Trabajo Acuña terminado!

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I.Identificacin de la ObraCuando se trata con obras de produccin latinoamericana en la poca colonial, la identificacin de aquellos datos que podran considerarse bsicos en los de produccin europea, se vuelve algo complejo en la mayora de los casos, debido a diversos factores; entre ellos la costumbre de los artistas ladinos de no firmar sus obras y la falta de registros en cuanto a los comitentes de las obras. La pintura que hemos escogido no es la excepcin.Nos basaremos entonces, por lo menos en este primer trozo, en la informacin que proporciona el museo en la cual se expone actualmente, aunque ms adelante podamos rebatir ciertos datos.El cuadro que analizaremos es el numero 43 Un ngel le reconforta con msica, de la serie de 54 pinturas que representan la vida de San Francisco, expuesta actualmente en la Gran sala del museo de San Francisco en Santiago. La obra es adjudicada al taller de Basilio Santa Cruz y pertenecera a la escuela cuzquea de pintura. El oleo sobre tela de 140 cm de alto por 150 cm de ancho habra sido pintado entre los aos 1670 y 1680 en el Cuzco y habra sido trasladada a Chile posteriormente, como en esa poca era costumbreDescripcin iconogrficaDurante su permanencia en Rieti para la cura de los ojos, llam un da a uno de los compaeros, que en el mundo haba sido citarista, y le dijo: Hermano, los hijos de este siglo no entienden los misterios divinos. Hasta los instrumentos msicos, destinados en otros tiempos a las alabanzas de Dios, los ha convertido ahora la sensualidad de los hombres en placer de los odos. Quisiera, pues, hermano, que trajeras en secreto de prestado una citara y compusieras una bella cancin, a cuyo son aliviaras un poco al hermano cuerpo, que esta lleno de dolores. Le respondi el hermano: Padre, me avergenzo mucho por temor de que la gente vaya a sospechar que he sido tentado por esta minucia. Dejmoslo entonces, hermano -replic el Santo-, que es conveniente renunciar a muchas cosas para que no se resienta el buen nombre.

1. Informacin recogida del Catalogo MUSEO DE SAN FRANCISCO, Santiago de Chile II Edicin. La noche siguiente, en vigilia el santo varn y meditando acerca de Dios, de pronto suena una ctara de armona maravillosa, que enhila una meloda finsima. No se vea a nadie, pero el odo perciba por la localizacin del sonido que el que taa y cantaba se mova de un lado a otro. Finalmente, arrebatado el espritu a Dios, el Padre santo, al or la dulcsima cancin, goza tan de lleno tales delicias, que piensa haber pasado al otro siglo. Al levantarse al amanecer, el Santo llama al dicho hermano y, tras haberle contado al detalle lo sucedido, aade: El Seor, que consuela a los afligidos, no me ha dejado nunca sin consuelo. Mira: ya que no he podido or la ctara tocada por los hombres, he odo otra ms agradableNos encontramos con un cuadro en el que, a diferencia de la mayora de sus hermanos en la serie de la gran sala, posee una clara jerarquizacin de las figuras que lo componen. En el centro encontramos al ngel msico, ricamente vestido, del que ya nos haba avisado el titulo tocando una americana vihuela para consolar al santo que, segn la hagiografa de Celano antes citada, sufra por su enfermedad a los ojos poco ates de su muerte. A su derecha se encuentra San Francisco, recostado sobre un pequeo catre y cubierto apenas con una manta cuyo diseo y materiales apuntan a creer que se trata de una manta cuzquea. El santo sostiene sus manos en alto con las palmas hacia arriba y llama la atencin que no muestra seales de los estigmas que para ese tiempo, segn las fuentes franciscanas, ya posea.Adems de San Francisco, otros tres frailes se encuentran en la habitacin. stos, conocidos como los Tres Compaeros, sus amigos ms entraables, son Fray Rufino y Fray ngel Tancred, sosteniendo la bandeja de fruta y junto al santo y Fray Elas, a la izquierda del ngel, apoyado sobre un libro en actitud meditativa (quizs dormido incluso). Cabe destacar que segn la Vida Primera de Celano, estos seran los mismos frailes que acompaaran al santo al momento de su muerte, escena que la serie de 54 pinturas no retrata.2. CELANO, Tomas de. Vida segunda de San Francisco (consultado 12 de Junio de 2012) http://www.franciscanos.org/fuentes/2Cel05.html 3. MUSEO DE SAN FRANCISCO, Santiago de Chile (Catalogo), Santiago 2000, p.454. GARCIA-ATENCE de CLARO, Carmen. Estudio iconogrfico de la serie sobre la vida de San Francisco, Barroco Hispanoamericano en Chile, Corporacin cultural 3C, Madrid 2002, p.125Continuando con los personajes presentes en el cuadro encontramos un total de cinco querubines, cuatro de ellos en la esquina superior izquierda del cuadro, apareciendo por entre cmulos dorados de nubes y uno junto a Fray Elas. Este ltimo parece compartir la actitud del fraile y se apoya con el mismo gesto que l, en el medalln que dice Por levantar el espritu a Dios, Nuestro Padre San Francisco, enfermo, pidi un da a un compaero que fue diestro en el siglo le diese msica de una vihuela. Rehsalo escrupuloso el hermano y enva Dios un ngel que le taa con gran suavidad en su celda.Los otros cuatro querubines, dos sosteniendo partituras y uno tocando un pequeo violn (o instrumento similar), se unen a la actitud musical del cuadro. Todos los ngeles en el cuadro, incluyendo al principal, comparten una caracterstica entre s, y tambin con los dems ngeles de la serie: la coloracin y forma de sus alas, que se asemejan a las de las aves coloridas, a diferencia de la usanza europea. Esto es algo tpico del arte americano y es interesante pensar que Per es uno de los pases latinoamericanos con mayor cantidad de aves endmicas y no endmicas, de las cuales muchas poseen la misma coloracin en sus alas que la que se muestra en el cuadro.Para finalizar el anlisis hablaremos de los elementos menores (por lo menos en tamao) del cuadro. Comenzando por la esquina superior derecha, vemos una repisa esquinera y sobre ella una vela, un reloj de arena, un par de libros y una estampa de la inmaculada concepcin. Colgados en la pared un poco mas abajo, un crucifijo, lo que parece ser un azote y un rosario con una pequea calavera adherida a los pies de la cruz.A los pies del santo descansa un cordero que podra parecer fuera de lugar en la escena a primera vista. En Barroco hispanoamericano en Chile, se habla sobre una posible referencia a la cercana del fin de la vida de San Francisco, por asocirsele con la idea de una victima propiciatoria. Personalmente consideramos que podra tratarse de una referencia a la relacin de San Francisco con los animales y al especial cario que este pareca propiciarle a los corderos por ser el smbolo de Cristo; o tal vez una influencia causada por el cuadro de Ribalta que trata el mismo tema (Imagen 2).Finalmente en el lado izquierdo del cuadro encontramos un una mesa presidida por un crucifijo, a cuyos pies de encuentra una calavera; aparecen tambin libros de piedad y un azote. Tomando algunos de los elementos antes mencionados, las calaveras, la vela a medio consumir, el reloj de arena y quizs tambin el cordero, podemos encontrar una especie de referencia al memento mori, una seal dentro del cuadro de que la vida de San Francisco se aproxima a su fin, aunque segn las escrituras franciscanas aun falte cerca de un ao para el suceso, pues creemos que por algn motivo, quizs la conveniencia potica del ngel msico, este cuadro representa la agona de San Francisco dentro de la serie, suceso que ocurrira realmente en Ass segn Celano.Descripcin formalPara realizar este punto, es necesario analizar y contrastar las imgenes de grabados y pinturas que llegaron a Amrica durante el perodo que estamos tratando (siglo XVII), ciertamente los pintores locales, principalmente ladinos o indios, tenan la influencia de lo que llegaba hasta nuestro continente, por otra parte ellos tenan una misin y era pintar temas religiosos, aunque las restricciones que la iglesia haba puesto en Europa a la iconografa no rigen a Amrica. Nos podemos dar cuenta que existe una cierta libertad artstica, pues ya no estn bajo las estrictas ordenes europeas; aunque obviamente estar presente la temtica central: los temas religioso, pero los detalles pueden cambiar considerablemente. Pertinente era sealar esto, antes de adentrarnos a nuestro cuadro en cuestin.En el cuadro que nos corresponde, claramente podemos ver una influencia barroco clasicista, se puede apreciar la forma correcta en la utilizacin de los colores, las sombras y la posicin en que se encuentran los cuerpos. Estamos en presencia de un academicismo, muy distinto a los de otros pintores que florecieron en el perodo colonial del Siglo XVII, como por ejemplo la figura de Quispe Tito, quien suele tomar ciertas libertades formales en la realizacin de sus cuadros y no es tan disciplinado como el taller de Basilio Santa Cruz.Siguiendo con nuestro anlisis pictrico, nos podemos dar cuenta adems, de que pese a su estricto ceimiento a las normas formales, es identificable como obra americana y no europea, precisamente debido a las disonancias que encontramos en la figura del ngel, 5. Idem.6. Ibid. p. 24.que no es tpico europeo como ya habamos sealado, se podra hablar de una creacin autctona americana y justamente, como lo han sealado estudiosos al respecto, los ngeles y arcngeles arcabuceros son nicos y creados en territorio latinoamericano; en nuestra pintura no se muestra a un ngel con un arcabuz, pero la vestimenta que ste usa es particular y con tintes hispanoamericanos, es por esto que claramente se podra diferenciar este cuadro de uno que sea barroco espaol en relacin a una obra con presencia de ngeles- donde no existen ngeles o arcngeles con stas caractersticas que son singulares y propias de nuestro territorioII. Contexto histrico y fortuna crticaComitente o donante de la obraEl Monasterio de Santiago de Chile, viendo la inexistencia de pinturas y dado que en Chile supuestamente no exista una escuela autctona de pintura, se ve en la obligacin de pedir la realizacin de estas obras a los artistas del Cuzco. Segn el texto Barroco hispanoamericano en Chile existe un documento oficial que acredita esta realizacin en el convento franciscano de dicha ciudad el contrato a Basilio Santa Cruz, el primer pintor que se le encarga la serie, es de 1668, y el ltimo, efectuado a Juan Zapaca Inga, es de 1684, fechado y firmado en el cuadro de la Muerte de San Francisco de Ass. La documentacin acredita que stos pintores participaron en la ejecucin de la serie de San Francisco para la ciudad de Santiago, claro est que no slo ellos habran participado en dicha ejecucin, sin duda hay manos annimas pertenecientes a una dinmica de taller, donde posiblemente encontraremos una mano que corrige, y repara lo que no le parece. Es aqu donde nos encontramos con los nombres ms populares y que estn a la cabeza de esta cruzada, aquellos que el museo reconocer como dueos de la autora de la serie. Claro esta, que mediante estudios acuciosos estos datos que se asumen como ciertos tambalean. Bajo una mirada simplista y carente de un mtodo cientfico, sera imposible

7. Ibid. p. 163Probar a ciencia cierta nuestra tesis respecto a los pintores y sus nombres con los datos que poseemos a la fecha. Cabe recordar que la autora de los cuadros en su mayora no estn firmados, y si en un momento podemos ver la firma como por ejemplo en la Muerte de San Francisco de Ass nadie nos puede afirmar que solamente l trabajo en esa obra, si hay manos forneas, no podramos saberlo, entonces atribuir una pintura taxativamente a un maestro, tambin sera un ejercicio poco minucioso, pues estn las variantes que como se indic con anterioridad: la existencia de una multiplicidad de manos.Contextualizacin histrica y cultural.En primer lugar es necesario dar cuenta en este trozo de la falta de informacin certera en cuanto a los aos de produccin de esta serie y, por lo tanto, del cuadro de nuestra eleccin. Los expertos han debatido el ao de inicio y termino del proceso de produccin de los cuadros a lo largo de los aos y siendo completamente objetivos, con la informacin que manejamos actualmente, solamente nos queda claro que probablemente ocurri durante la segunda mitad del siglo XVII En cuanto a la ubicacin geogrfica de los artistas al momento de pintar este y la totalidad de los cuadros, estaremos de acuerdo con la teora ms aceptada en la actualidad, que tambin comparte el Museo de San Francisco, mencionada con anterioridad y sobre la cual ahondaremos en el punto siguiente.Sucede en el periodo que nos atae un particular desbalance en Espaa que afecta directamente al virreinato del Per. El Barroco coincide con la hora cumbre del desarrollo cultural de Espaa, pero al mismo tiempo se produce en paralelo la crisis del ideal poltico. Con los reinados de Felipe III (1598-1621) y Felipe IV (1621-1665) la conciencia nacional advierte la falta de personalidad de sus reyes, producindose un desengao en el espritu hispano. 8. Vanse por ejemplo las teoras de Eugenio Pereira Salas, Alfredo Benavides, Juan de Mesa y Teresa Gisber, entre otros.9. GARCIA-ATENCE de CLARO, Carmen. Estudio iconogrfico de la serie sobre la vida de San Francisco, Barroco Hispanoamericano en Chile, Corporacin cultural 3C, Madrid 2002, p. 171

Se habla frecuentemente del siglo XVII como el siglo de oro en el virreinato del Per y esto se debe principalmente al nivel de culturizacin en cuanto a los estndares europeos que se logr durante este periodo, gracias a las rdenes religiosas como la franciscana, por ejemplo. Aunque esta opinin esta probablemente demasiado influenciada por la religiosidad de aquellos que en el presente aun la emite, es interesante para nuestro anlisis el nivel de influencia y cercana al pueblo indgena que la orden franciscana sostuvo durante toda la poca de la coloni, dejando de lado la disconformidad poltica durante esta.Nos encontramos con un periodo de auge de las artes en Per. Gracias a figuras como las de Quispe Tito y Basilio Santa Cruz, la pintura cuzquea se separa definitivamente en su estilo de la simple copia a los modelos europeos, aunque no sea aun el case de nuestra serie de pinturas, o al menos no tan claramente, pues aun se conserva mucha severidad tcnica en estas.Sin embargo, el artista ladino aun no es reconocido como igual ante el europeo, de la misma manera en que la sociedad completa rechaza aun al nativo. Este fenmeno ha probado ser un obstculo para nuestra investigacin actual, como ya se ha visto en los puntos anteriores. Artistas o grupo de artficesNuestra pintura se atribuye al taller de Basilio Santa Cruz, y por lo tanto a la escuela cuzquea, donde posiblemente participaron varias manos en la creacin de los cuadros para 10. Nos referimos a las opiniones extradas del texto Barroco Hispanoamericano en Chile, en el que la naturaleza religiosa de la exposicin del mismo nombre que da lugar a la creacin del libro, bsicamente un catalogo, influencian notablemente la lnea de pensamiento del anlisis.11. Los franciscanos llevaban consigo el ideal de evangelizacin, puro y sencillo, propio de la Iglesia primitiva. Una actitud y un estilo de vida ejemplar constituyeron la impronta franciscana en el Nuevo Mundo en su trato con los aborgenes, a los que protegan con ardor; su austeridad les hacia semejantes a stos y stos se sentan identificados con los franciscanos GARCIA-ATENCE de CLARO, Carmen. Estudio iconogrfico de la serie sobre la vida de San Francisco, Barroco Hispanoamericano en Chile, Corporacin cultural 3C, Madrid 2002, p. 176el monasterio de San Francisco de Santiago, entre los aos 1668 y 1684. Se habla Juan Zapaca Inga y Pedro Nolasco12, como ayudantes y artfices en la composicin de la serie. Estos pintores pueden o no haber participado en la composicin de todas las obras, aunque solo se vea su firma en un cuadro cada uno. Debemos recordar que la composicin que se deba hacer era basta cada pintura es de un tamao considerable, por lo que la probabilidad que hayan existido ms manos, es an mayor.

Las bases de inspiracin de las obras de la poca son los grabados que llegan desde Europa, en su mayora de origen flamenco, y el posible acceso a pinturas espaolas. En el caso de los primeros se puede explicar el motivo, pero no la tcnica pictrica: el colorido, por lo que se vuelve necesario el contacto con la pintura original en un momento u otro. El punto en discusin es cules podran haber sido las influencias de nuestro autor y su taller en cuestin, tema que desarrollaremos a continuacin.

Hay que recordar que Basilio Santa Cruz recibi la ayuda del obispo Mollinedo y Angulo, quien fuera su benefactor. La llegada de ste al Cuzco, segn lo seala la autora Teresa Gisbert fue en 167, l traa consigo diversas obras europeas, pinturas, que ciertamente podran haber cobrado influencia en el modo de pintar que tena Basilio y traspasarlo consecuentemente a su taller; las pinturas que l habra trado son: una pintura grande del rey Carlos II y otra de la reyna Mara Luisa, ambas del maestro Sebastin Herrera; un San Francisco del Greco de vara de alto; una pintura de Cristo y Nuestra Seora del mismo pintor; una Magdalena de media vara de alto de Eugenio de Caxes; un retrato de Don Pedro Fernndez del Campo por Juan Carreo, pero la disyuntiva permanece, debido a que la fecha aproximada de inicio de produccin de la serie es diez aos anterior y a que casi no hay pintura barroca trada por Mollinedo, salvo la Magdalena de Caxes, y como bien seala Gisbert, s se puede considerar barroco a ste maestro.12. Ibid. p. 17713. MESA, Jose de/GISBERT, Teresa. Historia de la pintura cuzquea, Fundacin Augusto Weise., Lima 196214. Isabel Z. de Ruzo, El Obispo Don Manuel Mollinedo y Angulo Mecenas Cuzqueo, en Revista del Instituto Americano de Arte, 9, Cuzco 1959, p. 88. Citado en MESA, Jose de/GISBERT, Teresa. Historia de la pintura cuzquea, Fundacin Augusto Weise., Lima 1962 p. 114

Nos podramos preguntar, de dnde expresamente aprendi el barroco, nuestro supuesto autor. No lo sabemos a ciencia cierta, pero no hay duda pero de que existen este tipo de influencias en su pintura. Gisbert y Mesa adems sealan que existan obras de Zurbarn en otras regiones del Per No parece ilgico pensar en el posible acercamiento de Basilio a estas obras, pues estaban en el continente, era slo cosa de desplazarse y visitar las obras, pero no podemos actuar de forma imprudente, no tenemos registros de aquel desplazamiento, por lo que nuestra tesis quedara en un supuesto en este sentido.

Proponemos entonces, y como hiptesis principalmente de nuestra produccin, dos cuadros de origen europeo, que podran haber influenciado a los artistas del taller de Basilio Santa Cruz durante la produccin de nuestro cuadro en especifico. Estos sern San Francisco confortado por un ngel (imagen 1) de Bartolom Esteban Murillo y San Francisco confortado por un ngel msico (imagen 2) de Ribalta. Ms all de la obvia similitud de los ttulos encontramos distintos factores que, en nuestra opinin, conectan las tres obras, aunque no tengamos prueba fehaciente de que los artistas hayan tenido contacto con grabados de ellas.

En cuanto al ltimo ya habamos comentado la posible conexin con la representacin del cordero a los pies del santo y en cuanto al primero, nos basamos ms que nada en la popularidad de Murillo y a su supuesta influencia en la obra de Basilio Santa Cruz

15. No anda muy lejos el arte del maestro cuzqueo del del sevillano Murillo, algunas de cuyas composiciones de triunfos de santos nos recuerdan a las obras de la Catedral del Cuzco. Se ha hablado tantas veces de la existencia de cuadros de Murillo en el Per, que el tpico ya se ha vuelto rutinario (); un halito del arte del sevillano se encuentra en la pintura de Santa Cruz MESA, Jose de/GISBERT, Teresa. Historia de la pintura cuzquea, Fundacin Augusto Weise., Lima 1962 p. 126

Fortuna criticaNos referiremos a las obras del Monasterio de Santiago, toda la serie: las 54 pinturas. sta serie se considera la ms completa, es adems la que tiene mayor cantidad de cuadros y que est en mejor conservacin, de hecho ha sido expuesta ya sea en parte o completa en Europa, por lo mismo pues se encuentra en un muy buen estado, no as otra series que se encuentran en Amrica.Tambin nos gustara hacer un comentario sobre la importancia que tendran estos cuadros para la historia de la pintura chilena, si llegase a ser cierta la hiptesis de Benavides, que propone que los cuadros habran sido pintados en nuestro territorio y no en el Cuzco. Aunque no estamos de acuerdo con esta teora, vale la pena sealar que, si fuese de hecho cierto, esta serie marcara un hito en nuestra historia, definindola esta posible primera escuela de pintura chilena como una de las ms importantes de la Latinoamrica colonial

III. Interpretacin de la obra y opiniones finales.Para concluir este trabajo de investigacin intentaremos referirnos solamente al cuadro que hemos elegido para el mismo: Un ngel le reconforta con msica. Sin embargo, y como ha ocurrido a lo largo de la investigacin, resulta imposible separarla de la serie en muchos aspectos.Hablando de nuestro anlisis del cuadro rescatamos la idea antes propuesta de que este cuadro representara dentro de la serie la agona y ultimas horas de vida de San Francisco, aun cuando la escena no concuerde con la cronologa de la vida del santo y destacamos la diferencia del cuadro con respecto a los dems de la seria en cuanto a su organizacin pictrica. Aun cuando si se presentan micro acciones en l, Un ngel le reconforta con msica se distingue gracias a que, debido a la organizacin de los personajes, estas acciones son jerarquizables y se encuentra una clara accin y personaje principal.Tambin nos gustara tomarnos un momento para hablar de la informacin facilitada por el Museo de San Francisco. El acceso a los documentos privados del museo es bastante restringida y aquellos de acceso publico, como lo es el catalogo, entregan informacin que no esta verificada como cierta, muestran fotografas en las cuales se corta indiscriminadamente la imagen e incluso presentan errores. El ms sorprendente, para nosotros, es el error en cuanto a las medidas del cuadro, que en el catalogo son sealadas como 140 x 150 c, cuando en realidad las medidas son 199 x 286 c.

16. MUSEO DE SAN FRANCISCO, Santiago de Chile (Catalogo), Santiago 2000, p.4517. GARCIA-ATENCE de CLARO, Carmen. Estudio iconogrfico de la serie sobre la vida de San Francisco, Barroco Hispanoamericano en Chile, Corporacin cultural 3C, Madrid 2002, p. 125Imgenes

Imagen 1: San Francisco confortado por un ngel 1645-48, Bartolom Esteban Murillo, Real Academia de Bellas Artes de San Fernando

Imagen 2: San Francisco confortado por un ngel msico, c. 1620, Francisco Ribalta, Museo Nacional del Prado.

Bibliografa

-Garca-Atance de Claro, Carmen. Estudio iconogrfico de la serie sobre la vida de San Francisco, Barroco Hispanoamericano en Chile, Corporacin cultural 3C, Madrid 1993

-Mebold, Luis. Catlogo de Pintura Colonial en Chile, Universidad Catlica, Santiago 1985

-Mesa, Jos de/Gisbert, Teresa. Historia de la pintura cuzquea, Fundacin Augusto Weise., II Volmenes, Lima 1962

-Mujica Pinilla, Ramn. ngeles Apcrifos en la Amrica Virreinal, Fondo de Cultura Econmica, (segunda edicin), Lima 1996

-Pereira Salas, Eugenio. Historia del Arte en el Reino de Chile, Universidad de Chile, Santiago 1965.

-Rojas Abrigo, Alicia. Pinturas franciscanas, Impresos Vicua, Santiago de Chile, 1981

-Celano, Tomas de. Vida Primera y Vida Segunda. Documento en lnea, consultado el 12-06-2012. http://www.franciscanos.org/fuentes/1Cel00.html y http://www.franciscanos.org/fuentes/2Cel00.html- MUSEO DE SAN FRANCISCO, Santiago de Chile (Catalogo), Santiago 2000.

Universidad de ChileFacultad de ArtesDepartamento de Teora e Historia del ArteCurso: Arte Americano 2012: Arte Colonial siglos XVI XVIII

Sobre el cuadro Un ngel le reconforta con msica de la serie de San Francisco

Profesora: Dra. Constanza Acua FariaAyudante: Viviana Hormazbal.

Integrantes: Valentina Lillo, Pablo MoyaFecha: 12 de Junio de 2012