TRÍPTICO DE SEMANA SANTA

Poemas de Luis Enrique Antolín

La Pasión según S. Mateo de J. S. Bach- Anne Sofie von Otter

Roger van der Weyden – Tríptico de la Crucifixión

ROCÍO

Es la hora del aliento cancelado, quebrado el corazón

en sordo vacíode latidos que inútilmente pugnan su derecho,cuando allá se alza, infausto espantapájaros, el hombre

que un díarey se quiso de una tierra fecunda en luzy en vino nuevo. Como signo de interrogación audaz e imperativapende el justo, plantado, planteado en el kilómetro

cero de un horizontedevastado, y el mundo, y Dios, faraón que al primogénitomuerto a sus pies llora, salpicados quedan sin remediode huída o de ceguera de una sangre insoslayable, y sí, sangre será, mas sangre teñida de rocío.

ESCUELA PISANACrucifijo con la Virgen y san Juan

Vitale da BoloniaLa Crucifixión

Fernando Gallego – La Piedad

Juan de FlandesLa Crucifixión

Antonello da MessinaCristo sostenido por un ángel

Roger van der Weyden – El Descendimiento

MARIPOSA

Es la hora de la verdad llegada, llagada en carneviva a cuenta de su propio desafío pues que a sí mismaha osado contemplarse en el agujero negro de sus ojos.

Roger van der WeydenEl Descendimiento(detalle)

Desnuda hasta los tuétanos, loca corre los caminosbajo las alas sarmentosas del caos y la blasfemiasumergida, en meta únicamente de hundirse en el abrazoaterido de la nada. Rueda ahora ya la losa himenperpetuo que sella el vientre de la roca preñada de ceniza,madre inversa en la que el hombre es dado a sombra.El resto es silencio sino acaso, como leve relámpago, el sonde un aleteo de mariposa que sobre la piedra se cierne,ilusa semilla presentida de un trueno por veniren esta noche sin límites de la inmisericorde verdady de la esperanza sepultada.

Roger van der Weyden Piedad

Andrea Mantegna - Crucifixión

Lucas Cranach El viejo - Cristo de Piedad

Lucas Cranach El viejoCristo de Piedad(detalle)

Matthias GrunewaldCrucifixión

GALLO

Es la del alba, que hora azul se dicecuando en abrazo y despedida noche y díasuspenso queda el tiempo, absorto de su cursopara arrebatarse en su propia inasible melodía.Tras la diana a que su flecha apunta, puntode fuga se insinúa por donde acaecer pudierael adviento soberano de lo eterno, de este modo demolidaslas infranqueables murallas que de la realidadescinden el deseo.

Deseo que sólo a plenitudse rinde, realidad de inconsistencia y pesantez herida,entrambos a sangre y fuego de verdad, amor,oscuridad, se han al fin en feroz crisol fundidoa riesgo sin red de en vanidad de humo resolverse,a cuenta también de sin tregua ni cuartel interpelar a la luzpara arrancarle el fermento único y último capaz de amasarel pan de una nueva carne abierta al infinito.

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Sea así, en tanto el tiempo remonta de su hechizo,el canto del gallo del amanecer pontífice, canto cual de truenoque retumbe en contrario eco del que en la nocheexpoliada de la luna sin alma la reciproca negaciónentre Dios y el humano señalara. Sea así la posibilidadconvocada de un mutuo amén imprescriptible, ya las cartastodas boca arriba, ya de máscaras y sombras desbrozadaslas vías del encuentro.

Sea así el día primerode la creación cumplida, cuando la vida en inquisiciónsobre sí misma a tumba abierta, sobre sí misma se alce,y, escoltada de sol, ante Dios y el humano reclame su victoria.

Louis Alincbrot Tríptico de la Crucifixión

José de Ribera - La Piedad

El GrecoCristo con la Cruz a cuestas

El GrecoLa Resurrección