Una Estrategia de Prevención en Consumo Experimental y Recreativo de Sustancias Psicoactivas Para...

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U na E stra tegi a de Pr evenci ón en C onsu m o E x per i mental y Recre ati vo de S u stan ci as Psi coacti vas P ar a la Ci uda d de C ali 2 0 1 4  Juan Felipe Martínez F. Comp. Vanessa Castro Ramírez Andrea Téllez Paz Karol Tenorio Jenny Adriana López 

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  • Una Estrategia de Prevencin en Consumo Experimental y Recreativo de Sustancias Psicoactivas Para la Ciudad de Cali 2014 Juan Felipe Martnez F. Comp. Vanessa Castro Ramrez Andrea Tllez Paz Karol Tenorio Jenny Adriana Lpez

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    AUTORIDADES DEPARTAMENTALES UBEIMAR DELGADO BLANDON Gobernador del Valle del Cauca FERNANDO GUTIERREZ Secretario de Salud Departamental JULIO CESAR ROJAS TRUJILLO Gerente Hospital Psiquitrico Universitario del Valle ESE

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    Gobernacin del Valle del Cauca: Secretaria de Salud Departamental

    Hospital Psiquitrico Universitario del Valle Convenio 0684 de 2013

    Estrategia de Prevencin en Consumo Experimental y Recreativo de Sustancias

    Psicoactivas para la ciudad de Cali1

    Juan Felipe Martnez Flrez Andrea Tllez Paz

    Vanessa Castro Ramrez Karol Tenorio

    Jenny A. Lopez

    2013

    1 Imagen de portada de http://www.timeout.com/penang/arts-and-entertainment/event/title/The-Art-E-Space-Teen-Art-Club

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    Al principio la droga te pone eufrico. Es como ganar un campeonato. Y penss: maana qu

    importa, si hoy gan el campeonato. La droga es como un pac man que te va comiendo

    Diego Armando Maradona

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    Tabla de Contenido Introduccin..........................................................................................................................6 Resultados del Estudio Sobre el Consumo de Sustancias Psicoactivas en las Instituciones Educativas de la Ciudad de Cali...................................................................8 Conclusiones del estudio en torno al consumo de sustancias en las instituciones educativas de la ciudad de Cali..............................................................................................................13 Desarrollando una estrategia en prevencin, la importancia del trabajo articulado. (Por: Vanessa Castro)............................................................................................................18 Educacin no informacin....................................................................................................18 Articulacin entre la escuela y el tiempo libre......................................................................19 Sostenibilidad........................................................................................................................20 El Desarrollo de Habilidades Sociales y Toma de Decisiones como estrategia de Prevencin de Consumo de Sustancias Psicoactivas (Por: Andrea Tllez Paz).......................................................................................................24 La Escuela y el consumo de SPA: Una Propuesta para la prevencin en el Contexto Escolar (Por: Vanessa Castro)............................................................................................. 31 La Escuela un Espacio Propicio...........................................................................................31 Principios, disposiciones para la puesta en marcha............................................................33 Lo que debe contemplar, hablemos de contenidos...............................................................35 El Tiempo de ocio de los Jvenes Tambin es un Espacio de Prevencin (Por Karol Tenorio)..............................................................................................................38 Prevencin desde las instituciones: articulacin de la propuesta con otros servicios de prevencin gubernamentales (Por: Jenny Lpez)................................................................................................................43 Intervenciones desde ICBF, La Direccin de Proteccin Subdireccin de responsabilidad penal......................................................................................................................................44 El Ministerio de Salud Y Proteccin Social en su programa de Prevencin del consumo de tabaco, alcohol y drogas.......................................................................................................45 Zonas de Orientacin Escolar (ZOE)...................................................................................47 Centros de escucha...............................................................................................................48 Cali actuando Frente a las Drogas Plan de Prevencin, Atencin y Control de Sustancias Psicoactivas...........................................................................................................................49

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    Introduccin El consumo de sustancia psicoactivas es uno de los problemas de sociales y de salud publica que se presenta con mas incidencia en los escolares del departamento del Valle de Cauca y su capital la ciudad de Cali. Segn cifras del informe de actividades investigativas del convenio 0624 de 2012 entre la secretaria de Salud Departamental y Hospital Psiquitrico Universitario del Valle; cerca del 50% de los estudiantes adolescentes escolarizados del departamento ha consumido alguna vez en su vida alguna sustancia psicoactiva (legal o ilegal) y cerca del 45% lo hizo en los ltimos 30 das. Dicho informe mostro como sustancia con mayor prevalencia en la experimentacin es el alcohol (50%), seguido por el cigarrillo (38%), marihuana (16%), cocana (6%) y drogas sintticas (3%) (Martnez, Arroyave; Osorio 2012). Las causa del inicio del consumo segn algunos autores se deben a diversos factores. Y pueden diferenciarse entre aquellos correspondientes al propio del sujeto o Factores individuales, tales como: organizacin psicolgica, valoracin de s mismo, autocontrol, bsqueda de sensaciones. Tambin el inicio del consumo se encuentra influido por factores externos al individuo o Factores sociales (escolarizacin, caractersticas de la vecindad, relacin entre pares, relaciones familiares) (Calleja, Garca Seorn, Gonzlez; 1996) Esta problemtica no solo afecta al individuo aislado, sino que tiene una clara influencia en todos los sistemas de relaciones donde se desenvuelve como su hogar, la escuela y la comunidad (Burrone, Bueno, Costa, 2010) Desde una mirada psicloga el consumo es la expresin de dificultades centradas en los vnculos afectivos. El ser humano, como sujeto psicolgico va ms all de sus instintos ubicndose en el plano de la conciencia, es decir en la bsqueda de un bienestar y de unas condiciones que permitan enriquecer su vida de experiencias interesantes y gratificantes. (Martnez et: al 2012) Muchos jvenes inician un consumo experimental por dichos factores asociados a la bsqueda de sensaciones o la curiosidad o con le fin de sustituir carencias en las relaciones con su entorno. En otros casos, factores sociales como el fracaso escolar o la influencia de pares pueden ser factores de influencia de dicha experimentacin. Por otra parte, el uso recreacional de sustancias psicoactivas(SPA), es consecuencia directa de la experimentacin y su asociacin con un componente hednico propio de la bsqueda de sensaciones nueva en la adolescencia (de La Villa Moral, Ovejero 2011) Segn estudios

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    recientes (Farhat 2011; Alfonso, Media, Espada 2009; Sirvent, 2007) El uso recreativo de sustancias se encuentra adems influido por factores macro sociales como las practicas culturalmente aceptadas como fiestas, rituales de iniciacin dentro de grupos sociales y percepcin social de las sustancias i:e el alcohol como componente de fiestas, la percepcin asociada al consumo de cigarrillo como moderno fresco o el consumo de marihuana es propio de rebeldes o irreverentes. Tanto en la experimentacin como en el uso recreacional hay un componente de riesgo para el individuo, especialmente en los aos de la adolescencia. Usualmente el joven puede asumir una postura de riesgo controlado donde juega a tener control sobre la sustancia, sin embargo los daos a su organismo, estructura psicolgica, y sistema de relaciones son acumulativos y en principio de difcil percepcin por parte del joven. Este trabajo tiene como objetivo principal Presentar una estrategia para la prevencin de consumos de sustancias orientada hacia la poblacin escolar en los centros educativos de la ciudad Cali. Esta estrategia esta basada en la ms reciente caracterizacin de factores de riesgo asociados a consumo experimental y recreativo, realizada por el Hospital Psiquitrico Universitario del Valle. El trabajo que a continuacin se presenta es el producto del equipo de investigacin para el producto 2.8 del plan operativo anual (poa) 2013 y se encuentra enmarcado en el convenio 0684 de 2013 entre el HPUV y la Secreteara Departamental de salud. En este trabajo se pretende abordar desde el campo de la prevencin el consumo de sustancias de sustancias, Cuales son lo factores de riesgo en los jvenes que los llevan a consumir y la prevalencia de estos factores en la ciudad Cali. A partir de ah, plantean los lineamientos generales para una propuesta de intervencin en esta problemtica a partir de la informacin recopilada. Esta propuesta de intervencin presentada en primera instancia a partir de un modelo terico basado en la gestin de las emociones y la toma de decisiones y las competencias sociales. Se ha elegido este modelo terico despus de observar que los jvenes en gran numero de casos se acercan a las drogas como una va de superar la frustracin en diferentes mbitos, ya sea por el fracaso escolar, acadmico, en sus relaciones, o mala crianza o sencillamente para sentirse bien es decir, se ha denotado que la problemtica de experimentacin en drogas se asocia a una pobre gestin de las emociones y sentimientos por pate de los jvenes que los lleva a buscar fuera un atajo hacia el bienestar. De esta forma, planteamos una estrategia basada en la prevencin en la escuela y el tiempo libre En este documento buscamos ahondar en el tema de la prevencin y en sus lineamientos generales desde el modelo terico planteado para lograr consolidar la prevencin en la escuela y el tiempo libre espacio determinantes para ofrecer herramientas que permitan a los jvenes negociar con mas asertividad su relacin con las sustancias psicoactivas. Por ultimo, en la parte final del documento se presentan un ensayo por sobre como podra ser posible articular una nueva propuesta de este tipo con los trabajos ya existentes y estrategias que se han desarrollado en los ultimo aos con e fina anudar esfuerzo en esta problemtica que, segn las cifras lejos de desaparecer continua en aumento.

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    Resultados del Estudio Sobre el Consumo de Sustancias Psicoactivas en las Instituciones Educativas de la Ciudad de Cali2

    Por: Juan Felipe Martnez F.

    En el estudio participo un total de 2321 estudiantes en el componente cuantitativo del estudio, lo que nos permite un error muestral de +- 3%. Del total de esta muestra, el 100% pertenece a instituciones educativas oficiales ubicadas en el casco urbano de la ciudad de Cali. El 51,9% de participantes corresponde al gnero femenino y el 48,1 % al gnero masculino. La distribucin por grado escolar puede y la distribucin por edad puede observarse a continuacin.

    Tabla I. Resumen de la distribucin por edad y grado escolar de los jvenes participantes en la recoleccin de los datos cuantitativos

    La siguiente presentacin de resultados busca en principio describir una estado general de la medicin realizada en cuanto a cuantificacin de niveles de consumo en la poblacin

    2 Para una revisin detallada del estudio, sus instrumentos y metodologa vase el informe de actividades investigativas producto 2.8 convenio 0684 2013, por Juan Felipe Martnez Flrez

    Grado escolar

    Porcentaje numero

    6 15,2 353 7 22,1 512 8 21,3 495 9 21,1 490 10 11,2 260 11 9,1 211

    total 100 2321

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    general estudiada. En segunda instancia se agrupan los resultados ms relevantes de acuerdo al consumo de sustancias en relacin con los factores de riesgo indagados. De manera general, un primer panorama de la prevalencia de consumo en relacin a la sustancia nos muestra que el alcohol es la sustancia psicoactiva ms consumida por los jvenes de la ciudad, seguida por el cigarrillo y la marihuana. La cocana, los inhalantes y las drogas sintticas ocupan los ltimos puestos entre los jvenes de las instituciones pblicas. (Vase tabla II)

    Sustancia Al menos una vez en la vida

    ltimos 30 das Nunca ha consumido

    Alcohol 45,2 42,7 43,4 cigarrillo 30,1 16,4 70,4

    Marihuana 14,3 8,5 84,4 Cocana 6,9 4,7 91,4

    Inhalantes 4,6 -- 94.2 Drogas

    sintticas 5,5 -- 93,1

    Tabla II. Resumen de prevalencia de consumo de sustancias psicoactivas legales e ilegales, resumen de acuerdo a consumo al menos una vez en la vida y consumo en los

    ltimos 30 das.

    Este primer panorama general nos muestra una prevalencia de consumo de al menos una vez en la vida bastante alto para todas las sustancias. Especficamente, en el caso de sustancias legales como en el caso del licor nos seala que prcticamente uno de cada dos jvenes lo ha consumido y lo consume regularmente. Para el caso del cigarrillo pese a que la cifra de al menos una vez en la vida es alta (30,1%) llama bastante la atencin que su prevalencia de uso en los ltimos 30 das es incluso ms baja, lo cual es un dato interesante a contrastar mas adelante con las ideas de los jvenes. La cocana tambin registra un porcentaje de al menos una vez en al vida relativamente alto y marca un consumo en los ltimos 30 das cercano al 5%. En otra instancia, es significativo el porcentaje obtenido por las drogas sintticas, cerca del 6% de los jvenes ha experimentado con ellas al menos una vez en su vida, este es un porcentaje importante que puede estar relacionado con la proliferacin de la oferta de este tipo de sustancias en los ltimos aos en nuestra sociedad. Hablando de las edades de inicio de consumo, entre los jvenes que reportaron haber consumido alguna sustancia al menos una vez en la vida, vemos que el panorama es bastante interesante para el caso de las sustancias con mayor nivel consumo.

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    Tabla III. Edades de inicio de consumo par aquello que repostaron haber consumido alguna sustancia legal o ilegal al menos una vez en la vida.

    Como pude apreciarse en la tabla III, las edades de inicio varan entre el tipo de sustancias y pese que las edades ms tempranas registran un porcentaje menor, este porcentaje es significativo y merece atencin. Para el caso del alcohol y el cigarrillo las edades de inicio de consumo con un porcentaje ms alto se ubican entre los 10 y 13 aos. Sin embargo para el caso del alcohol el periodo entre los 13 y 15 contina siendo crtico registrando un porcentaje bastante significativo. Para el caso de las sustancias ilcitas, el periodo crtico se comprende entre los 13 y 15 aos, sin embargo entre los 10 y 13 aos tambin se registra un porcentaje significativo. Se puede apreciar que para todas las sustancias que en las edades tardas el porcentaje de inicio de consumo es comparativamente bajo en relacin a los periodos precedentes. En cuanto a las edades promedio de inicio de consumo de licor en relacin al genero, tenemos que en promedio que la mayora de las mujeres inician su consumo entre los 13 y 14 aos con un 26,3% para este margen de edad y los hombre un poco antes entre 12 y 13 aos 24,1%, si bien este datos es solo la edad en la que mayora inicia pues como se pudo apreciar se registran edades de inicio antes de los 10 aos. Sustancia /percepcin

    No es daino y lo consumo

    No es daino y No lo consumo

    Es daino pero lo consumo

    Es daino y por eso NO lo consumo

    Alcohol 11,3 7,5 31,9 47,0 Cigarrillo 9,4 8,1 9,3 61,9 Marihuana 8,9 9,5 6,5 72,2 Cocana 7,4 4,4 5,5 78,7

    Tabla IV. Resumen de la percepcin en el riego de dao en el consumo de sustancias psicoactivas con mayor prevalencia de consumo.

    Los anteriores resultados si bien muestran que la mayora de los jvenes que han consumido sustancias psicoactivas lo han hecho bajo conocimiento de causa del dao potencial de dichas sustancias, tambin muestran que un porcentaje significativo de los jvenes no percibe riesgo de dao en dichas sustancias. De igual forma, si se observa detalladamente los porcentajes se puede apreciar que ante este tipo de preguntas se observa un leve incremento en el porcentaje de consumo de sustancias como marihuana y cocana respecto a las preguntas directamente sobre el consumo de dichas sustancias.

    Sustancia/ Edad de inicio

    7-10 aos

    10-13 aos

    13-15 aos 15-18 aos

    Alcohol 3,9 20,7 17,4 5,7 cigarrillo 2,6 22,7 7,2 1,3

    Alguna sustancia ilegal como: Marihuana,

    Cocana o inhalantes, drogas sintticas

    2,8 5,2 8,9 1,9

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    Llama la atencin el caso de la marihuana puesto que en comparacin con el porcentaje de las dems muestra una percepcin de riesgo mayor en relacin con el consumo bajo conocimiento del riesgo de la otras sustancias. Igualmente, llama la atencin que cerca del 10% de los jvenes no percibe riego en el cigarrillo, siendo dicha sustancia, una sobre las cuales ms se han realizado intervenciones en pos de divulgar sus riesgos para la salud. En cuanto al genero se encontr que, son lo hombres quienes tienden a tener una percepcin de no dao de las sustancias en comparacin con las mujeres. Son las mujeres quienes registran mayor porcentaje en es daino pero lo consumo. Es decir las mujeres tienden a consumir bajo reconociendo los riesgos de la accin en mayor medida que los hombres. Respecto a otros factores reportados previamente en la literatura (De La Villa et: al (2011; Farath 2011; Burrone, et:al 2010) como factores de riesgo individual como la actitud hacia la norma, rebelda, y la capacidad de autocontrol. El conjunto general de los jvenes poco ms del 60% percibe su propia conducta como dentro de los limites establecidos. En contraste factores individuales como la bsqueda de sensaciones y las creencias respecto al uso de sustancias muestran que los jvenes estaran en un porcentaje significativo dispuestos a experimentar con sustancias y hacer un uso recreativo sin creer que esto los hara adictos (Vase Grafico II)

    Grafico II. Resumen de los porcentajes de respuesta de los jvenes respecto a su percepcin de consumo experimental y recreativo.

    En relacin a la anterior grafica, podemos apreciar que en cuanto a la posibilidad de llegar a experimental alguna vez con sustancias psicoactivas un 52,9% de los jvenes seala que definitivamente no consumira una sustancia psicoactiva por experimentar, mientras un 10,4% seala que probablemente no. Por su parte, un 19,2% dice que probablemente si y 4,6% dice que definitivamente si lo hara. Respecto a este tem llama la atencin varias cosas, en primer lugar una mirada general nos ubicara un amplio espectro de los jvenes en el rango de la probabilidad de experimentar, es decir un aproximadamente un 35% de los jvenes se sita en la categora de probablemente no o probablemente si. Este resultado parece expresar la curiosidad de los jvenes y su duda constante respecto a si experimentar con sustancias o no. En segunda instancia, tambin llama la atencin respecto a este tem la cantidad de jvenes que negaron a responder la pregunta cerca del 13% situacin que pone

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    en evidencia la desconfianza de los jvenes respecto a los adultos y las instituciones en temas como el que nos concierne. En la segunda grafica vemos que, un 44,7% de los jvenes considera que no es posible hacer un uso de sustancias psicoactivas en contextos o situaciones recreativas sin llegar a caer en una adiccin. Mientras un 13,1% considera que probablemente no es posible. En contraste, un 17,4 % considera que si es posible tener un uso en determinados contextos de sustancias psicoactivas sin ser adicto y un 7,7% considera que si es definitivamente posible. Estos resultados, muestran que alrededor del 50% de los jvenes comparte la creencia que es probablemente posible manejar un consumo regulado de sustancias psicoactivas limitado a ciertos contextos o situaciones. Este resultado, evidencia que las creencias de los jvenes respecto al riesgo de uso de las sustancias son un factor de riesgo importante puesto que, no se percibe un riego mayor en el consumo y un buen porcentaje de los jvenes, cerca de la mitad considera que es posible controlar el consumo y que el uso recreativo de las sustancias no implicara necesariamente la adiccin. En igual forma los jvenes reportan en un porcentaje significativo que tiene en su crculo de amistades amigos consumidores. Un 44,9% de los jvenes reportan que en su crculo alguno de sus amigos consume alguna sustancia legal o ilegal de manera regular mientras un 27,7% no sabe si alguno de sus amigos consume y tan solo un 27,5% asegura no tener amigos consumidores. En este mismo tpico, y frente a preguntas sobre si aceptaran la eventual invitacin de un amigo a consumir los jvenes reportaron de manera diferente segn la sustancia. Para el caso del alcohol, respondieron que definitivamente si, o probablemente si aceptaran la invitacin el 30,2% y para el caso del ofrecimiento de un cigarrillo un 10,5%. En el primero de los casos quiz el elevado porcentaje se deba al factor cultural asociado al alcohol en nuestra sociedad el cual es entendido y visto como un elemento que sirve para amenizar las fiestas y unir a los amigos. En ltima instancia, este tpico se presenta como una factor de riesgo social con prevalencia importante, pues como veremos ms adelante, los jvenes expresan que en el circulo de amistades es done mas rondan las sustancias y donde es mas fcil conseguirla, as mismo en dichos crculos muchas veces sienten la presin del grupo y su curiosidad al ver otros consumir se incremente por saber que se siente. Ahora bien como es percibido el papel de la escuela y la educacin por parte de los jvenes en cuanto al consumo? Este es un tpico interesante, puesto que, si bien la educacin puede considerarse como un factor protector si este no esta funcionando adecuadamente la escuela podra entonces percibirse como un factor de riesgo (Vase tabla V)

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    Pregunta /Respuesta SI NO No lo S Te han enseado en alguna

    de tus clases, o en la escuela te dan informacin sobre los peligros de beber alcohol?

    49,9 39,3 9,9

    Te han enseado en alguna de tus clases o en la escuela te

    dan informacin sobre los peligros de experimentar con

    drogas ilcitas?

    66,0 27,7 11,3

    Te han enseado en alguna de tus clases o en la escuela como decir a otros que no deseas consumir alcohol o

    drogas?

    39,4 49,9 10,7

    Tabla V. Resumen de la percepcin de la eficacia de la institucin educativa en brindar

    informacin sobre la interaccin con sustancias psicoactivas. La anterior tabla, nos muestra que alrededor de la mitad de los jvenes percibe que la educacin que se les brinda en las instituciones educativas no les brinda elementos que les permitan negociar con situaciones en as que se involucre el manejo de sustancias psicoactivas. En el caso del alcohol, podemos observar que el 39,3% de los jvenes reporta no haber recibido informacin de ninguna instancia de su escuela sobre lo peligros de consumir alcohol. En el caso de las drogas ilcitas la cifra es un poco mas baja el 27,7% de los jvenes reporta no haber recibido informacin sobre el tema en su institucin educativa. Pero para el ultimo tem, referente a si en al escuela se les ha brindado algo mas que informacin, o si se les ha brindado elementos que les permita eludir situaciones o personas que los inciten a consumir cualquier tipo de sustancia vemos que el 49,9% de los jvenes dice no haber recibido ningn tipo de apoyo en este tema, y un 10,7% no sabe o no conoce si este tipo de formacin la ha brindado la institucin. Este resultado es una alerta a las entidades gubernamentales encargadas de realizar trabajo en prevencin del consumo de sustancias puesto que se puede evidenciar que los jvenes podran no percibir la institucin educativa que les est brindando elementos de proteccin frente al consumo dejndoles la decisin a los jvenes mismos.

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    Conclusiones del estudio en torno al consumo de sustancias en las instituciones educativas de la ciudad de Cali Puede denotarse en los resultados que el alcohol es la sustancia psicoactiva ms usada por los adolescentes. La principal fuente de consecucin de alcohol es de los amigos seguido de la propia casa y teniendo en cuenta la corta edad de la poblacin encuestada es preocupante que el 50% haya consumido al menos una vez en su vida, llegando a embriagarse un 35%. Lo anterior, nos lleva a reflexionar sobre el grave descuido o quiz con toda consciencia e intencionalidad de sectores industriales y de publicidad ante la difusin indiscriminada de diferentes licores como acompaantes perfectos para toda ocasin, signo de libertad, autonoma, diversin. Al mismo tiempo, hay que hacer un llamado de atencin sobre el lugar de la familia como precursor de este consumo, que por ser socialmente permitido y aceptado, se desdea el dao que se hace con el ejemplo poco acertado que perciben los adolescentes. Sin dejar de lado el consumo del cigarrillo que al igual que el alcohol est enmarcado en una cultura de diversin, libertad, estar a la moda, cotizarse entre las chicas o chicos, en fin, puede evidenciarse en los jvenes una visin distorsionada, en la que poco se perciben los riesgos sobre el organismo y lo que representa a nivel de las necesidades o problemticas emocionales y/o sociales que encubre. En relacin a los factores de riesgo, existe una fuerte indicio en la informacin recopilada que en los jvenes hay una fuerte tendencia a incurrir en el uso experimental a partir de la curiosidad, la necesidad de experimentar nuevas sensaciones, y un componente asociado a la inestabilidad emocional. En esta misma lnea son comunes las creencias de riesgo disminuido en ciertas sustancias como la marihuana y el alcohol. En la primera de estas los jvenes aseguran que al ser natural no representa mayor riesgo para la salud y por o tanto no seria inadecuado consumirla; en el caso del alcohol los excusan su uso en el carcter legal de la sustancia y su aprobacin social. En cuanto a los factores de riesgo a nivel social, se evidencia una fuerte tendencia en los jvenes a dejarse llevar por la influencia en sus prcticas de pares y amigos. De igual, el contexto familiar y la aprobacin en dicho contexto del consumo de alcohol, se convierte en factor de riesgo que podra incidir en la alta tendencia de los jvenes hacia su consumo e inicio temprano de tal consumo. En ltima instancia se observa una fuerte influencia en factores externos del medio como los medio de comunicacin, publicidad, pelculas o programas de televisin, los jvenes refieren que constantemente ven publicidad y referencias en los medios al consumo de alcohol o drogas como algo comn y libre de riesgo. En cuanto a la curiosidad como una regularidad en el discurso de los jvenes. Verbalizaciones como saber que se siente o uno ve a personas consumiendo en las fiestas y parecen divertirse ms que nadie, entonces a uno le entran ganas de probar nos hablan hasta cierto punto de aquella necesidad de los jvenes por experimentar nuevas experiencias y sensaciones, no obstante, queda la pregunta Porque los jvenes considera una va de exploracin de sensaciones la experimentacin con drogas y no cualquier otra

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    experiencia? Es decir, es sabido que la juventud sea una etapa de exploracin, pero porque el consumo de sustancias se tie en nuestra sociedad bajo un aura tal que casi siempre que un joven piensa en experimentar algo nuevo este algo nuevo tienen que ser las drogas? Otra de las causas o factor de riesgo que se puede inferir en los jvenes es el uso recreativo de sustancias con el fin de obtener sensaciones placenteras. Uno de los argumentos mas referidos por lo jvenes durante los grupos de discusin, es el uso de sustancias para sentirse bien o como lo expresa otro joven ms enfticamente la marihuana... se podra consumir porque ayuda a sentirse bien En muchos de estos casos, los jvenes argumentan que las drogas producen sensaciones de bienestar. Por ejemplo en las fiestas se bebe alcohol para sentirse mejor o se consume determinada sustancia para aumentar el placer. En este sentido, y al no querer entrar en el juego de dar la razn de que una sustancia determinada sea el cliz dador de felicidad, puede uno preguntarse estn tan insatisfechos y frustrados los jvenes que no perciben en su medio experiencias lo suficientemente significativas y debe busca atajos hacia su bienestar? Podra argumentarse que lo jvenes perciben las sustancias psicoactivas como un atajo hacia el bienestar y el placer al que consideran difcil de adquirir a travs de los logros sociales o acadmicos. Es decir los jvenes dan cuenta de cierta incapacidad para reconocer, y generar por oro tipo de situaciones emociones positivas y tienden a percibir las sustancias como una forma de generar placer y evadir las emociones negativas. Entonces, tenemos que los jvenes se encuentran insatisfechos, son vulnerables, se sienten desubicados y andan en una constante bsqueda de experiencias como los gua la institucin educativa para evitar que las drogas se conviertan en su respuesta? Quisiera poder decir que la institucin educativa se convierte en un agente capaz de brindarles algunos elementos que les permitan a estos jvenes sortear las dificultades, pero la menos la mitad de los jvenes no lo considera as. Ante la pregunta Te han enseado en alguna de tus clases o en la escuela te dan informacin sobre los peligros de experimentar con alcohol o drogas ilcitas? El 39% de los jvenes respondi que no y un 9,9% respondi que no saba si les haban dado algn tipo de informacin. En esta misma lnea ante la pregunta Te han enseado en alguna de tus clases o en la escuela como decir a otros que no deseas consumir alcohol o drogas? El 49,9% respondi que no y un 10,7% que no sabia o no estaba seguro si les haban hablado de esto. En otras palabras, los jvenes no perciben que su institucin educativa les brinde elementos que les ayuden a sortear situaciones de consumo o probable consumo. Lo cual, junto a las creencias errneas sobe las drogas, nos pone de manifiesto que los jvenes estn aislados de otro sectores sociales y no cuentan con apoyo para orientarse, no solo respecto al uso de sustancias sino tambin respecto a como afrontar los hechos de su estado del desarrollo y las decisiones a las que deben enfrentarse Los resultados encontrados dejan bastantes preocupaciones a revisar tanto a los educadores como las instituciones gubernamentales encargadas de intervenir esta problemtica. La progresin del uso de sustancias por parte de los jvenes parece consistente y con cierta tendencia a aumentar. Los jvenes perciben que las intervenciones en torno a esta problemtica no esta acorde con sus necesidades y siente que en realidad no son tenidos en cuenta ellos como parte del problema sino como el problema mismo. En este sentido es urgente re evaluar, la manera como se ha estado abordando esta problemtica en los ltimos aos de manera tal que nos permitan realizar una comprensin asertiva de los jvenes,

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    quienes son esos jvenes, y como la sociedad a travs de las instituciones educativas y programas gubernamentales podemos acercarnos a ellos ms all de percibirlos como una poblacin problemtica a intervenir. Entendiendo que no solo se trata de hacer una intervencin o bajar unas cifras, sino que son seres que estn aprendiendo a vivir y ms que una prohibicin, o un panfleto informativo necesitan una orientacin y una oportunidad que los lleve a desarrollarse de una manera ms digna. Bibliografa Alfonso J. P., Tania B. Huedo-Medina, Espada J. Factores de riesgo predictores del patrn de consumo de drogas durante la adolescencia anales de psicologa (2009), vol. 25, n 2 (diciembre), 330-338 Acero Achirica A., Gorka Moreno Arnedillo, Javier Moreno Arnedillo, Lorenzo Snchez Pard LA PREVENCIN DE LAS DROGODEPENDENCIAS EN EL TIEMPO DE OCIO. Asociacin Deporte y Vida, Ed: JUMA, Madrid (2002) Arkin H., Colton R., (1962) Tables for Statisticians Nueva York: Barnes & Noble. Burrone M. S., Sonia Maria Villela Bueno, Moacyr Lobo de Costa Jr, Julio Enders, Ruth Alicia Fernndez, Gabriela Pereira Vasters, Anlisis de la frecuencia de experimentacin y consumo de drogas de alumnos de escuelas de nivel medio Rev. Latino-Am. Enfermagem Original Article (2010) May-Jun; 18: 648-54 Caudevilla F. Drogas de uso recreativo; jornadas de acutalizacion en medicina de familia FYC-FMC Madrid (2005) De La Villa Moral Jimnez M., Anastasio Ovejero; Experimentacin con sustancias psicoactivas en adolescentes espaoles: perfil de consumo en funcin de los niveles de edad Revista Latinoamericana de Psicologa Volumen 41 No 3 pp. 533-553 2009 ISSN 0120-0534 Educacin de base escolar para la prevencin del uso indebido de drogas Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, New York (2004) Gonzlez Calleja F., M. Mar Garca Seorn, Salvador G. Gonzlez Gonzlez Consumo de drogas en la adolescencia, Psicothema, vol. 8, nm. 2, (1996) pp. 257-267, La prevencin en manos de los jvenes: Herramientas pedaggicas en prevencin del consumo de sustancias psicoactivas y mitigacin del impacto para lideres de organizaciones juveniles. Convenio Ministerio de la Proteccin Social Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito: Fortalecimiento nacional y local para la reduccin del consumo de drogas en Colombia. Ministerio de la Proteccin Social; Bogota- Colombia (2010)

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    Organizacin Mundial de la Salud Encuesta Mundial de Salud a Escolares (GSHS) Versin 2009 disponible en http://www.who.int/chp/gshs/es/ (revisada noviembre 2012) Rodriguez Salcedo v. Manual de prevencin de consumo de drogas. Ed. AVANFIT. Lima Per ( 2003) Snchez-Zamorano, L. M., Llerenas, M. A., Anaya- Ocampo, R. & Lazcano-Ponce, E. (2007). Prevalencia del uso de drogas ilegales en funcin del consumo de tabaco en una muestra de estudiantes en Mxico. Salud Pblica de Mxico, 49,182-193 Sirvent, C., Moral, M. V. & Rodrguez, F. J. (2007). Jvenes & Alcohol: conjunto didctico-audiovisual para educadores, psiclogos, padres y colectivos mediadores. Valencia: Nau Libres. SISTEMA NICO DE INDICADORES SOBRE CONSUMO DE SUSTANCIAS PSICOACTIVAS EN EL MUNICIPIO DE SANTIAGO DE CALI. (2008) Anlisis elaborado por: Vctor Hugo Muoz Villa. Psiclogo, Epidemilogo Vigilancia Epidemiolgica Secretara de Salud Pblica Municipal de Cali

    UNODC Informe Mundial Sobre las Drogas 2009 resumen ejecutivo. (2009)

    Swadi H. Individual risk factors for adolescent substance use Individual risk factors for adolescent substance use Drug and Alcohol Dependence 55 (1999) 209 224 Tilda Farhat, Jeremy W. Luk Bruce Simons-Morto Psychosocial correlates of adolescent marijuana use: Variations by status of marijuana use, Addictive Behaviors 36 (2011) 404 Varela M., Salazar I., Cceres D., Tovar J. Consumo de sustancias psicoactivas ilegales en jvenes: factores psicosociales asociados Pensamiento Psicolgico, Vol. 3, N8, 2007, pp. 31-45

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    Desarrollando una estrategia en prevencin, la importancia del trabajo articulado

    Por: Vanessa Castro Para contrarrestar los mltiples factores asociados al uso experimental y recreativo del consumo de sustancias psicoactivos y el impacto o consecuencias es necesario consolidar una estrategia conjunta participativa, apoyando, fortaleciendo los programas existentes y las instituciones educativas de forma ms efectiva, que atomizar acciones aisladas. Educacin, no informacin. A pesar de los grandes esfuerzos de la salud pblica de la mayora de los pases del mundo para la prevencin y mitigacin del consumo de sustancias psicoactivas, ao tras ao el ndice de consumo aumenta, incluso los resultados arrojados en la actual investigacin de la Gobernacin del Valle del Cauca y la Secretaria de Salud Caracterizacin de factores asociados al inicio experimental y uso recreativo (Martnez, Osorio 2013) muestran que la mayora de los jvenes han consumido sustancias psicoactivas bajo conocimiento de causa del dao potencial de dichas sustancias y algunos reconociendo los riesgos de la accin del consumo. En una actual sociedad con mayor accesibilidad a la informacin no les resulta difcil a los adolescentes encontrar datos respecto a las drogas pero sin claridad e informacin confiable, incluso mucha informacin puede ser contraproducente incitado aun ms a la curiosidad o reforzado creencias y mitos que promueven el consumo o subestiman las consecuencias. En la citada investigacin tambin indica que alrededor de la mitad de los jvenes que participaron en esta investigacin, percibe que la educacin que se les brinda en las instituciones educativas no les proporciona elementos que les permitan negociar con situaciones que involucre el manejo de sustancias psicoactivas sin elementos de proteccin para los jvenes, datos que reflejan lo ya antes expuesto por muchos investigadores citados por Botvin (1995) (Bangert-Drowns, 1988; Bruvold y Rundall, 1988; Toble, 1986) que las aproximaciones en prevencin ampliamente extendidas son aun ineficaces, luego entonces proporcionar solo informacin no es suficiente para hablar de prevencin.

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    A esta misma conclusin han llegado la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito Viena, (2004), Organizacin de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, Ministerio de la Proteccin Social Colombia, (2010), Acero, A, Moreno, G, Moreno, J, Snchez, L (2002) y Botvin, G. J (1995), reconociendo que la prevencin debe tener por objetivo la implementacin de estrategias que impacten positivamente en los adolescentes mas all de la difusin de la informacin, enfoque que est basado en el supuesto que el consumo de drogas es el resultado de una decisin racional y que los individuos que eligen consumir lo hacen porque desconocen los peligros que conlleva y que tomaran una decisin consistente en evitar las drogas, por tanto la prevencin no solo es informar es tambin educar, formar, desarrollar habilidades para la vida, que le permitan ser asertivos, afrontar positivamente las presiones sociales, fortaleciendo los factores protectores y brindando alternativas para el desarrollo, de espacios de socializacin y recreativos. Articulacin entre la escuela y el tiempo libre Ahora bien la compleja problemtica del consumo de sustancias presenta mltiples factores desencadenantes y que refuerzan, mantienen e incrementan dicha problemtica (caractersticas personales, oferta de sustancias, caractersticas farmacolgicas de las mismas, determinadas variables familiares y del entorno social, etc.) y es por ello que las polticas dirigidas a la prevencin del consumo de drogas deben compaginar la globalidad de las intervenciones con el desarrollo de acciones y la intervencin de los contextos en los que se desenvuelven los jvenes. Es importante sealar que en esta etapa adolescente la figuras representativas son sus pares como figuras modeladoras, y por tanto est ligada a la fuerte influencia y necesidad de pertenencia grupal, contexto donde puede iniciarse el consumo de sustancias, y cada vez con experimentacin a ms temprana edad, dato relevante, pues cuanto antes se inicie el consumo de una sustancia, ms probabilidades existen de desarrollar problemas asociados y ms difcil ser su abandono o proceso de mitigacin. Conociendo la necesidad imperante de interactuar de los jvenes se debe proporcionar alternativas para responder a las mismas, considerando el tiempo libre como un espacio educativo aliado, que puede fomentar los factores protectores en aras de una prevencin que facilite la complementariedad de actuaciones entre distintos mbitos, la corresponsabilidad social ya sea desde espacios deportivos, culturales, comunitarios o extraescolares, enfocando la ocupacin del tiempo libre no solo en actividades que los alejen de la realidad y los distancien, sino en construccin de criterios para las toma de decisiones y formas de enfrentar la realidad manifiesta en su entorno, teniendo muy presente que en los espacios de tiempo libre los adolescentes socializan, adquieren valores, ideas, comportamientos, aprenden formas de relacionarse, orientan su vida cotidiana, un proceso que debe ser condicionado con un trabajo de orientacin educativa. El deporte como una actividad que contribuye a potenciar la proteccin frente al consumo adems de entraar beneficios que favorecen la salud, a la estabilidad emocional, biolgica y el desarrollo de valores sociales como la cooperacin, la tolerancia y la solidaridad (Acero, A, y Cols 2002) es una alternativa atractiva entre otras actividades recreativas y

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    culturales novedosas y de gusto de los jvenes como la msica, actividades artsticas como el teatro, los zanqueros, expresin corporal, el baile, el Street Art (graffiti, estncil, carteles) tiles, que pueden ser enmarcadas en procesos formativos y desarrollo de habilidades sociales, puesto que las actividades ofertadas como alternativas deben ser ldicas y de participacin voluntaria, por ende atractivas y que les resulten placenteras, que les permita interactuar con otros jvenes. En sntesis, la generacin de alternativas del uso del tiempo libre como estrategia de prevencin debe apoyarse y alimentarse de otras estrategias para conseguir ser eficaz, incorporando una amplia movilizacin de acciones retomando actividades deportivas, ldicas, artsticas. Sostenibilidad Los programas desarrollados y de alto alcance en muchos pases en cuanto a prevencin han mutado, pasando de la movilizacin de informacin a un modelo afectivo enfatizando en el crecimiento individual pero con planteamientos aun inespecficos; despus desde la visin de la influencia social en modelos de prevencin con programas en las escuelas de entrenamiento de resistencia ante la presin y oferta pero con una visin patologizante, actualmente se avanza en la implementacin de programas en entrenamiento de habilidades para ampliar y reforzar las competencias personales, los factores de proteccin y de atencin primaria, aplicables a nuestro sociedad colombiana, muy pertinentes dados los resultados, los enfoque preventivos ms prometedores son aquellos que apuntan a los factores sociales y psicolgicos que inducen al consumo temprano de drogas (Bangert-Drowns, 1988) citado por Botvin, G. J, (1995) y "Los programas preventivos ms eficaces son aquellos que entrenan al adolescente en habilidades que le permiten afrontar adecuadamente la vida cotidiana, entre las que se encuentra su relacin con las drogas". (Stoil y Hill, 1996) citado por Acero, A, y Cols (2002). Luego entonces, Qu se est realizando en materia de prevencin en las escuelas colombianas? Los programas y polticas nacionales estn basndose exclusivamente en la trasmisin de informacin enfocando sus esfuerzos por la abstinencia y reduccin de la demanda del consumo de sustancias psicoactivas? De ser as, estos programas con una visin de reduccin de la vulnerabilidad enfatizando en actuaciones tendientes a aminorar la incidencia de los factores de riesgos existentes, resultan y seguirn resultando costosos y difciles (Botvin 1995 citando a Dusenbury, Khuri y Millman, 1992) dejando al adolescente sin alternativas y sin herramientas para afrontar los cambios propios de su etapa vital, riegos y desafos sociales a los que est expuesto que compilan problemticas que reflejan el desbordamiento de las consecuencias del consumo y abuso de sustancias como otras situaciones relacionadas y de relevancia a saber: incremento de trastornos diagnosticables en salud mental con mayor aparicin en nios y adolescentes, ndices disparados por trastorno de ansiedad, estrs postraumtico, suicidios e ideaciones suicidas cada vez en edades ms tempranas, violencia de toda ndole en especial en los medios escolares, incremento de frecuencia de embarazos en adolescentes, etc.

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    Estos programas aislados y limitados al ofrecimiento de informacin son identificados por los adolescentes como poco atractivo, lejanos o que no contribuye plenamente para que pueda ejercer autonoma o poder de decisin que se supone deben tener para su capacidad de afrontamiento, con una percepcin de consecuencias a futuro desde su afloramiento emocional contradictorio y sensacin de invencibilidad, llevndolos a tomar decisiones impulsivas en bsqueda de ganancias y placer sin tener en cuentas las consecuencias negativas, percibidas como lejanas improbables o ajenas a su vida frente a la inmediatez de las aparentes ventajas a corto plazo del consumo de sustancias psicoactivas. En torno a ello y tambin importante estn las apreciaciones por parte de los docentes y familiares, expresadas en las actividades de campo investigativa psicolgico en las instituciones educativas frente a estos programas en materia de prevencin, percibidos como acciones del estado limitados a dar aperturas cortas pero sin continuidad que acompae a la obtencin de resultados, la sensacin de ser utilizados sus espacios educativos para investigaciones que ellos mismos enuncian no tienen despliegue o repercusiones positivas, quedndose solo en resultados que arrojan actividades como tamizajes, diagnsticos, caracterizaciones, evaluaciones, pero sin intervenciones claras, definidas interrelacionadas y comprometidas para encarar la problemtica que se refleja en malestar del ambiente escolar rutinario, as como incremento de la desconfianza con sensacin de desengao, falta de apoyo, indiferencia por parte de la comunidad educativa, familiares y estudiantes ante los esfuerzos por parte del estado colombiano. La normatividad colombiana reconoce que los nios nias y adolescentes son sujetos de derechos y merecen proteccin integral con un inters superior y prevalencia de sus derechos (Art. 7, 8 y 9 Ley 1098) adems que deben capacitarlos y protegerlos de manera integral, siendo obligatoriedad de la sociedad y corresponsabilidad de todos, el estado, la sociedad y la familia, pero esta funcin preventiva de seguir con programas aislados se ha reducido en un espacio en algn tema de asignatura de tipo informativa y responsabilizando en gran medida a las instituciones educativas, con modelos de corto alcance y sin la suficiente sostenibilidad para lograr resultados teniendo en cuenta los procesos evolutivos de los adolescentes y las connotaciones de la psicologa social en cuanto a la resistencia al cambio, entendindose por sostenibilidad como el criterio sugiere que, como mnimo, las generaciones futuras no pueden dejarse en peores condiciones que las generaciones actuales. (Tietenberg, 1984) Environmental and Natural Resource Economics. Glenview, IL: Scott, Foreman and C, y la capacidad del programa para llevar a cabo sus actividades y servicios de manera continua, en bsqueda del cumplimiento de sus objetivos (Khandker, Khalily y Khan, 1995) citados por Mokate, K (1999) Se propone con una mirada ms amplia y vanguardista acorde a los avances en materia de prevencin, enriquecer los programas de prevencin implementando el entrenamiento de habilidades para ampliar y reforzar las competencias personales, los factores de proteccin y de atencin primaria, preparando a los jvenes desde el punto de vista cognoscitivo, emocional y social para desarrollar aptitudes, habilidades y capacidades que les provea poder de decisin frente a las problemticas de consumo de sustancias psicoactivas, que a su vez tendr un despliegue til en otros aspectos de sus vidas en general, pues constantemente estarn expuestos a presiones ante la toma de decisiones y

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    resolucin de problemas, y en especial ante los desafos de la actual sociedad y etapa de ciclo vital propia de los adolescentes que los identifica como un grupo etario en riesgo. Esta propuesta debe contemplar el acompaamiento y orientacin de profesionales formando un grupo interdisciplinario, desplegando una estrategia conjunta participativa, fortaleciendo los programas existentes de forma sostenible y longitudinal en el tiempo pueda alcanzar resultados positivos, aunado a ofertas de alternativas para el uso positivo del tiempo libre, permitiendo que no se desperdicien los recursos en programas aislados, se evite el desgaste personal emocional con percepciones negativas tanto de los estudiantes, docentes y familiares antes expuestas, como de la sociedad en general. Se espera que la puesta en marcha de este modelo preventivo formativo y potencializador de factores protectores enfatizando en las habilidades para la vida, con alternativas para el desarrollo, el uso efectivo del tiempo libre y la recreacin de los adolescentes, cuente con el apoyo necesario sostenible para su materializacin, un peridico anlisis y evaluacin del impacto y hallazgos empricos para el constante mejoramiento hacia a la eficacia de la prevencin que responda a las necesidad actuales de la adolescencia.

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    El Desarrollo de Habilidades Sociales y Toma de Decisiones como estrategia de Prevencin de Consumo de Sustancias Psicoactivas

    Por: Andrea Tllez

    Una pregunta frecuente entre los investigadres del tema de prevencin en consumo de SPA se refiere a los factores protectores de este tipo de situaciones entre los adolescentes, qu hace que un joven tome la decisin de iniciarse en consumo y otro del mismo grupo elija no hacerlo?, se podran mencionar mucho factores referentes a las reas familiar, social, escolar, personal, que se pueden tomar como factores predisponentes del consumo, sin embargo, en la actualidad las investigaciones y desarrollos tericos en torno a la comprensin de esta problemtica se han centrado en el tema de las habilidades y competencias sociales y emocionales con las que cuentan los jvenes para afrontar las diferentes situaciones de la vida, y que les permiten tomar decisiones de manera asertiva para s mismos o adoptar comportamientos destructivos y autodestructivos. La Teora de la Inteligencia Emocional desarrollada por Mayer y Salovey (1997),es uno de tales modelos que explica el papel de dichas habilidades en la adecuada toma de decisiones y resolucin de problemas entre los adolescentes, pues correlaciona la inteligencia lgica con la inteligencia social y confiere un papel activo a las emociones. Segn estos autores, emociones y pensamientos conforman una red de elementos involucrados en la toma de decisiones y en la resolucin de problemas. Para una mayor comprensin de los elementos a desarrollar en este apartado, es necesario partir de la definicin de inteligencia emocional como la habilidad para reconocer y procesar la informacin que transmiten las emociones y sus relaciones con el entorno y, a partir de esto, razonar y resolver problemas eficazmente. Se puede decir que la combinacin conjunta del sistema emocional y cognitivo favorece un procesamiento de la informacin ms exacto y adaptativo de la realidad que el proporcionado por ambos sistemas por separado. El modelo desarrollado por Mayer y Salovey (1997) enumera las diferentes habilidades emocionales que integran el concepto de Inteligencia Emocional, desde los procesos psicolgicos ms bsicos (percepcin emocional) hasta los de mayor

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    complejidad (regulacin de los estados afectivos). El modelo terico propuesto por los autores seala cuatro habilidades bsicas: 1. Percepcin, evaluacin y expresin de emociones. Esta habilidad se refiere al grado en que las personas son capaces de identificar las propias emociones, as como los estados y sensaciones fisiolgicas y cognitivas que de ellas se derivan. De igual modo, la percepcin intrapersonal incluye la habilidad para valorar los estados emocionales de otras personas. 2. Asimilacin o facilitacin emocional. Implica la habilidad para tener en cuenta los sentimientos cuando realizamos un proceso de solucin de problemas. Las emociones sirven para modelar y mejorar el pensamiento al dirigir nuestra atencin hacia la informacin significativa, pueden facilitar el cambio de perspectiva y la consideracin de nuevos puntos de vista. 3. Comprensin y anlisis de las emociones. Implica saber etiquetar las emociones y reconocer en qu categora se agrupan los sentimientos, as como conocer las causas que las generan y las consecuencias futuras de nuestras acciones. 4. Regulacin emocional. Supone la regulacin de las emociones propias y las de las personas que componen nuestro entorno social. Incluira la capacidad para estar abierto a los sentimientos, tanto positivos como negativos, y reflexionar sobre los mismos para descartar o utilizar la informacin que los acompaa en funcin de su utilidad. Adems, abarcara la habilidad para regular las emociones, moderando las negativas e intensificado las positivas sin reprimir ni exagerar la informacin que comunican. En definitiva, la IE es un constructo que indica el grado de atencin que los individuos prestan a sus sentimientos, la claridad con la que los experimentan y sus creencias sobre cmo regularlos. En este sentido, se ha observado que los bajos niveles de autocontrol aparecen en mltiples estudios como un rasgo predominante de los sujetos que experimentan y hacen un uso inadecuado de las drogas. Segn Acero Achirica 2002) el autocontrol se ha asociado a travs de su desarrollo terico con la autonoma, constructo de mayor extensin e implicacin para el crecimiento personal y que se define como La capacidad de actuar por uno mismo, ser principio y fuente conductora de las propias acciones, sin dependencia de otros o de las condiciones que nos impone el medio externo. Con respecto a la comprensin o claridad emocional, las personas que identifican claramente lo que estn sintiendo tendran mayores habilidades para enfrentarse a los problemas emocionales y, por ende, experimentaran mayores niveles de bienestar emocional comparado con las personas que tienen menor comprensin sobre sus emociones. El otro concepto fundamental es el de la regulacin, los estudios sealan la capacidad de regulacin emocional como factor protector de nuestra salud mental y bienestar. En este sentido se ha encontrado evidencia (Fernndez, Jorge & Bejar 2009) de que las emociones negativas y bajos niveles de IE desembocaran a largo plazo en trastornos de salud (ansiedad, depresin mayor), problemas fsicos y psicofisiolgicos (enfermedades cardiovasculares, hipertensin, lceras), alteraciones en el sistema inmune (descenso de las

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    inmunoglobulinas y linfocitos, aumento de cortisol), cambios en los hbitos de conductas saludables (dieta equilibrada, actividad fsica), y desarrollo de conductas adictivas (tabaco, alcohol, otras drogas) o disminucin en la disponibilidad de contactos interpersonales . Estos autores tambin indican que altos niveles de IE son un factor protector del consumo de tabaco y drogas en los adolescentes. As, los sujetos con un elevado nivel de IE tendran menos probabilidades de fumar o consumir drogas, una mayor percepcin de las consecuencias negativas del consumo y se sentiran ms eficaces a la hora de rechazar el ofrecimiento de cigarrillos u otras sustancias por parte de otros. Estos estudios sealan la importancia de tener adecuadas habilidades en comprender y reparar las emociones negativas, as como las habilidades para mantener o prolongar durante ms tiempo las emociones positivas. De esta forma, aquellos estudiantes menos capaces de reparar su estado emocional seran los que tendran, por una parte, una mayor tentacin de iniciarse en el consumo de estas sustancias, y por otra, su consumo regular ayudara en cierta medida a paliar este dficit emocional. En este sentido los jvenes que poseen las habilidades antes sealadas son considerados como emocionalmente hbiles y bien ajustados, mientras que aquellos que no las poseen pueden presentar dficits en el funcionamiento social y emocional. Por tanto puede decirse que el mayor ajuste emocional se produce en personas con altos niveles de comprensin y regulacin emocional y con niveles moderados en percepcin emocional, As Las personas con altos niveles de atencin emocional se caracterizan por estar vigilando constantemente el progreso de sus estados de nimo en un esfuerzo por intentar comprenderlos y regularlos. En esta misma lnea, otros estudios Botvin (1995) sealan la relacin existente entre distrs emocional y consumo de tabaco y alcohol en jvenes Todos ellos indican que las personas con falta de habilidades emocionales acudiran al consumo de tabaco y/o alcohol como forma externa de autorregulacin emocional. Aparecera un dficit para percibir, comprender y/o regular adecuadamente sus emociones, utilizando el consumo como forma de aliviar un estado emocional de tristeza, desagrado, tensin, frustracin o aburrimiento. Puede decirse entonces que las competencias personales a nivel emocional son un elemento clave en la adaptacin a las demandas del medio y seran un elemento protector del consumo de drogas en la adolescencia Por tanto se hace importante implementar programas de entrenamiento en las habilidades sociales conceptualizadas en el modelo terico de Mayer y Salovey (1997) aplicndolo al contexto de prevencin del consumo de SPA de la siguiente manera: Percepcin, comprensin y anlisis de las emociones: Habilidad para identificar las emociones y para entender las relaciones entre las emociones y las situaciones en las que se producen. Expresin de las emociones: Habilidad para expresar correctamente nuestros sentimientos y las necesidades asociadas a los mismos. Regulacin emocional: Habilidad para estar abierto a los estados emocionales positivos y negativos, y habilidades para regular nuestras emociones sin exagerarlas o evitarlas.

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    En este sentido se hace importante entender que dichas habilidades sociales antes descritas nos permiten, cuando existen, adems pedir ayuda, compartir nuestras emociones, expresar nuestros deseos, defender nuestras opiniones, crear y mantener un crculo de amigos, conseguir satisfaccin en nuestro trabajo, tener influencia sobre otros, y otros muchos objetivos ms, muy variados y muy frecuentes. Puede verse entonces que la habilidad social mediatiza la probabilidad de conseguir un afrontamiento exitoso de aquellas situaciones, casi siempre sociales, en las que se produce el inicio del consumo de alcohol, tabaco u otras drogas. As mismo, entre las habilidades sociales mas importantes a desarrollar entre los jvenes, como factor protector del consumo de SPA, hay que resaltar el comportamiento asertivo, el cual incluye habilidades como decir no, expresar opiniones contrarias a las del interlocutor, hacer y recibir crticas, o expresar emociones, tanto positivas como negativas. Se trata, por lo tanto, de una parte del concepto ms general de "habilidades sociales". En el campo de la prevencin del consumo de sustancias, a medida que se ha ido ampliando el alcance de las estrategias hacia un entrenamiento en "habilidades para la vida", este campo se ha ido integrando y diluyendo dentro del entrenamiento en habilidades sociales, que permitan mitigar el papel que ciertos dficits asertivos pueden jugar en el manejo de situaciones sociales fuertemente asociadas al inicio del consumo (como la presin del grupo en la adolescencia).Por ende es fundamental que los jvenes puedan contar con los espacios para desarrollar y aprender competencias nuevas, sobre todo en el manejo de situaciones sociales que les permita enfrentarse de manera exitosa a los retos que el medio les impone. De este modo, los programas a desarrollar en las Instituciones educativas deben enfatizar, adems de las competencias emocionales antes mencionadas, en habilidades como la empata, que sirve para llevar adelante las propias decisiones a pesar de la presin de los dems, sin deteriorar la relacin con ellos, la asertividad, entendida como la capacidad para expresar las propias opiniones, emociones o deseos sin emplear conductas aversivas para los dems. Este estilo asertivo puede definirse negativamente por su oposicin a dos formas de comportamiento poco tiles como la pasividad y la agresividad, tales habilidades son clave para ayudar a los jvenes a desenvolverse con xito en situaciones que se pueden considerar como un factor de riesgo para el consumo de sustancias como lo son la presin de grupo, o la influencia de los medios de comunicacin y la publicidad. En este sentido, se considera de suma importancia el entrenamiento y aprendizaje de los jvenes en una amplia gama de habilidades y competencias sociales, pero sobre todo aquellas habilidades que les permita hacer frente a situaciones en las cuales se ven expuestos al riesgo de iniciar el consumo de sustancias, tales como habilidades de comunicacin, habilidades para conversar y superar la timidez (presentarse, iniciar conversaciones, cambiar de tema, mantener un tema, finalizar conversaciones, habilidades de relacin con el sexo opuesto, y habilidades asertivas (decir no, hacer y recibir crticas, expresar sentimientos, afrontar la presin del grupo Los modelos tericos antes mencionados, sirven de base y justificacin para entender la importancia del desarrollo de programas de intervencin en las instituciones educativas

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    que entrenen a los jvenes en estas habilidades sociales y emocionales, lo cual se traducir a largo plazo en factores de proteccin contra en consumo de sustancias, en relacin con el desarrollo de la autoestima, el cuidado de la salud y la incorporacin de habilidades sociales, que generen nuevas competencias que les permitan responder frente a diferentes situaciones cotidianas, y preserven su integridad fsica y psquica. En la medida en que estos conocimientos y habilidades se integren a la visin que los nios poseen de la realidad, se traducirn en conductas asertivas para con el medio social. La interaccin de los nios entre s, con el docente y con su medio social, permitir la construccin de conocimientos significativos y transferibles a las relaciones sociales. La finalidad de dichos programas es dotar a los nios de las estrategias de control emocional necesarias que puedan convertirse en elementos protectores del consumo de SPA en el futuro. As, el eje central de la intervencin es la formacin y el entrenamiento en la gestin de las emociones, de tal manera que los elementos informativos sobre SPA slo se contemplan de manera indirecta La Toma de Decisiones Los procesos de toma de decisiones son complejos, mas de lo que en ocasiones nos detenemos a pensar, pues obviamente son procesos cognitivos que realizamos cotidianamente sin darles mayor trascendencia, sin embargo se pueden considerar procesos de resolucin de problemas de alto nivel, pues implican en ocasiones valorar, analizar e integrar gran cantidad de variables para llegar a una respuesta exitosa y adecuada de la situacin con la que nos enfrentamos, teniendo en cuenta consecuencias no solo a corto si no a mediano y largo plazo que van a repercutir en nuestro bienestar. Puede decirse entonces que la toma de decisiones permite tener xito y orientar adecuadamente el proyecto de vida. Elegir entre varias alternativas la que mejor se adecue para la resolucin de problemas, la inseguridad y timidez interfiere en esa capacidad , tomar la decisin adecuada implica tener toda la informacin sobre la situacin listar ventajas y desventajas, tener claras la razones de dicha decisin, tiene que ver con habilidades de resolucin de problemas, donde se tienen diferentes opciones de resolucin, se debe elegir una opcin, analizando en profundidad la situacin y teniendo en cuenta efectos y consecuencias a futuro. Este proceso puede definirse segn Moreno Arnedillo (2002) en los siguientes pasos: 1. DEFINIR el problema o la situacin 2. Pensar en MUCHAS ALTERNATIVAS para solucionarlo 3. Valorar las CONSECUENCIAS de cada alternativa 4. ELEGIR la mejor alternativa y llevar la decisin a la PRCTICA Por eso, una de las tareas ms importantes de la prevencin consiste en clarificar cmo son las decisiones que adoptan los jvenes en relacin a sus conductas de salud y de riesgo, qu factores influyen en esas decisiones (el "presentismo", la "presin de grupo",...), y cmo podemos ayudarles a tomar decisiones a partir de sus propios criterios y valores personales.

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    El entrenamiento en toma de decisiones es sin duda una de las mejores herramientas de que se dispone para ayudar a los nios y adolescentes a convivir con los riesgos a los que se van a enfrentar a lo largo de su vida. La impulsividad, el "dejarse llevar", lo que algunos denominan el afn por la"bsqueda de sensaciones", segn Moreno Arnedillo (2002), son sin duda factores de riesgo asociados al uso y al abuso de drogas. Por el contrario, la capacidad de tomar decisiones de un modo razonado y consciente, permite proteger a los nios y adolescentes frente a estos riesgos. Trabajar el tema de la impulsividad supone por consiguiente conseguir que orienten su comportamiento a partir de objetivos, pero adems, puede resultar interesante conseguir que los adolescentes expresen las dificultades que se encuentran para "resistir las tentaciones", llevar la contraria al grupo, etc., y empatizar con estas dificultades. Interesa, adems, ofrecer modos de afrontamiento de estas dificultades, y que stos sean tambin objeto de entrenamiento y prctica. En ocasiones los procesos de toma de decisiones generan estados de ansiedad de pueden convertirse en situaciones de riesgo para el consumo de SPA, por ello es importante que los jvenes desarrollen tambin la capacidad de resistir la influencia que otros ejercen para tomar un decisin, as, la fortaleza en el proceso de toma de decisiones, permite enfrentar con xito la presin de grupo. Aprender a enfrentar la presin de grupo una de las variables mas importantes para evitar el consumo En este contexto, desarrollar la capacidad para analizar uno mismo las situaciones y decidir y actuar conforme a criterios personales constituye un importante elemento de proteccin frente a riesgos como el consumo de drogas. Si los nios y adolescentes estn acostumbrados a tomar sus propias decisiones, es ms fcil que sepan afrontar situaciones de riesgo para el consumo tales como la presin de sus amigos a consumir, el miedo a "quedar mal", o simplemente el hecho de tener que hacer prevalecer sus propias opiniones en su grupo, aun cuando stas no sean compartidas por sus amigos. En este sentido, "tener claro lo que se quiere conseguir", lo que para uno es importante, ayuda a tolerar la frustracin de tener que privarse de algo a corto plazo para conseguir algo a ms largo plazo pero ms importante, o a la de tener que enfrentarse a obstculos y problemas que se interponen en nuestro camino hacia la consecucin de nuestros objetivos. La capacidad de tomar decisiones permite adems desarrollar recursos y habilidades para la resolucin de problemas, al promover la capacidad de fijarse objetivos, considerar varias alternativas para solucionar los problemas, y anticipar posibles consecuencias de tales alternativas. En definitiva, incluir la toma de decisiones en el repertorio de recursos personales de los nios y adolescentes contribuye decisivamente a desarrollar el autocontrol y la responsabilidad, elementos de esencial importancia para adaptarse a un entorno lleno de oportunidades, pero tambin de riesgos.

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    Bibliografa Fernandez B, Jorge V y Bejar E. (2009) Funcin protectora de las habilidades emocionales en la prevencin del consumo de tabaco y alcohol: una propuesta de intervencin. En Psicooncologa. Vol. 6, Nm. 1, 2009, pp. 243-256. Madrid, Espaa. Asociacin espaola contra el cancer. Mayer, J.D. y Salovey, P. (1997). What is emotional intelligence? In P. Salovey & D. Sluyter (Eds). Emotional Development and Emotional Intelligence: Implications for Educators pp.( 3-31) Nueva York: Basic Books. Botvin G.J (1995), Entrenamiento en habilidades para la vida y Prevencin de consumo de drogas en adolescentes: Consideraciones tericas y hallazgos empricos. En Psicologa Conductual Volumen 3 No 3 pp (333-356)New York: Cormell University.

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    La Escuela y el consumo de SPA: Una Propuesta para la prevencin en el Contexto escolar

    Por: Vanessa Castro

    La escuela, un espacio propicio No es por azar que la UNESCO, UNICEF, OMS y el Banco Mundial, organismos internacionales especializados, convengan en un marco comn para reforzar los programas escolares en materia de salud, recomendando un grupo central de componentes eficaces en funcin de su costo, como punto comn de partida para todas las escuelas, programa FRESH (Focus Resourceson Effective School Health) Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito Viena, (2004), reconociendo la importancia y el potencial del entorno escolar que cuenta con una apreciable poblacin cautiva. La escuela tiene su vocacin y corresponsabilidad en el quehacer formativo y de espacios educativos en los cuales se imparte adems de conocimientos, procesos formativos a travs de aptitudes, valores en relacin con la salud, prevencin y reduccin de consecuencias adversas para la persona y la sociedad. Los sectores de salud y proteccin social pueden unirse para influir positivamente en el comportamiento para desarrollar capacitar y propiciar en los jvenes estudiantes aptitudes, actitudes habilidades y competencias para que se genere inteligencia emocional, habilidad social, empoderamiento hbitos saludables, reorganizacin y seguimiento de su proyecto de vida real y ejecutable y programas de uso adecuado del tiempo libre en pro del cumplimiento con los principios misionales de la proteccin de los nios, nias y adolescentes, su salud fsica y mental integral, no solo minimizando los factores de riesgo y vulnerabilidad, incrementando a su vez los factores protectores individuales y colectivos. Principios, disposiciones para la puesta en marcha Los principios que se presentan a continuacin, se retoman del documento Escuelas Educacin de base escolar para la prevencin del uso indebido de drogas, de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (2004), formulados por un grupo de expertos de sectores normativos e investigadores de varios pases tras examinar

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    investigaciones disponibles y practicas educativas en materia de prevencin de consumo de sustancias psicoactivas: Principio 1. Los programas deben enfatizar en los resultados, en los factores protectores y en las asociaciones de colaboracin de profesionales y actores mediadores. Se debe reconocer que las escuelas influyen en procesos de ilustracin y formacin y tienen ciertas limitantes para influir en el comportamiento de sus estudiantes, comportamiento que no pueden determinar, se debe contar con apoyo profesional interdisciplinario y capacitado en materia de salud y desarrollo para impactar en la formacin de aptitudes, habilidades y valores dedicndole tiempo suficiente para conseguir los resultados, con asociacin y colaboracin de la comunidad y la familia, en una atmosfera de crecimiento personal y acadmico, articulados con otros servicios de prevencin gubernamentales. Principio 2. Los resultados deben tratarse en el marco del programa de estudios en materia de salud que puedan brindar orden, progresin, continuidad y vnculos con otras cuestiones de salud que repercuten en la vida de los estudiantes. Los programas aislados no pueden brindar los elementos de amplitud y desarrollo que estimulen el desarrollo de valores y aptitudes personales y sociales. La educacin para la prevencin debe incorporar otras cuestiones de importancia para los jvenes, entre ellas el desarrollo en la adolescencia, el estrs y su superacin, la sexualidad, la colaboracin entre el hogar y la escuela y las relaciones personales. Principio 3. El entorno escolar debe establecer asociaciones productivas e inclusin de uso del tiempo libre como aliado educativo, entendiendo que la accin educativa para la prevencin discurre transversalmente desde los espacios educativos cotidianos, cercanos como la escuela, la familia e informales, ldicos, recreativos, de esparcimiento. Principio 4. Establecer asociaciones de colaboracin para la adopcin de decisiones sobre cuestiones relacionadas con el consumo, gestin de incidentes relacionas con un enfoque colaborativo que refuerce los valores sociales apetecidos, con claridad de normatividades, rutas de accin, informacin y apoyo para los familiares en particular para los padres de estudiantes que intervengan en el consumo de drogas licitas o ilcitas Contar con procesos y protocolos claros, definidos y respaldados por las normatividades gubernamentales a seguir en los casos en que se vea afectada la convivencia escolar de los estudiantes. Principio 5. El programa educativo de prevencin debe ser interactivo, que estimule la participacin activa de los estudiantes, con grupos pequeos que fomente la comunicacin entre pares y un mximo de participacin.

    Principio 6. El programa educativo para la prevencin deben ser global y suscitar el inters, contemplar datos actualizados frente al grado de consumo de drogas en la sociedad, los factores de proteccin y de riesgo, aspectos culturales, el nivel de desarrollo y

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    ciclo vital, las realidades, connotaciones, antecedentes y experiencias que permitan una retroalimentacin constante respecto al panorama relacionado con esta problemtica dando apertura a los canales de comunicacin y expresin frente al consumo de drogas. Principio 7. Capacitar a la comunidad educativa mejorando el impacto y sostenibilidad de los programas de prevencin, con asesoramiento tcnico y oportunidades para trabajar en red. Los programas, las estrategias y los recursos deben complementar y apoyar la actuacin de los docentes, consiguiendo resultados que contribuyan al mejoramiento a mediano y largo plazo del entorno acadmico. Principio 8. Los programas de prevencin y sus resultados deben ser evaluados peridicamente para que puedan probar su valor en aras de un mejoramiento continuo. La sostenibilidad y mecanismos para la evaluacin de desempeo, retroalimentacin y supervisin continua de los programas de prevencin y gestin conseguirn que los recursos humanos implicados en la problemtica como los proporcionados para el apoyo y materializacin de los programas no se desperdicien, que no contemplen un atractivo inmediato y superficial sino que contemplen criterios para conseguir resultados y cambios a mediano y largo plazo que influyan y se consoliden en una generacin de adultos. Lo que debe contemplar, hablemos de contenidos El programa de prevencin debe tener muy en cuenta las caractersticas de la poblacin; los adolescentes estn pasando de su edad de niez a la adultez, todava en desarrollo de sus procesos mentales, apenas haciendo operaciones abstractas que influye en la forma que analizan el mundo e iniciando en el pensamiento formal. A su vez estimar los cambios biolgicos y emocionales como la percepcin, adaptacin y aceptacin de su cuerpo, su nuevo rol y conflictos con los padres, las sensaciones e inicio de la vida sexual, la bsqueda de su propio criterio entre la independencia y la dependencia social y familiar, dificultades en las relaciones personales, la sensacin invulnerabilidad, la bsqueda y consolidacin de la identidad, y toda la carga de ansiedad que conlleva estos cambios, procesos que requieren orientacin y apoyo. Tambin debe hacer hincapi por procesos educativos que contribuyan con la consolidacin de la autonoma y poder de decisin acorde a su edad y capacidad reflexiva, las creencias de los adolescentes acerca de su capacidad y nivel de desempeo, de la confianza en la propia competencia personal como elemento de empoderamiento, El empoderamiento aumenta la autoridad y el control personal sobre los recursos y las decisiones que afectan a la propia vida (Narayan, 2002). El programa de prevencin en las escuelas debe tambin tener en cuenta el anlisis de la situacin actual del consumo inicial o experimental y recreativo, las necesidades

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    individuales y colectivas de los estudiantes, las creencias y percepciones frente al consumo de las drogas, las aptitudes por desarrollar. Los contenidos deben ser presentados y formulados de forma tal que desafen a los estudiantes, los lleven a reflexionar a un plano prximo cotidiano, respetando el grado de desarrollo, que evidencien, visibilicen las alternativas para la socializacin, recreacin y uso del tiempo libre, como las perturbaciones de la forma de vivir y costo individual, familiar y social del consumo de sustancias psicoactivas. Contemplar espacios de discusin para la desmitificacin de creencias, propiciar procesos cognitivos de anlisis y posicin crtica de informacin ante la presin y modelos presentados por el contexto econmico, publicitario mensajes de medios informativos sobre el comportamiento de personas y de la sociedad en materia de salud. En general, el programa de prevencin debe propender por la promocin y desarrollo de capacidades de decisin, habilidades sociales y comunicativas, competencias de afrontamiento e inteligencia emocional, debe ser contextualizado y que responda a las necesidades de la poblacin, pensando en los adolescentes y sus familias, generando la resignificacin de las sustancias psicoactivas y el consumo, brindndoles habilidades para la vida que les proporciones mayores oportunidades para enfrentar entre fenmeno. Bibliografa Acero, A, Moreno, G, Moreno, J, Snchez, L (2002) y Asociacin Deporte y Vida, La Prevencin de las drogodependencias en el tiempo de ocio. Madrid, Ed. JUMA. Botvin, G. J (1995) Entrenamiento en habilidades para la vida y prevencin del consumo de drogas en adolescentes, consideraciones tericas y hallazgos empricos. New York. Psicologa conductual, Vol. 3 No. 3. Recuperado el 11 de diciembre del 2013, de http://weill.cornell.edu/ipr/PDF/Botvin-1995-Psicologia.pdf Fundacin para las relaciones internacionales y el dialogo exterior FRIDE (2006), El individuo como agente del cambio: El proceso de empoderamiento. Madrid. Recuperado el 08 de diciembre del 2013, de http://www.fride.org/download/BGR_IndiviCamb_ESP_dic06.pdf Hilari Andrs Blog Tira los muros (2012), El empoderamiento no es un destino, sino un camino: empoderar a los individuos, empoderar a las comunidades. Recuperado el 17 de diciembre del 2013, de http://tiralosmuros.blogspot.com/2012/02/el-empoderamiento-no-es-un-destino-sino.html Ley 1098 de 2006, Cdigo de la Infancia y la Adolescencia Ley No. 1620 del 15 de marzo del 2013. Recuperado el 02 de diciembre del 20013 de:http://wsp.presidencia.gov.co/Normativa/Leyes/Documents/2013/LEY%201620%20DEL%2015%20DE%20MARZO%20DE%202013.pdf

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    Mokate, K, (1999), Banco Interamericano de Desarrollo, Instituto Internacional para el Desarrollo Social INDES, Eficacia, eficiencia, equidad y sostenibilidad: Qu queremos decir?. Recuperado el 18 de diciembre de 2013, de http://www.eclac.org/ilpes/noticias/paginas/9/37779/gover_2006_03_eficacia_eficiencia.pdf Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito Viena, (2004), Escuelas Educacin de base escolar para la prevencin del uso indebido de drogas. New York. Publicaciones de las Naciones Unidas Organizacin de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, Ministerio de la Proteccin Social Colombia. Convenio Fortalecimiento nacional y local para la reduccin del consumo de drogas en Colombia, (2010) La prevencin en manos de los jvenes: Herramientas pedaggicas en prevencin del consumo de sustancias psicoactivas y mitigacin del impacto para lderes de organizaciones juveniles. Bogot. Alvi Impresores Ltda. Organizacin Panamericana de la Salud, Organizacin Mundial de la Salud, Unidad de Salud del Nio y del Adolescente, DRAFT (2006), Descubriendo las voces de las adolescentes, definicin del empoderamiento desde la perspectiva de las adolescentes. Recuperado el 16 de diciembre del 2013, de http://www.nacer.udea.edu.co/pdf/adolescentes/ddescubriendolasvoces.pdf

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    El Tiempo de ocio de los Jvenes Tambin es un Espacio de Prevencin

    Por Karol Tenorio

    La situacin social de los jvenes en la actualidad, sus problemas y los retos que tienen ante s constituye un asunto de suma relevancia dada su vinculacin activa a nivel socio-cultural. Los jvenes constituyen un grupo social nico y diferente en s mismo que atraviesa todas las esferas del quehacer humano. Aqu se parte de que a travs de la comprensin de los problemas generales de los jvenes es posible acceder a las cuestiones particulares que los distinguen y afectan definiendo as dos vertientes que abordan un panorama general de los problemas de la juventud actual La primera, es el impulso de la juventud que busca un espacio en la sociedad a la que est llegando; porque ser joven significa esencialmente estar en proceso de adquirir una visin totalizadora del carcter de los problemas y de las oportunidades que para cada hombre ofrece la actual sociedad. Ser joven, es una especie de bsqueda, de inquietud por orientarse en la sociedad moderna a la que se est integrando y que para l resulta algo desconocido. La sensacin de soledad, de abandono, de falta de cario que se genera entre los jvenes a determinada edad, al pasar de la adolescencia a la juventud, y la falta de orientacin dentro del hogar constituye unas de las causas fundamentales que generan los problemas de los jvenes. La juventud es entendida como una categora social e histrica fruto de construcciones discursivas y prcticas sociales que asignan hbitos, funciones y posibilidades de acceso a determinados bienes materiales y simblicos a un grupo etario en particular. Por lo tanto, la juventud corresponde a un proceso de normalizacin y articulacin de la edad social con la edad biolgica. Lo juvenil sera una condicin subjetiva que comparten aquellos que pertenecen a la categora social denominada juventud, la cual se manifiesta a partir de la incorporacin y reproduccin tanto de los discursos construidos como de las prcticas asignadas a los sujetos naturalizados como jvenes. No obstante, hay diferencias en los modos de experimentar lo juvenil, as que no todos los jvenes por el hecho de compartir una etapa vital en particular son iguales o llevan a cabo las mismas experiencias. En consecuencia la generacin, la clase, el gnero, la raza y otras adscripciones identitarias tambin determinan diferentes modos de experimentar la condicin juvenil. los jvenes son

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    los sujetos de transformacin social por excelencia, pues de manera espontnea son quienes se encargan de validar, negar y reconstruir los valores aprendidos en la familia y la escuela ncleos de socializacin primarios, es decir, que cuando la rebelda de la adolescencia los lanza a renegociar estos valores en la calle, con los amigos, con la sociedad, y esa reformulacin valorativa regresa a casa para enfrentarse con los parmetros del hogar, estn transformando la familia que es la base de la sociedad Retomando entonces la definicin de lo que es ser joven, se puede decir que la condicin de juventud indica, en la sociedad actual, una manera particular de estar en la vida, donde el tiempo libre y el ocio, recreacin son los mecanismos que tienen el individuo para conocer y ser aceptado en un grupo socio-cultural. El tiempo libre, tiempo de ocio pblico-nocturno de tipo recreativo y festivo (fiesta) se le conoce popularmente como rumba o farra. Es un espacio donde los jvenes se rene a pasar el tiempo en compaa de amigos y amigas, y a consumir alcohol u otras sustancias psicoactivas. Es un espacio de reunin, socializacin e intercambio de emociones y sensaciones. De esta manera, la rumba o farra se consolida como un espacio de reconocimiento que los jvenes asumen y viven como propio y lo experimentan como una contraposicin al tiempo til donde deben cumplir diversos deberes y roles que exigen cnones de comportamiento, vestimenta y expresin oral y corporal determinados. En el espacio de tiempo libre como tal, podemos diferenciar tres tipos de actividades:

    1) Las ocupaciones personales no autotlicas, el tiempo libre estril y, por supuesto, el ocio.

    2) Las ocupaciones no autotlicas son aquellas que el sujeto elige autnomamente, pero que no tienen una finalidad en s mismas ni su realizacin es necesariamente placentera,

    3) las actividades intencionalmente auto formativas, o el cultivo del cuerpo ms all del estricto mantenimiento de la salud. La diferencia entre stas y el ocio radica en que pretenden la consecucin de algo distinto a la simple satisfaccin que produce la actividad,

    El tiempo libre estril, tal como lo define Trilla, es un tiempo libre mal vivido: pasivo, tedioso, aburrido y frustrante. Se identifica con un simple pasar el rato o matar el tiempo. El ocio es, por tanto, una forma positiva de emplear el tiempo libre, que el sujeto elige normalmente y despus lleva efectivamente a la prctica. De acuerdo con lo expuesto, el tiempo libre sera el conjunto de perodos de tiempo de la vida de un individuo en los que la persona se siente libre de determinaciones extrnsecas, quedando con ello libre para emplear con un sentido de realizacin personal tales momento de forma que le resulte posible llevar una vida verdaderamente humana (Weber, 1969, p. 10).

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    El socilogo francs Joffre Dumazedier define el ocio como: El ocio es un conjunto de ocupaciones a las que el individuo puede entregarse de manera completamente voluntaria tras haberse liberado de sus obligaciones profesionales, familiares y sociales, para descansar, para divertirse, para desarrollar su informacin o su formacin desinteresada, o para participar voluntariamente en la vida social de su comunidad . El ocio en el joven genera el deseo de libertad, de autonoma, de escapar al control de Los padres, de probar y conocer los lmites de las cosas, de pasar rpidamente por todo tipo de vivencias, de interaccionar con sus iguales, de descubrir los desconocidos placeres y de buscar signos de identificacin en el mundo exterior. De esta manera la juventud que anhela un deseo de libertad se enfrenta a diversas situaciones generadoras de conflictos y en una sociedad incomprensiva, el joven posiblemente no encuentra el medio adecuado para superar sus problemas y la mayor parte de las veces encuentra lo contrario: el joven busca ser aceptado a nivel socio-cultural y encuentra rechazo;. Busca entonces las soluciones aislacionistas, que dependen solamente de l o de un pequeo crculo de amigos ntimos que cree que s lo comprenden, originando una vida problemtica donde el consumo de S.P.A es la salida a la realidad confusa que vive. La juventud va en busca de grupos sociales que le brinde la respuesta a los interrogantes vitales y presenta el desafo de tener un proyecto de vida, personal y comunitaria. Un proyecto que d sentido a su vida; que no la deje caer en un valor existencial, sino que le permita lograr a plenitud su realizacin como persona. La juventud cuestiona todo, tiene un espritu de riesgo, de valenta y una capacidad creativa para responder a los cambios y exigencias del mundo en que vive. Es as, que la juventud aspira a mejorar siempre como signo de esperanza, gozo y felicidad. Adems, es sensible a los problemas sociales y exige autenticidad y veracidad. Rechaza con rebelda una sociedad invadida por la hipocresa y los antivalores. Pero con sentimientos de dolor afirman que la sociedad actual est muy lejos de ser la sociedad en que tienen derecho a vivir l y la joven de hoy. Actualmente, son muchos los y las jvenes que son vctima de: Un empobrecimiento y marginacin social producto de la gran injusticia social. Un rechazo ante sus conductas, motivadas quizs por los traumas psicolgicos de ser hijos e hijas de familias disfuncionales, un sistema educativo que no responde a sus inquietudes ni llena sus expectativas. Un estado que no les proporciona estabilidad, seguridad e incentivo para el futuro y una sociedad que posiblemente les propone la riqueza, el poder y el placer como el camino mejor para Vivir la Vida. Es as, que la juventud tiene el derecho a una sociedad mejor donde el consumo de s.p.a no sea la salida a los diferentes problemas sociales e individuales que se presentan, el consumo de sustancias psicoactivas ( s.p.a ) es una forma de comportamiento humano, que adquiere importancia en la adolescencia, porque sus caractersticas biolgicas, psicolgicas y sociales en pleno proceso de cambio, sumadas a factores dependientes del medio, la hacen vulnerable al consumo. Los seres humanos en general y los adolescentes en particular a travs de su comportamiento buscan la adaptacin a su medio, ensayando

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    conductas que en un primer momento pareciera que sirven y refuerzan, pero con el tiempo se vuelven inadecuadas, intiles y finalmente derivan en comportamientos poco saludables. El uso indebido de drogas ilcitas constituyend