacutea maacutes de un mes que pareciacutea tan repuesta del susto de mis estropicios que ni siquiera habloacute de ellos ni preguntoacute por miacute y estaba muy contenta en un nuevo empleo maacutes coacutemodo y mejor pagado que coser botones Una oleada de fuego vivo me quemoacute las entrantildeas Soacutelo puede ser de puta dije Rosa me replicoacute sin pestantildeear No seas bruto si asiacute fuera estariacutea aquiacute iquestO doacutende podriacutea estar mejor La rapidez de su loacutegica me agravoacute la duda iquestY coacutemo seacute que no estaacute ahiacute En ese caso replicoacute ella lo que maacutes te conviene es no saberlo iquestO no Una vez maacutes la odieacute Ella a prueba de erosiones prometioacute rastrear a la nintildea Sin muchas esperanzas porque el teleacutefono de la vecina donde la llamaba seguiacutea cortado y no teniacutea la menor idea de doacutende viviacutea Pero no era para echarse a morir queacute carajo dijo te llamo en una hora

Fue una hora de tres diacuteas pero encontroacute a la nintildea disponible y sana Volviacute avergonzado y la beseacute palmo a palmo como penitencia desde las doce de la noche hasta que cantaron los gallos Un perdoacuten largo que me prometiacute seguir repitiendo para siempre y fue como empezar otra vez por el principio El cuarto habiacutea sido desmantelado y el mal uso habiacutea acabado con todo lo que yo habiacutea puesto Ella lo habiacutea dejado asiacute y me dijo que cualquier mejora teniacutea que hacerla yo por lo que estaba debieacutendole Sin embargo mi situacioacuten econoacutemica tocaba fondo El dinero de las jubilaciones alcanzaba cada vez para menos Las pocas cosas vendibles que quedaban en la casa -salvo las joyas sagradas de mi madre- careciacutean de valor comercial y nada era bastante viejo para ser antiguo En tiempos mejores el gobernador me habiacutea hecho la oferta tentadora de comprarme en bloque los libros de los claacutesicos griegos latinos y espantildeoles para la Biblioteca Departamental pero no tuve corazoacuten para venderlos Despueacutes con los cambios poliacuteticos y el deterioro del mundo nadie del gobierno pensaba en las artes ni las letras Cansado de buscar una solucioacuten decente me echeacute al bolsillo las joyas que Delgadina me habiacutea devuelto y me fui a empentildearlas en un callejoacuten siniestro que conduciacutea al mercado puacuteblico Con aires de sabio distraiacutedo recorriacute varias veces aquel tugurio atiborrado de cantinas de mala muerte libreriacuteas de viejo y casas de empentildeo pero la dignidad de Florina de Dios me cerroacute el paso no me atreviacute Entonces decidiacute venderlas con la frente en alto a la joyeriacutea maacutes antigua y acreditada

El dependiente me hizo algunas preguntas mientras examinaba las joyas con su monoacuteculo Teniacutea la conducta el estilo y el pavor de un meacutedico Le expliqueacute que eran joyas heredadas de mi madre El aprobaba con un gruntildeido cada una de mis explicaciones y por fin se quitoacute el monoacuteculo

-Lo siento -dijo- pero son culos de botellas

Ante mi sorpresa me explicoacute con una suave conmiseracioacuten Menos mal que el oro es oro y el platino es platino Me toqueacute el bolsillo para asegurarme de que llevaba las facturas de compra y dije sin resabios

-Pues fueron compradas en esta noble casa hace maacutes de cien antildeos

El no se inmutoacute Suele suceder dijo que en las joyas hereditarias vayan desapareciendo las piedras maacutes valiosas con el paso del tiempo sustituidas por diacutescolos de la familia o por joyeros bandidos y soacutelo cuando alguien trata de

Memorias de mis putas tristes 43 ______________________________________________________________________________________venderlas se descubre el fraude Pero permiacutetame un segundo dijo y se llevoacute las joyas por la puerta del fondo Al cabo de un momento regresoacute y sin explicacioacuten alguna me indicoacute que me sentara en la silla de espera y siguioacute trabajando

Examineacute la tienda Habiacutea ido con mi madre varias veces y recordaba una frase recurrente No se lo digas a tu papaacute De pronto se me ocurrioacute una idea que me crispoacute iquestno seriacutea que Rosa Cabarcas y Delgadina de comuacuten acuerdo habiacutean vendido las piedras legiacutetimas y me devolvieron las joyas con las piedras falsas

Estaba ardiendo en dudas cuando una secretaria me invitoacute a seguirla por la misma puerta del fondo hasta una oficina pequentildea con una larga estanteriacutea de gruesos voluacutemenes Un beduino colosal se levantoacute en el escritorio del fondo y me estrechoacute la mano tuteaacutendome con una efusioacuten de viejo amigo Hicimos juntos el bachillerato me dijo a modo de saludo Me fue faacutecil recordarlo era el mejor futbolista de la escuela y campeoacuten de nuestros primeros burdeles Habiacutea dejado de verlo en alguacuten momento incierto y debioacute verme tan decreacutepito que me confundioacute con un condisciacutepulo de su infancia

Sobre el cristal del escritorio teniacutea abierto uno de los mamotretos del archivo donde estaba la memoria de las joyas de mi madre Una relacioacuten exacta con fechas y detalles de que ella en persona habiacutea hecho cambiar las piedras de dos generaciones de hermosas y dignas Cargamantos y habiacutea vendido las legiacutetimas a la misma tienda Esto habiacutea ocurrido cuando el padre del propietario actual estaba al frente de la joyeriacutea y eacutel y yo en la escuela Pero eacutel mismo me tranquilizoacute aquellas triquintildeuelas eran de uso corriente entre las grandes familias en desgracia para resolver urgencias de plata sin sacrificar el honor Ante la realidad cruda preferiacute conservarlas como recuerdo de otra Florina de Dios que nunca conociacute

A principios de julio sentiacute la distancia real de la muerte Mi corazoacuten perdioacute el paso y empeceacute a ver y sentir por todos lados los presagios inequiacutevocos del final El maacutes niacutetido fue en el concierto de Bellas Artes El aire acondicionado habiacutea fallado y la flor y nata de las artes y las letras se cocinaban al bantildeomariacutea en el saloacuten abarrotado pero la magia de la muacutesica era un clima celestial Al final con el Allegretto poco mosso me estremecioacute la revelacioacuten deslumbrante de que estaba escuchando el uacuteltimo concierto que me deparaba el destino antes de morir No sentiacute dolor ni miedo sino la emocioacuten arrasadora de haber alcanzado a vivirlo

Cuando por fin logreacute abrirme camino empapado de sudor a traveacutes de los abrazos y las fotos me encontreacute de manos a boca con Ximena Ortiz como una diosa de cien antildeos en la silla de ruedas Su sola presencia se me imponiacutea como un pecado mortal Teniacutea una tuacutenica de seda color marfil tan tersa como su piel un hilo de perlas legiacutetimas de tres vueltas el cabello color de naacutecar cortado a la moda de los veintes con una punta de ala de gaviota en la mejilla y los grandes ojos amarillos iluminados por la sombra natural de las ojeras Todo en ella contradeciacutea el rumor de que su mente estaba quedaacutendose en blanco por la erosioacuten irredimible de la memoria Petrificado y sin recursos frente a ella me sobrepuse al vaho de fuego que me subioacute a la cara y la saludeacute en silencio con una venia versallesca Ella sonrioacute como una reina y me agarroacute la mano Entonces me di cuenta de que tambieacuten aquello era una coartada del destino y no la perdiacute para sacarme una espina que me estorbaba desde siempre He sontildeado durante antildeos con este momento le dije Ella no parecioacute

Memorias de mis putas tristes 44 ______________________________________________________________________________________entender iexclNo me digas dijo iquestY tuacute quieacuten eres No supe nunca si en verdad lo habiacutea olvidado o si fue la venganza final de su vida

La certidumbre de ser mortal en cambio me habiacutea sorprendido poco antes de los cincuenta antildeos en una ocasioacuten como aqueacutella una noche de carnaval en que bailaba un tango apache con una mujer fenomenal a la que nunca le vi la cara maacutes corpulenta que yo como por cuarenta libras y maacutes alta como de dos palmos que sin embargo se dejaba llevar como una pluma al viento Bailaacutebamos tan apretados que sentiacutea circular su sangre por las venas y me hallaba como adormecido de gusto con su resuello trabajoso su grajo de amoniacuteaco sus tetas de astroacutenoma cuando me sacudioacute por la primera vez y casi me derriboacute por tierra el freacutemito de la muerte Fue como un oraacuteculo brutal en el oiacutedo Hagas lo que hagas en este antildeo o dentro de ciento estaraacutes muerto hasta jamaacutes Ella se separoacute asustada iquestQueacute le pasa Nada le dije tratando de sujetarme el corazoacuten

-Tiemblo por usted

Desde entonces empeceacute a medir la vida no por antildeos sino por deacutecadas La de los cincuenta habiacutea sido decisiva porque tomeacute conciencia de que casi todo el mundo era menor que yo La de los sesenta fue la maacutes intensa por la sospecha de que ya no me quedaba tiempo para equivocarme La de los setenta fue temible por una cierta posibilidad de que fuera la uacuteltima No obstante cuando desperteacute vivo la primera mantildeana de mis noventa antildeos en la cama feliz de Delgadina se me atravesoacute la idea complaciente de que la vida no fuera algo que transcurre como el riacuteo revuelto de Heraacuteclito sino una ocasioacuten uacutenica de voltearse en la parrilla y seguir asaacutendose del otro costado por noventa antildeos maacutes

Me volviacute de laacutegrima faacutecil Cualquier sentimiento que tuviera algo que ver con la ternura me causaba un nudo en la garganta que no siempre lograba dominar y penseacute en renunciar al placer solitario de velar el suentildeo de Delgadina no tanto por la incertidumbre de mi muerte como por el dolor de imaginarla sin miacute en el resto de su vida Uno de aquellos diacuteas inciertos fui a dar por distraccioacuten a la muy noble calle de los Notarios y me sorprendioacute no encontrar nada maacutes que los escombros del viejo hotel de lance donde fui iniciado por la fuerza en las artes del amor poco antes de mis doce antildeos Habiacutea sido una mansioacuten de antiguos navieros espleacutendida como pocas en la ciudad con columnas enchapadas de alabastro y frisos de oropeles alrededor de un patio interior con una cuacutepula de cristales de siete colores que irradiaba un resplandor de invernadero En la planta baja con un portal goacutetico sobre la calle estuvieron por maacutes de un siglo las notariacuteas coloniales en las que trabajoacute prosperoacute y se arruinoacute mi padre en toda una vida de suentildeos fantaacutesticos Las familias histoacutericas abandonaron poco a poco los pisos superiores que terminaron ocupados por una legioacuten de nocheras en desgracia que subiacutean y bajaban hasta el amanecer con los clientes atrapados por un peso y medio en las cantinas del cercano puerto fluvial

A mis doce antildeos todaviacutea con mis pantalones cortos y mis botitas de la escuela primaria no pude resistir la tentacioacuten de conocer los pisos superiores mientras mi padre se debatiacutea en una de sus reuniones interminables y me encontreacute con un espectaacuteculo celestial Las mujeres que malvendiacutean sus cuerpos hasta el amanecer se moviacutean por la casa desde las once de la mantildeana cuando ya la caniacutecula del vitral era insoportable y teniacutean que hacer su vida domeacutestica caminando en pelotas por

JUAN CARLOS 161104
caniacutecula (Del lat canicŭla) f Periacuteodo del antildeo en que es maacutes fuerte el calor || 2 Astr Tiempo del nacimiento heliacuteaco de Sirio que antiguamente coincidiacutea con la eacutepoca maacutes calurosa del antildeo pero que hoy no se verifica hasta fines de agosto13
JUAN CARLOS 161104
freacutemito (Del lat fremĭtus) m bramido

Memorias de mis putas tristes 45 ______________________________________________________________________________________toda la casa mientras comentaban a gritos sus aventuras de la noche Me quedeacute aterrorizado Lo uacutenico que se me ocurrioacute fue escapar por donde habiacutea llegado cuando una de las desnudas de carnes macizas olorosas a jaboacuten de monte me abrazoacute por la espalda y me llevoacute en vilo hasta su cubiacuteculo de cartoacuten sin que yo pudiera verla en medio de la griteriacutea y los aplausos de las inquilinas en cueros Me tiroacute bocarriba en su cama para cuatro me quitoacute los pantalones con una maniobra maestra y se acaballoacute sobre miacute pero el terror helado que me empapaba el cuerpo me impidioacute recibirla como un hombre Aquella noche desvelado en la cama de mi casa por la verguumlenza del asalto no pude dormir maacutes de una hora con las ansias de volver a verla Pero la mantildeana siguiente mientras los trasnochados dormiacutean subiacute temblando hasta su cubiacuteculo y la desperteacute llorando a gritos con un amor enloquecido que duroacute hasta que se lo llevoacute sin misericordia el ventarroacuten de la vida real Se llamaba Castorina y era la reina de la casa

Los cubiacuteculos del hotel costaban un peso para los amores de paso pero muy pocos sabiacuteamos que costaban lo mismo hasta por veinticuatro horas Ademaacutes Castorina me introdujo en su mundo de mala muerte donde invitaban a los clientes pobres a sus desayunos de gala le prestaban el jaboacuten les atendiacutean los dolores de muela y en casos de urgencia mayor les daban un amor de caridad

Pero en las tardes de la uacuteltima vejez se acordaba de la inmortal Castorina muerta quien sabiacutea cuando que habiacutea sucedido desde las esquinas miserables del muelle fluvial hasta el trono sagrado de mamasanta mayor con un parche de pirata en el ojo perdido en el pleito de cantina Su uacuteltimo machucante de planta un negro feliz de Camaguumley a quien llamaba Jonaacutes el Galeote habiacutea sido un trompetista de los grandes en La Habana hasta que perdioacute la sonrisa completa en una cataacutestrofe de trenes

Al salir de aquella visita amarga sentiacute una punzada en el corazoacuten que no habiacutea logrado aliviar en tres diacuteas con toda clase de poacutecimas caseras El meacutedico al que acudiacute de urgencia miembro de una estirpe de insignes era nieto del que me vio a mis cuarenta y dos antildeos y me asustoacute que pareciera el mismo pues estaba tan envejecido como su abuelo a los setenta por una calvicie prematura unos lentes de miope sin regreso y una tristeza inconsolable Me hizo un examen minucioso de cuerpo entero con una concentracioacuten de orfebre Me auscultoacute el pecho y la espalda y me revisoacute la presioacuten arterial los reflejos de la rodilla el fondo del ojo el color del paacuterpado inferior En las pausas mientras yo cambiaba de posicioacuten en la mesa de reconocimiento me haciacutea preguntas tan vagas y raacutepidas que apenas si me daban tiempo de pensar las respuestas Al cabo de una hora me miroacute con una sonrisa feliz Bueno dijo creo que no tengo nada que hacer por usted iquestQueacute quiere decir Que su estado es el mejor posible a su edad Queacute curioso le dije lo mismo me dijo su abuelo cuando yo teniacutea cuarenta y dos antildeos como si el tiempo no pasara Siempre encontraraacute uno que se lo diga dijo porque siempre tendraacute una edad Yo provocaacutendolo para una sentencia aterradora le dije La uacutenica definitiva es la muerte Siacute dijo eacutel pero no es faacutecil llegar a ella en tan buen estado como usted Siento de veras no poder complacerlo

Eran recuerdos nobles pero la viacutespera del 29 de agosto sentiacute el peso inmenso del siglo que me esperaba impasible cuando subiacute con pasos de hierro las escaleras de mi casa Entonces volviacute a ver una vez maacutes a Florina de Dios mi madre en mi cama que habiacutea sido la suya hasta su muerte y me hizo la misma bendicioacuten de la uacuteltima

Memorias de mis putas tristes 46 ______________________________________________________________________________________vez que la vi dos horas antes de morir Trastornado por la conmocioacuten lo entendiacute como el anuncio final y llameacute a Rosa Cabarcas para que me llevara a mi nintildea aquella misma noche en previsioacuten de que no se cumpliera mi ilusioacuten de sobrevivir hasta el uacuteltimo aliento de mis noventa antildeos Volviacute a llamarla a las ocho y una vez maacutes repitioacute que no era posible Tiene que serlo a cualquier precio le griteacute aterrorizado Colgoacute sin despedirse pero quince minutos despueacutes volvioacute a llamar

-Bueno aquiacute la tienes

Llegueacute a las diez y veinte de la noche y le di a Rosa Cabarcas las uacuteltimas cartas de mi vida con mis disposiciones sobre la nintildea despueacutes de mi final terrible Ella pensoacute que me habiacutea impresionado con el acuchillado y me dijo con aires de burla Si te vas a morir que no sea aquiacute imagiacutenate Pero yo le dije Di que me atropello el tren de Puerto Colombia ese pobre cacharro de laacutestima incapaz de matar a nadie

Preparado para todo aquella noche me acosteacute bocarriba a la espera del dolor final en el primer instante de mis noventa y un antildeos Oiacute campanas distantes sentiacute la fragancia del alma de Delgadina dormida de costado oiacute un grito en el horizonte sollozos de alguien que quizaacutes habiacutea muerto un siglo antes en la alcoba Entonces apagueacute la luz con el uacuteltimo aliento entrelaceacute mis dedos con los suyos para llevaacutermela de la mano y conteacute las doce campanadas de las doce con mis doce laacutegrimas finales hasta que empezaron a cantar los gallos y enseguida las campanas de gloria los cohetes de fiesta que celebraban el juacutebilo de haber sobrevivido sano y salvo a mis noventa antildeos

Mis primeras palabras fueron para Rosa Cabarcas Te compro la casa toda con la tienda y el huerto Ella me dijo Hagamos una apuesta de viejos el que se muera primero se queda con todo lo del otro firmado ante notario No porque si yo me muero todo deberiacutea ser para ella Es igual dijo Rosa Cabarcas yo me hago cargo de la nintildea y despueacutes le dejo todo lo tuyo y lo miacuteo no tengo a nadie maacutes en este mundo Mientras tanto remodelamos tu cuarto con buenos servicios aire acondicionado y tus libros y tu muacutesica

-iquestCrees que ella estaraacute de acuerdo

-Ay mi sabio triste estaacute bien que esteacutes viejo pero no pendejo -dijo Rosa Cabarcas muerta de risa- Esa pobre criatura estaacute lela de amor por ti

Saliacute a la calle radiante y por primera vez me reconociacute a miacute mismo en el horizonte remoto de mi primer siglo Mi casa callada y en orden a las seis y cuarto empezaba a gozar los colores de una aurora feliz Damiana cantaba a toda voz en la cocina y el gato redivivo enroscoacute la cola en mis tobillos y siguioacute caminando conmigo hasta mi mesa de escribir Estaba ordenando mis papeles marchitos el tintero la pluma de ganso cuando el sol estalloacute entre los almendros del parque y el buque fluvial del correo retrasado una semana por la sequiacutea entroacute bramando en el canal del puerto Era por fin la vida real con mi corazoacuten a salvo y condenado a morir de buen amor en la agoniacutea feliz de cualquier diacutea despueacutes de mis cien antildeos

Mayo de 2004

Page 14: · Web viewVivo en una casa colonial en la acera de sol del parque de San Nicolás, donde he pasado todos los días de mi vida sin mujer ni fortuna, donde vivieron y murieron mis padres,

Memorias de mis putas tristes 14 ______________________________________________________________________________________Alguien lloraba a gritos en la calle y nadie le haciacutea caso Receacute por eacutel si le hiciera falta y tambieacuten por miacute en accioacuten de gracias por los beneficios recibidos No se engantildee nadie no pensando que ha de durar lo que espera maacutes que duroacute lo que vioLa nintildea gimioacute en suentildeos y receacute tambieacuten por ella Pues que todo ha de pasar por tal manera Despueacutes apagueacute el radio y la luz para dormir

Desperteacute de madrugada sin recordar doacutende estaba La nintildea seguiacutea dormida de espaldas a miacute en posicioacuten fetal Tuve la sensacioacuten indefinida de que la habiacutea sentido levantarse en la oscuridad y de haber oiacutedo el desaguumle del bantildeo pero lo mismo pudo ser un suentildeo Fue algo nuevo para miacute Ignoraba las mantildeas de la seduccioacuten y siempre habiacutea escogido al azar las novias de una noche maacutes por el precio que por los encantos y haciacuteamos amores sin amor medio vestidos las maacutes de las veces y siempre en la oscuridad para imaginarnos mejores Aquella noche descubriacute el placer inverosiacutemil de contemplar el cuerpo de una mujer dormida sin los apremios del deseo o los estorbos del pudor

Me levanteacute a las cinco inquieto porque mi nota dominical debiacutea estar en la mesa de redaccioacuten antes de las doce Hice mi deposicioacuten puntual todaviacutea con los ardores de la luna llena y cuando solteacute la cadena del agua sentiacute que ntildeus rencores del pasado se fueron por los albantildeales Cuando volviacute fresco y vestido al dormitorio la nintildea dormiacutea bocarriba a la luz conciliadora del amanecer atravesada de lado a lado en la cama con los brazos abiertos en cruz y duentildea absoluta de su virginidad Que Dios te la guarde le dije Toda la plata que me quedaba la suya y la miacutea se la puse en la almohada y me despediacute por siempre jamaacutes con un beso en la frente La casa como todo burdel al amanecer era lo maacutes cercano al paraiacuteso Saliacute por el portoacuten del huerto para no encontrarme con nadie Bajo el sol abrasante de la calle empeceacute a sentir el peso de mis noventa antildeos y a contar minuto a minuto los minutos de las noches que me haciacutean falta para morir

Memorias de mis putas tristes 15 ______________________________________________________________________________________

2Escribo esta memoria en lo poco que queda de la biblioteca que fue de mis padres y cuyos anaqueles estaacuten a punto de desplomarse por la paciencia de las polillas A fin de cuentas para lo que me falta por hacer en este mundo me bastariacutea con mis diccionarios de todo geacutenero con las dos primeras series de los Episodios nacionales de don Benito Peacuterez Galdoacutes y con La montantildea maacutegica que me ensentildeoacute a entender los humores de mi madre desnaturalizados por la tisis

A diferencia de los otros muebles y de miacute mismo el mesoacuten en que escribo parece de mejor salud con el paso del tiempo porque lo fabricoacute en maderas nobles mi abuelo paterno que fue carpintero de buques Aunque no tenga que escribir lo aderezo todas las mantildeanas con el rigor ocioso que me ha hecho perder tantos amores Al alcance de la mano tengo mis libros coacutemplices los dos tomos del Primer Diccionario Ilustrado de la Real Academiade 1903 el Tesoro de la Lengua Castellana o Espantildeola de don Sebastiaacuten de Covarrubias la gramaacutetica de don Andreacutes Bello por si hubiera alguna duda semaacutentica como es de rigor el novedoso Diccionario ideoloacutegico de don Julio Casares en especial por sus antoacutenimos y sus sinoacutenimos el Vocabolario della Liacutengua Italiana de Nicola Zingarelli para favorecerme con el idioma de mi madre que aprendiacute desde la cuna y el diccionario de latiacuten que por ser eacuteste la madre de las otras dos lo considero mi lengua natal

A la izquierda del escritorio mantengo siempre las cinco fojas de papel de hilo tamantildeo oficio para mi nota dominical y el cuerno con polvo de carta que prefiero a la moderna almohadilla de papel se cante A la derecha estaacuten el calamaio y el palillero de balso liviano con la peacutendola de oro pues todaviacutea manuscribo con la letra romaacutentica que me ensentildeoacute Florina de Dios para que no me hiciera a la caligrafiacutea oficial de su esposo que fue notario puacuteblico y contador juramentado hasta su uacuteltimo aliento Hace tiempo que se nos impuso en el perioacutedico la orden de escribir a maacutequina para mejor caacutelculo del texto en el plomo del linotipo y mayor acierto en la armada pero nunca me hice a este mal haacutebito Seguiacute escribiendo a mano y transcribiendo en la maacutequina con un arduo picoteo de gallina gracias al privilegio ingrato de ser el empleado maacutes antiguo Hoy jubilado pero no vencido gozo del privilegio sacro de escribir en casa con el teleacutefono descolgado para que nadie me disturbe y sin censor que aguaite lo que escribo por encima de mi hombro

Vivo sin perros ni paacutejaros ni gente de servicio salvo la fiel Damiana que me ha sacado de los apuros menos pensados y sigue viniendo una vez por semana para lo que haya que hacer aun como estaacute corta de vista y de cacumen Mi madre en su

Memorias de mis putas tristes 16 ______________________________________________________________________________________lecho de muerte me suplicoacute que me casara joven con mujer blanca que tuvieacuteramos por lo menos tres hijos y entre ellos una nintildea con su nombre que habiacutea sido el de su madre y su abuela Estuve pendiente de la suacuteplica pero teniacutea una idea tan flexible de la juventud que nunca me parecioacute demasiado tarde Hasta un mediodiacutea caluroso en que me equivoqueacute de puerta en la casa que teniacutean los Palomares de Castro en Pradomar y sorprendiacute desnuda a Ximena Ortiz la menor de las hijas que haciacutea la siesta en la alcoba contigua Estaba acostada de espaldas a la puerta y se volvioacute a mirarme por encima del hombro con un gesto tan raacutepido que no me dio tiempo de escapar Ay perdoacuten alcanceacute a decir con el alma en la boca Ella sonrioacute se volteoacute hacia miacute con un escorzo de gacela y seme mostroacute de cuerpo entero La estancia toda se sentiacutea saturada de su intimidad No estaba en vivas carnes pues teniacutea en la oreja una flor ponzontildeosa de peacutetalos anaranjados como la Olimpia de Manet y tambieacuten llevaba una esclava de oro en el puntildeo derecho y una gargantilla de perlas menudas Nunca imagineacute que pudiera ver algo maacutes perturbador en lo que me faltaba de vida y hoy puedo dar fe de que tuve razoacuten

Cerreacute la puerta de un golpe avergonzado de mi torpeza y con la determinacioacuten de olvidarla Pero Ximena Ortiz me lo impidioacute Me mandaba recados con amigas comunes esquelas provocadoras amenazas brutales mientras se esparciacutea la voz de que estaacutebamos locos de amor el uno por el otro sin que nos hubieacuteramos cruzado palabra Fue imposible resistir Teniacutea unos ojos de gata cimarrona un cuerpo tan provocador con ropa como sin ella y una cabellera frondosa de oro alborotado cuyo tufo de mujer me haciacutea llorar de rabia en la almohada Sabiacutea que nunca llegariacutea a ser amor pero la atraccioacuten sataacutenica que ejerciacutea sobre miacute era tan ardorosa que intentaba aliviarme con cuanta guaricha de ojos verdes me encontraba al paso Nunca logreacute sofocar el fuego de su recuerdo en la cama de Pradomar asiacute que le entregueacute mis armas con peticioacuten formal de mano intercambio de anillos y anuncio de boda grande antes de Pentecosteacutes

La noticia estalloacute con maacutes fuerza en el Barrio Chino que en los clubes sociales Primero fue con burlas pero se transformoacute en una contrariedad cierta de las acadeacutemicas que veiacutean el matrimonio como una situacioacuten maacutes ridiacutecula que sagrada Mi noviazgo cumplioacute todos los ritos de la moral cristiana en la terraza de orquiacutedeas amazoacutenicas y helechos colgados de la casa de mi prometida Llegaba a las siete de la noche todo de lino blanco y con cualquier regalo de abalorios artesanales o chocolates suizos y hablaacutebamos medio en clave y medio en serio hasta las diez con la custodia de la tiacutea Argeacutenida que se dormiacutea al primer parpadeo como las chaperonas de las novelas de la eacutepoca

Ximena iba hacieacutendose maacutes voraz cuanto mejor nos conociacuteamos se aligeraba de corpintildeos y pollerines a medida que apretaban los bochornos de junio y era faacutecil imaginarse el poder de demolicioacuten que debiacutea tener en la penumbra A los dos meses de noviazgo no teniacuteamos de queacute hablar y ella planteoacute el tema de los hijos sin decirlo tejiendo bolitas en crochet de lana cruda para recieacuten nacidos Yo novio gentil aprendiacute a tejer con ella y asiacute se nos fueron las horas inuacutetiles que faltaban para la boda yo tejiendo las botitas azules para nintildeos y ella tejiendo las rosadas para nintildeas a ver quieacuten acertaba hasta que fueron bastantes para maacutes de medio centenar de hijos Antes de que dieran las diez me subiacutea a un coche de caballos y me iba al Barrio Chino a vivir mi noche en la paz de Dios

Memorias de mis putas tristes 17 ______________________________________________________________________________________Los tempestuosos adioses de soltero que me haciacutean en el Barrio Chino iban en contraviacutea de las veladas opresivas del Club Social Contraste que a miacute me sirvioacute para saber cuaacutel de los dos mundos era en realidad el miacuteo y me hice la ilusioacuten de que eran ambos pero cada uno a sus horas pues desde cualquiera de los dos veiacutea alejarse el otro con los suspiros desgarrados con que se separan dos barcos en altamar El baile de la viacutespera en El Poder de Dios incluyoacute una ceremonia final que soacutelo podiacutea ocurriacutersele a un cura gallego encallado en la concupiscencia que vistioacute a todo el personal femenino con velos y azahares para que todas se casaran conmigo en un sacramento universal Fue una noche de grandes sacrilegios en que veintidoacutes de ellas prometieron amor y obediencia y les correspondiacute con fidelidad y sustento hasta el maacutes allaacute de la tumba

No pude dormir por el presagio de algo irremediable Desde la madrugada empeceacute a contar el paso de las horas en el reloj de la catedral hasta las siete campanadas temibles con que debiacutea estar en la iglesia El timbre del teleacutefono empezoacute a las ocho largo tenaz impredecible durante maacutes de una hora No soacutelo no contesteacute no respireacute Poco antes de las diez llamaron a la puerta primero con el puntildeo y luego con gritos de voces conocidas y abominadas Temiacutea que la derribaran por alguacuten percance grave pero hacia las once la casa quedoacute en el silencio erizado que sucede a las grandes cataacutestrofes Entonces lloreacute por ella y por miacute y receacute de todo corazoacuten para no encontrarme con ella nunca maacutes en mis diacuteas Alguacuten santo me oyoacute a medias pues Ximena Ortiz se fue del paiacutes esa misma noche y no volvioacute hasta unos veinte antildeos despueacutes bien casada y con los siete hijos que pudieron ser miacuteos

Trabajo me costoacute mantener mi puesto y mi columna en El Diario de La Paz despueacutes de aquella afrenta social Pero no fue por eso que relegaron mis notas a la paacutegina once sino por el iacutempetu ciego con que entroacute el siglo XX El progreso se convirtioacute en el mito de la ciudad Todo cambioacute volaron los aviones y un hombre de empresa tiroacute un saco de cartas desde un Junker e inventoacute el correo aeacutereo

Lo uacutenico que permanecioacute igual fueron mis notas en el perioacutedico Las nuevas generaciones arremetieron contra ellas como contra una momia del pasado que debiacutea ser demolida pero yo las mantuve en el mismo tono sin concesiones contra los aires de renovacioacuten Fui sordo a todo Habiacutea cumplido cuarenta antildeos pero los redactores joacutevenes la llamaban la Columna de Mudarra el Bastardo El director de entonces me citoacute en su oficina para pedirme que me pusiera a tono con las nuevas corrientes De un modo solemne como si acabara de inventarlo me dijo El mundo avanza Siacute le dije avanza pero dando vueltas alrededor del sol Mantuvo mi nota dominical porque no habriacutea encontrado otro inflador de cables Hoy seacute que tuve razoacuten y por queacute Los adolescentes de mi generacioacuten avorazados por la vida olvidaron en cuerpo y alma las ilusiones del porvenir hasta que la realidad les ensentildeoacute que el futuro no era como lo sontildeaban y descubrieron la nostalgia Alliacute estaban mis notas dominicales como una reliquia arqueoloacutegica entre los escombros del pasado y se dieron cuenta de que no eran soacutelo para viejos sino para joacutevenes que no tuvieran miedo de envejecer La nota volvioacute entonces a la seccioacuten editorial y en ocasiones especiales a la primera paacutegina

A quien me lo pregunta le contesto siempre con la verdad las putas no me dejaron tiempo para ser casado Sin embargo debo reconocer que nunca tuve esta explicacioacuten hasta el diacutea de mis noventa antildeos cuando saliacute de la casa de Rosa Cabarcas con la determinacioacuten de nunca maacutes provocar al destino Me sentiacutea otro El

Memorias de mis putas tristes 18 ______________________________________________________________________________________genio se me trastornoacute por la gente de tropa que vi apostada en las rejas de hierro que rodeaban el parque Encontreacute a Damiana trapeando los pisos a gatas en la sala y la juventud de los muslos a su edad me suscitoacute un temblor de otra eacutepoca Ella debioacute sentirlo porque se cubrioacute con la falda No pude reprimir la tentacioacuten de preguntarle Diacutegame una cosa Damiana iquestde queacute se acuerda No estaba acordaacutendome de nada dijo ella pero su pregunta me lo recuerda Sentiacute una opresioacuten en el pecho Nunca me he enamorado le dije Ella replicoacute en el acto Yo siacute Y terminoacute sin interrumpir su oficio Lloreacute veintidoacutes antildeos por usted El corazoacuten me dio un salto Buscando una salida digna le dije Hubieacuteramos sido una buena yunta Pues hace mal en deciacutermelo ahora dijo ella porque ya no me sirve ni de consuelo Cuando saliacutea de la casa me dijo del modo maacutes natural Usted no me creeraacute pero sigo siendo virgen a Dios gracias

Poco despueacutes descubriacute que habiacutea dejado floreros de rosas rojas por toda la casa y una tarjeta en la almohada Le deseo que llegue a los sien Con este mal sabor me senteacute a continuar la nota que habiacutea dejado a medias el diacutea anterior La termineacute con un solo aliento en menos de dos horas y tuve que torcerle el cuello al cisne para sacaacutermela de las tripas sin que se me notara el llanto Por un golpe de inspiracioacuten tardiacutea decidiacute rematarla con el anuncio de que con ella poniacutea teacutermino feliz a una vida larga y digna sin la mala condicioacuten de morirme

Mi propoacutesito era dejarla en la porteriacutea del perioacutedico y volver a casa Pero no pude El personal en pleno me esperaba para celebrarme el cumpleantildeos El edificio estaba en obra con andamies y escombros friacuteos por todas partes pero habiacutean parado la obra para la fiesta En una mesa de carpintero estaban las bebidas para el brindis y las cuelgas envueltas en papel de fantasiacutea Aturdido por los relaacutempagos de las caacutemaras me hice con todas las fotos del recuerdo

Me alegroacute encontrar alliacute a periodistas de radio y de los otros diarios de la ciudad La Prensa matutino conservador El Heraldo matutino liberal y El Nacional vespertino sensacionalista que trataba de aliviar las tensiones del orden puacuteblico con folletones pasionales No era extrantildeo que estuvieran juntos pues dentro del espiacuteritu de la ciudad fue siempre de buen recibo que se mantuvieran intactas las amistades de la tropa mientras los mariscales libraban la guerra editorial

Tambieacuten estaba alliacute fuera de horas el censor oficial don Jeroacutenimo Ortega a quien llamaacutebamos el Abominable Hombre de las Nueve porque llegaba puntual a esa hora de la noche con su laacutepiz sangriento de saacutetrapa godo Alliacute permaneciacutea hasta asegurarse de que no hubiera una letra impune en la edicioacuten de mantildeana Teniacutea una aversioacuten personal contra miacute por mis iacutenfulas de gramaacutetico o porque utilizaba palabras italianas sin comillas ni cursivas cuando me pareciacutean maacutes expresivas que en castellano como debiera ser de uso legiacutetimo entre lenguas siamesas Despueacutes de padecerlo por cuatro antildeos habiacuteamos terminado por aceptarlo como la mala conciencia de nosotros mismos

Las secretarias llevaron al saloacuten un pudiacuten con noventa velas encendidas que me enfrentaron por primera vez al nuacutemero de mis antildeos Tuve que tragarme las laacutegrimas cuando cantaron el brindis y me acordeacute de la nintildea sin ninguacuten motivo No fue un golpe de rencor sino de compasioacuten tardiacutea por una criatura de la que no esperaba volver a acordarme Cuando acaboacute de pasar el aacutengel alguien me habiacutea puesto un cuchillo en la mano para que cortara el pudiacuten Por temor a las burlas nadie se

JUAN CARLOS 161104
saacutetrapa (Del lat satrăpa este del gr σατράπης y este del aveacutestico ẖšathrapāvan protector del dominio) m Gobernador de una provincia de la antigua Persia || 2 coloq Hombre sagaz que sabe gobernarse con astucia e inteligencia o que gobierna despoacuteticamente U t c adj 13

Memorias de mis putas tristes 19 ______________________________________________________________________________________arriesgoacute a improvisar un discurso Yo hubiera preferido morirme que contestarlo Para terminar la fiesta el jefe de redaccioacuten por quien no tuve nunca gran simpatiacutea nos devolvioacute a la realidad inclemente Ahora siacute ilustre nonagenario me dijo iquestDoacutende estaacute su nota

La verdad es que toda la tarde la sentiacutea ardieacutendome como una brasa en el bolsillo pero la emocioacuten me habiacutea calado tan hondo que no tuve corazoacuten para aguar la fiesta con mi renuncia Dije Por esta vez no hay El jefe de redaccioacuten se disgustoacute por una falta que habiacutea sido inconcebible desde el siglo anterior Entieacutendalo por una vez le dije tuve una noche tan difiacutecil que amaneciacute embrutecido Pues debioacute escribir eso dijo eacutel con su humor de vinagre A los lectores les gustaraacute saber de primera mano coacutemo es la vida a los noventa Una de las secretarias tercioacute A lo mejor es un secreto delicioso dijo y me miroacute con malicia iquestO no Una raacutefaga ardiente me abrasoacute la cara Maldita sea penseacute queacute desleal es el rubor Otra radiante me sentildealoacute con el dedo iexclQueacute maravilla Todaviacutea le queda la elegancia de ruborizarse Su impertinencia me provocoacute otro rubor encima del rubor Debioacute ser una noche de ataque dijo la primera secretaria iexclQueacute envidia Y me dio un beso que me quedoacute pintado en la cara Los fotoacutegrafos se encarnizaron Ofuscado le entregueacute la nota al jefe de redaccioacuten y le dije que lo dicho antes era en broma aquiacute la tiene y escapeacute atolondrado por la uacuteltima salva de aplausos para no estar presente cuando descubrieran que era mi carta de renuncia al cabo de medio siglo de galeras

La ansiedad me duraba todaviacutea aquella noche cuando desenvolviacutea las cuelgas en mi casa Los linotipistas desacertaron con una cafetera eleacutectrica igual a las tres que teniacutea de cumpleantildeos anteriores Los tipoacutegrafos me dieron una autorizacioacuten para recoger un gato de angora en el criadero municipal La gerencia me dio una bonificacioacuten simboacutelica Las secretarias me regalaron tres calzoncillos de seda con huellas de besos estampados y una tarjeta en la que se ofreciacutean para quitaacutermelos Se me ocurrioacute que uno de los encantos de la vejez son las provocaciones que se permiten las amigas joacutevenes que nos creen fuera de servicio

Nunca supe quieacuten me mandoacute un disco con los veinticuatro preludios de Chopin por Stefan Askenase Los redactores en su mayoriacutea me regalaron libros de moda No habiacutea terminado de desenvolver los regalos cuando Rosa Cabarcas me llamoacute por teleacutefono con la pregunta que yo no queriacutea oiacuter iquestQueacute te pasoacute con la nintildea Nada dije sin pensarlo iquestTe parece nada que ni siquiera la despertaste dijo Rosa Cabarcas Una mujer no perdona jamaacutes que un hombre le desprecie el estreno Le alegueacute que la nintildea no podiacutea estar tan agotada soacutelo por pegar botones y tal vez se hiciera la dormida por miedo del mal trance Lo uacutenico grave dijo Rosa es que ella cree de verdad que ya no sirves y no me gustariacutea que lo fuera pregonando a los cuatro vientos

No le di el gusto de sorprenderme Aunque asiacute fuera le dije su estado es tan deplorable que no se puede contar con ella ni dormida ni despierta es carne de hospital Rosa Cabarcas bajoacute el tono La culpa fue de las prisas con que se hizo el trato pero tiene remedio ya veraacutes Prometioacute poner a la nintildea en confesioacuten y si era el caso obligarla a devolver la plata iquestqueacute te parece Deacutejalo de ese tamantildeo le dije aquiacute no pasoacute nada y en cambio me ha valido como una prueba de que ya no estoy para estos trotes En ese sentido la nintildea tiene razoacuten ya no sirvo Colgueacute el teleacutefono saturado por un sentimiento de liberacioacuten que no habiacutea conocido en vida miacutea y por fin a salvo de una servidumbre que me manteniacutea subyugado desde mis trece antildeos

JUAN CARLOS 161104
linotipista com Persona que maneja una linotipia13 linotipia (Del ingl linotype) f Impr Maacutequina de componer provista de matrices de la cual sale la liacutenea formando una sola pieza || 2 Impr Arte de componer con esta maacutequina 13

Memorias de mis putas tristes 20 ______________________________________________________________________________________

A las siete de la noche fui invitado de honor al concierto de Jacques Thibault y Alfred Cortot en la sala de Bellas Artes con una interpretacioacuten gloriosa de la sonata para violiacuten y piano de Ceacutesar Frank y en el intermedio escucheacute elogios inverosiacutemiles El maestro Pedro Biava nuestro muacutesico enorme me llevoacute casi a rastras a los camerinos para presentarme a los inteacuterpretes Me ofusqueacute tanto que los feliciteacute por una sonata de Schumann que no habiacutean tocado y alguien me corrigioacute en puacuteblico de mala manera La impresioacuten de que habiacutea confundido las dos sonatas por ignorancia simple quedoacute sembrada en el ambiente local y agravada por una explicacioacuten aturdida con que trateacute de remendarla el domingo siguiente en mi resentildea criacutetica del concierto

Por primera vez en mi larga vida me sentiacute capaz de matar a alguien Volviacute a casa atormentado por el diablillo que sopla al oiacutedo las respuestas devastadoras que no dimos a tiempo y ni la lectura ni la muacutesica mitigaron mi rabia Por fortuna Rosa Cabarcasme sacoacute del desvariacuteo con un grito en el teleacutefono Estoy feliz con el perioacutedico porque no pensaba que cumpliacuteas noventa sino cien Le contesteacute encrespado iquestAsiacute de jodido me viste Al contrario dijo ella lo que me sorprendioacute fue verte tan bien Queacute bueno que no eres de los viejos verdes que se aumentan la edad para que los crean en buen estado Y cambioacute sin transicioacuten Te tengo tu cuelga Me sorprendioacute de veras iquestQueacute es La nintildea dijo ella

No me tomeacute ni un instante para pensar Gracias le dije pero esa vaina es agua pasada Ella siguioacute de largo Te la mando a tu casa envuelta en papel de China y hervida con palo de saacutendalo al bantildeo mariacutea todo gratis Me mantuve firme y ella se debatioacute en una explicacioacuten pedregosa que me parecioacute sincera Dijo que la nintildea estaba en tan mal estado aquel viernes por haber cosido doscientos botones con aguja y dedal Que era verdad su miedo a las violaciones sangrientas pero ya estaba instruida para el sacrificio Que en su noche conmigo se habiacutea levantado para ir al bantildeo y que yo estaba tan profundo que le dio laacutestima despertarme pero ya me habiacutea ido cuando volvioacute a despertar en la mantildeana Me indigneacute con lo que me parecioacute una mentira inuacutetil Bueno prosiguioacute Rosa Cabarcas aun si asiacute fuera la nintildea estaacute arrepentida Pobrecita la tengo aquiacute enfrente iquestQuieres que tela pase No por Dios le dije

Habiacutea empezado a escribir cuando llamoacute la secretaria del perioacutedico El mensaje era que el director queriacutea verme al diacutea siguiente a las once de la mantildeana Llegueacute puntual El estruendo de la restauracioacuten de la casa no pareciacutea soportable el aire estaba enrarecido por los martillazos el polvo de cemento y el humo de alquitraacuten pero la redaccioacuten habiacutea aprendido a pensar en la rutina del caos Las oficinas del director en cambio heladas y silentes permaneciacutean en un paiacutes ideal que no era el nuestro

El tercer Marco Tulio con un aire adolescente se puso de pie al verme entrar sin interrumpir una conversacioacuten telefoacutenica me estrechoacute la mano por encima del escritorio y me indicoacute que me sentara Llegueacute a pensar que no habiacutea nadie en el otro extremo de la liacutenea y que eacutel haciacutea la farsa para impresionarme pero pronto descubriacute que hablaba con el gobernador y era en verdad un diaacutelogo difiacutecil entre enemigos cordiales Ademaacutes creo que se esmeraba en parecer eneacutergico delante de miacute aunque al mismo tiempo se manteniacutea de pie mientras hablaba con la autoridad

Memorias de mis putas tristes 21 ______________________________________________________________________________________Se le notaba el vicio de la pulcritud Acababa de cumplir veintinueve antildeos con cuatro idiomas y tres maestriacuteas internacionales a diferencia del primer presidente vitalicio su abuelo paterno que se hizo periodista empiacuterico despueacutes de hacer una fortuna con la trata de blancas Teniacutea maneras faacuteciles se pasaba de apuesto y sereno y lo uacutenico que poniacutea en peligro su prestancia era una nota falsa en la voz Llevaba una chaqueta deportiva con una orquiacutedea viva en la solapa y cada cosa le sentaba como si fuera de su ser natural pero nada en eacutel estaba hecho para el clima de la calle sino para la primavera de sus oficinas Yo que habiacutea gastado casi dos horas para vestirme sentiacute el oprobio de la pobreza y me aumentoacute la rabia

Con todo el veneno mortal estaba en una foto panoraacutemica del personal de planta tomada en el XXV aniversario de la fundacioacuten del perioacutedico en la que sentildealaban con una crucecita sobre la cabeza a los que iban muriendo Yo era el tercero de la derecha con el sombrero canotier la corbata de nudo grande con una perla en el prendedor el primer mostacho de coronel civil que tuve hasta los cuarenta antildeos y los espejuelos metaacutelicos de seminarista preacutesbita que no me hicieron falta despueacutes del medio siglo Habiacutea visto esa foto colgada durante antildeos en distintas oficinas pero soacutelo entonces fui sensible a su mensaje de los cuarenta y ocho empleados originales soacutelo cuatro estaacutebamos vivos y el menor de nosotros cumpliacutea una condena de veinte antildeos por asesinato muacuteltiple

El director terminoacute la llamada me sorprendioacute mirando la foto y sonrioacute Las crucecitas no las puse yo dijo Me parecen de muy mal gusto Se sentoacute al escritorio y cambioacute de tono Permiacutetame decirle que usted es el hombre maacutes impredecible que he conocido Y ante mi sorpresa se adelantoacute a todo Lo digo por su renuncia Apenas acerteacute a decir Es toda una vida El replicoacute que justo por eso no era una solucioacuten pertinente La nota le pareciacutea magniacutefica y todo lo que deciacutea de la vejez era de lo mejor que habiacutea leiacutedo nunca y no teniacutea sentido terminarla con una decisioacuten que pareciacutea maacutes bien una muerte civil Por fortuna dijo el Abominable Hombre de las Nueve la leyoacute cuando ya estaba armada la paacutegina editorial y le parecioacute inadmisible Sin consultarlo con nadie la tachoacute de arriba abajo con su laacutepiz de Torquemada Cuando lo supe esta mantildeana ordeneacute mandar una nota de protesta a la Gobernacioacuten Era mi deber pero entre nos puedo decirle que estoy muy agradecido por la arbitrariedad del censor De modo que no estaba dispuesto a aceptar que suspendiera la nota Se lo suplico con toda el alma dijo No abandone el barco en altamar Y concluyoacute con un gran estilo Todaviacutea nos queda mucho por hablar de muacutesica

Lo vi tan decidido que no me atreviacute a agravar la discrepancia con un argumento de distraccioacuten El problema en realidad era que tampoco entonces encontraba un motivo decente para abandonar la noria y me aterrorizoacute la idea de decirle que siacute una vez maacutes soacutelo por ganar tiempo Tuve que reprimirme para que no se me notara la emocioacuten impuacutedica que me apremiaba las laacutegrimas Y otra vez como siempre quedamos en las mismas de siempre despueacutes de tantos antildeos

La semana siguiente presa de un estado que era maacutes de confusioacuten que de alegriacutea paseacute por el criadero a recoger el gato que me habiacutean regalado los impresores Tengo muy mala quiacutemica con los animales por lo mismo que la tengo con los nintildeos antes de que empiecen a hablar Me parecen mudos del alma No los odio pero no puedo soportarlos porque no aprendiacute a negociar con ellos Me parece contra natura que un hombre se entienda mejor con su perro que con su esposa que lo ensentildee a

JUAN CARLOS 161104
noria (Del aacuter hisp nalsquouacutera y este del aacuter claacutes nālsquoūrah infl por acequia y acenia) f Maacutequina compuesta de dos grandes ruedas engranadas que mediante cangilones sube el agua de los pozos acequias etc || 2 Pozo formado en forma comuacutenmente ovalada del cual se saca el agua con la maacutequina || 3 Artilugio de feria consistente en una gran rueda con asientos que gira verticalmente13

Memorias de mis putas tristes 22 ______________________________________________________________________________________comer y descomer a sus horas a contestar preguntas y a compartir sus penas Pero no recoger el gato de los tipoacutegrafos habriacutea sido un desaire Ademaacutes era un precioso ejemplar de angora de pelambre rosada y tersa y ojos iluminados cuyos maullidos pareciacutean a punto de ser palabras Me lo dieron en una canasta de mimbre con un certificado de su estirpe y un manual de uso como el de las bicicletas para armar

Una patrulla militar verificaba la identidad de los transeuacutentes antes de autorizar el paso por el parque de San Nicolaacutes Nunca habiacutea visto nada igual ni podiacutea imaginarme nada maacutes descorazonador como siacutentoma de mi vejez Era una patrulla de cuatro al mando de un oficial casi adolescente Los agentes eran hombres de paacuteramos duros y callados con un olor de establo El oficial los vigilaba a todos con las mejillas chapeadas de los andinos en la playa Despueacutes de revisar mi ceacutedula de identidad y mi credencial de prensa me preguntoacute queacute llevaba en la cesta Un gato le dije El quiso verlo Destapeacute la cesta con toda precaucioacuten por temor de que escapara pero un agente quiso ver si no habiacutea algo maacutes en el fondo y el gato le tiroacute un zarpazo El oficial se interpuso Es una joya de angora dijo Lo acaricioacute mientras murmuraba algo y el gato no lo agredioacute pero tampoco le hizo caso iquestCuaacutentos antildeos tiene preguntoacute No seacute le dije acaban de regalaacutermelo Se lo pregunto porque se ve que es muy viejo diez antildeos quizaacutes Quise preguntarle coacutemo lo sabiacutea y muchas cosas maacutes pero a despecho de sus buenas maneras y su habla florida no me sentiacutea con estoacutemago para hablar con eacutel Me parece que es un gato abandonado que ha pasado por muchas dijo Obseacutervelo no lo acomode a usted sino al contrario usted a eacutel y deacutejelo hasta que se gane su confianza Cerroacute la tapa de la cesta y me preguntoacute iquestEn queacute trabaja usted Soy periodista iquestDesde cuaacutendo Desde hace un siglo le dije No lo dudo dijo eacutel Me estrechoacute la mano y se despidioacute con un frase que lo mismo podiacutea ser un buen consejo que una amenaza

-Cuiacutedese mucho

Al mediodiacutea desconecteacute el teleacutefono para refugiarme en la muacutesica con un programa exquisito la rapsodia para clarinete y orquesta de Wagner la de saxofoacuten de Debussy y el quinteto para cuerdas de Bruckner que es un remanso edeacutenico en el cataclismo de su obra Y de pronto me encontreacute envuelto en las tinieblas del estudio Sentiacute deslizarse debajo de mi mesa algo que no me parecioacute un cuerpo vivo sino una presencia sobrenatural que me rozoacute los pies y salteacute con un grito Era el gato con la hermosa cola empenachada su lentitud misteriosa y su estirpe miacutetica y no pude evitar el escalofriacuteo de estar solo en la casa con un ser vivo que no fuera humano

Cuando dieron las siete en la catedral habiacutea una estrella sola y liacutempida en el cielo color de rosas un buque lanzoacute un adioacutes desconsolado y sentiacute en la garganta el nudo gordiano de todos los amores que pudieron haber sido y no fueron No soporteacute maacutes Descolgueacute el teleacutefono con el corazoacuten en la boca marqueacute los cuatro nuacutemeros muy despacio para no equivocarme y al tercer timbrazo reconociacute la voz Bueno mujer le dije con un suspiro de alivio Perdoacutename el berrinche de esta mantildeana Ella tranquila No te preocupes estaba esperando tu llamada Le advertiacute Quiero que la nintildea me espere como Dios la echoacute al mundo y sin barnices en la cara Ella hizo su risa gutural Lo que tuacute digas dijo pero te pierdes el gusto de encuerar la pieza por pieza como les encanta a los viejos no seacute por queacute Yo siacute seacute le dije Porque se estaacuten volviendo cada vez maacutes viejos Ella lo dio por hecho

JUAN CARLOS 161104
gordiano (De Gordio rey de Frigia) V nudo
JUAN CARLOS 161104
paacuteramo (Del lat parămus voz de or prerromano) m Terreno yermo raso y desabrigado || 2 Lugar sumamente friacuteo y desamparado || 3 Col y Ecuad llovizna 13

Memorias de mis putas tristes 23 ______________________________________________________________________________________-Estaacute bien -dijo- entonces esta noche a las diez en punto antes de que se enfriacutee la pescada

Memorias de mis putas tristes 24 ______________________________________________________________________________________

3

iquestCoacutemo podiacutea llamarse La duentildea no me lo habiacutea dicho Cuando me hablaba de ella soacutelo deciacutea la nintildea Y yo lo habiacutea convertido en un nombre de pila como la nintildea de los ojos o la carabela menor Ademaacutes Rosa Cabarcas poniacutea a sus pupilas un nombre distinto para cada cliente A miacute me divertiacutea adivinarlos por las caras y desde el principio estuve seguro de que la nintildea teniacutea uno largo como Filomena Saturnina o Nicolasa En eacutesas estaba cuando ella se dio media vuelta en la cama y quedoacute de espaldas a miacute y me parecioacute que habiacutea dejado un charco de sangre del tamantildeo y la forma del cuerpo Fue un sobresalto instantaacuteneo hasta que comprobeacute que era la humedad del sudor en la saacutebana

Rosa Cabarcas me habiacutea aconsejado que la tratara con cautela pues auacuten le duraba el susto de la primera vez Es maacutes creo que la misma solemnidad del rito le habiacutea agravado el miedo y habiacutean tenido que aumentarle la dosis de valeriana pues dormiacutea con tal placidez que habriacutea sido una laacutestima despertarla sin arrullos De modo que empeceacute a secarla con la toalla mientras le cantaba en susurros la cancioacuten de Delgadina la hija menor del rey requerida de amores por su padre A medida que la secaba ella iba mostraacutendome los flancos sudados al compaacutes de mi canto Delgadina Delgadina tuacute seras mi prenda amada Fue un placer sin liacutemites pues ella volviacutea a sudar por un costado cuando acababa de secarla por el otro para que la cancioacuten no terminara nunca Levaacutentate Delgadina ponte tu falda de seda le cantaba al oiacutedo Al final cuando los criados del rey la encontraron muerta de sed en su cama me parecioacute que mi nintildea habiacutea estado a punto de despertar al escuchar el nombre Asiacute que era ella Delgadina

Volviacute a la cama con mis calzoncillos de besos estampados y me tendiacute junto a ella Dormiacute hasta las cinco al arrullo de su respiracioacuten apacible Me vestiacute a toda prisa sin lavarme y soacutelo entonces vi la sentencia escrita con laacutepiz labial en el espejo del lavabo El tigre no come lejos Seacute que no estaba la noche anterior y nadie podiacutea haber entrado en el cuarto de modo que la entendiacute como la cuelga del diablo Un trueno terroriacutefico me sorprendioacute en la puerta y el cuarto se llenoacute del olor premonitorio de la tierra mojada No tuve tiempo para escapar ileso Antes de que encontrara un taxi se precipitoacute un aguacero grande de los que suelen desordenar la ciudad entre mayo y octubre pues las calles de arenas ardientes que bajan hacia el riacuteo se convierten en torrenteras que arrastran cuanto encuentran a su paso Las aguas de aquel septiembre raro despueacutes de tres meses de sequiacutea podiacutean ser tan providenciales como devastadoras

Memorias de mis putas tristes 25 ______________________________________________________________________________________Desde que abriacute la puerta de casa me salioacute al encuentro la sensacioacuten fiacutesica de que no estaba solo Alcanceacute a ver el celaje del gato que saltoacute del sofaacute y se escabulloacute por el balcoacuten En su plato quedaban las sobras de una comida que yo no le habiacutea servido La peste de sus orines rancios y su caca caliente habiacutean contaminado todo Me habiacutea dedicado a estudiarlo como estudieacute el latiacuten El manual deciacutea que los gatos escarban en la tierra para esconder su estieacutercol y que en las casas sin patio como eacutesta lo hariacutean en las macetas de plantas o en cualquier otro escondrijo Lo apropiado era prepararles desde el primer diacutea una caja con arena para orientarles el haacutebito y asiacute lo hice Tambieacuten deciacutea que lo primero que hacen en casa nueva es marcar su territorio orinando por todas partes y aqueacutel pudo ser el caso pero el manual no deciacutea coacutemo remediarlo Seguiacutea sus trazas para familiarizarme con sus haacutebitos originales pero no di con sus escondites secretos sus sitios de reposo las causas de sus humores volubles Quise ensentildearlo a comer en sus horas a usar la cajita de arena en la terraza a no subirse en mi cama mientras yo dormiacutea ni a olisquear los alimentos en la mesa y no pude hacerle entender que la casa era suya por derecho propio y no como un botiacuten de guerra De modo que lo dejeacute a su aire

Al atardecer enfrenteacute el aguacero cuyos vientos huracanados amenazaban con desquiciar la casa Sufriacute un ataque de estornudos sucesivos me doliacutea el craacuteneo y teniacutea fiebre pero me sentiacutea poseiacutedo por una fuerza y una determinacioacuten que nunca tuve a ninguna edad y por ninguna causa Puse calderos en el piso para recoger las goteras y me di cuenta de que habiacutean aparecido otras nuevas desde el invierno anterior La maacutes grande habiacutea empezado a inundar el flanco derecho de la biblioteca Me apresureacute a rescatar a los autores griegos y latinos que viviacutean por aquel rumbo pero al quitar los libros encontreacute un chorro de alta presioacuten que saliacutea de un tubo roto en el fondo del muro Lo amordaceacute con trapos hasta donde pude para darme el tiempo de salvar los libros El estreacutepito del agua y el aullido del viento arreciaron en el parque De pronto un relaacutempago fantasmal y su trueno simultaacuteneo impregnaron el aire de un fuerte olor de azufre el viento desbaratoacute las vidrieras del balcoacuten y la tremenda borrasca de mar rompioacute los cerrojos y se metioacute dentro de la casa Sin embargo antes de diez minutos escampoacute de un tajo Un sol espleacutendido secoacute las calles llenas de escombros varados y volvioacute el calor

Cuando pasoacute el aguacero seguiacutea con la sensacioacuten de que no estaba solo en la casa Mi uacutenica explicacioacuten es que asiacute como los hechos reales se olvidan tambieacuten algunos que nunca fueron pueden estar en los recuerdos como si hubieran sido Pues si evocaba la emergencia del aguacero no me veiacutea a miacute mismo solo en la casa sino siempre acompantildeado por Delgadina La habiacutea sentido tan cerca en la noche que percibiacutea el rumor de su aliento en el dormitorio y los latidos de su mejilla en mi almohada Soacutelo asiacute entendiacute que hubieacuteramos podido hacer tanto en tan poco tiempo Me recordaba subido en el escabel de la biblioteca y la recordaba a ella despierta con su trajecito de flores recibiendo los libros para ponerlos a salvo La veiacutea correr de un lado al otro de la casa batallando con la tormenta empapada de lluvia con el agua a los tobillos Recordaba coacutemo preparoacute al diacutea siguiente un desayuno que nunca fue y puso la mesa mientras yo secaba los pisos y poniacutea orden en el naufragio de la casa Nunca olvideacute su mirada sombriacutea mientras desayunaacutebamos iquestPor queacute me conociste tan viejo Le contesteacute la verdad La edad no es la que uno tiene sino la que uno siente

Desde entonces la tuve en la memoria con tal nitidez que haciacutea de ella lo que queriacutea Le cambiaba el color de los ojos seguacuten mi estado de aacutenimo color de agua al

JUAN CARLOS 161104
escabel (Quizaacute del cat ant escabell y este del lat scabellum) m Tarima pequentildea que se pone delante de la silla para que descansen los pies de quien estaacute sentado || 2 Asiento pequentildeo hecho de tablas sin respaldo || 3 Persona o circunstancia de que alguien se aprovecha para medrar por lo general ambiciosamente13

Memorias de mis putas tristes 26 ______________________________________________________________________________________despertar color de almiacutebar cuando reiacutea color de lumbre cuando la contrariaba La vestiacutea para la edad y la condicioacuten que conveniacutean a mis cambios de humor novicia enamorada a los veinte antildeos puta de saloacuten a los cuarenta reina de Babilonia a los setenta santa a los cien Cantaacutebamos duetos de amor de Puccini boleros de Agustiacuten Lara tangos de Carlos Gardel y comprobaacutebamos una vez maacutes que quienes no cantan no pueden imaginar siquiera lo que es la felicidad de cantar Hoy seacute que no fue una alucinacioacuten sino un milagro maacutes del primer amor de mi vida a los noventa antildeos

Cuando la casa estuvo en orden llameacute a Rosa Cabarcas iexclDios Santo exclamoacute al oiacuter mi voz creiacute que te habiacuteas ahogado No podiacutea entender que hubiera vuelto a pasar la noche con la nintildea sin tocarla Tienes todo el derecho de que no te guste pero al menos poacutertate como un adulto Trateacute de explicarle pero ella cambioacute el tema sin transicioacuten De todos modos te tengo vista otra un poco mayor bella y tambieacuten virgen Su papaacute quiere cambiarla por una casa pero se puede discutir un descuentoSe me heloacute el corazoacuten Ni maacutes faltaba protesteacute asustado quiero la misma y como siempre sin fracasos sin peleas sin malos recuerdos Hubo un silencio en la liacutenea y por fin la voz sumisa con que dijo como para siacute misma Bueno esto debe ser lo que los meacutedicos llaman demencia senil

Fui a las diez de la noche con un chofer conocido por la extrantildea virtud de no hacer preguntas Lleveacute un ventilador portaacutetil y un cuadro de Orlando Rivera el querido Figurita y un martillo y un clavo para colgarlo En el camino hice una parada para comprar cepillos de dientes pasta dentiacutefrica jaboacuten de olor Agua de Florida tabletas de regaliz Quise llevar tambieacuten un buen florero y un ramo de rosas amarillas para conjurar la pava de las flores de papel pero no encontreacute nada abierto y tuve que robarme en un jardiacuten privado un ramo de astromelias recieacuten nacidas

Por instrucciones de la duentildea llegueacute desde entonces por la calle de atraacutes del lado del acueducto para que nadie me viera entrar por el portoacuten del huerto El chofer me previno Cuidado sabio en esa casa matan Le contesteacute Si es por amor no importa El patio estaba en tinieblas pero habiacutea luces de vida en las ventanas y un revoltijo de muacutesicas en los seis cuartos En el miacuteo a volumen maacutes alto distinguiacute la voz caacutelida de don Pedro Vargas el tenor de Ameacuterica con un bolero de Miguel Matamoros Sentiacute que iba a morir Empujeacute la puerta con la respiracioacuten desbaratada y vi a Delgadina en la cama como en mis recuerdos desnuda y dormida en santa paz del lado del corazoacuten

Antes de acostarme arregleacute el tocador puse el ventilador nuevo en lugar del oxidado y colgueacute el cuadro donde ella pudiera verlo desde la cama Me acosteacute a su lado y la reconociacute palmo a palmo Era la misma que andaba por mi casa las mismas manos que me reconociacutean al tacto en la oscuridad los mismos pies de pasos tenues que se confundiacutean con los del gato el mismo olor del sudor de mis saacutebanas el dedo del dedal Increiacuteble vieacutendola y tocaacutendola en carne y hueso me pareciacutea menos real que en mis recuerdos

Hay un cuadro en la pared de enfrente le dije Lo pintoacute Figurita un hombre a quien quisimos mucho el mejor bailariacuten de burdeles que existioacute jamaacutes y de tan buen corazoacuten que le teniacutea laacutestima al diablo Lo pintoacute con barniz de buques en el lienzo chamuscado de un avioacuten que se estrelloacute en la Sierra Nevada de Santa Marta y con pinceles fabricados por eacutel con pelos de su perro La mujer pintada es una monja que

Memorias de mis putas tristes 27 ______________________________________________________________________________________secuestroacute de un convento y se casoacute con ella Aquiacute lo dejo para que sea lo primero que veas al despertar

No habiacutea cambiado de posicioacuten cuando apagueacute la luz a la una de la madrugada y su respiracioacuten era tan tenue que le tomeacute el pulso para sentirla viva La sangre circulaba por sus venas con la fluidez de una cancioacuten que se ramificaba hasta los aacutembitos maacutes recoacutenditos de su cuerpo y volviacutea al corazoacuten purificada por el amor

Antes de irme al amanecer dibujeacute en un papel las liacuteneas de su mano y se las di a leer a la Diva Sahibiacute para conocer su alma Y fue asiacute una persona que soacutelo dice lo que piensa Es perfecta para trabajos manuales Tiene contacto con alguien que ya murioacute y del cual espera ayuda pero estaacute equivocada la ayuda que busca estaacute al alcance de su mano No ha tenido ninguna unioacuten pero va a morir mayor y casada Ahora tiene un hombre moreno que no ha de ser el de su vida Puede tener ocho hijos pero se va a decidir soacutelo por tres A los treinta y cinco antildeos si hace lo que le indique el corazoacuten y no la mente va a manejar mucho dinero y a los cuarenta recibiraacute una herencia Va a viajar mucho Tiene doble vida y doble suerte y puede influir sobre su propio destino Le gusta probar todo por curiosidad pero va a arrepentirse si no se orienta por el corazoacuten

Atormentado de amor hice reparar los estragos de la borrasca y aprovecheacute para hacer otros muchos remiendos que veniacutea demorando desde antildeos por insolvencia o por desidia Reorganiceacute la biblioteca en el orden en que habiacutea leiacutedo los libros Por uacuteltimo remateacute la pianola como reliquia histoacuterica con sus maacutes de cien rollos de claacutesicos y compreacute un tocadiscos usado pero mejor que el miacuteo con parlantes de alta fidelidad que engrandecieron el aacutembito de la casa Quedeacute al borde de la ruina pero bien compensado por el milagro de estar vivo a mi edad

La casa renaciacutea de sus cenizas y yo navegaba en el amor de Delgadina con una intensidad y una dicha que nunca conociacute en mi vida anterior Gracias a ella me enfrenteacute por vez primera con mi ser natural mientras transcurriacutean mis noventa antildeos Descubriacute que mi obsesioacuten de que cada cosa estuviera en su puesto cada asunto en su tiempo cada palabra en su estilo no era el premio merecido de una mente en orden sino al contrario todo un sistema de simulacioacuten inventado por miacute para ocultar el desorden de mi naturaleza Descubriacute que no soy disciplinado por virtud sino como reaccioacuten contra mi negligencia que parezco generoso por encubrir mi mezquindad que me paso de prudente por mal pensado que soy conciliador para no sucumbir a mis coacuteleras reprimidas que soacutelo soy puntual para que no se sepa cuan poco me importa el tiempo ajeno Descubriacute en fin que el amor no es un estado del alma sino un signo del zodiacuteaco

Me volviacute otro Trateacute de releer los claacutesicos que me orientaron en la adolescencia y no pude con ellos Me sumergiacute en las letras romaacutenticas que repudieacute cuando mi madre quiso imponeacutermelas con mano dura y por ellas tomeacute conciencia de que la fuerza invencible que ha impulsado al mundo no son los amores felices sino los contrariados Cuando mis gustos en muacutesica hicieron crisis me descubriacute atrasado y viejo y abriacute mi corazoacuten a las delicias del azar

Me pregunto coacutemo pude sucumbir en este veacutertigo perpetuo que yo mismo provocaba y temiacutea Flotaba entre nubes erraacuteticas y hablaba conmigo mismo ante el espejo con la vana ilusioacuten de averiguar quieacuten soy Era tal mi desvariacuteo que en una manifestacioacuten

Memorias de mis putas tristes 28 ______________________________________________________________________________________estudiantil con piedras y botellas tuve que sacar fuerzas de flaqueza para no ponerme al frente con un letrero que consagrara mi verdad Estoy loco de amor

Obnubilado por la evocacioacuten inclemente de Delgadina dormida cambieacute sin la menor malicia el espiacuteritu de mis notas dominicales Fuera cual fuera el asunto las escribiacutea para ella las reiacutea y las lloraba para ella y en cada palabra se me iba la vida En lugar de la foacutermula de gacetilla tradicional que tuvieron desde siempre las escribiacute como cartas de amor que cada quien podiacutea hacer suyas Propuse en el perioacutedico que el texto no se alzara en linotipo sino que fuera publicado con mi caligrafiacutea florentina Al jefe de redaccioacuten coacutemo no le parecioacute otro acceso de vanidad senil pero el director general lo convencioacute con una frase que todaviacutea anda suelta por la redaccioacuten

-No se equivoque los loquitos mansos se adelantan al porvenir

La respuesta puacuteblica fue inmediata y entusiasta con numerosas cartas de lectores enamorados Algunas las leiacutean en los noticieros de radio con urgencias de uacuteltima hora y se hicieron copias en mimeoacutegrafos o papel carboacuten que vendiacutean como cigarrillos de contrabando en las esquinas de la calle San Blas Desde el principio fue evidente que obedeciacutean a las ansias de expresarme pero me hice a la costumbre de tomarlas en cuenta al escribir y siempre con la voz de un hombre de noventa antildeos que no aprendioacute a pensar como viejo La comunidad intelectual como de soacutelito se mostroacute timorata y dividida y hasta los grafoacutelogos menos pensados montaron controversias por los anaacutelisis erraacuteticos de mi caligrafiacutea Fueron ellos los que dividieron los aacutenimos recalentaron la poleacutemica y pusieron de moda la nostalgia

Antes del fin del antildeo me habiacutea arreglado con Rosa Cabarcas para dejar en el cuarto el abanico eleacutectrico los recursos del tocador y lo que siguiera llevando en el futuro para hacerlo vivible Llegaba a las diez siempre con algo nuevo para ella o para gusto de ambos y dedicaba unos minutos a sacar la utileriacutea escondida para armar el teatro de nuestras noches Antes de irme nunca maacutes tarde de las cinco volviacutea a asegurar todo bajo llave La alcoba quedaba entonces tan escuaacutelida como fue en sus oriacutegenes para los amores tristes de los clientes casuales Una mantildeana oiacute que Marcos Peacuterez la voz maacutes escuchada de la radio desde el amanecer habiacutea decidido leer mi nota dominical en su noticiero de los lunes Cuando pude reprimir la naacuteusea dije sobrecogido Ya lo sabes Delgadina la fama es una sentildeora muy gorda que no duerme con uno pero cuando uno despierta estaacute siempre miraacutendonos frente a la cama

Uno de esos diacuteas me quedeacute a desayunar con Rosa Cabarcas que empezaba a parecerme menos decreacutepita a pesar del luto severo y del bonete negro que ya le tapaba las cejas Sus desayunos teniacutean fama de espleacutendidos con una carga de pimienta que me haciacutea llorar Al primer bocado de fuego vivo le dije bantildeado en laacutegrimas Esta noche no me haraacute falta la luna llena para que me arda el culo No te quejes dijo ella Si te arde es porque todaviacutea lo tienes a Dios gracias

Se sorprendioacute cuando mencioneacute el nombre de Delgadina No se llama asiacute dijo se llama No me lo digas la interrumpiacute para miacute es Delgadina Ella se encogioacute de hombros Bueno al fin y al cabo es tuya pero me parece un nombre de diureacutetico Le conteacute lo del letrero del tigre que la nintildea habiacutea escrito en el espejo No pudo ser ella

JUAN CARLOS 161104
timorato ta (Del lat timorātus) adj Tiacutemido indeciso encogido || 2 Dicho de una persona Que se escandaliza con exageracioacuten de cosas que no le parecen conformes a la moral convencional || 3 Que tiene temor de Dios y se gobierna por eacutel en sus operaciones
JUAN CARLOS 161104
obnubilar (Del lat obnubilāre) tr nublar (ǁ ofuscar o confundir) U t c prnl || 2 embelesar U t c prnl || 3 nublar (ǁ enturbiar la visioacuten) U t c prnl

Memorias de mis putas tristes 29 ______________________________________________________________________________________dijo Rosa porque no sabe leer ni escribir iquestEntonces quieacuten Ella se encogioacute de hombros Puede ser de alguien que se murioacute en el cuarto

Yo aprovechaba aquellos desayunos para desahogarme con Rosa Cabarcas y le pediacutea favores miacutenimos para el bienestar y el buen ver de Delgadina Me los concediacutea sin pensarlo con una picardiacutea de colegiala iexclQueacute risa me dijo por aquellos diacuteas Me siento como si me estuvieras pidiendo su mano Y a propoacutesito se le ocurrioacute iquestpor queacute no te casas con ella Me quedeacute de una pieza En serio insistioacute te sale maacutes barato Al fin y al cabo el problema a tu edad es servir o no servir pero ya me dijiste que lo tienes resuelto Le saliacute al paso El sexo es el consuelo que uno tiene cuando no le alcanza el amor

Ella soltoacute la risa Ay mi sabio siempre supe que eres muy hombre que siempre lo fuiste y me alegra que lo sigas siendo mientras tus enemigos entregan las armas Con razoacuten se habla tanto de ti iquestOiacuteste a Marcos Peacuterez Todo el mundo lo oye le dije para cortar el tema Pero ella insistioacute Tambieacuten el profesor Camacho y Cano en La hora de todo un poco dijo ayer que el mundo ya no es lo que era porque no quedan muchos hombres como tuacute

Aquel fin de semana encontreacute a Delgadina con fiebre y tos Desperteacute a Rosa Cabarcas para que me diera alguacuten remedio casero y me llevoacute al cuarto un botiquiacuten de primeros auxilios Dos diacuteas despueacutes Delgadina seguiacutea postrada y no habiacutea podido volver a su rutina de pegar botones El meacutedico le habiacutea prescrito un tratamiento casero para una gripa comuacuten que cederiacutea en una semana pero se alarmoacute por su estado general de desnutricioacuten Dejeacute de verla y sentiacute que me haciacutea falta y aprovecheacute para arreglar el cuarto sin ella

Lleveacute tambieacuten un dibujo a pluma de Cecilia Porras para Todos estaacutebamos a la espera el libro de cuentos de Alvaro Cepeda Lleveacute los seis tomos de Juan Cristoacutebal de Romain Rolland para pastorear mis vigilias De modo que cuando Delgadina pudo volver a la habitacioacuten la encontroacute digna de una felicidad sedentaria el aire purificado con un insecticida aromaacutetico paredes color de rosa laacutemparas matizadas flores nuevas en los floreros mis libros favoritos los buenos cuadros de mi madre colgados de otro modo seguacuten los gustos de hoy Habiacutea cambiado el viejo radio por uno de onda corta que manteniacutea sintonizado en un programa de muacutesica culta para que Delgadina aprendiera a dormir con los cuartetos de Mozart pero una noche lo encontreacute en una estacioacuten especializada en boleros de moda Era el gusto de ella sin duda y lo asumiacute sin dolor pues tambieacuten yo lo habiacutea cultivado con el corazoacuten en mis mejores diacuteas Antes de volver a casa al diacutea siguiente escribiacute en el espejo con el laacutepiz de labios Nintildea miacutea estamos solos en el mundo

Por esa eacutepoca tuve la rara impresioacuten de que se estaba volviendo mayor antes de tiempo Se lo comenteacute a Rosa Cabarcas y a ella le parecioacute natural Cumple quince antildeos el cinco de diciembre me dijo Una Sagitario perfecta Me inquietoacute que fuera tan real como para cumplir antildeos iquestQueacute podriacutea regalarle Una bicicleta dijo Rosa Cabarcas Tiene que atravesar la ciudad dos veces al diacutea para ir a pegar botones Me mostroacute en la trastienda la bicicleta que usaba y de verdad me parecioacute un cacharro indigno de una mujer tan bien amada Sin embargo me conmovioacute como la prueba tangible de que Delgadina existiacutea en la vida real

Memorias de mis putas tristes 30 ______________________________________________________________________________________Cuando fui a comprar la mejor bicicleta para ella no pude resistir la tentacioacuten de probarla y di algunas vueltas casuales en la rampa del almaceacuten Al vendedor que me preguntoacute la edad le contesteacute con la coqueteriacutea de la vejez Voy a cumplir noventa y uno El empleado dijo justo lo que yo queriacutea Pues representa veinte menos Yo mismo no entendiacutea coacutemo conservaba la praacutectica del colegio y me sentiacute colmado por un gozo radiante Empeceacute a cantar Primero para miacute mismo en voz baja y despueacutes a todo pecho con iacutenfulas del gran Caruso por entre los bazares abigarrados y el traacutefico demente del mercado puacuteblico La gente me miraba divertida me gritaban me incitaban a participar en la Vuelta a Colombia en silla de ruedas Yo les haciacutea con la mano un saludo de navegante feliz sin interrumpir la cancioacuten Esa semana en homenaje a Diciembre escribiacute otra nota atrevida Coacutemo ser feliz en bicicleta a los noventa antildeos

La noche de su cumpleantildeos le canteacute a Delgadina la cancioacuten completa y la beseacute por todo el cuerpo hasta quedarme sin aliento la espina dorsal veacutertebra por veacutertebra hasta las nalgas laacutenguidas el costado del lunar el de su corazoacuten inagotable A medida que la besaba aumentaba el calor de su cuerpo y exhalaba una fragancia montuna Ella me respondioacute con vibraciones nuevas en cada pulgada de su piel y en cada una encontreacute un calor distinto un sabor propio un gemido nuevo y toda ella resonoacute por dentro con un arpegio y sus pezones se abrieron en flor sin tocarlos Empezaba a adormecerme en la madrugada cuando sentiacute como un rumor de muchedumbres en el mar y un paacutenico de los aacuterboles que me atravesaron el corazoacuten Entonces fui al bantildeo y escribiacute en el espejo Delgadina de mi vida llegaron las brisas de Navidad Uno de mis recuerdos maacutes felices fue un trastorno que sentiacute una mantildeana como aqueacutella al salir de la escuela iquestQueacute me pasa La maestra me dijo alelada Ay nintildeo iquestno ves que son las brisas Ochenta antildeos despueacutes volviacute a sentirlo cuando me desperteacute en la cama de Delgadina y era el mismo diciembre que volviacutea puntual con sus cielos diaacutefanos las tormentas de arena los torbellinos callejeros que Desentechaban casas y les alzaban las faldas a las colegialas La ciudad adquiriacutea por entonces una resonancia fantasmal En noches de brisa podiacutean escucharse los gritos del mercado puacuteblico hasta en los barrios maacutes altos como si estuvieran a la vuelta de la esquina No era raro entonces que las raacutefagas de diciembre nos permitieran encontrar por sus voces a los amigos desperdigados en burdeles remotos

Sin embargo tambieacuten con las brisas me llegoacute la mala noticia de que Delgadina no podiacutea pasar las navidades conmigo sino con su familia Si algo detesto en este mundo son las fiestas obligatorias en que la gente llora porque estaacute alegre los fuegos de artificio los villancicos lelos las guirnaldas de papel crespoacuten que nada tienen que ver con un nintildeo que nacioacute hace dos mil quinientos antildeos en una caballeriza indigente Sin embargo cuando llegoacute la noche no pude resistir la nostalgia y me fui al cuarto sin ella Dormiacute bien y desperteacute junto a un oso de peluche que caminaba en dos patas como si fuera polar y una tarjeta que deciacutea Para el papaacute feo Rosa Cabarcas me habiacutea dicho que Delgadina estaba aprendiendo a leer con mis clases escritas en el espejo y su buena letra me parecioacute admirable Pero ella misma me defraudoacute con la noticia peor de que el oso era un regalo suyo asiacute que la noche de Antildeo Nuevo me quedeacute en mi casa y en mi cama desde las ocho y me dormiacute sin amarguras Fui feliz porque al toque de las doce entre los repiques furiosos de las campanas las sirenas de faacutebricas y bomberos los lamentos de los

JUAN CARLOS 161104
abigarrado da (Del part de abigarrar) adj De varios colores mal combinados || 2 Heterogeacuteneo reunido sin concierto Un extrantildeo y abigarrado libro Una multitud abigarrada 13

Memorias de mis putas tristes 31 ______________________________________________________________________________________buques las descargas de poacutelvora los cohetes sentiacute que Delgadina entroacute en punta de pies se acostoacute a mi lado y me dio un beso Tan real que me quedoacute en la boca su olor de regaliz

Memorias de mis putas tristes 32 ______________________________________________________________________________________

4A principios del nuevo antildeo empezaacutebamos a conocernos como si vivieacuteramos juntos y despiertos pues yo habiacutea encontrado un tono de voz cauteloso que ella oiacutea sin despertar y me contestaba con un lenguaje natural del cuerpo Sus estados de aacutenimo se le notaban en el modo de dormir De exhausta y montaraz que habiacutea sido al principio fue hacieacutendose a una paz interior que embelleciacutea su rostro y enriqueciacutea su suentildeo Le contaba mi vida le leiacutea al oiacutedo los borradores de mis notas dominicales en las que estaba ella sin decirlo y soacutelo ella

Por esa eacutepoca le dejeacute en la almohada unos zarcillos de esmeraldas que fueron de mi madre Los llevoacute puestos en la cita siguiente y no le luciacutean Le lleveacute despueacutes unos pendientes maacutes adecuados para el color de su piel Le expliqueacute Los primeros que te traje no te quedaban bien por tu tipo y el corte del cabello Estos te iraacuten mejor No llevoacute ninguno en las dos citas siguientes pero a la tercera se puso los que le habiacutea indicado Asiacute empeceacute a entender que no obedeciacutea a mis oacuterdenes pero aguardaba la ocasioacuten para complacerme Por esos diacuteas me sentiacute tan habituado a aquel geacutenero de vida domeacutestica que no seguiacute durmiendo desnudo sino que lleveacute las piyamas de seda china que habiacutea dejado de usar por no tener para quieacuten quitaacutermelas

Empeceacute a leerle El principito de Saint-Exupeacutery un autor franceacutes que el mundo entero admira maacutes que los franceses Fue el primero que la entretuvo sin despertarla hasta el punto de que tuve que ir dos diacuteas continuos para acabar de leeacuterselo Seguimos con los Cuentos de Perrault la Historia sagrada Las mil y una noches en una versioacuten desinfectada para nintildeos y por las diferencias entre uno y otro me di cuenta de que su suentildeo teniacutea diversos grados de profundidad seguacuten su intereacutes por las lecturas Cuando sentiacutea que habiacutea tocado fondo apagaba la luz y me dormiacutea abrazado a ella hasta que cantaban los gallos

Me sentiacutea tan feliz que la besaba en los paacuterpados muy suave y una noche ocurrioacute como una luz en el cielo sonrioacute por primera vez Maacutes tarde sin ninguacuten motivo se revolvioacute en la cama me dio la espalda y dijo disgustada Fue Isabel la que hizo llorar a los caracoles Exaltado por la ilusioacuten de un diaacutelogo le pregunteacute en el mismo tono iquestDe quieacuten eran No contestoacute Su voz teniacutea un rastro plebeyo como si no fuera suya sino de alguien ajeno que llevaba dentro Toda sombra de duda desaparecioacute entonces de mi alma la preferiacutea dormida

Mi uacutenico problema era el gato Estaba inapetente y hurantildeo y llevaba dos diacuteas sin levantar cabeza en su rincoacuten habitual y me tiroacute un zarpazo de fiera herida cuando

JUAN CARLOS 161104
zarcillo1 (Del lat circellus circulito) m Pendiente arete13
JUAN CARLOS 161104
montaraz (De monte y -araz) adj Que anda o estaacute hecho a andar por los montes o se ha criado en ellos || 2 Se dice del genio y propiedades agrestes groseras y feroces || 3 m Guarda de montes o heredades || 4 Sal Mayordomo de campo capataz que tiene a su cargo las labores y los ganados

Memorias de mis putas tristes 33 ______________________________________________________________________________________quise ponerlo en su canasto de mimbre para que Damiana lo llevara con el veterinario Apenas logroacute someterlo y se lo llevoacute pataleando dentro de un saco de fique Al cabo de un rato me llamoacute desde el criadero para decirme que no habiacutea maacutes remedio que sacrificarlo y necesitaban mi orden iquestPor queacute Porque ya estaacute muy viejo dijo Damiana Penseacute con rabia que a miacute tambieacuten podiacutean asarme vivo en un horno de gatos Me sentiacute inerme entre dos fuegos no habiacutea aprendido a querer el gato pero tampoco teniacutea corazoacuten para ordenar que lo mataran soacutelo porque era viejoiquestDoacutende lo deciacutea el manual

El incidente me conmocionoacute tanto que escribiacute una nota para el domingo con un tiacutetulo usurpado a Neruda iquestEs el gato un miacutenimo tigre de saloacuten La nota dio origen a una nueva campantildea que otra vez dividioacute a los lectores en favor y en contra de los gatos En cinco diacuteas prevalecioacute la tesis de que podiacutea ser liacutecito sacrificar un gato por razones de salud puacuteblica pero no porque estuviera viejo

Despueacutes de la muerte de mi madre me desvelaba el terror de que alguien me tocara mientras dormiacutea Una noche la sentiacute pero su voz me devolvioacute el sosiego Figlio mioacute poveretto Volviacute a sentirlo una madrugada en el cuarto de Delgadina y me retorciacute de gozo creyendo que ella me habiacutea tocado Pero no era Rosa Cabarcas en la oscuridad Viacutestete y ven conmigo me dijo tengo un problema serio

Asiacute era y maacutes serio de lo que pude imaginar A uno de los clientes grandes de la casa lo habiacutean asesinado a puntildealadas en el primer cuarto del pabelloacuten El asesino habiacutea escapado El cadaacutever enorme desnudo pero con los zapatos puestos teniacutea una palidez de pollo al vapor en la cama empapada de sangre Lo reconociacute de entrada era JMB un banquero grande famoso por su apostura su simpatiacutea y su buen vestir y sobre todo por la pulcritud de su hogar Teniacutea en el cuello dos heridas moradas como labios y una zanja en el vientre que no habiacutea acabado de sangrar Todaviacutea no empezaba el rigor Maacutes que sus heridas me impresionoacute que teniacutea un preservativo puesto y al parecer sin usar en el sexo desmirriado por la muerte

Rosa Cabarcas no sabiacutea con quieacuten iba porque tambieacuten eacutel teniacutea el privilegio de entrar por el portoacuten del huerto No se descartaba la sospecha de que su pareja fuera otro hombre Lo uacutenico que la duentildea queriacutea de miacute era que la ayudara a vestir el cadaacutever Estaba tan segura que me inquietoacute la idea de que la muerte fuera para ella un asunto de cocina No hay nada maacutes difiacutecil que vestir a un muerto le dije Lo he hecho a pasto de Dios replicoacute ella Es faacutecil si alguien me lo sostiene Le hice ver iquestTe imaginas quieacuten va a creer en un cuerpo tasajeado a cuchilladas dentro de un vestido intacto de caballero ingleacutes

Tembleacute por Delgadina Lo mejor seraacute que te la lleves tuacute me dijo Rosa Cabarcas Primero muerto le dije con la saliva helada Ella lo percibioacute y no pudo ocultar su desdeacuten iexclEstaacutes temblando Por ella dije aunque soacutelo era verdad a medias Aviacutesale que se vaya antes de que llegue nadie De acuerdo dijo ella aunque a ti como periodista no te pasaraacute nada Ni a ti tampoco le dije con cierto rencor Eres el uacutenico liberal que manda en este gobierno

La ciudad codiciada por su naturaleza paciacutefica y su seguridad congeacutenita arrastraba la desgracia de un asesinato escandaloso y atroz cada antildeo Aqueacutel no lo fue La noticia oficial en titulares excesivos y parca en detalles deciacutea que al joven banquero lo habiacutean asaltado y muerto a cuchilladas en la carretera de Pradomar por motivos

Memorias de mis putas tristes 34 ______________________________________________________________________________________incomprensibles No teniacutea enemigos El comunicado del gobierno sentildealaba como presuntos asesinos a refugiados del interior del paiacutes que estaban desatando una oleada de delincuencia comuacuten extrantildea al espiacuteritu ciacutevico de la poblacioacuten En las primeras horas hubo maacutes de cincuenta detenidos

Acudiacute escandalizado con el redactor judicial un periodista tiacutepico de los antildeos veinte con visera de celuloide verde y ligas en las mangas que presumiacutea de anticiparse a los hechos Sin embargo soacutelo conociacutea unas hilachas sueltas del crimen y yo se las completeacute hasta donde me fue prudente Asiacute escribimos cinco cuartillas a cuatro manos para una noticia de ocho columnas en primera paacutegina atribuida al fantasma eterno de las fuentes que nos merecen entero creacutedito Pero al Abominable Hombre de las Nueve -el censor- no le tembloacute el pulso para imponer la versioacuten oficial de que habiacutea sido un asalto de bandoleros liberales Yo me laveacute la conciencia con un centildeo de pesadumbre en el entierro maacutes ciacutenico y concurrido del siglo

Cuando regreseacute a casa aquella noche llameacute a Rosa Cabarcas para averiguar queacute habiacutea pasado con Delgadina pero no contestoacute el teleacutefono en cuatro diacuteas Al quinto fui a su casa con los dientes apretados Las puertas estaban selladas pero no por la policiacutea sino por la Sanidad Nadie en el vecindario daba noticias de nada Sin ninguacuten indicio de Delgadina me di a una buacutesqueda encarnizada y a veces ridiacutecula que me dejoacute acezante Paseacute diacuteas enteros observando a las joacutevenes ciclistas desde los escantildeos de un parque polvoriento donde los nintildeos jugaban a encaramarse en la estatua descascarada de Simoacuten Boliacutevar Pasaban pedaleando como venadas bellas disponibles listas para ser atrapadas a la gallina ciega Cuando se me acaboacute la esperanza me refugieacute en la paz de los boleros Fue como un bebedizo emponzontildeado cada palabra era ella Siempre habiacutea necesitado el silencio para escribir porque mi mente atendiacutea maacutes a la muacutesica que a la escritura Entonces fue al reveacutes soacutelo pude escribir a la sombra de los boleros Mi vida se llenoacute de ella Las notas que escribiacute aquellas dos semanas fueron modelos en clave para cartas de amor El jefe de redaccioacuten contrariado con la avalancha de respuestas me pidioacute que moderara el amor mientras pensaacutebamos coacutemo consolar a tantos lectores enamorados

La falta de sosiego acaboacute con el rigor de mis diacuteas Despertaba a las cinco pero me quedaba en la penumbra del cuarto imaginando a Delgadina en su vida irreal de levantar a sus hermanos vestirlos para la escuela darles el desayuno si lo habiacutea y atravesar la ciudad en bicicleta para cumplir la condena de coser botones Me pregunteacute asombrado iquestQueacute piensa una mujer mientras pega un botoacuten iquestPensaba en miacute iquestTambieacuten ella buscaba a Rosa Cabarcas para dar conmigo Paseacute hasta una semana sin quitarme el mameluco de mecaacutenico ni de diacutea ni de noche sin bantildearme sin afeitarme sin cepillarme los dientes porque el amor me ensentildeoacute demasiado tarde que uno se arregla para alguien se viste y se perfuma para alguien y yo nunca habiacutea tenido para quieacuten Damiana creyoacute que estaba enfermo cuando me encontroacute desnudo en la hamaca a las diez de la mantildeana La vi con los ojos turbios de la codicia y la inviteacute a revolearnos desnudos Ella con un desprecio me dijo

-iquestYa pensoacute lo que va a hacer si le digo que siacute

Asiacute supe hasta queacute punto me habiacutea corrompido el sufrimiento No me reconociacutea a miacute mismo en mi dolor de adolescente No volviacute a salir de la casa por no descuidar el teleacutefono Escribiacutea sin descolgarlo y al primer timbrazo le saltaba encima pensando

Memorias de mis putas tristes 35 ______________________________________________________________________________________que pudiera ser Rosa Cabarcas Interrumpiacutea a cada rato lo que estuviera haciendo para llamarla e insistiacute diacuteas enteros hasta comprender que era un teleacutefono sin corazoacuten

Al volver a casa una tarde de lluvia encontreacute el gato enroscado en la escalinata del portoacuten Estaba sucio y maltrecho y con una mansedumbre de laacutestima El manual me hizo ver que estaba enfermo y seguiacute sus normas para alentarlo De golpe mientras descabezaba un suentildeecito de siesta me despabiloacute la idea de que pudiera conducirme a la casa de Delgadina Lo lleveacute en una bolsa de mercado hasta la tienda de Rosa Cabarcas que seguiacutea sellada y sin indicios de vida pero se revolvioacute en el talego con tanto iacutempetu que logroacute escapar saltoacute la tapia del huerto y desaparecioacute entre los aacuterboles Toqueacute al portoacuten con el puntildeo y una voz militar preguntoacute sin abrir iquestQuieacuten vive Gente de paz dije yo para no ser menos Ando en pos de la duentildea No hay duentildea dijo la voz Por lo menos aacutebrame para coger el gato insistiacute No hay gato dijo Pregunteacute iquestQuieacuten es usted

-Nadie -dijo la voz

Siempre habiacutea entendido que morirse de amor no era maacutes que una licencia poeacutetica Aquella tarde de regreso a casa otra vez sin el gato y sin ella comprobeacute que no soacutelo era posible morirse sino que yo mismo viejo y sin nadie estaba murieacutendome de amor Pero tambieacuten me di cuenta de que era vaacutelida la verdad contraria no habriacutea cambiado por nada del mundo las delicias de mi pesadumbre Habiacutea perdido maacutes de quince antildeos tratando de traducir los cantos de Leopardi y soacutelo aquella tarde los sentiacute a fondo Ay de miacute si es amor cuaacutento atormenta

Mi entrada al perioacutedico en mameluco y mal afeitado despertoacute ciertas dudas sobre mi estado mental La casa remodelada con cabinas individuales de vidrio y luces cenitales pareciacutea una cliacutenica de maternidad El clima artificial callado y confortable invitaba a hablar en susurros y caminar en puntillas En el vestiacutebulo como virreyes muertos estaban los retratos al oacuteleo de los tres directores vitalicios y las fotografiacuteas de visitantes ilustres La enorme sala principal estaba presidida por la fotografiacutea gigantesca de la redaccioacuten actual tomada la tarde de mi cumpleantildeos No pude evitar la comparacioacuten mental con la otra de mis treinta antildeos y una vez maacutes comprobeacute con horror que se envejece maacutes y peor en los retratos que en la realidad La secretaria que me habiacutea besado la tarde del cumpleantildeos me preguntoacute si estaba enfermo Fui feliz de contestarle la verdad para que no la creyera Enfermo de amor Ella dijo iexclLaacutestima que no sea por miacute Yo le correspondiacute el cumplido No esteacute tan segura

El redactor judicial salioacute de su cabina gritando que habiacutea dos cadaacuteveres de muchachas sin identificar en el anfiteatro municipal Le pregunteacute asustado iquestDe queacute edad Joacutevenes dijo eacutel Pueden ser refugiadas del interior perseguidas hasta aquiacute por matones del reacutegimen Respireacute aliviado La situacioacuten nos invade en silencio como una mancha de sangre dije El redactor judicial ya lejos gritoacute

-De sangre no maestro de mierda

Algo peor me ocurrioacute diacuteas despueacutes cuando una muchacha instantaacutenea con una canasta igual a la del gato pasoacute como un escalofriacuteo frente a la libreriacutea Mundo La perseguiacute a codazos por entre la muchedumbre en el fragor de las doce del diacutea Era muy bella de trancos largos y con una fluidez para abrirse camino entre el gentiacuteo

Memorias de mis putas tristes 36 ______________________________________________________________________________________que me costoacute trabajo alcanzarla Por fin la rebaseacute y la mireacute de frente Ella me apartoacute con la mano sin detenerse ni pedir perdoacuten No era la que creiacutea pero su altivez me dolioacute como si lo fuera Comprendiacute entonces que no seriacutea capaz de reconocer a Delgadina despierta y vestida ni ella podiacutea saber quieacuten era yo si nunca me habiacutea visto En un acto de locura tejiacute durante tres diacuteas doce pares de zapatitos azules y rosados para recieacuten nacidos tratando de darme valor para no escuchar ni cantar ni recordar las canciones que me recordaban a ella

La verdad era que no podiacutea con mi alma y empezaba a tomar conciencia de la vejez por mis flaquezas frente al amor Una prueba todaviacutea maacutes dramaacutetica la tuve cuando un autobuacutes de servicio puacuteblico arrolloacute una ciclista en el puro centro comercial Acababan de llevaacutersela en una ambulancia y la magnitud de la tragedia se apreciaba por el estado de chatarra en que quedoacute la bicicleta sobre un charco de sangre viva Pero mi impresioacuten no fue tanta por los destrozos de la bicicleta como por la marca el modelo y el color No podiacutea ser otra que la que yo mismo le habiacutea regalado a Delgadina

Los testigos coincidieron en que la ciclista herida era muy joven alta y delgada y con el cabello corto y rizado Aturdido tomeacute el primer taxi que pasoacute y me hice llevar al hospital de Caridad un viejo edificio de muros ocres que pareciacutea una caacutercel encallada en un arenal Necesiteacute media hora para entrar y otra maacutes para salir de un patio fragante de aacuterboles frutales donde una mujer atribulada se me atravesoacute en el camino me miroacute a los ojos y exclamoacute

-Yo soy la que no buscas

Soacutelo entonces recordeacute que era alliacute donde viviacutean en libertad los internos mansos del manicomio municipal Tuve que identificarme como periodista ante la direccioacuten del hospital para que un enfermero me condujera al pabelloacuten de urgencias En elcuaderno de ingresos estaban los datos Rosalba Riacuteos dieciseacuteis antildeos sin oficio conocido Diagnoacutestico conmocioacuten cerebral Pronoacutestico reservado Pregunteacute al jefe del pabelloacuten si podiacutea verla con la esperanza iacutentima de que me dijeran que no pero me llevaron encantados por si queriacutea escribir sobre el estado de abandono del hospital

Atravesamos una sala abigarrada con un fuerte olor de aacutecido feacutenico y los enfermos apelotonados en las camas Al fondo en un cuarto solo tendida en una camilla metaacutelica estaba la que buscaacutebamos Teniacutea el craacuteneo cubierto de vendas la cara indescifrable gonfia y amoratada pero me bastoacute con verle los pies para saber que no era Soacutelo entonces se me ocurrioacute preguntarme iquestQueacute habriacutea hecho yo si hubiera sido ella

Todaviacutea enredado en las telarantildeas de la noche tuve el valor de ir el diacutea siguiente a la faacutebrica de camisas donde Rosa Cabarcas habiacutea dicho alguna vez que trabajaba la nintildea y le pediacute al propietario que nos mostrara sus instalaciones como modelo para un proyecto continental de las Naciones Unidas Era un libaneacutes paquideacutermico y taciturno que nos abrioacute las puertas de su reino con la ilusioacuten de ser un ejemplo universal

Trescientas joacutevenes de blusas blancas con la ceniza del mieacutercoles en la frente cosiacutean botones en la vasta nave iluminada Cuando nos vieron entrar se irguieron

Memorias de mis putas tristes 37 ______________________________________________________________________________________como colegialas y nos observaron de reojo mientras el gerente explicaba sus aportes al arte inmemorial de pegar botones Yo escrutaba las caras de cada una con el pavor de descubrir a Delgadina vestida y despierta Pero fue una de ellas la que me descubrioacute a miacute con la mirada temible de la admiracioacuten sin clemencia

-Diacutegame sentildeor iquestno es usted el que escribe las cartas de amor en el perioacutedico

Nunca me hubiera imaginado que una nintildea dormida pudiera causar en uno semejantes estragos Escapeacute de la faacutebrica sin despedirme ni pensar siquiera si alguna de aquellas viacutergenes de purgatorio era por fin la que buscaba Cuando saliacute de ahiacute el uacutenico sentimiento que me quedaba en la vida eran las ganas de llorar

Rosa Cabarcas llamoacute al cabo de un mes con una explicacioacuten increiacuteble se habiacutea tomado un merecido descanso en Cartagena de Indias despueacutes del asesinato del banquero No le creiacute desde luego pero la feliciteacute por su suerte y la dejeacute explayarse en su mentira antes de hacerle la pregunta que me borboritaba en el corazoacuten

-iquestY ella

Rosa Cabarcas hizo un silencio largo Ahiacute estaacute dijo al fin pero su voz se hizo evasiva Hay que esperar un tiempo iquestCuaacutento Ni idea ya te avisareacute Sentiacute que se me iba y la pareacute en seco Espeacuterate dame alguna luz No hay luz dijo ella y concluyoacute Ten cuidado puedes perjudicarte tuacute y sobre todo perjudicarla a ella Yo no estaba para esa clase de remilgos Le supliqueacute aunque fuera una oportunidad de acercarme a la verdad Al fin y al cabo le dije somos coacutemplices Ella no dio un paso maacutes Caacutelmate me dijo la nintildea estaacute bien y esperando que la llame pero ahora mismo no hay nada que hacer ni voy a decir nada maacutes Adioacutes

Me quedeacute con el teleacutefono en la mano sin saber por doacutende seguir pues tambieacuten la conociacutea bastante para pensar que no conseguiriacutea nada de ella si no era por las buenas Despueacutes del mediodiacutea me di una vuelta furtiva por su casa maacutes confiado en la casualidad que en la razoacuten y la encontreacute todaviacutea cerrada y con los sellos de la Sanidad Penseacute que Rosa Cabarcas me habiacutea telefoneado de otra parte tal vez de otra ciudad y la sola idea me llenoacute de presagios turbios No obstante a las seis de la tarde cuando menos lo esperaba me soltoacute por teleacutefono mi propio santo y sentildea

-Bueno ahora siacute

A las diez de la noche tembloroso y con los labios mordidos para no llorar fui cargado de cajas de chocolates suizos turrones y caramelos y una canasta de rosas ardientes para cubrir la cama La puerta estaba entreabierta las luces encendidas y en el radio se diluiacutea a medio volumen la sonata nuacutemero uno para violiacuten y piano de Brahms Delgadina en la cama estaba tan radiante y distinta que me costoacute trabajo reconocerla

Habiacutea crecido pero no se le notaba en la estatura sino en una madurez intensa que la haciacutea parecer con dos o tres antildeos maacutes y maacutes desnuda que nunca Sus poacutemulos altos la piel tostada por soles de mar bravo los labios finos y el cabello corto y rizado le infundiacutean a su rostro el resplandor androacutegino del Apolo de Praxiacuteteles Pero no habiacutea equiacutevoco posible porque sus senos habiacutean crecido hasta el punto de que no me cabiacutean en la mano sus caderas habiacutean acabado de formarse y sus huesos se

Memorias de mis putas tristes 38 ______________________________________________________________________________________habiacutean vuelto maacutes firmes y armoacutenicos Me encantaron aquellos aciertos de la naturaleza pero me aturdieron los artificios las pestantildeas postizas las untildeas de las manos y los pies esmaltadas de naacutecar y un perfume de a dos cuartillos que no teniacutea nada que ver con el amor Sin embargo lo que me sacoacute de quicio fue la fortuna que llevaba encima pendientes de oro con gajos de esmeraldas un collar de perlas naturales una pulsera de oro con resplandores de diamantes y anillos con piedras legiacutetimas en todos los dedos En la silla estaba su traje de nochera con lentejuelas y bordados y las zapatillas de raso Un vapor raro me subioacute de las entrantildeas

-iexclPuta -griteacute

Pues el diablo me soploacute en el oiacutedo un pensamiento siniestro Y fue asiacute la noche del crimen Rosa Cabarcas no debioacute tener tiempo ni serenidad para prevenir a la nintildea y la policiacutea la encontroacute en el cuarto sola menor de edad y sin coartada Nadie igual a Rosa Cabarcas para una situacioacuten como aqueacutella le vendioacute la virginidad de la nintildea a alguno de sus grandes cacaos a cambio de que a ella la sacaran limpia del crimen Lo primero claro fue desaparecer mientras se aplacaba el escaacutendalo iexclQueacute maravilla Una luna de miel para tres ellos dos en la cama y Rosa Cabarcas en una terraza de lujo disfrutando de su impunidad feliz Ciego de una furia insensata fui reventando contra las paredes cada cosa del cuarto las laacutemparas el radio el ventilador los espejos las jarras los vasos Lo hice sin prisa pero sin pausas con un grande estropicio y una embriaguez metoacutedica que me salvoacute la vida La nintildea dio un salto al primer estallido pero no me miroacute sino que se enroscoacute de espaldas a miacute y asiacute permanecioacute con espasmos entrecortados hasta que cesoacute el estropicio Las gallinas en el patio y los perros de la madrugada aumentaron el escaacutendalo Con la cegadora lucidez de la coacutelera tuve la inspiracioacuten final de prenderle fuego a la casa cuando aparecioacute en la puerta la figura impasible de Rosa Cabarcas en camisa de dormir No dijo nada Hizo con la vista el inventario del desastre y comproboacute que la nintildea estaba enroscada sobre siacute misma como un caracol y con la cabeza escondida entre los brazos aterrada pero intacta

-iexclDios miacuteo -exclamoacute Rosa Cabarcas- iexclQueacute no hubiera dado yo por un amor como eacuteste

Me midioacute de cuerpo entero con una mirada de misericordia y me ordenoacute Vamos La seguiacute hasta la casa me sirvioacute un vaso de agua en silencio me hizo una sentildea de que me sentara frente a ella y me puso en confesioacuten Bueno me dijo ahora poacutertate como un adulto y cueacutentame iquestqueacute te pasa

Le conteacute con lo que teniacutea como mi verdad revelada Rosa Cabarcas me escuchoacute en silencio sin asombro y por fin parecioacute iluminada Queacute maravilla dijo Siempre he dicho que los celos saben maacutes que la verdad Y entonces me contoacute la realidad sin reservas En efecto dijo en su ofuscacioacuten de la noche del crimen se habiacutea olvidado de la nintildea dormida en el cuarto Uno de sus clientes abogado del muerto ademaacutes repartioacute prebendas y sobornos a cuatro manos e invitoacute a Rosa Cabarcas a un hotel de reposo de Cartagena de Indias mientras se disipaba el escaacutendalo Creacuteeme dijo Rosa Cabarcas que en todo este tiempo no dejeacute de pensar ni un momento en ti y en la nintildea Volviacute antier y lo primero que hice fue llamarte por teleacutefono pero nadie contestoacute En cambio la nintildea vino enseguida y en tan mal estado que te la bantildeeacute te la vestiacute y te la mandeacute al saloacuten de belleza con la orden de que la arreglaran como una reina Ya viste coacutemo perfecta iquestLa ropa de lujo Son los trajes que les alquilo a mis

Memorias de mis putas tristes 39 ______________________________________________________________________________________pupilas maacutes pobres cuando tienen que ir a bailar con sus clientes iquestLas joyas Son las miacuteas dijo Basta con tocarlas para darse cuenta de que son diamantes de vidrio y estoperoles de hojalata De modo que no jodas concluyoacute Anda despieacutertala piacutedele perdoacuten y hazte cargo de ella de una vez Nadie merece ser maacutes feliz que ustedes

Hice un esfuerzo sobrenatural para creerle pero pudo maacutes el amor que la razoacuten iexclPutas le dije atormentado por el fuego vivo que me abrasaba las entrantildeas iexclEso es lo que son ustedes griteacute iexclPutas de mierda No quiero saber nada maacutes de tiacute ni de ninguna otra guaricha en el mundo y menos de ella Le hice desde la puerta una sentildeal de adioacutes para siempre Rosa Cabarcas no lo dudoacute

-Vete con Dios -me dijo con un rictus de tristeza y volvioacute a su vida real- De todos modos te pasareacute la cuenta del desmadre que me hiciste en el cuarto

Memorias de mis putas tristes 40 ______________________________________________________________________________________

5

Leyendo Los idus de marzo encontreacute una frase siniestra que el autor atribuye a Julio Ceacutesar Es imposible no terminar siendo como los otros creen que uno es No pude comprobar su verdadero origen en la propia obra de Julio Ceacutesar ni en las obras de sus bioacutegrafos desde Suetonio hasta Carcopino pero valioacute la pena conocerla Su fatalismo aplicado al curso de mi vida en los meses siguientes fue lo que me dio la determinacioacuten que me haciacutea falta no soacutelo para escribir esta memoria sino para empezarla sin pudores con el amor de Delgadina

No teniacutea un instante de sosiego apenas si probaba bocado y perdiacute tanto peso que no se me teniacutean los pantalones en la cintura Los dolores erraacuteticos se me quedaron en los huesos cambiaba de aacutenimo sin razoacuten pasaba las noches en un estado de deslumbramiento que no me permitiacutea leer ni escuchar muacutesica y en cambio se me iba el diacutea cabeceando por una somnolencia sonsa que no serviacutea para dormir

El alivio me cayoacute del cielo En la atestada goacutendola de Loma Fresca una vecina de asiento que no habiacutea visto subir me susurroacute al oiacutedo iquestTodaviacutea tiras Era Casilda Armenia un viejo amor de a tres por cinco que me habiacutea soportado como cliente asiduo desde que era una adolescente altiva Una vez retirada medio enferma y sin un clavo se habiacutea casado con un hortelano chino que le dio nombre y apoyo y quizaacutes un poco de amor A los setenta y tres antildeos teniacutea el peso de siempre seguiacutea bella y de caraacutecter fuerte y conservaba intacto el desparpajo del oficio

Me llevoacute a su casa una huerta de chinos en una colina de la carretera al mar Nos sentamos en las sillas de playa de la terraza umbriacutea entre helechos y frondas de astromelias y jaulas de paacutejaros colgadas en el alero En la falda de la colina se veiacutean los hortelanos chinos con sombreros de cono sembrando las hortalizas bajo el sol abrasante y el pieacutelago gris de las Bocas de Ceniza con los dos tajamares de rocas que canalizan el riacuteo varias leguas en el mar Mientras conversaacutebamos vimos entrar un trasatlaacutentico blanco por la desembocadura y lo seguimos callados hasta oiacuter su bramido de toro luacutegubre en el puerto fluvial Ella suspiroacute iquestTe das cuenta En maacutes de medio siglo es la primera vez que no te recibo la visita en la cama Ya somos otros dije Ella prosiguioacute sin oiacuterme Cada vez que dicen cosas de ti en el radio que te elogian por el carintildeo que te tiene la gente y te llaman maestro del amor imagiacutenate pienso que nadie te conocioacute tus gracias y tus mantildeas tan bien como yo En serio dijo nadie hubiera podido soportarte mejor

No resistiacute maacutes Ella lo sintioacute vio mis ojos huacutemedos de laacutegrimas y soacutelo entonces debioacute descubrir que ya no era el que fui y le sostuve la mirada con un valor del que

Memorias de mis putas tristes 41 ______________________________________________________________________________________nunca me creiacute capaz Es que me estoy volviendo viejo le dijeYa lo estamos suspiroacute ella Lo que pasa es que uno no lo siente por dentro pero desde fuera todo el mundo lo ve

Era imposible no abrirle el corazoacuten asiacute que le conteacute la historia completa que me ardiacutea en las entrantildeas desde mi primera llamada a Rosa Cabarcas la viacutespera de mis noventa antildeos hasta la noche traacutegica en que hice antildeicos el cuarto y no regreseacute maacutes Ella me oyoacute el desahogo como si estuviera vivieacutendolo lo rumioacute muy despacio y por fin sonrioacute

-Haz lo que quieras pero no pierdas a esa criatura -me dijo- No hay peor desgracia que morir solo

Fuimos a Puerto Colombia en el trenecito de juguete tan despacioso como un caballo Almorzamos frente al muelle de maderas carcomidas por donde habiacutea entrado el mundo entero al paiacutes antes que se dragaran las Bocas de Ceniza Nos sentamos bajo un cobertizo de palma donde las grandes matronas negras serviacutean pargos fritos con arroz de coco y tajadas de plaacutetano verde Dormitamos en el sopor denso de las dos y seguimos conversando hasta que se hundioacute en el mar el inmenso sol de candela La realidad me pareciacutea fantaacutestica Mira adonde ha venido a dar nuestra luna de miel se burloacute ella Pero prosiguioacute en serio Hoy miro para atraacutes veo la fila de miles de hombres que pasaron por mis camas y dariacutea el alma por haberme quedado aunque fuera con el peor Gracias a Dios encontreacute mi chino a tiempo Es como estar casada con el dedo mentildeique pero es soacutelo miacuteo

Me miroacute a los ojos midioacute mi reaccioacuten a lo que acababa de contarme y me dijo Asiacute que vete a buscar ahora mismo a esa pobre criatura aunque sea verdad lo que te dicen los celos sea como sea que lo bailado no te lo quita nadie Pero eso siacute sin romanticismos de abuelo Despieacutertala tiacuteratela hasta por las orejas con esa pinga de burro con que te premioacute el diablo por tu cobardiacutea y tu mezquindad En serio terminoacute con el alma no te vayas a morir sin probar la maravilla de tirar con amor

El pulso me temblaba al diacutea siguiente cuando marqueacute el nuacutemero del teleacutefono Tanto por la tensioacuten del reencuentro con Delgadina como por la incertidumbre de la forma en que Rosa Cabarcas me respondiera Habiacuteamos tenido una disputa seria por el abuso con que tasoacute los destrozos que hice en su cuarto Tuve que vender uno de los cuadros maacutes amados de mi madre cuyo valor se calculaba en una fortuna pero a la hora de la verdad no llegoacute a un deacutecimo de mis ilusiones

Aumenteacute la suma con el resto de mis ahorros y se la lleveacute a Rosa Cabarcas con una consigna inapelable Lo tomas o lo dejas Fue un acto suicida porque soacutelo con vender uno de mis secretos ella habriacutea aniquilado mi buen nombre Pero no respingoacute sino que se quedoacute con los cuadros que habiacutea tomado en prenda la noche del pleito Fui el perdedor absoluto en una sola jugada me quedeacute sin Delgadina sin Rosa Cabarcas y sin mis uacuteltimos ahorros Sin embargo oiacute el timbre del teleacutefono una vez dos veces tres y por fin ella iquestA ver No me salioacute la voz Colgueacute Me echeacute en la hamaca tratando de serenarme con la liacuterica asceacutetica de Satie y sudeacute tanto que el lienzo quedoacute empapado Hasta el diacutea siguiente no tuve el valor de llamar

-Bueno mujer -dije con voz firme- Hoy siacute

Memorias de mis putas tristes 42 ______________________________________________________________________________________Rosa Cabarcas coacutemo no estaba maacutes allaacute de todo Ay mi sabio triste suspiroacute con su aacutenimo invencible te pierdes dos meses y soacutelo vuelves para pedir ilusiones Me contoacute que no habiacutea visto a Delgadina desde haciacutea maacutes de un mes que pareciacutea tan repuesta del susto de mis estropicios que ni siquiera habloacute de ellos ni preguntoacute por miacute y estaba muy contenta en un nuevo empleo maacutes coacutemodo y mejor pagado que coser botones Una oleada de fuego vivo me quemoacute las entrantildeas Soacutelo puede ser de puta dije Rosa me replicoacute sin pestantildeear No seas bruto si asiacute fuera estariacutea aquiacute iquestO doacutende podriacutea estar mejor La rapidez de su loacutegica me agravoacute la duda iquestY coacutemo seacute que no estaacute ahiacute En ese caso replicoacute ella lo que maacutes te conviene es no saberlo iquestO no Una vez maacutes la odieacute Ella a prueba de erosiones prometioacute rastrear a la nintildea Sin muchas esperanzas porque el teleacutefono de la vecina donde la llamaba seguiacutea cortado y no teniacutea la menor idea de doacutende viviacutea Pero no era para echarse a morir queacute carajo dijo te llamo en una hora

Fue una hora de tres diacuteas pero encontroacute a la nintildea disponible y sana Volviacute avergonzado y la beseacute palmo a palmo como penitencia desde las doce de la noche hasta que cantaron los gallos Un perdoacuten largo que me prometiacute seguir repitiendo para siempre y fue como empezar otra vez por el principio El cuarto habiacutea sido desmantelado y el mal uso habiacutea acabado con todo lo que yo habiacutea puesto Ella lo habiacutea dejado asiacute y me dijo que cualquier mejora teniacutea que hacerla yo por lo que estaba debieacutendole Sin embargo mi situacioacuten econoacutemica tocaba fondo El dinero de las jubilaciones alcanzaba cada vez para menos Las pocas cosas vendibles que quedaban en la casa -salvo las joyas sagradas de mi madre- careciacutean de valor comercial y nada era bastante viejo para ser antiguo En tiempos mejores el gobernador me habiacutea hecho la oferta tentadora de comprarme en bloque los libros de los claacutesicos griegos latinos y espantildeoles para la Biblioteca Departamental pero no tuve corazoacuten para venderlos Despueacutes con los cambios poliacuteticos y el deterioro del mundo nadie del gobierno pensaba en las artes ni las letras Cansado de buscar una solucioacuten decente me echeacute al bolsillo las joyas que Delgadina me habiacutea devuelto y me fui a empentildearlas en un callejoacuten siniestro que conduciacutea al mercado puacuteblico Con aires de sabio distraiacutedo recorriacute varias veces aquel tugurio atiborrado de cantinas de mala muerte libreriacuteas de viejo y casas de empentildeo pero la dignidad de Florina de Dios me cerroacute el paso no me atreviacute Entonces decidiacute venderlas con la frente en alto a la joyeriacutea maacutes antigua y acreditada

El dependiente me hizo algunas preguntas mientras examinaba las joyas con su monoacuteculo Teniacutea la conducta el estilo y el pavor de un meacutedico Le expliqueacute que eran joyas heredadas de mi madre El aprobaba con un gruntildeido cada una de mis explicaciones y por fin se quitoacute el monoacuteculo

-Lo siento -dijo- pero son culos de botellas

Ante mi sorpresa me explicoacute con una suave conmiseracioacuten Menos mal que el oro es oro y el platino es platino Me toqueacute el bolsillo para asegurarme de que llevaba las facturas de compra y dije sin resabios

-Pues fueron compradas en esta noble casa hace maacutes de cien antildeos

El no se inmutoacute Suele suceder dijo que en las joyas hereditarias vayan desapareciendo las piedras maacutes valiosas con el paso del tiempo sustituidas por diacutescolos de la familia o por joyeros bandidos y soacutelo cuando alguien trata de

Memorias de mis putas tristes 43 ______________________________________________________________________________________venderlas se descubre el fraude Pero permiacutetame un segundo dijo y se llevoacute las joyas por la puerta del fondo Al cabo de un momento regresoacute y sin explicacioacuten alguna me indicoacute que me sentara en la silla de espera y siguioacute trabajando

Examineacute la tienda Habiacutea ido con mi madre varias veces y recordaba una frase recurrente No se lo digas a tu papaacute De pronto se me ocurrioacute una idea que me crispoacute iquestno seriacutea que Rosa Cabarcas y Delgadina de comuacuten acuerdo habiacutean vendido las piedras legiacutetimas y me devolvieron las joyas con las piedras falsas

Estaba ardiendo en dudas cuando una secretaria me invitoacute a seguirla por la misma puerta del fondo hasta una oficina pequentildea con una larga estanteriacutea de gruesos voluacutemenes Un beduino colosal se levantoacute en el escritorio del fondo y me estrechoacute la mano tuteaacutendome con una efusioacuten de viejo amigo Hicimos juntos el bachillerato me dijo a modo de saludo Me fue faacutecil recordarlo era el mejor futbolista de la escuela y campeoacuten de nuestros primeros burdeles Habiacutea dejado de verlo en alguacuten momento incierto y debioacute verme tan decreacutepito que me confundioacute con un condisciacutepulo de su infancia

Sobre el cristal del escritorio teniacutea abierto uno de los mamotretos del archivo donde estaba la memoria de las joyas de mi madre Una relacioacuten exacta con fechas y detalles de que ella en persona habiacutea hecho cambiar las piedras de dos generaciones de hermosas y dignas Cargamantos y habiacutea vendido las legiacutetimas a la misma tienda Esto habiacutea ocurrido cuando el padre del propietario actual estaba al frente de la joyeriacutea y eacutel y yo en la escuela Pero eacutel mismo me tranquilizoacute aquellas triquintildeuelas eran de uso corriente entre las grandes familias en desgracia para resolver urgencias de plata sin sacrificar el honor Ante la realidad cruda preferiacute conservarlas como recuerdo de otra Florina de Dios que nunca conociacute

A principios de julio sentiacute la distancia real de la muerte Mi corazoacuten perdioacute el paso y empeceacute a ver y sentir por todos lados los presagios inequiacutevocos del final El maacutes niacutetido fue en el concierto de Bellas Artes El aire acondicionado habiacutea fallado y la flor y nata de las artes y las letras se cocinaban al bantildeomariacutea en el saloacuten abarrotado pero la magia de la muacutesica era un clima celestial Al final con el Allegretto poco mosso me estremecioacute la revelacioacuten deslumbrante de que estaba escuchando el uacuteltimo concierto que me deparaba el destino antes de morir No sentiacute dolor ni miedo sino la emocioacuten arrasadora de haber alcanzado a vivirlo

Cuando por fin logreacute abrirme camino empapado de sudor a traveacutes de los abrazos y las fotos me encontreacute de manos a boca con Ximena Ortiz como una diosa de cien antildeos en la silla de ruedas Su sola presencia se me imponiacutea como un pecado mortal Teniacutea una tuacutenica de seda color marfil tan tersa como su piel un hilo de perlas legiacutetimas de tres vueltas el cabello color de naacutecar cortado a la moda de los veintes con una punta de ala de gaviota en la mejilla y los grandes ojos amarillos iluminados por la sombra natural de las ojeras Todo en ella contradeciacutea el rumor de que su mente estaba quedaacutendose en blanco por la erosioacuten irredimible de la memoria Petrificado y sin recursos frente a ella me sobrepuse al vaho de fuego que me subioacute a la cara y la saludeacute en silencio con una venia versallesca Ella sonrioacute como una reina y me agarroacute la mano Entonces me di cuenta de que tambieacuten aquello era una coartada del destino y no la perdiacute para sacarme una espina que me estorbaba desde siempre He sontildeado durante antildeos con este momento le dije Ella no parecioacute

Memorias de mis putas tristes 44 ______________________________________________________________________________________entender iexclNo me digas dijo iquestY tuacute quieacuten eres No supe nunca si en verdad lo habiacutea olvidado o si fue la venganza final de su vida

La certidumbre de ser mortal en cambio me habiacutea sorprendido poco antes de los cincuenta antildeos en una ocasioacuten como aqueacutella una noche de carnaval en que bailaba un tango apache con una mujer fenomenal a la que nunca le vi la cara maacutes corpulenta que yo como por cuarenta libras y maacutes alta como de dos palmos que sin embargo se dejaba llevar como una pluma al viento Bailaacutebamos tan apretados que sentiacutea circular su sangre por las venas y me hallaba como adormecido de gusto con su resuello trabajoso su grajo de amoniacuteaco sus tetas de astroacutenoma cuando me sacudioacute por la primera vez y casi me derriboacute por tierra el freacutemito de la muerte Fue como un oraacuteculo brutal en el oiacutedo Hagas lo que hagas en este antildeo o dentro de ciento estaraacutes muerto hasta jamaacutes Ella se separoacute asustada iquestQueacute le pasa Nada le dije tratando de sujetarme el corazoacuten

-Tiemblo por usted

Desde entonces empeceacute a medir la vida no por antildeos sino por deacutecadas La de los cincuenta habiacutea sido decisiva porque tomeacute conciencia de que casi todo el mundo era menor que yo La de los sesenta fue la maacutes intensa por la sospecha de que ya no me quedaba tiempo para equivocarme La de los setenta fue temible por una cierta posibilidad de que fuera la uacuteltima No obstante cuando desperteacute vivo la primera mantildeana de mis noventa antildeos en la cama feliz de Delgadina se me atravesoacute la idea complaciente de que la vida no fuera algo que transcurre como el riacuteo revuelto de Heraacuteclito sino una ocasioacuten uacutenica de voltearse en la parrilla y seguir asaacutendose del otro costado por noventa antildeos maacutes

Me volviacute de laacutegrima faacutecil Cualquier sentimiento que tuviera algo que ver con la ternura me causaba un nudo en la garganta que no siempre lograba dominar y penseacute en renunciar al placer solitario de velar el suentildeo de Delgadina no tanto por la incertidumbre de mi muerte como por el dolor de imaginarla sin miacute en el resto de su vida Uno de aquellos diacuteas inciertos fui a dar por distraccioacuten a la muy noble calle de los Notarios y me sorprendioacute no encontrar nada maacutes que los escombros del viejo hotel de lance donde fui iniciado por la fuerza en las artes del amor poco antes de mis doce antildeos Habiacutea sido una mansioacuten de antiguos navieros espleacutendida como pocas en la ciudad con columnas enchapadas de alabastro y frisos de oropeles alrededor de un patio interior con una cuacutepula de cristales de siete colores que irradiaba un resplandor de invernadero En la planta baja con un portal goacutetico sobre la calle estuvieron por maacutes de un siglo las notariacuteas coloniales en las que trabajoacute prosperoacute y se arruinoacute mi padre en toda una vida de suentildeos fantaacutesticos Las familias histoacutericas abandonaron poco a poco los pisos superiores que terminaron ocupados por una legioacuten de nocheras en desgracia que subiacutean y bajaban hasta el amanecer con los clientes atrapados por un peso y medio en las cantinas del cercano puerto fluvial

A mis doce antildeos todaviacutea con mis pantalones cortos y mis botitas de la escuela primaria no pude resistir la tentacioacuten de conocer los pisos superiores mientras mi padre se debatiacutea en una de sus reuniones interminables y me encontreacute con un espectaacuteculo celestial Las mujeres que malvendiacutean sus cuerpos hasta el amanecer se moviacutean por la casa desde las once de la mantildeana cuando ya la caniacutecula del vitral era insoportable y teniacutean que hacer su vida domeacutestica caminando en pelotas por

JUAN CARLOS 161104
caniacutecula (Del lat canicŭla) f Periacuteodo del antildeo en que es maacutes fuerte el calor || 2 Astr Tiempo del nacimiento heliacuteaco de Sirio que antiguamente coincidiacutea con la eacutepoca maacutes calurosa del antildeo pero que hoy no se verifica hasta fines de agosto13
JUAN CARLOS 161104
freacutemito (Del lat fremĭtus) m bramido

Memorias de mis putas tristes 45 ______________________________________________________________________________________toda la casa mientras comentaban a gritos sus aventuras de la noche Me quedeacute aterrorizado Lo uacutenico que se me ocurrioacute fue escapar por donde habiacutea llegado cuando una de las desnudas de carnes macizas olorosas a jaboacuten de monte me abrazoacute por la espalda y me llevoacute en vilo hasta su cubiacuteculo de cartoacuten sin que yo pudiera verla en medio de la griteriacutea y los aplausos de las inquilinas en cueros Me tiroacute bocarriba en su cama para cuatro me quitoacute los pantalones con una maniobra maestra y se acaballoacute sobre miacute pero el terror helado que me empapaba el cuerpo me impidioacute recibirla como un hombre Aquella noche desvelado en la cama de mi casa por la verguumlenza del asalto no pude dormir maacutes de una hora con las ansias de volver a verla Pero la mantildeana siguiente mientras los trasnochados dormiacutean subiacute temblando hasta su cubiacuteculo y la desperteacute llorando a gritos con un amor enloquecido que duroacute hasta que se lo llevoacute sin misericordia el ventarroacuten de la vida real Se llamaba Castorina y era la reina de la casa

Los cubiacuteculos del hotel costaban un peso para los amores de paso pero muy pocos sabiacuteamos que costaban lo mismo hasta por veinticuatro horas Ademaacutes Castorina me introdujo en su mundo de mala muerte donde invitaban a los clientes pobres a sus desayunos de gala le prestaban el jaboacuten les atendiacutean los dolores de muela y en casos de urgencia mayor les daban un amor de caridad

Pero en las tardes de la uacuteltima vejez se acordaba de la inmortal Castorina muerta quien sabiacutea cuando que habiacutea sucedido desde las esquinas miserables del muelle fluvial hasta el trono sagrado de mamasanta mayor con un parche de pirata en el ojo perdido en el pleito de cantina Su uacuteltimo machucante de planta un negro feliz de Camaguumley a quien llamaba Jonaacutes el Galeote habiacutea sido un trompetista de los grandes en La Habana hasta que perdioacute la sonrisa completa en una cataacutestrofe de trenes

Al salir de aquella visita amarga sentiacute una punzada en el corazoacuten que no habiacutea logrado aliviar en tres diacuteas con toda clase de poacutecimas caseras El meacutedico al que acudiacute de urgencia miembro de una estirpe de insignes era nieto del que me vio a mis cuarenta y dos antildeos y me asustoacute que pareciera el mismo pues estaba tan envejecido como su abuelo a los setenta por una calvicie prematura unos lentes de miope sin regreso y una tristeza inconsolable Me hizo un examen minucioso de cuerpo entero con una concentracioacuten de orfebre Me auscultoacute el pecho y la espalda y me revisoacute la presioacuten arterial los reflejos de la rodilla el fondo del ojo el color del paacuterpado inferior En las pausas mientras yo cambiaba de posicioacuten en la mesa de reconocimiento me haciacutea preguntas tan vagas y raacutepidas que apenas si me daban tiempo de pensar las respuestas Al cabo de una hora me miroacute con una sonrisa feliz Bueno dijo creo que no tengo nada que hacer por usted iquestQueacute quiere decir Que su estado es el mejor posible a su edad Queacute curioso le dije lo mismo me dijo su abuelo cuando yo teniacutea cuarenta y dos antildeos como si el tiempo no pasara Siempre encontraraacute uno que se lo diga dijo porque siempre tendraacute una edad Yo provocaacutendolo para una sentencia aterradora le dije La uacutenica definitiva es la muerte Siacute dijo eacutel pero no es faacutecil llegar a ella en tan buen estado como usted Siento de veras no poder complacerlo

Eran recuerdos nobles pero la viacutespera del 29 de agosto sentiacute el peso inmenso del siglo que me esperaba impasible cuando subiacute con pasos de hierro las escaleras de mi casa Entonces volviacute a ver una vez maacutes a Florina de Dios mi madre en mi cama que habiacutea sido la suya hasta su muerte y me hizo la misma bendicioacuten de la uacuteltima

Memorias de mis putas tristes 46 ______________________________________________________________________________________vez que la vi dos horas antes de morir Trastornado por la conmocioacuten lo entendiacute como el anuncio final y llameacute a Rosa Cabarcas para que me llevara a mi nintildea aquella misma noche en previsioacuten de que no se cumpliera mi ilusioacuten de sobrevivir hasta el uacuteltimo aliento de mis noventa antildeos Volviacute a llamarla a las ocho y una vez maacutes repitioacute que no era posible Tiene que serlo a cualquier precio le griteacute aterrorizado Colgoacute sin despedirse pero quince minutos despueacutes volvioacute a llamar

-Bueno aquiacute la tienes

Llegueacute a las diez y veinte de la noche y le di a Rosa Cabarcas las uacuteltimas cartas de mi vida con mis disposiciones sobre la nintildea despueacutes de mi final terrible Ella pensoacute que me habiacutea impresionado con el acuchillado y me dijo con aires de burla Si te vas a morir que no sea aquiacute imagiacutenate Pero yo le dije Di que me atropello el tren de Puerto Colombia ese pobre cacharro de laacutestima incapaz de matar a nadie

Preparado para todo aquella noche me acosteacute bocarriba a la espera del dolor final en el primer instante de mis noventa y un antildeos Oiacute campanas distantes sentiacute la fragancia del alma de Delgadina dormida de costado oiacute un grito en el horizonte sollozos de alguien que quizaacutes habiacutea muerto un siglo antes en la alcoba Entonces apagueacute la luz con el uacuteltimo aliento entrelaceacute mis dedos con los suyos para llevaacutermela de la mano y conteacute las doce campanadas de las doce con mis doce laacutegrimas finales hasta que empezaron a cantar los gallos y enseguida las campanas de gloria los cohetes de fiesta que celebraban el juacutebilo de haber sobrevivido sano y salvo a mis noventa antildeos

Mis primeras palabras fueron para Rosa Cabarcas Te compro la casa toda con la tienda y el huerto Ella me dijo Hagamos una apuesta de viejos el que se muera primero se queda con todo lo del otro firmado ante notario No porque si yo me muero todo deberiacutea ser para ella Es igual dijo Rosa Cabarcas yo me hago cargo de la nintildea y despueacutes le dejo todo lo tuyo y lo miacuteo no tengo a nadie maacutes en este mundo Mientras tanto remodelamos tu cuarto con buenos servicios aire acondicionado y tus libros y tu muacutesica

-iquestCrees que ella estaraacute de acuerdo

-Ay mi sabio triste estaacute bien que esteacutes viejo pero no pendejo -dijo Rosa Cabarcas muerta de risa- Esa pobre criatura estaacute lela de amor por ti

Saliacute a la calle radiante y por primera vez me reconociacute a miacute mismo en el horizonte remoto de mi primer siglo Mi casa callada y en orden a las seis y cuarto empezaba a gozar los colores de una aurora feliz Damiana cantaba a toda voz en la cocina y el gato redivivo enroscoacute la cola en mis tobillos y siguioacute caminando conmigo hasta mi mesa de escribir Estaba ordenando mis papeles marchitos el tintero la pluma de ganso cuando el sol estalloacute entre los almendros del parque y el buque fluvial del correo retrasado una semana por la sequiacutea entroacute bramando en el canal del puerto Era por fin la vida real con mi corazoacuten a salvo y condenado a morir de buen amor en la agoniacutea feliz de cualquier diacutea despueacutes de mis cien antildeos

Mayo de 2004

Page 15: · Web viewVivo en una casa colonial en la acera de sol del parque de San Nicolás, donde he pasado todos los días de mi vida sin mujer ni fortuna, donde vivieron y murieron mis padres,

Memorias de mis putas tristes 15 ______________________________________________________________________________________

2Escribo esta memoria en lo poco que queda de la biblioteca que fue de mis padres y cuyos anaqueles estaacuten a punto de desplomarse por la paciencia de las polillas A fin de cuentas para lo que me falta por hacer en este mundo me bastariacutea con mis diccionarios de todo geacutenero con las dos primeras series de los Episodios nacionales de don Benito Peacuterez Galdoacutes y con La montantildea maacutegica que me ensentildeoacute a entender los humores de mi madre desnaturalizados por la tisis

A diferencia de los otros muebles y de miacute mismo el mesoacuten en que escribo parece de mejor salud con el paso del tiempo porque lo fabricoacute en maderas nobles mi abuelo paterno que fue carpintero de buques Aunque no tenga que escribir lo aderezo todas las mantildeanas con el rigor ocioso que me ha hecho perder tantos amores Al alcance de la mano tengo mis libros coacutemplices los dos tomos del Primer Diccionario Ilustrado de la Real Academiade 1903 el Tesoro de la Lengua Castellana o Espantildeola de don Sebastiaacuten de Covarrubias la gramaacutetica de don Andreacutes Bello por si hubiera alguna duda semaacutentica como es de rigor el novedoso Diccionario ideoloacutegico de don Julio Casares en especial por sus antoacutenimos y sus sinoacutenimos el Vocabolario della Liacutengua Italiana de Nicola Zingarelli para favorecerme con el idioma de mi madre que aprendiacute desde la cuna y el diccionario de latiacuten que por ser eacuteste la madre de las otras dos lo considero mi lengua natal

A la izquierda del escritorio mantengo siempre las cinco fojas de papel de hilo tamantildeo oficio para mi nota dominical y el cuerno con polvo de carta que prefiero a la moderna almohadilla de papel se cante A la derecha estaacuten el calamaio y el palillero de balso liviano con la peacutendola de oro pues todaviacutea manuscribo con la letra romaacutentica que me ensentildeoacute Florina de Dios para que no me hiciera a la caligrafiacutea oficial de su esposo que fue notario puacuteblico y contador juramentado hasta su uacuteltimo aliento Hace tiempo que se nos impuso en el perioacutedico la orden de escribir a maacutequina para mejor caacutelculo del texto en el plomo del linotipo y mayor acierto en la armada pero nunca me hice a este mal haacutebito Seguiacute escribiendo a mano y transcribiendo en la maacutequina con un arduo picoteo de gallina gracias al privilegio ingrato de ser el empleado maacutes antiguo Hoy jubilado pero no vencido gozo del privilegio sacro de escribir en casa con el teleacutefono descolgado para que nadie me disturbe y sin censor que aguaite lo que escribo por encima de mi hombro

Vivo sin perros ni paacutejaros ni gente de servicio salvo la fiel Damiana que me ha sacado de los apuros menos pensados y sigue viniendo una vez por semana para lo que haya que hacer aun como estaacute corta de vista y de cacumen Mi madre en su

Memorias de mis putas tristes 16 ______________________________________________________________________________________lecho de muerte me suplicoacute que me casara joven con mujer blanca que tuvieacuteramos por lo menos tres hijos y entre ellos una nintildea con su nombre que habiacutea sido el de su madre y su abuela Estuve pendiente de la suacuteplica pero teniacutea una idea tan flexible de la juventud que nunca me parecioacute demasiado tarde Hasta un mediodiacutea caluroso en que me equivoqueacute de puerta en la casa que teniacutean los Palomares de Castro en Pradomar y sorprendiacute desnuda a Ximena Ortiz la menor de las hijas que haciacutea la siesta en la alcoba contigua Estaba acostada de espaldas a la puerta y se volvioacute a mirarme por encima del hombro con un gesto tan raacutepido que no me dio tiempo de escapar Ay perdoacuten alcanceacute a decir con el alma en la boca Ella sonrioacute se volteoacute hacia miacute con un escorzo de gacela y seme mostroacute de cuerpo entero La estancia toda se sentiacutea saturada de su intimidad No estaba en vivas carnes pues teniacutea en la oreja una flor ponzontildeosa de peacutetalos anaranjados como la Olimpia de Manet y tambieacuten llevaba una esclava de oro en el puntildeo derecho y una gargantilla de perlas menudas Nunca imagineacute que pudiera ver algo maacutes perturbador en lo que me faltaba de vida y hoy puedo dar fe de que tuve razoacuten

Cerreacute la puerta de un golpe avergonzado de mi torpeza y con la determinacioacuten de olvidarla Pero Ximena Ortiz me lo impidioacute Me mandaba recados con amigas comunes esquelas provocadoras amenazas brutales mientras se esparciacutea la voz de que estaacutebamos locos de amor el uno por el otro sin que nos hubieacuteramos cruzado palabra Fue imposible resistir Teniacutea unos ojos de gata cimarrona un cuerpo tan provocador con ropa como sin ella y una cabellera frondosa de oro alborotado cuyo tufo de mujer me haciacutea llorar de rabia en la almohada Sabiacutea que nunca llegariacutea a ser amor pero la atraccioacuten sataacutenica que ejerciacutea sobre miacute era tan ardorosa que intentaba aliviarme con cuanta guaricha de ojos verdes me encontraba al paso Nunca logreacute sofocar el fuego de su recuerdo en la cama de Pradomar asiacute que le entregueacute mis armas con peticioacuten formal de mano intercambio de anillos y anuncio de boda grande antes de Pentecosteacutes

La noticia estalloacute con maacutes fuerza en el Barrio Chino que en los clubes sociales Primero fue con burlas pero se transformoacute en una contrariedad cierta de las acadeacutemicas que veiacutean el matrimonio como una situacioacuten maacutes ridiacutecula que sagrada Mi noviazgo cumplioacute todos los ritos de la moral cristiana en la terraza de orquiacutedeas amazoacutenicas y helechos colgados de la casa de mi prometida Llegaba a las siete de la noche todo de lino blanco y con cualquier regalo de abalorios artesanales o chocolates suizos y hablaacutebamos medio en clave y medio en serio hasta las diez con la custodia de la tiacutea Argeacutenida que se dormiacutea al primer parpadeo como las chaperonas de las novelas de la eacutepoca

Ximena iba hacieacutendose maacutes voraz cuanto mejor nos conociacuteamos se aligeraba de corpintildeos y pollerines a medida que apretaban los bochornos de junio y era faacutecil imaginarse el poder de demolicioacuten que debiacutea tener en la penumbra A los dos meses de noviazgo no teniacuteamos de queacute hablar y ella planteoacute el tema de los hijos sin decirlo tejiendo bolitas en crochet de lana cruda para recieacuten nacidos Yo novio gentil aprendiacute a tejer con ella y asiacute se nos fueron las horas inuacutetiles que faltaban para la boda yo tejiendo las botitas azules para nintildeos y ella tejiendo las rosadas para nintildeas a ver quieacuten acertaba hasta que fueron bastantes para maacutes de medio centenar de hijos Antes de que dieran las diez me subiacutea a un coche de caballos y me iba al Barrio Chino a vivir mi noche en la paz de Dios

Memorias de mis putas tristes 17 ______________________________________________________________________________________Los tempestuosos adioses de soltero que me haciacutean en el Barrio Chino iban en contraviacutea de las veladas opresivas del Club Social Contraste que a miacute me sirvioacute para saber cuaacutel de los dos mundos era en realidad el miacuteo y me hice la ilusioacuten de que eran ambos pero cada uno a sus horas pues desde cualquiera de los dos veiacutea alejarse el otro con los suspiros desgarrados con que se separan dos barcos en altamar El baile de la viacutespera en El Poder de Dios incluyoacute una ceremonia final que soacutelo podiacutea ocurriacutersele a un cura gallego encallado en la concupiscencia que vistioacute a todo el personal femenino con velos y azahares para que todas se casaran conmigo en un sacramento universal Fue una noche de grandes sacrilegios en que veintidoacutes de ellas prometieron amor y obediencia y les correspondiacute con fidelidad y sustento hasta el maacutes allaacute de la tumba

No pude dormir por el presagio de algo irremediable Desde la madrugada empeceacute a contar el paso de las horas en el reloj de la catedral hasta las siete campanadas temibles con que debiacutea estar en la iglesia El timbre del teleacutefono empezoacute a las ocho largo tenaz impredecible durante maacutes de una hora No soacutelo no contesteacute no respireacute Poco antes de las diez llamaron a la puerta primero con el puntildeo y luego con gritos de voces conocidas y abominadas Temiacutea que la derribaran por alguacuten percance grave pero hacia las once la casa quedoacute en el silencio erizado que sucede a las grandes cataacutestrofes Entonces lloreacute por ella y por miacute y receacute de todo corazoacuten para no encontrarme con ella nunca maacutes en mis diacuteas Alguacuten santo me oyoacute a medias pues Ximena Ortiz se fue del paiacutes esa misma noche y no volvioacute hasta unos veinte antildeos despueacutes bien casada y con los siete hijos que pudieron ser miacuteos

Trabajo me costoacute mantener mi puesto y mi columna en El Diario de La Paz despueacutes de aquella afrenta social Pero no fue por eso que relegaron mis notas a la paacutegina once sino por el iacutempetu ciego con que entroacute el siglo XX El progreso se convirtioacute en el mito de la ciudad Todo cambioacute volaron los aviones y un hombre de empresa tiroacute un saco de cartas desde un Junker e inventoacute el correo aeacutereo

Lo uacutenico que permanecioacute igual fueron mis notas en el perioacutedico Las nuevas generaciones arremetieron contra ellas como contra una momia del pasado que debiacutea ser demolida pero yo las mantuve en el mismo tono sin concesiones contra los aires de renovacioacuten Fui sordo a todo Habiacutea cumplido cuarenta antildeos pero los redactores joacutevenes la llamaban la Columna de Mudarra el Bastardo El director de entonces me citoacute en su oficina para pedirme que me pusiera a tono con las nuevas corrientes De un modo solemne como si acabara de inventarlo me dijo El mundo avanza Siacute le dije avanza pero dando vueltas alrededor del sol Mantuvo mi nota dominical porque no habriacutea encontrado otro inflador de cables Hoy seacute que tuve razoacuten y por queacute Los adolescentes de mi generacioacuten avorazados por la vida olvidaron en cuerpo y alma las ilusiones del porvenir hasta que la realidad les ensentildeoacute que el futuro no era como lo sontildeaban y descubrieron la nostalgia Alliacute estaban mis notas dominicales como una reliquia arqueoloacutegica entre los escombros del pasado y se dieron cuenta de que no eran soacutelo para viejos sino para joacutevenes que no tuvieran miedo de envejecer La nota volvioacute entonces a la seccioacuten editorial y en ocasiones especiales a la primera paacutegina

A quien me lo pregunta le contesto siempre con la verdad las putas no me dejaron tiempo para ser casado Sin embargo debo reconocer que nunca tuve esta explicacioacuten hasta el diacutea de mis noventa antildeos cuando saliacute de la casa de Rosa Cabarcas con la determinacioacuten de nunca maacutes provocar al destino Me sentiacutea otro El

Memorias de mis putas tristes 18 ______________________________________________________________________________________genio se me trastornoacute por la gente de tropa que vi apostada en las rejas de hierro que rodeaban el parque Encontreacute a Damiana trapeando los pisos a gatas en la sala y la juventud de los muslos a su edad me suscitoacute un temblor de otra eacutepoca Ella debioacute sentirlo porque se cubrioacute con la falda No pude reprimir la tentacioacuten de preguntarle Diacutegame una cosa Damiana iquestde queacute se acuerda No estaba acordaacutendome de nada dijo ella pero su pregunta me lo recuerda Sentiacute una opresioacuten en el pecho Nunca me he enamorado le dije Ella replicoacute en el acto Yo siacute Y terminoacute sin interrumpir su oficio Lloreacute veintidoacutes antildeos por usted El corazoacuten me dio un salto Buscando una salida digna le dije Hubieacuteramos sido una buena yunta Pues hace mal en deciacutermelo ahora dijo ella porque ya no me sirve ni de consuelo Cuando saliacutea de la casa me dijo del modo maacutes natural Usted no me creeraacute pero sigo siendo virgen a Dios gracias

Poco despueacutes descubriacute que habiacutea dejado floreros de rosas rojas por toda la casa y una tarjeta en la almohada Le deseo que llegue a los sien Con este mal sabor me senteacute a continuar la nota que habiacutea dejado a medias el diacutea anterior La termineacute con un solo aliento en menos de dos horas y tuve que torcerle el cuello al cisne para sacaacutermela de las tripas sin que se me notara el llanto Por un golpe de inspiracioacuten tardiacutea decidiacute rematarla con el anuncio de que con ella poniacutea teacutermino feliz a una vida larga y digna sin la mala condicioacuten de morirme

Mi propoacutesito era dejarla en la porteriacutea del perioacutedico y volver a casa Pero no pude El personal en pleno me esperaba para celebrarme el cumpleantildeos El edificio estaba en obra con andamies y escombros friacuteos por todas partes pero habiacutean parado la obra para la fiesta En una mesa de carpintero estaban las bebidas para el brindis y las cuelgas envueltas en papel de fantasiacutea Aturdido por los relaacutempagos de las caacutemaras me hice con todas las fotos del recuerdo

Me alegroacute encontrar alliacute a periodistas de radio y de los otros diarios de la ciudad La Prensa matutino conservador El Heraldo matutino liberal y El Nacional vespertino sensacionalista que trataba de aliviar las tensiones del orden puacuteblico con folletones pasionales No era extrantildeo que estuvieran juntos pues dentro del espiacuteritu de la ciudad fue siempre de buen recibo que se mantuvieran intactas las amistades de la tropa mientras los mariscales libraban la guerra editorial

Tambieacuten estaba alliacute fuera de horas el censor oficial don Jeroacutenimo Ortega a quien llamaacutebamos el Abominable Hombre de las Nueve porque llegaba puntual a esa hora de la noche con su laacutepiz sangriento de saacutetrapa godo Alliacute permaneciacutea hasta asegurarse de que no hubiera una letra impune en la edicioacuten de mantildeana Teniacutea una aversioacuten personal contra miacute por mis iacutenfulas de gramaacutetico o porque utilizaba palabras italianas sin comillas ni cursivas cuando me pareciacutean maacutes expresivas que en castellano como debiera ser de uso legiacutetimo entre lenguas siamesas Despueacutes de padecerlo por cuatro antildeos habiacuteamos terminado por aceptarlo como la mala conciencia de nosotros mismos

Las secretarias llevaron al saloacuten un pudiacuten con noventa velas encendidas que me enfrentaron por primera vez al nuacutemero de mis antildeos Tuve que tragarme las laacutegrimas cuando cantaron el brindis y me acordeacute de la nintildea sin ninguacuten motivo No fue un golpe de rencor sino de compasioacuten tardiacutea por una criatura de la que no esperaba volver a acordarme Cuando acaboacute de pasar el aacutengel alguien me habiacutea puesto un cuchillo en la mano para que cortara el pudiacuten Por temor a las burlas nadie se

JUAN CARLOS 161104
saacutetrapa (Del lat satrăpa este del gr σατράπης y este del aveacutestico ẖšathrapāvan protector del dominio) m Gobernador de una provincia de la antigua Persia || 2 coloq Hombre sagaz que sabe gobernarse con astucia e inteligencia o que gobierna despoacuteticamente U t c adj 13

Memorias de mis putas tristes 19 ______________________________________________________________________________________arriesgoacute a improvisar un discurso Yo hubiera preferido morirme que contestarlo Para terminar la fiesta el jefe de redaccioacuten por quien no tuve nunca gran simpatiacutea nos devolvioacute a la realidad inclemente Ahora siacute ilustre nonagenario me dijo iquestDoacutende estaacute su nota

La verdad es que toda la tarde la sentiacutea ardieacutendome como una brasa en el bolsillo pero la emocioacuten me habiacutea calado tan hondo que no tuve corazoacuten para aguar la fiesta con mi renuncia Dije Por esta vez no hay El jefe de redaccioacuten se disgustoacute por una falta que habiacutea sido inconcebible desde el siglo anterior Entieacutendalo por una vez le dije tuve una noche tan difiacutecil que amaneciacute embrutecido Pues debioacute escribir eso dijo eacutel con su humor de vinagre A los lectores les gustaraacute saber de primera mano coacutemo es la vida a los noventa Una de las secretarias tercioacute A lo mejor es un secreto delicioso dijo y me miroacute con malicia iquestO no Una raacutefaga ardiente me abrasoacute la cara Maldita sea penseacute queacute desleal es el rubor Otra radiante me sentildealoacute con el dedo iexclQueacute maravilla Todaviacutea le queda la elegancia de ruborizarse Su impertinencia me provocoacute otro rubor encima del rubor Debioacute ser una noche de ataque dijo la primera secretaria iexclQueacute envidia Y me dio un beso que me quedoacute pintado en la cara Los fotoacutegrafos se encarnizaron Ofuscado le entregueacute la nota al jefe de redaccioacuten y le dije que lo dicho antes era en broma aquiacute la tiene y escapeacute atolondrado por la uacuteltima salva de aplausos para no estar presente cuando descubrieran que era mi carta de renuncia al cabo de medio siglo de galeras

La ansiedad me duraba todaviacutea aquella noche cuando desenvolviacutea las cuelgas en mi casa Los linotipistas desacertaron con una cafetera eleacutectrica igual a las tres que teniacutea de cumpleantildeos anteriores Los tipoacutegrafos me dieron una autorizacioacuten para recoger un gato de angora en el criadero municipal La gerencia me dio una bonificacioacuten simboacutelica Las secretarias me regalaron tres calzoncillos de seda con huellas de besos estampados y una tarjeta en la que se ofreciacutean para quitaacutermelos Se me ocurrioacute que uno de los encantos de la vejez son las provocaciones que se permiten las amigas joacutevenes que nos creen fuera de servicio

Nunca supe quieacuten me mandoacute un disco con los veinticuatro preludios de Chopin por Stefan Askenase Los redactores en su mayoriacutea me regalaron libros de moda No habiacutea terminado de desenvolver los regalos cuando Rosa Cabarcas me llamoacute por teleacutefono con la pregunta que yo no queriacutea oiacuter iquestQueacute te pasoacute con la nintildea Nada dije sin pensarlo iquestTe parece nada que ni siquiera la despertaste dijo Rosa Cabarcas Una mujer no perdona jamaacutes que un hombre le desprecie el estreno Le alegueacute que la nintildea no podiacutea estar tan agotada soacutelo por pegar botones y tal vez se hiciera la dormida por miedo del mal trance Lo uacutenico grave dijo Rosa es que ella cree de verdad que ya no sirves y no me gustariacutea que lo fuera pregonando a los cuatro vientos

No le di el gusto de sorprenderme Aunque asiacute fuera le dije su estado es tan deplorable que no se puede contar con ella ni dormida ni despierta es carne de hospital Rosa Cabarcas bajoacute el tono La culpa fue de las prisas con que se hizo el trato pero tiene remedio ya veraacutes Prometioacute poner a la nintildea en confesioacuten y si era el caso obligarla a devolver la plata iquestqueacute te parece Deacutejalo de ese tamantildeo le dije aquiacute no pasoacute nada y en cambio me ha valido como una prueba de que ya no estoy para estos trotes En ese sentido la nintildea tiene razoacuten ya no sirvo Colgueacute el teleacutefono saturado por un sentimiento de liberacioacuten que no habiacutea conocido en vida miacutea y por fin a salvo de una servidumbre que me manteniacutea subyugado desde mis trece antildeos

JUAN CARLOS 161104
linotipista com Persona que maneja una linotipia13 linotipia (Del ingl linotype) f Impr Maacutequina de componer provista de matrices de la cual sale la liacutenea formando una sola pieza || 2 Impr Arte de componer con esta maacutequina 13

Memorias de mis putas tristes 20 ______________________________________________________________________________________

A las siete de la noche fui invitado de honor al concierto de Jacques Thibault y Alfred Cortot en la sala de Bellas Artes con una interpretacioacuten gloriosa de la sonata para violiacuten y piano de Ceacutesar Frank y en el intermedio escucheacute elogios inverosiacutemiles El maestro Pedro Biava nuestro muacutesico enorme me llevoacute casi a rastras a los camerinos para presentarme a los inteacuterpretes Me ofusqueacute tanto que los feliciteacute por una sonata de Schumann que no habiacutean tocado y alguien me corrigioacute en puacuteblico de mala manera La impresioacuten de que habiacutea confundido las dos sonatas por ignorancia simple quedoacute sembrada en el ambiente local y agravada por una explicacioacuten aturdida con que trateacute de remendarla el domingo siguiente en mi resentildea criacutetica del concierto

Por primera vez en mi larga vida me sentiacute capaz de matar a alguien Volviacute a casa atormentado por el diablillo que sopla al oiacutedo las respuestas devastadoras que no dimos a tiempo y ni la lectura ni la muacutesica mitigaron mi rabia Por fortuna Rosa Cabarcasme sacoacute del desvariacuteo con un grito en el teleacutefono Estoy feliz con el perioacutedico porque no pensaba que cumpliacuteas noventa sino cien Le contesteacute encrespado iquestAsiacute de jodido me viste Al contrario dijo ella lo que me sorprendioacute fue verte tan bien Queacute bueno que no eres de los viejos verdes que se aumentan la edad para que los crean en buen estado Y cambioacute sin transicioacuten Te tengo tu cuelga Me sorprendioacute de veras iquestQueacute es La nintildea dijo ella

No me tomeacute ni un instante para pensar Gracias le dije pero esa vaina es agua pasada Ella siguioacute de largo Te la mando a tu casa envuelta en papel de China y hervida con palo de saacutendalo al bantildeo mariacutea todo gratis Me mantuve firme y ella se debatioacute en una explicacioacuten pedregosa que me parecioacute sincera Dijo que la nintildea estaba en tan mal estado aquel viernes por haber cosido doscientos botones con aguja y dedal Que era verdad su miedo a las violaciones sangrientas pero ya estaba instruida para el sacrificio Que en su noche conmigo se habiacutea levantado para ir al bantildeo y que yo estaba tan profundo que le dio laacutestima despertarme pero ya me habiacutea ido cuando volvioacute a despertar en la mantildeana Me indigneacute con lo que me parecioacute una mentira inuacutetil Bueno prosiguioacute Rosa Cabarcas aun si asiacute fuera la nintildea estaacute arrepentida Pobrecita la tengo aquiacute enfrente iquestQuieres que tela pase No por Dios le dije

Habiacutea empezado a escribir cuando llamoacute la secretaria del perioacutedico El mensaje era que el director queriacutea verme al diacutea siguiente a las once de la mantildeana Llegueacute puntual El estruendo de la restauracioacuten de la casa no pareciacutea soportable el aire estaba enrarecido por los martillazos el polvo de cemento y el humo de alquitraacuten pero la redaccioacuten habiacutea aprendido a pensar en la rutina del caos Las oficinas del director en cambio heladas y silentes permaneciacutean en un paiacutes ideal que no era el nuestro

El tercer Marco Tulio con un aire adolescente se puso de pie al verme entrar sin interrumpir una conversacioacuten telefoacutenica me estrechoacute la mano por encima del escritorio y me indicoacute que me sentara Llegueacute a pensar que no habiacutea nadie en el otro extremo de la liacutenea y que eacutel haciacutea la farsa para impresionarme pero pronto descubriacute que hablaba con el gobernador y era en verdad un diaacutelogo difiacutecil entre enemigos cordiales Ademaacutes creo que se esmeraba en parecer eneacutergico delante de miacute aunque al mismo tiempo se manteniacutea de pie mientras hablaba con la autoridad

Memorias de mis putas tristes 21 ______________________________________________________________________________________Se le notaba el vicio de la pulcritud Acababa de cumplir veintinueve antildeos con cuatro idiomas y tres maestriacuteas internacionales a diferencia del primer presidente vitalicio su abuelo paterno que se hizo periodista empiacuterico despueacutes de hacer una fortuna con la trata de blancas Teniacutea maneras faacuteciles se pasaba de apuesto y sereno y lo uacutenico que poniacutea en peligro su prestancia era una nota falsa en la voz Llevaba una chaqueta deportiva con una orquiacutedea viva en la solapa y cada cosa le sentaba como si fuera de su ser natural pero nada en eacutel estaba hecho para el clima de la calle sino para la primavera de sus oficinas Yo que habiacutea gastado casi dos horas para vestirme sentiacute el oprobio de la pobreza y me aumentoacute la rabia

Con todo el veneno mortal estaba en una foto panoraacutemica del personal de planta tomada en el XXV aniversario de la fundacioacuten del perioacutedico en la que sentildealaban con una crucecita sobre la cabeza a los que iban muriendo Yo era el tercero de la derecha con el sombrero canotier la corbata de nudo grande con una perla en el prendedor el primer mostacho de coronel civil que tuve hasta los cuarenta antildeos y los espejuelos metaacutelicos de seminarista preacutesbita que no me hicieron falta despueacutes del medio siglo Habiacutea visto esa foto colgada durante antildeos en distintas oficinas pero soacutelo entonces fui sensible a su mensaje de los cuarenta y ocho empleados originales soacutelo cuatro estaacutebamos vivos y el menor de nosotros cumpliacutea una condena de veinte antildeos por asesinato muacuteltiple

El director terminoacute la llamada me sorprendioacute mirando la foto y sonrioacute Las crucecitas no las puse yo dijo Me parecen de muy mal gusto Se sentoacute al escritorio y cambioacute de tono Permiacutetame decirle que usted es el hombre maacutes impredecible que he conocido Y ante mi sorpresa se adelantoacute a todo Lo digo por su renuncia Apenas acerteacute a decir Es toda una vida El replicoacute que justo por eso no era una solucioacuten pertinente La nota le pareciacutea magniacutefica y todo lo que deciacutea de la vejez era de lo mejor que habiacutea leiacutedo nunca y no teniacutea sentido terminarla con una decisioacuten que pareciacutea maacutes bien una muerte civil Por fortuna dijo el Abominable Hombre de las Nueve la leyoacute cuando ya estaba armada la paacutegina editorial y le parecioacute inadmisible Sin consultarlo con nadie la tachoacute de arriba abajo con su laacutepiz de Torquemada Cuando lo supe esta mantildeana ordeneacute mandar una nota de protesta a la Gobernacioacuten Era mi deber pero entre nos puedo decirle que estoy muy agradecido por la arbitrariedad del censor De modo que no estaba dispuesto a aceptar que suspendiera la nota Se lo suplico con toda el alma dijo No abandone el barco en altamar Y concluyoacute con un gran estilo Todaviacutea nos queda mucho por hablar de muacutesica

Lo vi tan decidido que no me atreviacute a agravar la discrepancia con un argumento de distraccioacuten El problema en realidad era que tampoco entonces encontraba un motivo decente para abandonar la noria y me aterrorizoacute la idea de decirle que siacute una vez maacutes soacutelo por ganar tiempo Tuve que reprimirme para que no se me notara la emocioacuten impuacutedica que me apremiaba las laacutegrimas Y otra vez como siempre quedamos en las mismas de siempre despueacutes de tantos antildeos

La semana siguiente presa de un estado que era maacutes de confusioacuten que de alegriacutea paseacute por el criadero a recoger el gato que me habiacutean regalado los impresores Tengo muy mala quiacutemica con los animales por lo mismo que la tengo con los nintildeos antes de que empiecen a hablar Me parecen mudos del alma No los odio pero no puedo soportarlos porque no aprendiacute a negociar con ellos Me parece contra natura que un hombre se entienda mejor con su perro que con su esposa que lo ensentildee a

JUAN CARLOS 161104
noria (Del aacuter hisp nalsquouacutera y este del aacuter claacutes nālsquoūrah infl por acequia y acenia) f Maacutequina compuesta de dos grandes ruedas engranadas que mediante cangilones sube el agua de los pozos acequias etc || 2 Pozo formado en forma comuacutenmente ovalada del cual se saca el agua con la maacutequina || 3 Artilugio de feria consistente en una gran rueda con asientos que gira verticalmente13

Memorias de mis putas tristes 22 ______________________________________________________________________________________comer y descomer a sus horas a contestar preguntas y a compartir sus penas Pero no recoger el gato de los tipoacutegrafos habriacutea sido un desaire Ademaacutes era un precioso ejemplar de angora de pelambre rosada y tersa y ojos iluminados cuyos maullidos pareciacutean a punto de ser palabras Me lo dieron en una canasta de mimbre con un certificado de su estirpe y un manual de uso como el de las bicicletas para armar

Una patrulla militar verificaba la identidad de los transeuacutentes antes de autorizar el paso por el parque de San Nicolaacutes Nunca habiacutea visto nada igual ni podiacutea imaginarme nada maacutes descorazonador como siacutentoma de mi vejez Era una patrulla de cuatro al mando de un oficial casi adolescente Los agentes eran hombres de paacuteramos duros y callados con un olor de establo El oficial los vigilaba a todos con las mejillas chapeadas de los andinos en la playa Despueacutes de revisar mi ceacutedula de identidad y mi credencial de prensa me preguntoacute queacute llevaba en la cesta Un gato le dije El quiso verlo Destapeacute la cesta con toda precaucioacuten por temor de que escapara pero un agente quiso ver si no habiacutea algo maacutes en el fondo y el gato le tiroacute un zarpazo El oficial se interpuso Es una joya de angora dijo Lo acaricioacute mientras murmuraba algo y el gato no lo agredioacute pero tampoco le hizo caso iquestCuaacutentos antildeos tiene preguntoacute No seacute le dije acaban de regalaacutermelo Se lo pregunto porque se ve que es muy viejo diez antildeos quizaacutes Quise preguntarle coacutemo lo sabiacutea y muchas cosas maacutes pero a despecho de sus buenas maneras y su habla florida no me sentiacutea con estoacutemago para hablar con eacutel Me parece que es un gato abandonado que ha pasado por muchas dijo Obseacutervelo no lo acomode a usted sino al contrario usted a eacutel y deacutejelo hasta que se gane su confianza Cerroacute la tapa de la cesta y me preguntoacute iquestEn queacute trabaja usted Soy periodista iquestDesde cuaacutendo Desde hace un siglo le dije No lo dudo dijo eacutel Me estrechoacute la mano y se despidioacute con un frase que lo mismo podiacutea ser un buen consejo que una amenaza

-Cuiacutedese mucho

Al mediodiacutea desconecteacute el teleacutefono para refugiarme en la muacutesica con un programa exquisito la rapsodia para clarinete y orquesta de Wagner la de saxofoacuten de Debussy y el quinteto para cuerdas de Bruckner que es un remanso edeacutenico en el cataclismo de su obra Y de pronto me encontreacute envuelto en las tinieblas del estudio Sentiacute deslizarse debajo de mi mesa algo que no me parecioacute un cuerpo vivo sino una presencia sobrenatural que me rozoacute los pies y salteacute con un grito Era el gato con la hermosa cola empenachada su lentitud misteriosa y su estirpe miacutetica y no pude evitar el escalofriacuteo de estar solo en la casa con un ser vivo que no fuera humano

Cuando dieron las siete en la catedral habiacutea una estrella sola y liacutempida en el cielo color de rosas un buque lanzoacute un adioacutes desconsolado y sentiacute en la garganta el nudo gordiano de todos los amores que pudieron haber sido y no fueron No soporteacute maacutes Descolgueacute el teleacutefono con el corazoacuten en la boca marqueacute los cuatro nuacutemeros muy despacio para no equivocarme y al tercer timbrazo reconociacute la voz Bueno mujer le dije con un suspiro de alivio Perdoacutename el berrinche de esta mantildeana Ella tranquila No te preocupes estaba esperando tu llamada Le advertiacute Quiero que la nintildea me espere como Dios la echoacute al mundo y sin barnices en la cara Ella hizo su risa gutural Lo que tuacute digas dijo pero te pierdes el gusto de encuerar la pieza por pieza como les encanta a los viejos no seacute por queacute Yo siacute seacute le dije Porque se estaacuten volviendo cada vez maacutes viejos Ella lo dio por hecho

JUAN CARLOS 161104
gordiano (De Gordio rey de Frigia) V nudo
JUAN CARLOS 161104
paacuteramo (Del lat parămus voz de or prerromano) m Terreno yermo raso y desabrigado || 2 Lugar sumamente friacuteo y desamparado || 3 Col y Ecuad llovizna 13

Memorias de mis putas tristes 23 ______________________________________________________________________________________-Estaacute bien -dijo- entonces esta noche a las diez en punto antes de que se enfriacutee la pescada

Memorias de mis putas tristes 24 ______________________________________________________________________________________

3

iquestCoacutemo podiacutea llamarse La duentildea no me lo habiacutea dicho Cuando me hablaba de ella soacutelo deciacutea la nintildea Y yo lo habiacutea convertido en un nombre de pila como la nintildea de los ojos o la carabela menor Ademaacutes Rosa Cabarcas poniacutea a sus pupilas un nombre distinto para cada cliente A miacute me divertiacutea adivinarlos por las caras y desde el principio estuve seguro de que la nintildea teniacutea uno largo como Filomena Saturnina o Nicolasa En eacutesas estaba cuando ella se dio media vuelta en la cama y quedoacute de espaldas a miacute y me parecioacute que habiacutea dejado un charco de sangre del tamantildeo y la forma del cuerpo Fue un sobresalto instantaacuteneo hasta que comprobeacute que era la humedad del sudor en la saacutebana

Rosa Cabarcas me habiacutea aconsejado que la tratara con cautela pues auacuten le duraba el susto de la primera vez Es maacutes creo que la misma solemnidad del rito le habiacutea agravado el miedo y habiacutean tenido que aumentarle la dosis de valeriana pues dormiacutea con tal placidez que habriacutea sido una laacutestima despertarla sin arrullos De modo que empeceacute a secarla con la toalla mientras le cantaba en susurros la cancioacuten de Delgadina la hija menor del rey requerida de amores por su padre A medida que la secaba ella iba mostraacutendome los flancos sudados al compaacutes de mi canto Delgadina Delgadina tuacute seras mi prenda amada Fue un placer sin liacutemites pues ella volviacutea a sudar por un costado cuando acababa de secarla por el otro para que la cancioacuten no terminara nunca Levaacutentate Delgadina ponte tu falda de seda le cantaba al oiacutedo Al final cuando los criados del rey la encontraron muerta de sed en su cama me parecioacute que mi nintildea habiacutea estado a punto de despertar al escuchar el nombre Asiacute que era ella Delgadina

Volviacute a la cama con mis calzoncillos de besos estampados y me tendiacute junto a ella Dormiacute hasta las cinco al arrullo de su respiracioacuten apacible Me vestiacute a toda prisa sin lavarme y soacutelo entonces vi la sentencia escrita con laacutepiz labial en el espejo del lavabo El tigre no come lejos Seacute que no estaba la noche anterior y nadie podiacutea haber entrado en el cuarto de modo que la entendiacute como la cuelga del diablo Un trueno terroriacutefico me sorprendioacute en la puerta y el cuarto se llenoacute del olor premonitorio de la tierra mojada No tuve tiempo para escapar ileso Antes de que encontrara un taxi se precipitoacute un aguacero grande de los que suelen desordenar la ciudad entre mayo y octubre pues las calles de arenas ardientes que bajan hacia el riacuteo se convierten en torrenteras que arrastran cuanto encuentran a su paso Las aguas de aquel septiembre raro despueacutes de tres meses de sequiacutea podiacutean ser tan providenciales como devastadoras

Memorias de mis putas tristes 25 ______________________________________________________________________________________Desde que abriacute la puerta de casa me salioacute al encuentro la sensacioacuten fiacutesica de que no estaba solo Alcanceacute a ver el celaje del gato que saltoacute del sofaacute y se escabulloacute por el balcoacuten En su plato quedaban las sobras de una comida que yo no le habiacutea servido La peste de sus orines rancios y su caca caliente habiacutean contaminado todo Me habiacutea dedicado a estudiarlo como estudieacute el latiacuten El manual deciacutea que los gatos escarban en la tierra para esconder su estieacutercol y que en las casas sin patio como eacutesta lo hariacutean en las macetas de plantas o en cualquier otro escondrijo Lo apropiado era prepararles desde el primer diacutea una caja con arena para orientarles el haacutebito y asiacute lo hice Tambieacuten deciacutea que lo primero que hacen en casa nueva es marcar su territorio orinando por todas partes y aqueacutel pudo ser el caso pero el manual no deciacutea coacutemo remediarlo Seguiacutea sus trazas para familiarizarme con sus haacutebitos originales pero no di con sus escondites secretos sus sitios de reposo las causas de sus humores volubles Quise ensentildearlo a comer en sus horas a usar la cajita de arena en la terraza a no subirse en mi cama mientras yo dormiacutea ni a olisquear los alimentos en la mesa y no pude hacerle entender que la casa era suya por derecho propio y no como un botiacuten de guerra De modo que lo dejeacute a su aire

Al atardecer enfrenteacute el aguacero cuyos vientos huracanados amenazaban con desquiciar la casa Sufriacute un ataque de estornudos sucesivos me doliacutea el craacuteneo y teniacutea fiebre pero me sentiacutea poseiacutedo por una fuerza y una determinacioacuten que nunca tuve a ninguna edad y por ninguna causa Puse calderos en el piso para recoger las goteras y me di cuenta de que habiacutean aparecido otras nuevas desde el invierno anterior La maacutes grande habiacutea empezado a inundar el flanco derecho de la biblioteca Me apresureacute a rescatar a los autores griegos y latinos que viviacutean por aquel rumbo pero al quitar los libros encontreacute un chorro de alta presioacuten que saliacutea de un tubo roto en el fondo del muro Lo amordaceacute con trapos hasta donde pude para darme el tiempo de salvar los libros El estreacutepito del agua y el aullido del viento arreciaron en el parque De pronto un relaacutempago fantasmal y su trueno simultaacuteneo impregnaron el aire de un fuerte olor de azufre el viento desbaratoacute las vidrieras del balcoacuten y la tremenda borrasca de mar rompioacute los cerrojos y se metioacute dentro de la casa Sin embargo antes de diez minutos escampoacute de un tajo Un sol espleacutendido secoacute las calles llenas de escombros varados y volvioacute el calor

Cuando pasoacute el aguacero seguiacutea con la sensacioacuten de que no estaba solo en la casa Mi uacutenica explicacioacuten es que asiacute como los hechos reales se olvidan tambieacuten algunos que nunca fueron pueden estar en los recuerdos como si hubieran sido Pues si evocaba la emergencia del aguacero no me veiacutea a miacute mismo solo en la casa sino siempre acompantildeado por Delgadina La habiacutea sentido tan cerca en la noche que percibiacutea el rumor de su aliento en el dormitorio y los latidos de su mejilla en mi almohada Soacutelo asiacute entendiacute que hubieacuteramos podido hacer tanto en tan poco tiempo Me recordaba subido en el escabel de la biblioteca y la recordaba a ella despierta con su trajecito de flores recibiendo los libros para ponerlos a salvo La veiacutea correr de un lado al otro de la casa batallando con la tormenta empapada de lluvia con el agua a los tobillos Recordaba coacutemo preparoacute al diacutea siguiente un desayuno que nunca fue y puso la mesa mientras yo secaba los pisos y poniacutea orden en el naufragio de la casa Nunca olvideacute su mirada sombriacutea mientras desayunaacutebamos iquestPor queacute me conociste tan viejo Le contesteacute la verdad La edad no es la que uno tiene sino la que uno siente

Desde entonces la tuve en la memoria con tal nitidez que haciacutea de ella lo que queriacutea Le cambiaba el color de los ojos seguacuten mi estado de aacutenimo color de agua al

JUAN CARLOS 161104
escabel (Quizaacute del cat ant escabell y este del lat scabellum) m Tarima pequentildea que se pone delante de la silla para que descansen los pies de quien estaacute sentado || 2 Asiento pequentildeo hecho de tablas sin respaldo || 3 Persona o circunstancia de que alguien se aprovecha para medrar por lo general ambiciosamente13

Memorias de mis putas tristes 26 ______________________________________________________________________________________despertar color de almiacutebar cuando reiacutea color de lumbre cuando la contrariaba La vestiacutea para la edad y la condicioacuten que conveniacutean a mis cambios de humor novicia enamorada a los veinte antildeos puta de saloacuten a los cuarenta reina de Babilonia a los setenta santa a los cien Cantaacutebamos duetos de amor de Puccini boleros de Agustiacuten Lara tangos de Carlos Gardel y comprobaacutebamos una vez maacutes que quienes no cantan no pueden imaginar siquiera lo que es la felicidad de cantar Hoy seacute que no fue una alucinacioacuten sino un milagro maacutes del primer amor de mi vida a los noventa antildeos

Cuando la casa estuvo en orden llameacute a Rosa Cabarcas iexclDios Santo exclamoacute al oiacuter mi voz creiacute que te habiacuteas ahogado No podiacutea entender que hubiera vuelto a pasar la noche con la nintildea sin tocarla Tienes todo el derecho de que no te guste pero al menos poacutertate como un adulto Trateacute de explicarle pero ella cambioacute el tema sin transicioacuten De todos modos te tengo vista otra un poco mayor bella y tambieacuten virgen Su papaacute quiere cambiarla por una casa pero se puede discutir un descuentoSe me heloacute el corazoacuten Ni maacutes faltaba protesteacute asustado quiero la misma y como siempre sin fracasos sin peleas sin malos recuerdos Hubo un silencio en la liacutenea y por fin la voz sumisa con que dijo como para siacute misma Bueno esto debe ser lo que los meacutedicos llaman demencia senil

Fui a las diez de la noche con un chofer conocido por la extrantildea virtud de no hacer preguntas Lleveacute un ventilador portaacutetil y un cuadro de Orlando Rivera el querido Figurita y un martillo y un clavo para colgarlo En el camino hice una parada para comprar cepillos de dientes pasta dentiacutefrica jaboacuten de olor Agua de Florida tabletas de regaliz Quise llevar tambieacuten un buen florero y un ramo de rosas amarillas para conjurar la pava de las flores de papel pero no encontreacute nada abierto y tuve que robarme en un jardiacuten privado un ramo de astromelias recieacuten nacidas

Por instrucciones de la duentildea llegueacute desde entonces por la calle de atraacutes del lado del acueducto para que nadie me viera entrar por el portoacuten del huerto El chofer me previno Cuidado sabio en esa casa matan Le contesteacute Si es por amor no importa El patio estaba en tinieblas pero habiacutea luces de vida en las ventanas y un revoltijo de muacutesicas en los seis cuartos En el miacuteo a volumen maacutes alto distinguiacute la voz caacutelida de don Pedro Vargas el tenor de Ameacuterica con un bolero de Miguel Matamoros Sentiacute que iba a morir Empujeacute la puerta con la respiracioacuten desbaratada y vi a Delgadina en la cama como en mis recuerdos desnuda y dormida en santa paz del lado del corazoacuten

Antes de acostarme arregleacute el tocador puse el ventilador nuevo en lugar del oxidado y colgueacute el cuadro donde ella pudiera verlo desde la cama Me acosteacute a su lado y la reconociacute palmo a palmo Era la misma que andaba por mi casa las mismas manos que me reconociacutean al tacto en la oscuridad los mismos pies de pasos tenues que se confundiacutean con los del gato el mismo olor del sudor de mis saacutebanas el dedo del dedal Increiacuteble vieacutendola y tocaacutendola en carne y hueso me pareciacutea menos real que en mis recuerdos

Hay un cuadro en la pared de enfrente le dije Lo pintoacute Figurita un hombre a quien quisimos mucho el mejor bailariacuten de burdeles que existioacute jamaacutes y de tan buen corazoacuten que le teniacutea laacutestima al diablo Lo pintoacute con barniz de buques en el lienzo chamuscado de un avioacuten que se estrelloacute en la Sierra Nevada de Santa Marta y con pinceles fabricados por eacutel con pelos de su perro La mujer pintada es una monja que

Memorias de mis putas tristes 27 ______________________________________________________________________________________secuestroacute de un convento y se casoacute con ella Aquiacute lo dejo para que sea lo primero que veas al despertar

No habiacutea cambiado de posicioacuten cuando apagueacute la luz a la una de la madrugada y su respiracioacuten era tan tenue que le tomeacute el pulso para sentirla viva La sangre circulaba por sus venas con la fluidez de una cancioacuten que se ramificaba hasta los aacutembitos maacutes recoacutenditos de su cuerpo y volviacutea al corazoacuten purificada por el amor

Antes de irme al amanecer dibujeacute en un papel las liacuteneas de su mano y se las di a leer a la Diva Sahibiacute para conocer su alma Y fue asiacute una persona que soacutelo dice lo que piensa Es perfecta para trabajos manuales Tiene contacto con alguien que ya murioacute y del cual espera ayuda pero estaacute equivocada la ayuda que busca estaacute al alcance de su mano No ha tenido ninguna unioacuten pero va a morir mayor y casada Ahora tiene un hombre moreno que no ha de ser el de su vida Puede tener ocho hijos pero se va a decidir soacutelo por tres A los treinta y cinco antildeos si hace lo que le indique el corazoacuten y no la mente va a manejar mucho dinero y a los cuarenta recibiraacute una herencia Va a viajar mucho Tiene doble vida y doble suerte y puede influir sobre su propio destino Le gusta probar todo por curiosidad pero va a arrepentirse si no se orienta por el corazoacuten

Atormentado de amor hice reparar los estragos de la borrasca y aprovecheacute para hacer otros muchos remiendos que veniacutea demorando desde antildeos por insolvencia o por desidia Reorganiceacute la biblioteca en el orden en que habiacutea leiacutedo los libros Por uacuteltimo remateacute la pianola como reliquia histoacuterica con sus maacutes de cien rollos de claacutesicos y compreacute un tocadiscos usado pero mejor que el miacuteo con parlantes de alta fidelidad que engrandecieron el aacutembito de la casa Quedeacute al borde de la ruina pero bien compensado por el milagro de estar vivo a mi edad

La casa renaciacutea de sus cenizas y yo navegaba en el amor de Delgadina con una intensidad y una dicha que nunca conociacute en mi vida anterior Gracias a ella me enfrenteacute por vez primera con mi ser natural mientras transcurriacutean mis noventa antildeos Descubriacute que mi obsesioacuten de que cada cosa estuviera en su puesto cada asunto en su tiempo cada palabra en su estilo no era el premio merecido de una mente en orden sino al contrario todo un sistema de simulacioacuten inventado por miacute para ocultar el desorden de mi naturaleza Descubriacute que no soy disciplinado por virtud sino como reaccioacuten contra mi negligencia que parezco generoso por encubrir mi mezquindad que me paso de prudente por mal pensado que soy conciliador para no sucumbir a mis coacuteleras reprimidas que soacutelo soy puntual para que no se sepa cuan poco me importa el tiempo ajeno Descubriacute en fin que el amor no es un estado del alma sino un signo del zodiacuteaco

Me volviacute otro Trateacute de releer los claacutesicos que me orientaron en la adolescencia y no pude con ellos Me sumergiacute en las letras romaacutenticas que repudieacute cuando mi madre quiso imponeacutermelas con mano dura y por ellas tomeacute conciencia de que la fuerza invencible que ha impulsado al mundo no son los amores felices sino los contrariados Cuando mis gustos en muacutesica hicieron crisis me descubriacute atrasado y viejo y abriacute mi corazoacuten a las delicias del azar

Me pregunto coacutemo pude sucumbir en este veacutertigo perpetuo que yo mismo provocaba y temiacutea Flotaba entre nubes erraacuteticas y hablaba conmigo mismo ante el espejo con la vana ilusioacuten de averiguar quieacuten soy Era tal mi desvariacuteo que en una manifestacioacuten

Memorias de mis putas tristes 28 ______________________________________________________________________________________estudiantil con piedras y botellas tuve que sacar fuerzas de flaqueza para no ponerme al frente con un letrero que consagrara mi verdad Estoy loco de amor

Obnubilado por la evocacioacuten inclemente de Delgadina dormida cambieacute sin la menor malicia el espiacuteritu de mis notas dominicales Fuera cual fuera el asunto las escribiacutea para ella las reiacutea y las lloraba para ella y en cada palabra se me iba la vida En lugar de la foacutermula de gacetilla tradicional que tuvieron desde siempre las escribiacute como cartas de amor que cada quien podiacutea hacer suyas Propuse en el perioacutedico que el texto no se alzara en linotipo sino que fuera publicado con mi caligrafiacutea florentina Al jefe de redaccioacuten coacutemo no le parecioacute otro acceso de vanidad senil pero el director general lo convencioacute con una frase que todaviacutea anda suelta por la redaccioacuten

-No se equivoque los loquitos mansos se adelantan al porvenir

La respuesta puacuteblica fue inmediata y entusiasta con numerosas cartas de lectores enamorados Algunas las leiacutean en los noticieros de radio con urgencias de uacuteltima hora y se hicieron copias en mimeoacutegrafos o papel carboacuten que vendiacutean como cigarrillos de contrabando en las esquinas de la calle San Blas Desde el principio fue evidente que obedeciacutean a las ansias de expresarme pero me hice a la costumbre de tomarlas en cuenta al escribir y siempre con la voz de un hombre de noventa antildeos que no aprendioacute a pensar como viejo La comunidad intelectual como de soacutelito se mostroacute timorata y dividida y hasta los grafoacutelogos menos pensados montaron controversias por los anaacutelisis erraacuteticos de mi caligrafiacutea Fueron ellos los que dividieron los aacutenimos recalentaron la poleacutemica y pusieron de moda la nostalgia

Antes del fin del antildeo me habiacutea arreglado con Rosa Cabarcas para dejar en el cuarto el abanico eleacutectrico los recursos del tocador y lo que siguiera llevando en el futuro para hacerlo vivible Llegaba a las diez siempre con algo nuevo para ella o para gusto de ambos y dedicaba unos minutos a sacar la utileriacutea escondida para armar el teatro de nuestras noches Antes de irme nunca maacutes tarde de las cinco volviacutea a asegurar todo bajo llave La alcoba quedaba entonces tan escuaacutelida como fue en sus oriacutegenes para los amores tristes de los clientes casuales Una mantildeana oiacute que Marcos Peacuterez la voz maacutes escuchada de la radio desde el amanecer habiacutea decidido leer mi nota dominical en su noticiero de los lunes Cuando pude reprimir la naacuteusea dije sobrecogido Ya lo sabes Delgadina la fama es una sentildeora muy gorda que no duerme con uno pero cuando uno despierta estaacute siempre miraacutendonos frente a la cama

Uno de esos diacuteas me quedeacute a desayunar con Rosa Cabarcas que empezaba a parecerme menos decreacutepita a pesar del luto severo y del bonete negro que ya le tapaba las cejas Sus desayunos teniacutean fama de espleacutendidos con una carga de pimienta que me haciacutea llorar Al primer bocado de fuego vivo le dije bantildeado en laacutegrimas Esta noche no me haraacute falta la luna llena para que me arda el culo No te quejes dijo ella Si te arde es porque todaviacutea lo tienes a Dios gracias

Se sorprendioacute cuando mencioneacute el nombre de Delgadina No se llama asiacute dijo se llama No me lo digas la interrumpiacute para miacute es Delgadina Ella se encogioacute de hombros Bueno al fin y al cabo es tuya pero me parece un nombre de diureacutetico Le conteacute lo del letrero del tigre que la nintildea habiacutea escrito en el espejo No pudo ser ella

JUAN CARLOS 161104
timorato ta (Del lat timorātus) adj Tiacutemido indeciso encogido || 2 Dicho de una persona Que se escandaliza con exageracioacuten de cosas que no le parecen conformes a la moral convencional || 3 Que tiene temor de Dios y se gobierna por eacutel en sus operaciones
JUAN CARLOS 161104
obnubilar (Del lat obnubilāre) tr nublar (ǁ ofuscar o confundir) U t c prnl || 2 embelesar U t c prnl || 3 nublar (ǁ enturbiar la visioacuten) U t c prnl

Memorias de mis putas tristes 29 ______________________________________________________________________________________dijo Rosa porque no sabe leer ni escribir iquestEntonces quieacuten Ella se encogioacute de hombros Puede ser de alguien que se murioacute en el cuarto

Yo aprovechaba aquellos desayunos para desahogarme con Rosa Cabarcas y le pediacutea favores miacutenimos para el bienestar y el buen ver de Delgadina Me los concediacutea sin pensarlo con una picardiacutea de colegiala iexclQueacute risa me dijo por aquellos diacuteas Me siento como si me estuvieras pidiendo su mano Y a propoacutesito se le ocurrioacute iquestpor queacute no te casas con ella Me quedeacute de una pieza En serio insistioacute te sale maacutes barato Al fin y al cabo el problema a tu edad es servir o no servir pero ya me dijiste que lo tienes resuelto Le saliacute al paso El sexo es el consuelo que uno tiene cuando no le alcanza el amor

Ella soltoacute la risa Ay mi sabio siempre supe que eres muy hombre que siempre lo fuiste y me alegra que lo sigas siendo mientras tus enemigos entregan las armas Con razoacuten se habla tanto de ti iquestOiacuteste a Marcos Peacuterez Todo el mundo lo oye le dije para cortar el tema Pero ella insistioacute Tambieacuten el profesor Camacho y Cano en La hora de todo un poco dijo ayer que el mundo ya no es lo que era porque no quedan muchos hombres como tuacute

Aquel fin de semana encontreacute a Delgadina con fiebre y tos Desperteacute a Rosa Cabarcas para que me diera alguacuten remedio casero y me llevoacute al cuarto un botiquiacuten de primeros auxilios Dos diacuteas despueacutes Delgadina seguiacutea postrada y no habiacutea podido volver a su rutina de pegar botones El meacutedico le habiacutea prescrito un tratamiento casero para una gripa comuacuten que cederiacutea en una semana pero se alarmoacute por su estado general de desnutricioacuten Dejeacute de verla y sentiacute que me haciacutea falta y aprovecheacute para arreglar el cuarto sin ella

Lleveacute tambieacuten un dibujo a pluma de Cecilia Porras para Todos estaacutebamos a la espera el libro de cuentos de Alvaro Cepeda Lleveacute los seis tomos de Juan Cristoacutebal de Romain Rolland para pastorear mis vigilias De modo que cuando Delgadina pudo volver a la habitacioacuten la encontroacute digna de una felicidad sedentaria el aire purificado con un insecticida aromaacutetico paredes color de rosa laacutemparas matizadas flores nuevas en los floreros mis libros favoritos los buenos cuadros de mi madre colgados de otro modo seguacuten los gustos de hoy Habiacutea cambiado el viejo radio por uno de onda corta que manteniacutea sintonizado en un programa de muacutesica culta para que Delgadina aprendiera a dormir con los cuartetos de Mozart pero una noche lo encontreacute en una estacioacuten especializada en boleros de moda Era el gusto de ella sin duda y lo asumiacute sin dolor pues tambieacuten yo lo habiacutea cultivado con el corazoacuten en mis mejores diacuteas Antes de volver a casa al diacutea siguiente escribiacute en el espejo con el laacutepiz de labios Nintildea miacutea estamos solos en el mundo

Por esa eacutepoca tuve la rara impresioacuten de que se estaba volviendo mayor antes de tiempo Se lo comenteacute a Rosa Cabarcas y a ella le parecioacute natural Cumple quince antildeos el cinco de diciembre me dijo Una Sagitario perfecta Me inquietoacute que fuera tan real como para cumplir antildeos iquestQueacute podriacutea regalarle Una bicicleta dijo Rosa Cabarcas Tiene que atravesar la ciudad dos veces al diacutea para ir a pegar botones Me mostroacute en la trastienda la bicicleta que usaba y de verdad me parecioacute un cacharro indigno de una mujer tan bien amada Sin embargo me conmovioacute como la prueba tangible de que Delgadina existiacutea en la vida real

Memorias de mis putas tristes 30 ______________________________________________________________________________________Cuando fui a comprar la mejor bicicleta para ella no pude resistir la tentacioacuten de probarla y di algunas vueltas casuales en la rampa del almaceacuten Al vendedor que me preguntoacute la edad le contesteacute con la coqueteriacutea de la vejez Voy a cumplir noventa y uno El empleado dijo justo lo que yo queriacutea Pues representa veinte menos Yo mismo no entendiacutea coacutemo conservaba la praacutectica del colegio y me sentiacute colmado por un gozo radiante Empeceacute a cantar Primero para miacute mismo en voz baja y despueacutes a todo pecho con iacutenfulas del gran Caruso por entre los bazares abigarrados y el traacutefico demente del mercado puacuteblico La gente me miraba divertida me gritaban me incitaban a participar en la Vuelta a Colombia en silla de ruedas Yo les haciacutea con la mano un saludo de navegante feliz sin interrumpir la cancioacuten Esa semana en homenaje a Diciembre escribiacute otra nota atrevida Coacutemo ser feliz en bicicleta a los noventa antildeos

La noche de su cumpleantildeos le canteacute a Delgadina la cancioacuten completa y la beseacute por todo el cuerpo hasta quedarme sin aliento la espina dorsal veacutertebra por veacutertebra hasta las nalgas laacutenguidas el costado del lunar el de su corazoacuten inagotable A medida que la besaba aumentaba el calor de su cuerpo y exhalaba una fragancia montuna Ella me respondioacute con vibraciones nuevas en cada pulgada de su piel y en cada una encontreacute un calor distinto un sabor propio un gemido nuevo y toda ella resonoacute por dentro con un arpegio y sus pezones se abrieron en flor sin tocarlos Empezaba a adormecerme en la madrugada cuando sentiacute como un rumor de muchedumbres en el mar y un paacutenico de los aacuterboles que me atravesaron el corazoacuten Entonces fui al bantildeo y escribiacute en el espejo Delgadina de mi vida llegaron las brisas de Navidad Uno de mis recuerdos maacutes felices fue un trastorno que sentiacute una mantildeana como aqueacutella al salir de la escuela iquestQueacute me pasa La maestra me dijo alelada Ay nintildeo iquestno ves que son las brisas Ochenta antildeos despueacutes volviacute a sentirlo cuando me desperteacute en la cama de Delgadina y era el mismo diciembre que volviacutea puntual con sus cielos diaacutefanos las tormentas de arena los torbellinos callejeros que Desentechaban casas y les alzaban las faldas a las colegialas La ciudad adquiriacutea por entonces una resonancia fantasmal En noches de brisa podiacutean escucharse los gritos del mercado puacuteblico hasta en los barrios maacutes altos como si estuvieran a la vuelta de la esquina No era raro entonces que las raacutefagas de diciembre nos permitieran encontrar por sus voces a los amigos desperdigados en burdeles remotos

Sin embargo tambieacuten con las brisas me llegoacute la mala noticia de que Delgadina no podiacutea pasar las navidades conmigo sino con su familia Si algo detesto en este mundo son las fiestas obligatorias en que la gente llora porque estaacute alegre los fuegos de artificio los villancicos lelos las guirnaldas de papel crespoacuten que nada tienen que ver con un nintildeo que nacioacute hace dos mil quinientos antildeos en una caballeriza indigente Sin embargo cuando llegoacute la noche no pude resistir la nostalgia y me fui al cuarto sin ella Dormiacute bien y desperteacute junto a un oso de peluche que caminaba en dos patas como si fuera polar y una tarjeta que deciacutea Para el papaacute feo Rosa Cabarcas me habiacutea dicho que Delgadina estaba aprendiendo a leer con mis clases escritas en el espejo y su buena letra me parecioacute admirable Pero ella misma me defraudoacute con la noticia peor de que el oso era un regalo suyo asiacute que la noche de Antildeo Nuevo me quedeacute en mi casa y en mi cama desde las ocho y me dormiacute sin amarguras Fui feliz porque al toque de las doce entre los repiques furiosos de las campanas las sirenas de faacutebricas y bomberos los lamentos de los

JUAN CARLOS 161104
abigarrado da (Del part de abigarrar) adj De varios colores mal combinados || 2 Heterogeacuteneo reunido sin concierto Un extrantildeo y abigarrado libro Una multitud abigarrada 13

Memorias de mis putas tristes 31 ______________________________________________________________________________________buques las descargas de poacutelvora los cohetes sentiacute que Delgadina entroacute en punta de pies se acostoacute a mi lado y me dio un beso Tan real que me quedoacute en la boca su olor de regaliz

Memorias de mis putas tristes 32 ______________________________________________________________________________________

4A principios del nuevo antildeo empezaacutebamos a conocernos como si vivieacuteramos juntos y despiertos pues yo habiacutea encontrado un tono de voz cauteloso que ella oiacutea sin despertar y me contestaba con un lenguaje natural del cuerpo Sus estados de aacutenimo se le notaban en el modo de dormir De exhausta y montaraz que habiacutea sido al principio fue hacieacutendose a una paz interior que embelleciacutea su rostro y enriqueciacutea su suentildeo Le contaba mi vida le leiacutea al oiacutedo los borradores de mis notas dominicales en las que estaba ella sin decirlo y soacutelo ella

Por esa eacutepoca le dejeacute en la almohada unos zarcillos de esmeraldas que fueron de mi madre Los llevoacute puestos en la cita siguiente y no le luciacutean Le lleveacute despueacutes unos pendientes maacutes adecuados para el color de su piel Le expliqueacute Los primeros que te traje no te quedaban bien por tu tipo y el corte del cabello Estos te iraacuten mejor No llevoacute ninguno en las dos citas siguientes pero a la tercera se puso los que le habiacutea indicado Asiacute empeceacute a entender que no obedeciacutea a mis oacuterdenes pero aguardaba la ocasioacuten para complacerme Por esos diacuteas me sentiacute tan habituado a aquel geacutenero de vida domeacutestica que no seguiacute durmiendo desnudo sino que lleveacute las piyamas de seda china que habiacutea dejado de usar por no tener para quieacuten quitaacutermelas

Empeceacute a leerle El principito de Saint-Exupeacutery un autor franceacutes que el mundo entero admira maacutes que los franceses Fue el primero que la entretuvo sin despertarla hasta el punto de que tuve que ir dos diacuteas continuos para acabar de leeacuterselo Seguimos con los Cuentos de Perrault la Historia sagrada Las mil y una noches en una versioacuten desinfectada para nintildeos y por las diferencias entre uno y otro me di cuenta de que su suentildeo teniacutea diversos grados de profundidad seguacuten su intereacutes por las lecturas Cuando sentiacutea que habiacutea tocado fondo apagaba la luz y me dormiacutea abrazado a ella hasta que cantaban los gallos

Me sentiacutea tan feliz que la besaba en los paacuterpados muy suave y una noche ocurrioacute como una luz en el cielo sonrioacute por primera vez Maacutes tarde sin ninguacuten motivo se revolvioacute en la cama me dio la espalda y dijo disgustada Fue Isabel la que hizo llorar a los caracoles Exaltado por la ilusioacuten de un diaacutelogo le pregunteacute en el mismo tono iquestDe quieacuten eran No contestoacute Su voz teniacutea un rastro plebeyo como si no fuera suya sino de alguien ajeno que llevaba dentro Toda sombra de duda desaparecioacute entonces de mi alma la preferiacutea dormida

Mi uacutenico problema era el gato Estaba inapetente y hurantildeo y llevaba dos diacuteas sin levantar cabeza en su rincoacuten habitual y me tiroacute un zarpazo de fiera herida cuando

JUAN CARLOS 161104
zarcillo1 (Del lat circellus circulito) m Pendiente arete13
JUAN CARLOS 161104
montaraz (De monte y -araz) adj Que anda o estaacute hecho a andar por los montes o se ha criado en ellos || 2 Se dice del genio y propiedades agrestes groseras y feroces || 3 m Guarda de montes o heredades || 4 Sal Mayordomo de campo capataz que tiene a su cargo las labores y los ganados

Memorias de mis putas tristes 33 ______________________________________________________________________________________quise ponerlo en su canasto de mimbre para que Damiana lo llevara con el veterinario Apenas logroacute someterlo y se lo llevoacute pataleando dentro de un saco de fique Al cabo de un rato me llamoacute desde el criadero para decirme que no habiacutea maacutes remedio que sacrificarlo y necesitaban mi orden iquestPor queacute Porque ya estaacute muy viejo dijo Damiana Penseacute con rabia que a miacute tambieacuten podiacutean asarme vivo en un horno de gatos Me sentiacute inerme entre dos fuegos no habiacutea aprendido a querer el gato pero tampoco teniacutea corazoacuten para ordenar que lo mataran soacutelo porque era viejoiquestDoacutende lo deciacutea el manual

El incidente me conmocionoacute tanto que escribiacute una nota para el domingo con un tiacutetulo usurpado a Neruda iquestEs el gato un miacutenimo tigre de saloacuten La nota dio origen a una nueva campantildea que otra vez dividioacute a los lectores en favor y en contra de los gatos En cinco diacuteas prevalecioacute la tesis de que podiacutea ser liacutecito sacrificar un gato por razones de salud puacuteblica pero no porque estuviera viejo

Despueacutes de la muerte de mi madre me desvelaba el terror de que alguien me tocara mientras dormiacutea Una noche la sentiacute pero su voz me devolvioacute el sosiego Figlio mioacute poveretto Volviacute a sentirlo una madrugada en el cuarto de Delgadina y me retorciacute de gozo creyendo que ella me habiacutea tocado Pero no era Rosa Cabarcas en la oscuridad Viacutestete y ven conmigo me dijo tengo un problema serio

Asiacute era y maacutes serio de lo que pude imaginar A uno de los clientes grandes de la casa lo habiacutean asesinado a puntildealadas en el primer cuarto del pabelloacuten El asesino habiacutea escapado El cadaacutever enorme desnudo pero con los zapatos puestos teniacutea una palidez de pollo al vapor en la cama empapada de sangre Lo reconociacute de entrada era JMB un banquero grande famoso por su apostura su simpatiacutea y su buen vestir y sobre todo por la pulcritud de su hogar Teniacutea en el cuello dos heridas moradas como labios y una zanja en el vientre que no habiacutea acabado de sangrar Todaviacutea no empezaba el rigor Maacutes que sus heridas me impresionoacute que teniacutea un preservativo puesto y al parecer sin usar en el sexo desmirriado por la muerte

Rosa Cabarcas no sabiacutea con quieacuten iba porque tambieacuten eacutel teniacutea el privilegio de entrar por el portoacuten del huerto No se descartaba la sospecha de que su pareja fuera otro hombre Lo uacutenico que la duentildea queriacutea de miacute era que la ayudara a vestir el cadaacutever Estaba tan segura que me inquietoacute la idea de que la muerte fuera para ella un asunto de cocina No hay nada maacutes difiacutecil que vestir a un muerto le dije Lo he hecho a pasto de Dios replicoacute ella Es faacutecil si alguien me lo sostiene Le hice ver iquestTe imaginas quieacuten va a creer en un cuerpo tasajeado a cuchilladas dentro de un vestido intacto de caballero ingleacutes

Tembleacute por Delgadina Lo mejor seraacute que te la lleves tuacute me dijo Rosa Cabarcas Primero muerto le dije con la saliva helada Ella lo percibioacute y no pudo ocultar su desdeacuten iexclEstaacutes temblando Por ella dije aunque soacutelo era verdad a medias Aviacutesale que se vaya antes de que llegue nadie De acuerdo dijo ella aunque a ti como periodista no te pasaraacute nada Ni a ti tampoco le dije con cierto rencor Eres el uacutenico liberal que manda en este gobierno

La ciudad codiciada por su naturaleza paciacutefica y su seguridad congeacutenita arrastraba la desgracia de un asesinato escandaloso y atroz cada antildeo Aqueacutel no lo fue La noticia oficial en titulares excesivos y parca en detalles deciacutea que al joven banquero lo habiacutean asaltado y muerto a cuchilladas en la carretera de Pradomar por motivos

Memorias de mis putas tristes 34 ______________________________________________________________________________________incomprensibles No teniacutea enemigos El comunicado del gobierno sentildealaba como presuntos asesinos a refugiados del interior del paiacutes que estaban desatando una oleada de delincuencia comuacuten extrantildea al espiacuteritu ciacutevico de la poblacioacuten En las primeras horas hubo maacutes de cincuenta detenidos

Acudiacute escandalizado con el redactor judicial un periodista tiacutepico de los antildeos veinte con visera de celuloide verde y ligas en las mangas que presumiacutea de anticiparse a los hechos Sin embargo soacutelo conociacutea unas hilachas sueltas del crimen y yo se las completeacute hasta donde me fue prudente Asiacute escribimos cinco cuartillas a cuatro manos para una noticia de ocho columnas en primera paacutegina atribuida al fantasma eterno de las fuentes que nos merecen entero creacutedito Pero al Abominable Hombre de las Nueve -el censor- no le tembloacute el pulso para imponer la versioacuten oficial de que habiacutea sido un asalto de bandoleros liberales Yo me laveacute la conciencia con un centildeo de pesadumbre en el entierro maacutes ciacutenico y concurrido del siglo

Cuando regreseacute a casa aquella noche llameacute a Rosa Cabarcas para averiguar queacute habiacutea pasado con Delgadina pero no contestoacute el teleacutefono en cuatro diacuteas Al quinto fui a su casa con los dientes apretados Las puertas estaban selladas pero no por la policiacutea sino por la Sanidad Nadie en el vecindario daba noticias de nada Sin ninguacuten indicio de Delgadina me di a una buacutesqueda encarnizada y a veces ridiacutecula que me dejoacute acezante Paseacute diacuteas enteros observando a las joacutevenes ciclistas desde los escantildeos de un parque polvoriento donde los nintildeos jugaban a encaramarse en la estatua descascarada de Simoacuten Boliacutevar Pasaban pedaleando como venadas bellas disponibles listas para ser atrapadas a la gallina ciega Cuando se me acaboacute la esperanza me refugieacute en la paz de los boleros Fue como un bebedizo emponzontildeado cada palabra era ella Siempre habiacutea necesitado el silencio para escribir porque mi mente atendiacutea maacutes a la muacutesica que a la escritura Entonces fue al reveacutes soacutelo pude escribir a la sombra de los boleros Mi vida se llenoacute de ella Las notas que escribiacute aquellas dos semanas fueron modelos en clave para cartas de amor El jefe de redaccioacuten contrariado con la avalancha de respuestas me pidioacute que moderara el amor mientras pensaacutebamos coacutemo consolar a tantos lectores enamorados

La falta de sosiego acaboacute con el rigor de mis diacuteas Despertaba a las cinco pero me quedaba en la penumbra del cuarto imaginando a Delgadina en su vida irreal de levantar a sus hermanos vestirlos para la escuela darles el desayuno si lo habiacutea y atravesar la ciudad en bicicleta para cumplir la condena de coser botones Me pregunteacute asombrado iquestQueacute piensa una mujer mientras pega un botoacuten iquestPensaba en miacute iquestTambieacuten ella buscaba a Rosa Cabarcas para dar conmigo Paseacute hasta una semana sin quitarme el mameluco de mecaacutenico ni de diacutea ni de noche sin bantildearme sin afeitarme sin cepillarme los dientes porque el amor me ensentildeoacute demasiado tarde que uno se arregla para alguien se viste y se perfuma para alguien y yo nunca habiacutea tenido para quieacuten Damiana creyoacute que estaba enfermo cuando me encontroacute desnudo en la hamaca a las diez de la mantildeana La vi con los ojos turbios de la codicia y la inviteacute a revolearnos desnudos Ella con un desprecio me dijo

-iquestYa pensoacute lo que va a hacer si le digo que siacute

Asiacute supe hasta queacute punto me habiacutea corrompido el sufrimiento No me reconociacutea a miacute mismo en mi dolor de adolescente No volviacute a salir de la casa por no descuidar el teleacutefono Escribiacutea sin descolgarlo y al primer timbrazo le saltaba encima pensando

Memorias de mis putas tristes 35 ______________________________________________________________________________________que pudiera ser Rosa Cabarcas Interrumpiacutea a cada rato lo que estuviera haciendo para llamarla e insistiacute diacuteas enteros hasta comprender que era un teleacutefono sin corazoacuten

Al volver a casa una tarde de lluvia encontreacute el gato enroscado en la escalinata del portoacuten Estaba sucio y maltrecho y con una mansedumbre de laacutestima El manual me hizo ver que estaba enfermo y seguiacute sus normas para alentarlo De golpe mientras descabezaba un suentildeecito de siesta me despabiloacute la idea de que pudiera conducirme a la casa de Delgadina Lo lleveacute en una bolsa de mercado hasta la tienda de Rosa Cabarcas que seguiacutea sellada y sin indicios de vida pero se revolvioacute en el talego con tanto iacutempetu que logroacute escapar saltoacute la tapia del huerto y desaparecioacute entre los aacuterboles Toqueacute al portoacuten con el puntildeo y una voz militar preguntoacute sin abrir iquestQuieacuten vive Gente de paz dije yo para no ser menos Ando en pos de la duentildea No hay duentildea dijo la voz Por lo menos aacutebrame para coger el gato insistiacute No hay gato dijo Pregunteacute iquestQuieacuten es usted

-Nadie -dijo la voz

Siempre habiacutea entendido que morirse de amor no era maacutes que una licencia poeacutetica Aquella tarde de regreso a casa otra vez sin el gato y sin ella comprobeacute que no soacutelo era posible morirse sino que yo mismo viejo y sin nadie estaba murieacutendome de amor Pero tambieacuten me di cuenta de que era vaacutelida la verdad contraria no habriacutea cambiado por nada del mundo las delicias de mi pesadumbre Habiacutea perdido maacutes de quince antildeos tratando de traducir los cantos de Leopardi y soacutelo aquella tarde los sentiacute a fondo Ay de miacute si es amor cuaacutento atormenta

Mi entrada al perioacutedico en mameluco y mal afeitado despertoacute ciertas dudas sobre mi estado mental La casa remodelada con cabinas individuales de vidrio y luces cenitales pareciacutea una cliacutenica de maternidad El clima artificial callado y confortable invitaba a hablar en susurros y caminar en puntillas En el vestiacutebulo como virreyes muertos estaban los retratos al oacuteleo de los tres directores vitalicios y las fotografiacuteas de visitantes ilustres La enorme sala principal estaba presidida por la fotografiacutea gigantesca de la redaccioacuten actual tomada la tarde de mi cumpleantildeos No pude evitar la comparacioacuten mental con la otra de mis treinta antildeos y una vez maacutes comprobeacute con horror que se envejece maacutes y peor en los retratos que en la realidad La secretaria que me habiacutea besado la tarde del cumpleantildeos me preguntoacute si estaba enfermo Fui feliz de contestarle la verdad para que no la creyera Enfermo de amor Ella dijo iexclLaacutestima que no sea por miacute Yo le correspondiacute el cumplido No esteacute tan segura

El redactor judicial salioacute de su cabina gritando que habiacutea dos cadaacuteveres de muchachas sin identificar en el anfiteatro municipal Le pregunteacute asustado iquestDe queacute edad Joacutevenes dijo eacutel Pueden ser refugiadas del interior perseguidas hasta aquiacute por matones del reacutegimen Respireacute aliviado La situacioacuten nos invade en silencio como una mancha de sangre dije El redactor judicial ya lejos gritoacute

-De sangre no maestro de mierda

Algo peor me ocurrioacute diacuteas despueacutes cuando una muchacha instantaacutenea con una canasta igual a la del gato pasoacute como un escalofriacuteo frente a la libreriacutea Mundo La perseguiacute a codazos por entre la muchedumbre en el fragor de las doce del diacutea Era muy bella de trancos largos y con una fluidez para abrirse camino entre el gentiacuteo

Memorias de mis putas tristes 36 ______________________________________________________________________________________que me costoacute trabajo alcanzarla Por fin la rebaseacute y la mireacute de frente Ella me apartoacute con la mano sin detenerse ni pedir perdoacuten No era la que creiacutea pero su altivez me dolioacute como si lo fuera Comprendiacute entonces que no seriacutea capaz de reconocer a Delgadina despierta y vestida ni ella podiacutea saber quieacuten era yo si nunca me habiacutea visto En un acto de locura tejiacute durante tres diacuteas doce pares de zapatitos azules y rosados para recieacuten nacidos tratando de darme valor para no escuchar ni cantar ni recordar las canciones que me recordaban a ella

La verdad era que no podiacutea con mi alma y empezaba a tomar conciencia de la vejez por mis flaquezas frente al amor Una prueba todaviacutea maacutes dramaacutetica la tuve cuando un autobuacutes de servicio puacuteblico arrolloacute una ciclista en el puro centro comercial Acababan de llevaacutersela en una ambulancia y la magnitud de la tragedia se apreciaba por el estado de chatarra en que quedoacute la bicicleta sobre un charco de sangre viva Pero mi impresioacuten no fue tanta por los destrozos de la bicicleta como por la marca el modelo y el color No podiacutea ser otra que la que yo mismo le habiacutea regalado a Delgadina

Los testigos coincidieron en que la ciclista herida era muy joven alta y delgada y con el cabello corto y rizado Aturdido tomeacute el primer taxi que pasoacute y me hice llevar al hospital de Caridad un viejo edificio de muros ocres que pareciacutea una caacutercel encallada en un arenal Necesiteacute media hora para entrar y otra maacutes para salir de un patio fragante de aacuterboles frutales donde una mujer atribulada se me atravesoacute en el camino me miroacute a los ojos y exclamoacute

-Yo soy la que no buscas

Soacutelo entonces recordeacute que era alliacute donde viviacutean en libertad los internos mansos del manicomio municipal Tuve que identificarme como periodista ante la direccioacuten del hospital para que un enfermero me condujera al pabelloacuten de urgencias En elcuaderno de ingresos estaban los datos Rosalba Riacuteos dieciseacuteis antildeos sin oficio conocido Diagnoacutestico conmocioacuten cerebral Pronoacutestico reservado Pregunteacute al jefe del pabelloacuten si podiacutea verla con la esperanza iacutentima de que me dijeran que no pero me llevaron encantados por si queriacutea escribir sobre el estado de abandono del hospital

Atravesamos una sala abigarrada con un fuerte olor de aacutecido feacutenico y los enfermos apelotonados en las camas Al fondo en un cuarto solo tendida en una camilla metaacutelica estaba la que buscaacutebamos Teniacutea el craacuteneo cubierto de vendas la cara indescifrable gonfia y amoratada pero me bastoacute con verle los pies para saber que no era Soacutelo entonces se me ocurrioacute preguntarme iquestQueacute habriacutea hecho yo si hubiera sido ella

Todaviacutea enredado en las telarantildeas de la noche tuve el valor de ir el diacutea siguiente a la faacutebrica de camisas donde Rosa Cabarcas habiacutea dicho alguna vez que trabajaba la nintildea y le pediacute al propietario que nos mostrara sus instalaciones como modelo para un proyecto continental de las Naciones Unidas Era un libaneacutes paquideacutermico y taciturno que nos abrioacute las puertas de su reino con la ilusioacuten de ser un ejemplo universal

Trescientas joacutevenes de blusas blancas con la ceniza del mieacutercoles en la frente cosiacutean botones en la vasta nave iluminada Cuando nos vieron entrar se irguieron

Memorias de mis putas tristes 37 ______________________________________________________________________________________como colegialas y nos observaron de reojo mientras el gerente explicaba sus aportes al arte inmemorial de pegar botones Yo escrutaba las caras de cada una con el pavor de descubrir a Delgadina vestida y despierta Pero fue una de ellas la que me descubrioacute a miacute con la mirada temible de la admiracioacuten sin clemencia

-Diacutegame sentildeor iquestno es usted el que escribe las cartas de amor en el perioacutedico

Nunca me hubiera imaginado que una nintildea dormida pudiera causar en uno semejantes estragos Escapeacute de la faacutebrica sin despedirme ni pensar siquiera si alguna de aquellas viacutergenes de purgatorio era por fin la que buscaba Cuando saliacute de ahiacute el uacutenico sentimiento que me quedaba en la vida eran las ganas de llorar

Rosa Cabarcas llamoacute al cabo de un mes con una explicacioacuten increiacuteble se habiacutea tomado un merecido descanso en Cartagena de Indias despueacutes del asesinato del banquero No le creiacute desde luego pero la feliciteacute por su suerte y la dejeacute explayarse en su mentira antes de hacerle la pregunta que me borboritaba en el corazoacuten

-iquestY ella

Rosa Cabarcas hizo un silencio largo Ahiacute estaacute dijo al fin pero su voz se hizo evasiva Hay que esperar un tiempo iquestCuaacutento Ni idea ya te avisareacute Sentiacute que se me iba y la pareacute en seco Espeacuterate dame alguna luz No hay luz dijo ella y concluyoacute Ten cuidado puedes perjudicarte tuacute y sobre todo perjudicarla a ella Yo no estaba para esa clase de remilgos Le supliqueacute aunque fuera una oportunidad de acercarme a la verdad Al fin y al cabo le dije somos coacutemplices Ella no dio un paso maacutes Caacutelmate me dijo la nintildea estaacute bien y esperando que la llame pero ahora mismo no hay nada que hacer ni voy a decir nada maacutes Adioacutes

Me quedeacute con el teleacutefono en la mano sin saber por doacutende seguir pues tambieacuten la conociacutea bastante para pensar que no conseguiriacutea nada de ella si no era por las buenas Despueacutes del mediodiacutea me di una vuelta furtiva por su casa maacutes confiado en la casualidad que en la razoacuten y la encontreacute todaviacutea cerrada y con los sellos de la Sanidad Penseacute que Rosa Cabarcas me habiacutea telefoneado de otra parte tal vez de otra ciudad y la sola idea me llenoacute de presagios turbios No obstante a las seis de la tarde cuando menos lo esperaba me soltoacute por teleacutefono mi propio santo y sentildea

-Bueno ahora siacute

A las diez de la noche tembloroso y con los labios mordidos para no llorar fui cargado de cajas de chocolates suizos turrones y caramelos y una canasta de rosas ardientes para cubrir la cama La puerta estaba entreabierta las luces encendidas y en el radio se diluiacutea a medio volumen la sonata nuacutemero uno para violiacuten y piano de Brahms Delgadina en la cama estaba tan radiante y distinta que me costoacute trabajo reconocerla

Habiacutea crecido pero no se le notaba en la estatura sino en una madurez intensa que la haciacutea parecer con dos o tres antildeos maacutes y maacutes desnuda que nunca Sus poacutemulos altos la piel tostada por soles de mar bravo los labios finos y el cabello corto y rizado le infundiacutean a su rostro el resplandor androacutegino del Apolo de Praxiacuteteles Pero no habiacutea equiacutevoco posible porque sus senos habiacutean crecido hasta el punto de que no me cabiacutean en la mano sus caderas habiacutean acabado de formarse y sus huesos se

Memorias de mis putas tristes 38 ______________________________________________________________________________________habiacutean vuelto maacutes firmes y armoacutenicos Me encantaron aquellos aciertos de la naturaleza pero me aturdieron los artificios las pestantildeas postizas las untildeas de las manos y los pies esmaltadas de naacutecar y un perfume de a dos cuartillos que no teniacutea nada que ver con el amor Sin embargo lo que me sacoacute de quicio fue la fortuna que llevaba encima pendientes de oro con gajos de esmeraldas un collar de perlas naturales una pulsera de oro con resplandores de diamantes y anillos con piedras legiacutetimas en todos los dedos En la silla estaba su traje de nochera con lentejuelas y bordados y las zapatillas de raso Un vapor raro me subioacute de las entrantildeas

-iexclPuta -griteacute

Pues el diablo me soploacute en el oiacutedo un pensamiento siniestro Y fue asiacute la noche del crimen Rosa Cabarcas no debioacute tener tiempo ni serenidad para prevenir a la nintildea y la policiacutea la encontroacute en el cuarto sola menor de edad y sin coartada Nadie igual a Rosa Cabarcas para una situacioacuten como aqueacutella le vendioacute la virginidad de la nintildea a alguno de sus grandes cacaos a cambio de que a ella la sacaran limpia del crimen Lo primero claro fue desaparecer mientras se aplacaba el escaacutendalo iexclQueacute maravilla Una luna de miel para tres ellos dos en la cama y Rosa Cabarcas en una terraza de lujo disfrutando de su impunidad feliz Ciego de una furia insensata fui reventando contra las paredes cada cosa del cuarto las laacutemparas el radio el ventilador los espejos las jarras los vasos Lo hice sin prisa pero sin pausas con un grande estropicio y una embriaguez metoacutedica que me salvoacute la vida La nintildea dio un salto al primer estallido pero no me miroacute sino que se enroscoacute de espaldas a miacute y asiacute permanecioacute con espasmos entrecortados hasta que cesoacute el estropicio Las gallinas en el patio y los perros de la madrugada aumentaron el escaacutendalo Con la cegadora lucidez de la coacutelera tuve la inspiracioacuten final de prenderle fuego a la casa cuando aparecioacute en la puerta la figura impasible de Rosa Cabarcas en camisa de dormir No dijo nada Hizo con la vista el inventario del desastre y comproboacute que la nintildea estaba enroscada sobre siacute misma como un caracol y con la cabeza escondida entre los brazos aterrada pero intacta

-iexclDios miacuteo -exclamoacute Rosa Cabarcas- iexclQueacute no hubiera dado yo por un amor como eacuteste

Me midioacute de cuerpo entero con una mirada de misericordia y me ordenoacute Vamos La seguiacute hasta la casa me sirvioacute un vaso de agua en silencio me hizo una sentildea de que me sentara frente a ella y me puso en confesioacuten Bueno me dijo ahora poacutertate como un adulto y cueacutentame iquestqueacute te pasa

Le conteacute con lo que teniacutea como mi verdad revelada Rosa Cabarcas me escuchoacute en silencio sin asombro y por fin parecioacute iluminada Queacute maravilla dijo Siempre he dicho que los celos saben maacutes que la verdad Y entonces me contoacute la realidad sin reservas En efecto dijo en su ofuscacioacuten de la noche del crimen se habiacutea olvidado de la nintildea dormida en el cuarto Uno de sus clientes abogado del muerto ademaacutes repartioacute prebendas y sobornos a cuatro manos e invitoacute a Rosa Cabarcas a un hotel de reposo de Cartagena de Indias mientras se disipaba el escaacutendalo Creacuteeme dijo Rosa Cabarcas que en todo este tiempo no dejeacute de pensar ni un momento en ti y en la nintildea Volviacute antier y lo primero que hice fue llamarte por teleacutefono pero nadie contestoacute En cambio la nintildea vino enseguida y en tan mal estado que te la bantildeeacute te la vestiacute y te la mandeacute al saloacuten de belleza con la orden de que la arreglaran como una reina Ya viste coacutemo perfecta iquestLa ropa de lujo Son los trajes que les alquilo a mis

Memorias de mis putas tristes 39 ______________________________________________________________________________________pupilas maacutes pobres cuando tienen que ir a bailar con sus clientes iquestLas joyas Son las miacuteas dijo Basta con tocarlas para darse cuenta de que son diamantes de vidrio y estoperoles de hojalata De modo que no jodas concluyoacute Anda despieacutertala piacutedele perdoacuten y hazte cargo de ella de una vez Nadie merece ser maacutes feliz que ustedes

Hice un esfuerzo sobrenatural para creerle pero pudo maacutes el amor que la razoacuten iexclPutas le dije atormentado por el fuego vivo que me abrasaba las entrantildeas iexclEso es lo que son ustedes griteacute iexclPutas de mierda No quiero saber nada maacutes de tiacute ni de ninguna otra guaricha en el mundo y menos de ella Le hice desde la puerta una sentildeal de adioacutes para siempre Rosa Cabarcas no lo dudoacute

-Vete con Dios -me dijo con un rictus de tristeza y volvioacute a su vida real- De todos modos te pasareacute la cuenta del desmadre que me hiciste en el cuarto

Memorias de mis putas tristes 40 ______________________________________________________________________________________

5

Leyendo Los idus de marzo encontreacute una frase siniestra que el autor atribuye a Julio Ceacutesar Es imposible no terminar siendo como los otros creen que uno es No pude comprobar su verdadero origen en la propia obra de Julio Ceacutesar ni en las obras de sus bioacutegrafos desde Suetonio hasta Carcopino pero valioacute la pena conocerla Su fatalismo aplicado al curso de mi vida en los meses siguientes fue lo que me dio la determinacioacuten que me haciacutea falta no soacutelo para escribir esta memoria sino para empezarla sin pudores con el amor de Delgadina

No teniacutea un instante de sosiego apenas si probaba bocado y perdiacute tanto peso que no se me teniacutean los pantalones en la cintura Los dolores erraacuteticos se me quedaron en los huesos cambiaba de aacutenimo sin razoacuten pasaba las noches en un estado de deslumbramiento que no me permitiacutea leer ni escuchar muacutesica y en cambio se me iba el diacutea cabeceando por una somnolencia sonsa que no serviacutea para dormir

El alivio me cayoacute del cielo En la atestada goacutendola de Loma Fresca una vecina de asiento que no habiacutea visto subir me susurroacute al oiacutedo iquestTodaviacutea tiras Era Casilda Armenia un viejo amor de a tres por cinco que me habiacutea soportado como cliente asiduo desde que era una adolescente altiva Una vez retirada medio enferma y sin un clavo se habiacutea casado con un hortelano chino que le dio nombre y apoyo y quizaacutes un poco de amor A los setenta y tres antildeos teniacutea el peso de siempre seguiacutea bella y de caraacutecter fuerte y conservaba intacto el desparpajo del oficio

Me llevoacute a su casa una huerta de chinos en una colina de la carretera al mar Nos sentamos en las sillas de playa de la terraza umbriacutea entre helechos y frondas de astromelias y jaulas de paacutejaros colgadas en el alero En la falda de la colina se veiacutean los hortelanos chinos con sombreros de cono sembrando las hortalizas bajo el sol abrasante y el pieacutelago gris de las Bocas de Ceniza con los dos tajamares de rocas que canalizan el riacuteo varias leguas en el mar Mientras conversaacutebamos vimos entrar un trasatlaacutentico blanco por la desembocadura y lo seguimos callados hasta oiacuter su bramido de toro luacutegubre en el puerto fluvial Ella suspiroacute iquestTe das cuenta En maacutes de medio siglo es la primera vez que no te recibo la visita en la cama Ya somos otros dije Ella prosiguioacute sin oiacuterme Cada vez que dicen cosas de ti en el radio que te elogian por el carintildeo que te tiene la gente y te llaman maestro del amor imagiacutenate pienso que nadie te conocioacute tus gracias y tus mantildeas tan bien como yo En serio dijo nadie hubiera podido soportarte mejor

No resistiacute maacutes Ella lo sintioacute vio mis ojos huacutemedos de laacutegrimas y soacutelo entonces debioacute descubrir que ya no era el que fui y le sostuve la mirada con un valor del que

Memorias de mis putas tristes 41 ______________________________________________________________________________________nunca me creiacute capaz Es que me estoy volviendo viejo le dijeYa lo estamos suspiroacute ella Lo que pasa es que uno no lo siente por dentro pero desde fuera todo el mundo lo ve

Era imposible no abrirle el corazoacuten asiacute que le conteacute la historia completa que me ardiacutea en las entrantildeas desde mi primera llamada a Rosa Cabarcas la viacutespera de mis noventa antildeos hasta la noche traacutegica en que hice antildeicos el cuarto y no regreseacute maacutes Ella me oyoacute el desahogo como si estuviera vivieacutendolo lo rumioacute muy despacio y por fin sonrioacute

-Haz lo que quieras pero no pierdas a esa criatura -me dijo- No hay peor desgracia que morir solo

Fuimos a Puerto Colombia en el trenecito de juguete tan despacioso como un caballo Almorzamos frente al muelle de maderas carcomidas por donde habiacutea entrado el mundo entero al paiacutes antes que se dragaran las Bocas de Ceniza Nos sentamos bajo un cobertizo de palma donde las grandes matronas negras serviacutean pargos fritos con arroz de coco y tajadas de plaacutetano verde Dormitamos en el sopor denso de las dos y seguimos conversando hasta que se hundioacute en el mar el inmenso sol de candela La realidad me pareciacutea fantaacutestica Mira adonde ha venido a dar nuestra luna de miel se burloacute ella Pero prosiguioacute en serio Hoy miro para atraacutes veo la fila de miles de hombres que pasaron por mis camas y dariacutea el alma por haberme quedado aunque fuera con el peor Gracias a Dios encontreacute mi chino a tiempo Es como estar casada con el dedo mentildeique pero es soacutelo miacuteo

Me miroacute a los ojos midioacute mi reaccioacuten a lo que acababa de contarme y me dijo Asiacute que vete a buscar ahora mismo a esa pobre criatura aunque sea verdad lo que te dicen los celos sea como sea que lo bailado no te lo quita nadie Pero eso siacute sin romanticismos de abuelo Despieacutertala tiacuteratela hasta por las orejas con esa pinga de burro con que te premioacute el diablo por tu cobardiacutea y tu mezquindad En serio terminoacute con el alma no te vayas a morir sin probar la maravilla de tirar con amor

El pulso me temblaba al diacutea siguiente cuando marqueacute el nuacutemero del teleacutefono Tanto por la tensioacuten del reencuentro con Delgadina como por la incertidumbre de la forma en que Rosa Cabarcas me respondiera Habiacuteamos tenido una disputa seria por el abuso con que tasoacute los destrozos que hice en su cuarto Tuve que vender uno de los cuadros maacutes amados de mi madre cuyo valor se calculaba en una fortuna pero a la hora de la verdad no llegoacute a un deacutecimo de mis ilusiones

Aumenteacute la suma con el resto de mis ahorros y se la lleveacute a Rosa Cabarcas con una consigna inapelable Lo tomas o lo dejas Fue un acto suicida porque soacutelo con vender uno de mis secretos ella habriacutea aniquilado mi buen nombre Pero no respingoacute sino que se quedoacute con los cuadros que habiacutea tomado en prenda la noche del pleito Fui el perdedor absoluto en una sola jugada me quedeacute sin Delgadina sin Rosa Cabarcas y sin mis uacuteltimos ahorros Sin embargo oiacute el timbre del teleacutefono una vez dos veces tres y por fin ella iquestA ver No me salioacute la voz Colgueacute Me echeacute en la hamaca tratando de serenarme con la liacuterica asceacutetica de Satie y sudeacute tanto que el lienzo quedoacute empapado Hasta el diacutea siguiente no tuve el valor de llamar

-Bueno mujer -dije con voz firme- Hoy siacute

Memorias de mis putas tristes 42 ______________________________________________________________________________________Rosa Cabarcas coacutemo no estaba maacutes allaacute de todo Ay mi sabio triste suspiroacute con su aacutenimo invencible te pierdes dos meses y soacutelo vuelves para pedir ilusiones Me contoacute que no habiacutea visto a Delgadina desde haciacutea maacutes de un mes que pareciacutea tan repuesta del susto de mis estropicios que ni siquiera habloacute de ellos ni preguntoacute por miacute y estaba muy contenta en un nuevo empleo maacutes coacutemodo y mejor pagado que coser botones Una oleada de fuego vivo me quemoacute las entrantildeas Soacutelo puede ser de puta dije Rosa me replicoacute sin pestantildeear No seas bruto si asiacute fuera estariacutea aquiacute iquestO doacutende podriacutea estar mejor La rapidez de su loacutegica me agravoacute la duda iquestY coacutemo seacute que no estaacute ahiacute En ese caso replicoacute ella lo que maacutes te conviene es no saberlo iquestO no Una vez maacutes la odieacute Ella a prueba de erosiones prometioacute rastrear a la nintildea Sin muchas esperanzas porque el teleacutefono de la vecina donde la llamaba seguiacutea cortado y no teniacutea la menor idea de doacutende viviacutea Pero no era para echarse a morir queacute carajo dijo te llamo en una hora

Fue una hora de tres diacuteas pero encontroacute a la nintildea disponible y sana Volviacute avergonzado y la beseacute palmo a palmo como penitencia desde las doce de la noche hasta que cantaron los gallos Un perdoacuten largo que me prometiacute seguir repitiendo para siempre y fue como empezar otra vez por el principio El cuarto habiacutea sido desmantelado y el mal uso habiacutea acabado con todo lo que yo habiacutea puesto Ella lo habiacutea dejado asiacute y me dijo que cualquier mejora teniacutea que hacerla yo por lo que estaba debieacutendole Sin embargo mi situacioacuten econoacutemica tocaba fondo El dinero de las jubilaciones alcanzaba cada vez para menos Las pocas cosas vendibles que quedaban en la casa -salvo las joyas sagradas de mi madre- careciacutean de valor comercial y nada era bastante viejo para ser antiguo En tiempos mejores el gobernador me habiacutea hecho la oferta tentadora de comprarme en bloque los libros de los claacutesicos griegos latinos y espantildeoles para la Biblioteca Departamental pero no tuve corazoacuten para venderlos Despueacutes con los cambios poliacuteticos y el deterioro del mundo nadie del gobierno pensaba en las artes ni las letras Cansado de buscar una solucioacuten decente me echeacute al bolsillo las joyas que Delgadina me habiacutea devuelto y me fui a empentildearlas en un callejoacuten siniestro que conduciacutea al mercado puacuteblico Con aires de sabio distraiacutedo recorriacute varias veces aquel tugurio atiborrado de cantinas de mala muerte libreriacuteas de viejo y casas de empentildeo pero la dignidad de Florina de Dios me cerroacute el paso no me atreviacute Entonces decidiacute venderlas con la frente en alto a la joyeriacutea maacutes antigua y acreditada

El dependiente me hizo algunas preguntas mientras examinaba las joyas con su monoacuteculo Teniacutea la conducta el estilo y el pavor de un meacutedico Le expliqueacute que eran joyas heredadas de mi madre El aprobaba con un gruntildeido cada una de mis explicaciones y por fin se quitoacute el monoacuteculo

-Lo siento -dijo- pero son culos de botellas

Ante mi sorpresa me explicoacute con una suave conmiseracioacuten Menos mal que el oro es oro y el platino es platino Me toqueacute el bolsillo para asegurarme de que llevaba las facturas de compra y dije sin resabios

-Pues fueron compradas en esta noble casa hace maacutes de cien antildeos

El no se inmutoacute Suele suceder dijo que en las joyas hereditarias vayan desapareciendo las piedras maacutes valiosas con el paso del tiempo sustituidas por diacutescolos de la familia o por joyeros bandidos y soacutelo cuando alguien trata de

Memorias de mis putas tristes 43 ______________________________________________________________________________________venderlas se descubre el fraude Pero permiacutetame un segundo dijo y se llevoacute las joyas por la puerta del fondo Al cabo de un momento regresoacute y sin explicacioacuten alguna me indicoacute que me sentara en la silla de espera y siguioacute trabajando

Examineacute la tienda Habiacutea ido con mi madre varias veces y recordaba una frase recurrente No se lo digas a tu papaacute De pronto se me ocurrioacute una idea que me crispoacute iquestno seriacutea que Rosa Cabarcas y Delgadina de comuacuten acuerdo habiacutean vendido las piedras legiacutetimas y me devolvieron las joyas con las piedras falsas

Estaba ardiendo en dudas cuando una secretaria me invitoacute a seguirla por la misma puerta del fondo hasta una oficina pequentildea con una larga estanteriacutea de gruesos voluacutemenes Un beduino colosal se levantoacute en el escritorio del fondo y me estrechoacute la mano tuteaacutendome con una efusioacuten de viejo amigo Hicimos juntos el bachillerato me dijo a modo de saludo Me fue faacutecil recordarlo era el mejor futbolista de la escuela y campeoacuten de nuestros primeros burdeles Habiacutea dejado de verlo en alguacuten momento incierto y debioacute verme tan decreacutepito que me confundioacute con un condisciacutepulo de su infancia

Sobre el cristal del escritorio teniacutea abierto uno de los mamotretos del archivo donde estaba la memoria de las joyas de mi madre Una relacioacuten exacta con fechas y detalles de que ella en persona habiacutea hecho cambiar las piedras de dos generaciones de hermosas y dignas Cargamantos y habiacutea vendido las legiacutetimas a la misma tienda Esto habiacutea ocurrido cuando el padre del propietario actual estaba al frente de la joyeriacutea y eacutel y yo en la escuela Pero eacutel mismo me tranquilizoacute aquellas triquintildeuelas eran de uso corriente entre las grandes familias en desgracia para resolver urgencias de plata sin sacrificar el honor Ante la realidad cruda preferiacute conservarlas como recuerdo de otra Florina de Dios que nunca conociacute

A principios de julio sentiacute la distancia real de la muerte Mi corazoacuten perdioacute el paso y empeceacute a ver y sentir por todos lados los presagios inequiacutevocos del final El maacutes niacutetido fue en el concierto de Bellas Artes El aire acondicionado habiacutea fallado y la flor y nata de las artes y las letras se cocinaban al bantildeomariacutea en el saloacuten abarrotado pero la magia de la muacutesica era un clima celestial Al final con el Allegretto poco mosso me estremecioacute la revelacioacuten deslumbrante de que estaba escuchando el uacuteltimo concierto que me deparaba el destino antes de morir No sentiacute dolor ni miedo sino la emocioacuten arrasadora de haber alcanzado a vivirlo

Cuando por fin logreacute abrirme camino empapado de sudor a traveacutes de los abrazos y las fotos me encontreacute de manos a boca con Ximena Ortiz como una diosa de cien antildeos en la silla de ruedas Su sola presencia se me imponiacutea como un pecado mortal Teniacutea una tuacutenica de seda color marfil tan tersa como su piel un hilo de perlas legiacutetimas de tres vueltas el cabello color de naacutecar cortado a la moda de los veintes con una punta de ala de gaviota en la mejilla y los grandes ojos amarillos iluminados por la sombra natural de las ojeras Todo en ella contradeciacutea el rumor de que su mente estaba quedaacutendose en blanco por la erosioacuten irredimible de la memoria Petrificado y sin recursos frente a ella me sobrepuse al vaho de fuego que me subioacute a la cara y la saludeacute en silencio con una venia versallesca Ella sonrioacute como una reina y me agarroacute la mano Entonces me di cuenta de que tambieacuten aquello era una coartada del destino y no la perdiacute para sacarme una espina que me estorbaba desde siempre He sontildeado durante antildeos con este momento le dije Ella no parecioacute

Memorias de mis putas tristes 44 ______________________________________________________________________________________entender iexclNo me digas dijo iquestY tuacute quieacuten eres No supe nunca si en verdad lo habiacutea olvidado o si fue la venganza final de su vida

La certidumbre de ser mortal en cambio me habiacutea sorprendido poco antes de los cincuenta antildeos en una ocasioacuten como aqueacutella una noche de carnaval en que bailaba un tango apache con una mujer fenomenal a la que nunca le vi la cara maacutes corpulenta que yo como por cuarenta libras y maacutes alta como de dos palmos que sin embargo se dejaba llevar como una pluma al viento Bailaacutebamos tan apretados que sentiacutea circular su sangre por las venas y me hallaba como adormecido de gusto con su resuello trabajoso su grajo de amoniacuteaco sus tetas de astroacutenoma cuando me sacudioacute por la primera vez y casi me derriboacute por tierra el freacutemito de la muerte Fue como un oraacuteculo brutal en el oiacutedo Hagas lo que hagas en este antildeo o dentro de ciento estaraacutes muerto hasta jamaacutes Ella se separoacute asustada iquestQueacute le pasa Nada le dije tratando de sujetarme el corazoacuten

-Tiemblo por usted

Desde entonces empeceacute a medir la vida no por antildeos sino por deacutecadas La de los cincuenta habiacutea sido decisiva porque tomeacute conciencia de que casi todo el mundo era menor que yo La de los sesenta fue la maacutes intensa por la sospecha de que ya no me quedaba tiempo para equivocarme La de los setenta fue temible por una cierta posibilidad de que fuera la uacuteltima No obstante cuando desperteacute vivo la primera mantildeana de mis noventa antildeos en la cama feliz de Delgadina se me atravesoacute la idea complaciente de que la vida no fuera algo que transcurre como el riacuteo revuelto de Heraacuteclito sino una ocasioacuten uacutenica de voltearse en la parrilla y seguir asaacutendose del otro costado por noventa antildeos maacutes

Me volviacute de laacutegrima faacutecil Cualquier sentimiento que tuviera algo que ver con la ternura me causaba un nudo en la garganta que no siempre lograba dominar y penseacute en renunciar al placer solitario de velar el suentildeo de Delgadina no tanto por la incertidumbre de mi muerte como por el dolor de imaginarla sin miacute en el resto de su vida Uno de aquellos diacuteas inciertos fui a dar por distraccioacuten a la muy noble calle de los Notarios y me sorprendioacute no encontrar nada maacutes que los escombros del viejo hotel de lance donde fui iniciado por la fuerza en las artes del amor poco antes de mis doce antildeos Habiacutea sido una mansioacuten de antiguos navieros espleacutendida como pocas en la ciudad con columnas enchapadas de alabastro y frisos de oropeles alrededor de un patio interior con una cuacutepula de cristales de siete colores que irradiaba un resplandor de invernadero En la planta baja con un portal goacutetico sobre la calle estuvieron por maacutes de un siglo las notariacuteas coloniales en las que trabajoacute prosperoacute y se arruinoacute mi padre en toda una vida de suentildeos fantaacutesticos Las familias histoacutericas abandonaron poco a poco los pisos superiores que terminaron ocupados por una legioacuten de nocheras en desgracia que subiacutean y bajaban hasta el amanecer con los clientes atrapados por un peso y medio en las cantinas del cercano puerto fluvial

A mis doce antildeos todaviacutea con mis pantalones cortos y mis botitas de la escuela primaria no pude resistir la tentacioacuten de conocer los pisos superiores mientras mi padre se debatiacutea en una de sus reuniones interminables y me encontreacute con un espectaacuteculo celestial Las mujeres que malvendiacutean sus cuerpos hasta el amanecer se moviacutean por la casa desde las once de la mantildeana cuando ya la caniacutecula del vitral era insoportable y teniacutean que hacer su vida domeacutestica caminando en pelotas por

JUAN CARLOS 161104
caniacutecula (Del lat canicŭla) f Periacuteodo del antildeo en que es maacutes fuerte el calor || 2 Astr Tiempo del nacimiento heliacuteaco de Sirio que antiguamente coincidiacutea con la eacutepoca maacutes calurosa del antildeo pero que hoy no se verifica hasta fines de agosto13
JUAN CARLOS 161104
freacutemito (Del lat fremĭtus) m bramido

Memorias de mis putas tristes 45 ______________________________________________________________________________________toda la casa mientras comentaban a gritos sus aventuras de la noche Me quedeacute aterrorizado Lo uacutenico que se me ocurrioacute fue escapar por donde habiacutea llegado cuando una de las desnudas de carnes macizas olorosas a jaboacuten de monte me abrazoacute por la espalda y me llevoacute en vilo hasta su cubiacuteculo de cartoacuten sin que yo pudiera verla en medio de la griteriacutea y los aplausos de las inquilinas en cueros Me tiroacute bocarriba en su cama para cuatro me quitoacute los pantalones con una maniobra maestra y se acaballoacute sobre miacute pero el terror helado que me empapaba el cuerpo me impidioacute recibirla como un hombre Aquella noche desvelado en la cama de mi casa por la verguumlenza del asalto no pude dormir maacutes de una hora con las ansias de volver a verla Pero la mantildeana siguiente mientras los trasnochados dormiacutean subiacute temblando hasta su cubiacuteculo y la desperteacute llorando a gritos con un amor enloquecido que duroacute hasta que se lo llevoacute sin misericordia el ventarroacuten de la vida real Se llamaba Castorina y era la reina de la casa

Los cubiacuteculos del hotel costaban un peso para los amores de paso pero muy pocos sabiacuteamos que costaban lo mismo hasta por veinticuatro horas Ademaacutes Castorina me introdujo en su mundo de mala muerte donde invitaban a los clientes pobres a sus desayunos de gala le prestaban el jaboacuten les atendiacutean los dolores de muela y en casos de urgencia mayor les daban un amor de caridad

Pero en las tardes de la uacuteltima vejez se acordaba de la inmortal Castorina muerta quien sabiacutea cuando que habiacutea sucedido desde las esquinas miserables del muelle fluvial hasta el trono sagrado de mamasanta mayor con un parche de pirata en el ojo perdido en el pleito de cantina Su uacuteltimo machucante de planta un negro feliz de Camaguumley a quien llamaba Jonaacutes el Galeote habiacutea sido un trompetista de los grandes en La Habana hasta que perdioacute la sonrisa completa en una cataacutestrofe de trenes

Al salir de aquella visita amarga sentiacute una punzada en el corazoacuten que no habiacutea logrado aliviar en tres diacuteas con toda clase de poacutecimas caseras El meacutedico al que acudiacute de urgencia miembro de una estirpe de insignes era nieto del que me vio a mis cuarenta y dos antildeos y me asustoacute que pareciera el mismo pues estaba tan envejecido como su abuelo a los setenta por una calvicie prematura unos lentes de miope sin regreso y una tristeza inconsolable Me hizo un examen minucioso de cuerpo entero con una concentracioacuten de orfebre Me auscultoacute el pecho y la espalda y me revisoacute la presioacuten arterial los reflejos de la rodilla el fondo del ojo el color del paacuterpado inferior En las pausas mientras yo cambiaba de posicioacuten en la mesa de reconocimiento me haciacutea preguntas tan vagas y raacutepidas que apenas si me daban tiempo de pensar las respuestas Al cabo de una hora me miroacute con una sonrisa feliz Bueno dijo creo que no tengo nada que hacer por usted iquestQueacute quiere decir Que su estado es el mejor posible a su edad Queacute curioso le dije lo mismo me dijo su abuelo cuando yo teniacutea cuarenta y dos antildeos como si el tiempo no pasara Siempre encontraraacute uno que se lo diga dijo porque siempre tendraacute una edad Yo provocaacutendolo para una sentencia aterradora le dije La uacutenica definitiva es la muerte Siacute dijo eacutel pero no es faacutecil llegar a ella en tan buen estado como usted Siento de veras no poder complacerlo

Eran recuerdos nobles pero la viacutespera del 29 de agosto sentiacute el peso inmenso del siglo que me esperaba impasible cuando subiacute con pasos de hierro las escaleras de mi casa Entonces volviacute a ver una vez maacutes a Florina de Dios mi madre en mi cama que habiacutea sido la suya hasta su muerte y me hizo la misma bendicioacuten de la uacuteltima

Memorias de mis putas tristes 46 ______________________________________________________________________________________vez que la vi dos horas antes de morir Trastornado por la conmocioacuten lo entendiacute como el anuncio final y llameacute a Rosa Cabarcas para que me llevara a mi nintildea aquella misma noche en previsioacuten de que no se cumpliera mi ilusioacuten de sobrevivir hasta el uacuteltimo aliento de mis noventa antildeos Volviacute a llamarla a las ocho y una vez maacutes repitioacute que no era posible Tiene que serlo a cualquier precio le griteacute aterrorizado Colgoacute sin despedirse pero quince minutos despueacutes volvioacute a llamar

-Bueno aquiacute la tienes

Llegueacute a las diez y veinte de la noche y le di a Rosa Cabarcas las uacuteltimas cartas de mi vida con mis disposiciones sobre la nintildea despueacutes de mi final terrible Ella pensoacute que me habiacutea impresionado con el acuchillado y me dijo con aires de burla Si te vas a morir que no sea aquiacute imagiacutenate Pero yo le dije Di que me atropello el tren de Puerto Colombia ese pobre cacharro de laacutestima incapaz de matar a nadie

Preparado para todo aquella noche me acosteacute bocarriba a la espera del dolor final en el primer instante de mis noventa y un antildeos Oiacute campanas distantes sentiacute la fragancia del alma de Delgadina dormida de costado oiacute un grito en el horizonte sollozos de alguien que quizaacutes habiacutea muerto un siglo antes en la alcoba Entonces apagueacute la luz con el uacuteltimo aliento entrelaceacute mis dedos con los suyos para llevaacutermela de la mano y conteacute las doce campanadas de las doce con mis doce laacutegrimas finales hasta que empezaron a cantar los gallos y enseguida las campanas de gloria los cohetes de fiesta que celebraban el juacutebilo de haber sobrevivido sano y salvo a mis noventa antildeos

Mis primeras palabras fueron para Rosa Cabarcas Te compro la casa toda con la tienda y el huerto Ella me dijo Hagamos una apuesta de viejos el que se muera primero se queda con todo lo del otro firmado ante notario No porque si yo me muero todo deberiacutea ser para ella Es igual dijo Rosa Cabarcas yo me hago cargo de la nintildea y despueacutes le dejo todo lo tuyo y lo miacuteo no tengo a nadie maacutes en este mundo Mientras tanto remodelamos tu cuarto con buenos servicios aire acondicionado y tus libros y tu muacutesica

-iquestCrees que ella estaraacute de acuerdo

-Ay mi sabio triste estaacute bien que esteacutes viejo pero no pendejo -dijo Rosa Cabarcas muerta de risa- Esa pobre criatura estaacute lela de amor por ti

Saliacute a la calle radiante y por primera vez me reconociacute a miacute mismo en el horizonte remoto de mi primer siglo Mi casa callada y en orden a las seis y cuarto empezaba a gozar los colores de una aurora feliz Damiana cantaba a toda voz en la cocina y el gato redivivo enroscoacute la cola en mis tobillos y siguioacute caminando conmigo hasta mi mesa de escribir Estaba ordenando mis papeles marchitos el tintero la pluma de ganso cuando el sol estalloacute entre los almendros del parque y el buque fluvial del correo retrasado una semana por la sequiacutea entroacute bramando en el canal del puerto Era por fin la vida real con mi corazoacuten a salvo y condenado a morir de buen amor en la agoniacutea feliz de cualquier diacutea despueacutes de mis cien antildeos

Mayo de 2004

Page 16: · Web viewVivo en una casa colonial en la acera de sol del parque de San Nicolás, donde he pasado todos los días de mi vida sin mujer ni fortuna, donde vivieron y murieron mis padres,

Memorias de mis putas tristes 16 ______________________________________________________________________________________lecho de muerte me suplicoacute que me casara joven con mujer blanca que tuvieacuteramos por lo menos tres hijos y entre ellos una nintildea con su nombre que habiacutea sido el de su madre y su abuela Estuve pendiente de la suacuteplica pero teniacutea una idea tan flexible de la juventud que nunca me parecioacute demasiado tarde Hasta un mediodiacutea caluroso en que me equivoqueacute de puerta en la casa que teniacutean los Palomares de Castro en Pradomar y sorprendiacute desnuda a Ximena Ortiz la menor de las hijas que haciacutea la siesta en la alcoba contigua Estaba acostada de espaldas a la puerta y se volvioacute a mirarme por encima del hombro con un gesto tan raacutepido que no me dio tiempo de escapar Ay perdoacuten alcanceacute a decir con el alma en la boca Ella sonrioacute se volteoacute hacia miacute con un escorzo de gacela y seme mostroacute de cuerpo entero La estancia toda se sentiacutea saturada de su intimidad No estaba en vivas carnes pues teniacutea en la oreja una flor ponzontildeosa de peacutetalos anaranjados como la Olimpia de Manet y tambieacuten llevaba una esclava de oro en el puntildeo derecho y una gargantilla de perlas menudas Nunca imagineacute que pudiera ver algo maacutes perturbador en lo que me faltaba de vida y hoy puedo dar fe de que tuve razoacuten

Cerreacute la puerta de un golpe avergonzado de mi torpeza y con la determinacioacuten de olvidarla Pero Ximena Ortiz me lo impidioacute Me mandaba recados con amigas comunes esquelas provocadoras amenazas brutales mientras se esparciacutea la voz de que estaacutebamos locos de amor el uno por el otro sin que nos hubieacuteramos cruzado palabra Fue imposible resistir Teniacutea unos ojos de gata cimarrona un cuerpo tan provocador con ropa como sin ella y una cabellera frondosa de oro alborotado cuyo tufo de mujer me haciacutea llorar de rabia en la almohada Sabiacutea que nunca llegariacutea a ser amor pero la atraccioacuten sataacutenica que ejerciacutea sobre miacute era tan ardorosa que intentaba aliviarme con cuanta guaricha de ojos verdes me encontraba al paso Nunca logreacute sofocar el fuego de su recuerdo en la cama de Pradomar asiacute que le entregueacute mis armas con peticioacuten formal de mano intercambio de anillos y anuncio de boda grande antes de Pentecosteacutes

La noticia estalloacute con maacutes fuerza en el Barrio Chino que en los clubes sociales Primero fue con burlas pero se transformoacute en una contrariedad cierta de las acadeacutemicas que veiacutean el matrimonio como una situacioacuten maacutes ridiacutecula que sagrada Mi noviazgo cumplioacute todos los ritos de la moral cristiana en la terraza de orquiacutedeas amazoacutenicas y helechos colgados de la casa de mi prometida Llegaba a las siete de la noche todo de lino blanco y con cualquier regalo de abalorios artesanales o chocolates suizos y hablaacutebamos medio en clave y medio en serio hasta las diez con la custodia de la tiacutea Argeacutenida que se dormiacutea al primer parpadeo como las chaperonas de las novelas de la eacutepoca

Ximena iba hacieacutendose maacutes voraz cuanto mejor nos conociacuteamos se aligeraba de corpintildeos y pollerines a medida que apretaban los bochornos de junio y era faacutecil imaginarse el poder de demolicioacuten que debiacutea tener en la penumbra A los dos meses de noviazgo no teniacuteamos de queacute hablar y ella planteoacute el tema de los hijos sin decirlo tejiendo bolitas en crochet de lana cruda para recieacuten nacidos Yo novio gentil aprendiacute a tejer con ella y asiacute se nos fueron las horas inuacutetiles que faltaban para la boda yo tejiendo las botitas azules para nintildeos y ella tejiendo las rosadas para nintildeas a ver quieacuten acertaba hasta que fueron bastantes para maacutes de medio centenar de hijos Antes de que dieran las diez me subiacutea a un coche de caballos y me iba al Barrio Chino a vivir mi noche en la paz de Dios

Memorias de mis putas tristes 17 ______________________________________________________________________________________Los tempestuosos adioses de soltero que me haciacutean en el Barrio Chino iban en contraviacutea de las veladas opresivas del Club Social Contraste que a miacute me sirvioacute para saber cuaacutel de los dos mundos era en realidad el miacuteo y me hice la ilusioacuten de que eran ambos pero cada uno a sus horas pues desde cualquiera de los dos veiacutea alejarse el otro con los suspiros desgarrados con que se separan dos barcos en altamar El baile de la viacutespera en El Poder de Dios incluyoacute una ceremonia final que soacutelo podiacutea ocurriacutersele a un cura gallego encallado en la concupiscencia que vistioacute a todo el personal femenino con velos y azahares para que todas se casaran conmigo en un sacramento universal Fue una noche de grandes sacrilegios en que veintidoacutes de ellas prometieron amor y obediencia y les correspondiacute con fidelidad y sustento hasta el maacutes allaacute de la tumba

No pude dormir por el presagio de algo irremediable Desde la madrugada empeceacute a contar el paso de las horas en el reloj de la catedral hasta las siete campanadas temibles con que debiacutea estar en la iglesia El timbre del teleacutefono empezoacute a las ocho largo tenaz impredecible durante maacutes de una hora No soacutelo no contesteacute no respireacute Poco antes de las diez llamaron a la puerta primero con el puntildeo y luego con gritos de voces conocidas y abominadas Temiacutea que la derribaran por alguacuten percance grave pero hacia las once la casa quedoacute en el silencio erizado que sucede a las grandes cataacutestrofes Entonces lloreacute por ella y por miacute y receacute de todo corazoacuten para no encontrarme con ella nunca maacutes en mis diacuteas Alguacuten santo me oyoacute a medias pues Ximena Ortiz se fue del paiacutes esa misma noche y no volvioacute hasta unos veinte antildeos despueacutes bien casada y con los siete hijos que pudieron ser miacuteos

Trabajo me costoacute mantener mi puesto y mi columna en El Diario de La Paz despueacutes de aquella afrenta social Pero no fue por eso que relegaron mis notas a la paacutegina once sino por el iacutempetu ciego con que entroacute el siglo XX El progreso se convirtioacute en el mito de la ciudad Todo cambioacute volaron los aviones y un hombre de empresa tiroacute un saco de cartas desde un Junker e inventoacute el correo aeacutereo

Lo uacutenico que permanecioacute igual fueron mis notas en el perioacutedico Las nuevas generaciones arremetieron contra ellas como contra una momia del pasado que debiacutea ser demolida pero yo las mantuve en el mismo tono sin concesiones contra los aires de renovacioacuten Fui sordo a todo Habiacutea cumplido cuarenta antildeos pero los redactores joacutevenes la llamaban la Columna de Mudarra el Bastardo El director de entonces me citoacute en su oficina para pedirme que me pusiera a tono con las nuevas corrientes De un modo solemne como si acabara de inventarlo me dijo El mundo avanza Siacute le dije avanza pero dando vueltas alrededor del sol Mantuvo mi nota dominical porque no habriacutea encontrado otro inflador de cables Hoy seacute que tuve razoacuten y por queacute Los adolescentes de mi generacioacuten avorazados por la vida olvidaron en cuerpo y alma las ilusiones del porvenir hasta que la realidad les ensentildeoacute que el futuro no era como lo sontildeaban y descubrieron la nostalgia Alliacute estaban mis notas dominicales como una reliquia arqueoloacutegica entre los escombros del pasado y se dieron cuenta de que no eran soacutelo para viejos sino para joacutevenes que no tuvieran miedo de envejecer La nota volvioacute entonces a la seccioacuten editorial y en ocasiones especiales a la primera paacutegina

A quien me lo pregunta le contesto siempre con la verdad las putas no me dejaron tiempo para ser casado Sin embargo debo reconocer que nunca tuve esta explicacioacuten hasta el diacutea de mis noventa antildeos cuando saliacute de la casa de Rosa Cabarcas con la determinacioacuten de nunca maacutes provocar al destino Me sentiacutea otro El

Memorias de mis putas tristes 18 ______________________________________________________________________________________genio se me trastornoacute por la gente de tropa que vi apostada en las rejas de hierro que rodeaban el parque Encontreacute a Damiana trapeando los pisos a gatas en la sala y la juventud de los muslos a su edad me suscitoacute un temblor de otra eacutepoca Ella debioacute sentirlo porque se cubrioacute con la falda No pude reprimir la tentacioacuten de preguntarle Diacutegame una cosa Damiana iquestde queacute se acuerda No estaba acordaacutendome de nada dijo ella pero su pregunta me lo recuerda Sentiacute una opresioacuten en el pecho Nunca me he enamorado le dije Ella replicoacute en el acto Yo siacute Y terminoacute sin interrumpir su oficio Lloreacute veintidoacutes antildeos por usted El corazoacuten me dio un salto Buscando una salida digna le dije Hubieacuteramos sido una buena yunta Pues hace mal en deciacutermelo ahora dijo ella porque ya no me sirve ni de consuelo Cuando saliacutea de la casa me dijo del modo maacutes natural Usted no me creeraacute pero sigo siendo virgen a Dios gracias

Poco despueacutes descubriacute que habiacutea dejado floreros de rosas rojas por toda la casa y una tarjeta en la almohada Le deseo que llegue a los sien Con este mal sabor me senteacute a continuar la nota que habiacutea dejado a medias el diacutea anterior La termineacute con un solo aliento en menos de dos horas y tuve que torcerle el cuello al cisne para sacaacutermela de las tripas sin que se me notara el llanto Por un golpe de inspiracioacuten tardiacutea decidiacute rematarla con el anuncio de que con ella poniacutea teacutermino feliz a una vida larga y digna sin la mala condicioacuten de morirme

Mi propoacutesito era dejarla en la porteriacutea del perioacutedico y volver a casa Pero no pude El personal en pleno me esperaba para celebrarme el cumpleantildeos El edificio estaba en obra con andamies y escombros friacuteos por todas partes pero habiacutean parado la obra para la fiesta En una mesa de carpintero estaban las bebidas para el brindis y las cuelgas envueltas en papel de fantasiacutea Aturdido por los relaacutempagos de las caacutemaras me hice con todas las fotos del recuerdo

Me alegroacute encontrar alliacute a periodistas de radio y de los otros diarios de la ciudad La Prensa matutino conservador El Heraldo matutino liberal y El Nacional vespertino sensacionalista que trataba de aliviar las tensiones del orden puacuteblico con folletones pasionales No era extrantildeo que estuvieran juntos pues dentro del espiacuteritu de la ciudad fue siempre de buen recibo que se mantuvieran intactas las amistades de la tropa mientras los mariscales libraban la guerra editorial

Tambieacuten estaba alliacute fuera de horas el censor oficial don Jeroacutenimo Ortega a quien llamaacutebamos el Abominable Hombre de las Nueve porque llegaba puntual a esa hora de la noche con su laacutepiz sangriento de saacutetrapa godo Alliacute permaneciacutea hasta asegurarse de que no hubiera una letra impune en la edicioacuten de mantildeana Teniacutea una aversioacuten personal contra miacute por mis iacutenfulas de gramaacutetico o porque utilizaba palabras italianas sin comillas ni cursivas cuando me pareciacutean maacutes expresivas que en castellano como debiera ser de uso legiacutetimo entre lenguas siamesas Despueacutes de padecerlo por cuatro antildeos habiacuteamos terminado por aceptarlo como la mala conciencia de nosotros mismos

Las secretarias llevaron al saloacuten un pudiacuten con noventa velas encendidas que me enfrentaron por primera vez al nuacutemero de mis antildeos Tuve que tragarme las laacutegrimas cuando cantaron el brindis y me acordeacute de la nintildea sin ninguacuten motivo No fue un golpe de rencor sino de compasioacuten tardiacutea por una criatura de la que no esperaba volver a acordarme Cuando acaboacute de pasar el aacutengel alguien me habiacutea puesto un cuchillo en la mano para que cortara el pudiacuten Por temor a las burlas nadie se

JUAN CARLOS 161104
saacutetrapa (Del lat satrăpa este del gr σατράπης y este del aveacutestico ẖšathrapāvan protector del dominio) m Gobernador de una provincia de la antigua Persia || 2 coloq Hombre sagaz que sabe gobernarse con astucia e inteligencia o que gobierna despoacuteticamente U t c adj 13

Memorias de mis putas tristes 19 ______________________________________________________________________________________arriesgoacute a improvisar un discurso Yo hubiera preferido morirme que contestarlo Para terminar la fiesta el jefe de redaccioacuten por quien no tuve nunca gran simpatiacutea nos devolvioacute a la realidad inclemente Ahora siacute ilustre nonagenario me dijo iquestDoacutende estaacute su nota

La verdad es que toda la tarde la sentiacutea ardieacutendome como una brasa en el bolsillo pero la emocioacuten me habiacutea calado tan hondo que no tuve corazoacuten para aguar la fiesta con mi renuncia Dije Por esta vez no hay El jefe de redaccioacuten se disgustoacute por una falta que habiacutea sido inconcebible desde el siglo anterior Entieacutendalo por una vez le dije tuve una noche tan difiacutecil que amaneciacute embrutecido Pues debioacute escribir eso dijo eacutel con su humor de vinagre A los lectores les gustaraacute saber de primera mano coacutemo es la vida a los noventa Una de las secretarias tercioacute A lo mejor es un secreto delicioso dijo y me miroacute con malicia iquestO no Una raacutefaga ardiente me abrasoacute la cara Maldita sea penseacute queacute desleal es el rubor Otra radiante me sentildealoacute con el dedo iexclQueacute maravilla Todaviacutea le queda la elegancia de ruborizarse Su impertinencia me provocoacute otro rubor encima del rubor Debioacute ser una noche de ataque dijo la primera secretaria iexclQueacute envidia Y me dio un beso que me quedoacute pintado en la cara Los fotoacutegrafos se encarnizaron Ofuscado le entregueacute la nota al jefe de redaccioacuten y le dije que lo dicho antes era en broma aquiacute la tiene y escapeacute atolondrado por la uacuteltima salva de aplausos para no estar presente cuando descubrieran que era mi carta de renuncia al cabo de medio siglo de galeras

La ansiedad me duraba todaviacutea aquella noche cuando desenvolviacutea las cuelgas en mi casa Los linotipistas desacertaron con una cafetera eleacutectrica igual a las tres que teniacutea de cumpleantildeos anteriores Los tipoacutegrafos me dieron una autorizacioacuten para recoger un gato de angora en el criadero municipal La gerencia me dio una bonificacioacuten simboacutelica Las secretarias me regalaron tres calzoncillos de seda con huellas de besos estampados y una tarjeta en la que se ofreciacutean para quitaacutermelos Se me ocurrioacute que uno de los encantos de la vejez son las provocaciones que se permiten las amigas joacutevenes que nos creen fuera de servicio

Nunca supe quieacuten me mandoacute un disco con los veinticuatro preludios de Chopin por Stefan Askenase Los redactores en su mayoriacutea me regalaron libros de moda No habiacutea terminado de desenvolver los regalos cuando Rosa Cabarcas me llamoacute por teleacutefono con la pregunta que yo no queriacutea oiacuter iquestQueacute te pasoacute con la nintildea Nada dije sin pensarlo iquestTe parece nada que ni siquiera la despertaste dijo Rosa Cabarcas Una mujer no perdona jamaacutes que un hombre le desprecie el estreno Le alegueacute que la nintildea no podiacutea estar tan agotada soacutelo por pegar botones y tal vez se hiciera la dormida por miedo del mal trance Lo uacutenico grave dijo Rosa es que ella cree de verdad que ya no sirves y no me gustariacutea que lo fuera pregonando a los cuatro vientos

No le di el gusto de sorprenderme Aunque asiacute fuera le dije su estado es tan deplorable que no se puede contar con ella ni dormida ni despierta es carne de hospital Rosa Cabarcas bajoacute el tono La culpa fue de las prisas con que se hizo el trato pero tiene remedio ya veraacutes Prometioacute poner a la nintildea en confesioacuten y si era el caso obligarla a devolver la plata iquestqueacute te parece Deacutejalo de ese tamantildeo le dije aquiacute no pasoacute nada y en cambio me ha valido como una prueba de que ya no estoy para estos trotes En ese sentido la nintildea tiene razoacuten ya no sirvo Colgueacute el teleacutefono saturado por un sentimiento de liberacioacuten que no habiacutea conocido en vida miacutea y por fin a salvo de una servidumbre que me manteniacutea subyugado desde mis trece antildeos

JUAN CARLOS 161104
linotipista com Persona que maneja una linotipia13 linotipia (Del ingl linotype) f Impr Maacutequina de componer provista de matrices de la cual sale la liacutenea formando una sola pieza || 2 Impr Arte de componer con esta maacutequina 13

Memorias de mis putas tristes 20 ______________________________________________________________________________________

A las siete de la noche fui invitado de honor al concierto de Jacques Thibault y Alfred Cortot en la sala de Bellas Artes con una interpretacioacuten gloriosa de la sonata para violiacuten y piano de Ceacutesar Frank y en el intermedio escucheacute elogios inverosiacutemiles El maestro Pedro Biava nuestro muacutesico enorme me llevoacute casi a rastras a los camerinos para presentarme a los inteacuterpretes Me ofusqueacute tanto que los feliciteacute por una sonata de Schumann que no habiacutean tocado y alguien me corrigioacute en puacuteblico de mala manera La impresioacuten de que habiacutea confundido las dos sonatas por ignorancia simple quedoacute sembrada en el ambiente local y agravada por una explicacioacuten aturdida con que trateacute de remendarla el domingo siguiente en mi resentildea criacutetica del concierto

Por primera vez en mi larga vida me sentiacute capaz de matar a alguien Volviacute a casa atormentado por el diablillo que sopla al oiacutedo las respuestas devastadoras que no dimos a tiempo y ni la lectura ni la muacutesica mitigaron mi rabia Por fortuna Rosa Cabarcasme sacoacute del desvariacuteo con un grito en el teleacutefono Estoy feliz con el perioacutedico porque no pensaba que cumpliacuteas noventa sino cien Le contesteacute encrespado iquestAsiacute de jodido me viste Al contrario dijo ella lo que me sorprendioacute fue verte tan bien Queacute bueno que no eres de los viejos verdes que se aumentan la edad para que los crean en buen estado Y cambioacute sin transicioacuten Te tengo tu cuelga Me sorprendioacute de veras iquestQueacute es La nintildea dijo ella

No me tomeacute ni un instante para pensar Gracias le dije pero esa vaina es agua pasada Ella siguioacute de largo Te la mando a tu casa envuelta en papel de China y hervida con palo de saacutendalo al bantildeo mariacutea todo gratis Me mantuve firme y ella se debatioacute en una explicacioacuten pedregosa que me parecioacute sincera Dijo que la nintildea estaba en tan mal estado aquel viernes por haber cosido doscientos botones con aguja y dedal Que era verdad su miedo a las violaciones sangrientas pero ya estaba instruida para el sacrificio Que en su noche conmigo se habiacutea levantado para ir al bantildeo y que yo estaba tan profundo que le dio laacutestima despertarme pero ya me habiacutea ido cuando volvioacute a despertar en la mantildeana Me indigneacute con lo que me parecioacute una mentira inuacutetil Bueno prosiguioacute Rosa Cabarcas aun si asiacute fuera la nintildea estaacute arrepentida Pobrecita la tengo aquiacute enfrente iquestQuieres que tela pase No por Dios le dije

Habiacutea empezado a escribir cuando llamoacute la secretaria del perioacutedico El mensaje era que el director queriacutea verme al diacutea siguiente a las once de la mantildeana Llegueacute puntual El estruendo de la restauracioacuten de la casa no pareciacutea soportable el aire estaba enrarecido por los martillazos el polvo de cemento y el humo de alquitraacuten pero la redaccioacuten habiacutea aprendido a pensar en la rutina del caos Las oficinas del director en cambio heladas y silentes permaneciacutean en un paiacutes ideal que no era el nuestro

El tercer Marco Tulio con un aire adolescente se puso de pie al verme entrar sin interrumpir una conversacioacuten telefoacutenica me estrechoacute la mano por encima del escritorio y me indicoacute que me sentara Llegueacute a pensar que no habiacutea nadie en el otro extremo de la liacutenea y que eacutel haciacutea la farsa para impresionarme pero pronto descubriacute que hablaba con el gobernador y era en verdad un diaacutelogo difiacutecil entre enemigos cordiales Ademaacutes creo que se esmeraba en parecer eneacutergico delante de miacute aunque al mismo tiempo se manteniacutea de pie mientras hablaba con la autoridad

Memorias de mis putas tristes 21 ______________________________________________________________________________________Se le notaba el vicio de la pulcritud Acababa de cumplir veintinueve antildeos con cuatro idiomas y tres maestriacuteas internacionales a diferencia del primer presidente vitalicio su abuelo paterno que se hizo periodista empiacuterico despueacutes de hacer una fortuna con la trata de blancas Teniacutea maneras faacuteciles se pasaba de apuesto y sereno y lo uacutenico que poniacutea en peligro su prestancia era una nota falsa en la voz Llevaba una chaqueta deportiva con una orquiacutedea viva en la solapa y cada cosa le sentaba como si fuera de su ser natural pero nada en eacutel estaba hecho para el clima de la calle sino para la primavera de sus oficinas Yo que habiacutea gastado casi dos horas para vestirme sentiacute el oprobio de la pobreza y me aumentoacute la rabia

Con todo el veneno mortal estaba en una foto panoraacutemica del personal de planta tomada en el XXV aniversario de la fundacioacuten del perioacutedico en la que sentildealaban con una crucecita sobre la cabeza a los que iban muriendo Yo era el tercero de la derecha con el sombrero canotier la corbata de nudo grande con una perla en el prendedor el primer mostacho de coronel civil que tuve hasta los cuarenta antildeos y los espejuelos metaacutelicos de seminarista preacutesbita que no me hicieron falta despueacutes del medio siglo Habiacutea visto esa foto colgada durante antildeos en distintas oficinas pero soacutelo entonces fui sensible a su mensaje de los cuarenta y ocho empleados originales soacutelo cuatro estaacutebamos vivos y el menor de nosotros cumpliacutea una condena de veinte antildeos por asesinato muacuteltiple

El director terminoacute la llamada me sorprendioacute mirando la foto y sonrioacute Las crucecitas no las puse yo dijo Me parecen de muy mal gusto Se sentoacute al escritorio y cambioacute de tono Permiacutetame decirle que usted es el hombre maacutes impredecible que he conocido Y ante mi sorpresa se adelantoacute a todo Lo digo por su renuncia Apenas acerteacute a decir Es toda una vida El replicoacute que justo por eso no era una solucioacuten pertinente La nota le pareciacutea magniacutefica y todo lo que deciacutea de la vejez era de lo mejor que habiacutea leiacutedo nunca y no teniacutea sentido terminarla con una decisioacuten que pareciacutea maacutes bien una muerte civil Por fortuna dijo el Abominable Hombre de las Nueve la leyoacute cuando ya estaba armada la paacutegina editorial y le parecioacute inadmisible Sin consultarlo con nadie la tachoacute de arriba abajo con su laacutepiz de Torquemada Cuando lo supe esta mantildeana ordeneacute mandar una nota de protesta a la Gobernacioacuten Era mi deber pero entre nos puedo decirle que estoy muy agradecido por la arbitrariedad del censor De modo que no estaba dispuesto a aceptar que suspendiera la nota Se lo suplico con toda el alma dijo No abandone el barco en altamar Y concluyoacute con un gran estilo Todaviacutea nos queda mucho por hablar de muacutesica

Lo vi tan decidido que no me atreviacute a agravar la discrepancia con un argumento de distraccioacuten El problema en realidad era que tampoco entonces encontraba un motivo decente para abandonar la noria y me aterrorizoacute la idea de decirle que siacute una vez maacutes soacutelo por ganar tiempo Tuve que reprimirme para que no se me notara la emocioacuten impuacutedica que me apremiaba las laacutegrimas Y otra vez como siempre quedamos en las mismas de siempre despueacutes de tantos antildeos

La semana siguiente presa de un estado que era maacutes de confusioacuten que de alegriacutea paseacute por el criadero a recoger el gato que me habiacutean regalado los impresores Tengo muy mala quiacutemica con los animales por lo mismo que la tengo con los nintildeos antes de que empiecen a hablar Me parecen mudos del alma No los odio pero no puedo soportarlos porque no aprendiacute a negociar con ellos Me parece contra natura que un hombre se entienda mejor con su perro que con su esposa que lo ensentildee a

JUAN CARLOS 161104
noria (Del aacuter hisp nalsquouacutera y este del aacuter claacutes nālsquoūrah infl por acequia y acenia) f Maacutequina compuesta de dos grandes ruedas engranadas que mediante cangilones sube el agua de los pozos acequias etc || 2 Pozo formado en forma comuacutenmente ovalada del cual se saca el agua con la maacutequina || 3 Artilugio de feria consistente en una gran rueda con asientos que gira verticalmente13

Memorias de mis putas tristes 22 ______________________________________________________________________________________comer y descomer a sus horas a contestar preguntas y a compartir sus penas Pero no recoger el gato de los tipoacutegrafos habriacutea sido un desaire Ademaacutes era un precioso ejemplar de angora de pelambre rosada y tersa y ojos iluminados cuyos maullidos pareciacutean a punto de ser palabras Me lo dieron en una canasta de mimbre con un certificado de su estirpe y un manual de uso como el de las bicicletas para armar

Una patrulla militar verificaba la identidad de los transeuacutentes antes de autorizar el paso por el parque de San Nicolaacutes Nunca habiacutea visto nada igual ni podiacutea imaginarme nada maacutes descorazonador como siacutentoma de mi vejez Era una patrulla de cuatro al mando de un oficial casi adolescente Los agentes eran hombres de paacuteramos duros y callados con un olor de establo El oficial los vigilaba a todos con las mejillas chapeadas de los andinos en la playa Despueacutes de revisar mi ceacutedula de identidad y mi credencial de prensa me preguntoacute queacute llevaba en la cesta Un gato le dije El quiso verlo Destapeacute la cesta con toda precaucioacuten por temor de que escapara pero un agente quiso ver si no habiacutea algo maacutes en el fondo y el gato le tiroacute un zarpazo El oficial se interpuso Es una joya de angora dijo Lo acaricioacute mientras murmuraba algo y el gato no lo agredioacute pero tampoco le hizo caso iquestCuaacutentos antildeos tiene preguntoacute No seacute le dije acaban de regalaacutermelo Se lo pregunto porque se ve que es muy viejo diez antildeos quizaacutes Quise preguntarle coacutemo lo sabiacutea y muchas cosas maacutes pero a despecho de sus buenas maneras y su habla florida no me sentiacutea con estoacutemago para hablar con eacutel Me parece que es un gato abandonado que ha pasado por muchas dijo Obseacutervelo no lo acomode a usted sino al contrario usted a eacutel y deacutejelo hasta que se gane su confianza Cerroacute la tapa de la cesta y me preguntoacute iquestEn queacute trabaja usted Soy periodista iquestDesde cuaacutendo Desde hace un siglo le dije No lo dudo dijo eacutel Me estrechoacute la mano y se despidioacute con un frase que lo mismo podiacutea ser un buen consejo que una amenaza

-Cuiacutedese mucho

Al mediodiacutea desconecteacute el teleacutefono para refugiarme en la muacutesica con un programa exquisito la rapsodia para clarinete y orquesta de Wagner la de saxofoacuten de Debussy y el quinteto para cuerdas de Bruckner que es un remanso edeacutenico en el cataclismo de su obra Y de pronto me encontreacute envuelto en las tinieblas del estudio Sentiacute deslizarse debajo de mi mesa algo que no me parecioacute un cuerpo vivo sino una presencia sobrenatural que me rozoacute los pies y salteacute con un grito Era el gato con la hermosa cola empenachada su lentitud misteriosa y su estirpe miacutetica y no pude evitar el escalofriacuteo de estar solo en la casa con un ser vivo que no fuera humano

Cuando dieron las siete en la catedral habiacutea una estrella sola y liacutempida en el cielo color de rosas un buque lanzoacute un adioacutes desconsolado y sentiacute en la garganta el nudo gordiano de todos los amores que pudieron haber sido y no fueron No soporteacute maacutes Descolgueacute el teleacutefono con el corazoacuten en la boca marqueacute los cuatro nuacutemeros muy despacio para no equivocarme y al tercer timbrazo reconociacute la voz Bueno mujer le dije con un suspiro de alivio Perdoacutename el berrinche de esta mantildeana Ella tranquila No te preocupes estaba esperando tu llamada Le advertiacute Quiero que la nintildea me espere como Dios la echoacute al mundo y sin barnices en la cara Ella hizo su risa gutural Lo que tuacute digas dijo pero te pierdes el gusto de encuerar la pieza por pieza como les encanta a los viejos no seacute por queacute Yo siacute seacute le dije Porque se estaacuten volviendo cada vez maacutes viejos Ella lo dio por hecho

JUAN CARLOS 161104
gordiano (De Gordio rey de Frigia) V nudo
JUAN CARLOS 161104
paacuteramo (Del lat parămus voz de or prerromano) m Terreno yermo raso y desabrigado || 2 Lugar sumamente friacuteo y desamparado || 3 Col y Ecuad llovizna 13

Memorias de mis putas tristes 23 ______________________________________________________________________________________-Estaacute bien -dijo- entonces esta noche a las diez en punto antes de que se enfriacutee la pescada

Memorias de mis putas tristes 24 ______________________________________________________________________________________

3

iquestCoacutemo podiacutea llamarse La duentildea no me lo habiacutea dicho Cuando me hablaba de ella soacutelo deciacutea la nintildea Y yo lo habiacutea convertido en un nombre de pila como la nintildea de los ojos o la carabela menor Ademaacutes Rosa Cabarcas poniacutea a sus pupilas un nombre distinto para cada cliente A miacute me divertiacutea adivinarlos por las caras y desde el principio estuve seguro de que la nintildea teniacutea uno largo como Filomena Saturnina o Nicolasa En eacutesas estaba cuando ella se dio media vuelta en la cama y quedoacute de espaldas a miacute y me parecioacute que habiacutea dejado un charco de sangre del tamantildeo y la forma del cuerpo Fue un sobresalto instantaacuteneo hasta que comprobeacute que era la humedad del sudor en la saacutebana

Rosa Cabarcas me habiacutea aconsejado que la tratara con cautela pues auacuten le duraba el susto de la primera vez Es maacutes creo que la misma solemnidad del rito le habiacutea agravado el miedo y habiacutean tenido que aumentarle la dosis de valeriana pues dormiacutea con tal placidez que habriacutea sido una laacutestima despertarla sin arrullos De modo que empeceacute a secarla con la toalla mientras le cantaba en susurros la cancioacuten de Delgadina la hija menor del rey requerida de amores por su padre A medida que la secaba ella iba mostraacutendome los flancos sudados al compaacutes de mi canto Delgadina Delgadina tuacute seras mi prenda amada Fue un placer sin liacutemites pues ella volviacutea a sudar por un costado cuando acababa de secarla por el otro para que la cancioacuten no terminara nunca Levaacutentate Delgadina ponte tu falda de seda le cantaba al oiacutedo Al final cuando los criados del rey la encontraron muerta de sed en su cama me parecioacute que mi nintildea habiacutea estado a punto de despertar al escuchar el nombre Asiacute que era ella Delgadina

Volviacute a la cama con mis calzoncillos de besos estampados y me tendiacute junto a ella Dormiacute hasta las cinco al arrullo de su respiracioacuten apacible Me vestiacute a toda prisa sin lavarme y soacutelo entonces vi la sentencia escrita con laacutepiz labial en el espejo del lavabo El tigre no come lejos Seacute que no estaba la noche anterior y nadie podiacutea haber entrado en el cuarto de modo que la entendiacute como la cuelga del diablo Un trueno terroriacutefico me sorprendioacute en la puerta y el cuarto se llenoacute del olor premonitorio de la tierra mojada No tuve tiempo para escapar ileso Antes de que encontrara un taxi se precipitoacute un aguacero grande de los que suelen desordenar la ciudad entre mayo y octubre pues las calles de arenas ardientes que bajan hacia el riacuteo se convierten en torrenteras que arrastran cuanto encuentran a su paso Las aguas de aquel septiembre raro despueacutes de tres meses de sequiacutea podiacutean ser tan providenciales como devastadoras

Memorias de mis putas tristes 25 ______________________________________________________________________________________Desde que abriacute la puerta de casa me salioacute al encuentro la sensacioacuten fiacutesica de que no estaba solo Alcanceacute a ver el celaje del gato que saltoacute del sofaacute y se escabulloacute por el balcoacuten En su plato quedaban las sobras de una comida que yo no le habiacutea servido La peste de sus orines rancios y su caca caliente habiacutean contaminado todo Me habiacutea dedicado a estudiarlo como estudieacute el latiacuten El manual deciacutea que los gatos escarban en la tierra para esconder su estieacutercol y que en las casas sin patio como eacutesta lo hariacutean en las macetas de plantas o en cualquier otro escondrijo Lo apropiado era prepararles desde el primer diacutea una caja con arena para orientarles el haacutebito y asiacute lo hice Tambieacuten deciacutea que lo primero que hacen en casa nueva es marcar su territorio orinando por todas partes y aqueacutel pudo ser el caso pero el manual no deciacutea coacutemo remediarlo Seguiacutea sus trazas para familiarizarme con sus haacutebitos originales pero no di con sus escondites secretos sus sitios de reposo las causas de sus humores volubles Quise ensentildearlo a comer en sus horas a usar la cajita de arena en la terraza a no subirse en mi cama mientras yo dormiacutea ni a olisquear los alimentos en la mesa y no pude hacerle entender que la casa era suya por derecho propio y no como un botiacuten de guerra De modo que lo dejeacute a su aire

Al atardecer enfrenteacute el aguacero cuyos vientos huracanados amenazaban con desquiciar la casa Sufriacute un ataque de estornudos sucesivos me doliacutea el craacuteneo y teniacutea fiebre pero me sentiacutea poseiacutedo por una fuerza y una determinacioacuten que nunca tuve a ninguna edad y por ninguna causa Puse calderos en el piso para recoger las goteras y me di cuenta de que habiacutean aparecido otras nuevas desde el invierno anterior La maacutes grande habiacutea empezado a inundar el flanco derecho de la biblioteca Me apresureacute a rescatar a los autores griegos y latinos que viviacutean por aquel rumbo pero al quitar los libros encontreacute un chorro de alta presioacuten que saliacutea de un tubo roto en el fondo del muro Lo amordaceacute con trapos hasta donde pude para darme el tiempo de salvar los libros El estreacutepito del agua y el aullido del viento arreciaron en el parque De pronto un relaacutempago fantasmal y su trueno simultaacuteneo impregnaron el aire de un fuerte olor de azufre el viento desbaratoacute las vidrieras del balcoacuten y la tremenda borrasca de mar rompioacute los cerrojos y se metioacute dentro de la casa Sin embargo antes de diez minutos escampoacute de un tajo Un sol espleacutendido secoacute las calles llenas de escombros varados y volvioacute el calor

Cuando pasoacute el aguacero seguiacutea con la sensacioacuten de que no estaba solo en la casa Mi uacutenica explicacioacuten es que asiacute como los hechos reales se olvidan tambieacuten algunos que nunca fueron pueden estar en los recuerdos como si hubieran sido Pues si evocaba la emergencia del aguacero no me veiacutea a miacute mismo solo en la casa sino siempre acompantildeado por Delgadina La habiacutea sentido tan cerca en la noche que percibiacutea el rumor de su aliento en el dormitorio y los latidos de su mejilla en mi almohada Soacutelo asiacute entendiacute que hubieacuteramos podido hacer tanto en tan poco tiempo Me recordaba subido en el escabel de la biblioteca y la recordaba a ella despierta con su trajecito de flores recibiendo los libros para ponerlos a salvo La veiacutea correr de un lado al otro de la casa batallando con la tormenta empapada de lluvia con el agua a los tobillos Recordaba coacutemo preparoacute al diacutea siguiente un desayuno que nunca fue y puso la mesa mientras yo secaba los pisos y poniacutea orden en el naufragio de la casa Nunca olvideacute su mirada sombriacutea mientras desayunaacutebamos iquestPor queacute me conociste tan viejo Le contesteacute la verdad La edad no es la que uno tiene sino la que uno siente

Desde entonces la tuve en la memoria con tal nitidez que haciacutea de ella lo que queriacutea Le cambiaba el color de los ojos seguacuten mi estado de aacutenimo color de agua al

JUAN CARLOS 161104
escabel (Quizaacute del cat ant escabell y este del lat scabellum) m Tarima pequentildea que se pone delante de la silla para que descansen los pies de quien estaacute sentado || 2 Asiento pequentildeo hecho de tablas sin respaldo || 3 Persona o circunstancia de que alguien se aprovecha para medrar por lo general ambiciosamente13

Memorias de mis putas tristes 26 ______________________________________________________________________________________despertar color de almiacutebar cuando reiacutea color de lumbre cuando la contrariaba La vestiacutea para la edad y la condicioacuten que conveniacutean a mis cambios de humor novicia enamorada a los veinte antildeos puta de saloacuten a los cuarenta reina de Babilonia a los setenta santa a los cien Cantaacutebamos duetos de amor de Puccini boleros de Agustiacuten Lara tangos de Carlos Gardel y comprobaacutebamos una vez maacutes que quienes no cantan no pueden imaginar siquiera lo que es la felicidad de cantar Hoy seacute que no fue una alucinacioacuten sino un milagro maacutes del primer amor de mi vida a los noventa antildeos

Cuando la casa estuvo en orden llameacute a Rosa Cabarcas iexclDios Santo exclamoacute al oiacuter mi voz creiacute que te habiacuteas ahogado No podiacutea entender que hubiera vuelto a pasar la noche con la nintildea sin tocarla Tienes todo el derecho de que no te guste pero al menos poacutertate como un adulto Trateacute de explicarle pero ella cambioacute el tema sin transicioacuten De todos modos te tengo vista otra un poco mayor bella y tambieacuten virgen Su papaacute quiere cambiarla por una casa pero se puede discutir un descuentoSe me heloacute el corazoacuten Ni maacutes faltaba protesteacute asustado quiero la misma y como siempre sin fracasos sin peleas sin malos recuerdos Hubo un silencio en la liacutenea y por fin la voz sumisa con que dijo como para siacute misma Bueno esto debe ser lo que los meacutedicos llaman demencia senil

Fui a las diez de la noche con un chofer conocido por la extrantildea virtud de no hacer preguntas Lleveacute un ventilador portaacutetil y un cuadro de Orlando Rivera el querido Figurita y un martillo y un clavo para colgarlo En el camino hice una parada para comprar cepillos de dientes pasta dentiacutefrica jaboacuten de olor Agua de Florida tabletas de regaliz Quise llevar tambieacuten un buen florero y un ramo de rosas amarillas para conjurar la pava de las flores de papel pero no encontreacute nada abierto y tuve que robarme en un jardiacuten privado un ramo de astromelias recieacuten nacidas

Por instrucciones de la duentildea llegueacute desde entonces por la calle de atraacutes del lado del acueducto para que nadie me viera entrar por el portoacuten del huerto El chofer me previno Cuidado sabio en esa casa matan Le contesteacute Si es por amor no importa El patio estaba en tinieblas pero habiacutea luces de vida en las ventanas y un revoltijo de muacutesicas en los seis cuartos En el miacuteo a volumen maacutes alto distinguiacute la voz caacutelida de don Pedro Vargas el tenor de Ameacuterica con un bolero de Miguel Matamoros Sentiacute que iba a morir Empujeacute la puerta con la respiracioacuten desbaratada y vi a Delgadina en la cama como en mis recuerdos desnuda y dormida en santa paz del lado del corazoacuten

Antes de acostarme arregleacute el tocador puse el ventilador nuevo en lugar del oxidado y colgueacute el cuadro donde ella pudiera verlo desde la cama Me acosteacute a su lado y la reconociacute palmo a palmo Era la misma que andaba por mi casa las mismas manos que me reconociacutean al tacto en la oscuridad los mismos pies de pasos tenues que se confundiacutean con los del gato el mismo olor del sudor de mis saacutebanas el dedo del dedal Increiacuteble vieacutendola y tocaacutendola en carne y hueso me pareciacutea menos real que en mis recuerdos

Hay un cuadro en la pared de enfrente le dije Lo pintoacute Figurita un hombre a quien quisimos mucho el mejor bailariacuten de burdeles que existioacute jamaacutes y de tan buen corazoacuten que le teniacutea laacutestima al diablo Lo pintoacute con barniz de buques en el lienzo chamuscado de un avioacuten que se estrelloacute en la Sierra Nevada de Santa Marta y con pinceles fabricados por eacutel con pelos de su perro La mujer pintada es una monja que

Memorias de mis putas tristes 27 ______________________________________________________________________________________secuestroacute de un convento y se casoacute con ella Aquiacute lo dejo para que sea lo primero que veas al despertar

No habiacutea cambiado de posicioacuten cuando apagueacute la luz a la una de la madrugada y su respiracioacuten era tan tenue que le tomeacute el pulso para sentirla viva La sangre circulaba por sus venas con la fluidez de una cancioacuten que se ramificaba hasta los aacutembitos maacutes recoacutenditos de su cuerpo y volviacutea al corazoacuten purificada por el amor

Antes de irme al amanecer dibujeacute en un papel las liacuteneas de su mano y se las di a leer a la Diva Sahibiacute para conocer su alma Y fue asiacute una persona que soacutelo dice lo que piensa Es perfecta para trabajos manuales Tiene contacto con alguien que ya murioacute y del cual espera ayuda pero estaacute equivocada la ayuda que busca estaacute al alcance de su mano No ha tenido ninguna unioacuten pero va a morir mayor y casada Ahora tiene un hombre moreno que no ha de ser el de su vida Puede tener ocho hijos pero se va a decidir soacutelo por tres A los treinta y cinco antildeos si hace lo que le indique el corazoacuten y no la mente va a manejar mucho dinero y a los cuarenta recibiraacute una herencia Va a viajar mucho Tiene doble vida y doble suerte y puede influir sobre su propio destino Le gusta probar todo por curiosidad pero va a arrepentirse si no se orienta por el corazoacuten

Atormentado de amor hice reparar los estragos de la borrasca y aprovecheacute para hacer otros muchos remiendos que veniacutea demorando desde antildeos por insolvencia o por desidia Reorganiceacute la biblioteca en el orden en que habiacutea leiacutedo los libros Por uacuteltimo remateacute la pianola como reliquia histoacuterica con sus maacutes de cien rollos de claacutesicos y compreacute un tocadiscos usado pero mejor que el miacuteo con parlantes de alta fidelidad que engrandecieron el aacutembito de la casa Quedeacute al borde de la ruina pero bien compensado por el milagro de estar vivo a mi edad

La casa renaciacutea de sus cenizas y yo navegaba en el amor de Delgadina con una intensidad y una dicha que nunca conociacute en mi vida anterior Gracias a ella me enfrenteacute por vez primera con mi ser natural mientras transcurriacutean mis noventa antildeos Descubriacute que mi obsesioacuten de que cada cosa estuviera en su puesto cada asunto en su tiempo cada palabra en su estilo no era el premio merecido de una mente en orden sino al contrario todo un sistema de simulacioacuten inventado por miacute para ocultar el desorden de mi naturaleza Descubriacute que no soy disciplinado por virtud sino como reaccioacuten contra mi negligencia que parezco generoso por encubrir mi mezquindad que me paso de prudente por mal pensado que soy conciliador para no sucumbir a mis coacuteleras reprimidas que soacutelo soy puntual para que no se sepa cuan poco me importa el tiempo ajeno Descubriacute en fin que el amor no es un estado del alma sino un signo del zodiacuteaco

Me volviacute otro Trateacute de releer los claacutesicos que me orientaron en la adolescencia y no pude con ellos Me sumergiacute en las letras romaacutenticas que repudieacute cuando mi madre quiso imponeacutermelas con mano dura y por ellas tomeacute conciencia de que la fuerza invencible que ha impulsado al mundo no son los amores felices sino los contrariados Cuando mis gustos en muacutesica hicieron crisis me descubriacute atrasado y viejo y abriacute mi corazoacuten a las delicias del azar

Me pregunto coacutemo pude sucumbir en este veacutertigo perpetuo que yo mismo provocaba y temiacutea Flotaba entre nubes erraacuteticas y hablaba conmigo mismo ante el espejo con la vana ilusioacuten de averiguar quieacuten soy Era tal mi desvariacuteo que en una manifestacioacuten

Memorias de mis putas tristes 28 ______________________________________________________________________________________estudiantil con piedras y botellas tuve que sacar fuerzas de flaqueza para no ponerme al frente con un letrero que consagrara mi verdad Estoy loco de amor

Obnubilado por la evocacioacuten inclemente de Delgadina dormida cambieacute sin la menor malicia el espiacuteritu de mis notas dominicales Fuera cual fuera el asunto las escribiacutea para ella las reiacutea y las lloraba para ella y en cada palabra se me iba la vida En lugar de la foacutermula de gacetilla tradicional que tuvieron desde siempre las escribiacute como cartas de amor que cada quien podiacutea hacer suyas Propuse en el perioacutedico que el texto no se alzara en linotipo sino que fuera publicado con mi caligrafiacutea florentina Al jefe de redaccioacuten coacutemo no le parecioacute otro acceso de vanidad senil pero el director general lo convencioacute con una frase que todaviacutea anda suelta por la redaccioacuten

-No se equivoque los loquitos mansos se adelantan al porvenir

La respuesta puacuteblica fue inmediata y entusiasta con numerosas cartas de lectores enamorados Algunas las leiacutean en los noticieros de radio con urgencias de uacuteltima hora y se hicieron copias en mimeoacutegrafos o papel carboacuten que vendiacutean como cigarrillos de contrabando en las esquinas de la calle San Blas Desde el principio fue evidente que obedeciacutean a las ansias de expresarme pero me hice a la costumbre de tomarlas en cuenta al escribir y siempre con la voz de un hombre de noventa antildeos que no aprendioacute a pensar como viejo La comunidad intelectual como de soacutelito se mostroacute timorata y dividida y hasta los grafoacutelogos menos pensados montaron controversias por los anaacutelisis erraacuteticos de mi caligrafiacutea Fueron ellos los que dividieron los aacutenimos recalentaron la poleacutemica y pusieron de moda la nostalgia

Antes del fin del antildeo me habiacutea arreglado con Rosa Cabarcas para dejar en el cuarto el abanico eleacutectrico los recursos del tocador y lo que siguiera llevando en el futuro para hacerlo vivible Llegaba a las diez siempre con algo nuevo para ella o para gusto de ambos y dedicaba unos minutos a sacar la utileriacutea escondida para armar el teatro de nuestras noches Antes de irme nunca maacutes tarde de las cinco volviacutea a asegurar todo bajo llave La alcoba quedaba entonces tan escuaacutelida como fue en sus oriacutegenes para los amores tristes de los clientes casuales Una mantildeana oiacute que Marcos Peacuterez la voz maacutes escuchada de la radio desde el amanecer habiacutea decidido leer mi nota dominical en su noticiero de los lunes Cuando pude reprimir la naacuteusea dije sobrecogido Ya lo sabes Delgadina la fama es una sentildeora muy gorda que no duerme con uno pero cuando uno despierta estaacute siempre miraacutendonos frente a la cama

Uno de esos diacuteas me quedeacute a desayunar con Rosa Cabarcas que empezaba a parecerme menos decreacutepita a pesar del luto severo y del bonete negro que ya le tapaba las cejas Sus desayunos teniacutean fama de espleacutendidos con una carga de pimienta que me haciacutea llorar Al primer bocado de fuego vivo le dije bantildeado en laacutegrimas Esta noche no me haraacute falta la luna llena para que me arda el culo No te quejes dijo ella Si te arde es porque todaviacutea lo tienes a Dios gracias

Se sorprendioacute cuando mencioneacute el nombre de Delgadina No se llama asiacute dijo se llama No me lo digas la interrumpiacute para miacute es Delgadina Ella se encogioacute de hombros Bueno al fin y al cabo es tuya pero me parece un nombre de diureacutetico Le conteacute lo del letrero del tigre que la nintildea habiacutea escrito en el espejo No pudo ser ella

JUAN CARLOS 161104
timorato ta (Del lat timorātus) adj Tiacutemido indeciso encogido || 2 Dicho de una persona Que se escandaliza con exageracioacuten de cosas que no le parecen conformes a la moral convencional || 3 Que tiene temor de Dios y se gobierna por eacutel en sus operaciones
JUAN CARLOS 161104
obnubilar (Del lat obnubilāre) tr nublar (ǁ ofuscar o confundir) U t c prnl || 2 embelesar U t c prnl || 3 nublar (ǁ enturbiar la visioacuten) U t c prnl

Memorias de mis putas tristes 29 ______________________________________________________________________________________dijo Rosa porque no sabe leer ni escribir iquestEntonces quieacuten Ella se encogioacute de hombros Puede ser de alguien que se murioacute en el cuarto

Yo aprovechaba aquellos desayunos para desahogarme con Rosa Cabarcas y le pediacutea favores miacutenimos para el bienestar y el buen ver de Delgadina Me los concediacutea sin pensarlo con una picardiacutea de colegiala iexclQueacute risa me dijo por aquellos diacuteas Me siento como si me estuvieras pidiendo su mano Y a propoacutesito se le ocurrioacute iquestpor queacute no te casas con ella Me quedeacute de una pieza En serio insistioacute te sale maacutes barato Al fin y al cabo el problema a tu edad es servir o no servir pero ya me dijiste que lo tienes resuelto Le saliacute al paso El sexo es el consuelo que uno tiene cuando no le alcanza el amor

Ella soltoacute la risa Ay mi sabio siempre supe que eres muy hombre que siempre lo fuiste y me alegra que lo sigas siendo mientras tus enemigos entregan las armas Con razoacuten se habla tanto de ti iquestOiacuteste a Marcos Peacuterez Todo el mundo lo oye le dije para cortar el tema Pero ella insistioacute Tambieacuten el profesor Camacho y Cano en La hora de todo un poco dijo ayer que el mundo ya no es lo que era porque no quedan muchos hombres como tuacute

Aquel fin de semana encontreacute a Delgadina con fiebre y tos Desperteacute a Rosa Cabarcas para que me diera alguacuten remedio casero y me llevoacute al cuarto un botiquiacuten de primeros auxilios Dos diacuteas despueacutes Delgadina seguiacutea postrada y no habiacutea podido volver a su rutina de pegar botones El meacutedico le habiacutea prescrito un tratamiento casero para una gripa comuacuten que cederiacutea en una semana pero se alarmoacute por su estado general de desnutricioacuten Dejeacute de verla y sentiacute que me haciacutea falta y aprovecheacute para arreglar el cuarto sin ella

Lleveacute tambieacuten un dibujo a pluma de Cecilia Porras para Todos estaacutebamos a la espera el libro de cuentos de Alvaro Cepeda Lleveacute los seis tomos de Juan Cristoacutebal de Romain Rolland para pastorear mis vigilias De modo que cuando Delgadina pudo volver a la habitacioacuten la encontroacute digna de una felicidad sedentaria el aire purificado con un insecticida aromaacutetico paredes color de rosa laacutemparas matizadas flores nuevas en los floreros mis libros favoritos los buenos cuadros de mi madre colgados de otro modo seguacuten los gustos de hoy Habiacutea cambiado el viejo radio por uno de onda corta que manteniacutea sintonizado en un programa de muacutesica culta para que Delgadina aprendiera a dormir con los cuartetos de Mozart pero una noche lo encontreacute en una estacioacuten especializada en boleros de moda Era el gusto de ella sin duda y lo asumiacute sin dolor pues tambieacuten yo lo habiacutea cultivado con el corazoacuten en mis mejores diacuteas Antes de volver a casa al diacutea siguiente escribiacute en el espejo con el laacutepiz de labios Nintildea miacutea estamos solos en el mundo

Por esa eacutepoca tuve la rara impresioacuten de que se estaba volviendo mayor antes de tiempo Se lo comenteacute a Rosa Cabarcas y a ella le parecioacute natural Cumple quince antildeos el cinco de diciembre me dijo Una Sagitario perfecta Me inquietoacute que fuera tan real como para cumplir antildeos iquestQueacute podriacutea regalarle Una bicicleta dijo Rosa Cabarcas Tiene que atravesar la ciudad dos veces al diacutea para ir a pegar botones Me mostroacute en la trastienda la bicicleta que usaba y de verdad me parecioacute un cacharro indigno de una mujer tan bien amada Sin embargo me conmovioacute como la prueba tangible de que Delgadina existiacutea en la vida real

Memorias de mis putas tristes 30 ______________________________________________________________________________________Cuando fui a comprar la mejor bicicleta para ella no pude resistir la tentacioacuten de probarla y di algunas vueltas casuales en la rampa del almaceacuten Al vendedor que me preguntoacute la edad le contesteacute con la coqueteriacutea de la vejez Voy a cumplir noventa y uno El empleado dijo justo lo que yo queriacutea Pues representa veinte menos Yo mismo no entendiacutea coacutemo conservaba la praacutectica del colegio y me sentiacute colmado por un gozo radiante Empeceacute a cantar Primero para miacute mismo en voz baja y despueacutes a todo pecho con iacutenfulas del gran Caruso por entre los bazares abigarrados y el traacutefico demente del mercado puacuteblico La gente me miraba divertida me gritaban me incitaban a participar en la Vuelta a Colombia en silla de ruedas Yo les haciacutea con la mano un saludo de navegante feliz sin interrumpir la cancioacuten Esa semana en homenaje a Diciembre escribiacute otra nota atrevida Coacutemo ser feliz en bicicleta a los noventa antildeos

La noche de su cumpleantildeos le canteacute a Delgadina la cancioacuten completa y la beseacute por todo el cuerpo hasta quedarme sin aliento la espina dorsal veacutertebra por veacutertebra hasta las nalgas laacutenguidas el costado del lunar el de su corazoacuten inagotable A medida que la besaba aumentaba el calor de su cuerpo y exhalaba una fragancia montuna Ella me respondioacute con vibraciones nuevas en cada pulgada de su piel y en cada una encontreacute un calor distinto un sabor propio un gemido nuevo y toda ella resonoacute por dentro con un arpegio y sus pezones se abrieron en flor sin tocarlos Empezaba a adormecerme en la madrugada cuando sentiacute como un rumor de muchedumbres en el mar y un paacutenico de los aacuterboles que me atravesaron el corazoacuten Entonces fui al bantildeo y escribiacute en el espejo Delgadina de mi vida llegaron las brisas de Navidad Uno de mis recuerdos maacutes felices fue un trastorno que sentiacute una mantildeana como aqueacutella al salir de la escuela iquestQueacute me pasa La maestra me dijo alelada Ay nintildeo iquestno ves que son las brisas Ochenta antildeos despueacutes volviacute a sentirlo cuando me desperteacute en la cama de Delgadina y era el mismo diciembre que volviacutea puntual con sus cielos diaacutefanos las tormentas de arena los torbellinos callejeros que Desentechaban casas y les alzaban las faldas a las colegialas La ciudad adquiriacutea por entonces una resonancia fantasmal En noches de brisa podiacutean escucharse los gritos del mercado puacuteblico hasta en los barrios maacutes altos como si estuvieran a la vuelta de la esquina No era raro entonces que las raacutefagas de diciembre nos permitieran encontrar por sus voces a los amigos desperdigados en burdeles remotos

Sin embargo tambieacuten con las brisas me llegoacute la mala noticia de que Delgadina no podiacutea pasar las navidades conmigo sino con su familia Si algo detesto en este mundo son las fiestas obligatorias en que la gente llora porque estaacute alegre los fuegos de artificio los villancicos lelos las guirnaldas de papel crespoacuten que nada tienen que ver con un nintildeo que nacioacute hace dos mil quinientos antildeos en una caballeriza indigente Sin embargo cuando llegoacute la noche no pude resistir la nostalgia y me fui al cuarto sin ella Dormiacute bien y desperteacute junto a un oso de peluche que caminaba en dos patas como si fuera polar y una tarjeta que deciacutea Para el papaacute feo Rosa Cabarcas me habiacutea dicho que Delgadina estaba aprendiendo a leer con mis clases escritas en el espejo y su buena letra me parecioacute admirable Pero ella misma me defraudoacute con la noticia peor de que el oso era un regalo suyo asiacute que la noche de Antildeo Nuevo me quedeacute en mi casa y en mi cama desde las ocho y me dormiacute sin amarguras Fui feliz porque al toque de las doce entre los repiques furiosos de las campanas las sirenas de faacutebricas y bomberos los lamentos de los

JUAN CARLOS 161104
abigarrado da (Del part de abigarrar) adj De varios colores mal combinados || 2 Heterogeacuteneo reunido sin concierto Un extrantildeo y abigarrado libro Una multitud abigarrada 13

Memorias de mis putas tristes 31 ______________________________________________________________________________________buques las descargas de poacutelvora los cohetes sentiacute que Delgadina entroacute en punta de pies se acostoacute a mi lado y me dio un beso Tan real que me quedoacute en la boca su olor de regaliz

Memorias de mis putas tristes 32 ______________________________________________________________________________________

4A principios del nuevo antildeo empezaacutebamos a conocernos como si vivieacuteramos juntos y despiertos pues yo habiacutea encontrado un tono de voz cauteloso que ella oiacutea sin despertar y me contestaba con un lenguaje natural del cuerpo Sus estados de aacutenimo se le notaban en el modo de dormir De exhausta y montaraz que habiacutea sido al principio fue hacieacutendose a una paz interior que embelleciacutea su rostro y enriqueciacutea su suentildeo Le contaba mi vida le leiacutea al oiacutedo los borradores de mis notas dominicales en las que estaba ella sin decirlo y soacutelo ella

Por esa eacutepoca le dejeacute en la almohada unos zarcillos de esmeraldas que fueron de mi madre Los llevoacute puestos en la cita siguiente y no le luciacutean Le lleveacute despueacutes unos pendientes maacutes adecuados para el color de su piel Le expliqueacute Los primeros que te traje no te quedaban bien por tu tipo y el corte del cabello Estos te iraacuten mejor No llevoacute ninguno en las dos citas siguientes pero a la tercera se puso los que le habiacutea indicado Asiacute empeceacute a entender que no obedeciacutea a mis oacuterdenes pero aguardaba la ocasioacuten para complacerme Por esos diacuteas me sentiacute tan habituado a aquel geacutenero de vida domeacutestica que no seguiacute durmiendo desnudo sino que lleveacute las piyamas de seda china que habiacutea dejado de usar por no tener para quieacuten quitaacutermelas

Empeceacute a leerle El principito de Saint-Exupeacutery un autor franceacutes que el mundo entero admira maacutes que los franceses Fue el primero que la entretuvo sin despertarla hasta el punto de que tuve que ir dos diacuteas continuos para acabar de leeacuterselo Seguimos con los Cuentos de Perrault la Historia sagrada Las mil y una noches en una versioacuten desinfectada para nintildeos y por las diferencias entre uno y otro me di cuenta de que su suentildeo teniacutea diversos grados de profundidad seguacuten su intereacutes por las lecturas Cuando sentiacutea que habiacutea tocado fondo apagaba la luz y me dormiacutea abrazado a ella hasta que cantaban los gallos

Me sentiacutea tan feliz que la besaba en los paacuterpados muy suave y una noche ocurrioacute como una luz en el cielo sonrioacute por primera vez Maacutes tarde sin ninguacuten motivo se revolvioacute en la cama me dio la espalda y dijo disgustada Fue Isabel la que hizo llorar a los caracoles Exaltado por la ilusioacuten de un diaacutelogo le pregunteacute en el mismo tono iquestDe quieacuten eran No contestoacute Su voz teniacutea un rastro plebeyo como si no fuera suya sino de alguien ajeno que llevaba dentro Toda sombra de duda desaparecioacute entonces de mi alma la preferiacutea dormida

Mi uacutenico problema era el gato Estaba inapetente y hurantildeo y llevaba dos diacuteas sin levantar cabeza en su rincoacuten habitual y me tiroacute un zarpazo de fiera herida cuando

JUAN CARLOS 161104
zarcillo1 (Del lat circellus circulito) m Pendiente arete13
JUAN CARLOS 161104
montaraz (De monte y -araz) adj Que anda o estaacute hecho a andar por los montes o se ha criado en ellos || 2 Se dice del genio y propiedades agrestes groseras y feroces || 3 m Guarda de montes o heredades || 4 Sal Mayordomo de campo capataz que tiene a su cargo las labores y los ganados

Memorias de mis putas tristes 33 ______________________________________________________________________________________quise ponerlo en su canasto de mimbre para que Damiana lo llevara con el veterinario Apenas logroacute someterlo y se lo llevoacute pataleando dentro de un saco de fique Al cabo de un rato me llamoacute desde el criadero para decirme que no habiacutea maacutes remedio que sacrificarlo y necesitaban mi orden iquestPor queacute Porque ya estaacute muy viejo dijo Damiana Penseacute con rabia que a miacute tambieacuten podiacutean asarme vivo en un horno de gatos Me sentiacute inerme entre dos fuegos no habiacutea aprendido a querer el gato pero tampoco teniacutea corazoacuten para ordenar que lo mataran soacutelo porque era viejoiquestDoacutende lo deciacutea el manual

El incidente me conmocionoacute tanto que escribiacute una nota para el domingo con un tiacutetulo usurpado a Neruda iquestEs el gato un miacutenimo tigre de saloacuten La nota dio origen a una nueva campantildea que otra vez dividioacute a los lectores en favor y en contra de los gatos En cinco diacuteas prevalecioacute la tesis de que podiacutea ser liacutecito sacrificar un gato por razones de salud puacuteblica pero no porque estuviera viejo

Despueacutes de la muerte de mi madre me desvelaba el terror de que alguien me tocara mientras dormiacutea Una noche la sentiacute pero su voz me devolvioacute el sosiego Figlio mioacute poveretto Volviacute a sentirlo una madrugada en el cuarto de Delgadina y me retorciacute de gozo creyendo que ella me habiacutea tocado Pero no era Rosa Cabarcas en la oscuridad Viacutestete y ven conmigo me dijo tengo un problema serio

Asiacute era y maacutes serio de lo que pude imaginar A uno de los clientes grandes de la casa lo habiacutean asesinado a puntildealadas en el primer cuarto del pabelloacuten El asesino habiacutea escapado El cadaacutever enorme desnudo pero con los zapatos puestos teniacutea una palidez de pollo al vapor en la cama empapada de sangre Lo reconociacute de entrada era JMB un banquero grande famoso por su apostura su simpatiacutea y su buen vestir y sobre todo por la pulcritud de su hogar Teniacutea en el cuello dos heridas moradas como labios y una zanja en el vientre que no habiacutea acabado de sangrar Todaviacutea no empezaba el rigor Maacutes que sus heridas me impresionoacute que teniacutea un preservativo puesto y al parecer sin usar en el sexo desmirriado por la muerte

Rosa Cabarcas no sabiacutea con quieacuten iba porque tambieacuten eacutel teniacutea el privilegio de entrar por el portoacuten del huerto No se descartaba la sospecha de que su pareja fuera otro hombre Lo uacutenico que la duentildea queriacutea de miacute era que la ayudara a vestir el cadaacutever Estaba tan segura que me inquietoacute la idea de que la muerte fuera para ella un asunto de cocina No hay nada maacutes difiacutecil que vestir a un muerto le dije Lo he hecho a pasto de Dios replicoacute ella Es faacutecil si alguien me lo sostiene Le hice ver iquestTe imaginas quieacuten va a creer en un cuerpo tasajeado a cuchilladas dentro de un vestido intacto de caballero ingleacutes

Tembleacute por Delgadina Lo mejor seraacute que te la lleves tuacute me dijo Rosa Cabarcas Primero muerto le dije con la saliva helada Ella lo percibioacute y no pudo ocultar su desdeacuten iexclEstaacutes temblando Por ella dije aunque soacutelo era verdad a medias Aviacutesale que se vaya antes de que llegue nadie De acuerdo dijo ella aunque a ti como periodista no te pasaraacute nada Ni a ti tampoco le dije con cierto rencor Eres el uacutenico liberal que manda en este gobierno

La ciudad codiciada por su naturaleza paciacutefica y su seguridad congeacutenita arrastraba la desgracia de un asesinato escandaloso y atroz cada antildeo Aqueacutel no lo fue La noticia oficial en titulares excesivos y parca en detalles deciacutea que al joven banquero lo habiacutean asaltado y muerto a cuchilladas en la carretera de Pradomar por motivos

Memorias de mis putas tristes 34 ______________________________________________________________________________________incomprensibles No teniacutea enemigos El comunicado del gobierno sentildealaba como presuntos asesinos a refugiados del interior del paiacutes que estaban desatando una oleada de delincuencia comuacuten extrantildea al espiacuteritu ciacutevico de la poblacioacuten En las primeras horas hubo maacutes de cincuenta detenidos

Acudiacute escandalizado con el redactor judicial un periodista tiacutepico de los antildeos veinte con visera de celuloide verde y ligas en las mangas que presumiacutea de anticiparse a los hechos Sin embargo soacutelo conociacutea unas hilachas sueltas del crimen y yo se las completeacute hasta donde me fue prudente Asiacute escribimos cinco cuartillas a cuatro manos para una noticia de ocho columnas en primera paacutegina atribuida al fantasma eterno de las fuentes que nos merecen entero creacutedito Pero al Abominable Hombre de las Nueve -el censor- no le tembloacute el pulso para imponer la versioacuten oficial de que habiacutea sido un asalto de bandoleros liberales Yo me laveacute la conciencia con un centildeo de pesadumbre en el entierro maacutes ciacutenico y concurrido del siglo

Cuando regreseacute a casa aquella noche llameacute a Rosa Cabarcas para averiguar queacute habiacutea pasado con Delgadina pero no contestoacute el teleacutefono en cuatro diacuteas Al quinto fui a su casa con los dientes apretados Las puertas estaban selladas pero no por la policiacutea sino por la Sanidad Nadie en el vecindario daba noticias de nada Sin ninguacuten indicio de Delgadina me di a una buacutesqueda encarnizada y a veces ridiacutecula que me dejoacute acezante Paseacute diacuteas enteros observando a las joacutevenes ciclistas desde los escantildeos de un parque polvoriento donde los nintildeos jugaban a encaramarse en la estatua descascarada de Simoacuten Boliacutevar Pasaban pedaleando como venadas bellas disponibles listas para ser atrapadas a la gallina ciega Cuando se me acaboacute la esperanza me refugieacute en la paz de los boleros Fue como un bebedizo emponzontildeado cada palabra era ella Siempre habiacutea necesitado el silencio para escribir porque mi mente atendiacutea maacutes a la muacutesica que a la escritura Entonces fue al reveacutes soacutelo pude escribir a la sombra de los boleros Mi vida se llenoacute de ella Las notas que escribiacute aquellas dos semanas fueron modelos en clave para cartas de amor El jefe de redaccioacuten contrariado con la avalancha de respuestas me pidioacute que moderara el amor mientras pensaacutebamos coacutemo consolar a tantos lectores enamorados

La falta de sosiego acaboacute con el rigor de mis diacuteas Despertaba a las cinco pero me quedaba en la penumbra del cuarto imaginando a Delgadina en su vida irreal de levantar a sus hermanos vestirlos para la escuela darles el desayuno si lo habiacutea y atravesar la ciudad en bicicleta para cumplir la condena de coser botones Me pregunteacute asombrado iquestQueacute piensa una mujer mientras pega un botoacuten iquestPensaba en miacute iquestTambieacuten ella buscaba a Rosa Cabarcas para dar conmigo Paseacute hasta una semana sin quitarme el mameluco de mecaacutenico ni de diacutea ni de noche sin bantildearme sin afeitarme sin cepillarme los dientes porque el amor me ensentildeoacute demasiado tarde que uno se arregla para alguien se viste y se perfuma para alguien y yo nunca habiacutea tenido para quieacuten Damiana creyoacute que estaba enfermo cuando me encontroacute desnudo en la hamaca a las diez de la mantildeana La vi con los ojos turbios de la codicia y la inviteacute a revolearnos desnudos Ella con un desprecio me dijo

-iquestYa pensoacute lo que va a hacer si le digo que siacute

Asiacute supe hasta queacute punto me habiacutea corrompido el sufrimiento No me reconociacutea a miacute mismo en mi dolor de adolescente No volviacute a salir de la casa por no descuidar el teleacutefono Escribiacutea sin descolgarlo y al primer timbrazo le saltaba encima pensando

Memorias de mis putas tristes 35 ______________________________________________________________________________________que pudiera ser Rosa Cabarcas Interrumpiacutea a cada rato lo que estuviera haciendo para llamarla e insistiacute diacuteas enteros hasta comprender que era un teleacutefono sin corazoacuten

Al volver a casa una tarde de lluvia encontreacute el gato enroscado en la escalinata del portoacuten Estaba sucio y maltrecho y con una mansedumbre de laacutestima El manual me hizo ver que estaba enfermo y seguiacute sus normas para alentarlo De golpe mientras descabezaba un suentildeecito de siesta me despabiloacute la idea de que pudiera conducirme a la casa de Delgadina Lo lleveacute en una bolsa de mercado hasta la tienda de Rosa Cabarcas que seguiacutea sellada y sin indicios de vida pero se revolvioacute en el talego con tanto iacutempetu que logroacute escapar saltoacute la tapia del huerto y desaparecioacute entre los aacuterboles Toqueacute al portoacuten con el puntildeo y una voz militar preguntoacute sin abrir iquestQuieacuten vive Gente de paz dije yo para no ser menos Ando en pos de la duentildea No hay duentildea dijo la voz Por lo menos aacutebrame para coger el gato insistiacute No hay gato dijo Pregunteacute iquestQuieacuten es usted

-Nadie -dijo la voz

Siempre habiacutea entendido que morirse de amor no era maacutes que una licencia poeacutetica Aquella tarde de regreso a casa otra vez sin el gato y sin ella comprobeacute que no soacutelo era posible morirse sino que yo mismo viejo y sin nadie estaba murieacutendome de amor Pero tambieacuten me di cuenta de que era vaacutelida la verdad contraria no habriacutea cambiado por nada del mundo las delicias de mi pesadumbre Habiacutea perdido maacutes de quince antildeos tratando de traducir los cantos de Leopardi y soacutelo aquella tarde los sentiacute a fondo Ay de miacute si es amor cuaacutento atormenta

Mi entrada al perioacutedico en mameluco y mal afeitado despertoacute ciertas dudas sobre mi estado mental La casa remodelada con cabinas individuales de vidrio y luces cenitales pareciacutea una cliacutenica de maternidad El clima artificial callado y confortable invitaba a hablar en susurros y caminar en puntillas En el vestiacutebulo como virreyes muertos estaban los retratos al oacuteleo de los tres directores vitalicios y las fotografiacuteas de visitantes ilustres La enorme sala principal estaba presidida por la fotografiacutea gigantesca de la redaccioacuten actual tomada la tarde de mi cumpleantildeos No pude evitar la comparacioacuten mental con la otra de mis treinta antildeos y una vez maacutes comprobeacute con horror que se envejece maacutes y peor en los retratos que en la realidad La secretaria que me habiacutea besado la tarde del cumpleantildeos me preguntoacute si estaba enfermo Fui feliz de contestarle la verdad para que no la creyera Enfermo de amor Ella dijo iexclLaacutestima que no sea por miacute Yo le correspondiacute el cumplido No esteacute tan segura

El redactor judicial salioacute de su cabina gritando que habiacutea dos cadaacuteveres de muchachas sin identificar en el anfiteatro municipal Le pregunteacute asustado iquestDe queacute edad Joacutevenes dijo eacutel Pueden ser refugiadas del interior perseguidas hasta aquiacute por matones del reacutegimen Respireacute aliviado La situacioacuten nos invade en silencio como una mancha de sangre dije El redactor judicial ya lejos gritoacute

-De sangre no maestro de mierda

Algo peor me ocurrioacute diacuteas despueacutes cuando una muchacha instantaacutenea con una canasta igual a la del gato pasoacute como un escalofriacuteo frente a la libreriacutea Mundo La perseguiacute a codazos por entre la muchedumbre en el fragor de las doce del diacutea Era muy bella de trancos largos y con una fluidez para abrirse camino entre el gentiacuteo

Memorias de mis putas tristes 36 ______________________________________________________________________________________que me costoacute trabajo alcanzarla Por fin la rebaseacute y la mireacute de frente Ella me apartoacute con la mano sin detenerse ni pedir perdoacuten No era la que creiacutea pero su altivez me dolioacute como si lo fuera Comprendiacute entonces que no seriacutea capaz de reconocer a Delgadina despierta y vestida ni ella podiacutea saber quieacuten era yo si nunca me habiacutea visto En un acto de locura tejiacute durante tres diacuteas doce pares de zapatitos azules y rosados para recieacuten nacidos tratando de darme valor para no escuchar ni cantar ni recordar las canciones que me recordaban a ella

La verdad era que no podiacutea con mi alma y empezaba a tomar conciencia de la vejez por mis flaquezas frente al amor Una prueba todaviacutea maacutes dramaacutetica la tuve cuando un autobuacutes de servicio puacuteblico arrolloacute una ciclista en el puro centro comercial Acababan de llevaacutersela en una ambulancia y la magnitud de la tragedia se apreciaba por el estado de chatarra en que quedoacute la bicicleta sobre un charco de sangre viva Pero mi impresioacuten no fue tanta por los destrozos de la bicicleta como por la marca el modelo y el color No podiacutea ser otra que la que yo mismo le habiacutea regalado a Delgadina

Los testigos coincidieron en que la ciclista herida era muy joven alta y delgada y con el cabello corto y rizado Aturdido tomeacute el primer taxi que pasoacute y me hice llevar al hospital de Caridad un viejo edificio de muros ocres que pareciacutea una caacutercel encallada en un arenal Necesiteacute media hora para entrar y otra maacutes para salir de un patio fragante de aacuterboles frutales donde una mujer atribulada se me atravesoacute en el camino me miroacute a los ojos y exclamoacute

-Yo soy la que no buscas

Soacutelo entonces recordeacute que era alliacute donde viviacutean en libertad los internos mansos del manicomio municipal Tuve que identificarme como periodista ante la direccioacuten del hospital para que un enfermero me condujera al pabelloacuten de urgencias En elcuaderno de ingresos estaban los datos Rosalba Riacuteos dieciseacuteis antildeos sin oficio conocido Diagnoacutestico conmocioacuten cerebral Pronoacutestico reservado Pregunteacute al jefe del pabelloacuten si podiacutea verla con la esperanza iacutentima de que me dijeran que no pero me llevaron encantados por si queriacutea escribir sobre el estado de abandono del hospital

Atravesamos una sala abigarrada con un fuerte olor de aacutecido feacutenico y los enfermos apelotonados en las camas Al fondo en un cuarto solo tendida en una camilla metaacutelica estaba la que buscaacutebamos Teniacutea el craacuteneo cubierto de vendas la cara indescifrable gonfia y amoratada pero me bastoacute con verle los pies para saber que no era Soacutelo entonces se me ocurrioacute preguntarme iquestQueacute habriacutea hecho yo si hubiera sido ella

Todaviacutea enredado en las telarantildeas de la noche tuve el valor de ir el diacutea siguiente a la faacutebrica de camisas donde Rosa Cabarcas habiacutea dicho alguna vez que trabajaba la nintildea y le pediacute al propietario que nos mostrara sus instalaciones como modelo para un proyecto continental de las Naciones Unidas Era un libaneacutes paquideacutermico y taciturno que nos abrioacute las puertas de su reino con la ilusioacuten de ser un ejemplo universal

Trescientas joacutevenes de blusas blancas con la ceniza del mieacutercoles en la frente cosiacutean botones en la vasta nave iluminada Cuando nos vieron entrar se irguieron

Memorias de mis putas tristes 37 ______________________________________________________________________________________como colegialas y nos observaron de reojo mientras el gerente explicaba sus aportes al arte inmemorial de pegar botones Yo escrutaba las caras de cada una con el pavor de descubrir a Delgadina vestida y despierta Pero fue una de ellas la que me descubrioacute a miacute con la mirada temible de la admiracioacuten sin clemencia

-Diacutegame sentildeor iquestno es usted el que escribe las cartas de amor en el perioacutedico

Nunca me hubiera imaginado que una nintildea dormida pudiera causar en uno semejantes estragos Escapeacute de la faacutebrica sin despedirme ni pensar siquiera si alguna de aquellas viacutergenes de purgatorio era por fin la que buscaba Cuando saliacute de ahiacute el uacutenico sentimiento que me quedaba en la vida eran las ganas de llorar

Rosa Cabarcas llamoacute al cabo de un mes con una explicacioacuten increiacuteble se habiacutea tomado un merecido descanso en Cartagena de Indias despueacutes del asesinato del banquero No le creiacute desde luego pero la feliciteacute por su suerte y la dejeacute explayarse en su mentira antes de hacerle la pregunta que me borboritaba en el corazoacuten

-iquestY ella

Rosa Cabarcas hizo un silencio largo Ahiacute estaacute dijo al fin pero su voz se hizo evasiva Hay que esperar un tiempo iquestCuaacutento Ni idea ya te avisareacute Sentiacute que se me iba y la pareacute en seco Espeacuterate dame alguna luz No hay luz dijo ella y concluyoacute Ten cuidado puedes perjudicarte tuacute y sobre todo perjudicarla a ella Yo no estaba para esa clase de remilgos Le supliqueacute aunque fuera una oportunidad de acercarme a la verdad Al fin y al cabo le dije somos coacutemplices Ella no dio un paso maacutes Caacutelmate me dijo la nintildea estaacute bien y esperando que la llame pero ahora mismo no hay nada que hacer ni voy a decir nada maacutes Adioacutes

Me quedeacute con el teleacutefono en la mano sin saber por doacutende seguir pues tambieacuten la conociacutea bastante para pensar que no conseguiriacutea nada de ella si no era por las buenas Despueacutes del mediodiacutea me di una vuelta furtiva por su casa maacutes confiado en la casualidad que en la razoacuten y la encontreacute todaviacutea cerrada y con los sellos de la Sanidad Penseacute que Rosa Cabarcas me habiacutea telefoneado de otra parte tal vez de otra ciudad y la sola idea me llenoacute de presagios turbios No obstante a las seis de la tarde cuando menos lo esperaba me soltoacute por teleacutefono mi propio santo y sentildea

-Bueno ahora siacute

A las diez de la noche tembloroso y con los labios mordidos para no llorar fui cargado de cajas de chocolates suizos turrones y caramelos y una canasta de rosas ardientes para cubrir la cama La puerta estaba entreabierta las luces encendidas y en el radio se diluiacutea a medio volumen la sonata nuacutemero uno para violiacuten y piano de Brahms Delgadina en la cama estaba tan radiante y distinta que me costoacute trabajo reconocerla

Habiacutea crecido pero no se le notaba en la estatura sino en una madurez intensa que la haciacutea parecer con dos o tres antildeos maacutes y maacutes desnuda que nunca Sus poacutemulos altos la piel tostada por soles de mar bravo los labios finos y el cabello corto y rizado le infundiacutean a su rostro el resplandor androacutegino del Apolo de Praxiacuteteles Pero no habiacutea equiacutevoco posible porque sus senos habiacutean crecido hasta el punto de que no me cabiacutean en la mano sus caderas habiacutean acabado de formarse y sus huesos se

Memorias de mis putas tristes 38 ______________________________________________________________________________________habiacutean vuelto maacutes firmes y armoacutenicos Me encantaron aquellos aciertos de la naturaleza pero me aturdieron los artificios las pestantildeas postizas las untildeas de las manos y los pies esmaltadas de naacutecar y un perfume de a dos cuartillos que no teniacutea nada que ver con el amor Sin embargo lo que me sacoacute de quicio fue la fortuna que llevaba encima pendientes de oro con gajos de esmeraldas un collar de perlas naturales una pulsera de oro con resplandores de diamantes y anillos con piedras legiacutetimas en todos los dedos En la silla estaba su traje de nochera con lentejuelas y bordados y las zapatillas de raso Un vapor raro me subioacute de las entrantildeas

-iexclPuta -griteacute

Pues el diablo me soploacute en el oiacutedo un pensamiento siniestro Y fue asiacute la noche del crimen Rosa Cabarcas no debioacute tener tiempo ni serenidad para prevenir a la nintildea y la policiacutea la encontroacute en el cuarto sola menor de edad y sin coartada Nadie igual a Rosa Cabarcas para una situacioacuten como aqueacutella le vendioacute la virginidad de la nintildea a alguno de sus grandes cacaos a cambio de que a ella la sacaran limpia del crimen Lo primero claro fue desaparecer mientras se aplacaba el escaacutendalo iexclQueacute maravilla Una luna de miel para tres ellos dos en la cama y Rosa Cabarcas en una terraza de lujo disfrutando de su impunidad feliz Ciego de una furia insensata fui reventando contra las paredes cada cosa del cuarto las laacutemparas el radio el ventilador los espejos las jarras los vasos Lo hice sin prisa pero sin pausas con un grande estropicio y una embriaguez metoacutedica que me salvoacute la vida La nintildea dio un salto al primer estallido pero no me miroacute sino que se enroscoacute de espaldas a miacute y asiacute permanecioacute con espasmos entrecortados hasta que cesoacute el estropicio Las gallinas en el patio y los perros de la madrugada aumentaron el escaacutendalo Con la cegadora lucidez de la coacutelera tuve la inspiracioacuten final de prenderle fuego a la casa cuando aparecioacute en la puerta la figura impasible de Rosa Cabarcas en camisa de dormir No dijo nada Hizo con la vista el inventario del desastre y comproboacute que la nintildea estaba enroscada sobre siacute misma como un caracol y con la cabeza escondida entre los brazos aterrada pero intacta

-iexclDios miacuteo -exclamoacute Rosa Cabarcas- iexclQueacute no hubiera dado yo por un amor como eacuteste

Me midioacute de cuerpo entero con una mirada de misericordia y me ordenoacute Vamos La seguiacute hasta la casa me sirvioacute un vaso de agua en silencio me hizo una sentildea de que me sentara frente a ella y me puso en confesioacuten Bueno me dijo ahora poacutertate como un adulto y cueacutentame iquestqueacute te pasa

Le conteacute con lo que teniacutea como mi verdad revelada Rosa Cabarcas me escuchoacute en silencio sin asombro y por fin parecioacute iluminada Queacute maravilla dijo Siempre he dicho que los celos saben maacutes que la verdad Y entonces me contoacute la realidad sin reservas En efecto dijo en su ofuscacioacuten de la noche del crimen se habiacutea olvidado de la nintildea dormida en el cuarto Uno de sus clientes abogado del muerto ademaacutes repartioacute prebendas y sobornos a cuatro manos e invitoacute a Rosa Cabarcas a un hotel de reposo de Cartagena de Indias mientras se disipaba el escaacutendalo Creacuteeme dijo Rosa Cabarcas que en todo este tiempo no dejeacute de pensar ni un momento en ti y en la nintildea Volviacute antier y lo primero que hice fue llamarte por teleacutefono pero nadie contestoacute En cambio la nintildea vino enseguida y en tan mal estado que te la bantildeeacute te la vestiacute y te la mandeacute al saloacuten de belleza con la orden de que la arreglaran como una reina Ya viste coacutemo perfecta iquestLa ropa de lujo Son los trajes que les alquilo a mis

Memorias de mis putas tristes 39 ______________________________________________________________________________________pupilas maacutes pobres cuando tienen que ir a bailar con sus clientes iquestLas joyas Son las miacuteas dijo Basta con tocarlas para darse cuenta de que son diamantes de vidrio y estoperoles de hojalata De modo que no jodas concluyoacute Anda despieacutertala piacutedele perdoacuten y hazte cargo de ella de una vez Nadie merece ser maacutes feliz que ustedes

Hice un esfuerzo sobrenatural para creerle pero pudo maacutes el amor que la razoacuten iexclPutas le dije atormentado por el fuego vivo que me abrasaba las entrantildeas iexclEso es lo que son ustedes griteacute iexclPutas de mierda No quiero saber nada maacutes de tiacute ni de ninguna otra guaricha en el mundo y menos de ella Le hice desde la puerta una sentildeal de adioacutes para siempre Rosa Cabarcas no lo dudoacute

-Vete con Dios -me dijo con un rictus de tristeza y volvioacute a su vida real- De todos modos te pasareacute la cuenta del desmadre que me hiciste en el cuarto

Memorias de mis putas tristes 40 ______________________________________________________________________________________

5

Leyendo Los idus de marzo encontreacute una frase siniestra que el autor atribuye a Julio Ceacutesar Es imposible no terminar siendo como los otros creen que uno es No pude comprobar su verdadero origen en la propia obra de Julio Ceacutesar ni en las obras de sus bioacutegrafos desde Suetonio hasta Carcopino pero valioacute la pena conocerla Su fatalismo aplicado al curso de mi vida en los meses siguientes fue lo que me dio la determinacioacuten que me haciacutea falta no soacutelo para escribir esta memoria sino para empezarla sin pudores con el amor de Delgadina

No teniacutea un instante de sosiego apenas si probaba bocado y perdiacute tanto peso que no se me teniacutean los pantalones en la cintura Los dolores erraacuteticos se me quedaron en los huesos cambiaba de aacutenimo sin razoacuten pasaba las noches en un estado de deslumbramiento que no me permitiacutea leer ni escuchar muacutesica y en cambio se me iba el diacutea cabeceando por una somnolencia sonsa que no serviacutea para dormir

El alivio me cayoacute del cielo En la atestada goacutendola de Loma Fresca una vecina de asiento que no habiacutea visto subir me susurroacute al oiacutedo iquestTodaviacutea tiras Era Casilda Armenia un viejo amor de a tres por cinco que me habiacutea soportado como cliente asiduo desde que era una adolescente altiva Una vez retirada medio enferma y sin un clavo se habiacutea casado con un hortelano chino que le dio nombre y apoyo y quizaacutes un poco de amor A los setenta y tres antildeos teniacutea el peso de siempre seguiacutea bella y de caraacutecter fuerte y conservaba intacto el desparpajo del oficio

Me llevoacute a su casa una huerta de chinos en una colina de la carretera al mar Nos sentamos en las sillas de playa de la terraza umbriacutea entre helechos y frondas de astromelias y jaulas de paacutejaros colgadas en el alero En la falda de la colina se veiacutean los hortelanos chinos con sombreros de cono sembrando las hortalizas bajo el sol abrasante y el pieacutelago gris de las Bocas de Ceniza con los dos tajamares de rocas que canalizan el riacuteo varias leguas en el mar Mientras conversaacutebamos vimos entrar un trasatlaacutentico blanco por la desembocadura y lo seguimos callados hasta oiacuter su bramido de toro luacutegubre en el puerto fluvial Ella suspiroacute iquestTe das cuenta En maacutes de medio siglo es la primera vez que no te recibo la visita en la cama Ya somos otros dije Ella prosiguioacute sin oiacuterme Cada vez que dicen cosas de ti en el radio que te elogian por el carintildeo que te tiene la gente y te llaman maestro del amor imagiacutenate pienso que nadie te conocioacute tus gracias y tus mantildeas tan bien como yo En serio dijo nadie hubiera podido soportarte mejor

No resistiacute maacutes Ella lo sintioacute vio mis ojos huacutemedos de laacutegrimas y soacutelo entonces debioacute descubrir que ya no era el que fui y le sostuve la mirada con un valor del que

Memorias de mis putas tristes 41 ______________________________________________________________________________________nunca me creiacute capaz Es que me estoy volviendo viejo le dijeYa lo estamos suspiroacute ella Lo que pasa es que uno no lo siente por dentro pero desde fuera todo el mundo lo ve

Era imposible no abrirle el corazoacuten asiacute que le conteacute la historia completa que me ardiacutea en las entrantildeas desde mi primera llamada a Rosa Cabarcas la viacutespera de mis noventa antildeos hasta la noche traacutegica en que hice antildeicos el cuarto y no regreseacute maacutes Ella me oyoacute el desahogo como si estuviera vivieacutendolo lo rumioacute muy despacio y por fin sonrioacute

-Haz lo que quieras pero no pierdas a esa criatura -me dijo- No hay peor desgracia que morir solo

Fuimos a Puerto Colombia en el trenecito de juguete tan despacioso como un caballo Almorzamos frente al muelle de maderas carcomidas por donde habiacutea entrado el mundo entero al paiacutes antes que se dragaran las Bocas de Ceniza Nos sentamos bajo un cobertizo de palma donde las grandes matronas negras serviacutean pargos fritos con arroz de coco y tajadas de plaacutetano verde Dormitamos en el sopor denso de las dos y seguimos conversando hasta que se hundioacute en el mar el inmenso sol de candela La realidad me pareciacutea fantaacutestica Mira adonde ha venido a dar nuestra luna de miel se burloacute ella Pero prosiguioacute en serio Hoy miro para atraacutes veo la fila de miles de hombres que pasaron por mis camas y dariacutea el alma por haberme quedado aunque fuera con el peor Gracias a Dios encontreacute mi chino a tiempo Es como estar casada con el dedo mentildeique pero es soacutelo miacuteo

Me miroacute a los ojos midioacute mi reaccioacuten a lo que acababa de contarme y me dijo Asiacute que vete a buscar ahora mismo a esa pobre criatura aunque sea verdad lo que te dicen los celos sea como sea que lo bailado no te lo quita nadie Pero eso siacute sin romanticismos de abuelo Despieacutertala tiacuteratela hasta por las orejas con esa pinga de burro con que te premioacute el diablo por tu cobardiacutea y tu mezquindad En serio terminoacute con el alma no te vayas a morir sin probar la maravilla de tirar con amor

El pulso me temblaba al diacutea siguiente cuando marqueacute el nuacutemero del teleacutefono Tanto por la tensioacuten del reencuentro con Delgadina como por la incertidumbre de la forma en que Rosa Cabarcas me respondiera Habiacuteamos tenido una disputa seria por el abuso con que tasoacute los destrozos que hice en su cuarto Tuve que vender uno de los cuadros maacutes amados de mi madre cuyo valor se calculaba en una fortuna pero a la hora de la verdad no llegoacute a un deacutecimo de mis ilusiones

Aumenteacute la suma con el resto de mis ahorros y se la lleveacute a Rosa Cabarcas con una consigna inapelable Lo tomas o lo dejas Fue un acto suicida porque soacutelo con vender uno de mis secretos ella habriacutea aniquilado mi buen nombre Pero no respingoacute sino que se quedoacute con los cuadros que habiacutea tomado en prenda la noche del pleito Fui el perdedor absoluto en una sola jugada me quedeacute sin Delgadina sin Rosa Cabarcas y sin mis uacuteltimos ahorros Sin embargo oiacute el timbre del teleacutefono una vez dos veces tres y por fin ella iquestA ver No me salioacute la voz Colgueacute Me echeacute en la hamaca tratando de serenarme con la liacuterica asceacutetica de Satie y sudeacute tanto que el lienzo quedoacute empapado Hasta el diacutea siguiente no tuve el valor de llamar

-Bueno mujer -dije con voz firme- Hoy siacute

Memorias de mis putas tristes 42 ______________________________________________________________________________________Rosa Cabarcas coacutemo no estaba maacutes allaacute de todo Ay mi sabio triste suspiroacute con su aacutenimo invencible te pierdes dos meses y soacutelo vuelves para pedir ilusiones Me contoacute que no habiacutea visto a Delgadina desde haciacutea maacutes de un mes que pareciacutea tan repuesta del susto de mis estropicios que ni siquiera habloacute de ellos ni preguntoacute por miacute y estaba muy contenta en un nuevo empleo maacutes coacutemodo y mejor pagado que coser botones Una oleada de fuego vivo me quemoacute las entrantildeas Soacutelo puede ser de puta dije Rosa me replicoacute sin pestantildeear No seas bruto si asiacute fuera estariacutea aquiacute iquestO doacutende podriacutea estar mejor La rapidez de su loacutegica me agravoacute la duda iquestY coacutemo seacute que no estaacute ahiacute En ese caso replicoacute ella lo que maacutes te conviene es no saberlo iquestO no Una vez maacutes la odieacute Ella a prueba de erosiones prometioacute rastrear a la nintildea Sin muchas esperanzas porque el teleacutefono de la vecina donde la llamaba seguiacutea cortado y no teniacutea la menor idea de doacutende viviacutea Pero no era para echarse a morir queacute carajo dijo te llamo en una hora

Fue una hora de tres diacuteas pero encontroacute a la nintildea disponible y sana Volviacute avergonzado y la beseacute palmo a palmo como penitencia desde las doce de la noche hasta que cantaron los gallos Un perdoacuten largo que me prometiacute seguir repitiendo para siempre y fue como empezar otra vez por el principio El cuarto habiacutea sido desmantelado y el mal uso habiacutea acabado con todo lo que yo habiacutea puesto Ella lo habiacutea dejado asiacute y me dijo que cualquier mejora teniacutea que hacerla yo por lo que estaba debieacutendole Sin embargo mi situacioacuten econoacutemica tocaba fondo El dinero de las jubilaciones alcanzaba cada vez para menos Las pocas cosas vendibles que quedaban en la casa -salvo las joyas sagradas de mi madre- careciacutean de valor comercial y nada era bastante viejo para ser antiguo En tiempos mejores el gobernador me habiacutea hecho la oferta tentadora de comprarme en bloque los libros de los claacutesicos griegos latinos y espantildeoles para la Biblioteca Departamental pero no tuve corazoacuten para venderlos Despueacutes con los cambios poliacuteticos y el deterioro del mundo nadie del gobierno pensaba en las artes ni las letras Cansado de buscar una solucioacuten decente me echeacute al bolsillo las joyas que Delgadina me habiacutea devuelto y me fui a empentildearlas en un callejoacuten siniestro que conduciacutea al mercado puacuteblico Con aires de sabio distraiacutedo recorriacute varias veces aquel tugurio atiborrado de cantinas de mala muerte libreriacuteas de viejo y casas de empentildeo pero la dignidad de Florina de Dios me cerroacute el paso no me atreviacute Entonces decidiacute venderlas con la frente en alto a la joyeriacutea maacutes antigua y acreditada

El dependiente me hizo algunas preguntas mientras examinaba las joyas con su monoacuteculo Teniacutea la conducta el estilo y el pavor de un meacutedico Le expliqueacute que eran joyas heredadas de mi madre El aprobaba con un gruntildeido cada una de mis explicaciones y por fin se quitoacute el monoacuteculo

-Lo siento -dijo- pero son culos de botellas

Ante mi sorpresa me explicoacute con una suave conmiseracioacuten Menos mal que el oro es oro y el platino es platino Me toqueacute el bolsillo para asegurarme de que llevaba las facturas de compra y dije sin resabios

-Pues fueron compradas en esta noble casa hace maacutes de cien antildeos

El no se inmutoacute Suele suceder dijo que en las joyas hereditarias vayan desapareciendo las piedras maacutes valiosas con el paso del tiempo sustituidas por diacutescolos de la familia o por joyeros bandidos y soacutelo cuando alguien trata de

Memorias de mis putas tristes 43 ______________________________________________________________________________________venderlas se descubre el fraude Pero permiacutetame un segundo dijo y se llevoacute las joyas por la puerta del fondo Al cabo de un momento regresoacute y sin explicacioacuten alguna me indicoacute que me sentara en la silla de espera y siguioacute trabajando

Examineacute la tienda Habiacutea ido con mi madre varias veces y recordaba una frase recurrente No se lo digas a tu papaacute De pronto se me ocurrioacute una idea que me crispoacute iquestno seriacutea que Rosa Cabarcas y Delgadina de comuacuten acuerdo habiacutean vendido las piedras legiacutetimas y me devolvieron las joyas con las piedras falsas

Estaba ardiendo en dudas cuando una secretaria me invitoacute a seguirla por la misma puerta del fondo hasta una oficina pequentildea con una larga estanteriacutea de gruesos voluacutemenes Un beduino colosal se levantoacute en el escritorio del fondo y me estrechoacute la mano tuteaacutendome con una efusioacuten de viejo amigo Hicimos juntos el bachillerato me dijo a modo de saludo Me fue faacutecil recordarlo era el mejor futbolista de la escuela y campeoacuten de nuestros primeros burdeles Habiacutea dejado de verlo en alguacuten momento incierto y debioacute verme tan decreacutepito que me confundioacute con un condisciacutepulo de su infancia

Sobre el cristal del escritorio teniacutea abierto uno de los mamotretos del archivo donde estaba la memoria de las joyas de mi madre Una relacioacuten exacta con fechas y detalles de que ella en persona habiacutea hecho cambiar las piedras de dos generaciones de hermosas y dignas Cargamantos y habiacutea vendido las legiacutetimas a la misma tienda Esto habiacutea ocurrido cuando el padre del propietario actual estaba al frente de la joyeriacutea y eacutel y yo en la escuela Pero eacutel mismo me tranquilizoacute aquellas triquintildeuelas eran de uso corriente entre las grandes familias en desgracia para resolver urgencias de plata sin sacrificar el honor Ante la realidad cruda preferiacute conservarlas como recuerdo de otra Florina de Dios que nunca conociacute

A principios de julio sentiacute la distancia real de la muerte Mi corazoacuten perdioacute el paso y empeceacute a ver y sentir por todos lados los presagios inequiacutevocos del final El maacutes niacutetido fue en el concierto de Bellas Artes El aire acondicionado habiacutea fallado y la flor y nata de las artes y las letras se cocinaban al bantildeomariacutea en el saloacuten abarrotado pero la magia de la muacutesica era un clima celestial Al final con el Allegretto poco mosso me estremecioacute la revelacioacuten deslumbrante de que estaba escuchando el uacuteltimo concierto que me deparaba el destino antes de morir No sentiacute dolor ni miedo sino la emocioacuten arrasadora de haber alcanzado a vivirlo

Cuando por fin logreacute abrirme camino empapado de sudor a traveacutes de los abrazos y las fotos me encontreacute de manos a boca con Ximena Ortiz como una diosa de cien antildeos en la silla de ruedas Su sola presencia se me imponiacutea como un pecado mortal Teniacutea una tuacutenica de seda color marfil tan tersa como su piel un hilo de perlas legiacutetimas de tres vueltas el cabello color de naacutecar cortado a la moda de los veintes con una punta de ala de gaviota en la mejilla y los grandes ojos amarillos iluminados por la sombra natural de las ojeras Todo en ella contradeciacutea el rumor de que su mente estaba quedaacutendose en blanco por la erosioacuten irredimible de la memoria Petrificado y sin recursos frente a ella me sobrepuse al vaho de fuego que me subioacute a la cara y la saludeacute en silencio con una venia versallesca Ella sonrioacute como una reina y me agarroacute la mano Entonces me di cuenta de que tambieacuten aquello era una coartada del destino y no la perdiacute para sacarme una espina que me estorbaba desde siempre He sontildeado durante antildeos con este momento le dije Ella no parecioacute

Memorias de mis putas tristes 44 ______________________________________________________________________________________entender iexclNo me digas dijo iquestY tuacute quieacuten eres No supe nunca si en verdad lo habiacutea olvidado o si fue la venganza final de su vida

La certidumbre de ser mortal en cambio me habiacutea sorprendido poco antes de los cincuenta antildeos en una ocasioacuten como aqueacutella una noche de carnaval en que bailaba un tango apache con una mujer fenomenal a la que nunca le vi la cara maacutes corpulenta que yo como por cuarenta libras y maacutes alta como de dos palmos que sin embargo se dejaba llevar como una pluma al viento Bailaacutebamos tan apretados que sentiacutea circular su sangre por las venas y me hallaba como adormecido de gusto con su resuello trabajoso su grajo de amoniacuteaco sus tetas de astroacutenoma cuando me sacudioacute por la primera vez y casi me derriboacute por tierra el freacutemito de la muerte Fue como un oraacuteculo brutal en el oiacutedo Hagas lo que hagas en este antildeo o dentro de ciento estaraacutes muerto hasta jamaacutes Ella se separoacute asustada iquestQueacute le pasa Nada le dije tratando de sujetarme el corazoacuten

-Tiemblo por usted

Desde entonces empeceacute a medir la vida no por antildeos sino por deacutecadas La de los cincuenta habiacutea sido decisiva porque tomeacute conciencia de que casi todo el mundo era menor que yo La de los sesenta fue la maacutes intensa por la sospecha de que ya no me quedaba tiempo para equivocarme La de los setenta fue temible por una cierta posibilidad de que fuera la uacuteltima No obstante cuando desperteacute vivo la primera mantildeana de mis noventa antildeos en la cama feliz de Delgadina se me atravesoacute la idea complaciente de que la vida no fuera algo que transcurre como el riacuteo revuelto de Heraacuteclito sino una ocasioacuten uacutenica de voltearse en la parrilla y seguir asaacutendose del otro costado por noventa antildeos maacutes

Me volviacute de laacutegrima faacutecil Cualquier sentimiento que tuviera algo que ver con la ternura me causaba un nudo en la garganta que no siempre lograba dominar y penseacute en renunciar al placer solitario de velar el suentildeo de Delgadina no tanto por la incertidumbre de mi muerte como por el dolor de imaginarla sin miacute en el resto de su vida Uno de aquellos diacuteas inciertos fui a dar por distraccioacuten a la muy noble calle de los Notarios y me sorprendioacute no encontrar nada maacutes que los escombros del viejo hotel de lance donde fui iniciado por la fuerza en las artes del amor poco antes de mis doce antildeos Habiacutea sido una mansioacuten de antiguos navieros espleacutendida como pocas en la ciudad con columnas enchapadas de alabastro y frisos de oropeles alrededor de un patio interior con una cuacutepula de cristales de siete colores que irradiaba un resplandor de invernadero En la planta baja con un portal goacutetico sobre la calle estuvieron por maacutes de un siglo las notariacuteas coloniales en las que trabajoacute prosperoacute y se arruinoacute mi padre en toda una vida de suentildeos fantaacutesticos Las familias histoacutericas abandonaron poco a poco los pisos superiores que terminaron ocupados por una legioacuten de nocheras en desgracia que subiacutean y bajaban hasta el amanecer con los clientes atrapados por un peso y medio en las cantinas del cercano puerto fluvial

A mis doce antildeos todaviacutea con mis pantalones cortos y mis botitas de la escuela primaria no pude resistir la tentacioacuten de conocer los pisos superiores mientras mi padre se debatiacutea en una de sus reuniones interminables y me encontreacute con un espectaacuteculo celestial Las mujeres que malvendiacutean sus cuerpos hasta el amanecer se moviacutean por la casa desde las once de la mantildeana cuando ya la caniacutecula del vitral era insoportable y teniacutean que hacer su vida domeacutestica caminando en pelotas por

JUAN CARLOS 161104
caniacutecula (Del lat canicŭla) f Periacuteodo del antildeo en que es maacutes fuerte el calor || 2 Astr Tiempo del nacimiento heliacuteaco de Sirio que antiguamente coincidiacutea con la eacutepoca maacutes calurosa del antildeo pero que hoy no se verifica hasta fines de agosto13
JUAN CARLOS 161104
freacutemito (Del lat fremĭtus) m bramido

Memorias de mis putas tristes 45 ______________________________________________________________________________________toda la casa mientras comentaban a gritos sus aventuras de la noche Me quedeacute aterrorizado Lo uacutenico que se me ocurrioacute fue escapar por donde habiacutea llegado cuando una de las desnudas de carnes macizas olorosas a jaboacuten de monte me abrazoacute por la espalda y me llevoacute en vilo hasta su cubiacuteculo de cartoacuten sin que yo pudiera verla en medio de la griteriacutea y los aplausos de las inquilinas en cueros Me tiroacute bocarriba en su cama para cuatro me quitoacute los pantalones con una maniobra maestra y se acaballoacute sobre miacute pero el terror helado que me empapaba el cuerpo me impidioacute recibirla como un hombre Aquella noche desvelado en la cama de mi casa por la verguumlenza del asalto no pude dormir maacutes de una hora con las ansias de volver a verla Pero la mantildeana siguiente mientras los trasnochados dormiacutean subiacute temblando hasta su cubiacuteculo y la desperteacute llorando a gritos con un amor enloquecido que duroacute hasta que se lo llevoacute sin misericordia el ventarroacuten de la vida real Se llamaba Castorina y era la reina de la casa

Los cubiacuteculos del hotel costaban un peso para los amores de paso pero muy pocos sabiacuteamos que costaban lo mismo hasta por veinticuatro horas Ademaacutes Castorina me introdujo en su mundo de mala muerte donde invitaban a los clientes pobres a sus desayunos de gala le prestaban el jaboacuten les atendiacutean los dolores de muela y en casos de urgencia mayor les daban un amor de caridad

Pero en las tardes de la uacuteltima vejez se acordaba de la inmortal Castorina muerta quien sabiacutea cuando que habiacutea sucedido desde las esquinas miserables del muelle fluvial hasta el trono sagrado de mamasanta mayor con un parche de pirata en el ojo perdido en el pleito de cantina Su uacuteltimo machucante de planta un negro feliz de Camaguumley a quien llamaba Jonaacutes el Galeote habiacutea sido un trompetista de los grandes en La Habana hasta que perdioacute la sonrisa completa en una cataacutestrofe de trenes

Al salir de aquella visita amarga sentiacute una punzada en el corazoacuten que no habiacutea logrado aliviar en tres diacuteas con toda clase de poacutecimas caseras El meacutedico al que acudiacute de urgencia miembro de una estirpe de insignes era nieto del que me vio a mis cuarenta y dos antildeos y me asustoacute que pareciera el mismo pues estaba tan envejecido como su abuelo a los setenta por una calvicie prematura unos lentes de miope sin regreso y una tristeza inconsolable Me hizo un examen minucioso de cuerpo entero con una concentracioacuten de orfebre Me auscultoacute el pecho y la espalda y me revisoacute la presioacuten arterial los reflejos de la rodilla el fondo del ojo el color del paacuterpado inferior En las pausas mientras yo cambiaba de posicioacuten en la mesa de reconocimiento me haciacutea preguntas tan vagas y raacutepidas que apenas si me daban tiempo de pensar las respuestas Al cabo de una hora me miroacute con una sonrisa feliz Bueno dijo creo que no tengo nada que hacer por usted iquestQueacute quiere decir Que su estado es el mejor posible a su edad Queacute curioso le dije lo mismo me dijo su abuelo cuando yo teniacutea cuarenta y dos antildeos como si el tiempo no pasara Siempre encontraraacute uno que se lo diga dijo porque siempre tendraacute una edad Yo provocaacutendolo para una sentencia aterradora le dije La uacutenica definitiva es la muerte Siacute dijo eacutel pero no es faacutecil llegar a ella en tan buen estado como usted Siento de veras no poder complacerlo

Eran recuerdos nobles pero la viacutespera del 29 de agosto sentiacute el peso inmenso del siglo que me esperaba impasible cuando subiacute con pasos de hierro las escaleras de mi casa Entonces volviacute a ver una vez maacutes a Florina de Dios mi madre en mi cama que habiacutea sido la suya hasta su muerte y me hizo la misma bendicioacuten de la uacuteltima

Memorias de mis putas tristes 46 ______________________________________________________________________________________vez que la vi dos horas antes de morir Trastornado por la conmocioacuten lo entendiacute como el anuncio final y llameacute a Rosa Cabarcas para que me llevara a mi nintildea aquella misma noche en previsioacuten de que no se cumpliera mi ilusioacuten de sobrevivir hasta el uacuteltimo aliento de mis noventa antildeos Volviacute a llamarla a las ocho y una vez maacutes repitioacute que no era posible Tiene que serlo a cualquier precio le griteacute aterrorizado Colgoacute sin despedirse pero quince minutos despueacutes volvioacute a llamar

-Bueno aquiacute la tienes

Llegueacute a las diez y veinte de la noche y le di a Rosa Cabarcas las uacuteltimas cartas de mi vida con mis disposiciones sobre la nintildea despueacutes de mi final terrible Ella pensoacute que me habiacutea impresionado con el acuchillado y me dijo con aires de burla Si te vas a morir que no sea aquiacute imagiacutenate Pero yo le dije Di que me atropello el tren de Puerto Colombia ese pobre cacharro de laacutestima incapaz de matar a nadie

Preparado para todo aquella noche me acosteacute bocarriba a la espera del dolor final en el primer instante de mis noventa y un antildeos Oiacute campanas distantes sentiacute la fragancia del alma de Delgadina dormida de costado oiacute un grito en el horizonte sollozos de alguien que quizaacutes habiacutea muerto un siglo antes en la alcoba Entonces apagueacute la luz con el uacuteltimo aliento entrelaceacute mis dedos con los suyos para llevaacutermela de la mano y conteacute las doce campanadas de las doce con mis doce laacutegrimas finales hasta que empezaron a cantar los gallos y enseguida las campanas de gloria los cohetes de fiesta que celebraban el juacutebilo de haber sobrevivido sano y salvo a mis noventa antildeos

Mis primeras palabras fueron para Rosa Cabarcas Te compro la casa toda con la tienda y el huerto Ella me dijo Hagamos una apuesta de viejos el que se muera primero se queda con todo lo del otro firmado ante notario No porque si yo me muero todo deberiacutea ser para ella Es igual dijo Rosa Cabarcas yo me hago cargo de la nintildea y despueacutes le dejo todo lo tuyo y lo miacuteo no tengo a nadie maacutes en este mundo Mientras tanto remodelamos tu cuarto con buenos servicios aire acondicionado y tus libros y tu muacutesica

-iquestCrees que ella estaraacute de acuerdo

-Ay mi sabio triste estaacute bien que esteacutes viejo pero no pendejo -dijo Rosa Cabarcas muerta de risa- Esa pobre criatura estaacute lela de amor por ti

Saliacute a la calle radiante y por primera vez me reconociacute a miacute mismo en el horizonte remoto de mi primer siglo Mi casa callada y en orden a las seis y cuarto empezaba a gozar los colores de una aurora feliz Damiana cantaba a toda voz en la cocina y el gato redivivo enroscoacute la cola en mis tobillos y siguioacute caminando conmigo hasta mi mesa de escribir Estaba ordenando mis papeles marchitos el tintero la pluma de ganso cuando el sol estalloacute entre los almendros del parque y el buque fluvial del correo retrasado una semana por la sequiacutea entroacute bramando en el canal del puerto Era por fin la vida real con mi corazoacuten a salvo y condenado a morir de buen amor en la agoniacutea feliz de cualquier diacutea despueacutes de mis cien antildeos

Mayo de 2004

Page 17: · Web viewVivo en una casa colonial en la acera de sol del parque de San Nicolás, donde he pasado todos los días de mi vida sin mujer ni fortuna, donde vivieron y murieron mis padres,

Memorias de mis putas tristes 17 ______________________________________________________________________________________Los tempestuosos adioses de soltero que me haciacutean en el Barrio Chino iban en contraviacutea de las veladas opresivas del Club Social Contraste que a miacute me sirvioacute para saber cuaacutel de los dos mundos era en realidad el miacuteo y me hice la ilusioacuten de que eran ambos pero cada uno a sus horas pues desde cualquiera de los dos veiacutea alejarse el otro con los suspiros desgarrados con que se separan dos barcos en altamar El baile de la viacutespera en El Poder de Dios incluyoacute una ceremonia final que soacutelo podiacutea ocurriacutersele a un cura gallego encallado en la concupiscencia que vistioacute a todo el personal femenino con velos y azahares para que todas se casaran conmigo en un sacramento universal Fue una noche de grandes sacrilegios en que veintidoacutes de ellas prometieron amor y obediencia y les correspondiacute con fidelidad y sustento hasta el maacutes allaacute de la tumba

No pude dormir por el presagio de algo irremediable Desde la madrugada empeceacute a contar el paso de las horas en el reloj de la catedral hasta las siete campanadas temibles con que debiacutea estar en la iglesia El timbre del teleacutefono empezoacute a las ocho largo tenaz impredecible durante maacutes de una hora No soacutelo no contesteacute no respireacute Poco antes de las diez llamaron a la puerta primero con el puntildeo y luego con gritos de voces conocidas y abominadas Temiacutea que la derribaran por alguacuten percance grave pero hacia las once la casa quedoacute en el silencio erizado que sucede a las grandes cataacutestrofes Entonces lloreacute por ella y por miacute y receacute de todo corazoacuten para no encontrarme con ella nunca maacutes en mis diacuteas Alguacuten santo me oyoacute a medias pues Ximena Ortiz se fue del paiacutes esa misma noche y no volvioacute hasta unos veinte antildeos despueacutes bien casada y con los siete hijos que pudieron ser miacuteos

Trabajo me costoacute mantener mi puesto y mi columna en El Diario de La Paz despueacutes de aquella afrenta social Pero no fue por eso que relegaron mis notas a la paacutegina once sino por el iacutempetu ciego con que entroacute el siglo XX El progreso se convirtioacute en el mito de la ciudad Todo cambioacute volaron los aviones y un hombre de empresa tiroacute un saco de cartas desde un Junker e inventoacute el correo aeacutereo

Lo uacutenico que permanecioacute igual fueron mis notas en el perioacutedico Las nuevas generaciones arremetieron contra ellas como contra una momia del pasado que debiacutea ser demolida pero yo las mantuve en el mismo tono sin concesiones contra los aires de renovacioacuten Fui sordo a todo Habiacutea cumplido cuarenta antildeos pero los redactores joacutevenes la llamaban la Columna de Mudarra el Bastardo El director de entonces me citoacute en su oficina para pedirme que me pusiera a tono con las nuevas corrientes De un modo solemne como si acabara de inventarlo me dijo El mundo avanza Siacute le dije avanza pero dando vueltas alrededor del sol Mantuvo mi nota dominical porque no habriacutea encontrado otro inflador de cables Hoy seacute que tuve razoacuten y por queacute Los adolescentes de mi generacioacuten avorazados por la vida olvidaron en cuerpo y alma las ilusiones del porvenir hasta que la realidad les ensentildeoacute que el futuro no era como lo sontildeaban y descubrieron la nostalgia Alliacute estaban mis notas dominicales como una reliquia arqueoloacutegica entre los escombros del pasado y se dieron cuenta de que no eran soacutelo para viejos sino para joacutevenes que no tuvieran miedo de envejecer La nota volvioacute entonces a la seccioacuten editorial y en ocasiones especiales a la primera paacutegina

A quien me lo pregunta le contesto siempre con la verdad las putas no me dejaron tiempo para ser casado Sin embargo debo reconocer que nunca tuve esta explicacioacuten hasta el diacutea de mis noventa antildeos cuando saliacute de la casa de Rosa Cabarcas con la determinacioacuten de nunca maacutes provocar al destino Me sentiacutea otro El

Memorias de mis putas tristes 18 ______________________________________________________________________________________genio se me trastornoacute por la gente de tropa que vi apostada en las rejas de hierro que rodeaban el parque Encontreacute a Damiana trapeando los pisos a gatas en la sala y la juventud de los muslos a su edad me suscitoacute un temblor de otra eacutepoca Ella debioacute sentirlo porque se cubrioacute con la falda No pude reprimir la tentacioacuten de preguntarle Diacutegame una cosa Damiana iquestde queacute se acuerda No estaba acordaacutendome de nada dijo ella pero su pregunta me lo recuerda Sentiacute una opresioacuten en el pecho Nunca me he enamorado le dije Ella replicoacute en el acto Yo siacute Y terminoacute sin interrumpir su oficio Lloreacute veintidoacutes antildeos por usted El corazoacuten me dio un salto Buscando una salida digna le dije Hubieacuteramos sido una buena yunta Pues hace mal en deciacutermelo ahora dijo ella porque ya no me sirve ni de consuelo Cuando saliacutea de la casa me dijo del modo maacutes natural Usted no me creeraacute pero sigo siendo virgen a Dios gracias

Poco despueacutes descubriacute que habiacutea dejado floreros de rosas rojas por toda la casa y una tarjeta en la almohada Le deseo que llegue a los sien Con este mal sabor me senteacute a continuar la nota que habiacutea dejado a medias el diacutea anterior La termineacute con un solo aliento en menos de dos horas y tuve que torcerle el cuello al cisne para sacaacutermela de las tripas sin que se me notara el llanto Por un golpe de inspiracioacuten tardiacutea decidiacute rematarla con el anuncio de que con ella poniacutea teacutermino feliz a una vida larga y digna sin la mala condicioacuten de morirme

Mi propoacutesito era dejarla en la porteriacutea del perioacutedico y volver a casa Pero no pude El personal en pleno me esperaba para celebrarme el cumpleantildeos El edificio estaba en obra con andamies y escombros friacuteos por todas partes pero habiacutean parado la obra para la fiesta En una mesa de carpintero estaban las bebidas para el brindis y las cuelgas envueltas en papel de fantasiacutea Aturdido por los relaacutempagos de las caacutemaras me hice con todas las fotos del recuerdo

Me alegroacute encontrar alliacute a periodistas de radio y de los otros diarios de la ciudad La Prensa matutino conservador El Heraldo matutino liberal y El Nacional vespertino sensacionalista que trataba de aliviar las tensiones del orden puacuteblico con folletones pasionales No era extrantildeo que estuvieran juntos pues dentro del espiacuteritu de la ciudad fue siempre de buen recibo que se mantuvieran intactas las amistades de la tropa mientras los mariscales libraban la guerra editorial

Tambieacuten estaba alliacute fuera de horas el censor oficial don Jeroacutenimo Ortega a quien llamaacutebamos el Abominable Hombre de las Nueve porque llegaba puntual a esa hora de la noche con su laacutepiz sangriento de saacutetrapa godo Alliacute permaneciacutea hasta asegurarse de que no hubiera una letra impune en la edicioacuten de mantildeana Teniacutea una aversioacuten personal contra miacute por mis iacutenfulas de gramaacutetico o porque utilizaba palabras italianas sin comillas ni cursivas cuando me pareciacutean maacutes expresivas que en castellano como debiera ser de uso legiacutetimo entre lenguas siamesas Despueacutes de padecerlo por cuatro antildeos habiacuteamos terminado por aceptarlo como la mala conciencia de nosotros mismos

Las secretarias llevaron al saloacuten un pudiacuten con noventa velas encendidas que me enfrentaron por primera vez al nuacutemero de mis antildeos Tuve que tragarme las laacutegrimas cuando cantaron el brindis y me acordeacute de la nintildea sin ninguacuten motivo No fue un golpe de rencor sino de compasioacuten tardiacutea por una criatura de la que no esperaba volver a acordarme Cuando acaboacute de pasar el aacutengel alguien me habiacutea puesto un cuchillo en la mano para que cortara el pudiacuten Por temor a las burlas nadie se

JUAN CARLOS 161104
saacutetrapa (Del lat satrăpa este del gr σατράπης y este del aveacutestico ẖšathrapāvan protector del dominio) m Gobernador de una provincia de la antigua Persia || 2 coloq Hombre sagaz que sabe gobernarse con astucia e inteligencia o que gobierna despoacuteticamente U t c adj 13

Memorias de mis putas tristes 19 ______________________________________________________________________________________arriesgoacute a improvisar un discurso Yo hubiera preferido morirme que contestarlo Para terminar la fiesta el jefe de redaccioacuten por quien no tuve nunca gran simpatiacutea nos devolvioacute a la realidad inclemente Ahora siacute ilustre nonagenario me dijo iquestDoacutende estaacute su nota

La verdad es que toda la tarde la sentiacutea ardieacutendome como una brasa en el bolsillo pero la emocioacuten me habiacutea calado tan hondo que no tuve corazoacuten para aguar la fiesta con mi renuncia Dije Por esta vez no hay El jefe de redaccioacuten se disgustoacute por una falta que habiacutea sido inconcebible desde el siglo anterior Entieacutendalo por una vez le dije tuve una noche tan difiacutecil que amaneciacute embrutecido Pues debioacute escribir eso dijo eacutel con su humor de vinagre A los lectores les gustaraacute saber de primera mano coacutemo es la vida a los noventa Una de las secretarias tercioacute A lo mejor es un secreto delicioso dijo y me miroacute con malicia iquestO no Una raacutefaga ardiente me abrasoacute la cara Maldita sea penseacute queacute desleal es el rubor Otra radiante me sentildealoacute con el dedo iexclQueacute maravilla Todaviacutea le queda la elegancia de ruborizarse Su impertinencia me provocoacute otro rubor encima del rubor Debioacute ser una noche de ataque dijo la primera secretaria iexclQueacute envidia Y me dio un beso que me quedoacute pintado en la cara Los fotoacutegrafos se encarnizaron Ofuscado le entregueacute la nota al jefe de redaccioacuten y le dije que lo dicho antes era en broma aquiacute la tiene y escapeacute atolondrado por la uacuteltima salva de aplausos para no estar presente cuando descubrieran que era mi carta de renuncia al cabo de medio siglo de galeras

La ansiedad me duraba todaviacutea aquella noche cuando desenvolviacutea las cuelgas en mi casa Los linotipistas desacertaron con una cafetera eleacutectrica igual a las tres que teniacutea de cumpleantildeos anteriores Los tipoacutegrafos me dieron una autorizacioacuten para recoger un gato de angora en el criadero municipal La gerencia me dio una bonificacioacuten simboacutelica Las secretarias me regalaron tres calzoncillos de seda con huellas de besos estampados y una tarjeta en la que se ofreciacutean para quitaacutermelos Se me ocurrioacute que uno de los encantos de la vejez son las provocaciones que se permiten las amigas joacutevenes que nos creen fuera de servicio

Nunca supe quieacuten me mandoacute un disco con los veinticuatro preludios de Chopin por Stefan Askenase Los redactores en su mayoriacutea me regalaron libros de moda No habiacutea terminado de desenvolver los regalos cuando Rosa Cabarcas me llamoacute por teleacutefono con la pregunta que yo no queriacutea oiacuter iquestQueacute te pasoacute con la nintildea Nada dije sin pensarlo iquestTe parece nada que ni siquiera la despertaste dijo Rosa Cabarcas Una mujer no perdona jamaacutes que un hombre le desprecie el estreno Le alegueacute que la nintildea no podiacutea estar tan agotada soacutelo por pegar botones y tal vez se hiciera la dormida por miedo del mal trance Lo uacutenico grave dijo Rosa es que ella cree de verdad que ya no sirves y no me gustariacutea que lo fuera pregonando a los cuatro vientos

No le di el gusto de sorprenderme Aunque asiacute fuera le dije su estado es tan deplorable que no se puede contar con ella ni dormida ni despierta es carne de hospital Rosa Cabarcas bajoacute el tono La culpa fue de las prisas con que se hizo el trato pero tiene remedio ya veraacutes Prometioacute poner a la nintildea en confesioacuten y si era el caso obligarla a devolver la plata iquestqueacute te parece Deacutejalo de ese tamantildeo le dije aquiacute no pasoacute nada y en cambio me ha valido como una prueba de que ya no estoy para estos trotes En ese sentido la nintildea tiene razoacuten ya no sirvo Colgueacute el teleacutefono saturado por un sentimiento de liberacioacuten que no habiacutea conocido en vida miacutea y por fin a salvo de una servidumbre que me manteniacutea subyugado desde mis trece antildeos

JUAN CARLOS 161104
linotipista com Persona que maneja una linotipia13 linotipia (Del ingl linotype) f Impr Maacutequina de componer provista de matrices de la cual sale la liacutenea formando una sola pieza || 2 Impr Arte de componer con esta maacutequina 13

Memorias de mis putas tristes 20 ______________________________________________________________________________________

A las siete de la noche fui invitado de honor al concierto de Jacques Thibault y Alfred Cortot en la sala de Bellas Artes con una interpretacioacuten gloriosa de la sonata para violiacuten y piano de Ceacutesar Frank y en el intermedio escucheacute elogios inverosiacutemiles El maestro Pedro Biava nuestro muacutesico enorme me llevoacute casi a rastras a los camerinos para presentarme a los inteacuterpretes Me ofusqueacute tanto que los feliciteacute por una sonata de Schumann que no habiacutean tocado y alguien me corrigioacute en puacuteblico de mala manera La impresioacuten de que habiacutea confundido las dos sonatas por ignorancia simple quedoacute sembrada en el ambiente local y agravada por una explicacioacuten aturdida con que trateacute de remendarla el domingo siguiente en mi resentildea criacutetica del concierto

Por primera vez en mi larga vida me sentiacute capaz de matar a alguien Volviacute a casa atormentado por el diablillo que sopla al oiacutedo las respuestas devastadoras que no dimos a tiempo y ni la lectura ni la muacutesica mitigaron mi rabia Por fortuna Rosa Cabarcasme sacoacute del desvariacuteo con un grito en el teleacutefono Estoy feliz con el perioacutedico porque no pensaba que cumpliacuteas noventa sino cien Le contesteacute encrespado iquestAsiacute de jodido me viste Al contrario dijo ella lo que me sorprendioacute fue verte tan bien Queacute bueno que no eres de los viejos verdes que se aumentan la edad para que los crean en buen estado Y cambioacute sin transicioacuten Te tengo tu cuelga Me sorprendioacute de veras iquestQueacute es La nintildea dijo ella

No me tomeacute ni un instante para pensar Gracias le dije pero esa vaina es agua pasada Ella siguioacute de largo Te la mando a tu casa envuelta en papel de China y hervida con palo de saacutendalo al bantildeo mariacutea todo gratis Me mantuve firme y ella se debatioacute en una explicacioacuten pedregosa que me parecioacute sincera Dijo que la nintildea estaba en tan mal estado aquel viernes por haber cosido doscientos botones con aguja y dedal Que era verdad su miedo a las violaciones sangrientas pero ya estaba instruida para el sacrificio Que en su noche conmigo se habiacutea levantado para ir al bantildeo y que yo estaba tan profundo que le dio laacutestima despertarme pero ya me habiacutea ido cuando volvioacute a despertar en la mantildeana Me indigneacute con lo que me parecioacute una mentira inuacutetil Bueno prosiguioacute Rosa Cabarcas aun si asiacute fuera la nintildea estaacute arrepentida Pobrecita la tengo aquiacute enfrente iquestQuieres que tela pase No por Dios le dije

Habiacutea empezado a escribir cuando llamoacute la secretaria del perioacutedico El mensaje era que el director queriacutea verme al diacutea siguiente a las once de la mantildeana Llegueacute puntual El estruendo de la restauracioacuten de la casa no pareciacutea soportable el aire estaba enrarecido por los martillazos el polvo de cemento y el humo de alquitraacuten pero la redaccioacuten habiacutea aprendido a pensar en la rutina del caos Las oficinas del director en cambio heladas y silentes permaneciacutean en un paiacutes ideal que no era el nuestro

El tercer Marco Tulio con un aire adolescente se puso de pie al verme entrar sin interrumpir una conversacioacuten telefoacutenica me estrechoacute la mano por encima del escritorio y me indicoacute que me sentara Llegueacute a pensar que no habiacutea nadie en el otro extremo de la liacutenea y que eacutel haciacutea la farsa para impresionarme pero pronto descubriacute que hablaba con el gobernador y era en verdad un diaacutelogo difiacutecil entre enemigos cordiales Ademaacutes creo que se esmeraba en parecer eneacutergico delante de miacute aunque al mismo tiempo se manteniacutea de pie mientras hablaba con la autoridad

Memorias de mis putas tristes 21 ______________________________________________________________________________________Se le notaba el vicio de la pulcritud Acababa de cumplir veintinueve antildeos con cuatro idiomas y tres maestriacuteas internacionales a diferencia del primer presidente vitalicio su abuelo paterno que se hizo periodista empiacuterico despueacutes de hacer una fortuna con la trata de blancas Teniacutea maneras faacuteciles se pasaba de apuesto y sereno y lo uacutenico que poniacutea en peligro su prestancia era una nota falsa en la voz Llevaba una chaqueta deportiva con una orquiacutedea viva en la solapa y cada cosa le sentaba como si fuera de su ser natural pero nada en eacutel estaba hecho para el clima de la calle sino para la primavera de sus oficinas Yo que habiacutea gastado casi dos horas para vestirme sentiacute el oprobio de la pobreza y me aumentoacute la rabia

Con todo el veneno mortal estaba en una foto panoraacutemica del personal de planta tomada en el XXV aniversario de la fundacioacuten del perioacutedico en la que sentildealaban con una crucecita sobre la cabeza a los que iban muriendo Yo era el tercero de la derecha con el sombrero canotier la corbata de nudo grande con una perla en el prendedor el primer mostacho de coronel civil que tuve hasta los cuarenta antildeos y los espejuelos metaacutelicos de seminarista preacutesbita que no me hicieron falta despueacutes del medio siglo Habiacutea visto esa foto colgada durante antildeos en distintas oficinas pero soacutelo entonces fui sensible a su mensaje de los cuarenta y ocho empleados originales soacutelo cuatro estaacutebamos vivos y el menor de nosotros cumpliacutea una condena de veinte antildeos por asesinato muacuteltiple

El director terminoacute la llamada me sorprendioacute mirando la foto y sonrioacute Las crucecitas no las puse yo dijo Me parecen de muy mal gusto Se sentoacute al escritorio y cambioacute de tono Permiacutetame decirle que usted es el hombre maacutes impredecible que he conocido Y ante mi sorpresa se adelantoacute a todo Lo digo por su renuncia Apenas acerteacute a decir Es toda una vida El replicoacute que justo por eso no era una solucioacuten pertinente La nota le pareciacutea magniacutefica y todo lo que deciacutea de la vejez era de lo mejor que habiacutea leiacutedo nunca y no teniacutea sentido terminarla con una decisioacuten que pareciacutea maacutes bien una muerte civil Por fortuna dijo el Abominable Hombre de las Nueve la leyoacute cuando ya estaba armada la paacutegina editorial y le parecioacute inadmisible Sin consultarlo con nadie la tachoacute de arriba abajo con su laacutepiz de Torquemada Cuando lo supe esta mantildeana ordeneacute mandar una nota de protesta a la Gobernacioacuten Era mi deber pero entre nos puedo decirle que estoy muy agradecido por la arbitrariedad del censor De modo que no estaba dispuesto a aceptar que suspendiera la nota Se lo suplico con toda el alma dijo No abandone el barco en altamar Y concluyoacute con un gran estilo Todaviacutea nos queda mucho por hablar de muacutesica

Lo vi tan decidido que no me atreviacute a agravar la discrepancia con un argumento de distraccioacuten El problema en realidad era que tampoco entonces encontraba un motivo decente para abandonar la noria y me aterrorizoacute la idea de decirle que siacute una vez maacutes soacutelo por ganar tiempo Tuve que reprimirme para que no se me notara la emocioacuten impuacutedica que me apremiaba las laacutegrimas Y otra vez como siempre quedamos en las mismas de siempre despueacutes de tantos antildeos

La semana siguiente presa de un estado que era maacutes de confusioacuten que de alegriacutea paseacute por el criadero a recoger el gato que me habiacutean regalado los impresores Tengo muy mala quiacutemica con los animales por lo mismo que la tengo con los nintildeos antes de que empiecen a hablar Me parecen mudos del alma No los odio pero no puedo soportarlos porque no aprendiacute a negociar con ellos Me parece contra natura que un hombre se entienda mejor con su perro que con su esposa que lo ensentildee a

JUAN CARLOS 161104
noria (Del aacuter hisp nalsquouacutera y este del aacuter claacutes nālsquoūrah infl por acequia y acenia) f Maacutequina compuesta de dos grandes ruedas engranadas que mediante cangilones sube el agua de los pozos acequias etc || 2 Pozo formado en forma comuacutenmente ovalada del cual se saca el agua con la maacutequina || 3 Artilugio de feria consistente en una gran rueda con asientos que gira verticalmente13

Memorias de mis putas tristes 22 ______________________________________________________________________________________comer y descomer a sus horas a contestar preguntas y a compartir sus penas Pero no recoger el gato de los tipoacutegrafos habriacutea sido un desaire Ademaacutes era un precioso ejemplar de angora de pelambre rosada y tersa y ojos iluminados cuyos maullidos pareciacutean a punto de ser palabras Me lo dieron en una canasta de mimbre con un certificado de su estirpe y un manual de uso como el de las bicicletas para armar

Una patrulla militar verificaba la identidad de los transeuacutentes antes de autorizar el paso por el parque de San Nicolaacutes Nunca habiacutea visto nada igual ni podiacutea imaginarme nada maacutes descorazonador como siacutentoma de mi vejez Era una patrulla de cuatro al mando de un oficial casi adolescente Los agentes eran hombres de paacuteramos duros y callados con un olor de establo El oficial los vigilaba a todos con las mejillas chapeadas de los andinos en la playa Despueacutes de revisar mi ceacutedula de identidad y mi credencial de prensa me preguntoacute queacute llevaba en la cesta Un gato le dije El quiso verlo Destapeacute la cesta con toda precaucioacuten por temor de que escapara pero un agente quiso ver si no habiacutea algo maacutes en el fondo y el gato le tiroacute un zarpazo El oficial se interpuso Es una joya de angora dijo Lo acaricioacute mientras murmuraba algo y el gato no lo agredioacute pero tampoco le hizo caso iquestCuaacutentos antildeos tiene preguntoacute No seacute le dije acaban de regalaacutermelo Se lo pregunto porque se ve que es muy viejo diez antildeos quizaacutes Quise preguntarle coacutemo lo sabiacutea y muchas cosas maacutes pero a despecho de sus buenas maneras y su habla florida no me sentiacutea con estoacutemago para hablar con eacutel Me parece que es un gato abandonado que ha pasado por muchas dijo Obseacutervelo no lo acomode a usted sino al contrario usted a eacutel y deacutejelo hasta que se gane su confianza Cerroacute la tapa de la cesta y me preguntoacute iquestEn queacute trabaja usted Soy periodista iquestDesde cuaacutendo Desde hace un siglo le dije No lo dudo dijo eacutel Me estrechoacute la mano y se despidioacute con un frase que lo mismo podiacutea ser un buen consejo que una amenaza

-Cuiacutedese mucho

Al mediodiacutea desconecteacute el teleacutefono para refugiarme en la muacutesica con un programa exquisito la rapsodia para clarinete y orquesta de Wagner la de saxofoacuten de Debussy y el quinteto para cuerdas de Bruckner que es un remanso edeacutenico en el cataclismo de su obra Y de pronto me encontreacute envuelto en las tinieblas del estudio Sentiacute deslizarse debajo de mi mesa algo que no me parecioacute un cuerpo vivo sino una presencia sobrenatural que me rozoacute los pies y salteacute con un grito Era el gato con la hermosa cola empenachada su lentitud misteriosa y su estirpe miacutetica y no pude evitar el escalofriacuteo de estar solo en la casa con un ser vivo que no fuera humano

Cuando dieron las siete en la catedral habiacutea una estrella sola y liacutempida en el cielo color de rosas un buque lanzoacute un adioacutes desconsolado y sentiacute en la garganta el nudo gordiano de todos los amores que pudieron haber sido y no fueron No soporteacute maacutes Descolgueacute el teleacutefono con el corazoacuten en la boca marqueacute los cuatro nuacutemeros muy despacio para no equivocarme y al tercer timbrazo reconociacute la voz Bueno mujer le dije con un suspiro de alivio Perdoacutename el berrinche de esta mantildeana Ella tranquila No te preocupes estaba esperando tu llamada Le advertiacute Quiero que la nintildea me espere como Dios la echoacute al mundo y sin barnices en la cara Ella hizo su risa gutural Lo que tuacute digas dijo pero te pierdes el gusto de encuerar la pieza por pieza como les encanta a los viejos no seacute por queacute Yo siacute seacute le dije Porque se estaacuten volviendo cada vez maacutes viejos Ella lo dio por hecho

JUAN CARLOS 161104
gordiano (De Gordio rey de Frigia) V nudo
JUAN CARLOS 161104
paacuteramo (Del lat parămus voz de or prerromano) m Terreno yermo raso y desabrigado || 2 Lugar sumamente friacuteo y desamparado || 3 Col y Ecuad llovizna 13

Memorias de mis putas tristes 23 ______________________________________________________________________________________-Estaacute bien -dijo- entonces esta noche a las diez en punto antes de que se enfriacutee la pescada

Memorias de mis putas tristes 24 ______________________________________________________________________________________

3

iquestCoacutemo podiacutea llamarse La duentildea no me lo habiacutea dicho Cuando me hablaba de ella soacutelo deciacutea la nintildea Y yo lo habiacutea convertido en un nombre de pila como la nintildea de los ojos o la carabela menor Ademaacutes Rosa Cabarcas poniacutea a sus pupilas un nombre distinto para cada cliente A miacute me divertiacutea adivinarlos por las caras y desde el principio estuve seguro de que la nintildea teniacutea uno largo como Filomena Saturnina o Nicolasa En eacutesas estaba cuando ella se dio media vuelta en la cama y quedoacute de espaldas a miacute y me parecioacute que habiacutea dejado un charco de sangre del tamantildeo y la forma del cuerpo Fue un sobresalto instantaacuteneo hasta que comprobeacute que era la humedad del sudor en la saacutebana

Rosa Cabarcas me habiacutea aconsejado que la tratara con cautela pues auacuten le duraba el susto de la primera vez Es maacutes creo que la misma solemnidad del rito le habiacutea agravado el miedo y habiacutean tenido que aumentarle la dosis de valeriana pues dormiacutea con tal placidez que habriacutea sido una laacutestima despertarla sin arrullos De modo que empeceacute a secarla con la toalla mientras le cantaba en susurros la cancioacuten de Delgadina la hija menor del rey requerida de amores por su padre A medida que la secaba ella iba mostraacutendome los flancos sudados al compaacutes de mi canto Delgadina Delgadina tuacute seras mi prenda amada Fue un placer sin liacutemites pues ella volviacutea a sudar por un costado cuando acababa de secarla por el otro para que la cancioacuten no terminara nunca Levaacutentate Delgadina ponte tu falda de seda le cantaba al oiacutedo Al final cuando los criados del rey la encontraron muerta de sed en su cama me parecioacute que mi nintildea habiacutea estado a punto de despertar al escuchar el nombre Asiacute que era ella Delgadina

Volviacute a la cama con mis calzoncillos de besos estampados y me tendiacute junto a ella Dormiacute hasta las cinco al arrullo de su respiracioacuten apacible Me vestiacute a toda prisa sin lavarme y soacutelo entonces vi la sentencia escrita con laacutepiz labial en el espejo del lavabo El tigre no come lejos Seacute que no estaba la noche anterior y nadie podiacutea haber entrado en el cuarto de modo que la entendiacute como la cuelga del diablo Un trueno terroriacutefico me sorprendioacute en la puerta y el cuarto se llenoacute del olor premonitorio de la tierra mojada No tuve tiempo para escapar ileso Antes de que encontrara un taxi se precipitoacute un aguacero grande de los que suelen desordenar la ciudad entre mayo y octubre pues las calles de arenas ardientes que bajan hacia el riacuteo se convierten en torrenteras que arrastran cuanto encuentran a su paso Las aguas de aquel septiembre raro despueacutes de tres meses de sequiacutea podiacutean ser tan providenciales como devastadoras

Memorias de mis putas tristes 25 ______________________________________________________________________________________Desde que abriacute la puerta de casa me salioacute al encuentro la sensacioacuten fiacutesica de que no estaba solo Alcanceacute a ver el celaje del gato que saltoacute del sofaacute y se escabulloacute por el balcoacuten En su plato quedaban las sobras de una comida que yo no le habiacutea servido La peste de sus orines rancios y su caca caliente habiacutean contaminado todo Me habiacutea dedicado a estudiarlo como estudieacute el latiacuten El manual deciacutea que los gatos escarban en la tierra para esconder su estieacutercol y que en las casas sin patio como eacutesta lo hariacutean en las macetas de plantas o en cualquier otro escondrijo Lo apropiado era prepararles desde el primer diacutea una caja con arena para orientarles el haacutebito y asiacute lo hice Tambieacuten deciacutea que lo primero que hacen en casa nueva es marcar su territorio orinando por todas partes y aqueacutel pudo ser el caso pero el manual no deciacutea coacutemo remediarlo Seguiacutea sus trazas para familiarizarme con sus haacutebitos originales pero no di con sus escondites secretos sus sitios de reposo las causas de sus humores volubles Quise ensentildearlo a comer en sus horas a usar la cajita de arena en la terraza a no subirse en mi cama mientras yo dormiacutea ni a olisquear los alimentos en la mesa y no pude hacerle entender que la casa era suya por derecho propio y no como un botiacuten de guerra De modo que lo dejeacute a su aire

Al atardecer enfrenteacute el aguacero cuyos vientos huracanados amenazaban con desquiciar la casa Sufriacute un ataque de estornudos sucesivos me doliacutea el craacuteneo y teniacutea fiebre pero me sentiacutea poseiacutedo por una fuerza y una determinacioacuten que nunca tuve a ninguna edad y por ninguna causa Puse calderos en el piso para recoger las goteras y me di cuenta de que habiacutean aparecido otras nuevas desde el invierno anterior La maacutes grande habiacutea empezado a inundar el flanco derecho de la biblioteca Me apresureacute a rescatar a los autores griegos y latinos que viviacutean por aquel rumbo pero al quitar los libros encontreacute un chorro de alta presioacuten que saliacutea de un tubo roto en el fondo del muro Lo amordaceacute con trapos hasta donde pude para darme el tiempo de salvar los libros El estreacutepito del agua y el aullido del viento arreciaron en el parque De pronto un relaacutempago fantasmal y su trueno simultaacuteneo impregnaron el aire de un fuerte olor de azufre el viento desbaratoacute las vidrieras del balcoacuten y la tremenda borrasca de mar rompioacute los cerrojos y se metioacute dentro de la casa Sin embargo antes de diez minutos escampoacute de un tajo Un sol espleacutendido secoacute las calles llenas de escombros varados y volvioacute el calor

Cuando pasoacute el aguacero seguiacutea con la sensacioacuten de que no estaba solo en la casa Mi uacutenica explicacioacuten es que asiacute como los hechos reales se olvidan tambieacuten algunos que nunca fueron pueden estar en los recuerdos como si hubieran sido Pues si evocaba la emergencia del aguacero no me veiacutea a miacute mismo solo en la casa sino siempre acompantildeado por Delgadina La habiacutea sentido tan cerca en la noche que percibiacutea el rumor de su aliento en el dormitorio y los latidos de su mejilla en mi almohada Soacutelo asiacute entendiacute que hubieacuteramos podido hacer tanto en tan poco tiempo Me recordaba subido en el escabel de la biblioteca y la recordaba a ella despierta con su trajecito de flores recibiendo los libros para ponerlos a salvo La veiacutea correr de un lado al otro de la casa batallando con la tormenta empapada de lluvia con el agua a los tobillos Recordaba coacutemo preparoacute al diacutea siguiente un desayuno que nunca fue y puso la mesa mientras yo secaba los pisos y poniacutea orden en el naufragio de la casa Nunca olvideacute su mirada sombriacutea mientras desayunaacutebamos iquestPor queacute me conociste tan viejo Le contesteacute la verdad La edad no es la que uno tiene sino la que uno siente

Desde entonces la tuve en la memoria con tal nitidez que haciacutea de ella lo que queriacutea Le cambiaba el color de los ojos seguacuten mi estado de aacutenimo color de agua al

JUAN CARLOS 161104
escabel (Quizaacute del cat ant escabell y este del lat scabellum) m Tarima pequentildea que se pone delante de la silla para que descansen los pies de quien estaacute sentado || 2 Asiento pequentildeo hecho de tablas sin respaldo || 3 Persona o circunstancia de que alguien se aprovecha para medrar por lo general ambiciosamente13

Memorias de mis putas tristes 26 ______________________________________________________________________________________despertar color de almiacutebar cuando reiacutea color de lumbre cuando la contrariaba La vestiacutea para la edad y la condicioacuten que conveniacutean a mis cambios de humor novicia enamorada a los veinte antildeos puta de saloacuten a los cuarenta reina de Babilonia a los setenta santa a los cien Cantaacutebamos duetos de amor de Puccini boleros de Agustiacuten Lara tangos de Carlos Gardel y comprobaacutebamos una vez maacutes que quienes no cantan no pueden imaginar siquiera lo que es la felicidad de cantar Hoy seacute que no fue una alucinacioacuten sino un milagro maacutes del primer amor de mi vida a los noventa antildeos

Cuando la casa estuvo en orden llameacute a Rosa Cabarcas iexclDios Santo exclamoacute al oiacuter mi voz creiacute que te habiacuteas ahogado No podiacutea entender que hubiera vuelto a pasar la noche con la nintildea sin tocarla Tienes todo el derecho de que no te guste pero al menos poacutertate como un adulto Trateacute de explicarle pero ella cambioacute el tema sin transicioacuten De todos modos te tengo vista otra un poco mayor bella y tambieacuten virgen Su papaacute quiere cambiarla por una casa pero se puede discutir un descuentoSe me heloacute el corazoacuten Ni maacutes faltaba protesteacute asustado quiero la misma y como siempre sin fracasos sin peleas sin malos recuerdos Hubo un silencio en la liacutenea y por fin la voz sumisa con que dijo como para siacute misma Bueno esto debe ser lo que los meacutedicos llaman demencia senil

Fui a las diez de la noche con un chofer conocido por la extrantildea virtud de no hacer preguntas Lleveacute un ventilador portaacutetil y un cuadro de Orlando Rivera el querido Figurita y un martillo y un clavo para colgarlo En el camino hice una parada para comprar cepillos de dientes pasta dentiacutefrica jaboacuten de olor Agua de Florida tabletas de regaliz Quise llevar tambieacuten un buen florero y un ramo de rosas amarillas para conjurar la pava de las flores de papel pero no encontreacute nada abierto y tuve que robarme en un jardiacuten privado un ramo de astromelias recieacuten nacidas

Por instrucciones de la duentildea llegueacute desde entonces por la calle de atraacutes del lado del acueducto para que nadie me viera entrar por el portoacuten del huerto El chofer me previno Cuidado sabio en esa casa matan Le contesteacute Si es por amor no importa El patio estaba en tinieblas pero habiacutea luces de vida en las ventanas y un revoltijo de muacutesicas en los seis cuartos En el miacuteo a volumen maacutes alto distinguiacute la voz caacutelida de don Pedro Vargas el tenor de Ameacuterica con un bolero de Miguel Matamoros Sentiacute que iba a morir Empujeacute la puerta con la respiracioacuten desbaratada y vi a Delgadina en la cama como en mis recuerdos desnuda y dormida en santa paz del lado del corazoacuten

Antes de acostarme arregleacute el tocador puse el ventilador nuevo en lugar del oxidado y colgueacute el cuadro donde ella pudiera verlo desde la cama Me acosteacute a su lado y la reconociacute palmo a palmo Era la misma que andaba por mi casa las mismas manos que me reconociacutean al tacto en la oscuridad los mismos pies de pasos tenues que se confundiacutean con los del gato el mismo olor del sudor de mis saacutebanas el dedo del dedal Increiacuteble vieacutendola y tocaacutendola en carne y hueso me pareciacutea menos real que en mis recuerdos

Hay un cuadro en la pared de enfrente le dije Lo pintoacute Figurita un hombre a quien quisimos mucho el mejor bailariacuten de burdeles que existioacute jamaacutes y de tan buen corazoacuten que le teniacutea laacutestima al diablo Lo pintoacute con barniz de buques en el lienzo chamuscado de un avioacuten que se estrelloacute en la Sierra Nevada de Santa Marta y con pinceles fabricados por eacutel con pelos de su perro La mujer pintada es una monja que

Memorias de mis putas tristes 27 ______________________________________________________________________________________secuestroacute de un convento y se casoacute con ella Aquiacute lo dejo para que sea lo primero que veas al despertar

No habiacutea cambiado de posicioacuten cuando apagueacute la luz a la una de la madrugada y su respiracioacuten era tan tenue que le tomeacute el pulso para sentirla viva La sangre circulaba por sus venas con la fluidez de una cancioacuten que se ramificaba hasta los aacutembitos maacutes recoacutenditos de su cuerpo y volviacutea al corazoacuten purificada por el amor

Antes de irme al amanecer dibujeacute en un papel las liacuteneas de su mano y se las di a leer a la Diva Sahibiacute para conocer su alma Y fue asiacute una persona que soacutelo dice lo que piensa Es perfecta para trabajos manuales Tiene contacto con alguien que ya murioacute y del cual espera ayuda pero estaacute equivocada la ayuda que busca estaacute al alcance de su mano No ha tenido ninguna unioacuten pero va a morir mayor y casada Ahora tiene un hombre moreno que no ha de ser el de su vida Puede tener ocho hijos pero se va a decidir soacutelo por tres A los treinta y cinco antildeos si hace lo que le indique el corazoacuten y no la mente va a manejar mucho dinero y a los cuarenta recibiraacute una herencia Va a viajar mucho Tiene doble vida y doble suerte y puede influir sobre su propio destino Le gusta probar todo por curiosidad pero va a arrepentirse si no se orienta por el corazoacuten

Atormentado de amor hice reparar los estragos de la borrasca y aprovecheacute para hacer otros muchos remiendos que veniacutea demorando desde antildeos por insolvencia o por desidia Reorganiceacute la biblioteca en el orden en que habiacutea leiacutedo los libros Por uacuteltimo remateacute la pianola como reliquia histoacuterica con sus maacutes de cien rollos de claacutesicos y compreacute un tocadiscos usado pero mejor que el miacuteo con parlantes de alta fidelidad que engrandecieron el aacutembito de la casa Quedeacute al borde de la ruina pero bien compensado por el milagro de estar vivo a mi edad

La casa renaciacutea de sus cenizas y yo navegaba en el amor de Delgadina con una intensidad y una dicha que nunca conociacute en mi vida anterior Gracias a ella me enfrenteacute por vez primera con mi ser natural mientras transcurriacutean mis noventa antildeos Descubriacute que mi obsesioacuten de que cada cosa estuviera en su puesto cada asunto en su tiempo cada palabra en su estilo no era el premio merecido de una mente en orden sino al contrario todo un sistema de simulacioacuten inventado por miacute para ocultar el desorden de mi naturaleza Descubriacute que no soy disciplinado por virtud sino como reaccioacuten contra mi negligencia que parezco generoso por encubrir mi mezquindad que me paso de prudente por mal pensado que soy conciliador para no sucumbir a mis coacuteleras reprimidas que soacutelo soy puntual para que no se sepa cuan poco me importa el tiempo ajeno Descubriacute en fin que el amor no es un estado del alma sino un signo del zodiacuteaco

Me volviacute otro Trateacute de releer los claacutesicos que me orientaron en la adolescencia y no pude con ellos Me sumergiacute en las letras romaacutenticas que repudieacute cuando mi madre quiso imponeacutermelas con mano dura y por ellas tomeacute conciencia de que la fuerza invencible que ha impulsado al mundo no son los amores felices sino los contrariados Cuando mis gustos en muacutesica hicieron crisis me descubriacute atrasado y viejo y abriacute mi corazoacuten a las delicias del azar

Me pregunto coacutemo pude sucumbir en este veacutertigo perpetuo que yo mismo provocaba y temiacutea Flotaba entre nubes erraacuteticas y hablaba conmigo mismo ante el espejo con la vana ilusioacuten de averiguar quieacuten soy Era tal mi desvariacuteo que en una manifestacioacuten

Memorias de mis putas tristes 28 ______________________________________________________________________________________estudiantil con piedras y botellas tuve que sacar fuerzas de flaqueza para no ponerme al frente con un letrero que consagrara mi verdad Estoy loco de amor

Obnubilado por la evocacioacuten inclemente de Delgadina dormida cambieacute sin la menor malicia el espiacuteritu de mis notas dominicales Fuera cual fuera el asunto las escribiacutea para ella las reiacutea y las lloraba para ella y en cada palabra se me iba la vida En lugar de la foacutermula de gacetilla tradicional que tuvieron desde siempre las escribiacute como cartas de amor que cada quien podiacutea hacer suyas Propuse en el perioacutedico que el texto no se alzara en linotipo sino que fuera publicado con mi caligrafiacutea florentina Al jefe de redaccioacuten coacutemo no le parecioacute otro acceso de vanidad senil pero el director general lo convencioacute con una frase que todaviacutea anda suelta por la redaccioacuten

-No se equivoque los loquitos mansos se adelantan al porvenir

La respuesta puacuteblica fue inmediata y entusiasta con numerosas cartas de lectores enamorados Algunas las leiacutean en los noticieros de radio con urgencias de uacuteltima hora y se hicieron copias en mimeoacutegrafos o papel carboacuten que vendiacutean como cigarrillos de contrabando en las esquinas de la calle San Blas Desde el principio fue evidente que obedeciacutean a las ansias de expresarme pero me hice a la costumbre de tomarlas en cuenta al escribir y siempre con la voz de un hombre de noventa antildeos que no aprendioacute a pensar como viejo La comunidad intelectual como de soacutelito se mostroacute timorata y dividida y hasta los grafoacutelogos menos pensados montaron controversias por los anaacutelisis erraacuteticos de mi caligrafiacutea Fueron ellos los que dividieron los aacutenimos recalentaron la poleacutemica y pusieron de moda la nostalgia

Antes del fin del antildeo me habiacutea arreglado con Rosa Cabarcas para dejar en el cuarto el abanico eleacutectrico los recursos del tocador y lo que siguiera llevando en el futuro para hacerlo vivible Llegaba a las diez siempre con algo nuevo para ella o para gusto de ambos y dedicaba unos minutos a sacar la utileriacutea escondida para armar el teatro de nuestras noches Antes de irme nunca maacutes tarde de las cinco volviacutea a asegurar todo bajo llave La alcoba quedaba entonces tan escuaacutelida como fue en sus oriacutegenes para los amores tristes de los clientes casuales Una mantildeana oiacute que Marcos Peacuterez la voz maacutes escuchada de la radio desde el amanecer habiacutea decidido leer mi nota dominical en su noticiero de los lunes Cuando pude reprimir la naacuteusea dije sobrecogido Ya lo sabes Delgadina la fama es una sentildeora muy gorda que no duerme con uno pero cuando uno despierta estaacute siempre miraacutendonos frente a la cama

Uno de esos diacuteas me quedeacute a desayunar con Rosa Cabarcas que empezaba a parecerme menos decreacutepita a pesar del luto severo y del bonete negro que ya le tapaba las cejas Sus desayunos teniacutean fama de espleacutendidos con una carga de pimienta que me haciacutea llorar Al primer bocado de fuego vivo le dije bantildeado en laacutegrimas Esta noche no me haraacute falta la luna llena para que me arda el culo No te quejes dijo ella Si te arde es porque todaviacutea lo tienes a Dios gracias

Se sorprendioacute cuando mencioneacute el nombre de Delgadina No se llama asiacute dijo se llama No me lo digas la interrumpiacute para miacute es Delgadina Ella se encogioacute de hombros Bueno al fin y al cabo es tuya pero me parece un nombre de diureacutetico Le conteacute lo del letrero del tigre que la nintildea habiacutea escrito en el espejo No pudo ser ella

JUAN CARLOS 161104
timorato ta (Del lat timorātus) adj Tiacutemido indeciso encogido || 2 Dicho de una persona Que se escandaliza con exageracioacuten de cosas que no le parecen conformes a la moral convencional || 3 Que tiene temor de Dios y se gobierna por eacutel en sus operaciones
JUAN CARLOS 161104
obnubilar (Del lat obnubilāre) tr nublar (ǁ ofuscar o confundir) U t c prnl || 2 embelesar U t c prnl || 3 nublar (ǁ enturbiar la visioacuten) U t c prnl

Memorias de mis putas tristes 29 ______________________________________________________________________________________dijo Rosa porque no sabe leer ni escribir iquestEntonces quieacuten Ella se encogioacute de hombros Puede ser de alguien que se murioacute en el cuarto

Yo aprovechaba aquellos desayunos para desahogarme con Rosa Cabarcas y le pediacutea favores miacutenimos para el bienestar y el buen ver de Delgadina Me los concediacutea sin pensarlo con una picardiacutea de colegiala iexclQueacute risa me dijo por aquellos diacuteas Me siento como si me estuvieras pidiendo su mano Y a propoacutesito se le ocurrioacute iquestpor queacute no te casas con ella Me quedeacute de una pieza En serio insistioacute te sale maacutes barato Al fin y al cabo el problema a tu edad es servir o no servir pero ya me dijiste que lo tienes resuelto Le saliacute al paso El sexo es el consuelo que uno tiene cuando no le alcanza el amor

Ella soltoacute la risa Ay mi sabio siempre supe que eres muy hombre que siempre lo fuiste y me alegra que lo sigas siendo mientras tus enemigos entregan las armas Con razoacuten se habla tanto de ti iquestOiacuteste a Marcos Peacuterez Todo el mundo lo oye le dije para cortar el tema Pero ella insistioacute Tambieacuten el profesor Camacho y Cano en La hora de todo un poco dijo ayer que el mundo ya no es lo que era porque no quedan muchos hombres como tuacute

Aquel fin de semana encontreacute a Delgadina con fiebre y tos Desperteacute a Rosa Cabarcas para que me diera alguacuten remedio casero y me llevoacute al cuarto un botiquiacuten de primeros auxilios Dos diacuteas despueacutes Delgadina seguiacutea postrada y no habiacutea podido volver a su rutina de pegar botones El meacutedico le habiacutea prescrito un tratamiento casero para una gripa comuacuten que cederiacutea en una semana pero se alarmoacute por su estado general de desnutricioacuten Dejeacute de verla y sentiacute que me haciacutea falta y aprovecheacute para arreglar el cuarto sin ella

Lleveacute tambieacuten un dibujo a pluma de Cecilia Porras para Todos estaacutebamos a la espera el libro de cuentos de Alvaro Cepeda Lleveacute los seis tomos de Juan Cristoacutebal de Romain Rolland para pastorear mis vigilias De modo que cuando Delgadina pudo volver a la habitacioacuten la encontroacute digna de una felicidad sedentaria el aire purificado con un insecticida aromaacutetico paredes color de rosa laacutemparas matizadas flores nuevas en los floreros mis libros favoritos los buenos cuadros de mi madre colgados de otro modo seguacuten los gustos de hoy Habiacutea cambiado el viejo radio por uno de onda corta que manteniacutea sintonizado en un programa de muacutesica culta para que Delgadina aprendiera a dormir con los cuartetos de Mozart pero una noche lo encontreacute en una estacioacuten especializada en boleros de moda Era el gusto de ella sin duda y lo asumiacute sin dolor pues tambieacuten yo lo habiacutea cultivado con el corazoacuten en mis mejores diacuteas Antes de volver a casa al diacutea siguiente escribiacute en el espejo con el laacutepiz de labios Nintildea miacutea estamos solos en el mundo

Por esa eacutepoca tuve la rara impresioacuten de que se estaba volviendo mayor antes de tiempo Se lo comenteacute a Rosa Cabarcas y a ella le parecioacute natural Cumple quince antildeos el cinco de diciembre me dijo Una Sagitario perfecta Me inquietoacute que fuera tan real como para cumplir antildeos iquestQueacute podriacutea regalarle Una bicicleta dijo Rosa Cabarcas Tiene que atravesar la ciudad dos veces al diacutea para ir a pegar botones Me mostroacute en la trastienda la bicicleta que usaba y de verdad me parecioacute un cacharro indigno de una mujer tan bien amada Sin embargo me conmovioacute como la prueba tangible de que Delgadina existiacutea en la vida real

Memorias de mis putas tristes 30 ______________________________________________________________________________________Cuando fui a comprar la mejor bicicleta para ella no pude resistir la tentacioacuten de probarla y di algunas vueltas casuales en la rampa del almaceacuten Al vendedor que me preguntoacute la edad le contesteacute con la coqueteriacutea de la vejez Voy a cumplir noventa y uno El empleado dijo justo lo que yo queriacutea Pues representa veinte menos Yo mismo no entendiacutea coacutemo conservaba la praacutectica del colegio y me sentiacute colmado por un gozo radiante Empeceacute a cantar Primero para miacute mismo en voz baja y despueacutes a todo pecho con iacutenfulas del gran Caruso por entre los bazares abigarrados y el traacutefico demente del mercado puacuteblico La gente me miraba divertida me gritaban me incitaban a participar en la Vuelta a Colombia en silla de ruedas Yo les haciacutea con la mano un saludo de navegante feliz sin interrumpir la cancioacuten Esa semana en homenaje a Diciembre escribiacute otra nota atrevida Coacutemo ser feliz en bicicleta a los noventa antildeos

La noche de su cumpleantildeos le canteacute a Delgadina la cancioacuten completa y la beseacute por todo el cuerpo hasta quedarme sin aliento la espina dorsal veacutertebra por veacutertebra hasta las nalgas laacutenguidas el costado del lunar el de su corazoacuten inagotable A medida que la besaba aumentaba el calor de su cuerpo y exhalaba una fragancia montuna Ella me respondioacute con vibraciones nuevas en cada pulgada de su piel y en cada una encontreacute un calor distinto un sabor propio un gemido nuevo y toda ella resonoacute por dentro con un arpegio y sus pezones se abrieron en flor sin tocarlos Empezaba a adormecerme en la madrugada cuando sentiacute como un rumor de muchedumbres en el mar y un paacutenico de los aacuterboles que me atravesaron el corazoacuten Entonces fui al bantildeo y escribiacute en el espejo Delgadina de mi vida llegaron las brisas de Navidad Uno de mis recuerdos maacutes felices fue un trastorno que sentiacute una mantildeana como aqueacutella al salir de la escuela iquestQueacute me pasa La maestra me dijo alelada Ay nintildeo iquestno ves que son las brisas Ochenta antildeos despueacutes volviacute a sentirlo cuando me desperteacute en la cama de Delgadina y era el mismo diciembre que volviacutea puntual con sus cielos diaacutefanos las tormentas de arena los torbellinos callejeros que Desentechaban casas y les alzaban las faldas a las colegialas La ciudad adquiriacutea por entonces una resonancia fantasmal En noches de brisa podiacutean escucharse los gritos del mercado puacuteblico hasta en los barrios maacutes altos como si estuvieran a la vuelta de la esquina No era raro entonces que las raacutefagas de diciembre nos permitieran encontrar por sus voces a los amigos desperdigados en burdeles remotos

Sin embargo tambieacuten con las brisas me llegoacute la mala noticia de que Delgadina no podiacutea pasar las navidades conmigo sino con su familia Si algo detesto en este mundo son las fiestas obligatorias en que la gente llora porque estaacute alegre los fuegos de artificio los villancicos lelos las guirnaldas de papel crespoacuten que nada tienen que ver con un nintildeo que nacioacute hace dos mil quinientos antildeos en una caballeriza indigente Sin embargo cuando llegoacute la noche no pude resistir la nostalgia y me fui al cuarto sin ella Dormiacute bien y desperteacute junto a un oso de peluche que caminaba en dos patas como si fuera polar y una tarjeta que deciacutea Para el papaacute feo Rosa Cabarcas me habiacutea dicho que Delgadina estaba aprendiendo a leer con mis clases escritas en el espejo y su buena letra me parecioacute admirable Pero ella misma me defraudoacute con la noticia peor de que el oso era un regalo suyo asiacute que la noche de Antildeo Nuevo me quedeacute en mi casa y en mi cama desde las ocho y me dormiacute sin amarguras Fui feliz porque al toque de las doce entre los repiques furiosos de las campanas las sirenas de faacutebricas y bomberos los lamentos de los

JUAN CARLOS 161104
abigarrado da (Del part de abigarrar) adj De varios colores mal combinados || 2 Heterogeacuteneo reunido sin concierto Un extrantildeo y abigarrado libro Una multitud abigarrada 13

Memorias de mis putas tristes 31 ______________________________________________________________________________________buques las descargas de poacutelvora los cohetes sentiacute que Delgadina entroacute en punta de pies se acostoacute a mi lado y me dio un beso Tan real que me quedoacute en la boca su olor de regaliz

Memorias de mis putas tristes 32 ______________________________________________________________________________________

4A principios del nuevo antildeo empezaacutebamos a conocernos como si vivieacuteramos juntos y despiertos pues yo habiacutea encontrado un tono de voz cauteloso que ella oiacutea sin despertar y me contestaba con un lenguaje natural del cuerpo Sus estados de aacutenimo se le notaban en el modo de dormir De exhausta y montaraz que habiacutea sido al principio fue hacieacutendose a una paz interior que embelleciacutea su rostro y enriqueciacutea su suentildeo Le contaba mi vida le leiacutea al oiacutedo los borradores de mis notas dominicales en las que estaba ella sin decirlo y soacutelo ella

Por esa eacutepoca le dejeacute en la almohada unos zarcillos de esmeraldas que fueron de mi madre Los llevoacute puestos en la cita siguiente y no le luciacutean Le lleveacute despueacutes unos pendientes maacutes adecuados para el color de su piel Le expliqueacute Los primeros que te traje no te quedaban bien por tu tipo y el corte del cabello Estos te iraacuten mejor No llevoacute ninguno en las dos citas siguientes pero a la tercera se puso los que le habiacutea indicado Asiacute empeceacute a entender que no obedeciacutea a mis oacuterdenes pero aguardaba la ocasioacuten para complacerme Por esos diacuteas me sentiacute tan habituado a aquel geacutenero de vida domeacutestica que no seguiacute durmiendo desnudo sino que lleveacute las piyamas de seda china que habiacutea dejado de usar por no tener para quieacuten quitaacutermelas

Empeceacute a leerle El principito de Saint-Exupeacutery un autor franceacutes que el mundo entero admira maacutes que los franceses Fue el primero que la entretuvo sin despertarla hasta el punto de que tuve que ir dos diacuteas continuos para acabar de leeacuterselo Seguimos con los Cuentos de Perrault la Historia sagrada Las mil y una noches en una versioacuten desinfectada para nintildeos y por las diferencias entre uno y otro me di cuenta de que su suentildeo teniacutea diversos grados de profundidad seguacuten su intereacutes por las lecturas Cuando sentiacutea que habiacutea tocado fondo apagaba la luz y me dormiacutea abrazado a ella hasta que cantaban los gallos

Me sentiacutea tan feliz que la besaba en los paacuterpados muy suave y una noche ocurrioacute como una luz en el cielo sonrioacute por primera vez Maacutes tarde sin ninguacuten motivo se revolvioacute en la cama me dio la espalda y dijo disgustada Fue Isabel la que hizo llorar a los caracoles Exaltado por la ilusioacuten de un diaacutelogo le pregunteacute en el mismo tono iquestDe quieacuten eran No contestoacute Su voz teniacutea un rastro plebeyo como si no fuera suya sino de alguien ajeno que llevaba dentro Toda sombra de duda desaparecioacute entonces de mi alma la preferiacutea dormida

Mi uacutenico problema era el gato Estaba inapetente y hurantildeo y llevaba dos diacuteas sin levantar cabeza en su rincoacuten habitual y me tiroacute un zarpazo de fiera herida cuando

JUAN CARLOS 161104
zarcillo1 (Del lat circellus circulito) m Pendiente arete13
JUAN CARLOS 161104
montaraz (De monte y -araz) adj Que anda o estaacute hecho a andar por los montes o se ha criado en ellos || 2 Se dice del genio y propiedades agrestes groseras y feroces || 3 m Guarda de montes o heredades || 4 Sal Mayordomo de campo capataz que tiene a su cargo las labores y los ganados

Memorias de mis putas tristes 33 ______________________________________________________________________________________quise ponerlo en su canasto de mimbre para que Damiana lo llevara con el veterinario Apenas logroacute someterlo y se lo llevoacute pataleando dentro de un saco de fique Al cabo de un rato me llamoacute desde el criadero para decirme que no habiacutea maacutes remedio que sacrificarlo y necesitaban mi orden iquestPor queacute Porque ya estaacute muy viejo dijo Damiana Penseacute con rabia que a miacute tambieacuten podiacutean asarme vivo en un horno de gatos Me sentiacute inerme entre dos fuegos no habiacutea aprendido a querer el gato pero tampoco teniacutea corazoacuten para ordenar que lo mataran soacutelo porque era viejoiquestDoacutende lo deciacutea el manual

El incidente me conmocionoacute tanto que escribiacute una nota para el domingo con un tiacutetulo usurpado a Neruda iquestEs el gato un miacutenimo tigre de saloacuten La nota dio origen a una nueva campantildea que otra vez dividioacute a los lectores en favor y en contra de los gatos En cinco diacuteas prevalecioacute la tesis de que podiacutea ser liacutecito sacrificar un gato por razones de salud puacuteblica pero no porque estuviera viejo

Despueacutes de la muerte de mi madre me desvelaba el terror de que alguien me tocara mientras dormiacutea Una noche la sentiacute pero su voz me devolvioacute el sosiego Figlio mioacute poveretto Volviacute a sentirlo una madrugada en el cuarto de Delgadina y me retorciacute de gozo creyendo que ella me habiacutea tocado Pero no era Rosa Cabarcas en la oscuridad Viacutestete y ven conmigo me dijo tengo un problema serio

Asiacute era y maacutes serio de lo que pude imaginar A uno de los clientes grandes de la casa lo habiacutean asesinado a puntildealadas en el primer cuarto del pabelloacuten El asesino habiacutea escapado El cadaacutever enorme desnudo pero con los zapatos puestos teniacutea una palidez de pollo al vapor en la cama empapada de sangre Lo reconociacute de entrada era JMB un banquero grande famoso por su apostura su simpatiacutea y su buen vestir y sobre todo por la pulcritud de su hogar Teniacutea en el cuello dos heridas moradas como labios y una zanja en el vientre que no habiacutea acabado de sangrar Todaviacutea no empezaba el rigor Maacutes que sus heridas me impresionoacute que teniacutea un preservativo puesto y al parecer sin usar en el sexo desmirriado por la muerte

Rosa Cabarcas no sabiacutea con quieacuten iba porque tambieacuten eacutel teniacutea el privilegio de entrar por el portoacuten del huerto No se descartaba la sospecha de que su pareja fuera otro hombre Lo uacutenico que la duentildea queriacutea de miacute era que la ayudara a vestir el cadaacutever Estaba tan segura que me inquietoacute la idea de que la muerte fuera para ella un asunto de cocina No hay nada maacutes difiacutecil que vestir a un muerto le dije Lo he hecho a pasto de Dios replicoacute ella Es faacutecil si alguien me lo sostiene Le hice ver iquestTe imaginas quieacuten va a creer en un cuerpo tasajeado a cuchilladas dentro de un vestido intacto de caballero ingleacutes

Tembleacute por Delgadina Lo mejor seraacute que te la lleves tuacute me dijo Rosa Cabarcas Primero muerto le dije con la saliva helada Ella lo percibioacute y no pudo ocultar su desdeacuten iexclEstaacutes temblando Por ella dije aunque soacutelo era verdad a medias Aviacutesale que se vaya antes de que llegue nadie De acuerdo dijo ella aunque a ti como periodista no te pasaraacute nada Ni a ti tampoco le dije con cierto rencor Eres el uacutenico liberal que manda en este gobierno

La ciudad codiciada por su naturaleza paciacutefica y su seguridad congeacutenita arrastraba la desgracia de un asesinato escandaloso y atroz cada antildeo Aqueacutel no lo fue La noticia oficial en titulares excesivos y parca en detalles deciacutea que al joven banquero lo habiacutean asaltado y muerto a cuchilladas en la carretera de Pradomar por motivos

Memorias de mis putas tristes 34 ______________________________________________________________________________________incomprensibles No teniacutea enemigos El comunicado del gobierno sentildealaba como presuntos asesinos a refugiados del interior del paiacutes que estaban desatando una oleada de delincuencia comuacuten extrantildea al espiacuteritu ciacutevico de la poblacioacuten En las primeras horas hubo maacutes de cincuenta detenidos

Acudiacute escandalizado con el redactor judicial un periodista tiacutepico de los antildeos veinte con visera de celuloide verde y ligas en las mangas que presumiacutea de anticiparse a los hechos Sin embargo soacutelo conociacutea unas hilachas sueltas del crimen y yo se las completeacute hasta donde me fue prudente Asiacute escribimos cinco cuartillas a cuatro manos para una noticia de ocho columnas en primera paacutegina atribuida al fantasma eterno de las fuentes que nos merecen entero creacutedito Pero al Abominable Hombre de las Nueve -el censor- no le tembloacute el pulso para imponer la versioacuten oficial de que habiacutea sido un asalto de bandoleros liberales Yo me laveacute la conciencia con un centildeo de pesadumbre en el entierro maacutes ciacutenico y concurrido del siglo

Cuando regreseacute a casa aquella noche llameacute a Rosa Cabarcas para averiguar queacute habiacutea pasado con Delgadina pero no contestoacute el teleacutefono en cuatro diacuteas Al quinto fui a su casa con los dientes apretados Las puertas estaban selladas pero no por la policiacutea sino por la Sanidad Nadie en el vecindario daba noticias de nada Sin ninguacuten indicio de Delgadina me di a una buacutesqueda encarnizada y a veces ridiacutecula que me dejoacute acezante Paseacute diacuteas enteros observando a las joacutevenes ciclistas desde los escantildeos de un parque polvoriento donde los nintildeos jugaban a encaramarse en la estatua descascarada de Simoacuten Boliacutevar Pasaban pedaleando como venadas bellas disponibles listas para ser atrapadas a la gallina ciega Cuando se me acaboacute la esperanza me refugieacute en la paz de los boleros Fue como un bebedizo emponzontildeado cada palabra era ella Siempre habiacutea necesitado el silencio para escribir porque mi mente atendiacutea maacutes a la muacutesica que a la escritura Entonces fue al reveacutes soacutelo pude escribir a la sombra de los boleros Mi vida se llenoacute de ella Las notas que escribiacute aquellas dos semanas fueron modelos en clave para cartas de amor El jefe de redaccioacuten contrariado con la avalancha de respuestas me pidioacute que moderara el amor mientras pensaacutebamos coacutemo consolar a tantos lectores enamorados

La falta de sosiego acaboacute con el rigor de mis diacuteas Despertaba a las cinco pero me quedaba en la penumbra del cuarto imaginando a Delgadina en su vida irreal de levantar a sus hermanos vestirlos para la escuela darles el desayuno si lo habiacutea y atravesar la ciudad en bicicleta para cumplir la condena de coser botones Me pregunteacute asombrado iquestQueacute piensa una mujer mientras pega un botoacuten iquestPensaba en miacute iquestTambieacuten ella buscaba a Rosa Cabarcas para dar conmigo Paseacute hasta una semana sin quitarme el mameluco de mecaacutenico ni de diacutea ni de noche sin bantildearme sin afeitarme sin cepillarme los dientes porque el amor me ensentildeoacute demasiado tarde que uno se arregla para alguien se viste y se perfuma para alguien y yo nunca habiacutea tenido para quieacuten Damiana creyoacute que estaba enfermo cuando me encontroacute desnudo en la hamaca a las diez de la mantildeana La vi con los ojos turbios de la codicia y la inviteacute a revolearnos desnudos Ella con un desprecio me dijo

-iquestYa pensoacute lo que va a hacer si le digo que siacute

Asiacute supe hasta queacute punto me habiacutea corrompido el sufrimiento No me reconociacutea a miacute mismo en mi dolor de adolescente No volviacute a salir de la casa por no descuidar el teleacutefono Escribiacutea sin descolgarlo y al primer timbrazo le saltaba encima pensando

Memorias de mis putas tristes 35 ______________________________________________________________________________________que pudiera ser Rosa Cabarcas Interrumpiacutea a cada rato lo que estuviera haciendo para llamarla e insistiacute diacuteas enteros hasta comprender que era un teleacutefono sin corazoacuten

Al volver a casa una tarde de lluvia encontreacute el gato enroscado en la escalinata del portoacuten Estaba sucio y maltrecho y con una mansedumbre de laacutestima El manual me hizo ver que estaba enfermo y seguiacute sus normas para alentarlo De golpe mientras descabezaba un suentildeecito de siesta me despabiloacute la idea de que pudiera conducirme a la casa de Delgadina Lo lleveacute en una bolsa de mercado hasta la tienda de Rosa Cabarcas que seguiacutea sellada y sin indicios de vida pero se revolvioacute en el talego con tanto iacutempetu que logroacute escapar saltoacute la tapia del huerto y desaparecioacute entre los aacuterboles Toqueacute al portoacuten con el puntildeo y una voz militar preguntoacute sin abrir iquestQuieacuten vive Gente de paz dije yo para no ser menos Ando en pos de la duentildea No hay duentildea dijo la voz Por lo menos aacutebrame para coger el gato insistiacute No hay gato dijo Pregunteacute iquestQuieacuten es usted

-Nadie -dijo la voz

Siempre habiacutea entendido que morirse de amor no era maacutes que una licencia poeacutetica Aquella tarde de regreso a casa otra vez sin el gato y sin ella comprobeacute que no soacutelo era posible morirse sino que yo mismo viejo y sin nadie estaba murieacutendome de amor Pero tambieacuten me di cuenta de que era vaacutelida la verdad contraria no habriacutea cambiado por nada del mundo las delicias de mi pesadumbre Habiacutea perdido maacutes de quince antildeos tratando de traducir los cantos de Leopardi y soacutelo aquella tarde los sentiacute a fondo Ay de miacute si es amor cuaacutento atormenta

Mi entrada al perioacutedico en mameluco y mal afeitado despertoacute ciertas dudas sobre mi estado mental La casa remodelada con cabinas individuales de vidrio y luces cenitales pareciacutea una cliacutenica de maternidad El clima artificial callado y confortable invitaba a hablar en susurros y caminar en puntillas En el vestiacutebulo como virreyes muertos estaban los retratos al oacuteleo de los tres directores vitalicios y las fotografiacuteas de visitantes ilustres La enorme sala principal estaba presidida por la fotografiacutea gigantesca de la redaccioacuten actual tomada la tarde de mi cumpleantildeos No pude evitar la comparacioacuten mental con la otra de mis treinta antildeos y una vez maacutes comprobeacute con horror que se envejece maacutes y peor en los retratos que en la realidad La secretaria que me habiacutea besado la tarde del cumpleantildeos me preguntoacute si estaba enfermo Fui feliz de contestarle la verdad para que no la creyera Enfermo de amor Ella dijo iexclLaacutestima que no sea por miacute Yo le correspondiacute el cumplido No esteacute tan segura

El redactor judicial salioacute de su cabina gritando que habiacutea dos cadaacuteveres de muchachas sin identificar en el anfiteatro municipal Le pregunteacute asustado iquestDe queacute edad Joacutevenes dijo eacutel Pueden ser refugiadas del interior perseguidas hasta aquiacute por matones del reacutegimen Respireacute aliviado La situacioacuten nos invade en silencio como una mancha de sangre dije El redactor judicial ya lejos gritoacute

-De sangre no maestro de mierda

Algo peor me ocurrioacute diacuteas despueacutes cuando una muchacha instantaacutenea con una canasta igual a la del gato pasoacute como un escalofriacuteo frente a la libreriacutea Mundo La perseguiacute a codazos por entre la muchedumbre en el fragor de las doce del diacutea Era muy bella de trancos largos y con una fluidez para abrirse camino entre el gentiacuteo

Memorias de mis putas tristes 36 ______________________________________________________________________________________que me costoacute trabajo alcanzarla Por fin la rebaseacute y la mireacute de frente Ella me apartoacute con la mano sin detenerse ni pedir perdoacuten No era la que creiacutea pero su altivez me dolioacute como si lo fuera Comprendiacute entonces que no seriacutea capaz de reconocer a Delgadina despierta y vestida ni ella podiacutea saber quieacuten era yo si nunca me habiacutea visto En un acto de locura tejiacute durante tres diacuteas doce pares de zapatitos azules y rosados para recieacuten nacidos tratando de darme valor para no escuchar ni cantar ni recordar las canciones que me recordaban a ella

La verdad era que no podiacutea con mi alma y empezaba a tomar conciencia de la vejez por mis flaquezas frente al amor Una prueba todaviacutea maacutes dramaacutetica la tuve cuando un autobuacutes de servicio puacuteblico arrolloacute una ciclista en el puro centro comercial Acababan de llevaacutersela en una ambulancia y la magnitud de la tragedia se apreciaba por el estado de chatarra en que quedoacute la bicicleta sobre un charco de sangre viva Pero mi impresioacuten no fue tanta por los destrozos de la bicicleta como por la marca el modelo y el color No podiacutea ser otra que la que yo mismo le habiacutea regalado a Delgadina

Los testigos coincidieron en que la ciclista herida era muy joven alta y delgada y con el cabello corto y rizado Aturdido tomeacute el primer taxi que pasoacute y me hice llevar al hospital de Caridad un viejo edificio de muros ocres que pareciacutea una caacutercel encallada en un arenal Necesiteacute media hora para entrar y otra maacutes para salir de un patio fragante de aacuterboles frutales donde una mujer atribulada se me atravesoacute en el camino me miroacute a los ojos y exclamoacute

-Yo soy la que no buscas

Soacutelo entonces recordeacute que era alliacute donde viviacutean en libertad los internos mansos del manicomio municipal Tuve que identificarme como periodista ante la direccioacuten del hospital para que un enfermero me condujera al pabelloacuten de urgencias En elcuaderno de ingresos estaban los datos Rosalba Riacuteos dieciseacuteis antildeos sin oficio conocido Diagnoacutestico conmocioacuten cerebral Pronoacutestico reservado Pregunteacute al jefe del pabelloacuten si podiacutea verla con la esperanza iacutentima de que me dijeran que no pero me llevaron encantados por si queriacutea escribir sobre el estado de abandono del hospital

Atravesamos una sala abigarrada con un fuerte olor de aacutecido feacutenico y los enfermos apelotonados en las camas Al fondo en un cuarto solo tendida en una camilla metaacutelica estaba la que buscaacutebamos Teniacutea el craacuteneo cubierto de vendas la cara indescifrable gonfia y amoratada pero me bastoacute con verle los pies para saber que no era Soacutelo entonces se me ocurrioacute preguntarme iquestQueacute habriacutea hecho yo si hubiera sido ella

Todaviacutea enredado en las telarantildeas de la noche tuve el valor de ir el diacutea siguiente a la faacutebrica de camisas donde Rosa Cabarcas habiacutea dicho alguna vez que trabajaba la nintildea y le pediacute al propietario que nos mostrara sus instalaciones como modelo para un proyecto continental de las Naciones Unidas Era un libaneacutes paquideacutermico y taciturno que nos abrioacute las puertas de su reino con la ilusioacuten de ser un ejemplo universal

Trescientas joacutevenes de blusas blancas con la ceniza del mieacutercoles en la frente cosiacutean botones en la vasta nave iluminada Cuando nos vieron entrar se irguieron

Memorias de mis putas tristes 37 ______________________________________________________________________________________como colegialas y nos observaron de reojo mientras el gerente explicaba sus aportes al arte inmemorial de pegar botones Yo escrutaba las caras de cada una con el pavor de descubrir a Delgadina vestida y despierta Pero fue una de ellas la que me descubrioacute a miacute con la mirada temible de la admiracioacuten sin clemencia

-Diacutegame sentildeor iquestno es usted el que escribe las cartas de amor en el perioacutedico

Nunca me hubiera imaginado que una nintildea dormida pudiera causar en uno semejantes estragos Escapeacute de la faacutebrica sin despedirme ni pensar siquiera si alguna de aquellas viacutergenes de purgatorio era por fin la que buscaba Cuando saliacute de ahiacute el uacutenico sentimiento que me quedaba en la vida eran las ganas de llorar

Rosa Cabarcas llamoacute al cabo de un mes con una explicacioacuten increiacuteble se habiacutea tomado un merecido descanso en Cartagena de Indias despueacutes del asesinato del banquero No le creiacute desde luego pero la feliciteacute por su suerte y la dejeacute explayarse en su mentira antes de hacerle la pregunta que me borboritaba en el corazoacuten

-iquestY ella

Rosa Cabarcas hizo un silencio largo Ahiacute estaacute dijo al fin pero su voz se hizo evasiva Hay que esperar un tiempo iquestCuaacutento Ni idea ya te avisareacute Sentiacute que se me iba y la pareacute en seco Espeacuterate dame alguna luz No hay luz dijo ella y concluyoacute Ten cuidado puedes perjudicarte tuacute y sobre todo perjudicarla a ella Yo no estaba para esa clase de remilgos Le supliqueacute aunque fuera una oportunidad de acercarme a la verdad Al fin y al cabo le dije somos coacutemplices Ella no dio un paso maacutes Caacutelmate me dijo la nintildea estaacute bien y esperando que la llame pero ahora mismo no hay nada que hacer ni voy a decir nada maacutes Adioacutes

Me quedeacute con el teleacutefono en la mano sin saber por doacutende seguir pues tambieacuten la conociacutea bastante para pensar que no conseguiriacutea nada de ella si no era por las buenas Despueacutes del mediodiacutea me di una vuelta furtiva por su casa maacutes confiado en la casualidad que en la razoacuten y la encontreacute todaviacutea cerrada y con los sellos de la Sanidad Penseacute que Rosa Cabarcas me habiacutea telefoneado de otra parte tal vez de otra ciudad y la sola idea me llenoacute de presagios turbios No obstante a las seis de la tarde cuando menos lo esperaba me soltoacute por teleacutefono mi propio santo y sentildea

-Bueno ahora siacute

A las diez de la noche tembloroso y con los labios mordidos para no llorar fui cargado de cajas de chocolates suizos turrones y caramelos y una canasta de rosas ardientes para cubrir la cama La puerta estaba entreabierta las luces encendidas y en el radio se diluiacutea a medio volumen la sonata nuacutemero uno para violiacuten y piano de Brahms Delgadina en la cama estaba tan radiante y distinta que me costoacute trabajo reconocerla

Habiacutea crecido pero no se le notaba en la estatura sino en una madurez intensa que la haciacutea parecer con dos o tres antildeos maacutes y maacutes desnuda que nunca Sus poacutemulos altos la piel tostada por soles de mar bravo los labios finos y el cabello corto y rizado le infundiacutean a su rostro el resplandor androacutegino del Apolo de Praxiacuteteles Pero no habiacutea equiacutevoco posible porque sus senos habiacutean crecido hasta el punto de que no me cabiacutean en la mano sus caderas habiacutean acabado de formarse y sus huesos se

Memorias de mis putas tristes 38 ______________________________________________________________________________________habiacutean vuelto maacutes firmes y armoacutenicos Me encantaron aquellos aciertos de la naturaleza pero me aturdieron los artificios las pestantildeas postizas las untildeas de las manos y los pies esmaltadas de naacutecar y un perfume de a dos cuartillos que no teniacutea nada que ver con el amor Sin embargo lo que me sacoacute de quicio fue la fortuna que llevaba encima pendientes de oro con gajos de esmeraldas un collar de perlas naturales una pulsera de oro con resplandores de diamantes y anillos con piedras legiacutetimas en todos los dedos En la silla estaba su traje de nochera con lentejuelas y bordados y las zapatillas de raso Un vapor raro me subioacute de las entrantildeas

-iexclPuta -griteacute

Pues el diablo me soploacute en el oiacutedo un pensamiento siniestro Y fue asiacute la noche del crimen Rosa Cabarcas no debioacute tener tiempo ni serenidad para prevenir a la nintildea y la policiacutea la encontroacute en el cuarto sola menor de edad y sin coartada Nadie igual a Rosa Cabarcas para una situacioacuten como aqueacutella le vendioacute la virginidad de la nintildea a alguno de sus grandes cacaos a cambio de que a ella la sacaran limpia del crimen Lo primero claro fue desaparecer mientras se aplacaba el escaacutendalo iexclQueacute maravilla Una luna de miel para tres ellos dos en la cama y Rosa Cabarcas en una terraza de lujo disfrutando de su impunidad feliz Ciego de una furia insensata fui reventando contra las paredes cada cosa del cuarto las laacutemparas el radio el ventilador los espejos las jarras los vasos Lo hice sin prisa pero sin pausas con un grande estropicio y una embriaguez metoacutedica que me salvoacute la vida La nintildea dio un salto al primer estallido pero no me miroacute sino que se enroscoacute de espaldas a miacute y asiacute permanecioacute con espasmos entrecortados hasta que cesoacute el estropicio Las gallinas en el patio y los perros de la madrugada aumentaron el escaacutendalo Con la cegadora lucidez de la coacutelera tuve la inspiracioacuten final de prenderle fuego a la casa cuando aparecioacute en la puerta la figura impasible de Rosa Cabarcas en camisa de dormir No dijo nada Hizo con la vista el inventario del desastre y comproboacute que la nintildea estaba enroscada sobre siacute misma como un caracol y con la cabeza escondida entre los brazos aterrada pero intacta

-iexclDios miacuteo -exclamoacute Rosa Cabarcas- iexclQueacute no hubiera dado yo por un amor como eacuteste

Me midioacute de cuerpo entero con una mirada de misericordia y me ordenoacute Vamos La seguiacute hasta la casa me sirvioacute un vaso de agua en silencio me hizo una sentildea de que me sentara frente a ella y me puso en confesioacuten Bueno me dijo ahora poacutertate como un adulto y cueacutentame iquestqueacute te pasa

Le conteacute con lo que teniacutea como mi verdad revelada Rosa Cabarcas me escuchoacute en silencio sin asombro y por fin parecioacute iluminada Queacute maravilla dijo Siempre he dicho que los celos saben maacutes que la verdad Y entonces me contoacute la realidad sin reservas En efecto dijo en su ofuscacioacuten de la noche del crimen se habiacutea olvidado de la nintildea dormida en el cuarto Uno de sus clientes abogado del muerto ademaacutes repartioacute prebendas y sobornos a cuatro manos e invitoacute a Rosa Cabarcas a un hotel de reposo de Cartagena de Indias mientras se disipaba el escaacutendalo Creacuteeme dijo Rosa Cabarcas que en todo este tiempo no dejeacute de pensar ni un momento en ti y en la nintildea Volviacute antier y lo primero que hice fue llamarte por teleacutefono pero nadie contestoacute En cambio la nintildea vino enseguida y en tan mal estado que te la bantildeeacute te la vestiacute y te la mandeacute al saloacuten de belleza con la orden de que la arreglaran como una reina Ya viste coacutemo perfecta iquestLa ropa de lujo Son los trajes que les alquilo a mis

Memorias de mis putas tristes 39 ______________________________________________________________________________________pupilas maacutes pobres cuando tienen que ir a bailar con sus clientes iquestLas joyas Son las miacuteas dijo Basta con tocarlas para darse cuenta de que son diamantes de vidrio y estoperoles de hojalata De modo que no jodas concluyoacute Anda despieacutertala piacutedele perdoacuten y hazte cargo de ella de una vez Nadie merece ser maacutes feliz que ustedes

Hice un esfuerzo sobrenatural para creerle pero pudo maacutes el amor que la razoacuten iexclPutas le dije atormentado por el fuego vivo que me abrasaba las entrantildeas iexclEso es lo que son ustedes griteacute iexclPutas de mierda No quiero saber nada maacutes de tiacute ni de ninguna otra guaricha en el mundo y menos de ella Le hice desde la puerta una sentildeal de adioacutes para siempre Rosa Cabarcas no lo dudoacute

-Vete con Dios -me dijo con un rictus de tristeza y volvioacute a su vida real- De todos modos te pasareacute la cuenta del desmadre que me hiciste en el cuarto

Memorias de mis putas tristes 40 ______________________________________________________________________________________

5

Leyendo Los idus de marzo encontreacute una frase siniestra que el autor atribuye a Julio Ceacutesar Es imposible no terminar siendo como los otros creen que uno es No pude comprobar su verdadero origen en la propia obra de Julio Ceacutesar ni en las obras de sus bioacutegrafos desde Suetonio hasta Carcopino pero valioacute la pena conocerla Su fatalismo aplicado al curso de mi vida en los meses siguientes fue lo que me dio la determinacioacuten que me haciacutea falta no soacutelo para escribir esta memoria sino para empezarla sin pudores con el amor de Delgadina

No teniacutea un instante de sosiego apenas si probaba bocado y perdiacute tanto peso que no se me teniacutean los pantalones en la cintura Los dolores erraacuteticos se me quedaron en los huesos cambiaba de aacutenimo sin razoacuten pasaba las noches en un estado de deslumbramiento que no me permitiacutea leer ni escuchar muacutesica y en cambio se me iba el diacutea cabeceando por una somnolencia sonsa que no serviacutea para dormir

El alivio me cayoacute del cielo En la atestada goacutendola de Loma Fresca una vecina de asiento que no habiacutea visto subir me susurroacute al oiacutedo iquestTodaviacutea tiras Era Casilda Armenia un viejo amor de a tres por cinco que me habiacutea soportado como cliente asiduo desde que era una adolescente altiva Una vez retirada medio enferma y sin un clavo se habiacutea casado con un hortelano chino que le dio nombre y apoyo y quizaacutes un poco de amor A los setenta y tres antildeos teniacutea el peso de siempre seguiacutea bella y de caraacutecter fuerte y conservaba intacto el desparpajo del oficio

Me llevoacute a su casa una huerta de chinos en una colina de la carretera al mar Nos sentamos en las sillas de playa de la terraza umbriacutea entre helechos y frondas de astromelias y jaulas de paacutejaros colgadas en el alero En la falda de la colina se veiacutean los hortelanos chinos con sombreros de cono sembrando las hortalizas bajo el sol abrasante y el pieacutelago gris de las Bocas de Ceniza con los dos tajamares de rocas que canalizan el riacuteo varias leguas en el mar Mientras conversaacutebamos vimos entrar un trasatlaacutentico blanco por la desembocadura y lo seguimos callados hasta oiacuter su bramido de toro luacutegubre en el puerto fluvial Ella suspiroacute iquestTe das cuenta En maacutes de medio siglo es la primera vez que no te recibo la visita en la cama Ya somos otros dije Ella prosiguioacute sin oiacuterme Cada vez que dicen cosas de ti en el radio que te elogian por el carintildeo que te tiene la gente y te llaman maestro del amor imagiacutenate pienso que nadie te conocioacute tus gracias y tus mantildeas tan bien como yo En serio dijo nadie hubiera podido soportarte mejor

No resistiacute maacutes Ella lo sintioacute vio mis ojos huacutemedos de laacutegrimas y soacutelo entonces debioacute descubrir que ya no era el que fui y le sostuve la mirada con un valor del que

Memorias de mis putas tristes 41 ______________________________________________________________________________________nunca me creiacute capaz Es que me estoy volviendo viejo le dijeYa lo estamos suspiroacute ella Lo que pasa es que uno no lo siente por dentro pero desde fuera todo el mundo lo ve

Era imposible no abrirle el corazoacuten asiacute que le conteacute la historia completa que me ardiacutea en las entrantildeas desde mi primera llamada a Rosa Cabarcas la viacutespera de mis noventa antildeos hasta la noche traacutegica en que hice antildeicos el cuarto y no regreseacute maacutes Ella me oyoacute el desahogo como si estuviera vivieacutendolo lo rumioacute muy despacio y por fin sonrioacute

-Haz lo que quieras pero no pierdas a esa criatura -me dijo- No hay peor desgracia que morir solo

Fuimos a Puerto Colombia en el trenecito de juguete tan despacioso como un caballo Almorzamos frente al muelle de maderas carcomidas por donde habiacutea entrado el mundo entero al paiacutes antes que se dragaran las Bocas de Ceniza Nos sentamos bajo un cobertizo de palma donde las grandes matronas negras serviacutean pargos fritos con arroz de coco y tajadas de plaacutetano verde Dormitamos en el sopor denso de las dos y seguimos conversando hasta que se hundioacute en el mar el inmenso sol de candela La realidad me pareciacutea fantaacutestica Mira adonde ha venido a dar nuestra luna de miel se burloacute ella Pero prosiguioacute en serio Hoy miro para atraacutes veo la fila de miles de hombres que pasaron por mis camas y dariacutea el alma por haberme quedado aunque fuera con el peor Gracias a Dios encontreacute mi chino a tiempo Es como estar casada con el dedo mentildeique pero es soacutelo miacuteo

Me miroacute a los ojos midioacute mi reaccioacuten a lo que acababa de contarme y me dijo Asiacute que vete a buscar ahora mismo a esa pobre criatura aunque sea verdad lo que te dicen los celos sea como sea que lo bailado no te lo quita nadie Pero eso siacute sin romanticismos de abuelo Despieacutertala tiacuteratela hasta por las orejas con esa pinga de burro con que te premioacute el diablo por tu cobardiacutea y tu mezquindad En serio terminoacute con el alma no te vayas a morir sin probar la maravilla de tirar con amor

El pulso me temblaba al diacutea siguiente cuando marqueacute el nuacutemero del teleacutefono Tanto por la tensioacuten del reencuentro con Delgadina como por la incertidumbre de la forma en que Rosa Cabarcas me respondiera Habiacuteamos tenido una disputa seria por el abuso con que tasoacute los destrozos que hice en su cuarto Tuve que vender uno de los cuadros maacutes amados de mi madre cuyo valor se calculaba en una fortuna pero a la hora de la verdad no llegoacute a un deacutecimo de mis ilusiones

Aumenteacute la suma con el resto de mis ahorros y se la lleveacute a Rosa Cabarcas con una consigna inapelable Lo tomas o lo dejas Fue un acto suicida porque soacutelo con vender uno de mis secretos ella habriacutea aniquilado mi buen nombre Pero no respingoacute sino que se quedoacute con los cuadros que habiacutea tomado en prenda la noche del pleito Fui el perdedor absoluto en una sola jugada me quedeacute sin Delgadina sin Rosa Cabarcas y sin mis uacuteltimos ahorros Sin embargo oiacute el timbre del teleacutefono una vez dos veces tres y por fin ella iquestA ver No me salioacute la voz Colgueacute Me echeacute en la hamaca tratando de serenarme con la liacuterica asceacutetica de Satie y sudeacute tanto que el lienzo quedoacute empapado Hasta el diacutea siguiente no tuve el valor de llamar

-Bueno mujer -dije con voz firme- Hoy siacute

Memorias de mis putas tristes 42 ______________________________________________________________________________________Rosa Cabarcas coacutemo no estaba maacutes allaacute de todo Ay mi sabio triste suspiroacute con su aacutenimo invencible te pierdes dos meses y soacutelo vuelves para pedir ilusiones Me contoacute que no habiacutea visto a Delgadina desde haciacutea maacutes de un mes que pareciacutea tan repuesta del susto de mis estropicios que ni siquiera habloacute de ellos ni preguntoacute por miacute y estaba muy contenta en un nuevo empleo maacutes coacutemodo y mejor pagado que coser botones Una oleada de fuego vivo me quemoacute las entrantildeas Soacutelo puede ser de puta dije Rosa me replicoacute sin pestantildeear No seas bruto si asiacute fuera estariacutea aquiacute iquestO doacutende podriacutea estar mejor La rapidez de su loacutegica me agravoacute la duda iquestY coacutemo seacute que no estaacute ahiacute En ese caso replicoacute ella lo que maacutes te conviene es no saberlo iquestO no Una vez maacutes la odieacute Ella a prueba de erosiones prometioacute rastrear a la nintildea Sin muchas esperanzas porque el teleacutefono de la vecina donde la llamaba seguiacutea cortado y no teniacutea la menor idea de doacutende viviacutea Pero no era para echarse a morir queacute carajo dijo te llamo en una hora

Fue una hora de tres diacuteas pero encontroacute a la nintildea disponible y sana Volviacute avergonzado y la beseacute palmo a palmo como penitencia desde las doce de la noche hasta que cantaron los gallos Un perdoacuten largo que me prometiacute seguir repitiendo para siempre y fue como empezar otra vez por el principio El cuarto habiacutea sido desmantelado y el mal uso habiacutea acabado con todo lo que yo habiacutea puesto Ella lo habiacutea dejado asiacute y me dijo que cualquier mejora teniacutea que hacerla yo por lo que estaba debieacutendole Sin embargo mi situacioacuten econoacutemica tocaba fondo El dinero de las jubilaciones alcanzaba cada vez para menos Las pocas cosas vendibles que quedaban en la casa -salvo las joyas sagradas de mi madre- careciacutean de valor comercial y nada era bastante viejo para ser antiguo En tiempos mejores el gobernador me habiacutea hecho la oferta tentadora de comprarme en bloque los libros de los claacutesicos griegos latinos y espantildeoles para la Biblioteca Departamental pero no tuve corazoacuten para venderlos Despueacutes con los cambios poliacuteticos y el deterioro del mundo nadie del gobierno pensaba en las artes ni las letras Cansado de buscar una solucioacuten decente me echeacute al bolsillo las joyas que Delgadina me habiacutea devuelto y me fui a empentildearlas en un callejoacuten siniestro que conduciacutea al mercado puacuteblico Con aires de sabio distraiacutedo recorriacute varias veces aquel tugurio atiborrado de cantinas de mala muerte libreriacuteas de viejo y casas de empentildeo pero la dignidad de Florina de Dios me cerroacute el paso no me atreviacute Entonces decidiacute venderlas con la frente en alto a la joyeriacutea maacutes antigua y acreditada

El dependiente me hizo algunas preguntas mientras examinaba las joyas con su monoacuteculo Teniacutea la conducta el estilo y el pavor de un meacutedico Le expliqueacute que eran joyas heredadas de mi madre El aprobaba con un gruntildeido cada una de mis explicaciones y por fin se quitoacute el monoacuteculo

-Lo siento -dijo- pero son culos de botellas

Ante mi sorpresa me explicoacute con una suave conmiseracioacuten Menos mal que el oro es oro y el platino es platino Me toqueacute el bolsillo para asegurarme de que llevaba las facturas de compra y dije sin resabios

-Pues fueron compradas en esta noble casa hace maacutes de cien antildeos

El no se inmutoacute Suele suceder dijo que en las joyas hereditarias vayan desapareciendo las piedras maacutes valiosas con el paso del tiempo sustituidas por diacutescolos de la familia o por joyeros bandidos y soacutelo cuando alguien trata de

Memorias de mis putas tristes 43 ______________________________________________________________________________________venderlas se descubre el fraude Pero permiacutetame un segundo dijo y se llevoacute las joyas por la puerta del fondo Al cabo de un momento regresoacute y sin explicacioacuten alguna me indicoacute que me sentara en la silla de espera y siguioacute trabajando

Examineacute la tienda Habiacutea ido con mi madre varias veces y recordaba una frase recurrente No se lo digas a tu papaacute De pronto se me ocurrioacute una idea que me crispoacute iquestno seriacutea que Rosa Cabarcas y Delgadina de comuacuten acuerdo habiacutean vendido las piedras legiacutetimas y me devolvieron las joyas con las piedras falsas

Estaba ardiendo en dudas cuando una secretaria me invitoacute a seguirla por la misma puerta del fondo hasta una oficina pequentildea con una larga estanteriacutea de gruesos voluacutemenes Un beduino colosal se levantoacute en el escritorio del fondo y me estrechoacute la mano tuteaacutendome con una efusioacuten de viejo amigo Hicimos juntos el bachillerato me dijo a modo de saludo Me fue faacutecil recordarlo era el mejor futbolista de la escuela y campeoacuten de nuestros primeros burdeles Habiacutea dejado de verlo en alguacuten momento incierto y debioacute verme tan decreacutepito que me confundioacute con un condisciacutepulo de su infancia

Sobre el cristal del escritorio teniacutea abierto uno de los mamotretos del archivo donde estaba la memoria de las joyas de mi madre Una relacioacuten exacta con fechas y detalles de que ella en persona habiacutea hecho cambiar las piedras de dos generaciones de hermosas y dignas Cargamantos y habiacutea vendido las legiacutetimas a la misma tienda Esto habiacutea ocurrido cuando el padre del propietario actual estaba al frente de la joyeriacutea y eacutel y yo en la escuela Pero eacutel mismo me tranquilizoacute aquellas triquintildeuelas eran de uso corriente entre las grandes familias en desgracia para resolver urgencias de plata sin sacrificar el honor Ante la realidad cruda preferiacute conservarlas como recuerdo de otra Florina de Dios que nunca conociacute

A principios de julio sentiacute la distancia real de la muerte Mi corazoacuten perdioacute el paso y empeceacute a ver y sentir por todos lados los presagios inequiacutevocos del final El maacutes niacutetido fue en el concierto de Bellas Artes El aire acondicionado habiacutea fallado y la flor y nata de las artes y las letras se cocinaban al bantildeomariacutea en el saloacuten abarrotado pero la magia de la muacutesica era un clima celestial Al final con el Allegretto poco mosso me estremecioacute la revelacioacuten deslumbrante de que estaba escuchando el uacuteltimo concierto que me deparaba el destino antes de morir No sentiacute dolor ni miedo sino la emocioacuten arrasadora de haber alcanzado a vivirlo

Cuando por fin logreacute abrirme camino empapado de sudor a traveacutes de los abrazos y las fotos me encontreacute de manos a boca con Ximena Ortiz como una diosa de cien antildeos en la silla de ruedas Su sola presencia se me imponiacutea como un pecado mortal Teniacutea una tuacutenica de seda color marfil tan tersa como su piel un hilo de perlas legiacutetimas de tres vueltas el cabello color de naacutecar cortado a la moda de los veintes con una punta de ala de gaviota en la mejilla y los grandes ojos amarillos iluminados por la sombra natural de las ojeras Todo en ella contradeciacutea el rumor de que su mente estaba quedaacutendose en blanco por la erosioacuten irredimible de la memoria Petrificado y sin recursos frente a ella me sobrepuse al vaho de fuego que me subioacute a la cara y la saludeacute en silencio con una venia versallesca Ella sonrioacute como una reina y me agarroacute la mano Entonces me di cuenta de que tambieacuten aquello era una coartada del destino y no la perdiacute para sacarme una espina que me estorbaba desde siempre He sontildeado durante antildeos con este momento le dije Ella no parecioacute

Memorias de mis putas tristes 44 ______________________________________________________________________________________entender iexclNo me digas dijo iquestY tuacute quieacuten eres No supe nunca si en verdad lo habiacutea olvidado o si fue la venganza final de su vida

La certidumbre de ser mortal en cambio me habiacutea sorprendido poco antes de los cincuenta antildeos en una ocasioacuten como aqueacutella una noche de carnaval en que bailaba un tango apache con una mujer fenomenal a la que nunca le vi la cara maacutes corpulenta que yo como por cuarenta libras y maacutes alta como de dos palmos que sin embargo se dejaba llevar como una pluma al viento Bailaacutebamos tan apretados que sentiacutea circular su sangre por las venas y me hallaba como adormecido de gusto con su resuello trabajoso su grajo de amoniacuteaco sus tetas de astroacutenoma cuando me sacudioacute por la primera vez y casi me derriboacute por tierra el freacutemito de la muerte Fue como un oraacuteculo brutal en el oiacutedo Hagas lo que hagas en este antildeo o dentro de ciento estaraacutes muerto hasta jamaacutes Ella se separoacute asustada iquestQueacute le pasa Nada le dije tratando de sujetarme el corazoacuten

-Tiemblo por usted

Desde entonces empeceacute a medir la vida no por antildeos sino por deacutecadas La de los cincuenta habiacutea sido decisiva porque tomeacute conciencia de que casi todo el mundo era menor que yo La de los sesenta fue la maacutes intensa por la sospecha de que ya no me quedaba tiempo para equivocarme La de los setenta fue temible por una cierta posibilidad de que fuera la uacuteltima No obstante cuando desperteacute vivo la primera mantildeana de mis noventa antildeos en la cama feliz de Delgadina se me atravesoacute la idea complaciente de que la vida no fuera algo que transcurre como el riacuteo revuelto de Heraacuteclito sino una ocasioacuten uacutenica de voltearse en la parrilla y seguir asaacutendose del otro costado por noventa antildeos maacutes

Me volviacute de laacutegrima faacutecil Cualquier sentimiento que tuviera algo que ver con la ternura me causaba un nudo en la garganta que no siempre lograba dominar y penseacute en renunciar al placer solitario de velar el suentildeo de Delgadina no tanto por la incertidumbre de mi muerte como por el dolor de imaginarla sin miacute en el resto de su vida Uno de aquellos diacuteas inciertos fui a dar por distraccioacuten a la muy noble calle de los Notarios y me sorprendioacute no encontrar nada maacutes que los escombros del viejo hotel de lance donde fui iniciado por la fuerza en las artes del amor poco antes de mis doce antildeos Habiacutea sido una mansioacuten de antiguos navieros espleacutendida como pocas en la ciudad con columnas enchapadas de alabastro y frisos de oropeles alrededor de un patio interior con una cuacutepula de cristales de siete colores que irradiaba un resplandor de invernadero En la planta baja con un portal goacutetico sobre la calle estuvieron por maacutes de un siglo las notariacuteas coloniales en las que trabajoacute prosperoacute y se arruinoacute mi padre en toda una vida de suentildeos fantaacutesticos Las familias histoacutericas abandonaron poco a poco los pisos superiores que terminaron ocupados por una legioacuten de nocheras en desgracia que subiacutean y bajaban hasta el amanecer con los clientes atrapados por un peso y medio en las cantinas del cercano puerto fluvial

A mis doce antildeos todaviacutea con mis pantalones cortos y mis botitas de la escuela primaria no pude resistir la tentacioacuten de conocer los pisos superiores mientras mi padre se debatiacutea en una de sus reuniones interminables y me encontreacute con un espectaacuteculo celestial Las mujeres que malvendiacutean sus cuerpos hasta el amanecer se moviacutean por la casa desde las once de la mantildeana cuando ya la caniacutecula del vitral era insoportable y teniacutean que hacer su vida domeacutestica caminando en pelotas por

JUAN CARLOS 161104
caniacutecula (Del lat canicŭla) f Periacuteodo del antildeo en que es maacutes fuerte el calor || 2 Astr Tiempo del nacimiento heliacuteaco de Sirio que antiguamente coincidiacutea con la eacutepoca maacutes calurosa del antildeo pero que hoy no se verifica hasta fines de agosto13
JUAN CARLOS 161104
freacutemito (Del lat fremĭtus) m bramido

Memorias de mis putas tristes 45 ______________________________________________________________________________________toda la casa mientras comentaban a gritos sus aventuras de la noche Me quedeacute aterrorizado Lo uacutenico que se me ocurrioacute fue escapar por donde habiacutea llegado cuando una de las desnudas de carnes macizas olorosas a jaboacuten de monte me abrazoacute por la espalda y me llevoacute en vilo hasta su cubiacuteculo de cartoacuten sin que yo pudiera verla en medio de la griteriacutea y los aplausos de las inquilinas en cueros Me tiroacute bocarriba en su cama para cuatro me quitoacute los pantalones con una maniobra maestra y se acaballoacute sobre miacute pero el terror helado que me empapaba el cuerpo me impidioacute recibirla como un hombre Aquella noche desvelado en la cama de mi casa por la verguumlenza del asalto no pude dormir maacutes de una hora con las ansias de volver a verla Pero la mantildeana siguiente mientras los trasnochados dormiacutean subiacute temblando hasta su cubiacuteculo y la desperteacute llorando a gritos con un amor enloquecido que duroacute hasta que se lo llevoacute sin misericordia el ventarroacuten de la vida real Se llamaba Castorina y era la reina de la casa

Los cubiacuteculos del hotel costaban un peso para los amores de paso pero muy pocos sabiacuteamos que costaban lo mismo hasta por veinticuatro horas Ademaacutes Castorina me introdujo en su mundo de mala muerte donde invitaban a los clientes pobres a sus desayunos de gala le prestaban el jaboacuten les atendiacutean los dolores de muela y en casos de urgencia mayor les daban un amor de caridad

Pero en las tardes de la uacuteltima vejez se acordaba de la inmortal Castorina muerta quien sabiacutea cuando que habiacutea sucedido desde las esquinas miserables del muelle fluvial hasta el trono sagrado de mamasanta mayor con un parche de pirata en el ojo perdido en el pleito de cantina Su uacuteltimo machucante de planta un negro feliz de Camaguumley a quien llamaba Jonaacutes el Galeote habiacutea sido un trompetista de los grandes en La Habana hasta que perdioacute la sonrisa completa en una cataacutestrofe de trenes

Al salir de aquella visita amarga sentiacute una punzada en el corazoacuten que no habiacutea logrado aliviar en tres diacuteas con toda clase de poacutecimas caseras El meacutedico al que acudiacute de urgencia miembro de una estirpe de insignes era nieto del que me vio a mis cuarenta y dos antildeos y me asustoacute que pareciera el mismo pues estaba tan envejecido como su abuelo a los setenta por una calvicie prematura unos lentes de miope sin regreso y una tristeza inconsolable Me hizo un examen minucioso de cuerpo entero con una concentracioacuten de orfebre Me auscultoacute el pecho y la espalda y me revisoacute la presioacuten arterial los reflejos de la rodilla el fondo del ojo el color del paacuterpado inferior En las pausas mientras yo cambiaba de posicioacuten en la mesa de reconocimiento me haciacutea preguntas tan vagas y raacutepidas que apenas si me daban tiempo de pensar las respuestas Al cabo de una hora me miroacute con una sonrisa feliz Bueno dijo creo que no tengo nada que hacer por usted iquestQueacute quiere decir Que su estado es el mejor posible a su edad Queacute curioso le dije lo mismo me dijo su abuelo cuando yo teniacutea cuarenta y dos antildeos como si el tiempo no pasara Siempre encontraraacute uno que se lo diga dijo porque siempre tendraacute una edad Yo provocaacutendolo para una sentencia aterradora le dije La uacutenica definitiva es la muerte Siacute dijo eacutel pero no es faacutecil llegar a ella en tan buen estado como usted Siento de veras no poder complacerlo

Eran recuerdos nobles pero la viacutespera del 29 de agosto sentiacute el peso inmenso del siglo que me esperaba impasible cuando subiacute con pasos de hierro las escaleras de mi casa Entonces volviacute a ver una vez maacutes a Florina de Dios mi madre en mi cama que habiacutea sido la suya hasta su muerte y me hizo la misma bendicioacuten de la uacuteltima

Memorias de mis putas tristes 46 ______________________________________________________________________________________vez que la vi dos horas antes de morir Trastornado por la conmocioacuten lo entendiacute como el anuncio final y llameacute a Rosa Cabarcas para que me llevara a mi nintildea aquella misma noche en previsioacuten de que no se cumpliera mi ilusioacuten de sobrevivir hasta el uacuteltimo aliento de mis noventa antildeos Volviacute a llamarla a las ocho y una vez maacutes repitioacute que no era posible Tiene que serlo a cualquier precio le griteacute aterrorizado Colgoacute sin despedirse pero quince minutos despueacutes volvioacute a llamar

-Bueno aquiacute la tienes

Llegueacute a las diez y veinte de la noche y le di a Rosa Cabarcas las uacuteltimas cartas de mi vida con mis disposiciones sobre la nintildea despueacutes de mi final terrible Ella pensoacute que me habiacutea impresionado con el acuchillado y me dijo con aires de burla Si te vas a morir que no sea aquiacute imagiacutenate Pero yo le dije Di que me atropello el tren de Puerto Colombia ese pobre cacharro de laacutestima incapaz de matar a nadie

Preparado para todo aquella noche me acosteacute bocarriba a la espera del dolor final en el primer instante de mis noventa y un antildeos Oiacute campanas distantes sentiacute la fragancia del alma de Delgadina dormida de costado oiacute un grito en el horizonte sollozos de alguien que quizaacutes habiacutea muerto un siglo antes en la alcoba Entonces apagueacute la luz con el uacuteltimo aliento entrelaceacute mis dedos con los suyos para llevaacutermela de la mano y conteacute las doce campanadas de las doce con mis doce laacutegrimas finales hasta que empezaron a cantar los gallos y enseguida las campanas de gloria los cohetes de fiesta que celebraban el juacutebilo de haber sobrevivido sano y salvo a mis noventa antildeos

Mis primeras palabras fueron para Rosa Cabarcas Te compro la casa toda con la tienda y el huerto Ella me dijo Hagamos una apuesta de viejos el que se muera primero se queda con todo lo del otro firmado ante notario No porque si yo me muero todo deberiacutea ser para ella Es igual dijo Rosa Cabarcas yo me hago cargo de la nintildea y despueacutes le dejo todo lo tuyo y lo miacuteo no tengo a nadie maacutes en este mundo Mientras tanto remodelamos tu cuarto con buenos servicios aire acondicionado y tus libros y tu muacutesica

-iquestCrees que ella estaraacute de acuerdo

-Ay mi sabio triste estaacute bien que esteacutes viejo pero no pendejo -dijo Rosa Cabarcas muerta de risa- Esa pobre criatura estaacute lela de amor por ti

Saliacute a la calle radiante y por primera vez me reconociacute a miacute mismo en el horizonte remoto de mi primer siglo Mi casa callada y en orden a las seis y cuarto empezaba a gozar los colores de una aurora feliz Damiana cantaba a toda voz en la cocina y el gato redivivo enroscoacute la cola en mis tobillos y siguioacute caminando conmigo hasta mi mesa de escribir Estaba ordenando mis papeles marchitos el tintero la pluma de ganso cuando el sol estalloacute entre los almendros del parque y el buque fluvial del correo retrasado una semana por la sequiacutea entroacute bramando en el canal del puerto Era por fin la vida real con mi corazoacuten a salvo y condenado a morir de buen amor en la agoniacutea feliz de cualquier diacutea despueacutes de mis cien antildeos

Mayo de 2004

Page 18: · Web viewVivo en una casa colonial en la acera de sol del parque de San Nicolás, donde he pasado todos los días de mi vida sin mujer ni fortuna, donde vivieron y murieron mis padres,

Memorias de mis putas tristes 18 ______________________________________________________________________________________genio se me trastornoacute por la gente de tropa que vi apostada en las rejas de hierro que rodeaban el parque Encontreacute a Damiana trapeando los pisos a gatas en la sala y la juventud de los muslos a su edad me suscitoacute un temblor de otra eacutepoca Ella debioacute sentirlo porque se cubrioacute con la falda No pude reprimir la tentacioacuten de preguntarle Diacutegame una cosa Damiana iquestde queacute se acuerda No estaba acordaacutendome de nada dijo ella pero su pregunta me lo recuerda Sentiacute una opresioacuten en el pecho Nunca me he enamorado le dije Ella replicoacute en el acto Yo siacute Y terminoacute sin interrumpir su oficio Lloreacute veintidoacutes antildeos por usted El corazoacuten me dio un salto Buscando una salida digna le dije Hubieacuteramos sido una buena yunta Pues hace mal en deciacutermelo ahora dijo ella porque ya no me sirve ni de consuelo Cuando saliacutea de la casa me dijo del modo maacutes natural Usted no me creeraacute pero sigo siendo virgen a Dios gracias

Poco despueacutes descubriacute que habiacutea dejado floreros de rosas rojas por toda la casa y una tarjeta en la almohada Le deseo que llegue a los sien Con este mal sabor me senteacute a continuar la nota que habiacutea dejado a medias el diacutea anterior La termineacute con un solo aliento en menos de dos horas y tuve que torcerle el cuello al cisne para sacaacutermela de las tripas sin que se me notara el llanto Por un golpe de inspiracioacuten tardiacutea decidiacute rematarla con el anuncio de que con ella poniacutea teacutermino feliz a una vida larga y digna sin la mala condicioacuten de morirme

Mi propoacutesito era dejarla en la porteriacutea del perioacutedico y volver a casa Pero no pude El personal en pleno me esperaba para celebrarme el cumpleantildeos El edificio estaba en obra con andamies y escombros friacuteos por todas partes pero habiacutean parado la obra para la fiesta En una mesa de carpintero estaban las bebidas para el brindis y las cuelgas envueltas en papel de fantasiacutea Aturdido por los relaacutempagos de las caacutemaras me hice con todas las fotos del recuerdo

Me alegroacute encontrar alliacute a periodistas de radio y de los otros diarios de la ciudad La Prensa matutino conservador El Heraldo matutino liberal y El Nacional vespertino sensacionalista que trataba de aliviar las tensiones del orden puacuteblico con folletones pasionales No era extrantildeo que estuvieran juntos pues dentro del espiacuteritu de la ciudad fue siempre de buen recibo que se mantuvieran intactas las amistades de la tropa mientras los mariscales libraban la guerra editorial

Tambieacuten estaba alliacute fuera de horas el censor oficial don Jeroacutenimo Ortega a quien llamaacutebamos el Abominable Hombre de las Nueve porque llegaba puntual a esa hora de la noche con su laacutepiz sangriento de saacutetrapa godo Alliacute permaneciacutea hasta asegurarse de que no hubiera una letra impune en la edicioacuten de mantildeana Teniacutea una aversioacuten personal contra miacute por mis iacutenfulas de gramaacutetico o porque utilizaba palabras italianas sin comillas ni cursivas cuando me pareciacutean maacutes expresivas que en castellano como debiera ser de uso legiacutetimo entre lenguas siamesas Despueacutes de padecerlo por cuatro antildeos habiacuteamos terminado por aceptarlo como la mala conciencia de nosotros mismos

Las secretarias llevaron al saloacuten un pudiacuten con noventa velas encendidas que me enfrentaron por primera vez al nuacutemero de mis antildeos Tuve que tragarme las laacutegrimas cuando cantaron el brindis y me acordeacute de la nintildea sin ninguacuten motivo No fue un golpe de rencor sino de compasioacuten tardiacutea por una criatura de la que no esperaba volver a acordarme Cuando acaboacute de pasar el aacutengel alguien me habiacutea puesto un cuchillo en la mano para que cortara el pudiacuten Por temor a las burlas nadie se

JUAN CARLOS 161104
saacutetrapa (Del lat satrăpa este del gr σατράπης y este del aveacutestico ẖšathrapāvan protector del dominio) m Gobernador de una provincia de la antigua Persia || 2 coloq Hombre sagaz que sabe gobernarse con astucia e inteligencia o que gobierna despoacuteticamente U t c adj 13

Memorias de mis putas tristes 19 ______________________________________________________________________________________arriesgoacute a improvisar un discurso Yo hubiera preferido morirme que contestarlo Para terminar la fiesta el jefe de redaccioacuten por quien no tuve nunca gran simpatiacutea nos devolvioacute a la realidad inclemente Ahora siacute ilustre nonagenario me dijo iquestDoacutende estaacute su nota

La verdad es que toda la tarde la sentiacutea ardieacutendome como una brasa en el bolsillo pero la emocioacuten me habiacutea calado tan hondo que no tuve corazoacuten para aguar la fiesta con mi renuncia Dije Por esta vez no hay El jefe de redaccioacuten se disgustoacute por una falta que habiacutea sido inconcebible desde el siglo anterior Entieacutendalo por una vez le dije tuve una noche tan difiacutecil que amaneciacute embrutecido Pues debioacute escribir eso dijo eacutel con su humor de vinagre A los lectores les gustaraacute saber de primera mano coacutemo es la vida a los noventa Una de las secretarias tercioacute A lo mejor es un secreto delicioso dijo y me miroacute con malicia iquestO no Una raacutefaga ardiente me abrasoacute la cara Maldita sea penseacute queacute desleal es el rubor Otra radiante me sentildealoacute con el dedo iexclQueacute maravilla Todaviacutea le queda la elegancia de ruborizarse Su impertinencia me provocoacute otro rubor encima del rubor Debioacute ser una noche de ataque dijo la primera secretaria iexclQueacute envidia Y me dio un beso que me quedoacute pintado en la cara Los fotoacutegrafos se encarnizaron Ofuscado le entregueacute la nota al jefe de redaccioacuten y le dije que lo dicho antes era en broma aquiacute la tiene y escapeacute atolondrado por la uacuteltima salva de aplausos para no estar presente cuando descubrieran que era mi carta de renuncia al cabo de medio siglo de galeras

La ansiedad me duraba todaviacutea aquella noche cuando desenvolviacutea las cuelgas en mi casa Los linotipistas desacertaron con una cafetera eleacutectrica igual a las tres que teniacutea de cumpleantildeos anteriores Los tipoacutegrafos me dieron una autorizacioacuten para recoger un gato de angora en el criadero municipal La gerencia me dio una bonificacioacuten simboacutelica Las secretarias me regalaron tres calzoncillos de seda con huellas de besos estampados y una tarjeta en la que se ofreciacutean para quitaacutermelos Se me ocurrioacute que uno de los encantos de la vejez son las provocaciones que se permiten las amigas joacutevenes que nos creen fuera de servicio

Nunca supe quieacuten me mandoacute un disco con los veinticuatro preludios de Chopin por Stefan Askenase Los redactores en su mayoriacutea me regalaron libros de moda No habiacutea terminado de desenvolver los regalos cuando Rosa Cabarcas me llamoacute por teleacutefono con la pregunta que yo no queriacutea oiacuter iquestQueacute te pasoacute con la nintildea Nada dije sin pensarlo iquestTe parece nada que ni siquiera la despertaste dijo Rosa Cabarcas Una mujer no perdona jamaacutes que un hombre le desprecie el estreno Le alegueacute que la nintildea no podiacutea estar tan agotada soacutelo por pegar botones y tal vez se hiciera la dormida por miedo del mal trance Lo uacutenico grave dijo Rosa es que ella cree de verdad que ya no sirves y no me gustariacutea que lo fuera pregonando a los cuatro vientos

No le di el gusto de sorprenderme Aunque asiacute fuera le dije su estado es tan deplorable que no se puede contar con ella ni dormida ni despierta es carne de hospital Rosa Cabarcas bajoacute el tono La culpa fue de las prisas con que se hizo el trato pero tiene remedio ya veraacutes Prometioacute poner a la nintildea en confesioacuten y si era el caso obligarla a devolver la plata iquestqueacute te parece Deacutejalo de ese tamantildeo le dije aquiacute no pasoacute nada y en cambio me ha valido como una prueba de que ya no estoy para estos trotes En ese sentido la nintildea tiene razoacuten ya no sirvo Colgueacute el teleacutefono saturado por un sentimiento de liberacioacuten que no habiacutea conocido en vida miacutea y por fin a salvo de una servidumbre que me manteniacutea subyugado desde mis trece antildeos

JUAN CARLOS 161104
linotipista com Persona que maneja una linotipia13 linotipia (Del ingl linotype) f Impr Maacutequina de componer provista de matrices de la cual sale la liacutenea formando una sola pieza || 2 Impr Arte de componer con esta maacutequina 13

Memorias de mis putas tristes 20 ______________________________________________________________________________________

A las siete de la noche fui invitado de honor al concierto de Jacques Thibault y Alfred Cortot en la sala de Bellas Artes con una interpretacioacuten gloriosa de la sonata para violiacuten y piano de Ceacutesar Frank y en el intermedio escucheacute elogios inverosiacutemiles El maestro Pedro Biava nuestro muacutesico enorme me llevoacute casi a rastras a los camerinos para presentarme a los inteacuterpretes Me ofusqueacute tanto que los feliciteacute por una sonata de Schumann que no habiacutean tocado y alguien me corrigioacute en puacuteblico de mala manera La impresioacuten de que habiacutea confundido las dos sonatas por ignorancia simple quedoacute sembrada en el ambiente local y agravada por una explicacioacuten aturdida con que trateacute de remendarla el domingo siguiente en mi resentildea criacutetica del concierto

Por primera vez en mi larga vida me sentiacute capaz de matar a alguien Volviacute a casa atormentado por el diablillo que sopla al oiacutedo las respuestas devastadoras que no dimos a tiempo y ni la lectura ni la muacutesica mitigaron mi rabia Por fortuna Rosa Cabarcasme sacoacute del desvariacuteo con un grito en el teleacutefono Estoy feliz con el perioacutedico porque no pensaba que cumpliacuteas noventa sino cien Le contesteacute encrespado iquestAsiacute de jodido me viste Al contrario dijo ella lo que me sorprendioacute fue verte tan bien Queacute bueno que no eres de los viejos verdes que se aumentan la edad para que los crean en buen estado Y cambioacute sin transicioacuten Te tengo tu cuelga Me sorprendioacute de veras iquestQueacute es La nintildea dijo ella

No me tomeacute ni un instante para pensar Gracias le dije pero esa vaina es agua pasada Ella siguioacute de largo Te la mando a tu casa envuelta en papel de China y hervida con palo de saacutendalo al bantildeo mariacutea todo gratis Me mantuve firme y ella se debatioacute en una explicacioacuten pedregosa que me parecioacute sincera Dijo que la nintildea estaba en tan mal estado aquel viernes por haber cosido doscientos botones con aguja y dedal Que era verdad su miedo a las violaciones sangrientas pero ya estaba instruida para el sacrificio Que en su noche conmigo se habiacutea levantado para ir al bantildeo y que yo estaba tan profundo que le dio laacutestima despertarme pero ya me habiacutea ido cuando volvioacute a despertar en la mantildeana Me indigneacute con lo que me parecioacute una mentira inuacutetil Bueno prosiguioacute Rosa Cabarcas aun si asiacute fuera la nintildea estaacute arrepentida Pobrecita la tengo aquiacute enfrente iquestQuieres que tela pase No por Dios le dije

Habiacutea empezado a escribir cuando llamoacute la secretaria del perioacutedico El mensaje era que el director queriacutea verme al diacutea siguiente a las once de la mantildeana Llegueacute puntual El estruendo de la restauracioacuten de la casa no pareciacutea soportable el aire estaba enrarecido por los martillazos el polvo de cemento y el humo de alquitraacuten pero la redaccioacuten habiacutea aprendido a pensar en la rutina del caos Las oficinas del director en cambio heladas y silentes permaneciacutean en un paiacutes ideal que no era el nuestro

El tercer Marco Tulio con un aire adolescente se puso de pie al verme entrar sin interrumpir una conversacioacuten telefoacutenica me estrechoacute la mano por encima del escritorio y me indicoacute que me sentara Llegueacute a pensar que no habiacutea nadie en el otro extremo de la liacutenea y que eacutel haciacutea la farsa para impresionarme pero pronto descubriacute que hablaba con el gobernador y era en verdad un diaacutelogo difiacutecil entre enemigos cordiales Ademaacutes creo que se esmeraba en parecer eneacutergico delante de miacute aunque al mismo tiempo se manteniacutea de pie mientras hablaba con la autoridad

Memorias de mis putas tristes 21 ______________________________________________________________________________________Se le notaba el vicio de la pulcritud Acababa de cumplir veintinueve antildeos con cuatro idiomas y tres maestriacuteas internacionales a diferencia del primer presidente vitalicio su abuelo paterno que se hizo periodista empiacuterico despueacutes de hacer una fortuna con la trata de blancas Teniacutea maneras faacuteciles se pasaba de apuesto y sereno y lo uacutenico que poniacutea en peligro su prestancia era una nota falsa en la voz Llevaba una chaqueta deportiva con una orquiacutedea viva en la solapa y cada cosa le sentaba como si fuera de su ser natural pero nada en eacutel estaba hecho para el clima de la calle sino para la primavera de sus oficinas Yo que habiacutea gastado casi dos horas para vestirme sentiacute el oprobio de la pobreza y me aumentoacute la rabia

Con todo el veneno mortal estaba en una foto panoraacutemica del personal de planta tomada en el XXV aniversario de la fundacioacuten del perioacutedico en la que sentildealaban con una crucecita sobre la cabeza a los que iban muriendo Yo era el tercero de la derecha con el sombrero canotier la corbata de nudo grande con una perla en el prendedor el primer mostacho de coronel civil que tuve hasta los cuarenta antildeos y los espejuelos metaacutelicos de seminarista preacutesbita que no me hicieron falta despueacutes del medio siglo Habiacutea visto esa foto colgada durante antildeos en distintas oficinas pero soacutelo entonces fui sensible a su mensaje de los cuarenta y ocho empleados originales soacutelo cuatro estaacutebamos vivos y el menor de nosotros cumpliacutea una condena de veinte antildeos por asesinato muacuteltiple

El director terminoacute la llamada me sorprendioacute mirando la foto y sonrioacute Las crucecitas no las puse yo dijo Me parecen de muy mal gusto Se sentoacute al escritorio y cambioacute de tono Permiacutetame decirle que usted es el hombre maacutes impredecible que he conocido Y ante mi sorpresa se adelantoacute a todo Lo digo por su renuncia Apenas acerteacute a decir Es toda una vida El replicoacute que justo por eso no era una solucioacuten pertinente La nota le pareciacutea magniacutefica y todo lo que deciacutea de la vejez era de lo mejor que habiacutea leiacutedo nunca y no teniacutea sentido terminarla con una decisioacuten que pareciacutea maacutes bien una muerte civil Por fortuna dijo el Abominable Hombre de las Nueve la leyoacute cuando ya estaba armada la paacutegina editorial y le parecioacute inadmisible Sin consultarlo con nadie la tachoacute de arriba abajo con su laacutepiz de Torquemada Cuando lo supe esta mantildeana ordeneacute mandar una nota de protesta a la Gobernacioacuten Era mi deber pero entre nos puedo decirle que estoy muy agradecido por la arbitrariedad del censor De modo que no estaba dispuesto a aceptar que suspendiera la nota Se lo suplico con toda el alma dijo No abandone el barco en altamar Y concluyoacute con un gran estilo Todaviacutea nos queda mucho por hablar de muacutesica

Lo vi tan decidido que no me atreviacute a agravar la discrepancia con un argumento de distraccioacuten El problema en realidad era que tampoco entonces encontraba un motivo decente para abandonar la noria y me aterrorizoacute la idea de decirle que siacute una vez maacutes soacutelo por ganar tiempo Tuve que reprimirme para que no se me notara la emocioacuten impuacutedica que me apremiaba las laacutegrimas Y otra vez como siempre quedamos en las mismas de siempre despueacutes de tantos antildeos

La semana siguiente presa de un estado que era maacutes de confusioacuten que de alegriacutea paseacute por el criadero a recoger el gato que me habiacutean regalado los impresores Tengo muy mala quiacutemica con los animales por lo mismo que la tengo con los nintildeos antes de que empiecen a hablar Me parecen mudos del alma No los odio pero no puedo soportarlos porque no aprendiacute a negociar con ellos Me parece contra natura que un hombre se entienda mejor con su perro que con su esposa que lo ensentildee a

JUAN CARLOS 161104
noria (Del aacuter hisp nalsquouacutera y este del aacuter claacutes nālsquoūrah infl por acequia y acenia) f Maacutequina compuesta de dos grandes ruedas engranadas que mediante cangilones sube el agua de los pozos acequias etc || 2 Pozo formado en forma comuacutenmente ovalada del cual se saca el agua con la maacutequina || 3 Artilugio de feria consistente en una gran rueda con asientos que gira verticalmente13

Memorias de mis putas tristes 22 ______________________________________________________________________________________comer y descomer a sus horas a contestar preguntas y a compartir sus penas Pero no recoger el gato de los tipoacutegrafos habriacutea sido un desaire Ademaacutes era un precioso ejemplar de angora de pelambre rosada y tersa y ojos iluminados cuyos maullidos pareciacutean a punto de ser palabras Me lo dieron en una canasta de mimbre con un certificado de su estirpe y un manual de uso como el de las bicicletas para armar

Una patrulla militar verificaba la identidad de los transeuacutentes antes de autorizar el paso por el parque de San Nicolaacutes Nunca habiacutea visto nada igual ni podiacutea imaginarme nada maacutes descorazonador como siacutentoma de mi vejez Era una patrulla de cuatro al mando de un oficial casi adolescente Los agentes eran hombres de paacuteramos duros y callados con un olor de establo El oficial los vigilaba a todos con las mejillas chapeadas de los andinos en la playa Despueacutes de revisar mi ceacutedula de identidad y mi credencial de prensa me preguntoacute queacute llevaba en la cesta Un gato le dije El quiso verlo Destapeacute la cesta con toda precaucioacuten por temor de que escapara pero un agente quiso ver si no habiacutea algo maacutes en el fondo y el gato le tiroacute un zarpazo El oficial se interpuso Es una joya de angora dijo Lo acaricioacute mientras murmuraba algo y el gato no lo agredioacute pero tampoco le hizo caso iquestCuaacutentos antildeos tiene preguntoacute No seacute le dije acaban de regalaacutermelo Se lo pregunto porque se ve que es muy viejo diez antildeos quizaacutes Quise preguntarle coacutemo lo sabiacutea y muchas cosas maacutes pero a despecho de sus buenas maneras y su habla florida no me sentiacutea con estoacutemago para hablar con eacutel Me parece que es un gato abandonado que ha pasado por muchas dijo Obseacutervelo no lo acomode a usted sino al contrario usted a eacutel y deacutejelo hasta que se gane su confianza Cerroacute la tapa de la cesta y me preguntoacute iquestEn queacute trabaja usted Soy periodista iquestDesde cuaacutendo Desde hace un siglo le dije No lo dudo dijo eacutel Me estrechoacute la mano y se despidioacute con un frase que lo mismo podiacutea ser un buen consejo que una amenaza

-Cuiacutedese mucho

Al mediodiacutea desconecteacute el teleacutefono para refugiarme en la muacutesica con un programa exquisito la rapsodia para clarinete y orquesta de Wagner la de saxofoacuten de Debussy y el quinteto para cuerdas de Bruckner que es un remanso edeacutenico en el cataclismo de su obra Y de pronto me encontreacute envuelto en las tinieblas del estudio Sentiacute deslizarse debajo de mi mesa algo que no me parecioacute un cuerpo vivo sino una presencia sobrenatural que me rozoacute los pies y salteacute con un grito Era el gato con la hermosa cola empenachada su lentitud misteriosa y su estirpe miacutetica y no pude evitar el escalofriacuteo de estar solo en la casa con un ser vivo que no fuera humano

Cuando dieron las siete en la catedral habiacutea una estrella sola y liacutempida en el cielo color de rosas un buque lanzoacute un adioacutes desconsolado y sentiacute en la garganta el nudo gordiano de todos los amores que pudieron haber sido y no fueron No soporteacute maacutes Descolgueacute el teleacutefono con el corazoacuten en la boca marqueacute los cuatro nuacutemeros muy despacio para no equivocarme y al tercer timbrazo reconociacute la voz Bueno mujer le dije con un suspiro de alivio Perdoacutename el berrinche de esta mantildeana Ella tranquila No te preocupes estaba esperando tu llamada Le advertiacute Quiero que la nintildea me espere como Dios la echoacute al mundo y sin barnices en la cara Ella hizo su risa gutural Lo que tuacute digas dijo pero te pierdes el gusto de encuerar la pieza por pieza como les encanta a los viejos no seacute por queacute Yo siacute seacute le dije Porque se estaacuten volviendo cada vez maacutes viejos Ella lo dio por hecho

JUAN CARLOS 161104
gordiano (De Gordio rey de Frigia) V nudo
JUAN CARLOS 161104
paacuteramo (Del lat parămus voz de or prerromano) m Terreno yermo raso y desabrigado || 2 Lugar sumamente friacuteo y desamparado || 3 Col y Ecuad llovizna 13

Memorias de mis putas tristes 23 ______________________________________________________________________________________-Estaacute bien -dijo- entonces esta noche a las diez en punto antes de que se enfriacutee la pescada

Memorias de mis putas tristes 24 ______________________________________________________________________________________

3

iquestCoacutemo podiacutea llamarse La duentildea no me lo habiacutea dicho Cuando me hablaba de ella soacutelo deciacutea la nintildea Y yo lo habiacutea convertido en un nombre de pila como la nintildea de los ojos o la carabela menor Ademaacutes Rosa Cabarcas poniacutea a sus pupilas un nombre distinto para cada cliente A miacute me divertiacutea adivinarlos por las caras y desde el principio estuve seguro de que la nintildea teniacutea uno largo como Filomena Saturnina o Nicolasa En eacutesas estaba cuando ella se dio media vuelta en la cama y quedoacute de espaldas a miacute y me parecioacute que habiacutea dejado un charco de sangre del tamantildeo y la forma del cuerpo Fue un sobresalto instantaacuteneo hasta que comprobeacute que era la humedad del sudor en la saacutebana

Rosa Cabarcas me habiacutea aconsejado que la tratara con cautela pues auacuten le duraba el susto de la primera vez Es maacutes creo que la misma solemnidad del rito le habiacutea agravado el miedo y habiacutean tenido que aumentarle la dosis de valeriana pues dormiacutea con tal placidez que habriacutea sido una laacutestima despertarla sin arrullos De modo que empeceacute a secarla con la toalla mientras le cantaba en susurros la cancioacuten de Delgadina la hija menor del rey requerida de amores por su padre A medida que la secaba ella iba mostraacutendome los flancos sudados al compaacutes de mi canto Delgadina Delgadina tuacute seras mi prenda amada Fue un placer sin liacutemites pues ella volviacutea a sudar por un costado cuando acababa de secarla por el otro para que la cancioacuten no terminara nunca Levaacutentate Delgadina ponte tu falda de seda le cantaba al oiacutedo Al final cuando los criados del rey la encontraron muerta de sed en su cama me parecioacute que mi nintildea habiacutea estado a punto de despertar al escuchar el nombre Asiacute que era ella Delgadina

Volviacute a la cama con mis calzoncillos de besos estampados y me tendiacute junto a ella Dormiacute hasta las cinco al arrullo de su respiracioacuten apacible Me vestiacute a toda prisa sin lavarme y soacutelo entonces vi la sentencia escrita con laacutepiz labial en el espejo del lavabo El tigre no come lejos Seacute que no estaba la noche anterior y nadie podiacutea haber entrado en el cuarto de modo que la entendiacute como la cuelga del diablo Un trueno terroriacutefico me sorprendioacute en la puerta y el cuarto se llenoacute del olor premonitorio de la tierra mojada No tuve tiempo para escapar ileso Antes de que encontrara un taxi se precipitoacute un aguacero grande de los que suelen desordenar la ciudad entre mayo y octubre pues las calles de arenas ardientes que bajan hacia el riacuteo se convierten en torrenteras que arrastran cuanto encuentran a su paso Las aguas de aquel septiembre raro despueacutes de tres meses de sequiacutea podiacutean ser tan providenciales como devastadoras

Memorias de mis putas tristes 25 ______________________________________________________________________________________Desde que abriacute la puerta de casa me salioacute al encuentro la sensacioacuten fiacutesica de que no estaba solo Alcanceacute a ver el celaje del gato que saltoacute del sofaacute y se escabulloacute por el balcoacuten En su plato quedaban las sobras de una comida que yo no le habiacutea servido La peste de sus orines rancios y su caca caliente habiacutean contaminado todo Me habiacutea dedicado a estudiarlo como estudieacute el latiacuten El manual deciacutea que los gatos escarban en la tierra para esconder su estieacutercol y que en las casas sin patio como eacutesta lo hariacutean en las macetas de plantas o en cualquier otro escondrijo Lo apropiado era prepararles desde el primer diacutea una caja con arena para orientarles el haacutebito y asiacute lo hice Tambieacuten deciacutea que lo primero que hacen en casa nueva es marcar su territorio orinando por todas partes y aqueacutel pudo ser el caso pero el manual no deciacutea coacutemo remediarlo Seguiacutea sus trazas para familiarizarme con sus haacutebitos originales pero no di con sus escondites secretos sus sitios de reposo las causas de sus humores volubles Quise ensentildearlo a comer en sus horas a usar la cajita de arena en la terraza a no subirse en mi cama mientras yo dormiacutea ni a olisquear los alimentos en la mesa y no pude hacerle entender que la casa era suya por derecho propio y no como un botiacuten de guerra De modo que lo dejeacute a su aire

Al atardecer enfrenteacute el aguacero cuyos vientos huracanados amenazaban con desquiciar la casa Sufriacute un ataque de estornudos sucesivos me doliacutea el craacuteneo y teniacutea fiebre pero me sentiacutea poseiacutedo por una fuerza y una determinacioacuten que nunca tuve a ninguna edad y por ninguna causa Puse calderos en el piso para recoger las goteras y me di cuenta de que habiacutean aparecido otras nuevas desde el invierno anterior La maacutes grande habiacutea empezado a inundar el flanco derecho de la biblioteca Me apresureacute a rescatar a los autores griegos y latinos que viviacutean por aquel rumbo pero al quitar los libros encontreacute un chorro de alta presioacuten que saliacutea de un tubo roto en el fondo del muro Lo amordaceacute con trapos hasta donde pude para darme el tiempo de salvar los libros El estreacutepito del agua y el aullido del viento arreciaron en el parque De pronto un relaacutempago fantasmal y su trueno simultaacuteneo impregnaron el aire de un fuerte olor de azufre el viento desbaratoacute las vidrieras del balcoacuten y la tremenda borrasca de mar rompioacute los cerrojos y se metioacute dentro de la casa Sin embargo antes de diez minutos escampoacute de un tajo Un sol espleacutendido secoacute las calles llenas de escombros varados y volvioacute el calor

Cuando pasoacute el aguacero seguiacutea con la sensacioacuten de que no estaba solo en la casa Mi uacutenica explicacioacuten es que asiacute como los hechos reales se olvidan tambieacuten algunos que nunca fueron pueden estar en los recuerdos como si hubieran sido Pues si evocaba la emergencia del aguacero no me veiacutea a miacute mismo solo en la casa sino siempre acompantildeado por Delgadina La habiacutea sentido tan cerca en la noche que percibiacutea el rumor de su aliento en el dormitorio y los latidos de su mejilla en mi almohada Soacutelo asiacute entendiacute que hubieacuteramos podido hacer tanto en tan poco tiempo Me recordaba subido en el escabel de la biblioteca y la recordaba a ella despierta con su trajecito de flores recibiendo los libros para ponerlos a salvo La veiacutea correr de un lado al otro de la casa batallando con la tormenta empapada de lluvia con el agua a los tobillos Recordaba coacutemo preparoacute al diacutea siguiente un desayuno que nunca fue y puso la mesa mientras yo secaba los pisos y poniacutea orden en el naufragio de la casa Nunca olvideacute su mirada sombriacutea mientras desayunaacutebamos iquestPor queacute me conociste tan viejo Le contesteacute la verdad La edad no es la que uno tiene sino la que uno siente

Desde entonces la tuve en la memoria con tal nitidez que haciacutea de ella lo que queriacutea Le cambiaba el color de los ojos seguacuten mi estado de aacutenimo color de agua al

JUAN CARLOS 161104
escabel (Quizaacute del cat ant escabell y este del lat scabellum) m Tarima pequentildea que se pone delante de la silla para que descansen los pies de quien estaacute sentado || 2 Asiento pequentildeo hecho de tablas sin respaldo || 3 Persona o circunstancia de que alguien se aprovecha para medrar por lo general ambiciosamente13

Memorias de mis putas tristes 26 ______________________________________________________________________________________despertar color de almiacutebar cuando reiacutea color de lumbre cuando la contrariaba La vestiacutea para la edad y la condicioacuten que conveniacutean a mis cambios de humor novicia enamorada a los veinte antildeos puta de saloacuten a los cuarenta reina de Babilonia a los setenta santa a los cien Cantaacutebamos duetos de amor de Puccini boleros de Agustiacuten Lara tangos de Carlos Gardel y comprobaacutebamos una vez maacutes que quienes no cantan no pueden imaginar siquiera lo que es la felicidad de cantar Hoy seacute que no fue una alucinacioacuten sino un milagro maacutes del primer amor de mi vida a los noventa antildeos

Cuando la casa estuvo en orden llameacute a Rosa Cabarcas iexclDios Santo exclamoacute al oiacuter mi voz creiacute que te habiacuteas ahogado No podiacutea entender que hubiera vuelto a pasar la noche con la nintildea sin tocarla Tienes todo el derecho de que no te guste pero al menos poacutertate como un adulto Trateacute de explicarle pero ella cambioacute el tema sin transicioacuten De todos modos te tengo vista otra un poco mayor bella y tambieacuten virgen Su papaacute quiere cambiarla por una casa pero se puede discutir un descuentoSe me heloacute el corazoacuten Ni maacutes faltaba protesteacute asustado quiero la misma y como siempre sin fracasos sin peleas sin malos recuerdos Hubo un silencio en la liacutenea y por fin la voz sumisa con que dijo como para siacute misma Bueno esto debe ser lo que los meacutedicos llaman demencia senil

Fui a las diez de la noche con un chofer conocido por la extrantildea virtud de no hacer preguntas Lleveacute un ventilador portaacutetil y un cuadro de Orlando Rivera el querido Figurita y un martillo y un clavo para colgarlo En el camino hice una parada para comprar cepillos de dientes pasta dentiacutefrica jaboacuten de olor Agua de Florida tabletas de regaliz Quise llevar tambieacuten un buen florero y un ramo de rosas amarillas para conjurar la pava de las flores de papel pero no encontreacute nada abierto y tuve que robarme en un jardiacuten privado un ramo de astromelias recieacuten nacidas

Por instrucciones de la duentildea llegueacute desde entonces por la calle de atraacutes del lado del acueducto para que nadie me viera entrar por el portoacuten del huerto El chofer me previno Cuidado sabio en esa casa matan Le contesteacute Si es por amor no importa El patio estaba en tinieblas pero habiacutea luces de vida en las ventanas y un revoltijo de muacutesicas en los seis cuartos En el miacuteo a volumen maacutes alto distinguiacute la voz caacutelida de don Pedro Vargas el tenor de Ameacuterica con un bolero de Miguel Matamoros Sentiacute que iba a morir Empujeacute la puerta con la respiracioacuten desbaratada y vi a Delgadina en la cama como en mis recuerdos desnuda y dormida en santa paz del lado del corazoacuten

Antes de acostarme arregleacute el tocador puse el ventilador nuevo en lugar del oxidado y colgueacute el cuadro donde ella pudiera verlo desde la cama Me acosteacute a su lado y la reconociacute palmo a palmo Era la misma que andaba por mi casa las mismas manos que me reconociacutean al tacto en la oscuridad los mismos pies de pasos tenues que se confundiacutean con los del gato el mismo olor del sudor de mis saacutebanas el dedo del dedal Increiacuteble vieacutendola y tocaacutendola en carne y hueso me pareciacutea menos real que en mis recuerdos

Hay un cuadro en la pared de enfrente le dije Lo pintoacute Figurita un hombre a quien quisimos mucho el mejor bailariacuten de burdeles que existioacute jamaacutes y de tan buen corazoacuten que le teniacutea laacutestima al diablo Lo pintoacute con barniz de buques en el lienzo chamuscado de un avioacuten que se estrelloacute en la Sierra Nevada de Santa Marta y con pinceles fabricados por eacutel con pelos de su perro La mujer pintada es una monja que

Memorias de mis putas tristes 27 ______________________________________________________________________________________secuestroacute de un convento y se casoacute con ella Aquiacute lo dejo para que sea lo primero que veas al despertar

No habiacutea cambiado de posicioacuten cuando apagueacute la luz a la una de la madrugada y su respiracioacuten era tan tenue que le tomeacute el pulso para sentirla viva La sangre circulaba por sus venas con la fluidez de una cancioacuten que se ramificaba hasta los aacutembitos maacutes recoacutenditos de su cuerpo y volviacutea al corazoacuten purificada por el amor

Antes de irme al amanecer dibujeacute en un papel las liacuteneas de su mano y se las di a leer a la Diva Sahibiacute para conocer su alma Y fue asiacute una persona que soacutelo dice lo que piensa Es perfecta para trabajos manuales Tiene contacto con alguien que ya murioacute y del cual espera ayuda pero estaacute equivocada la ayuda que busca estaacute al alcance de su mano No ha tenido ninguna unioacuten pero va a morir mayor y casada Ahora tiene un hombre moreno que no ha de ser el de su vida Puede tener ocho hijos pero se va a decidir soacutelo por tres A los treinta y cinco antildeos si hace lo que le indique el corazoacuten y no la mente va a manejar mucho dinero y a los cuarenta recibiraacute una herencia Va a viajar mucho Tiene doble vida y doble suerte y puede influir sobre su propio destino Le gusta probar todo por curiosidad pero va a arrepentirse si no se orienta por el corazoacuten

Atormentado de amor hice reparar los estragos de la borrasca y aprovecheacute para hacer otros muchos remiendos que veniacutea demorando desde antildeos por insolvencia o por desidia Reorganiceacute la biblioteca en el orden en que habiacutea leiacutedo los libros Por uacuteltimo remateacute la pianola como reliquia histoacuterica con sus maacutes de cien rollos de claacutesicos y compreacute un tocadiscos usado pero mejor que el miacuteo con parlantes de alta fidelidad que engrandecieron el aacutembito de la casa Quedeacute al borde de la ruina pero bien compensado por el milagro de estar vivo a mi edad

La casa renaciacutea de sus cenizas y yo navegaba en el amor de Delgadina con una intensidad y una dicha que nunca conociacute en mi vida anterior Gracias a ella me enfrenteacute por vez primera con mi ser natural mientras transcurriacutean mis noventa antildeos Descubriacute que mi obsesioacuten de que cada cosa estuviera en su puesto cada asunto en su tiempo cada palabra en su estilo no era el premio merecido de una mente en orden sino al contrario todo un sistema de simulacioacuten inventado por miacute para ocultar el desorden de mi naturaleza Descubriacute que no soy disciplinado por virtud sino como reaccioacuten contra mi negligencia que parezco generoso por encubrir mi mezquindad que me paso de prudente por mal pensado que soy conciliador para no sucumbir a mis coacuteleras reprimidas que soacutelo soy puntual para que no se sepa cuan poco me importa el tiempo ajeno Descubriacute en fin que el amor no es un estado del alma sino un signo del zodiacuteaco

Me volviacute otro Trateacute de releer los claacutesicos que me orientaron en la adolescencia y no pude con ellos Me sumergiacute en las letras romaacutenticas que repudieacute cuando mi madre quiso imponeacutermelas con mano dura y por ellas tomeacute conciencia de que la fuerza invencible que ha impulsado al mundo no son los amores felices sino los contrariados Cuando mis gustos en muacutesica hicieron crisis me descubriacute atrasado y viejo y abriacute mi corazoacuten a las delicias del azar

Me pregunto coacutemo pude sucumbir en este veacutertigo perpetuo que yo mismo provocaba y temiacutea Flotaba entre nubes erraacuteticas y hablaba conmigo mismo ante el espejo con la vana ilusioacuten de averiguar quieacuten soy Era tal mi desvariacuteo que en una manifestacioacuten

Memorias de mis putas tristes 28 ______________________________________________________________________________________estudiantil con piedras y botellas tuve que sacar fuerzas de flaqueza para no ponerme al frente con un letrero que consagrara mi verdad Estoy loco de amor

Obnubilado por la evocacioacuten inclemente de Delgadina dormida cambieacute sin la menor malicia el espiacuteritu de mis notas dominicales Fuera cual fuera el asunto las escribiacutea para ella las reiacutea y las lloraba para ella y en cada palabra se me iba la vida En lugar de la foacutermula de gacetilla tradicional que tuvieron desde siempre las escribiacute como cartas de amor que cada quien podiacutea hacer suyas Propuse en el perioacutedico que el texto no se alzara en linotipo sino que fuera publicado con mi caligrafiacutea florentina Al jefe de redaccioacuten coacutemo no le parecioacute otro acceso de vanidad senil pero el director general lo convencioacute con una frase que todaviacutea anda suelta por la redaccioacuten

-No se equivoque los loquitos mansos se adelantan al porvenir

La respuesta puacuteblica fue inmediata y entusiasta con numerosas cartas de lectores enamorados Algunas las leiacutean en los noticieros de radio con urgencias de uacuteltima hora y se hicieron copias en mimeoacutegrafos o papel carboacuten que vendiacutean como cigarrillos de contrabando en las esquinas de la calle San Blas Desde el principio fue evidente que obedeciacutean a las ansias de expresarme pero me hice a la costumbre de tomarlas en cuenta al escribir y siempre con la voz de un hombre de noventa antildeos que no aprendioacute a pensar como viejo La comunidad intelectual como de soacutelito se mostroacute timorata y dividida y hasta los grafoacutelogos menos pensados montaron controversias por los anaacutelisis erraacuteticos de mi caligrafiacutea Fueron ellos los que dividieron los aacutenimos recalentaron la poleacutemica y pusieron de moda la nostalgia

Antes del fin del antildeo me habiacutea arreglado con Rosa Cabarcas para dejar en el cuarto el abanico eleacutectrico los recursos del tocador y lo que siguiera llevando en el futuro para hacerlo vivible Llegaba a las diez siempre con algo nuevo para ella o para gusto de ambos y dedicaba unos minutos a sacar la utileriacutea escondida para armar el teatro de nuestras noches Antes de irme nunca maacutes tarde de las cinco volviacutea a asegurar todo bajo llave La alcoba quedaba entonces tan escuaacutelida como fue en sus oriacutegenes para los amores tristes de los clientes casuales Una mantildeana oiacute que Marcos Peacuterez la voz maacutes escuchada de la radio desde el amanecer habiacutea decidido leer mi nota dominical en su noticiero de los lunes Cuando pude reprimir la naacuteusea dije sobrecogido Ya lo sabes Delgadina la fama es una sentildeora muy gorda que no duerme con uno pero cuando uno despierta estaacute siempre miraacutendonos frente a la cama

Uno de esos diacuteas me quedeacute a desayunar con Rosa Cabarcas que empezaba a parecerme menos decreacutepita a pesar del luto severo y del bonete negro que ya le tapaba las cejas Sus desayunos teniacutean fama de espleacutendidos con una carga de pimienta que me haciacutea llorar Al primer bocado de fuego vivo le dije bantildeado en laacutegrimas Esta noche no me haraacute falta la luna llena para que me arda el culo No te quejes dijo ella Si te arde es porque todaviacutea lo tienes a Dios gracias

Se sorprendioacute cuando mencioneacute el nombre de Delgadina No se llama asiacute dijo se llama No me lo digas la interrumpiacute para miacute es Delgadina Ella se encogioacute de hombros Bueno al fin y al cabo es tuya pero me parece un nombre de diureacutetico Le conteacute lo del letrero del tigre que la nintildea habiacutea escrito en el espejo No pudo ser ella

JUAN CARLOS 161104
timorato ta (Del lat timorātus) adj Tiacutemido indeciso encogido || 2 Dicho de una persona Que se escandaliza con exageracioacuten de cosas que no le parecen conformes a la moral convencional || 3 Que tiene temor de Dios y se gobierna por eacutel en sus operaciones
JUAN CARLOS 161104
obnubilar (Del lat obnubilāre) tr nublar (ǁ ofuscar o confundir) U t c prnl || 2 embelesar U t c prnl || 3 nublar (ǁ enturbiar la visioacuten) U t c prnl

Memorias de mis putas tristes 29 ______________________________________________________________________________________dijo Rosa porque no sabe leer ni escribir iquestEntonces quieacuten Ella se encogioacute de hombros Puede ser de alguien que se murioacute en el cuarto

Yo aprovechaba aquellos desayunos para desahogarme con Rosa Cabarcas y le pediacutea favores miacutenimos para el bienestar y el buen ver de Delgadina Me los concediacutea sin pensarlo con una picardiacutea de colegiala iexclQueacute risa me dijo por aquellos diacuteas Me siento como si me estuvieras pidiendo su mano Y a propoacutesito se le ocurrioacute iquestpor queacute no te casas con ella Me quedeacute de una pieza En serio insistioacute te sale maacutes barato Al fin y al cabo el problema a tu edad es servir o no servir pero ya me dijiste que lo tienes resuelto Le saliacute al paso El sexo es el consuelo que uno tiene cuando no le alcanza el amor

Ella soltoacute la risa Ay mi sabio siempre supe que eres muy hombre que siempre lo fuiste y me alegra que lo sigas siendo mientras tus enemigos entregan las armas Con razoacuten se habla tanto de ti iquestOiacuteste a Marcos Peacuterez Todo el mundo lo oye le dije para cortar el tema Pero ella insistioacute Tambieacuten el profesor Camacho y Cano en La hora de todo un poco dijo ayer que el mundo ya no es lo que era porque no quedan muchos hombres como tuacute

Aquel fin de semana encontreacute a Delgadina con fiebre y tos Desperteacute a Rosa Cabarcas para que me diera alguacuten remedio casero y me llevoacute al cuarto un botiquiacuten de primeros auxilios Dos diacuteas despueacutes Delgadina seguiacutea postrada y no habiacutea podido volver a su rutina de pegar botones El meacutedico le habiacutea prescrito un tratamiento casero para una gripa comuacuten que cederiacutea en una semana pero se alarmoacute por su estado general de desnutricioacuten Dejeacute de verla y sentiacute que me haciacutea falta y aprovecheacute para arreglar el cuarto sin ella

Lleveacute tambieacuten un dibujo a pluma de Cecilia Porras para Todos estaacutebamos a la espera el libro de cuentos de Alvaro Cepeda Lleveacute los seis tomos de Juan Cristoacutebal de Romain Rolland para pastorear mis vigilias De modo que cuando Delgadina pudo volver a la habitacioacuten la encontroacute digna de una felicidad sedentaria el aire purificado con un insecticida aromaacutetico paredes color de rosa laacutemparas matizadas flores nuevas en los floreros mis libros favoritos los buenos cuadros de mi madre colgados de otro modo seguacuten los gustos de hoy Habiacutea cambiado el viejo radio por uno de onda corta que manteniacutea sintonizado en un programa de muacutesica culta para que Delgadina aprendiera a dormir con los cuartetos de Mozart pero una noche lo encontreacute en una estacioacuten especializada en boleros de moda Era el gusto de ella sin duda y lo asumiacute sin dolor pues tambieacuten yo lo habiacutea cultivado con el corazoacuten en mis mejores diacuteas Antes de volver a casa al diacutea siguiente escribiacute en el espejo con el laacutepiz de labios Nintildea miacutea estamos solos en el mundo

Por esa eacutepoca tuve la rara impresioacuten de que se estaba volviendo mayor antes de tiempo Se lo comenteacute a Rosa Cabarcas y a ella le parecioacute natural Cumple quince antildeos el cinco de diciembre me dijo Una Sagitario perfecta Me inquietoacute que fuera tan real como para cumplir antildeos iquestQueacute podriacutea regalarle Una bicicleta dijo Rosa Cabarcas Tiene que atravesar la ciudad dos veces al diacutea para ir a pegar botones Me mostroacute en la trastienda la bicicleta que usaba y de verdad me parecioacute un cacharro indigno de una mujer tan bien amada Sin embargo me conmovioacute como la prueba tangible de que Delgadina existiacutea en la vida real

Memorias de mis putas tristes 30 ______________________________________________________________________________________Cuando fui a comprar la mejor bicicleta para ella no pude resistir la tentacioacuten de probarla y di algunas vueltas casuales en la rampa del almaceacuten Al vendedor que me preguntoacute la edad le contesteacute con la coqueteriacutea de la vejez Voy a cumplir noventa y uno El empleado dijo justo lo que yo queriacutea Pues representa veinte menos Yo mismo no entendiacutea coacutemo conservaba la praacutectica del colegio y me sentiacute colmado por un gozo radiante Empeceacute a cantar Primero para miacute mismo en voz baja y despueacutes a todo pecho con iacutenfulas del gran Caruso por entre los bazares abigarrados y el traacutefico demente del mercado puacuteblico La gente me miraba divertida me gritaban me incitaban a participar en la Vuelta a Colombia en silla de ruedas Yo les haciacutea con la mano un saludo de navegante feliz sin interrumpir la cancioacuten Esa semana en homenaje a Diciembre escribiacute otra nota atrevida Coacutemo ser feliz en bicicleta a los noventa antildeos

La noche de su cumpleantildeos le canteacute a Delgadina la cancioacuten completa y la beseacute por todo el cuerpo hasta quedarme sin aliento la espina dorsal veacutertebra por veacutertebra hasta las nalgas laacutenguidas el costado del lunar el de su corazoacuten inagotable A medida que la besaba aumentaba el calor de su cuerpo y exhalaba una fragancia montuna Ella me respondioacute con vibraciones nuevas en cada pulgada de su piel y en cada una encontreacute un calor distinto un sabor propio un gemido nuevo y toda ella resonoacute por dentro con un arpegio y sus pezones se abrieron en flor sin tocarlos Empezaba a adormecerme en la madrugada cuando sentiacute como un rumor de muchedumbres en el mar y un paacutenico de los aacuterboles que me atravesaron el corazoacuten Entonces fui al bantildeo y escribiacute en el espejo Delgadina de mi vida llegaron las brisas de Navidad Uno de mis recuerdos maacutes felices fue un trastorno que sentiacute una mantildeana como aqueacutella al salir de la escuela iquestQueacute me pasa La maestra me dijo alelada Ay nintildeo iquestno ves que son las brisas Ochenta antildeos despueacutes volviacute a sentirlo cuando me desperteacute en la cama de Delgadina y era el mismo diciembre que volviacutea puntual con sus cielos diaacutefanos las tormentas de arena los torbellinos callejeros que Desentechaban casas y les alzaban las faldas a las colegialas La ciudad adquiriacutea por entonces una resonancia fantasmal En noches de brisa podiacutean escucharse los gritos del mercado puacuteblico hasta en los barrios maacutes altos como si estuvieran a la vuelta de la esquina No era raro entonces que las raacutefagas de diciembre nos permitieran encontrar por sus voces a los amigos desperdigados en burdeles remotos

Sin embargo tambieacuten con las brisas me llegoacute la mala noticia de que Delgadina no podiacutea pasar las navidades conmigo sino con su familia Si algo detesto en este mundo son las fiestas obligatorias en que la gente llora porque estaacute alegre los fuegos de artificio los villancicos lelos las guirnaldas de papel crespoacuten que nada tienen que ver con un nintildeo que nacioacute hace dos mil quinientos antildeos en una caballeriza indigente Sin embargo cuando llegoacute la noche no pude resistir la nostalgia y me fui al cuarto sin ella Dormiacute bien y desperteacute junto a un oso de peluche que caminaba en dos patas como si fuera polar y una tarjeta que deciacutea Para el papaacute feo Rosa Cabarcas me habiacutea dicho que Delgadina estaba aprendiendo a leer con mis clases escritas en el espejo y su buena letra me parecioacute admirable Pero ella misma me defraudoacute con la noticia peor de que el oso era un regalo suyo asiacute que la noche de Antildeo Nuevo me quedeacute en mi casa y en mi cama desde las ocho y me dormiacute sin amarguras Fui feliz porque al toque de las doce entre los repiques furiosos de las campanas las sirenas de faacutebricas y bomberos los lamentos de los

JUAN CARLOS 161104
abigarrado da (Del part de abigarrar) adj De varios colores mal combinados || 2 Heterogeacuteneo reunido sin concierto Un extrantildeo y abigarrado libro Una multitud abigarrada 13

Memorias de mis putas tristes 31 ______________________________________________________________________________________buques las descargas de poacutelvora los cohetes sentiacute que Delgadina entroacute en punta de pies se acostoacute a mi lado y me dio un beso Tan real que me quedoacute en la boca su olor de regaliz

Memorias de mis putas tristes 32 ______________________________________________________________________________________

4A principios del nuevo antildeo empezaacutebamos a conocernos como si vivieacuteramos juntos y despiertos pues yo habiacutea encontrado un tono de voz cauteloso que ella oiacutea sin despertar y me contestaba con un lenguaje natural del cuerpo Sus estados de aacutenimo se le notaban en el modo de dormir De exhausta y montaraz que habiacutea sido al principio fue hacieacutendose a una paz interior que embelleciacutea su rostro y enriqueciacutea su suentildeo Le contaba mi vida le leiacutea al oiacutedo los borradores de mis notas dominicales en las que estaba ella sin decirlo y soacutelo ella

Por esa eacutepoca le dejeacute en la almohada unos zarcillos de esmeraldas que fueron de mi madre Los llevoacute puestos en la cita siguiente y no le luciacutean Le lleveacute despueacutes unos pendientes maacutes adecuados para el color de su piel Le expliqueacute Los primeros que te traje no te quedaban bien por tu tipo y el corte del cabello Estos te iraacuten mejor No llevoacute ninguno en las dos citas siguientes pero a la tercera se puso los que le habiacutea indicado Asiacute empeceacute a entender que no obedeciacutea a mis oacuterdenes pero aguardaba la ocasioacuten para complacerme Por esos diacuteas me sentiacute tan habituado a aquel geacutenero de vida domeacutestica que no seguiacute durmiendo desnudo sino que lleveacute las piyamas de seda china que habiacutea dejado de usar por no tener para quieacuten quitaacutermelas

Empeceacute a leerle El principito de Saint-Exupeacutery un autor franceacutes que el mundo entero admira maacutes que los franceses Fue el primero que la entretuvo sin despertarla hasta el punto de que tuve que ir dos diacuteas continuos para acabar de leeacuterselo Seguimos con los Cuentos de Perrault la Historia sagrada Las mil y una noches en una versioacuten desinfectada para nintildeos y por las diferencias entre uno y otro me di cuenta de que su suentildeo teniacutea diversos grados de profundidad seguacuten su intereacutes por las lecturas Cuando sentiacutea que habiacutea tocado fondo apagaba la luz y me dormiacutea abrazado a ella hasta que cantaban los gallos

Me sentiacutea tan feliz que la besaba en los paacuterpados muy suave y una noche ocurrioacute como una luz en el cielo sonrioacute por primera vez Maacutes tarde sin ninguacuten motivo se revolvioacute en la cama me dio la espalda y dijo disgustada Fue Isabel la que hizo llorar a los caracoles Exaltado por la ilusioacuten de un diaacutelogo le pregunteacute en el mismo tono iquestDe quieacuten eran No contestoacute Su voz teniacutea un rastro plebeyo como si no fuera suya sino de alguien ajeno que llevaba dentro Toda sombra de duda desaparecioacute entonces de mi alma la preferiacutea dormida

Mi uacutenico problema era el gato Estaba inapetente y hurantildeo y llevaba dos diacuteas sin levantar cabeza en su rincoacuten habitual y me tiroacute un zarpazo de fiera herida cuando

JUAN CARLOS 161104
zarcillo1 (Del lat circellus circulito) m Pendiente arete13
JUAN CARLOS 161104
montaraz (De monte y -araz) adj Que anda o estaacute hecho a andar por los montes o se ha criado en ellos || 2 Se dice del genio y propiedades agrestes groseras y feroces || 3 m Guarda de montes o heredades || 4 Sal Mayordomo de campo capataz que tiene a su cargo las labores y los ganados

Memorias de mis putas tristes 33 ______________________________________________________________________________________quise ponerlo en su canasto de mimbre para que Damiana lo llevara con el veterinario Apenas logroacute someterlo y se lo llevoacute pataleando dentro de un saco de fique Al cabo de un rato me llamoacute desde el criadero para decirme que no habiacutea maacutes remedio que sacrificarlo y necesitaban mi orden iquestPor queacute Porque ya estaacute muy viejo dijo Damiana Penseacute con rabia que a miacute tambieacuten podiacutean asarme vivo en un horno de gatos Me sentiacute inerme entre dos fuegos no habiacutea aprendido a querer el gato pero tampoco teniacutea corazoacuten para ordenar que lo mataran soacutelo porque era viejoiquestDoacutende lo deciacutea el manual

El incidente me conmocionoacute tanto que escribiacute una nota para el domingo con un tiacutetulo usurpado a Neruda iquestEs el gato un miacutenimo tigre de saloacuten La nota dio origen a una nueva campantildea que otra vez dividioacute a los lectores en favor y en contra de los gatos En cinco diacuteas prevalecioacute la tesis de que podiacutea ser liacutecito sacrificar un gato por razones de salud puacuteblica pero no porque estuviera viejo

Despueacutes de la muerte de mi madre me desvelaba el terror de que alguien me tocara mientras dormiacutea Una noche la sentiacute pero su voz me devolvioacute el sosiego Figlio mioacute poveretto Volviacute a sentirlo una madrugada en el cuarto de Delgadina y me retorciacute de gozo creyendo que ella me habiacutea tocado Pero no era Rosa Cabarcas en la oscuridad Viacutestete y ven conmigo me dijo tengo un problema serio

Asiacute era y maacutes serio de lo que pude imaginar A uno de los clientes grandes de la casa lo habiacutean asesinado a puntildealadas en el primer cuarto del pabelloacuten El asesino habiacutea escapado El cadaacutever enorme desnudo pero con los zapatos puestos teniacutea una palidez de pollo al vapor en la cama empapada de sangre Lo reconociacute de entrada era JMB un banquero grande famoso por su apostura su simpatiacutea y su buen vestir y sobre todo por la pulcritud de su hogar Teniacutea en el cuello dos heridas moradas como labios y una zanja en el vientre que no habiacutea acabado de sangrar Todaviacutea no empezaba el rigor Maacutes que sus heridas me impresionoacute que teniacutea un preservativo puesto y al parecer sin usar en el sexo desmirriado por la muerte

Rosa Cabarcas no sabiacutea con quieacuten iba porque tambieacuten eacutel teniacutea el privilegio de entrar por el portoacuten del huerto No se descartaba la sospecha de que su pareja fuera otro hombre Lo uacutenico que la duentildea queriacutea de miacute era que la ayudara a vestir el cadaacutever Estaba tan segura que me inquietoacute la idea de que la muerte fuera para ella un asunto de cocina No hay nada maacutes difiacutecil que vestir a un muerto le dije Lo he hecho a pasto de Dios replicoacute ella Es faacutecil si alguien me lo sostiene Le hice ver iquestTe imaginas quieacuten va a creer en un cuerpo tasajeado a cuchilladas dentro de un vestido intacto de caballero ingleacutes

Tembleacute por Delgadina Lo mejor seraacute que te la lleves tuacute me dijo Rosa Cabarcas Primero muerto le dije con la saliva helada Ella lo percibioacute y no pudo ocultar su desdeacuten iexclEstaacutes temblando Por ella dije aunque soacutelo era verdad a medias Aviacutesale que se vaya antes de que llegue nadie De acuerdo dijo ella aunque a ti como periodista no te pasaraacute nada Ni a ti tampoco le dije con cierto rencor Eres el uacutenico liberal que manda en este gobierno

La ciudad codiciada por su naturaleza paciacutefica y su seguridad congeacutenita arrastraba la desgracia de un asesinato escandaloso y atroz cada antildeo Aqueacutel no lo fue La noticia oficial en titulares excesivos y parca en detalles deciacutea que al joven banquero lo habiacutean asaltado y muerto a cuchilladas en la carretera de Pradomar por motivos

Memorias de mis putas tristes 34 ______________________________________________________________________________________incomprensibles No teniacutea enemigos El comunicado del gobierno sentildealaba como presuntos asesinos a refugiados del interior del paiacutes que estaban desatando una oleada de delincuencia comuacuten extrantildea al espiacuteritu ciacutevico de la poblacioacuten En las primeras horas hubo maacutes de cincuenta detenidos

Acudiacute escandalizado con el redactor judicial un periodista tiacutepico de los antildeos veinte con visera de celuloide verde y ligas en las mangas que presumiacutea de anticiparse a los hechos Sin embargo soacutelo conociacutea unas hilachas sueltas del crimen y yo se las completeacute hasta donde me fue prudente Asiacute escribimos cinco cuartillas a cuatro manos para una noticia de ocho columnas en primera paacutegina atribuida al fantasma eterno de las fuentes que nos merecen entero creacutedito Pero al Abominable Hombre de las Nueve -el censor- no le tembloacute el pulso para imponer la versioacuten oficial de que habiacutea sido un asalto de bandoleros liberales Yo me laveacute la conciencia con un centildeo de pesadumbre en el entierro maacutes ciacutenico y concurrido del siglo

Cuando regreseacute a casa aquella noche llameacute a Rosa Cabarcas para averiguar queacute habiacutea pasado con Delgadina pero no contestoacute el teleacutefono en cuatro diacuteas Al quinto fui a su casa con los dientes apretados Las puertas estaban selladas pero no por la policiacutea sino por la Sanidad Nadie en el vecindario daba noticias de nada Sin ninguacuten indicio de Delgadina me di a una buacutesqueda encarnizada y a veces ridiacutecula que me dejoacute acezante Paseacute diacuteas enteros observando a las joacutevenes ciclistas desde los escantildeos de un parque polvoriento donde los nintildeos jugaban a encaramarse en la estatua descascarada de Simoacuten Boliacutevar Pasaban pedaleando como venadas bellas disponibles listas para ser atrapadas a la gallina ciega Cuando se me acaboacute la esperanza me refugieacute en la paz de los boleros Fue como un bebedizo emponzontildeado cada palabra era ella Siempre habiacutea necesitado el silencio para escribir porque mi mente atendiacutea maacutes a la muacutesica que a la escritura Entonces fue al reveacutes soacutelo pude escribir a la sombra de los boleros Mi vida se llenoacute de ella Las notas que escribiacute aquellas dos semanas fueron modelos en clave para cartas de amor El jefe de redaccioacuten contrariado con la avalancha de respuestas me pidioacute que moderara el amor mientras pensaacutebamos coacutemo consolar a tantos lectores enamorados

La falta de sosiego acaboacute con el rigor de mis diacuteas Despertaba a las cinco pero me quedaba en la penumbra del cuarto imaginando a Delgadina en su vida irreal de levantar a sus hermanos vestirlos para la escuela darles el desayuno si lo habiacutea y atravesar la ciudad en bicicleta para cumplir la condena de coser botones Me pregunteacute asombrado iquestQueacute piensa una mujer mientras pega un botoacuten iquestPensaba en miacute iquestTambieacuten ella buscaba a Rosa Cabarcas para dar conmigo Paseacute hasta una semana sin quitarme el mameluco de mecaacutenico ni de diacutea ni de noche sin bantildearme sin afeitarme sin cepillarme los dientes porque el amor me ensentildeoacute demasiado tarde que uno se arregla para alguien se viste y se perfuma para alguien y yo nunca habiacutea tenido para quieacuten Damiana creyoacute que estaba enfermo cuando me encontroacute desnudo en la hamaca a las diez de la mantildeana La vi con los ojos turbios de la codicia y la inviteacute a revolearnos desnudos Ella con un desprecio me dijo

-iquestYa pensoacute lo que va a hacer si le digo que siacute

Asiacute supe hasta queacute punto me habiacutea corrompido el sufrimiento No me reconociacutea a miacute mismo en mi dolor de adolescente No volviacute a salir de la casa por no descuidar el teleacutefono Escribiacutea sin descolgarlo y al primer timbrazo le saltaba encima pensando

Memorias de mis putas tristes 35 ______________________________________________________________________________________que pudiera ser Rosa Cabarcas Interrumpiacutea a cada rato lo que estuviera haciendo para llamarla e insistiacute diacuteas enteros hasta comprender que era un teleacutefono sin corazoacuten

Al volver a casa una tarde de lluvia encontreacute el gato enroscado en la escalinata del portoacuten Estaba sucio y maltrecho y con una mansedumbre de laacutestima El manual me hizo ver que estaba enfermo y seguiacute sus normas para alentarlo De golpe mientras descabezaba un suentildeecito de siesta me despabiloacute la idea de que pudiera conducirme a la casa de Delgadina Lo lleveacute en una bolsa de mercado hasta la tienda de Rosa Cabarcas que seguiacutea sellada y sin indicios de vida pero se revolvioacute en el talego con tanto iacutempetu que logroacute escapar saltoacute la tapia del huerto y desaparecioacute entre los aacuterboles Toqueacute al portoacuten con el puntildeo y una voz militar preguntoacute sin abrir iquestQuieacuten vive Gente de paz dije yo para no ser menos Ando en pos de la duentildea No hay duentildea dijo la voz Por lo menos aacutebrame para coger el gato insistiacute No hay gato dijo Pregunteacute iquestQuieacuten es usted

-Nadie -dijo la voz

Siempre habiacutea entendido que morirse de amor no era maacutes que una licencia poeacutetica Aquella tarde de regreso a casa otra vez sin el gato y sin ella comprobeacute que no soacutelo era posible morirse sino que yo mismo viejo y sin nadie estaba murieacutendome de amor Pero tambieacuten me di cuenta de que era vaacutelida la verdad contraria no habriacutea cambiado por nada del mundo las delicias de mi pesadumbre Habiacutea perdido maacutes de quince antildeos tratando de traducir los cantos de Leopardi y soacutelo aquella tarde los sentiacute a fondo Ay de miacute si es amor cuaacutento atormenta

Mi entrada al perioacutedico en mameluco y mal afeitado despertoacute ciertas dudas sobre mi estado mental La casa remodelada con cabinas individuales de vidrio y luces cenitales pareciacutea una cliacutenica de maternidad El clima artificial callado y confortable invitaba a hablar en susurros y caminar en puntillas En el vestiacutebulo como virreyes muertos estaban los retratos al oacuteleo de los tres directores vitalicios y las fotografiacuteas de visitantes ilustres La enorme sala principal estaba presidida por la fotografiacutea gigantesca de la redaccioacuten actual tomada la tarde de mi cumpleantildeos No pude evitar la comparacioacuten mental con la otra de mis treinta antildeos y una vez maacutes comprobeacute con horror que se envejece maacutes y peor en los retratos que en la realidad La secretaria que me habiacutea besado la tarde del cumpleantildeos me preguntoacute si estaba enfermo Fui feliz de contestarle la verdad para que no la creyera Enfermo de amor Ella dijo iexclLaacutestima que no sea por miacute Yo le correspondiacute el cumplido No esteacute tan segura

El redactor judicial salioacute de su cabina gritando que habiacutea dos cadaacuteveres de muchachas sin identificar en el anfiteatro municipal Le pregunteacute asustado iquestDe queacute edad Joacutevenes dijo eacutel Pueden ser refugiadas del interior perseguidas hasta aquiacute por matones del reacutegimen Respireacute aliviado La situacioacuten nos invade en silencio como una mancha de sangre dije El redactor judicial ya lejos gritoacute

-De sangre no maestro de mierda

Algo peor me ocurrioacute diacuteas despueacutes cuando una muchacha instantaacutenea con una canasta igual a la del gato pasoacute como un escalofriacuteo frente a la libreriacutea Mundo La perseguiacute a codazos por entre la muchedumbre en el fragor de las doce del diacutea Era muy bella de trancos largos y con una fluidez para abrirse camino entre el gentiacuteo

Memorias de mis putas tristes 36 ______________________________________________________________________________________que me costoacute trabajo alcanzarla Por fin la rebaseacute y la mireacute de frente Ella me apartoacute con la mano sin detenerse ni pedir perdoacuten No era la que creiacutea pero su altivez me dolioacute como si lo fuera Comprendiacute entonces que no seriacutea capaz de reconocer a Delgadina despierta y vestida ni ella podiacutea saber quieacuten era yo si nunca me habiacutea visto En un acto de locura tejiacute durante tres diacuteas doce pares de zapatitos azules y rosados para recieacuten nacidos tratando de darme valor para no escuchar ni cantar ni recordar las canciones que me recordaban a ella

La verdad era que no podiacutea con mi alma y empezaba a tomar conciencia de la vejez por mis flaquezas frente al amor Una prueba todaviacutea maacutes dramaacutetica la tuve cuando un autobuacutes de servicio puacuteblico arrolloacute una ciclista en el puro centro comercial Acababan de llevaacutersela en una ambulancia y la magnitud de la tragedia se apreciaba por el estado de chatarra en que quedoacute la bicicleta sobre un charco de sangre viva Pero mi impresioacuten no fue tanta por los destrozos de la bicicleta como por la marca el modelo y el color No podiacutea ser otra que la que yo mismo le habiacutea regalado a Delgadina

Los testigos coincidieron en que la ciclista herida era muy joven alta y delgada y con el cabello corto y rizado Aturdido tomeacute el primer taxi que pasoacute y me hice llevar al hospital de Caridad un viejo edificio de muros ocres que pareciacutea una caacutercel encallada en un arenal Necesiteacute media hora para entrar y otra maacutes para salir de un patio fragante de aacuterboles frutales donde una mujer atribulada se me atravesoacute en el camino me miroacute a los ojos y exclamoacute

-Yo soy la que no buscas

Soacutelo entonces recordeacute que era alliacute donde viviacutean en libertad los internos mansos del manicomio municipal Tuve que identificarme como periodista ante la direccioacuten del hospital para que un enfermero me condujera al pabelloacuten de urgencias En elcuaderno de ingresos estaban los datos Rosalba Riacuteos dieciseacuteis antildeos sin oficio conocido Diagnoacutestico conmocioacuten cerebral Pronoacutestico reservado Pregunteacute al jefe del pabelloacuten si podiacutea verla con la esperanza iacutentima de que me dijeran que no pero me llevaron encantados por si queriacutea escribir sobre el estado de abandono del hospital

Atravesamos una sala abigarrada con un fuerte olor de aacutecido feacutenico y los enfermos apelotonados en las camas Al fondo en un cuarto solo tendida en una camilla metaacutelica estaba la que buscaacutebamos Teniacutea el craacuteneo cubierto de vendas la cara indescifrable gonfia y amoratada pero me bastoacute con verle los pies para saber que no era Soacutelo entonces se me ocurrioacute preguntarme iquestQueacute habriacutea hecho yo si hubiera sido ella

Todaviacutea enredado en las telarantildeas de la noche tuve el valor de ir el diacutea siguiente a la faacutebrica de camisas donde Rosa Cabarcas habiacutea dicho alguna vez que trabajaba la nintildea y le pediacute al propietario que nos mostrara sus instalaciones como modelo para un proyecto continental de las Naciones Unidas Era un libaneacutes paquideacutermico y taciturno que nos abrioacute las puertas de su reino con la ilusioacuten de ser un ejemplo universal

Trescientas joacutevenes de blusas blancas con la ceniza del mieacutercoles en la frente cosiacutean botones en la vasta nave iluminada Cuando nos vieron entrar se irguieron

Memorias de mis putas tristes 37 ______________________________________________________________________________________como colegialas y nos observaron de reojo mientras el gerente explicaba sus aportes al arte inmemorial de pegar botones Yo escrutaba las caras de cada una con el pavor de descubrir a Delgadina vestida y despierta Pero fue una de ellas la que me descubrioacute a miacute con la mirada temible de la admiracioacuten sin clemencia

-Diacutegame sentildeor iquestno es usted el que escribe las cartas de amor en el perioacutedico

Nunca me hubiera imaginado que una nintildea dormida pudiera causar en uno semejantes estragos Escapeacute de la faacutebrica sin despedirme ni pensar siquiera si alguna de aquellas viacutergenes de purgatorio era por fin la que buscaba Cuando saliacute de ahiacute el uacutenico sentimiento que me quedaba en la vida eran las ganas de llorar

Rosa Cabarcas llamoacute al cabo de un mes con una explicacioacuten increiacuteble se habiacutea tomado un merecido descanso en Cartagena de Indias despueacutes del asesinato del banquero No le creiacute desde luego pero la feliciteacute por su suerte y la dejeacute explayarse en su mentira antes de hacerle la pregunta que me borboritaba en el corazoacuten

-iquestY ella

Rosa Cabarcas hizo un silencio largo Ahiacute estaacute dijo al fin pero su voz se hizo evasiva Hay que esperar un tiempo iquestCuaacutento Ni idea ya te avisareacute Sentiacute que se me iba y la pareacute en seco Espeacuterate dame alguna luz No hay luz dijo ella y concluyoacute Ten cuidado puedes perjudicarte tuacute y sobre todo perjudicarla a ella Yo no estaba para esa clase de remilgos Le supliqueacute aunque fuera una oportunidad de acercarme a la verdad Al fin y al cabo le dije somos coacutemplices Ella no dio un paso maacutes Caacutelmate me dijo la nintildea estaacute bien y esperando que la llame pero ahora mismo no hay nada que hacer ni voy a decir nada maacutes Adioacutes

Me quedeacute con el teleacutefono en la mano sin saber por doacutende seguir pues tambieacuten la conociacutea bastante para pensar que no conseguiriacutea nada de ella si no era por las buenas Despueacutes del mediodiacutea me di una vuelta furtiva por su casa maacutes confiado en la casualidad que en la razoacuten y la encontreacute todaviacutea cerrada y con los sellos de la Sanidad Penseacute que Rosa Cabarcas me habiacutea telefoneado de otra parte tal vez de otra ciudad y la sola idea me llenoacute de presagios turbios No obstante a las seis de la tarde cuando menos lo esperaba me soltoacute por teleacutefono mi propio santo y sentildea

-Bueno ahora siacute

A las diez de la noche tembloroso y con los labios mordidos para no llorar fui cargado de cajas de chocolates suizos turrones y caramelos y una canasta de rosas ardientes para cubrir la cama La puerta estaba entreabierta las luces encendidas y en el radio se diluiacutea a medio volumen la sonata nuacutemero uno para violiacuten y piano de Brahms Delgadina en la cama estaba tan radiante y distinta que me costoacute trabajo reconocerla

Habiacutea crecido pero no se le notaba en la estatura sino en una madurez intensa que la haciacutea parecer con dos o tres antildeos maacutes y maacutes desnuda que nunca Sus poacutemulos altos la piel tostada por soles de mar bravo los labios finos y el cabello corto y rizado le infundiacutean a su rostro el resplandor androacutegino del Apolo de Praxiacuteteles Pero no habiacutea equiacutevoco posible porque sus senos habiacutean crecido hasta el punto de que no me cabiacutean en la mano sus caderas habiacutean acabado de formarse y sus huesos se

Memorias de mis putas tristes 38 ______________________________________________________________________________________habiacutean vuelto maacutes firmes y armoacutenicos Me encantaron aquellos aciertos de la naturaleza pero me aturdieron los artificios las pestantildeas postizas las untildeas de las manos y los pies esmaltadas de naacutecar y un perfume de a dos cuartillos que no teniacutea nada que ver con el amor Sin embargo lo que me sacoacute de quicio fue la fortuna que llevaba encima pendientes de oro con gajos de esmeraldas un collar de perlas naturales una pulsera de oro con resplandores de diamantes y anillos con piedras legiacutetimas en todos los dedos En la silla estaba su traje de nochera con lentejuelas y bordados y las zapatillas de raso Un vapor raro me subioacute de las entrantildeas

-iexclPuta -griteacute

Pues el diablo me soploacute en el oiacutedo un pensamiento siniestro Y fue asiacute la noche del crimen Rosa Cabarcas no debioacute tener tiempo ni serenidad para prevenir a la nintildea y la policiacutea la encontroacute en el cuarto sola menor de edad y sin coartada Nadie igual a Rosa Cabarcas para una situacioacuten como aqueacutella le vendioacute la virginidad de la nintildea a alguno de sus grandes cacaos a cambio de que a ella la sacaran limpia del crimen Lo primero claro fue desaparecer mientras se aplacaba el escaacutendalo iexclQueacute maravilla Una luna de miel para tres ellos dos en la cama y Rosa Cabarcas en una terraza de lujo disfrutando de su impunidad feliz Ciego de una furia insensata fui reventando contra las paredes cada cosa del cuarto las laacutemparas el radio el ventilador los espejos las jarras los vasos Lo hice sin prisa pero sin pausas con un grande estropicio y una embriaguez metoacutedica que me salvoacute la vida La nintildea dio un salto al primer estallido pero no me miroacute sino que se enroscoacute de espaldas a miacute y asiacute permanecioacute con espasmos entrecortados hasta que cesoacute el estropicio Las gallinas en el patio y los perros de la madrugada aumentaron el escaacutendalo Con la cegadora lucidez de la coacutelera tuve la inspiracioacuten final de prenderle fuego a la casa cuando aparecioacute en la puerta la figura impasible de Rosa Cabarcas en camisa de dormir No dijo nada Hizo con la vista el inventario del desastre y comproboacute que la nintildea estaba enroscada sobre siacute misma como un caracol y con la cabeza escondida entre los brazos aterrada pero intacta

-iexclDios miacuteo -exclamoacute Rosa Cabarcas- iexclQueacute no hubiera dado yo por un amor como eacuteste

Me midioacute de cuerpo entero con una mirada de misericordia y me ordenoacute Vamos La seguiacute hasta la casa me sirvioacute un vaso de agua en silencio me hizo una sentildea de que me sentara frente a ella y me puso en confesioacuten Bueno me dijo ahora poacutertate como un adulto y cueacutentame iquestqueacute te pasa

Le conteacute con lo que teniacutea como mi verdad revelada Rosa Cabarcas me escuchoacute en silencio sin asombro y por fin parecioacute iluminada Queacute maravilla dijo Siempre he dicho que los celos saben maacutes que la verdad Y entonces me contoacute la realidad sin reservas En efecto dijo en su ofuscacioacuten de la noche del crimen se habiacutea olvidado de la nintildea dormida en el cuarto Uno de sus clientes abogado del muerto ademaacutes repartioacute prebendas y sobornos a cuatro manos e invitoacute a Rosa Cabarcas a un hotel de reposo de Cartagena de Indias mientras se disipaba el escaacutendalo Creacuteeme dijo Rosa Cabarcas que en todo este tiempo no dejeacute de pensar ni un momento en ti y en la nintildea Volviacute antier y lo primero que hice fue llamarte por teleacutefono pero nadie contestoacute En cambio la nintildea vino enseguida y en tan mal estado que te la bantildeeacute te la vestiacute y te la mandeacute al saloacuten de belleza con la orden de que la arreglaran como una reina Ya viste coacutemo perfecta iquestLa ropa de lujo Son los trajes que les alquilo a mis

Memorias de mis putas tristes 39 ______________________________________________________________________________________pupilas maacutes pobres cuando tienen que ir a bailar con sus clientes iquestLas joyas Son las miacuteas dijo Basta con tocarlas para darse cuenta de que son diamantes de vidrio y estoperoles de hojalata De modo que no jodas concluyoacute Anda despieacutertala piacutedele perdoacuten y hazte cargo de ella de una vez Nadie merece ser maacutes feliz que ustedes

Hice un esfuerzo sobrenatural para creerle pero pudo maacutes el amor que la razoacuten iexclPutas le dije atormentado por el fuego vivo que me abrasaba las entrantildeas iexclEso es lo que son ustedes griteacute iexclPutas de mierda No quiero saber nada maacutes de tiacute ni de ninguna otra guaricha en el mundo y menos de ella Le hice desde la puerta una sentildeal de adioacutes para siempre Rosa Cabarcas no lo dudoacute

-Vete con Dios -me dijo con un rictus de tristeza y volvioacute a su vida real- De todos modos te pasareacute la cuenta del desmadre que me hiciste en el cuarto

Memorias de mis putas tristes 40 ______________________________________________________________________________________

5

Leyendo Los idus de marzo encontreacute una frase siniestra que el autor atribuye a Julio Ceacutesar Es imposible no terminar siendo como los otros creen que uno es No pude comprobar su verdadero origen en la propia obra de Julio Ceacutesar ni en las obras de sus bioacutegrafos desde Suetonio hasta Carcopino pero valioacute la pena conocerla Su fatalismo aplicado al curso de mi vida en los meses siguientes fue lo que me dio la determinacioacuten que me haciacutea falta no soacutelo para escribir esta memoria sino para empezarla sin pudores con el amor de Delgadina

No teniacutea un instante de sosiego apenas si probaba bocado y perdiacute tanto peso que no se me teniacutean los pantalones en la cintura Los dolores erraacuteticos se me quedaron en los huesos cambiaba de aacutenimo sin razoacuten pasaba las noches en un estado de deslumbramiento que no me permitiacutea leer ni escuchar muacutesica y en cambio se me iba el diacutea cabeceando por una somnolencia sonsa que no serviacutea para dormir

El alivio me cayoacute del cielo En la atestada goacutendola de Loma Fresca una vecina de asiento que no habiacutea visto subir me susurroacute al oiacutedo iquestTodaviacutea tiras Era Casilda Armenia un viejo amor de a tres por cinco que me habiacutea soportado como cliente asiduo desde que era una adolescente altiva Una vez retirada medio enferma y sin un clavo se habiacutea casado con un hortelano chino que le dio nombre y apoyo y quizaacutes un poco de amor A los setenta y tres antildeos teniacutea el peso de siempre seguiacutea bella y de caraacutecter fuerte y conservaba intacto el desparpajo del oficio

Me llevoacute a su casa una huerta de chinos en una colina de la carretera al mar Nos sentamos en las sillas de playa de la terraza umbriacutea entre helechos y frondas de astromelias y jaulas de paacutejaros colgadas en el alero En la falda de la colina se veiacutean los hortelanos chinos con sombreros de cono sembrando las hortalizas bajo el sol abrasante y el pieacutelago gris de las Bocas de Ceniza con los dos tajamares de rocas que canalizan el riacuteo varias leguas en el mar Mientras conversaacutebamos vimos entrar un trasatlaacutentico blanco por la desembocadura y lo seguimos callados hasta oiacuter su bramido de toro luacutegubre en el puerto fluvial Ella suspiroacute iquestTe das cuenta En maacutes de medio siglo es la primera vez que no te recibo la visita en la cama Ya somos otros dije Ella prosiguioacute sin oiacuterme Cada vez que dicen cosas de ti en el radio que te elogian por el carintildeo que te tiene la gente y te llaman maestro del amor imagiacutenate pienso que nadie te conocioacute tus gracias y tus mantildeas tan bien como yo En serio dijo nadie hubiera podido soportarte mejor

No resistiacute maacutes Ella lo sintioacute vio mis ojos huacutemedos de laacutegrimas y soacutelo entonces debioacute descubrir que ya no era el que fui y le sostuve la mirada con un valor del que

Memorias de mis putas tristes 41 ______________________________________________________________________________________nunca me creiacute capaz Es que me estoy volviendo viejo le dijeYa lo estamos suspiroacute ella Lo que pasa es que uno no lo siente por dentro pero desde fuera todo el mundo lo ve

Era imposible no abrirle el corazoacuten asiacute que le conteacute la historia completa que me ardiacutea en las entrantildeas desde mi primera llamada a Rosa Cabarcas la viacutespera de mis noventa antildeos hasta la noche traacutegica en que hice antildeicos el cuarto y no regreseacute maacutes Ella me oyoacute el desahogo como si estuviera vivieacutendolo lo rumioacute muy despacio y por fin sonrioacute

-Haz lo que quieras pero no pierdas a esa criatura -me dijo- No hay peor desgracia que morir solo

Fuimos a Puerto Colombia en el trenecito de juguete tan despacioso como un caballo Almorzamos frente al muelle de maderas carcomidas por donde habiacutea entrado el mundo entero al paiacutes antes que se dragaran las Bocas de Ceniza Nos sentamos bajo un cobertizo de palma donde las grandes matronas negras serviacutean pargos fritos con arroz de coco y tajadas de plaacutetano verde Dormitamos en el sopor denso de las dos y seguimos conversando hasta que se hundioacute en el mar el inmenso sol de candela La realidad me pareciacutea fantaacutestica Mira adonde ha venido a dar nuestra luna de miel se burloacute ella Pero prosiguioacute en serio Hoy miro para atraacutes veo la fila de miles de hombres que pasaron por mis camas y dariacutea el alma por haberme quedado aunque fuera con el peor Gracias a Dios encontreacute mi chino a tiempo Es como estar casada con el dedo mentildeique pero es soacutelo miacuteo

Me miroacute a los ojos midioacute mi reaccioacuten a lo que acababa de contarme y me dijo Asiacute que vete a buscar ahora mismo a esa pobre criatura aunque sea verdad lo que te dicen los celos sea como sea que lo bailado no te lo quita nadie Pero eso siacute sin romanticismos de abuelo Despieacutertala tiacuteratela hasta por las orejas con esa pinga de burro con que te premioacute el diablo por tu cobardiacutea y tu mezquindad En serio terminoacute con el alma no te vayas a morir sin probar la maravilla de tirar con amor

El pulso me temblaba al diacutea siguiente cuando marqueacute el nuacutemero del teleacutefono Tanto por la tensioacuten del reencuentro con Delgadina como por la incertidumbre de la forma en que Rosa Cabarcas me respondiera Habiacuteamos tenido una disputa seria por el abuso con que tasoacute los destrozos que hice en su cuarto Tuve que vender uno de los cuadros maacutes amados de mi madre cuyo valor se calculaba en una fortuna pero a la hora de la verdad no llegoacute a un deacutecimo de mis ilusiones

Aumenteacute la suma con el resto de mis ahorros y se la lleveacute a Rosa Cabarcas con una consigna inapelable Lo tomas o lo dejas Fue un acto suicida porque soacutelo con vender uno de mis secretos ella habriacutea aniquilado mi buen nombre Pero no respingoacute sino que se quedoacute con los cuadros que habiacutea tomado en prenda la noche del pleito Fui el perdedor absoluto en una sola jugada me quedeacute sin Delgadina sin Rosa Cabarcas y sin mis uacuteltimos ahorros Sin embargo oiacute el timbre del teleacutefono una vez dos veces tres y por fin ella iquestA ver No me salioacute la voz Colgueacute Me echeacute en la hamaca tratando de serenarme con la liacuterica asceacutetica de Satie y sudeacute tanto que el lienzo quedoacute empapado Hasta el diacutea siguiente no tuve el valor de llamar

-Bueno mujer -dije con voz firme- Hoy siacute

Memorias de mis putas tristes 42 ______________________________________________________________________________________Rosa Cabarcas coacutemo no estaba maacutes allaacute de todo Ay mi sabio triste suspiroacute con su aacutenimo invencible te pierdes dos meses y soacutelo vuelves para pedir ilusiones Me contoacute que no habiacutea visto a Delgadina desde haciacutea maacutes de un mes que pareciacutea tan repuesta del susto de mis estropicios que ni siquiera habloacute de ellos ni preguntoacute por miacute y estaba muy contenta en un nuevo empleo maacutes coacutemodo y mejor pagado que coser botones Una oleada de fuego vivo me quemoacute las entrantildeas Soacutelo puede ser de puta dije Rosa me replicoacute sin pestantildeear No seas bruto si asiacute fuera estariacutea aquiacute iquestO doacutende podriacutea estar mejor La rapidez de su loacutegica me agravoacute la duda iquestY coacutemo seacute que no estaacute ahiacute En ese caso replicoacute ella lo que maacutes te conviene es no saberlo iquestO no Una vez maacutes la odieacute Ella a prueba de erosiones prometioacute rastrear a la nintildea Sin muchas esperanzas porque el teleacutefono de la vecina donde la llamaba seguiacutea cortado y no teniacutea la menor idea de doacutende viviacutea Pero no era para echarse a morir queacute carajo dijo te llamo en una hora

Fue una hora de tres diacuteas pero encontroacute a la nintildea disponible y sana Volviacute avergonzado y la beseacute palmo a palmo como penitencia desde las doce de la noche hasta que cantaron los gallos Un perdoacuten largo que me prometiacute seguir repitiendo para siempre y fue como empezar otra vez por el principio El cuarto habiacutea sido desmantelado y el mal uso habiacutea acabado con todo lo que yo habiacutea puesto Ella lo habiacutea dejado asiacute y me dijo que cualquier mejora teniacutea que hacerla yo por lo que estaba debieacutendole Sin embargo mi situacioacuten econoacutemica tocaba fondo El dinero de las jubilaciones alcanzaba cada vez para menos Las pocas cosas vendibles que quedaban en la casa -salvo las joyas sagradas de mi madre- careciacutean de valor comercial y nada era bastante viejo para ser antiguo En tiempos mejores el gobernador me habiacutea hecho la oferta tentadora de comprarme en bloque los libros de los claacutesicos griegos latinos y espantildeoles para la Biblioteca Departamental pero no tuve corazoacuten para venderlos Despueacutes con los cambios poliacuteticos y el deterioro del mundo nadie del gobierno pensaba en las artes ni las letras Cansado de buscar una solucioacuten decente me echeacute al bolsillo las joyas que Delgadina me habiacutea devuelto y me fui a empentildearlas en un callejoacuten siniestro que conduciacutea al mercado puacuteblico Con aires de sabio distraiacutedo recorriacute varias veces aquel tugurio atiborrado de cantinas de mala muerte libreriacuteas de viejo y casas de empentildeo pero la dignidad de Florina de Dios me cerroacute el paso no me atreviacute Entonces decidiacute venderlas con la frente en alto a la joyeriacutea maacutes antigua y acreditada

El dependiente me hizo algunas preguntas mientras examinaba las joyas con su monoacuteculo Teniacutea la conducta el estilo y el pavor de un meacutedico Le expliqueacute que eran joyas heredadas de mi madre El aprobaba con un gruntildeido cada una de mis explicaciones y por fin se quitoacute el monoacuteculo

-Lo siento -dijo- pero son culos de botellas

Ante mi sorpresa me explicoacute con una suave conmiseracioacuten Menos mal que el oro es oro y el platino es platino Me toqueacute el bolsillo para asegurarme de que llevaba las facturas de compra y dije sin resabios

-Pues fueron compradas en esta noble casa hace maacutes de cien antildeos

El no se inmutoacute Suele suceder dijo que en las joyas hereditarias vayan desapareciendo las piedras maacutes valiosas con el paso del tiempo sustituidas por diacutescolos de la familia o por joyeros bandidos y soacutelo cuando alguien trata de

Memorias de mis putas tristes 43 ______________________________________________________________________________________venderlas se descubre el fraude Pero permiacutetame un segundo dijo y se llevoacute las joyas por la puerta del fondo Al cabo de un momento regresoacute y sin explicacioacuten alguna me indicoacute que me sentara en la silla de espera y siguioacute trabajando

Examineacute la tienda Habiacutea ido con mi madre varias veces y recordaba una frase recurrente No se lo digas a tu papaacute De pronto se me ocurrioacute una idea que me crispoacute iquestno seriacutea que Rosa Cabarcas y Delgadina de comuacuten acuerdo habiacutean vendido las piedras legiacutetimas y me devolvieron las joyas con las piedras falsas

Estaba ardiendo en dudas cuando una secretaria me invitoacute a seguirla por la misma puerta del fondo hasta una oficina pequentildea con una larga estanteriacutea de gruesos voluacutemenes Un beduino colosal se levantoacute en el escritorio del fondo y me estrechoacute la mano tuteaacutendome con una efusioacuten de viejo amigo Hicimos juntos el bachillerato me dijo a modo de saludo Me fue faacutecil recordarlo era el mejor futbolista de la escuela y campeoacuten de nuestros primeros burdeles Habiacutea dejado de verlo en alguacuten momento incierto y debioacute verme tan decreacutepito que me confundioacute con un condisciacutepulo de su infancia

Sobre el cristal del escritorio teniacutea abierto uno de los mamotretos del archivo donde estaba la memoria de las joyas de mi madre Una relacioacuten exacta con fechas y detalles de que ella en persona habiacutea hecho cambiar las piedras de dos generaciones de hermosas y dignas Cargamantos y habiacutea vendido las legiacutetimas a la misma tienda Esto habiacutea ocurrido cuando el padre del propietario actual estaba al frente de la joyeriacutea y eacutel y yo en la escuela Pero eacutel mismo me tranquilizoacute aquellas triquintildeuelas eran de uso corriente entre las grandes familias en desgracia para resolver urgencias de plata sin sacrificar el honor Ante la realidad cruda preferiacute conservarlas como recuerdo de otra Florina de Dios que nunca conociacute

A principios de julio sentiacute la distancia real de la muerte Mi corazoacuten perdioacute el paso y empeceacute a ver y sentir por todos lados los presagios inequiacutevocos del final El maacutes niacutetido fue en el concierto de Bellas Artes El aire acondicionado habiacutea fallado y la flor y nata de las artes y las letras se cocinaban al bantildeomariacutea en el saloacuten abarrotado pero la magia de la muacutesica era un clima celestial Al final con el Allegretto poco mosso me estremecioacute la revelacioacuten deslumbrante de que estaba escuchando el uacuteltimo concierto que me deparaba el destino antes de morir No sentiacute dolor ni miedo sino la emocioacuten arrasadora de haber alcanzado a vivirlo

Cuando por fin logreacute abrirme camino empapado de sudor a traveacutes de los abrazos y las fotos me encontreacute de manos a boca con Ximena Ortiz como una diosa de cien antildeos en la silla de ruedas Su sola presencia se me imponiacutea como un pecado mortal Teniacutea una tuacutenica de seda color marfil tan tersa como su piel un hilo de perlas legiacutetimas de tres vueltas el cabello color de naacutecar cortado a la moda de los veintes con una punta de ala de gaviota en la mejilla y los grandes ojos amarillos iluminados por la sombra natural de las ojeras Todo en ella contradeciacutea el rumor de que su mente estaba quedaacutendose en blanco por la erosioacuten irredimible de la memoria Petrificado y sin recursos frente a ella me sobrepuse al vaho de fuego que me subioacute a la cara y la saludeacute en silencio con una venia versallesca Ella sonrioacute como una reina y me agarroacute la mano Entonces me di cuenta de que tambieacuten aquello era una coartada del destino y no la perdiacute para sacarme una espina que me estorbaba desde siempre He sontildeado durante antildeos con este momento le dije Ella no parecioacute

Memorias de mis putas tristes 44 ______________________________________________________________________________________entender iexclNo me digas dijo iquestY tuacute quieacuten eres No supe nunca si en verdad lo habiacutea olvidado o si fue la venganza final de su vida

La certidumbre de ser mortal en cambio me habiacutea sorprendido poco antes de los cincuenta antildeos en una ocasioacuten como aqueacutella una noche de carnaval en que bailaba un tango apache con una mujer fenomenal a la que nunca le vi la cara maacutes corpulenta que yo como por cuarenta libras y maacutes alta como de dos palmos que sin embargo se dejaba llevar como una pluma al viento Bailaacutebamos tan apretados que sentiacutea circular su sangre por las venas y me hallaba como adormecido de gusto con su resuello trabajoso su grajo de amoniacuteaco sus tetas de astroacutenoma cuando me sacudioacute por la primera vez y casi me derriboacute por tierra el freacutemito de la muerte Fue como un oraacuteculo brutal en el oiacutedo Hagas lo que hagas en este antildeo o dentro de ciento estaraacutes muerto hasta jamaacutes Ella se separoacute asustada iquestQueacute le pasa Nada le dije tratando de sujetarme el corazoacuten

-Tiemblo por usted

Desde entonces empeceacute a medir la vida no por antildeos sino por deacutecadas La de los cincuenta habiacutea sido decisiva porque tomeacute conciencia de que casi todo el mundo era menor que yo La de los sesenta fue la maacutes intensa por la sospecha de que ya no me quedaba tiempo para equivocarme La de los setenta fue temible por una cierta posibilidad de que fuera la uacuteltima No obstante cuando desperteacute vivo la primera mantildeana de mis noventa antildeos en la cama feliz de Delgadina se me atravesoacute la idea complaciente de que la vida no fuera algo que transcurre como el riacuteo revuelto de Heraacuteclito sino una ocasioacuten uacutenica de voltearse en la parrilla y seguir asaacutendose del otro costado por noventa antildeos maacutes

Me volviacute de laacutegrima faacutecil Cualquier sentimiento que tuviera algo que ver con la ternura me causaba un nudo en la garganta que no siempre lograba dominar y penseacute en renunciar al placer solitario de velar el suentildeo de Delgadina no tanto por la incertidumbre de mi muerte como por el dolor de imaginarla sin miacute en el resto de su vida Uno de aquellos diacuteas inciertos fui a dar por distraccioacuten a la muy noble calle de los Notarios y me sorprendioacute no encontrar nada maacutes que los escombros del viejo hotel de lance donde fui iniciado por la fuerza en las artes del amor poco antes de mis doce antildeos Habiacutea sido una mansioacuten de antiguos navieros espleacutendida como pocas en la ciudad con columnas enchapadas de alabastro y frisos de oropeles alrededor de un patio interior con una cuacutepula de cristales de siete colores que irradiaba un resplandor de invernadero En la planta baja con un portal goacutetico sobre la calle estuvieron por maacutes de un siglo las notariacuteas coloniales en las que trabajoacute prosperoacute y se arruinoacute mi padre en toda una vida de suentildeos fantaacutesticos Las familias histoacutericas abandonaron poco a poco los pisos superiores que terminaron ocupados por una legioacuten de nocheras en desgracia que subiacutean y bajaban hasta el amanecer con los clientes atrapados por un peso y medio en las cantinas del cercano puerto fluvial

A mis doce antildeos todaviacutea con mis pantalones cortos y mis botitas de la escuela primaria no pude resistir la tentacioacuten de conocer los pisos superiores mientras mi padre se debatiacutea en una de sus reuniones interminables y me encontreacute con un espectaacuteculo celestial Las mujeres que malvendiacutean sus cuerpos hasta el amanecer se moviacutean por la casa desde las once de la mantildeana cuando ya la caniacutecula del vitral era insoportable y teniacutean que hacer su vida domeacutestica caminando en pelotas por

JUAN CARLOS 161104
caniacutecula (Del lat canicŭla) f Periacuteodo del antildeo en que es maacutes fuerte el calor || 2 Astr Tiempo del nacimiento heliacuteaco de Sirio que antiguamente coincidiacutea con la eacutepoca maacutes calurosa del antildeo pero que hoy no se verifica hasta fines de agosto13
JUAN CARLOS 161104
freacutemito (Del lat fremĭtus) m bramido

Memorias de mis putas tristes 45 ______________________________________________________________________________________toda la casa mientras comentaban a gritos sus aventuras de la noche Me quedeacute aterrorizado Lo uacutenico que se me ocurrioacute fue escapar por donde habiacutea llegado cuando una de las desnudas de carnes macizas olorosas a jaboacuten de monte me abrazoacute por la espalda y me llevoacute en vilo hasta su cubiacuteculo de cartoacuten sin que yo pudiera verla en medio de la griteriacutea y los aplausos de las inquilinas en cueros Me tiroacute bocarriba en su cama para cuatro me quitoacute los pantalones con una maniobra maestra y se acaballoacute sobre miacute pero el terror helado que me empapaba el cuerpo me impidioacute recibirla como un hombre Aquella noche desvelado en la cama de mi casa por la verguumlenza del asalto no pude dormir maacutes de una hora con las ansias de volver a verla Pero la mantildeana siguiente mientras los trasnochados dormiacutean subiacute temblando hasta su cubiacuteculo y la desperteacute llorando a gritos con un amor enloquecido que duroacute hasta que se lo llevoacute sin misericordia el ventarroacuten de la vida real Se llamaba Castorina y era la reina de la casa

Los cubiacuteculos del hotel costaban un peso para los amores de paso pero muy pocos sabiacuteamos que costaban lo mismo hasta por veinticuatro horas Ademaacutes Castorina me introdujo en su mundo de mala muerte donde invitaban a los clientes pobres a sus desayunos de gala le prestaban el jaboacuten les atendiacutean los dolores de muela y en casos de urgencia mayor les daban un amor de caridad

Pero en las tardes de la uacuteltima vejez se acordaba de la inmortal Castorina muerta quien sabiacutea cuando que habiacutea sucedido desde las esquinas miserables del muelle fluvial hasta el trono sagrado de mamasanta mayor con un parche de pirata en el ojo perdido en el pleito de cantina Su uacuteltimo machucante de planta un negro feliz de Camaguumley a quien llamaba Jonaacutes el Galeote habiacutea sido un trompetista de los grandes en La Habana hasta que perdioacute la sonrisa completa en una cataacutestrofe de trenes

Al salir de aquella visita amarga sentiacute una punzada en el corazoacuten que no habiacutea logrado aliviar en tres diacuteas con toda clase de poacutecimas caseras El meacutedico al que acudiacute de urgencia miembro de una estirpe de insignes era nieto del que me vio a mis cuarenta y dos antildeos y me asustoacute que pareciera el mismo pues estaba tan envejecido como su abuelo a los setenta por una calvicie prematura unos lentes de miope sin regreso y una tristeza inconsolable Me hizo un examen minucioso de cuerpo entero con una concentracioacuten de orfebre Me auscultoacute el pecho y la espalda y me revisoacute la presioacuten arterial los reflejos de la rodilla el fondo del ojo el color del paacuterpado inferior En las pausas mientras yo cambiaba de posicioacuten en la mesa de reconocimiento me haciacutea preguntas tan vagas y raacutepidas que apenas si me daban tiempo de pensar las respuestas Al cabo de una hora me miroacute con una sonrisa feliz Bueno dijo creo que no tengo nada que hacer por usted iquestQueacute quiere decir Que su estado es el mejor posible a su edad Queacute curioso le dije lo mismo me dijo su abuelo cuando yo teniacutea cuarenta y dos antildeos como si el tiempo no pasara Siempre encontraraacute uno que se lo diga dijo porque siempre tendraacute una edad Yo provocaacutendolo para una sentencia aterradora le dije La uacutenica definitiva es la muerte Siacute dijo eacutel pero no es faacutecil llegar a ella en tan buen estado como usted Siento de veras no poder complacerlo

Eran recuerdos nobles pero la viacutespera del 29 de agosto sentiacute el peso inmenso del siglo que me esperaba impasible cuando subiacute con pasos de hierro las escaleras de mi casa Entonces volviacute a ver una vez maacutes a Florina de Dios mi madre en mi cama que habiacutea sido la suya hasta su muerte y me hizo la misma bendicioacuten de la uacuteltima

Memorias de mis putas tristes 46 ______________________________________________________________________________________vez que la vi dos horas antes de morir Trastornado por la conmocioacuten lo entendiacute como el anuncio final y llameacute a Rosa Cabarcas para que me llevara a mi nintildea aquella misma noche en previsioacuten de que no se cumpliera mi ilusioacuten de sobrevivir hasta el uacuteltimo aliento de mis noventa antildeos Volviacute a llamarla a las ocho y una vez maacutes repitioacute que no era posible Tiene que serlo a cualquier precio le griteacute aterrorizado Colgoacute sin despedirse pero quince minutos despueacutes volvioacute a llamar

-Bueno aquiacute la tienes

Llegueacute a las diez y veinte de la noche y le di a Rosa Cabarcas las uacuteltimas cartas de mi vida con mis disposiciones sobre la nintildea despueacutes de mi final terrible Ella pensoacute que me habiacutea impresionado con el acuchillado y me dijo con aires de burla Si te vas a morir que no sea aquiacute imagiacutenate Pero yo le dije Di que me atropello el tren de Puerto Colombia ese pobre cacharro de laacutestima incapaz de matar a nadie

Preparado para todo aquella noche me acosteacute bocarriba a la espera del dolor final en el primer instante de mis noventa y un antildeos Oiacute campanas distantes sentiacute la fragancia del alma de Delgadina dormida de costado oiacute un grito en el horizonte sollozos de alguien que quizaacutes habiacutea muerto un siglo antes en la alcoba Entonces apagueacute la luz con el uacuteltimo aliento entrelaceacute mis dedos con los suyos para llevaacutermela de la mano y conteacute las doce campanadas de las doce con mis doce laacutegrimas finales hasta que empezaron a cantar los gallos y enseguida las campanas de gloria los cohetes de fiesta que celebraban el juacutebilo de haber sobrevivido sano y salvo a mis noventa antildeos

Mis primeras palabras fueron para Rosa Cabarcas Te compro la casa toda con la tienda y el huerto Ella me dijo Hagamos una apuesta de viejos el que se muera primero se queda con todo lo del otro firmado ante notario No porque si yo me muero todo deberiacutea ser para ella Es igual dijo Rosa Cabarcas yo me hago cargo de la nintildea y despueacutes le dejo todo lo tuyo y lo miacuteo no tengo a nadie maacutes en este mundo Mientras tanto remodelamos tu cuarto con buenos servicios aire acondicionado y tus libros y tu muacutesica

-iquestCrees que ella estaraacute de acuerdo

-Ay mi sabio triste estaacute bien que esteacutes viejo pero no pendejo -dijo Rosa Cabarcas muerta de risa- Esa pobre criatura estaacute lela de amor por ti

Saliacute a la calle radiante y por primera vez me reconociacute a miacute mismo en el horizonte remoto de mi primer siglo Mi casa callada y en orden a las seis y cuarto empezaba a gozar los colores de una aurora feliz Damiana cantaba a toda voz en la cocina y el gato redivivo enroscoacute la cola en mis tobillos y siguioacute caminando conmigo hasta mi mesa de escribir Estaba ordenando mis papeles marchitos el tintero la pluma de ganso cuando el sol estalloacute entre los almendros del parque y el buque fluvial del correo retrasado una semana por la sequiacutea entroacute bramando en el canal del puerto Era por fin la vida real con mi corazoacuten a salvo y condenado a morir de buen amor en la agoniacutea feliz de cualquier diacutea despueacutes de mis cien antildeos

Mayo de 2004

Page 19: · Web viewVivo en una casa colonial en la acera de sol del parque de San Nicolás, donde he pasado todos los días de mi vida sin mujer ni fortuna, donde vivieron y murieron mis padres,

Memorias de mis putas tristes 19 ______________________________________________________________________________________arriesgoacute a improvisar un discurso Yo hubiera preferido morirme que contestarlo Para terminar la fiesta el jefe de redaccioacuten por quien no tuve nunca gran simpatiacutea nos devolvioacute a la realidad inclemente Ahora siacute ilustre nonagenario me dijo iquestDoacutende estaacute su nota

La verdad es que toda la tarde la sentiacutea ardieacutendome como una brasa en el bolsillo pero la emocioacuten me habiacutea calado tan hondo que no tuve corazoacuten para aguar la fiesta con mi renuncia Dije Por esta vez no hay El jefe de redaccioacuten se disgustoacute por una falta que habiacutea sido inconcebible desde el siglo anterior Entieacutendalo por una vez le dije tuve una noche tan difiacutecil que amaneciacute embrutecido Pues debioacute escribir eso dijo eacutel con su humor de vinagre A los lectores les gustaraacute saber de primera mano coacutemo es la vida a los noventa Una de las secretarias tercioacute A lo mejor es un secreto delicioso dijo y me miroacute con malicia iquestO no Una raacutefaga ardiente me abrasoacute la cara Maldita sea penseacute queacute desleal es el rubor Otra radiante me sentildealoacute con el dedo iexclQueacute maravilla Todaviacutea le queda la elegancia de ruborizarse Su impertinencia me provocoacute otro rubor encima del rubor Debioacute ser una noche de ataque dijo la primera secretaria iexclQueacute envidia Y me dio un beso que me quedoacute pintado en la cara Los fotoacutegrafos se encarnizaron Ofuscado le entregueacute la nota al jefe de redaccioacuten y le dije que lo dicho antes era en broma aquiacute la tiene y escapeacute atolondrado por la uacuteltima salva de aplausos para no estar presente cuando descubrieran que era mi carta de renuncia al cabo de medio siglo de galeras

La ansiedad me duraba todaviacutea aquella noche cuando desenvolviacutea las cuelgas en mi casa Los linotipistas desacertaron con una cafetera eleacutectrica igual a las tres que teniacutea de cumpleantildeos anteriores Los tipoacutegrafos me dieron una autorizacioacuten para recoger un gato de angora en el criadero municipal La gerencia me dio una bonificacioacuten simboacutelica Las secretarias me regalaron tres calzoncillos de seda con huellas de besos estampados y una tarjeta en la que se ofreciacutean para quitaacutermelos Se me ocurrioacute que uno de los encantos de la vejez son las provocaciones que se permiten las amigas joacutevenes que nos creen fuera de servicio

Nunca supe quieacuten me mandoacute un disco con los veinticuatro preludios de Chopin por Stefan Askenase Los redactores en su mayoriacutea me regalaron libros de moda No habiacutea terminado de desenvolver los regalos cuando Rosa Cabarcas me llamoacute por teleacutefono con la pregunta que yo no queriacutea oiacuter iquestQueacute te pasoacute con la nintildea Nada dije sin pensarlo iquestTe parece nada que ni siquiera la despertaste dijo Rosa Cabarcas Una mujer no perdona jamaacutes que un hombre le desprecie el estreno Le alegueacute que la nintildea no podiacutea estar tan agotada soacutelo por pegar botones y tal vez se hiciera la dormida por miedo del mal trance Lo uacutenico grave dijo Rosa es que ella cree de verdad que ya no sirves y no me gustariacutea que lo fuera pregonando a los cuatro vientos

No le di el gusto de sorprenderme Aunque asiacute fuera le dije su estado es tan deplorable que no se puede contar con ella ni dormida ni despierta es carne de hospital Rosa Cabarcas bajoacute el tono La culpa fue de las prisas con que se hizo el trato pero tiene remedio ya veraacutes Prometioacute poner a la nintildea en confesioacuten y si era el caso obligarla a devolver la plata iquestqueacute te parece Deacutejalo de ese tamantildeo le dije aquiacute no pasoacute nada y en cambio me ha valido como una prueba de que ya no estoy para estos trotes En ese sentido la nintildea tiene razoacuten ya no sirvo Colgueacute el teleacutefono saturado por un sentimiento de liberacioacuten que no habiacutea conocido en vida miacutea y por fin a salvo de una servidumbre que me manteniacutea subyugado desde mis trece antildeos

JUAN CARLOS 161104
linotipista com Persona que maneja una linotipia13 linotipia (Del ingl linotype) f Impr Maacutequina de componer provista de matrices de la cual sale la liacutenea formando una sola pieza || 2 Impr Arte de componer con esta maacutequina 13

Memorias de mis putas tristes 20 ______________________________________________________________________________________

A las siete de la noche fui invitado de honor al concierto de Jacques Thibault y Alfred Cortot en la sala de Bellas Artes con una interpretacioacuten gloriosa de la sonata para violiacuten y piano de Ceacutesar Frank y en el intermedio escucheacute elogios inverosiacutemiles El maestro Pedro Biava nuestro muacutesico enorme me llevoacute casi a rastras a los camerinos para presentarme a los inteacuterpretes Me ofusqueacute tanto que los feliciteacute por una sonata de Schumann que no habiacutean tocado y alguien me corrigioacute en puacuteblico de mala manera La impresioacuten de que habiacutea confundido las dos sonatas por ignorancia simple quedoacute sembrada en el ambiente local y agravada por una explicacioacuten aturdida con que trateacute de remendarla el domingo siguiente en mi resentildea criacutetica del concierto

Por primera vez en mi larga vida me sentiacute capaz de matar a alguien Volviacute a casa atormentado por el diablillo que sopla al oiacutedo las respuestas devastadoras que no dimos a tiempo y ni la lectura ni la muacutesica mitigaron mi rabia Por fortuna Rosa Cabarcasme sacoacute del desvariacuteo con un grito en el teleacutefono Estoy feliz con el perioacutedico porque no pensaba que cumpliacuteas noventa sino cien Le contesteacute encrespado iquestAsiacute de jodido me viste Al contrario dijo ella lo que me sorprendioacute fue verte tan bien Queacute bueno que no eres de los viejos verdes que se aumentan la edad para que los crean en buen estado Y cambioacute sin transicioacuten Te tengo tu cuelga Me sorprendioacute de veras iquestQueacute es La nintildea dijo ella

No me tomeacute ni un instante para pensar Gracias le dije pero esa vaina es agua pasada Ella siguioacute de largo Te la mando a tu casa envuelta en papel de China y hervida con palo de saacutendalo al bantildeo mariacutea todo gratis Me mantuve firme y ella se debatioacute en una explicacioacuten pedregosa que me parecioacute sincera Dijo que la nintildea estaba en tan mal estado aquel viernes por haber cosido doscientos botones con aguja y dedal Que era verdad su miedo a las violaciones sangrientas pero ya estaba instruida para el sacrificio Que en su noche conmigo se habiacutea levantado para ir al bantildeo y que yo estaba tan profundo que le dio laacutestima despertarme pero ya me habiacutea ido cuando volvioacute a despertar en la mantildeana Me indigneacute con lo que me parecioacute una mentira inuacutetil Bueno prosiguioacute Rosa Cabarcas aun si asiacute fuera la nintildea estaacute arrepentida Pobrecita la tengo aquiacute enfrente iquestQuieres que tela pase No por Dios le dije

Habiacutea empezado a escribir cuando llamoacute la secretaria del perioacutedico El mensaje era que el director queriacutea verme al diacutea siguiente a las once de la mantildeana Llegueacute puntual El estruendo de la restauracioacuten de la casa no pareciacutea soportable el aire estaba enrarecido por los martillazos el polvo de cemento y el humo de alquitraacuten pero la redaccioacuten habiacutea aprendido a pensar en la rutina del caos Las oficinas del director en cambio heladas y silentes permaneciacutean en un paiacutes ideal que no era el nuestro

El tercer Marco Tulio con un aire adolescente se puso de pie al verme entrar sin interrumpir una conversacioacuten telefoacutenica me estrechoacute la mano por encima del escritorio y me indicoacute que me sentara Llegueacute a pensar que no habiacutea nadie en el otro extremo de la liacutenea y que eacutel haciacutea la farsa para impresionarme pero pronto descubriacute que hablaba con el gobernador y era en verdad un diaacutelogo difiacutecil entre enemigos cordiales Ademaacutes creo que se esmeraba en parecer eneacutergico delante de miacute aunque al mismo tiempo se manteniacutea de pie mientras hablaba con la autoridad

Memorias de mis putas tristes 21 ______________________________________________________________________________________Se le notaba el vicio de la pulcritud Acababa de cumplir veintinueve antildeos con cuatro idiomas y tres maestriacuteas internacionales a diferencia del primer presidente vitalicio su abuelo paterno que se hizo periodista empiacuterico despueacutes de hacer una fortuna con la trata de blancas Teniacutea maneras faacuteciles se pasaba de apuesto y sereno y lo uacutenico que poniacutea en peligro su prestancia era una nota falsa en la voz Llevaba una chaqueta deportiva con una orquiacutedea viva en la solapa y cada cosa le sentaba como si fuera de su ser natural pero nada en eacutel estaba hecho para el clima de la calle sino para la primavera de sus oficinas Yo que habiacutea gastado casi dos horas para vestirme sentiacute el oprobio de la pobreza y me aumentoacute la rabia

Con todo el veneno mortal estaba en una foto panoraacutemica del personal de planta tomada en el XXV aniversario de la fundacioacuten del perioacutedico en la que sentildealaban con una crucecita sobre la cabeza a los que iban muriendo Yo era el tercero de la derecha con el sombrero canotier la corbata de nudo grande con una perla en el prendedor el primer mostacho de coronel civil que tuve hasta los cuarenta antildeos y los espejuelos metaacutelicos de seminarista preacutesbita que no me hicieron falta despueacutes del medio siglo Habiacutea visto esa foto colgada durante antildeos en distintas oficinas pero soacutelo entonces fui sensible a su mensaje de los cuarenta y ocho empleados originales soacutelo cuatro estaacutebamos vivos y el menor de nosotros cumpliacutea una condena de veinte antildeos por asesinato muacuteltiple

El director terminoacute la llamada me sorprendioacute mirando la foto y sonrioacute Las crucecitas no las puse yo dijo Me parecen de muy mal gusto Se sentoacute al escritorio y cambioacute de tono Permiacutetame decirle que usted es el hombre maacutes impredecible que he conocido Y ante mi sorpresa se adelantoacute a todo Lo digo por su renuncia Apenas acerteacute a decir Es toda una vida El replicoacute que justo por eso no era una solucioacuten pertinente La nota le pareciacutea magniacutefica y todo lo que deciacutea de la vejez era de lo mejor que habiacutea leiacutedo nunca y no teniacutea sentido terminarla con una decisioacuten que pareciacutea maacutes bien una muerte civil Por fortuna dijo el Abominable Hombre de las Nueve la leyoacute cuando ya estaba armada la paacutegina editorial y le parecioacute inadmisible Sin consultarlo con nadie la tachoacute de arriba abajo con su laacutepiz de Torquemada Cuando lo supe esta mantildeana ordeneacute mandar una nota de protesta a la Gobernacioacuten Era mi deber pero entre nos puedo decirle que estoy muy agradecido por la arbitrariedad del censor De modo que no estaba dispuesto a aceptar que suspendiera la nota Se lo suplico con toda el alma dijo No abandone el barco en altamar Y concluyoacute con un gran estilo Todaviacutea nos queda mucho por hablar de muacutesica

Lo vi tan decidido que no me atreviacute a agravar la discrepancia con un argumento de distraccioacuten El problema en realidad era que tampoco entonces encontraba un motivo decente para abandonar la noria y me aterrorizoacute la idea de decirle que siacute una vez maacutes soacutelo por ganar tiempo Tuve que reprimirme para que no se me notara la emocioacuten impuacutedica que me apremiaba las laacutegrimas Y otra vez como siempre quedamos en las mismas de siempre despueacutes de tantos antildeos

La semana siguiente presa de un estado que era maacutes de confusioacuten que de alegriacutea paseacute por el criadero a recoger el gato que me habiacutean regalado los impresores Tengo muy mala quiacutemica con los animales por lo mismo que la tengo con los nintildeos antes de que empiecen a hablar Me parecen mudos del alma No los odio pero no puedo soportarlos porque no aprendiacute a negociar con ellos Me parece contra natura que un hombre se entienda mejor con su perro que con su esposa que lo ensentildee a

JUAN CARLOS 161104
noria (Del aacuter hisp nalsquouacutera y este del aacuter claacutes nālsquoūrah infl por acequia y acenia) f Maacutequina compuesta de dos grandes ruedas engranadas que mediante cangilones sube el agua de los pozos acequias etc || 2 Pozo formado en forma comuacutenmente ovalada del cual se saca el agua con la maacutequina || 3 Artilugio de feria consistente en una gran rueda con asientos que gira verticalmente13

Memorias de mis putas tristes 22 ______________________________________________________________________________________comer y descomer a sus horas a contestar preguntas y a compartir sus penas Pero no recoger el gato de los tipoacutegrafos habriacutea sido un desaire Ademaacutes era un precioso ejemplar de angora de pelambre rosada y tersa y ojos iluminados cuyos maullidos pareciacutean a punto de ser palabras Me lo dieron en una canasta de mimbre con un certificado de su estirpe y un manual de uso como el de las bicicletas para armar

Una patrulla militar verificaba la identidad de los transeuacutentes antes de autorizar el paso por el parque de San Nicolaacutes Nunca habiacutea visto nada igual ni podiacutea imaginarme nada maacutes descorazonador como siacutentoma de mi vejez Era una patrulla de cuatro al mando de un oficial casi adolescente Los agentes eran hombres de paacuteramos duros y callados con un olor de establo El oficial los vigilaba a todos con las mejillas chapeadas de los andinos en la playa Despueacutes de revisar mi ceacutedula de identidad y mi credencial de prensa me preguntoacute queacute llevaba en la cesta Un gato le dije El quiso verlo Destapeacute la cesta con toda precaucioacuten por temor de que escapara pero un agente quiso ver si no habiacutea algo maacutes en el fondo y el gato le tiroacute un zarpazo El oficial se interpuso Es una joya de angora dijo Lo acaricioacute mientras murmuraba algo y el gato no lo agredioacute pero tampoco le hizo caso iquestCuaacutentos antildeos tiene preguntoacute No seacute le dije acaban de regalaacutermelo Se lo pregunto porque se ve que es muy viejo diez antildeos quizaacutes Quise preguntarle coacutemo lo sabiacutea y muchas cosas maacutes pero a despecho de sus buenas maneras y su habla florida no me sentiacutea con estoacutemago para hablar con eacutel Me parece que es un gato abandonado que ha pasado por muchas dijo Obseacutervelo no lo acomode a usted sino al contrario usted a eacutel y deacutejelo hasta que se gane su confianza Cerroacute la tapa de la cesta y me preguntoacute iquestEn queacute trabaja usted Soy periodista iquestDesde cuaacutendo Desde hace un siglo le dije No lo dudo dijo eacutel Me estrechoacute la mano y se despidioacute con un frase que lo mismo podiacutea ser un buen consejo que una amenaza

-Cuiacutedese mucho

Al mediodiacutea desconecteacute el teleacutefono para refugiarme en la muacutesica con un programa exquisito la rapsodia para clarinete y orquesta de Wagner la de saxofoacuten de Debussy y el quinteto para cuerdas de Bruckner que es un remanso edeacutenico en el cataclismo de su obra Y de pronto me encontreacute envuelto en las tinieblas del estudio Sentiacute deslizarse debajo de mi mesa algo que no me parecioacute un cuerpo vivo sino una presencia sobrenatural que me rozoacute los pies y salteacute con un grito Era el gato con la hermosa cola empenachada su lentitud misteriosa y su estirpe miacutetica y no pude evitar el escalofriacuteo de estar solo en la casa con un ser vivo que no fuera humano

Cuando dieron las siete en la catedral habiacutea una estrella sola y liacutempida en el cielo color de rosas un buque lanzoacute un adioacutes desconsolado y sentiacute en la garganta el nudo gordiano de todos los amores que pudieron haber sido y no fueron No soporteacute maacutes Descolgueacute el teleacutefono con el corazoacuten en la boca marqueacute los cuatro nuacutemeros muy despacio para no equivocarme y al tercer timbrazo reconociacute la voz Bueno mujer le dije con un suspiro de alivio Perdoacutename el berrinche de esta mantildeana Ella tranquila No te preocupes estaba esperando tu llamada Le advertiacute Quiero que la nintildea me espere como Dios la echoacute al mundo y sin barnices en la cara Ella hizo su risa gutural Lo que tuacute digas dijo pero te pierdes el gusto de encuerar la pieza por pieza como les encanta a los viejos no seacute por queacute Yo siacute seacute le dije Porque se estaacuten volviendo cada vez maacutes viejos Ella lo dio por hecho

JUAN CARLOS 161104
gordiano (De Gordio rey de Frigia) V nudo
JUAN CARLOS 161104
paacuteramo (Del lat parămus voz de or prerromano) m Terreno yermo raso y desabrigado || 2 Lugar sumamente friacuteo y desamparado || 3 Col y Ecuad llovizna 13

Memorias de mis putas tristes 23 ______________________________________________________________________________________-Estaacute bien -dijo- entonces esta noche a las diez en punto antes de que se enfriacutee la pescada

Memorias de mis putas tristes 24 ______________________________________________________________________________________

3

iquestCoacutemo podiacutea llamarse La duentildea no me lo habiacutea dicho Cuando me hablaba de ella soacutelo deciacutea la nintildea Y yo lo habiacutea convertido en un nombre de pila como la nintildea de los ojos o la carabela menor Ademaacutes Rosa Cabarcas poniacutea a sus pupilas un nombre distinto para cada cliente A miacute me divertiacutea adivinarlos por las caras y desde el principio estuve seguro de que la nintildea teniacutea uno largo como Filomena Saturnina o Nicolasa En eacutesas estaba cuando ella se dio media vuelta en la cama y quedoacute de espaldas a miacute y me parecioacute que habiacutea dejado un charco de sangre del tamantildeo y la forma del cuerpo Fue un sobresalto instantaacuteneo hasta que comprobeacute que era la humedad del sudor en la saacutebana

Rosa Cabarcas me habiacutea aconsejado que la tratara con cautela pues auacuten le duraba el susto de la primera vez Es maacutes creo que la misma solemnidad del rito le habiacutea agravado el miedo y habiacutean tenido que aumentarle la dosis de valeriana pues dormiacutea con tal placidez que habriacutea sido una laacutestima despertarla sin arrullos De modo que empeceacute a secarla con la toalla mientras le cantaba en susurros la cancioacuten de Delgadina la hija menor del rey requerida de amores por su padre A medida que la secaba ella iba mostraacutendome los flancos sudados al compaacutes de mi canto Delgadina Delgadina tuacute seras mi prenda amada Fue un placer sin liacutemites pues ella volviacutea a sudar por un costado cuando acababa de secarla por el otro para que la cancioacuten no terminara nunca Levaacutentate Delgadina ponte tu falda de seda le cantaba al oiacutedo Al final cuando los criados del rey la encontraron muerta de sed en su cama me parecioacute que mi nintildea habiacutea estado a punto de despertar al escuchar el nombre Asiacute que era ella Delgadina

Volviacute a la cama con mis calzoncillos de besos estampados y me tendiacute junto a ella Dormiacute hasta las cinco al arrullo de su respiracioacuten apacible Me vestiacute a toda prisa sin lavarme y soacutelo entonces vi la sentencia escrita con laacutepiz labial en el espejo del lavabo El tigre no come lejos Seacute que no estaba la noche anterior y nadie podiacutea haber entrado en el cuarto de modo que la entendiacute como la cuelga del diablo Un trueno terroriacutefico me sorprendioacute en la puerta y el cuarto se llenoacute del olor premonitorio de la tierra mojada No tuve tiempo para escapar ileso Antes de que encontrara un taxi se precipitoacute un aguacero grande de los que suelen desordenar la ciudad entre mayo y octubre pues las calles de arenas ardientes que bajan hacia el riacuteo se convierten en torrenteras que arrastran cuanto encuentran a su paso Las aguas de aquel septiembre raro despueacutes de tres meses de sequiacutea podiacutean ser tan providenciales como devastadoras

Memorias de mis putas tristes 25 ______________________________________________________________________________________Desde que abriacute la puerta de casa me salioacute al encuentro la sensacioacuten fiacutesica de que no estaba solo Alcanceacute a ver el celaje del gato que saltoacute del sofaacute y se escabulloacute por el balcoacuten En su plato quedaban las sobras de una comida que yo no le habiacutea servido La peste de sus orines rancios y su caca caliente habiacutean contaminado todo Me habiacutea dedicado a estudiarlo como estudieacute el latiacuten El manual deciacutea que los gatos escarban en la tierra para esconder su estieacutercol y que en las casas sin patio como eacutesta lo hariacutean en las macetas de plantas o en cualquier otro escondrijo Lo apropiado era prepararles desde el primer diacutea una caja con arena para orientarles el haacutebito y asiacute lo hice Tambieacuten deciacutea que lo primero que hacen en casa nueva es marcar su territorio orinando por todas partes y aqueacutel pudo ser el caso pero el manual no deciacutea coacutemo remediarlo Seguiacutea sus trazas para familiarizarme con sus haacutebitos originales pero no di con sus escondites secretos sus sitios de reposo las causas de sus humores volubles Quise ensentildearlo a comer en sus horas a usar la cajita de arena en la terraza a no subirse en mi cama mientras yo dormiacutea ni a olisquear los alimentos en la mesa y no pude hacerle entender que la casa era suya por derecho propio y no como un botiacuten de guerra De modo que lo dejeacute a su aire

Al atardecer enfrenteacute el aguacero cuyos vientos huracanados amenazaban con desquiciar la casa Sufriacute un ataque de estornudos sucesivos me doliacutea el craacuteneo y teniacutea fiebre pero me sentiacutea poseiacutedo por una fuerza y una determinacioacuten que nunca tuve a ninguna edad y por ninguna causa Puse calderos en el piso para recoger las goteras y me di cuenta de que habiacutean aparecido otras nuevas desde el invierno anterior La maacutes grande habiacutea empezado a inundar el flanco derecho de la biblioteca Me apresureacute a rescatar a los autores griegos y latinos que viviacutean por aquel rumbo pero al quitar los libros encontreacute un chorro de alta presioacuten que saliacutea de un tubo roto en el fondo del muro Lo amordaceacute con trapos hasta donde pude para darme el tiempo de salvar los libros El estreacutepito del agua y el aullido del viento arreciaron en el parque De pronto un relaacutempago fantasmal y su trueno simultaacuteneo impregnaron el aire de un fuerte olor de azufre el viento desbaratoacute las vidrieras del balcoacuten y la tremenda borrasca de mar rompioacute los cerrojos y se metioacute dentro de la casa Sin embargo antes de diez minutos escampoacute de un tajo Un sol espleacutendido secoacute las calles llenas de escombros varados y volvioacute el calor

Cuando pasoacute el aguacero seguiacutea con la sensacioacuten de que no estaba solo en la casa Mi uacutenica explicacioacuten es que asiacute como los hechos reales se olvidan tambieacuten algunos que nunca fueron pueden estar en los recuerdos como si hubieran sido Pues si evocaba la emergencia del aguacero no me veiacutea a miacute mismo solo en la casa sino siempre acompantildeado por Delgadina La habiacutea sentido tan cerca en la noche que percibiacutea el rumor de su aliento en el dormitorio y los latidos de su mejilla en mi almohada Soacutelo asiacute entendiacute que hubieacuteramos podido hacer tanto en tan poco tiempo Me recordaba subido en el escabel de la biblioteca y la recordaba a ella despierta con su trajecito de flores recibiendo los libros para ponerlos a salvo La veiacutea correr de un lado al otro de la casa batallando con la tormenta empapada de lluvia con el agua a los tobillos Recordaba coacutemo preparoacute al diacutea siguiente un desayuno que nunca fue y puso la mesa mientras yo secaba los pisos y poniacutea orden en el naufragio de la casa Nunca olvideacute su mirada sombriacutea mientras desayunaacutebamos iquestPor queacute me conociste tan viejo Le contesteacute la verdad La edad no es la que uno tiene sino la que uno siente

Desde entonces la tuve en la memoria con tal nitidez que haciacutea de ella lo que queriacutea Le cambiaba el color de los ojos seguacuten mi estado de aacutenimo color de agua al

JUAN CARLOS 161104
escabel (Quizaacute del cat ant escabell y este del lat scabellum) m Tarima pequentildea que se pone delante de la silla para que descansen los pies de quien estaacute sentado || 2 Asiento pequentildeo hecho de tablas sin respaldo || 3 Persona o circunstancia de que alguien se aprovecha para medrar por lo general ambiciosamente13

Memorias de mis putas tristes 26 ______________________________________________________________________________________despertar color de almiacutebar cuando reiacutea color de lumbre cuando la contrariaba La vestiacutea para la edad y la condicioacuten que conveniacutean a mis cambios de humor novicia enamorada a los veinte antildeos puta de saloacuten a los cuarenta reina de Babilonia a los setenta santa a los cien Cantaacutebamos duetos de amor de Puccini boleros de Agustiacuten Lara tangos de Carlos Gardel y comprobaacutebamos una vez maacutes que quienes no cantan no pueden imaginar siquiera lo que es la felicidad de cantar Hoy seacute que no fue una alucinacioacuten sino un milagro maacutes del primer amor de mi vida a los noventa antildeos

Cuando la casa estuvo en orden llameacute a Rosa Cabarcas iexclDios Santo exclamoacute al oiacuter mi voz creiacute que te habiacuteas ahogado No podiacutea entender que hubiera vuelto a pasar la noche con la nintildea sin tocarla Tienes todo el derecho de que no te guste pero al menos poacutertate como un adulto Trateacute de explicarle pero ella cambioacute el tema sin transicioacuten De todos modos te tengo vista otra un poco mayor bella y tambieacuten virgen Su papaacute quiere cambiarla por una casa pero se puede discutir un descuentoSe me heloacute el corazoacuten Ni maacutes faltaba protesteacute asustado quiero la misma y como siempre sin fracasos sin peleas sin malos recuerdos Hubo un silencio en la liacutenea y por fin la voz sumisa con que dijo como para siacute misma Bueno esto debe ser lo que los meacutedicos llaman demencia senil

Fui a las diez de la noche con un chofer conocido por la extrantildea virtud de no hacer preguntas Lleveacute un ventilador portaacutetil y un cuadro de Orlando Rivera el querido Figurita y un martillo y un clavo para colgarlo En el camino hice una parada para comprar cepillos de dientes pasta dentiacutefrica jaboacuten de olor Agua de Florida tabletas de regaliz Quise llevar tambieacuten un buen florero y un ramo de rosas amarillas para conjurar la pava de las flores de papel pero no encontreacute nada abierto y tuve que robarme en un jardiacuten privado un ramo de astromelias recieacuten nacidas

Por instrucciones de la duentildea llegueacute desde entonces por la calle de atraacutes del lado del acueducto para que nadie me viera entrar por el portoacuten del huerto El chofer me previno Cuidado sabio en esa casa matan Le contesteacute Si es por amor no importa El patio estaba en tinieblas pero habiacutea luces de vida en las ventanas y un revoltijo de muacutesicas en los seis cuartos En el miacuteo a volumen maacutes alto distinguiacute la voz caacutelida de don Pedro Vargas el tenor de Ameacuterica con un bolero de Miguel Matamoros Sentiacute que iba a morir Empujeacute la puerta con la respiracioacuten desbaratada y vi a Delgadina en la cama como en mis recuerdos desnuda y dormida en santa paz del lado del corazoacuten

Antes de acostarme arregleacute el tocador puse el ventilador nuevo en lugar del oxidado y colgueacute el cuadro donde ella pudiera verlo desde la cama Me acosteacute a su lado y la reconociacute palmo a palmo Era la misma que andaba por mi casa las mismas manos que me reconociacutean al tacto en la oscuridad los mismos pies de pasos tenues que se confundiacutean con los del gato el mismo olor del sudor de mis saacutebanas el dedo del dedal Increiacuteble vieacutendola y tocaacutendola en carne y hueso me pareciacutea menos real que en mis recuerdos

Hay un cuadro en la pared de enfrente le dije Lo pintoacute Figurita un hombre a quien quisimos mucho el mejor bailariacuten de burdeles que existioacute jamaacutes y de tan buen corazoacuten que le teniacutea laacutestima al diablo Lo pintoacute con barniz de buques en el lienzo chamuscado de un avioacuten que se estrelloacute en la Sierra Nevada de Santa Marta y con pinceles fabricados por eacutel con pelos de su perro La mujer pintada es una monja que

Memorias de mis putas tristes 27 ______________________________________________________________________________________secuestroacute de un convento y se casoacute con ella Aquiacute lo dejo para que sea lo primero que veas al despertar

No habiacutea cambiado de posicioacuten cuando apagueacute la luz a la una de la madrugada y su respiracioacuten era tan tenue que le tomeacute el pulso para sentirla viva La sangre circulaba por sus venas con la fluidez de una cancioacuten que se ramificaba hasta los aacutembitos maacutes recoacutenditos de su cuerpo y volviacutea al corazoacuten purificada por el amor

Antes de irme al amanecer dibujeacute en un papel las liacuteneas de su mano y se las di a leer a la Diva Sahibiacute para conocer su alma Y fue asiacute una persona que soacutelo dice lo que piensa Es perfecta para trabajos manuales Tiene contacto con alguien que ya murioacute y del cual espera ayuda pero estaacute equivocada la ayuda que busca estaacute al alcance de su mano No ha tenido ninguna unioacuten pero va a morir mayor y casada Ahora tiene un hombre moreno que no ha de ser el de su vida Puede tener ocho hijos pero se va a decidir soacutelo por tres A los treinta y cinco antildeos si hace lo que le indique el corazoacuten y no la mente va a manejar mucho dinero y a los cuarenta recibiraacute una herencia Va a viajar mucho Tiene doble vida y doble suerte y puede influir sobre su propio destino Le gusta probar todo por curiosidad pero va a arrepentirse si no se orienta por el corazoacuten

Atormentado de amor hice reparar los estragos de la borrasca y aprovecheacute para hacer otros muchos remiendos que veniacutea demorando desde antildeos por insolvencia o por desidia Reorganiceacute la biblioteca en el orden en que habiacutea leiacutedo los libros Por uacuteltimo remateacute la pianola como reliquia histoacuterica con sus maacutes de cien rollos de claacutesicos y compreacute un tocadiscos usado pero mejor que el miacuteo con parlantes de alta fidelidad que engrandecieron el aacutembito de la casa Quedeacute al borde de la ruina pero bien compensado por el milagro de estar vivo a mi edad

La casa renaciacutea de sus cenizas y yo navegaba en el amor de Delgadina con una intensidad y una dicha que nunca conociacute en mi vida anterior Gracias a ella me enfrenteacute por vez primera con mi ser natural mientras transcurriacutean mis noventa antildeos Descubriacute que mi obsesioacuten de que cada cosa estuviera en su puesto cada asunto en su tiempo cada palabra en su estilo no era el premio merecido de una mente en orden sino al contrario todo un sistema de simulacioacuten inventado por miacute para ocultar el desorden de mi naturaleza Descubriacute que no soy disciplinado por virtud sino como reaccioacuten contra mi negligencia que parezco generoso por encubrir mi mezquindad que me paso de prudente por mal pensado que soy conciliador para no sucumbir a mis coacuteleras reprimidas que soacutelo soy puntual para que no se sepa cuan poco me importa el tiempo ajeno Descubriacute en fin que el amor no es un estado del alma sino un signo del zodiacuteaco

Me volviacute otro Trateacute de releer los claacutesicos que me orientaron en la adolescencia y no pude con ellos Me sumergiacute en las letras romaacutenticas que repudieacute cuando mi madre quiso imponeacutermelas con mano dura y por ellas tomeacute conciencia de que la fuerza invencible que ha impulsado al mundo no son los amores felices sino los contrariados Cuando mis gustos en muacutesica hicieron crisis me descubriacute atrasado y viejo y abriacute mi corazoacuten a las delicias del azar

Me pregunto coacutemo pude sucumbir en este veacutertigo perpetuo que yo mismo provocaba y temiacutea Flotaba entre nubes erraacuteticas y hablaba conmigo mismo ante el espejo con la vana ilusioacuten de averiguar quieacuten soy Era tal mi desvariacuteo que en una manifestacioacuten

Memorias de mis putas tristes 28 ______________________________________________________________________________________estudiantil con piedras y botellas tuve que sacar fuerzas de flaqueza para no ponerme al frente con un letrero que consagrara mi verdad Estoy loco de amor

Obnubilado por la evocacioacuten inclemente de Delgadina dormida cambieacute sin la menor malicia el espiacuteritu de mis notas dominicales Fuera cual fuera el asunto las escribiacutea para ella las reiacutea y las lloraba para ella y en cada palabra se me iba la vida En lugar de la foacutermula de gacetilla tradicional que tuvieron desde siempre las escribiacute como cartas de amor que cada quien podiacutea hacer suyas Propuse en el perioacutedico que el texto no se alzara en linotipo sino que fuera publicado con mi caligrafiacutea florentina Al jefe de redaccioacuten coacutemo no le parecioacute otro acceso de vanidad senil pero el director general lo convencioacute con una frase que todaviacutea anda suelta por la redaccioacuten

-No se equivoque los loquitos mansos se adelantan al porvenir

La respuesta puacuteblica fue inmediata y entusiasta con numerosas cartas de lectores enamorados Algunas las leiacutean en los noticieros de radio con urgencias de uacuteltima hora y se hicieron copias en mimeoacutegrafos o papel carboacuten que vendiacutean como cigarrillos de contrabando en las esquinas de la calle San Blas Desde el principio fue evidente que obedeciacutean a las ansias de expresarme pero me hice a la costumbre de tomarlas en cuenta al escribir y siempre con la voz de un hombre de noventa antildeos que no aprendioacute a pensar como viejo La comunidad intelectual como de soacutelito se mostroacute timorata y dividida y hasta los grafoacutelogos menos pensados montaron controversias por los anaacutelisis erraacuteticos de mi caligrafiacutea Fueron ellos los que dividieron los aacutenimos recalentaron la poleacutemica y pusieron de moda la nostalgia

Antes del fin del antildeo me habiacutea arreglado con Rosa Cabarcas para dejar en el cuarto el abanico eleacutectrico los recursos del tocador y lo que siguiera llevando en el futuro para hacerlo vivible Llegaba a las diez siempre con algo nuevo para ella o para gusto de ambos y dedicaba unos minutos a sacar la utileriacutea escondida para armar el teatro de nuestras noches Antes de irme nunca maacutes tarde de las cinco volviacutea a asegurar todo bajo llave La alcoba quedaba entonces tan escuaacutelida como fue en sus oriacutegenes para los amores tristes de los clientes casuales Una mantildeana oiacute que Marcos Peacuterez la voz maacutes escuchada de la radio desde el amanecer habiacutea decidido leer mi nota dominical en su noticiero de los lunes Cuando pude reprimir la naacuteusea dije sobrecogido Ya lo sabes Delgadina la fama es una sentildeora muy gorda que no duerme con uno pero cuando uno despierta estaacute siempre miraacutendonos frente a la cama

Uno de esos diacuteas me quedeacute a desayunar con Rosa Cabarcas que empezaba a parecerme menos decreacutepita a pesar del luto severo y del bonete negro que ya le tapaba las cejas Sus desayunos teniacutean fama de espleacutendidos con una carga de pimienta que me haciacutea llorar Al primer bocado de fuego vivo le dije bantildeado en laacutegrimas Esta noche no me haraacute falta la luna llena para que me arda el culo No te quejes dijo ella Si te arde es porque todaviacutea lo tienes a Dios gracias

Se sorprendioacute cuando mencioneacute el nombre de Delgadina No se llama asiacute dijo se llama No me lo digas la interrumpiacute para miacute es Delgadina Ella se encogioacute de hombros Bueno al fin y al cabo es tuya pero me parece un nombre de diureacutetico Le conteacute lo del letrero del tigre que la nintildea habiacutea escrito en el espejo No pudo ser ella

JUAN CARLOS 161104
timorato ta (Del lat timorātus) adj Tiacutemido indeciso encogido || 2 Dicho de una persona Que se escandaliza con exageracioacuten de cosas que no le parecen conformes a la moral convencional || 3 Que tiene temor de Dios y se gobierna por eacutel en sus operaciones
JUAN CARLOS 161104
obnubilar (Del lat obnubilāre) tr nublar (ǁ ofuscar o confundir) U t c prnl || 2 embelesar U t c prnl || 3 nublar (ǁ enturbiar la visioacuten) U t c prnl

Memorias de mis putas tristes 29 ______________________________________________________________________________________dijo Rosa porque no sabe leer ni escribir iquestEntonces quieacuten Ella se encogioacute de hombros Puede ser de alguien que se murioacute en el cuarto

Yo aprovechaba aquellos desayunos para desahogarme con Rosa Cabarcas y le pediacutea favores miacutenimos para el bienestar y el buen ver de Delgadina Me los concediacutea sin pensarlo con una picardiacutea de colegiala iexclQueacute risa me dijo por aquellos diacuteas Me siento como si me estuvieras pidiendo su mano Y a propoacutesito se le ocurrioacute iquestpor queacute no te casas con ella Me quedeacute de una pieza En serio insistioacute te sale maacutes barato Al fin y al cabo el problema a tu edad es servir o no servir pero ya me dijiste que lo tienes resuelto Le saliacute al paso El sexo es el consuelo que uno tiene cuando no le alcanza el amor

Ella soltoacute la risa Ay mi sabio siempre supe que eres muy hombre que siempre lo fuiste y me alegra que lo sigas siendo mientras tus enemigos entregan las armas Con razoacuten se habla tanto de ti iquestOiacuteste a Marcos Peacuterez Todo el mundo lo oye le dije para cortar el tema Pero ella insistioacute Tambieacuten el profesor Camacho y Cano en La hora de todo un poco dijo ayer que el mundo ya no es lo que era porque no quedan muchos hombres como tuacute

Aquel fin de semana encontreacute a Delgadina con fiebre y tos Desperteacute a Rosa Cabarcas para que me diera alguacuten remedio casero y me llevoacute al cuarto un botiquiacuten de primeros auxilios Dos diacuteas despueacutes Delgadina seguiacutea postrada y no habiacutea podido volver a su rutina de pegar botones El meacutedico le habiacutea prescrito un tratamiento casero para una gripa comuacuten que cederiacutea en una semana pero se alarmoacute por su estado general de desnutricioacuten Dejeacute de verla y sentiacute que me haciacutea falta y aprovecheacute para arreglar el cuarto sin ella

Lleveacute tambieacuten un dibujo a pluma de Cecilia Porras para Todos estaacutebamos a la espera el libro de cuentos de Alvaro Cepeda Lleveacute los seis tomos de Juan Cristoacutebal de Romain Rolland para pastorear mis vigilias De modo que cuando Delgadina pudo volver a la habitacioacuten la encontroacute digna de una felicidad sedentaria el aire purificado con un insecticida aromaacutetico paredes color de rosa laacutemparas matizadas flores nuevas en los floreros mis libros favoritos los buenos cuadros de mi madre colgados de otro modo seguacuten los gustos de hoy Habiacutea cambiado el viejo radio por uno de onda corta que manteniacutea sintonizado en un programa de muacutesica culta para que Delgadina aprendiera a dormir con los cuartetos de Mozart pero una noche lo encontreacute en una estacioacuten especializada en boleros de moda Era el gusto de ella sin duda y lo asumiacute sin dolor pues tambieacuten yo lo habiacutea cultivado con el corazoacuten en mis mejores diacuteas Antes de volver a casa al diacutea siguiente escribiacute en el espejo con el laacutepiz de labios Nintildea miacutea estamos solos en el mundo

Por esa eacutepoca tuve la rara impresioacuten de que se estaba volviendo mayor antes de tiempo Se lo comenteacute a Rosa Cabarcas y a ella le parecioacute natural Cumple quince antildeos el cinco de diciembre me dijo Una Sagitario perfecta Me inquietoacute que fuera tan real como para cumplir antildeos iquestQueacute podriacutea regalarle Una bicicleta dijo Rosa Cabarcas Tiene que atravesar la ciudad dos veces al diacutea para ir a pegar botones Me mostroacute en la trastienda la bicicleta que usaba y de verdad me parecioacute un cacharro indigno de una mujer tan bien amada Sin embargo me conmovioacute como la prueba tangible de que Delgadina existiacutea en la vida real

Memorias de mis putas tristes 30 ______________________________________________________________________________________Cuando fui a comprar la mejor bicicleta para ella no pude resistir la tentacioacuten de probarla y di algunas vueltas casuales en la rampa del almaceacuten Al vendedor que me preguntoacute la edad le contesteacute con la coqueteriacutea de la vejez Voy a cumplir noventa y uno El empleado dijo justo lo que yo queriacutea Pues representa veinte menos Yo mismo no entendiacutea coacutemo conservaba la praacutectica del colegio y me sentiacute colmado por un gozo radiante Empeceacute a cantar Primero para miacute mismo en voz baja y despueacutes a todo pecho con iacutenfulas del gran Caruso por entre los bazares abigarrados y el traacutefico demente del mercado puacuteblico La gente me miraba divertida me gritaban me incitaban a participar en la Vuelta a Colombia en silla de ruedas Yo les haciacutea con la mano un saludo de navegante feliz sin interrumpir la cancioacuten Esa semana en homenaje a Diciembre escribiacute otra nota atrevida Coacutemo ser feliz en bicicleta a los noventa antildeos

La noche de su cumpleantildeos le canteacute a Delgadina la cancioacuten completa y la beseacute por todo el cuerpo hasta quedarme sin aliento la espina dorsal veacutertebra por veacutertebra hasta las nalgas laacutenguidas el costado del lunar el de su corazoacuten inagotable A medida que la besaba aumentaba el calor de su cuerpo y exhalaba una fragancia montuna Ella me respondioacute con vibraciones nuevas en cada pulgada de su piel y en cada una encontreacute un calor distinto un sabor propio un gemido nuevo y toda ella resonoacute por dentro con un arpegio y sus pezones se abrieron en flor sin tocarlos Empezaba a adormecerme en la madrugada cuando sentiacute como un rumor de muchedumbres en el mar y un paacutenico de los aacuterboles que me atravesaron el corazoacuten Entonces fui al bantildeo y escribiacute en el espejo Delgadina de mi vida llegaron las brisas de Navidad Uno de mis recuerdos maacutes felices fue un trastorno que sentiacute una mantildeana como aqueacutella al salir de la escuela iquestQueacute me pasa La maestra me dijo alelada Ay nintildeo iquestno ves que son las brisas Ochenta antildeos despueacutes volviacute a sentirlo cuando me desperteacute en la cama de Delgadina y era el mismo diciembre que volviacutea puntual con sus cielos diaacutefanos las tormentas de arena los torbellinos callejeros que Desentechaban casas y les alzaban las faldas a las colegialas La ciudad adquiriacutea por entonces una resonancia fantasmal En noches de brisa podiacutean escucharse los gritos del mercado puacuteblico hasta en los barrios maacutes altos como si estuvieran a la vuelta de la esquina No era raro entonces que las raacutefagas de diciembre nos permitieran encontrar por sus voces a los amigos desperdigados en burdeles remotos

Sin embargo tambieacuten con las brisas me llegoacute la mala noticia de que Delgadina no podiacutea pasar las navidades conmigo sino con su familia Si algo detesto en este mundo son las fiestas obligatorias en que la gente llora porque estaacute alegre los fuegos de artificio los villancicos lelos las guirnaldas de papel crespoacuten que nada tienen que ver con un nintildeo que nacioacute hace dos mil quinientos antildeos en una caballeriza indigente Sin embargo cuando llegoacute la noche no pude resistir la nostalgia y me fui al cuarto sin ella Dormiacute bien y desperteacute junto a un oso de peluche que caminaba en dos patas como si fuera polar y una tarjeta que deciacutea Para el papaacute feo Rosa Cabarcas me habiacutea dicho que Delgadina estaba aprendiendo a leer con mis clases escritas en el espejo y su buena letra me parecioacute admirable Pero ella misma me defraudoacute con la noticia peor de que el oso era un regalo suyo asiacute que la noche de Antildeo Nuevo me quedeacute en mi casa y en mi cama desde las ocho y me dormiacute sin amarguras Fui feliz porque al toque de las doce entre los repiques furiosos de las campanas las sirenas de faacutebricas y bomberos los lamentos de los

JUAN CARLOS 161104
abigarrado da (Del part de abigarrar) adj De varios colores mal combinados || 2 Heterogeacuteneo reunido sin concierto Un extrantildeo y abigarrado libro Una multitud abigarrada 13

Memorias de mis putas tristes 31 ______________________________________________________________________________________buques las descargas de poacutelvora los cohetes sentiacute que Delgadina entroacute en punta de pies se acostoacute a mi lado y me dio un beso Tan real que me quedoacute en la boca su olor de regaliz

Memorias de mis putas tristes 32 ______________________________________________________________________________________

4A principios del nuevo antildeo empezaacutebamos a conocernos como si vivieacuteramos juntos y despiertos pues yo habiacutea encontrado un tono de voz cauteloso que ella oiacutea sin despertar y me contestaba con un lenguaje natural del cuerpo Sus estados de aacutenimo se le notaban en el modo de dormir De exhausta y montaraz que habiacutea sido al principio fue hacieacutendose a una paz interior que embelleciacutea su rostro y enriqueciacutea su suentildeo Le contaba mi vida le leiacutea al oiacutedo los borradores de mis notas dominicales en las que estaba ella sin decirlo y soacutelo ella

Por esa eacutepoca le dejeacute en la almohada unos zarcillos de esmeraldas que fueron de mi madre Los llevoacute puestos en la cita siguiente y no le luciacutean Le lleveacute despueacutes unos pendientes maacutes adecuados para el color de su piel Le expliqueacute Los primeros que te traje no te quedaban bien por tu tipo y el corte del cabello Estos te iraacuten mejor No llevoacute ninguno en las dos citas siguientes pero a la tercera se puso los que le habiacutea indicado Asiacute empeceacute a entender que no obedeciacutea a mis oacuterdenes pero aguardaba la ocasioacuten para complacerme Por esos diacuteas me sentiacute tan habituado a aquel geacutenero de vida domeacutestica que no seguiacute durmiendo desnudo sino que lleveacute las piyamas de seda china que habiacutea dejado de usar por no tener para quieacuten quitaacutermelas

Empeceacute a leerle El principito de Saint-Exupeacutery un autor franceacutes que el mundo entero admira maacutes que los franceses Fue el primero que la entretuvo sin despertarla hasta el punto de que tuve que ir dos diacuteas continuos para acabar de leeacuterselo Seguimos con los Cuentos de Perrault la Historia sagrada Las mil y una noches en una versioacuten desinfectada para nintildeos y por las diferencias entre uno y otro me di cuenta de que su suentildeo teniacutea diversos grados de profundidad seguacuten su intereacutes por las lecturas Cuando sentiacutea que habiacutea tocado fondo apagaba la luz y me dormiacutea abrazado a ella hasta que cantaban los gallos

Me sentiacutea tan feliz que la besaba en los paacuterpados muy suave y una noche ocurrioacute como una luz en el cielo sonrioacute por primera vez Maacutes tarde sin ninguacuten motivo se revolvioacute en la cama me dio la espalda y dijo disgustada Fue Isabel la que hizo llorar a los caracoles Exaltado por la ilusioacuten de un diaacutelogo le pregunteacute en el mismo tono iquestDe quieacuten eran No contestoacute Su voz teniacutea un rastro plebeyo como si no fuera suya sino de alguien ajeno que llevaba dentro Toda sombra de duda desaparecioacute entonces de mi alma la preferiacutea dormida

Mi uacutenico problema era el gato Estaba inapetente y hurantildeo y llevaba dos diacuteas sin levantar cabeza en su rincoacuten habitual y me tiroacute un zarpazo de fiera herida cuando

JUAN CARLOS 161104
zarcillo1 (Del lat circellus circulito) m Pendiente arete13
JUAN CARLOS 161104
montaraz (De monte y -araz) adj Que anda o estaacute hecho a andar por los montes o se ha criado en ellos || 2 Se dice del genio y propiedades agrestes groseras y feroces || 3 m Guarda de montes o heredades || 4 Sal Mayordomo de campo capataz que tiene a su cargo las labores y los ganados

Memorias de mis putas tristes 33 ______________________________________________________________________________________quise ponerlo en su canasto de mimbre para que Damiana lo llevara con el veterinario Apenas logroacute someterlo y se lo llevoacute pataleando dentro de un saco de fique Al cabo de un rato me llamoacute desde el criadero para decirme que no habiacutea maacutes remedio que sacrificarlo y necesitaban mi orden iquestPor queacute Porque ya estaacute muy viejo dijo Damiana Penseacute con rabia que a miacute tambieacuten podiacutean asarme vivo en un horno de gatos Me sentiacute inerme entre dos fuegos no habiacutea aprendido a querer el gato pero tampoco teniacutea corazoacuten para ordenar que lo mataran soacutelo porque era viejoiquestDoacutende lo deciacutea el manual

El incidente me conmocionoacute tanto que escribiacute una nota para el domingo con un tiacutetulo usurpado a Neruda iquestEs el gato un miacutenimo tigre de saloacuten La nota dio origen a una nueva campantildea que otra vez dividioacute a los lectores en favor y en contra de los gatos En cinco diacuteas prevalecioacute la tesis de que podiacutea ser liacutecito sacrificar un gato por razones de salud puacuteblica pero no porque estuviera viejo

Despueacutes de la muerte de mi madre me desvelaba el terror de que alguien me tocara mientras dormiacutea Una noche la sentiacute pero su voz me devolvioacute el sosiego Figlio mioacute poveretto Volviacute a sentirlo una madrugada en el cuarto de Delgadina y me retorciacute de gozo creyendo que ella me habiacutea tocado Pero no era Rosa Cabarcas en la oscuridad Viacutestete y ven conmigo me dijo tengo un problema serio

Asiacute era y maacutes serio de lo que pude imaginar A uno de los clientes grandes de la casa lo habiacutean asesinado a puntildealadas en el primer cuarto del pabelloacuten El asesino habiacutea escapado El cadaacutever enorme desnudo pero con los zapatos puestos teniacutea una palidez de pollo al vapor en la cama empapada de sangre Lo reconociacute de entrada era JMB un banquero grande famoso por su apostura su simpatiacutea y su buen vestir y sobre todo por la pulcritud de su hogar Teniacutea en el cuello dos heridas moradas como labios y una zanja en el vientre que no habiacutea acabado de sangrar Todaviacutea no empezaba el rigor Maacutes que sus heridas me impresionoacute que teniacutea un preservativo puesto y al parecer sin usar en el sexo desmirriado por la muerte

Rosa Cabarcas no sabiacutea con quieacuten iba porque tambieacuten eacutel teniacutea el privilegio de entrar por el portoacuten del huerto No se descartaba la sospecha de que su pareja fuera otro hombre Lo uacutenico que la duentildea queriacutea de miacute era que la ayudara a vestir el cadaacutever Estaba tan segura que me inquietoacute la idea de que la muerte fuera para ella un asunto de cocina No hay nada maacutes difiacutecil que vestir a un muerto le dije Lo he hecho a pasto de Dios replicoacute ella Es faacutecil si alguien me lo sostiene Le hice ver iquestTe imaginas quieacuten va a creer en un cuerpo tasajeado a cuchilladas dentro de un vestido intacto de caballero ingleacutes

Tembleacute por Delgadina Lo mejor seraacute que te la lleves tuacute me dijo Rosa Cabarcas Primero muerto le dije con la saliva helada Ella lo percibioacute y no pudo ocultar su desdeacuten iexclEstaacutes temblando Por ella dije aunque soacutelo era verdad a medias Aviacutesale que se vaya antes de que llegue nadie De acuerdo dijo ella aunque a ti como periodista no te pasaraacute nada Ni a ti tampoco le dije con cierto rencor Eres el uacutenico liberal que manda en este gobierno

La ciudad codiciada por su naturaleza paciacutefica y su seguridad congeacutenita arrastraba la desgracia de un asesinato escandaloso y atroz cada antildeo Aqueacutel no lo fue La noticia oficial en titulares excesivos y parca en detalles deciacutea que al joven banquero lo habiacutean asaltado y muerto a cuchilladas en la carretera de Pradomar por motivos

Memorias de mis putas tristes 34 ______________________________________________________________________________________incomprensibles No teniacutea enemigos El comunicado del gobierno sentildealaba como presuntos asesinos a refugiados del interior del paiacutes que estaban desatando una oleada de delincuencia comuacuten extrantildea al espiacuteritu ciacutevico de la poblacioacuten En las primeras horas hubo maacutes de cincuenta detenidos

Acudiacute escandalizado con el redactor judicial un periodista tiacutepico de los antildeos veinte con visera de celuloide verde y ligas en las mangas que presumiacutea de anticiparse a los hechos Sin embargo soacutelo conociacutea unas hilachas sueltas del crimen y yo se las completeacute hasta donde me fue prudente Asiacute escribimos cinco cuartillas a cuatro manos para una noticia de ocho columnas en primera paacutegina atribuida al fantasma eterno de las fuentes que nos merecen entero creacutedito Pero al Abominable Hombre de las Nueve -el censor- no le tembloacute el pulso para imponer la versioacuten oficial de que habiacutea sido un asalto de bandoleros liberales Yo me laveacute la conciencia con un centildeo de pesadumbre en el entierro maacutes ciacutenico y concurrido del siglo

Cuando regreseacute a casa aquella noche llameacute a Rosa Cabarcas para averiguar queacute habiacutea pasado con Delgadina pero no contestoacute el teleacutefono en cuatro diacuteas Al quinto fui a su casa con los dientes apretados Las puertas estaban selladas pero no por la policiacutea sino por la Sanidad Nadie en el vecindario daba noticias de nada Sin ninguacuten indicio de Delgadina me di a una buacutesqueda encarnizada y a veces ridiacutecula que me dejoacute acezante Paseacute diacuteas enteros observando a las joacutevenes ciclistas desde los escantildeos de un parque polvoriento donde los nintildeos jugaban a encaramarse en la estatua descascarada de Simoacuten Boliacutevar Pasaban pedaleando como venadas bellas disponibles listas para ser atrapadas a la gallina ciega Cuando se me acaboacute la esperanza me refugieacute en la paz de los boleros Fue como un bebedizo emponzontildeado cada palabra era ella Siempre habiacutea necesitado el silencio para escribir porque mi mente atendiacutea maacutes a la muacutesica que a la escritura Entonces fue al reveacutes soacutelo pude escribir a la sombra de los boleros Mi vida se llenoacute de ella Las notas que escribiacute aquellas dos semanas fueron modelos en clave para cartas de amor El jefe de redaccioacuten contrariado con la avalancha de respuestas me pidioacute que moderara el amor mientras pensaacutebamos coacutemo consolar a tantos lectores enamorados

La falta de sosiego acaboacute con el rigor de mis diacuteas Despertaba a las cinco pero me quedaba en la penumbra del cuarto imaginando a Delgadina en su vida irreal de levantar a sus hermanos vestirlos para la escuela darles el desayuno si lo habiacutea y atravesar la ciudad en bicicleta para cumplir la condena de coser botones Me pregunteacute asombrado iquestQueacute piensa una mujer mientras pega un botoacuten iquestPensaba en miacute iquestTambieacuten ella buscaba a Rosa Cabarcas para dar conmigo Paseacute hasta una semana sin quitarme el mameluco de mecaacutenico ni de diacutea ni de noche sin bantildearme sin afeitarme sin cepillarme los dientes porque el amor me ensentildeoacute demasiado tarde que uno se arregla para alguien se viste y se perfuma para alguien y yo nunca habiacutea tenido para quieacuten Damiana creyoacute que estaba enfermo cuando me encontroacute desnudo en la hamaca a las diez de la mantildeana La vi con los ojos turbios de la codicia y la inviteacute a revolearnos desnudos Ella con un desprecio me dijo

-iquestYa pensoacute lo que va a hacer si le digo que siacute

Asiacute supe hasta queacute punto me habiacutea corrompido el sufrimiento No me reconociacutea a miacute mismo en mi dolor de adolescente No volviacute a salir de la casa por no descuidar el teleacutefono Escribiacutea sin descolgarlo y al primer timbrazo le saltaba encima pensando

Memorias de mis putas tristes 35 ______________________________________________________________________________________que pudiera ser Rosa Cabarcas Interrumpiacutea a cada rato lo que estuviera haciendo para llamarla e insistiacute diacuteas enteros hasta comprender que era un teleacutefono sin corazoacuten

Al volver a casa una tarde de lluvia encontreacute el gato enroscado en la escalinata del portoacuten Estaba sucio y maltrecho y con una mansedumbre de laacutestima El manual me hizo ver que estaba enfermo y seguiacute sus normas para alentarlo De golpe mientras descabezaba un suentildeecito de siesta me despabiloacute la idea de que pudiera conducirme a la casa de Delgadina Lo lleveacute en una bolsa de mercado hasta la tienda de Rosa Cabarcas que seguiacutea sellada y sin indicios de vida pero se revolvioacute en el talego con tanto iacutempetu que logroacute escapar saltoacute la tapia del huerto y desaparecioacute entre los aacuterboles Toqueacute al portoacuten con el puntildeo y una voz militar preguntoacute sin abrir iquestQuieacuten vive Gente de paz dije yo para no ser menos Ando en pos de la duentildea No hay duentildea dijo la voz Por lo menos aacutebrame para coger el gato insistiacute No hay gato dijo Pregunteacute iquestQuieacuten es usted

-Nadie -dijo la voz

Siempre habiacutea entendido que morirse de amor no era maacutes que una licencia poeacutetica Aquella tarde de regreso a casa otra vez sin el gato y sin ella comprobeacute que no soacutelo era posible morirse sino que yo mismo viejo y sin nadie estaba murieacutendome de amor Pero tambieacuten me di cuenta de que era vaacutelida la verdad contraria no habriacutea cambiado por nada del mundo las delicias de mi pesadumbre Habiacutea perdido maacutes de quince antildeos tratando de traducir los cantos de Leopardi y soacutelo aquella tarde los sentiacute a fondo Ay de miacute si es amor cuaacutento atormenta

Mi entrada al perioacutedico en mameluco y mal afeitado despertoacute ciertas dudas sobre mi estado mental La casa remodelada con cabinas individuales de vidrio y luces cenitales pareciacutea una cliacutenica de maternidad El clima artificial callado y confortable invitaba a hablar en susurros y caminar en puntillas En el vestiacutebulo como virreyes muertos estaban los retratos al oacuteleo de los tres directores vitalicios y las fotografiacuteas de visitantes ilustres La enorme sala principal estaba presidida por la fotografiacutea gigantesca de la redaccioacuten actual tomada la tarde de mi cumpleantildeos No pude evitar la comparacioacuten mental con la otra de mis treinta antildeos y una vez maacutes comprobeacute con horror que se envejece maacutes y peor en los retratos que en la realidad La secretaria que me habiacutea besado la tarde del cumpleantildeos me preguntoacute si estaba enfermo Fui feliz de contestarle la verdad para que no la creyera Enfermo de amor Ella dijo iexclLaacutestima que no sea por miacute Yo le correspondiacute el cumplido No esteacute tan segura

El redactor judicial salioacute de su cabina gritando que habiacutea dos cadaacuteveres de muchachas sin identificar en el anfiteatro municipal Le pregunteacute asustado iquestDe queacute edad Joacutevenes dijo eacutel Pueden ser refugiadas del interior perseguidas hasta aquiacute por matones del reacutegimen Respireacute aliviado La situacioacuten nos invade en silencio como una mancha de sangre dije El redactor judicial ya lejos gritoacute

-De sangre no maestro de mierda

Algo peor me ocurrioacute diacuteas despueacutes cuando una muchacha instantaacutenea con una canasta igual a la del gato pasoacute como un escalofriacuteo frente a la libreriacutea Mundo La perseguiacute a codazos por entre la muchedumbre en el fragor de las doce del diacutea Era muy bella de trancos largos y con una fluidez para abrirse camino entre el gentiacuteo

Memorias de mis putas tristes 36 ______________________________________________________________________________________que me costoacute trabajo alcanzarla Por fin la rebaseacute y la mireacute de frente Ella me apartoacute con la mano sin detenerse ni pedir perdoacuten No era la que creiacutea pero su altivez me dolioacute como si lo fuera Comprendiacute entonces que no seriacutea capaz de reconocer a Delgadina despierta y vestida ni ella podiacutea saber quieacuten era yo si nunca me habiacutea visto En un acto de locura tejiacute durante tres diacuteas doce pares de zapatitos azules y rosados para recieacuten nacidos tratando de darme valor para no escuchar ni cantar ni recordar las canciones que me recordaban a ella

La verdad era que no podiacutea con mi alma y empezaba a tomar conciencia de la vejez por mis flaquezas frente al amor Una prueba todaviacutea maacutes dramaacutetica la tuve cuando un autobuacutes de servicio puacuteblico arrolloacute una ciclista en el puro centro comercial Acababan de llevaacutersela en una ambulancia y la magnitud de la tragedia se apreciaba por el estado de chatarra en que quedoacute la bicicleta sobre un charco de sangre viva Pero mi impresioacuten no fue tanta por los destrozos de la bicicleta como por la marca el modelo y el color No podiacutea ser otra que la que yo mismo le habiacutea regalado a Delgadina

Los testigos coincidieron en que la ciclista herida era muy joven alta y delgada y con el cabello corto y rizado Aturdido tomeacute el primer taxi que pasoacute y me hice llevar al hospital de Caridad un viejo edificio de muros ocres que pareciacutea una caacutercel encallada en un arenal Necesiteacute media hora para entrar y otra maacutes para salir de un patio fragante de aacuterboles frutales donde una mujer atribulada se me atravesoacute en el camino me miroacute a los ojos y exclamoacute

-Yo soy la que no buscas

Soacutelo entonces recordeacute que era alliacute donde viviacutean en libertad los internos mansos del manicomio municipal Tuve que identificarme como periodista ante la direccioacuten del hospital para que un enfermero me condujera al pabelloacuten de urgencias En elcuaderno de ingresos estaban los datos Rosalba Riacuteos dieciseacuteis antildeos sin oficio conocido Diagnoacutestico conmocioacuten cerebral Pronoacutestico reservado Pregunteacute al jefe del pabelloacuten si podiacutea verla con la esperanza iacutentima de que me dijeran que no pero me llevaron encantados por si queriacutea escribir sobre el estado de abandono del hospital

Atravesamos una sala abigarrada con un fuerte olor de aacutecido feacutenico y los enfermos apelotonados en las camas Al fondo en un cuarto solo tendida en una camilla metaacutelica estaba la que buscaacutebamos Teniacutea el craacuteneo cubierto de vendas la cara indescifrable gonfia y amoratada pero me bastoacute con verle los pies para saber que no era Soacutelo entonces se me ocurrioacute preguntarme iquestQueacute habriacutea hecho yo si hubiera sido ella

Todaviacutea enredado en las telarantildeas de la noche tuve el valor de ir el diacutea siguiente a la faacutebrica de camisas donde Rosa Cabarcas habiacutea dicho alguna vez que trabajaba la nintildea y le pediacute al propietario que nos mostrara sus instalaciones como modelo para un proyecto continental de las Naciones Unidas Era un libaneacutes paquideacutermico y taciturno que nos abrioacute las puertas de su reino con la ilusioacuten de ser un ejemplo universal

Trescientas joacutevenes de blusas blancas con la ceniza del mieacutercoles en la frente cosiacutean botones en la vasta nave iluminada Cuando nos vieron entrar se irguieron

Memorias de mis putas tristes 37 ______________________________________________________________________________________como colegialas y nos observaron de reojo mientras el gerente explicaba sus aportes al arte inmemorial de pegar botones Yo escrutaba las caras de cada una con el pavor de descubrir a Delgadina vestida y despierta Pero fue una de ellas la que me descubrioacute a miacute con la mirada temible de la admiracioacuten sin clemencia

-Diacutegame sentildeor iquestno es usted el que escribe las cartas de amor en el perioacutedico

Nunca me hubiera imaginado que una nintildea dormida pudiera causar en uno semejantes estragos Escapeacute de la faacutebrica sin despedirme ni pensar siquiera si alguna de aquellas viacutergenes de purgatorio era por fin la que buscaba Cuando saliacute de ahiacute el uacutenico sentimiento que me quedaba en la vida eran las ganas de llorar

Rosa Cabarcas llamoacute al cabo de un mes con una explicacioacuten increiacuteble se habiacutea tomado un merecido descanso en Cartagena de Indias despueacutes del asesinato del banquero No le creiacute desde luego pero la feliciteacute por su suerte y la dejeacute explayarse en su mentira antes de hacerle la pregunta que me borboritaba en el corazoacuten

-iquestY ella

Rosa Cabarcas hizo un silencio largo Ahiacute estaacute dijo al fin pero su voz se hizo evasiva Hay que esperar un tiempo iquestCuaacutento Ni idea ya te avisareacute Sentiacute que se me iba y la pareacute en seco Espeacuterate dame alguna luz No hay luz dijo ella y concluyoacute Ten cuidado puedes perjudicarte tuacute y sobre todo perjudicarla a ella Yo no estaba para esa clase de remilgos Le supliqueacute aunque fuera una oportunidad de acercarme a la verdad Al fin y al cabo le dije somos coacutemplices Ella no dio un paso maacutes Caacutelmate me dijo la nintildea estaacute bien y esperando que la llame pero ahora mismo no hay nada que hacer ni voy a decir nada maacutes Adioacutes

Me quedeacute con el teleacutefono en la mano sin saber por doacutende seguir pues tambieacuten la conociacutea bastante para pensar que no conseguiriacutea nada de ella si no era por las buenas Despueacutes del mediodiacutea me di una vuelta furtiva por su casa maacutes confiado en la casualidad que en la razoacuten y la encontreacute todaviacutea cerrada y con los sellos de la Sanidad Penseacute que Rosa Cabarcas me habiacutea telefoneado de otra parte tal vez de otra ciudad y la sola idea me llenoacute de presagios turbios No obstante a las seis de la tarde cuando menos lo esperaba me soltoacute por teleacutefono mi propio santo y sentildea

-Bueno ahora siacute

A las diez de la noche tembloroso y con los labios mordidos para no llorar fui cargado de cajas de chocolates suizos turrones y caramelos y una canasta de rosas ardientes para cubrir la cama La puerta estaba entreabierta las luces encendidas y en el radio se diluiacutea a medio volumen la sonata nuacutemero uno para violiacuten y piano de Brahms Delgadina en la cama estaba tan radiante y distinta que me costoacute trabajo reconocerla

Habiacutea crecido pero no se le notaba en la estatura sino en una madurez intensa que la haciacutea parecer con dos o tres antildeos maacutes y maacutes desnuda que nunca Sus poacutemulos altos la piel tostada por soles de mar bravo los labios finos y el cabello corto y rizado le infundiacutean a su rostro el resplandor androacutegino del Apolo de Praxiacuteteles Pero no habiacutea equiacutevoco posible porque sus senos habiacutean crecido hasta el punto de que no me cabiacutean en la mano sus caderas habiacutean acabado de formarse y sus huesos se

Memorias de mis putas tristes 38 ______________________________________________________________________________________habiacutean vuelto maacutes firmes y armoacutenicos Me encantaron aquellos aciertos de la naturaleza pero me aturdieron los artificios las pestantildeas postizas las untildeas de las manos y los pies esmaltadas de naacutecar y un perfume de a dos cuartillos que no teniacutea nada que ver con el amor Sin embargo lo que me sacoacute de quicio fue la fortuna que llevaba encima pendientes de oro con gajos de esmeraldas un collar de perlas naturales una pulsera de oro con resplandores de diamantes y anillos con piedras legiacutetimas en todos los dedos En la silla estaba su traje de nochera con lentejuelas y bordados y las zapatillas de raso Un vapor raro me subioacute de las entrantildeas

-iexclPuta -griteacute

Pues el diablo me soploacute en el oiacutedo un pensamiento siniestro Y fue asiacute la noche del crimen Rosa Cabarcas no debioacute tener tiempo ni serenidad para prevenir a la nintildea y la policiacutea la encontroacute en el cuarto sola menor de edad y sin coartada Nadie igual a Rosa Cabarcas para una situacioacuten como aqueacutella le vendioacute la virginidad de la nintildea a alguno de sus grandes cacaos a cambio de que a ella la sacaran limpia del crimen Lo primero claro fue desaparecer mientras se aplacaba el escaacutendalo iexclQueacute maravilla Una luna de miel para tres ellos dos en la cama y Rosa Cabarcas en una terraza de lujo disfrutando de su impunidad feliz Ciego de una furia insensata fui reventando contra las paredes cada cosa del cuarto las laacutemparas el radio el ventilador los espejos las jarras los vasos Lo hice sin prisa pero sin pausas con un grande estropicio y una embriaguez metoacutedica que me salvoacute la vida La nintildea dio un salto al primer estallido pero no me miroacute sino que se enroscoacute de espaldas a miacute y asiacute permanecioacute con espasmos entrecortados hasta que cesoacute el estropicio Las gallinas en el patio y los perros de la madrugada aumentaron el escaacutendalo Con la cegadora lucidez de la coacutelera tuve la inspiracioacuten final de prenderle fuego a la casa cuando aparecioacute en la puerta la figura impasible de Rosa Cabarcas en camisa de dormir No dijo nada Hizo con la vista el inventario del desastre y comproboacute que la nintildea estaba enroscada sobre siacute misma como un caracol y con la cabeza escondida entre los brazos aterrada pero intacta

-iexclDios miacuteo -exclamoacute Rosa Cabarcas- iexclQueacute no hubiera dado yo por un amor como eacuteste

Me midioacute de cuerpo entero con una mirada de misericordia y me ordenoacute Vamos La seguiacute hasta la casa me sirvioacute un vaso de agua en silencio me hizo una sentildea de que me sentara frente a ella y me puso en confesioacuten Bueno me dijo ahora poacutertate como un adulto y cueacutentame iquestqueacute te pasa

Le conteacute con lo que teniacutea como mi verdad revelada Rosa Cabarcas me escuchoacute en silencio sin asombro y por fin parecioacute iluminada Queacute maravilla dijo Siempre he dicho que los celos saben maacutes que la verdad Y entonces me contoacute la realidad sin reservas En efecto dijo en su ofuscacioacuten de la noche del crimen se habiacutea olvidado de la nintildea dormida en el cuarto Uno de sus clientes abogado del muerto ademaacutes repartioacute prebendas y sobornos a cuatro manos e invitoacute a Rosa Cabarcas a un hotel de reposo de Cartagena de Indias mientras se disipaba el escaacutendalo Creacuteeme dijo Rosa Cabarcas que en todo este tiempo no dejeacute de pensar ni un momento en ti y en la nintildea Volviacute antier y lo primero que hice fue llamarte por teleacutefono pero nadie contestoacute En cambio la nintildea vino enseguida y en tan mal estado que te la bantildeeacute te la vestiacute y te la mandeacute al saloacuten de belleza con la orden de que la arreglaran como una reina Ya viste coacutemo perfecta iquestLa ropa de lujo Son los trajes que les alquilo a mis

Memorias de mis putas tristes 39 ______________________________________________________________________________________pupilas maacutes pobres cuando tienen que ir a bailar con sus clientes iquestLas joyas Son las miacuteas dijo Basta con tocarlas para darse cuenta de que son diamantes de vidrio y estoperoles de hojalata De modo que no jodas concluyoacute Anda despieacutertala piacutedele perdoacuten y hazte cargo de ella de una vez Nadie merece ser maacutes feliz que ustedes

Hice un esfuerzo sobrenatural para creerle pero pudo maacutes el amor que la razoacuten iexclPutas le dije atormentado por el fuego vivo que me abrasaba las entrantildeas iexclEso es lo que son ustedes griteacute iexclPutas de mierda No quiero saber nada maacutes de tiacute ni de ninguna otra guaricha en el mundo y menos de ella Le hice desde la puerta una sentildeal de adioacutes para siempre Rosa Cabarcas no lo dudoacute

-Vete con Dios -me dijo con un rictus de tristeza y volvioacute a su vida real- De todos modos te pasareacute la cuenta del desmadre que me hiciste en el cuarto

Memorias de mis putas tristes 40 ______________________________________________________________________________________

5

Leyendo Los idus de marzo encontreacute una frase siniestra que el autor atribuye a Julio Ceacutesar Es imposible no terminar siendo como los otros creen que uno es No pude comprobar su verdadero origen en la propia obra de Julio Ceacutesar ni en las obras de sus bioacutegrafos desde Suetonio hasta Carcopino pero valioacute la pena conocerla Su fatalismo aplicado al curso de mi vida en los meses siguientes fue lo que me dio la determinacioacuten que me haciacutea falta no soacutelo para escribir esta memoria sino para empezarla sin pudores con el amor de Delgadina

No teniacutea un instante de sosiego apenas si probaba bocado y perdiacute tanto peso que no se me teniacutean los pantalones en la cintura Los dolores erraacuteticos se me quedaron en los huesos cambiaba de aacutenimo sin razoacuten pasaba las noches en un estado de deslumbramiento que no me permitiacutea leer ni escuchar muacutesica y en cambio se me iba el diacutea cabeceando por una somnolencia sonsa que no serviacutea para dormir

El alivio me cayoacute del cielo En la atestada goacutendola de Loma Fresca una vecina de asiento que no habiacutea visto subir me susurroacute al oiacutedo iquestTodaviacutea tiras Era Casilda Armenia un viejo amor de a tres por cinco que me habiacutea soportado como cliente asiduo desde que era una adolescente altiva Una vez retirada medio enferma y sin un clavo se habiacutea casado con un hortelano chino que le dio nombre y apoyo y quizaacutes un poco de amor A los setenta y tres antildeos teniacutea el peso de siempre seguiacutea bella y de caraacutecter fuerte y conservaba intacto el desparpajo del oficio

Me llevoacute a su casa una huerta de chinos en una colina de la carretera al mar Nos sentamos en las sillas de playa de la terraza umbriacutea entre helechos y frondas de astromelias y jaulas de paacutejaros colgadas en el alero En la falda de la colina se veiacutean los hortelanos chinos con sombreros de cono sembrando las hortalizas bajo el sol abrasante y el pieacutelago gris de las Bocas de Ceniza con los dos tajamares de rocas que canalizan el riacuteo varias leguas en el mar Mientras conversaacutebamos vimos entrar un trasatlaacutentico blanco por la desembocadura y lo seguimos callados hasta oiacuter su bramido de toro luacutegubre en el puerto fluvial Ella suspiroacute iquestTe das cuenta En maacutes de medio siglo es la primera vez que no te recibo la visita en la cama Ya somos otros dije Ella prosiguioacute sin oiacuterme Cada vez que dicen cosas de ti en el radio que te elogian por el carintildeo que te tiene la gente y te llaman maestro del amor imagiacutenate pienso que nadie te conocioacute tus gracias y tus mantildeas tan bien como yo En serio dijo nadie hubiera podido soportarte mejor

No resistiacute maacutes Ella lo sintioacute vio mis ojos huacutemedos de laacutegrimas y soacutelo entonces debioacute descubrir que ya no era el que fui y le sostuve la mirada con un valor del que

Memorias de mis putas tristes 41 ______________________________________________________________________________________nunca me creiacute capaz Es que me estoy volviendo viejo le dijeYa lo estamos suspiroacute ella Lo que pasa es que uno no lo siente por dentro pero desde fuera todo el mundo lo ve

Era imposible no abrirle el corazoacuten asiacute que le conteacute la historia completa que me ardiacutea en las entrantildeas desde mi primera llamada a Rosa Cabarcas la viacutespera de mis noventa antildeos hasta la noche traacutegica en que hice antildeicos el cuarto y no regreseacute maacutes Ella me oyoacute el desahogo como si estuviera vivieacutendolo lo rumioacute muy despacio y por fin sonrioacute

-Haz lo que quieras pero no pierdas a esa criatura -me dijo- No hay peor desgracia que morir solo

Fuimos a Puerto Colombia en el trenecito de juguete tan despacioso como un caballo Almorzamos frente al muelle de maderas carcomidas por donde habiacutea entrado el mundo entero al paiacutes antes que se dragaran las Bocas de Ceniza Nos sentamos bajo un cobertizo de palma donde las grandes matronas negras serviacutean pargos fritos con arroz de coco y tajadas de plaacutetano verde Dormitamos en el sopor denso de las dos y seguimos conversando hasta que se hundioacute en el mar el inmenso sol de candela La realidad me pareciacutea fantaacutestica Mira adonde ha venido a dar nuestra luna de miel se burloacute ella Pero prosiguioacute en serio Hoy miro para atraacutes veo la fila de miles de hombres que pasaron por mis camas y dariacutea el alma por haberme quedado aunque fuera con el peor Gracias a Dios encontreacute mi chino a tiempo Es como estar casada con el dedo mentildeique pero es soacutelo miacuteo

Me miroacute a los ojos midioacute mi reaccioacuten a lo que acababa de contarme y me dijo Asiacute que vete a buscar ahora mismo a esa pobre criatura aunque sea verdad lo que te dicen los celos sea como sea que lo bailado no te lo quita nadie Pero eso siacute sin romanticismos de abuelo Despieacutertala tiacuteratela hasta por las orejas con esa pinga de burro con que te premioacute el diablo por tu cobardiacutea y tu mezquindad En serio terminoacute con el alma no te vayas a morir sin probar la maravilla de tirar con amor

El pulso me temblaba al diacutea siguiente cuando marqueacute el nuacutemero del teleacutefono Tanto por la tensioacuten del reencuentro con Delgadina como por la incertidumbre de la forma en que Rosa Cabarcas me respondiera Habiacuteamos tenido una disputa seria por el abuso con que tasoacute los destrozos que hice en su cuarto Tuve que vender uno de los cuadros maacutes amados de mi madre cuyo valor se calculaba en una fortuna pero a la hora de la verdad no llegoacute a un deacutecimo de mis ilusiones

Aumenteacute la suma con el resto de mis ahorros y se la lleveacute a Rosa Cabarcas con una consigna inapelable Lo tomas o lo dejas Fue un acto suicida porque soacutelo con vender uno de mis secretos ella habriacutea aniquilado mi buen nombre Pero no respingoacute sino que se quedoacute con los cuadros que habiacutea tomado en prenda la noche del pleito Fui el perdedor absoluto en una sola jugada me quedeacute sin Delgadina sin Rosa Cabarcas y sin mis uacuteltimos ahorros Sin embargo oiacute el timbre del teleacutefono una vez dos veces tres y por fin ella iquestA ver No me salioacute la voz Colgueacute Me echeacute en la hamaca tratando de serenarme con la liacuterica asceacutetica de Satie y sudeacute tanto que el lienzo quedoacute empapado Hasta el diacutea siguiente no tuve el valor de llamar

-Bueno mujer -dije con voz firme- Hoy siacute

Memorias de mis putas tristes 42 ______________________________________________________________________________________Rosa Cabarcas coacutemo no estaba maacutes allaacute de todo Ay mi sabio triste suspiroacute con su aacutenimo invencible te pierdes dos meses y soacutelo vuelves para pedir ilusiones Me contoacute que no habiacutea visto a Delgadina desde haciacutea maacutes de un mes que pareciacutea tan repuesta del susto de mis estropicios que ni siquiera habloacute de ellos ni preguntoacute por miacute y estaba muy contenta en un nuevo empleo maacutes coacutemodo y mejor pagado que coser botones Una oleada de fuego vivo me quemoacute las entrantildeas Soacutelo puede ser de puta dije Rosa me replicoacute sin pestantildeear No seas bruto si asiacute fuera estariacutea aquiacute iquestO doacutende podriacutea estar mejor La rapidez de su loacutegica me agravoacute la duda iquestY coacutemo seacute que no estaacute ahiacute En ese caso replicoacute ella lo que maacutes te conviene es no saberlo iquestO no Una vez maacutes la odieacute Ella a prueba de erosiones prometioacute rastrear a la nintildea Sin muchas esperanzas porque el teleacutefono de la vecina donde la llamaba seguiacutea cortado y no teniacutea la menor idea de doacutende viviacutea Pero no era para echarse a morir queacute carajo dijo te llamo en una hora

Fue una hora de tres diacuteas pero encontroacute a la nintildea disponible y sana Volviacute avergonzado y la beseacute palmo a palmo como penitencia desde las doce de la noche hasta que cantaron los gallos Un perdoacuten largo que me prometiacute seguir repitiendo para siempre y fue como empezar otra vez por el principio El cuarto habiacutea sido desmantelado y el mal uso habiacutea acabado con todo lo que yo habiacutea puesto Ella lo habiacutea dejado asiacute y me dijo que cualquier mejora teniacutea que hacerla yo por lo que estaba debieacutendole Sin embargo mi situacioacuten econoacutemica tocaba fondo El dinero de las jubilaciones alcanzaba cada vez para menos Las pocas cosas vendibles que quedaban en la casa -salvo las joyas sagradas de mi madre- careciacutean de valor comercial y nada era bastante viejo para ser antiguo En tiempos mejores el gobernador me habiacutea hecho la oferta tentadora de comprarme en bloque los libros de los claacutesicos griegos latinos y espantildeoles para la Biblioteca Departamental pero no tuve corazoacuten para venderlos Despueacutes con los cambios poliacuteticos y el deterioro del mundo nadie del gobierno pensaba en las artes ni las letras Cansado de buscar una solucioacuten decente me echeacute al bolsillo las joyas que Delgadina me habiacutea devuelto y me fui a empentildearlas en un callejoacuten siniestro que conduciacutea al mercado puacuteblico Con aires de sabio distraiacutedo recorriacute varias veces aquel tugurio atiborrado de cantinas de mala muerte libreriacuteas de viejo y casas de empentildeo pero la dignidad de Florina de Dios me cerroacute el paso no me atreviacute Entonces decidiacute venderlas con la frente en alto a la joyeriacutea maacutes antigua y acreditada

El dependiente me hizo algunas preguntas mientras examinaba las joyas con su monoacuteculo Teniacutea la conducta el estilo y el pavor de un meacutedico Le expliqueacute que eran joyas heredadas de mi madre El aprobaba con un gruntildeido cada una de mis explicaciones y por fin se quitoacute el monoacuteculo

-Lo siento -dijo- pero son culos de botellas

Ante mi sorpresa me explicoacute con una suave conmiseracioacuten Menos mal que el oro es oro y el platino es platino Me toqueacute el bolsillo para asegurarme de que llevaba las facturas de compra y dije sin resabios

-Pues fueron compradas en esta noble casa hace maacutes de cien antildeos

El no se inmutoacute Suele suceder dijo que en las joyas hereditarias vayan desapareciendo las piedras maacutes valiosas con el paso del tiempo sustituidas por diacutescolos de la familia o por joyeros bandidos y soacutelo cuando alguien trata de

Memorias de mis putas tristes 43 ______________________________________________________________________________________venderlas se descubre el fraude Pero permiacutetame un segundo dijo y se llevoacute las joyas por la puerta del fondo Al cabo de un momento regresoacute y sin explicacioacuten alguna me indicoacute que me sentara en la silla de espera y siguioacute trabajando

Examineacute la tienda Habiacutea ido con mi madre varias veces y recordaba una frase recurrente No se lo digas a tu papaacute De pronto se me ocurrioacute una idea que me crispoacute iquestno seriacutea que Rosa Cabarcas y Delgadina de comuacuten acuerdo habiacutean vendido las piedras legiacutetimas y me devolvieron las joyas con las piedras falsas

Estaba ardiendo en dudas cuando una secretaria me invitoacute a seguirla por la misma puerta del fondo hasta una oficina pequentildea con una larga estanteriacutea de gruesos voluacutemenes Un beduino colosal se levantoacute en el escritorio del fondo y me estrechoacute la mano tuteaacutendome con una efusioacuten de viejo amigo Hicimos juntos el bachillerato me dijo a modo de saludo Me fue faacutecil recordarlo era el mejor futbolista de la escuela y campeoacuten de nuestros primeros burdeles Habiacutea dejado de verlo en alguacuten momento incierto y debioacute verme tan decreacutepito que me confundioacute con un condisciacutepulo de su infancia

Sobre el cristal del escritorio teniacutea abierto uno de los mamotretos del archivo donde estaba la memoria de las joyas de mi madre Una relacioacuten exacta con fechas y detalles de que ella en persona habiacutea hecho cambiar las piedras de dos generaciones de hermosas y dignas Cargamantos y habiacutea vendido las legiacutetimas a la misma tienda Esto habiacutea ocurrido cuando el padre del propietario actual estaba al frente de la joyeriacutea y eacutel y yo en la escuela Pero eacutel mismo me tranquilizoacute aquellas triquintildeuelas eran de uso corriente entre las grandes familias en desgracia para resolver urgencias de plata sin sacrificar el honor Ante la realidad cruda preferiacute conservarlas como recuerdo de otra Florina de Dios que nunca conociacute

A principios de julio sentiacute la distancia real de la muerte Mi corazoacuten perdioacute el paso y empeceacute a ver y sentir por todos lados los presagios inequiacutevocos del final El maacutes niacutetido fue en el concierto de Bellas Artes El aire acondicionado habiacutea fallado y la flor y nata de las artes y las letras se cocinaban al bantildeomariacutea en el saloacuten abarrotado pero la magia de la muacutesica era un clima celestial Al final con el Allegretto poco mosso me estremecioacute la revelacioacuten deslumbrante de que estaba escuchando el uacuteltimo concierto que me deparaba el destino antes de morir No sentiacute dolor ni miedo sino la emocioacuten arrasadora de haber alcanzado a vivirlo

Cuando por fin logreacute abrirme camino empapado de sudor a traveacutes de los abrazos y las fotos me encontreacute de manos a boca con Ximena Ortiz como una diosa de cien antildeos en la silla de ruedas Su sola presencia se me imponiacutea como un pecado mortal Teniacutea una tuacutenica de seda color marfil tan tersa como su piel un hilo de perlas legiacutetimas de tres vueltas el cabello color de naacutecar cortado a la moda de los veintes con una punta de ala de gaviota en la mejilla y los grandes ojos amarillos iluminados por la sombra natural de las ojeras Todo en ella contradeciacutea el rumor de que su mente estaba quedaacutendose en blanco por la erosioacuten irredimible de la memoria Petrificado y sin recursos frente a ella me sobrepuse al vaho de fuego que me subioacute a la cara y la saludeacute en silencio con una venia versallesca Ella sonrioacute como una reina y me agarroacute la mano Entonces me di cuenta de que tambieacuten aquello era una coartada del destino y no la perdiacute para sacarme una espina que me estorbaba desde siempre He sontildeado durante antildeos con este momento le dije Ella no parecioacute

Memorias de mis putas tristes 44 ______________________________________________________________________________________entender iexclNo me digas dijo iquestY tuacute quieacuten eres No supe nunca si en verdad lo habiacutea olvidado o si fue la venganza final de su vida

La certidumbre de ser mortal en cambio me habiacutea sorprendido poco antes de los cincuenta antildeos en una ocasioacuten como aqueacutella una noche de carnaval en que bailaba un tango apache con una mujer fenomenal a la que nunca le vi la cara maacutes corpulenta que yo como por cuarenta libras y maacutes alta como de dos palmos que sin embargo se dejaba llevar como una pluma al viento Bailaacutebamos tan apretados que sentiacutea circular su sangre por las venas y me hallaba como adormecido de gusto con su resuello trabajoso su grajo de amoniacuteaco sus tetas de astroacutenoma cuando me sacudioacute por la primera vez y casi me derriboacute por tierra el freacutemito de la muerte Fue como un oraacuteculo brutal en el oiacutedo Hagas lo que hagas en este antildeo o dentro de ciento estaraacutes muerto hasta jamaacutes Ella se separoacute asustada iquestQueacute le pasa Nada le dije tratando de sujetarme el corazoacuten

-Tiemblo por usted

Desde entonces empeceacute a medir la vida no por antildeos sino por deacutecadas La de los cincuenta habiacutea sido decisiva porque tomeacute conciencia de que casi todo el mundo era menor que yo La de los sesenta fue la maacutes intensa por la sospecha de que ya no me quedaba tiempo para equivocarme La de los setenta fue temible por una cierta posibilidad de que fuera la uacuteltima No obstante cuando desperteacute vivo la primera mantildeana de mis noventa antildeos en la cama feliz de Delgadina se me atravesoacute la idea complaciente de que la vida no fuera algo que transcurre como el riacuteo revuelto de Heraacuteclito sino una ocasioacuten uacutenica de voltearse en la parrilla y seguir asaacutendose del otro costado por noventa antildeos maacutes

Me volviacute de laacutegrima faacutecil Cualquier sentimiento que tuviera algo que ver con la ternura me causaba un nudo en la garganta que no siempre lograba dominar y penseacute en renunciar al placer solitario de velar el suentildeo de Delgadina no tanto por la incertidumbre de mi muerte como por el dolor de imaginarla sin miacute en el resto de su vida Uno de aquellos diacuteas inciertos fui a dar por distraccioacuten a la muy noble calle de los Notarios y me sorprendioacute no encontrar nada maacutes que los escombros del viejo hotel de lance donde fui iniciado por la fuerza en las artes del amor poco antes de mis doce antildeos Habiacutea sido una mansioacuten de antiguos navieros espleacutendida como pocas en la ciudad con columnas enchapadas de alabastro y frisos de oropeles alrededor de un patio interior con una cuacutepula de cristales de siete colores que irradiaba un resplandor de invernadero En la planta baja con un portal goacutetico sobre la calle estuvieron por maacutes de un siglo las notariacuteas coloniales en las que trabajoacute prosperoacute y se arruinoacute mi padre en toda una vida de suentildeos fantaacutesticos Las familias histoacutericas abandonaron poco a poco los pisos superiores que terminaron ocupados por una legioacuten de nocheras en desgracia que subiacutean y bajaban hasta el amanecer con los clientes atrapados por un peso y medio en las cantinas del cercano puerto fluvial

A mis doce antildeos todaviacutea con mis pantalones cortos y mis botitas de la escuela primaria no pude resistir la tentacioacuten de conocer los pisos superiores mientras mi padre se debatiacutea en una de sus reuniones interminables y me encontreacute con un espectaacuteculo celestial Las mujeres que malvendiacutean sus cuerpos hasta el amanecer se moviacutean por la casa desde las once de la mantildeana cuando ya la caniacutecula del vitral era insoportable y teniacutean que hacer su vida domeacutestica caminando en pelotas por

JUAN CARLOS 161104
caniacutecula (Del lat canicŭla) f Periacuteodo del antildeo en que es maacutes fuerte el calor || 2 Astr Tiempo del nacimiento heliacuteaco de Sirio que antiguamente coincidiacutea con la eacutepoca maacutes calurosa del antildeo pero que hoy no se verifica hasta fines de agosto13
JUAN CARLOS 161104
freacutemito (Del lat fremĭtus) m bramido

Memorias de mis putas tristes 45 ______________________________________________________________________________________toda la casa mientras comentaban a gritos sus aventuras de la noche Me quedeacute aterrorizado Lo uacutenico que se me ocurrioacute fue escapar por donde habiacutea llegado cuando una de las desnudas de carnes macizas olorosas a jaboacuten de monte me abrazoacute por la espalda y me llevoacute en vilo hasta su cubiacuteculo de cartoacuten sin que yo pudiera verla en medio de la griteriacutea y los aplausos de las inquilinas en cueros Me tiroacute bocarriba en su cama para cuatro me quitoacute los pantalones con una maniobra maestra y se acaballoacute sobre miacute pero el terror helado que me empapaba el cuerpo me impidioacute recibirla como un hombre Aquella noche desvelado en la cama de mi casa por la verguumlenza del asalto no pude dormir maacutes de una hora con las ansias de volver a verla Pero la mantildeana siguiente mientras los trasnochados dormiacutean subiacute temblando hasta su cubiacuteculo y la desperteacute llorando a gritos con un amor enloquecido que duroacute hasta que se lo llevoacute sin misericordia el ventarroacuten de la vida real Se llamaba Castorina y era la reina de la casa

Los cubiacuteculos del hotel costaban un peso para los amores de paso pero muy pocos sabiacuteamos que costaban lo mismo hasta por veinticuatro horas Ademaacutes Castorina me introdujo en su mundo de mala muerte donde invitaban a los clientes pobres a sus desayunos de gala le prestaban el jaboacuten les atendiacutean los dolores de muela y en casos de urgencia mayor les daban un amor de caridad

Pero en las tardes de la uacuteltima vejez se acordaba de la inmortal Castorina muerta quien sabiacutea cuando que habiacutea sucedido desde las esquinas miserables del muelle fluvial hasta el trono sagrado de mamasanta mayor con un parche de pirata en el ojo perdido en el pleito de cantina Su uacuteltimo machucante de planta un negro feliz de Camaguumley a quien llamaba Jonaacutes el Galeote habiacutea sido un trompetista de los grandes en La Habana hasta que perdioacute la sonrisa completa en una cataacutestrofe de trenes

Al salir de aquella visita amarga sentiacute una punzada en el corazoacuten que no habiacutea logrado aliviar en tres diacuteas con toda clase de poacutecimas caseras El meacutedico al que acudiacute de urgencia miembro de una estirpe de insignes era nieto del que me vio a mis cuarenta y dos antildeos y me asustoacute que pareciera el mismo pues estaba tan envejecido como su abuelo a los setenta por una calvicie prematura unos lentes de miope sin regreso y una tristeza inconsolable Me hizo un examen minucioso de cuerpo entero con una concentracioacuten de orfebre Me auscultoacute el pecho y la espalda y me revisoacute la presioacuten arterial los reflejos de la rodilla el fondo del ojo el color del paacuterpado inferior En las pausas mientras yo cambiaba de posicioacuten en la mesa de reconocimiento me haciacutea preguntas tan vagas y raacutepidas que apenas si me daban tiempo de pensar las respuestas Al cabo de una hora me miroacute con una sonrisa feliz Bueno dijo creo que no tengo nada que hacer por usted iquestQueacute quiere decir Que su estado es el mejor posible a su edad Queacute curioso le dije lo mismo me dijo su abuelo cuando yo teniacutea cuarenta y dos antildeos como si el tiempo no pasara Siempre encontraraacute uno que se lo diga dijo porque siempre tendraacute una edad Yo provocaacutendolo para una sentencia aterradora le dije La uacutenica definitiva es la muerte Siacute dijo eacutel pero no es faacutecil llegar a ella en tan buen estado como usted Siento de veras no poder complacerlo

Eran recuerdos nobles pero la viacutespera del 29 de agosto sentiacute el peso inmenso del siglo que me esperaba impasible cuando subiacute con pasos de hierro las escaleras de mi casa Entonces volviacute a ver una vez maacutes a Florina de Dios mi madre en mi cama que habiacutea sido la suya hasta su muerte y me hizo la misma bendicioacuten de la uacuteltima

Memorias de mis putas tristes 46 ______________________________________________________________________________________vez que la vi dos horas antes de morir Trastornado por la conmocioacuten lo entendiacute como el anuncio final y llameacute a Rosa Cabarcas para que me llevara a mi nintildea aquella misma noche en previsioacuten de que no se cumpliera mi ilusioacuten de sobrevivir hasta el uacuteltimo aliento de mis noventa antildeos Volviacute a llamarla a las ocho y una vez maacutes repitioacute que no era posible Tiene que serlo a cualquier precio le griteacute aterrorizado Colgoacute sin despedirse pero quince minutos despueacutes volvioacute a llamar

-Bueno aquiacute la tienes

Llegueacute a las diez y veinte de la noche y le di a Rosa Cabarcas las uacuteltimas cartas de mi vida con mis disposiciones sobre la nintildea despueacutes de mi final terrible Ella pensoacute que me habiacutea impresionado con el acuchillado y me dijo con aires de burla Si te vas a morir que no sea aquiacute imagiacutenate Pero yo le dije Di que me atropello el tren de Puerto Colombia ese pobre cacharro de laacutestima incapaz de matar a nadie

Preparado para todo aquella noche me acosteacute bocarriba a la espera del dolor final en el primer instante de mis noventa y un antildeos Oiacute campanas distantes sentiacute la fragancia del alma de Delgadina dormida de costado oiacute un grito en el horizonte sollozos de alguien que quizaacutes habiacutea muerto un siglo antes en la alcoba Entonces apagueacute la luz con el uacuteltimo aliento entrelaceacute mis dedos con los suyos para llevaacutermela de la mano y conteacute las doce campanadas de las doce con mis doce laacutegrimas finales hasta que empezaron a cantar los gallos y enseguida las campanas de gloria los cohetes de fiesta que celebraban el juacutebilo de haber sobrevivido sano y salvo a mis noventa antildeos

Mis primeras palabras fueron para Rosa Cabarcas Te compro la casa toda con la tienda y el huerto Ella me dijo Hagamos una apuesta de viejos el que se muera primero se queda con todo lo del otro firmado ante notario No porque si yo me muero todo deberiacutea ser para ella Es igual dijo Rosa Cabarcas yo me hago cargo de la nintildea y despueacutes le dejo todo lo tuyo y lo miacuteo no tengo a nadie maacutes en este mundo Mientras tanto remodelamos tu cuarto con buenos servicios aire acondicionado y tus libros y tu muacutesica

-iquestCrees que ella estaraacute de acuerdo

-Ay mi sabio triste estaacute bien que esteacutes viejo pero no pendejo -dijo Rosa Cabarcas muerta de risa- Esa pobre criatura estaacute lela de amor por ti

Saliacute a la calle radiante y por primera vez me reconociacute a miacute mismo en el horizonte remoto de mi primer siglo Mi casa callada y en orden a las seis y cuarto empezaba a gozar los colores de una aurora feliz Damiana cantaba a toda voz en la cocina y el gato redivivo enroscoacute la cola en mis tobillos y siguioacute caminando conmigo hasta mi mesa de escribir Estaba ordenando mis papeles marchitos el tintero la pluma de ganso cuando el sol estalloacute entre los almendros del parque y el buque fluvial del correo retrasado una semana por la sequiacutea entroacute bramando en el canal del puerto Era por fin la vida real con mi corazoacuten a salvo y condenado a morir de buen amor en la agoniacutea feliz de cualquier diacutea despueacutes de mis cien antildeos

Mayo de 2004

Page 20: · Web viewVivo en una casa colonial en la acera de sol del parque de San Nicolás, donde he pasado todos los días de mi vida sin mujer ni fortuna, donde vivieron y murieron mis padres,

Memorias de mis putas tristes 20 ______________________________________________________________________________________

A las siete de la noche fui invitado de honor al concierto de Jacques Thibault y Alfred Cortot en la sala de Bellas Artes con una interpretacioacuten gloriosa de la sonata para violiacuten y piano de Ceacutesar Frank y en el intermedio escucheacute elogios inverosiacutemiles El maestro Pedro Biava nuestro muacutesico enorme me llevoacute casi a rastras a los camerinos para presentarme a los inteacuterpretes Me ofusqueacute tanto que los feliciteacute por una sonata de Schumann que no habiacutean tocado y alguien me corrigioacute en puacuteblico de mala manera La impresioacuten de que habiacutea confundido las dos sonatas por ignorancia simple quedoacute sembrada en el ambiente local y agravada por una explicacioacuten aturdida con que trateacute de remendarla el domingo siguiente en mi resentildea criacutetica del concierto

Por primera vez en mi larga vida me sentiacute capaz de matar a alguien Volviacute a casa atormentado por el diablillo que sopla al oiacutedo las respuestas devastadoras que no dimos a tiempo y ni la lectura ni la muacutesica mitigaron mi rabia Por fortuna Rosa Cabarcasme sacoacute del desvariacuteo con un grito en el teleacutefono Estoy feliz con el perioacutedico porque no pensaba que cumpliacuteas noventa sino cien Le contesteacute encrespado iquestAsiacute de jodido me viste Al contrario dijo ella lo que me sorprendioacute fue verte tan bien Queacute bueno que no eres de los viejos verdes que se aumentan la edad para que los crean en buen estado Y cambioacute sin transicioacuten Te tengo tu cuelga Me sorprendioacute de veras iquestQueacute es La nintildea dijo ella

No me tomeacute ni un instante para pensar Gracias le dije pero esa vaina es agua pasada Ella siguioacute de largo Te la mando a tu casa envuelta en papel de China y hervida con palo de saacutendalo al bantildeo mariacutea todo gratis Me mantuve firme y ella se debatioacute en una explicacioacuten pedregosa que me parecioacute sincera Dijo que la nintildea estaba en tan mal estado aquel viernes por haber cosido doscientos botones con aguja y dedal Que era verdad su miedo a las violaciones sangrientas pero ya estaba instruida para el sacrificio Que en su noche conmigo se habiacutea levantado para ir al bantildeo y que yo estaba tan profundo que le dio laacutestima despertarme pero ya me habiacutea ido cuando volvioacute a despertar en la mantildeana Me indigneacute con lo que me parecioacute una mentira inuacutetil Bueno prosiguioacute Rosa Cabarcas aun si asiacute fuera la nintildea estaacute arrepentida Pobrecita la tengo aquiacute enfrente iquestQuieres que tela pase No por Dios le dije

Habiacutea empezado a escribir cuando llamoacute la secretaria del perioacutedico El mensaje era que el director queriacutea verme al diacutea siguiente a las once de la mantildeana Llegueacute puntual El estruendo de la restauracioacuten de la casa no pareciacutea soportable el aire estaba enrarecido por los martillazos el polvo de cemento y el humo de alquitraacuten pero la redaccioacuten habiacutea aprendido a pensar en la rutina del caos Las oficinas del director en cambio heladas y silentes permaneciacutean en un paiacutes ideal que no era el nuestro

El tercer Marco Tulio con un aire adolescente se puso de pie al verme entrar sin interrumpir una conversacioacuten telefoacutenica me estrechoacute la mano por encima del escritorio y me indicoacute que me sentara Llegueacute a pensar que no habiacutea nadie en el otro extremo de la liacutenea y que eacutel haciacutea la farsa para impresionarme pero pronto descubriacute que hablaba con el gobernador y era en verdad un diaacutelogo difiacutecil entre enemigos cordiales Ademaacutes creo que se esmeraba en parecer eneacutergico delante de miacute aunque al mismo tiempo se manteniacutea de pie mientras hablaba con la autoridad

Memorias de mis putas tristes 21 ______________________________________________________________________________________Se le notaba el vicio de la pulcritud Acababa de cumplir veintinueve antildeos con cuatro idiomas y tres maestriacuteas internacionales a diferencia del primer presidente vitalicio su abuelo paterno que se hizo periodista empiacuterico despueacutes de hacer una fortuna con la trata de blancas Teniacutea maneras faacuteciles se pasaba de apuesto y sereno y lo uacutenico que poniacutea en peligro su prestancia era una nota falsa en la voz Llevaba una chaqueta deportiva con una orquiacutedea viva en la solapa y cada cosa le sentaba como si fuera de su ser natural pero nada en eacutel estaba hecho para el clima de la calle sino para la primavera de sus oficinas Yo que habiacutea gastado casi dos horas para vestirme sentiacute el oprobio de la pobreza y me aumentoacute la rabia

Con todo el veneno mortal estaba en una foto panoraacutemica del personal de planta tomada en el XXV aniversario de la fundacioacuten del perioacutedico en la que sentildealaban con una crucecita sobre la cabeza a los que iban muriendo Yo era el tercero de la derecha con el sombrero canotier la corbata de nudo grande con una perla en el prendedor el primer mostacho de coronel civil que tuve hasta los cuarenta antildeos y los espejuelos metaacutelicos de seminarista preacutesbita que no me hicieron falta despueacutes del medio siglo Habiacutea visto esa foto colgada durante antildeos en distintas oficinas pero soacutelo entonces fui sensible a su mensaje de los cuarenta y ocho empleados originales soacutelo cuatro estaacutebamos vivos y el menor de nosotros cumpliacutea una condena de veinte antildeos por asesinato muacuteltiple

El director terminoacute la llamada me sorprendioacute mirando la foto y sonrioacute Las crucecitas no las puse yo dijo Me parecen de muy mal gusto Se sentoacute al escritorio y cambioacute de tono Permiacutetame decirle que usted es el hombre maacutes impredecible que he conocido Y ante mi sorpresa se adelantoacute a todo Lo digo por su renuncia Apenas acerteacute a decir Es toda una vida El replicoacute que justo por eso no era una solucioacuten pertinente La nota le pareciacutea magniacutefica y todo lo que deciacutea de la vejez era de lo mejor que habiacutea leiacutedo nunca y no teniacutea sentido terminarla con una decisioacuten que pareciacutea maacutes bien una muerte civil Por fortuna dijo el Abominable Hombre de las Nueve la leyoacute cuando ya estaba armada la paacutegina editorial y le parecioacute inadmisible Sin consultarlo con nadie la tachoacute de arriba abajo con su laacutepiz de Torquemada Cuando lo supe esta mantildeana ordeneacute mandar una nota de protesta a la Gobernacioacuten Era mi deber pero entre nos puedo decirle que estoy muy agradecido por la arbitrariedad del censor De modo que no estaba dispuesto a aceptar que suspendiera la nota Se lo suplico con toda el alma dijo No abandone el barco en altamar Y concluyoacute con un gran estilo Todaviacutea nos queda mucho por hablar de muacutesica

Lo vi tan decidido que no me atreviacute a agravar la discrepancia con un argumento de distraccioacuten El problema en realidad era que tampoco entonces encontraba un motivo decente para abandonar la noria y me aterrorizoacute la idea de decirle que siacute una vez maacutes soacutelo por ganar tiempo Tuve que reprimirme para que no se me notara la emocioacuten impuacutedica que me apremiaba las laacutegrimas Y otra vez como siempre quedamos en las mismas de siempre despueacutes de tantos antildeos

La semana siguiente presa de un estado que era maacutes de confusioacuten que de alegriacutea paseacute por el criadero a recoger el gato que me habiacutean regalado los impresores Tengo muy mala quiacutemica con los animales por lo mismo que la tengo con los nintildeos antes de que empiecen a hablar Me parecen mudos del alma No los odio pero no puedo soportarlos porque no aprendiacute a negociar con ellos Me parece contra natura que un hombre se entienda mejor con su perro que con su esposa que lo ensentildee a

JUAN CARLOS 161104
noria (Del aacuter hisp nalsquouacutera y este del aacuter claacutes nālsquoūrah infl por acequia y acenia) f Maacutequina compuesta de dos grandes ruedas engranadas que mediante cangilones sube el agua de los pozos acequias etc || 2 Pozo formado en forma comuacutenmente ovalada del cual se saca el agua con la maacutequina || 3 Artilugio de feria consistente en una gran rueda con asientos que gira verticalmente13

Memorias de mis putas tristes 22 ______________________________________________________________________________________comer y descomer a sus horas a contestar preguntas y a compartir sus penas Pero no recoger el gato de los tipoacutegrafos habriacutea sido un desaire Ademaacutes era un precioso ejemplar de angora de pelambre rosada y tersa y ojos iluminados cuyos maullidos pareciacutean a punto de ser palabras Me lo dieron en una canasta de mimbre con un certificado de su estirpe y un manual de uso como el de las bicicletas para armar

Una patrulla militar verificaba la identidad de los transeuacutentes antes de autorizar el paso por el parque de San Nicolaacutes Nunca habiacutea visto nada igual ni podiacutea imaginarme nada maacutes descorazonador como siacutentoma de mi vejez Era una patrulla de cuatro al mando de un oficial casi adolescente Los agentes eran hombres de paacuteramos duros y callados con un olor de establo El oficial los vigilaba a todos con las mejillas chapeadas de los andinos en la playa Despueacutes de revisar mi ceacutedula de identidad y mi credencial de prensa me preguntoacute queacute llevaba en la cesta Un gato le dije El quiso verlo Destapeacute la cesta con toda precaucioacuten por temor de que escapara pero un agente quiso ver si no habiacutea algo maacutes en el fondo y el gato le tiroacute un zarpazo El oficial se interpuso Es una joya de angora dijo Lo acaricioacute mientras murmuraba algo y el gato no lo agredioacute pero tampoco le hizo caso iquestCuaacutentos antildeos tiene preguntoacute No seacute le dije acaban de regalaacutermelo Se lo pregunto porque se ve que es muy viejo diez antildeos quizaacutes Quise preguntarle coacutemo lo sabiacutea y muchas cosas maacutes pero a despecho de sus buenas maneras y su habla florida no me sentiacutea con estoacutemago para hablar con eacutel Me parece que es un gato abandonado que ha pasado por muchas dijo Obseacutervelo no lo acomode a usted sino al contrario usted a eacutel y deacutejelo hasta que se gane su confianza Cerroacute la tapa de la cesta y me preguntoacute iquestEn queacute trabaja usted Soy periodista iquestDesde cuaacutendo Desde hace un siglo le dije No lo dudo dijo eacutel Me estrechoacute la mano y se despidioacute con un frase que lo mismo podiacutea ser un buen consejo que una amenaza

-Cuiacutedese mucho

Al mediodiacutea desconecteacute el teleacutefono para refugiarme en la muacutesica con un programa exquisito la rapsodia para clarinete y orquesta de Wagner la de saxofoacuten de Debussy y el quinteto para cuerdas de Bruckner que es un remanso edeacutenico en el cataclismo de su obra Y de pronto me encontreacute envuelto en las tinieblas del estudio Sentiacute deslizarse debajo de mi mesa algo que no me parecioacute un cuerpo vivo sino una presencia sobrenatural que me rozoacute los pies y salteacute con un grito Era el gato con la hermosa cola empenachada su lentitud misteriosa y su estirpe miacutetica y no pude evitar el escalofriacuteo de estar solo en la casa con un ser vivo que no fuera humano

Cuando dieron las siete en la catedral habiacutea una estrella sola y liacutempida en el cielo color de rosas un buque lanzoacute un adioacutes desconsolado y sentiacute en la garganta el nudo gordiano de todos los amores que pudieron haber sido y no fueron No soporteacute maacutes Descolgueacute el teleacutefono con el corazoacuten en la boca marqueacute los cuatro nuacutemeros muy despacio para no equivocarme y al tercer timbrazo reconociacute la voz Bueno mujer le dije con un suspiro de alivio Perdoacutename el berrinche de esta mantildeana Ella tranquila No te preocupes estaba esperando tu llamada Le advertiacute Quiero que la nintildea me espere como Dios la echoacute al mundo y sin barnices en la cara Ella hizo su risa gutural Lo que tuacute digas dijo pero te pierdes el gusto de encuerar la pieza por pieza como les encanta a los viejos no seacute por queacute Yo siacute seacute le dije Porque se estaacuten volviendo cada vez maacutes viejos Ella lo dio por hecho

JUAN CARLOS 161104
gordiano (De Gordio rey de Frigia) V nudo
JUAN CARLOS 161104
paacuteramo (Del lat parămus voz de or prerromano) m Terreno yermo raso y desabrigado || 2 Lugar sumamente friacuteo y desamparado || 3 Col y Ecuad llovizna 13

Memorias de mis putas tristes 23 ______________________________________________________________________________________-Estaacute bien -dijo- entonces esta noche a las diez en punto antes de que se enfriacutee la pescada

Memorias de mis putas tristes 24 ______________________________________________________________________________________

3

iquestCoacutemo podiacutea llamarse La duentildea no me lo habiacutea dicho Cuando me hablaba de ella soacutelo deciacutea la nintildea Y yo lo habiacutea convertido en un nombre de pila como la nintildea de los ojos o la carabela menor Ademaacutes Rosa Cabarcas poniacutea a sus pupilas un nombre distinto para cada cliente A miacute me divertiacutea adivinarlos por las caras y desde el principio estuve seguro de que la nintildea teniacutea uno largo como Filomena Saturnina o Nicolasa En eacutesas estaba cuando ella se dio media vuelta en la cama y quedoacute de espaldas a miacute y me parecioacute que habiacutea dejado un charco de sangre del tamantildeo y la forma del cuerpo Fue un sobresalto instantaacuteneo hasta que comprobeacute que era la humedad del sudor en la saacutebana

Rosa Cabarcas me habiacutea aconsejado que la tratara con cautela pues auacuten le duraba el susto de la primera vez Es maacutes creo que la misma solemnidad del rito le habiacutea agravado el miedo y habiacutean tenido que aumentarle la dosis de valeriana pues dormiacutea con tal placidez que habriacutea sido una laacutestima despertarla sin arrullos De modo que empeceacute a secarla con la toalla mientras le cantaba en susurros la cancioacuten de Delgadina la hija menor del rey requerida de amores por su padre A medida que la secaba ella iba mostraacutendome los flancos sudados al compaacutes de mi canto Delgadina Delgadina tuacute seras mi prenda amada Fue un placer sin liacutemites pues ella volviacutea a sudar por un costado cuando acababa de secarla por el otro para que la cancioacuten no terminara nunca Levaacutentate Delgadina ponte tu falda de seda le cantaba al oiacutedo Al final cuando los criados del rey la encontraron muerta de sed en su cama me parecioacute que mi nintildea habiacutea estado a punto de despertar al escuchar el nombre Asiacute que era ella Delgadina

Volviacute a la cama con mis calzoncillos de besos estampados y me tendiacute junto a ella Dormiacute hasta las cinco al arrullo de su respiracioacuten apacible Me vestiacute a toda prisa sin lavarme y soacutelo entonces vi la sentencia escrita con laacutepiz labial en el espejo del lavabo El tigre no come lejos Seacute que no estaba la noche anterior y nadie podiacutea haber entrado en el cuarto de modo que la entendiacute como la cuelga del diablo Un trueno terroriacutefico me sorprendioacute en la puerta y el cuarto se llenoacute del olor premonitorio de la tierra mojada No tuve tiempo para escapar ileso Antes de que encontrara un taxi se precipitoacute un aguacero grande de los que suelen desordenar la ciudad entre mayo y octubre pues las calles de arenas ardientes que bajan hacia el riacuteo se convierten en torrenteras que arrastran cuanto encuentran a su paso Las aguas de aquel septiembre raro despueacutes de tres meses de sequiacutea podiacutean ser tan providenciales como devastadoras

Memorias de mis putas tristes 25 ______________________________________________________________________________________Desde que abriacute la puerta de casa me salioacute al encuentro la sensacioacuten fiacutesica de que no estaba solo Alcanceacute a ver el celaje del gato que saltoacute del sofaacute y se escabulloacute por el balcoacuten En su plato quedaban las sobras de una comida que yo no le habiacutea servido La peste de sus orines rancios y su caca caliente habiacutean contaminado todo Me habiacutea dedicado a estudiarlo como estudieacute el latiacuten El manual deciacutea que los gatos escarban en la tierra para esconder su estieacutercol y que en las casas sin patio como eacutesta lo hariacutean en las macetas de plantas o en cualquier otro escondrijo Lo apropiado era prepararles desde el primer diacutea una caja con arena para orientarles el haacutebito y asiacute lo hice Tambieacuten deciacutea que lo primero que hacen en casa nueva es marcar su territorio orinando por todas partes y aqueacutel pudo ser el caso pero el manual no deciacutea coacutemo remediarlo Seguiacutea sus trazas para familiarizarme con sus haacutebitos originales pero no di con sus escondites secretos sus sitios de reposo las causas de sus humores volubles Quise ensentildearlo a comer en sus horas a usar la cajita de arena en la terraza a no subirse en mi cama mientras yo dormiacutea ni a olisquear los alimentos en la mesa y no pude hacerle entender que la casa era suya por derecho propio y no como un botiacuten de guerra De modo que lo dejeacute a su aire

Al atardecer enfrenteacute el aguacero cuyos vientos huracanados amenazaban con desquiciar la casa Sufriacute un ataque de estornudos sucesivos me doliacutea el craacuteneo y teniacutea fiebre pero me sentiacutea poseiacutedo por una fuerza y una determinacioacuten que nunca tuve a ninguna edad y por ninguna causa Puse calderos en el piso para recoger las goteras y me di cuenta de que habiacutean aparecido otras nuevas desde el invierno anterior La maacutes grande habiacutea empezado a inundar el flanco derecho de la biblioteca Me apresureacute a rescatar a los autores griegos y latinos que viviacutean por aquel rumbo pero al quitar los libros encontreacute un chorro de alta presioacuten que saliacutea de un tubo roto en el fondo del muro Lo amordaceacute con trapos hasta donde pude para darme el tiempo de salvar los libros El estreacutepito del agua y el aullido del viento arreciaron en el parque De pronto un relaacutempago fantasmal y su trueno simultaacuteneo impregnaron el aire de un fuerte olor de azufre el viento desbaratoacute las vidrieras del balcoacuten y la tremenda borrasca de mar rompioacute los cerrojos y se metioacute dentro de la casa Sin embargo antes de diez minutos escampoacute de un tajo Un sol espleacutendido secoacute las calles llenas de escombros varados y volvioacute el calor

Cuando pasoacute el aguacero seguiacutea con la sensacioacuten de que no estaba solo en la casa Mi uacutenica explicacioacuten es que asiacute como los hechos reales se olvidan tambieacuten algunos que nunca fueron pueden estar en los recuerdos como si hubieran sido Pues si evocaba la emergencia del aguacero no me veiacutea a miacute mismo solo en la casa sino siempre acompantildeado por Delgadina La habiacutea sentido tan cerca en la noche que percibiacutea el rumor de su aliento en el dormitorio y los latidos de su mejilla en mi almohada Soacutelo asiacute entendiacute que hubieacuteramos podido hacer tanto en tan poco tiempo Me recordaba subido en el escabel de la biblioteca y la recordaba a ella despierta con su trajecito de flores recibiendo los libros para ponerlos a salvo La veiacutea correr de un lado al otro de la casa batallando con la tormenta empapada de lluvia con el agua a los tobillos Recordaba coacutemo preparoacute al diacutea siguiente un desayuno que nunca fue y puso la mesa mientras yo secaba los pisos y poniacutea orden en el naufragio de la casa Nunca olvideacute su mirada sombriacutea mientras desayunaacutebamos iquestPor queacute me conociste tan viejo Le contesteacute la verdad La edad no es la que uno tiene sino la que uno siente

Desde entonces la tuve en la memoria con tal nitidez que haciacutea de ella lo que queriacutea Le cambiaba el color de los ojos seguacuten mi estado de aacutenimo color de agua al

JUAN CARLOS 161104
escabel (Quizaacute del cat ant escabell y este del lat scabellum) m Tarima pequentildea que se pone delante de la silla para que descansen los pies de quien estaacute sentado || 2 Asiento pequentildeo hecho de tablas sin respaldo || 3 Persona o circunstancia de que alguien se aprovecha para medrar por lo general ambiciosamente13

Memorias de mis putas tristes 26 ______________________________________________________________________________________despertar color de almiacutebar cuando reiacutea color de lumbre cuando la contrariaba La vestiacutea para la edad y la condicioacuten que conveniacutean a mis cambios de humor novicia enamorada a los veinte antildeos puta de saloacuten a los cuarenta reina de Babilonia a los setenta santa a los cien Cantaacutebamos duetos de amor de Puccini boleros de Agustiacuten Lara tangos de Carlos Gardel y comprobaacutebamos una vez maacutes que quienes no cantan no pueden imaginar siquiera lo que es la felicidad de cantar Hoy seacute que no fue una alucinacioacuten sino un milagro maacutes del primer amor de mi vida a los noventa antildeos

Cuando la casa estuvo en orden llameacute a Rosa Cabarcas iexclDios Santo exclamoacute al oiacuter mi voz creiacute que te habiacuteas ahogado No podiacutea entender que hubiera vuelto a pasar la noche con la nintildea sin tocarla Tienes todo el derecho de que no te guste pero al menos poacutertate como un adulto Trateacute de explicarle pero ella cambioacute el tema sin transicioacuten De todos modos te tengo vista otra un poco mayor bella y tambieacuten virgen Su papaacute quiere cambiarla por una casa pero se puede discutir un descuentoSe me heloacute el corazoacuten Ni maacutes faltaba protesteacute asustado quiero la misma y como siempre sin fracasos sin peleas sin malos recuerdos Hubo un silencio en la liacutenea y por fin la voz sumisa con que dijo como para siacute misma Bueno esto debe ser lo que los meacutedicos llaman demencia senil

Fui a las diez de la noche con un chofer conocido por la extrantildea virtud de no hacer preguntas Lleveacute un ventilador portaacutetil y un cuadro de Orlando Rivera el querido Figurita y un martillo y un clavo para colgarlo En el camino hice una parada para comprar cepillos de dientes pasta dentiacutefrica jaboacuten de olor Agua de Florida tabletas de regaliz Quise llevar tambieacuten un buen florero y un ramo de rosas amarillas para conjurar la pava de las flores de papel pero no encontreacute nada abierto y tuve que robarme en un jardiacuten privado un ramo de astromelias recieacuten nacidas

Por instrucciones de la duentildea llegueacute desde entonces por la calle de atraacutes del lado del acueducto para que nadie me viera entrar por el portoacuten del huerto El chofer me previno Cuidado sabio en esa casa matan Le contesteacute Si es por amor no importa El patio estaba en tinieblas pero habiacutea luces de vida en las ventanas y un revoltijo de muacutesicas en los seis cuartos En el miacuteo a volumen maacutes alto distinguiacute la voz caacutelida de don Pedro Vargas el tenor de Ameacuterica con un bolero de Miguel Matamoros Sentiacute que iba a morir Empujeacute la puerta con la respiracioacuten desbaratada y vi a Delgadina en la cama como en mis recuerdos desnuda y dormida en santa paz del lado del corazoacuten

Antes de acostarme arregleacute el tocador puse el ventilador nuevo en lugar del oxidado y colgueacute el cuadro donde ella pudiera verlo desde la cama Me acosteacute a su lado y la reconociacute palmo a palmo Era la misma que andaba por mi casa las mismas manos que me reconociacutean al tacto en la oscuridad los mismos pies de pasos tenues que se confundiacutean con los del gato el mismo olor del sudor de mis saacutebanas el dedo del dedal Increiacuteble vieacutendola y tocaacutendola en carne y hueso me pareciacutea menos real que en mis recuerdos

Hay un cuadro en la pared de enfrente le dije Lo pintoacute Figurita un hombre a quien quisimos mucho el mejor bailariacuten de burdeles que existioacute jamaacutes y de tan buen corazoacuten que le teniacutea laacutestima al diablo Lo pintoacute con barniz de buques en el lienzo chamuscado de un avioacuten que se estrelloacute en la Sierra Nevada de Santa Marta y con pinceles fabricados por eacutel con pelos de su perro La mujer pintada es una monja que

Memorias de mis putas tristes 27 ______________________________________________________________________________________secuestroacute de un convento y se casoacute con ella Aquiacute lo dejo para que sea lo primero que veas al despertar

No habiacutea cambiado de posicioacuten cuando apagueacute la luz a la una de la madrugada y su respiracioacuten era tan tenue que le tomeacute el pulso para sentirla viva La sangre circulaba por sus venas con la fluidez de una cancioacuten que se ramificaba hasta los aacutembitos maacutes recoacutenditos de su cuerpo y volviacutea al corazoacuten purificada por el amor

Antes de irme al amanecer dibujeacute en un papel las liacuteneas de su mano y se las di a leer a la Diva Sahibiacute para conocer su alma Y fue asiacute una persona que soacutelo dice lo que piensa Es perfecta para trabajos manuales Tiene contacto con alguien que ya murioacute y del cual espera ayuda pero estaacute equivocada la ayuda que busca estaacute al alcance de su mano No ha tenido ninguna unioacuten pero va a morir mayor y casada Ahora tiene un hombre moreno que no ha de ser el de su vida Puede tener ocho hijos pero se va a decidir soacutelo por tres A los treinta y cinco antildeos si hace lo que le indique el corazoacuten y no la mente va a manejar mucho dinero y a los cuarenta recibiraacute una herencia Va a viajar mucho Tiene doble vida y doble suerte y puede influir sobre su propio destino Le gusta probar todo por curiosidad pero va a arrepentirse si no se orienta por el corazoacuten

Atormentado de amor hice reparar los estragos de la borrasca y aprovecheacute para hacer otros muchos remiendos que veniacutea demorando desde antildeos por insolvencia o por desidia Reorganiceacute la biblioteca en el orden en que habiacutea leiacutedo los libros Por uacuteltimo remateacute la pianola como reliquia histoacuterica con sus maacutes de cien rollos de claacutesicos y compreacute un tocadiscos usado pero mejor que el miacuteo con parlantes de alta fidelidad que engrandecieron el aacutembito de la casa Quedeacute al borde de la ruina pero bien compensado por el milagro de estar vivo a mi edad

La casa renaciacutea de sus cenizas y yo navegaba en el amor de Delgadina con una intensidad y una dicha que nunca conociacute en mi vida anterior Gracias a ella me enfrenteacute por vez primera con mi ser natural mientras transcurriacutean mis noventa antildeos Descubriacute que mi obsesioacuten de que cada cosa estuviera en su puesto cada asunto en su tiempo cada palabra en su estilo no era el premio merecido de una mente en orden sino al contrario todo un sistema de simulacioacuten inventado por miacute para ocultar el desorden de mi naturaleza Descubriacute que no soy disciplinado por virtud sino como reaccioacuten contra mi negligencia que parezco generoso por encubrir mi mezquindad que me paso de prudente por mal pensado que soy conciliador para no sucumbir a mis coacuteleras reprimidas que soacutelo soy puntual para que no se sepa cuan poco me importa el tiempo ajeno Descubriacute en fin que el amor no es un estado del alma sino un signo del zodiacuteaco

Me volviacute otro Trateacute de releer los claacutesicos que me orientaron en la adolescencia y no pude con ellos Me sumergiacute en las letras romaacutenticas que repudieacute cuando mi madre quiso imponeacutermelas con mano dura y por ellas tomeacute conciencia de que la fuerza invencible que ha impulsado al mundo no son los amores felices sino los contrariados Cuando mis gustos en muacutesica hicieron crisis me descubriacute atrasado y viejo y abriacute mi corazoacuten a las delicias del azar

Me pregunto coacutemo pude sucumbir en este veacutertigo perpetuo que yo mismo provocaba y temiacutea Flotaba entre nubes erraacuteticas y hablaba conmigo mismo ante el espejo con la vana ilusioacuten de averiguar quieacuten soy Era tal mi desvariacuteo que en una manifestacioacuten

Memorias de mis putas tristes 28 ______________________________________________________________________________________estudiantil con piedras y botellas tuve que sacar fuerzas de flaqueza para no ponerme al frente con un letrero que consagrara mi verdad Estoy loco de amor

Obnubilado por la evocacioacuten inclemente de Delgadina dormida cambieacute sin la menor malicia el espiacuteritu de mis notas dominicales Fuera cual fuera el asunto las escribiacutea para ella las reiacutea y las lloraba para ella y en cada palabra se me iba la vida En lugar de la foacutermula de gacetilla tradicional que tuvieron desde siempre las escribiacute como cartas de amor que cada quien podiacutea hacer suyas Propuse en el perioacutedico que el texto no se alzara en linotipo sino que fuera publicado con mi caligrafiacutea florentina Al jefe de redaccioacuten coacutemo no le parecioacute otro acceso de vanidad senil pero el director general lo convencioacute con una frase que todaviacutea anda suelta por la redaccioacuten

-No se equivoque los loquitos mansos se adelantan al porvenir

La respuesta puacuteblica fue inmediata y entusiasta con numerosas cartas de lectores enamorados Algunas las leiacutean en los noticieros de radio con urgencias de uacuteltima hora y se hicieron copias en mimeoacutegrafos o papel carboacuten que vendiacutean como cigarrillos de contrabando en las esquinas de la calle San Blas Desde el principio fue evidente que obedeciacutean a las ansias de expresarme pero me hice a la costumbre de tomarlas en cuenta al escribir y siempre con la voz de un hombre de noventa antildeos que no aprendioacute a pensar como viejo La comunidad intelectual como de soacutelito se mostroacute timorata y dividida y hasta los grafoacutelogos menos pensados montaron controversias por los anaacutelisis erraacuteticos de mi caligrafiacutea Fueron ellos los que dividieron los aacutenimos recalentaron la poleacutemica y pusieron de moda la nostalgia

Antes del fin del antildeo me habiacutea arreglado con Rosa Cabarcas para dejar en el cuarto el abanico eleacutectrico los recursos del tocador y lo que siguiera llevando en el futuro para hacerlo vivible Llegaba a las diez siempre con algo nuevo para ella o para gusto de ambos y dedicaba unos minutos a sacar la utileriacutea escondida para armar el teatro de nuestras noches Antes de irme nunca maacutes tarde de las cinco volviacutea a asegurar todo bajo llave La alcoba quedaba entonces tan escuaacutelida como fue en sus oriacutegenes para los amores tristes de los clientes casuales Una mantildeana oiacute que Marcos Peacuterez la voz maacutes escuchada de la radio desde el amanecer habiacutea decidido leer mi nota dominical en su noticiero de los lunes Cuando pude reprimir la naacuteusea dije sobrecogido Ya lo sabes Delgadina la fama es una sentildeora muy gorda que no duerme con uno pero cuando uno despierta estaacute siempre miraacutendonos frente a la cama

Uno de esos diacuteas me quedeacute a desayunar con Rosa Cabarcas que empezaba a parecerme menos decreacutepita a pesar del luto severo y del bonete negro que ya le tapaba las cejas Sus desayunos teniacutean fama de espleacutendidos con una carga de pimienta que me haciacutea llorar Al primer bocado de fuego vivo le dije bantildeado en laacutegrimas Esta noche no me haraacute falta la luna llena para que me arda el culo No te quejes dijo ella Si te arde es porque todaviacutea lo tienes a Dios gracias

Se sorprendioacute cuando mencioneacute el nombre de Delgadina No se llama asiacute dijo se llama No me lo digas la interrumpiacute para miacute es Delgadina Ella se encogioacute de hombros Bueno al fin y al cabo es tuya pero me parece un nombre de diureacutetico Le conteacute lo del letrero del tigre que la nintildea habiacutea escrito en el espejo No pudo ser ella

JUAN CARLOS 161104
timorato ta (Del lat timorātus) adj Tiacutemido indeciso encogido || 2 Dicho de una persona Que se escandaliza con exageracioacuten de cosas que no le parecen conformes a la moral convencional || 3 Que tiene temor de Dios y se gobierna por eacutel en sus operaciones
JUAN CARLOS 161104
obnubilar (Del lat obnubilāre) tr nublar (ǁ ofuscar o confundir) U t c prnl || 2 embelesar U t c prnl || 3 nublar (ǁ enturbiar la visioacuten) U t c prnl

Memorias de mis putas tristes 29 ______________________________________________________________________________________dijo Rosa porque no sabe leer ni escribir iquestEntonces quieacuten Ella se encogioacute de hombros Puede ser de alguien que se murioacute en el cuarto

Yo aprovechaba aquellos desayunos para desahogarme con Rosa Cabarcas y le pediacutea favores miacutenimos para el bienestar y el buen ver de Delgadina Me los concediacutea sin pensarlo con una picardiacutea de colegiala iexclQueacute risa me dijo por aquellos diacuteas Me siento como si me estuvieras pidiendo su mano Y a propoacutesito se le ocurrioacute iquestpor queacute no te casas con ella Me quedeacute de una pieza En serio insistioacute te sale maacutes barato Al fin y al cabo el problema a tu edad es servir o no servir pero ya me dijiste que lo tienes resuelto Le saliacute al paso El sexo es el consuelo que uno tiene cuando no le alcanza el amor

Ella soltoacute la risa Ay mi sabio siempre supe que eres muy hombre que siempre lo fuiste y me alegra que lo sigas siendo mientras tus enemigos entregan las armas Con razoacuten se habla tanto de ti iquestOiacuteste a Marcos Peacuterez Todo el mundo lo oye le dije para cortar el tema Pero ella insistioacute Tambieacuten el profesor Camacho y Cano en La hora de todo un poco dijo ayer que el mundo ya no es lo que era porque no quedan muchos hombres como tuacute

Aquel fin de semana encontreacute a Delgadina con fiebre y tos Desperteacute a Rosa Cabarcas para que me diera alguacuten remedio casero y me llevoacute al cuarto un botiquiacuten de primeros auxilios Dos diacuteas despueacutes Delgadina seguiacutea postrada y no habiacutea podido volver a su rutina de pegar botones El meacutedico le habiacutea prescrito un tratamiento casero para una gripa comuacuten que cederiacutea en una semana pero se alarmoacute por su estado general de desnutricioacuten Dejeacute de verla y sentiacute que me haciacutea falta y aprovecheacute para arreglar el cuarto sin ella

Lleveacute tambieacuten un dibujo a pluma de Cecilia Porras para Todos estaacutebamos a la espera el libro de cuentos de Alvaro Cepeda Lleveacute los seis tomos de Juan Cristoacutebal de Romain Rolland para pastorear mis vigilias De modo que cuando Delgadina pudo volver a la habitacioacuten la encontroacute digna de una felicidad sedentaria el aire purificado con un insecticida aromaacutetico paredes color de rosa laacutemparas matizadas flores nuevas en los floreros mis libros favoritos los buenos cuadros de mi madre colgados de otro modo seguacuten los gustos de hoy Habiacutea cambiado el viejo radio por uno de onda corta que manteniacutea sintonizado en un programa de muacutesica culta para que Delgadina aprendiera a dormir con los cuartetos de Mozart pero una noche lo encontreacute en una estacioacuten especializada en boleros de moda Era el gusto de ella sin duda y lo asumiacute sin dolor pues tambieacuten yo lo habiacutea cultivado con el corazoacuten en mis mejores diacuteas Antes de volver a casa al diacutea siguiente escribiacute en el espejo con el laacutepiz de labios Nintildea miacutea estamos solos en el mundo

Por esa eacutepoca tuve la rara impresioacuten de que se estaba volviendo mayor antes de tiempo Se lo comenteacute a Rosa Cabarcas y a ella le parecioacute natural Cumple quince antildeos el cinco de diciembre me dijo Una Sagitario perfecta Me inquietoacute que fuera tan real como para cumplir antildeos iquestQueacute podriacutea regalarle Una bicicleta dijo Rosa Cabarcas Tiene que atravesar la ciudad dos veces al diacutea para ir a pegar botones Me mostroacute en la trastienda la bicicleta que usaba y de verdad me parecioacute un cacharro indigno de una mujer tan bien amada Sin embargo me conmovioacute como la prueba tangible de que Delgadina existiacutea en la vida real

Memorias de mis putas tristes 30 ______________________________________________________________________________________Cuando fui a comprar la mejor bicicleta para ella no pude resistir la tentacioacuten de probarla y di algunas vueltas casuales en la rampa del almaceacuten Al vendedor que me preguntoacute la edad le contesteacute con la coqueteriacutea de la vejez Voy a cumplir noventa y uno El empleado dijo justo lo que yo queriacutea Pues representa veinte menos Yo mismo no entendiacutea coacutemo conservaba la praacutectica del colegio y me sentiacute colmado por un gozo radiante Empeceacute a cantar Primero para miacute mismo en voz baja y despueacutes a todo pecho con iacutenfulas del gran Caruso por entre los bazares abigarrados y el traacutefico demente del mercado puacuteblico La gente me miraba divertida me gritaban me incitaban a participar en la Vuelta a Colombia en silla de ruedas Yo les haciacutea con la mano un saludo de navegante feliz sin interrumpir la cancioacuten Esa semana en homenaje a Diciembre escribiacute otra nota atrevida Coacutemo ser feliz en bicicleta a los noventa antildeos

La noche de su cumpleantildeos le canteacute a Delgadina la cancioacuten completa y la beseacute por todo el cuerpo hasta quedarme sin aliento la espina dorsal veacutertebra por veacutertebra hasta las nalgas laacutenguidas el costado del lunar el de su corazoacuten inagotable A medida que la besaba aumentaba el calor de su cuerpo y exhalaba una fragancia montuna Ella me respondioacute con vibraciones nuevas en cada pulgada de su piel y en cada una encontreacute un calor distinto un sabor propio un gemido nuevo y toda ella resonoacute por dentro con un arpegio y sus pezones se abrieron en flor sin tocarlos Empezaba a adormecerme en la madrugada cuando sentiacute como un rumor de muchedumbres en el mar y un paacutenico de los aacuterboles que me atravesaron el corazoacuten Entonces fui al bantildeo y escribiacute en el espejo Delgadina de mi vida llegaron las brisas de Navidad Uno de mis recuerdos maacutes felices fue un trastorno que sentiacute una mantildeana como aqueacutella al salir de la escuela iquestQueacute me pasa La maestra me dijo alelada Ay nintildeo iquestno ves que son las brisas Ochenta antildeos despueacutes volviacute a sentirlo cuando me desperteacute en la cama de Delgadina y era el mismo diciembre que volviacutea puntual con sus cielos diaacutefanos las tormentas de arena los torbellinos callejeros que Desentechaban casas y les alzaban las faldas a las colegialas La ciudad adquiriacutea por entonces una resonancia fantasmal En noches de brisa podiacutean escucharse los gritos del mercado puacuteblico hasta en los barrios maacutes altos como si estuvieran a la vuelta de la esquina No era raro entonces que las raacutefagas de diciembre nos permitieran encontrar por sus voces a los amigos desperdigados en burdeles remotos

Sin embargo tambieacuten con las brisas me llegoacute la mala noticia de que Delgadina no podiacutea pasar las navidades conmigo sino con su familia Si algo detesto en este mundo son las fiestas obligatorias en que la gente llora porque estaacute alegre los fuegos de artificio los villancicos lelos las guirnaldas de papel crespoacuten que nada tienen que ver con un nintildeo que nacioacute hace dos mil quinientos antildeos en una caballeriza indigente Sin embargo cuando llegoacute la noche no pude resistir la nostalgia y me fui al cuarto sin ella Dormiacute bien y desperteacute junto a un oso de peluche que caminaba en dos patas como si fuera polar y una tarjeta que deciacutea Para el papaacute feo Rosa Cabarcas me habiacutea dicho que Delgadina estaba aprendiendo a leer con mis clases escritas en el espejo y su buena letra me parecioacute admirable Pero ella misma me defraudoacute con la noticia peor de que el oso era un regalo suyo asiacute que la noche de Antildeo Nuevo me quedeacute en mi casa y en mi cama desde las ocho y me dormiacute sin amarguras Fui feliz porque al toque de las doce entre los repiques furiosos de las campanas las sirenas de faacutebricas y bomberos los lamentos de los

JUAN CARLOS 161104
abigarrado da (Del part de abigarrar) adj De varios colores mal combinados || 2 Heterogeacuteneo reunido sin concierto Un extrantildeo y abigarrado libro Una multitud abigarrada 13

Memorias de mis putas tristes 31 ______________________________________________________________________________________buques las descargas de poacutelvora los cohetes sentiacute que Delgadina entroacute en punta de pies se acostoacute a mi lado y me dio un beso Tan real que me quedoacute en la boca su olor de regaliz

Memorias de mis putas tristes 32 ______________________________________________________________________________________

4A principios del nuevo antildeo empezaacutebamos a conocernos como si vivieacuteramos juntos y despiertos pues yo habiacutea encontrado un tono de voz cauteloso que ella oiacutea sin despertar y me contestaba con un lenguaje natural del cuerpo Sus estados de aacutenimo se le notaban en el modo de dormir De exhausta y montaraz que habiacutea sido al principio fue hacieacutendose a una paz interior que embelleciacutea su rostro y enriqueciacutea su suentildeo Le contaba mi vida le leiacutea al oiacutedo los borradores de mis notas dominicales en las que estaba ella sin decirlo y soacutelo ella

Por esa eacutepoca le dejeacute en la almohada unos zarcillos de esmeraldas que fueron de mi madre Los llevoacute puestos en la cita siguiente y no le luciacutean Le lleveacute despueacutes unos pendientes maacutes adecuados para el color de su piel Le expliqueacute Los primeros que te traje no te quedaban bien por tu tipo y el corte del cabello Estos te iraacuten mejor No llevoacute ninguno en las dos citas siguientes pero a la tercera se puso los que le habiacutea indicado Asiacute empeceacute a entender que no obedeciacutea a mis oacuterdenes pero aguardaba la ocasioacuten para complacerme Por esos diacuteas me sentiacute tan habituado a aquel geacutenero de vida domeacutestica que no seguiacute durmiendo desnudo sino que lleveacute las piyamas de seda china que habiacutea dejado de usar por no tener para quieacuten quitaacutermelas

Empeceacute a leerle El principito de Saint-Exupeacutery un autor franceacutes que el mundo entero admira maacutes que los franceses Fue el primero que la entretuvo sin despertarla hasta el punto de que tuve que ir dos diacuteas continuos para acabar de leeacuterselo Seguimos con los Cuentos de Perrault la Historia sagrada Las mil y una noches en una versioacuten desinfectada para nintildeos y por las diferencias entre uno y otro me di cuenta de que su suentildeo teniacutea diversos grados de profundidad seguacuten su intereacutes por las lecturas Cuando sentiacutea que habiacutea tocado fondo apagaba la luz y me dormiacutea abrazado a ella hasta que cantaban los gallos

Me sentiacutea tan feliz que la besaba en los paacuterpados muy suave y una noche ocurrioacute como una luz en el cielo sonrioacute por primera vez Maacutes tarde sin ninguacuten motivo se revolvioacute en la cama me dio la espalda y dijo disgustada Fue Isabel la que hizo llorar a los caracoles Exaltado por la ilusioacuten de un diaacutelogo le pregunteacute en el mismo tono iquestDe quieacuten eran No contestoacute Su voz teniacutea un rastro plebeyo como si no fuera suya sino de alguien ajeno que llevaba dentro Toda sombra de duda desaparecioacute entonces de mi alma la preferiacutea dormida

Mi uacutenico problema era el gato Estaba inapetente y hurantildeo y llevaba dos diacuteas sin levantar cabeza en su rincoacuten habitual y me tiroacute un zarpazo de fiera herida cuando

JUAN CARLOS 161104
zarcillo1 (Del lat circellus circulito) m Pendiente arete13
JUAN CARLOS 161104
montaraz (De monte y -araz) adj Que anda o estaacute hecho a andar por los montes o se ha criado en ellos || 2 Se dice del genio y propiedades agrestes groseras y feroces || 3 m Guarda de montes o heredades || 4 Sal Mayordomo de campo capataz que tiene a su cargo las labores y los ganados

Memorias de mis putas tristes 33 ______________________________________________________________________________________quise ponerlo en su canasto de mimbre para que Damiana lo llevara con el veterinario Apenas logroacute someterlo y se lo llevoacute pataleando dentro de un saco de fique Al cabo de un rato me llamoacute desde el criadero para decirme que no habiacutea maacutes remedio que sacrificarlo y necesitaban mi orden iquestPor queacute Porque ya estaacute muy viejo dijo Damiana Penseacute con rabia que a miacute tambieacuten podiacutean asarme vivo en un horno de gatos Me sentiacute inerme entre dos fuegos no habiacutea aprendido a querer el gato pero tampoco teniacutea corazoacuten para ordenar que lo mataran soacutelo porque era viejoiquestDoacutende lo deciacutea el manual

El incidente me conmocionoacute tanto que escribiacute una nota para el domingo con un tiacutetulo usurpado a Neruda iquestEs el gato un miacutenimo tigre de saloacuten La nota dio origen a una nueva campantildea que otra vez dividioacute a los lectores en favor y en contra de los gatos En cinco diacuteas prevalecioacute la tesis de que podiacutea ser liacutecito sacrificar un gato por razones de salud puacuteblica pero no porque estuviera viejo

Despueacutes de la muerte de mi madre me desvelaba el terror de que alguien me tocara mientras dormiacutea Una noche la sentiacute pero su voz me devolvioacute el sosiego Figlio mioacute poveretto Volviacute a sentirlo una madrugada en el cuarto de Delgadina y me retorciacute de gozo creyendo que ella me habiacutea tocado Pero no era Rosa Cabarcas en la oscuridad Viacutestete y ven conmigo me dijo tengo un problema serio

Asiacute era y maacutes serio de lo que pude imaginar A uno de los clientes grandes de la casa lo habiacutean asesinado a puntildealadas en el primer cuarto del pabelloacuten El asesino habiacutea escapado El cadaacutever enorme desnudo pero con los zapatos puestos teniacutea una palidez de pollo al vapor en la cama empapada de sangre Lo reconociacute de entrada era JMB un banquero grande famoso por su apostura su simpatiacutea y su buen vestir y sobre todo por la pulcritud de su hogar Teniacutea en el cuello dos heridas moradas como labios y una zanja en el vientre que no habiacutea acabado de sangrar Todaviacutea no empezaba el rigor Maacutes que sus heridas me impresionoacute que teniacutea un preservativo puesto y al parecer sin usar en el sexo desmirriado por la muerte

Rosa Cabarcas no sabiacutea con quieacuten iba porque tambieacuten eacutel teniacutea el privilegio de entrar por el portoacuten del huerto No se descartaba la sospecha de que su pareja fuera otro hombre Lo uacutenico que la duentildea queriacutea de miacute era que la ayudara a vestir el cadaacutever Estaba tan segura que me inquietoacute la idea de que la muerte fuera para ella un asunto de cocina No hay nada maacutes difiacutecil que vestir a un muerto le dije Lo he hecho a pasto de Dios replicoacute ella Es faacutecil si alguien me lo sostiene Le hice ver iquestTe imaginas quieacuten va a creer en un cuerpo tasajeado a cuchilladas dentro de un vestido intacto de caballero ingleacutes

Tembleacute por Delgadina Lo mejor seraacute que te la lleves tuacute me dijo Rosa Cabarcas Primero muerto le dije con la saliva helada Ella lo percibioacute y no pudo ocultar su desdeacuten iexclEstaacutes temblando Por ella dije aunque soacutelo era verdad a medias Aviacutesale que se vaya antes de que llegue nadie De acuerdo dijo ella aunque a ti como periodista no te pasaraacute nada Ni a ti tampoco le dije con cierto rencor Eres el uacutenico liberal que manda en este gobierno

La ciudad codiciada por su naturaleza paciacutefica y su seguridad congeacutenita arrastraba la desgracia de un asesinato escandaloso y atroz cada antildeo Aqueacutel no lo fue La noticia oficial en titulares excesivos y parca en detalles deciacutea que al joven banquero lo habiacutean asaltado y muerto a cuchilladas en la carretera de Pradomar por motivos

Memorias de mis putas tristes 34 ______________________________________________________________________________________incomprensibles No teniacutea enemigos El comunicado del gobierno sentildealaba como presuntos asesinos a refugiados del interior del paiacutes que estaban desatando una oleada de delincuencia comuacuten extrantildea al espiacuteritu ciacutevico de la poblacioacuten En las primeras horas hubo maacutes de cincuenta detenidos

Acudiacute escandalizado con el redactor judicial un periodista tiacutepico de los antildeos veinte con visera de celuloide verde y ligas en las mangas que presumiacutea de anticiparse a los hechos Sin embargo soacutelo conociacutea unas hilachas sueltas del crimen y yo se las completeacute hasta donde me fue prudente Asiacute escribimos cinco cuartillas a cuatro manos para una noticia de ocho columnas en primera paacutegina atribuida al fantasma eterno de las fuentes que nos merecen entero creacutedito Pero al Abominable Hombre de las Nueve -el censor- no le tembloacute el pulso para imponer la versioacuten oficial de que habiacutea sido un asalto de bandoleros liberales Yo me laveacute la conciencia con un centildeo de pesadumbre en el entierro maacutes ciacutenico y concurrido del siglo

Cuando regreseacute a casa aquella noche llameacute a Rosa Cabarcas para averiguar queacute habiacutea pasado con Delgadina pero no contestoacute el teleacutefono en cuatro diacuteas Al quinto fui a su casa con los dientes apretados Las puertas estaban selladas pero no por la policiacutea sino por la Sanidad Nadie en el vecindario daba noticias de nada Sin ninguacuten indicio de Delgadina me di a una buacutesqueda encarnizada y a veces ridiacutecula que me dejoacute acezante Paseacute diacuteas enteros observando a las joacutevenes ciclistas desde los escantildeos de un parque polvoriento donde los nintildeos jugaban a encaramarse en la estatua descascarada de Simoacuten Boliacutevar Pasaban pedaleando como venadas bellas disponibles listas para ser atrapadas a la gallina ciega Cuando se me acaboacute la esperanza me refugieacute en la paz de los boleros Fue como un bebedizo emponzontildeado cada palabra era ella Siempre habiacutea necesitado el silencio para escribir porque mi mente atendiacutea maacutes a la muacutesica que a la escritura Entonces fue al reveacutes soacutelo pude escribir a la sombra de los boleros Mi vida se llenoacute de ella Las notas que escribiacute aquellas dos semanas fueron modelos en clave para cartas de amor El jefe de redaccioacuten contrariado con la avalancha de respuestas me pidioacute que moderara el amor mientras pensaacutebamos coacutemo consolar a tantos lectores enamorados

La falta de sosiego acaboacute con el rigor de mis diacuteas Despertaba a las cinco pero me quedaba en la penumbra del cuarto imaginando a Delgadina en su vida irreal de levantar a sus hermanos vestirlos para la escuela darles el desayuno si lo habiacutea y atravesar la ciudad en bicicleta para cumplir la condena de coser botones Me pregunteacute asombrado iquestQueacute piensa una mujer mientras pega un botoacuten iquestPensaba en miacute iquestTambieacuten ella buscaba a Rosa Cabarcas para dar conmigo Paseacute hasta una semana sin quitarme el mameluco de mecaacutenico ni de diacutea ni de noche sin bantildearme sin afeitarme sin cepillarme los dientes porque el amor me ensentildeoacute demasiado tarde que uno se arregla para alguien se viste y se perfuma para alguien y yo nunca habiacutea tenido para quieacuten Damiana creyoacute que estaba enfermo cuando me encontroacute desnudo en la hamaca a las diez de la mantildeana La vi con los ojos turbios de la codicia y la inviteacute a revolearnos desnudos Ella con un desprecio me dijo

-iquestYa pensoacute lo que va a hacer si le digo que siacute

Asiacute supe hasta queacute punto me habiacutea corrompido el sufrimiento No me reconociacutea a miacute mismo en mi dolor de adolescente No volviacute a salir de la casa por no descuidar el teleacutefono Escribiacutea sin descolgarlo y al primer timbrazo le saltaba encima pensando

Memorias de mis putas tristes 35 ______________________________________________________________________________________que pudiera ser Rosa Cabarcas Interrumpiacutea a cada rato lo que estuviera haciendo para llamarla e insistiacute diacuteas enteros hasta comprender que era un teleacutefono sin corazoacuten

Al volver a casa una tarde de lluvia encontreacute el gato enroscado en la escalinata del portoacuten Estaba sucio y maltrecho y con una mansedumbre de laacutestima El manual me hizo ver que estaba enfermo y seguiacute sus normas para alentarlo De golpe mientras descabezaba un suentildeecito de siesta me despabiloacute la idea de que pudiera conducirme a la casa de Delgadina Lo lleveacute en una bolsa de mercado hasta la tienda de Rosa Cabarcas que seguiacutea sellada y sin indicios de vida pero se revolvioacute en el talego con tanto iacutempetu que logroacute escapar saltoacute la tapia del huerto y desaparecioacute entre los aacuterboles Toqueacute al portoacuten con el puntildeo y una voz militar preguntoacute sin abrir iquestQuieacuten vive Gente de paz dije yo para no ser menos Ando en pos de la duentildea No hay duentildea dijo la voz Por lo menos aacutebrame para coger el gato insistiacute No hay gato dijo Pregunteacute iquestQuieacuten es usted

-Nadie -dijo la voz

Siempre habiacutea entendido que morirse de amor no era maacutes que una licencia poeacutetica Aquella tarde de regreso a casa otra vez sin el gato y sin ella comprobeacute que no soacutelo era posible morirse sino que yo mismo viejo y sin nadie estaba murieacutendome de amor Pero tambieacuten me di cuenta de que era vaacutelida la verdad contraria no habriacutea cambiado por nada del mundo las delicias de mi pesadumbre Habiacutea perdido maacutes de quince antildeos tratando de traducir los cantos de Leopardi y soacutelo aquella tarde los sentiacute a fondo Ay de miacute si es amor cuaacutento atormenta

Mi entrada al perioacutedico en mameluco y mal afeitado despertoacute ciertas dudas sobre mi estado mental La casa remodelada con cabinas individuales de vidrio y luces cenitales pareciacutea una cliacutenica de maternidad El clima artificial callado y confortable invitaba a hablar en susurros y caminar en puntillas En el vestiacutebulo como virreyes muertos estaban los retratos al oacuteleo de los tres directores vitalicios y las fotografiacuteas de visitantes ilustres La enorme sala principal estaba presidida por la fotografiacutea gigantesca de la redaccioacuten actual tomada la tarde de mi cumpleantildeos No pude evitar la comparacioacuten mental con la otra de mis treinta antildeos y una vez maacutes comprobeacute con horror que se envejece maacutes y peor en los retratos que en la realidad La secretaria que me habiacutea besado la tarde del cumpleantildeos me preguntoacute si estaba enfermo Fui feliz de contestarle la verdad para que no la creyera Enfermo de amor Ella dijo iexclLaacutestima que no sea por miacute Yo le correspondiacute el cumplido No esteacute tan segura

El redactor judicial salioacute de su cabina gritando que habiacutea dos cadaacuteveres de muchachas sin identificar en el anfiteatro municipal Le pregunteacute asustado iquestDe queacute edad Joacutevenes dijo eacutel Pueden ser refugiadas del interior perseguidas hasta aquiacute por matones del reacutegimen Respireacute aliviado La situacioacuten nos invade en silencio como una mancha de sangre dije El redactor judicial ya lejos gritoacute

-De sangre no maestro de mierda

Algo peor me ocurrioacute diacuteas despueacutes cuando una muchacha instantaacutenea con una canasta igual a la del gato pasoacute como un escalofriacuteo frente a la libreriacutea Mundo La perseguiacute a codazos por entre la muchedumbre en el fragor de las doce del diacutea Era muy bella de trancos largos y con una fluidez para abrirse camino entre el gentiacuteo

Memorias de mis putas tristes 36 ______________________________________________________________________________________que me costoacute trabajo alcanzarla Por fin la rebaseacute y la mireacute de frente Ella me apartoacute con la mano sin detenerse ni pedir perdoacuten No era la que creiacutea pero su altivez me dolioacute como si lo fuera Comprendiacute entonces que no seriacutea capaz de reconocer a Delgadina despierta y vestida ni ella podiacutea saber quieacuten era yo si nunca me habiacutea visto En un acto de locura tejiacute durante tres diacuteas doce pares de zapatitos azules y rosados para recieacuten nacidos tratando de darme valor para no escuchar ni cantar ni recordar las canciones que me recordaban a ella

La verdad era que no podiacutea con mi alma y empezaba a tomar conciencia de la vejez por mis flaquezas frente al amor Una prueba todaviacutea maacutes dramaacutetica la tuve cuando un autobuacutes de servicio puacuteblico arrolloacute una ciclista en el puro centro comercial Acababan de llevaacutersela en una ambulancia y la magnitud de la tragedia se apreciaba por el estado de chatarra en que quedoacute la bicicleta sobre un charco de sangre viva Pero mi impresioacuten no fue tanta por los destrozos de la bicicleta como por la marca el modelo y el color No podiacutea ser otra que la que yo mismo le habiacutea regalado a Delgadina

Los testigos coincidieron en que la ciclista herida era muy joven alta y delgada y con el cabello corto y rizado Aturdido tomeacute el primer taxi que pasoacute y me hice llevar al hospital de Caridad un viejo edificio de muros ocres que pareciacutea una caacutercel encallada en un arenal Necesiteacute media hora para entrar y otra maacutes para salir de un patio fragante de aacuterboles frutales donde una mujer atribulada se me atravesoacute en el camino me miroacute a los ojos y exclamoacute

-Yo soy la que no buscas

Soacutelo entonces recordeacute que era alliacute donde viviacutean en libertad los internos mansos del manicomio municipal Tuve que identificarme como periodista ante la direccioacuten del hospital para que un enfermero me condujera al pabelloacuten de urgencias En elcuaderno de ingresos estaban los datos Rosalba Riacuteos dieciseacuteis antildeos sin oficio conocido Diagnoacutestico conmocioacuten cerebral Pronoacutestico reservado Pregunteacute al jefe del pabelloacuten si podiacutea verla con la esperanza iacutentima de que me dijeran que no pero me llevaron encantados por si queriacutea escribir sobre el estado de abandono del hospital

Atravesamos una sala abigarrada con un fuerte olor de aacutecido feacutenico y los enfermos apelotonados en las camas Al fondo en un cuarto solo tendida en una camilla metaacutelica estaba la que buscaacutebamos Teniacutea el craacuteneo cubierto de vendas la cara indescifrable gonfia y amoratada pero me bastoacute con verle los pies para saber que no era Soacutelo entonces se me ocurrioacute preguntarme iquestQueacute habriacutea hecho yo si hubiera sido ella

Todaviacutea enredado en las telarantildeas de la noche tuve el valor de ir el diacutea siguiente a la faacutebrica de camisas donde Rosa Cabarcas habiacutea dicho alguna vez que trabajaba la nintildea y le pediacute al propietario que nos mostrara sus instalaciones como modelo para un proyecto continental de las Naciones Unidas Era un libaneacutes paquideacutermico y taciturno que nos abrioacute las puertas de su reino con la ilusioacuten de ser un ejemplo universal

Trescientas joacutevenes de blusas blancas con la ceniza del mieacutercoles en la frente cosiacutean botones en la vasta nave iluminada Cuando nos vieron entrar se irguieron

Memorias de mis putas tristes 37 ______________________________________________________________________________________como colegialas y nos observaron de reojo mientras el gerente explicaba sus aportes al arte inmemorial de pegar botones Yo escrutaba las caras de cada una con el pavor de descubrir a Delgadina vestida y despierta Pero fue una de ellas la que me descubrioacute a miacute con la mirada temible de la admiracioacuten sin clemencia

-Diacutegame sentildeor iquestno es usted el que escribe las cartas de amor en el perioacutedico

Nunca me hubiera imaginado que una nintildea dormida pudiera causar en uno semejantes estragos Escapeacute de la faacutebrica sin despedirme ni pensar siquiera si alguna de aquellas viacutergenes de purgatorio era por fin la que buscaba Cuando saliacute de ahiacute el uacutenico sentimiento que me quedaba en la vida eran las ganas de llorar

Rosa Cabarcas llamoacute al cabo de un mes con una explicacioacuten increiacuteble se habiacutea tomado un merecido descanso en Cartagena de Indias despueacutes del asesinato del banquero No le creiacute desde luego pero la feliciteacute por su suerte y la dejeacute explayarse en su mentira antes de hacerle la pregunta que me borboritaba en el corazoacuten

-iquestY ella

Rosa Cabarcas hizo un silencio largo Ahiacute estaacute dijo al fin pero su voz se hizo evasiva Hay que esperar un tiempo iquestCuaacutento Ni idea ya te avisareacute Sentiacute que se me iba y la pareacute en seco Espeacuterate dame alguna luz No hay luz dijo ella y concluyoacute Ten cuidado puedes perjudicarte tuacute y sobre todo perjudicarla a ella Yo no estaba para esa clase de remilgos Le supliqueacute aunque fuera una oportunidad de acercarme a la verdad Al fin y al cabo le dije somos coacutemplices Ella no dio un paso maacutes Caacutelmate me dijo la nintildea estaacute bien y esperando que la llame pero ahora mismo no hay nada que hacer ni voy a decir nada maacutes Adioacutes

Me quedeacute con el teleacutefono en la mano sin saber por doacutende seguir pues tambieacuten la conociacutea bastante para pensar que no conseguiriacutea nada de ella si no era por las buenas Despueacutes del mediodiacutea me di una vuelta furtiva por su casa maacutes confiado en la casualidad que en la razoacuten y la encontreacute todaviacutea cerrada y con los sellos de la Sanidad Penseacute que Rosa Cabarcas me habiacutea telefoneado de otra parte tal vez de otra ciudad y la sola idea me llenoacute de presagios turbios No obstante a las seis de la tarde cuando menos lo esperaba me soltoacute por teleacutefono mi propio santo y sentildea

-Bueno ahora siacute

A las diez de la noche tembloroso y con los labios mordidos para no llorar fui cargado de cajas de chocolates suizos turrones y caramelos y una canasta de rosas ardientes para cubrir la cama La puerta estaba entreabierta las luces encendidas y en el radio se diluiacutea a medio volumen la sonata nuacutemero uno para violiacuten y piano de Brahms Delgadina en la cama estaba tan radiante y distinta que me costoacute trabajo reconocerla

Habiacutea crecido pero no se le notaba en la estatura sino en una madurez intensa que la haciacutea parecer con dos o tres antildeos maacutes y maacutes desnuda que nunca Sus poacutemulos altos la piel tostada por soles de mar bravo los labios finos y el cabello corto y rizado le infundiacutean a su rostro el resplandor androacutegino del Apolo de Praxiacuteteles Pero no habiacutea equiacutevoco posible porque sus senos habiacutean crecido hasta el punto de que no me cabiacutean en la mano sus caderas habiacutean acabado de formarse y sus huesos se

Memorias de mis putas tristes 38 ______________________________________________________________________________________habiacutean vuelto maacutes firmes y armoacutenicos Me encantaron aquellos aciertos de la naturaleza pero me aturdieron los artificios las pestantildeas postizas las untildeas de las manos y los pies esmaltadas de naacutecar y un perfume de a dos cuartillos que no teniacutea nada que ver con el amor Sin embargo lo que me sacoacute de quicio fue la fortuna que llevaba encima pendientes de oro con gajos de esmeraldas un collar de perlas naturales una pulsera de oro con resplandores de diamantes y anillos con piedras legiacutetimas en todos los dedos En la silla estaba su traje de nochera con lentejuelas y bordados y las zapatillas de raso Un vapor raro me subioacute de las entrantildeas

-iexclPuta -griteacute

Pues el diablo me soploacute en el oiacutedo un pensamiento siniestro Y fue asiacute la noche del crimen Rosa Cabarcas no debioacute tener tiempo ni serenidad para prevenir a la nintildea y la policiacutea la encontroacute en el cuarto sola menor de edad y sin coartada Nadie igual a Rosa Cabarcas para una situacioacuten como aqueacutella le vendioacute la virginidad de la nintildea a alguno de sus grandes cacaos a cambio de que a ella la sacaran limpia del crimen Lo primero claro fue desaparecer mientras se aplacaba el escaacutendalo iexclQueacute maravilla Una luna de miel para tres ellos dos en la cama y Rosa Cabarcas en una terraza de lujo disfrutando de su impunidad feliz Ciego de una furia insensata fui reventando contra las paredes cada cosa del cuarto las laacutemparas el radio el ventilador los espejos las jarras los vasos Lo hice sin prisa pero sin pausas con un grande estropicio y una embriaguez metoacutedica que me salvoacute la vida La nintildea dio un salto al primer estallido pero no me miroacute sino que se enroscoacute de espaldas a miacute y asiacute permanecioacute con espasmos entrecortados hasta que cesoacute el estropicio Las gallinas en el patio y los perros de la madrugada aumentaron el escaacutendalo Con la cegadora lucidez de la coacutelera tuve la inspiracioacuten final de prenderle fuego a la casa cuando aparecioacute en la puerta la figura impasible de Rosa Cabarcas en camisa de dormir No dijo nada Hizo con la vista el inventario del desastre y comproboacute que la nintildea estaba enroscada sobre siacute misma como un caracol y con la cabeza escondida entre los brazos aterrada pero intacta

-iexclDios miacuteo -exclamoacute Rosa Cabarcas- iexclQueacute no hubiera dado yo por un amor como eacuteste

Me midioacute de cuerpo entero con una mirada de misericordia y me ordenoacute Vamos La seguiacute hasta la casa me sirvioacute un vaso de agua en silencio me hizo una sentildea de que me sentara frente a ella y me puso en confesioacuten Bueno me dijo ahora poacutertate como un adulto y cueacutentame iquestqueacute te pasa

Le conteacute con lo que teniacutea como mi verdad revelada Rosa Cabarcas me escuchoacute en silencio sin asombro y por fin parecioacute iluminada Queacute maravilla dijo Siempre he dicho que los celos saben maacutes que la verdad Y entonces me contoacute la realidad sin reservas En efecto dijo en su ofuscacioacuten de la noche del crimen se habiacutea olvidado de la nintildea dormida en el cuarto Uno de sus clientes abogado del muerto ademaacutes repartioacute prebendas y sobornos a cuatro manos e invitoacute a Rosa Cabarcas a un hotel de reposo de Cartagena de Indias mientras se disipaba el escaacutendalo Creacuteeme dijo Rosa Cabarcas que en todo este tiempo no dejeacute de pensar ni un momento en ti y en la nintildea Volviacute antier y lo primero que hice fue llamarte por teleacutefono pero nadie contestoacute En cambio la nintildea vino enseguida y en tan mal estado que te la bantildeeacute te la vestiacute y te la mandeacute al saloacuten de belleza con la orden de que la arreglaran como una reina Ya viste coacutemo perfecta iquestLa ropa de lujo Son los trajes que les alquilo a mis

Memorias de mis putas tristes 39 ______________________________________________________________________________________pupilas maacutes pobres cuando tienen que ir a bailar con sus clientes iquestLas joyas Son las miacuteas dijo Basta con tocarlas para darse cuenta de que son diamantes de vidrio y estoperoles de hojalata De modo que no jodas concluyoacute Anda despieacutertala piacutedele perdoacuten y hazte cargo de ella de una vez Nadie merece ser maacutes feliz que ustedes

Hice un esfuerzo sobrenatural para creerle pero pudo maacutes el amor que la razoacuten iexclPutas le dije atormentado por el fuego vivo que me abrasaba las entrantildeas iexclEso es lo que son ustedes griteacute iexclPutas de mierda No quiero saber nada maacutes de tiacute ni de ninguna otra guaricha en el mundo y menos de ella Le hice desde la puerta una sentildeal de adioacutes para siempre Rosa Cabarcas no lo dudoacute

-Vete con Dios -me dijo con un rictus de tristeza y volvioacute a su vida real- De todos modos te pasareacute la cuenta del desmadre que me hiciste en el cuarto

Memorias de mis putas tristes 40 ______________________________________________________________________________________

5

Leyendo Los idus de marzo encontreacute una frase siniestra que el autor atribuye a Julio Ceacutesar Es imposible no terminar siendo como los otros creen que uno es No pude comprobar su verdadero origen en la propia obra de Julio Ceacutesar ni en las obras de sus bioacutegrafos desde Suetonio hasta Carcopino pero valioacute la pena conocerla Su fatalismo aplicado al curso de mi vida en los meses siguientes fue lo que me dio la determinacioacuten que me haciacutea falta no soacutelo para escribir esta memoria sino para empezarla sin pudores con el amor de Delgadina

No teniacutea un instante de sosiego apenas si probaba bocado y perdiacute tanto peso que no se me teniacutean los pantalones en la cintura Los dolores erraacuteticos se me quedaron en los huesos cambiaba de aacutenimo sin razoacuten pasaba las noches en un estado de deslumbramiento que no me permitiacutea leer ni escuchar muacutesica y en cambio se me iba el diacutea cabeceando por una somnolencia sonsa que no serviacutea para dormir

El alivio me cayoacute del cielo En la atestada goacutendola de Loma Fresca una vecina de asiento que no habiacutea visto subir me susurroacute al oiacutedo iquestTodaviacutea tiras Era Casilda Armenia un viejo amor de a tres por cinco que me habiacutea soportado como cliente asiduo desde que era una adolescente altiva Una vez retirada medio enferma y sin un clavo se habiacutea casado con un hortelano chino que le dio nombre y apoyo y quizaacutes un poco de amor A los setenta y tres antildeos teniacutea el peso de siempre seguiacutea bella y de caraacutecter fuerte y conservaba intacto el desparpajo del oficio

Me llevoacute a su casa una huerta de chinos en una colina de la carretera al mar Nos sentamos en las sillas de playa de la terraza umbriacutea entre helechos y frondas de astromelias y jaulas de paacutejaros colgadas en el alero En la falda de la colina se veiacutean los hortelanos chinos con sombreros de cono sembrando las hortalizas bajo el sol abrasante y el pieacutelago gris de las Bocas de Ceniza con los dos tajamares de rocas que canalizan el riacuteo varias leguas en el mar Mientras conversaacutebamos vimos entrar un trasatlaacutentico blanco por la desembocadura y lo seguimos callados hasta oiacuter su bramido de toro luacutegubre en el puerto fluvial Ella suspiroacute iquestTe das cuenta En maacutes de medio siglo es la primera vez que no te recibo la visita en la cama Ya somos otros dije Ella prosiguioacute sin oiacuterme Cada vez que dicen cosas de ti en el radio que te elogian por el carintildeo que te tiene la gente y te llaman maestro del amor imagiacutenate pienso que nadie te conocioacute tus gracias y tus mantildeas tan bien como yo En serio dijo nadie hubiera podido soportarte mejor

No resistiacute maacutes Ella lo sintioacute vio mis ojos huacutemedos de laacutegrimas y soacutelo entonces debioacute descubrir que ya no era el que fui y le sostuve la mirada con un valor del que

Memorias de mis putas tristes 41 ______________________________________________________________________________________nunca me creiacute capaz Es que me estoy volviendo viejo le dijeYa lo estamos suspiroacute ella Lo que pasa es que uno no lo siente por dentro pero desde fuera todo el mundo lo ve

Era imposible no abrirle el corazoacuten asiacute que le conteacute la historia completa que me ardiacutea en las entrantildeas desde mi primera llamada a Rosa Cabarcas la viacutespera de mis noventa antildeos hasta la noche traacutegica en que hice antildeicos el cuarto y no regreseacute maacutes Ella me oyoacute el desahogo como si estuviera vivieacutendolo lo rumioacute muy despacio y por fin sonrioacute

-Haz lo que quieras pero no pierdas a esa criatura -me dijo- No hay peor desgracia que morir solo

Fuimos a Puerto Colombia en el trenecito de juguete tan despacioso como un caballo Almorzamos frente al muelle de maderas carcomidas por donde habiacutea entrado el mundo entero al paiacutes antes que se dragaran las Bocas de Ceniza Nos sentamos bajo un cobertizo de palma donde las grandes matronas negras serviacutean pargos fritos con arroz de coco y tajadas de plaacutetano verde Dormitamos en el sopor denso de las dos y seguimos conversando hasta que se hundioacute en el mar el inmenso sol de candela La realidad me pareciacutea fantaacutestica Mira adonde ha venido a dar nuestra luna de miel se burloacute ella Pero prosiguioacute en serio Hoy miro para atraacutes veo la fila de miles de hombres que pasaron por mis camas y dariacutea el alma por haberme quedado aunque fuera con el peor Gracias a Dios encontreacute mi chino a tiempo Es como estar casada con el dedo mentildeique pero es soacutelo miacuteo

Me miroacute a los ojos midioacute mi reaccioacuten a lo que acababa de contarme y me dijo Asiacute que vete a buscar ahora mismo a esa pobre criatura aunque sea verdad lo que te dicen los celos sea como sea que lo bailado no te lo quita nadie Pero eso siacute sin romanticismos de abuelo Despieacutertala tiacuteratela hasta por las orejas con esa pinga de burro con que te premioacute el diablo por tu cobardiacutea y tu mezquindad En serio terminoacute con el alma no te vayas a morir sin probar la maravilla de tirar con amor

El pulso me temblaba al diacutea siguiente cuando marqueacute el nuacutemero del teleacutefono Tanto por la tensioacuten del reencuentro con Delgadina como por la incertidumbre de la forma en que Rosa Cabarcas me respondiera Habiacuteamos tenido una disputa seria por el abuso con que tasoacute los destrozos que hice en su cuarto Tuve que vender uno de los cuadros maacutes amados de mi madre cuyo valor se calculaba en una fortuna pero a la hora de la verdad no llegoacute a un deacutecimo de mis ilusiones

Aumenteacute la suma con el resto de mis ahorros y se la lleveacute a Rosa Cabarcas con una consigna inapelable Lo tomas o lo dejas Fue un acto suicida porque soacutelo con vender uno de mis secretos ella habriacutea aniquilado mi buen nombre Pero no respingoacute sino que se quedoacute con los cuadros que habiacutea tomado en prenda la noche del pleito Fui el perdedor absoluto en una sola jugada me quedeacute sin Delgadina sin Rosa Cabarcas y sin mis uacuteltimos ahorros Sin embargo oiacute el timbre del teleacutefono una vez dos veces tres y por fin ella iquestA ver No me salioacute la voz Colgueacute Me echeacute en la hamaca tratando de serenarme con la liacuterica asceacutetica de Satie y sudeacute tanto que el lienzo quedoacute empapado Hasta el diacutea siguiente no tuve el valor de llamar

-Bueno mujer -dije con voz firme- Hoy siacute

Memorias de mis putas tristes 42 ______________________________________________________________________________________Rosa Cabarcas coacutemo no estaba maacutes allaacute de todo Ay mi sabio triste suspiroacute con su aacutenimo invencible te pierdes dos meses y soacutelo vuelves para pedir ilusiones Me contoacute que no habiacutea visto a Delgadina desde haciacutea maacutes de un mes que pareciacutea tan repuesta del susto de mis estropicios que ni siquiera habloacute de ellos ni preguntoacute por miacute y estaba muy contenta en un nuevo empleo maacutes coacutemodo y mejor pagado que coser botones Una oleada de fuego vivo me quemoacute las entrantildeas Soacutelo puede ser de puta dije Rosa me replicoacute sin pestantildeear No seas bruto si asiacute fuera estariacutea aquiacute iquestO doacutende podriacutea estar mejor La rapidez de su loacutegica me agravoacute la duda iquestY coacutemo seacute que no estaacute ahiacute En ese caso replicoacute ella lo que maacutes te conviene es no saberlo iquestO no Una vez maacutes la odieacute Ella a prueba de erosiones prometioacute rastrear a la nintildea Sin muchas esperanzas porque el teleacutefono de la vecina donde la llamaba seguiacutea cortado y no teniacutea la menor idea de doacutende viviacutea Pero no era para echarse a morir queacute carajo dijo te llamo en una hora

Fue una hora de tres diacuteas pero encontroacute a la nintildea disponible y sana Volviacute avergonzado y la beseacute palmo a palmo como penitencia desde las doce de la noche hasta que cantaron los gallos Un perdoacuten largo que me prometiacute seguir repitiendo para siempre y fue como empezar otra vez por el principio El cuarto habiacutea sido desmantelado y el mal uso habiacutea acabado con todo lo que yo habiacutea puesto Ella lo habiacutea dejado asiacute y me dijo que cualquier mejora teniacutea que hacerla yo por lo que estaba debieacutendole Sin embargo mi situacioacuten econoacutemica tocaba fondo El dinero de las jubilaciones alcanzaba cada vez para menos Las pocas cosas vendibles que quedaban en la casa -salvo las joyas sagradas de mi madre- careciacutean de valor comercial y nada era bastante viejo para ser antiguo En tiempos mejores el gobernador me habiacutea hecho la oferta tentadora de comprarme en bloque los libros de los claacutesicos griegos latinos y espantildeoles para la Biblioteca Departamental pero no tuve corazoacuten para venderlos Despueacutes con los cambios poliacuteticos y el deterioro del mundo nadie del gobierno pensaba en las artes ni las letras Cansado de buscar una solucioacuten decente me echeacute al bolsillo las joyas que Delgadina me habiacutea devuelto y me fui a empentildearlas en un callejoacuten siniestro que conduciacutea al mercado puacuteblico Con aires de sabio distraiacutedo recorriacute varias veces aquel tugurio atiborrado de cantinas de mala muerte libreriacuteas de viejo y casas de empentildeo pero la dignidad de Florina de Dios me cerroacute el paso no me atreviacute Entonces decidiacute venderlas con la frente en alto a la joyeriacutea maacutes antigua y acreditada

El dependiente me hizo algunas preguntas mientras examinaba las joyas con su monoacuteculo Teniacutea la conducta el estilo y el pavor de un meacutedico Le expliqueacute que eran joyas heredadas de mi madre El aprobaba con un gruntildeido cada una de mis explicaciones y por fin se quitoacute el monoacuteculo

-Lo siento -dijo- pero son culos de botellas

Ante mi sorpresa me explicoacute con una suave conmiseracioacuten Menos mal que el oro es oro y el platino es platino Me toqueacute el bolsillo para asegurarme de que llevaba las facturas de compra y dije sin resabios

-Pues fueron compradas en esta noble casa hace maacutes de cien antildeos

El no se inmutoacute Suele suceder dijo que en las joyas hereditarias vayan desapareciendo las piedras maacutes valiosas con el paso del tiempo sustituidas por diacutescolos de la familia o por joyeros bandidos y soacutelo cuando alguien trata de

Memorias de mis putas tristes 43 ______________________________________________________________________________________venderlas se descubre el fraude Pero permiacutetame un segundo dijo y se llevoacute las joyas por la puerta del fondo Al cabo de un momento regresoacute y sin explicacioacuten alguna me indicoacute que me sentara en la silla de espera y siguioacute trabajando

Examineacute la tienda Habiacutea ido con mi madre varias veces y recordaba una frase recurrente No se lo digas a tu papaacute De pronto se me ocurrioacute una idea que me crispoacute iquestno seriacutea que Rosa Cabarcas y Delgadina de comuacuten acuerdo habiacutean vendido las piedras legiacutetimas y me devolvieron las joyas con las piedras falsas

Estaba ardiendo en dudas cuando una secretaria me invitoacute a seguirla por la misma puerta del fondo hasta una oficina pequentildea con una larga estanteriacutea de gruesos voluacutemenes Un beduino colosal se levantoacute en el escritorio del fondo y me estrechoacute la mano tuteaacutendome con una efusioacuten de viejo amigo Hicimos juntos el bachillerato me dijo a modo de saludo Me fue faacutecil recordarlo era el mejor futbolista de la escuela y campeoacuten de nuestros primeros burdeles Habiacutea dejado de verlo en alguacuten momento incierto y debioacute verme tan decreacutepito que me confundioacute con un condisciacutepulo de su infancia

Sobre el cristal del escritorio teniacutea abierto uno de los mamotretos del archivo donde estaba la memoria de las joyas de mi madre Una relacioacuten exacta con fechas y detalles de que ella en persona habiacutea hecho cambiar las piedras de dos generaciones de hermosas y dignas Cargamantos y habiacutea vendido las legiacutetimas a la misma tienda Esto habiacutea ocurrido cuando el padre del propietario actual estaba al frente de la joyeriacutea y eacutel y yo en la escuela Pero eacutel mismo me tranquilizoacute aquellas triquintildeuelas eran de uso corriente entre las grandes familias en desgracia para resolver urgencias de plata sin sacrificar el honor Ante la realidad cruda preferiacute conservarlas como recuerdo de otra Florina de Dios que nunca conociacute

A principios de julio sentiacute la distancia real de la muerte Mi corazoacuten perdioacute el paso y empeceacute a ver y sentir por todos lados los presagios inequiacutevocos del final El maacutes niacutetido fue en el concierto de Bellas Artes El aire acondicionado habiacutea fallado y la flor y nata de las artes y las letras se cocinaban al bantildeomariacutea en el saloacuten abarrotado pero la magia de la muacutesica era un clima celestial Al final con el Allegretto poco mosso me estremecioacute la revelacioacuten deslumbrante de que estaba escuchando el uacuteltimo concierto que me deparaba el destino antes de morir No sentiacute dolor ni miedo sino la emocioacuten arrasadora de haber alcanzado a vivirlo

Cuando por fin logreacute abrirme camino empapado de sudor a traveacutes de los abrazos y las fotos me encontreacute de manos a boca con Ximena Ortiz como una diosa de cien antildeos en la silla de ruedas Su sola presencia se me imponiacutea como un pecado mortal Teniacutea una tuacutenica de seda color marfil tan tersa como su piel un hilo de perlas legiacutetimas de tres vueltas el cabello color de naacutecar cortado a la moda de los veintes con una punta de ala de gaviota en la mejilla y los grandes ojos amarillos iluminados por la sombra natural de las ojeras Todo en ella contradeciacutea el rumor de que su mente estaba quedaacutendose en blanco por la erosioacuten irredimible de la memoria Petrificado y sin recursos frente a ella me sobrepuse al vaho de fuego que me subioacute a la cara y la saludeacute en silencio con una venia versallesca Ella sonrioacute como una reina y me agarroacute la mano Entonces me di cuenta de que tambieacuten aquello era una coartada del destino y no la perdiacute para sacarme una espina que me estorbaba desde siempre He sontildeado durante antildeos con este momento le dije Ella no parecioacute

Memorias de mis putas tristes 44 ______________________________________________________________________________________entender iexclNo me digas dijo iquestY tuacute quieacuten eres No supe nunca si en verdad lo habiacutea olvidado o si fue la venganza final de su vida

La certidumbre de ser mortal en cambio me habiacutea sorprendido poco antes de los cincuenta antildeos en una ocasioacuten como aqueacutella una noche de carnaval en que bailaba un tango apache con una mujer fenomenal a la que nunca le vi la cara maacutes corpulenta que yo como por cuarenta libras y maacutes alta como de dos palmos que sin embargo se dejaba llevar como una pluma al viento Bailaacutebamos tan apretados que sentiacutea circular su sangre por las venas y me hallaba como adormecido de gusto con su resuello trabajoso su grajo de amoniacuteaco sus tetas de astroacutenoma cuando me sacudioacute por la primera vez y casi me derriboacute por tierra el freacutemito de la muerte Fue como un oraacuteculo brutal en el oiacutedo Hagas lo que hagas en este antildeo o dentro de ciento estaraacutes muerto hasta jamaacutes Ella se separoacute asustada iquestQueacute le pasa Nada le dije tratando de sujetarme el corazoacuten

-Tiemblo por usted

Desde entonces empeceacute a medir la vida no por antildeos sino por deacutecadas La de los cincuenta habiacutea sido decisiva porque tomeacute conciencia de que casi todo el mundo era menor que yo La de los sesenta fue la maacutes intensa por la sospecha de que ya no me quedaba tiempo para equivocarme La de los setenta fue temible por una cierta posibilidad de que fuera la uacuteltima No obstante cuando desperteacute vivo la primera mantildeana de mis noventa antildeos en la cama feliz de Delgadina se me atravesoacute la idea complaciente de que la vida no fuera algo que transcurre como el riacuteo revuelto de Heraacuteclito sino una ocasioacuten uacutenica de voltearse en la parrilla y seguir asaacutendose del otro costado por noventa antildeos maacutes

Me volviacute de laacutegrima faacutecil Cualquier sentimiento que tuviera algo que ver con la ternura me causaba un nudo en la garganta que no siempre lograba dominar y penseacute en renunciar al placer solitario de velar el suentildeo de Delgadina no tanto por la incertidumbre de mi muerte como por el dolor de imaginarla sin miacute en el resto de su vida Uno de aquellos diacuteas inciertos fui a dar por distraccioacuten a la muy noble calle de los Notarios y me sorprendioacute no encontrar nada maacutes que los escombros del viejo hotel de lance donde fui iniciado por la fuerza en las artes del amor poco antes de mis doce antildeos Habiacutea sido una mansioacuten de antiguos navieros espleacutendida como pocas en la ciudad con columnas enchapadas de alabastro y frisos de oropeles alrededor de un patio interior con una cuacutepula de cristales de siete colores que irradiaba un resplandor de invernadero En la planta baja con un portal goacutetico sobre la calle estuvieron por maacutes de un siglo las notariacuteas coloniales en las que trabajoacute prosperoacute y se arruinoacute mi padre en toda una vida de suentildeos fantaacutesticos Las familias histoacutericas abandonaron poco a poco los pisos superiores que terminaron ocupados por una legioacuten de nocheras en desgracia que subiacutean y bajaban hasta el amanecer con los clientes atrapados por un peso y medio en las cantinas del cercano puerto fluvial

A mis doce antildeos todaviacutea con mis pantalones cortos y mis botitas de la escuela primaria no pude resistir la tentacioacuten de conocer los pisos superiores mientras mi padre se debatiacutea en una de sus reuniones interminables y me encontreacute con un espectaacuteculo celestial Las mujeres que malvendiacutean sus cuerpos hasta el amanecer se moviacutean por la casa desde las once de la mantildeana cuando ya la caniacutecula del vitral era insoportable y teniacutean que hacer su vida domeacutestica caminando en pelotas por

JUAN CARLOS 161104
caniacutecula (Del lat canicŭla) f Periacuteodo del antildeo en que es maacutes fuerte el calor || 2 Astr Tiempo del nacimiento heliacuteaco de Sirio que antiguamente coincidiacutea con la eacutepoca maacutes calurosa del antildeo pero que hoy no se verifica hasta fines de agosto13
JUAN CARLOS 161104
freacutemito (Del lat fremĭtus) m bramido

Memorias de mis putas tristes 45 ______________________________________________________________________________________toda la casa mientras comentaban a gritos sus aventuras de la noche Me quedeacute aterrorizado Lo uacutenico que se me ocurrioacute fue escapar por donde habiacutea llegado cuando una de las desnudas de carnes macizas olorosas a jaboacuten de monte me abrazoacute por la espalda y me llevoacute en vilo hasta su cubiacuteculo de cartoacuten sin que yo pudiera verla en medio de la griteriacutea y los aplausos de las inquilinas en cueros Me tiroacute bocarriba en su cama para cuatro me quitoacute los pantalones con una maniobra maestra y se acaballoacute sobre miacute pero el terror helado que me empapaba el cuerpo me impidioacute recibirla como un hombre Aquella noche desvelado en la cama de mi casa por la verguumlenza del asalto no pude dormir maacutes de una hora con las ansias de volver a verla Pero la mantildeana siguiente mientras los trasnochados dormiacutean subiacute temblando hasta su cubiacuteculo y la desperteacute llorando a gritos con un amor enloquecido que duroacute hasta que se lo llevoacute sin misericordia el ventarroacuten de la vida real Se llamaba Castorina y era la reina de la casa

Los cubiacuteculos del hotel costaban un peso para los amores de paso pero muy pocos sabiacuteamos que costaban lo mismo hasta por veinticuatro horas Ademaacutes Castorina me introdujo en su mundo de mala muerte donde invitaban a los clientes pobres a sus desayunos de gala le prestaban el jaboacuten les atendiacutean los dolores de muela y en casos de urgencia mayor les daban un amor de caridad

Pero en las tardes de la uacuteltima vejez se acordaba de la inmortal Castorina muerta quien sabiacutea cuando que habiacutea sucedido desde las esquinas miserables del muelle fluvial hasta el trono sagrado de mamasanta mayor con un parche de pirata en el ojo perdido en el pleito de cantina Su uacuteltimo machucante de planta un negro feliz de Camaguumley a quien llamaba Jonaacutes el Galeote habiacutea sido un trompetista de los grandes en La Habana hasta que perdioacute la sonrisa completa en una cataacutestrofe de trenes

Al salir de aquella visita amarga sentiacute una punzada en el corazoacuten que no habiacutea logrado aliviar en tres diacuteas con toda clase de poacutecimas caseras El meacutedico al que acudiacute de urgencia miembro de una estirpe de insignes era nieto del que me vio a mis cuarenta y dos antildeos y me asustoacute que pareciera el mismo pues estaba tan envejecido como su abuelo a los setenta por una calvicie prematura unos lentes de miope sin regreso y una tristeza inconsolable Me hizo un examen minucioso de cuerpo entero con una concentracioacuten de orfebre Me auscultoacute el pecho y la espalda y me revisoacute la presioacuten arterial los reflejos de la rodilla el fondo del ojo el color del paacuterpado inferior En las pausas mientras yo cambiaba de posicioacuten en la mesa de reconocimiento me haciacutea preguntas tan vagas y raacutepidas que apenas si me daban tiempo de pensar las respuestas Al cabo de una hora me miroacute con una sonrisa feliz Bueno dijo creo que no tengo nada que hacer por usted iquestQueacute quiere decir Que su estado es el mejor posible a su edad Queacute curioso le dije lo mismo me dijo su abuelo cuando yo teniacutea cuarenta y dos antildeos como si el tiempo no pasara Siempre encontraraacute uno que se lo diga dijo porque siempre tendraacute una edad Yo provocaacutendolo para una sentencia aterradora le dije La uacutenica definitiva es la muerte Siacute dijo eacutel pero no es faacutecil llegar a ella en tan buen estado como usted Siento de veras no poder complacerlo

Eran recuerdos nobles pero la viacutespera del 29 de agosto sentiacute el peso inmenso del siglo que me esperaba impasible cuando subiacute con pasos de hierro las escaleras de mi casa Entonces volviacute a ver una vez maacutes a Florina de Dios mi madre en mi cama que habiacutea sido la suya hasta su muerte y me hizo la misma bendicioacuten de la uacuteltima

Memorias de mis putas tristes 46 ______________________________________________________________________________________vez que la vi dos horas antes de morir Trastornado por la conmocioacuten lo entendiacute como el anuncio final y llameacute a Rosa Cabarcas para que me llevara a mi nintildea aquella misma noche en previsioacuten de que no se cumpliera mi ilusioacuten de sobrevivir hasta el uacuteltimo aliento de mis noventa antildeos Volviacute a llamarla a las ocho y una vez maacutes repitioacute que no era posible Tiene que serlo a cualquier precio le griteacute aterrorizado Colgoacute sin despedirse pero quince minutos despueacutes volvioacute a llamar

-Bueno aquiacute la tienes

Llegueacute a las diez y veinte de la noche y le di a Rosa Cabarcas las uacuteltimas cartas de mi vida con mis disposiciones sobre la nintildea despueacutes de mi final terrible Ella pensoacute que me habiacutea impresionado con el acuchillado y me dijo con aires de burla Si te vas a morir que no sea aquiacute imagiacutenate Pero yo le dije Di que me atropello el tren de Puerto Colombia ese pobre cacharro de laacutestima incapaz de matar a nadie

Preparado para todo aquella noche me acosteacute bocarriba a la espera del dolor final en el primer instante de mis noventa y un antildeos Oiacute campanas distantes sentiacute la fragancia del alma de Delgadina dormida de costado oiacute un grito en el horizonte sollozos de alguien que quizaacutes habiacutea muerto un siglo antes en la alcoba Entonces apagueacute la luz con el uacuteltimo aliento entrelaceacute mis dedos con los suyos para llevaacutermela de la mano y conteacute las doce campanadas de las doce con mis doce laacutegrimas finales hasta que empezaron a cantar los gallos y enseguida las campanas de gloria los cohetes de fiesta que celebraban el juacutebilo de haber sobrevivido sano y salvo a mis noventa antildeos

Mis primeras palabras fueron para Rosa Cabarcas Te compro la casa toda con la tienda y el huerto Ella me dijo Hagamos una apuesta de viejos el que se muera primero se queda con todo lo del otro firmado ante notario No porque si yo me muero todo deberiacutea ser para ella Es igual dijo Rosa Cabarcas yo me hago cargo de la nintildea y despueacutes le dejo todo lo tuyo y lo miacuteo no tengo a nadie maacutes en este mundo Mientras tanto remodelamos tu cuarto con buenos servicios aire acondicionado y tus libros y tu muacutesica

-iquestCrees que ella estaraacute de acuerdo

-Ay mi sabio triste estaacute bien que esteacutes viejo pero no pendejo -dijo Rosa Cabarcas muerta de risa- Esa pobre criatura estaacute lela de amor por ti

Saliacute a la calle radiante y por primera vez me reconociacute a miacute mismo en el horizonte remoto de mi primer siglo Mi casa callada y en orden a las seis y cuarto empezaba a gozar los colores de una aurora feliz Damiana cantaba a toda voz en la cocina y el gato redivivo enroscoacute la cola en mis tobillos y siguioacute caminando conmigo hasta mi mesa de escribir Estaba ordenando mis papeles marchitos el tintero la pluma de ganso cuando el sol estalloacute entre los almendros del parque y el buque fluvial del correo retrasado una semana por la sequiacutea entroacute bramando en el canal del puerto Era por fin la vida real con mi corazoacuten a salvo y condenado a morir de buen amor en la agoniacutea feliz de cualquier diacutea despueacutes de mis cien antildeos

Mayo de 2004

Page 21: · Web viewVivo en una casa colonial en la acera de sol del parque de San Nicolás, donde he pasado todos los días de mi vida sin mujer ni fortuna, donde vivieron y murieron mis padres,

Memorias de mis putas tristes 21 ______________________________________________________________________________________Se le notaba el vicio de la pulcritud Acababa de cumplir veintinueve antildeos con cuatro idiomas y tres maestriacuteas internacionales a diferencia del primer presidente vitalicio su abuelo paterno que se hizo periodista empiacuterico despueacutes de hacer una fortuna con la trata de blancas Teniacutea maneras faacuteciles se pasaba de apuesto y sereno y lo uacutenico que poniacutea en peligro su prestancia era una nota falsa en la voz Llevaba una chaqueta deportiva con una orquiacutedea viva en la solapa y cada cosa le sentaba como si fuera de su ser natural pero nada en eacutel estaba hecho para el clima de la calle sino para la primavera de sus oficinas Yo que habiacutea gastado casi dos horas para vestirme sentiacute el oprobio de la pobreza y me aumentoacute la rabia

Con todo el veneno mortal estaba en una foto panoraacutemica del personal de planta tomada en el XXV aniversario de la fundacioacuten del perioacutedico en la que sentildealaban con una crucecita sobre la cabeza a los que iban muriendo Yo era el tercero de la derecha con el sombrero canotier la corbata de nudo grande con una perla en el prendedor el primer mostacho de coronel civil que tuve hasta los cuarenta antildeos y los espejuelos metaacutelicos de seminarista preacutesbita que no me hicieron falta despueacutes del medio siglo Habiacutea visto esa foto colgada durante antildeos en distintas oficinas pero soacutelo entonces fui sensible a su mensaje de los cuarenta y ocho empleados originales soacutelo cuatro estaacutebamos vivos y el menor de nosotros cumpliacutea una condena de veinte antildeos por asesinato muacuteltiple

El director terminoacute la llamada me sorprendioacute mirando la foto y sonrioacute Las crucecitas no las puse yo dijo Me parecen de muy mal gusto Se sentoacute al escritorio y cambioacute de tono Permiacutetame decirle que usted es el hombre maacutes impredecible que he conocido Y ante mi sorpresa se adelantoacute a todo Lo digo por su renuncia Apenas acerteacute a decir Es toda una vida El replicoacute que justo por eso no era una solucioacuten pertinente La nota le pareciacutea magniacutefica y todo lo que deciacutea de la vejez era de lo mejor que habiacutea leiacutedo nunca y no teniacutea sentido terminarla con una decisioacuten que pareciacutea maacutes bien una muerte civil Por fortuna dijo el Abominable Hombre de las Nueve la leyoacute cuando ya estaba armada la paacutegina editorial y le parecioacute inadmisible Sin consultarlo con nadie la tachoacute de arriba abajo con su laacutepiz de Torquemada Cuando lo supe esta mantildeana ordeneacute mandar una nota de protesta a la Gobernacioacuten Era mi deber pero entre nos puedo decirle que estoy muy agradecido por la arbitrariedad del censor De modo que no estaba dispuesto a aceptar que suspendiera la nota Se lo suplico con toda el alma dijo No abandone el barco en altamar Y concluyoacute con un gran estilo Todaviacutea nos queda mucho por hablar de muacutesica

Lo vi tan decidido que no me atreviacute a agravar la discrepancia con un argumento de distraccioacuten El problema en realidad era que tampoco entonces encontraba un motivo decente para abandonar la noria y me aterrorizoacute la idea de decirle que siacute una vez maacutes soacutelo por ganar tiempo Tuve que reprimirme para que no se me notara la emocioacuten impuacutedica que me apremiaba las laacutegrimas Y otra vez como siempre quedamos en las mismas de siempre despueacutes de tantos antildeos

La semana siguiente presa de un estado que era maacutes de confusioacuten que de alegriacutea paseacute por el criadero a recoger el gato que me habiacutean regalado los impresores Tengo muy mala quiacutemica con los animales por lo mismo que la tengo con los nintildeos antes de que empiecen a hablar Me parecen mudos del alma No los odio pero no puedo soportarlos porque no aprendiacute a negociar con ellos Me parece contra natura que un hombre se entienda mejor con su perro que con su esposa que lo ensentildee a

JUAN CARLOS 161104
noria (Del aacuter hisp nalsquouacutera y este del aacuter claacutes nālsquoūrah infl por acequia y acenia) f Maacutequina compuesta de dos grandes ruedas engranadas que mediante cangilones sube el agua de los pozos acequias etc || 2 Pozo formado en forma comuacutenmente ovalada del cual se saca el agua con la maacutequina || 3 Artilugio de feria consistente en una gran rueda con asientos que gira verticalmente13

Memorias de mis putas tristes 22 ______________________________________________________________________________________comer y descomer a sus horas a contestar preguntas y a compartir sus penas Pero no recoger el gato de los tipoacutegrafos habriacutea sido un desaire Ademaacutes era un precioso ejemplar de angora de pelambre rosada y tersa y ojos iluminados cuyos maullidos pareciacutean a punto de ser palabras Me lo dieron en una canasta de mimbre con un certificado de su estirpe y un manual de uso como el de las bicicletas para armar

Una patrulla militar verificaba la identidad de los transeuacutentes antes de autorizar el paso por el parque de San Nicolaacutes Nunca habiacutea visto nada igual ni podiacutea imaginarme nada maacutes descorazonador como siacutentoma de mi vejez Era una patrulla de cuatro al mando de un oficial casi adolescente Los agentes eran hombres de paacuteramos duros y callados con un olor de establo El oficial los vigilaba a todos con las mejillas chapeadas de los andinos en la playa Despueacutes de revisar mi ceacutedula de identidad y mi credencial de prensa me preguntoacute queacute llevaba en la cesta Un gato le dije El quiso verlo Destapeacute la cesta con toda precaucioacuten por temor de que escapara pero un agente quiso ver si no habiacutea algo maacutes en el fondo y el gato le tiroacute un zarpazo El oficial se interpuso Es una joya de angora dijo Lo acaricioacute mientras murmuraba algo y el gato no lo agredioacute pero tampoco le hizo caso iquestCuaacutentos antildeos tiene preguntoacute No seacute le dije acaban de regalaacutermelo Se lo pregunto porque se ve que es muy viejo diez antildeos quizaacutes Quise preguntarle coacutemo lo sabiacutea y muchas cosas maacutes pero a despecho de sus buenas maneras y su habla florida no me sentiacutea con estoacutemago para hablar con eacutel Me parece que es un gato abandonado que ha pasado por muchas dijo Obseacutervelo no lo acomode a usted sino al contrario usted a eacutel y deacutejelo hasta que se gane su confianza Cerroacute la tapa de la cesta y me preguntoacute iquestEn queacute trabaja usted Soy periodista iquestDesde cuaacutendo Desde hace un siglo le dije No lo dudo dijo eacutel Me estrechoacute la mano y se despidioacute con un frase que lo mismo podiacutea ser un buen consejo que una amenaza

-Cuiacutedese mucho

Al mediodiacutea desconecteacute el teleacutefono para refugiarme en la muacutesica con un programa exquisito la rapsodia para clarinete y orquesta de Wagner la de saxofoacuten de Debussy y el quinteto para cuerdas de Bruckner que es un remanso edeacutenico en el cataclismo de su obra Y de pronto me encontreacute envuelto en las tinieblas del estudio Sentiacute deslizarse debajo de mi mesa algo que no me parecioacute un cuerpo vivo sino una presencia sobrenatural que me rozoacute los pies y salteacute con un grito Era el gato con la hermosa cola empenachada su lentitud misteriosa y su estirpe miacutetica y no pude evitar el escalofriacuteo de estar solo en la casa con un ser vivo que no fuera humano

Cuando dieron las siete en la catedral habiacutea una estrella sola y liacutempida en el cielo color de rosas un buque lanzoacute un adioacutes desconsolado y sentiacute en la garganta el nudo gordiano de todos los amores que pudieron haber sido y no fueron No soporteacute maacutes Descolgueacute el teleacutefono con el corazoacuten en la boca marqueacute los cuatro nuacutemeros muy despacio para no equivocarme y al tercer timbrazo reconociacute la voz Bueno mujer le dije con un suspiro de alivio Perdoacutename el berrinche de esta mantildeana Ella tranquila No te preocupes estaba esperando tu llamada Le advertiacute Quiero que la nintildea me espere como Dios la echoacute al mundo y sin barnices en la cara Ella hizo su risa gutural Lo que tuacute digas dijo pero te pierdes el gusto de encuerar la pieza por pieza como les encanta a los viejos no seacute por queacute Yo siacute seacute le dije Porque se estaacuten volviendo cada vez maacutes viejos Ella lo dio por hecho

JUAN CARLOS 161104
gordiano (De Gordio rey de Frigia) V nudo
JUAN CARLOS 161104
paacuteramo (Del lat parămus voz de or prerromano) m Terreno yermo raso y desabrigado || 2 Lugar sumamente friacuteo y desamparado || 3 Col y Ecuad llovizna 13

Memorias de mis putas tristes 23 ______________________________________________________________________________________-Estaacute bien -dijo- entonces esta noche a las diez en punto antes de que se enfriacutee la pescada

Memorias de mis putas tristes 24 ______________________________________________________________________________________

3

iquestCoacutemo podiacutea llamarse La duentildea no me lo habiacutea dicho Cuando me hablaba de ella soacutelo deciacutea la nintildea Y yo lo habiacutea convertido en un nombre de pila como la nintildea de los ojos o la carabela menor Ademaacutes Rosa Cabarcas poniacutea a sus pupilas un nombre distinto para cada cliente A miacute me divertiacutea adivinarlos por las caras y desde el principio estuve seguro de que la nintildea teniacutea uno largo como Filomena Saturnina o Nicolasa En eacutesas estaba cuando ella se dio media vuelta en la cama y quedoacute de espaldas a miacute y me parecioacute que habiacutea dejado un charco de sangre del tamantildeo y la forma del cuerpo Fue un sobresalto instantaacuteneo hasta que comprobeacute que era la humedad del sudor en la saacutebana

Rosa Cabarcas me habiacutea aconsejado que la tratara con cautela pues auacuten le duraba el susto de la primera vez Es maacutes creo que la misma solemnidad del rito le habiacutea agravado el miedo y habiacutean tenido que aumentarle la dosis de valeriana pues dormiacutea con tal placidez que habriacutea sido una laacutestima despertarla sin arrullos De modo que empeceacute a secarla con la toalla mientras le cantaba en susurros la cancioacuten de Delgadina la hija menor del rey requerida de amores por su padre A medida que la secaba ella iba mostraacutendome los flancos sudados al compaacutes de mi canto Delgadina Delgadina tuacute seras mi prenda amada Fue un placer sin liacutemites pues ella volviacutea a sudar por un costado cuando acababa de secarla por el otro para que la cancioacuten no terminara nunca Levaacutentate Delgadina ponte tu falda de seda le cantaba al oiacutedo Al final cuando los criados del rey la encontraron muerta de sed en su cama me parecioacute que mi nintildea habiacutea estado a punto de despertar al escuchar el nombre Asiacute que era ella Delgadina

Volviacute a la cama con mis calzoncillos de besos estampados y me tendiacute junto a ella Dormiacute hasta las cinco al arrullo de su respiracioacuten apacible Me vestiacute a toda prisa sin lavarme y soacutelo entonces vi la sentencia escrita con laacutepiz labial en el espejo del lavabo El tigre no come lejos Seacute que no estaba la noche anterior y nadie podiacutea haber entrado en el cuarto de modo que la entendiacute como la cuelga del diablo Un trueno terroriacutefico me sorprendioacute en la puerta y el cuarto se llenoacute del olor premonitorio de la tierra mojada No tuve tiempo para escapar ileso Antes de que encontrara un taxi se precipitoacute un aguacero grande de los que suelen desordenar la ciudad entre mayo y octubre pues las calles de arenas ardientes que bajan hacia el riacuteo se convierten en torrenteras que arrastran cuanto encuentran a su paso Las aguas de aquel septiembre raro despueacutes de tres meses de sequiacutea podiacutean ser tan providenciales como devastadoras

Memorias de mis putas tristes 25 ______________________________________________________________________________________Desde que abriacute la puerta de casa me salioacute al encuentro la sensacioacuten fiacutesica de que no estaba solo Alcanceacute a ver el celaje del gato que saltoacute del sofaacute y se escabulloacute por el balcoacuten En su plato quedaban las sobras de una comida que yo no le habiacutea servido La peste de sus orines rancios y su caca caliente habiacutean contaminado todo Me habiacutea dedicado a estudiarlo como estudieacute el latiacuten El manual deciacutea que los gatos escarban en la tierra para esconder su estieacutercol y que en las casas sin patio como eacutesta lo hariacutean en las macetas de plantas o en cualquier otro escondrijo Lo apropiado era prepararles desde el primer diacutea una caja con arena para orientarles el haacutebito y asiacute lo hice Tambieacuten deciacutea que lo primero que hacen en casa nueva es marcar su territorio orinando por todas partes y aqueacutel pudo ser el caso pero el manual no deciacutea coacutemo remediarlo Seguiacutea sus trazas para familiarizarme con sus haacutebitos originales pero no di con sus escondites secretos sus sitios de reposo las causas de sus humores volubles Quise ensentildearlo a comer en sus horas a usar la cajita de arena en la terraza a no subirse en mi cama mientras yo dormiacutea ni a olisquear los alimentos en la mesa y no pude hacerle entender que la casa era suya por derecho propio y no como un botiacuten de guerra De modo que lo dejeacute a su aire

Al atardecer enfrenteacute el aguacero cuyos vientos huracanados amenazaban con desquiciar la casa Sufriacute un ataque de estornudos sucesivos me doliacutea el craacuteneo y teniacutea fiebre pero me sentiacutea poseiacutedo por una fuerza y una determinacioacuten que nunca tuve a ninguna edad y por ninguna causa Puse calderos en el piso para recoger las goteras y me di cuenta de que habiacutean aparecido otras nuevas desde el invierno anterior La maacutes grande habiacutea empezado a inundar el flanco derecho de la biblioteca Me apresureacute a rescatar a los autores griegos y latinos que viviacutean por aquel rumbo pero al quitar los libros encontreacute un chorro de alta presioacuten que saliacutea de un tubo roto en el fondo del muro Lo amordaceacute con trapos hasta donde pude para darme el tiempo de salvar los libros El estreacutepito del agua y el aullido del viento arreciaron en el parque De pronto un relaacutempago fantasmal y su trueno simultaacuteneo impregnaron el aire de un fuerte olor de azufre el viento desbaratoacute las vidrieras del balcoacuten y la tremenda borrasca de mar rompioacute los cerrojos y se metioacute dentro de la casa Sin embargo antes de diez minutos escampoacute de un tajo Un sol espleacutendido secoacute las calles llenas de escombros varados y volvioacute el calor

Cuando pasoacute el aguacero seguiacutea con la sensacioacuten de que no estaba solo en la casa Mi uacutenica explicacioacuten es que asiacute como los hechos reales se olvidan tambieacuten algunos que nunca fueron pueden estar en los recuerdos como si hubieran sido Pues si evocaba la emergencia del aguacero no me veiacutea a miacute mismo solo en la casa sino siempre acompantildeado por Delgadina La habiacutea sentido tan cerca en la noche que percibiacutea el rumor de su aliento en el dormitorio y los latidos de su mejilla en mi almohada Soacutelo asiacute entendiacute que hubieacuteramos podido hacer tanto en tan poco tiempo Me recordaba subido en el escabel de la biblioteca y la recordaba a ella despierta con su trajecito de flores recibiendo los libros para ponerlos a salvo La veiacutea correr de un lado al otro de la casa batallando con la tormenta empapada de lluvia con el agua a los tobillos Recordaba coacutemo preparoacute al diacutea siguiente un desayuno que nunca fue y puso la mesa mientras yo secaba los pisos y poniacutea orden en el naufragio de la casa Nunca olvideacute su mirada sombriacutea mientras desayunaacutebamos iquestPor queacute me conociste tan viejo Le contesteacute la verdad La edad no es la que uno tiene sino la que uno siente

Desde entonces la tuve en la memoria con tal nitidez que haciacutea de ella lo que queriacutea Le cambiaba el color de los ojos seguacuten mi estado de aacutenimo color de agua al

JUAN CARLOS 161104
escabel (Quizaacute del cat ant escabell y este del lat scabellum) m Tarima pequentildea que se pone delante de la silla para que descansen los pies de quien estaacute sentado || 2 Asiento pequentildeo hecho de tablas sin respaldo || 3 Persona o circunstancia de que alguien se aprovecha para medrar por lo general ambiciosamente13

Memorias de mis putas tristes 26 ______________________________________________________________________________________despertar color de almiacutebar cuando reiacutea color de lumbre cuando la contrariaba La vestiacutea para la edad y la condicioacuten que conveniacutean a mis cambios de humor novicia enamorada a los veinte antildeos puta de saloacuten a los cuarenta reina de Babilonia a los setenta santa a los cien Cantaacutebamos duetos de amor de Puccini boleros de Agustiacuten Lara tangos de Carlos Gardel y comprobaacutebamos una vez maacutes que quienes no cantan no pueden imaginar siquiera lo que es la felicidad de cantar Hoy seacute que no fue una alucinacioacuten sino un milagro maacutes del primer amor de mi vida a los noventa antildeos

Cuando la casa estuvo en orden llameacute a Rosa Cabarcas iexclDios Santo exclamoacute al oiacuter mi voz creiacute que te habiacuteas ahogado No podiacutea entender que hubiera vuelto a pasar la noche con la nintildea sin tocarla Tienes todo el derecho de que no te guste pero al menos poacutertate como un adulto Trateacute de explicarle pero ella cambioacute el tema sin transicioacuten De todos modos te tengo vista otra un poco mayor bella y tambieacuten virgen Su papaacute quiere cambiarla por una casa pero se puede discutir un descuentoSe me heloacute el corazoacuten Ni maacutes faltaba protesteacute asustado quiero la misma y como siempre sin fracasos sin peleas sin malos recuerdos Hubo un silencio en la liacutenea y por fin la voz sumisa con que dijo como para siacute misma Bueno esto debe ser lo que los meacutedicos llaman demencia senil

Fui a las diez de la noche con un chofer conocido por la extrantildea virtud de no hacer preguntas Lleveacute un ventilador portaacutetil y un cuadro de Orlando Rivera el querido Figurita y un martillo y un clavo para colgarlo En el camino hice una parada para comprar cepillos de dientes pasta dentiacutefrica jaboacuten de olor Agua de Florida tabletas de regaliz Quise llevar tambieacuten un buen florero y un ramo de rosas amarillas para conjurar la pava de las flores de papel pero no encontreacute nada abierto y tuve que robarme en un jardiacuten privado un ramo de astromelias recieacuten nacidas

Por instrucciones de la duentildea llegueacute desde entonces por la calle de atraacutes del lado del acueducto para que nadie me viera entrar por el portoacuten del huerto El chofer me previno Cuidado sabio en esa casa matan Le contesteacute Si es por amor no importa El patio estaba en tinieblas pero habiacutea luces de vida en las ventanas y un revoltijo de muacutesicas en los seis cuartos En el miacuteo a volumen maacutes alto distinguiacute la voz caacutelida de don Pedro Vargas el tenor de Ameacuterica con un bolero de Miguel Matamoros Sentiacute que iba a morir Empujeacute la puerta con la respiracioacuten desbaratada y vi a Delgadina en la cama como en mis recuerdos desnuda y dormida en santa paz del lado del corazoacuten

Antes de acostarme arregleacute el tocador puse el ventilador nuevo en lugar del oxidado y colgueacute el cuadro donde ella pudiera verlo desde la cama Me acosteacute a su lado y la reconociacute palmo a palmo Era la misma que andaba por mi casa las mismas manos que me reconociacutean al tacto en la oscuridad los mismos pies de pasos tenues que se confundiacutean con los del gato el mismo olor del sudor de mis saacutebanas el dedo del dedal Increiacuteble vieacutendola y tocaacutendola en carne y hueso me pareciacutea menos real que en mis recuerdos

Hay un cuadro en la pared de enfrente le dije Lo pintoacute Figurita un hombre a quien quisimos mucho el mejor bailariacuten de burdeles que existioacute jamaacutes y de tan buen corazoacuten que le teniacutea laacutestima al diablo Lo pintoacute con barniz de buques en el lienzo chamuscado de un avioacuten que se estrelloacute en la Sierra Nevada de Santa Marta y con pinceles fabricados por eacutel con pelos de su perro La mujer pintada es una monja que

Memorias de mis putas tristes 27 ______________________________________________________________________________________secuestroacute de un convento y se casoacute con ella Aquiacute lo dejo para que sea lo primero que veas al despertar

No habiacutea cambiado de posicioacuten cuando apagueacute la luz a la una de la madrugada y su respiracioacuten era tan tenue que le tomeacute el pulso para sentirla viva La sangre circulaba por sus venas con la fluidez de una cancioacuten que se ramificaba hasta los aacutembitos maacutes recoacutenditos de su cuerpo y volviacutea al corazoacuten purificada por el amor

Antes de irme al amanecer dibujeacute en un papel las liacuteneas de su mano y se las di a leer a la Diva Sahibiacute para conocer su alma Y fue asiacute una persona que soacutelo dice lo que piensa Es perfecta para trabajos manuales Tiene contacto con alguien que ya murioacute y del cual espera ayuda pero estaacute equivocada la ayuda que busca estaacute al alcance de su mano No ha tenido ninguna unioacuten pero va a morir mayor y casada Ahora tiene un hombre moreno que no ha de ser el de su vida Puede tener ocho hijos pero se va a decidir soacutelo por tres A los treinta y cinco antildeos si hace lo que le indique el corazoacuten y no la mente va a manejar mucho dinero y a los cuarenta recibiraacute una herencia Va a viajar mucho Tiene doble vida y doble suerte y puede influir sobre su propio destino Le gusta probar todo por curiosidad pero va a arrepentirse si no se orienta por el corazoacuten

Atormentado de amor hice reparar los estragos de la borrasca y aprovecheacute para hacer otros muchos remiendos que veniacutea demorando desde antildeos por insolvencia o por desidia Reorganiceacute la biblioteca en el orden en que habiacutea leiacutedo los libros Por uacuteltimo remateacute la pianola como reliquia histoacuterica con sus maacutes de cien rollos de claacutesicos y compreacute un tocadiscos usado pero mejor que el miacuteo con parlantes de alta fidelidad que engrandecieron el aacutembito de la casa Quedeacute al borde de la ruina pero bien compensado por el milagro de estar vivo a mi edad

La casa renaciacutea de sus cenizas y yo navegaba en el amor de Delgadina con una intensidad y una dicha que nunca conociacute en mi vida anterior Gracias a ella me enfrenteacute por vez primera con mi ser natural mientras transcurriacutean mis noventa antildeos Descubriacute que mi obsesioacuten de que cada cosa estuviera en su puesto cada asunto en su tiempo cada palabra en su estilo no era el premio merecido de una mente en orden sino al contrario todo un sistema de simulacioacuten inventado por miacute para ocultar el desorden de mi naturaleza Descubriacute que no soy disciplinado por virtud sino como reaccioacuten contra mi negligencia que parezco generoso por encubrir mi mezquindad que me paso de prudente por mal pensado que soy conciliador para no sucumbir a mis coacuteleras reprimidas que soacutelo soy puntual para que no se sepa cuan poco me importa el tiempo ajeno Descubriacute en fin que el amor no es un estado del alma sino un signo del zodiacuteaco

Me volviacute otro Trateacute de releer los claacutesicos que me orientaron en la adolescencia y no pude con ellos Me sumergiacute en las letras romaacutenticas que repudieacute cuando mi madre quiso imponeacutermelas con mano dura y por ellas tomeacute conciencia de que la fuerza invencible que ha impulsado al mundo no son los amores felices sino los contrariados Cuando mis gustos en muacutesica hicieron crisis me descubriacute atrasado y viejo y abriacute mi corazoacuten a las delicias del azar

Me pregunto coacutemo pude sucumbir en este veacutertigo perpetuo que yo mismo provocaba y temiacutea Flotaba entre nubes erraacuteticas y hablaba conmigo mismo ante el espejo con la vana ilusioacuten de averiguar quieacuten soy Era tal mi desvariacuteo que en una manifestacioacuten

Memorias de mis putas tristes 28 ______________________________________________________________________________________estudiantil con piedras y botellas tuve que sacar fuerzas de flaqueza para no ponerme al frente con un letrero que consagrara mi verdad Estoy loco de amor

Obnubilado por la evocacioacuten inclemente de Delgadina dormida cambieacute sin la menor malicia el espiacuteritu de mis notas dominicales Fuera cual fuera el asunto las escribiacutea para ella las reiacutea y las lloraba para ella y en cada palabra se me iba la vida En lugar de la foacutermula de gacetilla tradicional que tuvieron desde siempre las escribiacute como cartas de amor que cada quien podiacutea hacer suyas Propuse en el perioacutedico que el texto no se alzara en linotipo sino que fuera publicado con mi caligrafiacutea florentina Al jefe de redaccioacuten coacutemo no le parecioacute otro acceso de vanidad senil pero el director general lo convencioacute con una frase que todaviacutea anda suelta por la redaccioacuten

-No se equivoque los loquitos mansos se adelantan al porvenir

La respuesta puacuteblica fue inmediata y entusiasta con numerosas cartas de lectores enamorados Algunas las leiacutean en los noticieros de radio con urgencias de uacuteltima hora y se hicieron copias en mimeoacutegrafos o papel carboacuten que vendiacutean como cigarrillos de contrabando en las esquinas de la calle San Blas Desde el principio fue evidente que obedeciacutean a las ansias de expresarme pero me hice a la costumbre de tomarlas en cuenta al escribir y siempre con la voz de un hombre de noventa antildeos que no aprendioacute a pensar como viejo La comunidad intelectual como de soacutelito se mostroacute timorata y dividida y hasta los grafoacutelogos menos pensados montaron controversias por los anaacutelisis erraacuteticos de mi caligrafiacutea Fueron ellos los que dividieron los aacutenimos recalentaron la poleacutemica y pusieron de moda la nostalgia

Antes del fin del antildeo me habiacutea arreglado con Rosa Cabarcas para dejar en el cuarto el abanico eleacutectrico los recursos del tocador y lo que siguiera llevando en el futuro para hacerlo vivible Llegaba a las diez siempre con algo nuevo para ella o para gusto de ambos y dedicaba unos minutos a sacar la utileriacutea escondida para armar el teatro de nuestras noches Antes de irme nunca maacutes tarde de las cinco volviacutea a asegurar todo bajo llave La alcoba quedaba entonces tan escuaacutelida como fue en sus oriacutegenes para los amores tristes de los clientes casuales Una mantildeana oiacute que Marcos Peacuterez la voz maacutes escuchada de la radio desde el amanecer habiacutea decidido leer mi nota dominical en su noticiero de los lunes Cuando pude reprimir la naacuteusea dije sobrecogido Ya lo sabes Delgadina la fama es una sentildeora muy gorda que no duerme con uno pero cuando uno despierta estaacute siempre miraacutendonos frente a la cama

Uno de esos diacuteas me quedeacute a desayunar con Rosa Cabarcas que empezaba a parecerme menos decreacutepita a pesar del luto severo y del bonete negro que ya le tapaba las cejas Sus desayunos teniacutean fama de espleacutendidos con una carga de pimienta que me haciacutea llorar Al primer bocado de fuego vivo le dije bantildeado en laacutegrimas Esta noche no me haraacute falta la luna llena para que me arda el culo No te quejes dijo ella Si te arde es porque todaviacutea lo tienes a Dios gracias

Se sorprendioacute cuando mencioneacute el nombre de Delgadina No se llama asiacute dijo se llama No me lo digas la interrumpiacute para miacute es Delgadina Ella se encogioacute de hombros Bueno al fin y al cabo es tuya pero me parece un nombre de diureacutetico Le conteacute lo del letrero del tigre que la nintildea habiacutea escrito en el espejo No pudo ser ella

JUAN CARLOS 161104
timorato ta (Del lat timorātus) adj Tiacutemido indeciso encogido || 2 Dicho de una persona Que se escandaliza con exageracioacuten de cosas que no le parecen conformes a la moral convencional || 3 Que tiene temor de Dios y se gobierna por eacutel en sus operaciones
JUAN CARLOS 161104
obnubilar (Del lat obnubilāre) tr nublar (ǁ ofuscar o confundir) U t c prnl || 2 embelesar U t c prnl || 3 nublar (ǁ enturbiar la visioacuten) U t c prnl

Memorias de mis putas tristes 29 ______________________________________________________________________________________dijo Rosa porque no sabe leer ni escribir iquestEntonces quieacuten Ella se encogioacute de hombros Puede ser de alguien que se murioacute en el cuarto

Yo aprovechaba aquellos desayunos para desahogarme con Rosa Cabarcas y le pediacutea favores miacutenimos para el bienestar y el buen ver de Delgadina Me los concediacutea sin pensarlo con una picardiacutea de colegiala iexclQueacute risa me dijo por aquellos diacuteas Me siento como si me estuvieras pidiendo su mano Y a propoacutesito se le ocurrioacute iquestpor queacute no te casas con ella Me quedeacute de una pieza En serio insistioacute te sale maacutes barato Al fin y al cabo el problema a tu edad es servir o no servir pero ya me dijiste que lo tienes resuelto Le saliacute al paso El sexo es el consuelo que uno tiene cuando no le alcanza el amor

Ella soltoacute la risa Ay mi sabio siempre supe que eres muy hombre que siempre lo fuiste y me alegra que lo sigas siendo mientras tus enemigos entregan las armas Con razoacuten se habla tanto de ti iquestOiacuteste a Marcos Peacuterez Todo el mundo lo oye le dije para cortar el tema Pero ella insistioacute Tambieacuten el profesor Camacho y Cano en La hora de todo un poco dijo ayer que el mundo ya no es lo que era porque no quedan muchos hombres como tuacute

Aquel fin de semana encontreacute a Delgadina con fiebre y tos Desperteacute a Rosa Cabarcas para que me diera alguacuten remedio casero y me llevoacute al cuarto un botiquiacuten de primeros auxilios Dos diacuteas despueacutes Delgadina seguiacutea postrada y no habiacutea podido volver a su rutina de pegar botones El meacutedico le habiacutea prescrito un tratamiento casero para una gripa comuacuten que cederiacutea en una semana pero se alarmoacute por su estado general de desnutricioacuten Dejeacute de verla y sentiacute que me haciacutea falta y aprovecheacute para arreglar el cuarto sin ella

Lleveacute tambieacuten un dibujo a pluma de Cecilia Porras para Todos estaacutebamos a la espera el libro de cuentos de Alvaro Cepeda Lleveacute los seis tomos de Juan Cristoacutebal de Romain Rolland para pastorear mis vigilias De modo que cuando Delgadina pudo volver a la habitacioacuten la encontroacute digna de una felicidad sedentaria el aire purificado con un insecticida aromaacutetico paredes color de rosa laacutemparas matizadas flores nuevas en los floreros mis libros favoritos los buenos cuadros de mi madre colgados de otro modo seguacuten los gustos de hoy Habiacutea cambiado el viejo radio por uno de onda corta que manteniacutea sintonizado en un programa de muacutesica culta para que Delgadina aprendiera a dormir con los cuartetos de Mozart pero una noche lo encontreacute en una estacioacuten especializada en boleros de moda Era el gusto de ella sin duda y lo asumiacute sin dolor pues tambieacuten yo lo habiacutea cultivado con el corazoacuten en mis mejores diacuteas Antes de volver a casa al diacutea siguiente escribiacute en el espejo con el laacutepiz de labios Nintildea miacutea estamos solos en el mundo

Por esa eacutepoca tuve la rara impresioacuten de que se estaba volviendo mayor antes de tiempo Se lo comenteacute a Rosa Cabarcas y a ella le parecioacute natural Cumple quince antildeos el cinco de diciembre me dijo Una Sagitario perfecta Me inquietoacute que fuera tan real como para cumplir antildeos iquestQueacute podriacutea regalarle Una bicicleta dijo Rosa Cabarcas Tiene que atravesar la ciudad dos veces al diacutea para ir a pegar botones Me mostroacute en la trastienda la bicicleta que usaba y de verdad me parecioacute un cacharro indigno de una mujer tan bien amada Sin embargo me conmovioacute como la prueba tangible de que Delgadina existiacutea en la vida real

Memorias de mis putas tristes 30 ______________________________________________________________________________________Cuando fui a comprar la mejor bicicleta para ella no pude resistir la tentacioacuten de probarla y di algunas vueltas casuales en la rampa del almaceacuten Al vendedor que me preguntoacute la edad le contesteacute con la coqueteriacutea de la vejez Voy a cumplir noventa y uno El empleado dijo justo lo que yo queriacutea Pues representa veinte menos Yo mismo no entendiacutea coacutemo conservaba la praacutectica del colegio y me sentiacute colmado por un gozo radiante Empeceacute a cantar Primero para miacute mismo en voz baja y despueacutes a todo pecho con iacutenfulas del gran Caruso por entre los bazares abigarrados y el traacutefico demente del mercado puacuteblico La gente me miraba divertida me gritaban me incitaban a participar en la Vuelta a Colombia en silla de ruedas Yo les haciacutea con la mano un saludo de navegante feliz sin interrumpir la cancioacuten Esa semana en homenaje a Diciembre escribiacute otra nota atrevida Coacutemo ser feliz en bicicleta a los noventa antildeos

La noche de su cumpleantildeos le canteacute a Delgadina la cancioacuten completa y la beseacute por todo el cuerpo hasta quedarme sin aliento la espina dorsal veacutertebra por veacutertebra hasta las nalgas laacutenguidas el costado del lunar el de su corazoacuten inagotable A medida que la besaba aumentaba el calor de su cuerpo y exhalaba una fragancia montuna Ella me respondioacute con vibraciones nuevas en cada pulgada de su piel y en cada una encontreacute un calor distinto un sabor propio un gemido nuevo y toda ella resonoacute por dentro con un arpegio y sus pezones se abrieron en flor sin tocarlos Empezaba a adormecerme en la madrugada cuando sentiacute como un rumor de muchedumbres en el mar y un paacutenico de los aacuterboles que me atravesaron el corazoacuten Entonces fui al bantildeo y escribiacute en el espejo Delgadina de mi vida llegaron las brisas de Navidad Uno de mis recuerdos maacutes felices fue un trastorno que sentiacute una mantildeana como aqueacutella al salir de la escuela iquestQueacute me pasa La maestra me dijo alelada Ay nintildeo iquestno ves que son las brisas Ochenta antildeos despueacutes volviacute a sentirlo cuando me desperteacute en la cama de Delgadina y era el mismo diciembre que volviacutea puntual con sus cielos diaacutefanos las tormentas de arena los torbellinos callejeros que Desentechaban casas y les alzaban las faldas a las colegialas La ciudad adquiriacutea por entonces una resonancia fantasmal En noches de brisa podiacutean escucharse los gritos del mercado puacuteblico hasta en los barrios maacutes altos como si estuvieran a la vuelta de la esquina No era raro entonces que las raacutefagas de diciembre nos permitieran encontrar por sus voces a los amigos desperdigados en burdeles remotos

Sin embargo tambieacuten con las brisas me llegoacute la mala noticia de que Delgadina no podiacutea pasar las navidades conmigo sino con su familia Si algo detesto en este mundo son las fiestas obligatorias en que la gente llora porque estaacute alegre los fuegos de artificio los villancicos lelos las guirnaldas de papel crespoacuten que nada tienen que ver con un nintildeo que nacioacute hace dos mil quinientos antildeos en una caballeriza indigente Sin embargo cuando llegoacute la noche no pude resistir la nostalgia y me fui al cuarto sin ella Dormiacute bien y desperteacute junto a un oso de peluche que caminaba en dos patas como si fuera polar y una tarjeta que deciacutea Para el papaacute feo Rosa Cabarcas me habiacutea dicho que Delgadina estaba aprendiendo a leer con mis clases escritas en el espejo y su buena letra me parecioacute admirable Pero ella misma me defraudoacute con la noticia peor de que el oso era un regalo suyo asiacute que la noche de Antildeo Nuevo me quedeacute en mi casa y en mi cama desde las ocho y me dormiacute sin amarguras Fui feliz porque al toque de las doce entre los repiques furiosos de las campanas las sirenas de faacutebricas y bomberos los lamentos de los

JUAN CARLOS 161104
abigarrado da (Del part de abigarrar) adj De varios colores mal combinados || 2 Heterogeacuteneo reunido sin concierto Un extrantildeo y abigarrado libro Una multitud abigarrada 13

Memorias de mis putas tristes 31 ______________________________________________________________________________________buques las descargas de poacutelvora los cohetes sentiacute que Delgadina entroacute en punta de pies se acostoacute a mi lado y me dio un beso Tan real que me quedoacute en la boca su olor de regaliz

Memorias de mis putas tristes 32 ______________________________________________________________________________________

4A principios del nuevo antildeo empezaacutebamos a conocernos como si vivieacuteramos juntos y despiertos pues yo habiacutea encontrado un tono de voz cauteloso que ella oiacutea sin despertar y me contestaba con un lenguaje natural del cuerpo Sus estados de aacutenimo se le notaban en el modo de dormir De exhausta y montaraz que habiacutea sido al principio fue hacieacutendose a una paz interior que embelleciacutea su rostro y enriqueciacutea su suentildeo Le contaba mi vida le leiacutea al oiacutedo los borradores de mis notas dominicales en las que estaba ella sin decirlo y soacutelo ella

Por esa eacutepoca le dejeacute en la almohada unos zarcillos de esmeraldas que fueron de mi madre Los llevoacute puestos en la cita siguiente y no le luciacutean Le lleveacute despueacutes unos pendientes maacutes adecuados para el color de su piel Le expliqueacute Los primeros que te traje no te quedaban bien por tu tipo y el corte del cabello Estos te iraacuten mejor No llevoacute ninguno en las dos citas siguientes pero a la tercera se puso los que le habiacutea indicado Asiacute empeceacute a entender que no obedeciacutea a mis oacuterdenes pero aguardaba la ocasioacuten para complacerme Por esos diacuteas me sentiacute tan habituado a aquel geacutenero de vida domeacutestica que no seguiacute durmiendo desnudo sino que lleveacute las piyamas de seda china que habiacutea dejado de usar por no tener para quieacuten quitaacutermelas

Empeceacute a leerle El principito de Saint-Exupeacutery un autor franceacutes que el mundo entero admira maacutes que los franceses Fue el primero que la entretuvo sin despertarla hasta el punto de que tuve que ir dos diacuteas continuos para acabar de leeacuterselo Seguimos con los Cuentos de Perrault la Historia sagrada Las mil y una noches en una versioacuten desinfectada para nintildeos y por las diferencias entre uno y otro me di cuenta de que su suentildeo teniacutea diversos grados de profundidad seguacuten su intereacutes por las lecturas Cuando sentiacutea que habiacutea tocado fondo apagaba la luz y me dormiacutea abrazado a ella hasta que cantaban los gallos

Me sentiacutea tan feliz que la besaba en los paacuterpados muy suave y una noche ocurrioacute como una luz en el cielo sonrioacute por primera vez Maacutes tarde sin ninguacuten motivo se revolvioacute en la cama me dio la espalda y dijo disgustada Fue Isabel la que hizo llorar a los caracoles Exaltado por la ilusioacuten de un diaacutelogo le pregunteacute en el mismo tono iquestDe quieacuten eran No contestoacute Su voz teniacutea un rastro plebeyo como si no fuera suya sino de alguien ajeno que llevaba dentro Toda sombra de duda desaparecioacute entonces de mi alma la preferiacutea dormida

Mi uacutenico problema era el gato Estaba inapetente y hurantildeo y llevaba dos diacuteas sin levantar cabeza en su rincoacuten habitual y me tiroacute un zarpazo de fiera herida cuando

JUAN CARLOS 161104
zarcillo1 (Del lat circellus circulito) m Pendiente arete13
JUAN CARLOS 161104
montaraz (De monte y -araz) adj Que anda o estaacute hecho a andar por los montes o se ha criado en ellos || 2 Se dice del genio y propiedades agrestes groseras y feroces || 3 m Guarda de montes o heredades || 4 Sal Mayordomo de campo capataz que tiene a su cargo las labores y los ganados

Memorias de mis putas tristes 33 ______________________________________________________________________________________quise ponerlo en su canasto de mimbre para que Damiana lo llevara con el veterinario Apenas logroacute someterlo y se lo llevoacute pataleando dentro de un saco de fique Al cabo de un rato me llamoacute desde el criadero para decirme que no habiacutea maacutes remedio que sacrificarlo y necesitaban mi orden iquestPor queacute Porque ya estaacute muy viejo dijo Damiana Penseacute con rabia que a miacute tambieacuten podiacutean asarme vivo en un horno de gatos Me sentiacute inerme entre dos fuegos no habiacutea aprendido a querer el gato pero tampoco teniacutea corazoacuten para ordenar que lo mataran soacutelo porque era viejoiquestDoacutende lo deciacutea el manual

El incidente me conmocionoacute tanto que escribiacute una nota para el domingo con un tiacutetulo usurpado a Neruda iquestEs el gato un miacutenimo tigre de saloacuten La nota dio origen a una nueva campantildea que otra vez dividioacute a los lectores en favor y en contra de los gatos En cinco diacuteas prevalecioacute la tesis de que podiacutea ser liacutecito sacrificar un gato por razones de salud puacuteblica pero no porque estuviera viejo

Despueacutes de la muerte de mi madre me desvelaba el terror de que alguien me tocara mientras dormiacutea Una noche la sentiacute pero su voz me devolvioacute el sosiego Figlio mioacute poveretto Volviacute a sentirlo una madrugada en el cuarto de Delgadina y me retorciacute de gozo creyendo que ella me habiacutea tocado Pero no era Rosa Cabarcas en la oscuridad Viacutestete y ven conmigo me dijo tengo un problema serio

Asiacute era y maacutes serio de lo que pude imaginar A uno de los clientes grandes de la casa lo habiacutean asesinado a puntildealadas en el primer cuarto del pabelloacuten El asesino habiacutea escapado El cadaacutever enorme desnudo pero con los zapatos puestos teniacutea una palidez de pollo al vapor en la cama empapada de sangre Lo reconociacute de entrada era JMB un banquero grande famoso por su apostura su simpatiacutea y su buen vestir y sobre todo por la pulcritud de su hogar Teniacutea en el cuello dos heridas moradas como labios y una zanja en el vientre que no habiacutea acabado de sangrar Todaviacutea no empezaba el rigor Maacutes que sus heridas me impresionoacute que teniacutea un preservativo puesto y al parecer sin usar en el sexo desmirriado por la muerte

Rosa Cabarcas no sabiacutea con quieacuten iba porque tambieacuten eacutel teniacutea el privilegio de entrar por el portoacuten del huerto No se descartaba la sospecha de que su pareja fuera otro hombre Lo uacutenico que la duentildea queriacutea de miacute era que la ayudara a vestir el cadaacutever Estaba tan segura que me inquietoacute la idea de que la muerte fuera para ella un asunto de cocina No hay nada maacutes difiacutecil que vestir a un muerto le dije Lo he hecho a pasto de Dios replicoacute ella Es faacutecil si alguien me lo sostiene Le hice ver iquestTe imaginas quieacuten va a creer en un cuerpo tasajeado a cuchilladas dentro de un vestido intacto de caballero ingleacutes

Tembleacute por Delgadina Lo mejor seraacute que te la lleves tuacute me dijo Rosa Cabarcas Primero muerto le dije con la saliva helada Ella lo percibioacute y no pudo ocultar su desdeacuten iexclEstaacutes temblando Por ella dije aunque soacutelo era verdad a medias Aviacutesale que se vaya antes de que llegue nadie De acuerdo dijo ella aunque a ti como periodista no te pasaraacute nada Ni a ti tampoco le dije con cierto rencor Eres el uacutenico liberal que manda en este gobierno

La ciudad codiciada por su naturaleza paciacutefica y su seguridad congeacutenita arrastraba la desgracia de un asesinato escandaloso y atroz cada antildeo Aqueacutel no lo fue La noticia oficial en titulares excesivos y parca en detalles deciacutea que al joven banquero lo habiacutean asaltado y muerto a cuchilladas en la carretera de Pradomar por motivos

Memorias de mis putas tristes 34 ______________________________________________________________________________________incomprensibles No teniacutea enemigos El comunicado del gobierno sentildealaba como presuntos asesinos a refugiados del interior del paiacutes que estaban desatando una oleada de delincuencia comuacuten extrantildea al espiacuteritu ciacutevico de la poblacioacuten En las primeras horas hubo maacutes de cincuenta detenidos

Acudiacute escandalizado con el redactor judicial un periodista tiacutepico de los antildeos veinte con visera de celuloide verde y ligas en las mangas que presumiacutea de anticiparse a los hechos Sin embargo soacutelo conociacutea unas hilachas sueltas del crimen y yo se las completeacute hasta donde me fue prudente Asiacute escribimos cinco cuartillas a cuatro manos para una noticia de ocho columnas en primera paacutegina atribuida al fantasma eterno de las fuentes que nos merecen entero creacutedito Pero al Abominable Hombre de las Nueve -el censor- no le tembloacute el pulso para imponer la versioacuten oficial de que habiacutea sido un asalto de bandoleros liberales Yo me laveacute la conciencia con un centildeo de pesadumbre en el entierro maacutes ciacutenico y concurrido del siglo

Cuando regreseacute a casa aquella noche llameacute a Rosa Cabarcas para averiguar queacute habiacutea pasado con Delgadina pero no contestoacute el teleacutefono en cuatro diacuteas Al quinto fui a su casa con los dientes apretados Las puertas estaban selladas pero no por la policiacutea sino por la Sanidad Nadie en el vecindario daba noticias de nada Sin ninguacuten indicio de Delgadina me di a una buacutesqueda encarnizada y a veces ridiacutecula que me dejoacute acezante Paseacute diacuteas enteros observando a las joacutevenes ciclistas desde los escantildeos de un parque polvoriento donde los nintildeos jugaban a encaramarse en la estatua descascarada de Simoacuten Boliacutevar Pasaban pedaleando como venadas bellas disponibles listas para ser atrapadas a la gallina ciega Cuando se me acaboacute la esperanza me refugieacute en la paz de los boleros Fue como un bebedizo emponzontildeado cada palabra era ella Siempre habiacutea necesitado el silencio para escribir porque mi mente atendiacutea maacutes a la muacutesica que a la escritura Entonces fue al reveacutes soacutelo pude escribir a la sombra de los boleros Mi vida se llenoacute de ella Las notas que escribiacute aquellas dos semanas fueron modelos en clave para cartas de amor El jefe de redaccioacuten contrariado con la avalancha de respuestas me pidioacute que moderara el amor mientras pensaacutebamos coacutemo consolar a tantos lectores enamorados

La falta de sosiego acaboacute con el rigor de mis diacuteas Despertaba a las cinco pero me quedaba en la penumbra del cuarto imaginando a Delgadina en su vida irreal de levantar a sus hermanos vestirlos para la escuela darles el desayuno si lo habiacutea y atravesar la ciudad en bicicleta para cumplir la condena de coser botones Me pregunteacute asombrado iquestQueacute piensa una mujer mientras pega un botoacuten iquestPensaba en miacute iquestTambieacuten ella buscaba a Rosa Cabarcas para dar conmigo Paseacute hasta una semana sin quitarme el mameluco de mecaacutenico ni de diacutea ni de noche sin bantildearme sin afeitarme sin cepillarme los dientes porque el amor me ensentildeoacute demasiado tarde que uno se arregla para alguien se viste y se perfuma para alguien y yo nunca habiacutea tenido para quieacuten Damiana creyoacute que estaba enfermo cuando me encontroacute desnudo en la hamaca a las diez de la mantildeana La vi con los ojos turbios de la codicia y la inviteacute a revolearnos desnudos Ella con un desprecio me dijo

-iquestYa pensoacute lo que va a hacer si le digo que siacute

Asiacute supe hasta queacute punto me habiacutea corrompido el sufrimiento No me reconociacutea a miacute mismo en mi dolor de adolescente No volviacute a salir de la casa por no descuidar el teleacutefono Escribiacutea sin descolgarlo y al primer timbrazo le saltaba encima pensando

Memorias de mis putas tristes 35 ______________________________________________________________________________________que pudiera ser Rosa Cabarcas Interrumpiacutea a cada rato lo que estuviera haciendo para llamarla e insistiacute diacuteas enteros hasta comprender que era un teleacutefono sin corazoacuten

Al volver a casa una tarde de lluvia encontreacute el gato enroscado en la escalinata del portoacuten Estaba sucio y maltrecho y con una mansedumbre de laacutestima El manual me hizo ver que estaba enfermo y seguiacute sus normas para alentarlo De golpe mientras descabezaba un suentildeecito de siesta me despabiloacute la idea de que pudiera conducirme a la casa de Delgadina Lo lleveacute en una bolsa de mercado hasta la tienda de Rosa Cabarcas que seguiacutea sellada y sin indicios de vida pero se revolvioacute en el talego con tanto iacutempetu que logroacute escapar saltoacute la tapia del huerto y desaparecioacute entre los aacuterboles Toqueacute al portoacuten con el puntildeo y una voz militar preguntoacute sin abrir iquestQuieacuten vive Gente de paz dije yo para no ser menos Ando en pos de la duentildea No hay duentildea dijo la voz Por lo menos aacutebrame para coger el gato insistiacute No hay gato dijo Pregunteacute iquestQuieacuten es usted

-Nadie -dijo la voz

Siempre habiacutea entendido que morirse de amor no era maacutes que una licencia poeacutetica Aquella tarde de regreso a casa otra vez sin el gato y sin ella comprobeacute que no soacutelo era posible morirse sino que yo mismo viejo y sin nadie estaba murieacutendome de amor Pero tambieacuten me di cuenta de que era vaacutelida la verdad contraria no habriacutea cambiado por nada del mundo las delicias de mi pesadumbre Habiacutea perdido maacutes de quince antildeos tratando de traducir los cantos de Leopardi y soacutelo aquella tarde los sentiacute a fondo Ay de miacute si es amor cuaacutento atormenta

Mi entrada al perioacutedico en mameluco y mal afeitado despertoacute ciertas dudas sobre mi estado mental La casa remodelada con cabinas individuales de vidrio y luces cenitales pareciacutea una cliacutenica de maternidad El clima artificial callado y confortable invitaba a hablar en susurros y caminar en puntillas En el vestiacutebulo como virreyes muertos estaban los retratos al oacuteleo de los tres directores vitalicios y las fotografiacuteas de visitantes ilustres La enorme sala principal estaba presidida por la fotografiacutea gigantesca de la redaccioacuten actual tomada la tarde de mi cumpleantildeos No pude evitar la comparacioacuten mental con la otra de mis treinta antildeos y una vez maacutes comprobeacute con horror que se envejece maacutes y peor en los retratos que en la realidad La secretaria que me habiacutea besado la tarde del cumpleantildeos me preguntoacute si estaba enfermo Fui feliz de contestarle la verdad para que no la creyera Enfermo de amor Ella dijo iexclLaacutestima que no sea por miacute Yo le correspondiacute el cumplido No esteacute tan segura

El redactor judicial salioacute de su cabina gritando que habiacutea dos cadaacuteveres de muchachas sin identificar en el anfiteatro municipal Le pregunteacute asustado iquestDe queacute edad Joacutevenes dijo eacutel Pueden ser refugiadas del interior perseguidas hasta aquiacute por matones del reacutegimen Respireacute aliviado La situacioacuten nos invade en silencio como una mancha de sangre dije El redactor judicial ya lejos gritoacute

-De sangre no maestro de mierda

Algo peor me ocurrioacute diacuteas despueacutes cuando una muchacha instantaacutenea con una canasta igual a la del gato pasoacute como un escalofriacuteo frente a la libreriacutea Mundo La perseguiacute a codazos por entre la muchedumbre en el fragor de las doce del diacutea Era muy bella de trancos largos y con una fluidez para abrirse camino entre el gentiacuteo

Memorias de mis putas tristes 36 ______________________________________________________________________________________que me costoacute trabajo alcanzarla Por fin la rebaseacute y la mireacute de frente Ella me apartoacute con la mano sin detenerse ni pedir perdoacuten No era la que creiacutea pero su altivez me dolioacute como si lo fuera Comprendiacute entonces que no seriacutea capaz de reconocer a Delgadina despierta y vestida ni ella podiacutea saber quieacuten era yo si nunca me habiacutea visto En un acto de locura tejiacute durante tres diacuteas doce pares de zapatitos azules y rosados para recieacuten nacidos tratando de darme valor para no escuchar ni cantar ni recordar las canciones que me recordaban a ella

La verdad era que no podiacutea con mi alma y empezaba a tomar conciencia de la vejez por mis flaquezas frente al amor Una prueba todaviacutea maacutes dramaacutetica la tuve cuando un autobuacutes de servicio puacuteblico arrolloacute una ciclista en el puro centro comercial Acababan de llevaacutersela en una ambulancia y la magnitud de la tragedia se apreciaba por el estado de chatarra en que quedoacute la bicicleta sobre un charco de sangre viva Pero mi impresioacuten no fue tanta por los destrozos de la bicicleta como por la marca el modelo y el color No podiacutea ser otra que la que yo mismo le habiacutea regalado a Delgadina

Los testigos coincidieron en que la ciclista herida era muy joven alta y delgada y con el cabello corto y rizado Aturdido tomeacute el primer taxi que pasoacute y me hice llevar al hospital de Caridad un viejo edificio de muros ocres que pareciacutea una caacutercel encallada en un arenal Necesiteacute media hora para entrar y otra maacutes para salir de un patio fragante de aacuterboles frutales donde una mujer atribulada se me atravesoacute en el camino me miroacute a los ojos y exclamoacute

-Yo soy la que no buscas

Soacutelo entonces recordeacute que era alliacute donde viviacutean en libertad los internos mansos del manicomio municipal Tuve que identificarme como periodista ante la direccioacuten del hospital para que un enfermero me condujera al pabelloacuten de urgencias En elcuaderno de ingresos estaban los datos Rosalba Riacuteos dieciseacuteis antildeos sin oficio conocido Diagnoacutestico conmocioacuten cerebral Pronoacutestico reservado Pregunteacute al jefe del pabelloacuten si podiacutea verla con la esperanza iacutentima de que me dijeran que no pero me llevaron encantados por si queriacutea escribir sobre el estado de abandono del hospital

Atravesamos una sala abigarrada con un fuerte olor de aacutecido feacutenico y los enfermos apelotonados en las camas Al fondo en un cuarto solo tendida en una camilla metaacutelica estaba la que buscaacutebamos Teniacutea el craacuteneo cubierto de vendas la cara indescifrable gonfia y amoratada pero me bastoacute con verle los pies para saber que no era Soacutelo entonces se me ocurrioacute preguntarme iquestQueacute habriacutea hecho yo si hubiera sido ella

Todaviacutea enredado en las telarantildeas de la noche tuve el valor de ir el diacutea siguiente a la faacutebrica de camisas donde Rosa Cabarcas habiacutea dicho alguna vez que trabajaba la nintildea y le pediacute al propietario que nos mostrara sus instalaciones como modelo para un proyecto continental de las Naciones Unidas Era un libaneacutes paquideacutermico y taciturno que nos abrioacute las puertas de su reino con la ilusioacuten de ser un ejemplo universal

Trescientas joacutevenes de blusas blancas con la ceniza del mieacutercoles en la frente cosiacutean botones en la vasta nave iluminada Cuando nos vieron entrar se irguieron

Memorias de mis putas tristes 37 ______________________________________________________________________________________como colegialas y nos observaron de reojo mientras el gerente explicaba sus aportes al arte inmemorial de pegar botones Yo escrutaba las caras de cada una con el pavor de descubrir a Delgadina vestida y despierta Pero fue una de ellas la que me descubrioacute a miacute con la mirada temible de la admiracioacuten sin clemencia

-Diacutegame sentildeor iquestno es usted el que escribe las cartas de amor en el perioacutedico

Nunca me hubiera imaginado que una nintildea dormida pudiera causar en uno semejantes estragos Escapeacute de la faacutebrica sin despedirme ni pensar siquiera si alguna de aquellas viacutergenes de purgatorio era por fin la que buscaba Cuando saliacute de ahiacute el uacutenico sentimiento que me quedaba en la vida eran las ganas de llorar

Rosa Cabarcas llamoacute al cabo de un mes con una explicacioacuten increiacuteble se habiacutea tomado un merecido descanso en Cartagena de Indias despueacutes del asesinato del banquero No le creiacute desde luego pero la feliciteacute por su suerte y la dejeacute explayarse en su mentira antes de hacerle la pregunta que me borboritaba en el corazoacuten

-iquestY ella

Rosa Cabarcas hizo un silencio largo Ahiacute estaacute dijo al fin pero su voz se hizo evasiva Hay que esperar un tiempo iquestCuaacutento Ni idea ya te avisareacute Sentiacute que se me iba y la pareacute en seco Espeacuterate dame alguna luz No hay luz dijo ella y concluyoacute Ten cuidado puedes perjudicarte tuacute y sobre todo perjudicarla a ella Yo no estaba para esa clase de remilgos Le supliqueacute aunque fuera una oportunidad de acercarme a la verdad Al fin y al cabo le dije somos coacutemplices Ella no dio un paso maacutes Caacutelmate me dijo la nintildea estaacute bien y esperando que la llame pero ahora mismo no hay nada que hacer ni voy a decir nada maacutes Adioacutes

Me quedeacute con el teleacutefono en la mano sin saber por doacutende seguir pues tambieacuten la conociacutea bastante para pensar que no conseguiriacutea nada de ella si no era por las buenas Despueacutes del mediodiacutea me di una vuelta furtiva por su casa maacutes confiado en la casualidad que en la razoacuten y la encontreacute todaviacutea cerrada y con los sellos de la Sanidad Penseacute que Rosa Cabarcas me habiacutea telefoneado de otra parte tal vez de otra ciudad y la sola idea me llenoacute de presagios turbios No obstante a las seis de la tarde cuando menos lo esperaba me soltoacute por teleacutefono mi propio santo y sentildea

-Bueno ahora siacute

A las diez de la noche tembloroso y con los labios mordidos para no llorar fui cargado de cajas de chocolates suizos turrones y caramelos y una canasta de rosas ardientes para cubrir la cama La puerta estaba entreabierta las luces encendidas y en el radio se diluiacutea a medio volumen la sonata nuacutemero uno para violiacuten y piano de Brahms Delgadina en la cama estaba tan radiante y distinta que me costoacute trabajo reconocerla

Habiacutea crecido pero no se le notaba en la estatura sino en una madurez intensa que la haciacutea parecer con dos o tres antildeos maacutes y maacutes desnuda que nunca Sus poacutemulos altos la piel tostada por soles de mar bravo los labios finos y el cabello corto y rizado le infundiacutean a su rostro el resplandor androacutegino del Apolo de Praxiacuteteles Pero no habiacutea equiacutevoco posible porque sus senos habiacutean crecido hasta el punto de que no me cabiacutean en la mano sus caderas habiacutean acabado de formarse y sus huesos se

Memorias de mis putas tristes 38 ______________________________________________________________________________________habiacutean vuelto maacutes firmes y armoacutenicos Me encantaron aquellos aciertos de la naturaleza pero me aturdieron los artificios las pestantildeas postizas las untildeas de las manos y los pies esmaltadas de naacutecar y un perfume de a dos cuartillos que no teniacutea nada que ver con el amor Sin embargo lo que me sacoacute de quicio fue la fortuna que llevaba encima pendientes de oro con gajos de esmeraldas un collar de perlas naturales una pulsera de oro con resplandores de diamantes y anillos con piedras legiacutetimas en todos los dedos En la silla estaba su traje de nochera con lentejuelas y bordados y las zapatillas de raso Un vapor raro me subioacute de las entrantildeas

-iexclPuta -griteacute

Pues el diablo me soploacute en el oiacutedo un pensamiento siniestro Y fue asiacute la noche del crimen Rosa Cabarcas no debioacute tener tiempo ni serenidad para prevenir a la nintildea y la policiacutea la encontroacute en el cuarto sola menor de edad y sin coartada Nadie igual a Rosa Cabarcas para una situacioacuten como aqueacutella le vendioacute la virginidad de la nintildea a alguno de sus grandes cacaos a cambio de que a ella la sacaran limpia del crimen Lo primero claro fue desaparecer mientras se aplacaba el escaacutendalo iexclQueacute maravilla Una luna de miel para tres ellos dos en la cama y Rosa Cabarcas en una terraza de lujo disfrutando de su impunidad feliz Ciego de una furia insensata fui reventando contra las paredes cada cosa del cuarto las laacutemparas el radio el ventilador los espejos las jarras los vasos Lo hice sin prisa pero sin pausas con un grande estropicio y una embriaguez metoacutedica que me salvoacute la vida La nintildea dio un salto al primer estallido pero no me miroacute sino que se enroscoacute de espaldas a miacute y asiacute permanecioacute con espasmos entrecortados hasta que cesoacute el estropicio Las gallinas en el patio y los perros de la madrugada aumentaron el escaacutendalo Con la cegadora lucidez de la coacutelera tuve la inspiracioacuten final de prenderle fuego a la casa cuando aparecioacute en la puerta la figura impasible de Rosa Cabarcas en camisa de dormir No dijo nada Hizo con la vista el inventario del desastre y comproboacute que la nintildea estaba enroscada sobre siacute misma como un caracol y con la cabeza escondida entre los brazos aterrada pero intacta

-iexclDios miacuteo -exclamoacute Rosa Cabarcas- iexclQueacute no hubiera dado yo por un amor como eacuteste

Me midioacute de cuerpo entero con una mirada de misericordia y me ordenoacute Vamos La seguiacute hasta la casa me sirvioacute un vaso de agua en silencio me hizo una sentildea de que me sentara frente a ella y me puso en confesioacuten Bueno me dijo ahora poacutertate como un adulto y cueacutentame iquestqueacute te pasa

Le conteacute con lo que teniacutea como mi verdad revelada Rosa Cabarcas me escuchoacute en silencio sin asombro y por fin parecioacute iluminada Queacute maravilla dijo Siempre he dicho que los celos saben maacutes que la verdad Y entonces me contoacute la realidad sin reservas En efecto dijo en su ofuscacioacuten de la noche del crimen se habiacutea olvidado de la nintildea dormida en el cuarto Uno de sus clientes abogado del muerto ademaacutes repartioacute prebendas y sobornos a cuatro manos e invitoacute a Rosa Cabarcas a un hotel de reposo de Cartagena de Indias mientras se disipaba el escaacutendalo Creacuteeme dijo Rosa Cabarcas que en todo este tiempo no dejeacute de pensar ni un momento en ti y en la nintildea Volviacute antier y lo primero que hice fue llamarte por teleacutefono pero nadie contestoacute En cambio la nintildea vino enseguida y en tan mal estado que te la bantildeeacute te la vestiacute y te la mandeacute al saloacuten de belleza con la orden de que la arreglaran como una reina Ya viste coacutemo perfecta iquestLa ropa de lujo Son los trajes que les alquilo a mis

Memorias de mis putas tristes 39 ______________________________________________________________________________________pupilas maacutes pobres cuando tienen que ir a bailar con sus clientes iquestLas joyas Son las miacuteas dijo Basta con tocarlas para darse cuenta de que son diamantes de vidrio y estoperoles de hojalata De modo que no jodas concluyoacute Anda despieacutertala piacutedele perdoacuten y hazte cargo de ella de una vez Nadie merece ser maacutes feliz que ustedes

Hice un esfuerzo sobrenatural para creerle pero pudo maacutes el amor que la razoacuten iexclPutas le dije atormentado por el fuego vivo que me abrasaba las entrantildeas iexclEso es lo que son ustedes griteacute iexclPutas de mierda No quiero saber nada maacutes de tiacute ni de ninguna otra guaricha en el mundo y menos de ella Le hice desde la puerta una sentildeal de adioacutes para siempre Rosa Cabarcas no lo dudoacute

-Vete con Dios -me dijo con un rictus de tristeza y volvioacute a su vida real- De todos modos te pasareacute la cuenta del desmadre que me hiciste en el cuarto

Memorias de mis putas tristes 40 ______________________________________________________________________________________

5

Leyendo Los idus de marzo encontreacute una frase siniestra que el autor atribuye a Julio Ceacutesar Es imposible no terminar siendo como los otros creen que uno es No pude comprobar su verdadero origen en la propia obra de Julio Ceacutesar ni en las obras de sus bioacutegrafos desde Suetonio hasta Carcopino pero valioacute la pena conocerla Su fatalismo aplicado al curso de mi vida en los meses siguientes fue lo que me dio la determinacioacuten que me haciacutea falta no soacutelo para escribir esta memoria sino para empezarla sin pudores con el amor de Delgadina

No teniacutea un instante de sosiego apenas si probaba bocado y perdiacute tanto peso que no se me teniacutean los pantalones en la cintura Los dolores erraacuteticos se me quedaron en los huesos cambiaba de aacutenimo sin razoacuten pasaba las noches en un estado de deslumbramiento que no me permitiacutea leer ni escuchar muacutesica y en cambio se me iba el diacutea cabeceando por una somnolencia sonsa que no serviacutea para dormir

El alivio me cayoacute del cielo En la atestada goacutendola de Loma Fresca una vecina de asiento que no habiacutea visto subir me susurroacute al oiacutedo iquestTodaviacutea tiras Era Casilda Armenia un viejo amor de a tres por cinco que me habiacutea soportado como cliente asiduo desde que era una adolescente altiva Una vez retirada medio enferma y sin un clavo se habiacutea casado con un hortelano chino que le dio nombre y apoyo y quizaacutes un poco de amor A los setenta y tres antildeos teniacutea el peso de siempre seguiacutea bella y de caraacutecter fuerte y conservaba intacto el desparpajo del oficio

Me llevoacute a su casa una huerta de chinos en una colina de la carretera al mar Nos sentamos en las sillas de playa de la terraza umbriacutea entre helechos y frondas de astromelias y jaulas de paacutejaros colgadas en el alero En la falda de la colina se veiacutean los hortelanos chinos con sombreros de cono sembrando las hortalizas bajo el sol abrasante y el pieacutelago gris de las Bocas de Ceniza con los dos tajamares de rocas que canalizan el riacuteo varias leguas en el mar Mientras conversaacutebamos vimos entrar un trasatlaacutentico blanco por la desembocadura y lo seguimos callados hasta oiacuter su bramido de toro luacutegubre en el puerto fluvial Ella suspiroacute iquestTe das cuenta En maacutes de medio siglo es la primera vez que no te recibo la visita en la cama Ya somos otros dije Ella prosiguioacute sin oiacuterme Cada vez que dicen cosas de ti en el radio que te elogian por el carintildeo que te tiene la gente y te llaman maestro del amor imagiacutenate pienso que nadie te conocioacute tus gracias y tus mantildeas tan bien como yo En serio dijo nadie hubiera podido soportarte mejor

No resistiacute maacutes Ella lo sintioacute vio mis ojos huacutemedos de laacutegrimas y soacutelo entonces debioacute descubrir que ya no era el que fui y le sostuve la mirada con un valor del que

Memorias de mis putas tristes 41 ______________________________________________________________________________________nunca me creiacute capaz Es que me estoy volviendo viejo le dijeYa lo estamos suspiroacute ella Lo que pasa es que uno no lo siente por dentro pero desde fuera todo el mundo lo ve

Era imposible no abrirle el corazoacuten asiacute que le conteacute la historia completa que me ardiacutea en las entrantildeas desde mi primera llamada a Rosa Cabarcas la viacutespera de mis noventa antildeos hasta la noche traacutegica en que hice antildeicos el cuarto y no regreseacute maacutes Ella me oyoacute el desahogo como si estuviera vivieacutendolo lo rumioacute muy despacio y por fin sonrioacute

-Haz lo que quieras pero no pierdas a esa criatura -me dijo- No hay peor desgracia que morir solo

Fuimos a Puerto Colombia en el trenecito de juguete tan despacioso como un caballo Almorzamos frente al muelle de maderas carcomidas por donde habiacutea entrado el mundo entero al paiacutes antes que se dragaran las Bocas de Ceniza Nos sentamos bajo un cobertizo de palma donde las grandes matronas negras serviacutean pargos fritos con arroz de coco y tajadas de plaacutetano verde Dormitamos en el sopor denso de las dos y seguimos conversando hasta que se hundioacute en el mar el inmenso sol de candela La realidad me pareciacutea fantaacutestica Mira adonde ha venido a dar nuestra luna de miel se burloacute ella Pero prosiguioacute en serio Hoy miro para atraacutes veo la fila de miles de hombres que pasaron por mis camas y dariacutea el alma por haberme quedado aunque fuera con el peor Gracias a Dios encontreacute mi chino a tiempo Es como estar casada con el dedo mentildeique pero es soacutelo miacuteo

Me miroacute a los ojos midioacute mi reaccioacuten a lo que acababa de contarme y me dijo Asiacute que vete a buscar ahora mismo a esa pobre criatura aunque sea verdad lo que te dicen los celos sea como sea que lo bailado no te lo quita nadie Pero eso siacute sin romanticismos de abuelo Despieacutertala tiacuteratela hasta por las orejas con esa pinga de burro con que te premioacute el diablo por tu cobardiacutea y tu mezquindad En serio terminoacute con el alma no te vayas a morir sin probar la maravilla de tirar con amor

El pulso me temblaba al diacutea siguiente cuando marqueacute el nuacutemero del teleacutefono Tanto por la tensioacuten del reencuentro con Delgadina como por la incertidumbre de la forma en que Rosa Cabarcas me respondiera Habiacuteamos tenido una disputa seria por el abuso con que tasoacute los destrozos que hice en su cuarto Tuve que vender uno de los cuadros maacutes amados de mi madre cuyo valor se calculaba en una fortuna pero a la hora de la verdad no llegoacute a un deacutecimo de mis ilusiones

Aumenteacute la suma con el resto de mis ahorros y se la lleveacute a Rosa Cabarcas con una consigna inapelable Lo tomas o lo dejas Fue un acto suicida porque soacutelo con vender uno de mis secretos ella habriacutea aniquilado mi buen nombre Pero no respingoacute sino que se quedoacute con los cuadros que habiacutea tomado en prenda la noche del pleito Fui el perdedor absoluto en una sola jugada me quedeacute sin Delgadina sin Rosa Cabarcas y sin mis uacuteltimos ahorros Sin embargo oiacute el timbre del teleacutefono una vez dos veces tres y por fin ella iquestA ver No me salioacute la voz Colgueacute Me echeacute en la hamaca tratando de serenarme con la liacuterica asceacutetica de Satie y sudeacute tanto que el lienzo quedoacute empapado Hasta el diacutea siguiente no tuve el valor de llamar

-Bueno mujer -dije con voz firme- Hoy siacute

Memorias de mis putas tristes 42 ______________________________________________________________________________________Rosa Cabarcas coacutemo no estaba maacutes allaacute de todo Ay mi sabio triste suspiroacute con su aacutenimo invencible te pierdes dos meses y soacutelo vuelves para pedir ilusiones Me contoacute que no habiacutea visto a Delgadina desde haciacutea maacutes de un mes que pareciacutea tan repuesta del susto de mis estropicios que ni siquiera habloacute de ellos ni preguntoacute por miacute y estaba muy contenta en un nuevo empleo maacutes coacutemodo y mejor pagado que coser botones Una oleada de fuego vivo me quemoacute las entrantildeas Soacutelo puede ser de puta dije Rosa me replicoacute sin pestantildeear No seas bruto si asiacute fuera estariacutea aquiacute iquestO doacutende podriacutea estar mejor La rapidez de su loacutegica me agravoacute la duda iquestY coacutemo seacute que no estaacute ahiacute En ese caso replicoacute ella lo que maacutes te conviene es no saberlo iquestO no Una vez maacutes la odieacute Ella a prueba de erosiones prometioacute rastrear a la nintildea Sin muchas esperanzas porque el teleacutefono de la vecina donde la llamaba seguiacutea cortado y no teniacutea la menor idea de doacutende viviacutea Pero no era para echarse a morir queacute carajo dijo te llamo en una hora

Fue una hora de tres diacuteas pero encontroacute a la nintildea disponible y sana Volviacute avergonzado y la beseacute palmo a palmo como penitencia desde las doce de la noche hasta que cantaron los gallos Un perdoacuten largo que me prometiacute seguir repitiendo para siempre y fue como empezar otra vez por el principio El cuarto habiacutea sido desmantelado y el mal uso habiacutea acabado con todo lo que yo habiacutea puesto Ella lo habiacutea dejado asiacute y me dijo que cualquier mejora teniacutea que hacerla yo por lo que estaba debieacutendole Sin embargo mi situacioacuten econoacutemica tocaba fondo El dinero de las jubilaciones alcanzaba cada vez para menos Las pocas cosas vendibles que quedaban en la casa -salvo las joyas sagradas de mi madre- careciacutean de valor comercial y nada era bastante viejo para ser antiguo En tiempos mejores el gobernador me habiacutea hecho la oferta tentadora de comprarme en bloque los libros de los claacutesicos griegos latinos y espantildeoles para la Biblioteca Departamental pero no tuve corazoacuten para venderlos Despueacutes con los cambios poliacuteticos y el deterioro del mundo nadie del gobierno pensaba en las artes ni las letras Cansado de buscar una solucioacuten decente me echeacute al bolsillo las joyas que Delgadina me habiacutea devuelto y me fui a empentildearlas en un callejoacuten siniestro que conduciacutea al mercado puacuteblico Con aires de sabio distraiacutedo recorriacute varias veces aquel tugurio atiborrado de cantinas de mala muerte libreriacuteas de viejo y casas de empentildeo pero la dignidad de Florina de Dios me cerroacute el paso no me atreviacute Entonces decidiacute venderlas con la frente en alto a la joyeriacutea maacutes antigua y acreditada

El dependiente me hizo algunas preguntas mientras examinaba las joyas con su monoacuteculo Teniacutea la conducta el estilo y el pavor de un meacutedico Le expliqueacute que eran joyas heredadas de mi madre El aprobaba con un gruntildeido cada una de mis explicaciones y por fin se quitoacute el monoacuteculo

-Lo siento -dijo- pero son culos de botellas

Ante mi sorpresa me explicoacute con una suave conmiseracioacuten Menos mal que el oro es oro y el platino es platino Me toqueacute el bolsillo para asegurarme de que llevaba las facturas de compra y dije sin resabios

-Pues fueron compradas en esta noble casa hace maacutes de cien antildeos

El no se inmutoacute Suele suceder dijo que en las joyas hereditarias vayan desapareciendo las piedras maacutes valiosas con el paso del tiempo sustituidas por diacutescolos de la familia o por joyeros bandidos y soacutelo cuando alguien trata de

Memorias de mis putas tristes 43 ______________________________________________________________________________________venderlas se descubre el fraude Pero permiacutetame un segundo dijo y se llevoacute las joyas por la puerta del fondo Al cabo de un momento regresoacute y sin explicacioacuten alguna me indicoacute que me sentara en la silla de espera y siguioacute trabajando

Examineacute la tienda Habiacutea ido con mi madre varias veces y recordaba una frase recurrente No se lo digas a tu papaacute De pronto se me ocurrioacute una idea que me crispoacute iquestno seriacutea que Rosa Cabarcas y Delgadina de comuacuten acuerdo habiacutean vendido las piedras legiacutetimas y me devolvieron las joyas con las piedras falsas

Estaba ardiendo en dudas cuando una secretaria me invitoacute a seguirla por la misma puerta del fondo hasta una oficina pequentildea con una larga estanteriacutea de gruesos voluacutemenes Un beduino colosal se levantoacute en el escritorio del fondo y me estrechoacute la mano tuteaacutendome con una efusioacuten de viejo amigo Hicimos juntos el bachillerato me dijo a modo de saludo Me fue faacutecil recordarlo era el mejor futbolista de la escuela y campeoacuten de nuestros primeros burdeles Habiacutea dejado de verlo en alguacuten momento incierto y debioacute verme tan decreacutepito que me confundioacute con un condisciacutepulo de su infancia

Sobre el cristal del escritorio teniacutea abierto uno de los mamotretos del archivo donde estaba la memoria de las joyas de mi madre Una relacioacuten exacta con fechas y detalles de que ella en persona habiacutea hecho cambiar las piedras de dos generaciones de hermosas y dignas Cargamantos y habiacutea vendido las legiacutetimas a la misma tienda Esto habiacutea ocurrido cuando el padre del propietario actual estaba al frente de la joyeriacutea y eacutel y yo en la escuela Pero eacutel mismo me tranquilizoacute aquellas triquintildeuelas eran de uso corriente entre las grandes familias en desgracia para resolver urgencias de plata sin sacrificar el honor Ante la realidad cruda preferiacute conservarlas como recuerdo de otra Florina de Dios que nunca conociacute

A principios de julio sentiacute la distancia real de la muerte Mi corazoacuten perdioacute el paso y empeceacute a ver y sentir por todos lados los presagios inequiacutevocos del final El maacutes niacutetido fue en el concierto de Bellas Artes El aire acondicionado habiacutea fallado y la flor y nata de las artes y las letras se cocinaban al bantildeomariacutea en el saloacuten abarrotado pero la magia de la muacutesica era un clima celestial Al final con el Allegretto poco mosso me estremecioacute la revelacioacuten deslumbrante de que estaba escuchando el uacuteltimo concierto que me deparaba el destino antes de morir No sentiacute dolor ni miedo sino la emocioacuten arrasadora de haber alcanzado a vivirlo

Cuando por fin logreacute abrirme camino empapado de sudor a traveacutes de los abrazos y las fotos me encontreacute de manos a boca con Ximena Ortiz como una diosa de cien antildeos en la silla de ruedas Su sola presencia se me imponiacutea como un pecado mortal Teniacutea una tuacutenica de seda color marfil tan tersa como su piel un hilo de perlas legiacutetimas de tres vueltas el cabello color de naacutecar cortado a la moda de los veintes con una punta de ala de gaviota en la mejilla y los grandes ojos amarillos iluminados por la sombra natural de las ojeras Todo en ella contradeciacutea el rumor de que su mente estaba quedaacutendose en blanco por la erosioacuten irredimible de la memoria Petrificado y sin recursos frente a ella me sobrepuse al vaho de fuego que me subioacute a la cara y la saludeacute en silencio con una venia versallesca Ella sonrioacute como una reina y me agarroacute la mano Entonces me di cuenta de que tambieacuten aquello era una coartada del destino y no la perdiacute para sacarme una espina que me estorbaba desde siempre He sontildeado durante antildeos con este momento le dije Ella no parecioacute

Memorias de mis putas tristes 44 ______________________________________________________________________________________entender iexclNo me digas dijo iquestY tuacute quieacuten eres No supe nunca si en verdad lo habiacutea olvidado o si fue la venganza final de su vida

La certidumbre de ser mortal en cambio me habiacutea sorprendido poco antes de los cincuenta antildeos en una ocasioacuten como aqueacutella una noche de carnaval en que bailaba un tango apache con una mujer fenomenal a la que nunca le vi la cara maacutes corpulenta que yo como por cuarenta libras y maacutes alta como de dos palmos que sin embargo se dejaba llevar como una pluma al viento Bailaacutebamos tan apretados que sentiacutea circular su sangre por las venas y me hallaba como adormecido de gusto con su resuello trabajoso su grajo de amoniacuteaco sus tetas de astroacutenoma cuando me sacudioacute por la primera vez y casi me derriboacute por tierra el freacutemito de la muerte Fue como un oraacuteculo brutal en el oiacutedo Hagas lo que hagas en este antildeo o dentro de ciento estaraacutes muerto hasta jamaacutes Ella se separoacute asustada iquestQueacute le pasa Nada le dije tratando de sujetarme el corazoacuten

-Tiemblo por usted

Desde entonces empeceacute a medir la vida no por antildeos sino por deacutecadas La de los cincuenta habiacutea sido decisiva porque tomeacute conciencia de que casi todo el mundo era menor que yo La de los sesenta fue la maacutes intensa por la sospecha de que ya no me quedaba tiempo para equivocarme La de los setenta fue temible por una cierta posibilidad de que fuera la uacuteltima No obstante cuando desperteacute vivo la primera mantildeana de mis noventa antildeos en la cama feliz de Delgadina se me atravesoacute la idea complaciente de que la vida no fuera algo que transcurre como el riacuteo revuelto de Heraacuteclito sino una ocasioacuten uacutenica de voltearse en la parrilla y seguir asaacutendose del otro costado por noventa antildeos maacutes

Me volviacute de laacutegrima faacutecil Cualquier sentimiento que tuviera algo que ver con la ternura me causaba un nudo en la garganta que no siempre lograba dominar y penseacute en renunciar al placer solitario de velar el suentildeo de Delgadina no tanto por la incertidumbre de mi muerte como por el dolor de imaginarla sin miacute en el resto de su vida Uno de aquellos diacuteas inciertos fui a dar por distraccioacuten a la muy noble calle de los Notarios y me sorprendioacute no encontrar nada maacutes que los escombros del viejo hotel de lance donde fui iniciado por la fuerza en las artes del amor poco antes de mis doce antildeos Habiacutea sido una mansioacuten de antiguos navieros espleacutendida como pocas en la ciudad con columnas enchapadas de alabastro y frisos de oropeles alrededor de un patio interior con una cuacutepula de cristales de siete colores que irradiaba un resplandor de invernadero En la planta baja con un portal goacutetico sobre la calle estuvieron por maacutes de un siglo las notariacuteas coloniales en las que trabajoacute prosperoacute y se arruinoacute mi padre en toda una vida de suentildeos fantaacutesticos Las familias histoacutericas abandonaron poco a poco los pisos superiores que terminaron ocupados por una legioacuten de nocheras en desgracia que subiacutean y bajaban hasta el amanecer con los clientes atrapados por un peso y medio en las cantinas del cercano puerto fluvial

A mis doce antildeos todaviacutea con mis pantalones cortos y mis botitas de la escuela primaria no pude resistir la tentacioacuten de conocer los pisos superiores mientras mi padre se debatiacutea en una de sus reuniones interminables y me encontreacute con un espectaacuteculo celestial Las mujeres que malvendiacutean sus cuerpos hasta el amanecer se moviacutean por la casa desde las once de la mantildeana cuando ya la caniacutecula del vitral era insoportable y teniacutean que hacer su vida domeacutestica caminando en pelotas por

JUAN CARLOS 161104
caniacutecula (Del lat canicŭla) f Periacuteodo del antildeo en que es maacutes fuerte el calor || 2 Astr Tiempo del nacimiento heliacuteaco de Sirio que antiguamente coincidiacutea con la eacutepoca maacutes calurosa del antildeo pero que hoy no se verifica hasta fines de agosto13
JUAN CARLOS 161104
freacutemito (Del lat fremĭtus) m bramido

Memorias de mis putas tristes 45 ______________________________________________________________________________________toda la casa mientras comentaban a gritos sus aventuras de la noche Me quedeacute aterrorizado Lo uacutenico que se me ocurrioacute fue escapar por donde habiacutea llegado cuando una de las desnudas de carnes macizas olorosas a jaboacuten de monte me abrazoacute por la espalda y me llevoacute en vilo hasta su cubiacuteculo de cartoacuten sin que yo pudiera verla en medio de la griteriacutea y los aplausos de las inquilinas en cueros Me tiroacute bocarriba en su cama para cuatro me quitoacute los pantalones con una maniobra maestra y se acaballoacute sobre miacute pero el terror helado que me empapaba el cuerpo me impidioacute recibirla como un hombre Aquella noche desvelado en la cama de mi casa por la verguumlenza del asalto no pude dormir maacutes de una hora con las ansias de volver a verla Pero la mantildeana siguiente mientras los trasnochados dormiacutean subiacute temblando hasta su cubiacuteculo y la desperteacute llorando a gritos con un amor enloquecido que duroacute hasta que se lo llevoacute sin misericordia el ventarroacuten de la vida real Se llamaba Castorina y era la reina de la casa

Los cubiacuteculos del hotel costaban un peso para los amores de paso pero muy pocos sabiacuteamos que costaban lo mismo hasta por veinticuatro horas Ademaacutes Castorina me introdujo en su mundo de mala muerte donde invitaban a los clientes pobres a sus desayunos de gala le prestaban el jaboacuten les atendiacutean los dolores de muela y en casos de urgencia mayor les daban un amor de caridad

Pero en las tardes de la uacuteltima vejez se acordaba de la inmortal Castorina muerta quien sabiacutea cuando que habiacutea sucedido desde las esquinas miserables del muelle fluvial hasta el trono sagrado de mamasanta mayor con un parche de pirata en el ojo perdido en el pleito de cantina Su uacuteltimo machucante de planta un negro feliz de Camaguumley a quien llamaba Jonaacutes el Galeote habiacutea sido un trompetista de los grandes en La Habana hasta que perdioacute la sonrisa completa en una cataacutestrofe de trenes

Al salir de aquella visita amarga sentiacute una punzada en el corazoacuten que no habiacutea logrado aliviar en tres diacuteas con toda clase de poacutecimas caseras El meacutedico al que acudiacute de urgencia miembro de una estirpe de insignes era nieto del que me vio a mis cuarenta y dos antildeos y me asustoacute que pareciera el mismo pues estaba tan envejecido como su abuelo a los setenta por una calvicie prematura unos lentes de miope sin regreso y una tristeza inconsolable Me hizo un examen minucioso de cuerpo entero con una concentracioacuten de orfebre Me auscultoacute el pecho y la espalda y me revisoacute la presioacuten arterial los reflejos de la rodilla el fondo del ojo el color del paacuterpado inferior En las pausas mientras yo cambiaba de posicioacuten en la mesa de reconocimiento me haciacutea preguntas tan vagas y raacutepidas que apenas si me daban tiempo de pensar las respuestas Al cabo de una hora me miroacute con una sonrisa feliz Bueno dijo creo que no tengo nada que hacer por usted iquestQueacute quiere decir Que su estado es el mejor posible a su edad Queacute curioso le dije lo mismo me dijo su abuelo cuando yo teniacutea cuarenta y dos antildeos como si el tiempo no pasara Siempre encontraraacute uno que se lo diga dijo porque siempre tendraacute una edad Yo provocaacutendolo para una sentencia aterradora le dije La uacutenica definitiva es la muerte Siacute dijo eacutel pero no es faacutecil llegar a ella en tan buen estado como usted Siento de veras no poder complacerlo

Eran recuerdos nobles pero la viacutespera del 29 de agosto sentiacute el peso inmenso del siglo que me esperaba impasible cuando subiacute con pasos de hierro las escaleras de mi casa Entonces volviacute a ver una vez maacutes a Florina de Dios mi madre en mi cama que habiacutea sido la suya hasta su muerte y me hizo la misma bendicioacuten de la uacuteltima

Memorias de mis putas tristes 46 ______________________________________________________________________________________vez que la vi dos horas antes de morir Trastornado por la conmocioacuten lo entendiacute como el anuncio final y llameacute a Rosa Cabarcas para que me llevara a mi nintildea aquella misma noche en previsioacuten de que no se cumpliera mi ilusioacuten de sobrevivir hasta el uacuteltimo aliento de mis noventa antildeos Volviacute a llamarla a las ocho y una vez maacutes repitioacute que no era posible Tiene que serlo a cualquier precio le griteacute aterrorizado Colgoacute sin despedirse pero quince minutos despueacutes volvioacute a llamar

-Bueno aquiacute la tienes

Llegueacute a las diez y veinte de la noche y le di a Rosa Cabarcas las uacuteltimas cartas de mi vida con mis disposiciones sobre la nintildea despueacutes de mi final terrible Ella pensoacute que me habiacutea impresionado con el acuchillado y me dijo con aires de burla Si te vas a morir que no sea aquiacute imagiacutenate Pero yo le dije Di que me atropello el tren de Puerto Colombia ese pobre cacharro de laacutestima incapaz de matar a nadie

Preparado para todo aquella noche me acosteacute bocarriba a la espera del dolor final en el primer instante de mis noventa y un antildeos Oiacute campanas distantes sentiacute la fragancia del alma de Delgadina dormida de costado oiacute un grito en el horizonte sollozos de alguien que quizaacutes habiacutea muerto un siglo antes en la alcoba Entonces apagueacute la luz con el uacuteltimo aliento entrelaceacute mis dedos con los suyos para llevaacutermela de la mano y conteacute las doce campanadas de las doce con mis doce laacutegrimas finales hasta que empezaron a cantar los gallos y enseguida las campanas de gloria los cohetes de fiesta que celebraban el juacutebilo de haber sobrevivido sano y salvo a mis noventa antildeos

Mis primeras palabras fueron para Rosa Cabarcas Te compro la casa toda con la tienda y el huerto Ella me dijo Hagamos una apuesta de viejos el que se muera primero se queda con todo lo del otro firmado ante notario No porque si yo me muero todo deberiacutea ser para ella Es igual dijo Rosa Cabarcas yo me hago cargo de la nintildea y despueacutes le dejo todo lo tuyo y lo miacuteo no tengo a nadie maacutes en este mundo Mientras tanto remodelamos tu cuarto con buenos servicios aire acondicionado y tus libros y tu muacutesica

-iquestCrees que ella estaraacute de acuerdo

-Ay mi sabio triste estaacute bien que esteacutes viejo pero no pendejo -dijo Rosa Cabarcas muerta de risa- Esa pobre criatura estaacute lela de amor por ti

Saliacute a la calle radiante y por primera vez me reconociacute a miacute mismo en el horizonte remoto de mi primer siglo Mi casa callada y en orden a las seis y cuarto empezaba a gozar los colores de una aurora feliz Damiana cantaba a toda voz en la cocina y el gato redivivo enroscoacute la cola en mis tobillos y siguioacute caminando conmigo hasta mi mesa de escribir Estaba ordenando mis papeles marchitos el tintero la pluma de ganso cuando el sol estalloacute entre los almendros del parque y el buque fluvial del correo retrasado una semana por la sequiacutea entroacute bramando en el canal del puerto Era por fin la vida real con mi corazoacuten a salvo y condenado a morir de buen amor en la agoniacutea feliz de cualquier diacutea despueacutes de mis cien antildeos

Mayo de 2004

Page 22: · Web viewVivo en una casa colonial en la acera de sol del parque de San Nicolás, donde he pasado todos los días de mi vida sin mujer ni fortuna, donde vivieron y murieron mis padres,

Memorias de mis putas tristes 22 ______________________________________________________________________________________comer y descomer a sus horas a contestar preguntas y a compartir sus penas Pero no recoger el gato de los tipoacutegrafos habriacutea sido un desaire Ademaacutes era un precioso ejemplar de angora de pelambre rosada y tersa y ojos iluminados cuyos maullidos pareciacutean a punto de ser palabras Me lo dieron en una canasta de mimbre con un certificado de su estirpe y un manual de uso como el de las bicicletas para armar

Una patrulla militar verificaba la identidad de los transeuacutentes antes de autorizar el paso por el parque de San Nicolaacutes Nunca habiacutea visto nada igual ni podiacutea imaginarme nada maacutes descorazonador como siacutentoma de mi vejez Era una patrulla de cuatro al mando de un oficial casi adolescente Los agentes eran hombres de paacuteramos duros y callados con un olor de establo El oficial los vigilaba a todos con las mejillas chapeadas de los andinos en la playa Despueacutes de revisar mi ceacutedula de identidad y mi credencial de prensa me preguntoacute queacute llevaba en la cesta Un gato le dije El quiso verlo Destapeacute la cesta con toda precaucioacuten por temor de que escapara pero un agente quiso ver si no habiacutea algo maacutes en el fondo y el gato le tiroacute un zarpazo El oficial se interpuso Es una joya de angora dijo Lo acaricioacute mientras murmuraba algo y el gato no lo agredioacute pero tampoco le hizo caso iquestCuaacutentos antildeos tiene preguntoacute No seacute le dije acaban de regalaacutermelo Se lo pregunto porque se ve que es muy viejo diez antildeos quizaacutes Quise preguntarle coacutemo lo sabiacutea y muchas cosas maacutes pero a despecho de sus buenas maneras y su habla florida no me sentiacutea con estoacutemago para hablar con eacutel Me parece que es un gato abandonado que ha pasado por muchas dijo Obseacutervelo no lo acomode a usted sino al contrario usted a eacutel y deacutejelo hasta que se gane su confianza Cerroacute la tapa de la cesta y me preguntoacute iquestEn queacute trabaja usted Soy periodista iquestDesde cuaacutendo Desde hace un siglo le dije No lo dudo dijo eacutel Me estrechoacute la mano y se despidioacute con un frase que lo mismo podiacutea ser un buen consejo que una amenaza

-Cuiacutedese mucho

Al mediodiacutea desconecteacute el teleacutefono para refugiarme en la muacutesica con un programa exquisito la rapsodia para clarinete y orquesta de Wagner la de saxofoacuten de Debussy y el quinteto para cuerdas de Bruckner que es un remanso edeacutenico en el cataclismo de su obra Y de pronto me encontreacute envuelto en las tinieblas del estudio Sentiacute deslizarse debajo de mi mesa algo que no me parecioacute un cuerpo vivo sino una presencia sobrenatural que me rozoacute los pies y salteacute con un grito Era el gato con la hermosa cola empenachada su lentitud misteriosa y su estirpe miacutetica y no pude evitar el escalofriacuteo de estar solo en la casa con un ser vivo que no fuera humano

Cuando dieron las siete en la catedral habiacutea una estrella sola y liacutempida en el cielo color de rosas un buque lanzoacute un adioacutes desconsolado y sentiacute en la garganta el nudo gordiano de todos los amores que pudieron haber sido y no fueron No soporteacute maacutes Descolgueacute el teleacutefono con el corazoacuten en la boca marqueacute los cuatro nuacutemeros muy despacio para no equivocarme y al tercer timbrazo reconociacute la voz Bueno mujer le dije con un suspiro de alivio Perdoacutename el berrinche de esta mantildeana Ella tranquila No te preocupes estaba esperando tu llamada Le advertiacute Quiero que la nintildea me espere como Dios la echoacute al mundo y sin barnices en la cara Ella hizo su risa gutural Lo que tuacute digas dijo pero te pierdes el gusto de encuerar la pieza por pieza como les encanta a los viejos no seacute por queacute Yo siacute seacute le dije Porque se estaacuten volviendo cada vez maacutes viejos Ella lo dio por hecho

JUAN CARLOS 161104
gordiano (De Gordio rey de Frigia) V nudo
JUAN CARLOS 161104
paacuteramo (Del lat parămus voz de or prerromano) m Terreno yermo raso y desabrigado || 2 Lugar sumamente friacuteo y desamparado || 3 Col y Ecuad llovizna 13

Memorias de mis putas tristes 23 ______________________________________________________________________________________-Estaacute bien -dijo- entonces esta noche a las diez en punto antes de que se enfriacutee la pescada

Memorias de mis putas tristes 24 ______________________________________________________________________________________

3

iquestCoacutemo podiacutea llamarse La duentildea no me lo habiacutea dicho Cuando me hablaba de ella soacutelo deciacutea la nintildea Y yo lo habiacutea convertido en un nombre de pila como la nintildea de los ojos o la carabela menor Ademaacutes Rosa Cabarcas poniacutea a sus pupilas un nombre distinto para cada cliente A miacute me divertiacutea adivinarlos por las caras y desde el principio estuve seguro de que la nintildea teniacutea uno largo como Filomena Saturnina o Nicolasa En eacutesas estaba cuando ella se dio media vuelta en la cama y quedoacute de espaldas a miacute y me parecioacute que habiacutea dejado un charco de sangre del tamantildeo y la forma del cuerpo Fue un sobresalto instantaacuteneo hasta que comprobeacute que era la humedad del sudor en la saacutebana

Rosa Cabarcas me habiacutea aconsejado que la tratara con cautela pues auacuten le duraba el susto de la primera vez Es maacutes creo que la misma solemnidad del rito le habiacutea agravado el miedo y habiacutean tenido que aumentarle la dosis de valeriana pues dormiacutea con tal placidez que habriacutea sido una laacutestima despertarla sin arrullos De modo que empeceacute a secarla con la toalla mientras le cantaba en susurros la cancioacuten de Delgadina la hija menor del rey requerida de amores por su padre A medida que la secaba ella iba mostraacutendome los flancos sudados al compaacutes de mi canto Delgadina Delgadina tuacute seras mi prenda amada Fue un placer sin liacutemites pues ella volviacutea a sudar por un costado cuando acababa de secarla por el otro para que la cancioacuten no terminara nunca Levaacutentate Delgadina ponte tu falda de seda le cantaba al oiacutedo Al final cuando los criados del rey la encontraron muerta de sed en su cama me parecioacute que mi nintildea habiacutea estado a punto de despertar al escuchar el nombre Asiacute que era ella Delgadina

Volviacute a la cama con mis calzoncillos de besos estampados y me tendiacute junto a ella Dormiacute hasta las cinco al arrullo de su respiracioacuten apacible Me vestiacute a toda prisa sin lavarme y soacutelo entonces vi la sentencia escrita con laacutepiz labial en el espejo del lavabo El tigre no come lejos Seacute que no estaba la noche anterior y nadie podiacutea haber entrado en el cuarto de modo que la entendiacute como la cuelga del diablo Un trueno terroriacutefico me sorprendioacute en la puerta y el cuarto se llenoacute del olor premonitorio de la tierra mojada No tuve tiempo para escapar ileso Antes de que encontrara un taxi se precipitoacute un aguacero grande de los que suelen desordenar la ciudad entre mayo y octubre pues las calles de arenas ardientes que bajan hacia el riacuteo se convierten en torrenteras que arrastran cuanto encuentran a su paso Las aguas de aquel septiembre raro despueacutes de tres meses de sequiacutea podiacutean ser tan providenciales como devastadoras

Memorias de mis putas tristes 25 ______________________________________________________________________________________Desde que abriacute la puerta de casa me salioacute al encuentro la sensacioacuten fiacutesica de que no estaba solo Alcanceacute a ver el celaje del gato que saltoacute del sofaacute y se escabulloacute por el balcoacuten En su plato quedaban las sobras de una comida que yo no le habiacutea servido La peste de sus orines rancios y su caca caliente habiacutean contaminado todo Me habiacutea dedicado a estudiarlo como estudieacute el latiacuten El manual deciacutea que los gatos escarban en la tierra para esconder su estieacutercol y que en las casas sin patio como eacutesta lo hariacutean en las macetas de plantas o en cualquier otro escondrijo Lo apropiado era prepararles desde el primer diacutea una caja con arena para orientarles el haacutebito y asiacute lo hice Tambieacuten deciacutea que lo primero que hacen en casa nueva es marcar su territorio orinando por todas partes y aqueacutel pudo ser el caso pero el manual no deciacutea coacutemo remediarlo Seguiacutea sus trazas para familiarizarme con sus haacutebitos originales pero no di con sus escondites secretos sus sitios de reposo las causas de sus humores volubles Quise ensentildearlo a comer en sus horas a usar la cajita de arena en la terraza a no subirse en mi cama mientras yo dormiacutea ni a olisquear los alimentos en la mesa y no pude hacerle entender que la casa era suya por derecho propio y no como un botiacuten de guerra De modo que lo dejeacute a su aire

Al atardecer enfrenteacute el aguacero cuyos vientos huracanados amenazaban con desquiciar la casa Sufriacute un ataque de estornudos sucesivos me doliacutea el craacuteneo y teniacutea fiebre pero me sentiacutea poseiacutedo por una fuerza y una determinacioacuten que nunca tuve a ninguna edad y por ninguna causa Puse calderos en el piso para recoger las goteras y me di cuenta de que habiacutean aparecido otras nuevas desde el invierno anterior La maacutes grande habiacutea empezado a inundar el flanco derecho de la biblioteca Me apresureacute a rescatar a los autores griegos y latinos que viviacutean por aquel rumbo pero al quitar los libros encontreacute un chorro de alta presioacuten que saliacutea de un tubo roto en el fondo del muro Lo amordaceacute con trapos hasta donde pude para darme el tiempo de salvar los libros El estreacutepito del agua y el aullido del viento arreciaron en el parque De pronto un relaacutempago fantasmal y su trueno simultaacuteneo impregnaron el aire de un fuerte olor de azufre el viento desbaratoacute las vidrieras del balcoacuten y la tremenda borrasca de mar rompioacute los cerrojos y se metioacute dentro de la casa Sin embargo antes de diez minutos escampoacute de un tajo Un sol espleacutendido secoacute las calles llenas de escombros varados y volvioacute el calor

Cuando pasoacute el aguacero seguiacutea con la sensacioacuten de que no estaba solo en la casa Mi uacutenica explicacioacuten es que asiacute como los hechos reales se olvidan tambieacuten algunos que nunca fueron pueden estar en los recuerdos como si hubieran sido Pues si evocaba la emergencia del aguacero no me veiacutea a miacute mismo solo en la casa sino siempre acompantildeado por Delgadina La habiacutea sentido tan cerca en la noche que percibiacutea el rumor de su aliento en el dormitorio y los latidos de su mejilla en mi almohada Soacutelo asiacute entendiacute que hubieacuteramos podido hacer tanto en tan poco tiempo Me recordaba subido en el escabel de la biblioteca y la recordaba a ella despierta con su trajecito de flores recibiendo los libros para ponerlos a salvo La veiacutea correr de un lado al otro de la casa batallando con la tormenta empapada de lluvia con el agua a los tobillos Recordaba coacutemo preparoacute al diacutea siguiente un desayuno que nunca fue y puso la mesa mientras yo secaba los pisos y poniacutea orden en el naufragio de la casa Nunca olvideacute su mirada sombriacutea mientras desayunaacutebamos iquestPor queacute me conociste tan viejo Le contesteacute la verdad La edad no es la que uno tiene sino la que uno siente

Desde entonces la tuve en la memoria con tal nitidez que haciacutea de ella lo que queriacutea Le cambiaba el color de los ojos seguacuten mi estado de aacutenimo color de agua al

JUAN CARLOS 161104
escabel (Quizaacute del cat ant escabell y este del lat scabellum) m Tarima pequentildea que se pone delante de la silla para que descansen los pies de quien estaacute sentado || 2 Asiento pequentildeo hecho de tablas sin respaldo || 3 Persona o circunstancia de que alguien se aprovecha para medrar por lo general ambiciosamente13

Memorias de mis putas tristes 26 ______________________________________________________________________________________despertar color de almiacutebar cuando reiacutea color de lumbre cuando la contrariaba La vestiacutea para la edad y la condicioacuten que conveniacutean a mis cambios de humor novicia enamorada a los veinte antildeos puta de saloacuten a los cuarenta reina de Babilonia a los setenta santa a los cien Cantaacutebamos duetos de amor de Puccini boleros de Agustiacuten Lara tangos de Carlos Gardel y comprobaacutebamos una vez maacutes que quienes no cantan no pueden imaginar siquiera lo que es la felicidad de cantar Hoy seacute que no fue una alucinacioacuten sino un milagro maacutes del primer amor de mi vida a los noventa antildeos

Cuando la casa estuvo en orden llameacute a Rosa Cabarcas iexclDios Santo exclamoacute al oiacuter mi voz creiacute que te habiacuteas ahogado No podiacutea entender que hubiera vuelto a pasar la noche con la nintildea sin tocarla Tienes todo el derecho de que no te guste pero al menos poacutertate como un adulto Trateacute de explicarle pero ella cambioacute el tema sin transicioacuten De todos modos te tengo vista otra un poco mayor bella y tambieacuten virgen Su papaacute quiere cambiarla por una casa pero se puede discutir un descuentoSe me heloacute el corazoacuten Ni maacutes faltaba protesteacute asustado quiero la misma y como siempre sin fracasos sin peleas sin malos recuerdos Hubo un silencio en la liacutenea y por fin la voz sumisa con que dijo como para siacute misma Bueno esto debe ser lo que los meacutedicos llaman demencia senil

Fui a las diez de la noche con un chofer conocido por la extrantildea virtud de no hacer preguntas Lleveacute un ventilador portaacutetil y un cuadro de Orlando Rivera el querido Figurita y un martillo y un clavo para colgarlo En el camino hice una parada para comprar cepillos de dientes pasta dentiacutefrica jaboacuten de olor Agua de Florida tabletas de regaliz Quise llevar tambieacuten un buen florero y un ramo de rosas amarillas para conjurar la pava de las flores de papel pero no encontreacute nada abierto y tuve que robarme en un jardiacuten privado un ramo de astromelias recieacuten nacidas

Por instrucciones de la duentildea llegueacute desde entonces por la calle de atraacutes del lado del acueducto para que nadie me viera entrar por el portoacuten del huerto El chofer me previno Cuidado sabio en esa casa matan Le contesteacute Si es por amor no importa El patio estaba en tinieblas pero habiacutea luces de vida en las ventanas y un revoltijo de muacutesicas en los seis cuartos En el miacuteo a volumen maacutes alto distinguiacute la voz caacutelida de don Pedro Vargas el tenor de Ameacuterica con un bolero de Miguel Matamoros Sentiacute que iba a morir Empujeacute la puerta con la respiracioacuten desbaratada y vi a Delgadina en la cama como en mis recuerdos desnuda y dormida en santa paz del lado del corazoacuten

Antes de acostarme arregleacute el tocador puse el ventilador nuevo en lugar del oxidado y colgueacute el cuadro donde ella pudiera verlo desde la cama Me acosteacute a su lado y la reconociacute palmo a palmo Era la misma que andaba por mi casa las mismas manos que me reconociacutean al tacto en la oscuridad los mismos pies de pasos tenues que se confundiacutean con los del gato el mismo olor del sudor de mis saacutebanas el dedo del dedal Increiacuteble vieacutendola y tocaacutendola en carne y hueso me pareciacutea menos real que en mis recuerdos

Hay un cuadro en la pared de enfrente le dije Lo pintoacute Figurita un hombre a quien quisimos mucho el mejor bailariacuten de burdeles que existioacute jamaacutes y de tan buen corazoacuten que le teniacutea laacutestima al diablo Lo pintoacute con barniz de buques en el lienzo chamuscado de un avioacuten que se estrelloacute en la Sierra Nevada de Santa Marta y con pinceles fabricados por eacutel con pelos de su perro La mujer pintada es una monja que

Memorias de mis putas tristes 27 ______________________________________________________________________________________secuestroacute de un convento y se casoacute con ella Aquiacute lo dejo para que sea lo primero que veas al despertar

No habiacutea cambiado de posicioacuten cuando apagueacute la luz a la una de la madrugada y su respiracioacuten era tan tenue que le tomeacute el pulso para sentirla viva La sangre circulaba por sus venas con la fluidez de una cancioacuten que se ramificaba hasta los aacutembitos maacutes recoacutenditos de su cuerpo y volviacutea al corazoacuten purificada por el amor

Antes de irme al amanecer dibujeacute en un papel las liacuteneas de su mano y se las di a leer a la Diva Sahibiacute para conocer su alma Y fue asiacute una persona que soacutelo dice lo que piensa Es perfecta para trabajos manuales Tiene contacto con alguien que ya murioacute y del cual espera ayuda pero estaacute equivocada la ayuda que busca estaacute al alcance de su mano No ha tenido ninguna unioacuten pero va a morir mayor y casada Ahora tiene un hombre moreno que no ha de ser el de su vida Puede tener ocho hijos pero se va a decidir soacutelo por tres A los treinta y cinco antildeos si hace lo que le indique el corazoacuten y no la mente va a manejar mucho dinero y a los cuarenta recibiraacute una herencia Va a viajar mucho Tiene doble vida y doble suerte y puede influir sobre su propio destino Le gusta probar todo por curiosidad pero va a arrepentirse si no se orienta por el corazoacuten

Atormentado de amor hice reparar los estragos de la borrasca y aprovecheacute para hacer otros muchos remiendos que veniacutea demorando desde antildeos por insolvencia o por desidia Reorganiceacute la biblioteca en el orden en que habiacutea leiacutedo los libros Por uacuteltimo remateacute la pianola como reliquia histoacuterica con sus maacutes de cien rollos de claacutesicos y compreacute un tocadiscos usado pero mejor que el miacuteo con parlantes de alta fidelidad que engrandecieron el aacutembito de la casa Quedeacute al borde de la ruina pero bien compensado por el milagro de estar vivo a mi edad

La casa renaciacutea de sus cenizas y yo navegaba en el amor de Delgadina con una intensidad y una dicha que nunca conociacute en mi vida anterior Gracias a ella me enfrenteacute por vez primera con mi ser natural mientras transcurriacutean mis noventa antildeos Descubriacute que mi obsesioacuten de que cada cosa estuviera en su puesto cada asunto en su tiempo cada palabra en su estilo no era el premio merecido de una mente en orden sino al contrario todo un sistema de simulacioacuten inventado por miacute para ocultar el desorden de mi naturaleza Descubriacute que no soy disciplinado por virtud sino como reaccioacuten contra mi negligencia que parezco generoso por encubrir mi mezquindad que me paso de prudente por mal pensado que soy conciliador para no sucumbir a mis coacuteleras reprimidas que soacutelo soy puntual para que no se sepa cuan poco me importa el tiempo ajeno Descubriacute en fin que el amor no es un estado del alma sino un signo del zodiacuteaco

Me volviacute otro Trateacute de releer los claacutesicos que me orientaron en la adolescencia y no pude con ellos Me sumergiacute en las letras romaacutenticas que repudieacute cuando mi madre quiso imponeacutermelas con mano dura y por ellas tomeacute conciencia de que la fuerza invencible que ha impulsado al mundo no son los amores felices sino los contrariados Cuando mis gustos en muacutesica hicieron crisis me descubriacute atrasado y viejo y abriacute mi corazoacuten a las delicias del azar

Me pregunto coacutemo pude sucumbir en este veacutertigo perpetuo que yo mismo provocaba y temiacutea Flotaba entre nubes erraacuteticas y hablaba conmigo mismo ante el espejo con la vana ilusioacuten de averiguar quieacuten soy Era tal mi desvariacuteo que en una manifestacioacuten

Memorias de mis putas tristes 28 ______________________________________________________________________________________estudiantil con piedras y botellas tuve que sacar fuerzas de flaqueza para no ponerme al frente con un letrero que consagrara mi verdad Estoy loco de amor

Obnubilado por la evocacioacuten inclemente de Delgadina dormida cambieacute sin la menor malicia el espiacuteritu de mis notas dominicales Fuera cual fuera el asunto las escribiacutea para ella las reiacutea y las lloraba para ella y en cada palabra se me iba la vida En lugar de la foacutermula de gacetilla tradicional que tuvieron desde siempre las escribiacute como cartas de amor que cada quien podiacutea hacer suyas Propuse en el perioacutedico que el texto no se alzara en linotipo sino que fuera publicado con mi caligrafiacutea florentina Al jefe de redaccioacuten coacutemo no le parecioacute otro acceso de vanidad senil pero el director general lo convencioacute con una frase que todaviacutea anda suelta por la redaccioacuten

-No se equivoque los loquitos mansos se adelantan al porvenir

La respuesta puacuteblica fue inmediata y entusiasta con numerosas cartas de lectores enamorados Algunas las leiacutean en los noticieros de radio con urgencias de uacuteltima hora y se hicieron copias en mimeoacutegrafos o papel carboacuten que vendiacutean como cigarrillos de contrabando en las esquinas de la calle San Blas Desde el principio fue evidente que obedeciacutean a las ansias de expresarme pero me hice a la costumbre de tomarlas en cuenta al escribir y siempre con la voz de un hombre de noventa antildeos que no aprendioacute a pensar como viejo La comunidad intelectual como de soacutelito se mostroacute timorata y dividida y hasta los grafoacutelogos menos pensados montaron controversias por los anaacutelisis erraacuteticos de mi caligrafiacutea Fueron ellos los que dividieron los aacutenimos recalentaron la poleacutemica y pusieron de moda la nostalgia

Antes del fin del antildeo me habiacutea arreglado con Rosa Cabarcas para dejar en el cuarto el abanico eleacutectrico los recursos del tocador y lo que siguiera llevando en el futuro para hacerlo vivible Llegaba a las diez siempre con algo nuevo para ella o para gusto de ambos y dedicaba unos minutos a sacar la utileriacutea escondida para armar el teatro de nuestras noches Antes de irme nunca maacutes tarde de las cinco volviacutea a asegurar todo bajo llave La alcoba quedaba entonces tan escuaacutelida como fue en sus oriacutegenes para los amores tristes de los clientes casuales Una mantildeana oiacute que Marcos Peacuterez la voz maacutes escuchada de la radio desde el amanecer habiacutea decidido leer mi nota dominical en su noticiero de los lunes Cuando pude reprimir la naacuteusea dije sobrecogido Ya lo sabes Delgadina la fama es una sentildeora muy gorda que no duerme con uno pero cuando uno despierta estaacute siempre miraacutendonos frente a la cama

Uno de esos diacuteas me quedeacute a desayunar con Rosa Cabarcas que empezaba a parecerme menos decreacutepita a pesar del luto severo y del bonete negro que ya le tapaba las cejas Sus desayunos teniacutean fama de espleacutendidos con una carga de pimienta que me haciacutea llorar Al primer bocado de fuego vivo le dije bantildeado en laacutegrimas Esta noche no me haraacute falta la luna llena para que me arda el culo No te quejes dijo ella Si te arde es porque todaviacutea lo tienes a Dios gracias

Se sorprendioacute cuando mencioneacute el nombre de Delgadina No se llama asiacute dijo se llama No me lo digas la interrumpiacute para miacute es Delgadina Ella se encogioacute de hombros Bueno al fin y al cabo es tuya pero me parece un nombre de diureacutetico Le conteacute lo del letrero del tigre que la nintildea habiacutea escrito en el espejo No pudo ser ella

JUAN CARLOS 161104
timorato ta (Del lat timorātus) adj Tiacutemido indeciso encogido || 2 Dicho de una persona Que se escandaliza con exageracioacuten de cosas que no le parecen conformes a la moral convencional || 3 Que tiene temor de Dios y se gobierna por eacutel en sus operaciones
JUAN CARLOS 161104
obnubilar (Del lat obnubilāre) tr nublar (ǁ ofuscar o confundir) U t c prnl || 2 embelesar U t c prnl || 3 nublar (ǁ enturbiar la visioacuten) U t c prnl

Memorias de mis putas tristes 29 ______________________________________________________________________________________dijo Rosa porque no sabe leer ni escribir iquestEntonces quieacuten Ella se encogioacute de hombros Puede ser de alguien que se murioacute en el cuarto

Yo aprovechaba aquellos desayunos para desahogarme con Rosa Cabarcas y le pediacutea favores miacutenimos para el bienestar y el buen ver de Delgadina Me los concediacutea sin pensarlo con una picardiacutea de colegiala iexclQueacute risa me dijo por aquellos diacuteas Me siento como si me estuvieras pidiendo su mano Y a propoacutesito se le ocurrioacute iquestpor queacute no te casas con ella Me quedeacute de una pieza En serio insistioacute te sale maacutes barato Al fin y al cabo el problema a tu edad es servir o no servir pero ya me dijiste que lo tienes resuelto Le saliacute al paso El sexo es el consuelo que uno tiene cuando no le alcanza el amor

Ella soltoacute la risa Ay mi sabio siempre supe que eres muy hombre que siempre lo fuiste y me alegra que lo sigas siendo mientras tus enemigos entregan las armas Con razoacuten se habla tanto de ti iquestOiacuteste a Marcos Peacuterez Todo el mundo lo oye le dije para cortar el tema Pero ella insistioacute Tambieacuten el profesor Camacho y Cano en La hora de todo un poco dijo ayer que el mundo ya no es lo que era porque no quedan muchos hombres como tuacute

Aquel fin de semana encontreacute a Delgadina con fiebre y tos Desperteacute a Rosa Cabarcas para que me diera alguacuten remedio casero y me llevoacute al cuarto un botiquiacuten de primeros auxilios Dos diacuteas despueacutes Delgadina seguiacutea postrada y no habiacutea podido volver a su rutina de pegar botones El meacutedico le habiacutea prescrito un tratamiento casero para una gripa comuacuten que cederiacutea en una semana pero se alarmoacute por su estado general de desnutricioacuten Dejeacute de verla y sentiacute que me haciacutea falta y aprovecheacute para arreglar el cuarto sin ella

Lleveacute tambieacuten un dibujo a pluma de Cecilia Porras para Todos estaacutebamos a la espera el libro de cuentos de Alvaro Cepeda Lleveacute los seis tomos de Juan Cristoacutebal de Romain Rolland para pastorear mis vigilias De modo que cuando Delgadina pudo volver a la habitacioacuten la encontroacute digna de una felicidad sedentaria el aire purificado con un insecticida aromaacutetico paredes color de rosa laacutemparas matizadas flores nuevas en los floreros mis libros favoritos los buenos cuadros de mi madre colgados de otro modo seguacuten los gustos de hoy Habiacutea cambiado el viejo radio por uno de onda corta que manteniacutea sintonizado en un programa de muacutesica culta para que Delgadina aprendiera a dormir con los cuartetos de Mozart pero una noche lo encontreacute en una estacioacuten especializada en boleros de moda Era el gusto de ella sin duda y lo asumiacute sin dolor pues tambieacuten yo lo habiacutea cultivado con el corazoacuten en mis mejores diacuteas Antes de volver a casa al diacutea siguiente escribiacute en el espejo con el laacutepiz de labios Nintildea miacutea estamos solos en el mundo

Por esa eacutepoca tuve la rara impresioacuten de que se estaba volviendo mayor antes de tiempo Se lo comenteacute a Rosa Cabarcas y a ella le parecioacute natural Cumple quince antildeos el cinco de diciembre me dijo Una Sagitario perfecta Me inquietoacute que fuera tan real como para cumplir antildeos iquestQueacute podriacutea regalarle Una bicicleta dijo Rosa Cabarcas Tiene que atravesar la ciudad dos veces al diacutea para ir a pegar botones Me mostroacute en la trastienda la bicicleta que usaba y de verdad me parecioacute un cacharro indigno de una mujer tan bien amada Sin embargo me conmovioacute como la prueba tangible de que Delgadina existiacutea en la vida real

Memorias de mis putas tristes 30 ______________________________________________________________________________________Cuando fui a comprar la mejor bicicleta para ella no pude resistir la tentacioacuten de probarla y di algunas vueltas casuales en la rampa del almaceacuten Al vendedor que me preguntoacute la edad le contesteacute con la coqueteriacutea de la vejez Voy a cumplir noventa y uno El empleado dijo justo lo que yo queriacutea Pues representa veinte menos Yo mismo no entendiacutea coacutemo conservaba la praacutectica del colegio y me sentiacute colmado por un gozo radiante Empeceacute a cantar Primero para miacute mismo en voz baja y despueacutes a todo pecho con iacutenfulas del gran Caruso por entre los bazares abigarrados y el traacutefico demente del mercado puacuteblico La gente me miraba divertida me gritaban me incitaban a participar en la Vuelta a Colombia en silla de ruedas Yo les haciacutea con la mano un saludo de navegante feliz sin interrumpir la cancioacuten Esa semana en homenaje a Diciembre escribiacute otra nota atrevida Coacutemo ser feliz en bicicleta a los noventa antildeos

La noche de su cumpleantildeos le canteacute a Delgadina la cancioacuten completa y la beseacute por todo el cuerpo hasta quedarme sin aliento la espina dorsal veacutertebra por veacutertebra hasta las nalgas laacutenguidas el costado del lunar el de su corazoacuten inagotable A medida que la besaba aumentaba el calor de su cuerpo y exhalaba una fragancia montuna Ella me respondioacute con vibraciones nuevas en cada pulgada de su piel y en cada una encontreacute un calor distinto un sabor propio un gemido nuevo y toda ella resonoacute por dentro con un arpegio y sus pezones se abrieron en flor sin tocarlos Empezaba a adormecerme en la madrugada cuando sentiacute como un rumor de muchedumbres en el mar y un paacutenico de los aacuterboles que me atravesaron el corazoacuten Entonces fui al bantildeo y escribiacute en el espejo Delgadina de mi vida llegaron las brisas de Navidad Uno de mis recuerdos maacutes felices fue un trastorno que sentiacute una mantildeana como aqueacutella al salir de la escuela iquestQueacute me pasa La maestra me dijo alelada Ay nintildeo iquestno ves que son las brisas Ochenta antildeos despueacutes volviacute a sentirlo cuando me desperteacute en la cama de Delgadina y era el mismo diciembre que volviacutea puntual con sus cielos diaacutefanos las tormentas de arena los torbellinos callejeros que Desentechaban casas y les alzaban las faldas a las colegialas La ciudad adquiriacutea por entonces una resonancia fantasmal En noches de brisa podiacutean escucharse los gritos del mercado puacuteblico hasta en los barrios maacutes altos como si estuvieran a la vuelta de la esquina No era raro entonces que las raacutefagas de diciembre nos permitieran encontrar por sus voces a los amigos desperdigados en burdeles remotos

Sin embargo tambieacuten con las brisas me llegoacute la mala noticia de que Delgadina no podiacutea pasar las navidades conmigo sino con su familia Si algo detesto en este mundo son las fiestas obligatorias en que la gente llora porque estaacute alegre los fuegos de artificio los villancicos lelos las guirnaldas de papel crespoacuten que nada tienen que ver con un nintildeo que nacioacute hace dos mil quinientos antildeos en una caballeriza indigente Sin embargo cuando llegoacute la noche no pude resistir la nostalgia y me fui al cuarto sin ella Dormiacute bien y desperteacute junto a un oso de peluche que caminaba en dos patas como si fuera polar y una tarjeta que deciacutea Para el papaacute feo Rosa Cabarcas me habiacutea dicho que Delgadina estaba aprendiendo a leer con mis clases escritas en el espejo y su buena letra me parecioacute admirable Pero ella misma me defraudoacute con la noticia peor de que el oso era un regalo suyo asiacute que la noche de Antildeo Nuevo me quedeacute en mi casa y en mi cama desde las ocho y me dormiacute sin amarguras Fui feliz porque al toque de las doce entre los repiques furiosos de las campanas las sirenas de faacutebricas y bomberos los lamentos de los

JUAN CARLOS 161104
abigarrado da (Del part de abigarrar) adj De varios colores mal combinados || 2 Heterogeacuteneo reunido sin concierto Un extrantildeo y abigarrado libro Una multitud abigarrada 13

Memorias de mis putas tristes 31 ______________________________________________________________________________________buques las descargas de poacutelvora los cohetes sentiacute que Delgadina entroacute en punta de pies se acostoacute a mi lado y me dio un beso Tan real que me quedoacute en la boca su olor de regaliz

Memorias de mis putas tristes 32 ______________________________________________________________________________________

4A principios del nuevo antildeo empezaacutebamos a conocernos como si vivieacuteramos juntos y despiertos pues yo habiacutea encontrado un tono de voz cauteloso que ella oiacutea sin despertar y me contestaba con un lenguaje natural del cuerpo Sus estados de aacutenimo se le notaban en el modo de dormir De exhausta y montaraz que habiacutea sido al principio fue hacieacutendose a una paz interior que embelleciacutea su rostro y enriqueciacutea su suentildeo Le contaba mi vida le leiacutea al oiacutedo los borradores de mis notas dominicales en las que estaba ella sin decirlo y soacutelo ella

Por esa eacutepoca le dejeacute en la almohada unos zarcillos de esmeraldas que fueron de mi madre Los llevoacute puestos en la cita siguiente y no le luciacutean Le lleveacute despueacutes unos pendientes maacutes adecuados para el color de su piel Le expliqueacute Los primeros que te traje no te quedaban bien por tu tipo y el corte del cabello Estos te iraacuten mejor No llevoacute ninguno en las dos citas siguientes pero a la tercera se puso los que le habiacutea indicado Asiacute empeceacute a entender que no obedeciacutea a mis oacuterdenes pero aguardaba la ocasioacuten para complacerme Por esos diacuteas me sentiacute tan habituado a aquel geacutenero de vida domeacutestica que no seguiacute durmiendo desnudo sino que lleveacute las piyamas de seda china que habiacutea dejado de usar por no tener para quieacuten quitaacutermelas

Empeceacute a leerle El principito de Saint-Exupeacutery un autor franceacutes que el mundo entero admira maacutes que los franceses Fue el primero que la entretuvo sin despertarla hasta el punto de que tuve que ir dos diacuteas continuos para acabar de leeacuterselo Seguimos con los Cuentos de Perrault la Historia sagrada Las mil y una noches en una versioacuten desinfectada para nintildeos y por las diferencias entre uno y otro me di cuenta de que su suentildeo teniacutea diversos grados de profundidad seguacuten su intereacutes por las lecturas Cuando sentiacutea que habiacutea tocado fondo apagaba la luz y me dormiacutea abrazado a ella hasta que cantaban los gallos

Me sentiacutea tan feliz que la besaba en los paacuterpados muy suave y una noche ocurrioacute como una luz en el cielo sonrioacute por primera vez Maacutes tarde sin ninguacuten motivo se revolvioacute en la cama me dio la espalda y dijo disgustada Fue Isabel la que hizo llorar a los caracoles Exaltado por la ilusioacuten de un diaacutelogo le pregunteacute en el mismo tono iquestDe quieacuten eran No contestoacute Su voz teniacutea un rastro plebeyo como si no fuera suya sino de alguien ajeno que llevaba dentro Toda sombra de duda desaparecioacute entonces de mi alma la preferiacutea dormida

Mi uacutenico problema era el gato Estaba inapetente y hurantildeo y llevaba dos diacuteas sin levantar cabeza en su rincoacuten habitual y me tiroacute un zarpazo de fiera herida cuando

JUAN CARLOS 161104
zarcillo1 (Del lat circellus circulito) m Pendiente arete13
JUAN CARLOS 161104
montaraz (De monte y -araz) adj Que anda o estaacute hecho a andar por los montes o se ha criado en ellos || 2 Se dice del genio y propiedades agrestes groseras y feroces || 3 m Guarda de montes o heredades || 4 Sal Mayordomo de campo capataz que tiene a su cargo las labores y los ganados

Memorias de mis putas tristes 33 ______________________________________________________________________________________quise ponerlo en su canasto de mimbre para que Damiana lo llevara con el veterinario Apenas logroacute someterlo y se lo llevoacute pataleando dentro de un saco de fique Al cabo de un rato me llamoacute desde el criadero para decirme que no habiacutea maacutes remedio que sacrificarlo y necesitaban mi orden iquestPor queacute Porque ya estaacute muy viejo dijo Damiana Penseacute con rabia que a miacute tambieacuten podiacutean asarme vivo en un horno de gatos Me sentiacute inerme entre dos fuegos no habiacutea aprendido a querer el gato pero tampoco teniacutea corazoacuten para ordenar que lo mataran soacutelo porque era viejoiquestDoacutende lo deciacutea el manual

El incidente me conmocionoacute tanto que escribiacute una nota para el domingo con un tiacutetulo usurpado a Neruda iquestEs el gato un miacutenimo tigre de saloacuten La nota dio origen a una nueva campantildea que otra vez dividioacute a los lectores en favor y en contra de los gatos En cinco diacuteas prevalecioacute la tesis de que podiacutea ser liacutecito sacrificar un gato por razones de salud puacuteblica pero no porque estuviera viejo

Despueacutes de la muerte de mi madre me desvelaba el terror de que alguien me tocara mientras dormiacutea Una noche la sentiacute pero su voz me devolvioacute el sosiego Figlio mioacute poveretto Volviacute a sentirlo una madrugada en el cuarto de Delgadina y me retorciacute de gozo creyendo que ella me habiacutea tocado Pero no era Rosa Cabarcas en la oscuridad Viacutestete y ven conmigo me dijo tengo un problema serio

Asiacute era y maacutes serio de lo que pude imaginar A uno de los clientes grandes de la casa lo habiacutean asesinado a puntildealadas en el primer cuarto del pabelloacuten El asesino habiacutea escapado El cadaacutever enorme desnudo pero con los zapatos puestos teniacutea una palidez de pollo al vapor en la cama empapada de sangre Lo reconociacute de entrada era JMB un banquero grande famoso por su apostura su simpatiacutea y su buen vestir y sobre todo por la pulcritud de su hogar Teniacutea en el cuello dos heridas moradas como labios y una zanja en el vientre que no habiacutea acabado de sangrar Todaviacutea no empezaba el rigor Maacutes que sus heridas me impresionoacute que teniacutea un preservativo puesto y al parecer sin usar en el sexo desmirriado por la muerte

Rosa Cabarcas no sabiacutea con quieacuten iba porque tambieacuten eacutel teniacutea el privilegio de entrar por el portoacuten del huerto No se descartaba la sospecha de que su pareja fuera otro hombre Lo uacutenico que la duentildea queriacutea de miacute era que la ayudara a vestir el cadaacutever Estaba tan segura que me inquietoacute la idea de que la muerte fuera para ella un asunto de cocina No hay nada maacutes difiacutecil que vestir a un muerto le dije Lo he hecho a pasto de Dios replicoacute ella Es faacutecil si alguien me lo sostiene Le hice ver iquestTe imaginas quieacuten va a creer en un cuerpo tasajeado a cuchilladas dentro de un vestido intacto de caballero ingleacutes

Tembleacute por Delgadina Lo mejor seraacute que te la lleves tuacute me dijo Rosa Cabarcas Primero muerto le dije con la saliva helada Ella lo percibioacute y no pudo ocultar su desdeacuten iexclEstaacutes temblando Por ella dije aunque soacutelo era verdad a medias Aviacutesale que se vaya antes de que llegue nadie De acuerdo dijo ella aunque a ti como periodista no te pasaraacute nada Ni a ti tampoco le dije con cierto rencor Eres el uacutenico liberal que manda en este gobierno

La ciudad codiciada por su naturaleza paciacutefica y su seguridad congeacutenita arrastraba la desgracia de un asesinato escandaloso y atroz cada antildeo Aqueacutel no lo fue La noticia oficial en titulares excesivos y parca en detalles deciacutea que al joven banquero lo habiacutean asaltado y muerto a cuchilladas en la carretera de Pradomar por motivos

Memorias de mis putas tristes 34 ______________________________________________________________________________________incomprensibles No teniacutea enemigos El comunicado del gobierno sentildealaba como presuntos asesinos a refugiados del interior del paiacutes que estaban desatando una oleada de delincuencia comuacuten extrantildea al espiacuteritu ciacutevico de la poblacioacuten En las primeras horas hubo maacutes de cincuenta detenidos

Acudiacute escandalizado con el redactor judicial un periodista tiacutepico de los antildeos veinte con visera de celuloide verde y ligas en las mangas que presumiacutea de anticiparse a los hechos Sin embargo soacutelo conociacutea unas hilachas sueltas del crimen y yo se las completeacute hasta donde me fue prudente Asiacute escribimos cinco cuartillas a cuatro manos para una noticia de ocho columnas en primera paacutegina atribuida al fantasma eterno de las fuentes que nos merecen entero creacutedito Pero al Abominable Hombre de las Nueve -el censor- no le tembloacute el pulso para imponer la versioacuten oficial de que habiacutea sido un asalto de bandoleros liberales Yo me laveacute la conciencia con un centildeo de pesadumbre en el entierro maacutes ciacutenico y concurrido del siglo

Cuando regreseacute a casa aquella noche llameacute a Rosa Cabarcas para averiguar queacute habiacutea pasado con Delgadina pero no contestoacute el teleacutefono en cuatro diacuteas Al quinto fui a su casa con los dientes apretados Las puertas estaban selladas pero no por la policiacutea sino por la Sanidad Nadie en el vecindario daba noticias de nada Sin ninguacuten indicio de Delgadina me di a una buacutesqueda encarnizada y a veces ridiacutecula que me dejoacute acezante Paseacute diacuteas enteros observando a las joacutevenes ciclistas desde los escantildeos de un parque polvoriento donde los nintildeos jugaban a encaramarse en la estatua descascarada de Simoacuten Boliacutevar Pasaban pedaleando como venadas bellas disponibles listas para ser atrapadas a la gallina ciega Cuando se me acaboacute la esperanza me refugieacute en la paz de los boleros Fue como un bebedizo emponzontildeado cada palabra era ella Siempre habiacutea necesitado el silencio para escribir porque mi mente atendiacutea maacutes a la muacutesica que a la escritura Entonces fue al reveacutes soacutelo pude escribir a la sombra de los boleros Mi vida se llenoacute de ella Las notas que escribiacute aquellas dos semanas fueron modelos en clave para cartas de amor El jefe de redaccioacuten contrariado con la avalancha de respuestas me pidioacute que moderara el amor mientras pensaacutebamos coacutemo consolar a tantos lectores enamorados

La falta de sosiego acaboacute con el rigor de mis diacuteas Despertaba a las cinco pero me quedaba en la penumbra del cuarto imaginando a Delgadina en su vida irreal de levantar a sus hermanos vestirlos para la escuela darles el desayuno si lo habiacutea y atravesar la ciudad en bicicleta para cumplir la condena de coser botones Me pregunteacute asombrado iquestQueacute piensa una mujer mientras pega un botoacuten iquestPensaba en miacute iquestTambieacuten ella buscaba a Rosa Cabarcas para dar conmigo Paseacute hasta una semana sin quitarme el mameluco de mecaacutenico ni de diacutea ni de noche sin bantildearme sin afeitarme sin cepillarme los dientes porque el amor me ensentildeoacute demasiado tarde que uno se arregla para alguien se viste y se perfuma para alguien y yo nunca habiacutea tenido para quieacuten Damiana creyoacute que estaba enfermo cuando me encontroacute desnudo en la hamaca a las diez de la mantildeana La vi con los ojos turbios de la codicia y la inviteacute a revolearnos desnudos Ella con un desprecio me dijo

-iquestYa pensoacute lo que va a hacer si le digo que siacute

Asiacute supe hasta queacute punto me habiacutea corrompido el sufrimiento No me reconociacutea a miacute mismo en mi dolor de adolescente No volviacute a salir de la casa por no descuidar el teleacutefono Escribiacutea sin descolgarlo y al primer timbrazo le saltaba encima pensando

Memorias de mis putas tristes 35 ______________________________________________________________________________________que pudiera ser Rosa Cabarcas Interrumpiacutea a cada rato lo que estuviera haciendo para llamarla e insistiacute diacuteas enteros hasta comprender que era un teleacutefono sin corazoacuten

Al volver a casa una tarde de lluvia encontreacute el gato enroscado en la escalinata del portoacuten Estaba sucio y maltrecho y con una mansedumbre de laacutestima El manual me hizo ver que estaba enfermo y seguiacute sus normas para alentarlo De golpe mientras descabezaba un suentildeecito de siesta me despabiloacute la idea de que pudiera conducirme a la casa de Delgadina Lo lleveacute en una bolsa de mercado hasta la tienda de Rosa Cabarcas que seguiacutea sellada y sin indicios de vida pero se revolvioacute en el talego con tanto iacutempetu que logroacute escapar saltoacute la tapia del huerto y desaparecioacute entre los aacuterboles Toqueacute al portoacuten con el puntildeo y una voz militar preguntoacute sin abrir iquestQuieacuten vive Gente de paz dije yo para no ser menos Ando en pos de la duentildea No hay duentildea dijo la voz Por lo menos aacutebrame para coger el gato insistiacute No hay gato dijo Pregunteacute iquestQuieacuten es usted

-Nadie -dijo la voz

Siempre habiacutea entendido que morirse de amor no era maacutes que una licencia poeacutetica Aquella tarde de regreso a casa otra vez sin el gato y sin ella comprobeacute que no soacutelo era posible morirse sino que yo mismo viejo y sin nadie estaba murieacutendome de amor Pero tambieacuten me di cuenta de que era vaacutelida la verdad contraria no habriacutea cambiado por nada del mundo las delicias de mi pesadumbre Habiacutea perdido maacutes de quince antildeos tratando de traducir los cantos de Leopardi y soacutelo aquella tarde los sentiacute a fondo Ay de miacute si es amor cuaacutento atormenta

Mi entrada al perioacutedico en mameluco y mal afeitado despertoacute ciertas dudas sobre mi estado mental La casa remodelada con cabinas individuales de vidrio y luces cenitales pareciacutea una cliacutenica de maternidad El clima artificial callado y confortable invitaba a hablar en susurros y caminar en puntillas En el vestiacutebulo como virreyes muertos estaban los retratos al oacuteleo de los tres directores vitalicios y las fotografiacuteas de visitantes ilustres La enorme sala principal estaba presidida por la fotografiacutea gigantesca de la redaccioacuten actual tomada la tarde de mi cumpleantildeos No pude evitar la comparacioacuten mental con la otra de mis treinta antildeos y una vez maacutes comprobeacute con horror que se envejece maacutes y peor en los retratos que en la realidad La secretaria que me habiacutea besado la tarde del cumpleantildeos me preguntoacute si estaba enfermo Fui feliz de contestarle la verdad para que no la creyera Enfermo de amor Ella dijo iexclLaacutestima que no sea por miacute Yo le correspondiacute el cumplido No esteacute tan segura

El redactor judicial salioacute de su cabina gritando que habiacutea dos cadaacuteveres de muchachas sin identificar en el anfiteatro municipal Le pregunteacute asustado iquestDe queacute edad Joacutevenes dijo eacutel Pueden ser refugiadas del interior perseguidas hasta aquiacute por matones del reacutegimen Respireacute aliviado La situacioacuten nos invade en silencio como una mancha de sangre dije El redactor judicial ya lejos gritoacute

-De sangre no maestro de mierda

Algo peor me ocurrioacute diacuteas despueacutes cuando una muchacha instantaacutenea con una canasta igual a la del gato pasoacute como un escalofriacuteo frente a la libreriacutea Mundo La perseguiacute a codazos por entre la muchedumbre en el fragor de las doce del diacutea Era muy bella de trancos largos y con una fluidez para abrirse camino entre el gentiacuteo

Memorias de mis putas tristes 36 ______________________________________________________________________________________que me costoacute trabajo alcanzarla Por fin la rebaseacute y la mireacute de frente Ella me apartoacute con la mano sin detenerse ni pedir perdoacuten No era la que creiacutea pero su altivez me dolioacute como si lo fuera Comprendiacute entonces que no seriacutea capaz de reconocer a Delgadina despierta y vestida ni ella podiacutea saber quieacuten era yo si nunca me habiacutea visto En un acto de locura tejiacute durante tres diacuteas doce pares de zapatitos azules y rosados para recieacuten nacidos tratando de darme valor para no escuchar ni cantar ni recordar las canciones que me recordaban a ella

La verdad era que no podiacutea con mi alma y empezaba a tomar conciencia de la vejez por mis flaquezas frente al amor Una prueba todaviacutea maacutes dramaacutetica la tuve cuando un autobuacutes de servicio puacuteblico arrolloacute una ciclista en el puro centro comercial Acababan de llevaacutersela en una ambulancia y la magnitud de la tragedia se apreciaba por el estado de chatarra en que quedoacute la bicicleta sobre un charco de sangre viva Pero mi impresioacuten no fue tanta por los destrozos de la bicicleta como por la marca el modelo y el color No podiacutea ser otra que la que yo mismo le habiacutea regalado a Delgadina

Los testigos coincidieron en que la ciclista herida era muy joven alta y delgada y con el cabello corto y rizado Aturdido tomeacute el primer taxi que pasoacute y me hice llevar al hospital de Caridad un viejo edificio de muros ocres que pareciacutea una caacutercel encallada en un arenal Necesiteacute media hora para entrar y otra maacutes para salir de un patio fragante de aacuterboles frutales donde una mujer atribulada se me atravesoacute en el camino me miroacute a los ojos y exclamoacute

-Yo soy la que no buscas

Soacutelo entonces recordeacute que era alliacute donde viviacutean en libertad los internos mansos del manicomio municipal Tuve que identificarme como periodista ante la direccioacuten del hospital para que un enfermero me condujera al pabelloacuten de urgencias En elcuaderno de ingresos estaban los datos Rosalba Riacuteos dieciseacuteis antildeos sin oficio conocido Diagnoacutestico conmocioacuten cerebral Pronoacutestico reservado Pregunteacute al jefe del pabelloacuten si podiacutea verla con la esperanza iacutentima de que me dijeran que no pero me llevaron encantados por si queriacutea escribir sobre el estado de abandono del hospital

Atravesamos una sala abigarrada con un fuerte olor de aacutecido feacutenico y los enfermos apelotonados en las camas Al fondo en un cuarto solo tendida en una camilla metaacutelica estaba la que buscaacutebamos Teniacutea el craacuteneo cubierto de vendas la cara indescifrable gonfia y amoratada pero me bastoacute con verle los pies para saber que no era Soacutelo entonces se me ocurrioacute preguntarme iquestQueacute habriacutea hecho yo si hubiera sido ella

Todaviacutea enredado en las telarantildeas de la noche tuve el valor de ir el diacutea siguiente a la faacutebrica de camisas donde Rosa Cabarcas habiacutea dicho alguna vez que trabajaba la nintildea y le pediacute al propietario que nos mostrara sus instalaciones como modelo para un proyecto continental de las Naciones Unidas Era un libaneacutes paquideacutermico y taciturno que nos abrioacute las puertas de su reino con la ilusioacuten de ser un ejemplo universal

Trescientas joacutevenes de blusas blancas con la ceniza del mieacutercoles en la frente cosiacutean botones en la vasta nave iluminada Cuando nos vieron entrar se irguieron

Memorias de mis putas tristes 37 ______________________________________________________________________________________como colegialas y nos observaron de reojo mientras el gerente explicaba sus aportes al arte inmemorial de pegar botones Yo escrutaba las caras de cada una con el pavor de descubrir a Delgadina vestida y despierta Pero fue una de ellas la que me descubrioacute a miacute con la mirada temible de la admiracioacuten sin clemencia

-Diacutegame sentildeor iquestno es usted el que escribe las cartas de amor en el perioacutedico

Nunca me hubiera imaginado que una nintildea dormida pudiera causar en uno semejantes estragos Escapeacute de la faacutebrica sin despedirme ni pensar siquiera si alguna de aquellas viacutergenes de purgatorio era por fin la que buscaba Cuando saliacute de ahiacute el uacutenico sentimiento que me quedaba en la vida eran las ganas de llorar

Rosa Cabarcas llamoacute al cabo de un mes con una explicacioacuten increiacuteble se habiacutea tomado un merecido descanso en Cartagena de Indias despueacutes del asesinato del banquero No le creiacute desde luego pero la feliciteacute por su suerte y la dejeacute explayarse en su mentira antes de hacerle la pregunta que me borboritaba en el corazoacuten

-iquestY ella

Rosa Cabarcas hizo un silencio largo Ahiacute estaacute dijo al fin pero su voz se hizo evasiva Hay que esperar un tiempo iquestCuaacutento Ni idea ya te avisareacute Sentiacute que se me iba y la pareacute en seco Espeacuterate dame alguna luz No hay luz dijo ella y concluyoacute Ten cuidado puedes perjudicarte tuacute y sobre todo perjudicarla a ella Yo no estaba para esa clase de remilgos Le supliqueacute aunque fuera una oportunidad de acercarme a la verdad Al fin y al cabo le dije somos coacutemplices Ella no dio un paso maacutes Caacutelmate me dijo la nintildea estaacute bien y esperando que la llame pero ahora mismo no hay nada que hacer ni voy a decir nada maacutes Adioacutes

Me quedeacute con el teleacutefono en la mano sin saber por doacutende seguir pues tambieacuten la conociacutea bastante para pensar que no conseguiriacutea nada de ella si no era por las buenas Despueacutes del mediodiacutea me di una vuelta furtiva por su casa maacutes confiado en la casualidad que en la razoacuten y la encontreacute todaviacutea cerrada y con los sellos de la Sanidad Penseacute que Rosa Cabarcas me habiacutea telefoneado de otra parte tal vez de otra ciudad y la sola idea me llenoacute de presagios turbios No obstante a las seis de la tarde cuando menos lo esperaba me soltoacute por teleacutefono mi propio santo y sentildea

-Bueno ahora siacute

A las diez de la noche tembloroso y con los labios mordidos para no llorar fui cargado de cajas de chocolates suizos turrones y caramelos y una canasta de rosas ardientes para cubrir la cama La puerta estaba entreabierta las luces encendidas y en el radio se diluiacutea a medio volumen la sonata nuacutemero uno para violiacuten y piano de Brahms Delgadina en la cama estaba tan radiante y distinta que me costoacute trabajo reconocerla

Habiacutea crecido pero no se le notaba en la estatura sino en una madurez intensa que la haciacutea parecer con dos o tres antildeos maacutes y maacutes desnuda que nunca Sus poacutemulos altos la piel tostada por soles de mar bravo los labios finos y el cabello corto y rizado le infundiacutean a su rostro el resplandor androacutegino del Apolo de Praxiacuteteles Pero no habiacutea equiacutevoco posible porque sus senos habiacutean crecido hasta el punto de que no me cabiacutean en la mano sus caderas habiacutean acabado de formarse y sus huesos se

Memorias de mis putas tristes 38 ______________________________________________________________________________________habiacutean vuelto maacutes firmes y armoacutenicos Me encantaron aquellos aciertos de la naturaleza pero me aturdieron los artificios las pestantildeas postizas las untildeas de las manos y los pies esmaltadas de naacutecar y un perfume de a dos cuartillos que no teniacutea nada que ver con el amor Sin embargo lo que me sacoacute de quicio fue la fortuna que llevaba encima pendientes de oro con gajos de esmeraldas un collar de perlas naturales una pulsera de oro con resplandores de diamantes y anillos con piedras legiacutetimas en todos los dedos En la silla estaba su traje de nochera con lentejuelas y bordados y las zapatillas de raso Un vapor raro me subioacute de las entrantildeas

-iexclPuta -griteacute

Pues el diablo me soploacute en el oiacutedo un pensamiento siniestro Y fue asiacute la noche del crimen Rosa Cabarcas no debioacute tener tiempo ni serenidad para prevenir a la nintildea y la policiacutea la encontroacute en el cuarto sola menor de edad y sin coartada Nadie igual a Rosa Cabarcas para una situacioacuten como aqueacutella le vendioacute la virginidad de la nintildea a alguno de sus grandes cacaos a cambio de que a ella la sacaran limpia del crimen Lo primero claro fue desaparecer mientras se aplacaba el escaacutendalo iexclQueacute maravilla Una luna de miel para tres ellos dos en la cama y Rosa Cabarcas en una terraza de lujo disfrutando de su impunidad feliz Ciego de una furia insensata fui reventando contra las paredes cada cosa del cuarto las laacutemparas el radio el ventilador los espejos las jarras los vasos Lo hice sin prisa pero sin pausas con un grande estropicio y una embriaguez metoacutedica que me salvoacute la vida La nintildea dio un salto al primer estallido pero no me miroacute sino que se enroscoacute de espaldas a miacute y asiacute permanecioacute con espasmos entrecortados hasta que cesoacute el estropicio Las gallinas en el patio y los perros de la madrugada aumentaron el escaacutendalo Con la cegadora lucidez de la coacutelera tuve la inspiracioacuten final de prenderle fuego a la casa cuando aparecioacute en la puerta la figura impasible de Rosa Cabarcas en camisa de dormir No dijo nada Hizo con la vista el inventario del desastre y comproboacute que la nintildea estaba enroscada sobre siacute misma como un caracol y con la cabeza escondida entre los brazos aterrada pero intacta

-iexclDios miacuteo -exclamoacute Rosa Cabarcas- iexclQueacute no hubiera dado yo por un amor como eacuteste

Me midioacute de cuerpo entero con una mirada de misericordia y me ordenoacute Vamos La seguiacute hasta la casa me sirvioacute un vaso de agua en silencio me hizo una sentildea de que me sentara frente a ella y me puso en confesioacuten Bueno me dijo ahora poacutertate como un adulto y cueacutentame iquestqueacute te pasa

Le conteacute con lo que teniacutea como mi verdad revelada Rosa Cabarcas me escuchoacute en silencio sin asombro y por fin parecioacute iluminada Queacute maravilla dijo Siempre he dicho que los celos saben maacutes que la verdad Y entonces me contoacute la realidad sin reservas En efecto dijo en su ofuscacioacuten de la noche del crimen se habiacutea olvidado de la nintildea dormida en el cuarto Uno de sus clientes abogado del muerto ademaacutes repartioacute prebendas y sobornos a cuatro manos e invitoacute a Rosa Cabarcas a un hotel de reposo de Cartagena de Indias mientras se disipaba el escaacutendalo Creacuteeme dijo Rosa Cabarcas que en todo este tiempo no dejeacute de pensar ni un momento en ti y en la nintildea Volviacute antier y lo primero que hice fue llamarte por teleacutefono pero nadie contestoacute En cambio la nintildea vino enseguida y en tan mal estado que te la bantildeeacute te la vestiacute y te la mandeacute al saloacuten de belleza con la orden de que la arreglaran como una reina Ya viste coacutemo perfecta iquestLa ropa de lujo Son los trajes que les alquilo a mis

Memorias de mis putas tristes 39 ______________________________________________________________________________________pupilas maacutes pobres cuando tienen que ir a bailar con sus clientes iquestLas joyas Son las miacuteas dijo Basta con tocarlas para darse cuenta de que son diamantes de vidrio y estoperoles de hojalata De modo que no jodas concluyoacute Anda despieacutertala piacutedele perdoacuten y hazte cargo de ella de una vez Nadie merece ser maacutes feliz que ustedes

Hice un esfuerzo sobrenatural para creerle pero pudo maacutes el amor que la razoacuten iexclPutas le dije atormentado por el fuego vivo que me abrasaba las entrantildeas iexclEso es lo que son ustedes griteacute iexclPutas de mierda No quiero saber nada maacutes de tiacute ni de ninguna otra guaricha en el mundo y menos de ella Le hice desde la puerta una sentildeal de adioacutes para siempre Rosa Cabarcas no lo dudoacute

-Vete con Dios -me dijo con un rictus de tristeza y volvioacute a su vida real- De todos modos te pasareacute la cuenta del desmadre que me hiciste en el cuarto

Memorias de mis putas tristes 40 ______________________________________________________________________________________

5

Leyendo Los idus de marzo encontreacute una frase siniestra que el autor atribuye a Julio Ceacutesar Es imposible no terminar siendo como los otros creen que uno es No pude comprobar su verdadero origen en la propia obra de Julio Ceacutesar ni en las obras de sus bioacutegrafos desde Suetonio hasta Carcopino pero valioacute la pena conocerla Su fatalismo aplicado al curso de mi vida en los meses siguientes fue lo que me dio la determinacioacuten que me haciacutea falta no soacutelo para escribir esta memoria sino para empezarla sin pudores con el amor de Delgadina

No teniacutea un instante de sosiego apenas si probaba bocado y perdiacute tanto peso que no se me teniacutean los pantalones en la cintura Los dolores erraacuteticos se me quedaron en los huesos cambiaba de aacutenimo sin razoacuten pasaba las noches en un estado de deslumbramiento que no me permitiacutea leer ni escuchar muacutesica y en cambio se me iba el diacutea cabeceando por una somnolencia sonsa que no serviacutea para dormir

El alivio me cayoacute del cielo En la atestada goacutendola de Loma Fresca una vecina de asiento que no habiacutea visto subir me susurroacute al oiacutedo iquestTodaviacutea tiras Era Casilda Armenia un viejo amor de a tres por cinco que me habiacutea soportado como cliente asiduo desde que era una adolescente altiva Una vez retirada medio enferma y sin un clavo se habiacutea casado con un hortelano chino que le dio nombre y apoyo y quizaacutes un poco de amor A los setenta y tres antildeos teniacutea el peso de siempre seguiacutea bella y de caraacutecter fuerte y conservaba intacto el desparpajo del oficio

Me llevoacute a su casa una huerta de chinos en una colina de la carretera al mar Nos sentamos en las sillas de playa de la terraza umbriacutea entre helechos y frondas de astromelias y jaulas de paacutejaros colgadas en el alero En la falda de la colina se veiacutean los hortelanos chinos con sombreros de cono sembrando las hortalizas bajo el sol abrasante y el pieacutelago gris de las Bocas de Ceniza con los dos tajamares de rocas que canalizan el riacuteo varias leguas en el mar Mientras conversaacutebamos vimos entrar un trasatlaacutentico blanco por la desembocadura y lo seguimos callados hasta oiacuter su bramido de toro luacutegubre en el puerto fluvial Ella suspiroacute iquestTe das cuenta En maacutes de medio siglo es la primera vez que no te recibo la visita en la cama Ya somos otros dije Ella prosiguioacute sin oiacuterme Cada vez que dicen cosas de ti en el radio que te elogian por el carintildeo que te tiene la gente y te llaman maestro del amor imagiacutenate pienso que nadie te conocioacute tus gracias y tus mantildeas tan bien como yo En serio dijo nadie hubiera podido soportarte mejor

No resistiacute maacutes Ella lo sintioacute vio mis ojos huacutemedos de laacutegrimas y soacutelo entonces debioacute descubrir que ya no era el que fui y le sostuve la mirada con un valor del que

Memorias de mis putas tristes 41 ______________________________________________________________________________________nunca me creiacute capaz Es que me estoy volviendo viejo le dijeYa lo estamos suspiroacute ella Lo que pasa es que uno no lo siente por dentro pero desde fuera todo el mundo lo ve

Era imposible no abrirle el corazoacuten asiacute que le conteacute la historia completa que me ardiacutea en las entrantildeas desde mi primera llamada a Rosa Cabarcas la viacutespera de mis noventa antildeos hasta la noche traacutegica en que hice antildeicos el cuarto y no regreseacute maacutes Ella me oyoacute el desahogo como si estuviera vivieacutendolo lo rumioacute muy despacio y por fin sonrioacute

-Haz lo que quieras pero no pierdas a esa criatura -me dijo- No hay peor desgracia que morir solo

Fuimos a Puerto Colombia en el trenecito de juguete tan despacioso como un caballo Almorzamos frente al muelle de maderas carcomidas por donde habiacutea entrado el mundo entero al paiacutes antes que se dragaran las Bocas de Ceniza Nos sentamos bajo un cobertizo de palma donde las grandes matronas negras serviacutean pargos fritos con arroz de coco y tajadas de plaacutetano verde Dormitamos en el sopor denso de las dos y seguimos conversando hasta que se hundioacute en el mar el inmenso sol de candela La realidad me pareciacutea fantaacutestica Mira adonde ha venido a dar nuestra luna de miel se burloacute ella Pero prosiguioacute en serio Hoy miro para atraacutes veo la fila de miles de hombres que pasaron por mis camas y dariacutea el alma por haberme quedado aunque fuera con el peor Gracias a Dios encontreacute mi chino a tiempo Es como estar casada con el dedo mentildeique pero es soacutelo miacuteo

Me miroacute a los ojos midioacute mi reaccioacuten a lo que acababa de contarme y me dijo Asiacute que vete a buscar ahora mismo a esa pobre criatura aunque sea verdad lo que te dicen los celos sea como sea que lo bailado no te lo quita nadie Pero eso siacute sin romanticismos de abuelo Despieacutertala tiacuteratela hasta por las orejas con esa pinga de burro con que te premioacute el diablo por tu cobardiacutea y tu mezquindad En serio terminoacute con el alma no te vayas a morir sin probar la maravilla de tirar con amor

El pulso me temblaba al diacutea siguiente cuando marqueacute el nuacutemero del teleacutefono Tanto por la tensioacuten del reencuentro con Delgadina como por la incertidumbre de la forma en que Rosa Cabarcas me respondiera Habiacuteamos tenido una disputa seria por el abuso con que tasoacute los destrozos que hice en su cuarto Tuve que vender uno de los cuadros maacutes amados de mi madre cuyo valor se calculaba en una fortuna pero a la hora de la verdad no llegoacute a un deacutecimo de mis ilusiones

Aumenteacute la suma con el resto de mis ahorros y se la lleveacute a Rosa Cabarcas con una consigna inapelable Lo tomas o lo dejas Fue un acto suicida porque soacutelo con vender uno de mis secretos ella habriacutea aniquilado mi buen nombre Pero no respingoacute sino que se quedoacute con los cuadros que habiacutea tomado en prenda la noche del pleito Fui el perdedor absoluto en una sola jugada me quedeacute sin Delgadina sin Rosa Cabarcas y sin mis uacuteltimos ahorros Sin embargo oiacute el timbre del teleacutefono una vez dos veces tres y por fin ella iquestA ver No me salioacute la voz Colgueacute Me echeacute en la hamaca tratando de serenarme con la liacuterica asceacutetica de Satie y sudeacute tanto que el lienzo quedoacute empapado Hasta el diacutea siguiente no tuve el valor de llamar

-Bueno mujer -dije con voz firme- Hoy siacute

Memorias de mis putas tristes 42 ______________________________________________________________________________________Rosa Cabarcas coacutemo no estaba maacutes allaacute de todo Ay mi sabio triste suspiroacute con su aacutenimo invencible te pierdes dos meses y soacutelo vuelves para pedir ilusiones Me contoacute que no habiacutea visto a Delgadina desde haciacutea maacutes de un mes que pareciacutea tan repuesta del susto de mis estropicios que ni siquiera habloacute de ellos ni preguntoacute por miacute y estaba muy contenta en un nuevo empleo maacutes coacutemodo y mejor pagado que coser botones Una oleada de fuego vivo me quemoacute las entrantildeas Soacutelo puede ser de puta dije Rosa me replicoacute sin pestantildeear No seas bruto si asiacute fuera estariacutea aquiacute iquestO doacutende podriacutea estar mejor La rapidez de su loacutegica me agravoacute la duda iquestY coacutemo seacute que no estaacute ahiacute En ese caso replicoacute ella lo que maacutes te conviene es no saberlo iquestO no Una vez maacutes la odieacute Ella a prueba de erosiones prometioacute rastrear a la nintildea Sin muchas esperanzas porque el teleacutefono de la vecina donde la llamaba seguiacutea cortado y no teniacutea la menor idea de doacutende viviacutea Pero no era para echarse a morir queacute carajo dijo te llamo en una hora

Fue una hora de tres diacuteas pero encontroacute a la nintildea disponible y sana Volviacute avergonzado y la beseacute palmo a palmo como penitencia desde las doce de la noche hasta que cantaron los gallos Un perdoacuten largo que me prometiacute seguir repitiendo para siempre y fue como empezar otra vez por el principio El cuarto habiacutea sido desmantelado y el mal uso habiacutea acabado con todo lo que yo habiacutea puesto Ella lo habiacutea dejado asiacute y me dijo que cualquier mejora teniacutea que hacerla yo por lo que estaba debieacutendole Sin embargo mi situacioacuten econoacutemica tocaba fondo El dinero de las jubilaciones alcanzaba cada vez para menos Las pocas cosas vendibles que quedaban en la casa -salvo las joyas sagradas de mi madre- careciacutean de valor comercial y nada era bastante viejo para ser antiguo En tiempos mejores el gobernador me habiacutea hecho la oferta tentadora de comprarme en bloque los libros de los claacutesicos griegos latinos y espantildeoles para la Biblioteca Departamental pero no tuve corazoacuten para venderlos Despueacutes con los cambios poliacuteticos y el deterioro del mundo nadie del gobierno pensaba en las artes ni las letras Cansado de buscar una solucioacuten decente me echeacute al bolsillo las joyas que Delgadina me habiacutea devuelto y me fui a empentildearlas en un callejoacuten siniestro que conduciacutea al mercado puacuteblico Con aires de sabio distraiacutedo recorriacute varias veces aquel tugurio atiborrado de cantinas de mala muerte libreriacuteas de viejo y casas de empentildeo pero la dignidad de Florina de Dios me cerroacute el paso no me atreviacute Entonces decidiacute venderlas con la frente en alto a la joyeriacutea maacutes antigua y acreditada

El dependiente me hizo algunas preguntas mientras examinaba las joyas con su monoacuteculo Teniacutea la conducta el estilo y el pavor de un meacutedico Le expliqueacute que eran joyas heredadas de mi madre El aprobaba con un gruntildeido cada una de mis explicaciones y por fin se quitoacute el monoacuteculo

-Lo siento -dijo- pero son culos de botellas

Ante mi sorpresa me explicoacute con una suave conmiseracioacuten Menos mal que el oro es oro y el platino es platino Me toqueacute el bolsillo para asegurarme de que llevaba las facturas de compra y dije sin resabios

-Pues fueron compradas en esta noble casa hace maacutes de cien antildeos

El no se inmutoacute Suele suceder dijo que en las joyas hereditarias vayan desapareciendo las piedras maacutes valiosas con el paso del tiempo sustituidas por diacutescolos de la familia o por joyeros bandidos y soacutelo cuando alguien trata de

Memorias de mis putas tristes 43 ______________________________________________________________________________________venderlas se descubre el fraude Pero permiacutetame un segundo dijo y se llevoacute las joyas por la puerta del fondo Al cabo de un momento regresoacute y sin explicacioacuten alguna me indicoacute que me sentara en la silla de espera y siguioacute trabajando

Examineacute la tienda Habiacutea ido con mi madre varias veces y recordaba una frase recurrente No se lo digas a tu papaacute De pronto se me ocurrioacute una idea que me crispoacute iquestno seriacutea que Rosa Cabarcas y Delgadina de comuacuten acuerdo habiacutean vendido las piedras legiacutetimas y me devolvieron las joyas con las piedras falsas

Estaba ardiendo en dudas cuando una secretaria me invitoacute a seguirla por la misma puerta del fondo hasta una oficina pequentildea con una larga estanteriacutea de gruesos voluacutemenes Un beduino colosal se levantoacute en el escritorio del fondo y me estrechoacute la mano tuteaacutendome con una efusioacuten de viejo amigo Hicimos juntos el bachillerato me dijo a modo de saludo Me fue faacutecil recordarlo era el mejor futbolista de la escuela y campeoacuten de nuestros primeros burdeles Habiacutea dejado de verlo en alguacuten momento incierto y debioacute verme tan decreacutepito que me confundioacute con un condisciacutepulo de su infancia

Sobre el cristal del escritorio teniacutea abierto uno de los mamotretos del archivo donde estaba la memoria de las joyas de mi madre Una relacioacuten exacta con fechas y detalles de que ella en persona habiacutea hecho cambiar las piedras de dos generaciones de hermosas y dignas Cargamantos y habiacutea vendido las legiacutetimas a la misma tienda Esto habiacutea ocurrido cuando el padre del propietario actual estaba al frente de la joyeriacutea y eacutel y yo en la escuela Pero eacutel mismo me tranquilizoacute aquellas triquintildeuelas eran de uso corriente entre las grandes familias en desgracia para resolver urgencias de plata sin sacrificar el honor Ante la realidad cruda preferiacute conservarlas como recuerdo de otra Florina de Dios que nunca conociacute

A principios de julio sentiacute la distancia real de la muerte Mi corazoacuten perdioacute el paso y empeceacute a ver y sentir por todos lados los presagios inequiacutevocos del final El maacutes niacutetido fue en el concierto de Bellas Artes El aire acondicionado habiacutea fallado y la flor y nata de las artes y las letras se cocinaban al bantildeomariacutea en el saloacuten abarrotado pero la magia de la muacutesica era un clima celestial Al final con el Allegretto poco mosso me estremecioacute la revelacioacuten deslumbrante de que estaba escuchando el uacuteltimo concierto que me deparaba el destino antes de morir No sentiacute dolor ni miedo sino la emocioacuten arrasadora de haber alcanzado a vivirlo

Cuando por fin logreacute abrirme camino empapado de sudor a traveacutes de los abrazos y las fotos me encontreacute de manos a boca con Ximena Ortiz como una diosa de cien antildeos en la silla de ruedas Su sola presencia se me imponiacutea como un pecado mortal Teniacutea una tuacutenica de seda color marfil tan tersa como su piel un hilo de perlas legiacutetimas de tres vueltas el cabello color de naacutecar cortado a la moda de los veintes con una punta de ala de gaviota en la mejilla y los grandes ojos amarillos iluminados por la sombra natural de las ojeras Todo en ella contradeciacutea el rumor de que su mente estaba quedaacutendose en blanco por la erosioacuten irredimible de la memoria Petrificado y sin recursos frente a ella me sobrepuse al vaho de fuego que me subioacute a la cara y la saludeacute en silencio con una venia versallesca Ella sonrioacute como una reina y me agarroacute la mano Entonces me di cuenta de que tambieacuten aquello era una coartada del destino y no la perdiacute para sacarme una espina que me estorbaba desde siempre He sontildeado durante antildeos con este momento le dije Ella no parecioacute

Memorias de mis putas tristes 44 ______________________________________________________________________________________entender iexclNo me digas dijo iquestY tuacute quieacuten eres No supe nunca si en verdad lo habiacutea olvidado o si fue la venganza final de su vida

La certidumbre de ser mortal en cambio me habiacutea sorprendido poco antes de los cincuenta antildeos en una ocasioacuten como aqueacutella una noche de carnaval en que bailaba un tango apache con una mujer fenomenal a la que nunca le vi la cara maacutes corpulenta que yo como por cuarenta libras y maacutes alta como de dos palmos que sin embargo se dejaba llevar como una pluma al viento Bailaacutebamos tan apretados que sentiacutea circular su sangre por las venas y me hallaba como adormecido de gusto con su resuello trabajoso su grajo de amoniacuteaco sus tetas de astroacutenoma cuando me sacudioacute por la primera vez y casi me derriboacute por tierra el freacutemito de la muerte Fue como un oraacuteculo brutal en el oiacutedo Hagas lo que hagas en este antildeo o dentro de ciento estaraacutes muerto hasta jamaacutes Ella se separoacute asustada iquestQueacute le pasa Nada le dije tratando de sujetarme el corazoacuten

-Tiemblo por usted

Desde entonces empeceacute a medir la vida no por antildeos sino por deacutecadas La de los cincuenta habiacutea sido decisiva porque tomeacute conciencia de que casi todo el mundo era menor que yo La de los sesenta fue la maacutes intensa por la sospecha de que ya no me quedaba tiempo para equivocarme La de los setenta fue temible por una cierta posibilidad de que fuera la uacuteltima No obstante cuando desperteacute vivo la primera mantildeana de mis noventa antildeos en la cama feliz de Delgadina se me atravesoacute la idea complaciente de que la vida no fuera algo que transcurre como el riacuteo revuelto de Heraacuteclito sino una ocasioacuten uacutenica de voltearse en la parrilla y seguir asaacutendose del otro costado por noventa antildeos maacutes

Me volviacute de laacutegrima faacutecil Cualquier sentimiento que tuviera algo que ver con la ternura me causaba un nudo en la garganta que no siempre lograba dominar y penseacute en renunciar al placer solitario de velar el suentildeo de Delgadina no tanto por la incertidumbre de mi muerte como por el dolor de imaginarla sin miacute en el resto de su vida Uno de aquellos diacuteas inciertos fui a dar por distraccioacuten a la muy noble calle de los Notarios y me sorprendioacute no encontrar nada maacutes que los escombros del viejo hotel de lance donde fui iniciado por la fuerza en las artes del amor poco antes de mis doce antildeos Habiacutea sido una mansioacuten de antiguos navieros espleacutendida como pocas en la ciudad con columnas enchapadas de alabastro y frisos de oropeles alrededor de un patio interior con una cuacutepula de cristales de siete colores que irradiaba un resplandor de invernadero En la planta baja con un portal goacutetico sobre la calle estuvieron por maacutes de un siglo las notariacuteas coloniales en las que trabajoacute prosperoacute y se arruinoacute mi padre en toda una vida de suentildeos fantaacutesticos Las familias histoacutericas abandonaron poco a poco los pisos superiores que terminaron ocupados por una legioacuten de nocheras en desgracia que subiacutean y bajaban hasta el amanecer con los clientes atrapados por un peso y medio en las cantinas del cercano puerto fluvial

A mis doce antildeos todaviacutea con mis pantalones cortos y mis botitas de la escuela primaria no pude resistir la tentacioacuten de conocer los pisos superiores mientras mi padre se debatiacutea en una de sus reuniones interminables y me encontreacute con un espectaacuteculo celestial Las mujeres que malvendiacutean sus cuerpos hasta el amanecer se moviacutean por la casa desde las once de la mantildeana cuando ya la caniacutecula del vitral era insoportable y teniacutean que hacer su vida domeacutestica caminando en pelotas por

JUAN CARLOS 161104
caniacutecula (Del lat canicŭla) f Periacuteodo del antildeo en que es maacutes fuerte el calor || 2 Astr Tiempo del nacimiento heliacuteaco de Sirio que antiguamente coincidiacutea con la eacutepoca maacutes calurosa del antildeo pero que hoy no se verifica hasta fines de agosto13
JUAN CARLOS 161104
freacutemito (Del lat fremĭtus) m bramido

Memorias de mis putas tristes 45 ______________________________________________________________________________________toda la casa mientras comentaban a gritos sus aventuras de la noche Me quedeacute aterrorizado Lo uacutenico que se me ocurrioacute fue escapar por donde habiacutea llegado cuando una de las desnudas de carnes macizas olorosas a jaboacuten de monte me abrazoacute por la espalda y me llevoacute en vilo hasta su cubiacuteculo de cartoacuten sin que yo pudiera verla en medio de la griteriacutea y los aplausos de las inquilinas en cueros Me tiroacute bocarriba en su cama para cuatro me quitoacute los pantalones con una maniobra maestra y se acaballoacute sobre miacute pero el terror helado que me empapaba el cuerpo me impidioacute recibirla como un hombre Aquella noche desvelado en la cama de mi casa por la verguumlenza del asalto no pude dormir maacutes de una hora con las ansias de volver a verla Pero la mantildeana siguiente mientras los trasnochados dormiacutean subiacute temblando hasta su cubiacuteculo y la desperteacute llorando a gritos con un amor enloquecido que duroacute hasta que se lo llevoacute sin misericordia el ventarroacuten de la vida real Se llamaba Castorina y era la reina de la casa

Los cubiacuteculos del hotel costaban un peso para los amores de paso pero muy pocos sabiacuteamos que costaban lo mismo hasta por veinticuatro horas Ademaacutes Castorina me introdujo en su mundo de mala muerte donde invitaban a los clientes pobres a sus desayunos de gala le prestaban el jaboacuten les atendiacutean los dolores de muela y en casos de urgencia mayor les daban un amor de caridad

Pero en las tardes de la uacuteltima vejez se acordaba de la inmortal Castorina muerta quien sabiacutea cuando que habiacutea sucedido desde las esquinas miserables del muelle fluvial hasta el trono sagrado de mamasanta mayor con un parche de pirata en el ojo perdido en el pleito de cantina Su uacuteltimo machucante de planta un negro feliz de Camaguumley a quien llamaba Jonaacutes el Galeote habiacutea sido un trompetista de los grandes en La Habana hasta que perdioacute la sonrisa completa en una cataacutestrofe de trenes

Al salir de aquella visita amarga sentiacute una punzada en el corazoacuten que no habiacutea logrado aliviar en tres diacuteas con toda clase de poacutecimas caseras El meacutedico al que acudiacute de urgencia miembro de una estirpe de insignes era nieto del que me vio a mis cuarenta y dos antildeos y me asustoacute que pareciera el mismo pues estaba tan envejecido como su abuelo a los setenta por una calvicie prematura unos lentes de miope sin regreso y una tristeza inconsolable Me hizo un examen minucioso de cuerpo entero con una concentracioacuten de orfebre Me auscultoacute el pecho y la espalda y me revisoacute la presioacuten arterial los reflejos de la rodilla el fondo del ojo el color del paacuterpado inferior En las pausas mientras yo cambiaba de posicioacuten en la mesa de reconocimiento me haciacutea preguntas tan vagas y raacutepidas que apenas si me daban tiempo de pensar las respuestas Al cabo de una hora me miroacute con una sonrisa feliz Bueno dijo creo que no tengo nada que hacer por usted iquestQueacute quiere decir Que su estado es el mejor posible a su edad Queacute curioso le dije lo mismo me dijo su abuelo cuando yo teniacutea cuarenta y dos antildeos como si el tiempo no pasara Siempre encontraraacute uno que se lo diga dijo porque siempre tendraacute una edad Yo provocaacutendolo para una sentencia aterradora le dije La uacutenica definitiva es la muerte Siacute dijo eacutel pero no es faacutecil llegar a ella en tan buen estado como usted Siento de veras no poder complacerlo

Eran recuerdos nobles pero la viacutespera del 29 de agosto sentiacute el peso inmenso del siglo que me esperaba impasible cuando subiacute con pasos de hierro las escaleras de mi casa Entonces volviacute a ver una vez maacutes a Florina de Dios mi madre en mi cama que habiacutea sido la suya hasta su muerte y me hizo la misma bendicioacuten de la uacuteltima

Memorias de mis putas tristes 46 ______________________________________________________________________________________vez que la vi dos horas antes de morir Trastornado por la conmocioacuten lo entendiacute como el anuncio final y llameacute a Rosa Cabarcas para que me llevara a mi nintildea aquella misma noche en previsioacuten de que no se cumpliera mi ilusioacuten de sobrevivir hasta el uacuteltimo aliento de mis noventa antildeos Volviacute a llamarla a las ocho y una vez maacutes repitioacute que no era posible Tiene que serlo a cualquier precio le griteacute aterrorizado Colgoacute sin despedirse pero quince minutos despueacutes volvioacute a llamar

-Bueno aquiacute la tienes

Llegueacute a las diez y veinte de la noche y le di a Rosa Cabarcas las uacuteltimas cartas de mi vida con mis disposiciones sobre la nintildea despueacutes de mi final terrible Ella pensoacute que me habiacutea impresionado con el acuchillado y me dijo con aires de burla Si te vas a morir que no sea aquiacute imagiacutenate Pero yo le dije Di que me atropello el tren de Puerto Colombia ese pobre cacharro de laacutestima incapaz de matar a nadie

Preparado para todo aquella noche me acosteacute bocarriba a la espera del dolor final en el primer instante de mis noventa y un antildeos Oiacute campanas distantes sentiacute la fragancia del alma de Delgadina dormida de costado oiacute un grito en el horizonte sollozos de alguien que quizaacutes habiacutea muerto un siglo antes en la alcoba Entonces apagueacute la luz con el uacuteltimo aliento entrelaceacute mis dedos con los suyos para llevaacutermela de la mano y conteacute las doce campanadas de las doce con mis doce laacutegrimas finales hasta que empezaron a cantar los gallos y enseguida las campanas de gloria los cohetes de fiesta que celebraban el juacutebilo de haber sobrevivido sano y salvo a mis noventa antildeos

Mis primeras palabras fueron para Rosa Cabarcas Te compro la casa toda con la tienda y el huerto Ella me dijo Hagamos una apuesta de viejos el que se muera primero se queda con todo lo del otro firmado ante notario No porque si yo me muero todo deberiacutea ser para ella Es igual dijo Rosa Cabarcas yo me hago cargo de la nintildea y despueacutes le dejo todo lo tuyo y lo miacuteo no tengo a nadie maacutes en este mundo Mientras tanto remodelamos tu cuarto con buenos servicios aire acondicionado y tus libros y tu muacutesica

-iquestCrees que ella estaraacute de acuerdo

-Ay mi sabio triste estaacute bien que esteacutes viejo pero no pendejo -dijo Rosa Cabarcas muerta de risa- Esa pobre criatura estaacute lela de amor por ti

Saliacute a la calle radiante y por primera vez me reconociacute a miacute mismo en el horizonte remoto de mi primer siglo Mi casa callada y en orden a las seis y cuarto empezaba a gozar los colores de una aurora feliz Damiana cantaba a toda voz en la cocina y el gato redivivo enroscoacute la cola en mis tobillos y siguioacute caminando conmigo hasta mi mesa de escribir Estaba ordenando mis papeles marchitos el tintero la pluma de ganso cuando el sol estalloacute entre los almendros del parque y el buque fluvial del correo retrasado una semana por la sequiacutea entroacute bramando en el canal del puerto Era por fin la vida real con mi corazoacuten a salvo y condenado a morir de buen amor en la agoniacutea feliz de cualquier diacutea despueacutes de mis cien antildeos

Mayo de 2004

Page 23: · Web viewVivo en una casa colonial en la acera de sol del parque de San Nicolás, donde he pasado todos los días de mi vida sin mujer ni fortuna, donde vivieron y murieron mis padres,

Memorias de mis putas tristes 23 ______________________________________________________________________________________-Estaacute bien -dijo- entonces esta noche a las diez en punto antes de que se enfriacutee la pescada

Memorias de mis putas tristes 24 ______________________________________________________________________________________

3

iquestCoacutemo podiacutea llamarse La duentildea no me lo habiacutea dicho Cuando me hablaba de ella soacutelo deciacutea la nintildea Y yo lo habiacutea convertido en un nombre de pila como la nintildea de los ojos o la carabela menor Ademaacutes Rosa Cabarcas poniacutea a sus pupilas un nombre distinto para cada cliente A miacute me divertiacutea adivinarlos por las caras y desde el principio estuve seguro de que la nintildea teniacutea uno largo como Filomena Saturnina o Nicolasa En eacutesas estaba cuando ella se dio media vuelta en la cama y quedoacute de espaldas a miacute y me parecioacute que habiacutea dejado un charco de sangre del tamantildeo y la forma del cuerpo Fue un sobresalto instantaacuteneo hasta que comprobeacute que era la humedad del sudor en la saacutebana

Rosa Cabarcas me habiacutea aconsejado que la tratara con cautela pues auacuten le duraba el susto de la primera vez Es maacutes creo que la misma solemnidad del rito le habiacutea agravado el miedo y habiacutean tenido que aumentarle la dosis de valeriana pues dormiacutea con tal placidez que habriacutea sido una laacutestima despertarla sin arrullos De modo que empeceacute a secarla con la toalla mientras le cantaba en susurros la cancioacuten de Delgadina la hija menor del rey requerida de amores por su padre A medida que la secaba ella iba mostraacutendome los flancos sudados al compaacutes de mi canto Delgadina Delgadina tuacute seras mi prenda amada Fue un placer sin liacutemites pues ella volviacutea a sudar por un costado cuando acababa de secarla por el otro para que la cancioacuten no terminara nunca Levaacutentate Delgadina ponte tu falda de seda le cantaba al oiacutedo Al final cuando los criados del rey la encontraron muerta de sed en su cama me parecioacute que mi nintildea habiacutea estado a punto de despertar al escuchar el nombre Asiacute que era ella Delgadina

Volviacute a la cama con mis calzoncillos de besos estampados y me tendiacute junto a ella Dormiacute hasta las cinco al arrullo de su respiracioacuten apacible Me vestiacute a toda prisa sin lavarme y soacutelo entonces vi la sentencia escrita con laacutepiz labial en el espejo del lavabo El tigre no come lejos Seacute que no estaba la noche anterior y nadie podiacutea haber entrado en el cuarto de modo que la entendiacute como la cuelga del diablo Un trueno terroriacutefico me sorprendioacute en la puerta y el cuarto se llenoacute del olor premonitorio de la tierra mojada No tuve tiempo para escapar ileso Antes de que encontrara un taxi se precipitoacute un aguacero grande de los que suelen desordenar la ciudad entre mayo y octubre pues las calles de arenas ardientes que bajan hacia el riacuteo se convierten en torrenteras que arrastran cuanto encuentran a su paso Las aguas de aquel septiembre raro despueacutes de tres meses de sequiacutea podiacutean ser tan providenciales como devastadoras

Memorias de mis putas tristes 25 ______________________________________________________________________________________Desde que abriacute la puerta de casa me salioacute al encuentro la sensacioacuten fiacutesica de que no estaba solo Alcanceacute a ver el celaje del gato que saltoacute del sofaacute y se escabulloacute por el balcoacuten En su plato quedaban las sobras de una comida que yo no le habiacutea servido La peste de sus orines rancios y su caca caliente habiacutean contaminado todo Me habiacutea dedicado a estudiarlo como estudieacute el latiacuten El manual deciacutea que los gatos escarban en la tierra para esconder su estieacutercol y que en las casas sin patio como eacutesta lo hariacutean en las macetas de plantas o en cualquier otro escondrijo Lo apropiado era prepararles desde el primer diacutea una caja con arena para orientarles el haacutebito y asiacute lo hice Tambieacuten deciacutea que lo primero que hacen en casa nueva es marcar su territorio orinando por todas partes y aqueacutel pudo ser el caso pero el manual no deciacutea coacutemo remediarlo Seguiacutea sus trazas para familiarizarme con sus haacutebitos originales pero no di con sus escondites secretos sus sitios de reposo las causas de sus humores volubles Quise ensentildearlo a comer en sus horas a usar la cajita de arena en la terraza a no subirse en mi cama mientras yo dormiacutea ni a olisquear los alimentos en la mesa y no pude hacerle entender que la casa era suya por derecho propio y no como un botiacuten de guerra De modo que lo dejeacute a su aire

Al atardecer enfrenteacute el aguacero cuyos vientos huracanados amenazaban con desquiciar la casa Sufriacute un ataque de estornudos sucesivos me doliacutea el craacuteneo y teniacutea fiebre pero me sentiacutea poseiacutedo por una fuerza y una determinacioacuten que nunca tuve a ninguna edad y por ninguna causa Puse calderos en el piso para recoger las goteras y me di cuenta de que habiacutean aparecido otras nuevas desde el invierno anterior La maacutes grande habiacutea empezado a inundar el flanco derecho de la biblioteca Me apresureacute a rescatar a los autores griegos y latinos que viviacutean por aquel rumbo pero al quitar los libros encontreacute un chorro de alta presioacuten que saliacutea de un tubo roto en el fondo del muro Lo amordaceacute con trapos hasta donde pude para darme el tiempo de salvar los libros El estreacutepito del agua y el aullido del viento arreciaron en el parque De pronto un relaacutempago fantasmal y su trueno simultaacuteneo impregnaron el aire de un fuerte olor de azufre el viento desbaratoacute las vidrieras del balcoacuten y la tremenda borrasca de mar rompioacute los cerrojos y se metioacute dentro de la casa Sin embargo antes de diez minutos escampoacute de un tajo Un sol espleacutendido secoacute las calles llenas de escombros varados y volvioacute el calor

Cuando pasoacute el aguacero seguiacutea con la sensacioacuten de que no estaba solo en la casa Mi uacutenica explicacioacuten es que asiacute como los hechos reales se olvidan tambieacuten algunos que nunca fueron pueden estar en los recuerdos como si hubieran sido Pues si evocaba la emergencia del aguacero no me veiacutea a miacute mismo solo en la casa sino siempre acompantildeado por Delgadina La habiacutea sentido tan cerca en la noche que percibiacutea el rumor de su aliento en el dormitorio y los latidos de su mejilla en mi almohada Soacutelo asiacute entendiacute que hubieacuteramos podido hacer tanto en tan poco tiempo Me recordaba subido en el escabel de la biblioteca y la recordaba a ella despierta con su trajecito de flores recibiendo los libros para ponerlos a salvo La veiacutea correr de un lado al otro de la casa batallando con la tormenta empapada de lluvia con el agua a los tobillos Recordaba coacutemo preparoacute al diacutea siguiente un desayuno que nunca fue y puso la mesa mientras yo secaba los pisos y poniacutea orden en el naufragio de la casa Nunca olvideacute su mirada sombriacutea mientras desayunaacutebamos iquestPor queacute me conociste tan viejo Le contesteacute la verdad La edad no es la que uno tiene sino la que uno siente

Desde entonces la tuve en la memoria con tal nitidez que haciacutea de ella lo que queriacutea Le cambiaba el color de los ojos seguacuten mi estado de aacutenimo color de agua al

JUAN CARLOS 161104
escabel (Quizaacute del cat ant escabell y este del lat scabellum) m Tarima pequentildea que se pone delante de la silla para que descansen los pies de quien estaacute sentado || 2 Asiento pequentildeo hecho de tablas sin respaldo || 3 Persona o circunstancia de que alguien se aprovecha para medrar por lo general ambiciosamente13

Memorias de mis putas tristes 26 ______________________________________________________________________________________despertar color de almiacutebar cuando reiacutea color de lumbre cuando la contrariaba La vestiacutea para la edad y la condicioacuten que conveniacutean a mis cambios de humor novicia enamorada a los veinte antildeos puta de saloacuten a los cuarenta reina de Babilonia a los setenta santa a los cien Cantaacutebamos duetos de amor de Puccini boleros de Agustiacuten Lara tangos de Carlos Gardel y comprobaacutebamos una vez maacutes que quienes no cantan no pueden imaginar siquiera lo que es la felicidad de cantar Hoy seacute que no fue una alucinacioacuten sino un milagro maacutes del primer amor de mi vida a los noventa antildeos

Cuando la casa estuvo en orden llameacute a Rosa Cabarcas iexclDios Santo exclamoacute al oiacuter mi voz creiacute que te habiacuteas ahogado No podiacutea entender que hubiera vuelto a pasar la noche con la nintildea sin tocarla Tienes todo el derecho de que no te guste pero al menos poacutertate como un adulto Trateacute de explicarle pero ella cambioacute el tema sin transicioacuten De todos modos te tengo vista otra un poco mayor bella y tambieacuten virgen Su papaacute quiere cambiarla por una casa pero se puede discutir un descuentoSe me heloacute el corazoacuten Ni maacutes faltaba protesteacute asustado quiero la misma y como siempre sin fracasos sin peleas sin malos recuerdos Hubo un silencio en la liacutenea y por fin la voz sumisa con que dijo como para siacute misma Bueno esto debe ser lo que los meacutedicos llaman demencia senil

Fui a las diez de la noche con un chofer conocido por la extrantildea virtud de no hacer preguntas Lleveacute un ventilador portaacutetil y un cuadro de Orlando Rivera el querido Figurita y un martillo y un clavo para colgarlo En el camino hice una parada para comprar cepillos de dientes pasta dentiacutefrica jaboacuten de olor Agua de Florida tabletas de regaliz Quise llevar tambieacuten un buen florero y un ramo de rosas amarillas para conjurar la pava de las flores de papel pero no encontreacute nada abierto y tuve que robarme en un jardiacuten privado un ramo de astromelias recieacuten nacidas

Por instrucciones de la duentildea llegueacute desde entonces por la calle de atraacutes del lado del acueducto para que nadie me viera entrar por el portoacuten del huerto El chofer me previno Cuidado sabio en esa casa matan Le contesteacute Si es por amor no importa El patio estaba en tinieblas pero habiacutea luces de vida en las ventanas y un revoltijo de muacutesicas en los seis cuartos En el miacuteo a volumen maacutes alto distinguiacute la voz caacutelida de don Pedro Vargas el tenor de Ameacuterica con un bolero de Miguel Matamoros Sentiacute que iba a morir Empujeacute la puerta con la respiracioacuten desbaratada y vi a Delgadina en la cama como en mis recuerdos desnuda y dormida en santa paz del lado del corazoacuten

Antes de acostarme arregleacute el tocador puse el ventilador nuevo en lugar del oxidado y colgueacute el cuadro donde ella pudiera verlo desde la cama Me acosteacute a su lado y la reconociacute palmo a palmo Era la misma que andaba por mi casa las mismas manos que me reconociacutean al tacto en la oscuridad los mismos pies de pasos tenues que se confundiacutean con los del gato el mismo olor del sudor de mis saacutebanas el dedo del dedal Increiacuteble vieacutendola y tocaacutendola en carne y hueso me pareciacutea menos real que en mis recuerdos

Hay un cuadro en la pared de enfrente le dije Lo pintoacute Figurita un hombre a quien quisimos mucho el mejor bailariacuten de burdeles que existioacute jamaacutes y de tan buen corazoacuten que le teniacutea laacutestima al diablo Lo pintoacute con barniz de buques en el lienzo chamuscado de un avioacuten que se estrelloacute en la Sierra Nevada de Santa Marta y con pinceles fabricados por eacutel con pelos de su perro La mujer pintada es una monja que

Memorias de mis putas tristes 27 ______________________________________________________________________________________secuestroacute de un convento y se casoacute con ella Aquiacute lo dejo para que sea lo primero que veas al despertar

No habiacutea cambiado de posicioacuten cuando apagueacute la luz a la una de la madrugada y su respiracioacuten era tan tenue que le tomeacute el pulso para sentirla viva La sangre circulaba por sus venas con la fluidez de una cancioacuten que se ramificaba hasta los aacutembitos maacutes recoacutenditos de su cuerpo y volviacutea al corazoacuten purificada por el amor

Antes de irme al amanecer dibujeacute en un papel las liacuteneas de su mano y se las di a leer a la Diva Sahibiacute para conocer su alma Y fue asiacute una persona que soacutelo dice lo que piensa Es perfecta para trabajos manuales Tiene contacto con alguien que ya murioacute y del cual espera ayuda pero estaacute equivocada la ayuda que busca estaacute al alcance de su mano No ha tenido ninguna unioacuten pero va a morir mayor y casada Ahora tiene un hombre moreno que no ha de ser el de su vida Puede tener ocho hijos pero se va a decidir soacutelo por tres A los treinta y cinco antildeos si hace lo que le indique el corazoacuten y no la mente va a manejar mucho dinero y a los cuarenta recibiraacute una herencia Va a viajar mucho Tiene doble vida y doble suerte y puede influir sobre su propio destino Le gusta probar todo por curiosidad pero va a arrepentirse si no se orienta por el corazoacuten

Atormentado de amor hice reparar los estragos de la borrasca y aprovecheacute para hacer otros muchos remiendos que veniacutea demorando desde antildeos por insolvencia o por desidia Reorganiceacute la biblioteca en el orden en que habiacutea leiacutedo los libros Por uacuteltimo remateacute la pianola como reliquia histoacuterica con sus maacutes de cien rollos de claacutesicos y compreacute un tocadiscos usado pero mejor que el miacuteo con parlantes de alta fidelidad que engrandecieron el aacutembito de la casa Quedeacute al borde de la ruina pero bien compensado por el milagro de estar vivo a mi edad

La casa renaciacutea de sus cenizas y yo navegaba en el amor de Delgadina con una intensidad y una dicha que nunca conociacute en mi vida anterior Gracias a ella me enfrenteacute por vez primera con mi ser natural mientras transcurriacutean mis noventa antildeos Descubriacute que mi obsesioacuten de que cada cosa estuviera en su puesto cada asunto en su tiempo cada palabra en su estilo no era el premio merecido de una mente en orden sino al contrario todo un sistema de simulacioacuten inventado por miacute para ocultar el desorden de mi naturaleza Descubriacute que no soy disciplinado por virtud sino como reaccioacuten contra mi negligencia que parezco generoso por encubrir mi mezquindad que me paso de prudente por mal pensado que soy conciliador para no sucumbir a mis coacuteleras reprimidas que soacutelo soy puntual para que no se sepa cuan poco me importa el tiempo ajeno Descubriacute en fin que el amor no es un estado del alma sino un signo del zodiacuteaco

Me volviacute otro Trateacute de releer los claacutesicos que me orientaron en la adolescencia y no pude con ellos Me sumergiacute en las letras romaacutenticas que repudieacute cuando mi madre quiso imponeacutermelas con mano dura y por ellas tomeacute conciencia de que la fuerza invencible que ha impulsado al mundo no son los amores felices sino los contrariados Cuando mis gustos en muacutesica hicieron crisis me descubriacute atrasado y viejo y abriacute mi corazoacuten a las delicias del azar

Me pregunto coacutemo pude sucumbir en este veacutertigo perpetuo que yo mismo provocaba y temiacutea Flotaba entre nubes erraacuteticas y hablaba conmigo mismo ante el espejo con la vana ilusioacuten de averiguar quieacuten soy Era tal mi desvariacuteo que en una manifestacioacuten

Memorias de mis putas tristes 28 ______________________________________________________________________________________estudiantil con piedras y botellas tuve que sacar fuerzas de flaqueza para no ponerme al frente con un letrero que consagrara mi verdad Estoy loco de amor

Obnubilado por la evocacioacuten inclemente de Delgadina dormida cambieacute sin la menor malicia el espiacuteritu de mis notas dominicales Fuera cual fuera el asunto las escribiacutea para ella las reiacutea y las lloraba para ella y en cada palabra se me iba la vida En lugar de la foacutermula de gacetilla tradicional que tuvieron desde siempre las escribiacute como cartas de amor que cada quien podiacutea hacer suyas Propuse en el perioacutedico que el texto no se alzara en linotipo sino que fuera publicado con mi caligrafiacutea florentina Al jefe de redaccioacuten coacutemo no le parecioacute otro acceso de vanidad senil pero el director general lo convencioacute con una frase que todaviacutea anda suelta por la redaccioacuten

-No se equivoque los loquitos mansos se adelantan al porvenir

La respuesta puacuteblica fue inmediata y entusiasta con numerosas cartas de lectores enamorados Algunas las leiacutean en los noticieros de radio con urgencias de uacuteltima hora y se hicieron copias en mimeoacutegrafos o papel carboacuten que vendiacutean como cigarrillos de contrabando en las esquinas de la calle San Blas Desde el principio fue evidente que obedeciacutean a las ansias de expresarme pero me hice a la costumbre de tomarlas en cuenta al escribir y siempre con la voz de un hombre de noventa antildeos que no aprendioacute a pensar como viejo La comunidad intelectual como de soacutelito se mostroacute timorata y dividida y hasta los grafoacutelogos menos pensados montaron controversias por los anaacutelisis erraacuteticos de mi caligrafiacutea Fueron ellos los que dividieron los aacutenimos recalentaron la poleacutemica y pusieron de moda la nostalgia

Antes del fin del antildeo me habiacutea arreglado con Rosa Cabarcas para dejar en el cuarto el abanico eleacutectrico los recursos del tocador y lo que siguiera llevando en el futuro para hacerlo vivible Llegaba a las diez siempre con algo nuevo para ella o para gusto de ambos y dedicaba unos minutos a sacar la utileriacutea escondida para armar el teatro de nuestras noches Antes de irme nunca maacutes tarde de las cinco volviacutea a asegurar todo bajo llave La alcoba quedaba entonces tan escuaacutelida como fue en sus oriacutegenes para los amores tristes de los clientes casuales Una mantildeana oiacute que Marcos Peacuterez la voz maacutes escuchada de la radio desde el amanecer habiacutea decidido leer mi nota dominical en su noticiero de los lunes Cuando pude reprimir la naacuteusea dije sobrecogido Ya lo sabes Delgadina la fama es una sentildeora muy gorda que no duerme con uno pero cuando uno despierta estaacute siempre miraacutendonos frente a la cama

Uno de esos diacuteas me quedeacute a desayunar con Rosa Cabarcas que empezaba a parecerme menos decreacutepita a pesar del luto severo y del bonete negro que ya le tapaba las cejas Sus desayunos teniacutean fama de espleacutendidos con una carga de pimienta que me haciacutea llorar Al primer bocado de fuego vivo le dije bantildeado en laacutegrimas Esta noche no me haraacute falta la luna llena para que me arda el culo No te quejes dijo ella Si te arde es porque todaviacutea lo tienes a Dios gracias

Se sorprendioacute cuando mencioneacute el nombre de Delgadina No se llama asiacute dijo se llama No me lo digas la interrumpiacute para miacute es Delgadina Ella se encogioacute de hombros Bueno al fin y al cabo es tuya pero me parece un nombre de diureacutetico Le conteacute lo del letrero del tigre que la nintildea habiacutea escrito en el espejo No pudo ser ella

JUAN CARLOS 161104
timorato ta (Del lat timorātus) adj Tiacutemido indeciso encogido || 2 Dicho de una persona Que se escandaliza con exageracioacuten de cosas que no le parecen conformes a la moral convencional || 3 Que tiene temor de Dios y se gobierna por eacutel en sus operaciones
JUAN CARLOS 161104
obnubilar (Del lat obnubilāre) tr nublar (ǁ ofuscar o confundir) U t c prnl || 2 embelesar U t c prnl || 3 nublar (ǁ enturbiar la visioacuten) U t c prnl

Memorias de mis putas tristes 29 ______________________________________________________________________________________dijo Rosa porque no sabe leer ni escribir iquestEntonces quieacuten Ella se encogioacute de hombros Puede ser de alguien que se murioacute en el cuarto

Yo aprovechaba aquellos desayunos para desahogarme con Rosa Cabarcas y le pediacutea favores miacutenimos para el bienestar y el buen ver de Delgadina Me los concediacutea sin pensarlo con una picardiacutea de colegiala iexclQueacute risa me dijo por aquellos diacuteas Me siento como si me estuvieras pidiendo su mano Y a propoacutesito se le ocurrioacute iquestpor queacute no te casas con ella Me quedeacute de una pieza En serio insistioacute te sale maacutes barato Al fin y al cabo el problema a tu edad es servir o no servir pero ya me dijiste que lo tienes resuelto Le saliacute al paso El sexo es el consuelo que uno tiene cuando no le alcanza el amor

Ella soltoacute la risa Ay mi sabio siempre supe que eres muy hombre que siempre lo fuiste y me alegra que lo sigas siendo mientras tus enemigos entregan las armas Con razoacuten se habla tanto de ti iquestOiacuteste a Marcos Peacuterez Todo el mundo lo oye le dije para cortar el tema Pero ella insistioacute Tambieacuten el profesor Camacho y Cano en La hora de todo un poco dijo ayer que el mundo ya no es lo que era porque no quedan muchos hombres como tuacute

Aquel fin de semana encontreacute a Delgadina con fiebre y tos Desperteacute a Rosa Cabarcas para que me diera alguacuten remedio casero y me llevoacute al cuarto un botiquiacuten de primeros auxilios Dos diacuteas despueacutes Delgadina seguiacutea postrada y no habiacutea podido volver a su rutina de pegar botones El meacutedico le habiacutea prescrito un tratamiento casero para una gripa comuacuten que cederiacutea en una semana pero se alarmoacute por su estado general de desnutricioacuten Dejeacute de verla y sentiacute que me haciacutea falta y aprovecheacute para arreglar el cuarto sin ella

Lleveacute tambieacuten un dibujo a pluma de Cecilia Porras para Todos estaacutebamos a la espera el libro de cuentos de Alvaro Cepeda Lleveacute los seis tomos de Juan Cristoacutebal de Romain Rolland para pastorear mis vigilias De modo que cuando Delgadina pudo volver a la habitacioacuten la encontroacute digna de una felicidad sedentaria el aire purificado con un insecticida aromaacutetico paredes color de rosa laacutemparas matizadas flores nuevas en los floreros mis libros favoritos los buenos cuadros de mi madre colgados de otro modo seguacuten los gustos de hoy Habiacutea cambiado el viejo radio por uno de onda corta que manteniacutea sintonizado en un programa de muacutesica culta para que Delgadina aprendiera a dormir con los cuartetos de Mozart pero una noche lo encontreacute en una estacioacuten especializada en boleros de moda Era el gusto de ella sin duda y lo asumiacute sin dolor pues tambieacuten yo lo habiacutea cultivado con el corazoacuten en mis mejores diacuteas Antes de volver a casa al diacutea siguiente escribiacute en el espejo con el laacutepiz de labios Nintildea miacutea estamos solos en el mundo

Por esa eacutepoca tuve la rara impresioacuten de que se estaba volviendo mayor antes de tiempo Se lo comenteacute a Rosa Cabarcas y a ella le parecioacute natural Cumple quince antildeos el cinco de diciembre me dijo Una Sagitario perfecta Me inquietoacute que fuera tan real como para cumplir antildeos iquestQueacute podriacutea regalarle Una bicicleta dijo Rosa Cabarcas Tiene que atravesar la ciudad dos veces al diacutea para ir a pegar botones Me mostroacute en la trastienda la bicicleta que usaba y de verdad me parecioacute un cacharro indigno de una mujer tan bien amada Sin embargo me conmovioacute como la prueba tangible de que Delgadina existiacutea en la vida real

Memorias de mis putas tristes 30 ______________________________________________________________________________________Cuando fui a comprar la mejor bicicleta para ella no pude resistir la tentacioacuten de probarla y di algunas vueltas casuales en la rampa del almaceacuten Al vendedor que me preguntoacute la edad le contesteacute con la coqueteriacutea de la vejez Voy a cumplir noventa y uno El empleado dijo justo lo que yo queriacutea Pues representa veinte menos Yo mismo no entendiacutea coacutemo conservaba la praacutectica del colegio y me sentiacute colmado por un gozo radiante Empeceacute a cantar Primero para miacute mismo en voz baja y despueacutes a todo pecho con iacutenfulas del gran Caruso por entre los bazares abigarrados y el traacutefico demente del mercado puacuteblico La gente me miraba divertida me gritaban me incitaban a participar en la Vuelta a Colombia en silla de ruedas Yo les haciacutea con la mano un saludo de navegante feliz sin interrumpir la cancioacuten Esa semana en homenaje a Diciembre escribiacute otra nota atrevida Coacutemo ser feliz en bicicleta a los noventa antildeos

La noche de su cumpleantildeos le canteacute a Delgadina la cancioacuten completa y la beseacute por todo el cuerpo hasta quedarme sin aliento la espina dorsal veacutertebra por veacutertebra hasta las nalgas laacutenguidas el costado del lunar el de su corazoacuten inagotable A medida que la besaba aumentaba el calor de su cuerpo y exhalaba una fragancia montuna Ella me respondioacute con vibraciones nuevas en cada pulgada de su piel y en cada una encontreacute un calor distinto un sabor propio un gemido nuevo y toda ella resonoacute por dentro con un arpegio y sus pezones se abrieron en flor sin tocarlos Empezaba a adormecerme en la madrugada cuando sentiacute como un rumor de muchedumbres en el mar y un paacutenico de los aacuterboles que me atravesaron el corazoacuten Entonces fui al bantildeo y escribiacute en el espejo Delgadina de mi vida llegaron las brisas de Navidad Uno de mis recuerdos maacutes felices fue un trastorno que sentiacute una mantildeana como aqueacutella al salir de la escuela iquestQueacute me pasa La maestra me dijo alelada Ay nintildeo iquestno ves que son las brisas Ochenta antildeos despueacutes volviacute a sentirlo cuando me desperteacute en la cama de Delgadina y era el mismo diciembre que volviacutea puntual con sus cielos diaacutefanos las tormentas de arena los torbellinos callejeros que Desentechaban casas y les alzaban las faldas a las colegialas La ciudad adquiriacutea por entonces una resonancia fantasmal En noches de brisa podiacutean escucharse los gritos del mercado puacuteblico hasta en los barrios maacutes altos como si estuvieran a la vuelta de la esquina No era raro entonces que las raacutefagas de diciembre nos permitieran encontrar por sus voces a los amigos desperdigados en burdeles remotos

Sin embargo tambieacuten con las brisas me llegoacute la mala noticia de que Delgadina no podiacutea pasar las navidades conmigo sino con su familia Si algo detesto en este mundo son las fiestas obligatorias en que la gente llora porque estaacute alegre los fuegos de artificio los villancicos lelos las guirnaldas de papel crespoacuten que nada tienen que ver con un nintildeo que nacioacute hace dos mil quinientos antildeos en una caballeriza indigente Sin embargo cuando llegoacute la noche no pude resistir la nostalgia y me fui al cuarto sin ella Dormiacute bien y desperteacute junto a un oso de peluche que caminaba en dos patas como si fuera polar y una tarjeta que deciacutea Para el papaacute feo Rosa Cabarcas me habiacutea dicho que Delgadina estaba aprendiendo a leer con mis clases escritas en el espejo y su buena letra me parecioacute admirable Pero ella misma me defraudoacute con la noticia peor de que el oso era un regalo suyo asiacute que la noche de Antildeo Nuevo me quedeacute en mi casa y en mi cama desde las ocho y me dormiacute sin amarguras Fui feliz porque al toque de las doce entre los repiques furiosos de las campanas las sirenas de faacutebricas y bomberos los lamentos de los

JUAN CARLOS 161104
abigarrado da (Del part de abigarrar) adj De varios colores mal combinados || 2 Heterogeacuteneo reunido sin concierto Un extrantildeo y abigarrado libro Una multitud abigarrada 13

Memorias de mis putas tristes 31 ______________________________________________________________________________________buques las descargas de poacutelvora los cohetes sentiacute que Delgadina entroacute en punta de pies se acostoacute a mi lado y me dio un beso Tan real que me quedoacute en la boca su olor de regaliz

Memorias de mis putas tristes 32 ______________________________________________________________________________________

4A principios del nuevo antildeo empezaacutebamos a conocernos como si vivieacuteramos juntos y despiertos pues yo habiacutea encontrado un tono de voz cauteloso que ella oiacutea sin despertar y me contestaba con un lenguaje natural del cuerpo Sus estados de aacutenimo se le notaban en el modo de dormir De exhausta y montaraz que habiacutea sido al principio fue hacieacutendose a una paz interior que embelleciacutea su rostro y enriqueciacutea su suentildeo Le contaba mi vida le leiacutea al oiacutedo los borradores de mis notas dominicales en las que estaba ella sin decirlo y soacutelo ella

Por esa eacutepoca le dejeacute en la almohada unos zarcillos de esmeraldas que fueron de mi madre Los llevoacute puestos en la cita siguiente y no le luciacutean Le lleveacute despueacutes unos pendientes maacutes adecuados para el color de su piel Le expliqueacute Los primeros que te traje no te quedaban bien por tu tipo y el corte del cabello Estos te iraacuten mejor No llevoacute ninguno en las dos citas siguientes pero a la tercera se puso los que le habiacutea indicado Asiacute empeceacute a entender que no obedeciacutea a mis oacuterdenes pero aguardaba la ocasioacuten para complacerme Por esos diacuteas me sentiacute tan habituado a aquel geacutenero de vida domeacutestica que no seguiacute durmiendo desnudo sino que lleveacute las piyamas de seda china que habiacutea dejado de usar por no tener para quieacuten quitaacutermelas

Empeceacute a leerle El principito de Saint-Exupeacutery un autor franceacutes que el mundo entero admira maacutes que los franceses Fue el primero que la entretuvo sin despertarla hasta el punto de que tuve que ir dos diacuteas continuos para acabar de leeacuterselo Seguimos con los Cuentos de Perrault la Historia sagrada Las mil y una noches en una versioacuten desinfectada para nintildeos y por las diferencias entre uno y otro me di cuenta de que su suentildeo teniacutea diversos grados de profundidad seguacuten su intereacutes por las lecturas Cuando sentiacutea que habiacutea tocado fondo apagaba la luz y me dormiacutea abrazado a ella hasta que cantaban los gallos

Me sentiacutea tan feliz que la besaba en los paacuterpados muy suave y una noche ocurrioacute como una luz en el cielo sonrioacute por primera vez Maacutes tarde sin ninguacuten motivo se revolvioacute en la cama me dio la espalda y dijo disgustada Fue Isabel la que hizo llorar a los caracoles Exaltado por la ilusioacuten de un diaacutelogo le pregunteacute en el mismo tono iquestDe quieacuten eran No contestoacute Su voz teniacutea un rastro plebeyo como si no fuera suya sino de alguien ajeno que llevaba dentro Toda sombra de duda desaparecioacute entonces de mi alma la preferiacutea dormida

Mi uacutenico problema era el gato Estaba inapetente y hurantildeo y llevaba dos diacuteas sin levantar cabeza en su rincoacuten habitual y me tiroacute un zarpazo de fiera herida cuando

JUAN CARLOS 161104
zarcillo1 (Del lat circellus circulito) m Pendiente arete13
JUAN CARLOS 161104
montaraz (De monte y -araz) adj Que anda o estaacute hecho a andar por los montes o se ha criado en ellos || 2 Se dice del genio y propiedades agrestes groseras y feroces || 3 m Guarda de montes o heredades || 4 Sal Mayordomo de campo capataz que tiene a su cargo las labores y los ganados

Memorias de mis putas tristes 33 ______________________________________________________________________________________quise ponerlo en su canasto de mimbre para que Damiana lo llevara con el veterinario Apenas logroacute someterlo y se lo llevoacute pataleando dentro de un saco de fique Al cabo de un rato me llamoacute desde el criadero para decirme que no habiacutea maacutes remedio que sacrificarlo y necesitaban mi orden iquestPor queacute Porque ya estaacute muy viejo dijo Damiana Penseacute con rabia que a miacute tambieacuten podiacutean asarme vivo en un horno de gatos Me sentiacute inerme entre dos fuegos no habiacutea aprendido a querer el gato pero tampoco teniacutea corazoacuten para ordenar que lo mataran soacutelo porque era viejoiquestDoacutende lo deciacutea el manual

El incidente me conmocionoacute tanto que escribiacute una nota para el domingo con un tiacutetulo usurpado a Neruda iquestEs el gato un miacutenimo tigre de saloacuten La nota dio origen a una nueva campantildea que otra vez dividioacute a los lectores en favor y en contra de los gatos En cinco diacuteas prevalecioacute la tesis de que podiacutea ser liacutecito sacrificar un gato por razones de salud puacuteblica pero no porque estuviera viejo

Despueacutes de la muerte de mi madre me desvelaba el terror de que alguien me tocara mientras dormiacutea Una noche la sentiacute pero su voz me devolvioacute el sosiego Figlio mioacute poveretto Volviacute a sentirlo una madrugada en el cuarto de Delgadina y me retorciacute de gozo creyendo que ella me habiacutea tocado Pero no era Rosa Cabarcas en la oscuridad Viacutestete y ven conmigo me dijo tengo un problema serio

Asiacute era y maacutes serio de lo que pude imaginar A uno de los clientes grandes de la casa lo habiacutean asesinado a puntildealadas en el primer cuarto del pabelloacuten El asesino habiacutea escapado El cadaacutever enorme desnudo pero con los zapatos puestos teniacutea una palidez de pollo al vapor en la cama empapada de sangre Lo reconociacute de entrada era JMB un banquero grande famoso por su apostura su simpatiacutea y su buen vestir y sobre todo por la pulcritud de su hogar Teniacutea en el cuello dos heridas moradas como labios y una zanja en el vientre que no habiacutea acabado de sangrar Todaviacutea no empezaba el rigor Maacutes que sus heridas me impresionoacute que teniacutea un preservativo puesto y al parecer sin usar en el sexo desmirriado por la muerte

Rosa Cabarcas no sabiacutea con quieacuten iba porque tambieacuten eacutel teniacutea el privilegio de entrar por el portoacuten del huerto No se descartaba la sospecha de que su pareja fuera otro hombre Lo uacutenico que la duentildea queriacutea de miacute era que la ayudara a vestir el cadaacutever Estaba tan segura que me inquietoacute la idea de que la muerte fuera para ella un asunto de cocina No hay nada maacutes difiacutecil que vestir a un muerto le dije Lo he hecho a pasto de Dios replicoacute ella Es faacutecil si alguien me lo sostiene Le hice ver iquestTe imaginas quieacuten va a creer en un cuerpo tasajeado a cuchilladas dentro de un vestido intacto de caballero ingleacutes

Tembleacute por Delgadina Lo mejor seraacute que te la lleves tuacute me dijo Rosa Cabarcas Primero muerto le dije con la saliva helada Ella lo percibioacute y no pudo ocultar su desdeacuten iexclEstaacutes temblando Por ella dije aunque soacutelo era verdad a medias Aviacutesale que se vaya antes de que llegue nadie De acuerdo dijo ella aunque a ti como periodista no te pasaraacute nada Ni a ti tampoco le dije con cierto rencor Eres el uacutenico liberal que manda en este gobierno

La ciudad codiciada por su naturaleza paciacutefica y su seguridad congeacutenita arrastraba la desgracia de un asesinato escandaloso y atroz cada antildeo Aqueacutel no lo fue La noticia oficial en titulares excesivos y parca en detalles deciacutea que al joven banquero lo habiacutean asaltado y muerto a cuchilladas en la carretera de Pradomar por motivos

Memorias de mis putas tristes 34 ______________________________________________________________________________________incomprensibles No teniacutea enemigos El comunicado del gobierno sentildealaba como presuntos asesinos a refugiados del interior del paiacutes que estaban desatando una oleada de delincuencia comuacuten extrantildea al espiacuteritu ciacutevico de la poblacioacuten En las primeras horas hubo maacutes de cincuenta detenidos

Acudiacute escandalizado con el redactor judicial un periodista tiacutepico de los antildeos veinte con visera de celuloide verde y ligas en las mangas que presumiacutea de anticiparse a los hechos Sin embargo soacutelo conociacutea unas hilachas sueltas del crimen y yo se las completeacute hasta donde me fue prudente Asiacute escribimos cinco cuartillas a cuatro manos para una noticia de ocho columnas en primera paacutegina atribuida al fantasma eterno de las fuentes que nos merecen entero creacutedito Pero al Abominable Hombre de las Nueve -el censor- no le tembloacute el pulso para imponer la versioacuten oficial de que habiacutea sido un asalto de bandoleros liberales Yo me laveacute la conciencia con un centildeo de pesadumbre en el entierro maacutes ciacutenico y concurrido del siglo

Cuando regreseacute a casa aquella noche llameacute a Rosa Cabarcas para averiguar queacute habiacutea pasado con Delgadina pero no contestoacute el teleacutefono en cuatro diacuteas Al quinto fui a su casa con los dientes apretados Las puertas estaban selladas pero no por la policiacutea sino por la Sanidad Nadie en el vecindario daba noticias de nada Sin ninguacuten indicio de Delgadina me di a una buacutesqueda encarnizada y a veces ridiacutecula que me dejoacute acezante Paseacute diacuteas enteros observando a las joacutevenes ciclistas desde los escantildeos de un parque polvoriento donde los nintildeos jugaban a encaramarse en la estatua descascarada de Simoacuten Boliacutevar Pasaban pedaleando como venadas bellas disponibles listas para ser atrapadas a la gallina ciega Cuando se me acaboacute la esperanza me refugieacute en la paz de los boleros Fue como un bebedizo emponzontildeado cada palabra era ella Siempre habiacutea necesitado el silencio para escribir porque mi mente atendiacutea maacutes a la muacutesica que a la escritura Entonces fue al reveacutes soacutelo pude escribir a la sombra de los boleros Mi vida se llenoacute de ella Las notas que escribiacute aquellas dos semanas fueron modelos en clave para cartas de amor El jefe de redaccioacuten contrariado con la avalancha de respuestas me pidioacute que moderara el amor mientras pensaacutebamos coacutemo consolar a tantos lectores enamorados

La falta de sosiego acaboacute con el rigor de mis diacuteas Despertaba a las cinco pero me quedaba en la penumbra del cuarto imaginando a Delgadina en su vida irreal de levantar a sus hermanos vestirlos para la escuela darles el desayuno si lo habiacutea y atravesar la ciudad en bicicleta para cumplir la condena de coser botones Me pregunteacute asombrado iquestQueacute piensa una mujer mientras pega un botoacuten iquestPensaba en miacute iquestTambieacuten ella buscaba a Rosa Cabarcas para dar conmigo Paseacute hasta una semana sin quitarme el mameluco de mecaacutenico ni de diacutea ni de noche sin bantildearme sin afeitarme sin cepillarme los dientes porque el amor me ensentildeoacute demasiado tarde que uno se arregla para alguien se viste y se perfuma para alguien y yo nunca habiacutea tenido para quieacuten Damiana creyoacute que estaba enfermo cuando me encontroacute desnudo en la hamaca a las diez de la mantildeana La vi con los ojos turbios de la codicia y la inviteacute a revolearnos desnudos Ella con un desprecio me dijo

-iquestYa pensoacute lo que va a hacer si le digo que siacute

Asiacute supe hasta queacute punto me habiacutea corrompido el sufrimiento No me reconociacutea a miacute mismo en mi dolor de adolescente No volviacute a salir de la casa por no descuidar el teleacutefono Escribiacutea sin descolgarlo y al primer timbrazo le saltaba encima pensando

Memorias de mis putas tristes 35 ______________________________________________________________________________________que pudiera ser Rosa Cabarcas Interrumpiacutea a cada rato lo que estuviera haciendo para llamarla e insistiacute diacuteas enteros hasta comprender que era un teleacutefono sin corazoacuten

Al volver a casa una tarde de lluvia encontreacute el gato enroscado en la escalinata del portoacuten Estaba sucio y maltrecho y con una mansedumbre de laacutestima El manual me hizo ver que estaba enfermo y seguiacute sus normas para alentarlo De golpe mientras descabezaba un suentildeecito de siesta me despabiloacute la idea de que pudiera conducirme a la casa de Delgadina Lo lleveacute en una bolsa de mercado hasta la tienda de Rosa Cabarcas que seguiacutea sellada y sin indicios de vida pero se revolvioacute en el talego con tanto iacutempetu que logroacute escapar saltoacute la tapia del huerto y desaparecioacute entre los aacuterboles Toqueacute al portoacuten con el puntildeo y una voz militar preguntoacute sin abrir iquestQuieacuten vive Gente de paz dije yo para no ser menos Ando en pos de la duentildea No hay duentildea dijo la voz Por lo menos aacutebrame para coger el gato insistiacute No hay gato dijo Pregunteacute iquestQuieacuten es usted

-Nadie -dijo la voz

Siempre habiacutea entendido que morirse de amor no era maacutes que una licencia poeacutetica Aquella tarde de regreso a casa otra vez sin el gato y sin ella comprobeacute que no soacutelo era posible morirse sino que yo mismo viejo y sin nadie estaba murieacutendome de amor Pero tambieacuten me di cuenta de que era vaacutelida la verdad contraria no habriacutea cambiado por nada del mundo las delicias de mi pesadumbre Habiacutea perdido maacutes de quince antildeos tratando de traducir los cantos de Leopardi y soacutelo aquella tarde los sentiacute a fondo Ay de miacute si es amor cuaacutento atormenta

Mi entrada al perioacutedico en mameluco y mal afeitado despertoacute ciertas dudas sobre mi estado mental La casa remodelada con cabinas individuales de vidrio y luces cenitales pareciacutea una cliacutenica de maternidad El clima artificial callado y confortable invitaba a hablar en susurros y caminar en puntillas En el vestiacutebulo como virreyes muertos estaban los retratos al oacuteleo de los tres directores vitalicios y las fotografiacuteas de visitantes ilustres La enorme sala principal estaba presidida por la fotografiacutea gigantesca de la redaccioacuten actual tomada la tarde de mi cumpleantildeos No pude evitar la comparacioacuten mental con la otra de mis treinta antildeos y una vez maacutes comprobeacute con horror que se envejece maacutes y peor en los retratos que en la realidad La secretaria que me habiacutea besado la tarde del cumpleantildeos me preguntoacute si estaba enfermo Fui feliz de contestarle la verdad para que no la creyera Enfermo de amor Ella dijo iexclLaacutestima que no sea por miacute Yo le correspondiacute el cumplido No esteacute tan segura

El redactor judicial salioacute de su cabina gritando que habiacutea dos cadaacuteveres de muchachas sin identificar en el anfiteatro municipal Le pregunteacute asustado iquestDe queacute edad Joacutevenes dijo eacutel Pueden ser refugiadas del interior perseguidas hasta aquiacute por matones del reacutegimen Respireacute aliviado La situacioacuten nos invade en silencio como una mancha de sangre dije El redactor judicial ya lejos gritoacute

-De sangre no maestro de mierda

Algo peor me ocurrioacute diacuteas despueacutes cuando una muchacha instantaacutenea con una canasta igual a la del gato pasoacute como un escalofriacuteo frente a la libreriacutea Mundo La perseguiacute a codazos por entre la muchedumbre en el fragor de las doce del diacutea Era muy bella de trancos largos y con una fluidez para abrirse camino entre el gentiacuteo

Memorias de mis putas tristes 36 ______________________________________________________________________________________que me costoacute trabajo alcanzarla Por fin la rebaseacute y la mireacute de frente Ella me apartoacute con la mano sin detenerse ni pedir perdoacuten No era la que creiacutea pero su altivez me dolioacute como si lo fuera Comprendiacute entonces que no seriacutea capaz de reconocer a Delgadina despierta y vestida ni ella podiacutea saber quieacuten era yo si nunca me habiacutea visto En un acto de locura tejiacute durante tres diacuteas doce pares de zapatitos azules y rosados para recieacuten nacidos tratando de darme valor para no escuchar ni cantar ni recordar las canciones que me recordaban a ella

La verdad era que no podiacutea con mi alma y empezaba a tomar conciencia de la vejez por mis flaquezas frente al amor Una prueba todaviacutea maacutes dramaacutetica la tuve cuando un autobuacutes de servicio puacuteblico arrolloacute una ciclista en el puro centro comercial Acababan de llevaacutersela en una ambulancia y la magnitud de la tragedia se apreciaba por el estado de chatarra en que quedoacute la bicicleta sobre un charco de sangre viva Pero mi impresioacuten no fue tanta por los destrozos de la bicicleta como por la marca el modelo y el color No podiacutea ser otra que la que yo mismo le habiacutea regalado a Delgadina

Los testigos coincidieron en que la ciclista herida era muy joven alta y delgada y con el cabello corto y rizado Aturdido tomeacute el primer taxi que pasoacute y me hice llevar al hospital de Caridad un viejo edificio de muros ocres que pareciacutea una caacutercel encallada en un arenal Necesiteacute media hora para entrar y otra maacutes para salir de un patio fragante de aacuterboles frutales donde una mujer atribulada se me atravesoacute en el camino me miroacute a los ojos y exclamoacute

-Yo soy la que no buscas

Soacutelo entonces recordeacute que era alliacute donde viviacutean en libertad los internos mansos del manicomio municipal Tuve que identificarme como periodista ante la direccioacuten del hospital para que un enfermero me condujera al pabelloacuten de urgencias En elcuaderno de ingresos estaban los datos Rosalba Riacuteos dieciseacuteis antildeos sin oficio conocido Diagnoacutestico conmocioacuten cerebral Pronoacutestico reservado Pregunteacute al jefe del pabelloacuten si podiacutea verla con la esperanza iacutentima de que me dijeran que no pero me llevaron encantados por si queriacutea escribir sobre el estado de abandono del hospital

Atravesamos una sala abigarrada con un fuerte olor de aacutecido feacutenico y los enfermos apelotonados en las camas Al fondo en un cuarto solo tendida en una camilla metaacutelica estaba la que buscaacutebamos Teniacutea el craacuteneo cubierto de vendas la cara indescifrable gonfia y amoratada pero me bastoacute con verle los pies para saber que no era Soacutelo entonces se me ocurrioacute preguntarme iquestQueacute habriacutea hecho yo si hubiera sido ella

Todaviacutea enredado en las telarantildeas de la noche tuve el valor de ir el diacutea siguiente a la faacutebrica de camisas donde Rosa Cabarcas habiacutea dicho alguna vez que trabajaba la nintildea y le pediacute al propietario que nos mostrara sus instalaciones como modelo para un proyecto continental de las Naciones Unidas Era un libaneacutes paquideacutermico y taciturno que nos abrioacute las puertas de su reino con la ilusioacuten de ser un ejemplo universal

Trescientas joacutevenes de blusas blancas con la ceniza del mieacutercoles en la frente cosiacutean botones en la vasta nave iluminada Cuando nos vieron entrar se irguieron

Memorias de mis putas tristes 37 ______________________________________________________________________________________como colegialas y nos observaron de reojo mientras el gerente explicaba sus aportes al arte inmemorial de pegar botones Yo escrutaba las caras de cada una con el pavor de descubrir a Delgadina vestida y despierta Pero fue una de ellas la que me descubrioacute a miacute con la mirada temible de la admiracioacuten sin clemencia

-Diacutegame sentildeor iquestno es usted el que escribe las cartas de amor en el perioacutedico

Nunca me hubiera imaginado que una nintildea dormida pudiera causar en uno semejantes estragos Escapeacute de la faacutebrica sin despedirme ni pensar siquiera si alguna de aquellas viacutergenes de purgatorio era por fin la que buscaba Cuando saliacute de ahiacute el uacutenico sentimiento que me quedaba en la vida eran las ganas de llorar

Rosa Cabarcas llamoacute al cabo de un mes con una explicacioacuten increiacuteble se habiacutea tomado un merecido descanso en Cartagena de Indias despueacutes del asesinato del banquero No le creiacute desde luego pero la feliciteacute por su suerte y la dejeacute explayarse en su mentira antes de hacerle la pregunta que me borboritaba en el corazoacuten

-iquestY ella

Rosa Cabarcas hizo un silencio largo Ahiacute estaacute dijo al fin pero su voz se hizo evasiva Hay que esperar un tiempo iquestCuaacutento Ni idea ya te avisareacute Sentiacute que se me iba y la pareacute en seco Espeacuterate dame alguna luz No hay luz dijo ella y concluyoacute Ten cuidado puedes perjudicarte tuacute y sobre todo perjudicarla a ella Yo no estaba para esa clase de remilgos Le supliqueacute aunque fuera una oportunidad de acercarme a la verdad Al fin y al cabo le dije somos coacutemplices Ella no dio un paso maacutes Caacutelmate me dijo la nintildea estaacute bien y esperando que la llame pero ahora mismo no hay nada que hacer ni voy a decir nada maacutes Adioacutes

Me quedeacute con el teleacutefono en la mano sin saber por doacutende seguir pues tambieacuten la conociacutea bastante para pensar que no conseguiriacutea nada de ella si no era por las buenas Despueacutes del mediodiacutea me di una vuelta furtiva por su casa maacutes confiado en la casualidad que en la razoacuten y la encontreacute todaviacutea cerrada y con los sellos de la Sanidad Penseacute que Rosa Cabarcas me habiacutea telefoneado de otra parte tal vez de otra ciudad y la sola idea me llenoacute de presagios turbios No obstante a las seis de la tarde cuando menos lo esperaba me soltoacute por teleacutefono mi propio santo y sentildea

-Bueno ahora siacute

A las diez de la noche tembloroso y con los labios mordidos para no llorar fui cargado de cajas de chocolates suizos turrones y caramelos y una canasta de rosas ardientes para cubrir la cama La puerta estaba entreabierta las luces encendidas y en el radio se diluiacutea a medio volumen la sonata nuacutemero uno para violiacuten y piano de Brahms Delgadina en la cama estaba tan radiante y distinta que me costoacute trabajo reconocerla

Habiacutea crecido pero no se le notaba en la estatura sino en una madurez intensa que la haciacutea parecer con dos o tres antildeos maacutes y maacutes desnuda que nunca Sus poacutemulos altos la piel tostada por soles de mar bravo los labios finos y el cabello corto y rizado le infundiacutean a su rostro el resplandor androacutegino del Apolo de Praxiacuteteles Pero no habiacutea equiacutevoco posible porque sus senos habiacutean crecido hasta el punto de que no me cabiacutean en la mano sus caderas habiacutean acabado de formarse y sus huesos se

Memorias de mis putas tristes 38 ______________________________________________________________________________________habiacutean vuelto maacutes firmes y armoacutenicos Me encantaron aquellos aciertos de la naturaleza pero me aturdieron los artificios las pestantildeas postizas las untildeas de las manos y los pies esmaltadas de naacutecar y un perfume de a dos cuartillos que no teniacutea nada que ver con el amor Sin embargo lo que me sacoacute de quicio fue la fortuna que llevaba encima pendientes de oro con gajos de esmeraldas un collar de perlas naturales una pulsera de oro con resplandores de diamantes y anillos con piedras legiacutetimas en todos los dedos En la silla estaba su traje de nochera con lentejuelas y bordados y las zapatillas de raso Un vapor raro me subioacute de las entrantildeas

-iexclPuta -griteacute

Pues el diablo me soploacute en el oiacutedo un pensamiento siniestro Y fue asiacute la noche del crimen Rosa Cabarcas no debioacute tener tiempo ni serenidad para prevenir a la nintildea y la policiacutea la encontroacute en el cuarto sola menor de edad y sin coartada Nadie igual a Rosa Cabarcas para una situacioacuten como aqueacutella le vendioacute la virginidad de la nintildea a alguno de sus grandes cacaos a cambio de que a ella la sacaran limpia del crimen Lo primero claro fue desaparecer mientras se aplacaba el escaacutendalo iexclQueacute maravilla Una luna de miel para tres ellos dos en la cama y Rosa Cabarcas en una terraza de lujo disfrutando de su impunidad feliz Ciego de una furia insensata fui reventando contra las paredes cada cosa del cuarto las laacutemparas el radio el ventilador los espejos las jarras los vasos Lo hice sin prisa pero sin pausas con un grande estropicio y una embriaguez metoacutedica que me salvoacute la vida La nintildea dio un salto al primer estallido pero no me miroacute sino que se enroscoacute de espaldas a miacute y asiacute permanecioacute con espasmos entrecortados hasta que cesoacute el estropicio Las gallinas en el patio y los perros de la madrugada aumentaron el escaacutendalo Con la cegadora lucidez de la coacutelera tuve la inspiracioacuten final de prenderle fuego a la casa cuando aparecioacute en la puerta la figura impasible de Rosa Cabarcas en camisa de dormir No dijo nada Hizo con la vista el inventario del desastre y comproboacute que la nintildea estaba enroscada sobre siacute misma como un caracol y con la cabeza escondida entre los brazos aterrada pero intacta

-iexclDios miacuteo -exclamoacute Rosa Cabarcas- iexclQueacute no hubiera dado yo por un amor como eacuteste

Me midioacute de cuerpo entero con una mirada de misericordia y me ordenoacute Vamos La seguiacute hasta la casa me sirvioacute un vaso de agua en silencio me hizo una sentildea de que me sentara frente a ella y me puso en confesioacuten Bueno me dijo ahora poacutertate como un adulto y cueacutentame iquestqueacute te pasa

Le conteacute con lo que teniacutea como mi verdad revelada Rosa Cabarcas me escuchoacute en silencio sin asombro y por fin parecioacute iluminada Queacute maravilla dijo Siempre he dicho que los celos saben maacutes que la verdad Y entonces me contoacute la realidad sin reservas En efecto dijo en su ofuscacioacuten de la noche del crimen se habiacutea olvidado de la nintildea dormida en el cuarto Uno de sus clientes abogado del muerto ademaacutes repartioacute prebendas y sobornos a cuatro manos e invitoacute a Rosa Cabarcas a un hotel de reposo de Cartagena de Indias mientras se disipaba el escaacutendalo Creacuteeme dijo Rosa Cabarcas que en todo este tiempo no dejeacute de pensar ni un momento en ti y en la nintildea Volviacute antier y lo primero que hice fue llamarte por teleacutefono pero nadie contestoacute En cambio la nintildea vino enseguida y en tan mal estado que te la bantildeeacute te la vestiacute y te la mandeacute al saloacuten de belleza con la orden de que la arreglaran como una reina Ya viste coacutemo perfecta iquestLa ropa de lujo Son los trajes que les alquilo a mis

Memorias de mis putas tristes 39 ______________________________________________________________________________________pupilas maacutes pobres cuando tienen que ir a bailar con sus clientes iquestLas joyas Son las miacuteas dijo Basta con tocarlas para darse cuenta de que son diamantes de vidrio y estoperoles de hojalata De modo que no jodas concluyoacute Anda despieacutertala piacutedele perdoacuten y hazte cargo de ella de una vez Nadie merece ser maacutes feliz que ustedes

Hice un esfuerzo sobrenatural para creerle pero pudo maacutes el amor que la razoacuten iexclPutas le dije atormentado por el fuego vivo que me abrasaba las entrantildeas iexclEso es lo que son ustedes griteacute iexclPutas de mierda No quiero saber nada maacutes de tiacute ni de ninguna otra guaricha en el mundo y menos de ella Le hice desde la puerta una sentildeal de adioacutes para siempre Rosa Cabarcas no lo dudoacute

-Vete con Dios -me dijo con un rictus de tristeza y volvioacute a su vida real- De todos modos te pasareacute la cuenta del desmadre que me hiciste en el cuarto

Memorias de mis putas tristes 40 ______________________________________________________________________________________

5

Leyendo Los idus de marzo encontreacute una frase siniestra que el autor atribuye a Julio Ceacutesar Es imposible no terminar siendo como los otros creen que uno es No pude comprobar su verdadero origen en la propia obra de Julio Ceacutesar ni en las obras de sus bioacutegrafos desde Suetonio hasta Carcopino pero valioacute la pena conocerla Su fatalismo aplicado al curso de mi vida en los meses siguientes fue lo que me dio la determinacioacuten que me haciacutea falta no soacutelo para escribir esta memoria sino para empezarla sin pudores con el amor de Delgadina

No teniacutea un instante de sosiego apenas si probaba bocado y perdiacute tanto peso que no se me teniacutean los pantalones en la cintura Los dolores erraacuteticos se me quedaron en los huesos cambiaba de aacutenimo sin razoacuten pasaba las noches en un estado de deslumbramiento que no me permitiacutea leer ni escuchar muacutesica y en cambio se me iba el diacutea cabeceando por una somnolencia sonsa que no serviacutea para dormir

El alivio me cayoacute del cielo En la atestada goacutendola de Loma Fresca una vecina de asiento que no habiacutea visto subir me susurroacute al oiacutedo iquestTodaviacutea tiras Era Casilda Armenia un viejo amor de a tres por cinco que me habiacutea soportado como cliente asiduo desde que era una adolescente altiva Una vez retirada medio enferma y sin un clavo se habiacutea casado con un hortelano chino que le dio nombre y apoyo y quizaacutes un poco de amor A los setenta y tres antildeos teniacutea el peso de siempre seguiacutea bella y de caraacutecter fuerte y conservaba intacto el desparpajo del oficio

Me llevoacute a su casa una huerta de chinos en una colina de la carretera al mar Nos sentamos en las sillas de playa de la terraza umbriacutea entre helechos y frondas de astromelias y jaulas de paacutejaros colgadas en el alero En la falda de la colina se veiacutean los hortelanos chinos con sombreros de cono sembrando las hortalizas bajo el sol abrasante y el pieacutelago gris de las Bocas de Ceniza con los dos tajamares de rocas que canalizan el riacuteo varias leguas en el mar Mientras conversaacutebamos vimos entrar un trasatlaacutentico blanco por la desembocadura y lo seguimos callados hasta oiacuter su bramido de toro luacutegubre en el puerto fluvial Ella suspiroacute iquestTe das cuenta En maacutes de medio siglo es la primera vez que no te recibo la visita en la cama Ya somos otros dije Ella prosiguioacute sin oiacuterme Cada vez que dicen cosas de ti en el radio que te elogian por el carintildeo que te tiene la gente y te llaman maestro del amor imagiacutenate pienso que nadie te conocioacute tus gracias y tus mantildeas tan bien como yo En serio dijo nadie hubiera podido soportarte mejor

No resistiacute maacutes Ella lo sintioacute vio mis ojos huacutemedos de laacutegrimas y soacutelo entonces debioacute descubrir que ya no era el que fui y le sostuve la mirada con un valor del que

Memorias de mis putas tristes 41 ______________________________________________________________________________________nunca me creiacute capaz Es que me estoy volviendo viejo le dijeYa lo estamos suspiroacute ella Lo que pasa es que uno no lo siente por dentro pero desde fuera todo el mundo lo ve

Era imposible no abrirle el corazoacuten asiacute que le conteacute la historia completa que me ardiacutea en las entrantildeas desde mi primera llamada a Rosa Cabarcas la viacutespera de mis noventa antildeos hasta la noche traacutegica en que hice antildeicos el cuarto y no regreseacute maacutes Ella me oyoacute el desahogo como si estuviera vivieacutendolo lo rumioacute muy despacio y por fin sonrioacute

-Haz lo que quieras pero no pierdas a esa criatura -me dijo- No hay peor desgracia que morir solo

Fuimos a Puerto Colombia en el trenecito de juguete tan despacioso como un caballo Almorzamos frente al muelle de maderas carcomidas por donde habiacutea entrado el mundo entero al paiacutes antes que se dragaran las Bocas de Ceniza Nos sentamos bajo un cobertizo de palma donde las grandes matronas negras serviacutean pargos fritos con arroz de coco y tajadas de plaacutetano verde Dormitamos en el sopor denso de las dos y seguimos conversando hasta que se hundioacute en el mar el inmenso sol de candela La realidad me pareciacutea fantaacutestica Mira adonde ha venido a dar nuestra luna de miel se burloacute ella Pero prosiguioacute en serio Hoy miro para atraacutes veo la fila de miles de hombres que pasaron por mis camas y dariacutea el alma por haberme quedado aunque fuera con el peor Gracias a Dios encontreacute mi chino a tiempo Es como estar casada con el dedo mentildeique pero es soacutelo miacuteo

Me miroacute a los ojos midioacute mi reaccioacuten a lo que acababa de contarme y me dijo Asiacute que vete a buscar ahora mismo a esa pobre criatura aunque sea verdad lo que te dicen los celos sea como sea que lo bailado no te lo quita nadie Pero eso siacute sin romanticismos de abuelo Despieacutertala tiacuteratela hasta por las orejas con esa pinga de burro con que te premioacute el diablo por tu cobardiacutea y tu mezquindad En serio terminoacute con el alma no te vayas a morir sin probar la maravilla de tirar con amor

El pulso me temblaba al diacutea siguiente cuando marqueacute el nuacutemero del teleacutefono Tanto por la tensioacuten del reencuentro con Delgadina como por la incertidumbre de la forma en que Rosa Cabarcas me respondiera Habiacuteamos tenido una disputa seria por el abuso con que tasoacute los destrozos que hice en su cuarto Tuve que vender uno de los cuadros maacutes amados de mi madre cuyo valor se calculaba en una fortuna pero a la hora de la verdad no llegoacute a un deacutecimo de mis ilusiones

Aumenteacute la suma con el resto de mis ahorros y se la lleveacute a Rosa Cabarcas con una consigna inapelable Lo tomas o lo dejas Fue un acto suicida porque soacutelo con vender uno de mis secretos ella habriacutea aniquilado mi buen nombre Pero no respingoacute sino que se quedoacute con los cuadros que habiacutea tomado en prenda la noche del pleito Fui el perdedor absoluto en una sola jugada me quedeacute sin Delgadina sin Rosa Cabarcas y sin mis uacuteltimos ahorros Sin embargo oiacute el timbre del teleacutefono una vez dos veces tres y por fin ella iquestA ver No me salioacute la voz Colgueacute Me echeacute en la hamaca tratando de serenarme con la liacuterica asceacutetica de Satie y sudeacute tanto que el lienzo quedoacute empapado Hasta el diacutea siguiente no tuve el valor de llamar

-Bueno mujer -dije con voz firme- Hoy siacute

Memorias de mis putas tristes 42 ______________________________________________________________________________________Rosa Cabarcas coacutemo no estaba maacutes allaacute de todo Ay mi sabio triste suspiroacute con su aacutenimo invencible te pierdes dos meses y soacutelo vuelves para pedir ilusiones Me contoacute que no habiacutea visto a Delgadina desde haciacutea maacutes de un mes que pareciacutea tan repuesta del susto de mis estropicios que ni siquiera habloacute de ellos ni preguntoacute por miacute y estaba muy contenta en un nuevo empleo maacutes coacutemodo y mejor pagado que coser botones Una oleada de fuego vivo me quemoacute las entrantildeas Soacutelo puede ser de puta dije Rosa me replicoacute sin pestantildeear No seas bruto si asiacute fuera estariacutea aquiacute iquestO doacutende podriacutea estar mejor La rapidez de su loacutegica me agravoacute la duda iquestY coacutemo seacute que no estaacute ahiacute En ese caso replicoacute ella lo que maacutes te conviene es no saberlo iquestO no Una vez maacutes la odieacute Ella a prueba de erosiones prometioacute rastrear a la nintildea Sin muchas esperanzas porque el teleacutefono de la vecina donde la llamaba seguiacutea cortado y no teniacutea la menor idea de doacutende viviacutea Pero no era para echarse a morir queacute carajo dijo te llamo en una hora

Fue una hora de tres diacuteas pero encontroacute a la nintildea disponible y sana Volviacute avergonzado y la beseacute palmo a palmo como penitencia desde las doce de la noche hasta que cantaron los gallos Un perdoacuten largo que me prometiacute seguir repitiendo para siempre y fue como empezar otra vez por el principio El cuarto habiacutea sido desmantelado y el mal uso habiacutea acabado con todo lo que yo habiacutea puesto Ella lo habiacutea dejado asiacute y me dijo que cualquier mejora teniacutea que hacerla yo por lo que estaba debieacutendole Sin embargo mi situacioacuten econoacutemica tocaba fondo El dinero de las jubilaciones alcanzaba cada vez para menos Las pocas cosas vendibles que quedaban en la casa -salvo las joyas sagradas de mi madre- careciacutean de valor comercial y nada era bastante viejo para ser antiguo En tiempos mejores el gobernador me habiacutea hecho la oferta tentadora de comprarme en bloque los libros de los claacutesicos griegos latinos y espantildeoles para la Biblioteca Departamental pero no tuve corazoacuten para venderlos Despueacutes con los cambios poliacuteticos y el deterioro del mundo nadie del gobierno pensaba en las artes ni las letras Cansado de buscar una solucioacuten decente me echeacute al bolsillo las joyas que Delgadina me habiacutea devuelto y me fui a empentildearlas en un callejoacuten siniestro que conduciacutea al mercado puacuteblico Con aires de sabio distraiacutedo recorriacute varias veces aquel tugurio atiborrado de cantinas de mala muerte libreriacuteas de viejo y casas de empentildeo pero la dignidad de Florina de Dios me cerroacute el paso no me atreviacute Entonces decidiacute venderlas con la frente en alto a la joyeriacutea maacutes antigua y acreditada

El dependiente me hizo algunas preguntas mientras examinaba las joyas con su monoacuteculo Teniacutea la conducta el estilo y el pavor de un meacutedico Le expliqueacute que eran joyas heredadas de mi madre El aprobaba con un gruntildeido cada una de mis explicaciones y por fin se quitoacute el monoacuteculo

-Lo siento -dijo- pero son culos de botellas

Ante mi sorpresa me explicoacute con una suave conmiseracioacuten Menos mal que el oro es oro y el platino es platino Me toqueacute el bolsillo para asegurarme de que llevaba las facturas de compra y dije sin resabios

-Pues fueron compradas en esta noble casa hace maacutes de cien antildeos

El no se inmutoacute Suele suceder dijo que en las joyas hereditarias vayan desapareciendo las piedras maacutes valiosas con el paso del tiempo sustituidas por diacutescolos de la familia o por joyeros bandidos y soacutelo cuando alguien trata de

Memorias de mis putas tristes 43 ______________________________________________________________________________________venderlas se descubre el fraude Pero permiacutetame un segundo dijo y se llevoacute las joyas por la puerta del fondo Al cabo de un momento regresoacute y sin explicacioacuten alguna me indicoacute que me sentara en la silla de espera y siguioacute trabajando

Examineacute la tienda Habiacutea ido con mi madre varias veces y recordaba una frase recurrente No se lo digas a tu papaacute De pronto se me ocurrioacute una idea que me crispoacute iquestno seriacutea que Rosa Cabarcas y Delgadina de comuacuten acuerdo habiacutean vendido las piedras legiacutetimas y me devolvieron las joyas con las piedras falsas

Estaba ardiendo en dudas cuando una secretaria me invitoacute a seguirla por la misma puerta del fondo hasta una oficina pequentildea con una larga estanteriacutea de gruesos voluacutemenes Un beduino colosal se levantoacute en el escritorio del fondo y me estrechoacute la mano tuteaacutendome con una efusioacuten de viejo amigo Hicimos juntos el bachillerato me dijo a modo de saludo Me fue faacutecil recordarlo era el mejor futbolista de la escuela y campeoacuten de nuestros primeros burdeles Habiacutea dejado de verlo en alguacuten momento incierto y debioacute verme tan decreacutepito que me confundioacute con un condisciacutepulo de su infancia

Sobre el cristal del escritorio teniacutea abierto uno de los mamotretos del archivo donde estaba la memoria de las joyas de mi madre Una relacioacuten exacta con fechas y detalles de que ella en persona habiacutea hecho cambiar las piedras de dos generaciones de hermosas y dignas Cargamantos y habiacutea vendido las legiacutetimas a la misma tienda Esto habiacutea ocurrido cuando el padre del propietario actual estaba al frente de la joyeriacutea y eacutel y yo en la escuela Pero eacutel mismo me tranquilizoacute aquellas triquintildeuelas eran de uso corriente entre las grandes familias en desgracia para resolver urgencias de plata sin sacrificar el honor Ante la realidad cruda preferiacute conservarlas como recuerdo de otra Florina de Dios que nunca conociacute

A principios de julio sentiacute la distancia real de la muerte Mi corazoacuten perdioacute el paso y empeceacute a ver y sentir por todos lados los presagios inequiacutevocos del final El maacutes niacutetido fue en el concierto de Bellas Artes El aire acondicionado habiacutea fallado y la flor y nata de las artes y las letras se cocinaban al bantildeomariacutea en el saloacuten abarrotado pero la magia de la muacutesica era un clima celestial Al final con el Allegretto poco mosso me estremecioacute la revelacioacuten deslumbrante de que estaba escuchando el uacuteltimo concierto que me deparaba el destino antes de morir No sentiacute dolor ni miedo sino la emocioacuten arrasadora de haber alcanzado a vivirlo

Cuando por fin logreacute abrirme camino empapado de sudor a traveacutes de los abrazos y las fotos me encontreacute de manos a boca con Ximena Ortiz como una diosa de cien antildeos en la silla de ruedas Su sola presencia se me imponiacutea como un pecado mortal Teniacutea una tuacutenica de seda color marfil tan tersa como su piel un hilo de perlas legiacutetimas de tres vueltas el cabello color de naacutecar cortado a la moda de los veintes con una punta de ala de gaviota en la mejilla y los grandes ojos amarillos iluminados por la sombra natural de las ojeras Todo en ella contradeciacutea el rumor de que su mente estaba quedaacutendose en blanco por la erosioacuten irredimible de la memoria Petrificado y sin recursos frente a ella me sobrepuse al vaho de fuego que me subioacute a la cara y la saludeacute en silencio con una venia versallesca Ella sonrioacute como una reina y me agarroacute la mano Entonces me di cuenta de que tambieacuten aquello era una coartada del destino y no la perdiacute para sacarme una espina que me estorbaba desde siempre He sontildeado durante antildeos con este momento le dije Ella no parecioacute

Memorias de mis putas tristes 44 ______________________________________________________________________________________entender iexclNo me digas dijo iquestY tuacute quieacuten eres No supe nunca si en verdad lo habiacutea olvidado o si fue la venganza final de su vida

La certidumbre de ser mortal en cambio me habiacutea sorprendido poco antes de los cincuenta antildeos en una ocasioacuten como aqueacutella una noche de carnaval en que bailaba un tango apache con una mujer fenomenal a la que nunca le vi la cara maacutes corpulenta que yo como por cuarenta libras y maacutes alta como de dos palmos que sin embargo se dejaba llevar como una pluma al viento Bailaacutebamos tan apretados que sentiacutea circular su sangre por las venas y me hallaba como adormecido de gusto con su resuello trabajoso su grajo de amoniacuteaco sus tetas de astroacutenoma cuando me sacudioacute por la primera vez y casi me derriboacute por tierra el freacutemito de la muerte Fue como un oraacuteculo brutal en el oiacutedo Hagas lo que hagas en este antildeo o dentro de ciento estaraacutes muerto hasta jamaacutes Ella se separoacute asustada iquestQueacute le pasa Nada le dije tratando de sujetarme el corazoacuten

-Tiemblo por usted

Desde entonces empeceacute a medir la vida no por antildeos sino por deacutecadas La de los cincuenta habiacutea sido decisiva porque tomeacute conciencia de que casi todo el mundo era menor que yo La de los sesenta fue la maacutes intensa por la sospecha de que ya no me quedaba tiempo para equivocarme La de los setenta fue temible por una cierta posibilidad de que fuera la uacuteltima No obstante cuando desperteacute vivo la primera mantildeana de mis noventa antildeos en la cama feliz de Delgadina se me atravesoacute la idea complaciente de que la vida no fuera algo que transcurre como el riacuteo revuelto de Heraacuteclito sino una ocasioacuten uacutenica de voltearse en la parrilla y seguir asaacutendose del otro costado por noventa antildeos maacutes

Me volviacute de laacutegrima faacutecil Cualquier sentimiento que tuviera algo que ver con la ternura me causaba un nudo en la garganta que no siempre lograba dominar y penseacute en renunciar al placer solitario de velar el suentildeo de Delgadina no tanto por la incertidumbre de mi muerte como por el dolor de imaginarla sin miacute en el resto de su vida Uno de aquellos diacuteas inciertos fui a dar por distraccioacuten a la muy noble calle de los Notarios y me sorprendioacute no encontrar nada maacutes que los escombros del viejo hotel de lance donde fui iniciado por la fuerza en las artes del amor poco antes de mis doce antildeos Habiacutea sido una mansioacuten de antiguos navieros espleacutendida como pocas en la ciudad con columnas enchapadas de alabastro y frisos de oropeles alrededor de un patio interior con una cuacutepula de cristales de siete colores que irradiaba un resplandor de invernadero En la planta baja con un portal goacutetico sobre la calle estuvieron por maacutes de un siglo las notariacuteas coloniales en las que trabajoacute prosperoacute y se arruinoacute mi padre en toda una vida de suentildeos fantaacutesticos Las familias histoacutericas abandonaron poco a poco los pisos superiores que terminaron ocupados por una legioacuten de nocheras en desgracia que subiacutean y bajaban hasta el amanecer con los clientes atrapados por un peso y medio en las cantinas del cercano puerto fluvial

A mis doce antildeos todaviacutea con mis pantalones cortos y mis botitas de la escuela primaria no pude resistir la tentacioacuten de conocer los pisos superiores mientras mi padre se debatiacutea en una de sus reuniones interminables y me encontreacute con un espectaacuteculo celestial Las mujeres que malvendiacutean sus cuerpos hasta el amanecer se moviacutean por la casa desde las once de la mantildeana cuando ya la caniacutecula del vitral era insoportable y teniacutean que hacer su vida domeacutestica caminando en pelotas por

JUAN CARLOS 161104
caniacutecula (Del lat canicŭla) f Periacuteodo del antildeo en que es maacutes fuerte el calor || 2 Astr Tiempo del nacimiento heliacuteaco de Sirio que antiguamente coincidiacutea con la eacutepoca maacutes calurosa del antildeo pero que hoy no se verifica hasta fines de agosto13
JUAN CARLOS 161104
freacutemito (Del lat fremĭtus) m bramido

Memorias de mis putas tristes 45 ______________________________________________________________________________________toda la casa mientras comentaban a gritos sus aventuras de la noche Me quedeacute aterrorizado Lo uacutenico que se me ocurrioacute fue escapar por donde habiacutea llegado cuando una de las desnudas de carnes macizas olorosas a jaboacuten de monte me abrazoacute por la espalda y me llevoacute en vilo hasta su cubiacuteculo de cartoacuten sin que yo pudiera verla en medio de la griteriacutea y los aplausos de las inquilinas en cueros Me tiroacute bocarriba en su cama para cuatro me quitoacute los pantalones con una maniobra maestra y se acaballoacute sobre miacute pero el terror helado que me empapaba el cuerpo me impidioacute recibirla como un hombre Aquella noche desvelado en la cama de mi casa por la verguumlenza del asalto no pude dormir maacutes de una hora con las ansias de volver a verla Pero la mantildeana siguiente mientras los trasnochados dormiacutean subiacute temblando hasta su cubiacuteculo y la desperteacute llorando a gritos con un amor enloquecido que duroacute hasta que se lo llevoacute sin misericordia el ventarroacuten de la vida real Se llamaba Castorina y era la reina de la casa

Los cubiacuteculos del hotel costaban un peso para los amores de paso pero muy pocos sabiacuteamos que costaban lo mismo hasta por veinticuatro horas Ademaacutes Castorina me introdujo en su mundo de mala muerte donde invitaban a los clientes pobres a sus desayunos de gala le prestaban el jaboacuten les atendiacutean los dolores de muela y en casos de urgencia mayor les daban un amor de caridad

Pero en las tardes de la uacuteltima vejez se acordaba de la inmortal Castorina muerta quien sabiacutea cuando que habiacutea sucedido desde las esquinas miserables del muelle fluvial hasta el trono sagrado de mamasanta mayor con un parche de pirata en el ojo perdido en el pleito de cantina Su uacuteltimo machucante de planta un negro feliz de Camaguumley a quien llamaba Jonaacutes el Galeote habiacutea sido un trompetista de los grandes en La Habana hasta que perdioacute la sonrisa completa en una cataacutestrofe de trenes

Al salir de aquella visita amarga sentiacute una punzada en el corazoacuten que no habiacutea logrado aliviar en tres diacuteas con toda clase de poacutecimas caseras El meacutedico al que acudiacute de urgencia miembro de una estirpe de insignes era nieto del que me vio a mis cuarenta y dos antildeos y me asustoacute que pareciera el mismo pues estaba tan envejecido como su abuelo a los setenta por una calvicie prematura unos lentes de miope sin regreso y una tristeza inconsolable Me hizo un examen minucioso de cuerpo entero con una concentracioacuten de orfebre Me auscultoacute el pecho y la espalda y me revisoacute la presioacuten arterial los reflejos de la rodilla el fondo del ojo el color del paacuterpado inferior En las pausas mientras yo cambiaba de posicioacuten en la mesa de reconocimiento me haciacutea preguntas tan vagas y raacutepidas que apenas si me daban tiempo de pensar las respuestas Al cabo de una hora me miroacute con una sonrisa feliz Bueno dijo creo que no tengo nada que hacer por usted iquestQueacute quiere decir Que su estado es el mejor posible a su edad Queacute curioso le dije lo mismo me dijo su abuelo cuando yo teniacutea cuarenta y dos antildeos como si el tiempo no pasara Siempre encontraraacute uno que se lo diga dijo porque siempre tendraacute una edad Yo provocaacutendolo para una sentencia aterradora le dije La uacutenica definitiva es la muerte Siacute dijo eacutel pero no es faacutecil llegar a ella en tan buen estado como usted Siento de veras no poder complacerlo

Eran recuerdos nobles pero la viacutespera del 29 de agosto sentiacute el peso inmenso del siglo que me esperaba impasible cuando subiacute con pasos de hierro las escaleras de mi casa Entonces volviacute a ver una vez maacutes a Florina de Dios mi madre en mi cama que habiacutea sido la suya hasta su muerte y me hizo la misma bendicioacuten de la uacuteltima

Memorias de mis putas tristes 46 ______________________________________________________________________________________vez que la vi dos horas antes de morir Trastornado por la conmocioacuten lo entendiacute como el anuncio final y llameacute a Rosa Cabarcas para que me llevara a mi nintildea aquella misma noche en previsioacuten de que no se cumpliera mi ilusioacuten de sobrevivir hasta el uacuteltimo aliento de mis noventa antildeos Volviacute a llamarla a las ocho y una vez maacutes repitioacute que no era posible Tiene que serlo a cualquier precio le griteacute aterrorizado Colgoacute sin despedirse pero quince minutos despueacutes volvioacute a llamar

-Bueno aquiacute la tienes

Llegueacute a las diez y veinte de la noche y le di a Rosa Cabarcas las uacuteltimas cartas de mi vida con mis disposiciones sobre la nintildea despueacutes de mi final terrible Ella pensoacute que me habiacutea impresionado con el acuchillado y me dijo con aires de burla Si te vas a morir que no sea aquiacute imagiacutenate Pero yo le dije Di que me atropello el tren de Puerto Colombia ese pobre cacharro de laacutestima incapaz de matar a nadie

Preparado para todo aquella noche me acosteacute bocarriba a la espera del dolor final en el primer instante de mis noventa y un antildeos Oiacute campanas distantes sentiacute la fragancia del alma de Delgadina dormida de costado oiacute un grito en el horizonte sollozos de alguien que quizaacutes habiacutea muerto un siglo antes en la alcoba Entonces apagueacute la luz con el uacuteltimo aliento entrelaceacute mis dedos con los suyos para llevaacutermela de la mano y conteacute las doce campanadas de las doce con mis doce laacutegrimas finales hasta que empezaron a cantar los gallos y enseguida las campanas de gloria los cohetes de fiesta que celebraban el juacutebilo de haber sobrevivido sano y salvo a mis noventa antildeos

Mis primeras palabras fueron para Rosa Cabarcas Te compro la casa toda con la tienda y el huerto Ella me dijo Hagamos una apuesta de viejos el que se muera primero se queda con todo lo del otro firmado ante notario No porque si yo me muero todo deberiacutea ser para ella Es igual dijo Rosa Cabarcas yo me hago cargo de la nintildea y despueacutes le dejo todo lo tuyo y lo miacuteo no tengo a nadie maacutes en este mundo Mientras tanto remodelamos tu cuarto con buenos servicios aire acondicionado y tus libros y tu muacutesica

-iquestCrees que ella estaraacute de acuerdo

-Ay mi sabio triste estaacute bien que esteacutes viejo pero no pendejo -dijo Rosa Cabarcas muerta de risa- Esa pobre criatura estaacute lela de amor por ti

Saliacute a la calle radiante y por primera vez me reconociacute a miacute mismo en el horizonte remoto de mi primer siglo Mi casa callada y en orden a las seis y cuarto empezaba a gozar los colores de una aurora feliz Damiana cantaba a toda voz en la cocina y el gato redivivo enroscoacute la cola en mis tobillos y siguioacute caminando conmigo hasta mi mesa de escribir Estaba ordenando mis papeles marchitos el tintero la pluma de ganso cuando el sol estalloacute entre los almendros del parque y el buque fluvial del correo retrasado una semana por la sequiacutea entroacute bramando en el canal del puerto Era por fin la vida real con mi corazoacuten a salvo y condenado a morir de buen amor en la agoniacutea feliz de cualquier diacutea despueacutes de mis cien antildeos

Mayo de 2004

Page 24: · Web viewVivo en una casa colonial en la acera de sol del parque de San Nicolás, donde he pasado todos los días de mi vida sin mujer ni fortuna, donde vivieron y murieron mis padres,

Memorias de mis putas tristes 24 ______________________________________________________________________________________

3

iquestCoacutemo podiacutea llamarse La duentildea no me lo habiacutea dicho Cuando me hablaba de ella soacutelo deciacutea la nintildea Y yo lo habiacutea convertido en un nombre de pila como la nintildea de los ojos o la carabela menor Ademaacutes Rosa Cabarcas poniacutea a sus pupilas un nombre distinto para cada cliente A miacute me divertiacutea adivinarlos por las caras y desde el principio estuve seguro de que la nintildea teniacutea uno largo como Filomena Saturnina o Nicolasa En eacutesas estaba cuando ella se dio media vuelta en la cama y quedoacute de espaldas a miacute y me parecioacute que habiacutea dejado un charco de sangre del tamantildeo y la forma del cuerpo Fue un sobresalto instantaacuteneo hasta que comprobeacute que era la humedad del sudor en la saacutebana

Rosa Cabarcas me habiacutea aconsejado que la tratara con cautela pues auacuten le duraba el susto de la primera vez Es maacutes creo que la misma solemnidad del rito le habiacutea agravado el miedo y habiacutean tenido que aumentarle la dosis de valeriana pues dormiacutea con tal placidez que habriacutea sido una laacutestima despertarla sin arrullos De modo que empeceacute a secarla con la toalla mientras le cantaba en susurros la cancioacuten de Delgadina la hija menor del rey requerida de amores por su padre A medida que la secaba ella iba mostraacutendome los flancos sudados al compaacutes de mi canto Delgadina Delgadina tuacute seras mi prenda amada Fue un placer sin liacutemites pues ella volviacutea a sudar por un costado cuando acababa de secarla por el otro para que la cancioacuten no terminara nunca Levaacutentate Delgadina ponte tu falda de seda le cantaba al oiacutedo Al final cuando los criados del rey la encontraron muerta de sed en su cama me parecioacute que mi nintildea habiacutea estado a punto de despertar al escuchar el nombre Asiacute que era ella Delgadina

Volviacute a la cama con mis calzoncillos de besos estampados y me tendiacute junto a ella Dormiacute hasta las cinco al arrullo de su respiracioacuten apacible Me vestiacute a toda prisa sin lavarme y soacutelo entonces vi la sentencia escrita con laacutepiz labial en el espejo del lavabo El tigre no come lejos Seacute que no estaba la noche anterior y nadie podiacutea haber entrado en el cuarto de modo que la entendiacute como la cuelga del diablo Un trueno terroriacutefico me sorprendioacute en la puerta y el cuarto se llenoacute del olor premonitorio de la tierra mojada No tuve tiempo para escapar ileso Antes de que encontrara un taxi se precipitoacute un aguacero grande de los que suelen desordenar la ciudad entre mayo y octubre pues las calles de arenas ardientes que bajan hacia el riacuteo se convierten en torrenteras que arrastran cuanto encuentran a su paso Las aguas de aquel septiembre raro despueacutes de tres meses de sequiacutea podiacutean ser tan providenciales como devastadoras

Memorias de mis putas tristes 25 ______________________________________________________________________________________Desde que abriacute la puerta de casa me salioacute al encuentro la sensacioacuten fiacutesica de que no estaba solo Alcanceacute a ver el celaje del gato que saltoacute del sofaacute y se escabulloacute por el balcoacuten En su plato quedaban las sobras de una comida que yo no le habiacutea servido La peste de sus orines rancios y su caca caliente habiacutean contaminado todo Me habiacutea dedicado a estudiarlo como estudieacute el latiacuten El manual deciacutea que los gatos escarban en la tierra para esconder su estieacutercol y que en las casas sin patio como eacutesta lo hariacutean en las macetas de plantas o en cualquier otro escondrijo Lo apropiado era prepararles desde el primer diacutea una caja con arena para orientarles el haacutebito y asiacute lo hice Tambieacuten deciacutea que lo primero que hacen en casa nueva es marcar su territorio orinando por todas partes y aqueacutel pudo ser el caso pero el manual no deciacutea coacutemo remediarlo Seguiacutea sus trazas para familiarizarme con sus haacutebitos originales pero no di con sus escondites secretos sus sitios de reposo las causas de sus humores volubles Quise ensentildearlo a comer en sus horas a usar la cajita de arena en la terraza a no subirse en mi cama mientras yo dormiacutea ni a olisquear los alimentos en la mesa y no pude hacerle entender que la casa era suya por derecho propio y no como un botiacuten de guerra De modo que lo dejeacute a su aire

Al atardecer enfrenteacute el aguacero cuyos vientos huracanados amenazaban con desquiciar la casa Sufriacute un ataque de estornudos sucesivos me doliacutea el craacuteneo y teniacutea fiebre pero me sentiacutea poseiacutedo por una fuerza y una determinacioacuten que nunca tuve a ninguna edad y por ninguna causa Puse calderos en el piso para recoger las goteras y me di cuenta de que habiacutean aparecido otras nuevas desde el invierno anterior La maacutes grande habiacutea empezado a inundar el flanco derecho de la biblioteca Me apresureacute a rescatar a los autores griegos y latinos que viviacutean por aquel rumbo pero al quitar los libros encontreacute un chorro de alta presioacuten que saliacutea de un tubo roto en el fondo del muro Lo amordaceacute con trapos hasta donde pude para darme el tiempo de salvar los libros El estreacutepito del agua y el aullido del viento arreciaron en el parque De pronto un relaacutempago fantasmal y su trueno simultaacuteneo impregnaron el aire de un fuerte olor de azufre el viento desbaratoacute las vidrieras del balcoacuten y la tremenda borrasca de mar rompioacute los cerrojos y se metioacute dentro de la casa Sin embargo antes de diez minutos escampoacute de un tajo Un sol espleacutendido secoacute las calles llenas de escombros varados y volvioacute el calor

Cuando pasoacute el aguacero seguiacutea con la sensacioacuten de que no estaba solo en la casa Mi uacutenica explicacioacuten es que asiacute como los hechos reales se olvidan tambieacuten algunos que nunca fueron pueden estar en los recuerdos como si hubieran sido Pues si evocaba la emergencia del aguacero no me veiacutea a miacute mismo solo en la casa sino siempre acompantildeado por Delgadina La habiacutea sentido tan cerca en la noche que percibiacutea el rumor de su aliento en el dormitorio y los latidos de su mejilla en mi almohada Soacutelo asiacute entendiacute que hubieacuteramos podido hacer tanto en tan poco tiempo Me recordaba subido en el escabel de la biblioteca y la recordaba a ella despierta con su trajecito de flores recibiendo los libros para ponerlos a salvo La veiacutea correr de un lado al otro de la casa batallando con la tormenta empapada de lluvia con el agua a los tobillos Recordaba coacutemo preparoacute al diacutea siguiente un desayuno que nunca fue y puso la mesa mientras yo secaba los pisos y poniacutea orden en el naufragio de la casa Nunca olvideacute su mirada sombriacutea mientras desayunaacutebamos iquestPor queacute me conociste tan viejo Le contesteacute la verdad La edad no es la que uno tiene sino la que uno siente

Desde entonces la tuve en la memoria con tal nitidez que haciacutea de ella lo que queriacutea Le cambiaba el color de los ojos seguacuten mi estado de aacutenimo color de agua al

JUAN CARLOS 161104
escabel (Quizaacute del cat ant escabell y este del lat scabellum) m Tarima pequentildea que se pone delante de la silla para que descansen los pies de quien estaacute sentado || 2 Asiento pequentildeo hecho de tablas sin respaldo || 3 Persona o circunstancia de que alguien se aprovecha para medrar por lo general ambiciosamente13

Memorias de mis putas tristes 26 ______________________________________________________________________________________despertar color de almiacutebar cuando reiacutea color de lumbre cuando la contrariaba La vestiacutea para la edad y la condicioacuten que conveniacutean a mis cambios de humor novicia enamorada a los veinte antildeos puta de saloacuten a los cuarenta reina de Babilonia a los setenta santa a los cien Cantaacutebamos duetos de amor de Puccini boleros de Agustiacuten Lara tangos de Carlos Gardel y comprobaacutebamos una vez maacutes que quienes no cantan no pueden imaginar siquiera lo que es la felicidad de cantar Hoy seacute que no fue una alucinacioacuten sino un milagro maacutes del primer amor de mi vida a los noventa antildeos

Cuando la casa estuvo en orden llameacute a Rosa Cabarcas iexclDios Santo exclamoacute al oiacuter mi voz creiacute que te habiacuteas ahogado No podiacutea entender que hubiera vuelto a pasar la noche con la nintildea sin tocarla Tienes todo el derecho de que no te guste pero al menos poacutertate como un adulto Trateacute de explicarle pero ella cambioacute el tema sin transicioacuten De todos modos te tengo vista otra un poco mayor bella y tambieacuten virgen Su papaacute quiere cambiarla por una casa pero se puede discutir un descuentoSe me heloacute el corazoacuten Ni maacutes faltaba protesteacute asustado quiero la misma y como siempre sin fracasos sin peleas sin malos recuerdos Hubo un silencio en la liacutenea y por fin la voz sumisa con que dijo como para siacute misma Bueno esto debe ser lo que los meacutedicos llaman demencia senil

Fui a las diez de la noche con un chofer conocido por la extrantildea virtud de no hacer preguntas Lleveacute un ventilador portaacutetil y un cuadro de Orlando Rivera el querido Figurita y un martillo y un clavo para colgarlo En el camino hice una parada para comprar cepillos de dientes pasta dentiacutefrica jaboacuten de olor Agua de Florida tabletas de regaliz Quise llevar tambieacuten un buen florero y un ramo de rosas amarillas para conjurar la pava de las flores de papel pero no encontreacute nada abierto y tuve que robarme en un jardiacuten privado un ramo de astromelias recieacuten nacidas

Por instrucciones de la duentildea llegueacute desde entonces por la calle de atraacutes del lado del acueducto para que nadie me viera entrar por el portoacuten del huerto El chofer me previno Cuidado sabio en esa casa matan Le contesteacute Si es por amor no importa El patio estaba en tinieblas pero habiacutea luces de vida en las ventanas y un revoltijo de muacutesicas en los seis cuartos En el miacuteo a volumen maacutes alto distinguiacute la voz caacutelida de don Pedro Vargas el tenor de Ameacuterica con un bolero de Miguel Matamoros Sentiacute que iba a morir Empujeacute la puerta con la respiracioacuten desbaratada y vi a Delgadina en la cama como en mis recuerdos desnuda y dormida en santa paz del lado del corazoacuten

Antes de acostarme arregleacute el tocador puse el ventilador nuevo en lugar del oxidado y colgueacute el cuadro donde ella pudiera verlo desde la cama Me acosteacute a su lado y la reconociacute palmo a palmo Era la misma que andaba por mi casa las mismas manos que me reconociacutean al tacto en la oscuridad los mismos pies de pasos tenues que se confundiacutean con los del gato el mismo olor del sudor de mis saacutebanas el dedo del dedal Increiacuteble vieacutendola y tocaacutendola en carne y hueso me pareciacutea menos real que en mis recuerdos

Hay un cuadro en la pared de enfrente le dije Lo pintoacute Figurita un hombre a quien quisimos mucho el mejor bailariacuten de burdeles que existioacute jamaacutes y de tan buen corazoacuten que le teniacutea laacutestima al diablo Lo pintoacute con barniz de buques en el lienzo chamuscado de un avioacuten que se estrelloacute en la Sierra Nevada de Santa Marta y con pinceles fabricados por eacutel con pelos de su perro La mujer pintada es una monja que

Memorias de mis putas tristes 27 ______________________________________________________________________________________secuestroacute de un convento y se casoacute con ella Aquiacute lo dejo para que sea lo primero que veas al despertar

No habiacutea cambiado de posicioacuten cuando apagueacute la luz a la una de la madrugada y su respiracioacuten era tan tenue que le tomeacute el pulso para sentirla viva La sangre circulaba por sus venas con la fluidez de una cancioacuten que se ramificaba hasta los aacutembitos maacutes recoacutenditos de su cuerpo y volviacutea al corazoacuten purificada por el amor

Antes de irme al amanecer dibujeacute en un papel las liacuteneas de su mano y se las di a leer a la Diva Sahibiacute para conocer su alma Y fue asiacute una persona que soacutelo dice lo que piensa Es perfecta para trabajos manuales Tiene contacto con alguien que ya murioacute y del cual espera ayuda pero estaacute equivocada la ayuda que busca estaacute al alcance de su mano No ha tenido ninguna unioacuten pero va a morir mayor y casada Ahora tiene un hombre moreno que no ha de ser el de su vida Puede tener ocho hijos pero se va a decidir soacutelo por tres A los treinta y cinco antildeos si hace lo que le indique el corazoacuten y no la mente va a manejar mucho dinero y a los cuarenta recibiraacute una herencia Va a viajar mucho Tiene doble vida y doble suerte y puede influir sobre su propio destino Le gusta probar todo por curiosidad pero va a arrepentirse si no se orienta por el corazoacuten

Atormentado de amor hice reparar los estragos de la borrasca y aprovecheacute para hacer otros muchos remiendos que veniacutea demorando desde antildeos por insolvencia o por desidia Reorganiceacute la biblioteca en el orden en que habiacutea leiacutedo los libros Por uacuteltimo remateacute la pianola como reliquia histoacuterica con sus maacutes de cien rollos de claacutesicos y compreacute un tocadiscos usado pero mejor que el miacuteo con parlantes de alta fidelidad que engrandecieron el aacutembito de la casa Quedeacute al borde de la ruina pero bien compensado por el milagro de estar vivo a mi edad

La casa renaciacutea de sus cenizas y yo navegaba en el amor de Delgadina con una intensidad y una dicha que nunca conociacute en mi vida anterior Gracias a ella me enfrenteacute por vez primera con mi ser natural mientras transcurriacutean mis noventa antildeos Descubriacute que mi obsesioacuten de que cada cosa estuviera en su puesto cada asunto en su tiempo cada palabra en su estilo no era el premio merecido de una mente en orden sino al contrario todo un sistema de simulacioacuten inventado por miacute para ocultar el desorden de mi naturaleza Descubriacute que no soy disciplinado por virtud sino como reaccioacuten contra mi negligencia que parezco generoso por encubrir mi mezquindad que me paso de prudente por mal pensado que soy conciliador para no sucumbir a mis coacuteleras reprimidas que soacutelo soy puntual para que no se sepa cuan poco me importa el tiempo ajeno Descubriacute en fin que el amor no es un estado del alma sino un signo del zodiacuteaco

Me volviacute otro Trateacute de releer los claacutesicos que me orientaron en la adolescencia y no pude con ellos Me sumergiacute en las letras romaacutenticas que repudieacute cuando mi madre quiso imponeacutermelas con mano dura y por ellas tomeacute conciencia de que la fuerza invencible que ha impulsado al mundo no son los amores felices sino los contrariados Cuando mis gustos en muacutesica hicieron crisis me descubriacute atrasado y viejo y abriacute mi corazoacuten a las delicias del azar

Me pregunto coacutemo pude sucumbir en este veacutertigo perpetuo que yo mismo provocaba y temiacutea Flotaba entre nubes erraacuteticas y hablaba conmigo mismo ante el espejo con la vana ilusioacuten de averiguar quieacuten soy Era tal mi desvariacuteo que en una manifestacioacuten

Memorias de mis putas tristes 28 ______________________________________________________________________________________estudiantil con piedras y botellas tuve que sacar fuerzas de flaqueza para no ponerme al frente con un letrero que consagrara mi verdad Estoy loco de amor

Obnubilado por la evocacioacuten inclemente de Delgadina dormida cambieacute sin la menor malicia el espiacuteritu de mis notas dominicales Fuera cual fuera el asunto las escribiacutea para ella las reiacutea y las lloraba para ella y en cada palabra se me iba la vida En lugar de la foacutermula de gacetilla tradicional que tuvieron desde siempre las escribiacute como cartas de amor que cada quien podiacutea hacer suyas Propuse en el perioacutedico que el texto no se alzara en linotipo sino que fuera publicado con mi caligrafiacutea florentina Al jefe de redaccioacuten coacutemo no le parecioacute otro acceso de vanidad senil pero el director general lo convencioacute con una frase que todaviacutea anda suelta por la redaccioacuten

-No se equivoque los loquitos mansos se adelantan al porvenir

La respuesta puacuteblica fue inmediata y entusiasta con numerosas cartas de lectores enamorados Algunas las leiacutean en los noticieros de radio con urgencias de uacuteltima hora y se hicieron copias en mimeoacutegrafos o papel carboacuten que vendiacutean como cigarrillos de contrabando en las esquinas de la calle San Blas Desde el principio fue evidente que obedeciacutean a las ansias de expresarme pero me hice a la costumbre de tomarlas en cuenta al escribir y siempre con la voz de un hombre de noventa antildeos que no aprendioacute a pensar como viejo La comunidad intelectual como de soacutelito se mostroacute timorata y dividida y hasta los grafoacutelogos menos pensados montaron controversias por los anaacutelisis erraacuteticos de mi caligrafiacutea Fueron ellos los que dividieron los aacutenimos recalentaron la poleacutemica y pusieron de moda la nostalgia

Antes del fin del antildeo me habiacutea arreglado con Rosa Cabarcas para dejar en el cuarto el abanico eleacutectrico los recursos del tocador y lo que siguiera llevando en el futuro para hacerlo vivible Llegaba a las diez siempre con algo nuevo para ella o para gusto de ambos y dedicaba unos minutos a sacar la utileriacutea escondida para armar el teatro de nuestras noches Antes de irme nunca maacutes tarde de las cinco volviacutea a asegurar todo bajo llave La alcoba quedaba entonces tan escuaacutelida como fue en sus oriacutegenes para los amores tristes de los clientes casuales Una mantildeana oiacute que Marcos Peacuterez la voz maacutes escuchada de la radio desde el amanecer habiacutea decidido leer mi nota dominical en su noticiero de los lunes Cuando pude reprimir la naacuteusea dije sobrecogido Ya lo sabes Delgadina la fama es una sentildeora muy gorda que no duerme con uno pero cuando uno despierta estaacute siempre miraacutendonos frente a la cama

Uno de esos diacuteas me quedeacute a desayunar con Rosa Cabarcas que empezaba a parecerme menos decreacutepita a pesar del luto severo y del bonete negro que ya le tapaba las cejas Sus desayunos teniacutean fama de espleacutendidos con una carga de pimienta que me haciacutea llorar Al primer bocado de fuego vivo le dije bantildeado en laacutegrimas Esta noche no me haraacute falta la luna llena para que me arda el culo No te quejes dijo ella Si te arde es porque todaviacutea lo tienes a Dios gracias

Se sorprendioacute cuando mencioneacute el nombre de Delgadina No se llama asiacute dijo se llama No me lo digas la interrumpiacute para miacute es Delgadina Ella se encogioacute de hombros Bueno al fin y al cabo es tuya pero me parece un nombre de diureacutetico Le conteacute lo del letrero del tigre que la nintildea habiacutea escrito en el espejo No pudo ser ella

JUAN CARLOS 161104
timorato ta (Del lat timorātus) adj Tiacutemido indeciso encogido || 2 Dicho de una persona Que se escandaliza con exageracioacuten de cosas que no le parecen conformes a la moral convencional || 3 Que tiene temor de Dios y se gobierna por eacutel en sus operaciones
JUAN CARLOS 161104
obnubilar (Del lat obnubilāre) tr nublar (ǁ ofuscar o confundir) U t c prnl || 2 embelesar U t c prnl || 3 nublar (ǁ enturbiar la visioacuten) U t c prnl

Memorias de mis putas tristes 29 ______________________________________________________________________________________dijo Rosa porque no sabe leer ni escribir iquestEntonces quieacuten Ella se encogioacute de hombros Puede ser de alguien que se murioacute en el cuarto

Yo aprovechaba aquellos desayunos para desahogarme con Rosa Cabarcas y le pediacutea favores miacutenimos para el bienestar y el buen ver de Delgadina Me los concediacutea sin pensarlo con una picardiacutea de colegiala iexclQueacute risa me dijo por aquellos diacuteas Me siento como si me estuvieras pidiendo su mano Y a propoacutesito se le ocurrioacute iquestpor queacute no te casas con ella Me quedeacute de una pieza En serio insistioacute te sale maacutes barato Al fin y al cabo el problema a tu edad es servir o no servir pero ya me dijiste que lo tienes resuelto Le saliacute al paso El sexo es el consuelo que uno tiene cuando no le alcanza el amor

Ella soltoacute la risa Ay mi sabio siempre supe que eres muy hombre que siempre lo fuiste y me alegra que lo sigas siendo mientras tus enemigos entregan las armas Con razoacuten se habla tanto de ti iquestOiacuteste a Marcos Peacuterez Todo el mundo lo oye le dije para cortar el tema Pero ella insistioacute Tambieacuten el profesor Camacho y Cano en La hora de todo un poco dijo ayer que el mundo ya no es lo que era porque no quedan muchos hombres como tuacute

Aquel fin de semana encontreacute a Delgadina con fiebre y tos Desperteacute a Rosa Cabarcas para que me diera alguacuten remedio casero y me llevoacute al cuarto un botiquiacuten de primeros auxilios Dos diacuteas despueacutes Delgadina seguiacutea postrada y no habiacutea podido volver a su rutina de pegar botones El meacutedico le habiacutea prescrito un tratamiento casero para una gripa comuacuten que cederiacutea en una semana pero se alarmoacute por su estado general de desnutricioacuten Dejeacute de verla y sentiacute que me haciacutea falta y aprovecheacute para arreglar el cuarto sin ella

Lleveacute tambieacuten un dibujo a pluma de Cecilia Porras para Todos estaacutebamos a la espera el libro de cuentos de Alvaro Cepeda Lleveacute los seis tomos de Juan Cristoacutebal de Romain Rolland para pastorear mis vigilias De modo que cuando Delgadina pudo volver a la habitacioacuten la encontroacute digna de una felicidad sedentaria el aire purificado con un insecticida aromaacutetico paredes color de rosa laacutemparas matizadas flores nuevas en los floreros mis libros favoritos los buenos cuadros de mi madre colgados de otro modo seguacuten los gustos de hoy Habiacutea cambiado el viejo radio por uno de onda corta que manteniacutea sintonizado en un programa de muacutesica culta para que Delgadina aprendiera a dormir con los cuartetos de Mozart pero una noche lo encontreacute en una estacioacuten especializada en boleros de moda Era el gusto de ella sin duda y lo asumiacute sin dolor pues tambieacuten yo lo habiacutea cultivado con el corazoacuten en mis mejores diacuteas Antes de volver a casa al diacutea siguiente escribiacute en el espejo con el laacutepiz de labios Nintildea miacutea estamos solos en el mundo

Por esa eacutepoca tuve la rara impresioacuten de que se estaba volviendo mayor antes de tiempo Se lo comenteacute a Rosa Cabarcas y a ella le parecioacute natural Cumple quince antildeos el cinco de diciembre me dijo Una Sagitario perfecta Me inquietoacute que fuera tan real como para cumplir antildeos iquestQueacute podriacutea regalarle Una bicicleta dijo Rosa Cabarcas Tiene que atravesar la ciudad dos veces al diacutea para ir a pegar botones Me mostroacute en la trastienda la bicicleta que usaba y de verdad me parecioacute un cacharro indigno de una mujer tan bien amada Sin embargo me conmovioacute como la prueba tangible de que Delgadina existiacutea en la vida real

Memorias de mis putas tristes 30 ______________________________________________________________________________________Cuando fui a comprar la mejor bicicleta para ella no pude resistir la tentacioacuten de probarla y di algunas vueltas casuales en la rampa del almaceacuten Al vendedor que me preguntoacute la edad le contesteacute con la coqueteriacutea de la vejez Voy a cumplir noventa y uno El empleado dijo justo lo que yo queriacutea Pues representa veinte menos Yo mismo no entendiacutea coacutemo conservaba la praacutectica del colegio y me sentiacute colmado por un gozo radiante Empeceacute a cantar Primero para miacute mismo en voz baja y despueacutes a todo pecho con iacutenfulas del gran Caruso por entre los bazares abigarrados y el traacutefico demente del mercado puacuteblico La gente me miraba divertida me gritaban me incitaban a participar en la Vuelta a Colombia en silla de ruedas Yo les haciacutea con la mano un saludo de navegante feliz sin interrumpir la cancioacuten Esa semana en homenaje a Diciembre escribiacute otra nota atrevida Coacutemo ser feliz en bicicleta a los noventa antildeos

La noche de su cumpleantildeos le canteacute a Delgadina la cancioacuten completa y la beseacute por todo el cuerpo hasta quedarme sin aliento la espina dorsal veacutertebra por veacutertebra hasta las nalgas laacutenguidas el costado del lunar el de su corazoacuten inagotable A medida que la besaba aumentaba el calor de su cuerpo y exhalaba una fragancia montuna Ella me respondioacute con vibraciones nuevas en cada pulgada de su piel y en cada una encontreacute un calor distinto un sabor propio un gemido nuevo y toda ella resonoacute por dentro con un arpegio y sus pezones se abrieron en flor sin tocarlos Empezaba a adormecerme en la madrugada cuando sentiacute como un rumor de muchedumbres en el mar y un paacutenico de los aacuterboles que me atravesaron el corazoacuten Entonces fui al bantildeo y escribiacute en el espejo Delgadina de mi vida llegaron las brisas de Navidad Uno de mis recuerdos maacutes felices fue un trastorno que sentiacute una mantildeana como aqueacutella al salir de la escuela iquestQueacute me pasa La maestra me dijo alelada Ay nintildeo iquestno ves que son las brisas Ochenta antildeos despueacutes volviacute a sentirlo cuando me desperteacute en la cama de Delgadina y era el mismo diciembre que volviacutea puntual con sus cielos diaacutefanos las tormentas de arena los torbellinos callejeros que Desentechaban casas y les alzaban las faldas a las colegialas La ciudad adquiriacutea por entonces una resonancia fantasmal En noches de brisa podiacutean escucharse los gritos del mercado puacuteblico hasta en los barrios maacutes altos como si estuvieran a la vuelta de la esquina No era raro entonces que las raacutefagas de diciembre nos permitieran encontrar por sus voces a los amigos desperdigados en burdeles remotos

Sin embargo tambieacuten con las brisas me llegoacute la mala noticia de que Delgadina no podiacutea pasar las navidades conmigo sino con su familia Si algo detesto en este mundo son las fiestas obligatorias en que la gente llora porque estaacute alegre los fuegos de artificio los villancicos lelos las guirnaldas de papel crespoacuten que nada tienen que ver con un nintildeo que nacioacute hace dos mil quinientos antildeos en una caballeriza indigente Sin embargo cuando llegoacute la noche no pude resistir la nostalgia y me fui al cuarto sin ella Dormiacute bien y desperteacute junto a un oso de peluche que caminaba en dos patas como si fuera polar y una tarjeta que deciacutea Para el papaacute feo Rosa Cabarcas me habiacutea dicho que Delgadina estaba aprendiendo a leer con mis clases escritas en el espejo y su buena letra me parecioacute admirable Pero ella misma me defraudoacute con la noticia peor de que el oso era un regalo suyo asiacute que la noche de Antildeo Nuevo me quedeacute en mi casa y en mi cama desde las ocho y me dormiacute sin amarguras Fui feliz porque al toque de las doce entre los repiques furiosos de las campanas las sirenas de faacutebricas y bomberos los lamentos de los

JUAN CARLOS 161104
abigarrado da (Del part de abigarrar) adj De varios colores mal combinados || 2 Heterogeacuteneo reunido sin concierto Un extrantildeo y abigarrado libro Una multitud abigarrada 13

Memorias de mis putas tristes 31 ______________________________________________________________________________________buques las descargas de poacutelvora los cohetes sentiacute que Delgadina entroacute en punta de pies se acostoacute a mi lado y me dio un beso Tan real que me quedoacute en la boca su olor de regaliz

Memorias de mis putas tristes 32 ______________________________________________________________________________________

4A principios del nuevo antildeo empezaacutebamos a conocernos como si vivieacuteramos juntos y despiertos pues yo habiacutea encontrado un tono de voz cauteloso que ella oiacutea sin despertar y me contestaba con un lenguaje natural del cuerpo Sus estados de aacutenimo se le notaban en el modo de dormir De exhausta y montaraz que habiacutea sido al principio fue hacieacutendose a una paz interior que embelleciacutea su rostro y enriqueciacutea su suentildeo Le contaba mi vida le leiacutea al oiacutedo los borradores de mis notas dominicales en las que estaba ella sin decirlo y soacutelo ella

Por esa eacutepoca le dejeacute en la almohada unos zarcillos de esmeraldas que fueron de mi madre Los llevoacute puestos en la cita siguiente y no le luciacutean Le lleveacute despueacutes unos pendientes maacutes adecuados para el color de su piel Le expliqueacute Los primeros que te traje no te quedaban bien por tu tipo y el corte del cabello Estos te iraacuten mejor No llevoacute ninguno en las dos citas siguientes pero a la tercera se puso los que le habiacutea indicado Asiacute empeceacute a entender que no obedeciacutea a mis oacuterdenes pero aguardaba la ocasioacuten para complacerme Por esos diacuteas me sentiacute tan habituado a aquel geacutenero de vida domeacutestica que no seguiacute durmiendo desnudo sino que lleveacute las piyamas de seda china que habiacutea dejado de usar por no tener para quieacuten quitaacutermelas

Empeceacute a leerle El principito de Saint-Exupeacutery un autor franceacutes que el mundo entero admira maacutes que los franceses Fue el primero que la entretuvo sin despertarla hasta el punto de que tuve que ir dos diacuteas continuos para acabar de leeacuterselo Seguimos con los Cuentos de Perrault la Historia sagrada Las mil y una noches en una versioacuten desinfectada para nintildeos y por las diferencias entre uno y otro me di cuenta de que su suentildeo teniacutea diversos grados de profundidad seguacuten su intereacutes por las lecturas Cuando sentiacutea que habiacutea tocado fondo apagaba la luz y me dormiacutea abrazado a ella hasta que cantaban los gallos

Me sentiacutea tan feliz que la besaba en los paacuterpados muy suave y una noche ocurrioacute como una luz en el cielo sonrioacute por primera vez Maacutes tarde sin ninguacuten motivo se revolvioacute en la cama me dio la espalda y dijo disgustada Fue Isabel la que hizo llorar a los caracoles Exaltado por la ilusioacuten de un diaacutelogo le pregunteacute en el mismo tono iquestDe quieacuten eran No contestoacute Su voz teniacutea un rastro plebeyo como si no fuera suya sino de alguien ajeno que llevaba dentro Toda sombra de duda desaparecioacute entonces de mi alma la preferiacutea dormida

Mi uacutenico problema era el gato Estaba inapetente y hurantildeo y llevaba dos diacuteas sin levantar cabeza en su rincoacuten habitual y me tiroacute un zarpazo de fiera herida cuando

JUAN CARLOS 161104
zarcillo1 (Del lat circellus circulito) m Pendiente arete13
JUAN CARLOS 161104
montaraz (De monte y -araz) adj Que anda o estaacute hecho a andar por los montes o se ha criado en ellos || 2 Se dice del genio y propiedades agrestes groseras y feroces || 3 m Guarda de montes o heredades || 4 Sal Mayordomo de campo capataz que tiene a su cargo las labores y los ganados

Memorias de mis putas tristes 33 ______________________________________________________________________________________quise ponerlo en su canasto de mimbre para que Damiana lo llevara con el veterinario Apenas logroacute someterlo y se lo llevoacute pataleando dentro de un saco de fique Al cabo de un rato me llamoacute desde el criadero para decirme que no habiacutea maacutes remedio que sacrificarlo y necesitaban mi orden iquestPor queacute Porque ya estaacute muy viejo dijo Damiana Penseacute con rabia que a miacute tambieacuten podiacutean asarme vivo en un horno de gatos Me sentiacute inerme entre dos fuegos no habiacutea aprendido a querer el gato pero tampoco teniacutea corazoacuten para ordenar que lo mataran soacutelo porque era viejoiquestDoacutende lo deciacutea el manual

El incidente me conmocionoacute tanto que escribiacute una nota para el domingo con un tiacutetulo usurpado a Neruda iquestEs el gato un miacutenimo tigre de saloacuten La nota dio origen a una nueva campantildea que otra vez dividioacute a los lectores en favor y en contra de los gatos En cinco diacuteas prevalecioacute la tesis de que podiacutea ser liacutecito sacrificar un gato por razones de salud puacuteblica pero no porque estuviera viejo

Despueacutes de la muerte de mi madre me desvelaba el terror de que alguien me tocara mientras dormiacutea Una noche la sentiacute pero su voz me devolvioacute el sosiego Figlio mioacute poveretto Volviacute a sentirlo una madrugada en el cuarto de Delgadina y me retorciacute de gozo creyendo que ella me habiacutea tocado Pero no era Rosa Cabarcas en la oscuridad Viacutestete y ven conmigo me dijo tengo un problema serio

Asiacute era y maacutes serio de lo que pude imaginar A uno de los clientes grandes de la casa lo habiacutean asesinado a puntildealadas en el primer cuarto del pabelloacuten El asesino habiacutea escapado El cadaacutever enorme desnudo pero con los zapatos puestos teniacutea una palidez de pollo al vapor en la cama empapada de sangre Lo reconociacute de entrada era JMB un banquero grande famoso por su apostura su simpatiacutea y su buen vestir y sobre todo por la pulcritud de su hogar Teniacutea en el cuello dos heridas moradas como labios y una zanja en el vientre que no habiacutea acabado de sangrar Todaviacutea no empezaba el rigor Maacutes que sus heridas me impresionoacute que teniacutea un preservativo puesto y al parecer sin usar en el sexo desmirriado por la muerte

Rosa Cabarcas no sabiacutea con quieacuten iba porque tambieacuten eacutel teniacutea el privilegio de entrar por el portoacuten del huerto No se descartaba la sospecha de que su pareja fuera otro hombre Lo uacutenico que la duentildea queriacutea de miacute era que la ayudara a vestir el cadaacutever Estaba tan segura que me inquietoacute la idea de que la muerte fuera para ella un asunto de cocina No hay nada maacutes difiacutecil que vestir a un muerto le dije Lo he hecho a pasto de Dios replicoacute ella Es faacutecil si alguien me lo sostiene Le hice ver iquestTe imaginas quieacuten va a creer en un cuerpo tasajeado a cuchilladas dentro de un vestido intacto de caballero ingleacutes

Tembleacute por Delgadina Lo mejor seraacute que te la lleves tuacute me dijo Rosa Cabarcas Primero muerto le dije con la saliva helada Ella lo percibioacute y no pudo ocultar su desdeacuten iexclEstaacutes temblando Por ella dije aunque soacutelo era verdad a medias Aviacutesale que se vaya antes de que llegue nadie De acuerdo dijo ella aunque a ti como periodista no te pasaraacute nada Ni a ti tampoco le dije con cierto rencor Eres el uacutenico liberal que manda en este gobierno

La ciudad codiciada por su naturaleza paciacutefica y su seguridad congeacutenita arrastraba la desgracia de un asesinato escandaloso y atroz cada antildeo Aqueacutel no lo fue La noticia oficial en titulares excesivos y parca en detalles deciacutea que al joven banquero lo habiacutean asaltado y muerto a cuchilladas en la carretera de Pradomar por motivos

Memorias de mis putas tristes 34 ______________________________________________________________________________________incomprensibles No teniacutea enemigos El comunicado del gobierno sentildealaba como presuntos asesinos a refugiados del interior del paiacutes que estaban desatando una oleada de delincuencia comuacuten extrantildea al espiacuteritu ciacutevico de la poblacioacuten En las primeras horas hubo maacutes de cincuenta detenidos

Acudiacute escandalizado con el redactor judicial un periodista tiacutepico de los antildeos veinte con visera de celuloide verde y ligas en las mangas que presumiacutea de anticiparse a los hechos Sin embargo soacutelo conociacutea unas hilachas sueltas del crimen y yo se las completeacute hasta donde me fue prudente Asiacute escribimos cinco cuartillas a cuatro manos para una noticia de ocho columnas en primera paacutegina atribuida al fantasma eterno de las fuentes que nos merecen entero creacutedito Pero al Abominable Hombre de las Nueve -el censor- no le tembloacute el pulso para imponer la versioacuten oficial de que habiacutea sido un asalto de bandoleros liberales Yo me laveacute la conciencia con un centildeo de pesadumbre en el entierro maacutes ciacutenico y concurrido del siglo

Cuando regreseacute a casa aquella noche llameacute a Rosa Cabarcas para averiguar queacute habiacutea pasado con Delgadina pero no contestoacute el teleacutefono en cuatro diacuteas Al quinto fui a su casa con los dientes apretados Las puertas estaban selladas pero no por la policiacutea sino por la Sanidad Nadie en el vecindario daba noticias de nada Sin ninguacuten indicio de Delgadina me di a una buacutesqueda encarnizada y a veces ridiacutecula que me dejoacute acezante Paseacute diacuteas enteros observando a las joacutevenes ciclistas desde los escantildeos de un parque polvoriento donde los nintildeos jugaban a encaramarse en la estatua descascarada de Simoacuten Boliacutevar Pasaban pedaleando como venadas bellas disponibles listas para ser atrapadas a la gallina ciega Cuando se me acaboacute la esperanza me refugieacute en la paz de los boleros Fue como un bebedizo emponzontildeado cada palabra era ella Siempre habiacutea necesitado el silencio para escribir porque mi mente atendiacutea maacutes a la muacutesica que a la escritura Entonces fue al reveacutes soacutelo pude escribir a la sombra de los boleros Mi vida se llenoacute de ella Las notas que escribiacute aquellas dos semanas fueron modelos en clave para cartas de amor El jefe de redaccioacuten contrariado con la avalancha de respuestas me pidioacute que moderara el amor mientras pensaacutebamos coacutemo consolar a tantos lectores enamorados

La falta de sosiego acaboacute con el rigor de mis diacuteas Despertaba a las cinco pero me quedaba en la penumbra del cuarto imaginando a Delgadina en su vida irreal de levantar a sus hermanos vestirlos para la escuela darles el desayuno si lo habiacutea y atravesar la ciudad en bicicleta para cumplir la condena de coser botones Me pregunteacute asombrado iquestQueacute piensa una mujer mientras pega un botoacuten iquestPensaba en miacute iquestTambieacuten ella buscaba a Rosa Cabarcas para dar conmigo Paseacute hasta una semana sin quitarme el mameluco de mecaacutenico ni de diacutea ni de noche sin bantildearme sin afeitarme sin cepillarme los dientes porque el amor me ensentildeoacute demasiado tarde que uno se arregla para alguien se viste y se perfuma para alguien y yo nunca habiacutea tenido para quieacuten Damiana creyoacute que estaba enfermo cuando me encontroacute desnudo en la hamaca a las diez de la mantildeana La vi con los ojos turbios de la codicia y la inviteacute a revolearnos desnudos Ella con un desprecio me dijo

-iquestYa pensoacute lo que va a hacer si le digo que siacute

Asiacute supe hasta queacute punto me habiacutea corrompido el sufrimiento No me reconociacutea a miacute mismo en mi dolor de adolescente No volviacute a salir de la casa por no descuidar el teleacutefono Escribiacutea sin descolgarlo y al primer timbrazo le saltaba encima pensando

Memorias de mis putas tristes 35 ______________________________________________________________________________________que pudiera ser Rosa Cabarcas Interrumpiacutea a cada rato lo que estuviera haciendo para llamarla e insistiacute diacuteas enteros hasta comprender que era un teleacutefono sin corazoacuten

Al volver a casa una tarde de lluvia encontreacute el gato enroscado en la escalinata del portoacuten Estaba sucio y maltrecho y con una mansedumbre de laacutestima El manual me hizo ver que estaba enfermo y seguiacute sus normas para alentarlo De golpe mientras descabezaba un suentildeecito de siesta me despabiloacute la idea de que pudiera conducirme a la casa de Delgadina Lo lleveacute en una bolsa de mercado hasta la tienda de Rosa Cabarcas que seguiacutea sellada y sin indicios de vida pero se revolvioacute en el talego con tanto iacutempetu que logroacute escapar saltoacute la tapia del huerto y desaparecioacute entre los aacuterboles Toqueacute al portoacuten con el puntildeo y una voz militar preguntoacute sin abrir iquestQuieacuten vive Gente de paz dije yo para no ser menos Ando en pos de la duentildea No hay duentildea dijo la voz Por lo menos aacutebrame para coger el gato insistiacute No hay gato dijo Pregunteacute iquestQuieacuten es usted

-Nadie -dijo la voz

Siempre habiacutea entendido que morirse de amor no era maacutes que una licencia poeacutetica Aquella tarde de regreso a casa otra vez sin el gato y sin ella comprobeacute que no soacutelo era posible morirse sino que yo mismo viejo y sin nadie estaba murieacutendome de amor Pero tambieacuten me di cuenta de que era vaacutelida la verdad contraria no habriacutea cambiado por nada del mundo las delicias de mi pesadumbre Habiacutea perdido maacutes de quince antildeos tratando de traducir los cantos de Leopardi y soacutelo aquella tarde los sentiacute a fondo Ay de miacute si es amor cuaacutento atormenta

Mi entrada al perioacutedico en mameluco y mal afeitado despertoacute ciertas dudas sobre mi estado mental La casa remodelada con cabinas individuales de vidrio y luces cenitales pareciacutea una cliacutenica de maternidad El clima artificial callado y confortable invitaba a hablar en susurros y caminar en puntillas En el vestiacutebulo como virreyes muertos estaban los retratos al oacuteleo de los tres directores vitalicios y las fotografiacuteas de visitantes ilustres La enorme sala principal estaba presidida por la fotografiacutea gigantesca de la redaccioacuten actual tomada la tarde de mi cumpleantildeos No pude evitar la comparacioacuten mental con la otra de mis treinta antildeos y una vez maacutes comprobeacute con horror que se envejece maacutes y peor en los retratos que en la realidad La secretaria que me habiacutea besado la tarde del cumpleantildeos me preguntoacute si estaba enfermo Fui feliz de contestarle la verdad para que no la creyera Enfermo de amor Ella dijo iexclLaacutestima que no sea por miacute Yo le correspondiacute el cumplido No esteacute tan segura

El redactor judicial salioacute de su cabina gritando que habiacutea dos cadaacuteveres de muchachas sin identificar en el anfiteatro municipal Le pregunteacute asustado iquestDe queacute edad Joacutevenes dijo eacutel Pueden ser refugiadas del interior perseguidas hasta aquiacute por matones del reacutegimen Respireacute aliviado La situacioacuten nos invade en silencio como una mancha de sangre dije El redactor judicial ya lejos gritoacute

-De sangre no maestro de mierda

Algo peor me ocurrioacute diacuteas despueacutes cuando una muchacha instantaacutenea con una canasta igual a la del gato pasoacute como un escalofriacuteo frente a la libreriacutea Mundo La perseguiacute a codazos por entre la muchedumbre en el fragor de las doce del diacutea Era muy bella de trancos largos y con una fluidez para abrirse camino entre el gentiacuteo

Memorias de mis putas tristes 36 ______________________________________________________________________________________que me costoacute trabajo alcanzarla Por fin la rebaseacute y la mireacute de frente Ella me apartoacute con la mano sin detenerse ni pedir perdoacuten No era la que creiacutea pero su altivez me dolioacute como si lo fuera Comprendiacute entonces que no seriacutea capaz de reconocer a Delgadina despierta y vestida ni ella podiacutea saber quieacuten era yo si nunca me habiacutea visto En un acto de locura tejiacute durante tres diacuteas doce pares de zapatitos azules y rosados para recieacuten nacidos tratando de darme valor para no escuchar ni cantar ni recordar las canciones que me recordaban a ella

La verdad era que no podiacutea con mi alma y empezaba a tomar conciencia de la vejez por mis flaquezas frente al amor Una prueba todaviacutea maacutes dramaacutetica la tuve cuando un autobuacutes de servicio puacuteblico arrolloacute una ciclista en el puro centro comercial Acababan de llevaacutersela en una ambulancia y la magnitud de la tragedia se apreciaba por el estado de chatarra en que quedoacute la bicicleta sobre un charco de sangre viva Pero mi impresioacuten no fue tanta por los destrozos de la bicicleta como por la marca el modelo y el color No podiacutea ser otra que la que yo mismo le habiacutea regalado a Delgadina

Los testigos coincidieron en que la ciclista herida era muy joven alta y delgada y con el cabello corto y rizado Aturdido tomeacute el primer taxi que pasoacute y me hice llevar al hospital de Caridad un viejo edificio de muros ocres que pareciacutea una caacutercel encallada en un arenal Necesiteacute media hora para entrar y otra maacutes para salir de un patio fragante de aacuterboles frutales donde una mujer atribulada se me atravesoacute en el camino me miroacute a los ojos y exclamoacute

-Yo soy la que no buscas

Soacutelo entonces recordeacute que era alliacute donde viviacutean en libertad los internos mansos del manicomio municipal Tuve que identificarme como periodista ante la direccioacuten del hospital para que un enfermero me condujera al pabelloacuten de urgencias En elcuaderno de ingresos estaban los datos Rosalba Riacuteos dieciseacuteis antildeos sin oficio conocido Diagnoacutestico conmocioacuten cerebral Pronoacutestico reservado Pregunteacute al jefe del pabelloacuten si podiacutea verla con la esperanza iacutentima de que me dijeran que no pero me llevaron encantados por si queriacutea escribir sobre el estado de abandono del hospital

Atravesamos una sala abigarrada con un fuerte olor de aacutecido feacutenico y los enfermos apelotonados en las camas Al fondo en un cuarto solo tendida en una camilla metaacutelica estaba la que buscaacutebamos Teniacutea el craacuteneo cubierto de vendas la cara indescifrable gonfia y amoratada pero me bastoacute con verle los pies para saber que no era Soacutelo entonces se me ocurrioacute preguntarme iquestQueacute habriacutea hecho yo si hubiera sido ella

Todaviacutea enredado en las telarantildeas de la noche tuve el valor de ir el diacutea siguiente a la faacutebrica de camisas donde Rosa Cabarcas habiacutea dicho alguna vez que trabajaba la nintildea y le pediacute al propietario que nos mostrara sus instalaciones como modelo para un proyecto continental de las Naciones Unidas Era un libaneacutes paquideacutermico y taciturno que nos abrioacute las puertas de su reino con la ilusioacuten de ser un ejemplo universal

Trescientas joacutevenes de blusas blancas con la ceniza del mieacutercoles en la frente cosiacutean botones en la vasta nave iluminada Cuando nos vieron entrar se irguieron

Memorias de mis putas tristes 37 ______________________________________________________________________________________como colegialas y nos observaron de reojo mientras el gerente explicaba sus aportes al arte inmemorial de pegar botones Yo escrutaba las caras de cada una con el pavor de descubrir a Delgadina vestida y despierta Pero fue una de ellas la que me descubrioacute a miacute con la mirada temible de la admiracioacuten sin clemencia

-Diacutegame sentildeor iquestno es usted el que escribe las cartas de amor en el perioacutedico

Nunca me hubiera imaginado que una nintildea dormida pudiera causar en uno semejantes estragos Escapeacute de la faacutebrica sin despedirme ni pensar siquiera si alguna de aquellas viacutergenes de purgatorio era por fin la que buscaba Cuando saliacute de ahiacute el uacutenico sentimiento que me quedaba en la vida eran las ganas de llorar

Rosa Cabarcas llamoacute al cabo de un mes con una explicacioacuten increiacuteble se habiacutea tomado un merecido descanso en Cartagena de Indias despueacutes del asesinato del banquero No le creiacute desde luego pero la feliciteacute por su suerte y la dejeacute explayarse en su mentira antes de hacerle la pregunta que me borboritaba en el corazoacuten

-iquestY ella

Rosa Cabarcas hizo un silencio largo Ahiacute estaacute dijo al fin pero su voz se hizo evasiva Hay que esperar un tiempo iquestCuaacutento Ni idea ya te avisareacute Sentiacute que se me iba y la pareacute en seco Espeacuterate dame alguna luz No hay luz dijo ella y concluyoacute Ten cuidado puedes perjudicarte tuacute y sobre todo perjudicarla a ella Yo no estaba para esa clase de remilgos Le supliqueacute aunque fuera una oportunidad de acercarme a la verdad Al fin y al cabo le dije somos coacutemplices Ella no dio un paso maacutes Caacutelmate me dijo la nintildea estaacute bien y esperando que la llame pero ahora mismo no hay nada que hacer ni voy a decir nada maacutes Adioacutes

Me quedeacute con el teleacutefono en la mano sin saber por doacutende seguir pues tambieacuten la conociacutea bastante para pensar que no conseguiriacutea nada de ella si no era por las buenas Despueacutes del mediodiacutea me di una vuelta furtiva por su casa maacutes confiado en la casualidad que en la razoacuten y la encontreacute todaviacutea cerrada y con los sellos de la Sanidad Penseacute que Rosa Cabarcas me habiacutea telefoneado de otra parte tal vez de otra ciudad y la sola idea me llenoacute de presagios turbios No obstante a las seis de la tarde cuando menos lo esperaba me soltoacute por teleacutefono mi propio santo y sentildea

-Bueno ahora siacute

A las diez de la noche tembloroso y con los labios mordidos para no llorar fui cargado de cajas de chocolates suizos turrones y caramelos y una canasta de rosas ardientes para cubrir la cama La puerta estaba entreabierta las luces encendidas y en el radio se diluiacutea a medio volumen la sonata nuacutemero uno para violiacuten y piano de Brahms Delgadina en la cama estaba tan radiante y distinta que me costoacute trabajo reconocerla

Habiacutea crecido pero no se le notaba en la estatura sino en una madurez intensa que la haciacutea parecer con dos o tres antildeos maacutes y maacutes desnuda que nunca Sus poacutemulos altos la piel tostada por soles de mar bravo los labios finos y el cabello corto y rizado le infundiacutean a su rostro el resplandor androacutegino del Apolo de Praxiacuteteles Pero no habiacutea equiacutevoco posible porque sus senos habiacutean crecido hasta el punto de que no me cabiacutean en la mano sus caderas habiacutean acabado de formarse y sus huesos se

Memorias de mis putas tristes 38 ______________________________________________________________________________________habiacutean vuelto maacutes firmes y armoacutenicos Me encantaron aquellos aciertos de la naturaleza pero me aturdieron los artificios las pestantildeas postizas las untildeas de las manos y los pies esmaltadas de naacutecar y un perfume de a dos cuartillos que no teniacutea nada que ver con el amor Sin embargo lo que me sacoacute de quicio fue la fortuna que llevaba encima pendientes de oro con gajos de esmeraldas un collar de perlas naturales una pulsera de oro con resplandores de diamantes y anillos con piedras legiacutetimas en todos los dedos En la silla estaba su traje de nochera con lentejuelas y bordados y las zapatillas de raso Un vapor raro me subioacute de las entrantildeas

-iexclPuta -griteacute

Pues el diablo me soploacute en el oiacutedo un pensamiento siniestro Y fue asiacute la noche del crimen Rosa Cabarcas no debioacute tener tiempo ni serenidad para prevenir a la nintildea y la policiacutea la encontroacute en el cuarto sola menor de edad y sin coartada Nadie igual a Rosa Cabarcas para una situacioacuten como aqueacutella le vendioacute la virginidad de la nintildea a alguno de sus grandes cacaos a cambio de que a ella la sacaran limpia del crimen Lo primero claro fue desaparecer mientras se aplacaba el escaacutendalo iexclQueacute maravilla Una luna de miel para tres ellos dos en la cama y Rosa Cabarcas en una terraza de lujo disfrutando de su impunidad feliz Ciego de una furia insensata fui reventando contra las paredes cada cosa del cuarto las laacutemparas el radio el ventilador los espejos las jarras los vasos Lo hice sin prisa pero sin pausas con un grande estropicio y una embriaguez metoacutedica que me salvoacute la vida La nintildea dio un salto al primer estallido pero no me miroacute sino que se enroscoacute de espaldas a miacute y asiacute permanecioacute con espasmos entrecortados hasta que cesoacute el estropicio Las gallinas en el patio y los perros de la madrugada aumentaron el escaacutendalo Con la cegadora lucidez de la coacutelera tuve la inspiracioacuten final de prenderle fuego a la casa cuando aparecioacute en la puerta la figura impasible de Rosa Cabarcas en camisa de dormir No dijo nada Hizo con la vista el inventario del desastre y comproboacute que la nintildea estaba enroscada sobre siacute misma como un caracol y con la cabeza escondida entre los brazos aterrada pero intacta

-iexclDios miacuteo -exclamoacute Rosa Cabarcas- iexclQueacute no hubiera dado yo por un amor como eacuteste

Me midioacute de cuerpo entero con una mirada de misericordia y me ordenoacute Vamos La seguiacute hasta la casa me sirvioacute un vaso de agua en silencio me hizo una sentildea de que me sentara frente a ella y me puso en confesioacuten Bueno me dijo ahora poacutertate como un adulto y cueacutentame iquestqueacute te pasa

Le conteacute con lo que teniacutea como mi verdad revelada Rosa Cabarcas me escuchoacute en silencio sin asombro y por fin parecioacute iluminada Queacute maravilla dijo Siempre he dicho que los celos saben maacutes que la verdad Y entonces me contoacute la realidad sin reservas En efecto dijo en su ofuscacioacuten de la noche del crimen se habiacutea olvidado de la nintildea dormida en el cuarto Uno de sus clientes abogado del muerto ademaacutes repartioacute prebendas y sobornos a cuatro manos e invitoacute a Rosa Cabarcas a un hotel de reposo de Cartagena de Indias mientras se disipaba el escaacutendalo Creacuteeme dijo Rosa Cabarcas que en todo este tiempo no dejeacute de pensar ni un momento en ti y en la nintildea Volviacute antier y lo primero que hice fue llamarte por teleacutefono pero nadie contestoacute En cambio la nintildea vino enseguida y en tan mal estado que te la bantildeeacute te la vestiacute y te la mandeacute al saloacuten de belleza con la orden de que la arreglaran como una reina Ya viste coacutemo perfecta iquestLa ropa de lujo Son los trajes que les alquilo a mis

Memorias de mis putas tristes 39 ______________________________________________________________________________________pupilas maacutes pobres cuando tienen que ir a bailar con sus clientes iquestLas joyas Son las miacuteas dijo Basta con tocarlas para darse cuenta de que son diamantes de vidrio y estoperoles de hojalata De modo que no jodas concluyoacute Anda despieacutertala piacutedele perdoacuten y hazte cargo de ella de una vez Nadie merece ser maacutes feliz que ustedes

Hice un esfuerzo sobrenatural para creerle pero pudo maacutes el amor que la razoacuten iexclPutas le dije atormentado por el fuego vivo que me abrasaba las entrantildeas iexclEso es lo que son ustedes griteacute iexclPutas de mierda No quiero saber nada maacutes de tiacute ni de ninguna otra guaricha en el mundo y menos de ella Le hice desde la puerta una sentildeal de adioacutes para siempre Rosa Cabarcas no lo dudoacute

-Vete con Dios -me dijo con un rictus de tristeza y volvioacute a su vida real- De todos modos te pasareacute la cuenta del desmadre que me hiciste en el cuarto

Memorias de mis putas tristes 40 ______________________________________________________________________________________

5

Leyendo Los idus de marzo encontreacute una frase siniestra que el autor atribuye a Julio Ceacutesar Es imposible no terminar siendo como los otros creen que uno es No pude comprobar su verdadero origen en la propia obra de Julio Ceacutesar ni en las obras de sus bioacutegrafos desde Suetonio hasta Carcopino pero valioacute la pena conocerla Su fatalismo aplicado al curso de mi vida en los meses siguientes fue lo que me dio la determinacioacuten que me haciacutea falta no soacutelo para escribir esta memoria sino para empezarla sin pudores con el amor de Delgadina

No teniacutea un instante de sosiego apenas si probaba bocado y perdiacute tanto peso que no se me teniacutean los pantalones en la cintura Los dolores erraacuteticos se me quedaron en los huesos cambiaba de aacutenimo sin razoacuten pasaba las noches en un estado de deslumbramiento que no me permitiacutea leer ni escuchar muacutesica y en cambio se me iba el diacutea cabeceando por una somnolencia sonsa que no serviacutea para dormir

El alivio me cayoacute del cielo En la atestada goacutendola de Loma Fresca una vecina de asiento que no habiacutea visto subir me susurroacute al oiacutedo iquestTodaviacutea tiras Era Casilda Armenia un viejo amor de a tres por cinco que me habiacutea soportado como cliente asiduo desde que era una adolescente altiva Una vez retirada medio enferma y sin un clavo se habiacutea casado con un hortelano chino que le dio nombre y apoyo y quizaacutes un poco de amor A los setenta y tres antildeos teniacutea el peso de siempre seguiacutea bella y de caraacutecter fuerte y conservaba intacto el desparpajo del oficio

Me llevoacute a su casa una huerta de chinos en una colina de la carretera al mar Nos sentamos en las sillas de playa de la terraza umbriacutea entre helechos y frondas de astromelias y jaulas de paacutejaros colgadas en el alero En la falda de la colina se veiacutean los hortelanos chinos con sombreros de cono sembrando las hortalizas bajo el sol abrasante y el pieacutelago gris de las Bocas de Ceniza con los dos tajamares de rocas que canalizan el riacuteo varias leguas en el mar Mientras conversaacutebamos vimos entrar un trasatlaacutentico blanco por la desembocadura y lo seguimos callados hasta oiacuter su bramido de toro luacutegubre en el puerto fluvial Ella suspiroacute iquestTe das cuenta En maacutes de medio siglo es la primera vez que no te recibo la visita en la cama Ya somos otros dije Ella prosiguioacute sin oiacuterme Cada vez que dicen cosas de ti en el radio que te elogian por el carintildeo que te tiene la gente y te llaman maestro del amor imagiacutenate pienso que nadie te conocioacute tus gracias y tus mantildeas tan bien como yo En serio dijo nadie hubiera podido soportarte mejor

No resistiacute maacutes Ella lo sintioacute vio mis ojos huacutemedos de laacutegrimas y soacutelo entonces debioacute descubrir que ya no era el que fui y le sostuve la mirada con un valor del que

Memorias de mis putas tristes 41 ______________________________________________________________________________________nunca me creiacute capaz Es que me estoy volviendo viejo le dijeYa lo estamos suspiroacute ella Lo que pasa es que uno no lo siente por dentro pero desde fuera todo el mundo lo ve

Era imposible no abrirle el corazoacuten asiacute que le conteacute la historia completa que me ardiacutea en las entrantildeas desde mi primera llamada a Rosa Cabarcas la viacutespera de mis noventa antildeos hasta la noche traacutegica en que hice antildeicos el cuarto y no regreseacute maacutes Ella me oyoacute el desahogo como si estuviera vivieacutendolo lo rumioacute muy despacio y por fin sonrioacute

-Haz lo que quieras pero no pierdas a esa criatura -me dijo- No hay peor desgracia que morir solo

Fuimos a Puerto Colombia en el trenecito de juguete tan despacioso como un caballo Almorzamos frente al muelle de maderas carcomidas por donde habiacutea entrado el mundo entero al paiacutes antes que se dragaran las Bocas de Ceniza Nos sentamos bajo un cobertizo de palma donde las grandes matronas negras serviacutean pargos fritos con arroz de coco y tajadas de plaacutetano verde Dormitamos en el sopor denso de las dos y seguimos conversando hasta que se hundioacute en el mar el inmenso sol de candela La realidad me pareciacutea fantaacutestica Mira adonde ha venido a dar nuestra luna de miel se burloacute ella Pero prosiguioacute en serio Hoy miro para atraacutes veo la fila de miles de hombres que pasaron por mis camas y dariacutea el alma por haberme quedado aunque fuera con el peor Gracias a Dios encontreacute mi chino a tiempo Es como estar casada con el dedo mentildeique pero es soacutelo miacuteo

Me miroacute a los ojos midioacute mi reaccioacuten a lo que acababa de contarme y me dijo Asiacute que vete a buscar ahora mismo a esa pobre criatura aunque sea verdad lo que te dicen los celos sea como sea que lo bailado no te lo quita nadie Pero eso siacute sin romanticismos de abuelo Despieacutertala tiacuteratela hasta por las orejas con esa pinga de burro con que te premioacute el diablo por tu cobardiacutea y tu mezquindad En serio terminoacute con el alma no te vayas a morir sin probar la maravilla de tirar con amor

El pulso me temblaba al diacutea siguiente cuando marqueacute el nuacutemero del teleacutefono Tanto por la tensioacuten del reencuentro con Delgadina como por la incertidumbre de la forma en que Rosa Cabarcas me respondiera Habiacuteamos tenido una disputa seria por el abuso con que tasoacute los destrozos que hice en su cuarto Tuve que vender uno de los cuadros maacutes amados de mi madre cuyo valor se calculaba en una fortuna pero a la hora de la verdad no llegoacute a un deacutecimo de mis ilusiones

Aumenteacute la suma con el resto de mis ahorros y se la lleveacute a Rosa Cabarcas con una consigna inapelable Lo tomas o lo dejas Fue un acto suicida porque soacutelo con vender uno de mis secretos ella habriacutea aniquilado mi buen nombre Pero no respingoacute sino que se quedoacute con los cuadros que habiacutea tomado en prenda la noche del pleito Fui el perdedor absoluto en una sola jugada me quedeacute sin Delgadina sin Rosa Cabarcas y sin mis uacuteltimos ahorros Sin embargo oiacute el timbre del teleacutefono una vez dos veces tres y por fin ella iquestA ver No me salioacute la voz Colgueacute Me echeacute en la hamaca tratando de serenarme con la liacuterica asceacutetica de Satie y sudeacute tanto que el lienzo quedoacute empapado Hasta el diacutea siguiente no tuve el valor de llamar

-Bueno mujer -dije con voz firme- Hoy siacute

Memorias de mis putas tristes 42 ______________________________________________________________________________________Rosa Cabarcas coacutemo no estaba maacutes allaacute de todo Ay mi sabio triste suspiroacute con su aacutenimo invencible te pierdes dos meses y soacutelo vuelves para pedir ilusiones Me contoacute que no habiacutea visto a Delgadina desde haciacutea maacutes de un mes que pareciacutea tan repuesta del susto de mis estropicios que ni siquiera habloacute de ellos ni preguntoacute por miacute y estaba muy contenta en un nuevo empleo maacutes coacutemodo y mejor pagado que coser botones Una oleada de fuego vivo me quemoacute las entrantildeas Soacutelo puede ser de puta dije Rosa me replicoacute sin pestantildeear No seas bruto si asiacute fuera estariacutea aquiacute iquestO doacutende podriacutea estar mejor La rapidez de su loacutegica me agravoacute la duda iquestY coacutemo seacute que no estaacute ahiacute En ese caso replicoacute ella lo que maacutes te conviene es no saberlo iquestO no Una vez maacutes la odieacute Ella a prueba de erosiones prometioacute rastrear a la nintildea Sin muchas esperanzas porque el teleacutefono de la vecina donde la llamaba seguiacutea cortado y no teniacutea la menor idea de doacutende viviacutea Pero no era para echarse a morir queacute carajo dijo te llamo en una hora

Fue una hora de tres diacuteas pero encontroacute a la nintildea disponible y sana Volviacute avergonzado y la beseacute palmo a palmo como penitencia desde las doce de la noche hasta que cantaron los gallos Un perdoacuten largo que me prometiacute seguir repitiendo para siempre y fue como empezar otra vez por el principio El cuarto habiacutea sido desmantelado y el mal uso habiacutea acabado con todo lo que yo habiacutea puesto Ella lo habiacutea dejado asiacute y me dijo que cualquier mejora teniacutea que hacerla yo por lo que estaba debieacutendole Sin embargo mi situacioacuten econoacutemica tocaba fondo El dinero de las jubilaciones alcanzaba cada vez para menos Las pocas cosas vendibles que quedaban en la casa -salvo las joyas sagradas de mi madre- careciacutean de valor comercial y nada era bastante viejo para ser antiguo En tiempos mejores el gobernador me habiacutea hecho la oferta tentadora de comprarme en bloque los libros de los claacutesicos griegos latinos y espantildeoles para la Biblioteca Departamental pero no tuve corazoacuten para venderlos Despueacutes con los cambios poliacuteticos y el deterioro del mundo nadie del gobierno pensaba en las artes ni las letras Cansado de buscar una solucioacuten decente me echeacute al bolsillo las joyas que Delgadina me habiacutea devuelto y me fui a empentildearlas en un callejoacuten siniestro que conduciacutea al mercado puacuteblico Con aires de sabio distraiacutedo recorriacute varias veces aquel tugurio atiborrado de cantinas de mala muerte libreriacuteas de viejo y casas de empentildeo pero la dignidad de Florina de Dios me cerroacute el paso no me atreviacute Entonces decidiacute venderlas con la frente en alto a la joyeriacutea maacutes antigua y acreditada

El dependiente me hizo algunas preguntas mientras examinaba las joyas con su monoacuteculo Teniacutea la conducta el estilo y el pavor de un meacutedico Le expliqueacute que eran joyas heredadas de mi madre El aprobaba con un gruntildeido cada una de mis explicaciones y por fin se quitoacute el monoacuteculo

-Lo siento -dijo- pero son culos de botellas

Ante mi sorpresa me explicoacute con una suave conmiseracioacuten Menos mal que el oro es oro y el platino es platino Me toqueacute el bolsillo para asegurarme de que llevaba las facturas de compra y dije sin resabios

-Pues fueron compradas en esta noble casa hace maacutes de cien antildeos

El no se inmutoacute Suele suceder dijo que en las joyas hereditarias vayan desapareciendo las piedras maacutes valiosas con el paso del tiempo sustituidas por diacutescolos de la familia o por joyeros bandidos y soacutelo cuando alguien trata de

Memorias de mis putas tristes 43 ______________________________________________________________________________________venderlas se descubre el fraude Pero permiacutetame un segundo dijo y se llevoacute las joyas por la puerta del fondo Al cabo de un momento regresoacute y sin explicacioacuten alguna me indicoacute que me sentara en la silla de espera y siguioacute trabajando

Examineacute la tienda Habiacutea ido con mi madre varias veces y recordaba una frase recurrente No se lo digas a tu papaacute De pronto se me ocurrioacute una idea que me crispoacute iquestno seriacutea que Rosa Cabarcas y Delgadina de comuacuten acuerdo habiacutean vendido las piedras legiacutetimas y me devolvieron las joyas con las piedras falsas

Estaba ardiendo en dudas cuando una secretaria me invitoacute a seguirla por la misma puerta del fondo hasta una oficina pequentildea con una larga estanteriacutea de gruesos voluacutemenes Un beduino colosal se levantoacute en el escritorio del fondo y me estrechoacute la mano tuteaacutendome con una efusioacuten de viejo amigo Hicimos juntos el bachillerato me dijo a modo de saludo Me fue faacutecil recordarlo era el mejor futbolista de la escuela y campeoacuten de nuestros primeros burdeles Habiacutea dejado de verlo en alguacuten momento incierto y debioacute verme tan decreacutepito que me confundioacute con un condisciacutepulo de su infancia

Sobre el cristal del escritorio teniacutea abierto uno de los mamotretos del archivo donde estaba la memoria de las joyas de mi madre Una relacioacuten exacta con fechas y detalles de que ella en persona habiacutea hecho cambiar las piedras de dos generaciones de hermosas y dignas Cargamantos y habiacutea vendido las legiacutetimas a la misma tienda Esto habiacutea ocurrido cuando el padre del propietario actual estaba al frente de la joyeriacutea y eacutel y yo en la escuela Pero eacutel mismo me tranquilizoacute aquellas triquintildeuelas eran de uso corriente entre las grandes familias en desgracia para resolver urgencias de plata sin sacrificar el honor Ante la realidad cruda preferiacute conservarlas como recuerdo de otra Florina de Dios que nunca conociacute

A principios de julio sentiacute la distancia real de la muerte Mi corazoacuten perdioacute el paso y empeceacute a ver y sentir por todos lados los presagios inequiacutevocos del final El maacutes niacutetido fue en el concierto de Bellas Artes El aire acondicionado habiacutea fallado y la flor y nata de las artes y las letras se cocinaban al bantildeomariacutea en el saloacuten abarrotado pero la magia de la muacutesica era un clima celestial Al final con el Allegretto poco mosso me estremecioacute la revelacioacuten deslumbrante de que estaba escuchando el uacuteltimo concierto que me deparaba el destino antes de morir No sentiacute dolor ni miedo sino la emocioacuten arrasadora de haber alcanzado a vivirlo

Cuando por fin logreacute abrirme camino empapado de sudor a traveacutes de los abrazos y las fotos me encontreacute de manos a boca con Ximena Ortiz como una diosa de cien antildeos en la silla de ruedas Su sola presencia se me imponiacutea como un pecado mortal Teniacutea una tuacutenica de seda color marfil tan tersa como su piel un hilo de perlas legiacutetimas de tres vueltas el cabello color de naacutecar cortado a la moda de los veintes con una punta de ala de gaviota en la mejilla y los grandes ojos amarillos iluminados por la sombra natural de las ojeras Todo en ella contradeciacutea el rumor de que su mente estaba quedaacutendose en blanco por la erosioacuten irredimible de la memoria Petrificado y sin recursos frente a ella me sobrepuse al vaho de fuego que me subioacute a la cara y la saludeacute en silencio con una venia versallesca Ella sonrioacute como una reina y me agarroacute la mano Entonces me di cuenta de que tambieacuten aquello era una coartada del destino y no la perdiacute para sacarme una espina que me estorbaba desde siempre He sontildeado durante antildeos con este momento le dije Ella no parecioacute

Memorias de mis putas tristes 44 ______________________________________________________________________________________entender iexclNo me digas dijo iquestY tuacute quieacuten eres No supe nunca si en verdad lo habiacutea olvidado o si fue la venganza final de su vida

La certidumbre de ser mortal en cambio me habiacutea sorprendido poco antes de los cincuenta antildeos en una ocasioacuten como aqueacutella una noche de carnaval en que bailaba un tango apache con una mujer fenomenal a la que nunca le vi la cara maacutes corpulenta que yo como por cuarenta libras y maacutes alta como de dos palmos que sin embargo se dejaba llevar como una pluma al viento Bailaacutebamos tan apretados que sentiacutea circular su sangre por las venas y me hallaba como adormecido de gusto con su resuello trabajoso su grajo de amoniacuteaco sus tetas de astroacutenoma cuando me sacudioacute por la primera vez y casi me derriboacute por tierra el freacutemito de la muerte Fue como un oraacuteculo brutal en el oiacutedo Hagas lo que hagas en este antildeo o dentro de ciento estaraacutes muerto hasta jamaacutes Ella se separoacute asustada iquestQueacute le pasa Nada le dije tratando de sujetarme el corazoacuten

-Tiemblo por usted

Desde entonces empeceacute a medir la vida no por antildeos sino por deacutecadas La de los cincuenta habiacutea sido decisiva porque tomeacute conciencia de que casi todo el mundo era menor que yo La de los sesenta fue la maacutes intensa por la sospecha de que ya no me quedaba tiempo para equivocarme La de los setenta fue temible por una cierta posibilidad de que fuera la uacuteltima No obstante cuando desperteacute vivo la primera mantildeana de mis noventa antildeos en la cama feliz de Delgadina se me atravesoacute la idea complaciente de que la vida no fuera algo que transcurre como el riacuteo revuelto de Heraacuteclito sino una ocasioacuten uacutenica de voltearse en la parrilla y seguir asaacutendose del otro costado por noventa antildeos maacutes

Me volviacute de laacutegrima faacutecil Cualquier sentimiento que tuviera algo que ver con la ternura me causaba un nudo en la garganta que no siempre lograba dominar y penseacute en renunciar al placer solitario de velar el suentildeo de Delgadina no tanto por la incertidumbre de mi muerte como por el dolor de imaginarla sin miacute en el resto de su vida Uno de aquellos diacuteas inciertos fui a dar por distraccioacuten a la muy noble calle de los Notarios y me sorprendioacute no encontrar nada maacutes que los escombros del viejo hotel de lance donde fui iniciado por la fuerza en las artes del amor poco antes de mis doce antildeos Habiacutea sido una mansioacuten de antiguos navieros espleacutendida como pocas en la ciudad con columnas enchapadas de alabastro y frisos de oropeles alrededor de un patio interior con una cuacutepula de cristales de siete colores que irradiaba un resplandor de invernadero En la planta baja con un portal goacutetico sobre la calle estuvieron por maacutes de un siglo las notariacuteas coloniales en las que trabajoacute prosperoacute y se arruinoacute mi padre en toda una vida de suentildeos fantaacutesticos Las familias histoacutericas abandonaron poco a poco los pisos superiores que terminaron ocupados por una legioacuten de nocheras en desgracia que subiacutean y bajaban hasta el amanecer con los clientes atrapados por un peso y medio en las cantinas del cercano puerto fluvial

A mis doce antildeos todaviacutea con mis pantalones cortos y mis botitas de la escuela primaria no pude resistir la tentacioacuten de conocer los pisos superiores mientras mi padre se debatiacutea en una de sus reuniones interminables y me encontreacute con un espectaacuteculo celestial Las mujeres que malvendiacutean sus cuerpos hasta el amanecer se moviacutean por la casa desde las once de la mantildeana cuando ya la caniacutecula del vitral era insoportable y teniacutean que hacer su vida domeacutestica caminando en pelotas por

JUAN CARLOS 161104
caniacutecula (Del lat canicŭla) f Periacuteodo del antildeo en que es maacutes fuerte el calor || 2 Astr Tiempo del nacimiento heliacuteaco de Sirio que antiguamente coincidiacutea con la eacutepoca maacutes calurosa del antildeo pero que hoy no se verifica hasta fines de agosto13
JUAN CARLOS 161104
freacutemito (Del lat fremĭtus) m bramido

Memorias de mis putas tristes 45 ______________________________________________________________________________________toda la casa mientras comentaban a gritos sus aventuras de la noche Me quedeacute aterrorizado Lo uacutenico que se me ocurrioacute fue escapar por donde habiacutea llegado cuando una de las desnudas de carnes macizas olorosas a jaboacuten de monte me abrazoacute por la espalda y me llevoacute en vilo hasta su cubiacuteculo de cartoacuten sin que yo pudiera verla en medio de la griteriacutea y los aplausos de las inquilinas en cueros Me tiroacute bocarriba en su cama para cuatro me quitoacute los pantalones con una maniobra maestra y se acaballoacute sobre miacute pero el terror helado que me empapaba el cuerpo me impidioacute recibirla como un hombre Aquella noche desvelado en la cama de mi casa por la verguumlenza del asalto no pude dormir maacutes de una hora con las ansias de volver a verla Pero la mantildeana siguiente mientras los trasnochados dormiacutean subiacute temblando hasta su cubiacuteculo y la desperteacute llorando a gritos con un amor enloquecido que duroacute hasta que se lo llevoacute sin misericordia el ventarroacuten de la vida real Se llamaba Castorina y era la reina de la casa

Los cubiacuteculos del hotel costaban un peso para los amores de paso pero muy pocos sabiacuteamos que costaban lo mismo hasta por veinticuatro horas Ademaacutes Castorina me introdujo en su mundo de mala muerte donde invitaban a los clientes pobres a sus desayunos de gala le prestaban el jaboacuten les atendiacutean los dolores de muela y en casos de urgencia mayor les daban un amor de caridad

Pero en las tardes de la uacuteltima vejez se acordaba de la inmortal Castorina muerta quien sabiacutea cuando que habiacutea sucedido desde las esquinas miserables del muelle fluvial hasta el trono sagrado de mamasanta mayor con un parche de pirata en el ojo perdido en el pleito de cantina Su uacuteltimo machucante de planta un negro feliz de Camaguumley a quien llamaba Jonaacutes el Galeote habiacutea sido un trompetista de los grandes en La Habana hasta que perdioacute la sonrisa completa en una cataacutestrofe de trenes

Al salir de aquella visita amarga sentiacute una punzada en el corazoacuten que no habiacutea logrado aliviar en tres diacuteas con toda clase de poacutecimas caseras El meacutedico al que acudiacute de urgencia miembro de una estirpe de insignes era nieto del que me vio a mis cuarenta y dos antildeos y me asustoacute que pareciera el mismo pues estaba tan envejecido como su abuelo a los setenta por una calvicie prematura unos lentes de miope sin regreso y una tristeza inconsolable Me hizo un examen minucioso de cuerpo entero con una concentracioacuten de orfebre Me auscultoacute el pecho y la espalda y me revisoacute la presioacuten arterial los reflejos de la rodilla el fondo del ojo el color del paacuterpado inferior En las pausas mientras yo cambiaba de posicioacuten en la mesa de reconocimiento me haciacutea preguntas tan vagas y raacutepidas que apenas si me daban tiempo de pensar las respuestas Al cabo de una hora me miroacute con una sonrisa feliz Bueno dijo creo que no tengo nada que hacer por usted iquestQueacute quiere decir Que su estado es el mejor posible a su edad Queacute curioso le dije lo mismo me dijo su abuelo cuando yo teniacutea cuarenta y dos antildeos como si el tiempo no pasara Siempre encontraraacute uno que se lo diga dijo porque siempre tendraacute una edad Yo provocaacutendolo para una sentencia aterradora le dije La uacutenica definitiva es la muerte Siacute dijo eacutel pero no es faacutecil llegar a ella en tan buen estado como usted Siento de veras no poder complacerlo

Eran recuerdos nobles pero la viacutespera del 29 de agosto sentiacute el peso inmenso del siglo que me esperaba impasible cuando subiacute con pasos de hierro las escaleras de mi casa Entonces volviacute a ver una vez maacutes a Florina de Dios mi madre en mi cama que habiacutea sido la suya hasta su muerte y me hizo la misma bendicioacuten de la uacuteltima

Memorias de mis putas tristes 46 ______________________________________________________________________________________vez que la vi dos horas antes de morir Trastornado por la conmocioacuten lo entendiacute como el anuncio final y llameacute a Rosa Cabarcas para que me llevara a mi nintildea aquella misma noche en previsioacuten de que no se cumpliera mi ilusioacuten de sobrevivir hasta el uacuteltimo aliento de mis noventa antildeos Volviacute a llamarla a las ocho y una vez maacutes repitioacute que no era posible Tiene que serlo a cualquier precio le griteacute aterrorizado Colgoacute sin despedirse pero quince minutos despueacutes volvioacute a llamar

-Bueno aquiacute la tienes

Llegueacute a las diez y veinte de la noche y le di a Rosa Cabarcas las uacuteltimas cartas de mi vida con mis disposiciones sobre la nintildea despueacutes de mi final terrible Ella pensoacute que me habiacutea impresionado con el acuchillado y me dijo con aires de burla Si te vas a morir que no sea aquiacute imagiacutenate Pero yo le dije Di que me atropello el tren de Puerto Colombia ese pobre cacharro de laacutestima incapaz de matar a nadie

Preparado para todo aquella noche me acosteacute bocarriba a la espera del dolor final en el primer instante de mis noventa y un antildeos Oiacute campanas distantes sentiacute la fragancia del alma de Delgadina dormida de costado oiacute un grito en el horizonte sollozos de alguien que quizaacutes habiacutea muerto un siglo antes en la alcoba Entonces apagueacute la luz con el uacuteltimo aliento entrelaceacute mis dedos con los suyos para llevaacutermela de la mano y conteacute las doce campanadas de las doce con mis doce laacutegrimas finales hasta que empezaron a cantar los gallos y enseguida las campanas de gloria los cohetes de fiesta que celebraban el juacutebilo de haber sobrevivido sano y salvo a mis noventa antildeos

Mis primeras palabras fueron para Rosa Cabarcas Te compro la casa toda con la tienda y el huerto Ella me dijo Hagamos una apuesta de viejos el que se muera primero se queda con todo lo del otro firmado ante notario No porque si yo me muero todo deberiacutea ser para ella Es igual dijo Rosa Cabarcas yo me hago cargo de la nintildea y despueacutes le dejo todo lo tuyo y lo miacuteo no tengo a nadie maacutes en este mundo Mientras tanto remodelamos tu cuarto con buenos servicios aire acondicionado y tus libros y tu muacutesica

-iquestCrees que ella estaraacute de acuerdo

-Ay mi sabio triste estaacute bien que esteacutes viejo pero no pendejo -dijo Rosa Cabarcas muerta de risa- Esa pobre criatura estaacute lela de amor por ti

Saliacute a la calle radiante y por primera vez me reconociacute a miacute mismo en el horizonte remoto de mi primer siglo Mi casa callada y en orden a las seis y cuarto empezaba a gozar los colores de una aurora feliz Damiana cantaba a toda voz en la cocina y el gato redivivo enroscoacute la cola en mis tobillos y siguioacute caminando conmigo hasta mi mesa de escribir Estaba ordenando mis papeles marchitos el tintero la pluma de ganso cuando el sol estalloacute entre los almendros del parque y el buque fluvial del correo retrasado una semana por la sequiacutea entroacute bramando en el canal del puerto Era por fin la vida real con mi corazoacuten a salvo y condenado a morir de buen amor en la agoniacutea feliz de cualquier diacutea despueacutes de mis cien antildeos

Mayo de 2004

Page 25: · Web viewVivo en una casa colonial en la acera de sol del parque de San Nicolás, donde he pasado todos los días de mi vida sin mujer ni fortuna, donde vivieron y murieron mis padres,

Memorias de mis putas tristes 25 ______________________________________________________________________________________Desde que abriacute la puerta de casa me salioacute al encuentro la sensacioacuten fiacutesica de que no estaba solo Alcanceacute a ver el celaje del gato que saltoacute del sofaacute y se escabulloacute por el balcoacuten En su plato quedaban las sobras de una comida que yo no le habiacutea servido La peste de sus orines rancios y su caca caliente habiacutean contaminado todo Me habiacutea dedicado a estudiarlo como estudieacute el latiacuten El manual deciacutea que los gatos escarban en la tierra para esconder su estieacutercol y que en las casas sin patio como eacutesta lo hariacutean en las macetas de plantas o en cualquier otro escondrijo Lo apropiado era prepararles desde el primer diacutea una caja con arena para orientarles el haacutebito y asiacute lo hice Tambieacuten deciacutea que lo primero que hacen en casa nueva es marcar su territorio orinando por todas partes y aqueacutel pudo ser el caso pero el manual no deciacutea coacutemo remediarlo Seguiacutea sus trazas para familiarizarme con sus haacutebitos originales pero no di con sus escondites secretos sus sitios de reposo las causas de sus humores volubles Quise ensentildearlo a comer en sus horas a usar la cajita de arena en la terraza a no subirse en mi cama mientras yo dormiacutea ni a olisquear los alimentos en la mesa y no pude hacerle entender que la casa era suya por derecho propio y no como un botiacuten de guerra De modo que lo dejeacute a su aire

Al atardecer enfrenteacute el aguacero cuyos vientos huracanados amenazaban con desquiciar la casa Sufriacute un ataque de estornudos sucesivos me doliacutea el craacuteneo y teniacutea fiebre pero me sentiacutea poseiacutedo por una fuerza y una determinacioacuten que nunca tuve a ninguna edad y por ninguna causa Puse calderos en el piso para recoger las goteras y me di cuenta de que habiacutean aparecido otras nuevas desde el invierno anterior La maacutes grande habiacutea empezado a inundar el flanco derecho de la biblioteca Me apresureacute a rescatar a los autores griegos y latinos que viviacutean por aquel rumbo pero al quitar los libros encontreacute un chorro de alta presioacuten que saliacutea de un tubo roto en el fondo del muro Lo amordaceacute con trapos hasta donde pude para darme el tiempo de salvar los libros El estreacutepito del agua y el aullido del viento arreciaron en el parque De pronto un relaacutempago fantasmal y su trueno simultaacuteneo impregnaron el aire de un fuerte olor de azufre el viento desbaratoacute las vidrieras del balcoacuten y la tremenda borrasca de mar rompioacute los cerrojos y se metioacute dentro de la casa Sin embargo antes de diez minutos escampoacute de un tajo Un sol espleacutendido secoacute las calles llenas de escombros varados y volvioacute el calor

Cuando pasoacute el aguacero seguiacutea con la sensacioacuten de que no estaba solo en la casa Mi uacutenica explicacioacuten es que asiacute como los hechos reales se olvidan tambieacuten algunos que nunca fueron pueden estar en los recuerdos como si hubieran sido Pues si evocaba la emergencia del aguacero no me veiacutea a miacute mismo solo en la casa sino siempre acompantildeado por Delgadina La habiacutea sentido tan cerca en la noche que percibiacutea el rumor de su aliento en el dormitorio y los latidos de su mejilla en mi almohada Soacutelo asiacute entendiacute que hubieacuteramos podido hacer tanto en tan poco tiempo Me recordaba subido en el escabel de la biblioteca y la recordaba a ella despierta con su trajecito de flores recibiendo los libros para ponerlos a salvo La veiacutea correr de un lado al otro de la casa batallando con la tormenta empapada de lluvia con el agua a los tobillos Recordaba coacutemo preparoacute al diacutea siguiente un desayuno que nunca fue y puso la mesa mientras yo secaba los pisos y poniacutea orden en el naufragio de la casa Nunca olvideacute su mirada sombriacutea mientras desayunaacutebamos iquestPor queacute me conociste tan viejo Le contesteacute la verdad La edad no es la que uno tiene sino la que uno siente

Desde entonces la tuve en la memoria con tal nitidez que haciacutea de ella lo que queriacutea Le cambiaba el color de los ojos seguacuten mi estado de aacutenimo color de agua al

JUAN CARLOS 161104
escabel (Quizaacute del cat ant escabell y este del lat scabellum) m Tarima pequentildea que se pone delante de la silla para que descansen los pies de quien estaacute sentado || 2 Asiento pequentildeo hecho de tablas sin respaldo || 3 Persona o circunstancia de que alguien se aprovecha para medrar por lo general ambiciosamente13

Memorias de mis putas tristes 26 ______________________________________________________________________________________despertar color de almiacutebar cuando reiacutea color de lumbre cuando la contrariaba La vestiacutea para la edad y la condicioacuten que conveniacutean a mis cambios de humor novicia enamorada a los veinte antildeos puta de saloacuten a los cuarenta reina de Babilonia a los setenta santa a los cien Cantaacutebamos duetos de amor de Puccini boleros de Agustiacuten Lara tangos de Carlos Gardel y comprobaacutebamos una vez maacutes que quienes no cantan no pueden imaginar siquiera lo que es la felicidad de cantar Hoy seacute que no fue una alucinacioacuten sino un milagro maacutes del primer amor de mi vida a los noventa antildeos

Cuando la casa estuvo en orden llameacute a Rosa Cabarcas iexclDios Santo exclamoacute al oiacuter mi voz creiacute que te habiacuteas ahogado No podiacutea entender que hubiera vuelto a pasar la noche con la nintildea sin tocarla Tienes todo el derecho de que no te guste pero al menos poacutertate como un adulto Trateacute de explicarle pero ella cambioacute el tema sin transicioacuten De todos modos te tengo vista otra un poco mayor bella y tambieacuten virgen Su papaacute quiere cambiarla por una casa pero se puede discutir un descuentoSe me heloacute el corazoacuten Ni maacutes faltaba protesteacute asustado quiero la misma y como siempre sin fracasos sin peleas sin malos recuerdos Hubo un silencio en la liacutenea y por fin la voz sumisa con que dijo como para siacute misma Bueno esto debe ser lo que los meacutedicos llaman demencia senil

Fui a las diez de la noche con un chofer conocido por la extrantildea virtud de no hacer preguntas Lleveacute un ventilador portaacutetil y un cuadro de Orlando Rivera el querido Figurita y un martillo y un clavo para colgarlo En el camino hice una parada para comprar cepillos de dientes pasta dentiacutefrica jaboacuten de olor Agua de Florida tabletas de regaliz Quise llevar tambieacuten un buen florero y un ramo de rosas amarillas para conjurar la pava de las flores de papel pero no encontreacute nada abierto y tuve que robarme en un jardiacuten privado un ramo de astromelias recieacuten nacidas

Por instrucciones de la duentildea llegueacute desde entonces por la calle de atraacutes del lado del acueducto para que nadie me viera entrar por el portoacuten del huerto El chofer me previno Cuidado sabio en esa casa matan Le contesteacute Si es por amor no importa El patio estaba en tinieblas pero habiacutea luces de vida en las ventanas y un revoltijo de muacutesicas en los seis cuartos En el miacuteo a volumen maacutes alto distinguiacute la voz caacutelida de don Pedro Vargas el tenor de Ameacuterica con un bolero de Miguel Matamoros Sentiacute que iba a morir Empujeacute la puerta con la respiracioacuten desbaratada y vi a Delgadina en la cama como en mis recuerdos desnuda y dormida en santa paz del lado del corazoacuten

Antes de acostarme arregleacute el tocador puse el ventilador nuevo en lugar del oxidado y colgueacute el cuadro donde ella pudiera verlo desde la cama Me acosteacute a su lado y la reconociacute palmo a palmo Era la misma que andaba por mi casa las mismas manos que me reconociacutean al tacto en la oscuridad los mismos pies de pasos tenues que se confundiacutean con los del gato el mismo olor del sudor de mis saacutebanas el dedo del dedal Increiacuteble vieacutendola y tocaacutendola en carne y hueso me pareciacutea menos real que en mis recuerdos

Hay un cuadro en la pared de enfrente le dije Lo pintoacute Figurita un hombre a quien quisimos mucho el mejor bailariacuten de burdeles que existioacute jamaacutes y de tan buen corazoacuten que le teniacutea laacutestima al diablo Lo pintoacute con barniz de buques en el lienzo chamuscado de un avioacuten que se estrelloacute en la Sierra Nevada de Santa Marta y con pinceles fabricados por eacutel con pelos de su perro La mujer pintada es una monja que

Memorias de mis putas tristes 27 ______________________________________________________________________________________secuestroacute de un convento y se casoacute con ella Aquiacute lo dejo para que sea lo primero que veas al despertar

No habiacutea cambiado de posicioacuten cuando apagueacute la luz a la una de la madrugada y su respiracioacuten era tan tenue que le tomeacute el pulso para sentirla viva La sangre circulaba por sus venas con la fluidez de una cancioacuten que se ramificaba hasta los aacutembitos maacutes recoacutenditos de su cuerpo y volviacutea al corazoacuten purificada por el amor

Antes de irme al amanecer dibujeacute en un papel las liacuteneas de su mano y se las di a leer a la Diva Sahibiacute para conocer su alma Y fue asiacute una persona que soacutelo dice lo que piensa Es perfecta para trabajos manuales Tiene contacto con alguien que ya murioacute y del cual espera ayuda pero estaacute equivocada la ayuda que busca estaacute al alcance de su mano No ha tenido ninguna unioacuten pero va a morir mayor y casada Ahora tiene un hombre moreno que no ha de ser el de su vida Puede tener ocho hijos pero se va a decidir soacutelo por tres A los treinta y cinco antildeos si hace lo que le indique el corazoacuten y no la mente va a manejar mucho dinero y a los cuarenta recibiraacute una herencia Va a viajar mucho Tiene doble vida y doble suerte y puede influir sobre su propio destino Le gusta probar todo por curiosidad pero va a arrepentirse si no se orienta por el corazoacuten

Atormentado de amor hice reparar los estragos de la borrasca y aprovecheacute para hacer otros muchos remiendos que veniacutea demorando desde antildeos por insolvencia o por desidia Reorganiceacute la biblioteca en el orden en que habiacutea leiacutedo los libros Por uacuteltimo remateacute la pianola como reliquia histoacuterica con sus maacutes de cien rollos de claacutesicos y compreacute un tocadiscos usado pero mejor que el miacuteo con parlantes de alta fidelidad que engrandecieron el aacutembito de la casa Quedeacute al borde de la ruina pero bien compensado por el milagro de estar vivo a mi edad

La casa renaciacutea de sus cenizas y yo navegaba en el amor de Delgadina con una intensidad y una dicha que nunca conociacute en mi vida anterior Gracias a ella me enfrenteacute por vez primera con mi ser natural mientras transcurriacutean mis noventa antildeos Descubriacute que mi obsesioacuten de que cada cosa estuviera en su puesto cada asunto en su tiempo cada palabra en su estilo no era el premio merecido de una mente en orden sino al contrario todo un sistema de simulacioacuten inventado por miacute para ocultar el desorden de mi naturaleza Descubriacute que no soy disciplinado por virtud sino como reaccioacuten contra mi negligencia que parezco generoso por encubrir mi mezquindad que me paso de prudente por mal pensado que soy conciliador para no sucumbir a mis coacuteleras reprimidas que soacutelo soy puntual para que no se sepa cuan poco me importa el tiempo ajeno Descubriacute en fin que el amor no es un estado del alma sino un signo del zodiacuteaco

Me volviacute otro Trateacute de releer los claacutesicos que me orientaron en la adolescencia y no pude con ellos Me sumergiacute en las letras romaacutenticas que repudieacute cuando mi madre quiso imponeacutermelas con mano dura y por ellas tomeacute conciencia de que la fuerza invencible que ha impulsado al mundo no son los amores felices sino los contrariados Cuando mis gustos en muacutesica hicieron crisis me descubriacute atrasado y viejo y abriacute mi corazoacuten a las delicias del azar

Me pregunto coacutemo pude sucumbir en este veacutertigo perpetuo que yo mismo provocaba y temiacutea Flotaba entre nubes erraacuteticas y hablaba conmigo mismo ante el espejo con la vana ilusioacuten de averiguar quieacuten soy Era tal mi desvariacuteo que en una manifestacioacuten

Memorias de mis putas tristes 28 ______________________________________________________________________________________estudiantil con piedras y botellas tuve que sacar fuerzas de flaqueza para no ponerme al frente con un letrero que consagrara mi verdad Estoy loco de amor

Obnubilado por la evocacioacuten inclemente de Delgadina dormida cambieacute sin la menor malicia el espiacuteritu de mis notas dominicales Fuera cual fuera el asunto las escribiacutea para ella las reiacutea y las lloraba para ella y en cada palabra se me iba la vida En lugar de la foacutermula de gacetilla tradicional que tuvieron desde siempre las escribiacute como cartas de amor que cada quien podiacutea hacer suyas Propuse en el perioacutedico que el texto no se alzara en linotipo sino que fuera publicado con mi caligrafiacutea florentina Al jefe de redaccioacuten coacutemo no le parecioacute otro acceso de vanidad senil pero el director general lo convencioacute con una frase que todaviacutea anda suelta por la redaccioacuten

-No se equivoque los loquitos mansos se adelantan al porvenir

La respuesta puacuteblica fue inmediata y entusiasta con numerosas cartas de lectores enamorados Algunas las leiacutean en los noticieros de radio con urgencias de uacuteltima hora y se hicieron copias en mimeoacutegrafos o papel carboacuten que vendiacutean como cigarrillos de contrabando en las esquinas de la calle San Blas Desde el principio fue evidente que obedeciacutean a las ansias de expresarme pero me hice a la costumbre de tomarlas en cuenta al escribir y siempre con la voz de un hombre de noventa antildeos que no aprendioacute a pensar como viejo La comunidad intelectual como de soacutelito se mostroacute timorata y dividida y hasta los grafoacutelogos menos pensados montaron controversias por los anaacutelisis erraacuteticos de mi caligrafiacutea Fueron ellos los que dividieron los aacutenimos recalentaron la poleacutemica y pusieron de moda la nostalgia

Antes del fin del antildeo me habiacutea arreglado con Rosa Cabarcas para dejar en el cuarto el abanico eleacutectrico los recursos del tocador y lo que siguiera llevando en el futuro para hacerlo vivible Llegaba a las diez siempre con algo nuevo para ella o para gusto de ambos y dedicaba unos minutos a sacar la utileriacutea escondida para armar el teatro de nuestras noches Antes de irme nunca maacutes tarde de las cinco volviacutea a asegurar todo bajo llave La alcoba quedaba entonces tan escuaacutelida como fue en sus oriacutegenes para los amores tristes de los clientes casuales Una mantildeana oiacute que Marcos Peacuterez la voz maacutes escuchada de la radio desde el amanecer habiacutea decidido leer mi nota dominical en su noticiero de los lunes Cuando pude reprimir la naacuteusea dije sobrecogido Ya lo sabes Delgadina la fama es una sentildeora muy gorda que no duerme con uno pero cuando uno despierta estaacute siempre miraacutendonos frente a la cama

Uno de esos diacuteas me quedeacute a desayunar con Rosa Cabarcas que empezaba a parecerme menos decreacutepita a pesar del luto severo y del bonete negro que ya le tapaba las cejas Sus desayunos teniacutean fama de espleacutendidos con una carga de pimienta que me haciacutea llorar Al primer bocado de fuego vivo le dije bantildeado en laacutegrimas Esta noche no me haraacute falta la luna llena para que me arda el culo No te quejes dijo ella Si te arde es porque todaviacutea lo tienes a Dios gracias

Se sorprendioacute cuando mencioneacute el nombre de Delgadina No se llama asiacute dijo se llama No me lo digas la interrumpiacute para miacute es Delgadina Ella se encogioacute de hombros Bueno al fin y al cabo es tuya pero me parece un nombre de diureacutetico Le conteacute lo del letrero del tigre que la nintildea habiacutea escrito en el espejo No pudo ser ella

JUAN CARLOS 161104
timorato ta (Del lat timorātus) adj Tiacutemido indeciso encogido || 2 Dicho de una persona Que se escandaliza con exageracioacuten de cosas que no le parecen conformes a la moral convencional || 3 Que tiene temor de Dios y se gobierna por eacutel en sus operaciones
JUAN CARLOS 161104
obnubilar (Del lat obnubilāre) tr nublar (ǁ ofuscar o confundir) U t c prnl || 2 embelesar U t c prnl || 3 nublar (ǁ enturbiar la visioacuten) U t c prnl

Memorias de mis putas tristes 29 ______________________________________________________________________________________dijo Rosa porque no sabe leer ni escribir iquestEntonces quieacuten Ella se encogioacute de hombros Puede ser de alguien que se murioacute en el cuarto

Yo aprovechaba aquellos desayunos para desahogarme con Rosa Cabarcas y le pediacutea favores miacutenimos para el bienestar y el buen ver de Delgadina Me los concediacutea sin pensarlo con una picardiacutea de colegiala iexclQueacute risa me dijo por aquellos diacuteas Me siento como si me estuvieras pidiendo su mano Y a propoacutesito se le ocurrioacute iquestpor queacute no te casas con ella Me quedeacute de una pieza En serio insistioacute te sale maacutes barato Al fin y al cabo el problema a tu edad es servir o no servir pero ya me dijiste que lo tienes resuelto Le saliacute al paso El sexo es el consuelo que uno tiene cuando no le alcanza el amor

Ella soltoacute la risa Ay mi sabio siempre supe que eres muy hombre que siempre lo fuiste y me alegra que lo sigas siendo mientras tus enemigos entregan las armas Con razoacuten se habla tanto de ti iquestOiacuteste a Marcos Peacuterez Todo el mundo lo oye le dije para cortar el tema Pero ella insistioacute Tambieacuten el profesor Camacho y Cano en La hora de todo un poco dijo ayer que el mundo ya no es lo que era porque no quedan muchos hombres como tuacute

Aquel fin de semana encontreacute a Delgadina con fiebre y tos Desperteacute a Rosa Cabarcas para que me diera alguacuten remedio casero y me llevoacute al cuarto un botiquiacuten de primeros auxilios Dos diacuteas despueacutes Delgadina seguiacutea postrada y no habiacutea podido volver a su rutina de pegar botones El meacutedico le habiacutea prescrito un tratamiento casero para una gripa comuacuten que cederiacutea en una semana pero se alarmoacute por su estado general de desnutricioacuten Dejeacute de verla y sentiacute que me haciacutea falta y aprovecheacute para arreglar el cuarto sin ella

Lleveacute tambieacuten un dibujo a pluma de Cecilia Porras para Todos estaacutebamos a la espera el libro de cuentos de Alvaro Cepeda Lleveacute los seis tomos de Juan Cristoacutebal de Romain Rolland para pastorear mis vigilias De modo que cuando Delgadina pudo volver a la habitacioacuten la encontroacute digna de una felicidad sedentaria el aire purificado con un insecticida aromaacutetico paredes color de rosa laacutemparas matizadas flores nuevas en los floreros mis libros favoritos los buenos cuadros de mi madre colgados de otro modo seguacuten los gustos de hoy Habiacutea cambiado el viejo radio por uno de onda corta que manteniacutea sintonizado en un programa de muacutesica culta para que Delgadina aprendiera a dormir con los cuartetos de Mozart pero una noche lo encontreacute en una estacioacuten especializada en boleros de moda Era el gusto de ella sin duda y lo asumiacute sin dolor pues tambieacuten yo lo habiacutea cultivado con el corazoacuten en mis mejores diacuteas Antes de volver a casa al diacutea siguiente escribiacute en el espejo con el laacutepiz de labios Nintildea miacutea estamos solos en el mundo

Por esa eacutepoca tuve la rara impresioacuten de que se estaba volviendo mayor antes de tiempo Se lo comenteacute a Rosa Cabarcas y a ella le parecioacute natural Cumple quince antildeos el cinco de diciembre me dijo Una Sagitario perfecta Me inquietoacute que fuera tan real como para cumplir antildeos iquestQueacute podriacutea regalarle Una bicicleta dijo Rosa Cabarcas Tiene que atravesar la ciudad dos veces al diacutea para ir a pegar botones Me mostroacute en la trastienda la bicicleta que usaba y de verdad me parecioacute un cacharro indigno de una mujer tan bien amada Sin embargo me conmovioacute como la prueba tangible de que Delgadina existiacutea en la vida real

Memorias de mis putas tristes 30 ______________________________________________________________________________________Cuando fui a comprar la mejor bicicleta para ella no pude resistir la tentacioacuten de probarla y di algunas vueltas casuales en la rampa del almaceacuten Al vendedor que me preguntoacute la edad le contesteacute con la coqueteriacutea de la vejez Voy a cumplir noventa y uno El empleado dijo justo lo que yo queriacutea Pues representa veinte menos Yo mismo no entendiacutea coacutemo conservaba la praacutectica del colegio y me sentiacute colmado por un gozo radiante Empeceacute a cantar Primero para miacute mismo en voz baja y despueacutes a todo pecho con iacutenfulas del gran Caruso por entre los bazares abigarrados y el traacutefico demente del mercado puacuteblico La gente me miraba divertida me gritaban me incitaban a participar en la Vuelta a Colombia en silla de ruedas Yo les haciacutea con la mano un saludo de navegante feliz sin interrumpir la cancioacuten Esa semana en homenaje a Diciembre escribiacute otra nota atrevida Coacutemo ser feliz en bicicleta a los noventa antildeos

La noche de su cumpleantildeos le canteacute a Delgadina la cancioacuten completa y la beseacute por todo el cuerpo hasta quedarme sin aliento la espina dorsal veacutertebra por veacutertebra hasta las nalgas laacutenguidas el costado del lunar el de su corazoacuten inagotable A medida que la besaba aumentaba el calor de su cuerpo y exhalaba una fragancia montuna Ella me respondioacute con vibraciones nuevas en cada pulgada de su piel y en cada una encontreacute un calor distinto un sabor propio un gemido nuevo y toda ella resonoacute por dentro con un arpegio y sus pezones se abrieron en flor sin tocarlos Empezaba a adormecerme en la madrugada cuando sentiacute como un rumor de muchedumbres en el mar y un paacutenico de los aacuterboles que me atravesaron el corazoacuten Entonces fui al bantildeo y escribiacute en el espejo Delgadina de mi vida llegaron las brisas de Navidad Uno de mis recuerdos maacutes felices fue un trastorno que sentiacute una mantildeana como aqueacutella al salir de la escuela iquestQueacute me pasa La maestra me dijo alelada Ay nintildeo iquestno ves que son las brisas Ochenta antildeos despueacutes volviacute a sentirlo cuando me desperteacute en la cama de Delgadina y era el mismo diciembre que volviacutea puntual con sus cielos diaacutefanos las tormentas de arena los torbellinos callejeros que Desentechaban casas y les alzaban las faldas a las colegialas La ciudad adquiriacutea por entonces una resonancia fantasmal En noches de brisa podiacutean escucharse los gritos del mercado puacuteblico hasta en los barrios maacutes altos como si estuvieran a la vuelta de la esquina No era raro entonces que las raacutefagas de diciembre nos permitieran encontrar por sus voces a los amigos desperdigados en burdeles remotos

Sin embargo tambieacuten con las brisas me llegoacute la mala noticia de que Delgadina no podiacutea pasar las navidades conmigo sino con su familia Si algo detesto en este mundo son las fiestas obligatorias en que la gente llora porque estaacute alegre los fuegos de artificio los villancicos lelos las guirnaldas de papel crespoacuten que nada tienen que ver con un nintildeo que nacioacute hace dos mil quinientos antildeos en una caballeriza indigente Sin embargo cuando llegoacute la noche no pude resistir la nostalgia y me fui al cuarto sin ella Dormiacute bien y desperteacute junto a un oso de peluche que caminaba en dos patas como si fuera polar y una tarjeta que deciacutea Para el papaacute feo Rosa Cabarcas me habiacutea dicho que Delgadina estaba aprendiendo a leer con mis clases escritas en el espejo y su buena letra me parecioacute admirable Pero ella misma me defraudoacute con la noticia peor de que el oso era un regalo suyo asiacute que la noche de Antildeo Nuevo me quedeacute en mi casa y en mi cama desde las ocho y me dormiacute sin amarguras Fui feliz porque al toque de las doce entre los repiques furiosos de las campanas las sirenas de faacutebricas y bomberos los lamentos de los

JUAN CARLOS 161104
abigarrado da (Del part de abigarrar) adj De varios colores mal combinados || 2 Heterogeacuteneo reunido sin concierto Un extrantildeo y abigarrado libro Una multitud abigarrada 13

Memorias de mis putas tristes 31 ______________________________________________________________________________________buques las descargas de poacutelvora los cohetes sentiacute que Delgadina entroacute en punta de pies se acostoacute a mi lado y me dio un beso Tan real que me quedoacute en la boca su olor de regaliz

Memorias de mis putas tristes 32 ______________________________________________________________________________________

4A principios del nuevo antildeo empezaacutebamos a conocernos como si vivieacuteramos juntos y despiertos pues yo habiacutea encontrado un tono de voz cauteloso que ella oiacutea sin despertar y me contestaba con un lenguaje natural del cuerpo Sus estados de aacutenimo se le notaban en el modo de dormir De exhausta y montaraz que habiacutea sido al principio fue hacieacutendose a una paz interior que embelleciacutea su rostro y enriqueciacutea su suentildeo Le contaba mi vida le leiacutea al oiacutedo los borradores de mis notas dominicales en las que estaba ella sin decirlo y soacutelo ella

Por esa eacutepoca le dejeacute en la almohada unos zarcillos de esmeraldas que fueron de mi madre Los llevoacute puestos en la cita siguiente y no le luciacutean Le lleveacute despueacutes unos pendientes maacutes adecuados para el color de su piel Le expliqueacute Los primeros que te traje no te quedaban bien por tu tipo y el corte del cabello Estos te iraacuten mejor No llevoacute ninguno en las dos citas siguientes pero a la tercera se puso los que le habiacutea indicado Asiacute empeceacute a entender que no obedeciacutea a mis oacuterdenes pero aguardaba la ocasioacuten para complacerme Por esos diacuteas me sentiacute tan habituado a aquel geacutenero de vida domeacutestica que no seguiacute durmiendo desnudo sino que lleveacute las piyamas de seda china que habiacutea dejado de usar por no tener para quieacuten quitaacutermelas

Empeceacute a leerle El principito de Saint-Exupeacutery un autor franceacutes que el mundo entero admira maacutes que los franceses Fue el primero que la entretuvo sin despertarla hasta el punto de que tuve que ir dos diacuteas continuos para acabar de leeacuterselo Seguimos con los Cuentos de Perrault la Historia sagrada Las mil y una noches en una versioacuten desinfectada para nintildeos y por las diferencias entre uno y otro me di cuenta de que su suentildeo teniacutea diversos grados de profundidad seguacuten su intereacutes por las lecturas Cuando sentiacutea que habiacutea tocado fondo apagaba la luz y me dormiacutea abrazado a ella hasta que cantaban los gallos

Me sentiacutea tan feliz que la besaba en los paacuterpados muy suave y una noche ocurrioacute como una luz en el cielo sonrioacute por primera vez Maacutes tarde sin ninguacuten motivo se revolvioacute en la cama me dio la espalda y dijo disgustada Fue Isabel la que hizo llorar a los caracoles Exaltado por la ilusioacuten de un diaacutelogo le pregunteacute en el mismo tono iquestDe quieacuten eran No contestoacute Su voz teniacutea un rastro plebeyo como si no fuera suya sino de alguien ajeno que llevaba dentro Toda sombra de duda desaparecioacute entonces de mi alma la preferiacutea dormida

Mi uacutenico problema era el gato Estaba inapetente y hurantildeo y llevaba dos diacuteas sin levantar cabeza en su rincoacuten habitual y me tiroacute un zarpazo de fiera herida cuando

JUAN CARLOS 161104
zarcillo1 (Del lat circellus circulito) m Pendiente arete13
JUAN CARLOS 161104
montaraz (De monte y -araz) adj Que anda o estaacute hecho a andar por los montes o se ha criado en ellos || 2 Se dice del genio y propiedades agrestes groseras y feroces || 3 m Guarda de montes o heredades || 4 Sal Mayordomo de campo capataz que tiene a su cargo las labores y los ganados

Memorias de mis putas tristes 33 ______________________________________________________________________________________quise ponerlo en su canasto de mimbre para que Damiana lo llevara con el veterinario Apenas logroacute someterlo y se lo llevoacute pataleando dentro de un saco de fique Al cabo de un rato me llamoacute desde el criadero para decirme que no habiacutea maacutes remedio que sacrificarlo y necesitaban mi orden iquestPor queacute Porque ya estaacute muy viejo dijo Damiana Penseacute con rabia que a miacute tambieacuten podiacutean asarme vivo en un horno de gatos Me sentiacute inerme entre dos fuegos no habiacutea aprendido a querer el gato pero tampoco teniacutea corazoacuten para ordenar que lo mataran soacutelo porque era viejoiquestDoacutende lo deciacutea el manual

El incidente me conmocionoacute tanto que escribiacute una nota para el domingo con un tiacutetulo usurpado a Neruda iquestEs el gato un miacutenimo tigre de saloacuten La nota dio origen a una nueva campantildea que otra vez dividioacute a los lectores en favor y en contra de los gatos En cinco diacuteas prevalecioacute la tesis de que podiacutea ser liacutecito sacrificar un gato por razones de salud puacuteblica pero no porque estuviera viejo

Despueacutes de la muerte de mi madre me desvelaba el terror de que alguien me tocara mientras dormiacutea Una noche la sentiacute pero su voz me devolvioacute el sosiego Figlio mioacute poveretto Volviacute a sentirlo una madrugada en el cuarto de Delgadina y me retorciacute de gozo creyendo que ella me habiacutea tocado Pero no era Rosa Cabarcas en la oscuridad Viacutestete y ven conmigo me dijo tengo un problema serio

Asiacute era y maacutes serio de lo que pude imaginar A uno de los clientes grandes de la casa lo habiacutean asesinado a puntildealadas en el primer cuarto del pabelloacuten El asesino habiacutea escapado El cadaacutever enorme desnudo pero con los zapatos puestos teniacutea una palidez de pollo al vapor en la cama empapada de sangre Lo reconociacute de entrada era JMB un banquero grande famoso por su apostura su simpatiacutea y su buen vestir y sobre todo por la pulcritud de su hogar Teniacutea en el cuello dos heridas moradas como labios y una zanja en el vientre que no habiacutea acabado de sangrar Todaviacutea no empezaba el rigor Maacutes que sus heridas me impresionoacute que teniacutea un preservativo puesto y al parecer sin usar en el sexo desmirriado por la muerte

Rosa Cabarcas no sabiacutea con quieacuten iba porque tambieacuten eacutel teniacutea el privilegio de entrar por el portoacuten del huerto No se descartaba la sospecha de que su pareja fuera otro hombre Lo uacutenico que la duentildea queriacutea de miacute era que la ayudara a vestir el cadaacutever Estaba tan segura que me inquietoacute la idea de que la muerte fuera para ella un asunto de cocina No hay nada maacutes difiacutecil que vestir a un muerto le dije Lo he hecho a pasto de Dios replicoacute ella Es faacutecil si alguien me lo sostiene Le hice ver iquestTe imaginas quieacuten va a creer en un cuerpo tasajeado a cuchilladas dentro de un vestido intacto de caballero ingleacutes

Tembleacute por Delgadina Lo mejor seraacute que te la lleves tuacute me dijo Rosa Cabarcas Primero muerto le dije con la saliva helada Ella lo percibioacute y no pudo ocultar su desdeacuten iexclEstaacutes temblando Por ella dije aunque soacutelo era verdad a medias Aviacutesale que se vaya antes de que llegue nadie De acuerdo dijo ella aunque a ti como periodista no te pasaraacute nada Ni a ti tampoco le dije con cierto rencor Eres el uacutenico liberal que manda en este gobierno

La ciudad codiciada por su naturaleza paciacutefica y su seguridad congeacutenita arrastraba la desgracia de un asesinato escandaloso y atroz cada antildeo Aqueacutel no lo fue La noticia oficial en titulares excesivos y parca en detalles deciacutea que al joven banquero lo habiacutean asaltado y muerto a cuchilladas en la carretera de Pradomar por motivos

Memorias de mis putas tristes 34 ______________________________________________________________________________________incomprensibles No teniacutea enemigos El comunicado del gobierno sentildealaba como presuntos asesinos a refugiados del interior del paiacutes que estaban desatando una oleada de delincuencia comuacuten extrantildea al espiacuteritu ciacutevico de la poblacioacuten En las primeras horas hubo maacutes de cincuenta detenidos

Acudiacute escandalizado con el redactor judicial un periodista tiacutepico de los antildeos veinte con visera de celuloide verde y ligas en las mangas que presumiacutea de anticiparse a los hechos Sin embargo soacutelo conociacutea unas hilachas sueltas del crimen y yo se las completeacute hasta donde me fue prudente Asiacute escribimos cinco cuartillas a cuatro manos para una noticia de ocho columnas en primera paacutegina atribuida al fantasma eterno de las fuentes que nos merecen entero creacutedito Pero al Abominable Hombre de las Nueve -el censor- no le tembloacute el pulso para imponer la versioacuten oficial de que habiacutea sido un asalto de bandoleros liberales Yo me laveacute la conciencia con un centildeo de pesadumbre en el entierro maacutes ciacutenico y concurrido del siglo

Cuando regreseacute a casa aquella noche llameacute a Rosa Cabarcas para averiguar queacute habiacutea pasado con Delgadina pero no contestoacute el teleacutefono en cuatro diacuteas Al quinto fui a su casa con los dientes apretados Las puertas estaban selladas pero no por la policiacutea sino por la Sanidad Nadie en el vecindario daba noticias de nada Sin ninguacuten indicio de Delgadina me di a una buacutesqueda encarnizada y a veces ridiacutecula que me dejoacute acezante Paseacute diacuteas enteros observando a las joacutevenes ciclistas desde los escantildeos de un parque polvoriento donde los nintildeos jugaban a encaramarse en la estatua descascarada de Simoacuten Boliacutevar Pasaban pedaleando como venadas bellas disponibles listas para ser atrapadas a la gallina ciega Cuando se me acaboacute la esperanza me refugieacute en la paz de los boleros Fue como un bebedizo emponzontildeado cada palabra era ella Siempre habiacutea necesitado el silencio para escribir porque mi mente atendiacutea maacutes a la muacutesica que a la escritura Entonces fue al reveacutes soacutelo pude escribir a la sombra de los boleros Mi vida se llenoacute de ella Las notas que escribiacute aquellas dos semanas fueron modelos en clave para cartas de amor El jefe de redaccioacuten contrariado con la avalancha de respuestas me pidioacute que moderara el amor mientras pensaacutebamos coacutemo consolar a tantos lectores enamorados

La falta de sosiego acaboacute con el rigor de mis diacuteas Despertaba a las cinco pero me quedaba en la penumbra del cuarto imaginando a Delgadina en su vida irreal de levantar a sus hermanos vestirlos para la escuela darles el desayuno si lo habiacutea y atravesar la ciudad en bicicleta para cumplir la condena de coser botones Me pregunteacute asombrado iquestQueacute piensa una mujer mientras pega un botoacuten iquestPensaba en miacute iquestTambieacuten ella buscaba a Rosa Cabarcas para dar conmigo Paseacute hasta una semana sin quitarme el mameluco de mecaacutenico ni de diacutea ni de noche sin bantildearme sin afeitarme sin cepillarme los dientes porque el amor me ensentildeoacute demasiado tarde que uno se arregla para alguien se viste y se perfuma para alguien y yo nunca habiacutea tenido para quieacuten Damiana creyoacute que estaba enfermo cuando me encontroacute desnudo en la hamaca a las diez de la mantildeana La vi con los ojos turbios de la codicia y la inviteacute a revolearnos desnudos Ella con un desprecio me dijo

-iquestYa pensoacute lo que va a hacer si le digo que siacute

Asiacute supe hasta queacute punto me habiacutea corrompido el sufrimiento No me reconociacutea a miacute mismo en mi dolor de adolescente No volviacute a salir de la casa por no descuidar el teleacutefono Escribiacutea sin descolgarlo y al primer timbrazo le saltaba encima pensando

Memorias de mis putas tristes 35 ______________________________________________________________________________________que pudiera ser Rosa Cabarcas Interrumpiacutea a cada rato lo que estuviera haciendo para llamarla e insistiacute diacuteas enteros hasta comprender que era un teleacutefono sin corazoacuten

Al volver a casa una tarde de lluvia encontreacute el gato enroscado en la escalinata del portoacuten Estaba sucio y maltrecho y con una mansedumbre de laacutestima El manual me hizo ver que estaba enfermo y seguiacute sus normas para alentarlo De golpe mientras descabezaba un suentildeecito de siesta me despabiloacute la idea de que pudiera conducirme a la casa de Delgadina Lo lleveacute en una bolsa de mercado hasta la tienda de Rosa Cabarcas que seguiacutea sellada y sin indicios de vida pero se revolvioacute en el talego con tanto iacutempetu que logroacute escapar saltoacute la tapia del huerto y desaparecioacute entre los aacuterboles Toqueacute al portoacuten con el puntildeo y una voz militar preguntoacute sin abrir iquestQuieacuten vive Gente de paz dije yo para no ser menos Ando en pos de la duentildea No hay duentildea dijo la voz Por lo menos aacutebrame para coger el gato insistiacute No hay gato dijo Pregunteacute iquestQuieacuten es usted

-Nadie -dijo la voz

Siempre habiacutea entendido que morirse de amor no era maacutes que una licencia poeacutetica Aquella tarde de regreso a casa otra vez sin el gato y sin ella comprobeacute que no soacutelo era posible morirse sino que yo mismo viejo y sin nadie estaba murieacutendome de amor Pero tambieacuten me di cuenta de que era vaacutelida la verdad contraria no habriacutea cambiado por nada del mundo las delicias de mi pesadumbre Habiacutea perdido maacutes de quince antildeos tratando de traducir los cantos de Leopardi y soacutelo aquella tarde los sentiacute a fondo Ay de miacute si es amor cuaacutento atormenta

Mi entrada al perioacutedico en mameluco y mal afeitado despertoacute ciertas dudas sobre mi estado mental La casa remodelada con cabinas individuales de vidrio y luces cenitales pareciacutea una cliacutenica de maternidad El clima artificial callado y confortable invitaba a hablar en susurros y caminar en puntillas En el vestiacutebulo como virreyes muertos estaban los retratos al oacuteleo de los tres directores vitalicios y las fotografiacuteas de visitantes ilustres La enorme sala principal estaba presidida por la fotografiacutea gigantesca de la redaccioacuten actual tomada la tarde de mi cumpleantildeos No pude evitar la comparacioacuten mental con la otra de mis treinta antildeos y una vez maacutes comprobeacute con horror que se envejece maacutes y peor en los retratos que en la realidad La secretaria que me habiacutea besado la tarde del cumpleantildeos me preguntoacute si estaba enfermo Fui feliz de contestarle la verdad para que no la creyera Enfermo de amor Ella dijo iexclLaacutestima que no sea por miacute Yo le correspondiacute el cumplido No esteacute tan segura

El redactor judicial salioacute de su cabina gritando que habiacutea dos cadaacuteveres de muchachas sin identificar en el anfiteatro municipal Le pregunteacute asustado iquestDe queacute edad Joacutevenes dijo eacutel Pueden ser refugiadas del interior perseguidas hasta aquiacute por matones del reacutegimen Respireacute aliviado La situacioacuten nos invade en silencio como una mancha de sangre dije El redactor judicial ya lejos gritoacute

-De sangre no maestro de mierda

Algo peor me ocurrioacute diacuteas despueacutes cuando una muchacha instantaacutenea con una canasta igual a la del gato pasoacute como un escalofriacuteo frente a la libreriacutea Mundo La perseguiacute a codazos por entre la muchedumbre en el fragor de las doce del diacutea Era muy bella de trancos largos y con una fluidez para abrirse camino entre el gentiacuteo

Memorias de mis putas tristes 36 ______________________________________________________________________________________que me costoacute trabajo alcanzarla Por fin la rebaseacute y la mireacute de frente Ella me apartoacute con la mano sin detenerse ni pedir perdoacuten No era la que creiacutea pero su altivez me dolioacute como si lo fuera Comprendiacute entonces que no seriacutea capaz de reconocer a Delgadina despierta y vestida ni ella podiacutea saber quieacuten era yo si nunca me habiacutea visto En un acto de locura tejiacute durante tres diacuteas doce pares de zapatitos azules y rosados para recieacuten nacidos tratando de darme valor para no escuchar ni cantar ni recordar las canciones que me recordaban a ella

La verdad era que no podiacutea con mi alma y empezaba a tomar conciencia de la vejez por mis flaquezas frente al amor Una prueba todaviacutea maacutes dramaacutetica la tuve cuando un autobuacutes de servicio puacuteblico arrolloacute una ciclista en el puro centro comercial Acababan de llevaacutersela en una ambulancia y la magnitud de la tragedia se apreciaba por el estado de chatarra en que quedoacute la bicicleta sobre un charco de sangre viva Pero mi impresioacuten no fue tanta por los destrozos de la bicicleta como por la marca el modelo y el color No podiacutea ser otra que la que yo mismo le habiacutea regalado a Delgadina

Los testigos coincidieron en que la ciclista herida era muy joven alta y delgada y con el cabello corto y rizado Aturdido tomeacute el primer taxi que pasoacute y me hice llevar al hospital de Caridad un viejo edificio de muros ocres que pareciacutea una caacutercel encallada en un arenal Necesiteacute media hora para entrar y otra maacutes para salir de un patio fragante de aacuterboles frutales donde una mujer atribulada se me atravesoacute en el camino me miroacute a los ojos y exclamoacute

-Yo soy la que no buscas

Soacutelo entonces recordeacute que era alliacute donde viviacutean en libertad los internos mansos del manicomio municipal Tuve que identificarme como periodista ante la direccioacuten del hospital para que un enfermero me condujera al pabelloacuten de urgencias En elcuaderno de ingresos estaban los datos Rosalba Riacuteos dieciseacuteis antildeos sin oficio conocido Diagnoacutestico conmocioacuten cerebral Pronoacutestico reservado Pregunteacute al jefe del pabelloacuten si podiacutea verla con la esperanza iacutentima de que me dijeran que no pero me llevaron encantados por si queriacutea escribir sobre el estado de abandono del hospital

Atravesamos una sala abigarrada con un fuerte olor de aacutecido feacutenico y los enfermos apelotonados en las camas Al fondo en un cuarto solo tendida en una camilla metaacutelica estaba la que buscaacutebamos Teniacutea el craacuteneo cubierto de vendas la cara indescifrable gonfia y amoratada pero me bastoacute con verle los pies para saber que no era Soacutelo entonces se me ocurrioacute preguntarme iquestQueacute habriacutea hecho yo si hubiera sido ella

Todaviacutea enredado en las telarantildeas de la noche tuve el valor de ir el diacutea siguiente a la faacutebrica de camisas donde Rosa Cabarcas habiacutea dicho alguna vez que trabajaba la nintildea y le pediacute al propietario que nos mostrara sus instalaciones como modelo para un proyecto continental de las Naciones Unidas Era un libaneacutes paquideacutermico y taciturno que nos abrioacute las puertas de su reino con la ilusioacuten de ser un ejemplo universal

Trescientas joacutevenes de blusas blancas con la ceniza del mieacutercoles en la frente cosiacutean botones en la vasta nave iluminada Cuando nos vieron entrar se irguieron

Memorias de mis putas tristes 37 ______________________________________________________________________________________como colegialas y nos observaron de reojo mientras el gerente explicaba sus aportes al arte inmemorial de pegar botones Yo escrutaba las caras de cada una con el pavor de descubrir a Delgadina vestida y despierta Pero fue una de ellas la que me descubrioacute a miacute con la mirada temible de la admiracioacuten sin clemencia

-Diacutegame sentildeor iquestno es usted el que escribe las cartas de amor en el perioacutedico

Nunca me hubiera imaginado que una nintildea dormida pudiera causar en uno semejantes estragos Escapeacute de la faacutebrica sin despedirme ni pensar siquiera si alguna de aquellas viacutergenes de purgatorio era por fin la que buscaba Cuando saliacute de ahiacute el uacutenico sentimiento que me quedaba en la vida eran las ganas de llorar

Rosa Cabarcas llamoacute al cabo de un mes con una explicacioacuten increiacuteble se habiacutea tomado un merecido descanso en Cartagena de Indias despueacutes del asesinato del banquero No le creiacute desde luego pero la feliciteacute por su suerte y la dejeacute explayarse en su mentira antes de hacerle la pregunta que me borboritaba en el corazoacuten

-iquestY ella

Rosa Cabarcas hizo un silencio largo Ahiacute estaacute dijo al fin pero su voz se hizo evasiva Hay que esperar un tiempo iquestCuaacutento Ni idea ya te avisareacute Sentiacute que se me iba y la pareacute en seco Espeacuterate dame alguna luz No hay luz dijo ella y concluyoacute Ten cuidado puedes perjudicarte tuacute y sobre todo perjudicarla a ella Yo no estaba para esa clase de remilgos Le supliqueacute aunque fuera una oportunidad de acercarme a la verdad Al fin y al cabo le dije somos coacutemplices Ella no dio un paso maacutes Caacutelmate me dijo la nintildea estaacute bien y esperando que la llame pero ahora mismo no hay nada que hacer ni voy a decir nada maacutes Adioacutes

Me quedeacute con el teleacutefono en la mano sin saber por doacutende seguir pues tambieacuten la conociacutea bastante para pensar que no conseguiriacutea nada de ella si no era por las buenas Despueacutes del mediodiacutea me di una vuelta furtiva por su casa maacutes confiado en la casualidad que en la razoacuten y la encontreacute todaviacutea cerrada y con los sellos de la Sanidad Penseacute que Rosa Cabarcas me habiacutea telefoneado de otra parte tal vez de otra ciudad y la sola idea me llenoacute de presagios turbios No obstante a las seis de la tarde cuando menos lo esperaba me soltoacute por teleacutefono mi propio santo y sentildea

-Bueno ahora siacute

A las diez de la noche tembloroso y con los labios mordidos para no llorar fui cargado de cajas de chocolates suizos turrones y caramelos y una canasta de rosas ardientes para cubrir la cama La puerta estaba entreabierta las luces encendidas y en el radio se diluiacutea a medio volumen la sonata nuacutemero uno para violiacuten y piano de Brahms Delgadina en la cama estaba tan radiante y distinta que me costoacute trabajo reconocerla

Habiacutea crecido pero no se le notaba en la estatura sino en una madurez intensa que la haciacutea parecer con dos o tres antildeos maacutes y maacutes desnuda que nunca Sus poacutemulos altos la piel tostada por soles de mar bravo los labios finos y el cabello corto y rizado le infundiacutean a su rostro el resplandor androacutegino del Apolo de Praxiacuteteles Pero no habiacutea equiacutevoco posible porque sus senos habiacutean crecido hasta el punto de que no me cabiacutean en la mano sus caderas habiacutean acabado de formarse y sus huesos se

Memorias de mis putas tristes 38 ______________________________________________________________________________________habiacutean vuelto maacutes firmes y armoacutenicos Me encantaron aquellos aciertos de la naturaleza pero me aturdieron los artificios las pestantildeas postizas las untildeas de las manos y los pies esmaltadas de naacutecar y un perfume de a dos cuartillos que no teniacutea nada que ver con el amor Sin embargo lo que me sacoacute de quicio fue la fortuna que llevaba encima pendientes de oro con gajos de esmeraldas un collar de perlas naturales una pulsera de oro con resplandores de diamantes y anillos con piedras legiacutetimas en todos los dedos En la silla estaba su traje de nochera con lentejuelas y bordados y las zapatillas de raso Un vapor raro me subioacute de las entrantildeas

-iexclPuta -griteacute

Pues el diablo me soploacute en el oiacutedo un pensamiento siniestro Y fue asiacute la noche del crimen Rosa Cabarcas no debioacute tener tiempo ni serenidad para prevenir a la nintildea y la policiacutea la encontroacute en el cuarto sola menor de edad y sin coartada Nadie igual a Rosa Cabarcas para una situacioacuten como aqueacutella le vendioacute la virginidad de la nintildea a alguno de sus grandes cacaos a cambio de que a ella la sacaran limpia del crimen Lo primero claro fue desaparecer mientras se aplacaba el escaacutendalo iexclQueacute maravilla Una luna de miel para tres ellos dos en la cama y Rosa Cabarcas en una terraza de lujo disfrutando de su impunidad feliz Ciego de una furia insensata fui reventando contra las paredes cada cosa del cuarto las laacutemparas el radio el ventilador los espejos las jarras los vasos Lo hice sin prisa pero sin pausas con un grande estropicio y una embriaguez metoacutedica que me salvoacute la vida La nintildea dio un salto al primer estallido pero no me miroacute sino que se enroscoacute de espaldas a miacute y asiacute permanecioacute con espasmos entrecortados hasta que cesoacute el estropicio Las gallinas en el patio y los perros de la madrugada aumentaron el escaacutendalo Con la cegadora lucidez de la coacutelera tuve la inspiracioacuten final de prenderle fuego a la casa cuando aparecioacute en la puerta la figura impasible de Rosa Cabarcas en camisa de dormir No dijo nada Hizo con la vista el inventario del desastre y comproboacute que la nintildea estaba enroscada sobre siacute misma como un caracol y con la cabeza escondida entre los brazos aterrada pero intacta

-iexclDios miacuteo -exclamoacute Rosa Cabarcas- iexclQueacute no hubiera dado yo por un amor como eacuteste

Me midioacute de cuerpo entero con una mirada de misericordia y me ordenoacute Vamos La seguiacute hasta la casa me sirvioacute un vaso de agua en silencio me hizo una sentildea de que me sentara frente a ella y me puso en confesioacuten Bueno me dijo ahora poacutertate como un adulto y cueacutentame iquestqueacute te pasa

Le conteacute con lo que teniacutea como mi verdad revelada Rosa Cabarcas me escuchoacute en silencio sin asombro y por fin parecioacute iluminada Queacute maravilla dijo Siempre he dicho que los celos saben maacutes que la verdad Y entonces me contoacute la realidad sin reservas En efecto dijo en su ofuscacioacuten de la noche del crimen se habiacutea olvidado de la nintildea dormida en el cuarto Uno de sus clientes abogado del muerto ademaacutes repartioacute prebendas y sobornos a cuatro manos e invitoacute a Rosa Cabarcas a un hotel de reposo de Cartagena de Indias mientras se disipaba el escaacutendalo Creacuteeme dijo Rosa Cabarcas que en todo este tiempo no dejeacute de pensar ni un momento en ti y en la nintildea Volviacute antier y lo primero que hice fue llamarte por teleacutefono pero nadie contestoacute En cambio la nintildea vino enseguida y en tan mal estado que te la bantildeeacute te la vestiacute y te la mandeacute al saloacuten de belleza con la orden de que la arreglaran como una reina Ya viste coacutemo perfecta iquestLa ropa de lujo Son los trajes que les alquilo a mis

Memorias de mis putas tristes 39 ______________________________________________________________________________________pupilas maacutes pobres cuando tienen que ir a bailar con sus clientes iquestLas joyas Son las miacuteas dijo Basta con tocarlas para darse cuenta de que son diamantes de vidrio y estoperoles de hojalata De modo que no jodas concluyoacute Anda despieacutertala piacutedele perdoacuten y hazte cargo de ella de una vez Nadie merece ser maacutes feliz que ustedes

Hice un esfuerzo sobrenatural para creerle pero pudo maacutes el amor que la razoacuten iexclPutas le dije atormentado por el fuego vivo que me abrasaba las entrantildeas iexclEso es lo que son ustedes griteacute iexclPutas de mierda No quiero saber nada maacutes de tiacute ni de ninguna otra guaricha en el mundo y menos de ella Le hice desde la puerta una sentildeal de adioacutes para siempre Rosa Cabarcas no lo dudoacute

-Vete con Dios -me dijo con un rictus de tristeza y volvioacute a su vida real- De todos modos te pasareacute la cuenta del desmadre que me hiciste en el cuarto

Memorias de mis putas tristes 40 ______________________________________________________________________________________

5

Leyendo Los idus de marzo encontreacute una frase siniestra que el autor atribuye a Julio Ceacutesar Es imposible no terminar siendo como los otros creen que uno es No pude comprobar su verdadero origen en la propia obra de Julio Ceacutesar ni en las obras de sus bioacutegrafos desde Suetonio hasta Carcopino pero valioacute la pena conocerla Su fatalismo aplicado al curso de mi vida en los meses siguientes fue lo que me dio la determinacioacuten que me haciacutea falta no soacutelo para escribir esta memoria sino para empezarla sin pudores con el amor de Delgadina

No teniacutea un instante de sosiego apenas si probaba bocado y perdiacute tanto peso que no se me teniacutean los pantalones en la cintura Los dolores erraacuteticos se me quedaron en los huesos cambiaba de aacutenimo sin razoacuten pasaba las noches en un estado de deslumbramiento que no me permitiacutea leer ni escuchar muacutesica y en cambio se me iba el diacutea cabeceando por una somnolencia sonsa que no serviacutea para dormir

El alivio me cayoacute del cielo En la atestada goacutendola de Loma Fresca una vecina de asiento que no habiacutea visto subir me susurroacute al oiacutedo iquestTodaviacutea tiras Era Casilda Armenia un viejo amor de a tres por cinco que me habiacutea soportado como cliente asiduo desde que era una adolescente altiva Una vez retirada medio enferma y sin un clavo se habiacutea casado con un hortelano chino que le dio nombre y apoyo y quizaacutes un poco de amor A los setenta y tres antildeos teniacutea el peso de siempre seguiacutea bella y de caraacutecter fuerte y conservaba intacto el desparpajo del oficio

Me llevoacute a su casa una huerta de chinos en una colina de la carretera al mar Nos sentamos en las sillas de playa de la terraza umbriacutea entre helechos y frondas de astromelias y jaulas de paacutejaros colgadas en el alero En la falda de la colina se veiacutean los hortelanos chinos con sombreros de cono sembrando las hortalizas bajo el sol abrasante y el pieacutelago gris de las Bocas de Ceniza con los dos tajamares de rocas que canalizan el riacuteo varias leguas en el mar Mientras conversaacutebamos vimos entrar un trasatlaacutentico blanco por la desembocadura y lo seguimos callados hasta oiacuter su bramido de toro luacutegubre en el puerto fluvial Ella suspiroacute iquestTe das cuenta En maacutes de medio siglo es la primera vez que no te recibo la visita en la cama Ya somos otros dije Ella prosiguioacute sin oiacuterme Cada vez que dicen cosas de ti en el radio que te elogian por el carintildeo que te tiene la gente y te llaman maestro del amor imagiacutenate pienso que nadie te conocioacute tus gracias y tus mantildeas tan bien como yo En serio dijo nadie hubiera podido soportarte mejor

No resistiacute maacutes Ella lo sintioacute vio mis ojos huacutemedos de laacutegrimas y soacutelo entonces debioacute descubrir que ya no era el que fui y le sostuve la mirada con un valor del que

Memorias de mis putas tristes 41 ______________________________________________________________________________________nunca me creiacute capaz Es que me estoy volviendo viejo le dijeYa lo estamos suspiroacute ella Lo que pasa es que uno no lo siente por dentro pero desde fuera todo el mundo lo ve

Era imposible no abrirle el corazoacuten asiacute que le conteacute la historia completa que me ardiacutea en las entrantildeas desde mi primera llamada a Rosa Cabarcas la viacutespera de mis noventa antildeos hasta la noche traacutegica en que hice antildeicos el cuarto y no regreseacute maacutes Ella me oyoacute el desahogo como si estuviera vivieacutendolo lo rumioacute muy despacio y por fin sonrioacute

-Haz lo que quieras pero no pierdas a esa criatura -me dijo- No hay peor desgracia que morir solo

Fuimos a Puerto Colombia en el trenecito de juguete tan despacioso como un caballo Almorzamos frente al muelle de maderas carcomidas por donde habiacutea entrado el mundo entero al paiacutes antes que se dragaran las Bocas de Ceniza Nos sentamos bajo un cobertizo de palma donde las grandes matronas negras serviacutean pargos fritos con arroz de coco y tajadas de plaacutetano verde Dormitamos en el sopor denso de las dos y seguimos conversando hasta que se hundioacute en el mar el inmenso sol de candela La realidad me pareciacutea fantaacutestica Mira adonde ha venido a dar nuestra luna de miel se burloacute ella Pero prosiguioacute en serio Hoy miro para atraacutes veo la fila de miles de hombres que pasaron por mis camas y dariacutea el alma por haberme quedado aunque fuera con el peor Gracias a Dios encontreacute mi chino a tiempo Es como estar casada con el dedo mentildeique pero es soacutelo miacuteo

Me miroacute a los ojos midioacute mi reaccioacuten a lo que acababa de contarme y me dijo Asiacute que vete a buscar ahora mismo a esa pobre criatura aunque sea verdad lo que te dicen los celos sea como sea que lo bailado no te lo quita nadie Pero eso siacute sin romanticismos de abuelo Despieacutertala tiacuteratela hasta por las orejas con esa pinga de burro con que te premioacute el diablo por tu cobardiacutea y tu mezquindad En serio terminoacute con el alma no te vayas a morir sin probar la maravilla de tirar con amor

El pulso me temblaba al diacutea siguiente cuando marqueacute el nuacutemero del teleacutefono Tanto por la tensioacuten del reencuentro con Delgadina como por la incertidumbre de la forma en que Rosa Cabarcas me respondiera Habiacuteamos tenido una disputa seria por el abuso con que tasoacute los destrozos que hice en su cuarto Tuve que vender uno de los cuadros maacutes amados de mi madre cuyo valor se calculaba en una fortuna pero a la hora de la verdad no llegoacute a un deacutecimo de mis ilusiones

Aumenteacute la suma con el resto de mis ahorros y se la lleveacute a Rosa Cabarcas con una consigna inapelable Lo tomas o lo dejas Fue un acto suicida porque soacutelo con vender uno de mis secretos ella habriacutea aniquilado mi buen nombre Pero no respingoacute sino que se quedoacute con los cuadros que habiacutea tomado en prenda la noche del pleito Fui el perdedor absoluto en una sola jugada me quedeacute sin Delgadina sin Rosa Cabarcas y sin mis uacuteltimos ahorros Sin embargo oiacute el timbre del teleacutefono una vez dos veces tres y por fin ella iquestA ver No me salioacute la voz Colgueacute Me echeacute en la hamaca tratando de serenarme con la liacuterica asceacutetica de Satie y sudeacute tanto que el lienzo quedoacute empapado Hasta el diacutea siguiente no tuve el valor de llamar

-Bueno mujer -dije con voz firme- Hoy siacute

Memorias de mis putas tristes 42 ______________________________________________________________________________________Rosa Cabarcas coacutemo no estaba maacutes allaacute de todo Ay mi sabio triste suspiroacute con su aacutenimo invencible te pierdes dos meses y soacutelo vuelves para pedir ilusiones Me contoacute que no habiacutea visto a Delgadina desde haciacutea maacutes de un mes que pareciacutea tan repuesta del susto de mis estropicios que ni siquiera habloacute de ellos ni preguntoacute por miacute y estaba muy contenta en un nuevo empleo maacutes coacutemodo y mejor pagado que coser botones Una oleada de fuego vivo me quemoacute las entrantildeas Soacutelo puede ser de puta dije Rosa me replicoacute sin pestantildeear No seas bruto si asiacute fuera estariacutea aquiacute iquestO doacutende podriacutea estar mejor La rapidez de su loacutegica me agravoacute la duda iquestY coacutemo seacute que no estaacute ahiacute En ese caso replicoacute ella lo que maacutes te conviene es no saberlo iquestO no Una vez maacutes la odieacute Ella a prueba de erosiones prometioacute rastrear a la nintildea Sin muchas esperanzas porque el teleacutefono de la vecina donde la llamaba seguiacutea cortado y no teniacutea la menor idea de doacutende viviacutea Pero no era para echarse a morir queacute carajo dijo te llamo en una hora

Fue una hora de tres diacuteas pero encontroacute a la nintildea disponible y sana Volviacute avergonzado y la beseacute palmo a palmo como penitencia desde las doce de la noche hasta que cantaron los gallos Un perdoacuten largo que me prometiacute seguir repitiendo para siempre y fue como empezar otra vez por el principio El cuarto habiacutea sido desmantelado y el mal uso habiacutea acabado con todo lo que yo habiacutea puesto Ella lo habiacutea dejado asiacute y me dijo que cualquier mejora teniacutea que hacerla yo por lo que estaba debieacutendole Sin embargo mi situacioacuten econoacutemica tocaba fondo El dinero de las jubilaciones alcanzaba cada vez para menos Las pocas cosas vendibles que quedaban en la casa -salvo las joyas sagradas de mi madre- careciacutean de valor comercial y nada era bastante viejo para ser antiguo En tiempos mejores el gobernador me habiacutea hecho la oferta tentadora de comprarme en bloque los libros de los claacutesicos griegos latinos y espantildeoles para la Biblioteca Departamental pero no tuve corazoacuten para venderlos Despueacutes con los cambios poliacuteticos y el deterioro del mundo nadie del gobierno pensaba en las artes ni las letras Cansado de buscar una solucioacuten decente me echeacute al bolsillo las joyas que Delgadina me habiacutea devuelto y me fui a empentildearlas en un callejoacuten siniestro que conduciacutea al mercado puacuteblico Con aires de sabio distraiacutedo recorriacute varias veces aquel tugurio atiborrado de cantinas de mala muerte libreriacuteas de viejo y casas de empentildeo pero la dignidad de Florina de Dios me cerroacute el paso no me atreviacute Entonces decidiacute venderlas con la frente en alto a la joyeriacutea maacutes antigua y acreditada

El dependiente me hizo algunas preguntas mientras examinaba las joyas con su monoacuteculo Teniacutea la conducta el estilo y el pavor de un meacutedico Le expliqueacute que eran joyas heredadas de mi madre El aprobaba con un gruntildeido cada una de mis explicaciones y por fin se quitoacute el monoacuteculo

-Lo siento -dijo- pero son culos de botellas

Ante mi sorpresa me explicoacute con una suave conmiseracioacuten Menos mal que el oro es oro y el platino es platino Me toqueacute el bolsillo para asegurarme de que llevaba las facturas de compra y dije sin resabios

-Pues fueron compradas en esta noble casa hace maacutes de cien antildeos

El no se inmutoacute Suele suceder dijo que en las joyas hereditarias vayan desapareciendo las piedras maacutes valiosas con el paso del tiempo sustituidas por diacutescolos de la familia o por joyeros bandidos y soacutelo cuando alguien trata de

Memorias de mis putas tristes 43 ______________________________________________________________________________________venderlas se descubre el fraude Pero permiacutetame un segundo dijo y se llevoacute las joyas por la puerta del fondo Al cabo de un momento regresoacute y sin explicacioacuten alguna me indicoacute que me sentara en la silla de espera y siguioacute trabajando

Examineacute la tienda Habiacutea ido con mi madre varias veces y recordaba una frase recurrente No se lo digas a tu papaacute De pronto se me ocurrioacute una idea que me crispoacute iquestno seriacutea que Rosa Cabarcas y Delgadina de comuacuten acuerdo habiacutean vendido las piedras legiacutetimas y me devolvieron las joyas con las piedras falsas

Estaba ardiendo en dudas cuando una secretaria me invitoacute a seguirla por la misma puerta del fondo hasta una oficina pequentildea con una larga estanteriacutea de gruesos voluacutemenes Un beduino colosal se levantoacute en el escritorio del fondo y me estrechoacute la mano tuteaacutendome con una efusioacuten de viejo amigo Hicimos juntos el bachillerato me dijo a modo de saludo Me fue faacutecil recordarlo era el mejor futbolista de la escuela y campeoacuten de nuestros primeros burdeles Habiacutea dejado de verlo en alguacuten momento incierto y debioacute verme tan decreacutepito que me confundioacute con un condisciacutepulo de su infancia

Sobre el cristal del escritorio teniacutea abierto uno de los mamotretos del archivo donde estaba la memoria de las joyas de mi madre Una relacioacuten exacta con fechas y detalles de que ella en persona habiacutea hecho cambiar las piedras de dos generaciones de hermosas y dignas Cargamantos y habiacutea vendido las legiacutetimas a la misma tienda Esto habiacutea ocurrido cuando el padre del propietario actual estaba al frente de la joyeriacutea y eacutel y yo en la escuela Pero eacutel mismo me tranquilizoacute aquellas triquintildeuelas eran de uso corriente entre las grandes familias en desgracia para resolver urgencias de plata sin sacrificar el honor Ante la realidad cruda preferiacute conservarlas como recuerdo de otra Florina de Dios que nunca conociacute

A principios de julio sentiacute la distancia real de la muerte Mi corazoacuten perdioacute el paso y empeceacute a ver y sentir por todos lados los presagios inequiacutevocos del final El maacutes niacutetido fue en el concierto de Bellas Artes El aire acondicionado habiacutea fallado y la flor y nata de las artes y las letras se cocinaban al bantildeomariacutea en el saloacuten abarrotado pero la magia de la muacutesica era un clima celestial Al final con el Allegretto poco mosso me estremecioacute la revelacioacuten deslumbrante de que estaba escuchando el uacuteltimo concierto que me deparaba el destino antes de morir No sentiacute dolor ni miedo sino la emocioacuten arrasadora de haber alcanzado a vivirlo

Cuando por fin logreacute abrirme camino empapado de sudor a traveacutes de los abrazos y las fotos me encontreacute de manos a boca con Ximena Ortiz como una diosa de cien antildeos en la silla de ruedas Su sola presencia se me imponiacutea como un pecado mortal Teniacutea una tuacutenica de seda color marfil tan tersa como su piel un hilo de perlas legiacutetimas de tres vueltas el cabello color de naacutecar cortado a la moda de los veintes con una punta de ala de gaviota en la mejilla y los grandes ojos amarillos iluminados por la sombra natural de las ojeras Todo en ella contradeciacutea el rumor de que su mente estaba quedaacutendose en blanco por la erosioacuten irredimible de la memoria Petrificado y sin recursos frente a ella me sobrepuse al vaho de fuego que me subioacute a la cara y la saludeacute en silencio con una venia versallesca Ella sonrioacute como una reina y me agarroacute la mano Entonces me di cuenta de que tambieacuten aquello era una coartada del destino y no la perdiacute para sacarme una espina que me estorbaba desde siempre He sontildeado durante antildeos con este momento le dije Ella no parecioacute

Memorias de mis putas tristes 44 ______________________________________________________________________________________entender iexclNo me digas dijo iquestY tuacute quieacuten eres No supe nunca si en verdad lo habiacutea olvidado o si fue la venganza final de su vida

La certidumbre de ser mortal en cambio me habiacutea sorprendido poco antes de los cincuenta antildeos en una ocasioacuten como aqueacutella una noche de carnaval en que bailaba un tango apache con una mujer fenomenal a la que nunca le vi la cara maacutes corpulenta que yo como por cuarenta libras y maacutes alta como de dos palmos que sin embargo se dejaba llevar como una pluma al viento Bailaacutebamos tan apretados que sentiacutea circular su sangre por las venas y me hallaba como adormecido de gusto con su resuello trabajoso su grajo de amoniacuteaco sus tetas de astroacutenoma cuando me sacudioacute por la primera vez y casi me derriboacute por tierra el freacutemito de la muerte Fue como un oraacuteculo brutal en el oiacutedo Hagas lo que hagas en este antildeo o dentro de ciento estaraacutes muerto hasta jamaacutes Ella se separoacute asustada iquestQueacute le pasa Nada le dije tratando de sujetarme el corazoacuten

-Tiemblo por usted

Desde entonces empeceacute a medir la vida no por antildeos sino por deacutecadas La de los cincuenta habiacutea sido decisiva porque tomeacute conciencia de que casi todo el mundo era menor que yo La de los sesenta fue la maacutes intensa por la sospecha de que ya no me quedaba tiempo para equivocarme La de los setenta fue temible por una cierta posibilidad de que fuera la uacuteltima No obstante cuando desperteacute vivo la primera mantildeana de mis noventa antildeos en la cama feliz de Delgadina se me atravesoacute la idea complaciente de que la vida no fuera algo que transcurre como el riacuteo revuelto de Heraacuteclito sino una ocasioacuten uacutenica de voltearse en la parrilla y seguir asaacutendose del otro costado por noventa antildeos maacutes

Me volviacute de laacutegrima faacutecil Cualquier sentimiento que tuviera algo que ver con la ternura me causaba un nudo en la garganta que no siempre lograba dominar y penseacute en renunciar al placer solitario de velar el suentildeo de Delgadina no tanto por la incertidumbre de mi muerte como por el dolor de imaginarla sin miacute en el resto de su vida Uno de aquellos diacuteas inciertos fui a dar por distraccioacuten a la muy noble calle de los Notarios y me sorprendioacute no encontrar nada maacutes que los escombros del viejo hotel de lance donde fui iniciado por la fuerza en las artes del amor poco antes de mis doce antildeos Habiacutea sido una mansioacuten de antiguos navieros espleacutendida como pocas en la ciudad con columnas enchapadas de alabastro y frisos de oropeles alrededor de un patio interior con una cuacutepula de cristales de siete colores que irradiaba un resplandor de invernadero En la planta baja con un portal goacutetico sobre la calle estuvieron por maacutes de un siglo las notariacuteas coloniales en las que trabajoacute prosperoacute y se arruinoacute mi padre en toda una vida de suentildeos fantaacutesticos Las familias histoacutericas abandonaron poco a poco los pisos superiores que terminaron ocupados por una legioacuten de nocheras en desgracia que subiacutean y bajaban hasta el amanecer con los clientes atrapados por un peso y medio en las cantinas del cercano puerto fluvial

A mis doce antildeos todaviacutea con mis pantalones cortos y mis botitas de la escuela primaria no pude resistir la tentacioacuten de conocer los pisos superiores mientras mi padre se debatiacutea en una de sus reuniones interminables y me encontreacute con un espectaacuteculo celestial Las mujeres que malvendiacutean sus cuerpos hasta el amanecer se moviacutean por la casa desde las once de la mantildeana cuando ya la caniacutecula del vitral era insoportable y teniacutean que hacer su vida domeacutestica caminando en pelotas por

JUAN CARLOS 161104
caniacutecula (Del lat canicŭla) f Periacuteodo del antildeo en que es maacutes fuerte el calor || 2 Astr Tiempo del nacimiento heliacuteaco de Sirio que antiguamente coincidiacutea con la eacutepoca maacutes calurosa del antildeo pero que hoy no se verifica hasta fines de agosto13
JUAN CARLOS 161104
freacutemito (Del lat fremĭtus) m bramido

Memorias de mis putas tristes 45 ______________________________________________________________________________________toda la casa mientras comentaban a gritos sus aventuras de la noche Me quedeacute aterrorizado Lo uacutenico que se me ocurrioacute fue escapar por donde habiacutea llegado cuando una de las desnudas de carnes macizas olorosas a jaboacuten de monte me abrazoacute por la espalda y me llevoacute en vilo hasta su cubiacuteculo de cartoacuten sin que yo pudiera verla en medio de la griteriacutea y los aplausos de las inquilinas en cueros Me tiroacute bocarriba en su cama para cuatro me quitoacute los pantalones con una maniobra maestra y se acaballoacute sobre miacute pero el terror helado que me empapaba el cuerpo me impidioacute recibirla como un hombre Aquella noche desvelado en la cama de mi casa por la verguumlenza del asalto no pude dormir maacutes de una hora con las ansias de volver a verla Pero la mantildeana siguiente mientras los trasnochados dormiacutean subiacute temblando hasta su cubiacuteculo y la desperteacute llorando a gritos con un amor enloquecido que duroacute hasta que se lo llevoacute sin misericordia el ventarroacuten de la vida real Se llamaba Castorina y era la reina de la casa

Los cubiacuteculos del hotel costaban un peso para los amores de paso pero muy pocos sabiacuteamos que costaban lo mismo hasta por veinticuatro horas Ademaacutes Castorina me introdujo en su mundo de mala muerte donde invitaban a los clientes pobres a sus desayunos de gala le prestaban el jaboacuten les atendiacutean los dolores de muela y en casos de urgencia mayor les daban un amor de caridad

Pero en las tardes de la uacuteltima vejez se acordaba de la inmortal Castorina muerta quien sabiacutea cuando que habiacutea sucedido desde las esquinas miserables del muelle fluvial hasta el trono sagrado de mamasanta mayor con un parche de pirata en el ojo perdido en el pleito de cantina Su uacuteltimo machucante de planta un negro feliz de Camaguumley a quien llamaba Jonaacutes el Galeote habiacutea sido un trompetista de los grandes en La Habana hasta que perdioacute la sonrisa completa en una cataacutestrofe de trenes

Al salir de aquella visita amarga sentiacute una punzada en el corazoacuten que no habiacutea logrado aliviar en tres diacuteas con toda clase de poacutecimas caseras El meacutedico al que acudiacute de urgencia miembro de una estirpe de insignes era nieto del que me vio a mis cuarenta y dos antildeos y me asustoacute que pareciera el mismo pues estaba tan envejecido como su abuelo a los setenta por una calvicie prematura unos lentes de miope sin regreso y una tristeza inconsolable Me hizo un examen minucioso de cuerpo entero con una concentracioacuten de orfebre Me auscultoacute el pecho y la espalda y me revisoacute la presioacuten arterial los reflejos de la rodilla el fondo del ojo el color del paacuterpado inferior En las pausas mientras yo cambiaba de posicioacuten en la mesa de reconocimiento me haciacutea preguntas tan vagas y raacutepidas que apenas si me daban tiempo de pensar las respuestas Al cabo de una hora me miroacute con una sonrisa feliz Bueno dijo creo que no tengo nada que hacer por usted iquestQueacute quiere decir Que su estado es el mejor posible a su edad Queacute curioso le dije lo mismo me dijo su abuelo cuando yo teniacutea cuarenta y dos antildeos como si el tiempo no pasara Siempre encontraraacute uno que se lo diga dijo porque siempre tendraacute una edad Yo provocaacutendolo para una sentencia aterradora le dije La uacutenica definitiva es la muerte Siacute dijo eacutel pero no es faacutecil llegar a ella en tan buen estado como usted Siento de veras no poder complacerlo

Eran recuerdos nobles pero la viacutespera del 29 de agosto sentiacute el peso inmenso del siglo que me esperaba impasible cuando subiacute con pasos de hierro las escaleras de mi casa Entonces volviacute a ver una vez maacutes a Florina de Dios mi madre en mi cama que habiacutea sido la suya hasta su muerte y me hizo la misma bendicioacuten de la uacuteltima

Memorias de mis putas tristes 46 ______________________________________________________________________________________vez que la vi dos horas antes de morir Trastornado por la conmocioacuten lo entendiacute como el anuncio final y llameacute a Rosa Cabarcas para que me llevara a mi nintildea aquella misma noche en previsioacuten de que no se cumpliera mi ilusioacuten de sobrevivir hasta el uacuteltimo aliento de mis noventa antildeos Volviacute a llamarla a las ocho y una vez maacutes repitioacute que no era posible Tiene que serlo a cualquier precio le griteacute aterrorizado Colgoacute sin despedirse pero quince minutos despueacutes volvioacute a llamar

-Bueno aquiacute la tienes

Llegueacute a las diez y veinte de la noche y le di a Rosa Cabarcas las uacuteltimas cartas de mi vida con mis disposiciones sobre la nintildea despueacutes de mi final terrible Ella pensoacute que me habiacutea impresionado con el acuchillado y me dijo con aires de burla Si te vas a morir que no sea aquiacute imagiacutenate Pero yo le dije Di que me atropello el tren de Puerto Colombia ese pobre cacharro de laacutestima incapaz de matar a nadie

Preparado para todo aquella noche me acosteacute bocarriba a la espera del dolor final en el primer instante de mis noventa y un antildeos Oiacute campanas distantes sentiacute la fragancia del alma de Delgadina dormida de costado oiacute un grito en el horizonte sollozos de alguien que quizaacutes habiacutea muerto un siglo antes en la alcoba Entonces apagueacute la luz con el uacuteltimo aliento entrelaceacute mis dedos con los suyos para llevaacutermela de la mano y conteacute las doce campanadas de las doce con mis doce laacutegrimas finales hasta que empezaron a cantar los gallos y enseguida las campanas de gloria los cohetes de fiesta que celebraban el juacutebilo de haber sobrevivido sano y salvo a mis noventa antildeos

Mis primeras palabras fueron para Rosa Cabarcas Te compro la casa toda con la tienda y el huerto Ella me dijo Hagamos una apuesta de viejos el que se muera primero se queda con todo lo del otro firmado ante notario No porque si yo me muero todo deberiacutea ser para ella Es igual dijo Rosa Cabarcas yo me hago cargo de la nintildea y despueacutes le dejo todo lo tuyo y lo miacuteo no tengo a nadie maacutes en este mundo Mientras tanto remodelamos tu cuarto con buenos servicios aire acondicionado y tus libros y tu muacutesica

-iquestCrees que ella estaraacute de acuerdo

-Ay mi sabio triste estaacute bien que esteacutes viejo pero no pendejo -dijo Rosa Cabarcas muerta de risa- Esa pobre criatura estaacute lela de amor por ti

Saliacute a la calle radiante y por primera vez me reconociacute a miacute mismo en el horizonte remoto de mi primer siglo Mi casa callada y en orden a las seis y cuarto empezaba a gozar los colores de una aurora feliz Damiana cantaba a toda voz en la cocina y el gato redivivo enroscoacute la cola en mis tobillos y siguioacute caminando conmigo hasta mi mesa de escribir Estaba ordenando mis papeles marchitos el tintero la pluma de ganso cuando el sol estalloacute entre los almendros del parque y el buque fluvial del correo retrasado una semana por la sequiacutea entroacute bramando en el canal del puerto Era por fin la vida real con mi corazoacuten a salvo y condenado a morir de buen amor en la agoniacutea feliz de cualquier diacutea despueacutes de mis cien antildeos

Mayo de 2004

Page 26: · Web viewVivo en una casa colonial en la acera de sol del parque de San Nicolás, donde he pasado todos los días de mi vida sin mujer ni fortuna, donde vivieron y murieron mis padres,

Memorias de mis putas tristes 26 ______________________________________________________________________________________despertar color de almiacutebar cuando reiacutea color de lumbre cuando la contrariaba La vestiacutea para la edad y la condicioacuten que conveniacutean a mis cambios de humor novicia enamorada a los veinte antildeos puta de saloacuten a los cuarenta reina de Babilonia a los setenta santa a los cien Cantaacutebamos duetos de amor de Puccini boleros de Agustiacuten Lara tangos de Carlos Gardel y comprobaacutebamos una vez maacutes que quienes no cantan no pueden imaginar siquiera lo que es la felicidad de cantar Hoy seacute que no fue una alucinacioacuten sino un milagro maacutes del primer amor de mi vida a los noventa antildeos

Cuando la casa estuvo en orden llameacute a Rosa Cabarcas iexclDios Santo exclamoacute al oiacuter mi voz creiacute que te habiacuteas ahogado No podiacutea entender que hubiera vuelto a pasar la noche con la nintildea sin tocarla Tienes todo el derecho de que no te guste pero al menos poacutertate como un adulto Trateacute de explicarle pero ella cambioacute el tema sin transicioacuten De todos modos te tengo vista otra un poco mayor bella y tambieacuten virgen Su papaacute quiere cambiarla por una casa pero se puede discutir un descuentoSe me heloacute el corazoacuten Ni maacutes faltaba protesteacute asustado quiero la misma y como siempre sin fracasos sin peleas sin malos recuerdos Hubo un silencio en la liacutenea y por fin la voz sumisa con que dijo como para siacute misma Bueno esto debe ser lo que los meacutedicos llaman demencia senil

Fui a las diez de la noche con un chofer conocido por la extrantildea virtud de no hacer preguntas Lleveacute un ventilador portaacutetil y un cuadro de Orlando Rivera el querido Figurita y un martillo y un clavo para colgarlo En el camino hice una parada para comprar cepillos de dientes pasta dentiacutefrica jaboacuten de olor Agua de Florida tabletas de regaliz Quise llevar tambieacuten un buen florero y un ramo de rosas amarillas para conjurar la pava de las flores de papel pero no encontreacute nada abierto y tuve que robarme en un jardiacuten privado un ramo de astromelias recieacuten nacidas

Por instrucciones de la duentildea llegueacute desde entonces por la calle de atraacutes del lado del acueducto para que nadie me viera entrar por el portoacuten del huerto El chofer me previno Cuidado sabio en esa casa matan Le contesteacute Si es por amor no importa El patio estaba en tinieblas pero habiacutea luces de vida en las ventanas y un revoltijo de muacutesicas en los seis cuartos En el miacuteo a volumen maacutes alto distinguiacute la voz caacutelida de don Pedro Vargas el tenor de Ameacuterica con un bolero de Miguel Matamoros Sentiacute que iba a morir Empujeacute la puerta con la respiracioacuten desbaratada y vi a Delgadina en la cama como en mis recuerdos desnuda y dormida en santa paz del lado del corazoacuten

Antes de acostarme arregleacute el tocador puse el ventilador nuevo en lugar del oxidado y colgueacute el cuadro donde ella pudiera verlo desde la cama Me acosteacute a su lado y la reconociacute palmo a palmo Era la misma que andaba por mi casa las mismas manos que me reconociacutean al tacto en la oscuridad los mismos pies de pasos tenues que se confundiacutean con los del gato el mismo olor del sudor de mis saacutebanas el dedo del dedal Increiacuteble vieacutendola y tocaacutendola en carne y hueso me pareciacutea menos real que en mis recuerdos

Hay un cuadro en la pared de enfrente le dije Lo pintoacute Figurita un hombre a quien quisimos mucho el mejor bailariacuten de burdeles que existioacute jamaacutes y de tan buen corazoacuten que le teniacutea laacutestima al diablo Lo pintoacute con barniz de buques en el lienzo chamuscado de un avioacuten que se estrelloacute en la Sierra Nevada de Santa Marta y con pinceles fabricados por eacutel con pelos de su perro La mujer pintada es una monja que

Memorias de mis putas tristes 27 ______________________________________________________________________________________secuestroacute de un convento y se casoacute con ella Aquiacute lo dejo para que sea lo primero que veas al despertar

No habiacutea cambiado de posicioacuten cuando apagueacute la luz a la una de la madrugada y su respiracioacuten era tan tenue que le tomeacute el pulso para sentirla viva La sangre circulaba por sus venas con la fluidez de una cancioacuten que se ramificaba hasta los aacutembitos maacutes recoacutenditos de su cuerpo y volviacutea al corazoacuten purificada por el amor

Antes de irme al amanecer dibujeacute en un papel las liacuteneas de su mano y se las di a leer a la Diva Sahibiacute para conocer su alma Y fue asiacute una persona que soacutelo dice lo que piensa Es perfecta para trabajos manuales Tiene contacto con alguien que ya murioacute y del cual espera ayuda pero estaacute equivocada la ayuda que busca estaacute al alcance de su mano No ha tenido ninguna unioacuten pero va a morir mayor y casada Ahora tiene un hombre moreno que no ha de ser el de su vida Puede tener ocho hijos pero se va a decidir soacutelo por tres A los treinta y cinco antildeos si hace lo que le indique el corazoacuten y no la mente va a manejar mucho dinero y a los cuarenta recibiraacute una herencia Va a viajar mucho Tiene doble vida y doble suerte y puede influir sobre su propio destino Le gusta probar todo por curiosidad pero va a arrepentirse si no se orienta por el corazoacuten

Atormentado de amor hice reparar los estragos de la borrasca y aprovecheacute para hacer otros muchos remiendos que veniacutea demorando desde antildeos por insolvencia o por desidia Reorganiceacute la biblioteca en el orden en que habiacutea leiacutedo los libros Por uacuteltimo remateacute la pianola como reliquia histoacuterica con sus maacutes de cien rollos de claacutesicos y compreacute un tocadiscos usado pero mejor que el miacuteo con parlantes de alta fidelidad que engrandecieron el aacutembito de la casa Quedeacute al borde de la ruina pero bien compensado por el milagro de estar vivo a mi edad

La casa renaciacutea de sus cenizas y yo navegaba en el amor de Delgadina con una intensidad y una dicha que nunca conociacute en mi vida anterior Gracias a ella me enfrenteacute por vez primera con mi ser natural mientras transcurriacutean mis noventa antildeos Descubriacute que mi obsesioacuten de que cada cosa estuviera en su puesto cada asunto en su tiempo cada palabra en su estilo no era el premio merecido de una mente en orden sino al contrario todo un sistema de simulacioacuten inventado por miacute para ocultar el desorden de mi naturaleza Descubriacute que no soy disciplinado por virtud sino como reaccioacuten contra mi negligencia que parezco generoso por encubrir mi mezquindad que me paso de prudente por mal pensado que soy conciliador para no sucumbir a mis coacuteleras reprimidas que soacutelo soy puntual para que no se sepa cuan poco me importa el tiempo ajeno Descubriacute en fin que el amor no es un estado del alma sino un signo del zodiacuteaco

Me volviacute otro Trateacute de releer los claacutesicos que me orientaron en la adolescencia y no pude con ellos Me sumergiacute en las letras romaacutenticas que repudieacute cuando mi madre quiso imponeacutermelas con mano dura y por ellas tomeacute conciencia de que la fuerza invencible que ha impulsado al mundo no son los amores felices sino los contrariados Cuando mis gustos en muacutesica hicieron crisis me descubriacute atrasado y viejo y abriacute mi corazoacuten a las delicias del azar

Me pregunto coacutemo pude sucumbir en este veacutertigo perpetuo que yo mismo provocaba y temiacutea Flotaba entre nubes erraacuteticas y hablaba conmigo mismo ante el espejo con la vana ilusioacuten de averiguar quieacuten soy Era tal mi desvariacuteo que en una manifestacioacuten

Memorias de mis putas tristes 28 ______________________________________________________________________________________estudiantil con piedras y botellas tuve que sacar fuerzas de flaqueza para no ponerme al frente con un letrero que consagrara mi verdad Estoy loco de amor

Obnubilado por la evocacioacuten inclemente de Delgadina dormida cambieacute sin la menor malicia el espiacuteritu de mis notas dominicales Fuera cual fuera el asunto las escribiacutea para ella las reiacutea y las lloraba para ella y en cada palabra se me iba la vida En lugar de la foacutermula de gacetilla tradicional que tuvieron desde siempre las escribiacute como cartas de amor que cada quien podiacutea hacer suyas Propuse en el perioacutedico que el texto no se alzara en linotipo sino que fuera publicado con mi caligrafiacutea florentina Al jefe de redaccioacuten coacutemo no le parecioacute otro acceso de vanidad senil pero el director general lo convencioacute con una frase que todaviacutea anda suelta por la redaccioacuten

-No se equivoque los loquitos mansos se adelantan al porvenir

La respuesta puacuteblica fue inmediata y entusiasta con numerosas cartas de lectores enamorados Algunas las leiacutean en los noticieros de radio con urgencias de uacuteltima hora y se hicieron copias en mimeoacutegrafos o papel carboacuten que vendiacutean como cigarrillos de contrabando en las esquinas de la calle San Blas Desde el principio fue evidente que obedeciacutean a las ansias de expresarme pero me hice a la costumbre de tomarlas en cuenta al escribir y siempre con la voz de un hombre de noventa antildeos que no aprendioacute a pensar como viejo La comunidad intelectual como de soacutelito se mostroacute timorata y dividida y hasta los grafoacutelogos menos pensados montaron controversias por los anaacutelisis erraacuteticos de mi caligrafiacutea Fueron ellos los que dividieron los aacutenimos recalentaron la poleacutemica y pusieron de moda la nostalgia

Antes del fin del antildeo me habiacutea arreglado con Rosa Cabarcas para dejar en el cuarto el abanico eleacutectrico los recursos del tocador y lo que siguiera llevando en el futuro para hacerlo vivible Llegaba a las diez siempre con algo nuevo para ella o para gusto de ambos y dedicaba unos minutos a sacar la utileriacutea escondida para armar el teatro de nuestras noches Antes de irme nunca maacutes tarde de las cinco volviacutea a asegurar todo bajo llave La alcoba quedaba entonces tan escuaacutelida como fue en sus oriacutegenes para los amores tristes de los clientes casuales Una mantildeana oiacute que Marcos Peacuterez la voz maacutes escuchada de la radio desde el amanecer habiacutea decidido leer mi nota dominical en su noticiero de los lunes Cuando pude reprimir la naacuteusea dije sobrecogido Ya lo sabes Delgadina la fama es una sentildeora muy gorda que no duerme con uno pero cuando uno despierta estaacute siempre miraacutendonos frente a la cama

Uno de esos diacuteas me quedeacute a desayunar con Rosa Cabarcas que empezaba a parecerme menos decreacutepita a pesar del luto severo y del bonete negro que ya le tapaba las cejas Sus desayunos teniacutean fama de espleacutendidos con una carga de pimienta que me haciacutea llorar Al primer bocado de fuego vivo le dije bantildeado en laacutegrimas Esta noche no me haraacute falta la luna llena para que me arda el culo No te quejes dijo ella Si te arde es porque todaviacutea lo tienes a Dios gracias

Se sorprendioacute cuando mencioneacute el nombre de Delgadina No se llama asiacute dijo se llama No me lo digas la interrumpiacute para miacute es Delgadina Ella se encogioacute de hombros Bueno al fin y al cabo es tuya pero me parece un nombre de diureacutetico Le conteacute lo del letrero del tigre que la nintildea habiacutea escrito en el espejo No pudo ser ella

JUAN CARLOS 161104
timorato ta (Del lat timorātus) adj Tiacutemido indeciso encogido || 2 Dicho de una persona Que se escandaliza con exageracioacuten de cosas que no le parecen conformes a la moral convencional || 3 Que tiene temor de Dios y se gobierna por eacutel en sus operaciones
JUAN CARLOS 161104
obnubilar (Del lat obnubilāre) tr nublar (ǁ ofuscar o confundir) U t c prnl || 2 embelesar U t c prnl || 3 nublar (ǁ enturbiar la visioacuten) U t c prnl

Memorias de mis putas tristes 29 ______________________________________________________________________________________dijo Rosa porque no sabe leer ni escribir iquestEntonces quieacuten Ella se encogioacute de hombros Puede ser de alguien que se murioacute en el cuarto

Yo aprovechaba aquellos desayunos para desahogarme con Rosa Cabarcas y le pediacutea favores miacutenimos para el bienestar y el buen ver de Delgadina Me los concediacutea sin pensarlo con una picardiacutea de colegiala iexclQueacute risa me dijo por aquellos diacuteas Me siento como si me estuvieras pidiendo su mano Y a propoacutesito se le ocurrioacute iquestpor queacute no te casas con ella Me quedeacute de una pieza En serio insistioacute te sale maacutes barato Al fin y al cabo el problema a tu edad es servir o no servir pero ya me dijiste que lo tienes resuelto Le saliacute al paso El sexo es el consuelo que uno tiene cuando no le alcanza el amor

Ella soltoacute la risa Ay mi sabio siempre supe que eres muy hombre que siempre lo fuiste y me alegra que lo sigas siendo mientras tus enemigos entregan las armas Con razoacuten se habla tanto de ti iquestOiacuteste a Marcos Peacuterez Todo el mundo lo oye le dije para cortar el tema Pero ella insistioacute Tambieacuten el profesor Camacho y Cano en La hora de todo un poco dijo ayer que el mundo ya no es lo que era porque no quedan muchos hombres como tuacute

Aquel fin de semana encontreacute a Delgadina con fiebre y tos Desperteacute a Rosa Cabarcas para que me diera alguacuten remedio casero y me llevoacute al cuarto un botiquiacuten de primeros auxilios Dos diacuteas despueacutes Delgadina seguiacutea postrada y no habiacutea podido volver a su rutina de pegar botones El meacutedico le habiacutea prescrito un tratamiento casero para una gripa comuacuten que cederiacutea en una semana pero se alarmoacute por su estado general de desnutricioacuten Dejeacute de verla y sentiacute que me haciacutea falta y aprovecheacute para arreglar el cuarto sin ella

Lleveacute tambieacuten un dibujo a pluma de Cecilia Porras para Todos estaacutebamos a la espera el libro de cuentos de Alvaro Cepeda Lleveacute los seis tomos de Juan Cristoacutebal de Romain Rolland para pastorear mis vigilias De modo que cuando Delgadina pudo volver a la habitacioacuten la encontroacute digna de una felicidad sedentaria el aire purificado con un insecticida aromaacutetico paredes color de rosa laacutemparas matizadas flores nuevas en los floreros mis libros favoritos los buenos cuadros de mi madre colgados de otro modo seguacuten los gustos de hoy Habiacutea cambiado el viejo radio por uno de onda corta que manteniacutea sintonizado en un programa de muacutesica culta para que Delgadina aprendiera a dormir con los cuartetos de Mozart pero una noche lo encontreacute en una estacioacuten especializada en boleros de moda Era el gusto de ella sin duda y lo asumiacute sin dolor pues tambieacuten yo lo habiacutea cultivado con el corazoacuten en mis mejores diacuteas Antes de volver a casa al diacutea siguiente escribiacute en el espejo con el laacutepiz de labios Nintildea miacutea estamos solos en el mundo

Por esa eacutepoca tuve la rara impresioacuten de que se estaba volviendo mayor antes de tiempo Se lo comenteacute a Rosa Cabarcas y a ella le parecioacute natural Cumple quince antildeos el cinco de diciembre me dijo Una Sagitario perfecta Me inquietoacute que fuera tan real como para cumplir antildeos iquestQueacute podriacutea regalarle Una bicicleta dijo Rosa Cabarcas Tiene que atravesar la ciudad dos veces al diacutea para ir a pegar botones Me mostroacute en la trastienda la bicicleta que usaba y de verdad me parecioacute un cacharro indigno de una mujer tan bien amada Sin embargo me conmovioacute como la prueba tangible de que Delgadina existiacutea en la vida real

Memorias de mis putas tristes 30 ______________________________________________________________________________________Cuando fui a comprar la mejor bicicleta para ella no pude resistir la tentacioacuten de probarla y di algunas vueltas casuales en la rampa del almaceacuten Al vendedor que me preguntoacute la edad le contesteacute con la coqueteriacutea de la vejez Voy a cumplir noventa y uno El empleado dijo justo lo que yo queriacutea Pues representa veinte menos Yo mismo no entendiacutea coacutemo conservaba la praacutectica del colegio y me sentiacute colmado por un gozo radiante Empeceacute a cantar Primero para miacute mismo en voz baja y despueacutes a todo pecho con iacutenfulas del gran Caruso por entre los bazares abigarrados y el traacutefico demente del mercado puacuteblico La gente me miraba divertida me gritaban me incitaban a participar en la Vuelta a Colombia en silla de ruedas Yo les haciacutea con la mano un saludo de navegante feliz sin interrumpir la cancioacuten Esa semana en homenaje a Diciembre escribiacute otra nota atrevida Coacutemo ser feliz en bicicleta a los noventa antildeos

La noche de su cumpleantildeos le canteacute a Delgadina la cancioacuten completa y la beseacute por todo el cuerpo hasta quedarme sin aliento la espina dorsal veacutertebra por veacutertebra hasta las nalgas laacutenguidas el costado del lunar el de su corazoacuten inagotable A medida que la besaba aumentaba el calor de su cuerpo y exhalaba una fragancia montuna Ella me respondioacute con vibraciones nuevas en cada pulgada de su piel y en cada una encontreacute un calor distinto un sabor propio un gemido nuevo y toda ella resonoacute por dentro con un arpegio y sus pezones se abrieron en flor sin tocarlos Empezaba a adormecerme en la madrugada cuando sentiacute como un rumor de muchedumbres en el mar y un paacutenico de los aacuterboles que me atravesaron el corazoacuten Entonces fui al bantildeo y escribiacute en el espejo Delgadina de mi vida llegaron las brisas de Navidad Uno de mis recuerdos maacutes felices fue un trastorno que sentiacute una mantildeana como aqueacutella al salir de la escuela iquestQueacute me pasa La maestra me dijo alelada Ay nintildeo iquestno ves que son las brisas Ochenta antildeos despueacutes volviacute a sentirlo cuando me desperteacute en la cama de Delgadina y era el mismo diciembre que volviacutea puntual con sus cielos diaacutefanos las tormentas de arena los torbellinos callejeros que Desentechaban casas y les alzaban las faldas a las colegialas La ciudad adquiriacutea por entonces una resonancia fantasmal En noches de brisa podiacutean escucharse los gritos del mercado puacuteblico hasta en los barrios maacutes altos como si estuvieran a la vuelta de la esquina No era raro entonces que las raacutefagas de diciembre nos permitieran encontrar por sus voces a los amigos desperdigados en burdeles remotos

Sin embargo tambieacuten con las brisas me llegoacute la mala noticia de que Delgadina no podiacutea pasar las navidades conmigo sino con su familia Si algo detesto en este mundo son las fiestas obligatorias en que la gente llora porque estaacute alegre los fuegos de artificio los villancicos lelos las guirnaldas de papel crespoacuten que nada tienen que ver con un nintildeo que nacioacute hace dos mil quinientos antildeos en una caballeriza indigente Sin embargo cuando llegoacute la noche no pude resistir la nostalgia y me fui al cuarto sin ella Dormiacute bien y desperteacute junto a un oso de peluche que caminaba en dos patas como si fuera polar y una tarjeta que deciacutea Para el papaacute feo Rosa Cabarcas me habiacutea dicho que Delgadina estaba aprendiendo a leer con mis clases escritas en el espejo y su buena letra me parecioacute admirable Pero ella misma me defraudoacute con la noticia peor de que el oso era un regalo suyo asiacute que la noche de Antildeo Nuevo me quedeacute en mi casa y en mi cama desde las ocho y me dormiacute sin amarguras Fui feliz porque al toque de las doce entre los repiques furiosos de las campanas las sirenas de faacutebricas y bomberos los lamentos de los

JUAN CARLOS 161104
abigarrado da (Del part de abigarrar) adj De varios colores mal combinados || 2 Heterogeacuteneo reunido sin concierto Un extrantildeo y abigarrado libro Una multitud abigarrada 13

Memorias de mis putas tristes 31 ______________________________________________________________________________________buques las descargas de poacutelvora los cohetes sentiacute que Delgadina entroacute en punta de pies se acostoacute a mi lado y me dio un beso Tan real que me quedoacute en la boca su olor de regaliz

Memorias de mis putas tristes 32 ______________________________________________________________________________________

4A principios del nuevo antildeo empezaacutebamos a conocernos como si vivieacuteramos juntos y despiertos pues yo habiacutea encontrado un tono de voz cauteloso que ella oiacutea sin despertar y me contestaba con un lenguaje natural del cuerpo Sus estados de aacutenimo se le notaban en el modo de dormir De exhausta y montaraz que habiacutea sido al principio fue hacieacutendose a una paz interior que embelleciacutea su rostro y enriqueciacutea su suentildeo Le contaba mi vida le leiacutea al oiacutedo los borradores de mis notas dominicales en las que estaba ella sin decirlo y soacutelo ella

Por esa eacutepoca le dejeacute en la almohada unos zarcillos de esmeraldas que fueron de mi madre Los llevoacute puestos en la cita siguiente y no le luciacutean Le lleveacute despueacutes unos pendientes maacutes adecuados para el color de su piel Le expliqueacute Los primeros que te traje no te quedaban bien por tu tipo y el corte del cabello Estos te iraacuten mejor No llevoacute ninguno en las dos citas siguientes pero a la tercera se puso los que le habiacutea indicado Asiacute empeceacute a entender que no obedeciacutea a mis oacuterdenes pero aguardaba la ocasioacuten para complacerme Por esos diacuteas me sentiacute tan habituado a aquel geacutenero de vida domeacutestica que no seguiacute durmiendo desnudo sino que lleveacute las piyamas de seda china que habiacutea dejado de usar por no tener para quieacuten quitaacutermelas

Empeceacute a leerle El principito de Saint-Exupeacutery un autor franceacutes que el mundo entero admira maacutes que los franceses Fue el primero que la entretuvo sin despertarla hasta el punto de que tuve que ir dos diacuteas continuos para acabar de leeacuterselo Seguimos con los Cuentos de Perrault la Historia sagrada Las mil y una noches en una versioacuten desinfectada para nintildeos y por las diferencias entre uno y otro me di cuenta de que su suentildeo teniacutea diversos grados de profundidad seguacuten su intereacutes por las lecturas Cuando sentiacutea que habiacutea tocado fondo apagaba la luz y me dormiacutea abrazado a ella hasta que cantaban los gallos

Me sentiacutea tan feliz que la besaba en los paacuterpados muy suave y una noche ocurrioacute como una luz en el cielo sonrioacute por primera vez Maacutes tarde sin ninguacuten motivo se revolvioacute en la cama me dio la espalda y dijo disgustada Fue Isabel la que hizo llorar a los caracoles Exaltado por la ilusioacuten de un diaacutelogo le pregunteacute en el mismo tono iquestDe quieacuten eran No contestoacute Su voz teniacutea un rastro plebeyo como si no fuera suya sino de alguien ajeno que llevaba dentro Toda sombra de duda desaparecioacute entonces de mi alma la preferiacutea dormida

Mi uacutenico problema era el gato Estaba inapetente y hurantildeo y llevaba dos diacuteas sin levantar cabeza en su rincoacuten habitual y me tiroacute un zarpazo de fiera herida cuando

JUAN CARLOS 161104
zarcillo1 (Del lat circellus circulito) m Pendiente arete13
JUAN CARLOS 161104
montaraz (De monte y -araz) adj Que anda o estaacute hecho a andar por los montes o se ha criado en ellos || 2 Se dice del genio y propiedades agrestes groseras y feroces || 3 m Guarda de montes o heredades || 4 Sal Mayordomo de campo capataz que tiene a su cargo las labores y los ganados

Memorias de mis putas tristes 33 ______________________________________________________________________________________quise ponerlo en su canasto de mimbre para que Damiana lo llevara con el veterinario Apenas logroacute someterlo y se lo llevoacute pataleando dentro de un saco de fique Al cabo de un rato me llamoacute desde el criadero para decirme que no habiacutea maacutes remedio que sacrificarlo y necesitaban mi orden iquestPor queacute Porque ya estaacute muy viejo dijo Damiana Penseacute con rabia que a miacute tambieacuten podiacutean asarme vivo en un horno de gatos Me sentiacute inerme entre dos fuegos no habiacutea aprendido a querer el gato pero tampoco teniacutea corazoacuten para ordenar que lo mataran soacutelo porque era viejoiquestDoacutende lo deciacutea el manual

El incidente me conmocionoacute tanto que escribiacute una nota para el domingo con un tiacutetulo usurpado a Neruda iquestEs el gato un miacutenimo tigre de saloacuten La nota dio origen a una nueva campantildea que otra vez dividioacute a los lectores en favor y en contra de los gatos En cinco diacuteas prevalecioacute la tesis de que podiacutea ser liacutecito sacrificar un gato por razones de salud puacuteblica pero no porque estuviera viejo

Despueacutes de la muerte de mi madre me desvelaba el terror de que alguien me tocara mientras dormiacutea Una noche la sentiacute pero su voz me devolvioacute el sosiego Figlio mioacute poveretto Volviacute a sentirlo una madrugada en el cuarto de Delgadina y me retorciacute de gozo creyendo que ella me habiacutea tocado Pero no era Rosa Cabarcas en la oscuridad Viacutestete y ven conmigo me dijo tengo un problema serio

Asiacute era y maacutes serio de lo que pude imaginar A uno de los clientes grandes de la casa lo habiacutean asesinado a puntildealadas en el primer cuarto del pabelloacuten El asesino habiacutea escapado El cadaacutever enorme desnudo pero con los zapatos puestos teniacutea una palidez de pollo al vapor en la cama empapada de sangre Lo reconociacute de entrada era JMB un banquero grande famoso por su apostura su simpatiacutea y su buen vestir y sobre todo por la pulcritud de su hogar Teniacutea en el cuello dos heridas moradas como labios y una zanja en el vientre que no habiacutea acabado de sangrar Todaviacutea no empezaba el rigor Maacutes que sus heridas me impresionoacute que teniacutea un preservativo puesto y al parecer sin usar en el sexo desmirriado por la muerte

Rosa Cabarcas no sabiacutea con quieacuten iba porque tambieacuten eacutel teniacutea el privilegio de entrar por el portoacuten del huerto No se descartaba la sospecha de que su pareja fuera otro hombre Lo uacutenico que la duentildea queriacutea de miacute era que la ayudara a vestir el cadaacutever Estaba tan segura que me inquietoacute la idea de que la muerte fuera para ella un asunto de cocina No hay nada maacutes difiacutecil que vestir a un muerto le dije Lo he hecho a pasto de Dios replicoacute ella Es faacutecil si alguien me lo sostiene Le hice ver iquestTe imaginas quieacuten va a creer en un cuerpo tasajeado a cuchilladas dentro de un vestido intacto de caballero ingleacutes

Tembleacute por Delgadina Lo mejor seraacute que te la lleves tuacute me dijo Rosa Cabarcas Primero muerto le dije con la saliva helada Ella lo percibioacute y no pudo ocultar su desdeacuten iexclEstaacutes temblando Por ella dije aunque soacutelo era verdad a medias Aviacutesale que se vaya antes de que llegue nadie De acuerdo dijo ella aunque a ti como periodista no te pasaraacute nada Ni a ti tampoco le dije con cierto rencor Eres el uacutenico liberal que manda en este gobierno

La ciudad codiciada por su naturaleza paciacutefica y su seguridad congeacutenita arrastraba la desgracia de un asesinato escandaloso y atroz cada antildeo Aqueacutel no lo fue La noticia oficial en titulares excesivos y parca en detalles deciacutea que al joven banquero lo habiacutean asaltado y muerto a cuchilladas en la carretera de Pradomar por motivos

Memorias de mis putas tristes 34 ______________________________________________________________________________________incomprensibles No teniacutea enemigos El comunicado del gobierno sentildealaba como presuntos asesinos a refugiados del interior del paiacutes que estaban desatando una oleada de delincuencia comuacuten extrantildea al espiacuteritu ciacutevico de la poblacioacuten En las primeras horas hubo maacutes de cincuenta detenidos

Acudiacute escandalizado con el redactor judicial un periodista tiacutepico de los antildeos veinte con visera de celuloide verde y ligas en las mangas que presumiacutea de anticiparse a los hechos Sin embargo soacutelo conociacutea unas hilachas sueltas del crimen y yo se las completeacute hasta donde me fue prudente Asiacute escribimos cinco cuartillas a cuatro manos para una noticia de ocho columnas en primera paacutegina atribuida al fantasma eterno de las fuentes que nos merecen entero creacutedito Pero al Abominable Hombre de las Nueve -el censor- no le tembloacute el pulso para imponer la versioacuten oficial de que habiacutea sido un asalto de bandoleros liberales Yo me laveacute la conciencia con un centildeo de pesadumbre en el entierro maacutes ciacutenico y concurrido del siglo

Cuando regreseacute a casa aquella noche llameacute a Rosa Cabarcas para averiguar queacute habiacutea pasado con Delgadina pero no contestoacute el teleacutefono en cuatro diacuteas Al quinto fui a su casa con los dientes apretados Las puertas estaban selladas pero no por la policiacutea sino por la Sanidad Nadie en el vecindario daba noticias de nada Sin ninguacuten indicio de Delgadina me di a una buacutesqueda encarnizada y a veces ridiacutecula que me dejoacute acezante Paseacute diacuteas enteros observando a las joacutevenes ciclistas desde los escantildeos de un parque polvoriento donde los nintildeos jugaban a encaramarse en la estatua descascarada de Simoacuten Boliacutevar Pasaban pedaleando como venadas bellas disponibles listas para ser atrapadas a la gallina ciega Cuando se me acaboacute la esperanza me refugieacute en la paz de los boleros Fue como un bebedizo emponzontildeado cada palabra era ella Siempre habiacutea necesitado el silencio para escribir porque mi mente atendiacutea maacutes a la muacutesica que a la escritura Entonces fue al reveacutes soacutelo pude escribir a la sombra de los boleros Mi vida se llenoacute de ella Las notas que escribiacute aquellas dos semanas fueron modelos en clave para cartas de amor El jefe de redaccioacuten contrariado con la avalancha de respuestas me pidioacute que moderara el amor mientras pensaacutebamos coacutemo consolar a tantos lectores enamorados

La falta de sosiego acaboacute con el rigor de mis diacuteas Despertaba a las cinco pero me quedaba en la penumbra del cuarto imaginando a Delgadina en su vida irreal de levantar a sus hermanos vestirlos para la escuela darles el desayuno si lo habiacutea y atravesar la ciudad en bicicleta para cumplir la condena de coser botones Me pregunteacute asombrado iquestQueacute piensa una mujer mientras pega un botoacuten iquestPensaba en miacute iquestTambieacuten ella buscaba a Rosa Cabarcas para dar conmigo Paseacute hasta una semana sin quitarme el mameluco de mecaacutenico ni de diacutea ni de noche sin bantildearme sin afeitarme sin cepillarme los dientes porque el amor me ensentildeoacute demasiado tarde que uno se arregla para alguien se viste y se perfuma para alguien y yo nunca habiacutea tenido para quieacuten Damiana creyoacute que estaba enfermo cuando me encontroacute desnudo en la hamaca a las diez de la mantildeana La vi con los ojos turbios de la codicia y la inviteacute a revolearnos desnudos Ella con un desprecio me dijo

-iquestYa pensoacute lo que va a hacer si le digo que siacute

Asiacute supe hasta queacute punto me habiacutea corrompido el sufrimiento No me reconociacutea a miacute mismo en mi dolor de adolescente No volviacute a salir de la casa por no descuidar el teleacutefono Escribiacutea sin descolgarlo y al primer timbrazo le saltaba encima pensando

Memorias de mis putas tristes 35 ______________________________________________________________________________________que pudiera ser Rosa Cabarcas Interrumpiacutea a cada rato lo que estuviera haciendo para llamarla e insistiacute diacuteas enteros hasta comprender que era un teleacutefono sin corazoacuten

Al volver a casa una tarde de lluvia encontreacute el gato enroscado en la escalinata del portoacuten Estaba sucio y maltrecho y con una mansedumbre de laacutestima El manual me hizo ver que estaba enfermo y seguiacute sus normas para alentarlo De golpe mientras descabezaba un suentildeecito de siesta me despabiloacute la idea de que pudiera conducirme a la casa de Delgadina Lo lleveacute en una bolsa de mercado hasta la tienda de Rosa Cabarcas que seguiacutea sellada y sin indicios de vida pero se revolvioacute en el talego con tanto iacutempetu que logroacute escapar saltoacute la tapia del huerto y desaparecioacute entre los aacuterboles Toqueacute al portoacuten con el puntildeo y una voz militar preguntoacute sin abrir iquestQuieacuten vive Gente de paz dije yo para no ser menos Ando en pos de la duentildea No hay duentildea dijo la voz Por lo menos aacutebrame para coger el gato insistiacute No hay gato dijo Pregunteacute iquestQuieacuten es usted

-Nadie -dijo la voz

Siempre habiacutea entendido que morirse de amor no era maacutes que una licencia poeacutetica Aquella tarde de regreso a casa otra vez sin el gato y sin ella comprobeacute que no soacutelo era posible morirse sino que yo mismo viejo y sin nadie estaba murieacutendome de amor Pero tambieacuten me di cuenta de que era vaacutelida la verdad contraria no habriacutea cambiado por nada del mundo las delicias de mi pesadumbre Habiacutea perdido maacutes de quince antildeos tratando de traducir los cantos de Leopardi y soacutelo aquella tarde los sentiacute a fondo Ay de miacute si es amor cuaacutento atormenta

Mi entrada al perioacutedico en mameluco y mal afeitado despertoacute ciertas dudas sobre mi estado mental La casa remodelada con cabinas individuales de vidrio y luces cenitales pareciacutea una cliacutenica de maternidad El clima artificial callado y confortable invitaba a hablar en susurros y caminar en puntillas En el vestiacutebulo como virreyes muertos estaban los retratos al oacuteleo de los tres directores vitalicios y las fotografiacuteas de visitantes ilustres La enorme sala principal estaba presidida por la fotografiacutea gigantesca de la redaccioacuten actual tomada la tarde de mi cumpleantildeos No pude evitar la comparacioacuten mental con la otra de mis treinta antildeos y una vez maacutes comprobeacute con horror que se envejece maacutes y peor en los retratos que en la realidad La secretaria que me habiacutea besado la tarde del cumpleantildeos me preguntoacute si estaba enfermo Fui feliz de contestarle la verdad para que no la creyera Enfermo de amor Ella dijo iexclLaacutestima que no sea por miacute Yo le correspondiacute el cumplido No esteacute tan segura

El redactor judicial salioacute de su cabina gritando que habiacutea dos cadaacuteveres de muchachas sin identificar en el anfiteatro municipal Le pregunteacute asustado iquestDe queacute edad Joacutevenes dijo eacutel Pueden ser refugiadas del interior perseguidas hasta aquiacute por matones del reacutegimen Respireacute aliviado La situacioacuten nos invade en silencio como una mancha de sangre dije El redactor judicial ya lejos gritoacute

-De sangre no maestro de mierda

Algo peor me ocurrioacute diacuteas despueacutes cuando una muchacha instantaacutenea con una canasta igual a la del gato pasoacute como un escalofriacuteo frente a la libreriacutea Mundo La perseguiacute a codazos por entre la muchedumbre en el fragor de las doce del diacutea Era muy bella de trancos largos y con una fluidez para abrirse camino entre el gentiacuteo

Memorias de mis putas tristes 36 ______________________________________________________________________________________que me costoacute trabajo alcanzarla Por fin la rebaseacute y la mireacute de frente Ella me apartoacute con la mano sin detenerse ni pedir perdoacuten No era la que creiacutea pero su altivez me dolioacute como si lo fuera Comprendiacute entonces que no seriacutea capaz de reconocer a Delgadina despierta y vestida ni ella podiacutea saber quieacuten era yo si nunca me habiacutea visto En un acto de locura tejiacute durante tres diacuteas doce pares de zapatitos azules y rosados para recieacuten nacidos tratando de darme valor para no escuchar ni cantar ni recordar las canciones que me recordaban a ella

La verdad era que no podiacutea con mi alma y empezaba a tomar conciencia de la vejez por mis flaquezas frente al amor Una prueba todaviacutea maacutes dramaacutetica la tuve cuando un autobuacutes de servicio puacuteblico arrolloacute una ciclista en el puro centro comercial Acababan de llevaacutersela en una ambulancia y la magnitud de la tragedia se apreciaba por el estado de chatarra en que quedoacute la bicicleta sobre un charco de sangre viva Pero mi impresioacuten no fue tanta por los destrozos de la bicicleta como por la marca el modelo y el color No podiacutea ser otra que la que yo mismo le habiacutea regalado a Delgadina

Los testigos coincidieron en que la ciclista herida era muy joven alta y delgada y con el cabello corto y rizado Aturdido tomeacute el primer taxi que pasoacute y me hice llevar al hospital de Caridad un viejo edificio de muros ocres que pareciacutea una caacutercel encallada en un arenal Necesiteacute media hora para entrar y otra maacutes para salir de un patio fragante de aacuterboles frutales donde una mujer atribulada se me atravesoacute en el camino me miroacute a los ojos y exclamoacute

-Yo soy la que no buscas

Soacutelo entonces recordeacute que era alliacute donde viviacutean en libertad los internos mansos del manicomio municipal Tuve que identificarme como periodista ante la direccioacuten del hospital para que un enfermero me condujera al pabelloacuten de urgencias En elcuaderno de ingresos estaban los datos Rosalba Riacuteos dieciseacuteis antildeos sin oficio conocido Diagnoacutestico conmocioacuten cerebral Pronoacutestico reservado Pregunteacute al jefe del pabelloacuten si podiacutea verla con la esperanza iacutentima de que me dijeran que no pero me llevaron encantados por si queriacutea escribir sobre el estado de abandono del hospital

Atravesamos una sala abigarrada con un fuerte olor de aacutecido feacutenico y los enfermos apelotonados en las camas Al fondo en un cuarto solo tendida en una camilla metaacutelica estaba la que buscaacutebamos Teniacutea el craacuteneo cubierto de vendas la cara indescifrable gonfia y amoratada pero me bastoacute con verle los pies para saber que no era Soacutelo entonces se me ocurrioacute preguntarme iquestQueacute habriacutea hecho yo si hubiera sido ella

Todaviacutea enredado en las telarantildeas de la noche tuve el valor de ir el diacutea siguiente a la faacutebrica de camisas donde Rosa Cabarcas habiacutea dicho alguna vez que trabajaba la nintildea y le pediacute al propietario que nos mostrara sus instalaciones como modelo para un proyecto continental de las Naciones Unidas Era un libaneacutes paquideacutermico y taciturno que nos abrioacute las puertas de su reino con la ilusioacuten de ser un ejemplo universal

Trescientas joacutevenes de blusas blancas con la ceniza del mieacutercoles en la frente cosiacutean botones en la vasta nave iluminada Cuando nos vieron entrar se irguieron

Memorias de mis putas tristes 37 ______________________________________________________________________________________como colegialas y nos observaron de reojo mientras el gerente explicaba sus aportes al arte inmemorial de pegar botones Yo escrutaba las caras de cada una con el pavor de descubrir a Delgadina vestida y despierta Pero fue una de ellas la que me descubrioacute a miacute con la mirada temible de la admiracioacuten sin clemencia

-Diacutegame sentildeor iquestno es usted el que escribe las cartas de amor en el perioacutedico

Nunca me hubiera imaginado que una nintildea dormida pudiera causar en uno semejantes estragos Escapeacute de la faacutebrica sin despedirme ni pensar siquiera si alguna de aquellas viacutergenes de purgatorio era por fin la que buscaba Cuando saliacute de ahiacute el uacutenico sentimiento que me quedaba en la vida eran las ganas de llorar

Rosa Cabarcas llamoacute al cabo de un mes con una explicacioacuten increiacuteble se habiacutea tomado un merecido descanso en Cartagena de Indias despueacutes del asesinato del banquero No le creiacute desde luego pero la feliciteacute por su suerte y la dejeacute explayarse en su mentira antes de hacerle la pregunta que me borboritaba en el corazoacuten

-iquestY ella

Rosa Cabarcas hizo un silencio largo Ahiacute estaacute dijo al fin pero su voz se hizo evasiva Hay que esperar un tiempo iquestCuaacutento Ni idea ya te avisareacute Sentiacute que se me iba y la pareacute en seco Espeacuterate dame alguna luz No hay luz dijo ella y concluyoacute Ten cuidado puedes perjudicarte tuacute y sobre todo perjudicarla a ella Yo no estaba para esa clase de remilgos Le supliqueacute aunque fuera una oportunidad de acercarme a la verdad Al fin y al cabo le dije somos coacutemplices Ella no dio un paso maacutes Caacutelmate me dijo la nintildea estaacute bien y esperando que la llame pero ahora mismo no hay nada que hacer ni voy a decir nada maacutes Adioacutes

Me quedeacute con el teleacutefono en la mano sin saber por doacutende seguir pues tambieacuten la conociacutea bastante para pensar que no conseguiriacutea nada de ella si no era por las buenas Despueacutes del mediodiacutea me di una vuelta furtiva por su casa maacutes confiado en la casualidad que en la razoacuten y la encontreacute todaviacutea cerrada y con los sellos de la Sanidad Penseacute que Rosa Cabarcas me habiacutea telefoneado de otra parte tal vez de otra ciudad y la sola idea me llenoacute de presagios turbios No obstante a las seis de la tarde cuando menos lo esperaba me soltoacute por teleacutefono mi propio santo y sentildea

-Bueno ahora siacute

A las diez de la noche tembloroso y con los labios mordidos para no llorar fui cargado de cajas de chocolates suizos turrones y caramelos y una canasta de rosas ardientes para cubrir la cama La puerta estaba entreabierta las luces encendidas y en el radio se diluiacutea a medio volumen la sonata nuacutemero uno para violiacuten y piano de Brahms Delgadina en la cama estaba tan radiante y distinta que me costoacute trabajo reconocerla

Habiacutea crecido pero no se le notaba en la estatura sino en una madurez intensa que la haciacutea parecer con dos o tres antildeos maacutes y maacutes desnuda que nunca Sus poacutemulos altos la piel tostada por soles de mar bravo los labios finos y el cabello corto y rizado le infundiacutean a su rostro el resplandor androacutegino del Apolo de Praxiacuteteles Pero no habiacutea equiacutevoco posible porque sus senos habiacutean crecido hasta el punto de que no me cabiacutean en la mano sus caderas habiacutean acabado de formarse y sus huesos se

Memorias de mis putas tristes 38 ______________________________________________________________________________________habiacutean vuelto maacutes firmes y armoacutenicos Me encantaron aquellos aciertos de la naturaleza pero me aturdieron los artificios las pestantildeas postizas las untildeas de las manos y los pies esmaltadas de naacutecar y un perfume de a dos cuartillos que no teniacutea nada que ver con el amor Sin embargo lo que me sacoacute de quicio fue la fortuna que llevaba encima pendientes de oro con gajos de esmeraldas un collar de perlas naturales una pulsera de oro con resplandores de diamantes y anillos con piedras legiacutetimas en todos los dedos En la silla estaba su traje de nochera con lentejuelas y bordados y las zapatillas de raso Un vapor raro me subioacute de las entrantildeas

-iexclPuta -griteacute

Pues el diablo me soploacute en el oiacutedo un pensamiento siniestro Y fue asiacute la noche del crimen Rosa Cabarcas no debioacute tener tiempo ni serenidad para prevenir a la nintildea y la policiacutea la encontroacute en el cuarto sola menor de edad y sin coartada Nadie igual a Rosa Cabarcas para una situacioacuten como aqueacutella le vendioacute la virginidad de la nintildea a alguno de sus grandes cacaos a cambio de que a ella la sacaran limpia del crimen Lo primero claro fue desaparecer mientras se aplacaba el escaacutendalo iexclQueacute maravilla Una luna de miel para tres ellos dos en la cama y Rosa Cabarcas en una terraza de lujo disfrutando de su impunidad feliz Ciego de una furia insensata fui reventando contra las paredes cada cosa del cuarto las laacutemparas el radio el ventilador los espejos las jarras los vasos Lo hice sin prisa pero sin pausas con un grande estropicio y una embriaguez metoacutedica que me salvoacute la vida La nintildea dio un salto al primer estallido pero no me miroacute sino que se enroscoacute de espaldas a miacute y asiacute permanecioacute con espasmos entrecortados hasta que cesoacute el estropicio Las gallinas en el patio y los perros de la madrugada aumentaron el escaacutendalo Con la cegadora lucidez de la coacutelera tuve la inspiracioacuten final de prenderle fuego a la casa cuando aparecioacute en la puerta la figura impasible de Rosa Cabarcas en camisa de dormir No dijo nada Hizo con la vista el inventario del desastre y comproboacute que la nintildea estaba enroscada sobre siacute misma como un caracol y con la cabeza escondida entre los brazos aterrada pero intacta

-iexclDios miacuteo -exclamoacute Rosa Cabarcas- iexclQueacute no hubiera dado yo por un amor como eacuteste

Me midioacute de cuerpo entero con una mirada de misericordia y me ordenoacute Vamos La seguiacute hasta la casa me sirvioacute un vaso de agua en silencio me hizo una sentildea de que me sentara frente a ella y me puso en confesioacuten Bueno me dijo ahora poacutertate como un adulto y cueacutentame iquestqueacute te pasa

Le conteacute con lo que teniacutea como mi verdad revelada Rosa Cabarcas me escuchoacute en silencio sin asombro y por fin parecioacute iluminada Queacute maravilla dijo Siempre he dicho que los celos saben maacutes que la verdad Y entonces me contoacute la realidad sin reservas En efecto dijo en su ofuscacioacuten de la noche del crimen se habiacutea olvidado de la nintildea dormida en el cuarto Uno de sus clientes abogado del muerto ademaacutes repartioacute prebendas y sobornos a cuatro manos e invitoacute a Rosa Cabarcas a un hotel de reposo de Cartagena de Indias mientras se disipaba el escaacutendalo Creacuteeme dijo Rosa Cabarcas que en todo este tiempo no dejeacute de pensar ni un momento en ti y en la nintildea Volviacute antier y lo primero que hice fue llamarte por teleacutefono pero nadie contestoacute En cambio la nintildea vino enseguida y en tan mal estado que te la bantildeeacute te la vestiacute y te la mandeacute al saloacuten de belleza con la orden de que la arreglaran como una reina Ya viste coacutemo perfecta iquestLa ropa de lujo Son los trajes que les alquilo a mis

Memorias de mis putas tristes 39 ______________________________________________________________________________________pupilas maacutes pobres cuando tienen que ir a bailar con sus clientes iquestLas joyas Son las miacuteas dijo Basta con tocarlas para darse cuenta de que son diamantes de vidrio y estoperoles de hojalata De modo que no jodas concluyoacute Anda despieacutertala piacutedele perdoacuten y hazte cargo de ella de una vez Nadie merece ser maacutes feliz que ustedes

Hice un esfuerzo sobrenatural para creerle pero pudo maacutes el amor que la razoacuten iexclPutas le dije atormentado por el fuego vivo que me abrasaba las entrantildeas iexclEso es lo que son ustedes griteacute iexclPutas de mierda No quiero saber nada maacutes de tiacute ni de ninguna otra guaricha en el mundo y menos de ella Le hice desde la puerta una sentildeal de adioacutes para siempre Rosa Cabarcas no lo dudoacute

-Vete con Dios -me dijo con un rictus de tristeza y volvioacute a su vida real- De todos modos te pasareacute la cuenta del desmadre que me hiciste en el cuarto

Memorias de mis putas tristes 40 ______________________________________________________________________________________

5

Leyendo Los idus de marzo encontreacute una frase siniestra que el autor atribuye a Julio Ceacutesar Es imposible no terminar siendo como los otros creen que uno es No pude comprobar su verdadero origen en la propia obra de Julio Ceacutesar ni en las obras de sus bioacutegrafos desde Suetonio hasta Carcopino pero valioacute la pena conocerla Su fatalismo aplicado al curso de mi vida en los meses siguientes fue lo que me dio la determinacioacuten que me haciacutea falta no soacutelo para escribir esta memoria sino para empezarla sin pudores con el amor de Delgadina

No teniacutea un instante de sosiego apenas si probaba bocado y perdiacute tanto peso que no se me teniacutean los pantalones en la cintura Los dolores erraacuteticos se me quedaron en los huesos cambiaba de aacutenimo sin razoacuten pasaba las noches en un estado de deslumbramiento que no me permitiacutea leer ni escuchar muacutesica y en cambio se me iba el diacutea cabeceando por una somnolencia sonsa que no serviacutea para dormir

El alivio me cayoacute del cielo En la atestada goacutendola de Loma Fresca una vecina de asiento que no habiacutea visto subir me susurroacute al oiacutedo iquestTodaviacutea tiras Era Casilda Armenia un viejo amor de a tres por cinco que me habiacutea soportado como cliente asiduo desde que era una adolescente altiva Una vez retirada medio enferma y sin un clavo se habiacutea casado con un hortelano chino que le dio nombre y apoyo y quizaacutes un poco de amor A los setenta y tres antildeos teniacutea el peso de siempre seguiacutea bella y de caraacutecter fuerte y conservaba intacto el desparpajo del oficio

Me llevoacute a su casa una huerta de chinos en una colina de la carretera al mar Nos sentamos en las sillas de playa de la terraza umbriacutea entre helechos y frondas de astromelias y jaulas de paacutejaros colgadas en el alero En la falda de la colina se veiacutean los hortelanos chinos con sombreros de cono sembrando las hortalizas bajo el sol abrasante y el pieacutelago gris de las Bocas de Ceniza con los dos tajamares de rocas que canalizan el riacuteo varias leguas en el mar Mientras conversaacutebamos vimos entrar un trasatlaacutentico blanco por la desembocadura y lo seguimos callados hasta oiacuter su bramido de toro luacutegubre en el puerto fluvial Ella suspiroacute iquestTe das cuenta En maacutes de medio siglo es la primera vez que no te recibo la visita en la cama Ya somos otros dije Ella prosiguioacute sin oiacuterme Cada vez que dicen cosas de ti en el radio que te elogian por el carintildeo que te tiene la gente y te llaman maestro del amor imagiacutenate pienso que nadie te conocioacute tus gracias y tus mantildeas tan bien como yo En serio dijo nadie hubiera podido soportarte mejor

No resistiacute maacutes Ella lo sintioacute vio mis ojos huacutemedos de laacutegrimas y soacutelo entonces debioacute descubrir que ya no era el que fui y le sostuve la mirada con un valor del que

Memorias de mis putas tristes 41 ______________________________________________________________________________________nunca me creiacute capaz Es que me estoy volviendo viejo le dijeYa lo estamos suspiroacute ella Lo que pasa es que uno no lo siente por dentro pero desde fuera todo el mundo lo ve

Era imposible no abrirle el corazoacuten asiacute que le conteacute la historia completa que me ardiacutea en las entrantildeas desde mi primera llamada a Rosa Cabarcas la viacutespera de mis noventa antildeos hasta la noche traacutegica en que hice antildeicos el cuarto y no regreseacute maacutes Ella me oyoacute el desahogo como si estuviera vivieacutendolo lo rumioacute muy despacio y por fin sonrioacute

-Haz lo que quieras pero no pierdas a esa criatura -me dijo- No hay peor desgracia que morir solo

Fuimos a Puerto Colombia en el trenecito de juguete tan despacioso como un caballo Almorzamos frente al muelle de maderas carcomidas por donde habiacutea entrado el mundo entero al paiacutes antes que se dragaran las Bocas de Ceniza Nos sentamos bajo un cobertizo de palma donde las grandes matronas negras serviacutean pargos fritos con arroz de coco y tajadas de plaacutetano verde Dormitamos en el sopor denso de las dos y seguimos conversando hasta que se hundioacute en el mar el inmenso sol de candela La realidad me pareciacutea fantaacutestica Mira adonde ha venido a dar nuestra luna de miel se burloacute ella Pero prosiguioacute en serio Hoy miro para atraacutes veo la fila de miles de hombres que pasaron por mis camas y dariacutea el alma por haberme quedado aunque fuera con el peor Gracias a Dios encontreacute mi chino a tiempo Es como estar casada con el dedo mentildeique pero es soacutelo miacuteo

Me miroacute a los ojos midioacute mi reaccioacuten a lo que acababa de contarme y me dijo Asiacute que vete a buscar ahora mismo a esa pobre criatura aunque sea verdad lo que te dicen los celos sea como sea que lo bailado no te lo quita nadie Pero eso siacute sin romanticismos de abuelo Despieacutertala tiacuteratela hasta por las orejas con esa pinga de burro con que te premioacute el diablo por tu cobardiacutea y tu mezquindad En serio terminoacute con el alma no te vayas a morir sin probar la maravilla de tirar con amor

El pulso me temblaba al diacutea siguiente cuando marqueacute el nuacutemero del teleacutefono Tanto por la tensioacuten del reencuentro con Delgadina como por la incertidumbre de la forma en que Rosa Cabarcas me respondiera Habiacuteamos tenido una disputa seria por el abuso con que tasoacute los destrozos que hice en su cuarto Tuve que vender uno de los cuadros maacutes amados de mi madre cuyo valor se calculaba en una fortuna pero a la hora de la verdad no llegoacute a un deacutecimo de mis ilusiones

Aumenteacute la suma con el resto de mis ahorros y se la lleveacute a Rosa Cabarcas con una consigna inapelable Lo tomas o lo dejas Fue un acto suicida porque soacutelo con vender uno de mis secretos ella habriacutea aniquilado mi buen nombre Pero no respingoacute sino que se quedoacute con los cuadros que habiacutea tomado en prenda la noche del pleito Fui el perdedor absoluto en una sola jugada me quedeacute sin Delgadina sin Rosa Cabarcas y sin mis uacuteltimos ahorros Sin embargo oiacute el timbre del teleacutefono una vez dos veces tres y por fin ella iquestA ver No me salioacute la voz Colgueacute Me echeacute en la hamaca tratando de serenarme con la liacuterica asceacutetica de Satie y sudeacute tanto que el lienzo quedoacute empapado Hasta el diacutea siguiente no tuve el valor de llamar

-Bueno mujer -dije con voz firme- Hoy siacute

Memorias de mis putas tristes 42 ______________________________________________________________________________________Rosa Cabarcas coacutemo no estaba maacutes allaacute de todo Ay mi sabio triste suspiroacute con su aacutenimo invencible te pierdes dos meses y soacutelo vuelves para pedir ilusiones Me contoacute que no habiacutea visto a Delgadina desde haciacutea maacutes de un mes que pareciacutea tan repuesta del susto de mis estropicios que ni siquiera habloacute de ellos ni preguntoacute por miacute y estaba muy contenta en un nuevo empleo maacutes coacutemodo y mejor pagado que coser botones Una oleada de fuego vivo me quemoacute las entrantildeas Soacutelo puede ser de puta dije Rosa me replicoacute sin pestantildeear No seas bruto si asiacute fuera estariacutea aquiacute iquestO doacutende podriacutea estar mejor La rapidez de su loacutegica me agravoacute la duda iquestY coacutemo seacute que no estaacute ahiacute En ese caso replicoacute ella lo que maacutes te conviene es no saberlo iquestO no Una vez maacutes la odieacute Ella a prueba de erosiones prometioacute rastrear a la nintildea Sin muchas esperanzas porque el teleacutefono de la vecina donde la llamaba seguiacutea cortado y no teniacutea la menor idea de doacutende viviacutea Pero no era para echarse a morir queacute carajo dijo te llamo en una hora

Fue una hora de tres diacuteas pero encontroacute a la nintildea disponible y sana Volviacute avergonzado y la beseacute palmo a palmo como penitencia desde las doce de la noche hasta que cantaron los gallos Un perdoacuten largo que me prometiacute seguir repitiendo para siempre y fue como empezar otra vez por el principio El cuarto habiacutea sido desmantelado y el mal uso habiacutea acabado con todo lo que yo habiacutea puesto Ella lo habiacutea dejado asiacute y me dijo que cualquier mejora teniacutea que hacerla yo por lo que estaba debieacutendole Sin embargo mi situacioacuten econoacutemica tocaba fondo El dinero de las jubilaciones alcanzaba cada vez para menos Las pocas cosas vendibles que quedaban en la casa -salvo las joyas sagradas de mi madre- careciacutean de valor comercial y nada era bastante viejo para ser antiguo En tiempos mejores el gobernador me habiacutea hecho la oferta tentadora de comprarme en bloque los libros de los claacutesicos griegos latinos y espantildeoles para la Biblioteca Departamental pero no tuve corazoacuten para venderlos Despueacutes con los cambios poliacuteticos y el deterioro del mundo nadie del gobierno pensaba en las artes ni las letras Cansado de buscar una solucioacuten decente me echeacute al bolsillo las joyas que Delgadina me habiacutea devuelto y me fui a empentildearlas en un callejoacuten siniestro que conduciacutea al mercado puacuteblico Con aires de sabio distraiacutedo recorriacute varias veces aquel tugurio atiborrado de cantinas de mala muerte libreriacuteas de viejo y casas de empentildeo pero la dignidad de Florina de Dios me cerroacute el paso no me atreviacute Entonces decidiacute venderlas con la frente en alto a la joyeriacutea maacutes antigua y acreditada

El dependiente me hizo algunas preguntas mientras examinaba las joyas con su monoacuteculo Teniacutea la conducta el estilo y el pavor de un meacutedico Le expliqueacute que eran joyas heredadas de mi madre El aprobaba con un gruntildeido cada una de mis explicaciones y por fin se quitoacute el monoacuteculo

-Lo siento -dijo- pero son culos de botellas

Ante mi sorpresa me explicoacute con una suave conmiseracioacuten Menos mal que el oro es oro y el platino es platino Me toqueacute el bolsillo para asegurarme de que llevaba las facturas de compra y dije sin resabios

-Pues fueron compradas en esta noble casa hace maacutes de cien antildeos

El no se inmutoacute Suele suceder dijo que en las joyas hereditarias vayan desapareciendo las piedras maacutes valiosas con el paso del tiempo sustituidas por diacutescolos de la familia o por joyeros bandidos y soacutelo cuando alguien trata de

Memorias de mis putas tristes 43 ______________________________________________________________________________________venderlas se descubre el fraude Pero permiacutetame un segundo dijo y se llevoacute las joyas por la puerta del fondo Al cabo de un momento regresoacute y sin explicacioacuten alguna me indicoacute que me sentara en la silla de espera y siguioacute trabajando

Examineacute la tienda Habiacutea ido con mi madre varias veces y recordaba una frase recurrente No se lo digas a tu papaacute De pronto se me ocurrioacute una idea que me crispoacute iquestno seriacutea que Rosa Cabarcas y Delgadina de comuacuten acuerdo habiacutean vendido las piedras legiacutetimas y me devolvieron las joyas con las piedras falsas

Estaba ardiendo en dudas cuando una secretaria me invitoacute a seguirla por la misma puerta del fondo hasta una oficina pequentildea con una larga estanteriacutea de gruesos voluacutemenes Un beduino colosal se levantoacute en el escritorio del fondo y me estrechoacute la mano tuteaacutendome con una efusioacuten de viejo amigo Hicimos juntos el bachillerato me dijo a modo de saludo Me fue faacutecil recordarlo era el mejor futbolista de la escuela y campeoacuten de nuestros primeros burdeles Habiacutea dejado de verlo en alguacuten momento incierto y debioacute verme tan decreacutepito que me confundioacute con un condisciacutepulo de su infancia

Sobre el cristal del escritorio teniacutea abierto uno de los mamotretos del archivo donde estaba la memoria de las joyas de mi madre Una relacioacuten exacta con fechas y detalles de que ella en persona habiacutea hecho cambiar las piedras de dos generaciones de hermosas y dignas Cargamantos y habiacutea vendido las legiacutetimas a la misma tienda Esto habiacutea ocurrido cuando el padre del propietario actual estaba al frente de la joyeriacutea y eacutel y yo en la escuela Pero eacutel mismo me tranquilizoacute aquellas triquintildeuelas eran de uso corriente entre las grandes familias en desgracia para resolver urgencias de plata sin sacrificar el honor Ante la realidad cruda preferiacute conservarlas como recuerdo de otra Florina de Dios que nunca conociacute

A principios de julio sentiacute la distancia real de la muerte Mi corazoacuten perdioacute el paso y empeceacute a ver y sentir por todos lados los presagios inequiacutevocos del final El maacutes niacutetido fue en el concierto de Bellas Artes El aire acondicionado habiacutea fallado y la flor y nata de las artes y las letras se cocinaban al bantildeomariacutea en el saloacuten abarrotado pero la magia de la muacutesica era un clima celestial Al final con el Allegretto poco mosso me estremecioacute la revelacioacuten deslumbrante de que estaba escuchando el uacuteltimo concierto que me deparaba el destino antes de morir No sentiacute dolor ni miedo sino la emocioacuten arrasadora de haber alcanzado a vivirlo

Cuando por fin logreacute abrirme camino empapado de sudor a traveacutes de los abrazos y las fotos me encontreacute de manos a boca con Ximena Ortiz como una diosa de cien antildeos en la silla de ruedas Su sola presencia se me imponiacutea como un pecado mortal Teniacutea una tuacutenica de seda color marfil tan tersa como su piel un hilo de perlas legiacutetimas de tres vueltas el cabello color de naacutecar cortado a la moda de los veintes con una punta de ala de gaviota en la mejilla y los grandes ojos amarillos iluminados por la sombra natural de las ojeras Todo en ella contradeciacutea el rumor de que su mente estaba quedaacutendose en blanco por la erosioacuten irredimible de la memoria Petrificado y sin recursos frente a ella me sobrepuse al vaho de fuego que me subioacute a la cara y la saludeacute en silencio con una venia versallesca Ella sonrioacute como una reina y me agarroacute la mano Entonces me di cuenta de que tambieacuten aquello era una coartada del destino y no la perdiacute para sacarme una espina que me estorbaba desde siempre He sontildeado durante antildeos con este momento le dije Ella no parecioacute

Memorias de mis putas tristes 44 ______________________________________________________________________________________entender iexclNo me digas dijo iquestY tuacute quieacuten eres No supe nunca si en verdad lo habiacutea olvidado o si fue la venganza final de su vida

La certidumbre de ser mortal en cambio me habiacutea sorprendido poco antes de los cincuenta antildeos en una ocasioacuten como aqueacutella una noche de carnaval en que bailaba un tango apache con una mujer fenomenal a la que nunca le vi la cara maacutes corpulenta que yo como por cuarenta libras y maacutes alta como de dos palmos que sin embargo se dejaba llevar como una pluma al viento Bailaacutebamos tan apretados que sentiacutea circular su sangre por las venas y me hallaba como adormecido de gusto con su resuello trabajoso su grajo de amoniacuteaco sus tetas de astroacutenoma cuando me sacudioacute por la primera vez y casi me derriboacute por tierra el freacutemito de la muerte Fue como un oraacuteculo brutal en el oiacutedo Hagas lo que hagas en este antildeo o dentro de ciento estaraacutes muerto hasta jamaacutes Ella se separoacute asustada iquestQueacute le pasa Nada le dije tratando de sujetarme el corazoacuten

-Tiemblo por usted

Desde entonces empeceacute a medir la vida no por antildeos sino por deacutecadas La de los cincuenta habiacutea sido decisiva porque tomeacute conciencia de que casi todo el mundo era menor que yo La de los sesenta fue la maacutes intensa por la sospecha de que ya no me quedaba tiempo para equivocarme La de los setenta fue temible por una cierta posibilidad de que fuera la uacuteltima No obstante cuando desperteacute vivo la primera mantildeana de mis noventa antildeos en la cama feliz de Delgadina se me atravesoacute la idea complaciente de que la vida no fuera algo que transcurre como el riacuteo revuelto de Heraacuteclito sino una ocasioacuten uacutenica de voltearse en la parrilla y seguir asaacutendose del otro costado por noventa antildeos maacutes

Me volviacute de laacutegrima faacutecil Cualquier sentimiento que tuviera algo que ver con la ternura me causaba un nudo en la garganta que no siempre lograba dominar y penseacute en renunciar al placer solitario de velar el suentildeo de Delgadina no tanto por la incertidumbre de mi muerte como por el dolor de imaginarla sin miacute en el resto de su vida Uno de aquellos diacuteas inciertos fui a dar por distraccioacuten a la muy noble calle de los Notarios y me sorprendioacute no encontrar nada maacutes que los escombros del viejo hotel de lance donde fui iniciado por la fuerza en las artes del amor poco antes de mis doce antildeos Habiacutea sido una mansioacuten de antiguos navieros espleacutendida como pocas en la ciudad con columnas enchapadas de alabastro y frisos de oropeles alrededor de un patio interior con una cuacutepula de cristales de siete colores que irradiaba un resplandor de invernadero En la planta baja con un portal goacutetico sobre la calle estuvieron por maacutes de un siglo las notariacuteas coloniales en las que trabajoacute prosperoacute y se arruinoacute mi padre en toda una vida de suentildeos fantaacutesticos Las familias histoacutericas abandonaron poco a poco los pisos superiores que terminaron ocupados por una legioacuten de nocheras en desgracia que subiacutean y bajaban hasta el amanecer con los clientes atrapados por un peso y medio en las cantinas del cercano puerto fluvial

A mis doce antildeos todaviacutea con mis pantalones cortos y mis botitas de la escuela primaria no pude resistir la tentacioacuten de conocer los pisos superiores mientras mi padre se debatiacutea en una de sus reuniones interminables y me encontreacute con un espectaacuteculo celestial Las mujeres que malvendiacutean sus cuerpos hasta el amanecer se moviacutean por la casa desde las once de la mantildeana cuando ya la caniacutecula del vitral era insoportable y teniacutean que hacer su vida domeacutestica caminando en pelotas por

JUAN CARLOS 161104
caniacutecula (Del lat canicŭla) f Periacuteodo del antildeo en que es maacutes fuerte el calor || 2 Astr Tiempo del nacimiento heliacuteaco de Sirio que antiguamente coincidiacutea con la eacutepoca maacutes calurosa del antildeo pero que hoy no se verifica hasta fines de agosto13
JUAN CARLOS 161104
freacutemito (Del lat fremĭtus) m bramido

Memorias de mis putas tristes 45 ______________________________________________________________________________________toda la casa mientras comentaban a gritos sus aventuras de la noche Me quedeacute aterrorizado Lo uacutenico que se me ocurrioacute fue escapar por donde habiacutea llegado cuando una de las desnudas de carnes macizas olorosas a jaboacuten de monte me abrazoacute por la espalda y me llevoacute en vilo hasta su cubiacuteculo de cartoacuten sin que yo pudiera verla en medio de la griteriacutea y los aplausos de las inquilinas en cueros Me tiroacute bocarriba en su cama para cuatro me quitoacute los pantalones con una maniobra maestra y se acaballoacute sobre miacute pero el terror helado que me empapaba el cuerpo me impidioacute recibirla como un hombre Aquella noche desvelado en la cama de mi casa por la verguumlenza del asalto no pude dormir maacutes de una hora con las ansias de volver a verla Pero la mantildeana siguiente mientras los trasnochados dormiacutean subiacute temblando hasta su cubiacuteculo y la desperteacute llorando a gritos con un amor enloquecido que duroacute hasta que se lo llevoacute sin misericordia el ventarroacuten de la vida real Se llamaba Castorina y era la reina de la casa

Los cubiacuteculos del hotel costaban un peso para los amores de paso pero muy pocos sabiacuteamos que costaban lo mismo hasta por veinticuatro horas Ademaacutes Castorina me introdujo en su mundo de mala muerte donde invitaban a los clientes pobres a sus desayunos de gala le prestaban el jaboacuten les atendiacutean los dolores de muela y en casos de urgencia mayor les daban un amor de caridad

Pero en las tardes de la uacuteltima vejez se acordaba de la inmortal Castorina muerta quien sabiacutea cuando que habiacutea sucedido desde las esquinas miserables del muelle fluvial hasta el trono sagrado de mamasanta mayor con un parche de pirata en el ojo perdido en el pleito de cantina Su uacuteltimo machucante de planta un negro feliz de Camaguumley a quien llamaba Jonaacutes el Galeote habiacutea sido un trompetista de los grandes en La Habana hasta que perdioacute la sonrisa completa en una cataacutestrofe de trenes

Al salir de aquella visita amarga sentiacute una punzada en el corazoacuten que no habiacutea logrado aliviar en tres diacuteas con toda clase de poacutecimas caseras El meacutedico al que acudiacute de urgencia miembro de una estirpe de insignes era nieto del que me vio a mis cuarenta y dos antildeos y me asustoacute que pareciera el mismo pues estaba tan envejecido como su abuelo a los setenta por una calvicie prematura unos lentes de miope sin regreso y una tristeza inconsolable Me hizo un examen minucioso de cuerpo entero con una concentracioacuten de orfebre Me auscultoacute el pecho y la espalda y me revisoacute la presioacuten arterial los reflejos de la rodilla el fondo del ojo el color del paacuterpado inferior En las pausas mientras yo cambiaba de posicioacuten en la mesa de reconocimiento me haciacutea preguntas tan vagas y raacutepidas que apenas si me daban tiempo de pensar las respuestas Al cabo de una hora me miroacute con una sonrisa feliz Bueno dijo creo que no tengo nada que hacer por usted iquestQueacute quiere decir Que su estado es el mejor posible a su edad Queacute curioso le dije lo mismo me dijo su abuelo cuando yo teniacutea cuarenta y dos antildeos como si el tiempo no pasara Siempre encontraraacute uno que se lo diga dijo porque siempre tendraacute una edad Yo provocaacutendolo para una sentencia aterradora le dije La uacutenica definitiva es la muerte Siacute dijo eacutel pero no es faacutecil llegar a ella en tan buen estado como usted Siento de veras no poder complacerlo

Eran recuerdos nobles pero la viacutespera del 29 de agosto sentiacute el peso inmenso del siglo que me esperaba impasible cuando subiacute con pasos de hierro las escaleras de mi casa Entonces volviacute a ver una vez maacutes a Florina de Dios mi madre en mi cama que habiacutea sido la suya hasta su muerte y me hizo la misma bendicioacuten de la uacuteltima

Memorias de mis putas tristes 46 ______________________________________________________________________________________vez que la vi dos horas antes de morir Trastornado por la conmocioacuten lo entendiacute como el anuncio final y llameacute a Rosa Cabarcas para que me llevara a mi nintildea aquella misma noche en previsioacuten de que no se cumpliera mi ilusioacuten de sobrevivir hasta el uacuteltimo aliento de mis noventa antildeos Volviacute a llamarla a las ocho y una vez maacutes repitioacute que no era posible Tiene que serlo a cualquier precio le griteacute aterrorizado Colgoacute sin despedirse pero quince minutos despueacutes volvioacute a llamar

-Bueno aquiacute la tienes

Llegueacute a las diez y veinte de la noche y le di a Rosa Cabarcas las uacuteltimas cartas de mi vida con mis disposiciones sobre la nintildea despueacutes de mi final terrible Ella pensoacute que me habiacutea impresionado con el acuchillado y me dijo con aires de burla Si te vas a morir que no sea aquiacute imagiacutenate Pero yo le dije Di que me atropello el tren de Puerto Colombia ese pobre cacharro de laacutestima incapaz de matar a nadie

Preparado para todo aquella noche me acosteacute bocarriba a la espera del dolor final en el primer instante de mis noventa y un antildeos Oiacute campanas distantes sentiacute la fragancia del alma de Delgadina dormida de costado oiacute un grito en el horizonte sollozos de alguien que quizaacutes habiacutea muerto un siglo antes en la alcoba Entonces apagueacute la luz con el uacuteltimo aliento entrelaceacute mis dedos con los suyos para llevaacutermela de la mano y conteacute las doce campanadas de las doce con mis doce laacutegrimas finales hasta que empezaron a cantar los gallos y enseguida las campanas de gloria los cohetes de fiesta que celebraban el juacutebilo de haber sobrevivido sano y salvo a mis noventa antildeos

Mis primeras palabras fueron para Rosa Cabarcas Te compro la casa toda con la tienda y el huerto Ella me dijo Hagamos una apuesta de viejos el que se muera primero se queda con todo lo del otro firmado ante notario No porque si yo me muero todo deberiacutea ser para ella Es igual dijo Rosa Cabarcas yo me hago cargo de la nintildea y despueacutes le dejo todo lo tuyo y lo miacuteo no tengo a nadie maacutes en este mundo Mientras tanto remodelamos tu cuarto con buenos servicios aire acondicionado y tus libros y tu muacutesica

-iquestCrees que ella estaraacute de acuerdo

-Ay mi sabio triste estaacute bien que esteacutes viejo pero no pendejo -dijo Rosa Cabarcas muerta de risa- Esa pobre criatura estaacute lela de amor por ti

Saliacute a la calle radiante y por primera vez me reconociacute a miacute mismo en el horizonte remoto de mi primer siglo Mi casa callada y en orden a las seis y cuarto empezaba a gozar los colores de una aurora feliz Damiana cantaba a toda voz en la cocina y el gato redivivo enroscoacute la cola en mis tobillos y siguioacute caminando conmigo hasta mi mesa de escribir Estaba ordenando mis papeles marchitos el tintero la pluma de ganso cuando el sol estalloacute entre los almendros del parque y el buque fluvial del correo retrasado una semana por la sequiacutea entroacute bramando en el canal del puerto Era por fin la vida real con mi corazoacuten a salvo y condenado a morir de buen amor en la agoniacutea feliz de cualquier diacutea despueacutes de mis cien antildeos

Mayo de 2004

Page 27: · Web viewVivo en una casa colonial en la acera de sol del parque de San Nicolás, donde he pasado todos los días de mi vida sin mujer ni fortuna, donde vivieron y murieron mis padres,

Memorias de mis putas tristes 27 ______________________________________________________________________________________secuestroacute de un convento y se casoacute con ella Aquiacute lo dejo para que sea lo primero que veas al despertar

No habiacutea cambiado de posicioacuten cuando apagueacute la luz a la una de la madrugada y su respiracioacuten era tan tenue que le tomeacute el pulso para sentirla viva La sangre circulaba por sus venas con la fluidez de una cancioacuten que se ramificaba hasta los aacutembitos maacutes recoacutenditos de su cuerpo y volviacutea al corazoacuten purificada por el amor

Antes de irme al amanecer dibujeacute en un papel las liacuteneas de su mano y se las di a leer a la Diva Sahibiacute para conocer su alma Y fue asiacute una persona que soacutelo dice lo que piensa Es perfecta para trabajos manuales Tiene contacto con alguien que ya murioacute y del cual espera ayuda pero estaacute equivocada la ayuda que busca estaacute al alcance de su mano No ha tenido ninguna unioacuten pero va a morir mayor y casada Ahora tiene un hombre moreno que no ha de ser el de su vida Puede tener ocho hijos pero se va a decidir soacutelo por tres A los treinta y cinco antildeos si hace lo que le indique el corazoacuten y no la mente va a manejar mucho dinero y a los cuarenta recibiraacute una herencia Va a viajar mucho Tiene doble vida y doble suerte y puede influir sobre su propio destino Le gusta probar todo por curiosidad pero va a arrepentirse si no se orienta por el corazoacuten

Atormentado de amor hice reparar los estragos de la borrasca y aprovecheacute para hacer otros muchos remiendos que veniacutea demorando desde antildeos por insolvencia o por desidia Reorganiceacute la biblioteca en el orden en que habiacutea leiacutedo los libros Por uacuteltimo remateacute la pianola como reliquia histoacuterica con sus maacutes de cien rollos de claacutesicos y compreacute un tocadiscos usado pero mejor que el miacuteo con parlantes de alta fidelidad que engrandecieron el aacutembito de la casa Quedeacute al borde de la ruina pero bien compensado por el milagro de estar vivo a mi edad

La casa renaciacutea de sus cenizas y yo navegaba en el amor de Delgadina con una intensidad y una dicha que nunca conociacute en mi vida anterior Gracias a ella me enfrenteacute por vez primera con mi ser natural mientras transcurriacutean mis noventa antildeos Descubriacute que mi obsesioacuten de que cada cosa estuviera en su puesto cada asunto en su tiempo cada palabra en su estilo no era el premio merecido de una mente en orden sino al contrario todo un sistema de simulacioacuten inventado por miacute para ocultar el desorden de mi naturaleza Descubriacute que no soy disciplinado por virtud sino como reaccioacuten contra mi negligencia que parezco generoso por encubrir mi mezquindad que me paso de prudente por mal pensado que soy conciliador para no sucumbir a mis coacuteleras reprimidas que soacutelo soy puntual para que no se sepa cuan poco me importa el tiempo ajeno Descubriacute en fin que el amor no es un estado del alma sino un signo del zodiacuteaco

Me volviacute otro Trateacute de releer los claacutesicos que me orientaron en la adolescencia y no pude con ellos Me sumergiacute en las letras romaacutenticas que repudieacute cuando mi madre quiso imponeacutermelas con mano dura y por ellas tomeacute conciencia de que la fuerza invencible que ha impulsado al mundo no son los amores felices sino los contrariados Cuando mis gustos en muacutesica hicieron crisis me descubriacute atrasado y viejo y abriacute mi corazoacuten a las delicias del azar

Me pregunto coacutemo pude sucumbir en este veacutertigo perpetuo que yo mismo provocaba y temiacutea Flotaba entre nubes erraacuteticas y hablaba conmigo mismo ante el espejo con la vana ilusioacuten de averiguar quieacuten soy Era tal mi desvariacuteo que en una manifestacioacuten

Memorias de mis putas tristes 28 ______________________________________________________________________________________estudiantil con piedras y botellas tuve que sacar fuerzas de flaqueza para no ponerme al frente con un letrero que consagrara mi verdad Estoy loco de amor

Obnubilado por la evocacioacuten inclemente de Delgadina dormida cambieacute sin la menor malicia el espiacuteritu de mis notas dominicales Fuera cual fuera el asunto las escribiacutea para ella las reiacutea y las lloraba para ella y en cada palabra se me iba la vida En lugar de la foacutermula de gacetilla tradicional que tuvieron desde siempre las escribiacute como cartas de amor que cada quien podiacutea hacer suyas Propuse en el perioacutedico que el texto no se alzara en linotipo sino que fuera publicado con mi caligrafiacutea florentina Al jefe de redaccioacuten coacutemo no le parecioacute otro acceso de vanidad senil pero el director general lo convencioacute con una frase que todaviacutea anda suelta por la redaccioacuten

-No se equivoque los loquitos mansos se adelantan al porvenir

La respuesta puacuteblica fue inmediata y entusiasta con numerosas cartas de lectores enamorados Algunas las leiacutean en los noticieros de radio con urgencias de uacuteltima hora y se hicieron copias en mimeoacutegrafos o papel carboacuten que vendiacutean como cigarrillos de contrabando en las esquinas de la calle San Blas Desde el principio fue evidente que obedeciacutean a las ansias de expresarme pero me hice a la costumbre de tomarlas en cuenta al escribir y siempre con la voz de un hombre de noventa antildeos que no aprendioacute a pensar como viejo La comunidad intelectual como de soacutelito se mostroacute timorata y dividida y hasta los grafoacutelogos menos pensados montaron controversias por los anaacutelisis erraacuteticos de mi caligrafiacutea Fueron ellos los que dividieron los aacutenimos recalentaron la poleacutemica y pusieron de moda la nostalgia

Antes del fin del antildeo me habiacutea arreglado con Rosa Cabarcas para dejar en el cuarto el abanico eleacutectrico los recursos del tocador y lo que siguiera llevando en el futuro para hacerlo vivible Llegaba a las diez siempre con algo nuevo para ella o para gusto de ambos y dedicaba unos minutos a sacar la utileriacutea escondida para armar el teatro de nuestras noches Antes de irme nunca maacutes tarde de las cinco volviacutea a asegurar todo bajo llave La alcoba quedaba entonces tan escuaacutelida como fue en sus oriacutegenes para los amores tristes de los clientes casuales Una mantildeana oiacute que Marcos Peacuterez la voz maacutes escuchada de la radio desde el amanecer habiacutea decidido leer mi nota dominical en su noticiero de los lunes Cuando pude reprimir la naacuteusea dije sobrecogido Ya lo sabes Delgadina la fama es una sentildeora muy gorda que no duerme con uno pero cuando uno despierta estaacute siempre miraacutendonos frente a la cama

Uno de esos diacuteas me quedeacute a desayunar con Rosa Cabarcas que empezaba a parecerme menos decreacutepita a pesar del luto severo y del bonete negro que ya le tapaba las cejas Sus desayunos teniacutean fama de espleacutendidos con una carga de pimienta que me haciacutea llorar Al primer bocado de fuego vivo le dije bantildeado en laacutegrimas Esta noche no me haraacute falta la luna llena para que me arda el culo No te quejes dijo ella Si te arde es porque todaviacutea lo tienes a Dios gracias

Se sorprendioacute cuando mencioneacute el nombre de Delgadina No se llama asiacute dijo se llama No me lo digas la interrumpiacute para miacute es Delgadina Ella se encogioacute de hombros Bueno al fin y al cabo es tuya pero me parece un nombre de diureacutetico Le conteacute lo del letrero del tigre que la nintildea habiacutea escrito en el espejo No pudo ser ella

JUAN CARLOS 161104
timorato ta (Del lat timorātus) adj Tiacutemido indeciso encogido || 2 Dicho de una persona Que se escandaliza con exageracioacuten de cosas que no le parecen conformes a la moral convencional || 3 Que tiene temor de Dios y se gobierna por eacutel en sus operaciones
JUAN CARLOS 161104
obnubilar (Del lat obnubilāre) tr nublar (ǁ ofuscar o confundir) U t c prnl || 2 embelesar U t c prnl || 3 nublar (ǁ enturbiar la visioacuten) U t c prnl

Memorias de mis putas tristes 29 ______________________________________________________________________________________dijo Rosa porque no sabe leer ni escribir iquestEntonces quieacuten Ella se encogioacute de hombros Puede ser de alguien que se murioacute en el cuarto

Yo aprovechaba aquellos desayunos para desahogarme con Rosa Cabarcas y le pediacutea favores miacutenimos para el bienestar y el buen ver de Delgadina Me los concediacutea sin pensarlo con una picardiacutea de colegiala iexclQueacute risa me dijo por aquellos diacuteas Me siento como si me estuvieras pidiendo su mano Y a propoacutesito se le ocurrioacute iquestpor queacute no te casas con ella Me quedeacute de una pieza En serio insistioacute te sale maacutes barato Al fin y al cabo el problema a tu edad es servir o no servir pero ya me dijiste que lo tienes resuelto Le saliacute al paso El sexo es el consuelo que uno tiene cuando no le alcanza el amor

Ella soltoacute la risa Ay mi sabio siempre supe que eres muy hombre que siempre lo fuiste y me alegra que lo sigas siendo mientras tus enemigos entregan las armas Con razoacuten se habla tanto de ti iquestOiacuteste a Marcos Peacuterez Todo el mundo lo oye le dije para cortar el tema Pero ella insistioacute Tambieacuten el profesor Camacho y Cano en La hora de todo un poco dijo ayer que el mundo ya no es lo que era porque no quedan muchos hombres como tuacute

Aquel fin de semana encontreacute a Delgadina con fiebre y tos Desperteacute a Rosa Cabarcas para que me diera alguacuten remedio casero y me llevoacute al cuarto un botiquiacuten de primeros auxilios Dos diacuteas despueacutes Delgadina seguiacutea postrada y no habiacutea podido volver a su rutina de pegar botones El meacutedico le habiacutea prescrito un tratamiento casero para una gripa comuacuten que cederiacutea en una semana pero se alarmoacute por su estado general de desnutricioacuten Dejeacute de verla y sentiacute que me haciacutea falta y aprovecheacute para arreglar el cuarto sin ella

Lleveacute tambieacuten un dibujo a pluma de Cecilia Porras para Todos estaacutebamos a la espera el libro de cuentos de Alvaro Cepeda Lleveacute los seis tomos de Juan Cristoacutebal de Romain Rolland para pastorear mis vigilias De modo que cuando Delgadina pudo volver a la habitacioacuten la encontroacute digna de una felicidad sedentaria el aire purificado con un insecticida aromaacutetico paredes color de rosa laacutemparas matizadas flores nuevas en los floreros mis libros favoritos los buenos cuadros de mi madre colgados de otro modo seguacuten los gustos de hoy Habiacutea cambiado el viejo radio por uno de onda corta que manteniacutea sintonizado en un programa de muacutesica culta para que Delgadina aprendiera a dormir con los cuartetos de Mozart pero una noche lo encontreacute en una estacioacuten especializada en boleros de moda Era el gusto de ella sin duda y lo asumiacute sin dolor pues tambieacuten yo lo habiacutea cultivado con el corazoacuten en mis mejores diacuteas Antes de volver a casa al diacutea siguiente escribiacute en el espejo con el laacutepiz de labios Nintildea miacutea estamos solos en el mundo

Por esa eacutepoca tuve la rara impresioacuten de que se estaba volviendo mayor antes de tiempo Se lo comenteacute a Rosa Cabarcas y a ella le parecioacute natural Cumple quince antildeos el cinco de diciembre me dijo Una Sagitario perfecta Me inquietoacute que fuera tan real como para cumplir antildeos iquestQueacute podriacutea regalarle Una bicicleta dijo Rosa Cabarcas Tiene que atravesar la ciudad dos veces al diacutea para ir a pegar botones Me mostroacute en la trastienda la bicicleta que usaba y de verdad me parecioacute un cacharro indigno de una mujer tan bien amada Sin embargo me conmovioacute como la prueba tangible de que Delgadina existiacutea en la vida real

Memorias de mis putas tristes 30 ______________________________________________________________________________________Cuando fui a comprar la mejor bicicleta para ella no pude resistir la tentacioacuten de probarla y di algunas vueltas casuales en la rampa del almaceacuten Al vendedor que me preguntoacute la edad le contesteacute con la coqueteriacutea de la vejez Voy a cumplir noventa y uno El empleado dijo justo lo que yo queriacutea Pues representa veinte menos Yo mismo no entendiacutea coacutemo conservaba la praacutectica del colegio y me sentiacute colmado por un gozo radiante Empeceacute a cantar Primero para miacute mismo en voz baja y despueacutes a todo pecho con iacutenfulas del gran Caruso por entre los bazares abigarrados y el traacutefico demente del mercado puacuteblico La gente me miraba divertida me gritaban me incitaban a participar en la Vuelta a Colombia en silla de ruedas Yo les haciacutea con la mano un saludo de navegante feliz sin interrumpir la cancioacuten Esa semana en homenaje a Diciembre escribiacute otra nota atrevida Coacutemo ser feliz en bicicleta a los noventa antildeos

La noche de su cumpleantildeos le canteacute a Delgadina la cancioacuten completa y la beseacute por todo el cuerpo hasta quedarme sin aliento la espina dorsal veacutertebra por veacutertebra hasta las nalgas laacutenguidas el costado del lunar el de su corazoacuten inagotable A medida que la besaba aumentaba el calor de su cuerpo y exhalaba una fragancia montuna Ella me respondioacute con vibraciones nuevas en cada pulgada de su piel y en cada una encontreacute un calor distinto un sabor propio un gemido nuevo y toda ella resonoacute por dentro con un arpegio y sus pezones se abrieron en flor sin tocarlos Empezaba a adormecerme en la madrugada cuando sentiacute como un rumor de muchedumbres en el mar y un paacutenico de los aacuterboles que me atravesaron el corazoacuten Entonces fui al bantildeo y escribiacute en el espejo Delgadina de mi vida llegaron las brisas de Navidad Uno de mis recuerdos maacutes felices fue un trastorno que sentiacute una mantildeana como aqueacutella al salir de la escuela iquestQueacute me pasa La maestra me dijo alelada Ay nintildeo iquestno ves que son las brisas Ochenta antildeos despueacutes volviacute a sentirlo cuando me desperteacute en la cama de Delgadina y era el mismo diciembre que volviacutea puntual con sus cielos diaacutefanos las tormentas de arena los torbellinos callejeros que Desentechaban casas y les alzaban las faldas a las colegialas La ciudad adquiriacutea por entonces una resonancia fantasmal En noches de brisa podiacutean escucharse los gritos del mercado puacuteblico hasta en los barrios maacutes altos como si estuvieran a la vuelta de la esquina No era raro entonces que las raacutefagas de diciembre nos permitieran encontrar por sus voces a los amigos desperdigados en burdeles remotos

Sin embargo tambieacuten con las brisas me llegoacute la mala noticia de que Delgadina no podiacutea pasar las navidades conmigo sino con su familia Si algo detesto en este mundo son las fiestas obligatorias en que la gente llora porque estaacute alegre los fuegos de artificio los villancicos lelos las guirnaldas de papel crespoacuten que nada tienen que ver con un nintildeo que nacioacute hace dos mil quinientos antildeos en una caballeriza indigente Sin embargo cuando llegoacute la noche no pude resistir la nostalgia y me fui al cuarto sin ella Dormiacute bien y desperteacute junto a un oso de peluche que caminaba en dos patas como si fuera polar y una tarjeta que deciacutea Para el papaacute feo Rosa Cabarcas me habiacutea dicho que Delgadina estaba aprendiendo a leer con mis clases escritas en el espejo y su buena letra me parecioacute admirable Pero ella misma me defraudoacute con la noticia peor de que el oso era un regalo suyo asiacute que la noche de Antildeo Nuevo me quedeacute en mi casa y en mi cama desde las ocho y me dormiacute sin amarguras Fui feliz porque al toque de las doce entre los repiques furiosos de las campanas las sirenas de faacutebricas y bomberos los lamentos de los

JUAN CARLOS 161104
abigarrado da (Del part de abigarrar) adj De varios colores mal combinados || 2 Heterogeacuteneo reunido sin concierto Un extrantildeo y abigarrado libro Una multitud abigarrada 13

Memorias de mis putas tristes 31 ______________________________________________________________________________________buques las descargas de poacutelvora los cohetes sentiacute que Delgadina entroacute en punta de pies se acostoacute a mi lado y me dio un beso Tan real que me quedoacute en la boca su olor de regaliz

Memorias de mis putas tristes 32 ______________________________________________________________________________________

4A principios del nuevo antildeo empezaacutebamos a conocernos como si vivieacuteramos juntos y despiertos pues yo habiacutea encontrado un tono de voz cauteloso que ella oiacutea sin despertar y me contestaba con un lenguaje natural del cuerpo Sus estados de aacutenimo se le notaban en el modo de dormir De exhausta y montaraz que habiacutea sido al principio fue hacieacutendose a una paz interior que embelleciacutea su rostro y enriqueciacutea su suentildeo Le contaba mi vida le leiacutea al oiacutedo los borradores de mis notas dominicales en las que estaba ella sin decirlo y soacutelo ella

Por esa eacutepoca le dejeacute en la almohada unos zarcillos de esmeraldas que fueron de mi madre Los llevoacute puestos en la cita siguiente y no le luciacutean Le lleveacute despueacutes unos pendientes maacutes adecuados para el color de su piel Le expliqueacute Los primeros que te traje no te quedaban bien por tu tipo y el corte del cabello Estos te iraacuten mejor No llevoacute ninguno en las dos citas siguientes pero a la tercera se puso los que le habiacutea indicado Asiacute empeceacute a entender que no obedeciacutea a mis oacuterdenes pero aguardaba la ocasioacuten para complacerme Por esos diacuteas me sentiacute tan habituado a aquel geacutenero de vida domeacutestica que no seguiacute durmiendo desnudo sino que lleveacute las piyamas de seda china que habiacutea dejado de usar por no tener para quieacuten quitaacutermelas

Empeceacute a leerle El principito de Saint-Exupeacutery un autor franceacutes que el mundo entero admira maacutes que los franceses Fue el primero que la entretuvo sin despertarla hasta el punto de que tuve que ir dos diacuteas continuos para acabar de leeacuterselo Seguimos con los Cuentos de Perrault la Historia sagrada Las mil y una noches en una versioacuten desinfectada para nintildeos y por las diferencias entre uno y otro me di cuenta de que su suentildeo teniacutea diversos grados de profundidad seguacuten su intereacutes por las lecturas Cuando sentiacutea que habiacutea tocado fondo apagaba la luz y me dormiacutea abrazado a ella hasta que cantaban los gallos

Me sentiacutea tan feliz que la besaba en los paacuterpados muy suave y una noche ocurrioacute como una luz en el cielo sonrioacute por primera vez Maacutes tarde sin ninguacuten motivo se revolvioacute en la cama me dio la espalda y dijo disgustada Fue Isabel la que hizo llorar a los caracoles Exaltado por la ilusioacuten de un diaacutelogo le pregunteacute en el mismo tono iquestDe quieacuten eran No contestoacute Su voz teniacutea un rastro plebeyo como si no fuera suya sino de alguien ajeno que llevaba dentro Toda sombra de duda desaparecioacute entonces de mi alma la preferiacutea dormida

Mi uacutenico problema era el gato Estaba inapetente y hurantildeo y llevaba dos diacuteas sin levantar cabeza en su rincoacuten habitual y me tiroacute un zarpazo de fiera herida cuando

JUAN CARLOS 161104
zarcillo1 (Del lat circellus circulito) m Pendiente arete13
JUAN CARLOS 161104
montaraz (De monte y -araz) adj Que anda o estaacute hecho a andar por los montes o se ha criado en ellos || 2 Se dice del genio y propiedades agrestes groseras y feroces || 3 m Guarda de montes o heredades || 4 Sal Mayordomo de campo capataz que tiene a su cargo las labores y los ganados

Memorias de mis putas tristes 33 ______________________________________________________________________________________quise ponerlo en su canasto de mimbre para que Damiana lo llevara con el veterinario Apenas logroacute someterlo y se lo llevoacute pataleando dentro de un saco de fique Al cabo de un rato me llamoacute desde el criadero para decirme que no habiacutea maacutes remedio que sacrificarlo y necesitaban mi orden iquestPor queacute Porque ya estaacute muy viejo dijo Damiana Penseacute con rabia que a miacute tambieacuten podiacutean asarme vivo en un horno de gatos Me sentiacute inerme entre dos fuegos no habiacutea aprendido a querer el gato pero tampoco teniacutea corazoacuten para ordenar que lo mataran soacutelo porque era viejoiquestDoacutende lo deciacutea el manual

El incidente me conmocionoacute tanto que escribiacute una nota para el domingo con un tiacutetulo usurpado a Neruda iquestEs el gato un miacutenimo tigre de saloacuten La nota dio origen a una nueva campantildea que otra vez dividioacute a los lectores en favor y en contra de los gatos En cinco diacuteas prevalecioacute la tesis de que podiacutea ser liacutecito sacrificar un gato por razones de salud puacuteblica pero no porque estuviera viejo

Despueacutes de la muerte de mi madre me desvelaba el terror de que alguien me tocara mientras dormiacutea Una noche la sentiacute pero su voz me devolvioacute el sosiego Figlio mioacute poveretto Volviacute a sentirlo una madrugada en el cuarto de Delgadina y me retorciacute de gozo creyendo que ella me habiacutea tocado Pero no era Rosa Cabarcas en la oscuridad Viacutestete y ven conmigo me dijo tengo un problema serio

Asiacute era y maacutes serio de lo que pude imaginar A uno de los clientes grandes de la casa lo habiacutean asesinado a puntildealadas en el primer cuarto del pabelloacuten El asesino habiacutea escapado El cadaacutever enorme desnudo pero con los zapatos puestos teniacutea una palidez de pollo al vapor en la cama empapada de sangre Lo reconociacute de entrada era JMB un banquero grande famoso por su apostura su simpatiacutea y su buen vestir y sobre todo por la pulcritud de su hogar Teniacutea en el cuello dos heridas moradas como labios y una zanja en el vientre que no habiacutea acabado de sangrar Todaviacutea no empezaba el rigor Maacutes que sus heridas me impresionoacute que teniacutea un preservativo puesto y al parecer sin usar en el sexo desmirriado por la muerte

Rosa Cabarcas no sabiacutea con quieacuten iba porque tambieacuten eacutel teniacutea el privilegio de entrar por el portoacuten del huerto No se descartaba la sospecha de que su pareja fuera otro hombre Lo uacutenico que la duentildea queriacutea de miacute era que la ayudara a vestir el cadaacutever Estaba tan segura que me inquietoacute la idea de que la muerte fuera para ella un asunto de cocina No hay nada maacutes difiacutecil que vestir a un muerto le dije Lo he hecho a pasto de Dios replicoacute ella Es faacutecil si alguien me lo sostiene Le hice ver iquestTe imaginas quieacuten va a creer en un cuerpo tasajeado a cuchilladas dentro de un vestido intacto de caballero ingleacutes

Tembleacute por Delgadina Lo mejor seraacute que te la lleves tuacute me dijo Rosa Cabarcas Primero muerto le dije con la saliva helada Ella lo percibioacute y no pudo ocultar su desdeacuten iexclEstaacutes temblando Por ella dije aunque soacutelo era verdad a medias Aviacutesale que se vaya antes de que llegue nadie De acuerdo dijo ella aunque a ti como periodista no te pasaraacute nada Ni a ti tampoco le dije con cierto rencor Eres el uacutenico liberal que manda en este gobierno

La ciudad codiciada por su naturaleza paciacutefica y su seguridad congeacutenita arrastraba la desgracia de un asesinato escandaloso y atroz cada antildeo Aqueacutel no lo fue La noticia oficial en titulares excesivos y parca en detalles deciacutea que al joven banquero lo habiacutean asaltado y muerto a cuchilladas en la carretera de Pradomar por motivos

Memorias de mis putas tristes 34 ______________________________________________________________________________________incomprensibles No teniacutea enemigos El comunicado del gobierno sentildealaba como presuntos asesinos a refugiados del interior del paiacutes que estaban desatando una oleada de delincuencia comuacuten extrantildea al espiacuteritu ciacutevico de la poblacioacuten En las primeras horas hubo maacutes de cincuenta detenidos

Acudiacute escandalizado con el redactor judicial un periodista tiacutepico de los antildeos veinte con visera de celuloide verde y ligas en las mangas que presumiacutea de anticiparse a los hechos Sin embargo soacutelo conociacutea unas hilachas sueltas del crimen y yo se las completeacute hasta donde me fue prudente Asiacute escribimos cinco cuartillas a cuatro manos para una noticia de ocho columnas en primera paacutegina atribuida al fantasma eterno de las fuentes que nos merecen entero creacutedito Pero al Abominable Hombre de las Nueve -el censor- no le tembloacute el pulso para imponer la versioacuten oficial de que habiacutea sido un asalto de bandoleros liberales Yo me laveacute la conciencia con un centildeo de pesadumbre en el entierro maacutes ciacutenico y concurrido del siglo

Cuando regreseacute a casa aquella noche llameacute a Rosa Cabarcas para averiguar queacute habiacutea pasado con Delgadina pero no contestoacute el teleacutefono en cuatro diacuteas Al quinto fui a su casa con los dientes apretados Las puertas estaban selladas pero no por la policiacutea sino por la Sanidad Nadie en el vecindario daba noticias de nada Sin ninguacuten indicio de Delgadina me di a una buacutesqueda encarnizada y a veces ridiacutecula que me dejoacute acezante Paseacute diacuteas enteros observando a las joacutevenes ciclistas desde los escantildeos de un parque polvoriento donde los nintildeos jugaban a encaramarse en la estatua descascarada de Simoacuten Boliacutevar Pasaban pedaleando como venadas bellas disponibles listas para ser atrapadas a la gallina ciega Cuando se me acaboacute la esperanza me refugieacute en la paz de los boleros Fue como un bebedizo emponzontildeado cada palabra era ella Siempre habiacutea necesitado el silencio para escribir porque mi mente atendiacutea maacutes a la muacutesica que a la escritura Entonces fue al reveacutes soacutelo pude escribir a la sombra de los boleros Mi vida se llenoacute de ella Las notas que escribiacute aquellas dos semanas fueron modelos en clave para cartas de amor El jefe de redaccioacuten contrariado con la avalancha de respuestas me pidioacute que moderara el amor mientras pensaacutebamos coacutemo consolar a tantos lectores enamorados

La falta de sosiego acaboacute con el rigor de mis diacuteas Despertaba a las cinco pero me quedaba en la penumbra del cuarto imaginando a Delgadina en su vida irreal de levantar a sus hermanos vestirlos para la escuela darles el desayuno si lo habiacutea y atravesar la ciudad en bicicleta para cumplir la condena de coser botones Me pregunteacute asombrado iquestQueacute piensa una mujer mientras pega un botoacuten iquestPensaba en miacute iquestTambieacuten ella buscaba a Rosa Cabarcas para dar conmigo Paseacute hasta una semana sin quitarme el mameluco de mecaacutenico ni de diacutea ni de noche sin bantildearme sin afeitarme sin cepillarme los dientes porque el amor me ensentildeoacute demasiado tarde que uno se arregla para alguien se viste y se perfuma para alguien y yo nunca habiacutea tenido para quieacuten Damiana creyoacute que estaba enfermo cuando me encontroacute desnudo en la hamaca a las diez de la mantildeana La vi con los ojos turbios de la codicia y la inviteacute a revolearnos desnudos Ella con un desprecio me dijo

-iquestYa pensoacute lo que va a hacer si le digo que siacute

Asiacute supe hasta queacute punto me habiacutea corrompido el sufrimiento No me reconociacutea a miacute mismo en mi dolor de adolescente No volviacute a salir de la casa por no descuidar el teleacutefono Escribiacutea sin descolgarlo y al primer timbrazo le saltaba encima pensando

Memorias de mis putas tristes 35 ______________________________________________________________________________________que pudiera ser Rosa Cabarcas Interrumpiacutea a cada rato lo que estuviera haciendo para llamarla e insistiacute diacuteas enteros hasta comprender que era un teleacutefono sin corazoacuten

Al volver a casa una tarde de lluvia encontreacute el gato enroscado en la escalinata del portoacuten Estaba sucio y maltrecho y con una mansedumbre de laacutestima El manual me hizo ver que estaba enfermo y seguiacute sus normas para alentarlo De golpe mientras descabezaba un suentildeecito de siesta me despabiloacute la idea de que pudiera conducirme a la casa de Delgadina Lo lleveacute en una bolsa de mercado hasta la tienda de Rosa Cabarcas que seguiacutea sellada y sin indicios de vida pero se revolvioacute en el talego con tanto iacutempetu que logroacute escapar saltoacute la tapia del huerto y desaparecioacute entre los aacuterboles Toqueacute al portoacuten con el puntildeo y una voz militar preguntoacute sin abrir iquestQuieacuten vive Gente de paz dije yo para no ser menos Ando en pos de la duentildea No hay duentildea dijo la voz Por lo menos aacutebrame para coger el gato insistiacute No hay gato dijo Pregunteacute iquestQuieacuten es usted

-Nadie -dijo la voz

Siempre habiacutea entendido que morirse de amor no era maacutes que una licencia poeacutetica Aquella tarde de regreso a casa otra vez sin el gato y sin ella comprobeacute que no soacutelo era posible morirse sino que yo mismo viejo y sin nadie estaba murieacutendome de amor Pero tambieacuten me di cuenta de que era vaacutelida la verdad contraria no habriacutea cambiado por nada del mundo las delicias de mi pesadumbre Habiacutea perdido maacutes de quince antildeos tratando de traducir los cantos de Leopardi y soacutelo aquella tarde los sentiacute a fondo Ay de miacute si es amor cuaacutento atormenta

Mi entrada al perioacutedico en mameluco y mal afeitado despertoacute ciertas dudas sobre mi estado mental La casa remodelada con cabinas individuales de vidrio y luces cenitales pareciacutea una cliacutenica de maternidad El clima artificial callado y confortable invitaba a hablar en susurros y caminar en puntillas En el vestiacutebulo como virreyes muertos estaban los retratos al oacuteleo de los tres directores vitalicios y las fotografiacuteas de visitantes ilustres La enorme sala principal estaba presidida por la fotografiacutea gigantesca de la redaccioacuten actual tomada la tarde de mi cumpleantildeos No pude evitar la comparacioacuten mental con la otra de mis treinta antildeos y una vez maacutes comprobeacute con horror que se envejece maacutes y peor en los retratos que en la realidad La secretaria que me habiacutea besado la tarde del cumpleantildeos me preguntoacute si estaba enfermo Fui feliz de contestarle la verdad para que no la creyera Enfermo de amor Ella dijo iexclLaacutestima que no sea por miacute Yo le correspondiacute el cumplido No esteacute tan segura

El redactor judicial salioacute de su cabina gritando que habiacutea dos cadaacuteveres de muchachas sin identificar en el anfiteatro municipal Le pregunteacute asustado iquestDe queacute edad Joacutevenes dijo eacutel Pueden ser refugiadas del interior perseguidas hasta aquiacute por matones del reacutegimen Respireacute aliviado La situacioacuten nos invade en silencio como una mancha de sangre dije El redactor judicial ya lejos gritoacute

-De sangre no maestro de mierda

Algo peor me ocurrioacute diacuteas despueacutes cuando una muchacha instantaacutenea con una canasta igual a la del gato pasoacute como un escalofriacuteo frente a la libreriacutea Mundo La perseguiacute a codazos por entre la muchedumbre en el fragor de las doce del diacutea Era muy bella de trancos largos y con una fluidez para abrirse camino entre el gentiacuteo

Memorias de mis putas tristes 36 ______________________________________________________________________________________que me costoacute trabajo alcanzarla Por fin la rebaseacute y la mireacute de frente Ella me apartoacute con la mano sin detenerse ni pedir perdoacuten No era la que creiacutea pero su altivez me dolioacute como si lo fuera Comprendiacute entonces que no seriacutea capaz de reconocer a Delgadina despierta y vestida ni ella podiacutea saber quieacuten era yo si nunca me habiacutea visto En un acto de locura tejiacute durante tres diacuteas doce pares de zapatitos azules y rosados para recieacuten nacidos tratando de darme valor para no escuchar ni cantar ni recordar las canciones que me recordaban a ella

La verdad era que no podiacutea con mi alma y empezaba a tomar conciencia de la vejez por mis flaquezas frente al amor Una prueba todaviacutea maacutes dramaacutetica la tuve cuando un autobuacutes de servicio puacuteblico arrolloacute una ciclista en el puro centro comercial Acababan de llevaacutersela en una ambulancia y la magnitud de la tragedia se apreciaba por el estado de chatarra en que quedoacute la bicicleta sobre un charco de sangre viva Pero mi impresioacuten no fue tanta por los destrozos de la bicicleta como por la marca el modelo y el color No podiacutea ser otra que la que yo mismo le habiacutea regalado a Delgadina

Los testigos coincidieron en que la ciclista herida era muy joven alta y delgada y con el cabello corto y rizado Aturdido tomeacute el primer taxi que pasoacute y me hice llevar al hospital de Caridad un viejo edificio de muros ocres que pareciacutea una caacutercel encallada en un arenal Necesiteacute media hora para entrar y otra maacutes para salir de un patio fragante de aacuterboles frutales donde una mujer atribulada se me atravesoacute en el camino me miroacute a los ojos y exclamoacute

-Yo soy la que no buscas

Soacutelo entonces recordeacute que era alliacute donde viviacutean en libertad los internos mansos del manicomio municipal Tuve que identificarme como periodista ante la direccioacuten del hospital para que un enfermero me condujera al pabelloacuten de urgencias En elcuaderno de ingresos estaban los datos Rosalba Riacuteos dieciseacuteis antildeos sin oficio conocido Diagnoacutestico conmocioacuten cerebral Pronoacutestico reservado Pregunteacute al jefe del pabelloacuten si podiacutea verla con la esperanza iacutentima de que me dijeran que no pero me llevaron encantados por si queriacutea escribir sobre el estado de abandono del hospital

Atravesamos una sala abigarrada con un fuerte olor de aacutecido feacutenico y los enfermos apelotonados en las camas Al fondo en un cuarto solo tendida en una camilla metaacutelica estaba la que buscaacutebamos Teniacutea el craacuteneo cubierto de vendas la cara indescifrable gonfia y amoratada pero me bastoacute con verle los pies para saber que no era Soacutelo entonces se me ocurrioacute preguntarme iquestQueacute habriacutea hecho yo si hubiera sido ella

Todaviacutea enredado en las telarantildeas de la noche tuve el valor de ir el diacutea siguiente a la faacutebrica de camisas donde Rosa Cabarcas habiacutea dicho alguna vez que trabajaba la nintildea y le pediacute al propietario que nos mostrara sus instalaciones como modelo para un proyecto continental de las Naciones Unidas Era un libaneacutes paquideacutermico y taciturno que nos abrioacute las puertas de su reino con la ilusioacuten de ser un ejemplo universal

Trescientas joacutevenes de blusas blancas con la ceniza del mieacutercoles en la frente cosiacutean botones en la vasta nave iluminada Cuando nos vieron entrar se irguieron

Memorias de mis putas tristes 37 ______________________________________________________________________________________como colegialas y nos observaron de reojo mientras el gerente explicaba sus aportes al arte inmemorial de pegar botones Yo escrutaba las caras de cada una con el pavor de descubrir a Delgadina vestida y despierta Pero fue una de ellas la que me descubrioacute a miacute con la mirada temible de la admiracioacuten sin clemencia

-Diacutegame sentildeor iquestno es usted el que escribe las cartas de amor en el perioacutedico

Nunca me hubiera imaginado que una nintildea dormida pudiera causar en uno semejantes estragos Escapeacute de la faacutebrica sin despedirme ni pensar siquiera si alguna de aquellas viacutergenes de purgatorio era por fin la que buscaba Cuando saliacute de ahiacute el uacutenico sentimiento que me quedaba en la vida eran las ganas de llorar

Rosa Cabarcas llamoacute al cabo de un mes con una explicacioacuten increiacuteble se habiacutea tomado un merecido descanso en Cartagena de Indias despueacutes del asesinato del banquero No le creiacute desde luego pero la feliciteacute por su suerte y la dejeacute explayarse en su mentira antes de hacerle la pregunta que me borboritaba en el corazoacuten

-iquestY ella

Rosa Cabarcas hizo un silencio largo Ahiacute estaacute dijo al fin pero su voz se hizo evasiva Hay que esperar un tiempo iquestCuaacutento Ni idea ya te avisareacute Sentiacute que se me iba y la pareacute en seco Espeacuterate dame alguna luz No hay luz dijo ella y concluyoacute Ten cuidado puedes perjudicarte tuacute y sobre todo perjudicarla a ella Yo no estaba para esa clase de remilgos Le supliqueacute aunque fuera una oportunidad de acercarme a la verdad Al fin y al cabo le dije somos coacutemplices Ella no dio un paso maacutes Caacutelmate me dijo la nintildea estaacute bien y esperando que la llame pero ahora mismo no hay nada que hacer ni voy a decir nada maacutes Adioacutes

Me quedeacute con el teleacutefono en la mano sin saber por doacutende seguir pues tambieacuten la conociacutea bastante para pensar que no conseguiriacutea nada de ella si no era por las buenas Despueacutes del mediodiacutea me di una vuelta furtiva por su casa maacutes confiado en la casualidad que en la razoacuten y la encontreacute todaviacutea cerrada y con los sellos de la Sanidad Penseacute que Rosa Cabarcas me habiacutea telefoneado de otra parte tal vez de otra ciudad y la sola idea me llenoacute de presagios turbios No obstante a las seis de la tarde cuando menos lo esperaba me soltoacute por teleacutefono mi propio santo y sentildea

-Bueno ahora siacute

A las diez de la noche tembloroso y con los labios mordidos para no llorar fui cargado de cajas de chocolates suizos turrones y caramelos y una canasta de rosas ardientes para cubrir la cama La puerta estaba entreabierta las luces encendidas y en el radio se diluiacutea a medio volumen la sonata nuacutemero uno para violiacuten y piano de Brahms Delgadina en la cama estaba tan radiante y distinta que me costoacute trabajo reconocerla

Habiacutea crecido pero no se le notaba en la estatura sino en una madurez intensa que la haciacutea parecer con dos o tres antildeos maacutes y maacutes desnuda que nunca Sus poacutemulos altos la piel tostada por soles de mar bravo los labios finos y el cabello corto y rizado le infundiacutean a su rostro el resplandor androacutegino del Apolo de Praxiacuteteles Pero no habiacutea equiacutevoco posible porque sus senos habiacutean crecido hasta el punto de que no me cabiacutean en la mano sus caderas habiacutean acabado de formarse y sus huesos se

Memorias de mis putas tristes 38 ______________________________________________________________________________________habiacutean vuelto maacutes firmes y armoacutenicos Me encantaron aquellos aciertos de la naturaleza pero me aturdieron los artificios las pestantildeas postizas las untildeas de las manos y los pies esmaltadas de naacutecar y un perfume de a dos cuartillos que no teniacutea nada que ver con el amor Sin embargo lo que me sacoacute de quicio fue la fortuna que llevaba encima pendientes de oro con gajos de esmeraldas un collar de perlas naturales una pulsera de oro con resplandores de diamantes y anillos con piedras legiacutetimas en todos los dedos En la silla estaba su traje de nochera con lentejuelas y bordados y las zapatillas de raso Un vapor raro me subioacute de las entrantildeas

-iexclPuta -griteacute

Pues el diablo me soploacute en el oiacutedo un pensamiento siniestro Y fue asiacute la noche del crimen Rosa Cabarcas no debioacute tener tiempo ni serenidad para prevenir a la nintildea y la policiacutea la encontroacute en el cuarto sola menor de edad y sin coartada Nadie igual a Rosa Cabarcas para una situacioacuten como aqueacutella le vendioacute la virginidad de la nintildea a alguno de sus grandes cacaos a cambio de que a ella la sacaran limpia del crimen Lo primero claro fue desaparecer mientras se aplacaba el escaacutendalo iexclQueacute maravilla Una luna de miel para tres ellos dos en la cama y Rosa Cabarcas en una terraza de lujo disfrutando de su impunidad feliz Ciego de una furia insensata fui reventando contra las paredes cada cosa del cuarto las laacutemparas el radio el ventilador los espejos las jarras los vasos Lo hice sin prisa pero sin pausas con un grande estropicio y una embriaguez metoacutedica que me salvoacute la vida La nintildea dio un salto al primer estallido pero no me miroacute sino que se enroscoacute de espaldas a miacute y asiacute permanecioacute con espasmos entrecortados hasta que cesoacute el estropicio Las gallinas en el patio y los perros de la madrugada aumentaron el escaacutendalo Con la cegadora lucidez de la coacutelera tuve la inspiracioacuten final de prenderle fuego a la casa cuando aparecioacute en la puerta la figura impasible de Rosa Cabarcas en camisa de dormir No dijo nada Hizo con la vista el inventario del desastre y comproboacute que la nintildea estaba enroscada sobre siacute misma como un caracol y con la cabeza escondida entre los brazos aterrada pero intacta

-iexclDios miacuteo -exclamoacute Rosa Cabarcas- iexclQueacute no hubiera dado yo por un amor como eacuteste

Me midioacute de cuerpo entero con una mirada de misericordia y me ordenoacute Vamos La seguiacute hasta la casa me sirvioacute un vaso de agua en silencio me hizo una sentildea de que me sentara frente a ella y me puso en confesioacuten Bueno me dijo ahora poacutertate como un adulto y cueacutentame iquestqueacute te pasa

Le conteacute con lo que teniacutea como mi verdad revelada Rosa Cabarcas me escuchoacute en silencio sin asombro y por fin parecioacute iluminada Queacute maravilla dijo Siempre he dicho que los celos saben maacutes que la verdad Y entonces me contoacute la realidad sin reservas En efecto dijo en su ofuscacioacuten de la noche del crimen se habiacutea olvidado de la nintildea dormida en el cuarto Uno de sus clientes abogado del muerto ademaacutes repartioacute prebendas y sobornos a cuatro manos e invitoacute a Rosa Cabarcas a un hotel de reposo de Cartagena de Indias mientras se disipaba el escaacutendalo Creacuteeme dijo Rosa Cabarcas que en todo este tiempo no dejeacute de pensar ni un momento en ti y en la nintildea Volviacute antier y lo primero que hice fue llamarte por teleacutefono pero nadie contestoacute En cambio la nintildea vino enseguida y en tan mal estado que te la bantildeeacute te la vestiacute y te la mandeacute al saloacuten de belleza con la orden de que la arreglaran como una reina Ya viste coacutemo perfecta iquestLa ropa de lujo Son los trajes que les alquilo a mis

Memorias de mis putas tristes 39 ______________________________________________________________________________________pupilas maacutes pobres cuando tienen que ir a bailar con sus clientes iquestLas joyas Son las miacuteas dijo Basta con tocarlas para darse cuenta de que son diamantes de vidrio y estoperoles de hojalata De modo que no jodas concluyoacute Anda despieacutertala piacutedele perdoacuten y hazte cargo de ella de una vez Nadie merece ser maacutes feliz que ustedes

Hice un esfuerzo sobrenatural para creerle pero pudo maacutes el amor que la razoacuten iexclPutas le dije atormentado por el fuego vivo que me abrasaba las entrantildeas iexclEso es lo que son ustedes griteacute iexclPutas de mierda No quiero saber nada maacutes de tiacute ni de ninguna otra guaricha en el mundo y menos de ella Le hice desde la puerta una sentildeal de adioacutes para siempre Rosa Cabarcas no lo dudoacute

-Vete con Dios -me dijo con un rictus de tristeza y volvioacute a su vida real- De todos modos te pasareacute la cuenta del desmadre que me hiciste en el cuarto

Memorias de mis putas tristes 40 ______________________________________________________________________________________

5

Leyendo Los idus de marzo encontreacute una frase siniestra que el autor atribuye a Julio Ceacutesar Es imposible no terminar siendo como los otros creen que uno es No pude comprobar su verdadero origen en la propia obra de Julio Ceacutesar ni en las obras de sus bioacutegrafos desde Suetonio hasta Carcopino pero valioacute la pena conocerla Su fatalismo aplicado al curso de mi vida en los meses siguientes fue lo que me dio la determinacioacuten que me haciacutea falta no soacutelo para escribir esta memoria sino para empezarla sin pudores con el amor de Delgadina

No teniacutea un instante de sosiego apenas si probaba bocado y perdiacute tanto peso que no se me teniacutean los pantalones en la cintura Los dolores erraacuteticos se me quedaron en los huesos cambiaba de aacutenimo sin razoacuten pasaba las noches en un estado de deslumbramiento que no me permitiacutea leer ni escuchar muacutesica y en cambio se me iba el diacutea cabeceando por una somnolencia sonsa que no serviacutea para dormir

El alivio me cayoacute del cielo En la atestada goacutendola de Loma Fresca una vecina de asiento que no habiacutea visto subir me susurroacute al oiacutedo iquestTodaviacutea tiras Era Casilda Armenia un viejo amor de a tres por cinco que me habiacutea soportado como cliente asiduo desde que era una adolescente altiva Una vez retirada medio enferma y sin un clavo se habiacutea casado con un hortelano chino que le dio nombre y apoyo y quizaacutes un poco de amor A los setenta y tres antildeos teniacutea el peso de siempre seguiacutea bella y de caraacutecter fuerte y conservaba intacto el desparpajo del oficio

Me llevoacute a su casa una huerta de chinos en una colina de la carretera al mar Nos sentamos en las sillas de playa de la terraza umbriacutea entre helechos y frondas de astromelias y jaulas de paacutejaros colgadas en el alero En la falda de la colina se veiacutean los hortelanos chinos con sombreros de cono sembrando las hortalizas bajo el sol abrasante y el pieacutelago gris de las Bocas de Ceniza con los dos tajamares de rocas que canalizan el riacuteo varias leguas en el mar Mientras conversaacutebamos vimos entrar un trasatlaacutentico blanco por la desembocadura y lo seguimos callados hasta oiacuter su bramido de toro luacutegubre en el puerto fluvial Ella suspiroacute iquestTe das cuenta En maacutes de medio siglo es la primera vez que no te recibo la visita en la cama Ya somos otros dije Ella prosiguioacute sin oiacuterme Cada vez que dicen cosas de ti en el radio que te elogian por el carintildeo que te tiene la gente y te llaman maestro del amor imagiacutenate pienso que nadie te conocioacute tus gracias y tus mantildeas tan bien como yo En serio dijo nadie hubiera podido soportarte mejor

No resistiacute maacutes Ella lo sintioacute vio mis ojos huacutemedos de laacutegrimas y soacutelo entonces debioacute descubrir que ya no era el que fui y le sostuve la mirada con un valor del que

Memorias de mis putas tristes 41 ______________________________________________________________________________________nunca me creiacute capaz Es que me estoy volviendo viejo le dijeYa lo estamos suspiroacute ella Lo que pasa es que uno no lo siente por dentro pero desde fuera todo el mundo lo ve

Era imposible no abrirle el corazoacuten asiacute que le conteacute la historia completa que me ardiacutea en las entrantildeas desde mi primera llamada a Rosa Cabarcas la viacutespera de mis noventa antildeos hasta la noche traacutegica en que hice antildeicos el cuarto y no regreseacute maacutes Ella me oyoacute el desahogo como si estuviera vivieacutendolo lo rumioacute muy despacio y por fin sonrioacute

-Haz lo que quieras pero no pierdas a esa criatura -me dijo- No hay peor desgracia que morir solo

Fuimos a Puerto Colombia en el trenecito de juguete tan despacioso como un caballo Almorzamos frente al muelle de maderas carcomidas por donde habiacutea entrado el mundo entero al paiacutes antes que se dragaran las Bocas de Ceniza Nos sentamos bajo un cobertizo de palma donde las grandes matronas negras serviacutean pargos fritos con arroz de coco y tajadas de plaacutetano verde Dormitamos en el sopor denso de las dos y seguimos conversando hasta que se hundioacute en el mar el inmenso sol de candela La realidad me pareciacutea fantaacutestica Mira adonde ha venido a dar nuestra luna de miel se burloacute ella Pero prosiguioacute en serio Hoy miro para atraacutes veo la fila de miles de hombres que pasaron por mis camas y dariacutea el alma por haberme quedado aunque fuera con el peor Gracias a Dios encontreacute mi chino a tiempo Es como estar casada con el dedo mentildeique pero es soacutelo miacuteo

Me miroacute a los ojos midioacute mi reaccioacuten a lo que acababa de contarme y me dijo Asiacute que vete a buscar ahora mismo a esa pobre criatura aunque sea verdad lo que te dicen los celos sea como sea que lo bailado no te lo quita nadie Pero eso siacute sin romanticismos de abuelo Despieacutertala tiacuteratela hasta por las orejas con esa pinga de burro con que te premioacute el diablo por tu cobardiacutea y tu mezquindad En serio terminoacute con el alma no te vayas a morir sin probar la maravilla de tirar con amor

El pulso me temblaba al diacutea siguiente cuando marqueacute el nuacutemero del teleacutefono Tanto por la tensioacuten del reencuentro con Delgadina como por la incertidumbre de la forma en que Rosa Cabarcas me respondiera Habiacuteamos tenido una disputa seria por el abuso con que tasoacute los destrozos que hice en su cuarto Tuve que vender uno de los cuadros maacutes amados de mi madre cuyo valor se calculaba en una fortuna pero a la hora de la verdad no llegoacute a un deacutecimo de mis ilusiones

Aumenteacute la suma con el resto de mis ahorros y se la lleveacute a Rosa Cabarcas con una consigna inapelable Lo tomas o lo dejas Fue un acto suicida porque soacutelo con vender uno de mis secretos ella habriacutea aniquilado mi buen nombre Pero no respingoacute sino que se quedoacute con los cuadros que habiacutea tomado en prenda la noche del pleito Fui el perdedor absoluto en una sola jugada me quedeacute sin Delgadina sin Rosa Cabarcas y sin mis uacuteltimos ahorros Sin embargo oiacute el timbre del teleacutefono una vez dos veces tres y por fin ella iquestA ver No me salioacute la voz Colgueacute Me echeacute en la hamaca tratando de serenarme con la liacuterica asceacutetica de Satie y sudeacute tanto que el lienzo quedoacute empapado Hasta el diacutea siguiente no tuve el valor de llamar

-Bueno mujer -dije con voz firme- Hoy siacute

Memorias de mis putas tristes 42 ______________________________________________________________________________________Rosa Cabarcas coacutemo no estaba maacutes allaacute de todo Ay mi sabio triste suspiroacute con su aacutenimo invencible te pierdes dos meses y soacutelo vuelves para pedir ilusiones Me contoacute que no habiacutea visto a Delgadina desde haciacutea maacutes de un mes que pareciacutea tan repuesta del susto de mis estropicios que ni siquiera habloacute de ellos ni preguntoacute por miacute y estaba muy contenta en un nuevo empleo maacutes coacutemodo y mejor pagado que coser botones Una oleada de fuego vivo me quemoacute las entrantildeas Soacutelo puede ser de puta dije Rosa me replicoacute sin pestantildeear No seas bruto si asiacute fuera estariacutea aquiacute iquestO doacutende podriacutea estar mejor La rapidez de su loacutegica me agravoacute la duda iquestY coacutemo seacute que no estaacute ahiacute En ese caso replicoacute ella lo que maacutes te conviene es no saberlo iquestO no Una vez maacutes la odieacute Ella a prueba de erosiones prometioacute rastrear a la nintildea Sin muchas esperanzas porque el teleacutefono de la vecina donde la llamaba seguiacutea cortado y no teniacutea la menor idea de doacutende viviacutea Pero no era para echarse a morir queacute carajo dijo te llamo en una hora

Fue una hora de tres diacuteas pero encontroacute a la nintildea disponible y sana Volviacute avergonzado y la beseacute palmo a palmo como penitencia desde las doce de la noche hasta que cantaron los gallos Un perdoacuten largo que me prometiacute seguir repitiendo para siempre y fue como empezar otra vez por el principio El cuarto habiacutea sido desmantelado y el mal uso habiacutea acabado con todo lo que yo habiacutea puesto Ella lo habiacutea dejado asiacute y me dijo que cualquier mejora teniacutea que hacerla yo por lo que estaba debieacutendole Sin embargo mi situacioacuten econoacutemica tocaba fondo El dinero de las jubilaciones alcanzaba cada vez para menos Las pocas cosas vendibles que quedaban en la casa -salvo las joyas sagradas de mi madre- careciacutean de valor comercial y nada era bastante viejo para ser antiguo En tiempos mejores el gobernador me habiacutea hecho la oferta tentadora de comprarme en bloque los libros de los claacutesicos griegos latinos y espantildeoles para la Biblioteca Departamental pero no tuve corazoacuten para venderlos Despueacutes con los cambios poliacuteticos y el deterioro del mundo nadie del gobierno pensaba en las artes ni las letras Cansado de buscar una solucioacuten decente me echeacute al bolsillo las joyas que Delgadina me habiacutea devuelto y me fui a empentildearlas en un callejoacuten siniestro que conduciacutea al mercado puacuteblico Con aires de sabio distraiacutedo recorriacute varias veces aquel tugurio atiborrado de cantinas de mala muerte libreriacuteas de viejo y casas de empentildeo pero la dignidad de Florina de Dios me cerroacute el paso no me atreviacute Entonces decidiacute venderlas con la frente en alto a la joyeriacutea maacutes antigua y acreditada

El dependiente me hizo algunas preguntas mientras examinaba las joyas con su monoacuteculo Teniacutea la conducta el estilo y el pavor de un meacutedico Le expliqueacute que eran joyas heredadas de mi madre El aprobaba con un gruntildeido cada una de mis explicaciones y por fin se quitoacute el monoacuteculo

-Lo siento -dijo- pero son culos de botellas

Ante mi sorpresa me explicoacute con una suave conmiseracioacuten Menos mal que el oro es oro y el platino es platino Me toqueacute el bolsillo para asegurarme de que llevaba las facturas de compra y dije sin resabios

-Pues fueron compradas en esta noble casa hace maacutes de cien antildeos

El no se inmutoacute Suele suceder dijo que en las joyas hereditarias vayan desapareciendo las piedras maacutes valiosas con el paso del tiempo sustituidas por diacutescolos de la familia o por joyeros bandidos y soacutelo cuando alguien trata de

Memorias de mis putas tristes 43 ______________________________________________________________________________________venderlas se descubre el fraude Pero permiacutetame un segundo dijo y se llevoacute las joyas por la puerta del fondo Al cabo de un momento regresoacute y sin explicacioacuten alguna me indicoacute que me sentara en la silla de espera y siguioacute trabajando

Examineacute la tienda Habiacutea ido con mi madre varias veces y recordaba una frase recurrente No se lo digas a tu papaacute De pronto se me ocurrioacute una idea que me crispoacute iquestno seriacutea que Rosa Cabarcas y Delgadina de comuacuten acuerdo habiacutean vendido las piedras legiacutetimas y me devolvieron las joyas con las piedras falsas

Estaba ardiendo en dudas cuando una secretaria me invitoacute a seguirla por la misma puerta del fondo hasta una oficina pequentildea con una larga estanteriacutea de gruesos voluacutemenes Un beduino colosal se levantoacute en el escritorio del fondo y me estrechoacute la mano tuteaacutendome con una efusioacuten de viejo amigo Hicimos juntos el bachillerato me dijo a modo de saludo Me fue faacutecil recordarlo era el mejor futbolista de la escuela y campeoacuten de nuestros primeros burdeles Habiacutea dejado de verlo en alguacuten momento incierto y debioacute verme tan decreacutepito que me confundioacute con un condisciacutepulo de su infancia

Sobre el cristal del escritorio teniacutea abierto uno de los mamotretos del archivo donde estaba la memoria de las joyas de mi madre Una relacioacuten exacta con fechas y detalles de que ella en persona habiacutea hecho cambiar las piedras de dos generaciones de hermosas y dignas Cargamantos y habiacutea vendido las legiacutetimas a la misma tienda Esto habiacutea ocurrido cuando el padre del propietario actual estaba al frente de la joyeriacutea y eacutel y yo en la escuela Pero eacutel mismo me tranquilizoacute aquellas triquintildeuelas eran de uso corriente entre las grandes familias en desgracia para resolver urgencias de plata sin sacrificar el honor Ante la realidad cruda preferiacute conservarlas como recuerdo de otra Florina de Dios que nunca conociacute

A principios de julio sentiacute la distancia real de la muerte Mi corazoacuten perdioacute el paso y empeceacute a ver y sentir por todos lados los presagios inequiacutevocos del final El maacutes niacutetido fue en el concierto de Bellas Artes El aire acondicionado habiacutea fallado y la flor y nata de las artes y las letras se cocinaban al bantildeomariacutea en el saloacuten abarrotado pero la magia de la muacutesica era un clima celestial Al final con el Allegretto poco mosso me estremecioacute la revelacioacuten deslumbrante de que estaba escuchando el uacuteltimo concierto que me deparaba el destino antes de morir No sentiacute dolor ni miedo sino la emocioacuten arrasadora de haber alcanzado a vivirlo

Cuando por fin logreacute abrirme camino empapado de sudor a traveacutes de los abrazos y las fotos me encontreacute de manos a boca con Ximena Ortiz como una diosa de cien antildeos en la silla de ruedas Su sola presencia se me imponiacutea como un pecado mortal Teniacutea una tuacutenica de seda color marfil tan tersa como su piel un hilo de perlas legiacutetimas de tres vueltas el cabello color de naacutecar cortado a la moda de los veintes con una punta de ala de gaviota en la mejilla y los grandes ojos amarillos iluminados por la sombra natural de las ojeras Todo en ella contradeciacutea el rumor de que su mente estaba quedaacutendose en blanco por la erosioacuten irredimible de la memoria Petrificado y sin recursos frente a ella me sobrepuse al vaho de fuego que me subioacute a la cara y la saludeacute en silencio con una venia versallesca Ella sonrioacute como una reina y me agarroacute la mano Entonces me di cuenta de que tambieacuten aquello era una coartada del destino y no la perdiacute para sacarme una espina que me estorbaba desde siempre He sontildeado durante antildeos con este momento le dije Ella no parecioacute

Memorias de mis putas tristes 44 ______________________________________________________________________________________entender iexclNo me digas dijo iquestY tuacute quieacuten eres No supe nunca si en verdad lo habiacutea olvidado o si fue la venganza final de su vida

La certidumbre de ser mortal en cambio me habiacutea sorprendido poco antes de los cincuenta antildeos en una ocasioacuten como aqueacutella una noche de carnaval en que bailaba un tango apache con una mujer fenomenal a la que nunca le vi la cara maacutes corpulenta que yo como por cuarenta libras y maacutes alta como de dos palmos que sin embargo se dejaba llevar como una pluma al viento Bailaacutebamos tan apretados que sentiacutea circular su sangre por las venas y me hallaba como adormecido de gusto con su resuello trabajoso su grajo de amoniacuteaco sus tetas de astroacutenoma cuando me sacudioacute por la primera vez y casi me derriboacute por tierra el freacutemito de la muerte Fue como un oraacuteculo brutal en el oiacutedo Hagas lo que hagas en este antildeo o dentro de ciento estaraacutes muerto hasta jamaacutes Ella se separoacute asustada iquestQueacute le pasa Nada le dije tratando de sujetarme el corazoacuten

-Tiemblo por usted

Desde entonces empeceacute a medir la vida no por antildeos sino por deacutecadas La de los cincuenta habiacutea sido decisiva porque tomeacute conciencia de que casi todo el mundo era menor que yo La de los sesenta fue la maacutes intensa por la sospecha de que ya no me quedaba tiempo para equivocarme La de los setenta fue temible por una cierta posibilidad de que fuera la uacuteltima No obstante cuando desperteacute vivo la primera mantildeana de mis noventa antildeos en la cama feliz de Delgadina se me atravesoacute la idea complaciente de que la vida no fuera algo que transcurre como el riacuteo revuelto de Heraacuteclito sino una ocasioacuten uacutenica de voltearse en la parrilla y seguir asaacutendose del otro costado por noventa antildeos maacutes

Me volviacute de laacutegrima faacutecil Cualquier sentimiento que tuviera algo que ver con la ternura me causaba un nudo en la garganta que no siempre lograba dominar y penseacute en renunciar al placer solitario de velar el suentildeo de Delgadina no tanto por la incertidumbre de mi muerte como por el dolor de imaginarla sin miacute en el resto de su vida Uno de aquellos diacuteas inciertos fui a dar por distraccioacuten a la muy noble calle de los Notarios y me sorprendioacute no encontrar nada maacutes que los escombros del viejo hotel de lance donde fui iniciado por la fuerza en las artes del amor poco antes de mis doce antildeos Habiacutea sido una mansioacuten de antiguos navieros espleacutendida como pocas en la ciudad con columnas enchapadas de alabastro y frisos de oropeles alrededor de un patio interior con una cuacutepula de cristales de siete colores que irradiaba un resplandor de invernadero En la planta baja con un portal goacutetico sobre la calle estuvieron por maacutes de un siglo las notariacuteas coloniales en las que trabajoacute prosperoacute y se arruinoacute mi padre en toda una vida de suentildeos fantaacutesticos Las familias histoacutericas abandonaron poco a poco los pisos superiores que terminaron ocupados por una legioacuten de nocheras en desgracia que subiacutean y bajaban hasta el amanecer con los clientes atrapados por un peso y medio en las cantinas del cercano puerto fluvial

A mis doce antildeos todaviacutea con mis pantalones cortos y mis botitas de la escuela primaria no pude resistir la tentacioacuten de conocer los pisos superiores mientras mi padre se debatiacutea en una de sus reuniones interminables y me encontreacute con un espectaacuteculo celestial Las mujeres que malvendiacutean sus cuerpos hasta el amanecer se moviacutean por la casa desde las once de la mantildeana cuando ya la caniacutecula del vitral era insoportable y teniacutean que hacer su vida domeacutestica caminando en pelotas por

JUAN CARLOS 161104
caniacutecula (Del lat canicŭla) f Periacuteodo del antildeo en que es maacutes fuerte el calor || 2 Astr Tiempo del nacimiento heliacuteaco de Sirio que antiguamente coincidiacutea con la eacutepoca maacutes calurosa del antildeo pero que hoy no se verifica hasta fines de agosto13
JUAN CARLOS 161104
freacutemito (Del lat fremĭtus) m bramido

Memorias de mis putas tristes 45 ______________________________________________________________________________________toda la casa mientras comentaban a gritos sus aventuras de la noche Me quedeacute aterrorizado Lo uacutenico que se me ocurrioacute fue escapar por donde habiacutea llegado cuando una de las desnudas de carnes macizas olorosas a jaboacuten de monte me abrazoacute por la espalda y me llevoacute en vilo hasta su cubiacuteculo de cartoacuten sin que yo pudiera verla en medio de la griteriacutea y los aplausos de las inquilinas en cueros Me tiroacute bocarriba en su cama para cuatro me quitoacute los pantalones con una maniobra maestra y se acaballoacute sobre miacute pero el terror helado que me empapaba el cuerpo me impidioacute recibirla como un hombre Aquella noche desvelado en la cama de mi casa por la verguumlenza del asalto no pude dormir maacutes de una hora con las ansias de volver a verla Pero la mantildeana siguiente mientras los trasnochados dormiacutean subiacute temblando hasta su cubiacuteculo y la desperteacute llorando a gritos con un amor enloquecido que duroacute hasta que se lo llevoacute sin misericordia el ventarroacuten de la vida real Se llamaba Castorina y era la reina de la casa

Los cubiacuteculos del hotel costaban un peso para los amores de paso pero muy pocos sabiacuteamos que costaban lo mismo hasta por veinticuatro horas Ademaacutes Castorina me introdujo en su mundo de mala muerte donde invitaban a los clientes pobres a sus desayunos de gala le prestaban el jaboacuten les atendiacutean los dolores de muela y en casos de urgencia mayor les daban un amor de caridad

Pero en las tardes de la uacuteltima vejez se acordaba de la inmortal Castorina muerta quien sabiacutea cuando que habiacutea sucedido desde las esquinas miserables del muelle fluvial hasta el trono sagrado de mamasanta mayor con un parche de pirata en el ojo perdido en el pleito de cantina Su uacuteltimo machucante de planta un negro feliz de Camaguumley a quien llamaba Jonaacutes el Galeote habiacutea sido un trompetista de los grandes en La Habana hasta que perdioacute la sonrisa completa en una cataacutestrofe de trenes

Al salir de aquella visita amarga sentiacute una punzada en el corazoacuten que no habiacutea logrado aliviar en tres diacuteas con toda clase de poacutecimas caseras El meacutedico al que acudiacute de urgencia miembro de una estirpe de insignes era nieto del que me vio a mis cuarenta y dos antildeos y me asustoacute que pareciera el mismo pues estaba tan envejecido como su abuelo a los setenta por una calvicie prematura unos lentes de miope sin regreso y una tristeza inconsolable Me hizo un examen minucioso de cuerpo entero con una concentracioacuten de orfebre Me auscultoacute el pecho y la espalda y me revisoacute la presioacuten arterial los reflejos de la rodilla el fondo del ojo el color del paacuterpado inferior En las pausas mientras yo cambiaba de posicioacuten en la mesa de reconocimiento me haciacutea preguntas tan vagas y raacutepidas que apenas si me daban tiempo de pensar las respuestas Al cabo de una hora me miroacute con una sonrisa feliz Bueno dijo creo que no tengo nada que hacer por usted iquestQueacute quiere decir Que su estado es el mejor posible a su edad Queacute curioso le dije lo mismo me dijo su abuelo cuando yo teniacutea cuarenta y dos antildeos como si el tiempo no pasara Siempre encontraraacute uno que se lo diga dijo porque siempre tendraacute una edad Yo provocaacutendolo para una sentencia aterradora le dije La uacutenica definitiva es la muerte Siacute dijo eacutel pero no es faacutecil llegar a ella en tan buen estado como usted Siento de veras no poder complacerlo

Eran recuerdos nobles pero la viacutespera del 29 de agosto sentiacute el peso inmenso del siglo que me esperaba impasible cuando subiacute con pasos de hierro las escaleras de mi casa Entonces volviacute a ver una vez maacutes a Florina de Dios mi madre en mi cama que habiacutea sido la suya hasta su muerte y me hizo la misma bendicioacuten de la uacuteltima

Memorias de mis putas tristes 46 ______________________________________________________________________________________vez que la vi dos horas antes de morir Trastornado por la conmocioacuten lo entendiacute como el anuncio final y llameacute a Rosa Cabarcas para que me llevara a mi nintildea aquella misma noche en previsioacuten de que no se cumpliera mi ilusioacuten de sobrevivir hasta el uacuteltimo aliento de mis noventa antildeos Volviacute a llamarla a las ocho y una vez maacutes repitioacute que no era posible Tiene que serlo a cualquier precio le griteacute aterrorizado Colgoacute sin despedirse pero quince minutos despueacutes volvioacute a llamar

-Bueno aquiacute la tienes

Llegueacute a las diez y veinte de la noche y le di a Rosa Cabarcas las uacuteltimas cartas de mi vida con mis disposiciones sobre la nintildea despueacutes de mi final terrible Ella pensoacute que me habiacutea impresionado con el acuchillado y me dijo con aires de burla Si te vas a morir que no sea aquiacute imagiacutenate Pero yo le dije Di que me atropello el tren de Puerto Colombia ese pobre cacharro de laacutestima incapaz de matar a nadie

Preparado para todo aquella noche me acosteacute bocarriba a la espera del dolor final en el primer instante de mis noventa y un antildeos Oiacute campanas distantes sentiacute la fragancia del alma de Delgadina dormida de costado oiacute un grito en el horizonte sollozos de alguien que quizaacutes habiacutea muerto un siglo antes en la alcoba Entonces apagueacute la luz con el uacuteltimo aliento entrelaceacute mis dedos con los suyos para llevaacutermela de la mano y conteacute las doce campanadas de las doce con mis doce laacutegrimas finales hasta que empezaron a cantar los gallos y enseguida las campanas de gloria los cohetes de fiesta que celebraban el juacutebilo de haber sobrevivido sano y salvo a mis noventa antildeos

Mis primeras palabras fueron para Rosa Cabarcas Te compro la casa toda con la tienda y el huerto Ella me dijo Hagamos una apuesta de viejos el que se muera primero se queda con todo lo del otro firmado ante notario No porque si yo me muero todo deberiacutea ser para ella Es igual dijo Rosa Cabarcas yo me hago cargo de la nintildea y despueacutes le dejo todo lo tuyo y lo miacuteo no tengo a nadie maacutes en este mundo Mientras tanto remodelamos tu cuarto con buenos servicios aire acondicionado y tus libros y tu muacutesica

-iquestCrees que ella estaraacute de acuerdo

-Ay mi sabio triste estaacute bien que esteacutes viejo pero no pendejo -dijo Rosa Cabarcas muerta de risa- Esa pobre criatura estaacute lela de amor por ti

Saliacute a la calle radiante y por primera vez me reconociacute a miacute mismo en el horizonte remoto de mi primer siglo Mi casa callada y en orden a las seis y cuarto empezaba a gozar los colores de una aurora feliz Damiana cantaba a toda voz en la cocina y el gato redivivo enroscoacute la cola en mis tobillos y siguioacute caminando conmigo hasta mi mesa de escribir Estaba ordenando mis papeles marchitos el tintero la pluma de ganso cuando el sol estalloacute entre los almendros del parque y el buque fluvial del correo retrasado una semana por la sequiacutea entroacute bramando en el canal del puerto Era por fin la vida real con mi corazoacuten a salvo y condenado a morir de buen amor en la agoniacutea feliz de cualquier diacutea despueacutes de mis cien antildeos

Mayo de 2004

Page 28: · Web viewVivo en una casa colonial en la acera de sol del parque de San Nicolás, donde he pasado todos los días de mi vida sin mujer ni fortuna, donde vivieron y murieron mis padres,

Memorias de mis putas tristes 28 ______________________________________________________________________________________estudiantil con piedras y botellas tuve que sacar fuerzas de flaqueza para no ponerme al frente con un letrero que consagrara mi verdad Estoy loco de amor

Obnubilado por la evocacioacuten inclemente de Delgadina dormida cambieacute sin la menor malicia el espiacuteritu de mis notas dominicales Fuera cual fuera el asunto las escribiacutea para ella las reiacutea y las lloraba para ella y en cada palabra se me iba la vida En lugar de la foacutermula de gacetilla tradicional que tuvieron desde siempre las escribiacute como cartas de amor que cada quien podiacutea hacer suyas Propuse en el perioacutedico que el texto no se alzara en linotipo sino que fuera publicado con mi caligrafiacutea florentina Al jefe de redaccioacuten coacutemo no le parecioacute otro acceso de vanidad senil pero el director general lo convencioacute con una frase que todaviacutea anda suelta por la redaccioacuten

-No se equivoque los loquitos mansos se adelantan al porvenir

La respuesta puacuteblica fue inmediata y entusiasta con numerosas cartas de lectores enamorados Algunas las leiacutean en los noticieros de radio con urgencias de uacuteltima hora y se hicieron copias en mimeoacutegrafos o papel carboacuten que vendiacutean como cigarrillos de contrabando en las esquinas de la calle San Blas Desde el principio fue evidente que obedeciacutean a las ansias de expresarme pero me hice a la costumbre de tomarlas en cuenta al escribir y siempre con la voz de un hombre de noventa antildeos que no aprendioacute a pensar como viejo La comunidad intelectual como de soacutelito se mostroacute timorata y dividida y hasta los grafoacutelogos menos pensados montaron controversias por los anaacutelisis erraacuteticos de mi caligrafiacutea Fueron ellos los que dividieron los aacutenimos recalentaron la poleacutemica y pusieron de moda la nostalgia

Antes del fin del antildeo me habiacutea arreglado con Rosa Cabarcas para dejar en el cuarto el abanico eleacutectrico los recursos del tocador y lo que siguiera llevando en el futuro para hacerlo vivible Llegaba a las diez siempre con algo nuevo para ella o para gusto de ambos y dedicaba unos minutos a sacar la utileriacutea escondida para armar el teatro de nuestras noches Antes de irme nunca maacutes tarde de las cinco volviacutea a asegurar todo bajo llave La alcoba quedaba entonces tan escuaacutelida como fue en sus oriacutegenes para los amores tristes de los clientes casuales Una mantildeana oiacute que Marcos Peacuterez la voz maacutes escuchada de la radio desde el amanecer habiacutea decidido leer mi nota dominical en su noticiero de los lunes Cuando pude reprimir la naacuteusea dije sobrecogido Ya lo sabes Delgadina la fama es una sentildeora muy gorda que no duerme con uno pero cuando uno despierta estaacute siempre miraacutendonos frente a la cama

Uno de esos diacuteas me quedeacute a desayunar con Rosa Cabarcas que empezaba a parecerme menos decreacutepita a pesar del luto severo y del bonete negro que ya le tapaba las cejas Sus desayunos teniacutean fama de espleacutendidos con una carga de pimienta que me haciacutea llorar Al primer bocado de fuego vivo le dije bantildeado en laacutegrimas Esta noche no me haraacute falta la luna llena para que me arda el culo No te quejes dijo ella Si te arde es porque todaviacutea lo tienes a Dios gracias

Se sorprendioacute cuando mencioneacute el nombre de Delgadina No se llama asiacute dijo se llama No me lo digas la interrumpiacute para miacute es Delgadina Ella se encogioacute de hombros Bueno al fin y al cabo es tuya pero me parece un nombre de diureacutetico Le conteacute lo del letrero del tigre que la nintildea habiacutea escrito en el espejo No pudo ser ella

JUAN CARLOS 161104
timorato ta (Del lat timorātus) adj Tiacutemido indeciso encogido || 2 Dicho de una persona Que se escandaliza con exageracioacuten de cosas que no le parecen conformes a la moral convencional || 3 Que tiene temor de Dios y se gobierna por eacutel en sus operaciones
JUAN CARLOS 161104
obnubilar (Del lat obnubilāre) tr nublar (ǁ ofuscar o confundir) U t c prnl || 2 embelesar U t c prnl || 3 nublar (ǁ enturbiar la visioacuten) U t c prnl

Memorias de mis putas tristes 29 ______________________________________________________________________________________dijo Rosa porque no sabe leer ni escribir iquestEntonces quieacuten Ella se encogioacute de hombros Puede ser de alguien que se murioacute en el cuarto

Yo aprovechaba aquellos desayunos para desahogarme con Rosa Cabarcas y le pediacutea favores miacutenimos para el bienestar y el buen ver de Delgadina Me los concediacutea sin pensarlo con una picardiacutea de colegiala iexclQueacute risa me dijo por aquellos diacuteas Me siento como si me estuvieras pidiendo su mano Y a propoacutesito se le ocurrioacute iquestpor queacute no te casas con ella Me quedeacute de una pieza En serio insistioacute te sale maacutes barato Al fin y al cabo el problema a tu edad es servir o no servir pero ya me dijiste que lo tienes resuelto Le saliacute al paso El sexo es el consuelo que uno tiene cuando no le alcanza el amor

Ella soltoacute la risa Ay mi sabio siempre supe que eres muy hombre que siempre lo fuiste y me alegra que lo sigas siendo mientras tus enemigos entregan las armas Con razoacuten se habla tanto de ti iquestOiacuteste a Marcos Peacuterez Todo el mundo lo oye le dije para cortar el tema Pero ella insistioacute Tambieacuten el profesor Camacho y Cano en La hora de todo un poco dijo ayer que el mundo ya no es lo que era porque no quedan muchos hombres como tuacute

Aquel fin de semana encontreacute a Delgadina con fiebre y tos Desperteacute a Rosa Cabarcas para que me diera alguacuten remedio casero y me llevoacute al cuarto un botiquiacuten de primeros auxilios Dos diacuteas despueacutes Delgadina seguiacutea postrada y no habiacutea podido volver a su rutina de pegar botones El meacutedico le habiacutea prescrito un tratamiento casero para una gripa comuacuten que cederiacutea en una semana pero se alarmoacute por su estado general de desnutricioacuten Dejeacute de verla y sentiacute que me haciacutea falta y aprovecheacute para arreglar el cuarto sin ella

Lleveacute tambieacuten un dibujo a pluma de Cecilia Porras para Todos estaacutebamos a la espera el libro de cuentos de Alvaro Cepeda Lleveacute los seis tomos de Juan Cristoacutebal de Romain Rolland para pastorear mis vigilias De modo que cuando Delgadina pudo volver a la habitacioacuten la encontroacute digna de una felicidad sedentaria el aire purificado con un insecticida aromaacutetico paredes color de rosa laacutemparas matizadas flores nuevas en los floreros mis libros favoritos los buenos cuadros de mi madre colgados de otro modo seguacuten los gustos de hoy Habiacutea cambiado el viejo radio por uno de onda corta que manteniacutea sintonizado en un programa de muacutesica culta para que Delgadina aprendiera a dormir con los cuartetos de Mozart pero una noche lo encontreacute en una estacioacuten especializada en boleros de moda Era el gusto de ella sin duda y lo asumiacute sin dolor pues tambieacuten yo lo habiacutea cultivado con el corazoacuten en mis mejores diacuteas Antes de volver a casa al diacutea siguiente escribiacute en el espejo con el laacutepiz de labios Nintildea miacutea estamos solos en el mundo

Por esa eacutepoca tuve la rara impresioacuten de que se estaba volviendo mayor antes de tiempo Se lo comenteacute a Rosa Cabarcas y a ella le parecioacute natural Cumple quince antildeos el cinco de diciembre me dijo Una Sagitario perfecta Me inquietoacute que fuera tan real como para cumplir antildeos iquestQueacute podriacutea regalarle Una bicicleta dijo Rosa Cabarcas Tiene que atravesar la ciudad dos veces al diacutea para ir a pegar botones Me mostroacute en la trastienda la bicicleta que usaba y de verdad me parecioacute un cacharro indigno de una mujer tan bien amada Sin embargo me conmovioacute como la prueba tangible de que Delgadina existiacutea en la vida real

Memorias de mis putas tristes 30 ______________________________________________________________________________________Cuando fui a comprar la mejor bicicleta para ella no pude resistir la tentacioacuten de probarla y di algunas vueltas casuales en la rampa del almaceacuten Al vendedor que me preguntoacute la edad le contesteacute con la coqueteriacutea de la vejez Voy a cumplir noventa y uno El empleado dijo justo lo que yo queriacutea Pues representa veinte menos Yo mismo no entendiacutea coacutemo conservaba la praacutectica del colegio y me sentiacute colmado por un gozo radiante Empeceacute a cantar Primero para miacute mismo en voz baja y despueacutes a todo pecho con iacutenfulas del gran Caruso por entre los bazares abigarrados y el traacutefico demente del mercado puacuteblico La gente me miraba divertida me gritaban me incitaban a participar en la Vuelta a Colombia en silla de ruedas Yo les haciacutea con la mano un saludo de navegante feliz sin interrumpir la cancioacuten Esa semana en homenaje a Diciembre escribiacute otra nota atrevida Coacutemo ser feliz en bicicleta a los noventa antildeos

La noche de su cumpleantildeos le canteacute a Delgadina la cancioacuten completa y la beseacute por todo el cuerpo hasta quedarme sin aliento la espina dorsal veacutertebra por veacutertebra hasta las nalgas laacutenguidas el costado del lunar el de su corazoacuten inagotable A medida que la besaba aumentaba el calor de su cuerpo y exhalaba una fragancia montuna Ella me respondioacute con vibraciones nuevas en cada pulgada de su piel y en cada una encontreacute un calor distinto un sabor propio un gemido nuevo y toda ella resonoacute por dentro con un arpegio y sus pezones se abrieron en flor sin tocarlos Empezaba a adormecerme en la madrugada cuando sentiacute como un rumor de muchedumbres en el mar y un paacutenico de los aacuterboles que me atravesaron el corazoacuten Entonces fui al bantildeo y escribiacute en el espejo Delgadina de mi vida llegaron las brisas de Navidad Uno de mis recuerdos maacutes felices fue un trastorno que sentiacute una mantildeana como aqueacutella al salir de la escuela iquestQueacute me pasa La maestra me dijo alelada Ay nintildeo iquestno ves que son las brisas Ochenta antildeos despueacutes volviacute a sentirlo cuando me desperteacute en la cama de Delgadina y era el mismo diciembre que volviacutea puntual con sus cielos diaacutefanos las tormentas de arena los torbellinos callejeros que Desentechaban casas y les alzaban las faldas a las colegialas La ciudad adquiriacutea por entonces una resonancia fantasmal En noches de brisa podiacutean escucharse los gritos del mercado puacuteblico hasta en los barrios maacutes altos como si estuvieran a la vuelta de la esquina No era raro entonces que las raacutefagas de diciembre nos permitieran encontrar por sus voces a los amigos desperdigados en burdeles remotos

Sin embargo tambieacuten con las brisas me llegoacute la mala noticia de que Delgadina no podiacutea pasar las navidades conmigo sino con su familia Si algo detesto en este mundo son las fiestas obligatorias en que la gente llora porque estaacute alegre los fuegos de artificio los villancicos lelos las guirnaldas de papel crespoacuten que nada tienen que ver con un nintildeo que nacioacute hace dos mil quinientos antildeos en una caballeriza indigente Sin embargo cuando llegoacute la noche no pude resistir la nostalgia y me fui al cuarto sin ella Dormiacute bien y desperteacute junto a un oso de peluche que caminaba en dos patas como si fuera polar y una tarjeta que deciacutea Para el papaacute feo Rosa Cabarcas me habiacutea dicho que Delgadina estaba aprendiendo a leer con mis clases escritas en el espejo y su buena letra me parecioacute admirable Pero ella misma me defraudoacute con la noticia peor de que el oso era un regalo suyo asiacute que la noche de Antildeo Nuevo me quedeacute en mi casa y en mi cama desde las ocho y me dormiacute sin amarguras Fui feliz porque al toque de las doce entre los repiques furiosos de las campanas las sirenas de faacutebricas y bomberos los lamentos de los

JUAN CARLOS 161104
abigarrado da (Del part de abigarrar) adj De varios colores mal combinados || 2 Heterogeacuteneo reunido sin concierto Un extrantildeo y abigarrado libro Una multitud abigarrada 13

Memorias de mis putas tristes 31 ______________________________________________________________________________________buques las descargas de poacutelvora los cohetes sentiacute que Delgadina entroacute en punta de pies se acostoacute a mi lado y me dio un beso Tan real que me quedoacute en la boca su olor de regaliz

Memorias de mis putas tristes 32 ______________________________________________________________________________________

4A principios del nuevo antildeo empezaacutebamos a conocernos como si vivieacuteramos juntos y despiertos pues yo habiacutea encontrado un tono de voz cauteloso que ella oiacutea sin despertar y me contestaba con un lenguaje natural del cuerpo Sus estados de aacutenimo se le notaban en el modo de dormir De exhausta y montaraz que habiacutea sido al principio fue hacieacutendose a una paz interior que embelleciacutea su rostro y enriqueciacutea su suentildeo Le contaba mi vida le leiacutea al oiacutedo los borradores de mis notas dominicales en las que estaba ella sin decirlo y soacutelo ella

Por esa eacutepoca le dejeacute en la almohada unos zarcillos de esmeraldas que fueron de mi madre Los llevoacute puestos en la cita siguiente y no le luciacutean Le lleveacute despueacutes unos pendientes maacutes adecuados para el color de su piel Le expliqueacute Los primeros que te traje no te quedaban bien por tu tipo y el corte del cabello Estos te iraacuten mejor No llevoacute ninguno en las dos citas siguientes pero a la tercera se puso los que le habiacutea indicado Asiacute empeceacute a entender que no obedeciacutea a mis oacuterdenes pero aguardaba la ocasioacuten para complacerme Por esos diacuteas me sentiacute tan habituado a aquel geacutenero de vida domeacutestica que no seguiacute durmiendo desnudo sino que lleveacute las piyamas de seda china que habiacutea dejado de usar por no tener para quieacuten quitaacutermelas

Empeceacute a leerle El principito de Saint-Exupeacutery un autor franceacutes que el mundo entero admira maacutes que los franceses Fue el primero que la entretuvo sin despertarla hasta el punto de que tuve que ir dos diacuteas continuos para acabar de leeacuterselo Seguimos con los Cuentos de Perrault la Historia sagrada Las mil y una noches en una versioacuten desinfectada para nintildeos y por las diferencias entre uno y otro me di cuenta de que su suentildeo teniacutea diversos grados de profundidad seguacuten su intereacutes por las lecturas Cuando sentiacutea que habiacutea tocado fondo apagaba la luz y me dormiacutea abrazado a ella hasta que cantaban los gallos

Me sentiacutea tan feliz que la besaba en los paacuterpados muy suave y una noche ocurrioacute como una luz en el cielo sonrioacute por primera vez Maacutes tarde sin ninguacuten motivo se revolvioacute en la cama me dio la espalda y dijo disgustada Fue Isabel la que hizo llorar a los caracoles Exaltado por la ilusioacuten de un diaacutelogo le pregunteacute en el mismo tono iquestDe quieacuten eran No contestoacute Su voz teniacutea un rastro plebeyo como si no fuera suya sino de alguien ajeno que llevaba dentro Toda sombra de duda desaparecioacute entonces de mi alma la preferiacutea dormida

Mi uacutenico problema era el gato Estaba inapetente y hurantildeo y llevaba dos diacuteas sin levantar cabeza en su rincoacuten habitual y me tiroacute un zarpazo de fiera herida cuando

JUAN CARLOS 161104
zarcillo1 (Del lat circellus circulito) m Pendiente arete13
JUAN CARLOS 161104
montaraz (De monte y -araz) adj Que anda o estaacute hecho a andar por los montes o se ha criado en ellos || 2 Se dice del genio y propiedades agrestes groseras y feroces || 3 m Guarda de montes o heredades || 4 Sal Mayordomo de campo capataz que tiene a su cargo las labores y los ganados

Memorias de mis putas tristes 33 ______________________________________________________________________________________quise ponerlo en su canasto de mimbre para que Damiana lo llevara con el veterinario Apenas logroacute someterlo y se lo llevoacute pataleando dentro de un saco de fique Al cabo de un rato me llamoacute desde el criadero para decirme que no habiacutea maacutes remedio que sacrificarlo y necesitaban mi orden iquestPor queacute Porque ya estaacute muy viejo dijo Damiana Penseacute con rabia que a miacute tambieacuten podiacutean asarme vivo en un horno de gatos Me sentiacute inerme entre dos fuegos no habiacutea aprendido a querer el gato pero tampoco teniacutea corazoacuten para ordenar que lo mataran soacutelo porque era viejoiquestDoacutende lo deciacutea el manual

El incidente me conmocionoacute tanto que escribiacute una nota para el domingo con un tiacutetulo usurpado a Neruda iquestEs el gato un miacutenimo tigre de saloacuten La nota dio origen a una nueva campantildea que otra vez dividioacute a los lectores en favor y en contra de los gatos En cinco diacuteas prevalecioacute la tesis de que podiacutea ser liacutecito sacrificar un gato por razones de salud puacuteblica pero no porque estuviera viejo

Despueacutes de la muerte de mi madre me desvelaba el terror de que alguien me tocara mientras dormiacutea Una noche la sentiacute pero su voz me devolvioacute el sosiego Figlio mioacute poveretto Volviacute a sentirlo una madrugada en el cuarto de Delgadina y me retorciacute de gozo creyendo que ella me habiacutea tocado Pero no era Rosa Cabarcas en la oscuridad Viacutestete y ven conmigo me dijo tengo un problema serio

Asiacute era y maacutes serio de lo que pude imaginar A uno de los clientes grandes de la casa lo habiacutean asesinado a puntildealadas en el primer cuarto del pabelloacuten El asesino habiacutea escapado El cadaacutever enorme desnudo pero con los zapatos puestos teniacutea una palidez de pollo al vapor en la cama empapada de sangre Lo reconociacute de entrada era JMB un banquero grande famoso por su apostura su simpatiacutea y su buen vestir y sobre todo por la pulcritud de su hogar Teniacutea en el cuello dos heridas moradas como labios y una zanja en el vientre que no habiacutea acabado de sangrar Todaviacutea no empezaba el rigor Maacutes que sus heridas me impresionoacute que teniacutea un preservativo puesto y al parecer sin usar en el sexo desmirriado por la muerte

Rosa Cabarcas no sabiacutea con quieacuten iba porque tambieacuten eacutel teniacutea el privilegio de entrar por el portoacuten del huerto No se descartaba la sospecha de que su pareja fuera otro hombre Lo uacutenico que la duentildea queriacutea de miacute era que la ayudara a vestir el cadaacutever Estaba tan segura que me inquietoacute la idea de que la muerte fuera para ella un asunto de cocina No hay nada maacutes difiacutecil que vestir a un muerto le dije Lo he hecho a pasto de Dios replicoacute ella Es faacutecil si alguien me lo sostiene Le hice ver iquestTe imaginas quieacuten va a creer en un cuerpo tasajeado a cuchilladas dentro de un vestido intacto de caballero ingleacutes

Tembleacute por Delgadina Lo mejor seraacute que te la lleves tuacute me dijo Rosa Cabarcas Primero muerto le dije con la saliva helada Ella lo percibioacute y no pudo ocultar su desdeacuten iexclEstaacutes temblando Por ella dije aunque soacutelo era verdad a medias Aviacutesale que se vaya antes de que llegue nadie De acuerdo dijo ella aunque a ti como periodista no te pasaraacute nada Ni a ti tampoco le dije con cierto rencor Eres el uacutenico liberal que manda en este gobierno

La ciudad codiciada por su naturaleza paciacutefica y su seguridad congeacutenita arrastraba la desgracia de un asesinato escandaloso y atroz cada antildeo Aqueacutel no lo fue La noticia oficial en titulares excesivos y parca en detalles deciacutea que al joven banquero lo habiacutean asaltado y muerto a cuchilladas en la carretera de Pradomar por motivos

Memorias de mis putas tristes 34 ______________________________________________________________________________________incomprensibles No teniacutea enemigos El comunicado del gobierno sentildealaba como presuntos asesinos a refugiados del interior del paiacutes que estaban desatando una oleada de delincuencia comuacuten extrantildea al espiacuteritu ciacutevico de la poblacioacuten En las primeras horas hubo maacutes de cincuenta detenidos

Acudiacute escandalizado con el redactor judicial un periodista tiacutepico de los antildeos veinte con visera de celuloide verde y ligas en las mangas que presumiacutea de anticiparse a los hechos Sin embargo soacutelo conociacutea unas hilachas sueltas del crimen y yo se las completeacute hasta donde me fue prudente Asiacute escribimos cinco cuartillas a cuatro manos para una noticia de ocho columnas en primera paacutegina atribuida al fantasma eterno de las fuentes que nos merecen entero creacutedito Pero al Abominable Hombre de las Nueve -el censor- no le tembloacute el pulso para imponer la versioacuten oficial de que habiacutea sido un asalto de bandoleros liberales Yo me laveacute la conciencia con un centildeo de pesadumbre en el entierro maacutes ciacutenico y concurrido del siglo

Cuando regreseacute a casa aquella noche llameacute a Rosa Cabarcas para averiguar queacute habiacutea pasado con Delgadina pero no contestoacute el teleacutefono en cuatro diacuteas Al quinto fui a su casa con los dientes apretados Las puertas estaban selladas pero no por la policiacutea sino por la Sanidad Nadie en el vecindario daba noticias de nada Sin ninguacuten indicio de Delgadina me di a una buacutesqueda encarnizada y a veces ridiacutecula que me dejoacute acezante Paseacute diacuteas enteros observando a las joacutevenes ciclistas desde los escantildeos de un parque polvoriento donde los nintildeos jugaban a encaramarse en la estatua descascarada de Simoacuten Boliacutevar Pasaban pedaleando como venadas bellas disponibles listas para ser atrapadas a la gallina ciega Cuando se me acaboacute la esperanza me refugieacute en la paz de los boleros Fue como un bebedizo emponzontildeado cada palabra era ella Siempre habiacutea necesitado el silencio para escribir porque mi mente atendiacutea maacutes a la muacutesica que a la escritura Entonces fue al reveacutes soacutelo pude escribir a la sombra de los boleros Mi vida se llenoacute de ella Las notas que escribiacute aquellas dos semanas fueron modelos en clave para cartas de amor El jefe de redaccioacuten contrariado con la avalancha de respuestas me pidioacute que moderara el amor mientras pensaacutebamos coacutemo consolar a tantos lectores enamorados

La falta de sosiego acaboacute con el rigor de mis diacuteas Despertaba a las cinco pero me quedaba en la penumbra del cuarto imaginando a Delgadina en su vida irreal de levantar a sus hermanos vestirlos para la escuela darles el desayuno si lo habiacutea y atravesar la ciudad en bicicleta para cumplir la condena de coser botones Me pregunteacute asombrado iquestQueacute piensa una mujer mientras pega un botoacuten iquestPensaba en miacute iquestTambieacuten ella buscaba a Rosa Cabarcas para dar conmigo Paseacute hasta una semana sin quitarme el mameluco de mecaacutenico ni de diacutea ni de noche sin bantildearme sin afeitarme sin cepillarme los dientes porque el amor me ensentildeoacute demasiado tarde que uno se arregla para alguien se viste y se perfuma para alguien y yo nunca habiacutea tenido para quieacuten Damiana creyoacute que estaba enfermo cuando me encontroacute desnudo en la hamaca a las diez de la mantildeana La vi con los ojos turbios de la codicia y la inviteacute a revolearnos desnudos Ella con un desprecio me dijo

-iquestYa pensoacute lo que va a hacer si le digo que siacute

Asiacute supe hasta queacute punto me habiacutea corrompido el sufrimiento No me reconociacutea a miacute mismo en mi dolor de adolescente No volviacute a salir de la casa por no descuidar el teleacutefono Escribiacutea sin descolgarlo y al primer timbrazo le saltaba encima pensando

Memorias de mis putas tristes 35 ______________________________________________________________________________________que pudiera ser Rosa Cabarcas Interrumpiacutea a cada rato lo que estuviera haciendo para llamarla e insistiacute diacuteas enteros hasta comprender que era un teleacutefono sin corazoacuten

Al volver a casa una tarde de lluvia encontreacute el gato enroscado en la escalinata del portoacuten Estaba sucio y maltrecho y con una mansedumbre de laacutestima El manual me hizo ver que estaba enfermo y seguiacute sus normas para alentarlo De golpe mientras descabezaba un suentildeecito de siesta me despabiloacute la idea de que pudiera conducirme a la casa de Delgadina Lo lleveacute en una bolsa de mercado hasta la tienda de Rosa Cabarcas que seguiacutea sellada y sin indicios de vida pero se revolvioacute en el talego con tanto iacutempetu que logroacute escapar saltoacute la tapia del huerto y desaparecioacute entre los aacuterboles Toqueacute al portoacuten con el puntildeo y una voz militar preguntoacute sin abrir iquestQuieacuten vive Gente de paz dije yo para no ser menos Ando en pos de la duentildea No hay duentildea dijo la voz Por lo menos aacutebrame para coger el gato insistiacute No hay gato dijo Pregunteacute iquestQuieacuten es usted

-Nadie -dijo la voz

Siempre habiacutea entendido que morirse de amor no era maacutes que una licencia poeacutetica Aquella tarde de regreso a casa otra vez sin el gato y sin ella comprobeacute que no soacutelo era posible morirse sino que yo mismo viejo y sin nadie estaba murieacutendome de amor Pero tambieacuten me di cuenta de que era vaacutelida la verdad contraria no habriacutea cambiado por nada del mundo las delicias de mi pesadumbre Habiacutea perdido maacutes de quince antildeos tratando de traducir los cantos de Leopardi y soacutelo aquella tarde los sentiacute a fondo Ay de miacute si es amor cuaacutento atormenta

Mi entrada al perioacutedico en mameluco y mal afeitado despertoacute ciertas dudas sobre mi estado mental La casa remodelada con cabinas individuales de vidrio y luces cenitales pareciacutea una cliacutenica de maternidad El clima artificial callado y confortable invitaba a hablar en susurros y caminar en puntillas En el vestiacutebulo como virreyes muertos estaban los retratos al oacuteleo de los tres directores vitalicios y las fotografiacuteas de visitantes ilustres La enorme sala principal estaba presidida por la fotografiacutea gigantesca de la redaccioacuten actual tomada la tarde de mi cumpleantildeos No pude evitar la comparacioacuten mental con la otra de mis treinta antildeos y una vez maacutes comprobeacute con horror que se envejece maacutes y peor en los retratos que en la realidad La secretaria que me habiacutea besado la tarde del cumpleantildeos me preguntoacute si estaba enfermo Fui feliz de contestarle la verdad para que no la creyera Enfermo de amor Ella dijo iexclLaacutestima que no sea por miacute Yo le correspondiacute el cumplido No esteacute tan segura

El redactor judicial salioacute de su cabina gritando que habiacutea dos cadaacuteveres de muchachas sin identificar en el anfiteatro municipal Le pregunteacute asustado iquestDe queacute edad Joacutevenes dijo eacutel Pueden ser refugiadas del interior perseguidas hasta aquiacute por matones del reacutegimen Respireacute aliviado La situacioacuten nos invade en silencio como una mancha de sangre dije El redactor judicial ya lejos gritoacute

-De sangre no maestro de mierda

Algo peor me ocurrioacute diacuteas despueacutes cuando una muchacha instantaacutenea con una canasta igual a la del gato pasoacute como un escalofriacuteo frente a la libreriacutea Mundo La perseguiacute a codazos por entre la muchedumbre en el fragor de las doce del diacutea Era muy bella de trancos largos y con una fluidez para abrirse camino entre el gentiacuteo

Memorias de mis putas tristes 36 ______________________________________________________________________________________que me costoacute trabajo alcanzarla Por fin la rebaseacute y la mireacute de frente Ella me apartoacute con la mano sin detenerse ni pedir perdoacuten No era la que creiacutea pero su altivez me dolioacute como si lo fuera Comprendiacute entonces que no seriacutea capaz de reconocer a Delgadina despierta y vestida ni ella podiacutea saber quieacuten era yo si nunca me habiacutea visto En un acto de locura tejiacute durante tres diacuteas doce pares de zapatitos azules y rosados para recieacuten nacidos tratando de darme valor para no escuchar ni cantar ni recordar las canciones que me recordaban a ella

La verdad era que no podiacutea con mi alma y empezaba a tomar conciencia de la vejez por mis flaquezas frente al amor Una prueba todaviacutea maacutes dramaacutetica la tuve cuando un autobuacutes de servicio puacuteblico arrolloacute una ciclista en el puro centro comercial Acababan de llevaacutersela en una ambulancia y la magnitud de la tragedia se apreciaba por el estado de chatarra en que quedoacute la bicicleta sobre un charco de sangre viva Pero mi impresioacuten no fue tanta por los destrozos de la bicicleta como por la marca el modelo y el color No podiacutea ser otra que la que yo mismo le habiacutea regalado a Delgadina

Los testigos coincidieron en que la ciclista herida era muy joven alta y delgada y con el cabello corto y rizado Aturdido tomeacute el primer taxi que pasoacute y me hice llevar al hospital de Caridad un viejo edificio de muros ocres que pareciacutea una caacutercel encallada en un arenal Necesiteacute media hora para entrar y otra maacutes para salir de un patio fragante de aacuterboles frutales donde una mujer atribulada se me atravesoacute en el camino me miroacute a los ojos y exclamoacute

-Yo soy la que no buscas

Soacutelo entonces recordeacute que era alliacute donde viviacutean en libertad los internos mansos del manicomio municipal Tuve que identificarme como periodista ante la direccioacuten del hospital para que un enfermero me condujera al pabelloacuten de urgencias En elcuaderno de ingresos estaban los datos Rosalba Riacuteos dieciseacuteis antildeos sin oficio conocido Diagnoacutestico conmocioacuten cerebral Pronoacutestico reservado Pregunteacute al jefe del pabelloacuten si podiacutea verla con la esperanza iacutentima de que me dijeran que no pero me llevaron encantados por si queriacutea escribir sobre el estado de abandono del hospital

Atravesamos una sala abigarrada con un fuerte olor de aacutecido feacutenico y los enfermos apelotonados en las camas Al fondo en un cuarto solo tendida en una camilla metaacutelica estaba la que buscaacutebamos Teniacutea el craacuteneo cubierto de vendas la cara indescifrable gonfia y amoratada pero me bastoacute con verle los pies para saber que no era Soacutelo entonces se me ocurrioacute preguntarme iquestQueacute habriacutea hecho yo si hubiera sido ella

Todaviacutea enredado en las telarantildeas de la noche tuve el valor de ir el diacutea siguiente a la faacutebrica de camisas donde Rosa Cabarcas habiacutea dicho alguna vez que trabajaba la nintildea y le pediacute al propietario que nos mostrara sus instalaciones como modelo para un proyecto continental de las Naciones Unidas Era un libaneacutes paquideacutermico y taciturno que nos abrioacute las puertas de su reino con la ilusioacuten de ser un ejemplo universal

Trescientas joacutevenes de blusas blancas con la ceniza del mieacutercoles en la frente cosiacutean botones en la vasta nave iluminada Cuando nos vieron entrar se irguieron

Memorias de mis putas tristes 37 ______________________________________________________________________________________como colegialas y nos observaron de reojo mientras el gerente explicaba sus aportes al arte inmemorial de pegar botones Yo escrutaba las caras de cada una con el pavor de descubrir a Delgadina vestida y despierta Pero fue una de ellas la que me descubrioacute a miacute con la mirada temible de la admiracioacuten sin clemencia

-Diacutegame sentildeor iquestno es usted el que escribe las cartas de amor en el perioacutedico

Nunca me hubiera imaginado que una nintildea dormida pudiera causar en uno semejantes estragos Escapeacute de la faacutebrica sin despedirme ni pensar siquiera si alguna de aquellas viacutergenes de purgatorio era por fin la que buscaba Cuando saliacute de ahiacute el uacutenico sentimiento que me quedaba en la vida eran las ganas de llorar

Rosa Cabarcas llamoacute al cabo de un mes con una explicacioacuten increiacuteble se habiacutea tomado un merecido descanso en Cartagena de Indias despueacutes del asesinato del banquero No le creiacute desde luego pero la feliciteacute por su suerte y la dejeacute explayarse en su mentira antes de hacerle la pregunta que me borboritaba en el corazoacuten

-iquestY ella

Rosa Cabarcas hizo un silencio largo Ahiacute estaacute dijo al fin pero su voz se hizo evasiva Hay que esperar un tiempo iquestCuaacutento Ni idea ya te avisareacute Sentiacute que se me iba y la pareacute en seco Espeacuterate dame alguna luz No hay luz dijo ella y concluyoacute Ten cuidado puedes perjudicarte tuacute y sobre todo perjudicarla a ella Yo no estaba para esa clase de remilgos Le supliqueacute aunque fuera una oportunidad de acercarme a la verdad Al fin y al cabo le dije somos coacutemplices Ella no dio un paso maacutes Caacutelmate me dijo la nintildea estaacute bien y esperando que la llame pero ahora mismo no hay nada que hacer ni voy a decir nada maacutes Adioacutes

Me quedeacute con el teleacutefono en la mano sin saber por doacutende seguir pues tambieacuten la conociacutea bastante para pensar que no conseguiriacutea nada de ella si no era por las buenas Despueacutes del mediodiacutea me di una vuelta furtiva por su casa maacutes confiado en la casualidad que en la razoacuten y la encontreacute todaviacutea cerrada y con los sellos de la Sanidad Penseacute que Rosa Cabarcas me habiacutea telefoneado de otra parte tal vez de otra ciudad y la sola idea me llenoacute de presagios turbios No obstante a las seis de la tarde cuando menos lo esperaba me soltoacute por teleacutefono mi propio santo y sentildea

-Bueno ahora siacute

A las diez de la noche tembloroso y con los labios mordidos para no llorar fui cargado de cajas de chocolates suizos turrones y caramelos y una canasta de rosas ardientes para cubrir la cama La puerta estaba entreabierta las luces encendidas y en el radio se diluiacutea a medio volumen la sonata nuacutemero uno para violiacuten y piano de Brahms Delgadina en la cama estaba tan radiante y distinta que me costoacute trabajo reconocerla

Habiacutea crecido pero no se le notaba en la estatura sino en una madurez intensa que la haciacutea parecer con dos o tres antildeos maacutes y maacutes desnuda que nunca Sus poacutemulos altos la piel tostada por soles de mar bravo los labios finos y el cabello corto y rizado le infundiacutean a su rostro el resplandor androacutegino del Apolo de Praxiacuteteles Pero no habiacutea equiacutevoco posible porque sus senos habiacutean crecido hasta el punto de que no me cabiacutean en la mano sus caderas habiacutean acabado de formarse y sus huesos se

Memorias de mis putas tristes 38 ______________________________________________________________________________________habiacutean vuelto maacutes firmes y armoacutenicos Me encantaron aquellos aciertos de la naturaleza pero me aturdieron los artificios las pestantildeas postizas las untildeas de las manos y los pies esmaltadas de naacutecar y un perfume de a dos cuartillos que no teniacutea nada que ver con el amor Sin embargo lo que me sacoacute de quicio fue la fortuna que llevaba encima pendientes de oro con gajos de esmeraldas un collar de perlas naturales una pulsera de oro con resplandores de diamantes y anillos con piedras legiacutetimas en todos los dedos En la silla estaba su traje de nochera con lentejuelas y bordados y las zapatillas de raso Un vapor raro me subioacute de las entrantildeas

-iexclPuta -griteacute

Pues el diablo me soploacute en el oiacutedo un pensamiento siniestro Y fue asiacute la noche del crimen Rosa Cabarcas no debioacute tener tiempo ni serenidad para prevenir a la nintildea y la policiacutea la encontroacute en el cuarto sola menor de edad y sin coartada Nadie igual a Rosa Cabarcas para una situacioacuten como aqueacutella le vendioacute la virginidad de la nintildea a alguno de sus grandes cacaos a cambio de que a ella la sacaran limpia del crimen Lo primero claro fue desaparecer mientras se aplacaba el escaacutendalo iexclQueacute maravilla Una luna de miel para tres ellos dos en la cama y Rosa Cabarcas en una terraza de lujo disfrutando de su impunidad feliz Ciego de una furia insensata fui reventando contra las paredes cada cosa del cuarto las laacutemparas el radio el ventilador los espejos las jarras los vasos Lo hice sin prisa pero sin pausas con un grande estropicio y una embriaguez metoacutedica que me salvoacute la vida La nintildea dio un salto al primer estallido pero no me miroacute sino que se enroscoacute de espaldas a miacute y asiacute permanecioacute con espasmos entrecortados hasta que cesoacute el estropicio Las gallinas en el patio y los perros de la madrugada aumentaron el escaacutendalo Con la cegadora lucidez de la coacutelera tuve la inspiracioacuten final de prenderle fuego a la casa cuando aparecioacute en la puerta la figura impasible de Rosa Cabarcas en camisa de dormir No dijo nada Hizo con la vista el inventario del desastre y comproboacute que la nintildea estaba enroscada sobre siacute misma como un caracol y con la cabeza escondida entre los brazos aterrada pero intacta

-iexclDios miacuteo -exclamoacute Rosa Cabarcas- iexclQueacute no hubiera dado yo por un amor como eacuteste

Me midioacute de cuerpo entero con una mirada de misericordia y me ordenoacute Vamos La seguiacute hasta la casa me sirvioacute un vaso de agua en silencio me hizo una sentildea de que me sentara frente a ella y me puso en confesioacuten Bueno me dijo ahora poacutertate como un adulto y cueacutentame iquestqueacute te pasa

Le conteacute con lo que teniacutea como mi verdad revelada Rosa Cabarcas me escuchoacute en silencio sin asombro y por fin parecioacute iluminada Queacute maravilla dijo Siempre he dicho que los celos saben maacutes que la verdad Y entonces me contoacute la realidad sin reservas En efecto dijo en su ofuscacioacuten de la noche del crimen se habiacutea olvidado de la nintildea dormida en el cuarto Uno de sus clientes abogado del muerto ademaacutes repartioacute prebendas y sobornos a cuatro manos e invitoacute a Rosa Cabarcas a un hotel de reposo de Cartagena de Indias mientras se disipaba el escaacutendalo Creacuteeme dijo Rosa Cabarcas que en todo este tiempo no dejeacute de pensar ni un momento en ti y en la nintildea Volviacute antier y lo primero que hice fue llamarte por teleacutefono pero nadie contestoacute En cambio la nintildea vino enseguida y en tan mal estado que te la bantildeeacute te la vestiacute y te la mandeacute al saloacuten de belleza con la orden de que la arreglaran como una reina Ya viste coacutemo perfecta iquestLa ropa de lujo Son los trajes que les alquilo a mis

Memorias de mis putas tristes 39 ______________________________________________________________________________________pupilas maacutes pobres cuando tienen que ir a bailar con sus clientes iquestLas joyas Son las miacuteas dijo Basta con tocarlas para darse cuenta de que son diamantes de vidrio y estoperoles de hojalata De modo que no jodas concluyoacute Anda despieacutertala piacutedele perdoacuten y hazte cargo de ella de una vez Nadie merece ser maacutes feliz que ustedes

Hice un esfuerzo sobrenatural para creerle pero pudo maacutes el amor que la razoacuten iexclPutas le dije atormentado por el fuego vivo que me abrasaba las entrantildeas iexclEso es lo que son ustedes griteacute iexclPutas de mierda No quiero saber nada maacutes de tiacute ni de ninguna otra guaricha en el mundo y menos de ella Le hice desde la puerta una sentildeal de adioacutes para siempre Rosa Cabarcas no lo dudoacute

-Vete con Dios -me dijo con un rictus de tristeza y volvioacute a su vida real- De todos modos te pasareacute la cuenta del desmadre que me hiciste en el cuarto

Memorias de mis putas tristes 40 ______________________________________________________________________________________

5

Leyendo Los idus de marzo encontreacute una frase siniestra que el autor atribuye a Julio Ceacutesar Es imposible no terminar siendo como los otros creen que uno es No pude comprobar su verdadero origen en la propia obra de Julio Ceacutesar ni en las obras de sus bioacutegrafos desde Suetonio hasta Carcopino pero valioacute la pena conocerla Su fatalismo aplicado al curso de mi vida en los meses siguientes fue lo que me dio la determinacioacuten que me haciacutea falta no soacutelo para escribir esta memoria sino para empezarla sin pudores con el amor de Delgadina

No teniacutea un instante de sosiego apenas si probaba bocado y perdiacute tanto peso que no se me teniacutean los pantalones en la cintura Los dolores erraacuteticos se me quedaron en los huesos cambiaba de aacutenimo sin razoacuten pasaba las noches en un estado de deslumbramiento que no me permitiacutea leer ni escuchar muacutesica y en cambio se me iba el diacutea cabeceando por una somnolencia sonsa que no serviacutea para dormir

El alivio me cayoacute del cielo En la atestada goacutendola de Loma Fresca una vecina de asiento que no habiacutea visto subir me susurroacute al oiacutedo iquestTodaviacutea tiras Era Casilda Armenia un viejo amor de a tres por cinco que me habiacutea soportado como cliente asiduo desde que era una adolescente altiva Una vez retirada medio enferma y sin un clavo se habiacutea casado con un hortelano chino que le dio nombre y apoyo y quizaacutes un poco de amor A los setenta y tres antildeos teniacutea el peso de siempre seguiacutea bella y de caraacutecter fuerte y conservaba intacto el desparpajo del oficio

Me llevoacute a su casa una huerta de chinos en una colina de la carretera al mar Nos sentamos en las sillas de playa de la terraza umbriacutea entre helechos y frondas de astromelias y jaulas de paacutejaros colgadas en el alero En la falda de la colina se veiacutean los hortelanos chinos con sombreros de cono sembrando las hortalizas bajo el sol abrasante y el pieacutelago gris de las Bocas de Ceniza con los dos tajamares de rocas que canalizan el riacuteo varias leguas en el mar Mientras conversaacutebamos vimos entrar un trasatlaacutentico blanco por la desembocadura y lo seguimos callados hasta oiacuter su bramido de toro luacutegubre en el puerto fluvial Ella suspiroacute iquestTe das cuenta En maacutes de medio siglo es la primera vez que no te recibo la visita en la cama Ya somos otros dije Ella prosiguioacute sin oiacuterme Cada vez que dicen cosas de ti en el radio que te elogian por el carintildeo que te tiene la gente y te llaman maestro del amor imagiacutenate pienso que nadie te conocioacute tus gracias y tus mantildeas tan bien como yo En serio dijo nadie hubiera podido soportarte mejor

No resistiacute maacutes Ella lo sintioacute vio mis ojos huacutemedos de laacutegrimas y soacutelo entonces debioacute descubrir que ya no era el que fui y le sostuve la mirada con un valor del que

Memorias de mis putas tristes 41 ______________________________________________________________________________________nunca me creiacute capaz Es que me estoy volviendo viejo le dijeYa lo estamos suspiroacute ella Lo que pasa es que uno no lo siente por dentro pero desde fuera todo el mundo lo ve

Era imposible no abrirle el corazoacuten asiacute que le conteacute la historia completa que me ardiacutea en las entrantildeas desde mi primera llamada a Rosa Cabarcas la viacutespera de mis noventa antildeos hasta la noche traacutegica en que hice antildeicos el cuarto y no regreseacute maacutes Ella me oyoacute el desahogo como si estuviera vivieacutendolo lo rumioacute muy despacio y por fin sonrioacute

-Haz lo que quieras pero no pierdas a esa criatura -me dijo- No hay peor desgracia que morir solo

Fuimos a Puerto Colombia en el trenecito de juguete tan despacioso como un caballo Almorzamos frente al muelle de maderas carcomidas por donde habiacutea entrado el mundo entero al paiacutes antes que se dragaran las Bocas de Ceniza Nos sentamos bajo un cobertizo de palma donde las grandes matronas negras serviacutean pargos fritos con arroz de coco y tajadas de plaacutetano verde Dormitamos en el sopor denso de las dos y seguimos conversando hasta que se hundioacute en el mar el inmenso sol de candela La realidad me pareciacutea fantaacutestica Mira adonde ha venido a dar nuestra luna de miel se burloacute ella Pero prosiguioacute en serio Hoy miro para atraacutes veo la fila de miles de hombres que pasaron por mis camas y dariacutea el alma por haberme quedado aunque fuera con el peor Gracias a Dios encontreacute mi chino a tiempo Es como estar casada con el dedo mentildeique pero es soacutelo miacuteo

Me miroacute a los ojos midioacute mi reaccioacuten a lo que acababa de contarme y me dijo Asiacute que vete a buscar ahora mismo a esa pobre criatura aunque sea verdad lo que te dicen los celos sea como sea que lo bailado no te lo quita nadie Pero eso siacute sin romanticismos de abuelo Despieacutertala tiacuteratela hasta por las orejas con esa pinga de burro con que te premioacute el diablo por tu cobardiacutea y tu mezquindad En serio terminoacute con el alma no te vayas a morir sin probar la maravilla de tirar con amor

El pulso me temblaba al diacutea siguiente cuando marqueacute el nuacutemero del teleacutefono Tanto por la tensioacuten del reencuentro con Delgadina como por la incertidumbre de la forma en que Rosa Cabarcas me respondiera Habiacuteamos tenido una disputa seria por el abuso con que tasoacute los destrozos que hice en su cuarto Tuve que vender uno de los cuadros maacutes amados de mi madre cuyo valor se calculaba en una fortuna pero a la hora de la verdad no llegoacute a un deacutecimo de mis ilusiones

Aumenteacute la suma con el resto de mis ahorros y se la lleveacute a Rosa Cabarcas con una consigna inapelable Lo tomas o lo dejas Fue un acto suicida porque soacutelo con vender uno de mis secretos ella habriacutea aniquilado mi buen nombre Pero no respingoacute sino que se quedoacute con los cuadros que habiacutea tomado en prenda la noche del pleito Fui el perdedor absoluto en una sola jugada me quedeacute sin Delgadina sin Rosa Cabarcas y sin mis uacuteltimos ahorros Sin embargo oiacute el timbre del teleacutefono una vez dos veces tres y por fin ella iquestA ver No me salioacute la voz Colgueacute Me echeacute en la hamaca tratando de serenarme con la liacuterica asceacutetica de Satie y sudeacute tanto que el lienzo quedoacute empapado Hasta el diacutea siguiente no tuve el valor de llamar

-Bueno mujer -dije con voz firme- Hoy siacute

Memorias de mis putas tristes 42 ______________________________________________________________________________________Rosa Cabarcas coacutemo no estaba maacutes allaacute de todo Ay mi sabio triste suspiroacute con su aacutenimo invencible te pierdes dos meses y soacutelo vuelves para pedir ilusiones Me contoacute que no habiacutea visto a Delgadina desde haciacutea maacutes de un mes que pareciacutea tan repuesta del susto de mis estropicios que ni siquiera habloacute de ellos ni preguntoacute por miacute y estaba muy contenta en un nuevo empleo maacutes coacutemodo y mejor pagado que coser botones Una oleada de fuego vivo me quemoacute las entrantildeas Soacutelo puede ser de puta dije Rosa me replicoacute sin pestantildeear No seas bruto si asiacute fuera estariacutea aquiacute iquestO doacutende podriacutea estar mejor La rapidez de su loacutegica me agravoacute la duda iquestY coacutemo seacute que no estaacute ahiacute En ese caso replicoacute ella lo que maacutes te conviene es no saberlo iquestO no Una vez maacutes la odieacute Ella a prueba de erosiones prometioacute rastrear a la nintildea Sin muchas esperanzas porque el teleacutefono de la vecina donde la llamaba seguiacutea cortado y no teniacutea la menor idea de doacutende viviacutea Pero no era para echarse a morir queacute carajo dijo te llamo en una hora

Fue una hora de tres diacuteas pero encontroacute a la nintildea disponible y sana Volviacute avergonzado y la beseacute palmo a palmo como penitencia desde las doce de la noche hasta que cantaron los gallos Un perdoacuten largo que me prometiacute seguir repitiendo para siempre y fue como empezar otra vez por el principio El cuarto habiacutea sido desmantelado y el mal uso habiacutea acabado con todo lo que yo habiacutea puesto Ella lo habiacutea dejado asiacute y me dijo que cualquier mejora teniacutea que hacerla yo por lo que estaba debieacutendole Sin embargo mi situacioacuten econoacutemica tocaba fondo El dinero de las jubilaciones alcanzaba cada vez para menos Las pocas cosas vendibles que quedaban en la casa -salvo las joyas sagradas de mi madre- careciacutean de valor comercial y nada era bastante viejo para ser antiguo En tiempos mejores el gobernador me habiacutea hecho la oferta tentadora de comprarme en bloque los libros de los claacutesicos griegos latinos y espantildeoles para la Biblioteca Departamental pero no tuve corazoacuten para venderlos Despueacutes con los cambios poliacuteticos y el deterioro del mundo nadie del gobierno pensaba en las artes ni las letras Cansado de buscar una solucioacuten decente me echeacute al bolsillo las joyas que Delgadina me habiacutea devuelto y me fui a empentildearlas en un callejoacuten siniestro que conduciacutea al mercado puacuteblico Con aires de sabio distraiacutedo recorriacute varias veces aquel tugurio atiborrado de cantinas de mala muerte libreriacuteas de viejo y casas de empentildeo pero la dignidad de Florina de Dios me cerroacute el paso no me atreviacute Entonces decidiacute venderlas con la frente en alto a la joyeriacutea maacutes antigua y acreditada

El dependiente me hizo algunas preguntas mientras examinaba las joyas con su monoacuteculo Teniacutea la conducta el estilo y el pavor de un meacutedico Le expliqueacute que eran joyas heredadas de mi madre El aprobaba con un gruntildeido cada una de mis explicaciones y por fin se quitoacute el monoacuteculo

-Lo siento -dijo- pero son culos de botellas

Ante mi sorpresa me explicoacute con una suave conmiseracioacuten Menos mal que el oro es oro y el platino es platino Me toqueacute el bolsillo para asegurarme de que llevaba las facturas de compra y dije sin resabios

-Pues fueron compradas en esta noble casa hace maacutes de cien antildeos

El no se inmutoacute Suele suceder dijo que en las joyas hereditarias vayan desapareciendo las piedras maacutes valiosas con el paso del tiempo sustituidas por diacutescolos de la familia o por joyeros bandidos y soacutelo cuando alguien trata de

Memorias de mis putas tristes 43 ______________________________________________________________________________________venderlas se descubre el fraude Pero permiacutetame un segundo dijo y se llevoacute las joyas por la puerta del fondo Al cabo de un momento regresoacute y sin explicacioacuten alguna me indicoacute que me sentara en la silla de espera y siguioacute trabajando

Examineacute la tienda Habiacutea ido con mi madre varias veces y recordaba una frase recurrente No se lo digas a tu papaacute De pronto se me ocurrioacute una idea que me crispoacute iquestno seriacutea que Rosa Cabarcas y Delgadina de comuacuten acuerdo habiacutean vendido las piedras legiacutetimas y me devolvieron las joyas con las piedras falsas

Estaba ardiendo en dudas cuando una secretaria me invitoacute a seguirla por la misma puerta del fondo hasta una oficina pequentildea con una larga estanteriacutea de gruesos voluacutemenes Un beduino colosal se levantoacute en el escritorio del fondo y me estrechoacute la mano tuteaacutendome con una efusioacuten de viejo amigo Hicimos juntos el bachillerato me dijo a modo de saludo Me fue faacutecil recordarlo era el mejor futbolista de la escuela y campeoacuten de nuestros primeros burdeles Habiacutea dejado de verlo en alguacuten momento incierto y debioacute verme tan decreacutepito que me confundioacute con un condisciacutepulo de su infancia

Sobre el cristal del escritorio teniacutea abierto uno de los mamotretos del archivo donde estaba la memoria de las joyas de mi madre Una relacioacuten exacta con fechas y detalles de que ella en persona habiacutea hecho cambiar las piedras de dos generaciones de hermosas y dignas Cargamantos y habiacutea vendido las legiacutetimas a la misma tienda Esto habiacutea ocurrido cuando el padre del propietario actual estaba al frente de la joyeriacutea y eacutel y yo en la escuela Pero eacutel mismo me tranquilizoacute aquellas triquintildeuelas eran de uso corriente entre las grandes familias en desgracia para resolver urgencias de plata sin sacrificar el honor Ante la realidad cruda preferiacute conservarlas como recuerdo de otra Florina de Dios que nunca conociacute

A principios de julio sentiacute la distancia real de la muerte Mi corazoacuten perdioacute el paso y empeceacute a ver y sentir por todos lados los presagios inequiacutevocos del final El maacutes niacutetido fue en el concierto de Bellas Artes El aire acondicionado habiacutea fallado y la flor y nata de las artes y las letras se cocinaban al bantildeomariacutea en el saloacuten abarrotado pero la magia de la muacutesica era un clima celestial Al final con el Allegretto poco mosso me estremecioacute la revelacioacuten deslumbrante de que estaba escuchando el uacuteltimo concierto que me deparaba el destino antes de morir No sentiacute dolor ni miedo sino la emocioacuten arrasadora de haber alcanzado a vivirlo

Cuando por fin logreacute abrirme camino empapado de sudor a traveacutes de los abrazos y las fotos me encontreacute de manos a boca con Ximena Ortiz como una diosa de cien antildeos en la silla de ruedas Su sola presencia se me imponiacutea como un pecado mortal Teniacutea una tuacutenica de seda color marfil tan tersa como su piel un hilo de perlas legiacutetimas de tres vueltas el cabello color de naacutecar cortado a la moda de los veintes con una punta de ala de gaviota en la mejilla y los grandes ojos amarillos iluminados por la sombra natural de las ojeras Todo en ella contradeciacutea el rumor de que su mente estaba quedaacutendose en blanco por la erosioacuten irredimible de la memoria Petrificado y sin recursos frente a ella me sobrepuse al vaho de fuego que me subioacute a la cara y la saludeacute en silencio con una venia versallesca Ella sonrioacute como una reina y me agarroacute la mano Entonces me di cuenta de que tambieacuten aquello era una coartada del destino y no la perdiacute para sacarme una espina que me estorbaba desde siempre He sontildeado durante antildeos con este momento le dije Ella no parecioacute

Memorias de mis putas tristes 44 ______________________________________________________________________________________entender iexclNo me digas dijo iquestY tuacute quieacuten eres No supe nunca si en verdad lo habiacutea olvidado o si fue la venganza final de su vida

La certidumbre de ser mortal en cambio me habiacutea sorprendido poco antes de los cincuenta antildeos en una ocasioacuten como aqueacutella una noche de carnaval en que bailaba un tango apache con una mujer fenomenal a la que nunca le vi la cara maacutes corpulenta que yo como por cuarenta libras y maacutes alta como de dos palmos que sin embargo se dejaba llevar como una pluma al viento Bailaacutebamos tan apretados que sentiacutea circular su sangre por las venas y me hallaba como adormecido de gusto con su resuello trabajoso su grajo de amoniacuteaco sus tetas de astroacutenoma cuando me sacudioacute por la primera vez y casi me derriboacute por tierra el freacutemito de la muerte Fue como un oraacuteculo brutal en el oiacutedo Hagas lo que hagas en este antildeo o dentro de ciento estaraacutes muerto hasta jamaacutes Ella se separoacute asustada iquestQueacute le pasa Nada le dije tratando de sujetarme el corazoacuten

-Tiemblo por usted

Desde entonces empeceacute a medir la vida no por antildeos sino por deacutecadas La de los cincuenta habiacutea sido decisiva porque tomeacute conciencia de que casi todo el mundo era menor que yo La de los sesenta fue la maacutes intensa por la sospecha de que ya no me quedaba tiempo para equivocarme La de los setenta fue temible por una cierta posibilidad de que fuera la uacuteltima No obstante cuando desperteacute vivo la primera mantildeana de mis noventa antildeos en la cama feliz de Delgadina se me atravesoacute la idea complaciente de que la vida no fuera algo que transcurre como el riacuteo revuelto de Heraacuteclito sino una ocasioacuten uacutenica de voltearse en la parrilla y seguir asaacutendose del otro costado por noventa antildeos maacutes

Me volviacute de laacutegrima faacutecil Cualquier sentimiento que tuviera algo que ver con la ternura me causaba un nudo en la garganta que no siempre lograba dominar y penseacute en renunciar al placer solitario de velar el suentildeo de Delgadina no tanto por la incertidumbre de mi muerte como por el dolor de imaginarla sin miacute en el resto de su vida Uno de aquellos diacuteas inciertos fui a dar por distraccioacuten a la muy noble calle de los Notarios y me sorprendioacute no encontrar nada maacutes que los escombros del viejo hotel de lance donde fui iniciado por la fuerza en las artes del amor poco antes de mis doce antildeos Habiacutea sido una mansioacuten de antiguos navieros espleacutendida como pocas en la ciudad con columnas enchapadas de alabastro y frisos de oropeles alrededor de un patio interior con una cuacutepula de cristales de siete colores que irradiaba un resplandor de invernadero En la planta baja con un portal goacutetico sobre la calle estuvieron por maacutes de un siglo las notariacuteas coloniales en las que trabajoacute prosperoacute y se arruinoacute mi padre en toda una vida de suentildeos fantaacutesticos Las familias histoacutericas abandonaron poco a poco los pisos superiores que terminaron ocupados por una legioacuten de nocheras en desgracia que subiacutean y bajaban hasta el amanecer con los clientes atrapados por un peso y medio en las cantinas del cercano puerto fluvial

A mis doce antildeos todaviacutea con mis pantalones cortos y mis botitas de la escuela primaria no pude resistir la tentacioacuten de conocer los pisos superiores mientras mi padre se debatiacutea en una de sus reuniones interminables y me encontreacute con un espectaacuteculo celestial Las mujeres que malvendiacutean sus cuerpos hasta el amanecer se moviacutean por la casa desde las once de la mantildeana cuando ya la caniacutecula del vitral era insoportable y teniacutean que hacer su vida domeacutestica caminando en pelotas por

JUAN CARLOS 161104
caniacutecula (Del lat canicŭla) f Periacuteodo del antildeo en que es maacutes fuerte el calor || 2 Astr Tiempo del nacimiento heliacuteaco de Sirio que antiguamente coincidiacutea con la eacutepoca maacutes calurosa del antildeo pero que hoy no se verifica hasta fines de agosto13
JUAN CARLOS 161104
freacutemito (Del lat fremĭtus) m bramido

Memorias de mis putas tristes 45 ______________________________________________________________________________________toda la casa mientras comentaban a gritos sus aventuras de la noche Me quedeacute aterrorizado Lo uacutenico que se me ocurrioacute fue escapar por donde habiacutea llegado cuando una de las desnudas de carnes macizas olorosas a jaboacuten de monte me abrazoacute por la espalda y me llevoacute en vilo hasta su cubiacuteculo de cartoacuten sin que yo pudiera verla en medio de la griteriacutea y los aplausos de las inquilinas en cueros Me tiroacute bocarriba en su cama para cuatro me quitoacute los pantalones con una maniobra maestra y se acaballoacute sobre miacute pero el terror helado que me empapaba el cuerpo me impidioacute recibirla como un hombre Aquella noche desvelado en la cama de mi casa por la verguumlenza del asalto no pude dormir maacutes de una hora con las ansias de volver a verla Pero la mantildeana siguiente mientras los trasnochados dormiacutean subiacute temblando hasta su cubiacuteculo y la desperteacute llorando a gritos con un amor enloquecido que duroacute hasta que se lo llevoacute sin misericordia el ventarroacuten de la vida real Se llamaba Castorina y era la reina de la casa

Los cubiacuteculos del hotel costaban un peso para los amores de paso pero muy pocos sabiacuteamos que costaban lo mismo hasta por veinticuatro horas Ademaacutes Castorina me introdujo en su mundo de mala muerte donde invitaban a los clientes pobres a sus desayunos de gala le prestaban el jaboacuten les atendiacutean los dolores de muela y en casos de urgencia mayor les daban un amor de caridad

Pero en las tardes de la uacuteltima vejez se acordaba de la inmortal Castorina muerta quien sabiacutea cuando que habiacutea sucedido desde las esquinas miserables del muelle fluvial hasta el trono sagrado de mamasanta mayor con un parche de pirata en el ojo perdido en el pleito de cantina Su uacuteltimo machucante de planta un negro feliz de Camaguumley a quien llamaba Jonaacutes el Galeote habiacutea sido un trompetista de los grandes en La Habana hasta que perdioacute la sonrisa completa en una cataacutestrofe de trenes

Al salir de aquella visita amarga sentiacute una punzada en el corazoacuten que no habiacutea logrado aliviar en tres diacuteas con toda clase de poacutecimas caseras El meacutedico al que acudiacute de urgencia miembro de una estirpe de insignes era nieto del que me vio a mis cuarenta y dos antildeos y me asustoacute que pareciera el mismo pues estaba tan envejecido como su abuelo a los setenta por una calvicie prematura unos lentes de miope sin regreso y una tristeza inconsolable Me hizo un examen minucioso de cuerpo entero con una concentracioacuten de orfebre Me auscultoacute el pecho y la espalda y me revisoacute la presioacuten arterial los reflejos de la rodilla el fondo del ojo el color del paacuterpado inferior En las pausas mientras yo cambiaba de posicioacuten en la mesa de reconocimiento me haciacutea preguntas tan vagas y raacutepidas que apenas si me daban tiempo de pensar las respuestas Al cabo de una hora me miroacute con una sonrisa feliz Bueno dijo creo que no tengo nada que hacer por usted iquestQueacute quiere decir Que su estado es el mejor posible a su edad Queacute curioso le dije lo mismo me dijo su abuelo cuando yo teniacutea cuarenta y dos antildeos como si el tiempo no pasara Siempre encontraraacute uno que se lo diga dijo porque siempre tendraacute una edad Yo provocaacutendolo para una sentencia aterradora le dije La uacutenica definitiva es la muerte Siacute dijo eacutel pero no es faacutecil llegar a ella en tan buen estado como usted Siento de veras no poder complacerlo

Eran recuerdos nobles pero la viacutespera del 29 de agosto sentiacute el peso inmenso del siglo que me esperaba impasible cuando subiacute con pasos de hierro las escaleras de mi casa Entonces volviacute a ver una vez maacutes a Florina de Dios mi madre en mi cama que habiacutea sido la suya hasta su muerte y me hizo la misma bendicioacuten de la uacuteltima

Memorias de mis putas tristes 46 ______________________________________________________________________________________vez que la vi dos horas antes de morir Trastornado por la conmocioacuten lo entendiacute como el anuncio final y llameacute a Rosa Cabarcas para que me llevara a mi nintildea aquella misma noche en previsioacuten de que no se cumpliera mi ilusioacuten de sobrevivir hasta el uacuteltimo aliento de mis noventa antildeos Volviacute a llamarla a las ocho y una vez maacutes repitioacute que no era posible Tiene que serlo a cualquier precio le griteacute aterrorizado Colgoacute sin despedirse pero quince minutos despueacutes volvioacute a llamar

-Bueno aquiacute la tienes

Llegueacute a las diez y veinte de la noche y le di a Rosa Cabarcas las uacuteltimas cartas de mi vida con mis disposiciones sobre la nintildea despueacutes de mi final terrible Ella pensoacute que me habiacutea impresionado con el acuchillado y me dijo con aires de burla Si te vas a morir que no sea aquiacute imagiacutenate Pero yo le dije Di que me atropello el tren de Puerto Colombia ese pobre cacharro de laacutestima incapaz de matar a nadie

Preparado para todo aquella noche me acosteacute bocarriba a la espera del dolor final en el primer instante de mis noventa y un antildeos Oiacute campanas distantes sentiacute la fragancia del alma de Delgadina dormida de costado oiacute un grito en el horizonte sollozos de alguien que quizaacutes habiacutea muerto un siglo antes en la alcoba Entonces apagueacute la luz con el uacuteltimo aliento entrelaceacute mis dedos con los suyos para llevaacutermela de la mano y conteacute las doce campanadas de las doce con mis doce laacutegrimas finales hasta que empezaron a cantar los gallos y enseguida las campanas de gloria los cohetes de fiesta que celebraban el juacutebilo de haber sobrevivido sano y salvo a mis noventa antildeos

Mis primeras palabras fueron para Rosa Cabarcas Te compro la casa toda con la tienda y el huerto Ella me dijo Hagamos una apuesta de viejos el que se muera primero se queda con todo lo del otro firmado ante notario No porque si yo me muero todo deberiacutea ser para ella Es igual dijo Rosa Cabarcas yo me hago cargo de la nintildea y despueacutes le dejo todo lo tuyo y lo miacuteo no tengo a nadie maacutes en este mundo Mientras tanto remodelamos tu cuarto con buenos servicios aire acondicionado y tus libros y tu muacutesica

-iquestCrees que ella estaraacute de acuerdo

-Ay mi sabio triste estaacute bien que esteacutes viejo pero no pendejo -dijo Rosa Cabarcas muerta de risa- Esa pobre criatura estaacute lela de amor por ti

Saliacute a la calle radiante y por primera vez me reconociacute a miacute mismo en el horizonte remoto de mi primer siglo Mi casa callada y en orden a las seis y cuarto empezaba a gozar los colores de una aurora feliz Damiana cantaba a toda voz en la cocina y el gato redivivo enroscoacute la cola en mis tobillos y siguioacute caminando conmigo hasta mi mesa de escribir Estaba ordenando mis papeles marchitos el tintero la pluma de ganso cuando el sol estalloacute entre los almendros del parque y el buque fluvial del correo retrasado una semana por la sequiacutea entroacute bramando en el canal del puerto Era por fin la vida real con mi corazoacuten a salvo y condenado a morir de buen amor en la agoniacutea feliz de cualquier diacutea despueacutes de mis cien antildeos

Mayo de 2004

Page 29: · Web viewVivo en una casa colonial en la acera de sol del parque de San Nicolás, donde he pasado todos los días de mi vida sin mujer ni fortuna, donde vivieron y murieron mis padres,

Memorias de mis putas tristes 29 ______________________________________________________________________________________dijo Rosa porque no sabe leer ni escribir iquestEntonces quieacuten Ella se encogioacute de hombros Puede ser de alguien que se murioacute en el cuarto

Yo aprovechaba aquellos desayunos para desahogarme con Rosa Cabarcas y le pediacutea favores miacutenimos para el bienestar y el buen ver de Delgadina Me los concediacutea sin pensarlo con una picardiacutea de colegiala iexclQueacute risa me dijo por aquellos diacuteas Me siento como si me estuvieras pidiendo su mano Y a propoacutesito se le ocurrioacute iquestpor queacute no te casas con ella Me quedeacute de una pieza En serio insistioacute te sale maacutes barato Al fin y al cabo el problema a tu edad es servir o no servir pero ya me dijiste que lo tienes resuelto Le saliacute al paso El sexo es el consuelo que uno tiene cuando no le alcanza el amor

Ella soltoacute la risa Ay mi sabio siempre supe que eres muy hombre que siempre lo fuiste y me alegra que lo sigas siendo mientras tus enemigos entregan las armas Con razoacuten se habla tanto de ti iquestOiacuteste a Marcos Peacuterez Todo el mundo lo oye le dije para cortar el tema Pero ella insistioacute Tambieacuten el profesor Camacho y Cano en La hora de todo un poco dijo ayer que el mundo ya no es lo que era porque no quedan muchos hombres como tuacute

Aquel fin de semana encontreacute a Delgadina con fiebre y tos Desperteacute a Rosa Cabarcas para que me diera alguacuten remedio casero y me llevoacute al cuarto un botiquiacuten de primeros auxilios Dos diacuteas despueacutes Delgadina seguiacutea postrada y no habiacutea podido volver a su rutina de pegar botones El meacutedico le habiacutea prescrito un tratamiento casero para una gripa comuacuten que cederiacutea en una semana pero se alarmoacute por su estado general de desnutricioacuten Dejeacute de verla y sentiacute que me haciacutea falta y aprovecheacute para arreglar el cuarto sin ella

Lleveacute tambieacuten un dibujo a pluma de Cecilia Porras para Todos estaacutebamos a la espera el libro de cuentos de Alvaro Cepeda Lleveacute los seis tomos de Juan Cristoacutebal de Romain Rolland para pastorear mis vigilias De modo que cuando Delgadina pudo volver a la habitacioacuten la encontroacute digna de una felicidad sedentaria el aire purificado con un insecticida aromaacutetico paredes color de rosa laacutemparas matizadas flores nuevas en los floreros mis libros favoritos los buenos cuadros de mi madre colgados de otro modo seguacuten los gustos de hoy Habiacutea cambiado el viejo radio por uno de onda corta que manteniacutea sintonizado en un programa de muacutesica culta para que Delgadina aprendiera a dormir con los cuartetos de Mozart pero una noche lo encontreacute en una estacioacuten especializada en boleros de moda Era el gusto de ella sin duda y lo asumiacute sin dolor pues tambieacuten yo lo habiacutea cultivado con el corazoacuten en mis mejores diacuteas Antes de volver a casa al diacutea siguiente escribiacute en el espejo con el laacutepiz de labios Nintildea miacutea estamos solos en el mundo

Por esa eacutepoca tuve la rara impresioacuten de que se estaba volviendo mayor antes de tiempo Se lo comenteacute a Rosa Cabarcas y a ella le parecioacute natural Cumple quince antildeos el cinco de diciembre me dijo Una Sagitario perfecta Me inquietoacute que fuera tan real como para cumplir antildeos iquestQueacute podriacutea regalarle Una bicicleta dijo Rosa Cabarcas Tiene que atravesar la ciudad dos veces al diacutea para ir a pegar botones Me mostroacute en la trastienda la bicicleta que usaba y de verdad me parecioacute un cacharro indigno de una mujer tan bien amada Sin embargo me conmovioacute como la prueba tangible de que Delgadina existiacutea en la vida real

Memorias de mis putas tristes 30 ______________________________________________________________________________________Cuando fui a comprar la mejor bicicleta para ella no pude resistir la tentacioacuten de probarla y di algunas vueltas casuales en la rampa del almaceacuten Al vendedor que me preguntoacute la edad le contesteacute con la coqueteriacutea de la vejez Voy a cumplir noventa y uno El empleado dijo justo lo que yo queriacutea Pues representa veinte menos Yo mismo no entendiacutea coacutemo conservaba la praacutectica del colegio y me sentiacute colmado por un gozo radiante Empeceacute a cantar Primero para miacute mismo en voz baja y despueacutes a todo pecho con iacutenfulas del gran Caruso por entre los bazares abigarrados y el traacutefico demente del mercado puacuteblico La gente me miraba divertida me gritaban me incitaban a participar en la Vuelta a Colombia en silla de ruedas Yo les haciacutea con la mano un saludo de navegante feliz sin interrumpir la cancioacuten Esa semana en homenaje a Diciembre escribiacute otra nota atrevida Coacutemo ser feliz en bicicleta a los noventa antildeos

La noche de su cumpleantildeos le canteacute a Delgadina la cancioacuten completa y la beseacute por todo el cuerpo hasta quedarme sin aliento la espina dorsal veacutertebra por veacutertebra hasta las nalgas laacutenguidas el costado del lunar el de su corazoacuten inagotable A medida que la besaba aumentaba el calor de su cuerpo y exhalaba una fragancia montuna Ella me respondioacute con vibraciones nuevas en cada pulgada de su piel y en cada una encontreacute un calor distinto un sabor propio un gemido nuevo y toda ella resonoacute por dentro con un arpegio y sus pezones se abrieron en flor sin tocarlos Empezaba a adormecerme en la madrugada cuando sentiacute como un rumor de muchedumbres en el mar y un paacutenico de los aacuterboles que me atravesaron el corazoacuten Entonces fui al bantildeo y escribiacute en el espejo Delgadina de mi vida llegaron las brisas de Navidad Uno de mis recuerdos maacutes felices fue un trastorno que sentiacute una mantildeana como aqueacutella al salir de la escuela iquestQueacute me pasa La maestra me dijo alelada Ay nintildeo iquestno ves que son las brisas Ochenta antildeos despueacutes volviacute a sentirlo cuando me desperteacute en la cama de Delgadina y era el mismo diciembre que volviacutea puntual con sus cielos diaacutefanos las tormentas de arena los torbellinos callejeros que Desentechaban casas y les alzaban las faldas a las colegialas La ciudad adquiriacutea por entonces una resonancia fantasmal En noches de brisa podiacutean escucharse los gritos del mercado puacuteblico hasta en los barrios maacutes altos como si estuvieran a la vuelta de la esquina No era raro entonces que las raacutefagas de diciembre nos permitieran encontrar por sus voces a los amigos desperdigados en burdeles remotos

Sin embargo tambieacuten con las brisas me llegoacute la mala noticia de que Delgadina no podiacutea pasar las navidades conmigo sino con su familia Si algo detesto en este mundo son las fiestas obligatorias en que la gente llora porque estaacute alegre los fuegos de artificio los villancicos lelos las guirnaldas de papel crespoacuten que nada tienen que ver con un nintildeo que nacioacute hace dos mil quinientos antildeos en una caballeriza indigente Sin embargo cuando llegoacute la noche no pude resistir la nostalgia y me fui al cuarto sin ella Dormiacute bien y desperteacute junto a un oso de peluche que caminaba en dos patas como si fuera polar y una tarjeta que deciacutea Para el papaacute feo Rosa Cabarcas me habiacutea dicho que Delgadina estaba aprendiendo a leer con mis clases escritas en el espejo y su buena letra me parecioacute admirable Pero ella misma me defraudoacute con la noticia peor de que el oso era un regalo suyo asiacute que la noche de Antildeo Nuevo me quedeacute en mi casa y en mi cama desde las ocho y me dormiacute sin amarguras Fui feliz porque al toque de las doce entre los repiques furiosos de las campanas las sirenas de faacutebricas y bomberos los lamentos de los

JUAN CARLOS 161104
abigarrado da (Del part de abigarrar) adj De varios colores mal combinados || 2 Heterogeacuteneo reunido sin concierto Un extrantildeo y abigarrado libro Una multitud abigarrada 13

Memorias de mis putas tristes 31 ______________________________________________________________________________________buques las descargas de poacutelvora los cohetes sentiacute que Delgadina entroacute en punta de pies se acostoacute a mi lado y me dio un beso Tan real que me quedoacute en la boca su olor de regaliz

Memorias de mis putas tristes 32 ______________________________________________________________________________________

4A principios del nuevo antildeo empezaacutebamos a conocernos como si vivieacuteramos juntos y despiertos pues yo habiacutea encontrado un tono de voz cauteloso que ella oiacutea sin despertar y me contestaba con un lenguaje natural del cuerpo Sus estados de aacutenimo se le notaban en el modo de dormir De exhausta y montaraz que habiacutea sido al principio fue hacieacutendose a una paz interior que embelleciacutea su rostro y enriqueciacutea su suentildeo Le contaba mi vida le leiacutea al oiacutedo los borradores de mis notas dominicales en las que estaba ella sin decirlo y soacutelo ella

Por esa eacutepoca le dejeacute en la almohada unos zarcillos de esmeraldas que fueron de mi madre Los llevoacute puestos en la cita siguiente y no le luciacutean Le lleveacute despueacutes unos pendientes maacutes adecuados para el color de su piel Le expliqueacute Los primeros que te traje no te quedaban bien por tu tipo y el corte del cabello Estos te iraacuten mejor No llevoacute ninguno en las dos citas siguientes pero a la tercera se puso los que le habiacutea indicado Asiacute empeceacute a entender que no obedeciacutea a mis oacuterdenes pero aguardaba la ocasioacuten para complacerme Por esos diacuteas me sentiacute tan habituado a aquel geacutenero de vida domeacutestica que no seguiacute durmiendo desnudo sino que lleveacute las piyamas de seda china que habiacutea dejado de usar por no tener para quieacuten quitaacutermelas

Empeceacute a leerle El principito de Saint-Exupeacutery un autor franceacutes que el mundo entero admira maacutes que los franceses Fue el primero que la entretuvo sin despertarla hasta el punto de que tuve que ir dos diacuteas continuos para acabar de leeacuterselo Seguimos con los Cuentos de Perrault la Historia sagrada Las mil y una noches en una versioacuten desinfectada para nintildeos y por las diferencias entre uno y otro me di cuenta de que su suentildeo teniacutea diversos grados de profundidad seguacuten su intereacutes por las lecturas Cuando sentiacutea que habiacutea tocado fondo apagaba la luz y me dormiacutea abrazado a ella hasta que cantaban los gallos

Me sentiacutea tan feliz que la besaba en los paacuterpados muy suave y una noche ocurrioacute como una luz en el cielo sonrioacute por primera vez Maacutes tarde sin ninguacuten motivo se revolvioacute en la cama me dio la espalda y dijo disgustada Fue Isabel la que hizo llorar a los caracoles Exaltado por la ilusioacuten de un diaacutelogo le pregunteacute en el mismo tono iquestDe quieacuten eran No contestoacute Su voz teniacutea un rastro plebeyo como si no fuera suya sino de alguien ajeno que llevaba dentro Toda sombra de duda desaparecioacute entonces de mi alma la preferiacutea dormida

Mi uacutenico problema era el gato Estaba inapetente y hurantildeo y llevaba dos diacuteas sin levantar cabeza en su rincoacuten habitual y me tiroacute un zarpazo de fiera herida cuando

JUAN CARLOS 161104
zarcillo1 (Del lat circellus circulito) m Pendiente arete13
JUAN CARLOS 161104
montaraz (De monte y -araz) adj Que anda o estaacute hecho a andar por los montes o se ha criado en ellos || 2 Se dice del genio y propiedades agrestes groseras y feroces || 3 m Guarda de montes o heredades || 4 Sal Mayordomo de campo capataz que tiene a su cargo las labores y los ganados

Memorias de mis putas tristes 33 ______________________________________________________________________________________quise ponerlo en su canasto de mimbre para que Damiana lo llevara con el veterinario Apenas logroacute someterlo y se lo llevoacute pataleando dentro de un saco de fique Al cabo de un rato me llamoacute desde el criadero para decirme que no habiacutea maacutes remedio que sacrificarlo y necesitaban mi orden iquestPor queacute Porque ya estaacute muy viejo dijo Damiana Penseacute con rabia que a miacute tambieacuten podiacutean asarme vivo en un horno de gatos Me sentiacute inerme entre dos fuegos no habiacutea aprendido a querer el gato pero tampoco teniacutea corazoacuten para ordenar que lo mataran soacutelo porque era viejoiquestDoacutende lo deciacutea el manual

El incidente me conmocionoacute tanto que escribiacute una nota para el domingo con un tiacutetulo usurpado a Neruda iquestEs el gato un miacutenimo tigre de saloacuten La nota dio origen a una nueva campantildea que otra vez dividioacute a los lectores en favor y en contra de los gatos En cinco diacuteas prevalecioacute la tesis de que podiacutea ser liacutecito sacrificar un gato por razones de salud puacuteblica pero no porque estuviera viejo

Despueacutes de la muerte de mi madre me desvelaba el terror de que alguien me tocara mientras dormiacutea Una noche la sentiacute pero su voz me devolvioacute el sosiego Figlio mioacute poveretto Volviacute a sentirlo una madrugada en el cuarto de Delgadina y me retorciacute de gozo creyendo que ella me habiacutea tocado Pero no era Rosa Cabarcas en la oscuridad Viacutestete y ven conmigo me dijo tengo un problema serio

Asiacute era y maacutes serio de lo que pude imaginar A uno de los clientes grandes de la casa lo habiacutean asesinado a puntildealadas en el primer cuarto del pabelloacuten El asesino habiacutea escapado El cadaacutever enorme desnudo pero con los zapatos puestos teniacutea una palidez de pollo al vapor en la cama empapada de sangre Lo reconociacute de entrada era JMB un banquero grande famoso por su apostura su simpatiacutea y su buen vestir y sobre todo por la pulcritud de su hogar Teniacutea en el cuello dos heridas moradas como labios y una zanja en el vientre que no habiacutea acabado de sangrar Todaviacutea no empezaba el rigor Maacutes que sus heridas me impresionoacute que teniacutea un preservativo puesto y al parecer sin usar en el sexo desmirriado por la muerte

Rosa Cabarcas no sabiacutea con quieacuten iba porque tambieacuten eacutel teniacutea el privilegio de entrar por el portoacuten del huerto No se descartaba la sospecha de que su pareja fuera otro hombre Lo uacutenico que la duentildea queriacutea de miacute era que la ayudara a vestir el cadaacutever Estaba tan segura que me inquietoacute la idea de que la muerte fuera para ella un asunto de cocina No hay nada maacutes difiacutecil que vestir a un muerto le dije Lo he hecho a pasto de Dios replicoacute ella Es faacutecil si alguien me lo sostiene Le hice ver iquestTe imaginas quieacuten va a creer en un cuerpo tasajeado a cuchilladas dentro de un vestido intacto de caballero ingleacutes

Tembleacute por Delgadina Lo mejor seraacute que te la lleves tuacute me dijo Rosa Cabarcas Primero muerto le dije con la saliva helada Ella lo percibioacute y no pudo ocultar su desdeacuten iexclEstaacutes temblando Por ella dije aunque soacutelo era verdad a medias Aviacutesale que se vaya antes de que llegue nadie De acuerdo dijo ella aunque a ti como periodista no te pasaraacute nada Ni a ti tampoco le dije con cierto rencor Eres el uacutenico liberal que manda en este gobierno

La ciudad codiciada por su naturaleza paciacutefica y su seguridad congeacutenita arrastraba la desgracia de un asesinato escandaloso y atroz cada antildeo Aqueacutel no lo fue La noticia oficial en titulares excesivos y parca en detalles deciacutea que al joven banquero lo habiacutean asaltado y muerto a cuchilladas en la carretera de Pradomar por motivos

Memorias de mis putas tristes 34 ______________________________________________________________________________________incomprensibles No teniacutea enemigos El comunicado del gobierno sentildealaba como presuntos asesinos a refugiados del interior del paiacutes que estaban desatando una oleada de delincuencia comuacuten extrantildea al espiacuteritu ciacutevico de la poblacioacuten En las primeras horas hubo maacutes de cincuenta detenidos

Acudiacute escandalizado con el redactor judicial un periodista tiacutepico de los antildeos veinte con visera de celuloide verde y ligas en las mangas que presumiacutea de anticiparse a los hechos Sin embargo soacutelo conociacutea unas hilachas sueltas del crimen y yo se las completeacute hasta donde me fue prudente Asiacute escribimos cinco cuartillas a cuatro manos para una noticia de ocho columnas en primera paacutegina atribuida al fantasma eterno de las fuentes que nos merecen entero creacutedito Pero al Abominable Hombre de las Nueve -el censor- no le tembloacute el pulso para imponer la versioacuten oficial de que habiacutea sido un asalto de bandoleros liberales Yo me laveacute la conciencia con un centildeo de pesadumbre en el entierro maacutes ciacutenico y concurrido del siglo

Cuando regreseacute a casa aquella noche llameacute a Rosa Cabarcas para averiguar queacute habiacutea pasado con Delgadina pero no contestoacute el teleacutefono en cuatro diacuteas Al quinto fui a su casa con los dientes apretados Las puertas estaban selladas pero no por la policiacutea sino por la Sanidad Nadie en el vecindario daba noticias de nada Sin ninguacuten indicio de Delgadina me di a una buacutesqueda encarnizada y a veces ridiacutecula que me dejoacute acezante Paseacute diacuteas enteros observando a las joacutevenes ciclistas desde los escantildeos de un parque polvoriento donde los nintildeos jugaban a encaramarse en la estatua descascarada de Simoacuten Boliacutevar Pasaban pedaleando como venadas bellas disponibles listas para ser atrapadas a la gallina ciega Cuando se me acaboacute la esperanza me refugieacute en la paz de los boleros Fue como un bebedizo emponzontildeado cada palabra era ella Siempre habiacutea necesitado el silencio para escribir porque mi mente atendiacutea maacutes a la muacutesica que a la escritura Entonces fue al reveacutes soacutelo pude escribir a la sombra de los boleros Mi vida se llenoacute de ella Las notas que escribiacute aquellas dos semanas fueron modelos en clave para cartas de amor El jefe de redaccioacuten contrariado con la avalancha de respuestas me pidioacute que moderara el amor mientras pensaacutebamos coacutemo consolar a tantos lectores enamorados

La falta de sosiego acaboacute con el rigor de mis diacuteas Despertaba a las cinco pero me quedaba en la penumbra del cuarto imaginando a Delgadina en su vida irreal de levantar a sus hermanos vestirlos para la escuela darles el desayuno si lo habiacutea y atravesar la ciudad en bicicleta para cumplir la condena de coser botones Me pregunteacute asombrado iquestQueacute piensa una mujer mientras pega un botoacuten iquestPensaba en miacute iquestTambieacuten ella buscaba a Rosa Cabarcas para dar conmigo Paseacute hasta una semana sin quitarme el mameluco de mecaacutenico ni de diacutea ni de noche sin bantildearme sin afeitarme sin cepillarme los dientes porque el amor me ensentildeoacute demasiado tarde que uno se arregla para alguien se viste y se perfuma para alguien y yo nunca habiacutea tenido para quieacuten Damiana creyoacute que estaba enfermo cuando me encontroacute desnudo en la hamaca a las diez de la mantildeana La vi con los ojos turbios de la codicia y la inviteacute a revolearnos desnudos Ella con un desprecio me dijo

-iquestYa pensoacute lo que va a hacer si le digo que siacute

Asiacute supe hasta queacute punto me habiacutea corrompido el sufrimiento No me reconociacutea a miacute mismo en mi dolor de adolescente No volviacute a salir de la casa por no descuidar el teleacutefono Escribiacutea sin descolgarlo y al primer timbrazo le saltaba encima pensando

Memorias de mis putas tristes 35 ______________________________________________________________________________________que pudiera ser Rosa Cabarcas Interrumpiacutea a cada rato lo que estuviera haciendo para llamarla e insistiacute diacuteas enteros hasta comprender que era un teleacutefono sin corazoacuten

Al volver a casa una tarde de lluvia encontreacute el gato enroscado en la escalinata del portoacuten Estaba sucio y maltrecho y con una mansedumbre de laacutestima El manual me hizo ver que estaba enfermo y seguiacute sus normas para alentarlo De golpe mientras descabezaba un suentildeecito de siesta me despabiloacute la idea de que pudiera conducirme a la casa de Delgadina Lo lleveacute en una bolsa de mercado hasta la tienda de Rosa Cabarcas que seguiacutea sellada y sin indicios de vida pero se revolvioacute en el talego con tanto iacutempetu que logroacute escapar saltoacute la tapia del huerto y desaparecioacute entre los aacuterboles Toqueacute al portoacuten con el puntildeo y una voz militar preguntoacute sin abrir iquestQuieacuten vive Gente de paz dije yo para no ser menos Ando en pos de la duentildea No hay duentildea dijo la voz Por lo menos aacutebrame para coger el gato insistiacute No hay gato dijo Pregunteacute iquestQuieacuten es usted

-Nadie -dijo la voz

Siempre habiacutea entendido que morirse de amor no era maacutes que una licencia poeacutetica Aquella tarde de regreso a casa otra vez sin el gato y sin ella comprobeacute que no soacutelo era posible morirse sino que yo mismo viejo y sin nadie estaba murieacutendome de amor Pero tambieacuten me di cuenta de que era vaacutelida la verdad contraria no habriacutea cambiado por nada del mundo las delicias de mi pesadumbre Habiacutea perdido maacutes de quince antildeos tratando de traducir los cantos de Leopardi y soacutelo aquella tarde los sentiacute a fondo Ay de miacute si es amor cuaacutento atormenta

Mi entrada al perioacutedico en mameluco y mal afeitado despertoacute ciertas dudas sobre mi estado mental La casa remodelada con cabinas individuales de vidrio y luces cenitales pareciacutea una cliacutenica de maternidad El clima artificial callado y confortable invitaba a hablar en susurros y caminar en puntillas En el vestiacutebulo como virreyes muertos estaban los retratos al oacuteleo de los tres directores vitalicios y las fotografiacuteas de visitantes ilustres La enorme sala principal estaba presidida por la fotografiacutea gigantesca de la redaccioacuten actual tomada la tarde de mi cumpleantildeos No pude evitar la comparacioacuten mental con la otra de mis treinta antildeos y una vez maacutes comprobeacute con horror que se envejece maacutes y peor en los retratos que en la realidad La secretaria que me habiacutea besado la tarde del cumpleantildeos me preguntoacute si estaba enfermo Fui feliz de contestarle la verdad para que no la creyera Enfermo de amor Ella dijo iexclLaacutestima que no sea por miacute Yo le correspondiacute el cumplido No esteacute tan segura

El redactor judicial salioacute de su cabina gritando que habiacutea dos cadaacuteveres de muchachas sin identificar en el anfiteatro municipal Le pregunteacute asustado iquestDe queacute edad Joacutevenes dijo eacutel Pueden ser refugiadas del interior perseguidas hasta aquiacute por matones del reacutegimen Respireacute aliviado La situacioacuten nos invade en silencio como una mancha de sangre dije El redactor judicial ya lejos gritoacute

-De sangre no maestro de mierda

Algo peor me ocurrioacute diacuteas despueacutes cuando una muchacha instantaacutenea con una canasta igual a la del gato pasoacute como un escalofriacuteo frente a la libreriacutea Mundo La perseguiacute a codazos por entre la muchedumbre en el fragor de las doce del diacutea Era muy bella de trancos largos y con una fluidez para abrirse camino entre el gentiacuteo

Memorias de mis putas tristes 36 ______________________________________________________________________________________que me costoacute trabajo alcanzarla Por fin la rebaseacute y la mireacute de frente Ella me apartoacute con la mano sin detenerse ni pedir perdoacuten No era la que creiacutea pero su altivez me dolioacute como si lo fuera Comprendiacute entonces que no seriacutea capaz de reconocer a Delgadina despierta y vestida ni ella podiacutea saber quieacuten era yo si nunca me habiacutea visto En un acto de locura tejiacute durante tres diacuteas doce pares de zapatitos azules y rosados para recieacuten nacidos tratando de darme valor para no escuchar ni cantar ni recordar las canciones que me recordaban a ella

La verdad era que no podiacutea con mi alma y empezaba a tomar conciencia de la vejez por mis flaquezas frente al amor Una prueba todaviacutea maacutes dramaacutetica la tuve cuando un autobuacutes de servicio puacuteblico arrolloacute una ciclista en el puro centro comercial Acababan de llevaacutersela en una ambulancia y la magnitud de la tragedia se apreciaba por el estado de chatarra en que quedoacute la bicicleta sobre un charco de sangre viva Pero mi impresioacuten no fue tanta por los destrozos de la bicicleta como por la marca el modelo y el color No podiacutea ser otra que la que yo mismo le habiacutea regalado a Delgadina

Los testigos coincidieron en que la ciclista herida era muy joven alta y delgada y con el cabello corto y rizado Aturdido tomeacute el primer taxi que pasoacute y me hice llevar al hospital de Caridad un viejo edificio de muros ocres que pareciacutea una caacutercel encallada en un arenal Necesiteacute media hora para entrar y otra maacutes para salir de un patio fragante de aacuterboles frutales donde una mujer atribulada se me atravesoacute en el camino me miroacute a los ojos y exclamoacute

-Yo soy la que no buscas

Soacutelo entonces recordeacute que era alliacute donde viviacutean en libertad los internos mansos del manicomio municipal Tuve que identificarme como periodista ante la direccioacuten del hospital para que un enfermero me condujera al pabelloacuten de urgencias En elcuaderno de ingresos estaban los datos Rosalba Riacuteos dieciseacuteis antildeos sin oficio conocido Diagnoacutestico conmocioacuten cerebral Pronoacutestico reservado Pregunteacute al jefe del pabelloacuten si podiacutea verla con la esperanza iacutentima de que me dijeran que no pero me llevaron encantados por si queriacutea escribir sobre el estado de abandono del hospital

Atravesamos una sala abigarrada con un fuerte olor de aacutecido feacutenico y los enfermos apelotonados en las camas Al fondo en un cuarto solo tendida en una camilla metaacutelica estaba la que buscaacutebamos Teniacutea el craacuteneo cubierto de vendas la cara indescifrable gonfia y amoratada pero me bastoacute con verle los pies para saber que no era Soacutelo entonces se me ocurrioacute preguntarme iquestQueacute habriacutea hecho yo si hubiera sido ella

Todaviacutea enredado en las telarantildeas de la noche tuve el valor de ir el diacutea siguiente a la faacutebrica de camisas donde Rosa Cabarcas habiacutea dicho alguna vez que trabajaba la nintildea y le pediacute al propietario que nos mostrara sus instalaciones como modelo para un proyecto continental de las Naciones Unidas Era un libaneacutes paquideacutermico y taciturno que nos abrioacute las puertas de su reino con la ilusioacuten de ser un ejemplo universal

Trescientas joacutevenes de blusas blancas con la ceniza del mieacutercoles en la frente cosiacutean botones en la vasta nave iluminada Cuando nos vieron entrar se irguieron

Memorias de mis putas tristes 37 ______________________________________________________________________________________como colegialas y nos observaron de reojo mientras el gerente explicaba sus aportes al arte inmemorial de pegar botones Yo escrutaba las caras de cada una con el pavor de descubrir a Delgadina vestida y despierta Pero fue una de ellas la que me descubrioacute a miacute con la mirada temible de la admiracioacuten sin clemencia

-Diacutegame sentildeor iquestno es usted el que escribe las cartas de amor en el perioacutedico

Nunca me hubiera imaginado que una nintildea dormida pudiera causar en uno semejantes estragos Escapeacute de la faacutebrica sin despedirme ni pensar siquiera si alguna de aquellas viacutergenes de purgatorio era por fin la que buscaba Cuando saliacute de ahiacute el uacutenico sentimiento que me quedaba en la vida eran las ganas de llorar

Rosa Cabarcas llamoacute al cabo de un mes con una explicacioacuten increiacuteble se habiacutea tomado un merecido descanso en Cartagena de Indias despueacutes del asesinato del banquero No le creiacute desde luego pero la feliciteacute por su suerte y la dejeacute explayarse en su mentira antes de hacerle la pregunta que me borboritaba en el corazoacuten

-iquestY ella

Rosa Cabarcas hizo un silencio largo Ahiacute estaacute dijo al fin pero su voz se hizo evasiva Hay que esperar un tiempo iquestCuaacutento Ni idea ya te avisareacute Sentiacute que se me iba y la pareacute en seco Espeacuterate dame alguna luz No hay luz dijo ella y concluyoacute Ten cuidado puedes perjudicarte tuacute y sobre todo perjudicarla a ella Yo no estaba para esa clase de remilgos Le supliqueacute aunque fuera una oportunidad de acercarme a la verdad Al fin y al cabo le dije somos coacutemplices Ella no dio un paso maacutes Caacutelmate me dijo la nintildea estaacute bien y esperando que la llame pero ahora mismo no hay nada que hacer ni voy a decir nada maacutes Adioacutes

Me quedeacute con el teleacutefono en la mano sin saber por doacutende seguir pues tambieacuten la conociacutea bastante para pensar que no conseguiriacutea nada de ella si no era por las buenas Despueacutes del mediodiacutea me di una vuelta furtiva por su casa maacutes confiado en la casualidad que en la razoacuten y la encontreacute todaviacutea cerrada y con los sellos de la Sanidad Penseacute que Rosa Cabarcas me habiacutea telefoneado de otra parte tal vez de otra ciudad y la sola idea me llenoacute de presagios turbios No obstante a las seis de la tarde cuando menos lo esperaba me soltoacute por teleacutefono mi propio santo y sentildea

-Bueno ahora siacute

A las diez de la noche tembloroso y con los labios mordidos para no llorar fui cargado de cajas de chocolates suizos turrones y caramelos y una canasta de rosas ardientes para cubrir la cama La puerta estaba entreabierta las luces encendidas y en el radio se diluiacutea a medio volumen la sonata nuacutemero uno para violiacuten y piano de Brahms Delgadina en la cama estaba tan radiante y distinta que me costoacute trabajo reconocerla

Habiacutea crecido pero no se le notaba en la estatura sino en una madurez intensa que la haciacutea parecer con dos o tres antildeos maacutes y maacutes desnuda que nunca Sus poacutemulos altos la piel tostada por soles de mar bravo los labios finos y el cabello corto y rizado le infundiacutean a su rostro el resplandor androacutegino del Apolo de Praxiacuteteles Pero no habiacutea equiacutevoco posible porque sus senos habiacutean crecido hasta el punto de que no me cabiacutean en la mano sus caderas habiacutean acabado de formarse y sus huesos se

Memorias de mis putas tristes 38 ______________________________________________________________________________________habiacutean vuelto maacutes firmes y armoacutenicos Me encantaron aquellos aciertos de la naturaleza pero me aturdieron los artificios las pestantildeas postizas las untildeas de las manos y los pies esmaltadas de naacutecar y un perfume de a dos cuartillos que no teniacutea nada que ver con el amor Sin embargo lo que me sacoacute de quicio fue la fortuna que llevaba encima pendientes de oro con gajos de esmeraldas un collar de perlas naturales una pulsera de oro con resplandores de diamantes y anillos con piedras legiacutetimas en todos los dedos En la silla estaba su traje de nochera con lentejuelas y bordados y las zapatillas de raso Un vapor raro me subioacute de las entrantildeas

-iexclPuta -griteacute

Pues el diablo me soploacute en el oiacutedo un pensamiento siniestro Y fue asiacute la noche del crimen Rosa Cabarcas no debioacute tener tiempo ni serenidad para prevenir a la nintildea y la policiacutea la encontroacute en el cuarto sola menor de edad y sin coartada Nadie igual a Rosa Cabarcas para una situacioacuten como aqueacutella le vendioacute la virginidad de la nintildea a alguno de sus grandes cacaos a cambio de que a ella la sacaran limpia del crimen Lo primero claro fue desaparecer mientras se aplacaba el escaacutendalo iexclQueacute maravilla Una luna de miel para tres ellos dos en la cama y Rosa Cabarcas en una terraza de lujo disfrutando de su impunidad feliz Ciego de una furia insensata fui reventando contra las paredes cada cosa del cuarto las laacutemparas el radio el ventilador los espejos las jarras los vasos Lo hice sin prisa pero sin pausas con un grande estropicio y una embriaguez metoacutedica que me salvoacute la vida La nintildea dio un salto al primer estallido pero no me miroacute sino que se enroscoacute de espaldas a miacute y asiacute permanecioacute con espasmos entrecortados hasta que cesoacute el estropicio Las gallinas en el patio y los perros de la madrugada aumentaron el escaacutendalo Con la cegadora lucidez de la coacutelera tuve la inspiracioacuten final de prenderle fuego a la casa cuando aparecioacute en la puerta la figura impasible de Rosa Cabarcas en camisa de dormir No dijo nada Hizo con la vista el inventario del desastre y comproboacute que la nintildea estaba enroscada sobre siacute misma como un caracol y con la cabeza escondida entre los brazos aterrada pero intacta

-iexclDios miacuteo -exclamoacute Rosa Cabarcas- iexclQueacute no hubiera dado yo por un amor como eacuteste

Me midioacute de cuerpo entero con una mirada de misericordia y me ordenoacute Vamos La seguiacute hasta la casa me sirvioacute un vaso de agua en silencio me hizo una sentildea de que me sentara frente a ella y me puso en confesioacuten Bueno me dijo ahora poacutertate como un adulto y cueacutentame iquestqueacute te pasa

Le conteacute con lo que teniacutea como mi verdad revelada Rosa Cabarcas me escuchoacute en silencio sin asombro y por fin parecioacute iluminada Queacute maravilla dijo Siempre he dicho que los celos saben maacutes que la verdad Y entonces me contoacute la realidad sin reservas En efecto dijo en su ofuscacioacuten de la noche del crimen se habiacutea olvidado de la nintildea dormida en el cuarto Uno de sus clientes abogado del muerto ademaacutes repartioacute prebendas y sobornos a cuatro manos e invitoacute a Rosa Cabarcas a un hotel de reposo de Cartagena de Indias mientras se disipaba el escaacutendalo Creacuteeme dijo Rosa Cabarcas que en todo este tiempo no dejeacute de pensar ni un momento en ti y en la nintildea Volviacute antier y lo primero que hice fue llamarte por teleacutefono pero nadie contestoacute En cambio la nintildea vino enseguida y en tan mal estado que te la bantildeeacute te la vestiacute y te la mandeacute al saloacuten de belleza con la orden de que la arreglaran como una reina Ya viste coacutemo perfecta iquestLa ropa de lujo Son los trajes que les alquilo a mis

Memorias de mis putas tristes 39 ______________________________________________________________________________________pupilas maacutes pobres cuando tienen que ir a bailar con sus clientes iquestLas joyas Son las miacuteas dijo Basta con tocarlas para darse cuenta de que son diamantes de vidrio y estoperoles de hojalata De modo que no jodas concluyoacute Anda despieacutertala piacutedele perdoacuten y hazte cargo de ella de una vez Nadie merece ser maacutes feliz que ustedes

Hice un esfuerzo sobrenatural para creerle pero pudo maacutes el amor que la razoacuten iexclPutas le dije atormentado por el fuego vivo que me abrasaba las entrantildeas iexclEso es lo que son ustedes griteacute iexclPutas de mierda No quiero saber nada maacutes de tiacute ni de ninguna otra guaricha en el mundo y menos de ella Le hice desde la puerta una sentildeal de adioacutes para siempre Rosa Cabarcas no lo dudoacute

-Vete con Dios -me dijo con un rictus de tristeza y volvioacute a su vida real- De todos modos te pasareacute la cuenta del desmadre que me hiciste en el cuarto

Memorias de mis putas tristes 40 ______________________________________________________________________________________

5

Leyendo Los idus de marzo encontreacute una frase siniestra que el autor atribuye a Julio Ceacutesar Es imposible no terminar siendo como los otros creen que uno es No pude comprobar su verdadero origen en la propia obra de Julio Ceacutesar ni en las obras de sus bioacutegrafos desde Suetonio hasta Carcopino pero valioacute la pena conocerla Su fatalismo aplicado al curso de mi vida en los meses siguientes fue lo que me dio la determinacioacuten que me haciacutea falta no soacutelo para escribir esta memoria sino para empezarla sin pudores con el amor de Delgadina

No teniacutea un instante de sosiego apenas si probaba bocado y perdiacute tanto peso que no se me teniacutean los pantalones en la cintura Los dolores erraacuteticos se me quedaron en los huesos cambiaba de aacutenimo sin razoacuten pasaba las noches en un estado de deslumbramiento que no me permitiacutea leer ni escuchar muacutesica y en cambio se me iba el diacutea cabeceando por una somnolencia sonsa que no serviacutea para dormir

El alivio me cayoacute del cielo En la atestada goacutendola de Loma Fresca una vecina de asiento que no habiacutea visto subir me susurroacute al oiacutedo iquestTodaviacutea tiras Era Casilda Armenia un viejo amor de a tres por cinco que me habiacutea soportado como cliente asiduo desde que era una adolescente altiva Una vez retirada medio enferma y sin un clavo se habiacutea casado con un hortelano chino que le dio nombre y apoyo y quizaacutes un poco de amor A los setenta y tres antildeos teniacutea el peso de siempre seguiacutea bella y de caraacutecter fuerte y conservaba intacto el desparpajo del oficio

Me llevoacute a su casa una huerta de chinos en una colina de la carretera al mar Nos sentamos en las sillas de playa de la terraza umbriacutea entre helechos y frondas de astromelias y jaulas de paacutejaros colgadas en el alero En la falda de la colina se veiacutean los hortelanos chinos con sombreros de cono sembrando las hortalizas bajo el sol abrasante y el pieacutelago gris de las Bocas de Ceniza con los dos tajamares de rocas que canalizan el riacuteo varias leguas en el mar Mientras conversaacutebamos vimos entrar un trasatlaacutentico blanco por la desembocadura y lo seguimos callados hasta oiacuter su bramido de toro luacutegubre en el puerto fluvial Ella suspiroacute iquestTe das cuenta En maacutes de medio siglo es la primera vez que no te recibo la visita en la cama Ya somos otros dije Ella prosiguioacute sin oiacuterme Cada vez que dicen cosas de ti en el radio que te elogian por el carintildeo que te tiene la gente y te llaman maestro del amor imagiacutenate pienso que nadie te conocioacute tus gracias y tus mantildeas tan bien como yo En serio dijo nadie hubiera podido soportarte mejor

No resistiacute maacutes Ella lo sintioacute vio mis ojos huacutemedos de laacutegrimas y soacutelo entonces debioacute descubrir que ya no era el que fui y le sostuve la mirada con un valor del que

Memorias de mis putas tristes 41 ______________________________________________________________________________________nunca me creiacute capaz Es que me estoy volviendo viejo le dijeYa lo estamos suspiroacute ella Lo que pasa es que uno no lo siente por dentro pero desde fuera todo el mundo lo ve

Era imposible no abrirle el corazoacuten asiacute que le conteacute la historia completa que me ardiacutea en las entrantildeas desde mi primera llamada a Rosa Cabarcas la viacutespera de mis noventa antildeos hasta la noche traacutegica en que hice antildeicos el cuarto y no regreseacute maacutes Ella me oyoacute el desahogo como si estuviera vivieacutendolo lo rumioacute muy despacio y por fin sonrioacute

-Haz lo que quieras pero no pierdas a esa criatura -me dijo- No hay peor desgracia que morir solo

Fuimos a Puerto Colombia en el trenecito de juguete tan despacioso como un caballo Almorzamos frente al muelle de maderas carcomidas por donde habiacutea entrado el mundo entero al paiacutes antes que se dragaran las Bocas de Ceniza Nos sentamos bajo un cobertizo de palma donde las grandes matronas negras serviacutean pargos fritos con arroz de coco y tajadas de plaacutetano verde Dormitamos en el sopor denso de las dos y seguimos conversando hasta que se hundioacute en el mar el inmenso sol de candela La realidad me pareciacutea fantaacutestica Mira adonde ha venido a dar nuestra luna de miel se burloacute ella Pero prosiguioacute en serio Hoy miro para atraacutes veo la fila de miles de hombres que pasaron por mis camas y dariacutea el alma por haberme quedado aunque fuera con el peor Gracias a Dios encontreacute mi chino a tiempo Es como estar casada con el dedo mentildeique pero es soacutelo miacuteo

Me miroacute a los ojos midioacute mi reaccioacuten a lo que acababa de contarme y me dijo Asiacute que vete a buscar ahora mismo a esa pobre criatura aunque sea verdad lo que te dicen los celos sea como sea que lo bailado no te lo quita nadie Pero eso siacute sin romanticismos de abuelo Despieacutertala tiacuteratela hasta por las orejas con esa pinga de burro con que te premioacute el diablo por tu cobardiacutea y tu mezquindad En serio terminoacute con el alma no te vayas a morir sin probar la maravilla de tirar con amor

El pulso me temblaba al diacutea siguiente cuando marqueacute el nuacutemero del teleacutefono Tanto por la tensioacuten del reencuentro con Delgadina como por la incertidumbre de la forma en que Rosa Cabarcas me respondiera Habiacuteamos tenido una disputa seria por el abuso con que tasoacute los destrozos que hice en su cuarto Tuve que vender uno de los cuadros maacutes amados de mi madre cuyo valor se calculaba en una fortuna pero a la hora de la verdad no llegoacute a un deacutecimo de mis ilusiones

Aumenteacute la suma con el resto de mis ahorros y se la lleveacute a Rosa Cabarcas con una consigna inapelable Lo tomas o lo dejas Fue un acto suicida porque soacutelo con vender uno de mis secretos ella habriacutea aniquilado mi buen nombre Pero no respingoacute sino que se quedoacute con los cuadros que habiacutea tomado en prenda la noche del pleito Fui el perdedor absoluto en una sola jugada me quedeacute sin Delgadina sin Rosa Cabarcas y sin mis uacuteltimos ahorros Sin embargo oiacute el timbre del teleacutefono una vez dos veces tres y por fin ella iquestA ver No me salioacute la voz Colgueacute Me echeacute en la hamaca tratando de serenarme con la liacuterica asceacutetica de Satie y sudeacute tanto que el lienzo quedoacute empapado Hasta el diacutea siguiente no tuve el valor de llamar

-Bueno mujer -dije con voz firme- Hoy siacute

Memorias de mis putas tristes 42 ______________________________________________________________________________________Rosa Cabarcas coacutemo no estaba maacutes allaacute de todo Ay mi sabio triste suspiroacute con su aacutenimo invencible te pierdes dos meses y soacutelo vuelves para pedir ilusiones Me contoacute que no habiacutea visto a Delgadina desde haciacutea maacutes de un mes que pareciacutea tan repuesta del susto de mis estropicios que ni siquiera habloacute de ellos ni preguntoacute por miacute y estaba muy contenta en un nuevo empleo maacutes coacutemodo y mejor pagado que coser botones Una oleada de fuego vivo me quemoacute las entrantildeas Soacutelo puede ser de puta dije Rosa me replicoacute sin pestantildeear No seas bruto si asiacute fuera estariacutea aquiacute iquestO doacutende podriacutea estar mejor La rapidez de su loacutegica me agravoacute la duda iquestY coacutemo seacute que no estaacute ahiacute En ese caso replicoacute ella lo que maacutes te conviene es no saberlo iquestO no Una vez maacutes la odieacute Ella a prueba de erosiones prometioacute rastrear a la nintildea Sin muchas esperanzas porque el teleacutefono de la vecina donde la llamaba seguiacutea cortado y no teniacutea la menor idea de doacutende viviacutea Pero no era para echarse a morir queacute carajo dijo te llamo en una hora

Fue una hora de tres diacuteas pero encontroacute a la nintildea disponible y sana Volviacute avergonzado y la beseacute palmo a palmo como penitencia desde las doce de la noche hasta que cantaron los gallos Un perdoacuten largo que me prometiacute seguir repitiendo para siempre y fue como empezar otra vez por el principio El cuarto habiacutea sido desmantelado y el mal uso habiacutea acabado con todo lo que yo habiacutea puesto Ella lo habiacutea dejado asiacute y me dijo que cualquier mejora teniacutea que hacerla yo por lo que estaba debieacutendole Sin embargo mi situacioacuten econoacutemica tocaba fondo El dinero de las jubilaciones alcanzaba cada vez para menos Las pocas cosas vendibles que quedaban en la casa -salvo las joyas sagradas de mi madre- careciacutean de valor comercial y nada era bastante viejo para ser antiguo En tiempos mejores el gobernador me habiacutea hecho la oferta tentadora de comprarme en bloque los libros de los claacutesicos griegos latinos y espantildeoles para la Biblioteca Departamental pero no tuve corazoacuten para venderlos Despueacutes con los cambios poliacuteticos y el deterioro del mundo nadie del gobierno pensaba en las artes ni las letras Cansado de buscar una solucioacuten decente me echeacute al bolsillo las joyas que Delgadina me habiacutea devuelto y me fui a empentildearlas en un callejoacuten siniestro que conduciacutea al mercado puacuteblico Con aires de sabio distraiacutedo recorriacute varias veces aquel tugurio atiborrado de cantinas de mala muerte libreriacuteas de viejo y casas de empentildeo pero la dignidad de Florina de Dios me cerroacute el paso no me atreviacute Entonces decidiacute venderlas con la frente en alto a la joyeriacutea maacutes antigua y acreditada

El dependiente me hizo algunas preguntas mientras examinaba las joyas con su monoacuteculo Teniacutea la conducta el estilo y el pavor de un meacutedico Le expliqueacute que eran joyas heredadas de mi madre El aprobaba con un gruntildeido cada una de mis explicaciones y por fin se quitoacute el monoacuteculo

-Lo siento -dijo- pero son culos de botellas

Ante mi sorpresa me explicoacute con una suave conmiseracioacuten Menos mal que el oro es oro y el platino es platino Me toqueacute el bolsillo para asegurarme de que llevaba las facturas de compra y dije sin resabios

-Pues fueron compradas en esta noble casa hace maacutes de cien antildeos

El no se inmutoacute Suele suceder dijo que en las joyas hereditarias vayan desapareciendo las piedras maacutes valiosas con el paso del tiempo sustituidas por diacutescolos de la familia o por joyeros bandidos y soacutelo cuando alguien trata de

Memorias de mis putas tristes 43 ______________________________________________________________________________________venderlas se descubre el fraude Pero permiacutetame un segundo dijo y se llevoacute las joyas por la puerta del fondo Al cabo de un momento regresoacute y sin explicacioacuten alguna me indicoacute que me sentara en la silla de espera y siguioacute trabajando

Examineacute la tienda Habiacutea ido con mi madre varias veces y recordaba una frase recurrente No se lo digas a tu papaacute De pronto se me ocurrioacute una idea que me crispoacute iquestno seriacutea que Rosa Cabarcas y Delgadina de comuacuten acuerdo habiacutean vendido las piedras legiacutetimas y me devolvieron las joyas con las piedras falsas

Estaba ardiendo en dudas cuando una secretaria me invitoacute a seguirla por la misma puerta del fondo hasta una oficina pequentildea con una larga estanteriacutea de gruesos voluacutemenes Un beduino colosal se levantoacute en el escritorio del fondo y me estrechoacute la mano tuteaacutendome con una efusioacuten de viejo amigo Hicimos juntos el bachillerato me dijo a modo de saludo Me fue faacutecil recordarlo era el mejor futbolista de la escuela y campeoacuten de nuestros primeros burdeles Habiacutea dejado de verlo en alguacuten momento incierto y debioacute verme tan decreacutepito que me confundioacute con un condisciacutepulo de su infancia

Sobre el cristal del escritorio teniacutea abierto uno de los mamotretos del archivo donde estaba la memoria de las joyas de mi madre Una relacioacuten exacta con fechas y detalles de que ella en persona habiacutea hecho cambiar las piedras de dos generaciones de hermosas y dignas Cargamantos y habiacutea vendido las legiacutetimas a la misma tienda Esto habiacutea ocurrido cuando el padre del propietario actual estaba al frente de la joyeriacutea y eacutel y yo en la escuela Pero eacutel mismo me tranquilizoacute aquellas triquintildeuelas eran de uso corriente entre las grandes familias en desgracia para resolver urgencias de plata sin sacrificar el honor Ante la realidad cruda preferiacute conservarlas como recuerdo de otra Florina de Dios que nunca conociacute

A principios de julio sentiacute la distancia real de la muerte Mi corazoacuten perdioacute el paso y empeceacute a ver y sentir por todos lados los presagios inequiacutevocos del final El maacutes niacutetido fue en el concierto de Bellas Artes El aire acondicionado habiacutea fallado y la flor y nata de las artes y las letras se cocinaban al bantildeomariacutea en el saloacuten abarrotado pero la magia de la muacutesica era un clima celestial Al final con el Allegretto poco mosso me estremecioacute la revelacioacuten deslumbrante de que estaba escuchando el uacuteltimo concierto que me deparaba el destino antes de morir No sentiacute dolor ni miedo sino la emocioacuten arrasadora de haber alcanzado a vivirlo

Cuando por fin logreacute abrirme camino empapado de sudor a traveacutes de los abrazos y las fotos me encontreacute de manos a boca con Ximena Ortiz como una diosa de cien antildeos en la silla de ruedas Su sola presencia se me imponiacutea como un pecado mortal Teniacutea una tuacutenica de seda color marfil tan tersa como su piel un hilo de perlas legiacutetimas de tres vueltas el cabello color de naacutecar cortado a la moda de los veintes con una punta de ala de gaviota en la mejilla y los grandes ojos amarillos iluminados por la sombra natural de las ojeras Todo en ella contradeciacutea el rumor de que su mente estaba quedaacutendose en blanco por la erosioacuten irredimible de la memoria Petrificado y sin recursos frente a ella me sobrepuse al vaho de fuego que me subioacute a la cara y la saludeacute en silencio con una venia versallesca Ella sonrioacute como una reina y me agarroacute la mano Entonces me di cuenta de que tambieacuten aquello era una coartada del destino y no la perdiacute para sacarme una espina que me estorbaba desde siempre He sontildeado durante antildeos con este momento le dije Ella no parecioacute

Memorias de mis putas tristes 44 ______________________________________________________________________________________entender iexclNo me digas dijo iquestY tuacute quieacuten eres No supe nunca si en verdad lo habiacutea olvidado o si fue la venganza final de su vida

La certidumbre de ser mortal en cambio me habiacutea sorprendido poco antes de los cincuenta antildeos en una ocasioacuten como aqueacutella una noche de carnaval en que bailaba un tango apache con una mujer fenomenal a la que nunca le vi la cara maacutes corpulenta que yo como por cuarenta libras y maacutes alta como de dos palmos que sin embargo se dejaba llevar como una pluma al viento Bailaacutebamos tan apretados que sentiacutea circular su sangre por las venas y me hallaba como adormecido de gusto con su resuello trabajoso su grajo de amoniacuteaco sus tetas de astroacutenoma cuando me sacudioacute por la primera vez y casi me derriboacute por tierra el freacutemito de la muerte Fue como un oraacuteculo brutal en el oiacutedo Hagas lo que hagas en este antildeo o dentro de ciento estaraacutes muerto hasta jamaacutes Ella se separoacute asustada iquestQueacute le pasa Nada le dije tratando de sujetarme el corazoacuten

-Tiemblo por usted

Desde entonces empeceacute a medir la vida no por antildeos sino por deacutecadas La de los cincuenta habiacutea sido decisiva porque tomeacute conciencia de que casi todo el mundo era menor que yo La de los sesenta fue la maacutes intensa por la sospecha de que ya no me quedaba tiempo para equivocarme La de los setenta fue temible por una cierta posibilidad de que fuera la uacuteltima No obstante cuando desperteacute vivo la primera mantildeana de mis noventa antildeos en la cama feliz de Delgadina se me atravesoacute la idea complaciente de que la vida no fuera algo que transcurre como el riacuteo revuelto de Heraacuteclito sino una ocasioacuten uacutenica de voltearse en la parrilla y seguir asaacutendose del otro costado por noventa antildeos maacutes

Me volviacute de laacutegrima faacutecil Cualquier sentimiento que tuviera algo que ver con la ternura me causaba un nudo en la garganta que no siempre lograba dominar y penseacute en renunciar al placer solitario de velar el suentildeo de Delgadina no tanto por la incertidumbre de mi muerte como por el dolor de imaginarla sin miacute en el resto de su vida Uno de aquellos diacuteas inciertos fui a dar por distraccioacuten a la muy noble calle de los Notarios y me sorprendioacute no encontrar nada maacutes que los escombros del viejo hotel de lance donde fui iniciado por la fuerza en las artes del amor poco antes de mis doce antildeos Habiacutea sido una mansioacuten de antiguos navieros espleacutendida como pocas en la ciudad con columnas enchapadas de alabastro y frisos de oropeles alrededor de un patio interior con una cuacutepula de cristales de siete colores que irradiaba un resplandor de invernadero En la planta baja con un portal goacutetico sobre la calle estuvieron por maacutes de un siglo las notariacuteas coloniales en las que trabajoacute prosperoacute y se arruinoacute mi padre en toda una vida de suentildeos fantaacutesticos Las familias histoacutericas abandonaron poco a poco los pisos superiores que terminaron ocupados por una legioacuten de nocheras en desgracia que subiacutean y bajaban hasta el amanecer con los clientes atrapados por un peso y medio en las cantinas del cercano puerto fluvial

A mis doce antildeos todaviacutea con mis pantalones cortos y mis botitas de la escuela primaria no pude resistir la tentacioacuten de conocer los pisos superiores mientras mi padre se debatiacutea en una de sus reuniones interminables y me encontreacute con un espectaacuteculo celestial Las mujeres que malvendiacutean sus cuerpos hasta el amanecer se moviacutean por la casa desde las once de la mantildeana cuando ya la caniacutecula del vitral era insoportable y teniacutean que hacer su vida domeacutestica caminando en pelotas por

JUAN CARLOS 161104
caniacutecula (Del lat canicŭla) f Periacuteodo del antildeo en que es maacutes fuerte el calor || 2 Astr Tiempo del nacimiento heliacuteaco de Sirio que antiguamente coincidiacutea con la eacutepoca maacutes calurosa del antildeo pero que hoy no se verifica hasta fines de agosto13
JUAN CARLOS 161104
freacutemito (Del lat fremĭtus) m bramido

Memorias de mis putas tristes 45 ______________________________________________________________________________________toda la casa mientras comentaban a gritos sus aventuras de la noche Me quedeacute aterrorizado Lo uacutenico que se me ocurrioacute fue escapar por donde habiacutea llegado cuando una de las desnudas de carnes macizas olorosas a jaboacuten de monte me abrazoacute por la espalda y me llevoacute en vilo hasta su cubiacuteculo de cartoacuten sin que yo pudiera verla en medio de la griteriacutea y los aplausos de las inquilinas en cueros Me tiroacute bocarriba en su cama para cuatro me quitoacute los pantalones con una maniobra maestra y se acaballoacute sobre miacute pero el terror helado que me empapaba el cuerpo me impidioacute recibirla como un hombre Aquella noche desvelado en la cama de mi casa por la verguumlenza del asalto no pude dormir maacutes de una hora con las ansias de volver a verla Pero la mantildeana siguiente mientras los trasnochados dormiacutean subiacute temblando hasta su cubiacuteculo y la desperteacute llorando a gritos con un amor enloquecido que duroacute hasta que se lo llevoacute sin misericordia el ventarroacuten de la vida real Se llamaba Castorina y era la reina de la casa

Los cubiacuteculos del hotel costaban un peso para los amores de paso pero muy pocos sabiacuteamos que costaban lo mismo hasta por veinticuatro horas Ademaacutes Castorina me introdujo en su mundo de mala muerte donde invitaban a los clientes pobres a sus desayunos de gala le prestaban el jaboacuten les atendiacutean los dolores de muela y en casos de urgencia mayor les daban un amor de caridad

Pero en las tardes de la uacuteltima vejez se acordaba de la inmortal Castorina muerta quien sabiacutea cuando que habiacutea sucedido desde las esquinas miserables del muelle fluvial hasta el trono sagrado de mamasanta mayor con un parche de pirata en el ojo perdido en el pleito de cantina Su uacuteltimo machucante de planta un negro feliz de Camaguumley a quien llamaba Jonaacutes el Galeote habiacutea sido un trompetista de los grandes en La Habana hasta que perdioacute la sonrisa completa en una cataacutestrofe de trenes

Al salir de aquella visita amarga sentiacute una punzada en el corazoacuten que no habiacutea logrado aliviar en tres diacuteas con toda clase de poacutecimas caseras El meacutedico al que acudiacute de urgencia miembro de una estirpe de insignes era nieto del que me vio a mis cuarenta y dos antildeos y me asustoacute que pareciera el mismo pues estaba tan envejecido como su abuelo a los setenta por una calvicie prematura unos lentes de miope sin regreso y una tristeza inconsolable Me hizo un examen minucioso de cuerpo entero con una concentracioacuten de orfebre Me auscultoacute el pecho y la espalda y me revisoacute la presioacuten arterial los reflejos de la rodilla el fondo del ojo el color del paacuterpado inferior En las pausas mientras yo cambiaba de posicioacuten en la mesa de reconocimiento me haciacutea preguntas tan vagas y raacutepidas que apenas si me daban tiempo de pensar las respuestas Al cabo de una hora me miroacute con una sonrisa feliz Bueno dijo creo que no tengo nada que hacer por usted iquestQueacute quiere decir Que su estado es el mejor posible a su edad Queacute curioso le dije lo mismo me dijo su abuelo cuando yo teniacutea cuarenta y dos antildeos como si el tiempo no pasara Siempre encontraraacute uno que se lo diga dijo porque siempre tendraacute una edad Yo provocaacutendolo para una sentencia aterradora le dije La uacutenica definitiva es la muerte Siacute dijo eacutel pero no es faacutecil llegar a ella en tan buen estado como usted Siento de veras no poder complacerlo

Eran recuerdos nobles pero la viacutespera del 29 de agosto sentiacute el peso inmenso del siglo que me esperaba impasible cuando subiacute con pasos de hierro las escaleras de mi casa Entonces volviacute a ver una vez maacutes a Florina de Dios mi madre en mi cama que habiacutea sido la suya hasta su muerte y me hizo la misma bendicioacuten de la uacuteltima

Memorias de mis putas tristes 46 ______________________________________________________________________________________vez que la vi dos horas antes de morir Trastornado por la conmocioacuten lo entendiacute como el anuncio final y llameacute a Rosa Cabarcas para que me llevara a mi nintildea aquella misma noche en previsioacuten de que no se cumpliera mi ilusioacuten de sobrevivir hasta el uacuteltimo aliento de mis noventa antildeos Volviacute a llamarla a las ocho y una vez maacutes repitioacute que no era posible Tiene que serlo a cualquier precio le griteacute aterrorizado Colgoacute sin despedirse pero quince minutos despueacutes volvioacute a llamar

-Bueno aquiacute la tienes

Llegueacute a las diez y veinte de la noche y le di a Rosa Cabarcas las uacuteltimas cartas de mi vida con mis disposiciones sobre la nintildea despueacutes de mi final terrible Ella pensoacute que me habiacutea impresionado con el acuchillado y me dijo con aires de burla Si te vas a morir que no sea aquiacute imagiacutenate Pero yo le dije Di que me atropello el tren de Puerto Colombia ese pobre cacharro de laacutestima incapaz de matar a nadie

Preparado para todo aquella noche me acosteacute bocarriba a la espera del dolor final en el primer instante de mis noventa y un antildeos Oiacute campanas distantes sentiacute la fragancia del alma de Delgadina dormida de costado oiacute un grito en el horizonte sollozos de alguien que quizaacutes habiacutea muerto un siglo antes en la alcoba Entonces apagueacute la luz con el uacuteltimo aliento entrelaceacute mis dedos con los suyos para llevaacutermela de la mano y conteacute las doce campanadas de las doce con mis doce laacutegrimas finales hasta que empezaron a cantar los gallos y enseguida las campanas de gloria los cohetes de fiesta que celebraban el juacutebilo de haber sobrevivido sano y salvo a mis noventa antildeos

Mis primeras palabras fueron para Rosa Cabarcas Te compro la casa toda con la tienda y el huerto Ella me dijo Hagamos una apuesta de viejos el que se muera primero se queda con todo lo del otro firmado ante notario No porque si yo me muero todo deberiacutea ser para ella Es igual dijo Rosa Cabarcas yo me hago cargo de la nintildea y despueacutes le dejo todo lo tuyo y lo miacuteo no tengo a nadie maacutes en este mundo Mientras tanto remodelamos tu cuarto con buenos servicios aire acondicionado y tus libros y tu muacutesica

-iquestCrees que ella estaraacute de acuerdo

-Ay mi sabio triste estaacute bien que esteacutes viejo pero no pendejo -dijo Rosa Cabarcas muerta de risa- Esa pobre criatura estaacute lela de amor por ti

Saliacute a la calle radiante y por primera vez me reconociacute a miacute mismo en el horizonte remoto de mi primer siglo Mi casa callada y en orden a las seis y cuarto empezaba a gozar los colores de una aurora feliz Damiana cantaba a toda voz en la cocina y el gato redivivo enroscoacute la cola en mis tobillos y siguioacute caminando conmigo hasta mi mesa de escribir Estaba ordenando mis papeles marchitos el tintero la pluma de ganso cuando el sol estalloacute entre los almendros del parque y el buque fluvial del correo retrasado una semana por la sequiacutea entroacute bramando en el canal del puerto Era por fin la vida real con mi corazoacuten a salvo y condenado a morir de buen amor en la agoniacutea feliz de cualquier diacutea despueacutes de mis cien antildeos

Mayo de 2004

Page 30: · Web viewVivo en una casa colonial en la acera de sol del parque de San Nicolás, donde he pasado todos los días de mi vida sin mujer ni fortuna, donde vivieron y murieron mis padres,

Memorias de mis putas tristes 30 ______________________________________________________________________________________Cuando fui a comprar la mejor bicicleta para ella no pude resistir la tentacioacuten de probarla y di algunas vueltas casuales en la rampa del almaceacuten Al vendedor que me preguntoacute la edad le contesteacute con la coqueteriacutea de la vejez Voy a cumplir noventa y uno El empleado dijo justo lo que yo queriacutea Pues representa veinte menos Yo mismo no entendiacutea coacutemo conservaba la praacutectica del colegio y me sentiacute colmado por un gozo radiante Empeceacute a cantar Primero para miacute mismo en voz baja y despueacutes a todo pecho con iacutenfulas del gran Caruso por entre los bazares abigarrados y el traacutefico demente del mercado puacuteblico La gente me miraba divertida me gritaban me incitaban a participar en la Vuelta a Colombia en silla de ruedas Yo les haciacutea con la mano un saludo de navegante feliz sin interrumpir la cancioacuten Esa semana en homenaje a Diciembre escribiacute otra nota atrevida Coacutemo ser feliz en bicicleta a los noventa antildeos

La noche de su cumpleantildeos le canteacute a Delgadina la cancioacuten completa y la beseacute por todo el cuerpo hasta quedarme sin aliento la espina dorsal veacutertebra por veacutertebra hasta las nalgas laacutenguidas el costado del lunar el de su corazoacuten inagotable A medida que la besaba aumentaba el calor de su cuerpo y exhalaba una fragancia montuna Ella me respondioacute con vibraciones nuevas en cada pulgada de su piel y en cada una encontreacute un calor distinto un sabor propio un gemido nuevo y toda ella resonoacute por dentro con un arpegio y sus pezones se abrieron en flor sin tocarlos Empezaba a adormecerme en la madrugada cuando sentiacute como un rumor de muchedumbres en el mar y un paacutenico de los aacuterboles que me atravesaron el corazoacuten Entonces fui al bantildeo y escribiacute en el espejo Delgadina de mi vida llegaron las brisas de Navidad Uno de mis recuerdos maacutes felices fue un trastorno que sentiacute una mantildeana como aqueacutella al salir de la escuela iquestQueacute me pasa La maestra me dijo alelada Ay nintildeo iquestno ves que son las brisas Ochenta antildeos despueacutes volviacute a sentirlo cuando me desperteacute en la cama de Delgadina y era el mismo diciembre que volviacutea puntual con sus cielos diaacutefanos las tormentas de arena los torbellinos callejeros que Desentechaban casas y les alzaban las faldas a las colegialas La ciudad adquiriacutea por entonces una resonancia fantasmal En noches de brisa podiacutean escucharse los gritos del mercado puacuteblico hasta en los barrios maacutes altos como si estuvieran a la vuelta de la esquina No era raro entonces que las raacutefagas de diciembre nos permitieran encontrar por sus voces a los amigos desperdigados en burdeles remotos

Sin embargo tambieacuten con las brisas me llegoacute la mala noticia de que Delgadina no podiacutea pasar las navidades conmigo sino con su familia Si algo detesto en este mundo son las fiestas obligatorias en que la gente llora porque estaacute alegre los fuegos de artificio los villancicos lelos las guirnaldas de papel crespoacuten que nada tienen que ver con un nintildeo que nacioacute hace dos mil quinientos antildeos en una caballeriza indigente Sin embargo cuando llegoacute la noche no pude resistir la nostalgia y me fui al cuarto sin ella Dormiacute bien y desperteacute junto a un oso de peluche que caminaba en dos patas como si fuera polar y una tarjeta que deciacutea Para el papaacute feo Rosa Cabarcas me habiacutea dicho que Delgadina estaba aprendiendo a leer con mis clases escritas en el espejo y su buena letra me parecioacute admirable Pero ella misma me defraudoacute con la noticia peor de que el oso era un regalo suyo asiacute que la noche de Antildeo Nuevo me quedeacute en mi casa y en mi cama desde las ocho y me dormiacute sin amarguras Fui feliz porque al toque de las doce entre los repiques furiosos de las campanas las sirenas de faacutebricas y bomberos los lamentos de los

JUAN CARLOS 161104
abigarrado da (Del part de abigarrar) adj De varios colores mal combinados || 2 Heterogeacuteneo reunido sin concierto Un extrantildeo y abigarrado libro Una multitud abigarrada 13

Memorias de mis putas tristes 31 ______________________________________________________________________________________buques las descargas de poacutelvora los cohetes sentiacute que Delgadina entroacute en punta de pies se acostoacute a mi lado y me dio un beso Tan real que me quedoacute en la boca su olor de regaliz

Memorias de mis putas tristes 32 ______________________________________________________________________________________

4A principios del nuevo antildeo empezaacutebamos a conocernos como si vivieacuteramos juntos y despiertos pues yo habiacutea encontrado un tono de voz cauteloso que ella oiacutea sin despertar y me contestaba con un lenguaje natural del cuerpo Sus estados de aacutenimo se le notaban en el modo de dormir De exhausta y montaraz que habiacutea sido al principio fue hacieacutendose a una paz interior que embelleciacutea su rostro y enriqueciacutea su suentildeo Le contaba mi vida le leiacutea al oiacutedo los borradores de mis notas dominicales en las que estaba ella sin decirlo y soacutelo ella

Por esa eacutepoca le dejeacute en la almohada unos zarcillos de esmeraldas que fueron de mi madre Los llevoacute puestos en la cita siguiente y no le luciacutean Le lleveacute despueacutes unos pendientes maacutes adecuados para el color de su piel Le expliqueacute Los primeros que te traje no te quedaban bien por tu tipo y el corte del cabello Estos te iraacuten mejor No llevoacute ninguno en las dos citas siguientes pero a la tercera se puso los que le habiacutea indicado Asiacute empeceacute a entender que no obedeciacutea a mis oacuterdenes pero aguardaba la ocasioacuten para complacerme Por esos diacuteas me sentiacute tan habituado a aquel geacutenero de vida domeacutestica que no seguiacute durmiendo desnudo sino que lleveacute las piyamas de seda china que habiacutea dejado de usar por no tener para quieacuten quitaacutermelas

Empeceacute a leerle El principito de Saint-Exupeacutery un autor franceacutes que el mundo entero admira maacutes que los franceses Fue el primero que la entretuvo sin despertarla hasta el punto de que tuve que ir dos diacuteas continuos para acabar de leeacuterselo Seguimos con los Cuentos de Perrault la Historia sagrada Las mil y una noches en una versioacuten desinfectada para nintildeos y por las diferencias entre uno y otro me di cuenta de que su suentildeo teniacutea diversos grados de profundidad seguacuten su intereacutes por las lecturas Cuando sentiacutea que habiacutea tocado fondo apagaba la luz y me dormiacutea abrazado a ella hasta que cantaban los gallos

Me sentiacutea tan feliz que la besaba en los paacuterpados muy suave y una noche ocurrioacute como una luz en el cielo sonrioacute por primera vez Maacutes tarde sin ninguacuten motivo se revolvioacute en la cama me dio la espalda y dijo disgustada Fue Isabel la que hizo llorar a los caracoles Exaltado por la ilusioacuten de un diaacutelogo le pregunteacute en el mismo tono iquestDe quieacuten eran No contestoacute Su voz teniacutea un rastro plebeyo como si no fuera suya sino de alguien ajeno que llevaba dentro Toda sombra de duda desaparecioacute entonces de mi alma la preferiacutea dormida

Mi uacutenico problema era el gato Estaba inapetente y hurantildeo y llevaba dos diacuteas sin levantar cabeza en su rincoacuten habitual y me tiroacute un zarpazo de fiera herida cuando

JUAN CARLOS 161104
zarcillo1 (Del lat circellus circulito) m Pendiente arete13
JUAN CARLOS 161104
montaraz (De monte y -araz) adj Que anda o estaacute hecho a andar por los montes o se ha criado en ellos || 2 Se dice del genio y propiedades agrestes groseras y feroces || 3 m Guarda de montes o heredades || 4 Sal Mayordomo de campo capataz que tiene a su cargo las labores y los ganados

Memorias de mis putas tristes 33 ______________________________________________________________________________________quise ponerlo en su canasto de mimbre para que Damiana lo llevara con el veterinario Apenas logroacute someterlo y se lo llevoacute pataleando dentro de un saco de fique Al cabo de un rato me llamoacute desde el criadero para decirme que no habiacutea maacutes remedio que sacrificarlo y necesitaban mi orden iquestPor queacute Porque ya estaacute muy viejo dijo Damiana Penseacute con rabia que a miacute tambieacuten podiacutean asarme vivo en un horno de gatos Me sentiacute inerme entre dos fuegos no habiacutea aprendido a querer el gato pero tampoco teniacutea corazoacuten para ordenar que lo mataran soacutelo porque era viejoiquestDoacutende lo deciacutea el manual

El incidente me conmocionoacute tanto que escribiacute una nota para el domingo con un tiacutetulo usurpado a Neruda iquestEs el gato un miacutenimo tigre de saloacuten La nota dio origen a una nueva campantildea que otra vez dividioacute a los lectores en favor y en contra de los gatos En cinco diacuteas prevalecioacute la tesis de que podiacutea ser liacutecito sacrificar un gato por razones de salud puacuteblica pero no porque estuviera viejo

Despueacutes de la muerte de mi madre me desvelaba el terror de que alguien me tocara mientras dormiacutea Una noche la sentiacute pero su voz me devolvioacute el sosiego Figlio mioacute poveretto Volviacute a sentirlo una madrugada en el cuarto de Delgadina y me retorciacute de gozo creyendo que ella me habiacutea tocado Pero no era Rosa Cabarcas en la oscuridad Viacutestete y ven conmigo me dijo tengo un problema serio

Asiacute era y maacutes serio de lo que pude imaginar A uno de los clientes grandes de la casa lo habiacutean asesinado a puntildealadas en el primer cuarto del pabelloacuten El asesino habiacutea escapado El cadaacutever enorme desnudo pero con los zapatos puestos teniacutea una palidez de pollo al vapor en la cama empapada de sangre Lo reconociacute de entrada era JMB un banquero grande famoso por su apostura su simpatiacutea y su buen vestir y sobre todo por la pulcritud de su hogar Teniacutea en el cuello dos heridas moradas como labios y una zanja en el vientre que no habiacutea acabado de sangrar Todaviacutea no empezaba el rigor Maacutes que sus heridas me impresionoacute que teniacutea un preservativo puesto y al parecer sin usar en el sexo desmirriado por la muerte

Rosa Cabarcas no sabiacutea con quieacuten iba porque tambieacuten eacutel teniacutea el privilegio de entrar por el portoacuten del huerto No se descartaba la sospecha de que su pareja fuera otro hombre Lo uacutenico que la duentildea queriacutea de miacute era que la ayudara a vestir el cadaacutever Estaba tan segura que me inquietoacute la idea de que la muerte fuera para ella un asunto de cocina No hay nada maacutes difiacutecil que vestir a un muerto le dije Lo he hecho a pasto de Dios replicoacute ella Es faacutecil si alguien me lo sostiene Le hice ver iquestTe imaginas quieacuten va a creer en un cuerpo tasajeado a cuchilladas dentro de un vestido intacto de caballero ingleacutes

Tembleacute por Delgadina Lo mejor seraacute que te la lleves tuacute me dijo Rosa Cabarcas Primero muerto le dije con la saliva helada Ella lo percibioacute y no pudo ocultar su desdeacuten iexclEstaacutes temblando Por ella dije aunque soacutelo era verdad a medias Aviacutesale que se vaya antes de que llegue nadie De acuerdo dijo ella aunque a ti como periodista no te pasaraacute nada Ni a ti tampoco le dije con cierto rencor Eres el uacutenico liberal que manda en este gobierno

La ciudad codiciada por su naturaleza paciacutefica y su seguridad congeacutenita arrastraba la desgracia de un asesinato escandaloso y atroz cada antildeo Aqueacutel no lo fue La noticia oficial en titulares excesivos y parca en detalles deciacutea que al joven banquero lo habiacutean asaltado y muerto a cuchilladas en la carretera de Pradomar por motivos

Memorias de mis putas tristes 34 ______________________________________________________________________________________incomprensibles No teniacutea enemigos El comunicado del gobierno sentildealaba como presuntos asesinos a refugiados del interior del paiacutes que estaban desatando una oleada de delincuencia comuacuten extrantildea al espiacuteritu ciacutevico de la poblacioacuten En las primeras horas hubo maacutes de cincuenta detenidos

Acudiacute escandalizado con el redactor judicial un periodista tiacutepico de los antildeos veinte con visera de celuloide verde y ligas en las mangas que presumiacutea de anticiparse a los hechos Sin embargo soacutelo conociacutea unas hilachas sueltas del crimen y yo se las completeacute hasta donde me fue prudente Asiacute escribimos cinco cuartillas a cuatro manos para una noticia de ocho columnas en primera paacutegina atribuida al fantasma eterno de las fuentes que nos merecen entero creacutedito Pero al Abominable Hombre de las Nueve -el censor- no le tembloacute el pulso para imponer la versioacuten oficial de que habiacutea sido un asalto de bandoleros liberales Yo me laveacute la conciencia con un centildeo de pesadumbre en el entierro maacutes ciacutenico y concurrido del siglo

Cuando regreseacute a casa aquella noche llameacute a Rosa Cabarcas para averiguar queacute habiacutea pasado con Delgadina pero no contestoacute el teleacutefono en cuatro diacuteas Al quinto fui a su casa con los dientes apretados Las puertas estaban selladas pero no por la policiacutea sino por la Sanidad Nadie en el vecindario daba noticias de nada Sin ninguacuten indicio de Delgadina me di a una buacutesqueda encarnizada y a veces ridiacutecula que me dejoacute acezante Paseacute diacuteas enteros observando a las joacutevenes ciclistas desde los escantildeos de un parque polvoriento donde los nintildeos jugaban a encaramarse en la estatua descascarada de Simoacuten Boliacutevar Pasaban pedaleando como venadas bellas disponibles listas para ser atrapadas a la gallina ciega Cuando se me acaboacute la esperanza me refugieacute en la paz de los boleros Fue como un bebedizo emponzontildeado cada palabra era ella Siempre habiacutea necesitado el silencio para escribir porque mi mente atendiacutea maacutes a la muacutesica que a la escritura Entonces fue al reveacutes soacutelo pude escribir a la sombra de los boleros Mi vida se llenoacute de ella Las notas que escribiacute aquellas dos semanas fueron modelos en clave para cartas de amor El jefe de redaccioacuten contrariado con la avalancha de respuestas me pidioacute que moderara el amor mientras pensaacutebamos coacutemo consolar a tantos lectores enamorados

La falta de sosiego acaboacute con el rigor de mis diacuteas Despertaba a las cinco pero me quedaba en la penumbra del cuarto imaginando a Delgadina en su vida irreal de levantar a sus hermanos vestirlos para la escuela darles el desayuno si lo habiacutea y atravesar la ciudad en bicicleta para cumplir la condena de coser botones Me pregunteacute asombrado iquestQueacute piensa una mujer mientras pega un botoacuten iquestPensaba en miacute iquestTambieacuten ella buscaba a Rosa Cabarcas para dar conmigo Paseacute hasta una semana sin quitarme el mameluco de mecaacutenico ni de diacutea ni de noche sin bantildearme sin afeitarme sin cepillarme los dientes porque el amor me ensentildeoacute demasiado tarde que uno se arregla para alguien se viste y se perfuma para alguien y yo nunca habiacutea tenido para quieacuten Damiana creyoacute que estaba enfermo cuando me encontroacute desnudo en la hamaca a las diez de la mantildeana La vi con los ojos turbios de la codicia y la inviteacute a revolearnos desnudos Ella con un desprecio me dijo

-iquestYa pensoacute lo que va a hacer si le digo que siacute

Asiacute supe hasta queacute punto me habiacutea corrompido el sufrimiento No me reconociacutea a miacute mismo en mi dolor de adolescente No volviacute a salir de la casa por no descuidar el teleacutefono Escribiacutea sin descolgarlo y al primer timbrazo le saltaba encima pensando

Memorias de mis putas tristes 35 ______________________________________________________________________________________que pudiera ser Rosa Cabarcas Interrumpiacutea a cada rato lo que estuviera haciendo para llamarla e insistiacute diacuteas enteros hasta comprender que era un teleacutefono sin corazoacuten

Al volver a casa una tarde de lluvia encontreacute el gato enroscado en la escalinata del portoacuten Estaba sucio y maltrecho y con una mansedumbre de laacutestima El manual me hizo ver que estaba enfermo y seguiacute sus normas para alentarlo De golpe mientras descabezaba un suentildeecito de siesta me despabiloacute la idea de que pudiera conducirme a la casa de Delgadina Lo lleveacute en una bolsa de mercado hasta la tienda de Rosa Cabarcas que seguiacutea sellada y sin indicios de vida pero se revolvioacute en el talego con tanto iacutempetu que logroacute escapar saltoacute la tapia del huerto y desaparecioacute entre los aacuterboles Toqueacute al portoacuten con el puntildeo y una voz militar preguntoacute sin abrir iquestQuieacuten vive Gente de paz dije yo para no ser menos Ando en pos de la duentildea No hay duentildea dijo la voz Por lo menos aacutebrame para coger el gato insistiacute No hay gato dijo Pregunteacute iquestQuieacuten es usted

-Nadie -dijo la voz

Siempre habiacutea entendido que morirse de amor no era maacutes que una licencia poeacutetica Aquella tarde de regreso a casa otra vez sin el gato y sin ella comprobeacute que no soacutelo era posible morirse sino que yo mismo viejo y sin nadie estaba murieacutendome de amor Pero tambieacuten me di cuenta de que era vaacutelida la verdad contraria no habriacutea cambiado por nada del mundo las delicias de mi pesadumbre Habiacutea perdido maacutes de quince antildeos tratando de traducir los cantos de Leopardi y soacutelo aquella tarde los sentiacute a fondo Ay de miacute si es amor cuaacutento atormenta

Mi entrada al perioacutedico en mameluco y mal afeitado despertoacute ciertas dudas sobre mi estado mental La casa remodelada con cabinas individuales de vidrio y luces cenitales pareciacutea una cliacutenica de maternidad El clima artificial callado y confortable invitaba a hablar en susurros y caminar en puntillas En el vestiacutebulo como virreyes muertos estaban los retratos al oacuteleo de los tres directores vitalicios y las fotografiacuteas de visitantes ilustres La enorme sala principal estaba presidida por la fotografiacutea gigantesca de la redaccioacuten actual tomada la tarde de mi cumpleantildeos No pude evitar la comparacioacuten mental con la otra de mis treinta antildeos y una vez maacutes comprobeacute con horror que se envejece maacutes y peor en los retratos que en la realidad La secretaria que me habiacutea besado la tarde del cumpleantildeos me preguntoacute si estaba enfermo Fui feliz de contestarle la verdad para que no la creyera Enfermo de amor Ella dijo iexclLaacutestima que no sea por miacute Yo le correspondiacute el cumplido No esteacute tan segura

El redactor judicial salioacute de su cabina gritando que habiacutea dos cadaacuteveres de muchachas sin identificar en el anfiteatro municipal Le pregunteacute asustado iquestDe queacute edad Joacutevenes dijo eacutel Pueden ser refugiadas del interior perseguidas hasta aquiacute por matones del reacutegimen Respireacute aliviado La situacioacuten nos invade en silencio como una mancha de sangre dije El redactor judicial ya lejos gritoacute

-De sangre no maestro de mierda

Algo peor me ocurrioacute diacuteas despueacutes cuando una muchacha instantaacutenea con una canasta igual a la del gato pasoacute como un escalofriacuteo frente a la libreriacutea Mundo La perseguiacute a codazos por entre la muchedumbre en el fragor de las doce del diacutea Era muy bella de trancos largos y con una fluidez para abrirse camino entre el gentiacuteo

Memorias de mis putas tristes 36 ______________________________________________________________________________________que me costoacute trabajo alcanzarla Por fin la rebaseacute y la mireacute de frente Ella me apartoacute con la mano sin detenerse ni pedir perdoacuten No era la que creiacutea pero su altivez me dolioacute como si lo fuera Comprendiacute entonces que no seriacutea capaz de reconocer a Delgadina despierta y vestida ni ella podiacutea saber quieacuten era yo si nunca me habiacutea visto En un acto de locura tejiacute durante tres diacuteas doce pares de zapatitos azules y rosados para recieacuten nacidos tratando de darme valor para no escuchar ni cantar ni recordar las canciones que me recordaban a ella

La verdad era que no podiacutea con mi alma y empezaba a tomar conciencia de la vejez por mis flaquezas frente al amor Una prueba todaviacutea maacutes dramaacutetica la tuve cuando un autobuacutes de servicio puacuteblico arrolloacute una ciclista en el puro centro comercial Acababan de llevaacutersela en una ambulancia y la magnitud de la tragedia se apreciaba por el estado de chatarra en que quedoacute la bicicleta sobre un charco de sangre viva Pero mi impresioacuten no fue tanta por los destrozos de la bicicleta como por la marca el modelo y el color No podiacutea ser otra que la que yo mismo le habiacutea regalado a Delgadina

Los testigos coincidieron en que la ciclista herida era muy joven alta y delgada y con el cabello corto y rizado Aturdido tomeacute el primer taxi que pasoacute y me hice llevar al hospital de Caridad un viejo edificio de muros ocres que pareciacutea una caacutercel encallada en un arenal Necesiteacute media hora para entrar y otra maacutes para salir de un patio fragante de aacuterboles frutales donde una mujer atribulada se me atravesoacute en el camino me miroacute a los ojos y exclamoacute

-Yo soy la que no buscas

Soacutelo entonces recordeacute que era alliacute donde viviacutean en libertad los internos mansos del manicomio municipal Tuve que identificarme como periodista ante la direccioacuten del hospital para que un enfermero me condujera al pabelloacuten de urgencias En elcuaderno de ingresos estaban los datos Rosalba Riacuteos dieciseacuteis antildeos sin oficio conocido Diagnoacutestico conmocioacuten cerebral Pronoacutestico reservado Pregunteacute al jefe del pabelloacuten si podiacutea verla con la esperanza iacutentima de que me dijeran que no pero me llevaron encantados por si queriacutea escribir sobre el estado de abandono del hospital

Atravesamos una sala abigarrada con un fuerte olor de aacutecido feacutenico y los enfermos apelotonados en las camas Al fondo en un cuarto solo tendida en una camilla metaacutelica estaba la que buscaacutebamos Teniacutea el craacuteneo cubierto de vendas la cara indescifrable gonfia y amoratada pero me bastoacute con verle los pies para saber que no era Soacutelo entonces se me ocurrioacute preguntarme iquestQueacute habriacutea hecho yo si hubiera sido ella

Todaviacutea enredado en las telarantildeas de la noche tuve el valor de ir el diacutea siguiente a la faacutebrica de camisas donde Rosa Cabarcas habiacutea dicho alguna vez que trabajaba la nintildea y le pediacute al propietario que nos mostrara sus instalaciones como modelo para un proyecto continental de las Naciones Unidas Era un libaneacutes paquideacutermico y taciturno que nos abrioacute las puertas de su reino con la ilusioacuten de ser un ejemplo universal

Trescientas joacutevenes de blusas blancas con la ceniza del mieacutercoles en la frente cosiacutean botones en la vasta nave iluminada Cuando nos vieron entrar se irguieron

Memorias de mis putas tristes 37 ______________________________________________________________________________________como colegialas y nos observaron de reojo mientras el gerente explicaba sus aportes al arte inmemorial de pegar botones Yo escrutaba las caras de cada una con el pavor de descubrir a Delgadina vestida y despierta Pero fue una de ellas la que me descubrioacute a miacute con la mirada temible de la admiracioacuten sin clemencia

-Diacutegame sentildeor iquestno es usted el que escribe las cartas de amor en el perioacutedico

Nunca me hubiera imaginado que una nintildea dormida pudiera causar en uno semejantes estragos Escapeacute de la faacutebrica sin despedirme ni pensar siquiera si alguna de aquellas viacutergenes de purgatorio era por fin la que buscaba Cuando saliacute de ahiacute el uacutenico sentimiento que me quedaba en la vida eran las ganas de llorar

Rosa Cabarcas llamoacute al cabo de un mes con una explicacioacuten increiacuteble se habiacutea tomado un merecido descanso en Cartagena de Indias despueacutes del asesinato del banquero No le creiacute desde luego pero la feliciteacute por su suerte y la dejeacute explayarse en su mentira antes de hacerle la pregunta que me borboritaba en el corazoacuten

-iquestY ella

Rosa Cabarcas hizo un silencio largo Ahiacute estaacute dijo al fin pero su voz se hizo evasiva Hay que esperar un tiempo iquestCuaacutento Ni idea ya te avisareacute Sentiacute que se me iba y la pareacute en seco Espeacuterate dame alguna luz No hay luz dijo ella y concluyoacute Ten cuidado puedes perjudicarte tuacute y sobre todo perjudicarla a ella Yo no estaba para esa clase de remilgos Le supliqueacute aunque fuera una oportunidad de acercarme a la verdad Al fin y al cabo le dije somos coacutemplices Ella no dio un paso maacutes Caacutelmate me dijo la nintildea estaacute bien y esperando que la llame pero ahora mismo no hay nada que hacer ni voy a decir nada maacutes Adioacutes

Me quedeacute con el teleacutefono en la mano sin saber por doacutende seguir pues tambieacuten la conociacutea bastante para pensar que no conseguiriacutea nada de ella si no era por las buenas Despueacutes del mediodiacutea me di una vuelta furtiva por su casa maacutes confiado en la casualidad que en la razoacuten y la encontreacute todaviacutea cerrada y con los sellos de la Sanidad Penseacute que Rosa Cabarcas me habiacutea telefoneado de otra parte tal vez de otra ciudad y la sola idea me llenoacute de presagios turbios No obstante a las seis de la tarde cuando menos lo esperaba me soltoacute por teleacutefono mi propio santo y sentildea

-Bueno ahora siacute

A las diez de la noche tembloroso y con los labios mordidos para no llorar fui cargado de cajas de chocolates suizos turrones y caramelos y una canasta de rosas ardientes para cubrir la cama La puerta estaba entreabierta las luces encendidas y en el radio se diluiacutea a medio volumen la sonata nuacutemero uno para violiacuten y piano de Brahms Delgadina en la cama estaba tan radiante y distinta que me costoacute trabajo reconocerla

Habiacutea crecido pero no se le notaba en la estatura sino en una madurez intensa que la haciacutea parecer con dos o tres antildeos maacutes y maacutes desnuda que nunca Sus poacutemulos altos la piel tostada por soles de mar bravo los labios finos y el cabello corto y rizado le infundiacutean a su rostro el resplandor androacutegino del Apolo de Praxiacuteteles Pero no habiacutea equiacutevoco posible porque sus senos habiacutean crecido hasta el punto de que no me cabiacutean en la mano sus caderas habiacutean acabado de formarse y sus huesos se

Memorias de mis putas tristes 38 ______________________________________________________________________________________habiacutean vuelto maacutes firmes y armoacutenicos Me encantaron aquellos aciertos de la naturaleza pero me aturdieron los artificios las pestantildeas postizas las untildeas de las manos y los pies esmaltadas de naacutecar y un perfume de a dos cuartillos que no teniacutea nada que ver con el amor Sin embargo lo que me sacoacute de quicio fue la fortuna que llevaba encima pendientes de oro con gajos de esmeraldas un collar de perlas naturales una pulsera de oro con resplandores de diamantes y anillos con piedras legiacutetimas en todos los dedos En la silla estaba su traje de nochera con lentejuelas y bordados y las zapatillas de raso Un vapor raro me subioacute de las entrantildeas

-iexclPuta -griteacute

Pues el diablo me soploacute en el oiacutedo un pensamiento siniestro Y fue asiacute la noche del crimen Rosa Cabarcas no debioacute tener tiempo ni serenidad para prevenir a la nintildea y la policiacutea la encontroacute en el cuarto sola menor de edad y sin coartada Nadie igual a Rosa Cabarcas para una situacioacuten como aqueacutella le vendioacute la virginidad de la nintildea a alguno de sus grandes cacaos a cambio de que a ella la sacaran limpia del crimen Lo primero claro fue desaparecer mientras se aplacaba el escaacutendalo iexclQueacute maravilla Una luna de miel para tres ellos dos en la cama y Rosa Cabarcas en una terraza de lujo disfrutando de su impunidad feliz Ciego de una furia insensata fui reventando contra las paredes cada cosa del cuarto las laacutemparas el radio el ventilador los espejos las jarras los vasos Lo hice sin prisa pero sin pausas con un grande estropicio y una embriaguez metoacutedica que me salvoacute la vida La nintildea dio un salto al primer estallido pero no me miroacute sino que se enroscoacute de espaldas a miacute y asiacute permanecioacute con espasmos entrecortados hasta que cesoacute el estropicio Las gallinas en el patio y los perros de la madrugada aumentaron el escaacutendalo Con la cegadora lucidez de la coacutelera tuve la inspiracioacuten final de prenderle fuego a la casa cuando aparecioacute en la puerta la figura impasible de Rosa Cabarcas en camisa de dormir No dijo nada Hizo con la vista el inventario del desastre y comproboacute que la nintildea estaba enroscada sobre siacute misma como un caracol y con la cabeza escondida entre los brazos aterrada pero intacta

-iexclDios miacuteo -exclamoacute Rosa Cabarcas- iexclQueacute no hubiera dado yo por un amor como eacuteste

Me midioacute de cuerpo entero con una mirada de misericordia y me ordenoacute Vamos La seguiacute hasta la casa me sirvioacute un vaso de agua en silencio me hizo una sentildea de que me sentara frente a ella y me puso en confesioacuten Bueno me dijo ahora poacutertate como un adulto y cueacutentame iquestqueacute te pasa

Le conteacute con lo que teniacutea como mi verdad revelada Rosa Cabarcas me escuchoacute en silencio sin asombro y por fin parecioacute iluminada Queacute maravilla dijo Siempre he dicho que los celos saben maacutes que la verdad Y entonces me contoacute la realidad sin reservas En efecto dijo en su ofuscacioacuten de la noche del crimen se habiacutea olvidado de la nintildea dormida en el cuarto Uno de sus clientes abogado del muerto ademaacutes repartioacute prebendas y sobornos a cuatro manos e invitoacute a Rosa Cabarcas a un hotel de reposo de Cartagena de Indias mientras se disipaba el escaacutendalo Creacuteeme dijo Rosa Cabarcas que en todo este tiempo no dejeacute de pensar ni un momento en ti y en la nintildea Volviacute antier y lo primero que hice fue llamarte por teleacutefono pero nadie contestoacute En cambio la nintildea vino enseguida y en tan mal estado que te la bantildeeacute te la vestiacute y te la mandeacute al saloacuten de belleza con la orden de que la arreglaran como una reina Ya viste coacutemo perfecta iquestLa ropa de lujo Son los trajes que les alquilo a mis

Memorias de mis putas tristes 39 ______________________________________________________________________________________pupilas maacutes pobres cuando tienen que ir a bailar con sus clientes iquestLas joyas Son las miacuteas dijo Basta con tocarlas para darse cuenta de que son diamantes de vidrio y estoperoles de hojalata De modo que no jodas concluyoacute Anda despieacutertala piacutedele perdoacuten y hazte cargo de ella de una vez Nadie merece ser maacutes feliz que ustedes

Hice un esfuerzo sobrenatural para creerle pero pudo maacutes el amor que la razoacuten iexclPutas le dije atormentado por el fuego vivo que me abrasaba las entrantildeas iexclEso es lo que son ustedes griteacute iexclPutas de mierda No quiero saber nada maacutes de tiacute ni de ninguna otra guaricha en el mundo y menos de ella Le hice desde la puerta una sentildeal de adioacutes para siempre Rosa Cabarcas no lo dudoacute

-Vete con Dios -me dijo con un rictus de tristeza y volvioacute a su vida real- De todos modos te pasareacute la cuenta del desmadre que me hiciste en el cuarto

Memorias de mis putas tristes 40 ______________________________________________________________________________________

5

Leyendo Los idus de marzo encontreacute una frase siniestra que el autor atribuye a Julio Ceacutesar Es imposible no terminar siendo como los otros creen que uno es No pude comprobar su verdadero origen en la propia obra de Julio Ceacutesar ni en las obras de sus bioacutegrafos desde Suetonio hasta Carcopino pero valioacute la pena conocerla Su fatalismo aplicado al curso de mi vida en los meses siguientes fue lo que me dio la determinacioacuten que me haciacutea falta no soacutelo para escribir esta memoria sino para empezarla sin pudores con el amor de Delgadina

No teniacutea un instante de sosiego apenas si probaba bocado y perdiacute tanto peso que no se me teniacutean los pantalones en la cintura Los dolores erraacuteticos se me quedaron en los huesos cambiaba de aacutenimo sin razoacuten pasaba las noches en un estado de deslumbramiento que no me permitiacutea leer ni escuchar muacutesica y en cambio se me iba el diacutea cabeceando por una somnolencia sonsa que no serviacutea para dormir

El alivio me cayoacute del cielo En la atestada goacutendola de Loma Fresca una vecina de asiento que no habiacutea visto subir me susurroacute al oiacutedo iquestTodaviacutea tiras Era Casilda Armenia un viejo amor de a tres por cinco que me habiacutea soportado como cliente asiduo desde que era una adolescente altiva Una vez retirada medio enferma y sin un clavo se habiacutea casado con un hortelano chino que le dio nombre y apoyo y quizaacutes un poco de amor A los setenta y tres antildeos teniacutea el peso de siempre seguiacutea bella y de caraacutecter fuerte y conservaba intacto el desparpajo del oficio

Me llevoacute a su casa una huerta de chinos en una colina de la carretera al mar Nos sentamos en las sillas de playa de la terraza umbriacutea entre helechos y frondas de astromelias y jaulas de paacutejaros colgadas en el alero En la falda de la colina se veiacutean los hortelanos chinos con sombreros de cono sembrando las hortalizas bajo el sol abrasante y el pieacutelago gris de las Bocas de Ceniza con los dos tajamares de rocas que canalizan el riacuteo varias leguas en el mar Mientras conversaacutebamos vimos entrar un trasatlaacutentico blanco por la desembocadura y lo seguimos callados hasta oiacuter su bramido de toro luacutegubre en el puerto fluvial Ella suspiroacute iquestTe das cuenta En maacutes de medio siglo es la primera vez que no te recibo la visita en la cama Ya somos otros dije Ella prosiguioacute sin oiacuterme Cada vez que dicen cosas de ti en el radio que te elogian por el carintildeo que te tiene la gente y te llaman maestro del amor imagiacutenate pienso que nadie te conocioacute tus gracias y tus mantildeas tan bien como yo En serio dijo nadie hubiera podido soportarte mejor

No resistiacute maacutes Ella lo sintioacute vio mis ojos huacutemedos de laacutegrimas y soacutelo entonces debioacute descubrir que ya no era el que fui y le sostuve la mirada con un valor del que

Memorias de mis putas tristes 41 ______________________________________________________________________________________nunca me creiacute capaz Es que me estoy volviendo viejo le dijeYa lo estamos suspiroacute ella Lo que pasa es que uno no lo siente por dentro pero desde fuera todo el mundo lo ve

Era imposible no abrirle el corazoacuten asiacute que le conteacute la historia completa que me ardiacutea en las entrantildeas desde mi primera llamada a Rosa Cabarcas la viacutespera de mis noventa antildeos hasta la noche traacutegica en que hice antildeicos el cuarto y no regreseacute maacutes Ella me oyoacute el desahogo como si estuviera vivieacutendolo lo rumioacute muy despacio y por fin sonrioacute

-Haz lo que quieras pero no pierdas a esa criatura -me dijo- No hay peor desgracia que morir solo

Fuimos a Puerto Colombia en el trenecito de juguete tan despacioso como un caballo Almorzamos frente al muelle de maderas carcomidas por donde habiacutea entrado el mundo entero al paiacutes antes que se dragaran las Bocas de Ceniza Nos sentamos bajo un cobertizo de palma donde las grandes matronas negras serviacutean pargos fritos con arroz de coco y tajadas de plaacutetano verde Dormitamos en el sopor denso de las dos y seguimos conversando hasta que se hundioacute en el mar el inmenso sol de candela La realidad me pareciacutea fantaacutestica Mira adonde ha venido a dar nuestra luna de miel se burloacute ella Pero prosiguioacute en serio Hoy miro para atraacutes veo la fila de miles de hombres que pasaron por mis camas y dariacutea el alma por haberme quedado aunque fuera con el peor Gracias a Dios encontreacute mi chino a tiempo Es como estar casada con el dedo mentildeique pero es soacutelo miacuteo

Me miroacute a los ojos midioacute mi reaccioacuten a lo que acababa de contarme y me dijo Asiacute que vete a buscar ahora mismo a esa pobre criatura aunque sea verdad lo que te dicen los celos sea como sea que lo bailado no te lo quita nadie Pero eso siacute sin romanticismos de abuelo Despieacutertala tiacuteratela hasta por las orejas con esa pinga de burro con que te premioacute el diablo por tu cobardiacutea y tu mezquindad En serio terminoacute con el alma no te vayas a morir sin probar la maravilla de tirar con amor

El pulso me temblaba al diacutea siguiente cuando marqueacute el nuacutemero del teleacutefono Tanto por la tensioacuten del reencuentro con Delgadina como por la incertidumbre de la forma en que Rosa Cabarcas me respondiera Habiacuteamos tenido una disputa seria por el abuso con que tasoacute los destrozos que hice en su cuarto Tuve que vender uno de los cuadros maacutes amados de mi madre cuyo valor se calculaba en una fortuna pero a la hora de la verdad no llegoacute a un deacutecimo de mis ilusiones

Aumenteacute la suma con el resto de mis ahorros y se la lleveacute a Rosa Cabarcas con una consigna inapelable Lo tomas o lo dejas Fue un acto suicida porque soacutelo con vender uno de mis secretos ella habriacutea aniquilado mi buen nombre Pero no respingoacute sino que se quedoacute con los cuadros que habiacutea tomado en prenda la noche del pleito Fui el perdedor absoluto en una sola jugada me quedeacute sin Delgadina sin Rosa Cabarcas y sin mis uacuteltimos ahorros Sin embargo oiacute el timbre del teleacutefono una vez dos veces tres y por fin ella iquestA ver No me salioacute la voz Colgueacute Me echeacute en la hamaca tratando de serenarme con la liacuterica asceacutetica de Satie y sudeacute tanto que el lienzo quedoacute empapado Hasta el diacutea siguiente no tuve el valor de llamar

-Bueno mujer -dije con voz firme- Hoy siacute

Memorias de mis putas tristes 42 ______________________________________________________________________________________Rosa Cabarcas coacutemo no estaba maacutes allaacute de todo Ay mi sabio triste suspiroacute con su aacutenimo invencible te pierdes dos meses y soacutelo vuelves para pedir ilusiones Me contoacute que no habiacutea visto a Delgadina desde haciacutea maacutes de un mes que pareciacutea tan repuesta del susto de mis estropicios que ni siquiera habloacute de ellos ni preguntoacute por miacute y estaba muy contenta en un nuevo empleo maacutes coacutemodo y mejor pagado que coser botones Una oleada de fuego vivo me quemoacute las entrantildeas Soacutelo puede ser de puta dije Rosa me replicoacute sin pestantildeear No seas bruto si asiacute fuera estariacutea aquiacute iquestO doacutende podriacutea estar mejor La rapidez de su loacutegica me agravoacute la duda iquestY coacutemo seacute que no estaacute ahiacute En ese caso replicoacute ella lo que maacutes te conviene es no saberlo iquestO no Una vez maacutes la odieacute Ella a prueba de erosiones prometioacute rastrear a la nintildea Sin muchas esperanzas porque el teleacutefono de la vecina donde la llamaba seguiacutea cortado y no teniacutea la menor idea de doacutende viviacutea Pero no era para echarse a morir queacute carajo dijo te llamo en una hora

Fue una hora de tres diacuteas pero encontroacute a la nintildea disponible y sana Volviacute avergonzado y la beseacute palmo a palmo como penitencia desde las doce de la noche hasta que cantaron los gallos Un perdoacuten largo que me prometiacute seguir repitiendo para siempre y fue como empezar otra vez por el principio El cuarto habiacutea sido desmantelado y el mal uso habiacutea acabado con todo lo que yo habiacutea puesto Ella lo habiacutea dejado asiacute y me dijo que cualquier mejora teniacutea que hacerla yo por lo que estaba debieacutendole Sin embargo mi situacioacuten econoacutemica tocaba fondo El dinero de las jubilaciones alcanzaba cada vez para menos Las pocas cosas vendibles que quedaban en la casa -salvo las joyas sagradas de mi madre- careciacutean de valor comercial y nada era bastante viejo para ser antiguo En tiempos mejores el gobernador me habiacutea hecho la oferta tentadora de comprarme en bloque los libros de los claacutesicos griegos latinos y espantildeoles para la Biblioteca Departamental pero no tuve corazoacuten para venderlos Despueacutes con los cambios poliacuteticos y el deterioro del mundo nadie del gobierno pensaba en las artes ni las letras Cansado de buscar una solucioacuten decente me echeacute al bolsillo las joyas que Delgadina me habiacutea devuelto y me fui a empentildearlas en un callejoacuten siniestro que conduciacutea al mercado puacuteblico Con aires de sabio distraiacutedo recorriacute varias veces aquel tugurio atiborrado de cantinas de mala muerte libreriacuteas de viejo y casas de empentildeo pero la dignidad de Florina de Dios me cerroacute el paso no me atreviacute Entonces decidiacute venderlas con la frente en alto a la joyeriacutea maacutes antigua y acreditada

El dependiente me hizo algunas preguntas mientras examinaba las joyas con su monoacuteculo Teniacutea la conducta el estilo y el pavor de un meacutedico Le expliqueacute que eran joyas heredadas de mi madre El aprobaba con un gruntildeido cada una de mis explicaciones y por fin se quitoacute el monoacuteculo

-Lo siento -dijo- pero son culos de botellas

Ante mi sorpresa me explicoacute con una suave conmiseracioacuten Menos mal que el oro es oro y el platino es platino Me toqueacute el bolsillo para asegurarme de que llevaba las facturas de compra y dije sin resabios

-Pues fueron compradas en esta noble casa hace maacutes de cien antildeos

El no se inmutoacute Suele suceder dijo que en las joyas hereditarias vayan desapareciendo las piedras maacutes valiosas con el paso del tiempo sustituidas por diacutescolos de la familia o por joyeros bandidos y soacutelo cuando alguien trata de

Memorias de mis putas tristes 43 ______________________________________________________________________________________venderlas se descubre el fraude Pero permiacutetame un segundo dijo y se llevoacute las joyas por la puerta del fondo Al cabo de un momento regresoacute y sin explicacioacuten alguna me indicoacute que me sentara en la silla de espera y siguioacute trabajando

Examineacute la tienda Habiacutea ido con mi madre varias veces y recordaba una frase recurrente No se lo digas a tu papaacute De pronto se me ocurrioacute una idea que me crispoacute iquestno seriacutea que Rosa Cabarcas y Delgadina de comuacuten acuerdo habiacutean vendido las piedras legiacutetimas y me devolvieron las joyas con las piedras falsas

Estaba ardiendo en dudas cuando una secretaria me invitoacute a seguirla por la misma puerta del fondo hasta una oficina pequentildea con una larga estanteriacutea de gruesos voluacutemenes Un beduino colosal se levantoacute en el escritorio del fondo y me estrechoacute la mano tuteaacutendome con una efusioacuten de viejo amigo Hicimos juntos el bachillerato me dijo a modo de saludo Me fue faacutecil recordarlo era el mejor futbolista de la escuela y campeoacuten de nuestros primeros burdeles Habiacutea dejado de verlo en alguacuten momento incierto y debioacute verme tan decreacutepito que me confundioacute con un condisciacutepulo de su infancia

Sobre el cristal del escritorio teniacutea abierto uno de los mamotretos del archivo donde estaba la memoria de las joyas de mi madre Una relacioacuten exacta con fechas y detalles de que ella en persona habiacutea hecho cambiar las piedras de dos generaciones de hermosas y dignas Cargamantos y habiacutea vendido las legiacutetimas a la misma tienda Esto habiacutea ocurrido cuando el padre del propietario actual estaba al frente de la joyeriacutea y eacutel y yo en la escuela Pero eacutel mismo me tranquilizoacute aquellas triquintildeuelas eran de uso corriente entre las grandes familias en desgracia para resolver urgencias de plata sin sacrificar el honor Ante la realidad cruda preferiacute conservarlas como recuerdo de otra Florina de Dios que nunca conociacute

A principios de julio sentiacute la distancia real de la muerte Mi corazoacuten perdioacute el paso y empeceacute a ver y sentir por todos lados los presagios inequiacutevocos del final El maacutes niacutetido fue en el concierto de Bellas Artes El aire acondicionado habiacutea fallado y la flor y nata de las artes y las letras se cocinaban al bantildeomariacutea en el saloacuten abarrotado pero la magia de la muacutesica era un clima celestial Al final con el Allegretto poco mosso me estremecioacute la revelacioacuten deslumbrante de que estaba escuchando el uacuteltimo concierto que me deparaba el destino antes de morir No sentiacute dolor ni miedo sino la emocioacuten arrasadora de haber alcanzado a vivirlo

Cuando por fin logreacute abrirme camino empapado de sudor a traveacutes de los abrazos y las fotos me encontreacute de manos a boca con Ximena Ortiz como una diosa de cien antildeos en la silla de ruedas Su sola presencia se me imponiacutea como un pecado mortal Teniacutea una tuacutenica de seda color marfil tan tersa como su piel un hilo de perlas legiacutetimas de tres vueltas el cabello color de naacutecar cortado a la moda de los veintes con una punta de ala de gaviota en la mejilla y los grandes ojos amarillos iluminados por la sombra natural de las ojeras Todo en ella contradeciacutea el rumor de que su mente estaba quedaacutendose en blanco por la erosioacuten irredimible de la memoria Petrificado y sin recursos frente a ella me sobrepuse al vaho de fuego que me subioacute a la cara y la saludeacute en silencio con una venia versallesca Ella sonrioacute como una reina y me agarroacute la mano Entonces me di cuenta de que tambieacuten aquello era una coartada del destino y no la perdiacute para sacarme una espina que me estorbaba desde siempre He sontildeado durante antildeos con este momento le dije Ella no parecioacute

Memorias de mis putas tristes 44 ______________________________________________________________________________________entender iexclNo me digas dijo iquestY tuacute quieacuten eres No supe nunca si en verdad lo habiacutea olvidado o si fue la venganza final de su vida

La certidumbre de ser mortal en cambio me habiacutea sorprendido poco antes de los cincuenta antildeos en una ocasioacuten como aqueacutella una noche de carnaval en que bailaba un tango apache con una mujer fenomenal a la que nunca le vi la cara maacutes corpulenta que yo como por cuarenta libras y maacutes alta como de dos palmos que sin embargo se dejaba llevar como una pluma al viento Bailaacutebamos tan apretados que sentiacutea circular su sangre por las venas y me hallaba como adormecido de gusto con su resuello trabajoso su grajo de amoniacuteaco sus tetas de astroacutenoma cuando me sacudioacute por la primera vez y casi me derriboacute por tierra el freacutemito de la muerte Fue como un oraacuteculo brutal en el oiacutedo Hagas lo que hagas en este antildeo o dentro de ciento estaraacutes muerto hasta jamaacutes Ella se separoacute asustada iquestQueacute le pasa Nada le dije tratando de sujetarme el corazoacuten

-Tiemblo por usted

Desde entonces empeceacute a medir la vida no por antildeos sino por deacutecadas La de los cincuenta habiacutea sido decisiva porque tomeacute conciencia de que casi todo el mundo era menor que yo La de los sesenta fue la maacutes intensa por la sospecha de que ya no me quedaba tiempo para equivocarme La de los setenta fue temible por una cierta posibilidad de que fuera la uacuteltima No obstante cuando desperteacute vivo la primera mantildeana de mis noventa antildeos en la cama feliz de Delgadina se me atravesoacute la idea complaciente de que la vida no fuera algo que transcurre como el riacuteo revuelto de Heraacuteclito sino una ocasioacuten uacutenica de voltearse en la parrilla y seguir asaacutendose del otro costado por noventa antildeos maacutes

Me volviacute de laacutegrima faacutecil Cualquier sentimiento que tuviera algo que ver con la ternura me causaba un nudo en la garganta que no siempre lograba dominar y penseacute en renunciar al placer solitario de velar el suentildeo de Delgadina no tanto por la incertidumbre de mi muerte como por el dolor de imaginarla sin miacute en el resto de su vida Uno de aquellos diacuteas inciertos fui a dar por distraccioacuten a la muy noble calle de los Notarios y me sorprendioacute no encontrar nada maacutes que los escombros del viejo hotel de lance donde fui iniciado por la fuerza en las artes del amor poco antes de mis doce antildeos Habiacutea sido una mansioacuten de antiguos navieros espleacutendida como pocas en la ciudad con columnas enchapadas de alabastro y frisos de oropeles alrededor de un patio interior con una cuacutepula de cristales de siete colores que irradiaba un resplandor de invernadero En la planta baja con un portal goacutetico sobre la calle estuvieron por maacutes de un siglo las notariacuteas coloniales en las que trabajoacute prosperoacute y se arruinoacute mi padre en toda una vida de suentildeos fantaacutesticos Las familias histoacutericas abandonaron poco a poco los pisos superiores que terminaron ocupados por una legioacuten de nocheras en desgracia que subiacutean y bajaban hasta el amanecer con los clientes atrapados por un peso y medio en las cantinas del cercano puerto fluvial

A mis doce antildeos todaviacutea con mis pantalones cortos y mis botitas de la escuela primaria no pude resistir la tentacioacuten de conocer los pisos superiores mientras mi padre se debatiacutea en una de sus reuniones interminables y me encontreacute con un espectaacuteculo celestial Las mujeres que malvendiacutean sus cuerpos hasta el amanecer se moviacutean por la casa desde las once de la mantildeana cuando ya la caniacutecula del vitral era insoportable y teniacutean que hacer su vida domeacutestica caminando en pelotas por

JUAN CARLOS 161104
caniacutecula (Del lat canicŭla) f Periacuteodo del antildeo en que es maacutes fuerte el calor || 2 Astr Tiempo del nacimiento heliacuteaco de Sirio que antiguamente coincidiacutea con la eacutepoca maacutes calurosa del antildeo pero que hoy no se verifica hasta fines de agosto13
JUAN CARLOS 161104
freacutemito (Del lat fremĭtus) m bramido

Memorias de mis putas tristes 45 ______________________________________________________________________________________toda la casa mientras comentaban a gritos sus aventuras de la noche Me quedeacute aterrorizado Lo uacutenico que se me ocurrioacute fue escapar por donde habiacutea llegado cuando una de las desnudas de carnes macizas olorosas a jaboacuten de monte me abrazoacute por la espalda y me llevoacute en vilo hasta su cubiacuteculo de cartoacuten sin que yo pudiera verla en medio de la griteriacutea y los aplausos de las inquilinas en cueros Me tiroacute bocarriba en su cama para cuatro me quitoacute los pantalones con una maniobra maestra y se acaballoacute sobre miacute pero el terror helado que me empapaba el cuerpo me impidioacute recibirla como un hombre Aquella noche desvelado en la cama de mi casa por la verguumlenza del asalto no pude dormir maacutes de una hora con las ansias de volver a verla Pero la mantildeana siguiente mientras los trasnochados dormiacutean subiacute temblando hasta su cubiacuteculo y la desperteacute llorando a gritos con un amor enloquecido que duroacute hasta que se lo llevoacute sin misericordia el ventarroacuten de la vida real Se llamaba Castorina y era la reina de la casa

Los cubiacuteculos del hotel costaban un peso para los amores de paso pero muy pocos sabiacuteamos que costaban lo mismo hasta por veinticuatro horas Ademaacutes Castorina me introdujo en su mundo de mala muerte donde invitaban a los clientes pobres a sus desayunos de gala le prestaban el jaboacuten les atendiacutean los dolores de muela y en casos de urgencia mayor les daban un amor de caridad

Pero en las tardes de la uacuteltima vejez se acordaba de la inmortal Castorina muerta quien sabiacutea cuando que habiacutea sucedido desde las esquinas miserables del muelle fluvial hasta el trono sagrado de mamasanta mayor con un parche de pirata en el ojo perdido en el pleito de cantina Su uacuteltimo machucante de planta un negro feliz de Camaguumley a quien llamaba Jonaacutes el Galeote habiacutea sido un trompetista de los grandes en La Habana hasta que perdioacute la sonrisa completa en una cataacutestrofe de trenes

Al salir de aquella visita amarga sentiacute una punzada en el corazoacuten que no habiacutea logrado aliviar en tres diacuteas con toda clase de poacutecimas caseras El meacutedico al que acudiacute de urgencia miembro de una estirpe de insignes era nieto del que me vio a mis cuarenta y dos antildeos y me asustoacute que pareciera el mismo pues estaba tan envejecido como su abuelo a los setenta por una calvicie prematura unos lentes de miope sin regreso y una tristeza inconsolable Me hizo un examen minucioso de cuerpo entero con una concentracioacuten de orfebre Me auscultoacute el pecho y la espalda y me revisoacute la presioacuten arterial los reflejos de la rodilla el fondo del ojo el color del paacuterpado inferior En las pausas mientras yo cambiaba de posicioacuten en la mesa de reconocimiento me haciacutea preguntas tan vagas y raacutepidas que apenas si me daban tiempo de pensar las respuestas Al cabo de una hora me miroacute con una sonrisa feliz Bueno dijo creo que no tengo nada que hacer por usted iquestQueacute quiere decir Que su estado es el mejor posible a su edad Queacute curioso le dije lo mismo me dijo su abuelo cuando yo teniacutea cuarenta y dos antildeos como si el tiempo no pasara Siempre encontraraacute uno que se lo diga dijo porque siempre tendraacute una edad Yo provocaacutendolo para una sentencia aterradora le dije La uacutenica definitiva es la muerte Siacute dijo eacutel pero no es faacutecil llegar a ella en tan buen estado como usted Siento de veras no poder complacerlo

Eran recuerdos nobles pero la viacutespera del 29 de agosto sentiacute el peso inmenso del siglo que me esperaba impasible cuando subiacute con pasos de hierro las escaleras de mi casa Entonces volviacute a ver una vez maacutes a Florina de Dios mi madre en mi cama que habiacutea sido la suya hasta su muerte y me hizo la misma bendicioacuten de la uacuteltima

Memorias de mis putas tristes 46 ______________________________________________________________________________________vez que la vi dos horas antes de morir Trastornado por la conmocioacuten lo entendiacute como el anuncio final y llameacute a Rosa Cabarcas para que me llevara a mi nintildea aquella misma noche en previsioacuten de que no se cumpliera mi ilusioacuten de sobrevivir hasta el uacuteltimo aliento de mis noventa antildeos Volviacute a llamarla a las ocho y una vez maacutes repitioacute que no era posible Tiene que serlo a cualquier precio le griteacute aterrorizado Colgoacute sin despedirse pero quince minutos despueacutes volvioacute a llamar

-Bueno aquiacute la tienes

Llegueacute a las diez y veinte de la noche y le di a Rosa Cabarcas las uacuteltimas cartas de mi vida con mis disposiciones sobre la nintildea despueacutes de mi final terrible Ella pensoacute que me habiacutea impresionado con el acuchillado y me dijo con aires de burla Si te vas a morir que no sea aquiacute imagiacutenate Pero yo le dije Di que me atropello el tren de Puerto Colombia ese pobre cacharro de laacutestima incapaz de matar a nadie

Preparado para todo aquella noche me acosteacute bocarriba a la espera del dolor final en el primer instante de mis noventa y un antildeos Oiacute campanas distantes sentiacute la fragancia del alma de Delgadina dormida de costado oiacute un grito en el horizonte sollozos de alguien que quizaacutes habiacutea muerto un siglo antes en la alcoba Entonces apagueacute la luz con el uacuteltimo aliento entrelaceacute mis dedos con los suyos para llevaacutermela de la mano y conteacute las doce campanadas de las doce con mis doce laacutegrimas finales hasta que empezaron a cantar los gallos y enseguida las campanas de gloria los cohetes de fiesta que celebraban el juacutebilo de haber sobrevivido sano y salvo a mis noventa antildeos

Mis primeras palabras fueron para Rosa Cabarcas Te compro la casa toda con la tienda y el huerto Ella me dijo Hagamos una apuesta de viejos el que se muera primero se queda con todo lo del otro firmado ante notario No porque si yo me muero todo deberiacutea ser para ella Es igual dijo Rosa Cabarcas yo me hago cargo de la nintildea y despueacutes le dejo todo lo tuyo y lo miacuteo no tengo a nadie maacutes en este mundo Mientras tanto remodelamos tu cuarto con buenos servicios aire acondicionado y tus libros y tu muacutesica

-iquestCrees que ella estaraacute de acuerdo

-Ay mi sabio triste estaacute bien que esteacutes viejo pero no pendejo -dijo Rosa Cabarcas muerta de risa- Esa pobre criatura estaacute lela de amor por ti

Saliacute a la calle radiante y por primera vez me reconociacute a miacute mismo en el horizonte remoto de mi primer siglo Mi casa callada y en orden a las seis y cuarto empezaba a gozar los colores de una aurora feliz Damiana cantaba a toda voz en la cocina y el gato redivivo enroscoacute la cola en mis tobillos y siguioacute caminando conmigo hasta mi mesa de escribir Estaba ordenando mis papeles marchitos el tintero la pluma de ganso cuando el sol estalloacute entre los almendros del parque y el buque fluvial del correo retrasado una semana por la sequiacutea entroacute bramando en el canal del puerto Era por fin la vida real con mi corazoacuten a salvo y condenado a morir de buen amor en la agoniacutea feliz de cualquier diacutea despueacutes de mis cien antildeos

Mayo de 2004

Page 31: · Web viewVivo en una casa colonial en la acera de sol del parque de San Nicolás, donde he pasado todos los días de mi vida sin mujer ni fortuna, donde vivieron y murieron mis padres,

Memorias de mis putas tristes 31 ______________________________________________________________________________________buques las descargas de poacutelvora los cohetes sentiacute que Delgadina entroacute en punta de pies se acostoacute a mi lado y me dio un beso Tan real que me quedoacute en la boca su olor de regaliz

Memorias de mis putas tristes 32 ______________________________________________________________________________________

4A principios del nuevo antildeo empezaacutebamos a conocernos como si vivieacuteramos juntos y despiertos pues yo habiacutea encontrado un tono de voz cauteloso que ella oiacutea sin despertar y me contestaba con un lenguaje natural del cuerpo Sus estados de aacutenimo se le notaban en el modo de dormir De exhausta y montaraz que habiacutea sido al principio fue hacieacutendose a una paz interior que embelleciacutea su rostro y enriqueciacutea su suentildeo Le contaba mi vida le leiacutea al oiacutedo los borradores de mis notas dominicales en las que estaba ella sin decirlo y soacutelo ella

Por esa eacutepoca le dejeacute en la almohada unos zarcillos de esmeraldas que fueron de mi madre Los llevoacute puestos en la cita siguiente y no le luciacutean Le lleveacute despueacutes unos pendientes maacutes adecuados para el color de su piel Le expliqueacute Los primeros que te traje no te quedaban bien por tu tipo y el corte del cabello Estos te iraacuten mejor No llevoacute ninguno en las dos citas siguientes pero a la tercera se puso los que le habiacutea indicado Asiacute empeceacute a entender que no obedeciacutea a mis oacuterdenes pero aguardaba la ocasioacuten para complacerme Por esos diacuteas me sentiacute tan habituado a aquel geacutenero de vida domeacutestica que no seguiacute durmiendo desnudo sino que lleveacute las piyamas de seda china que habiacutea dejado de usar por no tener para quieacuten quitaacutermelas

Empeceacute a leerle El principito de Saint-Exupeacutery un autor franceacutes que el mundo entero admira maacutes que los franceses Fue el primero que la entretuvo sin despertarla hasta el punto de que tuve que ir dos diacuteas continuos para acabar de leeacuterselo Seguimos con los Cuentos de Perrault la Historia sagrada Las mil y una noches en una versioacuten desinfectada para nintildeos y por las diferencias entre uno y otro me di cuenta de que su suentildeo teniacutea diversos grados de profundidad seguacuten su intereacutes por las lecturas Cuando sentiacutea que habiacutea tocado fondo apagaba la luz y me dormiacutea abrazado a ella hasta que cantaban los gallos

Me sentiacutea tan feliz que la besaba en los paacuterpados muy suave y una noche ocurrioacute como una luz en el cielo sonrioacute por primera vez Maacutes tarde sin ninguacuten motivo se revolvioacute en la cama me dio la espalda y dijo disgustada Fue Isabel la que hizo llorar a los caracoles Exaltado por la ilusioacuten de un diaacutelogo le pregunteacute en el mismo tono iquestDe quieacuten eran No contestoacute Su voz teniacutea un rastro plebeyo como si no fuera suya sino de alguien ajeno que llevaba dentro Toda sombra de duda desaparecioacute entonces de mi alma la preferiacutea dormida

Mi uacutenico problema era el gato Estaba inapetente y hurantildeo y llevaba dos diacuteas sin levantar cabeza en su rincoacuten habitual y me tiroacute un zarpazo de fiera herida cuando

JUAN CARLOS 161104
zarcillo1 (Del lat circellus circulito) m Pendiente arete13
JUAN CARLOS 161104
montaraz (De monte y -araz) adj Que anda o estaacute hecho a andar por los montes o se ha criado en ellos || 2 Se dice del genio y propiedades agrestes groseras y feroces || 3 m Guarda de montes o heredades || 4 Sal Mayordomo de campo capataz que tiene a su cargo las labores y los ganados

Memorias de mis putas tristes 33 ______________________________________________________________________________________quise ponerlo en su canasto de mimbre para que Damiana lo llevara con el veterinario Apenas logroacute someterlo y se lo llevoacute pataleando dentro de un saco de fique Al cabo de un rato me llamoacute desde el criadero para decirme que no habiacutea maacutes remedio que sacrificarlo y necesitaban mi orden iquestPor queacute Porque ya estaacute muy viejo dijo Damiana Penseacute con rabia que a miacute tambieacuten podiacutean asarme vivo en un horno de gatos Me sentiacute inerme entre dos fuegos no habiacutea aprendido a querer el gato pero tampoco teniacutea corazoacuten para ordenar que lo mataran soacutelo porque era viejoiquestDoacutende lo deciacutea el manual

El incidente me conmocionoacute tanto que escribiacute una nota para el domingo con un tiacutetulo usurpado a Neruda iquestEs el gato un miacutenimo tigre de saloacuten La nota dio origen a una nueva campantildea que otra vez dividioacute a los lectores en favor y en contra de los gatos En cinco diacuteas prevalecioacute la tesis de que podiacutea ser liacutecito sacrificar un gato por razones de salud puacuteblica pero no porque estuviera viejo

Despueacutes de la muerte de mi madre me desvelaba el terror de que alguien me tocara mientras dormiacutea Una noche la sentiacute pero su voz me devolvioacute el sosiego Figlio mioacute poveretto Volviacute a sentirlo una madrugada en el cuarto de Delgadina y me retorciacute de gozo creyendo que ella me habiacutea tocado Pero no era Rosa Cabarcas en la oscuridad Viacutestete y ven conmigo me dijo tengo un problema serio

Asiacute era y maacutes serio de lo que pude imaginar A uno de los clientes grandes de la casa lo habiacutean asesinado a puntildealadas en el primer cuarto del pabelloacuten El asesino habiacutea escapado El cadaacutever enorme desnudo pero con los zapatos puestos teniacutea una palidez de pollo al vapor en la cama empapada de sangre Lo reconociacute de entrada era JMB un banquero grande famoso por su apostura su simpatiacutea y su buen vestir y sobre todo por la pulcritud de su hogar Teniacutea en el cuello dos heridas moradas como labios y una zanja en el vientre que no habiacutea acabado de sangrar Todaviacutea no empezaba el rigor Maacutes que sus heridas me impresionoacute que teniacutea un preservativo puesto y al parecer sin usar en el sexo desmirriado por la muerte

Rosa Cabarcas no sabiacutea con quieacuten iba porque tambieacuten eacutel teniacutea el privilegio de entrar por el portoacuten del huerto No se descartaba la sospecha de que su pareja fuera otro hombre Lo uacutenico que la duentildea queriacutea de miacute era que la ayudara a vestir el cadaacutever Estaba tan segura que me inquietoacute la idea de que la muerte fuera para ella un asunto de cocina No hay nada maacutes difiacutecil que vestir a un muerto le dije Lo he hecho a pasto de Dios replicoacute ella Es faacutecil si alguien me lo sostiene Le hice ver iquestTe imaginas quieacuten va a creer en un cuerpo tasajeado a cuchilladas dentro de un vestido intacto de caballero ingleacutes

Tembleacute por Delgadina Lo mejor seraacute que te la lleves tuacute me dijo Rosa Cabarcas Primero muerto le dije con la saliva helada Ella lo percibioacute y no pudo ocultar su desdeacuten iexclEstaacutes temblando Por ella dije aunque soacutelo era verdad a medias Aviacutesale que se vaya antes de que llegue nadie De acuerdo dijo ella aunque a ti como periodista no te pasaraacute nada Ni a ti tampoco le dije con cierto rencor Eres el uacutenico liberal que manda en este gobierno

La ciudad codiciada por su naturaleza paciacutefica y su seguridad congeacutenita arrastraba la desgracia de un asesinato escandaloso y atroz cada antildeo Aqueacutel no lo fue La noticia oficial en titulares excesivos y parca en detalles deciacutea que al joven banquero lo habiacutean asaltado y muerto a cuchilladas en la carretera de Pradomar por motivos

Memorias de mis putas tristes 34 ______________________________________________________________________________________incomprensibles No teniacutea enemigos El comunicado del gobierno sentildealaba como presuntos asesinos a refugiados del interior del paiacutes que estaban desatando una oleada de delincuencia comuacuten extrantildea al espiacuteritu ciacutevico de la poblacioacuten En las primeras horas hubo maacutes de cincuenta detenidos

Acudiacute escandalizado con el redactor judicial un periodista tiacutepico de los antildeos veinte con visera de celuloide verde y ligas en las mangas que presumiacutea de anticiparse a los hechos Sin embargo soacutelo conociacutea unas hilachas sueltas del crimen y yo se las completeacute hasta donde me fue prudente Asiacute escribimos cinco cuartillas a cuatro manos para una noticia de ocho columnas en primera paacutegina atribuida al fantasma eterno de las fuentes que nos merecen entero creacutedito Pero al Abominable Hombre de las Nueve -el censor- no le tembloacute el pulso para imponer la versioacuten oficial de que habiacutea sido un asalto de bandoleros liberales Yo me laveacute la conciencia con un centildeo de pesadumbre en el entierro maacutes ciacutenico y concurrido del siglo

Cuando regreseacute a casa aquella noche llameacute a Rosa Cabarcas para averiguar queacute habiacutea pasado con Delgadina pero no contestoacute el teleacutefono en cuatro diacuteas Al quinto fui a su casa con los dientes apretados Las puertas estaban selladas pero no por la policiacutea sino por la Sanidad Nadie en el vecindario daba noticias de nada Sin ninguacuten indicio de Delgadina me di a una buacutesqueda encarnizada y a veces ridiacutecula que me dejoacute acezante Paseacute diacuteas enteros observando a las joacutevenes ciclistas desde los escantildeos de un parque polvoriento donde los nintildeos jugaban a encaramarse en la estatua descascarada de Simoacuten Boliacutevar Pasaban pedaleando como venadas bellas disponibles listas para ser atrapadas a la gallina ciega Cuando se me acaboacute la esperanza me refugieacute en la paz de los boleros Fue como un bebedizo emponzontildeado cada palabra era ella Siempre habiacutea necesitado el silencio para escribir porque mi mente atendiacutea maacutes a la muacutesica que a la escritura Entonces fue al reveacutes soacutelo pude escribir a la sombra de los boleros Mi vida se llenoacute de ella Las notas que escribiacute aquellas dos semanas fueron modelos en clave para cartas de amor El jefe de redaccioacuten contrariado con la avalancha de respuestas me pidioacute que moderara el amor mientras pensaacutebamos coacutemo consolar a tantos lectores enamorados

La falta de sosiego acaboacute con el rigor de mis diacuteas Despertaba a las cinco pero me quedaba en la penumbra del cuarto imaginando a Delgadina en su vida irreal de levantar a sus hermanos vestirlos para la escuela darles el desayuno si lo habiacutea y atravesar la ciudad en bicicleta para cumplir la condena de coser botones Me pregunteacute asombrado iquestQueacute piensa una mujer mientras pega un botoacuten iquestPensaba en miacute iquestTambieacuten ella buscaba a Rosa Cabarcas para dar conmigo Paseacute hasta una semana sin quitarme el mameluco de mecaacutenico ni de diacutea ni de noche sin bantildearme sin afeitarme sin cepillarme los dientes porque el amor me ensentildeoacute demasiado tarde que uno se arregla para alguien se viste y se perfuma para alguien y yo nunca habiacutea tenido para quieacuten Damiana creyoacute que estaba enfermo cuando me encontroacute desnudo en la hamaca a las diez de la mantildeana La vi con los ojos turbios de la codicia y la inviteacute a revolearnos desnudos Ella con un desprecio me dijo

-iquestYa pensoacute lo que va a hacer si le digo que siacute

Asiacute supe hasta queacute punto me habiacutea corrompido el sufrimiento No me reconociacutea a miacute mismo en mi dolor de adolescente No volviacute a salir de la casa por no descuidar el teleacutefono Escribiacutea sin descolgarlo y al primer timbrazo le saltaba encima pensando

Memorias de mis putas tristes 35 ______________________________________________________________________________________que pudiera ser Rosa Cabarcas Interrumpiacutea a cada rato lo que estuviera haciendo para llamarla e insistiacute diacuteas enteros hasta comprender que era un teleacutefono sin corazoacuten

Al volver a casa una tarde de lluvia encontreacute el gato enroscado en la escalinata del portoacuten Estaba sucio y maltrecho y con una mansedumbre de laacutestima El manual me hizo ver que estaba enfermo y seguiacute sus normas para alentarlo De golpe mientras descabezaba un suentildeecito de siesta me despabiloacute la idea de que pudiera conducirme a la casa de Delgadina Lo lleveacute en una bolsa de mercado hasta la tienda de Rosa Cabarcas que seguiacutea sellada y sin indicios de vida pero se revolvioacute en el talego con tanto iacutempetu que logroacute escapar saltoacute la tapia del huerto y desaparecioacute entre los aacuterboles Toqueacute al portoacuten con el puntildeo y una voz militar preguntoacute sin abrir iquestQuieacuten vive Gente de paz dije yo para no ser menos Ando en pos de la duentildea No hay duentildea dijo la voz Por lo menos aacutebrame para coger el gato insistiacute No hay gato dijo Pregunteacute iquestQuieacuten es usted

-Nadie -dijo la voz

Siempre habiacutea entendido que morirse de amor no era maacutes que una licencia poeacutetica Aquella tarde de regreso a casa otra vez sin el gato y sin ella comprobeacute que no soacutelo era posible morirse sino que yo mismo viejo y sin nadie estaba murieacutendome de amor Pero tambieacuten me di cuenta de que era vaacutelida la verdad contraria no habriacutea cambiado por nada del mundo las delicias de mi pesadumbre Habiacutea perdido maacutes de quince antildeos tratando de traducir los cantos de Leopardi y soacutelo aquella tarde los sentiacute a fondo Ay de miacute si es amor cuaacutento atormenta

Mi entrada al perioacutedico en mameluco y mal afeitado despertoacute ciertas dudas sobre mi estado mental La casa remodelada con cabinas individuales de vidrio y luces cenitales pareciacutea una cliacutenica de maternidad El clima artificial callado y confortable invitaba a hablar en susurros y caminar en puntillas En el vestiacutebulo como virreyes muertos estaban los retratos al oacuteleo de los tres directores vitalicios y las fotografiacuteas de visitantes ilustres La enorme sala principal estaba presidida por la fotografiacutea gigantesca de la redaccioacuten actual tomada la tarde de mi cumpleantildeos No pude evitar la comparacioacuten mental con la otra de mis treinta antildeos y una vez maacutes comprobeacute con horror que se envejece maacutes y peor en los retratos que en la realidad La secretaria que me habiacutea besado la tarde del cumpleantildeos me preguntoacute si estaba enfermo Fui feliz de contestarle la verdad para que no la creyera Enfermo de amor Ella dijo iexclLaacutestima que no sea por miacute Yo le correspondiacute el cumplido No esteacute tan segura

El redactor judicial salioacute de su cabina gritando que habiacutea dos cadaacuteveres de muchachas sin identificar en el anfiteatro municipal Le pregunteacute asustado iquestDe queacute edad Joacutevenes dijo eacutel Pueden ser refugiadas del interior perseguidas hasta aquiacute por matones del reacutegimen Respireacute aliviado La situacioacuten nos invade en silencio como una mancha de sangre dije El redactor judicial ya lejos gritoacute

-De sangre no maestro de mierda

Algo peor me ocurrioacute diacuteas despueacutes cuando una muchacha instantaacutenea con una canasta igual a la del gato pasoacute como un escalofriacuteo frente a la libreriacutea Mundo La perseguiacute a codazos por entre la muchedumbre en el fragor de las doce del diacutea Era muy bella de trancos largos y con una fluidez para abrirse camino entre el gentiacuteo

Memorias de mis putas tristes 36 ______________________________________________________________________________________que me costoacute trabajo alcanzarla Por fin la rebaseacute y la mireacute de frente Ella me apartoacute con la mano sin detenerse ni pedir perdoacuten No era la que creiacutea pero su altivez me dolioacute como si lo fuera Comprendiacute entonces que no seriacutea capaz de reconocer a Delgadina despierta y vestida ni ella podiacutea saber quieacuten era yo si nunca me habiacutea visto En un acto de locura tejiacute durante tres diacuteas doce pares de zapatitos azules y rosados para recieacuten nacidos tratando de darme valor para no escuchar ni cantar ni recordar las canciones que me recordaban a ella

La verdad era que no podiacutea con mi alma y empezaba a tomar conciencia de la vejez por mis flaquezas frente al amor Una prueba todaviacutea maacutes dramaacutetica la tuve cuando un autobuacutes de servicio puacuteblico arrolloacute una ciclista en el puro centro comercial Acababan de llevaacutersela en una ambulancia y la magnitud de la tragedia se apreciaba por el estado de chatarra en que quedoacute la bicicleta sobre un charco de sangre viva Pero mi impresioacuten no fue tanta por los destrozos de la bicicleta como por la marca el modelo y el color No podiacutea ser otra que la que yo mismo le habiacutea regalado a Delgadina

Los testigos coincidieron en que la ciclista herida era muy joven alta y delgada y con el cabello corto y rizado Aturdido tomeacute el primer taxi que pasoacute y me hice llevar al hospital de Caridad un viejo edificio de muros ocres que pareciacutea una caacutercel encallada en un arenal Necesiteacute media hora para entrar y otra maacutes para salir de un patio fragante de aacuterboles frutales donde una mujer atribulada se me atravesoacute en el camino me miroacute a los ojos y exclamoacute

-Yo soy la que no buscas

Soacutelo entonces recordeacute que era alliacute donde viviacutean en libertad los internos mansos del manicomio municipal Tuve que identificarme como periodista ante la direccioacuten del hospital para que un enfermero me condujera al pabelloacuten de urgencias En elcuaderno de ingresos estaban los datos Rosalba Riacuteos dieciseacuteis antildeos sin oficio conocido Diagnoacutestico conmocioacuten cerebral Pronoacutestico reservado Pregunteacute al jefe del pabelloacuten si podiacutea verla con la esperanza iacutentima de que me dijeran que no pero me llevaron encantados por si queriacutea escribir sobre el estado de abandono del hospital

Atravesamos una sala abigarrada con un fuerte olor de aacutecido feacutenico y los enfermos apelotonados en las camas Al fondo en un cuarto solo tendida en una camilla metaacutelica estaba la que buscaacutebamos Teniacutea el craacuteneo cubierto de vendas la cara indescifrable gonfia y amoratada pero me bastoacute con verle los pies para saber que no era Soacutelo entonces se me ocurrioacute preguntarme iquestQueacute habriacutea hecho yo si hubiera sido ella

Todaviacutea enredado en las telarantildeas de la noche tuve el valor de ir el diacutea siguiente a la faacutebrica de camisas donde Rosa Cabarcas habiacutea dicho alguna vez que trabajaba la nintildea y le pediacute al propietario que nos mostrara sus instalaciones como modelo para un proyecto continental de las Naciones Unidas Era un libaneacutes paquideacutermico y taciturno que nos abrioacute las puertas de su reino con la ilusioacuten de ser un ejemplo universal

Trescientas joacutevenes de blusas blancas con la ceniza del mieacutercoles en la frente cosiacutean botones en la vasta nave iluminada Cuando nos vieron entrar se irguieron

Memorias de mis putas tristes 37 ______________________________________________________________________________________como colegialas y nos observaron de reojo mientras el gerente explicaba sus aportes al arte inmemorial de pegar botones Yo escrutaba las caras de cada una con el pavor de descubrir a Delgadina vestida y despierta Pero fue una de ellas la que me descubrioacute a miacute con la mirada temible de la admiracioacuten sin clemencia

-Diacutegame sentildeor iquestno es usted el que escribe las cartas de amor en el perioacutedico

Nunca me hubiera imaginado que una nintildea dormida pudiera causar en uno semejantes estragos Escapeacute de la faacutebrica sin despedirme ni pensar siquiera si alguna de aquellas viacutergenes de purgatorio era por fin la que buscaba Cuando saliacute de ahiacute el uacutenico sentimiento que me quedaba en la vida eran las ganas de llorar

Rosa Cabarcas llamoacute al cabo de un mes con una explicacioacuten increiacuteble se habiacutea tomado un merecido descanso en Cartagena de Indias despueacutes del asesinato del banquero No le creiacute desde luego pero la feliciteacute por su suerte y la dejeacute explayarse en su mentira antes de hacerle la pregunta que me borboritaba en el corazoacuten

-iquestY ella

Rosa Cabarcas hizo un silencio largo Ahiacute estaacute dijo al fin pero su voz se hizo evasiva Hay que esperar un tiempo iquestCuaacutento Ni idea ya te avisareacute Sentiacute que se me iba y la pareacute en seco Espeacuterate dame alguna luz No hay luz dijo ella y concluyoacute Ten cuidado puedes perjudicarte tuacute y sobre todo perjudicarla a ella Yo no estaba para esa clase de remilgos Le supliqueacute aunque fuera una oportunidad de acercarme a la verdad Al fin y al cabo le dije somos coacutemplices Ella no dio un paso maacutes Caacutelmate me dijo la nintildea estaacute bien y esperando que la llame pero ahora mismo no hay nada que hacer ni voy a decir nada maacutes Adioacutes

Me quedeacute con el teleacutefono en la mano sin saber por doacutende seguir pues tambieacuten la conociacutea bastante para pensar que no conseguiriacutea nada de ella si no era por las buenas Despueacutes del mediodiacutea me di una vuelta furtiva por su casa maacutes confiado en la casualidad que en la razoacuten y la encontreacute todaviacutea cerrada y con los sellos de la Sanidad Penseacute que Rosa Cabarcas me habiacutea telefoneado de otra parte tal vez de otra ciudad y la sola idea me llenoacute de presagios turbios No obstante a las seis de la tarde cuando menos lo esperaba me soltoacute por teleacutefono mi propio santo y sentildea

-Bueno ahora siacute

A las diez de la noche tembloroso y con los labios mordidos para no llorar fui cargado de cajas de chocolates suizos turrones y caramelos y una canasta de rosas ardientes para cubrir la cama La puerta estaba entreabierta las luces encendidas y en el radio se diluiacutea a medio volumen la sonata nuacutemero uno para violiacuten y piano de Brahms Delgadina en la cama estaba tan radiante y distinta que me costoacute trabajo reconocerla

Habiacutea crecido pero no se le notaba en la estatura sino en una madurez intensa que la haciacutea parecer con dos o tres antildeos maacutes y maacutes desnuda que nunca Sus poacutemulos altos la piel tostada por soles de mar bravo los labios finos y el cabello corto y rizado le infundiacutean a su rostro el resplandor androacutegino del Apolo de Praxiacuteteles Pero no habiacutea equiacutevoco posible porque sus senos habiacutean crecido hasta el punto de que no me cabiacutean en la mano sus caderas habiacutean acabado de formarse y sus huesos se

Memorias de mis putas tristes 38 ______________________________________________________________________________________habiacutean vuelto maacutes firmes y armoacutenicos Me encantaron aquellos aciertos de la naturaleza pero me aturdieron los artificios las pestantildeas postizas las untildeas de las manos y los pies esmaltadas de naacutecar y un perfume de a dos cuartillos que no teniacutea nada que ver con el amor Sin embargo lo que me sacoacute de quicio fue la fortuna que llevaba encima pendientes de oro con gajos de esmeraldas un collar de perlas naturales una pulsera de oro con resplandores de diamantes y anillos con piedras legiacutetimas en todos los dedos En la silla estaba su traje de nochera con lentejuelas y bordados y las zapatillas de raso Un vapor raro me subioacute de las entrantildeas

-iexclPuta -griteacute

Pues el diablo me soploacute en el oiacutedo un pensamiento siniestro Y fue asiacute la noche del crimen Rosa Cabarcas no debioacute tener tiempo ni serenidad para prevenir a la nintildea y la policiacutea la encontroacute en el cuarto sola menor de edad y sin coartada Nadie igual a Rosa Cabarcas para una situacioacuten como aqueacutella le vendioacute la virginidad de la nintildea a alguno de sus grandes cacaos a cambio de que a ella la sacaran limpia del crimen Lo primero claro fue desaparecer mientras se aplacaba el escaacutendalo iexclQueacute maravilla Una luna de miel para tres ellos dos en la cama y Rosa Cabarcas en una terraza de lujo disfrutando de su impunidad feliz Ciego de una furia insensata fui reventando contra las paredes cada cosa del cuarto las laacutemparas el radio el ventilador los espejos las jarras los vasos Lo hice sin prisa pero sin pausas con un grande estropicio y una embriaguez metoacutedica que me salvoacute la vida La nintildea dio un salto al primer estallido pero no me miroacute sino que se enroscoacute de espaldas a miacute y asiacute permanecioacute con espasmos entrecortados hasta que cesoacute el estropicio Las gallinas en el patio y los perros de la madrugada aumentaron el escaacutendalo Con la cegadora lucidez de la coacutelera tuve la inspiracioacuten final de prenderle fuego a la casa cuando aparecioacute en la puerta la figura impasible de Rosa Cabarcas en camisa de dormir No dijo nada Hizo con la vista el inventario del desastre y comproboacute que la nintildea estaba enroscada sobre siacute misma como un caracol y con la cabeza escondida entre los brazos aterrada pero intacta

-iexclDios miacuteo -exclamoacute Rosa Cabarcas- iexclQueacute no hubiera dado yo por un amor como eacuteste

Me midioacute de cuerpo entero con una mirada de misericordia y me ordenoacute Vamos La seguiacute hasta la casa me sirvioacute un vaso de agua en silencio me hizo una sentildea de que me sentara frente a ella y me puso en confesioacuten Bueno me dijo ahora poacutertate como un adulto y cueacutentame iquestqueacute te pasa

Le conteacute con lo que teniacutea como mi verdad revelada Rosa Cabarcas me escuchoacute en silencio sin asombro y por fin parecioacute iluminada Queacute maravilla dijo Siempre he dicho que los celos saben maacutes que la verdad Y entonces me contoacute la realidad sin reservas En efecto dijo en su ofuscacioacuten de la noche del crimen se habiacutea olvidado de la nintildea dormida en el cuarto Uno de sus clientes abogado del muerto ademaacutes repartioacute prebendas y sobornos a cuatro manos e invitoacute a Rosa Cabarcas a un hotel de reposo de Cartagena de Indias mientras se disipaba el escaacutendalo Creacuteeme dijo Rosa Cabarcas que en todo este tiempo no dejeacute de pensar ni un momento en ti y en la nintildea Volviacute antier y lo primero que hice fue llamarte por teleacutefono pero nadie contestoacute En cambio la nintildea vino enseguida y en tan mal estado que te la bantildeeacute te la vestiacute y te la mandeacute al saloacuten de belleza con la orden de que la arreglaran como una reina Ya viste coacutemo perfecta iquestLa ropa de lujo Son los trajes que les alquilo a mis

Memorias de mis putas tristes 39 ______________________________________________________________________________________pupilas maacutes pobres cuando tienen que ir a bailar con sus clientes iquestLas joyas Son las miacuteas dijo Basta con tocarlas para darse cuenta de que son diamantes de vidrio y estoperoles de hojalata De modo que no jodas concluyoacute Anda despieacutertala piacutedele perdoacuten y hazte cargo de ella de una vez Nadie merece ser maacutes feliz que ustedes

Hice un esfuerzo sobrenatural para creerle pero pudo maacutes el amor que la razoacuten iexclPutas le dije atormentado por el fuego vivo que me abrasaba las entrantildeas iexclEso es lo que son ustedes griteacute iexclPutas de mierda No quiero saber nada maacutes de tiacute ni de ninguna otra guaricha en el mundo y menos de ella Le hice desde la puerta una sentildeal de adioacutes para siempre Rosa Cabarcas no lo dudoacute

-Vete con Dios -me dijo con un rictus de tristeza y volvioacute a su vida real- De todos modos te pasareacute la cuenta del desmadre que me hiciste en el cuarto

Memorias de mis putas tristes 40 ______________________________________________________________________________________

5

Leyendo Los idus de marzo encontreacute una frase siniestra que el autor atribuye a Julio Ceacutesar Es imposible no terminar siendo como los otros creen que uno es No pude comprobar su verdadero origen en la propia obra de Julio Ceacutesar ni en las obras de sus bioacutegrafos desde Suetonio hasta Carcopino pero valioacute la pena conocerla Su fatalismo aplicado al curso de mi vida en los meses siguientes fue lo que me dio la determinacioacuten que me haciacutea falta no soacutelo para escribir esta memoria sino para empezarla sin pudores con el amor de Delgadina

No teniacutea un instante de sosiego apenas si probaba bocado y perdiacute tanto peso que no se me teniacutean los pantalones en la cintura Los dolores erraacuteticos se me quedaron en los huesos cambiaba de aacutenimo sin razoacuten pasaba las noches en un estado de deslumbramiento que no me permitiacutea leer ni escuchar muacutesica y en cambio se me iba el diacutea cabeceando por una somnolencia sonsa que no serviacutea para dormir

El alivio me cayoacute del cielo En la atestada goacutendola de Loma Fresca una vecina de asiento que no habiacutea visto subir me susurroacute al oiacutedo iquestTodaviacutea tiras Era Casilda Armenia un viejo amor de a tres por cinco que me habiacutea soportado como cliente asiduo desde que era una adolescente altiva Una vez retirada medio enferma y sin un clavo se habiacutea casado con un hortelano chino que le dio nombre y apoyo y quizaacutes un poco de amor A los setenta y tres antildeos teniacutea el peso de siempre seguiacutea bella y de caraacutecter fuerte y conservaba intacto el desparpajo del oficio

Me llevoacute a su casa una huerta de chinos en una colina de la carretera al mar Nos sentamos en las sillas de playa de la terraza umbriacutea entre helechos y frondas de astromelias y jaulas de paacutejaros colgadas en el alero En la falda de la colina se veiacutean los hortelanos chinos con sombreros de cono sembrando las hortalizas bajo el sol abrasante y el pieacutelago gris de las Bocas de Ceniza con los dos tajamares de rocas que canalizan el riacuteo varias leguas en el mar Mientras conversaacutebamos vimos entrar un trasatlaacutentico blanco por la desembocadura y lo seguimos callados hasta oiacuter su bramido de toro luacutegubre en el puerto fluvial Ella suspiroacute iquestTe das cuenta En maacutes de medio siglo es la primera vez que no te recibo la visita en la cama Ya somos otros dije Ella prosiguioacute sin oiacuterme Cada vez que dicen cosas de ti en el radio que te elogian por el carintildeo que te tiene la gente y te llaman maestro del amor imagiacutenate pienso que nadie te conocioacute tus gracias y tus mantildeas tan bien como yo En serio dijo nadie hubiera podido soportarte mejor

No resistiacute maacutes Ella lo sintioacute vio mis ojos huacutemedos de laacutegrimas y soacutelo entonces debioacute descubrir que ya no era el que fui y le sostuve la mirada con un valor del que

Memorias de mis putas tristes 41 ______________________________________________________________________________________nunca me creiacute capaz Es que me estoy volviendo viejo le dijeYa lo estamos suspiroacute ella Lo que pasa es que uno no lo siente por dentro pero desde fuera todo el mundo lo ve

Era imposible no abrirle el corazoacuten asiacute que le conteacute la historia completa que me ardiacutea en las entrantildeas desde mi primera llamada a Rosa Cabarcas la viacutespera de mis noventa antildeos hasta la noche traacutegica en que hice antildeicos el cuarto y no regreseacute maacutes Ella me oyoacute el desahogo como si estuviera vivieacutendolo lo rumioacute muy despacio y por fin sonrioacute

-Haz lo que quieras pero no pierdas a esa criatura -me dijo- No hay peor desgracia que morir solo

Fuimos a Puerto Colombia en el trenecito de juguete tan despacioso como un caballo Almorzamos frente al muelle de maderas carcomidas por donde habiacutea entrado el mundo entero al paiacutes antes que se dragaran las Bocas de Ceniza Nos sentamos bajo un cobertizo de palma donde las grandes matronas negras serviacutean pargos fritos con arroz de coco y tajadas de plaacutetano verde Dormitamos en el sopor denso de las dos y seguimos conversando hasta que se hundioacute en el mar el inmenso sol de candela La realidad me pareciacutea fantaacutestica Mira adonde ha venido a dar nuestra luna de miel se burloacute ella Pero prosiguioacute en serio Hoy miro para atraacutes veo la fila de miles de hombres que pasaron por mis camas y dariacutea el alma por haberme quedado aunque fuera con el peor Gracias a Dios encontreacute mi chino a tiempo Es como estar casada con el dedo mentildeique pero es soacutelo miacuteo

Me miroacute a los ojos midioacute mi reaccioacuten a lo que acababa de contarme y me dijo Asiacute que vete a buscar ahora mismo a esa pobre criatura aunque sea verdad lo que te dicen los celos sea como sea que lo bailado no te lo quita nadie Pero eso siacute sin romanticismos de abuelo Despieacutertala tiacuteratela hasta por las orejas con esa pinga de burro con que te premioacute el diablo por tu cobardiacutea y tu mezquindad En serio terminoacute con el alma no te vayas a morir sin probar la maravilla de tirar con amor

El pulso me temblaba al diacutea siguiente cuando marqueacute el nuacutemero del teleacutefono Tanto por la tensioacuten del reencuentro con Delgadina como por la incertidumbre de la forma en que Rosa Cabarcas me respondiera Habiacuteamos tenido una disputa seria por el abuso con que tasoacute los destrozos que hice en su cuarto Tuve que vender uno de los cuadros maacutes amados de mi madre cuyo valor se calculaba en una fortuna pero a la hora de la verdad no llegoacute a un deacutecimo de mis ilusiones

Aumenteacute la suma con el resto de mis ahorros y se la lleveacute a Rosa Cabarcas con una consigna inapelable Lo tomas o lo dejas Fue un acto suicida porque soacutelo con vender uno de mis secretos ella habriacutea aniquilado mi buen nombre Pero no respingoacute sino que se quedoacute con los cuadros que habiacutea tomado en prenda la noche del pleito Fui el perdedor absoluto en una sola jugada me quedeacute sin Delgadina sin Rosa Cabarcas y sin mis uacuteltimos ahorros Sin embargo oiacute el timbre del teleacutefono una vez dos veces tres y por fin ella iquestA ver No me salioacute la voz Colgueacute Me echeacute en la hamaca tratando de serenarme con la liacuterica asceacutetica de Satie y sudeacute tanto que el lienzo quedoacute empapado Hasta el diacutea siguiente no tuve el valor de llamar

-Bueno mujer -dije con voz firme- Hoy siacute

Memorias de mis putas tristes 42 ______________________________________________________________________________________Rosa Cabarcas coacutemo no estaba maacutes allaacute de todo Ay mi sabio triste suspiroacute con su aacutenimo invencible te pierdes dos meses y soacutelo vuelves para pedir ilusiones Me contoacute que no habiacutea visto a Delgadina desde haciacutea maacutes de un mes que pareciacutea tan repuesta del susto de mis estropicios que ni siquiera habloacute de ellos ni preguntoacute por miacute y estaba muy contenta en un nuevo empleo maacutes coacutemodo y mejor pagado que coser botones Una oleada de fuego vivo me quemoacute las entrantildeas Soacutelo puede ser de puta dije Rosa me replicoacute sin pestantildeear No seas bruto si asiacute fuera estariacutea aquiacute iquestO doacutende podriacutea estar mejor La rapidez de su loacutegica me agravoacute la duda iquestY coacutemo seacute que no estaacute ahiacute En ese caso replicoacute ella lo que maacutes te conviene es no saberlo iquestO no Una vez maacutes la odieacute Ella a prueba de erosiones prometioacute rastrear a la nintildea Sin muchas esperanzas porque el teleacutefono de la vecina donde la llamaba seguiacutea cortado y no teniacutea la menor idea de doacutende viviacutea Pero no era para echarse a morir queacute carajo dijo te llamo en una hora

Fue una hora de tres diacuteas pero encontroacute a la nintildea disponible y sana Volviacute avergonzado y la beseacute palmo a palmo como penitencia desde las doce de la noche hasta que cantaron los gallos Un perdoacuten largo que me prometiacute seguir repitiendo para siempre y fue como empezar otra vez por el principio El cuarto habiacutea sido desmantelado y el mal uso habiacutea acabado con todo lo que yo habiacutea puesto Ella lo habiacutea dejado asiacute y me dijo que cualquier mejora teniacutea que hacerla yo por lo que estaba debieacutendole Sin embargo mi situacioacuten econoacutemica tocaba fondo El dinero de las jubilaciones alcanzaba cada vez para menos Las pocas cosas vendibles que quedaban en la casa -salvo las joyas sagradas de mi madre- careciacutean de valor comercial y nada era bastante viejo para ser antiguo En tiempos mejores el gobernador me habiacutea hecho la oferta tentadora de comprarme en bloque los libros de los claacutesicos griegos latinos y espantildeoles para la Biblioteca Departamental pero no tuve corazoacuten para venderlos Despueacutes con los cambios poliacuteticos y el deterioro del mundo nadie del gobierno pensaba en las artes ni las letras Cansado de buscar una solucioacuten decente me echeacute al bolsillo las joyas que Delgadina me habiacutea devuelto y me fui a empentildearlas en un callejoacuten siniestro que conduciacutea al mercado puacuteblico Con aires de sabio distraiacutedo recorriacute varias veces aquel tugurio atiborrado de cantinas de mala muerte libreriacuteas de viejo y casas de empentildeo pero la dignidad de Florina de Dios me cerroacute el paso no me atreviacute Entonces decidiacute venderlas con la frente en alto a la joyeriacutea maacutes antigua y acreditada

El dependiente me hizo algunas preguntas mientras examinaba las joyas con su monoacuteculo Teniacutea la conducta el estilo y el pavor de un meacutedico Le expliqueacute que eran joyas heredadas de mi madre El aprobaba con un gruntildeido cada una de mis explicaciones y por fin se quitoacute el monoacuteculo

-Lo siento -dijo- pero son culos de botellas

Ante mi sorpresa me explicoacute con una suave conmiseracioacuten Menos mal que el oro es oro y el platino es platino Me toqueacute el bolsillo para asegurarme de que llevaba las facturas de compra y dije sin resabios

-Pues fueron compradas en esta noble casa hace maacutes de cien antildeos

El no se inmutoacute Suele suceder dijo que en las joyas hereditarias vayan desapareciendo las piedras maacutes valiosas con el paso del tiempo sustituidas por diacutescolos de la familia o por joyeros bandidos y soacutelo cuando alguien trata de

Memorias de mis putas tristes 43 ______________________________________________________________________________________venderlas se descubre el fraude Pero permiacutetame un segundo dijo y se llevoacute las joyas por la puerta del fondo Al cabo de un momento regresoacute y sin explicacioacuten alguna me indicoacute que me sentara en la silla de espera y siguioacute trabajando

Examineacute la tienda Habiacutea ido con mi madre varias veces y recordaba una frase recurrente No se lo digas a tu papaacute De pronto se me ocurrioacute una idea que me crispoacute iquestno seriacutea que Rosa Cabarcas y Delgadina de comuacuten acuerdo habiacutean vendido las piedras legiacutetimas y me devolvieron las joyas con las piedras falsas

Estaba ardiendo en dudas cuando una secretaria me invitoacute a seguirla por la misma puerta del fondo hasta una oficina pequentildea con una larga estanteriacutea de gruesos voluacutemenes Un beduino colosal se levantoacute en el escritorio del fondo y me estrechoacute la mano tuteaacutendome con una efusioacuten de viejo amigo Hicimos juntos el bachillerato me dijo a modo de saludo Me fue faacutecil recordarlo era el mejor futbolista de la escuela y campeoacuten de nuestros primeros burdeles Habiacutea dejado de verlo en alguacuten momento incierto y debioacute verme tan decreacutepito que me confundioacute con un condisciacutepulo de su infancia

Sobre el cristal del escritorio teniacutea abierto uno de los mamotretos del archivo donde estaba la memoria de las joyas de mi madre Una relacioacuten exacta con fechas y detalles de que ella en persona habiacutea hecho cambiar las piedras de dos generaciones de hermosas y dignas Cargamantos y habiacutea vendido las legiacutetimas a la misma tienda Esto habiacutea ocurrido cuando el padre del propietario actual estaba al frente de la joyeriacutea y eacutel y yo en la escuela Pero eacutel mismo me tranquilizoacute aquellas triquintildeuelas eran de uso corriente entre las grandes familias en desgracia para resolver urgencias de plata sin sacrificar el honor Ante la realidad cruda preferiacute conservarlas como recuerdo de otra Florina de Dios que nunca conociacute

A principios de julio sentiacute la distancia real de la muerte Mi corazoacuten perdioacute el paso y empeceacute a ver y sentir por todos lados los presagios inequiacutevocos del final El maacutes niacutetido fue en el concierto de Bellas Artes El aire acondicionado habiacutea fallado y la flor y nata de las artes y las letras se cocinaban al bantildeomariacutea en el saloacuten abarrotado pero la magia de la muacutesica era un clima celestial Al final con el Allegretto poco mosso me estremecioacute la revelacioacuten deslumbrante de que estaba escuchando el uacuteltimo concierto que me deparaba el destino antes de morir No sentiacute dolor ni miedo sino la emocioacuten arrasadora de haber alcanzado a vivirlo

Cuando por fin logreacute abrirme camino empapado de sudor a traveacutes de los abrazos y las fotos me encontreacute de manos a boca con Ximena Ortiz como una diosa de cien antildeos en la silla de ruedas Su sola presencia se me imponiacutea como un pecado mortal Teniacutea una tuacutenica de seda color marfil tan tersa como su piel un hilo de perlas legiacutetimas de tres vueltas el cabello color de naacutecar cortado a la moda de los veintes con una punta de ala de gaviota en la mejilla y los grandes ojos amarillos iluminados por la sombra natural de las ojeras Todo en ella contradeciacutea el rumor de que su mente estaba quedaacutendose en blanco por la erosioacuten irredimible de la memoria Petrificado y sin recursos frente a ella me sobrepuse al vaho de fuego que me subioacute a la cara y la saludeacute en silencio con una venia versallesca Ella sonrioacute como una reina y me agarroacute la mano Entonces me di cuenta de que tambieacuten aquello era una coartada del destino y no la perdiacute para sacarme una espina que me estorbaba desde siempre He sontildeado durante antildeos con este momento le dije Ella no parecioacute

Memorias de mis putas tristes 44 ______________________________________________________________________________________entender iexclNo me digas dijo iquestY tuacute quieacuten eres No supe nunca si en verdad lo habiacutea olvidado o si fue la venganza final de su vida

La certidumbre de ser mortal en cambio me habiacutea sorprendido poco antes de los cincuenta antildeos en una ocasioacuten como aqueacutella una noche de carnaval en que bailaba un tango apache con una mujer fenomenal a la que nunca le vi la cara maacutes corpulenta que yo como por cuarenta libras y maacutes alta como de dos palmos que sin embargo se dejaba llevar como una pluma al viento Bailaacutebamos tan apretados que sentiacutea circular su sangre por las venas y me hallaba como adormecido de gusto con su resuello trabajoso su grajo de amoniacuteaco sus tetas de astroacutenoma cuando me sacudioacute por la primera vez y casi me derriboacute por tierra el freacutemito de la muerte Fue como un oraacuteculo brutal en el oiacutedo Hagas lo que hagas en este antildeo o dentro de ciento estaraacutes muerto hasta jamaacutes Ella se separoacute asustada iquestQueacute le pasa Nada le dije tratando de sujetarme el corazoacuten

-Tiemblo por usted

Desde entonces empeceacute a medir la vida no por antildeos sino por deacutecadas La de los cincuenta habiacutea sido decisiva porque tomeacute conciencia de que casi todo el mundo era menor que yo La de los sesenta fue la maacutes intensa por la sospecha de que ya no me quedaba tiempo para equivocarme La de los setenta fue temible por una cierta posibilidad de que fuera la uacuteltima No obstante cuando desperteacute vivo la primera mantildeana de mis noventa antildeos en la cama feliz de Delgadina se me atravesoacute la idea complaciente de que la vida no fuera algo que transcurre como el riacuteo revuelto de Heraacuteclito sino una ocasioacuten uacutenica de voltearse en la parrilla y seguir asaacutendose del otro costado por noventa antildeos maacutes

Me volviacute de laacutegrima faacutecil Cualquier sentimiento que tuviera algo que ver con la ternura me causaba un nudo en la garganta que no siempre lograba dominar y penseacute en renunciar al placer solitario de velar el suentildeo de Delgadina no tanto por la incertidumbre de mi muerte como por el dolor de imaginarla sin miacute en el resto de su vida Uno de aquellos diacuteas inciertos fui a dar por distraccioacuten a la muy noble calle de los Notarios y me sorprendioacute no encontrar nada maacutes que los escombros del viejo hotel de lance donde fui iniciado por la fuerza en las artes del amor poco antes de mis doce antildeos Habiacutea sido una mansioacuten de antiguos navieros espleacutendida como pocas en la ciudad con columnas enchapadas de alabastro y frisos de oropeles alrededor de un patio interior con una cuacutepula de cristales de siete colores que irradiaba un resplandor de invernadero En la planta baja con un portal goacutetico sobre la calle estuvieron por maacutes de un siglo las notariacuteas coloniales en las que trabajoacute prosperoacute y se arruinoacute mi padre en toda una vida de suentildeos fantaacutesticos Las familias histoacutericas abandonaron poco a poco los pisos superiores que terminaron ocupados por una legioacuten de nocheras en desgracia que subiacutean y bajaban hasta el amanecer con los clientes atrapados por un peso y medio en las cantinas del cercano puerto fluvial

A mis doce antildeos todaviacutea con mis pantalones cortos y mis botitas de la escuela primaria no pude resistir la tentacioacuten de conocer los pisos superiores mientras mi padre se debatiacutea en una de sus reuniones interminables y me encontreacute con un espectaacuteculo celestial Las mujeres que malvendiacutean sus cuerpos hasta el amanecer se moviacutean por la casa desde las once de la mantildeana cuando ya la caniacutecula del vitral era insoportable y teniacutean que hacer su vida domeacutestica caminando en pelotas por

JUAN CARLOS 161104
caniacutecula (Del lat canicŭla) f Periacuteodo del antildeo en que es maacutes fuerte el calor || 2 Astr Tiempo del nacimiento heliacuteaco de Sirio que antiguamente coincidiacutea con la eacutepoca maacutes calurosa del antildeo pero que hoy no se verifica hasta fines de agosto13
JUAN CARLOS 161104
freacutemito (Del lat fremĭtus) m bramido

Memorias de mis putas tristes 45 ______________________________________________________________________________________toda la casa mientras comentaban a gritos sus aventuras de la noche Me quedeacute aterrorizado Lo uacutenico que se me ocurrioacute fue escapar por donde habiacutea llegado cuando una de las desnudas de carnes macizas olorosas a jaboacuten de monte me abrazoacute por la espalda y me llevoacute en vilo hasta su cubiacuteculo de cartoacuten sin que yo pudiera verla en medio de la griteriacutea y los aplausos de las inquilinas en cueros Me tiroacute bocarriba en su cama para cuatro me quitoacute los pantalones con una maniobra maestra y se acaballoacute sobre miacute pero el terror helado que me empapaba el cuerpo me impidioacute recibirla como un hombre Aquella noche desvelado en la cama de mi casa por la verguumlenza del asalto no pude dormir maacutes de una hora con las ansias de volver a verla Pero la mantildeana siguiente mientras los trasnochados dormiacutean subiacute temblando hasta su cubiacuteculo y la desperteacute llorando a gritos con un amor enloquecido que duroacute hasta que se lo llevoacute sin misericordia el ventarroacuten de la vida real Se llamaba Castorina y era la reina de la casa

Los cubiacuteculos del hotel costaban un peso para los amores de paso pero muy pocos sabiacuteamos que costaban lo mismo hasta por veinticuatro horas Ademaacutes Castorina me introdujo en su mundo de mala muerte donde invitaban a los clientes pobres a sus desayunos de gala le prestaban el jaboacuten les atendiacutean los dolores de muela y en casos de urgencia mayor les daban un amor de caridad

Pero en las tardes de la uacuteltima vejez se acordaba de la inmortal Castorina muerta quien sabiacutea cuando que habiacutea sucedido desde las esquinas miserables del muelle fluvial hasta el trono sagrado de mamasanta mayor con un parche de pirata en el ojo perdido en el pleito de cantina Su uacuteltimo machucante de planta un negro feliz de Camaguumley a quien llamaba Jonaacutes el Galeote habiacutea sido un trompetista de los grandes en La Habana hasta que perdioacute la sonrisa completa en una cataacutestrofe de trenes

Al salir de aquella visita amarga sentiacute una punzada en el corazoacuten que no habiacutea logrado aliviar en tres diacuteas con toda clase de poacutecimas caseras El meacutedico al que acudiacute de urgencia miembro de una estirpe de insignes era nieto del que me vio a mis cuarenta y dos antildeos y me asustoacute que pareciera el mismo pues estaba tan envejecido como su abuelo a los setenta por una calvicie prematura unos lentes de miope sin regreso y una tristeza inconsolable Me hizo un examen minucioso de cuerpo entero con una concentracioacuten de orfebre Me auscultoacute el pecho y la espalda y me revisoacute la presioacuten arterial los reflejos de la rodilla el fondo del ojo el color del paacuterpado inferior En las pausas mientras yo cambiaba de posicioacuten en la mesa de reconocimiento me haciacutea preguntas tan vagas y raacutepidas que apenas si me daban tiempo de pensar las respuestas Al cabo de una hora me miroacute con una sonrisa feliz Bueno dijo creo que no tengo nada que hacer por usted iquestQueacute quiere decir Que su estado es el mejor posible a su edad Queacute curioso le dije lo mismo me dijo su abuelo cuando yo teniacutea cuarenta y dos antildeos como si el tiempo no pasara Siempre encontraraacute uno que se lo diga dijo porque siempre tendraacute una edad Yo provocaacutendolo para una sentencia aterradora le dije La uacutenica definitiva es la muerte Siacute dijo eacutel pero no es faacutecil llegar a ella en tan buen estado como usted Siento de veras no poder complacerlo

Eran recuerdos nobles pero la viacutespera del 29 de agosto sentiacute el peso inmenso del siglo que me esperaba impasible cuando subiacute con pasos de hierro las escaleras de mi casa Entonces volviacute a ver una vez maacutes a Florina de Dios mi madre en mi cama que habiacutea sido la suya hasta su muerte y me hizo la misma bendicioacuten de la uacuteltima

Memorias de mis putas tristes 46 ______________________________________________________________________________________vez que la vi dos horas antes de morir Trastornado por la conmocioacuten lo entendiacute como el anuncio final y llameacute a Rosa Cabarcas para que me llevara a mi nintildea aquella misma noche en previsioacuten de que no se cumpliera mi ilusioacuten de sobrevivir hasta el uacuteltimo aliento de mis noventa antildeos Volviacute a llamarla a las ocho y una vez maacutes repitioacute que no era posible Tiene que serlo a cualquier precio le griteacute aterrorizado Colgoacute sin despedirse pero quince minutos despueacutes volvioacute a llamar

-Bueno aquiacute la tienes

Llegueacute a las diez y veinte de la noche y le di a Rosa Cabarcas las uacuteltimas cartas de mi vida con mis disposiciones sobre la nintildea despueacutes de mi final terrible Ella pensoacute que me habiacutea impresionado con el acuchillado y me dijo con aires de burla Si te vas a morir que no sea aquiacute imagiacutenate Pero yo le dije Di que me atropello el tren de Puerto Colombia ese pobre cacharro de laacutestima incapaz de matar a nadie

Preparado para todo aquella noche me acosteacute bocarriba a la espera del dolor final en el primer instante de mis noventa y un antildeos Oiacute campanas distantes sentiacute la fragancia del alma de Delgadina dormida de costado oiacute un grito en el horizonte sollozos de alguien que quizaacutes habiacutea muerto un siglo antes en la alcoba Entonces apagueacute la luz con el uacuteltimo aliento entrelaceacute mis dedos con los suyos para llevaacutermela de la mano y conteacute las doce campanadas de las doce con mis doce laacutegrimas finales hasta que empezaron a cantar los gallos y enseguida las campanas de gloria los cohetes de fiesta que celebraban el juacutebilo de haber sobrevivido sano y salvo a mis noventa antildeos

Mis primeras palabras fueron para Rosa Cabarcas Te compro la casa toda con la tienda y el huerto Ella me dijo Hagamos una apuesta de viejos el que se muera primero se queda con todo lo del otro firmado ante notario No porque si yo me muero todo deberiacutea ser para ella Es igual dijo Rosa Cabarcas yo me hago cargo de la nintildea y despueacutes le dejo todo lo tuyo y lo miacuteo no tengo a nadie maacutes en este mundo Mientras tanto remodelamos tu cuarto con buenos servicios aire acondicionado y tus libros y tu muacutesica

-iquestCrees que ella estaraacute de acuerdo

-Ay mi sabio triste estaacute bien que esteacutes viejo pero no pendejo -dijo Rosa Cabarcas muerta de risa- Esa pobre criatura estaacute lela de amor por ti

Saliacute a la calle radiante y por primera vez me reconociacute a miacute mismo en el horizonte remoto de mi primer siglo Mi casa callada y en orden a las seis y cuarto empezaba a gozar los colores de una aurora feliz Damiana cantaba a toda voz en la cocina y el gato redivivo enroscoacute la cola en mis tobillos y siguioacute caminando conmigo hasta mi mesa de escribir Estaba ordenando mis papeles marchitos el tintero la pluma de ganso cuando el sol estalloacute entre los almendros del parque y el buque fluvial del correo retrasado una semana por la sequiacutea entroacute bramando en el canal del puerto Era por fin la vida real con mi corazoacuten a salvo y condenado a morir de buen amor en la agoniacutea feliz de cualquier diacutea despueacutes de mis cien antildeos

Mayo de 2004

Page 32: · Web viewVivo en una casa colonial en la acera de sol del parque de San Nicolás, donde he pasado todos los días de mi vida sin mujer ni fortuna, donde vivieron y murieron mis padres,

Memorias de mis putas tristes 32 ______________________________________________________________________________________

4A principios del nuevo antildeo empezaacutebamos a conocernos como si vivieacuteramos juntos y despiertos pues yo habiacutea encontrado un tono de voz cauteloso que ella oiacutea sin despertar y me contestaba con un lenguaje natural del cuerpo Sus estados de aacutenimo se le notaban en el modo de dormir De exhausta y montaraz que habiacutea sido al principio fue hacieacutendose a una paz interior que embelleciacutea su rostro y enriqueciacutea su suentildeo Le contaba mi vida le leiacutea al oiacutedo los borradores de mis notas dominicales en las que estaba ella sin decirlo y soacutelo ella

Por esa eacutepoca le dejeacute en la almohada unos zarcillos de esmeraldas que fueron de mi madre Los llevoacute puestos en la cita siguiente y no le luciacutean Le lleveacute despueacutes unos pendientes maacutes adecuados para el color de su piel Le expliqueacute Los primeros que te traje no te quedaban bien por tu tipo y el corte del cabello Estos te iraacuten mejor No llevoacute ninguno en las dos citas siguientes pero a la tercera se puso los que le habiacutea indicado Asiacute empeceacute a entender que no obedeciacutea a mis oacuterdenes pero aguardaba la ocasioacuten para complacerme Por esos diacuteas me sentiacute tan habituado a aquel geacutenero de vida domeacutestica que no seguiacute durmiendo desnudo sino que lleveacute las piyamas de seda china que habiacutea dejado de usar por no tener para quieacuten quitaacutermelas

Empeceacute a leerle El principito de Saint-Exupeacutery un autor franceacutes que el mundo entero admira maacutes que los franceses Fue el primero que la entretuvo sin despertarla hasta el punto de que tuve que ir dos diacuteas continuos para acabar de leeacuterselo Seguimos con los Cuentos de Perrault la Historia sagrada Las mil y una noches en una versioacuten desinfectada para nintildeos y por las diferencias entre uno y otro me di cuenta de que su suentildeo teniacutea diversos grados de profundidad seguacuten su intereacutes por las lecturas Cuando sentiacutea que habiacutea tocado fondo apagaba la luz y me dormiacutea abrazado a ella hasta que cantaban los gallos

Me sentiacutea tan feliz que la besaba en los paacuterpados muy suave y una noche ocurrioacute como una luz en el cielo sonrioacute por primera vez Maacutes tarde sin ninguacuten motivo se revolvioacute en la cama me dio la espalda y dijo disgustada Fue Isabel la que hizo llorar a los caracoles Exaltado por la ilusioacuten de un diaacutelogo le pregunteacute en el mismo tono iquestDe quieacuten eran No contestoacute Su voz teniacutea un rastro plebeyo como si no fuera suya sino de alguien ajeno que llevaba dentro Toda sombra de duda desaparecioacute entonces de mi alma la preferiacutea dormida

Mi uacutenico problema era el gato Estaba inapetente y hurantildeo y llevaba dos diacuteas sin levantar cabeza en su rincoacuten habitual y me tiroacute un zarpazo de fiera herida cuando

JUAN CARLOS 161104
zarcillo1 (Del lat circellus circulito) m Pendiente arete13
JUAN CARLOS 161104
montaraz (De monte y -araz) adj Que anda o estaacute hecho a andar por los montes o se ha criado en ellos || 2 Se dice del genio y propiedades agrestes groseras y feroces || 3 m Guarda de montes o heredades || 4 Sal Mayordomo de campo capataz que tiene a su cargo las labores y los ganados

Memorias de mis putas tristes 33 ______________________________________________________________________________________quise ponerlo en su canasto de mimbre para que Damiana lo llevara con el veterinario Apenas logroacute someterlo y se lo llevoacute pataleando dentro de un saco de fique Al cabo de un rato me llamoacute desde el criadero para decirme que no habiacutea maacutes remedio que sacrificarlo y necesitaban mi orden iquestPor queacute Porque ya estaacute muy viejo dijo Damiana Penseacute con rabia que a miacute tambieacuten podiacutean asarme vivo en un horno de gatos Me sentiacute inerme entre dos fuegos no habiacutea aprendido a querer el gato pero tampoco teniacutea corazoacuten para ordenar que lo mataran soacutelo porque era viejoiquestDoacutende lo deciacutea el manual

El incidente me conmocionoacute tanto que escribiacute una nota para el domingo con un tiacutetulo usurpado a Neruda iquestEs el gato un miacutenimo tigre de saloacuten La nota dio origen a una nueva campantildea que otra vez dividioacute a los lectores en favor y en contra de los gatos En cinco diacuteas prevalecioacute la tesis de que podiacutea ser liacutecito sacrificar un gato por razones de salud puacuteblica pero no porque estuviera viejo

Despueacutes de la muerte de mi madre me desvelaba el terror de que alguien me tocara mientras dormiacutea Una noche la sentiacute pero su voz me devolvioacute el sosiego Figlio mioacute poveretto Volviacute a sentirlo una madrugada en el cuarto de Delgadina y me retorciacute de gozo creyendo que ella me habiacutea tocado Pero no era Rosa Cabarcas en la oscuridad Viacutestete y ven conmigo me dijo tengo un problema serio

Asiacute era y maacutes serio de lo que pude imaginar A uno de los clientes grandes de la casa lo habiacutean asesinado a puntildealadas en el primer cuarto del pabelloacuten El asesino habiacutea escapado El cadaacutever enorme desnudo pero con los zapatos puestos teniacutea una palidez de pollo al vapor en la cama empapada de sangre Lo reconociacute de entrada era JMB un banquero grande famoso por su apostura su simpatiacutea y su buen vestir y sobre todo por la pulcritud de su hogar Teniacutea en el cuello dos heridas moradas como labios y una zanja en el vientre que no habiacutea acabado de sangrar Todaviacutea no empezaba el rigor Maacutes que sus heridas me impresionoacute que teniacutea un preservativo puesto y al parecer sin usar en el sexo desmirriado por la muerte

Rosa Cabarcas no sabiacutea con quieacuten iba porque tambieacuten eacutel teniacutea el privilegio de entrar por el portoacuten del huerto No se descartaba la sospecha de que su pareja fuera otro hombre Lo uacutenico que la duentildea queriacutea de miacute era que la ayudara a vestir el cadaacutever Estaba tan segura que me inquietoacute la idea de que la muerte fuera para ella un asunto de cocina No hay nada maacutes difiacutecil que vestir a un muerto le dije Lo he hecho a pasto de Dios replicoacute ella Es faacutecil si alguien me lo sostiene Le hice ver iquestTe imaginas quieacuten va a creer en un cuerpo tasajeado a cuchilladas dentro de un vestido intacto de caballero ingleacutes

Tembleacute por Delgadina Lo mejor seraacute que te la lleves tuacute me dijo Rosa Cabarcas Primero muerto le dije con la saliva helada Ella lo percibioacute y no pudo ocultar su desdeacuten iexclEstaacutes temblando Por ella dije aunque soacutelo era verdad a medias Aviacutesale que se vaya antes de que llegue nadie De acuerdo dijo ella aunque a ti como periodista no te pasaraacute nada Ni a ti tampoco le dije con cierto rencor Eres el uacutenico liberal que manda en este gobierno

La ciudad codiciada por su naturaleza paciacutefica y su seguridad congeacutenita arrastraba la desgracia de un asesinato escandaloso y atroz cada antildeo Aqueacutel no lo fue La noticia oficial en titulares excesivos y parca en detalles deciacutea que al joven banquero lo habiacutean asaltado y muerto a cuchilladas en la carretera de Pradomar por motivos

Memorias de mis putas tristes 34 ______________________________________________________________________________________incomprensibles No teniacutea enemigos El comunicado del gobierno sentildealaba como presuntos asesinos a refugiados del interior del paiacutes que estaban desatando una oleada de delincuencia comuacuten extrantildea al espiacuteritu ciacutevico de la poblacioacuten En las primeras horas hubo maacutes de cincuenta detenidos

Acudiacute escandalizado con el redactor judicial un periodista tiacutepico de los antildeos veinte con visera de celuloide verde y ligas en las mangas que presumiacutea de anticiparse a los hechos Sin embargo soacutelo conociacutea unas hilachas sueltas del crimen y yo se las completeacute hasta donde me fue prudente Asiacute escribimos cinco cuartillas a cuatro manos para una noticia de ocho columnas en primera paacutegina atribuida al fantasma eterno de las fuentes que nos merecen entero creacutedito Pero al Abominable Hombre de las Nueve -el censor- no le tembloacute el pulso para imponer la versioacuten oficial de que habiacutea sido un asalto de bandoleros liberales Yo me laveacute la conciencia con un centildeo de pesadumbre en el entierro maacutes ciacutenico y concurrido del siglo

Cuando regreseacute a casa aquella noche llameacute a Rosa Cabarcas para averiguar queacute habiacutea pasado con Delgadina pero no contestoacute el teleacutefono en cuatro diacuteas Al quinto fui a su casa con los dientes apretados Las puertas estaban selladas pero no por la policiacutea sino por la Sanidad Nadie en el vecindario daba noticias de nada Sin ninguacuten indicio de Delgadina me di a una buacutesqueda encarnizada y a veces ridiacutecula que me dejoacute acezante Paseacute diacuteas enteros observando a las joacutevenes ciclistas desde los escantildeos de un parque polvoriento donde los nintildeos jugaban a encaramarse en la estatua descascarada de Simoacuten Boliacutevar Pasaban pedaleando como venadas bellas disponibles listas para ser atrapadas a la gallina ciega Cuando se me acaboacute la esperanza me refugieacute en la paz de los boleros Fue como un bebedizo emponzontildeado cada palabra era ella Siempre habiacutea necesitado el silencio para escribir porque mi mente atendiacutea maacutes a la muacutesica que a la escritura Entonces fue al reveacutes soacutelo pude escribir a la sombra de los boleros Mi vida se llenoacute de ella Las notas que escribiacute aquellas dos semanas fueron modelos en clave para cartas de amor El jefe de redaccioacuten contrariado con la avalancha de respuestas me pidioacute que moderara el amor mientras pensaacutebamos coacutemo consolar a tantos lectores enamorados

La falta de sosiego acaboacute con el rigor de mis diacuteas Despertaba a las cinco pero me quedaba en la penumbra del cuarto imaginando a Delgadina en su vida irreal de levantar a sus hermanos vestirlos para la escuela darles el desayuno si lo habiacutea y atravesar la ciudad en bicicleta para cumplir la condena de coser botones Me pregunteacute asombrado iquestQueacute piensa una mujer mientras pega un botoacuten iquestPensaba en miacute iquestTambieacuten ella buscaba a Rosa Cabarcas para dar conmigo Paseacute hasta una semana sin quitarme el mameluco de mecaacutenico ni de diacutea ni de noche sin bantildearme sin afeitarme sin cepillarme los dientes porque el amor me ensentildeoacute demasiado tarde que uno se arregla para alguien se viste y se perfuma para alguien y yo nunca habiacutea tenido para quieacuten Damiana creyoacute que estaba enfermo cuando me encontroacute desnudo en la hamaca a las diez de la mantildeana La vi con los ojos turbios de la codicia y la inviteacute a revolearnos desnudos Ella con un desprecio me dijo

-iquestYa pensoacute lo que va a hacer si le digo que siacute

Asiacute supe hasta queacute punto me habiacutea corrompido el sufrimiento No me reconociacutea a miacute mismo en mi dolor de adolescente No volviacute a salir de la casa por no descuidar el teleacutefono Escribiacutea sin descolgarlo y al primer timbrazo le saltaba encima pensando

Memorias de mis putas tristes 35 ______________________________________________________________________________________que pudiera ser Rosa Cabarcas Interrumpiacutea a cada rato lo que estuviera haciendo para llamarla e insistiacute diacuteas enteros hasta comprender que era un teleacutefono sin corazoacuten

Al volver a casa una tarde de lluvia encontreacute el gato enroscado en la escalinata del portoacuten Estaba sucio y maltrecho y con una mansedumbre de laacutestima El manual me hizo ver que estaba enfermo y seguiacute sus normas para alentarlo De golpe mientras descabezaba un suentildeecito de siesta me despabiloacute la idea de que pudiera conducirme a la casa de Delgadina Lo lleveacute en una bolsa de mercado hasta la tienda de Rosa Cabarcas que seguiacutea sellada y sin indicios de vida pero se revolvioacute en el talego con tanto iacutempetu que logroacute escapar saltoacute la tapia del huerto y desaparecioacute entre los aacuterboles Toqueacute al portoacuten con el puntildeo y una voz militar preguntoacute sin abrir iquestQuieacuten vive Gente de paz dije yo para no ser menos Ando en pos de la duentildea No hay duentildea dijo la voz Por lo menos aacutebrame para coger el gato insistiacute No hay gato dijo Pregunteacute iquestQuieacuten es usted

-Nadie -dijo la voz

Siempre habiacutea entendido que morirse de amor no era maacutes que una licencia poeacutetica Aquella tarde de regreso a casa otra vez sin el gato y sin ella comprobeacute que no soacutelo era posible morirse sino que yo mismo viejo y sin nadie estaba murieacutendome de amor Pero tambieacuten me di cuenta de que era vaacutelida la verdad contraria no habriacutea cambiado por nada del mundo las delicias de mi pesadumbre Habiacutea perdido maacutes de quince antildeos tratando de traducir los cantos de Leopardi y soacutelo aquella tarde los sentiacute a fondo Ay de miacute si es amor cuaacutento atormenta

Mi entrada al perioacutedico en mameluco y mal afeitado despertoacute ciertas dudas sobre mi estado mental La casa remodelada con cabinas individuales de vidrio y luces cenitales pareciacutea una cliacutenica de maternidad El clima artificial callado y confortable invitaba a hablar en susurros y caminar en puntillas En el vestiacutebulo como virreyes muertos estaban los retratos al oacuteleo de los tres directores vitalicios y las fotografiacuteas de visitantes ilustres La enorme sala principal estaba presidida por la fotografiacutea gigantesca de la redaccioacuten actual tomada la tarde de mi cumpleantildeos No pude evitar la comparacioacuten mental con la otra de mis treinta antildeos y una vez maacutes comprobeacute con horror que se envejece maacutes y peor en los retratos que en la realidad La secretaria que me habiacutea besado la tarde del cumpleantildeos me preguntoacute si estaba enfermo Fui feliz de contestarle la verdad para que no la creyera Enfermo de amor Ella dijo iexclLaacutestima que no sea por miacute Yo le correspondiacute el cumplido No esteacute tan segura

El redactor judicial salioacute de su cabina gritando que habiacutea dos cadaacuteveres de muchachas sin identificar en el anfiteatro municipal Le pregunteacute asustado iquestDe queacute edad Joacutevenes dijo eacutel Pueden ser refugiadas del interior perseguidas hasta aquiacute por matones del reacutegimen Respireacute aliviado La situacioacuten nos invade en silencio como una mancha de sangre dije El redactor judicial ya lejos gritoacute

-De sangre no maestro de mierda

Algo peor me ocurrioacute diacuteas despueacutes cuando una muchacha instantaacutenea con una canasta igual a la del gato pasoacute como un escalofriacuteo frente a la libreriacutea Mundo La perseguiacute a codazos por entre la muchedumbre en el fragor de las doce del diacutea Era muy bella de trancos largos y con una fluidez para abrirse camino entre el gentiacuteo

Memorias de mis putas tristes 36 ______________________________________________________________________________________que me costoacute trabajo alcanzarla Por fin la rebaseacute y la mireacute de frente Ella me apartoacute con la mano sin detenerse ni pedir perdoacuten No era la que creiacutea pero su altivez me dolioacute como si lo fuera Comprendiacute entonces que no seriacutea capaz de reconocer a Delgadina despierta y vestida ni ella podiacutea saber quieacuten era yo si nunca me habiacutea visto En un acto de locura tejiacute durante tres diacuteas doce pares de zapatitos azules y rosados para recieacuten nacidos tratando de darme valor para no escuchar ni cantar ni recordar las canciones que me recordaban a ella

La verdad era que no podiacutea con mi alma y empezaba a tomar conciencia de la vejez por mis flaquezas frente al amor Una prueba todaviacutea maacutes dramaacutetica la tuve cuando un autobuacutes de servicio puacuteblico arrolloacute una ciclista en el puro centro comercial Acababan de llevaacutersela en una ambulancia y la magnitud de la tragedia se apreciaba por el estado de chatarra en que quedoacute la bicicleta sobre un charco de sangre viva Pero mi impresioacuten no fue tanta por los destrozos de la bicicleta como por la marca el modelo y el color No podiacutea ser otra que la que yo mismo le habiacutea regalado a Delgadina

Los testigos coincidieron en que la ciclista herida era muy joven alta y delgada y con el cabello corto y rizado Aturdido tomeacute el primer taxi que pasoacute y me hice llevar al hospital de Caridad un viejo edificio de muros ocres que pareciacutea una caacutercel encallada en un arenal Necesiteacute media hora para entrar y otra maacutes para salir de un patio fragante de aacuterboles frutales donde una mujer atribulada se me atravesoacute en el camino me miroacute a los ojos y exclamoacute

-Yo soy la que no buscas

Soacutelo entonces recordeacute que era alliacute donde viviacutean en libertad los internos mansos del manicomio municipal Tuve que identificarme como periodista ante la direccioacuten del hospital para que un enfermero me condujera al pabelloacuten de urgencias En elcuaderno de ingresos estaban los datos Rosalba Riacuteos dieciseacuteis antildeos sin oficio conocido Diagnoacutestico conmocioacuten cerebral Pronoacutestico reservado Pregunteacute al jefe del pabelloacuten si podiacutea verla con la esperanza iacutentima de que me dijeran que no pero me llevaron encantados por si queriacutea escribir sobre el estado de abandono del hospital

Atravesamos una sala abigarrada con un fuerte olor de aacutecido feacutenico y los enfermos apelotonados en las camas Al fondo en un cuarto solo tendida en una camilla metaacutelica estaba la que buscaacutebamos Teniacutea el craacuteneo cubierto de vendas la cara indescifrable gonfia y amoratada pero me bastoacute con verle los pies para saber que no era Soacutelo entonces se me ocurrioacute preguntarme iquestQueacute habriacutea hecho yo si hubiera sido ella

Todaviacutea enredado en las telarantildeas de la noche tuve el valor de ir el diacutea siguiente a la faacutebrica de camisas donde Rosa Cabarcas habiacutea dicho alguna vez que trabajaba la nintildea y le pediacute al propietario que nos mostrara sus instalaciones como modelo para un proyecto continental de las Naciones Unidas Era un libaneacutes paquideacutermico y taciturno que nos abrioacute las puertas de su reino con la ilusioacuten de ser un ejemplo universal

Trescientas joacutevenes de blusas blancas con la ceniza del mieacutercoles en la frente cosiacutean botones en la vasta nave iluminada Cuando nos vieron entrar se irguieron

Memorias de mis putas tristes 37 ______________________________________________________________________________________como colegialas y nos observaron de reojo mientras el gerente explicaba sus aportes al arte inmemorial de pegar botones Yo escrutaba las caras de cada una con el pavor de descubrir a Delgadina vestida y despierta Pero fue una de ellas la que me descubrioacute a miacute con la mirada temible de la admiracioacuten sin clemencia

-Diacutegame sentildeor iquestno es usted el que escribe las cartas de amor en el perioacutedico

Nunca me hubiera imaginado que una nintildea dormida pudiera causar en uno semejantes estragos Escapeacute de la faacutebrica sin despedirme ni pensar siquiera si alguna de aquellas viacutergenes de purgatorio era por fin la que buscaba Cuando saliacute de ahiacute el uacutenico sentimiento que me quedaba en la vida eran las ganas de llorar

Rosa Cabarcas llamoacute al cabo de un mes con una explicacioacuten increiacuteble se habiacutea tomado un merecido descanso en Cartagena de Indias despueacutes del asesinato del banquero No le creiacute desde luego pero la feliciteacute por su suerte y la dejeacute explayarse en su mentira antes de hacerle la pregunta que me borboritaba en el corazoacuten

-iquestY ella

Rosa Cabarcas hizo un silencio largo Ahiacute estaacute dijo al fin pero su voz se hizo evasiva Hay que esperar un tiempo iquestCuaacutento Ni idea ya te avisareacute Sentiacute que se me iba y la pareacute en seco Espeacuterate dame alguna luz No hay luz dijo ella y concluyoacute Ten cuidado puedes perjudicarte tuacute y sobre todo perjudicarla a ella Yo no estaba para esa clase de remilgos Le supliqueacute aunque fuera una oportunidad de acercarme a la verdad Al fin y al cabo le dije somos coacutemplices Ella no dio un paso maacutes Caacutelmate me dijo la nintildea estaacute bien y esperando que la llame pero ahora mismo no hay nada que hacer ni voy a decir nada maacutes Adioacutes

Me quedeacute con el teleacutefono en la mano sin saber por doacutende seguir pues tambieacuten la conociacutea bastante para pensar que no conseguiriacutea nada de ella si no era por las buenas Despueacutes del mediodiacutea me di una vuelta furtiva por su casa maacutes confiado en la casualidad que en la razoacuten y la encontreacute todaviacutea cerrada y con los sellos de la Sanidad Penseacute que Rosa Cabarcas me habiacutea telefoneado de otra parte tal vez de otra ciudad y la sola idea me llenoacute de presagios turbios No obstante a las seis de la tarde cuando menos lo esperaba me soltoacute por teleacutefono mi propio santo y sentildea

-Bueno ahora siacute

A las diez de la noche tembloroso y con los labios mordidos para no llorar fui cargado de cajas de chocolates suizos turrones y caramelos y una canasta de rosas ardientes para cubrir la cama La puerta estaba entreabierta las luces encendidas y en el radio se diluiacutea a medio volumen la sonata nuacutemero uno para violiacuten y piano de Brahms Delgadina en la cama estaba tan radiante y distinta que me costoacute trabajo reconocerla

Habiacutea crecido pero no se le notaba en la estatura sino en una madurez intensa que la haciacutea parecer con dos o tres antildeos maacutes y maacutes desnuda que nunca Sus poacutemulos altos la piel tostada por soles de mar bravo los labios finos y el cabello corto y rizado le infundiacutean a su rostro el resplandor androacutegino del Apolo de Praxiacuteteles Pero no habiacutea equiacutevoco posible porque sus senos habiacutean crecido hasta el punto de que no me cabiacutean en la mano sus caderas habiacutean acabado de formarse y sus huesos se

Memorias de mis putas tristes 38 ______________________________________________________________________________________habiacutean vuelto maacutes firmes y armoacutenicos Me encantaron aquellos aciertos de la naturaleza pero me aturdieron los artificios las pestantildeas postizas las untildeas de las manos y los pies esmaltadas de naacutecar y un perfume de a dos cuartillos que no teniacutea nada que ver con el amor Sin embargo lo que me sacoacute de quicio fue la fortuna que llevaba encima pendientes de oro con gajos de esmeraldas un collar de perlas naturales una pulsera de oro con resplandores de diamantes y anillos con piedras legiacutetimas en todos los dedos En la silla estaba su traje de nochera con lentejuelas y bordados y las zapatillas de raso Un vapor raro me subioacute de las entrantildeas

-iexclPuta -griteacute

Pues el diablo me soploacute en el oiacutedo un pensamiento siniestro Y fue asiacute la noche del crimen Rosa Cabarcas no debioacute tener tiempo ni serenidad para prevenir a la nintildea y la policiacutea la encontroacute en el cuarto sola menor de edad y sin coartada Nadie igual a Rosa Cabarcas para una situacioacuten como aqueacutella le vendioacute la virginidad de la nintildea a alguno de sus grandes cacaos a cambio de que a ella la sacaran limpia del crimen Lo primero claro fue desaparecer mientras se aplacaba el escaacutendalo iexclQueacute maravilla Una luna de miel para tres ellos dos en la cama y Rosa Cabarcas en una terraza de lujo disfrutando de su impunidad feliz Ciego de una furia insensata fui reventando contra las paredes cada cosa del cuarto las laacutemparas el radio el ventilador los espejos las jarras los vasos Lo hice sin prisa pero sin pausas con un grande estropicio y una embriaguez metoacutedica que me salvoacute la vida La nintildea dio un salto al primer estallido pero no me miroacute sino que se enroscoacute de espaldas a miacute y asiacute permanecioacute con espasmos entrecortados hasta que cesoacute el estropicio Las gallinas en el patio y los perros de la madrugada aumentaron el escaacutendalo Con la cegadora lucidez de la coacutelera tuve la inspiracioacuten final de prenderle fuego a la casa cuando aparecioacute en la puerta la figura impasible de Rosa Cabarcas en camisa de dormir No dijo nada Hizo con la vista el inventario del desastre y comproboacute que la nintildea estaba enroscada sobre siacute misma como un caracol y con la cabeza escondida entre los brazos aterrada pero intacta

-iexclDios miacuteo -exclamoacute Rosa Cabarcas- iexclQueacute no hubiera dado yo por un amor como eacuteste

Me midioacute de cuerpo entero con una mirada de misericordia y me ordenoacute Vamos La seguiacute hasta la casa me sirvioacute un vaso de agua en silencio me hizo una sentildea de que me sentara frente a ella y me puso en confesioacuten Bueno me dijo ahora poacutertate como un adulto y cueacutentame iquestqueacute te pasa

Le conteacute con lo que teniacutea como mi verdad revelada Rosa Cabarcas me escuchoacute en silencio sin asombro y por fin parecioacute iluminada Queacute maravilla dijo Siempre he dicho que los celos saben maacutes que la verdad Y entonces me contoacute la realidad sin reservas En efecto dijo en su ofuscacioacuten de la noche del crimen se habiacutea olvidado de la nintildea dormida en el cuarto Uno de sus clientes abogado del muerto ademaacutes repartioacute prebendas y sobornos a cuatro manos e invitoacute a Rosa Cabarcas a un hotel de reposo de Cartagena de Indias mientras se disipaba el escaacutendalo Creacuteeme dijo Rosa Cabarcas que en todo este tiempo no dejeacute de pensar ni un momento en ti y en la nintildea Volviacute antier y lo primero que hice fue llamarte por teleacutefono pero nadie contestoacute En cambio la nintildea vino enseguida y en tan mal estado que te la bantildeeacute te la vestiacute y te la mandeacute al saloacuten de belleza con la orden de que la arreglaran como una reina Ya viste coacutemo perfecta iquestLa ropa de lujo Son los trajes que les alquilo a mis

Memorias de mis putas tristes 39 ______________________________________________________________________________________pupilas maacutes pobres cuando tienen que ir a bailar con sus clientes iquestLas joyas Son las miacuteas dijo Basta con tocarlas para darse cuenta de que son diamantes de vidrio y estoperoles de hojalata De modo que no jodas concluyoacute Anda despieacutertala piacutedele perdoacuten y hazte cargo de ella de una vez Nadie merece ser maacutes feliz que ustedes

Hice un esfuerzo sobrenatural para creerle pero pudo maacutes el amor que la razoacuten iexclPutas le dije atormentado por el fuego vivo que me abrasaba las entrantildeas iexclEso es lo que son ustedes griteacute iexclPutas de mierda No quiero saber nada maacutes de tiacute ni de ninguna otra guaricha en el mundo y menos de ella Le hice desde la puerta una sentildeal de adioacutes para siempre Rosa Cabarcas no lo dudoacute

-Vete con Dios -me dijo con un rictus de tristeza y volvioacute a su vida real- De todos modos te pasareacute la cuenta del desmadre que me hiciste en el cuarto

Memorias de mis putas tristes 40 ______________________________________________________________________________________

5

Leyendo Los idus de marzo encontreacute una frase siniestra que el autor atribuye a Julio Ceacutesar Es imposible no terminar siendo como los otros creen que uno es No pude comprobar su verdadero origen en la propia obra de Julio Ceacutesar ni en las obras de sus bioacutegrafos desde Suetonio hasta Carcopino pero valioacute la pena conocerla Su fatalismo aplicado al curso de mi vida en los meses siguientes fue lo que me dio la determinacioacuten que me haciacutea falta no soacutelo para escribir esta memoria sino para empezarla sin pudores con el amor de Delgadina

No teniacutea un instante de sosiego apenas si probaba bocado y perdiacute tanto peso que no se me teniacutean los pantalones en la cintura Los dolores erraacuteticos se me quedaron en los huesos cambiaba de aacutenimo sin razoacuten pasaba las noches en un estado de deslumbramiento que no me permitiacutea leer ni escuchar muacutesica y en cambio se me iba el diacutea cabeceando por una somnolencia sonsa que no serviacutea para dormir

El alivio me cayoacute del cielo En la atestada goacutendola de Loma Fresca una vecina de asiento que no habiacutea visto subir me susurroacute al oiacutedo iquestTodaviacutea tiras Era Casilda Armenia un viejo amor de a tres por cinco que me habiacutea soportado como cliente asiduo desde que era una adolescente altiva Una vez retirada medio enferma y sin un clavo se habiacutea casado con un hortelano chino que le dio nombre y apoyo y quizaacutes un poco de amor A los setenta y tres antildeos teniacutea el peso de siempre seguiacutea bella y de caraacutecter fuerte y conservaba intacto el desparpajo del oficio

Me llevoacute a su casa una huerta de chinos en una colina de la carretera al mar Nos sentamos en las sillas de playa de la terraza umbriacutea entre helechos y frondas de astromelias y jaulas de paacutejaros colgadas en el alero En la falda de la colina se veiacutean los hortelanos chinos con sombreros de cono sembrando las hortalizas bajo el sol abrasante y el pieacutelago gris de las Bocas de Ceniza con los dos tajamares de rocas que canalizan el riacuteo varias leguas en el mar Mientras conversaacutebamos vimos entrar un trasatlaacutentico blanco por la desembocadura y lo seguimos callados hasta oiacuter su bramido de toro luacutegubre en el puerto fluvial Ella suspiroacute iquestTe das cuenta En maacutes de medio siglo es la primera vez que no te recibo la visita en la cama Ya somos otros dije Ella prosiguioacute sin oiacuterme Cada vez que dicen cosas de ti en el radio que te elogian por el carintildeo que te tiene la gente y te llaman maestro del amor imagiacutenate pienso que nadie te conocioacute tus gracias y tus mantildeas tan bien como yo En serio dijo nadie hubiera podido soportarte mejor

No resistiacute maacutes Ella lo sintioacute vio mis ojos huacutemedos de laacutegrimas y soacutelo entonces debioacute descubrir que ya no era el que fui y le sostuve la mirada con un valor del que

Memorias de mis putas tristes 41 ______________________________________________________________________________________nunca me creiacute capaz Es que me estoy volviendo viejo le dijeYa lo estamos suspiroacute ella Lo que pasa es que uno no lo siente por dentro pero desde fuera todo el mundo lo ve

Era imposible no abrirle el corazoacuten asiacute que le conteacute la historia completa que me ardiacutea en las entrantildeas desde mi primera llamada a Rosa Cabarcas la viacutespera de mis noventa antildeos hasta la noche traacutegica en que hice antildeicos el cuarto y no regreseacute maacutes Ella me oyoacute el desahogo como si estuviera vivieacutendolo lo rumioacute muy despacio y por fin sonrioacute

-Haz lo que quieras pero no pierdas a esa criatura -me dijo- No hay peor desgracia que morir solo

Fuimos a Puerto Colombia en el trenecito de juguete tan despacioso como un caballo Almorzamos frente al muelle de maderas carcomidas por donde habiacutea entrado el mundo entero al paiacutes antes que se dragaran las Bocas de Ceniza Nos sentamos bajo un cobertizo de palma donde las grandes matronas negras serviacutean pargos fritos con arroz de coco y tajadas de plaacutetano verde Dormitamos en el sopor denso de las dos y seguimos conversando hasta que se hundioacute en el mar el inmenso sol de candela La realidad me pareciacutea fantaacutestica Mira adonde ha venido a dar nuestra luna de miel se burloacute ella Pero prosiguioacute en serio Hoy miro para atraacutes veo la fila de miles de hombres que pasaron por mis camas y dariacutea el alma por haberme quedado aunque fuera con el peor Gracias a Dios encontreacute mi chino a tiempo Es como estar casada con el dedo mentildeique pero es soacutelo miacuteo

Me miroacute a los ojos midioacute mi reaccioacuten a lo que acababa de contarme y me dijo Asiacute que vete a buscar ahora mismo a esa pobre criatura aunque sea verdad lo que te dicen los celos sea como sea que lo bailado no te lo quita nadie Pero eso siacute sin romanticismos de abuelo Despieacutertala tiacuteratela hasta por las orejas con esa pinga de burro con que te premioacute el diablo por tu cobardiacutea y tu mezquindad En serio terminoacute con el alma no te vayas a morir sin probar la maravilla de tirar con amor

El pulso me temblaba al diacutea siguiente cuando marqueacute el nuacutemero del teleacutefono Tanto por la tensioacuten del reencuentro con Delgadina como por la incertidumbre de la forma en que Rosa Cabarcas me respondiera Habiacuteamos tenido una disputa seria por el abuso con que tasoacute los destrozos que hice en su cuarto Tuve que vender uno de los cuadros maacutes amados de mi madre cuyo valor se calculaba en una fortuna pero a la hora de la verdad no llegoacute a un deacutecimo de mis ilusiones

Aumenteacute la suma con el resto de mis ahorros y se la lleveacute a Rosa Cabarcas con una consigna inapelable Lo tomas o lo dejas Fue un acto suicida porque soacutelo con vender uno de mis secretos ella habriacutea aniquilado mi buen nombre Pero no respingoacute sino que se quedoacute con los cuadros que habiacutea tomado en prenda la noche del pleito Fui el perdedor absoluto en una sola jugada me quedeacute sin Delgadina sin Rosa Cabarcas y sin mis uacuteltimos ahorros Sin embargo oiacute el timbre del teleacutefono una vez dos veces tres y por fin ella iquestA ver No me salioacute la voz Colgueacute Me echeacute en la hamaca tratando de serenarme con la liacuterica asceacutetica de Satie y sudeacute tanto que el lienzo quedoacute empapado Hasta el diacutea siguiente no tuve el valor de llamar

-Bueno mujer -dije con voz firme- Hoy siacute

Memorias de mis putas tristes 42 ______________________________________________________________________________________Rosa Cabarcas coacutemo no estaba maacutes allaacute de todo Ay mi sabio triste suspiroacute con su aacutenimo invencible te pierdes dos meses y soacutelo vuelves para pedir ilusiones Me contoacute que no habiacutea visto a Delgadina desde haciacutea maacutes de un mes que pareciacutea tan repuesta del susto de mis estropicios que ni siquiera habloacute de ellos ni preguntoacute por miacute y estaba muy contenta en un nuevo empleo maacutes coacutemodo y mejor pagado que coser botones Una oleada de fuego vivo me quemoacute las entrantildeas Soacutelo puede ser de puta dije Rosa me replicoacute sin pestantildeear No seas bruto si asiacute fuera estariacutea aquiacute iquestO doacutende podriacutea estar mejor La rapidez de su loacutegica me agravoacute la duda iquestY coacutemo seacute que no estaacute ahiacute En ese caso replicoacute ella lo que maacutes te conviene es no saberlo iquestO no Una vez maacutes la odieacute Ella a prueba de erosiones prometioacute rastrear a la nintildea Sin muchas esperanzas porque el teleacutefono de la vecina donde la llamaba seguiacutea cortado y no teniacutea la menor idea de doacutende viviacutea Pero no era para echarse a morir queacute carajo dijo te llamo en una hora

Fue una hora de tres diacuteas pero encontroacute a la nintildea disponible y sana Volviacute avergonzado y la beseacute palmo a palmo como penitencia desde las doce de la noche hasta que cantaron los gallos Un perdoacuten largo que me prometiacute seguir repitiendo para siempre y fue como empezar otra vez por el principio El cuarto habiacutea sido desmantelado y el mal uso habiacutea acabado con todo lo que yo habiacutea puesto Ella lo habiacutea dejado asiacute y me dijo que cualquier mejora teniacutea que hacerla yo por lo que estaba debieacutendole Sin embargo mi situacioacuten econoacutemica tocaba fondo El dinero de las jubilaciones alcanzaba cada vez para menos Las pocas cosas vendibles que quedaban en la casa -salvo las joyas sagradas de mi madre- careciacutean de valor comercial y nada era bastante viejo para ser antiguo En tiempos mejores el gobernador me habiacutea hecho la oferta tentadora de comprarme en bloque los libros de los claacutesicos griegos latinos y espantildeoles para la Biblioteca Departamental pero no tuve corazoacuten para venderlos Despueacutes con los cambios poliacuteticos y el deterioro del mundo nadie del gobierno pensaba en las artes ni las letras Cansado de buscar una solucioacuten decente me echeacute al bolsillo las joyas que Delgadina me habiacutea devuelto y me fui a empentildearlas en un callejoacuten siniestro que conduciacutea al mercado puacuteblico Con aires de sabio distraiacutedo recorriacute varias veces aquel tugurio atiborrado de cantinas de mala muerte libreriacuteas de viejo y casas de empentildeo pero la dignidad de Florina de Dios me cerroacute el paso no me atreviacute Entonces decidiacute venderlas con la frente en alto a la joyeriacutea maacutes antigua y acreditada

El dependiente me hizo algunas preguntas mientras examinaba las joyas con su monoacuteculo Teniacutea la conducta el estilo y el pavor de un meacutedico Le expliqueacute que eran joyas heredadas de mi madre El aprobaba con un gruntildeido cada una de mis explicaciones y por fin se quitoacute el monoacuteculo

-Lo siento -dijo- pero son culos de botellas

Ante mi sorpresa me explicoacute con una suave conmiseracioacuten Menos mal que el oro es oro y el platino es platino Me toqueacute el bolsillo para asegurarme de que llevaba las facturas de compra y dije sin resabios

-Pues fueron compradas en esta noble casa hace maacutes de cien antildeos

El no se inmutoacute Suele suceder dijo que en las joyas hereditarias vayan desapareciendo las piedras maacutes valiosas con el paso del tiempo sustituidas por diacutescolos de la familia o por joyeros bandidos y soacutelo cuando alguien trata de

Memorias de mis putas tristes 43 ______________________________________________________________________________________venderlas se descubre el fraude Pero permiacutetame un segundo dijo y se llevoacute las joyas por la puerta del fondo Al cabo de un momento regresoacute y sin explicacioacuten alguna me indicoacute que me sentara en la silla de espera y siguioacute trabajando

Examineacute la tienda Habiacutea ido con mi madre varias veces y recordaba una frase recurrente No se lo digas a tu papaacute De pronto se me ocurrioacute una idea que me crispoacute iquestno seriacutea que Rosa Cabarcas y Delgadina de comuacuten acuerdo habiacutean vendido las piedras legiacutetimas y me devolvieron las joyas con las piedras falsas

Estaba ardiendo en dudas cuando una secretaria me invitoacute a seguirla por la misma puerta del fondo hasta una oficina pequentildea con una larga estanteriacutea de gruesos voluacutemenes Un beduino colosal se levantoacute en el escritorio del fondo y me estrechoacute la mano tuteaacutendome con una efusioacuten de viejo amigo Hicimos juntos el bachillerato me dijo a modo de saludo Me fue faacutecil recordarlo era el mejor futbolista de la escuela y campeoacuten de nuestros primeros burdeles Habiacutea dejado de verlo en alguacuten momento incierto y debioacute verme tan decreacutepito que me confundioacute con un condisciacutepulo de su infancia

Sobre el cristal del escritorio teniacutea abierto uno de los mamotretos del archivo donde estaba la memoria de las joyas de mi madre Una relacioacuten exacta con fechas y detalles de que ella en persona habiacutea hecho cambiar las piedras de dos generaciones de hermosas y dignas Cargamantos y habiacutea vendido las legiacutetimas a la misma tienda Esto habiacutea ocurrido cuando el padre del propietario actual estaba al frente de la joyeriacutea y eacutel y yo en la escuela Pero eacutel mismo me tranquilizoacute aquellas triquintildeuelas eran de uso corriente entre las grandes familias en desgracia para resolver urgencias de plata sin sacrificar el honor Ante la realidad cruda preferiacute conservarlas como recuerdo de otra Florina de Dios que nunca conociacute

A principios de julio sentiacute la distancia real de la muerte Mi corazoacuten perdioacute el paso y empeceacute a ver y sentir por todos lados los presagios inequiacutevocos del final El maacutes niacutetido fue en el concierto de Bellas Artes El aire acondicionado habiacutea fallado y la flor y nata de las artes y las letras se cocinaban al bantildeomariacutea en el saloacuten abarrotado pero la magia de la muacutesica era un clima celestial Al final con el Allegretto poco mosso me estremecioacute la revelacioacuten deslumbrante de que estaba escuchando el uacuteltimo concierto que me deparaba el destino antes de morir No sentiacute dolor ni miedo sino la emocioacuten arrasadora de haber alcanzado a vivirlo

Cuando por fin logreacute abrirme camino empapado de sudor a traveacutes de los abrazos y las fotos me encontreacute de manos a boca con Ximena Ortiz como una diosa de cien antildeos en la silla de ruedas Su sola presencia se me imponiacutea como un pecado mortal Teniacutea una tuacutenica de seda color marfil tan tersa como su piel un hilo de perlas legiacutetimas de tres vueltas el cabello color de naacutecar cortado a la moda de los veintes con una punta de ala de gaviota en la mejilla y los grandes ojos amarillos iluminados por la sombra natural de las ojeras Todo en ella contradeciacutea el rumor de que su mente estaba quedaacutendose en blanco por la erosioacuten irredimible de la memoria Petrificado y sin recursos frente a ella me sobrepuse al vaho de fuego que me subioacute a la cara y la saludeacute en silencio con una venia versallesca Ella sonrioacute como una reina y me agarroacute la mano Entonces me di cuenta de que tambieacuten aquello era una coartada del destino y no la perdiacute para sacarme una espina que me estorbaba desde siempre He sontildeado durante antildeos con este momento le dije Ella no parecioacute

Memorias de mis putas tristes 44 ______________________________________________________________________________________entender iexclNo me digas dijo iquestY tuacute quieacuten eres No supe nunca si en verdad lo habiacutea olvidado o si fue la venganza final de su vida

La certidumbre de ser mortal en cambio me habiacutea sorprendido poco antes de los cincuenta antildeos en una ocasioacuten como aqueacutella una noche de carnaval en que bailaba un tango apache con una mujer fenomenal a la que nunca le vi la cara maacutes corpulenta que yo como por cuarenta libras y maacutes alta como de dos palmos que sin embargo se dejaba llevar como una pluma al viento Bailaacutebamos tan apretados que sentiacutea circular su sangre por las venas y me hallaba como adormecido de gusto con su resuello trabajoso su grajo de amoniacuteaco sus tetas de astroacutenoma cuando me sacudioacute por la primera vez y casi me derriboacute por tierra el freacutemito de la muerte Fue como un oraacuteculo brutal en el oiacutedo Hagas lo que hagas en este antildeo o dentro de ciento estaraacutes muerto hasta jamaacutes Ella se separoacute asustada iquestQueacute le pasa Nada le dije tratando de sujetarme el corazoacuten

-Tiemblo por usted

Desde entonces empeceacute a medir la vida no por antildeos sino por deacutecadas La de los cincuenta habiacutea sido decisiva porque tomeacute conciencia de que casi todo el mundo era menor que yo La de los sesenta fue la maacutes intensa por la sospecha de que ya no me quedaba tiempo para equivocarme La de los setenta fue temible por una cierta posibilidad de que fuera la uacuteltima No obstante cuando desperteacute vivo la primera mantildeana de mis noventa antildeos en la cama feliz de Delgadina se me atravesoacute la idea complaciente de que la vida no fuera algo que transcurre como el riacuteo revuelto de Heraacuteclito sino una ocasioacuten uacutenica de voltearse en la parrilla y seguir asaacutendose del otro costado por noventa antildeos maacutes

Me volviacute de laacutegrima faacutecil Cualquier sentimiento que tuviera algo que ver con la ternura me causaba un nudo en la garganta que no siempre lograba dominar y penseacute en renunciar al placer solitario de velar el suentildeo de Delgadina no tanto por la incertidumbre de mi muerte como por el dolor de imaginarla sin miacute en el resto de su vida Uno de aquellos diacuteas inciertos fui a dar por distraccioacuten a la muy noble calle de los Notarios y me sorprendioacute no encontrar nada maacutes que los escombros del viejo hotel de lance donde fui iniciado por la fuerza en las artes del amor poco antes de mis doce antildeos Habiacutea sido una mansioacuten de antiguos navieros espleacutendida como pocas en la ciudad con columnas enchapadas de alabastro y frisos de oropeles alrededor de un patio interior con una cuacutepula de cristales de siete colores que irradiaba un resplandor de invernadero En la planta baja con un portal goacutetico sobre la calle estuvieron por maacutes de un siglo las notariacuteas coloniales en las que trabajoacute prosperoacute y se arruinoacute mi padre en toda una vida de suentildeos fantaacutesticos Las familias histoacutericas abandonaron poco a poco los pisos superiores que terminaron ocupados por una legioacuten de nocheras en desgracia que subiacutean y bajaban hasta el amanecer con los clientes atrapados por un peso y medio en las cantinas del cercano puerto fluvial

A mis doce antildeos todaviacutea con mis pantalones cortos y mis botitas de la escuela primaria no pude resistir la tentacioacuten de conocer los pisos superiores mientras mi padre se debatiacutea en una de sus reuniones interminables y me encontreacute con un espectaacuteculo celestial Las mujeres que malvendiacutean sus cuerpos hasta el amanecer se moviacutean por la casa desde las once de la mantildeana cuando ya la caniacutecula del vitral era insoportable y teniacutean que hacer su vida domeacutestica caminando en pelotas por

JUAN CARLOS 161104
caniacutecula (Del lat canicŭla) f Periacuteodo del antildeo en que es maacutes fuerte el calor || 2 Astr Tiempo del nacimiento heliacuteaco de Sirio que antiguamente coincidiacutea con la eacutepoca maacutes calurosa del antildeo pero que hoy no se verifica hasta fines de agosto13
JUAN CARLOS 161104
freacutemito (Del lat fremĭtus) m bramido

Memorias de mis putas tristes 45 ______________________________________________________________________________________toda la casa mientras comentaban a gritos sus aventuras de la noche Me quedeacute aterrorizado Lo uacutenico que se me ocurrioacute fue escapar por donde habiacutea llegado cuando una de las desnudas de carnes macizas olorosas a jaboacuten de monte me abrazoacute por la espalda y me llevoacute en vilo hasta su cubiacuteculo de cartoacuten sin que yo pudiera verla en medio de la griteriacutea y los aplausos de las inquilinas en cueros Me tiroacute bocarriba en su cama para cuatro me quitoacute los pantalones con una maniobra maestra y se acaballoacute sobre miacute pero el terror helado que me empapaba el cuerpo me impidioacute recibirla como un hombre Aquella noche desvelado en la cama de mi casa por la verguumlenza del asalto no pude dormir maacutes de una hora con las ansias de volver a verla Pero la mantildeana siguiente mientras los trasnochados dormiacutean subiacute temblando hasta su cubiacuteculo y la desperteacute llorando a gritos con un amor enloquecido que duroacute hasta que se lo llevoacute sin misericordia el ventarroacuten de la vida real Se llamaba Castorina y era la reina de la casa

Los cubiacuteculos del hotel costaban un peso para los amores de paso pero muy pocos sabiacuteamos que costaban lo mismo hasta por veinticuatro horas Ademaacutes Castorina me introdujo en su mundo de mala muerte donde invitaban a los clientes pobres a sus desayunos de gala le prestaban el jaboacuten les atendiacutean los dolores de muela y en casos de urgencia mayor les daban un amor de caridad

Pero en las tardes de la uacuteltima vejez se acordaba de la inmortal Castorina muerta quien sabiacutea cuando que habiacutea sucedido desde las esquinas miserables del muelle fluvial hasta el trono sagrado de mamasanta mayor con un parche de pirata en el ojo perdido en el pleito de cantina Su uacuteltimo machucante de planta un negro feliz de Camaguumley a quien llamaba Jonaacutes el Galeote habiacutea sido un trompetista de los grandes en La Habana hasta que perdioacute la sonrisa completa en una cataacutestrofe de trenes

Al salir de aquella visita amarga sentiacute una punzada en el corazoacuten que no habiacutea logrado aliviar en tres diacuteas con toda clase de poacutecimas caseras El meacutedico al que acudiacute de urgencia miembro de una estirpe de insignes era nieto del que me vio a mis cuarenta y dos antildeos y me asustoacute que pareciera el mismo pues estaba tan envejecido como su abuelo a los setenta por una calvicie prematura unos lentes de miope sin regreso y una tristeza inconsolable Me hizo un examen minucioso de cuerpo entero con una concentracioacuten de orfebre Me auscultoacute el pecho y la espalda y me revisoacute la presioacuten arterial los reflejos de la rodilla el fondo del ojo el color del paacuterpado inferior En las pausas mientras yo cambiaba de posicioacuten en la mesa de reconocimiento me haciacutea preguntas tan vagas y raacutepidas que apenas si me daban tiempo de pensar las respuestas Al cabo de una hora me miroacute con una sonrisa feliz Bueno dijo creo que no tengo nada que hacer por usted iquestQueacute quiere decir Que su estado es el mejor posible a su edad Queacute curioso le dije lo mismo me dijo su abuelo cuando yo teniacutea cuarenta y dos antildeos como si el tiempo no pasara Siempre encontraraacute uno que se lo diga dijo porque siempre tendraacute una edad Yo provocaacutendolo para una sentencia aterradora le dije La uacutenica definitiva es la muerte Siacute dijo eacutel pero no es faacutecil llegar a ella en tan buen estado como usted Siento de veras no poder complacerlo

Eran recuerdos nobles pero la viacutespera del 29 de agosto sentiacute el peso inmenso del siglo que me esperaba impasible cuando subiacute con pasos de hierro las escaleras de mi casa Entonces volviacute a ver una vez maacutes a Florina de Dios mi madre en mi cama que habiacutea sido la suya hasta su muerte y me hizo la misma bendicioacuten de la uacuteltima

Memorias de mis putas tristes 46 ______________________________________________________________________________________vez que la vi dos horas antes de morir Trastornado por la conmocioacuten lo entendiacute como el anuncio final y llameacute a Rosa Cabarcas para que me llevara a mi nintildea aquella misma noche en previsioacuten de que no se cumpliera mi ilusioacuten de sobrevivir hasta el uacuteltimo aliento de mis noventa antildeos Volviacute a llamarla a las ocho y una vez maacutes repitioacute que no era posible Tiene que serlo a cualquier precio le griteacute aterrorizado Colgoacute sin despedirse pero quince minutos despueacutes volvioacute a llamar

-Bueno aquiacute la tienes

Llegueacute a las diez y veinte de la noche y le di a Rosa Cabarcas las uacuteltimas cartas de mi vida con mis disposiciones sobre la nintildea despueacutes de mi final terrible Ella pensoacute que me habiacutea impresionado con el acuchillado y me dijo con aires de burla Si te vas a morir que no sea aquiacute imagiacutenate Pero yo le dije Di que me atropello el tren de Puerto Colombia ese pobre cacharro de laacutestima incapaz de matar a nadie

Preparado para todo aquella noche me acosteacute bocarriba a la espera del dolor final en el primer instante de mis noventa y un antildeos Oiacute campanas distantes sentiacute la fragancia del alma de Delgadina dormida de costado oiacute un grito en el horizonte sollozos de alguien que quizaacutes habiacutea muerto un siglo antes en la alcoba Entonces apagueacute la luz con el uacuteltimo aliento entrelaceacute mis dedos con los suyos para llevaacutermela de la mano y conteacute las doce campanadas de las doce con mis doce laacutegrimas finales hasta que empezaron a cantar los gallos y enseguida las campanas de gloria los cohetes de fiesta que celebraban el juacutebilo de haber sobrevivido sano y salvo a mis noventa antildeos

Mis primeras palabras fueron para Rosa Cabarcas Te compro la casa toda con la tienda y el huerto Ella me dijo Hagamos una apuesta de viejos el que se muera primero se queda con todo lo del otro firmado ante notario No porque si yo me muero todo deberiacutea ser para ella Es igual dijo Rosa Cabarcas yo me hago cargo de la nintildea y despueacutes le dejo todo lo tuyo y lo miacuteo no tengo a nadie maacutes en este mundo Mientras tanto remodelamos tu cuarto con buenos servicios aire acondicionado y tus libros y tu muacutesica

-iquestCrees que ella estaraacute de acuerdo

-Ay mi sabio triste estaacute bien que esteacutes viejo pero no pendejo -dijo Rosa Cabarcas muerta de risa- Esa pobre criatura estaacute lela de amor por ti

Saliacute a la calle radiante y por primera vez me reconociacute a miacute mismo en el horizonte remoto de mi primer siglo Mi casa callada y en orden a las seis y cuarto empezaba a gozar los colores de una aurora feliz Damiana cantaba a toda voz en la cocina y el gato redivivo enroscoacute la cola en mis tobillos y siguioacute caminando conmigo hasta mi mesa de escribir Estaba ordenando mis papeles marchitos el tintero la pluma de ganso cuando el sol estalloacute entre los almendros del parque y el buque fluvial del correo retrasado una semana por la sequiacutea entroacute bramando en el canal del puerto Era por fin la vida real con mi corazoacuten a salvo y condenado a morir de buen amor en la agoniacutea feliz de cualquier diacutea despueacutes de mis cien antildeos

Mayo de 2004

Page 33: · Web viewVivo en una casa colonial en la acera de sol del parque de San Nicolás, donde he pasado todos los días de mi vida sin mujer ni fortuna, donde vivieron y murieron mis padres,

Memorias de mis putas tristes 33 ______________________________________________________________________________________quise ponerlo en su canasto de mimbre para que Damiana lo llevara con el veterinario Apenas logroacute someterlo y se lo llevoacute pataleando dentro de un saco de fique Al cabo de un rato me llamoacute desde el criadero para decirme que no habiacutea maacutes remedio que sacrificarlo y necesitaban mi orden iquestPor queacute Porque ya estaacute muy viejo dijo Damiana Penseacute con rabia que a miacute tambieacuten podiacutean asarme vivo en un horno de gatos Me sentiacute inerme entre dos fuegos no habiacutea aprendido a querer el gato pero tampoco teniacutea corazoacuten para ordenar que lo mataran soacutelo porque era viejoiquestDoacutende lo deciacutea el manual

El incidente me conmocionoacute tanto que escribiacute una nota para el domingo con un tiacutetulo usurpado a Neruda iquestEs el gato un miacutenimo tigre de saloacuten La nota dio origen a una nueva campantildea que otra vez dividioacute a los lectores en favor y en contra de los gatos En cinco diacuteas prevalecioacute la tesis de que podiacutea ser liacutecito sacrificar un gato por razones de salud puacuteblica pero no porque estuviera viejo

Despueacutes de la muerte de mi madre me desvelaba el terror de que alguien me tocara mientras dormiacutea Una noche la sentiacute pero su voz me devolvioacute el sosiego Figlio mioacute poveretto Volviacute a sentirlo una madrugada en el cuarto de Delgadina y me retorciacute de gozo creyendo que ella me habiacutea tocado Pero no era Rosa Cabarcas en la oscuridad Viacutestete y ven conmigo me dijo tengo un problema serio

Asiacute era y maacutes serio de lo que pude imaginar A uno de los clientes grandes de la casa lo habiacutean asesinado a puntildealadas en el primer cuarto del pabelloacuten El asesino habiacutea escapado El cadaacutever enorme desnudo pero con los zapatos puestos teniacutea una palidez de pollo al vapor en la cama empapada de sangre Lo reconociacute de entrada era JMB un banquero grande famoso por su apostura su simpatiacutea y su buen vestir y sobre todo por la pulcritud de su hogar Teniacutea en el cuello dos heridas moradas como labios y una zanja en el vientre que no habiacutea acabado de sangrar Todaviacutea no empezaba el rigor Maacutes que sus heridas me impresionoacute que teniacutea un preservativo puesto y al parecer sin usar en el sexo desmirriado por la muerte

Rosa Cabarcas no sabiacutea con quieacuten iba porque tambieacuten eacutel teniacutea el privilegio de entrar por el portoacuten del huerto No se descartaba la sospecha de que su pareja fuera otro hombre Lo uacutenico que la duentildea queriacutea de miacute era que la ayudara a vestir el cadaacutever Estaba tan segura que me inquietoacute la idea de que la muerte fuera para ella un asunto de cocina No hay nada maacutes difiacutecil que vestir a un muerto le dije Lo he hecho a pasto de Dios replicoacute ella Es faacutecil si alguien me lo sostiene Le hice ver iquestTe imaginas quieacuten va a creer en un cuerpo tasajeado a cuchilladas dentro de un vestido intacto de caballero ingleacutes

Tembleacute por Delgadina Lo mejor seraacute que te la lleves tuacute me dijo Rosa Cabarcas Primero muerto le dije con la saliva helada Ella lo percibioacute y no pudo ocultar su desdeacuten iexclEstaacutes temblando Por ella dije aunque soacutelo era verdad a medias Aviacutesale que se vaya antes de que llegue nadie De acuerdo dijo ella aunque a ti como periodista no te pasaraacute nada Ni a ti tampoco le dije con cierto rencor Eres el uacutenico liberal que manda en este gobierno

La ciudad codiciada por su naturaleza paciacutefica y su seguridad congeacutenita arrastraba la desgracia de un asesinato escandaloso y atroz cada antildeo Aqueacutel no lo fue La noticia oficial en titulares excesivos y parca en detalles deciacutea que al joven banquero lo habiacutean asaltado y muerto a cuchilladas en la carretera de Pradomar por motivos

Memorias de mis putas tristes 34 ______________________________________________________________________________________incomprensibles No teniacutea enemigos El comunicado del gobierno sentildealaba como presuntos asesinos a refugiados del interior del paiacutes que estaban desatando una oleada de delincuencia comuacuten extrantildea al espiacuteritu ciacutevico de la poblacioacuten En las primeras horas hubo maacutes de cincuenta detenidos

Acudiacute escandalizado con el redactor judicial un periodista tiacutepico de los antildeos veinte con visera de celuloide verde y ligas en las mangas que presumiacutea de anticiparse a los hechos Sin embargo soacutelo conociacutea unas hilachas sueltas del crimen y yo se las completeacute hasta donde me fue prudente Asiacute escribimos cinco cuartillas a cuatro manos para una noticia de ocho columnas en primera paacutegina atribuida al fantasma eterno de las fuentes que nos merecen entero creacutedito Pero al Abominable Hombre de las Nueve -el censor- no le tembloacute el pulso para imponer la versioacuten oficial de que habiacutea sido un asalto de bandoleros liberales Yo me laveacute la conciencia con un centildeo de pesadumbre en el entierro maacutes ciacutenico y concurrido del siglo

Cuando regreseacute a casa aquella noche llameacute a Rosa Cabarcas para averiguar queacute habiacutea pasado con Delgadina pero no contestoacute el teleacutefono en cuatro diacuteas Al quinto fui a su casa con los dientes apretados Las puertas estaban selladas pero no por la policiacutea sino por la Sanidad Nadie en el vecindario daba noticias de nada Sin ninguacuten indicio de Delgadina me di a una buacutesqueda encarnizada y a veces ridiacutecula que me dejoacute acezante Paseacute diacuteas enteros observando a las joacutevenes ciclistas desde los escantildeos de un parque polvoriento donde los nintildeos jugaban a encaramarse en la estatua descascarada de Simoacuten Boliacutevar Pasaban pedaleando como venadas bellas disponibles listas para ser atrapadas a la gallina ciega Cuando se me acaboacute la esperanza me refugieacute en la paz de los boleros Fue como un bebedizo emponzontildeado cada palabra era ella Siempre habiacutea necesitado el silencio para escribir porque mi mente atendiacutea maacutes a la muacutesica que a la escritura Entonces fue al reveacutes soacutelo pude escribir a la sombra de los boleros Mi vida se llenoacute de ella Las notas que escribiacute aquellas dos semanas fueron modelos en clave para cartas de amor El jefe de redaccioacuten contrariado con la avalancha de respuestas me pidioacute que moderara el amor mientras pensaacutebamos coacutemo consolar a tantos lectores enamorados

La falta de sosiego acaboacute con el rigor de mis diacuteas Despertaba a las cinco pero me quedaba en la penumbra del cuarto imaginando a Delgadina en su vida irreal de levantar a sus hermanos vestirlos para la escuela darles el desayuno si lo habiacutea y atravesar la ciudad en bicicleta para cumplir la condena de coser botones Me pregunteacute asombrado iquestQueacute piensa una mujer mientras pega un botoacuten iquestPensaba en miacute iquestTambieacuten ella buscaba a Rosa Cabarcas para dar conmigo Paseacute hasta una semana sin quitarme el mameluco de mecaacutenico ni de diacutea ni de noche sin bantildearme sin afeitarme sin cepillarme los dientes porque el amor me ensentildeoacute demasiado tarde que uno se arregla para alguien se viste y se perfuma para alguien y yo nunca habiacutea tenido para quieacuten Damiana creyoacute que estaba enfermo cuando me encontroacute desnudo en la hamaca a las diez de la mantildeana La vi con los ojos turbios de la codicia y la inviteacute a revolearnos desnudos Ella con un desprecio me dijo

-iquestYa pensoacute lo que va a hacer si le digo que siacute

Asiacute supe hasta queacute punto me habiacutea corrompido el sufrimiento No me reconociacutea a miacute mismo en mi dolor de adolescente No volviacute a salir de la casa por no descuidar el teleacutefono Escribiacutea sin descolgarlo y al primer timbrazo le saltaba encima pensando

Memorias de mis putas tristes 35 ______________________________________________________________________________________que pudiera ser Rosa Cabarcas Interrumpiacutea a cada rato lo que estuviera haciendo para llamarla e insistiacute diacuteas enteros hasta comprender que era un teleacutefono sin corazoacuten

Al volver a casa una tarde de lluvia encontreacute el gato enroscado en la escalinata del portoacuten Estaba sucio y maltrecho y con una mansedumbre de laacutestima El manual me hizo ver que estaba enfermo y seguiacute sus normas para alentarlo De golpe mientras descabezaba un suentildeecito de siesta me despabiloacute la idea de que pudiera conducirme a la casa de Delgadina Lo lleveacute en una bolsa de mercado hasta la tienda de Rosa Cabarcas que seguiacutea sellada y sin indicios de vida pero se revolvioacute en el talego con tanto iacutempetu que logroacute escapar saltoacute la tapia del huerto y desaparecioacute entre los aacuterboles Toqueacute al portoacuten con el puntildeo y una voz militar preguntoacute sin abrir iquestQuieacuten vive Gente de paz dije yo para no ser menos Ando en pos de la duentildea No hay duentildea dijo la voz Por lo menos aacutebrame para coger el gato insistiacute No hay gato dijo Pregunteacute iquestQuieacuten es usted

-Nadie -dijo la voz

Siempre habiacutea entendido que morirse de amor no era maacutes que una licencia poeacutetica Aquella tarde de regreso a casa otra vez sin el gato y sin ella comprobeacute que no soacutelo era posible morirse sino que yo mismo viejo y sin nadie estaba murieacutendome de amor Pero tambieacuten me di cuenta de que era vaacutelida la verdad contraria no habriacutea cambiado por nada del mundo las delicias de mi pesadumbre Habiacutea perdido maacutes de quince antildeos tratando de traducir los cantos de Leopardi y soacutelo aquella tarde los sentiacute a fondo Ay de miacute si es amor cuaacutento atormenta

Mi entrada al perioacutedico en mameluco y mal afeitado despertoacute ciertas dudas sobre mi estado mental La casa remodelada con cabinas individuales de vidrio y luces cenitales pareciacutea una cliacutenica de maternidad El clima artificial callado y confortable invitaba a hablar en susurros y caminar en puntillas En el vestiacutebulo como virreyes muertos estaban los retratos al oacuteleo de los tres directores vitalicios y las fotografiacuteas de visitantes ilustres La enorme sala principal estaba presidida por la fotografiacutea gigantesca de la redaccioacuten actual tomada la tarde de mi cumpleantildeos No pude evitar la comparacioacuten mental con la otra de mis treinta antildeos y una vez maacutes comprobeacute con horror que se envejece maacutes y peor en los retratos que en la realidad La secretaria que me habiacutea besado la tarde del cumpleantildeos me preguntoacute si estaba enfermo Fui feliz de contestarle la verdad para que no la creyera Enfermo de amor Ella dijo iexclLaacutestima que no sea por miacute Yo le correspondiacute el cumplido No esteacute tan segura

El redactor judicial salioacute de su cabina gritando que habiacutea dos cadaacuteveres de muchachas sin identificar en el anfiteatro municipal Le pregunteacute asustado iquestDe queacute edad Joacutevenes dijo eacutel Pueden ser refugiadas del interior perseguidas hasta aquiacute por matones del reacutegimen Respireacute aliviado La situacioacuten nos invade en silencio como una mancha de sangre dije El redactor judicial ya lejos gritoacute

-De sangre no maestro de mierda

Algo peor me ocurrioacute diacuteas despueacutes cuando una muchacha instantaacutenea con una canasta igual a la del gato pasoacute como un escalofriacuteo frente a la libreriacutea Mundo La perseguiacute a codazos por entre la muchedumbre en el fragor de las doce del diacutea Era muy bella de trancos largos y con una fluidez para abrirse camino entre el gentiacuteo

Memorias de mis putas tristes 36 ______________________________________________________________________________________que me costoacute trabajo alcanzarla Por fin la rebaseacute y la mireacute de frente Ella me apartoacute con la mano sin detenerse ni pedir perdoacuten No era la que creiacutea pero su altivez me dolioacute como si lo fuera Comprendiacute entonces que no seriacutea capaz de reconocer a Delgadina despierta y vestida ni ella podiacutea saber quieacuten era yo si nunca me habiacutea visto En un acto de locura tejiacute durante tres diacuteas doce pares de zapatitos azules y rosados para recieacuten nacidos tratando de darme valor para no escuchar ni cantar ni recordar las canciones que me recordaban a ella

La verdad era que no podiacutea con mi alma y empezaba a tomar conciencia de la vejez por mis flaquezas frente al amor Una prueba todaviacutea maacutes dramaacutetica la tuve cuando un autobuacutes de servicio puacuteblico arrolloacute una ciclista en el puro centro comercial Acababan de llevaacutersela en una ambulancia y la magnitud de la tragedia se apreciaba por el estado de chatarra en que quedoacute la bicicleta sobre un charco de sangre viva Pero mi impresioacuten no fue tanta por los destrozos de la bicicleta como por la marca el modelo y el color No podiacutea ser otra que la que yo mismo le habiacutea regalado a Delgadina

Los testigos coincidieron en que la ciclista herida era muy joven alta y delgada y con el cabello corto y rizado Aturdido tomeacute el primer taxi que pasoacute y me hice llevar al hospital de Caridad un viejo edificio de muros ocres que pareciacutea una caacutercel encallada en un arenal Necesiteacute media hora para entrar y otra maacutes para salir de un patio fragante de aacuterboles frutales donde una mujer atribulada se me atravesoacute en el camino me miroacute a los ojos y exclamoacute

-Yo soy la que no buscas

Soacutelo entonces recordeacute que era alliacute donde viviacutean en libertad los internos mansos del manicomio municipal Tuve que identificarme como periodista ante la direccioacuten del hospital para que un enfermero me condujera al pabelloacuten de urgencias En elcuaderno de ingresos estaban los datos Rosalba Riacuteos dieciseacuteis antildeos sin oficio conocido Diagnoacutestico conmocioacuten cerebral Pronoacutestico reservado Pregunteacute al jefe del pabelloacuten si podiacutea verla con la esperanza iacutentima de que me dijeran que no pero me llevaron encantados por si queriacutea escribir sobre el estado de abandono del hospital

Atravesamos una sala abigarrada con un fuerte olor de aacutecido feacutenico y los enfermos apelotonados en las camas Al fondo en un cuarto solo tendida en una camilla metaacutelica estaba la que buscaacutebamos Teniacutea el craacuteneo cubierto de vendas la cara indescifrable gonfia y amoratada pero me bastoacute con verle los pies para saber que no era Soacutelo entonces se me ocurrioacute preguntarme iquestQueacute habriacutea hecho yo si hubiera sido ella

Todaviacutea enredado en las telarantildeas de la noche tuve el valor de ir el diacutea siguiente a la faacutebrica de camisas donde Rosa Cabarcas habiacutea dicho alguna vez que trabajaba la nintildea y le pediacute al propietario que nos mostrara sus instalaciones como modelo para un proyecto continental de las Naciones Unidas Era un libaneacutes paquideacutermico y taciturno que nos abrioacute las puertas de su reino con la ilusioacuten de ser un ejemplo universal

Trescientas joacutevenes de blusas blancas con la ceniza del mieacutercoles en la frente cosiacutean botones en la vasta nave iluminada Cuando nos vieron entrar se irguieron

Memorias de mis putas tristes 37 ______________________________________________________________________________________como colegialas y nos observaron de reojo mientras el gerente explicaba sus aportes al arte inmemorial de pegar botones Yo escrutaba las caras de cada una con el pavor de descubrir a Delgadina vestida y despierta Pero fue una de ellas la que me descubrioacute a miacute con la mirada temible de la admiracioacuten sin clemencia

-Diacutegame sentildeor iquestno es usted el que escribe las cartas de amor en el perioacutedico

Nunca me hubiera imaginado que una nintildea dormida pudiera causar en uno semejantes estragos Escapeacute de la faacutebrica sin despedirme ni pensar siquiera si alguna de aquellas viacutergenes de purgatorio era por fin la que buscaba Cuando saliacute de ahiacute el uacutenico sentimiento que me quedaba en la vida eran las ganas de llorar

Rosa Cabarcas llamoacute al cabo de un mes con una explicacioacuten increiacuteble se habiacutea tomado un merecido descanso en Cartagena de Indias despueacutes del asesinato del banquero No le creiacute desde luego pero la feliciteacute por su suerte y la dejeacute explayarse en su mentira antes de hacerle la pregunta que me borboritaba en el corazoacuten

-iquestY ella

Rosa Cabarcas hizo un silencio largo Ahiacute estaacute dijo al fin pero su voz se hizo evasiva Hay que esperar un tiempo iquestCuaacutento Ni idea ya te avisareacute Sentiacute que se me iba y la pareacute en seco Espeacuterate dame alguna luz No hay luz dijo ella y concluyoacute Ten cuidado puedes perjudicarte tuacute y sobre todo perjudicarla a ella Yo no estaba para esa clase de remilgos Le supliqueacute aunque fuera una oportunidad de acercarme a la verdad Al fin y al cabo le dije somos coacutemplices Ella no dio un paso maacutes Caacutelmate me dijo la nintildea estaacute bien y esperando que la llame pero ahora mismo no hay nada que hacer ni voy a decir nada maacutes Adioacutes

Me quedeacute con el teleacutefono en la mano sin saber por doacutende seguir pues tambieacuten la conociacutea bastante para pensar que no conseguiriacutea nada de ella si no era por las buenas Despueacutes del mediodiacutea me di una vuelta furtiva por su casa maacutes confiado en la casualidad que en la razoacuten y la encontreacute todaviacutea cerrada y con los sellos de la Sanidad Penseacute que Rosa Cabarcas me habiacutea telefoneado de otra parte tal vez de otra ciudad y la sola idea me llenoacute de presagios turbios No obstante a las seis de la tarde cuando menos lo esperaba me soltoacute por teleacutefono mi propio santo y sentildea

-Bueno ahora siacute

A las diez de la noche tembloroso y con los labios mordidos para no llorar fui cargado de cajas de chocolates suizos turrones y caramelos y una canasta de rosas ardientes para cubrir la cama La puerta estaba entreabierta las luces encendidas y en el radio se diluiacutea a medio volumen la sonata nuacutemero uno para violiacuten y piano de Brahms Delgadina en la cama estaba tan radiante y distinta que me costoacute trabajo reconocerla

Habiacutea crecido pero no se le notaba en la estatura sino en una madurez intensa que la haciacutea parecer con dos o tres antildeos maacutes y maacutes desnuda que nunca Sus poacutemulos altos la piel tostada por soles de mar bravo los labios finos y el cabello corto y rizado le infundiacutean a su rostro el resplandor androacutegino del Apolo de Praxiacuteteles Pero no habiacutea equiacutevoco posible porque sus senos habiacutean crecido hasta el punto de que no me cabiacutean en la mano sus caderas habiacutean acabado de formarse y sus huesos se

Memorias de mis putas tristes 38 ______________________________________________________________________________________habiacutean vuelto maacutes firmes y armoacutenicos Me encantaron aquellos aciertos de la naturaleza pero me aturdieron los artificios las pestantildeas postizas las untildeas de las manos y los pies esmaltadas de naacutecar y un perfume de a dos cuartillos que no teniacutea nada que ver con el amor Sin embargo lo que me sacoacute de quicio fue la fortuna que llevaba encima pendientes de oro con gajos de esmeraldas un collar de perlas naturales una pulsera de oro con resplandores de diamantes y anillos con piedras legiacutetimas en todos los dedos En la silla estaba su traje de nochera con lentejuelas y bordados y las zapatillas de raso Un vapor raro me subioacute de las entrantildeas

-iexclPuta -griteacute

Pues el diablo me soploacute en el oiacutedo un pensamiento siniestro Y fue asiacute la noche del crimen Rosa Cabarcas no debioacute tener tiempo ni serenidad para prevenir a la nintildea y la policiacutea la encontroacute en el cuarto sola menor de edad y sin coartada Nadie igual a Rosa Cabarcas para una situacioacuten como aqueacutella le vendioacute la virginidad de la nintildea a alguno de sus grandes cacaos a cambio de que a ella la sacaran limpia del crimen Lo primero claro fue desaparecer mientras se aplacaba el escaacutendalo iexclQueacute maravilla Una luna de miel para tres ellos dos en la cama y Rosa Cabarcas en una terraza de lujo disfrutando de su impunidad feliz Ciego de una furia insensata fui reventando contra las paredes cada cosa del cuarto las laacutemparas el radio el ventilador los espejos las jarras los vasos Lo hice sin prisa pero sin pausas con un grande estropicio y una embriaguez metoacutedica que me salvoacute la vida La nintildea dio un salto al primer estallido pero no me miroacute sino que se enroscoacute de espaldas a miacute y asiacute permanecioacute con espasmos entrecortados hasta que cesoacute el estropicio Las gallinas en el patio y los perros de la madrugada aumentaron el escaacutendalo Con la cegadora lucidez de la coacutelera tuve la inspiracioacuten final de prenderle fuego a la casa cuando aparecioacute en la puerta la figura impasible de Rosa Cabarcas en camisa de dormir No dijo nada Hizo con la vista el inventario del desastre y comproboacute que la nintildea estaba enroscada sobre siacute misma como un caracol y con la cabeza escondida entre los brazos aterrada pero intacta

-iexclDios miacuteo -exclamoacute Rosa Cabarcas- iexclQueacute no hubiera dado yo por un amor como eacuteste

Me midioacute de cuerpo entero con una mirada de misericordia y me ordenoacute Vamos La seguiacute hasta la casa me sirvioacute un vaso de agua en silencio me hizo una sentildea de que me sentara frente a ella y me puso en confesioacuten Bueno me dijo ahora poacutertate como un adulto y cueacutentame iquestqueacute te pasa

Le conteacute con lo que teniacutea como mi verdad revelada Rosa Cabarcas me escuchoacute en silencio sin asombro y por fin parecioacute iluminada Queacute maravilla dijo Siempre he dicho que los celos saben maacutes que la verdad Y entonces me contoacute la realidad sin reservas En efecto dijo en su ofuscacioacuten de la noche del crimen se habiacutea olvidado de la nintildea dormida en el cuarto Uno de sus clientes abogado del muerto ademaacutes repartioacute prebendas y sobornos a cuatro manos e invitoacute a Rosa Cabarcas a un hotel de reposo de Cartagena de Indias mientras se disipaba el escaacutendalo Creacuteeme dijo Rosa Cabarcas que en todo este tiempo no dejeacute de pensar ni un momento en ti y en la nintildea Volviacute antier y lo primero que hice fue llamarte por teleacutefono pero nadie contestoacute En cambio la nintildea vino enseguida y en tan mal estado que te la bantildeeacute te la vestiacute y te la mandeacute al saloacuten de belleza con la orden de que la arreglaran como una reina Ya viste coacutemo perfecta iquestLa ropa de lujo Son los trajes que les alquilo a mis

Memorias de mis putas tristes 39 ______________________________________________________________________________________pupilas maacutes pobres cuando tienen que ir a bailar con sus clientes iquestLas joyas Son las miacuteas dijo Basta con tocarlas para darse cuenta de que son diamantes de vidrio y estoperoles de hojalata De modo que no jodas concluyoacute Anda despieacutertala piacutedele perdoacuten y hazte cargo de ella de una vez Nadie merece ser maacutes feliz que ustedes

Hice un esfuerzo sobrenatural para creerle pero pudo maacutes el amor que la razoacuten iexclPutas le dije atormentado por el fuego vivo que me abrasaba las entrantildeas iexclEso es lo que son ustedes griteacute iexclPutas de mierda No quiero saber nada maacutes de tiacute ni de ninguna otra guaricha en el mundo y menos de ella Le hice desde la puerta una sentildeal de adioacutes para siempre Rosa Cabarcas no lo dudoacute

-Vete con Dios -me dijo con un rictus de tristeza y volvioacute a su vida real- De todos modos te pasareacute la cuenta del desmadre que me hiciste en el cuarto

Memorias de mis putas tristes 40 ______________________________________________________________________________________

5

Leyendo Los idus de marzo encontreacute una frase siniestra que el autor atribuye a Julio Ceacutesar Es imposible no terminar siendo como los otros creen que uno es No pude comprobar su verdadero origen en la propia obra de Julio Ceacutesar ni en las obras de sus bioacutegrafos desde Suetonio hasta Carcopino pero valioacute la pena conocerla Su fatalismo aplicado al curso de mi vida en los meses siguientes fue lo que me dio la determinacioacuten que me haciacutea falta no soacutelo para escribir esta memoria sino para empezarla sin pudores con el amor de Delgadina

No teniacutea un instante de sosiego apenas si probaba bocado y perdiacute tanto peso que no se me teniacutean los pantalones en la cintura Los dolores erraacuteticos se me quedaron en los huesos cambiaba de aacutenimo sin razoacuten pasaba las noches en un estado de deslumbramiento que no me permitiacutea leer ni escuchar muacutesica y en cambio se me iba el diacutea cabeceando por una somnolencia sonsa que no serviacutea para dormir

El alivio me cayoacute del cielo En la atestada goacutendola de Loma Fresca una vecina de asiento que no habiacutea visto subir me susurroacute al oiacutedo iquestTodaviacutea tiras Era Casilda Armenia un viejo amor de a tres por cinco que me habiacutea soportado como cliente asiduo desde que era una adolescente altiva Una vez retirada medio enferma y sin un clavo se habiacutea casado con un hortelano chino que le dio nombre y apoyo y quizaacutes un poco de amor A los setenta y tres antildeos teniacutea el peso de siempre seguiacutea bella y de caraacutecter fuerte y conservaba intacto el desparpajo del oficio

Me llevoacute a su casa una huerta de chinos en una colina de la carretera al mar Nos sentamos en las sillas de playa de la terraza umbriacutea entre helechos y frondas de astromelias y jaulas de paacutejaros colgadas en el alero En la falda de la colina se veiacutean los hortelanos chinos con sombreros de cono sembrando las hortalizas bajo el sol abrasante y el pieacutelago gris de las Bocas de Ceniza con los dos tajamares de rocas que canalizan el riacuteo varias leguas en el mar Mientras conversaacutebamos vimos entrar un trasatlaacutentico blanco por la desembocadura y lo seguimos callados hasta oiacuter su bramido de toro luacutegubre en el puerto fluvial Ella suspiroacute iquestTe das cuenta En maacutes de medio siglo es la primera vez que no te recibo la visita en la cama Ya somos otros dije Ella prosiguioacute sin oiacuterme Cada vez que dicen cosas de ti en el radio que te elogian por el carintildeo que te tiene la gente y te llaman maestro del amor imagiacutenate pienso que nadie te conocioacute tus gracias y tus mantildeas tan bien como yo En serio dijo nadie hubiera podido soportarte mejor

No resistiacute maacutes Ella lo sintioacute vio mis ojos huacutemedos de laacutegrimas y soacutelo entonces debioacute descubrir que ya no era el que fui y le sostuve la mirada con un valor del que

Memorias de mis putas tristes 41 ______________________________________________________________________________________nunca me creiacute capaz Es que me estoy volviendo viejo le dijeYa lo estamos suspiroacute ella Lo que pasa es que uno no lo siente por dentro pero desde fuera todo el mundo lo ve

Era imposible no abrirle el corazoacuten asiacute que le conteacute la historia completa que me ardiacutea en las entrantildeas desde mi primera llamada a Rosa Cabarcas la viacutespera de mis noventa antildeos hasta la noche traacutegica en que hice antildeicos el cuarto y no regreseacute maacutes Ella me oyoacute el desahogo como si estuviera vivieacutendolo lo rumioacute muy despacio y por fin sonrioacute

-Haz lo que quieras pero no pierdas a esa criatura -me dijo- No hay peor desgracia que morir solo

Fuimos a Puerto Colombia en el trenecito de juguete tan despacioso como un caballo Almorzamos frente al muelle de maderas carcomidas por donde habiacutea entrado el mundo entero al paiacutes antes que se dragaran las Bocas de Ceniza Nos sentamos bajo un cobertizo de palma donde las grandes matronas negras serviacutean pargos fritos con arroz de coco y tajadas de plaacutetano verde Dormitamos en el sopor denso de las dos y seguimos conversando hasta que se hundioacute en el mar el inmenso sol de candela La realidad me pareciacutea fantaacutestica Mira adonde ha venido a dar nuestra luna de miel se burloacute ella Pero prosiguioacute en serio Hoy miro para atraacutes veo la fila de miles de hombres que pasaron por mis camas y dariacutea el alma por haberme quedado aunque fuera con el peor Gracias a Dios encontreacute mi chino a tiempo Es como estar casada con el dedo mentildeique pero es soacutelo miacuteo

Me miroacute a los ojos midioacute mi reaccioacuten a lo que acababa de contarme y me dijo Asiacute que vete a buscar ahora mismo a esa pobre criatura aunque sea verdad lo que te dicen los celos sea como sea que lo bailado no te lo quita nadie Pero eso siacute sin romanticismos de abuelo Despieacutertala tiacuteratela hasta por las orejas con esa pinga de burro con que te premioacute el diablo por tu cobardiacutea y tu mezquindad En serio terminoacute con el alma no te vayas a morir sin probar la maravilla de tirar con amor

El pulso me temblaba al diacutea siguiente cuando marqueacute el nuacutemero del teleacutefono Tanto por la tensioacuten del reencuentro con Delgadina como por la incertidumbre de la forma en que Rosa Cabarcas me respondiera Habiacuteamos tenido una disputa seria por el abuso con que tasoacute los destrozos que hice en su cuarto Tuve que vender uno de los cuadros maacutes amados de mi madre cuyo valor se calculaba en una fortuna pero a la hora de la verdad no llegoacute a un deacutecimo de mis ilusiones

Aumenteacute la suma con el resto de mis ahorros y se la lleveacute a Rosa Cabarcas con una consigna inapelable Lo tomas o lo dejas Fue un acto suicida porque soacutelo con vender uno de mis secretos ella habriacutea aniquilado mi buen nombre Pero no respingoacute sino que se quedoacute con los cuadros que habiacutea tomado en prenda la noche del pleito Fui el perdedor absoluto en una sola jugada me quedeacute sin Delgadina sin Rosa Cabarcas y sin mis uacuteltimos ahorros Sin embargo oiacute el timbre del teleacutefono una vez dos veces tres y por fin ella iquestA ver No me salioacute la voz Colgueacute Me echeacute en la hamaca tratando de serenarme con la liacuterica asceacutetica de Satie y sudeacute tanto que el lienzo quedoacute empapado Hasta el diacutea siguiente no tuve el valor de llamar

-Bueno mujer -dije con voz firme- Hoy siacute

Memorias de mis putas tristes 42 ______________________________________________________________________________________Rosa Cabarcas coacutemo no estaba maacutes allaacute de todo Ay mi sabio triste suspiroacute con su aacutenimo invencible te pierdes dos meses y soacutelo vuelves para pedir ilusiones Me contoacute que no habiacutea visto a Delgadina desde haciacutea maacutes de un mes que pareciacutea tan repuesta del susto de mis estropicios que ni siquiera habloacute de ellos ni preguntoacute por miacute y estaba muy contenta en un nuevo empleo maacutes coacutemodo y mejor pagado que coser botones Una oleada de fuego vivo me quemoacute las entrantildeas Soacutelo puede ser de puta dije Rosa me replicoacute sin pestantildeear No seas bruto si asiacute fuera estariacutea aquiacute iquestO doacutende podriacutea estar mejor La rapidez de su loacutegica me agravoacute la duda iquestY coacutemo seacute que no estaacute ahiacute En ese caso replicoacute ella lo que maacutes te conviene es no saberlo iquestO no Una vez maacutes la odieacute Ella a prueba de erosiones prometioacute rastrear a la nintildea Sin muchas esperanzas porque el teleacutefono de la vecina donde la llamaba seguiacutea cortado y no teniacutea la menor idea de doacutende viviacutea Pero no era para echarse a morir queacute carajo dijo te llamo en una hora

Fue una hora de tres diacuteas pero encontroacute a la nintildea disponible y sana Volviacute avergonzado y la beseacute palmo a palmo como penitencia desde las doce de la noche hasta que cantaron los gallos Un perdoacuten largo que me prometiacute seguir repitiendo para siempre y fue como empezar otra vez por el principio El cuarto habiacutea sido desmantelado y el mal uso habiacutea acabado con todo lo que yo habiacutea puesto Ella lo habiacutea dejado asiacute y me dijo que cualquier mejora teniacutea que hacerla yo por lo que estaba debieacutendole Sin embargo mi situacioacuten econoacutemica tocaba fondo El dinero de las jubilaciones alcanzaba cada vez para menos Las pocas cosas vendibles que quedaban en la casa -salvo las joyas sagradas de mi madre- careciacutean de valor comercial y nada era bastante viejo para ser antiguo En tiempos mejores el gobernador me habiacutea hecho la oferta tentadora de comprarme en bloque los libros de los claacutesicos griegos latinos y espantildeoles para la Biblioteca Departamental pero no tuve corazoacuten para venderlos Despueacutes con los cambios poliacuteticos y el deterioro del mundo nadie del gobierno pensaba en las artes ni las letras Cansado de buscar una solucioacuten decente me echeacute al bolsillo las joyas que Delgadina me habiacutea devuelto y me fui a empentildearlas en un callejoacuten siniestro que conduciacutea al mercado puacuteblico Con aires de sabio distraiacutedo recorriacute varias veces aquel tugurio atiborrado de cantinas de mala muerte libreriacuteas de viejo y casas de empentildeo pero la dignidad de Florina de Dios me cerroacute el paso no me atreviacute Entonces decidiacute venderlas con la frente en alto a la joyeriacutea maacutes antigua y acreditada

El dependiente me hizo algunas preguntas mientras examinaba las joyas con su monoacuteculo Teniacutea la conducta el estilo y el pavor de un meacutedico Le expliqueacute que eran joyas heredadas de mi madre El aprobaba con un gruntildeido cada una de mis explicaciones y por fin se quitoacute el monoacuteculo

-Lo siento -dijo- pero son culos de botellas

Ante mi sorpresa me explicoacute con una suave conmiseracioacuten Menos mal que el oro es oro y el platino es platino Me toqueacute el bolsillo para asegurarme de que llevaba las facturas de compra y dije sin resabios

-Pues fueron compradas en esta noble casa hace maacutes de cien antildeos

El no se inmutoacute Suele suceder dijo que en las joyas hereditarias vayan desapareciendo las piedras maacutes valiosas con el paso del tiempo sustituidas por diacutescolos de la familia o por joyeros bandidos y soacutelo cuando alguien trata de

Memorias de mis putas tristes 43 ______________________________________________________________________________________venderlas se descubre el fraude Pero permiacutetame un segundo dijo y se llevoacute las joyas por la puerta del fondo Al cabo de un momento regresoacute y sin explicacioacuten alguna me indicoacute que me sentara en la silla de espera y siguioacute trabajando

Examineacute la tienda Habiacutea ido con mi madre varias veces y recordaba una frase recurrente No se lo digas a tu papaacute De pronto se me ocurrioacute una idea que me crispoacute iquestno seriacutea que Rosa Cabarcas y Delgadina de comuacuten acuerdo habiacutean vendido las piedras legiacutetimas y me devolvieron las joyas con las piedras falsas

Estaba ardiendo en dudas cuando una secretaria me invitoacute a seguirla por la misma puerta del fondo hasta una oficina pequentildea con una larga estanteriacutea de gruesos voluacutemenes Un beduino colosal se levantoacute en el escritorio del fondo y me estrechoacute la mano tuteaacutendome con una efusioacuten de viejo amigo Hicimos juntos el bachillerato me dijo a modo de saludo Me fue faacutecil recordarlo era el mejor futbolista de la escuela y campeoacuten de nuestros primeros burdeles Habiacutea dejado de verlo en alguacuten momento incierto y debioacute verme tan decreacutepito que me confundioacute con un condisciacutepulo de su infancia

Sobre el cristal del escritorio teniacutea abierto uno de los mamotretos del archivo donde estaba la memoria de las joyas de mi madre Una relacioacuten exacta con fechas y detalles de que ella en persona habiacutea hecho cambiar las piedras de dos generaciones de hermosas y dignas Cargamantos y habiacutea vendido las legiacutetimas a la misma tienda Esto habiacutea ocurrido cuando el padre del propietario actual estaba al frente de la joyeriacutea y eacutel y yo en la escuela Pero eacutel mismo me tranquilizoacute aquellas triquintildeuelas eran de uso corriente entre las grandes familias en desgracia para resolver urgencias de plata sin sacrificar el honor Ante la realidad cruda preferiacute conservarlas como recuerdo de otra Florina de Dios que nunca conociacute

A principios de julio sentiacute la distancia real de la muerte Mi corazoacuten perdioacute el paso y empeceacute a ver y sentir por todos lados los presagios inequiacutevocos del final El maacutes niacutetido fue en el concierto de Bellas Artes El aire acondicionado habiacutea fallado y la flor y nata de las artes y las letras se cocinaban al bantildeomariacutea en el saloacuten abarrotado pero la magia de la muacutesica era un clima celestial Al final con el Allegretto poco mosso me estremecioacute la revelacioacuten deslumbrante de que estaba escuchando el uacuteltimo concierto que me deparaba el destino antes de morir No sentiacute dolor ni miedo sino la emocioacuten arrasadora de haber alcanzado a vivirlo

Cuando por fin logreacute abrirme camino empapado de sudor a traveacutes de los abrazos y las fotos me encontreacute de manos a boca con Ximena Ortiz como una diosa de cien antildeos en la silla de ruedas Su sola presencia se me imponiacutea como un pecado mortal Teniacutea una tuacutenica de seda color marfil tan tersa como su piel un hilo de perlas legiacutetimas de tres vueltas el cabello color de naacutecar cortado a la moda de los veintes con una punta de ala de gaviota en la mejilla y los grandes ojos amarillos iluminados por la sombra natural de las ojeras Todo en ella contradeciacutea el rumor de que su mente estaba quedaacutendose en blanco por la erosioacuten irredimible de la memoria Petrificado y sin recursos frente a ella me sobrepuse al vaho de fuego que me subioacute a la cara y la saludeacute en silencio con una venia versallesca Ella sonrioacute como una reina y me agarroacute la mano Entonces me di cuenta de que tambieacuten aquello era una coartada del destino y no la perdiacute para sacarme una espina que me estorbaba desde siempre He sontildeado durante antildeos con este momento le dije Ella no parecioacute

Memorias de mis putas tristes 44 ______________________________________________________________________________________entender iexclNo me digas dijo iquestY tuacute quieacuten eres No supe nunca si en verdad lo habiacutea olvidado o si fue la venganza final de su vida

La certidumbre de ser mortal en cambio me habiacutea sorprendido poco antes de los cincuenta antildeos en una ocasioacuten como aqueacutella una noche de carnaval en que bailaba un tango apache con una mujer fenomenal a la que nunca le vi la cara maacutes corpulenta que yo como por cuarenta libras y maacutes alta como de dos palmos que sin embargo se dejaba llevar como una pluma al viento Bailaacutebamos tan apretados que sentiacutea circular su sangre por las venas y me hallaba como adormecido de gusto con su resuello trabajoso su grajo de amoniacuteaco sus tetas de astroacutenoma cuando me sacudioacute por la primera vez y casi me derriboacute por tierra el freacutemito de la muerte Fue como un oraacuteculo brutal en el oiacutedo Hagas lo que hagas en este antildeo o dentro de ciento estaraacutes muerto hasta jamaacutes Ella se separoacute asustada iquestQueacute le pasa Nada le dije tratando de sujetarme el corazoacuten

-Tiemblo por usted

Desde entonces empeceacute a medir la vida no por antildeos sino por deacutecadas La de los cincuenta habiacutea sido decisiva porque tomeacute conciencia de que casi todo el mundo era menor que yo La de los sesenta fue la maacutes intensa por la sospecha de que ya no me quedaba tiempo para equivocarme La de los setenta fue temible por una cierta posibilidad de que fuera la uacuteltima No obstante cuando desperteacute vivo la primera mantildeana de mis noventa antildeos en la cama feliz de Delgadina se me atravesoacute la idea complaciente de que la vida no fuera algo que transcurre como el riacuteo revuelto de Heraacuteclito sino una ocasioacuten uacutenica de voltearse en la parrilla y seguir asaacutendose del otro costado por noventa antildeos maacutes

Me volviacute de laacutegrima faacutecil Cualquier sentimiento que tuviera algo que ver con la ternura me causaba un nudo en la garganta que no siempre lograba dominar y penseacute en renunciar al placer solitario de velar el suentildeo de Delgadina no tanto por la incertidumbre de mi muerte como por el dolor de imaginarla sin miacute en el resto de su vida Uno de aquellos diacuteas inciertos fui a dar por distraccioacuten a la muy noble calle de los Notarios y me sorprendioacute no encontrar nada maacutes que los escombros del viejo hotel de lance donde fui iniciado por la fuerza en las artes del amor poco antes de mis doce antildeos Habiacutea sido una mansioacuten de antiguos navieros espleacutendida como pocas en la ciudad con columnas enchapadas de alabastro y frisos de oropeles alrededor de un patio interior con una cuacutepula de cristales de siete colores que irradiaba un resplandor de invernadero En la planta baja con un portal goacutetico sobre la calle estuvieron por maacutes de un siglo las notariacuteas coloniales en las que trabajoacute prosperoacute y se arruinoacute mi padre en toda una vida de suentildeos fantaacutesticos Las familias histoacutericas abandonaron poco a poco los pisos superiores que terminaron ocupados por una legioacuten de nocheras en desgracia que subiacutean y bajaban hasta el amanecer con los clientes atrapados por un peso y medio en las cantinas del cercano puerto fluvial

A mis doce antildeos todaviacutea con mis pantalones cortos y mis botitas de la escuela primaria no pude resistir la tentacioacuten de conocer los pisos superiores mientras mi padre se debatiacutea en una de sus reuniones interminables y me encontreacute con un espectaacuteculo celestial Las mujeres que malvendiacutean sus cuerpos hasta el amanecer se moviacutean por la casa desde las once de la mantildeana cuando ya la caniacutecula del vitral era insoportable y teniacutean que hacer su vida domeacutestica caminando en pelotas por

JUAN CARLOS 161104
caniacutecula (Del lat canicŭla) f Periacuteodo del antildeo en que es maacutes fuerte el calor || 2 Astr Tiempo del nacimiento heliacuteaco de Sirio que antiguamente coincidiacutea con la eacutepoca maacutes calurosa del antildeo pero que hoy no se verifica hasta fines de agosto13
JUAN CARLOS 161104
freacutemito (Del lat fremĭtus) m bramido

Memorias de mis putas tristes 45 ______________________________________________________________________________________toda la casa mientras comentaban a gritos sus aventuras de la noche Me quedeacute aterrorizado Lo uacutenico que se me ocurrioacute fue escapar por donde habiacutea llegado cuando una de las desnudas de carnes macizas olorosas a jaboacuten de monte me abrazoacute por la espalda y me llevoacute en vilo hasta su cubiacuteculo de cartoacuten sin que yo pudiera verla en medio de la griteriacutea y los aplausos de las inquilinas en cueros Me tiroacute bocarriba en su cama para cuatro me quitoacute los pantalones con una maniobra maestra y se acaballoacute sobre miacute pero el terror helado que me empapaba el cuerpo me impidioacute recibirla como un hombre Aquella noche desvelado en la cama de mi casa por la verguumlenza del asalto no pude dormir maacutes de una hora con las ansias de volver a verla Pero la mantildeana siguiente mientras los trasnochados dormiacutean subiacute temblando hasta su cubiacuteculo y la desperteacute llorando a gritos con un amor enloquecido que duroacute hasta que se lo llevoacute sin misericordia el ventarroacuten de la vida real Se llamaba Castorina y era la reina de la casa

Los cubiacuteculos del hotel costaban un peso para los amores de paso pero muy pocos sabiacuteamos que costaban lo mismo hasta por veinticuatro horas Ademaacutes Castorina me introdujo en su mundo de mala muerte donde invitaban a los clientes pobres a sus desayunos de gala le prestaban el jaboacuten les atendiacutean los dolores de muela y en casos de urgencia mayor les daban un amor de caridad

Pero en las tardes de la uacuteltima vejez se acordaba de la inmortal Castorina muerta quien sabiacutea cuando que habiacutea sucedido desde las esquinas miserables del muelle fluvial hasta el trono sagrado de mamasanta mayor con un parche de pirata en el ojo perdido en el pleito de cantina Su uacuteltimo machucante de planta un negro feliz de Camaguumley a quien llamaba Jonaacutes el Galeote habiacutea sido un trompetista de los grandes en La Habana hasta que perdioacute la sonrisa completa en una cataacutestrofe de trenes

Al salir de aquella visita amarga sentiacute una punzada en el corazoacuten que no habiacutea logrado aliviar en tres diacuteas con toda clase de poacutecimas caseras El meacutedico al que acudiacute de urgencia miembro de una estirpe de insignes era nieto del que me vio a mis cuarenta y dos antildeos y me asustoacute que pareciera el mismo pues estaba tan envejecido como su abuelo a los setenta por una calvicie prematura unos lentes de miope sin regreso y una tristeza inconsolable Me hizo un examen minucioso de cuerpo entero con una concentracioacuten de orfebre Me auscultoacute el pecho y la espalda y me revisoacute la presioacuten arterial los reflejos de la rodilla el fondo del ojo el color del paacuterpado inferior En las pausas mientras yo cambiaba de posicioacuten en la mesa de reconocimiento me haciacutea preguntas tan vagas y raacutepidas que apenas si me daban tiempo de pensar las respuestas Al cabo de una hora me miroacute con una sonrisa feliz Bueno dijo creo que no tengo nada que hacer por usted iquestQueacute quiere decir Que su estado es el mejor posible a su edad Queacute curioso le dije lo mismo me dijo su abuelo cuando yo teniacutea cuarenta y dos antildeos como si el tiempo no pasara Siempre encontraraacute uno que se lo diga dijo porque siempre tendraacute una edad Yo provocaacutendolo para una sentencia aterradora le dije La uacutenica definitiva es la muerte Siacute dijo eacutel pero no es faacutecil llegar a ella en tan buen estado como usted Siento de veras no poder complacerlo

Eran recuerdos nobles pero la viacutespera del 29 de agosto sentiacute el peso inmenso del siglo que me esperaba impasible cuando subiacute con pasos de hierro las escaleras de mi casa Entonces volviacute a ver una vez maacutes a Florina de Dios mi madre en mi cama que habiacutea sido la suya hasta su muerte y me hizo la misma bendicioacuten de la uacuteltima

Memorias de mis putas tristes 46 ______________________________________________________________________________________vez que la vi dos horas antes de morir Trastornado por la conmocioacuten lo entendiacute como el anuncio final y llameacute a Rosa Cabarcas para que me llevara a mi nintildea aquella misma noche en previsioacuten de que no se cumpliera mi ilusioacuten de sobrevivir hasta el uacuteltimo aliento de mis noventa antildeos Volviacute a llamarla a las ocho y una vez maacutes repitioacute que no era posible Tiene que serlo a cualquier precio le griteacute aterrorizado Colgoacute sin despedirse pero quince minutos despueacutes volvioacute a llamar

-Bueno aquiacute la tienes

Llegueacute a las diez y veinte de la noche y le di a Rosa Cabarcas las uacuteltimas cartas de mi vida con mis disposiciones sobre la nintildea despueacutes de mi final terrible Ella pensoacute que me habiacutea impresionado con el acuchillado y me dijo con aires de burla Si te vas a morir que no sea aquiacute imagiacutenate Pero yo le dije Di que me atropello el tren de Puerto Colombia ese pobre cacharro de laacutestima incapaz de matar a nadie

Preparado para todo aquella noche me acosteacute bocarriba a la espera del dolor final en el primer instante de mis noventa y un antildeos Oiacute campanas distantes sentiacute la fragancia del alma de Delgadina dormida de costado oiacute un grito en el horizonte sollozos de alguien que quizaacutes habiacutea muerto un siglo antes en la alcoba Entonces apagueacute la luz con el uacuteltimo aliento entrelaceacute mis dedos con los suyos para llevaacutermela de la mano y conteacute las doce campanadas de las doce con mis doce laacutegrimas finales hasta que empezaron a cantar los gallos y enseguida las campanas de gloria los cohetes de fiesta que celebraban el juacutebilo de haber sobrevivido sano y salvo a mis noventa antildeos

Mis primeras palabras fueron para Rosa Cabarcas Te compro la casa toda con la tienda y el huerto Ella me dijo Hagamos una apuesta de viejos el que se muera primero se queda con todo lo del otro firmado ante notario No porque si yo me muero todo deberiacutea ser para ella Es igual dijo Rosa Cabarcas yo me hago cargo de la nintildea y despueacutes le dejo todo lo tuyo y lo miacuteo no tengo a nadie maacutes en este mundo Mientras tanto remodelamos tu cuarto con buenos servicios aire acondicionado y tus libros y tu muacutesica

-iquestCrees que ella estaraacute de acuerdo

-Ay mi sabio triste estaacute bien que esteacutes viejo pero no pendejo -dijo Rosa Cabarcas muerta de risa- Esa pobre criatura estaacute lela de amor por ti

Saliacute a la calle radiante y por primera vez me reconociacute a miacute mismo en el horizonte remoto de mi primer siglo Mi casa callada y en orden a las seis y cuarto empezaba a gozar los colores de una aurora feliz Damiana cantaba a toda voz en la cocina y el gato redivivo enroscoacute la cola en mis tobillos y siguioacute caminando conmigo hasta mi mesa de escribir Estaba ordenando mis papeles marchitos el tintero la pluma de ganso cuando el sol estalloacute entre los almendros del parque y el buque fluvial del correo retrasado una semana por la sequiacutea entroacute bramando en el canal del puerto Era por fin la vida real con mi corazoacuten a salvo y condenado a morir de buen amor en la agoniacutea feliz de cualquier diacutea despueacutes de mis cien antildeos

Mayo de 2004

Page 34: · Web viewVivo en una casa colonial en la acera de sol del parque de San Nicolás, donde he pasado todos los días de mi vida sin mujer ni fortuna, donde vivieron y murieron mis padres,

Memorias de mis putas tristes 34 ______________________________________________________________________________________incomprensibles No teniacutea enemigos El comunicado del gobierno sentildealaba como presuntos asesinos a refugiados del interior del paiacutes que estaban desatando una oleada de delincuencia comuacuten extrantildea al espiacuteritu ciacutevico de la poblacioacuten En las primeras horas hubo maacutes de cincuenta detenidos

Acudiacute escandalizado con el redactor judicial un periodista tiacutepico de los antildeos veinte con visera de celuloide verde y ligas en las mangas que presumiacutea de anticiparse a los hechos Sin embargo soacutelo conociacutea unas hilachas sueltas del crimen y yo se las completeacute hasta donde me fue prudente Asiacute escribimos cinco cuartillas a cuatro manos para una noticia de ocho columnas en primera paacutegina atribuida al fantasma eterno de las fuentes que nos merecen entero creacutedito Pero al Abominable Hombre de las Nueve -el censor- no le tembloacute el pulso para imponer la versioacuten oficial de que habiacutea sido un asalto de bandoleros liberales Yo me laveacute la conciencia con un centildeo de pesadumbre en el entierro maacutes ciacutenico y concurrido del siglo

Cuando regreseacute a casa aquella noche llameacute a Rosa Cabarcas para averiguar queacute habiacutea pasado con Delgadina pero no contestoacute el teleacutefono en cuatro diacuteas Al quinto fui a su casa con los dientes apretados Las puertas estaban selladas pero no por la policiacutea sino por la Sanidad Nadie en el vecindario daba noticias de nada Sin ninguacuten indicio de Delgadina me di a una buacutesqueda encarnizada y a veces ridiacutecula que me dejoacute acezante Paseacute diacuteas enteros observando a las joacutevenes ciclistas desde los escantildeos de un parque polvoriento donde los nintildeos jugaban a encaramarse en la estatua descascarada de Simoacuten Boliacutevar Pasaban pedaleando como venadas bellas disponibles listas para ser atrapadas a la gallina ciega Cuando se me acaboacute la esperanza me refugieacute en la paz de los boleros Fue como un bebedizo emponzontildeado cada palabra era ella Siempre habiacutea necesitado el silencio para escribir porque mi mente atendiacutea maacutes a la muacutesica que a la escritura Entonces fue al reveacutes soacutelo pude escribir a la sombra de los boleros Mi vida se llenoacute de ella Las notas que escribiacute aquellas dos semanas fueron modelos en clave para cartas de amor El jefe de redaccioacuten contrariado con la avalancha de respuestas me pidioacute que moderara el amor mientras pensaacutebamos coacutemo consolar a tantos lectores enamorados

La falta de sosiego acaboacute con el rigor de mis diacuteas Despertaba a las cinco pero me quedaba en la penumbra del cuarto imaginando a Delgadina en su vida irreal de levantar a sus hermanos vestirlos para la escuela darles el desayuno si lo habiacutea y atravesar la ciudad en bicicleta para cumplir la condena de coser botones Me pregunteacute asombrado iquestQueacute piensa una mujer mientras pega un botoacuten iquestPensaba en miacute iquestTambieacuten ella buscaba a Rosa Cabarcas para dar conmigo Paseacute hasta una semana sin quitarme el mameluco de mecaacutenico ni de diacutea ni de noche sin bantildearme sin afeitarme sin cepillarme los dientes porque el amor me ensentildeoacute demasiado tarde que uno se arregla para alguien se viste y se perfuma para alguien y yo nunca habiacutea tenido para quieacuten Damiana creyoacute que estaba enfermo cuando me encontroacute desnudo en la hamaca a las diez de la mantildeana La vi con los ojos turbios de la codicia y la inviteacute a revolearnos desnudos Ella con un desprecio me dijo

-iquestYa pensoacute lo que va a hacer si le digo que siacute

Asiacute supe hasta queacute punto me habiacutea corrompido el sufrimiento No me reconociacutea a miacute mismo en mi dolor de adolescente No volviacute a salir de la casa por no descuidar el teleacutefono Escribiacutea sin descolgarlo y al primer timbrazo le saltaba encima pensando

Memorias de mis putas tristes 35 ______________________________________________________________________________________que pudiera ser Rosa Cabarcas Interrumpiacutea a cada rato lo que estuviera haciendo para llamarla e insistiacute diacuteas enteros hasta comprender que era un teleacutefono sin corazoacuten

Al volver a casa una tarde de lluvia encontreacute el gato enroscado en la escalinata del portoacuten Estaba sucio y maltrecho y con una mansedumbre de laacutestima El manual me hizo ver que estaba enfermo y seguiacute sus normas para alentarlo De golpe mientras descabezaba un suentildeecito de siesta me despabiloacute la idea de que pudiera conducirme a la casa de Delgadina Lo lleveacute en una bolsa de mercado hasta la tienda de Rosa Cabarcas que seguiacutea sellada y sin indicios de vida pero se revolvioacute en el talego con tanto iacutempetu que logroacute escapar saltoacute la tapia del huerto y desaparecioacute entre los aacuterboles Toqueacute al portoacuten con el puntildeo y una voz militar preguntoacute sin abrir iquestQuieacuten vive Gente de paz dije yo para no ser menos Ando en pos de la duentildea No hay duentildea dijo la voz Por lo menos aacutebrame para coger el gato insistiacute No hay gato dijo Pregunteacute iquestQuieacuten es usted

-Nadie -dijo la voz

Siempre habiacutea entendido que morirse de amor no era maacutes que una licencia poeacutetica Aquella tarde de regreso a casa otra vez sin el gato y sin ella comprobeacute que no soacutelo era posible morirse sino que yo mismo viejo y sin nadie estaba murieacutendome de amor Pero tambieacuten me di cuenta de que era vaacutelida la verdad contraria no habriacutea cambiado por nada del mundo las delicias de mi pesadumbre Habiacutea perdido maacutes de quince antildeos tratando de traducir los cantos de Leopardi y soacutelo aquella tarde los sentiacute a fondo Ay de miacute si es amor cuaacutento atormenta

Mi entrada al perioacutedico en mameluco y mal afeitado despertoacute ciertas dudas sobre mi estado mental La casa remodelada con cabinas individuales de vidrio y luces cenitales pareciacutea una cliacutenica de maternidad El clima artificial callado y confortable invitaba a hablar en susurros y caminar en puntillas En el vestiacutebulo como virreyes muertos estaban los retratos al oacuteleo de los tres directores vitalicios y las fotografiacuteas de visitantes ilustres La enorme sala principal estaba presidida por la fotografiacutea gigantesca de la redaccioacuten actual tomada la tarde de mi cumpleantildeos No pude evitar la comparacioacuten mental con la otra de mis treinta antildeos y una vez maacutes comprobeacute con horror que se envejece maacutes y peor en los retratos que en la realidad La secretaria que me habiacutea besado la tarde del cumpleantildeos me preguntoacute si estaba enfermo Fui feliz de contestarle la verdad para que no la creyera Enfermo de amor Ella dijo iexclLaacutestima que no sea por miacute Yo le correspondiacute el cumplido No esteacute tan segura

El redactor judicial salioacute de su cabina gritando que habiacutea dos cadaacuteveres de muchachas sin identificar en el anfiteatro municipal Le pregunteacute asustado iquestDe queacute edad Joacutevenes dijo eacutel Pueden ser refugiadas del interior perseguidas hasta aquiacute por matones del reacutegimen Respireacute aliviado La situacioacuten nos invade en silencio como una mancha de sangre dije El redactor judicial ya lejos gritoacute

-De sangre no maestro de mierda

Algo peor me ocurrioacute diacuteas despueacutes cuando una muchacha instantaacutenea con una canasta igual a la del gato pasoacute como un escalofriacuteo frente a la libreriacutea Mundo La perseguiacute a codazos por entre la muchedumbre en el fragor de las doce del diacutea Era muy bella de trancos largos y con una fluidez para abrirse camino entre el gentiacuteo

Memorias de mis putas tristes 36 ______________________________________________________________________________________que me costoacute trabajo alcanzarla Por fin la rebaseacute y la mireacute de frente Ella me apartoacute con la mano sin detenerse ni pedir perdoacuten No era la que creiacutea pero su altivez me dolioacute como si lo fuera Comprendiacute entonces que no seriacutea capaz de reconocer a Delgadina despierta y vestida ni ella podiacutea saber quieacuten era yo si nunca me habiacutea visto En un acto de locura tejiacute durante tres diacuteas doce pares de zapatitos azules y rosados para recieacuten nacidos tratando de darme valor para no escuchar ni cantar ni recordar las canciones que me recordaban a ella

La verdad era que no podiacutea con mi alma y empezaba a tomar conciencia de la vejez por mis flaquezas frente al amor Una prueba todaviacutea maacutes dramaacutetica la tuve cuando un autobuacutes de servicio puacuteblico arrolloacute una ciclista en el puro centro comercial Acababan de llevaacutersela en una ambulancia y la magnitud de la tragedia se apreciaba por el estado de chatarra en que quedoacute la bicicleta sobre un charco de sangre viva Pero mi impresioacuten no fue tanta por los destrozos de la bicicleta como por la marca el modelo y el color No podiacutea ser otra que la que yo mismo le habiacutea regalado a Delgadina

Los testigos coincidieron en que la ciclista herida era muy joven alta y delgada y con el cabello corto y rizado Aturdido tomeacute el primer taxi que pasoacute y me hice llevar al hospital de Caridad un viejo edificio de muros ocres que pareciacutea una caacutercel encallada en un arenal Necesiteacute media hora para entrar y otra maacutes para salir de un patio fragante de aacuterboles frutales donde una mujer atribulada se me atravesoacute en el camino me miroacute a los ojos y exclamoacute

-Yo soy la que no buscas

Soacutelo entonces recordeacute que era alliacute donde viviacutean en libertad los internos mansos del manicomio municipal Tuve que identificarme como periodista ante la direccioacuten del hospital para que un enfermero me condujera al pabelloacuten de urgencias En elcuaderno de ingresos estaban los datos Rosalba Riacuteos dieciseacuteis antildeos sin oficio conocido Diagnoacutestico conmocioacuten cerebral Pronoacutestico reservado Pregunteacute al jefe del pabelloacuten si podiacutea verla con la esperanza iacutentima de que me dijeran que no pero me llevaron encantados por si queriacutea escribir sobre el estado de abandono del hospital

Atravesamos una sala abigarrada con un fuerte olor de aacutecido feacutenico y los enfermos apelotonados en las camas Al fondo en un cuarto solo tendida en una camilla metaacutelica estaba la que buscaacutebamos Teniacutea el craacuteneo cubierto de vendas la cara indescifrable gonfia y amoratada pero me bastoacute con verle los pies para saber que no era Soacutelo entonces se me ocurrioacute preguntarme iquestQueacute habriacutea hecho yo si hubiera sido ella

Todaviacutea enredado en las telarantildeas de la noche tuve el valor de ir el diacutea siguiente a la faacutebrica de camisas donde Rosa Cabarcas habiacutea dicho alguna vez que trabajaba la nintildea y le pediacute al propietario que nos mostrara sus instalaciones como modelo para un proyecto continental de las Naciones Unidas Era un libaneacutes paquideacutermico y taciturno que nos abrioacute las puertas de su reino con la ilusioacuten de ser un ejemplo universal

Trescientas joacutevenes de blusas blancas con la ceniza del mieacutercoles en la frente cosiacutean botones en la vasta nave iluminada Cuando nos vieron entrar se irguieron

Memorias de mis putas tristes 37 ______________________________________________________________________________________como colegialas y nos observaron de reojo mientras el gerente explicaba sus aportes al arte inmemorial de pegar botones Yo escrutaba las caras de cada una con el pavor de descubrir a Delgadina vestida y despierta Pero fue una de ellas la que me descubrioacute a miacute con la mirada temible de la admiracioacuten sin clemencia

-Diacutegame sentildeor iquestno es usted el que escribe las cartas de amor en el perioacutedico

Nunca me hubiera imaginado que una nintildea dormida pudiera causar en uno semejantes estragos Escapeacute de la faacutebrica sin despedirme ni pensar siquiera si alguna de aquellas viacutergenes de purgatorio era por fin la que buscaba Cuando saliacute de ahiacute el uacutenico sentimiento que me quedaba en la vida eran las ganas de llorar

Rosa Cabarcas llamoacute al cabo de un mes con una explicacioacuten increiacuteble se habiacutea tomado un merecido descanso en Cartagena de Indias despueacutes del asesinato del banquero No le creiacute desde luego pero la feliciteacute por su suerte y la dejeacute explayarse en su mentira antes de hacerle la pregunta que me borboritaba en el corazoacuten

-iquestY ella

Rosa Cabarcas hizo un silencio largo Ahiacute estaacute dijo al fin pero su voz se hizo evasiva Hay que esperar un tiempo iquestCuaacutento Ni idea ya te avisareacute Sentiacute que se me iba y la pareacute en seco Espeacuterate dame alguna luz No hay luz dijo ella y concluyoacute Ten cuidado puedes perjudicarte tuacute y sobre todo perjudicarla a ella Yo no estaba para esa clase de remilgos Le supliqueacute aunque fuera una oportunidad de acercarme a la verdad Al fin y al cabo le dije somos coacutemplices Ella no dio un paso maacutes Caacutelmate me dijo la nintildea estaacute bien y esperando que la llame pero ahora mismo no hay nada que hacer ni voy a decir nada maacutes Adioacutes

Me quedeacute con el teleacutefono en la mano sin saber por doacutende seguir pues tambieacuten la conociacutea bastante para pensar que no conseguiriacutea nada de ella si no era por las buenas Despueacutes del mediodiacutea me di una vuelta furtiva por su casa maacutes confiado en la casualidad que en la razoacuten y la encontreacute todaviacutea cerrada y con los sellos de la Sanidad Penseacute que Rosa Cabarcas me habiacutea telefoneado de otra parte tal vez de otra ciudad y la sola idea me llenoacute de presagios turbios No obstante a las seis de la tarde cuando menos lo esperaba me soltoacute por teleacutefono mi propio santo y sentildea

-Bueno ahora siacute

A las diez de la noche tembloroso y con los labios mordidos para no llorar fui cargado de cajas de chocolates suizos turrones y caramelos y una canasta de rosas ardientes para cubrir la cama La puerta estaba entreabierta las luces encendidas y en el radio se diluiacutea a medio volumen la sonata nuacutemero uno para violiacuten y piano de Brahms Delgadina en la cama estaba tan radiante y distinta que me costoacute trabajo reconocerla

Habiacutea crecido pero no se le notaba en la estatura sino en una madurez intensa que la haciacutea parecer con dos o tres antildeos maacutes y maacutes desnuda que nunca Sus poacutemulos altos la piel tostada por soles de mar bravo los labios finos y el cabello corto y rizado le infundiacutean a su rostro el resplandor androacutegino del Apolo de Praxiacuteteles Pero no habiacutea equiacutevoco posible porque sus senos habiacutean crecido hasta el punto de que no me cabiacutean en la mano sus caderas habiacutean acabado de formarse y sus huesos se

Memorias de mis putas tristes 38 ______________________________________________________________________________________habiacutean vuelto maacutes firmes y armoacutenicos Me encantaron aquellos aciertos de la naturaleza pero me aturdieron los artificios las pestantildeas postizas las untildeas de las manos y los pies esmaltadas de naacutecar y un perfume de a dos cuartillos que no teniacutea nada que ver con el amor Sin embargo lo que me sacoacute de quicio fue la fortuna que llevaba encima pendientes de oro con gajos de esmeraldas un collar de perlas naturales una pulsera de oro con resplandores de diamantes y anillos con piedras legiacutetimas en todos los dedos En la silla estaba su traje de nochera con lentejuelas y bordados y las zapatillas de raso Un vapor raro me subioacute de las entrantildeas

-iexclPuta -griteacute

Pues el diablo me soploacute en el oiacutedo un pensamiento siniestro Y fue asiacute la noche del crimen Rosa Cabarcas no debioacute tener tiempo ni serenidad para prevenir a la nintildea y la policiacutea la encontroacute en el cuarto sola menor de edad y sin coartada Nadie igual a Rosa Cabarcas para una situacioacuten como aqueacutella le vendioacute la virginidad de la nintildea a alguno de sus grandes cacaos a cambio de que a ella la sacaran limpia del crimen Lo primero claro fue desaparecer mientras se aplacaba el escaacutendalo iexclQueacute maravilla Una luna de miel para tres ellos dos en la cama y Rosa Cabarcas en una terraza de lujo disfrutando de su impunidad feliz Ciego de una furia insensata fui reventando contra las paredes cada cosa del cuarto las laacutemparas el radio el ventilador los espejos las jarras los vasos Lo hice sin prisa pero sin pausas con un grande estropicio y una embriaguez metoacutedica que me salvoacute la vida La nintildea dio un salto al primer estallido pero no me miroacute sino que se enroscoacute de espaldas a miacute y asiacute permanecioacute con espasmos entrecortados hasta que cesoacute el estropicio Las gallinas en el patio y los perros de la madrugada aumentaron el escaacutendalo Con la cegadora lucidez de la coacutelera tuve la inspiracioacuten final de prenderle fuego a la casa cuando aparecioacute en la puerta la figura impasible de Rosa Cabarcas en camisa de dormir No dijo nada Hizo con la vista el inventario del desastre y comproboacute que la nintildea estaba enroscada sobre siacute misma como un caracol y con la cabeza escondida entre los brazos aterrada pero intacta

-iexclDios miacuteo -exclamoacute Rosa Cabarcas- iexclQueacute no hubiera dado yo por un amor como eacuteste

Me midioacute de cuerpo entero con una mirada de misericordia y me ordenoacute Vamos La seguiacute hasta la casa me sirvioacute un vaso de agua en silencio me hizo una sentildea de que me sentara frente a ella y me puso en confesioacuten Bueno me dijo ahora poacutertate como un adulto y cueacutentame iquestqueacute te pasa

Le conteacute con lo que teniacutea como mi verdad revelada Rosa Cabarcas me escuchoacute en silencio sin asombro y por fin parecioacute iluminada Queacute maravilla dijo Siempre he dicho que los celos saben maacutes que la verdad Y entonces me contoacute la realidad sin reservas En efecto dijo en su ofuscacioacuten de la noche del crimen se habiacutea olvidado de la nintildea dormida en el cuarto Uno de sus clientes abogado del muerto ademaacutes repartioacute prebendas y sobornos a cuatro manos e invitoacute a Rosa Cabarcas a un hotel de reposo de Cartagena de Indias mientras se disipaba el escaacutendalo Creacuteeme dijo Rosa Cabarcas que en todo este tiempo no dejeacute de pensar ni un momento en ti y en la nintildea Volviacute antier y lo primero que hice fue llamarte por teleacutefono pero nadie contestoacute En cambio la nintildea vino enseguida y en tan mal estado que te la bantildeeacute te la vestiacute y te la mandeacute al saloacuten de belleza con la orden de que la arreglaran como una reina Ya viste coacutemo perfecta iquestLa ropa de lujo Son los trajes que les alquilo a mis

Memorias de mis putas tristes 39 ______________________________________________________________________________________pupilas maacutes pobres cuando tienen que ir a bailar con sus clientes iquestLas joyas Son las miacuteas dijo Basta con tocarlas para darse cuenta de que son diamantes de vidrio y estoperoles de hojalata De modo que no jodas concluyoacute Anda despieacutertala piacutedele perdoacuten y hazte cargo de ella de una vez Nadie merece ser maacutes feliz que ustedes

Hice un esfuerzo sobrenatural para creerle pero pudo maacutes el amor que la razoacuten iexclPutas le dije atormentado por el fuego vivo que me abrasaba las entrantildeas iexclEso es lo que son ustedes griteacute iexclPutas de mierda No quiero saber nada maacutes de tiacute ni de ninguna otra guaricha en el mundo y menos de ella Le hice desde la puerta una sentildeal de adioacutes para siempre Rosa Cabarcas no lo dudoacute

-Vete con Dios -me dijo con un rictus de tristeza y volvioacute a su vida real- De todos modos te pasareacute la cuenta del desmadre que me hiciste en el cuarto

Memorias de mis putas tristes 40 ______________________________________________________________________________________

5

Leyendo Los idus de marzo encontreacute una frase siniestra que el autor atribuye a Julio Ceacutesar Es imposible no terminar siendo como los otros creen que uno es No pude comprobar su verdadero origen en la propia obra de Julio Ceacutesar ni en las obras de sus bioacutegrafos desde Suetonio hasta Carcopino pero valioacute la pena conocerla Su fatalismo aplicado al curso de mi vida en los meses siguientes fue lo que me dio la determinacioacuten que me haciacutea falta no soacutelo para escribir esta memoria sino para empezarla sin pudores con el amor de Delgadina

No teniacutea un instante de sosiego apenas si probaba bocado y perdiacute tanto peso que no se me teniacutean los pantalones en la cintura Los dolores erraacuteticos se me quedaron en los huesos cambiaba de aacutenimo sin razoacuten pasaba las noches en un estado de deslumbramiento que no me permitiacutea leer ni escuchar muacutesica y en cambio se me iba el diacutea cabeceando por una somnolencia sonsa que no serviacutea para dormir

El alivio me cayoacute del cielo En la atestada goacutendola de Loma Fresca una vecina de asiento que no habiacutea visto subir me susurroacute al oiacutedo iquestTodaviacutea tiras Era Casilda Armenia un viejo amor de a tres por cinco que me habiacutea soportado como cliente asiduo desde que era una adolescente altiva Una vez retirada medio enferma y sin un clavo se habiacutea casado con un hortelano chino que le dio nombre y apoyo y quizaacutes un poco de amor A los setenta y tres antildeos teniacutea el peso de siempre seguiacutea bella y de caraacutecter fuerte y conservaba intacto el desparpajo del oficio

Me llevoacute a su casa una huerta de chinos en una colina de la carretera al mar Nos sentamos en las sillas de playa de la terraza umbriacutea entre helechos y frondas de astromelias y jaulas de paacutejaros colgadas en el alero En la falda de la colina se veiacutean los hortelanos chinos con sombreros de cono sembrando las hortalizas bajo el sol abrasante y el pieacutelago gris de las Bocas de Ceniza con los dos tajamares de rocas que canalizan el riacuteo varias leguas en el mar Mientras conversaacutebamos vimos entrar un trasatlaacutentico blanco por la desembocadura y lo seguimos callados hasta oiacuter su bramido de toro luacutegubre en el puerto fluvial Ella suspiroacute iquestTe das cuenta En maacutes de medio siglo es la primera vez que no te recibo la visita en la cama Ya somos otros dije Ella prosiguioacute sin oiacuterme Cada vez que dicen cosas de ti en el radio que te elogian por el carintildeo que te tiene la gente y te llaman maestro del amor imagiacutenate pienso que nadie te conocioacute tus gracias y tus mantildeas tan bien como yo En serio dijo nadie hubiera podido soportarte mejor

No resistiacute maacutes Ella lo sintioacute vio mis ojos huacutemedos de laacutegrimas y soacutelo entonces debioacute descubrir que ya no era el que fui y le sostuve la mirada con un valor del que

Memorias de mis putas tristes 41 ______________________________________________________________________________________nunca me creiacute capaz Es que me estoy volviendo viejo le dijeYa lo estamos suspiroacute ella Lo que pasa es que uno no lo siente por dentro pero desde fuera todo el mundo lo ve

Era imposible no abrirle el corazoacuten asiacute que le conteacute la historia completa que me ardiacutea en las entrantildeas desde mi primera llamada a Rosa Cabarcas la viacutespera de mis noventa antildeos hasta la noche traacutegica en que hice antildeicos el cuarto y no regreseacute maacutes Ella me oyoacute el desahogo como si estuviera vivieacutendolo lo rumioacute muy despacio y por fin sonrioacute

-Haz lo que quieras pero no pierdas a esa criatura -me dijo- No hay peor desgracia que morir solo

Fuimos a Puerto Colombia en el trenecito de juguete tan despacioso como un caballo Almorzamos frente al muelle de maderas carcomidas por donde habiacutea entrado el mundo entero al paiacutes antes que se dragaran las Bocas de Ceniza Nos sentamos bajo un cobertizo de palma donde las grandes matronas negras serviacutean pargos fritos con arroz de coco y tajadas de plaacutetano verde Dormitamos en el sopor denso de las dos y seguimos conversando hasta que se hundioacute en el mar el inmenso sol de candela La realidad me pareciacutea fantaacutestica Mira adonde ha venido a dar nuestra luna de miel se burloacute ella Pero prosiguioacute en serio Hoy miro para atraacutes veo la fila de miles de hombres que pasaron por mis camas y dariacutea el alma por haberme quedado aunque fuera con el peor Gracias a Dios encontreacute mi chino a tiempo Es como estar casada con el dedo mentildeique pero es soacutelo miacuteo

Me miroacute a los ojos midioacute mi reaccioacuten a lo que acababa de contarme y me dijo Asiacute que vete a buscar ahora mismo a esa pobre criatura aunque sea verdad lo que te dicen los celos sea como sea que lo bailado no te lo quita nadie Pero eso siacute sin romanticismos de abuelo Despieacutertala tiacuteratela hasta por las orejas con esa pinga de burro con que te premioacute el diablo por tu cobardiacutea y tu mezquindad En serio terminoacute con el alma no te vayas a morir sin probar la maravilla de tirar con amor

El pulso me temblaba al diacutea siguiente cuando marqueacute el nuacutemero del teleacutefono Tanto por la tensioacuten del reencuentro con Delgadina como por la incertidumbre de la forma en que Rosa Cabarcas me respondiera Habiacuteamos tenido una disputa seria por el abuso con que tasoacute los destrozos que hice en su cuarto Tuve que vender uno de los cuadros maacutes amados de mi madre cuyo valor se calculaba en una fortuna pero a la hora de la verdad no llegoacute a un deacutecimo de mis ilusiones

Aumenteacute la suma con el resto de mis ahorros y se la lleveacute a Rosa Cabarcas con una consigna inapelable Lo tomas o lo dejas Fue un acto suicida porque soacutelo con vender uno de mis secretos ella habriacutea aniquilado mi buen nombre Pero no respingoacute sino que se quedoacute con los cuadros que habiacutea tomado en prenda la noche del pleito Fui el perdedor absoluto en una sola jugada me quedeacute sin Delgadina sin Rosa Cabarcas y sin mis uacuteltimos ahorros Sin embargo oiacute el timbre del teleacutefono una vez dos veces tres y por fin ella iquestA ver No me salioacute la voz Colgueacute Me echeacute en la hamaca tratando de serenarme con la liacuterica asceacutetica de Satie y sudeacute tanto que el lienzo quedoacute empapado Hasta el diacutea siguiente no tuve el valor de llamar

-Bueno mujer -dije con voz firme- Hoy siacute

Memorias de mis putas tristes 42 ______________________________________________________________________________________Rosa Cabarcas coacutemo no estaba maacutes allaacute de todo Ay mi sabio triste suspiroacute con su aacutenimo invencible te pierdes dos meses y soacutelo vuelves para pedir ilusiones Me contoacute que no habiacutea visto a Delgadina desde haciacutea maacutes de un mes que pareciacutea tan repuesta del susto de mis estropicios que ni siquiera habloacute de ellos ni preguntoacute por miacute y estaba muy contenta en un nuevo empleo maacutes coacutemodo y mejor pagado que coser botones Una oleada de fuego vivo me quemoacute las entrantildeas Soacutelo puede ser de puta dije Rosa me replicoacute sin pestantildeear No seas bruto si asiacute fuera estariacutea aquiacute iquestO doacutende podriacutea estar mejor La rapidez de su loacutegica me agravoacute la duda iquestY coacutemo seacute que no estaacute ahiacute En ese caso replicoacute ella lo que maacutes te conviene es no saberlo iquestO no Una vez maacutes la odieacute Ella a prueba de erosiones prometioacute rastrear a la nintildea Sin muchas esperanzas porque el teleacutefono de la vecina donde la llamaba seguiacutea cortado y no teniacutea la menor idea de doacutende viviacutea Pero no era para echarse a morir queacute carajo dijo te llamo en una hora

Fue una hora de tres diacuteas pero encontroacute a la nintildea disponible y sana Volviacute avergonzado y la beseacute palmo a palmo como penitencia desde las doce de la noche hasta que cantaron los gallos Un perdoacuten largo que me prometiacute seguir repitiendo para siempre y fue como empezar otra vez por el principio El cuarto habiacutea sido desmantelado y el mal uso habiacutea acabado con todo lo que yo habiacutea puesto Ella lo habiacutea dejado asiacute y me dijo que cualquier mejora teniacutea que hacerla yo por lo que estaba debieacutendole Sin embargo mi situacioacuten econoacutemica tocaba fondo El dinero de las jubilaciones alcanzaba cada vez para menos Las pocas cosas vendibles que quedaban en la casa -salvo las joyas sagradas de mi madre- careciacutean de valor comercial y nada era bastante viejo para ser antiguo En tiempos mejores el gobernador me habiacutea hecho la oferta tentadora de comprarme en bloque los libros de los claacutesicos griegos latinos y espantildeoles para la Biblioteca Departamental pero no tuve corazoacuten para venderlos Despueacutes con los cambios poliacuteticos y el deterioro del mundo nadie del gobierno pensaba en las artes ni las letras Cansado de buscar una solucioacuten decente me echeacute al bolsillo las joyas que Delgadina me habiacutea devuelto y me fui a empentildearlas en un callejoacuten siniestro que conduciacutea al mercado puacuteblico Con aires de sabio distraiacutedo recorriacute varias veces aquel tugurio atiborrado de cantinas de mala muerte libreriacuteas de viejo y casas de empentildeo pero la dignidad de Florina de Dios me cerroacute el paso no me atreviacute Entonces decidiacute venderlas con la frente en alto a la joyeriacutea maacutes antigua y acreditada

El dependiente me hizo algunas preguntas mientras examinaba las joyas con su monoacuteculo Teniacutea la conducta el estilo y el pavor de un meacutedico Le expliqueacute que eran joyas heredadas de mi madre El aprobaba con un gruntildeido cada una de mis explicaciones y por fin se quitoacute el monoacuteculo

-Lo siento -dijo- pero son culos de botellas

Ante mi sorpresa me explicoacute con una suave conmiseracioacuten Menos mal que el oro es oro y el platino es platino Me toqueacute el bolsillo para asegurarme de que llevaba las facturas de compra y dije sin resabios

-Pues fueron compradas en esta noble casa hace maacutes de cien antildeos

El no se inmutoacute Suele suceder dijo que en las joyas hereditarias vayan desapareciendo las piedras maacutes valiosas con el paso del tiempo sustituidas por diacutescolos de la familia o por joyeros bandidos y soacutelo cuando alguien trata de

Memorias de mis putas tristes 43 ______________________________________________________________________________________venderlas se descubre el fraude Pero permiacutetame un segundo dijo y se llevoacute las joyas por la puerta del fondo Al cabo de un momento regresoacute y sin explicacioacuten alguna me indicoacute que me sentara en la silla de espera y siguioacute trabajando

Examineacute la tienda Habiacutea ido con mi madre varias veces y recordaba una frase recurrente No se lo digas a tu papaacute De pronto se me ocurrioacute una idea que me crispoacute iquestno seriacutea que Rosa Cabarcas y Delgadina de comuacuten acuerdo habiacutean vendido las piedras legiacutetimas y me devolvieron las joyas con las piedras falsas

Estaba ardiendo en dudas cuando una secretaria me invitoacute a seguirla por la misma puerta del fondo hasta una oficina pequentildea con una larga estanteriacutea de gruesos voluacutemenes Un beduino colosal se levantoacute en el escritorio del fondo y me estrechoacute la mano tuteaacutendome con una efusioacuten de viejo amigo Hicimos juntos el bachillerato me dijo a modo de saludo Me fue faacutecil recordarlo era el mejor futbolista de la escuela y campeoacuten de nuestros primeros burdeles Habiacutea dejado de verlo en alguacuten momento incierto y debioacute verme tan decreacutepito que me confundioacute con un condisciacutepulo de su infancia

Sobre el cristal del escritorio teniacutea abierto uno de los mamotretos del archivo donde estaba la memoria de las joyas de mi madre Una relacioacuten exacta con fechas y detalles de que ella en persona habiacutea hecho cambiar las piedras de dos generaciones de hermosas y dignas Cargamantos y habiacutea vendido las legiacutetimas a la misma tienda Esto habiacutea ocurrido cuando el padre del propietario actual estaba al frente de la joyeriacutea y eacutel y yo en la escuela Pero eacutel mismo me tranquilizoacute aquellas triquintildeuelas eran de uso corriente entre las grandes familias en desgracia para resolver urgencias de plata sin sacrificar el honor Ante la realidad cruda preferiacute conservarlas como recuerdo de otra Florina de Dios que nunca conociacute

A principios de julio sentiacute la distancia real de la muerte Mi corazoacuten perdioacute el paso y empeceacute a ver y sentir por todos lados los presagios inequiacutevocos del final El maacutes niacutetido fue en el concierto de Bellas Artes El aire acondicionado habiacutea fallado y la flor y nata de las artes y las letras se cocinaban al bantildeomariacutea en el saloacuten abarrotado pero la magia de la muacutesica era un clima celestial Al final con el Allegretto poco mosso me estremecioacute la revelacioacuten deslumbrante de que estaba escuchando el uacuteltimo concierto que me deparaba el destino antes de morir No sentiacute dolor ni miedo sino la emocioacuten arrasadora de haber alcanzado a vivirlo

Cuando por fin logreacute abrirme camino empapado de sudor a traveacutes de los abrazos y las fotos me encontreacute de manos a boca con Ximena Ortiz como una diosa de cien antildeos en la silla de ruedas Su sola presencia se me imponiacutea como un pecado mortal Teniacutea una tuacutenica de seda color marfil tan tersa como su piel un hilo de perlas legiacutetimas de tres vueltas el cabello color de naacutecar cortado a la moda de los veintes con una punta de ala de gaviota en la mejilla y los grandes ojos amarillos iluminados por la sombra natural de las ojeras Todo en ella contradeciacutea el rumor de que su mente estaba quedaacutendose en blanco por la erosioacuten irredimible de la memoria Petrificado y sin recursos frente a ella me sobrepuse al vaho de fuego que me subioacute a la cara y la saludeacute en silencio con una venia versallesca Ella sonrioacute como una reina y me agarroacute la mano Entonces me di cuenta de que tambieacuten aquello era una coartada del destino y no la perdiacute para sacarme una espina que me estorbaba desde siempre He sontildeado durante antildeos con este momento le dije Ella no parecioacute

Memorias de mis putas tristes 44 ______________________________________________________________________________________entender iexclNo me digas dijo iquestY tuacute quieacuten eres No supe nunca si en verdad lo habiacutea olvidado o si fue la venganza final de su vida

La certidumbre de ser mortal en cambio me habiacutea sorprendido poco antes de los cincuenta antildeos en una ocasioacuten como aqueacutella una noche de carnaval en que bailaba un tango apache con una mujer fenomenal a la que nunca le vi la cara maacutes corpulenta que yo como por cuarenta libras y maacutes alta como de dos palmos que sin embargo se dejaba llevar como una pluma al viento Bailaacutebamos tan apretados que sentiacutea circular su sangre por las venas y me hallaba como adormecido de gusto con su resuello trabajoso su grajo de amoniacuteaco sus tetas de astroacutenoma cuando me sacudioacute por la primera vez y casi me derriboacute por tierra el freacutemito de la muerte Fue como un oraacuteculo brutal en el oiacutedo Hagas lo que hagas en este antildeo o dentro de ciento estaraacutes muerto hasta jamaacutes Ella se separoacute asustada iquestQueacute le pasa Nada le dije tratando de sujetarme el corazoacuten

-Tiemblo por usted

Desde entonces empeceacute a medir la vida no por antildeos sino por deacutecadas La de los cincuenta habiacutea sido decisiva porque tomeacute conciencia de que casi todo el mundo era menor que yo La de los sesenta fue la maacutes intensa por la sospecha de que ya no me quedaba tiempo para equivocarme La de los setenta fue temible por una cierta posibilidad de que fuera la uacuteltima No obstante cuando desperteacute vivo la primera mantildeana de mis noventa antildeos en la cama feliz de Delgadina se me atravesoacute la idea complaciente de que la vida no fuera algo que transcurre como el riacuteo revuelto de Heraacuteclito sino una ocasioacuten uacutenica de voltearse en la parrilla y seguir asaacutendose del otro costado por noventa antildeos maacutes

Me volviacute de laacutegrima faacutecil Cualquier sentimiento que tuviera algo que ver con la ternura me causaba un nudo en la garganta que no siempre lograba dominar y penseacute en renunciar al placer solitario de velar el suentildeo de Delgadina no tanto por la incertidumbre de mi muerte como por el dolor de imaginarla sin miacute en el resto de su vida Uno de aquellos diacuteas inciertos fui a dar por distraccioacuten a la muy noble calle de los Notarios y me sorprendioacute no encontrar nada maacutes que los escombros del viejo hotel de lance donde fui iniciado por la fuerza en las artes del amor poco antes de mis doce antildeos Habiacutea sido una mansioacuten de antiguos navieros espleacutendida como pocas en la ciudad con columnas enchapadas de alabastro y frisos de oropeles alrededor de un patio interior con una cuacutepula de cristales de siete colores que irradiaba un resplandor de invernadero En la planta baja con un portal goacutetico sobre la calle estuvieron por maacutes de un siglo las notariacuteas coloniales en las que trabajoacute prosperoacute y se arruinoacute mi padre en toda una vida de suentildeos fantaacutesticos Las familias histoacutericas abandonaron poco a poco los pisos superiores que terminaron ocupados por una legioacuten de nocheras en desgracia que subiacutean y bajaban hasta el amanecer con los clientes atrapados por un peso y medio en las cantinas del cercano puerto fluvial

A mis doce antildeos todaviacutea con mis pantalones cortos y mis botitas de la escuela primaria no pude resistir la tentacioacuten de conocer los pisos superiores mientras mi padre se debatiacutea en una de sus reuniones interminables y me encontreacute con un espectaacuteculo celestial Las mujeres que malvendiacutean sus cuerpos hasta el amanecer se moviacutean por la casa desde las once de la mantildeana cuando ya la caniacutecula del vitral era insoportable y teniacutean que hacer su vida domeacutestica caminando en pelotas por

JUAN CARLOS 161104
caniacutecula (Del lat canicŭla) f Periacuteodo del antildeo en que es maacutes fuerte el calor || 2 Astr Tiempo del nacimiento heliacuteaco de Sirio que antiguamente coincidiacutea con la eacutepoca maacutes calurosa del antildeo pero que hoy no se verifica hasta fines de agosto13
JUAN CARLOS 161104
freacutemito (Del lat fremĭtus) m bramido

Memorias de mis putas tristes 45 ______________________________________________________________________________________toda la casa mientras comentaban a gritos sus aventuras de la noche Me quedeacute aterrorizado Lo uacutenico que se me ocurrioacute fue escapar por donde habiacutea llegado cuando una de las desnudas de carnes macizas olorosas a jaboacuten de monte me abrazoacute por la espalda y me llevoacute en vilo hasta su cubiacuteculo de cartoacuten sin que yo pudiera verla en medio de la griteriacutea y los aplausos de las inquilinas en cueros Me tiroacute bocarriba en su cama para cuatro me quitoacute los pantalones con una maniobra maestra y se acaballoacute sobre miacute pero el terror helado que me empapaba el cuerpo me impidioacute recibirla como un hombre Aquella noche desvelado en la cama de mi casa por la verguumlenza del asalto no pude dormir maacutes de una hora con las ansias de volver a verla Pero la mantildeana siguiente mientras los trasnochados dormiacutean subiacute temblando hasta su cubiacuteculo y la desperteacute llorando a gritos con un amor enloquecido que duroacute hasta que se lo llevoacute sin misericordia el ventarroacuten de la vida real Se llamaba Castorina y era la reina de la casa

Los cubiacuteculos del hotel costaban un peso para los amores de paso pero muy pocos sabiacuteamos que costaban lo mismo hasta por veinticuatro horas Ademaacutes Castorina me introdujo en su mundo de mala muerte donde invitaban a los clientes pobres a sus desayunos de gala le prestaban el jaboacuten les atendiacutean los dolores de muela y en casos de urgencia mayor les daban un amor de caridad

Pero en las tardes de la uacuteltima vejez se acordaba de la inmortal Castorina muerta quien sabiacutea cuando que habiacutea sucedido desde las esquinas miserables del muelle fluvial hasta el trono sagrado de mamasanta mayor con un parche de pirata en el ojo perdido en el pleito de cantina Su uacuteltimo machucante de planta un negro feliz de Camaguumley a quien llamaba Jonaacutes el Galeote habiacutea sido un trompetista de los grandes en La Habana hasta que perdioacute la sonrisa completa en una cataacutestrofe de trenes

Al salir de aquella visita amarga sentiacute una punzada en el corazoacuten que no habiacutea logrado aliviar en tres diacuteas con toda clase de poacutecimas caseras El meacutedico al que acudiacute de urgencia miembro de una estirpe de insignes era nieto del que me vio a mis cuarenta y dos antildeos y me asustoacute que pareciera el mismo pues estaba tan envejecido como su abuelo a los setenta por una calvicie prematura unos lentes de miope sin regreso y una tristeza inconsolable Me hizo un examen minucioso de cuerpo entero con una concentracioacuten de orfebre Me auscultoacute el pecho y la espalda y me revisoacute la presioacuten arterial los reflejos de la rodilla el fondo del ojo el color del paacuterpado inferior En las pausas mientras yo cambiaba de posicioacuten en la mesa de reconocimiento me haciacutea preguntas tan vagas y raacutepidas que apenas si me daban tiempo de pensar las respuestas Al cabo de una hora me miroacute con una sonrisa feliz Bueno dijo creo que no tengo nada que hacer por usted iquestQueacute quiere decir Que su estado es el mejor posible a su edad Queacute curioso le dije lo mismo me dijo su abuelo cuando yo teniacutea cuarenta y dos antildeos como si el tiempo no pasara Siempre encontraraacute uno que se lo diga dijo porque siempre tendraacute una edad Yo provocaacutendolo para una sentencia aterradora le dije La uacutenica definitiva es la muerte Siacute dijo eacutel pero no es faacutecil llegar a ella en tan buen estado como usted Siento de veras no poder complacerlo

Eran recuerdos nobles pero la viacutespera del 29 de agosto sentiacute el peso inmenso del siglo que me esperaba impasible cuando subiacute con pasos de hierro las escaleras de mi casa Entonces volviacute a ver una vez maacutes a Florina de Dios mi madre en mi cama que habiacutea sido la suya hasta su muerte y me hizo la misma bendicioacuten de la uacuteltima

Memorias de mis putas tristes 46 ______________________________________________________________________________________vez que la vi dos horas antes de morir Trastornado por la conmocioacuten lo entendiacute como el anuncio final y llameacute a Rosa Cabarcas para que me llevara a mi nintildea aquella misma noche en previsioacuten de que no se cumpliera mi ilusioacuten de sobrevivir hasta el uacuteltimo aliento de mis noventa antildeos Volviacute a llamarla a las ocho y una vez maacutes repitioacute que no era posible Tiene que serlo a cualquier precio le griteacute aterrorizado Colgoacute sin despedirse pero quince minutos despueacutes volvioacute a llamar

-Bueno aquiacute la tienes

Llegueacute a las diez y veinte de la noche y le di a Rosa Cabarcas las uacuteltimas cartas de mi vida con mis disposiciones sobre la nintildea despueacutes de mi final terrible Ella pensoacute que me habiacutea impresionado con el acuchillado y me dijo con aires de burla Si te vas a morir que no sea aquiacute imagiacutenate Pero yo le dije Di que me atropello el tren de Puerto Colombia ese pobre cacharro de laacutestima incapaz de matar a nadie

Preparado para todo aquella noche me acosteacute bocarriba a la espera del dolor final en el primer instante de mis noventa y un antildeos Oiacute campanas distantes sentiacute la fragancia del alma de Delgadina dormida de costado oiacute un grito en el horizonte sollozos de alguien que quizaacutes habiacutea muerto un siglo antes en la alcoba Entonces apagueacute la luz con el uacuteltimo aliento entrelaceacute mis dedos con los suyos para llevaacutermela de la mano y conteacute las doce campanadas de las doce con mis doce laacutegrimas finales hasta que empezaron a cantar los gallos y enseguida las campanas de gloria los cohetes de fiesta que celebraban el juacutebilo de haber sobrevivido sano y salvo a mis noventa antildeos

Mis primeras palabras fueron para Rosa Cabarcas Te compro la casa toda con la tienda y el huerto Ella me dijo Hagamos una apuesta de viejos el que se muera primero se queda con todo lo del otro firmado ante notario No porque si yo me muero todo deberiacutea ser para ella Es igual dijo Rosa Cabarcas yo me hago cargo de la nintildea y despueacutes le dejo todo lo tuyo y lo miacuteo no tengo a nadie maacutes en este mundo Mientras tanto remodelamos tu cuarto con buenos servicios aire acondicionado y tus libros y tu muacutesica

-iquestCrees que ella estaraacute de acuerdo

-Ay mi sabio triste estaacute bien que esteacutes viejo pero no pendejo -dijo Rosa Cabarcas muerta de risa- Esa pobre criatura estaacute lela de amor por ti

Saliacute a la calle radiante y por primera vez me reconociacute a miacute mismo en el horizonte remoto de mi primer siglo Mi casa callada y en orden a las seis y cuarto empezaba a gozar los colores de una aurora feliz Damiana cantaba a toda voz en la cocina y el gato redivivo enroscoacute la cola en mis tobillos y siguioacute caminando conmigo hasta mi mesa de escribir Estaba ordenando mis papeles marchitos el tintero la pluma de ganso cuando el sol estalloacute entre los almendros del parque y el buque fluvial del correo retrasado una semana por la sequiacutea entroacute bramando en el canal del puerto Era por fin la vida real con mi corazoacuten a salvo y condenado a morir de buen amor en la agoniacutea feliz de cualquier diacutea despueacutes de mis cien antildeos

Mayo de 2004

Page 35: · Web viewVivo en una casa colonial en la acera de sol del parque de San Nicolás, donde he pasado todos los días de mi vida sin mujer ni fortuna, donde vivieron y murieron mis padres,

Memorias de mis putas tristes 35 ______________________________________________________________________________________que pudiera ser Rosa Cabarcas Interrumpiacutea a cada rato lo que estuviera haciendo para llamarla e insistiacute diacuteas enteros hasta comprender que era un teleacutefono sin corazoacuten

Al volver a casa una tarde de lluvia encontreacute el gato enroscado en la escalinata del portoacuten Estaba sucio y maltrecho y con una mansedumbre de laacutestima El manual me hizo ver que estaba enfermo y seguiacute sus normas para alentarlo De golpe mientras descabezaba un suentildeecito de siesta me despabiloacute la idea de que pudiera conducirme a la casa de Delgadina Lo lleveacute en una bolsa de mercado hasta la tienda de Rosa Cabarcas que seguiacutea sellada y sin indicios de vida pero se revolvioacute en el talego con tanto iacutempetu que logroacute escapar saltoacute la tapia del huerto y desaparecioacute entre los aacuterboles Toqueacute al portoacuten con el puntildeo y una voz militar preguntoacute sin abrir iquestQuieacuten vive Gente de paz dije yo para no ser menos Ando en pos de la duentildea No hay duentildea dijo la voz Por lo menos aacutebrame para coger el gato insistiacute No hay gato dijo Pregunteacute iquestQuieacuten es usted

-Nadie -dijo la voz

Siempre habiacutea entendido que morirse de amor no era maacutes que una licencia poeacutetica Aquella tarde de regreso a casa otra vez sin el gato y sin ella comprobeacute que no soacutelo era posible morirse sino que yo mismo viejo y sin nadie estaba murieacutendome de amor Pero tambieacuten me di cuenta de que era vaacutelida la verdad contraria no habriacutea cambiado por nada del mundo las delicias de mi pesadumbre Habiacutea perdido maacutes de quince antildeos tratando de traducir los cantos de Leopardi y soacutelo aquella tarde los sentiacute a fondo Ay de miacute si es amor cuaacutento atormenta

Mi entrada al perioacutedico en mameluco y mal afeitado despertoacute ciertas dudas sobre mi estado mental La casa remodelada con cabinas individuales de vidrio y luces cenitales pareciacutea una cliacutenica de maternidad El clima artificial callado y confortable invitaba a hablar en susurros y caminar en puntillas En el vestiacutebulo como virreyes muertos estaban los retratos al oacuteleo de los tres directores vitalicios y las fotografiacuteas de visitantes ilustres La enorme sala principal estaba presidida por la fotografiacutea gigantesca de la redaccioacuten actual tomada la tarde de mi cumpleantildeos No pude evitar la comparacioacuten mental con la otra de mis treinta antildeos y una vez maacutes comprobeacute con horror que se envejece maacutes y peor en los retratos que en la realidad La secretaria que me habiacutea besado la tarde del cumpleantildeos me preguntoacute si estaba enfermo Fui feliz de contestarle la verdad para que no la creyera Enfermo de amor Ella dijo iexclLaacutestima que no sea por miacute Yo le correspondiacute el cumplido No esteacute tan segura

El redactor judicial salioacute de su cabina gritando que habiacutea dos cadaacuteveres de muchachas sin identificar en el anfiteatro municipal Le pregunteacute asustado iquestDe queacute edad Joacutevenes dijo eacutel Pueden ser refugiadas del interior perseguidas hasta aquiacute por matones del reacutegimen Respireacute aliviado La situacioacuten nos invade en silencio como una mancha de sangre dije El redactor judicial ya lejos gritoacute

-De sangre no maestro de mierda

Algo peor me ocurrioacute diacuteas despueacutes cuando una muchacha instantaacutenea con una canasta igual a la del gato pasoacute como un escalofriacuteo frente a la libreriacutea Mundo La perseguiacute a codazos por entre la muchedumbre en el fragor de las doce del diacutea Era muy bella de trancos largos y con una fluidez para abrirse camino entre el gentiacuteo

Memorias de mis putas tristes 36 ______________________________________________________________________________________que me costoacute trabajo alcanzarla Por fin la rebaseacute y la mireacute de frente Ella me apartoacute con la mano sin detenerse ni pedir perdoacuten No era la que creiacutea pero su altivez me dolioacute como si lo fuera Comprendiacute entonces que no seriacutea capaz de reconocer a Delgadina despierta y vestida ni ella podiacutea saber quieacuten era yo si nunca me habiacutea visto En un acto de locura tejiacute durante tres diacuteas doce pares de zapatitos azules y rosados para recieacuten nacidos tratando de darme valor para no escuchar ni cantar ni recordar las canciones que me recordaban a ella

La verdad era que no podiacutea con mi alma y empezaba a tomar conciencia de la vejez por mis flaquezas frente al amor Una prueba todaviacutea maacutes dramaacutetica la tuve cuando un autobuacutes de servicio puacuteblico arrolloacute una ciclista en el puro centro comercial Acababan de llevaacutersela en una ambulancia y la magnitud de la tragedia se apreciaba por el estado de chatarra en que quedoacute la bicicleta sobre un charco de sangre viva Pero mi impresioacuten no fue tanta por los destrozos de la bicicleta como por la marca el modelo y el color No podiacutea ser otra que la que yo mismo le habiacutea regalado a Delgadina

Los testigos coincidieron en que la ciclista herida era muy joven alta y delgada y con el cabello corto y rizado Aturdido tomeacute el primer taxi que pasoacute y me hice llevar al hospital de Caridad un viejo edificio de muros ocres que pareciacutea una caacutercel encallada en un arenal Necesiteacute media hora para entrar y otra maacutes para salir de un patio fragante de aacuterboles frutales donde una mujer atribulada se me atravesoacute en el camino me miroacute a los ojos y exclamoacute

-Yo soy la que no buscas

Soacutelo entonces recordeacute que era alliacute donde viviacutean en libertad los internos mansos del manicomio municipal Tuve que identificarme como periodista ante la direccioacuten del hospital para que un enfermero me condujera al pabelloacuten de urgencias En elcuaderno de ingresos estaban los datos Rosalba Riacuteos dieciseacuteis antildeos sin oficio conocido Diagnoacutestico conmocioacuten cerebral Pronoacutestico reservado Pregunteacute al jefe del pabelloacuten si podiacutea verla con la esperanza iacutentima de que me dijeran que no pero me llevaron encantados por si queriacutea escribir sobre el estado de abandono del hospital

Atravesamos una sala abigarrada con un fuerte olor de aacutecido feacutenico y los enfermos apelotonados en las camas Al fondo en un cuarto solo tendida en una camilla metaacutelica estaba la que buscaacutebamos Teniacutea el craacuteneo cubierto de vendas la cara indescifrable gonfia y amoratada pero me bastoacute con verle los pies para saber que no era Soacutelo entonces se me ocurrioacute preguntarme iquestQueacute habriacutea hecho yo si hubiera sido ella

Todaviacutea enredado en las telarantildeas de la noche tuve el valor de ir el diacutea siguiente a la faacutebrica de camisas donde Rosa Cabarcas habiacutea dicho alguna vez que trabajaba la nintildea y le pediacute al propietario que nos mostrara sus instalaciones como modelo para un proyecto continental de las Naciones Unidas Era un libaneacutes paquideacutermico y taciturno que nos abrioacute las puertas de su reino con la ilusioacuten de ser un ejemplo universal

Trescientas joacutevenes de blusas blancas con la ceniza del mieacutercoles en la frente cosiacutean botones en la vasta nave iluminada Cuando nos vieron entrar se irguieron

Memorias de mis putas tristes 37 ______________________________________________________________________________________como colegialas y nos observaron de reojo mientras el gerente explicaba sus aportes al arte inmemorial de pegar botones Yo escrutaba las caras de cada una con el pavor de descubrir a Delgadina vestida y despierta Pero fue una de ellas la que me descubrioacute a miacute con la mirada temible de la admiracioacuten sin clemencia

-Diacutegame sentildeor iquestno es usted el que escribe las cartas de amor en el perioacutedico

Nunca me hubiera imaginado que una nintildea dormida pudiera causar en uno semejantes estragos Escapeacute de la faacutebrica sin despedirme ni pensar siquiera si alguna de aquellas viacutergenes de purgatorio era por fin la que buscaba Cuando saliacute de ahiacute el uacutenico sentimiento que me quedaba en la vida eran las ganas de llorar

Rosa Cabarcas llamoacute al cabo de un mes con una explicacioacuten increiacuteble se habiacutea tomado un merecido descanso en Cartagena de Indias despueacutes del asesinato del banquero No le creiacute desde luego pero la feliciteacute por su suerte y la dejeacute explayarse en su mentira antes de hacerle la pregunta que me borboritaba en el corazoacuten

-iquestY ella

Rosa Cabarcas hizo un silencio largo Ahiacute estaacute dijo al fin pero su voz se hizo evasiva Hay que esperar un tiempo iquestCuaacutento Ni idea ya te avisareacute Sentiacute que se me iba y la pareacute en seco Espeacuterate dame alguna luz No hay luz dijo ella y concluyoacute Ten cuidado puedes perjudicarte tuacute y sobre todo perjudicarla a ella Yo no estaba para esa clase de remilgos Le supliqueacute aunque fuera una oportunidad de acercarme a la verdad Al fin y al cabo le dije somos coacutemplices Ella no dio un paso maacutes Caacutelmate me dijo la nintildea estaacute bien y esperando que la llame pero ahora mismo no hay nada que hacer ni voy a decir nada maacutes Adioacutes

Me quedeacute con el teleacutefono en la mano sin saber por doacutende seguir pues tambieacuten la conociacutea bastante para pensar que no conseguiriacutea nada de ella si no era por las buenas Despueacutes del mediodiacutea me di una vuelta furtiva por su casa maacutes confiado en la casualidad que en la razoacuten y la encontreacute todaviacutea cerrada y con los sellos de la Sanidad Penseacute que Rosa Cabarcas me habiacutea telefoneado de otra parte tal vez de otra ciudad y la sola idea me llenoacute de presagios turbios No obstante a las seis de la tarde cuando menos lo esperaba me soltoacute por teleacutefono mi propio santo y sentildea

-Bueno ahora siacute

A las diez de la noche tembloroso y con los labios mordidos para no llorar fui cargado de cajas de chocolates suizos turrones y caramelos y una canasta de rosas ardientes para cubrir la cama La puerta estaba entreabierta las luces encendidas y en el radio se diluiacutea a medio volumen la sonata nuacutemero uno para violiacuten y piano de Brahms Delgadina en la cama estaba tan radiante y distinta que me costoacute trabajo reconocerla

Habiacutea crecido pero no se le notaba en la estatura sino en una madurez intensa que la haciacutea parecer con dos o tres antildeos maacutes y maacutes desnuda que nunca Sus poacutemulos altos la piel tostada por soles de mar bravo los labios finos y el cabello corto y rizado le infundiacutean a su rostro el resplandor androacutegino del Apolo de Praxiacuteteles Pero no habiacutea equiacutevoco posible porque sus senos habiacutean crecido hasta el punto de que no me cabiacutean en la mano sus caderas habiacutean acabado de formarse y sus huesos se

Memorias de mis putas tristes 38 ______________________________________________________________________________________habiacutean vuelto maacutes firmes y armoacutenicos Me encantaron aquellos aciertos de la naturaleza pero me aturdieron los artificios las pestantildeas postizas las untildeas de las manos y los pies esmaltadas de naacutecar y un perfume de a dos cuartillos que no teniacutea nada que ver con el amor Sin embargo lo que me sacoacute de quicio fue la fortuna que llevaba encima pendientes de oro con gajos de esmeraldas un collar de perlas naturales una pulsera de oro con resplandores de diamantes y anillos con piedras legiacutetimas en todos los dedos En la silla estaba su traje de nochera con lentejuelas y bordados y las zapatillas de raso Un vapor raro me subioacute de las entrantildeas

-iexclPuta -griteacute

Pues el diablo me soploacute en el oiacutedo un pensamiento siniestro Y fue asiacute la noche del crimen Rosa Cabarcas no debioacute tener tiempo ni serenidad para prevenir a la nintildea y la policiacutea la encontroacute en el cuarto sola menor de edad y sin coartada Nadie igual a Rosa Cabarcas para una situacioacuten como aqueacutella le vendioacute la virginidad de la nintildea a alguno de sus grandes cacaos a cambio de que a ella la sacaran limpia del crimen Lo primero claro fue desaparecer mientras se aplacaba el escaacutendalo iexclQueacute maravilla Una luna de miel para tres ellos dos en la cama y Rosa Cabarcas en una terraza de lujo disfrutando de su impunidad feliz Ciego de una furia insensata fui reventando contra las paredes cada cosa del cuarto las laacutemparas el radio el ventilador los espejos las jarras los vasos Lo hice sin prisa pero sin pausas con un grande estropicio y una embriaguez metoacutedica que me salvoacute la vida La nintildea dio un salto al primer estallido pero no me miroacute sino que se enroscoacute de espaldas a miacute y asiacute permanecioacute con espasmos entrecortados hasta que cesoacute el estropicio Las gallinas en el patio y los perros de la madrugada aumentaron el escaacutendalo Con la cegadora lucidez de la coacutelera tuve la inspiracioacuten final de prenderle fuego a la casa cuando aparecioacute en la puerta la figura impasible de Rosa Cabarcas en camisa de dormir No dijo nada Hizo con la vista el inventario del desastre y comproboacute que la nintildea estaba enroscada sobre siacute misma como un caracol y con la cabeza escondida entre los brazos aterrada pero intacta

-iexclDios miacuteo -exclamoacute Rosa Cabarcas- iexclQueacute no hubiera dado yo por un amor como eacuteste

Me midioacute de cuerpo entero con una mirada de misericordia y me ordenoacute Vamos La seguiacute hasta la casa me sirvioacute un vaso de agua en silencio me hizo una sentildea de que me sentara frente a ella y me puso en confesioacuten Bueno me dijo ahora poacutertate como un adulto y cueacutentame iquestqueacute te pasa

Le conteacute con lo que teniacutea como mi verdad revelada Rosa Cabarcas me escuchoacute en silencio sin asombro y por fin parecioacute iluminada Queacute maravilla dijo Siempre he dicho que los celos saben maacutes que la verdad Y entonces me contoacute la realidad sin reservas En efecto dijo en su ofuscacioacuten de la noche del crimen se habiacutea olvidado de la nintildea dormida en el cuarto Uno de sus clientes abogado del muerto ademaacutes repartioacute prebendas y sobornos a cuatro manos e invitoacute a Rosa Cabarcas a un hotel de reposo de Cartagena de Indias mientras se disipaba el escaacutendalo Creacuteeme dijo Rosa Cabarcas que en todo este tiempo no dejeacute de pensar ni un momento en ti y en la nintildea Volviacute antier y lo primero que hice fue llamarte por teleacutefono pero nadie contestoacute En cambio la nintildea vino enseguida y en tan mal estado que te la bantildeeacute te la vestiacute y te la mandeacute al saloacuten de belleza con la orden de que la arreglaran como una reina Ya viste coacutemo perfecta iquestLa ropa de lujo Son los trajes que les alquilo a mis

Memorias de mis putas tristes 39 ______________________________________________________________________________________pupilas maacutes pobres cuando tienen que ir a bailar con sus clientes iquestLas joyas Son las miacuteas dijo Basta con tocarlas para darse cuenta de que son diamantes de vidrio y estoperoles de hojalata De modo que no jodas concluyoacute Anda despieacutertala piacutedele perdoacuten y hazte cargo de ella de una vez Nadie merece ser maacutes feliz que ustedes

Hice un esfuerzo sobrenatural para creerle pero pudo maacutes el amor que la razoacuten iexclPutas le dije atormentado por el fuego vivo que me abrasaba las entrantildeas iexclEso es lo que son ustedes griteacute iexclPutas de mierda No quiero saber nada maacutes de tiacute ni de ninguna otra guaricha en el mundo y menos de ella Le hice desde la puerta una sentildeal de adioacutes para siempre Rosa Cabarcas no lo dudoacute

-Vete con Dios -me dijo con un rictus de tristeza y volvioacute a su vida real- De todos modos te pasareacute la cuenta del desmadre que me hiciste en el cuarto

Memorias de mis putas tristes 40 ______________________________________________________________________________________

5

Leyendo Los idus de marzo encontreacute una frase siniestra que el autor atribuye a Julio Ceacutesar Es imposible no terminar siendo como los otros creen que uno es No pude comprobar su verdadero origen en la propia obra de Julio Ceacutesar ni en las obras de sus bioacutegrafos desde Suetonio hasta Carcopino pero valioacute la pena conocerla Su fatalismo aplicado al curso de mi vida en los meses siguientes fue lo que me dio la determinacioacuten que me haciacutea falta no soacutelo para escribir esta memoria sino para empezarla sin pudores con el amor de Delgadina

No teniacutea un instante de sosiego apenas si probaba bocado y perdiacute tanto peso que no se me teniacutean los pantalones en la cintura Los dolores erraacuteticos se me quedaron en los huesos cambiaba de aacutenimo sin razoacuten pasaba las noches en un estado de deslumbramiento que no me permitiacutea leer ni escuchar muacutesica y en cambio se me iba el diacutea cabeceando por una somnolencia sonsa que no serviacutea para dormir

El alivio me cayoacute del cielo En la atestada goacutendola de Loma Fresca una vecina de asiento que no habiacutea visto subir me susurroacute al oiacutedo iquestTodaviacutea tiras Era Casilda Armenia un viejo amor de a tres por cinco que me habiacutea soportado como cliente asiduo desde que era una adolescente altiva Una vez retirada medio enferma y sin un clavo se habiacutea casado con un hortelano chino que le dio nombre y apoyo y quizaacutes un poco de amor A los setenta y tres antildeos teniacutea el peso de siempre seguiacutea bella y de caraacutecter fuerte y conservaba intacto el desparpajo del oficio

Me llevoacute a su casa una huerta de chinos en una colina de la carretera al mar Nos sentamos en las sillas de playa de la terraza umbriacutea entre helechos y frondas de astromelias y jaulas de paacutejaros colgadas en el alero En la falda de la colina se veiacutean los hortelanos chinos con sombreros de cono sembrando las hortalizas bajo el sol abrasante y el pieacutelago gris de las Bocas de Ceniza con los dos tajamares de rocas que canalizan el riacuteo varias leguas en el mar Mientras conversaacutebamos vimos entrar un trasatlaacutentico blanco por la desembocadura y lo seguimos callados hasta oiacuter su bramido de toro luacutegubre en el puerto fluvial Ella suspiroacute iquestTe das cuenta En maacutes de medio siglo es la primera vez que no te recibo la visita en la cama Ya somos otros dije Ella prosiguioacute sin oiacuterme Cada vez que dicen cosas de ti en el radio que te elogian por el carintildeo que te tiene la gente y te llaman maestro del amor imagiacutenate pienso que nadie te conocioacute tus gracias y tus mantildeas tan bien como yo En serio dijo nadie hubiera podido soportarte mejor

No resistiacute maacutes Ella lo sintioacute vio mis ojos huacutemedos de laacutegrimas y soacutelo entonces debioacute descubrir que ya no era el que fui y le sostuve la mirada con un valor del que

Memorias de mis putas tristes 41 ______________________________________________________________________________________nunca me creiacute capaz Es que me estoy volviendo viejo le dijeYa lo estamos suspiroacute ella Lo que pasa es que uno no lo siente por dentro pero desde fuera todo el mundo lo ve

Era imposible no abrirle el corazoacuten asiacute que le conteacute la historia completa que me ardiacutea en las entrantildeas desde mi primera llamada a Rosa Cabarcas la viacutespera de mis noventa antildeos hasta la noche traacutegica en que hice antildeicos el cuarto y no regreseacute maacutes Ella me oyoacute el desahogo como si estuviera vivieacutendolo lo rumioacute muy despacio y por fin sonrioacute

-Haz lo que quieras pero no pierdas a esa criatura -me dijo- No hay peor desgracia que morir solo

Fuimos a Puerto Colombia en el trenecito de juguete tan despacioso como un caballo Almorzamos frente al muelle de maderas carcomidas por donde habiacutea entrado el mundo entero al paiacutes antes que se dragaran las Bocas de Ceniza Nos sentamos bajo un cobertizo de palma donde las grandes matronas negras serviacutean pargos fritos con arroz de coco y tajadas de plaacutetano verde Dormitamos en el sopor denso de las dos y seguimos conversando hasta que se hundioacute en el mar el inmenso sol de candela La realidad me pareciacutea fantaacutestica Mira adonde ha venido a dar nuestra luna de miel se burloacute ella Pero prosiguioacute en serio Hoy miro para atraacutes veo la fila de miles de hombres que pasaron por mis camas y dariacutea el alma por haberme quedado aunque fuera con el peor Gracias a Dios encontreacute mi chino a tiempo Es como estar casada con el dedo mentildeique pero es soacutelo miacuteo

Me miroacute a los ojos midioacute mi reaccioacuten a lo que acababa de contarme y me dijo Asiacute que vete a buscar ahora mismo a esa pobre criatura aunque sea verdad lo que te dicen los celos sea como sea que lo bailado no te lo quita nadie Pero eso siacute sin romanticismos de abuelo Despieacutertala tiacuteratela hasta por las orejas con esa pinga de burro con que te premioacute el diablo por tu cobardiacutea y tu mezquindad En serio terminoacute con el alma no te vayas a morir sin probar la maravilla de tirar con amor

El pulso me temblaba al diacutea siguiente cuando marqueacute el nuacutemero del teleacutefono Tanto por la tensioacuten del reencuentro con Delgadina como por la incertidumbre de la forma en que Rosa Cabarcas me respondiera Habiacuteamos tenido una disputa seria por el abuso con que tasoacute los destrozos que hice en su cuarto Tuve que vender uno de los cuadros maacutes amados de mi madre cuyo valor se calculaba en una fortuna pero a la hora de la verdad no llegoacute a un deacutecimo de mis ilusiones

Aumenteacute la suma con el resto de mis ahorros y se la lleveacute a Rosa Cabarcas con una consigna inapelable Lo tomas o lo dejas Fue un acto suicida porque soacutelo con vender uno de mis secretos ella habriacutea aniquilado mi buen nombre Pero no respingoacute sino que se quedoacute con los cuadros que habiacutea tomado en prenda la noche del pleito Fui el perdedor absoluto en una sola jugada me quedeacute sin Delgadina sin Rosa Cabarcas y sin mis uacuteltimos ahorros Sin embargo oiacute el timbre del teleacutefono una vez dos veces tres y por fin ella iquestA ver No me salioacute la voz Colgueacute Me echeacute en la hamaca tratando de serenarme con la liacuterica asceacutetica de Satie y sudeacute tanto que el lienzo quedoacute empapado Hasta el diacutea siguiente no tuve el valor de llamar

-Bueno mujer -dije con voz firme- Hoy siacute

Memorias de mis putas tristes 42 ______________________________________________________________________________________Rosa Cabarcas coacutemo no estaba maacutes allaacute de todo Ay mi sabio triste suspiroacute con su aacutenimo invencible te pierdes dos meses y soacutelo vuelves para pedir ilusiones Me contoacute que no habiacutea visto a Delgadina desde haciacutea maacutes de un mes que pareciacutea tan repuesta del susto de mis estropicios que ni siquiera habloacute de ellos ni preguntoacute por miacute y estaba muy contenta en un nuevo empleo maacutes coacutemodo y mejor pagado que coser botones Una oleada de fuego vivo me quemoacute las entrantildeas Soacutelo puede ser de puta dije Rosa me replicoacute sin pestantildeear No seas bruto si asiacute fuera estariacutea aquiacute iquestO doacutende podriacutea estar mejor La rapidez de su loacutegica me agravoacute la duda iquestY coacutemo seacute que no estaacute ahiacute En ese caso replicoacute ella lo que maacutes te conviene es no saberlo iquestO no Una vez maacutes la odieacute Ella a prueba de erosiones prometioacute rastrear a la nintildea Sin muchas esperanzas porque el teleacutefono de la vecina donde la llamaba seguiacutea cortado y no teniacutea la menor idea de doacutende viviacutea Pero no era para echarse a morir queacute carajo dijo te llamo en una hora

Fue una hora de tres diacuteas pero encontroacute a la nintildea disponible y sana Volviacute avergonzado y la beseacute palmo a palmo como penitencia desde las doce de la noche hasta que cantaron los gallos Un perdoacuten largo que me prometiacute seguir repitiendo para siempre y fue como empezar otra vez por el principio El cuarto habiacutea sido desmantelado y el mal uso habiacutea acabado con todo lo que yo habiacutea puesto Ella lo habiacutea dejado asiacute y me dijo que cualquier mejora teniacutea que hacerla yo por lo que estaba debieacutendole Sin embargo mi situacioacuten econoacutemica tocaba fondo El dinero de las jubilaciones alcanzaba cada vez para menos Las pocas cosas vendibles que quedaban en la casa -salvo las joyas sagradas de mi madre- careciacutean de valor comercial y nada era bastante viejo para ser antiguo En tiempos mejores el gobernador me habiacutea hecho la oferta tentadora de comprarme en bloque los libros de los claacutesicos griegos latinos y espantildeoles para la Biblioteca Departamental pero no tuve corazoacuten para venderlos Despueacutes con los cambios poliacuteticos y el deterioro del mundo nadie del gobierno pensaba en las artes ni las letras Cansado de buscar una solucioacuten decente me echeacute al bolsillo las joyas que Delgadina me habiacutea devuelto y me fui a empentildearlas en un callejoacuten siniestro que conduciacutea al mercado puacuteblico Con aires de sabio distraiacutedo recorriacute varias veces aquel tugurio atiborrado de cantinas de mala muerte libreriacuteas de viejo y casas de empentildeo pero la dignidad de Florina de Dios me cerroacute el paso no me atreviacute Entonces decidiacute venderlas con la frente en alto a la joyeriacutea maacutes antigua y acreditada

El dependiente me hizo algunas preguntas mientras examinaba las joyas con su monoacuteculo Teniacutea la conducta el estilo y el pavor de un meacutedico Le expliqueacute que eran joyas heredadas de mi madre El aprobaba con un gruntildeido cada una de mis explicaciones y por fin se quitoacute el monoacuteculo

-Lo siento -dijo- pero son culos de botellas

Ante mi sorpresa me explicoacute con una suave conmiseracioacuten Menos mal que el oro es oro y el platino es platino Me toqueacute el bolsillo para asegurarme de que llevaba las facturas de compra y dije sin resabios

-Pues fueron compradas en esta noble casa hace maacutes de cien antildeos

El no se inmutoacute Suele suceder dijo que en las joyas hereditarias vayan desapareciendo las piedras maacutes valiosas con el paso del tiempo sustituidas por diacutescolos de la familia o por joyeros bandidos y soacutelo cuando alguien trata de

Memorias de mis putas tristes 43 ______________________________________________________________________________________venderlas se descubre el fraude Pero permiacutetame un segundo dijo y se llevoacute las joyas por la puerta del fondo Al cabo de un momento regresoacute y sin explicacioacuten alguna me indicoacute que me sentara en la silla de espera y siguioacute trabajando

Examineacute la tienda Habiacutea ido con mi madre varias veces y recordaba una frase recurrente No se lo digas a tu papaacute De pronto se me ocurrioacute una idea que me crispoacute iquestno seriacutea que Rosa Cabarcas y Delgadina de comuacuten acuerdo habiacutean vendido las piedras legiacutetimas y me devolvieron las joyas con las piedras falsas

Estaba ardiendo en dudas cuando una secretaria me invitoacute a seguirla por la misma puerta del fondo hasta una oficina pequentildea con una larga estanteriacutea de gruesos voluacutemenes Un beduino colosal se levantoacute en el escritorio del fondo y me estrechoacute la mano tuteaacutendome con una efusioacuten de viejo amigo Hicimos juntos el bachillerato me dijo a modo de saludo Me fue faacutecil recordarlo era el mejor futbolista de la escuela y campeoacuten de nuestros primeros burdeles Habiacutea dejado de verlo en alguacuten momento incierto y debioacute verme tan decreacutepito que me confundioacute con un condisciacutepulo de su infancia

Sobre el cristal del escritorio teniacutea abierto uno de los mamotretos del archivo donde estaba la memoria de las joyas de mi madre Una relacioacuten exacta con fechas y detalles de que ella en persona habiacutea hecho cambiar las piedras de dos generaciones de hermosas y dignas Cargamantos y habiacutea vendido las legiacutetimas a la misma tienda Esto habiacutea ocurrido cuando el padre del propietario actual estaba al frente de la joyeriacutea y eacutel y yo en la escuela Pero eacutel mismo me tranquilizoacute aquellas triquintildeuelas eran de uso corriente entre las grandes familias en desgracia para resolver urgencias de plata sin sacrificar el honor Ante la realidad cruda preferiacute conservarlas como recuerdo de otra Florina de Dios que nunca conociacute

A principios de julio sentiacute la distancia real de la muerte Mi corazoacuten perdioacute el paso y empeceacute a ver y sentir por todos lados los presagios inequiacutevocos del final El maacutes niacutetido fue en el concierto de Bellas Artes El aire acondicionado habiacutea fallado y la flor y nata de las artes y las letras se cocinaban al bantildeomariacutea en el saloacuten abarrotado pero la magia de la muacutesica era un clima celestial Al final con el Allegretto poco mosso me estremecioacute la revelacioacuten deslumbrante de que estaba escuchando el uacuteltimo concierto que me deparaba el destino antes de morir No sentiacute dolor ni miedo sino la emocioacuten arrasadora de haber alcanzado a vivirlo

Cuando por fin logreacute abrirme camino empapado de sudor a traveacutes de los abrazos y las fotos me encontreacute de manos a boca con Ximena Ortiz como una diosa de cien antildeos en la silla de ruedas Su sola presencia se me imponiacutea como un pecado mortal Teniacutea una tuacutenica de seda color marfil tan tersa como su piel un hilo de perlas legiacutetimas de tres vueltas el cabello color de naacutecar cortado a la moda de los veintes con una punta de ala de gaviota en la mejilla y los grandes ojos amarillos iluminados por la sombra natural de las ojeras Todo en ella contradeciacutea el rumor de que su mente estaba quedaacutendose en blanco por la erosioacuten irredimible de la memoria Petrificado y sin recursos frente a ella me sobrepuse al vaho de fuego que me subioacute a la cara y la saludeacute en silencio con una venia versallesca Ella sonrioacute como una reina y me agarroacute la mano Entonces me di cuenta de que tambieacuten aquello era una coartada del destino y no la perdiacute para sacarme una espina que me estorbaba desde siempre He sontildeado durante antildeos con este momento le dije Ella no parecioacute

Memorias de mis putas tristes 44 ______________________________________________________________________________________entender iexclNo me digas dijo iquestY tuacute quieacuten eres No supe nunca si en verdad lo habiacutea olvidado o si fue la venganza final de su vida

La certidumbre de ser mortal en cambio me habiacutea sorprendido poco antes de los cincuenta antildeos en una ocasioacuten como aqueacutella una noche de carnaval en que bailaba un tango apache con una mujer fenomenal a la que nunca le vi la cara maacutes corpulenta que yo como por cuarenta libras y maacutes alta como de dos palmos que sin embargo se dejaba llevar como una pluma al viento Bailaacutebamos tan apretados que sentiacutea circular su sangre por las venas y me hallaba como adormecido de gusto con su resuello trabajoso su grajo de amoniacuteaco sus tetas de astroacutenoma cuando me sacudioacute por la primera vez y casi me derriboacute por tierra el freacutemito de la muerte Fue como un oraacuteculo brutal en el oiacutedo Hagas lo que hagas en este antildeo o dentro de ciento estaraacutes muerto hasta jamaacutes Ella se separoacute asustada iquestQueacute le pasa Nada le dije tratando de sujetarme el corazoacuten

-Tiemblo por usted

Desde entonces empeceacute a medir la vida no por antildeos sino por deacutecadas La de los cincuenta habiacutea sido decisiva porque tomeacute conciencia de que casi todo el mundo era menor que yo La de los sesenta fue la maacutes intensa por la sospecha de que ya no me quedaba tiempo para equivocarme La de los setenta fue temible por una cierta posibilidad de que fuera la uacuteltima No obstante cuando desperteacute vivo la primera mantildeana de mis noventa antildeos en la cama feliz de Delgadina se me atravesoacute la idea complaciente de que la vida no fuera algo que transcurre como el riacuteo revuelto de Heraacuteclito sino una ocasioacuten uacutenica de voltearse en la parrilla y seguir asaacutendose del otro costado por noventa antildeos maacutes

Me volviacute de laacutegrima faacutecil Cualquier sentimiento que tuviera algo que ver con la ternura me causaba un nudo en la garganta que no siempre lograba dominar y penseacute en renunciar al placer solitario de velar el suentildeo de Delgadina no tanto por la incertidumbre de mi muerte como por el dolor de imaginarla sin miacute en el resto de su vida Uno de aquellos diacuteas inciertos fui a dar por distraccioacuten a la muy noble calle de los Notarios y me sorprendioacute no encontrar nada maacutes que los escombros del viejo hotel de lance donde fui iniciado por la fuerza en las artes del amor poco antes de mis doce antildeos Habiacutea sido una mansioacuten de antiguos navieros espleacutendida como pocas en la ciudad con columnas enchapadas de alabastro y frisos de oropeles alrededor de un patio interior con una cuacutepula de cristales de siete colores que irradiaba un resplandor de invernadero En la planta baja con un portal goacutetico sobre la calle estuvieron por maacutes de un siglo las notariacuteas coloniales en las que trabajoacute prosperoacute y se arruinoacute mi padre en toda una vida de suentildeos fantaacutesticos Las familias histoacutericas abandonaron poco a poco los pisos superiores que terminaron ocupados por una legioacuten de nocheras en desgracia que subiacutean y bajaban hasta el amanecer con los clientes atrapados por un peso y medio en las cantinas del cercano puerto fluvial

A mis doce antildeos todaviacutea con mis pantalones cortos y mis botitas de la escuela primaria no pude resistir la tentacioacuten de conocer los pisos superiores mientras mi padre se debatiacutea en una de sus reuniones interminables y me encontreacute con un espectaacuteculo celestial Las mujeres que malvendiacutean sus cuerpos hasta el amanecer se moviacutean por la casa desde las once de la mantildeana cuando ya la caniacutecula del vitral era insoportable y teniacutean que hacer su vida domeacutestica caminando en pelotas por

JUAN CARLOS 161104
caniacutecula (Del lat canicŭla) f Periacuteodo del antildeo en que es maacutes fuerte el calor || 2 Astr Tiempo del nacimiento heliacuteaco de Sirio que antiguamente coincidiacutea con la eacutepoca maacutes calurosa del antildeo pero que hoy no se verifica hasta fines de agosto13
JUAN CARLOS 161104
freacutemito (Del lat fremĭtus) m bramido

Memorias de mis putas tristes 45 ______________________________________________________________________________________toda la casa mientras comentaban a gritos sus aventuras de la noche Me quedeacute aterrorizado Lo uacutenico que se me ocurrioacute fue escapar por donde habiacutea llegado cuando una de las desnudas de carnes macizas olorosas a jaboacuten de monte me abrazoacute por la espalda y me llevoacute en vilo hasta su cubiacuteculo de cartoacuten sin que yo pudiera verla en medio de la griteriacutea y los aplausos de las inquilinas en cueros Me tiroacute bocarriba en su cama para cuatro me quitoacute los pantalones con una maniobra maestra y se acaballoacute sobre miacute pero el terror helado que me empapaba el cuerpo me impidioacute recibirla como un hombre Aquella noche desvelado en la cama de mi casa por la verguumlenza del asalto no pude dormir maacutes de una hora con las ansias de volver a verla Pero la mantildeana siguiente mientras los trasnochados dormiacutean subiacute temblando hasta su cubiacuteculo y la desperteacute llorando a gritos con un amor enloquecido que duroacute hasta que se lo llevoacute sin misericordia el ventarroacuten de la vida real Se llamaba Castorina y era la reina de la casa

Los cubiacuteculos del hotel costaban un peso para los amores de paso pero muy pocos sabiacuteamos que costaban lo mismo hasta por veinticuatro horas Ademaacutes Castorina me introdujo en su mundo de mala muerte donde invitaban a los clientes pobres a sus desayunos de gala le prestaban el jaboacuten les atendiacutean los dolores de muela y en casos de urgencia mayor les daban un amor de caridad

Pero en las tardes de la uacuteltima vejez se acordaba de la inmortal Castorina muerta quien sabiacutea cuando que habiacutea sucedido desde las esquinas miserables del muelle fluvial hasta el trono sagrado de mamasanta mayor con un parche de pirata en el ojo perdido en el pleito de cantina Su uacuteltimo machucante de planta un negro feliz de Camaguumley a quien llamaba Jonaacutes el Galeote habiacutea sido un trompetista de los grandes en La Habana hasta que perdioacute la sonrisa completa en una cataacutestrofe de trenes

Al salir de aquella visita amarga sentiacute una punzada en el corazoacuten que no habiacutea logrado aliviar en tres diacuteas con toda clase de poacutecimas caseras El meacutedico al que acudiacute de urgencia miembro de una estirpe de insignes era nieto del que me vio a mis cuarenta y dos antildeos y me asustoacute que pareciera el mismo pues estaba tan envejecido como su abuelo a los setenta por una calvicie prematura unos lentes de miope sin regreso y una tristeza inconsolable Me hizo un examen minucioso de cuerpo entero con una concentracioacuten de orfebre Me auscultoacute el pecho y la espalda y me revisoacute la presioacuten arterial los reflejos de la rodilla el fondo del ojo el color del paacuterpado inferior En las pausas mientras yo cambiaba de posicioacuten en la mesa de reconocimiento me haciacutea preguntas tan vagas y raacutepidas que apenas si me daban tiempo de pensar las respuestas Al cabo de una hora me miroacute con una sonrisa feliz Bueno dijo creo que no tengo nada que hacer por usted iquestQueacute quiere decir Que su estado es el mejor posible a su edad Queacute curioso le dije lo mismo me dijo su abuelo cuando yo teniacutea cuarenta y dos antildeos como si el tiempo no pasara Siempre encontraraacute uno que se lo diga dijo porque siempre tendraacute una edad Yo provocaacutendolo para una sentencia aterradora le dije La uacutenica definitiva es la muerte Siacute dijo eacutel pero no es faacutecil llegar a ella en tan buen estado como usted Siento de veras no poder complacerlo

Eran recuerdos nobles pero la viacutespera del 29 de agosto sentiacute el peso inmenso del siglo que me esperaba impasible cuando subiacute con pasos de hierro las escaleras de mi casa Entonces volviacute a ver una vez maacutes a Florina de Dios mi madre en mi cama que habiacutea sido la suya hasta su muerte y me hizo la misma bendicioacuten de la uacuteltima

Memorias de mis putas tristes 46 ______________________________________________________________________________________vez que la vi dos horas antes de morir Trastornado por la conmocioacuten lo entendiacute como el anuncio final y llameacute a Rosa Cabarcas para que me llevara a mi nintildea aquella misma noche en previsioacuten de que no se cumpliera mi ilusioacuten de sobrevivir hasta el uacuteltimo aliento de mis noventa antildeos Volviacute a llamarla a las ocho y una vez maacutes repitioacute que no era posible Tiene que serlo a cualquier precio le griteacute aterrorizado Colgoacute sin despedirse pero quince minutos despueacutes volvioacute a llamar

-Bueno aquiacute la tienes

Llegueacute a las diez y veinte de la noche y le di a Rosa Cabarcas las uacuteltimas cartas de mi vida con mis disposiciones sobre la nintildea despueacutes de mi final terrible Ella pensoacute que me habiacutea impresionado con el acuchillado y me dijo con aires de burla Si te vas a morir que no sea aquiacute imagiacutenate Pero yo le dije Di que me atropello el tren de Puerto Colombia ese pobre cacharro de laacutestima incapaz de matar a nadie

Preparado para todo aquella noche me acosteacute bocarriba a la espera del dolor final en el primer instante de mis noventa y un antildeos Oiacute campanas distantes sentiacute la fragancia del alma de Delgadina dormida de costado oiacute un grito en el horizonte sollozos de alguien que quizaacutes habiacutea muerto un siglo antes en la alcoba Entonces apagueacute la luz con el uacuteltimo aliento entrelaceacute mis dedos con los suyos para llevaacutermela de la mano y conteacute las doce campanadas de las doce con mis doce laacutegrimas finales hasta que empezaron a cantar los gallos y enseguida las campanas de gloria los cohetes de fiesta que celebraban el juacutebilo de haber sobrevivido sano y salvo a mis noventa antildeos

Mis primeras palabras fueron para Rosa Cabarcas Te compro la casa toda con la tienda y el huerto Ella me dijo Hagamos una apuesta de viejos el que se muera primero se queda con todo lo del otro firmado ante notario No porque si yo me muero todo deberiacutea ser para ella Es igual dijo Rosa Cabarcas yo me hago cargo de la nintildea y despueacutes le dejo todo lo tuyo y lo miacuteo no tengo a nadie maacutes en este mundo Mientras tanto remodelamos tu cuarto con buenos servicios aire acondicionado y tus libros y tu muacutesica

-iquestCrees que ella estaraacute de acuerdo

-Ay mi sabio triste estaacute bien que esteacutes viejo pero no pendejo -dijo Rosa Cabarcas muerta de risa- Esa pobre criatura estaacute lela de amor por ti

Saliacute a la calle radiante y por primera vez me reconociacute a miacute mismo en el horizonte remoto de mi primer siglo Mi casa callada y en orden a las seis y cuarto empezaba a gozar los colores de una aurora feliz Damiana cantaba a toda voz en la cocina y el gato redivivo enroscoacute la cola en mis tobillos y siguioacute caminando conmigo hasta mi mesa de escribir Estaba ordenando mis papeles marchitos el tintero la pluma de ganso cuando el sol estalloacute entre los almendros del parque y el buque fluvial del correo retrasado una semana por la sequiacutea entroacute bramando en el canal del puerto Era por fin la vida real con mi corazoacuten a salvo y condenado a morir de buen amor en la agoniacutea feliz de cualquier diacutea despueacutes de mis cien antildeos

Mayo de 2004

Page 36: · Web viewVivo en una casa colonial en la acera de sol del parque de San Nicolás, donde he pasado todos los días de mi vida sin mujer ni fortuna, donde vivieron y murieron mis padres,

Memorias de mis putas tristes 36 ______________________________________________________________________________________que me costoacute trabajo alcanzarla Por fin la rebaseacute y la mireacute de frente Ella me apartoacute con la mano sin detenerse ni pedir perdoacuten No era la que creiacutea pero su altivez me dolioacute como si lo fuera Comprendiacute entonces que no seriacutea capaz de reconocer a Delgadina despierta y vestida ni ella podiacutea saber quieacuten era yo si nunca me habiacutea visto En un acto de locura tejiacute durante tres diacuteas doce pares de zapatitos azules y rosados para recieacuten nacidos tratando de darme valor para no escuchar ni cantar ni recordar las canciones que me recordaban a ella

La verdad era que no podiacutea con mi alma y empezaba a tomar conciencia de la vejez por mis flaquezas frente al amor Una prueba todaviacutea maacutes dramaacutetica la tuve cuando un autobuacutes de servicio puacuteblico arrolloacute una ciclista en el puro centro comercial Acababan de llevaacutersela en una ambulancia y la magnitud de la tragedia se apreciaba por el estado de chatarra en que quedoacute la bicicleta sobre un charco de sangre viva Pero mi impresioacuten no fue tanta por los destrozos de la bicicleta como por la marca el modelo y el color No podiacutea ser otra que la que yo mismo le habiacutea regalado a Delgadina

Los testigos coincidieron en que la ciclista herida era muy joven alta y delgada y con el cabello corto y rizado Aturdido tomeacute el primer taxi que pasoacute y me hice llevar al hospital de Caridad un viejo edificio de muros ocres que pareciacutea una caacutercel encallada en un arenal Necesiteacute media hora para entrar y otra maacutes para salir de un patio fragante de aacuterboles frutales donde una mujer atribulada se me atravesoacute en el camino me miroacute a los ojos y exclamoacute

-Yo soy la que no buscas

Soacutelo entonces recordeacute que era alliacute donde viviacutean en libertad los internos mansos del manicomio municipal Tuve que identificarme como periodista ante la direccioacuten del hospital para que un enfermero me condujera al pabelloacuten de urgencias En elcuaderno de ingresos estaban los datos Rosalba Riacuteos dieciseacuteis antildeos sin oficio conocido Diagnoacutestico conmocioacuten cerebral Pronoacutestico reservado Pregunteacute al jefe del pabelloacuten si podiacutea verla con la esperanza iacutentima de que me dijeran que no pero me llevaron encantados por si queriacutea escribir sobre el estado de abandono del hospital

Atravesamos una sala abigarrada con un fuerte olor de aacutecido feacutenico y los enfermos apelotonados en las camas Al fondo en un cuarto solo tendida en una camilla metaacutelica estaba la que buscaacutebamos Teniacutea el craacuteneo cubierto de vendas la cara indescifrable gonfia y amoratada pero me bastoacute con verle los pies para saber que no era Soacutelo entonces se me ocurrioacute preguntarme iquestQueacute habriacutea hecho yo si hubiera sido ella

Todaviacutea enredado en las telarantildeas de la noche tuve el valor de ir el diacutea siguiente a la faacutebrica de camisas donde Rosa Cabarcas habiacutea dicho alguna vez que trabajaba la nintildea y le pediacute al propietario que nos mostrara sus instalaciones como modelo para un proyecto continental de las Naciones Unidas Era un libaneacutes paquideacutermico y taciturno que nos abrioacute las puertas de su reino con la ilusioacuten de ser un ejemplo universal

Trescientas joacutevenes de blusas blancas con la ceniza del mieacutercoles en la frente cosiacutean botones en la vasta nave iluminada Cuando nos vieron entrar se irguieron

Memorias de mis putas tristes 37 ______________________________________________________________________________________como colegialas y nos observaron de reojo mientras el gerente explicaba sus aportes al arte inmemorial de pegar botones Yo escrutaba las caras de cada una con el pavor de descubrir a Delgadina vestida y despierta Pero fue una de ellas la que me descubrioacute a miacute con la mirada temible de la admiracioacuten sin clemencia

-Diacutegame sentildeor iquestno es usted el que escribe las cartas de amor en el perioacutedico

Nunca me hubiera imaginado que una nintildea dormida pudiera causar en uno semejantes estragos Escapeacute de la faacutebrica sin despedirme ni pensar siquiera si alguna de aquellas viacutergenes de purgatorio era por fin la que buscaba Cuando saliacute de ahiacute el uacutenico sentimiento que me quedaba en la vida eran las ganas de llorar

Rosa Cabarcas llamoacute al cabo de un mes con una explicacioacuten increiacuteble se habiacutea tomado un merecido descanso en Cartagena de Indias despueacutes del asesinato del banquero No le creiacute desde luego pero la feliciteacute por su suerte y la dejeacute explayarse en su mentira antes de hacerle la pregunta que me borboritaba en el corazoacuten

-iquestY ella

Rosa Cabarcas hizo un silencio largo Ahiacute estaacute dijo al fin pero su voz se hizo evasiva Hay que esperar un tiempo iquestCuaacutento Ni idea ya te avisareacute Sentiacute que se me iba y la pareacute en seco Espeacuterate dame alguna luz No hay luz dijo ella y concluyoacute Ten cuidado puedes perjudicarte tuacute y sobre todo perjudicarla a ella Yo no estaba para esa clase de remilgos Le supliqueacute aunque fuera una oportunidad de acercarme a la verdad Al fin y al cabo le dije somos coacutemplices Ella no dio un paso maacutes Caacutelmate me dijo la nintildea estaacute bien y esperando que la llame pero ahora mismo no hay nada que hacer ni voy a decir nada maacutes Adioacutes

Me quedeacute con el teleacutefono en la mano sin saber por doacutende seguir pues tambieacuten la conociacutea bastante para pensar que no conseguiriacutea nada de ella si no era por las buenas Despueacutes del mediodiacutea me di una vuelta furtiva por su casa maacutes confiado en la casualidad que en la razoacuten y la encontreacute todaviacutea cerrada y con los sellos de la Sanidad Penseacute que Rosa Cabarcas me habiacutea telefoneado de otra parte tal vez de otra ciudad y la sola idea me llenoacute de presagios turbios No obstante a las seis de la tarde cuando menos lo esperaba me soltoacute por teleacutefono mi propio santo y sentildea

-Bueno ahora siacute

A las diez de la noche tembloroso y con los labios mordidos para no llorar fui cargado de cajas de chocolates suizos turrones y caramelos y una canasta de rosas ardientes para cubrir la cama La puerta estaba entreabierta las luces encendidas y en el radio se diluiacutea a medio volumen la sonata nuacutemero uno para violiacuten y piano de Brahms Delgadina en la cama estaba tan radiante y distinta que me costoacute trabajo reconocerla

Habiacutea crecido pero no se le notaba en la estatura sino en una madurez intensa que la haciacutea parecer con dos o tres antildeos maacutes y maacutes desnuda que nunca Sus poacutemulos altos la piel tostada por soles de mar bravo los labios finos y el cabello corto y rizado le infundiacutean a su rostro el resplandor androacutegino del Apolo de Praxiacuteteles Pero no habiacutea equiacutevoco posible porque sus senos habiacutean crecido hasta el punto de que no me cabiacutean en la mano sus caderas habiacutean acabado de formarse y sus huesos se

Memorias de mis putas tristes 38 ______________________________________________________________________________________habiacutean vuelto maacutes firmes y armoacutenicos Me encantaron aquellos aciertos de la naturaleza pero me aturdieron los artificios las pestantildeas postizas las untildeas de las manos y los pies esmaltadas de naacutecar y un perfume de a dos cuartillos que no teniacutea nada que ver con el amor Sin embargo lo que me sacoacute de quicio fue la fortuna que llevaba encima pendientes de oro con gajos de esmeraldas un collar de perlas naturales una pulsera de oro con resplandores de diamantes y anillos con piedras legiacutetimas en todos los dedos En la silla estaba su traje de nochera con lentejuelas y bordados y las zapatillas de raso Un vapor raro me subioacute de las entrantildeas

-iexclPuta -griteacute

Pues el diablo me soploacute en el oiacutedo un pensamiento siniestro Y fue asiacute la noche del crimen Rosa Cabarcas no debioacute tener tiempo ni serenidad para prevenir a la nintildea y la policiacutea la encontroacute en el cuarto sola menor de edad y sin coartada Nadie igual a Rosa Cabarcas para una situacioacuten como aqueacutella le vendioacute la virginidad de la nintildea a alguno de sus grandes cacaos a cambio de que a ella la sacaran limpia del crimen Lo primero claro fue desaparecer mientras se aplacaba el escaacutendalo iexclQueacute maravilla Una luna de miel para tres ellos dos en la cama y Rosa Cabarcas en una terraza de lujo disfrutando de su impunidad feliz Ciego de una furia insensata fui reventando contra las paredes cada cosa del cuarto las laacutemparas el radio el ventilador los espejos las jarras los vasos Lo hice sin prisa pero sin pausas con un grande estropicio y una embriaguez metoacutedica que me salvoacute la vida La nintildea dio un salto al primer estallido pero no me miroacute sino que se enroscoacute de espaldas a miacute y asiacute permanecioacute con espasmos entrecortados hasta que cesoacute el estropicio Las gallinas en el patio y los perros de la madrugada aumentaron el escaacutendalo Con la cegadora lucidez de la coacutelera tuve la inspiracioacuten final de prenderle fuego a la casa cuando aparecioacute en la puerta la figura impasible de Rosa Cabarcas en camisa de dormir No dijo nada Hizo con la vista el inventario del desastre y comproboacute que la nintildea estaba enroscada sobre siacute misma como un caracol y con la cabeza escondida entre los brazos aterrada pero intacta

-iexclDios miacuteo -exclamoacute Rosa Cabarcas- iexclQueacute no hubiera dado yo por un amor como eacuteste

Me midioacute de cuerpo entero con una mirada de misericordia y me ordenoacute Vamos La seguiacute hasta la casa me sirvioacute un vaso de agua en silencio me hizo una sentildea de que me sentara frente a ella y me puso en confesioacuten Bueno me dijo ahora poacutertate como un adulto y cueacutentame iquestqueacute te pasa

Le conteacute con lo que teniacutea como mi verdad revelada Rosa Cabarcas me escuchoacute en silencio sin asombro y por fin parecioacute iluminada Queacute maravilla dijo Siempre he dicho que los celos saben maacutes que la verdad Y entonces me contoacute la realidad sin reservas En efecto dijo en su ofuscacioacuten de la noche del crimen se habiacutea olvidado de la nintildea dormida en el cuarto Uno de sus clientes abogado del muerto ademaacutes repartioacute prebendas y sobornos a cuatro manos e invitoacute a Rosa Cabarcas a un hotel de reposo de Cartagena de Indias mientras se disipaba el escaacutendalo Creacuteeme dijo Rosa Cabarcas que en todo este tiempo no dejeacute de pensar ni un momento en ti y en la nintildea Volviacute antier y lo primero que hice fue llamarte por teleacutefono pero nadie contestoacute En cambio la nintildea vino enseguida y en tan mal estado que te la bantildeeacute te la vestiacute y te la mandeacute al saloacuten de belleza con la orden de que la arreglaran como una reina Ya viste coacutemo perfecta iquestLa ropa de lujo Son los trajes que les alquilo a mis

Memorias de mis putas tristes 39 ______________________________________________________________________________________pupilas maacutes pobres cuando tienen que ir a bailar con sus clientes iquestLas joyas Son las miacuteas dijo Basta con tocarlas para darse cuenta de que son diamantes de vidrio y estoperoles de hojalata De modo que no jodas concluyoacute Anda despieacutertala piacutedele perdoacuten y hazte cargo de ella de una vez Nadie merece ser maacutes feliz que ustedes

Hice un esfuerzo sobrenatural para creerle pero pudo maacutes el amor que la razoacuten iexclPutas le dije atormentado por el fuego vivo que me abrasaba las entrantildeas iexclEso es lo que son ustedes griteacute iexclPutas de mierda No quiero saber nada maacutes de tiacute ni de ninguna otra guaricha en el mundo y menos de ella Le hice desde la puerta una sentildeal de adioacutes para siempre Rosa Cabarcas no lo dudoacute

-Vete con Dios -me dijo con un rictus de tristeza y volvioacute a su vida real- De todos modos te pasareacute la cuenta del desmadre que me hiciste en el cuarto

Memorias de mis putas tristes 40 ______________________________________________________________________________________

5

Leyendo Los idus de marzo encontreacute una frase siniestra que el autor atribuye a Julio Ceacutesar Es imposible no terminar siendo como los otros creen que uno es No pude comprobar su verdadero origen en la propia obra de Julio Ceacutesar ni en las obras de sus bioacutegrafos desde Suetonio hasta Carcopino pero valioacute la pena conocerla Su fatalismo aplicado al curso de mi vida en los meses siguientes fue lo que me dio la determinacioacuten que me haciacutea falta no soacutelo para escribir esta memoria sino para empezarla sin pudores con el amor de Delgadina

No teniacutea un instante de sosiego apenas si probaba bocado y perdiacute tanto peso que no se me teniacutean los pantalones en la cintura Los dolores erraacuteticos se me quedaron en los huesos cambiaba de aacutenimo sin razoacuten pasaba las noches en un estado de deslumbramiento que no me permitiacutea leer ni escuchar muacutesica y en cambio se me iba el diacutea cabeceando por una somnolencia sonsa que no serviacutea para dormir

El alivio me cayoacute del cielo En la atestada goacutendola de Loma Fresca una vecina de asiento que no habiacutea visto subir me susurroacute al oiacutedo iquestTodaviacutea tiras Era Casilda Armenia un viejo amor de a tres por cinco que me habiacutea soportado como cliente asiduo desde que era una adolescente altiva Una vez retirada medio enferma y sin un clavo se habiacutea casado con un hortelano chino que le dio nombre y apoyo y quizaacutes un poco de amor A los setenta y tres antildeos teniacutea el peso de siempre seguiacutea bella y de caraacutecter fuerte y conservaba intacto el desparpajo del oficio

Me llevoacute a su casa una huerta de chinos en una colina de la carretera al mar Nos sentamos en las sillas de playa de la terraza umbriacutea entre helechos y frondas de astromelias y jaulas de paacutejaros colgadas en el alero En la falda de la colina se veiacutean los hortelanos chinos con sombreros de cono sembrando las hortalizas bajo el sol abrasante y el pieacutelago gris de las Bocas de Ceniza con los dos tajamares de rocas que canalizan el riacuteo varias leguas en el mar Mientras conversaacutebamos vimos entrar un trasatlaacutentico blanco por la desembocadura y lo seguimos callados hasta oiacuter su bramido de toro luacutegubre en el puerto fluvial Ella suspiroacute iquestTe das cuenta En maacutes de medio siglo es la primera vez que no te recibo la visita en la cama Ya somos otros dije Ella prosiguioacute sin oiacuterme Cada vez que dicen cosas de ti en el radio que te elogian por el carintildeo que te tiene la gente y te llaman maestro del amor imagiacutenate pienso que nadie te conocioacute tus gracias y tus mantildeas tan bien como yo En serio dijo nadie hubiera podido soportarte mejor

No resistiacute maacutes Ella lo sintioacute vio mis ojos huacutemedos de laacutegrimas y soacutelo entonces debioacute descubrir que ya no era el que fui y le sostuve la mirada con un valor del que

Memorias de mis putas tristes 41 ______________________________________________________________________________________nunca me creiacute capaz Es que me estoy volviendo viejo le dijeYa lo estamos suspiroacute ella Lo que pasa es que uno no lo siente por dentro pero desde fuera todo el mundo lo ve

Era imposible no abrirle el corazoacuten asiacute que le conteacute la historia completa que me ardiacutea en las entrantildeas desde mi primera llamada a Rosa Cabarcas la viacutespera de mis noventa antildeos hasta la noche traacutegica en que hice antildeicos el cuarto y no regreseacute maacutes Ella me oyoacute el desahogo como si estuviera vivieacutendolo lo rumioacute muy despacio y por fin sonrioacute

-Haz lo que quieras pero no pierdas a esa criatura -me dijo- No hay peor desgracia que morir solo

Fuimos a Puerto Colombia en el trenecito de juguete tan despacioso como un caballo Almorzamos frente al muelle de maderas carcomidas por donde habiacutea entrado el mundo entero al paiacutes antes que se dragaran las Bocas de Ceniza Nos sentamos bajo un cobertizo de palma donde las grandes matronas negras serviacutean pargos fritos con arroz de coco y tajadas de plaacutetano verde Dormitamos en el sopor denso de las dos y seguimos conversando hasta que se hundioacute en el mar el inmenso sol de candela La realidad me pareciacutea fantaacutestica Mira adonde ha venido a dar nuestra luna de miel se burloacute ella Pero prosiguioacute en serio Hoy miro para atraacutes veo la fila de miles de hombres que pasaron por mis camas y dariacutea el alma por haberme quedado aunque fuera con el peor Gracias a Dios encontreacute mi chino a tiempo Es como estar casada con el dedo mentildeique pero es soacutelo miacuteo

Me miroacute a los ojos midioacute mi reaccioacuten a lo que acababa de contarme y me dijo Asiacute que vete a buscar ahora mismo a esa pobre criatura aunque sea verdad lo que te dicen los celos sea como sea que lo bailado no te lo quita nadie Pero eso siacute sin romanticismos de abuelo Despieacutertala tiacuteratela hasta por las orejas con esa pinga de burro con que te premioacute el diablo por tu cobardiacutea y tu mezquindad En serio terminoacute con el alma no te vayas a morir sin probar la maravilla de tirar con amor

El pulso me temblaba al diacutea siguiente cuando marqueacute el nuacutemero del teleacutefono Tanto por la tensioacuten del reencuentro con Delgadina como por la incertidumbre de la forma en que Rosa Cabarcas me respondiera Habiacuteamos tenido una disputa seria por el abuso con que tasoacute los destrozos que hice en su cuarto Tuve que vender uno de los cuadros maacutes amados de mi madre cuyo valor se calculaba en una fortuna pero a la hora de la verdad no llegoacute a un deacutecimo de mis ilusiones

Aumenteacute la suma con el resto de mis ahorros y se la lleveacute a Rosa Cabarcas con una consigna inapelable Lo tomas o lo dejas Fue un acto suicida porque soacutelo con vender uno de mis secretos ella habriacutea aniquilado mi buen nombre Pero no respingoacute sino que se quedoacute con los cuadros que habiacutea tomado en prenda la noche del pleito Fui el perdedor absoluto en una sola jugada me quedeacute sin Delgadina sin Rosa Cabarcas y sin mis uacuteltimos ahorros Sin embargo oiacute el timbre del teleacutefono una vez dos veces tres y por fin ella iquestA ver No me salioacute la voz Colgueacute Me echeacute en la hamaca tratando de serenarme con la liacuterica asceacutetica de Satie y sudeacute tanto que el lienzo quedoacute empapado Hasta el diacutea siguiente no tuve el valor de llamar

-Bueno mujer -dije con voz firme- Hoy siacute

Memorias de mis putas tristes 42 ______________________________________________________________________________________Rosa Cabarcas coacutemo no estaba maacutes allaacute de todo Ay mi sabio triste suspiroacute con su aacutenimo invencible te pierdes dos meses y soacutelo vuelves para pedir ilusiones Me contoacute que no habiacutea visto a Delgadina desde haciacutea maacutes de un mes que pareciacutea tan repuesta del susto de mis estropicios que ni siquiera habloacute de ellos ni preguntoacute por miacute y estaba muy contenta en un nuevo empleo maacutes coacutemodo y mejor pagado que coser botones Una oleada de fuego vivo me quemoacute las entrantildeas Soacutelo puede ser de puta dije Rosa me replicoacute sin pestantildeear No seas bruto si asiacute fuera estariacutea aquiacute iquestO doacutende podriacutea estar mejor La rapidez de su loacutegica me agravoacute la duda iquestY coacutemo seacute que no estaacute ahiacute En ese caso replicoacute ella lo que maacutes te conviene es no saberlo iquestO no Una vez maacutes la odieacute Ella a prueba de erosiones prometioacute rastrear a la nintildea Sin muchas esperanzas porque el teleacutefono de la vecina donde la llamaba seguiacutea cortado y no teniacutea la menor idea de doacutende viviacutea Pero no era para echarse a morir queacute carajo dijo te llamo en una hora

Fue una hora de tres diacuteas pero encontroacute a la nintildea disponible y sana Volviacute avergonzado y la beseacute palmo a palmo como penitencia desde las doce de la noche hasta que cantaron los gallos Un perdoacuten largo que me prometiacute seguir repitiendo para siempre y fue como empezar otra vez por el principio El cuarto habiacutea sido desmantelado y el mal uso habiacutea acabado con todo lo que yo habiacutea puesto Ella lo habiacutea dejado asiacute y me dijo que cualquier mejora teniacutea que hacerla yo por lo que estaba debieacutendole Sin embargo mi situacioacuten econoacutemica tocaba fondo El dinero de las jubilaciones alcanzaba cada vez para menos Las pocas cosas vendibles que quedaban en la casa -salvo las joyas sagradas de mi madre- careciacutean de valor comercial y nada era bastante viejo para ser antiguo En tiempos mejores el gobernador me habiacutea hecho la oferta tentadora de comprarme en bloque los libros de los claacutesicos griegos latinos y espantildeoles para la Biblioteca Departamental pero no tuve corazoacuten para venderlos Despueacutes con los cambios poliacuteticos y el deterioro del mundo nadie del gobierno pensaba en las artes ni las letras Cansado de buscar una solucioacuten decente me echeacute al bolsillo las joyas que Delgadina me habiacutea devuelto y me fui a empentildearlas en un callejoacuten siniestro que conduciacutea al mercado puacuteblico Con aires de sabio distraiacutedo recorriacute varias veces aquel tugurio atiborrado de cantinas de mala muerte libreriacuteas de viejo y casas de empentildeo pero la dignidad de Florina de Dios me cerroacute el paso no me atreviacute Entonces decidiacute venderlas con la frente en alto a la joyeriacutea maacutes antigua y acreditada

El dependiente me hizo algunas preguntas mientras examinaba las joyas con su monoacuteculo Teniacutea la conducta el estilo y el pavor de un meacutedico Le expliqueacute que eran joyas heredadas de mi madre El aprobaba con un gruntildeido cada una de mis explicaciones y por fin se quitoacute el monoacuteculo

-Lo siento -dijo- pero son culos de botellas

Ante mi sorpresa me explicoacute con una suave conmiseracioacuten Menos mal que el oro es oro y el platino es platino Me toqueacute el bolsillo para asegurarme de que llevaba las facturas de compra y dije sin resabios

-Pues fueron compradas en esta noble casa hace maacutes de cien antildeos

El no se inmutoacute Suele suceder dijo que en las joyas hereditarias vayan desapareciendo las piedras maacutes valiosas con el paso del tiempo sustituidas por diacutescolos de la familia o por joyeros bandidos y soacutelo cuando alguien trata de

Memorias de mis putas tristes 43 ______________________________________________________________________________________venderlas se descubre el fraude Pero permiacutetame un segundo dijo y se llevoacute las joyas por la puerta del fondo Al cabo de un momento regresoacute y sin explicacioacuten alguna me indicoacute que me sentara en la silla de espera y siguioacute trabajando

Examineacute la tienda Habiacutea ido con mi madre varias veces y recordaba una frase recurrente No se lo digas a tu papaacute De pronto se me ocurrioacute una idea que me crispoacute iquestno seriacutea que Rosa Cabarcas y Delgadina de comuacuten acuerdo habiacutean vendido las piedras legiacutetimas y me devolvieron las joyas con las piedras falsas

Estaba ardiendo en dudas cuando una secretaria me invitoacute a seguirla por la misma puerta del fondo hasta una oficina pequentildea con una larga estanteriacutea de gruesos voluacutemenes Un beduino colosal se levantoacute en el escritorio del fondo y me estrechoacute la mano tuteaacutendome con una efusioacuten de viejo amigo Hicimos juntos el bachillerato me dijo a modo de saludo Me fue faacutecil recordarlo era el mejor futbolista de la escuela y campeoacuten de nuestros primeros burdeles Habiacutea dejado de verlo en alguacuten momento incierto y debioacute verme tan decreacutepito que me confundioacute con un condisciacutepulo de su infancia

Sobre el cristal del escritorio teniacutea abierto uno de los mamotretos del archivo donde estaba la memoria de las joyas de mi madre Una relacioacuten exacta con fechas y detalles de que ella en persona habiacutea hecho cambiar las piedras de dos generaciones de hermosas y dignas Cargamantos y habiacutea vendido las legiacutetimas a la misma tienda Esto habiacutea ocurrido cuando el padre del propietario actual estaba al frente de la joyeriacutea y eacutel y yo en la escuela Pero eacutel mismo me tranquilizoacute aquellas triquintildeuelas eran de uso corriente entre las grandes familias en desgracia para resolver urgencias de plata sin sacrificar el honor Ante la realidad cruda preferiacute conservarlas como recuerdo de otra Florina de Dios que nunca conociacute

A principios de julio sentiacute la distancia real de la muerte Mi corazoacuten perdioacute el paso y empeceacute a ver y sentir por todos lados los presagios inequiacutevocos del final El maacutes niacutetido fue en el concierto de Bellas Artes El aire acondicionado habiacutea fallado y la flor y nata de las artes y las letras se cocinaban al bantildeomariacutea en el saloacuten abarrotado pero la magia de la muacutesica era un clima celestial Al final con el Allegretto poco mosso me estremecioacute la revelacioacuten deslumbrante de que estaba escuchando el uacuteltimo concierto que me deparaba el destino antes de morir No sentiacute dolor ni miedo sino la emocioacuten arrasadora de haber alcanzado a vivirlo

Cuando por fin logreacute abrirme camino empapado de sudor a traveacutes de los abrazos y las fotos me encontreacute de manos a boca con Ximena Ortiz como una diosa de cien antildeos en la silla de ruedas Su sola presencia se me imponiacutea como un pecado mortal Teniacutea una tuacutenica de seda color marfil tan tersa como su piel un hilo de perlas legiacutetimas de tres vueltas el cabello color de naacutecar cortado a la moda de los veintes con una punta de ala de gaviota en la mejilla y los grandes ojos amarillos iluminados por la sombra natural de las ojeras Todo en ella contradeciacutea el rumor de que su mente estaba quedaacutendose en blanco por la erosioacuten irredimible de la memoria Petrificado y sin recursos frente a ella me sobrepuse al vaho de fuego que me subioacute a la cara y la saludeacute en silencio con una venia versallesca Ella sonrioacute como una reina y me agarroacute la mano Entonces me di cuenta de que tambieacuten aquello era una coartada del destino y no la perdiacute para sacarme una espina que me estorbaba desde siempre He sontildeado durante antildeos con este momento le dije Ella no parecioacute

Memorias de mis putas tristes 44 ______________________________________________________________________________________entender iexclNo me digas dijo iquestY tuacute quieacuten eres No supe nunca si en verdad lo habiacutea olvidado o si fue la venganza final de su vida

La certidumbre de ser mortal en cambio me habiacutea sorprendido poco antes de los cincuenta antildeos en una ocasioacuten como aqueacutella una noche de carnaval en que bailaba un tango apache con una mujer fenomenal a la que nunca le vi la cara maacutes corpulenta que yo como por cuarenta libras y maacutes alta como de dos palmos que sin embargo se dejaba llevar como una pluma al viento Bailaacutebamos tan apretados que sentiacutea circular su sangre por las venas y me hallaba como adormecido de gusto con su resuello trabajoso su grajo de amoniacuteaco sus tetas de astroacutenoma cuando me sacudioacute por la primera vez y casi me derriboacute por tierra el freacutemito de la muerte Fue como un oraacuteculo brutal en el oiacutedo Hagas lo que hagas en este antildeo o dentro de ciento estaraacutes muerto hasta jamaacutes Ella se separoacute asustada iquestQueacute le pasa Nada le dije tratando de sujetarme el corazoacuten

-Tiemblo por usted

Desde entonces empeceacute a medir la vida no por antildeos sino por deacutecadas La de los cincuenta habiacutea sido decisiva porque tomeacute conciencia de que casi todo el mundo era menor que yo La de los sesenta fue la maacutes intensa por la sospecha de que ya no me quedaba tiempo para equivocarme La de los setenta fue temible por una cierta posibilidad de que fuera la uacuteltima No obstante cuando desperteacute vivo la primera mantildeana de mis noventa antildeos en la cama feliz de Delgadina se me atravesoacute la idea complaciente de que la vida no fuera algo que transcurre como el riacuteo revuelto de Heraacuteclito sino una ocasioacuten uacutenica de voltearse en la parrilla y seguir asaacutendose del otro costado por noventa antildeos maacutes

Me volviacute de laacutegrima faacutecil Cualquier sentimiento que tuviera algo que ver con la ternura me causaba un nudo en la garganta que no siempre lograba dominar y penseacute en renunciar al placer solitario de velar el suentildeo de Delgadina no tanto por la incertidumbre de mi muerte como por el dolor de imaginarla sin miacute en el resto de su vida Uno de aquellos diacuteas inciertos fui a dar por distraccioacuten a la muy noble calle de los Notarios y me sorprendioacute no encontrar nada maacutes que los escombros del viejo hotel de lance donde fui iniciado por la fuerza en las artes del amor poco antes de mis doce antildeos Habiacutea sido una mansioacuten de antiguos navieros espleacutendida como pocas en la ciudad con columnas enchapadas de alabastro y frisos de oropeles alrededor de un patio interior con una cuacutepula de cristales de siete colores que irradiaba un resplandor de invernadero En la planta baja con un portal goacutetico sobre la calle estuvieron por maacutes de un siglo las notariacuteas coloniales en las que trabajoacute prosperoacute y se arruinoacute mi padre en toda una vida de suentildeos fantaacutesticos Las familias histoacutericas abandonaron poco a poco los pisos superiores que terminaron ocupados por una legioacuten de nocheras en desgracia que subiacutean y bajaban hasta el amanecer con los clientes atrapados por un peso y medio en las cantinas del cercano puerto fluvial

A mis doce antildeos todaviacutea con mis pantalones cortos y mis botitas de la escuela primaria no pude resistir la tentacioacuten de conocer los pisos superiores mientras mi padre se debatiacutea en una de sus reuniones interminables y me encontreacute con un espectaacuteculo celestial Las mujeres que malvendiacutean sus cuerpos hasta el amanecer se moviacutean por la casa desde las once de la mantildeana cuando ya la caniacutecula del vitral era insoportable y teniacutean que hacer su vida domeacutestica caminando en pelotas por

JUAN CARLOS 161104
caniacutecula (Del lat canicŭla) f Periacuteodo del antildeo en que es maacutes fuerte el calor || 2 Astr Tiempo del nacimiento heliacuteaco de Sirio que antiguamente coincidiacutea con la eacutepoca maacutes calurosa del antildeo pero que hoy no se verifica hasta fines de agosto13
JUAN CARLOS 161104
freacutemito (Del lat fremĭtus) m bramido

Memorias de mis putas tristes 45 ______________________________________________________________________________________toda la casa mientras comentaban a gritos sus aventuras de la noche Me quedeacute aterrorizado Lo uacutenico que se me ocurrioacute fue escapar por donde habiacutea llegado cuando una de las desnudas de carnes macizas olorosas a jaboacuten de monte me abrazoacute por la espalda y me llevoacute en vilo hasta su cubiacuteculo de cartoacuten sin que yo pudiera verla en medio de la griteriacutea y los aplausos de las inquilinas en cueros Me tiroacute bocarriba en su cama para cuatro me quitoacute los pantalones con una maniobra maestra y se acaballoacute sobre miacute pero el terror helado que me empapaba el cuerpo me impidioacute recibirla como un hombre Aquella noche desvelado en la cama de mi casa por la verguumlenza del asalto no pude dormir maacutes de una hora con las ansias de volver a verla Pero la mantildeana siguiente mientras los trasnochados dormiacutean subiacute temblando hasta su cubiacuteculo y la desperteacute llorando a gritos con un amor enloquecido que duroacute hasta que se lo llevoacute sin misericordia el ventarroacuten de la vida real Se llamaba Castorina y era la reina de la casa

Los cubiacuteculos del hotel costaban un peso para los amores de paso pero muy pocos sabiacuteamos que costaban lo mismo hasta por veinticuatro horas Ademaacutes Castorina me introdujo en su mundo de mala muerte donde invitaban a los clientes pobres a sus desayunos de gala le prestaban el jaboacuten les atendiacutean los dolores de muela y en casos de urgencia mayor les daban un amor de caridad

Pero en las tardes de la uacuteltima vejez se acordaba de la inmortal Castorina muerta quien sabiacutea cuando que habiacutea sucedido desde las esquinas miserables del muelle fluvial hasta el trono sagrado de mamasanta mayor con un parche de pirata en el ojo perdido en el pleito de cantina Su uacuteltimo machucante de planta un negro feliz de Camaguumley a quien llamaba Jonaacutes el Galeote habiacutea sido un trompetista de los grandes en La Habana hasta que perdioacute la sonrisa completa en una cataacutestrofe de trenes

Al salir de aquella visita amarga sentiacute una punzada en el corazoacuten que no habiacutea logrado aliviar en tres diacuteas con toda clase de poacutecimas caseras El meacutedico al que acudiacute de urgencia miembro de una estirpe de insignes era nieto del que me vio a mis cuarenta y dos antildeos y me asustoacute que pareciera el mismo pues estaba tan envejecido como su abuelo a los setenta por una calvicie prematura unos lentes de miope sin regreso y una tristeza inconsolable Me hizo un examen minucioso de cuerpo entero con una concentracioacuten de orfebre Me auscultoacute el pecho y la espalda y me revisoacute la presioacuten arterial los reflejos de la rodilla el fondo del ojo el color del paacuterpado inferior En las pausas mientras yo cambiaba de posicioacuten en la mesa de reconocimiento me haciacutea preguntas tan vagas y raacutepidas que apenas si me daban tiempo de pensar las respuestas Al cabo de una hora me miroacute con una sonrisa feliz Bueno dijo creo que no tengo nada que hacer por usted iquestQueacute quiere decir Que su estado es el mejor posible a su edad Queacute curioso le dije lo mismo me dijo su abuelo cuando yo teniacutea cuarenta y dos antildeos como si el tiempo no pasara Siempre encontraraacute uno que se lo diga dijo porque siempre tendraacute una edad Yo provocaacutendolo para una sentencia aterradora le dije La uacutenica definitiva es la muerte Siacute dijo eacutel pero no es faacutecil llegar a ella en tan buen estado como usted Siento de veras no poder complacerlo

Eran recuerdos nobles pero la viacutespera del 29 de agosto sentiacute el peso inmenso del siglo que me esperaba impasible cuando subiacute con pasos de hierro las escaleras de mi casa Entonces volviacute a ver una vez maacutes a Florina de Dios mi madre en mi cama que habiacutea sido la suya hasta su muerte y me hizo la misma bendicioacuten de la uacuteltima

Memorias de mis putas tristes 46 ______________________________________________________________________________________vez que la vi dos horas antes de morir Trastornado por la conmocioacuten lo entendiacute como el anuncio final y llameacute a Rosa Cabarcas para que me llevara a mi nintildea aquella misma noche en previsioacuten de que no se cumpliera mi ilusioacuten de sobrevivir hasta el uacuteltimo aliento de mis noventa antildeos Volviacute a llamarla a las ocho y una vez maacutes repitioacute que no era posible Tiene que serlo a cualquier precio le griteacute aterrorizado Colgoacute sin despedirse pero quince minutos despueacutes volvioacute a llamar

-Bueno aquiacute la tienes

Llegueacute a las diez y veinte de la noche y le di a Rosa Cabarcas las uacuteltimas cartas de mi vida con mis disposiciones sobre la nintildea despueacutes de mi final terrible Ella pensoacute que me habiacutea impresionado con el acuchillado y me dijo con aires de burla Si te vas a morir que no sea aquiacute imagiacutenate Pero yo le dije Di que me atropello el tren de Puerto Colombia ese pobre cacharro de laacutestima incapaz de matar a nadie

Preparado para todo aquella noche me acosteacute bocarriba a la espera del dolor final en el primer instante de mis noventa y un antildeos Oiacute campanas distantes sentiacute la fragancia del alma de Delgadina dormida de costado oiacute un grito en el horizonte sollozos de alguien que quizaacutes habiacutea muerto un siglo antes en la alcoba Entonces apagueacute la luz con el uacuteltimo aliento entrelaceacute mis dedos con los suyos para llevaacutermela de la mano y conteacute las doce campanadas de las doce con mis doce laacutegrimas finales hasta que empezaron a cantar los gallos y enseguida las campanas de gloria los cohetes de fiesta que celebraban el juacutebilo de haber sobrevivido sano y salvo a mis noventa antildeos

Mis primeras palabras fueron para Rosa Cabarcas Te compro la casa toda con la tienda y el huerto Ella me dijo Hagamos una apuesta de viejos el que se muera primero se queda con todo lo del otro firmado ante notario No porque si yo me muero todo deberiacutea ser para ella Es igual dijo Rosa Cabarcas yo me hago cargo de la nintildea y despueacutes le dejo todo lo tuyo y lo miacuteo no tengo a nadie maacutes en este mundo Mientras tanto remodelamos tu cuarto con buenos servicios aire acondicionado y tus libros y tu muacutesica

-iquestCrees que ella estaraacute de acuerdo

-Ay mi sabio triste estaacute bien que esteacutes viejo pero no pendejo -dijo Rosa Cabarcas muerta de risa- Esa pobre criatura estaacute lela de amor por ti

Saliacute a la calle radiante y por primera vez me reconociacute a miacute mismo en el horizonte remoto de mi primer siglo Mi casa callada y en orden a las seis y cuarto empezaba a gozar los colores de una aurora feliz Damiana cantaba a toda voz en la cocina y el gato redivivo enroscoacute la cola en mis tobillos y siguioacute caminando conmigo hasta mi mesa de escribir Estaba ordenando mis papeles marchitos el tintero la pluma de ganso cuando el sol estalloacute entre los almendros del parque y el buque fluvial del correo retrasado una semana por la sequiacutea entroacute bramando en el canal del puerto Era por fin la vida real con mi corazoacuten a salvo y condenado a morir de buen amor en la agoniacutea feliz de cualquier diacutea despueacutes de mis cien antildeos

Mayo de 2004

Page 37: · Web viewVivo en una casa colonial en la acera de sol del parque de San Nicolás, donde he pasado todos los días de mi vida sin mujer ni fortuna, donde vivieron y murieron mis padres,

Memorias de mis putas tristes 37 ______________________________________________________________________________________como colegialas y nos observaron de reojo mientras el gerente explicaba sus aportes al arte inmemorial de pegar botones Yo escrutaba las caras de cada una con el pavor de descubrir a Delgadina vestida y despierta Pero fue una de ellas la que me descubrioacute a miacute con la mirada temible de la admiracioacuten sin clemencia

-Diacutegame sentildeor iquestno es usted el que escribe las cartas de amor en el perioacutedico

Nunca me hubiera imaginado que una nintildea dormida pudiera causar en uno semejantes estragos Escapeacute de la faacutebrica sin despedirme ni pensar siquiera si alguna de aquellas viacutergenes de purgatorio era por fin la que buscaba Cuando saliacute de ahiacute el uacutenico sentimiento que me quedaba en la vida eran las ganas de llorar

Rosa Cabarcas llamoacute al cabo de un mes con una explicacioacuten increiacuteble se habiacutea tomado un merecido descanso en Cartagena de Indias despueacutes del asesinato del banquero No le creiacute desde luego pero la feliciteacute por su suerte y la dejeacute explayarse en su mentira antes de hacerle la pregunta que me borboritaba en el corazoacuten

-iquestY ella

Rosa Cabarcas hizo un silencio largo Ahiacute estaacute dijo al fin pero su voz se hizo evasiva Hay que esperar un tiempo iquestCuaacutento Ni idea ya te avisareacute Sentiacute que se me iba y la pareacute en seco Espeacuterate dame alguna luz No hay luz dijo ella y concluyoacute Ten cuidado puedes perjudicarte tuacute y sobre todo perjudicarla a ella Yo no estaba para esa clase de remilgos Le supliqueacute aunque fuera una oportunidad de acercarme a la verdad Al fin y al cabo le dije somos coacutemplices Ella no dio un paso maacutes Caacutelmate me dijo la nintildea estaacute bien y esperando que la llame pero ahora mismo no hay nada que hacer ni voy a decir nada maacutes Adioacutes

Me quedeacute con el teleacutefono en la mano sin saber por doacutende seguir pues tambieacuten la conociacutea bastante para pensar que no conseguiriacutea nada de ella si no era por las buenas Despueacutes del mediodiacutea me di una vuelta furtiva por su casa maacutes confiado en la casualidad que en la razoacuten y la encontreacute todaviacutea cerrada y con los sellos de la Sanidad Penseacute que Rosa Cabarcas me habiacutea telefoneado de otra parte tal vez de otra ciudad y la sola idea me llenoacute de presagios turbios No obstante a las seis de la tarde cuando menos lo esperaba me soltoacute por teleacutefono mi propio santo y sentildea

-Bueno ahora siacute

A las diez de la noche tembloroso y con los labios mordidos para no llorar fui cargado de cajas de chocolates suizos turrones y caramelos y una canasta de rosas ardientes para cubrir la cama La puerta estaba entreabierta las luces encendidas y en el radio se diluiacutea a medio volumen la sonata nuacutemero uno para violiacuten y piano de Brahms Delgadina en la cama estaba tan radiante y distinta que me costoacute trabajo reconocerla

Habiacutea crecido pero no se le notaba en la estatura sino en una madurez intensa que la haciacutea parecer con dos o tres antildeos maacutes y maacutes desnuda que nunca Sus poacutemulos altos la piel tostada por soles de mar bravo los labios finos y el cabello corto y rizado le infundiacutean a su rostro el resplandor androacutegino del Apolo de Praxiacuteteles Pero no habiacutea equiacutevoco posible porque sus senos habiacutean crecido hasta el punto de que no me cabiacutean en la mano sus caderas habiacutean acabado de formarse y sus huesos se

Memorias de mis putas tristes 38 ______________________________________________________________________________________habiacutean vuelto maacutes firmes y armoacutenicos Me encantaron aquellos aciertos de la naturaleza pero me aturdieron los artificios las pestantildeas postizas las untildeas de las manos y los pies esmaltadas de naacutecar y un perfume de a dos cuartillos que no teniacutea nada que ver con el amor Sin embargo lo que me sacoacute de quicio fue la fortuna que llevaba encima pendientes de oro con gajos de esmeraldas un collar de perlas naturales una pulsera de oro con resplandores de diamantes y anillos con piedras legiacutetimas en todos los dedos En la silla estaba su traje de nochera con lentejuelas y bordados y las zapatillas de raso Un vapor raro me subioacute de las entrantildeas

-iexclPuta -griteacute

Pues el diablo me soploacute en el oiacutedo un pensamiento siniestro Y fue asiacute la noche del crimen Rosa Cabarcas no debioacute tener tiempo ni serenidad para prevenir a la nintildea y la policiacutea la encontroacute en el cuarto sola menor de edad y sin coartada Nadie igual a Rosa Cabarcas para una situacioacuten como aqueacutella le vendioacute la virginidad de la nintildea a alguno de sus grandes cacaos a cambio de que a ella la sacaran limpia del crimen Lo primero claro fue desaparecer mientras se aplacaba el escaacutendalo iexclQueacute maravilla Una luna de miel para tres ellos dos en la cama y Rosa Cabarcas en una terraza de lujo disfrutando de su impunidad feliz Ciego de una furia insensata fui reventando contra las paredes cada cosa del cuarto las laacutemparas el radio el ventilador los espejos las jarras los vasos Lo hice sin prisa pero sin pausas con un grande estropicio y una embriaguez metoacutedica que me salvoacute la vida La nintildea dio un salto al primer estallido pero no me miroacute sino que se enroscoacute de espaldas a miacute y asiacute permanecioacute con espasmos entrecortados hasta que cesoacute el estropicio Las gallinas en el patio y los perros de la madrugada aumentaron el escaacutendalo Con la cegadora lucidez de la coacutelera tuve la inspiracioacuten final de prenderle fuego a la casa cuando aparecioacute en la puerta la figura impasible de Rosa Cabarcas en camisa de dormir No dijo nada Hizo con la vista el inventario del desastre y comproboacute que la nintildea estaba enroscada sobre siacute misma como un caracol y con la cabeza escondida entre los brazos aterrada pero intacta

-iexclDios miacuteo -exclamoacute Rosa Cabarcas- iexclQueacute no hubiera dado yo por un amor como eacuteste

Me midioacute de cuerpo entero con una mirada de misericordia y me ordenoacute Vamos La seguiacute hasta la casa me sirvioacute un vaso de agua en silencio me hizo una sentildea de que me sentara frente a ella y me puso en confesioacuten Bueno me dijo ahora poacutertate como un adulto y cueacutentame iquestqueacute te pasa

Le conteacute con lo que teniacutea como mi verdad revelada Rosa Cabarcas me escuchoacute en silencio sin asombro y por fin parecioacute iluminada Queacute maravilla dijo Siempre he dicho que los celos saben maacutes que la verdad Y entonces me contoacute la realidad sin reservas En efecto dijo en su ofuscacioacuten de la noche del crimen se habiacutea olvidado de la nintildea dormida en el cuarto Uno de sus clientes abogado del muerto ademaacutes repartioacute prebendas y sobornos a cuatro manos e invitoacute a Rosa Cabarcas a un hotel de reposo de Cartagena de Indias mientras se disipaba el escaacutendalo Creacuteeme dijo Rosa Cabarcas que en todo este tiempo no dejeacute de pensar ni un momento en ti y en la nintildea Volviacute antier y lo primero que hice fue llamarte por teleacutefono pero nadie contestoacute En cambio la nintildea vino enseguida y en tan mal estado que te la bantildeeacute te la vestiacute y te la mandeacute al saloacuten de belleza con la orden de que la arreglaran como una reina Ya viste coacutemo perfecta iquestLa ropa de lujo Son los trajes que les alquilo a mis

Memorias de mis putas tristes 39 ______________________________________________________________________________________pupilas maacutes pobres cuando tienen que ir a bailar con sus clientes iquestLas joyas Son las miacuteas dijo Basta con tocarlas para darse cuenta de que son diamantes de vidrio y estoperoles de hojalata De modo que no jodas concluyoacute Anda despieacutertala piacutedele perdoacuten y hazte cargo de ella de una vez Nadie merece ser maacutes feliz que ustedes

Hice un esfuerzo sobrenatural para creerle pero pudo maacutes el amor que la razoacuten iexclPutas le dije atormentado por el fuego vivo que me abrasaba las entrantildeas iexclEso es lo que son ustedes griteacute iexclPutas de mierda No quiero saber nada maacutes de tiacute ni de ninguna otra guaricha en el mundo y menos de ella Le hice desde la puerta una sentildeal de adioacutes para siempre Rosa Cabarcas no lo dudoacute

-Vete con Dios -me dijo con un rictus de tristeza y volvioacute a su vida real- De todos modos te pasareacute la cuenta del desmadre que me hiciste en el cuarto

Memorias de mis putas tristes 40 ______________________________________________________________________________________

5

Leyendo Los idus de marzo encontreacute una frase siniestra que el autor atribuye a Julio Ceacutesar Es imposible no terminar siendo como los otros creen que uno es No pude comprobar su verdadero origen en la propia obra de Julio Ceacutesar ni en las obras de sus bioacutegrafos desde Suetonio hasta Carcopino pero valioacute la pena conocerla Su fatalismo aplicado al curso de mi vida en los meses siguientes fue lo que me dio la determinacioacuten que me haciacutea falta no soacutelo para escribir esta memoria sino para empezarla sin pudores con el amor de Delgadina

No teniacutea un instante de sosiego apenas si probaba bocado y perdiacute tanto peso que no se me teniacutean los pantalones en la cintura Los dolores erraacuteticos se me quedaron en los huesos cambiaba de aacutenimo sin razoacuten pasaba las noches en un estado de deslumbramiento que no me permitiacutea leer ni escuchar muacutesica y en cambio se me iba el diacutea cabeceando por una somnolencia sonsa que no serviacutea para dormir

El alivio me cayoacute del cielo En la atestada goacutendola de Loma Fresca una vecina de asiento que no habiacutea visto subir me susurroacute al oiacutedo iquestTodaviacutea tiras Era Casilda Armenia un viejo amor de a tres por cinco que me habiacutea soportado como cliente asiduo desde que era una adolescente altiva Una vez retirada medio enferma y sin un clavo se habiacutea casado con un hortelano chino que le dio nombre y apoyo y quizaacutes un poco de amor A los setenta y tres antildeos teniacutea el peso de siempre seguiacutea bella y de caraacutecter fuerte y conservaba intacto el desparpajo del oficio

Me llevoacute a su casa una huerta de chinos en una colina de la carretera al mar Nos sentamos en las sillas de playa de la terraza umbriacutea entre helechos y frondas de astromelias y jaulas de paacutejaros colgadas en el alero En la falda de la colina se veiacutean los hortelanos chinos con sombreros de cono sembrando las hortalizas bajo el sol abrasante y el pieacutelago gris de las Bocas de Ceniza con los dos tajamares de rocas que canalizan el riacuteo varias leguas en el mar Mientras conversaacutebamos vimos entrar un trasatlaacutentico blanco por la desembocadura y lo seguimos callados hasta oiacuter su bramido de toro luacutegubre en el puerto fluvial Ella suspiroacute iquestTe das cuenta En maacutes de medio siglo es la primera vez que no te recibo la visita en la cama Ya somos otros dije Ella prosiguioacute sin oiacuterme Cada vez que dicen cosas de ti en el radio que te elogian por el carintildeo que te tiene la gente y te llaman maestro del amor imagiacutenate pienso que nadie te conocioacute tus gracias y tus mantildeas tan bien como yo En serio dijo nadie hubiera podido soportarte mejor

No resistiacute maacutes Ella lo sintioacute vio mis ojos huacutemedos de laacutegrimas y soacutelo entonces debioacute descubrir que ya no era el que fui y le sostuve la mirada con un valor del que

Memorias de mis putas tristes 41 ______________________________________________________________________________________nunca me creiacute capaz Es que me estoy volviendo viejo le dijeYa lo estamos suspiroacute ella Lo que pasa es que uno no lo siente por dentro pero desde fuera todo el mundo lo ve

Era imposible no abrirle el corazoacuten asiacute que le conteacute la historia completa que me ardiacutea en las entrantildeas desde mi primera llamada a Rosa Cabarcas la viacutespera de mis noventa antildeos hasta la noche traacutegica en que hice antildeicos el cuarto y no regreseacute maacutes Ella me oyoacute el desahogo como si estuviera vivieacutendolo lo rumioacute muy despacio y por fin sonrioacute

-Haz lo que quieras pero no pierdas a esa criatura -me dijo- No hay peor desgracia que morir solo

Fuimos a Puerto Colombia en el trenecito de juguete tan despacioso como un caballo Almorzamos frente al muelle de maderas carcomidas por donde habiacutea entrado el mundo entero al paiacutes antes que se dragaran las Bocas de Ceniza Nos sentamos bajo un cobertizo de palma donde las grandes matronas negras serviacutean pargos fritos con arroz de coco y tajadas de plaacutetano verde Dormitamos en el sopor denso de las dos y seguimos conversando hasta que se hundioacute en el mar el inmenso sol de candela La realidad me pareciacutea fantaacutestica Mira adonde ha venido a dar nuestra luna de miel se burloacute ella Pero prosiguioacute en serio Hoy miro para atraacutes veo la fila de miles de hombres que pasaron por mis camas y dariacutea el alma por haberme quedado aunque fuera con el peor Gracias a Dios encontreacute mi chino a tiempo Es como estar casada con el dedo mentildeique pero es soacutelo miacuteo

Me miroacute a los ojos midioacute mi reaccioacuten a lo que acababa de contarme y me dijo Asiacute que vete a buscar ahora mismo a esa pobre criatura aunque sea verdad lo que te dicen los celos sea como sea que lo bailado no te lo quita nadie Pero eso siacute sin romanticismos de abuelo Despieacutertala tiacuteratela hasta por las orejas con esa pinga de burro con que te premioacute el diablo por tu cobardiacutea y tu mezquindad En serio terminoacute con el alma no te vayas a morir sin probar la maravilla de tirar con amor

El pulso me temblaba al diacutea siguiente cuando marqueacute el nuacutemero del teleacutefono Tanto por la tensioacuten del reencuentro con Delgadina como por la incertidumbre de la forma en que Rosa Cabarcas me respondiera Habiacuteamos tenido una disputa seria por el abuso con que tasoacute los destrozos que hice en su cuarto Tuve que vender uno de los cuadros maacutes amados de mi madre cuyo valor se calculaba en una fortuna pero a la hora de la verdad no llegoacute a un deacutecimo de mis ilusiones

Aumenteacute la suma con el resto de mis ahorros y se la lleveacute a Rosa Cabarcas con una consigna inapelable Lo tomas o lo dejas Fue un acto suicida porque soacutelo con vender uno de mis secretos ella habriacutea aniquilado mi buen nombre Pero no respingoacute sino que se quedoacute con los cuadros que habiacutea tomado en prenda la noche del pleito Fui el perdedor absoluto en una sola jugada me quedeacute sin Delgadina sin Rosa Cabarcas y sin mis uacuteltimos ahorros Sin embargo oiacute el timbre del teleacutefono una vez dos veces tres y por fin ella iquestA ver No me salioacute la voz Colgueacute Me echeacute en la hamaca tratando de serenarme con la liacuterica asceacutetica de Satie y sudeacute tanto que el lienzo quedoacute empapado Hasta el diacutea siguiente no tuve el valor de llamar

-Bueno mujer -dije con voz firme- Hoy siacute

Memorias de mis putas tristes 42 ______________________________________________________________________________________Rosa Cabarcas coacutemo no estaba maacutes allaacute de todo Ay mi sabio triste suspiroacute con su aacutenimo invencible te pierdes dos meses y soacutelo vuelves para pedir ilusiones Me contoacute que no habiacutea visto a Delgadina desde haciacutea maacutes de un mes que pareciacutea tan repuesta del susto de mis estropicios que ni siquiera habloacute de ellos ni preguntoacute por miacute y estaba muy contenta en un nuevo empleo maacutes coacutemodo y mejor pagado que coser botones Una oleada de fuego vivo me quemoacute las entrantildeas Soacutelo puede ser de puta dije Rosa me replicoacute sin pestantildeear No seas bruto si asiacute fuera estariacutea aquiacute iquestO doacutende podriacutea estar mejor La rapidez de su loacutegica me agravoacute la duda iquestY coacutemo seacute que no estaacute ahiacute En ese caso replicoacute ella lo que maacutes te conviene es no saberlo iquestO no Una vez maacutes la odieacute Ella a prueba de erosiones prometioacute rastrear a la nintildea Sin muchas esperanzas porque el teleacutefono de la vecina donde la llamaba seguiacutea cortado y no teniacutea la menor idea de doacutende viviacutea Pero no era para echarse a morir queacute carajo dijo te llamo en una hora

Fue una hora de tres diacuteas pero encontroacute a la nintildea disponible y sana Volviacute avergonzado y la beseacute palmo a palmo como penitencia desde las doce de la noche hasta que cantaron los gallos Un perdoacuten largo que me prometiacute seguir repitiendo para siempre y fue como empezar otra vez por el principio El cuarto habiacutea sido desmantelado y el mal uso habiacutea acabado con todo lo que yo habiacutea puesto Ella lo habiacutea dejado asiacute y me dijo que cualquier mejora teniacutea que hacerla yo por lo que estaba debieacutendole Sin embargo mi situacioacuten econoacutemica tocaba fondo El dinero de las jubilaciones alcanzaba cada vez para menos Las pocas cosas vendibles que quedaban en la casa -salvo las joyas sagradas de mi madre- careciacutean de valor comercial y nada era bastante viejo para ser antiguo En tiempos mejores el gobernador me habiacutea hecho la oferta tentadora de comprarme en bloque los libros de los claacutesicos griegos latinos y espantildeoles para la Biblioteca Departamental pero no tuve corazoacuten para venderlos Despueacutes con los cambios poliacuteticos y el deterioro del mundo nadie del gobierno pensaba en las artes ni las letras Cansado de buscar una solucioacuten decente me echeacute al bolsillo las joyas que Delgadina me habiacutea devuelto y me fui a empentildearlas en un callejoacuten siniestro que conduciacutea al mercado puacuteblico Con aires de sabio distraiacutedo recorriacute varias veces aquel tugurio atiborrado de cantinas de mala muerte libreriacuteas de viejo y casas de empentildeo pero la dignidad de Florina de Dios me cerroacute el paso no me atreviacute Entonces decidiacute venderlas con la frente en alto a la joyeriacutea maacutes antigua y acreditada

El dependiente me hizo algunas preguntas mientras examinaba las joyas con su monoacuteculo Teniacutea la conducta el estilo y el pavor de un meacutedico Le expliqueacute que eran joyas heredadas de mi madre El aprobaba con un gruntildeido cada una de mis explicaciones y por fin se quitoacute el monoacuteculo

-Lo siento -dijo- pero son culos de botellas

Ante mi sorpresa me explicoacute con una suave conmiseracioacuten Menos mal que el oro es oro y el platino es platino Me toqueacute el bolsillo para asegurarme de que llevaba las facturas de compra y dije sin resabios

-Pues fueron compradas en esta noble casa hace maacutes de cien antildeos

El no se inmutoacute Suele suceder dijo que en las joyas hereditarias vayan desapareciendo las piedras maacutes valiosas con el paso del tiempo sustituidas por diacutescolos de la familia o por joyeros bandidos y soacutelo cuando alguien trata de

Memorias de mis putas tristes 43 ______________________________________________________________________________________venderlas se descubre el fraude Pero permiacutetame un segundo dijo y se llevoacute las joyas por la puerta del fondo Al cabo de un momento regresoacute y sin explicacioacuten alguna me indicoacute que me sentara en la silla de espera y siguioacute trabajando

Examineacute la tienda Habiacutea ido con mi madre varias veces y recordaba una frase recurrente No se lo digas a tu papaacute De pronto se me ocurrioacute una idea que me crispoacute iquestno seriacutea que Rosa Cabarcas y Delgadina de comuacuten acuerdo habiacutean vendido las piedras legiacutetimas y me devolvieron las joyas con las piedras falsas

Estaba ardiendo en dudas cuando una secretaria me invitoacute a seguirla por la misma puerta del fondo hasta una oficina pequentildea con una larga estanteriacutea de gruesos voluacutemenes Un beduino colosal se levantoacute en el escritorio del fondo y me estrechoacute la mano tuteaacutendome con una efusioacuten de viejo amigo Hicimos juntos el bachillerato me dijo a modo de saludo Me fue faacutecil recordarlo era el mejor futbolista de la escuela y campeoacuten de nuestros primeros burdeles Habiacutea dejado de verlo en alguacuten momento incierto y debioacute verme tan decreacutepito que me confundioacute con un condisciacutepulo de su infancia

Sobre el cristal del escritorio teniacutea abierto uno de los mamotretos del archivo donde estaba la memoria de las joyas de mi madre Una relacioacuten exacta con fechas y detalles de que ella en persona habiacutea hecho cambiar las piedras de dos generaciones de hermosas y dignas Cargamantos y habiacutea vendido las legiacutetimas a la misma tienda Esto habiacutea ocurrido cuando el padre del propietario actual estaba al frente de la joyeriacutea y eacutel y yo en la escuela Pero eacutel mismo me tranquilizoacute aquellas triquintildeuelas eran de uso corriente entre las grandes familias en desgracia para resolver urgencias de plata sin sacrificar el honor Ante la realidad cruda preferiacute conservarlas como recuerdo de otra Florina de Dios que nunca conociacute

A principios de julio sentiacute la distancia real de la muerte Mi corazoacuten perdioacute el paso y empeceacute a ver y sentir por todos lados los presagios inequiacutevocos del final El maacutes niacutetido fue en el concierto de Bellas Artes El aire acondicionado habiacutea fallado y la flor y nata de las artes y las letras se cocinaban al bantildeomariacutea en el saloacuten abarrotado pero la magia de la muacutesica era un clima celestial Al final con el Allegretto poco mosso me estremecioacute la revelacioacuten deslumbrante de que estaba escuchando el uacuteltimo concierto que me deparaba el destino antes de morir No sentiacute dolor ni miedo sino la emocioacuten arrasadora de haber alcanzado a vivirlo

Cuando por fin logreacute abrirme camino empapado de sudor a traveacutes de los abrazos y las fotos me encontreacute de manos a boca con Ximena Ortiz como una diosa de cien antildeos en la silla de ruedas Su sola presencia se me imponiacutea como un pecado mortal Teniacutea una tuacutenica de seda color marfil tan tersa como su piel un hilo de perlas legiacutetimas de tres vueltas el cabello color de naacutecar cortado a la moda de los veintes con una punta de ala de gaviota en la mejilla y los grandes ojos amarillos iluminados por la sombra natural de las ojeras Todo en ella contradeciacutea el rumor de que su mente estaba quedaacutendose en blanco por la erosioacuten irredimible de la memoria Petrificado y sin recursos frente a ella me sobrepuse al vaho de fuego que me subioacute a la cara y la saludeacute en silencio con una venia versallesca Ella sonrioacute como una reina y me agarroacute la mano Entonces me di cuenta de que tambieacuten aquello era una coartada del destino y no la perdiacute para sacarme una espina que me estorbaba desde siempre He sontildeado durante antildeos con este momento le dije Ella no parecioacute

Memorias de mis putas tristes 44 ______________________________________________________________________________________entender iexclNo me digas dijo iquestY tuacute quieacuten eres No supe nunca si en verdad lo habiacutea olvidado o si fue la venganza final de su vida

La certidumbre de ser mortal en cambio me habiacutea sorprendido poco antes de los cincuenta antildeos en una ocasioacuten como aqueacutella una noche de carnaval en que bailaba un tango apache con una mujer fenomenal a la que nunca le vi la cara maacutes corpulenta que yo como por cuarenta libras y maacutes alta como de dos palmos que sin embargo se dejaba llevar como una pluma al viento Bailaacutebamos tan apretados que sentiacutea circular su sangre por las venas y me hallaba como adormecido de gusto con su resuello trabajoso su grajo de amoniacuteaco sus tetas de astroacutenoma cuando me sacudioacute por la primera vez y casi me derriboacute por tierra el freacutemito de la muerte Fue como un oraacuteculo brutal en el oiacutedo Hagas lo que hagas en este antildeo o dentro de ciento estaraacutes muerto hasta jamaacutes Ella se separoacute asustada iquestQueacute le pasa Nada le dije tratando de sujetarme el corazoacuten

-Tiemblo por usted

Desde entonces empeceacute a medir la vida no por antildeos sino por deacutecadas La de los cincuenta habiacutea sido decisiva porque tomeacute conciencia de que casi todo el mundo era menor que yo La de los sesenta fue la maacutes intensa por la sospecha de que ya no me quedaba tiempo para equivocarme La de los setenta fue temible por una cierta posibilidad de que fuera la uacuteltima No obstante cuando desperteacute vivo la primera mantildeana de mis noventa antildeos en la cama feliz de Delgadina se me atravesoacute la idea complaciente de que la vida no fuera algo que transcurre como el riacuteo revuelto de Heraacuteclito sino una ocasioacuten uacutenica de voltearse en la parrilla y seguir asaacutendose del otro costado por noventa antildeos maacutes

Me volviacute de laacutegrima faacutecil Cualquier sentimiento que tuviera algo que ver con la ternura me causaba un nudo en la garganta que no siempre lograba dominar y penseacute en renunciar al placer solitario de velar el suentildeo de Delgadina no tanto por la incertidumbre de mi muerte como por el dolor de imaginarla sin miacute en el resto de su vida Uno de aquellos diacuteas inciertos fui a dar por distraccioacuten a la muy noble calle de los Notarios y me sorprendioacute no encontrar nada maacutes que los escombros del viejo hotel de lance donde fui iniciado por la fuerza en las artes del amor poco antes de mis doce antildeos Habiacutea sido una mansioacuten de antiguos navieros espleacutendida como pocas en la ciudad con columnas enchapadas de alabastro y frisos de oropeles alrededor de un patio interior con una cuacutepula de cristales de siete colores que irradiaba un resplandor de invernadero En la planta baja con un portal goacutetico sobre la calle estuvieron por maacutes de un siglo las notariacuteas coloniales en las que trabajoacute prosperoacute y se arruinoacute mi padre en toda una vida de suentildeos fantaacutesticos Las familias histoacutericas abandonaron poco a poco los pisos superiores que terminaron ocupados por una legioacuten de nocheras en desgracia que subiacutean y bajaban hasta el amanecer con los clientes atrapados por un peso y medio en las cantinas del cercano puerto fluvial

A mis doce antildeos todaviacutea con mis pantalones cortos y mis botitas de la escuela primaria no pude resistir la tentacioacuten de conocer los pisos superiores mientras mi padre se debatiacutea en una de sus reuniones interminables y me encontreacute con un espectaacuteculo celestial Las mujeres que malvendiacutean sus cuerpos hasta el amanecer se moviacutean por la casa desde las once de la mantildeana cuando ya la caniacutecula del vitral era insoportable y teniacutean que hacer su vida domeacutestica caminando en pelotas por

JUAN CARLOS 161104
caniacutecula (Del lat canicŭla) f Periacuteodo del antildeo en que es maacutes fuerte el calor || 2 Astr Tiempo del nacimiento heliacuteaco de Sirio que antiguamente coincidiacutea con la eacutepoca maacutes calurosa del antildeo pero que hoy no se verifica hasta fines de agosto13
JUAN CARLOS 161104
freacutemito (Del lat fremĭtus) m bramido

Memorias de mis putas tristes 45 ______________________________________________________________________________________toda la casa mientras comentaban a gritos sus aventuras de la noche Me quedeacute aterrorizado Lo uacutenico que se me ocurrioacute fue escapar por donde habiacutea llegado cuando una de las desnudas de carnes macizas olorosas a jaboacuten de monte me abrazoacute por la espalda y me llevoacute en vilo hasta su cubiacuteculo de cartoacuten sin que yo pudiera verla en medio de la griteriacutea y los aplausos de las inquilinas en cueros Me tiroacute bocarriba en su cama para cuatro me quitoacute los pantalones con una maniobra maestra y se acaballoacute sobre miacute pero el terror helado que me empapaba el cuerpo me impidioacute recibirla como un hombre Aquella noche desvelado en la cama de mi casa por la verguumlenza del asalto no pude dormir maacutes de una hora con las ansias de volver a verla Pero la mantildeana siguiente mientras los trasnochados dormiacutean subiacute temblando hasta su cubiacuteculo y la desperteacute llorando a gritos con un amor enloquecido que duroacute hasta que se lo llevoacute sin misericordia el ventarroacuten de la vida real Se llamaba Castorina y era la reina de la casa

Los cubiacuteculos del hotel costaban un peso para los amores de paso pero muy pocos sabiacuteamos que costaban lo mismo hasta por veinticuatro horas Ademaacutes Castorina me introdujo en su mundo de mala muerte donde invitaban a los clientes pobres a sus desayunos de gala le prestaban el jaboacuten les atendiacutean los dolores de muela y en casos de urgencia mayor les daban un amor de caridad

Pero en las tardes de la uacuteltima vejez se acordaba de la inmortal Castorina muerta quien sabiacutea cuando que habiacutea sucedido desde las esquinas miserables del muelle fluvial hasta el trono sagrado de mamasanta mayor con un parche de pirata en el ojo perdido en el pleito de cantina Su uacuteltimo machucante de planta un negro feliz de Camaguumley a quien llamaba Jonaacutes el Galeote habiacutea sido un trompetista de los grandes en La Habana hasta que perdioacute la sonrisa completa en una cataacutestrofe de trenes

Al salir de aquella visita amarga sentiacute una punzada en el corazoacuten que no habiacutea logrado aliviar en tres diacuteas con toda clase de poacutecimas caseras El meacutedico al que acudiacute de urgencia miembro de una estirpe de insignes era nieto del que me vio a mis cuarenta y dos antildeos y me asustoacute que pareciera el mismo pues estaba tan envejecido como su abuelo a los setenta por una calvicie prematura unos lentes de miope sin regreso y una tristeza inconsolable Me hizo un examen minucioso de cuerpo entero con una concentracioacuten de orfebre Me auscultoacute el pecho y la espalda y me revisoacute la presioacuten arterial los reflejos de la rodilla el fondo del ojo el color del paacuterpado inferior En las pausas mientras yo cambiaba de posicioacuten en la mesa de reconocimiento me haciacutea preguntas tan vagas y raacutepidas que apenas si me daban tiempo de pensar las respuestas Al cabo de una hora me miroacute con una sonrisa feliz Bueno dijo creo que no tengo nada que hacer por usted iquestQueacute quiere decir Que su estado es el mejor posible a su edad Queacute curioso le dije lo mismo me dijo su abuelo cuando yo teniacutea cuarenta y dos antildeos como si el tiempo no pasara Siempre encontraraacute uno que se lo diga dijo porque siempre tendraacute una edad Yo provocaacutendolo para una sentencia aterradora le dije La uacutenica definitiva es la muerte Siacute dijo eacutel pero no es faacutecil llegar a ella en tan buen estado como usted Siento de veras no poder complacerlo

Eran recuerdos nobles pero la viacutespera del 29 de agosto sentiacute el peso inmenso del siglo que me esperaba impasible cuando subiacute con pasos de hierro las escaleras de mi casa Entonces volviacute a ver una vez maacutes a Florina de Dios mi madre en mi cama que habiacutea sido la suya hasta su muerte y me hizo la misma bendicioacuten de la uacuteltima

Memorias de mis putas tristes 46 ______________________________________________________________________________________vez que la vi dos horas antes de morir Trastornado por la conmocioacuten lo entendiacute como el anuncio final y llameacute a Rosa Cabarcas para que me llevara a mi nintildea aquella misma noche en previsioacuten de que no se cumpliera mi ilusioacuten de sobrevivir hasta el uacuteltimo aliento de mis noventa antildeos Volviacute a llamarla a las ocho y una vez maacutes repitioacute que no era posible Tiene que serlo a cualquier precio le griteacute aterrorizado Colgoacute sin despedirse pero quince minutos despueacutes volvioacute a llamar

-Bueno aquiacute la tienes

Llegueacute a las diez y veinte de la noche y le di a Rosa Cabarcas las uacuteltimas cartas de mi vida con mis disposiciones sobre la nintildea despueacutes de mi final terrible Ella pensoacute que me habiacutea impresionado con el acuchillado y me dijo con aires de burla Si te vas a morir que no sea aquiacute imagiacutenate Pero yo le dije Di que me atropello el tren de Puerto Colombia ese pobre cacharro de laacutestima incapaz de matar a nadie

Preparado para todo aquella noche me acosteacute bocarriba a la espera del dolor final en el primer instante de mis noventa y un antildeos Oiacute campanas distantes sentiacute la fragancia del alma de Delgadina dormida de costado oiacute un grito en el horizonte sollozos de alguien que quizaacutes habiacutea muerto un siglo antes en la alcoba Entonces apagueacute la luz con el uacuteltimo aliento entrelaceacute mis dedos con los suyos para llevaacutermela de la mano y conteacute las doce campanadas de las doce con mis doce laacutegrimas finales hasta que empezaron a cantar los gallos y enseguida las campanas de gloria los cohetes de fiesta que celebraban el juacutebilo de haber sobrevivido sano y salvo a mis noventa antildeos

Mis primeras palabras fueron para Rosa Cabarcas Te compro la casa toda con la tienda y el huerto Ella me dijo Hagamos una apuesta de viejos el que se muera primero se queda con todo lo del otro firmado ante notario No porque si yo me muero todo deberiacutea ser para ella Es igual dijo Rosa Cabarcas yo me hago cargo de la nintildea y despueacutes le dejo todo lo tuyo y lo miacuteo no tengo a nadie maacutes en este mundo Mientras tanto remodelamos tu cuarto con buenos servicios aire acondicionado y tus libros y tu muacutesica

-iquestCrees que ella estaraacute de acuerdo

-Ay mi sabio triste estaacute bien que esteacutes viejo pero no pendejo -dijo Rosa Cabarcas muerta de risa- Esa pobre criatura estaacute lela de amor por ti

Saliacute a la calle radiante y por primera vez me reconociacute a miacute mismo en el horizonte remoto de mi primer siglo Mi casa callada y en orden a las seis y cuarto empezaba a gozar los colores de una aurora feliz Damiana cantaba a toda voz en la cocina y el gato redivivo enroscoacute la cola en mis tobillos y siguioacute caminando conmigo hasta mi mesa de escribir Estaba ordenando mis papeles marchitos el tintero la pluma de ganso cuando el sol estalloacute entre los almendros del parque y el buque fluvial del correo retrasado una semana por la sequiacutea entroacute bramando en el canal del puerto Era por fin la vida real con mi corazoacuten a salvo y condenado a morir de buen amor en la agoniacutea feliz de cualquier diacutea despueacutes de mis cien antildeos

Mayo de 2004

Page 38: · Web viewVivo en una casa colonial en la acera de sol del parque de San Nicolás, donde he pasado todos los días de mi vida sin mujer ni fortuna, donde vivieron y murieron mis padres,

Memorias de mis putas tristes 38 ______________________________________________________________________________________habiacutean vuelto maacutes firmes y armoacutenicos Me encantaron aquellos aciertos de la naturaleza pero me aturdieron los artificios las pestantildeas postizas las untildeas de las manos y los pies esmaltadas de naacutecar y un perfume de a dos cuartillos que no teniacutea nada que ver con el amor Sin embargo lo que me sacoacute de quicio fue la fortuna que llevaba encima pendientes de oro con gajos de esmeraldas un collar de perlas naturales una pulsera de oro con resplandores de diamantes y anillos con piedras legiacutetimas en todos los dedos En la silla estaba su traje de nochera con lentejuelas y bordados y las zapatillas de raso Un vapor raro me subioacute de las entrantildeas

-iexclPuta -griteacute

Pues el diablo me soploacute en el oiacutedo un pensamiento siniestro Y fue asiacute la noche del crimen Rosa Cabarcas no debioacute tener tiempo ni serenidad para prevenir a la nintildea y la policiacutea la encontroacute en el cuarto sola menor de edad y sin coartada Nadie igual a Rosa Cabarcas para una situacioacuten como aqueacutella le vendioacute la virginidad de la nintildea a alguno de sus grandes cacaos a cambio de que a ella la sacaran limpia del crimen Lo primero claro fue desaparecer mientras se aplacaba el escaacutendalo iexclQueacute maravilla Una luna de miel para tres ellos dos en la cama y Rosa Cabarcas en una terraza de lujo disfrutando de su impunidad feliz Ciego de una furia insensata fui reventando contra las paredes cada cosa del cuarto las laacutemparas el radio el ventilador los espejos las jarras los vasos Lo hice sin prisa pero sin pausas con un grande estropicio y una embriaguez metoacutedica que me salvoacute la vida La nintildea dio un salto al primer estallido pero no me miroacute sino que se enroscoacute de espaldas a miacute y asiacute permanecioacute con espasmos entrecortados hasta que cesoacute el estropicio Las gallinas en el patio y los perros de la madrugada aumentaron el escaacutendalo Con la cegadora lucidez de la coacutelera tuve la inspiracioacuten final de prenderle fuego a la casa cuando aparecioacute en la puerta la figura impasible de Rosa Cabarcas en camisa de dormir No dijo nada Hizo con la vista el inventario del desastre y comproboacute que la nintildea estaba enroscada sobre siacute misma como un caracol y con la cabeza escondida entre los brazos aterrada pero intacta

-iexclDios miacuteo -exclamoacute Rosa Cabarcas- iexclQueacute no hubiera dado yo por un amor como eacuteste

Me midioacute de cuerpo entero con una mirada de misericordia y me ordenoacute Vamos La seguiacute hasta la casa me sirvioacute un vaso de agua en silencio me hizo una sentildea de que me sentara frente a ella y me puso en confesioacuten Bueno me dijo ahora poacutertate como un adulto y cueacutentame iquestqueacute te pasa

Le conteacute con lo que teniacutea como mi verdad revelada Rosa Cabarcas me escuchoacute en silencio sin asombro y por fin parecioacute iluminada Queacute maravilla dijo Siempre he dicho que los celos saben maacutes que la verdad Y entonces me contoacute la realidad sin reservas En efecto dijo en su ofuscacioacuten de la noche del crimen se habiacutea olvidado de la nintildea dormida en el cuarto Uno de sus clientes abogado del muerto ademaacutes repartioacute prebendas y sobornos a cuatro manos e invitoacute a Rosa Cabarcas a un hotel de reposo de Cartagena de Indias mientras se disipaba el escaacutendalo Creacuteeme dijo Rosa Cabarcas que en todo este tiempo no dejeacute de pensar ni un momento en ti y en la nintildea Volviacute antier y lo primero que hice fue llamarte por teleacutefono pero nadie contestoacute En cambio la nintildea vino enseguida y en tan mal estado que te la bantildeeacute te la vestiacute y te la mandeacute al saloacuten de belleza con la orden de que la arreglaran como una reina Ya viste coacutemo perfecta iquestLa ropa de lujo Son los trajes que les alquilo a mis

Memorias de mis putas tristes 39 ______________________________________________________________________________________pupilas maacutes pobres cuando tienen que ir a bailar con sus clientes iquestLas joyas Son las miacuteas dijo Basta con tocarlas para darse cuenta de que son diamantes de vidrio y estoperoles de hojalata De modo que no jodas concluyoacute Anda despieacutertala piacutedele perdoacuten y hazte cargo de ella de una vez Nadie merece ser maacutes feliz que ustedes

Hice un esfuerzo sobrenatural para creerle pero pudo maacutes el amor que la razoacuten iexclPutas le dije atormentado por el fuego vivo que me abrasaba las entrantildeas iexclEso es lo que son ustedes griteacute iexclPutas de mierda No quiero saber nada maacutes de tiacute ni de ninguna otra guaricha en el mundo y menos de ella Le hice desde la puerta una sentildeal de adioacutes para siempre Rosa Cabarcas no lo dudoacute

-Vete con Dios -me dijo con un rictus de tristeza y volvioacute a su vida real- De todos modos te pasareacute la cuenta del desmadre que me hiciste en el cuarto

Memorias de mis putas tristes 40 ______________________________________________________________________________________

5

Leyendo Los idus de marzo encontreacute una frase siniestra que el autor atribuye a Julio Ceacutesar Es imposible no terminar siendo como los otros creen que uno es No pude comprobar su verdadero origen en la propia obra de Julio Ceacutesar ni en las obras de sus bioacutegrafos desde Suetonio hasta Carcopino pero valioacute la pena conocerla Su fatalismo aplicado al curso de mi vida en los meses siguientes fue lo que me dio la determinacioacuten que me haciacutea falta no soacutelo para escribir esta memoria sino para empezarla sin pudores con el amor de Delgadina

No teniacutea un instante de sosiego apenas si probaba bocado y perdiacute tanto peso que no se me teniacutean los pantalones en la cintura Los dolores erraacuteticos se me quedaron en los huesos cambiaba de aacutenimo sin razoacuten pasaba las noches en un estado de deslumbramiento que no me permitiacutea leer ni escuchar muacutesica y en cambio se me iba el diacutea cabeceando por una somnolencia sonsa que no serviacutea para dormir

El alivio me cayoacute del cielo En la atestada goacutendola de Loma Fresca una vecina de asiento que no habiacutea visto subir me susurroacute al oiacutedo iquestTodaviacutea tiras Era Casilda Armenia un viejo amor de a tres por cinco que me habiacutea soportado como cliente asiduo desde que era una adolescente altiva Una vez retirada medio enferma y sin un clavo se habiacutea casado con un hortelano chino que le dio nombre y apoyo y quizaacutes un poco de amor A los setenta y tres antildeos teniacutea el peso de siempre seguiacutea bella y de caraacutecter fuerte y conservaba intacto el desparpajo del oficio

Me llevoacute a su casa una huerta de chinos en una colina de la carretera al mar Nos sentamos en las sillas de playa de la terraza umbriacutea entre helechos y frondas de astromelias y jaulas de paacutejaros colgadas en el alero En la falda de la colina se veiacutean los hortelanos chinos con sombreros de cono sembrando las hortalizas bajo el sol abrasante y el pieacutelago gris de las Bocas de Ceniza con los dos tajamares de rocas que canalizan el riacuteo varias leguas en el mar Mientras conversaacutebamos vimos entrar un trasatlaacutentico blanco por la desembocadura y lo seguimos callados hasta oiacuter su bramido de toro luacutegubre en el puerto fluvial Ella suspiroacute iquestTe das cuenta En maacutes de medio siglo es la primera vez que no te recibo la visita en la cama Ya somos otros dije Ella prosiguioacute sin oiacuterme Cada vez que dicen cosas de ti en el radio que te elogian por el carintildeo que te tiene la gente y te llaman maestro del amor imagiacutenate pienso que nadie te conocioacute tus gracias y tus mantildeas tan bien como yo En serio dijo nadie hubiera podido soportarte mejor

No resistiacute maacutes Ella lo sintioacute vio mis ojos huacutemedos de laacutegrimas y soacutelo entonces debioacute descubrir que ya no era el que fui y le sostuve la mirada con un valor del que

Memorias de mis putas tristes 41 ______________________________________________________________________________________nunca me creiacute capaz Es que me estoy volviendo viejo le dijeYa lo estamos suspiroacute ella Lo que pasa es que uno no lo siente por dentro pero desde fuera todo el mundo lo ve

Era imposible no abrirle el corazoacuten asiacute que le conteacute la historia completa que me ardiacutea en las entrantildeas desde mi primera llamada a Rosa Cabarcas la viacutespera de mis noventa antildeos hasta la noche traacutegica en que hice antildeicos el cuarto y no regreseacute maacutes Ella me oyoacute el desahogo como si estuviera vivieacutendolo lo rumioacute muy despacio y por fin sonrioacute

-Haz lo que quieras pero no pierdas a esa criatura -me dijo- No hay peor desgracia que morir solo

Fuimos a Puerto Colombia en el trenecito de juguete tan despacioso como un caballo Almorzamos frente al muelle de maderas carcomidas por donde habiacutea entrado el mundo entero al paiacutes antes que se dragaran las Bocas de Ceniza Nos sentamos bajo un cobertizo de palma donde las grandes matronas negras serviacutean pargos fritos con arroz de coco y tajadas de plaacutetano verde Dormitamos en el sopor denso de las dos y seguimos conversando hasta que se hundioacute en el mar el inmenso sol de candela La realidad me pareciacutea fantaacutestica Mira adonde ha venido a dar nuestra luna de miel se burloacute ella Pero prosiguioacute en serio Hoy miro para atraacutes veo la fila de miles de hombres que pasaron por mis camas y dariacutea el alma por haberme quedado aunque fuera con el peor Gracias a Dios encontreacute mi chino a tiempo Es como estar casada con el dedo mentildeique pero es soacutelo miacuteo

Me miroacute a los ojos midioacute mi reaccioacuten a lo que acababa de contarme y me dijo Asiacute que vete a buscar ahora mismo a esa pobre criatura aunque sea verdad lo que te dicen los celos sea como sea que lo bailado no te lo quita nadie Pero eso siacute sin romanticismos de abuelo Despieacutertala tiacuteratela hasta por las orejas con esa pinga de burro con que te premioacute el diablo por tu cobardiacutea y tu mezquindad En serio terminoacute con el alma no te vayas a morir sin probar la maravilla de tirar con amor

El pulso me temblaba al diacutea siguiente cuando marqueacute el nuacutemero del teleacutefono Tanto por la tensioacuten del reencuentro con Delgadina como por la incertidumbre de la forma en que Rosa Cabarcas me respondiera Habiacuteamos tenido una disputa seria por el abuso con que tasoacute los destrozos que hice en su cuarto Tuve que vender uno de los cuadros maacutes amados de mi madre cuyo valor se calculaba en una fortuna pero a la hora de la verdad no llegoacute a un deacutecimo de mis ilusiones

Aumenteacute la suma con el resto de mis ahorros y se la lleveacute a Rosa Cabarcas con una consigna inapelable Lo tomas o lo dejas Fue un acto suicida porque soacutelo con vender uno de mis secretos ella habriacutea aniquilado mi buen nombre Pero no respingoacute sino que se quedoacute con los cuadros que habiacutea tomado en prenda la noche del pleito Fui el perdedor absoluto en una sola jugada me quedeacute sin Delgadina sin Rosa Cabarcas y sin mis uacuteltimos ahorros Sin embargo oiacute el timbre del teleacutefono una vez dos veces tres y por fin ella iquestA ver No me salioacute la voz Colgueacute Me echeacute en la hamaca tratando de serenarme con la liacuterica asceacutetica de Satie y sudeacute tanto que el lienzo quedoacute empapado Hasta el diacutea siguiente no tuve el valor de llamar

-Bueno mujer -dije con voz firme- Hoy siacute

Memorias de mis putas tristes 42 ______________________________________________________________________________________Rosa Cabarcas coacutemo no estaba maacutes allaacute de todo Ay mi sabio triste suspiroacute con su aacutenimo invencible te pierdes dos meses y soacutelo vuelves para pedir ilusiones Me contoacute que no habiacutea visto a Delgadina desde haciacutea maacutes de un mes que pareciacutea tan repuesta del susto de mis estropicios que ni siquiera habloacute de ellos ni preguntoacute por miacute y estaba muy contenta en un nuevo empleo maacutes coacutemodo y mejor pagado que coser botones Una oleada de fuego vivo me quemoacute las entrantildeas Soacutelo puede ser de puta dije Rosa me replicoacute sin pestantildeear No seas bruto si asiacute fuera estariacutea aquiacute iquestO doacutende podriacutea estar mejor La rapidez de su loacutegica me agravoacute la duda iquestY coacutemo seacute que no estaacute ahiacute En ese caso replicoacute ella lo que maacutes te conviene es no saberlo iquestO no Una vez maacutes la odieacute Ella a prueba de erosiones prometioacute rastrear a la nintildea Sin muchas esperanzas porque el teleacutefono de la vecina donde la llamaba seguiacutea cortado y no teniacutea la menor idea de doacutende viviacutea Pero no era para echarse a morir queacute carajo dijo te llamo en una hora

Fue una hora de tres diacuteas pero encontroacute a la nintildea disponible y sana Volviacute avergonzado y la beseacute palmo a palmo como penitencia desde las doce de la noche hasta que cantaron los gallos Un perdoacuten largo que me prometiacute seguir repitiendo para siempre y fue como empezar otra vez por el principio El cuarto habiacutea sido desmantelado y el mal uso habiacutea acabado con todo lo que yo habiacutea puesto Ella lo habiacutea dejado asiacute y me dijo que cualquier mejora teniacutea que hacerla yo por lo que estaba debieacutendole Sin embargo mi situacioacuten econoacutemica tocaba fondo El dinero de las jubilaciones alcanzaba cada vez para menos Las pocas cosas vendibles que quedaban en la casa -salvo las joyas sagradas de mi madre- careciacutean de valor comercial y nada era bastante viejo para ser antiguo En tiempos mejores el gobernador me habiacutea hecho la oferta tentadora de comprarme en bloque los libros de los claacutesicos griegos latinos y espantildeoles para la Biblioteca Departamental pero no tuve corazoacuten para venderlos Despueacutes con los cambios poliacuteticos y el deterioro del mundo nadie del gobierno pensaba en las artes ni las letras Cansado de buscar una solucioacuten decente me echeacute al bolsillo las joyas que Delgadina me habiacutea devuelto y me fui a empentildearlas en un callejoacuten siniestro que conduciacutea al mercado puacuteblico Con aires de sabio distraiacutedo recorriacute varias veces aquel tugurio atiborrado de cantinas de mala muerte libreriacuteas de viejo y casas de empentildeo pero la dignidad de Florina de Dios me cerroacute el paso no me atreviacute Entonces decidiacute venderlas con la frente en alto a la joyeriacutea maacutes antigua y acreditada

El dependiente me hizo algunas preguntas mientras examinaba las joyas con su monoacuteculo Teniacutea la conducta el estilo y el pavor de un meacutedico Le expliqueacute que eran joyas heredadas de mi madre El aprobaba con un gruntildeido cada una de mis explicaciones y por fin se quitoacute el monoacuteculo

-Lo siento -dijo- pero son culos de botellas

Ante mi sorpresa me explicoacute con una suave conmiseracioacuten Menos mal que el oro es oro y el platino es platino Me toqueacute el bolsillo para asegurarme de que llevaba las facturas de compra y dije sin resabios

-Pues fueron compradas en esta noble casa hace maacutes de cien antildeos

El no se inmutoacute Suele suceder dijo que en las joyas hereditarias vayan desapareciendo las piedras maacutes valiosas con el paso del tiempo sustituidas por diacutescolos de la familia o por joyeros bandidos y soacutelo cuando alguien trata de

Memorias de mis putas tristes 43 ______________________________________________________________________________________venderlas se descubre el fraude Pero permiacutetame un segundo dijo y se llevoacute las joyas por la puerta del fondo Al cabo de un momento regresoacute y sin explicacioacuten alguna me indicoacute que me sentara en la silla de espera y siguioacute trabajando

Examineacute la tienda Habiacutea ido con mi madre varias veces y recordaba una frase recurrente No se lo digas a tu papaacute De pronto se me ocurrioacute una idea que me crispoacute iquestno seriacutea que Rosa Cabarcas y Delgadina de comuacuten acuerdo habiacutean vendido las piedras legiacutetimas y me devolvieron las joyas con las piedras falsas

Estaba ardiendo en dudas cuando una secretaria me invitoacute a seguirla por la misma puerta del fondo hasta una oficina pequentildea con una larga estanteriacutea de gruesos voluacutemenes Un beduino colosal se levantoacute en el escritorio del fondo y me estrechoacute la mano tuteaacutendome con una efusioacuten de viejo amigo Hicimos juntos el bachillerato me dijo a modo de saludo Me fue faacutecil recordarlo era el mejor futbolista de la escuela y campeoacuten de nuestros primeros burdeles Habiacutea dejado de verlo en alguacuten momento incierto y debioacute verme tan decreacutepito que me confundioacute con un condisciacutepulo de su infancia

Sobre el cristal del escritorio teniacutea abierto uno de los mamotretos del archivo donde estaba la memoria de las joyas de mi madre Una relacioacuten exacta con fechas y detalles de que ella en persona habiacutea hecho cambiar las piedras de dos generaciones de hermosas y dignas Cargamantos y habiacutea vendido las legiacutetimas a la misma tienda Esto habiacutea ocurrido cuando el padre del propietario actual estaba al frente de la joyeriacutea y eacutel y yo en la escuela Pero eacutel mismo me tranquilizoacute aquellas triquintildeuelas eran de uso corriente entre las grandes familias en desgracia para resolver urgencias de plata sin sacrificar el honor Ante la realidad cruda preferiacute conservarlas como recuerdo de otra Florina de Dios que nunca conociacute

A principios de julio sentiacute la distancia real de la muerte Mi corazoacuten perdioacute el paso y empeceacute a ver y sentir por todos lados los presagios inequiacutevocos del final El maacutes niacutetido fue en el concierto de Bellas Artes El aire acondicionado habiacutea fallado y la flor y nata de las artes y las letras se cocinaban al bantildeomariacutea en el saloacuten abarrotado pero la magia de la muacutesica era un clima celestial Al final con el Allegretto poco mosso me estremecioacute la revelacioacuten deslumbrante de que estaba escuchando el uacuteltimo concierto que me deparaba el destino antes de morir No sentiacute dolor ni miedo sino la emocioacuten arrasadora de haber alcanzado a vivirlo

Cuando por fin logreacute abrirme camino empapado de sudor a traveacutes de los abrazos y las fotos me encontreacute de manos a boca con Ximena Ortiz como una diosa de cien antildeos en la silla de ruedas Su sola presencia se me imponiacutea como un pecado mortal Teniacutea una tuacutenica de seda color marfil tan tersa como su piel un hilo de perlas legiacutetimas de tres vueltas el cabello color de naacutecar cortado a la moda de los veintes con una punta de ala de gaviota en la mejilla y los grandes ojos amarillos iluminados por la sombra natural de las ojeras Todo en ella contradeciacutea el rumor de que su mente estaba quedaacutendose en blanco por la erosioacuten irredimible de la memoria Petrificado y sin recursos frente a ella me sobrepuse al vaho de fuego que me subioacute a la cara y la saludeacute en silencio con una venia versallesca Ella sonrioacute como una reina y me agarroacute la mano Entonces me di cuenta de que tambieacuten aquello era una coartada del destino y no la perdiacute para sacarme una espina que me estorbaba desde siempre He sontildeado durante antildeos con este momento le dije Ella no parecioacute

Memorias de mis putas tristes 44 ______________________________________________________________________________________entender iexclNo me digas dijo iquestY tuacute quieacuten eres No supe nunca si en verdad lo habiacutea olvidado o si fue la venganza final de su vida

La certidumbre de ser mortal en cambio me habiacutea sorprendido poco antes de los cincuenta antildeos en una ocasioacuten como aqueacutella una noche de carnaval en que bailaba un tango apache con una mujer fenomenal a la que nunca le vi la cara maacutes corpulenta que yo como por cuarenta libras y maacutes alta como de dos palmos que sin embargo se dejaba llevar como una pluma al viento Bailaacutebamos tan apretados que sentiacutea circular su sangre por las venas y me hallaba como adormecido de gusto con su resuello trabajoso su grajo de amoniacuteaco sus tetas de astroacutenoma cuando me sacudioacute por la primera vez y casi me derriboacute por tierra el freacutemito de la muerte Fue como un oraacuteculo brutal en el oiacutedo Hagas lo que hagas en este antildeo o dentro de ciento estaraacutes muerto hasta jamaacutes Ella se separoacute asustada iquestQueacute le pasa Nada le dije tratando de sujetarme el corazoacuten

-Tiemblo por usted

Desde entonces empeceacute a medir la vida no por antildeos sino por deacutecadas La de los cincuenta habiacutea sido decisiva porque tomeacute conciencia de que casi todo el mundo era menor que yo La de los sesenta fue la maacutes intensa por la sospecha de que ya no me quedaba tiempo para equivocarme La de los setenta fue temible por una cierta posibilidad de que fuera la uacuteltima No obstante cuando desperteacute vivo la primera mantildeana de mis noventa antildeos en la cama feliz de Delgadina se me atravesoacute la idea complaciente de que la vida no fuera algo que transcurre como el riacuteo revuelto de Heraacuteclito sino una ocasioacuten uacutenica de voltearse en la parrilla y seguir asaacutendose del otro costado por noventa antildeos maacutes

Me volviacute de laacutegrima faacutecil Cualquier sentimiento que tuviera algo que ver con la ternura me causaba un nudo en la garganta que no siempre lograba dominar y penseacute en renunciar al placer solitario de velar el suentildeo de Delgadina no tanto por la incertidumbre de mi muerte como por el dolor de imaginarla sin miacute en el resto de su vida Uno de aquellos diacuteas inciertos fui a dar por distraccioacuten a la muy noble calle de los Notarios y me sorprendioacute no encontrar nada maacutes que los escombros del viejo hotel de lance donde fui iniciado por la fuerza en las artes del amor poco antes de mis doce antildeos Habiacutea sido una mansioacuten de antiguos navieros espleacutendida como pocas en la ciudad con columnas enchapadas de alabastro y frisos de oropeles alrededor de un patio interior con una cuacutepula de cristales de siete colores que irradiaba un resplandor de invernadero En la planta baja con un portal goacutetico sobre la calle estuvieron por maacutes de un siglo las notariacuteas coloniales en las que trabajoacute prosperoacute y se arruinoacute mi padre en toda una vida de suentildeos fantaacutesticos Las familias histoacutericas abandonaron poco a poco los pisos superiores que terminaron ocupados por una legioacuten de nocheras en desgracia que subiacutean y bajaban hasta el amanecer con los clientes atrapados por un peso y medio en las cantinas del cercano puerto fluvial

A mis doce antildeos todaviacutea con mis pantalones cortos y mis botitas de la escuela primaria no pude resistir la tentacioacuten de conocer los pisos superiores mientras mi padre se debatiacutea en una de sus reuniones interminables y me encontreacute con un espectaacuteculo celestial Las mujeres que malvendiacutean sus cuerpos hasta el amanecer se moviacutean por la casa desde las once de la mantildeana cuando ya la caniacutecula del vitral era insoportable y teniacutean que hacer su vida domeacutestica caminando en pelotas por

JUAN CARLOS 161104
caniacutecula (Del lat canicŭla) f Periacuteodo del antildeo en que es maacutes fuerte el calor || 2 Astr Tiempo del nacimiento heliacuteaco de Sirio que antiguamente coincidiacutea con la eacutepoca maacutes calurosa del antildeo pero que hoy no se verifica hasta fines de agosto13
JUAN CARLOS 161104
freacutemito (Del lat fremĭtus) m bramido

Memorias de mis putas tristes 45 ______________________________________________________________________________________toda la casa mientras comentaban a gritos sus aventuras de la noche Me quedeacute aterrorizado Lo uacutenico que se me ocurrioacute fue escapar por donde habiacutea llegado cuando una de las desnudas de carnes macizas olorosas a jaboacuten de monte me abrazoacute por la espalda y me llevoacute en vilo hasta su cubiacuteculo de cartoacuten sin que yo pudiera verla en medio de la griteriacutea y los aplausos de las inquilinas en cueros Me tiroacute bocarriba en su cama para cuatro me quitoacute los pantalones con una maniobra maestra y se acaballoacute sobre miacute pero el terror helado que me empapaba el cuerpo me impidioacute recibirla como un hombre Aquella noche desvelado en la cama de mi casa por la verguumlenza del asalto no pude dormir maacutes de una hora con las ansias de volver a verla Pero la mantildeana siguiente mientras los trasnochados dormiacutean subiacute temblando hasta su cubiacuteculo y la desperteacute llorando a gritos con un amor enloquecido que duroacute hasta que se lo llevoacute sin misericordia el ventarroacuten de la vida real Se llamaba Castorina y era la reina de la casa

Los cubiacuteculos del hotel costaban un peso para los amores de paso pero muy pocos sabiacuteamos que costaban lo mismo hasta por veinticuatro horas Ademaacutes Castorina me introdujo en su mundo de mala muerte donde invitaban a los clientes pobres a sus desayunos de gala le prestaban el jaboacuten les atendiacutean los dolores de muela y en casos de urgencia mayor les daban un amor de caridad

Pero en las tardes de la uacuteltima vejez se acordaba de la inmortal Castorina muerta quien sabiacutea cuando que habiacutea sucedido desde las esquinas miserables del muelle fluvial hasta el trono sagrado de mamasanta mayor con un parche de pirata en el ojo perdido en el pleito de cantina Su uacuteltimo machucante de planta un negro feliz de Camaguumley a quien llamaba Jonaacutes el Galeote habiacutea sido un trompetista de los grandes en La Habana hasta que perdioacute la sonrisa completa en una cataacutestrofe de trenes

Al salir de aquella visita amarga sentiacute una punzada en el corazoacuten que no habiacutea logrado aliviar en tres diacuteas con toda clase de poacutecimas caseras El meacutedico al que acudiacute de urgencia miembro de una estirpe de insignes era nieto del que me vio a mis cuarenta y dos antildeos y me asustoacute que pareciera el mismo pues estaba tan envejecido como su abuelo a los setenta por una calvicie prematura unos lentes de miope sin regreso y una tristeza inconsolable Me hizo un examen minucioso de cuerpo entero con una concentracioacuten de orfebre Me auscultoacute el pecho y la espalda y me revisoacute la presioacuten arterial los reflejos de la rodilla el fondo del ojo el color del paacuterpado inferior En las pausas mientras yo cambiaba de posicioacuten en la mesa de reconocimiento me haciacutea preguntas tan vagas y raacutepidas que apenas si me daban tiempo de pensar las respuestas Al cabo de una hora me miroacute con una sonrisa feliz Bueno dijo creo que no tengo nada que hacer por usted iquestQueacute quiere decir Que su estado es el mejor posible a su edad Queacute curioso le dije lo mismo me dijo su abuelo cuando yo teniacutea cuarenta y dos antildeos como si el tiempo no pasara Siempre encontraraacute uno que se lo diga dijo porque siempre tendraacute una edad Yo provocaacutendolo para una sentencia aterradora le dije La uacutenica definitiva es la muerte Siacute dijo eacutel pero no es faacutecil llegar a ella en tan buen estado como usted Siento de veras no poder complacerlo

Eran recuerdos nobles pero la viacutespera del 29 de agosto sentiacute el peso inmenso del siglo que me esperaba impasible cuando subiacute con pasos de hierro las escaleras de mi casa Entonces volviacute a ver una vez maacutes a Florina de Dios mi madre en mi cama que habiacutea sido la suya hasta su muerte y me hizo la misma bendicioacuten de la uacuteltima

Memorias de mis putas tristes 46 ______________________________________________________________________________________vez que la vi dos horas antes de morir Trastornado por la conmocioacuten lo entendiacute como el anuncio final y llameacute a Rosa Cabarcas para que me llevara a mi nintildea aquella misma noche en previsioacuten de que no se cumpliera mi ilusioacuten de sobrevivir hasta el uacuteltimo aliento de mis noventa antildeos Volviacute a llamarla a las ocho y una vez maacutes repitioacute que no era posible Tiene que serlo a cualquier precio le griteacute aterrorizado Colgoacute sin despedirse pero quince minutos despueacutes volvioacute a llamar

-Bueno aquiacute la tienes

Llegueacute a las diez y veinte de la noche y le di a Rosa Cabarcas las uacuteltimas cartas de mi vida con mis disposiciones sobre la nintildea despueacutes de mi final terrible Ella pensoacute que me habiacutea impresionado con el acuchillado y me dijo con aires de burla Si te vas a morir que no sea aquiacute imagiacutenate Pero yo le dije Di que me atropello el tren de Puerto Colombia ese pobre cacharro de laacutestima incapaz de matar a nadie

Preparado para todo aquella noche me acosteacute bocarriba a la espera del dolor final en el primer instante de mis noventa y un antildeos Oiacute campanas distantes sentiacute la fragancia del alma de Delgadina dormida de costado oiacute un grito en el horizonte sollozos de alguien que quizaacutes habiacutea muerto un siglo antes en la alcoba Entonces apagueacute la luz con el uacuteltimo aliento entrelaceacute mis dedos con los suyos para llevaacutermela de la mano y conteacute las doce campanadas de las doce con mis doce laacutegrimas finales hasta que empezaron a cantar los gallos y enseguida las campanas de gloria los cohetes de fiesta que celebraban el juacutebilo de haber sobrevivido sano y salvo a mis noventa antildeos

Mis primeras palabras fueron para Rosa Cabarcas Te compro la casa toda con la tienda y el huerto Ella me dijo Hagamos una apuesta de viejos el que se muera primero se queda con todo lo del otro firmado ante notario No porque si yo me muero todo deberiacutea ser para ella Es igual dijo Rosa Cabarcas yo me hago cargo de la nintildea y despueacutes le dejo todo lo tuyo y lo miacuteo no tengo a nadie maacutes en este mundo Mientras tanto remodelamos tu cuarto con buenos servicios aire acondicionado y tus libros y tu muacutesica

-iquestCrees que ella estaraacute de acuerdo

-Ay mi sabio triste estaacute bien que esteacutes viejo pero no pendejo -dijo Rosa Cabarcas muerta de risa- Esa pobre criatura estaacute lela de amor por ti

Saliacute a la calle radiante y por primera vez me reconociacute a miacute mismo en el horizonte remoto de mi primer siglo Mi casa callada y en orden a las seis y cuarto empezaba a gozar los colores de una aurora feliz Damiana cantaba a toda voz en la cocina y el gato redivivo enroscoacute la cola en mis tobillos y siguioacute caminando conmigo hasta mi mesa de escribir Estaba ordenando mis papeles marchitos el tintero la pluma de ganso cuando el sol estalloacute entre los almendros del parque y el buque fluvial del correo retrasado una semana por la sequiacutea entroacute bramando en el canal del puerto Era por fin la vida real con mi corazoacuten a salvo y condenado a morir de buen amor en la agoniacutea feliz de cualquier diacutea despueacutes de mis cien antildeos

Mayo de 2004

Page 39: · Web viewVivo en una casa colonial en la acera de sol del parque de San Nicolás, donde he pasado todos los días de mi vida sin mujer ni fortuna, donde vivieron y murieron mis padres,

Memorias de mis putas tristes 39 ______________________________________________________________________________________pupilas maacutes pobres cuando tienen que ir a bailar con sus clientes iquestLas joyas Son las miacuteas dijo Basta con tocarlas para darse cuenta de que son diamantes de vidrio y estoperoles de hojalata De modo que no jodas concluyoacute Anda despieacutertala piacutedele perdoacuten y hazte cargo de ella de una vez Nadie merece ser maacutes feliz que ustedes

Hice un esfuerzo sobrenatural para creerle pero pudo maacutes el amor que la razoacuten iexclPutas le dije atormentado por el fuego vivo que me abrasaba las entrantildeas iexclEso es lo que son ustedes griteacute iexclPutas de mierda No quiero saber nada maacutes de tiacute ni de ninguna otra guaricha en el mundo y menos de ella Le hice desde la puerta una sentildeal de adioacutes para siempre Rosa Cabarcas no lo dudoacute

-Vete con Dios -me dijo con un rictus de tristeza y volvioacute a su vida real- De todos modos te pasareacute la cuenta del desmadre que me hiciste en el cuarto

Memorias de mis putas tristes 40 ______________________________________________________________________________________

5

Leyendo Los idus de marzo encontreacute una frase siniestra que el autor atribuye a Julio Ceacutesar Es imposible no terminar siendo como los otros creen que uno es No pude comprobar su verdadero origen en la propia obra de Julio Ceacutesar ni en las obras de sus bioacutegrafos desde Suetonio hasta Carcopino pero valioacute la pena conocerla Su fatalismo aplicado al curso de mi vida en los meses siguientes fue lo que me dio la determinacioacuten que me haciacutea falta no soacutelo para escribir esta memoria sino para empezarla sin pudores con el amor de Delgadina

No teniacutea un instante de sosiego apenas si probaba bocado y perdiacute tanto peso que no se me teniacutean los pantalones en la cintura Los dolores erraacuteticos se me quedaron en los huesos cambiaba de aacutenimo sin razoacuten pasaba las noches en un estado de deslumbramiento que no me permitiacutea leer ni escuchar muacutesica y en cambio se me iba el diacutea cabeceando por una somnolencia sonsa que no serviacutea para dormir

El alivio me cayoacute del cielo En la atestada goacutendola de Loma Fresca una vecina de asiento que no habiacutea visto subir me susurroacute al oiacutedo iquestTodaviacutea tiras Era Casilda Armenia un viejo amor de a tres por cinco que me habiacutea soportado como cliente asiduo desde que era una adolescente altiva Una vez retirada medio enferma y sin un clavo se habiacutea casado con un hortelano chino que le dio nombre y apoyo y quizaacutes un poco de amor A los setenta y tres antildeos teniacutea el peso de siempre seguiacutea bella y de caraacutecter fuerte y conservaba intacto el desparpajo del oficio

Me llevoacute a su casa una huerta de chinos en una colina de la carretera al mar Nos sentamos en las sillas de playa de la terraza umbriacutea entre helechos y frondas de astromelias y jaulas de paacutejaros colgadas en el alero En la falda de la colina se veiacutean los hortelanos chinos con sombreros de cono sembrando las hortalizas bajo el sol abrasante y el pieacutelago gris de las Bocas de Ceniza con los dos tajamares de rocas que canalizan el riacuteo varias leguas en el mar Mientras conversaacutebamos vimos entrar un trasatlaacutentico blanco por la desembocadura y lo seguimos callados hasta oiacuter su bramido de toro luacutegubre en el puerto fluvial Ella suspiroacute iquestTe das cuenta En maacutes de medio siglo es la primera vez que no te recibo la visita en la cama Ya somos otros dije Ella prosiguioacute sin oiacuterme Cada vez que dicen cosas de ti en el radio que te elogian por el carintildeo que te tiene la gente y te llaman maestro del amor imagiacutenate pienso que nadie te conocioacute tus gracias y tus mantildeas tan bien como yo En serio dijo nadie hubiera podido soportarte mejor

No resistiacute maacutes Ella lo sintioacute vio mis ojos huacutemedos de laacutegrimas y soacutelo entonces debioacute descubrir que ya no era el que fui y le sostuve la mirada con un valor del que

Memorias de mis putas tristes 41 ______________________________________________________________________________________nunca me creiacute capaz Es que me estoy volviendo viejo le dijeYa lo estamos suspiroacute ella Lo que pasa es que uno no lo siente por dentro pero desde fuera todo el mundo lo ve

Era imposible no abrirle el corazoacuten asiacute que le conteacute la historia completa que me ardiacutea en las entrantildeas desde mi primera llamada a Rosa Cabarcas la viacutespera de mis noventa antildeos hasta la noche traacutegica en que hice antildeicos el cuarto y no regreseacute maacutes Ella me oyoacute el desahogo como si estuviera vivieacutendolo lo rumioacute muy despacio y por fin sonrioacute

-Haz lo que quieras pero no pierdas a esa criatura -me dijo- No hay peor desgracia que morir solo

Fuimos a Puerto Colombia en el trenecito de juguete tan despacioso como un caballo Almorzamos frente al muelle de maderas carcomidas por donde habiacutea entrado el mundo entero al paiacutes antes que se dragaran las Bocas de Ceniza Nos sentamos bajo un cobertizo de palma donde las grandes matronas negras serviacutean pargos fritos con arroz de coco y tajadas de plaacutetano verde Dormitamos en el sopor denso de las dos y seguimos conversando hasta que se hundioacute en el mar el inmenso sol de candela La realidad me pareciacutea fantaacutestica Mira adonde ha venido a dar nuestra luna de miel se burloacute ella Pero prosiguioacute en serio Hoy miro para atraacutes veo la fila de miles de hombres que pasaron por mis camas y dariacutea el alma por haberme quedado aunque fuera con el peor Gracias a Dios encontreacute mi chino a tiempo Es como estar casada con el dedo mentildeique pero es soacutelo miacuteo

Me miroacute a los ojos midioacute mi reaccioacuten a lo que acababa de contarme y me dijo Asiacute que vete a buscar ahora mismo a esa pobre criatura aunque sea verdad lo que te dicen los celos sea como sea que lo bailado no te lo quita nadie Pero eso siacute sin romanticismos de abuelo Despieacutertala tiacuteratela hasta por las orejas con esa pinga de burro con que te premioacute el diablo por tu cobardiacutea y tu mezquindad En serio terminoacute con el alma no te vayas a morir sin probar la maravilla de tirar con amor

El pulso me temblaba al diacutea siguiente cuando marqueacute el nuacutemero del teleacutefono Tanto por la tensioacuten del reencuentro con Delgadina como por la incertidumbre de la forma en que Rosa Cabarcas me respondiera Habiacuteamos tenido una disputa seria por el abuso con que tasoacute los destrozos que hice en su cuarto Tuve que vender uno de los cuadros maacutes amados de mi madre cuyo valor se calculaba en una fortuna pero a la hora de la verdad no llegoacute a un deacutecimo de mis ilusiones

Aumenteacute la suma con el resto de mis ahorros y se la lleveacute a Rosa Cabarcas con una consigna inapelable Lo tomas o lo dejas Fue un acto suicida porque soacutelo con vender uno de mis secretos ella habriacutea aniquilado mi buen nombre Pero no respingoacute sino que se quedoacute con los cuadros que habiacutea tomado en prenda la noche del pleito Fui el perdedor absoluto en una sola jugada me quedeacute sin Delgadina sin Rosa Cabarcas y sin mis uacuteltimos ahorros Sin embargo oiacute el timbre del teleacutefono una vez dos veces tres y por fin ella iquestA ver No me salioacute la voz Colgueacute Me echeacute en la hamaca tratando de serenarme con la liacuterica asceacutetica de Satie y sudeacute tanto que el lienzo quedoacute empapado Hasta el diacutea siguiente no tuve el valor de llamar

-Bueno mujer -dije con voz firme- Hoy siacute

Memorias de mis putas tristes 42 ______________________________________________________________________________________Rosa Cabarcas coacutemo no estaba maacutes allaacute de todo Ay mi sabio triste suspiroacute con su aacutenimo invencible te pierdes dos meses y soacutelo vuelves para pedir ilusiones Me contoacute que no habiacutea visto a Delgadina desde haciacutea maacutes de un mes que pareciacutea tan repuesta del susto de mis estropicios que ni siquiera habloacute de ellos ni preguntoacute por miacute y estaba muy contenta en un nuevo empleo maacutes coacutemodo y mejor pagado que coser botones Una oleada de fuego vivo me quemoacute las entrantildeas Soacutelo puede ser de puta dije Rosa me replicoacute sin pestantildeear No seas bruto si asiacute fuera estariacutea aquiacute iquestO doacutende podriacutea estar mejor La rapidez de su loacutegica me agravoacute la duda iquestY coacutemo seacute que no estaacute ahiacute En ese caso replicoacute ella lo que maacutes te conviene es no saberlo iquestO no Una vez maacutes la odieacute Ella a prueba de erosiones prometioacute rastrear a la nintildea Sin muchas esperanzas porque el teleacutefono de la vecina donde la llamaba seguiacutea cortado y no teniacutea la menor idea de doacutende viviacutea Pero no era para echarse a morir queacute carajo dijo te llamo en una hora

Fue una hora de tres diacuteas pero encontroacute a la nintildea disponible y sana Volviacute avergonzado y la beseacute palmo a palmo como penitencia desde las doce de la noche hasta que cantaron los gallos Un perdoacuten largo que me prometiacute seguir repitiendo para siempre y fue como empezar otra vez por el principio El cuarto habiacutea sido desmantelado y el mal uso habiacutea acabado con todo lo que yo habiacutea puesto Ella lo habiacutea dejado asiacute y me dijo que cualquier mejora teniacutea que hacerla yo por lo que estaba debieacutendole Sin embargo mi situacioacuten econoacutemica tocaba fondo El dinero de las jubilaciones alcanzaba cada vez para menos Las pocas cosas vendibles que quedaban en la casa -salvo las joyas sagradas de mi madre- careciacutean de valor comercial y nada era bastante viejo para ser antiguo En tiempos mejores el gobernador me habiacutea hecho la oferta tentadora de comprarme en bloque los libros de los claacutesicos griegos latinos y espantildeoles para la Biblioteca Departamental pero no tuve corazoacuten para venderlos Despueacutes con los cambios poliacuteticos y el deterioro del mundo nadie del gobierno pensaba en las artes ni las letras Cansado de buscar una solucioacuten decente me echeacute al bolsillo las joyas que Delgadina me habiacutea devuelto y me fui a empentildearlas en un callejoacuten siniestro que conduciacutea al mercado puacuteblico Con aires de sabio distraiacutedo recorriacute varias veces aquel tugurio atiborrado de cantinas de mala muerte libreriacuteas de viejo y casas de empentildeo pero la dignidad de Florina de Dios me cerroacute el paso no me atreviacute Entonces decidiacute venderlas con la frente en alto a la joyeriacutea maacutes antigua y acreditada

El dependiente me hizo algunas preguntas mientras examinaba las joyas con su monoacuteculo Teniacutea la conducta el estilo y el pavor de un meacutedico Le expliqueacute que eran joyas heredadas de mi madre El aprobaba con un gruntildeido cada una de mis explicaciones y por fin se quitoacute el monoacuteculo

-Lo siento -dijo- pero son culos de botellas

Ante mi sorpresa me explicoacute con una suave conmiseracioacuten Menos mal que el oro es oro y el platino es platino Me toqueacute el bolsillo para asegurarme de que llevaba las facturas de compra y dije sin resabios

-Pues fueron compradas en esta noble casa hace maacutes de cien antildeos

El no se inmutoacute Suele suceder dijo que en las joyas hereditarias vayan desapareciendo las piedras maacutes valiosas con el paso del tiempo sustituidas por diacutescolos de la familia o por joyeros bandidos y soacutelo cuando alguien trata de

Memorias de mis putas tristes 43 ______________________________________________________________________________________venderlas se descubre el fraude Pero permiacutetame un segundo dijo y se llevoacute las joyas por la puerta del fondo Al cabo de un momento regresoacute y sin explicacioacuten alguna me indicoacute que me sentara en la silla de espera y siguioacute trabajando

Examineacute la tienda Habiacutea ido con mi madre varias veces y recordaba una frase recurrente No se lo digas a tu papaacute De pronto se me ocurrioacute una idea que me crispoacute iquestno seriacutea que Rosa Cabarcas y Delgadina de comuacuten acuerdo habiacutean vendido las piedras legiacutetimas y me devolvieron las joyas con las piedras falsas

Estaba ardiendo en dudas cuando una secretaria me invitoacute a seguirla por la misma puerta del fondo hasta una oficina pequentildea con una larga estanteriacutea de gruesos voluacutemenes Un beduino colosal se levantoacute en el escritorio del fondo y me estrechoacute la mano tuteaacutendome con una efusioacuten de viejo amigo Hicimos juntos el bachillerato me dijo a modo de saludo Me fue faacutecil recordarlo era el mejor futbolista de la escuela y campeoacuten de nuestros primeros burdeles Habiacutea dejado de verlo en alguacuten momento incierto y debioacute verme tan decreacutepito que me confundioacute con un condisciacutepulo de su infancia

Sobre el cristal del escritorio teniacutea abierto uno de los mamotretos del archivo donde estaba la memoria de las joyas de mi madre Una relacioacuten exacta con fechas y detalles de que ella en persona habiacutea hecho cambiar las piedras de dos generaciones de hermosas y dignas Cargamantos y habiacutea vendido las legiacutetimas a la misma tienda Esto habiacutea ocurrido cuando el padre del propietario actual estaba al frente de la joyeriacutea y eacutel y yo en la escuela Pero eacutel mismo me tranquilizoacute aquellas triquintildeuelas eran de uso corriente entre las grandes familias en desgracia para resolver urgencias de plata sin sacrificar el honor Ante la realidad cruda preferiacute conservarlas como recuerdo de otra Florina de Dios que nunca conociacute

A principios de julio sentiacute la distancia real de la muerte Mi corazoacuten perdioacute el paso y empeceacute a ver y sentir por todos lados los presagios inequiacutevocos del final El maacutes niacutetido fue en el concierto de Bellas Artes El aire acondicionado habiacutea fallado y la flor y nata de las artes y las letras se cocinaban al bantildeomariacutea en el saloacuten abarrotado pero la magia de la muacutesica era un clima celestial Al final con el Allegretto poco mosso me estremecioacute la revelacioacuten deslumbrante de que estaba escuchando el uacuteltimo concierto que me deparaba el destino antes de morir No sentiacute dolor ni miedo sino la emocioacuten arrasadora de haber alcanzado a vivirlo

Cuando por fin logreacute abrirme camino empapado de sudor a traveacutes de los abrazos y las fotos me encontreacute de manos a boca con Ximena Ortiz como una diosa de cien antildeos en la silla de ruedas Su sola presencia se me imponiacutea como un pecado mortal Teniacutea una tuacutenica de seda color marfil tan tersa como su piel un hilo de perlas legiacutetimas de tres vueltas el cabello color de naacutecar cortado a la moda de los veintes con una punta de ala de gaviota en la mejilla y los grandes ojos amarillos iluminados por la sombra natural de las ojeras Todo en ella contradeciacutea el rumor de que su mente estaba quedaacutendose en blanco por la erosioacuten irredimible de la memoria Petrificado y sin recursos frente a ella me sobrepuse al vaho de fuego que me subioacute a la cara y la saludeacute en silencio con una venia versallesca Ella sonrioacute como una reina y me agarroacute la mano Entonces me di cuenta de que tambieacuten aquello era una coartada del destino y no la perdiacute para sacarme una espina que me estorbaba desde siempre He sontildeado durante antildeos con este momento le dije Ella no parecioacute

Memorias de mis putas tristes 44 ______________________________________________________________________________________entender iexclNo me digas dijo iquestY tuacute quieacuten eres No supe nunca si en verdad lo habiacutea olvidado o si fue la venganza final de su vida

La certidumbre de ser mortal en cambio me habiacutea sorprendido poco antes de los cincuenta antildeos en una ocasioacuten como aqueacutella una noche de carnaval en que bailaba un tango apache con una mujer fenomenal a la que nunca le vi la cara maacutes corpulenta que yo como por cuarenta libras y maacutes alta como de dos palmos que sin embargo se dejaba llevar como una pluma al viento Bailaacutebamos tan apretados que sentiacutea circular su sangre por las venas y me hallaba como adormecido de gusto con su resuello trabajoso su grajo de amoniacuteaco sus tetas de astroacutenoma cuando me sacudioacute por la primera vez y casi me derriboacute por tierra el freacutemito de la muerte Fue como un oraacuteculo brutal en el oiacutedo Hagas lo que hagas en este antildeo o dentro de ciento estaraacutes muerto hasta jamaacutes Ella se separoacute asustada iquestQueacute le pasa Nada le dije tratando de sujetarme el corazoacuten

-Tiemblo por usted

Desde entonces empeceacute a medir la vida no por antildeos sino por deacutecadas La de los cincuenta habiacutea sido decisiva porque tomeacute conciencia de que casi todo el mundo era menor que yo La de los sesenta fue la maacutes intensa por la sospecha de que ya no me quedaba tiempo para equivocarme La de los setenta fue temible por una cierta posibilidad de que fuera la uacuteltima No obstante cuando desperteacute vivo la primera mantildeana de mis noventa antildeos en la cama feliz de Delgadina se me atravesoacute la idea complaciente de que la vida no fuera algo que transcurre como el riacuteo revuelto de Heraacuteclito sino una ocasioacuten uacutenica de voltearse en la parrilla y seguir asaacutendose del otro costado por noventa antildeos maacutes

Me volviacute de laacutegrima faacutecil Cualquier sentimiento que tuviera algo que ver con la ternura me causaba un nudo en la garganta que no siempre lograba dominar y penseacute en renunciar al placer solitario de velar el suentildeo de Delgadina no tanto por la incertidumbre de mi muerte como por el dolor de imaginarla sin miacute en el resto de su vida Uno de aquellos diacuteas inciertos fui a dar por distraccioacuten a la muy noble calle de los Notarios y me sorprendioacute no encontrar nada maacutes que los escombros del viejo hotel de lance donde fui iniciado por la fuerza en las artes del amor poco antes de mis doce antildeos Habiacutea sido una mansioacuten de antiguos navieros espleacutendida como pocas en la ciudad con columnas enchapadas de alabastro y frisos de oropeles alrededor de un patio interior con una cuacutepula de cristales de siete colores que irradiaba un resplandor de invernadero En la planta baja con un portal goacutetico sobre la calle estuvieron por maacutes de un siglo las notariacuteas coloniales en las que trabajoacute prosperoacute y se arruinoacute mi padre en toda una vida de suentildeos fantaacutesticos Las familias histoacutericas abandonaron poco a poco los pisos superiores que terminaron ocupados por una legioacuten de nocheras en desgracia que subiacutean y bajaban hasta el amanecer con los clientes atrapados por un peso y medio en las cantinas del cercano puerto fluvial

A mis doce antildeos todaviacutea con mis pantalones cortos y mis botitas de la escuela primaria no pude resistir la tentacioacuten de conocer los pisos superiores mientras mi padre se debatiacutea en una de sus reuniones interminables y me encontreacute con un espectaacuteculo celestial Las mujeres que malvendiacutean sus cuerpos hasta el amanecer se moviacutean por la casa desde las once de la mantildeana cuando ya la caniacutecula del vitral era insoportable y teniacutean que hacer su vida domeacutestica caminando en pelotas por

JUAN CARLOS 161104
caniacutecula (Del lat canicŭla) f Periacuteodo del antildeo en que es maacutes fuerte el calor || 2 Astr Tiempo del nacimiento heliacuteaco de Sirio que antiguamente coincidiacutea con la eacutepoca maacutes calurosa del antildeo pero que hoy no se verifica hasta fines de agosto13
JUAN CARLOS 161104
freacutemito (Del lat fremĭtus) m bramido

Memorias de mis putas tristes 45 ______________________________________________________________________________________toda la casa mientras comentaban a gritos sus aventuras de la noche Me quedeacute aterrorizado Lo uacutenico que se me ocurrioacute fue escapar por donde habiacutea llegado cuando una de las desnudas de carnes macizas olorosas a jaboacuten de monte me abrazoacute por la espalda y me llevoacute en vilo hasta su cubiacuteculo de cartoacuten sin que yo pudiera verla en medio de la griteriacutea y los aplausos de las inquilinas en cueros Me tiroacute bocarriba en su cama para cuatro me quitoacute los pantalones con una maniobra maestra y se acaballoacute sobre miacute pero el terror helado que me empapaba el cuerpo me impidioacute recibirla como un hombre Aquella noche desvelado en la cama de mi casa por la verguumlenza del asalto no pude dormir maacutes de una hora con las ansias de volver a verla Pero la mantildeana siguiente mientras los trasnochados dormiacutean subiacute temblando hasta su cubiacuteculo y la desperteacute llorando a gritos con un amor enloquecido que duroacute hasta que se lo llevoacute sin misericordia el ventarroacuten de la vida real Se llamaba Castorina y era la reina de la casa

Los cubiacuteculos del hotel costaban un peso para los amores de paso pero muy pocos sabiacuteamos que costaban lo mismo hasta por veinticuatro horas Ademaacutes Castorina me introdujo en su mundo de mala muerte donde invitaban a los clientes pobres a sus desayunos de gala le prestaban el jaboacuten les atendiacutean los dolores de muela y en casos de urgencia mayor les daban un amor de caridad

Pero en las tardes de la uacuteltima vejez se acordaba de la inmortal Castorina muerta quien sabiacutea cuando que habiacutea sucedido desde las esquinas miserables del muelle fluvial hasta el trono sagrado de mamasanta mayor con un parche de pirata en el ojo perdido en el pleito de cantina Su uacuteltimo machucante de planta un negro feliz de Camaguumley a quien llamaba Jonaacutes el Galeote habiacutea sido un trompetista de los grandes en La Habana hasta que perdioacute la sonrisa completa en una cataacutestrofe de trenes

Al salir de aquella visita amarga sentiacute una punzada en el corazoacuten que no habiacutea logrado aliviar en tres diacuteas con toda clase de poacutecimas caseras El meacutedico al que acudiacute de urgencia miembro de una estirpe de insignes era nieto del que me vio a mis cuarenta y dos antildeos y me asustoacute que pareciera el mismo pues estaba tan envejecido como su abuelo a los setenta por una calvicie prematura unos lentes de miope sin regreso y una tristeza inconsolable Me hizo un examen minucioso de cuerpo entero con una concentracioacuten de orfebre Me auscultoacute el pecho y la espalda y me revisoacute la presioacuten arterial los reflejos de la rodilla el fondo del ojo el color del paacuterpado inferior En las pausas mientras yo cambiaba de posicioacuten en la mesa de reconocimiento me haciacutea preguntas tan vagas y raacutepidas que apenas si me daban tiempo de pensar las respuestas Al cabo de una hora me miroacute con una sonrisa feliz Bueno dijo creo que no tengo nada que hacer por usted iquestQueacute quiere decir Que su estado es el mejor posible a su edad Queacute curioso le dije lo mismo me dijo su abuelo cuando yo teniacutea cuarenta y dos antildeos como si el tiempo no pasara Siempre encontraraacute uno que se lo diga dijo porque siempre tendraacute una edad Yo provocaacutendolo para una sentencia aterradora le dije La uacutenica definitiva es la muerte Siacute dijo eacutel pero no es faacutecil llegar a ella en tan buen estado como usted Siento de veras no poder complacerlo

Eran recuerdos nobles pero la viacutespera del 29 de agosto sentiacute el peso inmenso del siglo que me esperaba impasible cuando subiacute con pasos de hierro las escaleras de mi casa Entonces volviacute a ver una vez maacutes a Florina de Dios mi madre en mi cama que habiacutea sido la suya hasta su muerte y me hizo la misma bendicioacuten de la uacuteltima

Memorias de mis putas tristes 46 ______________________________________________________________________________________vez que la vi dos horas antes de morir Trastornado por la conmocioacuten lo entendiacute como el anuncio final y llameacute a Rosa Cabarcas para que me llevara a mi nintildea aquella misma noche en previsioacuten de que no se cumpliera mi ilusioacuten de sobrevivir hasta el uacuteltimo aliento de mis noventa antildeos Volviacute a llamarla a las ocho y una vez maacutes repitioacute que no era posible Tiene que serlo a cualquier precio le griteacute aterrorizado Colgoacute sin despedirse pero quince minutos despueacutes volvioacute a llamar

-Bueno aquiacute la tienes

Llegueacute a las diez y veinte de la noche y le di a Rosa Cabarcas las uacuteltimas cartas de mi vida con mis disposiciones sobre la nintildea despueacutes de mi final terrible Ella pensoacute que me habiacutea impresionado con el acuchillado y me dijo con aires de burla Si te vas a morir que no sea aquiacute imagiacutenate Pero yo le dije Di que me atropello el tren de Puerto Colombia ese pobre cacharro de laacutestima incapaz de matar a nadie

Preparado para todo aquella noche me acosteacute bocarriba a la espera del dolor final en el primer instante de mis noventa y un antildeos Oiacute campanas distantes sentiacute la fragancia del alma de Delgadina dormida de costado oiacute un grito en el horizonte sollozos de alguien que quizaacutes habiacutea muerto un siglo antes en la alcoba Entonces apagueacute la luz con el uacuteltimo aliento entrelaceacute mis dedos con los suyos para llevaacutermela de la mano y conteacute las doce campanadas de las doce con mis doce laacutegrimas finales hasta que empezaron a cantar los gallos y enseguida las campanas de gloria los cohetes de fiesta que celebraban el juacutebilo de haber sobrevivido sano y salvo a mis noventa antildeos

Mis primeras palabras fueron para Rosa Cabarcas Te compro la casa toda con la tienda y el huerto Ella me dijo Hagamos una apuesta de viejos el que se muera primero se queda con todo lo del otro firmado ante notario No porque si yo me muero todo deberiacutea ser para ella Es igual dijo Rosa Cabarcas yo me hago cargo de la nintildea y despueacutes le dejo todo lo tuyo y lo miacuteo no tengo a nadie maacutes en este mundo Mientras tanto remodelamos tu cuarto con buenos servicios aire acondicionado y tus libros y tu muacutesica

-iquestCrees que ella estaraacute de acuerdo

-Ay mi sabio triste estaacute bien que esteacutes viejo pero no pendejo -dijo Rosa Cabarcas muerta de risa- Esa pobre criatura estaacute lela de amor por ti

Saliacute a la calle radiante y por primera vez me reconociacute a miacute mismo en el horizonte remoto de mi primer siglo Mi casa callada y en orden a las seis y cuarto empezaba a gozar los colores de una aurora feliz Damiana cantaba a toda voz en la cocina y el gato redivivo enroscoacute la cola en mis tobillos y siguioacute caminando conmigo hasta mi mesa de escribir Estaba ordenando mis papeles marchitos el tintero la pluma de ganso cuando el sol estalloacute entre los almendros del parque y el buque fluvial del correo retrasado una semana por la sequiacutea entroacute bramando en el canal del puerto Era por fin la vida real con mi corazoacuten a salvo y condenado a morir de buen amor en la agoniacutea feliz de cualquier diacutea despueacutes de mis cien antildeos

Mayo de 2004

Page 40: · Web viewVivo en una casa colonial en la acera de sol del parque de San Nicolás, donde he pasado todos los días de mi vida sin mujer ni fortuna, donde vivieron y murieron mis padres,

Memorias de mis putas tristes 40 ______________________________________________________________________________________

5

Leyendo Los idus de marzo encontreacute una frase siniestra que el autor atribuye a Julio Ceacutesar Es imposible no terminar siendo como los otros creen que uno es No pude comprobar su verdadero origen en la propia obra de Julio Ceacutesar ni en las obras de sus bioacutegrafos desde Suetonio hasta Carcopino pero valioacute la pena conocerla Su fatalismo aplicado al curso de mi vida en los meses siguientes fue lo que me dio la determinacioacuten que me haciacutea falta no soacutelo para escribir esta memoria sino para empezarla sin pudores con el amor de Delgadina

No teniacutea un instante de sosiego apenas si probaba bocado y perdiacute tanto peso que no se me teniacutean los pantalones en la cintura Los dolores erraacuteticos se me quedaron en los huesos cambiaba de aacutenimo sin razoacuten pasaba las noches en un estado de deslumbramiento que no me permitiacutea leer ni escuchar muacutesica y en cambio se me iba el diacutea cabeceando por una somnolencia sonsa que no serviacutea para dormir

El alivio me cayoacute del cielo En la atestada goacutendola de Loma Fresca una vecina de asiento que no habiacutea visto subir me susurroacute al oiacutedo iquestTodaviacutea tiras Era Casilda Armenia un viejo amor de a tres por cinco que me habiacutea soportado como cliente asiduo desde que era una adolescente altiva Una vez retirada medio enferma y sin un clavo se habiacutea casado con un hortelano chino que le dio nombre y apoyo y quizaacutes un poco de amor A los setenta y tres antildeos teniacutea el peso de siempre seguiacutea bella y de caraacutecter fuerte y conservaba intacto el desparpajo del oficio

Me llevoacute a su casa una huerta de chinos en una colina de la carretera al mar Nos sentamos en las sillas de playa de la terraza umbriacutea entre helechos y frondas de astromelias y jaulas de paacutejaros colgadas en el alero En la falda de la colina se veiacutean los hortelanos chinos con sombreros de cono sembrando las hortalizas bajo el sol abrasante y el pieacutelago gris de las Bocas de Ceniza con los dos tajamares de rocas que canalizan el riacuteo varias leguas en el mar Mientras conversaacutebamos vimos entrar un trasatlaacutentico blanco por la desembocadura y lo seguimos callados hasta oiacuter su bramido de toro luacutegubre en el puerto fluvial Ella suspiroacute iquestTe das cuenta En maacutes de medio siglo es la primera vez que no te recibo la visita en la cama Ya somos otros dije Ella prosiguioacute sin oiacuterme Cada vez que dicen cosas de ti en el radio que te elogian por el carintildeo que te tiene la gente y te llaman maestro del amor imagiacutenate pienso que nadie te conocioacute tus gracias y tus mantildeas tan bien como yo En serio dijo nadie hubiera podido soportarte mejor

No resistiacute maacutes Ella lo sintioacute vio mis ojos huacutemedos de laacutegrimas y soacutelo entonces debioacute descubrir que ya no era el que fui y le sostuve la mirada con un valor del que

Memorias de mis putas tristes 41 ______________________________________________________________________________________nunca me creiacute capaz Es que me estoy volviendo viejo le dijeYa lo estamos suspiroacute ella Lo que pasa es que uno no lo siente por dentro pero desde fuera todo el mundo lo ve

Era imposible no abrirle el corazoacuten asiacute que le conteacute la historia completa que me ardiacutea en las entrantildeas desde mi primera llamada a Rosa Cabarcas la viacutespera de mis noventa antildeos hasta la noche traacutegica en que hice antildeicos el cuarto y no regreseacute maacutes Ella me oyoacute el desahogo como si estuviera vivieacutendolo lo rumioacute muy despacio y por fin sonrioacute

-Haz lo que quieras pero no pierdas a esa criatura -me dijo- No hay peor desgracia que morir solo

Fuimos a Puerto Colombia en el trenecito de juguete tan despacioso como un caballo Almorzamos frente al muelle de maderas carcomidas por donde habiacutea entrado el mundo entero al paiacutes antes que se dragaran las Bocas de Ceniza Nos sentamos bajo un cobertizo de palma donde las grandes matronas negras serviacutean pargos fritos con arroz de coco y tajadas de plaacutetano verde Dormitamos en el sopor denso de las dos y seguimos conversando hasta que se hundioacute en el mar el inmenso sol de candela La realidad me pareciacutea fantaacutestica Mira adonde ha venido a dar nuestra luna de miel se burloacute ella Pero prosiguioacute en serio Hoy miro para atraacutes veo la fila de miles de hombres que pasaron por mis camas y dariacutea el alma por haberme quedado aunque fuera con el peor Gracias a Dios encontreacute mi chino a tiempo Es como estar casada con el dedo mentildeique pero es soacutelo miacuteo

Me miroacute a los ojos midioacute mi reaccioacuten a lo que acababa de contarme y me dijo Asiacute que vete a buscar ahora mismo a esa pobre criatura aunque sea verdad lo que te dicen los celos sea como sea que lo bailado no te lo quita nadie Pero eso siacute sin romanticismos de abuelo Despieacutertala tiacuteratela hasta por las orejas con esa pinga de burro con que te premioacute el diablo por tu cobardiacutea y tu mezquindad En serio terminoacute con el alma no te vayas a morir sin probar la maravilla de tirar con amor

El pulso me temblaba al diacutea siguiente cuando marqueacute el nuacutemero del teleacutefono Tanto por la tensioacuten del reencuentro con Delgadina como por la incertidumbre de la forma en que Rosa Cabarcas me respondiera Habiacuteamos tenido una disputa seria por el abuso con que tasoacute los destrozos que hice en su cuarto Tuve que vender uno de los cuadros maacutes amados de mi madre cuyo valor se calculaba en una fortuna pero a la hora de la verdad no llegoacute a un deacutecimo de mis ilusiones

Aumenteacute la suma con el resto de mis ahorros y se la lleveacute a Rosa Cabarcas con una consigna inapelable Lo tomas o lo dejas Fue un acto suicida porque soacutelo con vender uno de mis secretos ella habriacutea aniquilado mi buen nombre Pero no respingoacute sino que se quedoacute con los cuadros que habiacutea tomado en prenda la noche del pleito Fui el perdedor absoluto en una sola jugada me quedeacute sin Delgadina sin Rosa Cabarcas y sin mis uacuteltimos ahorros Sin embargo oiacute el timbre del teleacutefono una vez dos veces tres y por fin ella iquestA ver No me salioacute la voz Colgueacute Me echeacute en la hamaca tratando de serenarme con la liacuterica asceacutetica de Satie y sudeacute tanto que el lienzo quedoacute empapado Hasta el diacutea siguiente no tuve el valor de llamar

-Bueno mujer -dije con voz firme- Hoy siacute

Memorias de mis putas tristes 42 ______________________________________________________________________________________Rosa Cabarcas coacutemo no estaba maacutes allaacute de todo Ay mi sabio triste suspiroacute con su aacutenimo invencible te pierdes dos meses y soacutelo vuelves para pedir ilusiones Me contoacute que no habiacutea visto a Delgadina desde haciacutea maacutes de un mes que pareciacutea tan repuesta del susto de mis estropicios que ni siquiera habloacute de ellos ni preguntoacute por miacute y estaba muy contenta en un nuevo empleo maacutes coacutemodo y mejor pagado que coser botones Una oleada de fuego vivo me quemoacute las entrantildeas Soacutelo puede ser de puta dije Rosa me replicoacute sin pestantildeear No seas bruto si asiacute fuera estariacutea aquiacute iquestO doacutende podriacutea estar mejor La rapidez de su loacutegica me agravoacute la duda iquestY coacutemo seacute que no estaacute ahiacute En ese caso replicoacute ella lo que maacutes te conviene es no saberlo iquestO no Una vez maacutes la odieacute Ella a prueba de erosiones prometioacute rastrear a la nintildea Sin muchas esperanzas porque el teleacutefono de la vecina donde la llamaba seguiacutea cortado y no teniacutea la menor idea de doacutende viviacutea Pero no era para echarse a morir queacute carajo dijo te llamo en una hora

Fue una hora de tres diacuteas pero encontroacute a la nintildea disponible y sana Volviacute avergonzado y la beseacute palmo a palmo como penitencia desde las doce de la noche hasta que cantaron los gallos Un perdoacuten largo que me prometiacute seguir repitiendo para siempre y fue como empezar otra vez por el principio El cuarto habiacutea sido desmantelado y el mal uso habiacutea acabado con todo lo que yo habiacutea puesto Ella lo habiacutea dejado asiacute y me dijo que cualquier mejora teniacutea que hacerla yo por lo que estaba debieacutendole Sin embargo mi situacioacuten econoacutemica tocaba fondo El dinero de las jubilaciones alcanzaba cada vez para menos Las pocas cosas vendibles que quedaban en la casa -salvo las joyas sagradas de mi madre- careciacutean de valor comercial y nada era bastante viejo para ser antiguo En tiempos mejores el gobernador me habiacutea hecho la oferta tentadora de comprarme en bloque los libros de los claacutesicos griegos latinos y espantildeoles para la Biblioteca Departamental pero no tuve corazoacuten para venderlos Despueacutes con los cambios poliacuteticos y el deterioro del mundo nadie del gobierno pensaba en las artes ni las letras Cansado de buscar una solucioacuten decente me echeacute al bolsillo las joyas que Delgadina me habiacutea devuelto y me fui a empentildearlas en un callejoacuten siniestro que conduciacutea al mercado puacuteblico Con aires de sabio distraiacutedo recorriacute varias veces aquel tugurio atiborrado de cantinas de mala muerte libreriacuteas de viejo y casas de empentildeo pero la dignidad de Florina de Dios me cerroacute el paso no me atreviacute Entonces decidiacute venderlas con la frente en alto a la joyeriacutea maacutes antigua y acreditada

El dependiente me hizo algunas preguntas mientras examinaba las joyas con su monoacuteculo Teniacutea la conducta el estilo y el pavor de un meacutedico Le expliqueacute que eran joyas heredadas de mi madre El aprobaba con un gruntildeido cada una de mis explicaciones y por fin se quitoacute el monoacuteculo

-Lo siento -dijo- pero son culos de botellas

Ante mi sorpresa me explicoacute con una suave conmiseracioacuten Menos mal que el oro es oro y el platino es platino Me toqueacute el bolsillo para asegurarme de que llevaba las facturas de compra y dije sin resabios

-Pues fueron compradas en esta noble casa hace maacutes de cien antildeos

El no se inmutoacute Suele suceder dijo que en las joyas hereditarias vayan desapareciendo las piedras maacutes valiosas con el paso del tiempo sustituidas por diacutescolos de la familia o por joyeros bandidos y soacutelo cuando alguien trata de

Memorias de mis putas tristes 43 ______________________________________________________________________________________venderlas se descubre el fraude Pero permiacutetame un segundo dijo y se llevoacute las joyas por la puerta del fondo Al cabo de un momento regresoacute y sin explicacioacuten alguna me indicoacute que me sentara en la silla de espera y siguioacute trabajando

Examineacute la tienda Habiacutea ido con mi madre varias veces y recordaba una frase recurrente No se lo digas a tu papaacute De pronto se me ocurrioacute una idea que me crispoacute iquestno seriacutea que Rosa Cabarcas y Delgadina de comuacuten acuerdo habiacutean vendido las piedras legiacutetimas y me devolvieron las joyas con las piedras falsas

Estaba ardiendo en dudas cuando una secretaria me invitoacute a seguirla por la misma puerta del fondo hasta una oficina pequentildea con una larga estanteriacutea de gruesos voluacutemenes Un beduino colosal se levantoacute en el escritorio del fondo y me estrechoacute la mano tuteaacutendome con una efusioacuten de viejo amigo Hicimos juntos el bachillerato me dijo a modo de saludo Me fue faacutecil recordarlo era el mejor futbolista de la escuela y campeoacuten de nuestros primeros burdeles Habiacutea dejado de verlo en alguacuten momento incierto y debioacute verme tan decreacutepito que me confundioacute con un condisciacutepulo de su infancia

Sobre el cristal del escritorio teniacutea abierto uno de los mamotretos del archivo donde estaba la memoria de las joyas de mi madre Una relacioacuten exacta con fechas y detalles de que ella en persona habiacutea hecho cambiar las piedras de dos generaciones de hermosas y dignas Cargamantos y habiacutea vendido las legiacutetimas a la misma tienda Esto habiacutea ocurrido cuando el padre del propietario actual estaba al frente de la joyeriacutea y eacutel y yo en la escuela Pero eacutel mismo me tranquilizoacute aquellas triquintildeuelas eran de uso corriente entre las grandes familias en desgracia para resolver urgencias de plata sin sacrificar el honor Ante la realidad cruda preferiacute conservarlas como recuerdo de otra Florina de Dios que nunca conociacute

A principios de julio sentiacute la distancia real de la muerte Mi corazoacuten perdioacute el paso y empeceacute a ver y sentir por todos lados los presagios inequiacutevocos del final El maacutes niacutetido fue en el concierto de Bellas Artes El aire acondicionado habiacutea fallado y la flor y nata de las artes y las letras se cocinaban al bantildeomariacutea en el saloacuten abarrotado pero la magia de la muacutesica era un clima celestial Al final con el Allegretto poco mosso me estremecioacute la revelacioacuten deslumbrante de que estaba escuchando el uacuteltimo concierto que me deparaba el destino antes de morir No sentiacute dolor ni miedo sino la emocioacuten arrasadora de haber alcanzado a vivirlo

Cuando por fin logreacute abrirme camino empapado de sudor a traveacutes de los abrazos y las fotos me encontreacute de manos a boca con Ximena Ortiz como una diosa de cien antildeos en la silla de ruedas Su sola presencia se me imponiacutea como un pecado mortal Teniacutea una tuacutenica de seda color marfil tan tersa como su piel un hilo de perlas legiacutetimas de tres vueltas el cabello color de naacutecar cortado a la moda de los veintes con una punta de ala de gaviota en la mejilla y los grandes ojos amarillos iluminados por la sombra natural de las ojeras Todo en ella contradeciacutea el rumor de que su mente estaba quedaacutendose en blanco por la erosioacuten irredimible de la memoria Petrificado y sin recursos frente a ella me sobrepuse al vaho de fuego que me subioacute a la cara y la saludeacute en silencio con una venia versallesca Ella sonrioacute como una reina y me agarroacute la mano Entonces me di cuenta de que tambieacuten aquello era una coartada del destino y no la perdiacute para sacarme una espina que me estorbaba desde siempre He sontildeado durante antildeos con este momento le dije Ella no parecioacute

Memorias de mis putas tristes 44 ______________________________________________________________________________________entender iexclNo me digas dijo iquestY tuacute quieacuten eres No supe nunca si en verdad lo habiacutea olvidado o si fue la venganza final de su vida

La certidumbre de ser mortal en cambio me habiacutea sorprendido poco antes de los cincuenta antildeos en una ocasioacuten como aqueacutella una noche de carnaval en que bailaba un tango apache con una mujer fenomenal a la que nunca le vi la cara maacutes corpulenta que yo como por cuarenta libras y maacutes alta como de dos palmos que sin embargo se dejaba llevar como una pluma al viento Bailaacutebamos tan apretados que sentiacutea circular su sangre por las venas y me hallaba como adormecido de gusto con su resuello trabajoso su grajo de amoniacuteaco sus tetas de astroacutenoma cuando me sacudioacute por la primera vez y casi me derriboacute por tierra el freacutemito de la muerte Fue como un oraacuteculo brutal en el oiacutedo Hagas lo que hagas en este antildeo o dentro de ciento estaraacutes muerto hasta jamaacutes Ella se separoacute asustada iquestQueacute le pasa Nada le dije tratando de sujetarme el corazoacuten

-Tiemblo por usted

Desde entonces empeceacute a medir la vida no por antildeos sino por deacutecadas La de los cincuenta habiacutea sido decisiva porque tomeacute conciencia de que casi todo el mundo era menor que yo La de los sesenta fue la maacutes intensa por la sospecha de que ya no me quedaba tiempo para equivocarme La de los setenta fue temible por una cierta posibilidad de que fuera la uacuteltima No obstante cuando desperteacute vivo la primera mantildeana de mis noventa antildeos en la cama feliz de Delgadina se me atravesoacute la idea complaciente de que la vida no fuera algo que transcurre como el riacuteo revuelto de Heraacuteclito sino una ocasioacuten uacutenica de voltearse en la parrilla y seguir asaacutendose del otro costado por noventa antildeos maacutes

Me volviacute de laacutegrima faacutecil Cualquier sentimiento que tuviera algo que ver con la ternura me causaba un nudo en la garganta que no siempre lograba dominar y penseacute en renunciar al placer solitario de velar el suentildeo de Delgadina no tanto por la incertidumbre de mi muerte como por el dolor de imaginarla sin miacute en el resto de su vida Uno de aquellos diacuteas inciertos fui a dar por distraccioacuten a la muy noble calle de los Notarios y me sorprendioacute no encontrar nada maacutes que los escombros del viejo hotel de lance donde fui iniciado por la fuerza en las artes del amor poco antes de mis doce antildeos Habiacutea sido una mansioacuten de antiguos navieros espleacutendida como pocas en la ciudad con columnas enchapadas de alabastro y frisos de oropeles alrededor de un patio interior con una cuacutepula de cristales de siete colores que irradiaba un resplandor de invernadero En la planta baja con un portal goacutetico sobre la calle estuvieron por maacutes de un siglo las notariacuteas coloniales en las que trabajoacute prosperoacute y se arruinoacute mi padre en toda una vida de suentildeos fantaacutesticos Las familias histoacutericas abandonaron poco a poco los pisos superiores que terminaron ocupados por una legioacuten de nocheras en desgracia que subiacutean y bajaban hasta el amanecer con los clientes atrapados por un peso y medio en las cantinas del cercano puerto fluvial

A mis doce antildeos todaviacutea con mis pantalones cortos y mis botitas de la escuela primaria no pude resistir la tentacioacuten de conocer los pisos superiores mientras mi padre se debatiacutea en una de sus reuniones interminables y me encontreacute con un espectaacuteculo celestial Las mujeres que malvendiacutean sus cuerpos hasta el amanecer se moviacutean por la casa desde las once de la mantildeana cuando ya la caniacutecula del vitral era insoportable y teniacutean que hacer su vida domeacutestica caminando en pelotas por

JUAN CARLOS 161104
caniacutecula (Del lat canicŭla) f Periacuteodo del antildeo en que es maacutes fuerte el calor || 2 Astr Tiempo del nacimiento heliacuteaco de Sirio que antiguamente coincidiacutea con la eacutepoca maacutes calurosa del antildeo pero que hoy no se verifica hasta fines de agosto13
JUAN CARLOS 161104
freacutemito (Del lat fremĭtus) m bramido

Memorias de mis putas tristes 45 ______________________________________________________________________________________toda la casa mientras comentaban a gritos sus aventuras de la noche Me quedeacute aterrorizado Lo uacutenico que se me ocurrioacute fue escapar por donde habiacutea llegado cuando una de las desnudas de carnes macizas olorosas a jaboacuten de monte me abrazoacute por la espalda y me llevoacute en vilo hasta su cubiacuteculo de cartoacuten sin que yo pudiera verla en medio de la griteriacutea y los aplausos de las inquilinas en cueros Me tiroacute bocarriba en su cama para cuatro me quitoacute los pantalones con una maniobra maestra y se acaballoacute sobre miacute pero el terror helado que me empapaba el cuerpo me impidioacute recibirla como un hombre Aquella noche desvelado en la cama de mi casa por la verguumlenza del asalto no pude dormir maacutes de una hora con las ansias de volver a verla Pero la mantildeana siguiente mientras los trasnochados dormiacutean subiacute temblando hasta su cubiacuteculo y la desperteacute llorando a gritos con un amor enloquecido que duroacute hasta que se lo llevoacute sin misericordia el ventarroacuten de la vida real Se llamaba Castorina y era la reina de la casa

Los cubiacuteculos del hotel costaban un peso para los amores de paso pero muy pocos sabiacuteamos que costaban lo mismo hasta por veinticuatro horas Ademaacutes Castorina me introdujo en su mundo de mala muerte donde invitaban a los clientes pobres a sus desayunos de gala le prestaban el jaboacuten les atendiacutean los dolores de muela y en casos de urgencia mayor les daban un amor de caridad

Pero en las tardes de la uacuteltima vejez se acordaba de la inmortal Castorina muerta quien sabiacutea cuando que habiacutea sucedido desde las esquinas miserables del muelle fluvial hasta el trono sagrado de mamasanta mayor con un parche de pirata en el ojo perdido en el pleito de cantina Su uacuteltimo machucante de planta un negro feliz de Camaguumley a quien llamaba Jonaacutes el Galeote habiacutea sido un trompetista de los grandes en La Habana hasta que perdioacute la sonrisa completa en una cataacutestrofe de trenes

Al salir de aquella visita amarga sentiacute una punzada en el corazoacuten que no habiacutea logrado aliviar en tres diacuteas con toda clase de poacutecimas caseras El meacutedico al que acudiacute de urgencia miembro de una estirpe de insignes era nieto del que me vio a mis cuarenta y dos antildeos y me asustoacute que pareciera el mismo pues estaba tan envejecido como su abuelo a los setenta por una calvicie prematura unos lentes de miope sin regreso y una tristeza inconsolable Me hizo un examen minucioso de cuerpo entero con una concentracioacuten de orfebre Me auscultoacute el pecho y la espalda y me revisoacute la presioacuten arterial los reflejos de la rodilla el fondo del ojo el color del paacuterpado inferior En las pausas mientras yo cambiaba de posicioacuten en la mesa de reconocimiento me haciacutea preguntas tan vagas y raacutepidas que apenas si me daban tiempo de pensar las respuestas Al cabo de una hora me miroacute con una sonrisa feliz Bueno dijo creo que no tengo nada que hacer por usted iquestQueacute quiere decir Que su estado es el mejor posible a su edad Queacute curioso le dije lo mismo me dijo su abuelo cuando yo teniacutea cuarenta y dos antildeos como si el tiempo no pasara Siempre encontraraacute uno que se lo diga dijo porque siempre tendraacute una edad Yo provocaacutendolo para una sentencia aterradora le dije La uacutenica definitiva es la muerte Siacute dijo eacutel pero no es faacutecil llegar a ella en tan buen estado como usted Siento de veras no poder complacerlo

Eran recuerdos nobles pero la viacutespera del 29 de agosto sentiacute el peso inmenso del siglo que me esperaba impasible cuando subiacute con pasos de hierro las escaleras de mi casa Entonces volviacute a ver una vez maacutes a Florina de Dios mi madre en mi cama que habiacutea sido la suya hasta su muerte y me hizo la misma bendicioacuten de la uacuteltima

Memorias de mis putas tristes 46 ______________________________________________________________________________________vez que la vi dos horas antes de morir Trastornado por la conmocioacuten lo entendiacute como el anuncio final y llameacute a Rosa Cabarcas para que me llevara a mi nintildea aquella misma noche en previsioacuten de que no se cumpliera mi ilusioacuten de sobrevivir hasta el uacuteltimo aliento de mis noventa antildeos Volviacute a llamarla a las ocho y una vez maacutes repitioacute que no era posible Tiene que serlo a cualquier precio le griteacute aterrorizado Colgoacute sin despedirse pero quince minutos despueacutes volvioacute a llamar

-Bueno aquiacute la tienes

Llegueacute a las diez y veinte de la noche y le di a Rosa Cabarcas las uacuteltimas cartas de mi vida con mis disposiciones sobre la nintildea despueacutes de mi final terrible Ella pensoacute que me habiacutea impresionado con el acuchillado y me dijo con aires de burla Si te vas a morir que no sea aquiacute imagiacutenate Pero yo le dije Di que me atropello el tren de Puerto Colombia ese pobre cacharro de laacutestima incapaz de matar a nadie

Preparado para todo aquella noche me acosteacute bocarriba a la espera del dolor final en el primer instante de mis noventa y un antildeos Oiacute campanas distantes sentiacute la fragancia del alma de Delgadina dormida de costado oiacute un grito en el horizonte sollozos de alguien que quizaacutes habiacutea muerto un siglo antes en la alcoba Entonces apagueacute la luz con el uacuteltimo aliento entrelaceacute mis dedos con los suyos para llevaacutermela de la mano y conteacute las doce campanadas de las doce con mis doce laacutegrimas finales hasta que empezaron a cantar los gallos y enseguida las campanas de gloria los cohetes de fiesta que celebraban el juacutebilo de haber sobrevivido sano y salvo a mis noventa antildeos

Mis primeras palabras fueron para Rosa Cabarcas Te compro la casa toda con la tienda y el huerto Ella me dijo Hagamos una apuesta de viejos el que se muera primero se queda con todo lo del otro firmado ante notario No porque si yo me muero todo deberiacutea ser para ella Es igual dijo Rosa Cabarcas yo me hago cargo de la nintildea y despueacutes le dejo todo lo tuyo y lo miacuteo no tengo a nadie maacutes en este mundo Mientras tanto remodelamos tu cuarto con buenos servicios aire acondicionado y tus libros y tu muacutesica

-iquestCrees que ella estaraacute de acuerdo

-Ay mi sabio triste estaacute bien que esteacutes viejo pero no pendejo -dijo Rosa Cabarcas muerta de risa- Esa pobre criatura estaacute lela de amor por ti

Saliacute a la calle radiante y por primera vez me reconociacute a miacute mismo en el horizonte remoto de mi primer siglo Mi casa callada y en orden a las seis y cuarto empezaba a gozar los colores de una aurora feliz Damiana cantaba a toda voz en la cocina y el gato redivivo enroscoacute la cola en mis tobillos y siguioacute caminando conmigo hasta mi mesa de escribir Estaba ordenando mis papeles marchitos el tintero la pluma de ganso cuando el sol estalloacute entre los almendros del parque y el buque fluvial del correo retrasado una semana por la sequiacutea entroacute bramando en el canal del puerto Era por fin la vida real con mi corazoacuten a salvo y condenado a morir de buen amor en la agoniacutea feliz de cualquier diacutea despueacutes de mis cien antildeos

Mayo de 2004

Page 41: · Web viewVivo en una casa colonial en la acera de sol del parque de San Nicolás, donde he pasado todos los días de mi vida sin mujer ni fortuna, donde vivieron y murieron mis padres,

Memorias de mis putas tristes 41 ______________________________________________________________________________________nunca me creiacute capaz Es que me estoy volviendo viejo le dijeYa lo estamos suspiroacute ella Lo que pasa es que uno no lo siente por dentro pero desde fuera todo el mundo lo ve

Era imposible no abrirle el corazoacuten asiacute que le conteacute la historia completa que me ardiacutea en las entrantildeas desde mi primera llamada a Rosa Cabarcas la viacutespera de mis noventa antildeos hasta la noche traacutegica en que hice antildeicos el cuarto y no regreseacute maacutes Ella me oyoacute el desahogo como si estuviera vivieacutendolo lo rumioacute muy despacio y por fin sonrioacute

-Haz lo que quieras pero no pierdas a esa criatura -me dijo- No hay peor desgracia que morir solo

Fuimos a Puerto Colombia en el trenecito de juguete tan despacioso como un caballo Almorzamos frente al muelle de maderas carcomidas por donde habiacutea entrado el mundo entero al paiacutes antes que se dragaran las Bocas de Ceniza Nos sentamos bajo un cobertizo de palma donde las grandes matronas negras serviacutean pargos fritos con arroz de coco y tajadas de plaacutetano verde Dormitamos en el sopor denso de las dos y seguimos conversando hasta que se hundioacute en el mar el inmenso sol de candela La realidad me pareciacutea fantaacutestica Mira adonde ha venido a dar nuestra luna de miel se burloacute ella Pero prosiguioacute en serio Hoy miro para atraacutes veo la fila de miles de hombres que pasaron por mis camas y dariacutea el alma por haberme quedado aunque fuera con el peor Gracias a Dios encontreacute mi chino a tiempo Es como estar casada con el dedo mentildeique pero es soacutelo miacuteo

Me miroacute a los ojos midioacute mi reaccioacuten a lo que acababa de contarme y me dijo Asiacute que vete a buscar ahora mismo a esa pobre criatura aunque sea verdad lo que te dicen los celos sea como sea que lo bailado no te lo quita nadie Pero eso siacute sin romanticismos de abuelo Despieacutertala tiacuteratela hasta por las orejas con esa pinga de burro con que te premioacute el diablo por tu cobardiacutea y tu mezquindad En serio terminoacute con el alma no te vayas a morir sin probar la maravilla de tirar con amor

El pulso me temblaba al diacutea siguiente cuando marqueacute el nuacutemero del teleacutefono Tanto por la tensioacuten del reencuentro con Delgadina como por la incertidumbre de la forma en que Rosa Cabarcas me respondiera Habiacuteamos tenido una disputa seria por el abuso con que tasoacute los destrozos que hice en su cuarto Tuve que vender uno de los cuadros maacutes amados de mi madre cuyo valor se calculaba en una fortuna pero a la hora de la verdad no llegoacute a un deacutecimo de mis ilusiones

Aumenteacute la suma con el resto de mis ahorros y se la lleveacute a Rosa Cabarcas con una consigna inapelable Lo tomas o lo dejas Fue un acto suicida porque soacutelo con vender uno de mis secretos ella habriacutea aniquilado mi buen nombre Pero no respingoacute sino que se quedoacute con los cuadros que habiacutea tomado en prenda la noche del pleito Fui el perdedor absoluto en una sola jugada me quedeacute sin Delgadina sin Rosa Cabarcas y sin mis uacuteltimos ahorros Sin embargo oiacute el timbre del teleacutefono una vez dos veces tres y por fin ella iquestA ver No me salioacute la voz Colgueacute Me echeacute en la hamaca tratando de serenarme con la liacuterica asceacutetica de Satie y sudeacute tanto que el lienzo quedoacute empapado Hasta el diacutea siguiente no tuve el valor de llamar

-Bueno mujer -dije con voz firme- Hoy siacute

Memorias de mis putas tristes 42 ______________________________________________________________________________________Rosa Cabarcas coacutemo no estaba maacutes allaacute de todo Ay mi sabio triste suspiroacute con su aacutenimo invencible te pierdes dos meses y soacutelo vuelves para pedir ilusiones Me contoacute que no habiacutea visto a Delgadina desde haciacutea maacutes de un mes que pareciacutea tan repuesta del susto de mis estropicios que ni siquiera habloacute de ellos ni preguntoacute por miacute y estaba muy contenta en un nuevo empleo maacutes coacutemodo y mejor pagado que coser botones Una oleada de fuego vivo me quemoacute las entrantildeas Soacutelo puede ser de puta dije Rosa me replicoacute sin pestantildeear No seas bruto si asiacute fuera estariacutea aquiacute iquestO doacutende podriacutea estar mejor La rapidez de su loacutegica me agravoacute la duda iquestY coacutemo seacute que no estaacute ahiacute En ese caso replicoacute ella lo que maacutes te conviene es no saberlo iquestO no Una vez maacutes la odieacute Ella a prueba de erosiones prometioacute rastrear a la nintildea Sin muchas esperanzas porque el teleacutefono de la vecina donde la llamaba seguiacutea cortado y no teniacutea la menor idea de doacutende viviacutea Pero no era para echarse a morir queacute carajo dijo te llamo en una hora

Fue una hora de tres diacuteas pero encontroacute a la nintildea disponible y sana Volviacute avergonzado y la beseacute palmo a palmo como penitencia desde las doce de la noche hasta que cantaron los gallos Un perdoacuten largo que me prometiacute seguir repitiendo para siempre y fue como empezar otra vez por el principio El cuarto habiacutea sido desmantelado y el mal uso habiacutea acabado con todo lo que yo habiacutea puesto Ella lo habiacutea dejado asiacute y me dijo que cualquier mejora teniacutea que hacerla yo por lo que estaba debieacutendole Sin embargo mi situacioacuten econoacutemica tocaba fondo El dinero de las jubilaciones alcanzaba cada vez para menos Las pocas cosas vendibles que quedaban en la casa -salvo las joyas sagradas de mi madre- careciacutean de valor comercial y nada era bastante viejo para ser antiguo En tiempos mejores el gobernador me habiacutea hecho la oferta tentadora de comprarme en bloque los libros de los claacutesicos griegos latinos y espantildeoles para la Biblioteca Departamental pero no tuve corazoacuten para venderlos Despueacutes con los cambios poliacuteticos y el deterioro del mundo nadie del gobierno pensaba en las artes ni las letras Cansado de buscar una solucioacuten decente me echeacute al bolsillo las joyas que Delgadina me habiacutea devuelto y me fui a empentildearlas en un callejoacuten siniestro que conduciacutea al mercado puacuteblico Con aires de sabio distraiacutedo recorriacute varias veces aquel tugurio atiborrado de cantinas de mala muerte libreriacuteas de viejo y casas de empentildeo pero la dignidad de Florina de Dios me cerroacute el paso no me atreviacute Entonces decidiacute venderlas con la frente en alto a la joyeriacutea maacutes antigua y acreditada

El dependiente me hizo algunas preguntas mientras examinaba las joyas con su monoacuteculo Teniacutea la conducta el estilo y el pavor de un meacutedico Le expliqueacute que eran joyas heredadas de mi madre El aprobaba con un gruntildeido cada una de mis explicaciones y por fin se quitoacute el monoacuteculo

-Lo siento -dijo- pero son culos de botellas

Ante mi sorpresa me explicoacute con una suave conmiseracioacuten Menos mal que el oro es oro y el platino es platino Me toqueacute el bolsillo para asegurarme de que llevaba las facturas de compra y dije sin resabios

-Pues fueron compradas en esta noble casa hace maacutes de cien antildeos

El no se inmutoacute Suele suceder dijo que en las joyas hereditarias vayan desapareciendo las piedras maacutes valiosas con el paso del tiempo sustituidas por diacutescolos de la familia o por joyeros bandidos y soacutelo cuando alguien trata de

Memorias de mis putas tristes 43 ______________________________________________________________________________________venderlas se descubre el fraude Pero permiacutetame un segundo dijo y se llevoacute las joyas por la puerta del fondo Al cabo de un momento regresoacute y sin explicacioacuten alguna me indicoacute que me sentara en la silla de espera y siguioacute trabajando

Examineacute la tienda Habiacutea ido con mi madre varias veces y recordaba una frase recurrente No se lo digas a tu papaacute De pronto se me ocurrioacute una idea que me crispoacute iquestno seriacutea que Rosa Cabarcas y Delgadina de comuacuten acuerdo habiacutean vendido las piedras legiacutetimas y me devolvieron las joyas con las piedras falsas

Estaba ardiendo en dudas cuando una secretaria me invitoacute a seguirla por la misma puerta del fondo hasta una oficina pequentildea con una larga estanteriacutea de gruesos voluacutemenes Un beduino colosal se levantoacute en el escritorio del fondo y me estrechoacute la mano tuteaacutendome con una efusioacuten de viejo amigo Hicimos juntos el bachillerato me dijo a modo de saludo Me fue faacutecil recordarlo era el mejor futbolista de la escuela y campeoacuten de nuestros primeros burdeles Habiacutea dejado de verlo en alguacuten momento incierto y debioacute verme tan decreacutepito que me confundioacute con un condisciacutepulo de su infancia

Sobre el cristal del escritorio teniacutea abierto uno de los mamotretos del archivo donde estaba la memoria de las joyas de mi madre Una relacioacuten exacta con fechas y detalles de que ella en persona habiacutea hecho cambiar las piedras de dos generaciones de hermosas y dignas Cargamantos y habiacutea vendido las legiacutetimas a la misma tienda Esto habiacutea ocurrido cuando el padre del propietario actual estaba al frente de la joyeriacutea y eacutel y yo en la escuela Pero eacutel mismo me tranquilizoacute aquellas triquintildeuelas eran de uso corriente entre las grandes familias en desgracia para resolver urgencias de plata sin sacrificar el honor Ante la realidad cruda preferiacute conservarlas como recuerdo de otra Florina de Dios que nunca conociacute

A principios de julio sentiacute la distancia real de la muerte Mi corazoacuten perdioacute el paso y empeceacute a ver y sentir por todos lados los presagios inequiacutevocos del final El maacutes niacutetido fue en el concierto de Bellas Artes El aire acondicionado habiacutea fallado y la flor y nata de las artes y las letras se cocinaban al bantildeomariacutea en el saloacuten abarrotado pero la magia de la muacutesica era un clima celestial Al final con el Allegretto poco mosso me estremecioacute la revelacioacuten deslumbrante de que estaba escuchando el uacuteltimo concierto que me deparaba el destino antes de morir No sentiacute dolor ni miedo sino la emocioacuten arrasadora de haber alcanzado a vivirlo

Cuando por fin logreacute abrirme camino empapado de sudor a traveacutes de los abrazos y las fotos me encontreacute de manos a boca con Ximena Ortiz como una diosa de cien antildeos en la silla de ruedas Su sola presencia se me imponiacutea como un pecado mortal Teniacutea una tuacutenica de seda color marfil tan tersa como su piel un hilo de perlas legiacutetimas de tres vueltas el cabello color de naacutecar cortado a la moda de los veintes con una punta de ala de gaviota en la mejilla y los grandes ojos amarillos iluminados por la sombra natural de las ojeras Todo en ella contradeciacutea el rumor de que su mente estaba quedaacutendose en blanco por la erosioacuten irredimible de la memoria Petrificado y sin recursos frente a ella me sobrepuse al vaho de fuego que me subioacute a la cara y la saludeacute en silencio con una venia versallesca Ella sonrioacute como una reina y me agarroacute la mano Entonces me di cuenta de que tambieacuten aquello era una coartada del destino y no la perdiacute para sacarme una espina que me estorbaba desde siempre He sontildeado durante antildeos con este momento le dije Ella no parecioacute

Memorias de mis putas tristes 44 ______________________________________________________________________________________entender iexclNo me digas dijo iquestY tuacute quieacuten eres No supe nunca si en verdad lo habiacutea olvidado o si fue la venganza final de su vida

La certidumbre de ser mortal en cambio me habiacutea sorprendido poco antes de los cincuenta antildeos en una ocasioacuten como aqueacutella una noche de carnaval en que bailaba un tango apache con una mujer fenomenal a la que nunca le vi la cara maacutes corpulenta que yo como por cuarenta libras y maacutes alta como de dos palmos que sin embargo se dejaba llevar como una pluma al viento Bailaacutebamos tan apretados que sentiacutea circular su sangre por las venas y me hallaba como adormecido de gusto con su resuello trabajoso su grajo de amoniacuteaco sus tetas de astroacutenoma cuando me sacudioacute por la primera vez y casi me derriboacute por tierra el freacutemito de la muerte Fue como un oraacuteculo brutal en el oiacutedo Hagas lo que hagas en este antildeo o dentro de ciento estaraacutes muerto hasta jamaacutes Ella se separoacute asustada iquestQueacute le pasa Nada le dije tratando de sujetarme el corazoacuten

-Tiemblo por usted

Desde entonces empeceacute a medir la vida no por antildeos sino por deacutecadas La de los cincuenta habiacutea sido decisiva porque tomeacute conciencia de que casi todo el mundo era menor que yo La de los sesenta fue la maacutes intensa por la sospecha de que ya no me quedaba tiempo para equivocarme La de los setenta fue temible por una cierta posibilidad de que fuera la uacuteltima No obstante cuando desperteacute vivo la primera mantildeana de mis noventa antildeos en la cama feliz de Delgadina se me atravesoacute la idea complaciente de que la vida no fuera algo que transcurre como el riacuteo revuelto de Heraacuteclito sino una ocasioacuten uacutenica de voltearse en la parrilla y seguir asaacutendose del otro costado por noventa antildeos maacutes

Me volviacute de laacutegrima faacutecil Cualquier sentimiento que tuviera algo que ver con la ternura me causaba un nudo en la garganta que no siempre lograba dominar y penseacute en renunciar al placer solitario de velar el suentildeo de Delgadina no tanto por la incertidumbre de mi muerte como por el dolor de imaginarla sin miacute en el resto de su vida Uno de aquellos diacuteas inciertos fui a dar por distraccioacuten a la muy noble calle de los Notarios y me sorprendioacute no encontrar nada maacutes que los escombros del viejo hotel de lance donde fui iniciado por la fuerza en las artes del amor poco antes de mis doce antildeos Habiacutea sido una mansioacuten de antiguos navieros espleacutendida como pocas en la ciudad con columnas enchapadas de alabastro y frisos de oropeles alrededor de un patio interior con una cuacutepula de cristales de siete colores que irradiaba un resplandor de invernadero En la planta baja con un portal goacutetico sobre la calle estuvieron por maacutes de un siglo las notariacuteas coloniales en las que trabajoacute prosperoacute y se arruinoacute mi padre en toda una vida de suentildeos fantaacutesticos Las familias histoacutericas abandonaron poco a poco los pisos superiores que terminaron ocupados por una legioacuten de nocheras en desgracia que subiacutean y bajaban hasta el amanecer con los clientes atrapados por un peso y medio en las cantinas del cercano puerto fluvial

A mis doce antildeos todaviacutea con mis pantalones cortos y mis botitas de la escuela primaria no pude resistir la tentacioacuten de conocer los pisos superiores mientras mi padre se debatiacutea en una de sus reuniones interminables y me encontreacute con un espectaacuteculo celestial Las mujeres que malvendiacutean sus cuerpos hasta el amanecer se moviacutean por la casa desde las once de la mantildeana cuando ya la caniacutecula del vitral era insoportable y teniacutean que hacer su vida domeacutestica caminando en pelotas por

JUAN CARLOS 161104
caniacutecula (Del lat canicŭla) f Periacuteodo del antildeo en que es maacutes fuerte el calor || 2 Astr Tiempo del nacimiento heliacuteaco de Sirio que antiguamente coincidiacutea con la eacutepoca maacutes calurosa del antildeo pero que hoy no se verifica hasta fines de agosto13
JUAN CARLOS 161104
freacutemito (Del lat fremĭtus) m bramido

Memorias de mis putas tristes 45 ______________________________________________________________________________________toda la casa mientras comentaban a gritos sus aventuras de la noche Me quedeacute aterrorizado Lo uacutenico que se me ocurrioacute fue escapar por donde habiacutea llegado cuando una de las desnudas de carnes macizas olorosas a jaboacuten de monte me abrazoacute por la espalda y me llevoacute en vilo hasta su cubiacuteculo de cartoacuten sin que yo pudiera verla en medio de la griteriacutea y los aplausos de las inquilinas en cueros Me tiroacute bocarriba en su cama para cuatro me quitoacute los pantalones con una maniobra maestra y se acaballoacute sobre miacute pero el terror helado que me empapaba el cuerpo me impidioacute recibirla como un hombre Aquella noche desvelado en la cama de mi casa por la verguumlenza del asalto no pude dormir maacutes de una hora con las ansias de volver a verla Pero la mantildeana siguiente mientras los trasnochados dormiacutean subiacute temblando hasta su cubiacuteculo y la desperteacute llorando a gritos con un amor enloquecido que duroacute hasta que se lo llevoacute sin misericordia el ventarroacuten de la vida real Se llamaba Castorina y era la reina de la casa

Los cubiacuteculos del hotel costaban un peso para los amores de paso pero muy pocos sabiacuteamos que costaban lo mismo hasta por veinticuatro horas Ademaacutes Castorina me introdujo en su mundo de mala muerte donde invitaban a los clientes pobres a sus desayunos de gala le prestaban el jaboacuten les atendiacutean los dolores de muela y en casos de urgencia mayor les daban un amor de caridad

Pero en las tardes de la uacuteltima vejez se acordaba de la inmortal Castorina muerta quien sabiacutea cuando que habiacutea sucedido desde las esquinas miserables del muelle fluvial hasta el trono sagrado de mamasanta mayor con un parche de pirata en el ojo perdido en el pleito de cantina Su uacuteltimo machucante de planta un negro feliz de Camaguumley a quien llamaba Jonaacutes el Galeote habiacutea sido un trompetista de los grandes en La Habana hasta que perdioacute la sonrisa completa en una cataacutestrofe de trenes

Al salir de aquella visita amarga sentiacute una punzada en el corazoacuten que no habiacutea logrado aliviar en tres diacuteas con toda clase de poacutecimas caseras El meacutedico al que acudiacute de urgencia miembro de una estirpe de insignes era nieto del que me vio a mis cuarenta y dos antildeos y me asustoacute que pareciera el mismo pues estaba tan envejecido como su abuelo a los setenta por una calvicie prematura unos lentes de miope sin regreso y una tristeza inconsolable Me hizo un examen minucioso de cuerpo entero con una concentracioacuten de orfebre Me auscultoacute el pecho y la espalda y me revisoacute la presioacuten arterial los reflejos de la rodilla el fondo del ojo el color del paacuterpado inferior En las pausas mientras yo cambiaba de posicioacuten en la mesa de reconocimiento me haciacutea preguntas tan vagas y raacutepidas que apenas si me daban tiempo de pensar las respuestas Al cabo de una hora me miroacute con una sonrisa feliz Bueno dijo creo que no tengo nada que hacer por usted iquestQueacute quiere decir Que su estado es el mejor posible a su edad Queacute curioso le dije lo mismo me dijo su abuelo cuando yo teniacutea cuarenta y dos antildeos como si el tiempo no pasara Siempre encontraraacute uno que se lo diga dijo porque siempre tendraacute una edad Yo provocaacutendolo para una sentencia aterradora le dije La uacutenica definitiva es la muerte Siacute dijo eacutel pero no es faacutecil llegar a ella en tan buen estado como usted Siento de veras no poder complacerlo

Eran recuerdos nobles pero la viacutespera del 29 de agosto sentiacute el peso inmenso del siglo que me esperaba impasible cuando subiacute con pasos de hierro las escaleras de mi casa Entonces volviacute a ver una vez maacutes a Florina de Dios mi madre en mi cama que habiacutea sido la suya hasta su muerte y me hizo la misma bendicioacuten de la uacuteltima

Memorias de mis putas tristes 46 ______________________________________________________________________________________vez que la vi dos horas antes de morir Trastornado por la conmocioacuten lo entendiacute como el anuncio final y llameacute a Rosa Cabarcas para que me llevara a mi nintildea aquella misma noche en previsioacuten de que no se cumpliera mi ilusioacuten de sobrevivir hasta el uacuteltimo aliento de mis noventa antildeos Volviacute a llamarla a las ocho y una vez maacutes repitioacute que no era posible Tiene que serlo a cualquier precio le griteacute aterrorizado Colgoacute sin despedirse pero quince minutos despueacutes volvioacute a llamar

-Bueno aquiacute la tienes

Llegueacute a las diez y veinte de la noche y le di a Rosa Cabarcas las uacuteltimas cartas de mi vida con mis disposiciones sobre la nintildea despueacutes de mi final terrible Ella pensoacute que me habiacutea impresionado con el acuchillado y me dijo con aires de burla Si te vas a morir que no sea aquiacute imagiacutenate Pero yo le dije Di que me atropello el tren de Puerto Colombia ese pobre cacharro de laacutestima incapaz de matar a nadie

Preparado para todo aquella noche me acosteacute bocarriba a la espera del dolor final en el primer instante de mis noventa y un antildeos Oiacute campanas distantes sentiacute la fragancia del alma de Delgadina dormida de costado oiacute un grito en el horizonte sollozos de alguien que quizaacutes habiacutea muerto un siglo antes en la alcoba Entonces apagueacute la luz con el uacuteltimo aliento entrelaceacute mis dedos con los suyos para llevaacutermela de la mano y conteacute las doce campanadas de las doce con mis doce laacutegrimas finales hasta que empezaron a cantar los gallos y enseguida las campanas de gloria los cohetes de fiesta que celebraban el juacutebilo de haber sobrevivido sano y salvo a mis noventa antildeos

Mis primeras palabras fueron para Rosa Cabarcas Te compro la casa toda con la tienda y el huerto Ella me dijo Hagamos una apuesta de viejos el que se muera primero se queda con todo lo del otro firmado ante notario No porque si yo me muero todo deberiacutea ser para ella Es igual dijo Rosa Cabarcas yo me hago cargo de la nintildea y despueacutes le dejo todo lo tuyo y lo miacuteo no tengo a nadie maacutes en este mundo Mientras tanto remodelamos tu cuarto con buenos servicios aire acondicionado y tus libros y tu muacutesica

-iquestCrees que ella estaraacute de acuerdo

-Ay mi sabio triste estaacute bien que esteacutes viejo pero no pendejo -dijo Rosa Cabarcas muerta de risa- Esa pobre criatura estaacute lela de amor por ti

Saliacute a la calle radiante y por primera vez me reconociacute a miacute mismo en el horizonte remoto de mi primer siglo Mi casa callada y en orden a las seis y cuarto empezaba a gozar los colores de una aurora feliz Damiana cantaba a toda voz en la cocina y el gato redivivo enroscoacute la cola en mis tobillos y siguioacute caminando conmigo hasta mi mesa de escribir Estaba ordenando mis papeles marchitos el tintero la pluma de ganso cuando el sol estalloacute entre los almendros del parque y el buque fluvial del correo retrasado una semana por la sequiacutea entroacute bramando en el canal del puerto Era por fin la vida real con mi corazoacuten a salvo y condenado a morir de buen amor en la agoniacutea feliz de cualquier diacutea despueacutes de mis cien antildeos

Mayo de 2004

Page 42: · Web viewVivo en una casa colonial en la acera de sol del parque de San Nicolás, donde he pasado todos los días de mi vida sin mujer ni fortuna, donde vivieron y murieron mis padres,

Memorias de mis putas tristes 42 ______________________________________________________________________________________Rosa Cabarcas coacutemo no estaba maacutes allaacute de todo Ay mi sabio triste suspiroacute con su aacutenimo invencible te pierdes dos meses y soacutelo vuelves para pedir ilusiones Me contoacute que no habiacutea visto a Delgadina desde haciacutea maacutes de un mes que pareciacutea tan repuesta del susto de mis estropicios que ni siquiera habloacute de ellos ni preguntoacute por miacute y estaba muy contenta en un nuevo empleo maacutes coacutemodo y mejor pagado que coser botones Una oleada de fuego vivo me quemoacute las entrantildeas Soacutelo puede ser de puta dije Rosa me replicoacute sin pestantildeear No seas bruto si asiacute fuera estariacutea aquiacute iquestO doacutende podriacutea estar mejor La rapidez de su loacutegica me agravoacute la duda iquestY coacutemo seacute que no estaacute ahiacute En ese caso replicoacute ella lo que maacutes te conviene es no saberlo iquestO no Una vez maacutes la odieacute Ella a prueba de erosiones prometioacute rastrear a la nintildea Sin muchas esperanzas porque el teleacutefono de la vecina donde la llamaba seguiacutea cortado y no teniacutea la menor idea de doacutende viviacutea Pero no era para echarse a morir queacute carajo dijo te llamo en una hora

Fue una hora de tres diacuteas pero encontroacute a la nintildea disponible y sana Volviacute avergonzado y la beseacute palmo a palmo como penitencia desde las doce de la noche hasta que cantaron los gallos Un perdoacuten largo que me prometiacute seguir repitiendo para siempre y fue como empezar otra vez por el principio El cuarto habiacutea sido desmantelado y el mal uso habiacutea acabado con todo lo que yo habiacutea puesto Ella lo habiacutea dejado asiacute y me dijo que cualquier mejora teniacutea que hacerla yo por lo que estaba debieacutendole Sin embargo mi situacioacuten econoacutemica tocaba fondo El dinero de las jubilaciones alcanzaba cada vez para menos Las pocas cosas vendibles que quedaban en la casa -salvo las joyas sagradas de mi madre- careciacutean de valor comercial y nada era bastante viejo para ser antiguo En tiempos mejores el gobernador me habiacutea hecho la oferta tentadora de comprarme en bloque los libros de los claacutesicos griegos latinos y espantildeoles para la Biblioteca Departamental pero no tuve corazoacuten para venderlos Despueacutes con los cambios poliacuteticos y el deterioro del mundo nadie del gobierno pensaba en las artes ni las letras Cansado de buscar una solucioacuten decente me echeacute al bolsillo las joyas que Delgadina me habiacutea devuelto y me fui a empentildearlas en un callejoacuten siniestro que conduciacutea al mercado puacuteblico Con aires de sabio distraiacutedo recorriacute varias veces aquel tugurio atiborrado de cantinas de mala muerte libreriacuteas de viejo y casas de empentildeo pero la dignidad de Florina de Dios me cerroacute el paso no me atreviacute Entonces decidiacute venderlas con la frente en alto a la joyeriacutea maacutes antigua y acreditada

El dependiente me hizo algunas preguntas mientras examinaba las joyas con su monoacuteculo Teniacutea la conducta el estilo y el pavor de un meacutedico Le expliqueacute que eran joyas heredadas de mi madre El aprobaba con un gruntildeido cada una de mis explicaciones y por fin se quitoacute el monoacuteculo

-Lo siento -dijo- pero son culos de botellas

Ante mi sorpresa me explicoacute con una suave conmiseracioacuten Menos mal que el oro es oro y el platino es platino Me toqueacute el bolsillo para asegurarme de que llevaba las facturas de compra y dije sin resabios

-Pues fueron compradas en esta noble casa hace maacutes de cien antildeos

El no se inmutoacute Suele suceder dijo que en las joyas hereditarias vayan desapareciendo las piedras maacutes valiosas con el paso del tiempo sustituidas por diacutescolos de la familia o por joyeros bandidos y soacutelo cuando alguien trata de

Memorias de mis putas tristes 43 ______________________________________________________________________________________venderlas se descubre el fraude Pero permiacutetame un segundo dijo y se llevoacute las joyas por la puerta del fondo Al cabo de un momento regresoacute y sin explicacioacuten alguna me indicoacute que me sentara en la silla de espera y siguioacute trabajando

Examineacute la tienda Habiacutea ido con mi madre varias veces y recordaba una frase recurrente No se lo digas a tu papaacute De pronto se me ocurrioacute una idea que me crispoacute iquestno seriacutea que Rosa Cabarcas y Delgadina de comuacuten acuerdo habiacutean vendido las piedras legiacutetimas y me devolvieron las joyas con las piedras falsas

Estaba ardiendo en dudas cuando una secretaria me invitoacute a seguirla por la misma puerta del fondo hasta una oficina pequentildea con una larga estanteriacutea de gruesos voluacutemenes Un beduino colosal se levantoacute en el escritorio del fondo y me estrechoacute la mano tuteaacutendome con una efusioacuten de viejo amigo Hicimos juntos el bachillerato me dijo a modo de saludo Me fue faacutecil recordarlo era el mejor futbolista de la escuela y campeoacuten de nuestros primeros burdeles Habiacutea dejado de verlo en alguacuten momento incierto y debioacute verme tan decreacutepito que me confundioacute con un condisciacutepulo de su infancia

Sobre el cristal del escritorio teniacutea abierto uno de los mamotretos del archivo donde estaba la memoria de las joyas de mi madre Una relacioacuten exacta con fechas y detalles de que ella en persona habiacutea hecho cambiar las piedras de dos generaciones de hermosas y dignas Cargamantos y habiacutea vendido las legiacutetimas a la misma tienda Esto habiacutea ocurrido cuando el padre del propietario actual estaba al frente de la joyeriacutea y eacutel y yo en la escuela Pero eacutel mismo me tranquilizoacute aquellas triquintildeuelas eran de uso corriente entre las grandes familias en desgracia para resolver urgencias de plata sin sacrificar el honor Ante la realidad cruda preferiacute conservarlas como recuerdo de otra Florina de Dios que nunca conociacute

A principios de julio sentiacute la distancia real de la muerte Mi corazoacuten perdioacute el paso y empeceacute a ver y sentir por todos lados los presagios inequiacutevocos del final El maacutes niacutetido fue en el concierto de Bellas Artes El aire acondicionado habiacutea fallado y la flor y nata de las artes y las letras se cocinaban al bantildeomariacutea en el saloacuten abarrotado pero la magia de la muacutesica era un clima celestial Al final con el Allegretto poco mosso me estremecioacute la revelacioacuten deslumbrante de que estaba escuchando el uacuteltimo concierto que me deparaba el destino antes de morir No sentiacute dolor ni miedo sino la emocioacuten arrasadora de haber alcanzado a vivirlo

Cuando por fin logreacute abrirme camino empapado de sudor a traveacutes de los abrazos y las fotos me encontreacute de manos a boca con Ximena Ortiz como una diosa de cien antildeos en la silla de ruedas Su sola presencia se me imponiacutea como un pecado mortal Teniacutea una tuacutenica de seda color marfil tan tersa como su piel un hilo de perlas legiacutetimas de tres vueltas el cabello color de naacutecar cortado a la moda de los veintes con una punta de ala de gaviota en la mejilla y los grandes ojos amarillos iluminados por la sombra natural de las ojeras Todo en ella contradeciacutea el rumor de que su mente estaba quedaacutendose en blanco por la erosioacuten irredimible de la memoria Petrificado y sin recursos frente a ella me sobrepuse al vaho de fuego que me subioacute a la cara y la saludeacute en silencio con una venia versallesca Ella sonrioacute como una reina y me agarroacute la mano Entonces me di cuenta de que tambieacuten aquello era una coartada del destino y no la perdiacute para sacarme una espina que me estorbaba desde siempre He sontildeado durante antildeos con este momento le dije Ella no parecioacute

Memorias de mis putas tristes 44 ______________________________________________________________________________________entender iexclNo me digas dijo iquestY tuacute quieacuten eres No supe nunca si en verdad lo habiacutea olvidado o si fue la venganza final de su vida

La certidumbre de ser mortal en cambio me habiacutea sorprendido poco antes de los cincuenta antildeos en una ocasioacuten como aqueacutella una noche de carnaval en que bailaba un tango apache con una mujer fenomenal a la que nunca le vi la cara maacutes corpulenta que yo como por cuarenta libras y maacutes alta como de dos palmos que sin embargo se dejaba llevar como una pluma al viento Bailaacutebamos tan apretados que sentiacutea circular su sangre por las venas y me hallaba como adormecido de gusto con su resuello trabajoso su grajo de amoniacuteaco sus tetas de astroacutenoma cuando me sacudioacute por la primera vez y casi me derriboacute por tierra el freacutemito de la muerte Fue como un oraacuteculo brutal en el oiacutedo Hagas lo que hagas en este antildeo o dentro de ciento estaraacutes muerto hasta jamaacutes Ella se separoacute asustada iquestQueacute le pasa Nada le dije tratando de sujetarme el corazoacuten

-Tiemblo por usted

Desde entonces empeceacute a medir la vida no por antildeos sino por deacutecadas La de los cincuenta habiacutea sido decisiva porque tomeacute conciencia de que casi todo el mundo era menor que yo La de los sesenta fue la maacutes intensa por la sospecha de que ya no me quedaba tiempo para equivocarme La de los setenta fue temible por una cierta posibilidad de que fuera la uacuteltima No obstante cuando desperteacute vivo la primera mantildeana de mis noventa antildeos en la cama feliz de Delgadina se me atravesoacute la idea complaciente de que la vida no fuera algo que transcurre como el riacuteo revuelto de Heraacuteclito sino una ocasioacuten uacutenica de voltearse en la parrilla y seguir asaacutendose del otro costado por noventa antildeos maacutes

Me volviacute de laacutegrima faacutecil Cualquier sentimiento que tuviera algo que ver con la ternura me causaba un nudo en la garganta que no siempre lograba dominar y penseacute en renunciar al placer solitario de velar el suentildeo de Delgadina no tanto por la incertidumbre de mi muerte como por el dolor de imaginarla sin miacute en el resto de su vida Uno de aquellos diacuteas inciertos fui a dar por distraccioacuten a la muy noble calle de los Notarios y me sorprendioacute no encontrar nada maacutes que los escombros del viejo hotel de lance donde fui iniciado por la fuerza en las artes del amor poco antes de mis doce antildeos Habiacutea sido una mansioacuten de antiguos navieros espleacutendida como pocas en la ciudad con columnas enchapadas de alabastro y frisos de oropeles alrededor de un patio interior con una cuacutepula de cristales de siete colores que irradiaba un resplandor de invernadero En la planta baja con un portal goacutetico sobre la calle estuvieron por maacutes de un siglo las notariacuteas coloniales en las que trabajoacute prosperoacute y se arruinoacute mi padre en toda una vida de suentildeos fantaacutesticos Las familias histoacutericas abandonaron poco a poco los pisos superiores que terminaron ocupados por una legioacuten de nocheras en desgracia que subiacutean y bajaban hasta el amanecer con los clientes atrapados por un peso y medio en las cantinas del cercano puerto fluvial

A mis doce antildeos todaviacutea con mis pantalones cortos y mis botitas de la escuela primaria no pude resistir la tentacioacuten de conocer los pisos superiores mientras mi padre se debatiacutea en una de sus reuniones interminables y me encontreacute con un espectaacuteculo celestial Las mujeres que malvendiacutean sus cuerpos hasta el amanecer se moviacutean por la casa desde las once de la mantildeana cuando ya la caniacutecula del vitral era insoportable y teniacutean que hacer su vida domeacutestica caminando en pelotas por

JUAN CARLOS 161104
caniacutecula (Del lat canicŭla) f Periacuteodo del antildeo en que es maacutes fuerte el calor || 2 Astr Tiempo del nacimiento heliacuteaco de Sirio que antiguamente coincidiacutea con la eacutepoca maacutes calurosa del antildeo pero que hoy no se verifica hasta fines de agosto13
JUAN CARLOS 161104
freacutemito (Del lat fremĭtus) m bramido

Memorias de mis putas tristes 45 ______________________________________________________________________________________toda la casa mientras comentaban a gritos sus aventuras de la noche Me quedeacute aterrorizado Lo uacutenico que se me ocurrioacute fue escapar por donde habiacutea llegado cuando una de las desnudas de carnes macizas olorosas a jaboacuten de monte me abrazoacute por la espalda y me llevoacute en vilo hasta su cubiacuteculo de cartoacuten sin que yo pudiera verla en medio de la griteriacutea y los aplausos de las inquilinas en cueros Me tiroacute bocarriba en su cama para cuatro me quitoacute los pantalones con una maniobra maestra y se acaballoacute sobre miacute pero el terror helado que me empapaba el cuerpo me impidioacute recibirla como un hombre Aquella noche desvelado en la cama de mi casa por la verguumlenza del asalto no pude dormir maacutes de una hora con las ansias de volver a verla Pero la mantildeana siguiente mientras los trasnochados dormiacutean subiacute temblando hasta su cubiacuteculo y la desperteacute llorando a gritos con un amor enloquecido que duroacute hasta que se lo llevoacute sin misericordia el ventarroacuten de la vida real Se llamaba Castorina y era la reina de la casa

Los cubiacuteculos del hotel costaban un peso para los amores de paso pero muy pocos sabiacuteamos que costaban lo mismo hasta por veinticuatro horas Ademaacutes Castorina me introdujo en su mundo de mala muerte donde invitaban a los clientes pobres a sus desayunos de gala le prestaban el jaboacuten les atendiacutean los dolores de muela y en casos de urgencia mayor les daban un amor de caridad

Pero en las tardes de la uacuteltima vejez se acordaba de la inmortal Castorina muerta quien sabiacutea cuando que habiacutea sucedido desde las esquinas miserables del muelle fluvial hasta el trono sagrado de mamasanta mayor con un parche de pirata en el ojo perdido en el pleito de cantina Su uacuteltimo machucante de planta un negro feliz de Camaguumley a quien llamaba Jonaacutes el Galeote habiacutea sido un trompetista de los grandes en La Habana hasta que perdioacute la sonrisa completa en una cataacutestrofe de trenes

Al salir de aquella visita amarga sentiacute una punzada en el corazoacuten que no habiacutea logrado aliviar en tres diacuteas con toda clase de poacutecimas caseras El meacutedico al que acudiacute de urgencia miembro de una estirpe de insignes era nieto del que me vio a mis cuarenta y dos antildeos y me asustoacute que pareciera el mismo pues estaba tan envejecido como su abuelo a los setenta por una calvicie prematura unos lentes de miope sin regreso y una tristeza inconsolable Me hizo un examen minucioso de cuerpo entero con una concentracioacuten de orfebre Me auscultoacute el pecho y la espalda y me revisoacute la presioacuten arterial los reflejos de la rodilla el fondo del ojo el color del paacuterpado inferior En las pausas mientras yo cambiaba de posicioacuten en la mesa de reconocimiento me haciacutea preguntas tan vagas y raacutepidas que apenas si me daban tiempo de pensar las respuestas Al cabo de una hora me miroacute con una sonrisa feliz Bueno dijo creo que no tengo nada que hacer por usted iquestQueacute quiere decir Que su estado es el mejor posible a su edad Queacute curioso le dije lo mismo me dijo su abuelo cuando yo teniacutea cuarenta y dos antildeos como si el tiempo no pasara Siempre encontraraacute uno que se lo diga dijo porque siempre tendraacute una edad Yo provocaacutendolo para una sentencia aterradora le dije La uacutenica definitiva es la muerte Siacute dijo eacutel pero no es faacutecil llegar a ella en tan buen estado como usted Siento de veras no poder complacerlo

Eran recuerdos nobles pero la viacutespera del 29 de agosto sentiacute el peso inmenso del siglo que me esperaba impasible cuando subiacute con pasos de hierro las escaleras de mi casa Entonces volviacute a ver una vez maacutes a Florina de Dios mi madre en mi cama que habiacutea sido la suya hasta su muerte y me hizo la misma bendicioacuten de la uacuteltima

Memorias de mis putas tristes 46 ______________________________________________________________________________________vez que la vi dos horas antes de morir Trastornado por la conmocioacuten lo entendiacute como el anuncio final y llameacute a Rosa Cabarcas para que me llevara a mi nintildea aquella misma noche en previsioacuten de que no se cumpliera mi ilusioacuten de sobrevivir hasta el uacuteltimo aliento de mis noventa antildeos Volviacute a llamarla a las ocho y una vez maacutes repitioacute que no era posible Tiene que serlo a cualquier precio le griteacute aterrorizado Colgoacute sin despedirse pero quince minutos despueacutes volvioacute a llamar

-Bueno aquiacute la tienes

Llegueacute a las diez y veinte de la noche y le di a Rosa Cabarcas las uacuteltimas cartas de mi vida con mis disposiciones sobre la nintildea despueacutes de mi final terrible Ella pensoacute que me habiacutea impresionado con el acuchillado y me dijo con aires de burla Si te vas a morir que no sea aquiacute imagiacutenate Pero yo le dije Di que me atropello el tren de Puerto Colombia ese pobre cacharro de laacutestima incapaz de matar a nadie

Preparado para todo aquella noche me acosteacute bocarriba a la espera del dolor final en el primer instante de mis noventa y un antildeos Oiacute campanas distantes sentiacute la fragancia del alma de Delgadina dormida de costado oiacute un grito en el horizonte sollozos de alguien que quizaacutes habiacutea muerto un siglo antes en la alcoba Entonces apagueacute la luz con el uacuteltimo aliento entrelaceacute mis dedos con los suyos para llevaacutermela de la mano y conteacute las doce campanadas de las doce con mis doce laacutegrimas finales hasta que empezaron a cantar los gallos y enseguida las campanas de gloria los cohetes de fiesta que celebraban el juacutebilo de haber sobrevivido sano y salvo a mis noventa antildeos

Mis primeras palabras fueron para Rosa Cabarcas Te compro la casa toda con la tienda y el huerto Ella me dijo Hagamos una apuesta de viejos el que se muera primero se queda con todo lo del otro firmado ante notario No porque si yo me muero todo deberiacutea ser para ella Es igual dijo Rosa Cabarcas yo me hago cargo de la nintildea y despueacutes le dejo todo lo tuyo y lo miacuteo no tengo a nadie maacutes en este mundo Mientras tanto remodelamos tu cuarto con buenos servicios aire acondicionado y tus libros y tu muacutesica

-iquestCrees que ella estaraacute de acuerdo

-Ay mi sabio triste estaacute bien que esteacutes viejo pero no pendejo -dijo Rosa Cabarcas muerta de risa- Esa pobre criatura estaacute lela de amor por ti

Saliacute a la calle radiante y por primera vez me reconociacute a miacute mismo en el horizonte remoto de mi primer siglo Mi casa callada y en orden a las seis y cuarto empezaba a gozar los colores de una aurora feliz Damiana cantaba a toda voz en la cocina y el gato redivivo enroscoacute la cola en mis tobillos y siguioacute caminando conmigo hasta mi mesa de escribir Estaba ordenando mis papeles marchitos el tintero la pluma de ganso cuando el sol estalloacute entre los almendros del parque y el buque fluvial del correo retrasado una semana por la sequiacutea entroacute bramando en el canal del puerto Era por fin la vida real con mi corazoacuten a salvo y condenado a morir de buen amor en la agoniacutea feliz de cualquier diacutea despueacutes de mis cien antildeos

Mayo de 2004

Page 43: · Web viewVivo en una casa colonial en la acera de sol del parque de San Nicolás, donde he pasado todos los días de mi vida sin mujer ni fortuna, donde vivieron y murieron mis padres,

Memorias de mis putas tristes 43 ______________________________________________________________________________________venderlas se descubre el fraude Pero permiacutetame un segundo dijo y se llevoacute las joyas por la puerta del fondo Al cabo de un momento regresoacute y sin explicacioacuten alguna me indicoacute que me sentara en la silla de espera y siguioacute trabajando

Examineacute la tienda Habiacutea ido con mi madre varias veces y recordaba una frase recurrente No se lo digas a tu papaacute De pronto se me ocurrioacute una idea que me crispoacute iquestno seriacutea que Rosa Cabarcas y Delgadina de comuacuten acuerdo habiacutean vendido las piedras legiacutetimas y me devolvieron las joyas con las piedras falsas

Estaba ardiendo en dudas cuando una secretaria me invitoacute a seguirla por la misma puerta del fondo hasta una oficina pequentildea con una larga estanteriacutea de gruesos voluacutemenes Un beduino colosal se levantoacute en el escritorio del fondo y me estrechoacute la mano tuteaacutendome con una efusioacuten de viejo amigo Hicimos juntos el bachillerato me dijo a modo de saludo Me fue faacutecil recordarlo era el mejor futbolista de la escuela y campeoacuten de nuestros primeros burdeles Habiacutea dejado de verlo en alguacuten momento incierto y debioacute verme tan decreacutepito que me confundioacute con un condisciacutepulo de su infancia

Sobre el cristal del escritorio teniacutea abierto uno de los mamotretos del archivo donde estaba la memoria de las joyas de mi madre Una relacioacuten exacta con fechas y detalles de que ella en persona habiacutea hecho cambiar las piedras de dos generaciones de hermosas y dignas Cargamantos y habiacutea vendido las legiacutetimas a la misma tienda Esto habiacutea ocurrido cuando el padre del propietario actual estaba al frente de la joyeriacutea y eacutel y yo en la escuela Pero eacutel mismo me tranquilizoacute aquellas triquintildeuelas eran de uso corriente entre las grandes familias en desgracia para resolver urgencias de plata sin sacrificar el honor Ante la realidad cruda preferiacute conservarlas como recuerdo de otra Florina de Dios que nunca conociacute

A principios de julio sentiacute la distancia real de la muerte Mi corazoacuten perdioacute el paso y empeceacute a ver y sentir por todos lados los presagios inequiacutevocos del final El maacutes niacutetido fue en el concierto de Bellas Artes El aire acondicionado habiacutea fallado y la flor y nata de las artes y las letras se cocinaban al bantildeomariacutea en el saloacuten abarrotado pero la magia de la muacutesica era un clima celestial Al final con el Allegretto poco mosso me estremecioacute la revelacioacuten deslumbrante de que estaba escuchando el uacuteltimo concierto que me deparaba el destino antes de morir No sentiacute dolor ni miedo sino la emocioacuten arrasadora de haber alcanzado a vivirlo

Cuando por fin logreacute abrirme camino empapado de sudor a traveacutes de los abrazos y las fotos me encontreacute de manos a boca con Ximena Ortiz como una diosa de cien antildeos en la silla de ruedas Su sola presencia se me imponiacutea como un pecado mortal Teniacutea una tuacutenica de seda color marfil tan tersa como su piel un hilo de perlas legiacutetimas de tres vueltas el cabello color de naacutecar cortado a la moda de los veintes con una punta de ala de gaviota en la mejilla y los grandes ojos amarillos iluminados por la sombra natural de las ojeras Todo en ella contradeciacutea el rumor de que su mente estaba quedaacutendose en blanco por la erosioacuten irredimible de la memoria Petrificado y sin recursos frente a ella me sobrepuse al vaho de fuego que me subioacute a la cara y la saludeacute en silencio con una venia versallesca Ella sonrioacute como una reina y me agarroacute la mano Entonces me di cuenta de que tambieacuten aquello era una coartada del destino y no la perdiacute para sacarme una espina que me estorbaba desde siempre He sontildeado durante antildeos con este momento le dije Ella no parecioacute

Memorias de mis putas tristes 44 ______________________________________________________________________________________entender iexclNo me digas dijo iquestY tuacute quieacuten eres No supe nunca si en verdad lo habiacutea olvidado o si fue la venganza final de su vida

La certidumbre de ser mortal en cambio me habiacutea sorprendido poco antes de los cincuenta antildeos en una ocasioacuten como aqueacutella una noche de carnaval en que bailaba un tango apache con una mujer fenomenal a la que nunca le vi la cara maacutes corpulenta que yo como por cuarenta libras y maacutes alta como de dos palmos que sin embargo se dejaba llevar como una pluma al viento Bailaacutebamos tan apretados que sentiacutea circular su sangre por las venas y me hallaba como adormecido de gusto con su resuello trabajoso su grajo de amoniacuteaco sus tetas de astroacutenoma cuando me sacudioacute por la primera vez y casi me derriboacute por tierra el freacutemito de la muerte Fue como un oraacuteculo brutal en el oiacutedo Hagas lo que hagas en este antildeo o dentro de ciento estaraacutes muerto hasta jamaacutes Ella se separoacute asustada iquestQueacute le pasa Nada le dije tratando de sujetarme el corazoacuten

-Tiemblo por usted

Desde entonces empeceacute a medir la vida no por antildeos sino por deacutecadas La de los cincuenta habiacutea sido decisiva porque tomeacute conciencia de que casi todo el mundo era menor que yo La de los sesenta fue la maacutes intensa por la sospecha de que ya no me quedaba tiempo para equivocarme La de los setenta fue temible por una cierta posibilidad de que fuera la uacuteltima No obstante cuando desperteacute vivo la primera mantildeana de mis noventa antildeos en la cama feliz de Delgadina se me atravesoacute la idea complaciente de que la vida no fuera algo que transcurre como el riacuteo revuelto de Heraacuteclito sino una ocasioacuten uacutenica de voltearse en la parrilla y seguir asaacutendose del otro costado por noventa antildeos maacutes

Me volviacute de laacutegrima faacutecil Cualquier sentimiento que tuviera algo que ver con la ternura me causaba un nudo en la garganta que no siempre lograba dominar y penseacute en renunciar al placer solitario de velar el suentildeo de Delgadina no tanto por la incertidumbre de mi muerte como por el dolor de imaginarla sin miacute en el resto de su vida Uno de aquellos diacuteas inciertos fui a dar por distraccioacuten a la muy noble calle de los Notarios y me sorprendioacute no encontrar nada maacutes que los escombros del viejo hotel de lance donde fui iniciado por la fuerza en las artes del amor poco antes de mis doce antildeos Habiacutea sido una mansioacuten de antiguos navieros espleacutendida como pocas en la ciudad con columnas enchapadas de alabastro y frisos de oropeles alrededor de un patio interior con una cuacutepula de cristales de siete colores que irradiaba un resplandor de invernadero En la planta baja con un portal goacutetico sobre la calle estuvieron por maacutes de un siglo las notariacuteas coloniales en las que trabajoacute prosperoacute y se arruinoacute mi padre en toda una vida de suentildeos fantaacutesticos Las familias histoacutericas abandonaron poco a poco los pisos superiores que terminaron ocupados por una legioacuten de nocheras en desgracia que subiacutean y bajaban hasta el amanecer con los clientes atrapados por un peso y medio en las cantinas del cercano puerto fluvial

A mis doce antildeos todaviacutea con mis pantalones cortos y mis botitas de la escuela primaria no pude resistir la tentacioacuten de conocer los pisos superiores mientras mi padre se debatiacutea en una de sus reuniones interminables y me encontreacute con un espectaacuteculo celestial Las mujeres que malvendiacutean sus cuerpos hasta el amanecer se moviacutean por la casa desde las once de la mantildeana cuando ya la caniacutecula del vitral era insoportable y teniacutean que hacer su vida domeacutestica caminando en pelotas por

JUAN CARLOS 161104
caniacutecula (Del lat canicŭla) f Periacuteodo del antildeo en que es maacutes fuerte el calor || 2 Astr Tiempo del nacimiento heliacuteaco de Sirio que antiguamente coincidiacutea con la eacutepoca maacutes calurosa del antildeo pero que hoy no se verifica hasta fines de agosto13
JUAN CARLOS 161104
freacutemito (Del lat fremĭtus) m bramido

Memorias de mis putas tristes 45 ______________________________________________________________________________________toda la casa mientras comentaban a gritos sus aventuras de la noche Me quedeacute aterrorizado Lo uacutenico que se me ocurrioacute fue escapar por donde habiacutea llegado cuando una de las desnudas de carnes macizas olorosas a jaboacuten de monte me abrazoacute por la espalda y me llevoacute en vilo hasta su cubiacuteculo de cartoacuten sin que yo pudiera verla en medio de la griteriacutea y los aplausos de las inquilinas en cueros Me tiroacute bocarriba en su cama para cuatro me quitoacute los pantalones con una maniobra maestra y se acaballoacute sobre miacute pero el terror helado que me empapaba el cuerpo me impidioacute recibirla como un hombre Aquella noche desvelado en la cama de mi casa por la verguumlenza del asalto no pude dormir maacutes de una hora con las ansias de volver a verla Pero la mantildeana siguiente mientras los trasnochados dormiacutean subiacute temblando hasta su cubiacuteculo y la desperteacute llorando a gritos con un amor enloquecido que duroacute hasta que se lo llevoacute sin misericordia el ventarroacuten de la vida real Se llamaba Castorina y era la reina de la casa

Los cubiacuteculos del hotel costaban un peso para los amores de paso pero muy pocos sabiacuteamos que costaban lo mismo hasta por veinticuatro horas Ademaacutes Castorina me introdujo en su mundo de mala muerte donde invitaban a los clientes pobres a sus desayunos de gala le prestaban el jaboacuten les atendiacutean los dolores de muela y en casos de urgencia mayor les daban un amor de caridad

Pero en las tardes de la uacuteltima vejez se acordaba de la inmortal Castorina muerta quien sabiacutea cuando que habiacutea sucedido desde las esquinas miserables del muelle fluvial hasta el trono sagrado de mamasanta mayor con un parche de pirata en el ojo perdido en el pleito de cantina Su uacuteltimo machucante de planta un negro feliz de Camaguumley a quien llamaba Jonaacutes el Galeote habiacutea sido un trompetista de los grandes en La Habana hasta que perdioacute la sonrisa completa en una cataacutestrofe de trenes

Al salir de aquella visita amarga sentiacute una punzada en el corazoacuten que no habiacutea logrado aliviar en tres diacuteas con toda clase de poacutecimas caseras El meacutedico al que acudiacute de urgencia miembro de una estirpe de insignes era nieto del que me vio a mis cuarenta y dos antildeos y me asustoacute que pareciera el mismo pues estaba tan envejecido como su abuelo a los setenta por una calvicie prematura unos lentes de miope sin regreso y una tristeza inconsolable Me hizo un examen minucioso de cuerpo entero con una concentracioacuten de orfebre Me auscultoacute el pecho y la espalda y me revisoacute la presioacuten arterial los reflejos de la rodilla el fondo del ojo el color del paacuterpado inferior En las pausas mientras yo cambiaba de posicioacuten en la mesa de reconocimiento me haciacutea preguntas tan vagas y raacutepidas que apenas si me daban tiempo de pensar las respuestas Al cabo de una hora me miroacute con una sonrisa feliz Bueno dijo creo que no tengo nada que hacer por usted iquestQueacute quiere decir Que su estado es el mejor posible a su edad Queacute curioso le dije lo mismo me dijo su abuelo cuando yo teniacutea cuarenta y dos antildeos como si el tiempo no pasara Siempre encontraraacute uno que se lo diga dijo porque siempre tendraacute una edad Yo provocaacutendolo para una sentencia aterradora le dije La uacutenica definitiva es la muerte Siacute dijo eacutel pero no es faacutecil llegar a ella en tan buen estado como usted Siento de veras no poder complacerlo

Eran recuerdos nobles pero la viacutespera del 29 de agosto sentiacute el peso inmenso del siglo que me esperaba impasible cuando subiacute con pasos de hierro las escaleras de mi casa Entonces volviacute a ver una vez maacutes a Florina de Dios mi madre en mi cama que habiacutea sido la suya hasta su muerte y me hizo la misma bendicioacuten de la uacuteltima

Memorias de mis putas tristes 46 ______________________________________________________________________________________vez que la vi dos horas antes de morir Trastornado por la conmocioacuten lo entendiacute como el anuncio final y llameacute a Rosa Cabarcas para que me llevara a mi nintildea aquella misma noche en previsioacuten de que no se cumpliera mi ilusioacuten de sobrevivir hasta el uacuteltimo aliento de mis noventa antildeos Volviacute a llamarla a las ocho y una vez maacutes repitioacute que no era posible Tiene que serlo a cualquier precio le griteacute aterrorizado Colgoacute sin despedirse pero quince minutos despueacutes volvioacute a llamar

-Bueno aquiacute la tienes

Llegueacute a las diez y veinte de la noche y le di a Rosa Cabarcas las uacuteltimas cartas de mi vida con mis disposiciones sobre la nintildea despueacutes de mi final terrible Ella pensoacute que me habiacutea impresionado con el acuchillado y me dijo con aires de burla Si te vas a morir que no sea aquiacute imagiacutenate Pero yo le dije Di que me atropello el tren de Puerto Colombia ese pobre cacharro de laacutestima incapaz de matar a nadie

Preparado para todo aquella noche me acosteacute bocarriba a la espera del dolor final en el primer instante de mis noventa y un antildeos Oiacute campanas distantes sentiacute la fragancia del alma de Delgadina dormida de costado oiacute un grito en el horizonte sollozos de alguien que quizaacutes habiacutea muerto un siglo antes en la alcoba Entonces apagueacute la luz con el uacuteltimo aliento entrelaceacute mis dedos con los suyos para llevaacutermela de la mano y conteacute las doce campanadas de las doce con mis doce laacutegrimas finales hasta que empezaron a cantar los gallos y enseguida las campanas de gloria los cohetes de fiesta que celebraban el juacutebilo de haber sobrevivido sano y salvo a mis noventa antildeos

Mis primeras palabras fueron para Rosa Cabarcas Te compro la casa toda con la tienda y el huerto Ella me dijo Hagamos una apuesta de viejos el que se muera primero se queda con todo lo del otro firmado ante notario No porque si yo me muero todo deberiacutea ser para ella Es igual dijo Rosa Cabarcas yo me hago cargo de la nintildea y despueacutes le dejo todo lo tuyo y lo miacuteo no tengo a nadie maacutes en este mundo Mientras tanto remodelamos tu cuarto con buenos servicios aire acondicionado y tus libros y tu muacutesica

-iquestCrees que ella estaraacute de acuerdo

-Ay mi sabio triste estaacute bien que esteacutes viejo pero no pendejo -dijo Rosa Cabarcas muerta de risa- Esa pobre criatura estaacute lela de amor por ti

Saliacute a la calle radiante y por primera vez me reconociacute a miacute mismo en el horizonte remoto de mi primer siglo Mi casa callada y en orden a las seis y cuarto empezaba a gozar los colores de una aurora feliz Damiana cantaba a toda voz en la cocina y el gato redivivo enroscoacute la cola en mis tobillos y siguioacute caminando conmigo hasta mi mesa de escribir Estaba ordenando mis papeles marchitos el tintero la pluma de ganso cuando el sol estalloacute entre los almendros del parque y el buque fluvial del correo retrasado una semana por la sequiacutea entroacute bramando en el canal del puerto Era por fin la vida real con mi corazoacuten a salvo y condenado a morir de buen amor en la agoniacutea feliz de cualquier diacutea despueacutes de mis cien antildeos

Mayo de 2004

Page 44: · Web viewVivo en una casa colonial en la acera de sol del parque de San Nicolás, donde he pasado todos los días de mi vida sin mujer ni fortuna, donde vivieron y murieron mis padres,

Memorias de mis putas tristes 44 ______________________________________________________________________________________entender iexclNo me digas dijo iquestY tuacute quieacuten eres No supe nunca si en verdad lo habiacutea olvidado o si fue la venganza final de su vida

La certidumbre de ser mortal en cambio me habiacutea sorprendido poco antes de los cincuenta antildeos en una ocasioacuten como aqueacutella una noche de carnaval en que bailaba un tango apache con una mujer fenomenal a la que nunca le vi la cara maacutes corpulenta que yo como por cuarenta libras y maacutes alta como de dos palmos que sin embargo se dejaba llevar como una pluma al viento Bailaacutebamos tan apretados que sentiacutea circular su sangre por las venas y me hallaba como adormecido de gusto con su resuello trabajoso su grajo de amoniacuteaco sus tetas de astroacutenoma cuando me sacudioacute por la primera vez y casi me derriboacute por tierra el freacutemito de la muerte Fue como un oraacuteculo brutal en el oiacutedo Hagas lo que hagas en este antildeo o dentro de ciento estaraacutes muerto hasta jamaacutes Ella se separoacute asustada iquestQueacute le pasa Nada le dije tratando de sujetarme el corazoacuten

-Tiemblo por usted

Desde entonces empeceacute a medir la vida no por antildeos sino por deacutecadas La de los cincuenta habiacutea sido decisiva porque tomeacute conciencia de que casi todo el mundo era menor que yo La de los sesenta fue la maacutes intensa por la sospecha de que ya no me quedaba tiempo para equivocarme La de los setenta fue temible por una cierta posibilidad de que fuera la uacuteltima No obstante cuando desperteacute vivo la primera mantildeana de mis noventa antildeos en la cama feliz de Delgadina se me atravesoacute la idea complaciente de que la vida no fuera algo que transcurre como el riacuteo revuelto de Heraacuteclito sino una ocasioacuten uacutenica de voltearse en la parrilla y seguir asaacutendose del otro costado por noventa antildeos maacutes

Me volviacute de laacutegrima faacutecil Cualquier sentimiento que tuviera algo que ver con la ternura me causaba un nudo en la garganta que no siempre lograba dominar y penseacute en renunciar al placer solitario de velar el suentildeo de Delgadina no tanto por la incertidumbre de mi muerte como por el dolor de imaginarla sin miacute en el resto de su vida Uno de aquellos diacuteas inciertos fui a dar por distraccioacuten a la muy noble calle de los Notarios y me sorprendioacute no encontrar nada maacutes que los escombros del viejo hotel de lance donde fui iniciado por la fuerza en las artes del amor poco antes de mis doce antildeos Habiacutea sido una mansioacuten de antiguos navieros espleacutendida como pocas en la ciudad con columnas enchapadas de alabastro y frisos de oropeles alrededor de un patio interior con una cuacutepula de cristales de siete colores que irradiaba un resplandor de invernadero En la planta baja con un portal goacutetico sobre la calle estuvieron por maacutes de un siglo las notariacuteas coloniales en las que trabajoacute prosperoacute y se arruinoacute mi padre en toda una vida de suentildeos fantaacutesticos Las familias histoacutericas abandonaron poco a poco los pisos superiores que terminaron ocupados por una legioacuten de nocheras en desgracia que subiacutean y bajaban hasta el amanecer con los clientes atrapados por un peso y medio en las cantinas del cercano puerto fluvial

A mis doce antildeos todaviacutea con mis pantalones cortos y mis botitas de la escuela primaria no pude resistir la tentacioacuten de conocer los pisos superiores mientras mi padre se debatiacutea en una de sus reuniones interminables y me encontreacute con un espectaacuteculo celestial Las mujeres que malvendiacutean sus cuerpos hasta el amanecer se moviacutean por la casa desde las once de la mantildeana cuando ya la caniacutecula del vitral era insoportable y teniacutean que hacer su vida domeacutestica caminando en pelotas por

JUAN CARLOS 161104
caniacutecula (Del lat canicŭla) f Periacuteodo del antildeo en que es maacutes fuerte el calor || 2 Astr Tiempo del nacimiento heliacuteaco de Sirio que antiguamente coincidiacutea con la eacutepoca maacutes calurosa del antildeo pero que hoy no se verifica hasta fines de agosto13
JUAN CARLOS 161104
freacutemito (Del lat fremĭtus) m bramido

Memorias de mis putas tristes 45 ______________________________________________________________________________________toda la casa mientras comentaban a gritos sus aventuras de la noche Me quedeacute aterrorizado Lo uacutenico que se me ocurrioacute fue escapar por donde habiacutea llegado cuando una de las desnudas de carnes macizas olorosas a jaboacuten de monte me abrazoacute por la espalda y me llevoacute en vilo hasta su cubiacuteculo de cartoacuten sin que yo pudiera verla en medio de la griteriacutea y los aplausos de las inquilinas en cueros Me tiroacute bocarriba en su cama para cuatro me quitoacute los pantalones con una maniobra maestra y se acaballoacute sobre miacute pero el terror helado que me empapaba el cuerpo me impidioacute recibirla como un hombre Aquella noche desvelado en la cama de mi casa por la verguumlenza del asalto no pude dormir maacutes de una hora con las ansias de volver a verla Pero la mantildeana siguiente mientras los trasnochados dormiacutean subiacute temblando hasta su cubiacuteculo y la desperteacute llorando a gritos con un amor enloquecido que duroacute hasta que se lo llevoacute sin misericordia el ventarroacuten de la vida real Se llamaba Castorina y era la reina de la casa

Los cubiacuteculos del hotel costaban un peso para los amores de paso pero muy pocos sabiacuteamos que costaban lo mismo hasta por veinticuatro horas Ademaacutes Castorina me introdujo en su mundo de mala muerte donde invitaban a los clientes pobres a sus desayunos de gala le prestaban el jaboacuten les atendiacutean los dolores de muela y en casos de urgencia mayor les daban un amor de caridad

Pero en las tardes de la uacuteltima vejez se acordaba de la inmortal Castorina muerta quien sabiacutea cuando que habiacutea sucedido desde las esquinas miserables del muelle fluvial hasta el trono sagrado de mamasanta mayor con un parche de pirata en el ojo perdido en el pleito de cantina Su uacuteltimo machucante de planta un negro feliz de Camaguumley a quien llamaba Jonaacutes el Galeote habiacutea sido un trompetista de los grandes en La Habana hasta que perdioacute la sonrisa completa en una cataacutestrofe de trenes

Al salir de aquella visita amarga sentiacute una punzada en el corazoacuten que no habiacutea logrado aliviar en tres diacuteas con toda clase de poacutecimas caseras El meacutedico al que acudiacute de urgencia miembro de una estirpe de insignes era nieto del que me vio a mis cuarenta y dos antildeos y me asustoacute que pareciera el mismo pues estaba tan envejecido como su abuelo a los setenta por una calvicie prematura unos lentes de miope sin regreso y una tristeza inconsolable Me hizo un examen minucioso de cuerpo entero con una concentracioacuten de orfebre Me auscultoacute el pecho y la espalda y me revisoacute la presioacuten arterial los reflejos de la rodilla el fondo del ojo el color del paacuterpado inferior En las pausas mientras yo cambiaba de posicioacuten en la mesa de reconocimiento me haciacutea preguntas tan vagas y raacutepidas que apenas si me daban tiempo de pensar las respuestas Al cabo de una hora me miroacute con una sonrisa feliz Bueno dijo creo que no tengo nada que hacer por usted iquestQueacute quiere decir Que su estado es el mejor posible a su edad Queacute curioso le dije lo mismo me dijo su abuelo cuando yo teniacutea cuarenta y dos antildeos como si el tiempo no pasara Siempre encontraraacute uno que se lo diga dijo porque siempre tendraacute una edad Yo provocaacutendolo para una sentencia aterradora le dije La uacutenica definitiva es la muerte Siacute dijo eacutel pero no es faacutecil llegar a ella en tan buen estado como usted Siento de veras no poder complacerlo

Eran recuerdos nobles pero la viacutespera del 29 de agosto sentiacute el peso inmenso del siglo que me esperaba impasible cuando subiacute con pasos de hierro las escaleras de mi casa Entonces volviacute a ver una vez maacutes a Florina de Dios mi madre en mi cama que habiacutea sido la suya hasta su muerte y me hizo la misma bendicioacuten de la uacuteltima

Memorias de mis putas tristes 46 ______________________________________________________________________________________vez que la vi dos horas antes de morir Trastornado por la conmocioacuten lo entendiacute como el anuncio final y llameacute a Rosa Cabarcas para que me llevara a mi nintildea aquella misma noche en previsioacuten de que no se cumpliera mi ilusioacuten de sobrevivir hasta el uacuteltimo aliento de mis noventa antildeos Volviacute a llamarla a las ocho y una vez maacutes repitioacute que no era posible Tiene que serlo a cualquier precio le griteacute aterrorizado Colgoacute sin despedirse pero quince minutos despueacutes volvioacute a llamar

-Bueno aquiacute la tienes

Llegueacute a las diez y veinte de la noche y le di a Rosa Cabarcas las uacuteltimas cartas de mi vida con mis disposiciones sobre la nintildea despueacutes de mi final terrible Ella pensoacute que me habiacutea impresionado con el acuchillado y me dijo con aires de burla Si te vas a morir que no sea aquiacute imagiacutenate Pero yo le dije Di que me atropello el tren de Puerto Colombia ese pobre cacharro de laacutestima incapaz de matar a nadie

Preparado para todo aquella noche me acosteacute bocarriba a la espera del dolor final en el primer instante de mis noventa y un antildeos Oiacute campanas distantes sentiacute la fragancia del alma de Delgadina dormida de costado oiacute un grito en el horizonte sollozos de alguien que quizaacutes habiacutea muerto un siglo antes en la alcoba Entonces apagueacute la luz con el uacuteltimo aliento entrelaceacute mis dedos con los suyos para llevaacutermela de la mano y conteacute las doce campanadas de las doce con mis doce laacutegrimas finales hasta que empezaron a cantar los gallos y enseguida las campanas de gloria los cohetes de fiesta que celebraban el juacutebilo de haber sobrevivido sano y salvo a mis noventa antildeos

Mis primeras palabras fueron para Rosa Cabarcas Te compro la casa toda con la tienda y el huerto Ella me dijo Hagamos una apuesta de viejos el que se muera primero se queda con todo lo del otro firmado ante notario No porque si yo me muero todo deberiacutea ser para ella Es igual dijo Rosa Cabarcas yo me hago cargo de la nintildea y despueacutes le dejo todo lo tuyo y lo miacuteo no tengo a nadie maacutes en este mundo Mientras tanto remodelamos tu cuarto con buenos servicios aire acondicionado y tus libros y tu muacutesica

-iquestCrees que ella estaraacute de acuerdo

-Ay mi sabio triste estaacute bien que esteacutes viejo pero no pendejo -dijo Rosa Cabarcas muerta de risa- Esa pobre criatura estaacute lela de amor por ti

Saliacute a la calle radiante y por primera vez me reconociacute a miacute mismo en el horizonte remoto de mi primer siglo Mi casa callada y en orden a las seis y cuarto empezaba a gozar los colores de una aurora feliz Damiana cantaba a toda voz en la cocina y el gato redivivo enroscoacute la cola en mis tobillos y siguioacute caminando conmigo hasta mi mesa de escribir Estaba ordenando mis papeles marchitos el tintero la pluma de ganso cuando el sol estalloacute entre los almendros del parque y el buque fluvial del correo retrasado una semana por la sequiacutea entroacute bramando en el canal del puerto Era por fin la vida real con mi corazoacuten a salvo y condenado a morir de buen amor en la agoniacutea feliz de cualquier diacutea despueacutes de mis cien antildeos

Mayo de 2004

Page 45: · Web viewVivo en una casa colonial en la acera de sol del parque de San Nicolás, donde he pasado todos los días de mi vida sin mujer ni fortuna, donde vivieron y murieron mis padres,

Memorias de mis putas tristes 45 ______________________________________________________________________________________toda la casa mientras comentaban a gritos sus aventuras de la noche Me quedeacute aterrorizado Lo uacutenico que se me ocurrioacute fue escapar por donde habiacutea llegado cuando una de las desnudas de carnes macizas olorosas a jaboacuten de monte me abrazoacute por la espalda y me llevoacute en vilo hasta su cubiacuteculo de cartoacuten sin que yo pudiera verla en medio de la griteriacutea y los aplausos de las inquilinas en cueros Me tiroacute bocarriba en su cama para cuatro me quitoacute los pantalones con una maniobra maestra y se acaballoacute sobre miacute pero el terror helado que me empapaba el cuerpo me impidioacute recibirla como un hombre Aquella noche desvelado en la cama de mi casa por la verguumlenza del asalto no pude dormir maacutes de una hora con las ansias de volver a verla Pero la mantildeana siguiente mientras los trasnochados dormiacutean subiacute temblando hasta su cubiacuteculo y la desperteacute llorando a gritos con un amor enloquecido que duroacute hasta que se lo llevoacute sin misericordia el ventarroacuten de la vida real Se llamaba Castorina y era la reina de la casa

Los cubiacuteculos del hotel costaban un peso para los amores de paso pero muy pocos sabiacuteamos que costaban lo mismo hasta por veinticuatro horas Ademaacutes Castorina me introdujo en su mundo de mala muerte donde invitaban a los clientes pobres a sus desayunos de gala le prestaban el jaboacuten les atendiacutean los dolores de muela y en casos de urgencia mayor les daban un amor de caridad

Pero en las tardes de la uacuteltima vejez se acordaba de la inmortal Castorina muerta quien sabiacutea cuando que habiacutea sucedido desde las esquinas miserables del muelle fluvial hasta el trono sagrado de mamasanta mayor con un parche de pirata en el ojo perdido en el pleito de cantina Su uacuteltimo machucante de planta un negro feliz de Camaguumley a quien llamaba Jonaacutes el Galeote habiacutea sido un trompetista de los grandes en La Habana hasta que perdioacute la sonrisa completa en una cataacutestrofe de trenes

Al salir de aquella visita amarga sentiacute una punzada en el corazoacuten que no habiacutea logrado aliviar en tres diacuteas con toda clase de poacutecimas caseras El meacutedico al que acudiacute de urgencia miembro de una estirpe de insignes era nieto del que me vio a mis cuarenta y dos antildeos y me asustoacute que pareciera el mismo pues estaba tan envejecido como su abuelo a los setenta por una calvicie prematura unos lentes de miope sin regreso y una tristeza inconsolable Me hizo un examen minucioso de cuerpo entero con una concentracioacuten de orfebre Me auscultoacute el pecho y la espalda y me revisoacute la presioacuten arterial los reflejos de la rodilla el fondo del ojo el color del paacuterpado inferior En las pausas mientras yo cambiaba de posicioacuten en la mesa de reconocimiento me haciacutea preguntas tan vagas y raacutepidas que apenas si me daban tiempo de pensar las respuestas Al cabo de una hora me miroacute con una sonrisa feliz Bueno dijo creo que no tengo nada que hacer por usted iquestQueacute quiere decir Que su estado es el mejor posible a su edad Queacute curioso le dije lo mismo me dijo su abuelo cuando yo teniacutea cuarenta y dos antildeos como si el tiempo no pasara Siempre encontraraacute uno que se lo diga dijo porque siempre tendraacute una edad Yo provocaacutendolo para una sentencia aterradora le dije La uacutenica definitiva es la muerte Siacute dijo eacutel pero no es faacutecil llegar a ella en tan buen estado como usted Siento de veras no poder complacerlo

Eran recuerdos nobles pero la viacutespera del 29 de agosto sentiacute el peso inmenso del siglo que me esperaba impasible cuando subiacute con pasos de hierro las escaleras de mi casa Entonces volviacute a ver una vez maacutes a Florina de Dios mi madre en mi cama que habiacutea sido la suya hasta su muerte y me hizo la misma bendicioacuten de la uacuteltima

Memorias de mis putas tristes 46 ______________________________________________________________________________________vez que la vi dos horas antes de morir Trastornado por la conmocioacuten lo entendiacute como el anuncio final y llameacute a Rosa Cabarcas para que me llevara a mi nintildea aquella misma noche en previsioacuten de que no se cumpliera mi ilusioacuten de sobrevivir hasta el uacuteltimo aliento de mis noventa antildeos Volviacute a llamarla a las ocho y una vez maacutes repitioacute que no era posible Tiene que serlo a cualquier precio le griteacute aterrorizado Colgoacute sin despedirse pero quince minutos despueacutes volvioacute a llamar

-Bueno aquiacute la tienes

Llegueacute a las diez y veinte de la noche y le di a Rosa Cabarcas las uacuteltimas cartas de mi vida con mis disposiciones sobre la nintildea despueacutes de mi final terrible Ella pensoacute que me habiacutea impresionado con el acuchillado y me dijo con aires de burla Si te vas a morir que no sea aquiacute imagiacutenate Pero yo le dije Di que me atropello el tren de Puerto Colombia ese pobre cacharro de laacutestima incapaz de matar a nadie

Preparado para todo aquella noche me acosteacute bocarriba a la espera del dolor final en el primer instante de mis noventa y un antildeos Oiacute campanas distantes sentiacute la fragancia del alma de Delgadina dormida de costado oiacute un grito en el horizonte sollozos de alguien que quizaacutes habiacutea muerto un siglo antes en la alcoba Entonces apagueacute la luz con el uacuteltimo aliento entrelaceacute mis dedos con los suyos para llevaacutermela de la mano y conteacute las doce campanadas de las doce con mis doce laacutegrimas finales hasta que empezaron a cantar los gallos y enseguida las campanas de gloria los cohetes de fiesta que celebraban el juacutebilo de haber sobrevivido sano y salvo a mis noventa antildeos

Mis primeras palabras fueron para Rosa Cabarcas Te compro la casa toda con la tienda y el huerto Ella me dijo Hagamos una apuesta de viejos el que se muera primero se queda con todo lo del otro firmado ante notario No porque si yo me muero todo deberiacutea ser para ella Es igual dijo Rosa Cabarcas yo me hago cargo de la nintildea y despueacutes le dejo todo lo tuyo y lo miacuteo no tengo a nadie maacutes en este mundo Mientras tanto remodelamos tu cuarto con buenos servicios aire acondicionado y tus libros y tu muacutesica

-iquestCrees que ella estaraacute de acuerdo

-Ay mi sabio triste estaacute bien que esteacutes viejo pero no pendejo -dijo Rosa Cabarcas muerta de risa- Esa pobre criatura estaacute lela de amor por ti

Saliacute a la calle radiante y por primera vez me reconociacute a miacute mismo en el horizonte remoto de mi primer siglo Mi casa callada y en orden a las seis y cuarto empezaba a gozar los colores de una aurora feliz Damiana cantaba a toda voz en la cocina y el gato redivivo enroscoacute la cola en mis tobillos y siguioacute caminando conmigo hasta mi mesa de escribir Estaba ordenando mis papeles marchitos el tintero la pluma de ganso cuando el sol estalloacute entre los almendros del parque y el buque fluvial del correo retrasado una semana por la sequiacutea entroacute bramando en el canal del puerto Era por fin la vida real con mi corazoacuten a salvo y condenado a morir de buen amor en la agoniacutea feliz de cualquier diacutea despueacutes de mis cien antildeos

Mayo de 2004

Page 46: · Web viewVivo en una casa colonial en la acera de sol del parque de San Nicolás, donde he pasado todos los días de mi vida sin mujer ni fortuna, donde vivieron y murieron mis padres,

Memorias de mis putas tristes 46 ______________________________________________________________________________________vez que la vi dos horas antes de morir Trastornado por la conmocioacuten lo entendiacute como el anuncio final y llameacute a Rosa Cabarcas para que me llevara a mi nintildea aquella misma noche en previsioacuten de que no se cumpliera mi ilusioacuten de sobrevivir hasta el uacuteltimo aliento de mis noventa antildeos Volviacute a llamarla a las ocho y una vez maacutes repitioacute que no era posible Tiene que serlo a cualquier precio le griteacute aterrorizado Colgoacute sin despedirse pero quince minutos despueacutes volvioacute a llamar

-Bueno aquiacute la tienes

Llegueacute a las diez y veinte de la noche y le di a Rosa Cabarcas las uacuteltimas cartas de mi vida con mis disposiciones sobre la nintildea despueacutes de mi final terrible Ella pensoacute que me habiacutea impresionado con el acuchillado y me dijo con aires de burla Si te vas a morir que no sea aquiacute imagiacutenate Pero yo le dije Di que me atropello el tren de Puerto Colombia ese pobre cacharro de laacutestima incapaz de matar a nadie

Preparado para todo aquella noche me acosteacute bocarriba a la espera del dolor final en el primer instante de mis noventa y un antildeos Oiacute campanas distantes sentiacute la fragancia del alma de Delgadina dormida de costado oiacute un grito en el horizonte sollozos de alguien que quizaacutes habiacutea muerto un siglo antes en la alcoba Entonces apagueacute la luz con el uacuteltimo aliento entrelaceacute mis dedos con los suyos para llevaacutermela de la mano y conteacute las doce campanadas de las doce con mis doce laacutegrimas finales hasta que empezaron a cantar los gallos y enseguida las campanas de gloria los cohetes de fiesta que celebraban el juacutebilo de haber sobrevivido sano y salvo a mis noventa antildeos

Mis primeras palabras fueron para Rosa Cabarcas Te compro la casa toda con la tienda y el huerto Ella me dijo Hagamos una apuesta de viejos el que se muera primero se queda con todo lo del otro firmado ante notario No porque si yo me muero todo deberiacutea ser para ella Es igual dijo Rosa Cabarcas yo me hago cargo de la nintildea y despueacutes le dejo todo lo tuyo y lo miacuteo no tengo a nadie maacutes en este mundo Mientras tanto remodelamos tu cuarto con buenos servicios aire acondicionado y tus libros y tu muacutesica

-iquestCrees que ella estaraacute de acuerdo

-Ay mi sabio triste estaacute bien que esteacutes viejo pero no pendejo -dijo Rosa Cabarcas muerta de risa- Esa pobre criatura estaacute lela de amor por ti

Saliacute a la calle radiante y por primera vez me reconociacute a miacute mismo en el horizonte remoto de mi primer siglo Mi casa callada y en orden a las seis y cuarto empezaba a gozar los colores de una aurora feliz Damiana cantaba a toda voz en la cocina y el gato redivivo enroscoacute la cola en mis tobillos y siguioacute caminando conmigo hasta mi mesa de escribir Estaba ordenando mis papeles marchitos el tintero la pluma de ganso cuando el sol estalloacute entre los almendros del parque y el buque fluvial del correo retrasado una semana por la sequiacutea entroacute bramando en el canal del puerto Era por fin la vida real con mi corazoacuten a salvo y condenado a morir de buen amor en la agoniacutea feliz de cualquier diacutea despueacutes de mis cien antildeos

Mayo de 2004