Valores Esenciales Para El Ministerio

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  • con Randy Hurst

    Valores EsencialesSirvamos a la causa de Cristo con e!cacia

    y excelencia

    George O. Wood

  • Este libro fue publicado en ingls con el ttulo Core Values por Gospel Publishing House 2008

    El texto bblico ha sido tomado de la versin Reina-Valera 1960 Sociedades Bblicas en Amrica Latina; renovado 1988 Sociedades Bblicas Unidas. Utilizado con permiso.

    El Texto bbico NVI ha sido tomado de la Santa Biblia Nueva Versin Internacional 1999 por la Sociedad Bblica Internacional. Usado con permiso.

    2009 por Gospel Publishing House, 1445 N. Boonville Ave., Springfield, Missouri 65802. Todos los derechos reservados. Ninguna parte de este libro puede ser reproducida, almacenada en un sistema de recuperacin, o transmitida de ninguna manera o por ningn medio electrnico, mecnico, de fotocopia, grabacin, o de cualquier otra manera sin previo permiso del dueo de los derechos de copia, con la excepcin de breves citas que se usen en comentarios, en revistas, o en peridicos.

    impreso en los Estados Unidos de Amrica

  • Prefacio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5

    Introduccin . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9

    valor esencial uno Proclamacin enrgica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 17

    valor esencial dos Inversin estratgica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 37

    valor esencial tres Revitalizacin y establecimiento vigoroso . . . . . . . . . . . . 59

    valor esencial cuatro Hbil provisin de recursos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 81

    valor esencial cinco Oracin ferviente . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .103

    Plan de accin . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .126

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    NDICE

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    CUANDO UN NUEVO LDER COMIENZA SUtrabajo, a menudo la gente especula en cuanto hacia dnde y cmo dirigir. George Wood no dej que la gente se preguntara eso por mucho tiempo. Poco des-pus de haber sido elegido superintendente general en el quincuagsimo segundo Concilio General en 2007, iden-tific cinco valores esenciales que determinaran las prioridades de su administracin.

    Durante las entrevistas para estos captulos, fue evidente que el doctor Wood no considera esos valores esenciales como slo ideales o fines en s mismos. En concordancia con esos valores, su deseo es tender puentes, sobre todo a los no creyentes, a personas de diversas culturas y a las generaciones ms jvenes.

    Deben tenderse puentes a los espiritualmente perdidos. A la mayora de los no creyentes en nuestra cultura de hoy no se les ganar con simplemente darles un folleto impreso, un video o extenderles una invitacin para que asistan a la iglesia. Deben establecerse las relaciones con los no creyentes mediante la interaccin significativa basada en sus intereses y preocupaciones. Deben tenderse puentes no slo con palabras, sino tambin con hechos y actos generosos que muestren amor sincero y compasivo.

    [ P R E F A C I O ]

  • [ 6 V A L O R E S E S E N C I A L E S ]

    Se estn tendiendo otros puentes entre las culturas. A medida que se extiende la diversidad de las Asambleas de Dios, la vitalidad y la sinergia resultantes enriquecern la vida espiritual de nuestra Fraternidad y potenciar al mximo su evangelizacin a los perdidos.

    El doctor Wood expresa con claridad su respeto y su amor por su herencia pentecostal. Con entusiasmo, trata de tender puentes a las generaciones futuras y pasar las verdades, los valores, y el compromiso que inspiraron a nuestros antepasados pentecostales.

    Un serio examen del desarrollo de la Fraternidad revela claramente el compromiso de nuestros fundadores con esos cinco valores esenciales. El doctor Wood pone nfasis en ellos con nueva expresin y nuevo enfoque mientras presenta algunos nuevos enfoques para fomentar nuestra misin histrica, la misin que el Espritu Santo gui a nuestros primeros lderes a comenzar hace ms de noventa aos.

    El doctor Wood compil esos cinco valores esenciales durante el curso de una semana poco despus de su eleccin. Sin embargo, las convicciones que subrayan esos valores se formaron en su mente y en su corazn durante varias dcadas de ministerio.

    La senda de la vida del doctor Wood lo ha preparado de un modo excepcional para su actual responsabilidad. Es muy sincero acerca de sus pesares e inquietudes. Las ancdotas y los testimonios que cuenta ilustran los valores que presenta y ofrecen al lector una clara perspectiva de sus convicciones personales.

    Mientras lee, est atento a otras prioridades que trascienden el mbito de un solo valor esencial.

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    Entretejidos a lo largo de los captulos hay una serie de nfasis convincentes que se aplican a ms de un valor, tal como la revitalizacin de la iglesia y la necesidad del bautismo en el Espritu Santo para la vida cristiana y el servicio eficientes. Potencie al mximo los beneficios de las ideas del doctor Wood al dedicar tiempo a considerar los retos que l presenta. Anote aplicaciones a su ministerio, a sus circunstancias actuales, y a su visin y sus esperanzas para el futuro.

    En los prximos meses usted oir ms acerca de los cinco valores esenciales descritos en este libro. No son slo ideales por los cuales debiera esforzarse la Fraternidad. Ms bien, son prioridades para la accin. Reflejan el ADN de la Fraternidad y traza el camino que debemos seguir en lo que ms importa a nuestro Seor: el servir a su causa con eficiencia y excelencia.

    RANDY HURSTComisionado de Evangelismo de las Asambleas de Dios,

    Director de Comunicaciones de Misiones Mundiales de las AD

  • HE CONOCIDO PERSONALMENTE A CADAsuperintendente general desde E. S. Williams, a excepcin de Wesley Steelberg, que sirvi slo poco tiempo antes de morir. Estoy muy consciente de quienes me precedieron en este cargo. Habiendo cono-cido a esas personas ejemplares, me siento como un Josu inmediatamente despus de un Moiss.

    Mi personalidad tal vez se parezca un poco a la de E. S. Williams. Tena un porte muy tranquilo, y no era grandilocuente ni carismtico. Pudiera contarle historias del hermano Williams que dicen mucho de su carcter. l tena un gran corazn para Dios y era un hombre de gran sabidura. Algunos de mis bienes ms preciados son cartas manuscritas que me escribi cuando yo era un joven ministro.

    Ralph Riggs es un hroe personal para m porque el hermano Riggs tena un sentido muy agudo de lo que Dios quera que l realizara en el campo de la educacin: en la Escuela Dominical, en la educacin laica, en la educacin ministerial y en la educacin superior. Esta Fraternidad tiene con Ralph Riggs una gran deuda de gratitud porque l ech en gran parte los cimientos de lo que ha sido la transicin de las Asambleas de Dios de una

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  • [ 1 0 V A L O R E S E S E N C I A L E S ]

    mentalidad de enclave para convertirse en la clase de instrumento que esta Fraternidad es para Dios en el mundo. Evangel University ha dado a su nuevo edificio administrativo el nombre de Ralph Riggs. Si alguien merece eso, es l.

    Los veintisis aos de ejercicio en el cargo de Thomas F. Zimmerman siguieron a los del hermano Riggs. Aprend mucho del hermano Zimmerman. l pudiera haber sido presidente de la General Motors o senador de los Estados Unidos. Tena un gran talento. Recuerdo que cuando era joven entr en su oficina de superintendente general y vi montones de papeles muy ordenados sobre el escritorio. Hermano Zimmerman, le pregunt, con todo lo que tiene sobre el escritorio, cmo puede seguirle el rastro? l me respondi: George, leo algo una vez y decido qu hacer con eso. Si es un documento normativo que necesito revisar otra vez, lo har en su momento. Pero aprend de Eisenhower que se toma un pedazo de papel a la vez, se decide qu hacer con l, y se sigue adelante. Desde esa leccin del hermano Zimmerman, es as como he manejado los papeles.

    Despus de Zimmerman, G. Raymond Carlson fue un superintendente con un genuino corazn de pastor, que todos amaban. Dios saba que esta Fraternidad necesitaba un pastor cuando pasamos por las crisis de los Swaggart y los Bakker. El hermano Carlson tena una impecable devocin que nadie pudo poner en tela de juicio. G. Raymond Carlson fue un ancla para este movimiento durante aquel tiempo tan turbulento. Y aun

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    con aquellas crisis, las Asambleas de Dios creci durante su liderazgo.

    Qu puedo decir acerca de Thomas Trask y de su gran visin? Muchsimos ministerios de las Asambleas de Dios hoy son atribuibles al hermano Trask: el National Prayer Center [Centro Nacional de Oracin], el Center for Leadership [Centro para el Liderazgo], la asociacin con Convoy of Hope [Caravana de la Esperanza], el crecimiento de los AG Financial Services [Servicios Financieros de las Asambleas de Dios], y muchsimos otros logros que aadir a la lista. Su pasin por el Pentecosts, su amor a la gente, su modo maravilloso de relacionarse con las personas y mostrarles afecto genuino con un sculo santo y una cachetada en la mejilla; esas son cualidades inimitables.

    No me sirve la armadura de Thomas Trask como tampoco a David le sirvi la de Sal. Me parezco ms a mi pap. Mi padre no mostraba ningn afecto en pblico, tal vez porque creci en un hogar muy disfuncional. En realidad, cuando pap estaba en un culto de la iglesia y el lder peda a las personas que se tomaran de las manos y oraran, mi padre se disgustaba. Pap no se tomaba de las manos con su propia esposa, as que, por qu se tomara de las manos con un extrao? Yo soy ms reservado. Eso es parte de mi ADN.

    Si Dios fuera a responder una oracin por m, sera que yo pudiera combinar la mansedumbre de E.S. Williams, el fuerte sentido de propsito y de logro de Ralph Riggs, la sagacidad y la diplomacia de Thomas F. Zimmerman, la devocin y el ejemplo pastoral de un

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    G. Raymond Carlson, y la pasin por el Espritu y el sentido financiero de Thomas Trask. Si yo pudiera tener un poquito de cada uno de ellos, estara muy bien.

    No pens que sera elegido para este cargo. En el Concilio General de 2007 en Indianpolis me di cuenta de que se estaba considerando mi nombre, pero en realidad me senta feliz con quienquiera que fuera elegido y siempre prev que ese quienquiera no sera yo sino otra persona. Estaba contento con mi funcin como secretario general.

    La tarde que fui elegido, estaba mirando a todos los delegados del Concilio General. Quin es capaz de guiar a esta gran multitud?, pens. Y, por supuesto, nadie est humanamente preparado para realizar los propsitos de Dios. Eso es lo maravilloso en cuanto a servir con fe. Sent que el Seor me hablaba: Mi yugo es fcil, y ligera mi carga. Quiero que este yugo se ajuste bien, para que pueda ser un camino de gozo. S que habr cosas difciles que afrontar. Pero siempre has disfrutado de cualquier cosa que has hecho en tu ministerio. Disfruta de esto tambin, y hazlo un camino de gozo.

    Poco despus de la eleccin, comenzaron a preguntarme qu hara como superintendente general. Como no pensaba que sera elegido, no me haba concentrado en ninguna de esas metas. En realidad, al entrar en el Concilio General, hice una lista de las cosas que deseaba hacer si no se me elega. De modo que, en realidad, yo tena una hoja en blanco respecto a la superintendencia. Pero en slo algunos das, comenc a concentrarme en el distintivo que pudiera medir esta

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    administracin. Mientras meditaba en estos asuntos en el transcurso de una semana, las cosas se presentaron paulatinamente. Cuando haba completado esos cinco valores esenciales, me di cuenta de que simplemente todo lo que esta administracin har se ajusta dentro de alguno de ellos.

    Esos valores no representan slo mi opinin. Varios amigos cuyo juicio espiritual valoro y en los cuales confo participaron en este proceso. Nuestros mensajes electrnicos iban y venan mientras trabajbamos, y valoro profundamente los buenos consejos de su experiencia espiritual. Gracias al apoyo en la oracin por parte de muchos de esos amigos, me siento muy bien en mi espritu en cuanto a las ideas que deseo compartir con usted, y cmo creo que Dios las usar en los aos venideros. Creo que los captulos siguientes representan lo que el Seor quiere que yo y el equipo de liderazgo ejecutivo nos esforcemos por alcanzar, y creo que cada iglesia, pastor y congregante en este movimiento puede ser un valioso asociado con nosotros.

    Al ocupar el cargo de superintendente he orado esencialmente por dos cosas: una, que Dios me d sabidura; y dos, que yo tenga la fortaleza, no slo la fortaleza fsica, sino tambin el poder del Espritu.

    Hay diferencia en el griego entre exousia, que es autoridad, y dunamis, que es recibir poder. Cuando se observa a los presidentes decimoquinto y decimosexto de los Estados Unidos, ambos tuvieron autoridad, pero uno de ellos ejerci la autoridad e influy en la historia de nuestra nacin. James Buchanan y Abraham Lincoln

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    ocuparon el mismo cargo, pero Buchanan no hizo nada con l. Lincoln, por otra parte, aprovech toda su autoridad para guiar a esta nacin a travs de la guerra civil.

    Nunca yo ocupara un cargo simplemente por tener el puesto. Quiero ver a Dios hacer algo. El que me haya permitido servirle en este cargo es una responsabilidad. Eso ha sido as a lo largo de mi vida como ministro. En realidad, cualquiera que sea el puesto de ministerio en que estemos sea pastoreando o dirigiendo un distrito o sirviendo al Concilio General desempeamos nuestro puesto como una responsabilidad que se nos ha encomendado. El cargo de superintendente general no es mo; es del Seor. Lo ocupo como su mayordomo. Debo ejercer la prudencia de quien recibe la confianza en el cuidado de lo que Dios nos ha dado.

    Los siguientes valores esenciales resumen cmo creo que Dios me hara cumplir mi puesto de mayordoma. Hay algunas ideas aqu, si usted lee todo el libro, que pudieran impresionarle como captulos meritorios en s mismos. Pero esos valores tienen el propsito de respaldar muchos otros principios. No voy a tratar de reproducir el triple propsito* de las Asambleas de Dios o nuestras diecisis verdades fundamentales. Quiero transmitir las peculiaridades de esta administracin y su compromiso a fomentar lo que ya son las Asambleas de Dios.

    Esta administracin a los ojos de esta Fraternidad tendr o no tendr buen xito al hacer esas cosas. Esos valores sealados son puntos de referencia. Los cumpliremos o no. Si no las hacemos una realidad de

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    manera adecuada, entonces la Fraternidad tiene el derecho de decir: Saben, ustedes realmente fracasaron. No hicieron lo que se propusieron.

    Este libro muestra el sentir de mi corazn. Espero que me diga lo que piensa despus de que lo lea. Haremos nuestro mximo esfuerzo para fomentar esos valores. Un formidable equipo de personas aqu, en todo el pas y alrededor del mundo, tienen una pasin idntica de trabajar para Dios. Con su ayuda, esos valores pueden cobrar nueva vida en esta Fraternidad. Lo que usted est a punto de leer es alcanzable. Espero que se una conmigo y con hombres y mujeres consagrados en todas las Asambleas de Dios a fin de poner en prctica lo que creo que es la visin de Dios para una iglesia del siglo veintiuno.

    *NOTA: En la reunin del Concilio General (agosto 2009) se aadi

    un cuarto propsito a la misin de la iglesia, mostrar compasin.

  • PROCLAMACIN ENRGICA

    V A L O R E S E N C I A L U N O

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  • [ P R O C L A M A C I N E N R G I C A 1 9 ]

    DESDE LOS PRIMEROS DAS DE NUESTRA Fraternidad, las Asambleas de Dios ha proclamado a Jesucristo como Salvador, como bautizador en el Espritu, como sanador y como Rey que pronto viene. Proclamar a Cristo es la razn de que existamos. Cuando hablamos acerca del bautismo en el Espritu Santo, cuando hablamos acerca de los dones espirituales, cuando habla-mos acerca del fruto del Espritu, cuando hablamos acerca de cualquier otro aspecto de la vida cristiana, hablamos de medios para alcanzar un fin. Pero el fin, la razn de que existamos, es proclamar con fervor a Jesucristo.

    Empleo las palabras enrgico o fervoroso por una buena razn. Se puede hacer una proclamacin sin entusiasmo alguno, sin ningn sentido de urgencia. Una proclamacin enrgica expresa todo nuestro sentir; conecta la vitalidad de nuestra vida con las palabras de nuestra boca.

    Enrgico o fervoroso se relacionan con la palabra compasin. En los ltimos aos hemos descubierto la importancia del ministerio de compasin. El mundo no presta atencin a un evangelio que predicamos slo dentro de las paredes de la iglesia. Est buscando prueba de que atendemos a las personas. Est buscando las manos y los pies del evangelio. Y no debe haber dicotoma entre nuestro modo de vivir y el camino que profesamos.

  • [ 2 0 V A L O R E S E S E N C I A L E S ]

    Varios estudios han mostrado que hay poca diferencia entre cmo se comportan en general los cristianos desde el punto de vista de su tica y su moralidad cuando se comparan con los que no son cristianos. Eso no debiera ser. Cada discpulo de Cristo debe proclamar con hechos y tambin con palabras una relacin fundamental con un Salvador resucitado. Si socavamos nuestras palabras con nuestros hechos, hemos perdido la verosimilitud y la credibilidad del evangelio.

    Nuestra proclamacin enrgica no debe tener lmite alguno de clase social, de estructura econmica, de divisin geogrfica o de frontera poltica. Mis padres fueron misioneros en China en la dcada de los aos cuarenta. Vi a mam y a pap viviendo el amor de Cristo con las fuerzas que les quedaban. Y cuando se cerr esa oportunidad para el ministerio, se dedicaron con el mismo fervor a las necesidades de las congregaciones que pastorearon en los Estados Unidos.

    Una proclamacin enrgica era la orden del da en la iglesia primitiva. Tal mensaje de un evangelio que da vida impuls la realidad de Jesucristo desde Jerusaln hasta Judea y Samaria y por todo el mundo mediterrneo. Que las Asambleas de Dios en este siglo puedan mantener esa proclamacin viva mientras esta Fraternidad sigue proclamando a Jesucristo como Salvador, bautizador en el Espritu, sanador, y Rey que pronto viene.

    Pienso en una sencilla jovencita de diecisis aos que asisti a nuestra iglesia un par de veces. La llamar

  • [ P R O C L A M A C I N E N R G I C A 2 1 ]

    Amy. sta se ahorc en su dormitorio. Se me llam para que predicara en las honras fnebres. Nunca olvidar ese da.

    El suicidio de Amy me angusti porque, mirando retrospectivamente, me di cuenta de que probablemente nuestra congregacin no hizo lo suficiente para ayudarla cuando estuvo en medio de nosotros. Tniamos cen-tenares de personas. Amy siempre se mostr tranquila. No sentimos su desesperacin.

    Ella estaba pasando por un tiempo muy difcil de su vida. Cuando prediqu en el culto fnebre junto a su tumba me di cuenta de cun fragmentada haba sido su vida. Al final de aquel culto observ a la familia de Amy cuando iba hacia sus automviles. La abuela, apoyndose en su bastn, fue hacia su auto. La madre de mano de su ltimo amante se dirigi a su auto. El padre con su nueva esposa camin hacia su automvil. La hermana mayor, sola, hizo lo mismo.

    Cuatro miembros de aquel ncleo familiar se fueron del funeral por caminos separados. Comprend que Amy, en sus ltimos meses, simplemente se perdi en el proceso. No hubo nadie que la amara, nadie que se ocupara de ella. Y nuestra iglesia perdi esa oportunidad.

    Este pensamiento siempre me angustiar. Hasta el da de hoy me pregunto: si de palabra y obra hubiramos proclamado a Jesucristo como Salvador y Seor, habramos perdido a esa nia?

    Pienso en otra familia relacionada con una familia de nuestra iglesia. Los llamar Jack y Sharon. A menudo

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    se iban de excursin al desierto del Parque Nacional Joshua Tree. Un fin de semana se llevaron consigo a su hija de tres aos, Laura. Sharon estaba preparando la comida de la tarde y llam a Laura. Ella no respondi. Sharon fue a buscar a Jack que estaba haciendo una visita en los campamentos vecinos. Jack pensaba que Laura estaba con Sharon.

    Fueron de campamento en campamento llamando a su hija. A Laura no se le encontr en ninguna parte. Se les unieron otros campistas. En un solo mes, es probable que diez mil californianos del sur hayan registrado cada pulgada cuadrada de ese desierto buscando a Laura. Hasta la fecha no se la ha encontrado.

    Laura tendra hoy veintitantos aos si viviera. Pero ella nunca conoci su verdadera identidad. Sin embargo, sus padres conocen su verdadera identidad. Hay muchas personas en este mundo que no saben que estn perdidas, pero Dios sabe que lo estn. Y la iglesia debe saber que estn perdidas; perdidas en el sentido de que estn lejos de Dios, que no conocen a Dios, y que no quieren saber de Dios.

    La iglesia no puede ser pasiva acerca de los perdidos. Considere la Parbola del Buen Pastor. Pregntese qu iglesia no estara satisfecha si noventa y nueve por ciento de su comunidad estuviera en el aprisco. Pero el buen pastor lo deja todo y va en busca del uno por ciento que no est en el aprisco.

    Y en realidad, qu iglesia no estara satisfecha si cincuenta por ciento de la comunidad estuviera en el aprisco, o aun diez por ciento? Si como iglesia no

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    tenemos esa pasin que Cristo tiene por los perdidos, hemos perdido nuestra razn de ser. Jesucristo vino a este mundo por los perdidos. Y debemos recordar que cada uno de nosotros es beneficiario de su pasin por las almas perdidas. l vino para salvar a los perdidos. Nosotros que hemos sido rescatados debemos, de palabra y obra, proclamar ese evangelio salvador a las almas que estn muriendo a nuestro alrededor.

    De palabra y obra debemos proclamar que Jesucristo es el bautizador en el Espritu Santo. Si hay un buen sinnimo de la palabra bautizar, es inundar. La palabra baptizo en griego siempre significa ser inmerso. Y ser inmerso en el Espritu, es ser inundado en el Espritu, es parte de lo que esta Fraternidad siempre ha sido.

    El bautismo del Espritu es todo acerca de dar poder para llevar el evangelio a un mundo inconverso. Se oye mucho acerca del bautismo en el Espritu, pero no se ve mucho del poder del Espritu. Hay una desconexin. Lamentablemente, en algunas de nuestras iglesias ni siquiera se habla del bautismo en el Espritu. Eso debiera alarmarnos. El bautismo es el tesoro especial de entendimiento y experiencia que Dios nos ha dado a fin de que llevemos el evangelio al mundo.

    Si la generacin ms joven no ve en la generacin ms vieja una conexin entre bautismo en el Espritu, poder del Espritu y fruto del Espritu, esa nueva generacin lo desconectar todo. Debemos poner en

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    prctica una visin global de espiritualidad y de la obra del Espritu en nuestra vida. Si slo nos concentramos en la experiencia inicial y no tenemos pruebas de peso, nos saldr el tiro por la culata.

    Hace algn tiempo escrib un artculo, una carta a los ministros, acerca de toda la cuestin de las evidencias sustanciales. Veo a muchos jvenes que tienen problemas con nuestro distintivo pentecostal porque nosotros en la generacin ms vieja nos hemos concentrado demasiado en la evidencia inicial y nuestros jvenes estn buscando las evidencias sustanciales de la obra del Espritu. Pero no se trata de lo uno ni de lo otro, sino de ambas cosas. La evidencia inicial est clara en los primeros versculos de Hechos 2. Pero las evidencias sustanciales estn en Hechos 2:4247. Ese ltimo pasaje presenta las caractersticas de una iglesia ferviente, llena del Espritu.

    Cuando tena unos veinte aos de edad y era pastor asociado en la Asamblea Central de Springfield, Missouri, mi responsabilidad inclua el predicar en casi todos los cultos del domingo por la noche. Un domingo por la noche prediqu acerca del tema cundo recibimos el Espritu Santo? Nunca haba odo un mensaje como ese en todos mis aos de crecimiento en las Asambleas de Dios, pero respond con cuatro puntos.

    ! Recibimos el Espritu Santo en la conversin. No podemos decir que Jess es el Seor, salvo por el Espritu. l, el Espritu hace que clamemos: Abba, Padre. El Espritu mora en nosotros.

    ! Recibimos el Espritu en el bautismo en el Espritu. En Juan 20:22, Jess dice que recibimos el

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    Espritu en el momento de la salvacin. Hechos 1:8 y 2:4 declaran que los creyentes recibirn poder cuando el Espritu Santo venga sobre ellos. Esa es una experiencia dinmica. El Espritu Santo vive en nosotros desde la conversin, pero la capacitacin del Espritu viene con el bautismo.

    ! Seguimos experimentando la plenitud del Espritu. En el libro de Hechos se dice que los creyentes fueron llenos del Espritu. Pedro, al dar testimonio ante el Sanedrn, estaba lleno del Espritu. Eso sugiere, conforme continuamos, que nuestra vida es algo as como un globo. Somos expandibles y el don del Espritu es infinito. Podemos recibir ms, el Espritu puede dar ms, y la plenitud de ayer no ser suficiente para los asuntos de hoy.

    ! Encontraremos al Espritu en una nueva dimensin cuando recibamos nuestro cuerpo glorificado. El mismo Espritu que resucit a Cristo de los muertos tambin nos levantar a nosotros. Pero falta una obra del Espritu por hacerse al final de esta vida.

    Cuando termin ese sermn, me sent y se hizo el llamado al altar. Yo estaba temblando. Telogos y ejecutivos de alto nivel de las Asambleas de Dios estaban entre los oyentes. La hermana Flower se me acerc, y me dijo: George, pap Flower quiere hablar contigo. J. Roswell Flower fue el primer secretario general de las Asambleas de Dios y bsicamente estableci las Asambleas de Dios junto con su estructura organizativa. J. Roswell Flower ense historia pentecostal y de las Asambleas de Dios durante aos, y tambin fue parte de esa historia.

  • [ 2 6 V A L O R E S E S E N C I A L E S ]

    En qu lo me met, pens. Es probable que me quiten mis credenciales.

    Fui hasta donde estaba pap Flower y haba una chispa en sus ojos.

    George, dijo l, slo quiero felicitarte y decirte que desde hace mucho tiempo no oa un sermn como ese. As es como predicbamos al principio.

    Debemos proclamar con fervor a Jesucristo como sanador. l no slo sana nuestro cuerpo, sino que tambin sana nuestras emociones y nuestras relaciones. Malaquas habla acerca de la sanidad de generaciones desde el corazn de los padres hacia los hijos y desde el corazn de los hijos hacia los padres.

    Es necesaria mucha sanidad en este mundo quebrantado. No pasa un domingo en nuestras iglesias sin que haya personas quebrantadas en espritu. Jesucristo vino a sanar, y la iglesia debe ser un lugar de sanidad. Por eso el conflicto, la discusin, y la divisin en la iglesia son tan devastadores. Cuando los santos estn en desacuerdo los unos con los otros, eso se convierte en un obstculo en el corazn que impide que fluya la vida saludable de Jesucristo.

    Pero el poder de Cristo para sanar un corazn quebrantado nunca debe usarse como un medio de evasin teolgica para negar su poder de sanar fsicamente. Las pruebas ms convincentes de esa verdad en mi vida han venido a travs de mi familia. Es probable que hoy yo sea cristiano gracias en parte a esos milagros de sanidad.

  • [ P R O C L A M A C I N E N R G I C A 2 7 ]

    Cuando mi hermana fue al Instituto Bblico Central en Springfield, Missouri, usaba lentes gruesos por su problema visual. Creo que ella tena apenas veinte por ciento de visin en un ojo y cincuenta por ciento en el otro. En las Asambleas de Dios de las dcadas de los aos cuarenta y cincuenta, la gente oraba por uno para que fuera sanado si usaba lentes. Eso no se tomaba a la ligera.

    Doris ya estaba cansada de que orasen por ella. Durante un avivamiento en su primer ao en el CBI, estaba arrodillada ante el altar y comenz a tener una visin de Cristo en la cruz. Una voz dentro de ella dijo: Doris, qutate los lentes. No hizo caso. Doris, oy de nuevo el mensaje, qutate los lentes.

    Doris se resisti. Ella haba estado orando por eso muchsimas veces. Pero persisti la visin de Cristo en la cruz.

    Doris, sinti en su corazn por tercera vez, qutate los lentes.

    Mi hermana extendi la mano, se quit los lentes, y los lanz hacia la plataforma. Pero en su visin lo que realmente estaba haciendo era extendiendo la mano para tomar sangre de la cruz. Puso la sangre en sus ojos. Cuando sali de la visin poda ver perfectamente.

    Yo tena diez aos cuando Doris fue a casa aquella Navidad de su primer semestre en el instituto bblico. El cambio en ella era absolutamente fenomenal. Eso no slo cambi sus ojos, sino que cambi toda su personalidad.

    Mi pap fue envenenado en el campo misionero. Estaba visitando una tribu tibetana. No era bien recibido

  • [ 2 8 V A L O R E S E S E N C I A L E S ]

    el cristianismo en la regin, y pap no vio algunas seales de advertencia de su peligro. El jefe lo recibi con entusiasmo y le permiti repartir literatura evanglica a su tribu, pero pap no observ que el jefe no le haba mostrado la cortesa acostumbrada de obsequiarlo con un regalo, que siempre sera una bufanda de seda. Si a uno le daban una bufanda de seda, era smbolo de que la persona estaba bajo la proteccin de su anfitrin.

    Despus que pap haba repartido la literatura evanglica, estaba sentado en la tienda del jefe comiendo zama, un mejunje tibetano. Uno toma un poco de t, pone mantequilla en la copa, y lo bebe. Con el residuo, lo vierte en algo de harina y lo mezcla. La mezcla parece y sabe a tierra, pero es esencial para su relacin con su anfitrin. Si usted es un husped honorable, le dan ms mantequilla rancia. Si usted es menos honorable o en alguna forma sospechoso, le dan mantequilla fresca. Apap le dieron mantequilla fresca.

    Despus que pap haba terminado, el jefe lo invit a quedarse aquella noche. Pero pap comenz a sentir que algo andaba mal. Se excus y sigui de viaje. Tena consigo a un evangelista chino. Al comenzar a cabalgar, pap empez a enfermarse mortalmente. Acamparon, y pap comprendi que haba sido envenenado. Comenz a expulsar un vmito verde y repugnante. Se puso tan enfermo que trat de romper el cristal de su reloj de pulsera para que mi mam pudiera saber a qu hora haba muerto. No tuvo fuerzas para romper el cristal.

    En las primeras horas de la maana, mam se despert en su casa y sinti el impulso del Espritu para

  • [ P R O C L A M A C I N E N R G I C A 2 9 ]

    orar por mi pap. Sin saber la razn, mam or hasta que se quit la carga temprano por la maana.

    Varios das despus pap lleg a casa. Generalmente mam le quitaba los piojos antes que entrara en la casa. Pap tena muchsimos piojos en la cabeza porque uno de los efectos secundarios de la creencia local en la reencarnacin era que la gente no mataba los piojos por temor a que fueran sus parientes de antao. Aquel da mam simplemente lo trajo adentro en seguida.

    Qu te sucedi?, pregunt ella.Pap explic lo que sucedi, el da que sucedi, y la

    hora.A esa fue la hora que despert para orar por ti, le

    dijo mam.Hay un par de comentarios para esta historia. El

    primero tuvo lugar en China. Alrededor de un mes despus del envenamiento de pap, aquella gente de la tribu estuvieron en la ciudad buscando suministros. Pap estaba en el mercado y algunos de ellos lo vieron. Estaban lvidos cuando se acercaron a pap.

    Le dimos suficiente veneno como para matar a diez hombres, le dijeron. Debe tener a un Dios muy fuerte que lo protege. Queremos or ms de su Dios.

    Uno de mis recuerdos de la niez es aquel grupo de unos treinta hombres que de forma peridica venan a la ciudad y acampaban en nuestro patio durante un da o dos y como resultado prestaban atencin al evangelio.

    Treinta aos despus, pap tuvo problemas estomacales. l fue a ver a uno de los especialistas gastrointestinales de alto nivel en el sur de California. El

  • [ 3 0 V A L O R E S E S E N C I A L E S ]

    mdico oper y quit casi todo el estmago de pap.En todos los aos que he estado operando a

    personas, le dijo el mdico a pap despus de la ciruga, nunca he visto un estmago como el suyo. Usted tiene centenares de plipos, y ninguno de ellos es canceroso. Por lo regular, donde hay slo unos pocos plipos, hay cncer. Alguna vez ha sufrido un ataque en su sistema que haya detonado esto?

    Y pap tuvo la oportunidad de contarle acerca de aquella experiencia en el Tbet haca muchsimos aos. El mdico estaba asombrado.

    A menudo, cuando estoy hablando acerca de la sanidad ante los oyentes, pido que levanten la mano los que puedan dar testimonio de que alguna vez hubieran sido sanados. Nunca deja de asombrarme el porcentaje de manos que se levantan.

    Proclamamos a Jesucristo como sanador; sanador del cuerpo, de la mente, del alma y del espritu.

    Todo lo que Jesucristo es para nosotros en esta vida slo apunta a lo que l ser para nosotros por la eternidad. As tambin, todo lo que l hace entre nosotros aqu y ahora est relacionado con lo que l quiere hacer en aquel tiempo sin fin en el futuro. Los discpulos de Cristo deben discernir un equilibrio entre esperar la venida de Jesucristo que anuncia aquella poca futura y vivir cada da a plenitud en el presente.

    A menudo se oye de personas que tienen inters en

  • [ P R O C L A M A C I N E N R G I C A 3 1 ]

    la profeca y tratan de discernir si esta generacin es de veras la ltima antes de que Cristo vuelva. Tengo un punto de vista ms amplio de la profeca. Creo que esta es la ltima generacin porque es la nica generacin que tengo. Sea que el Seor venga o que yo muera, para m este es el fin del tiempo, la ltima generacin.

    Tenemos que vivir con la expectativa de que de un momento a otro podemos irnos de este mundo, sea porque el Seor venga o porque nosotros vayamos al cielo. Estamos yendo a la eternidad y tenemos que vivir en la expectativa de esa transicin. Tenemos que tomar cada decisin en la vida teniendo a la vista la otra vida.

    Estoy convencido de que la Biblia nos ensea a estar preparados para la venida de Jesucristo y a buscar las seales de su venida, pero muchos en los crculos de la iglesia se han agotado con todos los escenarios especulativos y las fechas que se han dado para la segunda venida. Cuando los maestros de profeca tratan de relacionar los titulares del da con determinados versculos bblicos y de hacer afirmaciones especficas acerca de cosas que no ocurren, es lgico que nos desencantemos. Pero es un error engavetarlo todo.

    Tenemos que poner a un lado el establecer fechas y escenarios especulativos e ir hasta la parte esencial de la doctrina. En su parte esencial, el Nuevo Testamento sencillamente dice: Jesucristo viene. Es una innegable realidad. Es tan real como la fuerza de gravedad.

    Cuando Jesucristo dice en Apocalipsis que l viene rpido, o pronto, dependiente de la versin, es de ayuda volver a la expresin griega. La palabra griega es en

  • [ 3 2 V A L O R E S E S E N C I A L E S ]

    realidad una medida de la velocidad en el punto del acontecimiento. Jesucristo est prometindonos: Cuando yo vuelva, ser de repente. Ser de pronto.

    Necesitamos ese sentido de la inminencia de la venida de nuestro Seor. Las Escrituras nos dan tres perspectivas por las cuales vivir. Una es la inminencia. Jesucristo sin duda viene, y cuando venga ser de pronto.

    Una segunda, y no muy popular, perspectiva bblica es la advertencia de que habr persecucin mientras esperamos la venida del Seor. Eso pudiera parecer ajeno a muchos cristianos en los Estados Unidos, pero los creyentes alrededor del mundo pueden dar fe de la persecucin a manos de regmenes de gobiernos opresivos y de religiones mayoritarias. Debemos ser fieles a Cristo a fin de recibir la fortaleza que necesitamos para todas las adversidades de la vida.

    Pero hay una tercera perspectiva cuando consideramos la segunda venida. Tambin tenemos la Parbola de los Talentos. En esa parbola, Cristo ilustr su retorno con el largo viaje de un amo. Como lo mostraron los siervos en esa parbola, podemos tener una vida normal que vivir.

    Creo que fue a Martn Lutero a quien se le pregunt: Qu hara usted si supiera que el Seor viene maana? l dijo: Plantara un rbol hoy.

    Cuando yo tena veinte aos quera ir al seminario. Algunos de mis amigos decan que deba descartar esa idea. Despus de todo, Jesucristo viene pronto. Desde su punto de vista, mi ida al seminario para obtener un

  • [ P R O C L A M A C I N E N R G I C A 3 3 ]

    ttulo sera un desperdicio de tres aos en que pudiera estar evangelizando a otros. Al principio no tena una buena respuesta para ellos. Pero entonces comenc a considerar el propio ejemplo del Seor. Si Jess esper hasta tener treinta aos para comenzar su ministerio, yo poda esperar hasta que tuviera veinticuatro.

    Siendo an nio, tuve una experiencia en China. Pap mat la nica gallina para nuestra comida, y cuando la abri, haba una serie de huevos que estaban en diversas etapas de desarrollo. Como nio, no saba que haba un proceso de desarrollo para los huevos. Un huevo sala, y un huevo es un huevo. Pero al mirar dentro de aquella gallina, vi que all estaba el huevo de maana y el del da siguiente y el del da despus de eso. Yo estaba asombrado.

    Aos despus estaba yo sentado en un aula en el Seminario Fuller tratando el tema de Jesucristo y cmo definir el Reino, el conflicto entre el ahora s pero todava no, y todas esas cosas. De pronto record aquella gallina. Si pap hubiera dejado viva la gallina, el huevo de maana se habra desarrollado, y el huevo despus de aquel.

    Cuando el Seor venga, l ver si hay alguna expectativa en nuestro corazn, algn plan, algn sueo, alguna visin de lo que l quiso hacer. Cuando abra el registro de nuestra vida, no querr ver un nido vaco. Dios no quiere que nos sentemos simplemente en un cubculo en algn lugar esperando su retorno. Debemos trabajar hasta que el Seor venga. Debemos proclamar que Jesucristo es Rey. Nuestro Seor dar fin a la historia

  • [ 3 4 V A L O R E S E S E N C I A L E S ]

    humana, no alguien con su dedo sobre el botn de lanzamiento de una bomba nuclear en algn lugar. Cristo es el Seor de la historia y l llevar esa historia a su fin glorioso. En espera de ese da, debemos seguir sirvindole fielmente y fervientemente. Todo vuelve a la fervorosa proclamacin.

    Pienso en la iglesia de feso en Apocalipsis 2. Jess elogi a los creyentes de feso por su arduo trabajo, por su rechazo de los falsos maestros. Pero Jess no se detuvo all. En muchos aspectos, los efesios mostraron la iglesia ideal. Pero haba un elemento crtico que faltaba en su andar por la fe: haban perdido el fervor. Jess los llam a volver a su primer amor.

    Cada uno de nosotros debe prestar atencin a ese llamado. Cada uno de nosotros debe recordar nuestro primer amor.

    Pienso en una oportunidad cuando yo tena unos once aos. Yo iba en el auto con pap. Iba sentado en el asiento del pasajero delantero y era en las horas del atardecer. En el gozo y la satisfaccin de aquel momento, sent el deseo de cantar. Habiendo crecido en la casa de un ministro, los cantos evanglicos fue lo primero que me vino a la mente. Y all estaba yo, el aire soplando a travs de la ventanilla, cantando a todo pulmn himnos evanglicos.

    Despus de un rato mir a pap. Nunca olvidar su reaccin. Pap no era una persona emotiva. Pero mientras iba conduciendo y mirando hacia la carretera, pude ver lgrimas correr por su rostro. No s si vi a pap llorar en alguna otra ocasin. Pero fue como si sintiera la pureza y

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    el amor inocente de aquel momento. l vio mostrado el amor puro de su hijo a Dios. Y para un padre piadoso no puede haber mayor satisfaccin.

    Ese es el fervor que Jesucristo busca en cada uno de nosotros hoy. Ese es el fervor que debemos transmitir a un mundo que agoniza. Ese es el fervor que nos llevar a una eternidad ms maravillosa que la de nuestros deseos.

  • [ P R E F A C I O 3 7 ][ P A S S I O N A T E P R O C L A M A T I O N 3 7 ]

    INVERSIN ESTRATGICA

    V A L O R E S E N C I A L D O S

  • [ 3 8 V A L O R E S E S E N C I A L E S ]

    LA PRXIMA

    GENERACIN

    ES LA

    CUERDA DE

    SALVAMENTO

  • [ I N V E R S I N E S T R A T G I C A 3 9 ]

    ECHEMOS UN VISTAZO A NUESTRO INFORME Anual de los Ministerios de la Iglesia [Annual Church Ministries Report] y nos sorprender grata-mente descubrir que las Asambleas de Dios de los Estados Unidos cuenta con algo ms de un milln de jvenes de menos de veinticinco aos entre nuestros casi tres millones de afiliados. Muchas organizaciones ecle-sisticas estaran plenamente encantadas de tener treinta por ciento de su fraternidad tan joven. Nuestra Fraternidad es bendecida con una nueva generacin de creyentes dispuestos a influir en nuestro mundo.

    Pero estamos haciendo todo lo que podemos a fin de prepararlos para esa misin? Cada ao las Asambleas de Dios ven a unos sesenta mil jvenes graduarse de la escuela secundaria. Al marcharse de su casa y de sus comunidades para asistir a la universidad y hacer carrera, cuntos de ellos mantienen sus cimientos espirituales? Menos de los que usted o yo quisiramos admitir. David du Plessis dijo: Dios no tiene nietos. Se ha observado que la iglesia siempre est a una generacin de su extincin.

    Debemos pensar estratgicamente en lo que sern las Asambleas de Dios si Jesucristo no ha regresado en treinta, cuarenta, o aun muchos aos ms. Tenemos que poner un buen cimiento a esta iglesia para que contine creciendo y prosperando.

  • [ 4 0 V A L O R E S E S E N C I A L E S ]

    Las Asambleas de Dios es resultado de uno de los avivamientos de ms larga duracin en la historia de la iglesia. Cuando se considera que en 1914 la Fraternidad comenz con trescientos representantes que se reunieron en Hot Springs, Arkansas, y hoy cuenta con unos cincuenta y ocho millones de afiliados en todo el mundo y dos millones ochocientos mil en los Estados Unidos, eso habla de un crecimiento increble. Slo en los ltimos catorce aos, ms de milln y medio de personas han sido bautizadas en agua en la iglesia estadounidense.

    Pero, cmo conservaremos esa cosecha? Cmo evangelizaremos y discipularemos a la prxima generacin? Cmo ayudaremos a los hombres y mujeres jvenes a navegar en las transiciones importantes de la escuela primaria y secundaria, y continuar hasta la universidad y la vida laboral? Creo que cuatro aspectos clave de inversin en su vida sern determinantes en su futuro.

    Y su futuro es nuestro futuro.

    Cuando llegu a ser pastor en Costa Mesa, era una iglesia pequea. Lo primero que tratamos de hacer fue construir una slida guardera para nios. La mayora de los nios de la iglesia entonces eran prvulos. Dios bendijo, la iglesia creci, y casi al fin de mi pastorado tenamos doscientos bebitos y prvulos en la guardera. Contbamos tambin con unos doscientos muchachos de enseanza secundaria, muchsimos adultos solteros y matrimonios jvenes, y muchos feligreses mayores.

  • [ I N V E R S I N E S T R A T G I C A 4 1 ]

    Nuestro punto ms dbil fueron los adolescentes. Tenamos tal vez de doce a quince muchachos en el programa de adolescentes. De alguna forma los muchachos salan de nuestro fuerte programa de primaria y simplemente se desaparecan. No queran ir a la iglesia; no queran participar.

    Fui a la junta directiva. Hay un joven en nuestra iglesia que acaba de terminar sus estudios universitarios y parece que tiene genuina capacidad para ganar jvenes de la escuela secundaria, dije yo. Quisiera ponerlo en esto. Tiene una oferta para dar clases en la escuela pblica, pero est dispuesto a trabajar en la iglesia por menos dinero.

    Tenamos una filosofa en la junta de nuestra iglesia de que nunca tombamos una decisin a no ser que hubiera consenso. Sent la renuencia de la Junta.

    Me permitiran nombrar un comit para ver esto?, pregunt.

    Estuvieron de acuerdo, y no perd tiempo en nombrar a tres miembros de la Junta cuyos hijos estaban en la escuela secundaria. Ellos volvieron a la Junta el mes siguiente con un informe.

    Nuestros propios hijos no quieren asistir a esta iglesia, admitieron. Estn aburridos. Tenemos que hacer algo o vamos a perder a nuestros propios hijos.

    Sin saber de dnde iba a venir el dinero, contratamos a este joven como pastor de adolescentes. Un ao despus, tenamos doscientos adolescentes.

    Cuento esa historia para ilustrar un principio misiolgico. Vamos a esperar hasta que una iglesia

  • [ 4 2 V A L O R E S E S E N C I A L E S ]

    nacional fuerte est establecida antes de enviar a un misionero a una regin? Por supuesto que no. Identificamos la necesidad en una regin y juntamos los recursos a fin de enviar a alguien all para guiar a las personas al crecimiento. Pero muchas veces a nivel de la iglesia local hemos invertido el orden. Proveemos de empleados a una iglesia para mantenimiento antes que para crecimiento.

    Los jvenes necesitan mucho cuidado y afectuosa atencin. Algunas iglesias tratan de satisfacer esa necesidad con ministros laicos en vez de tener personal a sueldo. A veces eso puede dar resultado si los encargados estn excepcionalmente dotados. Pero un personal a sueldo posibilita mejor el crecimiento de un ministerio laico en una iglesia. Un pastor joven consagrado administrar y har crecer el ministerio de manera que ms laicos puedan participar.

    Necesitamos lderes que lleven a nuestros jvenes al crecimiento espiritual. Tambin necesitamos jvenes que respondan al llamado de Dios al liderazgo espiritual. Las Asambleas de Dios afrontan una posible escasez de ministros en los aos venideros. Ya estamos viendo a un ministerio pastoral envejecido. En forma creciente, cuando visito nuestros distritos, veo a ms personas recibir sus certificados de cincuenta aos en el ministerio que a jvenes recibir su ordenacin.

    Nuestros distritos tienen que evaluar a los estudiantes de la escuela secundaria, iglesia por iglesia, que tengan un llamado al ministerio, que muestren promisoria capacidad y talento para el ministerio. Los

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    distritos tienen que hallar formas de relacionarse con esos jvenes mientras estn an en la escuela secundaria, y comenzar a ofrecer alguna forma de talleres de ministerio vocacional para la escuela secundaria. Algunos distritos ya lo estn haciendo. Pero tiene que convertirse en una prctica normativa.

    Esto puede comenzar con algo tan sencillo como un retiro de fin de semana para quienes estn considerando la vocacin al ministerio. Por ejemplo, cada ao el distrito de Louisiana organiza una sesin de dos a tres das para jvenes de su distrito; estudiantes secundarios que sienten que Dios los puede estar llamando a la vocacin ministerial. Es fabuloso.

    Conforme se desarrollen tales programas, los distritos y las iglesias pueden proporcionar becas para esos jvenes. Y cuando los estudiantes del ministerio se graden de las escuelas de las Asambleas de Dios, nuestros distritos necesitan encontrar la forma de integrarlos en el ambiente ministerial. Tenemos muchos casos en que una factura escolar de treinta mil dlares sale del Instituto Bblico casada con una factura de la escuela de treinta mil dlares. No se puede afrontar una deuda de sesenta mil dlares yendo a ocupar un puesto de pastor de jvenes por veinte mil dlares al ao.

    Tengo las soluciones? Todava no. Pero somos una iglesia pentecostal; dependemos de que el Espritu Santo nos d soluciones. Necesitamos su direccin para invertir estratgicamente en una nueva generacin de lderes.

    Los pastores titulares deben ser mentores de los ministros jvenes entre su personal o en sus

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    congregaciones. Oigo historias de horror de cmo es tratado el personal a veces por los pastores titulares. stos tienen que establecer relaciones, no simplemente asignar trabajos. Y las relaciones toman tiempo.

    Pienso en la Asamblea de Dios Oak Grove de Springfield. El pastor Ron Morein y su esposa Melissa han hecho una prioridad el ser mentores de los jvenes estudiantes del ministerio de AGTS, de CBC, y de Evangel University. Cada ao un grupo estable de estudiantes ministeriales se mueve a travs de su iglesia. Melissa da una clase los domingos para las mujeres en el ministerio y habla acerca de la vida como esposa de un ministro. Y ese es slo un ejemplo. La edificacin de relaciones necesita convertirse en un patrn establecido en nuestras iglesias.

    Nuestras iglesias deben ser un slido fundamento debajo de los pies de los jvenes. Una de las tentaciones en el ministerio de jvenes es simplemente reunir una multitud y fallar en dar a los jvenes suficiente apoyo a su fe una vez que ellos salen de esa multitud cristiana. Siempre se puede reunir una multitud slo con traer una banda cristiana o algn fogoso orador. Pero el componente del discipulado es de importancia fundamental.

    El doctor Robert Frost fue mi maestro de zoologa en Evangel Univarsity en la dcada de los cincuenta y ms tarde se convirti en el autor carismtico que escribi Aglow With the Spirit [Ardientes en el Espritu] y otras obras. l y su esposa, Ruth, asistan a nuestra

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    iglesia cuando no estaban viajando para ejercer su ministerio. En los primeros tiempos, cuando la congregacin era pequea y nos reunamos en un edificio tipo A, l hizo esta oracin el domingo por la maana: Seor, aydalos a establecer cimientos que sean lo suficientemente fuertes para soportar el peso que despus pondrs sobre ellos.

    Eso es lo que debiramos pedir en nuestra oracin por nuestros jvenes.

    Esos cimientos deben venir de ms que un culto semanal de jvenes. La predicacin del pastor debe apelar a los jvenes tambin, no ponerlos a dormir. Como pastor, siempre tuve en mente a una congregacin mtica formada por un muchacho de diez aos, un adolescente, una madre joven cuyo esposo acababa de abandonarla por otra mujer, una persona mayor que afronta problemas de salud, y un escptico de la universidad local que hace un estudio comparativo de religiones. Con cada sermn me preguntaba: le interesara esto a un nio de diez aos? Le interesara a un adolescente? Le hablara autnticamente al escptico? Tratara los aspectos del sufrimiento de la joven madre que ha sido abandonada? Y tratara de las necesidades espirituales del anciano que atraviesa un perodo difcil relacionado con su salud?

    Con el tiempo perd ese enfoque, hasta que recib la llamada que me despert.

    El director de la escuela secundaria cristiana adonde iban mis hijos me llam un ao hacia fines de agosto, y me dijo: Mi maestro de Biblia de segundo ao acaba de

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    renunciar, y necesito alguien que rpidamente lo sustituya en esa clase de Biblia este ao. Vendra usted y enseara Biblia a los alumnos de segundo ao durante una hora, tres das a la semana?

    Mi hijo estaba en la clase. Esta era una oportunidad que ningn padre perdera!

    Tena de treinta y cinco a cuarenta muchachos en mi clase. Estaban tan desinteresados en lo que les deca como lo pudiera estar el hombre de la luna. Era un desastre. Tena problemas con la disciplina. Por lo general soy de fcil trato y ecunime, pero me sorprend expulsando muchachos de la clase slo por conversar.

    Entonces aquello me golpe. El problema era yo. Estuve a punto de culparlos, pero yo era el que no estaba haciendo interesante la clase. Estaba empleando un lenguaje que era de adultos. Estaba empleando jergas y frases religiosas gastadas. No les estaba contando historias cautivantes.

    Si los pastores estn interesados en relacionarse con sus muchachos de secundaria, les recomendara que vayan a su grupo de jvenes y simplemente comiencen a hablar con ellos. Obtengan sus reacciones. Junten a todos sus adolescentes y denles una hoja de evaluacin. Pdanles que anoten durante el sermn qu ellos pensaron que era interesante y qu no les interes. Prmienlos con una pizza u otra cosa por ser cooperativos.

    Cuando los jvenes sepan que usted se interesa por sus opiniones y que quiere que lo ayuden, ellos respondern. Aprend como pastor que las personas se identifican ms rpidamente con mis debilidades que con mis xitos. Cuando soy vulnerable y digo: Necesito

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    ayuda. Me ayudara en esto? Esto es algo en lo que estoy tratando de mejorar, la gente colabora. Pablo dijo: Cuando soy dbil, entonces soy fuerte. Cuando admitimos que necesitamos ayuda es que la recibimos.

    Los jvenes no quieren que simplemente se les d algo, quieren ser parte de hacer algo. Pero muchas veces nosotros en la iglesia establecida observamos con dudas sus esfuerzos. Necesitamos comenzar a reconocer la riqueza de los dones que los jvenes tienen para ofrecer, y abrirnos nosotros mismos para ver el ministerio a travs de sus ojos.

    Cuando he estudiado la iglesia naciente en las Escrituras, he prestado mucha atencin a dos modelos: la iglesia de Jerusaln y la iglesia de Antioqua, ambas iglesias poderosas.

    La iglesia de Jerusaln tena un gran crecimiento. Tena gran vitalidad espiritual y experiencia en el Espritu Santo. Tena milagros, seales y prodigios. Pero tambin tena un motivo cultural muy bien definido. La iglesia de Jerusaln no cambi rpidamente. Alrededor del 58 d.C., cuando Pablo lleg a Jerusaln, todava estaban haciendo sacrificios de animales. Pidieron a Pablo que patrocinara a cuatro hombres que estaban bajo voto. Por lo menos veinticinco aos despus de la resurreccin del Seor, estos creyentes an estaban participando en el ritual del templo. Haba una intensa influencia conservadora en la iglesia que estaba preocupada por la circuncisin y por las leyes de la comida kosher y no kosher. Sin embargo, esa iglesia estaba de manera dinmica ganando a las personas dentro de esa cultura.

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    En Antioqua, otros lderes, como Bernab, Pablo, Simn el que se llamaba Niger, Manan y Lucio de Cirene, estaban ganando a los gentiles. A los creyentes se les llam por primera vez cristianos en Antioqua. Estaban atrayendo la atencin de la gente. Haba distintas costumbres culturales. Los creyentes no tendran problemas por comer hamburguesa de queso en Antioqua. En Jerusaln les hubiera dado un ataque si coman hamburguesa de queso porque no era kosher. Usted no come un producto crnico y un producto lcteo al mismo tiempo. Los creyentes de Antioqua no tenan complejos por asuntos de circuncisin. Muy importante en esta ecuacin es que ellos hablaban el lenguaje de la cultura de quienes estaban evangelizando. Hablaron griego en Antioqua.

    Traiga esa ilustracin al siglo veintiuno, y vea modelos para dos generaciones en las Asambleas de Dios. Debemos reconocer que tal como dos iglesias fundamentales del Nuevo Testamento eran ampliamente distintas la una de la otra pero tenan la misma doctrina y el mismo Espritu obrando en ellas, la generacin ms vieja en las Asambleas de Dios tiene que poder decir a la generacin ms joven: Tienen libertad de usar los modelos que eficazmente alcancen a su cultura, y vamos a apoyarlos en lo que hagan.

    No me importa cmo se haga la obra de la iglesia siempre que las personas se salven, sean bautizadas en el Espritu, llamadas al ministerio, sanadas, liberadas, sirvan con eficacia a Cristo, ganen a los perdidos y discipulen a los creyentes. Son los resultados finales los que debemos

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    mirar, no los medios. Debemos dejar la obsesin por los medios y debemos enfocarnos en los resultados finales.

    Estudios nacionales indican que las iglesias evanglicas pierden de cincuenta a setenta por ciento de sus jvenes que van a una universidad no evanglica. Sin embargo, las escuelas evanglicas pierden slo alrededor de cinco por ciento. Quiero tratar esto muy directamente porque esta es mi inquietud.

    Recibimos cartas en la oficina nacional de pastores que dicen: Envi a mi hija a esa escuela, y nunca enviar a otro hijo a una escuela de las Asambleas de Dios por lo que le ocurri a mi hija

    Comprendo su razn, y compadezco a esos padres. Tuve una hija que por algn tiempo anduvo apartada despus de salir de una escuela de las Asambleas de Dios. Pero no se puede esperar que nuestras escuelas sean perfectas, y ellas no tienen muchachos perfectos. Es probable que cuarenta por ciento de los alumnos que se matriculan en una universidad de las Asambleas de Dios vengan de hogares deshechos. Con toda sinceridad, muchas de nuestras universidades tienen mejores normas de conducta que los hogares y aun que los grupos de jvenes de las iglesias locales de donde provienen muchos de ellos.

    No se puede menospreciar un sistema beneficioso basndose en fracasos aislados.

    Por qu han tenido tan buen xito las Asambleas de Dios en su crecimiento internacional? Sin duda, ante

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    todo, mediante el ministerio del Espritu Santo. Pero asociada con ese distintivo pentecostal, nuestra filosofa educativa se ha centrado en preparar a hombres y mujeres para el ministerio alrededor del mundo. Hemos vertido grandes porcentajes de nuestros dlares para la obra misionera en el exterior en institutos bblicos, seminarios, y escuelas de graduados alrededor del mundo. La educacin representa en proporcin el mayor desembolso de dinero del personal de las misiones, sin excepciones. Debemos reconocer la fuerza del papel de la educacin en nuestro crecimiento internacional y aplicarlo nacionalmente.

    Actualmente, de nuestros sesenta mil estudiantes de ltimo ao de escuela secundaria cada ao slo unos dos mil setecientos entran en alguna de nuestras diecinueve escuelas aprobadas. Eso es poco ms de cuatro por ciento. Los padres dicen que las escuelas de las Asambleas de Dios son demasiado caras. Pero hay varias maneras de considerar eso. Las familias de bajos ingresos pudieran tener derecho a obtener subvenciones y prstamos que haran asequible una escuela de las Asambleas de Dios. Aquellos que tienen un ingreso promedio, o superior, y estn teniendo dificultades con los precios de la escuela muchas veces no lo piensan mucho para tomar un crucero, unas vacaciones o un viaje de pesca. Aquellos fondos pudieran ser redirigidos a corto plazo.

    Debemos hacer de nuestras escuelas un asunto de prioridad. Son nuestros jvenes importantes o no; hay que medir valor contra costo. Si sencillamente se evala

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    algo por su costo y no por su valor, se est empleando la medida errnea.

    Nuestras iglesias necesitan evaluar su enfoque de nuestras escuelas. Cuando viajo, estoy en una iglesia distinta casi cada domingo. Por lo regular elogio a las iglesias por su dedicacin a la obra misionera en los Estados Unidos y en el mundo. Veo los carteles murales de las iglesias cubiertos de certificados para su sostenimiento de varios misioneros alrededor del mundo. Pero entonces observo una pequea ofrenda por una de nuestras universidades de las Asambleas de Dios. Hay un enfoque ms estratgico que una iglesia puede hacer de su inversin en la obra misionera y en el ministerio.

    Como pastor, determin que daramos a nuestras universidades aproximadamente de quince a veinte por ciento del total de lo que dbamos fuera de la iglesia. En mi ltimo ao de pastorado dimos medio milln de dlares a la obra misionera mundial. De ese medio milln, unos setenta y cinco mil fueron a la educacin cristiana porque eso representaba una inversin estratgica. Cmo vamos a tener misioneros para la prxima generacin? Dnde vamos a encontrarlos?

    A escala nacional, estamos hablando de establecer millares de iglesias de las Asambleas de Dios en los prximos aos. Dnde vamos a obtener a esos fundadores de iglesias? Dnde vamos a obtener la prxima generacin de pastores, obreros, laicado y cosas por el estilo, si no invertimos estratgicamente en nuestras escuelas? Las universidades de las Asambleas de Dios son las plantas elctricas de produccin de obreros

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    que estarn en el reino de Dios dentro de algunos aos. Nuestras iglesias tienen que elevar su sostenimiento para la educacin cristiana superior a un nivel comparable con el que se apoyan las misiones en los Estados Unidos o aun la obra misionera mundial.

    No estoy pidiendo una reduccin en lo que se da a nuestras obras misioneras. Tenemos los recursos para aumentar cuantitativamente nuestro apoyo a nuestras escuelas sin disminuir nuestro apoyo a misiones. Nuestra gente se une ante un desafo. Esta iglesia, por ejemplo, es grande en los ministerios compasivos en momentos de crisis. Dimos ocho millones de dlares cuando el tsunami de 2004 azot a Asia; dimos entre siete y ocho millones de dlares para el auxilio por el huracn Katrina en 2005.

    Pero actualmente lo que damos es un juego de pulgas si se compara con la tarea ms importante de esta iglesia: preparar a la prxima generacin para el ministerio.

    Creo en los ministerios de compasin? Por supuesto que s. Debiramos dar millones de dlares a los ministerios de compasin? Por supuesto que s. Pero debemos ensear a nuestra gente no slo a que den con el corazn, sino a que den con inteligencia. Y la verdad es que tenemos que hacer una inversin estratgica en esta cosecha; tenemos que operar ms deliberadamente en nuestras iglesias para elevar el nivel de sostenimiento a la educacin superior de las Asambleas de Dios.

    Soy producto de una generacin antes de la ma que invirti estratgicamente en la educacin superior de las Asambleas de Dios. Estudi en Evangel University.

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    Cuando se observa la historia de Evangel, este movimiento en las dcadas de los treinta y de los cuarenta repetidamente entr en pugna por la idea de desarrollar una universidad que se concentrara en el laicado y no en el pastorado. Fue necesario que lderes como el superintendente general Ralph Riggs, uno de mis hroes personales, fuera contra la mayora e hiciera lo que deba hacerse. l crea en este concepto de preparar a los jvenes para el servicio espiritual en todas las esferas de la vida. l lo crea de todo corazn.

    Soy deudor a personas como Ralph Riggs y al presidente de Evangel University, J. Robert Ashcroft, quien dijo que se necesita esa clase de educacin en las Asambleas de Dios. Invirtieron estratgicamente en la prxima generacin. Tuve el privilegio de tener como mentor a J. Robert Ashcroft. Asist a la Universidad Evangel cuando l era el rector y ms tarde fui pastor del recinto universitario bajo su liderazgo.

    Esas personas tenan un sentido de que lo que hacan con los jvenes dara forma al contexto, al carcter, de la iglesia en la prxima generacin. Si no prestaban atencin a la prxima generacin, nuestra Fraternidad pronto tendra problemas. Esa verdad nunca cambia.

    Hace unos meses estuve leyendo las epstolas paulinas y anot el nombre de todas las personas asociadas con Pablo en el ministerio. Encontr ms de sesenta nombres. Y observ dos cosas: Pablo nunca se

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    refiri a ellas en forma despectiva, y tuvo buen cuidado de evitar trminos jerrquicos. Esas personas fueron colaboradores de Pablo.

    S, hay jerarqua en cualquier organizacin; hay estructura. Pero la iglesia no es una corporacin. Es la comunidad viviente de Jesucristo, y ante todo estamos ligados por nuestras relaciones que por la estructura. Si del ministerio no fluye la relacin, el ministerio no funcionar.

    Una cosa que est afrontando esta Fraternidad con los ministros jvenes es que stos estn menos enamorados de las estructuras eclesisticas, reglas y regulaciones. He tratado de alentar a las oficinas de distrito en los catorce aos que he ocupado el cargo de secretario general, que permitan que el proceso de acreditacin no sea slo una puerta que cuidamos, sino una bienvenida que podemos ofrecer.

    Los ms jvenes tienden a hacer ms preguntas. No podemos dejar que eso sea visto como rebelda o falta de respeto. Necesitamos ser lo suficientemente maduros para asimilar el golpe, por decirlo as, y si los jvenes tienen preguntas difciles sean doctrinales, filosficas o respecto a la organizacin no podemos ser defensivos ante eso.

    Cuando yo era un joven ministro, estoy seguro de que era irritante para algunos. Siempre estaba preguntando y retando. En realidad, hace poco escrib a mi ex superintendente de distrito, Bill Robertson. l me envi una amable carta de felicitacin cuando tom posesin del cargo. Di las gracias a Bill por apoyarme. Le

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    dije que saba que le haba causado muchos dolores de cabeza en la sala de un concilio de distrito y aun personalmente. Aun as siempre fue amable conmigo y le di las gracias por eso. Necesitamos ese tipo de actitud inclusiva hacia nuestros jvenes ministros.

    Esta generacin no quiere estar esperando, y es la mejor y la ms brillante generacin que hemos tenido. Tenemos que hacer mejores nuestros niveles de partida para retener a esta generacin y extenderla. Voy a estar fuera del escenario en treinta aos si Jesucristo no viene antes. Los ministros jvenes que estn surgiendo en nuestra Fraternidad tienen por delante mucho ms aos que yo. Necesitan de nuestra ayuda para dar forma a la iglesia.

    Hasta cierto punto, nuestra generacin tienen una responsabilidad paternal hacia la prxima generacin. Como padres espirituales, nuestra tarea no es forzar a los jvenes dentro de un molde. Nuestra tarea es motivarlos a desarrollar el potencial que Cristo ha puesto en ellos.

    Nuestros hijos fueron a una escuela secundaria cristiana no denominacional. Me incomodaba el marcado enfoque intelectual desde el que uno de los maestros consideraba algunos asuntos doctrinales. Mi hijo, que es muy inteligente, se sinti cautivado por este enfoque. Yo, por mi parte, quera estimular su curiosidad teolgica; no quera que se convirtiera en un intelectual divorciado de la realidad y la prctica.

    Le present un plan sencillo. George, le dije, si lees libros acerca de grandes lderes y misioneros

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    cristianos, y me escribes un informe de dos pginas acerca de ese libro, te dar dos dlares por cada informe que reciba.

    Pronto estaba leyendo libros en desuso, y difcilmente poda mantenerle el suministro de libros. Hoy est en el pastorado y tiene un gran corazn para Dios, un gran corazn para las misiones, y ha balanceado su extraordinaria capacidad intelectual con habilidades emocionales, espirituales, prcticas y de relaciones.

    Cada martes por la maana mi hija me llama. Pap, me pregunta, por qu cosas quieres que ore contigo esta semana? Ella es mi compaera de oracin, una estratgica compaera de oracin.

    Para que esas relaciones se formen, se debe cultivar la confianza. El padre tiene que dedicar tiempo a sus hijos; tiene que alimentarlos. Tiene que apoyarlos en oracin y continuar amndolos mientras luchan en los tramos difciles de la vida. Y los mismos principios se aplican a la prxima generacin en esta Fraternidad.

    Si hemos de ganar y espiritualmente alimentar a una nueva generacin, si hemos de levantar a hombres y mujeres para que se asocien con nosotros a fin de ganar a un mundo perdido, el antiguo adagio es vlido: la miel es mucho mejor que el vinagre. Nunca atraeremos a cristianos jvenes y fervientes a nuestros plpitos si estamos tratando de reprimir en ellos cualquier cosa que no nos guste o que no est de acuerdo con nuestros criterios.

    Pero si nos comprometemos a hacer todas las cosas en amor, y nos comprometemos a reconocer y a sostener

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    con toda abnegacin los dones con los que Dios ha dotado a las nacientes Asambleas de Dios, veo un futuro asombroso para esta iglesia.

    La decisin es nuestra.

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    REVITALIZACIN Y ESTABLECIMIENTO VIGOROSO

    V A L O R E S E N C I A L T R E S

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    TODOS HEMOS TENIDO NUESTRA CUOTA DE buenas y malas noticias. Es lgico que prefiramos or primero las buenas noticias y restemos impor-tancia a las malas noticias.

    He aqu las buenas noticias genuinas. Las Asambleas de Dios de los Estados Unidos estn estableciendo un promedio de 275 iglesias al ao. Eso nos lleva a una nueva iglesia cada 1.3 das.

    He aqu las malas noticias: las Asambleas de Dios de los Estados Unidos est cerrando un promedio de casi 275 iglesias al ao. No hay manera de evitar o minimizar la realidad de que nuestra Fraternidad apenas ha crecido durante varios aos. Esto tiene que cambiar. Si las Asambleas de Dios ha de crecer, debemos concentrar nuestra atencin en la revitalizacin de la iglesia y en el establecimiento de iglesias.

    Establecer iglesias es el medio ms eficaz para la evangelizacin. Las nuevas iglesias, por su naturaleza misma, tienen que crecer para existir. Las personas se sienten motivadas a salir y evangelizar a los perdidos. Los nuevos convertidos de un modo ms eficiente ganan a otros nuevos convertidos porque todava tienen muchos amigos inconversos. Cuando se establece una iglesia en una comunidad, hay una magnfica oportunidad de influir en esa regin con el evangelio.

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    A continuacin presentar la necesidad de tener ms iglesias de las Asambleas de Dios en nuestra nacin. Despus, dar dos ejemplos de establecimiento de iglesias y la influencia de ambas.

    Nuestra Divisin de Ministerios de las Iglesias de las Asambleas de Dios informa que hay 25.150 comunidades estadounidenses que podemos identificar demogrficamente. Las Asambleas de Dios no tienen iglesias en 18.742 de estas comunidades, que equivale a 74,5 por ciento. No hay iglesias de las Asambleas de Dios en tres cuartas partes de las comunidades que identificamos en los Estados Unidos.

    Entre el total de comunidades estadounidenses, 18.969 albergan cinco mil personas, o menos. De esas, no tenemos ninguna iglesia de las Asambleas de Dios en 15.934 comunidades. Ese es ochenta y cuatro por ciento. Comprendo el nfasis que hacemos en establecer iglesias urbanas, pero hay espacio para muchas iglesias en pequeas ciudades y zonas rurales de los Estados Unidos.

    En el lado opuesto del espectro, 230 comunidades estadounidenses tienen entre cien mil y quinientas mil personas. Tenemos iglesias en todas las ciudades menos en seis de ellas. Este parece un buen y slido informe hasta que uno se detiene a pensar: seis ciudades con una poblacin de seis cifras sin una sola congregacin de las Asambleas de Dios.

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    Hay treinta y una ciudades y comunidades de ms de quinientas mil personas, y hay iglesias de las Asambleas de Dios en todas ellas. Pero en muchos de esos lugares hay slo una iglesia de las Asambleas de Dios, o slo unas pequeas iglesias. Ese nivel de penetracin no influye significativamente en una ciudad.

    Me gusta la frase iglesias influyentes. Las iglesias influyentes afectan a su comunidad. Hace poco supe de una iglesia en un pueblo de mil habitantes con una congregacin de ms de cien personas. Esa es una iglesia influyente; representa diez por ciento del pueblo. Ese crtico porcentaje de la poblacin puede con eficiencia llevar el evangelio al otro noventa por ciento.

    El establecimiento de iglesias ser el enfoque y meta de mi servicio a esta Fraternidad. Durante algunos aos el Departamento de Fundacin de Iglesias ha sido parte esencial de las misiones en los Estados Unidos. Una nueva entidad, nuestra Red de Multiplicacin de Iglesias, estar directamente bajo mi direccin. Las misiones en los Estados Unidos seguirn seleccionando y apoyando a los misioneros estadounidenses que son fundadores de iglesias, pero todo lo dems relacionado con el establecimiento de iglesias estar directamente bajo la direccin del superintendente general como su enfoque central. Si el establecimiento de iglesias es uno de nuestros valores y metas estratgicas, no puede ser sencillamente un departamento en una divisin. Tiene que ser el enfoque y la meta.

    El proyecto MX9 es un nfasis reciente para el establecimiento de iglesias. Esperamos que en 2009

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    tendremos mil nuevas iglesias, o en proyecto o establecidas. Pero es difcil visualizar mil iglesias. As que quiero considerar en detalle slo dos iglesias; dos iglesias de nuestra historia primitiva que estn dejando huellas en las vidas del siglo veintiuno alrededor del mundo.

    En 1994, tuve el privilegio de predicar en el octogsimo aniversario de First Assembly of God en Jeanette, Pennsylvania, pastoreada por Martin Koss. Yo conoca un poco de la historia de esa iglesia aunque nunca haba estado all.

    En 1914, el ao en que fue fundada las Asambleas de Dios, un joven predicador, soltero y de veinticuatro aos de edad, sinti el llamado de Dios para comenzar una iglesia en Jeanette. Ben Mahan no tena dinero; no tena una organizacin que lo respaldara. Pero se senti llamado. Faltndole recursos, fue a Jeanette y el sbado por la noche tom posicin en la acera de la Avenida Clay, la calle principal de la ciudad, y comenz una improvisada reunin callejera.

    En ese tiempo las personas compraban en los centros de las ciudades estadounidenses. No haba grandes centros comerciales ni extensas reas residenciales de donde lo pudieran haber echado por predicar en la calle. (Las aceras son an foros pblicos acorde a las interpretaciones de la Primera Enmienda, as que usted todava puede predicar en la acera.) Ben Mahan predicaba en una acera los sbados por la noche.

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    Muchas personas cruzaban al otro lado de la calle para eludirlo. Otros, entre ellos algunos ebrios, se burlaban de l. Pero un puado de personas se detenan y lo escuchaban. Las personas comenzaron a salvarse.

    En poco tiempo, Mahan tena un grupo de personas que pedan un lugar para reunirse los domingos. Alquilaron el segundo piso de la carnicera en la Avenida Clay, y la iglesia sigui creciendo. En 1924 estaban vendiendo el local de la iglesia presbiteriana de la Avenida Clay cuando esa congregacin construy un nuevo templo. Mahan y sus familias juntaron poco a poco suficiente dinero para comprar ese edificio. Pronto llegaron a ser una de las iglesias ms fuertes en las Asambleas de Dios: enviando misioneros y reuniendo a unas cuatrocientas personas en sus cultos. Esta era una megaiglesia a mediados del decenio de los aos veinte.

    En esa misma ciudad en 1910, cuatro aos antes de que Ben Mahan llegara, una pareja llamados John y Clara luchaban por criar a sus hijos. John, un bombero de poco ms de cuarenta aos, muri de un infarto. Clara qued viuda con cuatro hijos: una nia de seis aos, una nia de cuatro, un nio de dos, y una nia de apenas dos semanas de nacida. No teniendo talentos vocacionales, sin Seguridad Social, sin una red de asistencia social, trat de mantener junta su familia. Ella hizo lavado y planchado, cualquier trabajo que le cayera a mano para cuidar a sus hijos.

    Varios aos despus de que muriera John, Clara conoci a un viudo. l tena seis hijos. Se casaron y tuvieron una familia mixta de diez hijos menores de

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    diecisis aos. Demasiado tarde Clara descubri que su nuevo esposo beba y que era muy abusador fsicamente y verbalmente. Y odiaba al hijo de Clara.

    Cuando aquel nio estaba en quinto grado, el padrastro lo puso a trabajar en una fbrica de vidrios. Jeanette tena seis fbricas de vidrio y era la principal productora de vidrio en el pas. El nio trabajaba en el turno de tres a once. Tuvo que cursar dos veces el quinto grado, porque cuando iba a la escuela su maestro vea cun cansado estaba y lo dejaba que durmiera en el clset.

    Cuando el nio estaba en octavo grado, su padrastro lo sac definitivamente de la escuela y lo puso a trabajar en la fbrica de vidrio seis das a la semana. Cuando el muchacho tena diecisis aos, iba directo al infierno. Era rebelde, fumaba y maldeca, iba con mala compaa. De haber habido pandillas en Jeanette, hubiera estado en una.

    Varios aos antes, Clara haba entrado en la iglesia de la Avenida Clay y haba aceptado a Cristo como su Salvador. Una a una, sus tres hijas se haban entregado al Seor. Su esposo, y los hijos de ste, no queran tener nada que ver con la iglesia. Pero Clara y sus hijas se haban entregado a Cristo.

    Clara trat de que su hijo fuera a la iglesia, pero l siempre rehus. Un domingo ella le pregunt si poda al menos acompaarla hasta la iglesia. l accedi. Cuando llegaron a la iglesia, l quera quedarse afuera, pero Clara insisti en que entrara con ella, y l finalmente decidi entrar. Se sent en la ltima fila.

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    Para entonces Ben Mahan haba sido pastor durante diez aos y se haba casado. Predic a su congregacin recin reubicada e hizo el llamado al altar. Y aquel joven que estaba en la ltima fila se desplaz por el pasillo, se arrodill ante el altar, y entreg su vida a Cristo. Dos semanas despus, en aquel mismo altar, recibi el bautismo en el Espritu Santo y el llamado para que fuera de misionero a China.

    Y desde luego, conozco esa historia porque ese joven era mi pap.

    Cuando la Primera Asamblea de Jeanette me invit a su octogsimo aniversario en 1994, fue la primera vez que visit la iglesia. Tenan un nuevo edificio, pero el viejo edificio segua en pie en la Avenida Clay. Mi hermana estaba conmigo. Habamos visto fotos del interior de la vieja iglesia y quisimos visitarla. Un anciano caballero nos dej entrar. La iglesia hoy es una congregacin bautista de afroamericanos.

    Mi hermana y yo nos sentamos en la fila de atrs. No s si fue exactamente donde pap se haba sentado, pero los bancos eran los mismos que habamos visto en las fotos. Nos sentamos y conversamos mucho tiempo. Entonces suger que caminramos por el pasillo y furamos sobre los pasos que pap dio cuando tena diecisis aos. Cuando comenzamos a ir hacia el frente, comenc a sollozar. Nunca se me haba ocurrido que cuando mi pap anduvo por aquel pasillo, no slo cambi su vida sino que tambin cambi la vida de todos los que lo siguieron.

    Es importante el establecimiento de iglesias?

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    Influy Ben Mahan en los dems cuando obedeci a Dios y comenz a predicar en las aceras de Jeanette en 1914?

    He contado las generaciones desde mam y pap. Mam y pap tuvieron tres hijos, y hoy hay cuarenta y tres personas en nuestra parentela, treinta y nueve de los cuales estn sirviendo a Cristo activamente. Confiamos en que los otros cuatro ya han emprendido el camino de regreso a Dios.

    Hoy en el noroeste de China hay una iglesia de quince mil personas, establecida como resultado de los esfuerzos de mis padres. Hay tambin una iglesia en Ravenna, Ohio, y una en Traverse City, Michigan.

    Todas esas personas son producto de Ben Mahan. Yo soy un producto de Ben Mahan. Nunca conoc a Ben Mahan. Despus pastore en Washington, D.C., y muri hace muchos aos. Pero soy el beneficiario de sus esfuerzos por establecer iglesias. Debido a que Ben Mahan escuch a Dios y fue a Jeanette en 1924 y predic en las calles, yo y una hueste de familias alrededor del mundo tenemos con l una deuda de gratitud que slo podremos pagar en la eternidad.

    Lo que resulta de establecer iglesias no son edificios; son personas. El establecimiento de iglesias tiene como meta a las personas.

    No puedo dejar de mencionar lo que pudiera parecer el fracaso de mis padres cuando intentaron

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    fundar una iglesia en Jeffersonville, Indiana. Jeffersonville est al otro lado del ro Ohio desde Louisville, Kentucky. El ao fue 1954.

    Haca unos cinco aos que mis padres haban vuelto al pas desde el campo misionero. Haban establecido iglesias en Michigan y Ohio, todo ese tiempo esperando que China volviera a abrirse. Salieron de una iglesia y no se les daba oportunidad de presentarse en otro lugar. Ni siquiera se les consideraba para reuniones evangelsticas .

    Desde la perspectiva de mis padres, estas tantas puertas cerradas slo podan significar que Dios quera que fundaran otra iglesia. El distrito de Indiana les inform de la necesidad en Jeffersonville, y tambin mencion un barrio residencial de las afueras de Indianpolis que necesitaba una iglesia.

    Pap escogi a Jeffersonville. Encontr un pequeo edificio que estaban vendiendo por unos once mil dlares. Tena capacidad para cien personas sentadas e inclua un apartamento en la parte de atrs. Pap y mam tenan mil dlares a su nombre. Podan obtener la propiedad por los mil dlares de entrada y despus pagar los plazos.

    Mam y pap decidieron que antes de firmar los documentos daran un vistazo a los barrios residenciales de Indianpolis. Sin dinero adicional, planearon manejar toda la noche a travs del estado en vez de quedarse en un hotel. Aquellos eran los tiempos en que las carreteras tenan dos vas y haba pocos hoteles junto a ellas.

    Yo tena trece aos, el ltimo hijo que quedaba en

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    casa, y estaba durmiendo en el asiento trasero cuando pap comenz a sentirse muy enfermo. Detuvo el auto para vomitar, volvi al auto, manej, se detuvo, y vomit otra vez.

    Finalmente le dijo a mam: Creo que voy a morir. Si puedes encontrar un motel por cuatro dlares, pasaremos la noche en l para no tener que manejar.

    Yo estaba muy asustado. Mam no saba manejar. No tenan dinero para ir al hospital. Los primeros dos o tres hoteles costaban seis dlares, lo que estaba ms all de las posibilidades de pap. Finalmente encontraron un motel de cuatro dlares. Cuando nos levantamos por la maana, pap estaba bien.

    Sabes?, dijo l, parece que el Seor no quisiera que yo vaya a Indianpolis. Vamos a volver a Jeffersonville a comprar ese lugar.

    De vuelta en Jeffersonville, pap acept un trabajo al otro lado del ro en Louisville, empaquetando y embalando carga pesada. El verano en el valle del ro Ohio trajo temperaturas de cien grados y ciento por ciento de humedad. No tenamos aire acondicionado. Pap regresaba a eso de las cuatro de la tarde y se acostaba exhausto en el piso. Mam le pona un pequeo ventilador giratorio junto a la cabeza. l se acostaba all durante ms o menos hora y media. Mam preparaba la cena. Despus que comamos, pap y mam iban llamando de puerta en puerta, invitando a la gente a la iglesia.

    Para incrementar las entradas de la familia, mam acept hacer un recorrido de la firma de cosmticos Avon. Ella no haba hecho trabajo secular desde que a la

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    edad de veintisis aos dejara un banco para hacerse misionera. Aquellos eran los tiempos en que la mayora de las mujeres de las Asambleas de Dios no usaban cosmticos. Mam vena a casa con aquella bolsa de Avon colgada del hombro y yo le deca: Mam, otra vez has hecho promocin a ese lpiz de labios?

    No, Georgie, responda ella defendindose, no hago propaganda al creyn de labios. Si la gente lo pide, yo se lo vendo. Pero Avon tiene muchos otros productos buenos.

    Despus de la muerte de pap y mam, una de las cosas que conservo de ella es un pequeo alfiler que uso en mi solapa: Honor supremo Avon. Era su alfiler de premio de ventas de productos Avon.

    En los prximos dos aos fui bautizado en agua y acept mi primer ministerio. Mi trabajo era ensear la clase de Escuela Dominical de nios de cuatro y cinco aos. Tenamos la Escuela Dominical en una sola habitacin. Haba cuatro clases en el santuario y haba bancos. Girbamos el penltimo banco as que mi clase estaba en la esquina derecha de atrs. Mi tarea era mantener a aquellos nios tranquilos para que las dems clases pudieran funcionar. Yo tena una pequea caja de zapatos con las figuras para franelgrafo adentro. Si los nios se portaban bien, yo pasaba la caja de zapatos de y ellos podan mirar adentro y ver una escena tridimensional de los personajes bblicos. (Ya puede imaginar que eso fue antes que MTV y los juegos de video).

    Yo reparta peridicos, y al menos me compraba la ropa. Todos en nuestra familia tenan que trabajar

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    porque los ingresos eran escasos. Al cabo de dos aos en Jeffersonville, la salud de pap se quebrant y entreg la iglesia al distrito. El distrito puso a alguien all, pero la iglesia no creci. Todo lo que llegamos a tener fue quiz veinticinco o treinta muchachos y algunos adultos, la mayora de los cuales dependan de la beneficencia y no podan dar el diezmo. El distrito vendi la iglesia a una pastora pentecostal independiente.

    Mis padres nunca hablaron acerca de Jeffersonville el resto de su vida. Percibieron eso como su gran fracaso.

    Prediqu en Cincinnati, Ohio, a fines de la dcada de los ochenta despus de que mis padres haban muerto. Estaba a slo ciento ochenta kilmetros de Jeffersonville, y no haba vuelto desde que tena quince aos. Alquil un automvil y finalmente me encontr en la esquina de Chestnut y Graham, donde estaba el viejo edificio de la iglesia. Ya no estaba all.

    Sal y comenc a andar alrededor de la manzana. Yo estaba sollozando. No creo que haya llorado tanto en mi vida. No llor as en los funerales de mis padres. Estaba emocionalmente quebrantado.

    Seor, or, mis padres trabajaron duro aqu y no hay nada que lo muestre. Eso no es justo

    Sent que el Espritu Santo hablaba apaciblemente a mi corazn, pero con una fuerte reprensin.

    George, sabes eso mejor que nadie. Una iglesia no es un edificio. Una iglesia son las personas. No fuiste bautizado en esta iglesia? No comenzaste tu ministerio en esta iglesia? Cmo puedes decir que ya la iglesia no existe

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    cuando existes t, y t eres la iglesia? T no sabes a quin ms tus padres tocaron en este lugar y me estn sirviendo hoy. No me digas que la iglesia no existe.

    Segu contando esa historia en mis viajes. En 2002, alguien me cont acerca de una iglesia pentecostal muy fuerte en Jeffersonville, pastoreada por una anciana. Hice algunas investigaciones, encontr su direccin y le escrib. Aquello dio inicio a una correspondencia de cuatro aos que culmin en octubre 2006 con mi ida a Jeffersonville.

    Berniece Hicks tiene ochenta y ocho aos. Ella es quien compr la iglesia. Ahora la iglesia tiene tres mil personas. Nunca haba sido tratado de manera tan regia en mi vida como cuando visit a Berniece Hicks y la Christ Gospel International Church en Jeffersonville. Ella honr a mis padres pstumamente y me honr a m. Seis meses despus volv con mi esposa y con mi hermano y mi hermana y sus cnyuges. De nuevo nos trat como si furamos de la realeza. Quiere que haga una visita cada ao.

    Adems de la iglesia en Jeffersonville, la hermana Hicks y su congregacin han comenzado dos mil iglesias en el exterior. Ella tiene iglesias por toda Amrica Latina y la India. Habla en grandes conferencias. Estuvo en Ciudad Mxico para hablar all a veinticinco mil personas. Ella es una mujer de Dios fenomenal, la iglesia es una iglesia fenomenal en la fundacin de congregaciones, y todo eso result de un ministerio que mis padres percibieron como que estaba en ruinas.

    Pap y mam eran simples soldados de infantera

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    en el Reino. Trabajaron con todas sus fuerzas en cualquier cosa que crean que Dios les mandaba hacer. Pap siempre quiso haber tenido mejor preparacin. Apenas tuvo una educacin de octavo grado; el resto lo hizo por correspondencia. Me presion tan fuerte en la educacin