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1, I i 1, reivindicaciones, de escasez de empleos, de los fondos otorgados por el gobierno de Franklin Delano Roosevelt para construir en la isla puentes y caminos y reforestar. Fueron los años de controversia en torno al idioma oficial en la enseñanza. Myma nació en Santurce, donde en la high school enseñaban latín con textos en inglés. Su familia militaba en la tradición hispana. Cuando al término del bachillerato pensó estudiar medicina, todos estuvieron de acuerdo en que lo mejor serra hacerlo en España. La Europa de la posguerra llevó a la muchacha de veinte años a una reconsideración total. Tras visitar algunos museos decidió olvidarse de la medicina y entrar a la Academia de San Fernando de Madrid. Su camino no serta la ciencia sino las artes plásticas. No importaba cuán anacrónica fuera la Academia. Necesitaba articular las bases de una disciplina nueva para ella y apretando el paso obtuvo la Maestría en Bellas Artes en esa España vedada para el nombre y la obra de Pablo Picasso, pero donde en Barcelona se gestaban nuevas tendencias para el arte contemporáneo. Durante su ausencia quienes insistfan en reafirmar una identidad lograron dar un paso decisivo: la creación en 1955 del Instituto Puertorriqueño de Cultura, cuyo primer director ejecutivo fue el arqueólogo Ricardo Alegrfa. Se abrieron entonces nuevos cauces para la vida espiritual en Puerto Rico. En 1957 el acreditado artista plástico Lorenzo Hornar, fundador en 1950 junto con José Antonio Torres Martinó y Rafael Tufiño, del Centro de Arte Puertorriqueño, fue invitado a organizar, dentro del instituto, el Taller de Artes Gráficas. De su empuje, capacidad productiva y nivel estético pudieron contagiarse muchos artistas Por Raquel Tibol a:;:¡:; • .. ñ; . . . Auro" rr ro. 1963 mol ta. cuando lo considera n ce ario. ejercer su autoridad o arríe gar su prestigio. Su acentuado sentido práctico de las cosas termina donde empieza el arte entend ido como reto y conflicto, sin plácidos conformismos. Nacer en 1931 sign ificó para Myrna Báez, como para cualquier puertorriqueño, crecer con el ascenso de una conciencia nacionalista expresada en novedosos activismos poltticos. revaloraciones culturales, dignificación de una evidente identidad, ingreso de las mujeres al trabajo asalariado y la participación polltica con acceso al voto. Años de la depresión, de luchas por todo tipo de Tres décadas gráficas de Myrna Báez • Texto elaborado para Homenaje 128 ti mbre-31 diciembre 19881en Mu- RO de Arte de Pue rto ee, org n lzedl por el Instituto Pu rtorriquel\o de Cultura dentro del programa de la VOl Bienal de SIn Juen del Gra- bIdo Latinoemeric:8no y del C8ribe. ________________ 29 _

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reivindicaciones, de escasez deempleos, de los fondos otorgados porel gobierno de Franklin DelanoRoosevelt para construir en la islapuentes y caminos y reforestar. Fueronlos años de controversia en torno alidioma oficial en la enseñanza.Myma nació en Santurce, donde en lahigh school enseñaban latín con textosen inglés. Su familia militaba en latradición hispana. Cuando al términodel bachillerato pensó estudiarmedicina, todos estuvieron de acuerdoen que lo mejor serra hacerlo enEspaña. La Europa de la posguerrallevó a la muchacha de veinte años auna reconsideración total. Tras visitaralgunos museos decidió olvidarse de lamedicina y entrar a la Academia deSan Fernando de Madrid. Su camino noserta la ciencia sino las artes plásticas.No importaba cuán anacrónica fuera laAcademia. Necesitaba articular lasbases de una disciplina nueva para ellay apretando el paso obtuvo la Maestríaen Bellas Artes en esa España vedadapara el nombre y la obra de PabloPicasso, pero donde en Barcelona segestaban nuevas tendencias para elarte contemporáneo.Durante su ausencia quienes insistfanen reafirmar una identidad lograron darun paso decisivo: la creación en 1955del Instituto Puertorriqueño de Cultura,cuyo primer director ejecutivo fue elarqueólogo Ricardo Alegrfa. Se abrieronentonces nuevos cauces para la vidaespiritual en Puerto Rico. En 1957 elacreditado artista plástico LorenzoHornar, fundador en 1950 junto conJosé Antonio Torres Martinó y RafaelTufiño, del Centro de ArtePuertorriqueño, fue invitado aorganizar, dentro del instituto, el Tallerde Artes Gráficas. De su empuje,capacidad productiva y nivel estéticopudieron contagiarse muchos artistas

Por Raquel Tibola:;:¡:; • .. ñ ; . . . •

Auro" rr ro. 1963

mol ta . cuando lo cons ideran ce ario . ejercer su autoridad oarríe gar su prest igio. Su acentuadosentido práct ico de las cosas terminadonde empieza el arte entend ido comoreto y conflicto, sin plác idosconformismos.Nacer en 1931 significó para MyrnaBáez, como para cualquierpuertorriqueño, crecer con el ascensode una conciencia nacionalistaexpresada en novedosos activismospoltticos. revaloraciones culturales,dignif icación de una evidente identidad,ingreso de las mujeres al trabajoasalariado y la participación pollticacon acceso al voto. Años de ladepresión , de luchas por todo tipo de

Tres décadas gráficasde Myrna Báez

• Texto elaborado para ~I Homenaje128 ti mbre-31 diciembre 19881en Mu­RO de Art e de Puerto ee, org nlzedl por elInstituto Pu rtorriquel\o de Cultura dentro delprograma de la VOlBienal de SIn Juen del Gra­bIdo Latinoemeric:8no y del C8ribe.

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no lo hizo picoteando, como turl t

gráfica . Se empleó a fondo , cu d ndoque el dibujo tu viera una ad cu dinterpretación en los cortes nuncemonótonos.Pronto supo comb inar de man rarftmica incisiones largas con hendldurcortas o delicados punteados. El Gsllo(linóleum, 19581, práct icsmente detamaño natural, fue un muestrarioaudaz y un logro incuest ionable. Másque con el estilo de Lorenzo Homar, losprimeros paisajes grabados por MVmatienen familiaridad con los de CarlosMarichal (1923-19691, el exiliadoespañol que antes de instalarse enla isla en 1949 estud ió en Méx ico en laEscuela de las Artes del Libro conFrancisco Dlaz de León V otros. Sumanera gráfica estuvo muy influida poralgunos miembros de la SociedadMexicana de Grabadores, como CarlosAlvarado Lang, José Ju lio Rodrfguez yFeliciano Peña, quienes gustaban de

Arrabal, 1962

en formación , entre ellos Myrna Báez,quien al volver de España se incorporóde inmediato al Taller , donde fueronsus compañeros y gubia y de tórculos:José R. Alicea, Rafael L6pez delCampo, Rafael.Rivera Rosa, AntonioMartorell, José Rosa y Luis C. Cajiga.Desde entonces y hasta el presentedemostrarfa ser una estudiosaincansable, cuya capacidad art ística

. pronto se puso en evidencia, y elloqueda probado ahora en la muestraantológica en el Museo de Arte dePuerto Rico que se inicia justamentecon trabajos producidos en 1958.En el Taller de Artes Gráficas se hacíanimpresiones en relieve e impresionesplanas. Para el huecograbado seut ilizaban materiales diversos: linóleum,madera, plexiglás , y para lasimpresiones planas se usaban laserigrafra y la litograffa. Curiosa,inquieta, emprendedora, Myrna midiósus fuerzas en todas las técnicas. Pero

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V e , 1985

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y p cio son valorados y configuradoscon Impul o ccnstructi vistas. El colorha d j do d ser mera iluminación parap rt lclp r d la estructura, primerou v m nt como en Arrabal (madera

y Ilnól um, 1962) y Palomar azul(xllogr fla, 1963), después con mayorvivacidad cromát ica como en Casas delarrabal (m dera y cartón, 1963), Patiointerior (serigrafla, 1964) o La estrella(modera y linóleum, 1964).Párrafo aparte merece la litograffa mástemprana dentro de este conjunto: setrata de La prensa, 1963. A diferenciadel resto, cat alogable dentro de unneoimpre sionismo, ésta es una piezaindud ablemente expresionist a. Hay enella una carga de sensacionesinte riores. Los contornos imprecisosdenotan una meditación lírica en tornoa la etap a culminante del procesográf ico: el instante decisivo eirreversible de la impresión sobre elpapel. Los negros se concentran en unnúcleo central, no t ienden a laexpansión y su contraste con losblancos es muy acusado. Consent imientos menos comprometidos ocon menos int erioridad volvió al temaen 1965 en El litógrafo.Emociones recurrentes o persistencias

de la memoria hacen que imágenesmuy semejantes a las del pasadoemerjan muchos años después, casi sinalteraciones caligráficas ni cambioscompositivos. Ejemplos curiosos deresquicios congelados en rinconesentrañables del alma. Tal sería el casode San Juan (madera y linóleum,1966), o de Los pinos del para(so(aguafuerte, 1981). Fugaces retornos aun origen plástico de cuya legitimidadno se quiere renegar.La f igura humana como tema centralcomienza a t ransitar en la gráfica deMyrna a partir de 1963. La primeraimagen fue muy simple: Niña conmuñeca (madera y cartón). Quizá lamodelo ex istió realmente; pero el climapoético de esa sencilla xilograffa, contexturas logradas con placa de cartón,transmite una t ierna melancolía que seantoja evocativamente autobiográfica.De inmediato t rabaja una pieza que en25 años no ha perd ido un ápice de sufuerza : el Autorretrato (madera ylinóleum) de la joven que a los 32 añosde edad observa al espectador con unamirada fi rme, altanera . La cabezavirada a la derecha casi roza el margende las placas, dándole al blanco de laizquierda un generoso transcurso

vertical apenas interrumpido por eloscuro del labio superior.Myrna Báez no desarrolla las f iguraspor ciclos o series. Cada una es unargumento concluso, sin variaciones .Llegaron, existen, pero no vuelven nihacen familia, sea la pareja del baileflamenco (xilograffa, 1964), lasextrañas Niñas azules (xilograffa, 1964)que parec ieran haber surgido de unpoema de Rubén Daría, la mujerdescalza oculta bajo el paraguas(serig raffa, 1966) , o la cabeza quemultiplica sus diversos perf iles alreflejarse en el juego de espejos de untocador teatral nimbado de focos(Reflejos, xilograffa, 1966), o la Familiade cuatro (xi lograffa, 1968), apretadanovela de cuat ro soledades.La cautela cromática desaparececuando Myrna Báez se interna conmarcado espíritu cezanniano en elmundo de los bodegones. En arreglosde frutas como Las chinas (serigraffa,1964, léase naranjas), Berenjenas(serigraffa y linóleum, 1967) oAguacates (sengraffa. 1967) . el rigorgráfico es hecho a un lado paraentregarse golosamente al picto ricismocon colores intensos. muy sensitivos. yefectos vigorosos y contrastantes .

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• De la entrevista citada en nota 2

la técnica es aprovechada parainvestigar mecanismos p icol6glco ,tanto de la imagen en si como de suresonancia en el observador. Laconciencia se ilumina no s610 con el

desarrollo de un tema sino con laforma elegida para la configuraci6nartfstica.La nueva figuración lIev6 a muchosartistas, en todo el mundo, a unarelectura del arte del pasado, delclasicismo al manierismo, alimpresionismo Y al fauvismo. El arteviene del arte cuando se tiene lacapacidad de rever y revisar. Estarevisión se llevó a efecto con lairreverencia y la desacralizaci6n propiasdel neodadafsmo. La burla no tuvo entodas las latitudes las mismasmotivaciones, y las de Myrna Báeztuvieron claros componentes deprotesta contra el aislamiento culturalque provocaban la restricción y el

retraso en las informaciones.Las relecturas o paráfrasis conforman,

Ga1/o, 1958

El uso de una composición pres ionada

hacia los bordes de las placas para

lograr un clima de extralimitación se

repite en otras cologratras igualmenteenigmáticas, como Meditaci6n (1972);el personaje de pie ante su sombra ,

con un perro igualmente proyectado,igualmente triste (1975); el

desconocido sin rostro con su Trajeblanco sobre el dominó del asfalto

(aguatinta, 1978); y dos serigratra : elBodeg6n a la Giorgio Morandl de 1980,

y el desnudo descabezado bañado por

una luz anaranjada de Mediodfs (19B7)

.que tiñe de verde los pelos de un p rrosin patas.

3 Marta Traba: 'Propuesta polémica sobre e/arte puertorriqueño. Ediciones Librerfa Interna­cional, Puerto Rico, 1971, pp. 130 Y 131

En 1969 Myrna Báez siente lanecesidad de ampliar y diversificar su

repertorio técnico. Elige el Instituto

Pratt de Nueva York, donde habrá detomar un curso intensivo de cologratra .

e irrtaglio, técnicas que le abrenpuertas al juego de combinaciones

ingeniosas, Y se acomoda tan bien aellas que durante una década habrá de

practicarlas de manera preponderante.

Para 1970 está perfectamente

instalada en la estética de lafragmentaci6n. La placa ha de tratarse

como un rompecabezas que admite

múltiples combinaciones. Con elcambio 'de texturas y de coloración, y

las posibilidades del montaje de laspartes sobreviene un profundo cambiode sentidos. ' La cologratra llevó a

Myrna Báez a los fértiles tertenos de la

nueva figunición. En vez de reproducir

la realidad se busca interpretarla por

medio de claves simbólicas. Surgen

entonces piezas tan rotundas comoDesnudo, El juez o El juego de cartas,descritas en 1971 con enorme y .

elocuente entusiasmo por Marta Traba:

"Juego de cartas fue premiado en elFestival del Ateneo de ·1970 con el

Primer Premio de Grabado. El juez fuepremiado en el Pratt Institute de Nueva

York. Juego de cartas, El juez y ei

Desnudo revelan un manejo muy

certero de ciertos elementossignificantes [. ...1 L:as figuras

contraponen zonas planas, cerradas porun contorno elíptico y distorsionado,

con zonas de color, estampado en

Juego de cartas, o liso en El juez y enel Desnudo. Diseño y color quedan 'asl

expuestos y descarnados. [...1 Elsistema para desquiciar la realidad seha vuelto verdaderamente sutil, y no sesabe muy bien dónde radica laalteración. En un segundo 'examen se

advierte que ninguna de las figurascabe en el espacio. Las jugadorasrebasan la mesa de juego, desbordanbrutalmente y acaparan el espaciolibre; el juez es semidecapitado,aunque un generoso espacio estéprevisto en la parte inferior delgrabado, formando parte importante de .

la composición. Tampoco cabe laespalda del Desnudo, que permaneceoprimido y supliciado por arriba y porabajo, aunque se dispongan hábilmenteelementos cromáticos a ambos ..

costados.':"

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compensaciones onCricas ante la faltade libertad!), se extiende a lo lejos en

planos sucesivos. La naturalezapromete placeres inaccesibles para los

rebaños prisioneros .Capftulo de refinamientos es elconstituido por las aguafuertes yaguatintas trabajadas entre 1981 Y1983. Nunca antes la gráfica y lapintura de Myma Báez estuvieron tancerca de asuntos , transparencias,sensualidad. Si intentó probar que en laestampa se pueden alcanzar efectosque se pensaban exclusivos de lapintura, salió airosa, sin recurrir afalsos pasaportes para transitar de unaa otra técnica. "La obra gráfica - hareconocido con su habitualhonestidad- me ha ayudado asimplificar áreas en la pintura. Heutilizado técnicas gráficas en mipintura, pero cada medio tiene supersonalidad. Cuando uno piensa untema lo piensa en gráfica o lo piensaen pintura, en el medio en que loquiere hacer. Piensas e/ tema y susolución plástica. Uno no se plantea:¿lo hago en gráfica o lo hago enpintura? Las obras no sonintercambiables. No se puede haceruna pintura y luego resolverla engráfica porque lo que resulta es unareproducción de la pintura. no una obragráfica."8

Por la seriedad y amplitud de su laborcreativa, por una exigencia decalidades que no ha conocido desmayoa lo largo de cuatro décadas, alhomenaje que ahora se le rinde en elmarco de la VIII Bienal de San Juan delGrabado Latinoamericano y del Caribe,se sumarán muchas voces de dentro yde fuera de Puerto Rico, porque MymaBáez tiene ya una proyeccióncontinental por razones previstas ya en1966 por Carlos Marichal: "Myma nosólo ha demostrado un extraordinariotalento, sino que ha sido una brillantepionera de la cual todos podremosaprender, no sólo técnica y teorCa, sinoalgo mucho más importante: el respetoal oficio y a la artesanCa de laprofesión, que indudablementeenriquecerá la obra de arte. " 9 <>

8 Marimar Benltez: "Con Myma Báez", perió­dico El reportero, agosto 20 de 1983. p. 99 Carlos Marichal: "Mvma Báez". en el catá­logo de la exposición en la Gafarla Colibrl, juliode 1966

muy relevante en el perfeccionamiento

y ampliación del quehacer serigráfico.iniciado a mediados de la décadaanterior. Esto quedó bien explicado enel ensayo de Norma Rosso Tridas parael catálogo de la amplia muestra sobreLa estampa serigráfica en Puerto Rico:cuatro décadas, organizada por elMuseo de la Universidad de PuertoRico en 19B7. Ahr se puntualizaba: "Adiferencia de otros artistas que trabajande un boceto terminado, Báezdesarrolla una idea preliminar y latrabaja directamente durante laimpresión de la serigrafía. En suestampa de 1979, Luna llena,interpretó en el medio serigráfico dostemas recurrentes en su pintura: lafigura humana y el paisaje, y a su vezcreó una ambientación y le impartióprofundidad a la imagen yuxtaponiendoplanos de diferentes grados de unmismo color. Luna llena es la primeraobra donde trabajó el tamiz contécnicas de la colopraffa como basepara impartirle profundidad y texturas ala obra. Este proceso le permitióañadirle nuevas calidades a la serigratramediante un número limitado de tiradasde color."Myma Báez continúa durante losochenta desarrollando en su obraserigráfica los experimentos que harealizado con diferentes técnicas yprocesos como la fotoserigratra y larealización de efectos similares a lacologratra. Estos efectos se consiguencolocando una imagen en distintosrelieves debajo del papel a imprimirse.En su obra de los ochenta Myma Báezlogra integrar todos estos procesos enimágenes muy personalesejemplificadas por Las vacas de donToño (1985). "7

Esta serigraffa se sitúa como una piezaclave por varios atributos: laconvivencia de la transposiciónfotoserigráfica con elementosfigurativos que van del trazo realista alrotundo apunte expresionista; laextraña sensación que produce la recuaacumulada en la parte inferior como enuna celda clausurada, mientras unpaisaje idñico de serranCas, bosques einmensa luna llena, más soñado quereal (/Ias vacas también conocen las

7 Norma Rosso Tridas : " La estampa serigráfi­ca en Puerto Rico", catálogo de 'a exposiciónorganizada por el Museo de la Universidad dePuerto Rico, Recinto de Rlo Piedras, 13 de no ­viembre de 1987 al 31 de enero de 1988, pp .29 V 30

5 De I ntrevista citada an nota 2a Marta Traba: " Mvma B'ez. notas sobre unapintu ra dif Ici l" . en el cat"ogo de la exposiciónMymll 81ez. diez ellos de g~fica y pinturs.797 7- 7987 . presentada entre mayo V diciem­bre de 1982 en el Museo del Barrio, NuevaYork; Mus um 01Fine Arts , Springfield. Mas­sachusen s, V Sala de Exposiciones del ChaseManhanan Bank de Pu rto Rico, p. 16.

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