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    Revista de Derecho Político núm. 34 1991 pp. 189-221

    5. LA EFICACIA DE LOS DERECHOS HUM ANO S

    FRENTE A TERCEROS

    ANA POYAL COSTA

    Facultad de Políticas y Sociología

    UNED

    INTRODUCCIÓN

    Es un hecho reconocido por la genera l idad de la doctr ina los as

    pectos públ icos de las re lac iones entre las Const i tuc iones y la rea l idad

    económica y soc ia l y cómo esa in te racc ión p roduce todo t ipo de t rans fo r

    m aciones qu e los s is tem as po l í ticos con st i tuc ionales in tegran -mediante

    d ive rsos ins t rumentos tan to en e l aspecto técn ico mecán ico —proced i

    mien to de rev is ión cons t i tuc iona l— como en e l hum ano — func ión de l poder

    j u d i c i a l —.

      Pero dado e l carácter pre dom inantem ente l ibera l de los s is tem as

    pol í t icos occiden ta les funda me ntado en una d is t inc ión drást ica entre e l ám

    bi to del Derecho públ ico y el pr ivado que está siendo cuest ionada en los

    ú l t imos t iempos parece de especia l in terés anal izar la inc idencia de las

    normas const i tuc ionales en e l campo de las re lac iones pr ivadas.

    Y concretamente los e fectos de los derechos humanos —típ icas nor

    mas cons t i tuc ion ales — frente a tercero s lo que en Ale m an ia ha rec ib ido

    el nombre de   Drittwirkung.  Ev identem ente se t ra ta de un asunto muy com

    p le jo

    que hay que del imitar en el marco existente hoy en día en el que se

    da una necesar ia e ín t ima re lac ión complementar ia entre las t rad ic ionales

    l iber tades públ icas de s igno ind iv idual y los contemporáneos derechos so

    c ia les en un Estado socia l y democráct ico.

    Aho ra

      b ien

    si las Const i tuc iones han de regular e f icazmente la to

    ta l idad de l orden po l í t ico y socia l no pueden negarse a regular estos as

    pectos pr ivados y t ienen aun en e l caso de no expresar lo textua lmente

    que contener los pr inc ip ios que insp i ren la jur isprudencia const i tuc ional

    sobre ta les re lac iones entre par t icu lares dado sobre todo que e l s is tema

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    ANA POYAL COSTA

    pol í t i co const i tuc iona l l ibera l en t iende consegu idos sus ob je t ivos cuando

    las normas const i tuc iona les o de Derecho púb l ico s i rven para conso l idar y

    garant izar e l ámbi to pr ivado en cuanto ámbi to de l iber tad .

    Aparece aquí de manera ev idente la func ión destacada que desem-

    peñan los jueces, ya que a l estar en contacto d i recto con la real idad de las

    re laciones pr ivadas, a las que apl ican las leyes, son e l los los creadores

    de la  Drittwirkung.  En e l de sa rro l lo de esta idea , se evid enc ia que los jue -

    ces,  me d iante la   Drittwirkung coadyuvan en e l acercamiento de Const i tu -

    c ión y sociedad, es decir , en la real ización de la Const i tución en e l ámbito

    pr ivado, en la conex ión entre texto const i tuc iona l e ind iv iduo.

    En otro aspecto, la proyección de la Const i tución sobre las re laciones

    pr ivadas es la mejor garant ía de conservac ión de l Estado de Derecho, ya

    que todo lo que signi f ica real ización y apl icación de la Const i tución en la

    v ida   rea l ,   e inc luso en e l concre to espac io de l ámbi to ind iv idua l , t iene, en

    nuestra op in ión , e fecto estab i l i zador y garan t is ta de l o rden soc ia l y po l í ti co .

    I. SOBRE LA VALIDEZ Y EFICACIA DE LOS DERECHOS HUM ANOS

    1

    Doctrina general

    Las Const i tuc iones modernas actua les inc luyen en su par te

      d o g -

    mát ica , que sue le in ic ia r e l tex to , una tab la de derechos fundamenta les

    jun to a los cua les f iguran, según expresa GONZÁLEZ CASANOVA, «d iver -

    sas l iber tades púb l icas, o t ros derechos de natura leza no fundamenta l

      ( con -

    venc iona les e h is tó r icos) y c ie r tos deberes soc ia les»

      \

      Ta les de rechos   fun-

    damenta les, reconoc idos, p roc lamados y garant izados por la Const i tuc ión

    son herenc ia d i recta de las Dec larac iones de Derechos de f ines de l

    s ig lo   XVIII,   es dec i r , la Dec larac ión de Vi rg in ia , la Dec larac ión de la Inde-

    pendencia de los Estados Unidos (1776) y la Declaración de los Derechos

    del Hombre y del Ciudadano, en Francia (1789).

    La nota común de estas Declarac iones era su carácter dec lara t ivo

    o de proc lamación prev ia a toda ordenac ión lega l . Lo que en verdad se

    a f i rmaba e ra e l ca rác te r na tu ra l o fundamen ta lmen te   humano   de c ie r tos

    derechos. Es f recuente e l uso de «derechos humanos» y «derechos   fun-

    damenta les», como s inón imos por numerosos autores. Pero ha hab ido   ten-

    ta t ivas doct r ina les encaminadas a exp l icar e l respect ivo a lcance de ambas

    Cfr. J. A.  GONZÁLEZ CASANOVA:   Teoría constitucional y Derecho Constitu-

    cional Vlcens Universidad, Barcelona 1980, p. 244.

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    LA EFICACIA DE LOS DERECHOS HUMANOS FRENTE A TERCEROS

    expresiones. Como precisa PÉREZ LUÑO, se destaca « la propensión doc

    t r ina l y normat iva a reservar e l término «derechos fundamenta les» para

    designar los derechos posi t ivados a n ive l in terno en tanto que la fórmula

    «derechos humanos» ser ía la más usual para denominar los derechos na

    tura les posi t ivados en las declarac iones y convenciones in ternacionales,

    así como aquel las ex igencias básicas re lac ionadas con la d ign idad, l iber tad

    e igua ldad de la persona que no han a lcanzado un esta tu to jur íd ico-

    positivo ^.

    En la búsqueda de una mayor precisión PÉREZ LUÑO hace una de

    l imi tac ión de conceptos: «Los derechos humanos suelen veni r entendidos

    como un conjunto de facu l tades e inst i tuc iones que, en cada momento h is

    tó r i co ,

      concretan las ex igencias de la d ign idad, la l iber tad y la igua ldad

    humanas, las cua les deben ser reconocidas posi t ivamente por los orde

    namientos jur íd icos a n ive l nacional e in ternacional . En tanto que con la

    noción de los de rec ho s fun da m en ta le s se t iende a a lud i r a aque l los de

    rechos fundamenta les garant izados por e l ordenamiento jur íd ico posi t ivo,

    en la mayor par te de los casos en su norm at iva con st i tuc iona l , y que suelen

    gozar de una tutela reformada» ^.

    Es la in terpretac ión y def in ic ión conceptua l de Pérez Luño la que

    ut i l i zamos en nuestra re f lex ión sobre la e f icacia de los derechos humanos,

    aunque e l mismo prob lema sea abordado por numerosos autores con la

    re ferencia a derechos fundamenta les, que hemos de respetar obviamente.

    Pero la e f icacia y va l idez de los derechos humanos no quedan en modo

    alguno aseguradas con las meras Declaraciones que preceden o están en

    los textos const i tucionales del Estado l iberal , y aunque los autores de las

    Declaraciones, como escr ibe J. DE ESTEBAN, estaban convencidos de que

    la fuerza invencible y la evidencia de los axiomas pol í t icos abstractos que

    precedían a las Const i tuc iones garant izar ían un respeto e f icaz, la h is tor ia

    demostrará que la incontestab le just ic ia de esos derechos no es suf ic iente

    para otorgar a éstos la protección práct ica nece sar ia .

    Resul ta ind iscut ib le que hay que proteger los de modo jur íd ico y

      ef i

    caz; es decir , es preciso incorporar los al Derecho posi t ivo. A lo largo de

    los sig los XIX y xx ten drá luga r un fenó m eno de racio na l izac ión jur íd ica

      con

    ducente a su inc lus ión en los ordenamientos posi t ivos concretos, inst ru

    mentando a la vez garant ías que los complementen.

    Se trata de lograr una ef icacia y val idez en el terreno práct ico; en

    ese p roceso se acud i rá a l mecan ismo e laborado por la técn ica de lDe rec ho

    ^ Cfr. E.

      PÉREZ LUÑO:

      L O S

      derechos fundamentales

    Ed i to r ia l l éenos , Madr id

    1984 ,  p . 4 4 .

    ^

      Ibidem

    p. 44 .

    Cfr . Jorge de

      ESTEBAN

      y Luis

      LÓPEZ GUERRA:

      El régimen constitucional es-

    pañol

    vol . I , Ed i tor ia l Labor , Barce lona 1980, p . 127.

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    ANA POYAL COSTA

    Pr ivado, de l derecho sub je t ivo como garant ía que   la  norm a ju r íd ica a t r ibuye

    al sujeto

      en

     cuan to

      tal. Se

      a cuña ,

      de

      es ta suer te ,

      la

      f i gu ra

      del

      «Derecho

    púb l ico sub je t ivo», e laborac ión

     de la

     e scu e la g e r m á n i ca ,

     que

     const i tuye

      la

    fo rma ju r íd i ca   por  e xce lenc ia  de  de rechos hum anos .

    El resu l tado   de   es te proceso   es que se   p roduce   la   cons t rucc ión  ju-

    r íd ica  de los  de rechos funda men ta les  y  p r o g r e s i va m e n te  se  d i se ñ a  un  cuer

    po teór ico compacto   que los  e n u m e r a ,  así  c o m o   las  ca rac te r ís t icas  que se

    han   de   i nc lu i r para   que se   puedan cons ide ra r o rde nam ien to pos i t ivo

    v igen te ,

      e

      imp l ique ve rdadera p ro tecc ión

      y

      r econoc im ien to

      de

      ta les

    de rechos   .

    Los requ is i tos necesar ios, según PECES BARBA, ser ían :

    «1 .  Reconoc im ien to  por una  norm a ju r íd ica pos i t iva .

    2.  Que de   d i cha no rma de r i ve   la   pos ib i l idad para   los   su je tos   de

    d e r e ch o s , de  a t r i bu i r se com o facu l tad , como de recho sub je t i vo ,

    ese de recho fundamen ta l .

    3.   Que los   i n f ractores   de las   n o r m a s ,   y por lo   tan to   el   d e sco n o

    c im ien to  de los  de rechos sub je t i vos   que  d e r i va n   de   e l l as ,   leg i

    t ime

     a los

     t i tu la res

     de

     Just ic ia

     el

      r es tab lec im ien to

     de la

      s i tuac ión

    y  la   p ro tecc ión   del   de recho sub je t i vo , u t i l i zando ,   si   fuera nece

    sar io para e l lo ,

      la

      fue rza coac t i va

      del

     Estado»

      ^

    Otros au to res , como FERNÁNDEZ GALIANO, ob je tan   el   nega r

      cua l

    qu ie r v i r tua l i dad ju r íd i ca  a   aque l los de rechos humanos   no  r econoc idos  por

    la leg is lac ión pos i t iva   .   Pero aunque parecen pos ic iones i r reconc i l iab les

    no   lo son   tan to   en su   s i gn i f i cac ión   más   p ro fund a. Pues aunque c onc re

    tamen te Fe rnández Ga l iano u t i l i ce como s inón imos

      los

     t é rm inos de rechos

    na tu ra les , de rechos hum anos

     y

     de rechos fundam en ta les , como des taca PÉ

    REZ LUÑO, se  e s tá re f i ri endo p re fe ren temen te  a los  d e r e ch o s h u m a n o s  en

    cuanto

      a

      noc ión p resc r ip t i va

      de

      unos va lo res

      de la

      pe rsona humana

     en-

    ra i zados  en una  no rm a t i v idad su p rapos i t i va , pe ro   que  d e b e n   ser   r econo

    c idos , ga ran t i zados  y   r egu lados   en   cuanto   a su   e je rc ic io   por el   Derecho

    posi t ivo °   Luego, resu l ta ev idente   que en los   p lan teamien tos teó r i cos  de

    ^  J.

     GARCÍA TORRES

     y A.

      JIMÉNEZ BLANCO:  Derechos fundamentales y relacio-

    nes entre particulares..., op.

     cit.

    p. 128.

    ^ Cfr. Grego rio  PECES  BARBA;  Derechos fundamentales,  vol.

      I,

     Biblioteca G ua

    diana Universitaria, Madrid-Barcelona 1975, p. 75.

    Cfr. A. FERNANDEZ GALIANO:  Derecho Natural,   Ed. Benzal, Madrid 1983.

    *  Vid.  A.   PÉREZ LUÑO,   op. cit. p. 44.

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    LA EFICACIA DE LOS DERECHOS HUMANOS FRENTE A TERCEROS

    estos autores , los derechos funda me nta les t ienen su fundam ento en un s is

    tema de va lores prev io y super ior .

    Pero no basta con la af i rmación de que los derechos humanos en el

    ordenamiento pos i t ivo en genera l t ienen reconoc imiento, defensa y los in

    d iv iduos medios para demandar de los t r ibunales la protecc ión de su de

    recho subjet ivo. Es preciso indagar qué ef icacia concreta t ienen en la v ida

    real y s i es posible demandar la real ización de todos o algunos de estos

    derechos de los poderes públ icos .

    Los derechos humanos conceb idos o r ig inar iamente como derechos

    natura les de l ind iv iduo con carác ter preestata l debían garan t izar a l hom bre,

    en pr imer término, una protección f rente al excesivo poder estatal . A estos

    derechos de protecc ión ind iv idual pronto se le sumaron, como su re f le jo

    objet ivo, las correspondientes ob l igac iones de segur idad y protecc ión por

    parte del Estado. Junto a los v iejos derechos de procedencia iusnatural is ta

    se fueron añadiendo nuevos derechos.

    Como dice H. P. SCHNEIDER, lo que ha ido surgiendo desde las

    necesidades de cada etapa histór ica const i tuye hoy el

      status

      de derechos

    fundamenta les democrát icos . En su mul t ip l ic idad de n ive les func ionales ,

    los derechos fundamenta les poseen hoy en pr imer término e l carác ter de

    confer i r

      status:

      determinar , asegurar o l im i tar la pos ic ión jur íd ica de l in

    div iduo en sus bases y en sus relac iones jurídicas con otros indiv iduos ^.

    E l carác ter de los derechos humanos como confer idores de

      status

    les pres ta a l mismo t iempo la prop iedad de derechos jur íd ico-const i tuc io-

    na les de la persona ind iv idual , tanto como hombre como c iudadano. A los

    derechos humanos garant izados per tenecen los que se reconocen a todo

    hombre y no a un determinado c í rcu lo de personas; genera lmente se enun

    c ia con: «Todos. . .», «toda persona. . .».

    Ya el Derecho Const i tuc ional de Weimar por encima de todas las

    d i ferenc ias de op in ión se había es forzado en at r ibu i r a los derechos huma

    nos una segur idad o una garant ía re forzada mediante un incremento en su

    api icab i l idad o mediante d i f icu l tades en su modi f icac ión. As í , la par te de

    derechos fundamenta les cont iene, según Rudol f SMEND, los fac tores ob

    je t ivos de in tegrac ión de la Const i tuc ión y expre sa «un determ inado s is tema

    cultural y ax iológico» que «debe ser el sent ido de la v ida estatal establecida

    por esta Const i tuc ión»; en otro lugar cal i f ica SMEND a los derechos   fun

    damenta les de «derecho personal profes ional de l c iudadano» '°. También

    Car i SCHMIT ent iende los derecho s fundam enta les com o «expres ión de una

    Cfr. H. P.  SCHNEIDER:  «Derechos fundamenta les en e l Estado const i tuc ional

    demo c r á t i co » .  Revista de Estudios Políticos,  nú m . 7, 1985, p. 13.

    ™ Cfr. R.  SMEND:  Verfassung und Verfassungrecht,  S taa t ts rech t i ich Abh and-

    l ungen ,  2. ed ., Du ncke r und Hum blot, B er l ín 1968, p. 265.

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    ANA POYAL COSTA

    decis ión co lect iva

      del

     pueb lo sobre

      el

      m o d o

      de su

     ex i s tenc ia» ,

      o

      b reve -

    nnente, como «suelo

      de la

     Cons t i tuc ión», aunque

      él

      des tacase ocas iona l

    men te

     su

     ca rác te r

     de

     c o m p r o m i s o

     y

     los

     dec la ra ra , a lgo desp rec ia t i vam en te ,

    como «p rog rama in te rpa r t i d i s ta»  . En té rm ino s gen era les  se ref iere Her

    mán HELLER a

     los

     de rechos fundame n ta les como «com promisos fo rma les» .

    Pero al m i sm o t ie m p o  los c las i f i caba de « formas  de la v ida soc ia l

      que

     ha

    bían penetrado

      la

     rea l idad cu l tu ra l , po l í t ica

     y

     económica»

     ^̂ .

    El fundamen to común  a  todas estas a f i rmac iones  es el  recono

    c im ien to

      de

     que

     el

     Es tado cons t i tuc iona l dem ocrá t i co  no só lo o rga n iza de

    t e r m i n a d a s fo r m a s

      de

     actuac ión esta ta l , s ino

      que

     ga ran t i za adem ás e le

    men tos ob je t i vos

     y

     f i jac ió n

      de

     metas , cuya proy ecc ión

      y

     rea l i zac ión

      es

     en

    c o m e n d a d a

      al

     Estado

      por la

     vía

     de

     co n fo r m a c i ó n

      del

     Derecho.

    Pero

      las

     a f i rmac iones doc t r i na les

     y

     teó r i cas

      no

     rep resen tan pa ra

     el

    i nd i v iduo  un  b ienes ta r

     o

     ca l i dad

     de

     v i d a en concre to , s ino que

     es el

      factor

    ef icaz de los de rechos hum anos

      lo

     que t rasc iende

     y

      rev is te impor tanc ia

     en

    la v ida práct ica .

     A

     esta proy ecc ión e f icaz

     de los

     de rechos hum anos sob re

    las re lac iones entre par t icu la res  nos v a m o s

      a

      re fer i r

      a

     con t inuac ión .

    2 Eficacia  e los derechos humanos

    Los de rechos humanos c lás i cos es tán reconoc idos

      en

     cas i todo

     el

    mundo desde

      las

     g randes revo luc iones  del  s ig lo  xvi i i ,  pe ro

      el

     g rado

     de su

    ef icac ia

      y

      p royecc ión p rác t i ca

      ha ido

     evo luc ionando según

      los

      d i fe ren tes

    m o m e n to s  del  cons t i tuc iona l i smo

      y

     se g ú n

      los

     E stados.

    Como seña la Schne ide r ,

      en

     con t rapos ic ión

      con la

      Const i tuc ión

     de

    W e i m a r ,

      por

     c i ta r

      un

     caso concre to

      y que

     p r o p o r c i o n ó

      muy

     du ras expe

    r ienc ias ,

      los

      de rechos fundamen ta les

      en

     la

     Ley de

     B o n n ,

     no

     só lo  no rep re

    sentan pr inc ijD ios pro gram át icos

     y

     d i rec t r i ces  no v incu lan tes , s ino «derecho

    d i rec tamen te ap l i cab le»

      (art.

     1.3,

     «Los s igu ien tes de rechos fundam en ta les

    v incu lan a los podere s leg is la t iv o , e jecut ivo y a t í tu lo de Derecho inmed ia

    tamen te vá l i do»

     o

     a p l i cab le ) .

      En

      este sent ido

      la

     Ley  Fundamen ta l

      de

     Bonn

    ha t ra tado

      de

     reduc i r

      las

     l im i tac iones  que

     un

     leg is lado r puede Impo ner

     a

    la ef icacia

      y

     va l i dez

      de los

     d e r e ch o s f u n d a m e n ta l e s . Ad e m á s ,

     el

      gob ie rno

    no puede sup r im i r

      los

     de rechos fundam en ta les

      en

     s i tuac iones

      de

     e xce p

    c ión ;  de te rm inados de rechos fundamen ta les

     son

     abso lu tam en te inv io lab les

    aun para una enm ienda cons t i tuc iona l (art. 79, párra fo 3) ; toda ley que  l imi te

    cua lqu ie r de recho fundamen ta l tend rá  que  n o m b r a r e xp r e sa m e n te

      el de-

      C.  SCHMIT: Verfassunglehre, 5. ed., Berlín 1970, p. 162.

    ^̂   Cfr. H.

     HELLER;

     «Grundrecht und Grundiinchen», en Gesalmente Schriften

    Rowohit, Le iden, 1971, Bonn ,

     p.

      281.

    196

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    9/33

    LA

      EFIC CI

    DE LOS

     DERECHOS HUM NOS FRENTE

     A

     TERCEROS

    recho fun da m en tal afec tado y su ar t ícu lo (ar t . 19, párr afo 1); en n ingú n ca so

    podrá ser in f r ing ido e l conten ido esenc ia l  Wesensgehait)  de un derec ho

    fun da m en tal (ar t . 19, párra fo 20).

    Ev identemente este ar t icu lado s ign i f i ca una mayor garant ía y p ro-

    tecc ión de los derechos humanos que la regu lac ión que inc lu ía la Const i -

    tuc ión de Weinar , pero só lo en la rea l idad y en e l t ranscurso de l t iempo se

    puede l legar a va lo rar los e fectos. Sobre e l lo resu l ta muy sugerente la

    op in ión de LOEWENSTEIN:

    «La seguridad de las libertades fundamentales se basa tan sólo en

    el espíritu del pueb lo, y no en el de las leyes» .

    En e l caso de nuestra Const i tución vigente, e l ar t ícu lo 1.3 de la Ley

    Fundamental de Bonn si rve de inspiración a l ar t ícu lo 53.1 de nuestro texto

    que declara que « los derechos y l iber tades reconocidos en e l capítu lo I I

    de l p resente t í tu lo v incu lan a todos los poderes púb l icos». C ier tame nte la

    idea en los dos ar t ícu los es la misma, aunque la expres ión a lemana t iene

    mayor fuerza. Según esto, e l leg is lador no puede d ictar n inguna ley, e l

    poder jud ic ia l no puede fa l la r n inguna sentenc ia que sea incompat ib le con

    las garant ías de los derechos fundamenta les, a l igua l que cua lqu ier o t ra

    norma const i tuc iona l . De este modo se produce que la ap l icab i l idad in -

    med ia ta de los derechos fundamenta les presta , a l mismo t iempo, un e le -

    vado «efecto de pro tecc ión» que según las Const i tuc iones toma d iversas

    fo rmas .

    Si ya e l ar t ícu lo 9.1 precisa que todos los poderes públ icos, como

    los ciudadanos, «están sujetos a la Ley», la precis ión del ar t ícu lo 53.1 es

    s implemente una re i te rac ión , es dec i r , que ta l regu lac ión t iene carácter

    d i rectamente ap l icab le s in neces idad de l in te rmedio de una ley. As imismo

    el efecto de pro tecc ión q ue e jerc e e l ar t ícu lo 19, párra fos 1 y 2, de la Ley

    Funda men ta l que hemos c i tado, t iene su re f le jo en la Con st i tuc ión e spañ o la

    en e l ar t íc u lo 52 (párrafo 1, f rase 2) .

    En segu ndo lugar tam bién hay c ie r tas sem ejanza s en los me d ios

    arb i t rados para la de fensa de los derechos fundamenta les en los s is temas

    alemán y español . El ar t ícu lo 19, párrafo 4, de la Ley Fundamental establece

    que todo c iudadano puede u t i l i zar la v ía de l recurso contra una v io lac ión

    de sus derechos fundamenta les y d i r ig i rse , a l menos, a los t r ibuna les or -

    d inar ios. SI a l l í no se le reconoce su derecho, le queda todavía e l camino

    Cfr. K.  LOEWENSTEIN:  Teoría de la Constitución,  Ariel, Barcelona 1976,

    p. 398.

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    ANA POYAL COSTA

    de Karisruhe Verfassungsbeschwerde)  ^ i e l recu rso de am pa ro ante el  T r i -

    bunal Const i tuc ional Federa l .

    \

    También la Const i tuc ión española se ha dec id ido en e l ar t ícu lo 53,

    párra fo 2 , por una protecc ión, as imismo ín tegra, de los derechos

      f un -

    damenta les a t ravés de la jus t ic ia , y ha in t roduc ido igua lmente, junto a la

    garant ía de l recurso jud ic ia l (para los derechos y l iber tades regulados por

    los art ículos 14 a 30 y 53.2), la inst i tuc ión del recurso de amparo ante el

    Tr ibunal Const i tuc ional como complemento lóg ico de aquél la [ar t . 161.1   b)

    y 162  b)].

    Si los Tr ibunales ord inar ios han de tu te lar los derechos humanos en

    la forma que los ha de l ineado la Const i tuc ión, és ta será la norma ap l icab le

    en d icho proceso de tu te la . A su vez , s i e l Tr ibunal Const i tuc ional , que es

    e l defensor de la Const i tuc ión y es tá só lo su je to a e l la y a su Ley Orgánica

    (art . 1 de la LOTC, de 3 de octubre de 1979), ha de amparar esos derechos,

    l a norma mate r i a l de amparo será l a m isma Cons t i tuc ión .

    Como d ice GARCÍA DE ENTERRÍA, en la Const i tuc ión se ha quer ido

    of recer un es ta tu to completo de la l iber tad, e fec t ivo por s í mismo, no ne-

    ces i tado de n ingún com plem ento para se r opera t i vo i nmed ia tam ente , y que

    en e l supuesto de que a lguna Ley (que habrá de ser Orgánica, según e l

    ar t . 81.1) lo desarro l le u l ter iormente, deberá hacer lo respetando, «en todo

    caso, su conte n ido e senc ia l» (ar t . 53.1 ; o t ra fórm ula proce dente d e la Ley

    Fundamenta l de Bonn, ar t . 19.2 :  Wesen sgehalt) ^^.

    Además de lo ind icado, dent ro de l s is tema de protecc ión de los de-

    rechos humanos en e l tex to español se c rea una ins tanc ia de apelac ión

    para las v iolac iones de éstos, en la persona del Defensor del Pueblo ^^. La

    Const i tuc ión española en e l ar t ícu lo 54 lo carac ter iza como a l to comis io-

    nado de l as Cor tes Genera les para l a de fensa de l os derechos compren-

    d idos en e l t í tu lo I a cuyo efec to podrá superv isar la ac t iv idad de la Ad-

    min is t rac ión, dando cuenta a las Cor tes Genera les . La Ley Orgánica a la

    Sobre el amparo o «recurso constitucional»,   Verfassung-beschwerde,

    véase,

      por ejemplo, entre la bibliografía española, I. Von

      MÜNCH:

      «El recurso de

    amparo constitucional como instrumento jurídico y político en la República Federal

    de Alemania», Revista de Estudios Políticos,  núm . 10, 1979. A pesar de exigirs e el

    agotar las vías procesales ordinarias, en Alemania cabe acudir, según el artículo

    90.2 de la Ley del Tribun al Co nstitucional F edera l, ante éste, sin cumplir tal trám ite,

    cuando el asunto es de importancia general, o cuando amenaza al recurrente un

    perjuicio grave.

    Cfr. E.

     GARCÍA

      de

     ENTERRIA:

      «La posición jurídica del Tribunal Constitucio-

    nal en el sistema español: posibilidades y perspectivas», en

      Revista Española de

    Derecho Constitucional,  núm . 1, vo l. I, CEC, M adrid 1981, pp. 35 y ss.

    ^° Sob re el Defensor del Pueb lo, véase T. R.

      FERNANDEZ:

      «Reflexiones en

    torno al artículo 161.2 de la Constitución»,   Boletín Informativo de Derecho Político

    de la UNED,  núm . 3, M adrid 1979, p. 11 .

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    LA EFICACIA DE LOS DERECHOS HUMANOS FRENTE A TERCEROS

    que d icho precepto const i tuc ionalmente remi te su regulac ión fue promul

    gada en 1981.

    A h o r a

      b ien ,

      hasta aquí hemos señalado e l marco normat ivo const i

    tuc ional de protecc ión de los derechos humanos y cómo v incu lan a los

    poderes púb l icos , e inc luso a los c iudadanos, s in neces idad a lguna de es

    perar a que resu l ten desarro l lados por e l leg is lador ord inar io , pero como

    señala H. P. SCHNEIDER, la v inculación de la jur isdicc ión a los derechos

    hum anos cond uce a otro prob lem a: s i los t r ibun ales c iv i les t ienen que

      a ten

    der en sus sentenc ias a esos derechos como consecuenc ia inmediata se

    desprende que es necesar io una in terpretac ión to ta lmente nueva. Mient ras

    que los derech os h uma nos ha sta ahora só lo tenían ap l icac ión en la re lac ión

    Estado- ind iv iduo, a par t i r de ahora pueden e jercer una ef icac ia ind i rec ta ,

    a t ravés de la jur isd icc ió n, ent re persona s par t icu lares ent re s í .

    3 Teo ría de la  rittwirkung

    Con el concepto de la

     Drittwirkung

      la doc t r ina a lem ana de sar ro l la la

    pos ib le e f icac ia de los derechos humanos en las re lac iones

      ínter privatos

    ya que s i b ien algunos de estos derechos sólo se pueden ejerc i tar f rente

    a poderes púb l icos , e l derecho a tu te la jud ic ia l , a la enseñanza, a la sa

    n idad,

      etc. , ot ros pueden ser refer idos a las relac iones entre part iculares.

    ¿Puede un profesor de un centro pr ivado invocar l ibertad de cátedra f rente

    a lo pactado con el t i tu lar del centro?, ¿puede un t rabajador invocar un

    derecho const i tuc ional f rente a un despido d iscr iminator io por razones

    ideológ icas o s ind ica les?

    La doct r ina y jur isprudenc ia a lemana con la e laborac ión de la teor ía

    de  Drittwirkung  supon en una rev is ión de la concep c ión c lás ica anter ior , en

    la que esos derechos humanos tendrán e l sent ido y func ión exc lus ivos

    de garant izar un ámbi to personal , y defender a l ind iv iduo de la in jerenc ia

    esta ta l .  El nuevo planteamiento de la ef icacia hor izontal de los derechos

    humanos f rente a terceros , en cont rapos ic ión a la e f icac ia ver t ica l de las

    l iber tades , conce bidas f rente a l poder de l Es tado, const i tuye e l funda me nto

    de la teoría de la  Drittwirkung

    Son numerosos los autores que co laboraron en esa rev is ión de la

    conce pc ión c lás ica de la e f icac ia de los derec hos hum anos en la Rep úbl ica

    Federa l de Alemania y en su poster ior recepc ión española. Vamos a co-

    Vid.

      H. P. ScHNEiDER,

      op. cit.

    p. 20.

    99

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    12/33

    ANA POYAL COSTA

    menta r b revemen te a lgunas

     de las

     pos ic iones doct r ina les  más des tacadas

    e innovadoras.

    Como d ice  P A B Ó N ,

     se

     sue le v incu la r

      la

     teor ía  que p r o p u g n a

      la «ef i

    cac ia inmedia ta»  de los de rechos fundam en ta les  en el m a r co

      del

      Derecho

    pr i vado ,

     a la

     tes is sos ten ida p r inc ipa lmen te  por Thom a respec to

     a la

     Cons

    t i tuc ión

      de

     W e im a r

      en

      f avo r

      de la

      máx ima e fec t i v idad

      de los

      de rechos

    fun da m en tale s ^°. La tes is , como observa agudam ente  C. Von  P ESTA L OZZA ,

    a l canzó p ron to unan im idad pe ro fue mal com pre nd id a ^ .̂ THO MA pre tend ía

    s i m p l e m e n te d e sm e n t i r  el  pu ro ca rác te r p rog ramát i co  que se que r ía re-

    co n o ce r  en

     las

     dec la rac iones

      de

     de rechos

      de la

     Con st i tuc ión Rep ub l icana

    de Re ich , p ropugnando  la ap l i cac ión  de la reg la in te rpre ta t iva  de las nor

    mas ju r íd i co -p r i vadas , pe ro jamás p ropuso

      la

     ap l i cac ión d i rec ta

     de los

     de-

    rechos humanos

      en

     el Derecho p r i vado ;  la doc t r i na pos te r io r

     fue más

      b ien

    la  que con fund ió

      la

     « e fect iv idad»  con

     el

     «a lcance»

     de los

     de rechos ̂ °

    Un paso dec is ivo en

     la

     evo luc ión

     y

     t ráns i to de los de rechos humanos

    a su  ap l i cac ión ma te r ia l supuso

      la

     apo r tac ión

      de

     N IP P ERDEY, qu ien c reyó

    ve r en

     la

     Ley Fundamen ta l de B o nn una acentu ac ión pos i t iva del  s ign i f i cado

    y va lo r de los de rechos h umano s respec to del tex to de We imar , des tacando

    que

     ai

     es ta r con f igu rados com o p r inc ip ios ju r íd i cos , su va l i dez no podía sin

    más quedar l im i tada

      al

     c a m p o

      de

     acc ión

      del

     Estado ^\

    Este p lan teamiento tuvo

      por

     par te

     de la

     doc t r i na

      una

      g ran acog ida.

    E l a rgumen to  más usado en f avo r de

     la

     ex tens ión ma te r ia l

     de

     los  de rechos

    h u m a n o s

      al

      Derecho pr ivado  era  bás ico

      y

     e l e m e n ta l :

      lo

     que

     le

     es tá p roh i

    b ido  al Es tado ,  no debe e star p erm i t ido  a los pa r t i cu la res . P e ro f ren te a

    es te a rgumen to se a r g u ye que hay e fec t i vamen te ,  una v incu lac ión pos i t iva

    de

      los

     T r ibuna les y

     del

      Ejecut ivo a la

     Ley

     y al Derecho ; m ien t ras

      que

     a los

    i nd i v iduos  les  es tá pe rm i t i do

      lo

     que

     la

     Ley

     no les

     p roh ibe ,

      los

     ó r g a n o s

     del

    Estado só lo pueden actuar  en el sent ido

      que

     la

     Ley

     les ma rca .

    Un segundo a rgumen to

      se

     basa en que

     si la

     razón

     de

     p royec ta r

     los

    derechos humanos

      al

      Estado cons is te

      en el

      r iesgo

      que

      imp l i ca

      su

      poder ,

    ac tua lmen te

      los

     poderes económ icos

     y

     soc ia les tam b ién p res iona n

     y

     a m e

    nazan

     al

     ind iv iduo ,

     y

      ser ía aprop iado estab lecer de fensas  en

     las

     re lac iones

    jur íd ico-pr ivadas contra

      la

      exces iva preeminenc ia  de a lguna de

     las

     partes.

    ' Cfr. J . PA BON: El Poder Ju dicial Instituto de Estudio, F iscales, M adrid 1982.

    Cfr. N.

     VON PESTALOZZA;

      «Kristische Bermekungen zu Methoden und P r in

    cipien

     der

     Grundrechtsauslegung

      in der

     B undesrepublik Deutschland», Der Staat

    2,  1963, p.  425.

    ^

      Cfr. R.

     THOMA:

      Gundrisse

     der

      allgemeneine Staatslehre

    Ferd-Dummbers

    Verlag,   Bonn 1948.

    ^'

      Cfr. H. C.

      NIPPERDEY:

     «Die würde des Menchen» en F.

     NEUMAN -N IP P ERDEY-

    SCHEÜNER:

      Die Grundrechte Handbuch der Theorie  und Praxis  der G rundrechte

    Duncker, Hum blot, B erlín 1954.

    200

  • 8/19/2019 Uned Derechos Frente Aterceros

    13/33

    LA

     EFICACIA

      DE LOS

     DERECHOS HUMANOS FRENTE

     A

     TERCEROS

    Un ejemplo de cómo la evolución de la real idad afecta a l a lcance y

    contenido de las normas en este contexto concreto de los derect ios huma

    nos

    lo p ropone

      LAUFKE

      re f i r iéndose a que s i b ien la Revo luc ión F rancesa

    había recelado de la l iber tad aso ciat iva por tem or a l r iesgo que para la

    l iber tad ind iv idua l podía suponer su reconoc imiento—la Ley Chape l ie r p ro

    h ib ió e l derecho de asoc iac ión y en las pr imeras Declarac iones de dere

    chos se re f le jaba desconf ianza hac ia asoc iac iones no esta ta les— hoy la

    s i tuac ión ha cam biado ju r íd icame nte y es necesar io pro teger las l iber tades

    básicas frente a los nuevos y potencia les agresores ^^. Estos argumentos

    reforzaron la teor ía de la ef icacia inmediata de los derechos humanos y e l

    Tr ibuna l Super io r de Traba jo a lemán la acog ió en a lgunas sentenc ias.

    Una var iante de la teor ía de

     D rittwirkung

      es la ma ntenida por SCHWA-

    B E.

      Niega la teor ía de

      Drittwirkung

      en su construcc ión técn ica pero reco

    noce los efectos es decir la pres enc ia consta nte del Derech o con st i tucion al

    en los derechos c iv i les . La tes is de Schwabe par te de que cua lqu ier De

    recho pr ivado capaz de proyectarse sobre la esfera jur íd ica de otra per

    s ona descansa s iempre en e l o rden esta ta l desar ro l lándose como todo

    derecho mediante un s is tema de mandatos o proh ib ic iones. Cons igu ien

    temente cua lqu ier agres ión a un derecho humano prov iene en ú l t ima ins

    tanc ia de l p rop io Estado y debe desencadenar los mismos mecan ismos

    pro tectores.

    Según SCHWABE todos los derechos pr ivados están a l menos par

    c ia lmente cub ier tos por a lgún derecho fundamenta l ; s i cua lqu ier poder

    ju r íd ico def ine los derechos de los par t icu la res en contravenc ión con e l

    derecho fundamenta l que los pro tege éste debe desar ro l la r su func ión de

    fensiva propia en e l campo del Derecho públ ico ^^.

    I . Von MÜNCH observa que esta teor ía l lega a idént icas consecuen

    cias a las postu ladas por los part idar ios de la ef icacia inmediata de los

    derecho s hum anos en las re lac iones c iv i les s i b ien entend iendo que aqué

    l los deben ser s iempre e fectuados f ren te a la soberanía de l Estado  ^*.

    Como d ice PAB ÓN la ju r isprud enc ia const i tuc iona l a lem ana ha

     ve n i

    do est imando t rad ic iona lmente que só lo puede actuarse l íc i tamente una

    pretensión const i tucional de amparo cuando el juez incurre en una lesión

    d i recta  direkte Verfassungstoss)  de un espec íf ico derec ho cons t i tuciona l

    spezifischer Verfassungrectit).  Pero en sente ncias se viene a recono cer la

    ef icacia indirecta o mediata de los derechos fundamentales ^^. La famosa

    sentencia en e l «caso Lüth» es la más representat iva de la jur isprudencia

    p. 27.

    Cfr.

      LAUFKE:

      Festschrift

      für H.

     Lehman Verlag

      S t á m p l i

    Bonn

      1955 p. 147.

    Cfr. M.  S C H W A B E op cit.,  p. 1020.

    Cfr . I . VON  MÜNCH:

      Grundgesetz-Kommentar

    vol. I

    Beck Munich

      1981

    Vid.  J .

      R A B Ó N

    op. cit.,  p. 2213.

    2 1

  • 8/19/2019 Uned Derechos Frente Aterceros

    14/33

    ANA  POYAL COSTA

    refer ida a la apl icación del Derecho Const i tucional sobre las re laciones

    pr ivadas. El asunto resumido cons is te en que

      Lü th ,

      presidente de un club

    de prensa, encabezó un

      boicot

      contra la p royecc ión en Alemania de una

    pe l ícu la d i r ig ida por un destacado gu ion is ta en t iempos de l Tercer Re ich .

    Ante la demanda de la productora, la jur isd icción civ i l condenó a los pro-

    motores de l

      boicot

      por ver en e l lo una acción co ntra r ia a las buen as cos -

    tumbres. Lüth ape ló en amparo a l Tr ibuna l Const i tuc iona l pues invocaba la

    v io lac ión de derechos humanos.

    El Tr ibunal Const i tucional en su sentencia rechaza lo que cal i f ica de

    «posic iones ext remas»: Tanto que los derechos fundamenta les sean exc lu -

    s ivamente e je rc i tab les f ren te a los poderes púb l icos como que tengan una

    va l idez incond ic ionada f ren te a los par t icu la res. Af i rma e l Tr ibuna l Cons-

    t i tuc iona l a lemán que los derechos fundamenta les están conceb idos

      p r i -

    meramente como medidas de defensa f ren te a l poder púb l ico , pero repre-

    sentan también un «orden de va lores», por lo

      cu a l ,

      aun cuando un p le i to

    c iv i l en t re par tes debe ser resue l to por las normas inmedia tas ap l icab les

    en esta esfera jur íd ica, no debe dejar de sent i rse la in f luencia in terpretat iva

    de ese orden de va lores, espec ia lmente en las normas de derecho nece-

    sar io ,

      o a t ravés de l conten ido de las c láusu las gen era les m ora l , buenas

    costumbres, e tc . ) .

    La l iber tad de expres ión —que era e l derecho humano que la ju r is -

    d icc ión c iv i l es t imaba que había s ido e je rc i tado abus ivamente—, según

    expresa e l Tr ibuna l Const i tuc iona l , no puede quedar l im i tada a su s imp le

    mani festac ión ext rema: e l derecho humano comprende también la acc ión

    esp i r i tua l sobre e l mundo exter io r , inc i tando y persuad iendo a la co lect i -

    v idad para la acción. La acción de Lüth estaba, pues, cubier ta por un de-

    recho fundamental y e l l ími te de la norma civ i l debía p legarse a l derecho

    de rango super io r .

    Si b ien a esta reso luc ión de l Tr ibuna l s igu ie ron o t ras sentenc ias

      re i -

    te ra t ivas en la misma argumentac ión , o t ras ju r isprudencias const i tuc io -

    nales se han mostrado menos decid idas a reconocer la ef icacia de los de-

    rechos humanos y la p rop ia competenc ia ju r isd icc iona l en e l ámbi to de las

    re lac iones pr ivadas. En la ju r isprudencia su iza , como seña la A. FAURE, la

    pos ic ión más genera l izada es la de que las d ispos ic iones de derechos   c i v i -

    les revisten un carácter exhaust ivo, y t raducen la tota l real idad de las nor-

    mas que son su fundamento , de ta l suer te que, los par t icu la res, no pueden

    invocar un derecho const i tuc iona l para deduci r de é l consecuencias en e l

    cam po de sus re lac ione s re spe ct ivas ^̂ . Ci ta e l «caso Se el ig», prov oca do

    por un per iodista que vio rechazado su acceso a una sala de cine por haber

    cr i t i cado a lgunos programas de l estab lec imiento . En este caso e l Tr ibuna l

    Federa l su izo d io pre ferenc ia a las normas de l Derecho que consagran e l

    Cfr. A.  FAURE:

      Droit Constitutionnel suisse

    R.P.A. Friburgo 1970.

    202

  • 8/19/2019 Uned Derechos Frente Aterceros

    15/33

    LA EFIC CI DE LOS DERECHOS HUM NOS FRENTE A TERCEROS

    princ ipio de la l ibertad contractual sobre los pr inc ipios invocados en la

    pretens ión sobre l iber tades de expres ión y prensa   ' .

    Por otro lado, el rechazo de la ef icacia de los derechos humanos

    t iene dos perspect ivas: desde el punto de v is ta empír ico, se destacan los

    r iesgos que una r igu rosa a p l icac ión de es ta teor ía l levará para la autonom ía

    del Derecho pr ivado y para una elemental protección de la l ibertad y de la

    segur idad jur íd ica. Pero es ta tes is se ha mat izado a veces reconoc iendo

    una inf luencia mediata o indirecta. Desde el punto de v is ta dogmát ico, el

    rechazo a la teoría se ha basado en el reconocimiento de los derechos

    humanos como va lores normat ivos de s ign i f icado ob je t ivo.

    FORSTHOFF, en 1959, en un artículo en  Festchrift für C ari Schm itt,

    cr i t ica severamente la teor ía de la  Drittwirkung  y escr ibe :

    «Los derechos fundam entales no constituyen un sis tem a , porque cada

    uno de aquéllos responde en su establecimiento una finalidad protectora

    del ciudadano frente al poder público, ni cabe referir al Estado la función

    de fijación de los valores, que es un concepto filosófico cuya imputación

    y cuyo dominio es exclusivo de la persona individual...». «Nadie ha de

    mostrado que la D rittwirkung  responde a una auténtica necesidad social

    patentizada por la conveniencia de proteger al individuo frente a grupos

    sociales ajenos al Estado, por ausencia de otros cauces jurídicos» ̂ °

    Las crí t icas de Forsthof f a la conf iguración de los derechos

      fun

    damenta les como un s is tema de va lores fueron secundadas años más tarde

    por un importante sector de la doctr ina, pero la t rayector ia ideológica es

    di ferente.

    Así,  Otwin MASSING opina que la cons iderac ión de los derecho s

    fundamenta les como orden de va lores t ienen f ina l idad soc io-po l í t ica, y lo

    cons idera como ins t rumento para la cohes ión de grupos soc ia les , prop io

    del capi ta l ismo de Estado  ^.  Queremos aquí des tacar que la po l i t izac ión

    que se presup one en los derechos h uman os y en la ac t iv idad jur isd icc ion al

    const i tuc ional , pr ima sobre lo jur íd ico.

    ^ Cfr. A.  FAURE,  op. cit.,  p. 220.

    °̂ Cfr. E. FORSTHOFF: Festchrift für Cari Sctimitt, Duncken und Humblot, Berlín

    1959,  p. 35.

    ^ Cfr. O.  MASSING:  «Das Bundesverfassungsgericht ais Instrument socialer

    Kontrolle»,

      en  Verfassungsgerictitsbarkeit Politik, Suhrkamp, Frankfurt 1976, p. 38.

    203

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    16/33

    ANA POYAL COSTA

    Jürg en SEIFERT, por su par te , est im a que la cons trucción dog má t ica

    del s is tema de va lores no es más que la entrega de unas posib i l idades

    manipu la t ivas de l Tr ibunal Const i tuc ional , a t í tu lo de habi l i tac ión g lobal in -

    terpreta t iva, que puede conver t i r lo más que en «guard ián de la Const i tu-

    c ión»,

      en « in térprete de un s is tema de va lores po l í t icos»

      ^°.

     Gomo vem os,

    también en esta posic ión se admi te un margen ampl io de actuación a l

      T r i -

    bunal Const i tuc ional , con lo cua l se reconoce un camino ab ier to a cr i ter ios

    no exc lus ivamente ju r íd icos .

    También en esta l ínea, Erkard DENNINGER señala que mediante la

    Drittwirkung  se t ran sfo rm a la función jur isd icc io na l en una casu íst ica de-

    l imi tac ión y coord inación de las esferas de l iber tad de los c iudadanos, s in

    que se pueda ofrecer n ingún e lemento ob je t ivo de ju ic io para reso lver estos

    supuestos  ^\  Se vuelve a aduci r en esta posic ión la carencia de cr i ter ios

    estr ic tos de actuación jur isd icc ional como mot ivo para e l rechazo de la

    Drittwirkung.

    Como se observa, las tes is que rechazan la teor ía de la

      Drittwirkung

    padecen c ier to dogmat ismo; par te de la doctr ina ha t ra tado de pa l iar este

    defecto , e in tenta logra r fórm ulas que s i rva n en la práct ica. Es éste e l ob je to

    que estab lece la teor ía de la e f icacia mediata o ind i recta de los derechos

    humanos

      Mittelbare Drittwirkung)

      y que ha s ido apoyad a m ayor i ta r iam ente

    por la doctr ina, y de forma destacada por DÜRIG ^^. La idea central de esta

    teor ía es que las d isposic iones de los derechos humanos no pueden res-

    ponder en su estab lec imiento a una f ina l idad prop ia , protectora de l

      c iu -

    dadano f rente a l poder públ ico.

    Como resume RABÓN, en esencia la teor ía par te de una premisa

    negadora : las d ispos ic iones regu ladoras de los derechos fundamenta les

    no pueden dar so luc ión d i recta a n inguna cont ienda  c iv i l .  De otro modo, se

    acabar ía por ar ru inar e l prop io pr inc ip io de l iber tad, de l que son mani fes-

    tación dichos derechos ^^.

    A h o r a

      b ien :

      tampoco se admi te una absolu ta desconexión entre la

    regulac ión const i tuc ional de los derechos humanos y e l derecho pr ivado.

    El medio a t ravés de l cua l los derechos humanos se inc luyen en aquel

    sec to r de l o rden am ien to ju r íd ico , es tá represen tado bá s icamente por aqu e-

    l los preceptos con conten ido indeterminado y con potencia l idad necesar ia

    para ser co lmados por un ju ic io de va lor , o

      b ien ,

      a t ravés de aquel los pre-

    ceptos de derecho necesar io que quedan fuera de la d isponib i l idad negocia l

    de las partes.

    Cfr. J.

      SEIFERT:

      «Ver fassungger i ch t i che Se lbs t esc rankung» , en

      Verfas-

    sung..., op. cit.,  p. 116.

    '  Vid. E.  DENNINGER,  op. cit.,  p. 168.

      Vid. G.

      DüRiG,

      op. cit.,

      p. 102

    ^ '  Vid.  J .

      PABÓN,

      op. cit.,  p.  2220

    204

  • 8/19/2019 Uned Derechos Frente Aterceros

    17/33

    LA EFICACIA DE LOS DERECHOS HUMANOS FRENTE A TERCEROS

    A esta teor ía que — con t inúa PA BÓ N— adnnite, por tanto, una ef icacia

    ind i recta

      de los

      de rechos fundamenta les

      en las

      r e lac iones en t re par t i cu

    lares, fia de   r econocérse le   el   mér i to   de haber f i jado   los   l ími tes entre «i le

    ga l idad»   e   « inconst i tuc iona l idad» ,  y con  e l l o ,  de la  com pe tenc ia   de la Ju-

    r isd icc ión Const i tuc ional  *̂.

    Con   la   teor ía   de la   e f icac ia mediata   no se   o l v ida   la   ex i s tenc ia   de

    poderes soc ia les , cuya in te rvenc ión rec lama  de  hecho l im i tac iones  a  veces

    mayo res que las  opon ib les  al  Estado, aunque  se  r econoce   la   impos ib i l i dad

    de t razar  una  l ínea previa ,   de   cuándo   y en qué  med ida puede en t ra r   en

    j uego  una v incu lac ión cons t i tuc iona l ,   ni   cuá l   de los   in tereses enfrentados

    se es t ima merecedor  de un   mayor grado   de   p ro tecc ión .   La   teor ía   que se

    examina —añade Pabón—

     ha

     puesto

      en

     ev idenc ia , sobre todo ,

      la

      impos i

    b i l idad   de   reconocer e f icacia inmediata  en el   Derecho pr ivado  de uno de

    l os derechos humanos  más «operat ivos», com o  es el de   «igualdad» ^^.  Y a

    este respecto  G.   DÜRIG señ ala :

    «Si cada particular hubiera de estar vinculado en todos sus actos de

    disposición  a   este principio,  se  llegaría  al absurdo  de una  regulación

    estatal,  que partiese de un deber de comportamiento unitario de todos

    los ciudadanos, demostrando con ello  el fin de la  libertad» ™.

    Como vemos ,  la   teor ía   de la

      Drittwirkung

      med ia ta ,   al   igua l   que la

    teo r ía inmed ja ta   de   e f icac ia ,   se  p res ta   a un   g ran casu i smo ,   y   par te   de la

    doct r ina  lo   con sidera cr i t icab le . Dür ig responde   a   es ta censura   que el in-

    tento de  cana l i za r   la  co l is ión   de  de rechos   a   t ravés  de la   r eserva  de la Ley

    no conduce a una  mayor c la r idad , porque   la   reserva lega l  se  a c o m o d a  mal

    a  las  ex igenc ias   de  e las t ic idad   del   Derecho pr ivado. Esta e last ic idad   es la

    que invocan  los  p a r t ida r ios  de la   «Const i tuc ión ab ier ta», para in t roduci r  de

    una manera

      más o

      menos so lapada

      una

     e f icac ia hor izonta l in terna

      de los

    derechos humanos.

    P. Haber le , en   este aspecto, insiste  en que la ap l i cac ión  de la   teor ía

    represen ta  una exper ienc ia  del  cam b io soc ia l ,  y la  necesa r ia acom odac ión

    del texto const i tuc ional a los  nuevos t iempos. «Hoy — esc r ibe HABE RLE—

    con  las   t rans fo rm ac iones soc ia les ,   el   poder «cuasi -públ ico»   de   d e t e r m i

    nados g rupos represen ta

      un

      pe l igro para

      el

      ind iv iduo

      más que el que di-

    m a n a del  poder de l E stado.  La

     Drittwirkung

      — a ñ a d e — d e b e c r ec e r  en  esta

    *•  Vid.

     J.

      PABÓN,

     op. cit. p. 2220.

    =

      Ibidem p.222^.

    ^  Vid. G.  DÜRIG,  M.   MAUNZ  y R.   HERZOG:  «Komm zum Grundgesetz», art. 3.

    N. IVI.

      509, 6.» ed., Koehier Verlag, München 1986.

    205

  • 8/19/2019 Uned Derechos Frente Aterceros

    18/33

    ANA POYAL COSTA

    d imens ión p ro tec to ra y el  abandono de los dogm as puede favo rece r el de-

    sa r ro l l o  de los de rechos fundam en ta les  en nuevos cam pos» ^ .

    C o m o ve m o s H ABER L E es consc ien te de las p res iones  que ac tua l

    mente ex is ten sobre  el   ind iv iduo y que no  p rov ienen exc lus i vamen te  del

    Estado. Este autor antepone el   p lu ra l ismo po l í t i co a la  p rop ia l iber tad o en

    rea l i dad cons ide ra  que  só lo  es  pos ib le  la   e fect iv idad  de  és ta dentro   de

    aqué l

     ^

    La  de fensa f ren te  a la   concen t rac ión  del   pode r  de  p rensa  o las

    sentenc ias de l Tr ibuna l Const i tuc iona l sobre   la  te lev i s ión p r i vada son pa ra

    este au tor ma n i festac ión  de una cor recta ap l icac ión  de la  teor ía de la   Dritt-

    wirkung.

    4 Referencia

      l

    Constitución españoia

     de

     1978

    Respecto  a la e f icac ia de los de rechos humano s f ren te a   par t icu la res

    en la Con st i tuc ión españo la v igen te hay que destacar que  el  tex to respa lda

    la de f in ic ión  de Estado Soc ia l  de De recho y  que además ex is te   una  inter-

    re lac ión constante en t re Estado  y Soc iedad en la doc t r i na y la  j u r isp r u d e n

    c ia cons t i tuc iona l como

      se

      hace ev idente

      en

      sen tenc ias como

      la

      18/84

     y

    otras

      que

     c i t a r e m o s .

      A

      pesa r

      de

      todo e l lo e ncue ntra

      en el

      tex to const i tu

    c iona l apoyo expreso   a la   Teoría  de la  Drittwirkung y su  e labo rac ión ha

    s ido ta rea doct r ina l  y  j u r i sp rudenc ia l .

    Autores como J. GARCÍA TORRES

     y A.

     J IMÉNEZ BLANCO

      ^

     han

      t ra

    tado  el   t e m a  y han d is t ing u ido t res c í rcu los  de cues t iones  que  apa recen

    mezc lados :

    1.

      Pr imac ía de la   Const i tuc ión .

    2.

      Ám b i to de los de rechos fundam en ta les .

    3 . Compe tenc ia  del  Tr ibu na l Const i tuc iona l para cono cer g rac ia s

    a  la   p ro tecc ión re forzada  del   amparo cons t i tuc iona l de se n te n

    c ias  que resue lven controv ers ias e n t re pa r t icu la res .

    p. 177.

    Cfr. P.  HABERLE: Diré Verfassung des Pluralismu s Atíienaum Berlín 1980

    ^  Ibidem p. 178.

    ^  Cfr. J.   GARCÍA TORRES y A.   JIMÉNEZ BLANCO: Derechos fundamentales y re-

    laciones entre particulares.

      La

     Drittiwirkung

      en la

      Jurisprudencia Constitucional

    Cuadernos Civitas Madrid 1986 p.  225.

    206

  • 8/19/2019 Uned Derechos Frente Aterceros

    19/33

    LA EFICACIA DE LOS DERECHOS HUMANOS FRENTE A TERCEROS

    Opinan estos au tores que s i e l carácter normat ivo de la Const i tuc ión

    y su ap l icac ión d i recta a l ámbi to de los derechos fundamenta les es a lgo

    ind iscu t ib le , así como que ta les derechos operen f ren te a los poderes pú-

    b l icos, e l que operen f ren te a las re lac iones de t rá f ico pr ivado es a lgo me-

    nos ev idente , y que depende de lo que d iga la Const i tuc ión expresamente .

    Y en e l caso español , n i e l leg is lador const i tucional n i e l ord inar io han

    reconocido expresamente la e f icac ia de los derechos fundamenta les en las

    re lac iones

      inter prívalos.

    El ar t ícu lo 53 establece tres n iveles generales de protección de los

    derechos, correspondientes, de menor a mayor, a l capítu lo I I I del Títu lo I ,

    a la sec ción 2.^ y a la se cc ión 1.^ del ca pítulo II de igua l Titu lo.

    La pro tecc ión ext raord inar ia que se concede a l b loque de derechos

    co m pre nd ido s en la sec ción 1.^ del capítu lo I I , es decir , a los d erec ho s

    reco noc idos en los ar t ícu lo s 14 a l 30.2 de la Co nst i tució n es pañ ola, s ó lo

    a fecta a aque l las v io lac iones causadas por los poderes púb l icos a los pro-

    p ios par t icu la res. Los c i tados derechos gozan además de las garant ías or -

    d inar ias de tute la preferente y sumaria (ar t . 53.2 de la CE.) ante los

      t r i -

    buna les ord inar ios y de l recurso de amparo ante e l Tr ibuna l Const i tuc iona l .

    La tu te la pre ferente y su m ar ia está prov is iona lme nte regu lada por la Ley

    de Pro tecc ión Jur isd icc iona l de los Derechos Fundamenta les de la Persona,

    de 26 de d ic iembre de 1978 (62/1978), casi s imul tánea a la Const i tución.

    Poster iormente, e l Decreto 342/1979, de 20 de febrero, y la Disposic ión   t ran -

    s i to r ia 2 . de la Ley Orgán ica de l Tr ibuna l Const i tuc iona l han ampl iado los

    derechos tu te lados por esta v ía hasta hacer los co inc id i r con los pro teg idos

    por e l recurso de amparo .

    Grac ias a l recurso de amparo , e l in té rpre te de la Const i tuc ión ha

    creado una pos ib i l idad de conocer de esas v io lac iones causadas en la es-

    fe ra de los derechos fundamenta les en las re lac iones entre par t icu la res en

    mater ia c iv i l y labora l , pero , eso s í , s iempre que medie la actuac ión de un

    juez ord inar io en cuanto poder púb l ico . Si éste , a l conocer de un caso

      con-

    cre to , no ampara un derecho fundamenta l v io lado, actúa a su vez como

    instanc ia per tu rbadora que abre e l camino para acceder a l Tr ibuna l Cons-

    t i tuc iona l , como remedio subs id ia r io que restaure la esfera sub je t iva v io -

    lada (art. 44 de la LOTC).

    Se puede estab lecer la conc lus ión de que todo e l b loque de derech os

    suscept ib les de pro tecc ión en amparo no goza de un grado un i fo rme de

    efectos a te rceros o de   Drittwirkung y que se puede l legar a la compro-

    bación, t ras un anál is is detenido de la casuíst ica de cada precepto, a la luz

    de la ju r isprudencia de l Tr ibuna l Const i tuc iona l .

    Otro au tor españo l que rec ien temente ha estud iado e l p rob lema,

    C. ROGEL, en su obra   Bienes de la personalidad derechos fundamentales

    207

  • 8/19/2019 Uned Derechos Frente Aterceros

    20/33

    ANA  POY L COST

    y   l ibertades públicas   '* , deja con stan cia de que en e l caso esp año l hay una

    gran confus ión de conceptos, té rminos y pos ic iones. Para d icho autor , t ras

    los derechos humanos, de una par te , y los derechos fundamenta les y las

    l iber tades púb l icas, por o t ra , aparece en e l t iempo la ca tegor ía de los b ie

    nes o derechos de la persona l idad, que cree pos ib le d is t ingu i r por d i fe

    ren tes mo t i vos—or ígenes , emp lazamien to , ámb i to , p ro tecc ión , ga ran t ías—

    de todas las ca tegor ías an ter io res. Op ina que los derechos de la perso

    na l idad imp l ican s iempre tens ión entre los par t icu la res, y e l lo los d is t ingue

    tanto de los derechos humanos, como de los derechos fundamenta les, o

    las prop ias l iber tades púb l icas, que per tenecen fundamenta lmente a l De

    recho púb l ico y a luden a las re lac iones ind iv iduo-Estado

      ^\

    Tras e l exam en de la Ley 62/1978, de pro tecc ión ju r is d icc iona l de los

    derechos fundamenta les de la persona; de ia Ley Orgán ica 1 /1982, de pro

    tecc ión c iv i l de l honor , la in t imidad persona l y fami l ia r y la p rop ia imagen,

    u o t ras normas, como la Ley Orgán ica 2 /1979, de l Tr ibuna l Const i tuc iona l ;

    la Ley Orgánica 3/1984, del Defensor del Pueblo, y la Ley Orgánica 6/1984,

    C. Roge l l lega a las s igu ien tes conc lus iones:

    1.

      En e l o rde na m iento españo l cabe que unos m ism os b iene s

    —vida, honor . In t imidad, e tc .— sean regu lados por d is t in tas d ispos ic iones

    y se arb i t ren , respecto de los mismos, d i fe ren tes med idas, que a veces

    t ienen un común denominador , como la Ley 62/1978.

    2.  Cuand o los b ienes de la pers ona l idad son v io lado s por par t icu

    la res, no cabe recurso de amparo ante e l Tr ibuna l Const i tuc iona l , como no

    cabe tampoco acudir a l Defensor del Pueblo, n i que éste actúe de of ic io.

    Las v ías de pro tecc ión de los b ienes de la persona l idad son, para C. RO

    GEL, c i v i l es exc lus i vamen te   *^.

    La tes is de C. Roge l , s i b ien es la p r imera que n iega en fo rma ex

    tensa y razonada la ex is tenc ia de la l lamada e f icac ia inmedia ta de los de

    rechos fundamenta les en e l Derecho Pr ivado, exc luyendo ta jan temente que

    quepa recurso de amparo cuando los b ienes de la persona l idad son v io

    lados por los par t icu la res, por o t ra par te parece admi t i r una e f icac ia me

    d ia ta   (Mittelbare Drittwirkung, Australungskraft)   de los dere cho s

      fun

    damenta les en las re lac iones pr ivadas.

    °  Cfr. Ca rlos

      ROGEL:

      Bienes de la personalidad, derechos fundamentales y

    libertades públicas,  Studia Albornotian a, Publicaciones del Real Colegio de España,

    Bolonia 1985.

    • Ibidem,  p. 126.

    ^ Ibidem, p. 127.

    208

  • 8/19/2019 Uned Derechos Frente Aterceros

    21/33

    LA EFICACIA DE LOS DERECHOS HUMANOS FRENTE A TERCEROS

    A. EMBID IRUJO ' '^, en relación con la

      Drittwirkung

      en el texto con s

    t i tuc ional español , señala como básicos e l ar t ícu lo

      5 3 . 1

    por un lado, y los

    ar t ícu los 9 y 10, por o t ro ; aunque, como d ice J. PABÓN, qu izá e l ar t ícu

    lo 53.3, a l d isponer que los pr incipios rectores de la pol í t ica social y eco

    nómica (cap. I I I del t í tu lo I) «sólo podrán ser invocados ante la jur isdicción

    ord inar ia de acuerdo con lo que d ispongan las leyes que los desarro l lan»,

    ofrece mayores posib i l idades '^ .

    A. EMBID IRUJO, que parece inc l inarse por la e f icacia inmediata de

    los derechos fundamenta les en e l Derecho Pr ivado, s i túa como pr imera

    premisa de la v incu lac ión de los Tr ibunales c iv i les a los derechos funda

    mentales: «.. . la sustancial ident idad entre las l ibertades, sean cuales sean

    los su je tos, porque las l iber tades públ icas no exper imentan n inguna var ia

    c ión de natura leza por e l hecho de que se desarro l len f rente a un su je to

    públ ico o pr ivado» *.

    Tras la promulgación de la LOTC de 3 de octubre de 1979, la doctr ina

    española acusó c ier ta preocupación por las l imi tac iones procesales de l

    recurso const i tuc ional de amparo, que, f rente a la ampl i tud textua l de l ar

    t ículo 53 de la Consti tución, no ofrecía cobertura ante la potencial acción

    agresora de los grupos a jenos a l Estado. En la Ley española de l Tr ibunal

    Consti tucional , e l ar t ículo 44 insiste por dos veces en que la admisión del

    recurso de amparo f rente a reso luc iones jud ic ia les ex ige que la v io lac ión

    del derecho o la l iber tad sea imputab le de un modo inmediato y d i recto a

    una acción u omis ión de l órgano jud ic ia l . Como d ice J. PABÓN, la admis ión

    de esta moda l idad de les ión d i recta fac i l i ta que la jur isd ic c ión cons t i tuc ional

    pueda entrar en e l fondo de las re lac iones c iv i les , hacien do entrar en jue go

    a los derechos fundamenta les '^ .

    Debido a la fa l ta de conten ido expreso en la Const i tuc ión sobre la

    ef icacia de derechos humanos f rente a terceros ' * ' , la doctr ina jur ispruden

    c ia l sobre e l prob lema qué nos ocupa rev is te gran impor tancia .

    En la sentencia de inconst i tucional idad 189/80, de 13 de febrero, so

    bre la Ley Orgánica de l Estatu to de Centros Escolares, ya se aborda

      inc i -

    denta lmente e l prob lema, a l juzgarse sobre la const i tuc ional idad de l « idea

    r io» de los centros al tratar de la l ibertad de cátedra como derecho en

    supu esta co l is ión con la ex is ten cia de un idea r io . La sente ncia razo na (Fun

    dam ento 1.°): «Se trata , sin em ba rgo , com o en pr in cip io ocu rre res pec to de

    • Cfr. A.   E M B I D I R U J O :  «El Tribunal Constitucional y la protección de las li

    bertades públicas en el ámbito privado», en El T ribunal Con stitucional, vol. I, p. 923,

    I. E. Fiscales, Madrid 1981.

    • V/d. J. PAB ÓN , op. c/f., p. 2221.

    ' Vid. A.

      EMBID IRUJO,

      op. cit.,

      p. 2215.

    •^

      Vid.

      J. PABÓN,

      op. cit.,

      p. 2215.

    • • Véase sobre este tema la obra colectiva

      El Tribunal Constitucional,

      I. E.

    Fiscales, Madrid 1981.

    2 9

  • 8/19/2019 Uned Derechos Frente Aterceros

    22/33

    ANA POYAL COSTA

    los demás derechos

      y

      l iber tades garant izados

      por la

     C ons t i tuc ión ,

     de una

    l iber tad f ren te al Estado o, más genera lme n te , f ren te

     a

     los  poderes púb l icos

    y cuyo conten ido

     se ve

      necesa r iamen te modu lado

     por

     la

     na tura leza pr ivad a

    o púb l ica  del cen tro» .

    Con respecto

     a los

     cen t ros p r i vados ,

      la

     senten c ia razona

      que

      la li-

    ber tad del  p ro fesor  ha de ser compa t ib le  con

     la

     l iber tad del centro del que

    fo rma pa r te

      el

      i dea r io .

      La

     so luc ión

      de los

     con f l i c tos, añad e

      la

     se n tenc ia ,

    hab rá de  busca rse  «a t ravés de

     la

     j u r i sd i cc ión compe ten te

     y

     en  ú l t imo té r

    mi no ,

      en

     cuanto haya les ión

      de los

     de rechos fundam en ta les

      o

      l iber tades,

    en es te m ismo Tr ibuna l

      por la

     vía

     de

     amp aro . . .»

      .̂

    La sentencia 101/80,

     de

     8

     de

     j u n i o

     de  1981,

      e xp r e sa

     en

     el

     Fu n d a m e n

    to

     4.°

    «...

     si

      b ien

      el

      de recho

      de

     reun ión

      se

     t iene

      en

      p r inc ip io f ren te

      a los

    poderes púb l i cos , es a d m i s i b le

     y

      lóg ico que, con su jec ión

     a la

     Con st i tuc ión

    y

      sin

     per ju ic io

      de su

      regu lac ión gen era l ,

      se

     puedan tamb ién con tem p la r

    espec ia l i dades en su  e je rc ic io cuando se e fectúe en

     el

     ámb i to l abo ra l

     o

     del

    persona l

      al

     se rv i c io

      de la

     Ad m i n i s t ra c i ó n ,

     en la

     m a n e r a

      en

     que

     se

     t ra te

     y

    en  que  r e q u i e r a a d e m á s n o r m a l m e n te

      la

     co labo rac ión

      de la

     e m p r e s a

      p r i

    vada

     o de la

     Ad m in is t ra c ión para hace r lo e fect ivo  por e jem p lo , reun iones

    en horas

      de

     t raba jo

      o en

     loca les

      de la

     empresa )»  ^.

     Se

     t ra ta , pues,

      de la

    proyecc ión

     de un

     d e r e ch o  que g e n e r a l m e n te

     se

     t iene f ren te

     a los

     poderes

    púb l icos, pero

      al

     que hay que  reconoce r lo

      en

     ocas iones f ren te

      a

      te rce ros

    pa r t i cu la res .

    Las sentenc ias

      de

     a m p a r o  202

     y

      216/1980,

      de 17 de

     ju l io , inc iden

    ta m b i é n

      en

     esta do b le proyec c ión

     y

     cons is te

      en

     una

     ap l i cac ión

      del

     a r t í cu

    lo  40 de

     la

     LOT C ™. En

     el

     Fundamen to 7.°se e xp o n e : «En

     el

      p resente caso

    los presuntos les ionados  son t r a b a j a d o r e s

      de

     RENFE

     y la

     v io lac ión

     de su

    derecho se  impu ta

     a

     unas c i r cu la res de  rég imen in ter io r  de  d i cha empresa

    ( las c i rcu la res 450

     y

     451),

     y

     el

     a m p a r o

     se

     p ide f ren te

     a

     e l l a ,

     por lo que

     su rge

    e l p rob lema

      de

     d e te r m i n a r

      de

     qué  modo puede hab larse

      de

     v io lac ión

      o r i

    g inada

      por

     actos

      de los

     poderes púb l i cos , cuando re i te radamen te

      se ha

    seña lado

     que

     la

     em presa es tá exen ta

     del

      Derecho Administrat ivo. IVIas,

     sin

    d e te r m i n a r

      sin son

     o no

     susc ep t ib les

      de

     a m p a r o

      las

     v io lac iones

      de

     d e r e

    chos  que  nazcan

      en el

     seno

      de las

     o rgan izac iones económ icas

      o

      e m p r e -

    • Sobre el recurso de amp aro véase: I. B URGOS: El juicio de amparo, Porrúa,

    México 1975,

     y

     H. Fiz ZAMUDIO:  Juicio de amparo,  F.C.E., México 1964; «El derecho

    de amparo en México

     y

     España. Su  influencia recíproca», en R evista de Estudios

    Políticos,  núm. 7, Madrid 1979.

    '

      Véase sobre jurisprudencia seleccionada: A.

      VALLES

     y F.

      DIAZ

     DE

     LIAÑO:

    Jurisprudencia constitucional.

      G eneralidad Valenciana, Valencia

     1985.

    ™ Sobre los aspectos procesales de l Tribunal C onstitucional, véase: J. G ON

    ZÁLEZ

      PÉREZ;

     Derecho Procesal Constitucional Civitas, Madrid 1980; S.

      GALEOTTI

     y

    B. Rossi: «El  Tribunal Constitucional

     en la

      Constitución española»,

     en  Revista de

    Estudios Políticos,

      núm. 7, Madrid 1979.

    21

  • 8/19/2019 Uned Derechos Frente Aterceros

    23/33

    LA EFICACIA DE LOS DERECHOS HUMANOS FRENTE A TERCEROS

    sar ia les de que e l Estado sea prop ie tar io o gestor , es c laro que los actos

    admin is t ra t ivos cuest ionados aquí fueron d ic tados por un órgano públ ico

    como es el Delegado del Gobierno en RENFE, . . . no cabe duda de que tal

    órgano entra por lo menos en la rúbr ica de lo que el ar t ículo   4 1   LOTC l lama

    funcionar ios o agentes de l Estado»

      ^\

    Otra sentencia que inc ide sobre e l prob lema de la e f icacia respecto

    a terceros es la d ic tada sobre e l recurso de amparo

      1 8 9 / 8 1 ,

      de 23 de no

    v iembre. En e l la se est ima una rec lamación aducida por unos t rabajadores

    despedidos cuyo recurso i iabía s ido declarado nu lo por la Jur isd icc ión la

    bora l ,  en tendiendo e l Tr ibunal Const i tuc ional que de lo que se t ra taba era

    de un despido d iscr iminator io por razones de af i l iac ión s ind ica l .

    La sentencia hace entrar práct icamente las proh ib ic iones de d iscr i

    minación conten idas en e l ar t ícu lo 17 de l Estatu to de los Trabajadores en

    el marco de l proceso const i tuc ional , a f i rmando que « la l iber tad de af i l ia rse

    y de no af i l ia rse. . . necesi ta garant ías f rente a todo acto de in jerencia im

    pedi t ivo u obstat ivo de l e jerc ic io de esta l iber tad». Acaso sea esta s enten cia

    la que más se aproxima a una forma de ef icacia hor izonta l de los derechos

    humanos, a l reconocer la ap l icab i l idad de uno de éstos en e l marco de una

    re lac ión labora l conformada sustant ivamente s in re lac ión especí f ica con ios

    poderes públ icos *^.

    También v incu lada a l prob lema que nos ocupa está la sentencia de

    amparo 2 /1982, de 28 de enero, que resuelve sobre un caso de bo icot

    de un estab lec imiento comerc ia l por unos mani festantes, con un resu l tado

    de daño económico . E l recurso se fo rmu ló con t ra una sen tenc ia condena

    tor ia d ic tada en ju ic io penal de fa l tas con lo que e l centro de gravedad de l

    prob lema se s i tuaba le jos de la

      Drittwirkung.

      S in em barg o, la sen tencia

    recoge dec la rac iones de in te rés :   1)   la posib i l idad de en ju ic iar la const i tu-

    c ional idad de decis iones jud ic ia les a jenas a una v io lac ión de carácter for

    ma l o p rocesa l ;

      2)

      e l carácter l ími te de todos los derechos fundamenta les

    —en la l ínea de la jur isprudencia precedente— de donde se in f iere la ne

    cesida d de protege r no só lo los derech os fundam enta les, s ino «otros b ienes

    const i tuc iona lmente p ro teg idos» , y   3)   e l que estos b ienes y derechos han

    de ser respetados no só lo por los poderes públ icos, s ino también por los

    ciudadanos, según los art ículos 9 y 10 de la Consti tución ^^.

    Cier tamente no puede est imarse que e l prob lema de la

      Drittwirkung

    en la Const i tuc ión española se encuentre to ta lmente def in ido en las sen-

    ° As imism o, véase: R. Ruiz   LAPEÑA:   «El Tribunal Constitucional», en  Estu-

    dios sobre la Constitución, op. cit.,

    ^

    En relación puede verse: E.

     GARCÍA DE ENTERRIA:

      «Sobre los derechos pú

    blicos»,  Revista Española de Derectio Administrativo,   núm. 6, Madrid 1975.

    ^ Es interesante la expos ición de

      CUADRA-SALCEDO,  E l recurso de amparo y

    los derectios fundamentales en las relaciones entre particulares,

      Alianza Editorial,

    Madrid 1981 .

    2 1 1

  • 8/19/2019 Uned Derechos Frente Aterceros

    24/33

    ANA POYAL COSTA

    tenc ias re fer idas pero es aprec iab le c ier ta tendenc ia a l reconoc imiento de

    una ef icac ia

      ínter privatos

      de a lgunos derechos humano s espec ia lm ente en

    el ámbi to de l Derecho labora l . Se t ra ta de f i ja r e l c r i ter io o so luc ión in ter-

    media ent re la es t r i c ta negac ión de la e f icac ia hor izonta l de los derechos

    humanos o de su admis ión aceptando que los órganos que han de ap l icar la

    ac túen en cada caso d i sc rec iona lmente . En e l ep íg ra fe s igu ien te comen-

    ta remos o t ros e jemp los de j u r i sp rudenc ia cons t i tuc iona l espec ia lmente re -

    fe r i dos a l ámb i to l abora l y económico .

    Como se observa t ras re fer i rnos a es tas sentenc ias son los jueces

    los que l levan a cabo la real ización de la  Drittwirkung al ser el los los que

    estab lecen e l contac to cot id iano con la rea l idad con las re lac iones ent re

    pr ivad os a las que ap l ican las leyes . A t ravé s de la

     Drittwirkung

      se com un ica

    la in f luenc ia de la Const i tuc ión a l orden pr ivado y son los jueces los que

    rea l izan ta l conex ión; la  Drittwirkung  es e l cauce que can al iza la proy ecc ió n

    de la Const i tuc ión a l orden par t i cu lar .

    Realmente es fundamenta l que la Const i tuc ión s i ha de regular la

    to ta l idad de l orden po l í t i co y soc ia l se proyecte también a la es fera de las

    re lac iones pr ivadas y la ex is tenc ia de ta les re lac iones pr ivadas const i tu-

    c ionales es un fac tor es tab i l i zador que cont r ibuye a la rea l izac ión p lena de

    la suprema norma y as im ismo es l a me jo r garan t ía de conservac ión de l

    Estado de Derecho.

    I I .  EFICACIA DE LOS DERECHOS SOCIOEC ONÓM ICOS

    ntroducción

    Los derechos humanos que e l Es tado l ibera l expresaba en su or-

    dena mien to en sus Dec la rac iones e ran derechos ind i v idua les como la

    l ibe r tad l a I gua ldad l a segu r idad ju r íd i ca l a p rop ieda d p r i vada ; hoy en d ía

    e l Es tado Soc ia l no n iega es tos va lores s ino que les da nuevo conten ido

    y l os comp lementa con o t ros derechos .

    Los nuevos «derechos soc ioeconómicos» se d i fe renc ian esenc ia l -

    mente de los recogidos por e l ant iguo catá logo l ibera l ; no es tán des t inados

    a garant izar la l iber tad y la protecc ión f rente a l Es tado s ino que son pre-

    tens iones de l ind iv iduo o de la co lec t iv idad ante e l Es tado. E l Es tado t iene

    pr imero que ac tuar para sat is facer es tos derechos; no son derechos en e l

    sent ido jur íd ico ya que no pueden ser ex ig idos jur íd icamente de l Es tado

    antes de que hayan s ido ins t i tuc ional izados por una acc ión es ta ta l . Y es

    aquí donde se p lantea qué t ipo de efec t iv idad t ienen esos derechos y cómo

    2 2

  • 8/19/2019 Uned Derechos Frente Aterceros

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    LA EFICACIA DE LOS DERECHOS HUMANOS FRENTE A TERCEROS

    se pueden e je rcer . Es la p rob lemát iea de la e f icac ia e l punto c lave sobre

    e l que t ra taremos.

    Las exigencias práct icas para su sat isfacción que a l Estado le   p lan -

    tean los derechos soc ioeconómicos, no pueden ser a tend idas s i no es d is -

    pon iendo de medios adecuados a lcanzab les so lamente a l p rec io de pro-

    fundas t ransform acion es de las re lac iones soc ia les basadas en la econom ía

    l ibera l .

      Pues cuando en los textos const i tucionales se incluye entre los de-

    rechos soc ia les, e l derecho a l t raba jo , la enseñanza gra tu i ta hasta la

      Uni -

    versidad o e l derecho a l rhedio ambiente, es evidente que p lantean a l Es-

    tado ta reas que no pueden l levarse a cabo mediante la abstenc ión o una

    act i tud de inercia.

    En los Estados avanzados técn icamente , los derechos soc ia les y

    económicos se han concre tado en leg is lac ión pos i t iva . Pero en los pa íses

    subdesar ro l lados aparecen como p lanes para e l fu tu ro hasta qué las   con-

    d ic iones soc ioeconómicas de la soc iedad esta ta l permi tan su ap l icac ión .

    Pero aun en los lugares donde los derechos socia les han de esperar hasta

    que se den los requ is i tos que hagan pos ib le su rea l izac ión , ta les derechos

    cumplen su ob je t ivo , pues seña lan una meta y un est ímulo para su logro .

    La t ransformación a la que se ha v is to somet ido e l Estado contemporáneo

    ha t ra ído cons igo una modi f icac ión de la na tura leza y func iones de l Dere-

    cho.

      Del Estado l ibera l ab sten cion ista hemos pasa do a un nuevo t ipo de

    Estado, que es hoy la p r inc ipa l fuerza conformadora de l o rden soc ioeco-

    nómico.

    Una de las consecuencias de la evolución del Estado l ibera l es que

    se pasa de la func ión garant is ta que le e ra prop ia , a una func ión

    p r o m o c i o n a l  ^.   Se produce un cambio de « l iber tad negat iva» ** a « l iber tad

    pos i t iva», que imp l ica una t ransformación comple ta en los actores ju r íd icos

    de los derechos, y en la función que representa e l Estado. Pero e l problema

    estr iba en que la func ión promociona l u t i l i za «normas programát icas»,

    como la d ispos ic ión de hacer los e fect ivos. Determinados autores han ne-

    gado e f icac ia ju r íd ica a este t ipo de preceptos, como FORSTHOFF y

    GIANNINI   ^.   C ier tamente e l g rado de e f icac ia que poseen, y más s i son de

    conten ido económico, es menor que o t ras normas const i tuc iona les, pues

    suponen una acc ión mater ia l fu tu ra necesar ia , y eso ya imp l ica a lgunos

    parámetros que no s iempre se pueden.contro la r , como e l t iempo y la in -

    tens idad de la acc ión .

    Sobre evolución y cambios en el Estado, véase: M.   GARCIA PELAYO: Las

    transformaciones del Estado contemporáneo,

      Alianza Editorial, Madrid 1982, p. 55.

    ==   Vid.   ELIAS DÍAZ,  op. cit.,   pág . 144.

    ^  Cfr. E.  FORSTHOFF: Problemas actuales del Estado Social de Derecho en

    Alemania,  I. Estudios Políticos, IVIadrid 1966, p. 32; M. S. GIANNINI: Sfafo Social: une

    nozione inutile,  Giuffré, Milano 1977.

    213

  • 8/19/2019 Uned Derechos Frente Aterceros

    26/33

    ANA POYAL COSTA

    Los tex tos que inc luyen normas programát icas t ra tan de re forzar su

    efec t iv idad recurr iendo a l Derecho ord inar io mediante la «reserva de

    ley»

      ,

      pero no const i tuye argumento def in i t i vo que garant ice la e f icac ia .

    Se podr ía a f i rm ar que e l prob lem a pol í t ico no res ide en qué d erec hos

    soc ia les y económicos enunc ian los tex tos const i tuc ionales s ino de qué

    medios prác t icos d ispone e l Es tado para ev i tar que permanezcan como

    fórmulas vac ías . Su efec t iv idad impl ica una ac t i tud pos i t i va de los órganos

    es ta ta les para l uchar con t ra l a des igua ldad económica y concen t rada en

    una ser ie de pres tac iones ac t ivas y garant ías ins t i tuc ionales .

    La preocupac ión por la e fec t iv idad de ta les derechos o dec larac io

    nes por c i tar un e jemplo fue patente en los debates par lamentar ios de la

    Const i tuc ión española de 1978; O. DE JUAN ASENJO dice: «En el curso de

    los debates par lamentar ios no fa l taron denunc ias de la h iper t ro f ia de de

    rechos soc ia les y adver tenc ias de que e l lo podía conduc i r a l desencanto

    cons t i tuc iona l cuando e l c i udadano descubr ie ra que l os derechos a l   t ra

    ba jo

    v i v ienda y sa lud . . . o to rgados por l a Ley Fundamenta l e ran pura h i

    pocresía» ^°.

    M. HERRERO DE MIÑÓN por tavoz de UCD los ca l i f i có en los s i

    gu ientes términos: « . . . son exc lus ivamente unos va lores que deben insp i rar

    a l leg is lad or pero que no puede n ser a legado s ante los t r ibun ales para

    imp ugn ar la con st i tuc ión de una norm a n i para ped i r la tu te la de un de

    recho» =^

    En la Const i tuc ión española v igente a lgunos de los derechos soc ia

    les como la educac ión la l iber tad s ind ica l o e l derecho de huelga han s ido

    reconoc idos a l mismo n ive l que las l iber tades c lás icas y por tanto cuentan

    con e l s is tem a de garan t ías con st i tuc iona les es tab lec idas pero o t ros de

    rechos como a la v iv ienda a la sa lud o la Segur idad Soc ia l remi ten a la

    leg is lac ión or d in ar ia su s is tem a de garant ías y en c ier to mo do a la vo lun tad

    pol í t i ca de la mayor ía par lamentar ia . Luego e l prob lema de la e f icac ia de

    esos derechos es tá v incu lado a la dec is ión e in tens idad que d i r i ja su ac

    tuac ión a remover los obs tácu los que impiden la rea l izac ión de todos los

    derechos económicos es dec i r a la vo luntad de ac t ivar las c láusulas t rans

    fo rm ado ras que res iden por e jem p lo en l os a r t í cu los 3 de l a Cons t ituc ión

    i ta l iana y 9 .2 de la Const i tuc ión española v igente.

    Pero además de es ta ver t iente de l prob lema de la e f icac ia de los

    derechos soc ia les y económicos que suponen una ta rea o p res tac ión por

    Sobre «reserva de Ley» véase: L.   SÁNCHEZ AGESTA:  Curso de Derecho

    Constitucional, Facultad de Derec lio Madrid 1980; M.

     GARCÍA PELAYO:

     Derecho Cons-

    titucional Comparado,

     Alianza Ed itorial Madrid 1983.

    ^  Vid. O.  DE JUAN ASENJO op cit.,  p. 120.

    ' Cfr. M.  HERRERO DE MIÑÓN:  Diario de Sesiones del Congreso,  núm. 59

    5-V-1978 p. 2026.