UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el...

231

Transcript of UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el...

Page 1: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general
Page 2: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA

Héctor Melesio Cuén OjedaRector

Jesús Madueña MolinaSecretario General

César Sánchez MontoyaDirector de Servicios Escolares

Manuel de Jesús Lara SalazarSecretario de Administración y Finanzas

Juan Salvador Avilés OchoaCoordinador General de Extensiónde la Cultura y los Servicios

Elba Gabriela ZazuetaDirectora de Editorial

Wenceslao Salazar SuárezDirector de Imprenta Universitaria

Page 3: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general
Page 4: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

ESPACIO, IDENTIDAD Y LITERATURAEN HISPANOAMÉRICA

Page 5: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general
Page 6: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

Espacio, identidad y literaturaen Hispanoamérica

Alicia Llarena

UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA

Page 7: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

Espacio, identidad y literaturaen Hispanoamérica

Alicia Llarena

Jefe de producción: Lorenzo Morales ZamoraCorrección: Juan Andrés MontoyaDiseño de portada: Adiel Robles CastroTipografía: Irma Mireya Zazueta FrancoIlustración de portada: Berbel

1ª edición UAS, agosto 2007

D.R.: © UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA EDITORIAL

Burócratas 274-3Col. Burócrata80030, Culiacán Rosales, SinaloaTelfax: 715- 59- 92

ISBN: 978-970-660-199-5

Edición con fines académicos, no lucrativaImpreso y hecho en México

Page 8: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

INTRODUCCIÓN

Mi interés por el espacio literario, y por su significado enla definición de la literatura hispanoamericana, no esnuevo. De hecho, empezó hace más de una década,cuando me vi obligada a explicar la función del espacioimaginario en las novelas clásicas del realismo mágico. Eraevidente que Comala y Macondo jugaban un papel importanteen la verosimilitud de sus ficciones respectivas, pero en lapoética y la teoría magicorrealista, sin embargo, el lugardedicado a estos espacios imaginarios era insignificante, frentea la supremacía total del narrador y de su particular punto devista. Era un lugar común que gran parte del encantamientode la prosa de García Márquez y Juan Rulfo residía en esenarrador capaz de contar lo extraordinario como si fueracotidiano, y viceversa; pero muy pocos habían reparado en lafunción central del espacio imaginario, en su potencialhabilidad para dotar de verosimilitud y de representatividad ala novela hispanoamericana, con una envidiable economía derecursos técnicos.

Tratando de encajar estas impresiones, fue en esta etapa dela investigación sobre el realismo mágico y lo real maravillosocuando me tropecé, precisamente, con las preguntas, paradojasy cuestiones que dieron origen a esta reflexión sobre elespacio y la identidad en Hispanoamérica. Como podráobservarse, aquella pregunta primigenia sobre el espacio

Page 9: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

Alicia Llarena

8

imaginario se transformó en algo más hon do y, sobre todo,en una estrecha relación investigadora que, desdeentonces, ha tenido continuidad en mi ejercicioacadémico. Ya sea en publicaciones, en coloquios, o en losseminarios y cursos de doctorado que he tenido ocasión deimpartir en distintos ámbitos y países, mis reflexiones sobre elespacio literario han sido siempre una piedra angular,fragmentos dispersos que esperaban la ocasión de reunirse enun discurso como éste.

Debo añadir aquí que la marginación que caracterizó alespacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y loreal maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general en elmarco de la teoría literaria y en la teoría de la narración,factores que me obligaron en su momento a hacer acopio demateriales afines en otras disciplinas y a confrontar eldescrédito que la cuestión del espacio originaba en el entornomismo de la crítica literaria hispanoamericanista, resistentecomo se sabe a los fantasmas del caduco “telurismo”regionalista. Lejos de las novelas de la selva, el espacioliterario —al menos en apariencia— había perdido su rutilanteprotagonismo, y la asociación entre paisaje y narrativahispanoamericana llegó a constituir, para muchos, unarelación malsana y eurocéntrica, que sobrevaloraba elexotismo del continente como símbolo de americanidad.

En medio de estos vacíos teóricos y a través de estassospechas y rechazos, la investigación sobre el espacioliterario fue convirtiéndose en una aventura intelectualestimulante, que afectaba no sólo al texto literario comoforma, es decir, al papel de este ingrediente del relato en laestructura de una novela, sino al sentido, y a los sentidos,

Page 10: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

ESPACIO, IDENTIDAD Y LITERATURA EN HISPANOAMÉRICA

9

que el espacio desempeña en una historia literaria, en laexpresión de la identidad y en la interpretación ydefinición de la cultura. Con el tiempo, las preguntas sehicieron más densas y los procesos socio -culturales de lasúltimas décadas no han hecho más que acentuar misinquietudes al respecto. Y es que, a medida que aumentabami certeza sobre el poder semántico del espacio liter ario,éste ha ido cobrando un renovado interés, que puedepalparse en distintos ámbitos del escenario teórico másreciente: desde la descentralización de las literaturasnacionales y la irrupción de las periferias, hasta los movi -mientos migratorios, o los contrastes entre la globalización yel multiculturalismo, pasando por las reflexiones sobre ladiversidad y la diferencia, lo cierto es que en nuestros díasel espacio literario es un signo privilegiado en lainterpretación y la valoración de las culturas , e incluso uncampo de estudios que ya manifiesta su autonomía entrelas modas académicas, como indica el surgimiento de la“ecocrítica”, quizás las última venganza del espacio frenteal largo descuido teórico y social al que lo hemos idorelegando, y que algunos denunciaron hace tiempo convisionaria claridad:

El espacio está tomando venganza por las múltiples ocasiones enque fue subordinado. He aquí que está pasando a un primerplano en los intereses investigativos de la poética: resulta que noes ya simplemente uno de los componentes de la realidad presen-tada, sino que constituye el centro de la semántica de la obra y labase de otros ordenamientos que aparecen en ella.1

1 Januzs Slawinsky, 1989, p. 268.

Page 11: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

Alicia Llarena

10

En el caso de la literatura hispanoamericana, habrá queconsiderar especialmente la paradoja del espacio literario,porque a pesar de su incidencia directa en momentoscentrales de su proceso histórico, de su peso específico enla representación de América y de sus estrechas relacionescon la definición de la identidad cultural del continente, otal vez precisamente por estas mismas razones, ha sido unelemento singular y contradictorio, celebrado y rechazadoa un tiempo y por el mismo motivo, su identificación con“lo americano”. Como elemento vertebrador de laidentidad cultural, de la imagen de América, y de algunosde los problemas literarios más persistentes a lo largo desu historia, el espacio estuvo presente desde el principio,en las primeras noticias sobre América, en los textosfundacionales de los diarios, las historias, las crónicas olas cartas de relación; en los albores de la independenciaya fue un motivo expreso y voluntario de americanismo yde conciencia nacional; más tarde se erigió en personajeprincipal de la novela regionalista, la “Novela de la tierra”.Y aún cuando el exceso y el lastre del regionalismoliterario provocaron entre los nuevos narradoreshispanoamericanos el rechazo del paisaje, en la segundamitad del siglo XX, el espacio siguió teniendo, hasta en loscasos menos visibles, un peso determinante.

Es sabido que el “telurismo” militante, descriptivo ylocalista de aquellos narradores regionales desapareció delhorizonte literario, pero el “espacio” siguió teniendo unaenorme capacidad significativa, hasta el punto de articulardesde entonces uno de los procesos más interesantes de lanueva novela hispanoamericana: el espacio no será ya el

Page 12: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

ESPACIO, IDENTIDAD Y LITERATURA EN HISPANOAMÉRICA

11

argumento del relato, pero sí el elemento central delproceso narrativo, como refleja la nómina de nombresestelares en el canon literario de Hispa noamérica, desdelos espacios fantásticos de Borges a los espaciosimaginarios de Juan Rulfo, Juan Carlos Onetti, GabrielGarcía Márquez u Osvaldo Soriano; desde la teoría de loscontextos de Alejo Carpentier hasta los espacios de lainmigración o el desarraigo (Roberto Arlt y la escritura delexilio); desde los espacios marginales de “La Onda”mexicana a los espacios de hibridación y la fronteraMéxico-USA, o desde el resurgimiento, en los últimosaños, de las “literaturas regionales” en gran parte de lospaíses hispanoamericanos, todo parece indicar que l asimágenes espaciales, y las formas y estrategias espaciales,no sólo han sido abundantes en la segunda mitad del siglo,sino que son, ahora más que nunca, decisivas e imprescin -dibles en la conformación de los mapas culturales eimaginarios del nuevo siglo.

La vinculación del espacio con la expresión de laidentidad, y con la fundación y construcción de ésta, no es,evidentemente, un fenómeno exclusivo de Hispanoamérica,sino al contrario, es uno de esos grandes universales, quearticula el desarrollo de cualquier tradición literaria, conindependencia de su prestigio y de sus años de antigüedad.Pero es lógico que, por la contemporaneidad del procesoliterario de Hispanoamérica, por la más o menos recient econfiguración de su campo de estudios y por la confluenciade los muchos factores que han matizado el devenir de susexpresiones culturales, los efectos del espacio literariopuedan sentirse con más intensidad en el continente y

Page 13: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

Alicia Llarena

12

puedan resultar peculiarmente complejos. De un lado, la“invención de América” convirtió en un problema teórico larepresentación del continente; por otro lado, y en un nivelpráctico, los narradores hispanoamericanos se han vistoobligados, incluso tras la desaparición de las “no velas de latierra”, a resolver las enormes dificultades de una urgentetarea, “nombrar América”, presentarla y representarla en elcontexto universal, fundar en este dominio su propiageografía imaginaria. Inevitablemente, y desde este punto devista, los escritores hispanoamericanos estaban llamados aparticipar en la construcción de una “mitología conductora”,y en la revelación de la “tierra inédita”, tarea privilegiada yuniversalista donde las haya, que en nada se parece a unlocalismo folklorista y chato, como advirtiera en plenareflexión vanguardista el escritor canario Agustín Espinosa :

La música que salve a un pueblo, a un astro o a una isla, noserá nunca música de esta clase. Sino música integral. Sino lacreación de una mitología. De un clima poético donde cadapedazo de pueblo, astro o isla, pueda se ntarse a repasarheroicidades. Sino aquella literatura que imponga su m ódulovivo sobre la tierra inédita. No ha sido de otro modo cómo elmundo ha visto, durante siglos, la India que creó Camoens; o laGrecia que fabricó Homero; o la Roma que hizo Virgilio; o laAmérica que edificó Ercilla; o la España que invent aronnuestros romances viejos.

Una tierra sin tradición fuerte, sin atmósfera poética, sufrela amenaza de un difumino fatal...

Lo que yo he buscado realizar, sobre todo, ha sido esto: unmundo poético; una mitología conductora 2.

2 Agustín Espinosa, 1988, pp. 9-10.

Page 14: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

ESPACIO, IDENTIDAD Y LITERATURA EN HISPANOAMÉRICA

13

Por el conocimiento más o menos reciente de la historialiteraria de Hispanoamérica, y por la enorme diversidadque emana de su sistema múltiple, fruto en definiti va delas diecinueve literaturas nacionales que en ésteparticipan, por no entrar ahora en otros detalles tambiénconsiderables, es difícil atender a los tantos y tanprofundos aspectos que tienen relación con el espacio. Lageografía de Hispanoamérica, más allá de su materiafísica, es inmensa, y su cartografía dista mucho de ser aúnun planisferio completo. De ahí que en ciertos momentosde la historia, los territorios emerjan acentuando supersonalidad con energía y dando testimonio cultural de suexistencia en el conjunto del paisaje nacional. Sonmomentos, por cierto, que guardan una estrecha relacióndialéctica con lo universal: el contacto con la ilustracióneuropea produjo una apasionada defensa de América y desus gentes, visible en hombres como Bel lo o Clavijero; elespíritu romántico occidental, y su combinación con laindependencia política del continente, tuvo como vehículoexpresivo una escritura comprometida con el espacionacional, en tanto portador de identidad precisamente; lanovela regionalista se embarcó en su proyecto americanojusto en medio de los afanes cosmopolitas de lavanguardia, movimiento éste que, por otra parte, tampocofue insensible a la cuestión de la identidad, expresamenteconvertida en materia artística, como en el casoparadigmático de la poesía negrista, y en materia teórica oensayo, como sucedió en los debates indigenistas deMariátegui; por su parte, la recepción y el éxito de lanueva novela hispanoamericana y el consiguiente

Page 15: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

Alicia Llarena

14

reconocimiento de su especificidad cultu ral, coincidirántambién con los instantes de mayor universalidad yespacialización de sus instrumentos narrativos; y encualquier caso, es obvio que en la relación dinámica ytensa entre América y Occidente late siempre, y en elfondo, una cuestión de espacios. Desde esta mismaperspectiva, subrayaré que en las últimas décadas del sigloXX, y justo cuando el mundo se ha embarcadodefinitivamente en la globalización de la aldea y asistimosen directo a los milagros tecnológicos de la comunicación,la literatura hispanoamericana vive un nuevo proceso de“regionalización”, haciendo visibles sus localidades yprovincias menos céntricas.

Ello es lo que sucede en países como Argentina o Chiley, especialmente, entre los llamados “narradores del norte”de México, cuya aparición en el escenario artístico resultócuando menos desafiante en un país de enorme tendenciaal centralismo. En ese mapa, los estados norteños han sidovíctimas históricas del olvido, pero su cercanía con la fronteraestadounidense y el impulso editorial de sus últimoscreadores, les han devuelto de pronto un inusitadoprotagonismo. Nombres como Jesús Gardea, Daniel Sada,Federico Campbell, Luis Humberto Crosthwaite o RosinaConde, entre una pléyade heterogénea y abundante deescritores, son hoy referencias ineludibles en el panoramade la literatura mexicana, y sus discursos, como en todaescritura emergente, que tantea su identidad y busca laautodefinición, han logrado forjar a estas alturas unainteresante colección de imágenes y signos espa ciales, queexplican y que fijan su interesante ámbito psicogeo -

Page 16: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

ESPACIO, IDENTIDAD Y LITERATURA EN HISPANOAMÉRICA

15

gráfico en el imaginario cultural y colectivo, añadiendootros nombres a la topografía literaria del continente: larepresentación literaria de Chihuahua, de Tijuana o deCoahuila, no sólo amplifica en el presente las modalidades ylos matices de la escritura hispanoamericana, anunciandonuevos territorios para el lector, sino que lo hace, una vezmás, apelando a la capacidad semántica del espacio y a susfunciones identitarias. Conviene record ar al respecto quela emergencia de la narrativa norteña y el énfasis enmostrar la realidad de su paisaje humano y cultural, sonproporcionales y paralelos a su contacto con el mundo quehay más allá de la línea, the border, la frontera. Y es que,mientras la línea se abre en ambas direcciones y secontaminan las ciudades fronterizas, la literatura del nortede México se aferra a sus signos culturales en la mismamedida en que se abandona a la influencia deNorteamérica.

Esta es, en definitiva, la dinámica que estas páginasquieren poner de manifiesto, la que se establece entre elespacio, la escritura y la identidad, la que hace posibleresolver las contradicciones y paradojas entre lo propio ylo universal, la que reaparece en los momentos inauguralesde una tradición, la que a lo largo de la historia delhumanismo y de la literatura, hasta el pórtico de estenuevo siglo, ha ido configurando, nada más y nada menos,que nuestra imagen del mundo.

Page 17: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general
Page 18: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

1. EL ESPACIO LITERARIO: AUSENCIA YPROTAGONISMO

1.1 La importancia del espacio: fundamentos culturales

“Juzgo –y deseo no equivocarme– que nadapara la cultura actual puede ser másimportante, urgente, emocionante– y, por otraparte, inevitable– que el dirigir la atención –precisamente hoy– al espacio convencional”3.

“All experience is placed experience”4.

i contrastamos los manuales de teoría literaria y losestudios sobre la narración, es fácil descubrir quiénesson los protagonistas del relato: la supremacía del

“narrador”, del “punto de vista” y la “perspectiva narrativa” esabsoluta; y no menos abundante la atención que se presta aingredientes tan decisivos en la estructura de una obra como el“tiempo”, o como los propios “personajes”. Entre estos pesospesados del discurso narrativo, el “espacio lite rario”, sinembargo, no pasa de ser uno de esos sobreentendidos del que,precisamente por serlo, se habla poco y con brevedad.

A menudo, el “espacio” sólo fue considerado como elescenario donde transcurren las acciones, un elemento sinduda indispensable, porque todo ocurre en algún lugar yporque provee de datos esenciales para orientar la

3 Víctor d’Ors, Labor, 1969, p. 9.4 Rockwell Gray, 1989, pp. 9 -53.

S

Page 19: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

Alicia Llarena

18

expectativa del lector y del relato. Pero, más allá de estasfunciones contextuales y de su servidumbre simbólica conrespecto al argumento, las anotaciones sobre el “espacio”siguen siendo escasas en el conjunto teórico y en elanálisis de la obra literaria. Es obvio que esta combinaciónentre el tópico narrativo de que “todo sucede en algunaparte” y el hecho de que la información espacial tenga unaestrecha dependencia con el aparato descriptivo del relato,ha orillado su significación y promovido ciertaambigüedad teórica: “Pocos de los con ceptos que sederivan de los textos narrativos –se lamentan algunos– sonevidentes por sí mismos, e incluso se han mantenido tanvagos como el concepto de espacio” 5. Esta imprecisión nose corresponde, por cierto, con la claridad que emana de lapropia escritura y con las impresiones del escritor ante suoficio, que a menudo son portadoras de un sentidointuitivo sobre el valor de esta herramienta y de su altacapacidad instrumental en el ámbito semántico de untexto, como revela, por ejemplo, esta jugosa reflexión delconocido novelista Gonzalo Torrente Ballester:

Me tiene sorprendido [...] el que, habiéndose concedidoexcepcional atención al tiempo [...] se haya dejado al margen elespacio [...] Los técnicos de la literatura, cuando hablan deespacio, mencionan, o se refieren, a los lugares de la acción,que pueden ser descritos, meramente nombrados o aludidos. Loque no suele pensarse, ni pedirle a una obra narrativa, es quenos proporcione no la idea, sino la emoción del espacio. [...]Esta desatención de los elementos espaciales en cuantoemociones posibles del lector se justifica en el caso de obras

5 Mieke Bal, 1985, p. 101.

Page 20: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

ESPACIO, IDENTIDAD Y LITERATURA EN HISPANOAMÉRICA

19

narrativas cuya finalidad es la comunicación ordenada de unoshechos, pues la economía del relato exige el uso de losmateriales necesarios, y sólo ellos: de muchos de los talantesdel relato dependerá la amplitud de los materiales descriptivos.Pero el arte narrativo hace más que desarrollar historias, puesqueriéndolo o sin querer llega o puede llegar a la invención yconstrucción de mundos poéticos autosuficientes; y en unmundo inventado, la presencia del espacio [...] funciona demanera distinta que en el relato escueto. Aq uí se puedenofrecer al lector intuiciones espaciales, además de temporales,y, por tanto, vivencias, mucho más independientes delargumento que en el mero relato, o por lo menos relacionadocon él de otra manera. Admito sin dificultad que lograrlo conlas meras palabras es cosa ardua 6.

En medio del vacío y la desatención teórica hacia elespacio, las últimas décadas del siglo XX enfatizaron supapel central en el discurso narrativo y en el procesoliterario, gracias a las voces que reivindican mayorprofundidad en la valoración de sus funciones, a laaparición de nuevos materiales bibliográficos, e incluso aladvenimiento de nuevas corrientes de pensamiento en elcircuito académico, como la “ecocrítica”, la “ecosofía” oel “ecofeminismo” y que junto a otros síntomas socio-culturales dan cuenta de un fenómeno que a estas alturasno ofrece ya ninguna duda: que “el mundo actual en suactuar y en su pensar se nos está volviendo cada vez más‘espacialista’”7.

6 Gonzalo Torrente Ballester, 1984, p. III.7 Víctor d’Ors, loc. cit., p. 9. En una disciplina tan estrecha mente

ligada al espacio como la Geografía, este fenómeno aflora incluso enel lenguaje, como ya indicara Meter Gould: “Pensamos en palabras, ylas palabras reflejan nuestro pensamiento. Uno de los mayores

Page 21: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

Alicia Llarena

20

Resulta interesante –y desde luego muy significativo–que la pasión espacial haya irradiado en todos los órdenesde la ciencia y la existencia justo cuando el nuevo siglonos enfrenta a decisivos cambios de paradigmas, obligán -donos a reconducir, necesariamente, nuestra relación conel espacio que habitamos, nuestra complicidad con elentorno, en medio de la vorágine moderna que parecealejarnos del mismo. La alienación del espacio ha sidoseñalada por Leonard Lutwack, quien observa en el sujetocontemporáneo los efectos de un tiempo que hatransmutado la noción de espacio por la noción demovimiento, como consecuencia de la centralización delos poderes de gobierno y de los procesos económicos, deldesarrollo del transporte y la comunicación, y de laredistribución radical de los espacios residenciales. Tale sprocesos requieren para Lutwack del reconocimiento deesta nueva condición humana, donde la importancia delespacio fijo en la vida del individuo disminuye en favor delocalizaciones gobernadas por la movilidad y lascomunicaciones8, sumiendo al hombre en una nuevasintomatología, el síndrome del “Anyplace” (ningún

cambios que se produjeron a finales de los 50 y p rincipios de los 60fue el uso adjetivo de la palabra «espacial» para lo que antes se podíahaber llamado «geográfico». Se habla desde entonces de interacciónespacial, organización espacial, estadística, relaciones, comporta -miento, modelos, planificación , aplicaciones, patrones, difusión… yestructura espacial” (Peter Gould, 1987, p. 7).

8 “The dwindling importance of fixed places in the lives ofindividuals… the change from a life influenced by locations to a lifegoverned by mobility and communications” , Leonard Lutwack, 1984,p. 213.

Page 22: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

ESPACIO, IDENTIDAD Y LITERATURA EN HISPANOAMÉRICA

21

lugar), el mal moderno del “sin-espacio” (“The peculiarlymodern malaise called placelessness”) 9.

La pérdida de la referencia espacial parece evidente a laluz de las grandes masas migratoria s que han cambiado elrostro de la tierra en las últimas décadas, prodigando eldesplazamiento entre las naciones y los consiguientesdesajustes entre identidad y territorio. Pero curiosamente –y esto es lo que nos interesa subrayar– el peso específico delespacio se ha vuelto mayor a medida que han crecido losprocesos globalizadores, reavivando las interferencias entre lolocal y lo global que ya han quedado estigmatizada s en unnuevo término, la “glocalización”. Así, movilidad y desplaza -miento, comunicación y exilio, internacionalización eitinerancia, no han conseguido restar presencia a regiones yprovincias, sino al contrario, las han dotado de un relieveespecial, afirmando la importancia del territorio, comosugieren las modas étnicas, el énfasis ecológico, e inclusolos intereses de la nueva geografía, atenta hoy como nuncaa los efectos sociales del espacio más inmediato: “En lamedida en que se conoce el territorio –apunta VillanuevaZarazaga– se ayuda a comprender temas y problemas,algunos recurrentes y en la actualidad candentes, como losnacionalismos, la identidad territorial, los temas deconflictos fronterizos y movimientos irredentistas, y laordenación territorial en sí” 10.

En este mismo sentido, es precisamente ahora, en elcontexto de la globalización, cuando humanistas comoAlain Finkielkraut recuperan el concepto de “arraigo”

9 Leonard Lutwack, 1984, pp. 182 -183.10 Villanueva Zarazaga, 2002, p. 2.

Page 23: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

Alicia Llarena

22

esbozado en su día por Simone Weil en Echar raíces(1943), un libro que Albert Camus, su editor, consideró ensu día como un auténtico tratado de civilización. Par aWeil, “El arraigo es quizás la necesidad más importante yla más desconocida del alma humana. Es una de las másdifíciles de definir. Un ser humano tiene una raíz por suparticipación real, activa y natural en la existencia de lacolectividad, una colectividad que conserva vivos algunostesoros del pasado y algunos presentimientos delporvenir”11. De acuerdo con esta necesidad, Finkielkrautrehabilita en Du bon usage de la mémoire (2000)12, junto aTzvetan Todorov, el arraigo del ser humano en lo concretoy lo particular, frente al humanismo abstracto y elfundamentalismo tecnológico. Y en unas recientesdeclaraciones al respecto, señala que “La filósofa SimoneWeil ya denunciaba lo bárbaro que resulta el desarraigo delos hombres [...] En la época moderna, la técnica nos hapermitido desligarnos de la tierra, hoy en día, creo quedebemos desligarnos de la técnica para conservar ciertocontacto con la tierra” 13. Si bien es cierto que elcosmopolitismo del pensamiento ilustrado, en el sigloXVIII, encarnó la necesidad del individuo de desligarse delos prejuicios de la tradición para alcanzar valoresuniversales, la necesidad es ahora muy distinta, pues setrata de desligarse de los prejuicios de la globalización,evitando los efectos de una peligrosa disyunción entre loparticular y lo universal: “El mundo no es forzosamente lo

11 Simone Weil, 1996, p. 51.12 Tzvetan Todorov, R. Marientras y A. Finkielkraut, 2000.13 Anne Rapin, 2000.

Page 24: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

ESPACIO, IDENTIDAD Y LITERATURA EN HISPANOAMÉRICA

23

que nos dice esta forma de la mundialización, ni sóloredes. Es también territorios, naciones, paisajes [...] . Sí,hay territorios, sí, hay adhesiones, sí, la cuestión de lasfronteras sigue siendo capital, sí, también hay agricultoresy paisajes”14.

El desarraigo geográfico no sólo quiebra las relaciones dela colectividad con su territorio, con la pérdida consiguiente dereferentes simbólicos colectivos –el desarraigo cultural–, sinoque impide responder, en términos heideggerianos, a losprocesos básicos de la existencia humana, tal como fueronconcebidos en su conocido Ser y tiempo: “el encontrarse (caeren la cuenta de ser en un lugar o tiempo determinados), elcomprenderse (hacerse cargo de la propia situación) y elhablar (tener la capacidad de manifestarse)” 15. Por otro lado,no olvidemos que incluso en el espacio profano, comoapuntaba Mircea Eliade, la experiencia espacial es unaexperiencia religiosa, en el sentido etimológico, portadora deraíz y de estabilidad: “El paisaje natal, el paraje de losprimeros amores, una calle o un rincón de la primera ciudadextranjera visitada en la juventud. Todos estos lugaresconservan incluso para el hombre más declaradamente noreligioso, una cualidad excepcional, única: Son los lugaressantos de su universo privado”16.

Volviendo al terreno literario, y recordando la ausenciadel espacio en el discurso teórico, no es extraño que estossíntomas sociales hayan generado una mayor atención desus funciones en el dominio de la escritura y que , abrigado

14 Anne Rapin, 2000.15 Luis Gildardo Rivera Galindo, 2001.16 Luis Gildardo Rivera Galindo, 2001.

Page 25: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

Alicia Llarena

24

por esta temperatura histórica, empiece a hacerse realidadla profecía de Janusz Slawinski, uno de los pioneros en ladenuncia de esta prolongada ausencia:

Se puede prever fundamentadamente que la pro blemática delespacio literario ocupará en un futuro no lejano un lugar tanprivilegiado en los marcos de la poética como los que ocupa ron—todavía hace poco tiempo— la problemática del narrador yla situación narrativa, la problemática del tiempo, la proble-mática de la morfología de la fábula, o —últimamente— laproblemática del diálogo y la dialogicidad17.

Por otra parte, una de las cuestiones más atractivas enesta revitalización teórica, es que el concepto “espacio”afecta a múltiples disciplinas, ya que de hecho es “el másinterdisciplinar de los objetos concretos” 18, lo queenriquece de un modo extraordinario las reflexiones sobresu valor cultural y sus funciones literarias, al trasladar losvariados contenidos de otras materias al ter reno de laescritura, supliendo de paso, con la afinidad de otroscampos de estudio, las carencias ya mencionadas. Sin lapretensión de abarcar aquí las definiciones del espacio entodas las disciplinas donde tenga una sólida presencia,debo indicar que las ideas heterogéneas comparecerán enesta aproximación teórica para poner de relieve el papelnuclear del espacio en la conformación, percepción yexpresión escrita de la cultura. En realidad, la alusión aotros discursos y a otros campos científicos, es un signoantiguo en las reflexiones espaciales, y no sólo por su

17 Janusz Slawinski, 1989, p. 267.18 Milton Santos, 1996, p. 59.

Page 26: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

ESPACIO, IDENTIDAD Y LITERATURA EN HISPANOAMÉRICA

25

marginación literaria, sino porque, en definitiva, el espacioes un elemento cardinal e insustituible en toda ordenacióne interpretación del mundo, y toda reflexión en torno suyoes científicamente significativa, como apunta Ackermandesde el ámbito geográfico: “Lo que las relacionesespaciales nos dicen acerca de las conexiones en elsistema es significativo para la ciencia como un todo” 19.Es notorio además que el aprove chamiento de este mate-rial científico ha señalado importantes caminos para elarte, y no son pocos los términos que podrían tomarse enbeneficio del análisis literario. En su clásico libro sobre laEstructuras del texto artístico , Yuri Lotman apunta, porejemplo, que conceptos como el de “espacio cromático ” o“espacio de fases”, que “consti tuyen la base de modelosespaciales ampliamente utilizado en óptica y electrotec -nia”, ofrecen la “posibi lidad de construir modelos espacialesde conceptos que no poseen en sí una naturaleza espacial”20,cuestión digna a su juicio de un análisis riguroso. Es evidentetambién que los lenguajes propios de otros dominios –desde laarquitectura a la geografía, desde la filosofía a la antropología,o “los lenguajes de las teorías físicas, cosmológicas o astronó-micas”21–, con su interesante provisión de noticias yargumentos sobre el tema, dotan al espacio literario de unasustancia teórica más corpórea y de un aura más contundente,aunque en materias tan próximas como la literatura y lafilosofía el parentesco no se consolidó con claridad hastafinales del siglo XVIII, tal como indica Ricardo Gullón:

19 Edward Ackerman, 1976, p. 9.20 Yuri Lotman, 1978, pp. 270-271.21 Januzs Slawinski, 1989, p. 273.

Page 27: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

Alicia Llarena

26

“hasta llegar a Kant no encontra mos una idea del espacioque pueda vincularse con cierta justificación al espacioliterario: lo que Kant llama espacio subjetivo y su relacióncon las cosas se acerca al modo imaginativo con que elpoeta enfrenta el problema”22.

Y es que, ciertamente, en el ámbito de la filosofía, lasconsideraciones espaciales fueron durante siglos de bajaintensidad, sobre todo si se comparan a las que esta mismadisciplina otorgó históricamente a categorías como eltiempo, de acuerdo con sus efectos sobre la realidad.Sobre este agravio comparativo se expresa el filósofoespañol Xavier Zubiri en un extenso volumen , de carácterpóstumo, que desde el título mismo ya ubica al espaciocomo factor protagónico de la “inteligencia sentiente”, sucontribución más conocida a la teoría del conocimiento:

Este problema del espacio puede parecer un tema de menorvolumen que el problema del tiempo. Al fin y al cabo, sepiensa que el tiempo está en la mente de todos como algouniversal, algo que concierne a todo lo real; y además todo elmundo habla del tiempo. En cambio, del espacio se dice:“¡Bah! El espacio es algo que tienen algun as cosas, las cosasespaciales —la inteligencia no es espacial, etc. —”. Y, porconsiguiente, el espacio parece que es algo muy arrinconadorespecto del volumen fabuloso que tiene el tiempo como uncoeficiente que afecta a cualquier realidad 23.

En la larga tradición filosófica de Occidente, el tránsitodesde el pensamiento temporalista hacia el pensamientoespacialista no tuvo lugar hasta la segunda mitad del siglo

22 Ricardo Gullón, 1980, p. 1.23 Xavier Zubiri, 1996, p. 17.

Page 28: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

ESPACIO, IDENTIDAD Y LITERATURA EN HISPANOAMÉRICA

27

XX, tal como describe Bollnow 24. En su breve repasohistórico del problema espacial, éste percibe que eltránsito tuvo su origen en los años treinta, gracias a lascontribuciones sobre el “espacio vivido” de GrafDürckheim, las obras de Minkowsky (Le temps veçu, 1932y Vers une Cosmologie , 1936) la literatura psicopatológicade E. Straus sobre el “espacio resonante”, y la noción de“extravío” y el “Daseinanálisis” de Binswanger, paraquien “la situación espiritual de la existencia humana sólopuede ser comprendida a partir de un esquema espacial” 25.

Sin embargo, y a pesar del interés que apuntaban estoscomienzos en las disciplinas médicas, las ideas espacialesno se extendieron a la filosofía hasta 1939, cuando H.Lassen, partiendo de los apuntes sobre el “espacio mítico”descrito por Cassirer en su Filosofía de las formassimbólicas (1923-1929) “defendió la significaciónfundamental de la espacialidad en la estructura de laexistencia humana”26, aunque sus valiosas intuiciones, porcierto, pasaron desapercibidas y no encontraroncontinuidad hasta los años cincuenta, primero en elanuario Situation (1954) publicado en Amberes alrededorde la figura de Frederic Buytendijk, donde se integranimportantes trabajos sobre la estructura del espacioconcreto vivencial y, finalmente, en las reflexionesfenomenológicas y poéticas de Gaston Bachelard,expuestas en su ya clásico Poética del espacio (1958).Mención especial en este largo trayecto merecen también

24 Otto Friedrich Bollnow, 1969, pp. 21 -31.25 Otto Friedrich Bollnow, 1969, p. 54.26 Otto Friedrich Bollnow, 1969, p. 22.

Page 29: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

Alicia Llarena

28

las reflexiones sobre el “habitar” de Merleau -Ponty(Fenomenología de la percepción , 1945) y es obvio que,sobre el conjunto de esta nueva historia del problemaespacial, planea lógicamente la sombra alargada deHeidegger, cuya influencia hasta hoy no puede olvidarse,y a quien el propio Bollnow otorga un lugar de privilegioen los contenidos de su libro Hombre y espacio (1963), elvolumen que concede al espacio, al fin, un protagonismodefinitivo en la aventura del pensamiento y de la filosofía.

Al margen de que las especula ciones filosóficas,antropológicas, simbólicas, científicas y sociales queintervienen en la definición del concepto “espacio”resulten fundamentales para subrayar su significado y susfunciones, no debe desdeñarse que, en sí mismas, éstas nosobliguen a elaborar un ejercicio crítico flexible, abierto demodo sistemático a una interdisciplinariedad enriquece -dora, y que, a la vista de los r esultados, conviene asumirsin paliativos: “No pienso, pues, po stular en el dominio dela espaciología literaria —afirma Slawinski— el limitarsea una sola perspectiva investigativa y una fidelidadabsoluta a los problemas vinculados con esa perspectiva.Considero que todos los tipos de reflexión [...] sonadmisibles en idéntica medida y pueden ser combinadosde diferentes maneras” 27 De hecho, parte de la curiosidady el renovado interés que la espaciología ha despertado enlas últimas décadas –y no sólo en el terreno literario–,tiene que ver con esta combinación de disciplinas; y es queen este caso, más que el método, importa el camino, quetiende a ramificarse, que está lleno de preguntas, y que

27 Januzs Slawinski, 1989, p. 276.

Page 30: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

ESPACIO, IDENTIDAD Y LITERATURA EN HISPANOAMÉRICA

29

requiere por ello de su propia fórmula, de su propiasintaxis, la que ponga de manifiesto sus aspectos másnotables, cualquiera que ésta sea: “No hay líneas rectas, nien las cosas, ni en el lenguaje. La sintaxis es el conjuntode caminos indirectos creados en cada ocasión para ponerde manifiesto la vida en las co sas”28 –diría Deleuze–,palabras que, a buen seguro, corroborarían los que hanprestado hasta hoy una profunda atención al espacio:

Se habrá visto –señala Zubiri al final de su extenso capítuloespacial– que en este estudio han pasado ante la vista cosasmuy diversas: unas de física, otras de matemática, alusiones ala vida animal, a la inteligencia humana, a la historia, etc. Nopretendo ser víctima irreflexiva de una estructura inducida, quesería in casu dejarme llevar del tópico de la llamadaclasificación de las ciencias, sino justamente al revés: derealizar todo lo modestamente que se quiera (pero, comoesfuerzo y como intención, realizarlo de una manera auténtica)la conjunción de todos los recursos, porque todos son pocos silo que queremos es arrancar a las cosas reales aunque no seamás que una esquirla de su intrínseca inteligibilidad 29.

La atracción por el espacio, antigua como el mundo,está llena en efecto de líneas ondulantes y caminosindirectos; entre otras cosas por el carácter mítico ysimbólico que tiene en las distintas culturas del planeta.Ya Ernst Cassirer se refería al “aura reve rencial que rodeaen un comienzo al ‘lími te’ espacial”30, de ahí lasceremonias y los ritos con que se acompañan las

28 Gilles Deleuze, 1996, p. 13.29 Xavier Zubiri, 1996, p. 205.30 Ernst Cassirer, 1985, p. 137.

Page 31: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

Alicia Llarena

30

fundaciones y trazados de los pueblos p rimigenios, y latrascendencia del instante en que se fijan los puntoscardinales. En este mismo sentido, Juan Eduardo Cirlotsubraya que “Este simbolismo de las zonas espacialesinforma o sobredetermina todo otro símbolo material, seanatural, artístico o gráfico”31 hecho visible incluso enexpresiones que se han vuelto cotidianas, y que tienen, comosabemos, una carga ideológica importante : relacionesNorte/Sur; Primer Mundo/Tercer Mundo, Centro/Periferia,etc.32, e incluso en la abundancia de ideas y conceptos queantes no se expresaban espacialmente y que hoy son un lugarcomún en el ámbito mediático o en el de la simpleconversación, tal como demostró George Matoré en suconocido ensayo sobre el espacio humano (“ conferenciacumbre”, “de alto nivel”, “línea de conducta”, “ruedas deprensa”, “sectores sociales”, etc.)33.

Del mismo modo, esta consideración de las primerasorientaciones espaciales como primeras referenciassimbólicas y arquetípicas, está descrita en el pensamientode Gilbert Durand, para qu ien: “Los puntos cardinales delespacio abarcan las grandes clasificaciones simbólicas delos Regímenes de la imagen y sus estructuras” 34; es más,

31 Juan Eduardo Cirlot, 1988, p. 192.32 “Este y oeste, norte y sur no son distinciones que sirvan de

modo esencialmente idéntico para la orientación dentro del mundo delas percepciones empíricas, sino q ue a cada una de ellas le esinherente un ser y una significación propios y específicos, una vidamitológica intima” (Ernst Cassirer, 1985, p. 133). El énfasis esnuestro.

33 Georges Matoré, p. 394.34 Gilbert Durand, 1982, p. 394.

Page 32: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

ESPACIO, IDENTIDAD Y LITERATURA EN HISPANOAMÉRICA

31

“Estas categorías topológicas, tanto como estructurales,quizás sean el modelo de todas las categorías taxon ómicas,y el distingo afectivo y espacial que preside lasdenominaciones de las regiones del espacio sirveprobablemente de modelo a todo el proceso mental de ladistinción”35. Mucho antes, el propio Eliade (Lo sagrado ylo profano, 1956) había establecido algunas de esasdistinciones principales, señalando cómo la diferenciaciónentre espacios sagrados y espacios profanos sirvió defundamento central para la creación de las religiones, ycómo desde entonces se asignaron a esos espaciosatributos cualitativamente distintos36.

Descrito en el orden simbólico como “la región intermediaentre el cosmos y el caos”37, el espacio es, en definitiva, unaconstrucción lógica que ha sido constantemente reafirmadapor la tradición oriental, la psicología experimentalista, laantropología o la sociología, especialmente atentas a lamanifestación de las “leyes” espaciales. Pero el signo másrotundo de la capacidad simbólica del espacio, de sufunción como primera orientación pura e intelectual del cos-mos y la prueba de que de las primeras delimitaciones

35 Gilbert Durand, 1982, p. 395.36 Especialmente interesantes para esta fundamentación cultural

del espacio en Lo sagrado y lo profano de Mircea Eliade son losapartados: “El espacio sagrado y la sacralización del mundo”, el“Centro del Mundo”, “Nuestro mundo se sitúa siem pre en el centro”’,“La sacralidad de la naturaleza y la religión cósmica”, “Tierra Mater”,“Humi Positio (“la acción de depositar al niño en el suelo”). “Lamujer, la tierra y la fecundidad”, “Simbolismo del árbol cósmico ycultos de la vegetación” y “Cuerpo -casa-cosmos”.

37 Juan Eduardo Cirlot, 1988, p.190.

Page 33: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

Alicia Llarena

32

espaciales se deriva cualquier otra ordenación del mundo, estásin duda alguna en el lenguaje, poblado de huellas de estaconexión. Términos como “punto de vista”, que describen lapercepción de la realidad, resultan singularmente espaciales; yacciones tan decisivas en este mismo sentido como el verbo“contemplar”, guardan con el espacio una relación umbilical,presente en su raíz etimológica:

[el término latino] “contemplari”, que designa la consideracióny visión teorética pura, se deriva etimológica y mate rialmentede la idea de “templum”, o sea, el espacio delimita do en el cualel augur efectuaba su observación del cielo 38.

En busca de datos que pudieran confirmar, precisamente, laincidencia de esta interrelación entre el hombre y el espacioen el ámbito del lenguaje, el antropólogo Edward T. Hallasistirá en su búsqueda a un momento deslumbrante, elinstante en que la intuición lingüística le revela un materialinesperado:

Fue su pensamiento [el de Edward Sapir] el que me hizoconsultar el diccionario de bolsillo de Oxford y sacar de éltodos los vocablos referentes al espa cio o que tienen conno-taciones espaciales, como: junto, distante, arriba, abajo, lejos,unido, encerrado, ámbito, erra r, caer, nivel, erguido, adyacente,

38 Ernst Cassirer, 1985, p. 137. Abundando en esta idea, añadiráque “El estudio del lenguaje […] nos mostró que hay una multitud derelaciones de la más variada especie, especialmente, valiéndose delespacio. Por esta vía, las simples palabras espacial es se convirtieronen una especie de palabras espirituales originales. El mundo objetivose hizo inteligible y transparente para el lenguaje en la medida en quelogró retraducirlo a términos espaciales” (p. 119).

Page 34: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

ESPACIO, IDENTIDAD Y LITERATURA EN HISPANOAMÉRICA

33

congruente, etc.. En una lista provisional salieron cerca decinco mil vocablos que podían clasi ficarse en relación con loespacial. Esto significa 20% de las palabras que con tiene eldiccionario de bolsillo de Oxford. Aunque yo conocía a fondomi propia civilización, no estaba preparado para estedescubrimiento39.

Como actividad artística que tiene en el lenguaje suprincipal herramienta (nada menos que aquélla sobre lacual edificamos el conocimiento y la civili zación) lasimágenes espaciales y la espacialidad tendrán unarepercusión inevitable y directa en la obra literaria. Entrelos conocidos estudios fenomenológicos de GastonBachelard, La poética del espacio se inicia, precisamente,con esta clara pregunta: “¿Cómo una imagen, a veces muysingular, puede aparecer como una concentración de todoel psiquismo? ¿Cómo, también [...] puede ejercer acción –sin preparación alguna– sobre otras almas, en otroscorazones, y eso, pese a todas las barreras del sentidocomún?”40. El filósofo sabe, entre otras cosas, que “lasgrandes imágenes tienen a la vez una historia y unaprehistoria. Son siempre a un tiempo recuerdo y leyenda”,que “Toda imagen grande tiene un fondo oníricoinsondable”41 y que “la imagen poética es un res altarsúbito del psiquismo”42. De ahí su fe científica en lafenomenología como elemento para una metafísica de laimaginación. Por otro lado, Bachelard también es

39 Edward T. Hall, 1987, pp. 116-117. El énfasis es nuestro.40 Gaston Bachelard, 1983, pp. 9 -10.41 Gaston Bachelard, 1983, p. 64.42 Gaston Bachelard, 1983, p. 7.

Page 35: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

Alicia Llarena

34

consciente de que, entre las imágenes poéticas, lasespaciales tienen un lugar privilegiado, porque “el espaciohabitado trasciende el espacio geométrico”, porque “lacasa remodela al hombre”43 y porque a ese espacio realdonde moramos

se adhieren también valores imaginados, y dichos valores sonmuy pronto valores dominantes . El espacio captado por laimaginación no puede seguir siendo el espacio indiferenteentregado a la medida y a la reflexión del geómetra. Es vivi do.Y es vivido, no en su positividad, sino con todas las parcialida -des de la imaginación. En particular, atrae casi siempre .Concentra ser en el interior de los límites que protegen 44.

El lenguaje habla, y las imágenes espaciales son, pues,portadoras de un enorme psiquismo, símbolos culturales yarquetípicos donde se resume la historia individual ycolectiva, más allá del tiempo y las transformaciones; poreso, en esta galería de lugares descrita por Bachelard (lacasa, el sótano, la buhardilla, el universo, los rincones...)hay algo próximo, familiar, reconocible, una fuente comúnde cuyo lenguaje simbólico pueden beber el ps icoanalistao el filósofo:

En nuestra civilización, que pone la misma luz en todas partes einstala la electricidad en el sótano, ya no se baja al sótano conuna vela encendida. Pero el inconsciente no se civiliza. Él sítoma la vela para bajar al sótano. El psicoanalista no puede

43 Gaston Bachelard, 1983, p. 79.44 Gaston Bachelard, 1983, p. 28. El énfasis es nuestro.

Page 36: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

ESPACIO, IDENTIDAD Y LITERATURA EN HISPANOAMÉRICA

35

quedarse en la superficialidad de las comparaciones o metáforasy el fenomenólogo debe ir hasta el extremo de las imágenes 45.

Desde el terreno de la antropología cultural, lacategoría del espacio se percibe con la misma fuerza y conel mismo arraigo, como atestigua su presencia entre laspáginas de Las estructuras antropológicas de loimaginario, el libro donde Gilbert Durand sistematiza laque fue durante siglos “la loca de la casa”, el terrenoinestable de la imaginación, y el territorio por excelenciade las imágenes poéticas. Como patrimonio imaginario dela humanidad, ese territorio es denso en símbolos yarquetipos, y su retórica tiene por ello la profundidad de louniversal. Entre esas imágenes, “la morada”, “la tumba”, olos símbolos de ascensión o de caída, tienen un acentodeliberadamente espacial, y de entre todas sobresale la“Gran Madre telúrica”, la tierra. Con respecto a ésta,Durand posee argumentos suficientes para afirmar launiversalidad de la creencia en la mate rnidad de la tierra,es más, “La Gran Madre es, con toda seguridad, la entidadreligiosa y psicológica más universal” 46, hecho queexplica su consiguiente elevación al plano social: “Elsentimiento patriótico (habría que decir matriótico) nosería más que la intuición subjetiva de ese isomorfismomatriarcal y telúrico. La patria está representada casisiempre por características feminizadas [...] Muchas de laspalabras que designan la tierra tienen etimologías que seexplican por la intuición espacial del co ntinente: ‘Lugar’,‘zona’, ‘provincia’”47 y, de hecho, “el culto de la

45 Gaston Bachelard, 1983, p. 50.

Page 37: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

Alicia Llarena

36

naturaleza en Hugo y los románticos no sería otra cosa queuna proyección de un complejo de retorno a la madre” 48.

Teniendo en cuenta que el eterno femenino y elsentimiento de la naturaleza van unidos en literatura, nodebe resultar extraño que, a finales del siglo XX, elllamado “ecofeminismo” haya visto en la correlaciónmujer-tierra un interesante campo teórico, cuyos primerosresultados arrojan un saldo negativo, tal como correspondea la temperatura histórica e ideológica de la que emana suprincipal postulado: que la degradación de la tierra, ladestrucción y violación del medio ambiente, el papelirrelevante que la naturaleza tiene en la sociedadhomocéntrica y su confinamiento uti litario y mercantil a lafunción reproductiva es una imagen analógica de esasmismas acciones sobre el sujeto femenino 49. Partiendo de

46 Gilbert Durand, 1982, p. 223.47 Gilbert Durand, 1982, p. 219.48 Gilbert Durand, 1982, p. 220.49 El término “ecofeminismo” (o “feminismo ecológico”) se debe a

la socióloga francesa Françoise D’Eaubonne, quien lo utiliza por vezprimera en Le Feminismo ou la mort (1974). A partir de entoncessirve para designar los lazos de la lucha por el cambio de relacionesentre hombres y mujeres con la transformación de l as relaciones conel medioambiente. Desde entonces la teorización al respecto hacrecido notablemente, haciéndose v isible sobre todo en la últimadécada del pasado siglo, a través de publicaciones como Reweavingthe World: The Emergence of Ecofeminism (Irene Diamond andGloria Fernan Orestein, 1990), una de las primeras antologías sobre eltema, y Ecofeminist Literary Criticism: Theory, Interpretation,Pedagogy (Greta Gaard and Patrick Murphey, eds., 998), volumen querevela la incidencia del movimiento en disciplinas académicas comola Crítica Literaria.

Page 38: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

ESPACIO, IDENTIDAD Y LITERATURA EN HISPANOAMÉRICA

37

esta idea, el “ecofeminismo” se postula como un nuevomodo de reflexión sobre la naturaleza, la espiritualidad yla política, después de que una parte del movimientofeminista advirtiera que las organizaciones políticasraramente incluyen en sus programas componentesespirituales y que, al mismo tiempo, los gruposespirituales pocas veces cultivan la conciencia y la acciónpolítica; de ahí que el “ecofeminismo” haya trazado unpuente entre la política, la espiritualidad y la naturaleza,enfatizando la necesidad de una comprensión pre -patriarcal de la historia (entendida no como una nostálgicao romántica vuelta al pasado, sino como la necesidad deretornar a una relación no alienada e igualitaria con lanaturaleza) y otorgando especial atención a todo tipo derelaciones de poder opresivas 50. Aún con las sospechas yrecelos que algunas de sus facetas puedan estimular en elpensamiento contemporáneo (los enfoques “ecofemi -nistas” no son unívocos, sino múltiples) 51, sobre todo porla postura esencialista y excluyente que busca propiedadescomunes entre la mujer y la naturaleza, o por quieneselogian la diferencia femenina como potenc ial revolu-cionario, sin advertir que ya no es posible atribuircualidades estables a mujeres y hombres, el debate es sinduda alentador e interesante cuando se entiende, holística -

50 En el caso de Hispanoamérica, muchos de los aspectos teóricosdel “ecofeminismo” concuerdan con la práctica literaria de escritorascomo Rosario Castellanos o, más recientemente, con algunas de lasescritoras del México fronterizo.

51 Vid. El volumen Ecofeminismos de Bárbara Holland-Cunz,1996.

Page 39: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

Alicia Llarena

38

mente, como una práctica que busca “la salvación del cuerposagrado de la Tierra”52 y que quiere mostrar no sólo laconexión entre la dominación de las mujeres y de la naturalezadesde el punto de vista de la ideología cultural y de lasestructuras sociales, sino introducir también nuevas formas depensamiento, estimulando lo que ha dado en llamarse“ecojusticia”:

Es bueno recordar que para muchos antropólogos la naturalezay las mujeres son aprehendidas como realidades inferiores a lacultura, y ésta a su vez es asociada simbólica y culturalmente alos hombres. La separación entre naturaleza y cultura se tornauna clave interpretativa importante para la civilizaciónoccidental, manifestándose no sólo a través de la separaciónentre las llamadas ciencias humanas y las ciencias exactas, sinoen el orden mismo de la organización po lítica. Algunos gruposhumanos fueron denominados primitivos y “clasificados”como más próximos a la naturaleza, y por lo tanto inferiores.Esto justificó diferentes formas de dominación sobre la tierra ysobre diferentes grupos humanos. Negros, indios y m ujereseran parte de la naturaleza y por eso se justificaba su sumisiónal orden de la cultura53.

La idea de este “ecofemin ismo”, que pretende religar laconciencia humana a la naturaleza, ha sido desarrolladapor Ivone Gebara en franca conexión con el pro blema delconocimiento y la teología54, ampliando sus límites hacia

52 Ivone Gebara, 2000, p. 32.53 Ivone Gebara, 2000, p. 19.54 Para Ivone Gebara “La ligazón entre ecofeminismo y teología

parece tal vez hasta más estrecha que la ligazón entre feminismo yecología. Esto es así porque tanto las mujeres como el ecosistema y lanaturaleza estuvieron poco presentes en el discurso teológico oficial”,

Page 40: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

ESPACIO, IDENTIDAD Y LITERATURA EN HISPANOAMÉRICA

39

una conciencia global, “en comunión con”, que logrerearticular de nuevo las interrelaciones entre subjetividady objetividad, individualidad y col ectividad, trascendenciae inmanencia, ternura, compasión y solidaridad, plantas,animales y ser humano, y que no pretende prescindir delantropocentrismo inherente a la condición humana, perotampoco de “nuestra realidad cósmica más amplia y de larealidad del ecosistema” 55.

En conjunción con esta proposición ecofeminista queaspira a instalar la cuestión medioambiental más allá de lapropia naturaleza, en una suerte de ecología global quereanude la relación interdependiente entre ésta y elhombre, podrían leerse también las ideas del movimiento“Deep Ecology” (“ecología profunda”) y el discursocrítico que Félix Guattari expone en Las tres ecologías.

En el primero de los casos, la “ecología profunda”,establecida por el noruego Arne Naess en su ya célebreartículo “The Shallow and the Deep, long -range ecologymovements: A summary” 56, propone una visión integrada

de ahí que no sea extraño que también en los años setenta laspreguntas teológicas sufrieran un cambio importante de orientación, yen lugar de preguntarse, como hasta entonces, “¿cómo podemosconocer a Dios, cómo se revela su voluntad?”, se cuestionaran “lasmaneras de transformar el mundo para tornarlo más justo […] ¿cómovivir el Reino de Dios en la historia?”, cambio de intereses que a sujuicio adquirió “contornos originales” en América Latina; entre o tros,con la llamada Teología de la Liberación (Iv one Gebara, 2000, pp. 27-28).

55 Ivone Gebara, 2000, p. 72.56 Arne Naess, 1973. Junto al término original “Deep Ecology” –el

más extendido hasta la fecha – es también conocida como

Page 41: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

Alicia Llarena

40

entre el hombre y el medioambiente, enfatizando laigualdad biocéntrica, es decir, el hecho de que todas lascosas naturales (la vida, las montañas, los ecosistemas, lospaisajes, etc.) tienen derecho intrínseco a la existencia,enfrentándose al paradigma antropocéntrico dominanteque superpone y enfrenta al hombre con el medio natural.Influida por las culturas orientales (Taoísmo, Budismo,Zen), la reevaluación de las culturas nativas, elpensamiento filosófico de Spinoza, la actitud religiosa deSan Francisco de Asís o el pacifismo de Mahatma Gandhi,propugnan una nueva psicología que integre la metafísicaen la mente de la sociedad postindustrial, que involucre ladimensión espiritual y global en la ecología tradicional yque incorpore al conocimiento analítico y científico laantigua sabiduría, la que entendió la ciencia comocontemplación del cosmos, ampliadora de conocimientosde la creación y de uno mismo, respetuosa con lo queFritjof Capra denomina “la trama de la vida”: “La ecologíaprofunda no separa a los humanos, ni a ninguna otra cosa,del entorno natural. Ve el mundo, no como una colecciónde objetos aislados, sino como una red de fenómenosfundamentales interconectados e inte rdependientes. Laecología profunda reconoce el valor intrínseco de todoslos seres vivos y ve a los humanos como una mera hebrade la trama de la vida” 57. Lógicamente, los fundamentosde esta ecofilosofía, articulados en torno a los ocho puntosbásicos que constituyen su manifiesto, suponen más que

“ecofilosofía”, “ecosofía”, “ecosicología”, “egocentrismo”, “ecologíaradical” o “ecología revolucionaria”.

57 Fritjof Capra, 1999, p. 229.

Page 42: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

ESPACIO, IDENTIDAD Y LITERATURA EN HISPANOAMÉRICA

41

una mera intervención práctica en la conservación delentorno, porque es, sobre todo, un pensamiento que aspiraa impulsar una profunda transformación de nuestra visióndel mundo, en un nivel ontológico, personal y cósmico,sustituyendo algunos de los más arraigados paradigmas ycelebrando la diversidad como un estado culturalmentedeseable58, lo cual le ha supuesto un frontal rechazo de lossectores más furiosos y conservadores del actualcapitalismo.

En una línea semejante, y partiendo de la “ecología de lasideas” de Gregory Bateson –teórico de la “deep ecology”–, eldiscurso de Félix Guattari se instala asimismo en una líneaintegradora, proponiendo una suerte de “ecosofía” que articulea un tiempo los tres registros ecológicos: el del medioambiente (la ecología natural) el de las relaciones sociales(la ecología social) y el de la subjetividad humana (laecología mental). En el pórtico de su libro, la cita de

58 En resumen, las propuestas básicas de la “deep ecology” sonéstas: sustituir la dominación de la naturaleza por una relaciónarmónica con ella; respetar el valor intrínseco de toda forma de vida,en lugar de entender el medio natural como exclusiva fuente derecursos para satisfacción del hombre; abogar por la tenencia denecesidades simples en lugar de un crecimiento material y económicodesmedido; abolir la creencia de la naturaleza como fuente de recursosy reservas ilimitadas, tomando conciencia de sus limitaciones; enlugar de progreso y soluciones de la alta tecnología, una tecnologíaapropiada y una ciencia no dominante; en lugar del fero z consumismo,la idea de suficiencia y reciclaje; desplazar las comunidadescentralizadas y las naciones hacia las tradiciones minoritarias, laautonomía local y las bioregiones.

Page 43: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

Alicia Llarena

42

Bateson59 indica ya una clara orientación religante, queGuattari reclama en los siguientes términos: “Hoy menos quenunca pueden separarse la naturaleza de la cultura, y hay queaprender a pensar ‘transversalmente’ las interacciones entreecosistemas, mecanosfera y Universo de referencia sociales eindividuales”60. A su juicio, las oposiciones dualistas tradicio -nales que han guiado hasta ahora el pensamiento social, asícomo las cartografías geopolíticas, han laminado lassubjetividades y mostrado su actual caducidad, comoconstatan los signos más visibles al respecto: “la multiplica-ción de las reivindicaciones nacionalitarias, ayer todavíamarginales, y que hoy en día ocupan cada vez más el primerplano de las escenas políticas”61. De hecho, si no se produceesa rearticulación de las tres ecologías, “desgrac iadamente sepuede presagiar el ascenso de todos los peligros: los delracismo, del fanatismo religioso, de los cismas nacionalitariosque tienden hacia nuevas posturas reaccionarias, los de laexplotación del trabajo de los niños, de la opresión de lasmujeres...”62. En un terreno individual, la pérdida de lasubjetividad es especialmente visible en el ámbito de las

59 La cita de Bateson que Félix Guattari ubica como pórtico a suensayo Las tres ecologías (1996) señala que “Así como existe unaecología de las malas hierbas existe una ecología de las malas ideas”,idea que constituye la tesis central de su libro Vers I’ecologie deI’esprit (Paris, 1980). Esta “ecología de las ideas”, por cierto, no secircunscribe únicamente al dominio de la sicología de los individuos,sino que se organiza en sistemas o “espíritus” (minds) colectivos,sobre los que Guattari edificará precisamente su “ecología social”.

60 Félix Guattari, 1996, p. 34.61 Félix Guattari, 1996, p. 15.62 Félix Guattari, 1996, p. 21.

Page 44: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

ESPACIO, IDENTIDAD Y LITERATURA EN HISPANOAMÉRICA

43

“cartografías” o “Territorios existenciales”, de ahí quetambién sea necesario afrontar la crisis ecológica en elseno de la vida cotidiana (“d oméstica, conyugal, devecindad, de creación y de ética personal”) porque “No esjusto separar la acción de la psique, el socius y el medioambiente”63.

El pensamiento de Guattari, y su defensa de lasubjetividad y la singularización, es profundamentedesestabilizador, no sólo con respecto al vigente sistemasocioeconómico (al que denomina Capitalismo MundialIntegrado), sino a los mismos fundamentos culturales ycientíficos, a los que reclama otro clase de verdad (“No setratará tanto de explicar esas prácticas en términos deverdad científica como en función de su eficacia estético -existencial”64) y la consiguiente renovación de lasprácticas en todos los órdenes de la vida: “Nuevasprácticas sociales, nuevas prácticas estéticas, nuevasprácticas del sí mismo en la relación con el otro, con elextranjero, con el extraño” 65, palabras que cobran una vitalrelevancia en el contexto espacial de la globalización, elmulticulturalismo y las cuestiones fronterizas.

Por otro lado, la relación de interdependencia ent rehombre y medio ambiente que hoy reclama esta suerte deecosofía integral, resuena también en otros órdenes,actualizando de paso contenidos culturales y conceptosmitológicos que refuerzan la importancia del espacio, ypropiciando además una interesante renovación en las

63 Félix Guattari, 1996, p. 32.64 Félix Guattari, 1996, p. 56.65 Félix Guattari, 1996, p. 78.

Page 45: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

Alicia Llarena

44

líneas maestras de algunas disciplinas. Uno de losgeógrafos más influyentes de las últimas décadas, PeterGould, subraya cómo el restablecimiento de la alianzaentre la geografía y la filosofía ha procurado a sudisciplina importantes dividendos, hasta el punto de queuna de las más pujantes tendencias de la geografía actuales la de incluir la investigación de la geografía humana enel marco más amplio de la teoría social 66. En el mismosentido, Villanueva Zarazaga advierte cómo hasta ah ora“se ha dado preferencia a los modelos de sociedad queconstruyen un espacio basado en lo jurídico y en loeconómico; ahora a la geografía le interesan también losmodelos del hombre, que realiza unas representacionesespaciales en función del espacio v ivido y percibido porlos habitantes”67.

De la trascendencia de la experiencia espacial –lacompleja relación de intimidad entre hombre y espacio–puede hablarse extensamente , y puede hablarse enmúltiples sentidos. Desde las observacionesantropológicas de Ernst Cassirer o las teorías de Carl Jung,hasta la exitosa y moderna revitalización de técnicas

66 Peter Gould, 1987, p. 18. A esta observación añadirá: “Y, unavez más «pensar sobre la geografía» nos lleva a «p ensar sobre elpensamiento». Lo que quiere decir que hemos aterrizado de plano enla más vieja de las tradiciones, la filosofía […]. Lo que hemos visto enlo mejor de la discusión geográfica de la última década es una firmeresolución de renovar esa vieja unión con la tradición filosófica, quees en definitiva un elemento constitutivo de la tradición occidental engeneral”.

67 José Villanueva Zarazaga, 2002, p.7.

Page 46: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

ESPACIO, IDENTIDAD Y LITERATURA EN HISPANOAMÉRICA

45

orientales como el Feng-Shui68, pasando por lasvaliosísimas reflexiones sobre el “habitar” de Heidegger,la propuesta urbanística y arquitectónica de la “psi cogeo-grafía”, la interesante puesta en escena de la “Teoría delEmplazamiento”69 o remontándonos incluso a los másantiguos tratados galénicos, lo cierto es que por todaspartes asoman las huellas de esta definitiva relación entreel sujeto y su medio, y argumentos que enfatizan elcarácter significativo del espacio vivido, de la localiza -ción, del enraizamiento y la pertenencia, una cuestión másprofunda que la mera persuasión en el orden físico, comoseñala Winifred Gallagher en The Power of Place alrecordar que la influencia del medio ambiente en elhombre físico es obvia, pero que sus efectos en los estadospsíquicos internos, aún siendo menos visibles, son másdeterminantes y acusados, hecho que puede constatarse enlas analogías médicas establecidas p or Hipócrates (con su

68 El trabajo de Sara Rossbach, Feng Shui. The Chinese Art OfPlacemen (1995), pone de relieve la importancia cultural del espacioincluso en las dimensiones más cotidianas de la existencia.

69 “Estar emplazados (de plaza, lugar y de plazo, tiempo) es estarcitados en determinado tiempo y lugar para que demos razón del algo[…]. Somos, por tanto, seres ‘puestos’ en cada instante en un lugar. Setrata de una ubicación material, consecuencia de nuestra res extensa,de la corporeidad que nos constituye, pero también de una ubicaciónsimbólica, tejida en/por las redes de la res cogitans, nuestra mente[…]. Habitamos un lugar y tiempo […] pero también habitamoslugares simbólicos en la semiosfera (Lotean), asignados por las redesde mediaciones culturales que nos constituyen. Existe, pues, unatopología del ser de la que deriva una ontología topológica , y nuestroconocimiento es cartografía del ser” (Manuel Ángel Vázquez Medel,2002-2003, p. 8).

Page 47: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

Alicia Llarena

46

clásico tratado sobre la correspondencia entre los humorescorporales y las estaciones del año) o en la tesis dePosidonius sobre la estrecha relación entre invierno ymelancolía70. Necesariamente, hay que recordar en estepunto que ya Herder, a quien se considera uno de losprecursores del nacionalismo alemán, y cuya filosofíaafirmó el derecho de los pueblos a expresar en formaautónoma su individualidad nacional y cultural ( Ideaspara una filosofía de la historia de la Humanidad , 1784-1791), apeló a la relación entre “Genio natural y medioambiente” como un método de conocimiento del almanacional: “el clima –señaló– no impone su influjo a lafuerza, sino que promueve una proclividad determinada;confiere una disposición apenas percep tible, que se puedeobservar en el cuadro conjunto de las costumbres y elestilo de vida de ciertos pueblos bien arraigados en sutierra”71.

70 Winifred Gallagher, 1994. Estas ideas pueden sintetizarsetambién en la siguiente sentencia de John Fraim: “Psychologybecomes geogaphy, what is outside becomes what is inside. At itsmost effective symbolic level, the outside world becomes the insidepsychological world” (John Fraim, 2001).

71 Johann G. von Herder, 2000, p. 41. Al respecto añadirá también“cuán poco sabemos de la consistencia y los efectos de los vientos ennuestras tierras, por no hablar del hermatán, samiel y siroco, […] nosdamos cuenta de la multitud de trabajos previos que deberíanrealizarse antes de que se pueda llegar a una climatología fisiológica -patológica, por no mencionar una psicológi ca que abarcaría latotalidad de las fuerzas intelectivas y emotivas. Mas también en estecampo cada tentativa hecha con agudeza de ingenio tendrá su premio,y la posteridad deberá conceder a nuestra época hermosos laureles” (p.38).

Page 48: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

ESPACIO, IDENTIDAD Y LITERATURA EN HISPANOAMÉRICA

47

Asimismo, no debe olvidarse que entre las teorías de lapersonalidad más populares de Carl Jung, para quien el“lugar” constituía un elemento central de la historia de lasculturas y las naciones y los símbolos espaciales (como el“bosque”) significantes universales del inconscientecolectivo, hubo un hálito marcadamente espacializador, alestablecer una relación de equ ivalencia entre el carácterextrovertido/introvertido y las posiciones geográficas deOccidente/Oriente72. Huelga decir a estas alturas que lasgeneralizaciones son siempre injustas y en gran medidapeligrosas, pero también es verdad que entre nuestroshábitos mentales más arraigados, y en nuestro lenguajecotidiano, siguen presentes aún las correlaciones deidentidad entre continentes e individuos, personalidades ynaciones, ésas que, por ejemplo, sitúan en África alhombre primitivo, en la India al hombre espiritual, enEuropa al ser intelectual, en América Latina al exótico yromántico y en Norteamérica al individuo materialista ypragmático.

La relación indisoluble entre ser y espacio fuesubrayada especialmente desde el terreno antropológicopor Ernst Cassirer, al insistir que “entre lo que una cosa‘es’ y el lugar en que se encuentra no existe una relaciónmeramente ‘externa’ y casual” 73, y que en los albores delpensamiento mitológico, la unidad entre microcosmos ymacrocosmos se fundaba en la idea de q ue “no es elhombre el que está formado de las par tes del mundo, sinomás bien es el mundo el que está formado de las partes del

72 Carl Jung, 1938.73 Ernst Cassirer, 1985, p. 126.

Page 49: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

Alicia Llarena

48

hombre”74, una cuestión en la que, mucho más adelante,incidirá el propio Heidegger: “Tenemos que aprender areconocer que las cosas mismas son los lugares y que nopertenecen a un lugar” 75. La figura del filósofo alemán seha vuelto imprescindible cuando se trata de explicar laprofundidad de esta relación entre espacio y hombre,porque a él se deben las ya clásicas reflexiones sobre elsentido de “habitar”, la idea de “ser -en-el-espacio”,enmarcadas en su extenso análisis del “ser ahí”. ParaHeidegger, “habitar” implica sobre todo enraizamiento ypertenencia, porque “habitar” significa estar en un lugardeterminado, enraizado en él y pertenecer a él76,reconocer, en fin, como dirá Bollnow al respecto, que loshombres no existen de modo arbitrario en el mundo, “sinoque están ligados a él a través de un vínculo de confianzatal como el que une el alma al cuerpo y el que religa loexpresado con su expresión” 77, una cuestión, porconsiguiente, de mutua pertenencia 78, que eleva el espacioal nivel de la lengua, otorgándole una poderosa capacidadde significación:

El hombre es un ser localizado. Su estado constitutivo es el deaparecer arrojado sobre dos suelos primarios: la madre tierra yla lengua madre [...] Pertenencia doble: a tierra y lengua. Las

74 Ernst Cassirer, 1985, p. 125.75 Martin Heidegger, “El arte y el espacio”, 1992, p. 57.76 Martin Heidegger, “Construir, habitar, pensar”, 1992, 125 -161.77 Otto Friedrich Bollnow, 1969, p. 248.78 “El lugar permite en cada momento un entorno, en cuanto que él

reúne en éste las cosas de acuerdo a una mutua pertenencia” (MartinHeidegger, “El arte y el espacio”, 1992, p. 55).

Page 50: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

ESPACIO, IDENTIDAD Y LITERATURA EN HISPANOAMÉRICA

49

dos conforman la duplicidad del territorio. Porque tierra es,también una trama de significación, en equivalencia a lalengua79.

Radicalizando ese estado de mutua pertenencia entre elhombre y el espacio y los evidentes efectos de éste sobreaquél, el pensamiento “psicogeográfico” –nombreconnotador donde los haya– puso en escena una de lasdiscusiones culturales más importantes de la segund amitad del siglo XX. La propuesta emanó de la Inter -nacional Situacionista, cuyas reflexiones sobre la ciudad,la espontaneidad y el espectáculo han desempeñado un papelimportante en la política y el arte de las últimas cuatrodécadas. Fundada en 1957 por artistas y escritores querepresentaban a distintas organizaciones de vanguardia, seinspiraron en el espíritu del dadaísmo y del surrealismo parareivindicar la unificación de la vida y del arte, haciendo frenteal extremo funcionalismo del urbanismo de posguerra, quereprimía la capacidad creativa de los individuos. Aunque elgrupo se autodisolvió en 1972, su visión del espacio comoun medio de conocimiento y sus conceptos principales (laderiva, la psicogeografía y el urbanismo unitario) siguenposeyendo en la actualidad un indudable atractivo, puesrespresentan en el sentido más material y práctico esaalianza entre el hombre y su medio, tal como se desprendede la propia definición de “psicogeografía” esbozada porGuy Debord en 1955:

79 Fernando Van de Wyngard, 2000 (Cit. en Mauricio A. BarríaJara, 2000, p. 6).

Page 51: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

Alicia Llarena

50

La psicogeografía podría definirse como el estudio de las leyesexactas y los efectos específicos del entorno geográfico, ya seaorganizado conscientemente o no, sobre las emociones y elcomportamiento de los individuos. El adjetivo psicogeográfico,que conserva una vaguedad bastante agradable, es aplicable porlo tanto a los resultados obtenidos mediante este tipo deinvestigación, a su influencia sobre los sentimientos humanos,e incluso en un sentido más amplio a cualquier situación oconducta que parezca reflejar este mismo espíritu dedescubrimiento80.

El objetivo de las investigaciones y propuestas psicogeo -gráficas fue sobre todo restaurar la función psicológica delentorno81, enfatizar la influencia del escenario, hacerlosperceptible, restituyendo precisamente el sentido de “habitar”en medio de un urbanismo funcional que olvidó que “crearuna arquitectura significa construir un ambiente y fijar unmodo de vida”82. De ahí que, en la ciudad ideal concebidapor los Situacionistas, además de los equipamientosindispensables para la seguridad y el confort de sushabitantes, deban incluirse necesariamente “edificioscargados de un gran poder de evocación y de influencia,edificios simbólicos que expresen los deseos, las fuerzas,los acontecimientos pasados, presentes y fut uros”83,

80 Guy Debord, 1996, p. 18.81 “Los funcionalistas –dirá Asger Jorn– ignoran la función

psicológica del ambiente [...] El exterior de una casa no tiene porquéreflejar el interior, pero debe constituir una fuente de sensacionespoéticas para el observador” (Asge r Jorn, 1996, p. 34).

82 Asger Jorn, 1996, p. 51.83 Gilles Ivain, 1996, p. 16. Tales edificios –añade– serán “Una

prolongación racional de los antiguos sistemas religiosos, de los viejoscuentos y, sobre todo, del psicoanálisis en beneficio de la arquitectura

Page 52: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

ESPACIO, IDENTIDAD Y LITERATURA EN HISPANOAMÉRICA

51

devolviéndole al individuo la perdida capacidad deapasionarse. Planificada desde un punto de vista psicogeográ -fico, los distritos de esta ciudad se corresponderían con losdistintos sentimientos que se encuentran en la vida cotidiana,existiendo así, por ejemplo, un Barrio Extravagante, unBarrio-Feliz reservado especialmente a la vivienda, un BarrioHistóricos para museos y escuelas, un Barrio Útil parahospitales o tiendas de herramientas, etc., e incluso un“Astrolario” que agrupe a las especies vegetales según susrelaciones con el ritmo de las estrellas, y que ofrezca a loshabitantes citadinos una conciencia de lo cósmico 84.

Más allá del Situacionismo, y de sus curiosas propuestasarquitectónicas para devolver al espacio su valor psicológico,no cabe duda de que el urbanismo, en tanto que diseñoespacial fabricado por el hombre, es profundamente reveladory significativo, no sólo de épocas y tendencias, sino de laintensa asociación entre poder y espacio, tanto si nosreferimos a los espacios de poder, como si nos referimos alpoder del espacio. En significativas entrevistas tituladas,

se hace cada día más urgente, a medida que desaparecen los motivospara apasionarse”.

84 Gilles Ivain, 1996, p. 17. A modo de anécdota, añadiré aquí lanoticia sobre la existencia de un barrio psicogeográfico en la ciudadde Barcelona, del que dio cuenta en su momento la Inte rnacionalSituacionista: “nos hemos enterado de que el urbanismo de la Españafranquista, motivado por idénticas intenciones moralizadoras, está apunto de destruir el barrio chino de Barcelona, donde ya ha cometidoterribles estragos. El Barrio Chino de B arcelona, a diferencia del deLondres, recibió este nombre por razones puramente psicogeográficas,puesto que ningún chino ha vivido jamás en él” (Sin firma, “Viva laChina actual”, Libero Andreotti y Xavier Costa, eds., 1996, p. 55).

Page 53: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

Alicia Llarena

52

precisamente, “El ojo del poder” y “Espacio, saber y poder”,Michael Foucault responderá sobre la arquitectura como modode organización política, señalando que desde finales de sigloXVIII la ciencia arquitectónica tratará de servirse de laorganización espacial con fines económico -políticos,respondiendo a las nuevas exigencias que plantearon losproblemas de población, salud y urbanismo de aquellasfechas. Si bien con anterioridad el arte de construir respondióa las necesidades de manifestar el poder, la divinidad y lafuerza a través de palacios, iglesias y fortificaciones militares,desde el siglo XVIII en adelante “el anclaje espacial es unaforma económico-política que hay que estudiar en detalle” 85,hasta el punto de que

podría escribirse una ‘historia de los espacios’ –que sería al mismotiempo una ‘historia de los poderes’– que comprendería desde lasgrandes estrategias de la geopolítica hasta las pequeña s tácticas delhábitat, de la arquitectura institucional, de la sala de clases o de laorganización hospitalaria [...] Sorprende ver cuanto tiempo ha hechofalta para que el problema de los espacios aparezca como unproblema histórico-político86.

En este sentido, Foucault afirma de un modo determinantela importancia del espacio en toda forma de vida comunitariay, aún más, en todo ejercicio de poder, subrayando quemédicos y militares fueron históricamente los primerosgestores del espacio colectivo, en tanto desarrollaron unareflexión sobre la arquitectura en función de los objetivos ytécnicas de gobierno de las sociedades. Así, a partir del siglo

85 Michael Foucault, 1980, p. 4.86 Michael Foucault, 1980, p. 3.

Page 54: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

ESPACIO, IDENTIDAD Y LITERATURA EN HISPANOAMÉRICA

53

XVIII la literatura política se interroga sobre el orden de unasociedad y lo que deben ser las ciudades, y no sólo por lasexigencias de control y ordenamiento, sino también por laprevisión necesaria para evitar epidemias y revueltas, y parapromover una vida familiar conforme a la moral, de modo quelos tratados que consideran la política como el arte degobernar a los hombre tienen desde entonces uno o varioscapítulos sobre el urbanismo, los abastecimientos colectivos,la higiene y la arquitectura privada. Este cambio “no está talvez en las reflexiones de los arquitectos sobre la arquitectura,pero es muy perceptible en las reflexiones de los hombrespolíticos”87.

Amén de esta conciencia sobre la relación entre poder yespacio, el filósofo advertirá la impronta espacial como lamarca más visible de nuestro siglo, más allá del tiempo yde la propia movilidad, porque el problema del sitio o delemplazamiento ya no atañe sólo a cuestiones demográ -ficas, sino también a otro tipo de cuestiones másvivenciales e inmediatas, que plantean serias interrogantes, yque confirman que “estamos en una época en que el espaci o senos da bajo la forma de relaciones de emplazamientos” 88, yque continuamente hemos de preguntarnos, por tanto, “quérelaciones de proximidad, qué tipo de almacenamiento, decirculación, de identificación, de clasificación de elementoshumanos deben ser tenidos en cuenta en tal o cuál situaciónpara llegar a tal o cuál fin”89. Estas observaciones, elaboradasen su conferencia “De los espacios otros” en 1967, señalan

87 Michael Foucault, “Space, Knowledge and Power”, 1984.88 Michael Foucault, “De los espacios otros”, 1984, p. 2.89 Michael Foucault, “De los espacios otros”, 1984, p. 2.

Page 55: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

Alicia Llarena

54

también la profunda sacralización espacial que aún sostienenlos cimientos de la cultura occidental, y que es visible en unterreno práctico, cotidiano, donde la vida aparece todavíacontrolada por oposiciones que admitimos como un lugarcomún (espacio público/privado, espacio familiar/social,espacio cultural/útil, espacio del ocio/laboral). El vínculo entreespacio y relaciones permite a Foucault definir en este puntouna serie de emplazamientos que reconoceremos deinmediato, como los “emplazamientos de pasaje” (calles,trenes) “de detención provisoria” (cafés, cines o playas) “dedescanso” (la casa, la habitación, la cama), pero también esos“espacios otros” que él mismo denomina “heterotopías” 90,espacios singulares que se encuentran en ciertos espaciossociales y cuyas funciones son muy diferentes de los espaciosconvencionales.

El estudio y descripción de estas heterotopías (la“heterotopología”) resultará al filósofo revelador del espacio –mítico y real– en que vivimos, y desde luego de los cambios ymutaciones de una cultura, enunciando a partir de aquí susprincipios comunes. El primero de ellos, por cierto, es laconstatación de que son absolutamente universales yconstantes en todo grupo humano, pues no hay una sola

90 Las heterotopías son para Foucault “lugar es reales, lugaresefectivos, lugares que están diseñados en la institución misma de lasociedad, que son especies de contra -emplazamientos, especies deutopías efectivamente realizadas en las cuales los emplazamientosreales, todos los otros emplazamiento s reales que se pueden encontraren el interior de una cultura están a la vez representados, cuestionadoso invertidos, especies de lugares que están fuera de todos los lugares,aunque sean sin embargo efectivamente localizables” (MichaelFoucault, “De los espacios otros”, 1984, p. 3).

Page 56: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

ESPACIO, IDENTIDAD Y LITERATURA EN HISPANOAMÉRICA

55

cultura en el universo que no construya sus propios “lugaresotros”. Así, por ejemplo, se referirá a las “heterotopías d ecrisis” (espacios reservados a quienes se encuentran en talestado) que hoy han sido reemplazadas por las “heterotopíasde desviación” (clínicas psiquiátricas, prisiones, geriátricos).En segunda instancia, las funciones que se adjudican a lasheterotopías pueden ser socialmente modificadas en el cursode la historia y significativas, por tanto, de nuestros impulsosculturales, caso que ejemplifica con la cuestión de loscementerios y sus distintas ubicaciones a lo largo de los siglos.Si bien hasta el siglo XVIII el cementerio se encontraba en elcentro de la ciudad, al lado de las iglesias, desde el siglo XIX

fue desplazándose definitivamente hacia las afueras y lossuburbios, alejando la materia inerte por el temor al contagio yla enfermedad: “era muy natural –comenta– que en la épocaen que se creía efectivamente en la resurrección de los cuerposy en la inmortalidad del alma no se haya prestado al despojomortal una importancia capital. Por el contrario, a partirdel momento en que no se está muy seg uro de tener unalma, ni de que el cuerpo resucitará, tal vez sea necesarioprestar mucha más atención a este despojo mortal” 91. Eltercer principio de las heterotopías descrito por Foucaultes su capacidad de yuxtaponer y reunir múltiplesemplazamientos en un solo lugar (como demuestran elrectángulo de un escenario teatral, la sala rectangular deun cine, o ese espacio feliz que constituye el jardín desdela antigüedad) y en cuarto lugar su asociación con eltiempo, ya sea en los casos en que se pretende a cumular elinfinito (museos y bibliotecas) como en aquellos más

91 Michael Foucault, “De los espacios otros”, 1984, p. 4.

Page 57: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

Alicia Llarena

56

fútiles y que sustituyen la función eternizante por unamodalidad pasajera y crónica (las ferias, las ciudades deveraneo). El quinto principio de las heterotopías es quesiempre suponen un sistema de apertura y uno de cierre, quelas aíslan a la vez que las vuelven penetrables, lo cual esvisible en los lugares de purificación (las saunas escandinavas,los hamman musulmanes) o de confinamiento (las prisiones)y, finalmente, que estos “espacios otros” son, con respecto alespacio restante, una función que se mueve entre dosextremos, creando espacios de ilusión (las casas de tolerancia)o espacios de compensación, tan reales, perfectos, ordenados ymeticulosos como el nuestro (“Pienso por ejempl o en elmomento de la primera ola de colonización, en el siglo XVII,en esas sociedades puritanas que los ingleses fundaron enAmérica y que eran lugares absolutamente perfectos” 92).

Es obvio, pues, que la lucha por el espacio esagudamente política, como demuestran hoy los últimostrabajos sobre la espacialidad y la nación 93, y que en laelaboración de ciudades y territorios pueden leerse conclaridad nuestros patrones sociales, porque “La categoríadel espacio [...] viene a constituir un paradigma culturalque marca la pauta del pensamiento y la acción en nuestrasociedad y en nuestra cultura” 94. En este ámbito, espacio ypoder manifiestan sus lazos sin tapujos, como revela, porejemplo, un análisis de los espacios considerados desde elgénero, con su tradicional división entre los espaciosmasculinos y femeninos, cuestión sin duda interesante que

92 Michael Foucault, “De los espacios otros”, 1984, p. 6.93 Vid. Graciela Montaldo, 1995, pp. 5 -17.94 José Luis Ramírez González, 1996, p. 5.

Page 58: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

ESPACIO, IDENTIDAD Y LITERATURA EN HISPANOAMÉRICA

57

pone de manifiesto no ya la tópica lucha espacial entre lossexos, sino algo más profundo y revelador: que “Elproblema básico de la mentalidad occidental no es elespacio del género, sino el espacio del poder y, sobre todo,el poder del espacio”95.

La concepción del espacio como una elaboraciónespecializada de la cultura, incluso en el ámbito cotidianode las relaciones interpersonales, fue observada desde losaños sesenta en el terreno antropológico por Edward Hall,autor de la teoría “proxémica”, palabra con la que designael espacio personal y la percepción que el hombre tiene deél96. Así, las normas proxémicas son distintas en losdiversos contextos culturales, co mo demuestra su análisisde la vivencia espacial entre individuos de nacionesdiferentes, y en el “inconsciente cultural” de cada una deellas el espacio opera como una fuerte dimensión oculta,un “lenguaje silencioso” capaz de comunicar sin lanecesidad del gesto y la palabra97 y de provocar inclusosutiles desavenencias y conflictos en medio de nuestroarraigado instinto de territorialidad, ya sea personal –“Imagínese qué efecto causaría que el anfitrión dierarienda suelta a sus sentimientos y dijese: [.. .] ¡a mí no megusta que nadie se siente en mi sillón!” 98– o colectivo:

95 José Luis Ramírez González, 1996, p. 9.96 Edward T. Hall, 1987.97 Edward T. Hall, 1989.98 Pp. 174-175. Con respecto a esta sensación tan cotidiana de

invasión de nuestro espacio personal, añadirá que “Debido a una razóndesconocida, nuestra cultura tiende a quitar importancia o a obligarnosa reprimir y disociar nuestros sentimientos respecto al espacio. Lorelegamos a lo informal y es posible, incluso, que nos sintamos

Page 59: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

Alicia Llarena

58

En Latinoamérica la distancia de interacción es mucho menorque en Estados Unidos. En efecto, la gente no habla a gusto ano ser que se encuentre muy cerca de la distancia que enNorteamérica provoca sentimientos hostiles o estímulossexuales. El resultado es que, cuando ellos se acercan, nosotrosretrocedemos y nos apartamos. En consecuencia, piensan quesomos distantes o fríos, reservados y poco amistosos. Nosotros,por nuestra parte, les acusamos constantemente de atosigarnos,empujarnos y echarnos el aliento encima” 99.

Los análisis y observaciones de Edward Hall apropósito del instinto territorial y de las formas en quecada cultura establece sus propias normas proxémicas, setornan especialmente relevantes en este momento histó -rico, en que la globalización parece haberse convertido enun fenómeno irreversible, provocando nuevos debatessobre una dinámica que no es tan reciente, pero quealcanza a estas alturas una dimensión cru cial. Me refieroconcretamente a las variadas tensiones entre lo local y louniversal, de las que surgen también no pocas reflexionesidentitarias, porque lo que está en juego no es sólo ladimensión económica del efecto globalizador, sino tam -bién y sobre todo sus dimensiones políticas y culturales.Ante esta tesitura, algunos apuntan una consigna singular,que se resume en los siguientes términos: “Globalicé-monos pronto, sin perder la identidad, antes de que nosglobalicen y la perdamos del todo” 100.

culpables cuando advertimos que nos estamos poniendo furiososporque alguien ha ocupado nuestro sitio”.

99 Edward T. Hall, 1989, pp. 194-195.100 Horacio Capel, 1998, p. 10.

Page 60: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

ESPACIO, IDENTIDAD Y LITERATURA EN HISPANOAMÉRICA

59

No resultará extraño que en esta encrucijada contem -poránea la sensación de pérdida identitaria se acompañe demanifestaciones culturales que tienden a reforzarla y deanuncios que recuerdan, desde ámbitos muy distintos, lanecesidad de un proceso integrador, que pueda ajustar laspulsiones regionales y la subjetividad individualidad, en elmarco uniforme de esta nueva universalización. Lasmodas étnicas que tanto éxito han tenido en las últimasdécadas, los nuevos y más variados cruzamientos socio -culturales (los cholo-punks, los pachuco-krishnas, losciberaztecas, los rockeros hopi, etc.)101, la cada vez máscreciente conciencia ecológica o los más recientesregionalismos literarios, a los que volveremos más adelante,apuntan sin duda en esta dirección, recordándonos que “son,en conjunto, ‘las raíces’, lo que nos une al universo”102 y queno es posible prescindir de nuestra vivencia espacial en estaaspiración global de infinitud. Es más, si las reflexionesespacialistas han multiplicado sus proporciones en los úl timostiempos, se debe en gran parte a esta intersección, que resultaa un tiempo amenazante y atractiva, y que nos brinda unainmejorable oportunidad de reconciliación, el arbitraje entre elhorizonte y la perspectiva:

No puedo ver jamás un objeto deslig ado de un punto de vistaespacial, nunca “en sí”. [...] Por una parte la perspectiva es asíla expresión de la “subjetividad” de su espacio, es decir, delhecho de que el hombre está ligado en su espacio a undeterminado punto de vista; que sólo pueda cont emplarlo“desde dentro”. Pero, por otra parte, la perspectiva le permite

101 Guillermo Gómez-Peña, 1996.102 Víctor d’Ors, 1969, p. 18.

Page 61: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

Alicia Llarena

60

reconocer esta ligazón a un punto de vista. Horizonte yperspectiva están indisolublemente ligados. La perspectivaordena las cosas dentro del horizonte, pero el horizonte, en queconcurren todas las líneas paralelas, le confiere la solidez a laperspectiva [...]. Horizonte y perspectiva atan, pues, al hombrea la “finitud” de su existencia en el espacio, pero a la par lepermiten actuar en él. No sólo colocan al hombre dentro de unadeterminada situación en el espacio, sino que le permitenreconocer esta situación y adquirir, gracias a ello, un firmeapoyo en su espacio y una visión panorámica 103.

Por otra parte, y desde un punto de vista filosófico,quizás no se haya reparado lo bastan te en que la particularcualidad del espacio en relación con el universo esprecisamente la de servir como principio regionalizador,permitiendo que cada uno de los territorios estabilice sumateria dentro de límites y formas variables, como yaseñalara Xavier Zubiri al afirmar que “ El espacioregionaliza el Universo”, que es en sí mismo “un principioestructural de la constitución de distintas regiones en elCosmos”, un “principio de regionalización” 104, lo que leotorga, en medio de esta temperatura históri ca, lasimportantes funciones que ya han sido advertidas desde elterreno de la nueva geografía: “¿Qué aporta la geografíahoy?” —se interroga esta disciplina— “La respuesta es untriple cometido, identitario, integrador y cívico 105”. Enefecto, la evolución de esta disciplina y sus actualesobjetivos, permiten comprender también la relevancia delespacio en las actuales circunstancias y la necesaria

103 Otto Friedrich Bollnow, 1969, pp. 77 -78.104 Xavier Zubiri, 1996, p. 165.105 José Villanueva Zarazaga, 2002, p. 3.

Page 62: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

ESPACIO, IDENTIDAD Y LITERATURA EN HISPANOAMÉRICA

61

armonía entre localidad y universo, tal como subrayaVillanueva, recordando que si bien a finales del siglo XIX

se reforzó el paradigma patriótico y la enseñanzageográfica debía transmitir en las escuelas la primacía delEstado con su identidad y sus límites, poco a poco seorientó hacia un mundo de grandes naciones, dominadorasde otras más pequeñas, hasta llega r a la geografía de losbloques antagónicos, para afrontar ahora el fenómeno dela mundialización y la globalización en estos términos:hoy “se debe enseñar una geografía que desde lo local seaproxime a lo mundial. Lo general y lo particular tienenhoy unos términos nuevos, globalización y fragmentación,que se sintetizan en uno, glocalización [...]. Es más,aunque parezcan apuestas contrarias, la mundialización ylos particularismos, lo cierto es que van de la mano.Antoine Bailly nos dice que ‘el tiemp o de las arquitecturasregionales aparece correlativamente al establecimiento delsistema-mundo’”106. Del mismo modo, entre los“Pensamientos sobre la geografía” de Peter Goud, ocupaun lugar preferente esta conciencia integradora capaz deresistirse a la semejanza material y la sumisión culturalque propugnan los sectores más radicales de laglobalización:

Si nos centramos exclusivamente en los niveles [...] región ymicro-región, se pierde la noción de un mundo y un escenariomayores, de los que somos una parte. Si nos centramosexclusivamente en el nivel [...] del mundo como un todo,perdemos toda la individualidad que nos hace diferentes [...]Como geógrafos, debemos estar preparados para vivir en la

106 José Villanueva Zarazaga, 2002, pp. 2-3.

Page 63: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

Alicia Llarena

62

tensión de esos niveles jerárquicos, y ayudar así a ot ros a verlas partes y las totalidades. De no hacerlo así, es preferibleabandonar y seguir el ejemplo de esos economistas que creenen un mundo sin espacio y que se preguntan cuántos preciospueden bailar en la cabeza de un alfiler 107.

Para el geógrafo Milton Santos, y en este mismo sentido, larelevancia del regionalismo es incluso proporcionalmentedirecta al fenómeno de la mundialización, más aún, es unaconsecuencia inevitable de esta última, porque “Si elespacio se unifica para atender las necesidades de unaproducción globalizada, las regiones aparecen comodistintas versiones de la mundialización. Esto no garantizala homogeneidad, sino al contrario, instiga diferencias, lasrefuerza y hasta depende de ellas . Cuanto más sémundializan los lugares, más se vuelven singulares yespecíficos es decir, únicos” 108.

El debate es intenso y en cierto modo no ha hecho másque empezar, porque el fenómeno globalizador y el énfasisregional guardan a su vez una estrecha relación con losapasionantes debates culturales que han tomado la escenaen las últimas décadas. Los llamados movimientos “post”(postmodernidad, postoccidentalismo, postorientalismo ypostcolonialidad) han puesto en juego un proyecto críticocon la modernidad y especialmente con la expansión de uncapitalismo sin fronteras que propaga la uniformidad y laestandarización en detrimento de la heterogeneidad. Esteproyecto, como bien ha señalado Walter Mignolo desdeAmérica Latina, ha promovido en cambio “ la descen-

107 Peter Gould, 1987, p. 17.108 Milton Santos, 1996, p. 34.

Page 64: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

ESPACIO, IDENTIDAD Y LITERATURA EN HISPANOAMÉRICA

63

tralización y la ruptura de la relación entre áreas culturalesy producción de conocimientos”, contribuyendo “a larestitución de las historias locales como productoras deconocimientos que desafían, sustituyen y desplazan lashistorias y epistemologías globales” 109. De ahí que elespacio propio, la región, la perspectiva desde la que hoymiramos el horizonte, cobre en este punto un sentidotrascendente, estimulando un pensamiento fronterizo y deconfluencias, que intenta aproximarse al todo a través deun regreso al origen, de una filosofía de la complejidadambivalente, como Salvador Pániker la denomina, quenos libere del mito de la unidad: “Aproximación al origeny pluralismo van unidos. Nadie tiene que imitar a nadie;pero nadie ha de sentirse excomunicado por el hecho deser singular ¿De dónde esa nueva y antinómica exigencia?¿Por qué se produce la implosión pluralista?” 110. Él mismotantea la respuesta: de la conciencia de que “El ecosistemase nutre de todo esto; integra la unidad en la diversidad yla diversidad en la unidad. A mayor diversi dad mayorunidad”111.

En este orden de cosas, es visible que la culturaoccidental se enfrenta todavía a las tensiones aún noresueltas entre lo individual y lo social, entre lo singular ylo universal, y que en la justa comprensión del espacio

109 Walter Mignolo, 1998. En un orden similar, debe subrayarseque “los estudios sobre las nuevas configuraciones culturales, así le sllamemos trasculturales, multiculturales o inter culturales, otorganimportancia a las configuraciones espaciales más que a lastemporales” (Víctor Silva Echeto, 2002 -2003, p. 215).

110 Salvador Pániker, 2001, p. 27.111 Salvador Pániker, 2001, p. 247.

Page 65: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

Alicia Llarena

64

residen no pocas de las claves que aportarán la ricasolución a esas fuerzas en apariencia contrapuestas.Porque el enfoque postmodernista, entre otras cosas, hapuesto un énfasis especial en subrayar que las construc -ciones culturales y la representación son socialme nte másdeterminantes que la propia política, y que “si se quiereentender el significado de los fenómenos nacionales,étnicos o raciales sólo se tienen que desenmascarar susrepresentaciones culturales, las imágenes a través de lascuales algunas gentes representan para otros los rasgos dela identidad nacional” 112. La tarea es compleja, pero tam-bién enriquecedora y atractiva, porque se trata de discer -nir, en una cultura como la nuestra, que se ha elevadosobre los pilares de la representación lingüística, unaimagen del mundo superadora de aquellas ilusiones quehemos ido construyendo a través de la semántica. Nadapuede decirse de la realidad con independencia dellenguaje que empleamos para hablar de esa mismarealidad, porque es obvio que “donde hay cód igolingüístico hay ideología” 113 y que, por tanto, nuestraexperiencia espacial asumió en el transcurso de la historialos aditamentos y matices de sus representaciones.

De ahí que, como imagen fundacional del universo, eltejido textual del espacio sea, p robablemente, como hemosquerido destacar en estas páginas, el fundamento culturalmás decisivo en nuestra percepción del mundo.

112 Anthony D. Smith, 2000, p. 193.113 Salvador Pániker, 2001, p. 286.

Page 66: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

ESPACIO, IDENTIDAD Y LITERATURA EN HISPANOAMÉRICA

65

1. 2 El lenguaje silencioso: narración y espacio

“Place symbolism plays a critical role instories. In fact we argue that p lace symbolismis at the very core of stories”114.

“It seems somewhat ironic that the worldwhich surrounds us is more hidden from ourview than the objects within this world. Butthis is truly the situation today”115.

Y a lo hemos señalado con anterioridad : que el espacioliterario fue, hasta hace poco, el aspecto que dispuso deuna menor atención en el discurso teórico y crítico,oscurecido por esos pesos pesados del universo narrativoque, como el punto de vista, el personaje o el tiempo ,acaparaban casi todo el protagonismo116. Sin embargo, sonmuchas las razones y argumentos que indican que esaespecie de “lenguaje silencioso”, el lenguaje espacial, noes sólo un ingrediente decisivo en el tejido textual de unanovela, sino el auténtico corazón de la histo ria117, el

114 John Fraim, 2001.115 John Fraim, 2001.116 En este sentido, es preciso mencionar aquí el sintetizador

esfuerzo de Natalia Álvarez Méndez, autora de Espacios narrativos(Universidad de León, 2002), en cuya primera parte se accede a unclarificador análisis del espacio en el ámbito de la teoría literaria.

117 “El espacio es mucho más que el mero soporte o el punto dereferencia de la acción; es su auténtico propulsor” (Antonio Garrido,1993, p. 210).

Page 67: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

Alicia Llarena

66

elemento mediador entre todas las instancias del relato 118,el principio del que dependen y en el que toman sentidolas figuras y acontecimientos de una fábula cualquiera 119,porque el espacio es, en definitiva, “la forma de loimaginario”120, “la forma a priori de la creatividad espiritualy el dominio del espíritu sobre el mundo” 121, el que posee lacapacidad de convocar, poner en juego y sugerir todo tipode relaciones arquetípicas sutiles, y donde tiene lugar “eltrayecto antropológico; es decir, el in cesante intercambioque existe en el nivel de lo imaginario entre las pulsiones

118 “Si la semiótica de la narración se ha dado cuen ta del impasseal que conduce una investigación exclusivamente funcional, limitadaal nivel de las acciones y de las conductas; una profundización teóricay metodológica, capaz de enriquecer el conocimiento del discurso,deberá tener en cuenta los múltiple s niveles verticales y horizontalesdel texto narrativo, entre los que, a nuestro juicio, el topológicomerece una especial atención pues a él se le ha confiado la preciosatarea de mediar y modelar las diversas isotopías del relato” ( AngeloMarchese, 1989, p. 344-345).

119 “Se apunta así a la exigencia de entender el espacio como partede un conjunto que le da sentido. Su relación con el tiempo, con lospersonajes, con el narrador, con el lector, y la de ellos con él, importamás que la consideración aislada de cada uno de estos elementos”(Ricardo Gullón, 1980, p. 21).

120 Gilbert Durand, 1979, p. 393. Abundan en el libro de Durandexpresiones semejantes que enfatizan el poder del espacio comoasiento predilecto de la imaginación: el espacio como “sensoriumgeneral de la función fantástica” (p. 387), como la “forma a priori delpoder eufémico del pensamiento” (p. 388), y como la “forma a prioride la fantástica” (p. 379).

121 Gilbert Durand, 1979, p. 408.

Page 68: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

ESPACIO, IDENTIDAD Y LITERATURA EN HISPANOAMÉRICA

67

subjetivas y asimiladoras y las intimaciones objetivas queemanan del medio cósmico y social” 122.

De este trayecto hay pruebas abundantes en la literaturauniversal y, es más, es ese mutuo itinerario que va desde elespacio real al subjetivo, y desde el espacio geográfico alespacio de la percepción, el que permite al arte impregnaral mundo con su sustancia imaginaria. Nuestra idea delespacio, nuestra imagen de ciudades, países y territorios,está fuertemente condicionada por la cultura y por lainfluencia directa de los discursos artísticos, tal comoseñalamos al inicio de este ensayo en la lúcida afirmación deAgustín Espinosa sobre la India creada por Camoens, laGrecia fabricada por Homero, la Roma de Virgilio, laAmérica edificada por Ercilla o la España inventada en losromances viejos, espacios textuales que han sido forjados enla representación literaria y de los que emana una especial“mitología conductora”, una imborrab le huella psíquica enel conjunto de nuestro imaginario colectivo. Y es que , comoapunta Gilbert Durand, todo proceso imaginario, podríaresumirse en una “topología fantástica”, y toda mitología“viene a apoyarse, antes o después, en una ‘geografía’legendaria”123, un territorio que ha ido fraguándose en laprofundidad de las operaciones artísticas. Desde estepunto de vista, no debe extrañarnos que a finales del sigloXIX Óscar Wilde responsabilizara a la pintura impresionistadel rasgo meteorológico más conocido de la ciudad deLondres, el que le ha conferido a la ciudad, precisamente, sunota más singular y su rasgo espacial más distintivo. He aquí

122 Gilbert Durand, 1979, p. 35.123 Gilbert Durand, 1979, p . 394.

Page 69: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

Alicia Llarena

68

el agudo razonamiento del escritor irlandés sobre laobstinada niebla londinense:

¿A quién sino a los impresionistas, debemos esas maravillosasnieblas parduscas que rastrean por nuestras calles de Londres,esfumando la luz de los faroles y co nvirtiendo las casas ensombras monstruosas? [...] El cambio extraordinario que hatenido lugar en el clima de Londres du rante los últimos diezaños se debe por entero a una escuela artística [...] Las cosasson porque las vemos, y cómo lo vemos, depende de las artesque nos han influenciado [...] En la actualidad, la gente venieblas no porque haya tales nieblas, sino porqu e los poetas ylos pintores le han enseñado la misteriosa belleza de susefectos. Es muy posible que desde hace siglos haya habidonieblas en Londres. Sí, seguramente las ha habido. Pero nadielas veía, y de ahí que nada sepamos de su existencia enaquellos tiempos. Hasta que el Arte las inventó, puede decirseque no empezaron a existir 124.

Es obvio que Wilde no exagera, y que hay otrasmuchas fundaciones semejantes repartidas a lo largo delarte y la literatura universal, porque en una cultura comola nuestra, que erige el conocimiento sobre las bases deldiscurso y la representación, el lenguaje artístico es

124 Óscar Wilde, 1972, pp. 37-38. Podrían recordarse aquí laspalabras de Deleuze sobre la contaminación entre la realidad y loimaginario: “En el límite, lo imaginario es una imagen virtual que sepega al objeto real, e inversamente, para constituir un cristal deinconsciente. No basta con que el objeto real, el paisaje real, evoqueimágenes similares o vecinas: debe liberar su propia imagen virtual, almismo tiempo que ésta, como paisaje imaginario, se introduce en loreal siguiendo un circuito en e l que cada uno de ambos términospersigue al otro, se intercambia con el otro” (Gilles Deleuze, 1996,p. 91).

Page 70: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

ESPACIO, IDENTIDAD Y LITERATURA EN HISPANOAMÉRICA

69

esencial en la percepción de la realidad, en nuestra íntimarelación con ella, e incluso en el fortalecimiento de lasensación de pertenencia, como su brayan las más recientesreflexiones sobre la nación y la cuestión nacionalista. Eneste sentido se manifiesta Benedict Anderson en uno delos libros más influyentes sobre el tema, al entender losnacionalismos no como ideologías políticas, sino comograndes sistemas culturales125, en los cuales los discursosartísticos desempeñan un rol fundamental. Del mismomodo, y apelando a las aportaciones de las teoríaspostestructuralistas sobre el conocimiento narrativo, HomiBhabha destacará el poder del discurso, d e la textualidad,la enunciación y la escritura como poderosas estrategiasen el establecimiento y la conformación de los espacios -naciones126. Si el estado moderno recrea sus territorios através de medios ideológicos, como también sugiereLennard J. Davis, “El patriotismo moderno es, por tanto,un producto del lenguaje y de la difusión de lainformación”127, lo cual equivale, en palabras de AnthonyD. Smith, a asumir que “la nación no tiene existencia fuerade su imaginería y de sus representaciones” 128, y aentender por qué en el proceso de invención de unacomunidad imaginaria la creación de una literaturacanónica resulta ser uno de los mecanismos másarraigados y populares, al presentar la “imagen nacional

125 Benedict Anderson, 1993.126 Homi Bhabha, 2000, pp. 215.127 Lennard J. Davis, 2002, p. 90.128 Anthony D. Smith, 2000, p. 188.

Page 71: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

Alicia Llarena

70

con un tejido textual” en el que pueden reconocersepropios y extraños, compatriotas y forasteros:

Construir la nación es más una cuestión de diseminarrepresentaciones simbólicas que de forjar institucionesculturales o redes sociales. Aprehendemos los significados dela nación a través de las imágenes qu e proyecta, los símbolosque usa y las ficciones que evoca en novelas, obras de teatro,poemas, óperas, baladas, panfletos y periódicos que un públicolector alfabetizado devora ávidamente” 129.

Si las imágenes que van configurando el sentido de unanación son decisivas, no sólo como portadoras de cohesiónde un territorio, sino también como proyección del mismo,el espacio y las imágenes espaciales operan como unsistema de relación cuya poderosa y enérgica “función defundamentación” sirve “como instrumento y órgano de laexplicación del mundo [...] un factor ideal que intervieneen la tarea general del conocimiento” 130. Paradójicamente,y a pesar de esta enorme significación y de la profundidadde sus oficios, el simbolismo y el contexto espacial es elaspecto menos visible de la comunicación, como hademostrado John Fraim en su trabajo sobre el significadopsicológico, dramático y cultural del espacio en el ámbitode la literatura, el cine, la televisión y el lenguajepublicitario. Y aunque el simbolismo espa cial es elcontexto oculto de la comunicación, tal como se indicadesde el título, su vocabulario y su sintaxis deparan unasuerte de tipología espacial cuyos efectos sobre la

129 Anthony D. Smith, 2000, P. 190.130 Ernst Cassirer, 1985, pp. 121-122.

Page 72: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

ESPACIO, IDENTIDAD Y LITERATURA EN HISPANOAMÉRICA

71

mitología y el relato ofrecen sin duda “el mejor método decomunicación de los modelos de totalidad de la psiquehumana”131.

Es más, del tratamiento espacial pueden deducirse otrasinstancias, como ha puesto de relieve el reciente campointerdisciplinario que emergió en los estudios literarios yculturales de las últimas décadas, la llamada “ecocrítica” o“green criticism”. Aunque el término tiene su origen en1978, en el ensayo de William Rueckert “Literature andEcology. An Experiment in Ecocriticism” 132, no consolidósu presencia en el vocabulario teórico hasta que CheryllGlotfelty, en el encuentro de la Western LiteratureAssociation de 1989, revivió el término y sugirió suadopción para referirse al campo crítico conocido hastaentonces como “the study of nature writting”, y que sehabía ocupado sobre todo de nociones como la literat urapastoril, el desierto romántico, o el naturalismo literario,tomando como objeto de estudio la interconexión entre elmundo natural y la cultura, tal como se muestra a través dela lengua y la expresión escrita. Desde esta base, y lejos dehaberse convertido en un “ism”-machine generado por lafactoría académica, la ecocrítica introdujo una serie deinterrogantes que acentúan desde el texto literario y ellenguaje la capacidad ideológica del espacio, al destacarcómo la escritura transmite valores con p rofundasimplicaciones socio-culturales, y subrayando en eldiscurso espacial, y en su tratamiento literario, cuestionesrelativas a la valoración, el significado, la tradición y el

131 John Fraim, 2001.132 William Rueckert, 1996. pp. 105 -123.

Page 73: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

Alicia Llarena

72

punto de vista sobre el mundo natural. Desde estaperspectiva, en la introducción a The Ecocriticism Reader ,el volumen ya canónico de la corriente ecocrítica,Glotfelty sugiere un rico campo de reflexión sobre unamplio abanico de interrogantes como éstas:

¿cómo la naturaleza es representada en este soneto? ¿qué roljuega el mundo físico en el argumento de esta novela? ¿Son losvalores expresados en esta obra consecuentes con la sabiduríaecológica? ¿Cómo nuestras metáforas de la tierra influyen ennuestro modo de tratarla? ¿Cómo podemos caracterizar laescritura de la naturaleza como un género? ¿En adición a laraza, la clase y el género, podría el espacio llegar a ser unanueva categoría crítica? ¿Los hombres escriben sobre lanaturaleza de manera distinta a las mujeres? ¿En qué sentido lamisma capacidad de leer y escribir a fectó a la relación de lahumanidad con el mundo natural? ¿Cómo ha cambiado con eltiempo el concepto de lo salvaje? ¿De qué modo y hasta quépunto el efecto de la crisis medioambiental se está filtrando enla literatura contemporánea y la cultura popular? ¿Qué visiónde la naturaleza tiene el gobierno USA y qué retórica refuerzaesa visión? ¿Qué influencia tiene la ciencia de la ecología enlos estudios literarios? ¿Hasta qué punto la ciencia misma estáabierta al análisis literario? 133

133 Cheryll Glotfelty, 1996. La citada introducción de Glotfeltypuede leerse también en su texto “What is Ecocriticism?” [Online:www.asle.umn.edu/conf/other_conf/ wla/1994/glotfelty.html], en laweb oficial de la ASLE (“Association for the Study of Literature andEnvironment”) [http://asle.umn.edu], punto de referencia para el tema,y donde el lector interesado encontrará información crítica ybibliográfica abundante y actualizada (vid. también en esta web “TheNew Emphasis on ‘Place’ in Literature”, de Katsunori Yamazato;“Some Principles of Ecocritcism”, de Don Scheese; “What is

Page 74: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

ESPACIO, IDENTIDAD Y LITERATURA EN HISPANOAMÉRICA

73

Como todo campo de trabajo en sus instantes iniciales,Glotfelty añade que el estudio de las relaciones entre laliteratura y el medio ambiente comenzará primerobuscando imágenes de la naturaleza en la literaturacanónica, e identificando los estereotipos principales(Edén, Arcadia, etc.), para rescatar más tarde la tradiciónmarginada de textos escritos desde la naturaleza y alcanzarfinalmente una fase teórica preocupada por lasconstrucciones literarias del ser humano en relación con suentorno natural (de ahí su conexión y su interés porpoéticas ecológicas ligadas a movimientos como la“ecología profunda” o el “ecofeminismo”).

Es obvio que, en el terreno específicamente literario , elespacio es el resultado de una operación verbal y de lasdecisiones tomadas –nunca ingenuamente– en el planoestilístico del texto, y que por tanto es un fenómenoexplicable y susceptible de análisis en el planomorfológico de la obra, el registro más elemental yprimario de esa interesante problemática que ha resultadoser la espaciología literaria. Proyectado desde este nivel, elespacio tendrá otras muchas consecuencias, y cada una deellas podría constituir a su vez un importante campo deanálisis y reflexión teórica, como sugiere JanuzsSlawinsky en su interesante delimitación del tema 134. Enlas páginas siguientes, y partiendo de los deslindes que élplantea, me propongo sintetizar las afirmaciones que

Ecocriticism?” de Allison B. Wallace y “Ecocriticism: Storytelling,Values, Communication, Contact”, de Scott Slovic).

134 Januzs Slawinsky, 1989.

Page 75: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

Alicia Llarena

74

desde la teoría literaria y la narratología han ido contri -buyendo hasta el momento a percibir las posibilidades delespacio literario y a apreciar la relevancia de sus distintasmanifestaciones textuales aún en las obras donde de unmodo engañoso parece haber sido relegado a un segundoplano135.

Más allá de la llamada por Wolfgang Kayser “novelade espacio”, donde su protagonismo es evidente, h ay otrosmodos sutiles de erigirse en el actor principal de un relato,y en el auténtico corazón de la fábula, como tendremosocasión de ver. Kayser, en efecto, distinguió en su clásicomanual tres tipos de géneros novelescos: la novela “deacontecimiento”, “de personaje” y “novelas deespacio”136, caracterizando esta última como aquelladonde la primacía se concede a la descripción delambiente histórico y de los sectores sociales en quediscurre la trama (como en los casos de Balzac, Zola yEça de Queirós) o donde el ambiente descrito espredominantemente geográfico o telúrico (Ferreira deCastro y Aquilino Ribeiro, a los que también debeañadirse la llamada “novela de la tierra” en Hispanoamérica).

135 Lógicamente, no es nuestra intención agotar aquí la síntesisteórica sobre el espacio literario, ni resumir el conjunto de trabajosteóricos al respecto. Se trata más bien de insinuar y enfatizar larelevancia del espacio literario y de recordar los núcleos reflexivosmás constantes e influyentes en ese ámbito. Al margen de los títulos alos que haremos referencia en este apartado, el lector interesadoencontrará una síntesis bibliográfica en trabajos recientes como Eltexto narrativo de Alberto Garrido Domínguez (1993) , o en La novelade M. del Carmen Bobes Naves (1993).

136 Wolfgang Kayser, 1965, pp. 482 y ss.

Page 76: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

ESPACIO, IDENTIDAD Y LITERATURA EN HISPANOAMÉRICA

75

En ambos casos, la función del espacio es manifiesta yexplícita, y de hecho es ya un lugar común que en el siglo XIX

“Lo que ordinariamente se designa como novela de época ynovela de sociedad no son más que tipos especiales de lanovela de espacio”137, por no abundar ahora en el mencionado“regionalismo” hispanoamericano, al que tendremos ocasiónde regresar. Pero mucho antes de esta evidente explosióndecimonónica, la propia estructura de muchas de las grandesobras de la historia literaria universal destilan una fuerteconcepción espacial, como sucede por ejemplo en La Ilíada yLa Odisea, que dependen íntimamente del contraste entrelos espacios diversos por los que vemos moverse a suspersonajes138. Sea como fuere, en una forma más o menosoculta, más o menos palpable, más o menos llamativa osilenciosa, el espacio siempre está allí, en el interior de lafábula y del relato, contaminando el discurso y

137 Wolfgang Kayser, 1965, p. 483. Al respecto explica que“Cuando Balzac agrupó sus novelas en serie: “Etudes de la vieprivée”, “Etudes de la vie de province”, “Etudes de la vie parisienne”,que reunió después nuevamente como “Etudes sociales”; cuando ledio el título global de Comédie humaine (y tenía razón al invocar lasombra de Dante, el épico del espacio) todo ello nos indica elprofundísimo deseo de abarcar el mundo como espacio” (p. 485). Másadelante añade: “En Stendhal se produjo una transición hacia lanovela de espacio” (se refiere a Rouge et Noire, subtitulada Chroniquede 1830, donde hay una evolución de la novela de evolución a lanovela de espacio, más clara aún en la Chartreuse de Parme. Estarelación entre novela de evolución y novela de espacio se hace másíntima todavía en Flaubert” (pp. 487 -488).

138 Vid. John Fraim (2001), y Leonard Lutwack (1984), donde hayejemplos abundantes al respecto.

Page 77: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

Alicia Llarena

76

extendiendo sus redes de sentido sobre todos losingredientes de la historia.

¿Cómo se fragua, entonces, ese proceso? ¿Y quéelementos deben ser considerados en la e spaciologíaliteraria? ¿Desde qué perspectivas puede intentarse lanecesaria reflexión teórica sobre el espacio literario? Lacuestión es amplia porque el espacio es también unaentidad compleja, sustentada en un soporte (el lenguaje)que no lo es menos y al que se agregan además lasconnotaciones históricas y socioculturales que intervienenen la percepción del mismo, y que implican tanto a lasubjetividad del lector como a su competencia en larecepción del texto139. Por ello, y frente a la dispersión yvariedad de motivos en los que la espaciología literariapuede enfocar su atención, Slawinsky da cuenta dealgunos objetivos esenciales y establece, al menos, unaserie de delimitaciones que persiguen el orden teórico, yque atienden tanto al nivel morfológic o de la obra escritacomo a la tradición literaria, el semantismo espacial, los

139 “La determinación se logra de nuevo sobre la base del marc o dereferencia del lector. Cuando cierto acontecimiento se sitúe en Dublín,significará algo distinto para el lector que conoce bien la ciudad quepara el que sólo sepa que Dublín es una gran urbe” ( Mieke Bal, 1985,p. 103). Angelo Marchese, por su parte, también señala lo siguiente:“La narración opera siempre con una selección de elementos queentran en un eventual campo espacial que nosotros reconstruimos, enla imaginación, sobre la base de los datos verbales del texto y sobre labase de los presupuestos semánticos y enciclopédicos que poseemos.El espacio está, pues, seleccionado y filtrado por una actitudperceptiva que será del narrador o, porque él la delega, de unpersonaje” (Angelo Marchese, 1989, pp. 313 -314).

Page 78: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

ESPACIO, IDENTIDAD Y LITERATURA EN HISPANOAMÉRICA

77

patrones culturales, los arquetipos, las reflexiones filosóficas yla obra misma concebida como espacio, cuestiones todas quese entrelazan en el discurso teórico y literario, pero quetambién son susceptibles, a su juicio, de interesesinvestigadores particulares.

En este orden de cosas, el espacio como fenómenoexplicable en el orden morfológico del texto, comoresultado de sus operaciones estilísticas, y como principioorganizador de su nivel temático y composicional,constituye el primer objeto de la espaciología literaria, elterreno más obvio de expresión espacial, el que se halla en lasuperficie del relato, en el ámbito de su misma enunciación, yen el que habrá que tener en cuenta especialmente el plano dela “descripción”, del “escenario” y de los “sentidos añadidos”,porque entre todos ellos se fragua la representación delespacio. Con respecto a la descripción, no cabe duda de que hasido hasta el momento el ingrediente que más reflexión hasuscitado cuando se habla de la cuestión espacial, y esnatural, sobre todo a la luz de las dimensiones que alcanzóen la novela naturalista, y en general por la creencia deque es ella la responsable de definir y transmitir lalocalización de una novela. Lógicamente, no hay modo deanalizar la tipología del espacio literario sin un estudio delenunciado descriptivo del texto, de ahí su amplia presenciaen los manuales de teoría literaria y narratología, y de suabsoluto protagonismo en los capítulos que al espacio serefieren. La descripción es, en primer término, la quecontribuye a crear el efecto de realidad en el textonarrativo, dotándolo de “una memoria textual importanteque facilita tanto el desarrollo de la trama como el éxit o

Page 79: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

Alicia Llarena

78

del proceso de lectura. Es, pues, un importante factor decohesión textual”140. Además, y al margen de la consabidacapacidad para simbolizar la psicología y conducta de lospersonajes novelescos, es posible percibir la pertenenciadel texto a una escuela o a un cierto movimiento estético,teniendo en cuenta los recursos, técnicas y variedades delenunciado descriptivo, pues “constituye una realidadvinculable al sistema de valores propio de cada una deellas”141. Por otro lado, y en este mismo nivel, Slawin skyrecuerda que sería justo apreciar no sólo las oracionesdescriptivas propiamente dichas, sino también los espaciosque se hallan implícitos en otro tipo de expresiones (“ellosanduvieron y anduvieron”), así como ampliar aspectossobre los que no se ha reflexionado lo bastante —lacuestión de los nombres propios como focos semánticos,por ejemplo, o la inferencia de propiedades del espaciopresentado a través de metáforas y clisés fraseológicospropios de las descripciones poéticas — porque

la descriptividad no es tanto una ‘forma’ como una tendenciasemántica que puede tener índices independientes muyreducidos en la superficie del texto e intervenir como unaspecto de un enunciado de carácter esencialmente nodescriptivo [...] independientemente del gr ado de nitidez y dela dimensión de los elementos descriptivos, su función esconstante: la inclusión del parámetro espacial en la semánticadel mensaje 142

140 Antonio Garrido, 1993, p. 222.141 Antonio Garrido, 1993, p. 236.142 Januzs Slawinsky, 1989, p. 281. El énfasis es nuestro.

Page 80: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

ESPACIO, IDENTIDAD Y LITERATURA EN HISPANOAMÉRICA

79

Sin abandonar el mismo plano morfológico donde seinscribe la descripción, “el escenario completo” ( el conjuntode localizaciones, acontecimientos, escenas y situaciones enque participan los personajes, el que determina el territoriodonde estos van a extenderse, y el que interviene tambiéncomo índice de la estrategia comunicacional instituida en elrelato) “constituye una de las grandes figuras semánticas de laobra”143. Es aquí donde tendrá lugar ese “ combateantropocósmico”, ese particular “cosmodrama” que Bachelardanunciara en estos términos: “Para quien se adentra en uncosmodrama, el mundo no es más un teatro abierto a loscuatro vientos, el paisaje no es más un decorado parapaseantes, un trasfondo de fotografía en que el héroe viene ahacer destacar su actitud”144. Y en efecto, para quien penetreagudamente en el profundo semantismo del “escenario”narrativo, los dividendos serán múltiples, como de hecho hanpuesto de relieve las profusas reflexiones sobre la estrecharelación entre espacio y personaje, pues si el espacio es unacondición imprescindible para urdir y representar un mundoimaginario, también lo es para que personajes y objetos tomenconsistencia y adquieran su sentido145. Los territorios, como sesabe, están ligados con ciertos atributos y funciones de esos

143 Januzs Slawinsky, 1989, pp. 283 -286.144 Gaston Bachelard, 1985, p. 73 .145 Desde la perspectiva ecocrítica, Lawrence Buell indaga en

obras literarias donde el entorno natural ha dejado de ser un simplemecanismo enmarcador para convertirse en protagonista, estudiandoel “place-sense”, es decir, la conciencia de los seres humanos(narrador, personaje, sujeto poético) de pertenecer a un lugarespecífico que determina sus formas de ser y actuar (Lawrence Buell,1995).

Page 81: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

Alicia Llarena

80

seres que los pueblan y atraviesan, y es ese lazo el quepermite distinciones tan hondas y elementales como el“aquí” y el “allá”, el “extranjero” y la “patria”, la “ciudad”o la “aldea”146, oposiciones que dejan de ser geográficaspara convertirse en significado de orden psíquico eideológico147. Y si es obvio que “figuras y objetos son ysignifican en un contexto espacial al que impregnan y delque son impregnados” 148, que el espacio es un fuertecondicionante de los rasgos psico -sociológicos delpersonaje y tiene amplias funciones connotadoras de

146 Sobre esta clase de oposiciones aparentemente primarias seerige el drama de algunos clásicos de la literatura universal, como elde Emma Bovary: “Vemos, pues, cómo la novela se desarrolla en dosplanos espaciales que corresponden a dos planos psicológicos: la‘realidad’ de un rincón provinciano y el ‘sueño’ de países lejanos. Eldrama de Emma lo constituye el no poder vivir simultáneamente enambos espacios; al final, la coexistencia de éstos se traducirá en unconflicto al que la protagonista no podrá encontrar otra salida que lamuerte” (Roland Bourneuf y R. Ouellet, 1983, pp. 115 -146).

147 El espacio entonces “se semiotiza y convierte en exponente derelaciones de índole ideológica o psicológica”, de modo que alto/bajo,derecha/izquierda, dentro/fuera, cerca/lejos, cerrado/abierto, porejemplo, serán términos indicadores de protección/indefensión,favorable/desfavorable, acogedor/hostil, etc. (Antonio Garrido, 1993,p. 216). En un sentido semejante se expresa Ángelo Marchese: “Lasdicotomías ‘propio vs. ajeno’, ‘cercano vs. lejano’, ‘limitado vs.ilimitado’, ‘cerrado vs. abierto’ y otras parecidas, ejemplificanesquemas del mundo en los que el primer tema representa algoconocido, comprensible, protector, famil iar, mientras que el segundotérmino expresa los antivalores de lo extraño, de lo diverso, de loincierto, de lo inculto o de lo negativo” (Ángelo Marchese, 1989, p.326).

148 Ricardo Gullón, 1980, p. 2.

Page 82: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

ESPACIO, IDENTIDAD Y LITERATURA EN HISPANOAMÉRICA

81

creencias y valores, como puso en primer pl ano la novelarealista-naturalista y su tesis sobre la influencia del medioen la trayectoria vital del individuo 149, será imposiblesepararlos en el análisis narrativo. Angelo Marchese, enconsonancia con esta imposibilidad, recuerda que yaGreimas advirtió que cuando una obra no pueda serestudiada mediante la rígida lógica estructuralista, debeser estudiada de acuerdo con los elementos arquetípicosdel espacio, utilizando el instrumento del psicoanálisis 150,lo que subraya una vez más esa mutua y subterráne a“correlación de afectos” 151 entre espacio y personaje, queconvierte al primero en algo más que un territorio: un“emblema” más que una mera “estancia” 152 o, como diríaBajtin, “el entorno de un alma”, donde el espíritu es tanimportante como “la actitud del mundo con respecto alalma”153.

Precisamente porque el escenario es el conjunto delocalizaciones, de acontecimientos, situaciones y escenasen las que participan los personajes novelescos, habrá queconsiderarlo también como el indicador de la trama, comosucede en el clásico motivo del camino del romance de

149 “El lugar más obvio para buscar ejemplos de las rela cionesentre espacio y personajes parece ser la novela naturalista, puesto quetienen la pretensión de describir la influencia del ambiente en elhombre” (Mieke Bal, 1985, p. 105). “La correlación entre topo grafía ypersonaje alcanza su cenit dentro del movimiento realista-naturalista”(Antonio Garrido, 1993, p. 236).

150 Angelo Marchese, 1989, p. 341.151 Roland Bourneuf y R. Ouellet, 1983, p. 108.152 Ricardo Gullón, 1980, p. 119.153 M. Bajtin, 1989, p. 119.

Page 83: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

Alicia Llarena

82

aventuras, o en los territorios geográficos donde sesuceden los hechos de la novela de viajes, sin olvidar elimportante papel de indicio que desempeña como señal yanuncio de los estados de ánimo, est o es, “El espaciocomo metonimia o metáfora del personaje” 154, el queaclara, refleja y justifica sus cambiantes emociones, y quetuvo un papel esencial en los textos románticos y realistas,y en el expresionismo artístico -literario. No hay queolvidar, como apunta John Fraim, que el hecho de que ellugar tenga un fuerte efecto en los estados internos delsujeto lo convierte en el mejor vehículo de comunicaciónde esos estados, de ahí que el simbolismo asociado a esosespacios haya sido utilizado en una de la s formas másantiguas de comunicación: el relato ( the story)155.

Asimismo, el escenario es también el portador de laestrategia comunicacional que el narrador decide imponeren la obra, el que establece de entrada las convencionespor las cuales ésta ha de ser transmitida a los lectores: “elescenario en que los lugares, sectores, territorios, paisajese interiores están claramente sistematizados se remite aalgunas convenciones que ligan a las dos partes que secomunican [...] en cambio, el escenario que pro voca unaimpresión de caos, por así decir, traiciona lasconvenciones de ese género: excluye cualquier ordenmodelo”156. Finalmente, y en la concretización del espaciopresentado a través de la descripción y del escenario,habrá que prestar atención a los se ntidos añadidos, a la

154 Antonio Garrido, 1993, p. 211.155 John Fraimm, 2001.156 Januzs Slawinsky, 1989, pp. 285 -286.

Page 84: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

ESPACIO, IDENTIDAD Y LITERATURA EN HISPANOAMÉRICA

83

producción de significados adicionales que en ese procesoengendrará el espacio: así, “el espacio tratado comoequivalente de estados emocionales; la oposición de losespacios realistas y fantásticos; los interiores habitablescomo indicio del status social del héroe; el paisaje arcádicodel idilio [...] el bosque espeso como el subconsciente; elrecorrido de un camino como figura del perfeccionamientoespiritual; en todos estos casos, y en otros innumerable degénero semejante, estamos ante connotaciones que pueden sermovilizadas en la medida en que exista en la obra unasistematización perceptible”157.

Más allá del espacio morfológico , un campo deatención no menos decisivo y significante deberá centrarseen las representaciones y contenidos espaciales que se hanfijado en el sistema semántico del lenguaje, y que secorresponde con las unidades léxicas y fraseológicas y conlas expresiones metafóricas que tienen la habilidad detransmitir sustancia espacial a través del reconocimientode un cierto tipo de habla individual, o del códigolingüístico de un medio social determinado. La deduccióndel lector en este caso es instantánea, porque a través delhabla de los personajes novelescos somos capaces deinferir su localización en el espa cio, su pertenencia, porejemplo, a un entorno rural, o a una particular comunidadlingüística (la lengua fronteriza del Norte de México, sin irmás lejos).

Ya en otro orden de cosas, Januzs Slawinsky reclama laatención hacia los esquemas espaciales que han sido fijadospor la tradición, que serán materia de la poética histórica, y

157 Januzs Slawinsky, 1989, p. 286.

Page 85: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

Alicia Llarena

84

que entenderá la topografía literaria en un sentido amplio,enfatizando y descubriendo los métodos descriptivos y lascombinaciones espaciales que constituyen convencionespropias de corrientes literarias, géneros, épocas, movimientosy culturas. En este sentido, la galería de estereotipos que sehan ido forjando a lo largo de la historia es abundante ysignificativa, desde “la declaración amorosa en el jardín y a laluz de la luna, la floresta como presagio de la lucha en loslibros de caballerías, el castillo y las historias de fantasmas, elrelato policíaco y los bajos fondos urbanos, etc.” 158, hasta elya imprescindible concepto de “cronotopo” fijado porBajtin (el cronotopo del camino común a la novela deaventuras, las novelas de caballería o la picaresca; elcastillo de la novela gótica; el salón de los textosrealistas...) a través del que puede establecerse incluso unahistoria de los géneros novelescos, porque “en el arte y enla literatura todas las determinaciones espacio -temporalesson inseparables, y siempre matizadas desde el punto devista emotivo-valorativo”159.

Al lado de los tópicos espaciales que han sido fijadosen el decurso de la tradición literaria, merecen dest acarseigualmente los patrones culturales de la experiencia delespacio, es decir, esa serie de correlaciones que indican la

158 Antonio Garrido, 1993, 211.159 M. Bajtin, 1989, p. 393. Vid. M. Carmen Bobes, 1993, pp. 165 -

182. También Leonard Lutwack recordará recientemente que “Esdifícil escapar a la proposición de que el análisis final de un lugar enliteratura es usado con un propósito simbólico, de ahí que la repeticiónde ese simbolismo haya generado un sistema de arquetipos simbólicosespaciales, e incluso géneros literarios como el pastoral, el romancemedieval o la novela gótica” (Leonard Lutwack, 1984).

Page 86: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

ESPACIO, IDENTIDAD Y LITERATURA EN HISPANOAMÉRICA

85

jerarquía social del mismo (espacios públicos o privados,propios o ajenos, sagrados o profanos) y que son siempreportadores y expresivos de las valoraciones éticas, morales ycosmovisivas establecidas por zonas, provincias, regiones,países e incluso puntos cardinales. Este es sin duda uno de losaspectos más atractivos del lenguaje espacial de un texto,porque es obvio que las estructuras espaciales no sólomanifiestan el modelo o esquema del mundo del autor de untexto (la llamada Weltanschauung) sino algo más hondo aún,el hecho de que en “La instancia discursiva del juicio ético seinsinúa profundamente en la óptica y la percep ción delespacio”160. Las descripciones geográficas, los relatos deviajes o los textos historiográficos como las Crónicas de Indiaspueden darnos múltiples ejemplos de esas valoraciones que,en muchos casos, siguen vigentes aún siglos más tarde dehaber sido elaboradas en la lengua escrita, como sucede en laclásica antinomia tan traída y llevada con respecto aHispanoamérica, “civilización y barbarie”, o como se insinúaen nuestros días en algunos populares anuncios publici -tarios161.

160 Angelo Marchese, 1989, p. 316.161 Recuérdese al respecto la campaña publicitaria del licor de coco

“Malibú” que circuló recientemente en las pantallas televisivas delpaís, popularizando incluso en el habla cotidiana la expresión “meestás estresando”, y que apela precisamente a estas valoracionesideológicas, manifestando y estimulando a un tiempo el juicio éticotan extendido sobre el Caribe como el territorio del recreo y laparsimonia, donde nada se toma en serio: “Si en el Caribe se tomaranla vida tan en serio no tendríamos Malibú” –concluye textualmente elanuncio. Más allá de la intención cómica que persigue este spotpublicitario, su lenguaje forma parte de una imagen estereotipada, que

Page 87: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

Alicia Llarena

86

En su interesante trabajo sobre las relaciones entreficción e ideología, Lennard J. Davis señala que, conindependencia de la distinción entre los tres tipos deespacio más comunes en el texto narrativo (la represen -tación de una zona geográfica real, de un lugar totalmenteficticio, o de una localización real rebautizada quepretende ser ficticia) los territorios literarios nunca soningenuos, su ideología es siempre intencional: “Todasestas representaciones son ideológicas en el sentido de quellevan incrustados significados sociales. Ningún autorpuede recrear realmente un lugar, pero al emplear París oLondres —al igual que Middlemarch o Cumbres Borras -cosas— la localización se ve de hecho moldeada por laintersección de la imaginación literaria y la mitologíasocial”162. Siguiendo el hilo de la historia literaria inglesa,y bajo el auspicio de La conquista de América de TzvetanTodorov, quien mostró la relación que existe entre laincorporación política y la incorporación lingüística ysemiológica del Nuevo Continente a sus me trópolis, latesis de Davis y el argumento principal de su libro es,precisamente, situar el uso novelístico del espacio en eldesarrollo del colonialismo. A su juicio, para la mayorparte de las culturas anteriores a la llegada de la novela en

sigue perpetuándose y que acarrea consigo implicaciones socialesquizás no tan simpáticas.

162 Lennard J. Davis, 2002, p. 79. Para enfatizar ese bagajeideológico del espacio novelesco, Davis distingue entre terreno yescenario frente a “localización intencional” ( p. 105). En este sentidoañadirá que “Las localizaciones son ideológicas precisamente porquedelimitan la acción y encierran sentido aunque sólo aparentendescribir con neutralidad” (pp. 86 -87).

Page 88: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

ESPACIO, IDENTIDAD Y LITERATURA EN HISPANOAMÉRICA

87

la Europa del siglo XVIII, el espacio era un mero decoradoo telón de fondo, sin la solidez novelística que sólo pudoproducirse como consecuencia de los complejos procesoshistóricos y culturales que tuvieron lugar durante la épocadel desarrollo de la novela en Eu ropa. A partir de entonces“las localizaciones están entretejidas con explicacionesideológicas acerca de la posesión de la propiedad” 163,porque “no puede existir el proyecto de colonizar sin laayuda de estructuras ideológicas y lingüísticas” 164.

Desde este punto de vista, toda creación de un espacioformará parte del control ideológico, hecho visible dentrodel ámbito hispánico en la conquista e “invención deAmérica”, cuyos textos revelan, como sabemos, lasintenciones de la metrópoli, y las paradojas de un discursoque, en el intento de representar literariamente la tierranueva, “la objetiviza y la falsifica al mismo tiempo” 165. Elproceso señalado por Davis desde el decorado al espacio,o desde la geografía a la localización, no es privativo deltexto literario. También en la historia del arte, como élmismo apunta, Kenneth Clark en El arte del paisaje hademostrado de una forma similar la transformación del

163 Lennard J. Davis, 2002, pp. 76 -77. “Aproximadamente en laépoca en que Europa estaba elaborando su representación de lascolonias, sus novelistas –o al menos Defoe– estaban colonizando otrotipo de espacio” (p. 89).

164 Lennard J. Davis, 2002, p. 89.165 “El intento de transformar un territorio en una representación

literaria da lugar a un espacio ‘desconocido reconocible’; unarepresentación ideológica de la propiedad que de un solo golpe tratade darla a conocer a la vez que la objetiviza y la falsifica al mismotiempo” (Lennard J. Davis, 2002, p. 78).

Page 89: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

Alicia Llarena

88

“paisaje del símbolo” medieval hacia el “paisaje de losacontecimientos”, donde la ideología ya hac e acto depresencia, mientras Ronald Paulson en Literary Landsca-pes, por su parte, explica que la historia misma delpaisajismo es un proceso que va desde la mera descripciónhasta la expresión del yo, y desde la simple topografía o lasimbolización hacia los “paisajes de la mente”. Endefinitiva, nuestra percepción del espacio está mediati -zada, sin duda alguna, por las valoraciones éticas ymorales, y por la ideología que emana de las experienciasculturales que sus representaciones nos heredan ytransmiten.

Ya en otro orden de objetivos, la espaciología literariase ocupará también de lo que Slawinsky llama los “univer-sales espaciales arquetípicos”, es decir, “esas reminis -cencias tenaces de yacimientos arcaicos del subconscientecolectivo”166 que son las imágenes, símbolos y fábulasrecurrentes, urdidas en torno a representaciones mentalescomo el centro, la casa, el camino, el abismo, el laberinto,etc., mostrando el papel que éstas juegan en la obraliteraria y la formación de la imaginación de los es critores,y cómo se exteriorizan en el plano temático, estilístico ysemántico de sus textos. No en pocas ocasiones, y a travésde estas imágenes arquetípicas, el espacio se erige en unametáfora enunciada desde el título mismo de un relato(El túnel de Ernesto Sábato, El pozo de Onetti, Niebla deUnamuno o La colmena de Camilo José Cela), o identificala modalidad espiritual de una época y movimiento (elabismo simbolista en la crisis de fin de siglo), o se revela

166 Januzs Slawinsky, 1989, p. 273.

Page 90: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

ESPACIO, IDENTIDAD Y LITERATURA EN HISPANOAMÉRICA

89

como una materia constante y decisiva en la poética de unautor determinado (los laberintos de Borges). Y es que elespacio literario “es indisociable del mundo de los sím -bolos, de los mitos y de los arquetipos, y en él cobran laspalabras dimensiones semánticas especiales” 167. No debeolvidarse en este sentido la célebre “Teoría de las Corres -pondencias” (con gran eco en el modernismo hispanoa-mericano) donde Baudelaire estableció, precisamente, laconexión y la similitud entre la realidad física y la realidadespiritual, erigiendo a la Naturalez a en un poblado bosquede símbolos y a los símbolos mismos en los auténticosdepositarios de esas antiguas correspondencias, tal comorezan los primeros versos de su famosa composiciónpoética:

Es la Naturaleza templo, de cuyas basasSuben, de tiempo en tiempo, unas confusas voces;Pasa, a través de bosques de símbolos, el hombre,Al cual éstos observan con familiar mirada” 168.

En la poética simbolista de finales del siglo XIX, comosabemos, la creación de una “atmósf era” —el espaciocomo símbolo— fue un apoyo principal para la expresióny comunicación de los estados de ánimo, de la realidad

167 Vítor Manuel de Aguiar e Silva, 1972, p. 24.168 Charles Baudelaire, 1982, p. 19. Siguiendo la teoría del poeta

francés, precisamente, John Fraim ha descrito con exhaustividad ensu reciente trabajo sobre el simbolismo del espacio las alineaciones ocorrespondencias entre los elementos espaciales y psicológicos (lointerior, lo exterior, lo vertical, etc ….) en el ámbito narrativo (JohnFraim, 2001).

Page 91: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

Alicia Llarena

90

interior, de “lo indecible”, estableciendo así la posibilidadde aludir a lo real a través de un lenguaje que apeló alpoderoso efecto transmisor de las sensaciones, un efectoprofundo del que se alimenta desde entonces el espacioliterario, y del que dio cuenta en su momento GeorgesMatoré. En su análisis sobre la geografía inconsciente delespacio humano, y aplicando un enfoque histórico,explicará precisamente el gran cambio que con respecto alRenacimiento experimentaron las imágenes espaciales,“que eran geométricas e intelectuales, y una mayoracentuación de la ‘sensación’ del espacio. Hoy en la idea deespacio se emplea más el movimiento y se va más allá de lovisual, hacia un espacio sensual mucho más profundo” 169.

Por otro lado, en los órdenes verbales que conforman yestablecen el espacio literario de una obra, el orden espacial yel simbólico coinciden y se entrelazan necesariamente, demodo que junto a la relación de términos espaciales comomundo, universo, ambiente, atmósfera, ámbito, zona, etc., seañadirán palabras como mágico, fantasmal, fantástico, irreal,onírico, poético o insólito, configurando así para el lector lared imaginaria y mitológica del texto170, lo que permite a losllamados espacios imaginarios o simbólicos —y he aquí loque nos interesa destacar— un singular comportamiento y unatotal independencia con respecto a lo real. Estos espacios,como bien ha observado Ricardo Gullón, se vinculanfundamentalmente a estados de ánimo y a predisposicionesmentales, lo que permite en definitiva “visualizarlos comorecintos en que las cosas no son según las vemos en el

169 Cit. en Edward Hall, 1987, p. 117.170 Ricardo Gullón, 1980, p. 25.

Page 92: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

ESPACIO, IDENTIDAD Y LITERATURA EN HISPANOAMÉRICA

91

contexto de la ‘normalidad’”171. Podrían recordarse aquí, porejemplo, las ya célebres palabras del narrador colombianoGabriel García Márquez cuando al definir su famoso espacionovelesco se expresó en estos términos: “Macondo no es unlugar del mundo, sino un estado de ánimo”; pero también, ysin abandonar ese mismo territorio imaginario, podrá inferirseque, en verdad, su aldea es sin duda la clave de esa particularverosimilitud magicorrealista, la que permite la intersecciónde lo real y lo extraordinario, la que impone su efecto derealidad a lo largo y ancho de la novela, la que aprovecha, e ndefinitiva, la posibilidad artística de lo imaginario, porque “Enlas figuraciones simbólicas la [...] verdad se impone en elespacio de la lectura, que, entre otras cosas, ensancha larealidad incluyendo lo fantástico como anejo y complementode lo cotidiano”172.

Al margen de estos procesos simbólicos, la evolucióndesrealizadora de la escritura contemporánea tambiénestimuló la concepción de la obra misma como espacio, esdecir, como un territorio sui generis donde la disposición delos elementos narrativos tendrá también una significaciónimportante. En principio, la crítica literaria y la teoría de lanarración hacen uso con frecuencia de términos espacialespara explicar la estructura de un relato (refiriéndose, porejemplo, a una novela dispuesta de fo rma concéntrica,circular, a modo de tríptico) y es visible que la influencia deldiscurso cinematográfico, con su particular técnica delmontaje, y la sintaxis de sus planos, de sus cortes, etc.,propició el movimiento del género narrativo en dirección de la

171 Ricardo Gullón, 1980, p. 24.172 Ricardo Gullón, 1980, p. 25.

Page 93: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

Alicia Llarena

92

“forma espacial”, expresión con la que Joseph Frank alude a laque puede percibirse en aquellas novelas cuyos elementosestán yuxtapuestos en el espacio, y no desarrollados en eltiempo. En tales casos, antes que la presentación sucesiva delos acontecimientos, lo que se impone es la simultaneidad deéstos, y la clásica sucesión temporal es sustituida por unapresentación de los hechos que se interrelacionan siguiendoparámetros espaciales: “Que la literatura moderna estémoviéndose, como piensa Joseph Frank, en dirección de laforma espacial, es muy posible” —explica Gullón— pues“el tipo de modernidad que empieza con Joyce, acentuódeliberadamente el proceso espacializador, según es fácilobservar en novelistas como Djuna Barnes y JohnHawkes, en el llamado ‘nouveau roman’ y en narradoresde lengua española, como Cortázar o Juan Benet” 173.

Que este movimiento guarda sin duda una estrecharelación con la libertad que experimentó en la novelamoderna el punto de vista del narrador es evidente y, dehecho, buena parte de las reflexiones filosóficas sobre lanaturaleza y la forma del espacio literario , concebido yacomo copia o como una transformación del espacio físico,tuvo que ver, como sugiere Slawinsky, con conceptos tanespaciales como la disposición d e los objetos o “ladistancia” entre ellos, motivos que suscitaron el desarrollode la teoría de los puntos de vista del relato 174. Comoveremos, “percepción” y “distancia” son valoresprincipales a la hora de establecer el espacio representadoen un texto, y del uso de ambas se deriva no sólo la

173 Ricardo Gullón, 1980, pp. 4 y 5.174 Januzs Slawinsky, 1989, p. 273.

Page 94: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

ESPACIO, IDENTIDAD Y LITERATURA EN HISPANOAMÉRICA

93

sensación del mismo, tanto para el lector como para lospropios personajes de la fábula, sino cuestiones másdecisivas en el conjunto narrativo como la génesis de laverdad textual, es decir, la verosimilitud 175.

En realidad, el proceso por el cual los paisajes dejaronde tratarse como tales, alterándose el sentido del aparatodescriptivo del relato, para considerar el medio “como unarealidad percibida y no como una realidaddeterminante”176, se produjo desde finales del siglo XIX.No es casual por ello mismo que en el marco de lanarratología esta alianza entre espacio y percepción sepresente habitualmente en términos indisolubles. Así MiekeBal señala, por ejemplo, la distinción entre lugar y espacioteniendo en cuenta ese lazo, precisamente (“Estos lugares,contemplados en relación con su percepción reciben elnombre de espacio”177), y Julia Kristeva, por su parte,entiende el espacio textual como un “espacio totalizado”, cuyocontrol obedece al punto de vista del narrador, quien es, al finy al cabo, el factor dominante del discurso: “El espacio de lanovela es, pues, el espacio de la perspectiva” 178.

En primera instancia, y como una realidad percibida,los sentidos desempeñarán un papel primordial en la

175 En otros trabajos hemos reflexionado ampliamente sobre lacapacidad verosímil del espacio, concretamente en relación con losespacios de los textos magicorrealistas hispanoamericanos, donde losespacios imaginarios (como Macondo y Comala) son concluyentes enel proceso de integración de lo real y lo extraordinario (Vid. AliciaLlarena, 1997).

176 Roland Bourneuf y R. Ouellet, 1983, pp. 115 -146.177 Mieke Bal, 1985, p. 101.178 Julia Kristeva, 1981, p. 262.

Page 95: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

Alicia Llarena

94

representación literaria del espacio, especialmente la vista,el tacto y el oído, no sólo importantes para inducir a loslectores hacia una comprensión sensible de sus cualidades(los olores que se asocian al lugar de la acción, suscaracterísticas visuales, etc.) sino m ás aún, para mostrar elmodo en que los personajes del relato experimentan eseespacio al situarse en él. Y es que el espacio de lapercepción es siempre una configuración de laconciencia179, el resultado de nuestra interacción con elmedio, tamizada lógicamente por nuestras propiasimpresiones y vivencias, determinantes en el conjunto denuestra sensación espacial. Desde esta perspectiva, unpersonaje novelesco podrá padecer ante un espacio que leresulte inseguro, extraño, violento, o podrá regocijarseante un espacio que sienta próximo, familiar,reconfortante; podrá sentirse perdido, enajenado, “fuerade sitio” o, por el contrario, podrá sentirse amparado yprotegido. El abanico será tan amplio en este caso comolos sujetos que pueblan las páginas de un texto novelesco,y más extenso que las simples percepciones que dependende los tres sensores físicos mencionados, hasta conformaruna suerte de “superespacio subjetivo”, término con el queSartre ya distinguía el “espacio representativo” del simple“espacio perceptivo”, y que Gilbert Durand recupera,

179 “Tanto el espacio mitológico como el espacio de la percepciónson siempre configuraciones de la conciencia” ( Ernst Cassirer, 1985,p. 117). En un sentido similar, Etienne Souriau argumenta que “E lpaisaje literario [...] se muestra a través de vocablos: no es objeto depercepción, sino de imagen mental” (Etienne Souriau, 1998, p. 861).

Page 96: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

ESPACIO, IDENTIDAD Y LITERATURA EN HISPANOAMÉRICA

95

precisamente, para aludir a las cualidades del espacioimaginario:

[el espacio imaginario tiene] un carácter mucho más cualitativoque a extensión de la percepción: toda determinación espacialde un objeto en imagen se presenta como una propiedadabsoluta. El espacio entonces se hace superlativo y abandona elterreno de la indiferente “localización” para comprometer laimagen en la “pertenencia” 180.

Como centro del sentido de la obra literaria, lapresentación del espacio resultará concluyente en larecepción de la lectura181, obligando al narrador a tomardecisiones en el plano estilístico d el texto, donde “ladistancia” —un concepto al fin y al cabo espacial— y eldetallismo, van a erigirse en un mecanismo tra scendente.Del primero de los casos ya ha dado buena cuenta la teoríasobre el “punto de vista”, que se organiza en gran medidasobre la proximidad de las personas narrativas en torno alos acontecimientos de la fábula, y que observa ladistancia no tanto como una cuestión física sino como unposicionamiento psíquico, una determinación espacial queinfluye directamente en nuestras reacción frente a la realidaddel texto182. De ahí que “La distancia entre narrador y

180 Gilbert Durand, 1979, p. 338.181 “El lector está en el espacio novelesco —dirá Ricardo Gullón—

su situación dependerá de una serie de circunstancias, ante todo de suposición, que determina la perspectiva, el punto de vista, la distancia”(Ricardo Gullón, 1980, p. 20). El énfasis es nuestro.

182 “El efecto de la información sobre el espacio no se determinasólo por la forma en que se comunica. La distancia desde la que se

Page 97: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

Alicia Llarena

96

narración, entre el narrador y sus material es, incluido elpersonaje, merece ser investigada cuidadosamente” 183. En elsegundo supuesto, el recurso del detallismo descriptivoobedece siempre a profundas intenciones, como en el caso delos escritores realistas, que lo utilizan “para que el lector sesienta en terreno familiar”, sabedores de que así se“reducirá la distancia entre él y lo narrado” 184. Y en laestrategia narrativa de un autor como Alejo Carpentier,cuyas extensas descripciones del espacio americano enLos pasos perdidos son ya clásicas, sigue vigente aquellamisma necesidad que en su momento condujo a loscronistas de Indias a cometer tales excesos (pensemos enla historia minuciosa de un Bernal Díaz del Castillo, porejemplo), oficiando con su discurso prolijo ypormenorizado una suerte de función adánica, pues “sudetallismo está motivado por el hecho de que el personajeentra en ese espacio por primera vez” 185.

En íntima relación con la representación del espacio, ycon el modo y la distancia en que éste es representado, nohay que perder de vista, finalmente, una cuestión vital parael desarrollo de la fábula, el que acaso sea el efectodefinitivo del espacio verbal, la cuestión de laverosimilitud, la que hace posible la feliz resolución delpacto narrativo entre el texto y los lectores, entre larealidad del texto y la realidad. Aunque el uso del espacio

presenta puede también afectar a la imagen que surja” (Mieke Bal,1985, p. 107).

183 Ricardo Gullón, 1980, p. 129.184 Ricardo Gullón, 1980, p. 19.185 Mieke Bal, 1985, p. 107.

Page 98: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

ESPACIO, IDENTIDAD Y LITERATURA EN HISPANOAMÉRICA

97

como motor de la “credibilidad” es un recurso antiguo dela literatura universal, y lo fue especialmente en géneroscomo el relato fantástico, es muy visible “la frecuencia ydiversidad en que la ficción contemporánea recurre a lasimbolización espacial para dar mayor plausibilidad a susfantásticas imaginaciones” 186, hecho que tuvo enHispanoamérica una relevante incidencia, como ahoraveremos, a propósito de la creación de sus conocidosespacios imaginarios, donde lo real y lo extraordinario seensamblaron con toda precisión. Sin ir tan lejos aún, y enun sentido más general, con independencia del género, elmovimiento o la tendencia literaria, lo cierto es que granparte de la verosimilitud de un texto novelesco dependeíntimamente de su elaboración espacial, porque lasreferencias espaciales

no sólo contribuyen (y de forma decisiva) a la creación delefecto de realidad sino que constituyen un poderoso factor decoherencia y cohesión tex tuales. En efecto, tanto laverosimilitud como el sentido del texto y no menos elensamblaje de la microestructura encuentran en el espacio unsoporte realmente sólido.187

En efecto, el papel cohesor del espacio es poderoso y ,de hecho, en un texto novelesco resulta ser “el lugar de lacoherencia”, expresión con la que hace años dimos cuentade sus hábiles y económicos efectos 188, subrayando el rolque juega en la poética magicorrealista. En este sentido,

186 Ricardo Gullón, 1980, p. 26 .187 Antonio Garrido, 1993, pp. 215 -216.188 Vid. Alicia Llarena, 1995 y 1997.

Page 99: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

Alicia Llarena

98

aquí pueden percibirse con absoluta claridad lo s dones delespacio imaginario —elaboración verbal donde las haya,porque no apela a la realidad— aunando no sólo sucapacidad verosímil, sino también su representatividad,con un escaso y a veces lacónico bagaje técnico. Como yaes de sobra conocido, el realismo mágico se define comola escritura donde lo fantástico es aceptado de formanatural (y viceversa), y como una poética donde laconciliación de ambos extremos (lo real y loextraordinario) es total. Es obvio que el punto de vista delnarrador contribuye de una forma importante a esteproceso, pero aunque menos evidente, es el espacioliterario el que procura llevarlo a buen término y permitirque se desarrolle y que suceda 189. Ya señalaba al respectoErnst Cassirer que el espacio “es capaz de unificar hastalo más heterogéneo, haciéndolo comparable y de algúnmodo ‘similar’ entre sí” 190, y que el espacio mitológicoopera básicamente como un esquema ideal a través delcual “pueden ser interrelacionados los más disímileselementos que a primera vista resulten inco mparables”191.He aquí la razón del espacio imaginario como estrategiahistórica de la literatura fantástica, como recurso clásico

189 “El hecho de que ‘esto está sucediendo aquí’ es tan importantecomo ‘el cómo es aquí’ , el cual permite que sucedan estosacontecimientos” (Mieke Bal, 1985, p. 103). “La coherencia entresitio y situación contribuye a la aceptación de lo fantástico comonatural” (Mieke Bal, 1985, p. 28).

190 Ernst Cassirer, 1985, p. 119.191 Ernst Cassirer, 1985, p. 118.

Page 100: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

ESPACIO, IDENTIDAD Y LITERATURA EN HISPANOAMÉRICA

99

de la literatura universal 192, y como procedimientoespecífico de los textos magicorrealistas. La construcciónde la aldea de Macondo, y la Comala de Juan Rulfo, dotanal texto narrativo, a sus acciones, su narrador y suspersonajes, de una franca independencia con respecto a larealidad, asumiendo las ventajas del espacio imaginariocomo motor de la verosimilitud textual, como géne sis deesa cohesión entre lo cotidiano y lo irreal, sin perder en eltrayecto su oficio connotador de la realidad americana, suvisible representatividad cultural, y todo ello, además, conuna marcada economía de medios descriptivos. No haráfalta el detallismo de un relato realista, pues bastará

192 En la espléndida Guía de lugares imaginarios , escrita al estilode las enciclopedias geográficas del siglo XIX, Alberto Manguel yGianni Guadalupi han reunido más de seiscientos espacios ficticios (yreproducido más de un centenar de mapas) que desde Homero hastanuestros días, desde las obras del ciclo artúrico hasta Kafka oMelville, ponen de manifiesto la importancia de este motivo literario alo largo de toda la historia de la literatura universal. A pesar de larelación incompleta, que excluye territorios como Yoknapatawpha deFaulkner, la referencia resulta imprescindible para un viaje literariohacia los imperecederos y sugestivos paisajes de la imaginación:“Nueva York, Calcuta, Madrid, son sin duda ciudades extraordinarias,pero no pueden compararse a la Ciudad Esmeralda de Oz [...] o laCiudad de los Césares, prehispánica me trópolis americana, fuente dela primera democracia del Nuevo Mundo. Somalia o Lichtensteininteresan al turista; pero palidecen ante las maravillas de Narnia o laisla del Dr. Moreau. Las pasiones políticas de Perú o de Afganistáncrean titulares en los periódicos, pero son transitorias —no como lasinmortales querellas de Oceanía o Ruritania. ¿Y quién no se resignaríaa nunca contemplar las cataratas del Niágara si le prometiesen unavisita guiada por las aguas milagrosas que conociera Gordon Pym?”(Alberto Manguel y Gianni Guadalupi, 1992).

Page 101: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

Alicia Llarena

100

delimitar un territorio imaginario para que el mundonovelesco empiece a tomar cuerpo ante un lector que,desde esa fundación textual, se encuentra ya ante otromundo, con sus reglas privativas, su conducta específ ica,su propio ordenamiento de la nueva realidad propuesta enla ficción. Probablemente, nunca como en estos casos fuetan cierto que “La obra no imita la Naturalezacolocándonos en el mundo, sino ofreciéndonos el acceso aun mundo posible, una posibilidad de mundo”193.

Desde esta posibilidad, precisamente, y con el bagajeteórico y cultural que se ha descrito hasta aquí, hemos queridoleer la cartografía literaria hispanoamericana, enfatizandosobre todo el papel que el espacio desempeña en la expresiónde su identidad, y los conflictos y soluciones que larepresentación del continente ha suscitado en el transcurso desu historia. Y es que, desde la vieja cartografía hasta laconformación de sus nuevos y recientes territorios, el mapaliterario de Hispanoamérica dista mucho de ser un lenguajediscreto y silencioso.

193 Etienne Souriau, 1998, p. 820.

Page 102: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

2. ESPACIO E IDENTIDAD: HACIA UN MAPALITERARIO DE HISPANOAMÉRICA

En los momentos fundacionales de unaliteratura, la relación con la tierra, con elespacio (natural o construido) definemuchas de las formas y materiales de laescritura194

i en los últimos años los trabajos sobre el espacioliterario y la espacialidad han ido ganando terrenoen casi todos los ámbitos, tales reflexiones se

anuncian especialmente interesantes en el caso de laliteratura hispanoamericana, donde el tema adquiere unaespecial relevancia y donde a veces, como sabemos, tuvoun papel protagónico. De entrada, no hay que olvidar losequívocos geográficos relacionados con el descubrimientode América y su confusión espacia l con las Indias; ytampoco la propia y disputada cuestión del nombre, que enel IV Centenario llegó a erigirse en el tema central de unlargo y complejo debate:

Siempre ha sido un problema para nosotros poderidentificarnos. Saber cómo nos llamamos. Des de que, acomienzos del siglo XIX, el nombre de América deja de tenerun sentido general para pasar a designar sólo a los EstadosUnidos, los que vivimos al sur del Río Bravo nos encontramos

194 Graciela Montaldo, 1999, p. 19.

S

Page 103: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

Alicia Llarena

102

en busca de nuestros propios papeles de identidad. Somos unaespecie de exiliados en nuestro propio continente. Ya loconstataba Humboldt en el suplemento agregado a la edicióndel Ensayo político sobre la isla de Cuba [...] ‘Es molestocuando se habla de pueblos que desempeñan un papelimportante en la escena mundial, y no tienen nombrescolectivos. La palabra ‘americano’ no puede seguir siendoaplicada únicamente a los ciudadanos de los Estados Unidos deAmérica del Norte, y sería deseable que esta nomenclatura denaciones independientes del Nuevo Continente pudiera se rfijada de una manera a la vez cómoda, armoniosa y precisa .195

Por otro lado, dentro del proceso histórico de laliteratura hispanoamericana, el paisaje fue uno de loselementos más persistentes y, entre los términos que handefinido su historia literaria, el “telurismo” adquirió pormomentos el rango de piedra angular, hasta convertirse enun reiterado factor de identificación. Así, es frecuente que,cuando se trata de describir el conjunto de peculiaridadesdel sistema literario hispanoamericano, muchos se refierana la obsesiva representación de la naturaleza como unacaracterística constante de su historia, una materia temáticay artística que, junto a factores como el mestizaje, elsincretismo, la transculturación, el barroco, la pluralidadétnica, la búsqueda de identidad o la tensión entre loamericano y lo cosmopolita, han servido para caracterizar

195 Miguel Rojas Mix, 1991, p. 32. En este volumen Rojas Mixrecuerda la señalada polémica del IV Centenario y ofrece un ampliocatálogo de los nombres que a lo largo de la historia le han sidoasignados al continente, mostrando además las motivaciones políticasy sociales que oculta cada uno de ellos, porque es preciso no olvidar alrespecto que la cuestión del nombre no ha sido ni es inocente.

Page 104: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

ESPACIO, IDENTIDAD Y LITERATURA EN HISPANOAMÉRICA

103

la singularidad y especificidad de la literatura continental.En efecto, el sentimiento de la naturaleza americana sepercibió muy pronto como una constan te temática de suescritura, tal como indica su presencia protagónica en lacélebre Historia de la poesía hispanoamericana deMarcelino Menéndez y Pelayo, que destacó en su día lapreponderancia de la descripción paisajística como uno delos rasgos representativos del género en Hispanoamérica:“Por eso lo más original de la poesía americana es, enprimer lugar, la poesía descriptiva, y en segundo lugar, lapoesía política”196.

El arraigo de esta materia como motivo “original” yahabía sido expresado por hombres como Andrés Bello,cuando en su “Alocución a la Poesía” (1823) ofrec ió lanaturaleza de la “fecunda zona” y las guerras de laindependencia como temario americanista para las letras delporvenir. En este mismo contexto debe subrayarse tambiénla decisiva influencia que en su tiempo ejercieron losescritos de Humboldt, a quien el propio Bello acompañaraen su ascensión a la cima del monte Ávila durante su viaje aCaracas, textos que lograron transmitir la emoción delpaisaje americano y en cuya pasión ya se anunciaban dealgún modo los persistentes telurismos románticos. Susnumerosas obras sobre el Nuevo Continente fueron unimportante acicate para los movimientos independentistas,pues el edificio político se construyó sobre los pilares deun conocimiento cuya elevación inaugura Humboldt consus estudios científicos, hecho reconocido por el propioLibertador de América, Simón Bolívar, en su ya célebre

196 Marcelino Menéndez Pelayo, 1911, p. 16.

Page 105: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

Alicia Llarena

104

sentencia: “El Barón de Humboldt ha hecho más bienes ala América que todos sus conquistadores”.

No es casual entonces que el naturalista alemánreapareciera en los albores del romanticismo argentino y queDomingo Faustino Sarmiento apelara al sabio alemáncuando quiso legar el gran tema de la naturaleza telúrica dela Pampa a los “romancistas”, quienes d ebían construir unaliteratura nacional original. Así, en el capítulo II deFacundo. Civilización y Barbarie (1845), bajo un epígrafede Humboldt, precisamente —“Ainsi que l’océan, lessteppes remplissent l’esprit du sentiment de l’infini” —Sarmiento invita a transmitir por la palabra la irrefrenablefascinación estética que la barbarie ejercía sobre su vocaciónde racionalista modernizador:

...no puede, por otra parte, negarse que esta situación tiene sucostado poético, y faces dignas de la pluma del romancista. Si undestello de literatura nacional puede brillar momentáneamente en lasnuevas sociedades americanas, es el que resultará de la descripciónde las grandiosas escenas naturales, y, sobre todo, de la lucha entrela civilización europea y la barbarie indígena, entre la inteligencia yla materia...197.

Ya en el entorno de la crítica literaria hispanoamericanista,Pedro Henríquez Ureña puso especial énfasis en la presenciaabsorbente del paisaje al describir las “fórmulas de america -nismo” de la literatura continental, advirtiendo de su excesivoprotagonismo frente a otros motivos y señalando su desgaste alo largo de la historia literaria, pero subrayando sobre todo la

197 Domingo Faustino Sarmiento, 1986, p. 36.

Page 106: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

ESPACIO, IDENTIDAD Y LITERATURA EN HISPANOAMÉRICA

105

importancia de un tema que contribuyó en su tiempo a“educar” los ojos y la visión de América:

La literatura descriptiva habrá de ser, pensamos durante largotiempo, la voz del Nuevo Mundo. Ahora no goza de favor laidea: hemos abusado en la aplicación: hay en nuestra poesíaromántica tantos paisajes como en nuestra pintura impresionista.La tarea de describir, que nació del entu siasmo, degeneró enhábito mecánico. Pero ella ha educado nuestros ojos: del cuadroconvencional de los primeros escritores coloniales, en quienessólo de raro en raro asomaba la faz genuina de la tierra, c omo enlas serranías peruanas del Inca Garcilaso, pasamos poco a poco,y finalmente llegamos, con ayuda de Alexander Von Humboldt yde Chateaubriand, a la directa visión de la naturale za. De muchaolvidada literatura del siglo XIX sería justicia y deleite arrancaruna vivaz colección de paisajes y miniaturas de fauna y flora198.

El factor americanista del paisaje, por cierto, no radicabapara Henríquez Ureña en la exterioridad de la descripción yen la materia geográfica del continente, sino en los resortesprofundos de la expresión, es decir, en las formas con que eltema había sido y habría de ser representado literariamente,una matización sin duda importante y que vincula el temadel paisaje a una cuestión no tanto física como artística. Porsu parte, Luis Alberto Sánchez elevó también a rasgodominante de unificación e identificación de la literaturahispanoamericana el arraigo telúrico, advirtiendo que

América existe, pues, como un todo, en función de su geogra fía.El territorio la nivela, le da unidad y personería. Poco importaque el paisaje, emanación de la geografía, no atraiga directa y

198 Pedro Henríquez Ureña, 1960, p. 246.

Page 107: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

Alicia Llarena

106

concretamente como objetivo inmediato, a sus escritores; muchomás importante y decisivo es que ese paisaje, o mejor, la fuerzade la naturaleza, imprima su marca sobre los individuos, sellecon su sello a la literatura americana, explicable sólo a través dela clave de su ambiente físico. Tanto es así que la novelahispanoamericana no ha podido sacudir se de la férula delpanorama199.

Ciertamente, la literatura hispanoamericana ha trabajadosin cesar en la descripción del altiplano, de la pampa, de losfértiles valles, de la selva, del llano y de la sabana y, dehecho, sin la naturaleza americana no existirían La Vorágine(1924), ni Doña Bárbara (1930) ni el preámbulo delFacundo (1845), ni Don Segundo Sombra (1926), ni lapoesía de José Santos Chocano, Gabriela Mistral o PabloNeruda, entre otros muchos clásicos de su historia literaria.Y si bien es obvio que a estas alturas nos desborda elamericanismo militante de los textos regionalistas —lasgrandes “novelas de la tierra” — nadie duda de laimportancia trascendental del paisaje en el proceso deemancipación de la novela y en la búsqueda de su“expresión americana”. El escritor colombiano Gabri elGarcía Márquez, por ejemplo, alude a esa deuda de unmodo explícito al señalar que “esta gente removió muybien la tierra para que los que vinieron despuéspudiéramos sembrar más fácilmente” 200; y entre lasconocidas formulaciones teóricas sobre la “novel aprimitiva”, Mario Vargas Llosa valora al regionalismo por

199 Luis Alberto Sánchez, 1962, p. 32.200 Gabriel García Márquez, 1991, p. 119.

Page 108: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

ESPACIO, IDENTIDAD Y LITERATURA EN HISPANOAMÉRICA

107

su representatividad de lo americano, observando en lotelúrico un primer encuentro entre ide ntidad y escritura:

Artísticamente siguen enajenados a formas postizas, pero seadvierte en ellos una originalidad temática; sus libros hanganado una cierta representatividad [...] Seres, objetos ypaisajes desempeñan en estas ficciones una función parecida,casi indiferenciable: están allí no por lo que son sino por lo querepresentan. ¿Y qué representan? Los valores “autóctonos” o“telúricos” de América”. 201

Más allá de la fiebre regionalista, y una vez desplazadoel paisaje en la Nueva Novela, el protagonismo espacialseguirá intacto, pues aun cuando el “ telurismo” perdiófuerza, no ocurrió lo mismo con el “espacio” literario, queencontró sutiles formas de permanecer en el centro deldiscurso: El túnel (1948) de Ernesto Sábato; El pozo(1939) de Juan Carlos Onetti; los laberintos de Bo rges; losgrandes espacios imaginarios de Rulfo y García Márquez;las recreaciones “telúricas” de la novela neoindigenista(Asturias y Hombres de maíz, 1949; Arguedas y Los ríosprofundos, 1956); la tematización del espacio en MujicaLainez (La casa, 1954) o su apremio por mitificar lacapital de Argentina (Misteriosa Buenos Aires, 1951); lasreflexiones de Alejo Carpentier sobre el “contexto”, suteoría de Lo Real Maravilloso Americano, la “funciónadánica” que el cubano adjudica al escritor continental osu derroche espacial en Los pasos perdidos (1953), no sonmás que algunas expresiones de la intensa esp acialización

201 Mario Vargas Llosa, 1991, p. 361.

Page 109: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

Alicia Llarena

108

de la novela en Hispanoamérica, máxime en un períodoque se presentaba a sí mismo como superador delregionalismo y, sobre todo, de su obsesión y tratamientodel espacio americano. En este mismo sentido, ya esclásica la afirmación de Carlos Fuentes cuando explicaque la vasta tarea de Hispanoamérica después de laIndependencia consistió no sólo en la apropiación delterritorio, sino en la apropiación del espacio, pues “elconquistador llegó en busca de los tesoros de la naturaleza,no de la personalidad de los hombres, y liberarse, en lasegunda década del siglo XIX, del conquistador,significaba también convertir la naturaleza enajenada ennaturaleza propia”202.

El camino señalado por Fuentes no fue fácil, po rque enél acechaban escollos literarios, estilísticos e ideológicos alos que el escritor hispanoamericano debería buscarsoluciones y respuesta, convirtiendo esa dinámica deaprehensión y reconocimiento de la naturaleza propia enuno de los procesos más interesantes de la literaturacontinental. De ahí que, por estas mismas razones, unalectura de sus espacios literarios como imágenessignificantes de la cultura americana, de sus puntos devista, de su pasado, y aún de su destino, resulten de unenorme interés. No en vano el problema de larepresentación del espacio americano es casi siempre eldirecto responsable de las más audaces e imaginativassoluciones, tanto en el proceso de su escritura, como en elproceso de definición de la identidad continental, pues sipara conquistar de nuevo su naturaleza enajenada América

202 Carlos Fuentes, 1991, pp. 76-77.

Page 110: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

ESPACIO, IDENTIDAD Y LITERATURA EN HISPANOAMÉRICA

109

debía despojarse primero de las falsas imágenes heredadaspor una tradición asimismo extraña, el espacio será el ejesobre el que giren, incesantemente, muchos de susconflictos y aportaciones más singulares.

Obviamente, la cuestión espacial resulta densa, porqueincumbe a una materia que se expresa en diecinueveliteraturas nacionales, que abarca además un tiempohistórico enorme (desde los textos de Colón a nuestrosdías) y que afecta a complejas sustancias socio-culturalesque participan directamente en la conformación ypercepción cultural de América. Ante esta perspectivamúltiple y casi inabarcable, las siguientes páginas sóloapuntan los rasgos esenciales de la representación espacialen Hispanoamérica, describiendo sus hitos históricos,enfatizando su relevancia como factor expresivo yconformador de la identidad, y subrayando su vigenciacomo un marco de reflexiones que ilumine el propósitofinal de este trabajo: el reconocimiento de los nuevosregionalismos en las últimas décadas del siglo XX y, enespecial, el que tiene lugar entre los nuevos narradores delNorte de México203.

2.1. La vieja cartografía: problemas recurrentes

Para empezar, y como pórtico a estas breves notas sobre elespacio literario en el período colonial de Hispanoamérica,

203 Buena parte de los aspectos desarrollados en las siguientespáginas continúan una línea de investigación que ya fue esbozada, deun modo esquemático, en nuestro trabajo “Espacio y li teratura enHispanoamérica” (Alicia Llarena, 2002).

Page 111: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

Alicia Llarena

110

no sería ocioso recordar la conversación que el jovenprincipito de la fascinante novela de Saint -Exupérymantiene con un viejo geógrafo en su visita al sextoplaneta, y donde éste tendrá ocasión de explicarle ya nosólo la radical importancia de la cartografía, sino tambiény sobre todo las precauciones imprescindibles de su oficio.He aquí sus luminosas palabras:

—Es muy bello vuestro planeta. ¿Tiene océano?—No puedo saberlo —dijo el geógrafo.—¡Ah! —El principito estaba decepcionado —. ¿Y montañas?—No puedo saberlo —dijo el geógrafo.—¡Pero eres geógrafo!—Es cierto —dijo el geógrafo—, pero no soy explorador. [...].

El geógrafo es demasiado importante para ambular. Nodebe dejar su despacho. Pero recibe allí a los exploradores.Les interroga y toma nota de sus observaciones. Y si lasobservaciones de alguno le parecen interesantes, elgeógrafo hace levantar una encuesta acerca de lamoralidad del explorador.

—¿Por qué?—Porque un explorador que mintiera produciría catástrofes enlos libros de geografía. [...]—Las geografías —dijo el geógrafo— son los libros másvaliosos de todos los libros . Nunca pasan de moda . Es muyraro que una montaña cambie de lugar. Es muy raro que unocéano pierda su agua. Escribimos cosas eternas204.

Porque el espacio es precisamente un punto de anclajey una imagen fundacional de la realidad, las geografíasliterarias, traducidas a un plano artístico, serán también

204 Antoine de Saint-Exupéry, 1984, pp. 65-68. El énfasis esnuestro.

Page 112: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

ESPACIO, IDENTIDAD Y LITERATURA EN HISPANOAMÉRICA

111

signos complejos, abarcadores y expresivos, con unaenorme capacidad de resonancia en los m apas mentales ysociológicos de pueblos y de individuos; de hecho,nuestros hábitos psicológicos, perceptivos y socio-culturales dependen en gran medida de nuestra relacióncon el espacio, de nuestra suma de afectos odesencuentros, de nuestro enraizamiento o nuestradistancia, de nuestra extrañeza o de nuestra pertenenciacon respecto al mismo, de ahí que no sea exagerada lacautela del viejo geógrafo de Saint -Exupéry con respecto asus informantes: antes de hacer cualqu ier trazo indeleblesobre el mapa, se cuida bien de anotar con lápiz lostestimonios de los exploradores, y “Para anotarlos continta –subraya– se espera a que el explorador hayasuministrado pruebas”205, pues nada resultaría más dañinoque una mentira o que una moralidad interesada ysospechosa en cuestión tan sagrada y eterna como lacartografía, la primera referencia verdadera del mundo.¿Qué sucedería, entonces, si con esta misma percepcióndel geógrafo interpretáramos la historia literaria deAmérica Latina? ¿Hubo “mentiras” en la relación sobre elespacio americano? ¿Hubo problemas? ¿Y soluciones?¿Qué imágenes espaciales se han ido f ijando en elimaginario americano? ¿Y a qué responde cada una deellas? ¿Cuáles fueron las intenciones de los exploradores ?¿A qué designios morales respondieron sus acciones sobreel mapa? Y en estos días, ¿cómo es el nuevo planisferio deHispanoamérica? ¿Qué signos espaciales están ahora enconstrucción? ¿Cuál es, en fin, a estas alturas, el resultado

205 Antoine de Saint-Exupéry, 1984, p. 67.

Page 113: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

Alicia Llarena

112

de aquel proceso de reencuentro con la naturalezaenajenada?

Mucho se ha escrito sobre la responsabilidad de losCronistas en el planisferio original del continente, sobre lafundación y el trazado del imaginario cultural que inspiranlos escritores coloniales y sobre los asp ectosproblemáticos que se inauguran desde entonces en ladefinición de la identidad y en el ejercicio de la e scritura:de un lado, la intensa idealización de América (El Dorado,el Paraíso) que desprendieron aqu ellos textos, más tardeperpetuada y celebrada en la literatura romántica, aunquecon objetivos bien distintos; de otro, la demonización deese mismo espacio como escenario natural de la barbarie,a la que hubo de responder Clavijero con su HistoriaAntigua de México (1780-1781). Ambos extremos no sólolegaron al siglo XX una serie de conocidos dualismosideológicos (unidad/diversidad, civ ilización/barbarie,regionalismo/cosmopolitismo) 206 sino otras empresas delargo alcance, operaciones que enfrent arán directamente alescritor con la escritura y de cuyas dificultades dio buenacuenta el lenguaje de los cronistas. Así, en sus Cartas deRelación (1519-1526), Hernán Cortés escenifica losarduos inconvenientes de la representación de América

206 Como apunta Fernando Ainsa, “En el mosaico de novelas ycuentos que sigue apostando dialécticamente a la reactualizaciónpermanente de los dualismos de la identidad americana hecha denociones ambivalentes como unidad y divers idad, evasión y arraigo,tradición y renovación, civilización y barbarie, Ariel y Calibán, ytantas parejas antinómicas que han desfilado por nuestras páginas,también hemos descubierto ‘signos’ inequívocos de la ‘ide ntidadamericana’” (Fernando Ainsa, 1986, p. 510).

Page 114: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

ESPACIO, IDENTIDAD Y LITERATURA EN HISPANOAMÉRICA

113

señalando que “para dar cuenta, muy poderoso señor, avuestra real excelencia, de la grandeza, extrañas, y maravi -llosas cosas de esta gran ciudad de Temixtitan [...] seríamenester mucho tiempo y ser muchos rela tores y muyexpertos”, hecho al que añade además otro graveinconveniente: “mas como pudiere diré a lgunas cosas de lasque vi, que aunque mal dichas, bien sé que serán de tantaadmiración que no se podrán creer, porque los que acá connuestros propios ojos las vemos, no las podemos con elentendimiento comprender”207. El conquistador refleja enestas líneas un doble problema, intuyendo a la vez la doblenecesidad del escritor americano: habilidad para sintetizaren la escritura la vasta realidad de América y poder deconvicción para hacerla creíble y verosímil208.

A la hora de establecer una valoración de los t extos sobreel descubrimiento y la conquista de América, y de la imagenespacial que éstos legaron a la posteridad, conviene noperder de vista que ese histórico encuentro fue en ciertomodo la realización de una serie de “topos imaginarios”209

presentes en la tradición literaria occidental, y que a ellocontribuyó también el absoluto desconocimiento delcontinente y su aparición imprevisible en el escenario

207 Hernán Cortés, 1988, p. 62.208 De cómo los cronistas van resolviendo de forma gradual la

inicial imposibilidad lingüística de describir América hemos escrito en“Un asombro verbal para un descubrimiento: los Cronistas de Indias(Colón, Cortés, Bernal, Las Casas)”, (Alicia Llarena, 1994).

209 Fernando Ainsa utiliza esta expresión para referirse al caudal deleyendas medievales que en gran medida “premeditaron” la revelación ypercepción del continente como “fantásti co” (Fernando Ainsa, 1988).

Page 115: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

Alicia Llarena

114

global210. Tampoco debe obviarse que “por definición, todoinforme es mentiroso”211, y que la finalidad literaria de esostextos fue secundaria, movidos como lo estaban porintereses políticos y estratégicos, hecho por el que AndersonImbert advirtiera del peligro que representa para un lectorcontemporáneo emocionarse con la lengua de CristóbalColón y “colaborar imaginativamente con él”, hasta el puntode tomar sus desnudas e ingenuas descripciones porvoluntarios “rasgos estéticos” de su estilo 212. Sin embargo,y más allá de estas cuestiones, el lenguaje de los cronistasofrece una materia interesante para comprobar la relaciónentre espacio e identidad, no sólo porque los textos haninfluido notablemente en los tópicos fundacionales sobreAmérica Latina (entre el edén y la barbarie, la exuberancia yla alteridad) sino porque en esos textos que narran elencuentro primerizo con el Nuevo Continente la dificultadde la representación es explícita y transparente, obligando asus autores a un esfuerzo lingüístico cuyas huellas alcanzan,como veremos, a la escritura contemporánea.

En términos universales, como señala Barbara Stafford,los cronistas de viaje siempre han tenido problemas para

210 Tzvetan Todorov afirma que “El encuentro más asombroso de lahistoria occidental es sin duda el Descubrimiento de América –o másbien de los americanos. En los descubrimientos de los ot ros continentesno hay verdaderamente ese sentimiento de extrañeza radical: loseuropeos no ignoraron nunca del todo la existencia de África, o de laIndia, o de la China; el recuerdo está siempre ya presente, desde losorígenes” (T. Todorov, 1979, p. 20) .

211 José Joaquín Blanco, 1989, p. 31212 Enrique Anderson Imbert, 1987, p. 19.

Page 116: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

ESPACIO, IDENTIDAD Y LITERATURA EN HISPANOAMÉRICA

115

representar lo que contemplan213, y es un síntoma generalque acudan a las asociaciones mentales con el mundo delque proceden y al cual conocen. En el caso que nos ocupa,sin embargo, la cuestión resultó más compleja, porque “ elproblema de América era que no había ruinas ni reliquiasy que sus mitos estaban ocultos tras el oscuro manto de lossignos y símbolos indígenas americanos, de modo que lajungla se resistía a tales asociaciones”214. El lenguaje,entonces, fue un poderoso mecanismo para aminorar laextrañeza del Nuevo Continente, obligándose a sí mismo auna compleja tarea de adecuación. Y es que, desbordadospor la nueva realidad, los cronistas acuden a ciertosrecursos que intensifican en el lector el efecto“maravilloso”, pero son frecuentes a un tiempo aquellasexpresiones en que el único camino verbal parecer ser,precisamente, la negación de la capacidad del verbo. En esteúltimo sentido, el balbuceo lingüístico se inic ia conCristóbal Colón (“mil maneras de frutas que me no esposible escribir”215; “que no hay persona que lo sepadecir”216) y continúa en Hernán Cortés (“no hay lenguahumana que sepa explicar la grandeza y particularidades deella”217; “que por la prolijidad . .. y aun por no saber ponerlos nombres, no las expreso”218) para dar paso en BernalDíaz del Castillo a su detallismo abrumador y al “acriolla -

213 Barbara Stafford, 1984.214 Lennard J. Davis, 2002, pp. 93 -94.215 Cristóbal Colón, 1982 (Primer Viaje, 4 de Noviembre).216 Cristóbal Colón, 1982 (Primer Viaje, 16 de Noviembre).217 Hernán Cortés, 1988, p. 61.218 Hernán Cortés, 1988, p. 63.

Page 117: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

Alicia Llarena

116

miento de la palabra”219, esto es, al mestizaje lingüísticocapaz de suplir en parte ese vacío entre la lengua y l arealidad. En efecto, por su conocido deseo de veracidad y suobsesión por el detallismo, Bernal toma material lingüísticode las lenguas indígenas, pero es más, también sugiereconstantemente el concurso de la vista para certificar laotredad y vastedad de América: “una cosa es haberlo visto lamanera y fuerzas que tenía que no como lo escribo” 220,“Qué quieren más que diga, ...es para no acabar tan prestode contar por menudo todas las cosas” 221, “Ya querría haberacabado de decir todas las cosas que allí s e vendían, porqueeran de tan diversas calidades, que para que lo acabáramosde ver e inquirir... en dos días no se viera todo” 222. He aquíun aspecto digno de especial atención, pues ya no se trata dela capacidad del idioma para enfrentarse al Nuevo Mundo,sino de la incapacidad del lenguaje para hacerlo creíble ensu lectura, preocupación que de modo ocasional estuvotambién presente en Colón y Hernán Cortés.

Será interesante comprobar también cómo a partir delmomento en que los cronistas reconocen las dificultades delidioma, el enriquecimiento de su lenguaje es paulatino, y enel esfuerzo por representar “lo extraño” acuden tanto a unmaterial de orden semántico como a ciertas actitudesliterarias, generando en casi todos un alarde verbal. Así,desde el uso abundante del término “maravilla” con el quetanto se prodiga Colón y hasta la poeticidad del Inca

219 Guillermo Serés, 1989, p. 36.220 Bernal Díaz del Castillo, 1989, cap. XCI.221 Bernal Díaz del Castillo, 1989, cap. XCI.222 Bernal Díaz del Castillo, 1989, cap. XCII.

Page 118: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

ESPACIO, IDENTIDAD Y LITERATURA EN HISPANOAMÉRICA

117

Garcilaso, los procesos por los cuales se formaliza laextrañeza ofrecen un variado abanico de posibilidades. Elprimero de ellos, por ser el más instintivo y cercano, es laaplicación del “comparativismo”, una acción por cierto queva ampliando sus horizontes desde las sencillascomparaciones nacionales de Colón (es el “tiempo comoabril en el Andalucía”223) y de Cortés (“y por tanto no mepondré en expresar cosa de ellos mas de que en España nohay su semejable”224) hacia las más sofisticadas de BernalDíaz de Castillo, que incluye a otros países de Europa(“soldados que habían estado en Constantinopla e en todaItalia y Roma, y dijeron que plaza tan bien compasada y contanto concierto y tamaño e llena de tanta gente no la habíanvisto”225) hasta llegar al Padre Las Casas, quien acude no yasólo a países sino incluso a continentes (“Porque ni enRoma, ni en Tebas, ni en Menfis, ni en Atenas, que fuero nciudades nominantísimas y donde rebosaba la religión y ritode los ídolos e idolatría, no se lee que hobiesen tantos [...]Pues fuera de aquellas ciudades, en toda la Europa, ni Asia,ni Africa... no había tantos como en sola la NuevaEspaña”226) sin olvidar el momento en que Bernal, paraexplicar las maravillas de América, toma como referencia noya la realidad sino la propia imaginación, en su conocidaalusión al Amadís de Gaula. Por cierto que esta ecuacióncomparativa que percibe a América en sus semeja nzas conEspaña, como apuntara Antonello Gerbi, “aunque ya un

223 Cristóbal Colón, 1982 (Primer Viaje, 16 de Diciembre).224 Hernán Cortés, 1988, p.67.225 Bernal Díaz del Castillo, 1989, cap. XCII.226 Bartolomé de Las Casas, 1958.

Page 119: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

Alicia Llarena

118

tanto atrevida, es sólo un trampolín para la hipérbo le”227,como se apreciará en la defensa americana de Las Casas,quien no repara en hiperbolizar la grandeza mexicana através de ecuaciones más audaces para argumentar “lainvención exquisita y extraña” y la “sotileza de ingenioenestas gentes”, tal como revelan sus descripciones delTemplo Mayor de la Ciudad de México: “Y así, aquel deTebas en esto no excede a este mexicano, antes queste, enello y en muchas otras cosas le hacen ventaja” 228.

Junto a la estrategia comparatista, nos interesa destacaraquí otros gestos verbales que emanan de la necesidadverosímil del cronista, mecanismos que revelan susorpresa ante la realidad desconocida y que req uieren decierta astucia retórica para hacerla visible ante los ojos desus lejanos destinatarios. En este sentido, Walter Mignoloha señalado en Colón el uso de modelos literarios queimplican no tanto una actitud escritu ral como operacionesdestinadas a subrayar la sorpresa229; así sucede con suinsistencia en la naturaleza americana, deudora de la modaidílica de su tiempo230, pero a la vez respuesta a la

227 Antonello Gerbi, 1978, pp. 32-33.228 Bartolomé de Las Casas, 1958, cap. CXXXII.229 Walter Mignolo, 1982, p. 62.230 No debe perderse de vista que la descripción de América en

Cristóbal Colón estuvo mediatizada por la tópica medieval del locusamoenus y por su vinculación con el motivo cristiano del Paraísoterrenal, recurso retórico descriptivo ya señalado por Curtius (VéaseErnst Robert Curtius, 1975, pp. 263 -286). En este sentido recordaráTodorov que la creencia más notable de Colón (la creencia cristiana enel paraíso terrenal), y su lectura de la Imago Mundi de Pedro de Ailly,que ubicó el paraíso en una región templada más all á del ecuador,

Page 120: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

ESPACIO, IDENTIDAD Y LITERATURA EN HISPANOAMÉRICA

119

perplejidad de sus visiones, como la que tuvo lugar el díadoce de enero: “Quedaba espantado de ser tan grande la islaEspañola”. Más interesante resulta en este caso el discursode Bernal Díaz del Castillo, que a través de su “ retórica dela llaneza” o de “la astucia del candor”, como las llamaFrancisco Rico231, nos introduce en lo maravilloso de unmodo natural. También Ramón Iglesias resalta en HernánCortés esa “naturalidad con que acepta lo maravi lloso”232;y en cuanto a Fray Bartolomé de las Casas, sus frecuentesy sistemáticas exageraciones, que constituyen el rasgoesencial de su escritura, son hoy re conocidas como unprocedimiento estilístico destinado a “realzar la veracidad”del discurso233, estimulando en los lectores un vínculoafectivo con el mundo descubierto. Es más, con esa mismafinalidad Las Casas hará uso de los cronistas que lepreceden, citando sus notas admirativas sobre América yempleándolas como argumento en su defensa de lasIndias.

determinó necesariamente su visión del paisaje americano (TzvetanTodorov, 1998, pp. 13-41) hasta el punto de que “La interpretación delos signos de la naturaleza que practica Colón está determinada por elresultado al que tiene que llegar” (p. 31). José Carlos Rovira, por suparte, destaca cómo el imaginario europeo que se proyecta en larealidad americana y los primeros mitos sobre América, generan en elsiglo XVI, sobre todo a partir de la obra de Tomás Moro (1516), elcambio del espacio geográfico medieval al espacio utópicorenacentista, y cómo esa imagen fundacional de América comoterritorio de la Utopía se extenderá hasta La raza cósmica (1925) deJosé Vasconcelos (José Carlos Rovira, 1993, pp. 6 -14).

231 Francisco Rico, 1989, p. 10.232 Ramón Iglesias, 1980, p. 21.233 André Saint-Lu, 1982, p. 125.

Page 121: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

Alicia Llarena

120

Es así como, en los textos fundacionales de la historialiteraria de Hispanoamérica, vastedad y verosimilitud vana configurarse como problemas del discurso ; un discursoque asume el desconocimiento de América y que seenfrenta a esa ignorancia a través de ecuacionescomparativas, hipérboles, mestizaje lingüístico, detallismoabundante e “ingenuidad” candorosa en la descripción delo maravilloso, formas que sustituyen en el lenguaje lanecesidad de “ver para creer”, y a la que acudirán siglosmás tarde algunos de los nombres más relevantes de laNueva Novela hispanoamericana.

En las arduas descripciones de los cronistas, por otraparte, están latentes otras cuestiones problemáticas queafectan a la percepción del Nuevo Continente, un espacioal fin y al cabo “inventado” en los textos historiográficosconforme a las expectativas legendarias de Occidente y alos procesos de la colonización y la conquista, y cuyaidentidad empezará a desvelarse, real y definitivamente,en los albores de la independencia. Será a partir deentonces cuando, espoleado por los relatos científicos deHumboldt, por la polémica defensa de los jesuitasexpulsos y por las propias tensiones independentistas,naturaleza, paisaje y espacio adquieran un valor cultural ypolítico, convirtiéndose en el soporte semiótico de laidentidad americana: “A fines del siglo XVIII y principiosdel XIX —explica Montaldo— la cuestión del territoriotuvo una centralidad tal que recodificó espacios ydiscursos acerca de lo otro, varió los límites al ampliar las

Page 122: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

ESPACIO, IDENTIDAD Y LITERATURA EN HISPANOAMÉRICA

121

escalas y creó los nuevos relatos maestros que constituirána las nuevas poblaciones americanas”234.

Los múltiples acontecimientos que tienen lugar afinales del siglo XVIII (como el decreto de expulsión de losjesuitas en 1767 o la insurrección popular encabezada porTúpac Amaru en 1780) son la expresión política de uncomplejo proceso ideológico que se acompaña en lacultura de cuantiosas y decisivas ind agaciones identitarias.Los ideales de la Revolución francesa, la formación de unaconciencia criolla independentista, la fundación deasociaciones culturales que estimulan el conocimiento y lavaloración de las peculiaridades regionales y la pasión porel estudio y la observación científica, constituyen el posodonde se fraguan los grandes hitos de la escrituraamericana y un pensamiento comprometido en transmutarel espacio enajenado en un territorio singular y propio. Deesta enajenación da buena cuenta , entre otras, la célebreobra de Cornelio de Pauw, Recherches philosophiques surles Américains, publicada en Berlín en 1768, dondeargumenta la debilidad congénita de los habitantes delNuevo Mundo, y a cuyos despropósitos responderádirectamente Francisco Javier Clavijero en sudocumentada Historia antigua de México (1780-1781).Muchas de las historias generales publicadas en estasfechas participan también de esta misma intencióncontestadora, abonando la crucial polémica sobre el NuevoMundo establecida entre los naturalistas europeos y losjesuitas expulsos, a la que muchos consideran como elgermen anticipatorio del movimiento independentista.

234 Graciela Montaldo, 1995, p. 17.

Page 123: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

Alicia Llarena

122

En este mismo sentido, el “viaje a las regionesequinocciales del Nuevo Continente ” que Humboldt (el“segundo descubridor de América”, también llamado porBolívar “descubridor científico de América” ) lleva a caboentre 1799 y 1804, le otorgará una naturaleza definitiva eincontestable a los dones del continente, y notablesargumentos a los que van a erigirse en libertadorespolíticos y guías espirituales de las nuevas naciones. Lahistoria, la ciencia y la poesía se confabulan en suexpresión admirativa de la naturaleza americana,confiriendo una intención autóctona a la escritura yanimando el cultivo del americ anismo literario. EnRusticatio mexicana (1782) el jesuita guatemalteco RafaelLandívar, a quien Menéndez Pelayo considera como puntode arranque de la poesía americana y Henríquez Ureña eldescubridor de su naturaleza, exhibe ya una apasionadadefensa de la tierra; en la oda Al Paraná (1801) delargentino Manuel José de Lavardén el orgullo del paisajees explícito y su exaltación de la belleza nativa algo másque una simple admiración telúrica : el símbolo de unpueblo y de sus gentes; en la naturaleza anti llanaencontrará Manuel de Zequeira y Arango los motivos máscélebres de su poesía, como su famosa oda “A la piña”, ala que llama “la pompa de mi patria”; y en la misma islade Cuba Manuel Justo de Rubalcava publicará también suSilva cubana, un canto a las frutas de la tierra que, comoseñala Cintio Vitier, no sólo conti núa las descripcionesiniciadas por Silvestre de Balboa, sino que se conviertenen una manifestación del enfrentamiento con España,iniciando una línea de metáforas naturales que alcanzará al

Page 124: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

ESPACIO, IDENTIDAD Y LITERATURA EN HISPANOAMÉRICA

123

siglo XX235. En la tribuna política y en la prosa periodística

hombres como Bolívar (Carta de Jamaica, 1815; Discursode la Angostura, 1819) fomentarán el cultivo de laexpresión americana, y en 1816 José Joaquín Fernándezde Lizardi, “el pensador mexica no”, conciencia crítica desu tiempo y baluarte hasta hoy de la identidad nacional,inaugura con El Periquillo Sarniento la novela continental.

La consumación de la independencia política de laAmérica española, que se gesta entre 1810 y 1826,cristalizó el debate sobre la emancipación literaria,convirtiendo la profunda alianza entre territorio, escriturae identidad en la doctrina ideológica y estética de todo elsiglo XIX:

Emancipación, Nuevo Mundo, Naturaleza, Cultura, Barbarie:estos términos comienzan a armar el nuevo relato maestro deinterpretación de la realidad latinoamericana que se iráimponiendo en ordenanzas, proclamas, constituciones, tratadoscientíficos, ensayos y poemas a lo largo de todo el siglo XIX

[...] El espacio y el territorio está n en la base de toda reflexiónsobre lo nacional y la identidad se define, en un nivelsustancial, como el vínculo con la tierra. 236

Las sucesivas escuelas artísticas —neoclasicismo,romanticismo y realismo— justificarán sus recursos en supregonada capacidad para expresar las peculiaridadesdiferenciales de la América hispana, a pesar de laprocedencia extranjera de esas poéticas, acentuando encambio su eficacia reveladora de la singularidad nacional

235 Vid. Cintio Vitier, 1958.236 Graciela Montaldo, 1999, p. 17.

Page 125: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

Alicia Llarena

124

o regional. Así, en la primera generación de esc ritoresdecimonónicos se anuncian ya los proyectos de labúsqueda de identidad cultural y literaria, un planamericanista que encuentra en los nombres de AndrésBello, José Joaquín Olmedo y José María Heredia a susartífices principales, y en el telúrico v irgilianismoamericano y los primeros compases de la poesía gauchescasus expresiones más relevantes.

Bello legó a las siguientes generaciones los fragmentosde un poema inconcluso titulado América, donde propugnala independencia cultural y celebra las e xcelencias de lanaturaleza americana. Tanto en su Alocución a la poesía(1823) como en su silva a la Agricultura de la zonatórrida (1826), e imbuido de la estela de Virgilio, elhumanismo renacentista de Fray Luis de León, la literaturajesuítica sobre América y el naturalismo científico deHumboldt, su pensamiento poético será la fórmula parahabilitar desde la expresión artística un encuentrodefinitivo con lo propio, estableciendo la dirección y elprograma para las nuevas naciones, un programa queotorgará desde entonces “jerarquía poética” al españolamericano y temas abundantes para la práctica delamericanismo paisajista237: “tiempo es que dejes ya laculta Europa,/ que tu nativa rustiquez desama,/ y quedirijas el vuelo adonde te abre/ el mundo de Co lón sugrande escena”, escribirá en la alocuión, fundando en supalabra el lenguaje simbólico de las nuevas sociedades yla original capacidad representativa de la escrituraamericana. Como Ángel Rama señalara al respecto, “Esa

237 Emilio Carilla, 1977, p. 231.

Page 126: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

ESPACIO, IDENTIDAD Y LITERATURA EN HISPANOAMÉRICA

125

originalidad sólo podría alcanzarse, tal como lo postulaBello y lo ratificarán los sucesores románticos, mediantela representatividad de la región en la cual surgían” 238, yello en connivencia con los modelos foráneos queutilizaron como soportes de su escritura, porque a lasdistintas tendencias decimonónicas, más que “la legítimabúsqueda de enriquecimiento complementario, las movióel deseo de independizarse de las fuentes primeras, alpunto de poder decirse que, desde el discurso crítico de lasegunda mitad del siglo XVIII hasta nuestros días, ésa fuela consigna principal: independizarse” 239. En la obra deHeredia, por su parte, “Empezaba el diálogo arrobadorentre el cubano y su paisaje, que fue encantamientorevolucionario [...] en él se encendiera la ardiente ydulcísima chispa, la lógica del paisaje, el argumento de latierra”, iniciando con ello “la lógica de nuestra physis, elargumentar de nuestra naturaleza, el argumento de nuestrahistoria”240.

Estas primeras semillas sembradas sobre el territorioamericano germinarán definitivamente en la escrituraromántica, que prestará una máxima atención al paisajenatural y social del continente. La pasión yoística delromanticismo y su sensibilidad exacerbada se avienenperfectamente a los movimientos nacionalistas y losanhelos libertarios, conduciendo sobre sus formas labúsqueda de la independencia cultural y de la singularidad

238 Ángel Rama, 1982, p. 13.239 Ángel Rama, 1982, p. 11.240 Cintio Vitier, 1958.

Page 127: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

Alicia Llarena

126

identitaria. La huella anímica de Johann G. von Herder241,cuya filosofía exploró en los orígenes del individuo y delos pueblos, subrayando la importancia del “c olor local” ycaracterizando al sentimiento como el motor evolutivo dela colectividad (una evolución que se inicia en laNaturaleza, precisamente, para culminar en la Historia)puede sentirse en muchas de las acciones artísticas delmomento. En esa tónica, por ejemplo, deben situarse laspalabras con que Esteban Echeve rría explica su “Proyectoy prospecto de una colección de canciones nacionales”:

No tocaremos la cuerda heroica, ni invocaremos gloriosos recuer -dos de la Patria, porque nos está vedado por ahora hablar digna-mente al entusiasmo nacional; pero en la viva e inagotable fuentede la poesía, en el corazón, buscaremos inspiraciones, colores ennuestro suelo, y en nuestra vida social asuntos interesantes 242.

En el mismo ámbito geográfico, el Río de la Plata,auténtico corazón del romanticismo hispanoamericano, JuanMaría Gutiérrez no dudará en identificar al movimientoromántico con el programa más adecuado para laarticulación de una literatura nacional, enfatizando susposibilidades concienciadoras sobre la patria. “La poesíaromántica —dice— no es el fruto sencillo y espontáneo delcorazón, o la expresión armoniosa de los caprichos de la

241 Entre las obras influyentes del alemán pueden mencionarseOrígenes del lenguaje (1772), Canciones de todos los pueblos (1798)y sobre todo Ideas para una filosofía de la historia de la Humanidad(publicada entre 1784 y 1791).

242 Esteban Echeverría (cit. en Emilio Carilla, 1983, 59).

Page 128: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

ESPACIO, IDENTIDAD Y LITERATURA EN HISPANOAMÉRICA

127

fantasía, sino la voz última de la conciencia” 243; de esaconciencia emana su apelación a la naturaleza, al paisaje y alterritorio americano como sujetos prioritarios de la identidadartística y social, tal como expresa en su “ Fisonomía delsaber español...”: “Si hemos de tener una literatura hagamosque sea nacional; que represente nuestras costumbres ynuestra naturaleza, así como nuestros lagos y nuestrosanchos ríos sólo reflejan en sus aguas las estrellas de nuestrohemisferio”244. Con el mismo ánimo, y siguiendo las ideasde Larra sobre la proyección social de lo nacional en laliteratura, se pronunciará el chileno José Victorino Lastarriaen su Discurso de la Sociedad Literaria (1842), anunciandoen sus palabras las necesidades de una literatura que debíaincluir entre la élite letrada de su tiempo el rostro de lossectores más populares y la fisonomía completa del paisajenacional, llevando a cabo la que Ángel Rama denomina“conquista de las culturas internas” y que, años más tarde,encontrará en José Hernández al mentor definitivo y en elgaucho Martín Fierro (1872 y 1879) su expresión máscélebre:

la nacionalidad de una literatura consiste en que tenga una vidapropia, en que sea peculiar del pueblo que la posee, conser vandofielmente la estampa de su carácter, de ese carácter que repro-ducirá tanto mejor mientras sea más popu lar. Es necesario que laliteratura no sea el esclusivo patrimonio de una clase previle-jiada, que no se encierre en un círculo estrecho, porque entonces

243 Graciela Montaldo, 1999, p. 43.244 Juan María Gutiérrez, 1977, p. 154.

Page 129: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

Alicia Llarena

128

acabará por someterse a un gusto apoca do a fuerza de sutile-zas245.

En este contexto anímico, estético, político y social delromanticismo hispanoamericano, años de fundación de lapatria y del lenguaje simbólico que habrá de edificarla, “elterritorio será la representación semiótica de lo propio. Lapráctica escritural presume dotar de una tradiciónhistórica, cultural a las nuevas naciones”246, y cristalizancomo en un torrente las imágenes naturales del almacolectiva: así en Argentina con el desierto y la pampa deEcheverría y la naturaleza de Alberdi, Mármol, Mitre oJuan María Gutiérrez; así en México con la descripcióndel paisaje nacional de Altamirano o la revitalización deluniverso azteca en José Joaquín Pesado; así también la“Oda a la zona tórrida” de Fermín Toro en Venezuela, bajola égida visible de Andrés Bello. Y así, en definitiva, elespacio de Sarmiento, que “insiste en el propósito deEchevarría de hacer de y con el paisaje un tema literarioque pueda señalar y denunciar el problema político”247, ycuya ubicación geográfica será el eje argumental de suFacundo:

el espacio, la geografía y las territorialidades son parte centralde sus tesis sobre América Latina y de su definición de lacivilización y la barbarie; es desde el territorio (que no se hatransitado pero que conoce a través de los relatos) que

245 José Victorino Lastarria (cit. en Emilio Carilla, 1983, p. 60).246 Stefania Mosca, 1995, p. 75.247 Lelia Area, 1995, p. 52.

Page 130: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

ESPACIO, IDENTIDAD Y LITERATURA EN HISPANOAMÉRICA

129

Sarmiento piensa la conformación de la identidad latinoa -mericana.248

En el proceso de consolidación de una literatura nacionaly en la búsqueda de la expresión americana, la novela delsiglo XIX, por su parte, dará buena cuenta del problemapolítico, cultural e histórico que vive Hispanoamérica,alumbrando una prosa donde abunda el presente patrióticoy el pasado precolombino y colonial —sustentos de unregreso a los orígenes de la nación — y cuyo escenariohabrá de ser la incomparable naturaleza americana,imbuida del exotismo romántico y, más tarde, de laprominencia del contexto y la observación realista. A lamanera de Rousseau, Fenimore Cooper, Bernardin deSaint-Pierre o Chateaubriand, el paisaje se vuelvearrobador y admirable (María de Jorge Isaacs, 1867), perotambién será el signo de la tensión polarizad a entre“civilización” y “barbarie” (Cumandá, de Juan LeónMera, 1879) y el argumento de las primeras denunciasindígenas y antiesclavistas (Guatimozín, 1846, y Sab,1841, de Gertrudis Gómez de Avellaneda). Sumémosle aesa inmersión en el paisaje americano el esfuerzo de unTomás Carrasquilla por reproducir el habla de Antioquiaen Colombia, la identificación entre hombre y espacio enel relato naturalista y su minuciosa descripción de lascostumbres, el registro de las transformaciones sociales enla vida porteña que llevó a cabo la generación del 80 enArgentina, la creación del pueblo imaginario de Kíllac enel interior de Perú con el que Clorinda Matto de Turner

248 Graciela Montaldo, 1999, p. 69.

Page 131: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

Alicia Llarena

130

expone el problema indígena del país, los ambientesprostibularios de la Ciudad de México don de acontecen lasficciones de Federico Gamboa, el sentimiento trágico de lanaturaleza en las plantaciones de caña venezolanas deManuel Vicente Romero (antecedente para Uslar Pietri delas futuras ficciones de un Gallegos), la expansión y elarraigo del relato costumbrista y el hallazgo de RicardoPalma en sus Tradiciones peruanas (1860), yentenderemos el valor de un período literario que pretendeencontrar en la manifestación de sus peculiaridadesnacionales y en la riqueza de su materia telúrica larepresentatividad y originalidad de su expresión artística.

2.2 Notas para un nuevo planisferio

Más allá del esfuerzo y los aciertos esbozados hasta aquí,la búsqueda de la expresión americana se prolongaría en laescritura de la primera mitad del siglo XX, articulándose entorno a las tensiones no resueltas de la identidad cultural(cosmopolitismo/americanismo y civilización/barbarie) yque, en términos espaciales, pueden resumirse como laconfrontación entre la ciudad y el campo, la Américaurbana y la América interior, visiblemente distantes en elmapa continental. Por otro lado, y desde un punto de vistaestético, si el uso de las sucesivas escuelas europeas delsiglo XIX se había justificado por aquella capacidadexpresiva de las peculiaridades de Hispan oamérica, por sucompetencia en la revelación de las singularidadesregionales, la misma actitud se encontrará también en elsiglo XX, tanto en la poética del regionalismo literario

Page 132: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

ESPACIO, IDENTIDAD Y LITERATURA EN HISPANOAMÉRICA

131

como en el vanguardismo, visiblemente coincidentes en sunacionalismo, a pesar del enfrentamiento entre ambaspoéticas y de los mutuos reproches entre “cosmopolitas” y“americanos”. Tal como apunta Rama:

El criterio de representatividad [...] resurge en el períodonacionalista y social que aproximadamente va de 1910 a 19 40[...] criollismo, nativismo, regionalismo, indigenismo,negrismo, y también vanguardismo urbano, modernizaciónexperimentalista, futurismo, restauran el principio derepresentatividad, otra vez teorizado como condición deoriginalidad e independencia 249.

Debe subrayarse que la naturaleza, el paisaje y elespacio seguirán teniendo en esas décadas un papelprotagónico, pero también que a lo largo del siglo habránde convertirse, además, en el auténtico programa de suproducción narrativa y en la imagen c ondensadora de laidentidad americana:

es posible descubrir una constante en la narrati va continental: labúsqueda de un “centro”, la aspiración a construir un “templo” apartir del cual la realidad y los demás tienden a ordenarse y aadquirir un sentido. Estas notas de búsqueda subterrá nea queestán presentes en una novelística que carece de “hogares” y devisiones estables del contorno, suponen una visión conflictivadel espacio o “alrededor” al cual hacen objeto o por el cual sonagredidos250.

249 Ángel Rama, 1985, p. 15.250 Fernando Ainsa, 1984, p. 23.

Page 133: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

Alicia Llarena

132

La búsqueda de ese “centro” será parte de un procesoinconcluso que tuvo en el período emancipador su puntode arranque y que conjuga en su evolución la necesidad de“originalidad, independencia y representatividad”, ejessemánticos sobre los que descansa para Rama la evoluciónde la escritura hispanoamericana. En esa evolución, elencuentro de América consigo misma requería de aquellosmateriales que otorgaran una máxima definición a suidentidad, y entre los cuales las fundaciones espaciales vana tener un papel determinante. En su ya clásico ensayosobre la Identidad cultural de Iberoamérica en sunarrativa, Fernando Ainsa destaca precisamente la enorme“significación novelesca del espacio americano”, la“fundación de un sistema de lugares”, la práct ica del“nacionalismo geográfico” y, en gen eral, el valor centralde las imágenes espaciales como sustancias portadoras delos contenidos, conflictos y singularidades de la cultura yel ser americanos251. Imágenes, por cierto, ampliamenteexpresivas de la compleja relación entre América yEuropa, porque no debe olvidarse que algunos de losiconos de la escritura continental (pienso en Asturias o enCarpentier, por no volver sobre el propio Andrés Bello)toman conciencia de “lo americano” en sus distintasincursiones europeas, cuestión ésta recurrente en lasexperiencias del viaje, el exilio o el desarraigo; no enpocas ocasiones el encuentro de la identidad culturaliberoamericana se producirá a través del “movimientocentrífugo” de América hacia Europa 252, un movimiento

251 Vid. Fernando Ainsa, 1986.252 Vid. Fernando Ainsa, Ibidem, 1986, 369-370.

Page 134: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

ESPACIO, IDENTIDAD Y LITERATURA EN HISPANOAMÉRICA

133

cuyas consecuencias describió recientemente FernandoAinsa de esta manera: “Ser más uno mismo en el afuera(aquí) que en su propio país (allá)” 253.

Debe recordarse al mismo tiempo que la necesidad dedar forma y expresión literaria a la “variedad ” y “vastedad”de América, desde sus propias sustancias geográficas hastala espesura de su historia o las diferencias de sus regiones,guarda una estrecha relación con otro elemento estilísticoconformador de su literatura, como ha demostrado MauricioOstria en su significativo artículo “Notas sobre laimportancia de los entornos en la literatura hispanoa -mericana”254. Desde sus antecedentes más lejanos (lasRelaciones y las Crónicas) hasta nuestros días, la literaturadel continente manifiesta, a su juicio, una constante voluntadtestimonial, en la que se incluye la búsqueda de un lenguajeadecuado para expresar la realidad propia, incorporandopara ello la especificidad americana (costumbres, mitos,leyendas, folklore, etc.) pero también “un constante esf uerzopor incorporar su referente espacio temporal a las estructurasdel discurso literario, de forma cada vez más entrañable” 255.De ahí que, una vez asumida la capacidad del lenguaje“como recurso caracterizador del mund o, los narradoresregionalistas, influidos por una estrecha idea de realismolingüístico”, inauguren el advenimiento de términospopulares e indígenas en la literatura continental. Si esprecisamente la obra narrativa “la más necesitada deentornos verbales”, como señala Ostria, siguiendo l as

253 Fernando Ainsa, 2000, p. 14254 Mauricio Ostria, 1988, pp. 57-75.255 Mauricio Ostria, 1988, p. 59

Page 135: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

Alicia Llarena

134

funciones descritas por Coseriu en sus conocidas teoríaslingüísticas sobre texto y contexto y en sus anotacionessobre el lenguaje y la poesía, la narrativa hispanoamericana“por su carácter más o menos marginal respecto de latradición literaria de Occidente” ha estado “más urgida ynecesitada de verbalizar orgánicamente sus entornosculturales, supliendo de esa forma la ignorancia que de ellosse tiene más allá de sus fronteras” 256. Ciertamente, elescritor se verá obligado a “construir lingüísticament e todoslos contextos extraverbales (físicos, étnicos, culturales,históricos, políticos, sociales, etc.) de aquella realidad suigeneris”, que son recreados en el texto mediante“descripciones frecuentes, explicaciones, inclusión de léxicoautóctono, abundancia de imágenes sensoriales [...] laincorporación del habla coloquial” y la creación de unlenguaje “capaz de potenciar una visión americana desdedentro”257.

La importancia del entorno y la necesidad de suconstrucción en el texto literario está estrec hamentevinculada al carácter esencialmen te barroco de los relatoshispanoamericanos, como señaló en su momento AlejoCarpentier, quien concibe la abundancia estilísticaamericana como un producto inevitable de la filiaciónmestiza de su cultura y de la descripción espontánea de surealidad psicofísica:

La descripción es ineludible, y la descripción de un mundobarroco ha de ser necesariamente barroca [...] Tengo que lograr

256 Mauricio Ostria, 1988, p. 62.257 Mauricio Ostria, 1988, p. 63.

Page 136: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

ESPACIO, IDENTIDAD Y LITERATURA EN HISPANOAMÉRICA

135

con mis palabras un barroquismo paralelo al barroquismo delpaisaje del trópico templado. Y nos encontramos con que esoconduce lógicamente a un barroquismo que se produce espontá-neamente en nuestra literatura258.

A partir de este razonamiento definirá Alejo Carpentierel proceso del barroco literario hispanoamericano, señalandouna línea de continuidad que va desde Bernal Díaz delCastillo y Hernán Cortés (abrumados por la insuficiencia dellenguaje ante lo “real maravi lloso”) hasta los autoresmodernistas —inventores de una poesía “sumamentebarroca”— y desde éstos a La Vorágine (1924), Canaima(1935) o la narrativa de Miguel Ángel Asturias. Su recorridodemostrará que ese espíritu barroco, lejos de desapare cer,tiende a intensificarse:

Y lo barroco que ustedes conocen, la novela con temporánealatinoamericana [...] es debida a una generación de novelistas enpie hoy en día, que están produciendo obras que traducen elámbito americano, tanto ciudadano como de la selva o de loscampos, de modo totalmente barroco259.

A partir de estos conceptos, resultará comprensible larelación de afinidad entre “telurismo” y “barroco” a lolargo de la historia literaria hispanoamericana, y el por quéde la apelación a los contextos idiomáti cos en su narrativa,hecho que coincidió, por otra parte, con la creciente ypaulatina conciencia —en los escritores y en suscríticos— de que la mera descripción, al modo del

258 Alejo Carpentier, 1984, p. 124.259 Alejo Carpentier, 1984, p. 125.

Page 137: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

Alicia Llarena

136

realismo tradicional, no lograría expresar lo americano conun alcance universal.

Al describir la moderna continuación del proyectoidentitario americanista en el siglo XX, saltarán a la vistasus hallazgos y sus enormes dificultades, cuestiones ambasque ya pudieron percibirse en el programa estético de losnarradores regionalistas. Movidos por el afán derepresentar la verdadera realidad de América y de hacerlocon todas las consecuencias, éstos acometen una tarea sinprecedentes: despojar al continente de los excesosidealistas por los que se había vertebrado hasta entonces lavisión de América —ya sea por las paradisíacas imágenessuscitadas tras el descubrimiento y la conquista, o por lareciente exaltación romántica— y hacer visible su realidadespecífica. Es preciso, pues, recrear el espacio americanocon todos los instrumentos disponibles en el texto y dotaral continente de una literatura singular y propia, aunquefuera a costa de una escritura compulsiva, afanada porlegitimar y dignificar América en el imaginario universal,que tropezará con enormes escollos discursivos: el excesodescriptivo del espacio americano, la topificación depersonajes y argumentos, la preponderanci a de localismosy el uso intencionado y abundante del léxico americanorepresentan una inflexión importante en el discursoliterario de Hispanoamérica, pues si bien los escritoresregionalistas logran integrar en el texto narrativo lamáxima cantidad de elementos americanos, también esverdad que desembocan en un discurso sin salida, cercadopor los mismos instrumentos que los dotó de autoridad yde prestigio, actualizando viejos problemas en la

Page 138: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

ESPACIO, IDENTIDAD Y LITERATURA EN HISPANOAMÉRICA

137

representación imaginaria de América. En otras palabras,la célebre estrategia telúrica de la novela regionalista y lapericia del narrador al convertir el espacio en protagonistade sus obras resolvió una parte de la enajenación y eldesconocimiento de América, pero no se liberó, endefinitiva, de los conflictos aún dominantes en la escritura.

A pesar de todo (o quizás por ello) no puede negarse elvalor del regionalismo en la historia literariahispanoamericana, pues su programa estético respondió aclaras intenciones ideológicas: “Por exigencias de mitemperamento —escribe el autor de Doña Bárbara— yono podía limitarme a una pincelada de singularidadesindividuales que compusieran caracteres puros, sino quenecesitaba elegir mis personajes entre las criaturas realesque fuesen causas o hechuras del infortunio de mi país,porque algo además de un simple literato ha habidosiempre en mí”260. La elección de la materia narrativa eraimportante, pues no se trataba sólo de escoger unargumento sino de presentar la verdadera realidad deAmérica, hasta el punto de que el dese o de verdad y deexactitud invadió muchas veces los objetivos de lasociología, y se propuso expresamente como un correctorde ésta, tal como comenta Mariano Azuela :

La sociología en pantuflas, bata, radiador, etc., nos hacía reír.En la sierra no es fácil acordarse de que los sabios de gabineteposeen ricos juegos de lentes y tiempo sobrado para ajustar yafocar; de que son ellos los únicos que, con una buenadigestión y un mejor dormir, pueden darse el lujo de lagrandeza de alma y perspicacia mental ne cesarias para apartar

260 Rómulo Gallegos, 1991, p. 264.

Page 139: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

Alicia Llarena

138

del campo microscópico la maraña de crímenes, lágrimas,sangre, dolor y desolación, y contemplar en toda su pureza elmármol de la Revolución emergiendo triunfal del cieno dondelo hundieron los matricidas 261

A esas alturas de la historia es evidente que sobrabanlas interpretaciones teóricas sobre América, las miradaslejanas y remotas. Era preciso bajar al ruedo de la realidadamericana, “convivir con los genuinos revolucionarios, losde abajo, ya que hasta entonces mis observaciones sehabían limitado al tedioso mundo de la pequeñaburguesía”262. Y es en este escenario, en este intensotrabajo de campo, donde la novela regionalista recurre a lapiedra angular de su propuesta literaria; imbuidos por losefluvios deterministas del natural ismo y obsesionados porexplicar el medio en que se desenvuelven susacontecimientos novelescos, la geografía americana seeleva a un primer plano, consolidando en el siglo XX unode los más viejos recursos de la afirmación americanista:la naturaleza, el paisaje, la geografía.

Junto al ímpetu de estos escritores ampliamentecomprometidos con la realidad de América, un fenómenosociológico paralelo (la expectación que causó estemodelo narrativo fuera de sus fronteras, y la identificaciónde los lectores con esos textos) proyectó sobre elregionalismo una energía cultural que superó el ámbitoestrictamente literario: fue imagen representativa de laAmérica independiente, registro de su diferencia y de su

261 Mariano Azuela, 1991, p. 209.262 Mariano Azuela, 1991, p. 209.

Page 140: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

ESPACIO, IDENTIDAD Y LITERATURA EN HISPANOAMÉRICA

139

heterogeneidad, símbolo de un proyecto ideológico qu e sehabía iniciado en la actividad política de Simón Bolívar yque, desde principios del siglo XIX, con Andrés Bello a lacabeza, había ido sumando esfuerzos en el terrenoliterario. De ahí que, con todo y sus limitaciones, lavaloración de la práctica regional sea positiva y no sólocomo producto de un tiempo histórico o como materiasignificante de la realidad americana 263, sino como agentede influencias en la narrativa posterior, tal comodesprenden las siguientes reflexiones de Antonio Cándidoen los años setenta:

fue una etapa necesaria, que dirigió a la literatura, sobre todo lanovela y el cuento, a la realidad local. Algunas veces fueoportunidad de buena expresión literaria, aunque en su mayoríasus productos han envejecido. No obstante, desde cierto ángulo,quizá no se pueda decir que acabó; y muchos que hoy lo atacan,en verdad lo practican. [...] Basta tener en cuenta que algu nosentre los buenos, e incluso entre los mejores, encuen tran en ellasustancia para libros universalmente válidos, como José MaríaArguedas, Gabriel García Márquez, Augusto Roa Bastos y JoaoGuimaraes Rosa. Solamente en los países de absolutopredominio de la cultura de las grandes ciuda des, como la

263 El regionalismo —señala Antonio Cándido— “fue y sigue siendotodavía fuerza estimulante en la literatura. En la fase de conciencia depaís nuevo, correspondiente a la situación de retraso, da lugar sobre todoa lo pintoresco decorativo y funciona como descubrimiento, recono-cimiento de la realidad del país y su incorpora ción a los temas deliteratura. En la fase de subdesarrollo, funciona como presciencia ydespués como conciencia de la crisis, motivando lo documental y, conel sentimiento de urgencia, el empeño político” (Antonio Cándido,1976, p. 350).

Page 141: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

Alicia Llarena

140

Argentina, el Uruguay y quizá Chile, la literatura regio nal se havuelto un real anacronismo”264.

Pero el éxito contrastado de la novela regionalista en suobjetivo de representación de la realidad de América, de laque da cuenta su prolongada existencia en el panoramacontemporáneo, hasta 1940 aproximadamente, tuvotambién otras consecuencias, al provocar una excesivaidentificación de la literatura continental con sus motivosy prototipos más habituales, acrecentando el descréditoposterior del término “telurismo” en tanto palabrasospechosa de hospedar una mirada l imitada yeurocéntrica sobre la producción literaria de América,perpetuadora de los resabios coloniales del subdesarrollo yla dependencia:

[Son] ciertas formas primarias de nativismo y regiona lismoliterario, que reducen los problemas humanos a elemen topintoresco, transformando la pasión y el sufrimiento del hombrerural o de las poblaciones de color en un equivalente de losananaes, y de las papayas. Esta actitud [...] redun da en servir aun lector urbano europeo, o artifi cialmente europeizado, larealidad casi turística que le gustaría ver en América. Sin darsecuenta el nativismo más sincero se arriesga a hacerse mani festa-ción ideológica del mismo colonialismo cultu ral, que su cultor

264 Antonio Cándido, 1976, p. 351. Por cierto, el “anacronismo”que Cándido señala sobre la literatura regional en países comoArgentina y Chile, de amplia tradición urbana y europea, parece habervuelto a la escena en la literatura de las últimas décadas del siglo XX,tal como veremos más adelante al referirnos a los “nuevosregionalismos”.

Page 142: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

ESPACIO, IDENTIDAD Y LITERATURA EN HISPANOAMÉRICA

141

rechazaría en el plano de la razón clara, y que pone de relieveuna situación de subdesarrollo y consecuente dependencia265.

En efecto, el carácter casi exclusivo del regionalismocomo imagen de América degeneró en un tópico trillado,suscitando la irritación contra la moda telúrica y unaenconada animadversión contra el paisaje. La naturalezafue aborrecida con la misma intensidad con que había sidoaclamada, y las denuncias sobre la visión parcial que lanovela regionalista ofrecía de la realidad americana —sunombrada ausencia de universalidad — no se hicieronesperar. Huir de la tierra se convirtió desde entonces en elpunto de salida de la Nueva Novela, que negó conrotundidad las estrategias de representación delregionalismo. La misma negación puede encontrarse en eldiscurso teórico y crítico de la liter aturahispanoamericana, pues agotada la omnipresencia de lanaturaleza y del paisaje, y al hilo de los nuevosacontecimientos, el espacio perdió también suprotagonismo como epicentro de la reflexión americanista;de hecho, la observación más común sobre la NuevaNovela fue resumida, precisamente, en el conocidotránsito del “del paisaje al hombre” 266, que se convertiría

265 Antonio Cándido, 1976, p. 349.266 Como ha dicho Mario Benedetti, la naturaleza pasó de ser una

“fuerza exterior” en La Vorágine a convertirse en una “fuerza interior”en La casa verde y otras novelas posteriores: “A medida que elpersonaje se va cargando, no exactamente de concien cia social, pero síde sociedad (es decir, a medida que la sociedad ensancha su importanciaen la vida individual), su actitud ante la naturaleza ya no es de estupor ysumisión. Es decir, el paisaje puede permanecer estático, pero la mirada

Page 143: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

Alicia Llarena

142

para los nuevos escritores en un acto “estéticamentesubversivo”:

Si pensamos en la reverencia más o menos sincera, más omenos retórica que los poetas finiseculares reservaron para elámbito natural, la parquedad con que los poetas actualesasumen el paisaje se convierte en un acto estéticamentesubversivo. El paisaje textual de un Othón, la pinceladatrémula de un Zorrilla de San Martín, o la versión sensual deun Heredia, parecen hoy en día más lejanos que Homero.Queda un legatario, sin embargo, y de notable aliento: PabloNeruda. [...] El paisaje que ven los nuevos poetas es tanaustero, tan escasamente prestigioso a priori, que el críticodebe exprimir verdaderamente su memoria para extraer de esosdelgados libros uno que otro arbolito enclenque, alguna llanurameramente hostil”267

Ahora bien, si es cierto que el telurismo parece concluira partir de los años cuarenta, nos interesa subra yar que,paradójicamente, será en el uso del espacio literario dondela nueva escritura encontraría algunas de sus mejoressoluciones. El minucioso detallismo de Bernal Díaz delCastillo, por ejemplo, que revivió en las páginas de losautores regionalistas, tendrá su continuidad en AlejoCarpentier, que justifica el derroche barroco de la escrituraamericana por la necesidad de nombrar y revelar la inédita

cambia. Y al cambiar la mirada el paisaje obedece a esa presión pocomenos que dialéctica, y también se dinamiza, pero sin avasallar al per-sonaje [...] Mientras en la obra de Rivera la selva es una bárbara crispa -ción esperpéntica que se venga de los hombres y deglute al personaje,en las obras de Roa Bastos y Vargas Llosa la selva se repliega, cede alpersonaje su preeminencia narrativa” (Mario Benedetti, 1976, p. 361).

267 Mario Benedetti, 1976, p. 361.

Page 144: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

ESPACIO, IDENTIDAD Y LITERATURA EN HISPANOAMÉRICA

143

realidad del continente. Y el ansia de verosimilitud de losCronistas, será la misma que conduzca a Ga rcía Márquez aresolver en la solución espacial de Cien años de soledad(1967) los problemas de representación de un universo alque urge dotar de credibilidad. De ello se deduce que laobsesión del espacio no concluyó con la muerte deltelurismo regionalista, sino que seguía enfrentada a losviejos problemas del origen y a las dificultades cartográficasde los antiguos exploradores, obligando al narradorhispanoamericano a experimentar a fondo la capacidadexpresiva y sintetizadora de las funciones espacia les delrelato. Por este camino —el que va de la abundanciadescriptiva de los textos regionalistas hasta la sintéticaelaboración espacial de Macondo, y “desde los vastos einfinitos espacios naturales del campo o de la selva agresivay barroca, al espacio circunscripto y caótico de la ciudad,primero “real” y externa (Roberto Arlt), y progresivamentesimbólica, interior y subterránea (Marechal, Sábato,Fuentes, Cortázar) hasta las ciudades míticas y fundan tes deGarcía Márquez (Macondo) y de Onetti (SantaMaría)”268—, la función del espacio y sus distintasexpresiones literarias tomó dos direcciones: la primera, unadepuración evidente del aparato formal (barroco) deltelurismo americano; la segunda, la transformación delespacio desde un mero contexto verbal hacia el verdaderoeje estructurante del relato (como ocurre en las célebresnovelas de Rulfo y García Márquez).

En este sentido, debe destacarse que desde los albores dela Nueva Novela hasta uno de sus momentos climát icos, va

268 Graciela N. Ricci, 1985, p. 186.

Page 145: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

Alicia Llarena

144

a desarrollarse una interesante línea de continuidad que seextiende desde Borges hasta Gabriel García Márquez, ydonde el uso del espacio imaginario irá desplazándose desdela literatura fantástica al Realismo Mágico,implementando en ese proceso el grado de referenciali dadde la novela hispanoamericana. La mera existencia deComala y Macondo induce a la verosimilitud, sortea losescollos descriptivos y contr ibuye al desenlace de unproblema: el de la insuficiencia literaria ante larepresentación de América269, cuyos espacios encarnaráncon los mínimos recursos. Recordemos si no los lacónicosapuntes rulfianos en Pedro Páramo, o las líneas quededica García Márquez a la descri pción de su aldea, paraobservar sus efectos de un modo gráfico: las notas sobresu espacio imaginario en Cien años de soledad nosobrepasan las tres páginas de una novela de más detrescientas y, sin embargo, pronto se extendió la idea deque Macondo es una imagen mítica del Caribe, y de lahistoria nacional de Colombia, y por si fuera poco elreflejo y la síntesis de toda América Latina; que la historiade Macondo es la historia de todo un continente.

Y es que, en el esfuerzo del narrador por “economizar”las funciones espaciales del relato, se descubre que larestricción telúrica no sólo no menoscaba la representativi-dad del continente americano, sino todo lo contrario: a ellose deben los espacios mágicos, míticos e imag inarios deHombres de maíz (1949), Pedro Páramo (1955) y Cien

269 “Un problema muy serio que nuestra realidad desmesuradaplantea a la literatura —dirá García Márquez—, es el de lainsuficiencia de las palabras” (Gabriel García Márquez, 1991, p. 125).

Page 146: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

ESPACIO, IDENTIDAD Y LITERATURA EN HISPANOAMÉRICA

145

años de soledad (1967), la creación simbólica de la SantaMaría de Onetti, e incluso uno de los mecanismosfundamentales de la prosa de Alejo Carpentier y de suplanteamiento de Lo Real Maravilloso Americano,esbozado como una suerte de superposi ción de espacios(físicos y culturales), procesos literarios en los que elrelato fantástico de Borges tuvo un papel esencial,abriendo la posibilidad de incorporar el espacio propio dela literatura fantástica al Realismo Mágico, para dotarloaquí no sólo de una visible modernidad narrativa, sino deuna profunda especificidad cu ltural:

Recuerdo el asombro con que en 1940 leíamos su cuento 'Tlön,Uqbar, Urbis Tertius” —dirá Enrique Anderson Imbert— Hacetreinta años Borges transformaba experiencias de Buenos Airesen ficciones inverosímiles, y para que su inverosimi litudresultase tolerable a un pequeño público las situaba en la India oen el planeta Tlön. Hoy García Már quez, para que el granpúblico tolere sus inverosímiles ficciones, las sitúa en Macondo,que es el corazón de nuestra América 270.

La crítica literaria no permaneció inmune a los ecos dela progresiva interiorización y simbolización de laestructura espacial y a la construcción subjetiva de unanueva geografía cuyo hallazgo del espacio imaginariorepresentó su punto culminante. De hecho, la reflexiónsobre esos “espacios-síntesis” fue constante, comodemuestran las denominaciones que estos lugares hanrecibido en el conjunto de la crítica, subrayando elmagnetismo que despiertan: a veces responderán al nombre

270 Enrique Anderson Imbert, 1976, p. 22.

Page 147: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

Alicia Llarena

146

de “pueblos-islas”271, destacando su poder de concentración;en otras ocasiones se los llama “siglas míticas” que danforma al “mapa anímico” del autor” 272 o “Síntesis signifi-cantes de un único universo cultu ral”273; otras veces“geografías imaginarias”, “cifras poéticas” o “abreviaturasimaginarias” del universo, como apunta Juan Loveluckdesentrañando certeramente sus virtudes: “La novelareciente [...] pugna por la invención o creación de espaciosmíticos (paraísos, purgatorios o lugares de magia ymaravilla) que cifran la posibilidad de otro desc ubrimientoy de nuevas metáforas e imágenes del cosmos. Talgeografía imaginaria sustituye y renue va con vigor lapreocupación topográfica descriptiva de los maestrosregionalistas”274.

Paralelamente, si en la búsqueda de un nuevo lenguajelos narradores hispanoamericanos intensificaron losrecursos espaciales al mismo tiempo que se alejaron delpaisaje, en ese tránsito se enfatiza también un nuevoescenario: imantados por una realidad urbana que se habíatransformado gracias a la intensa explosión d emográfica,operando como el centro donde confluyen las importantesmigraciones de aquellas fechas, la urbanización literariano es sólo la respuesta temática a la m odernización social,sino sobre todo una respuesta estética, vinculada

271 Uno de los mayores logros de la novelística latino americanaactual es “la posible construcción del ‘pueblo -isla’, auténtico ‘espacioconcentrado’, revertido en mito” (Fernando Ainsa, 1984, p. 40).

272 Carmelo Gariano, 1975, p. 347.273 Graciela N. Ricci, 1985, p. 187.274 Joan Loveluck, 1984, p. 16.

Page 148: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

ESPACIO, IDENTIDAD Y LITERATURA EN HISPANOAMÉRICA

147

estrechamente a la renovación de las formas artísticas y alanhelo de universalidad. La represent ación literaria delespacio urbano era ineludible, no sólo porque las ciudadesse habían convertido en populosos centros de atracción,sino porque éstas necesitaban constituirse en refe renciasde identidad y, como tales, en signos y “entidadesculturales”275. La ciudad literaria no era nueva enAmérica, pues ya había sido descrita en la noveladecimonónica e inaugurada también por Roberto Arlt enlos años veinte (El juguete rabioso, 1926). Más tarde, fueamplificada por autores como Mallea ( La ciudad junto alrío inmóvil, 1936) y en las décadas siguientes se convertiráen el espacio simbólico donde se edifican los mapasurbanos de la identidad americana: Leopoldo Marechal(Adán Buenosayres, 1948), Ernesto Sábato (Sobre héroesy tumbas, 1961), Juan Carlos Onetti (La vida breve, 1950),Carlos Fuentes (La región más transparente ; 1958) o JulioCortázar (Rayuela, 1963) se erigen en geógrafos del almanacional y elaboran espacios de significación que aspiran aser míticos, esto es, universales, representantes de unespíritu colectivo. El deseo de proponerse como sustentocultural y mitológico para la interpretación de América esexplícito en Carpentier, que resume la topografía de LaHabana con el objeto de revelar una esencia que no serásólo urbana, sino sobre todo nacional ( El acoso, 1956); yen Manuel Mujica Lainez, que escribirá MisteriosaBuenos Aires (1951) para dotar a la ciudad de un aura

275 Esta es la expresión que Lezama Lima utiliza, precisamente,para diferenciar el paisaje (entidad natural) de la ciudad (e ntidadcultural). [Vid. José Lezama Lima, 1969].

Page 149: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

Alicia Llarena

148

mítica en el imaginario universal: “Lo que quise hacercuando escribí Misteriosa Buenos Aires, es darle a estaciudad más mitos que la comunicaran con las grandesciudades del mundo, que la vinculara a las grandescivilizaciones”276, “no hubiese podido escribir MisterieuxParís, o Misterious London; en cambio esta ciudadnecesitaba Misteriosa Buenos Aires”277.

En la historia literaria de Cuba, por cierto, se destacaque “los textos más trascendentales sobre la identidadnacional han aspirado a la encarnación del texto en laciudad”278, aspecto que puede constatarse incluso entre susmás recientes escritores, cuyas obras “diseñan una ciudadideal, localizada entre los extremos de la esperanza y elterror, entre una distante Utopía y un inm inenteApocalipsis”279. En este punto, La Habana sigue siendo uncentro de gravitación importante no sólo en el géneronarrativo, sino también en la joven poesía cubana, cuyo

276 Manuel Mujica Lainez (en María Esther Vázquez, 1983, p. 64).Sobre esta novela de Lainez véase nuestro trabajo “ La ficción comopsique de la historia: Misteriosa Buenos Aires, de Manuel MujicaLainez”, 1991, pp. 249-257.

277 Manuel Mujica Lainez (en María Esther Vázquez, 1983 , p.178).En otro lugar, Mujica Lainez insiste de nuevo en su propósitomitificador: “Sus cuentos —insinúa— se seguirán leyendo dentro de cienaños porque la ciudad que los inspiró habrá crecido tanto para entoncesque necesitará verdaderamente su mitología, que es lo que ese pequeñolibro aspira a ser” (Manuel Mujica Lainez, 1982).

278 Emma Álvarez-Tabío, 2000, p. 19. Este excelente ensayomuestra un interesante recorrido por las di stintas “invenciones de LaHabana” en los textos centrales de Villaverde, Casal, Carpentier,Lezama, Piñera, Cabrera Infante, Severo Sarduy y Reinaldo Arenas.

279 Emma Álvarez-Tabío, 2000, p.18.

Page 150: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

ESPACIO, IDENTIDAD Y LITERATURA EN HISPANOAMÉRICA

149

diálogo con la ciudad anuncia intenciones más explícitasen este momento histórico, tan singular y complejo, delque dan cuenta los autores de las últimas décadas. Sirvande referencia estos versos de Cartas desde Rusia, el primerlibro del poeta Emilio García Montiel:

A veces voy a los stadiums sólo por tomar aire.El stadium es un gran respiradero en la ciudad podrida.En la ciudad de las columnas sórdidas, de los lentos portalesoscuros.Entre el cansancio de un hombre que no puede llegar y elletargo de un mundo que no quiere salir.

[...]

A veces voy a los stadiums sólo por tomar aire.En un stadium no se juega el destino del país pero sí sunostalgia.O más bien la nostalgia de esta ciudad podrida.Remendada con boleros y con tristes anuncios que ya nosignifican nada”280.

Que el trazado de La Habana en Alejo Carpentieradquirió carácter nacional es visible no sólo en susficciones, sino en la continuidad de sus símbolos

280 Vid. Alicia Llarena, 1994. Por otro lado, no debe obviarse quela diáspora cubana en las últimas décadas del siglo XX ha intensificadoesa conversión de la ciudad en “un punto de confluencia en medio dela dispersión de la cultura cubana contemporánea. Es precisamente eldeseo de conservar el sitio en que tan bien se est á, del que hablabaEliseo Diego, el que impulsa la construcción de una ciudad textual quepueda ser habitada por un ser vi rtual (Emma Álvarez-Tabío, 2000, p.18).

Page 151: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

Alicia Llarena

150

espaciales a través de las siguientes generaciones y enalgunas de sus formulaciones teóricas más conocidas.Entre éstas, adquieren un brillo especial aquellas en lasque el escritor cubano erige la urbe en signo de laidentidad insular, como su ya célebre idea del “tercerestilo” tan abundante en La Habana , “ese estilo sin estilo”,el estilo ecléctico y mestizo de su singular arquitectura, oel no menos célebre arraigo popular de la imagen con laque convirtió a La Habana en “ la ciudad de las columnas”,o “la persistencia de la fórmula que propone en El acoso,en la que se trenzan la música y la ciudad, hallazgoexplotado por muchos autores que le sucedieron, comoSevero Sarduy y en particular, Gu illermo CabreraInfante”281.

2.3 El mapa interior: los nuevos regionalismos

Si la Nueva Novela hispanoamericana trabajó lasposibilidades espaciales del relato como soporte expresivode su sustancia identitaria, alejándose del paisajeregionalista y de su estrecho localismo, como acabamos dever, las últimas generaciones de escritores también hansituado al espacio en el centro de sus ficciones, aunque yano pretendan la novela total ni respondan a i mpulsos

281 Emma Álvarez-Tabío, 2000, p. 172. A la vista de la capacidadde Carpentier para convertir el espacio en materia identitaria, y al hilode aquellas palabras de Óscar Wilde sobre la responsabilidad de lapintura impresionista en el fenómeno meteorológico de la nieblalondinense, no sería ocioso preguntarse si había columnas en LaHabana antes de Alejo Carpentier.

Page 152: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

ESPACIO, IDENTIDAD Y LITERATURA EN HISPANOAMÉRICA

151

míticos o abarcadores de la realidad americana. Ya sea porla nombrada heterogeneidad de esta reciente narrativa —síntoma destacado del discurso posmoderno—, o porqueese “sistema de lugares” que se fue configurando en latrayectoria literaria del continente aún está en construccióny es imprescindible completar su geografía, lasmanifestaciones espaciales de fin de siglo son variadas, aveces contradictorias y, en todo caso, representativas de untiempo histórico. Aunque aún recientes , y a pesar deldibujo a lápiz de las exploraciones de los nuevosgeógrafos, las nuevas cartografías de Hispanoamér ica yahan dado pruebas de algunas transformacionesinteresantes.

Entre ellas, algunas operan en el nivel estructural deltexto, ofreciéndose como estrategias de emancipación ysupervivencia: nos referimos al uso del espacioimaginario, que parecía haberse diluido desde las míticasaldeas de García Márquez o Juan Rulfo y que, sinembargo, encuentra en las últimas décadas del sigloargumentos sociales para actualizarse en el discursonarrativo. Es el caso del escritor argentino OsvaldoSoriano, que inventa “Colonia Vela” para representar ensu escenario la encarnizada lucha entre las faccionesopuestas del peronismo (No habrá más pena ni olvido ,1978) y la conocida represión política que se vivió enArgentina (Cuarteles de invierno , 1980); o que inventaBongwutsi, el ficticio país africano de A sus plantasrendido un león (1986) para cifrar en él una libre yparódica interpretación de la realidad nacional, de surealidad más concreta e inmediata. En consonancia con la

Page 153: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

Alicia Llarena

152

poética narrativa finisecular, Soriano no busca el barnizmítico del espacio imaginario presente en las décadasanteriores, sino que acomoda su capacidad simbólica aproporciones más cotidianas; así, sus invencionesgeográficas denuncian y expresan la verdad socialarropadas en la metáfora, siempre alusiva y elusiva, delespacio ficticio.

Del mismo modo, como máscara propicia de un tiempohistórico y como símbolo de una realidad nacional, resultacurioso que otro escritor argentino, exiliado también comoSoriano durante la dictadura, publ icara en 1982 unvolumen de cuentos donde el relato central se ubicaráasimismo en un país imaginario, eludiendo ademáscualquier referente histórico: “Niebla”, e scrito en instantesviolentos y represivos de la dictadura argentina, no es sóloun país cuya ciudad agoniza de destrucción física y moral,es sobre todo la forma espacial con la que Blas Matamoroserigió también la memoria de aquel tiempo. En esteaspecto, es notable y muy significativo que la narrativaargentina de los años 80 habilite a menudo sus esce narioscomo espacios simbólicos, hasta el punto de que unalectura de esos mismos lugares con respecto a losacontecimientos políticos de entonces resultaría a todasluces interesante y reveladora. Precisamente desde estaperspectiva interpreta Nora Domínguez la obraConversación al sur (1981) de Marta Traba, una noveladonde la espacialidad simbólica (Buenos Aires, la Plaza deMayo) “transforma lo nacional y personal enrepresentaciones políticas y literarias de lo americano. Deuna formulación de lo latinoamericano que se dio en estos

Page 154: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

ESPACIO, IDENTIDAD Y LITERATURA EN HISPANOAMÉRICA

153

confines del sur”282; asimismo, la fundación de Santa Fe yBuenos Aires en Río de las congojas (1981) de LibertadDemitrópulos, permite leer “el presente en lastransformaciones literarias del pasado, y, el pasado, en lasactualizaciones formales de la literatura del presente” 283.

Con respecto a la ciudad, es evidente que los últimosnarradores también siguen confiándole un lugar prioritarioen sus ficciones y que el clima posmoderno ha contribuidoa la exploración de sus barrios , calles, rincones, márgenesy extrarradios, desde las narraciones de la “Onda”mexicana hasta la Lima de Jaime Bayly ( No se lo digas anadie, 1994) o desde la vitalidad del género policiaco(donde la trama disfraza el objetivo prioritario en estasdécadas: el contexto) hasta ese género que ha idoconvirtiéndose en la enunciación urbana por excelencia, lacrónica periodística, que algunos definen como lametáfora de los 80, porque “el gesto de contar [...] es unmodo de sobrevivir en un paisaje urbano que s e transmutaa toda velocidad”284. En este proceso, los nuevos cronistasde América operan en la memoria y en el presentecolectivos dotando de cohesión con sus testimonios a unentorno demasiado efímero (Caracas) 285 o multitudinario

282 Nora Domínguez, 1991, p. 213.283 Nora Domínguez, 1991, p. 217.284 Susana Rotker, 1993, pp. 122-123.285 “Si la urgencia pudiera constituirse en un género literario

seguramente tendría la forma de la crónica periodística en laVenezuela de los años 80”, porque “Uno de los rasgos de Caracascomo espacio de representación y referente es la mutación, la falta dehistoricidad. Este rasgo lo ha explicado sagazme nte el dramaturgoJosé Ignacio Cabrujas [...] al afirmar que creer en el pasado es en

Page 155: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

Alicia Llarena

154

(Ciudad de México), reflejos en todo caso de la materianacional, como explica Carlos Monsiváis: “no seráredundante advertir que estos materiales [...] tienden a laconfiguración cronicada de un panorama ‘de costumbres’,‘de moral social’ o de Figuras Sintomáticas y F enómenosSignificativos del México del siglo XX”286. El mexicano,cuyas crónicas gozan de una indiscutible autoridad comoconciencia y reflexión de lo nacional, es consciente de lasprofundas proyecciones del género, en tanto discurso quedescubre y edifica la personalidad de una ciudad:

Sucede a veces que sólo percibimos las calidades secretas oentrañables de una ciudad por el amor (necesariamentepúblico) que alguno, que algunos le profesan o le hanprofesado. Por medio de ese int erés, de ese trato vigilante, nos

Caracas un acto de fe. Es decir que si yo cuento que en tal esquinasolía pasar mis tardes infantiles, mi interlocutor debe creer en lo únicoque queda de esa esquina: mis palabras [...] Pocos ejemplos tanvívidos como éste sobre la cap acidad del lenguaje para “hacerpresentes” experiencias y significados, para objetivar el ‘aquí y elahora’, para trascender lo cotidiano y reencontrar zonas designificado” (Susana Rotker, 1993, pp. 121 -122).

286 Carlos Monsiváis, 1985, p. 347. Para el mexicano, el “diluviopoblacional” que ha convertido a Ciudad de Méx ico en el lugar de “lademasiada gente”, no merma la fascinación que esta urbe ejerce en sushabitantes, “optimistas radicales” que sobreviven entre los síntomasapocalípticos del ozono y de la multitud, pract icantes de ceremonias yrituales que organizan el caos, y herederos de la nueva “teología demultitudes”: “Una predicción: somos tantos que ya ninguna creencia,ni la más oscura y extraviada, podrá estar sola ni un minuto siquiera”(Carlos Monsiváis, 1995, p. 38); “Somos tantos que el pensamientomás excéntrico es compartido por millones” (Carlos Monsiváis, 1995,p. 112).

Page 156: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

ESPACIO, IDENTIDAD Y LITERATURA EN HISPANOAMÉRICA

155

allegamos determinados estímulos psicológicos, ciertascompensaciones visuales o sociales que, de pronto, revelantrasfondos o apariencias de la ciudad, le añaden logros o leseñalan disminuciones, le ratifican o le informan de zonassacras [...] la vuelven ella, la ciudad como lazo personaldevastador o recompensante, la preservan o la liquidan [...]dentro del esplendor o la estrechez del mito. Como en elmelodrama, la ciudad, ese concepto cada vez más arbitrario yagónico, vive y se sobrevive en sus amantes. Así, en el caso dela capital de la República Mexicana, la relación profunda conlos escritores que fueron también en este siglo sus Cronistasoficiales: Luis González Obregón, Artemio del Valle Arizpe ySalvador Novo287.

Pero en medio del optimismo urbano al que apuntan lascrónicas periodísticas de Carlos Monsiváis, en la escriturade las últimas décadas también es posible asistir a losmomentos críticos de una clara “devaluación del conceptode ciudad sin precedentes en la cultura occidental” 288 yque propicia, en algunos casos, el desvanecimiento delmito civilizador en favor de un regreso a lo natural: es loque proyectan las experiencias telúricas del desiertomexicano en un relato como “Coyote” de Juan Villoro 289,

287 Carlos Monsiváis, 1985, p. 265.288 Emma Álvarez-Tabío, 2000, p. 16.289 En efecto, este relato “pone en contraste el devaluado mundo

urbano contemporáneo con la dimensión mítica y heroica que [...]alcanza el protagonista” en su particular aventura natural por eldesierto mexicano (Belén Castro Morales, 1997, p. 305). “Estossobrevivientes de la sociedad postindustrial —añade— sienten, tal vezmás que nunca, la limitación de su estatus ‘civilizado’ y las estrechasmetas que ha ido imponiendo la modernidad”, motivo por el que “laimagen salvaje de México —una construcción cultural— ha enraizado

Page 157: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

Alicia Llarena

156

o lo que se respira a través de las página s de Un viejo queleía novelas de amor (1989) de Luis Sepúlveda, epicentrotextual de la llamada “novela ecológica”. La decadenciadel ideal civilizador será también el tema dominante delencuentro entre el “buen salvaje” y la ciudad de Londressobre el que Sylvia Iparraguirre fundamenta el argumentode su novela La Tierra del fuego (1998):

Londres me mostraba una miseria que yo no conocía. En mipaís eran tal vez más bárbaros y pobres, pero me atrevía apensar que más felices. En Londres yo recordaba las tormentasque limpiaban la pampa y se llevaban lejos pobreza y pestes.En aquellos barrios, la enfermedad y la miseria se habíanestancado sobre los adoquines [...] Años después comprobé quelo que el doctorcito llamó la “remisión de Button al estadosalvaje” fue la más perfecta de las respuestas posibles a suexperiencia con la civilización. La mejor posible, la ún ica290

La degradación del universo desarrollado y su equívocoprograma civilizador alcanzará en Gioconda Belli unadimensión acusadora y global, sustancia explícita deWaslala. Memorial del futuro (1996), una novela donde,entre el escepticismo posmoderno y la posible utopía,llevará hasta el extremo la devastación ecológica deLatinoamérica, convertida en el basurero de los desechostecnológicos del Primer Mundo. Desde un raro futurismo

profundamente como arquetipo de la alteridad en el imaginariocontemporáneo. La figura del salvaje ha cruzado la escriturahispanoamericana y llega hasta nuestro siglo [...] Aún hoy nos siguellamando como una voz sumergida que interroga a nuestra razón. Ynos horroriza tanto como nos atrae” (p. 307).

290 Sylvia Iparraguirre, 1998, pp.121 -125.

Page 158: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

ESPACIO, IDENTIDAD Y LITERATURA EN HISPANOAMÉRICA

157

realista que incursiona en la ciencia -ficción con losconcluyentes datos de la realidad social, la búsqueda de“Waslala”, el lugar mítico de su discurso narrativo, nosólo apela a una sana preocupación medioambienta l, sinoque alude también a la proyección de un posibleimaginario nacional nicaragüense: en primer término,porque el territorio “Es una representación emotiva mía.Después del triunfo de la revolución, mi primer viaje alinterior del país fue hacia esa zona. En tiempos de la luchacontra Somoza, Waslala era un cuartel muy fortificado de laguardia nacional, el territorio mítico de la guerrilla, la puerta ala montaña, donde estaba la esperanza, digamos” 291; y ensegundo lugar, por las constantes alusiones al archivosimbólico del país, concentrado en torno a la figura de DonJosé (trasunto de José Coronel Urtecho) en la reescritura delmito del canal interoceánico y en la intensa mitificación del río(San Juan) a lo largo de toda la historia, elementos clave s delimaginario cultural de los personajes, que enlazan con lainspiración y el pensamiento que han suscitado a escritores,viajeros, descubridores y cronistas. En este sentido, Waslalaentronca con la tradición y el pensamiento de Pablo AntonioCuadra, entre cuyos Poemas nicaragüenses el titulado “Odafluvial” es un hito identitario292: “Río abajo, río arriba viajaronlos extranjeros cargando delirios de grandeza, sueños ,quimeras de canales interoceánicos, mitos de lo que se

291 Yazmín Ross, “Gioconda Belli y sus presagios. Entre la nada yla utopía” (entrevista)

292 Vid. Nicasio Urbina, “El mito del canal interoceánico en la literaturanicaragüense”, donde el autor hace un repaso interesante y documentadopor esta tradición hidrográfica de la literatura nicaragüense.

Page 159: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

Alicia Llarena

158

podría hacer con ese país si sus habitantes se traicionabanlos unos a los otros”293.

Al mismo tiempo, “Faguas”, el nombre imaginario conel que Gioconda Belli bautiza al país centroamericano (yal que ya había recurrido en su primera novela) es el lugardonde el narcotráfico de filina ( una sustancia nueva,mutación de marihuana y cocaína) expresa “la negociaciónpolítica y la corrupción”, haciendo visible “el conflicto dela contradicción entre el nacionalismo ideológico y ladependencia económica” 294 y acentuando el enraizamientoespacial como defensa instintiva de la identidad. En elorigen de su novela, espacio, utopía, imaginación yescritura formaron parte de este proyecto esperanzador:

En ciertas regiones —señala la autora— lo que queda es elrecurso de refugiarse en el tribalismo c omo única salvación dela identidad. Eso también tiene que ver con esosreagrupamientos beligerantes que se dan en Ruanda, en laantigua Yugoslavia. Son una reacción contra lamundialización, contra la amenaza que se percibe a la raíz de laidentidad propia. Ni el capitalismo, ni ese tribalismo, ni lavuelta a valores conservadores —como propone la derecha—,ninguna de esas cosas conduce a la democracia y a la felicidad.Eso es lo que quiero plantear en Waslala. ¿De dónde va a venirla esperanza? Debe venir de la imaginación. Mientras no sepierda la fe en la capacidad de imaginar mundos diferentes, vaa poder existir el mundo de la utopía 295.

293 Gioconda Belli, 1996, p. 18.294 Nicasio Urbina, “El mito del canal interoceánico en la literatura

nicaragüense”.295 Yazmín Ross, “Gioconda Belli y sus presagios. Entre la nada y

la utopía”.

Page 160: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

ESPACIO, IDENTIDAD Y LITERATURA EN HISPANOAMÉRICA

159

Más allá de la vuelta a lo natural como respuesta a ladecadencia del ideal urbano y civilizador, me interesasubrayar que el regreso a los paisajes interiores deAmérica es también una afi rmación de identidad frente alos fenómenos centralizadores, de modo que, si en lasprimeras décadas del siglo los vastos espacios naturales seofrecieron como signos del alma n acional y comoterritorios erigidos frente a la mirada eurocéntrica, en estosúltimos años las provincias americanas toman la escenaliteraria, fundan de nuevo sus orígenes a través del paisajey se postulan como textos desveladores de la nuevageografía nacional.

El resurgimiento de las literaturas regionales en lasúltimas décadas del siglo XX —visibles y especialmenterelevantes en países como Chile, Argentina y México — essin duda uno de los fenómenos socio -culturales másatractivos e interesantes, en íntima relación con el auge delas periferias en el discurso posmoderno, con la consiguientedescentralización de la cultura, y con las lógicas tensionesentre la globalización y el localismo. De hecho, y aunque elantiguo inventario naturalista fue sustituido hace tiempo porel desarrollo de la narrativa urbana, psicológica , o enfocadaen los problemas sociales de América Latina, procesofacilitado por el descrédito de los tópicos teluristas a los queya hemos aludido, en las últimas décadas del siglo XX elespacio reapareció con energía postulándose de nuevo comomecanismo de representación de la realidad y la identidadamericanas. La posmodernidad y el postboom, en este caso,han propiciado la aparición de “nuevos regionalismos”, encuyos mapas interiores descansa el éxito y la popularidad de

Page 161: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

Alicia Llarena

160

autores tan consagrados a estas alturas como Daniel Moyanoy Héctor Tizón en Argentina, Hernán Rivera Letelier enChile, o los recientes narradores del Norte de México.

La narrativa de Héctor Tizón, por ejemplo, recrea lageografía del noroeste argentino, territorio que es a untiempo emocional y artístico, un compendio de paisaje ymemoria que dan cuenta de “su lugar en el mundo”. Desdelos cuentos de El gallo blanco (1992) donde se reflejan lascircunstancias de la burguesía provinciana y las dificultadesdel sujeto femenino en esa misma sociedad arcaica, lafidelidad de Tizón a su geografía —que no será nuncapintoresca o folclórica— es constante, contribuyendo nosólo a desvelar en el discurso contemporáneo la Américainterior, sino a ofrecer a través suyo una lectura universal einteresante de la realidad socio-política del país. Así losviajes de un hombre a través de los pueblos inhóspitos delnorte (Extraño y pálido fulgor, 1999), los rincones remotosde la Puna, con el sabor de los relatos de Faulkner y deRulfo (Fuego en Casabindo, 1969), el amor a la tierradesde el testimonio del exilio (La casa y el viento, 1984),la actualidad y la historia de una realidad regional a la vezterrible e ignorada (Luz de las crueles provincias, 1995),la memoria de una cultura fronteriza desdibujada en lavasta geografía argentina y en la desproporcionada tensiónentre el interior y la ciudad de Buenos Aires ( Tierras defrontera, 2000) o la representación literaria de su lugar deorigen —la pequeña población de Yala— tan frecuente ensu obra (La mujer de Strasser , 1997).

Por otro lado, las propias declaraciones del escritor sonpalmarias sobre las intenciones de este nuevo

Page 162: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

ESPACIO, IDENTIDAD Y LITERATURA EN HISPANOAMÉRICA

161

regionalismo, y revelan su conciencia del espacio comofactor identitario y su postura estética frente al fenómeno ,luminoso y oscuro, de la globalización296. De una parte, nohay que olvidar que Héctor Tizón, nacido en Yala,provincia de Jujuy, ha viajado intensamente por el mundo,y que en su calidad de diplomático primero, y exiliadodespués, vivió en ciudades como México, Milán o Madrid.Sin embargo, a su regreso definitivo a Argentina, y a pesarde ser hoy en día un clásico nacional dentro y fuera delpaís, decidió instalarse en la frontera con Bolivia, en “sunorte más norte”, una elección vital a la que el propioescritor responderá de esta manera: “Cuando mepreguntan por qué diablos vivo acá lo primero quecontesto es que ya nada es lejos de nada” 297. En estesentido, el fin de su exilio europeo, visible en La casa y elviento, significó para Tizón “la recuperación de mi lugar,que es éste”, “los lugares que fueron míos, los de miinfancia y mi juventud” 298 otorgando continuidad no sólo asus orígenes geográficos sino sobre todo a su proyecto

296 “Pero ahora el discurso oficial nos pretende globalizados, contendencia a imponer la absoluta homogeneidad. De ser cierto esto,toda identidad habría desaparecido porque no habría sujeto [...] siaceptamos la globalización como uniformidad, s i ya no tenemos nadanuevo ni propio que decirnos, es que no sólo la literatura está muerta,sino que estamos muertos nosotros mismos [...] Cuando se pretendeunificar, homogeneizar, allanar todo a lo mismo, es cuando surge elpeligro del fundamentalismo, porque se ha querido globalizar confórceps, imponiéndolo desde un centro paradójicamente ideológico”(Héctor Tizón, 1998).

297 Raquel Garzón, 1999.298 Raquel Garzón, 1999.

Page 163: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

Alicia Llarena

162

literario: “Cuando empecé a escribir, yo sentía quepertenecía a una región del país destinada a perder susformas culturales propias y nació en mí cierta pretensiónde anticuario: la idea de conservar voces destinadas amorir”299.

Y, en efecto, este narrador argentino, cuya obra ya hasido traducida a más de una decena de idiomas en todo elmundo, va a erigirse en el vocero de su pueblo,practicando una escritura que acoge el habla provincial deJujuy, alimentada también de aportes quechuas,enfrentándose con ella a las falsas di stinciones entre laescritura metropolitana y la escritura interior, a las que élmismo considera “entelequias inaprehensibles” en eldiscurso cultural de su país. En unos jugososrazonamientos suyos, a los que titula, precisamente,“Reflexiones de un escr itor de frontera sobre lometropolitano y el interior”, Héctor Tizón se posicionasobre esta histórica dicotomía que, desde la época deSarmiento, ha conducido los designios y debatesintelectuales de Argentina:

Algunos suelen hablar de escribir desde el interior, desde losbordes, o desde el “centro”. ¿Cuál es el centro y cuáles losbordes? El problema es muy notable en nuestro país que, a mijuicio, ha reemplazado o superpuesto veleidosamente suidentidad por apariencias voluntaristas: el “centro”, lometropolitano por encima del resto del país, que vienen a sercomo entelequias inaprehensibles, aunque todos sepamos dequé estamos hablando cuando hablamos de eso.

299 Raquel Garzón, 1999.

Page 164: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

ESPACIO, IDENTIDAD Y LITERATURA EN HISPANOAMÉRICA

163

El viejo discurso –que aún a veces inficiona la crítica literariasedicentemente académica, el comentario de notas periodísticassuperficiales, insistía sobre el esquema neo -colonial: “BuenosAires-interior”. Pensar en estos términos no tiene ya razón deser aunque seguimos practicando ese esquema, como seguimoshablando de la “salida” y la “pues ta” del sol, conforme almodelo ptolomeico300.

Tal como se deduce de estas palabras, lo que HéctorTizón pone en juego no es sólo un elemento decisivo en laconformación de la identidad cultural de Argentina, sinotambién la noción, marcadamente eurocéntric a ycosmopolita, del prestigio espacial, a la que nuestroescritor, como otros tantos en la historia literaria universal,no parece resignarse, mucho menos en este instante deprofundos cambios sociológicos: “S i antes no fuenecesario vivir —estar— en la metrópolis, ahora lo esmenos. Ni Melville, ni Faulkner, ni Flaubert, ni entrenosotros, Horacio Quiroga, necesitaron desplazarse a lasrespectivas metrópolis del país que hab itaron, para escribirsu obra”; y añadirá finalmente, desde la vasta experienciapersonal que lo ha hecho transitar por distintos lugares delplaneta, que “No es una falta que un hombre no quiera serdel lugar donde nació y trate de irse a otro lado. Lo que síes lastimoso y se da a menudo es pensar que los lugares deprestigio lo prestigian a uno”301.

El caso de Daniel Moyano es también significativo enel contexto de los nuevos regionalismos y guarda algunassimilitudes con el proyecto de Héctor Tizón. Nacido en la

300 Héctor Tizón, 1998.301 Héctor Tizón (en Raquel Garzón, 1999 ).

Page 165: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

Alicia Llarena

164

ciudad de Buenos Aires, se trasladó con sus padres a lassierras cordobesas cuando sólo contaba cuatro años deedad, y desde 1959 hasta su exilio en 1976 residi ó en laprovincia argentina de La Rioja. Admirador de Kafka y deCésar Pavese, las novelas de Moyano tratan de indagar enlas raíces culturales y en los orígenes identit arios del país,desde esa geografía regional en la que ubicará la mayorparte de su discurso artístico. Su obra, precisamente, eshoy apreciada no sólo por el innegable valor estético de suprosa y por constituirse en una de las pocasmanifestaciones del realismo mágico en Argentina, sinosobre todo porque “Una de las preocupaciones esenciales[...] es la de definir la identidad nacional, cuestión esta quevenimos arrastrando desde el Facundo de Sarmiento y que[...] todavía no hemos acabado de resolver” 302.

Desde la aparición de su primera novela, Una luz muylejana (1966) considerada la novela más cordobesa delautor, Daniel Moyano recorre la geografía de los pequeñospueblos del interior de Argentina, recuperando ese espacioperdido durante siglos en la mem oria colectiva del país.En Trino del diablo (1974) la ironía encarnizada del autorya deja entrever de modo explícito el oscuro destino de laprovincia riojana, en cuya desaparición es visible lainercia de esa problemática e histórica confrontaciónespacial:

El nuevo gobierno, ante los agobiantes problemas riojanos, loshabía resuelto eliminando la provincia. Con la nueva divisiónpolítica, la parte cordillerana quedó para San Juan, la parte

302 Enrique Aurora, 1999.

Page 166: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

ESPACIO, IDENTIDAD Y LITERATURA EN HISPANOAMÉRICA

165

norte para Catamarca y el resto para Córdoba. Los cordobeseshabían instalado una fábrica de salchichas en la casa degobierno, el gobernador había pasado a ser ordenanza en unpasillo de los Tribunales de San Juan, la historia provincial fueutilizada para hacer chistes y zambas, el arco de entrada a la exciudad se convirtió en un horno para asar empanadas, loshacheros de los llanos fueron castrados y sus mujeresinseminadas artificialmente con productos traídos de Japón, laciudad capital fue taponada con quioscos, las del interioraradas, y el Obispo, que se resis tió, fue descendido amonaguillo por sugerencia del Cardenal Primado. Finalmentelos perros, los burros, los gallos y los vendedores ambulantesfueron unificados en el rubro “varios”, embalados y remitidos aBolivia en pago de una deuda 303.

La contundencia narrativa de Daniel Moyano alenfrentarse a los fantasmas regionales de Argentina espercibida entre la crítica como una denuncia deldesconocimiento de las raíces culturales del país, unainfravaloración de sus tradiciones y una extrema falta desensibilidad política con respecto al desarrollo de susprovincias, conductas que, por otra parte, hunden susraíces en los períodos fundacionales postindependentistas,y que resumen el “enfrentamiento especular entre losmodelos europeos y la raigambre aborigen, q ue noacabamos de conciliar en una fórmula en la que lacondición de lo ‘criollo’ deje de concebirse como unestigma para, erigirse en cambio, en una base homogéneapara la construcción de nuestra propia personalidadcultural”304.

303 Daniel Moyano, 1974.304 Enrique Aurora, 1999.

Page 167: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

Alicia Llarena

166

En consonancia con ese proyecto identitario y en labúsqueda de esa fórmula condensadora y no excluyente,deben leerse también El vuelo del tigre (1981), ubicada enHualacato, un pueblo perdido entre la cordillera y el mar,texto donde la casa es vista como el centro sobre el quegira y se organiza toda experiencia, así como el relato delexilio en Libro de navíos y borrascas (1983), un diario deviajes en el que Rolando, su protagonista, narra la difíciltravesía de un grupo de suramericanos entre dos grandesmetrópolis, Buenos Aires y Barcelona. El tema del exilio,tan decisivo y central en la obra literaria de Moyano 305,cobrará aquí dimensiones nacionales, alimentadas por elmito que percibe al argentino como una especie deeuropeo desterrado, por la consiguiente sensación dedesarraigo y porque esta situación, más allá del individuo,expresa en sus palabras una modalidad cultural colectiva:

305 En su interesante investigación sobre Daniel Moyano, EnriqueAurora periodiza la obra del autor argentino tomando como referenciaesta temática, y advirtiendo en ella una doble per spectiva: de un lado,el exilio en su faceta individual, como categoría antropológica, comola preocupación metafísica y heideggeriana del “ser -en-el-mundo”,que desemboca inevitablemente en la sensación de extranjería ydestierro, provocando una crisis de identidad personal y cultural(perspectiva presente en sus primeros libros de cuentos y sus dosprimeras novelas, Una luz muy lejana y El oscuro); de otro lado, elexilio como conciencia colectiva, promotor de la necesidad de“reintegrarse a las coordenad as culturales propias” y del “interés derecuperar la identidad de un pueblo” (instancias que se insinúan en Eltrino del diablo y se enfatizan en sus novelas posteriores: El vuelo deltigre, Libro de navíos y borrascas y Tres golpes de timbal). Vid.Enrique Aurora, 1999.

Page 168: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

ESPACIO, IDENTIDAD Y LITERATURA EN HISPANOAMÉRICA

167

Somos de origen poco claro. Gente sin lugar fijo que va yviene. Cuando nos corren de un lugar nos vamos para el otro, yasí andamos desde que cruzamos el estrecho de Bering comodicen. No somos de ninguna parte y se acabó. En el casoconcreto de los rioplatenses, se simplifica más. Descendemosde un barco como éste. Hombre –barco como niños–probeta,que se pueden criar como cualquier otro, no necesitan unamamita que les dé la teta306.

En la última de sus novelas, Tres golpes de timbal(1989), Daniel Moyano dará vida literaria a ese destierrocolectivo, al relatar la historia de Minas Altas, un puebloque ha sido edificado por los habitantes sob revivientes deLumbreras, población arrasada y destruida y cuyo origen,historia y destrucción se cuentan en la “canción del galloblanco”, una pieza musical que, por esta misma razón, lacomunidad busca afanosamente. Recuperar la canción es,en fin, el único modo de regresar a las raíces, “hallar elpunto fundacional que asegure la veracidad de lacontinuidad en el tiempo” y elaborar “un discurso paraleloque asegure la pervivencia de las prácticas culturales quecohesionan a ese microcosmos” 307.

Por lo que respecta a Chile, el caso del novelista HernánRivera Letelier no deja de resultar curioso y proveedor deasombros varios. Primero, porque este escritor autodidacta,originario de la VII Región del país, concretamente de Talca,fue hasta la publicación de su primera novela uno de lostantos mineros en las célebres salitreras del norte de Chile.Segundo, porque en poco tiempo consiguió el

306 Daniel Moyano, 1983, p. 143.307 Enrique Aurora, 1999.

Page 169: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

Alicia Llarena

168

reconocimiento de sus congéneres (obtuvo dos veces elPremio del Consejo Nacional de Literatura, en 1994 y1996), la traducción a más de cinco idiomas y preciadosgalardones internacionales (la distinción “Chevalier des Artsel des Lettres” del Ministerio de Cultura en Francia y elpremio de narrativa “Arzobispo Juan de San Clemente” a lamejor novela escrita en lengua española, otorgado enGalicia). Tercero, porque su narrativa es hoy en día unfenómeno social, hecho que evidencia la conversión enbestseller de algunos de sus textos, cuyas ediciones, enalgunos casos, se agotaron incluso antes de haber sidopuestas a la venta. Y cuarto, porque en las novelaspublicadas hasta la fecha convergen las formas e intencionesdel nuevo regionalismo hispanoamericano, reflotando parala historia chilena una geografía literaria cuyo peso en lahistoria real del país es de suma importancia.

La vida de Hernán Rivera Letelier ha trascurrido, desdelos once años hasta el momento, en las distintas oficinassalitreras diseminadas por Iquique y Antofagasta, en el vastodesierto de Atacama. De hecho, el éxito literario, como en elcaso de Héctor Tizón, no ha sido motivo suficiente paraarrastrarlo hacia la metrópoli, ni capaz de arrancarlo deAntofagasta, donde vive en la actualidad. Y si es cierto queen sus comienzos el escritor pudo sentir que la curiosidadhacia su obra y hacia sí mismo se debía en parte alestereotipo que encarnaba (una suerte de autodidacta salvaje,ataviado de pala y picota), hoy nadie duda de que suaparición en el escenario artístico de Chile no se debe a lasparticulares condiciones de su biografía, sino al ricoentramado de su propuesta literaria.

Page 170: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

ESPACIO, IDENTIDAD Y LITERATURA EN HISPANOAMÉRICA

169

Poeta y amante de las palabras, como él mismo se define,es poseedor de una sintaxis original y lúdica, abarcadora deoralidad y de un lenguaje que compendia un abundantelegado de expresiones populares del país, significante sliterarios que ha erigido en la memoria y la identidad delespacio norteño al que retrata en sus novelas. Laprofundidad de la historia norteña, donde hoy se encuentrandiseminadas los vestigios de las numerosas oficinassalitreras que un día fueron origen de la riqueza nacional (elfamoso “oro blanco”, el nitrato de Chile) han encontrado enla prosa de Rivera Letelier no sólo a un hábil desvelador desu paisaje, sino al escritor que dignifica en su discursoartístico la materia de la pampa y del desierto .

En su primera novela, La reina Isabel cantaba rancheras(1994) el escritor desempolva la vida íntima del Norte Grandede Chile, dando vida a “una incompleta relación de más dedoscientos nombres de esos fantasmales escombrosdiseminados a través del desierto”308, paisaje nacional cuyohallazgo anuncia y celebra en estos términos Luis Sepúlveda:“Estoy impresionado [...] por sus historias ligadas a la pampay por todo el valor emocional e histórico que rescata el escritordel desierto más árido del mundo, pero más rico en historiasocial”309. En torno a su personaje central, la prostitutamás célebre del desierto, todo un recuento de hombres,soñadores, músicos, calicheros, borrachos, la radio, elcine, la música popular, las mujeres de alterne, laexplotación obrera y, en fin, la vida curiosa y difícil que

308 Hernán Rivera Letelier, 2000, p.17.309 Luis Sepúlveda (en contratapa de La Reina Isabel cantaba

rancheras, 2000).

Page 171: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

Alicia Llarena

170

animó durante décadas una zona esencial de la geografíachilena. Paradójicamente, la soledad de Atacama y lasequía del salitre son el marco geográfico de una ficciónanimada de vivencias que precisaban de un relato comoéste, en cuyas páginas se advierten las reminiscenciastemáticas de un Manuel Rojas, las huellas estilísticas de unGarcía Márquez, el aliento lúdico de un Cortázar y lafacilidad de Rulfo para convertir lo ordinario y cotidianoen un suceso mágico.

Por la epopeya salitrera del conjunto de su obra RiveraLetelier es llamado con frecuencia “el hijo del salitre”, unamateria cartografiada en su escritura y a lo largo de supiel, como él mismo confiesa (“El norte es mi historia, elnorte es la historia de mi viejo, el norte fue lo que mecambió la vida”310) y que le ha procurado a un tiempo eléxito de la memoria colectiva y el oscuro bagaje del falsoestereotipo (“¿Le gusta que le digan ‘escritor pampino’? –Sí y no. Me carga cuando insisten en el c oncepto, como sihubiese algo de malo en ser del norte, de la pampa” 311).Desde este punto de vista, su hazaña literaria se debe engran medida a su capacidad para convertir su biografíapersonal en una biografía colectiva, donde el paisajereaparece, una y otra vez, erigiéndose en símbolo de laidentidad del país y de uno de sus episodios principales.En su tercera novela, Fatamorgana de amor con banda demúsica (1998), Rivera Letelier da vida literaria a un

310 Sergio Benavides, “Hernán Rivera Letelier. Tinta de salitre”(entrevista).

311 José Ossandón, “Hernán Rivera Letelier: Mi sueño es ganar elPremio Nobel”.

Page 172: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

ESPACIO, IDENTIDAD Y LITERATURA EN HISPANOAMÉRICA

171

poblado que tuvo luz propia en el llamado “Ciclo delSalitre”, un pueblo ubicado entre las ciudades de Calama yAntofagasta que en los años 20 gozó de una fama especialy que, como muchas de las oficinas salitreras, acabaríapor extinguirse. Lo curioso de esta geografía, llamada“Pampa Unión”, es que a pesar de su enorme popularidadentre los pampinos nunca figuró en la cartografía de Chile:“Pampa Unión fue un espejismo. En sus 40 años deexistencia jamás fue reconocida por el Estado” —señalaMarcelo Soto— pero aunque “este pueblo fantasma quealguna vez soñó con ingresar a los mapas” 312 no tuvieranunca el reconocimiento oficial, su carácter casilegendario quedó inscrito en la memoria colectiva, porquePampa Unión fue, sobre todo, el lugar de la alegría, delocio y del descanso, el lugar donde coinciden españoles,yugoslavos, japoneses, argentinos, árabes y peruanos,alemanes, portugueses, comerciantes y aventureros,maleantes, barberos, vendedores ambulantes, etc., llegadosdesde cualquier punto del planeta en busca del “oroblanco”. Novela de burdeles, de teatros obreros yparrandas sin límite, Rivera Letelier concluyó de estemodo la historia del pueblo integrándolo, definitivamente,en el imaginario nacional, después de una arduainvestigación histórica y un trabajo de campo que lollevaría, incluso, a visitar Pampa Unión y a escuchar sussilencios nocturnos dentro de un saco de dormir.

En sus dos siguientes títulos, Los trenes se van alpurgatorio (2000) y Santa María de las flores negras(2002), el narrador insistirá también en el territorio

312 Marcelo Soto, “Rivera Letelier: Pueblo maldito”.

Page 173: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

Alicia Llarena

172

artístico que lo ha convertido en uno de los valores mássingulares de la nueva escritura chilena. En el primer caso,porque recrea el trayecto épico del Tren Longitudinal delNorte (conocido popularmente como el Longino) queatravesó el desierto chileno hasta 197 6, y en el que élmismo, cuando era niño, llegó junto a sus padres a lasproductivas salitreras de entonces. El periplo, que teníauna duración de cuatro días y cuatro noches, constituye unmarco ideal para el desvelamiento de un viaje que no dudaen calificar —y representar— como heroico: “Era un viajeheroico, en asientos de palo, abarrotado de gente, conpersonas durmiendo en las pisaderas, que tenían queamarrarse a ellas para no caerse. En ese tren se armaban ydesarmaban matrimonios. Nacía gente, morí a gente y sehacía gente. Había velorios, francachelas, unas fiestaspantagruélicas”313. En el segundo caso, la materianarrativa es un episodio convulso de la historia chilena, lamatanza de la escuela de Santa María de Iquique en 1907,que el escritor transforma en la sustancia épica del texto.Curiosamente, es un hecho poco abordado por lahistoriografía clásica del país, pero con un fuerte arraigo,sin embargo, en su cultura popular, donde ha sidoperpetuado a través de la célebre “Cantata Popular SantaMaría de Iquique” del grupo Quilapayún, piezafundamental de la Nueva Canción Chilena 314. El texto de

313 Rodrigo Miranda, 2000.314 En 1907, y tras una considerable baja en el precio del salitre,

los dueños de los yacimientos mineros, en su mayoría extranjeros,decidieron reducir el salario de los trabajadores, provocando lamovilización de éstos, que decidieron concentrarse en Iquique. Más de

Page 174: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

ESPACIO, IDENTIDAD Y LITERATURA EN HISPANOAMÉRICA

173

Rivera Letelier actualiza ese instante fatal de la historia,dotando al Norte Grande de Chile de su propio imaginarioartístico, un imaginario, por cierto, q ue ya parece abrir unabrecha en la escritura nacional, con la incorporación deotros jóvenes autores a los que él mismo denomina la“Escuadra del Norte”315.

En este recorrido por las geografías más recientes deHispanoamérica, y por la eclosión significativ a de susnuevos regionalismos, el caso de México resultaverdaderamente singular. Primero, porque la culturamexicana ha sido históricamente centralista, atrincherándosedurante décadas en torno a la producción literaria de laciudad fagocitadora por excelencia, el Distrito Federal.Segundo, porque, enfrentándose a esa dinámica,precisamente, los llamados “Narradores del Norte”, o

cinco mil de ellos se dirigieron entonces hacia la Escuela Santa Maríade Iquique, donde fueron posteriormente ametrallados por losmilitares chilenos al mando del general Roberto Silva Renard, con unresultado final de más de tres mil seiscientos muertos. A principios delos años 70, el director musical de Quilapayún, Eduardo Carrasco,solicita a Luis Advis, por entonces profesor de estética y compositorde música para obras de teatro, el arreglo de unas canciones y, en laconversación, Carrasco advierte que el músico iquiqueño había estadotrabajando en una cantata inspirada en la masac re de los obreros delsalitre. Hoy en día, la Cantata es considerada una de las piezasfundamentales de la Nueva Canción Chilena, inaugurando además lafusión inédita en el país entre la música culta y el folklore tradicional.

315 Así en el caso de Patricio Jara, un joven escritor que, siguiendolas huellas de Rivera Letelier, publicó recientemente la novela Elsangrador (Santiago de Chile, 2002) por la que obtuvo el Premio delConsejo Nacional del Libro a la Mejor Novela Inédita, en el mismoaño de su edición.

Page 175: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

Alicia Llarena

174

“Narradores del Desierto”, han emergido en las últimasdécadas con una fuerza inusitada, sumando a sus atractivasescrituras su dimensión fronteriza y una clara reivindicacióndel paisaje regional, cuestión esta última que, por otra parte,es extensiva a otras provincias del país:

Yo quería escribir —señala Severino Salazar—. Pero había unpequeño problema: quería escribir sobre m i tierra, sobre mipueblo, sobre la gente que habitaba las extensas regiones deZacatecas [...] Y eso no estaba bien visto en los años setenta.No estaba de moda la provincia en la Narrativa Mexicana. O enla narrativa que producían los jóvenes [...] La ll amada “novelade ciudad” estaba en su punto de madurez y prodigando susfrutos más jugosos. [...] En suma, la provincia estaba en elolvido y en el descrédito. Pero las ciudades de provinciaseguían creciendo. [...] Afortunadamente, al regresar a México,dos años después, las nuevas voces de la provincia, de la nuevaprovincia, comenzaban a escucharse otra vez, desde diferentespuntos de nuestro país y desde finales de los setenta yprincipios de los ochenta. Jesús Gardea en el norte y su míticoPlaceres, Gerardo Cornejo en los desiertos del noroeste, LuisArturo Ramos en su natal Veracruz, Hernán Lara Zavala y suZitilchén en el Sureste, Daniel Sada en la frontera del Norte yMexicalli. Y muchos otros más. Todos ellos r evisitando laprovincia, la nueva provincia, encontrándola cambiada,reivindicándola. Una provincia que ya no se parece a la deYáñez o a la de Rulfo. Una provincia que había despertado a lamodernidad”316.

Las provincias mexicanas, en efecto, han tomado laescena literaria y entre sus voces a lgunas pueden yaconsiderarse clásicos de la literatura nacional. Pero entre

316 Severino Salazar, 1993, pp. 343 -345.

Page 176: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

ESPACIO, IDENTIDAD Y LITERATURA EN HISPANOAMÉRICA

175

esas provincias, los estados norteños, sin lugar a dudas, lahan tomado con más intensidad, proclamando a través desu escritura sus señas identitarias específicas y supertenencia al conjunto geográfico mexicano. En estecaso, además, confluyen ciertas paradojas, porque parte delos procesos descentralizadores han tenido su origen en lapolítica nacional, proveedora, como veremos, deprogramas culturales como el de “Tierra Adentro ” —concarácter marcadamente provincial — o la creación delColegio de la Frontera Norte , institución paralela alcélebre Colegio de México en la capital federal. Además,en el ánimo de integrar la zona norteña en la totalidad dela cultura mexicana, no sólo late el deseo de reparar suexclusión histórica, sino el de afianzar la pertenencianacional de sus regiones ante la cercana presencia deNorteamérica y las inevitables contaminaciones fronte -rizas.

No resulta sencillo sintetizar lo que a partir de lasúltimas décadas del siglo XX ha venido sucediendo en lavida literaria del norte de México. Y es que la actividadcultural y la creación artística han generado en la región,desde los años 80, un espectacular florecimiento deautores y de textos difícilmente reseñables en una brevevisión de conjunto. Por otra parte, cuando se habla delnorte de México se apunta en general a un espaciogeográfico heterogéneo, acentuado por la presencia de losestados fronterizos, con un carácter sociológico másespecífico; y aún dentro de éstos, el desarrollo económicoy cultural de la frontera manifiesta también una visibledesigualdad. Frente a estas circunstancias, esta

Page 177: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

Alicia Llarena

176

aproximación focaliza el interés en los procesos másconocidos y señalados hasta el momento —la emergencialiteraria del desierto y la escritura fronteriza— enfatizandosus autores más relevantes y dando cuenta de las obras queen el género narrativo han adquirido de algún modo elrango de textos fundacionales.

En las descripciones crítico-literarias, “frontera” y“desierto” guardan ciertos parentescos y, en realidad,puede decirse que el primero de los nombres es unaconsecuencia del segundo. Tal como explica EduardoAntonio Parra317, sucede que la prosa del norte de Méxicofue llamada en los años 80 “narrati va del desierto” por lapresencia de los accidentes geográficos en sus autoresestelares, fundadores entonces de una tradición regional:Jesús Gardea (Chihuahua), Gerardo Cornejo (Sonora),Ricardo Elizondo (Nuevo León), Severino Salazar(Zacatecas) y Daniel Sada (Mexicali)318. Sin embargo, eltérmino resultaría insuficiente para designar a otrosescritores norteños cuya temática apuntaba en otrasdirecciones, de ahí la sustitución por el de “narrativafronteriza”, el más extendido hasta la fecha, no sin ciert osdebates: “Llamémosla, entonces, como queramos:literatura en la frontera, de la frontera, sobre la frontera.Como sea que se le nombre, es un acervo cultural

317 Eduardo Antonio Parra, 2001.318 Aunque originario de Mexicali, la narrativa de Daniel Sada

refleja sobre todo las poblaciones de Coahuila. En la conformación deesta misma tradición literaria no deben olvidarse , por otro lado, losCuentos del Desierto (1959) de Emma Dolujanoff, cuya materiaartística incorpora los aspectos mágicos y legendarios de suspoblaciones indígenas.

Page 178: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

ESPACIO, IDENTIDAD Y LITERATURA EN HISPANOAMÉRICA

177

prácticamente inédito que enriquece y amplía loshorizontes de estudio de la literatura mexican a en suconjunto”319.

En un artículo titulado “De ciertos desiertosinciertos”320, el poeta, narrador y ensayista AlfredoEspinoza, describe el valor identitario que el desiertoalcanzó en el nuevo regionalismo mexicano de Chihuahua(“Y por los años ochenta lo s chihuahuenses nosenamoramos de nosotros mismos. Y el desierto fuenuestro espejo”), señalando que fue este, sin duda, elpaisaje con mayor presencia entre los norteños, el quelogró erigirse en el significante simbólico de la zona (“eldesierto pulía nuestros rasgos, explicaba nuestra palabraaustera, torpe, franca y agresiva”) y el motivo estético yliterario a través del cual, en definitiva, los chihuahuensesexacerbaron su singularidad, reclamando el respeto y laatención a sus señas peculiares; exige ncia, por cierto, quea su juicio no pretendía una confrontación excluyente conel resto de la identidad nacional ni una desmembración dela mexicanidad, sino un deseo de contribuir a un nuevoconcepto de nacionalidad: “se decía en aquelloscandorosos días que habría que chihuahuenizar el país”.En ese proceso, el escritor apunta que el poema épico de

319 Gabriel Trujillo Muñoz, 1994, p. 9320 Alfredo Espinoza, “De ciertos desiertos inciertos” . Él mismo

contribuirá al nuevo regionalismo de Chihuahua con su novelaInfierno grande (1990), los poemarios Desfiladero (1991) y Tatuar elhumo, Premio Nacional de poesía "Gilberto Owen" (1992) y susensayos sobre la cultura del norte mexicano. Junto al poeta RubénMejía fue el coautor de la Muestra de la poesía chihuahuense 1976 -1986 (1986).

Page 179: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

Alicia Llarena

178

Rogelio Treviño Septentrión (1993), que obtuvo el“Premio Chihuahua” en 1991, representa la culminacióndel regionalismo chihuahuense, pues en sus versos seentretejen las experiencias infantiles del poeta con losingredientes simbólicos de la historia regional: el viaje deArtaud por las sierras tarahumaras, los corridos sobrePancho Villa, la fauna y alimentos de la zona y hasta loscantos indígenas rarámuri.

Es en este contexto donde se inscribe la obra narrativade Jesús Gardea (1939-2000)321, a quien hoy se consideraun máximo exponente de la “narrativa del desierto”. Autorde obras ya imprescindibles en el panorama nacional, yreconocido como uno de los val ores de la escrituramexicana con proyección internacional 322, su fundaciónimaginaria de “Placeres” (el lugar donde transcurren sus

321 La obra narrativa de Jesús Gardea se inició en 1979 con lapublicación del volumen de relatos Los viernes de Lautaro (1979), alque seguirán Septiembre y los otros días (1980), De alba sombría(1985), Las luces del mundo (1986), Difícil de atrapar (1995), Dondeel gimnasta (1999) y las novelas El sol que estás mirando (1981), Lacanción de las mulas muertas (1981), El tornavoz (1983), Soñar laguerra (1984), Los músicos y el fuego (1985), Sóbol (1985), El diabloen el ojo (1989), El agua de las esferas (1992), La ventana hundida(1992), Juegan los comensales (1998) y El biombo y los frutos (2001).José Manuel García-García y Adriana Candia publicaronrecientemente “A la memoria de Jesús Gardea” (2002), una semblanzabiobibliográfica disponible en la red [Online: www.almargen.com.mx]con los datos completos sobre su obra y los trabajos críticos másimportantes que la misma ha generado hasta esa fecha.

322 Gardea es un escritor conocido por los lectores de Europa yNorteamérica. En 1998 veinticinco de sus cuentos fueron traducidos alinglés bajo el título de Stripping Away the Sorrows from this World .

Page 180: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

ESPACIO, IDENTIDAD Y LITERATURA EN HISPANOAMÉRICA

179

ficciones, trasunto literario de Delicias, su localidad deorigen, como él mismo confesaría 323) y la temática y elestilo de su prosa le han deparado no pocas —y enabsoluto gratuitas— comparaciones con Juan Rulfo. En supueblo remoto vibran las condiciones climáticas delantiparaíso, las extremas temperaturas de un universosemiárido, entre el calor asfixiante y las lluviastorrenciales, entre el azote de los vientos o el gélido frío,una suerte de “sofocado infierno” ( La canción de lasmulas muertas, 1981), un paisaje en el que “no se ve otracosa que soledades castigadas hasta la muerte por el sol” ydonde “no sopla nada de aire” o en ocasiones el cielo “estátan turbio que parece nocturno” ( El tornavoz, 1983), unespacio desolado en el que “cada quien vivía comoencerrado en una celda. Carceleros el viento, el sol deverano y todos los años repletos de días que uno gastabaen gastarse. Placeres era una tabla de las sobrantes decuando Dios fabricó las cosas del mundo” ( Soñar laguerra, 1984), “una tierra que ya no es de este mundo”(Los músicos y el fuego , 1985). Y si desde la edición de suprimer libro, el conjunto de relatos Los viernes de Lautaroen 1979, la soledad y la incomunicación de sus personajeshan logrado traducir los signos de un Placeres depresivo,sofocante y violento, estableciendo una mítica analogíaentre el hombre y su espacio, el lenguaje sobre el que éstase articula —lo más característico a lo largo de su obra —

323 “Bauticé Placeres a Delicias (el agua del bautizo transfigura)…Si yo mentaba la palabra Delicias, ellos [los personajes] y su mundo,huirían de mí. Tenía que buscar yo otro nombre para poderlo traer alpapel, a los corralitos del papel” (Jesús Gardea, 1985).

Page 181: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

Alicia Llarena

180

es asimismo elemental y lacónico, austero como eldesierto, detenido y poético, más sensorial queinformativo (el calor, la luz del sol, el silencio, el olfato),un discurso en el que los detalles adqu ieren el carácter deuna revelación. Es esta conjunción la que asemeja su prosaal universo narrativo de Juan Rulfo, aunque lapersonalidad literaria de Gardea es definida y bien distinta,entre otras cosas por la inclusión y el manejo de sutilesironías y del humor contenido que le caracterizan.

Si el desierto constituyó en los años ochenta laincorporación estable del escenario norteño a la literaturanacional, revelando la singularidad de sus paisajes y lamateria artística de sus ritmos de vida, su expr esión y suscostumbres, el conjunto de la llamada literatura fronterizafortaleció definitivamente esta presencia, visibilizando lafrontera como una región cultural específica cuyapersonalidad histórica y sociológica le han conferido supropia identidad. En territorio mexicano, su estudioempezó a mediados de los ochenta, en parte por lapreocupación del “centro” “por reforzar el fardo románticode la identidad”324, por “cultivar y nacionalizar a losestados fronterizos, dándose a conocer lo que consideró l aesencia de lo mexicano” 325. De ello da buena cuenta elPrograma Cultural de las Fronteras, creado por el gobiernonacional en 1985, cuyo plan oficial planteó apoyarpropuestas para las ciudades fronterizas en las cuales serescataran y destacaran los valor es y tradiciones

324 Francisco Luna, 1994, p. 79.325 Rosina Conde, 1992, p. 52.

Page 182: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

ESPACIO, IDENTIDAD Y LITERATURA EN HISPANOAMÉRICA

181

nacionales326. Este programa de nacionalización se dirigíaa una población a la que se consideraba, aún por esasfechas, como una población desculturizada e híbrida, enpeligro de ser absorbida por la cultura anglosajona.

Lógicamente, en la emergencia de los escritores de lazona jugaron a favor otros elementos importantes, entreellos la decisión de los autores de permanecer en el lugarde origen para escribir y difundir sus obras y el aumentode las publicaciones sobre cultura y literatur a locales yregionales. De este modo fue configurándose una escrituraque ha servido para reafirmar el sentido regional, parareconocerse en lo local, y que “ha dado más que cualquierotro icono autenticidad y legitimidad a nuestro Sernorteño. Ha delineado nuestra geografía, nuestro espacio ynos ha heredado historicidad, tiempo y ubicuidad” 327. Y esque, en efecto, en la década del ochenta todoscompartieron una misma preocupación, el tema regionalde “lo fronterizo”, en un momento histórico en el que elconcepto de la Nación se enfrentaba —en palabras deHomi Baba— a un proceso de “disemiNación” 328.

326 Entre los proyectos de descentralización deben mencionarse lospropiciados desde el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes através de la colección “Letras de la República”, que publicópaulatinamente diversas antologías literarias de la mayor parte d e losestados fronterizos. Entre ellas destaca la de Luis Cortés Bargalló,Baja California piedra de serpiente: Prosa y poesía (siglos XVII -XX),México, Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, 1994, con unestudio metódico y detallado de literatura d e y sobre Baja California.

327 Francisco Luna, 1994, p. 81.328 Homi Bhabha, 1990, pp. 291-322.

Page 183: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

Alicia Llarena

182

Junto a la creación literaria, fue decisiva la labor deinvestigación y difusión de la cultura fronteriza, en unaproporción hasta entonces desconocida en aquello sterritorios, con la consiguiente proliferación de encuentros,seminarios y talleres literarios, a los que se sumaríantambién los nuevos intereses académicos 329. En estadinámica se insertan los trabajos pioneros sobre laliteratura norteña (los de Sergio Gómez Montero,Humberto Félix Berumen, Francisco Luna, LeobardoSaravia, Patricio Bayardo y Gabriel Trujillo, entreotros)330 y, más lejos aún, en esa misma eclosión del temafronterizo y en la evidente actualidad de la que goza ennuestros días, debe interpretarse la seducción y el interésque ha despertado en autores que no sólo no pertenecen ala zona, sino que rebasan incluso el ámbito nacional: es elcaso de Carlos Fuentes (La frontera de cristal,. Unanovela en nueve cuentos , 1995)331 o del escritor españolArturo Pérez Reverte (La reina del Sur, 2002).

329 Así el Departamento de Humanidades en Hermosillo (Sonora),dedicado al estudio de la producción literario -cutural del estado; lacátedra de literatura regional de la Universidad Autónoma de BajaCalifornia; la creación en Tijuana del Centro de Estudios Fronterizosdel Norte de México que, en 1986 fue rebautizado como El Colegio dela Frontera Norte.

330 En la Bibliografía se incorporan referencias importantes para elconocimiento y el estudio del fenómeno literario fronterizo.

331 Carlos Fuentes ya había abordado en Gringo Viejo larepresentación de la(s) frontera(s) entre estadounidenses y mexicanos,al narrar el encuentro entre gringos y mexicanos en el desierto deChihuahua, justo en medio de los episodios revolucionarios. Sinembargo, los desencuentros que en esta novela resultaban dramáticos,adquieren en La frontera de cristal un tono cómico y paródico.

Page 184: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

ESPACIO, IDENTIDAD Y LITERATURA EN HISPANOAMÉRICA

183

Bajo el rótulo general de “lo fronterizo”, los estudiosculturales tienden a señalar y advertir como uno de lossignos más característicos su palpable heterogeneidad,desde la variedad topográfica hasta la diversidad de susrecursos naturales, desde el clima hasta la desigualdad enel desarrollo urbano de sus estados, de modo que sucreación literaria sea una manifestación cultural matizadapor todos estos factores que convergen a lo largo de lafranja fronteriza; una “línea” —no lo olvidemos— de másde tres mil kilómetros de extensión. De ahí que, entre otrascosas, no sólo se practique y recurra a la temática regional,sino también a la literatura fantástica, la ciencia -ficción, laescritura policíaca o la literatura intimista. En este sentido,es un hecho que la multiplicidad impediría un dictamentotalizante. En cuanto a los autores, junto a los yareconocidos tanto en el centro de México como en elextranjero (Gerardo Cornejo, Jesús Gardea, RicardoElizondo, Rosina Conde, Alfredo Espinosa o Daniel Sada)conviven los que ya han logrado un sólido espacio en laliteratura nacional (Luis Humberto Crosthwaite, JoséManuel Di Bella, Rosario Sanmiguel, Regina Swan oGabriel Trujillo) y los que apenas despiertan a la vidaliteraria de la región.

Sin embargo, y a pesar de la heterogeneidad, desde elpunto de vista temático la realidad geográfica (sierra, mar,desierto, ciudades o frontera) es fundamental, espacios quese han ido construyendo en un lenguaje de tend enciaregional con una fuerte y lógica contaminaciónanglosajona, capaz de mostrar la realidad específica de lazona y de contestar, a un tiempo, a las imágenes heredadas

Page 185: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

Alicia Llarena

184

de la tradición, sobre todo a la imagen de la frontera comoun lugar de fácil penetración cultural (contaminada en sulenguaje, costumbres y estilo de vida por el contacto conlos Estados Unidos), o a su percepción como “border offear/border of desire”332, la antigua y deshabitada tierra denadie:

Hasta mediados de la década pasada, la fro ntera nortemexicana seguía siendo ‘tierra de bárbaros’ en el discursonacional. Sin embargo, se sugirió que en el país se había dadouna transformación, por razones económicas, políticas ysociales, y la frontera norte experimentó una metamorfosis. Deser la ‘tierra de nadie’, se volvió ‘la casa de toda la gente’ 333.

El caso de la literatura bajacalifornia puede resultarparadigmático al respecto, sobre todo cuando nosreferimos al movimiento que toma el nombre de “LaCalifornidad” y que se propuso, en los años sesenta, dotara Baja California de su propia tradición y memoriacultural. El movimiento, surgido como extensión delmovimiento vasconcelista en aras del fortalecimiento de laidentidad nacional, tuvo como figura estelar a RubénVizcaíno Valencia334, que introdujo las reflexiones sobre

332 Rolando Romero, “Border of Fear, Border of Desire”,Borderlines. Studies in American Culture , 1 (1993), pp. 36-70.

333 María Socorro Tabuenca Córdoba, 1997, p. 114.334 Rubén Vizcaíno Valencia fue el creador de la Editorial

Californidad y director del suplemento del periódico El Mexicano, entorno al cual se reunieron muchos de los integrantes del movimiento.En 1965 se celebró el Congreso de Escritores de Baja California quedio lugar, posteriormente, a la Asociación de Escritores de BajaCalifornia. El grupo promovió también la creación del Seminario de

Page 186: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

ESPACIO, IDENTIDAD Y LITERATURA EN HISPANOAMÉRICA

185

la mexicanidad y la filosofía cultural de Samuel Ramos,Leopoldo Zea, José Gaos, Jorge Portilla y Octavio Paz.Así lo percibe el conocido escritor tijuanense FedericoCampbell:

Baja California crece con él y él crece co n Baja California, dela que se enamora. Emprende, tal vez sin proponérseloconscientemente, una indagación: la del laberinto de la soledadbajacaliforniana, un tanteo teórico tal vez originado en suaprendizaje filosófico de Mascarones, donde convivió co nmuchos de los pensadores de su generación preocupados por elser del mexicano —sobre la identidad del tijuanense y, porextensión, del habitante de estas tierras. Entrevió el carácterpragmático del fronterizo, su conformación ética labrada en elcontacto con la cultura y la visión del mundo norteamericanas,su manera de vivir la mexicanidad 335.

Los miembros de La Californidad dieron cuenta de laemergencia de la cultura bajacalifoniana moderna y fueronresponsables además, de los primeros ensayos de críti caliteraria sobre Baja California y de la articulación de sumemoria cultural. En el terreno estrictamente artístico, lanovela Calle Revolución (1964) del propio VizcaínoValencia se convirtió en una de las expresionesnovelísticas más importantes y polé micas, en tantofundación simbólica y mítica de un espacio signado por el

Cultura Mexicana (dirigido por Vizcaíno Valencia en la UniversidadAutónoma de Baja California) y que tanta influencia tendría en lasinstituciones culturales estatales y municipales, al introducir losprimeros talleres literarios, ejes de la transformación literariapeninsular.

335 Federico Campbell, 2000.

Page 187: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

Alicia Llarena

186

vicio y la depravación, tal como refiere Luis CortésBargalló:

Las polémicas no son gratuitas, lo heterodoxo –lo interesante–de su trabajo consiste precisamente en la contradicción queimplica mostrar un vicio con toda su carga descriptiva, paraluego tratar de nulificar el efecto insoslayable del hecho yasensibilizado por la escritura, con la moraleja de signocontrario. Una operación que por cierto llevaron a cabo con unefecto sorprendente Huysmans y León Bloy gracias a laprofundidad de su reflexión moral y estética, profundidadperdida en la obra de Vizcaíno pero que significativamentedescribe un ámbito de valores que muchos otros escritoresbajacalifornianos compartieron en e l periodo: fe en el progreso,en la defensa de los ‘valores nacionales’, en la 'cultura’ comoelemento abstracto336.

Y es que, en efecto, Tijuana se presentaba en la novelacomo la ciudad de los pecados capitales, la urbe del deseoy el narcotráfico, de las masas de los inmigrantes másdesfavorecidos del país y donde, a pesar de todo, aúntenían cabida la esperanza y el amor, expresiones de ladignidad humana. Fue a partir de este primer mosaicotijuanense que las imágenes de la urbe empezaron aaflorar, convirtiendo a la Avenida Revolución —el centroneurálgico de Tijuana— en el escenario de gran cantidad deescritores bajacalifornianos, testigos de sus transformacionesen todos los géneros literarios: Tijuana Go-Go (1967) deVizcaíno Valencia; Tijuanenses (1989) de Federico Campbell;Blues cola de lagarto (1987), Cartografías del alma (1987),Nuestras vidas son otras (1994) y La pasión de Angélica

336 Luis Cortés Bargalló, 1994, p. 58.

Page 188: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

ESPACIO, IDENTIDAD Y LITERATURA EN HISPANOAMÉRICA

187

según el Jonnhy Tecate (1996) de Roberto Castillo Udiarte;Arrieras somos (1994) de Rosina Conde o Marcela y el Rey alfin juntos (1988) y Estrella de la Calle Sexta (2000) de LuisHumberto Crosthwaite, entre otras.

Debe saberse al respecto que la ciudad bajacaliforniana esla frontera de mayor tránsito del mundo, el paso másimportante hacia los Estados Unidos, atravesada diariamentepor más de cuatrocientas mil personas en ambas direcciones yque, desde los años treinta, Tijuana fue alineándose en torno ala Calle Revolución, poblada cada vez con mayor énfasis debares, restaurantes, casas de juego y de cambio, p rostíbulos yhoteles, hasta ser hoy día la Avenida citadina más importantedel noreste mexicano y una pieza principal en los estudiossocio-culturales de la identidad fronteriza. Es así como laciudad más visitada del mundo, a la que Néstor GarcíaCanclini ha definido como el “laboratorio de laposmodernidad”337, recibe en la escritura su propia “mitologíaconductora”, construcciones simbólicas que redimen susantiguas vestiduras identitarias, transformando a la ciudadde los pecados capitales en una urbe lum inosa.

En este mismo orden de cosas, no es extraño queFederico Campbell considere la “ tijuanización” de Méxicocomo el fenómeno cultural de los años noventa, tal comoexpone en Máscara negra (1995), conjunto de artículospublicados en el diario La Jornada desde 1989 a 1993 yen los que se reflejan las temáticas y expresiones

337 “Durante los períodos en que estudié los conflictos interculturales dellado mexicano de la frontera, en Tijuana, en 1985 y 1988, varias vecespensé que esta ciudad es, junto a Nueva York, uno de los mayoreslaboratorios de la posmodernidad” (Néstor García Canclini, 1989, p. 293).

Page 189: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

Alicia Llarena

188

culturales fronterizas. Tampoco lo es que el complejouniverso humano que se da cita en la ciudad, dondeconvergen todas las regiones mexicanas junto al dominiointernacional, y donde la diversidad ideológica y actitudesvitales de todas clases y niveles le otorgan un importantehibridismo cultural y humano, haya fascinado a losescritores de Baja California, interesados en retratar su ricacomplejidad fronteriza: así en la poesía de Roberto Castillo;en los relatos y novelas de Daniel Sada, Vizcaíno Valencia,Luis Humberto Crosthwaite, Rosina Conde, Regina Swain,José Manuel Di Bella, Gabriel Trujillo o Federico Campbell;o en las crónicas de Leobardo Saravia Quiroz, FedericoCampbell, Edmundo Lizardi o Martín Romero, universospoblados por la tipología social y humana másrepresentativa de la zona, desde los obreros de lasmaquiladoras hasta los músicos callejeros, desde los guíasturísticos hasta las prostitutas, desde los migrantes hasta laclientela de bares y cantinas.

Finalmente, y más allá de los nuevos regionalismos, nopodríamos cerrar estas páginas sin aludir siquiera conbrevedad a otras interrogantes que, en la construcciónliteraria de la geografía americana de las últimas décadas,se relacionan estrechamente con la noción espacial deldesplazamiento. Por un lado, deben mencionarse aquí losflujos migratorios hacia todas las direcciones y el trasiegoentre fronteras de miles de hispanoamericanos, factor queha ido diluyendo la nacionalidad geográfica en una suertede nacionalidad cultural. Por otro, también debe tenerse encuenta que la representación de esa nueva espacialidad ha

Page 190: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

ESPACIO, IDENTIDAD Y LITERATURA EN HISPANOAMÉRICA

189

encontrado sus metáforas no sólo en el nivel literario, sinotambién respuestas en el plano teór ico, reflejo crítico yespecular de las ficciones y, lógicamente, de latemperatura social y cultural de fin de siglo. MargaritaMateo Palmer, por ejemplo, reivindica desde hace añosuna interpretación integral del Caribe, que sea capaz deexplicar su totalidad y de abarcar sus nuevos y cambiantesescenarios geográficos con independencia de la lengua eincluso de la zona en que se ubique su producciónartística. Desde esta perspectiva, su planteamientodenuncia la atomización de los estudios del Caribe enrelación con espacios geográficos (islas, países) ocomunidades lingüísticas (el Caribe hispánico es el mássistematizado hasta el momento), hasta el punto de queaún no ha podido establecerse “el grado de intensidad delos contactos interliterarios de la r egión” y, por lo tanto,menos aún la posibilidad de abordar las e xtensiones de laliteratura caribeña fuera de su hábitat natural (la ampliacomunidad puertorriqueña de Nueva York, o la comunidadcubana en la ciudad de Miami): “ninguna historia literaria(sobre el Caribe hispánico, francófono, etc.) serárealmente válida —concluye acertadamente— sin unaproyección integral hacia el área caribeña en su conjunto,es decir, hacia la comunidad interliteraria principal a la quepertenece”338. En un sentido semejante, y en estrecha relacióncon estos desplazamientos, deben entenderse las discusionesque la literatura fronteriza de México ha suscitado en estosaños, pues la escritura chicana en Norteamérica desafía con sunaturaleza híbrida las antiguas definiciones identitarias, como

338 Margarita Mateo Palmer, 1990, p. 10.

Page 191: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

Alicia Llarena

190

expresan los personajes de Carlos Fuentes en La frontera decristal (1995), novela que anuncia sin ambages el nacimientode sujetos portadores de la nueva espacialidad: “Yo no soymexicano. Yo no soy gringo. Yo soy chicano. No soy gring oen USA y mexicano en México. Soy chicano en todas partes.No tengo que asimilarme a nada. Tengo mi propia historia” 339.

Es obvio que, mientras se van configurando las nu evascartografías, las interrogaciones no se han hecho esperar, nitampoco las discusiones sobre la pertenencia de esos textos:¿una pertenencia política o una pertenencia cultural? ¿Textospara la historia de Hispanoamérica o textos para la historiaestadounidense? ¿Espacio geográfico o espacio ideológico?Desafíos, en fin, que nos obligan a contemplar con atención elmapa literario del continente para abordar la verdad de sugeografía, porque “La búsqueda de las venas profundas denuestras literaturas no es un capricho filológico, sino unanecesidad creciente de la época: el arribo a una m adurezesclarecedora en los estudios literarios, no sólo del Caribe,sino de toda Latinoamérica en su conjunto”340.

339 Carlos Fuentes, 1995, p. 294.340 Margarita Mateo Palmer, 1990, p. 15.

Page 192: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

ESPACIO, IDENTIDAD Y LITERATURA EN HISPANOAMÉRICA

191

BLIOGRAFÍA

AA.VV: En las fronteras del cuento. Jóvenes narradoresdel norte de Tamaulipas, (Selecc. Y presentación deOrlando Ortiz), Consejo Nacional para la Cultura ylas Artes, México, 1998.

AA.VV: Le Paysage I, (Cahiers du CRICCAL , 26), París,Presses de la Sorbonne Nouvelle, 2001.

AA.VV: Le Paysage II, (Cahiers du CRICCAL , 29), París,Presses de la Sorbonne Nouvelle, 2003.

ACKERMAN, Edward: “Las fronteras de la investigacióngeográfica”, Geocrítica, 3 (1976) 1-17. [Online:http://www.ub.es/geocrit/geo3.htm]

AGUIAR E SILVA, Vítor Manuel: Teoría de la literatura ,Madrid, Gredos, 1972.

AGUILERA DÍAZ, Gaspar: “El discurso de las lit eraturasregionales”, Jornada Semanal, 6 de mayo de 2001.

AINSA, Fernando, Identidad cultural de Iberoamérica ensu narrativa, Madrid, Gredos, 1986.

_____Espacios del imaginario latinoamericano.Propuestas de geopoética, Bogotá, Editorial Arte yLiteratura, Instituto Cubano del Libro, 2002.

_____“Alteridad y diversidad en el discurso funda cional deCristóbal Colón”, UNESCO, París, 1988.

_____“La espiral abierta de la novela latinoamericana(Notas para la construcción de un sistema novelesco)”,Novelistas hispanoamericanos de hoy, Loveluck, ed.,Madrid, Taurus, 1984, pp. 17-45.

Page 193: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

Alicia Llarena

192

_____Travesías. Juegos a la distancia , Ediciones Litoral,Málaga, 2000.

_____“¿Jardín del Edén o infierno verde? Naturaleza ypaisaje en la novela de la selva”, Le Paysage II,(Cahiers du CRICCAL , 29), París, Presses de laSorbonne Nouvelle, 2003, pp. 21-37.

ALANÍS, Armando: “Entrevista con Daniel Sada. Lamentirosa verdad”, La Jornada Semanal, 4 de juliode 1999.

ÁLVAREZ MÉNDEZ, Natalia: Espacios Narrativos ,León, Secretariado de Publicaciones y MediosAudiovisuales de la Universidad de León, 2002.

ÁLVAREZ-TABÍO, Enma, Invención de La Habana,Casiopea, Barcelona, 2000.

ANDERMANN, Jens: Mapas de poder. Una arqueologíaliteraria del espacio argentino, Rosario, BeatrizViterbo Editora, 2000.

_____“Pintura, nacionalidad, fotografía y nación”, NuevaSociedad, 170 (2000), [Online: www.nuevasos.org.ve/n170/ensayo4.htm].

ANDERSON, Benedict: Comunidades imaginadas:reflexiones sobre el origen y d ifusión delnacionalismo, México, FCE, 1993.

ANDERSON, Danny J.: « La frontera norte y el discursode la identidad en la narrativa mexicana del sigloXX”, en Nuevas ideas; viejas creencias: La culturamexicana hacia el siglo XXI (Margarita Alegría yCarlos Gómez, ed. e introducción), México, UAM,1995, pp. 127-50.

Page 194: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

ESPACIO, IDENTIDAD Y LITERATURA EN HISPANOAMÉRICA

193

ANDERSON IMBERT, Enrique: Historia de la LiteraturaHispanoamericana, T. I, F.C.E., México, 1987.

_____“El realismo mágico en la ficción hispano -americana”, El realismo mágico y otros ensayos ,Caracas, Monte Avila, 1976, pp. 7 -25.

ANDREOTTI, Libero y Xavier Costa, eds.: Teoría de laderiva y otros textos situacionistas sobre la ciudad ,Barcelona, Museu d’Art Contemporani deBarcelona/Actar, 1996.

APPADURAI, Arjun: La modernidad desbordada.Dimensiones culturales de la globalización , BuenosAires, Trilce-F.C.E., 2001.

AREA, Lelia, “El Facundo de Sarmiento o las políticasdel paisaje”, Estudios, 5 (1995), pp. 47-67.

_____“Geografías imaginarias: El Facundo y la Campañaen el ejército grande de Domingo FaustinoSarmiento”, Revista Iberoamericana, 194-195(2001) 91-103.

ARELLANO ELÍAS, Eduardo: “La lengua y el libro en elnoroeste de México”, Centro Virtual Cervantes ,[Online: http://cvc.cervantes.es/actcult/congreso/libro/comunicaciones/arellano.htm]

ARENAS MONRREAL, Rogelio: “Poética de lo s objetos(los cuentos de Jesús Gardea)”, Hacerle al cuento(la ficción en México) (Alfredo Pavón ed.),Universidad Autónoma de Tlaxcala, 1994, 15 -31.

ARVIZU HUGUES, Francisco: “Cuando el espacio truncalos tiempos”, El informador, Jalisco, 8 de abril de2001.

Page 195: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

Alicia Llarena

194

AUGÉ, Marc: “Espacio y alteridad”, Revista deOccidente, 140 (1993), pp. 13-34.

AURORA, Enrique: “Seis instantáneas de DanielMoyano”, Bitácora (Revista de la Facultad deLenguas de la Universidad Nacional de Córdoba), 3(1999) [Online: http://www.ucm.es/info/especulo/numero19/dmoyano.html].

AZUELA, Mariano: “Lo que nos dice Azuela de Los deabajo”, Los novelistas como críticos, vol. 1 (NormaKlahn y Wilfrido H. Corral, comp.), México, Fondode Cultura, 1991, pp. 209-222.

BACHELARD, Gaston: La poética del espacio, México,FCE, 1983.

_____“Introducción a la dinámica del paisaje”, El derechode soñar, México, F.C.E., 1985, pp. 72-95.

BAJTIN, M.M.: Teoría y estética de la novela , Madrid,Taurus, 1989, p. 119.

BAL, Mieke: Teoría de la narrativa, Madrid, Cátedra, 1985.BARAÑANO, Kosme María de: Chillida, Heidegger,

Husserl. El concepto de espacio en la filosofía y laplástica del siglo XX, Universidad del País Vasco,1992.

BARQUET, Jesús J.: “La frontera en Callejón Sucre yotros relatos de Rosario Sanmiguel”, Revista deLiteratura Mexicana Contemporánea , 5 (1997) 85-93.

BARRÍA JARA, Mauricio A.: “El surco oblicuo. ElHabitar en el Suelo Americano” [Online:www.philosophia.cl/EscueladeFilosofía UniversidadARCIS, agosto 2002].

Page 196: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

ESPACIO, IDENTIDAD Y LITERATURA EN HISPANOAMÉRICA

195

BAUDELAIRE, Charles: “Corresp ondencias”, Las floresdel mal, Barcelona, Orbis-Origen, 1982.

BAYARDO, Patricio: El signo y la alambrada. Ensayosde Literatura y frontera , Tijuana, Entrelíneas, 1990.

BHABHA, Homi K.: “Narrando la nación”, La invenciónde la nación. Lecturas de Herder a Homi Bhabha(Fernández Bravo, Álvaro, comp.) Buenos Aires,Manatial, 2000, pp. 211-219.

_____“DissemiNation”, Nation and Narration (Bhabha.ed.), Londres: Routledge, 1990, pp. 291 -322.

BECERRA PINO, Hernán: “La identidad a prueba.Entrevista con Federico Campbell”, La JornadaSemanal, 7 de abril de 1996.

BELLI, Gioconda: Waslala. Memorial del futuro ,Managua, Anamá Ediciones, 1996.

BENAVIDES, Sergio: “Hernán Rivera Letelier. Tinta desalitre” (entrevista) [Onl ine: http:// www.letras.s5.com/rivera1.htm].

BENEDETTI, Mario, “Temas y problemas”, en C.Fernández Moreno (coord.), América latina en suliteratura, México, Siglo XXI, 1976, pp. 354 -371.

BERUMEN, Humberto Félix: “Notas sobre la creaciónnarrativa en la frontera norte”, Ensayistas de TierraAdentro (José M. Espinasa comp.) México, ConsejoNacional para la Cultura y las Artes, 1994, 102 -106.

_____“El cuento entre los bárbaros del norte (1980 -1992)”, Hacerle al cuento (la ficción en México)(Alfredo Pavón ed.), Universidad Autónoma deTlaxcala, 1994, 201-224.

Page 197: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

Alicia Llarena

196

_____“Expresión y sentido en la poesía y la prosa deRosina Conde”, Mujer y literatura mexicana ychicana. Culturas en contacto 2 , López González,Aralia; Amelia Malagamba y Elena Urrutia, coord.),México, El Colegio de México/ El Colegio de laFrontera Norte, 1990, pp. 195-199.

_____Texturas: Ensayos y artículos sobre literatura deBaja California, México, Universidad Autónoma deBaja California / Plaza y Valdes , 2001.

_____“Lascas”, Bitácora, núm. 306 [Online:http://www.bitacora-tj.com/ 306/art02.html]

BLANCO, José Joaquín: La literatura en la Nueva España(Conquista y Nuevo Mundo), Aguilar-León y Cal,México, 1989.

BLOOM, Paul et al: Language and Space , Boston, MITPress, 1996.

BOBES NAVES, María del Carmen: La novela, Madrid,Síntesis, 1993.

BOLLNOW, Otto Friedrich: Hombre y espacio ,Barcelona, Labor, 1969, pp. 21-31.

BOURNEUF, Roland y Réal Ouellet, La novela,Barcelona, Ariel, 1983.

BUELL, Lawrence: The Environmental Imagination:Thoreau Nature Writing and the Formation ofAmerican Culture, Cambridge, MA, The BelknapPress, 1995.

CAMPBELL, Federico: “Hombre de frontera”,Tijuanametro, 10 (abril, 2000) [Online: www.tijuanametro.com/pdf/07/tijuanametro10.pdf].

Page 198: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

ESPACIO, IDENTIDAD Y LITERATURA EN HISPANOAMÉRICA

197

_____“La frontera de los intersticios”, Tierra Adentro 97(1999) 4-6.

CAMPRA, Rosalba (ed.): La selva en el damero. Espacioliterario y espacio urbano en América Lat ina, Pisa,Giardini, 1989.

_____“El río teje su historia”, Le Paysage II, (Cahiers duCRICCAL, 29), París, Presses de la SorbonneNouvelle, 2003, pp. 39-54.

CÁNDIDO, Antonio: “Literatura y subdesarrollo”, enAmérica Latina en su Literatura (César FernándezMoreno, coord.), México, Siglo XXI, 1976, pp. 335-353.

CAPEL Horacio: “Una geografía para el siglo XXI”,Scripta Nova, 19 (1998) 1-11. [Online:http://www.ub.es/geocritit/sn-19.htm].

CAPRA, Fritjof: La trama de la vida , Barcelona,Anagrama, 1999.

CARILLA, Emilio: El Romanticismo en la Américahispánica (T.I), Madrid, Gredos, 1977.

_____Hispanoamérica y su expresión literaria. Caminosdel americanismo, Buenos Aires, EUDEBA, 1983.

CARPENTIER, Alejo: “Lo barroco y lo real maravilloso”,Razón de Ser. Ensayos, La Habana, Letras Cubanas,1984, pp. 108-126.

CARRERA, Mauricio: “Ausencia y presencia de Méxicoen la nueva novela mexicana”, Tierra Adentro 104(2000) 29-35.

CASSIRER, ERNST: Filosofía de las formas simbólicas II:El pensamiento mítico, México, F.C.E., 1985.

Page 199: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

Alicia Llarena

198

CASTILLO, Debra A.: “Fuentes fronterizo”, ArizonaJournal of Hispanic Cultural Studies , 4 (2000) 159-176.

_____“Borderliners: Federico Campbell and AnaCastillo”, Reconfigured Spheres: FeministExplorations of Literary Space, (Higonnet,Margaret-R. And Joan Templeton, eds.), Unive rsityof Massachusetts Press, 1994, pp. 147 -170

____ “Border Theory and the Canon”, PostcolonialLiteratures: Expanding the Canon (Madsen,Deborah L., ed. e introd.) Londres, Pluto, 1999, 180-205.

CASTRO MORALES, Belén, “El México salvaje y laalteridad en 3 cuentos contemporáneos (CarlosFuentes, Julio Cortázar, Juan Villoro)”, Anales deLiteratura Hispanoamericana (26-II), 1997, pp.293-307.

CEDILLO, Jesús R. : « Viajeros en el norte de México »,Ensayistas de Tierra Adentro (José M. Espinasacomp.) México, Consejo Nacional para la Cultura ylas Artes, 1994, 201-205.

CÍA LAMANA, Domingo: “Espacio, naturaleza, vacío:como paradigmas para comprender el Arte”, A ParteRei, 15 (2000) [Online: http://aparterei.com].

CIRLOT, Juan Eduardo: Diccionario de símbolos,Barcelona, Labor, 1988.

COLÓN, Cristóbal: Textos y documentos completos,Madrid, Alianza, 1982.

CONDE, Rosina: “¿Dónde está la frontera?”, Acordeón.Revista de Cultura, 7 (1992).

Page 200: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

ESPACIO, IDENTIDAD Y LITERATURA EN HISPANOAMÉRICA

199

CORTÉS, Hernán Cartas de Relación, Porrúa, México,1988.

CORTES BARGALLO, Luis: « Literatura en BajaCalifornia », Tierra Adentro 97 (1999) 16-20.

_____Baja California piedra de serpiente: Prosa y poesía(siglos XVII-XX), México, Consejo Nacional para laCultura y las Artes, 1994.

CRUZ, Leonor: « Daniel Moyano: geografía de losmundos posibles », Medio siglo de literaturalatinoamericana (1945-1995), Ana Rosa Domenellaet. al., comps., México, Universidad AutónomaMetropolitana, 1997, pp. 495-506.

CUELLAR, Margarito: « Poetas en el bárbaro Norte », Aquien corresponda, 101 (2000), 28-33.

CURTIUS, Ernst Robert: “El paisaje ideal”, Literaturaeuropea y Edad Media lat ina, vol. 1, México,F.C.E., 1975.

CROSTHWAITE, Luis Humberto, Marcela y el Rey al finjuntos, México, Joan Boldó i Climent/UniversidadAutónoma de Zacatecas, 1988.

_____ No quiero escribir no quiero , México,Ayuntamiento de Toluca, 1993.

_____ La luna siempre será un amor d ifícil, México,Corunda, 1994.

_____Estrella de la calle sexta , México, Tusquets, 2000_____ Idos de la mente, México, Joaquín Mortiz, 2001._____Instrucciones para cruzar la frontera , México,

Joaquín Mortiz, 2002.

Page 201: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

Alicia Llarena

200

DAVIS, Lennard J.: Resistirse a la novela. Novelas pararesistir. Ideología y Ficción, Barcelona, Debate,2002.

DEBORD, Guy: “Introducción a una crítica de lageografía urbana”, Teoría de la deriva y otros textossituacionistas sobre la ciudad (Libero Andreotti yXavier Costa, eds.) Museu d’Art Contemporani deBarcelona-ACTAR, 1996, p. 18.

DELEUZE, Gilles: Crítica y Clínica, Barcelona,Anagrama, 1996.

DIAMOND, Irene and Gloria Fernan Orestein, eds.:Reweaving the World: The Emergence ofEcofeminism, San Francisco: Sierra Club Books,1990.

DÍAZ AVILEZ, Mónica: Paisaje de Nuevo León en laliteratura. Visión de tres mujeres , México(Monterrey) Fondo Estatal para la Cultura y lasArtes de Nuevo León, 1998.

DÍAZ DEL CASTILLO, Bernal: Historia verdadera de laconquista de la Nueva España, Barcelona, Círculo deLectores, 1989.

DOLUJANOFF, Emma: Cuentos del Desierto , México,UNAM, 1959.

DOMÍNGUEZ, Nora, “Un mapa hecho de espacios ymujeres”, en R. Spiller (Ed .), La novela argentina delos años 80, Vervuert Verlag, Frankfurt, 1991, pp.211-227.

D’ORS, Víctor, “Prólogo recensional”, Hombre y espaciode O. Friedrich Bollnow, Barcelona, Labor, 1969.

Page 202: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

ESPACIO, IDENTIDAD Y LITERATURA EN HISPANOAMÉRICA

201

DURAN, Javier: « De la guerra y otros demonios:Heterotopía y (des)territorialización en la narrativafronteriza mexicana y chicana”, Arizona Journal ofHispanic Cultural Studies, 4 (2000) 105-130.

_____«Border Crossings: Images of the Pachuco inMexican Literature”, Studies in Twentieth CenturyLiterature, 25 (2001) 140-172.

DURAND, Gilbert: Las estructuras antropológicas de loimaginario, Madrid, Taurus, 1979.

ELÍADE, Mircea: Lo sagrado y lo profano , Madrid,Ediciones Guadarrama, 1967.

ESPINOSA, Agustín: Lancelot 28˚ 7˚, Tenerife,Interinsular Canaria, 1988.

ESPINOZA, Alfredo: “De ciertos desiertos inciertos”,Fronteras (Revista de diálogo cultural entre lasfronteras de México) [Online: http://www.cnca.gob.mx/cnca/buena/descentra/cnd/frontera/htm].

ESPINOZA, Juan Enrique: “La narrativa de Jesús Gardea(1939-2000)”, Tierra Adentro 104 (2000) 84-85.

ESTÉVANEZ CALDERÓN, Demetrio: Diccionario detérminos literarios, Madrid, Alianza Editorial, 1999.

FANON, Frantz: “Sobre la cultura nacional”, La invenciónde la nación. Lecturas de Herder a Homi Bhabha(Fernández Bravo, Álvaro, comp.) Buenos Aires,Manatial, 2000, pp. 77-90.

FERNÁNDEZ BRAVO, Álvaro: “Introducción”, Lainvención de la nación. Lecturas de Herder a HomiBhabha, Buenos Aires, Manatial, 2000, pp. 11 -23.

FERNÁNDEZ MORENO, César (coord.): América Latinaen su Literatura, México, Siglo XXI, 1976.

Page 203: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

Alicia Llarena

202

FLAWIÁ DE FERNÁNDEZ, Nilda M.: “La naturaleza enla novela argentina: etapas de escritura y efectos desentido”, Miradas, versiones y escrituras (Ensayosde literatura argentina) , Barcelona, Puvill, 1995,37-50.

FOUCAULT, Michael: “Space, Knowledge and Power”(entrevista), en Foucault Reader de Paul Rabinow,Nueva York, 1984 [Online:http://www.bazarameric ano.com/arquitectura/foucault/entrFoucault.asp].

_____“De los espacios otros”, Architecture, Mouvement,Continuité, 5 (1984) [Online: http://www.bazaramericano.com/arquitectura/foucault/espacios_foucault.asp].

_____“El ojo del poder”, en Jeremías Bentham, Elpanóptico, Ed. La Piqueta, Barcelona, 1980 [Online:www.philosophia.cl/Escuela de Filosofia Universidad ARCIS], p. 4.

FRAIM, John: Symbolism of Place: The Hidden Contextof Communication, California, The Great HouseCompany, 2001 [Online: www.symbolism. org/writing/books/sp/home.html].

FUENTES, Carlos, La nueva novela hispanoamericana ,en N. Klhan y W. H. Corral (comps.), Los novelistascomo críticos, vol.2, México, FCE, 1991, pp. 76 -94.

_____La frontera de cristal. Una novela en nueve cuentos ,Madrid, Alfaguara, 1995.

FUENTES, Carlos; MEYER, Lorenzo y JorgeCASTAÑEDA: “Frontera Norte: la cicatriz y laherida”, Nexos 140 (1989) 29-34.

Page 204: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

ESPACIO, IDENTIDAD Y LITERATURA EN HISPANOAMÉRICA

203

GAARD, Greta and Patrick Murphey, eds.: EcofeministLiterary Criticism: Theory, Interpretation,Pedagogy, Urbana and Chicago, Illinois, Universityof Illinois Press, 1998.

GALLAGHER, Winifred: The Power of Place: How OurSurroundings Shape Our Though ts, Emotions, andActions, New York, Harper Collins Publishers, 1994.

GALLEGOS, Rómulo: “A manera de prólogo”, Losnovelistas como críticos, vol. 1 (Norma Klahn yWilfrido H. Corral, comp.), México, Fondo deCultura, 1991, pp. 261-264.

GARCÍA, José: “Migración y posmodernidad, efectosculturales ¿Una nueva ciencia social fronteriza?”,Nueva Sociedad, 127 (1993) 148-157.

GARCÍA CANCLINI, Néstor: Culturas híbridas.Estrategias para entrar y salir de la modernidad ,México, Grijalbo, 1989.

_____“Latins or Americans: narratives of the border” ,Canadian Journal of Latin American and CaribbeanStudies, vol 23, 46 (1998) 117-131.

_____“Las naciones, o lo que queda de ellas en laglobalización”, La Jornada Semanal, 21 de julio de1996.

_____“Arte en la frontera México-EE.UU.”, La JornadaSemanal, 9 de noviembre de 1997.

GARCIA GARCIA, José Manuel, « La geografía textualde ‘Placeres’”, Plural, 193 (1987), 55-56.

GARCIA GARCIA, José Manuel y Adriana Candia, “A lamemoria de Jesús Gardea”, Al margen, número 1,junio de 2002. [Online: www.almargen.com.mx].

Page 205: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

Alicia Llarena

204

GARCÍA MÁRQUEZ, Gabriel, “Diálogos: la novela enAmérica Latina” , en N. Klhan y W. H. Corral(comps.), Los novelistas como críticos , vol.2,México, FCE, 1991, pp. 117-122.

_____“Fantasía y creación artística en América Latina y elCaribe”, en N. Klhan y W. H. Corral (comps.), Losnovelistas como críticos , vol.2, México, FCE, 1991,pp. 122-128.

GARCÍA NÚÑEZ, Fernando: “Notas sobre la fronteranorte en la novela mexicana”, CuadernosAmericanos, 4 (1988) pp. 159-168.

GARDEA, Jesús: “Entrevista a Jesús Gardea”, Proceso,11 de febrero de 1985.

GARIANO, Carmelo: “Lo medieval en el cosmos mágicofantástico de García Márquez”, Otros mundos. Otrosfuegos. Fantasía y realismo mágico en Iberoam érica(Donald A. Yates, ed.), East Leas ing, MichiganState Univesity, 1975, pp. 347-354.

GARRIDO DOMÍNGUEZ, Antonio: El texto narrativo,Madrid, Síntesis, 1993.

GARZÓN, Raquel: “El viajante que robaba cartas deamor” (entrevista a Héctor T izón), Clarín, 29 deagosto de 1999 [Online: http://www.literatura.org/Tizon/htR2.html]

GEBARA, Ivone: Intuiciones ecofeministas. Ensayo pararepensar el conocimiento y la religión , Madrid,Trotta, 2000.

GENETTE, Gérard: “La Littérature el l’espace”, FiguresII, París, Éditions du Seuil, 1969, pp. 43 -48.

Page 206: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

ESPACIO, IDENTIDAD Y LITERATURA EN HISPANOAMÉRICA

205

GERBI, Antonello: La naturaleza de las Indias Nuevas.De Cristóbal Colón a Gonzalo Fernández deOviedo, México, F.C.E., 1978.

GIL, Eve: “Nueva narrativa norteña”, Tierra Adentro 104(2000) 73-76.

GLANTZ, Margo: “Los nombres que matan: JesusGardea”, Literatures in Transition: The Many Voicesof the Caribbean Area: A Symposium (Rose S. Minc,ed.), Gaithersburg-Upper Montclair, Hispamérica-Montclair State Coll, 1982, pp. 53 -58.

GLOTFELTY, Cheryll and Harold Fromm, eds.: T heEcocriticism Reader: Landmarks in Litera ryEcology, Athens, Georgia, University of GeorgiaPress, 1996.

GÓMEZ MARTÍNEZ, José Luis: “Mestizaje y Fronteracomo categorías culturales iberoamericanas”,Estudios Interdisciplinarios de América Latina y elCaribe, vol. 5, 1 (1994) 1-16. [Online:http://www.tau.ac.il/eial/V_1/martinez.htm].

GÓMEZ MONTERO, Sergio: Sociedad y desierto.Literatura en la frontera norte , México, UniversidadPedagógica Nacional, 1993.

_____“Feminidad: desgarradura y otredad. La narrativaescrita por mujeres en la Baja Califor nia de hoy”,Mujer y literatura mexicana y chicana. Culturas encontacto 2, López González, Aralia; AmeliaMalagamba y Elena Urrutia, coord.), México, ElColegio de México/ El Colegio de la Frontera Norte,1990, pp. 169-176

Page 207: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

Alicia Llarena

206

GÓMEZ-PEÑA, Guillermo: The New World Border.Prophecies, Poems and Loqueras for the End of theCentury. San Francisco: City Lights, 1996.

_____“Atrás de la cortina de tortilla”, La JornadaSemanal, 6 de abril de 1997.

GOULD, Peter: “Pensar como un geógrafo. Unaexploración en la geografía moderna”, Scripta Nova,78 (2000) 1-16 [Online: http://www.ub.es/geocrit/sn-78.htm]

_____ “Pensamientos sobre la geografía”, Geocrítica, 68(1987) 1-42. [Online: http://www.ub.es/geocrit/geo68.html]

GRAY, Rockwell, “Autobiographical Memory and Senseof Place”, Essays on the Essays: Redefining theGenre (Alexander Burrym, ed.), Athens, Georgia,University of Georgia Press, 1989.

GRIMSON, Alejandro: “Pensar fronteras desde lasfronteras”, Nueva Sociedad, 170 (2000), [Online:www.nuevasoc.org.ve/n170/ensayo4.htm].

GUATTARI, Félix: Las tres ecologías, Valencia, Pre-textos, 1996.

GULLON, Ricardo: Espacio y novela, Barcelona, AntoniBosch, 1980.

GUTIÉRREZ, Juan María: “Fisonomía del saber español:Cuál deba ser entre nosotros”, en El Salón Literariode 1837 (Félix Weinberg, ed.), Buenos Aires.Hachette, 1977.

HALL, Edward T.: La dimensión oculta , México, SigloXXI, 1987.

Page 208: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

ESPACIO, IDENTIDAD Y LITERATURA EN HISPANOAMÉRICA

207

_____El lenguaje silencioso , Madrid, Alianza Editorial,1989.

HEIDEGGER, Martin: Introducción a la filosofía,Madrid, Cátedra, 1999,

_____El ser y el tiempo, México, FCE, 1974._____“El arte y el espacio”, en Kosme de Barañano:

Chillida. Heidegger. Husserl. El concepto deespacio en la filosofía y la plástica del siglo XX ,Universidad del País Vasco, 1992.

_____“Construir, habitar, pensar”, en Kosme deBarañano: Chillida. Heidegger. Husserl. El conceptode espacio en la filosofía y la plástica del siglo XX ,Universidad del País Vasco, 1992.

HENRÍQUEZ UREÑA, Pedro: Obra crítica, México,F.C.E., 1960.

HERDER, Johann Gottfried von: “Genio nacional y medioambiente”, La invención de la nación. Lecturas deHerder a Homi Bhabha (Fernández Bravo, Álvaro,comp.) Buenos Aires, Manatial, 2000, pp. 27 -52.

HERRERA, Ernesto: “Tijuana para los ‘tijuaneros’ (charlacon Luis Humberto Crosthwaite)”, La Crónica deHoy, domingo 13 de octubre de 2000.

HERRERA GALVÁN, Alejandra: “Severino Salazar: dela provincia a lo universal”, Literatura sin fronteras ,Ramón Alvarado et. al., comp., México, UniversidadAutónoma Metropolitana, 1999, 445-452.

HODARA, Joseph: “Escritura y frontera noroestemexicana: bases para una invest igación”, EstudiosInterdisciplinarios de América Latina y el Caribe ,vol. 5, 1 (1994) 1-22. [Online: http://www.tau.ac.il/

Page 209: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

Alicia Llarena

208

eial/V_1/hodara.htm].HOLLAND-CUNZ, Bárbara: Ecofeminismos, Madrid,

Cátedra, 1996.IGLESIAS, Ramón: Cronistas e historiadores de la

conquista de México. El ciclo de Hernán Cortés,México, Centro de Estudios Históricos, 1980.

IPARRAGUIRRE, Sylvia , La Tierra del Fuego , BuenosAires, Alfaguara, 1998.

IVAIN, Gilles: “Formulario para un nuevo urbanismo”,Teoría de la deriva y otros textos situacionistassobre la ciudad (Libero Andreotti y Xavier Costa,eds.) Museu d’Art Contemporani de Barcelona -ACTAR, 1996.

JARA, Patricio: El sangrador, Santiago de Chile,Alfaguara, 2003.

JORN, Asger: “Sobre el valor actual de la concepciónfuncionalista”, Teoría de la deriva y otros textossituacionistas sobre la ciudad (Libero Andreotti yXavier Costa, eds.) Museu d’Art Contemporani deBarcelona-ACTAR, 1996.

_____“Una arquitectura de la vida”, Teoría de la deriva yotros textos situacionistas sobre la ciudad (LiberoAndreotti y Xavier Costa, eds.) Museu d’ArtContemporani de Barcelona-ACTAR, 1996

JUNG, Carl: Psychology and Religion: East and West ,New Haven, Yale University Press, 1938.

KANEV, Venko: “Paisaje y espacio”, Le Paysage II,(Cahiers du CRICCAL , 29), París, Presses de laSorbonne Nouvelle, 2003, pp. 9 - 19.

Page 210: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

ESPACIO, IDENTIDAD Y LITERATURA EN HISPANOAMÉRICA

209

KAYSER, Wolfgang: Interpretación y análisis de la obraliteraria, Madrid, Gredos, 1965.

KLHAN, Norma y W. H. Corral (comps.), Los novelistascomo críticos, Vols. 1 y 2, México, FCE, 1991.

KERRIDGE, Richard & Neil Sammells (eds) : Writing theEnvironment. Ecocriticism and Literature , London& New York, Zed Books Ltd., 1998.

KRISTEVA, Julia: El texto de la novela, Barcelona,Lumen, 1981.

LAMADRID, Enrique: “Ariel y Calibán: el reencuentrodesdoblado de chicanos y mexicanos”, CuadernosAmericanos, 55 (1996) 89-109.

LANGLEY, Lester D.: “Mexamérica”, Nexos 140 (1989)35-41.

LAS CASAS, Bartolomé de: Apologética Historia, Madrid,Biblioteca de autores españoles, 1958.

LEAL, Luis. "Literatura de frontera." Tierra Adentro, 27(1981): 36-39.

LEZAMA LIMA, José, La expresión americana , Alianza,Madrid, 1969.

LOMELÍ, Francisco A. "En torno a la literatura de lafrontera: ¿convergencia o d ivergencia?" Plural 179(1986): 24-32.

LOTMAN, Yuri M: Estructura del texto artístico , Madrid,Istmo, 1978.

LOVELUCK, Juan: Novelistas hispanoamericanos dehoy, Madrid, Taurus, 1984.

LOZANO, Miguel G. Rodríguez: El Norte: unaexperiencia contemporánea en la narrativamexicana, Monterrey, Fondo Estatal para la Cultura

Page 211: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

Alicia Llarena

210

y las Artes de Nuevo León / Consejo Nacional p arala Cultura y las Artes, 2002.

LUNA, Francisco: “Visiones fronterizas”, Literaturafronteriza de acá y de allá. Memorias del encuentrobinacional "Ensayo sobre la literature de lasfronteras" (Guadalupe Beatriz Aldaco, comp.)México, Instituto Sonorense de Cult ura y ConsejoNacional para la Cultura y las Artes, 1994, pp. 79 -84.

LUTWACK, Leonard: The Role of Place in Literatura,Syracuse, Syracuse University Press, 1984

LLARENA, Alicia, Realismo Mágico y Lo RealMaravilloso: una cuestión de ver osimilitud,Ediciones Hispamérica, Gaithersburgh, 1997.

_____“Un asombro verbal para un descubrimiento: losCronistas de Indias (Colón, Cortés, Bernal, LasCasas)”, en J. Ortega y J. Amor y Vázquez (eds.),Conquista y Contraconquista. La escritura del NuevoMundo, El Colegio de México/Brown University(1994) 117-125.

_____“El espacio narrativo o el lugar de la coherencia. Parauna interpretación de la narrativa hispanoamericanaactual.”, Hispamérica, 70 (1995) 3-16.

_____“Espacio y literatura en Hispanoamérica”, De Arcadiaa Babel: Naturaleza y ciudad en la LiteraturaHispanoamericana (Javier de Navascués, ed.),Iberoamericana-Vervuert, Madrid-Frankfurt, 2002, pp.41-57.

Page 212: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

ESPACIO, IDENTIDAD Y LITERATURA EN HISPANOAMÉRICA

211

_____Poesía cubana de los años 80. Antología(Introducción de A. Llarena y Osmar Sánchez),Madrid, Ediciones La Palma, 1984.

_____“La ficción como psique de la historia: MisteriosaBuenos Aires, de Manuel Mujica Lainez”, Discursohistoriográfico y discurso ficcional (Actas del IIICongreso Internacional del CELCIRP), París, CEL-CIRP, 1991, pp. 249-257.

MAÍZ, Claudio: “Nuevas cartografías simbólicas. Espacio,identidad y crisis en la ensayística de Manuel Ugarte”,Ciberletras, 5 [Online: http://www.lehman.cuny. edu/ciberletras/v05/maiz.html].

MANDRILLO, Cósimo: “La fábula del habla propia: elfuror regionalista de los 70 y los 80”, Revista deLiteratura Hispanoamericana , 41 (2000) 7-13.

MANGUEL, Alberto y Gianni Guadalupi: Guía de lugaresimaginarios, Madrid, Alianza Editorial, 1992.

MARCHESE, Angelo: "Las estructuras espaciales del rela -to", La narratología hoy, La Habana, Ed. Arte yLiteratura, 1989, pp. 311-345.

MASOLIVER RÓDENAS, Juan Antoni o: “Narrativamexicana actual. Desintegración del poder yconquista de la libertad”, Anales de LiteraturaHispanoamericana 24 (1995) 35-46.

MATEO PALMER, Margarita, Narrativa caribeña:reflexiones y pronósticos , Editorial Pueblo yEducación, La Habana, 1990.

MATO, Daniel, Maritza Montero y Emanuele Amodio(coords.): América Latina en tiempos deglobalización: procesos culturales y

Page 213: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

Alicia Llarena

212

transformaciones sociopolít icas, Caracas, ALAS-UNESCO, 1996.

MATORÉ, Georges: L’espace humain. L’expression del’espace dans le vie, la pensée et l’art contemporain,París, La Colombe, 1962

MEJÍA MADRID, Fabrizio: “Frontera Norte: la línea detu mano”, Nexos, 161 (1991) 68-72.

MENDOZA, Leo Eduardo: “La frontera también cuenta”,La Jornada Semanal , 1 de agosto de 1999.

MENÉNDEZ PELAYO, Marcelino: Historia de la poesíahispanoamericana, Madrid, Librería de VictorianoSuárez, 1911.

MIGNOLO, Walter: “Postoccidentalismo: el argumentodesde América latina”, en Teorías sin disciplina(latinoamericanismo, poscolonialidad yglobalización en debate), Santiago Castro-Gómez yEduardo Mendieta (eds.), México, P orrúa, 1998.[Online: http://ensayo.rom.uga.edu/critica/teoria//castro/mignolo.html].

_____“Cartas, crónicas y relaciones del descubrimiento yla conquista”, Historia de la LiteraturaHispanoamericana (Iñigo Madrigal, coord.), T.I.,Madrid, Cátedra, 1982, pp. 57-116.

_____Historias locales/ diseños globales. Colonialidad,conocimientos subalternos y pensamiento fronterizo,Madrid, Akal, 2003.

MIRANDA, Rodrigo: “Rivera Letelier: Última estación”(entrevista), La Tercera, 23 de julio de 2000.

MIRANDA AYALA, Carlos: “El cuento modernomexicano hasta el final de los 80”, Te lo cuento otra

Page 214: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

ESPACIO, IDENTIDAD Y LITERATURA EN HISPANOAMÉRICA

213

vez (la ficción en México) (Alfredo Pavón ed.),Universidad Autónoma de Tlaxcala-UniversidadAutónoma de Puebla, 1991133-140.

MITCHELL, W.J.T.: “Spatial Form in Literature: Towarda General Theory”, Critical Inquiry, 6 (1980), pp.539-567.

MONSIVÁIS, Carlos, Los rituales del caos , México, Era,1995.

_____ Amor perdido, México, Era, 1985.MONTALDO, Graciela: Ficciones culturales y fábulas de

identidad en América Latina, Rosario, BeatrizViterbo, 1999.

_____“Espacio y nación”, Estudios, 5 (1995), pp. 5-17.MORENO, Judith: “Entrevista con Federic o Campbell. Al

otro lado de la luna mex icana”, La JornadaSemanal, 18 de junio de 2002.

MOSCA, Stefania, “Fundadores: ¿Cultura o naturaleza?”,Estudios, 5 (1995), pp. 69-78.

MOYANO, Daniel: El trino del diablo, Buenos Aires,Editorial Sudamericana, 1974.

_____ Libro de navíos y borrascas, Buenos Aires, Legasa,1983.

MUJICA LÁINEZ, Manuel: Páginas de Manuel MujicaLáinez, seleccionadas por el autor (Estudio preliminarde Hermes Villordo) Barcelona, Gedisa, 1982.

MUTHYALA, John: “Reworlding America. TheGlobalization of American Studies”, CulturalCritique, 47 (2001) 91-119.

Page 215: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

Alicia Llarena

214

NAESS, Arne: “The Shallow and the Deep, long -rangeecology movements: A summary”, Inquiry 16(1973) pp. 95-100

OJEDA AVELLANEDA, Cecilia: “La problemática de lafrontera México-E.U. en dos obras de CarlosFuentes: La región más transparente y GringoViejo”, La frontiére Mexique-États-Unis: rejets,osmoses et mutations (Gachie-Pineda, Maryse etSerge Ricard, comp.) Université de Provence, 1995,169-184.

OROZCO, Gaspar: “Jesús Gardea: última imagen delsolitario”, Tierra Adentro 104 (2000) 86-89.

ORTEGA, José: “La frontera de cristal de CarlosFuentes”, Revista de Literatura MexicanaContemporánea, 4 (1997) 53-57.

OSSANDÓN, José: “Hernán Rivera Letelier: Mi sueño esganar el Premio Nobel”, [Online:http://www.mercurioantofagasta,cl/site/apg/reportajes/pags/20010807141311.html].

OSTRIA, Mauricio: "Notas sobre la importancia de losentornos en la literatura hispanoamericana", Escritosde varia lección, Chile, Sur, 1988, pp. 57-75.

O’TOOLE, Michael: “Dimensions of Semiotic Space inNarrative”, Poetics Today, 4 (1980), pp. 135-149.

PALACIOS, Beatriz: “La recepción crítica de la nuevanarrativa entre lo local y lo cosmopolita. Algunasconsideraciones”, Tierra Adentro 104, (2000) 69-72.

PALACIOS GOYA, Cynthia: “Daniel Sada pesará en laliteratura mexicana”, El Universal , 3 de julio de1999.

Page 216: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

ESPACIO, IDENTIDAD Y LITERATURA EN HISPANOAMÉRICA

215

_____“Jesús Gardea, poeta del desierto”, El Universal, 3de julio de 1999.

PÁNIKER, Salvador: Aproximación al origen , Barcelona,Kairós, 2001.

PAREKH, Bhikhu: “El etnocentrismo del discursonacionalista”, La invención de la nación. Lecturasde Herder a Homi Bhabha (Fernández Bravo,Álvaro, comp.) Buenos Aires, Manatial, 2000, pp.91-122.

PARRA, Eduardo Antonio: “Notas sobre la nuevanarrativa del norte”, Jornada Semanal, 27 de mayode 2001.

PASCUAL GAY, Juan: “Mexicano indio, espalda mojaday chicanos: señas de identidad”, Narrativa y poesíahispanoamericana (1964-1994), Paco Tovar, ed.,Universitat de Lleida, 1996, 155-161.

PÉREZ, C, G. Caballos y A. Raventós (eds. ): Creaciónespacial y narración literaria (II ColoquioInternacional de Narratología), Sevilla,Encuadernaciones A. Vega, 2001.

PERUCHO, Javier: “La literatura chicana: signos deidentidad”, La Jornada Semanal, 27 de mayo de2001.

PIMENTEL, Luz Aurora: El espacio en la ficción,México, Siglo XXI-UNAM, 2001.

POLKINHORN, Harry et. al, eds.: The Flight of TheEagle: Poetry on the Border U.S. -México Border,Mexicalli, 1993.

RAMA, Ángel: Transculturación narrativa en AméricaLatina, México, Siglo XXI, 1982.

Page 217: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

Alicia Llarena

216

_____La crítica de la cultura en América Latina, Caracas,Ayacucho, 1985.

RAMÍREZ GONZÁLEZ, José Luis: “El espacio delgénero y el género del espacio”, Astrágalo. Culturade la Arquitectura y la Ciudad, 5 (1996) [Onlinehttp://www.ub.es/geocrit/sv-69.htm]

RAPIN, Anne:, “El sentido de la memoria” (entrevista aAlain Finkielkraut), Label France, 38 (2000)[Online: www.frence.diplomaite.fr/label_france/ESP

ANOL/DOSSIER/2000/02heritage.html]RECKLEY, Alice: “Desire's Intransitive Dimension in

Jesus Gardea's El tornavoz”, Romance LanguagesAnnua, 3 (1991) pp. 573-577.

RICO, Francisco Rico: “Todo delante de los ojos”, Historiaverdadera de la conquista de la Nueva España, deBernal Díaz del Castillo, Barcelona, Círculo deLectores, 1989.

RICCI, Graciela N.: Realismo mágico y conciencia míticaen América Latina, Buenos Aires, García Cambeiro,1985.

RIVERA GALINDO, Luis Gildardo: “Violencia ydesplazados en Colombia", Revista de CienciasHumanas, 26 (2001) [Online: www.utp.edu.co/~chumanas/revistas/revistas/rev26/rivera.htm]

RIVERA LETELIER, Hernán, La Reina Isabel cantabarancheras, Santiago, Planeta, 2000.

RODRÍGUEZ LOZANO, Miguel G.: “Notas en torno almundo narrativo de Ricardo Elizondo Elizondo”,Literatura Mexicana , 2 (1998) 495-519.

Page 218: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

ESPACIO, IDENTIDAD Y LITERATURA EN HISPANOAMÉRICA

217

_____“Más allá del desierto: una aproximación a JesúsGardea”, Literatura sin fronteras , Ramón Alvaradoet. al, com., México, Universidad AutónomaMetropolitana, 1999, 439-444.

_____“De Zitilchén: la relevancia de un espacio ficticio”,Universidad de México , 570-571 (1998) 43-47.

_____“Yoremito: la práctica editorial”, Universidad deMéxico, 562 (1997) 51-52.

RODRÍGUEZ OCEGUERA, Primitivo: “Migrantes somosy en la línea andamos”, La Jornada Semanal , 27 demayo de 2001.

ROJAS MIX, Miguel: Los cien nombre de América ,Barcelona, Lumen, 1991.

ROMERO, Rolando: “Border of Fear, Border of Desire”,Borderlines. Studies in American Culture , 1 (1993),pp. 36-70.

RONEN, Ruth: “Space in Fiction”, Poetics Today, 7(1986), pp. 421-438.

ROSS, Yazmín Ross, “Gioconda Belli y sus presagios.Entre la nada y la utopía” (e ntrevista), Brecha,Montevideo [Online: http://sololiteratura.com/giomiscentrela.htm].

ROSSBACH, Sara: Feng Shui. The Chinese Art ofPlacemen, USA, E. P. Dutton, 1995.

ROTKER, Susana, “Crónica y cultura urbana: Caracas, laúltima década”, Estudios, 1 (1993), pp. 121-130.

ROVIRA, José Carlos: “América y utopía: del espaciogeográfico medieval al espacio utópicorenacentista”, Canelobre, 25-26 (1993), pp. 6-14.

Page 219: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

Alicia Llarena

218

RUECKERT, William: “Literature and Ecology. AnExperiment in Ecocriticism”, T he EcocriticismReader: Landmarks in Literary Ecology (CheryllGlotfelty and Harold Fromm, eds.) Athens, Georgia,University of Georgia Press, 1996. pp. 105 -123.

SADA, Daniel: “Los lados de la frontera”, La JornadaSemanal, 27 de octubre de 1996.

_____“La frontera alevosa” , Letras libres, vol. 2, no. 17(2000) p. 34-38.

_____“El triunfo de la comida china”, La JornadaSemanal, 6 de abril de 1997.

SAGNES ALEM, Nathalie : « La Confrontation Mexique-Etats-Unis dans Gringo viejo de Carlos Fuentes: Del'incomprehension a la reconciliation», Cahiers duMonde Hispanique et Luso Bresilien Caravell 64(1995) 119-132.

SAINT-ANDRÉ, Estela María: “El motivo de la frontera yla narrativa mexicana”, Literatura sin fronteras ,Ramón Alvarado et. al, com., México, UniversidadAutónoma Metropolitana, 1999, 385 -392.

SAINT-EXÚPERY, Antoine de, El Principito, Madrid,Alianza Editorial, 1984.

SAINT-LU, André: “Fray Bartolomé de Las Ca sas”,Historia de la Literatura Hispanoamericana, (IñigoMadrigal, coord.), T.I., Madrid, Cátedra, 1982, pp.117-125.

SALAZAR, Severino, “El lugar de origen, unacosmovisión”, en L.E. Zamudio y L. Cázares (eds.),América-Europa. De encuentros y desencuentros ,México, UAM, 1993, pp. 343-345.

Page 220: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

ESPACIO, IDENTIDAD Y LITERATURA EN HISPANOAMÉRICA

219

SÁNCHEZ, Luis Alberto: Examen espectral de AméricaLatina, Buenos Aires, Losada, 1962

SANTOS, Milton: De la totalidad al lugar , Barcelona,Oikos-Tau, 1996.

_____Metamorfosis del espacio habitado, Barcelona,Oikos-Tau, 1996.

_____La naturaleza del espacio , Barcelona, Ariel, 2000.SARAVIA QUIROZ, Leobardo: "Cultura y creación

literaria en la frontera: notas para un paisaje", Lalínea: ensayos sobre literature de frontera México-Norteamérica / The Line: Essays onMexican/American Border Literature (HarryPolkinhorn, et. al. eds.) Mexicali: EditorialBinacional/Binational Press, 1988, 45-55.

_____“Contexto regional de la creación literaria de lafrontera”, Mujer y literatura mexicana y chicana.Culturas en contacto 2 , López González, Aralia;Amelia Malagamba y Elena Urrutia, coord.),México, El Colegio de México/ El Col egio de laFrontera Norte, 1990, pp. 189-194.

SARMIENTO, Domingo Faustino: Facundo. Civilizacióny barbarie, Barcelona, Planeta, 1986.

SERÉS, Guillermo: “Noticia de Bernal Díaz del Casti llo”,Historia verdadera de la conquista de la NuevaEspaña de Bernal Díaz del Castillo, Barcelona,Círculo de Lectores, 1989.

SILVA ECHETO, Víctor: “Emplazamientos híbridos ydiscursos fronterizos”, Discurso, 16-17 (2002-2003),pp. 207-215.

Page 221: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

Alicia Llarena

220

SLAWINSKI, Janusz: "El espacio en la literatura: distin -ciones elementales y evidencias introductorias",Textos y Contextos, La Habana, Ed. de Arte yLiteratura, 1989, pp. 265-287.

SMITH, Anthony D.: “¿Gastronomía o geología? El rol delnacionalismo en la reconstrucción de las naciones””,La invención de la nación. Lecturas de Herder aHomi Bhabha (Fernández Bravo, Álvaro, comp.)Buenos Aires, Manatial, 2000, pp. 185 -209.

SMITTEN, Jeffrey and Ann Daghistany (eds.): SpatialForm in Narrative, Ithaca, Cornell University Press,1981.

SMITTEN, Jeffrey: “Approaches to Spatiality of Narrative”,Papers on Language and Literature , 14 (1978), pp.296-314.

SMORKALOFF, Pamela María: “Shifting Borders, FreeTrade, and Frontier Narratives: US, Canada, andMexico”, American Literary History, 6 (1994) 88-102.

SOTO, Marcelo: “Rivera Letelier: Pueblo maldito”[Online: http:// www. quepasa.cl/ revista/1441/31.html].

SOURIAU, Etienne: Diccionario Akal de estética,Madrid, Akal, 1998.

STAFFORD, Barbara: Voyage Into Substance: Art,Science, Nature and the Illustrated Travel Account1760-1840, Cambridge, Massachusetts, MIT Press,1984.

TABUENCA CÓRDOBA, María Socorro: La fronteratextual y geográfica en dos narradoras de la

Page 222: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

ESPACIO, IDENTIDAD Y LITERATURA EN HISPANOAMÉRICA

221

frontera norte mexicana: Rosina Conde y RosarioSanmiguel, State University of New York at StonyBrook, 1997.

_____Mujeres y fronteras: Una perspectiva de género ,México (Chihuahua), Instituto Chihuahuense de laCultura, 1998.

TIZÓN, Héctor: “Reflexiones de un escritor de fronterasobre lo metropolitano y el interior”, Revista Lote,10, marzo de 1998. [Online: http://www.revistalote.com.ar/nro010/tizon.htm].

TODOROV, Tzvetan: La conquista de América. Elproblema del otro, México, Siglo XXI, 1998 (9ªed.).

_____“Cortés y Moctezuma: De la comunicación”, Vuelta,33, (1979), pp. 20-25.

TODOROV, Tzvetan, Richard Marientras y AlainFinkielkraut: Du bon usage de la mémoire, Ginebra,Ed. Tricorne, 2000.

TORRENTE BALLESTER, Gonzalo: "Reflexi ones",Sábado Cultural de ABC, Madrid, 13 de octubre de1984, p. III.

TORRES, Vicente Francisco: “La narrativa mexicana alfilo del 2000”, Tierra Adentro 104 (2000) 4-11.

_____“El desierto y la narrativa mexicana”, Ensayistas deTierra Adentro (José M. Espinasa comp.) México,Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, 1994,93-101.

_____“El cuento mexicano de los ochenta”, Te lo cuentootra vez (la ficción en México) (Alfredo Pavón ed.),

Page 223: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

Alicia Llarena

222

Universidad Autónoma de Tlaxcala -UniversidadAutónoma de Puebla, 1991, 141-149.

TROCONI, Giovanni: “Estéticas en el borde/ Borderlineaesthetics”, La Jornada Semanal, 27 de mayo de2001.

TRUJILLO MUÑOZ, Gabriel y Edgar GÓMEZCASTELLANOS: Mexicalli: escenarios ypersonajes, México, Universidad Autónoma de BajaCalifornia, 1990 (2ª ed. aumentada).

TRUJILLO MUÑOZ, Gabriel: Los signos de la arena.Ensayos sobre literatura y frontera , México,Universidad Autónoma de Baja California, 1994.

_____“La literatura bajacaliforniana contemporánea: elpunto de vista femenino”, Mujer y literaturamexicana y chicana. Culturas en contacto 2 , LópezGonzález, Aralia; Amelia Malagamba y ElenaUrrutia, coord.), México, El Colegio de M éxico/ ElColegio de la Frontera Norte, 1990, pp. 177 -187.

_____“La literatura en Baja California: tendencias,propuestas y protagonistas”, Literatura Mexicana , 2(1990) 493-506.

UNGERLEIDER KEPLER, David: “La religiosidadpopular en Tijuana: la devoción a Juan Soldado”, Elbordo. Retos de la Frontera, 4 [Online: www.tij.uia.mx/elbordo/vol4/Bordo4_soldado.html].

URBINA, Nicasio: “El mito del canal interoceánico en laliteratura nicaragüense” [Online: http://www.tulane.edu/~urbina/NicasioHome.CritArt.Calini.html].

VAQUERA-VÁSQUEZ, Santiago R.: Wandering Stories:Place, Itinerancy, and Cultural Liminality in the

Page 224: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

ESPACIO, IDENTIDAD Y LITERATURA EN HISPANOAMÉRICA

223

Borderlands, University of California at SantaBárbara, 1997.

_____“Lejos, donde el tiempo no premia (los desiertos deJesús Gardea y Daniel Sada)”, Hacerle al cuento (laficción en México) (Alfredo Pavón ed.), UniversidadAutónoma de Tlaxcala, 1994, 33-47.

_____“Wandering in the Borderlands: Mapping anImaginative Geography of the Border”, LatinAmerican Issues, 14 (1998) [Online:http://webpub.alleg.edu/group/LAS/LatinAmIssues/Articles/Vol14/LAI_vol_14_sectionVI.htm]

VALLARINO, Roberto (Introducción, selección y notas):Primer encuentro de poetas y narradores jóvenes dela frontera norte, México, Secretaría de EducaciónPública, 1986.

VAN DE WYNGARD, Fernando: “De Sitio y No -Lugar”,Citiedad, Ed. El Aristotélico Siniestro, Santiago deChile, 2000.

VARGAS LLOSA, Mario, “Novela primitiva y novela decreación en América Lat ina”, en N. Klhan y W. H.Corral (comps.), Los novelistas como críticos , vol.2,México, FCE, 1991, pp. 359-371.

VÁZQUEZ, María Esther: El mundo de Manuel MujicaLáinez, (conversaciones con María Esther Vázquez),Buenos Aires, Ed. de Belgrano, 1983.

VÁZQUEZ MEDEL, Manuel Ángel: “Prolegómenos parauna teoría del emplazamiento”, Discurso, 16-17(2002-2003), pp. 3-18.

Page 225: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

Alicia Llarena

224

_____“Del escenario espacial al emplazamiento”, SpheraPublica, 0 (2000), pp. 119-135 [Online:http/www.cica.es/aliens/gittcus/espempl.html].

VELASCO ORTIZ, M. Laura: “Identidad cultural yterritorio: una reflexión en torno a las comunidadestrasnacionales entre México y Estados Unidos”,Región y Sociedad, vol. IX, 15 (1998) 105-130.

VILANOVA, Nuria: “El espacio textual de Jesús Gardea”,Literatura Mexicana , 2 (2000) 145-176.

VILLAMIL BARRERA, María Elvira: El espacio en lanovela fronteriza Mexicana reciente: Campbell,Ramos, Gardea y Fuentes, University of Colorado,1997.

_____“Espacio indeterminado en el discurso lacónico deEl tornavoz de Jesús Gardea”, Revista de LiteraturaMexicana Contemporánea , 4 (1997) 58-69.

VILLANUEVA ZARAZAGA, José: “Algunos rasgos dela geografía actual”, Biblio 3W, RevistaBibliográfica de Geografía y Ciencias Sociales , 342(2002) [Online: http://www.ub.es/geocrit/b3w -342.htm]

VILLORO, Juan: “La frontera de los ilegales”, Anales deLiteratura Hispanoamericana 24 (1995) 67-74.

_____“Los cruces en la frontera norte México-EU nutrenla narrativa de mi país”, La Jornada Semanal,jueves, 1 de junio de 2002 [Online:http://www.jornada.unam.mx/2000/jun00/000601/ cul4.html].

Page 226: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

ESPACIO, IDENTIDAD Y LITERATURA EN HISPANOAMÉRICA

225

VITIER, Cintio: Lo cubano en la poesía , Departamento deRelaciones Culturales, Univers idad Central de LasVillas, Cuba, 1958.

WEIL, Simone: Echar raíces, Madrid, Editorial Trotta,1996.

WILDE, Oscar, “La decadencia de la mentira”,Intenciones, Madrid, Taurus, 1972.

ZÁRATE RUIZ, Arturo: “El sentido del humor en lafrontera”, A quien corresponda, 101 (2000) 1824.

_____“Literatura como fuente e instrumento deinformación: narrativa fantástica t amaulipeca”, Aquien corresponda, 95 (2000) 4-11.

ZAVALA, Lauro: “Humor e ironía en el cuento mexicanocontemporáneo”, Paquete:Cuento (la ficción enMéxico) (Alfredo Pavón ed.), UniversidadAutónoma de Tlaxcala-Universidad Autónoma dePuebla, 1990, 159-180.

_____“Marcas de la posmodernidad en el cuentomexicano de fin de siglo”, Literatura sin fronteras ,Ramón Alvarado et al., com., México, UniversidadAutónoma Metropolitana, 1999, 425-432.

ZORAN, Gabriel: “Towards a Theory of Space inNarrative”, Poetics Today, 5 (1984) pp. 309-335.

ZUBIRI, Xavier: Espacio. Tiempo. Materia , Madrid,Alianza Editorial, 1996.

ZÚÑIGA, Víctor: “La política cultural hacia la fronter anorte: análisis de discursos contemporáneos (1987 -1990)”, Estudios Sociológicos , Vol. XV, 43 (1997)187-211.

Page 227: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

Alicia Llarena

226

_____“Imágenes de la frontera norte en la políticacultural”, Cultura norte, 23 (1993) 15-19.

Page 228: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

ÍNDICE

INTRODUCCIÓN 7

PRIMERA PARTE

1. El espacio literario: ausencia y protagonismo 17

1.1. La importancia del espacio:fundamentos culturales 17

1.2. El lenguaje silencioso: narración y espacio 65

SEGUNDA PARTE

2. Espacio e identidad: hacia un mapa literariode Hispanoamérica 101

2.1. La vieja cartografía: problemas recurrentes 109

2.2. Notas para un nuevo planisferio 130

2.3. El mapa interior: los nuevos regionalismos 150

BIBLIOGRAFÍA 191

Page 229: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general
Page 230: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general

Espacio, identidad y literatura en Hispanoamérica deAlicia Llarena, publicado por Editorial UAS, se terminóde imprimir y encuadernar en agosto de 2007, en lostalleres de la

Imprenta universitariaIgnacio Allende esquina con Josefa Ortiz deDomínguezColonia Gabriel LeyvaCuliacán Rosales, Sinaloa

Tiraje: 1000 ejemplares

Page 231: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA · 2020. 5. 29. · espacio literario en la discusión sobre el realismo mágico y lo real maravilloso, sólo es un síntoma de su olvido general