UNIVERSIDAD CENTRAL DEL ECUADOR … · 2017-01-11 · 1.1.1. Desaparecidxs en Ecuador y el...
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UNIVERSIDAD CENTRAL DEL ECUADOR
FACULTAD DE COMUNICACIÓN SOCIAL
CARRERA DE COMUNICACIÓN SOCIAL
DESAPARECIDOS EN ECUADOR. UNA APROXIMACIÓN
AL TESTIMONIO COMO HERRAMIENTA DISCURSIVA
DE POSICIONAMIENTO EN LOS ESPACIOS Y POLÍTICAS
PÚBLICAS.
Proyecto de Investigación previo a la obtención del título de
Comunicador Social con énfasis en Educomunicación, Arte y Cultura
Darío Javier Iza Pilaquinga
TUTORA: Mgst. Mariana Elizabeth Alvear Montenegro
Quito, diciembre 2016
ii
DEDICATORIA
En cuanto hubo cerrado la puerta de la verja, Sofía abrió el sobre. Lo único que
encontró fue una notita, tan pequeña como el sobre que la contenía. En la notita
ponía: ¿Quién eres? No ponía nada más. No traía ni saludos ni remitentes, sólo
esas dos palabras escritas a mano con grandes interrogaciones.
Volvió a mirar el sobre. Pues sí, la carta era para ella. ¿Pero quién la había
dejado en el buzón?
(Gaarder, 1999)
Este trabajo lo dedico a mi madre por ayudarme en este camino, por contradecirse cuando le
decían que ya no debe ver por sus hijxs. A mi padre, por hacer lo que pudo. Por haberme hecho
caminar desde guagua por el centro de Quito y permitirme ver –hoy veo eso, que las ciudades
están llenas de gente, pero sobre todo de hambre. También a todas las personas que desde
cualquier parte del mundo siguen luchando por la vida, que siguen creyendo en un mundo mejor,
uno más justo y digno. Finalmente dedico también este pequeño aporte a Asfadec, quienes han
formado parte de vida y a la Comunidad Ancestral La Toglla. Estos dos espacios en los que quiero
seguir creciendo, soñando y haciendo realidad un mundo distinto.
iii
AGRADECIMIENTO
A la Asociación de Familiares y Amigos de Personas Desaparecidas en Ecuador (Asfadec) por
abrirme sus puertas desde el año 2013, por su desprendimiento y solidaridad con el dolor de otras
familias. Por organizarse, por seguir juntos aunque el Estado busque todos los medios posibles para
separarlos. Y por todo eso reconozco que su lucha es por el amor más desprendido, uno que ha
rebasado la presencia de los cuerpos, uno que es más sublime, uno que los ha llevado a luchar por
todas y todos los que un día no regresaron a casa. Ustedes compañeras y compañeros luchan por la
vida, por la verdad y la justicia.
A la Facultad de Comunicación Social de la Universidad Central del Ecuador por estos años, por
permitirme conocer a profesores que trastocaron una normalidad, una un poco lineal: Carlos Celi,
Christian Arteaga, Rafael Polo, Nelson Reascos, Andrea Aguirre, Luis Moreno, Alejandro Aguirre,
Francisco Peralta, Diego Velasco, Pedro Moreno, Hugo Palacios, Ileana Almeida, Ivanova Nieto y a
mi tutora Mariana Alvear.
A Diego y Estefi por estar al inicio y al final.
A la Comunidad Ancestral La Toglla a sus comunerxs y a sus dirigentes por darme la mano, por
enseñarme, por ser luz, por ser esperanza. Por luchar por la vida y la libertad (Jaime, Abraham,
Rosita, Klever, Sebastián, José, Amanda, Consuelo, Victoria, Susana, Juan, Juan Carlos, Narcisa,
Nanci, Esperanza, Nancy, Adrián, Yolanda, Paul). A la memoria de nuestras abuelas y abuelos
porque fueron libres, porque nos enseñaron el gobierno del nosotros mismos.
A mis hermanas y hermano, porque en nuestra condición siempre había forma de ayudarnos. Porque
mi memoria no es frágil y agradezco que me hayan cuidado cuando papá y mamá salían de casa hacia
el trabajo. Por estar ahí y ser parte del dolor y de la alegría, ambas emociones nos hacen humanos.
A mis primas y primos, “las chanchitas” si algún día ven esto, sepan que tampoco les olvido, que
estoy agradecido por haber estado conmigo cuando quería estallarme en la garganta ramas, hojas y
flores (Jaz, Jessi, Kary, Gaby).
A mis tíos y tías, sobre todo a Blanca, Diana, Jorge, Lucita, Corina, Alcides, José y Nelson.
A Ángelo por permitirme conocer Sunikilak, por hablarme de “ismos” de mundos distintos, de
organizarse.
A Mayrita por conocernos desde la toma de la Facso y seguir siendo panas, seguir soñando y
luchando por que la sociedad sea justa. Por entenderme y tenerme paciencia.
A la Coraza por estar junto a mí, no atrás ni adelante, sino junto a mi o yo junto a ella, por permitirme
compartir sus tristezas y alegrías, sus aspiraciones. Por escucharme y enseñarme.
iv
AUTORIZACIÓN DE LA AUTORIA INTELECTUAL
Yo, Darío Javier Iza Pilaquinga en calidad de autor del proyecto de investigación realizado sobre
“Desaparecidos en Ecuador. Una aproximación al testimonio como herramienta discursiva de
posicionamiento en los espacios y políticas públicas”, por la presente autorizo a la UNIVERSIDAD
CENTRAL DEL ECUADOR, hacer uso de todos los contenidos que me pertenecen o parte de los
que contiene esta obra, con fines estrictamente académicos o de investigación.
Los derechos que como autor me corresponden, con excepción de la presente autorización, seguirán
vigentes a mi favor, de conformidad con lo establecido en los artículos 5, 6, 8, 19 y demás pertinentes
de la Ley de Propiedad Intelectual y su Reglamento.
Quito, 19 de diciembre 2016
Darío Javier Iza Pilaquinga
CI: 1720890472
Telf: 0979298184
E-mail: [email protected]
v
ÍNDICE DE CONTENIDO
Dedicatoria ii
Agradecimiento iii
Autorización de la autoria intelectual iv
Índice de contenido v
Índice de anexos vi
Índice de tablas vi
Índice de gráficos vi
Resumen vii
Abstract viii
Introducción 1
Justificación 4
CÁPITULO I
1. COMUNICACIÓN Y CULTURA (antecedente contextual)
1.1. Comunicación 5
1.1. Cultura 7
1.1.1. Desaparecidxs en Ecuador y el tratamiento mediático 10
1.1.2. Desaprecidxs. Ausencias, presencias y representaciones: un nuevo malestar en la cultura 14
CAPITULO II
2. DISCURSO Y MEMORIA (contexto Asfadec)
2.1. Discurso (Foucault - Ricoeur) 22
2.2. Memoria: las marcas sociales 28
2.2.1. El coraje de decir la verdad: ¿Familiares o Estado? 32
2.2.2. Testimonio, olvido, recuerdo 35
CAPÍTULO III
3. ESPACIOS Y POLÍTICAS PÚBLICAS. ESTUDIO DE CASO: ASFADEC
3.1. Espacio público 39
3.2. Políticas públicas: caso Asfadec 42
3.3. Asfadec: una historia viva 54
3.3.1. Objetivos de Asfadec 57
3.3.2. Asfadec como escenario de diálogo 60
vi
CAPÍTULO IV
CONSIDERACIONES FINALES 62
BIBLIOGRAFÍA 66
ÍNDICE DE ANEXOS 70
Testimonios:
Anexo 1 Testimonio sobre: César Gustavo Garzón Guzmán 70
Anexo 2 Testimonio sobre: Alexander Adrián Romo Bassantes 76
Anexo 3 Testimonio sobre: Luis Daniel Sigcho Ñacato 79
Anexo 4 Testimonio sobre: Giovanna Paulina Pérez Constante 84
Anexo 5 Testimonio sobre: Leonor María Ramírez López 87
Anexo 6 Testimonio sobre: Telmo Orlando Pacheco Aguilar 93
Anexo 7 Testimonio sobre: Camilo Carlos Antonio Tobar Abril 97
Anexo 8 Testimonio sobre: Stephany Carolina Garzón Ardila 105
Anexo 9 Testimonio sobre: Juliana Lizbeth Campoverde Rodríguez 108
Anexo 10 Testimonio sobre: Luis Alfredo Velásquez Cevallos 116
Anexo 11 Testimonio sobre: Byron Eduardo Rocano Ocampo 119
ÍNDICE DE TABLAS 122
Informe temático de las personas desaparecidas en Ecuador. Defensoría del Pueblo
Tabla 1. Cuadro de institucionalidad 122
ÍNDICE DE GRÁFICOS 123
Fotografías que recogen el contexto de la lucha en favor de la defensa de los DDHH
Gráfico 1. Las Abuelas 123
Gráfico 2. Marcha por lxs desaparecidxs 123
Gráfico 3. Festival artístico: Presencias Ausentes 123
Gráfico 4. Festival artístico: Presencias Ausentes 123
Gráfico 5. Segunda Reunión con el Presidente de la República del Ecuador, Rafael Correa. 123
Gráfico 6. Marcha por las personas desaparecidas. 123
NOTAS AL FINAL 123
vii
TEMA: “Desaparecidos en Ecuador. Una aproximación al testimonio como herramienta discursiva
de posicionamiento en los espacios y políticas públicas”.
Autor: Darío Javier Iza Pilaquinga
Tutora: Mgst. Mariana Elizabeth Alvear Montenegro
RESUMEN
Este trabajo establecerá un análisis del discurso de la memoria, de la Asociación de Familiares y
Amigos de Personas Desaparecidas en Ecuador (Asfadec), a partir de los testimonios, y las
construcciones discursivas y operativas que el Estado ecuatoriano ha establecido frente a la
problemática de desaparición de personas en el país, entre ellas la creación de políticas públicas. Las
características transversales e interdisciplinarias de la comunicación permitirán establecer un nexo
con otras ciencias, para vincularlas al análisis, así, abarcar y poner en diálogo conceptos como
comunicación y cultura, discurso y memoria y la relación entre espacio y políticas públicas, que
permitirán un acercamiento al problema tratado. El estudio partirá de un enfoque etnográfico y usará
como soportes: la oralidad, a través de los testimonios y el discurso de la memoria; la textualidad a
través de la revisión documental (información elaborada por el Estado y comunicados de prensa
elaborados por Asfadec). Finalmente se analizará las estrategias discursivas-visuales que la
Asociación, por medio de plantones, afiches y fotografías a construido para visibilizar una
problemática, y ponerla en el debate de la opinión pública del Ecuador.
PALABRAS CLAVES: DISCURSO / MEMORIA / DESAPARECIDOS EN ECUADOR / ASFADEC /
TESTIMONIO / ESPACIO PÚBLICO / CULTURA / PARRHESÍA / POLÍTICAS PÚBLICAS
viii
TITTLE: “Missing persons in Ecuador, an approach to testimony as a speech tool to get positioned
in public spaces and policies”
Author: Darío Javier Iza Pilaquinga
Tutora: Mgst. Mariana Elizabeth Alvear Montenegro
ABSTRACT
The current work is intended to analyze the memory speech used in the Asociación de Familiares de
Personas Desaparecidas en Ecuador (Asfadec), based on testimonies and speech and operating
constructions established by the Ecuadorian State before the problematic of missing persons in the
country, among them, the enactment of public policies. Transversal and interdisciplinary
characteristics of communication, shall allow establishing a link with other sciences, to connect them
to the current analysis, in order to include in the dialogues other concepts, such as communication
and culture, speech and memory, and the relation between space and public policies, that shall allow
focusing the trouble subject matter of the current investigation. The study shall depart from an
ethnographic focus, using the following supports: orality across testimonies as a memory support;
textuality, through documentary revision of worded from the State. And denouncement exercises
through bulletins and press releases, prepared by Asfadec. Finally, speech-visual strategies were
analyzed, constituted by the Union, through demonstrations, posters and pictures, to make visible a
problematic and bring for the Ecuador public opinion to be debated.
KEYWORDS: SPEECH / MEMORY / MISSING PERSONS IN ECUADOR / ASFADEC / TESTIMONIAL
/ PUBLIC SPACE / CULTURE / PARRHESÍA / PUBLIC POLICIES
1
INTRODUCCIÓN
Las reflexiones actuales en torno a la comunicación han relegado los objetos de estudio que
impusieron los funcionalistas a principios del siglo XX y que no reconocían los factores simbólicos,
políticos, psicológicos y económicos como determinantes en los sentidos de la vida social. Desde
esta perspectiva la comunicación, en tanto preocupación de la vida social permite establecer
conexiones con otras disciplinas y ciencias, a lo que Eduardo Vizer llamará “interdisciplina” (Vizer,
2003) y es a partir de esta característica que se puede comprender “las cuestiones de fondo” de los
factores que determinan la vida social.
En el marco de la interdisciplinariedad, Vizer rescata de la Escuela de Chicago la definición de
Comunicación, “como interacción humana cargada de significación”, a lo que dirá, que lo que está
en juego en la comunicación es, “la construcción del sentido de la vida social, las relaciones de
sentido construidas en la vida social de la gente”. Y es a partir de estas relaciones de sentido, que la
comunicación en tanto “praxis” (Vizer, 2003) puede vincularse con la etnometodología, como
aproximación al testimonio de familiares de personas que no regresaron a casa, y generar un espacio
de participación en la construcción del “discurso de la memoria” (Sarlo, 2005), que en los últimos
cuatro años ha tenido incidencia en la resignificación de espacios públicos y en la creación de
políticas públicas.
La desaparición de personas en el país, es una situación social que en los últimos cuatro años,
mediante la participación de familiares de desaparecidos, la creación de la Asociación de familiares
y amigos de personas desaparecidas en Ecuador (Asfadec) y agentes externos, han logrado evidenciar
este problema social. Las estrategias han sido diversas, desde tomarse los espacios públicos, es decir
llevando la experiencia de comunicación íntima del hogar al espacio de la plaza, convirtiéndolo en
una demanda social, una exigencia de respuestas y de justicia. Pero ¿quién es un/una desaparecida/o?
El presente estudio abordará un análisis de la problemática de la desaparición de personas en
Ecuador, a partir de testimonios de familiares y amigos, y cómo a través de la construcción discursiva
de la memoria han conseguido resignificar el tratamiento de esta problemática. La investigación
basará su metodología en la etnografía, metodología cualitativa, que permitirá realizar un
acercamiento y contraste entre experiencias vivenciales y la operatividad del “sistema justicia”.
El testimonio forma parte de la etnometodología, y como característica de construcción está
determinada por una relación dialógica entre locutor e interlocutor, que a criterio de John Beverley
en Anatomía del testimonio, se da un sentido de convivencia y dependencia mutua. Este análisis
además permitirá determinar si existe una relación dialógica entre el testimonio de los familiares y
amigos de personas desaparecidas en Ecuador y el discurso oficial de representantes de las diversas
instituciones del Estado.
En ese contexto la “interdisciplinariedad y transdisciplinariedad” de la comunicación, permite
vincular el testimonio, a la situación de las desapariciones de personas en Ecuador, y a partir de esa
realidad, atravesar la cotidianidad de familiares, amigos, agentes externos, representantes de las
instituciones del Estado, para evidenciar qué estrategias discursivas y operativas en el campo de la
memoria, del espacio y políticas públicas han surgido de esa relación, entre ellas:
La creación de la Unidad Especializada de Desaparecidos en la Fiscalía General del Estado, a partir
de noviembre de 2013; La Dirección Nacional de Delitos contra la Vida, Muertes Violentas,
Desapariciones Extorsión y Secuestros (Dinased), la creación e implementación de protocolos en
2
Dinased, Fiscalía y Consejo de la Judicatura, que determinan principios para la búsqueda,
investigación y localización de personas desaparecidas, implementación de campañas en medios
audiovisuales e impresos, la campaña de recompensas 1800-Delitos.
Por su parte Asfadec, en su página digital, www.asfadec.blogspot.com, a través de comunicados,
ruedas de prensa, boletines, informes y entrevistas, argumentan que el fundamento de su
organización se basa en la necesidad de unir esfuerzos entre familiares, y amigos para encontrar a
sus seres queridos desaparecidos con el objetivo de exigir al Estado ecuatoriano que cumpla con el
deber constitucional de investigar y encontrar a las personas que no regresaron a casa. En esta
plataforma virtual también convocan a las personas a que se sumen los días miércoles a los plantones,
que se realizan en la Plaza de la Independencia desde las 11H00, para hacer visibles esta
problemática.
El discurso de la memoria, y las acciones que la Asociación ha emprendido en el espacio público y
los medios de información ha provocado que desde el discurso oficial del Estado se inicie un ataque
paulatino a través de medios de comunicación oficialistas. Sin embargo esta ofensiva a través de
comunicados y declaraciones realizadas por representantes de las carteras de Estado, atentan a los
principios constitucionales que dicen en el Título Sexto sobre los Derechos de Libertad, Art. 66.13
se garantiza “El derecho a asociarse, reunirse y manifestarse en forma libre y voluntaria”
(Constitución, 2008).
Es frente a esa relación entre integrantes de Asfadec y representantes del Estado, que profesionales
en diversas áreas de las Ciencias Sociales, han demostrado su solidaridad, asistiéndolos en el marco
jurídico, de comunicación, sociológico, psicológico. Han participado junto a ellos, activistas sociales
por los DDHH y artistas nacionales e internacionales.
En esa cotidianidad, familiares y amigos de personas desaparecidas han construido un discurso de
la memoria, que se basa en el testimonio de las historias de vida de quienes no regresaron a casa. Es
así que el testimonio de familiares y amigos de personas desaparecidas, usado como metodología del
relato o narrativa de un problema social, se encasilla en lo que Beverley denomina, “extensión de
responsabilidades políticas” y que a criterio del autor, “el narrador puede ser cualquier sujeto que
represente la situación social colectiva, a suerte de efecto metonímico” (Beverley, 1987).
Este tipo de narrativa se enmarca en el derecho a la memoria, la verdad y la justicia, y ubica a las
personas que exigen respuestas como defensores de Derechos Humanos, porque su objetivo de lucha
no es una persona, así lo sostienen Telmo Pacheco , presidente de Asfadec y Susana Valencia ,
presidenta de la Asociación Nacional de Desaparecidos y Asesinados (Anadea), “El objetivo de lucha
no solo es por sus familiares, sino por todos y todas las personas que no regresaron a casa” (Pacheco
& Valencia, 2015).
Esa extensión de responsabilidades políticas es la justificación bajo la cual Asfadec se organiza. El
testimonio como narrativa, “permite ver, precisamente, lo excluido de las narraciones identitarias
reivindicados por un grupo, una minoría, un sector dominante o una nación” (Sarlo, 2005). El relato
sobre las personas desaparecidas, busca poner en el discurso cotidiano los proyectos de vida que se
quedaron truncados, con el objetivo de que no vuelva a pasar. Es así que una de las consignas de la
Asociación es “Desaparecidos nunca más”.
Asfadec mediante el uso del espacio público ha logrado representar en la cotidianidad de esos
lugares, un nuevo malestar cultural, que se traduce en las demandas de la Asociación, frente a los
ofrecimientos y acuerdos presidenciales . Los familiares ante esa realidad, reclaman, llegar a una
3
reunión de interlocución, es decir, que se escuche las exigencias fundamentadas en la falta de
respuesta del Estado.
Este grupo social, argumenta, que los compromisos adquiridos por el Gobierno ecuatoriano, a partir
de 2013, para facilitar la búsqueda de personas desaparecidas, no es eficaz, porque carece de
profesionalismo: “hay cambios inesperados de agentes, fiscales, los trámites para ejecución de
barridos tardan en hacerse, pese a que existen protocolos de la Fiscalía General y del Ministerio del
interior” (Pacheco & Valencia, 2015).
Desaparecidos en Ecuador. Una aproximación al testimonio como estrategia discursiva de
posicionamiento en el espacio y políticas públicas, tratará de analizar esa relación invisible, el
discurso. En ese elemento del lenguaje se mueven luchas constantes se evidencian relaciones de
poder. En este caso por quien tiene la razón; desde el Estado el discurso oficial y desde Asfadec el
discurso de la memoria.
4
JUSTIFICACIÓN
La importancia de establecer una reflexión teórica de la comunicación en torno al testimonio como
discurso de la memoria, radica en la posibilidad de analizar los espacios de participación de
familiares, amigos y agentes externos en la problemática de la desaparición, y cómo estos agentes se
configuran discursivamente en los escenarios de los espacios y políticas públicas para lograr
resignificar esta problemática a partir de otros marcos conceptuales.
La reflexión en torno al diálogo entre comunicación y discurso de la memoria parte desde la
etnometodología, que permitirá a través del testimonio de familiares y amigos de personas
desaparecidas un análisis comparativo entre las experiencias vivenciales, las normas vigentes y su
operatividad en la resolución de desapariciones. Además por medio de entrevistas y observación
participativa se podrá analizar cómo la Asociación se transforma en defensora de los Derechos
Humanos a partir del discurso de la memoria.
Es a partir de la interrelación entre discurso y memoria en el margen de las experiencias vivenciales
de la desaparición en Ecuador, que se analizará las relaciones de poder entre la presión del discurso
de la memoria, el accionar discursivo y operativo de las instituciones estales, y los efectos que esa
relación establece en el marco simbólico, mediático, jurídico y en la vida social.
La incorporación del discurso de la memoria como aporte a la reflexión de las desapariciones de
personas en Ecuador trabajará sobre la tesis de John Beverley, quien considera que el testimonio
determina al narrador (familiares, amigos) como testigos de su propio relato, quienes hacen de su
experiencia vivencial una urgencia de comunicación, que visibilice la problemática, que recoge la
lucha, marginalización y las relaciones con las Instituciones del Estado.
La comunicación por tanto participa como un espacio abierto, un espacio que no enclaustra una
linealidad temporal, sino que recoge el testimonio como construcción de una imagen, de un símbolo,
como un juego de resistencias entre el mantener lo establecido, y el exigir justicia. Es en esa dialéctica
que el discurso de la memoria en la comunicación deja ver sus aportes desde la sociología,
antropología, lingüística, psicología, entre otras, para mostrar el contexto de la problemática.
La comunicación en tanto denuncia y estrategia para visibilizar y combatir la desaparición de
personas en Ecuador, parte de la dimensión del espacio privado hacia lo público, como diría Beatriz
Sarlo en Tiempo Pasado1. Es el testimonio como constructo de la memoria lo que ubica
categóricamente a los sujetos marginales, que habrían sido ignorados por los modos de narración
oficial de un plano ausente, pasivo, a uno que propone y genera nuevas exigencias de método.
La comunicación como aporte a la reflexión se vale del testimonio para mostrar el contraste de la
realidad, que representa el discurso oficial sobre las personas desaparecidas, y los que están ahí,
buscándolos.
1 Sarlo, B. (2005). TIEMPO PASADO. Cultura de la memoria y giro subjetivo. Una discusión. Buenos Aires:
Siglo XXI.
5
CÁPITULO I
1. COMUNICACIÓN Y CULTURA (ANTECEDENTE CONTEXTUAL)
Este capítulo abordará la relación entre comunicación y cultura. Con el criterio de que ambas
disciplinas o saberes, se ubican dentro de las Ciencias Sociales, se erigen sobre un principio que las
entiende como procesos multidimensionales y en la que confluyen características propias de la vida
social. Es precisamente en esa relación cotidiana donde los seres humanos manifiestan a través de la
comunicación, sus cosmovisiones, sus representaciones religiosas-morales, psíquicas, políticas y
económicas.
Por tanto estos conceptos son inherentes a la vida en sociedad. En ellos se puede evidenciar principios
que determinan un modo de vida, pero que a criterio de Geertz en, La interpretación de las culturas,
no se originan en ese lugar, sino que en ellos se representan. La comunicación en tanto definición y
campo de estudio ha seguido un trayecto al igual que el concepto de cultura, por eso abordar estos
saberes, implica hacer un ejercicio historiográfico que permita entenderlos como espacios
multidimensionales y transversales.
1.1. Comunicación
Las tesis de la escuela crítica sientan en las ciencias sociales una matriz conceptual para estudiar los
procesos humanos. Es a partir de reubicar al individuo como sujeto de historia, que se dejan de usar
conceptos de la ciencia positiva, y se empieza a estructurar una conexión entre saberes: la psicología
con la sociología, la comunicación con la lingüística, la historia con la economía y la política. Las
características de estos cambios las podemos encontrar en las tesis latinoamericanas sobre
Colonialidad.
Los aportes teóricos latinoamericanos en el campo de la Comunicación, parten de entender a las
Ciencias Sociales como un espacio multimensional en donde la cotidianidad humana está atravesada
por factores simbólicos, psicológicos y culturales. Se entiende, entonces, a la comunicación como el
escenario para abordar situaciones sociales, en la que se manifiestan determinaciones discursivas e
ideológicas del sistema económico vigente.
Las escuelas críticas, dejaron al descubierto las intenciones ideológicas de los medios masivos de
comunicación. La historia de la comunicación supuso, entonces, que está atravesada por factores
económicos, políticos y sociales, y es bajo ese principio que en la época de la guerra fría, en especial
en la década de los 60’ y 70’ surgieron propuestas para recuperar el espacio de las Ciencias Sociales
como alternativa al sistema económico vigente. Recuperar al sujeto como ente activo de
transformación.
Queda claro que los ejercicios de comunicación por tanto no se limitan al espacio del intercambio y
transmisión de información por equipos tecnológicos como: la radio, la televisión, la prensa escrita
o el internet, sino que transciende lo concreto, y se ubica en los espacios de interrelación humana
diaria, como característica connatural del desarrollo social. La comunicación dejó de ser entendida
únicamente como actos verbales, a procesos de intercambio de símbolos y signos.
Por esa razón, el eje de estudio para el presente trabajo se fundamentará en la comunicación en tanto
praxis, porque permite atravesar la cotidianidad con herramientas de las ciencias sociales,
6
“comprender la comunicación en la multidimensionalidad de sus procesos y la transversalidad de sus
ejes de análisis” (Vizer, 2003, p. 8). El mismo autor señala que, “La comunicación ha entrado sin
duda a ocupar un lugar estratégico en la configuración de los nuevos modelos de sociedad” (p.38).
Eduardo Vizeri en, La trama invisible de la vida social, sostiene que el valor fundamental de la
comunicación en la actualidad es abordar temas de fondo, que permitan entender y transformar
problemas, ese principio es una apuesta ontológica de la comunicación, “es la única perspectiva
capaz de posibilitarnos ver en la comunicación un mapa desde el que otear los nuevos modos de
habitar el mundo y las nuevas, estratégicas, formas de intervención en él, en sus catástrofes y sus
potencialidades” (p. 10).
Es a partir de esta característica, multidimensional y transversal, que se puede abordar un objeto de
conocimiento desde la relación con otras ciencias o disciplinas, que permitan comprender las
cuestiones de fondo, es decir los elementos “invisibles” que determinan la vida social. Así en el
escenario de la desaparición de personas en Ecuador permitirá desentrañar cuáles son las causas, si
existe o no, una relación dialógica entre el Estado y los familiares de hombres y mujeres que no
regresaron más a casa.
En el marco de la interdisciplinariedad, Vizer (2003) rescata de la Escuela de Chicago la definición
de Comunicación, “como interacción humana cargada de significación”. Además de identificar que
está en juego, “la construcción del sentido de la vida social, “las relaciones de sentido” construidas
en la vida social de la gente, (…)” (p. 12).
El autor identifica como tercer elemento complementario, la característica transdisciplinaria, que
enfatizó la escuela Norteamericana de Palo Alto, y que se explica como una ruptura epistémica a la
teoría de la comunicación elaborada por Shannon. Esa ruptura se establece en lo que Vizer denomina
la visión de la comunicación como ecosistema, y recoge a Gregory Bateson quien, “propone estudiar
la comunicación como el proceso socializador por excelencia pues atraviesa, integra y articula
palabra y gesto, mímica y proxemia, espacialidades y temporalidades, posturas corporales,
emociones e intelecciones” (2003, p. 12).
Jesús Martin Baberoii en Retos a la investigación de comunicación en América Latina, ensayo
publicado en 1980, sostiene que las ciencias sociales, en particular los estudios de comunicación en
este continente, han establecido una ruptura con el funcionalismo “más afectiva que efectiva”, dice
además que el problema de esa ruptura con el positivismo y el principio de dejar la dependencia
teórica, no consiste en asumir teorías producidas “fuera” sencillamente, sino que “lo dependiente es
la concepción misma de la ciencia, del trabajo científico y su función en la sociedad. Como en otros
campos también aquí lo grave es que sean exógenos no los productos sino las estructuras mismas de
producción” (1980, p. 3).
La característica interdisciplinaria y transdisciplinaria de la comunicación por tanto permite vincular
la comunicación con el testimonio, la memoria, el espacio y políticas públicas en el contexto de la
desaparición de personas en Ecuador, atravesar la cotidianidad entre familiares, amigos, agentes
externos y representantes de las instituciones Estatales, y determinar qué estrategias discursivas en
el campo de la memoria, del espacio y políticas públicas se generan a partir de esa relación.
¿Por qué reflexionar sobre quiénes son las desaparecidas y los desaparecidos? La Comunicación,
bajo el principio de praxis (Vizer, 2003) es connatural a la investigación social, pues plantea un
análisis transversal, asentado sobre el imaginario del compromiso social:
La imposibilidad de investigar la comunicación sin asumir las condiciones sociales del
comunicar y sin proyectar socio-políticamente los conocimientos en el mundo de vida de las
7
mayorías y especialmente de los más excluidos, incomunicados, desconectados. Es
sintomática a este respecto la recuperación de la casi olvidada idea de praxis para nombrar el
hacer investigación, lo que ella hace o mejor lo que debería hacer como comunicación en lo
social, lo que ella implica de “capital social” puesto en red, tanto ciberespacial como
territorial (Vizer, 2003: 14).
Al mismo tiempo Vizer (2003) sostiene que las Ciencias de la Comunicación se constituyen como
“aporte considerable tanto para la comprensión como al diagnóstico y la intervención social” en
momentos críticos, entiéndase como situaciones en las que a juicio del autor, “Los individuos y las
comunidades pierden la confianza fundamental (en sus instituciones y sus "representantes"), y
quedan marcados por la incertidumbre, la inseguridad, la "intemperie" y el sinsentido” (p.16).
La desconfianza se origina por los efectos de “la violencia y la complejidad de las transformaciones”
(p.36), que de una u otra manera rompieron “el sentido espacial y temporal de los lazos sociales”,
por ejemplo, la desaparición de personas como problema social. Pero ese principio de incredulidad
se ve reemplazado por la acción de unos pocos, que a juicio de constituir una verdad alterna a la
establecida por el Estado o sus instituciones unen esfuerzos y constituyen un saber transdisciplinario
basado en la construcción de espacios de participación. A este principio Vizer lo denomina
resiliencia:
Pero tras el desencanto y la frustración, surge la reacción (la resiliencia): los "excluidos"
buscan expresarse y demandar por sus derechos perdidos (trabajo, techo, salud); las
"minorías" exigen el reconocimiento de su identidad y su diferencia (sexual, cultural, etc.).
Y el "ciudadano medio", busca recrear afiliaciones simbólicas a causas de "bien público" (las
Ong´s por ej.), (Vizer, 2003: 37).
De la misma forma la lectura de Barbero sobre el principio de hacer investigación de comunicación
en América Latina, deja al descubierto la necesidad planteada por Eduardo Vizer sobre entender a la
comunicación como praxis. Martin Barbero deja al descubierto la estructura determinante en el
quehacer científico, y explica que:
Al funcionalismo se lo descalifica "en teoría" pero se sigue trabajando desde él en la práctica.
Con frecuencia se ha roto solamente con su jerga pero no con la racionalidad que los sustenta.
Y así seguimos atrapados en su "esquema". Primero fue el mensaje contra los efectos.
Después el receptor contra el mensaje, que era una manera de volver a los efectos pero
“dinamizados”. Y al fondo, y más allá de las proclamas, la vieja dicotomía ideología / técnica
escamoteando la materialidad y la peculiaridad de los procesos. Como escribí en otro lugar,
el instrumento funcionalista, por más que se revista de la terminología marxista, no puede
romper con el verticalismo y la unidireccionalidad del proceso comunicativo pues se alimenta
de ellos (Barbero, 1980: 4).
Esta particularidad deja entrever los parámetros que condicionan el quehacer de la comunicación, un
ejemplo es la construcción del discurso oficial sobre la desaparición de personas en Ecuador, que
convierte a decenas de historias, vidas truncadas, en datos estadísticos, en cifras que representan el
nivel de resolución de casos que el Estado ha logrado.
1.1. Cultura
Cuando citamos a Eduardo Vizer, establecimos que la comunicación se construye en el marco de la
vida social, y es en esa inmediación espacial y temporal que se desarrolla la cultura. Por tanto la
comunicación y el silencio, responden a ese momento histórico, a esa relación entre seres humanos,
que está atravesada por condiciones económicas, políticas, psicológicas, lingüísticas y simbólicas.
A esa interrelación de factores que condicionan las características de una cultura, Clifford Geertziii
(2003) las denomina como estructura de significaciones, que son a su vez, una “multiplicidad de
8
estructuras conceptuales complejas” (p. 24), y explica que la cultura como tal no puede ser entendida
como causal o condicionante de procesos sociales, conductas personales y acontecimientos sociales,
sino, como un “contexto dentro del cual pueden describirse todos esos procesos de manera
inteligible, es decir densa” (p. 27).
Se entiende por tanto que el análisis de la cultura en el contexto de la desaparición, no busca
establecer un eje cuantitativo, sino constituirse como “ciencia interpretativa en busca de
significaciones” (p. 20), analizar el por qué desparecen personas de determina edad, sexo, región,
condición socioeconómica, etcétera, Geertz, precisa, que la estructura de significaciones sigue el
aporte de Max Weber, quien sostiene que “el hombre es un animal inserto en tramas de significación
que él mismo ha tejido”.
De la misma manera Bolívar Echeverríaiv (1981) en, Definición de la cultura señala que para entender
el término de cultura es necesario comprender la dimensión cultural de la vida social, ya que el
concepto cultura se construye como significante de acuerdo a los momentos históricos, y señala que
en esa dimensión cultural el sujeto es determinante en la producción de hechos históricos, y “(…),
que aparece cuando se observa la sociedad tal como es cuando se empeña en llevar a cabo su vida
persiguiendo un conjunto de metas colectivas que la identifican o la individualizan”. (p. 40)
Se interpreta entonces que los plantones que Asfadec convoca todos los miércoles desde mediados
de 2012, en la plaza grande, se inscriben dentro del contexto cultural, que explica Geertz. En esa
acción de hecho que familiares de desaparecidos presentan y representan su malestar frente a la falta
de respuestas de los agentes responsables. Es así que el testimonio2 como ejercicio de comunicación
en esa acción, recoge los imaginarios, los sueños, la edad, los proyectos de vida en relación a los
sistemas simbólicos de la cultura.
Los familiares de personas desaparecidas, establecen a la memoria, la verdad y la justicia, como
condición de lucha, para encontrar a sus seres queridos y se valen de las narraciones en primera
persona y el testimonio, como estrategia para no quedar relegados al silencio. Beatriz Sarlo (2005)
dice que esta suerte de catarsis en el relato, permite difundir en la cotidianidad que “el sujeto no solo
tiene experiencias, sino que puede comunicarlas, construir su sentido y, al hacerlo, afirmarse como
sujeto” (2005: 51).
El colocar fotografías y afiches en el espacio público, durante los plantones, permite mostrar sentires
y relatar experiencias que dejan ver que el ejercicio de la memoria y la narración, transciende del
espacio privado al espacio público, a lo visible de la cultura, como dice Geertz, se ubica en el
escenario que “la cultura es pública porque la significación lo es”, además propone que:
La cultura denota un esquema históricamente transmitido de significaciones representadas en
símbolos, un sistema de concepciones heredadas y expresadas en formas simbólicas por
medios con los cuales los hombres comunican, perpetúan y desarrollan su conocimiento y
sus actitudes frente a la vida (Geertz, 2003: 88).
Las manifestaciones, en los plantones, que expresan el malestar del no saber qué pasó, están
relacionadas a las estructuras simbólicas de la cultura, ante esto Mónica Santcovskyv en, Los nuevos
malestares en la cultura, (1997) explica que “es imposible pensar la cultural sin malestar” y expone
que, el padre o la madre están imposibilitados de reconocer la muerte de sus hijos, porque no hay
2 Entiéndase Testimonio desde la perspectiva de John Beverley, en Anatomía del Testimonio de 1987, “una
situación social problemática que el narrador testimonial vive o experimenta con otros” (Beverley, 1987: 160).
9
cuerpo al que sepultar. “La ausencia del cuerpo dificulta el trabajo del duelo, deja en suspenso la
siniestra idea de “reaparición”. (1997: 83).
Las ausencias de cuerpos como nuevo malestar en la cultura3 llevan un nombre, “desaparecidos,
desaparecidas”, y se presentan en la cotidianidad como anonimatos, como estadísticas. El papel de
los familiares ante ese silencio, es la palabra, decir el nombre de quien no está, regresarle la existencia
como significante. Nombrándolo, está reconstruyendo la estructura simbólica que lo ubica como
sujeto en el espacio público.
Pero por qué es importante dar un nombre, un concepto a un hecho real, (cuerpo ausente, forma) y a
una problemática social (desaparición de personas, fondo), Henri Lefebvrevi en, La presencia y la
ausencia. Contribución a la teoría de las representaciones, explica que el uso de conceptos es
fundamental para entender un contexto social, político, cultural, etcétera, y expone que:
Cada concepto se descubre durante una investigación que, desde el principio, implica un
presentimiento positivo así como una crítica negativa de lo que tomaba el lugar del concepto
(símbolos, imágenes, etc.). En cuanto está formado y formulado, cada concepto se hace
explícito; durante ese despliegue, entra en una concatenación teórica; al mismo tiempo se
descubren sus límites y el pensamiento crítico se los asigna. Suscita nuevos conceptos, a
menudo opuestos (que por lo tanto los limitan), incluso antagonistas (que los destruyen).
Simultáneamente dilucida sus condiciones inmediatas y sus antecedentes lejanos. Esta doble
capacidad –retrospectiva y prospectiva- le es esencial. Todo concepto condensa una génesis
que va implícita en él; se descubre enteramente por el estudio de esa génesis, desde que se
llama “genealógico”. El concepto desplegado da cuenta de su propia formación de lo que
conoce (Lefebvre, 2006: 19).
Entonces, nombrar a los desaparecidos desde el espacio público, genera una ruptura en la
cotidianidad, y deja entrever un posible continuo frente al trabajo de la memoria por el nunca más,
que levanta Asfadec en cada acción de hecho. Decir Camilo Tobar, Carolina Garzón, Luis Daniel
Sigcho, Juliana Campoverde, Telmo Orlando Pacheco, Adrián Romo, Gustavo Garzón, Leonor
Ramírez, Byron Rocano, es ubicarlos en el presente, evitar que desaparezcan en el tiempo como
sujetos pensantes. Por ello Santcovsky (1997) dice, “No olvidemos que la ausencia es la apertura al
deseo, ese es el temor: que desaparezcan como objetos pensantes”. (p.34)
Las manifestaciones culturales son expresadas en el espacio cotidiano, por ejemplo, el testimonio,
en los plantones, como herramienta de comunicación, deja ver las particularidades de cada historia
de vida. Los relatos son distintos, los contextos de vida, sueños y aspiraciones personales, respondían
a las metas de la persona que no regresó a casa, sin embargo, y pese a que es algo que cada persona
hace de su futuro, los desaparecidos son sujetos de estereotipos, que tratan de justificar que la
ausencia responde a la culpabilidad de la familia (del otro).
La posibilidad de análisis de esta situación social, que se construye dentro del espacio diario, que no
es estática, sino que está en constante movimiento y que se relaciona con estructuras culturales,
discursos oficiales y parten desde el margen, permiten evidenciar en el presente estudio, a partir de
la “antropología simbólica” (Geertz, 2003), la interdependencia entre: testimonio, memoria,
espacio y políticas públicas.
3 Idea original de Sigmund Freud, presente en el ensayo, El malestar en la cultura de 1930.
10
1.1.1. Desaparecidxs en Ecuador y el tratamiento mediático
Están en algún sitio / concertados
desconcertados / sordos
buscándose / buscándonos
bloqueados por los signos y las dudas
contemplando las verjas de las plazas
los timbres de las puertas / las viejas azoteas
ordenando sus sueños sus olvidos
quizá convalecientes de su muerte privada, (…) (Benedetti).
Tanto Jesús Martín Barbero como Eduardo Vizer sostienen una crítica al esquema unidireccional del
quehacer de la comunicación, en donde se asumen certezas que parten de una linealidad, que no se
sustentan en el análisis de las situaciones de la vida social, sino que promueven la profundización de
un desinterés colectivo basado en la espectacularidad antes que en la exposición de una problemática.
Lo que este modelo vertical impide pensar, señala Martin Barbero es “la historia y la dominación,
precisamente lo que el racionaliza (refiriéndose al funcionalismo), es decir, oculta y justifica”:
De manera que la verticalidad y la unidireccionalidad no son efectos sino la matriz misma
del modelo, su matriz epistemológica y política. Y es importante señalar que esa matriz sigue
viva en la complicidad que con ella mantiene la lingüística estructural al descartar del análisis
el espesor histórico-social del lenguaje, esto es a dejar por fuera la complejidad y la opacidad
del proceso, todo aquello que excede y subvierte el tranquilo ir y venir de la información,
todo aquello que es huella del sujeto histórico y pulsional, todo aquello que es poder, control
o fiesta en la comunicación (Barbero, 1980: 4).
Por su parte Vizer sostiene que:
Los medios de comunicación han hecho visibles estas realidades de acuerdo a sus propios
dispositivos de producción mediática, llevándonos de la curiosidad al asombro, y del
entretenimiento a la dramatización y al horror, y finalmente a cierta insensibilización e
impotencia por la saturación permanente de información (la saturación puede ser también
una sutil estrategia de desinformación) (Vizer, 2003: 18).
¿Qué tratamiento dan los medios de comunicación a la problemática de la desaparición? El trabajo
del Comunicador Social en esta problemática se entiende desde el papel del etnógrafo, pues traspasa
las características técnicas del transmitir información, propia del medio, sin embargo al difundir notas
informativas, campañas audiovisuales, las características etnográficas desaparecen, citando a Geertz,
en ocasiones el trabajo entregado del etnógrafo se encapsula “en la más automática de las rutinas que
es la recolección de datos” (p. 24) y se deja de lado, según el autor:
(…), una multiplicidad de estructuras conceptuales complejas, muchas de las cuales están
superpuestas o enlazadas entre sí, estructuras que son al mismo tiempo extrañas, irregulares,
no explícitas, y a las cuales el etnógrafo debe ingeniarse de alguna manera, para captarlas
primero y para explicarlas después (Geertz, 2003: 24).
Las cuestiones de fondo (Vizer, 2003) o la multiplicidad de estructuras conceptuales complejas
(Geertz, 2003) o el espesor histórico-social del lenguaje (Barbero J. M., 1980) son características de
fondo que deben quedar visibles en el trabajo del comunicador/a social, porque son determinantes en
la “vida social”, sin embargo y como ejemplo, hay el contraste que los medios tradicionales de
información hicieron sobre el perfil de desaparición de una joven estudiante del cantón Milagro,
provincia de Guayas, quien desapareció en 2011 y tras casi cuatro años de búsqueda su cuerpo fue
11
hallado en el área de conservación de cadáveres de la Facultad de Ciencias Médicas de la
Universidad de Guayaquil.
Kerly Gabriela Verdesoto Mendoza, era una joven estudiante de secundaria del Colegio Fiscal 17
de Septiembre de la ciudad de Milagro provincia de Guayas, quien desapareció el 24 de septiembre
de 2011, su cuerpo fue encontrado en mayo de 2015. Los títulos noticiosos de los medios impresos
fueron: “¡La tierra se “tragó” a joven roquera!”4 Titula el diario Extra, la noticia publicada el
miércoles 29 de agosto de 2012; “El rock la separó de su hija hace 28 meses”5, es el título de la
nota informativa del diario El Telégrafo, del martes 21 de enero de 2014.
A continuación dos extractos de los medios, el Diario Extra y El Telégrafo sobre la desaparición de
Kerly Gabriela Verdesoto Mendoza:
Diario Extra del 29 de agosto de 2012:
¡La tierra se “tragó” a joven roquera!
Hace nueve meses, la estudiante llegó a casa y vio que le habían quemado sus discos. Tomó
sus cosas y salió, ni al colegio volvió. Nadie da razón de ella.
Con la desesperación marcada en su rostro, Rocío Mendoza busca a su hija Kerly Gabriela
Verdesoto Mendoza, quien lleva once meses ausente de la casa.
El peor error, según reconoce doña Rocío, fue quemarle los discos de rock.
La joven, quien en la actualidad está desaparecida y debe tener 19 años, era amante de este
tipo de música, pero sus progenitores no estaban de acuerdo en que escuchara tales canciones.
Ellos pensaron que desapareciéndole los cds se terminaría la afición de su hija. Aquello fue
el inicio de la mayor de sus penas.
El pasado 24 de septiembre del 2011, Kerly Gabriela regresó a casa y halló sus discos
quemados por sus padres. Aquello enfureció a la chica, quien tomó en ese instante su mochila
y unos cuántos cuadernos y se marchó del hogar, según contó su madre, quien hoy se
arrepiente de lo que hizo.
“Tampoco la dejábamos salir mucho, ese también era el coraje de ella”, refirió la angustiada
mujer, al recordar que va a cumplirse un año sin saber nada de su hija, desde el momento en
que los abandonó.
La han buscado por todos lados, en casa de familiares y amigos, compañeros roqueros con
los que andaba, pero nadie sabe nada. No dan pistas de ella. Ni siquiera una llamada ha
realizado, e inclusive sus padres pensaron que se había hecho de compromiso, pero es algo
que descarta doña Rocío, pues el novio de la chica también está angustiado y ha ayudado en
todo este tiempo a buscarla, (…) (Álvaro Tumbaco, Diario EXTRA, 2012).
Diario El Telégrafo del martes 21 de enero, 2014:
El rock la separó de su hija hace 28 meses
Kerly Verdesoto Mendoza, quien hoy tendría 20 años, pasó de ser una jovencita hacendosa
y cariñosa a una chica rebelde, afirmaron sus padres Robert y Rocío, según ellos debido a sus
gustos musicales.
Desde que tenía 17 años comenzó a escuchar rock y con ello llegaron las primeras discusiones
que desencadenarían en su huída y posterior desaparición, relató Rocío, de 50 años.
4 Nota informativa consultada a través de: http://goo.gl/bBzcwo (Diario Extra, miércoles 29 de agosto, 2012). 5 Nota informativa consultada a través de: http://tinyurl.com/hesp557 (Diario El Telégrafo, martes 21 de enero,
2014).
12
“No estaba de acuerdo con lo que ella empezó a hacer (escuchar rock y vestirse de negro),
yo le prohibía hacer eso aquí porque siempre he escuchado que eso trae cosas malas, casi un
año estuvo así, los últimos 3 meses empeoró”, explicó la señora.
A Rocío le preocupaba que a Kerly le pase algo en aquellos conciertos a los que se iba a
escondidas, pues no sabía con quiénes andaba, es más, hasta ahora no ha descubierto de dónde
nació esa afición repentina.
Rocío cree que esa inclinación provino desde que su hija se cambió de colegio, pues empezó
a estudiar por las noches para poder trabajar en el día, como lo hizo durante unos meses en
una escuela cercana, sacando copias.
Rocío se enteró de que un día Kerly se fue a otra ciudad a presenciar un concierto, pero nunca
pidió permiso; su reacción fue quemarle los 4 discos que tenía, para ver si de una vez dejaba
ese estilo de vida; sin embargo esto agravó la situación, (…) (Diario El Telégrafo, 2014: 02).
La descripción que hacen los Diarios El Telégrafo y Extra es construir un estereotipo. La desaparición
por tanto dejó de tratarse de una problemática social porque no abordó temas de fondo. Sustentan la
exposición noticiosa con declaraciones de Rocío Mendoza, madre de Kerly Verdesoto, quien
menciona que, su hija “tuvo un cambio de comportamiento desde que empezó a escuchar música
rock”.
El trabajo de comunicación en ambas notas periodísticas dejó de ser un ejercicio etnográfico en tanto
praxis, porque a partir del estereotipo del ser mujer y rockera, las posibles actitudes de Kerly y su
desaparición, obedecen a su condición de mujer y su apego a la cultura del rock. Los estereotipos y
los sentidos comunes se encasillan en lo que Barbero (1991) denomina cultura de masa, “Una cultura
que en vez de ser el lugar donde se marcan las diferencias sociales pasa a ser el lugar donde esas
diferencias se encubren, son negadas” (p. 131).
Por su parte Vizer (2003), explica:
Más allá de los datos y los hechos empíricos sobre las “realidades objetivas”, parece que no
hay una interpretación válida o demasiado interés por comprender como “vivencian” sus
vidas y su realidad, y como construyen (y construimos) sentidos y valores a partir de la propia
existencia y la experiencia de vida, tanto desde un hipotético “nosotros” como en la mirada
dirigida hacia los “Otros”: mujeres, juventudes, Extranjeros. Como interpretan (“ellos y
nosotros”), como fundamentan (y como fundamentamos) y como se crea o se vacía de sentido
y de valores a la propia “realidad” y a los modos de “ser en el mundo” (usando una
terminología existencialista que hoy parece ya relegada a un desván metafísico), (VIZER,
2003: 19).
Kerly Verdesoto6 estuvo desaparecida casi cuatro años, cuando hallaron su cuerpo, como el verbo
en negrilla indica, fue producto de una casualidad, que obedeció a la iniciativa de reconocimiento de
cuerpos no identificados donados a las facultades de medicina de las universidades de Guayaquil.
La acción de reconocimiento de cuerpos respondió a la exigencia que Asfadec en 2013 presentó
nueve meses antes de la primera reunión con el presidente de la república, Rafael Correa Delgado, y
que se basa en la petición de, “la elaboración de un reporte de hospitales, morgues y terminales
interprovinciales, que incluya información detallada sobre personas desaparecidas o NN que hayan
sido ingresadas o atendidas en dichas instituciones” (Asfadec, Boletín de prensa: Rafael Correa se
reunió con los familiares de personas desaparecidas, 2013).
6 Vuelvo a nombrar, por la condición política del nominar, Santcovsky señala, que “nombrar a un
desaparecido es un acto político”, es traer al hoy a quien permanece ausente
13
En 2015 la Dirección Nacional de Delitos contra la Vida, Muertes Violentas, Desapariciones,
Extorsión y Secuestros (Dinased), inició el reconocimiento de personas no identificadas que
permanecían en las aulas de necropsia de las universidades de Guayaquil.
Con el hallazgo del cuerpo de Kerly Verdesoto, los enunciados respecto a su identidad musical
(estereotipos) quedaron en el vacío. Esta vez la atención se centró en las cuestiones de fondo, ¿Por
qué desapareció? ¿Cuánto tiempo estuvo en la piscina de preservación de cadáveres? Murió víctima
de un accidente de tránsito, como la mayoría de personas no identificadas según, Víctor Aráuz, jefe
de la Dinased-Zona 8, ¿Quién estuvo en los últimos minutos de vida con ella? ¿Quién o quiénes son
los responsables?
Ecuavisa, martes 19 de mayo, 2015:
La búsqueda de personas desaparecidas se extiende hasta las facultades de ciencias
médicas
Tras el inquietante hallazgo del cuerpo de una joven que desapareció hace cuatro años y fue
encontrada en la piscina de conservación de cadáveres de la Universidad de Guayaquil.
“Yo sé que mi hija ya no está sufriendo, el dolor queda, el dolor nunca se va a ir".
Pasaron casi cuatro años para que Rocío Mendoza vuelva a saber de su hija, Kerly
Verdesoto Mendoza, quien iba a cumplir 22 años en julio próximo.
En 2011 desapareció y desde esa fecha la buscaban en todo el cantón Milagro, en Guayas,
de donde son oriundos.
Hasta que el pasado fin de semana una llamada les dio la noticia, estaba muerta y su cuerpo
permanecía en la piscina de conservación de cadáveres de la Universidad de Guayaquil.
“Yo desde que entré le vi el cabello, las manos. Yo en mi interior decía: 'es mi hija'”,
aseveró Mendoza.
Este hallazgo se da dentro de la investigación que inició la policía en dos universidades de
Guayaquil. En estas instituciones analizarán cerca de 80 cadáveres que permanecen en
las facultades de ciencias médicas. La intención es determinar si estos cuerpos tienen
relación con otras desapariciones.
La Dinased indagará cómo llegó el cadáver de la joven a esta universidad. Según el jefe de
la unidad policial, Víctor Aráuz, se requiere un análisis más especializado.
“Veamos a tener pronto la presencia de un antropólogo forense que va a estar trabajando aquí
en la Dinased. Cabe indicar que la mayoría de estos cadáveres son producto de personas que
sufren accidentes de tránsito y que no son reconocidas”, explicó Aráuz.
Pero el decano de esa facultad, Carlos Gómez, sostuvo que este tema no les llama la atención
porque ya ocurrió antes.
“Son esporádicos, pero pasan. Pasan los controlamos, tratamos cada vez de ser mejores
porque cuando viene un cadáver, nosotros registramos el cadáver”, indicó Gómez.
Este año en Guayaquil se presentaron 280 casos de personas desaparecidas, 34 aun no se
resuelven, (Ecuavisa, 2015).
Diario El Universo, jueves 21 de mayo, 2015:
Joven hallada en morgue de facultad murió en accidente
La identificación de los cadáveres que alguna vez fueron donados a las facultades de
Medicina de las universidades en Guayaquil, para el estudio del cuerpo humano y la ciencia,
14
surgió como una iniciativa de la Dirección Nacional de Delitos contra la Vida, Muertes
Violentas, Desapariciones, Extorsión y Secuestros (Dinased).
El coronel de Policía Víctor Araus, jefe de la Dinased de la Zona 8, explicó que hay una lista
de casos de personas desaparecidas que aún no han sido resueltos, por lo que se decidió
verificar los cuerpos que permanecen en las aulas de necropsias de los centros de estudios
superiores de la ciudad.
Por ello, hace una semana, con autorización de la Universidad Estatal de Guayaquil,
acudieron a la Facultad de Medicina para iniciar el proceso de identificación.
El oficial indicó que tres días después obtuvieron el primer resultado: un cadáver de sexo
femenino, donado en el 2011, fue identificado como Kerly Verdezoto Mendoza, que en ese
entonces tenía 17 años.
“Con la reanimación de tejidos se obtuvieron las huellas de tres dedos que al cotejarlas con
nuestra base de datos correspondían en este caso a Kerly Verdezoto, que constaba como una
persona desaparecida...”, sostuvo Araus.
Se conoció que la joven había desaparecido de su casa, en Milagro, después de una discusión
familiar en septiembre del 2011, y que fue vista por última vez el 1 de octubre en un concierto
musical en Durán.
No obstante, la madrugada del día siguiente su cuerpo fue encontrado tirado en la vía Durán-
Boliche. Según los reportes del hallazgo, la joven habría sido víctima de un accidente de
tránsito y no portaba documento de identidad, por lo que fue ingresada a la morgue de la
Comisión de Tránsito del Ecuador como no identificada.
El doctor Carlos Gómez Moretti, decano de la Facultad de Medicina de la Universidad de
Guayaquil, indicó que la donación de cuerpos ocurre luego del cumplimiento estricto de
protocolos, basado en convenios entre varias instituciones, (…) (El Universo, 2015: 11).
Eduardo Vizer (2003) sostiene que el trabajo de comunicación debe estar atravesado por el método
de la investigación-acción, es decir de la inter-acción mutua del sujeto-objeto “(el observado)” y
sujeto activo “(el observador)” que presentará la noción de “triangulación recursiva como una técnica
particular de investigación social” (p. 34), que permite que entre ambos “compartan la co-
construcción de un proceso de objetivación y de intervención sobre la realidad, en tanto ambas partes
se asumen como actores-observadores sociales” (p. 34).
Con el antecedente expuesto, es necesario recordar que el trabajo de la comunicación es en el ámbito
de la vida social, y en ella hay factores de fondo, estructuras que dan sentido a los hechos culturales,
por tanto debe entenderse a la vida social como una matriz dinámica, heterogénea y que en ella
interviene el sujeto-objeto y el sujeto activo, el observador y el observado, pero que entre ambos se
construye el conocimiento, para como dice Vizer (2003), “analizar y también intervenir sobre la
realidad de acuerdo a objetivos compartidos” (p. 34). En este caso visibilizar la problemática de la
desaparición de personas y evitar que vuelvan a ocurrir.
1.1.2. Desaprecidxs. Ausencias, presencias y representaciones: un nuevo malestar en
la cultura
Para obtener los dones del azar y de los encuentros, hay que correr riesgos, el del fracaso, de
la pobreza, de la vana prosecución, del fin del momento de la presencia, que deja herida y
nostalgia. Por tanto, hay que aceptar el sufrimiento, menos profundo que la alegría
(Nietzsche), pero que desliza la desesperación en el lugar de la alegría cuando ésta se pierde
en el tiempo. Es cierto que la desesperación, momento de la acción poiética, difiere de la
angustia, ese vacío del cual ya no se sale. Quienes rechazan el riesgo porque no quieren sufrir
ya no quieren la alegría. ¿Quién la quiso plenamente, fuera de los filósofos, los fundadores
de religión, ciertos místicos, ciertos revolucionarios? Estos caen en la neutralidad de las
15
representaciones ambiguas, en los gestos mágicos que sustituyen la presencia por fantasmas
y espectros (Lefebvre, 2006: 286).
Cuando a diario miles de personas encienden su televisión y miran denuncias sobre gente
desaparecida; salen a sus actividades cotidianas y se percatan de afiches colocados en tiendas, postes
y paredes, ¿qué se les cruza por la mente? ¿Hay alguna diferencia entre persona perdida o
desaparecida? ¿Qué sienten al ver una cara repetida en varios lugares de la ciudad? ¿Les provoca
malestar o sienten que esos hechos son cotidianos? En unos rótulos dice: “ayúdanos a encontrarlo”
en otros, “fue visto por última vez”, pero en todos hay un nombre.
Esta problemática no es ajena al Ecuador, sin embargo en los últimos cuatro años, la presión de
familiares y amigos de personas desaparecidas han puesto en el escenario mediático, que un día sus
seres queridos no regresaron a casa, en distintos casos, son hombres y mujeres, unos padres, hijos,
esposos, hermanos, primos, tíos, abuelos, en otros madres, hijas, abuelas, tías, esposas, etcétera.
Todas esas personas más allá de ser estadística, tenían (tienen) una vida. El esperar a que regresen
se convierte en sustantivo de la memoria, en un nombre; es la “juventud esencial, congelada en las
fotografías y la muerte” que señala, Beatriz Sarlovii en, Tiempo pasado (2005: 76).
La desaparición desde esa condición es un malestar, porque afecta las condiciones de vida
“normales” de una familia, por tanto, se inscribe como una violación a los derechos humanos
consagrados en la Carta Universal de Derechos Humanos, instrumentos internacional, compartidos
por la República del Ecuador y reiterados en la Constitución del año 2008, que en el Capítulo Sexto
sobre Derechos de Libertad, dice: “Reconoce y garantizará a las personas”; “El derecho a la
integridad personal”7 y en su literal c) “La prohibición de la tortura, la desaparición forzada y los
tratos y penas crueles, inhumanos o degradantes” (Constituyente, 2008).
Elizabeth Jelin en, Los trabajos de la memoria (2002), sostiene que en determinadas ocasiones la
política estatal frente a la memoria se basa en el reconocimiento historicista de los traumas pasados
con la finalidad de establecer una política del silencio y olvido, que justifique un programa de
gobierno “orientado al futuro sin mirar el pasado”, haciendo referencia al contexto de dictaduras en
América Latina.
Más allá de ser un complejo tema, no sigue un patrón similar al de las desapariciones en las décadas
que duraron las dictaduras en América Latina. Las dictaduras pasaron, pero sigue desapareciendo
gente, no el mismo contexto, pero no deja de ser un malestar en la cultura. Mónica Santcovsky
(1997), dice que esos acontecimientos deben ser singularizados, desde la experiencia particular,
cómo única posibilidad de transformación apelando al cambio.
La transformación parte de que el testimonio, hecho o acontecimiento cuando pase por nuestra
mirada quede enmarcado y con ello “diferenciado y nombrado”, de esa manera los traumas sean
resignificados y la cultura misma repela la repetición de estos hechos, señala Santkovsky. Además,
“(…) sabemos que no todo puede ser dicho, pero nombrar, nominar, dar nombre a los sucesos que
nos hacen sufrir es el único modo de alejar la repetición” (Santcovsky, 1997).
Lo nombrado, en el marco operativo de las investigaciones de casos de personas desaparecidas,
parten de las pericias y reconstrucciones que se realizan sobre los últimos momentos en que se supo
de ella, sin embargo, para los familiares, ese relato siempre quedará incompleto. Sarlo (2005) expone
que “cualquier suma de detalles no puede evitar el encierro de una historia en los interrogantes que
le dieron origen” (p. 72).
7 artículo 66 numeral 3, (Constituyente, 2008).
16
Cuando se habla de desaparición, ¿Qué definición, conceptualización y reflexión establece el Estado
ecuatoriano? Como eje de las posibles respuestas a esta problemática, es necesario diferenciar los
contextos epocales del país, así, para clarificar el tratamiento entre desapariciones forzadas e
involuntarias, como ejemplo, está el informe de la Comisión de la Verdad del año 2010, y el informe
elaborado por la Defensoría de Pueblo de año 2015. Si bien entre ambos estudios las diferencias
parten del contexto coyuntural de época, en los dos se abordan casos de atentados a los derechos
humanos.
El 3 de mayo de 2007 desde la Presidencia de la República se creó la Comisión de la Verdad, “con
el fin de documentar las presuntas violaciones a los derechos humanos y delitos de lesa humanidad
ocurridos en el Ecuador entre 1984 y el 2008” (Fiscalía General del Estado, 2007). Este informe fue
presentado en junio del año 2010 a la Fiscalía General del Estado, en el que recogen los relatos de
118 casos, es decir de “las víctimas, de sus familiares o allegados o de quienes compartieron similares
circunstancias, vertida en testimonios cuya utilización pública ha sido debidamente autorizada (…)”
El informe a partir de las narraciones representa un momento:
(…) representa el hilo conductor de los hechos narrados en torno a aquellos seis tipos de
violaciones de los derechos humanos que han sido considerados en el informe de la Comisión
de la Verdad: privación ilegal de la libertad, tortura, violencia sexual, desaparición forzada,
atentado contra el derecho a la vida y ejecución extrajudicial o sumaria (Comisión de la
Verdad, 2010).
El informe de La Comisión de la Verdad (2010), a través de los relatos de sobrevivientes o de los
familiares de las víctimas, del periodo 1983-2008, sirvió como detonante para la creación de políticas
públicas, como la creación de la Unidad Especializada de la Comisión de la Verdad, en 2012
restructurada como Dirección de la Comisión de la Verdad y Derechos Humanos, cuyo objetivo
rescata la Fiscalía General del Estado, es la “de coordinar, apoyar e investigar los casos de violaciones
a los derechos humanos y delitos de lesa humanidad con competencia en todo el territorio nacional”.
Los datos que proporcionan el informe (2010) permiten entender una época, sin embargo las
desapariciones que son objeto de denuncia por Asfadec responden a otra problemática, no hay
evidencia de ser forzadas, sin embargo las personas a quienes sus familiares esperan, no regresaron
a casa, alguien provocó su desaparición.
Con ese antecedente, el Estado en el año 2015 presentó un estudio denominado, Informe temático
sobre las personas desaparecidas en el Ecuador: Análisis de respuestas estatales, estadísticas,
acceso a la justicia y contexto socio cultural de la problemática 2013-2014, elaborado por la
Dirección Nacional de Investigación e Incidencia en Políticas Públicas y la Defensoría del Pueblo de
Ecuador, en el que se trata de desenmarañar las causas actuales de estos hechos.
En el resumen ejecutivo (2015), exponen, “El presente documento busca establecer el estado de
situación de las personas desaparecidas en el Ecuador, a partir de tres ejes fundamentales: la
normativa, la institucionalidad y la realidad reflejada en la revisión de casos paradigmáticos de
personas desaparecidas”. ¿Qué es un caso paradigmático? ¿El concepto de Desaparición a partir de
esa definición, representa la situación de esta problemática?
Para dar soporte a la relación entre la problemática y el abordaje estatal del mismo, Jelin sostiene
que la relación entre memoria y el Estado tras las dictaduras es regresar a la normalidad, “encarar el
pasado y promover medidas ligadas a la justicia y el reconocimiento de la violencia política y sus
víctimas”, y señala además que esa normalidad se aplica de acuerdo a la agenda pública de los
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gobiernos. Pero en el contexto ecuatoriano esta problemática en su tratamiento es considerada como
“instrucción administrativa”8, según el Manual de Procesos de la Fiscalía General del Estadoviii.
Como parte de la agenda pública de los gobiernos se entiende entonces, la creación de agencias
especializadas, protocolos de investigación y en ese contexto, el informe temático que elaboró la
Defensoría del Pueblo para explicar el contexto de esta situación social con categorías que permiten
conceptualizar esta problemática:
(…) en primer lugar se debe establecer la diferencia entre: persona extraviada, persona
perdida y persona desaparecida. En este sentido, el Protocolo de actuación para la búsqueda,
investigación y localización de personas desaparecidas, pérdidas o extraviadas (Consejo de
la Judicatura, 2012:3) establece lo siguiente:
• Persona extraviada: es aquella persona que sale de su domicilio o de algún otro lugar y no
puede regresar al mismo por alguna causa ajena a su voluntad;
• Persona perdida: se aplica a los casos de niñez y adolescencia de acuerdo a lo establecido
en el Código de la Niñez y Adolescencia en el que se considera pérdida de niños, niñas o
adolescentes, a su ausencia voluntaria o involuntaria del hogar, establecimiento educativo u
otro lugar en que se supone deben permanecer, sin el conocimiento de sus progenitores o
responsables de su cuidado.
• Persona desaparecida: toda persona que se encuentre en paradero desconocido para sus
familiares (Dirección Nacional de Investigación e Incidencia en Políticas Públicas;
Defensoría del Pueblo Ecuador, 2015: 10).
Las categorías, “persona extraviada, perdida o desaparecida” recogiendo el punto de vista de
Lefebvre (2006) se ubican como representación, y explica que, “La re-presentación es, pues,
presentación pero debilitada y aun ocultada. Rasgo fundamental según Heidegger del pensamiento
hasta él: en la representación se despliega el siendo y no el Ser”. ¿Un caso “paradigmático” es
presentación de la problemática?
Para explicar este asunto el autor detalla que, la teoría de las representaciones se libra de dilemas y
aporías, porque su eficiencia radica en el “hecho de que las representaciones no son ni falsas ni
verdaderas, sino a la vez falsas y verdaderas: verdaderas como respuestas a problemas “reales” y
falsas como disimuladoras de las finalidades “reales”. Queda decir entonces que, la problemática de
la desaparición se enmarca en la tercera categoría, persona desaparecida.
La Defensoría del Pueblo expone que para entender la diferencia entre las tres categorías existen tres
dimensiones que explican el fenómeno de la desaparición:
Las categorías antes mencionadas se caracterizan por tener en común que la persona
permanece ausente, independientemente de las circunstancias que causaron su desaparición.
(Aim for human rights, 2009). A su vez, la desaparición de una persona involucra tres
dimensiones: i) dimensión humana; ii) dimensión de responsabilidad penal individual; y, iii)
dimensión de responsabilidad del Estado (Aim for human rights, 2009).
8 Según el informe presentado por la Asociación de Familiares y Amigos de Personas Desaparecidas en
Ecuador (Asfadec) y La Fundación Regional de Asesoría en Derechos Humanos (Inredh), “ANALISIS DE LA
RESPUESTA ESTATAL ANTE CASOS DE DESAPARICION DE PERSONAS” presentado el 26 abril de
2016, reseñan que la Fiscalía General del Estado el 11 de enero de 2016, respondió a una petición de acceso a
la información pública que solicitó Asfadec. En esta contestación detallan, “El 11 de enero 2013 a 5 de Junio
de 2015 fiscalía conoció un total de 29.309 casos de desaparición de personas, manteniendo aperturados 1714
actos administrativos por desaparición, perdida o extravío en unidades de actuación administrativa; sin
embargo en el propio informe Fiscal las cifras son contradictorias ya que por ejemplo hablan de un total de
29.309 denuncias, 29.160 personas halladas vivas o muertas y 1.714 actos administrativos aun abiertos.”
(Asfadec, Inredh, 2016).
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La dimensión humana o del sufrimiento humano se caracteriza por centrarse en la búsqueda
de la persona desaparecida y en el sufrimiento de las personas afectadas; mientras que la
dimensión de la responsabilidad penal individual centra su accionar en la investigación y
sanción de las personas particulares responsables que han causado la desaparición. Por
último, la dimensión de responsabilidad estatal busca determinar la responsabilidad del
Estado tanto en materia de prevención como de protección de las personas desaparecidas.
(…)Así, toda desaparición tiene la dimensión de sufrimiento humano, sin embargo notoda
desaparición tiene la dimensión de responsabilidad penal individual o la de responsabilidad
estatal (Arteaga, 2013), (Dirección Nacional de Investigación e Incidencia en Políticas
Públicas; Defensoría del Pueblo Ecuador, 2015: 11).
Los familiares de quienes no regresaron a casa, no podrían sortear las categorías de extraviada,
perdida o desaparecida, tampoco las dimensiones, “responsabilidad penal individual y dimensión
de responsabilidad del Estado” si no hay un cuerpo. Para Lefebvre (2006) “(…) las representaciones
no son sin embargo verdaderas por vocación, por esencia. Ni falsas. Es una operación ulterior, una
actividad reflexiva, la que les confiere verdad y/o falsedad relacionándolas con las condiciones de
existencia de quienes la producen”, entonces para todos y todas, desde el momento en que no sienten
la presencia de su ser querido, pasa a ser desaparecido, como concepto, como sujeto.
¿Quién es un/una desaparecido/desaparecida? ¿Es una presencia, es una ausencia? Lefebvre (2006)
explica que, “La presencia y la usencia no pueden concebirse como la doble cara, el anverso y el
reverso, de un mismo hecho mental (o social, o natural)”. Explica que ante la interpretación en diadas
tuvo que introducir un tercer camino e insertó el término representación.
¿Pero al nombrar, al traer al presente, al momento, a la persona que no regresó a casa es un recuerdo,
y si es, se inscribe entonces como representación? El autor señala que:
El recuerdo difiere de la representación por una cualidad, la de la vivencia. Mientras hay
recuerdo, el pasado se enlaza con lo actual y conserva la vivacidad cambiante del presente;
lo cual no significa de una presencia, sino de una ausencia en la presencia. En cuanto es
representado, el pasado se fija y muere tanto en la historia como en la memoria subjetiva
(Lefebvre, 2006: 69).
La presencia no tiene nada que ver con lo concreto, con la idea de lo sustancial en la tradición
metafísica de la filosofía, puesto que si la presencia es tomada en forma separada del contexto, es
hueco, por lo tanto ausencia, para Lefebvre, “Forma y contenidos separados son fugas de la
presencia”, en el caso de desaparición de personas en Ecuador, si se recoge cifras para explicar un
número de diligencias como caso estadístico, y no se citan las historias de vida detrás de esos
números, el contexto cultural de violencia en el país, las acciones para prevenir se enmarcan en el
plano ausente.
Respecto a la presencia, Santcovsky (1997) a partir del relato de Sófocles sobre Antígona, expone
que la muerte o un desaparecido al no recibir sepultura y honores por sus familiares quedan sin
identidad, ni de hijo, ni hermano, padre o madre, señala que, “cuando hablamos de cuerpo no nos
referimos al organismo biológico sino al cuerpo marcado por la acción del significante” (p. 11). La
autora para referirse a la condición del cuerpo ausente recurre al psicoanálisis lacaniano y explica,
que si el cuerpo (idealizado, el recuerdo) no se ajusta a un significante queda suspendido en lo real.
Es decir queda expuesto a la mirada de los otros, “Un cuerpo tal cual en su condición de rigidez
cadavérica” (p. 11).
El ejercicio del nombrar, de usar afiches, fotografías en los plantones, en marchas es operar en el
plano de la presencia y de la ausencia, es representar una problemática, representar la angustia de no
saber qué pasó con su ser querido. Cuando los integrantes de Asfadec gritan un nombre (Telmo
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Orlando Pacheco, Adrián Romo, Leonor Ramírez, etcétera) y el resto corea, ¡presente! Es un ejercicio
de memoria.
Al nombrar o escribir el nombre de un/una desaparecido/desaparecida y hacerlo público es un acto
político, dice Santcovsky (1997):
De alguna manera es una marca de hacer duelo a sus seres queridos, desaparecidos. En
ausencia, construir presencia a modo de ritos funerarios, recordando, convocando a los que
no están, ritos cuya característica es la posibilidad de colectivizar el dolor, la fuerza del
espíritu encolumnado, la angustia frente a la desaparición, el exilio o la muerte (Santcovsky,
1997: 25).
Como explicación de marca, de duelo, la autora (1997) establece una relación entre el tejido de época
griega representado por Penélope y el tejido de las madres argentinas en épocas de la guerra de las
Malvinas de abril de 1982, “que se reunían en la Plaza República, alrededor del Obelisco para tejerles
gorros y bufandas que nunca llegaron a destino”, Y expone “que no es el mismo efecto significante,
Penélope tejiendo y destejiendo…, que desfilar las mujeres con sus tejidos, a modo de protesta por
las calles…”, “Esta es la condición de la letra, lo que hace marca, dejando huella de significante más
allá de los idiomas y lenguajes de los pueblos”, “Tanto el pañuelo como la ronda pasaron a circular
internacionalmente” (p. 25).
Gráfico 1. Las Abuelas Chela Fontana, Raquel Radío de Marizcurrena, Clara Jurado y Eva Castillo Barrios marchan
junto a las Madres de Plaza de Mayo (05-05-1982). Fuente: ABUELAS
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Gráfico 2. Marcha por lxs desaparecidxs, ¡Nos arrancaron una parte de la vida pero lucharemos hasta encontrarlos! (Av.
10 de Agosto y Gran Colombia) hacia el Palacio de Carondelet. (07-09-2015). FUENTE: Asfadec
En la misma línea Echeverría (2001) explica que la actividad social en la dimensión cultural imprime
un sentido en la cultura. Se entiende así que la presión de los familiares y amigos de personas
desaparecidas (actividad social), permitió que esta problemática pase del escenario privado familiar
al escenario público (medios de comunicación, plazas, calles), detonando en la creación de políticas
públicas que traten esta situación social.
Echeverría expone que:
(…) la dimensión cultural de la existencia social no solo está presente en todo momento como
factor que actúa de manera sobredeterminante en los comportamientos colectivos e
individuales del mundo social, sino que también puede intervenir de manera decisiva en la
marcha misma de la historia. La actividad de la sociedad en su dimensión cultural, aun
cuando no frene o promueva procesos históricos, aunque no les imponga un dirección u otra,
es siempre, en todo caso, la que les imprime un sentido (Echeverría, 2001: 26-27).
Nombrar a las personas desaparecidas en la dimensión cultural, a criterio de Echeverría (2001) es
imprimir un sentido, en ese contexto, tratar a la desaparición como una problemática que denota la
necesidad de cambios radicales en la estructura misma del Estado para frenar y eliminar estos hechos.
Los familiares han emprendido ese camino, hacer uso de la palabra para seguir trayendo a los suyos
al presente, que el ejercicio de la memoria, esté presente en la cultura, en la cotidianidad, para que el
dolor que ellos acarrean no lo padezcan más familias. Su lucha es por la no repetición.
Christian Arteaga9, señala que para hablar de personas desaparecidas se debe tomar en cuenta dos
momentos, el primero que puede ser denominado como crisis de una modernidad tardía, en donde la
representación física y simbólica de la persona era mediante el cuerpo de la víctima, “un claro
ejemplo de esto puede ser la guerra, porque es una forma de representación física y simbólica, y
como ejemplo la fotografía de la Guerra de Vietnam, en donde aparece una niña corriendo con la
ropita derretida” (Arteaga, 2016).
9 Catedrático de la Facultad de Comunicación Social, Universidad Central del Ecuador.
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Foto. 1. Niña de 9 años (Kim Phuc). Guerra de Vietnam, 8 de junio de 1972, fuente: https://goo.gl/MtR9qs
Pero ¿qué pasa cuando no hay víctima, y la representación es el desaparecido? En ese contexto surge
la lucha de los familiares de personas desaparecidas. El ejercicio de rememorar a las personas que
no regresaron a casa por parte de sus familiares inscribe en el discurso cotidiano, nombres e historias
de vida que podían haber quedado relegados al silencio, al olvido. El problema en tanto
representación señala Christian Arteaga, “es que origina una radicalidad extrema al punto de que
desaparecen simbólica, corporal y todo lo que implica el cuerpo”.
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CAPITULO II
2. DISCURSO Y MEMORIA (CONTEXTO ASFADEC)
El presente capítulo establecerá una relación entre discurso y memoria; cómo se construyen,
representan y reproducen los relatos en torno a la problemática de desaparición de personas en
Ecuador. Qué ejercicios entorno a la memoria construyen los familiares y a partir de qué estrategias
presentan a sus seres queridos ausentes frente a la mirada de los Otros. ¿Se ha logrado constituir un
discurso de la memoria sobre desaparecidxs?
¿Quiénes son los desaparecidos? ¿Son pobres, son ricos, son clases media? ¿Son mayoritariamente
hombres o mujeres? ¿Son trabajadores, estudiantes o jubilados? ¿Sus familiares los buscan o esperan
que los agentes del Estado cumplan su función? Las historias de vida presentes en este capítulo, no
son estadística, son narrativas pendientes, testimonios de quienes se quedaron esperando, de quienes
cada miércoles se plantan en la plaza de la independencia a gritar los nombres de sus seres queridos
desaparecidos.
2.1. Discurso (foucault - ricoeur)
(…) -Es verdad- contestó su compañero-, muchos tienen algo, y pocos dan a los otros. La
injusticia ha dividido al mundo en parcelas, y nada está repartido por igual, excepto el dolor
(Wilde, 2006: 263).
Dentro de los relatos que se construyen sobre la problemática de personas desaparecidas hay
diversidad de enunciados. El discurso oficial de Estado expondrá los aportes del mismo para resolver
la mayor cantidad de casos, apoyo a los familiares, capacitaciones, seminarios de Derechos
Humanos, entre otras. Por otro lado hay familiares que están a favor del trabajo demostrado por
investigadores policiales en su caso particular, y además satisfechos por los compromisos asumidos
por el Jefe de Estado en 2013.
Un tercer grupo lo conforman familiares dentro de una asociación, Asfadec que no están de acuerdo
con la forma de trabajo de agentes, fiscales, y representantes del Estado, frente a esta situación social,
y ante esto, decidieron organizarse y realizar pronunciamientos públicos que develen el mal
funcionamiento o el incumpliendo de los compromisos asumidos por el presidente Correa en
diciembre de 2013. Sobre esto regresaremos más adelante.
De esta relación, entre agentes, podemos asumir dos posibilidades, la primera que parte de Paul
Ricoeurix (1988), quien dice, “La acción de uno parte de la acción del otro, lo que da como un juego
de lenguaje entre preguntas y respuestas”, la acción en el discurso, por tanto, para Ricoeur, es el
“análisis del lenguaje ordinario” que aplicado a la acción permite un juego de preguntas y respuestas
que se distinguen en: acción la primera y en movimiento la segunda. Por otra parte, la relación entre
el deseo de asumir la palabra y el poder para determinar si es verdadero o falso un relato, a ese
contexto, Michel Foucaultx lo denomina discurso, y sugiere:
En toda sociedad la producción del discurso está a la vez controlada, seleccionada y
redistribuida por cierto número de procedimientos que tienen por función conjurar sus
poderes y peligros, dominar el acontecimiento aleatorio y esquivar su pesada y temible
materialidad (Foucault, 2002: 14).
Los elementos que participan en la producción del discurso son: “sexualidad y política, la oposición
entre razón y locura y la oposición entre lo verdadero y lo falso”, según Foucault en, El orden del
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Discurso (2002), son procedimientos de exclusión, hablar de lo prohibido, que se inscriben como,
“derecho exclusivo o privilegiado del sujeto que habla”.
Así, tratar sobre sexualidad y política, están vinculadas dice el autor con “el deseo y el poder”, y
rescata del psicoanálisis la definición de discurso, “(…)-no es simplemente lo que manifiesta (o
encubre) el deseo; es también el objeto del deseo”. Foucault (2002), define que, “El discurso no es
simplemente aquello que traduce las luchas o los sistemas de dominación, sino aquello por lo que, y
por medio de lo cual se lucha, aquel poder del que quiere uno adueñarse.” (p. 15).
Por su parte Ricoeur (1988) expone que “la noción de carácter de deseabilidad es hacer manifiesta la
pertenencia del deseo al orden del lenguaje; lo deseable expresa la entrada de la energía pulsional en
la esfera de la significación; (…)”. Es decir por qué los sujetos aceptan asumir “la proximidad del
deseo con el lenguaje” (Ricoeur, 1988, p.48).
En ese contexto, Rodrigo Garzón, hermano menor de Gustavo Garzón10, escritor desaparecido en
noviembre de 1990, junto a su madre, Clorinda Guzmán emprendieron el camino de resistir el paso
del tiempo, y pese a las complicaciones porque supuestamente no existen pruebas de que la
desaparición de Gustavo haya sido producto de agentes del Estado, asumieron la actitud de no
quedarse callados. El no guardar silencio trajo complicaciones a mi hermano, señala Rodrigo, uno
de ellos, Ecuatoriana de Aviación. Escribir posiblemente fue determinante para que haya
desaparecido:
Gustavo era esencialmente un escritor, tenía otra profesión, licenciado en estadística
por la Universidad Central, pero casi no ejerció esta profesión, aparte de eso, él
trabajó en Ecuatoriana de Aviación y recibió unos cursos de aviónica, era técnico en
aviónica. Estos cursos lo realizó en los Estado Unidos y en Israel, pero por sus
escritos -por lo que él escribía y por unos de sus cuentos, que se llama “mijito mar”,
le hicieron un conflicto ahí, en realidad es un cuento, no tienen mayores
implicaciones, pero las Fuerzas Armadas que administraban la Ecuatoriana, le
hicieron unos interrogatorios, y al final le dijeron, sabe qué, está fuera de Ecuatoriana
(Garzón G. R., 2016).
Otra de las modalidades de exclusión que identificó Foucault es la oposición entre razón y locura,
que hace referencia al relato que “no puede circular como el de los otros”, las palabras que el loco
emite, no tienen valor, verdad ni importancia, señala que esos antecedentes no le permiten
“testimoniar ante la justicia”, explica también que en Europa durante siglos se consideró como
“portadora de verdad” o simplemente no se escuchaba, “de todas formas a través de sus palabras se
reconocía la locura del loco”.
En ese contexto, no se le concedía la palabra más allá de ser un acto simbólico. Aclara además, que
la antigua separación, razón y locura, sigue operando, por ejemplo “el armazón de saber, a través del
cual desciframos esta palabra”, en las instituciones médicas es el psicoanalista;
Y aun cuando el papel del médico no fuese sino el de escuchar una palabra al fin libre, la
escucha se ejerce siempre manteniendo la cesura. Escucha de un discurso que está investido
por el deseo, y que se supone –para su mayor exaltación o para su mayor angustia- cargado
de terribles poderes. Si bien es necesario el silencio de la razón para curar los monstruos,
basta que el silencio esté alerta para que la separación persista (Foucault, 2002: 18).
10 El contenido íntegro del Testimonio en Anexos
24
En el tratamiento de esta situación social, desprestigiar a una persona desaparecida por su condición
clínica, se instaura como tal, porque ese sujeto está en silencio, sus condiciones de vida quedaron
dichas por el discurso médico, en el caso de Leonor Ramírez11 se dijo que la señora era adulta mayor
y padecía Alzheimer. Su hija, Isabel Ramírez, señala que:
(…), puedo decir que siempre he sido revictimizada, porque no le han dado importancia,
porque dicen que se trata de una viejita, pero para mí no. Yo sí le doy importancia porque
es mi madre, porque me tuvo nueve meses, me crio y todo, como me voy a olvidar de mi
mamá, para ellos es fácil decir que sufría Alzheimer, que ya ha de estar muerta, bueno, si es
que está muerta, por lo menos devuélvame los restos (Cabrera, 2016).
Hablar de la locura no implica únicamente la condición médica, sino que va más allá, se refiere a la
carencia de facultades que permitirían un desarrollo autónomo, “normal”. Por eso cuando el Estado
señala que Asfadec, es una asociación manipulada, niega la posibilidad discursiva que los familiares
construyen. Niega que sea valedera y menos propia, como ejemplo está el pronunciamiento del
presidente Rafael Correa en el Enlace Ciudadano 483 desde San Vicente, provincia de Manabí el
sábado 9 de julio del 2016, “las garras de la politiquería entraron en esta tragedia de los desaparecidos
y se ha creado por ahí una Asociación que vive haciendo bulla los miércoles”.
Como respuesta la agrupación, a través de un boletín de prensa, denominado, Asfadec responde a
declaraciones de presidente Rafael Correa y ministro Serrano emitidas en el Enlace Ciudadano No.
483, señala que:
(…) todas las personas tenemos el derecho a pertenecer a una asociación u organización de
forma libre; este derecho es reconocido por la Constitución en el Art. 66 y es reconocido por
diferentes instrumentos internacionales de derechos humanos. El deber del Estado es la
promoción y protección de las asociaciones cuando sus objetivos y pretensiones son
legítimas.
Quienes participamos de marchas o plantones lo hacemos de manera voluntaria y con la firme
convicción de que visibilizar a nuestros familiares es una alternativa válida para ayudar a
encontrarlos; que nuestra lucha es legítima y nace del amor por encontrar a nuestros seres
queridos. Por lo tanto, los funcionarios públicos y demás personas que tachan nuestra lucha
de politiquera y partidista vulneran nuestros derechos (Asfadec, Boletin de prensa: Asfadec
responde a declaraciones de presidente Rafael Correa y ministro Serrano emitidas en el
Enlace Ciudadano No. 483, 2016).
Y como tercer elemento, Foucault señala a la oposición entre lo verdadero y lo falso, y cómo, ese
principio devino en la voluntad de verdad apoyada en una “base institucional, y que está acompañada
por una densa serie de prácticas como la pedagogía, el sistema de libros, la edición, las bibliotecas,
las sociedades de sabios de antaño, los laboratorios actuales”, que determinan cómo cierto saber será
“distribuido, repartido y en cierta forma atribuido”. Este principio dice el autor, ejerce sobre los otros
discursos “una especie de presión y poder de coacción”, además:
Y el motivo es que, desde hace siglos, los primeros no han cesado de derivar hacia él. Y
porque cada vez más él intenta tomarlos a su cargo, para modificarlos y a la vez
fundamentarlos. Y porque los dos primeros no dejan de hacerse cada vez más frágiles, más
inciertos en la medida en que, al encontrarse ahora atravesados por la voluntad del saber, ésta
por el contrario no cesa de reforzarse y de hacerse más profunda y más insoslayable.
Y, sin embargo, es de ella de la que menos se habla, (…) (Foucault, 2002: 23-24).
11 El contenido íntegro del testimonio en Anexos
25
En la arqueología del saber (2010) el mismo autor explica que el discurso no debe ser tratado como
un conjunto de signos o de “elementos significantes que envían a contenidos o a representaciones”,
sino como:
(…) prácticas que forman sistemáticamente los objetos de que hablan. Es indudable que los
discursos están formados por signos; pero lo que hacen es más que utilizar esos signos para
indicar cosas. Es ese más lo que los vuelve irreductibles a la lengua y a la palabra. Es ese
"más" lo que hay que revelan y hay que describir (Foucault, 2010: 68).
Lo que determina las modalidades de exclusión, está atravesado por un conjunto de elemento que le
dotan de significación, es decir de procedimientos internos “de control y delimitación del discurso”.
Podría sospecharse, dice Foucault, que en las sociedades existe una especie de nivelación de
discursos:” los discursos que “se dicen”, que surgen en conversaciones y que desaparecen al ser
pronunciados y los discursos que permanecen, indefinidamente, una vez dichos. En nuestra cultura
señala el autor, son los textos religiosos, jurídicos, literarios y científicos:
Es cierto que esta diferencia no es ni estable, ni constante, ni absoluta. No existe, por un lado,
la categoría dada ya de una vez para siempre, de los discursos fundamentales o creadores; y
después, por otro, la masa de aquellos que sólo repiten, glosan o comentan. Bastantes textos
importantes se oscurecen y desaparecen, y ciertos comentarios toman el lugar de los
primeros. Pero por más que sus puntos de aplicación cambien, la función permanece; y el
principio de cierto desfase no deja de ponerse continuamente en juego (Foucault, 2002: 26-
27).
El discurso de verdad y justicia, o la máxima en la portada del informe de La Comisión de la Verdad
de Ecuador en 2010, SIN VERDAD NO HAY JUSTICIA, representa un deseo de permanencia, que
no solo apunta al futuro, sino que trata de asentar los pilares para que 118 casos de violaciones a los
derechos humanos trascienda, que vaya del hoy al ayer, que los responsables sean presentados a la
justicia. Que el mismo concepto justicia sea reactualizado como significante. Que la verdad sea
asumida desde la voz de las víctimas, de los sobrevivientes o de quienes se quedaron esperando el
regreso de su ser querido.
La relación de esos dos niveles, la permanencia y la actualización, permite “construir
indefinidamente nuevos discursos” a esto el autor (2002) denomina comentario, que significa que
“Lo nuevo no está en lo que se dice, sino en el acontecimiento de su retorno.”. Entonces, hablar de
desaparición en la actualidad debe ser entendido desde otro marco conceptual. Por ese motivo
Asfadec, a través de varios comunicados solicitó la tipificación de la desaparición involuntaria en
contraste a la desaparición forzada, sin embargo no fue tomado en cuenta. Sobre esto volveremos
más adelante.
Cuando no hay tipificación, y no existe una figura jurídica penal que garantice una investigación
sobre los posibles sospechosos, no se garantiza una resolución, porque en el caso de no existir
evidencias, queda implícito, que si no existe cuerpo no hay delito. Ese vacío legal, señala, Christian
Arteaga, configura una significación de la “brutalidad y la radicalidad que implica una desaparición,
porque si encuentran a una persona muerta, está el cuerpo y sobre el cadáver los peritos pueden hacer
una especie de cartografía, y explicar de qué murió, si fue o no asesinado”,
(…) cuando no hay cuerpo hay un vacío. Ya no existe la persona, solo queda en la memoria
de quienes la vieron el día anterior. El Estado no entiende la gravedad que eso implica, y lo
preocupante es que desde esa perspectiva tampoco asume que debe ser garante de todos los
derechos. Este tema, debe ser entendido como un problema de racionalidad, porque si dicen
que no es el Estado ¿quién es?, si el Estado somos todos, y ante eso no hay una respuesta
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clara de lo que implica ese problema. Esto deja en evidencia que el Estado, como algo
concreto, ya no tiene el monopolio de la violencia, de la fuerza, ni siquiera ahora, Estados
Unidos; a ese país en 2001, “una acción terrorista derribó dos torres, y como justificativo
iniciaron una guerra en Medio Oriente. Lo mismo pasó en Europa, precisamente el atentado
en París. Estos antecedentes muestran que el monopolio de la violencia ya no existe, y lo
preocupante es que la realidad se abre sobre esa especie de multiguerras, multiviolencias
(Arteaga, 2016).
Otro principio dentro del discurso y que va vinculado al del comentario, a lo dicho, es el “autor como
principio de agrupación del discurso, como unidad y origen de sus significaciones, como foco de su
coherencia”. Señala que este principio no actúa en todas partes, hay espacios en los que el discurso
no necesita venir con el aval de un autor, por ejemplo las conversaciones cotidianas, y otros en los
que es indispensable su existencia, “literatura, filosofía, ciencia”.
Para Foucault, el autor es alguien real, es quien hace irrupción en la cotidianidad, es quien escribe,
habla, sobre su época, incluso, cómo la percibe o modifica. “El autor es quien da al inquietante
lenguaje de la ficción sus unidades, sus nudos de coherencia, su inserción en lo real”.
La persona que habla, es quien emite un enunciado, como parte esencial en la formación discursiva,
como “irrupción histórica”. Cuando alguien habla sobre los desaparecidos y las desaparecidas en
Ecuador, está construyendo a partir de lo dicho, enunciados, que sientan la base de varios tipos de
discursos, el de la violencia, el de la inseguridad, del dolor, de la memoria, de la justicia.
Por su parte Ricoeur (1988) cuando se refiere a agente, se dirige a quien emite un enunciado, y es
“aquel que no sólo es identificable, aquel que es responsable, sino más fundamentalmente todavía
aquel que hace, que produce la acción, aquel que plantea sus actos”, es quien asume, como establece
Foucault, la suerte del desear asumir la palabra, asumir una acción. Siguiendo esta afirmación, se
entiende que el papel de los familiares que conforman Asfadec se constituyen en agentes, en sujetos
que asumieron la acción de tomar la palabra y denunciar un problema:
(…) el primer resultado que obtuvimos como Asfadec, fue la presión que se ha hecho, y el
Presidente se vio obligado a hacer la reuniones con nosotros, si no hubiera sido por Asfadec,
Correa no estuviera diciendo somos el primer Gobierno que les abierto las puertas, quizás
hubiera tenido la misma actitud. Asfadec ha traído a flote una cosa terrible que pasa en
nuestro país, y que nunca nadie ha afrontado y que seguramente el número de desaparecidos
desde que está aquí Correa no ha habido en otros Gobiernos, y por qué no se ha hecho público,
no nos importa, ni viene al caso, pero ahora hay una realidad que ha salido a flote por Asfadec,
porque la Asociación se ha esforzado, aunque sean los tres o los cuatro, se han esforzado en
poner los puntos sobre las ies, y de sacar al aire una problemática social súper fuerte y grave,
y que el presidente ahora diga somos el primer gobierno, pero si es su obligación –de qué
hace aspaviento, es su deber, él tiene que hacer, lo poco o nada que ha hecho, pero tiene que
hacer (Tobar, 2016).
La organización de las disciplinas, como principio de limitación, se diferencia del comentario,
porque formula indefinidamente nuevas proposiciones, en vez de darle interpretaciones a un texto
anterior, y del principio de autor en que no necesita de alguien que le dé sentido y validez, porque
se define por un “conjunto de métodos, un corpus de proposiciones consideradas verdaderas”, y que
están disponibles a quien quiera servirse de él, dice Foucault.
Para que una proposición pueda enmarcarse como parte de una disciplina debe constituirse a partir
de un horizonte teórico, sin embargo dentro de cada disciplina se reconocen proposiciones verdaderas
y falsas. Una proposición, dice Foucault (2002), “debe cumplir complejas y graves exigencias para
27
poder pertenecer al conjunto de una disciplina; antes de poder ser llamada verdadera o falsa, debe
estar, como diría Canguilhen, en la «verdad»”.
Dentro de orden del discurso, existen otras modalidades de control, entre ellas, las proposiciones,
que deben fundarse sobre un horizonte teórico para ser tomada como afirmación verdadera. Foucault
denomina a este proceso como «policía» discursiva, porque condiciona que al decir una proposición
desde la exterioridad (por fuera del espacio conceptual, imaginario, simbólico controlado por la
disciplina), es no decir «la verdad»; “La disciplina es un principio de control de la producción del
discurso”, es un espacio restrictivo y coactivo, el objetivo dice es “imponer a los individuos que los
dicen cierto número de reglas”:
Para ser más preciso: no todas las partes del discurso son igualmente accesibles e inteligibles;
algunas están claramente protegidas (diferenciadas y diferenciantes) mientras que otras casi
abiertas a todos los vientos y se ponen sin restricción previa a disposición de cualquier sujeto
que hable (Foucault, 2002: 39).
Foucault explica que dentro de un sistema de restricción (orden del discurso) se da un juego de
comunicación y de intercambio, a veces el discurso es compartido en diálogo, y en otras el orden del
discurso se construye desde una “forma de apropiación del secreto y de la no intercambiabilidad”.
Se determina una sociedad del discurso por donde solo puede circular, cierto tipo de información
«verdadera», pero también hay espacios en los que los regímenes de divulgación tienen otros
modelos.
En el orden del discurso se definen espacios de operatividad, unos se construyen en un segmento
controlado por donde pueden circular y transmitirse las proposiciones, y otros, que son modelos de
divulgación, abiertos, pero en donde circula “un solo y mismo conjunto de discursos”, Foucault, lo
llama, doctrina, que se separa de las disciplinas científicas, porque establece un control, además de
la forma y contenido del discurso, sobre el sujeto que habla. “La doctrina vincula a los individuos a
cierto tipo de enunciación y como consecuencia les prohíbe cualquier otro”, el autor la denomina,
adecuación social del discurso:
La educación, por más que sea legalmente el instrumento gracias al cual todo individuo en
una sociedad como la nuestra puede acceder a cualquier tipo de discurso, se sabe que sigue
en su distribución, en lo que permite y en lo que impide, las líneas que le vienen marcadas
por las distancias, las oposiciones y las luchas sociales. Todo sistema de educación es una
forma política de mantener o de modificar la adecuación de los discursos, con los saberes y
los poderes que implican (Foucault, 2002: 45).
Esta separación como clasificación, en la mayoría de ocasiones termina vinculándose una con otra,
para garantizar la distribución de proposiciones y adecuaciones a los sujetos que hablan, “Digamos
en una palabra que ésos son los grandes procedimientos de sumisión del discurso”. En todos los
ámbitos de la vida social: música, literatura, medicina, etcétera, existe un orden del discurso, que
determinará sus estilos, formas y contenidos.
Ante estas funciones del discurso, Foucault dice que es necesario, “replantear nuestra voluntad de
verdad; restituir al discurso, su carácter de acontecimiento; borrar finalmente la soberanía del
significante”, pero encaminarse por este rumbo, implica una urgencia metódica y nociones que sirvan
de principio regulador en el análisis:
Del trastrocamiento, “fuente de discurso, el principio de su abundancia y continuidad”, y como
noción “del acontecimiento a la creación”; de discontinuidad, “Los discursos deben ser tratados
28
como prácticas discontinuas que se cruzan, a veces se yuxtaponen, pero que también se ignoran o se
excluyen”, como noción de contraste, “de la serie a la unidad”; de especificidad, “concebir al discurso
como una violencia que se ejerce sobre las cosas, en todo caso como una práctica que les imponemos,
(…)”, como oposición de análisis, “la regularidad a la originalidad”; de exterioridad, a partir de la
aparición misma del discurso y de su regularidad, “ir hacia sus condiciones externas de posibilidad,
hacia lo que da motivo a la serie aleatoria de esos acontecimientos y se fija los límites”, como eje de
análisis, “la condición de posibilidad a la creación”.
Esto significa que el análisis de la historia, debe partir desde enfoques que no han sido tomados en
cuenta, por ejemplo, la elaboración de “una teoría de la sistematicidades discontinuas”, en la que
debería tomarse en cuenta “la introducción del azar como categoría de producción de los
acontecimientos”, pero el azar entendido como posibilidad de creación, que se utilice como
explicación a la particularidad de los hechos. En la problemática de la desaparición, que una persona
no regrese a casa por causa del azar, se inscribe como efecto de algo, un discurso oculto que es
necesario develar.
2.2. Memoria: las marcas sociales
Elizabeth Jelinxi (2012) en, Los trabajos de la Memoria sostiene que el estudio de las memorias debe
abordar desde un inicio “el carácter construido y cambiante de los sentidos del pasado, de los
silencios y olvidos históricos, así como del lugar que la sociedad, ideologías, climas culturales y
luchas políticas asignan a la memoria” (p. 25) y señala que desde ese principio se ve “la necesidad
de historizar la memoria”.
Las memorias son procesos subjetivos e intersubjetivos, anclados en experiencias, en
“marcas” materiales y simbólicas y en marcos institucionales, Esto implica necesariamente
entrar en el análisis de la dialéctica entre individuo/subjetividad y sociedad/pertenencia a
colectivos culturales e institucionales (Jelin, 2012: 25).
La memoria, se erige sobre un principio de narración, de relato, de testimonio, sobre hechos
experienciales de determinado problema. Hablar sobre la desaparición, por tanto, es contextualizar
una situación social en un Estado, al que Asfadec se dirige y denuncia la falta respuestas. Jelin
sostiene que el deber institucional es encarar ese proceso de reconocimiento.
Explica que, “distintos gobiernos, en sus diferente ámbitos (nacional, provincial, municipal) encaran
esta normalidad de distintas maneras, instalando memoriales y recordatorios de todo tipo,
organizando eventos y utilizando la simbología asociada al tema” (p. 19), pero el compromiso
aceptado, se mantiene en una “ritualización y repetición constante”, así, “más que usos estamos en
presencia de lo que, visto desde otra perspectiva, serían abusos de la memoria”. La repetición,
permite que se pierda “la capacidad de abstraer y de inferir consecuencias para el futuro”. Sobre esto,
Elizabeth Rodríguez12, sostiene que:
La verdad, con tantas reuniones que hemos tenido, yo me siento desobligada de escuchar, -
solo ofrecen y no cumplen. Yo no espero mucho prácticamente o nada del estado, porque si
ellos quisieran ayudarnos, -en este caso el presidente quisiera ayudarnos realmente como lo
dice, -el mismo contrataría a los abogados, para que investiguen caso por caso, y ahí si saber,
cómo va la investigación con cada fiscal. Todo eso para ayudar a encontrar a nuestros
desaparecidos. Eso sería una verdadera ayuda para nosotros, para que cada caso se resuelva,
12 Noemí Elizabeth Rodríguez Martínez (1975). Mujer de 40 años de edad, tecnóloga en neuropatía
(especialización en medicina natural). Ocupación: comerciante (administra su propio negocio). Es madre de
Juliana Lizbeth Campoverde Rodríguez, joven universitaria desaparecida desde el sábado 07 julio de 2012. El
testimonio integro se encuentra en Anexos.
29
no para que una investigación aumente en papeles, porque tener 70 y 80 cuerpos de
indagación y no tener el cuerpo de mi hija no significa nada.
¿Pueden ver? ¡10 fiscales y 70 cuerpos de indagación, y mi hija no está! Yo necesito que mi
hija regrese a casa, encontrar a mi hija, tener una respuesta, pero mi hija no está (Rodríguez,
2016).
Frente a estos problemas Jelin (2012), sostiene que, “las memorias se construyen en escenarios de
confrontación y lucha entre actores con diversas narrativas contrastante” (p. 41), y explica que en el
ámbito contemporáneo, esas prácticas, testimoniales, narrativas, se mantienen, pero están cruzadas
por nuevas tecnologías y nuevas prácticas sociales:
“VIVIMOS EN UNA ERA DE COLECCIONISTAS. Registramos y guardamos todo: las
fotos de infancia y los recuerdos de la abuela en el plano privado/familiar, las colecciones de
recortes y notas referidas a temas o períodos de todo tipo. Y si no los guardamos, es porque
existe y crece ese archivo global que es internet (…), y los medios masivos de comunicación
estructuran y organizan esa presencia del pasado en todos los ámbitos de la vida cotidiana”
(Jelin, 2012: 43).
Un ejemplo de ello es el programa de radio que Asfadec logró construir con el apoyo de estudiantes
y profesionales de Comunicación Social, de la Universidad Central del Ecuador, la Fundación
Andina para la Observación Social y el Estudio de Medios (Fundamedios) y que salió al aire bajo el
nombre, Ayúdanos a encontrarlos, el 21 de octubre de 2013, como decisión de la Asamblea General
de Asfadec del 26 de agosto de 2013. La misión del programa de radio, que aún está al aire por
www.rayuelaradio.com es, “Visibilizar la problemática de la desaparición, evidenciar los
inconvenientes existentes en los procesos de investigación y sensibilizar a las autoridades y a la
sociedad en sí sobre las desapariciones en Ecuador” (Asfadec, Tu voz en mi memoria, 2013).
Dentro del campo oral, el testimonio según John Beverleyxii en, Anatomía del testimonio, se configura
en la década de los 60’ como suerte de catarsis o liberación personal, relacionada a la consigna de la
nueva izquierda norteamericana cuya consigna fue the personal is the political (lo personas es lo
político). Pero en qué se diferencia el testimonio como narrativa, de la literatura, pregunta el autor.
Esa suerte de catarsis inscrita en la narrativa testimonial, no es una obra de ficción, ni recoge la
dimensión moralizadora e iconoclasta de la literatura, porque el eje del testimonio no es un personaje,
sino una situación social, que el narrador testimonia, vive o experimenta con otros.
El programa de radio Tu voz en mi memoria, antes Ayúdanos a encontrarlos se constituye desde el
testimonio de los familiares y amigos de personas desaparecidas que relatan la búsqueda, la
exigencia, la esperanza, las historias de vida truncadas y que tienen un valor fundamental como
narrativa, porque a diferencia de la ficción literaria, en donde el personaje vive un fenómeno social
en su espacio privado, el testimonio del familiar de una persona desaparecida va del espacio privado,
del dolor, de la memoria, del hogar, al espacio público, a través de plantones, marchas, eventos
artísticos, entrevistas; todos levantados desde un discurso de solidaridad, un discurso de la memoria
de no más desaparecidos.
La importancia de este tipo de narrativa para el discurso de la memoria es que permite una nueva
relación entre el narrador y el interlocutor, porque “en primer plano se elimina la presencia textual
de un ego autoritario” (Beverley, 1987), y como efecto el interlocutor forma parte del testimonio por
medio de la interpelación directa; señala también Beverley, que se precisan en la narración un tú, un
vos, un ustedes e invita de esta manera a una complicidad tácita al interlocutor. Las personas que
necesitan ser encontradas, son llamadas por sus familiares, y al hacerlo, indican las similitudes de
gustos o costumbres con quienes escuchan. En la búsqueda de Daniel Sigcho, su padre, dice:
30
Pasaron los días, y preguntábamos a sus compañeros; mi otro hijo también junto con sus
amigos preguntaba si han visto a Daniel Sigcho. Buscamos por todo lado, fuimos a la mitad
del mundo, porque tenía ahí, amigos rockeros; fuimos a Guaranda, porque tenía compañeros
de allá, pasamos por Ambato, Baños, nos fuimos incluso a Ibarra, recuerdo, que la Liga de
Quito jugaba un partido, estaba suspendido el estadio creo, fui porque él es hincha de la Liga
y él casi nunca faltaba a los partidos, pero entre las barras, entre el público, tampoco tuve
resultados (Sigcho, 2016).
Para Beatriz Sarlo (2005), las fuentes testimoniales se configuran como “modalidades no académicas
de escritura” que “encarnan el asalto del pasado (…) en función de necesidades presentes,
intelectuales, afectivas, morales o políticas.” El asalto temporal que explica la autora, determina el
génesis de “los nuevos sujetos del nuevo pasado” (p. 16), quienes se organizan sobre un principio de
rebeldía y conservación y que con actos de astucia “modifican sin espectacularidad sus condiciones
de vida”.
Ante la imposibilidad de ser escuchados los familiares de personas desaparecidas vieron la necesidad
(urgente) de organizarse en torno a una asociación, Asfadec, y desde ese espacio exigir a las
instituciones y al Estado ecuatoriano verdad y justicia por sus seres queridos que no regresaron a
casa hace seis meses, cuatro años, 25 años. Así lo reconoce, Lida Ocampo, madre de Byron Rocano,
joven desaparecido el 13 de junio de 2013 en la Reserva El Ángel:
Desde que pertenezco a la asociación, serán unos dos años mi hijo ha sido tomado en cuenta
nuevamente, porque no estaba constando en nada, en ningún lado como desaparecido,
entonces gracias a la Asociación, ellos fueron por aquí, por allá. Ahora mi hijo está
constando, pero eso por los trámites que hice junto a Asfadec (Ocampo, 2016).
Sarlo (2005) sostiene que el ejercicio del testimonio, ubica categóricamente a los “sujetos
marginales”, quienes habrían sido ignorados por los modos de narración oficiales del pasado, de
un plano ausente, pasivo, a uno que propone y “genera exigencias de método a la escucha sistemática
de los discursos de memoria”. El ejercicio de quienes conforman Asfadec, los inscribe como “nuevos
sujetos del nuevo pasado” quienes exigen ser escuchados por el Estado para tratar este tema como
una problemática social.
Es en este momento, señala Sarlo (2003), en el denominado “giro subjetivo” que surge el principio
de “entender al pasado desde su lógica” y darle a la subjetividad un lugar. “La revalorización de la
primera persona como punto de vista y reivindicación de una dimensión subjetiva”, explica que, “El
reordenamiento ideológico y conceptual del pasado y sus personajes coincide con la renovación
temática y metodológica que la sociología de la cultura y los estudios culturales realizaron sobre el
presente” (p. 20).
Se ha restaurado la razón del sujeto, que fue, hace décadas, mera “ideología” o “falsa
conciencia”, es decir, discurso que encubría ese depósito oscuro de impulso o mandatos que
el sujeto necesariamente ignoraba. En consecuencia la memoria oral y el testimonio han
devuelto la confianza a esa primera persona que narra su vida (privada, pública, afectiva,
política), para conservar el recuerdo o para reparar una identidad lastimada (Sarlo, 2003: 22).
Como sujetos del nuevo pasado y responsables de la construcción discursiva de la memoria, la
Asociación de Familiares y Amigos de Personas Desaparecidas en Ecuador, Asfadec con el apoyo
de Fundación Regional de Asesoría en Derechos Humanos, Inredh, remitieron el 26 de abril de 2016,
al Comité de Derechos Humanos contra Desapariciones Forzadas un informe13 alterno, sobre las
preocupaciones de familiares de personas desaparecidas en el tratamiento que el Estado ecuatoriano
13 En, ANALISIS DE LA RESPUESTA ESTATAL ANTE CASOS DE DESAPARICION DE PERSONAS
(2016).
31
ha tenido sobre estos hechos, y “de manera especial ante el creciente y alarmante número de
desapariciones existentes en el país” (Asfadec, Inredh, 2016).
El objeto del informe fue denunciar la actitud del Estado ecuatoriano frente a la desaparición de
personas, “los continuos obstáculos para el ejercicio del derecho a la verdad y acceso a la justicia de
las familias de personas desaparecidas” señalan además, la falta de regulación, especialización y
alcance de las unidades responsables de investigar esta problemática. Se deja de lado el testimonio,
es decir la narrativa de los familiares.
En Tiempo pasado, Sarlo explica que el grado de importancia del testimonio como narrativa, “es un
ícono de la verdad”. Es una forma primordial para construir el hecho pasado, es decir, que para erigir
un discurso sobre este problema social, debe tomarse en cuenta las denuncias, peticiones, los relatos
de los familiares, porque son ellos y sus enunciados los que se quedaron frente al habla desplazada
de sus seres queridos.
“La memoria es un deber”, pero ¿cómo opera? Reconstruir, recordar y entender el pasado en base a
las voces y memorias directas; los testimonios se construyen como denuncias epocales, ante esto el
sujeto se enfrenta a varias condiciones, el dejar pasar, olvidarlo todo; pero también hay quienes
consideran que debe usarse al testimonio como herramienta jurídica y cultural para evitar que
nuevamente pase. Esto implica que los denunciantes tengan presentes que las instituciones del Estado
no van a tener como tema central a la memoria.
¿Quién construye la memoria, un sujeto o un colectivo? ¿Qué debe ser rememorado y olvidado?,
Jelin (2012) explica que “abordar las memorias involucra referirse a recuerdos y olvidos, narrativas
y actos, silencios y gestos. Hay en juego saberes, pero también hay emociones. Y también huecos y
fracturas (Jelin, 2012).
Como explicación, Jelin dice que, “las memorias individuales están siempre enmarcadas
socialmente” y para explicar esta tesis, Jelin, recurre a Halbwachs, quien dice, “solo podemos
recordar, cuando es posible recuperar la posición de los acontecimientos en los marcos de la memoria
colectiva”. Esas narrativas colectivas se fundamentan dice Jelin, en la idea de memoria e identidad.
La autora dice que los sujetos seleccionan ciertos hitos que generan una identificación grupal, que se
distinga de los otros, esos hitos, dice, se constituyen en marcos sociales. Esas identidades y esa
memoria, “no son cosas sobre las que pensamos, sino cosas con las que pensamos”. Así la identidad
que se configura en torno a Asfadec, está simplificada en el slogan, solos los perdemos, unidos los
encontraremos, que lo repiten en cada plantón en la Plaza Grande.
Luis Sigcho señala que la razón de ser de la Asociación no es por la desaparición de cuatro personas,
sino por todas las que un día no regresaron a casa:
Estuvimos así, buscando por todo lado, y fue en el año, 2012, más o menos, que en ese
trajinar, me encontré con don Telmo Pacheco y don Walter Garzón y que en esos meses
Carolina Garzón, hija de Walter había desaparecido en Quito, se unió también un familiar
de Luis Velásquez, también desaparecido. Fuimos cuatro familias que contactamos, pero
Walter Garzón fue el pionero para reunirnos y hacer los plantones en la Plaza de la
Independencia y exigir al Estado ecuatoriano, que haga las investigaciones sobre las personas
desaparecidas, porque no eran solo nuestros desaparecidos, había cantidad y nadie hablaba
de las personas. Fue así como nos fuimos organizando, primero formamos como un comité,
luego en los plantones aparecieron más personas (Sigcho, 2016).
32
2.2.1. El coraje de decir la verdad: ¿Familiares o Estado?
Michel Foucault, en “El coraje de decir la verdad” (2010), expone que en el “acto de decir la verdad,
el individuo se autoconstituye y es constituido por los otros como sujeto que emite un discurso de
verdad (…)”. Y denomina a este proceso como el estudio de las formas aletúrgicas:
“(…) podríamos llamar 'aleturgia' [manifestación de verdad] al conjunto de los
procedimientos posibles, verbales o no. mediante los cuales se saca a la luz lo que se plantea
como verdadero, en oposición a lo falso, a lo oculto, a lo indecible, a lo imprevisible. Al
olvido. Podríamos denominar 'aleturgia' a ese conjunto de procedimientos y decir que no hay
ejercicio del poder sin algo que se asemeje a ella" (…) (Foucault, 2010: 19).
El objetivo dice el autor es dejar de lado la definición en la que el discurso diga la “verdad” sobre el
sujeto, por “la del discurso de verdad que el sujeto está en condiciones y es capaz de decir sobre sí
mismo, [bajo] una serie de formas culturalmente reconocidas y tipificadas, como por ejemplo la
confidencia, la confesión, el examen de conciencia”. Para clarificar el principio del decirse, está el
testimonio de Isabel Cabrera:
Espero que la gente piense en sus familiar como lo hago yo, y no por ejemplo, como otra
persona, que tiene su papá -que ya estaba mayorcito y desapareció, y porque el Estado les da
un trabajo, tienen la osadía de decir a mi papá no más era, incluso en la reunión con el señor
Fiscal, ella dijo que ya estaban de duelo por su papá toda la familia, y yo pensé, cómo puede
decir un hija eso de su papá, que está en duelo, pero ni siquiera sabe qué pasó, y todo por un
puesto de trabajo o un bono. A mí también me iban a dar un bono, pero yo me enfadé y dije,
no les estamos pidiendo caridad, dudé, pero después, yo mismo no acepté, me dije, quizás
por un bono me han de querer chantajear, me han de decir que no salga a las marchas, que
no salga a las calles, que tengo que hacer la voluntad de ellos. Por eso dije, no quiero ningún
bono, lo que quiero es que encuentren a mi mamá. Una representante del Mies también
insistía, pero volví a decir que no (Cabrera, 2016).
Ante esto el autor sostiene que ese ejercicio de “verdad” se basa en el principio, “hay que decir la
verdad sobre uno mismo”, que está vinculado al principio socrático, “conócete a ti mismo”, y señala
que no fue necesario esperar la llegada del cristianismo y la institucionalización de la confesión a
principios del siglo XIII para que “la práctica del decir veraz sobre uno mismo se apoye en la
presencia del otro y apele a ella, la presencia del otro que escucha, el otro que exhorta a hablar y
habla.”
La necesidad de un Otro de "solvencia moral" para que alguien esté en la obligación de decir la
verdad de uno mismo, ese personaje incierto, dice Foucault, debe cumplir, la calificación necesaria,
esa práctica, “se llama precisamente parrhesía (hablar franco)”. Walter Garzón, significó para la
formación de Asfadec, ese Otro. Él es padre de Carolina Garzón, joven colombiana desaparecida en
abril de 2012 en Ecuador.
Un cierto día, nosotros hicimos un plantón por Juliana, fue el jueves 16 de agosto del 2012,
a las 4 de la tarde, y fue muchísima gente, igual entregamos volantes. En ese plantón, él había
estado, pero no se presentó, eso me contó después. En los días siguientes, nosotros seguimos
pegando afiches, - por donde más podíamos. Walter se contactó conmigo y me dijo que
estaban formando una Asociación, y me preguntó si quería formar parte, -quedamos en
encontrarnos, justo en el Ministerio de Justica. En ese lugar hicimos un escrito y lo
entregamos, -ahí le conocí al señor Telmo Pacheco, a Luis Sigcho, y a él. Éramos ya cuatro,
de ahí se fueron sumando más.
Por la llamada de él me integré a la Asociación.
La aparición de la Asociación ayudó muchísimo, para que el Estado, para que la gente
entienda desde otro punto de vista la problemática de la desaparición. Se presionó,
presionamos al Estado, y aunque no están especializadas crearon la Dinased, La unidad
33
especializada de personas desaparecidas de la Fiscalía. Todo se creó por la presión
(Rodríguez, 2016).
Foucault (2010) explica que la noción de parrhesía está arraigada originariamente a una práctica
política, porque es “la posibilidad de plantear la cuestión del sujeto y la verdad desde el punto de
vista de la práctica de lo que podemos llamar el gobierno de sí mismo y de los otros”. De la misma
forma Telmo Pacheco, padre de Telmo Orlando Pacheco Aguilar14, reconoce que el papel de Walter
Garzón sirvió como orientación para que pueda tramitar la reapertura del caso de su hijo,
desaparecido en Loja. Ahora quien asume la denuncia frente al Estado es su propia familia.
El autor explica que hay modos de veridicción, y que el objetivo de ese análisis es entender las
“relaciones mutuamente constitutivas”. Los elementos a continuación, precisan las relaciones entre
el decir veraz del Estado, discurso oficial, frente a la participación de los sujetos, los familiares:
los saberes, estudiados en la especificidad de su veridicción; las relaciones de poder,
estudiadas no como la emanación de un poder sustancial e invasor, sino en los procedimientos
por los cuales se gobierna la conducta de los hombres, y, para terminar, los modos de
constitución del sujeto a través de las prácticas de sí (Foucault, 2010: 27).
Con el método arqueológico, se entiende que, la parrhesía, etimológicamente, es la actividad que
consiste en decirlo todo: “pan rhema. Parrhesiázesthai es "decir todo". El parrhesiastés es el que dice
todo”. Pero el decir todo, de modo caótico, sin principio de unicidad es una práctica que no tiene
sentido de racionalidad, señala el autor, es decir que puede ser usada con dos valores, el negativo y
el positivo. Decir todo de modo caótico o como, el decirlo todo sin reserva “ni ornamento retórico
que pueda cifrarla o enmascararla” (Foucault, 2010: 29).
En estas dos prácticas, la actitud parresiasta, implica decirlo todo, sin adecuar el discurso a la razón,
ni devolver golpe por golpe, Foucault cita la segunda filípica de Demóstenes, para determinar que
decir la verdad debe estar libre de enmascaramientos. Por tanto esa actitud debe ser consecuente entre
lo que se dice y lo que se piensa, “él mismo signa, en cierto modo, la verdad que enuncia, se liga a
esa verdad y, por consiguiente, se obliga a ella y por ella”.
Eso no significa que alguien que dice una “verdad”, su verdad no necesariamente lo convierte en
parresiasta, por ejemplo, “No se dirá que el geómetra o el gramático, al enseñar esas verdades en las
cuales creen” los convierte en parresiastas. Para que exista parrhesía, el sujeto, dice Foucault, es
necesario que “corra cierto riesgo, un riesgo que concierne a la relación misma que él mantiene con
el destinatario de sus palabras:
Para que haya parrhesía es menester que, al decir la verdad, abramos, instauremos o
afrontemos el riesgo de ofender al otro, irritarlo, encolerizarlo y suscitar de su parte una serie
de conductas que pueden llegar a la más extrema de las violencias (Foucault, 2010: 30).
El acto del decir veraz, se compone de un “lazo fundamental entra la verdad dicha y el pensamiento
expresado” y una relación de cuestionamiento entre lo dicho a quien está dirigido (interlocutor). Esta
relación implica el coraje de asumir la posibilidad de deshacer la relación, por el discurso expuesto.
En el caso de familiares y amigos de desaparecidos/as asumir la ruptura de relaciones con el Estado
y sus representantes. Elizabeth Rodríguez señala que decir lo que pasa en cada caso, ha traído
consecuencias a los familiares, conflictos con otras personas, con el mismo Estado:
En la asociación asumimos decir nuestra verdad, decir lo que está pasando con esta
problemática, con la investigación del caso de mi hija, nos ha costado amenazas. Pero sobre
eso, yo siempre he dicho, -el estado, está obligado a proteger nuestros derechos, no a
14 Testimonio completo en Anexos
34
vulnerarlos, y lo que el estado ha hecho es vulnerar nuestros derechos. Entonces nos ha
costado lágrimas, nos ha costado confrontarnos con la mayoría de funcionarios; con gente
que en los plantones nos han dicho que solo queremos un puesto de trabajo, que nuestros
hijos no están desaparecidos, que solo queremos dinero como el Restrepo, -eso nos ha
costado, si es duro. A diario vivir, es sumamente duro (Rodríguez, 2016).
En ese camino, Foucault, explica que ese coraje, también en algunos casos, no implica que sólo haya
que aceptar el cuestionamiento de la relación amistosa con quien uno habla, sino, incluso arriesgar
su propia vida, por ejemplo, Rodrigo Garzón recuerda que su mamá, la señora Clorinda Guzmán, les
prohibía ir a la plaza grande a reclamar respuestas y justicia por Gustavo Garzón, su hijo desaparecido
en noviembre de 1990:
Nosotros teníamos que convivir con la desaparición de nuestros familiares, hacer un
seguimiento, o una lucha o como se quiera entender, y continuar así con las actividades
cotidianas que uno tenía, que tiene que hacer: los estudios, el trabajo, la familia, eso es muy
complicado me imagino para para todos los familiares, por ejemplo, en esa época mi mamá
no quería que nosotros vayamos a las protestas, porque tenía miedo, que nos pase algo
parecido. Y ella tenía razón, el fiscal actual de la investigación, ha realizado algunas
diligencias en el caso, y nos ha mostrado que el nombre mío y el de mis hermanos constan
en las investigaciones de inteligencia. No era un cuento era algo real, sí había un riesgo. Yo
pienso que hasta la actualidad hay un riesgo (Garzón G. R., 2016).
Por otra parte ese coraje, esa voluntad de decir la verdad, puede ceder ante la presión del arriesgar la
vida, como lo expone Mariana Neira, en ¿DÓNDE ESTÁN? Los desaparecidos en Ecuador del año
1995, y que recoge en sus páginas algunos nombre de personas desaparecidas de finales de 80’ e
inicios de los años 90’. Uno de ellos, Wilson Roberto Carabajo Fajardo (15-09-1961), Cabo Primero
del Grupo de Fuerzas Especiales N. 26 de Quevedo, quien desapareció el 27 de abril de 1990:
Muchos militares, que desde luego, no quieren hacer una declaración oficial, “me han dicho
que mi hermano está muerto, pero que no está en Quevedo, sino fuera de Quevedo”.
Siguiendo la pista han llegado varias veces a Quito. Solo a Loja, que es el último dato que
les han dado, no han ido por falta de dinero. Además, en la familia flota el fantasma del
miedo. “Tenemos temor, porque tengo otro hermano que es militar. Siempre me han dicho:
“Señora, no busque a Roberto porque su hermano va a correr la misma suerte que él; talvez
un accidente, se puede volcar el carro, lo pueden herir”. Ese es mi temor, perder a mi otro
hermano” (Neira, 1995: 83).
En este caso, la última información que dio el Cabo, Wilson Carabajo, rescata Neira, fue a su madre,
“Me están cabreando, hay cosas que veo allí de mis compañeros que no me gustan”. El problema
radicaría comenta la hermana del Cabo Carabajo con un sargento de apellido Chasing, que en un
operativo habría dejado libre a un narcotraficante, “Un militar me dijo: Mire señora, su hermano por
muy honrado, qué sacó de honrado” (Neira, 1995: 83).
Foucault señala que “la parrhesía puede organizarse, desarrollarse y estabilizarse en lo que cabría
llamar un juego parresiástico”. Por un lado está quien asume el coraje del decir veraz, quien asume
los riesgos de vida o muerte, “y aquel a quien se dice esa verdad”. El juego consiste en que el
interlocutor debe aceptar la verdad propuesta, “por ofensiva que sea para las opiniones manifestadas
en la asamblea, para las pasiones o los intereses del príncipe, para la ignorancia o la ceguera del
individuo”.
El pueblo, el príncipe, el individuo deben aceptar el juego de la parrhesía. Ellos mismos deben
jugarlo y reconocer que quien corre el riesgo de decirles la verdad tiene que ser escuchado.
Y de ese modo se establecerá el verdadero juego de la parrhesía, a partir de esa suerte de
pacto por el cual, si el parresiasta muestra su coraje al decir la verdad con respecto a todo y
contra todo, aquel a quien esa parrhesía dirige deberá mostrar su magnanimidad aceptando
que se le diga la verdad. Esa suerte de pacto, entre quien corre el riesgo de decir la verdad y
35
quien acepta escucharla, está en el centro mismo de lo que podríamos llamar juego
parresiástico (Foucault, 2010: 32-33).
Quien asume el coraje de decir la verdad, tiene el derecho de ser escuchado, por el hecho de asumir
el riesgo de pronunciarla, “pero es también el coraje del interlocutor que acepta recibir como cierta
la verdad ofensiva que escucha”, y no como un simulacro, sino como un ejercicio parresiástico, como
contraste a la práctica retórica, que se preocupa de la manera en la que se dicen las cosas, pero no de
la relación entre quien habla y lo que dice. “La retórica es un arte, una técnica, un conjunto de
procedimientos que permiten al hablante decir algo que tal vez no sea en absoluto lo que piensa”
señala el autor.
Desde esa comparación, el decir verás, no debe ser considerada como una técnica o un oficio, sino
como una actitud, vinculada con la virtud de hacer las cosas destinadas a la realización de un fin, sin
embargo el autor sostiene que en la actualidad, el discurso del decir veraz como práctica parresiástica
autónoma ha desaparecido, no obstante puede evidenciarse dentro de otros discursos, en la modalidad
profética, en el discurso técnico o en el de la ciencia, cuando critica los prejuicios de los viejos
paradigmas, también en lo político, cuando el discurso revolucionario critica la sociedad existente, y
sus formas de vida.
El discurso parresiástico está destinado llegar a la psykhé de un individuo, más no a la estructura de
un sistema, ya que un sujeto “puede ser persuadido y se puede educar” y, a través “del discurso veraz,
inculcar el ethos que la hará capaz de escuchar la verdad y conducirse de conformidad con ella”.
Es decir el centro de atención en el ejercicio del decir veraz, no es la ciudad y la democracia, sino la
“psykhé (decir veraz) como, correlato esencial de la parrhesía”, por tanto el cambio, la salvación
explica Foucault, en los griegos, y en la actualidad, no es la ciudad sino el ethos (práctica
parresiástica) de los individuos. La práctica de este principio implica como objetivo la
transformación. Pilar Tobar, coincide con este principio y señala, el objetivo de Asfadec es, “si al
menos no encontramos a nuestros desaparecidos vivos o muertos, quede una ruta para los que vengan,
porque nosotros no solamente estamos trabajando por nuestros desaparecidos, sino, por los
desaparecidos inclusive del futuro”.
2.2.2. TESTIMONIO, OLVIDO, RECUERDO
Beverley (1987) explica que la proliferación del testimonio en América Latina responde a las
condiciones coyunturales, políticas, sociales, económicas, y junto a esos factores, están las formas
de poesía popular narrativa, que no se enmarcan en los cánones literarios oficiales. La popularidad
del tipo de historia etnográfica (life history), surge a partir de los años 50’ dentro de las Ciencias
Sociales y tiene influencia literaria y política de las “memorias de la guerra revolucionaria cubana
del Che Guevara, con su manual correspondiente, la guerra de guerrillas”.
El testimonio opera según Sarlo como “restaurador de lazos sociales y comunitarios”, y están
presente en la cotidianidad y apuntalan la discusión y tratamiento de temas que salen a la luz pública,
tráfico de órganos, trata de personas, femicidio, y que han sido visibilizados como problemática en
Ecuador, a partir de la conformación de grupos de familias de personas desaparecidas y muertes
violentas.
El narrador testimonial, para Beverley, se construye discursivamente desde la representatividad y
deja de lado arquetipos “jerárquicos y patriarcales”, se representa en el lector cuando el lector
simpatiza con su situación como un igual. Por su parte Sarlo sostiene que, “No es el sujeto el que se
restaura a sí mismo en el testimonio de campo, sino una dimensión colectiva que por oposición y por
imperativo moral, se desprende de lo que el testimonio transmite”.
36
“El discurso de la memoria, convertido en testimonio, tiene la ambición de la autodefensa;
quiere persuadir al interlocutor presente y asegurarse una posición en el futuro; precisamente
por eso también se le atribuye un efecto reparador de la subjetividad” (Sarlo, 2003: 68).
Pero ¿quién es el autor de un testimonio?. Beverley propone una analogía para explicar el tema de
autoría y autores en la actualidad, “Desde el renacimiento nuestro concepto de la literatura ha estado
relacionado con el concepto de autor”. Pero en la estructura de un testimonio, como producto, no
existe un autor, sino una suerte de compilador, porque el testimonio no es producto de la imaginación
de una persona o su investigación, sino una situación colectiva en base a experiencias de vida. “Se
inscribe como necesidad tácita de un cambio social estructural”.
“Los testimonios, las narraciones en primera persona, las reconstrucciones etnográficas de la
vida cotidiana o la política también responden a las necesidades e inclinaciones de la esfera
pública. Su función es estética, política, cultural o ideológica. Cuando no se trata de
autobiografías de escritores, en el testimonio y la narración en primera persona toman la
palabra sujetos hasta ese momento silencioso. También, en una coincidencia epocal
significativa, estos sujetos cuentan sus historias en los medios de comunicación (Sarlo, 2003:
160).
La estructura de este tipo de narración permite un nuevo tipo de relación entre el narrador y el
interlocutor, porque en primer plano se elimina “la presencia textual de un ego autoritario” y como
efecto el interlocutor forma parte del testimonio por medio de la interpelación; “se precisa un “tu”,
“vos”, “Uds.”, dice Beverley. La proliferación de testimonios, en el ejercicio del discurso de la
memoria se manifiesta en los actos de conmemoración que Asfadec ha organizado.
Mauricio Gaboritxiii (2006) en, El derecho a la memoria. Memoria histórica: revertir la historia
desde las víctimas, sostiene que los actos públicos del ejercicio de conmemoración, permite a las
víctimas entender “los sentimientos que ellas mismas albergan, su extensión y el impacto que causan
en otros ámbitos de su vida precisamente en esa presentación social del yo. Gaborit al referirse a
memoria cita a Vázquez y sostiene, “no sólo se construye el pasado sino que se crean nuevos
escenarios y nuevas condiciones para hacer memoria y para emprender otras acciones” (Gaborit,
2006: 211).
(…) las conmemoraciones colectivas, si bien tienden a intensificar los sentimientos de dolor
y de injusticia experimentados por las víctimas o sus familiares, también propician la
solidaridad y movilización social, procesos que empoderan para reclamar que sus historias
queden recogidas en el imaginario social (Gaborit, 2006: 214).
37
Gráfico 3. Festival artístico: Presencias Ausentes, Casa de la Cultura, Teatro Demetrio Aguilera Malta. Viernes 12 de
diciembre, 2014. Artista: Igor Icaza. Fuente: Asfadec.
Gráfico 4. Festival artístico: Presencias Ausentes, Casa de la Cultura, Teatro Demetrio Aguilera Malta. Viernes 12 de
diciembre, 2014. Artista: Susana Reyes. Fuente: Asfadec.
Las conmemoraciones colectivas confirman una de las frases que levanta la Asociación de familiares
de desaparecidos, “la solidaridad es la ternura de los pueblos”, y se traduce en lo que Gaborit (2006)
dice, “esa esencialidad primigenia de las personas: su llana y sencilla existencia. Permiten,
igualmente, afirmar la bondad esencial del ser humano y las formas específicas donde esto se ha
visibilizado” (p. 214).
38
Christian Arteaga explica que el exigir desde la memoria, es la única posibilidad que cabe dentro de
una lucha política, simbólica. Además que se convierte en un tipo de memoria interior del sujeto que
falta. Es una memoria que interpela al Estado cuando una persona desaparece y no hay respuesta
consciente y coherente, agrega también, que, “el Estado como tal es una entelequia, porque se sigue
viendo que el imaginario y la representación del desaparecido está vinculada solo a un problema de
seguridad pública, de seguridad ciudadana”:
Esta situación incluso desde esa falta de claridad, puede entenderse como un problema de
salud mental, porque son secuelas psicológicas, corporales, sociales y culturales que afectan
a los familiares de desaparecidos. Por eso hay que ir más allá, porque no es un problema que
solo se interpele a los aparatos judiciales, sino que debe ser discutido, por ejemplo en la
Universidad, preguntarse ¿qué implica la desaparición? Es deber de las Facultades de
Psicología discutir este tema, pero están calladas, lo mismo que las Facultades de Ciencias
Médicas, las Facultades de Jurisprudencia, de Comunicación. Porque esta situación social no
solo trata de violencia y seguridad, es un problema político, cultural y hasta de índole
civilizatorio (Arteaga, 2016).
El discurso de la memoria de las personas desaparecidas desde Asfadec, se instaura como un ejercicio
de memoria colectiva. Jelin explica, “Uno no recuerda solo sino con la ayuda de los recuerdos de
otros y con los códigos culturales compartidos, aun cuando las memorias personales son únicas y
singulares”. Así los plantones, los testimonios, “esos recuerdos personales están inmersos en
narrativas colectivas, a menudo reforzadas en rituales y conmemoraciones grupales”.
Los testimonios que se recogen en Anexos, no pretenden construirse en base a la idea de
espectacularidad, tampoco justificar una problemática, sino en base al relato directo de sus familiares,
estructurar la narrativa del testimonio y ubicarlos como sujetos del nuevo pasado, que entienden el
valor fundamental de construir el discurso de la memoria, como demanda de verdad y justicia para
sus seres queridos que un día o una noche no regresaron más a casa.
39
CAPÍTULO III
3. ESPACIOS Y POLÍTICAS PÚBLICAS. ESTUDIO DE CASO: ASFADEC
En el presente capítulo se expondrán dos conceptos, espacios y políticas públicas, que se representan
a partir de la relación entre la sociedad civil y el Estado. ¿Qué define el espacio público?, ¿qué es lo
público?. A continuación y a partir de esa aproximación se intentará conceptualizar cómo se
construyen y significan, las estrategias de comunicación usadas por la sociedad civil en el espacio
público para transformar un conjunto de realidades.
Desde esa exposición, el uso del espacio público (ocupar la Plaza de la Independencia de Quito) por
Asfadec, implica que el conjunto de exigencias demandadas al Estado, a la sociedad en general,
constituye un discurso que insta a tomar acciones frente a la problemática de desaparición de
personas en Ecuador, mediante la creación de políticas públicas que trascienda la forma, y se erijan
en la transformación de la misma cultura ecuatoriana. Estos conceptos guiarán la reflexión en torno
a Asfadec como estudio de caso.
3.1. Espacio público
En la caracterización de lo público es bueno entender la ardua tarea de cada uno de nosotros,
pues es nuestra responsabilidad construir lo público. Esto plantea enormes riesgos, donde la
mayor importancia recae en ver cuan indispensable es lo público para cada uno de nosotros
(Antanas Mockus, 2003).
Las características que definen lo público, dice Antanas Mockusxiv en, Comunicación para construir
lo público. La ciudad y lo público, 2003, parten desde su construcción etimológica, es decir que lo
público es lo popular, es pueblo, y se expresa “por la vía de la comunicación. Público es lo contrario
a secreto” (2003), es lo que se expresa, se difunde, y “es permitir que los oídos, las voces, y las
percepciones de las distintas personas entren”. Así, asumir el espacio público, es asumir la palabra,
incluirse en ese escenario mediante el lenguaje, por tanto es un acto colectivo.
Lo público, no podría constituirse como tal señala Mockus, sino no parte del ejercicio colectivo. Aquí
es de vital importancia la opinión pública, porque lo dicho no es más secreto, sino que debe pasar
por la participación del resto de personas, su cuestionamiento, crítica, evaluación, valoración y al
final validación. “Construir lo público es construir el proceso colectivo humano de valorización, es
someter a discusión” (2003).
La opinión pública no tiene un concepto definitivo, al contrario es un concepto multidisciplinar, y se
puede estudiar desde varias perspectivas. Se entiende que “opinión pública” puede ser entendida en
multitud de ámbitos sociales y personales, y que a su vez surge en circunstancias variadas. Cándido
Monzónxv (1996) en, Opinión Pública, Comunicación y política. La formación del espacio público,
explica, que “su estudio no debe, por tanto, contenerse en unos límites estrictos” (Monzón, 1996).
En ese contexto, se sitúa la lucha por la memoria, las exigencias de justicia, dentro del ámbito
personal que transcienden al espacio público, así Monzón coincide con Mockus y expone que el
espacio público “es por donde la gente puede transitar, puede contemplar y participar en la actividad
que se están desarrollando, se muestra como un espacio transparente y abierto a todo el mundo”
(Monzón, 1996), el espacio público por tanto, permite la construcción de la conciencia pública y la
opinión pública.
40
El sujeto de “conciencia y opinión pública”, implica, a criterio de Norberto Bobbioxvi (1989) en,
Estado, gobierno y sociedad: por una teoría general de la política, identificar que el espacio público
es político, por ende, toda acción de los familiares en el espacio público los sitúa como sujetos
políticos, en la sociedad civil, así:
(…) en una primera aproximación se puede decir que la sociedad civil es el lugar donde
surgen y se desarrollan los conflictos económicos, sociales, ideológicos, religiosos, que las
instituciones estatales tienen la misión de resolver mediándolos, previniéndolos o
reprimiéndolos” (Bobbio, 1989: 43).
Monzón explica que la conciencia pública, se ubica en lo que denomina como, clima de opinión, que
es el conjunto de ideas, sentimientos y vivencias que una comunidad va acumulando con el paso del
tiempo, y que sirve de soporte y referente de las opiniones en un momento dado, esto guarda estrecha
relación con los usos, costumbres y tradiciones, que se sitúan en la memoria colectiva y alimenta las
corrientes de opinión que afloran en una sociedad.
Ese conjunto de ideas, que señala Monzón, son para Mockus, los “medios importantes para
comunicar, para validar”. Y partir de esos medios, algunos fines se vuelven universalmente
aceptados, por ejemplo: proteger la vida, la salud, la equidad, la justicia social, la naturaleza”. Esos
principios, requieren de instrumentos para poder realizarse, así es como en el siglo XIX explica
Mockus aparece el Estado, sin embargo ya en el siglo XX, ese convenir presentó limitaciones.
La discusión superó los límites de definir lo estatal frente a lo público, o viceversa. Lo relevante,
señala el autor, es entender que la sociedad civil que ronda el Estado, es la participe de manera
individual o colectiva en la construcción de una ciudadanía organizada, que se fundamenta en
argumentaciones que buscan y exigen una vida más digna; generalmente este conjunto de ideas se
erigen sobre organizaciones sociales dirigidas por personas con objetivos comunes.
Los ideales compartidos como combustible de las organizaciones, en el caso de Asfadec, “Verdad y
Justicia por el “nunca más”, por el “no más desaparecidos en Ecuador”, por el respeto a los derechos
humanos son conceptualizaciones que en la actualidad, tienen mayor cobertura por el desarrollo
tecnológico, es decir, la expansión del internet, y a su vez el uso de redes sociales para difundir
información, vinculadas a esta problemática.
La difusión de notas informativas, comunicados, cartas, afiches, tienen el objetivo de generar
discusión mediante la opinión, que a criterio de Mockus pueden ser “públicos nacionales,
subnacionales, locales, por edades, por sectores o por características poblacionales; aparece una
especie de opinión pública global que tiende a constituirse en un juez de última instancia.” (2003).
El clima de opinión pública “es parte fundamental del espacio público y del entorno cultural, y es en
la opinión publica donde la cultura política encuentra su marco natural de referencia” (Monzón,
1996), pero un elemento fundamental por sobre esa estructura, es la relación entre el sujeto público,
quien porta la palabras y las acciones, y el Estado como aparato político, a esto Bobbio expone:
La vida de un estado moderno, en el que la sociedad civil está constituida por grupos
organizados cada vez más fuertes, es atravesada por conflictos de grupo que continuamente
se renuevan, frente a los cuales el Estado como conjunto de órganos de decisión (parlamento
y gobierno) y ejecutivos (aparato burocrático), desempeña la función de mediador y de
garante más que de detentador del poder de imperio, (…) (Bobbio, 1989: 31).
41
Tomás Quevedo15, señala que,
El potencial de la organización, es hacer público aquello que el Estado no quiere que se vea.
En este contexto existen dos momentos, el primero que fue visibilizar esta problemática a
través de la Comisión de la Verdad en Ecuador, en donde se evidenció los crímenes de lesa
humanidad de los periodos 1984 a 2008, y como segundo momento la aparición de Asfadec
y a través de esta Asociación, la construcción de una opinión pública, sin embargo, siempre
con una especie de cerco, porque hay que evidenciar que el Estado sigue determinando, que
se puede decir y qué no (Quevedo, 2016).
Esta argumentación coincide en lo que Monzón y Bobbio denominan como opinión pública y que se
origina en la sociedad civil como, “la expresión pública de consenso y disenso con respecto a las
instituciones, trasmitida mediante la prensa la radio y tv” (medios de comunicación) (Bobbio, 1989).
Los familiares a través de la presión, han conseguido que el Estado construya manuales y protocolos,
además de conformar la Dinased, institución encargada de las investigaciones. A palabras de Bobbio,
esa actitud daría cuenta que el Estado adopta esa “responsabilidad” e intenta resolver y prevenir un
problema social.
Como ejemplo está la construcción de la agenda Estatal a través del compromiso que adoptó el jefe
de Estado, Rafael Correa, en realizar una reunión con los familiares de personas desaparecidas cada
seis meses, y tratar asuntos respecto a los posibles avances y resultados de las investigaciones.
Gráfico 5. Segunda Reunión con el Presidente de la República del Ecuador, Rafael Correa. Fuente: Asfadec, fotografía:
Carlos Noriega.
Sin embargo, tras la primera reunión mantenida a finales de 2013, el Estado arremetió en contra de
Asfadec, tachando a esta Asociación de politiquera, esto puede evidenciarse en el Enlace Ciudadano
No. 48316 del sábado 09 de julio de 2016, realizado desde San Vicente, Manabí; En la que se refiere
a la quinta reunión con familiares de personas desaparecidas, en donde justificó el trabajo realizado
15 Docente de la Facultad de Comunicación Social, de la Universidad Central del Ecuador 16 Para revisar el video: https://goo.gl/8UwGcF
42
por las instituciones del Estado, y denunció junto al Ministro del Interior, José Serrano, que la
Asociación de Familiares está siendo manipulada por grupos con intereses politiqueros.
Lo dicho en el Enlace Ciudadano No. 483 en contra de Asfadec, se convierte en crítica a las denuncias
que ésta organización ha presentado en ruedas de prensa y en comunicados oficiales sobre la
operatividad en los procesos de investigación, que Agentes, Fiscales e Instituciones encargadas no
han cumplido.
Asfadec, ha matizado su lucha con diversas estrategias comunicacionales en las plazas o a través del
internet. Además, galerías fotográficas como evidencia de plantones, marchas y eventos culturales
que permiten visibilizar y poner en discusión el problema de la desaparición.
Gráfico 6. Marcha por las personas desaparecidas. Lunes 7 de septiembre de 2015. Fuente: Asfadec.
Este ejercicio ha permitido sobrepasar el espacio virtual de la internet, difundiendo las actividades
por los medios de información tradicionales como: prensa escrita, radio y televisión en empresas
públicas y privadas. Propiciando la discusión, como dice Bobbio, la “opinión pública se vuelva
‘pública’ precisamente porque es trasmitida al público”.
3.2. Políticas públicas: caso Asfadec
En una primera aproximación se puede decir que la sociedad civil es el lugar donde surgen y
se desarrollan los conflictos económicos, sociales, ideológicos, religiosos, que las
instituciones estatales tiene la misión de resolver mediándolos, previniéndolos o
reprimiéndolos. Los sujetos de estos conflictos y por tanto de la sociedad civil, precisamente
en cuanto contrapropuesta al Estado, son la clases sociales, o más ampliamente los grupos,
los movimientos, las asociaciones, las organizaciones que las representan o que se declaran
sus representantes; al lado de las organizaciones de clase, los grupos de interés, las
asociaciones de diverso tipo con fines sociales e indirectamente políticos, los movimientos
de emancipación de grupos étnicos, de defensa de derechos civiles, de liberación de la mujer,
los movimientos juveniles, etcétera (Bobbio, 1989: 43).
43
Christian Arteaga, señala que para hablar de desaparecidos en Ecuador debe hablarse al mismo
tiempo de Estado, y explica que debe descartarse la idea que las desapariciones respondan a
delincuencias comunes, sino, que deben ser tratados como un problema social, político, económico.
Y cuando se lee esta situación social desde ese contexto se evidencian discursos que tratan de
justificar que la persona desaparecida llegó a ese destino porque lo tenía merecido, porque era
molestosa. Eso implica un tipo de violencia más descomunal, porque cuando alguien desaparece no
se discute como un problema económico, político, solo se queda ahí. “(…) al estado le hace falta
entender verdaderamente el problema en términos teóricos y prospectivos” (Arteaga, 2016).
Para entender qué son, de dónde surgen y que objetivo tienen las políticas públicas, es necesario
establecer como ejes de entrada los conceptos Estado y sociedad civil, que se constituyen como el
blanco en donde operan las políticas públicas frente a problemas sociales, a través de compromisos,
acuerdos, mediaciones, y que las instituciones estatales a partir de su relación con las organizaciones
nacionales e internacionales tienen la misión de resolver.
Norberto Bobbio, señala que desde el siglo XVIII, varios autores, establecieron que la sociedad civil,
está vinculada a la aparición del Estado, como definición del progreso humano, con excepción de
Jacques Rousseau, quien sostuvo que este proceso representa un momento negativo en el desarrollo
histórico de la humanidad17. Ya en el siglo XIX con Hegel, se explica que la sociedad civil apenas
representa “un momento en el proceso de formación del Estado” y no su totalidad.
Además, (1989) señala, que la definición hegeliana es retomada por Marx, quien explicó que en la
sociedad civil se ubican exclusivamente “las relaciones materiales o económicas”. Y dice que en este
momento se establece por vez primera una separación del significado tradicional, además, esa ruptura
al mismo tiempo se convierte en “fundador y antitético”. Por último, en el siglo XX, Gramsci, a partir
de los aportes de Marx, se mantiene en esa separación, sin embargo, ubica a la sociedad civil en la
superestructura.
Al igual que Marx, Gramsci considera a las ideologías como parte de la superestructura, pero
a diferencia de Marx, que llama sociedad civil al conjunto de las relaciones económicas que
constituyen la base material, Gramsci llama sociedad civil a la esfera en la que actúan los
aparatos ideológicos cuya tarea es la de ejercer la hegemonía y, mediante la hegemonía, de
obtener el consenso. No es que Gramsci abandone la dicotomía base/superestructura, para
sustituirla por la dicotomía sociedad civil/Estado. Él agrega la segunda a la primera y de esta
manera hace más complejo su tema conceptual (Bobbio, 1989: 49).
Vale decir entonces que sociedad civil, es un concepto, una realidad, que actúa de manera
independiente del Estado, sin embargo, está determinada por los factores ideológicos de la raíz. En
los cuadernos de la Cárcel, Tomo III, Gramscixvii (1984), explica, que la sociedad civil debe ser
entendida, como el espacio atravesado por la “hegemonía política y cultural de un grupo sobre la
sociedad entera, como contenido ético del Estado”, y no como la definición hegeliana, que rescató la
iglesia católica18, que asume a la sociedad civil, como “sociedad política o el Estado en confrontación
con la sociedad familiar y la Iglesia”.
Desde estas apreciaciones, Asfadec, en tanto Asociación de Familiares y amigos de personas
desaparecidas en Ecuador, se configura como una organización de la sociedad civil, que exige
17 Rousseau, explica, que en los albores de las sociedades alguien decidió decir esto es mío, para hacer cumplir,
se inventaron leyes, un Estado y para mantener eso, una fuerza represiva, desde ese momento, el ser humano
cedió su libertad para que la naciente figura la administre. 18 “Para el catolicismo, la que se llama “sociedad civil” en lenguaje hegeliano, no es “necesaria”, o sea, es
puramente histórica o contingente. En la concepción católica, el Estado es sólo la Iglesia, y es un Estado
Universal y sobrenatural: la concepción medieval, en teoría, se mantiene plenamente” (Gramsci, 1984: 28-29)
44
respuestas operativas a las instituciones estatales encargadas del tratamiento de esta problemática, y
en esa relación, se deja entrever las formas de hegemonía que describe Gramsci, y que están
vinculadas al quehacer discursivo que detalló Foucault, sobre las modalidades de exclusión, entre lo
que es llamado discurso verdadero o falso.
El discurso del Estado, por tanto, intenta constituirse como verdad hegemónica, a través de política
públicas, campañas, discurso mediático, y la creación de instituciones especializadas, frente a las
demandas de los familiares, quienes denuncian a través de comunicados y ruedas de prensa, que el
conjunto de decisiones estatales, para enfrentar esta problemática no han dado resultado, y resaltan
que el Estado aun no asume su responsabilidad en esta situación social.
Sobre la posición que ha tomado el Estado ecuatoriano, respecto a la desaparición de personas,
Elizabeth Rodríguez se refiere a las expectativas que le dejan funcionarios e instituciones:
La verdad, con tantas reuniones que hemos tenido, yo me siento desobligada de escuchar, -
solo ofrecen y no cumplen. Yo no espero mucho prácticamente o nada del Estado, porque si
ellos quisieran ayudarnos, -en este caso el presidente quisiera ayudarnos realmente como lo
dice, -el mismo contrataría a los abogados, para que investiguen caso por caso, y ahí si saber,
cómo va la investigación con cada Fiscal. Todo eso para ayudar a encontrar a nuestros
desaparecidos. Eso sería una verdadera ayuda para nosotros, para que cada caso se resuelva,
no para que una investigación aumente en papeles, porque tener 70 y 80 cuerpos de
indagación y no tener el cuerpo de mi hija no significa nada (Rodríguez, 2016).
Cuando Elizabeth Rodríguez hace referencia, a la contratación de abogados, se refiere al llamado de
atención que realizó Asfadec, el 31 de marzo de 2014, mediante boletín de prensa, en el que señalaron
que tras la primera reunión mantenida con el presidente, Rafael Correa, un años atrás (jueves 11 de
diciembre de 2013), los compromisos asumidos por el jefe de Estado no se han cumplido:
“Porque las madres no nos doblegamos ni nos callamos buscamos a nuestros hijxs”
Quito, 14 de abril de 2014
BOLETÍN DE PRENSA
“Yo no me canso, yo ando buscando
hasta la huella de tus zapatos,
tus lágrimas, tus reclamos.
Yo no tengo una guerra perdida
yo sigo aquí en pie de lucha”
La Asociación de Familiares y Amigos de Personas Desaparecidas en Ecuador (Asfadec)
convoca a la gran marcha por las personas desaparecidas “Porque las madres no nos
doblegamos ni nos callamos buscamos a nuestros hijxs”.
Te esperamos este miércoles, 16 de abril, a las 10:30 en la Plaza Grande (concentración
desde las 09:30) para recorrer las calles de Quito hasta llegar a la Fiscalía General del Estado
porque nuestros seres queridos necesitan ser escuchados.
Los familiares de las personas desaparecidas vemos con gran tristeza e indignación el
incumplimiento de los compromisos adquiridos en cada reunión mantenida con la autoridad
de la Presidencia, Ministerio del Interior, Ministerio de Justicia, Fiscalía, Defensoría del
Pueblo y otras. Hasta el momento seguimos a la espera de que se incluya en el Código
Orgánico Integral Penal (pese a que ya fue aprobado) la tipificación de la desaparición
forzada cometida por particulares.
A continuación detallamos los siguientes puntos ofrecidos y no cumplidos por parte del
Estado:
45
PRIMERO: en relación con el funcionamiento de la UNIDAD DE INVESTIGACIÓN DE
DESAPARECIDOS DE LA FISCALÍA se sigue a la espera de que se nombren al menos 5
fiscales ya que a la fecha la única fiscal asignada conoce más de 600 casos lo que no garantiza
la celeridad y acceso a justicia para los familiares de las víctimas. También seguimos a la
espera de que fiscalía y DINASED cuenten con un protocolo único de actuación porque hasta
la actualidad sigue siendo notoria la falta de coordinación de estas dos instancias. Este
problema se profundiza más en provincias donde la rotación de agentes, fiscales y policías
sigue siendo un denominador común en estos casos.
SEGUNDO: exigimos que el plan de recompensas de 200.000$ (Doscientos mil USD) que
ofrece el Estado ecuatoriano para quien de información sobre nuestros familiares se
operativice y sea socializado a través de todos los medios masivos de comunicación escritos
y televisivos como ha sido compromiso del Sr. Presidente Rafael Correa. Solicitamos que se
consolide una línea 1800-DESAPARECIDOS que cuente con personal destinado a responder
dicha línea las 24 horas del día y los 365 días del año ya que a la fecha los teléfonos
vinculados a la campaña son del Ministerio del Interior por lo que las líneas son atendidas
por una funcionaria que labora solo 8 horas día.
El funcionamiento del sistema de recompensas debe ser socializado con los familiares de las
personas desaparecidas para conocer cuál es el criterio para la selección de información
relevante y como dicha información se socializa con la fiscalía para que sea debidamente
investigada.
TERCERO: ante lo ofrecido y no cumplido, solicitamos la consolidación de una base de actos
actualizada que sea de uso obligatorio en clínicas, hospitales, morgues, centros de acogida,
albergues, centros de desintoxicación, psiquiátricos, terminales que incluya información
detallada sobre personas desaparecidas o NN (ubicar a manera de pie de página o en el
glosario el significado de esta sigla) que hayan sido ingresadas o atendidas en dichas
instituciones pudiendo cruzar dicha información con una base de datos ÚNICA que sería
manejada por la Fiscalía y la DINASED.
CUARTO: el Ministerio del Interior no ha cumplido con su oferta de contratar dos abogados
para cada una de las asociaciones de desaparecidos (ANAEA y ASAFDEC) pese a que hace
ya más de un año entregamos una primera propuesta técnica y económica, la misma que fue
entregada por segunda vez hace más de un mes. Hasta el momento no hay respuesta alguna.
QUINTO: denunciamos el incumplimiento en algunos casos del compromiso de desarrollar
reuniones quincenales entre familiares de las víctimas, fiscales y agentes investigadores
asignados al caso con el fin de avanzar en el proceso de investigación y búsqueda.
SEXTO: compromiso no cumplido está vinculado a la obligación del Ministerio de Justicia
de brindar apoyo socioeconómico a las familias de personas desaparecidas que así lo
requieran mientras se investigan y resuelven los casos. Este apoyo debe ser concretado de
manera emergente ya que desde de diciembre de 2013 se lo ha prometido. La situación
económica de algunas familias es altamente preocupante ya que se han visto obligadas a dejar
o disminuir sus fuentes de recursos económicos por liderar la búsqueda de sus familiares
(Asfadec, Boletín de prensa: “Porque las madres no nos doblegamos ni nos callamos
buscamos a nuestros hijxs”, 2014).
¿Cuáles fueron los compromisos? En diciembre de 2013 Asfadec publicó un boletín de prensa,
titulado, “Rafael Correa se reunió con los familiares de personas desaparecidas”19, en el que resaltan,
que tras 225 días de haber solicitado audiencia con el jefe de Estado, fueron recibidos alrededor de
50 familiares de personas desaparecidas en el Palacio de Carondelet.
19 Para revisar la nota completa dirigirse a: https://goo.gl/tW2UTS
46
El boletín de prensa, recoge el relato de Telmo Pacheco, quien señaló que la reunión dejó los
siguientes compromisos para el tratamiento que el Estado realizará sobre la problemática de personas
desaparecidas en Ecuador:
a) Incluir la tipificación de la desaparición involuntaria en el nuevo Código Integral Penal,
b) Implementar un plan de recompensas, basado en el existente 1800-Delito; para que la gente
llame a dar información sobre el paradero o información que lleve a encontrar a las personas
que se encuentran desaparecidas,
c) La elaboración de un reporte de hospitales, morgues, terminales en la que se incluya
información detallada sobre personas desaparecidas o no identificadas, que hayan sido
ingresadas o atendidas en dichas instituciones,
d) La programación y desarrollo de reuniones quincenales entre familiares, fiscales y agentes
asignados a cada caso, con la finalidad de progresos en las investigaciones y búsquedas,
e) El agendamiento de un reunión con el mandatario de la República cada seis meses, para
evaluar los avances de estos acuerdos.
Tres días después, el sábado 14 de diciembre de 2013, en el enlace ciudadano No. 35220 el presidente
de la República, hizo énfasis en lo siguiente:
se comprometió entre otros aspectos a: i) no permitir más casos de corrupción por parte de
las y los fiscales y policías encargados en los casos de personas desaparecidas (en este sentido
el Fiscal General del Estado, Galo Chiriboga, destituyó a cinco fiscales por el manejo
inadecuado de casos de personas desaparecidas al dar respuestas a sus familiares); ii)
promover que la desaparición involuntaria de personas en general sea un delito tipificado
como delito imprescriptible en el nuevo Código Orgánico Penal; iii) promover que la
investigación de personas desaparecidas sea una política de Estado. Bajo este paraguas,
distintas instituciones del Estado han implementado acciones/proyectos acordes a sus
competencias, las que permiten responder a la problemática y cumplir con sus roles y
responsabilidades (Defensoría del Pueblo, 2015: 43).
Cuando el mandatario dice, que Galo Chiriboga, Fiscal General del Estado, destituyó a cinco fiscales
por “el manejo inadecuado de casos de personas desaparecidas al dar respuestas a sus familiares”
hace referencia a comentarios emitidos por funcionarios y agentes responsables de las
investigaciones, por ejemplo, en el proceso de investigación sobre el paradero de Juliana
Campoverde, la Fiscal encargada dijo a Elizabeth Rodríguez, “talvez su hija está con el enamorado,
se pudo ir con él, de pronto haya estado embarazada y usted no se dio cuenta”.
Como posibilidad de análisis discursivo de los representantes del Estado, se evidencia que
las opiniones (enunciados) no se limitan al sexo de la persona desaparecida, sino que las
sobrepasan, y se asientan en un ámbito del sentido común, la suposición, y así fue la respuesta
que recibieron los familiares de Luis Daniel Sigcho, un día después de su desaparición, de un agente
encargado de receptar la denuncia, en una unidad de policial de Sangolquí, “él es mayor de edad, y
como estaba festejando el cumpleaños del hermano seguramente se fue con otros amigos a seguir
festejando o se fue con su novia” (Sigcho, 2016).
Todo el discurso que reproducen los agentes y representantes del Estado, se encasillan, señala,
Christian Arteaga, en discurso técnico, porque están vinculados a lo que la norma les dicta, “sus
peritajes están vinculados a una cuestión brutal, que es preguntarse, quién era la chica y en qué
20 Enlace Ciudadano No. 352, realizado en el cantón Atacames, provincia de Esmeraldas, el sábado 14 de
diciembre de 2013. Para revisar el enlace dirigirse a: https://goo.gl/L1MUu0
47
contexto estaba, para explicar que esos son los posibles desencadenantes”. Por eso cuando se habla
desde Foucault sobre parrhesía, se entiende que:
“(…) el coraje de decir la verdad, es poner en peligro a tu propio cuerpo, eso explicaría a los
43 de Ayotzinapa. Ellos dijeron la verdad de un contexto, lo que estaba pasando, y por eso
fueron aniquilados, desaparecidos. Pero hay algo que entender, si vamos detrás de ese
discurso Foucaultiano, lo que dicen los Peritos, es verdad, ellos tienen la legitimidad para
decir más o menos qué pasó, porque están cargados de un principio de legitimidad que les
otorga la institución a la que responden” (Arteaga, 2016).
Sin embargo a criterio del catedrático Tomás Quevedo, el abordaje de las desapariciones por parte
del Estado ha tomado diferentes formas de tratar este tema, “los trata de manera aislada, los vincula
a la delincuencia, al narcotráfico, a la prostitución, a un resentimiento personal de la familia, o solo
dicen desaparecieron y punto”. Es decir que esta dinámica del Estado ha significado que no se aborde
como un problema político real, sin embargo, Asfadec ha permitido posicionarlo como un problema
mediático, medianamente político, pero que se ha quedado como en una especie de tapón, donde se
estancó directamente, por esa falta de respuestas del Estado.
El segundo compromiso, que hace referencia a la tipificación de la desaparición involuntaria
como delito imprescriptible, se agregó al Nuevo Código Integral Penal (COIP) aprobado por la
Asamblea Nacional, pero fue cumplido a medias señala Asfadec, pues, si bien la desaparición de una
persona fue tipificado como delito y el proceso de investigación se definió como imprescriptible, el
concepto de desaparición involuntaria, no fue tomado en cuenta, así lo denuncian en el boletín de
prensa del 28 de enero de 2014, “PLANTÓN POR LA VIDA “Tomémonos la Plaza Grande con los
recuerdos de nuestros seres queridos”:
(…) Frente a esta situaciones solicitamos al Ministerio del Interior y a las instituciones
pertinentes que agiliten el Sistema de Recompensas (200.000 a quien dé alguna información
sobre el paradero de la persona desaparecida) para las personas desaparecidas, es decir, que
se continúe de manera regular con la publicación de los rostros y no solo en medios de
comunicación impresos (Extra), sino también en medios televisivos, en la radio y la web
como se acordó con el presidente de la República, Rafael Correa, en la reunión realizada el
11 de diciembre de 2013. Además de incluir dentro de su base de datos todos las personas
desaparecidas.
Otro punto es la Tipificación de la Desaparición Involuntaria en el nuevo Código Orgánico
Integral Penal (COIP), sin embargo, ni en el debate del pleno de la Asamblea, ni el veto
presidencial se ha incluido esta figura jurídica. Continuaremos en las Calles, Plazas, Fiscalías,
Ministerios (…) (Asfadec, Boletín de prensa: PLANTÓN POR LA VIDA “Tomémonos la
Plaza Grande con los recuerdos de nuestros seres queridos”, 2014).
¿Y cómo se aplicó el ofrecimiento? En febrero del mismo año, Asfadec, resaltó en otro boletín de
prensa, denominado “Cacerolazo por las personas desaparecidas”, en el que cita lo dicho por el
mandatario en diciembre de 2013, “(…) Decidimos, en ese instante, incluir en el Código Penal o
tipificar la desaparición de personas como un delito y será imprescriptible”. Sin embargo, en el COIP,
en su artículo 585, inciso 3, que se refiere a la duración de la investigación, se precisa:
En los casos de desaparición de personas, no se podrá concluir la investigación hasta que la
persona aparezca o se cuente con los elementos necesarios para formular una imputación por
el delito correspondiente, fecha desde la cual empezarán los plazos de prescripción (COIP,
2014).
48
La organización señala que en el mismo enlace ciudadano21, el mandatario, precisó:
(…) se implementa una política integral de Estado para enfrentar en forma efectiva y práctica
el problema de la desaparición de ciudadanos; manifestando que tanto la Policía como la
Fiscalía crearan unidades especializadas para dar un seguimiento puntual a las denuncias y
procesos de los desaparecidos, con la diferencia de que ya no habrá rotación de fiscales. Se
creará, dijo, un sistema de información sobre personas desaparecidas con una base de datos
actualizada como parte de la política integral en estos casos que debe brindar apoyo
económico, psicológico, social, legal y humano que permita superar el trauma de la pérdida
de un familiar (…) (Asfadec, Boletín de prensa: “la rotación de fiscales vulnera nuestros
derechos”, 2014).
Por último, la obligación adquirida, para generar políticas públicas en el marco de la desaparición de
personas en Ecuador, y bajo este principio, que las distintas instituciones del Estado, implementen
proyectos y acciones conforme su competencia, se construyen de la siguiente manera señala la
Defensoría del pueblo:
21 Ibid.
49
Tabla 1. Cuadro de institucionalidad. Fuente: Informe temático sobre las personas desaparecidas en el Ecuador: Análisis
de respuestas estatales, estadísticas, acceso a la justicia y contexto socio cultural de la problemática 2013-2014”,
Defensoría del Pueblo.
El cuadro institucional, presentado, sintetiza las políticas públicas asumidas por las instituciones
estatales competentes. Estas resoluciones, que en su mayoría fueron aprobadas en el segundo
semestre del año 2013, es decir antes de la primera reunión, entre el jefe de Estado y los familiares
de personas desaparecidas, han sido objeto de críticas por Asfadec, quienes denuncian la falta de
celeridad, de especialización de fiscales y agentes, de coordinación entre instituciones encargadas.
Mediante boletín de prensa, “Porque las madres no nos doblegamos ni nos callamos buscamos a
nuestros hijxs”, y que fue publicado el 14 de abril de 2014, Asfadec denunció que el funcionamiento
de la Unidad de Investigación de Desaparecidos de la fiscalía, hasta ese momento no cuenta con al
menos cinco fiscales, puesto que la única funcionaria asignada conoce más de 600 casos, y como
Fiscalía
General del
Estado
Trabajo conjunto con la
DINASED. Ambas unidades
investigan y acusan (de ser
el caso) ante los jueces de
Garantías Penales, a las
personas que
presuntamente hayan
cometido delitos que
vulneren derechos contra la
vida, y contra las garantías y
libertades constitucionales.
Unidad
Especializada de
personas
desaparecidas
Incorporación de un
Banco de ADN para
reconocer a personas
desaparecidas.
2
3
4
Ministerio de
Justicia,
Derechos
Humanos y
Cultos
Velar por el acceso a una
justicia, oportuna,
independiente y de calidad,
promover la paz
social, la plena vigencia
de los Derechos Humanos,
la regulación y el libre
ejercicio de Cultos, mejorar
la rehabilitación y
reinserción social, mediante
normas, políticas, programas
y acciones coordinadas con
las instituciones
relacionadas.
Dirección de
Respuesta Judicial
(Unidad de
Respuestas en
Causas Penales).
Acuerdo 0093, de 23
de septiembre de
2013.
Asesoría legal y sicosocial
de manera personalizada
a todas las personas que
lo requieran.
Capacitación y formación
en DDHH a sus
funcionarios y
funcionarias.
Ministerio del
Interior
Competencias en materia
de secuestros y extorsión,
desapariciones, delitos
contra la vida y muertes
violentas
Dirección Nacional
de Delitos contra
la Vida, Muertes
Violentas,
Desapariciones,
Extorsión y
Secuestros
(DINASED).
Acuerdo 1850, de 3
de
octubre de 2013.
Inclusión de personas
desaparecidas al Sistema
de Recompensas (enero
2014).
Consejo
Nacional de la
Judicatura
1
Dar seguimiento a casos
particulares de violación
de derechos Humanos en
temas relativos al campo
de competencia del Consejo
de la Judicatura
Subdirección
Nacional de
Derechos
Humanos.
Resolución 160-2013
del 18 de octubre de
2013.
Creación Protocolo de
actuación para la
búsqueda, investigación y
localización de personas
desaparecidas, pérdidas o
extraviadas.
ACCIONES/PROYECTOS
REALIZADOS
INSTRUMENTOS
LEGALES
INSTANCIA
ESPECIALIZADACOMPETENCIASNo. INTITUCIÓN
50
efecto, se evidencia la falta de celeridad y justicia para los familiares de personas desaparecidas.
Sobre la falta de coordinación entre instituciones precisan:
(…) También seguimos a la espera de que fiscalía y Dinased cuenten con un protocolo
único de actuación porque hasta la actualidad sigue siendo notoria la falta de coordinación
de estas dos instancias. Este problema se profundiza más en provincias donde la rotación de
agentes, fiscales y policías sigue siendo un denominador común en estos casos (…) (Asfadec,
Boletín de prensa: “Porque las madres no nos doblegamos ni nos callamos buscamos a
nuestros hijxs”, 2014).
En el mismo comunicado (lunes 14 de abril, 2014) se precisa el incumplimiento de una base de datos
actualizada, y que la misma sea de cumplimiento obligatorio en “clínicas, hospitales, morgues,
centros de acogida, albergues, centros de desintoxicación, psiquiátricos, terminales de buses”,
además se incluya información detallada sobre personas desaparecidas o no identificadas, que hayan
sido ingresadas o atendidas en dichas instituciones. El objetivo sería la posibilidad de cruzar dicha
información con una “base de datos ÚNICA que sería manejada por la Fiscalía y la Dinased”.
Lo expuesto deja en evidencia, la aproximación que plantea Bobbio (1989) sobre la sociedad civil,
como “el lugar donde surgen y se desarrollan los conflictos económicos, sociales, ideológicos,
religiosos, que las instituciones estatales tienen la misión de resolver mediándolos, previniéndolos o
reprimiéndolos”. Asfadec se configura como una contrapropuesta discursiva al Estado, en el marco
del discurso y las acciones sobre desaparecidos; surge desde la sociedad civil, y asume una
representación de quienes están dentro de la organización, para denunciar a través de diversas formas
de comunicación, el mal funcionamiento de los sistemas de investigación.
En ese contexto, el martes 11 de noviembre de 2014 la Asociación denunció en un boletín de prensa
la rotación de fiscales. En ese comunicado cuestionaron los compromisos y las políticas públicas
creadas desde el Estado, pues no se habían cumplido. Denunciaron que el fiscal Pablo Jaramillo fue
reubicado a una fiscalía en Loja, afectando de este modo a la investigación de “al menos cuatro
personas desaparecidas”.
La salida del fiscal Jaramillo nos preocupa a los familiares de las personas víctimas de
desaparición debida a que sentimos que pese al pronunciamiento del Presidente y las
disculpas públicas del fiscal General del Estado, Galo Chiriboga, sobre los problemas que
genera la rotación de los fiscales en estos casos, el cambio de fiscales ha iniciado. Nos
enfrentamos nuevamente a la rotación de fiscales y a los impactos negativos que esto acarrea
en cada uno de nuestros casos. Con ello vemos que no hay una garantía para que los otros
fiscales no abandonen las decenas de casos que reposan en sus despachos (Asfadec, Boletín
de prensa: “la rotación de fiscales vulnera nuestros derechos”, 2014).
La misiva recuerda que el presidente Rafael Correa, en el enlace ciudadano No. 352 se dirigió al país
y dijo, “la Policía como la Fiscalía crearán unidades especializadas para dar un seguimiento puntual
a las denuncias y procesos de los desaparecidos, con la diferencia de que ya no habrá rotación de
fiscales”. Sin embargo la salida del fiscal Pablo Jaramillo, deja sin continuidad las investigaciones
que tenía bajo su responsabilidad:
JOSÉ DANIEL GUANUCHE desaparecido el 10 de agosto de 2003 y cuyo caso a la fecha
ha sido conocido por 6 fiscales; CAROLINA GARZÓN desaparecida el 28 de abril de 2012
y cuyo caso ha sido conocido por un total 5 fiscales; JULIANA CAMPOVERDE
desaparecida el 7 de julio de 2012 y cuyo caso pasó por 8 fiscales; y el caso de ANGIE
CARRILLO desaparecida el 28 de enero de 2014 y cuyo caso a la fecha ha sido conocido por
un total de 2 fiscales (Asfadec, Boletín de prensa: “la rotación de fiscales vulnera nuestros
derechos”, 2014).
51
Al finalizar el comunicado, y convocar a una marcha como acción de presión y solidaridad por los
familiares de las cuatro personas desaparecidas, que se quedaron a la espera de que el nuevo fiscal
revise los expedientes, exigen una contestación escrita que detalle los motivos, que llevó a tomar esa
decisión, qué funcionario la aprobó y porqué solo informaron a los familiares cuando faltaban dos
días para que Pablo Jaramillo abandone su despacho.
A través de este escrito la Asociación, presenta la actitud parresiástica de los familiares que se
suscriben de la misiva, quienes exigen al Estado cumplir con los compromisos, e invita a todas las
personas a una marcha solidaria. Lo expuesto deja en evidencia realidades incómodas para el discurso
oficial, sin embargo, se ubican como demandas que piden una revisión y consolidación de políticas
públicas operativas en el marco de la desaparición de personas.
En noviembre de 2014 la Dirección Nacional de Delitos contra la Vida, Muertes Violentas,
Desapariciones, Extorsión y Secuestros (Dinased), presentó declaraciones a través de su entonces
titular, Carlos Alulema, sobre el trabajo de esta Dirección a nivel nacional, en el primer semestre del
año. En lo dicho se destaca que esta unidad tiene una efectividad del 81% en la resolución de casos
de personas desaparecidas a nivel nacional. De la información presentada por la Dinased, Asfadec
en boletín de prensa realizó los siguientes señalamientos:
(…) según sus datos han resuelto 1.650 casos de personas desaparecidas, sin embargo,
consideramos que no es suficiente. De los casos resueltos, 53 personas fueron encontradas
sin vida en lo que va del año, frente a esto nos gustaría conocer el detalle de esas cifras:
lugares de la desaparición, fecha de la desaparición y del hallazgo de la víctima, así como la
edad de la misma. Estos datos con certeza nos ayudarán a comprender la efectividad que
manifiesta tener la Dinased, y de manera fundamental comprender la dimensión de este
fenómeno, que reconocido por al mismo Estado está en constante crecimiento (Asfadec,
Boletín de prensa: Asfadec se pronuncia ante estadísticas de la Dinased, 2014).
En el mismo comunicado la Asociación, señala, “nuestros seres queridos aún se encuentran alejados
de casa en contra de su voluntad”, esto como observación a lo dicho por Alulema en el medio público
Andes el 21 de septiembre de 2014, en donde afirma que al menos el 90% de desapariciones en
Ecuador son voluntarias y que apenas “el 0,6% del total está vinculado con algún delito y el resto
tiene que ver con casos de enfermos mentales o adultos mayores extraviados” (Asfadec, 2014).
Asfadec lanzó una pregunta a la institución, en la que precisan la necesidad de conocer con qué tipo
de información cuenta la Dinased para sostener tal aseveración. Resaltaron que no se trate (a los
suyos) a sus seres queridos como estadísticas, como números, sino como hombres y mujeres que
tienen proyectos de vida, que son padres, madres, hijos, hermanos, amigos, que tenía un futuro, pero
que fueron desaparecidos en contra de su voluntad.
Lo dicho por los familiares surge como una contrapropuesta, como un ejercicio de contradiscurso a
la versión dicha por el Estado, en la que las instituciones encargadas resaltan el valor de los números
cumplidos, antes que las condiciones de integridad, de resarcimiento, de reparación. ¿Se puede
entender la problemática de la desaparición de personas sin tomar en cuenta los pedidos de las
mismas víctimas? Ante esto Asfadec solicitó “conocer quiénes son las personas que han sido
localizadas con vida o sin vida tras ser registrada como desaparecida” y precisan que:
(…) No basta con la existencia formal de recursos, unidades, procedimientos, sino que estos
deben ser adecuados y efectivos para remediar la situación jurídica infringida. Esto implica
que las víctimas y las personas afectadas obtengamos a lo largo de la actuación fiscal y
policial y hasta la culminación de la misma, la posibilidad real de ser escuchadas, evaluados
nuestros argumentos y alegatos y tramitadas, de acuerdo con la ley, nuestras peticiones, de
52
manera que las resoluciones judiciales sean reflejo de los valores jurídicos fundamentales.
Implica ir más allá de las cifras y reconocer que con cada desaparecido hay un proyecto de
vida individual, familiar y colectivo, que se trunca, que se violenta y que se ciega (Asfadec,
Boletín de prensa: Asfadec se pronuncia ante estadísticas de la Dinased, 2014).
Otro de los problemas que señala la organización dentro de la operatividad de las políticas públicas,
es la falta de un criterio oficial, por ejemplo dentro de los compromisos para la creación de una base
de datos a escala Nacional en el marco de personas desaparecidas, que sirva como soporte para el
cruce y consultas de datos entre diversas instituciones, no existe, “en Ecuador no hay un dato exacto
sobre cuántas personas se encuentra desaparecidas. Las estadísticas que emiten las diferentes
entidades de justicia son diferenciadas y contrarias”. Respecto a este hecho, el 05 de febrero de 2015
la Asociación señaló:
Según datos aportados por José Ortiz, jefe de la Unidad de Personas Desaparecidas de la
Dirección Nacional de Delitos contra la Vida, Muertes Violentas, Desapariciones, Extorsión
y Secuestros (Dinased), el pasado miércoles 21 de enero de 2015 en la reunión sostenida con
el Ministerio Coordinador de Seguridad, en Ecuador se registró 4 893 denuncias sobre
personas desaparecidas de enero a diciembre de 2014. De las cuales, 4 502 fueron
solucionadas y 391 se encuentran en investigación al momento.
No obstante, este número difiere con los datos proporcionados por la Dinased, que con fecha
19 de diciembre de 2014, informó que la entidad registró 4 481 denuncias de personas
desaparecidas de enero a diciembre de 2014. De la cuales según Dinased, 4 056 fueron
resueltas y 425 están en investigación.
De las 4 056 personas localizadas, 3 943 fueron encontradas con vida y 113 sin vida. Al
momento se desconoce qué casos fueron resueltos por la Dinased y qué casos fueron resueltos
por los mismos familiares que se movilizaron por encontrar a sus seres queridos o qué las
personas registradas como desaparecidas decidieran volver a casa.
Según la Dinased, las personas desaparecidas de 0 a 5 años son: 80; de 6 a 10 años 83; de 11
a 15 años: 843; de 15 a 20 años 1 344; de 21 a 25 años: 588 y de 26 años en adelante son 1
543 personas que no han retornada a casa.
La mayor parte de la desaparición se registra en las madres, abuelas, hermanas, hijas,
sobrinas, amigas. 2593 mujeres han desaparecido en el país. La provincias que presentan los
más altos índices de este fenómeno son Guayas, Pichincha y Azuay. La desaparición de
nuestros padres, esposos, hijos, amigos, tíos al momento registra a 1 588 hombres.
El 22 de enero de 2015, la Fiscalía General del Estado, a través de un informe, nos indicó
que la desaparición actualmente afecta a 1 606 familias en el país. En sus estadísticas de
enero de 2013 a diciembre de 2014 registra 18 681 denuncias de desaparición. De las cuales,
según Fiscalía, 17 075 son actos administrativos concluidos y 1606 se encuentran en
investigación.
De las 1606 personas desaparecidas, 958 son mujeres y 648 hombres entre 1 a 17 años
(833), de 18 a 64 años (657) y mayores de 65 años (86 personas). Además Fiscalía registra
actualmente 30 casos de personas desaparecidas sin identificación de edad. Esto demuestra
que no se aplican los protocolos para atender a una persona cuando denuncia que un ser
querido desapareció. Bajo ese estándar de no identificación de edad, la Fiscalía registró de
2013 a 2014, 1 855 personas (Asfadec, Boletín de prensa: Desapariciones una problemática
que el Estado se niega aceptar, 2014).
La agrupación de familiares de personas desaparecidas, que lleva como nombre Asfadec, inició su
conformación a mediados de 2012, meses después legalizó su conformación mediante la consecución
de su personaría jurídica, sin embargo, hasta el momento, y tras la primera reunión con el presidente
Correa, a finales de 2013, las observaciones a la falta de voluntad del Estado para asumir un rol
53
decisivo en el tratamiento de esta problemática social sigue siendo las mismas, por ello el 30 de junio
de 2016, en otro comunicado la Asociación contrastó,
Que el Estado a través de Fiscalía creo una unidad de actuaciones administrativas de investigación
de personas desaparecidas de Fiscalía, pero solo en Pichincha, esto a criterio de Asfadec genera un
trato discriminatorio para el resto de habitantes del país. Así como las decisiones de exclusión a
familiares de personas desaparecidas que conforman Asfadec, además del uso de juicios de valor
para referirse a sus integrantes, y a las personas que colaboran con esta agrupación:
(…) En junio de 2014, se le negó el ingresó a la reunión con el presidente Rafael Correa, a
Luis Sigcho, expresidente de Asfadec, padre de Luis Daniel desaparecido desde el 4 de
octubre de 2008, en San Rafael, en la provincia de Pichincha. Ahora a Telmo Pacheco, actual
presidente de Asfadec y padre de Orlando quien desapareció el 3 de noviembre de 2011, en
la ciudad de Loja se le niega el derecho a ingresar a la Presidencia ¿En seis meses, a quién se
le negará el derecho a ser escuchado?
(…) En las últimas reuniones se han hecho graves señalamientos en contra de los Defensores
de Derechos Humanos, quienes solidariamente nos acompañan en nuestra lucha. En la
reunión del 13 de octubre de 2015 fue el turno de la defensora de derechos humanos y
abogada de la Asociación, María Espinosa, señalando que esta profesional tendría el interés
de politizar el proceso de personas desaparecidas; indicando además a los familiares que
deberían “cuidarse de ese tipo de personas que tienen otros intereses, no están del lado de las
víctimas sino intentando hacer politiquería (Asfadec, Boletín de prensa: "Decidimos no
ingresar a la reunión con presidente Rafael Correa", 2016).
En este sentido, las declaraciones señaladas, tienen el objetivo de convertirse en generadoras de
opiniones públicas, sobre el tratamiento que el Estado hace de esta problemática. Puede decirse
entonces que lo nominado como “opinión pública” a criterio de Gramsci, está vinculado con la
hegemonía política, que “es el punto de contacto entre la “sociedad civil” y la “sociedad política”,
entre el consenso y la fuerza”. El mismo autor señala que el Estado, como estrategia ante una acción
impopular, “crea preventivamente la opinión pública adecuada, esto es, organiza y centraliza ciertos
elementos de la sociedad civil”.
La opinión pública es el contenido político de la voluntad política pública que podría ser
discor-dante: por eso existe la lucha por el monopolio de los órganos de la opinión pública:
periódicos, partidos, parlamento, de modo que una sola fuerza modele la opinión y con ello
la voluntad política nacional, convirtiendo a los disidentes en un polvillo individual e
inorgánico (Gramsci, 1984: 196).
Frente a la problemática de desapariciones en Ecuador, Tomás Quevedo señala, que el Estado
ecuatoriano hizo todos los esfuerzos políticos para ejercer un mecanismo que viabilice la
construcción de una memoria y la posterior reparación, sin embargo no han permitido explicar el por
qué desaparece la gente, por ejemplo, los medios de comunicación no han logrado posicionar en su
agenda mediática una contextualización de lo que nosotros denominamos como problema social. Y
señala que se deba posiblemente a que “el nivel de significación, en la opinión pública no
necesariamente es importante o porque el Estado no ha creado los mecanismos institucionales
necesarios -como los creó con la Comisión de la verdad, y que garantizaron procesos de seguimiento
y resolución”.
Por ello señala que la lucha organizativa de Asfadec, y como ejemplo la campaña que pasa por
medios, tiene un potencial más ético que político, y como consecuencia los resultados, obviamente
son éticos antes que políticos e indica que esto puede ser evidenciado en las respuestas por parte del
54
Estado o sus Instituciones, no explican el por qué despareció una persona. Expone que el valor
fundamental del proceso organizativo de la Asociación es que:
“(…) la fuerza organizativa de Asfadec, interpela al Estado y a los medios de comunicación,
y esa interpelación es importante, si se quiere en términos cualitativos, porque el Estado se
preocupa, y trata de construir un discurso del chantaje para silenciarlos, les dice, no hablen,
así quizá los encontremos, en esos términos el Estado trata de implantar una política del
silencio y hay quienes lo aceptan, pero también, hay quienes se resisten, un ejemplo claro
son los padres de los hermanos Restrepo, con una lucha de más de 27 años para que se
clarifique las condiciones en las que desaparecieron (Quevedo, 2016).
La Asociación y quienes la conforman, desde su aparición en 2012 se han constituido como
defensores de Derechos Humanos, trayendo a Bobbio, el discurso que levanta esta agrupación, “es
una contrapropuesta al Estado”, sobre cómo abordar la problemática de la desaparición de personas
en Ecuador, y que más allá de compromisos y normativas creadas, el Estado asuma la responsabilidad
de precautelar las aspiraciones de cada una de las personas, y no unilateralmente desde el concepto
seguridad, sino desde algo que está invisible, un problema estructural del mismo Estado.
3.3. Asfadec: una historia viva
El 28 de abril del 2012 desapareció la joven colombiana, Stephany Carolina Garzón Ardila,
en la ciudad de Quito, sector de Paluco Monjas. Se encontraba en compañía de cuatro
compañeros: dos colombianos y dos argentinas con quienes compartía el lugar de estadía.
Carolina desapareció desde la casa donde habitaba (Garzón W. , 2013).
La Asociación de Familiares y Amigos de Personas Desaparecidas en Ecuador (Asfadec) en su blog
Blog22 indica que es una organización de derecho privado sin fines de lucro y que surgió de la
necesidad de unir esfuerzos entre familiares, allegados y amigos para encontrar a las personas que
no regresaron a casa, además de evidenciar que son numerosas las personas que desaparecen en el
Ecuador cada año, “(…) no existe una verdadera búsqueda e investigación por parte de los
organismos del Estado ecuatoriano para encontrarlos”. Bajo estos principios, incluyendo la
desaparición en territorio ecuatoriano de Carolina Garzón, joven colombiana, desaparecida desde
abril de 2012, trajeron a la palestra pública la problemática de la desaparición de personas en Ecuador
en un contexto de gobiernos democráticos e incitaron la conformación de una organización
encaminada a tratar y discutir este problema.
Walter Garzón, uno de los fundadores de Asfadec y padre de Carolina en una nota preliminar del año
2013, titulada, “Historia y principios en la formación de la Asociación de Familiares y Amigos de
Personas Desaparecidas en Ecuador, Asfadec”, menciona que su hija se encontraba en el país como
escala en su trayecto para dirigirse, a una invitación que había recibido para el Congreso de la
Asociación de Estudiantes Libres del Brasil (ANEL).
Pasaron cuatro días antes (martes 1 de mayo, 2012) que los familiares de Carolina, en Colombia sean
comunicados de la triste situación, es así que la denuncia se realizó el dos de mayo en Quito, pero la
búsqueda por parte del Estado no inició. Ante esta realidad, los familiares de Carolina,
Organizaciones Sociales, Juveniles, Ong’s, Colectivos, artistas y entre ellos Jaime Guevara, y los
grupos Cambio Radical, Más, iniciaron plantones en la Embajada de Colombia en Ecuador y la
Embajada de Ecuador en Colombia. Finalmente, recuerda Walter, “los plantones se trasladaron a la
Plaza de la Independencia, un lugar simbólico de la protesta social”.
22 Revisar contenido completo en: https://goo.gl/ongPQv
55
Como efecto de esta situación, se conformó la “Coordinadora de solidaridad por la búsqueda de
Carolina en Quito” y en Colombia el Comité “Busco a Carolina”. Ante la presión de los familiares y
de las personas solidarias, el Estado ecuatoriano ingresó el caso de Carolina Garzón en un plan de
recompensas que ofrecía de 5 mil a 20 mil dólares por quien de información sobre el paradero de la
joven colombiana.
Cinco meses después señala Walter Garzón, se empezaron a sumar más familiares de personas
desaparecidas, entre ellos Telmo Pacheco, padre de Telmo Orlando Pacheco Aguilar, joven
desaparecido desde noviembre de 2011. Telmo señala, “No sabíamos qué hacer y un día tuve la
oportunidad de encontrar a Walter Garzón. Él nos orientó sobre qué es lo que debíamos hacer”.
Lo conocí en la Plaza Grande, él hacía plantones, en ese momento ya había conseguido que
el Estado de afiches en los que ofrecía una recompensa de cinco a 20 mil dólares -por
información sobre el paradero de Carolina. Me acerqué a conversar con él y nos hicimos
amigos, y él fue la persona que nos enseñó que es lo que debemos hacer para poder reabrir el
caso de Orlando. En esa plaza siempre estaba con Jaime Guevara y otros amigos solidarios.
Lo primero que hicimos fue ir a la CEDHU a hablar con la hermana Elsie Monge para que
nos ayude enviando una carta a Loja para poder reabrir el caso. Walter también nos dijo que
vayamos a Loja y allá hablemos con la Gobernadora, con el Jefe de la Policía. Mi esposa
viajó con una sobrina, ellas se encargaron. Gracias a eso reabrieron el caso, pero
prácticamente, las investigaciones eran las mismas cosas; Nos volvieron a dar un informe del
teléfono, informes de que si salió en un carro de Loja para acá, averiguaciones en las
terminales terrestres, y nada más (Pachecho, 2016).
A este grupo también se unieron Luis Sigcho, padre de Luis Daniel Sigcho Ñacato, joven estudiante
de la Universidad Central del Ecuador, desaparecido desde octubre de 2008. Luis, padre, recuerda
que en el trajinar del año 2012 encontró a Telmo Pacheco y Walter Garzón en el Centro de Quito y
se les unió; A esta agrupación se integró un familiar de Luis Alfredo Velásquez Cevallos,
desaparecido en septiembre de 2012. En ese momento ya fuimos cuatro familias señala, “pero Walter
Garzón fue el pionero, él instó en que debemos reunirnos y hacer los plantones en la Plaza de la
Independencia para exigir al Estado ecuatoriano, que haga las investigaciones sobre las personas
desaparecidas”. Con la presión social ejercida, al tomarse el espacio público de la Plaza Grande de
Quito, se empezó a develar un serio problema. Había una cantidad alta de personas desaparecidas.
Lo “primero que formamos fue un comité, luego en los plantones aparecieron más personas, y
entendimos que la lucha ya no era solo por nuestros desaparecidos, sino también por los otros”, señala
Luis.
Al inicio fuimos cuatro, la siguiente semana fuimos ocho, diez, doce, quince de ahí
más o menos llegamos a unas 40 personas, entonces nos reuníamos y conformamos
la Asociación de Familiares y Amigos de Personas Desaparecidas en Ecuador
(Asfadec), entonces nuestra lucha inició los días lunes en el cambio de guardia, pero
eso le molestaba mucho al Presidente, y mandaba a los policías a que nos retire y
nos quiten las pancartas, pero nosotros, dijimos que tenemos derecho de estar y
exigir que nos den información de lo que está pasando y por qué las personas
desaparecen (Sigcho, 2016).
Lo que convocaba a los familiares con casos de personas desaparecidas, eran los puntos en común,
decía Walter: inconvenientes en los procesos judiciales, impunidad, negligencia y la omisión de
pruebas o personas sospechosas por parte de las instituciones encargadas: Fiscalía, Policía Judicial,
Ministerio del Interior, Ministerio de Justicia, entre otras.
56
El proceso organizativo permitió que el 30 de agosto de 2012 se realice un evento por el Día
Internacional de la Desaparición Forzada, en el que se conmemoró a las personas desaparecidas. Este
evento permitió hacer un acercamiento entre la naciente organización, la Casa de la Cultura
Ecuatoriana (CCE), la Comisión Ecuménica de Derechos Humanos (Cedhu) y la Fundación Regional
de Asesoría en Derechos Humanos (Inredh). Además de la asistencia de más de 100 personas y de
organizaciones solidarias como: Más, Cambio Radical y diversos medios de comunicación. Este
evento así como los plantones permitieron llevar el dolor del espacio privado al espacio público, para
transformarlo.
También la academia empezó a formar parte de la solidaridad, dijo Walter, se sumó de esta manera
la Universidad Andina Simón Bolívar y junto a otras personas, incluida la familia del escritor
ecuatoriano Gustavo Garzón, desparecido desde noviembre de 1990, “pero la problemática seguía
estando, la falta de respuestas por parte del Estado se convirtió en algo irritante, triste, pero común”.
Así entre diciembre de 2012 y enero de 2013 surgió Asfadec con la conformación de personas de
distintas regiones del país. De las reuniones que mantuvieron familiares y amigos de personas
desaparecidas nació un plan de acción para el año 2013 que se fundamentaba en la exigencia de la
búsqueda de personas y en estrategias de visibilización de esta problemática. La organización
permitió que el Estado asuma una actitud diferente frente a esta problemática, así lo señalan Félix
Velásquez padre de Luis Alfredo Velásquez, joven desaparecido desde septiembre de 2012 y su
primo, Ángel Cevallos:
Tuvieron que pasar como seis meses, creo, para que nos asignaran un agente y fiscal, pero
eso lo hicieron porque nosotros empezamos a salir a plantones en la Plaza Grande. Fuimos
cuatro personas las que empezamos a luchar, Walter Garzón, Luis Sigcho, Telmo Pacheco y
nosotros con toda la familia de Luis Alfredo Velázquez Cevallos. Nosotros fuimos los que
nos organizamos para crear Asfadec
Desde ese momento hemos luchado hombro con hombro, apoyándonos, pero desde la
primera reunión (en Presidencia) nos decían que nos separemos. A mí me dijeron: ábrete para
ayudarte a vos solo y yo les dije: No, nosotros fuimos los cuatro fundadores y los cuatro nos
mantendremos en la lucha por encontrar a nuestros familiares (Cevallos, 2014).
Desde el inicio Asfadec, estuvo vinculado al objetivo de exigir verdad y justicia por las personas
desaparecidas y partir de ese principio los familiares de personas desaparecidas se agruparon.
Además de vincularon personas solidarias que ayudaron a visibilizar la problemática de las
desapariciones en Ecuador. Walter creía que la solidaridad podría movilizar a la sociedad no como
una ayuda sino como una forma de que la gente tome conciencia. Este proceso ha tenido detractores,
empezando por el Estado, porque la Asociación se ha instaurado como un contradiscurso a lo dicho
por las instituciones encargadas de tratar esta problemática. Las estrategias que el discurso oficial
usó para silenciar, desorganizar a la gente fue impulsar la división de Asfadec a partir de
organizaciones de desaparecidos paralelas23 (Anadea, Desendor): ofrecer trabajo (con la
condicionante de quedarnos callados), resultados prontos en casos particulares, y si eso no fue
suficiente el Presidente y funcionarios de otras carteras de Estado, lanzaron un ataque paulatino para
deslegitimar la lucha de los familiares, a través de los diversos canales de comunicación públicos y
privados, señala Telmo Pacheco.
23 El Estado ha usado como estrategia de división la creación de organizaciones paralelas, como ejemplo está
la conformación de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) afín al gobierno y que surge como contra
propuesta a la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) que es contraria al régimen del presidente Rafael Correa.
Revisar información completa en: https://goo.gl/LT4qum También se puede revisar el siguiente video de
la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) sobre la intromisión del Estado a partir de sus
instituciones en organizaciones campesinas e indígenas del Ecuador, en: https://goo.gl/0xv4kc
57
Los paulatinos señalamientos que se han dicho sobre la conformación de comités o asociación de
personas desaparecidas o asesinadas, han provocado que incluso algunos familiares repelan la idea
de agruparse, o agremiar a más personas, así lo cuenta Rodrigo Garzón, hermano de Gustavo Garzón:
Mi mamá ya está bastante mayor y yo dije bueno voy a averiguar que no más se puede hacer.
Comencé a seguir averiguando cosas y a participar en la reunión del comité de familiares -y
ahí es donde me vinculé a Asfadec, hace unos tres o cuatro años, en unas reuniones que se
hacían por la 6 de Diciembre. Desde el comité contactamos e invitamos a Walter, pero en el
comité hubo resistencia de recibirlos a ellos como familiares de desaparecidos. Eso me
disgustó porque no podía ser que haya tan poca gente que todavía esté reclamando o que siga
reclamando y que no haya una solidaridad entre los familiares. Yo respeto, es más puede
haber muchos comités, pero sí tenemos que ser solidarios entre todos, no puede ser que
digan: no este comité es solo de desaparecidos, a su hijo lo mataron, así que usted no puede
ser parte de este comité. Esa es una inconsecuencia terrible y es una inconsecuencia que la
adoptan las instituciones. Los organismos del Estado dicen: de ustedes quiénes son
desaparecidos, quiénes son asesinados, sin embargo a todos se les ha violentados los derechos
humanos.
En el desarrollo de Asfadec es cierto que trataron de dividir la Asociación, que se los dividió,
que se formaron otras asociaciones que son medias falsas u otras asociaciones son
manipuladas evidentemente, pero es claro que cada grupo tiene un dinámica singular, sin
embargo, también se ha podido realizar acciones conjuntas, por ejemplo entre ANADEA24,
y Asfadec. En cambio el comité se fue más bien por el lado de la protesta contra la Defensoría
del Pueblo, que es la encargada de ejecutar la Ley de Víctimas, entonces ahí también se
dividió, el uno la Mesa de Victimas y al otro lado el Comité, pero en definitiva somos las
mismas personas, son casos distintos por diferentes circunstancias, pero lo importante es que
exista la organización y que se mantenga, que continúe porque es positivo. Por ejemplo, como
la prensa publica información y eso a partir de sus intereses, El Comercio, nunca sacó un
artículo del comité de víctimas de la represión de los años 90 y ahora si se ocupa de Asfadec
porque la Asociación es una especie de piedra en el zapato del Gobierno, entonces es raro
que El Comercio auspicie eso (Garzón G. R., 2016).
En esas circunstancias la Asociación de Desaparecidos empezó a consolidarse como una
organización cumpliendo los requisitos de ley y producto de la presión ejercida hasta ese momento,
diciembre de 2013, el presidente Rafael Correa se entrevistó con varios familiares de personas
desaparecidas, en el Palacio de Carondelet. En esa cita, el jefe de Estado se comprometió a crear un
mecanismo de coordinación entre familiares y representantes del Estado, es decir, crear una agenda
pública para abordar este problema social, que como se expuso en páginas anteriores no fueron
cumplidas a cabalidad.
Es necesario señalar que Asfadec funcionó como organización de hecho hasta el 2014, y a partir del
03 de abril de ese año consiguió inscribirse como una asociación legalmente constituida y reconocida
con Resolución Ministerial No. 0121 del Ministerio de Inclusión Económica y Social (Mies).
3.3.1. Objetivos de Asfadec
Las razones que motivaron la conformación de este grupo de familiares se basan en los siguientes
pilares:
Objetivo fundamental:
Exigir que el Estado ecuatoriano cumpla con el deber constitucional de investigar y encontrar
a las personas desaparecidas, buscando el medio idóneo de hacer justicia, que ningún caso,
quede en la impunidad y que cesen los casos de desaparición de personas en el Ecuador.
24 (ANADEA) Asociación Nacional de Desaparecidos y Asesinados de Ecuador.
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Objetivos específicos:
Acompañar a los familiares miembros de la Asociación, de las personas desaparecidas en su
acción de búsqueda.
Realizar actividades de visibilización, sensibilización, concienciación y solidaridad de los
casos de personas desaparecidas.
Hacer campañas de sensibilización a la ciudadanía en general de temas de personas
desaparecidas.
Levantar una memoria histórica de cada persona desaparecida hasta que aparezca (Asfadec,
Desaparecidos en Ecuador, 2014).
Estos principios dan cuenta que no importa la cantidad de años que puedan pasar en la desaparición
de una persona los familiares continúan buscándolos. Así es el caso de María Eugenia Bassantes,
madre de Alexander Adrián Romo Bassantes, niño desaparecido desde noviembre de 1994, en el ex
Terminal de buses interprovinciales Cumandá, en el centro sur de Quito. Ella recuerda que desde que
desapareció su hijo publicó por varias ocasiones en diarios como El Comercio o el Extra y se acercó
a las Unidades de la Policía Nacional, pero siempre volvían a cerrar el caso, “(…) años después, una
señora me dijo: porque no va a la Plaza Grande, ahí hay más gente que está buscando a sus
desaparecidos”. María Eugenia cuenta, que también pudo ver en la televisión a un grupo de gente,
diciendo Ayúdanos a encontrarlos y por ese motivo decidió acercarse a la Plaza Grande:
Entonces fui nuevamente a poner la denuncia, pero esta vez me atendieron sin burlas.
Fui con la señora Lidia Rueda, secretaria de Asfadec y actualizamos la denuncia en el
Ministerio del Interior, que queda detrás de la Plaza Grande. Los agentes ya no tenían la
misma actitud, ya no se burlaban. La información, los archivos de mi hijo de todos los años
habían desaparecido. Me enviaron a buscar datos en Criminalística por el Regimiento Quito,
por el Inca, en la Dinapen25, pero no existe nada. El agente buscó en esos papeles y no
encontró nada. Solo el papelito que yo tenía sirvió. Ahí si encontraron, incluso está los
nombres del agente que investigó en esa época (Bassantes, 2016).
Ocupar el espacio público por una organización de la sociedad civil, es poner en cuestionamiento el
accionar del Estado en determinado tema, en este caso, el tratamiento de esta problemática social.
Los desaparecidos y desaparecidas dejaron un hogar y una familia que quedó para buscarlos y para
levantar a través de sus recuerdos y de sus memorias un discurso que los mantenga vivos, que los
tenga en el presente para que no sean olvidados. Asfadec fue creada desde una suerte parresiástica
(en sentido foucaultiano) asumiendo todos los riesgos que implica levantar la voz en contraposición
del discurso del Estado.
La desaparición de personas está considerada por declaraciones, pactos y convenios internacionales
como un delito de lesa humanidad, pero por sobre la norma jurídica, está el dolor, el malestar cultural
que implica la desaparición de personas, ¿Quiénes y con qué finalidad se las llevaron, se los llevaron?
Walter Garzón se fue sin saber qué pasó con Carolina: su hija, la joven militante por quien vino a
Ecuador, pero él salió del país enfermo. Walter falleció el 12 de septiembre de 2016 en Bogotá.
“Murió de causas naturales”, tan natural como asumir el dolor de los otros como el de uno, “tan
natural como recibir buenas nuevas por parte del Estado”, tan natural como esperar el descanso
cuando el resto se ha perdido.
25 Dirección Nacional de Policía Especializada para Niños, Niñas y Adolescentes (DINAPEN)
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Asfadec se constituyó para visibilizar una problemática en Ecuador y está conformada por decenas
de familiares y personas solidarias que tienen como objetivo exigir verdad y justicia y de luchar
organizados para que no hay más desaparecidos en Ecuador, además de evidenciar que el Estado es
“el único que cuenta con las posibilidades legales, materiales e institucionales para cumplir con su
obligación de garantizar la seguridad de los ciudadanos”.
Las áreas de trabajo que ha emprendido Asfadec, se concentran en tres actividades:
1) Acompañamiento jurídico a casos de personas desaparecidas, a través de abogados solidarios que
participan de la iniciativa de la Asociación. El trabajo realizado se fundamenta en tratados y
convenios internacionales, en materia de defensa de derechos humanos y que son suscritos por el
estado Ecuatoriano y más países. También por los derechos consagrados en la Constitución Política
del Ecuador del año 2008, con énfasis en artículo 3.1 que dice: “Garantizar sin discriminación alguna
el efectivo goce de los derechos establecidos en la Constitución.
Es por ello que a finales de 2015 Asfadec con el apoyo de la Fundación Regional de Asesoría en
Derechos Humanos (Inredh) presentaron, “Informe sobre la situación de personas desaparecidas de
forma involuntaria y sus familiares en el Ecuador”, en el que recogen la descoordinación del Estado
para cumplir con el compromiso que asumió el 20 de octubre de 2009 ante la Convención
Internacional para la Protección de todas las Personas contra las Desapariciones Forzadas (CIPPDF)
y en el que se comprometía cumplir con los acuerdos aceptados.
El Ecuador ratificó la Convención Internacional para la Protección de todas las Personas contra las
Desapariciones Forzadas (en adelante CIPPDF o la Convención) el 20 de octubre de 2009. El Art.
29 de la CIPPDF establece que dentro del plazo de dos años desde la entrada en vigor, el Estado debe
presentar un informe relativo a las medidas que haya adoptado para cumplir con las obligaciones que
han contraído en virtud de la Convención, entre ellas, las relacionadas con el Art. 3 de la CIPPDF.
De acuerdo al calendario oficial de entrega de reportes de los Estado al Comité, el Ecuador
debió presentar un informe a este Comité el 23 de Enero de 2013. Los familiares firmantes
conocemos que el Estado Ecuatoriano hasta el mes de febrero del año en curso no había
cumplido con esta obligación; así mismo no conocemos como el Estado Ecuatoriano realizo
su elaboración; en reiteradas oportunidades solicitamos al Ministerio de Justicia conocer el
mismo sin haber obtenido respuesta alguna. (Anexo I: Solicitud de Familiares a Ministerio
de Justicia pidiendo copia del informe correspondiente).
Debemos señalar que durante el proceso de preparación que debió efectuar el Estado, ninguna
de las personas que presentamos este informe fuimos consultadas, así como tampoco las
organizaciones Asociación de Asesinados y Desaparecidos del Ecuador (ANADEA), ni la
Asociación de familiares y amigos de personas de Desaparecidos de Ecuador (ASFADEC);
ambas legalmente reconocidas y que se ocupan de la cuestión de la desaparición de personas
(Asfadec e Inredh, 2015).
El informe recoge las firmas de respaldo de, Alix Mery Ardila Pasos, madre de Carolina Garzón
Ardila; Noemí Elizabeth Rodríguez Martínez, madre de Juliana Campoverde Rodríguez; Delia
Alexandra Córdova Segarra, madre de David Romo Córdova; Pilar Tobar Abril, hermana de Camilo
Carlos Antonio Tobar Abril; Luis Humberto Sigcho Pillajo, padre de Luis Daniel Sigcho Ñacato;
Ángel Cevallos tío de Luis Alfredo Velásquez Cevallos, Mercedes Isabel Cabrera Ramírez, hija de
Leonor María Ramírez López y, Telmo Pacheco Cevallos, padre de Telmo Orlando Pacheco Aguilar.
Esta acción se realizó como respuesta al incumpliendo de los compromisos que el Estado asumió,
entre ellos, designar a asesores jurídicos, especialización de agentes y demás funcionarios, la
60
tipificación, entre otros y que fue una petición que los familiares de desaparecidos presentaron en
diciembre de 2013 al presidente Correa, sin embargo no fueron cumplidos en su totalidad.
2) La comunicación desde un principio interdisciplinar y transversal ha permitido construir un
discurso de la memoria, visibilización y difusión de la problemática de la desaparición de personas
en Ecuador con el fin de generar una discusión y sensibilización en la sociedad. Para ello la
organización ha usado varias herramientas: el programa de radio que Asfadec construyó con el apoyo
de estudiantes de la Facultad de Comunicación Social de la Universidad Central del Ecuador en
octubre de 2013, y que se mantiene al aire en la misma radio online que inició,
www.rayuelaradio.com, con el apoyo de Fundamedios; otro espacio de incidencia ha sido la
publicación de comunicados de prensa en su blog, www.asfadec.blogspot.com en el que recogen los
criterios de la Asociación y que incitan a la opinión pública un análisis sobre este problema social.
Finalmente,
3) El trabajo organizativo que este grupo humano ha realizado a partido de la toma de espacios
públicos y movilizaciones, es decir, convocatoria a plantones, marchas, exposiciones, festivales. Así
como el acompañamiento emocional a través de la realización de talleres de fortalecimiento
organizativo enfocado en la discusión de los Derechos Humanos que favorecen a los familiares de
personas desaparecidas, con la finalidad que cada uno de ellos y ellas, pueda levantar sus opiniones
y su discurso de la memoria frente al dolor, frente al Estado.
El grupo humano que está detrás de Asfadec vislumbra una interrogante que plantea Elizabeth Jelin,
la memoria se construye desde los sujetos y en ese ejercicio se abordan temas de fondo que el discurso
oficial habría obviado. El discurso de la memoria en torno a la defensa de los Derechos Humanos se
construye desde la colectividad, y permite evidenciar los silencios, olvidos y fracturas que se
presentan en la sociedad civil.
Como ejercicio de la práctica organizativa, los familiares y el grupo de gente solidaria que colaboran
con ellos han organizado diversos eventos artísticos, que fueron mencionados en páginas anteriores,
así como plantones y marchas en fechas objetivas (conmemoraciones del día de una desaparición).
Estas actividades se centran en la idea de interpelar a la sociedad civil, y que ésta y el Estado lleven
esta situación social a una discusión pública, para buscar mecanismos de solución y prevención de
este tipo de violencia.
3.3.2. Asfadec como escenario de diálogo
La Asociación de Familiares y Amigos de Personas Desaparecidas en Ecuador desde hace
más de tres años se constituyó como una organización desde la cual se ha puesto en diálogo
el discurso del Estado entorno a esta problemática social y las exigencias de la sociedad civil
para el tratamiento de esta situación. Y es precisamente en ese escenario que Asfadec ha
conseguido incidencia tanto en la agenda mediática de los medios de información privados
como en los públicos, para presionar que el Estado adopte medidas de prevención y
resolución de casos.
61
Mediante estrategias de comunicación que parten del uso de la palabra, esta organización ha
evidenciado una problemática cotidiana y silenciosa. Esos hechos que generalmente son
ajenos a la realidad de la mayoría de personas en Ecuador, han sido visibilizados, y eso ha
significado que la lucha que mantienen los familiares de hombres y mujeres que un día no
regresaron más a casa llegue a la sensibilidad de decenas de personas, quienes a su vez se
han convertido en interlocutores de una problemática que debe parar.
La sociedad civil se ha convertido en esa suerte de interlocución en el escenario de dialogo
que planteó hace más de tres años Asfadec. El discurso por tanto desde esa mediación se
configura en torno a las exigencias de verdad y justicia. Los objetivos que se anudan entre
los agentes de la sociedad civil y esta Asociación es buscar a partir de estrategias de
comunicación y denuncia el real nunca más.
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CAPÍTULO IV
CONSIDERACIONES FINALES
El estudio trató de resaltar la importancia de asumir la palabra como estrategia de transformación
social, así por ejemplo, la actitud de los familiares y amigos de personas desaparecidas en Ecuador,
para denunciar una problemática social, que año tras año deja historias de vida relegadas al recuerdo,
con aspiraciones y proyectos inconclusos. Una persona desaparecida, señalan sus familiares, no es
ausente, es alguien que merece ser tratada con dignidad y que debe ser buscada. El papel de las
personas ante ese silencio, es asumir un trabajo de la memoria, decir el nombre de quienes no están,
traerles al presente como significante, como sujetos en el espacio público.
a. La conformación de la Asociación de Familiares y Amigos de Personas Desaparecidas en
Ecuador, Asfadec, dejó en evidencia un problema social, que era silencioso hasta inicios de
2012. Antes de esa fecha, la desaparición de una persona parecía lejana en la cotidianidad
del Ecuador, y si el caso era difundido, no tenía nada que ver con las violaciones de Derechos
Humanos cometidos por fuerzas represivas del Estado y que la Comisión de la Verdad de
Ecuador, denunció, a través de su informe en junio de 2010, ante la Fiscalía General del
Estado. Los de ahora, responden a otro problema, uno sutil, naturalizado, la violencia
cotidiana en la sociedad.
b. Asfadec, desde sus inicios agrupó historias de vida de personas desaparecidas de distintos
años. El más lejano, la desaparición del escritor ecuatoriano Gustavo Garzón, quien fue
detenido en 1989 y después de casi un año sobreseído de todas las acusaciones, sin embargo
unos meses después desapareció sin dejar rastro alguno. Los pedidos de aclaraciones y
justicia estuvieron a cargo de la señora Clorinda Guzmán, su madre, quien siempre se negó
a ser acompañada por sus hijos por temor a represalias. Ahora, Rodrigo, hermano de
Gustavo, confirmó a través del Fiscal actual el temor de su madre, ella y sus hijos formaban
parte de un listado de seguimiento por parte de agentes del Estado ecuatoriano.
c. La desaparición de Gustavo, respondería a una desaparición forzada, que es distinta al
contexto de historias de vida que recoge Asfadec. Se sospecha que fueron agentes del Estado
quienes cometieron ese delito, el seguimiento que hicieron a toda su familia indica una
característica fuerte del Estado, la vigilancia silenciosa con la que operan las unidades
policiales, y que incluso con pruebas fehacientes niegan la existencia de organismos dentro
de sus filas, por ejemplo el SIC-10.
d. Cuando se expresa en este estudio que la desaparición de personas en Ecuador es una
problemática social, no se refiere a un problema que tenga que ver con la falta de agentes
policiales o militares en las calles, hace referencia a un problema estructural del mismo
sistema, un trastrocamiento que es evidente en la cultura. Este estudio pretende dejar al
descubierto que la problemática de la desaparición de personas en Ecuador ha sobrepasado
al mismo Estado.
e. Esta situación social deja en evidencia una sociedad donde los hombres creen que las mujeres
son de su propiedad, y que pueden hacer con ellas, lo que les venga en gana. Por ello Asfadec,
en un conversatorio en el teatro del Parque Urbano Cumandá, “La mujer en el fenómeno
social de la desaparición en Ecuador”, señaló a través de su asesora legal, María Espinosa,
que más del 67% de desapariciones corresponden a mujeres.
63
f. Vale repetir entonces, que estamos frente a un problema cotidiano, en donde el Estado ha
permitido la indefensión de decenas de mujeres, más aún cuando desaparecen, por ejemplo
cuando agentes y fiscales asumen que si es una mujer la persona que ha desaparecido,
posiblemente se fue con el novio, con el amante, que estaba embarazada y que regresará.
Dejando de lado datos importantes, como el testimonio de sus familiares, reemplazándolos
con suposiciones, así, en el caso de Juliana Campoverde, donde la Fiscal y el agente dijeron
los familiares de la joven estudiante, que “no es posible desconfiar de los pastores de una
iglesia cristiana, por el simple hecho, que predican la palabra de dios”. Con estas
aseveraciones se dejan de lado, se obvia la discusión en torno a problemas económicos o
políticos.
g. En la desaparición de Juliana se presentaron pruebas de la manipulación a través de la red
social Facebook, de uno de los responsables de dicha iglesia, sin embargo, estos datos no
fueron relevantes para el criterio de las personas encargadas de la investigación. Los pedidos
de triangulación e intervención y ubicación de la dirección IP, llegaron casi dos años después.
Lo mismo pasó con el pedido de allanamiento de los domicilios de los supuestos
sospechosos. Estos hechos dejan en evidencia la falta de profesionalismo y especialización
de los agentes encargados de las investigaciones. Sin embargo a través de declaraciones
públicas del Jefe de Estado y de los responsables de la Dinased u otra institución, señalan un
porcentaje altísimo de resolución de casos. Christian Arteaga dice, que ese justificativo recae
en que el discurso oficial, es un discurso técnico, y que se limita a la descripción de posibles
contextos de vida de la persona desaparecida. El desaparecido para ese tipo de discurso es el
molestoso, el que tenía problemas.
h. Uno de los puntos fuertes que posicionó a nivel nacional a la Asociación fue la de usar el
testimonio como estrategia de denuncia y presión hacia el Estado, y a partir de eso, la
consecución de políticas públicas destinadas al tratamiento de esta problemática, entre ellos
la creación de la Dinased, los protocolos de búsqueda, el plan de recompensas, la creación
de la Fiscalía para desaparecidos, sin embargo, los resultados indican que esas conquistas,
son representaciones -desde Lefebvre, de políticas públicas, pues a nivel operativo el Estado
no tratado el problema de la real falta de capacitación de sus funcionarios.
i. La presión de los familiares que integran Asfadec, se constituyó desde el sentido de
solidaridad, cada testimonio que fue levantado en esta investigación da cuenta que la lucha
organizativa no es solo por su ser querido, sino por todas las personas desaparecidas, así sus
familiares no formen parte de la Asociación. Los familiares han erigido su organización en
un principio de rememoración, un trabajo de la memoria, que se fundamenta en la exigencia
de verdad y justicia, un principio propio de los derechos humanos. Estos principios a criterio
de Sarlo ubica a los familiares como nuevos sujetos del nuevo pasado que se organizaron en
una especie de asalto temporal para cubrir necesidades jurídicas o políticas.
j. Asfadec, a través de sus estrategias de visibilización ubicó al espacio público como el
“escenario de construcción de la consciencia y la opinión pública” (Monzón, 1996) y lo
convirtió en un lugar donde se evidencie y se discuta las desapariciones como un problema
real de la sociedad civil, que siguiendo a Gramsci (1984), está atravesada por la hegemonía
política y cultural de un grupo sobre la sociedad entera”.
k. El trabajo de la memoria, ha significado una contrapropuesta al discurso del Estado
en materia de desaparecidos, y como este tema debería ser abordado. Así, a partir de los
relatos de cada familiar se puede trazar una línea común, el testimonio como constituyente
de un discurso de la memoria, en nombre de la defensa de los derechos humanos, un
“restaurador de los lazos sociales y comunitarios”. Los derechos que no fueron respetados
por quienes desaparecieron a sus seres queridos. A este principio de resistencia por no
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olvidarlos, Beatriz Sarlo, denomina sustantivo de la memoria y que ubica a las fotografías y
los nombres en juventudes esenciales congeladas.
l. Esta investigación tiene el objetivo de romper un principio del que hacer de la comunicación
tradicional, ¿cuál?, fundarse en un principio de exclusión. La Comunicación debe ser
entendida como propone Vizer (2003) en tanto praxis, “debe ser el lugar de dar sentido y
significado”, debe ser la herramienta que permita entender los factores que determinan la
vida social, y que permite a los sectores periféricos levantar la voz desde sus lugares. Dentro
de la problemática planteada, los medios de información tradicionales, no prestaron atención
a casos de provincia, y si lo hicieron –a criterio de Barbero, espectacularizaron el
acontecimiento, tal como expusieron la desaparición de Kerly Verdesoto. Desde ese
antecedente los estudiantes y profesionales de Comunicación debemos superar la actitud
que encapsula al etnógrafo “en la más automática de las rutinas que es la recolección
de datos”, según Geertz. La Comunicación debe construirse desde el análisis de los temas
de fondo que son los elementos que determinan la vida social y propiciar la discusión para
el combatir este problema social, en este caso la desaparición de personas en Ecuador.
m. Las condiciones socioeconómicas, son un factor importante dentro del ejercicio de los
medios tradicionales, así por ejemplo, la desaparición de David Romo, estudiante de la
Facultad de Comunicación Social de la Universidad Central del Ecuador es más relevante
que la desaparición de Shirley Calo, estudiante de la Facultad de Administración de la
Universidad Central del Ecuador o el caso de Luis Daniel Sigcho, estudiante de la misma
Universidad pero desaparecido en 2008. En los últimos dos casos no hubo pronunciamientos.
Sin embargo Shirley fue hallada muerta, en el lugar donde por meses sus familiares exigieron
un barrido. Todo el tiempo estuvo ahí, la hallaron unos niños jugando en la quebrada. Luis
Daniel, hasta el día de hoy no ha sido encontrado, pero los agentes responsables de la
investigación al igual que con Telmo Orlando Pacheco dijeron que son mayores de edad y
que deben estarse divirtiendo, que regresaran, sin embargo han pasado años y no han vuelto.
n. La Parrhesía, el coraje del decir veraz. Foucault señala que el acto de asumir decir la verdad,
implica correr un riesgo. La actitud parresiástica implica decirlo todo asumiendo esos
peligros, por tanto el ejercicio del comunicador social debe emparejarse al ejemplo de los
familiares que integran Asfadec, igual que el de las Abuela y Madres de la Plaza de Mayo.
Decirlo todo, debe ser una actitud política de compromiso para la transformación social. El
decir veraz no debe maquillarse o ser manipulado por los métodos de exclusión propios del
discurso, debe fundarse en la voluntad de decirse uno mismo cuando se pronuncia. El autor
señala que la parrhesía está originalmente arraigada a una práctica política, porque es “la
posibilidad de plantear la cuestión del sujeto y la verdad desde el punto de vista de la práctica
de lo que podemos llamar el gobierno de sí mismo y de los otros”. (2010)
o. El decir veraz también implica una suerte de inmolación, asumir decir la verdad en el caso
de desaparecidos, en torno a la Asociación implica sostener la esperanza, la nostalgia y el
dolor. Significa tener que sobrellevar las tristezas y la rabia de no saber qué pasó. Walter
Garzón, se inmoló, él es padre de Carolina Garzón, joven colombiana desaparecida en Quito.
La buscó y junto a otras tres personas fundó Asfadec, sin embargo el 12 de septiembre su
cuerpo no aguantó más. Defensor de derechos humanos y de la dignidad de los que quedaron
en silencio y en una pausa un tanto larga de reanudar.
p. Con la información recopilada, este trabajo deja abierta las posibilidades de análisis en torno
al Estado. El problema de la desaparición sobrepasó la conceptualización misma de lo que
significa el Estado, la violencia y la modernidad. Es preocupante el índice de personas
desaparecidas en Ecuador, y que a pesar de eso no haya una explicación estatal seria. Este
estudio deja abiertas varias interrogantes, entre ellas, ¿operan en Ecuador bandas
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delincuenciales intercontinentales de tráfico de personas? Si es así ¿con qué finalidad se las
llevan? ¿Existe el tráfico de órganos? Si es así ¿Cuántos profesionales de la salud y clínicas
están involucradas? Vale decir que estas preguntas no pretenden justificar el aparecimiento
de un Estado policial, una cotidianidad panóptica, sino reflexionar en torno a un problema
social, que también es político y económico.
q. Desde ese principio este trabajo intentó conectar a la comunicación con otros espacios de las
Ciencias Sociales, esto entendiendo que la comunicación es una disciplina transversal e
interdisciplinaria, que se expresa socialmente en la multidimensionalidad de sus procesos.
No podría entenderse los problemas de los enunciados, si estos no son analizados en un
contexto social.
r. Por último, lo expuesto también pretende dejar una discusión para el resto de estudiantes de
carreras afines al tratamiento de esta problemática: Psicología, Filosofía, Comunicación,
Ingenierías. Este problema permitió evidenciar una grieta de lo que podría ser denominado
como “Crisis Civilizatoria”.
66
BIBLIOGRAFÍA
1. Álvaro Tumbaco (2012, agosto 29). ¡La tierra se “tragó” a joven roquera!. Diario Extra, p.
4/20.
2. Antanas Mockus. (2003). La ciudad y lo público. En: A. Ford, A. M. Miralles, M. E. Wills,
M. T. Quiroz, G. J. Pérez, García (Comp). Comunciación para construir lo público (pág.
184). Bogotá: Pontificia Universidad Javeriana.
3. Iza, Darío (2016, septiembre 23) (Entrevista con Christian Arteaga, docente de la
Universidad Central: Comisión de la verdad, el problema de las desapariciones en Ecuador.
Asfadec
4. Asociación de Familiares y Amigos de Personas Desaparecidas en Ecuador (Asfadec) (2013)
Rafael Correa se reunió con los familiares de personas desaparecidas. [en línea] [citado el
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70
ANEXOS
CÉSAR GUSTAVO
GARZÓN GUZMÁN
31 Años, licenciado en estadística por la Universidad Central del
Ecuador, técnico en aviónica y escritor. Trabajó en Ecuatoriana de
Aviación, formó parte de los talleres literarios de Miguel Donoso
Pareja, finalmente trabajó en la Casa de la Cultura Ecuatoriana, en
el stand de libros, alternando esta actividad con la escritura.
Desapareció el sábado 10 de noviembre de 1990, en el centro norte de Quito, provincia de
Pichincha.
Mi nombre es Rodrigo Garzón Guzmán nací en Quito, provincia de Pichincha, el
28 de marzo 1970, soy hermano de Cesar Gustavo Garzón Guzmán, escritor
desaparecido el 10 de noviembre de 1990. Él nació el 28 de junio de 1958 –por esta
fechas es su cumpleaños26. Gustavo era esencialmente un escritor, tenía otra
profesión, licenciado en estadística por la Universidad Central, pero casi no ejerció
esta profesión, aparte de eso, él trabajó en Ecuatoriana de Aviación y recibió unos
cursos de aviónica, era técnico en aviónica. Estos cursos lo realizó en los Estado
Unidos y en Israel, pero por sus escritos, por lo que él escribía -y por unos de sus
cuentos-, que se llama “mijito mar”, le hicieron un conflicto ahí, en realidad es un
cuento, no tienen mayores implicaciones, pero las Fuerzas Armadas que
administraban la Ecuatoriana, le interrogaron, y al final le dijeron, sabe qué, está
fuera de Ecuatoriana.
Luego de eso trabajó en la Casa de la Cultura Ecuatoriana, en un stand de libros, al
mismo tiempo que seguía escribiendo, y le permitía mantener su militancia política
en uno de los grupos subversivos de la época, “Montoneras Patria Libre”. A decir de
los compañeros de Montoneras, él era un cuadro directivo de Montoneras Patria
Libre, yo pienso que debe ser cierto. En 1989 fue apresado, y estuvo un año en
prisión, en el ex Penal García Moreno, pero en el Penal continuó con su militancia
política, él estuvo en el pabellón de presos políticos junto con otros presos del “M-
19 de Colombia”, “Alfaro Vive Carajo” y “Montoneras Patria Libre”.
En ese contexto, ellos se mantenían en una disciplina militar, madrugaban y hacían
ejercicio en el patio, y al cabo de un año el salió libre.
Fue excarcelado y sobreseído de todos los cargos que se le imputaba. Le
involucraron en el asalto de una sucursal bancaría, de tenencia ilegal de armas, sin
embargo, todo eso nunca fue probado. Salió libre, y un mes y algo más fue
desaparecido. La presunción obviamente está sobre los órganos represivos que
tenía el Estado en esa época.
El SIC-10
El diario el Telégrafo, en su edición del viernes 07 de junio de 2013, citan lo dicho
por Cristian Bahamonde, ex miembro de la Comisión de la Verdad en una entrevista
realizada por el programa radial Conversa Pública, quien señaló que la Comisión de
la Verdad dio a conocer en julio de 2010 a la Fiscalía General del Estado, que el
denominado Servicio de Inteligencia Criminal, SIC-10, existió y operó
clandestinamente como unidad represiva de la Policía Nacional en la década de los
26 Entrevista realizada el sábado 18 de junio de 2016.
71
80’, siendo responsables de actos de lesa humanidad, como “violaciones de tipo
sexual, desapariciones forzadas, torturas y asesinatos”27.
El Estado negaba la existencia del SIC-10 (hoy regimiento Quito No.2), a pesar de
todas las pruebas que existían, incluso del lugar en donde funcionaba, en el centro
de Quito.
Mi hermano fue llevado y torturado ahí, en ese edificio antiguo, donde funcionaba
el SIC-10, entre las calles Manabí y Montúfar. De ahí se lo llevaron al CDP, del
CDP lo llevaron a la cárcel de Ambato y de Ambato lo llevaron al Penal, al Pabellón
de los presos políticos. Es muy probable que el estado Ecuatoriano haya sido el
responsable de la desaparición. Aparecieron rumores de que él mismo se había ido a
Colombia y unido a las FARC ¡pero eso es falso! Luego que fue un lio de faldas
¡falso! o que fue una venganza de los propios compañeros de Montoneros. Esas
fueron las versiones que se dieron sobre el caso, nada fue en firme, ningún indició,
peor aún una investigación seria.
-Todo fue especulaciones, y no hubo ninguna investigación seria, sobre el caso.
En ese mes –cuando ya estuvo fuera de prisión- lo que recuerdo es que él tenía una
especie de ansiedad, era algo muy extraño luego de estar tanto tiempo en prisión,
salía y recorría todo como que trataba de reconocer las cosas, las calles -era una
actitud extraña que tenía cuando salía de casa.
A partir de eso se reencontró con sus amigos y trato de retomar su vida.
Vivimos juntos hasta cuando teníamos 10, 12 años de ahí él se independizo -se fue
a vivir solo, vivía en otros sitios, vivía por el aeropuerto, los amigos cuentan que
vivía en la Mañosca -yo ni siquiera conocí esa casa. Cuando salió en libertad vivía
en la casa de mi mamá, y conversábamos poco, no éramos muy cercanos. Los
rumores corren, dicen que ahí dejó al grupo subversivo, otros dicen que dejó la
escritura para entregarse al asunto político al cien por ciento, yo no sabría decir cuál
fue su decisión, lo que sí puedo decir es que no hubo una reacción en la familia, esa
hubiese sido la salvación para él. La actitud correcta hubiese sido esconderle o
mandarle a otro país. El dejarle así, fue exponerle a lo que sucedió. Él lo presentía,
y lo escribió en una carta que era como una especie de despedida, que dice, tengo
miedo que me desaparezcan como lo hicieron a tal persona y asesinaron a un poeta
también.
En esa época hubo mucha persecución de parte del gobierno de Febres Cordero, y
no se desmanteló nada en el gobierno de Rodrigo Borja. Siguieron funcionando
seguramente la inteligencia militar, todos los aparatos represivos. Estos funcionarios
siguieron en sus puestos, y hay datos más escandalosos todavía, por ejemplo que la
gente implicada en la desaparición de Rocío Benavides, en su desaparición y muerte
-porque hicieron tan mal ese asesinato, se supo todo-, dicen que esa gente trabaja en
la Asamblea Nacional, o sea están trabajando para el mismo Estado. Cumplen su
condena y siguen trabajando ahí.
Cuando salió Gustavo, fue exponerle y él mismo se expuso, porque cuentan que él
no podía estar en un sitio mucho tiempo. Él tenía que salir a caminar, se desesperaba
cuando estaba solo o cuando estaba mucho tiempo en un sitio.
Recién el fiscal me dijo que le da la impresión de que Gustavo no era una persona
pacifica, sino, violenta. ¿Cuál era el carácter de Gustavo? Era una persona muy
amiguera, un buen conversador, tenían mucho sentido común. Era una especie de
centro y solucionaba los problemas que había en la familia, esa es la imagen que
27 Para revisar nota completa dirigirse a: https://goo.gl/NBCz7z
72
tengo, el recuerdo que tengo de él, Respecto a lo dijo el fiscal, ahora diga que ha sido
violento, talvez sí, discutía con los amigos y en alguna de esas charlas vino golpeado
también, era necio, como todos somos medios necios en la familia, o sea, es una
persona, no se puede decir, que era tan buenito, o sea era una persona, quien además
opto por una opción bien radical, que es el alzarse en armas frente a un Gobierno tan
injusto que ha habido durante todos estos años.
Comité de Familiares de Víctimas de la Represión
En los mismos 90’ mi madre se unió a la protesta que hacían los días miércoles en
la Plaza Grande, la familia Restrepo, y junto a ellos, otros familiares de personas que
fueron violentados en sus derechos, asesinados o desaparecidos. En su mayoría eran
casos en el que estaba involucrado el Estado Ecuatoriano, como el caso de Consuelo
Benavides, familiares de algunos de los integrantes de Alfaro Vive, de Arturo Jarrín
por ejemplo, Fausto Basantes, Wilson Roberto Carbajo Fajardo, Jaime Otavalo,
René Cruz. Era una veintena de personas.
Nosotros teníamos que convivir con la desaparición de nuestros familiares, hacer un
seguimiento, o una lucha o como se quiera entender, y continuar así con las
actividades cotidianas que uno tenía, que tiene que hacer: los estudios, el trabajo, la
familia, eso es muy complicado me imagino para para todos los familiares, por
ejemplo, en esa época mi mamá no quería que nosotros vayamos a las protestas,
porque tenía miedo, que nos pase algo parecido. Y ella tenía razón, el fiscal actual
de la investigación, ha realizado algunas diligencias en el caso, y nos ha mostrado
que el nombre mío y el de mis hermanos constan en las investigaciones de
inteligencia. No era un cuento era algo real, sí había un riesgo. Yo pienso que hasta
la actualidad hay un riesgo.
Clorinda Guzmán
Mi madre llevó una lucha durante aproximadamente 15, 16 o 17 años. Salió todos
los miércoles, a la Plaza Grande para protestar con la fotografía y con las banderas
de Gustavo. Le apoyaron personas solidarias, que siempre estuvieron ahí, artistas,
agrupaciones e intelectuales, algunos conscientes otros no tan conscientes. Los
intelectuales de aquí no tienen una participación activa en la sociedad. Pero bueno
los que apoyaron antes, apoyan hasta ahora, por ejemplo Jaime Guevara, que estuvo
hace 25 años y está ahora.
Medios de Comunicación
En un principio, en los primeros años hay algunas publicaciones de la prensa,
después fue disminuyendo, disminuyendo, y después hay una al año, así durante los
25 años. Cuando se acerca el aniversario hay algún movimiento, en la prensa, alguna
noticia. A parte de eso, nada más. Pero hay otro problema más grande, si se pregunta
a las personas del común si conocen sobre el caso de Gustavo Garzón, no saben
quién fue, ni lo que pasó. Eso fue intencional, el olvido es intencional, por ejemplo,
en la época en que ocurrieron la desaparición de los hermanos Restrepo, ya habían
otros casos de desapariciones, asesinatos y muertes violentas, pero para la prensa,
solo había el caso Restrepo, no había otro caso más, incluso cuando ya no se podía
tapar más la barbarie, cuando ya no se podía tapar el sol con un dedo, ahí sí
aparecieron titulares en media página, todo un despliegue con letras rojas del caso
Restrepo, y al poco tiempo de eso apareció un programa, llamado “Nunca más”.
Nunca más…
A uno de los programas asistió, Frank Vargas Paso, Ministro de Gobierno, en la
presidencia de Abdalá Bucaram junto con otros invitados a una mesa redonda, quien
conducía fue Carlos Vera, el periodista con más credibilidad en los medios, en ese
73
entonces. Detrás del panel en color rojo, como letras ensangrentadas decía, “Nunca
más” y claro, al otro día nunca más, pero ahora vemos que Jaime Otavalo, sigue
desaparecido, Gustavo Garzón sigue desaparecido, y los otros casos siguen igual.
Entonces no hay el tal nunca más. Talvez decir nunca más, y poner un punto a parte
que es totalmente artificial, alivie un poco la conciencia de las personas y la sociedad
en general pueda dormir un poco más tranquila, ese ha sido el tratamiento mediático
de la justicia y de la verdad, y ese es uno de los motivos por ejemplo que ahora sí
haya desconformidad en ir donde el presidente para hablar, porque el asunto ha sido
tratado así.
Al día siguiente de la reunión publican, el presidente se reunió con familiares de los
desaparecidos, y qué dijeron en la reunión, pues que descubrieron otro caso y otro
caso y otro caso, claro y uno puede decir que ahora sí hay atención, pero esa es solo
la imagen, porque en el fondo, no hay un verdadero cambio, y cuál es el verdadero
cambio, por ejemplo las Fuerza Armadas dieron acceso a cierta información
documentada del caso Roldós luego de la presentación del documental Roldós y lo
reabrieron luego de que se denunciaran cosas en el documental. Las Fuerzas
Armadas dieron acceso a una parte de su archivo, y se corroboró ciertas cosas en el
caso Roldós, hubo avances, pero no dieron todo el archivo. En esos archivos tal vez
si hay cierta información de Gustavo, pero no dieron todo. Dijeron, ¡no, momento!
damos la información, pero de a poco, y no solo el caso de Gustavo, sino de toda la
Mesa de Victimas, que son 108 casos que trató la Comisión de la Verdad y hay otros
que están fuera. Ese es el asunto, ellos no van a dar apertura para averiguar.
25 años después
Se ha llamado a declarar a gente que se debió haber llamado hace 25 años. Ahí hay
algunos testimonios interesantes, de amigos de Gustavo, de personas que tienen
algunos indicios de lo que le pudo haber pasado, porque cuando dicen que no hay
indicio alguno, que no hay información, que no hay pista, eso es mentira. Eso dicen,
porque no ha habido una investigación seria, pero luego de 25 años siguen
apareciendo cosas. Ahora hay una buena relación con la Fiscal encargada del caso,
porque por ejemplo con la Fiscal anterior no había una buena relación, no era
consciente, no se daba cuenta de todo el tiempo que habíamos estado en esto y lo
desesperante que era para nosotros llegar a este punto, en que por fin un gobierno
decía si lo vamos a hacer, o sea por primera vez, después de tanto tiempo, era
por lo menos un avance que nos dijeran si lo vamos hacer, y lo dijo el Presidente
de la República en la primera reunión, que van hacer todo lo posible, que no se sabe
a dónde vamos a llegar, pero vamos a avanzar en este caso. Le tomamos la palabra
al Sr. Presidente en la primera reunión, en la segunda reunión, ya no nos dejó entrar,
porque dijimos claramente en la reunión el nombre de la Fiscal que no estaba
haciendo su trabajo, que no tenía ninguna diligencia visible.
Cambio generacional
Mi mamá ya está bastante mayor, bueno dije, yo voy a averiguar que no más se puede
hacer, seguir averiguando cosas, a participar de la reunión del comité de familiares,
y ahí es donde también me vinculé a Asfadec, hace unos tres o cuatro años, en unas
reuniones que se hacían por la 6 de diciembre. Desde el comité contactamos e
invitamos a Walter, pero en el comité hubo resistencia de recibirlos a ellos como
familiares de desaparecidos, eso me disgustó, porque no podía ser que haya tan poca
gente que todavía esté reclamando o que siga reclamando y que no haya una
solidaridad entre los familiares. Yo respeto, es más puede haber muchos comités,
pero sí tenemos que ser solidarios entre todos, no puede ser que digan: no este comité
es solo de desaparecidos, a su hijo lo mataron, así que usted no puede ser parte de
este comité. Esa es una inconsecuencia terrible, y es una inconsecuencia que la
adoptan las instituciones. Los organismos del Estado, dicen, de ustedes quiénes son
74
desaparecidos, quienes son asesinados, sin embargo a todos se les ha violentados los
derechos humanos.
Asfadec
Eso pasó en el desarrollo de Asfadec. Es cierto que trataron de dividir, que se los
dividió, que se formaron otras Asociaciones que son medias falsas, otras
Asociaciones que son manipuladas, evidentemente. Pero es claro que cada grupo
tiene un dinámica singular, sin embargo, también se ha podido realizar acciones
conjuntas, por ejemplo entre ANADEA, y Asfadec. En cambio el comité se fue más
bien por el lado de la protesta contra la Defensoría del Pueblo, que es la encargada
de ejecutar la ley de víctimas, entonces ahí también se dividió, el uno la Mesa de
Victimas y al otro lado el Comité, pero en definitiva somos las mismas personas, son
casos distintos por diferentes circunstancias, pero lo importante es que exista la
organización y que se mantenga, que continúe, porque es muy positivo en muchos
sentidos, por ejemplo, cómo la prensa publica información, y eso a partir de sus
intereses, el Comercio, nunca saco un artículo del comité de víctimas de la represión
de los años 90, y ahora si se ocupa de Asfadec , porque Asfadec es una espacie de
piedra en el zapato del Gobierno, entonces es raro que el Comercio auspicie eso.
Otro ejemplo es el proyecto Desapareciendo, que trabajaron artista con el apoyo de
Asfadec y que se está exponiendo en el Parque Cumandá, el alcalde es Social
Cristiano, Rodas es un alcalde Social Cristiano, entonces, un espacio para denunciar
sobre los Desaparecidos con un alcalde Social Cristiano, que cosa extraña, pero hay
muchas cosas extraños, hay Social Cristianos que ahora nos hablan de Archivos y de
Derechos Humanos y cosas así.
Yo pienso que necesariamente la participación en una organización, es una
participación política, en ese sentido pienso que hay que cuidarse mucho de que
pueda haber retaliaciones con las personas. Porque esto es una cuestión de riesgo,
porque ciertamente, es decir la verdad, es desenmascarar al Estado, es contradecir al
Estado aunque este Estado sí haya demostrado la voluntad de hacer algunas cosas,
a pesar de eso, es contradecirle al Estado, es una lucha súper desigual, y los que
tenemos que perder somos nosotros los familiares, en ese sentido hay que plantear
una estrategia para evitar estas situaciones. Porque es un seguimiento brutal este
asunto, uno puede decir no pasa nada y publico en Facebook, pero en realidad, si te
revisan el Facebook, revisan qué dices, a quién te diriges. Hacen un seguimiento a
las personas, pero no nos pueden acusar, de reclamar algo que es justo, que es saber
qué pasó con nuestros familiares.
Hacer pública nuestra denuncia es peligroso en el sentido de que los asesinos de
Gustavo deben estar inquietos, que se digan, que no nos olvidamos, que haya pasado
tanto tiempo y que sigamos reclamando. Esa gente, me magino, no debe dormir
tranquila. Son tan inconscientes, militares inconsciente, policías inconscientes, son
los matadores, basta con escuchar los audios de la revuelta policial de 30 de
septiembre, para darse cuenta qué tipo de mentalidad tienen estas personas. Esos son
los matadores de Gustavo, que deben estar por ahí todavía, que se les debe remorder
la consciencia viendo que todavía se habla de Gustavo pero como dice el Sr.
Restrepo, nosotros somos más inteligentes es una lucha de la inteligencia contra la
brutalidad y sacar una libro, publicar un poema, sacar una canción que la escuchaba
en un blog, esa es una cuestión más inteligente, por ejemplo la canción, Taura de
Jaime Guevara para Febres Cordero.
El no silencio
75
La ironía de Jaime Guevara, el arte de Jaime, el arte de la gente que danza, de los
que hacen interpretaciones en obras de teatro, quienes hacen una exposición, que no
tienen punto de comparación con la brutalidad que manejan los asesinos, y que están
ahí, los asesinos de Juliana, por ejemplo, ellos están por ahí pululando son parte de
una secta de fanáticos religiosos, ellos son los asesinos de Juliana no hay duda, y por
ahí están circulando, y de David Romo, que implicaciones hay ahí, que cómplices,
que encubridores hay ahí, que a pesar de tener una protesta con tanta fuerza, tanto
despliegue, no se llegue a la verdad.
Ese asunto es tan grave que también está la opción de aquellos que deciden no decir
nada de nada –esta experiencia personal es tan traumática, que deciden no decir nada.
Ahí está lo positivo de Asfadec, te da un teléfono de celular y te dicen llámame, y
esa es la opción que tiene el familiar, ya con eso está justificada la existencia de
Asfadec o llame a este abogado para que le puedan asesorar, y vengase el miércoles
con una foto. Eso es lo positivo de la Asociación. Esa es la comunicación espontánea
totalmente en la práctica. Asfadec genera opinión, mantiene los casos en la opinión
pública y eso es bueno.
76
ALEXANDER ADRIÁN
ROMO BASSANTES
2 años y cuatro meses, niño, hijo de la Sra. María Eugeñia Bassantes
Bassantes, empleada doméstica.
Desapareció la mañana del domingo 06 de noviembre de 1994, en
el ex terminal interprovincial de buses, Cumandá (actual parque
Cumandá) ubicado en la av. 24 de mayo, en el centro de Quito,
provincia de Pichincha.
Mi nombre es María Eugeñia Bassantes Bassantes,
nací en un pueblito llamado El Corazón, provincia de Cotopaxi, el 03 de septiembre
de 1961. Soy mamá del niño, Alexander Adrián Romo Bassantes, quien nació en
julio de 1992 en el hospital del Sur cuando yo tenía 31 años. Desapareció del
entonces Terminal Interprovincial de buses, Cumandá, la mañana del domingo 06 de
noviembre de 1994. Cuando mi hijo desapareció tenía 2 años y cuatro meses de edad.
Yo llegué ese día al terminal porque andaba lavando ropa en casas, y el día anterior
por ese trabajo encargué a mi prima el cuidado de mi hijo todo el día. Ella arrendaba
un departamento por antiguo camal de Quito. En la tarde fui por mi hijo, pero mi
prima me pidió que me quedara a dormir ahí. Me quedé, dormí con mi hijo y en la
mañana del domingo me dijo, vamos para que desayunes y se van para su cuarto.
Llegué a Quito desde mi Provincia cuando tenía 12 años, el papá de mi hijo no era
mi esposo, sin embargo mantuvimos una relación de casi cinco años. Él venía de vez
en cuando, sin embargo era una persona despreciable, grosera. Era una persona mala,
me humillaba e insultaba. Yo ya estaba a punto de alejarme, incluso le dije que me
voy a alejar, que voy a trabajar puertas adentro, pero en esa época nuevamente vino
y quedé embarazada.
Luego dejó de venir, yo estaba tranquila, pero ya había estado de tres meses, cuando
me di cuenta, le avisé a ese hombre, y me dijo que aborte, que me vaya a hacer sacar,
porque él jamás pensó tener un hijo conmigo, y que no iba a hacerse responsable,
que busque un padre para mi hijo. Acto seguido me jaló de la mano, me puso en la
calle, para que busque en donde abortar, pero yo le dije, no, que mi hijo no tenía la
culpa, que yo sola me haría cargo. Desde ese día se fue y no volvió. Se llama Manuel
Romo y es cuatro años menor para mí, en ese tiempo él trabajaba en el oriente, pero
no sé a qué se dedicaba.
Ese 6 de noviembre, estaba en un cuarto buscando y anotando anuncios del diario El
Comercio, porque estaba sin trabajo, mientras mi hijo jugaba. Él entraba y salía
corriendo del cuarto, justo vino a pedirme el esfero que estaba usando y también
agua, esa fue la primera palabra que dijo, pidió agua, y le dimos agua con mi prima,
nuevamente volvió a la salir y al ver que ya no entró, salí a buscarle por donde comía
la gente. Pregunté a todos los que estaban ahí, nadie vio nada. Salimos enseguida y
preguntamos a todas las personas que aparecían. Buscamos por el terminal, todo el
terminal. Hablamos por los altavoces, dijimos que había un niño extraviado e
indicando donde podían dejarlo. Todo el día buscamos por el terminal, y no lo
encontramos, no había nada. Ninguna persona vio nada, ni las que estaban dentro ni
fuera del Terminal, tampoco las encargadas de los locales.
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Al siguiente día fui a poner la denuncia en la policía. Anotaron en unas hojas, pero
recuerdo que no hicieron nada más. Yo estaba solita, pero ese rato saqué copias de
las fotos, pegué por todo el terminal y las calles. Fui a la televisión y a la radio. En
esos momentos mis primos y amistades me ayudaron. Por cinco años no dejé de
pasar por la radio, la televisión, El Comercio, pero me cogió la depresión. Enfermé
y estuve seis meses con psiquiatra. El doctor me dijo, tiene que tratar de sobrevivir.
Si usted vive, su hijo alguna vez ha de buscarle.
En ese entonces ya había comentarios, que decían que el padre mismo fue, que él
había pagado a una pareja para que cogieran a mi hijo y así no pasar la pensión que
obligué a que pase. Antes de eso, cuando mi hijo nació solo puse mis apellidos, yo
sola la reconocí, porque conocía como era el tipo, pero se me complicó porque con
el niño no me daban trabajo, y por eso andaba lavando ropa, y fue así que un día fui
a lavar por Solanda, en el Sur de Quito, caía un aguacero terrible, y la señora no me
permitió meter a mi hijo dentro de la casa, entonces yo cogí a mi niño y lo metí
debajo de la falda, y así terminé de lavar en ese aguacero. Yo le conté eso a mi amiga,
se enojó por la actitud de la señora, y me dijo que Adrián también tenía padre, que
no era justo que solo yo vea por él, y como ella tenía un abogado conocido hizo el
trámite, y logramos que el papá reconociera, pero eso fue lo peor. Ese hombre vino
y reconoció sin hacerse el ADN, pero me amenazaba. Decía que si no retiro la
pensión, le pedirá a un primo suyo para que cogiera al niño y lo votara a una de las
quebradas de Santo Domingo. En otra ocasión vino y me dijo, si no retiras la
denuncia, te pasará algo a vos o a tu hijo, Me decía también, que no estaba seguro
si era hijo de él y que yo estaba tragando del bolsillo de él. Ahí si reaccioné, me
defendí. No iba a tratar mal a mi hijo, yo no iba a permitirle que le haga a mi hijo lo
que hacía conmigo, me defendí.
Por dos veces fuimos de golpes, y esa es la venganza que él hizo, para mí él es el
responsable. No sé qué hizo con mi hijo, la gente también decía que el papá le vendió,
había muchos comentarios en esa época. Todo eso decía a la policía, pero yo no me
acuerdo que ellos hicieran algo. Por último, uno de los agentes me dijo, ya pues
señora si se ha llevado el papá es derecho del papá, usted es una persona que no
tiene dinero. Usted olvídese ya no podemos ayudarle. Aquí se necesita mucho
dinero, hasta aquí le hemos ayudado. Todo eso me acuerdo que dijeron.
A los tres años, un chico me dijo que el abuelo de la esposa del papá de Adrián había
dicho, él mismo tiene el guagua, ya está grande. Nuevamente puse otra denuncia,
pero así mismo no hicieron nada, fue peor, ahí me dijeron, que si se ha llevado el
papá debe estar bien. El caso nuevamente lo cerraron, pero continúe publicando en
El Comercio, El Extra, en los medios, hasta que después de varios años comenté con
una señora, quien me dijo, porque no va a la Plaza Grande, ahí hay más gente que
está buscando a sus desaparecidos. Eso también vi en la televisión, vi que salía
gente, que decían, Ayúdanos a Encontrarlos, por eso me acerqué a la Plaza Grande.
Entonces fui nuevamente a poner la denuncia, pero esta vez me atendieron sin
burlas. Fui con la señora Lidia Rueda, secretaria de Asfadec y actualizamos la
denuncia en el Ministerio del Interior, que queda detrás de la Plaza Grande. Los
agentes ya no tenían la misma actitud, ya no se burlaban, pero la información y los
archivos de mi hijo de todos esos años habían desaparecido. Me enviaron a buscar
datos en Criminalística, por el Regimiento Quito, por el Inca, en la Dinapen, pero no
existe nada. El agente buscó en esos papeles pero no existe. Solo el papelito que yo
tenía sirvió. Ahí si encontraron, incluso está los nombres del agente que investigó en
esa época.
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En las investigaciones que se han hecho recién, hubo tres jóvenes que podrían ser,
que se criaron solos. A los tres jóvenes se les hizo el ADN, igual a mí, pero ninguno
de los tres fue positivo. Pero aún no han llamado a testificar al papá, igual yo no le
puedo ver, no le soporto, por eso dije le al abogado que no quería ir, porque no sé
cómo será mi reacción al encontrarle. Es que no me ayudó, no se preocupó. Cuando
le yo avisé que mi hijo había desaparecido, me dijo, que le busque con mi dinero y
después en vez de ayudar a buscarle, empezó a levantar boletas tras boletas para que
retire la pensión. En el dolor que sentía y que este tipo esté haciendo eso, me provocó
tenerle un odio terrible.
Ahora él anda diciendo cosas, tratando de ofenderme, diciendo que estoy mintiendo,
pero hasta ahora no lo enfrento. Lo único que espero es que sigan buscando a mi
hijo, quisiera que la foto de mi hijo, que la foto que tengo de él, hagan una
aproximación de cómo sería ahora. El estaría yendo a los 25 años, porque nació en
julio de 1992
Recién vi en un video, en él que dicen que nosotros queremos tumbar al Gobierno,
es mentira, lo único que quiero saber es qué pasó con mi hijo, saber que le hicieron,
si le mataron o lo robó el padre, tiene que haber algo, eso quiero saber.
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LUIS DANIEL
SIGCHO ÑACATO
25 años, estudiante, cursaba el cuarto año de Física Matemática de
la Escuela de Ciencias Exactas de la Facultad de Filosofía Letras y
Ciencias de la Educación de la Universidad Central del Ecuador.
Desapareció el sábado 4 de octubre de 2008, en la parroquia de
San Rafael, cantón Rumiñahui, provincia de Pichincha, en las
proximidades del Centro Comercial San Luis Shopping, entre las
01h00 y 01h30.
Mi nombre es, Luis Humberto Sigcho Pillajo, nací
en la parroquia de San Rafael, cantón Rumiñahui, provincia de Pichincha, el 23 de
febrero de 1956, soy padre de Luis Daniel Sigcho Ñacato, joven, estudiante de la
Universidad Central del Ecuador, quien desapareció en San Rafael, Valle de los
Chillos un 4 de octubre del 2008, cuando salió a festejar el cumpleaños de su
hermano. El grupo con el que fue estaba en una discoteca, y al momento en que se
retiraron a la una de la mañana, estuvieron esperando un taxi, no lo consiguieron
pronto y en ese momento, Daniel, se separó del hermano, del primo y de la novia del
primo, le vieron caminar unas tres cuadras con dirección al triangulo y desde ahí se
perdió el rastro.
Al día siguiente (domingo) nosotros, como padres, al ver que no llegaba a la casa,
preguntamos al hermano, a los primos y nos dijeron: que se había ido en dirección
al triangulo, pero no llegó a la casa. A las tres o cuatro de la tarde cuando salí del
trabajo nos acercamos a las Unidades de Policía Comunitaria (UPC) de San Rafael,
del Triángulo, de Conocoto, de La Merced. El lunes continuamos, pero siempre nos
manifestaban, que ese día no había registros de accidentes, tampoco, reportes de
detenciones por escándalo público, al contrario, dijeron que fue uno de los días más
tranquilos que los días anteriores.
Nos acercamos a la Policía Judicial (PJ) en Sangolquí quisimos poner la denuncia y
nos dijeron que debíamos a que pasen, 48 horas o 72 horas, además que él es mayor
de edad, y como estaba festejando el cumpleaños del hermano seguramente se fue
con otros amigos a seguir festejando o se fue con su novia. Tres días después
(miércoles) asentaron la denuncia como persona desaparecida, pero nada más. Me
dijeron que tengo que esperar a que nombren un agente investigador, así el 8 de
octubre del 2008, me designaron al Cabo Rojas.
El agente encargado, escuchó mi versión y preguntó en qué lugar, cuándo, cómo; y
quería ir a ver el lugar exacto de la desaparición, pero lamentablemente, en ese
entonces la Fiscalía, no tenía medios de transporte y me pidieron los traslade desde
el destacamentos de la policía en Sangolquí hasta el lugar donde desapareció, una
discoteca, frente al Centro Comercial San Luis Shopping; tomaron unas fotos,
nuevamente la versión. Me dijeron que iban a investigar, pasaron los días, pero no
había ningún resultado.
Fiscalía
Yo les pedía que saquen las llamadas tanto del convencional como el teléfono celular
de Daniel, me dijeron que no tenían secretario, que no tenían quien haga eso,
entonces, yo pedí autorización al Fiscal, porque solo con la autorización del fiscal se
podía solicitar esa información. Eso tardó 15 días. Mientras tanto el agente me decía
que no tiene ningún rastro, tampoco; yo pedí, entonces que tomen las versiones a los
80
amigos, incluso al hermano, con quien estaba, así lo hicieron pero nada, después de
cuarenta días más o menos, fui a averiguar y me dijeron que el caso estaba cerrado.
Ex Penal García Moreno
Solo nos dijeron que como familiares le buscáramos, o que contratemos un agente
particular o un abogado para que trate de ayudarnos en la investigación. En Quito,
me dijeron que no podían asentar la denuncia porque ya constaba en Sangolquí, por
tanto pedí que me ayuden a ingresar al Penal García Moreno para ver si me hijo
estaba ahí, porque no cargaba documentos ese día. Allá me indicaron fotos de los
detenidos en las últimas 48 horas, pero ninguno se parecía a él. Pasé por las celdas,
por los patios, sin compañía, pero no estaba.
La Universidad
Pasaron los días, y preguntábamos a sus compañeros; mi otro hijo también junto con
sus amigos preguntaba si han visto a Daniel Sigcho. Buscamos por todo lado, fuimos
a la mitad del mundo, porque tenía ahí, amigos rockeros; fuimos a Guaranda, porque
tenía compañeros de allá, pasamos por Ambato, Baños. Fuimos incluso a Ibarra,
recuerdo que la Liga de Quito jugaba un partido porque estaba suspendido el estadio
creo, fui porque él es hincha de la Liga y él casi nunca faltaba a los partidos, pero
entre las barras, entre el público, tampoco tuve resultados.
Inicios de la Asociación
Estuvimos así, buscando por todo lado, y fue en el año, 2012, más o menos, que en
ese trajinar, me encontré con don Telmo Pacheco y don Walter Garzón, que en esos
meses Carolina Garzón, hija de Walter había desaparecido en Quito, se unió
también un familiar de Luis Velásquez, también desaparecido. Fuimos cuatro
familias que contactamos, pero Walter Garzón fue el pionero para reunirnos y hacer
los plantones en la Plaza de la Independencia y exigir al Estado ecuatoriano, que
haga las investigaciones sobre las personas desaparecidas, porque no eran solo
nuestros desaparecidos, había cantidad y nadie hablaba de las personas. Fue así como
nos fuimos organizando, primero formamos como un comité, luego en los plantones
aparecieron más personas.
Al inicio fuimos cuatro, la siguiente semana fuimos ocho, diez, doce, quince de ahí
más o menos llegamos a unas 40 personas, entonces nos reuníamos y conformamos
la Asociación de Familiares y Amigos de Personas Desaparecidas (Asfadec),
entonces nuestra lucha inició los días lunes en el cambio de guardia, pero eso le
molestaba mucho al presidente, y mandaba a los policías a que nos retire y nos quiten
las pancartas, pero nosotros, dijimos que tenemos derecho de estar y exigir que nos
den información de lo que está pasando, por qué las personas desaparecen.
Reunión con el presidente Rafael Correa
En las reuniones de la Asociación decidimos hacer los plantones los días miércoles,
y así lo seguimos haciendo. Esa fue una forma de protestar y de exigir que seamos
escuchados, y fue así, el primero de mayo fui convocado a la presidencia para tener
una reunión, pero, por cuestiones de trabajo no pude asistir, y asistió Walter Garzón,
la señora María de Lourdes y la señora Rosa Witt, creo. Hablaron con el señor
Presidente, y le habían pedido que nos reciba a todas las personas que tenemos
familiares desaparecidos. Él se había comprometido en hacer la reunión en 15 días
pero pasó el tiempo y nada.
Fuimos a la PJ como familiares, y pusimos nuestros petitorios, para que puedan
darnos la cita con el señor Presidente, nos recibieron el escrito y dijeron que la cita
con el Sr. Presidente se lo hará. Pasó el tiempo, y en Junio o Julio en una sabatina
desarrollada en Sangolquí, abordamos al señor Presidente, Walter Garzón, Telmo
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Pacheco, Lidia Rueda, Rosa Witt y mi persona -parece que estaban una o dos
personas más- antes de la entrada a la sabatina y le entregamos una carta
recordándole que está pendiente la reunión con él. Así fue, tuvimos la primera
reunión el 12 de diciembre del 2013, y en esa ocasión fuimos como 50 o 60 familias.
A la reunión fuimos con 12 petitorio en una carta dirigida al señor Presidente, la
leímos y se entregó, él se comprometió ayudar para encontrar a nuestros familiares,
además propuso, el plan de recompensas de 200 mil dólares por información
relevante que sirva para encontrar a cada persona desaparecida; se comprometió a
crear una Unidad especializada, y creó la DINASED, en la Fiscalía la Unidad de
Desaparecidos, eso sí lo ha cumplido. Esa fue la lucha que nosotros hicimos, pero
otros de los puntos en la carta fue que no se nos cambie de Fiscales, porque eso
parecía rutina, de ahí nos asignaron nuevos Fiscales, yo recuerdo que reabrieron mi
caso en Sangolquí, y designaron al doctor Almachi y al Cabo Sangucho, para que
estén al frente de la investigación.
Proceso de investigación
La investigación de Daniel estuvo cerrada desde 2008 hasta 2012, casi cuatro años.
Volvieron a tomarnos las versiones y viendo que no avanzaban las investigaciones,
me asignaron otro Fiscal, doctor Flavio Casa con el Cabo Sangucho, creo que
estaba. Pero cuando preguntaba sobre los avances, me decían, que esto de los
desaparecidos es un juramento a la bandera, que no tiene caso, porque no se sabe por
dónde empezar la investigación, entonces yo exigía, y les decía que son personas las
que están desaparecidas, que tienen que ver la manera de encontrarlo. El señor Fiscal
me dijo, que no podía hacer nada, ante esto tuve una reunión en el Ministerio del
Interior y pedí que el caso pase a Quito porque todos los casos estaban aquí y solo
mi caso en Sangolquí, entonces me asignaron a la doctora Machuca con el teniente
Garzón, quien inició la investigación, y nuevamente tomó versiones de todos, pero
ahí salió una nueva versión.
La nueva información vino del primo, de la esposa de mi sobrino, dijo que lo había
visto en la Av. La Prensa, entonces pedí que se le tome la versión al policía, pero
demoró casi seis meses. El aseguro que en un 80 % estaba seguro que era Daniel,
porque él había sido su amigo, y habían tenido algunas reuniones juntos, y cuando
preguntamos por qué no le había cogido o llamado, dijo que él estaba de paso, estaba
en el vehículo y justo, el semáforo estuvo en luz roja, dijo que le vio esperando para
cruzar, además que no sabía que Luis Daniel estaba desaparecido, y que por eso no
tomó mucha importancia, dijo, si yo sabía que estaba desaparecido me bajaba del
carro y lo cogía, pero como no sabía, solo le hizo señas, un saludó y Luis Daniel
también le movió la cabeza como que le dijo hola, el semáforo se puso en verde y él
se fue.
Por la falta de celeridad, en la Fiscalía, yo he manifestado que cuando hay una nueva
versión, la reconstrucción debería ser inmediata, porque si fue Daniel, el que estuvo
temporalmente viviendo por ese sector, se podía haber conseguido algo, pero seis
meses después fue muy tarde, incluso se preguntó a las personas del sector, y dijeron
que no recuerdan haberle visto. Yo le manifesté, a la doctora Machuca, que mi hijo
era mecánico automotriz, y que como estaba en la Universidad y daba clases
también, de pronto se podría averiguar en las mecánicas del sector o en algún centro
de estudio, pero la reconstrucción y el barrido, lo hicieron muy tarde. No hubo
resultados. Pasó el tiempo y la doctora Machuca renunció al cargo por cuestiones de
salud, no me notificaron, solo recuerdo que llegué un día a preguntar, como estaba
el caso y me sorprendió al escuchar: sabe que la Sra. Machuca ya no lleva su caso,
ahora está en manos del doctor Flores.
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Me dijeron: el doctor Flores está poniéndose al tanto de su caso, de las
investigaciones que han hecho, y viendo que más se podría hacer, para sorpresa, a
las 3 semanas fui, el 30 de mayo, recuerdo, y nuevamente volví a escuchar, ahora
que el doctor Flores ya no está en el caso, y que ahora está a cargo la Fiscal, la
doctora Edith Arévalo, que hasta el momento sigue el caso de Luis Daniel.
Prácticamente son cinco fiscales que han pasado por el caso y en el caso del doctor
Flores, ni 30 días y cambiaron de Fiscal. Por su parte la doctora Arévalo pidió tiempo
de tres semanas a un mes para ponerse al tanto, y de ahí comenzar nuevamente las
investigaciones. Se ha hecho pocas investigaciones, podría decirse, las mismas que
ya se hicieron con los Fiscales anteriores, se hizo un barrido por el barrio Gavilanes
porque ahí vivían dos amigas de Daniel, pero no se les localizó. Ahora, se está
haciendo el barrido en el trayecto del río de Selva Alegre desde el sector del
Molinuco hasta el campamento de Golf, “Los Cerros”. Pero en dos kilómetros,
ninguna cosa positiva.
No han encontrado restos humanos, ningún vestigio de que talvez mi hijo fue lanzado
o asesinado y arrojado, eso está a cargo del Cabo Luis Pombosa, pero
lamentablemente me entero que ha sufrido un accidente y ha fallecido. Ahora
tenemos que esperar que me designen un nuevo agente, para que siga el caso porque
ya se avecina la reunión con el señor Presidente, no sé qué van a mencionar, en mi
caso particularmente no hay nada positivo, no hay avances en este año.
Sin la creación de la Asociación, sino nos organizábamos, muy difícil que el caso de
Daniel se hubiese reabierto para investigaciones; una sola persona cuando reclama
no lo toman enserio, no lo consideran. Ellos, los policías, me dijeron que debía
buscar un abogado y un agente particular, un abogado yo consulte, me dijo, de cinco
a 10 mil dólares para poder seguir, no tenía dinero, como podía hacer, y a raíz de la
Asociación y por su exigencia se pudo abrir mi caso.
El principal problema que se ha visto aquí desde el inicio es la falta de
especialización, por eso nuestros pedidos fueron esos, que se especialicen los agentes
que van a tomar el rumbo de las investigaciones de personas desaparecidas, igual los
fiscales. Hemos pedido también que no nos cambien de fiscales, porque al momento
eso pasa, y cambian de paso al agente investigador, podemos decir que todo queda
en cero, y nuevamente deben revisar la información, nos llaman a tomar versiones,
y que esto falta, y que esto no se ha hecho, entonces, se pierde tiempo, y se pierden
evidencias.
Aquí falta un protocolo de desaparecidos, para que cuando se presente la denuncia,
inmediatamente se centren en la búsqueda, ahí tendríamos resultados, porque si
esperamos a que la persona que dice tener un versión debe acercarse a la fiscalía -y
como me han dicho esas mismas personas que ir allá en ocasiones es una pérdida de
tiempo, porque a veces ni el fiscal está, después piden abogado- no les dan una
información clara y precisa de cómo deben acercarse, si tienen que asistir con
abogado o sin uno/a. A muchas personas que no van con abogado, no les toman la
versión, y si no tienes dinero para un abogado dicen que le proporcionan el abogado
público y eso debería ser antes del momento que le citen. Es falta de Comunicación,
de igual manera en Dinased.
Nosotros y yo particularmente como familiar de un desaparecido, y como todos los
familiares de desaparecidos, esperamos que el Estado cumpla. Cumpla con lo que
siempre manifiestan, que el Estado está para resolver los casos, este es un caso que
amerita resolver, y un problema a nivel Nacional, no tenemos resultados, y si se
encuentran personas o cadáveres, no es por lo que la policía o los agentes investigan,
sino, por personas que están deambulando por ahí o por casualidad, las aves de
rapiña, están merodeando, entonces, la personas saben, que por ahí debe haber algo
en descomposición.
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GIOVANNA PAULINA
PÉREZ CONSTANTE28
19 años, joven estudiante de tercer semestre de la carrera de
Auditoria de la Universidad Técnica de Ambato.
Desapareció el sábado 4 de diciembre de 2010 después de acudir a
la Unidad Educativa Rodríguez Albornoz ubicada entre las calles
Los Shyris y 12 de octubre, en la ciudad de Ambato, provincia de
Tungurahua.
Mi nombre es Mauro Pérez, padre de Giovanna Paulina Pérez Constante, quien
nació el domingo 23 de junio de 1991 en la ciudad de Ambato. Mi hija estaba
cursando el tercer semestre de la carrera de Auditoria en la Universidad Técnica de
Ambato. Giovanna salió el sábado 4 de diciembre de 2010 rumbo a la Unidad
Educativa Rodríguez Albornoz, donde estudiaba su hermana menor, pero en horas
de la tarde se comunicó con su madre, Yanara Constante y le contó que iba a ir al
cine con un chico que había conocido el día anterior en una fiesta a la que había
asistido con su prima. Tras esa conversación su madre no consiguió volver a hablar
con ella, la buscaron en el cine, en salas de diversión, en morgues, pero tras casi seis
años no hay mayor información para dar con su paradero.
El día de su desaparición mi hija recibió varios mensajes y cuatro llamadas del
principal sospechoso. En esos mensajes el joven le ha estado invitando a mi hija a
salir al cine el día de la desaparición por la noche. Es así que ese día mi hija acude a
unos repasos de villancicos en el colegio Julio Albornoz donde estudiaba su hermana
menor, y ha recibido una llamada a las 5:35 de la tarde, y mi hija a acordado
encontrarse con este joven -es más, un joven le ve a mi hija a una cuadra de la casa,
esa es la última persona que le ve. Desde ese momento se da la desaparición de mi
hija -no hay más pistas certeras. Queríamos poner la denuncia ese día mismo, y no
pudimos –porque nos dijeron que teníamos que esperar 48 horas, por esa razón, en
el transcurso de la semana (lunes) pusimos la denuncia, y nos asignaron un agente
para iniciar las investigaciones, pero la persona sospechosa en la desaparición de
Giovanna suspendió su línea telefónica, su cuenta de Facebook, incluso se ha ido
despidiendo de su enamorada y le ha dicho que va a regresar después de cuatro años
–Esta información se ha conseguido después de varias investigaciones, es más la
familia del sospechoso no quisieron entregar la computadora del joven, y solo
después de 3 años a través de la fiscalía logramos recuperar esa computadora que ya
había sido manipulada, ya no se puede sacar ninguna información.
La computadora del sospechoso
Para acceder a la computadora se enviaba oficios, pero la hermana del sospechoso
nos decía -la computadora está donde un amigo, y así se daban las vueltas, -no nos
querían dar la computadora. Tuvieron que pasar tres años y medio para que nos la
den, pero los técnicos que revisaron la máquina nos dijeron que había sido
28 Este testimonio fue recuperado del programa de radio, Ayúdanos a Encontrarlos, reproducido por Asfadec a
través de Rayuela Radio a través de www.rayuelaradio.com El programa completo puede ser escuchado en:
https://goo.gl/PyGont
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manipulada y que no se podía sacar nada de información, sin embargo pudimos sacar
algo de información, algunos contactos de sus amigos, se les ha citado para que den
versiones, pero ellos no colaboran -dicen que no saben nada, no dan información,
incluso niegan que el sospechoso haya estado con mi hija.
Plan de recompensas
El sospechoso en la desaparición de mi hija resulta que también está desaparecido,
él estudiaba en la Pontificia Universidad Católica de Ambato (Uniandes), incluso
está en el plan de recompensa. Por eso en el último año de investigación se han hecho
pericias y exámenes de luminol en la casa de los papas del joven. Hemos ido con los
perros que olfatean osamentas, pero no hemos encontrado nada. Pero por versiones
de los amigos del principal sospechoso, nos dijeron que a mi hija le han enterrado
por el cerro Casigana (2939 m.s.n.m.). Fuimos a la montaña durante una semana con
todas las autoridades, grupos especiales en la búsqueda, pero encontramos el cadáver
de otra persona que había desaparecido hace un año y medio. En ese barrido no
encontramos a mi hija, pero siempre hay comentarios que está por un lado, que le
han hecho desaparecer, que le han enterrado por otra parte. Con los agentes y el fiscal
hemos recorrido muchas quebradas y montañas, pero lamentablemente no la hemos
encontrado. Lo que también nos han dicho es que el principal sospechoso ha estado
por la ciudad entre el 2013 y 2014. Eso quiere decir que el joven no anda
desaparecido, sino escondido -ojalá el año que vine demos con el joven para saber
qué hizo con mi hija, porque el diario vivir de un padre es bien duro, solo pienso que
dios me da la fortaleza para poder seguir luchando, investigando, tratando de
localizar al principal sospechoso y saber que pasó.
Esto me ha hecho ver que en la actualidad la gente es muy indolente –ya no es como
antes, ahora no podemos confiar en nadie, le digo en confianza, la sociedad es muy
violenta. En esta semana tenemos una reunión con el Fiscal, Lenin Aro, igual vamos
hacer una nueva búsqueda por los alrededores de Ambato, porque hay otras versiones
que indican que posiblemente mi hija está por ahí enterrada. Vamos a seguir
luchando para encontrar la verdad sobre qué pasó con mi hija.
El Estado
Los principales problemas que debemos afrontar es que para hacer algún trámite, el
Fiscal se demoraba dos semanas -incluso ya vamos por el quinto Fiscal, pero ahora
ya no es así, por ejemplo, ahora nos reunimos cada mes con el Fiscal, el agente y mi
persona para hacer un plan de trabajo. En ese mes vamos investigando, vamos
haciendo las cosas, tratando de averiguar un poquito más y nos seguimos reuniendo.
Yo le digo en confianza que a lo mejor el próximo año ya sepamos algo de mi hija,
porque ahora las investigaciones como digo han mejorado. Vamos a llegar hasta las
últimas consecuencias. Vamos a tratar de cogerle al joven sospechoso, y le digo que
vamos por buen camino. Pero sería bueno que se asigne un fiscal para pocos casos,
claro está con dos agentes de investigación, porque solo así se van a poner a trabajar
un 100 por ciento, para descubrir que pasó con los desaparecidos, porque si no
cuando hemos acudido a la fiscalía -y como están con otros casos, en otras
diligencias, no les hemos podido encontrar. Mi pedido es que se dé un solo fiscal
para esos casos en la provincia de Tungurahua, para los diez casos de desaparecidos.
Solo así vamos a poder saber qué pasa con la gente desaparecida, porque un ser
humano no puede desaparecer así no más, sin dejar rastro, sin dejar nada de
evidencias, y no poder hacer nada.
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Uno no puede imaginar cómo desaparece la gente, así sin dejar rastro alguno. Estoy
como el primer día. Estoy esperando que me llamen, y uno piensa que va haber un
resultado bueno, uno acompaña también al agente para información, y como digo
ojalá podamos tenerle a mi hija por acá, ojalá, ojalá.
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LEONOR MARÍA
RAMÍREZ LÓPEZ
73 años, adulta mayor, quehaceres domésticos, madre de seis hijos,
padece Alzheimer.
Desapareció el 29 de abril de 2011 entre las calles 5 de Junio y
Tejada en el centro-sur de Quito, provincia de Pichincha.
Mi nombre es Mercedes Isabel Cabrera Ramírez, nací el 29 de marzo 1973 en Quito,
soy hija de Leonor María Ramírez López, adulta mayor, desaparecida desde el
29 de abril del año 2011 entre las calles 5 de Junio y Tejada, sector centro sur de
Quito, provincia de Pichincha, vivía con mi papá y mi hermano. Cuando desapareció
tenía 73 años. Antes que mi madre desaparezca le estaba acompañando a hacerse
unos exámenes neurológicos para ingresar en un asilo de ancianos, los médicos
dijeron que mi madre estaba padeciendo de principios de Alzheimer. Así el 29 de
abril del 2011 mi madre desapareció cuando salió rumbo a La Tola, en el centro de
Quito, siempre iba allá, porque en ese barrio vivía mi hermana mayor, María
Ramírez. Ella le entregaba comida para un perrito que mis padres tenían en casa.
Salía de casa siempre, a veces tomaba el bus equivocado, pero regresaba a casa o la
policía le encontraba, ella les daba la dirección y le ayudaban a regresar a casa. En
ocasiones mi mamá llegaba a casa a las 12 o 1 de la mañana, pero mi papá le bajaba
a recibir. Antes que desaparezca, mi papá me dijo, que en una ocasión unos policías
le habían llevado a la casa, diciendo que le encontraron por el estadio de la Liga
(norte de Quito) y que si se vuelve a extraviar, y la volvemos a encontrar, ya no le
vamos a regresar acá. Ella nunca salía con su documentación, además no sabía leer
ni escribir.
Hace unos doce años ella se fue -como mi mami no sabe leer ni escribir-, al entonces
terminal Cumandá, ahí creyendo que subió a un bus que iba a la ferroviaria donde
vivía mi hermana, había subido a un bus que iba a Ambato. En esa ciudad no sé cómo
llegó a un asilo de ancianos de unas Monjitas, quienes la recibieron. Inmediatamente
pusimos afiches, pero no puse la denuncia, un señor después tres meses, gracias a
Dios, nos llamó, y gracias a eso encontramos a mi mamá.
Cuando llegué donde ella había estado, llegué con la foto y la Monjita al verla, me
dijo, claro aquí está, ella se había venido y dice que es de Quito, no tenía documentos
y por eso no sabíamos cómo identificarle, porque decía, la cinco de junio, pero aquí
no existe. Al ver a mi madre, me dijo, por qué me dejaste aquí, yo le respondí, no
mamá, no sé por qué usted se vino acá, ahí mi mami me dijo, es que yo cogí el bus
pensando que iba a la Ferroviaria donde tú hermana y me equivoqué. Encontrarla
fue una alegría tan grande. Cuando me entrevistan o las autoridades quieren saber,
siento que piensan que como familia tenemos la culpa que mi madre haya
desaparecido, pero puedo decir a conciencia, que no me siento culpable, porque en
ese entonces, yo tenía dos horarios, y sin embargo iba donde mis padres los fines de
semana o llegaban a mi casa, muchas veces, yo iba a la casa, me preocupaba de las
necesidades de mi madre, si tenía que pintarle el cabello, si tenía que comprarle
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medias, yo era la que estaba más pendiente, como hasta ahora, y seguiré hasta saber
qué pasó con mi mamá.
La persona que nos llamó, había tenido a su papacito en ese ancianato. Él fue quien
vio el afiche y reconoció a mi mamá, porque cuando fuimos, obviamente la Madre
Superiora nos dijo: y cómo dieron con este sitio, y respondí que nos llamó una
persona, le di el nombre y que tenía su familiar aquí, entonces le enseñé la foto, y
me dijo, sí, aquí está, pase, está en el dormitorio, y me llevó, en ese lugar
encontramos a mi mamá. Las monjitas habían visto ya la foto de mi mami en la
televisión, a través del programa que había hace años, Ventana a la calle, que lo
hacían desde San Blas, ahí había bajado mi cuñada con la foto, alma bendita porque
ella ya es difunta. Ahí lo difundieron.
Cuando mi mamá desapareció en abril de 2011 pusimos la denuncia a los cinco días,
porque mi papá decía que no le ponga rápido, porque podía volver ella mismo o
traerle la policía, -o habían veces, yo no sabía eso, mi papá me contó, que cuando se
extraviaba le recibían en el Albergue San Juan de Dios, ahí ya le conocían a mi mami,
y le llamaban a mi papi por teléfono para que le vaya ver. Fuimos a la Policía
Judicial, (PJ), me asignaron una agente ineficiente, digo así ineficiente, ella se
llamaba Nancy Andrango, se llama porque todavía existe. Yo le decía al inicio con
mi papá, que por favor vaya a la Plaza de Santo Domingo, que vaya porque mi mamá
sabía ir a ayudarles a unas señoras a pelar los granos de habas de fréjoles. Le
decíamos que por favor averigüe entre esa gente, porque tal vez alguien le vio. El
problema es que esta mujer dijo sí, que iba a ir al medio día, y mi papá con mi
hermana le esperaban, de tanto esperar mi papá me llamó al trabajo, y me dijo, Isabel
no viene esa agente, llámale vos, pregunta que qué pasó, que le estamos esperando,
obviamente yo llamé, y le dije, señorita que pasó mi papá y mi hermana le están
esperando para que haga el favor de ir hacer la investigación, y respondió, hay
señora en este momento yo no puedo salir, ni conozco dónde es la Plaza de Santo
Domingo, lo que usted debía hacer era irme a traer en taxi, le respondí, señorita
acaso es difícil, debe coger trole y quedarse en la parada de Santo Domingo, y replicó
diciendo, no, la cuestión es que estoy ocupada en otro caso con la fiscal, Zoila
Avelga y cerró el teléfono. Ella me dijo por teléfono, usted debe venir en la mañana,
y yo le explicaba que no puedo porque trabajo, que no me dan permiso y que por eso
le llamo, para que me dé una noticia. Mi papá tampoco podía ir porque estaba mal
con la piernita, entonces yo la dejé.
Ocho meses después que mi mamá no regresó a casa, mi papá, César Augusto
Cabrera López, falleció.
En el mismo año de la desaparición, un mes después que falleció mi padre, fui con
mi sobrina que había venido del extranjero, a verle a la agente, y le encontramos
bajando en el elevador, me acerqué y le dije, señorita qué pasaría con el caso de mi
mamá, ella contestó ya le cerré, -cerró qué, le dije, cerré el caso respondió, por qué
lo hizo repliqué, y dijo que cerró el caso porque yo no había ido, además que no
había ninguna versión, nuevamente le contesté, y la versión que le di junto con mi
papá, qué pasó con esa versión, y la agente respondió, eso ni existe. Eso había dejado
puesto en el expediente hasta el día de hoy, incluso que soy la culpable, que he dejado
la búsqueda de mi mamá porque yo trabajaba de lunes a domingo, y que nunca le
ayudamos con una versión. Ante eso le pedí a la Fiscal, que llame a esta señorita, y
que le pida la versión que le dejamos mi papá y mi persona, el 1 de junio del año
2011, pero contestó que nunca existió una versión.
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El caso permaneció cerrado, pero en enero del año 2012 volví a la PJ y a la Fiscalía,
y puse otra vez la denuncia de la desaparición de mi mamá, me dieron un nuevo
agente, el señor Fredy Anchaluisa, él asumió mi caso y me pidió que le dé la versión,
preguntó que si estaba mi papá para que también la de, le conté que mi papá ya no
podía, porque ya había fallecido, ya no estaba, que solo podía escucharme a mí. Di
la versión nuevamente, mi versión, tal cual como me contó mi papá, a mi hermana
mayor también le llamó a dar la versión. Escuchó la versiones y me dijo que va a ir
a la Plaza de Santo Domingo, fue conmigo por la cinco de junio -el agente iba
preguntado a las personas que vivían por el sector, por las tiendas, por las casas,
todos le decían que sí habían conocido a mi mamá. Las personas decían que como
mi papá estudiaba la palabra -era testigo de Jehová-, los miércoles subía en la noche
a la congregación y había ocasiones en que mi mamá llegaba, y como él no estaba
en casa, ella encontraba las puertas cerradas y no podía entrar. En esas ocasiones mi
mamá se quedaba donde la señora de la tienda esperando, -Eso dijo la señora de la
tienda, y que mi mami entre las doce de la noche. Ella nos dijo, porque pueden ser
tan malos, dejarle afuera de la casa. Eso me duele -como digo, yo no vivía con mis
padres, no sabía lo que pasaba, pero la señora nos decía, que por negligencia de
nosotros, tal vez tomó otro camino y se fue. Luego de pasar por algunas casas el
agente me acompañó a Conocoto, también a Tumbaco. El agente me dijo, usted está
viendo que le estoy ayudando, investigando por donde puedo.
El agente Anchaluisa también había cerrado el caso después de unos ocho o nueve
meses. Me enteré porque le llamé y me dijo, señora Isabel, cerré el caso, porque ya
no hay más en donde buscar, y a lo menos yo ya no estoy aquí, me voy al oriente,
pero queda otra persona, me contacté con el otro agente, Fredy Carrasco creo o Edgar
Carrasco, sí Edgar Carrasco se llama, y me dijo, yo me voy hacer cargo de su caso,
ya estoy mandando un oficio para que verifiquen si ha salido del país, que verifiquen
en el registro civil, también o si es que fue a algún banco, pero él no estuvo mucho
tiempo. Estuvo solo un mes. Me dijo que no podía hacerse cargo, porque le habían
transferido a otra diligencia, y dijo que debo acercarme a la Fiscalía para que me
asignen otro agente, pero no solo cambiaron de agente sino también de Fiscal, me
asignaron al fiscal Francisco Hidalgo (2013). El señor Fiscal, me decía que debo ser
paciente, que el nuevo agente se va a dedicar a ver las pistas para poder localizar a
mi mamá, pero así mismo se demoró, creo que pasaron tres meses hasta que designen
un agente para el caso -en ese entonces ya me quedé sin trabajo, y me tocaba ir a la
Fiscalía para averiguar si ya me designaron un agente, tuve problemas con el
secretario de este Fiscal, porque cuando fui me dijo, usted ha ido a decir en la
Fiscalía que la señorita Nancy Andrango no ha hecho nada, por qué tiene que estar
hablando así, si ella le ha estado llamando y usted nunca se preocupó. Era muy
déspota ese señor, yo le dije, usted no sabe cómo son las cosas, además no me tiene
que reclamar nada.
Cambios de fiscales
El secretario terminó diciéndome, váyase a la PJ, y encárese con ella, yo le respondí,
y por qué me voy a encarar, que venga ella si quiere, además, yo no he venido a
pelear, vine a saber de mi mamá. Por ese malestar en la primera reunión con el
Presidente, yo expresé esto, repetí lo que me dijo este secretario, pero no tomaron
ninguna acción, porque cuando la persona es humilde, cuando el familiar es humilde,
no les da ni cosquillas ni dan la importancia que se merece.
De la misma forma, sin notificar, el fiscal ya se había ido, y el caso pasó a manos de
la doctora Machuca en 2013, pero yo nunca hablé con la Fiscal. En ese año me
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vinculé a la Asociación, ya estaba don Telmo, el señor Garzón, el señor Luis Sigcho,
ahí les conocí, estaban por el Ejido.
Asfadec
En la Asociación, las personas que tienen un familiar desaparecido, me decían que
vaya a la Fiscalía, pero yo respondía para qué, si yo ya puse la denuncia, les decía
que se supone que mi caso debe estar abierto, que deben seguir investigando, pero
replicaban diciéndome que hay que ir a averiguar, que estos son unos sinvergüenzas
y que sin avisar suelen cerrar los casos, y efectivamente cuando fui, nuevamente
habían cerrado mi caso. Tuve que hacer un escrito y pedir al Defensor que reabran
el caso de mi mamá. Fui al sur, ahí me asignaron un abogado público, y él fue a dejar
el documento y me dijo, que ya estaba reabierto, me asignaron entonces a la fiscal,
Edith Arévalo, ella era la cuarta Fiscal asignada desde 2011 al caso.
Han pasado cinco años, casi he tenido un Fiscal por año, por eso considero que hay
problemas graves: no toman enserio el caso desde el inicio porque lo cerraron al
primer año, cerraron el segundo año. Ha pasado por cuatro Fiscales, el caso ha tenido
seis agentes hasta el día de hoy. Por esas razones y otras considero que el papel de
Asfadec ha sido muy importante, porque mediante la presión por medio de plantones
el Estado creó la Dinased, la Fiscalía de Desaparecidos, nos recogieron muestras de
ADN, pero todavía no ha habido especialización, ni de Fiscales, ni de Agentes,
porque si hubiera especialización, no estuviéramos todavía con este dolor. No son
especializados porque hasta ahora me preguntan, que qué quiero que hagan, o sea
siempre hay que estarles diciendo qué hacer. Se supone que ellos son profesionales,
los que estudiaron. Los Fiscales o agentes son los que deben saber qué métodos
escoger para llegar a saber el paradero de X persona.
Compromisos presidenciales y las políticas públicas
Los compromisos presidenciales me dejan mucho que pensar, por ejemplo, pienso
que el Plan de Recompensa es una burla, porque cuando yo fui a pegar afiches de mi
mamá en algún asilo de ancianos en el centro de Quito, la gente que cogía el afiche
de mi mamá se reía, se burlaban, y decían quién va a pagar 200 mil por esta vieja.
Siento que es una burla de la gente y del Estado, porque cuando ha salido mi mamá,
ha habido gente que me ha llamado y me han dicho yo no le hago por esa recompensa
que está ahí, porque eso es una mentira.
Además, lo que dice el Presidente reunión tras reunión, solo se queda en palabra,
obviamente, tal vez tenga la buena voluntad, pero las personas que trabajan a su
alrededor no. En mi caso yo puedo decir que siempre he sido revictimizada, porque
no le han dado importancia, porque dicen que se trata de una viejita, pero para mí
no. Yo sí le doy importancia porque es mi madre, porque me tuvo nueve meses,
me crio y todo, como me voy a olvidar de mi mamá, para ellos es fácil decir que
sufría Alzheimer, que ya ha de estar muerta, bueno, si es que está muerta, por lo
menos devuélvame los restos.
Espero que la gente piense en sus familiar como lo hago yo, y no por ejemplo, como
otra persona, que tiene su papá -que ya estaba mayorcito y desapareció, y porque el
Estado les da un trabajo, tienen la osadía de decir –ah, mi papá no más era, incluso
en la reunión con el señor Fiscal, ella dijo que ya estaban de duelo toda la familia
por su papá, y yo pensé, cómo puede decir un hija eso de su papá que está en duelo,
pero ni siquiera sabe qué pasó, y todo por un puesto de trabajo o un bono. A mí
también me iban a dar un bono, pero yo me enfadé y dije, no les estamos pidiendo
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caridad, dudé, pero después, yo mismo no acepté, me dije, quizás por un bono me
han de querer chantajear, me han de decir que no salga a las marchas, que no salga a
las calles, que tengo que hacer la voluntad de ellos. Por eso dije, no quiero ningún
bono, lo que quiero es que encuentren a mi mamá. Una representante del Mies
también insistía, pero volví a decir que no.
Por el tema de los bonos o de los puestos de trabajo, las otras personas, que al inicio
estaban con nosotros en esta lucha por encontrar a nuestros familiares, prácticamente
se pude decir que se vendieron al Estado, se vendieron como doña Lourdes, quien
en una reunión que mantuvimos en el Ecu-911, para hablar sobre la salud, sobre
trabajo, ella decía, las mamitas nos han enseñado a lavar, a cocinar, y esto y esto
otro, ella trataba de ayudarle a la trabajadora social del Ministerio de Justicia en
convencernos de que aceptemos el trabajo que les daba la gana de darnos. Por eso
yo dije al veedor de mi caso, o sea que si yo acepto un trabajo me van a prohibir
que salga a la calle a decir lo que está pasando en mi caso, y me dijo, no señora está
en todo su derecho, y respondí, entonces, porque a la señora Yadira Labanda cuando
fue a la reunión y reclamó le dijeron que ella no tenía un patrocinador de abogado,
que por qué se queja si le ayudaron con trabajo, y lo que respondieron fue: cómo
van a hablar así, si están recibiendo ayuda del Estado. Prefiero quedarme sin trabajo,
porque de alguna manera he de sobrevivir.
Lo que quiero es que esta gente haga su trabajo como debe ser, con justicia. No puede
ser que hayan “casos emblemáticos”, creo que todos los casos son emblemáticos,
porque las persona valemos por igual. Yo no espero que si le encuentran a mi mamá,
si es que la mataron, se haga justicia, porque aquí no hay justicia, por eso, yo espero
que Dios haga la justicia, porque por ejemplo, hay personas que lloran y que a mí
me duele, porque primero estuvieron desaparecidas, después aparecen muertas, pero
para el Gobierno es un caso resuelto.
Asfadec ha servido bastante, yo ingresé aquí por doña Olguita, quien me dijo que
Don Telmo está en una Asociación, gracias a eso ingresé, porque yo iba a los canales
y pedía que por favor publicaran la foto en los medios y me decían que ya iban a
publicar y nada, la prensa nunca le dio importancia. Ahora que estoy junto a la
Asociación hemos ido a la prensa, junto con don Telmo, doña Lidia, nos han
llamado, aunque sea sale la foto, pero igual no tenemos resultado, no sé si la gente
quizás por el temor o miedo a esa recompensa, no quiere ni hablar, creo que tienen
miedo que les maten, yo que sé, a mí me dio esa impresión, esas personas que
hablaron conmigo les dije para que hablen con mi agente y me dijeron no señora, yo
no quiero hablar con nadie de la Policía, yo le hablo a usted, puede que sea o no, yo
no hago por esa recompensa que les engañan.
Estamos en un país en donde no hay justicia para la gente humilde. A veces miro la
foto, y hay veces que me voy al cementerio y digo ya el muerto está muerto, a veces,
también como que converso con mi papá y digo, papá no le encuentro, no sé qué
hacer, a quién más acudir, para mí es muy doloroso, pero nadie se pone en nuestros
zapatos, el tener solamente en nuestras casas recuerdos, tener la ropa. La palabra de
Dios es algo que me ha permitido sobrellevar la indiferencia de la gente y hasta del
resto de mis hermanos, porque en ese sentido pienso que mi madre tuvo cinco hijos
y que al final de cuentas solo tuvo una.
Cuando mi hija me ve llorar me dice, mami no llores, algún rato vamos a saber algo
de la abuelita, eso que me dicen mis hijos me da fortaleza. Mi esposo, a veces
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también me acompaña a la Fiscalía o a pegar afiches, cuando hay que hablar él va,
el hace las veces de los hijos, así no me siento tan sola.
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TELMO ORLANDO
PACHECO AGUILAR
33 años, profesional en ecoturismo por la Universidad Central del
Ecuador. Padre de un niño de mes y medio de haber nacido. Amante
de los animales y la música. Propietario de un cibercafé detrás de la
iglesia Basílica en Quito.
Desapareció el 03 de noviembre de 2011 en el barrio Nuevo
Jaramillo de la ciudad de Loja, provincia de Loja, cuando fue
invitado a un retiro espiritual en esa localidad.
Mi nombre es Telmo Pacheco Cevallos, nací en la ciudad de Quito, provincia de
Pichincha el 18 de enero 1948, prácticamente toda mi vida he vivido en el sector de
la Basílica. Soy padre de Telmo Orlando Pacheco Aguilar, profesional en
ecoturismo por la Universidad Central del Ecuador. Mi hijo desapareció el 3 de
noviembre de 2011 en el barrio Nuevo Jaramillo de la ciudad de Loja. Él nació el 26
de enero de 1978. Es una persona que le gustaba hacer música, ayudar a las personas,
todo eso, le gustaba tener animales, le gustaba tener en la casa perritos de la calle -
les tenia aquí en la casa, les cuidaba, pero prácticamente a raíz de su desaparición,
con todo respeto a mis hijos, él era el más cariñoso con su madre, más respetuoso
con sus hermanos, preocupado de sus sobrinos.
Él siempre estaba dispuesto a ayudar, una magnífica persona, lamentablemente esto
nos ha cambiado, él tiene un hijito, y en ese entonces estaba recién nacido, apenas
un mes y medio o dos meses. Orlando estaba ilusionado, incluso había gastado todos
sus ahorros en el nacimiento de su hijo. Tenía proyectos acá, En el primer piso de la
casa, acá abajo, prácticamente ya tenía instalado el cibercafé, en la terraza, que tiene
una hermosa vista, él tenía pensado ponerse un bar café, para eso él ya había seguido
cursos para aprender a mezclar bebidas especiales, cocteles, también para servir
platos especiales. Todo ese proyecto lo tiene dentro de su computador. Un día, él nos
reunió a toda la familia para ver que nombre le ponemos al negocio que iba a poner.
Todo eso había planificado, todo eso tenía hecho, incluso se compró una moto, que
ahora está guardada en la terraza. Esa era la ilusión que ha tenido toda la vida, tener
una moto. Nosotros no podíamos impedir eso porque él era una persona muy
tranquila, respetuosa, no era una persona que le gustaba estar tomando, o estar en
fiestas era lo contrario, rara vez lo hacía, en una reunión con los amigos de repente
tomaba.
Esto ha cambiado verdaderamente nuestra vida, en mi caso por ejemplo, soy técnico
de futbol, yo trabajaba de Director Técnico en el Nacional, y tuve que dejar eso que
era mi vida, mi ilusión, enseñar a jugar lo que a uno le gusta, era mi ilusión, mi
alegría, y de pronto tuve que dejar todo eso por la situación en que vivimos. Lo dejé
porque mi esposa, Olguita, está mal, y que más se puede esperar, uno
verdaderamente no entiende el dolor que siente la madre, quien a su vez sabe todo
de sus hijos, absolutamente todo, sabe que les gusta comer, la música que les gusta,
saben todo.
Pero ahora seguimos luchando, porque no únicamente mi hijo desapareció. Toda la
familia empezó a pegar afiches por donde más hemos podido, sin saber qué hacer.
Cuando mi hijo desapareció, a los 45 días cerraron el caso.
Telmo Orlando se despidió y fue a Loja el jueves 27 de octubre, porque conoció aquí
en Quito a una señora llamada Marlene Plas, que le invitó a un retiro espiritual, y
que le había insistido por algo más de dos meses, incluso que ella iba a pagar los 60
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dólares que costaba el retiro espiritual, también le había ofrecido alojarle en una casa
hasta que culmine el retiro espiritual. Él día lunes él tenía que regresar, pero las
versiones que dice la señora es que él se quedó ahí con un inquilino y las nietas de
la señora, pero que luego salió de la casa y no sabe que pasó. Después nos enteramos
por una persona que llamaba a la casa, en Quito, que nos decía, que averigüemos,
que es clave saber qué día desapareció mi hijo, que en esa casa había ocurrido
problemas fuertes, y el inquilino aduce que mi hijo se subió a la terraza y empezó a
gritar cosas que no eran claras. Hasta el día de hoy hemos llamado al teléfono pero
hace seis meses ha cambiado de dueña, antes simplemente llamábamos y mandaba
al buzón de mensajes y listo, o enviábamos mensajes, parecía que recibía los recibía.
Nosotros hemos pedido de favor que nos ayuden a encontrar a mi hijo en el
Ministerio del Interior.
Cuando desapareció mi hijo, nos reunimos y enseguida fuimos a poner la denuncia,
aquí en Quito y como yo estaba trabajando ese día en el Nacional, mi hijo mayor fue
a poner la denuncia, y como tiene una cuñada que es abogada le pedimos que llamen
a la señora que invitó a mi hijo a investigar, también al inquilino, pero lo que nos
respondió la fiscal era que el agente tienen 10 casos más, y que por un solo caso, no
podía abandonar el resto de casos, que eran más importantes porque se trataban de
robos de carros, y que no sabían cómo operar en el caso de desaparecidos, que no
saben qué hacer, por la presión mandaron una citación a las personas, y las personas
se excusaron diciendo que no podían venir porque ellos son de Loja, y que tienen
que trabajar. Como las personas citadas no podían venir, la Fiscal, simplemente, para
ella lo más fácil, envió el caso a Loja, justificando que él desapareció en Loja, el
caso tenía que estar allá.
Fui con Milena, mi otra hija a Loja, ahí hablamos con el Fiscal, y le pedimos que
llame a dar versiones a estas personas y que nos designen un agente que era de
apellido Plaza, a él le pedimos que se acerque a tomar las versiones de las personas,
pero nos dijo que ni siquiera sabía que él había sido designado como agente, que aún
no ha tenido tiempo para leer la designación, llegaron las personas, pero habían
rendido ya la versión con el secretario del Fiscal, y nos dijo que ya han rendido la
versión que se vayan no más. Después, pedimos al fiscal un reporte del teléfono, de
la cuenta de ahorros, porque Orlando había llamado a la mamá de mi nieto y le había
pedido que le deposite 20 dólares. En ese trámite se demoraron más de un mes. Llegó
ese reporte del banco de Guayaquil de un cajero con lugar y fecha, y el caso fue
cerrado. Entonces como uno no sabe ni qué hacer, ni cómo actuar, seguimos pegando
afiches. A los 45 días cerró el caso el Fiscal Duarte. Nos dijeron que mi hijo es joven,
que él está bien, que es una persona que está andando por su cuenta y que no hay
nada que hacer y cerraron el caso. No sabíamos qué hacer y un día tuve la
oportunidad de encontrar a Walter Garzón gracias a él, quien más o menos me
orientó sobre qué es lo que debo hacer,
Walter Garzón
Lo conocí en la Plaza Grande él hacia plantones, él había conseguido que le dieran
un afiche donde el Estado daba una recompensa de cinco a 20 mil dólares, por
información sobre su hija, ahí me acerqué a conversar con él y nos hicimos amigos,
y él fue la persona que nos enseñó que es lo que debemos hacer para poder reabrir el
caso de Orlando. En esa plaza siempre estaba con Jaime Guevara y otros amigos, la
demás era gente solidaria. Lo primero que nos dijo fue que vayamos a la CEDHU, y
ahí hablar con la hermana Elci Monge, para que ella envíe una carta y así poder abrir
el caso, nos dijo también que vayamos a Loja y allá hablemos con la Gobernadora,
que hablemos con el Jefe de la policía, mi esposa viajó con una sobrina. Ella se
encargó, después que hablaron y entregaron las cartas, reabrieron el caso, pero
prácticamente las investigaciones eran las mismas cosas, nos volvieron a dar un
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informe del teléfono, informes de que si salió en un carro de Loja para acá,
averiguaciones en las terminales terrestres, y nada más, no hacían más cosas.
Por el proceso de investigación de mi hijo han pasado de ocho a 10 fiscales. Incluso
cuando tuve la oportunidad de viajar a Loja en diciembre de 2012 el fiscal volvió a
cerrar el caso, diciendo que ellos ya habían hecho todo, y que ahora la familia tiene
que buscarle, porque así habían encontrado a otra persona. Nosotros le respondimos
que eso venimos haciendo, que hemos venido desde quito, por toda la Sierra pegando
afiches, tratando de buscar, hablando con todas las personas. Desde que me uní a
Walter Garzón y comenzamos a salir a los plantones, de la Presidencia me
empezaron a decir que me retire, que no me lleve con él, que él es una mala persona,
que me van ayudar pero solo a mí, que la chica desaparecida, refiriéndose a Carolina,
desapareció porque andaba metida en drogas, que tenía un problema de drogas y
todas esas cosas, pero yo, sin embargo antes de eso, antes que me digan todas esas
cosas, ya había conversado con Walter, y él ya me había advertido de eso. Yo les
dije que no, y me dijeron, luego van a venir gente que te van a hacer callar, les
respondí, si quieren que vaya a una reunión debe ser luego que se termine el plantón,
ahí puedo ir.
Asfadec
Esa decisión, mantenernos firmes nos ha mantenido. Pasó poco tiempo y empezó a
unirse más gente, como Isabel Ramírez, la señora Clelia Abril, pero esa gente, la de
la presidencia, seguían invitándonos, esa era la táctica, pero nosotros ya nos dimos
cuenta que lo único que les interesaba era mantenernos callados. Incluso un
secretario de la Presidencia salió y me vino siguiendo hasta mi casa, y me ofreció
maravillas, me preguntó, en qué quiero que me ayuden, le respondí que la ayuda,
simplemente debe ser para todos y por igual, que no quiero ayuda solo para mí, que
debe ser para todos, que hemos pedido que unifiquen los protocolos, -cómo puede
ser posible que entre entidades del Estado cada una tenga su protocolo, Dinased un
protocolo, Fiscalía otro protocolo y Judicatura otro protocolo. La Judicatura tiene un
protocolo que tienen muchos países en el mundo. Hay dos artículos y yo en la reunión
le leí lo que dice el artículo 11 que dice, se debe dar un informe de todo lo que es
albergues morgues, cárceles, asilo de ancianos, y contestó, que eso era mucha plata,
que era mucho tiempo y que no se podía. El otro artículo, el 13, dice, cuando una
persona desaparece debe publicarse por todos los medios de comunicación tanto
habladas con televisadas, en las redes sociales, en las vallas publicitarias en
terminales terrestres en aeropuertos, esto hacen en otros países, incluso en los tarros
de leche, como estados unidos, pero no. Para el Estado nosotros pedimos demasiado,
y que yo simplemente reclamo, por lo que hacen y por lo que no hacen. Que soy un
mentiroso. Ahora por ejemplo me están marginando de reuniones, para mí eso es
mucho mejor, porque así no me revictimizan. Yo puedo hablar de todo, pero cuando
empiezo hablar de mi hijo, yo cambio, me caigo, me duele en el alma, no puedo
hablar.
Yo estoy, estaré ayudando a todas las personas que estén en este problema, porque
yo vivo muy agradecido con toda la gente que nos da la fuerza que nosotros
necesitamos, porque la mayoría de gente, los que estamos en este problema, muchas
veces se dejan engañar del Gobierno, y el Gobierno les dice: si quieren que les
ayudemos, no peguen afiches, no hagan nada, eso hasta a mí mismo me han dicho.
Incluso me han dicho que hasta me van a demandar, tratan de poner miedo. Yo
miedo no tengo, el sufrimiento es más grande, es el que tengo ahorita, por eso
yo digo nunca más, ningún otro sufrimiento me podrán hacer. Tengo tres hijos
más, seis nietos, ellos son mi vida y no quiero que a ellos les vuelva a pasar lo mismo.
Si nos hubiéramos organizado prácticamente nadie nos hubiese parado bola, cuando
empezamos nos felicitaban. Salimos emocionados de la primera reunión, que
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tuvimos con el Presidente, le pedimos de favor que tipifique la desaparición
involuntaria, eso nos ofreció, pedimos de favor que impulse una capacitación para
agentes y fiscales, además un plan de recompensas -se puede decir que hasta la
cantidad la pusimos, porque el Estado ofrecía 200 mil por los más buscados, pedimos
ayuda psicosocial, socioeconómica porque la mayoría de las personas son humildes,
sí desaparece un padre de familia de dónde van a comer sus hijos, en dónde van a
estar, -que se les ayude dándoles un trabajo, pero eso no quiere decir que se les
vaya a silenciar. Yo tuve que dejar de trabajar, sin embargo yo no quiero esa ayuda,
porque dando gracias a dios yo tengo mi familia, tengo mis hijas que me ayudan.
Vale decir que todo ha sido promesas, por ejemplo, la tipificación nunca pasó, la
Dinased se preparó en pocos días, que clase de preparación es esa, fiscales igual,
simplemente pusieron un rótulo, fiscales capacitados para desaparecidos. No
hay un defensor del pueblo que nos ayude, porque en vez de salir a favor nuestro, lo
que hizo fue dividirnos -nos dividió formando otro Asociación, él mismo puso el
nombre, puso a la Presidenta, las personas ahí no reclaman, personas que dicen, mi
papá ya era viejito ya debe haber muerto.
Esa organización fue legalizada tenían, Anadea, y tenían que nombrar una directiva,
y como no salió elegida de presidenta, la persona, que esperaba el Defensor del
Pueblo simplemente se dividieron, y crearon otra organización que se llama
Desendor. La señora fundadora está con el Estado, me imagino que la Defensoría del
Pueblo les financia. Esas cosas duelen, porque no puede ser así, cómo puede ser
posible que una persona que está encargada de ayudar haya eso. Nosotros tenemos
grabado lo que sucedió. En ese contexto, nosotros íbamos a pedir financiamiento
para hacer un foro, al que iban a asistir las Abuelas de Plaza de Mayo, Las Madres
de México, La Asociación de Familiares de Detenidos- Desaparecidos de Colombia
(Asfaddes), un grupo de Brasil y otro grupo de centro américa. Nosotros fuimos y
hablamos, y nos dijeron que no había problemas, que pusiéramos los logotipos de la
Fiscalía, de la Dinased, del Consejo de la Judicatura, nosotros no aceptamos, porque
quien estaba organizando todo era Asfadec, ellos no habían hecho nada.
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CAMILO CARLOS ANTONIO
TOBAR ABRIL
51 años, trabajó en el Consejo de Seguridad Nacional, como jefe de
adquisiciones y control de almacén. Administrador de varios
negocios y urbanizaciones. Trabajó como chofer, atención al cliente
en el Almacén el Foco, y por último como repartidor de pan en
Cumbayá.
Desapareció el 12 de abril de 2012, entre las calles, Medardo Silva
Oes-87 y Aurora Estrada, en la Comuna de Lumbisí, parroquia
Cumbayá, cantón Quito, provincia de Pichincha, entre las 17h00 y
las 18h30.
Mi nombre es Pilar de los Ángeles Tobar Abril, nací en Quito el 8 de diciembre de
1958, hermana mayor de Camilo Carlos Antonio Tobar Abril, quien nació el 4 de
enero de 1961. Camilo es alto y delgado, de piel morena, de ojos saltones y color
miel, su pelo negro generosamente rizado y ya empezaba a canear. En su familia lo
llamamos "Cami", para los muchachos, los amigos y conocidos siempre fue "El
Abuelo" porque, cuando niño tomada muchas medicinas. Es un hombre bondadoso
y entusiasta que, a pesar de las adversidades de la vida, siempre nos mostraba una
sonrisa. Las personas que le conocemos, al oír su nombre, lo recordamos como es,
sencillo, cariñoso, apasionado y feliz como ningún otro, una persona difícil de
derrumbarse. Podemos decir que todos nosotros tenemos algo de Camilo, en especial
su fortaleza para mantenernos de pie y continuar luchando en medio de esta
incertidumbre en la que nos encontramos, pues Camilo, nos enseñó a ser valientes.
Un hombre que se desvivía por sus hijas, su familia, su madre; Camilo, es el ejemplo
de bondad y de amor profundo. Lleno de palabras, frases y chistes, amable y
respetuoso. Mi hermano estudio hasta el tercer curso en el Colegio Intisana, becado
por su rendimiento escolar, y a partir del Ciclo Diversificado, porque su inclinación,
hacia la aviación se hizo más fuerte, decidió cambiarse al colegio Cotac en donde se
graduó, quiso ir a estudiar a los Estados Unidos Ingeniería de Aviación, pero
desafortunadamente fue imposible apoyarle. Ingresó a la Universidad Central,
estudió Leyes y no terminó, fue a la Universidad Tecnológica Equinoccial, UTE,
estudió Comercio Exterior, tampoco terminó la carrera, luego volvió a la
Universidad Central para estudiar Ciencias Políticas, si no estoy mal, se enamoró y
se casó, dejó los estudios por cuidar de su esposa, además ella exigía su presencia,
porque algo le iban a hacer algo en la universidad ya que era muy bonita.
Él trabajó en varios lugares a pesar de no haber obtenido un título, pero por la
experiencia, especialmente en contabilidad, creatividad e ingenio, entró a trabajar en
el Consejo de Seguridad Nacional, y ahí fue ascendiendo, llegó a ser Jefe de
Adquisiciones y Control del Almacén. Entró a esta institución como Auxiliar de
Contabilidad, y llegó a manejar las adquisiciones, administrar el almacén, el
supermercado, la flota de vehículos y choferes. Luego vendió la renuncia y comenzó
la odisea para mi hermano, era complicado, difícil conseguir un trabajo, porque no
tenía un título, sin embargo, hacía de todo un poco, era un muchacho súper hábil, a
los quince años se construyó su propio carro de partes y piezas. Era dedicado,
trabajador. Hacía de todo, sin importar nada. Se fue a los Estados Unidos a buscar
trabajo, estuvo tres años trabajando, y en esos años a la esposa le detectaron un
cáncer, y tuvo que regresar, para que la esposa sea operada, atendida, cuidada y
obviamente cuidar a las niñas que estaban en la transición de niñas a adolescentes.
Así pasaron varios años hasta que decidieron separarse.
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Después de tres o cuatro años se reencontró con una enamorada del colegio, se
hicieron pareja y vivía con ella. Ella le apoyaba en todos sus emprendimientos,
consiguió un trabajo con su mayor destreza, que era la conducción. Trabajó como
dos años con una señora de la tercera edad, mi hermano era su chofer, acompañante
y le apoya en la realización de trámites de toda índole. La señora falleció y los
familiares le cancelaron. Luego trabajó en el almacén “El Foco”, porque otra cosa
que a él le gustaba era la electricidad. Ahí vendía materiales eléctricos, ayudaba en
la elaboración de las lámparas, en fin hacía tantas cosas. Trabajó ahí otros tantos
años, pero en definitiva, tal vez los últimos diez o doce años, mi hermano tuvo
trabajos temporales, esporádicos basados en sus destrezas y habilidades más que en
su conocimiento.
Otro trabajo que tuvo fue en el Ministerio de Justicia, justamente, de chofer de la
Ministra Pesantes, si no estoy mal, y un día de lluvia, que subía de Cumbayá hacia
Quito, porque le habían llamado que se presente de urgencia en el Ministerio, él iba
rápido, cogió una curva y se chocó contra los carros que habían sufrido un accidente
debido a una pertinaz lluvia, choque que ocasionó su despido. Las cosas se fueron
complicando para mi hermano, porque tenía que pagar de ese vehículo, la pensión
alimenticia de las hijas, no conseguía trabajo, en fin hasta que la esposa consiguió
meterlo preso por falta de pago de las pensiones de alimentos, gracias a Dios
pudimos sacarle de la cárcel en un día y a partir de ahí fue a vivir donde mi mamá.
También trabajo como asistente administrativo para la Asambleísta Ocles en Manabí
y chofer para el embajador honorario de Hungría. El último trabajo que consiguió
fue de distribuidor de la panadería “Del Parque” en Cumbayá. El día que desapareció
(12 de abril de 2012) aproximadamente a medio día entregó todas las facturas el
dinero, y el vehículo que usaba para entregar el pan. Salió después de ducharse, se
despidió y lo vieron dirigirse hacia el Chaquiñán, en donde lo perdieron de vista.
Desde ese día no sabemos nada de él. En menos de 24 horas nos dimos cuenta que
mi hermano no estaba, porque esa noche no llegó donde mi mamá, tampoco a la casa
de su pareja, no contestaba su teléfono. Al día siguiente me llamaron para una
entrevista de trabajo para mi hermano en otro Ministerio, empecé a ubicarlo pero no
me contesto ninguno de los dos teléfonos. Llamé a mi mami y me dijo que a ella
tampoco le ha contestado. Nadie lo había visto desde el día anterior y esa mañana
tampoco. Prácticamente entre las 4 de la tarde y las diez de la mañana del 13 de abril
de 2012 ya comenzamos a buscarle, para la noche, ya se había puesto la denuncia.
Por un familiar muy cercano y de poder, nos contactaron de inmediato con la
UNASE, no tuvimos que esperar las 72 horas. A las 18h30 exactamente nos
reuníamos todos en la casa de mi mamá, amigos, familiares, con linternas, palos,
radios motorolas y con todo lo que fue posible para salir a barrer Cumbayá y sus
quebradas. Miércoles, jueves, viernes, sábado y domingo, bajamos con amigos y con
perros a todas las quebradas. En esos días salíamos del trabajo y lo íbamos a buscar.
Por esta relación familiar que ayudó a agilitar todo los primeros días, conseguimos
que el viernes el Ministro Serrano y Javier Córdova nos atiendan en audiencia, se
comprometieron a ayudarnos a buscar a mi hermano, que no nos preocupemos, ya
que ellos se encargarían de poner todos sus recursos a las órdenes hasta encontrar a
mi hermano, como digo por esa relación familiar y de poder, pero eso tan solo fue
compromiso verbal al calor de nuestra desesperación y contraproducente en lo
posterior ya que en el proceso se perdieron cosas, información, evidencias, por falta
de claridad en la asignación de funciones y responsabilidades a los miembros de la
policía que debían investigar el caso. Nos asignaron a un teniente Córdova, quien al
cabo de seis meses tenía tres carpetas de papeles como resultado de las
investigaciones y como prueba del trabajo realizado, esto lo reconocemos, pero
también es cierto que los procesos se quedaron en papeles, judicializaciones, planes
y nada de resultados, solo suposiciones. Nos llamaba secretamente por aquí y por
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allá, todo un misterio, y la verdad es que al final, no se hizo nada, no pasó nada, no
hubo ni siquiera un esbozo de lo que pudo haber pasado. El caso de mi hermano paso
de fiscal en fiscal, se entorpecieron las cosas. La Fiscal encargada Garzón fue la peor,
si no había quien vaya a dejar información a los policías que nos habían asignado y
si no estaban ellos para que vayan a su vez a dejar las citaciones o escritos para los
diferentes trámites administrativos, estos se archivaban en la carpeta de mi hermano.
Por ejemplo, las citaciones para rendición versiones jamás fueron entregadas a los
involucrados, esperaban que lo hagamos nosotros. Expulsó a los policías
investigadores de la fiscalía, no aceptaba las peticiones de los Policías y todo
esperaba que hagamos los familiares.
Hasta el momento han pasado seis fiscales por la investigación de Camilo, de los
cuales, tres resultaron ser realmente de lo peor, por ejemplo el fiscal Jaramillo,
coincidió que el Presidente le asignó el caso de los 11 de Luluncoto, y el fiscal por
servirle al Presidente, se dedicó exclusivamente a la investigación de los muchachos,
de arriba para abajo, y así prácticamente tuvo votada la investigación un año. La
Fiscalía permanecía cerrada, porque si él no iba, nadie más trabajaba, decían que
supuestamente todos estaban en diligencias con el fiscal. Después pasaron el caso a
la fiscal Machuca, mi hermano Xavier que es el abogado que lleva el caso, se enteró
de este nuevo nombramiento, y la fue a buscar, sin embargo a seis horas de haberse
posesionado en su nuevo cargo, dijo que ya había leído el caso de mi hermano
desaparecido, que fue el primer caso que leyó, y que ella no encontraba indicios de
delito alguno, que mi hermano se fue por sus propios medios.
Entre gallos y medianoche
A los pocos días de su nombramiento, en las votaciones de febrero de 2014, trajeron
a un detenido, que por versiones teníamos su nombre y apellido y sabíamos en donde
sería ubicado, es por esto que se hizo un operativo para detenerlo en la mesa de
votación, lo trajeron y le asociaron al caso de mi hermano por asociación ilícita, pero
Machuca se abstuvo de acusar. Ahí hay una cuestión bastante extraña porque entre
gallos y medianoche se cambió la hora de la tercera audiencia para el Habeas Corpus
que este detenido había pedido, notifican al fiscal Jaramillo y no a la fiscal Machuca,
a nosotros tampoco, y mi hermano (abogado) por andar de fiscalía en fiscalía
averiguando el proceso, entre papeles se entera que había la solicitud de Habeas
Corpus para el detenido, y que era ya la tercera agendada, las otras dos no se llevaron
a cabo por falta de información solicitada sobre el estatus penal del detenido, a una
Jueza de lo Penal, información que nunca fue remitida al tribunal solicitante.
Lo extraño en este proceso es: El cambio de hora de la tercera audiencia, después de
no haber notificado a la parte interesada. La segunda, la Jueza de lo penal no envió
el estatus penal del detenido. La tercera la fiscal Machuca se abstuvo de acusar al
preso, Cuarto hecho: El detenido es presentado ante el tribunal una hora más tarde y
según las nuevas leyes, si el peticionario llega atrasado a la audiencia,
automáticamente se le otorga el Habeas Corpus. Y el quinto hecho: Durante la
segunda reunión con el Presidente, tanto el Ministro Serrano como la Ministra
Zúñiga le dijeron a Correa, señor Presidente permítanos informarle esto de manera
confidencial porque hay gente de la justicia involucrada y está comprobado que
hubo Dolo en el caso del señor Tobar.
En esa reunión no le dejaron ingresar al señor Luis Sigcho, pero sí estuvieron Telmo
Pacheco, Alexandra Córdova, Elizabeth Rodríguez, ellos posiblemente recordarán la
posición de los dos Ministros y podrían corroborar en lo que pasó. Desde esa fecha
hasta la actualidad, hemos solicitado información, y saber por qué los Ministros
dijeron que hubo Dolo, quién cometió el Dolo, y cuál es la sanción, pero los escritos
son remitidos al Consejo de la Judicatura y que presentemos la queja en esa
dependencia, sin embargo el Consejo de la Judicatura, siempre contesta
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mencionando los tres artículos de la Constitución, que en resumen dice: fiscales y
jueces pueden hacer lo que les dé la gana, y no hay autoridad que pida rendición de
cuentas -entonces ellos son santificados.
Para mí, el hecho es que en el proceso de la desaparición de mi hermano hay algo
torcido, porque repito, después de todos los tropiezos e inoperancia por parte de los
fiscales, en especial Garzón, Jaramillo y Machuca quien dijo que no encontraba
delito en el caso de mi hermano, no llego la información penal del detenido antes de
otorgarle el Habeas Corpus, el preso llegó una hora más tarde, Machuca no fue
notificada, Machuca se abstuvo de dar dictamen acusatorio en la audiencia
correspondiente a la única persona que había estado detenida y podía dar
información, una vez más indicando que no hay elementos suficientes de juicio, pese
a existir la formulación de cargos e inicio a la Instrucción Fiscal por parte del Fiscal
Provincial de Pichincha. Mi hermano como abogado, pidió al Consejo de la
Judicatura, Ministerio del Interior y al Ministerio de Justicia, que nos acompañen en
esa audiencia, para que sean testigos del mal proceder de Machuca, sin embargo
asistieron solamente, la coordinadora de Fiscales de la Fiscalía general, y Mónica
que ahora es Viceministra en el Ministerio de Justicia, ellas no presentaron informe
alguno a sus supervisores sobre el mal accionar de Machuca y tampoco se solicitó
de su parte sanción alguna a este mal elemento de la justicia.
Machuca, luego de haber tenido el caso de mi hermano, casi por un año, en enero del
2015, por primera vez nos convoca a los familiares de Camilo Tobar, a una reunión
para planificar las actividades que se realizarían en el 2015. En ese año, por primera
vez por instrucción de la fiscal y con apoyo de la policía, se realiza un barrido de la
quebrada por donde cruza el Chaquiñán, que va desde aproximadamente, la
Universidad San Francisco hasta la Morita, la Facultad de Agronomía. Antes de eso,
tuvimos varios problemas con los policías investigadores, presentamos las quejas
correspondientes en la policía, así como también sobre los fiscales al Consejo de la
Judicatura, pero jamás han dado respuesta de porqué actúan así los policías y fiscales.
El fiscal Jaramillo tuvo el caso de mi hermano casi año y medio, Machuca tuvo el
caso otro año y medio y la verdad es que nada ha dado resultados. Pusimos la
denuncia en la Dinased y en el Ministerio del Interior, ante el Ministro Serrano, por
el mal proceder de varios policías entre ellos Córdova ya que no había entregado
todas las carpetas de la supuestas investigaciones que él hizo, también en el traspaso
de Jaramillo a Machuca la información se perdió, por ejemplo una declaración
grabada que correspondía a una persona que daba nombre y apellidos, lugares de
cómo, cuándo y dónde se dieron los hechos sobre la desaparición de mi hermano y
transcripción respectiva, no consta en el expediente.
En mayo del 2015 hubo un intento de secuestro a mi sobrina pusimos la denuncia,
pedimos ayuda a la Policía, al Fiscal, me enteré por la Coordinadora de Fiscales, que
a mi hermano le han cambiado de Fiscal nuevamente, y que era orden del Presidente
para atender los cuatro casos más emblemáticos, porque son mediáticos, y que son
una piedra en el zapato, por tanto tienen que dar toda la atención para resolver estos
casos.
¿Cuáles? Telmo Orlando Pacheco, Juliana Campoverde, David Romo, Carolina
Garzón, porque además los familiares viven en la Fiscalía molestando y las abogadas
no dejan ni siquiera trabajar, inclusive, han causado enfermedad en la fiscal
Machuca, y que es por eso, que ella se retiró, y nombraron al nuevo Fiscal. Además,
como yo también presiono, retiraron el caso de mi hermano de la fiscalía de Flores,
quien había tenido un mes el caso y sin embargo en ese tiempo, no sabía ni lo
nombres de los desaparecidos que le habían entregado. Desde esa fecha el caso de
Camilo lo lleva el fiscal Mencías, es decir él lo tiene desde hace un años y cuatro
meses exactamente. El Teniente Mendoza que en ese tiempo llevaba el caso de mi
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hermano, era un grosero, un patán, el peor elemento que pueda tener la policía, es
malcriado, y soez.
La denuncia que habíamos puesto por el caso de mi sobrina, coincidió con el feriado
del 1 de Mayo, y yo había pedido ayuda a este teniente para proteger a mi sobrina,
resulta que mandó a otra persona para que averigüe que qué quiero, que cuál es mi
problema, y todo esto, después de haber hablado con él, el viernes, sábado, domingo
y lunes que fue feriado, haberle explicado de lo que se trataba, pedirle ayuda,
habernos dejado plantadas por dos ocasiones en un centro comercial al que nos citó
para que le contemos todo en persona y no nos de explicación alguna de su ausencia,
todo esto agravado por la falta a su trabajo ya que ese fin de semana, el teniente
Mendoza estaba de turno en la fiscalía. Cansada de este trato, me comuniqué con la
Coordinadora de Fiscales, quien llamó a la DINASED inmediatamente, preguntó por
Mendoza y lo mandaron a la Fiscalía, pero él no llegó a la reunión que debíamos
mantener entre la Coordinadora de Fiscales, mi sobrina y yo, fue a reunirse con el
nuevo Fiscal, es decir con Flores, en ese momento exigí al enviado de Mendoza que
me diga en dónde está, informándome que estaba con el Fiscal, fui a buscarle y le
encontré sentado en gran risa con este Fiscal -realmente monte en cólera, y reclamé
su actitud aireadamente. Mendoza se paró y dijo, qué le pasa señora. Usted qué es lo
que tiene conmigo, qué es lo que más le molesta, el que yo no vaya a buscarle o el
que no le llame -atrevimiento total, falta de profesionalismo absoluto, demostración
clarísima de su poca o ninguna vocación de servicio, un ser indolente;
Desafortunadamente por esta desavenencia con Mendoza y el nuevo Fiscal, pedí
audiencia con el Fiscal General y con el Director de la Comisión de la Verdad, puse
una carta al Presidente, porque pensaba que no me podían tratar así, pero nunca nadie
me dio apertura ni atención. De eso, lo único positivo que puedo decir, es que
Mencías, el fiscal actual y Franklin Camacho, policía investigador han trabajado sin
descanso. Éste año se han dedicado a atar cabos que los otros dejaron sueltos durante
tres años. Han llamado a personas a nuevas versiones, realizado varias
investigaciones en el campo, versiones a nuevos sujetos identificados como personas
que podrían aportar. Lamentablemente ya la gente está adiestrada sobre lo que tienen
que contestar, dicen no saber, no se acuerdan que conocieron a mi hermano.
Últimamente se ubicó a otra persona fundamental por asociación dentro del caso, y
el tipo en la reunión de rendir versión se portó muy grosero, amenazante, y por último
nos ha puesto una denuncia por difamación.
En el caso de mi hermano se perdió demasiada evidencia, dos veces se allanaron dos
casas donde supuestamente le habían enterrado a mi hermano, en la primera casa la
Fiscal Garzón llamó a informar que se haría un allanamiento a esa propiedad, y
estando ahí, oh sorpresa, los familiares han dado mal la dirección de la casa, nunca
le dimos mal la dirección, porque nosotros entregamos fotos de la casa en donde
consta el nombre de la calle con el número, vale decir, ella o la secretaria, copio mal
o transcribió mal, pero nosotros no le dimos mal la información. Se hizo un segundo
allanamiento a la misma vivienda, la gente del barrio salió y nos dijeron que por fin
alguien va a esa casa, que esa casa es terrible, y que ahí pasan cosas y que más o
menos en el mes de mayo del 2012 remodelaron la casa y sacaron volquetas de tierra,
levantaron el piso. Todo eso se perdió, por la no actuación oportuna de los fiscales,
poco o ningún trabajo, investigan desde sus escritorios. Pienso que los policías no
cumplen su papel de investigador tampoco, porque pasan haciendo escritos,
solicitando autorice la realización de diligencias al Fiscal, para que el Fiscal a su vez
de la instrucción para que se realice lo solicitado por el policía investigador,
demasiados trámites administrativos que no nos llevan absolutamente a nada.
Tres veces han intentado cerrar el caso de mi hermano, porque de todas las
investigaciones no sacan absolutamente nada. Es el primer año en que Mencías y
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Camacho, siguen y siguen escarbando. Hemos mejorado la relación de familia hacia
la Fiscalía y hacia la Policía, porque efectivamente el señor Policía es muy educado,
respetuoso considerado, y está ahí, llama, informa, consulta, sugiere y solicita que el
abogado ponga un escrito, solicite la realización de diferentes diligencia. Es una
persona proactiva, pero él también se ha sentido desalentado porque no llegamos a
resultados, a pesar de sus interés e intención de resolver el caso. Sé que él tiene una
tecnología en investigación, pero es una tecnología, nada de especialización, misma
que ha solicitado pero le han negado capacitaciones de dos años en Colombia, Perú,
Argentina. De alguna manera yo podría decir que me conviene porque no perdemos
a un buen elemento en la investigación del caso de mi hermano, pero es un gravísimo
problema que tiene la institución en negar una capacitación a una persona que si
puede dar mucho, y que podría colaborar en otros casos intensamente.
Sobre la supuesta muerte de Camilo
Las versiones que dieron cinco personas, tres de las cuales no se conocían entre sí,
pero que dieron la misma versión, que a mi hermano lo encontraron a la salida del
trabajo, entre amigos lo llevaron, se pusieron a tomar, consumir droga, y la palabra
específica, por pendejadas lo mataron. Una de estas personas, es el que estuvo
detenido, la otra persona que dio la misma versión, pero a otro grupo de personas y
que no se conocían entre ellas, es el hermano del que estuvo detenido, y además otras
personas que nos llamaron a dar la información porque de alguna manera nos
conocían, y dieron la misma versión. Difícil que pueda repetirse lo mismo sin
distorsión y por diferentes personas, porque cuando es un invento, la segunda vez
que cuentas no lo cuentas igual y la tercera vez peor aún, la persona que repite ya no
cuenta lo mismo, pero en este caso, las versiones son muy similares con nombres,
apellidos y lugares, todos los detalles muy parecidos.
Cuando nosotros llamamos a los amigos que supuestamente estuvieron ahí, nos
dieron información falsa, por ejemplo, una persona que supuestamente era médico
de la cruz roja, y que había sacado fotos de mi hermano, para repartir por los pueblos,
dijo que mi hermano se fue con una muchacha de 14 años al Carmen, y que en las
cámaras de la estación del bus en el Carmen se los ve a los dos. Primero no hay
estación de buses en el Carmen que tenga una terminal parecida a Quitumbe, peor
que tenga cámaras de seguridad. Segundo, este señor no era médico, trabajaba en
una óptica, a una cuadra de la casa en donde supuestamente pasó algo con mi
hermano. Tercero, dos de las personas que estuvieron involucradas, y que dieron la
misma versión, no en la fiscalía pero entre amigos, de pronto fueron encontradas
muertas con infarto. Uno de estos se encontró con mi hermano un 31 de diciembre,
mi hermano estaba con sus hijos, y le dijo, oye pana, ya dime qué paso con mi
hermano, este le respondió, sí viejo lo matamos, y lo enterramos en mi casa. En ese
momento pedimos el allanamiento a la segunda casa, pero también esa casa había
sido vendida a una fundación, Los dueños realizaron adecuaciones que consistió en
levantar el piso, excavaciones, reconstrucción y así se perdió todo posible rastro.
Cuando mi hermano y sobrinos salieron en carrera tras este tipo, entre la montonera,
se les desapareció, a los dos o tres días se le ubicó, pero muerto de un infarto.
La frustración más grande que siento es haber tenido reuniones con Ministros,
Presidente, Fiscal General y que nos hayan ofrecido hacer todo lo posible por
encontrar a mi hermano, pero que todo haya quedado en intenciones, escritorios y
paredes. Con el Ministro Serrano tuvimos durante los dos primeros años, quizás una
seis o siete reuniones, con Javier Córdova tres o cuatro, mientras él era viceministro,
con el Director de la UNASE antes de la creación de la Dinased, y con los mismos
Comandantes de la Dinased, con el Comandante General de la Policía, Ministra de
Justicia, Fiscal General de la Nación, Presidente del Consejo de la Judicatura,
Defensor del Pueblo e innumerables reuniones con delegados y representantes de los
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diferentes entes estatales relacionados con las personas desaparecidas, quienes
prometieron y juraron hacer una investigación prolija, profesional hasta resolver
cada uno de los casos, sin embargo hemos llegado hasta donde estamos, ejecutando
diligencias redundantes que no han arrojado resultados, realizando trámites
puramente administrativos, que no conllevan a la obtención de resultados positivos.
Aplicación de artículos constitucionales que lo único que hacen es darles inmunidad
al mal proceder de los fiscales y jueces. No hay autoridad alguna que exija rendición
de cuentas a los malos elementos que aseveran cosas que no saben, que nada no
tienen pruebas y que quieren cerrar los casos, así como tampoco hay quien sancione,
exijan resultados y respuestas.
Al cabo de cuatro años y dos meses se va hacer un perfil victimológico de mi
hermano, y por primera vez van a entrevistar a cada uno de los familiares, esto ha
debido hacerse dentro de las primeras diligencias durante el primer mes de la
desaparición. En todas partes los primeros sospechosos son la familia, pero a
nosotros jamás nos han investigado, no lo digo por mí o mis hermanos, yo tengo fe
ciega en que nosotros somos inocentes, pero yo no puedo poner las manos en el fuego
por absolutamente nadie, incluye ex esposa, ex pareja, hijas, amigos. Tampoco
puedo negarme a dar una versión, o escuchar insinuaciones, aseveraciones como que
mi hermano consumía droga, no puedo decir que no, a mí nunca me constó que así
sea. Mi hermano tenía una vida económica súper limitada, mi mamá le ayudaba, y
yo pagaba las pensiones alimenticias de mis sobrinas, cada domingo le daba cinco
dólares a mi hermano para que pueda movilizarse, y vaya a la panadería a coger el
carro y demás, entonces no es que mi hermano haya tenido plata para consumir
drogas, para involucrarse con drogas, sin embargo no digo que no, porque puede ser
una pista.
El primer resultado que obtuvimos como Asfadec, fue que debido a la presión
ejercida, el Presidente se vio obligado a mantener reuniones con los familiares de los
desaparecidos, y es por esto que el presidente dice ser el primer gobierno que abrió
las puertas. Asfadec ha traído a flote una realidad terrible de nuestro país, que nunca
nadie ha afrontado y que tampoco se ha llegado a contabilizar los desaparecidos
como ahora. El fenómeno de la Desaparición es una realidad que ha salido a flote
por Asfadec, a su esfuerzo, trabajo constante, plantones, marchas. Aunque sean tres
o cuatro, que han realizado este trabajo encomiable, han puesto los puntos sobre las
ies, y han alertado a la sociedad sobre una problemática social súper fuerte y grave,
a pesar de los esfuerzos de varias instituciones como la Defensoría del Pueblo de
destruir a ASFADEC y dividir a sus integrantes.
Los compromisos presidenciales no se han cumplido, además se ha manipulado y ha
tergiversado la situación, así Correa se transforma, a suerte de ejemplo, en el gran
padre, ese que se divorcia, y cada sábado o domingo llena a sus hijos de cosas
materiales a cambio del amor, cuidado y protección que les está negando. Así es
Correa, intentó llenar a los familiares de los desaparecidos con dádivas, como el
bono, trabajo, la limosna, atención psicológica, médica, a cambio de reconocer su
apertura y estar callados. Los familiares y amigos de las personas desaparecidas que
conformamos Asfadec no hemos pedido o aceptado nada de esto, porque no es
nuestro objetivo pedir nada más que el gobierno cumpla con sus obligaciones. El
objetivo de Asfadec es que si no encontramos a nuestros desaparecidos vivos o
muertos, al menos quede una ruta establecida, protocolos y procedimiento creados
para evitar que estos hechos sigan sucediendo. Nosotros, ASFADEC, no solamente
trabajamos por nuestros desaparecidos, sino, por todos, inclusive a futuro. Eso el
Gobierno no reconoce, las otras Asociaciones no lo reconocen tampoco y se sienten
felices con lo material recibido por parte del gobierno, aunque sus familiares sigan
en el olvido, sin regresar a sus hogares. Nuestro objetivo también es buscarlos,
aportar para que el gobierno genere políticas públicas, que permitan encontrar a
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nuestros seres, que no están con nosotros, que nos hacen falta, que ellos y nosotros
continuemos con nuestros proyectos de vida, mismos que quedaron truncados con
su desaparición. El hecho que vaya gente a las reuniones con el presidente y
reconozca lo que el gobierno les ha dado y que ASFADEC a su vez reconozca la
apertura del gobierno para atendernos, no deja de evidenciarse también que el tema
de las desapariciones ha sido manejado sin criterio científico y técnico, que las
capacidades instaladas en el aparato gubernamental no son las que se requieren y son
demasiado elementales, ya que por ejemplo en el caso de mi hermano, ha pasado
más de cuatro años, y ni siquiera una sola hipótesis ha sido evacuada. Me queda
también la impresión, que los familiares, aquellos, cuales niños con juguete nuevo
vendieron la memoria de su desaparecido por un bienestar material, sucumbieron a
un gobierno manipulador que los calló con un pan. Nosotros, ASFADEC no nos
rendimos!!!!
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STEPHANY CAROLINA
GARZÓN ARDILA29 22 años, joven colombiana, artista, fotógrafa y
estudiante de Educación Artística por la Universidad
Distrital Francisco José de Caldas, Bogotá. Llegó a
Ecuador al concierto de Manu Chao y calle 13 en el
estadio Olímpico Atahualpa.
Desapareció el 28 de abril de 2012 en el sector de
Paluco, Monjas, Quito-Ecuador.
Mi nombre es Alix Mery Ardila, nací
en Bogotá, Colombia. Soy Madre de Stephany Carolina Garzón Ardila, joven
colombiana, artista, militante y estudiante de la carrera de Educación Artística
por la Universidad Distrital Francisco José de Caldas de Bogotá, Colombia. En mi
país también se desempeñaba como reportera del periódico El Macarenazo, de la
misma Universidad, militante del Partido Socialista de los Trabajadores (PST),
dirigente de la Unidad Estudiantil (UNES), activista de la Mesa Amplia Nacional
Estudiantil (MANE) y de la coordinadora de solidaridad con los sectores en
Conflicto. Mi hija es la cuarta vez que viaja al Ecuador porque ella se enamoró de
este país. Le encanta su gente, su cultura y le gusta conocer, recorrer países. Siempre
viajaba con sus papeles en regla. Ella me decía que quiere conocer el mundo entero,
que quiere viajar. Ella me decía que quiere conocer gente, otras culturas También
estaba preparando su tesis para el grado. Ella estaba recolectando folletos de teatros,
de artistas para preparar su tesis, además de conocer otras culturas. Mi hija
desapareció cuando tenía 22 años. La denuncia de su desaparición se presentó el 2
de enero, eso es después de 6 días. Porque mi hija ha desaparecido el día 28 pero
recién nos avisan hasta el día 1 de mayo a las 17h00. Eso me parece inaudito. Es más
podían hacer la búsqueda alrededor de donde vivía con sus amigos, pero ellos no
hicieron eso.
No fue fácil iniciar con el proceso de denuncia porque al cabo asignado a la
investigación a mi hermana le tocó rogarle para que este vaya hasta la casa a
reconocer el sitio. Ya en ese lugar había tomado algunas fotos. Mi hermana también
le había pedido que le acompañara a recorrer el sitio y conversar con las personas,
pero el cabo había dicho que no porque tiene otro caso, y que ese caso era de una
niña que el papá la tenía localizada, pero que quería saber con quién estaba y qué
estaba haciendo. Y el cabo había dicho el señor me paga por eso.
La fiscalía de Colombia vino. Participó en el proceso de investigación (vino la de
Pasto) pero por presión que nosotros hicimos, porque exigimos que apoyen en la
investigación. Pero la respuesta que dieron fue la misma que dio la Fiscalía
ecuatoriana, que el río se la llevó. Es investigación apenas duró tres días. Ante eso
digo, si se la llevó el río deben entregarnos el cuerpo, si no hay cuerpo entonces a
Carolina no se la el río, no tenía necesidad de bajar al río. Porque si mi hija hubiese
querido ver el río bien lo podía haber hecho desde la parte alta o desde un lugar
cercano, pero no necesariamente ir hasta el río. Es más hay otro lugar desde donde
se ve claramente el río. Pero la Fiscal dice que Carolina se sacó el saco y que fue
tomar el sol junto al río. Pero no me parece lógico porque en Ecuador hay muchas
playas como para ir a tomar el sol junto a unas aguas putrefactas, porque esa agua de
29 Entrevista realizada en el programa, Ayúdanos a encontrarlos (21-05-2014), por: www.rayuelaradio.com
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seguro debe tener una cantidad de bacterias que pueden provocar infecciones de todo
tipo, y en esos días el agua según el Inamhi30 había subido por lo menos un metro en
el río. Mi hija medía 1.52 eso significa que el agua le llegaba a la cintura. Es más
dicen que la vieron con un perro, además los dueños de ese perrito dicen que el
animalito llora cerca del río, porque no le gusta el agua. La dueña del perrito dice
que si bajo, el perrito no hubiese cruzado el río. Y hay que tomar en cuenta que el
perro es grande, entonces si se trataba de cruzar el río o pasa el perro o pasa mi hija,
pero imposible los dos juntos, porque el agua se los lleva a los dos.
Ni la fiscalía de Colombia ni la de Ecuador tomaron en cuenta el saco y dos testigos
que fueron los últimos que vieron a mi hija. Uno de los testigos ve a la distancia al
perro y lo ve con una persona, pero no alcanza distinguir si es hombre o mujer, pero
yo pienso que si yo veo a alguien con un perro a la distancia sí puedo distinguir si es
hombre o mujer. Para mi familia ese testigo no es veraz. El otro testigo también la
ve, pero tiene igual que el anterior algunas contradicciones. La última versión que
dio esta persona dice que la vio alejándose del río y subiendo por un camino que
lleva a la ruta principal. Primero dice que le ve de hombros para arriba y lo raro es
que dice que va con un perro, ¿pero si ve a mi hija de hombros para arriba como va
a ver al perro? Y que va con una blusa blanca, pero mi hija no tenía blusas blancas,
dice que la ve tal cual las fotos de los afiches que pegamos en las paredes y postes.
Pero esas mismas fotos son como están en el pasaporte con el cabello largo, pero
Carolina se había cortado el cabello en esos días. De eso sí hay testigos porque una
chica me dijo, yo la vio dos o tres días antes y tenía el cabello rapado. Pero la Fiscalía
tomó en cuenta la versión de este señor cuando dice que Carolina tenía la apariencia
igual a la de la fotografía de los postes. Esas son pruebas que no han tomado en
cuenta.
El tema del saco tampoco se ha tomado en cuenta, porque estuvo ocho días a la
intemperie y en su interior, en el bolsillo con una servilleta que estaba en perfecto
estado. Esas pruebas deberían tomarse en cuenta.
Durante todo este tiempo nosotros hemos seguido luchando, ahora ya son tres meses
que la investigación no tiene Fiscal. Hemos presionado porque consideramos que es
un deber del Estado dar respuestas, decirnos que pasó con mi hija y también por las
otras personas desaparecidas. Ante esa actitud exigimos que se haga una verdadera
y exhaustiva investigación.
Otra prueba que no se ha tomado en cuenta es la computadora de mi hija, porque el
día que desapareció, abrieron el computador de Carolina. Eso no tiene lógica porque
si estaba como dicen, en el río, ¿al mismo tiempo estaba en la computadora? Como
en media hora ella estuvo en tres lugares. Si tomamos en cuenta para ir al río se
demora por lo menos 15 minutos ¿Cómo pudo hacerlo?
Los compañeros (dos colombianos y una argentina). La argentina salió de la casa en
esos días y la misma semana salió de Ecuador. La otra argentina estuvo con mi
hermana y mi otra hija colaborando en la investigación, igual los dos colombianos.
Pero yo digo que la principal búsqueda debió hacerse de forma inmediata cuando
desapareció. Y más aún por el sector donde ella estuvo. Por eso pienso que no hubo
el suficiente apoyo de ellos, porque esperaron hasta el cuarto día para avisarnos. Y
es raro porque cuando preguntamos si Carolina se quedaba por fuera de la casa, ellos
dijeron que no, que mi hija siempre llegaba a dormir. Yo digo, pero entonces por qué
no se alarmaron para iniciar la búsqueda, avisar a la familia.
30 Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi)
107
Como familia consideramos que mientras no nos entreguen a Carolina, un cuerpo
inerte. Es duro decir esto, pero los restos, y mientras eso no pase, nosotros seguimos
diciendo Carolina está viva, pero no sabemos en dónde. Y esa es la exigencia, que
aceleren la búsqueda, la investigación, para dar con el paradero de mi hija. Hasta el
momento nosotros no aceptamos y no vamos a aceptar que nuestra Carolina esté
muerta. Por eso pedimos que la Fiscalía se apersone del caso, yo como madre, me
he visto en la obligación de llegar acá para seguir presionando. Vengo a reclamar a
las instituciones y al mismo estado que mi hija desapareció con vida y con vida la
quiero de regreso. No me importa el resto, he venido con los escasos recursos que
me quedan, porque desde el primero momento que supimos que desapareció como
familiares nos hemos movilizado acá. En el país también está el padre de mi hija que
ya lleva año y medio de la búsqueda y es complicado porque debemos ver cómo
hacer para sacar y pagar la estadía de él, alimentación, transporte, todo eso. Pero
ahora él se tiene que regresar porque está mal de salud. Está muy enfermo debido a
todo esto. Y me quedo yo en vez de él.
En Colombia hemos hecho plantones cada ocho días en la embajada de Ecuador y
en la cancillería de Colombia. En esos actos hemos recibido el apoyo de los
compañeros y amigos de Carolina. Ellos y ellas han estado muy pendientes de qué
pasa con mi hija.
108
JULIANA LIZBETH
CAMPOVERDE RODRÍGUEZ
19 años, comerciante y estudiante inscrita en la Facultad de
Ciencias Biológicas de la Universidad Católica. Tenía un
CENTRO NATURISTA DE SALUD INTEGRAL, en el barrio
Biloxi, de la parroquia La Mena, al sur de Quito. Av. Ajaví y
Sozoranga.
Desapareció el sábado 7 de julio de 2012, en el sector Biloxi,
parroquia La Mena, cantón Quito, provincia de Pichincha, entre
las 09h00 y 09h15.
Mi nombre es, Noemí Elizabeth Rodríguez Martínez, nací en Zamora el 21 de
octubre 1975, soy mamá de Juliana Lizbeth Campoverde Rodríguez,
comerciante y estudiante. Mi hija desapareció día sábado 7 de julio, un día fue
muy trágico para nosotros, porque mi hija tenía su negocio y siempre. Siempre salía
primero que yo, pero ese día -algo me anunciaba, que debía salir con ella, me vestí
pronto y salimos de la casa, del Conjunto Terrazas del Pichincha, barrio la Biloxi,
parroquia La Mena. Bajamos caminando y conversando -porque desde donde
vivimos, hay que caminar unos diez minutos para llegar a la avenida principal. Ahí,
en la avenida Mariscal Sucre y Ajaví, yo tenía que tomar el bus para ir a mi trabajo,
y ella solo debía caminar 5 cuadras para llegar a su negocio. Eran las nueve de la
mañana, y como siempre me pidió la bendición y se despidió con un fuerte abrazo y
un beso en la frente, y me dijo, nos vemos más tarde mamita.
-Sentí un vacío cuando ella se fue, tomé el bus y llegué a mi negocio, 15 minutos
después aproximadamente (09h15), me llamó mi esposo, y me dijo, estoy esperando
a July, pero no llega, tengo que retirar un dinero -Él en ese entonces trabajaba fuera
de la ciudad y necesitaba el dinero para el viaje. Le dije, hace 15 minutos me despedí
de ella -fue una sorpresa prácticamente, y me preguntó si July está con Janik, su
hermano pequeño –a ella le gustaba estar con él y mi hijo con ella, pero como ese
día salía con su enamorado no lo llevo. Mi esposo me dice, le llamé al teléfono, y
solo escuché como que niños jugueteaban, y una voz de un señor que les decía, dejen
ese teléfono que no es de ustedes. Le dije, déjame llamarle, a ver si me contesta a
mí, pero no contesto, iba directo la llamada al buzón de mensajes -llamada tras
llamada pero nunca me contestaron. Llame y le pregunté a Fabián, su enamorado, y
me dijo, estoy al Norte de Quito, pero en la tarde usted sabe que vamos a salir, le
dije sí, pero pensé que de pronto se encontraron por ahí, era mi única esperanza, que
estuviera contigo le dije yo.
Entonces -me dije, que raro mi hija nunca suele irse a ningún lado sin mi permiso,
peor aún salir con amigos sin avisarme, pero ¿con quién y a dónde? -nunca hacía
eso. Mi esposo le empezó a buscar por el sector más, pero nada, fue a una casa de
una pareja de recién casados, que eran amigos de mi hija, pero nada; llegó la una de
la tarde a mi negocio y me preguntó con quién nos habíamos encontrado por la
mañana , cuando bajábamos de casa le dije con el pastor de jóvenes de la iglesia y
luego lo empezó a llamar por teléfono y nunca contesto le insistió las llamadas pero
nunca respondió, el teléfono del pastor también nos enviaba al buzón, mientras tanto
yo llamaba a toda mi familia, para comentarles lo sucedido -porque yo conozco a mi
hija como es y sabía que ella jamás se iba a ningún lado sin avisarme. Entonces llamé
a la policía (13h00) les dije, que me ayudaran, porque mi hija no llegó al trabajo, que
109
nunca se iba a ningún lado sin avisarnos -y lo primero que me contestaron fue, que
se debe haber ido de farra, o deber estado embarazada por eso se fue y ya ha de
llegar, espérele no más, si no llega en 48 horas puede poner la denuncia, también
me dijeron, se ha de ver ido con el enamorado, así tan fríamente. Yo lo les contesté,
que por dios ayúdenme mi hija no se ha ido con el enamorado, y no se ha ido de
farra a ningún momento, mi hija corre peligro -yo me desesperaba y empecé llamar
a los hospitales, a todos lados pero nadie me daba respuesta.
Llegó la noche y empezamos a salir a buscarla -de pronto hubo algún accidente de
tránsito y no la identificaron, pero me dije, mi hija tenía todos sus documentos, su
cédula, sus papeles. Eso se me pasaba por la cabeza, pero no había lógica, mi esposo
pasó por ahí y no hubo huellas de nada en la calle. Sin embargo, miles de cosas se
me cruzaban por mi cabeza.
Los policías me había dicho que debo esperar 48 horas para recién poner la denuncia,
y yo les dije, ¡por dios, que le puede pasar a mi hija! Y me dijeron, señora tranquila
porque se preocupa tanto, les respondí, ¡porque es mi hija me preocupo! Mi hija no
se fue con el enamorado. Volvieron a decirme, si ahora los jóvenes se van de farra,
enojada repliqué, estamos hablando de mi hija, no de su hija. No pudo irse así porque
sí, algo malo le está pasando.
La siguiente noche, todo igual. Le llamé. Fui a casa, y busqué de pronto una nota,
pero todo estaba igual, solo mi hija no llegaba. En la mañana lo primero que hicimos
ni bien amaneció (domingo), fue ir al negocio de July -a ver de pronto si
encontrábamos alguna pista. Abrimos la puerta, sin embargo, todo estaba intacto, tal
cual había dejado el día viernes el local, incluso estaba todo el dinero de la venta. En
ese momento fui a poner la denuncia en la PJ -pensé que no era tan difícil. No me
importó que no cumplía las 48 horas -no me importó. Yo fui y les dije -necesito saber
de mi hija, y otra vez el mismo discurso, repitieron, que mi hija se ha de ver ido con
el enamorado -y les contesté, ¡aquí está el enamorado! -porque el enamorado ya
andaba conmigo en la mañana, buscando, ayudándonos a buscar, ¡no está el
enamorado! -de pronto no tenía otro, dijeron. Mi hija no tenía, el único enamorado
era él. Les pedí de favor que me ayudaran que la vida de mi hija corría peligro -hasta
me tocó implorar que me ayudaran, y dijeron, si le ayudamos a poner la denuncia,
señora, podría incluso perder el puesto, pero de todos modos déjeme hablar con el
Coronel –hablaron con tantas personas, hasta que por fin asentaron la denuncia -pero
igual no sirvió de nada, porque me dijeron que recién el lunes (9 de julio) podía ir a
la fiscalía a que me asignen un fiscal.
Mientras tanto nosotros fuimos -nos acercamos al canal 4, talvez a que me hicieran
una entrevista, y decir que mi hija está desaparecida, pero me dijeron que no era
posible. La única forma, fue hacer volantes y pegar -eso fue lo peor para mí (se
quiebra la voz). Coger y empezar a pegar los volantes que decían, que mi hija está
desaparecida -yo no aceptaba. Ahí vi que en esa avenida había un ojo de águila, una
cámara, entonces, les dije a mi familia, me voy al regimiento Quito -a ver si es que
puedo ver algo -era las 4 de la tarde. En ese lugar me dijeron que solo podía pasar
yo -mi familia se quedó esperando afuera, pero, no me podía concentrar, me dijeron
mire -es más, ni se dignaron en a decirme, sabe que esa es la avenida, de pronto
pueden estar por aquí ustedes, me avisan si es que se ven ustedes, usted con su hija
-estaba ofuscada no había dormido toda la noche –todas las imágenes parecían ser
mi hija.
-Voy a hacer una pausa y contarles.
Nosotros en el año 2005 o 2002, no recuerdo exactamente, empezamos a asistir a
una iglesia evangélica -mi hija y yo, Juliana tenía 10 años cuando empezamos a ir, y
asistimos por 10 años a esa iglesia, que estaba dirigida por la familia del pastor
110
(mamá, papá tres hijos y una hija) -supuestamente todos eran pastores. Ahí, mi hija
pertenecía al grupo de la Alabanza de esa iglesia -le encantaba la música, por eso
cuando mi hija terminó la secundaria, lo que más quería era ir a estudiar en Argentina
una especialización en música.
Juliana estudió desde cuarto curso con la hija del Pastor, en el colegio de las
Betlemitas, un colegio al Sur de Quito, por la Magdalena, más o menos –incluso, se
llevaban muy bien, aparentemente hasta que hubo un problema -la hija de este pastor
quedó embarazada, y en su familia no aceptaban eso -cómo así siendo la hija de los
pastores sin casarse, queda embarazada. Desde ahí como que empezaron a verle raro
a mi hija –eso me contaba July, yo le decía, no les hagas caso, entonces, tuvimos una
reunión -me llamó el pastor principal, y nos dijo, que han llamado a las personas de
más confianza para decir que la hija ha quedado embarazada sin casarse, él nos decía
que la otra gente talvez no entienda, que cómo siendo la hija del pastor comete esos
errores, de qué palabra estamos hablando, les dije que debería hablar con todos,
mientras tanto pensaba –bueno, no tengo porque escuchar esto.
Llegué a la casa, le comenté a mi hija eso, y le dije, no sé porque fui a esa reunión.
Desde ese momento a mi hija todo le andaban mirando, no podía tener enamorado,
le decían que si tiene enamorado tenía que esperar a que cumpliera 18 años, y así -
eso a mí no gustaba. No me gustaba que se metieran en la vida de mi hija. Yo le
decía, lo bueno es que te vas a ir, y ahí nadie te va a presionar, ni van a decirte nada.
Pasó el tiempo, sin embargo, en ese lugar, todo lo que hacíamos o íbamos a hacer
debíamos antes consultar con estos pastores. En 2011, ella ya se había graduado.
Tuvimos una reunión con los pastores para contarles, que mi hija iba a salir del país
–como dije, todo teníamos que contarles, que si poníamos un negocio, si no lo
poníamos; si poníamos diezmos, si no lo poníamos por qué no lo hacíamos; Y si
acaso un domingo no íbamos a la iglesia, preguntaban por qué no íbamos -mucha
presión, pero para que no digamos eso, nos enseñaron, que supuestamente la palabra
de Dios decía eso, que teníamos que ser obedientes a lo que diga el pastor. Le conté
al pastor que mi hija tenía un viaje a Argentina -pero vi que no les gustó.
En noviembre de 2011 mi hija empezó a hacer los trámites para irse -ya tenía mayoría
de edad.
Un día me contó que le han mandado una solicitud a su cuenta de Facebook -un
supuesto psicólogo pastor, venezolano, Juan Solano, y como mi hija vio que decía
pastor y psicólogo, y para ella la palabra de un pastor era como palabra de dios,
aceptó esa solicitud. Supuestamente ese pastor vivía en Quito, y empezaron a chatear
por Facebook, hasta que un día –el supuesto pastor, le dijo a mi hija, sabes, dios me
reveló que debes casarte con el hijo del pastor de tu iglesia, y si quieres ve y pregunta
al pastor de jóvenes –que no era el hijo mayor del pastor principal de la iglesia a la
que asistíamos. Mi hija fue y preguntó, y este señor le dijo que le deje orar por una
semana para ver que le revela dios a él. Y en efecto dios supuestamente le reveló, y
le dijo que debe casarse con su hermano, que es verdad, y que si ese Pastor -de quien
se hizo amiga, le dijo eso, tiene que casarse con …… (No quiero que pongan su
nombre). Además, le dijo -déjame orar, para ver si es que Dios a mí también me
revela eso.
Mi hija esperó, a ver que le revelaba Dios al pastor.
Un día llega asustada, y me dice, mami ni sabes -si te conté que me había hecho
amiga de un pastor, él que me envió la solicitud. July me contó que este pastor le
había dicho que debe casarse con el hermano menor pastor de jóvenes de la iglesia,
y yo, dije ¿Qué? -Y siguió, dijo: me pidió que si quería consulte con el pastor de
111
jóvenes, y él, me dijo que sí, que debo casarme, porque dios le ha revelado a él
también eso. Le había dicho a July, debes casarte con mi hermano menor (28 años).
Yo le dije, ¡no! -Ni siquiera yo puedo escogerte un esposo, peor ellos. ¡Nos salimos
de esa iglesia!. Salimos de esa iglesia -al mes y medio que salimos de esa iglesia mi
hija desapareció. Nunca imaginé que ellos estuvieran como presuntos sospechosos –
su actitud dio a notar eso, cuando estuvimos en el Regimiento Quito, mi hermana
llamó al Pastor para contarle y preguntar si sabe algo sobre la desaparición de July,
este señor le había dicho, era obvio que tenía que desaparecer, eso les pasa por
desobedientes y por irse de la iglesia -así tan frío igual que la policía. Se supone que
una iglesia ayuda, estuvimos 10 años -tanto tiempo que estuvimos ahí. Pero no
recibimos ayuda de su parte.
Por diez años, dimos los diezmos, luego, incluso mi hija lo hacía. Mi hermana por
teléfono le había dicho, ahorita estamos yendo al regimiento Quito -escuchó que
estamos yendo allá, y corriendo ha ido, -mientras yo trataba de ver en las pantallas,
ese señor es que estaba como loco afuera, ha estado con una actitud como que -ojala
que no vean, y por último mi hermana le ha dicho ¿qué le pasa a usted? Y él ha
respondido – sí es que ustedes piensan que soy yo, pueden meterme preso.
-Nadie lo estaba juzgando.
Fue muy raro, y de ahí dijo, bueno -porque no le buscan en frontera con Perú o
Colombia, o primero váyanse a Ambato o a Cuenca, -por qué nos daba sitios él.
Llegó lunes y la Fiscal me asignó un Agente, pero en ese momento no ha había
estado, así que quedamos en encontrarnos en el Centro Comercial Atahualpa, al sur
de Quito, a la una de la tarde. Ya en el lugar, mientras conversaba con mi hermana
sobre la actitud de este Pastor, y esperábamos al agente, recibió una llamada y había
sido este Pastor, le había dicho, -sabe que Margothcita, he orado tanto, que en 20
minutos aproximadamente van a tener respuesta de Juliana, -Yo me quedé
sorprendida, no pasaron ni 20 ni 10 minutos y me llegó una mensaje a mi teléfono,
del número de mi hija, que decía, -estoy bien, estoy en Cuenca, en cuanto sepa la
dirección les aviso, no tengo internet. Yo le dije a mi hermana, -segurito más tarde,
ponen algo en el Facebook, tendremos cuidado, le dije a mi hermana, enseguida
empezamos a llamar al número, ahora si timbraba, pero no contestaron, y al rato,
apagaron.
Llegó el agente, -y de la desesperación mía, ni saludé, ni me presenté, solo le dije, -
me llegó este mensaje, él lo leyó y nos dijo, -pero dice que está bien, y que está en
Cuenca, además cuando sepa la dirección les avisa, ¡pero está clarito! Dijo también,
escríbanle, pongan, la policía está de tras de ella, mi hermana puso eso y lo envió.
Se acabaron los mensajes. Ahora pienso que en lugar decir eso, debía haber dicho, -
veamos de donde sale esta llamada o hagamos cruces de llamadas, o sea -donde
queda la antena, de ubicación del lugar, una especie de triangulación, pero nada.
El agente empezó a tomar mi versión, y como no habíamos comido nada en todo el
día, el papá de mi hija, nos dijo vamos a comer algo, -eran las 4 de la tarde. En ese
momento me llama la hija del pastor y me dice, señora Elizabeth, señora Elizabeth,
Juliana ha puesto un estado en el Facebook, ha puesto, -gracias amigos por sus
preocupaciones, tomé mis propias decisiones, y quiero que las respeten, no se metan
en mi vida. Yo le dije, ¡no es mi hija, no es mi hija! –yo gritaba, no es mi hija, la que
escribe eso, no es mi hija, y dijo, -bueno solo te digo no más, y me colgó.
¿Por qué todo salía de ellos? -Eran tantas preguntas.
Ya eran las cinco de la tarde y empecé otra vez a buscarla. En casa, en su cuarto,
buscaba cosas, -algo que me ayude a entender, y encendimos la computadora de
Juliana, se supone que ahí estaba la clave para entrar a su cuenta de Facebook,
112
entramos y ya nos habían cambiado la clave. Desde otra cuenta buscábamos el
nombre de este supuesto pastor Juan Solano de la red social, -pero ya no existía esa
cuenta, la cerraron. En ese momento, el enamorado de mi hija dijo, tengo un amigo
que nos puede ayudar a sacar información desde la cuenta de Facebook, y le pedimos
sacar todita la información que este supuesto pastor, Juan Solano le había escrito a
mi hija, y entonces vimos cómo le había estado manipulando -aunque eso no entró
en el proceso de investigación.
Con esos detalles, empezamos a comparar, palabra tras palabra, de este señor con el
pastor de la iglesia, -eran tan idénticas. Después, con lo rescatado, fuimos a la fiscalía
para dar la información recuperada, lo bueno fue que hubo gente, -sobre todo amigos
del enamorado de mi hija, que fueron a apoyarnos. Ellos nos dijeron, que grabemos
la información, porque puede que nuevamente hackeen la cuenta, y en realidad, no
pasaron ni dos días y la hackearon nuevamente. -Y como este pastor era Ingeniero
Informático. Ya ahí, la Fiscal nos dijo, -y qué quieren que haga yo con esto, y yo le
dije, -como qué quieren, que investigue, les estamos trayendo pistas, de quienes
pueden ser; necesito que llamen a versionar a todos estos pastores.
-Yo también empecé a ser muy dura, porque ellos también eran muy duros conmigo.
Ahora como ellos me decían yo les respondía,
Esto debe estar notariado, dijo la Fiscal, hagan lo que sea, dije, pero tienen que buscar
a mi hija, mi hija no está bien. Ella ofreció gestionar cuatro agentes más a través de
la Fiscalía General. Acto seguido, fuimos con el informático para que investigue la
dirección IP de donde salió el mensaje, que escribieron de la cuenta de mi hija. -Eso
fue 10 o 11 de julio de 2012, -todo estaba tan fresco, eran días, si realmente ellos
investigaban, podíamos haber encontrado a mi hija. Entregué el CD, les dije que
revisen, -que vean quien le viene manipulando desde el 2011 a mi hija. -Hasta el
último mensaje, -le puso un texto bíblico, -Proverbios 1 del 24 al 30, y mi hija le ha
respondido, -yo no me voy a casar, en todo caso, que me pase lo que tenga que
pasarme.
Proverbios 1 del 24 al 30
24 Porque he llamado, y ustedes siguen rehusando; he extendido la mano, pero no
hay nadie que preste atención, 25 y ustedes siguen descuidando todo mi consejo, y
mi censura no han aceptado; 26 yo también, por mi parte, me reiré del propio desastre
de ustedes, me mofaré cuando venga lo qye los llena de pavor, 27 cuando lo que los
llena de pavor venga justamente como una tempestad, y el propio desastre de ustedes
llegue aquí justamente como un viento de tempestad, cuando la angustia y los
tiempos difíciles les sobrevengan. 28 En aquel tiempo ellos seguirán llamándome,
pero yo no responderé; seguirán buscándome, pero no me hallarán, 29 por razón de
que odiaron el conocimiento, y no escogieron el temor de Jehová. 30 No consintieron
en mi consejo; mostraron falta de respeto a toda mi censura.
(PROVERBIOS, 1987: 828-829)
El texto bíblico, era amenazante. Cuando entregué el disco, la información, el agente
encargado del caso me dijo -yo también soy cristiano, voy a investigar, y de paso,
voy a investigar a mi pastor; y le dije, –pero qué tiene que ver su pastor con la
desaparición de mi hija, para qué le va investigar a su pastor. -Todo eso era
desesperante. Al siguiente día la Fiscal, nos dijo, –sabe que, sí vamos a llamar a
rendir versiones a estos pastores, pero sabe que yo también soy cristiana, -tome esta
hojita y vaya a esta iglesia. Yo solo necesito que encuentren a mi hija, -no necesito
ahorita ir a una iglesia. Estoy clamando a Dios para que aparezca mi hija, pero no
me venga con eso yo necesito encontrar a mi hija. Y la Fiscal dijo, talvez su hija está
con el enamorado, se pudo ir con él, de pronto haya estado embarazada y usted no
113
se dio cuenta. Yo le dije, ¡Mi hija no se ha escapó con el enamorado, tampoco está
embarazada!
-Pero su hija ha de estar con algún otro. Además, no dice que escribió un mensaje en
el que dice que está bien en Cuenca.
Ustedes están para que investiguen de dónde salen los mensajes, la antena de
ubicación, de dónde sale ese mensaje, la dirección IP. ¡Qué es lo que está pasando
con mi hija! Sabe que señora, dijo la Fiscal, -vaya, piense a la casa, yo le entiendo
porque es mamá y está desesperada, pero de pronto su hija está bien. ¡No hicieron
nada! Ahora sé, los primeros días eran estratégicos para dar con el paradero de mi
hija. Cuando llamaron a versionar a los sospechosos no me permitieron estar ahí,
presente. Nos sacaron con todo y abogado, justificando que debíamos haber
presentado un escrito antes de la versión, Yo les dije, -pero si presentamos antes de
la versión, que no, dijo la Fiscal, -No está presentando, todavía vienen más bravos,
se me van, se me van, y nos mandó sacando.
Mientras salíamos el abogado dijo, en delante de toditos los que estaban, ¡se nota
clarito que esta Fiscal está pagada! El pastor que estaba presente ahí con toda su
familia, porque iban a versionar, -saltó del asiento, y sacándose la camisa, gritó, -
cómo que pagada la Fiscal, cómo es eso, y quería lanzarse a agredir a al abogado, -
todo se veía más claro. Eran ellos. Salimos y no nos quedó más que sentarnos en el
parque El Ejido, y solo mirar al cielo y pedir justicia divina, -realmente pedir justica
divina.
Al siguiente día, fuimos a ver qué dijeron en la versión los supuestos pastores, -Ellos,
ellas, habían hablado muy mal de mi hija, habían dicho, incluso, que se drogaba,
¡todo eso era mentira! La fiscal, solo dijo, –ya ve.
¡Todo era un caos!
Después de ocho días, de la versión de estas personas, el pastor de jóvenes, hijo del
señor que quiso agredir al abogado, fue a la Fiscalía y pidió que se le tome una
versión libre y voluntaria, -no ni eso he sabido. El agente había estado preguntando
y preguntando hasta que este pastor acepta que el conversaba por Facebook con mi
hija, y encima que se hacía pasar por el pastor, psicólogo venezolano. Ahí, él ha
dicho, que Juliana, el lunes 9 de julio a las 4 de la tarde, se había acercado a su
trabajo, en el Instituto de la Meritocracia, para pedirle que le facilite usar un
computador, y que supuestamente, ella desde ahí envió el mensaje. Claro como
nosotros ya habíamos pedido por escrito la dirección IP del computador de donde
salió ese mensaje, él se adelantó a versionar porque sabía que el resultado iba a salir
que el mensaje fue enviado desde su computador.
Al parecer, este supuesto pastor, escuchó lo que yo decía a los medios. Decíamos
que habíamos pedido una dirección IP, de ahí empezaron a llamarme algunas
personas de esta iglesia, y una en especial que me dijo que trabajaba en algún
ministerio, -voy a obviar el nombre, quien me dijo, -deme el número de expediente
y yo le voy a ayudar, pero en total ha sido para ayudarles a ellos, para mantenerles
informados, sobre lo que usted está pidiendo en el proceso de investigación a la
Fiscal.
-Yo en mi desesperación cogí y di el número de expediente, pensando que me iba a
ayudar, pero total todo fue para ellos
Después de dos años nos entregaron la dirección IP y exactamente el mensaje salió
del computador de él. Ahí, en ese instituto hay cámaras, y nada, menos en el
cuaderno de registro, ella nunca había estado en ese lugar. Al final este supuesto
pastor venezolano, solo fue una invención del pastor de jóvenes para manipular y
114
que mi hija se case con el hermano. Los fiscales, ya tenían conocimiento de eso, de
la amenazas a través de los versículos de la biblia, pero no hicieron nada. Tuvo que
pasar dos años y medios y recién hicieron el allanamiento, -Eso yo les pedía que
mucho tiempo atrás. Y eso se hizo, porque la doctora María Espinosa ya era mi
abogada y empezó a presionar y exigir respuestas en la investigación, porque hasta
ese momento, el caso de mi hija, ya iba pasando por siete fiscales y todos, -decían
no ellos no son, ellos son pastores y además se los ve bien buenos. Eso me repitieron
hasta el año 2014.
La abogada ya fue contratada, empezaron las investigaciones reales, como se quería,
-porque anteriormente habíamos pagado como cuatro abogados, y ninguno
presentaba ni siquiera un escrito, cuando lo único que hacían era cobrarnos, nada
más.
Se hizo el allanamiento, se encontraron más pruebas. Se hizo la reconstrucción de
los hechos del día que Juliana bajo conmigo, y que por “casualidad encontramos” a
este pastor, -por donde nosotros siempre caminábamos, y nunca antes lo vimos, -eso
me pareció raro. En ese momento de la investigación también hubo contradicciones,
por ejemplo, cuando preguntaba la Fiscal, -porque para ese entonces era la Doc.
Laura Machuca, que también apoyó muchísimo en la investigación, (la única, por
ella se avanzó muchísimo).
La reconstrucción se hizo a los tres años en el Instituto de la Meritocracia, porque
supuestamente mi hija había ido ahí, -igual hubo muchas contradicciones, después
de dos o tres años y medio, hicieron una búsqueda, por el puente 7, en una quebrada,
hoy no recuerdo el nombre. En ese lugar la Fiscal, Paola Solís, dijo –Juliana, no está
aquí, -- lo dijo con tanta frialdad y firmeza. -La nueva Fiscal era ya la número nueve,
y yo le dije, -entonces qué hacemos por aquí, después de tres años, y todavía por la
quebrada, como que mi hija va a estar por las orillas.
El barrido se fue a hacer allá dijo la Fiscal, porque el padre de este pastor trabajaba
o trabaja en la empresa eléctrica, por Guangopolo, -solo fue para perder el tiempo,
nada más pasó con esta Fiscal. Después vino el doctor Jorge Flores, el nuevo Fiscal,
el número 10 para ser precisa.
En el allanamiento, incautaron computadoras, celulares, -sobre todo la computadora
de este pastor de jóvenes, -él se desistió en dar su computadora, había dicho, -todo
se pueden llevar, menos ese computador, y de ahí salieron algunas pruebas más, -
pornografía videos de chicas de la propia iglesia, y otras cosas que se encuentras en
el expediente.
Antes que desaparezca July, para mi vida todo era normal, en esos momentos fue
cuando, Carolina Garzón desapareció, -es más, yo vi una entrevista que le hicieron
al señor Walter Garzón, -tengo tan claro como él explicaba la desaparición de su
hija, -a mí realmente me dolió mucho, y me pregunté cómo las chicas desaparecen,
-me preocupé mucho, sin imaginarme que mi hija, desaparecería después de dos
meses aproximadamente. Yo sí lloré, me senté, -porque en ese momento estaba
tendiendo mi cama, y dije, dios mío porque desapareció la chica. Sin conocerla, sin
nada, pero eso me llegó, ahí yo ya sabía quién era Walter Garzón.
Un cierto día, nosotros hicimos un plantón por Juliana, fue el jueves 16 de agosto
del 2012, a las 4 de la tarde, y fue muchísima gente, igual entregamos volantes. En
ese plantón, él había estado, pero no se presentó, eso me contó después. En los días
siguientes, nosotros seguimos pegando afiches, - por donde más podíamos. Walter
se contactó conmigo y me dijo que estaban formando una Asociación, y me preguntó
si quería formar parte, -quedamos en encontrarnos, justo en el Ministerio de Justica.
115
En ese lugar hicimos un escrito y lo entregamos, -ahí le conocí al señor Telmo
Pacheco, a Luis Sigcho, y a él. Éramos ya cuatro, de ahí se fueron sumando más.
Por la llamada de él me integré a la Asociación.
La aparición de la Asociación ayudó muchísimo, para que el Estado, para que la
gente entienda desde otro punto de vista la problemática de la desaparición. Se
presionó, presionamos al Estado, y aunque no están especializadas crearon la
Dinased, La unidad especializada de personas desaparecidas de la Fiscalía. Todo se
creó por la presión.
Qué espero del Estado
La verdad, con tantas reuniones que hemos tenido, yo me siento desobligada de
escuchar, -solo ofrecen y no cumplen. Yo no espero mucho prácticamente o nada del
estado, porque si ellos quisieran ayudarnos, -en este caso el presidente quisiera
ayudarnos realmente como lo dice, -el mismo contrataría a los abogados, para que
investiguen caso por caso, y ahí si saber, cómo va la investigación con cada fiscal.
Todo eso para ayudar a encontrar a nuestros desaparecidos. Eso sería una verdadera
ayuda para nosotros, para que cada caso se resuelva, no para que una investigación
aumente en papeles, porque tener 70 y 80 cuerpos de indagación y no tener el cuerpo
de mi hija no significa nada.
¿Pueden ver? ¡10 fiscales y 70 cuerpos de indagación, y mi hija no está! Yo necesito
que mi hija regrese a casa, encontrar a mi hija, tener una respuesta, pero mi hija no
está.
En la asociación asumimos decir nuestra verdad, decir lo que está pasando con esta
problemática, con la investigación del caso de mi hija, nos ha costado amenazas.
Pero sobre eso, yo siempre he dicho, -el estado, está obligado a proteger nuestros
derechos, no a vulnerarlos, y lo que el estado ha hecho es vulnerar nuestros derechos.
Entonces nos ha costado lágrimas, nos ha costado confrontarnos con la mayoría de
funcionarios; con gente que en los plantones nos han dicho que solo queremos un
puesto de trabajo, que nuestros hijos no están desaparecidos, que solo queremos
dinero como el Restrepo, -eso nos ha costado, si es duro. A diario vivir, es
sumamente duro.
116
LUIS ALFREDO
VELÁSQUEZ CEVALLOS31
22 años, Guardia de Seguridad de la empresa pública CELEC EP
TERMOPICHINCHA, ubicada entre la parroquia de Conocoto y
Guangopolo.
Desapareció el domingo 2 de septiembre de 2012, después de salir
de casa del Sr. Carlos Zambrano ubicada en el Barrio San Virgilio
de la Armenia, parroquia de Conocoto, cantón Quito, provincia
Pichincha, Ecuador.
Mi nombre es Ángel Cevallos, tío de Luis Alfredo Velázquez Cevallos y yo soy
Félix Velásquez padre de Luis Velásquez Cevallos, quien nació el 08 de agosto de
1990. Luis desapareció el domingo 2 de septiembre del 2012 cuando salíamos de la
casa de un amigo. Ese mismo día los familiares y amigos hicimos la búsqueda, pero
no tuvimos ayuda ni de la policía ni de ninguna autoridad. Nos acercamos al
siguiente día (lunes 3 de septiembre) a poner la denuncia, pero no nos aceptaron, nos
dijeron que vayamos al siguiente día, el martes 4 porque dijeron que debíamos
esperar 48 horas.
Mi hijo recién había cumplido 22 años. Cuando desapareció él trabajaba de guardia
de seguridad en CELEC EP TERMO PICHINCHA, que queda en la Armenia, entre
Conocoto y Guangopolo. Ahí trabajaba él, nosotros vivíamos en quito con él, pero
quien tuvo el último contacto con Luis fue con el otro primo de nosotros, Atilio. Ese
día él se había adelantado del tío unos 300 metros cuando estaban caminando por el
Barrio San Virgilio. La gente dice que le han visto que ha estado durmiendo en el
suelo, pero hasta el momento no sabemos. Ahora en el barrio nadie quiere dar
ninguna versión.
Nuestro primo Atilio Cevallos nos dijo que Luis estaba en buen estado, que no estaba
borracho, por eso no tiene mucho sentido que diga la gente que él ha estado
durmiendo en la calle, además él se había estado dirigiendo al trabajo.
Cuando desapareció nosotros pedimos a la policía que nos ayude en la búsqueda y
se negaron -más bien la gente de ese barrio llamo a la policía para que nos saquen
del lugar, y no nos ayudaron, en ese momento les dijimos que no nos vamos, que
nosotros estamos buscando a mi sobrino que está desaparecido, la gente se calmó y
se fue.
Asfadec
Tuvieron que pasar como seis meses, creo, para que nos asignaran un agente y fiscal,
pero eso lo hicieron porque nosotros empezamos a salir a plantones en La Plaza
Grande. Fuimos cuatro personas las que empezamos a luchar, El señor Walter
Garzón, don Luis Sigcho, el sr. Telmo Pacheco y nosotros con toda la familia de
31 Este testimonio fue recuperado del programa de radio, Ayúdanos a Encontrarlos, reproducido por Asfadec a
través Rayuela Radio a través de www.rayuelaradio.com El programa completo puede ser escuchado en:
https://goo.gl/q5oMVu
117
Luis Alfredo Velázquez Cevallos. Nosotros fuimos los que nos organizamos para
crear Asfadec
Desde ese momento hemos luchado hombro con hombro, apoyándonos, pero desde
la primera reunión nos decían que nos separemos -a mí me dijeron ábrete para
ayudarte a vos solo, y yo les dije: No, nosotros fuimos los 4 fundadores y los cuatro
nos mantendremos en la lucha por encontrar a nuestros familiares.
Plan de recompensas
Ahora Luis Alfredo está dentro del plan de recompensa, pero esos teléfonos no
sirven, y eso lo verificó mismo presidente, Rafael Correa.
A partir de la presión que empezamos a hacer se creó el plan de recompensas 1800
DESAPARECIDOS, y comenzaron a llegarnos llamadas preguntando por la
recompensa, pero no decían nada más. Hubo una persona que dijo que mi sobrino
debía 21 mil dólares. Esa llamada según el agente, provenía de la costa. Mi sobrino
de dónde se iba a endeudar tanto si él vivía en Quito o si vivía en Guayaquil, pero
eso no se ha comprobado.
El caso sigue abierto, recién venimos de la fiscalía, el agente Franklin Ortiz nos dijo
que están investigando, que esperemos, que ellos van hacer lo que puedan, porque el
Barrio San Virgilio tiene algo que ver, porque dicen que le han visto a mi sobrino
desde las 4 hasta las 9 en el piso. Imagínense que puedo pasar con él. En ese
momento él se estaba yendo a trabajar con mi otro sobrino, mi sobrino dice que si se
había tomado sus tragos pero no era para quedarse ahí tirado en el piso.
Solo pido al pueblo que nos den fuerza en los plantones, porque hoy somos nosotros
mañana pueden ser ellos, antes de nuestros plantones no se hacía mayor cosa, con la
conformación de Asfadec se ha tomado en cuenta el problema de la desaparición.
Los Medios de comunicación deben hacer algo, porque en el caso de nosotros, no
tenemos ni dónde poner una flor. Si estuviera muerto sería diferente y si ese es el
caso, nosotros queremos el cuerpo.
A nuestro familiar lo vio todo un barrio, y él vivía cerca de lugar, también trabajaba
a unos 3 kilómetros, yo pido a la ciudadanía que si saben algo de mi hijo, nos ayuden,
que nos den información, vivimos preocupados porque no sabemos en dónde está,
qué le habrá pasado. Queremos encontrarlo sea como sea, ya no hay marcha atrás.
Yo vivo en Manabí, en Calceta, yo recién vine, tengo que ir y venir, porque tengo a
mi otra familia, tengo que trasladarme constantemente -a pesar que el Ministerio se
ofreció a pagar el gasto de transporte, porque mi hijo se desapareció en Quito, no ha
pasado eso. Pido a la ciudadanía que se solidarice, que nos acompañe en los
plantones. Al presidente le pido que cumpla, porque hay gente que se debe trasladar,
el caso de mi hijo querían mandar a Calceta, como si ahí hubiera desaparecido. Yo
me puse enérgico, y dije, ¡que porqué van hacer eso! Por eso pido al Gobierno que
ponga mano dura a estos Fiscales.
Pido que cumplan, ahora dicen que los funcionarios están capacitados, pero si lo
están tampoco dan respuestas, también pido que se nos respete porque al igual que
al Sr. Luis Sigcho, no le dejaron entrar, a nosotros en una ocasión tampoco no nos
permitieron el paso. Por esa razón en declaraciones a medios el señor Sigcho dijo
que no le dejaron entrar porque él ha sido critico frente a como el Estado maneja el
tema, que son indolentes, y que no hacen el trabajo con celeridad. Ahora por lo
118
menos saben que tenemos una organización y por eso nos toman en cuenta, pero
antes no.
119
BYRON EDUARDO
ROCANO OCAMPO
27 años, trabajó en Correos del Ecuador en Quito. Padre de una niña
de 8 años.
Desapareció el 13 de junio de 2013, en la Reserva Ecológica el
Ángel, provincia de Carchi. Salió rumbo a la reserva a una
excursión con su papá. El 27 de junio, un grupo de rescatistas de las
Fuerzas Armadas encuentran el cuerpo del señor David Atiensia,
padre de Byron, quien murió producto de una hipotermia.
Mi nombre es Lida Piedad Ocampo Cherres, nací el 27 de mayo 1961. Soy mamá de
Byron Eduardo Rocano Ocampo joven de 27 años, hoy tendría 29 años. Casado y
padre de una niña de 8 años, no vivía con ella, estaba tratando de reconciliarse con
la esposa pero desapareció. Trabajó aproximadamente 2 años y medio en la empresa
estatal Correos del Ecuador, en Quito. Mi hijo desapareció el 13 de junio de 2013.
Sin embargo salió de casa el cinco de junio cuando me dijo mami estoy de
vacaciones, me voy a Popayán a ver unos teléfonos con mi tío Yuris y unos amigos,
pero él no fue a Popayán, se ha ido donde el papá, quien vivía en Carchi. De esta
ciudad salen papá e hijo y se van los dos solos a la Reserva el Ángel, y ya no
regresaron.
Él nunca vivió con su padre, pero siempre iba a visitarle, por eso cuando el papá
vivía en Quito ellos siempre estaban viéndose, pero cuando ya se fue al Ángel, solo
se veían de vez en cuando. Después me enteré que mi hijo algunas veces lo ha ido a
visitar, allá también vive el tío, se llama Yuri, pero el tío le inquietaba mucho a la
bebida.
Él salió el cinco de junio del 2013, de la casa y desaparece, salió el martes, pero me
dijo que el sábado regresaba y no regresó. Yo me empecé a desesperar, y el domingo
tampoco llegó. El lunes en la mañana llamé al tío, y me dijo que no ha salido de
Quito, que solo se fue Byron donde el papá. El lunes 10 de junio fui enseguida a la
Policía Judicial, esa Unidad que queda por la Jipijapa, puse la Denuncia, me tomaron
los datos. Me dijeron, que ya estaba todo listo, que me iban a ayudar, pero a última
hora llamaron Yuri, tío de mi hijo. Entonces me dijeron que no me pueden ayudar,
que debo poner la denuncia allá, pero les dije que no conocía a nadie allá, y vengo
aquí para que me ayuden, porque mi hijo no aparece. Cuando contestó el tío y le
habían pedido el número del papá, él había dicho que ya habló conmigo y que me
había dicho que estés tranquila porque está pescando con el papá, en ese momento
el Cabo se fue donde el superior, no recuerdo el nombre, pero era un cabo, y le dijo,
hay un problema aquí, la señora puso la denuncia, pero el tío cuando le llamé me
dijo, que el muchacho está pescando con el papá, entonces el superior, me miró y
dijo, vea señora, deje que estén tranquilos, el hijo está de vacaciones, y está
pescando con el papá, a mí no me venga a hacer pasar el tiempo, yo estoy muy
ocupado, usted esté tranquila. Yo le insistí, le dije, mi hijo no está pescando se ha
ido a la montaña, no sea malito, ayúdeme, y me dijo, no señora, vaya tranquila, estoy
muy ocupado, a mí no venga a molestar, deje que el papá y el hijo estén de
vacaciones, no vengan alarmar aquí. Ya no tuve más que hacer, fui a la casa, a seguir
llamando por teléfono. Llamé nuevamente al tío, y le pedí que vaya a ver qué pasado,
120
él me dijo bueno, que va a viajar el martes, pero había salido el miércoles, hasta eso
la pareja del papá ya había puesto la denuncia allá.
El miércoles habían entrado a buscarles a la montaña con los policías de la Unidad
de Policía Comunitaria del Ángel, no encontraron nada, el ejército se unió y
nuevamente entraron pero por otro lugar, mi hija y mis hermanos que estaban allá,
también se unieron a la búsqueda. Solicitaron helicópteros, pero por mal tiempo no
volaban todo el parque, apenas volaban un tramo, entonces regresaron y entró el
ejército, pasó una semana, y en esa semana encontraron el cuerpo del papá, eso fue
el día viernes. Nuevamente entraron ahí el lunes en helicóptero para sacar el cadáver
del papá. El cuerpo había estado a la orilla del río Cofanes, se había quedado
sentadito, ahí se había quedado. Había muerto de hipotermia, y hambre, porque me
imagino que ya estaba cansado de caminar, porque nos informaron que al parecer
estaba yendo por la orilla del río, abriendo troche para poder caminar. Las causas de
la muerte revelaron en la autopsia.
Para identificar la otra entrada creo que un señor había llamado y que les había hecho
la carrera al pie de la montaña, por eso el ejército entró por un lugar distinto que los
oficiales del Grupo de Operaciones Especiales (GOE). Después de encontrar el
cuerpo continuaron buscando unos días más alrededor, pero no bajaron más, porque
dijeron río abajo había una cascada inmensa, y que el río bajaba con fuerza, y que no
se atrevieron a bajar por ahí, eso dijo el mismo Fiscal. Cuando le llamé me dijo, mi
gente corre peligro ahí, que no pueden hacer nada, además que los oficiales tienen
también familia, y que va a arriesgarles. Ese río creo que va rumbo a la Amazonía.
La policía al final dijo que mi hijo se fue en el agua y que no hay nada más que hacer.
Eso quedó como que un perrito se fue a la montaña y se perdió y nada más. En
septiembre de 2014 fui al Ángel a ver si es que seguían investigando, pero este señor,
Carlos Rosero, fiscal del Ángel, me dijo, aquí aún está puesta la denuncia, pero ya
no hay nada más que hacer, estará vivo, estará muerto, me dijo también, que si quiero
puede ayudarme a tramitar los papeles para dar la presunta muerte porque ya no hay
nada más que hacer.
Yo estaba muy dolida, y lo que hice fue darme la vuelta e irme, el hombre fue muy
cortante.
Pasó un tiempo, todo quedó ahí, me vine a Quito, hice un escrito con un abogado
para pedir ayuda en el Ministerio del Interior, ingresé eso el 14 de enero. En junio
fui a ver qué pasaba, y me dieron una simple respuesta, había respondido el doctor
Hugo Velásquez, el otro fiscal ya no estaba, no sé qué habrá pasado. Me dijo, que es
está a cargo de la búsqueda y que sigue investigando, nada más.
Después ya me involucré en la Asociación, y con doña Lidia fuimos por los
Ministerios, esa presión sirvió porque como que ahí otra vez buscaron la carpeta, ya
había estado por ahí tirada, entonces buscaron. Nuevamente dijeron, sí ya vamos a
investigar. Hacían parecer que ese rato o a la mañana iba a ir al Ángel, dijeron,
tenemos que subir a la montaña, tenemos que subir con sogas vamos a buscarle a
su hijo, peor no crea que vamos a bajarle vivo sino ya los huesitos. Me asignaron
entonces al agente, Alonso Naveda, pero ese agente a los 15 días ya no estuvo. Me
enteré porque me llamó otro agente, y me dijo que se llama David Ponce, y que él se
hacía cargo del caso. El 20 de noviembre de 2015 entraron nuevamente, pero no
ingresaron por lado que había escogido mi hijo y su papá, sino que ingresaron por
otro lado, por el que ingresan los turistas. Me dijeron que debe ir un familiar. Hice
121
lo posible y envié a mi hijo menor, pero que es mayor de edad. Pero hubo problemas
porque dijeron que iban a llevar a perros, a contratar otros de Ibarra, pero habían
llevado una perra en celo, y los perros no buscaban nada. Y el policía en vez de
buscar, cuidando a su perra. Mi hijo me dijo que salieron a buscar por ahí, que
bajaban después de una hora y se acabó todo. Estuvieron tres días y salieron del
parque. Me dijo también, que no han ido por donde se encontró el cuerpo, sino solo
por un pequeño río, por ahí solo había una piedra y una pequeña cascada, pero el
policía dijo, sí nos fuimos donde encontraron al papá, tomamos fotitos también,
desesperada le dije, y qué saco con las fotos si ese no el sitio a donde tenían que ir.
El agente me siguió llamando, me dijo que el 7 de abril de este año (2016) tengo una
entrevista en criminalística, fui, me presente a las 9 de la mañana. Ya ahí, le llamé y
le pregunté con quién tengo la cita, y me dijo con el señor Carlos Rojas, entré y me
acerqué a recepción, estaba un chico y pregunté por el doctor Ítalo Rojas, pero me
contestó que no está, continúe y dije, ¿seguro que no está? No, dijo, y timbró al
teléfono de la oficina, yo le dije, debe estar aquí, porque el agente me dijo que está
aquí. No está aquí volvió a repetir el encargado de recepción. Cansada llamé al
agente, me respondió, ahí está, mejor le doy el número de teléfono para que le llame.
Llamé y nuevamente el mismo cuento, que no está, pasó media hora y me fui, estaba
a dos cuadras, y me llamó el agente diciendo que ya está ahí el doctor, yo le respondí,
yo no voy a perder mi tiempo, vengo pidiendo permiso en mi trabajo, y no está el
Doctor. Le dije entonce si lo que quiere llenar la carpeta para cumplir, llene no más
su carpeta, eso conveniencia para usted no más, porque para mí esto es una burla, no
es una casa cualquiera, es mi hijo, y encima ustedes no se han ido al sitio donde le
encontraron al papá, él respondió, si fuimos con su hijo, le reclamé porque no habían
llegado al lugar donde se supone estuvo el cuerpo, y el molesto también respondió,
bueno señora voy a llenar la carpeta. Después de casi dos horas, a las once, estaba
realizando otros trámites, y me llamaron, se presentó, era un señor que dijo que se
llama Fernando, y me dijo conmigo tenía la cita, usted no ha venido, le respondí,
que si había ido y siguió, no usted no estuvo aquí, me enojé cansada de decir que
estuve ahí y le dije ahorita estoy haciendo otras cosas, no voy a estar perdiendo mi
tiempo, y cerré el teléfono. Después de eso no me ha vuelto a llamar ni el agente ni
el Fiscal, tampoco les he llamado.
Desde que pertenezco a la asociación, serán unos dos años mi hijo ha sido tomado
en cuenta nuevamente, porque no estaba constando en nada, en ningún lado como
desaparecido, entonces gracias a la Asociación, ellos fueron por aquí, por allá. Ahora
mi hijo está constando, pero eso por los trámites que hice junto a Asfadec.
La Asociación claro ayuda, pero los policías no trabajan, no lo hacen a consciencia,
no les importa nada. Por ejemplo, las reuniones con el presidente no han servido con
tantas cosas que tiene. Además como él mismo ha dicho que él no tiene nada que ver
con los desaparecidos, tiene razón, pero no es que cada uno de nuestros hijos salió
para perderse, como que todo el mundo, todo ciudadano sale a la calle para hacer sus
cosas, a trabajar o lo que sea, por ejemplo mi hijo sabiendo que se iba perder no
hubiera ido para allá, él no se hubiese ido. Lo único que sigo esperando es que el
Estado verdaderamente capacite al personal a la Policía, que si van a buscar, que
busquen a conciencia. Yo ya he perdido la esperanza con ellos, porque ellos ya tienen
listo la carpeta para que digan que algo han hecho. Cuando uno va por noticias recién
buscan la carpeta –dónde la tendrán, por qué se tardan. Ya no tengo esperanza de
que ellos se van a preocupar, quién sabe si entraran a buscar nuevamente a mi hijo o
solo lo dijeron para calmarme porque yo estaba enojada ese día.
122
ÍNDICE DE CUADROS
Tabla 1. Cuadro de institucionalidad. Fuente: Informe temático sobre las personas desaparecidas en
el Ecuador: Análisis de respuestas estatales, estadísticas, acceso a la justicia y contexto socio cultural
de la problemática 2013-2014”, Defensoría del Pueblo. ................................................... 49
123
ÍNDICE DE GRÁFICOS
Gráfico 1. Las Abuelas Chela Fontana, Raquel Radío de Marizcurrena, Clara Jurado y Eva Castillo
Barrios marchan junto a las Madres de Plaza de Mayo (05-05-1982). Fuente: ABUELAS ............ 19
Gráfico 2. Marcha por lxs desaparecidxs, ¡Nos arrancaron una parte de la vida pero lucharemos hasta
encontrarlos! (Av. 10 de Agosto y Gran Colombia) hacia el Palacio de Carondelet. (07-09-2015).
FUENTE: Asfadec ........................................................................................................................... 20
Gráfico 3. Festival artístico: Presencias Ausentes, Casa de la Cultura, Teatro Demetrio Aguilera
Malta. Viernes 12 de diciembre, 2014. Artista: Igor Icaza. Fuente: Asfadec. ................................ 37
Gráfico 4. Festival artístico: Presencias Ausentes, Casa de la Cultura, Teatro Demetrio Aguilera
Malta. Viernes 12 de diciembre, 2014. Artista: Susana Reyes. Fuente: Asfadec. .......................... 37
Gráfico 5. Segunda Reunión con el Presidente de la República del Ecuador, Rafael Correa. Fuente:
Asfadec, fotografía: Carlos Noriega. ................................................................................................ 41
Gráfico 6. Marcha por las personas desaparecidas. Lunes 7 de septiembre de 2015. Fuente: Asfadec.
.......................................................................................................................................................... 42
NOTAS AL FINAL
i Eduardo Vizer, “Doctor en Sociología. Profesor invitado de la Universidad de la Integración
Latinoamericana (Brasil). Profesor e investigador consulto del Instituto Gino Germani (Argentina). Fundador
de la carrera de Ciencias de la Comunicación en la Universidad de Buenos Aires. Coordinador de
Epistemología y Teoría del Conocimiento: Maestría en Estudios Sociales y Culturales, Universidad Nacional
de La Pampa. Profesor visitante en universidades de Estados Unidos, Canadá y Europa. Considera que las
Ciencias de la Comunicación deben entenderse como la posibilidad para el diagnóstico y la intervención social.
“La comunicación implica no sólo en el proceso de reconstrucción de los lazos y vínculos sociales, sino también
su realización en los hechos y valores”. Biografía completa en, http://goo.gl/GbM6yK ii Jesús Martín Barbero (1937) Doctor en Filosofía y estudios en antropología y semiología. Nació en Ávila,
España. “Estudió Filosofía en el Instituto de Filosofía de Lovaina, Bélgica, donde se doctoró en 1971, e hizo
estudios de posdoctorado en Antropología y Semiótica en la Escuela de Altos Estudios de París. Director del
Departamento de Comunicación de la Universidad del Valle en Cali (Colombia), donde permaneció entre 1975
y 1995. Entre 1999 y 2003 ejerció la docencia en Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente,
en Guadalajara, México”. Es especialista en el análisis teórico desde la cultura como mediación y a partir de
ahí entender la comunicación como contexto. Plantea desde Latinoamérica una propuesta teórica crítica a la
posmodernidad. Biografía completa en, http://goo.gl/AGuWk3 iii Clifford Geertz (1926-2006) Antropólogo estadounidense. Nació en San Francisco (California, Estados
Unidos). “Es considerado el fundador de la “antropología simbólica”, que se diferencia de la antropología
cultural convencional, al centrar su atención en las diferentes maneras en las que la gente entiende su alrededor.
Estas interpretaciones se establecen por medio de símbolos y procesos, y es a través de ellos como los seres
humanos dan significación a sus acciones. Es un lenguaje que se manifiesta por ejemplo en rituales, en el caso
de las desapariciones, el tomarse la Plaza Grande con fotografías y pertenencias de personas que no regresaron
a casa. Biografía completa en, http://goo.gl/5XoMk4 iv Bolívar Echeverría (1941-2010) Filósofo, escritor e investigador ecuatoriano-mexicano. Nació en
Riobamba (Ecuador). Construyó una postura crítica a la modernidad capitalista. “Sostuvo que el Ethos barroco,
es una característica propia de América Latina, como armazón de resistencia cultural y política, y una propuesta
de modernidad no capitalista”. Su vida intelectual comenzó en 1958 con la lectura de textos filosóficos,
inicialmente de orientación existencialista (Unamuno, Sartre, Camus, Heidegger) y la experiencia en 1959 de
la Revolución cubana como un impulso importante. Obtuvo el título de Magister artium en Filosofía en la Freie
Universität Berlin (1968). En la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) termina su licenciatura
en Filosofía (1974). Tiempo después, en la misma Universidad, realiza una Maestría en Economía (1991) y un
Doctorado en Filosofía (1995)”. Biografía completa en, http://goo.gl/V95jlC v Mónica Santcovsky. Docente adjunta de la universidad de Buenos Aires, a cargo de dos cátedras: "Variantes
de la consulta ambulatoria" y " Fisiopatología y enfermedades psicosomáticas" coautora del libro: "Un hijo ha
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de morir: un héroe". Psicóloga del departamento de cardiología del hospital escuela " hospital de clínicas".
Coordinadora de extensión universitaria: el fenómeno psicosomático. Psicoanalista de grupos de estudios: lo
psicosomático desde el psicoanálisis freudiano-lacaniano. En su libro, Los nuevos malestares en la cultura
(1997), pone al descubierto que lo denominado como nuevo malestar en la cultura es una expresión del malestar
en la cultura que se van modificando a lo largo de los siglos. Biografía completa en: http://goo.gl/23b8Ao vi Henri Lefebvre (1901-1991). Filósofo francés, intelectual marxista, geógrafo, sociólogo y crítico literario.
“En 1920 se graduó de La Sorbona de París, en donde mostró su pensamiento vinculado a la revolución de
Octubre en Rusia. En 1928 militó en el Partido Comunista Francés pero una década después abandonó sus filas
porque la estructura era sujeta a la disciplina rígida estalinista. A partir de sus lecturas de Marx, propuso una
reflexión teórica basada en un marxismo humanista, esa publicación en Le Materialisme Dialectique (1939),
Le Nationalisme contre les Nations y Hitler au pouvoir. Les enseignements de cinq années de fascisme en
Allemagne, le convirtió en blanco de las fuerzas de ocupación alemanas durante la Segunda Guerra Mundial,
lo que le unió en 1941 a la resistencia francesa, abandonando su trabajo como profesor de filosofía en institutos
de provincias. Concluida la guerra, fue director de la Radiodifusión Francesa en Toulouse hasta 1949. Su
propuesta teórica radica en la necesidad de romper con las determinaciones del Capitalismo en la cotidianidad,
que tienden a ser naturalizadas y reproducidas por el individuo y las colectividades”. Biografía completa en:
http://goo.gl/fv82LR vii Beatriz Sarlo (1942). Periodista, ensayista y escritora argentina. “Forma parte de los intelectuales críticos
latinoamericanos; se centra en los estudios sobre la posmodernidad del subcontinente a la que llamó
modernidad periférica. Ha trabajado sobre literatura popular sentimental, historia del periodismo y de los
medios de comunicación, cine y cultura de masas en relación con la producción artística, y el papel de los
intelectuales. Dictó cursos en las universidades de Columbia, Berkeley, Maryland y Minnesota, fue fellow del
Wilson Center en Washington y "Simón Bolívar Professor of Latin American Studies" en la Universidad de
Cambridge. Su pensamiento trata sobre las transformaciones socio-culturales devenidas tanto de la crisis de la
modernidad como de los efectos del neoliberalismo”. Biografía completa en: http://goo.gl/7qtwKt viii En el caso de que la diligencia que requiere el ciudadano no sea un delito de acción pública sino una
actuación administrativa por parte de la Fiscalía, el proceso de Atención al Público deriva el trámite a la unidad
de actuaciones administrativas, quien es la encargada en base a los procesos determinados en el manual de
aplicar y tramitar estos requerimientos de la ciudadanía, que pueden ser entre otros, vehículos detenidos,
solicitud de revenido químico, muertes no delictivas, peritajes, medios de comunicación y varios servicios
fiscales administrativo. Fiscalía General, “Manual de procesos”, (“s.e”, “s.c”, 17 de mayo de 2011), 5,
‹http://www.gestiondefiscalias.gob.ec/siaf/archivos/manualDAI.pdf›. Tomado de: (Asfadec, Inredh, 2016) ix Paul Ricoeur (1913-2005). “Filósofo y antropólogo francés. Profesor universitario en la Sorbonne, desde
1935, Paul Ricoeur dedicó gran parte de su vida a la enseñanza en París (1935 y 1956), Estrasburgo (donde
sucede a J. Hyppolite en su cátedra de Historia de la Filosofía, en 1952) y Nanterre principalmente. En
esta última universidad fue nombrado decano tras los acontecimientos del significativo año de 1968. Sus
intereses filosóficos se centraron sobre la reflexión antropológica: acción humana, libertad, capacidad creativo-
simbólica del ser humano, etcétera. Propuso una “hermenéutica de la distancia”, de donde surge una teoría
cuyo paradigma es el texto, es decir, todo discurso fijado por la escritura. Para Ricoeur interpretar es extraer el
ser-en-el-mundo que se halla en el texto. De esta manera se propone estudiar el problema de la «apropiación
del texto», es decir, de la aplicación del significado del texto a la vida del lector. La reelaboración del texto por
parte del lector es uno de los ejes de su teoría”. Biografía completa en: http://goo.gl/FNV9CX x Michel Foucault (1923-1984). “Historiador de las ideas, psicólogo, teórico social y filósofo francés. Es
conocido por sus aportes al estudio crítico de las instituciones sociales, en especial la psiquiatría, la medicina,
las ciencias humanas, el sistema de prisiones, así como por su trabajo sobre la historia de la sexualidad humana.
Fundamentados en el análisis sobre poder y relaciones de poder, conocimiento y discurso. Rechazó las etiquetas
que lo ubicaban como postestructuralista y postmoderno. La única denominación que admitía era la de
arqueólogo, aquello que da cuenta de forma más profunda de la cultura. Su influencia profundamente fue la
filosofía alemana, en especial la obra de Friedrich Nietzsche. Precisamente, su «genealogía del conocimiento»
es una alusión directa a la idea nietzscheana de «la genealogía de la moral». En una de sus últimas entrevistas
afirmaría: «Soy un nietzscheano».5 Reconocería también una deuda con el pensamiento de Martin Heidegger
y sus críticas al sujeto cartesiano y la techné occidental. Critica el proyecto de las ciencias humanas modernas
demostrando que sus demandas de objetividad son imposibles en un dominio en el cual la verdad en sí misma
siempre sea una construcción divagadora”. Biografía completa en: http://goo.gl/1VdlXH xi Elizabeth Jelin (1941). Socióloga e investigadora social argentina. Sus estudios se centran en los derechos
humanos, los movimientos sociales, la memoria. “Estudió sociología en la Universidad de Buenos Aires. Desde
el año de 1964 y hasta 1973 fue investigadora visitante en el Centro de Investigaciones Económicas en la
Universidad de Nuevo León en Monterrey, México y se doctoró en sociología en la Universidad de Texas
(Estados Unidos). A principio de los 70’ realizó investigaciones sobre el trabajo de las mujeres en Bahía, El
Salvador desde Brasil, esto desde una perspectiva de género. En estos trabajos habla de temas como la
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organización obrera y el sindicalismo; donde muestra su interés por los movimientos sociales y de acción
colectiva, así como las condiciones de vida cotidiana y de trabajo. En 1975, un año antes del golpe militar en
Argentina, Jelin conformó El Centro de Estudios de Estado y Sociedad (CEDES) junto con un grupo de
académicos e intelectuales en donde se realizan investigaciones sin fines de lucro y que permitió un espacio de
investigación critica a pesar de las duras condiciones que el país enfrentaba por el golpe militar. Ha sido
profesora e investigadora visitante en numerosas universidades (Princeton, Chicago, Oxford, Amsterdam,
Florida y Texas, entre otras) y en 2006 fue homenajeada con un premio otorgado por la Fundación Konex”.
Biografía completa en: http://goo.gl/QcMxk6 xii John Beverley (1943). Doctor en literatura por la Universidad de California (San Diego, Estados Unidos),
crítico literario y profesor principal de la Universidad de Pittsburgh. “Sostiene que los estudios culturales y los
estudios subalternos son una crítica, desde otra perspectiva, de la normalidad literaria (2014). Su aporte
académico se encamina en el análisis de los discursos desde una perspectiva transdisciplinaria en lo literario y
los testimonios, teniendo como eje central” “los estudios subalternos, la cultura popular, la cultura de masas
como nuevos referentes en la teoría literaria actual”. Biografía completa en: http://goo.gl/sBppdm xiii Mauricio Gaborit. Doctor en psicología por la Universidad de Michigan EEUU. Posee una maestría en
psicología de la personalidad por la Universidad de Saint Luis EEUU. Sus estudios de pregrado los realizó en
el Instituto de Humanidades Clásicas de la Pontificia Universidad Católica de Quito, Ecuador. Sus áreas de
investigación se centran en la temática de género, violencia, cognición social, desastres socio-naturales y
memoria histórica. Actualmente es jefe del Departamento de Psicología de la Universidad Centroamericana
José Simeón Cañas, en El Salvador. Biografía completa en: https://goo.gl/PBVTHf xiv Antanas Mockus (1952) Político, matemático y profesor de filosofía y escrito colombiano. Magíster en
Filosofía de la Universidad Nacional de Colombia, Licenciado en Matemáticas y Filosofía de la Universidad
de Dijon, doctor Honoris Causa de la Universidad de París XIII, y de la Universidad Nacional de Colombia.
“Fue alcalde de Bogotá en dos ocasiones, candidato a la Vicepresidencia (1998) y a la Presidencia de la
República (2006 y 2010). Fue miembro del Partido Verde hasta el 9 de junio de 2011”. Su pensamiento sobre
el espacio público colombiano, denominado Cultura Ciudadana, se centra en tres conceptos: la ley, la moral y
la cultura. “En los tres casos, el incumplimiento trae consigo consecuencias objetivas y subjetivas. En el caso
de la ley, sanciones legales y temor; en el caso de la moral, indignación y culpa; y, en el caso de la cultura, el
rechazo social y la vergüenza”. Las políticas públicas basadas en la cultura ciudadana tratan de “promover la
autorregulación interpersonal y la corresponsabilidad. Ese control social o regulación mutua es lo que hace que
en algunos países no sea necesario tener un policía o una cámara en cada esquina para que los ciudadanos
respeten las normas de tránsito o de convivencia”. Biografía completa en: https://goo.gl/m1DvhK xv Cándido Monzón Arribas. Profesor titular de la Universidad Complutense de Madrid. Líneas de
investigación, Opinión Pública, Sociología de la Comunicación, Cultura Política, Comunicación Política. Ha
profundizado sobre el estudio del “desarrollo histórico de la opinión pública, las teorías que han intentado
explorar este concepto y su función en la sociedad, así como las disciplinas científicas que se han ocupado de
ello: ciencia política, derecho, psicología social, sociología y ciencias de la comunicación. Una visión
interdisciplinar que en las últimas décadas se ha apoyado más en el campo emergente de la comunicación
política”. Biografía completa en: https://goo.gl/DXaT0q xvi Norberto Bobbio (1909-2004) Fue un jurista, filósofo y politólogo italiano. Analizó las ventajas y
desventajas del liberalismo y del socialismo en el que se evidencian la necesidad de garantizar el derecho a la
educación, trabajo, salud como expresión de libertad, “tratando de mostrar que quienes defienden ambas
ideologías basan sus actividades en el respeto al orden constitucional y en el rechazo a los métodos
antidemocráticos, incluyendo, como es obvio, el análisis y la crítica a la corrupción que ha caracterizado la
vida política italiana de los últimos años y el terrorismo al que se opuso con energía durante las décadas de los
años 1960 y 1970”. Biografía completa en: https://goo.gl/irtVX5 xvii Antonio Gramsci (1891-1937) Filósofo, periodista y teórico marxista italiano. Su pensamiento se articula
sobre reflexiones en antropología, teoría política, sociología y lingüística. Fue uno de los fundadores del Partido
Comunista Italiano. Fue detenido en 1926 y pasó el resto de su vida en prisión, sometido a vejaciones y malos
tratos, sufrió de tuberculosis y de arteriosclerosis. En su tiempo de recluso redactó reflexiones redactó los 32
Cuadernos de la cárcel que contiene 2848 páginas que van desde el 8 de febrero de 1929 para ser
definitivamente interrumpidos en agosto de 1935 a causa de la gravedad que había alcanzado su estado de
salud. “Gramsci destaca que el sector dominante de la sociedad (Sociedad política) ejerce su poder básicamente
porque logra imponer su filosofía, sus costumbres, el sentido común, que facilitan la identificación inconsciente
del pueblo (Sociedad civil) con la clase dominante”, a esto da el nombre de hegemonía. Biografía completa en:
https://goo.gl/NQi9SM