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PROYECTOS 4 (PR4): RE-SOLVER CURSO 2010-2011

Profesor responsable T3.- Iñigo Magro de Orbe igmagdeo@par.upv.es Profesor.- LOURDES GARCIA SOGO magarso@par.upv.es

Re-solver ‘Encontrar la solución a una duda o un problema o la manera de vencer una dificultad’ María Moliner, Diccionario del uso del Español.

1. OBJETIVO DEL CURSO El objetivo de este curso será enseñaros resolver los proyectos que planteáis. Para conseguirlo abriremos dos líneas simultáneas de trabajo, una analítica y otra resolutiva. La analítica comenzará por la elección, por vuestra parte, de un arquitecto cuya obra, indiscutiblemente reconocida, será objeto de análisis permanente tanto en vuestro trabajo individual como en las clases. La línea resolutiva, de enfrentamiento directo a los problemas planteados por el propio proyecto, se resolverá con un solo ejercicio, que desarrollaremos ordenadamente en cuatro fases, y siempre de forma paralela a los análisis de las obras elegidas. La última fase consistirá en el análisis crítico del propio proyecto, usando el mismo sistema empleado para analizar las obras de referencia. El proyecto propuesto será un edificio público, de dimensiones reducidas y programa sencillo, pero que requiera cierta complejidad espacial. Lo situaremos en un lugar del centro histórico donde los edificios y espacios colindantes sean de interés, con la finalidad de que el proyecto realizado tenga que medirse con arquitecturas valiosas. Entendemos que al llegar a este curso, poseéis muchos de los datos que necesitáis manejar para proyectar correctamente, pero carecéis de la agilidad para introducirlos a la hora de concebir un proyecto. Sabéis cálculo de estructuras y resistencia de materiales, habéis estudiado cómo funcionan las instalaciones dentro de un edificio, sabéis historia de la arquitectura y del arte. Pero difícilmente sois capaces de pensar en la repercusión que tiene sobre la definición de un espacio, un determinado planteamiento estructural, y rara vez sois capaces de pensar en todas las instalaciones que arrastra el recinto que está proyectando. Rara vez también habéis profundizado en la obra de alguno de los muchos arquitectos que descubristeis estudiando historia de la arquitectura. Sin embargo, poseéis por primera vez estos conocimientos. Por lo tanto, con la adecuada ayuda –que nosotros os prestaremos- seréis capaces de ver mucho más que antes en los proyectos que analizáis. Sólo desde el conocimiento y la comprensión de los distintos modos en que, a lo largo de la historia, fueron correctamente resueltos los problemas que vuestro propio proyecto os plantea, podréis enfrentaros a ellos de una forma culta. Este debe ser vuestro objetivo.

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ARQUITECTURA. ESTUDIAR EN LA HISTORIA Los discursos, las charlas, se hacen para explicar algo y/o para tratar de convencer de algo. Yo voy a tratar de convenceros de algo. Convenceros de que es lo que debéis estudiar, ¿qué hay que estudiar para aprende a proyectar? Empezaré con una cita de Umberto Eco (1932) que dice que los medievales, que tenían un exagerado respeto por los autores antiguos, se consideraban a si mismos enanos en comparación con ellos, pero enanos que, subidos a las espaldas de los gigantes, eran capaces de ver más allá que éstos. Me gusta esta imagen del enano subido a la espalda del gigante, es humilde, uno es el enano, no hay que ser nada especial, pero es ambicioso, hay que ver más allá que los gigantes. Hay que estudiar. Pero, en nuestro caso, ¿quiénes son los gigantes? ¿Dónde está el conocimiento? ¿Dónde está la lección que hay que aprender? ¿Qué tenemos que estudiar para aprender a proyectar, habida cuenta de que estamos, en este campo, fuera de una estricta formación académica? Repasemos todo aquello que estudiamos los arquitectos. De una parte, matemáticas, algebra, cálculo, física, materias que servirán tanto para tener un control riguroso de la geometría como para afrontar estudios posteriores de cálculo de estructuras, resistencia de materiales, mecánica del suelo. De otra, técnicas de representación (dibujo: realizado con cualquier herramienta que va variando según los inventos y los tiempos que corren). Representación al fin. También Historia del Arte y más específicamente Historia de la Arquitectura. Este paquete se puede usar tan sólo para tener referentes y conocer la historia o, además, para adentrarse en la obra de los distintos autores obteniendo una sólida cultura plástica y arquitectónica. Historia, al fin. Estudiamos también construcción, normalmente enfocada a enseñar de qué manera se construyen las cosas que, usualmente, hoy se construyen. No suele enfocarse esta asignatura desde un punto de vista histórico. Estética y Composición. Podríamos suponer (y, de hecho, muchos alumnos lo suponen) que, siendo portadores de estos conocimientos técnicos, la asignatura de proyectos consistirá simplemente en aplicarlos y, por eso, en lugar de tener un libro de texto, lo que tenemos es un ejercicio (haga usted una casa, un hospital…) que, aplicando los conocimientos de otras asignaturas, podremos resolver. Sabemos dibujar, tenemos nociones de construcción, sabemos como se comportan las estructuras… Cuando se piensa esto, normalmente el ejercicio es resuelto de la siguiente manera: Se hace necesario tener un programa muy preciso del edificio con unos metros, precisos también, a designar en cada estancia dentro del inmueble en cuestión. El alumno trabaja en planta hasta que consigue encajar el rompecabezas o puzzle. Posteriormente levanta las paredes y la estructura que los soporta quedando el espacio convertido en una consecuencia de estas paredes y esta planta compartimentada. De esta forma, el espacio, leitmotiv de la arquitectura, aparece como consecuencia, craso error, y, si estamos en cursos superiores, además de esto, y ayudados por alguna publicación actual (tectónica o similar), el alumno aportará secciones (no se porque, siempre son secciones) donde las paredes se llenan de estructura, paneles de madera, ladrillos, redondos de acero y láminas asfálticas.

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Si esta fuera la manera de aprender a proyectar podríamos decir que Proyectos no es una asignatura, sino una revalida continuada en cada curso, donde se va demostrando que los conocimientos adquiridos de otras materias son suficientes para poder proyectar correctamente. Pero esto no es así. En esta asignatura, como en todas, hay que estudiar. Ninguna otra materia os habla del espacio y ésta es la finalidad última de la disciplina que nos ocupa. Crear espacios. Las “paredes” de las que antes hablábamos no son más que una consecuencia necesaria para poder “congelar” estos espacios. Las envolventes, usualmente complicadas de construir, contienen muchos elementos, unos contribuyen a soportar a otros, otros separan el aire que queda dentro y fuera del espacio, otros permiten la entrada de luz… La composición de todos los elementos que conforman la envolvente del espacio, la correcta composición, es decir, aquella que sea capaz de atender a todos los requerimientos y, además, al máximo de belleza, es el segundo objetivo de esta asignatura. De este segundo objetivo nos ocuparemos en Proyectos IV. El espacio, y como consecuencia, la definición de la envolvente de este espacio, componiendo todos los elementos que le son necesarios. Pero ¿dónde aprendo? ¿qué tengo que estudiar para pensar los espacios? ¿a que gigantes tenemos que subirnos? ¿a que gigantes se subieron los enanos de cada generación para conseguir siempre un poco más, para conseguir ir engrosando la disciplina? Fijémonos en los libros de Historia de la Arquitectura. Analicemos porque unas obras y no otras aparecen en ellas, porque se convierten en referente, en obras de estudio. Cojamos un libro cualquiera de Arquitectura Occidental. Templo de Luxor (1408-1300 aC), Karnak, las pirámides, la Acrópolis de Atenas (la mayoría de los templos fueron construidos entre 460-430 a.C.), las Termas de Caracalla (212-216), Notre Dame en Paris (1163-1250), fantásticas catedrales góticas, Filippo Brunelleschi (1377-1446), el alarde de la cúpula de Santa María de las Flores (1420-1461), la Basílica de San Pedro (la iglesia, el centro del mundo) (1506-1626), más iglesias, palacios, Francesco Borromini (1599-1667), Sant’Ivo alla Sapienza (1642-60), el Palacio de cristal (1851) de Joseph Paxton. Le Corbusier (1887-1965), la Unite d’Habitation (1946-52), la Villa Savoie (1928-31); Mies van der Rohe (1886-1969), una casita pequeña de cristal y el Seagram Building (1954-58). ¿Cuál es el hilo conductor? ¿qué es lo que ha hecho que estas casitas, puestas una encima de otra, pequeñas y sin lujo, se sitúen tras las páginas en las que aparece Santa Maria de la Paz o la Villa Farnese en Caprarola (1560) de Vignola? ¿por qué al Seagram Building se le da la misma categoría que a la Catedral de Santiago de Compostela (1075-1128)? ¿Cuál es la responsabilidad de la arquitectura y porque todas las obras antes enumeradas cumplen con ella? Yo creo que los motivos son principalmente dos. El primero es, indudablemente, la belleza de los espacios y de las superficies que los definen. La belleza del espacio que se encierra bajo el Panteón de Agripa, la cualidad que le otorga el círculo de luz, que parece no dispersarse, y la corrección con la que se dibujan los casetones de la superficie que envuelve el aire le hacen merecedores de ser, aun hoy, visitado y admirado. Notre-Dame-du-Haut, en Ronchamp (terminada en 1955) encierra, bajo sus complicadas superficies, un espacio igualmente bello. La forma en que entra la luz por los lucernarios de colores del convento de Sainte-Marie-de-la Tourette (1956-1959). La belleza plástica de las verticales que se dibujan en el cristal del pasillo del monasterio… La perfección otorgada por Mies van der Rohe a los soportes de la Galería Nacional de Berlín (1962-68), la forma en que su pequeña casa, la casa Farnsworth (1945-50), se sitúa sobre el suelo,

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potenciando el valor de un paisaje que será el interior de la casa (todo cristal) y que esta ni siquiera interrumpe en su plano inferior. Sin duda estas obras y estos arquitectos son merecedores de ocupar las páginas siguientes a Miguel Ángel Buonarroti (1475-1564) por esto. Pero hay otro motivo. Un motivo igualmente poderoso y que no debemos olvidar nunca. Este segundo y poderoso motivo es la adecuación de la respuesta. Nada como el espacio que se encierra bajo la cúpula de la Basílica de San Pedro nos muestra el poder que la Iglesia quiso tener. La mejor de las homilías no haría tan pequeño al hombre como aun hoy se siente cuando entra por la puerta de la Basílica y los pies le arrastran hasta el centro, hasta la cúpula. Aun siendo sorprendente que hoy Ramses siga siendo una momia perfecta, aun siendo esto un triunfo sobre la perpetuidad que quería alcanzar, nada como las pirámides para haber dejado escrito el poder que estos Faraones quisieron tener y tuvieron. Apabullante después de 45 siglos. Pero pasemos al siglo XX y analicemos porque unas respuestas se consideran adecuadas y no otras. Os voy a leer un párrafo que me gusta de Marta Llorente y que ayudará a que entendáis lo que quiero explicar porque usa muy bien las palabras: “La arquitectura se constituye en un arte singular desde sus propios orígenes. Sus compromisos con la realidad, con los hábitos humanos y la materialidad de la construcción, obstaculizan la libertad de que disponen otras habilidades artísticas. No pudo consentirse la ociosidad anunciada en el peculiar final de las artes vislumbradas por Breton, que vivió siempre en el dominio de lo poético. La arquitectura del periodo de entreguerras, que recoge el término del Movimiento Moderno, y que fue contemporánea al Surrealismo, respondió en su línea dominante a las propuestas de vanguardia con un nuevo racionalismo, que acaso encubría todavía enigmáticas relaciones con lo irracional, pero que se sometía, en términos generales a la razón constructiva, a la simplicidad formal, en beneficio de una sociedad más justa a la que quería ahorrarle el sacrificio inútil de la vieja monumentalidad” Veamos: Movimiento moderno: que se sometía en términos generales a la razón constructiva, a la simplicidad formal, en beneficio de una sociedad más justa a la que quería ahorrarle el sacrificio inútil de la vieja monumentalidad. El siglo XX amaneció lleno de cambios, la arquitectura responsable de abastecer al hombre de los espacios adecuados para desarrollar su vida, no podía seguir centrándose en la monumentalidad requerida por príncipes y papas. Los avances de la medicina, la creación de infraestructuras, saneamiento que permitía la concentración de las personas en ciudades, la nueva agrupación social, explosión demográfica, etc., hizo necesario el dar casas pequeñas a la gente, y juntas, edificios que debían construirse en poco tiempo, con bajos costos (comparados con los que, hasta entonces, eran objeto de la arquitectura). No se debía buscar el alarde, ni el ornamento costoso, largo y complicado de producir. El llamado movimiento moderno sirvió y sirve para resolver estos problemas. La arquitectura importante, la que se hace digna de engrosar los libros y ser estudiada es siempre la que, además de ser la más perfecta desde el punto de vista estricto de nuestra disciplina, resuelve los problemas de su tiempo. Este segundo motivo, no es estrictamente el objeto de nuestra asignatura, en mi opinión. Me explico. Yo os recordaré continuamente que lo que estáis haciendo es caro o barato, es complicado o peligroso de construir, os recordaré que el edificio que proyectáis gastará una energía inútil a lo largo de su vida útil porque está mal orientado y necesita un acondicionamiento artificial innecesario. Si hacéis estas cosas seréis arquitectos insensatos y no estaréis usando las bases de nuestra disciplina para hacer que, en su conjunto, el mundo funcione mejor. Pero esto no es lo que os vamos a enseñar. Os enseñaremos a pensar los espacios y a construirlos con corrección, componiendo todos los elementos que conforman las superficies.

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Con estas reglas, con estos conocimientos, podréis inventar espacios, sensatos o no en función de vuestra capacidad de analizar el mundo en todo aquello que es ajeno a nuestra disciplina, en función del coraje de que dispongáis para imponer vuestro criterio y en función, sobre todo, de lo valioso que sea vuestro criterio, que será más valioso cuanto mayor sea vuestra comprensión del mundo en que vivís. Y sigamos. Continuamos hablando del siglo XX, pero el siglo XX ya pasó, con sus aciertos, grandes, y sus errores, grandes, también. La arquitectura dio una útil respuesta a sus problemas. Se ha llenado la faz de la tierra de ciudades donde mucha gente puede vivir en pequeñas casas salubres, con agua corriente y saneamiento. Tenemos magníficos ejemplos de perfección en estas pequeñas casas (volvamos a pensar en la Unidad de Habitación) o en estos espacios para oficinas (volvamos a pensar en el Seagram). Tenemos también una gran mayoría de edificios hechos “más o menos” con la simplicidad formal y la racionalidad constructiva de la que hablaba Marta Llorente, que son un auténtico desastre, y que han tapizado los suelos que ocupan las ciudades, desde Shangai hasta Río de Janeiro. Estos edificios, que rentabilizan el espacio y se construyen en poco tiempo, no son el Seagram ni la Unidad de Habitación, porque en ellos no se busca la perfección. Si Adolf Loos (1870-1933) levantara la cabeza, vería que el mundo se ha llenado de edificios, de ciudades, sin ornamento pero con delito (“Ornamento y delito” 1908). No basta con la aparente sensatez de las cosas. Pensar siempre esto. Las casas de Adolf Loos no solo carecen del ornamento que él abominaba. Las superficies que cierran el pequeño espacio del American Bar (1907), o de la sastrería Knize (Viena1909-13) son perfectos, las superficies se encuentran con el mismo cuidado con el que Miguel Ángel dibujó la pequeña escalera de la Biblioteca Laurenciana (década de 1520). No basta con construir sensatamente. Estamos en el siglo XXI. No podemos no mirar a los problemas enormes que el mundo físico, y nuestro terreno, tiene. Recogemos un mundo con unos problemas sociales resueltos en una pequeñísima parte, problemas viejos, y con problemas nuevos. La tierra, el planeta, se deteriora. “Las ciudades, las que atropelladamente se construyeron en el siglo XX, chupan y expulsan los recursos naturales de la tierra, una tierra que ya sabemos en peligro. Un planeta que responde a nuestra mala o buena gestión. Por primera vez tenemos voz y voto. La naturaleza ha dejado de ser la Madre Naturaleza. Ha demostrado no tener capacidad de dar, dar y dar sin deteriorar su capacidad de dar. En el siglo XXI ya nadie habla de la Madre Naturaleza. Ya no tenemos madre, sino recursos. Cada vez más comprensibles, más cuantificables y, por lo tanto, más susceptibles de ser gestionados con inteligencia” No podremos solucionar solos los problemas, harán falta también ingenieros, políticos, biólogos, etc. Pero estos problemas tampoco podrán resolverse sin nosotros, sin la única disciplina capaz de devolver la belleza al entorno, sean las que sean sus necesidades de transformación. Veamos que dice Renzo Piano (1937), un arquitecto muy preocupado por estos problemas nuevos, al hablar de uno de sus proyectos, la Fundación Beyeler (1997): “si para aplicar todas estas ventajas de ahorro energético se precisase una arquitectura pesada, humanísticamente descontrolada, a mi no me interesaría el sacrificio. No es una cuestión puramente estética. Considero que culturalmente, antropológicamente, socialmente, psicológicamente y humanísticamente, ciertas soluciones arquitectónicas son inaceptable.” Crear espacios, construir las superficies que los envuelven. Esto es lo que os enseñaremos. No hay posibilidad de enseñanza académica, porque las necesidades son las que marcarán los espacios que debemos crear. Pero hay unos conocimientos que debemos adquirir. Estudiar los espacios que a lo largo de la historia se han ido congelando bajo las superficies que el hombre fue capaz de construir es la mejor manera de aprender a proyectarlos. Mirad estas dos imágenes: la Capilla Sixtina (1508-12) y Puntas en el arco (1927) de Kandinsky (1879-1940). Cuatrocientos quince años.

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Es cierto que Miguel Ángel supo pintar ”la bondad y el poder de Dios”, tal como entonces se concebía y que supo dibujar con enorme perfección las anatomías de sus infinitos personajes, con la importancia que esto tenía en aquel momento. Pero lo que hace de la Capilla Sixtina una obra digna de admiración hoy, cuando lo que representa puede estar obsoleto, cuando a pocos les importa el juicio universal y cuando no solo conocemos a la perfección cada músculo de nuestra anatomía, sino que podemos además fotografiarlo; son los colores. Los colores y las formas que dibujan la combinación magnífica de estos colores. Igual que los cuadros de Kandinsky.

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2. ORGANIZACIÓN DEL CURSO Como hemos dicho, abriremos dos líneas paralelas de trabajo, una analítica (A) y otra resolutiva (B) de enfrentamiento directo a los problemas del propio proyecto.

A. Tras la lectura de dos libros (que algunos habréis leído y otros no), cada alumno propondréis un arquitecto cuya obra, indiscutiblemente reconocida, será objeto de análisis.

Bibliografía - Arquitectura Occidental

Christian Norberg-Schulz Editorial Gustavo Gili

- Historia crítica de la arquitectura moderna Kenneth Frampton Editorial Gustavo Gili

B. El ejercicio que enunciaremos seguidamente se realizará durante todo el curso El curso se estructura en cuatro fases. Cada una de ellas atenderá a unos aspectos del proyecto que lo irán desarrollando ordenadamente 1. Análisis del lugar y del programa

Definición volumétrica Soluciones estructurales

2. Descripción de todos los elementos que construyen el edificio y que se instalan en él para acondicionarlo

3. Resolución completa del proyecto. Definición de las geometrías últimas que resuelven todos los problemas planteados en la fase anterior.

4. Análisis crítico de los proyectos concluidos.

En cada fase, las clases se centrarán en analizar estos aspectos concretos en los proyectos de referencia y en comentar de forma pública las soluciones que cada uno propongáis para vuestro ejercicio. Al final de cada una de ellas, entregareis el trabajo realizado de forma sintética y lo expondréis antes de pasar a la fase siguiente. Al final de este programa estableceremos un calendario que planteará todas estas fases y entregas. La bibliografía empleada en las fases 2 y 3 será:

- La arquitectura del entorno bien climatizado

Reyner Banham Ediciones Infinito.

- La construcción de la arquitectura. La composición Ignacio Paricio Ansuategui Instituto de la Tecnología de la Construcción de Catalunya (hay otros dos volúmenes de esta colección que también os recomendamos: Las técnicas y los elementos, si vais a leer uno es mejor que leáis la composición)

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EJERCICIO PROPUESTO Siguiendo con nuestra línea de aprender en la historia, hemos venido situando el ejercicio propuesto en estos últimos cursos en distintos puntos del centro histórico de Valencia. Este año, por primera vez, salimos de este entorno, reducido para el actual tamaño de la ciudad pero enorme en cuanto a referencias y patrimonio arquitectónico, para situarnos en el Cabañal. Lo hacemos, porque hoy la historia de nuestra ciudad no puede entenderse sin conocer y reconocer la de este barrio, antiguo Poble Nou del Mar, anexionado a Valencia el año 1897. Valencia se fundo en el año 138 a.C., en el punto donde el río Túria se cruzaba con la vía Augusta. Unos cuatro kilómetros separaban este punto del mar Mediterráneo. No tenemos patrimonio arquitectónico que nos cuente la presencia de actividad y población en la Valencia romana y musulmana en este frente marítimo, pero si en la Valencia cristiana de la que nos han quedado las sólidas Atarazanas, construidas en el siglo XIV. Si vamos recorriendo la historia, nos encontramos con la Iglesia de Santa Maria del Grao (s. XVII, 1683-1736), Iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles (s. XVIII) y la Iglesia de Nuestra Señora del Rosario (s. XVIII, 1736). La Avenida del Puerto, proyectada en el s. XVIII (1788) y abierta al tráfico en el s. XIX (1802). Infraestructuras ligadas a la actividad de la ciudad. Aparecen después edificios ligados a la actividad pesquera, la Antigua Lonja de Pescadores (s. XX, 1901), la Casa dels Bous. Y a la actividad portuaria, Docks Comerciales del Puerto (s. XX, 1918), Edificio de Aduanas (s. XX, 1930), Tinglados del Puerto (s. XX, 1911-1914), Varadero Público (s. XX). Y aparecen también edificios que nos indican que la ciudad se liga a este frente marítimo, no sólo en busca de una relación, sino buscando la presencia del mar, visto desde el punto de vista del ocio. El Balneario las Arenas (s. XX, 1909-1914) o las Termas Victoria (s. XX). Estos edificios, que por ser públicos o estar ligados a medios de producción o servicios tienen una mayor calidad que las viviendas a las que lógicamente acompañaban, no estaban solos, ni en nuestra opinión deberían estarlo en el futuro, corriendo la misma suerte que la primera construcción de la que hablábamos, las Atarazanas, tan sólidas y bien rehabilitadas como incomprensibles tras quedar situadas a las espaldas de estos edificios de viviendas construidos en el siglo XX que, sin duda, deberían haberlas tenido en cuenta. Las viviendas del Poble Nou del Mar, por pertenecer mayoritariamente a pescadores o gente vinculada con el Puerto, nos han dejado pocos palacios como los que tenemos en el centro histórico pero nos han dejado una sensata estructura urbana, una escala de ciudad que nos sirve de colchón entre el mar y la ruidosa ampliación de Valencia hacia el este y una permeabilidad hacia el mediterráneo que difícilmente podría ofrecernos cualquier otra trama viaria que no hubiera nacido desde la más pura lógica de asentamiento vinculado a este mar que hoy se pretende descubrir desde una ciudad que no nació teniéndolo en cuenta. Barracas construidas en paralelo a la línea de la playa fueron construyéndose en este frente atravesado en perpendicular por las distintas acequias situadas en lo que hoy son las principales travesías que comunican este barrio y toda la ciudad con el mar. En el año 1796 un incendio destruyo el grueso de estas construcciones tan vulnerables al fuego. Tras el incendio se prohibió la construcción de barracas, indicándose que fueran sustituidas por viviendas de obra. De esta prohibición parece que nos queda la regularización y trazado de las calles, pero no las viviendas, que por falta de medios de los propietarios no pudieron, en su mayoría, ser sustituidas mas que por las mismas barracas que habían desaparecido a causa del incendio. En 1875 volvió a producirse otro incendio y, entonces sí, las barracas fueron sustituidas por les casas de obra que han llegado hasta nuestros días. Estos son los motivos, en líneas generales, de que este barrio, configurado teniendo al mar en el eje de su ordenación geométrica, sea ordenado a pesar de su origen y ofrezca esta diversidad que proviene, de una forma u otra, de un parcelario anteriormente formado por nuestra tradicional y pequeña vivienda: la barraca. Las casas que conforman estas calles, con acabados muchas de ellas de azulejos y clara intervención de propietarios o quienes les ayudaran, no conforman un caos sino, al contrario, una

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ordenada red coherente tanto en su volumetría como en su fenestración. Sobre este orden aparece en cada casa un remate un azulejo, un color o un detalle que la hace distinta. En 1993 este conjunto de calles y casas fue declarado Bien de Interés Cultural. Volviendo a las infraestructuras y el patrimonio arquitectónico que nos cuenta la historia de la ciudad y pasado el tiempo donde este frente marítimo era considerado una zona de veraneo o baños para los habitantes de la ciudad que pudieran permitírselo, hablaremos de un Puerto que forma parte, más que activa, de la economía de la ciudad, de una dársena interior que ha sido cedida a la ciudad configurando uno de sus espacios públicos mas significativos, una playa a la que los ciudadanos acuden y tratan como parte integrante de su ciudad y unas infraestructuras de comunicación que unen el barrio con las Universidades, el centro y el Aeropuerto. En la dársena han quedado construidas la Marina norte y sur, en las que atracar todo tipo de barcos de recreo, ajenos y propios, con la ventaja que supone el que estemos hablando de atraques en uno de los mares más adecuados del mundo para este tipo de navegación. El viejo barrio ha quedado en una posición innegablemente privilegiada con respecto a lo que hoy es el conjunto de la ciudad. Privilegiada pero no deudora, porque el Cabañal aporta a esta ciudad que hoy se apropia el mar y la playa un frente viejo y construido sin el que la verdadera y rica Historia de Valencia no se entendería. El ejercicio propuesto esta orientado hacia la continuidad de este barrio en el que como en todos, desde el análisis y consecuente respeto hacia las ventajas que aporta, podemos intervenir añadiendo tanta novedad como la que aportaron todos los arquitectos y urbanistas que con sus obras fueron capaces de crear patrimonio. Una residencia de estudiantes se situara en la calle del Rosario. Consideraremos la calle como parte del espacio de esta residencia distribuyendo su programa en distintos solares. Las zonas comunes (dirección, comedor, sala de usos múltiples, biblioteca, etc.) se situarán a ambos lados de la Iglesia del Rosario, mientras que los paquetes de habitaciones se irán ubicando entre las viviendas existentes de la manera que cada uno de vosotros decida. De esta forma respetaremos el orden que aporta la volumetría existente y la diferencia de este parcelario heredado. En la primera fase del proyecto deberéis hacer un cálculo de la volumetría más adecuada y estudiar el programa que se pueda adaptar a ella. Proponemos un programa general pero no imponemos con detalle todos los espacios que debe contener el edificio ni los metros que debe ocupar cada uno de ellos. El motivo es el siguiente: aunque consideramos que un arquitecto debe ser capaz de encajar con precisión un programa muy concreto, creemos que, en este momento de aprendizaje, es mucho más importante reflexionar acerca de la sensatez del mismo, acerca de la cantidad de espacio que usará el edificio para cumplir con sus objetivos y del que usa para servir a esos objetivos. En principio, el edificio será tanto mejor, puesto que será más “rentable”, en la medida que consiga optimizar los metros empleados en los espacios principales con respecto a estos otros secundarios o sirvientes de los primeros. Como vemos, trabajaremos un emplazamiento rodeado de un valioso patrimonio que todos como ciudadanos debemos valorar y conservar y que, como arquitectos, debemos ampliar. Desde esta perspectiva es desde la que entendemos que debemos abordar nuestro trabajo, importante sin duda, puesto que de nuestro buen hacer depende la ciudad que los demás tengan que vivir o heredar.

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Bibliografía

- Conocer Valencia a través de su Arquitectura Luis Hernández Ubeda Excmo. Ayuntamiento-C.T.A.V. Valencia

- Cartografía Histórica de la ciudad de Valencia. 1704-1910

Herrera, Llopis, Martínez, Perdigón, Taberner Ayuntamiento de Valencia

- Houses from El Cabanyal

A modernist Heritage for the Valencia in the XXI century Felip Bens L’Oronella

- Guía de Arquitectura de Valencia

Excmo. Ayuntamiento-C.T.A.V. Valencia

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CALENDARIO OCTUBRE 2010 Viernes

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3 Lunes

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6 Jueves

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NOVIEMBRE 2010 Lunes

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26 B. 2ª FASE. ENTREGA Sábado

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DICIEMBRE 2010 Miércoles

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21 B. 3ª FASE. ENTREGA (opción 1) B. 4ª FASE Miércoles

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ENERO 2011 Sábado

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11 B. 3ª FASE. ENTREGA (opción 2) B. 4ª FASE FIN DEL 1º CUATRIMESTRE Miércoles

12 Jueves

13 Viernes

14 Sábado

15 Domingo

16 Lunes

17 Martes

18 Miércoles

19 Jueves

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FASES A. - 1 DIN A4 Elección del arquitecto cuya obra se va a analizar Memoria de los motivos por los que se ha hecho esta elección B. 1ª FASE - 2 DIN A1 Dibujos - 2 DIN A4 Memoria

- 2 DIN A4 Reducción de los dos paneles DIN A1 - 1 DIN A4 Fotos de maqueta (sencilla) de volumetrías del edificio insertado en maqueta

del entorno B. 2ª FASE - 2 DIN A1 Dibujos - 2 DIN A4 Memoria - 2 DIN A4 Reducción de los dos paneles DIN A1

- 1 DIN A4 Fotos de maqueta de volumetrías del edificio insertado en maqueta del entorno

Se compararán las fotos de las dos fases. Tomar los mismos puntos de vista, al menos en alguna foto, para ver la evolución del proyecto.

B. 3ª FASE - 4 DIN A1 Dibujos - 4 DIN A4 Memoria - 4 DIN A4 Reducción de los dos paneles DIN A1 - 1 DIN A4 Fotos de maqueta B. 4ª FASE Exposición en fechas programadas de cada uno de vuestros trabajos

20

proy

ecto

s 4

PR

4

VALENCIA 1796

VALENCIA 1808

21

proy

ecto

s 4

PR

4

VALENCIA 1877

VALENCIA 1895