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UNIVERSIDAD DE GUAYAQUIL FACULTAD DE CIENCIAS PSICOLÓGICAS ANÁLISIS DE CASOS EN OPCIÓN AL TÍTULO DE PSICÓLOGA/O La calidad de las relaciones familiares como causa de las conductas disruptivas en el ámbito escolar AUTORA: REYNA ELIZABETH CASTRO CORTAZA TUTORA: MGS. EVELIN TORRES RONQUILLO GUAYAQUIL, MARZO 2017

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UNIVERSIDAD DE GUAYAQUIL

FACULTAD DE CIENCIAS PSICOLÓGICAS

ANÁLISIS DE CASOS EN OPCIÓN AL TÍTULO DE

PSICÓLOGA/O

La calidad de las relaciones familiares como causa de las

conductas disruptivas en el ámbito escolar

AUTORA: REYNA ELIZABETH CASTRO CORTAZA

TUTORA: MGS. EVELIN TORRES RONQUILLO

GUAYAQUIL, MARZO 2017

ii

DEDICATORIA

A Dios por ser quien me permite vivir un día más, por ser mi fortaleza, mi

soporte, mi guía.

A mis padres Margarita y José por permitirme soñar con la vida que ellos

no pudieron tener, por entregarme las herramientas para alcanzarla, por

su paciencia cuando me caí y por su entrega para ayudarme a levantar,

quienes han estado en todo momento dándome su bendición y su apoyo

incondicional siendo un hermoso ejemplo a seguir.

A mis hermanos Zena, Mildreth, Javier y Aron que desde un inicio jamás

dejaron de creer en mí, de motivarme, para alcanzar esta meta.

A mis amigas Silvia y Grace, mis ángeles quienes cuidan siempre de mí

siendo para mí más que mis amigas, mis hermanas gracias por tantos

años de amistad.

A mi hijo Sebastián Alexander, mi camino, mí luz, mi esperanza, mi motor

y motivos para continuar, eres todo en mi vida.

A mi Tutora Evelin quien ha tenido la sabiduría necesaria para poder

guiarme en este proceso, dándome ánimos para continuar, gracias por

hacer posible este momento tan importante en mi vida, por ser a más de

mi maestra un ser humano excepcional.

iii

RESUMEN

El presente trabajo de Titulación, modalidad análisis de casos

psicológicos, se fundamentó en la práctica realizada en la Escuela de

Educación Básica “Minerva” ubicada en el norte de la ciudad calle Emilio

Romero S/N y Benjamín Carrión, durante el año lectivo 2016, en la ciudad

de Guayaquil. El objetivo es analizar la calidad de las relaciones

familiares como causa de la conducta disruptiva de niños en el ámbito

escolar.

La metodología utilizada fue de tipo correlacional - cualitativa de

investigación acción, pues se trató de un tipo de investigación destinada a

buscar soluciones a problemas de un grupo, comunidad u organización.

Los instrumentos utilizados observación directa, entrevistas

semiestructurada, Test de Goodenough, Test de la Familia, Test de

Raven, Test Bender, Test de Funcionamiento Familiar FF-sil.

La importancia del trabajo de análisis de caso radica en las crecientes

cifras que se han ido revelando sobre el aumento de las dificultades de

convivencia de los niños en las escuelas del país y en la necesidad de

darle una respuesta desde la mirada del psicólogo del Departamento de

Consejería estudiantil, estudiando los modos de crianza y las dinámicas

que se dan al interior de las familias.

PALABRAS CLAVES: COMPORTAMIENTOS, CONDUCTAS

DISRUPTIVAS, INHIBICIÓN DE CONDUCTAS, PRIORIDADES,

RELACIONES FAMILIARES.

iv

INDICE

DEDICATORIA ........................................................................................... ii

RESUMEN ................................................................................................. iii

INDICE ....................................................................................................... iv

ÍNDICE DE ILUSTRACIÓN ........................................................................ vi

ÍNDICE DE TABLAS ................................................................................. vii

INTRODUCCIÓN ....................................................................................... 8

3. MARCO TEORICO .............................................................................. 13

3.1 Calidad de las relaciones familiares ............................................... 13

3.1.1 Relaciones al interior de la familia ............................................... 14

3.1.2 Contexto familiar .......................................................................... 15

3.1.3 Importancia del contexto familiar en el desarrollo infantil ............ 17

3.1.4 Estructura familiar y desarrollo infantil ......................................... 17

3.1.5 Clima familiar y desarrollo infantil ................................................ 18

3.1.6 Estilos de crianza ......................................................................... 19

3.1.7 Las relaciones afectivas y los estilos de socialización familiar .... 20

3.1.8 Familia, habilidades sociales y conducta prosocial...................... 22

3.1.9 La función de la familia y el desarrollo infantil ............................. 23

3.2 Conductas disruptivas .................................................................... 27

3.3 Trastorno de conducta .................................................................... 29

3.3.1 Criterios para el diagnóstico del Trastorno Negativista Desafiante

según DSM-IV-R .................................................................................. 30

3.4 Desarrollo social infantil .................................................................. 32

3.4.1 Desarrollo socio-afectivo en la infancia ....................................... 33

3.4.2 Desarrollo emocional en la edad preescolar y escolar ................ 35

v

3.4.3 Las habilidades sociales en los años preescolares ..................... 36

4.- METODOLOGIA ................................................................................. 38

4.1 Selección y definición del caso ...................................................... 38

4.1.1 Ámbitos en los que es relevante el estudio: ................................ 39

4.1.2 Problema: .................................................................................... 43

4.1.3 Preguntas de investigación .......................................................... 45

4.1.4 Objetivos de la investigación: ...................................................... 45

4.1.5 Sujetos de Información: ............................................................... 46

4.1.6 Fuentes de datos: ........................................................................ 46

4.1.7 Constructos del estudio ............................................................... 49

4. DESCRIPCIÓN DE LOS RESULTADOS POR CASO ......................... 50

6. ANÁLISIS E INTERPRETACIÓN ......................................................... 56

6.1 ANÁLISIS DE RESULTADOS POR TÉCNICAS APLICADAS ....... 58

6.2 ANÁLISIS INTEGRADOR DE LOS INSTRUMENTOS APLICADOS

(TRIANGULACION) .............................................................................. 71

6.3 DISCUSIÓN DE RESULTADOS..................................................... 74

CONCLUSIONES .................................................................................... 78

RECOMENDACIONES ............................................................................ 79

BIBLIOGRAFÍA ........................................................................................ 80

ANEXOS .................................................................................................. 83

vi

ÍNDICE DE ILUSTRACIÓN

Ilustración 1 Distribución de alumnos por edad ....................................... 56

Ilustración 2 Rango por sexo ................................................................... 57

Ilustración 3 Resultados Test de Funcionamiento Familiar FF-SIL .......... 58

Ilustración 4. Roles e indicadores emocionales ....................................... 60

Ilustración 5 Porcentaje de indicadores ................................................... 61

Ilustración 6. Indicadores emocionales .................................................... 63

Ilustración 7. Resultados estadísticos conductas observables ................ 65

Ilustración 8. Conducta Inatención - distracción ...................................... 66

Ilustración 9. Indicador impulsividad ........................................................ 67

Ilustración 10. Indicador dificultades emocionales ................................... 68

Ilustración 11 Resultados de Cuestionario de Conductas Disruptivas ..... 69

vii

ÍNDICE DE TABLAS

Tabla 1 Constructos dimensiones e indicadores ..................................... 49

Tabla 2 Resultados de los casos 1 - 2 ..................................................... 50

Tabla 3 Resultados de los casos 3 - 4 ..................................................... 52

Tabla 4 Resultados de los casos 5 - 6 ..................................................... 54

Tabla 5 Distribución de alumnos por edad .............................................. 56

Tabla 6 Características por rango de sexo .............................................. 57

Tabla 7 Resultados Test FF-sil ................................................................ 58

Tabla 8 Resultados Test dibujo de la familia ........................................... 60

Tabla 9 Indicadores emocionales test Goodenough ................................ 61

Tabla 10 Indicadores emocionales test Bender ....................................... 63

Tabla 11 Resultado general test Raven ................................................... 64

Tabla 12 Conductas observables en casos estudiados ........................... 65

Tabla 13 Resultados cuestionario indicadores: inatención - distracción .. 66

Tabla 14 Resultados cuestionario indicador: impulsividad ....................... 67

Tabla 15 Resultado cuestionario indicador: dificultades emocionales ..... 68

Tabla 16 Resultado de cuestionario: conductas disruptivas .................... 69

8

INTRODUCCIÓN

La Asociación de Psicología Americana (APA) denominó al periodo

2000-2010 como la “Década de la Conducta”, cuyo objetivo era promover

y orientar los esfuerzos y la creatividad de las ciencias sociales y

humanas para hallar soluciones a los relevantes y acuciantes problemas

de una sociedad convulsionada, esto tiene relación con lo que en los

últimos años se ha evidenciado en la sociedad ecuatoriana, un problema

que está preocupando a las autoridades en el sistema educativo en

general y que se vive desde los primeros años en las escuelas,

constituyéndose como uno de los motivos más frecuentes de consulta y

asistencia psicológica debido a los conflictos que este genera: “el mal

comportamiento de los niños” en el aula de clase.

El presente trabajo pretende ser un aporte que posibilite,

escrudiñar más profundamente la calidad de las relaciones familiares

como causa de la conducta disruptiva de niños en el ámbito escolar. Los

principales actores del hecho educativo son niños que provienen de

diversos contextos sociales, por consiguiente, la institución escolar se

convierte en la receptora de múltiples realidades, los niños reflejarán

nuevas formas de actuar, convivir y comunicarse que afecta directa o

indirectamente la dinámica educativa.

El interés por el problema de investigación está fundamentado en

las crecientes cifras que se han ido revelando sobre el aumento de las

dificultades de convivencia de los niños en las escuelas del país. El MEC

a través de los DECE ha hecho frente a la problemática, pero las

principales causas están en el interior de las familias, de los modos de

crianzas y de las dinámicas que se dan. Algunos estudios muestran una

9

fuerte relación entre la disfunción familiar, el auto-concepto, autoestima y

la conducta disruptiva en los adolescentes, impidiendo el desarrollo

evolutivo normal, y por ende de la construcción de la función ejecutiva,

como posibilitadora de acciones ajustadas a la realidad compartida, tanto

con adultos como con sus pares.

Virginia Casado (2016), en un artículo publicado en la revista

colombiana Lifeder.com, escribe: Los niños son la población más

vulnerable para los trastornos de la conducta y los problemas psicológicos

en general, ya que no suelen percibir que tienen un problema y no buscan

ayuda.

Según la revista colombiana de Psicología, a nivel mundial existen

estudios que reportan que un número importante tanto de niños como de

adolescentes presenta algún problema emocional o de conducta (Kohn et

al., 2001; Rescorla et al., 2007); pero es específicamente en México

donde autores como Caraveo, Colmenares y Martínez (2001) reportan

que aproximadamente la mitad de los menores presentan algún síntoma

emocional o de conducta, de los cuales, el 16% presentaban cuatro a más

síntomas. Los problemas que se presentaron con mayor frecuencia

fueron: inquietud (19%), irritabilidad (17%), nerviosismo (16%), déficit de

atención (14%), desobediencia (13%), explosividad (11%), conducta

dependiente (9%); encontrándose en relación de riesgo los niños de sexo

masculino, estas acciones se caracterizan por irrumpir o llamar la atención

de forma inapropiada e innecesaria, es por ello que se consideran

desajustadas a las normas sociales.

En el marco teórico de la investigación, se analiza la importancia

del papel socializador y formador de valores de la familia, la importancia

del contexto familiar, los estilos de crianza. Al respecto Lawrence E.

10

Shapiro (2002) indica que cuando la familia no potencia el desarrollo del

niño porque no cumple con sus funciones de protección, de supervivencia

y de afecto esto produce problemas de conducta. Un factor de riesgo muy

común para los problemas de conductas son las escasas expectativas de

los padres, que normalmente se traducen en una educación

extremadamente difícil.

También se detalla cuáles son los criterios considerados en el

DSM IV- R para el diagnóstico de conducta disruptiva. Según señalan

Barragán Pérez, Garza Peña, Benavides Guerrero, Hernández Aguilar

(2005), resaltan que las conductas disruptivas son frecuentes en más de

la mitad de los pacientes pediátricos con epilepsia, impactan sobre su

funcionamiento psicosocial global y provocan el rechazo de la sociedad.

La Real Academia Española RAE (2001), define disruptivo como

“Que produce ruptura brusca”; es un término que deriva de la física. La

RAE lo asocia al concepto de descarga disruptiva, definiéndola como:

descarga brusca que se produce cuando la diferencia de potencial entre

dos conductores excede de cierto límite, y que se manifiesta por un

chispazo acompañado de un ruido seco.

Por las características de la muestra, 6 niños de entre 4 y 7 años,

de edad escolar, hemos puesto especial énfasis en el desarrollo social

infantil, en el desarrollo socio afectivo en la infancia, en el desarrollo de

las habilidades sociales en los años preescolares, y en el desarrollo

emocional en la edad preescolar y escolar. La metodología utilizada fue

de tipo correlacional - cualitativa de investigación acción, pues se trató de

un tipo de investigación destinada a buscar soluciones a problemas de un

grupo, comunidad u organización.

11

Siguiendo el pensamiento de Beatriz B., Edith, 2008, es necesario

tomar en cuenta que los niños y adolescentes que presentan problemas

de comportamiento son todo un desafío para las escuelas y es importante

comprender y aproximarse a las posibles causas de dichos trastornos y

poder así iniciar un tratamiento que permita a dichos sujetos reinsertarse

en los contextos familiares, escolares y sociales al cual pertenecen.

En esta intervención se investigaron a profundidad la calidad de las

relaciones familiares como causa de las conductas disruptivas en el

ámbito escolar las mismas que se pueden observar en su comportamiento

y que mediante la investigación realizada en la institución se pudieron

detectar a través de la observación, los diálogos con los niños, las

entrevistas realizadas a los padres de familia y a través del análisis de

estos datos se permitió establecer que las relaciones intrafamiliares son

un factor determinante en dichos comportamientos.

En tal sentido Nicol, (1995) considera que para la mayoría de los

casos de trastornos disruptivos en niños, su expresión más común es la

agresividad, vista ésta como el conjunto de acciones interpersonales

expresadas en la forma de conductas físicas y verbales consideradas

destructivas o dañinas para otros o para sí mismo. Con ello se plantea

que las conductas agresivas presentes en los niños de edad preescolar

son determinantes en la formación integral del niño.

La premisa básica por lo cual es necesario trabajar la problemática

de la calidad de las relaciones familiares se debe a que los niños están

siendo los más afectados debido a las numerosas limitaciones y

desventajas a las que se enfrentan lo cual configura el ambiente en el que

ellos van a crecer y educarse. Por tanto, conocer los aspectos concretos

que pueden llegar a convertirse en potenciales estresores para estas

12

familias, puede ayudar a prevenirlos y buscar las maneras de abordarlos

los más eficazmente posible de forma que se puedan reducir los

problemas derivados de ellos así como mejorar el bienestar de la familias

y por ende el de los niños.

Es importante detectar de forma temprana la presencia de estos

problemas debido al importante impacto negativo que tienen sobre todos

los ámbitos del desarrollo infantil a corto, medio y largo plazo, tomando

en cuenta que dentro de la problemática psicosocial destaca, entre otras,

las situaciones de agresividad en los niños. Para Hibbs y Jensen (1996)

los trastornos de la conducta disruptiva en la niñez usualmente progresan

hacia conductas agresivas en la escuela, constituyéndose luego en

delincuentes, criminales y violencia en la adolescencia y la vida adulta

temprana.

Entidades como el Ministerio de Salud y Ministerio de Educación,

han puesto énfasis en temas relacionados con la salud mental,

considerando el desarrollo integral del ser humano desde una mirada bio-

psico-social, ya que es parte fundamental para el desarrollo de un

individuo en todas sus áreas: social, familiar, escolar, personal, más aún,

si se trata de adolescentes y que en un momento de su vida sea base

para el desarrollo integral.

Las técnicas utilizadas fueron la observación directa, entrevistas

semiestructurada, Test de Goodenough, Test de la Familia, Test de

Raven, Test Bender, test de Funcionamiento Familiar FF-sil.

13

3. MARCO TEORICO

3.1 Calidad de las relaciones familiares

La bibliografía internacional señala a la calidad de las relaciones

entre padres e hijos como un factor protector de rasgos psicosociales y un

signo de inclusión social positivo, la misma que influye de una manera

significativa en el desarrollo de la dimensión social y que es determinante

en los procesos de socialización de la primera infancia, dichas

características psicosociales e institucionales de la familia y las relaciones

interpersonales se establecen entre los integrantes de la familia e

involucra aspectos de desarrollo, de comunicación, interacción y

crecimiento personal, teniendo una influencia directa en el desarrollo

social de los hijos.

Según indica Noller, Feeney & Peterson, (2001) las relaciones

familiares son las más complejas y duraderas de todas las que

mantenemos a lo largo de nuestras vidas. Estas relaciones tienen un

profundo efecto en el funcionamiento del individuo, pues son confiables

predictores de la autoestima y del comportamiento interpersonal en

distintos contextos, afectando así las relaciones futuras.

Cada familia está formada por un grupo de individuos que se

encuentran regidos por normas y reglas sociales de comportamiento,

están interrelacionados a través de su formación van desarrollando

patrones culturales, tradicionales, políticos y religiosos, tratando de lograr

la satisfacción emocional e individual de cada uno de los integrantes para

su mejor desarrollo como indica Hernández (2005), al mencionar la

importancia que tiene la familia siendo esta un sistema que se encuentra

constituida por una red de relaciones y conformada por subsistemas.

De acuerdo con Noller, Feeney y Peterson (2001), uno de los

elementos clave de estas relaciones interpersonales es la comunicación

interpersonal, ya que permite el desarrollo de una visión compartida, la

14

negociación de reglas de la relación, la expresión de afecto y cuidado, la

toma de decisiones y la resolución de conflictos.

Es por ello que se entiende a la calidad de vida como un concepto

que refleja las condiciones de vida deseadas por una persona, en relación

con ocho necesidades fundamentales que representan el núcleo de las

dimensiones de la vida de cada uno, que son: bienestar emocional,

relaciones interpersonales, bienestar material, desarrollo personal,

bienestar físico, autodeterminación, inclusión social y derechos.

El desarrollo socio-afectivo y la socialización en la infancia está

relacionada con la participación, la crianza y la estimulación en la familia,

como se destaca en los lineamientos de la UNICEF (2004), al resaltar la

participación del padre en el desarrollo infantil, la importancia de

identificar y optimizar las fortalezas de la familia en la crianza de los niños

y niñas. Por lo tanto, el desarrollo psicosocial en la infancia influirá

significativamente en las oportunidades de aprendizaje y sociales que

pueda tener en el futuro.

3.1.1 Relaciones al interior de la familia

Cuando los padres se relacionan con los hijos de manera fría,

distante, a través de la interacción basada en el rechazo y el

abuso, se impide su evolución afectiva, estas demostraciones

insuficientes pueden convertirse en factores de riesgo debido a que

originan vínculos familiares débiles, insatisfacción, sentimientos de

desesperanza y desprotección, dificultades para crear y desarrollar

apego.

Las interacciones evasivas, propias de los padres que han

optado por un método de crianza basado en la indiferencia, se

traducen en despreocupación por los sentimientos, necesidades y

percepciones de niños, jóvenes y adolescentes, así como en pobre

estimulación positiva, escasa paciencia y comprensión, condiciones

15

que pueden llevar a que los chicos perciban el mundo como hostil

e impredecible y a que desarrollen sentimientos que les impedirán

establecer adecuados procesos de socialización.

Es por ello que se considera la socialización en la familia como

un proceso de aprendizaje no formalizado, en el que para Musitu y

Allatt (1994) a través de un complejo proceso de interacciones, los

niños asimilan conocimientos, actitudes, valores, costumbres,

necesidades, sentimientos y demás patrones culturales que

caracterizan para toda la vida su estilo de adaptación al ambiente.

La socialización se despliega como una función psicológica, de cada

uno de sus miembros y de la organización social. Para Molpeceres

(1994), la socialización es el eje fundamental sobre el que se

articula la vida intrafamiliar y el contexto sociocultural con su carga de

roles, expectativas, creencias y valores.

En el seno familiar según indica Musitu y Cava (2001), se

consiguen los valores, creencias, normas y formas de conducta ajustados

a la sociedad, siendo la familia quien presenta a los niños, los

diversos elementos propios de la cultura, determinando en cierta

medida el éxito social de estos. Sin embargo, los niños no actúan

en dicho proceso como sujetos pasivos; la socialización es un

proceso interactivo mediante el cual se transfieren los contenidos

culturales que se incorporan en forma de conductas y creencias a la

personalidad de los seres humanos.

3.1.2 Contexto familiar

La familia es una entidad universal que se manifiesta de diversas

maneras y con distintas funciones, como contexto primordial es donde el

niño consigue las cualidades primarias de subjetividad que lo diferencian

como seres sociales y pertenecientes a un determinado régimen social,

por ello la teoría sistémica la define como un sistema conformado por un

16

conjunto de unidades, que se caracterizan por ser organizadas e

interdependientes, ligadas entre sí por reglas de comportamiento y por

una serie de funciones dinámicas, en constante interacción e intercambio,

no sólo entre ellas sino con el exterior.

En el seno de la familia se establecen desde muy temprano

relaciones interpersonales muy profundas y estables, siendo el lazo

emocional más importante durante la primera infancia y el vínculo de

apego que el niño establece con una o varias personas del sistema

familiar, principalmente con los padres, dicho apego tiene una función

adaptativa tanto para el niño como para los padres y el sistema familiar en

conjunto, este vínculo permite desarrollar un sentimiento básico de

confianza y seguridad en su relación, como para afrontar las separaciones

breves de sus padres, constituyendo además un prototipo o un modelo

interno de relaciones que guiará las relaciones sociales y afectivas

posteriores.

Según Torres, Ortega, Garrido y Reyes (2008), la familia es “un

sistema de interrelación biopsicosocial que media entre el individuo y la

sociedad y se encuentra integrada por un número variable de individuos,

unidos por vínculos de consanguinidad, unión, matrimonio o adopción”.

Por ello es importante tomar en cuenta que la familia y las pautas de

crianza adecuadas son necesarias para el desarrollo de habilidades

sociales y de conductas prosociales en la infancia, es importante brindar

sensibilización y orientación que destacan el tipo de normas que una

familia establece, los recursos y procedimientos que utilizan para hacer

cumplir dichas normas, junto con el grado de afectividad, comunicación y

apoyo entre padres e hijos, lo que será fundamental para su crecimiento

personal, interiorización de valores, habilidades sociales y la toma de

decisiones para resolver conflictos.

Al respecto Richard de Minzi (2005), considera que las familias

democráticas son las que promueven afrontamientos adaptativos y

protectores ante la depresión y la soledad, mientras que las familias

17

autoritarias pueden generar inseguridad, evitación de los problemas,

afrontamientos desadaptativos, depresión, tomando en cuenta que la

soledad se asociada al rechazo y al desinterés de los padres.

3.1.3 Importancia del contexto familiar en el desarrollo infantil

La responsabilidad de educar a los hijos ha recaído durante

muchos años en el grupo familiar y progresivamente, la escuela y otros

agentes educativos han ido asumiendo la tarea y la responsabilidad de

satisfacer las necesidades que plantea el desarrollo de los niños y de

preparar su futuro en el seno de la sociedad.

La familia es el primer núcleo de convivencia y de actuación del

niño, donde irá modelando su construcción como persona a partir de las

relaciones que allí establezca y, de forma particular, según sean

atendidas sus necesidades básicas (Brazelton y Greenspan, 2005). Este

proceso de construcción de su identidad se dará dentro de un entramado

de expectativas y deseos que corresponderán al estilo propio de cada

núcleo familiar y social.

Los padres como primeros cuidadores, en una situación

“suficientemente” buena, establecerán un vínculo, una sintonía con el

niño/a que les permitirá interpretar aquellas demandas de atención y de

cuidado que precise su hijo en cada momento.

3.1.4 Estructura familiar y desarrollo infantil

Las primeras investigaciones operativizaron a la estructura familiar

como el número de miembros o tamaño de la familia. Pero la sociedad ha

sufrido grandes cambios en los últimos años, repercutiendo directamente

en modificaciones experimentadas por la estructura familiar: el incremento

del divorcio y su incidencia en la familia monoparental, la incorporación de

la mujer al mundo laboral, la “normalización” de las parejas de hecho, por

18

lo cual la tipología de estructura familiar ha aumentado

considerablemente.

Por estas razones como indican Connolly & Smith, (1985), lo que

nos interesa de la estructura familiar no es tanto el número de

componentes de la familia, sino la repercusión de esa estructura en la

posibilidad de interacción del niño con otros niños y adultos dentro del

hogar.

Es por ello que Block (1986) aporta un interesante descubrimiento,

y es que la inadaptación psicológica que se encuentra en un niño que ha

pasado por una situación de divorcio, se origina antes de que éste se

produzca, como consecuencia, seguramente, de la relación hostil que se

vive en casa. De hecho, en muchas ocasiones los niños no definen el

divorcio como una catástrofe, sino que opinan que es la mejor opción para

solucionar problemas emocionales y de adaptación psicológica.

3.1.5 Clima familiar y desarrollo infantil

El clima familiar ideal está definido por conductas de apoyo,

afectividad y razonamiento, que fomenta la autonomía personal, frente al

clima familiar adverso, definido por conductas agresivas y autoritarias, y

fomentador de trastornos de la personalidad. La solidaridad, el

acercamiento, los vínculos de afecto y el cariño son atributos clave de las

relaciones familiares, que las distingue de otros marcos sociales más

superficiales (Wish etal., 1976).

Por otro lado, Román y Musitu, (1985), indican que la evitación, el

abandono y la separación son la antítesis de la cohesión familiar y

suponen una gran amenaza para el mantenimiento de las relaciones

familiares lo más importante del clima familiar es que de él depende el

estado de ánimo colectivo y en buena medida, el estado de ánimo

individual.

19

El clima familiar se ha asociado frecuentemente al autoconcepto

infantil, así Estarelles (1997), observa que un clima de cohesión, la

percepción de tolerancia, respeto y aceptación materna, así como un

control moderado, incide fuertemente en la adaptación del niño y en su

auto-aceptación y facilita las relaciones interpersonales. Estos buenos

resultados se asocian a un clima familiar positivo, es decir aquel que se

caracteriza fundamentalmente por afecto y apoyo parental, cohesión

familiar, ausencia de conflicto y, en menor medida, control parental.

3.1.6 Estilos de crianza

El proceso de crianza involucra satisfacer las necesidades de

los hijos en cuanto se refiere a cuidados, sustento (físico y emocional),

protección, educación (formación de hábitos, transmisión de valores y

adquisición de medios para la adaptación a partir de la escolarización),

control, supervisión, acompañamiento, afecto, empatía y apego;

cuando estas funciones no se cumplen en su totalidad, la familia ya

no es percibida por sus miembros como un proyecto común y

solidario, el apego es insuficiente y las relaciones al interior del grupo se

convierten en factores de riesgo. Entre los diferentes métodos de

crianza, los que pueden ser considerados factores de riesgo son:

Con una disciplina autoritaria e inflexible, frecuentemente se

incorporan también violencia y maltrato, motivo por el que niños y

adolescentes pueden presentar problemas de personalidad y

temperamento, como inadecuada autoestima, inseguridad, rebeldía o

incluso, alteraciones en su capacidad para tolerar la frustración e

insatisfacción por la resolución de sus necesidades afectivas.

El método de crianza permisivo-protector determina factores de

riesgo como la inseguridad en niños y adolescentes, un inadecuado

desarrollo de sus habilidades, escaso contacto social, baja tolerancia a

20

la frustración y escasa capacidad para demorar las gratificaciones, entre

otros.

La adopción del método de crianza denominado indiferente

supone un escaso contacto emocional entre los miembros de la

familia y puede ocasionar que niños y adolescentes tengan

problemas para fortalecer adecuadamente su autoconfianza y para

desarrollar la capacidad del autocontrol; asimismo, sus sentimientos

de pertenencia y apego familiar pueden encontrarse afectados.

Para Bandura (1983), en un estudio realizado concluyó, que

cuando las madres y padres, habían instruido a sus hijos que se

defendieran de las amenazas utilizando la violencia, o sea incorporaran el

concepto de agresión por agresión, aprendían que la violencia es positiva,

ya que cuando se utiliza se es más respetado. Por consiguiente, la

situación se empeora cuando la conducta violenta es valorizada

positivamente en el ambiente familiar, siendo esto uno de los motivos que

conlleva a la agresividad y que afecta de manera directa a los niños y que

puede ser una problemática de mayor impacto con el pasar de los años.

Los primeros que deben rechazar la conducta violenta son los

padres y demostrar a través de su conducta cotidiana el compromiso para

con la paz y los derechos humanos (Bandura, 1983).

3.1.7 Las relaciones afectivas y los estilos de socialización familiar

En el seno de la familia se establecen desde muy temprano

relaciones interpersonales muy profundas y estables, siendo para los

hijos, el lazo emocional más importante, al menos en la primera infancia y

el vínculo de apego que el niño establece con una o varias personas del

sistema familiar, principalmente con los padres. El apego tiene una

función adaptativa tanto para el niño como para los padres y el sistema

familiar en conjunto, así como para la supervivencia de la especie.

Además, este vínculo permite desarrollar un sentimiento básico de

21

confianza y seguridad en su relación tal que el niño se siente tranquilo

para aventurarse a explorar el entorno, afrontar separaciones breves de

sus padres, constituyendo además un prototipo o un modelo interno de

relaciones que guiará las relaciones sociales y afectivas posteriores

(López y Ortiz, 1999; Ortiz, Fuentes y López, 1999).

Los primeros modelos explicativos de la socialización familiar de

cierto alcance en psicología evolutiva tuvieron entre uno de sus objetivos

básicos la clasificación de los estilos de crianza y educación empleados

por los padres. Entre todos ellos destaca el formulado por Maccoby y

Martin (1983) quienes realizaron una exhaustiva revisión de las tipologías

de estilos de socialización, cuyo resultado más destacado es que todas

ellas basaban su clasificación en la combinación de dos dimensiones

básicas: el afecto y la comunicación existente entre padres e hijos y el

control y las exigencias que se manifiesta en tales relaciones. Las

posibles combinaciones de estas dos dimensiones daban lugar a cuatro

estilos educativos: democrático, autoritario, permisivo o indiferente-

negligente.

En el estilo democrático, el mostrar afecto al niño y ser sensible a

sus necesidades se combinan con una cierta firmeza en el mantenimiento

de las normas y principios que se establecen razonadamente con el niño.

Los niños gozan de un buen margen de libertad y las normas existentes,

claras, adaptadas a sus posibilidades y consistentes, se justifican ante

ellos, es decir, se utiliza la disciplina inductiva, por lo que las normas

pueden cambiar si hay razones para ello.

Por su parte, en el estilo autoritario, predomina la existencia de

abundantes normas y la exigencia de una disciplina bastante estricta. Las

normas no suelen justificarse ni tomar en consideración los puntos de

vista o necesidades de los niños, lo que dice bastante del escaso interés

por las necesidades infantiles y por establecer canales comunicativos con

ellos, así como de las pobres expectativas paternas sobre las

capacidades madurativas de sus hijos.

22

Existen altos niveles de comunicación y afecto, creándose una

dinámica familiar donde el niño se siente querido y goza de muy amplias

libertades de acción y expresión. Sin embargo, las escasas normas y

demandas madurativas planteadas al niño, así como la pobre supervisión

del cumplimiento de las existentes, basadas en la creencia de que los

niños no deben ser reprimidos en sus impulsos, hacen que los niños

encuentren muy pocas exigencias a las que hacer frente, por lo que no

suelen asumir compromisos familiares, escolares ni sociales.

Por último, los padres encuadrados en el estilo indiferente-

negligente son los que muestran una menor implicación con sus hijos. La

expresión de afecto es mínima, así como también lo es la sensibilidad a

las necesidades e intereses del niño, incluso en aspectos básicos, por lo

que esta situación puede llegar al abandono infantil, una de las formas de

maltrato. En la dimensión exigencias y control, lo más frecuente es la

ausencia de controles y normas, pero a veces también pueden mostrar

normas o controles excesivos no justificados e incoherentes y supervisión

colérica.

3.1.8 Familia, habilidades sociales y conducta prosocial

La familia y las pautas de crianza adecuadas facilitan el desarrollo

de habilidades sociales y de conductas prosociales en la infancia, por lo

cual es importante brindar sensibilización y orientación. Mestre et al.

(1999) destacan que el tipo de normas que una familia establece, los

recursos y procedimientos que utilizan para hacer cumplir dichas normas,

junto con el grado de afectividad, comunicación y apoyo entre padres e

hijos, son fundamentales para el crecimiento personal, la interiorización

de valores, las habilidades sociales y la toma de decisiones para resolver

conflictos.

Las familias con estilos democráticos o asertivos promueven un

adecuado desarrollo socio-afectivo. En sus investigaciones Richard de

23

Minzi (2005) encontró que las familias democráticas promueven

afrontamientos adaptativos y protectores ante la depresión y la soledad,

mientras que las familias autoritarias generan inseguridad, evitación de

los problemas, afrontamientos desadaptativos, depresión, además, la

soledad está asociada al rechazo y al desinterés de los padres.

3.1.9 La función de la familia y el desarrollo infantil

Para Winnicott (1984) la familia contribuye decididamente a la

madurez emocional del niño en tanto permite el despliegue de un alto

grado de dependencia en los comienzos de la vida, y paulatinamente da

la oportunidad de ingresar a otras unidades sociales cada vez más

alejadas del núcleo familiar. Tomada así, la familia funcionaría a la

manera de un puente que permite sobrepasar la dependencia inicial del

cuidado de los padres hacia la esfera de lo social extrafamiliar.

En todo momento el niño tiene un determinado nivel de

competencia real frente a la tarea. El adulto conoce o hace una

estimación de este nivel de competencia, pero no plantea la tarea a este

nivel, sino que lo hace a un nivel inmediatamente superior (sobre-

atribución de las competencias del niño) y ofrece las ayudas y apoyos

necesarios y justos (ajuste del nivel de ayuda) para que la tarea sea

exitosa a este nivel con la participación activa del niño. Las interacciones

adulto-niño que presentan estas características son, en términos de

Vygotsky, interacciones en la ZDP.

Con respecto a esto Vygotsky expresa:

“La ZDP no es otra cosa que la distancia entre el nivel real de

desarrollo, determinado por la capacidad de resolver independientemente

un problema, y el nivel de desarrollo potencial, determinado a través de la

resolución de un problema bajo la guía de un adulto o en colaboración,

con otro compañero más capaz.” (Vygotsky, 1979: 133)

24

Piaget (1962) creía que el desarrollo humano consiste en la

adquisición de esquemas, estructuras cognoscitivas básicas que

posibilitan el pensamiento organizado y la acción. (Flavell, 1985).

Pensamientos y acciones no son sinónimos de los esquemas, sino sus

manifestaciones abiertas. Los esquemas de que disponen los individuos

determinan sus reacciones a los acontecimientos; reflejan sus

experiencias y comprenden la totalidad de sus conocimientos en cualquier

momento dado. Probablemente, los esquemas se desarrollan con la

maduración y por experiencias algo más avanzadas de las que se

encuentran en las estructuras cognoscitivas. La imitación se restringe a

las actividades que corresponden a los esquemas presentes. Los niños

imitan las conductas que entienden, pero no las que son incongruentes

con sus estructuras cognoscitivas; por lo tanto, el desarrollo debe

preceder a la imitación.

La familia es el ámbito privilegiado de construcción de subjetividad

(aunque no es el único). Las transformaciones socio históricas producen

modificaciones en la representación social acerca de los niños y las

familias. Qué es un niño, una niña, un hijo, una hija, un padre, una madre

es producto de lo que cada sociedad determina como lo esperable para

cada uno de estos sujetos o estos roles de acuerdo a variables históricas

y culturales.

Ahora bien, a la hora de pensar en las nuevas configuraciones

familiares, S. Bleichmar (2008) sostiene que es necesario redefinir el

concepto de familia, entendiéndola fundamentalmente en términos de una

“asimetría “que determina la responsabilidad del adulto con respecto al

niño.

Vygotsky (1979), señala que todo aprendizaje en la escuela

siempre tiene una historia previa, todo niño ya ha tenido experiencias

antes de entrar en la fase escolar, por tanto aprendizaje y desarrollo están

interrelacionados desde los primeros días de vida del niño.

25

El conocimiento es un producto de la interacción social y de la

cultura. Aunque es cierto que la teoría de Jean Piaget nunca negó la

importancia de los factores sociales en el desarrollo de la inteligencia,

también es cierto que es poco lo que aportó al respecto, excepto una

formulación muy general de que el individuo desarrolla su conocimiento

en un contexto social. Precisamente, una de las contribuciones esenciales

de Lev Vygotsky ha sido la de concebir al sujeto como un ser

eminentemente social, en la línea del pensamiento marxista, y al

conocimiento mismo como un producto social. De hecho, Vygotsky fue un

auténtico pionero al formular algunos postulados que han sido retomados

por la psicología varias décadas más tarde y han dado lugar a

importantes hallazgos sobre el funcionamiento de los procesos cognitivos.

Quizá uno de los más importantes es el que mantiene que todos los

procesos psicológicos superiores (comunicación, lenguaje, razonamiento,

etc.) se adquieren primero en un contexto social y luego se internalizan.

Pero precisamente esta internalización es un producto del uso de un

determinado comportamiento cognitivo en un contexto social.

Uno de los ejemplos más conocidos al respecto es el que se

produce cuando un niño pequeño empieza a señalar objetos con el dedo.

Para el niño, ese gesto es simplemente el intento de agarrar el objeto.

Pero cuando la madre le presta atención e interpreta que ese movimiento

pretende no sólo coger sino señalar, entonces el niño empezará a

interiorizar dicha acción como la representación de señalar.

“Un proceso interpersonal queda transformado en otro

intrapersonal. En el desarrollo cultural del niño, toda función aparece dos

veces: primero, a escala social, y más tarde, a escala individual; primero,

entre personas (interpsicológica), y después, en el interior del propio niño

(intrapsicológica). Esto puede aplicarse igualmente a la atención

voluntaria, a la memoria lógica y a la formación de conceptos. Todas las

funciones psicológicas superiores se originan como relaciones entre seres

humanos”. (Lev Vygotsky, 1978. pp. 92-94).

26

Según la postura cognoscitiva social, la gente no es impulsada por

fuerzas internas ni controlada y moldeada automáticamente por estímulos

externos. No: el funcionamiento humano se explica en términos de un

modelo de reciprocidad tríadica en el que la conducta, los factores

personales cognoscitivos y de otra clase, así como los acontecimientos

del entorno son determinantes que interactúan unos con otros. (Bandura,

1986, p. 18).

Los padres y los maestros son modelos de posición elevada para

casi todos los niños. El alcance de la influencia del adulto en el

modelamiento infantil puede ser muy general. Aunque los maestros son

modelos importantes en el desarrollo de las habilidades intelectuales, no

es raro que su influjo se extienda a otras áreas, como las conductas

sociales, los logros académicos e incluso los atuendos y los

amaneramientos (Rosenthal y Bandura, 1978).

Según Bandura (1982), la imitación es una modalidad necesaria de

aprendizaje, ya que “si el único aprendizaje posible fuera el que se da a

través de las consecuencias de los ensayos y errores, las perspectivas de

supervivencia serían escasas...”. Así, y teniendo en cuenta los procesos

señalados en el apartado anterior, entendemos que, en gran medida, el

aprendizaje es una actividad de procesamiento de información a partir de

su transformación en representaciones simbólicas que sirven de guía para

el comportamiento. Según Bandura, en el aprendizaje por imitación, el

modelo es fuente de información, interviniendo básicamente a lo largo de

todo el proceso: a) procesos de atención; b) procesos de retención; c)

procesos de producción; d) procesos de motivación. Según Leyens

(1982), “mientras la atención y la retención afectan esencialmente a la

adquisición, la reproducción motriz y la motivación intervienen sobre todo

a nivel de rendimiento”.

27

3.2 Conductas disruptivas

La conducta disruptiva en el aula de clase se puede definir como

una situación problemática, inapropiada y molesta para el docente. De

acuerdo con esto, se puede considerar como disrupción desde un

comportamiento leve (trato inadecuado, rechazo al aprendizaje) hasta los

más graves (agresiones y comportamientos violentos). Son acciones que

entorpecen y en algunos casos impiden los procesos de enseñanza

aprendizaje. Se trata de actos que se ven reflejados en indisciplina,

desafío a la autoridad y rechazo a cumplir y obedecer las normas

establecidas.

Estas conductas disruptivas, según Banús (2010) están asociadas

a factores relacionados con el entorno del estudiante, componentes socio-

demográficos; elementos socio-pedagógicos referidos a estilos de

enseñanza, características personales del estudiante y características

personales del profesor, y factores sociales y factores familiares.

El comportamiento del niño en la escuela, es producto del ambiente

socio-psicológico del hogar, la comunidad, la escuela misma, y su propia

personalidad. Los padres y docentes, símbolos de autoridad para ellos,

deben analizar los factores que puedan estar influyendo para generar

rasgos de conductas no esperados, ni deseados. Sin embargo, en la

actualidad, es común escuchar al docente quejarse por la disminución de

su autoridad frente a los niños disruptivos, por la falta de apoyo y

cooperación de la familia.

Los agentes sociales más representativos en la educación del niño

y niña son la familia y la escuela, responsables de la socialización

primaria y secundaria. Según indica Rodríguez (2006), los agentes de

socialización son responsables de la transmisión de normas, valores y

modelos de comportamiento y, dentro de ellos, la familia es el más

importante pues constituye el nexo entre el individuo y la sociedad,

permitiéndole interiorizar los elementos básicos de la cultura y desarrollar

las bases de su personalidad.

28

La característica principal de este trastorno es la presencia de una

serie de conductas y actitudes desafiantes o negativas en el niño o

adolescente, que desembocan en enfados y discusiones. Estas conductas

pueden presentarse solo en un ambiente que suele ser el familiar o el

escolar, aunque en los casos más graves las conductas se presentan en

todos los entornos.

Existen diversos modelos que pretenden explicar los problemas de

conducta en la infancia. Posiblemente el más importante es el de

Patterson (1982) según el cual el papel de las interacciones inadecuadas

entre padres y niño, explicarían la aparición y mantenimiento de las

conductas disruptivas del menor.

Según el modelo de Patterson, la conducta coercitiva de un

miembro de la familia es reforzada cuando tiene consecuencia la

desaparición de un estímulo aversivo que ha sido aplicado por otro

miembro de la familia. Es decir, son los factores de aprendizaje los

determinantes de la ocurrencia de la conducta.

Otros autores como Moreno y Revuelta (2002) defiende otros

factores como:

1. Características propias de los padres: dar órdenes e

instrucciones, habilidades de comunicación, pautas para

establecer disciplina, etc.

2. Características propias del niño: mayor o menor reactividad

ante los estímulos, mayor o menor actividad motora, sesgos

cognitivos, etc.

3. Características propias de la interacción: problemas

familiares, problemas de pareja estilos de comunicación, etc.

4. Situaciones problemáticas externas a la familia: problemas

económicos, laborales, de ajuste social de los padres, etc.

29

Y por último el modelo de Barkley (Portugal y Arauxo, 2004) añade

4 factores más como:

1. Las prácticas de crianza por parte de los padres

2. Características del niño o adolescente

3. Características de los padres

4. Factores contextuales

3.3 Trastorno de conducta

El trastorno de conducta suele manifestarse en niños y niñas cuyo

manejo comportamental no ha sido adecuado. Suele aparecer en niños

cuyos padres han sido demasiado permisivos, especialmente en la

primera infancia, donde el niño comienza el proceso de socialización.

También puede aparecer un trastorno de conducta en el contexto escolar,

especialmente cuando el profesor/a no marca límites claros respecto a lo

que se puede o no se puede hacer, o cuando se refuerzan

sistemáticamente conductas como llamadas de atención de los

alumnos/as, cuando se es excesivamente permisivo, o cuando no se

actúa de forma sistemática ante los comportamientos disruptivos, etc.

Los trastornos de la conducta en la infancia y en la adolescencia

engloban un conjunto de conductas que implican oposición a las normas

sociales y a los avisos de las figuras de autoridad, cuya consecuencia

más destacada es el fastidio o la perturbación, más o menos crónica, de

la convivencia con otras personas: compañeros, padres, profesores y

personas desconocidas (Fernández y Olmedo, 1999).

Para Oldham, Skodol y Bender, (2007) la conducta se utiliza como

medida de la personalidad humana de tal forma que, en gran parte,

somos lo que hacemos. Si la conducta comienza a ser desviada,

sobrepasa los límites de la normalidad establecidos para vivir o convivir

en sociedad y afecta al ámbito personal, familiar y social del individuo,

30

estaremos hablando ya de un trastorno conductual que puede derivar en

edades posteriores en trastornos de personalidad, en cuanto patrones

conductuales e interacciones interpersonales permanentes en los

primeros años de la etapa adulta y con escasa probabilidad de cambio a

lo largo de la vida.

3.3.1 Criterios para el diagnóstico del Trastorno Negativista

Desafiante según DSM-IV-R

A. Un patrón de comportamiento negativista, hostil y desafiante que dura

por lo menos 6 meses, estando presentes cuatro (o más) de las

siguientes conductas:

1. A menudo se encoleriza e incurre en pataletas.

2. A menudo discute con adultos.

3. A menudo desafía activamente a los adultos o se rehúsa a

cumplir sus demandas.

4. A menudo molesta deliberadamente a otras personas.

5. A menudo acusa a otros de sus errores o mal comportamiento.

6. A menudo es susceptible o fácilmente molestado por otros.

7. A menudo es colérico y resentido.

8. A menudo es rencoroso o vengativo.

Nota. Considerar que se cumple un criterio, sólo si el

comportamiento se presenta con más frecuencia de la observada

típicamente en sujetos de edad y nivel de desarrollo comparables.

B. El trastorno de conducta provoca deterioro clínicamente significativo

en la actividad social, académica o laboral.

C. Los comportamientos en cuestión no aparecen exclusivamente en el

transcurso de un trastorno psicótico o de un trastorno del estado de

ánimo.

31

D. No se cumplen los criterios de trastorno disocial, y, si el sujeto tiene 18

años o más, tampoco los de trastorno antisocial de la personalidad.

Existen diversos modelos que pretender explicar los problemas de

conducta en la infancia. Posiblemente el más importante es el de

Patterson (1982) según el cual el papel de las interacciones inadecuadas

entre padres y niño, explicarían la aparición y mantenimiento de las

conductas disruptivas del menor.

De acuerdo con el DSM-V (American Psychia- tric Association,

APA, 2013), el comportamiento negativista desafiante es un patrón

recurrente de conductas de berrinche, discusión con adultos, oposición,

desobediencia, irritabilidad, enojo y resentimiento hacia las figuras de

autoridad y que provoca deterioro en la actividad social, escolar o familiar.

Cornell y Frick (2007) señalan la relevancia de observar un bajo nivel de

culpa por el incumplimiento de normas y un bajo de nivel de empatía con

las figuras de autoridad en niños que muestran comportamientos

característicos de este trastorno. Por su parte, Patterson (1982) ha

definido específicamente a la agresión como la coerción que utilizan los

individuos para influenciar o controlar las conductas de los demás (Ayala

et al., 2002). Así, el comportamiento del orden negativista desafiante

puede progresar y transformarse en comportamiento antisocial (pegar,

escupir, culpar a otros), o característicos de la violación de normas

sociales (romper reglas, escaparse, consumir drogas) y hasta de la

violación de propiedad privada robar, mentir y cometer actos delictivos en

grupo (Barkley, 1997; Frick & White, 2008). Por lo que resulta importante

prevenir la progresión de los problemas de conducta infantil desarrollando

estrategias de reducción exitosas del comportamiento delictivo en la

adolescencia.

32

3.4 Desarrollo social infantil

Desde la familia es importante promover las relaciones sociales y

calidad de apego con sus progenitores lo cual le facilitara un entorno

seguro en el que el niño pueda desarrollarse, si el niño no muestra esa

competencia social y observamos conductas coléricas y agresivas

fácilmente frustrados e inhibidos, debemos sospechar de la ausencia de

este tipo de vínculo madre-hijo seguro. En el caso concreto de la

agresividad observada en los niños, la interacción de éstos con sus

madres se puede caracterizar por manifestar una conducta inapropiada,

recibir respuesta hostil de su madre (intento de reprimir la conducta del

niño con un grito, o amenazas), ya que el niño aumenta su hostilidad

gritando él también.

En este sentido, se han desarrollado una serie de teorías del

aprendizaje de corte social como la teoría del aprendizaje vicario

propuesta por Bandura (1987). Esta teoría establece que los niños

aprenden a comportarse de determinadas formas observando modelos

(reales o simbólicos). Durante los primeros años de vida, los padres y

maestros son los principales modelos a través de los cuales el niño va

adquiriendo nuevos patrones de comportamiento incluidas normas

sociales, juicios morales y el autocontrol. En concreto, respecto al

aprendizaje de conductas agresivas, Bandura señala tres fuentes

principales de aprendizaje: la familia, el grupo cultural y el modelado

simbólico. Además, resalta la continuidad del aprendizaje social de la

infancia a la madurez destacando a su vez la importancia de las

experiencias tempranas de aprendizaje a la hora de desarrollar, moldear y

mantener determinados patrones conductuales.

Es importante haber enseñado al niño habilidades básicas como

sonreír, saludar, atender, escuchar, dar las gracias, presentarse, con

método como la instrucción, la imitación, fomento de la práctica de dichas

conductas y refuerzo.

En esta etapa de 2 a 7 años el niño debe aprender:

33

• El refuerzo social (hacer y recibir cumplidos)

• Habilidades de conversación (enseñarles a iniciar y mantener

conversaciones, escuchar, esperar a que haya una pausa,

hacer preguntas, respetar turnos, iniciar y terminar una

conversación)

• Habilidades relacionadas con los sentimientos

como comprender sentimientos de los demás (ponerse en el

lugar del otro)

• Conocer y expresar los propios sentimientos

• Expresar emociones de agrado alegría, enfado, resolver el

miedo, aprender a canalizar emociones como el enfado.

• Habilidades de autoafirmación (habilidades asertivas y no

pasivas o agresivas)

• Defender los propios derechos (aprender a pedir un juguete y

saber reclamar a otros lo propio)

• Oponerse (saber decir no), defender opiniones, expresar

quejas.

• Saber preguntar por qué (sobre lo que no conoce, pedir favores,

pedir una reflexión al otro).

• Habilidades de relación en el juego (cooperar, ayudar,

compartir, pedir la participación en el juego

3.4.1 Desarrollo socio-afectivo en la infancia

La socialización de la infancia se produce mediante las prácticas de

crianza, entendidas como la manera en que los padres (y en general la

estructura familiar) orientan el desarrollo del niño/a y le transmiten un

conjunto de valores y normas que facilitan su incorporación al grupo

social. De manera simple, las prácticas de crianza son las acciones

34

llevadas a cabo por los padres y personas responsables del cuidado del

niño/a para dar respuesta cotidianamente a sus necesidades (Myers,

1994).

Henao, Ramírez & Ramírez (2007) plantean la importancia de la

familia en la socialización y desarrollo durante la infancia. La combinación

de costumbres y hábitos de crianza de los padres, la sensibilidad hacia

las necesidades de su hijo, la aceptación de su individualidad; el afecto

que se expresa y los mecanismos de control son la base para regular el

comportamiento de sus hijos. Destacan la importancia de la comunicación

en las pautas de crianza.

Algunos estudios como los de Schwebel, Brezausek, Ramey &

Ramey (2004) coinciden en que los niños temperamentalmente difíciles

necesitan una mayor cantidad de tiempo y de recursos para alcanzar un

adecuado desarrollo social. También Ato, Galián & Huéscar (2007)

analizaron las relaciones entre estilos de crianza, temperamento y ajuste

socioemocional en la infancia y proponen los modelos interactivos que los

estilos de crianza influyen diferencialmente en el ajuste en función del

temperamento de los niños Además, es importante tener en cuenta otras

variables como la etapa evolutiva, el género del niño, los recursos

económicos, las características de la personalidad de los padres, entre

otros.

Con respecto a estilos de crianza autoritarios Mulsow (2008)

propone que la familia es un agente que afecta los aspectos socio-

emocionales al ofrecer modelos que sean compatibles con la realidad

vital, y da oportunidades para desarrollarse emocionalmente. Los estilos

autoritarios y castigadores generan un desarrollo emocional disfuncional y

deficitario en estrategias y competencias emocionales para la adaptación

en distintos contextos a lo largo de la vida.

Según Rodríguez (2007) la familia es el primer contexto para la

transmisión de las normas, valores y modelos de comportamiento, es la

familia la que socializa al niño permitiéndole interiorizar los elementos

35

básicos de la cultura y desarrollar las bases de su personalidad; cada

familia asume las pautas de crianza dependiendo de sus características,

dinámica y factores contextuales, así como los recursos y apoyos, entre

otros.

Por último, Berk (2004) destaca la importancia de la familia en el

proceso de socialización y aprendizaje de los niños a lo largo de su

desarrollo y de su vida escolar; en consecuencia, los padres facilitan el

desarrollo de competencias sociales.

3.4.2 Desarrollo emocional en la edad preescolar y escolar

A lo largo de la infancia, los niños toman conciencia de sus propias

emociones y de las causas de las mismas, comienzan a reconocer en la

expresión facial diferentes emociones y a establecer acciones en torno a

lo que observan en la expresión de los demás (Izard, 1994).

El aprendizaje de la regulación de las emociones es fundamental

puesto que de no ser así, el niño aprende a regularse emocionalmente de

forma incorrecta, por ejemplo, recurriendo a los demás para que le

regulen y calmen.

En la base de algunos de los trastornos de la personalidad se

encuentra este déficit, por ejemplo en el Trastorno Límite de la

personalidad se produce, tanto una especial vulnerabilidad emocional,

como una dificultad para regular las emociones. Se produce una

incapacidad para realizar las operaciones mentales necesarias para

reducir la intensidad de las emociones y volver a un estado emocional

más manejable.

Tanto a la hora de aprender una adecuada integración de las

emociones como la regulación emocional es indispensable la labor

educativa de los padres, cómo estos se enfrentan a la difícil tarea de

enseñar emocionalmente a sus hijos.

36

3.4.3 Las habilidades sociales en los años preescolares

El desarrollo de las habilidades sociales está estrechamente

vinculado a las adquisiciones evolutivas, en los años preescolares

implican interacción con pares, las primeras manifestaciones prosociales,

la exploración de reglas, la comprensión de emociones entre otros

(Lacunza y Contini, 2009). La interacción con pares suelen ser más

frecuentes y duraderas a partir de la actividad lúdica.

Semrud-Clikeman (2007) sostiene que la integración del niño al

ámbito escolar constituye una segunda socialización. La educación se

produce en un contexto social, con sus características propias, donde los

comportamientos sociales de los alumnos, de los maestros y la

interacción entre ambos resultan de una primordial importancia para el

proceso educativo como para el desarrollo de la competencia social

infantil.

Monjas Casares (2002) señala que una tarea evolutiva esencial del

niño es la de relacionarse adecuadamente con pares y adultos,

conformando vínculos interpersonales. Para ello es necesario que éste

adquiera, practique e incluya en su comportamiento una serie de

capacidades sociales que le permitan un ajuste a su entorno más

próximo.

Estas capacidades se denominan habilidades sociales y se definen

como un conjunto de conductas que permiten al individuo desarrollarse en

un contexto individual o interpersonal expresando sentimientos, actitudes,

deseos, opiniones o derechos de un modo adecuado a la situación

(Caballo, 1993). Generalmente, posibilitan la resolución de los problemas

inmediatos como la probabilidad de reducir problemas futuros en la

medida que el individuo respeta las conductas de los otros.

Las habilidades sociales son un conjunto de comportamientos

aprendidos que incluyen aspectos conductuales, cognitivos y afectivos. La

característica esencial de estas habilidades es que se adquieren

37

principalmente a través del aprendizaje por lo que no pueden

considerárselas un rasgo de personalidad.

Desde la perspectiva socio-cognitiva, autores como Flavell (1993),

Wellman (1990), entre otros, sostienen que alrededor de los tres años, el

niño puede comprender la mente de los otros y distinguirla respecto al

mundo material. Estos avances del pensamiento son fundamentales en

las habilidades sociales, particularmente en el desarrollo de la empatía.

38

4.- METODOLOGIA

Para el trabajo realizado se propuso investigación correlacional -

cualitativa de investigación acción y la metodología de estudio de casos;

entre los métodos de evaluación utilizados están la entrevista,

observación directa, Test de Goodenough, Test de la Familia,

Cuestionario de conductas disruptivas, Test de Funcionamiento familiar

FFSIL.

4.1 Selección y definición del caso

El caso o fenómeno seleccionado es la calidad de las relaciones

familiares como causa de la conducta disruptiva en niños de 4 a 7 años

de la escuela EGB Minerva.

A la hora de hablar de las causas que producen conductas

disruptivas podemos encontrar estudios que defienden que las causas

son mayoritariamente extrínsecas al ámbito escolar, así como otros que

afirman que son mayormente intrínsecas a este ámbito. De modo que en

relación a las causas que pueden producir dichas conductas disruptivas

podemos encontrar tanto causas intrínsecas como extrínsecas al ámbito

escolar.

Al hablar del tema Uruñuela comenta que:

“El análisis de la disrupción debe plantearse desde la complejidad,

y no desde la simplicidad; muchas veces se tiene la tentación de buscar

causas y factores simples, una causa única, pensando que de esa forma

es posible comprender y explicar lo que está pasando en los centros en

materia de disciplina; y si a ello se une la propensión a buscar las

causas de los problemas del centro en factores ajenos al mismo,

atribuyendo a los propios alumnos, a sus padres, a los medios de

comunicación o a la sociedad moderna en general la responsabilidad de

39

los problemas de conducta, es entonces muy fácil que nos quedemos en

la superficie y apenas se logre una compresión y explicación de cómo

transcurre la convivencia en los centros educativos” (Uruñuela, 2006:3)

De modo que vemos que son muchos los factores que influyen

directamente en la disrupción, no son sólo causas internas o externas al

centro, sino que se trata de un gran conglomerado de factores intrínsecos

y extrínsecos que hay que tener en cuenta a la hora de hablar de las

causas de la disrupción en el aula. Pero el objetivo de nuestro trabajo es

analizar la calidad de las relaciones familiares como causa de la conducta

disruptiva de niños en el aula de clase, para lo cual nos hemos planteado

los siguientes objetivos específicos:

1. Recuperar información que nos permita caracterizar la

calidad de las relaciones familiares como una causa de la

conducta disruptiva de niños en el aula de clase.

2. Establecer las características de las conductas disruptivas

en niños de 4 a 7 años.

3. Identificar de qué manera influye la falta de habilidades

sociales en los niños en el proceso de socialización dentro

del aula de clase.

4.1.1 Ámbitos en los que es relevante el estudio:

Educativo – familiar – social – personal

La familia, escuela y sociedad conforman los contextos del

desarrollo infantil y proporcionan al niño referencias para su interacción

dentro de lo social, entonces el niño interioriza, interpreta y también

responden a las demandas y limitaciones provenientes de diversos

agentes socializantes, de esta manera, comienzan a adquirir y a

consolidar esquemas cognitivos-afectivos que apoyan los mecanismos de

autorregulación del comportamiento social.

40

En el ámbito familiar.- Es en la familia donde se adquieren los

primeros esquemas y modelos en torno a los cuales se estructuran las

relaciones sociales y se desarrollan las expectativas básicas sobre lo que

se puede esperar de uno mismo y de los demás, es por ello que los niños

que carecen del contexto familiar agradable, simplemente nos llevan a

percibir que viven y se desenvuelven en contextos de ambiente social

tóxico, ya que es en la familia donde se obtienen vínculos de socialización

primaria. Dentro de esta cultura familiar existen ciertos patrones, normas y

costumbres que caracterizan las relaciones y vínculos intersubjetivos

entre los integrantes del grupo familiar.

Esta vivencia y experiencias que los niños experimentan en su

núcleo familiar por medio de la observación, la imitación, la experiencia

directa y el diálogo comunicativo, constituyen momentos claves en la

formación de significados de los que se nutre la identidad de los niños,

siendo el contexto familiar como fuente primera de socialización de los

niños quien constituye un aspecto fundamental en la valoración e

intervención.

Es en la familia donde se realizan los primeros aprendizajes sobre

relaciones sociales y se adquieren los valores que continuarán

desarrollándose posteriormente y les permitirá desarrollar una visión

positiva de sí mismos y de los demás.

La familia, que a pesar de los cambios sociales producidos en los

últimos tiempos sigue siendo hoy la comunidad de afecto fundamental

entre los seres humanos, así como una de las instituciones que más

importancia tiene en la educación (García Hoz, 1990), representa un

papel crucial como nexo de unión entre la sociedad y la personalidad de

cada uno de sus miembros (Martínez Otero, 1996), y contribuye al

desarrollo global de la personalidad de los hijos, así como al desarrollo de

otros aspectos concretos como el pensamiento, el lenguaje, los afectos, la

adaptación y la formación del autoconcepto (Beltrán y Pérez, 2000).

41

Un buen clima familiar en consecuencia condicionará formaciones

como, la autoestima, la valoración de sus expectativas personales que

pretende alcanzar en el futuro.

En el ámbito social.- En las relaciones interpersonales entre pares

se han observado actitudes y comportamientos que entorpecen la sana

convivencia, es así que los discursos expresados por los niños deja de

manifiesto un trato y comportamiento de burla, violencia, agresividad, es

importante tomar en cuenta que la familia como potenciadora de la

identidad personal, puede contribuir a una cultura para la convivencia no

solo en el ámbito familiar sino que lo trascienda hacia la escuela y se

puede expresar en cualquier escenario social.

Los niños se encuentran inmersos en una comunidad

interconectada donde las acciones y su desarrollo individual se lleva a

cabo por medio de los intercambios sociales que los niños realizan dentro

de su mundo circundante o ecosistema inmediato como la familia, la

escuela, grupo de amigos y otros ambientes más distantes, contextos en

el que se desarrollan sus comportamientos, y que al no ser focalizado de

forma favorable afectará en gran medida su desarrollo personal y

desempeño en los diferentes escenarios de actuación.

Cabe recalcar que una gran parte de las situaciones de conductas,

agresiones y violencia que existen en nuestra sociedad tiene su origen en

el contexto familiar.

En el ámbito educativo.- El ambiente social escolar se relaciona

con el comportamiento que ocurre entre las diferentes interacciones, que

son percibidas por los estudiantes, y que se dan en el contexto escolar,

queda en evidencia, la existencia de un descontrol en cuanto a lo que

sucede en el interior del aula de clases, desorden generalizado,

desobediencia a las órdenes dadas por los docentes, situaciones de

42

conflicto entre compañeros, falta de respeto, situación que dificulta el

accionar pedagógico.

El contexto educativo obedece a las pautas de relaciones que se

establecen así como, los significados y comportamientos de las personas.

La escuela es el centro donde se realizan estas interacciones entre la

cultura experiencia adquirida en la familia y la cultura escolar.

En general todos los actos de conductas y comportamientos en las

escuelas están sujetos a las relaciones existentes entre las personas,

donde las emociones, los sentimientos y los aspectos cognitivos están

presentes y conforman gran parte de ámbito educativo.

La socialización convergente entre familia y escuela ha sido

cambiada por una socialización conflictiva y divergente, de manera tal que

la escuela como institución y los profesores como agentes socializadores

tienen que asumir el reto de una tarea de “re-socialización” donde el

docente tiene que encargarse de muchos elementos de formación básica

de socialización primaria que le eran de responsabilidad exclusiva a la

familia y que hoy son traspasada y exigida por la sociedad a la escuela y

sus profesores.

En el ámbito personal.- La niñez es el periodo de la vida humana

que se extiende desde el nacimiento hasta la adolescencia, durante el

cual se presentan los cambios más importantes en el orden físico,

psíquico y social.

Con lo ya expuesto podríamos aseverar que la presente

investigación es pertinente por la importancia que demanda explicar,

identificar en forma clara y concreta la calidad de las relaciones familiares

como causa de las conductas disruptivas y cómo estas afectan tanto en

el ámbito escolarcomo en las habilidades sociales siendo estas el reflejo

propio de la conducta, como debería manejarla, y cuáles serían las

43

situaciones más apropiadas para tomar decisiones de manera que esto

no afecte el proceso de socialización.

La realización de la presente investigaciones es de gran utilidad,

debido a que las conductas disruptivas que se presentan inciden en su

interacción con el medio y tiene repercusiones en los diferentes

escenarios de acción, como el ámbito familiar, educativo, social y en la

interacción con su colectivo.

El estudio es de relevancia social, ya que los resultados que se

obtendrán serán de utilidad para el desarrollo de investigaciones

posteriores, las mismas que se podrán realizar en diferentes espacios que

son afectados por la problemática que se estudia. Resulta conveniente

realizar esta investigación ya que los lineamientos gubernamentales

apuntan a mejorar las capacidades y potencialidades de la ciudadanía y

mejorar la calidad de vida de la población, siendo este el propósito del

estudio. Los beneficiarios de la presente investigación serán los niños y

sus familias, los docentes de la Escuela de educación Básica “Minerva” y

la Ciudadanía en general.

4.1.2 Problema:

¿Cómo influye la mala calidad de las relaciones familiares en las

conductas disruptivas de niños en el aula de clase?

Definición del problema

La mala calidad de las relaciones familiares, es un problema claro

siendo este un fenómeno psicosocial que va aumentando y afecta de

manera directa a niños que asisten a instituciones educativas y que se

determina a través de los reportes disciplinarios de los docentes y de

autoridades del plantel, siendo este un proceso difícil de ser abordado. La

44

familia es el grupo de referencia, por excelencia para el niño y donde se

transmiten las normas, valores, actitudes y conductas.

Es concreto porque la investigación se basó en la información

recuperada a través de los instrumentos que nos permitió caracterizar la

calidad de las relaciones familiares como una causa de la conducta

disruptiva de niños en el aula de clase.

Es viable ya que se contó con la muestra que presentan

características comportamentales, dificultades para establecer relaciones

sociales, dificultad para la regulación emocional, incapacidad para

manifestar sus emociones de forma adecuada, baja autoestima,

inseguridad, sentimientos de soledad, miedos, temores, necesidades de

afecto por parte de la familia, entre otros.

Es por ello que en familias, en las que los contactos entre sus

miembros se limitan a aspectos formales, como el cumplimiento de

obligaciones, donde los padres no tienen tiempo para transmitir un

sistema de valores a sus hijos o bien no se intercambian experiencias,

puntos de vista y emociones, niños y adolescentes carecen de suficientes

competencias para organizar, planear y analizar las situaciones a las que

se enfrentan, lo que los incapacita para proyectarse a futuro y pone de

manifiesto su incapacidad para resolver problemas, condición que les

origina dificultades al interactuar en el plano extra-familiar.

Por lo tanto, el estudio de las relaciones funcionales de esta

conducta deficiente, con el contexto externo o interpersonal en el que se

produce, puede ser de gran importancia para la comprensión futura y

modificación de esta conducta en los niños, sabemos que una

socialización inadecuada del niño debilita las relaciones de los jóvenes

hacia los grupos convencionales como pueden ser la familia, la sociedad,

la escuela y le induce a crear vínculos con otros grupos en los que va

encontrando eco a su desintegración y en donde refuerza su conducta no

deseada.

45

4.1.3 Preguntas de investigación

1. ¿De qué manera la estructura familiar y su dinámica influyen en el

desarrollo de la conducta de los niños?

2. ¿A qué se considera calidad de las relaciones familiares?

3. ¿De qué manera se presentan las conductas disruptivas en los

niños de la muestra?

4. ¿Cuáles son los factores que ocasionan estas conductas

disruptivas?

5. ¿Cómo es el estado emocional de los niños que presentan

conductas disruptivas?

6. ¿De qué manera las conductas disruptivas alteran el proceso de

socialización de los niños?

4.1.4 Objetivos de la investigación:

General:

Analizar la calidad de las relaciones familiares como causa de la conducta

disruptiva de niños en el aula de clase.

Específicos:

1. Recuperar información que nos permita caracterizar la calidad de

las relaciones familiares como una causa de la conducta disruptiva

de niños en el aula de clase.

2. Establecer las características de las conductas disruptivas en

niños de 4 a 7 años.

3. Identificar de qué manera influye la falta de habilidades sociales en

los niños en el proceso de socialización dentro del aula de clase.

46

4.1.5 Sujetos de Información:

• Docentes

• Estudiantes

• Psicólogas Departamento DECE

• Profesional especialista en terapia de lenguaje

• Pedagoga terapeuta

• Padres de familia

• Autoridades de la Institución

• Conserje

• Personal de apoyo

4.1.6 Fuentes de datos:

• Entrevistas a padres de familias: permite conocer aspectos

referentes a su comportamiento y la relación con entorno familiar.

• Reporte escrito del profesor del aula: con este informe se

pretende constatar la percepción del docente con respecto a la

situación del estudiante a nivel comportamental en lo social e

individual, con respecto a su nivel académico y su relación con el

entorno familiar.

• Observación directa: Esta técnica consiste en apreciar o percibir

con atención ciertos aspectos de la realidad inmediata, lo cual nos

permite recoger o comprobar informaciones en un contacto directo

con la realidad.

• Diario de Campo: Es un cuaderno donde los investigadores

registran todo aquello susceptible de ser interpretado como

hecho significativo en el proceso de investigación. En la

presente investigación este instrumento permitió

47

complementar la información obtenida durante las

entrevistas realizadas a las familias, brindando aportes

referentes a la interacción que realizaban sus miembros

durante su desarrollo y permitiendo reconocer aspectos

inherentes al estado de las viviendas y el entorno en el cual se

desenvuelven los menores participantes.

• Encuesta: es una forma más completa mediante la cual obtiene

información y permite profundizar en las conductas que presenta el

niño. Se realizó un formato de preguntas específicas con el fin de

evaluar la agresividad presente en los niños, el uso de esta técnica

responde a las posibilidades que brinda una apreciación general de

los conocimientos que se posee con relación al tema, dirigida a los

actores involucrados, con el propósito de obtener información para

determinar cuáles serían las causas de las conductas disruptivas,

lo cual permite una mayor libertad y flexibilidad en la obtención de

información la misma que es brindada por los docentes.

• Cuestionario de conductas disruptivas: Este cuestionario

contempla los diferentes factores de riesgo que son susceptibles

de provocar y mantener conductas disruptivas en la escuela.

Se han introducido factores genéticos, ambientales, de

temperamento y afectivos.

o De 0 a 4 puntos: El niño presenta ningún o pocos factores

de riesgo y, por tanto, su evolución deberían ser positivos. Si

aparecen conductas disruptivas pueden deberse a

circunstancias temporales.

o De 5 a 8 puntos: Se sitúa en una zona media o media-alta

de riesgo para presentar episodios disruptivos frecuentes y

de cierta intensidad. Su evolución dependerá del control de

los diferentes factores de riesgo y el seguimiento por parte

de los diferentes profesionales de la salud.

48

o De 9 a 12 puntos: En esta franja se sitúan los niños con

peor pronóstico al presentar casi todos los factores de

riesgo. En este grupo se incluirían los casos más patológicos

con necesidades atencionales especiales.

• Test del dibujo de la familia: es un test proyectivo que evalúa el

estado emocional de un niño, con respecto a su adaptación al

medio familiar, nos permite conocer cuáles son sus lazos afectivos,

cómo es su relación con cada uno de los familiares que representa

y también con aquellos que no dibuja, pues la ausencia de alguien

de la familia puede decirnos tanto como la presencia.

• Funcionamiento Familiar (FF-SIL).- Es un test que mide el grado

de funcionalidad basados en 7 variables: cohesión, armonía,

comunicación, afectividad, roles, adaptabilidad y permeabilidad,

permite al identificar el factor relacionado causante del problema

familiar y así intervenir más eficaz y efectivamente en este.

• Test Goodenough: es una técnica que nos permite medir la

inteligencia general por medio del análisis de la figura humana,

Uno de los aspectos importantes del dibujo del DFH, radica en su

sensibilidad para detectar los cambios en el niño, los cuales

pueden ser evolutivos y/o emocionales

• Test Bender: es un instrumento clínico con numerosas

aplicaciones psicológicas y psiquiátricas. Ha demostrado ser muy

útil en la exploración del desarrollo de la inteligencia infantil.

• Test Raven: es un test de inteligencia no verbal en el que no suele

utilizarse límite de tiempo, pero dura aproximadamente 60 minutos,

se utiliza para medir la capacidad intelectual, comparando formas y

razonando por analogías, independientemente de los

conocimientos adquiridos, por lo que brinda información sobre la

capacidad y claridad de pensamiento del examinado para la

actividad intelectual.

49

4.1.7 Constructos del estudio

Tabla 1

Constructos dimensiones e indicadores

CONSTRUCTOS DIMENSIONES INDICADORES TÉCNICAS E

INSTRUMENTOS

CALIDAD DE LAS

RELACIONES FAMILIARES

INTERACCION FAMILIAR

Desintegración familiar

Inestabilidad familiar

Entrevista

Test Goodenough

Test del dibujo de la familia.

Registro de atención a padres

FF-SIL

ROL DE PADRES

Prioridades no establecidas de manera correcta.

Roles difusos

Jerarquía familiar desorganizada

BIENESTAR EMOCIONAL

Clima familiar poco afectivo

Falta de apoyo y protección familiar

Distancia afectiva y poca comunicación entre los miembros de la familia

RELACIONES INTERPERSONALES

Poco respeto a normas de convivencia familiar

Falta de tiempo para compartir actividades en familia.

CONDUCTAS DISRUPTIVAS

FÍSICA Gritos

Patadas

Empujones

Golpear

Pataletas Observación

Cuestionario para profesores

Hoja de reporte

Cuestionario de conductas disruptivas

VERBAL Rabietas

Desinterés en la interacción social

PSICOLÓGICA Ansiedad

Irritabilidad

Impulsividad

Falta de autocontrol

Inseguridad

Poca tolerancia a la frustración

50

4. DESCRIPCIÓN DE LOS RESULTADOS POR CASO

Tabla 2

Resultados de los casos 1 - 2

CRITERIO CASO 1 CASO 2

DATOS DE IDENTIFICACIÓN

Nombre: Andrés

Edad: 4 años 7 meses

Género: Masculino

Instrucción: Inicial II

Información brindada: Ps. Institución, Docente, Mamá

Nombre: Paulette

Edad: 4 años 3 meses

Género: Femenino

Instrucción: Inicial II

Información brindada: Ps. Institución, Docente, Papá

MOTIVO DE CONSULTA

Andrés no acata órdenes y es muy agresivo con sus compañeros, se niega a aceptar un NO y todo lo soluciona con el llanto, presentando conductas de agresividad, berrinches, enojo, frustración.

La niña llora cuando no le dan lo que desea, realizando berrinches y reaccionando de manera agresiva golpeando a sus compañeros, no acata las órdenes que da la Docente.

HISTORIA

La madre Andrés comenta que no ha tenido cambios de conducta en su hogar, refiere que es obediente y que ayuda en casa. Pero la docente ha manifestado que el niño mantiene conductas que afectan el desarrollo adecuado de la clase.

El papá de Paulette manifiesta que en casa ella es el centro de atención pero que no tiene amigos por el barrio, solo juega con los primos, en ocasiones ha hecho pataletas cuando quiere algo de sus hermanos y para calmarla acceden a darle lo que pide, a pesar de que esto incomode a los demás, en la escuela reacciona de manera agresiva con sus compañeros.

PSICOANAMNESIS PERSONAL Y FAMILIAR

Andrés proviene de una familia nuclear, tiene un hermano mayor. La mayor cantidad de tiempo lo pasa en casa de su abuela.

Paulette proviene de una familia nuclear, tiene 2 hermanos papá manifiesta que en casa todos la engríen porque es la menor, cuando reacciona de manera impulsiva esperan que se calme para poder hablar con ella.

EVALUACIÓN DE FUNCIONES

Área cognitiva: Al momento de la evaluación el paciente se mostró orientado en tiempo,

Área cognitiva: Al momento de la evaluación la paciente se mostró orientada en tiempo,

51

espacio, persona.

Área afectiva: el paciente está muy contento, evidencia curiosidad por saber de qué se trata la actividad

Área interpersonal: se muestra colaborador durante la evaluación, se le dificultaba coger el lápiz y realizar la actividad.

Área conductual: se muestra un poco distraído mirando hacia los lados, al techo, no deja.

espacio, persona.

Área afectiva: el paciente está muy contento y sonriente.

Área interpersonal: se muestra muy colaboradora durante la evaluación.

Área conductual: se muestra un poco inquieta por empezar la actividad.

SIGNOS Y SÍNTOMAS

Frustración

Inestabilidad

Ansiedad

Irritabilidad

Inseguridad

Frustración

Irritabilidad

Ansiedad

PRUEBAS APLICADAS

Entrevista abierta

Test de Goodenough

Test de la familia

Entrevista abierta

Test de la familia

Test Goodenough

RESULTADOS

Test de Goodenough:

E.M: 4 años 0 meses

E.C: 4 años 7 meses

C.I: entre 80 y 89 inteligencia lenta.

Test proyectivo de la familia: Jerarquía familiar desorganizada, rasgos de inestabilidad, Inmadurez, Impulsividad, sobreprotección, dificultad en las relaciones sociales.

Test de Goodenough:

E.M: 4 años 3 meses

E.C: 4 años 3 meses

C.I = Entre 90 y 109 Inteligencia normal.

Test proyectivo de la familia: Jerarquía familiar organizada, familia feliz, inmadurez e impulsividad

Elaborado por: La autora

52

Tabla 3

Resultados de los casos 3 - 4

CRITERIO CASO 3 CASO 4

DATOS DE IDENTIFICACIÓN

Nombre: Johnny

Edad: 7 años 2 meses

Género: Masculino

Instrucción: 2do “A”

Información brindada: Ps. Institución, Docente, Mamá.

Nombre: Benjamín

Edad: 5 años

Género: Masculino

Instrucción: Primero “B”

Información brindada: Ps. Institución, Docente, Papá

MOTIVO DE CONSULTA

No obedece las órdenes que le dan, en especial cuando se dan problemas en su casa ya que su estado de ánimo cambia hasta tornarse desafiante y agresivo, durante las horas de clases se ha mostrado frustrado, impulsivo reaccionando con berrinches.

Benjamín ha sido reportado por la Docente por tener conductas agresivas hacia sus compañeros de clase, siendo esto uno de los problemas que se han presentado hasta la actualidad y hace un mes el niño está teniendo regresiones.

HISTORIA

Johnny actualmente asiste a terapias psicológicas en el CDID, mejorando su conducta, sin embargo él es reportado por la Docente debido a la conducta agresiva hacia sus compañeros, en la entrevista la mamá de Johnny manifiesta que lo molestan demasiado y la docente se da cuenta cuando él ya ha reaccionado.

La docente manifiesta que no logra controlarlo por lo agresivo que es con sus compañeros papá indica que hace 6 semanas ha presentado este tipo de conductas, además no controlar sus esfínteres y en la hora de Lunch el niño derrama yogurt sobre la mesa.

PSICOANAMNESIS PERSONAL Y FAMILIAR

La familia de Johnny es disfuncional, sus padres tienen constantes discusiones por lo cual deciden separarse pero al poco tiempo vuelven a vivir juntos. Johnny manifiesta que su papá empuja a su mamá siempre.

Padres no tienen tiempo para el niño.

No tiene amigos

Pasa en casa de la abuela con la hermana mayor a la que golpea sin motivos.

EVALUACIÓN DE FUNCIONES

Al momento de la evaluación se mostró colaborador, impaciente y se tornó cansado durante la prueba e indicaba que ya no quería seguir realizándola.

Benjamín al inicio se mostró colaborador, luego estuvo un poco impaciente y se tornó cansado durante la prueba.

53

SIGNOS Y SÍNTOMAS

Frustración

Ansiedad

Irritabilidad

Frustración

Inestabilidad

Irritabilidad

Inseguridad

PRUEBAS APLICADAS

Entrevista abierta

Test de la familia

Test de Goodenough

Test Raven

Test de Bender

Entrevista abierta

Test de la familia

Test Goodenough

RESULTADOS

Test de Goodenough:

E.M: 6 años 6 meses

E.C: 7 años 3 meses

C.I = Entre 90 – 109 Inteligencia Normal

Test proyectivo de la familia: Jerarquía familiar desorganizada y difusa, fuertes pulsiones, agresividad, dificultad en la relación con el padre, buena identificación sexual, soñador e idealista, ansiedad y conflictos emocionales, distancia afectiva y poca comunicación entre los miembros de la familia.

Test de Raven:

Percentil: 50

Rango III: Término medio

Test de Bender: Características del error:

Rotación, Distorsión

Puntuación: 8

Edad Emocional: 6 años 6 meses (Diferencia en contra de su edad cronológica: 8 meses)

Test de Goodenough:

E.M: 4 años 3 meses

E.C: 4 años 3 meses

C.I = Entre 90 y 109 Inteligencia normal.

Test proyectivo de la familia: Jerarquía familiar organizada, familia feliz, inmadurez e impulsividad

Test de Goodenough:

E.M: 4 años 9 meses

E.C: 5 años

C.I = Entre 90 y 109 Inteligencia normal

Test proyectivo de la familia: Jerarquía familiar organizada. Fuertes pulsiones, agresividad, no hay identificación sexual, ansiedad y conflictos emocionales, familia feliz.

Elaborado por: La autora

54

Tabla 4

Resultados de los casos 5 - 6

CRITERIO CASO 3 CASO 4

DATOS DE IDENTIFICACIÓN

Nombre: Cristel

Edad: 7 años 2 meses

Género: Femenino

Instrucción: 2do “A”

Información brindada: Ps. Institución, Docente, Tía.

Nombre: Scarlet

Edad: 7 años

Género: Femenino

Instrucción: Primero “B”

Información brindada: Ps. Institución, Docente, Papá

MOTIVO DE CONSULTA

Cristel ha sido reportada por la Docente debido a que durante la clase solo pasa distraída, no presta atención y siempre pasa con sueño, además la niña está presentando problemas en su aprendizaje y ha sido reportada también en el área pedagógica

Scarlet fue reportada por la docente debido a que la niña se muestra triste, distraída y no presta atención durante la clase.

HISTORIA

Cristel es una de dos niñas mellizas, abandonada desde muy temprana edad; debido a la separación de los padres, la tía se hace cargo de ella y junto a su esposo la han estado cuidando, mientras que su hermana la tiene su madre, alega su tía.

Cristel ha presenciado momentos en que la madre ha querido recuperarla y los tíos no se lo han permitido.

Scarlet fue concebida dentro del vínculo familiar, la madre informa que desde hace unos meses la niña está teniendo un comportamiento muy diferente tanto en casa como en la escuela.

La relación de los padres no es buena, debido a las discusiones por la manutención, en clases la niña se ha tornado muy callada pero en casa se muestra desafiante con su mamá.

PSICOANAMNESIS PERSONAL Y FAMILIAR

Cristel tiene un hogar nuclear, sin embargo presenta problemas de conducta debido a los conflictos que se generan por su adopción muestra inseguridad emocional, inestabilidad.

Scarlet tiene un hogar disfuncional, la separación de los padres ha generado en ella depresión, sentimientos de inseguridad.

EVALUACIÓN DE FUNCIONES

Se mostró colaboradora, es ágil y trabaja con predisposición, por momentos se tornaba callada, con sueño y la mayoría de las ocasiones manifestó que tenía mucha hambre.

Mostró predisposición y entusiasmo al realizar la actividad, durante la prueba es sociable y conversa pero manifiesta expresiones de insatisfacción.

55

SIGNOS Y SÍNTOMAS

Irritabilidad

tristeza

Desmotivación

Baja autoestima

Baja tolerancia a la frustración

Desinterés en la interacción social

Irritabilidad

Baja autoestima

Baja tolerancia a la frustración

Inseguridad

Desinterés en la interacción social.

PRUEBAS APLICADAS

Entrevista abierta

Test de la Familia

Test de Goodenough

Test de Bender

Test de Raven.

Entrevista abierta

Test de Goodenough

Test Raven

Test de Bender

RESULTADOS

Test de Goodenough:

E.M: 6 años 6 meses

E.C: 7 años 10 meses

C.I = Entre 80 – 89 Inmadurez

Test proyectivo de la familia:

Ausencia jerárquica, irrealidad, ansiedad, rigidez, fuertes pulsiones, agresividad, no hay identificación sexual, ambivalencia afectiva.

Test proyectivo (cat - a)

Soledad

Rasgos de inestabilidad

Inmadurez e inseguridad emocional

Ansiedad y timidez.

Test de Raven

Percentil: 75

Diagnóstico: Superior al término medio (término normal).

Test de Goodenough:

E.M: 7 años 0 meses

E.C: 6 años 10 meses

C.I = Entre 95 – 110 Inteligencia normal o mediana.

Test de Bender:

Características del error:

Integración, Rotación, Perseveración y Distorsión

Puntuación: 8

Edad Emocional: 7 años 0 meses

Diferencia en contra de su edad cronológica: 2 años 6 meses.

Test de Raven

Percentil: 50

Diagnóstico: Término medio (normal).

56

6. ANÁLISIS E INTERPRETACIÓN

El análisis e interpretación del presente trabajo, está estructurado

acorde a los constructos del estudio, el cual nos permitirá un estudio

ordenado en relación a los objetivos y peguntas de investigación.

A continuación se muestran las características de la población estudiada.

Tabla 5

Distribución de alumnos por edad

Edad Frecuencia Porcentaje

4 2 33%

5 1 17%

7 3 50%

Total 6 100%

Ilustración 1 Distribución de alumnos por edad

33%

17%

50%

0%

10%

20%

30%

40%

50%

60%

4 años 5 años 7 años

57

Interpretación: Del total de la muestra estudiada el 50% a la edad de 7

años, el 33% a los 4 años y el 17% a los niños de 5 años.

Tabla 6

Características por rango de sexo

Sexo Frecuencia Porcentaje

Masculino 3 50%

Femenino 3 50%

Total 6 100%

Ilustración 2 Rango por sexo

Interpretación: Del total de la muestra estudiada el 50% de la

corresponde al sexo masculino y el otro 50% al sexo femenino.

50% 50%

0%

10%

20%

30%

40%

50%

60%

Masculino Femenino

58

6.1 ANÁLISIS DE RESULTADOS POR TÉCNICAS APLICADAS

Test de Percepción de Funcionamiento Familiar FF-SIL

El Funcionamiento Familiar es considerado como la dinámica

relacional interactiva y sistémica que se da entre los miembros de una

familia y se evalúa a través de las categorías de cohesión, armonía, rol,

permeabilidad, afectividad, participación y adaptabilidad. (De la Cuesta,

Pérez y Louro, 1994).

Tabla 7

Resultados Test FF-sil

Funcionamiento familiar Rango %

Funcional 1 16%

Moderadamente Funcional 1 17%

Disfuncional 3 50%

Severamente Disfuncional 1 17%

Ilustración 3 Resultados Test de Funcionamiento Familiar FF-SIL

16% 17%

50%

17%

0%

10%

20%

30%

40%

50%

60%

Funcional ModeradamenteFuncional

Disfuncional SeveramenteDisfuncional

59

Análisis e interpretación: Al evaluar el grado de funcionamiento familiar

se evidencia disfuncionalidad en 3 de los 6 casos estudiados,

correspondiendo al 50%. En este sentido y de acuerdo a la prueba de

percepción del funcionamiento familiar, es conveniente señalar que las

familias disfuncionales y severamente disfuncionales presentan

características similares en cuanto al tipo de cohesión, de adaptabilidad y

de comunicación familiar; las dificultades se centran en la falta de

capacidad para enfrentar situaciones de estrés, tomar decisiones

adecuadas, se presencia comunicación enmascarada y desplazada. Es

necesario recalcar que un porcentaje mayor prevaleció la comunicación

abierta y directa entre sus miembros, sin embargo, el tipo de cohesión en

estas familias era inadecuado por la presencia de uno o más miembros

periféricos.

En cuanto a la afectividad así mismo en las familias que

presentaron una disfunción moderada y severa se observa que la

capacidad de los miembros de la familia para vivenciar y demostrar

sentimientos y emociones positivas se encontraba claramente afectada,

por esta razón al considerar que el niño en edad preescolar aprende a

incorporar en su autoconcepto los valores y las normas morales de su

sociedad, es decir aprende a clasificar las conductas en buenas y malas,

el negar dentro del entorno familiar la existencia de determinadas

emociones o presentarlas de manera exacerbada, hará que el niño las

considere como “normales” y las reproduzca en todos los contextos.

Con respecto a la adaptabilidad de la familia, en un porcentaje

mínimo se observó que algunas familias carecían de habilidad para

cambiar la estructura de poder, la relación de roles y reglas ante

diferentes situaciones, lo que generaba en los niños confusión,

repercutiendo en la adquisición de destrezas sociales y de aprendizaje.

60

Test del dibujo de la familia

En la siguiente lista se detallan los factores socio-afectivos más comunes,

encontrados en los niños que conformaron el estudio.

Tabla 8

Resultados Test dibujo de la familia

Indicadores N° F %

Fuertes pulsiones, agresividad 6 100%

Jerarquía familiar desorganizada y difusa 5 83%

Ansiedad y conflictos emocionales 5 83%

Inmadurez e impulsividad 5 83%

Distancia afectiva y poca comunicación 4 67%

Ilustración 4. Roles e indicadores emocionales

Análisis e interpretación: Con respecto a este test, se evidencia que en

la totalidad de los casos estudiados presenta fuertes pulsiones y

agresividad, el 83% Jerarquía familiar desorganizada y difusa, un 83%,

100%

83% 83% 83%

67%

0%

20%

40%

60%

80%

100%

120%

Fuertespulsiones,

agresividad

Jerarquíafamiliar

desorganizaday difusa

Ansiedad yconflictos

emocionales

Inmadurez eimpulsividad

Distanciaafectiva y pocacomunicación

61

ansiedad y conflictos emocionales, 83% Inmadurez e impulsividad, y en el

67% distancia afectiva y poca comunicación.

Test Goodenough

Este test evalúa problemas de evolución y adaptación, afectividad,

conflictos y algunos aspectos de la personalidad.

Tabla 9

Indicadores emocionales test Goodenough

Indicadores Emocionales N° F %

Impulsividad 5 83%

Inseguridad 4 67%

Ansiedad 6 100%

Timidez 3 50%

Agresividad 6 100%

Relación con el ambiente 6 100%

Ilustración 5 Porcentaje de indicadores

83%

67%

100%

50%

100% 100%

0%

20%

40%

60%

80%

100%

120%

Impulsividad Inseguridad Ansiedad Timidez Agresividad Relacion conel ambiente

62

Análisis e interpretación: De acuerdo al gráfico se evidencia que todos

los casos estudiados presentan problemas de ansiedad, agresividad y

relación con el ambiente o factores externos, un 83% impulsividad, 63%

inseguridad y el 50% timidez. Como se mencionó los niños evaluados no

tienen una relación favorable con su entorno, esto puede deberse a las

condiciones socioeconómicas y a las pocas oportunidades percibidas por

los niños en su entorno familiar y social.

Los valores de ansiedad y agresividad dan cuenta de los aspectos

que deben priorizarse en la atención de los niños desde la escuela y la

formación de los padres de familia.

63

Test Bender

En la siguiente lista se detallan los factores emocionales más comunes,

encontrados en los niños que conformaron el estudio.

Tabla 10

Indicadores emocionales test Bender

Indicadores emocionales N° F %

Ansiedad, conducta retraída, timidez 3 100%

Impulsividad, agresividad, y conducta “acting out” 3 100%

Débil contacto con la realidad 2 67%

Ilustración 6. Indicadores emocionales

Análisis e interpretación: En la lista de indicadores se evidencia los más

comunes en el 50% de los niños de la muestra debido a que no todos

100% 100%

67%

0%

20%

40%

60%

80%

100%

120%

Ansiedad, conductaretraída, timidez

Impulsividad, agresividad, y

conducta “acting out”

Débil contacto con larealidad

64

tenían la edad adecuada para poder aplicarlo sin embargo se evidencia

en los demás test la problemática presente y su coincidencia.

Se decidió aplicar estas 2 pruebas para evaluar el nivel emocional

de los casos estudiados y para descartar algún problema intelectual. Sin

embargo esta prueba se aplicó para contrastar los resultados obtenidos

en el test Figura Humana, ambas pruebas coinciden el resultado, las dos

presentan el mismo cociente intelectual dentro del promedio,

demostrando que la dificultad de los niños no radica en un problema

intelectual.

Test Raven

A continuación se detallan los resultados del test el mismo que

brinda información sobre la capacidad y claridad de pensamiento del

examinado para la actividad intelectual.

Tabla 11

Resultado general test Raven

Percentil Diagnóstico

75 Término normal

Análisis e interpretación: Con respecto a este test se aplicó a 3

de los 6 casos debido a que los demás niños no tenían la edad adecuada

para realizarlo, sin embargo se aplicó para descartar algún problema a

nivel intelectual, demostrando que la dificultad de los niños no radica en

un problema intelectual, sustentando esta afirmación de acuerdo a los

resultados ya que se obtuvo un CI dentro del rango normal, siendo este

instrumento de mucha utilidad para predecir el rendimiento escolar de los

niños.

65

Hoja de Reporte Docente

A través de este informe se pretende constatar la percepción del docente

con respecto a la situación del estudiante a nivel comportamental tanto en

el aspecto social como individual.

Tabla 12

Conductas observables en casos estudiados

Indicadores Frecuencia Porcentaje

Conversa mucho 3 17%

Hace desorden 4 22%

Es agresivo/a 6 33%

No acata ordenes 5 28%

Ilustración 7. Resultados estadísticos conductas observables

Análisis e interpretación: De los casos expuestos, según el reporte

entregado por cada docente un 33% manifiesta ser agresivo; un 28% no

17%

22%

33%

28%

0%

5%

10%

15%

20%

25%

30%

35%

Conversa mucho Hace desorden Es agresivo/a No acata órdenes

66

acatar las órdenes; mientras que un 22% causa desorden en el aula y un

17% conversa mucho, lo que indica que mayor frecuencia se puede

observar en el ítems agresividad. Se evidencia que los problemas de

conducta presentes en los casos estudiados son el alto nivel de

agresividad.

Cuestionario para profesores

A los cinco docentes se le entregó un cuestionario por estudiante, la

misma que fue utilizada para identificar las conductas de los niños.

Tabla 13

Resultados cuestionario por indicadores: inatención - distracción

Inatención – distracción Frecuencia %

Nunca 12 29%

Frecuentemente 17 40%

Habitualmente 13 31%

Ilustración 8. Conducta Inatención - distracción

29%

40%

31%

0%

5%

10%

15%

20%

25%

30%

35%

40%

45%

Nunca Frecuentemente Habitualmente

67

Análisis e interpretación: Del cuestionario utilizado, se muestra que del

100% de la muestra estudiada, el 40% presenta problemas de inatención

y distracción frecuentes, los mismos que se manifiestan con prestar poca

atención, distracción por parte de los niños que presentan problemas de

conducta, lo que implica poco entusiasmo para realizar las tareas y en

ocasiones dificultad para completarlas.

Tabla 14

Resultados cuestionario indicador: impulsividad

Impulsividad Frecuencia Porcentaje

Nunca 5 9%

Frecuentemente 29 54%

Habitualmente 20 37%

Ilustración 9. Indicador impulsividad

9%

54%

37%

0%

10%

20%

30%

40%

50%

60%

Nunca Frecuentemente Habitualmente

68

Análisis e interpretación: El gráfico muestra que el 54% de los casos

estudiados tiene frecuentes problemas de impulsividad, conductas que se

manifiestan con la poca habilidad para planificar tareas, actuar antes de

pensar en el momento de realizar una acción y con baja tolerancia a la

frustración por parte de los niños.

Tabla 15

Resultado cuestionario indicador: dificultades emocionales

Dificultades emocionales Frecuencia Porcentaje

Nunca 8 17%

Frecuentemente 20 42%

Habitualmente 20 41%

Ilustración 10. Indicador dificultades emocionales

17%

42%41%

0%

5%

10%

15%

20%

25%

30%

35%

40%

45%

Nunca Frecuentemente Habitualmente

69

Análisis e interpretación: Del 100% de los casos estudiados, un 42%

manifiestan presentar frecuentes dificultades emocionales, altos niveles

de irritabilidad, poca tolerancia a la frustración, rabietas y contantes

explosiones de ira.

Cuestionario de conductas disruptivas

A los cinco docentes se le entregó un cuestionario por estudiante de los

cuales 1 alumno que se encuentra entre la puntuación de 0 a 4, 3

alumnos entre 5 y 8 puntos y 2 alumno de 9 a 12 puntos.

Tabla 16

Resultado de cuestionario: conductas disruptivas

Escala Frecuencia %

0 – 4 1 17%

5 – 8 3 50%

9 - 12 2 33%

Ilustración 11 Resultados de Cuestionario de Conductas Disruptivas

17%

50%

33%

0%

10%

20%

30%

40%

50%

60%

0 - 4 puntos 5 - 8 puntos 9-12 puntos

70

Análisis e interpretación: De acuerdo a las respuestas obtenidas en el

Test, se evidencia que en el 50% de estudiantes se sitúan en una zona

media o media-alta de riesgo para presentar episodios disruptivos

frecuentes y de cierta intensidad, el 33% presentar casi todos los factores

de riesgo, mientras que el 17% se sitúan en ninguno o pocos factores de

riesgo y si aparecen conductas disruptivas pueden deberse a

circunstancias temporales.

71

6.2 ANÁLISIS INTEGRADOR DE LOS INSTRUMENTOS APLICADOS

(TRIANGULACION)

Una vez realizada la investigación referente al tema: “La calidad de

las relaciones familiares como causa de las conductas disruptivas en el

ámbito escolar” cabe destacar la correlación existente entre el Test de

Percepción del Funcionamiento Familiar (FF-SIL) y el Test de la familia

con los cuales se constató que existía altos niveles de disfunción familiar,

las mismas que pueden darse debido a las condiciones socioeconómicas

y a las situaciones percibidas por los niños en su entorno familiar y social

los cuales generan reacciones inadecuadas (agresivas u hostiles) dentro

de la dinámica familiar, por ello debemos tomarlos en cuenta ya que esto

genera falta de comunicación y confianza entre padres e hijos .

Se aplicó el test Goodenough para contrastar los resultados

obtenidos en el test Bender, ambas pruebas coinciden en el resultado, las

dos presentan el coeficiente intelectual dentro del promedio, demostrando

que la dificultad del niño no radica en un problema intelectual, del mismo

modo, la prueba Raven sustentan esta afirmación ya que obtuvo un CI

dentro del rango normal, siendo estos instrumentos útiles para predecir el

rendimiento escolar de los niños, al ser utilizados en conjunto. Igualmente,

los resultados arrojan una relación moderada debido a que ambos

instrumentos evalúan indicadores similares ya que el dibujo de la figura

humana permite conocer el nivel madurativo del niño; y en la elaboración

de este influye el desarrollo visomotor del infante.

Los resultados obtenidos de la identificación de las conductas de

agresión física y verbal más frecuentes en los niños de la muestra, se

presentan en atención a la opinión de los docentes, relacionado

cuantitativamente la frecuencia y porcentaje de respuestas, analizándolas

desde el punto de vista cualitativo en atención al objetivo del estudio.

Los docentes encuestados (5) indicaron que existen niños con

conductas agresivas en esta institución, especificando además que los

72

niños con mayor frecuencia de conductas agresivas están entre los 4 y 6

años de edad; situación que logró comprobarse a través de las

observaciones directas realizadas a la institución, en atención a la

frecuencia en que se manifiestan las conductas agresivas, es importante

señalar que durante las observaciones realizadas se pudo evidenciar que

durante el trabajo en las áreas de esparcimiento, trabajo al aire libre

donde se le permite al niño mayor libertad de interacción para jugar con

otros niños, se presentan mayores conductas agresivas que al inicio de la

jornada diaria; lo cual reafirma lo planteado por Bandura (1978) sobre la

intensificación de las conductas después de una actividad social, como es

en este caso el recreo, donde los niños en la relación con sus

compañeros tienden al moldear las conductas de éstos, para luego

expresarlas en una situación posterior.

Cabe recalcar que el resultado obtenido en el análisis de cada uno

de los instrumentos aplicados (encuestas, entrevistas), nos proporcionó la

información necesaria acerca de la problemática investigada y permitió

identificar que varios de los factores que intervienen de forma negativa

son los factores familiares (falta de comunicación e interés por parte de

los padres en actividades que favorezcan este vínculo), escolares,

sociales, el nivel socioeconómico como factor de riesgo, puede deberse,

no a su presencia o ausencia como tal, sino al impacto que puede tener

sobre otros factores de riesgo que, a su vez, pueden estar implicados en

el desarrollo de problemas de conducta infantiles, como es el caso de las

prácticas de crianza.

Los niños con conductas disruptivas en el aula también evidencian

un menor autocontrol en las relaciones sociales, un menor acatamiento de

las reglas y normas sociales que facilitan la convivencia en el mutuo

respeto, que reemplazan por conductas agresivas, impositivas, de

terquedad e indisciplina. Las conductas agresivas físicas más frecuentes

en estos niños son: patear, golpear, empujar, destruir objetos ajenos,

agresión con objetos, tirarse al suelo. Entre las conductas agresivas

73

verbales más frecuentes se determinaron: insultos, amenazas, frases

hostiles, rechazo, gritos y burlas.

Se considera por lo tanto, que el tener un comportamiento agresivo

hace que el niño tenga complicaciones y dificultades en las relaciones

sociales impidiendo una correcta integración en cualquier ambiente, ya

que normalmente cuando un niño sostiene una conducta agresiva es

porque reacciona ante un conflicto.

74

6.3 DISCUSIÓN DE RESULTADOS

En esta investigación se encontró que la calidad de las relaciones

familiares, en cuanto a funcionalidad o disfuncionalidad, influye de forma

negativa en el comportamiento de los estudiantes en el ámbito escolar,

así pues, a través del FF-sill encontramos que las familias de la muestra

estudiada presentaron disfuncionalidad, observándose características

similares en cuanto al tipo de cohesión, de adaptabilidad y de

comunicación familiar, las dificultades se centran en la falta de capacidad

para enfrentar situaciones de estrés, tomar decisiones adecuadas, se

presencia comunicación enmascarada y desplazada.

Por lo tanto, lo afirmado por Noller, Feeney & Peterson, (2001) en

cuanto a que las relaciones familiares son las más complejas y duraderas

de todas las que mantenemos a lo largo de nuestras vidas es evidente.

Estas relaciones tienen un profundo efecto en el funcionamiento del

individuo, pues son confiables predictores de la autoestima y del

comportamiento interpersonal en distintos contextos, afectando así las

relaciones futuras.

Cada familia está formada por un grupo de individuos que se

encuentran regidos por normas y reglas sociales de comportamiento,

están interrelacionados a través de su formación, van desarrollando

patrones culturales, tradicionales, políticos y religiosos, tratando de lograr

la satisfacción emocional e individual de cada uno de los integrantes para

su mejor desarrollo como indica Hernández (2005), al mencionar la

importancia que tiene la familia siendo ésta un sistema que se encuentra

constituida por una red de relaciones y conformada por subsistemas.

En cuanto al test de la familia los indicadores más relevantes fueron

fuertes pulsiones, agresividad, ansiedad y conflictos emocionales,

inmadurez e impulsividad, distancia afectiva y poca comunicación. Estos

resultados se relacionan con lo dicho por Noller, Feeney y Peterson

75

(2001), quienes manifiestan que uno de los elementos clave de estas

relaciones interpersonales es la comunicación interpersonal, ya que

permite el desarrollo de una visión compartida, la negociación de reglas

de la relación, la expresión de afecto y cuidado, la toma de decisiones y la

resolución de conflictos.

En el seno de la familia se establecen desde muy temprano

relaciones interpersonales muy profundas y estables, siendo el lazo

emocional más importante durante la primera infancia y el vínculo de

apego que el niño establece con una o varias personas del sistema

familiar, principalmente con los padres, dicho apego tiene una función

adaptativa tanto para el niño como para los padres y el sistema familiar en

conjunto, este vínculo permite desarrollar un sentimiento básico de

confianza y seguridad en su relación, como para afrontar las separaciones

breves de sus padres, constituyendo además un prototipo o un modelo

interno de relaciones que guiará las relaciones sociales y afectivas

posteriores.

El desarrollo socio-afectivo y la socialización en la infancia está

relacionada con la participación, la crianza y la estimulación en la familia,

como se destaca en los lineamientos de la UNICEF (2004), al resaltar la

participación del padre en el desarrollo infantil, la importancia de

identificar y optimizar las fortalezas de la familia en la crianza de los niños

y niñas. Por lo tanto, el desarrollo psicosocial en la infancia influirá

significativamente en las oportunidades de aprendizaje y sociales que

pueda tener en el futuro.

En relación a la evaluación hecha por los docentes y de acuerdo a

la información recopilada se evidencia que los problemas de conducta

presentes en los casos estudiados son el alto nivel de agresividad, los

mismos que se manifiestan a través de las conductas presentadas

(patear, golpear, empujar, destruir objetos ajenos, agresión con objetos,

76

tirarse al suelo) además de los altos niveles de irritabilidad, poca

tolerancia a la frustración, rabietas y contantes explosiones de ira.

La conducta disruptiva en el aula de clase se puede definir como

una situación problemática, inapropiada y molesta para el docente. De

acuerdo con esto, se puede considerar como disrupción desde un

comportamiento leve (trato inadecuado, rechazo al aprendizaje) hasta los

más graves (agresiones y comportamientos violentos). Son acciones que

entorpecen y en algunos casos impiden los procesos de enseñanza

aprendizaje. Se trata de actos que se ven reflejados en indisciplina,

desafío a la autoridad y rechazo a cumplir y obedecer las normas

establecidas.

Esto confirma lo dicho por Banús (2010) que indica que las

conductas disruptivas están asociadas a factores relacionados con el

entorno del estudiante, componentes socio-demográficos; elementos

socio-pedagógicos referidos a estilos de enseñanza, características

personales del estudiante y características personales del profesor, y

factores sociales y factores familiares.

Los agentes sociales más representativos en la educación del niño

y niña son la familia y la escuela, responsables de la socialización

primaria y secundaria. Según indica Rodríguez (2006), los agentes de

socialización son responsables de la transmisión de normas, valores y

modelos de comportamiento y, dentro de ellos, la familia es el más

importante pues constituye el nexo entre el individuo y la sociedad,

permitiéndole interiorizar los elementos básicos de la cultura y desarrollar

las bases de su personalidad.

La característica principal de este trastorno es la presencia de una

serie de conductas y actitudes desafiantes o negativas en el niño o

adolescente, que desembocan en enfados y discusiones. Estas conductas

pueden presentarse solo en un ambiente que suele ser el familiar o el

77

escolar, aunque en los casos más graves las conductas se presentan en

todos los entornos.

Existen diversos modelos que pretenden explicar los problemas de

conducta en la infancia. Posiblemente el más importante es el de

Patterson (1982) según el cual el papel de las interacciones inadecuadas

entre padres y niño, explicarían la aparición y mantenimiento de las

conductas disruptivas del menor.

Los resultados indican que existen niños con conductas disruptivas,

que según opinión de los docentes de esta institución, requieren de una

atención especial a fin de que disminuyan su agresividad, que está siendo

determinante para su desarrollo socioemocional.

78

CONCLUSIONES

De los resultados obtenidos en el presente trabajo de investigación, se

concluye lo siguiente:

Objetivo 1: Recuperar información que nos permita caracterizar la

calidad de las relaciones familiares como una causa de la conducta

disruptiva de niños en el aula de clase.

La calidad de las relaciones familiares, en cuanto a funcionalidad o

disfuncionalidad, manifestadas por la falta de capacidad para enfrentar

situaciones de estrés, tomar decisiones adecuadas, comunicación

enmascarada y desplazada, influyendo de forma negativa en el

comportamiento de los estudiantes en el ámbito escolar, dificultades que

se centran en la manifestación de conductas inadecuadas.

Objetivo 2: Establecer las características de las conductas disruptivas en

niños de 4 a 7 años.

Los niños de la muestra, provenientes de hogares disfuncionales, con

padres autoritarios o poco involucrados en la crianza, presentan

conductas de agresión en el ámbito escolar, manifestadas a través de

patadas, empujones, golpes, desinterés en la interacción social, baja

tolerancia a la frustración, inmadurez, impulsividad, irritabilidad,

inseguridad, berrinche, discusión con adultos, oposición, desobediencia,

irritabilidad, enojo y resentimiento hacia las figuras de autoridad

Objetivo 3: Identificar de qué manera influye la falta de habilidades

sociales en los niños en el proceso de socialización dentro del aula de

clase.

Los niños de la muestra presentaron dificultades en sus habilidades

sociales porque tenían dificultades para desenvolverse eficazmente ante

situaciones sociales, no pudiendo establecer relaciones adecuadas con

los otros, no sabían resolver conflictos con sus compañeros, no

manejaban autocontrol emocional ni asertividad.

79

RECOMENDACIONES

En atención a los resultados obtenidos y las conclusiones establecidas, se

recomienda:

• Habilitar al docente en el desarrollo de destrezas que le permitan

facilitar las relaciones afectivas dentro del aula, al igual que

organizar experiencias de aprendizaje que propicien una atmósfera

de respeto, confianza, reconocimiento y aceptación, fortaleciendo

además la autoestima del niño.

• Que la institución continúe con los talleres de sensibilización para

los padres, para que éstos sean generadores de conductas

positivas de sus hijos, que favoreciendo su estilo de crianza y

educación.

• Que los padres sean un soporte social funcional y enriquecedor

para el niño o adolescente, que beneficie las relaciones sociales y

la práctica de actividades saludables de ocio y tiempo libre que les

permita compartir en familia, fortaleciendo los lazos.

80

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ANEXOS

CUESTIONARIO DE PERCEPCION DEL FUNCIONAMIENTO FAMILIAR (FF-SIL)

A continuación se presentan situaciones que pueden ocurrir en su familia

de manera cotidiana.

Marque con una X en la casilla que le corresponda a su respuesta.

N° SITUACIONES FAMILIARES

1

Casi nunca

2

Pocas veces

3

A veces

4

Muchas Veces

5

Casi siempre

1 De conjunto, se toman decisiones para cosas importantes de la familia. ✓

2 En mi casa predomina la armonía. ✓

3 En mi familia cada uno cumple sus responsabilidades

4 Las manifestaciones de cariño forman parte de nuestra vida cotidiana.

5 Nos expresamos sin insinuaciones, de forma clara y directa ✓

6 Podemos aceptar los defectos de los demás y sobrellevarlos

7 Tomamos en consideración las experiencias de otras familias ante situaciones difíciles.

8 Cuando alguien de la familia tiene un problema los demás lo ayudan.

9 Se distribuyen las tareas de forma que nadie esté sobrecargado

10 Las costumbres familiares pueden modificarse ante determinadas situaciones

11 Podemos conversar diversos temas sin temor

12 Ante una situación familiar difícil somos capaces de buscar ayuda en otras personas

13 Los intereses y necesidades de cada cual son respetados por el núcleo familiar

14 Nos demostramos el cariño que nos tenemos

CALIFICACIÓN

De 57 a 70 Familia Funcional

De 43 a 56 Familia Moderadamente Funcional

De 28 a 42 Familia Disfuncional

De 14 a 27 Familia Severamente Disfuncional

Sume el número de Ítem que se indica y conozca el resultado.

Suma

1 y 8........................... Cohesión 3

2 y 13......................... Armonía 4

5 y 11......................... Comunicación 3

7 y 12......................... Permeabilidad 2

4 y 14..........................Afectividad 6

3 y 9........................... Roles 5

6 y 10......................... Adaptabilidad 7

30

De 28 a 42 Familia Disfuncional

CONSENTIMIENTO INFORMADO