Tres meses despuésdeladeclaración de hambruna en Somalia...

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22 LA VANGUARDIA MIÉRCOLES, 19 OCTUBRE 2011 ETIOPIA UGANDA SUDÁN TANZANIA YIBUTI ERITREA YEMEN Kampala Adís Abeba Yibuti Ali Addeh Km 0 200 Lago Victoria Golfo de Adén 560.587 3,8 millones 4 millones 261.501 4,6 millones 19.042 146.600 La cuarta parte de la población de Somalia está desplazada SOMALIA KENIA Nairobi Mogadiscio Dollo Aldo Dadaab Las personas que necesitan ayuda han aumentado en más de 3 millones en 3 meses LA VANGUARDIA FUENTE: ONU ETIOPIA YIBUTI SOMALIA KENIA ETIOPIA YIBUTI SOMALIA KENIA JUNIO 2011 HOY PROYECCIÓN PARA 4-6 MESES Afectado Crisis Emergencia Catástrofe Refugiados Países ampliados LEYENDA Campos de refugiados Personas que necesitan asistencia Previsión para fin de año 15 millones Julio de 2011 10 millones HOY 13,3 millones ROSA M. BOSCH Barcelona L a situación no ha parado de empeo- rar. ¿Por qué el tra- bajo humanitario no tiene impacto en Somalia? Por- que hay un estado fallido, con un gobierno tan débil es muy difícil que funcione la cooperación”. Así resume Carmen Molina, di- rectora de Cooperación y Emer- gencias de Unicef, la situación en el Cuerno de África, al cumplirse mañana tres meses de la declara- ción de hambruna en Somalia. Las milicias terroristas de Al Sha- bab, que probablemente están de- trás del secuestro de las coope- rantes de MSF, han vetado el pa- so a la ayuda. Sólo se permiten contadas incursiones en el sur de Somalia, el territorio más castiga- do, por lo que la población, toca- da por la sequía y la guerra, no ve otra solución que huir y buscar cobijo en los campos habilitados en los países de la región, que ya albergan a 934.793 refugiados. La violencia en Somalia es un factor, el más grave y ya crónico, pero no el único que ha provoca- do que en tres meses la cifra de personas que precisan ayuda en el Cuerno de África haya pasado de 10 a 13,3 millones y que las pre- visiones apunten a llegar a los 15 millones a finales de año; ade- más, 750.000 somalíes corren el riesgo de morir de hambre. A la extrema violencia en Somalia hay que añadir otros factores que han hundido en la miseria no só- lo a los somalíes sino también a poblaciones de Kenia, Etiopía y Yibuti: “La sequía, que antes se producía cada siete años y ahora cada dos, lo que provoca que las cosechas se reduzcan a la mitad; el precio de los alimentos, que en algunos casos han subido un 200%, y el hecho de que no se tra- baje en las causas de fondo, la in- versión en desarrollo y en agricul- tura. Además, no hay fondos sufi- cientes para afrontar la emergen- cia”, destaca Lara Contreras, del departamento de Estudios de In- termón Oxfam. El llamamiento realizado por esta oenegé para re- caudar 100 millones de dólares se ha traducido en donaciones por valor de 80 millones, cifra con la que se atiende a 3,5 millo- nes de personas. Unicef práctica- mente ha alcanzado los 363 millo- nes solicitados. Pero el mundo de la coopera- ción teme que la falta de resulta- dos, la sensación de fracaso en la crisis humanitaria más grave que se está viviendo actualmente, re- traiga las donaciones. Una gene- ración ha crecido viendo en los te- lediarios la imagen de niños famé- licos. Siempre lo mismo. “Se ha- bla del cansancio del donante, porque ve que dar ayuda es un po- zo sin fondo, además de la emer- gencia, hay que trabajar la coope- ración al desarrollo, la seguridad alimentaria, que África no venda sus mejores tierras a multinacio- nales... Se tienen que sentar las bases de una cooperación a largo plazo,” añade Molina. Pero el papel de las oenegés es muy pequeño en este escenario: “Hacemos un trabajo de asisten- cia y desarrollo para salvar un pe- queño número de vidas. Lo que pedimos es un compromiso glo- bal para frenar la hambruna que pasa por tener unos mecanismos de respuesta más ágiles y contro- lar la volatilidad del precio de los alimentos”, apunta Contreras. También en Acnur, la Agencia de Naciones Unidas para los Re- fugiados, coinciden en ese desgas- te del donante al intuir que “So- malia no tiene solución”. Javier López Cifuentes, delegado de Ac- nur en Kenia, opina que “ahora que Somalia vuelve a estar en el punto de mira por la hambruna y por el secuestro de las dos traba- jadores de Médicos sin Fronteras (MSF), es el momento de recabar más ayuda para intentar estabili- zar la situación, sino lo hacemos ahora, como pase otro año...”. Pe- ro aunque los fondos lleguen co- piosamente, que no es el caso, ¿cómo distribuirlos en Somalia?. Acnur ha conseguido acceder en contadas ocasiones al sur de So- malia tras alcanzar acuerdos pun- tuales con líderes locales, pero se ha desoído la petición de alcan- zar una tregua, un alto el fuego entre Al Shabab y el Gobierno de Transición, para posibilitar el transporte de ayuda humanita- rias a las seis regiones donde se ha declarado la hambruna. “En Mogadiscio las fuerzas de paz de la ONU son escasas y están mal equipadas y no se habla de enviar más dotaciones al sur del país”, añade López Cifuentes. Tras el secuestro, el pasado jue- ves, de las dos cooperantes de MSF en Ifo 2 se ha producido una suerte de repliegue de las CANSANCIO DEL DONANTE El mundo de la cooperación teme que la falta de resultados frene las donaciones “El nivel de asistencia se ve afectado por los ataques” Tres meses después de la declaración de hambruna en Somalia LA VIOLENCIA DE AL SHABAB Pero aunque los fondos lleguen, ¿cómo distribuirlos en Somalia? Tendencias Una crisis que va a peor Más de 13 millones de personas precisan ayuda por el veto terrorista a la acción humanitaria y la falta de infraestructuras contra la sequía ]“El nivel de asistencia a las poblaciones se ve afec- tado por estos ataques. Es muy alarmante”, mani- festó ayer el presidente de MSF España, José Antonio Bastos, en rela- ción al secuestro de las cooperantes Montserrat Serra y Blanca Thiebaut. La oenegé ha suspendido temporalmente su activi- dad en el campo Ifo 2, donde se ofrecían servi- cios básicos, de salud re- productiva, atención pre- natal y vacunaciones y donde se produjo el se- cuestro. En el campo de Dagahaley se mantienen las urgencias en un hospi- tal con 243 camas, pero en otros cinco centros se han interrumpido los trabajos. Los equipos médicos están a la espera de que las condiciones de seguridad mejoren. CUERNO DE ÁFRICA

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22 LAVANGUARDIA MIÉRCOLES, 19 OCTUBRE 2011

ETIOPIA

UGANDA

SUDÁN

TANZANIA

YIBUTI

ERITREA YEMEN

Kampala

Adís Abeba

YibutiAli Addeh

Km0 200

LagoVictoria

Golfo deAdén

560.587

3,8 millones

4 millones

261.501

4,6 millones19.042

146.600

La cuarta partede la poblaciónde Somalia estádesplazada

SOMALIA

KENIA

Nairobi

Mogadiscio

Dollo Aldo

Dadaab

Las personas quenecesitan ayuda hanaumentado en más de3 millones en 3 meses

LA VANGUARDIAFUENTE: ONU

ETIOPIA

YIBUTI

SOMALIAKENIA

ETIOPIAYIBUTI

SOMALIAKENIA

JUNIO 2011

HOY

PROYECCIÓN PARA 4-6 MESES

Afectado

Crisis

Emergencia

Catástrofe

Refugiados Paísesampliados

LEYENDA

Campos derefugiados

Personas quenecesitan asistencia

Previsión parafin de año15 millones

Julio de 201110 millones

HOY13,3 millones

ROSA M. BOSCHBarcelona

L a situación no haparado de empeo-rar. ¿Por qué el tra-bajo humanitariono tiene impactoen Somalia? Por-

que hay un estado fallido, con ungobierno tan débil es muy difícilque funcione la cooperación”.Así resume Carmen Molina, di-rectora de Cooperación y Emer-gencias de Unicef, la situación enel Cuerno de África, al cumplirsemañana tres meses de la declara-ción de hambruna en Somalia.Lasmilicias terroristas deAl Sha-bab, que probablemente están de-trás del secuestro de las coope-rantes de MSF, han vetado el pa-so a la ayuda. Sólo se permitencontadas incursiones en el sur deSomalia, el territoriomás castiga-do, por lo que la población, toca-da por la sequía y la guerra, no veotra solución que huir y buscarcobijo en los campos habilitadosen los países de la región, que yaalbergan a 934.793 refugiados.La violencia en Somalia es un

factor, el más grave y ya crónico,pero no el único que ha provoca-

do que en tres meses la cifra depersonas que precisan ayuda enel Cuerno de África haya pasadode 10 a 13,3millones y que las pre-visiones apunten a llegar a los 15millones a finales de año; ade-más, 750.000 somalíes corren elriesgo de morir de hambre. A laextrema violencia en Somaliahay que añadir otros factores quehan hundido en la miseria no só-lo a los somalíes sino también apoblaciones de Kenia, Etiopía yYibuti: “La sequía, que antes seproducía cada siete años y ahoracada dos, lo que provoca que las

cosechas se reduzcan a la mitad;el precio de los alimentos, que enalgunos casos han subido un200%, y el hecho de que no se tra-baje en las causas de fondo, la in-versión endesarrollo y en agricul-tura. Además, no hay fondos sufi-cientes para afrontar la emergen-cia”, destaca Lara Contreras, deldepartamento de Estudios de In-termón Oxfam. El llamamientorealizado por esta oenegé para re-caudar 100 millones de dólaresse ha traducido en donacionespor valor de 80 millones, cifracon la que se atiende a 3,5 millo-nes de personas. Unicef práctica-mente ha alcanzado los 363millo-nes solicitados.Pero el mundo de la coopera-

ción teme que la falta de resulta-dos, la sensación de fracaso en lacrisis humanitaria más grave quese está viviendo actualmente, re-traiga las donaciones. Una gene-raciónha crecido viendo en los te-lediarios la imagendeniños famé-licos. Siempre lo mismo. “Se ha-bla del cansancio del donante,porque ve que dar ayuda es un po-zo sin fondo, además de la emer-gencia, hay que trabajar la coope-ración al desarrollo, la seguridadalimentaria, que África no vendasus mejores tierras a multinacio-nales... Se tienen que sentar las

bases de una cooperación a largoplazo,” añade Molina.Pero el papel de las oenegés es

muy pequeño en este escenario:“Hacemos un trabajo de asisten-cia y desarrollo para salvar un pe-queño número de vidas. Lo quepedimos es un compromiso glo-bal para frenar la hambruna quepasa por tener unos mecanismosde respuesta más ágiles y contro-lar la volatilidad del precio de losalimentos”, apunta Contreras.También en Acnur, la Agencia

de Naciones Unidas para los Re-fugiados, coinciden en ese desgas-te del donante al intuir que “So-malia no tiene solución”. JavierLópezCifuentes, delegado deAc-nur en Kenia, opina que “ahoraque Somalia vuelve a estar en elpunto de mira por la hambruna ypor el secuestro de las dos traba-jadores deMédicos sin Fronteras(MSF), es elmomento de recabarmás ayuda para intentar estabili-zar la situación, sino lo hacemosahora, como pase otro año...”. Pe-ro aunque los fondos lleguen co-piosamente, que no es el caso,¿cómo distribuirlos en Somalia?.Acnur ha conseguido acceder encontadas ocasiones al sur de So-malia tras alcanzar acuerdos pun-tuales con líderes locales, pero seha desoído la petición de alcan-zar una tregua, un alto el fuegoentre Al Shabab y el Gobierno deTransición, para posibilitar eltransporte de ayuda humanita-rias a las seis regiones donde seha declarado la hambruna. “EnMogadiscio las fuerzas de paz dela ONU son escasas y están malequipadas y no se habla de enviarmás dotaciones al sur del país”,añade López Cifuentes.Tras el secuestro, el pasado jue-

ves, de las dos cooperantes deMSF en Ifo 2 se ha producidouna suerte de repliegue de las

CANSANCIO DEL DONANTE

El mundo de lacooperación teme quela falta de resultadosfrene las donaciones

“Elnivel de asistenciase ve afectadopor los ataques”

Tres meses después de la declaración de hambruna en Somalia

LA VIOLENCIA DE AL SHABAB

Pero aunque losfondos lleguen,¿cómo distribuirlosen Somalia?

Tendencias

UnacrisisquevaapeorMás de 13millones de personas precisan ayuda por el veto terroristaa la acción humanitaria y la falta de infraestructuras contra la sequía

]“El nivel de asistencia alas poblaciones se ve afec-tado por estos ataques.Es muy alarmante”, mani-festó ayer el presidentede MSF España, JoséAntonio Bastos, en rela-ción al secuestro de lascooperantes MontserratSerra y Blanca Thiebaut.La oenegé ha suspendidotemporalmente su activi-dad en el campo Ifo 2,donde se ofrecían servi-cios básicos, de salud re-productiva, atención pre-natal y vacunaciones ydonde se produjo el se-cuestro. En el campo deDagahaley se mantienenlas urgencias en un hospi-tal con 243 camas, peroen otros cinco centros sehan interrumpido lostrabajos. Los equiposmédicos están a la esperade que las condiciones deseguridad mejoren.

CUERNODEÁFRICA

MIÉRCOLES, 19 OCTUBRE 2011 T E N D E N C I A S LAVANGUARDIA 23

Se estima que dentro deSomalia se han desplazado1,5 millones de personas

Acnur confirma que hasta el momento934.793 somalíes han tenido querefugiarse en países vecinos: Kenia,Etiopía, Yibuti y Yemen

2,5 millones

La peor sequía en la región enlos últimos 50 años; el aumentodel precio de los alimentos y elconflicto armado en Somalia

agencias de la ONUyde las oene-gés en los campos de refugiadosde Dadaab (Kenia), que ya alber-gan a 460.000 personas. Este se-cuestro evidencia que no sólo enSomalia la situación es de gran in-seguridad. “En Dadaab, se hansuspendido las actividades queno son esenciales para salvar vi-das; seguimos distribuyendoagua y alimentos y registrando alos refugiados. Estos trabajos sehacen con escoltas y tenemos to-que de queda entre las 18 horas ylas 6 de la mañana”, explica So-nia Aguilar, de Acnur, que llegó aDadaab el pasado viernes. Agui-lar es una de las 2.000 personasque integran el personal humani-tario desplazado por oenegés yagencias de la ONU a Dadaab.Los ataques, robos y violacio-

nes en el complejo de Dadaab,que abarca unos 50 kilómetroscuadrados, ha llevado a Acnur acrear una suerte de “policía inter-na”; son los propios refugiadoslos que colaboran en velar por laseguridad de la población.El acceso a Somalia es una par-

te de la película; otra es planifi-car acciones de largo recorridoencaminadas a minimizar el im-pacto de la sequía, que destruyecosechas y mata a la ganadería, yestablecer estrategias para lu-char contra el aumento del pre-cio de los alimentos. “Pedimosque haya reservas de cereales anivel local y regional para preve-nir las crisis y controlar la volatili-dad de los precios –subraya Con-treras, de Intermón–. Y tambiénque el Programa Mundial de Ali-mentos (de la ONU.), que se nu-tre principalmente de exceden-tes de Estados Unidos, comprelos stocks a los productores afri-canos para reactivar el mercadode estos países y, a la vez, invertiren desarrollo”.c

XAVIER ALDEKOAJohannesburgo. Corresponsal

N o cabía un alfiler. Afinales de agosto, losniños que esperabansu ración de comida

en un centro de reparto de ali-mentos de la ONU en Mogadis-cio, Somalia, se apretujabanunos contra otros en una fila in-dia perfecta. Tenían el pechoapretado al de delante y a su veza otro chaval pegado a sus espal-das. De sus manos, colgabanollas, cubos o, porque entre lospobres también hay clases, bol-sas de plástico agujereadas. Acinco metros, había una hilerademujeres con cazos y lamismapaciencia apretada en lamirada.Pregunté a Mohamed Hadi,coordinador del centro, por quéhabía dos filas. “En realidad se-paramos a hombres y mujeres,la fila de los niños es la de loshombres, pero algunas familiasmandan a los niños porque paralos hombres es arriesgado venir.Tienen miedo a que Al Shabables reclute o que les disparen”,contestó.Lanecesidad es esa desespera-

ción que empuja a algunos a en-viar a sus hijos a por comida por-que ofrecen un ángulo de tiromenor. Aunque en algunas zo-nas ha empezado a llover, elcuernodeÁfrica sufre la peor se-quía en más de 50 años. Pero lahambruna no nace sólo de la fal-ta de lluvia. El desgobierno, laviolencia y el olvido que vive So-

malia desde hace veinte años es-tá en la raíz de trece millones deestómagos vacíos. Como si todala población de Catalunya y laComunidad deMadrid necesita-ra ayuda humanitaria.El drama del sur de Somalia,

donde el ejército keniano entróel domingo en busca de Al Sha-bab, como si fuera posible extir-par un cáncer a tijeretazos, esciego porque es casi imposiblesaber qué ocurre al sur deMoga-discio, zona bajo control de lamilicia radical. Pero se intuyeen unos pies que se arrastran.En junio, el campo de refugia-dos de Dadaab estaba desborda-

do. Cada día llegaban más de1.500 somalíes que huían de laguerra. En un alarde de ingenui-dad, pregunté por dónde llega-ban los refugiados. “Por todaspartes”, me respondieron. Al ra-to, apareció un grupo de reciénllegados. Dos hombres ayuda-ban a un anciano a avanzar. Elviejo apenas rozaba la arena conla punta de los pies. Otro hom-bre llevaba a un niño inconscien-te en brazos. Entraron en el pun-to de registro en silencio y sin

hacer gestos de alivio. Dadaabse creó hace 20 años y hay refu-giados que no conocen otra cosaque el campamento. Algunoshan nacido allí. Mohamud Ja-ma, jefe de una comunidad deDadaab, hombre acostumbradoa la escasez, usó sólo una frasepara definir su futuro. “Hemossacrificado nuestra libertad porsobrevivir”, decía. Esta semana,al llamarle por teléfono, le basta-ron ocho palabras para dibujarla forma de ser del pueblo soma-lí. “La vida sigue difícil. ¿Y tú, có-mo estás?”, dijo.Desde el secuestro de las coo-

perantes españolas el pasadojueves, se redujeron las activida-des en el campo almínimo indis-pensable. Los centros de regis-tro de nuevos refugiados cerra-ron. El recuento se quedó estan-cado en 462.000 habitantes enDadaab. Desde entonces han lle-gado mil personas más cada día.Mañana llegarán mil más.Pero la crisis humanitaria en

el cuerno deÁfrica no sólo casti-ga a quien ha huido de su hogar.El modo de vida de los pastoresnómadas ve borroso el porvenir.En agosto, Abdurahman Alassoexplicaba en la ciudad deWajir,en el noreste de Kenia, que ha-bía perdido todas sus vacas me-nos una y casi todas sus cabras.Llegó a tener cincuenta pero lasequía le había dejado dos. “Pa-ra octubre habrán muerto, notendré nada y estaré muy tris-te”, decía.Ya es octubre. c

AFP PHOTO / ABDURASHID ABIKAR

Esta es la cifra de niños quesufren desnutrición agudasevera y desnutrición mode-rada, en el Cuerno de Áfri-ca, de los cuales 1,3 millo-nes viven en Somalia, segúndatos de Unicef. En estepaís, 750.000 personas, me-nores y adultos, están enriesgo de morir por la faltade alimentos y precisanayuda urgente.

¿Cuándo se declarael estado de hambruna?

LA PEOR CRISIS Las causas

Desnutricióninfantil

Desplazados internos Y fuera del país

“Hemos sacrificado nuestra libertad por sobrevivir”, lamenta un somalí

Yaesoctubre

Los pastoresnómadas ven morira su vacas y cabrasy afrontan unborroso porvenir

Desplazados. Familiasdel sur del país hacencola para conseguirayuda en Mogadiscio

En Somalia, se cumplentres de un total de ochoindicadores para declarar elestado de hambruna, queafecta a más del 20% de lapoblación del país. Estosson: una tasa de desnutri-ción aguda de más del 30%en niños; la tasa de mortali-dad asociada a la desnutri-ción de más de dos muertesal día por cada 10.000 perso-nas, o de cuatro muertesinfantiles por cada 10.000niños al día, y el acceso amenos de 2.100 caloríasdiarias.

24 LAVANGUARDIA T E N D E N C I A S MIÉRCOLES, 19 OCTUBRE 2011

850.000PREVENCIÓN. El uso cadavez más extendido demosquiteras tratadas coninsecticida está reducien-do los casos de malaria

ZONAS MÁS AFECTA-DAS. Aunque hay mala-ria en amplias zonasde Sudamérica y Asia,la forma más grave seregistra en África

EXTENSIÓN. 3.300 millo-nes de personas viven enzonas donde hay mala-ria. Esta cifra representacasi la mitad de la pobla-ción mundial

MUERTES AL AÑO

J. CORBELLA Barcelona

E l desarrollo de la vacu-na de la malaria “esuna carrera de fondo”,declaró ayer Pedro

Alonso, director delCentre deRe-cerca en Salut Internacional deBarcelona (Cresib) y coautor dela investigación, en entrevista te-lefónica desde Seattle (EE.UU.).Y aunque los resultados obteni-dos hasta ahora son esperanzado-res, advirtió que “aún no hemosllegado a la meta”.

¿Cuánto les falta para llegar?Dos años... que se van a hacermuy largos. Es como una mara-tón, los últimos kilómetros dicenque son los que más cuestan.

En la rueda de prensa se hareconocido que ustedes tuvie-ronunpapel pionero en el desa-rrollo de esta vacuna. ¿Qué lesllevó a involucrarse en esto?Nos vinieron a buscar. La Iniciati-va de Vacunas de la Malaria bus-caba un centro de investigaciónen África y supongo que nos se-leccionaron por nuestra expe-riencia en epidemiología de lamalaria y porque llevábamosaños trabajando allí.

¿Se imaginaba en esemomen-to que diez años después esta-rían tan cerca de la meta?Si me lo hubiera preguntado ha-ce diez años, le hubiera dichoque no. Considerando la comple-jidad del problema, y que los re-

sultados de los pocos ensayos he-chos hasta entonces habían sidopobres, no teníamos tan buenasperspectivas en aquel momento.

¿Cuándo se dio cuenta de quelo podrían conseguir?El primer ensayo clínico que hici-mos, el del 2004, fue un punto deinflexión. Demostró por primeravez que podíamos inducir unarespuesta inmunitaria contra lamalaria.

La respuesta inmunitariaque induce la vacuna actual es-tá lejos de ser perfecta. ¿Se po-drámejorar la eficacia de la va-cuna una vez aprobada?Espero que sí, estamos trabajan-do en ello. Hemos visto que la va-cuna protege a unas personas y aotras no. Estamos intentando en-tender por qué funciona cuándofunciona; y por qué no funcionacuando no funciona. Esta es unainvestigación que está liderandonuestro grupo. Aún no entende-mos bien de qué modo la vacunaestimula la respuesta inmunita-ria. Si conseguimos entenderlo,podremos mejorarla.

¿No teme que el hecho de te-ner una vacuna moderadamen-te eficazdesincentive la búsque-da de una vacuna mejor?Este es un tema que se ha discuti-do, pero no lo veo así. Creo quehay que verlo al revés. Si tene-mos una vacunamoderadamenteeficaz, significa que podemos

conseguir una que sea mejor.Una vez llegue a la meta den-

tro de dos años, ¿qué nuevo re-to se plantea?Retos no van a faltar, queda mu-cho por hacer. La lucha contra lamalaria no se acaba con esta vacu-na. El objetivo a largo plazo eserradicar la malaria y la vacunaserá un paso importante, pero noserá el último. c

La mayoría de muertes afec-tan a niños pequeños. Sehan reducido en los últimosaños tras haber llegado a unmillón en el 2003

CAUSA. Es una infec-ción causada porparásitos del géneroPlasmodium y trans-mitida por los mos-quitos anófeles

LA INVESTIGACIÓN CONTINÚA

“Aún no entendemosbien de qué modola vacuna estimula larespuesta inmunitaria”

Una mujer junto a un niño enfermo de malaria en un hospital del África subsahariana

Pedro Alonso

MALARIA VACCINE INITIATIVE

Pedro Alonso, director del Cresib y coautor de la investigación

JOSEP CORBELLABarcelona

Una vacuna experimental contrala malaria ha reducido a la mitadlos casos de la enfermedad en ni-ños de entre 5 y 17meses de edaden un ensayo clínico realizado ensiete países africanos.Los resultados iniciales del es-

tudio, presentados ayer en el Fo-ro de laMalaria que se celebra enSeattle (EE.UU.) y en la ediciónonline de la revista The New En-gland Journal of Medicine, repre-sentan un hito de cara a la futuraaprobación de la vacuna. El ensa-yo clínico continuará hasta fina-les del 2014, lo que permitirá eva-luar la eficacia de la inmuniza-ción a largo plazo y sus posiblesefectos secundarios, pero laOrga-nización Mundial de la Salud(OMS) ya ha anunciado que po-dría recomendar la vacuna a par-tir del 2015.La compañía farmacéuticaGla-

xoSmithKline (GSK), que ha de-sarrollado la vacuna, la distribui-rá “al precio más bajo posible”,declaró ayer AndrewWitty, con-sejero delegado de GSK, en rue-da de prensa telefónica desdeSeattle. “No vamos a obtener nin-gún beneficio económico”.Según los resultados anuncia-

dos ayer, la inmunización ha re-ducido los casos graves de mala-ria en un 47% en niños que ha-bían recibido la vacuna entre los5 y los 17meses de edad. Lamala-ria grave se caracteriza por da-

ños en el cerebro, los riñones y lasangre que pueden resultar mor-tales. Los casos menos graves demalaria, que se caracterizan porfiebre y escalofríos, se han reduci-do en un 56%.Aunque estos porcentajes son

bajos si se comparan con los delas vacunas actuales contra virus,

que suelen tener una eficaciapróxima al 100%, la vacuna de lamalaria supone un gran avancetanto desde el punto de vista cien-tífico como desde el de la saludpública. Científico porque se tra-ta de la primera vacuna eficazque se desarrolla contra un pará-sito, un microorganismo mucho

más complejo que un virus. Se es-tán investigando actualmenteotras vacunas de la malaria, peroninguna está tan avanzada comola de GSK.Desde el punto de vista de la

salud pública, la vacuna puedeayudar a reducir drásticamentelas 800.000 muertes anuales que

causa la malaria, la mayoría deellas en niños de África, así comolos 225 millones de episodios nomortales de malaria que se regis-tran al año. Pero, dado que su efi-cacia es limitada, la vacuna debe-rá combinarse con el uso demos-quiteras, de insecticidas y de fár-macos para reducir el impacto dela malaria.Los resultados presentados

ayer corresponden a un ensayoclínico en el que han participado15.460 niños menores de dosaños. Es un ensayo llamado de fa-se 3, es decir, el último examenque deben superar un fármaco ouna vacuna experimentales paraser comercializados. Once hospi-tales y centros de investigaciónde siete países, entre ellos el Cen-tro de Salud de Manhiça (Mo-

zambique) impulsado por PedroAlonso, han participado en el es-tudio. El ensayo clínico ha sidofruto de un consorcio público-pri-vado en el que han colaborado lacompañía farmacéutica GSK y laIniciativa de Vacunas de laMala-ria financiada por la FundaciónBill y Melinda Gates.Los primeros datos que se han

hecho públicos se basan en unamuestra de 6.000 niños de másde cinco meses que han recibidotres dosis de la vacuna. A finalesdel 2012 está previsto presentarlos primeros resultados de niñosque recibieron la vacuna cuandotenían entre 6 y 12 semanas deedad.A finales del 2014 se presen-tarán los resultados definitivosde los dos grupos de edad.c

“Estoesunacarrerade fondo,aúnnohemos llegadoa lameta”

ANA JIMÉNEZ / ARCHIVO

La compañía GSKdistribuirá la vacuna alprecio más bajo posibley renuncia a obtenerbeneficios con ella

Elprimergranensayode lavacunade lamalariademuestrasueficaciaLa inmunización sistemática de niños enÁfrica podría iniciarse en el 2015

Los datos de lamalaria