“Y en mi vida olvidaré el día que vi (Zamora) desdeel puente de hierro sobre el Duero, a la caída de latarde, cuando el sol, enrojeciendo el ocaso, seponía por el cimborrio de su vetusta catedral … Ydesde aquel mismo puente zamorano sobre elDuero, ¡que lección fundamental y preliminar dehistoria de España!... Y entrando ya en la ciudad¡qué encanto el de sus iglesias románicas, robus-tas y recogidas, severas y rudas!”

De: “España sugestiva. Zamora”Artículo publicado en

“La Nación” de Buenos Aires25 de octubre de 1906

“¡Ancha es Castilla! ¡Y qué hermosa la tristezareposada de este mar petrificado y lleno decielo! Es un paisaje uniforme y monótono ensus contrastes de luz y sombra, en sus tintasdisociadas y pobres en matices. Las tierras sepresentan como en inmensa plancha de mo-saico de pobrísima variedad, sobre que se ex-tiende el azul intensísimo del cielo. Faltansuaves transiciones, ni hay otra continuidadarmónica que de la llanura inmensa y el azulcompacto que la cubre e ilumina”.

De: “En torno al casticismo”, 1902

”Yo sé que mi alma no será del todo libremientras en el mundo haya algo esclavo”

De: “El sentimiento trágico de la vida”

“Como acostumbro, leo los libros sin tomarnotas, y luego los repienso y los dejo repo-sar, y al cabo del tiempo escribo lo que mebrota, sin recordarlo en la forma en que loleí. Solo quiero dar forma propia a las ideas,que no son de nadie y son de todos. Todo losabemos entre todos, nadie puede hoy decir“esto es mío”.

De una carta a Clarín en 1900”Del libro: “Miguel de Unamuno: biografía”

Colette y Jean-Claude RabatéTaurus, 2009

“Tengo el ánimo envenenado por la canallapolítica que jamás reconoce sus culpas, y de-masiado propenso desde hace algún tiempoa cierta irritación misantrópica y pesimista”

De una carta a Ramón y Cajal en 1918”Del libro: “Unamuno de Luciano G. EGIDO

“Decía Schopenhauer que hay tres clases de escritores:los que escriben sin pensar, los que piensan para es-cribir, y los que escriben porque han pensado. A la se-gunda clase pertenece el rebaño de los escritoresprofesionales. Artistas hay que no cantan, escriben opintan porque hayan sentido o pensado algo algo,sino que piensan y sienten para cantar, escribir o pin-tar. Este para enturbia las fuentes mismas de la pro-ducción artística, haciendo que el arte se nutra de símismo y se encanije. “

“Literatismo”. La Revista Blanca nº I, julio 1898

“¿Es que antes de haber libros en una u otraforma, antes de haber relatos, de haber palabra, dehaber pensamiento, había algo? ¿Y es que después deacabar el pensamiento quedará algo? ¡Cosas de libros!¿Y quién no es cosa de libros?”

“Niebla”, 1914, (Capítulo XXXII)

“En vez de sentirnos un pueblo europeo,nos sentimos una dependencia de Europa; nopensamos sino en aprender de ellos, sin que senos ocurra que a nuestra vez hay algo tambiénque podemos enseñarles”

“Ambiente de guerra”. Artículo en “La Nación”, 8 septiembre de 1909.

En: De patriotismo espiritual: artículos en "La Nación" de BuenosAires 1901-1914 / Miguel de UNAMUNO. Universidad de Sala-manca, 1997

“Mi vida ha sido estudiar, meditar, reflexionar,sentir las más hondas preocupaciones, ir al camposiempre que he podido, empaparme en paisaje, tre-par montañas, derramarme en la conversación, dibu-jar de cuando en cuando, atender a mi cátedra,cuidar de mis hijos, recrearme en mi mujer y lucharpor la difusión del ideal. […] Soy ante todo y sobretodo un trabajador y en el trabajo mismo encuentromi mayor consuelo y mi principal recompensa. Mihogar es no una roca, sino una barca en el gran ríodel tiempo; voy sin sentir en ella y me parece que novoy yo, sino que son las riberas las que desfilan a misojos. No quiero los placeres intermitentes, y entre-mezclados con angustia, quiero la dulce y continuafusión del tibio placer y de la dulce pena, un estadode placentera incertidumbre del mañana; quiero elplacer hecho hábito y el hábito hecho placer. Cadahora me trae su callado deleite, me despiertan losniños, entra el sol en mi cuarto, salgo a contemplar lasierra lejana cuando me fatigo. Tal es mi vida.”

Carta a Rufino Blanco-Fombona. 2 de abril de 1901En: Epistolario americano (1890-1936) / Miguel de UNAMUNO. Universidadde Salamanca, 1996

“Escribir un cuento con argumento no es cosadifícil, lo hace cualquiera […]; la cuestión es escri-birlo sin argumento. La vida humana tampocotiene argumento, ¿quién sabe lo que será ma-ñana? Las cosas vienen sin que sepamos cómo yse van del mismo modo”.En: “Cuentos completos”, edición de Óscar Carrascosa Tinoco. Páginas deespuma, 2011.

“¡Sa-la-man-ca! ¡Qué bien suenan estas cuatroplenas sílabas, las cuatro con “a”, con la másgrave de las vocales! ¡Salamanca! En estas cuatrosílabas parece encerrarse, como en mágico talis-mán, todo un sistema económico, político, filosó-fico y hasta religioso.”

“¡Salamanca! ¿Qué le he de decir de ella? Ha sidomi dolor y mi goce, mi vida y mi muerte”

En una carta a Clarín. Del libro: Salamanca la gran metáfora de Unamuno.Luciano González Egido.

“Es inútil que se excite al capital a la conquistade las mesetas. Cuando no lo hace será, de se-guro, porque no le conviene. Es muy fácil hablarde rutina y de falta de iniciativa; pero no es tanfácil indagar si ésta supuesta falta no obedece aprofundas razones económicas. En el caso con-creto en que en estos artículos me ocupó, paré-ceme que el capital se lucra más del estadolamentable en que las mesetas se hallan, que selucraría de intentar mejorarlas.

Es más creo: creo que la situación en que laagricultura central se halla es uno de los más po-derosos soportes de las industrias de la periferia yque una de los funciones económicas de los deso-lados páramos es producir una población exce-dente y con ella brazos baratos para las fábricas”

Artículos La dehesa española y La conquista de las Mesetas, publicados enLa Estafeta, el 6 de marzo y 11 de septiembre de 1899. Del libro España laquiebra de 1898 (Costa y Unamuno, en la crisis de fin de siglo) / ManuelTuñón de Lara. Madrid : Sarpe 1986.

“Lo que el pueblo español necesita es co-brar confianza en sí, aprender a pensar ysentir por sí mismo, y no por delegación, ysobre todo, tener un sentimiento y un idealpropios acerca de la vida y su valor.”De una carta escrita a Azorín en 1897. Del libro España la quiebrade 1898 (Costa y Unamuno, en la crisis de fin de siglo) / ManuelTuñón de Lara. Madrid : Sarpe 1986.