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V FOR VENDETTA FICHA TÉCNICA:

Director: James McTeigue Guionista: Andy y Larry Wachowski Intérpretes: Natalie Portman, Hugo Weaving, Stephen Rea, Stephen Fry, John Hurt, Rupert Graves, Tim Piggot-Smith. Música: Dario Marianelli Fotografía: Adrian Biddle Año: EE UU 2006

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COMENTARIO

V de Vendetta es una película de James McTeigue, director de cine australiano, y que como anécdota podemos contar que posee linaje maorí neozelandés. Creció en Collaroy, un suburbio de las Playas Norte en Sydney y estudió en la escuela Cromer High (que lleva el nombre de la ciudad costera en Norfolk, Cromer, Inglaterra, sitio clave en la vida de Edward Bach). Fue asistente de dirección en las trilogías de “Matrix” y “Star Wars: El Ataque de los Clones”. Pero sobre todo su fama es debida a esta película, la cual cuenta con muy buenos actores secundarios, además de la aportación de la siempre genial Natalie Portman, actriz israelí-estadounidense, que ganó el premio Saturn por este film. Su popularidad se la debe a la interpretación que realizó de la princesa Padme Amidala en la trilogía de la saga “Star Wars”. También ha intervenido en el film “Beautiful Girls” de Ted Demme,(1995), y en “Todos dicen I Love You” (1996) de Woody Allen. El papel de V, aunque siempre con máscara, corre a cargo de Hugo Weaving. El guión es de los hermanos Larry y Andy Wachowski que fueron nominados en los premios Saturn. La fotografía corresponde a Adrian Biddle, nacido en Londres, y que ha intervenido en “Thelma y Louise” (1991) por la que recibió una nominación al Oscar. En 1997 fue elegido mejor director de Fotografía Europeo del Año. La última película en la que trabajó antes de morir fue V de Vendetta y a él se la dedicaron. La banda sonora está compuesta por Dario Marianelli, con unas magníficas interpretaciones vocales, entre ellas la de Julie London con la canción “Cry me a river” (Llórame como a un río), actriz y cantante que alcanzó su fama en los años 50; y la cantante Cat Power, cantautora estadounidense que posee una voz misteriosa de una gran sutileza, y que hace una música minimalista , toca la guitarra y el piano, con títulos como, “I found a reason” (Encontré una razón), y Antony and the Johnsons con “Bird girl” (La chica pájaro). Os recomiendo que escuchéis estas preciosas canciones. V de Vendetta está inspirada en una tira cómica de Alan Moore e ilustrada por David Lloyd. El primero no estuvo de acuerdo con partes de la película y se retiró del proyecto. Para los expertos aficionados al cómic este trabajo de Moore es uno de los mejores en cuanto a guionista de tebeos se refiere de los últimos veinticinco años. Alan Moore y el dibujante David Lloyd formaron un equipo perfecto. Comenzaron a publicar V en la revista británica Warrior, en forma de pequeños capítulos en blanco y negro, más tarde se publicó V de Vendetta bajo el sello “Vértigo DC comics”, ya en color, con una tirada definitiva de diez números, siendo aclamada por público y crítica. La historia se inspira en los hechos ocurridos el día 5 de Noviembre de 1605, cuando Guy Fawkes y otros camaradas intentan volar con pólvora el Parlamento de Londres, reunido al completo junto con el rey Jacobo I, por las persecuciones religiosas de las que eran objeto los católicos. La víspera por la noche es detenido Guy y ejecutado, no quiso denunciar a sus cómplices. En Inglaterra aún se celebra la “Noche de Guy Fawkes”, (La noche de las hogueras), donde se simula que se quema a dicho personaje. En principio los productores pensaron estrenar el film del día 5 de noviembre de 2005, que era cuando se cumplían 400 años de este acontecimiento

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llamado: “La Conspiración de la pólvora”, pero debido a acontecimientos no aclarados (se rumorea que fue debido a la proximidad de los atentados ocurridos en el metro de Londres ese mismo año), se retrasó el estreno hasta el día 17 de marzo de 2006. Por lo tanto el punto de partida de V de Vendetta son estos hechos y lo que han llegado a significar como ideales que intentan ir en contra del poder establecido. En el comienzo de la historia se escucha la voz en off de una mujer que nos narra: “Recuerden, recuerden el 5 de Noviembre, conspiración, pólvora y traición. No veo la demora y siempre es la hora de evocarla sin dilación. Pero…¿qué ha sido del hombre que se llamaba Guy Fawkes? Se que en 1605 quiso saltar por los aires el Parlamento Británico, pero ¿quién era realmente? ¿cómo era? Nos dicen que recordemos los ideales, no al hombre, porque con un hombre se puede acabar, pueden detenerle, pueden matarle y pueden olvidarle, pero 400 años más tarde los ideales pueden seguir cambiando al mundo. Yo he visto con mis propios ojos el poder de los ideales, he visto a gente matar por ellos y morir por defenderlos. No se puede besar un ideal, ni tocarlo o cazarlo. Los ideales no sangran, no sufren ni tampoco aman, pero no es un ideal lo que yo echo de menos, sino un hombre, un hombre que me hizo recordar el 5 de Noviembre, un hombre al que jamás olvidaré”. Estamos en una Inglaterra ficticia, que más que dictatorial su término correcto sería “distópica” (utopía perversa donde la realidad transcurre en unos términos opuestos a lo que se entiende sería una sociedad ideal), con un poder corrupto, totalitario, de partido único y con un régimen de terror. El protagonista es V (Hugo Weaving), hombre vestido de negro, con una capa larga y que esconde su rostro bajo una máscara de Guy Fawkes. Es un justiciero que planta cara al gobierno, un agitador de masas que intenta despertar conciencias. Hombre de gustos refinados, culto, de exquisita verborrea, complejo, oscuro y tierno a la vez, magnífico espadachín, defensor de si mismo y de los más débiles (me recuerda a otro personaje no menos interesante, Cyrano de Bergerac). Por las noches, después del toque de queda, sale por las calles de la ciudad, al igual que los indeseables escuadrones que patrullan y campean a sus anchas en nombre del poder; y aquí aparece la bella y joven Evey Hammond (Natalie Portman), que debido a un descuido también sale esa desértica noche, adentrándose por oscuros y fríos callejones, donde el ruido que producen sus tacones sobre los adoquines sabe a miedo. Es atacada por los que dicen velar por el bienestar de los ciudadanos cuya máxima es: “la letra con sangre entra” y rescatada a tiempo por V que parece surgir de la nada. Éste se presenta en la escena con la cortesía propia de los caballeros andantes, y con palabras ingeniosas que contienen la letra “v” por todas partes, reduce a los hombres sin escrúpulos en un alarde de artes marciales y dominio absoluto del cuchillo: V: Cuantas veces con el semblante de la devoción y la apariencia de acciones engañosas engañamos al diablo mismo. Y mientras los ataca uno a uno va diciendo…”con sangre entra”.

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Finalizada la tarea se presenta ante ella: V: Cómo te llamas. Evey: Me llamo Evey Hammond. V: Evey, con V, claro, como no. Evey: ¿A qué te refieres? V: A que yo, al igual que dios, ni juego al azar ni creo en la casualidad. Le pregunta si le gusta la música y si le apetecería acompañarlo, y, aunque titubea, ella accede. Llegan a un tejado donde él saca una batuta y poco a poco se va escuchando una potente melodía. V con entusiasmo grita a la estatua de la justicia situada en el emblemático edificio “Old Bailey” (“Corte de Justicia Criminal de Inglaterra”): -“Este concierto se lo dedico a la señora justicia en honor de las vacaciones que parece se esta tomando y en reconocimiento al impostor que ha ocupado su lugar”: V: Dime Evey, ¿Sabes qué día es hoy? Evey: 4 de Noviembre ( se aproxima la medianoche). V: Ahora ya no. (Suenan las campanas dando las 12)…Recuer- den, recuerden, el 5 de Noviembre, conspiración, pólvora y traición. No veo la demora y siempre es la hora de evocarla sin dilación. Se escucha por toda la ciudad la “Obertura 1812 de Tchaikovsky” mientras estalla el Old Bailey. Hay fuegos artificiales que dibujan en el aire la letra V.

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Este régimen también tiene su líder, Adam Sutler (John Hurt), que cumple al pie de la letra el arquetipo de dictador. Amenaza a sus colaboradores por haber permitido que V les tomara el pelo, pero no lo hace directamente, sino a través de una enorme pantalla, y vocifera sobre las medidas a tomar en un alarde de manipulación perfecta sobre lo que deben decirle a los ciudadanos: -poner la zona en cuarentena -poner en la lista negra la Obertura -decir que se trata de una demolición de emergencia, y sigue…”momentos como éste son pruebas de fe. Fallar es sembrar la duda acerca de todo en lo que creemos, de todo por lo que hemos luchado, la DUDA sumirá al país en el caos y no permitiré que eso pueda pasar ¡Quiero que encuentren a ese terrorista!” Mi reflexión es, que el poder y uso de las palabras pueden obrar milagros o crear un infierno. El estado totalitario tergiversa a su antojo el lenguaje, se apropia de él y le da un nuevo significado, (al igual que Hitler y tantos otros dictadores lo hicieron en su momento). Se apropian de trozos de historia y la ponen al servicio de su causa. Los poderosos tienen miedo del caos, que en realidad es el estado primigenio del cosmos infinito, nacimos en el caos y hacia él desembocaremos, porque allí se puede crear, ordenar, sentir y pensar; el caos es un espacio que se abre, tiene hendiduras por donde se cuela la incertidumbre, la duda, la fe, la imaginación y el amor. Sin embargo detrás del totalitarismo hay, aparte de grandes y poderosas Corporaciones, oscuridad y tedio, odio e ignorancia, estrechez de miras y sobre todo miedo, mucho miedo y desconocimiento del otro por diferente. Al día siguiente, la cadena de noticias BTN donde trabaja Evey, no tiene ningún escrúpulo en decir a los ciudadanos lo que el Gobierno les dicta: Locutora: ¿Crees que alguien se lo va a tragar?

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Directivo: ¡Porque no! Esto es la BTN, nuestro trabajo consiste en en informar, no en inventar, eso es asunto del gobierno. En la BTN también trabaja Gordon Deitrich (Stephen Fry), un locutor liberal y progresista, cuya homosexualidad mantiene oculta, como tantas otras cosas por temor a las represalias. En su casa tiene escondidas una hermosa copia del Corán del siglo XIV, y caricaturas del líder con la frase “God save the queen”. Para sorpresa de todos la redacción es tomada por V obligando a los cámaras a enfocarlo para lanzar un discurso a la población y despertarla de su ensimismamiento, decirles la verdad sobre lo que piensa y sobre lo que ha sucedido con el edificio Old Bailey: -Buenas tardes Londres, propongo celebrar este 5 de noviembre, un día que lamentablemente ya nadie recuerda, tomándonos cinco minutos para charlar. Hay personas que no quieren que hablemos y hombres armados ya vienen de camino, ¿Por qué? Porque mientras se pueda utilizar la fuerza para qué el diálogo. Sin embargo, las palabras siempre conservaron su poder, las palabras hacen posible que algo tome significado, y si se escuchan, enuncian la verdad y la verdad es que en este país algo va mal: crueldad e injusticia, intolerancia y opresión, ahora hay censores y sistemas de vigilancia, ¿Cómo ha podido ocurrir?, ¿Quién es el culpable?, Bueno, ciertamente unos son mas responsables que otros y tendrán que rendir cuentas. Pero si estáis buscando un culpable solo tenéis que miraros al espejo. Sé porque lo hicisteis, sé que teníais miedo, y quién no; guerras, terror, enfermedades, había una plaga de problemas que conspiraron para corromper vuestros sentidos y sorbeos el sentido común. El temor pudo con vosotros y presas del pánico acudisteis al actual líder Adam Sutler, os prometió paz, y todo cuanto os pidió a cambio fue vuestra silenciosa y obediente sumisión. Anoche intenté poner fin a ese silencio, anoche destruí el Bailey para recordar a este país lo que ha olvidado. Hace más de 400 años, un gran ciudadano, deseó que el 5 de noviembre quedara grabado en vuestra memoria, su esperanza era hacerle recordar al mundo que justicia, igualdad y libertad son algo más que palabras, son metas alcanzables, así que si no abrís los ojos, si seguís ajenos a los crímenes de este gobierno, entonces os sugiero que permitáis que el 5 de noviembre pase sin pena ni gloria, pero si veis lo que yo veo, si sentís lo que yo siento, y si perseguís lo que yo persigo, entonces os pido que os unáis a mi dentro de un año ante las puertas del Parlamento, y juntos les haremos vivir un 5 de noviembre que jamás, jamás, nadie olvidara.

En pantalla aparece el símbolo:

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En ese momento llega la policía y V logra escapar con la ayuda de Evey. Sobre la pista de ambos están el inspector Finch (Stephen Rea), un hombre íntegro, que se plantea dudas acerca de lo que está ocurriendo y su ayudante Dominic (Rupert Graves) que confía en el criterio de su jefe. El informativo de esa noche sigue proporcionando información falsa, y cuenta que el peligro ya ha pasado, y que el terrorista ha muerto. Evey despierta en casa de V ya que quedó inconsciente en el asalto a la emisora y V la rescata una vez más para que no caiga en manos de los torturadores. Ella queda asombrada por esa especie de castillo subterráneo lleno de obras de arte, entre ellas hay pinturas (destaca el famoso cuadro flamenco de Giovanni Arnolfini y su esposa de Jan Van Eych 1434), esculturas, fotografías, libros, un tablero de ajedrez, y una máquina de discos de los años 50 donde se escucha una voz maravillosa, la de la cantante Julie London. Él prepara un desayuno con ingredientes que ya no se encuentran en el mercado: Evey: Me gusta tu casa. V: Yo la llamo la “Galería de las Sombras”. Evey: ¿De dónde has sacado estas cosas? V: ¡Oh, de aquí y allá!, la mayoría son de las cámaras blindadas del ministerio de materiales objetables. Evey: Estás loco. Pero V le responde con una cita de cita de Macbeth (1623, tragedia acerca de la traición y la ambición desmedida, de Wiliam Shaskespeare: -me atrevo a hacer todo lo que es propio de un hombre, quien se atreve a más, no lo es”. Ella le responde que su madre le leía a Shaskespeare y le cuenta su vida, como su padre, escritor, junto con su madre se hicieron activistas políticos a raíz de la muerte de su hermano, alumno del colegio Saint Mary`s donde se propagó un virus. Su padre solía decir: -“Que los artistas mienten para decir la verdad, mientras que los políticos mienten para ocultarla”. Ella vio como una noche se los llevaron a los dos poniéndoles unas bolsas negras en la cabeza, ya no supo nada más de ellos: Evey: Siento no ser más fuerte, no ser como mis padres. Ojalá lo fuera, pero no lo soy. Ojalá no tuviera miedo constantemente pero lo tengo. Sé que este mundo está jodido, créeme, lo sé mejor que nadie, por eso quiero pedirte que si hay algo que pueda hacer que contribuya a mejorar las cosas por favor dímelo. V le propone que por su seguridad se quede allí durante un año, ella duda pero al final acepta, pues no le queda otra opción ya que la están buscando. Hablan acerca de volar el Parlamento y ella le pregunta si lo dice en serio: V: El pueblo no debería temer a los gobernantes, los gobernantes deberían temer al pueblo. El edificio es un símbolo, como lo es el acto de destruirlo. Los símbolos solo tienen el valor que les da la gente, por si solo un

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símbolo no significa nada, pero si se unen muchas personas, volar un edificio puede cambiar el mundo. Evey: Ojalá lo creyera posible, pero cada vez que he visto cambiar el mundo ha sido para peor.

Ven juntos películas de cine, sobre todo la del “Conde de Montecristo” ya que V admira al personaje de Edmundo Dantés y le gusta practicar esgrima viendo el film, pero V sigue con su propia venganza asesinando a aquellos que le hicieron daño. Evey descubre que él está detrás de las muertes de un obispo pedófilo y de un locutor cruel, ideólogo del partido, Lewis Prothero (Roger Allam), que en su día fue el jefe del peor centro de internamiento y exterminio, la temida, “Larkhill Detention Centre”. V siempre deja su sello personal, una rosa roja. Ahora le toca el turno a la Dra. Delia Surridge (Sinead Cusack), investigadora que trabajaba en el Centro experimentando con virus y que utilizaba a los presos como conejillos de indias. Sin embargo el inspector Finch va descubriendo los propósitos de V y llega a la escena del crimen minutos después de que la Doctora muera. Encuentra su diario junto a ella y comprende que V quiere que lo lea. En él, Delia, va narrando lo sucedido en Larkhill: -…estoy emocionada con los experimentos, sabiendo que un virus puede matar a toda la población y dejar la riqueza intacta. No soporto la debilidad de los presos, nunca te miran a los ojos. No puedo evitar odiarles, ¡son tan débiles y patéticos! Solo hay un caso que continúa dándome esperanzas, el preso de la celda V. Las mutaciones parecen haber desencadenado un desarrollo anómalo de la cinestesia (ciencia relacionada con la distribución eficiente de la energía humana), y de los reflejos básicos. El sujeto afirma no saber quién es ni de dónde es. Sea como sea, ahora es la esperanza de nuestros sueños. Pero hubo una gran explosión en el Centro, todo el trabajo destruido, intentaba comprender qué paso, cuando lo vi,, el sujeto de la sala V, salía de las llamas, me miró, no con los ojos, no tenía ojos, pero sé que me estaba mirando porque lo sentí,… ¡Dios, qué he hecho!” Pero ese sujeto desnudo, quemado, poderoso, que levanta los brazos dando un grito de fuerza sobrehumana, no es otro que V. A Evey no terminan de gustarle los métodos que V emplea, él dice que la violencia puede utilizarse para el bien y que eso es justicia. Una noche, ella se va a casa de Gordon, el locutor liberal de la BTN que siempre la trata con tanta amabilidad para charlar con él. Pero allí son sorprendidos y capturados ya que

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también a él lo persiguen por un programa que ha hecho ridiculizando al líder. A Gordon le ponen una bolsa negra en la cabeza, mientras a Evey se la llevan para interrogarla. Mientras tanto el inspector visita lo que queda del Centro Larkhill, ruinas donde se puede masticar el odio y siente verdaderos escalofríos, va en busca de documentos o cualquier pista que pueda llevarle a conclusiones ciertas. Pero no le hace falta, de pronto, como si se tratara de una película, una sucesión de imágenes vienen a su mente, es como si comprendiera pasado, presente y futuro, es una secuencia perfecta de la que todos formamos parte, siente que hay una relación entre los hechos y todo cobra sentido. Allí se encuentra con un desconocido, que no es otro que V, que previamente ha citado a Finch para darle cierta información acerca de la verdad sobre quiénes son los poderosos, y sobre la ceguera en la que está sumida la población. Ésta es la historia que le cuenta al inspector, y que me he permitido ponerle un título que me ha parecido bastante sugerente para ilustrarla:

De cómo se gesta un régimen de terror

“Inspector, lo que necesita es una historia, ya tiene los nombres y las fechas en su cabeza, lo que quiere y necesita es una historia. La nuestra comienza como lo hacen estas historias, con un joven y prometedor político, miembro del partido conservador, y de firmes convicciones religiosas. Solo tiene un objetivo en mente y no respeta las reglas del juego. Cuanto más poder tiene más evidente es su fanatismo y más agresivos se vuelven sus seguidores. Al final el partido presenta un proyecto especial en nombre de la seguridad nacional. Al principio se creyó que su objetivo era la búsqueda de armas biológicas, una búsqueda a cualquier precio, sin embargo el verdadero objetivo era el poder, la dominación hegemónica completa y total. El proyecto acabó violentamente pero los esfuerzos de los implicados no fueron en vano, pues una nueva habilidad para hacer la guerra nació de la sangre de una de sus victimas. Imagine un virus, el más terrorífico que se le ocurra, y luego imagine que usted y solo usted, tiene la cura. Si su único objetivo es el poder, ¿Cuál sería la mejor forma de emplear ese arma? Es en este punto de la historia que aparece el hombre del saco, Creedy, es un hombre aparentemente sin escrúpulos, para quien el fin siempre justifica los medios, y es él quien sugiere que su objetivo no debería ser el enemigo del país sino el propio país. Se eligieron tres objetivos: un colegio, el St. Mary`s, una estación de metro y una planta de tratamiento de aguas, la Compañía Tres Aguas. Cientos de personas murieron. Alimentados por la prensa, el miedo y el pánico se expandieron rápidamente dividiendo y fracturando el país, hasta que al final el verdadero objetivo salió a la luz. Antes de la crisis del Saint Mary`s, nadie hubiera predicho el resultado de las elecciones de aquel año, nadie, y poco después de las elecciones se produjo el milagro, algunos creyeron que fue obra del todopoderoso, pero fue obra de una empresa farmacéutica (Norsefire), controlada por algunos miembros del partido que se hicieron escandalosamente ricos. Un año más tarde varios extremistas fueron condenados y ejecutados, al tiempo que se levantaba un mausoleo par canonizar a sus victimas. Pero el resultado final, la auténtica genialidad del plan era el miedo. El miedo se había convertido en el

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arma más poderosa del gobierno y gracias a él, nuestro político alcanzó el recién creado puesto de líder. El resto es de sobra conocido”. Estas palabras y la situación que describen tienen una gran vigencia en nuestro mundo actual, en el que la manipulación de los medios de comunicación está muy presente, tanto, que al leerlas me produce un cierto vértigo sabiendo que contienen tanta verdad como violencia asola el planeta. Un régimen que gobierna para crear terror no está solo, necesita de individuos como Creedy, de fieles colaboradores y de la fuerza del “Cuarto poder”, término acuñado en los años previos a la revolución francesa para definir la extraordinaria influencia que la prensa ejercía sobre el pueblo, creando lo que se denomina “corriente generalizada” o “intereses comunes”. Aún estaban por venir la radio, televisión e internet, con lo cual podemos hacernos una idea de las dimensiones que está cobrando hoy día el vivir alienados, lo caro que podemos pagar no despertar de nuestro letargo, no saber o simplemente mirar para otro lado. En la página de Fondo Azul de Facebook, Luís Jiménez, el día 10 de Noviembre ha colgado un artículo muy interesante que aborda esta temática y que se titula: “10 Estrategias de manipulación mediática”. Finch, impresionado por lo que ha oído de labios del desconocido, pone bajo vigilancia a Creedy, pero V se adelanta y antes de matarlo le propone un trato, quiere que le entregue al líder. V en realidad quiere acabar con los que están en el poder y volar el Parlamento el día tan señalado, el 5 de Noviembre. Las calles de la ciudad comienzan a cambiar, hay movimiento, la gente se pregunta, se miran unos a otros. Por todas partes se encuentran carteles con la letra V dibujada y donde se puede leer:

“strength through unity, unity through faith”

“Fuerza a través de la unidad, unidad a través de la confianza”

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Pero, ¿qué ha sido de Evey? Se encuentra en una celda donde es torturada. Lo único que le piden para salir de allí es que les diga donde encontrar a V, pero ella se niega. Pasan los días y sus fuerzas y su ánimo empiezan a flaquear, hasta que encuentra una carta en un agujero de la pared escrita en papel higiénico. Esto se convierte en su consuelo y la ayuda a vivir sin miedo los días restantes, adquiriendo una dignidad que hasta entonces no sabía que poseía.

CARTA DE VALERIE “Yo, soy yo, me llamo Valerie, no creo que viva mucho tiempo y quería contarle a alguien mi vida. Esta es la única autobiografía que voy a escribir, ¡nuestra integridad vale tan poco! Pero es todo cuanto realmente tenemos, si salvaguardamos ese centímetro somos libres. Recuerdo como empezó a cambiar el significado de las palabras, palabras con las que no estábamos familiarizados. Colateral y entrega empezaron a dar miedo, mientras que otras como fuego nórdico y artículos de lealtad comenzaron a cobrar poder. Recuerdo que el diferente pasó a significar peligroso. Aún no lo entiendo porque nos odian tanto. Pero durante tres años recibí rosas y no tuve que arrodillarme ante nadie. Moriré aquí, cada centímetro de mí perecerá, cada centímetro salvo uno, un centímetro, algo pequeño y frágil y lo único que merece la pena conservar en el mundo. Nunca debemos perderlo o entregarlo, nunca debemos dejar que nos lo arrebaten. Espero, seas quien seas, que escapes de este lugar, espero que el mundo cambie y que las cosas mejoren, pero lo que espero por encima de todo es que entiendas lo que quiero decir cuanto te digo, que aunque no te conozca y aunque puede que nunca llegue a verte, a reírme contigo, a llorar contigo o a besarte, te quiero con todo mi corazón”. Te quiero. Valerie El rostro de Evey cambia completamente, una hermosa serenidad se instala en él. Su vida cobra un sentido real, es dueña de todo lo que siente, mira, observa, atrapa, ha dado un salto en su propia evolución y sabe lo que tiene que hacer y lo que quiere. Ese día vienen a por ella para llevarla a la sala de interrogatorios, camina tranquila, en su mano lleva la carta de Valerie y la aprieta con fuerza:

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Hombre: Es la hora. Evey: Estoy lista. Hombre: Diles algo, lo que sea. Evey: Gracias pero prefiero morir. Hombre: Entonces, ¿ya no tienes miedo? Eres completamente libre. El hombre se marcha y ella se queda perpleja, sin saber qué ocurre. Recorre el pasillo y abre una puerta donde escucha música, la reconoce enseguida, es la casa de V, él la recibe con naturalidad: V: Hola Evey. Evey: ¡Tú! ¡Eras tú! V: Sí. Evey: ¡Me rapaste la cabeza!, ¡Me has torturado! ¿Por qué? V: Dijiste que querías vivir sin miedo. Ojalá hubiera habido un modo más fácil, pero no lo había. Sé que tal vez nunca me perdones. Evey: ¡Estás enfermo! V: Pudiste haberte rendido, pero no lo hiciste. Evey: Te odio. V: ¿No era tu padre el que decía que los artistas inventan men- tiras para decir la verdad? Sí, inventé una mentira, pero al creértela has descubierto la verdad acerca de ti, (ella llora amargamente, V intenta consolarla). Lo que era verdad en aquella celda sigue siendo verdad fuera de ella. Has acep- tado morir, estabas tranquila, en paz, intenta sentir lo que sentías entonces. Evey: Te estás vengando de todo lo que le hicieron a ella y a ti. V: Soy el resultado de lo que me hicieron, es un principio básico universal que toda acción tiene una reacción igual y opuesta. Ella no puede respirar, le falta el aire y V la sube a la azotea, está lloviendo y Evey sale a encontrarse con las gotas de agua, a gozar de ellas, exclamando:

DIOS ESTÁ EN LA LLUVIA

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V le cuenta a Evey la vida de Valerie, no llegó a conocerla, estaba en una celda contigua a la suya y durante tres años le estuvo enviando rosas. Era actriz y tenía una relación sentimental con una compañera de reparto, vivían juntas en una casa en el campo. Las arrestaron a las dos. Valerie antes de morir le entregó la carta a V. El líder se está poniendo nervioso, detienen a mucha gente. Le dice a sus colaboradores que todo el mundo tiene que entender la razón por la que los necesitan. Otra vez las noticias de televisión son catastróficas, pero los ciudadanos cada vez son más escépticos. V reparte máscaras de Guy Fawkes y capas por todas las casas de la ciudad. Mientras tanto Evey decide irse de casa de V: V: ¿Sabes a donde vas a ir? Evey: No, eso me hubiera dado miedo antes. Supongo que debo agradecértelo. Gracias…Adiós. V: Si pudiera formular un deseo, solo quiero verte antes del día 5. Evey: De acuerdo. Le da un beso y se despide. V se quita la máscara y la estrella contra el suelo. Rompe a llorar. Evey espera en su nuevo hogar que llegue el Gran Día, y le gusta recordar a V viendo la película sobre el Conde de Montecristo. No olvida su promesa, por eso se presenta en casa de V el día 4 de Noviembre y pone la canción de Julie London: Cry me a river: Evey: He echado de menos esta canción. V: (asombrado), Creía que no vendrías. Evey: Te dije que lo haría. V: Tienes buen aspecto. Evey: Gracias. Lo que hiciste conmigo ha conseguido cambiarme. V: Tengo un regalo para ti, pero antes de dártelo, ¿Quieres bailar conmigo? Evey: ¿Ahora? ¿La víspera de tu revolución? V: Una revolución sin baile no es una revolución que merezca la pena. Evey: Me encantaría. Te has convertido en alguien importante en mi vida, sin embargo no se nada de ti, ni siquiera qué aspecto tienes. V: Hay un rostro debajo de esta máscara, pero no soy yo. Los tanques están en la calle, nadie permanece en sus casas. V conduce a Evey hasta los túneles, allí espera un vagón repleto de explosivos que va directamente hacia el Parlamento. El inspector Finch intuye que esa noche algo va a pasar allí y con cuidado se adentra en dicho túnel:

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Evey: ¿Entonces lo harás, verdad? V: Solo si tú lo deseas, es mi regalo para ti. Evey: ¿Es otro de tus trucos? V: No. Se acabaron los trucos y las mentiras, solo la verdad. Y la verdad es que tú me hiciste ver que estaba equivoca- do, que la elección de accionar esta palanca no me co- rresponde a mí. Evey: ¿Por qué? V: Porque este mundo al que yo pertenezco y que ayudé a moldear toca a su fin esta noche, y mañana despertará un mundo nuevo que otras personas moldearán y la elec- ción les corresponde a ellos. Evey: ¿A dónde vas? V: Es hora de que me reúna con mi creador y le pague con la misma moneda por todo lo que ha hecho. Evey: Vayámonos juntos, no tienes porque hacerlo, olvídalo todo. V: Tenías razón sobre mí, no tengo árbol al que subir, todo lo que quiero, todo cuanto merezco, está al final de ese túnel. Evey: Eso no es verdad (y besa los labios de la máscara). V: No puedo. V se aleja y se pierde en la oscuridad del largo túnel, allí le espera su última batalla, la más difícil. Creedy y sus hombres le esperan, tienen al líder y lo van a matar, pero no saben que V va a dar su vida para que no quede nadie del pasado, para que el mundo pueda reinventarse de nuevo sin ellos. Después de un rato que a Evey se le antoja una eternidad, V llega malherido y ella, cual María Magdalena, lo acoge entre sus brazos para expresarle su devoción: V: Estoy acabado y me alegro. Evey: No digas eso. V: Cuando te vi todo cambió, me enamoré de ti Evey, como creí que jamás podría hacerlo. Evey: V no quiero que mueras. V: Es lo mas bello que podrías haberme regalado. V muere y Evey llora su perdida, pero sabe que debe continuar, y antes de accionar la palanca del vagón de tren con los explosivos que transporta, y que llegarán hasta el Parlamento para hacerlo explotar, llega Finch, que ve a V muerto y rodeado de hermosas rosas rojas dentro del vagón: Evey: Ahora este país necesita algo más que un Parlamento. Necesita esperanza. Finch: ¿Quién era? Evey: Era Edmundo Dantés, era mi padre, era mi madre, mi hermano mi amigo, era usted y yo, era todos nosotros. Nadie olvidará jamás esta noche y lo que significó para este país, pero yo jamás olvidaré al hombre y lo que significo para mí.

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Dan las 12 de la noche, Evey tira de la palanca y el vagón con los explosivos recorre el camino hasta llegar al Parlamento, donde estalla. Una multitud de personas se van aproximando al edificio, primero con las máscaras puestas y luego sin ellas. Se establece una simbiosis perfecta entre vivos y muertos, allí están Gordon, Valerie y su compañera, los padres de Evey, su hermano, y todos los caídos durante el régimen, junto con los ciudadanos y ciudadanas que aún quedan en la ciudad y que tienen que dar forma a un nuevo mundo. Estallan los fuegos artificiales dibujándose en el cielo una enorme V. Ésta es una de las películas que más me ha impactado, porque no solo habla de sistemas políticos, sino también del Despertar de Conciencias, de la Transformación y de la Pasividad que acumulamos en cada centímetro de nuestra piel, de vencer al Miedo como camino para cambiar, de Arriesgarse en la vida y de Superar obstáculos enfrentándose a ellos. Del Amor como punto de redención. Pero realmente, ¿estamos dispuestos a aceptar el cambio por duro que sea? ¿Estamos dispuestos a tomar decisiones? Valerie decide Dar en lugar de Tomar. Sola, en la soledad de su celda y a punto de morir, ejerce el servicio más noble, el amor universal hacia todas las personas dejando una carta llena de esperanza y amor. Evey decide, después de su amarga experiencia, vivir sin miedo. V ya no quiere venganza, su revolución ha dejado de tener sentido para él porque el amor que siente por Evey lo ha salvado, y decide morir. Finch decide comprender y unirse a la causa que ya es de Evey. La población despierta y sale a la calle a hacer frente al enemigo y a toparse con la verdad. Todos/as podemos decidir quitarnos la máscara y mirar de frente la imagen que el espejo nos devuelve. Podemos hacernos amigos de ella o enemistarnos para siempre. ¿Y qué es sino la vida? Una mentira construida que intenta decirnos la verdad para hacernos libres.

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VI VERI VENIVERSUM VIVUS VICI

“Por el poder de la verdad, yo, estando vivo, he conquistado el universo”

FAUSTO

Reflexionemos sobre ello teniendo como fondo las palabras de Luís Jiménez: “…reclamos inconscientes siguen congregando a las almas en torno a códigos del pasado. ¿Quién mantiene la farsa?...”

Fin Nota: Las imágenes de este texto están extraídas de Internet y son propiedad de: Sangaylily.com elgrandiosom.blogespot.com desideriocansino.economiacritica.net los criticonos.blogspot.com unoscuroamanecer.blogspot.com nataliaportman.blogspot.com zonanegativa.com vendettaok.tumblr.com lentesrojosyviceversos.worpress.com epocasheladas.blogspot.com

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