Tomo 10 - América del Sur 1870-1930

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LESLIE BETHELL, ed.

HISTORIA DE AMRICA LATINA10. AMRICA DEL SUR, c. 1870-1930

EDITORIAL CRTICABARCELONA

Quedan rigurosamente prohibidas, sin la autorizacin escrita de los titulares del copyright, bajo las sanciones establecidas en las leyes, la reproduccin total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografa y el tratamiento informtico, y la distribucin de ejemplares de ella mediante alquiler o prstamo pblicos. Ttulo original: THE CAMBRIDGE HISTORY OF LATN AMERICA V. C. 1870 to 1930 Traduccin castellana de JORDI BELTRAN y NEUS ESCANDELL Diseo de la coleccin y cubierta: Enric Satu 1986: Cambridge University Press, Cambridge 1992 de la traduccin castellana para Espaa y Amrica: Editorial Crtica, S.A., Arag, 385, 08013 Barcelona ISBN: 84-7423-435-2 obra completa ISBN: 84-7423-551-0 tomo 10 Dcpsilo legal: I!. 22.087-1992 Impreso en lispnin IIIIROI'H, S.A., Kivairilo, .'. O O S Itairdoir.i KO

1992.

HISTORIA DE AMRICA LATINA

SERIE MAYORDirectores: OSIP PONTANA y G O N Z A L O P O N T N

PorLESLIE BETHELL,

catedrtico de historia de Amrica Latina, Universidad de Londres

Centro de Investigaciones Econmicas, Instituto Torcuato di Telia, Buenos Aires WARREN DEAN, catedrtico de historia, Universidad de Nueva York MALCOLM DEAS, fellow del St Antony's College, Oxford HORIS FAUSTO, Universidad de Sao Paulo H/JQUIEI. GALLO, Centro de Investigaciones Sociales, Instituto Torcuato di Telia, Buenos Aires I'ETER F. KLARN, catedrtico de historia, Universidad George Washington, Washington, D.C. Hi'RisLRT S. KLEIN, catedrtico de historia, Universidad de Columbia, Nueva York I'AUI H. LEWIS, catedrtico de ciencias polticas, Newcomb College, Universidad de Tulane, Nueva Orleans JUAN A. ODDONE, Universidad de la Repblica, Montevideo DAVID ROCK, catedrtico de historia, Universidad de California en Santa Brbara IMI.IA VIOTTI DA COSTA, catedrtica de historia, Universidad de Yale

HAROLD BLAKEMORE Roi-RTO CORTS CONDE,

PREFACIOLos primeros cuatro volmenes de la Historia de Amrica Latina de Cambridge se ocupan principalmente de los aspectos econmicos, sociales, polticos, intelectuales y culturales de los tres siglos de gobierno colonial espaol y (en el caso de Brasil) portugus, comprendidos entre el descubrimiento, la invasin, la conquista y la colonizacin del Nuevo Mundo por los europeos, a finales del siglo xv y comienzos del xvi, y la vspera de la independencia latinoamericana en las postrimeras del xvm y principios del xix. Los volmenes quinto y sexto examinan el fracaso y el derrocamiento del rgimen colonial que tuvieron lugar en toda Amrica Latina (a excepcin de Cuba y Puerto Rico) durante el primer cuarto del siglo xix, y la historia econmica, social y poltica durante el medio siglo posterior a la independencia (entre aproximadamente 1820 y 1870). En los cuatro volmenes siguientes se analiza la situacin de Amrica Latina hasta 1930. Durante el primer medio siglo que sigui a la independencia, Amrica Latina experiment, en el mejor de los casos, nicamente unas tasas muy modestas de crecimiento econmico y, al menos en Hispanoamrica, violentos conflictos polticos e ideolgicos, as como una considerable inestabilidad poltica. Aparte de la guerra entre Mxico y los Estados Unidos (1846-1848) y de frecuentes intervenciones extranjeras, especialmente britnicas, tambin hubo, al finalizar el periodo, dos conflictos importantes entre estados latinoamericanos: la guerra de la Triple Alianza (1865-1870) y la guerra del Pacfico (1879-1883). Contrastando con ello, el medio siglo siguiente, y sobre todo el periodo que concluy con la primera guerra mundial, fue para la mayora de los pases latinoamericanos una edad de oro caracterizada por el crecimiento econmico inducido de forma predominante por las exportaciones, de prosperidad material (al menos para las clases dominantes y las clases medias de las ciudades), de consenso ideolgico y, con algunas excepciones notables como Mxico durante la revolucin (1910-1920), de estabilidad poltica. Asimismo, aunque continuaron las intervenciones extranjeras principalmente las norteamericanas en Mxico, Amrica Central y el Caribe, no hubo importantes conflictos internacionales en Amrica Latina entre el fin de la guerra del Pacfico (1883) y el estallido de la guerra del ('haca (1932). I'l sptimo volumen lo forman nueve captulos de carcter general sobre la

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historia econmica y social del conjunto de Amrica Latina. Dos captulos examinan el crecimiento de las economas latinoamericanas, el primero en el periodo 1870-1914, el segundo en los aos que van de la primera guerra mundial a la vspera de la depresin mundial del decenio de 1930. Este crecimiento fue en gran parte fruto de la gran aceleracin de la incorporacin de las economas latinoamericanas, como productoras bsicas, en la economa internacional en expansin, as como de significativas entradas de capital extranjero, particularmente britnico y, en el siglo xx, norteamericano. Al mismo tiempo, no se pasan por alto los mercados nacionales y la acumulacin de capital igualmente nacional. Las relaciones de Amrica Latina con las principales potencias europeas y, sobre todo en Amrica Central y el Caribe, con los Estados Unidos, cada vez ms expansionistas, se tratan por separado. Otro captulo analiza el crecimiento de la poblacin latinoamericana (de 30 millones en 1850 a 105 millones en 1930), que en parte fue producido por la inmigracin en masa de europeos, singularmente en Argentina y Brasil. El profundo efecto de la penetracin capitalista en el mundo rural es la materia de que se ocupan dos captulos, uno de los cuales se concentra en las tradicionales tierras altas de Mxico, Amrica Central y los Andes, y el otro en el Caribe espaol. El primero de ellos, a la vez que afirma que las economas y sociedades rurales experimentaron mayores cambios en el periodo de 1870-1930 que en cualquier otra poca anterior exceptuando la conquista, tambin se propone demostrar que en muchas zonas rurales, especialmente en los Andes, las fuerzas de cambio encontraron resistencia y continuaron existiendo estructuras precapitalistas. La sociedad urbana tambin experiment cambios rpidos en este periodo, y hay captulos que examinan por separado el crecimiento de las ciudades latinoamericanas, en especial ciudades importantes como Buenos Aires, Ro de Janeiro y Ciudad de Mxico, todas las cuales ya tenan entre uno y dos millones de habitantes en 1930 y rivalizaban con las principales urbes de Europa y los Estados Unidos; los comienzos de la industria, sobre todo en Brasil, Argentina, Chile, Colombia y Mxico; y la aparicin de una clase trabajadora urbana como fuerza significativa en muchas repblicas, as como la historia de los primeros movimientos obreros de Amrica Latina. El octavo volumen examina la cultura y la sociedad en Amrica Latina durante el siglo que sigui a la independencia y especialmente en el periodo de 1870-1930. Empieza con un captulo que trata la evolucin de las ideas polticas y sociales (y en especial la adaptacin del liberalismo a unas sociedades muy estratificadas que tenan economas subdesarrolladas y una tradicin poltica de autoritarismo, as como la influencia del positivismo en las lites gobernantes e intelectuales). Un segundo captulo examina de qu modo la Iglesia catlica latinoamericana se adapt a la disminucin de su poder y sus privilegios en una era secular, al mismo tiempo que conservaba la adhesin de la inmensa mayora de los latinoamericanos. Finalmente, dos captulos hablan de movimientos importantes y de notables logros individuales en la literatura, la msica y el arte de Amrica Latina en este periodo. Los volmenes noveno y dcimo se componen de captulos sobre la historia econmica, social y, sobre todo, poltica de los distintos pases latinoamericanos desde c. 1870 hasta 1930. El volumen noveno se ocupa de la historia de Mxico,

PREFACIO

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Amrica Central y el Caribe. En la primera parte, dedicada a Mxico, hay captulos sobre el Porfiriato (los treinta y cinco aos de dictadura de Porfirio Daz, 1876-1910), la revolucin y la reconstruccin bajo la dinasta sonorense durante el decenio de 1920. La segunda parte dedica un captulo nico a las cinco repblicas de Amrica Central y captulos a Cuba, Puerto Rico, la Repblica Dominicana y Hait. El dcimo volumen est dedicado a Amrica del Sur. La primera parte consiste en cuatro captulos sobre la evolucin econmica, social y poltica de Argentina, que en muchos aspectos era ya la nacin ms avanzada de Amrica Latina en 1930, y captulos individuales sobre Uruguay y Paraguay. La segunda parte contiene captulos referentes a Chile, Bolivia y Per en el medio siglo que empez al concluir la guerra del Pacfico y captulos que hablan de Colombia, Ecuador y Venezuela. Finalmente, en la tercera parte, dedicada a Brasil, hay captulos que estudian su economa dominada por el caf en este periodo, el sistema poltico y la poltica reformista durante los ltimos tiempos del imperio (1870-1889) y la estructura social y poltica de la primera repblica (1889-1930). Muchos de los historiadores que escribieron captulos para estos cuatro volmenes doce de ellos norteamericanos, ocho latinoamericanos (tres brasileos, dos argentinos, dos cubanos y un uruguayo), doce europeos y un puertorriqueo tambin leyeron y comentaron los captulos de sus colegas. En este sentido estoy especialmente agradecido a Malcolm Deas, Ezequiel Gallo y Colin Lewis. Adems, Christopher Abel, Alan Knight y Rory Miller aportaron valoraciones crticas de ms de uno de estos captulos. Varios historiadores latinoamericanos e historiadores de Amrica Latina han dado consejos valiosos y aliento desde el principio mismo de este proyecto. Quisiera aprovechar la presente oportunidad para dar las gracias, en especial, a John Lynch y a Richard Morse. Elizabeth Wetton, de la Cambridge University Press, se encarg de preparar la edicin original de estos volmenes. De nuevo debo reconocer mi deuda con Josep Fontana y Gonzalo Pontn, y agradecerles su dedicacin y empeo en la buena marcha de la presente edicin castellana.LESLIE BETHELL

Primera parte

LAS REPBLICAS DEL RO DE LA PLATA

Captulo 1 EL CRECIMIENTO DE LA ECONOMA ARGENTINA, c. 1870-1914*Al llegar a la regin del Ro de la Plata en el decenio de 1870, lo primero que impresionara al viajero era la anchura del estuario y luego, al entrar en el puerto de Buenos Aires, la poca altura y la sencillez de los edificios. Al viajar tierra adentro, su impresin sera mayor debido a la vastedad de los espacios sin rboles que se extendan hasta donde alcanzaba la vista, las pampas, donde lo nico que interrumpa la abrumadora sensacin de soledad era el espectculo del ganado vacuno o la sbita aparicin de un avestruz o de algn otro ejemplar de la fauna de la regin. En aquel tiempo, la actividad comercial ms importante se llevaba a cabo en una franja costera que segua el estuario del Ro de la Plata y del ro Paran, as como el curso meridional del ro Uruguay en sus partes navegables. La escasez de madera, adems de las enormes distancias, era un obstculo para la fundacin de asentamientos permanentes en el interior: los posibles colonizadores tenan que transportar los materiales de construccin desde lejanos puertos o zonas urbanas. Aparte del Paran, un tramo del Uruguay y el ro Negro, que se encontraba en territorio que todava ocupaban los indios, los ros argentinos no eran navegables y los ferrocarriles empezaban a construirse. Asimismo, las incursiones de los indios, que seguan ocupando la regin que llamaban el desierto y que no distaba mucho de las zonas pobladas de las provincias de Buenos Aires y Santa Fe, eran frecuentes. Aparte de las capitales provinciales, centros administrativos que databan de la poca colonial, no exista una red extensa de poblaciones en el interior, cuyos habitantes eran poco numerosos. Sin embargo, aunque eran muchos los inconvenientes para la colonizacin y el aprovechamiento de la tierra, el clima templado era favorable y las condiciones de vida, aun siendo duras, lo eran menos que en algunas partes de Europa. Durante la primera mitad del siglo xix, en la zona de colonizacin efectiva,* lisie captulo (:nnespolele a la traduccin de la versin en ingls publicada por la < 'ambridj'r llnivrisily l'irss.

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HISTORIA DE AMFRICA LATINA

el noroeste y el corredor ribereo y costero que lo una a Buenos Aires, la principal actividad econmica haba sido la ganadera vacuna, que requera poca mano de obra y poco capital. Se producan cueros y tasajo para la exportacin, y carne para el consumo interior. No es que no existiera agricultura, pero el elevado costo del transporte limitaba la actividad agrcola a las zonas que quedaban cerca de los centros urbanos donde se encontraban los mercados. Debido al costo del transporte por tierra, hasta el decenio de 1870 resultaba ms prctico importar el trigo y la harina. Mientras que durante el periodo colonial el centro de la vida econmica radicaba en el Alto Per, con los campos mineros de Potos unidos a Buenos Aires por una ruta comercial que pasaba por Salta, Tucumn y Crdoba, la primera mitad del siglo xix haba sido testigo de la formacin de otro eje econmico, que al principio se recost en las provincias llamadas mesopotmicas (Entre Ros y Corrientes) y, ms adelante, en la provincia de Buenos Aires, donde surgi la ganadera, que aprovech el sistema fluvial para la salida de sus productos. Posteriormente, las circunstancias exigieron la expansin de las fronteras en busca de nuevos territorios, hacia el oeste y el sur, en Buenos Aires, en Crdoba y Santa Fe, y tambin en lo que actualmente es la provincia de La Pampa. Pero no debe suponerse que no hubo ningn cambio antes de 1870. El cuero encontr un mercado en los pases industrializados y se registr un incremento significativo del comercio, a pesar de las fluctuaciones que causaron los bloqueos y las guerras, entre otras cosas. A las exportaciones de cueros y tasajo se aadieron las de grasas y sebos antes del decenio de 1840. Asimismo, en el decenio de 1820 tambin se haba empezado a criar ovejas y las exportaciones de lana sin lavar cobraron importancia durante el decenio de 1840. En 1822, las exportaciones argentinas ascendieron a cinco millones de pesos de plata y permanecieron en este nivel hasta el decenio de 1840, a pesar de considerables variaciones anuales. Luego aumentaron y hacia las postrimeras del periodo alcanzaron los siete millones. Otro salto de las exportaciones se produjo en el periodo posterior a 1860, en que ascendieron a 14 millones, y un decenio despus, en 1870, haba aumentado todava ms, llegando a 30 millones de pesos de plata.' El incremento del valor de las exportaciones argentinas fue resultado, por un lado, de la recuperacin de los precios internacionales, que haba estado en baja desde el decenio de 1820 hasta finales del de 1840, y, por otro lado, a la creciente importancia de las grasas, el sebo y, sobre todo, la lana. La lana represent el 10,8 por 100 de las exportaciones en 1837, subi hasta el 12,5 por 100 en 1848 y alcanz el 33,7 por 100 en 1859.2 El aumento de la produccin y de las exportaciones de lana fue la respuesta a la mayor demanda de los pases de la Europa continental, en especial de Francia, y de los Estados Unidos. La produccin de lana requera un uso ms intensivo de la tierra, el trabajo y el capital. Para cuidar mejor a las ovejas fue1. Francisco Latzina, El comercio exterior argentino, Buenos Aires, 1916. 2. Jonathan C. Brown, A socio-ecoflomic history of Argentina, 1776-1860, Cambridge, [979. Vase tambin Tulio Halpern Donghi, La expansin ganadera en la campaa de Buenos Aires, Desarrollo Econmico, 3 (abril-septiembre de 1963). Y sobre Argentina en general antes de 1870, vase Lynch, HALC, VI, captulo K.

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necesario trasladar mano de obra a las zonas rurales y, por ende, mejorar tanto los medios de transporte como la seguridad interna. Asimismo, el crecimiento global de las existencias, especialmente las ovejas, cuyo nmero subi de 23 millones en 1846 a 70 millones en 1884, y el de vacunos, de 10 millones a 23 millones, increment la demanda de tierra. No obstante, en el decenio de 1870 el pas, con una economa bsicamente pecuaria, tena an extensiones inmensas de tierra, gran parte de ella sin aprovechar, ms all de la frontera. La poblacin era escasa, la red de ferrocarriles, rudimentaria, las instalaciones portuarias, insuficientes, y el capital era tambin escaso.

LOS FACTORES DE PRODUCCIN

La tierra Segn muchos autores, el extraordinario crecimiento econmico de Argentina entre 1870 y 1914, que se mantuvo en una tasa anual de aproximadamente el 5 por 100,3 fue el resultado de cambios importantes en el comercio internacional. Debido a estos cambios, los nuevos mundos de Amrica y Oceana entraron en el comercio mundial. Tambin se ha recalcado que el factor decisivo en el establecimiento de nuevas rutas comerciales fue la reduccin de los costos del transporte martimo. No menos importante que el incremento del comercio mundial y cierta divisin internacional del trabajo fue el movimiento de los factores de produccin, como el capital y el trabajo, entre continentes. Este movimiento hizo que tales cambios fueran posibles. No obstante, esta explicacin, si bien es correcta en lneas generales, no refleja toda la complejidad y toda la riqueza de un proceso histrico que tuvo otras facetas menos obvias. Hubo que hacer frente a numerosos obstculos y dificultades y fue necesario efectuar varios ajustes para que, desde el lado de la oferta, fuera posible responder adecuadamente a los incrementos reales o potenciales de la demanda mundial. Los estudios del periodo se han concentrado en aspectos relacionados con el crecimiento de la demanda desde los principales centros de consumo de productos primarios; todava no se han estudiado a fondo los ajustes de la oferta en las principales economas de produccin primaria. Era necesario reorganizar la produccin con el objeto de obtener ms productos bsicos (cereales y, ms adelante, carne en el caso de Argentina) donde mayor era el grado de ventaja comparativa. A tal efecto haba que explotar recursos productivos que hasta entonces no se haban utilizado. En Argentina abundaba la tierra, pero no se haban colonizado las grandes extensiones de territorio que los indios nmadas seguan recorriendo libremente. Adems, la colonizacin de la tierra presupona medios de transporte adecuados que permitieran llevar pobladores a las regiones aisladas y traer los productos de stas al mercado. Cmo y cundo ocurri este proceso? Aunque su complejidad impide3. Carlos Daz Alejandro, lissuys mi /lie economic hislorv of I he ArgeiiHne Kcpiiblic, New I laven, l')70, p. 1.

EL CRECIMIENTO DE LA ECONOMA ARGENTINA, C. 1870-1914

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formular una cronologa fcil, la incorporacin de inmensas extensiones de tierra es el punto de partida ms importante. Durante el decenio de 1870 fue hacindose cada vez ms obvio que era necesario ampliar la frontera para dar cabida a los crecientes rebaos de ovejas y facilitar la ubicacin en un nuevo lugar del ganado vacuno criollo que se apacentaba en la tierra de primera clase que ahora iba a destinarse a las ovejas. El incremento de las existencias produjo el agotamiento de los pastos y la erosin del suelo en la tierra que se usaba desde haca ms tiempo, lo cual resultaba curioso en un pas nuevo. En aquel tiempo no haba un excedente de poblacin que buscara tierra desocupada, al menos no lo hubo hasta los decenios de 1870 y 1880. En vez de ello haba necesidad de buscar pastos nuevos para una cabana vacuna que iba en aumento. Sin embargo, curiosamente, durante el decenio de 1870 esta expansin del ganado vacuno no se debi a ningn incremento significativo de la demanda internacional transmitida por el mecanismo de precios, sino que fue motivada por un fenmeno diferente. Los precios de las exportaciones agropecuarias (cueros, lana, etc.) bajaron a partir de mediados del decenio de 1870. Esta baja provoc una reduccin de la rentabilidad de la cra de ganado. La nica forma de compensarla era incrementando el volumen de produccin, siempre y cuando este incremento fuese posible a costos ms bajos que permitiesen beneficios. El nico medio de alcanzar este objetivo consista en incorporar nuevas tierras a bajo costo, o incluso sin costo alguno, a fin de poder incrementar las existencias (bienes de capital) a un costo adicional mnimo o inexistente y aumentar con ello la produccin (lana o cueros), lo que a su vez proporcionara mayores ganancias. Una caracterstica de la cra de ganado es que produce tanto bienes de consumo como de capital. La mayor disponibilidad de pastos significa que pueden tenerse ms animales de cra, incrementndose as los bienes de capital. Por consiguiente, la incorporacin de nuevas tierras surti el claro efecto de incrementar los rebaos y expandir la produccin a un costo mnimo, compensando con ello la baja de los precios y manteniendo la rentabilidad de la cra de ganado. As pues, lo que gener expansin no fue una subida de los precios, sino el hecho de disponer de nuevas tierras y la necesidad de reducir los costos con el objeto de mantener la viabilidad econmica de la ganadera. Es cierto que la expansin territorial fue posible gracias a una mejora anterior de la actividad econmica, que tambin posibilit la ocupacin militar de los nuevos territorios. Gracias al ferrocarril se poda llegar ms rpidamente a la antigua frontera, a la vez que el telgrafo permiti al general Julio A. Roca dirigir desde una distancia considerable su campaa contra los indios en 1879-1880. Estos factores constituyeron un elemento importante en la conquista del desierto, pero no supusieron la introduccin de la red ferroviaria, los colonizadores y la labranza en los nuevos territorios. Al contrario, en 1881 las zonas que se haban colonizado ms all de la frontera con los indios, en 1876 se hallaban dedicadas casi por entero a la ganadera. La proporcin de colonizadores dedicados a la labranza era mnima. Hasta ms adelante, cuando a esas zonas llegaron los ferrocarriles, no empez la expansin de los cultivos. A principios del decenio de 1880 los ferrocarriles no haban alcanzado las regiones que se incorporaron despus de la conquista del desierto y que tenan una exten-

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sin de 30 millones de hectreas (unos 8 millones en la provincia de Buenos Aires, 5 millones en Santa Fe, 2 millones en Crdoba y otros 14 millones en todo el territorio de La Pampa). En cambio, la expansin de la agricultura a finales del decenio de 1880 y durante el de 1890, y especialmente la produccin de trigo, primero en Santa Fe entre 1888 y 1895, luego, a partir de 1895, en Buenos Aires, estuvo vinculada de modo directo al crecimiento de la red ferroviaria. De 732 kilmetros de vas en 1870 y 1.313 kilmetros en 1880, la red alcanz los 9.254 kilmetros en 1890. El tonelaje de mercancas transportadas aument de 275.000 en 1870 y 742.000 en 1880 a 5,42 millones en 1890. En 1884, en el norte de la provincia de Buenos Aires, la regin de la colonizacin ms antigua, alrededor del 7,1 por 100 de la tierra era cultivada; en las regiones central y del sur, que incluan territorios extensos incorporados durante el decenio de 1870 y comienzos del de 1880, se cultivaba respectivamente el 1,1 y el 0,3 por 100. En 1896 ya era un 44,5 por 100 la tierra que se cultivaba en el norte, el 28,3 por 100 en el centro y el 14,6 por 100 en el sur. Y alrededor del 83,7 por 100 de la produccin de trigo y el 53,7 por 100 de la de maz se transportaban por ferrocarril.4 Las caractersticas regionales, pero, sobre todo, la proximidad de los mercados (en la que influan los costos del transporte), determinaron los patrones de utilizacin de la tierra en diferentes momentos y en distintas regiones durante este periodo. En las regiones aisladas, sin ros navegables, sin ferrocarriles, donde, por consiguiente, los costos del transporte eran altos, haba menos probabilidades de colonizacin y de desarrollo de los cultivos. En tales regiones estaba muy extendida la cra de ganado en propiedades de extensin considerable que eran explotadas por los terratenientes. Haba tambin un sistema de arrendamiento y aparcera, especialmente en la cra de ovejas, que nunca lleg a estar tan difundido como en anos posteriores lo estara en la agricultura. En las regiones donde las condiciones del suelo y los costos del transporte lo permitan, se expandi la agricultura. Entre 1888 y 1895 las zonas cultivadas pasaron de 2,5 millones a casi 5 millones de hectreas. La expansin ms notable tuvo lugar cu la provincia de Santa Fe, donde la extensin real de las propiedades era menor y Hinchas de ellas estaban ocupadas por sus propietarios. A finales del sij'.l" xix y durante los primeros dos decenios del xx tuvo lugar una nueva oleada tic expansin agrcola en tierras que ya haban estado dedicadas total o parcialmente a la ganadera. Uno de los rasgos de este proceso es que no produjo la sustitucin de la cra de ganado por los cultivos; en vez de ello, las dos se complementaron. El resultado fue que en los establecimientos ganaderos se reservaban ciertas zonas para la produccin de cereales que se cedan a arrendatarios, por lo que el nmero de stos aument en gran medida durante el periodo comprendido entre 1885 y 1914.

4. Sobre la relacin entre la expansin de los ferrocarriles y la incorporacin de nuevas tierras, vanse Colin M. Lewis, La consolidacin de la frontera argentina a fines de la dcada del setenta. Los indios, Roca y los ferrocarriles, en Gustavo Ferrari y Ezequiel Gallo, eds., La Argentina del ochenta al centenario, Buenos Aires, 1980; Roberto Corts Conde, Patrones de asentamiento y explotacin agropecuaria en los nuevos territorios argentinos (1890-1910), en lviiro I.UI, eil.. Tierras nuevas, Mxico, 1%').

EL CRECIMIENTO DE LA ECONOMA ARGENTINA, c. 1870-1914

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La existencia de un nmero tan elevado de arrendatarios ha influido en la formacin de un panorama comn de la historiografa argentina que tiene una ascendencia honorable entre autores tan importantes como Miguel ngel Crcano y Jacinto Oddone, por no citar estudiosos ms recientes como Sergio Bag y James Scobie. Este ltimo dice lo siguiente acerca de este particular: Aquellos cuyos antepasados haban podido adquirir y conservar enormes concesiones de tierra o que ahora obtuvieron estancias disfrutaron de una existencia dorada. Tierras cuyo nico valor haban sido sus rebaos de ganado en estado natural, tierras a las que slo se poda llegar a caballo o en carretas tiradas por bueyes, tierra ocupada en gran parte por indios hostiles, experimentaron una transformacin total. El capital britnico haba construido ferrocarriles. Se haban mejorado las tcnicas pecuarias y los recursos de las pampas se estaban utilizando de forma ms concienzuda. Se dispona de inmigrantes recin llegados de la pobreza europea, no slo para que trabajaran en la construccin ferroviaria y urbana, sino tambin para que hiciesen de aparceros, arrendatarios o peones en la produccin de maz, trigo, lino y alfalfa, en la instalacin de cercas y en el cuidado del ganado vacuno y lanar. En tales condiciones, la tierra produca un rendimiento anual del 12 al 15 por 100 al propietario, y era frecuente que los valores de la tierra aumentaran un 1.000 por 100 en un decenio. Quienes ya tenan tierra, poder o dinero monopolizaban la riqueza que ahora se obtena de las pampas. El hombre que araba la tierra o cuidaba los rebaos llevaba una msera existencia. Si se haba ido de Europa empujado por la pobreza y la desesperanza, al menos, en Argentina, no pasaba hambre, pero pocos incentivos se le ofrecan y, las ms de las veces, la propiedad de la tierra no estaba a su alcance.5 Las opiniones de los que han defendido esta tesis podran resumirse del modo siguiente: con el fin de incrementar las ganancias producidas por el arrendamiento, los grandes terratenientes restringan la oferta de tierra manteniendo sta fuera del mercado; luego dejaban sin cultivar la tierra que monopolizaban. En realidad, la situacin era mucho ms compleja; la compra y venta de tierra fue mucho ms fluida de lo que se supona; y la extensin de las estancias, as como el sistema de arrendamiento, estaban vinculados a otras circunstancias relacionadas con los patrones de desarrollo agrcola y pecuario propios de la regin. De hecho, ocurra que, mientras que hacia finales de siglo empezaba a disponerse de mucha tierra porque el ferrocarril creaba nuevos enlaces con los mercados, an no haba un nmero suficiente de agricultores dispuestos a trabajarla. Por consiguiente, no haba ningn recurso limitado ni una demanda insatisfecha de tierra. En cambio, durante el segundo decenio del siglo xx, con 20 millones de hectreas cultivadas, nuevos agricultores competiran con los antiguos por la mejor tierra en una situacin donde no haba ninguna posibilidad de incorporar nuevas tierras apropiadas para la agricultura. El sistema de arrendamiento no obstaculizaba el acceso a la propiedad de la !ierra. A decir verdad, en muchos casos constitua un paso intermedio hacia ella. Como arrendatario en vez de propietario, el agricultor obtena mejores rendimientos porque la escala era mayor, porque adems proporcionaba pleno empleo5. James Scobie, Revolution on the pampas: a social history of Argentine wheat, Austin, irxis, 1964, p. 5.

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para una familia trabajadora que hubiera inmigrado precisamente debido a la disponibilidad de tierra. Finalmente, haba un mercado bastante activo de propiedades medianas y pequeas, mientras que eran menos las transacciones en el caso de propiedades mayores. Adems, si bien los precios de la tierra subieron durante el decenio de 1880, bajaron en el de 1890 y con ello aumentaron las posibilidades de adquirir tierra. En su informe anual de 1893, el cnsul britnico coment: Los precios de las tierras eran bajsimos en oro en 1891 y 1892; ahora son ms caros, pero todava son bastante baratos. El descenso del valor de la tierra despus de la crisis de 1890 fue extraordinario ... El precio de la tierra se amortiza pronto con buenas estaciones, y las facilidades para convertirse en terratenientes a pequea escala son grandes. Todas las tierras de la Repblica Argentina son de propiedad. El traspaso y el registro de propiedades y el reconocimiento de los ttulos son notablemente sencillos en comparacin con Inglaterra.6 Durante el primer decenio del siglo xx, el precio de la tierra volvi a incrementarse de forma espectacular. Sin embargo, no fue un caso de especulacin, sino que reflej un incremento significativo de la rentabilidad de las explotaciones agropecuarias, especialmente de la que se dedic a la ganadera debido al desplazamiento hacia la produccin de carne y la introduccin de razas britnicas.

La oferta de mano de obra La escasez de mano de obra en Argentina fue un problema persistente durante todo el siglo xix. Aun cuando Bernardino Rivadavia hiciera las primeras propuestas de colonizacin en el decenio de 1820, inspirando la idea de seguir una poltica de inmigracin y colonizacin, sta obtuvo escaso xito antes de 1870. Aparte del poco entusiasmo que por el asunto mostraron los terratenientes, as como la total falta de inters que despert en lderes polticos tales como Juan Manuel de Rosas, que no fomentaban proyectos de colonizacin por parte de extranjeros, no se tuvo en cuenta que la principal dificultad para instalar colonizadores en regiones situadas muy hacia el interior del pas radicaba en el elevado costo del transporte, que impeda comercializar los productos en lugares muy alejados. A partir de los primeros aos de la Confederacin se hicieron intentos ms afortunados de estimular la inmigracin y la colonizacin. En 1869, ao del Primer Censo Nacional, Argentina tena menos de 1,8 millones de habitantes. En 1895, al cabo de veinticinco aos, segn el Segundo Censo Nacional la poblacin haba aumentado hasta alcanzar casi 4 millones de personas, y al confeccionarse el Tercer Censo en 1914, la cifra era de casi 8 millones (vase cuadro 1). Este notable aumento difcilmente hubiera podido conseguirse slo mediante el crecimiento natural. Se debi en gran medida a la inmigracin de extranjeros. Entre 1870 y 1914 llegaron a Argentina casi 6 millones de6. Gran Bretaa, Foreign Office, Informe correspondiente al ao 1893 sobre la condicin agrcola de la Repblica Argentina (Annual Series, 1893, Informes diplomticos y consulares sobre comercio y finanzas; n. 1.283), 1893.

EL C R E C I M I E N T O D E LA E C O N O M A A R G E N T I N A , C. 1 8 7 0 - 1 9 1 4

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CUADRO 1

Poblacin

y tasas de

crecimiento Incremento anual medio por 1.000 habitantes 28,5 30,4 34,8

Ao 1869 1895 1914a

Poblacin 1.736.923 a 3.954.911 7.885.237

Excluyendo la poblacin indgena y los argentinos en el extranjero o sirviendo en el ejrcito en Paraguay. FUENTES: 1869: Argentina, Primer Censo de la Repblica Argentina, 1869, Buenos Aires, 1872; 1895: Argentina, Segundo Censo de la Repblica Argentina, 1895, vol. II, Buenos Aires, 1898; 1914: Argentina, Tercer Censo Nacional, 1914, vol. II, Buenos Aires, 1916; Zulma L. Recchini de Lattes y Alfredo E. Lattes, Migraciones en la Argentina, Buenos Aires, 1969.

inmigrantes, principalmente espaoles e italianos, aunque slo poco ms de la mitad de ellos se quedaron en el pas (para las cifras anuales, vase el cuadro 2). Los extranjeros representaban el 12,1 por 100 de la poblacin total en 1869, el 25,4 por 100 en 1895 y el 29,9 por 100 en 1914. Es importante sealar, no slo el efecto que tuvo la inmigracin en el tamao absoluto de la poblacin, sino tambin la influencia que ejerci en las tasas de natalidad debido a su efecto en la estructura de edades. Entre 1869 y 1895 la poblacin en conjunto creci al ritmo del 30,4 por 1.000 anual; la inmigracin representaba un 17,2 por 1.000 de este aumento, y el crecimiento natural, un 13,2 por 1.000. Entre 1895 y 1914 el ritmo de crecimiento anual de la poblacin en su conjunto fue del 34,8 por 1.000, con un 17,2 representado por la inmigracin y un 17,6 por el crecimiento natural.7 La migracin influy de diversas maneras en la formacin de la fuerza laboral: primero, en su aporte directo al crecimiento de la poblacin total y al incremento de la tasa de crecimiento natural de la poblacin; y, en segundo lugar, en su aporte anual de mano de obra que entr directamente en el mercado de trabajo. La inmensa mayora de los inmigrantes eran jvenes y varones. En 1895 el 47,4 por 100 de los extranjeros tenan entre 20 y 40 aos de edad, igual que el 23,4 por 100 de los argentinos de nacimiento. Las cifras correspondientes a las personas de 0 a 20 aos de edad eran el 21,8 por 100 para los extranjeros y el 60 por 100 para los nacidos en el pas.8 En 1914 los extranjeros superaban en nmero a los argentinos de nacimiento en el grupo de 20 a 40 aos de edad, listo explica por qu la influencia de los inmigrantes en la fuerza laboral fue mayor que su influencia en la poblacin en general. Entre los extranjeros, el cociente entre los hombres y las mujeres fue de 1,7 tanto en 1895 como en 1914.7. Zulma L. Recchini de Lattes y Alfredo E. Lattes, Migraciones en la Argentina, Buenos Aires, 1969, pp. 79, 86. 8. Si-p.umlo Censo Nacional, 1895, II, XCIX.

CUADRO 2.

Inmigracin y emigracin,

1870-1914a Ganancia o prdida neta 39.967 10.247 27.884 58.096 46.937 16.458 17.478 17.975 28.098 31.459 21.274 25.110 42.783 53.733 63.361 94.137 79.209 107.212 138.790 + 220.060 + 30.375 29.835 + 29.441 + 35.626 + 39.272 + 44.169 + 89.284 + 47.686 + 41.654 + 48.842 + 50.485 + 45.700 + 16.653 + 37.895 + 94.481 + 138.850 + 198.397 + 119.861 + 176.080 + 140.640 + 208.870 + 109.581 + 206.121 + 172.628 38.349

Ao . 1870 1871 1872 1873 1874 1875 1876 1877 1878 1879 1880 1881 1882 1883 1884 1885 1886 1887 1888 1889 1890 1891 1892 1893 1894 1895 1896 1897 1898 1899 1900 1901 1902 1903 1904 1905 1906 1907 1908 1909 1910 1911 1912 1913 1914a

Inmigrantes 39.967 20.933 37.037 76.332 68.277 42.036 30.965 36.325 42.958 55.155 41.651 47.484 51.503 63.243 77.805 108.722 93.116 120.842 155.632 260.909 110.594 52.097 73.294 84.420 80.671 80.989 135.205 105.143 95.190 111.083 105.902 125.951 96.080 112.671 161.078 221.622 302.249 257.924 303.112 278.148 345.275 281.622 379.117 364.271 182.659

Emigrantes

10.686 9.153 18.236 21.340 25.578 13.487 18.350 14.860 23.696 20.377 22.374 8.720 9.510 14.444 14.585 13.907 13.630 16.842 40.649 80.219 81.932 43.853 48.794 41.399 36.820 45.921 57.457 53.536 62.241 55.417 80.251 79.427 74.776 66.597 82.772 103.852 138.063 127.032 137.508 136.405 172.041 172.996 191.643 221.008

+ + + + + + + + + + + + + + + + + + +

Excluyendo los pasajeros de primera clase.Extracto estadstico de la Repblica Argentina, correspondiente al ao 1915,

FUENTE:

Buenos Aires, 1916.

EL CRECIMIENTO DE LA ECONOMA ARGENTINA, C. 1870-1914

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En la poblacin nativa haba ms mujeres, con un cociente entre hombres y mujeres de 0,97 en 1895 y 0,98 en 1914. La inmigracin afect tambin la distribucin regional, ya que hasta 1914 el 84 por 100 de los inmigrantes se instal en la regin pampeana. Finalmente, los extranjeros eran ms propensos que los nativos a instalarse en las zonas urbanas (vase cuadro 3).CUADRO 3

Poblacin urbana y rural (porcentajes)Total Ao 1869 1895 1914 Rural 71 63 47 Urbana 29 37 53 Rural 52 41 37 Extranjero:5 Urbana 48 59 63

FUENTE: Primero, Segundo y Tercer Censos nacionales, 1869, 1895, 1914.

No hay estudios que indiquen los niveles generales de empleo en Argentina hacia finales del siglo xix. Sin embargo, las cifras sobre ocupaciones que aparecen en los censos, pese a ser imperfectas, dan informacin sobre la poblacin econmicamente activa. En 1869 llegaban a 857.164 de una poblacin potencialmente activa de 1.014.075 (el 85 por 100) de 14 o ms aos de edad. En 1895 las personas econmicamente activas representaban 1.645.830 de una poblacin potencialmente activa de 2.451.761 (67 por 100), y en 1914, 3.235.520 de 5.026.914 (64 por 100). Para 1895 y 1914, respectivamente, las personas con un empleo regular estaban distribuidas del modo siguiente: el 24 y el 16 por 100 en la agricultura o la ganadera, el 22 y el 26 por 100 en la industria y el 29 y el 33 por 100 en los servicios. Alrededor del 21 y el 28 por 100 carecan de ocupacin determinada, y formaban una categora consistente en gran parte en jornaleros y peones, bsicamente una gran masa de trabajadores estacionales que estaban empleados en el campo en la poca de la recoleccin y que pasaban el resto del ao en la ciudad. Los indicadores ms tiles para estudiar los cambios en las pautas de empleo, no en su nivel absoluto, sino ms bien en sus variaciones, son, en el caso del empleo urbano, las cifras relativas a las inversiones en obras pblicas y la construccin privada; para el empleo en la construccin de infraestructura, las variaciones en la extensin de la red ferroviaria; y para el empleo agrcola, las variaciones en la extensin de tierra cultivada. Estos sectores, aparte del empleo industrial, donde las variaciones eran menos acentuadas, aportaban la mayor demanda de mano de obra. Las cifras referentes a la inmigracin anual (vase cuadro 2) miden las variaciones en la oferta de trabajo. Otro indicador til es el de las cifras de las importaciones (vase cuadro 5). En ciertos aspectos las importaciones determinan las variaciones en la actividad industrial, las obras pblicas y la construccin de ferrocarriles, todas las cuales requieren inputs importados, pero no determinan las variaciones en la construccin privada y la

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HISTORIA DE AMERICA LATINA

tierra cultivada, que no necesitan bienes importados. Hay que hacer hincapi en que existe una correlacin bastante estrecha entre las variaciones en las importaciones y las cifras netas de inmigracin. En el periodo que estamos estudiando se produjeron cambios repentinos en la oferta y la demanda de mano de obra. El incremento de las importaciones y el aumento en la actividad econmica que las acompa produjeron un aumento sostenido en la demanda de trabajo. Con la crisis de 1890 y la drstica disminucin de las importaciones, de las obras pblicas y de la construccin de ferrocarriles, no slo baj la demanda de mano de obra, sino que se registr tambin una notable reduccin de la oferta, debido a una fuerte cada de la inmigracin. Un informe del cnsul britnico sobre este asunto es revelador: En 1890 se observar que no slo haba descendido la inmigracin en un 60 por 100, comparada con la del ao anterior, sino que la emigracin haba aumentado en un 107 por 100. Las cifras que se estiman para 1891 muestran que la inmigracin sigue decreciendo a un ritmo alarmante y que la emigracin durante el ao ha superado, con toda probabilidad, las cifras del ao pasado. Hay que sealar que en 1888-1889 la inmigracin directa del extranjero sola, sin incluir las llegadas va Montevideo, super en gran medida la cifra de entre 90.000 y 100.000 inmigrantes que el jefe del departamento de inmigracin estim en su informe como nmero mximo que el pas puede absorber y emplear apropiadamente en el curso de un ao, siendo el nmero de 130.271 y 218.744 respectivamente. Es extrao que con una afluencia total (incluyendo los que pasan por Montevideo) de ms de 548.000 personas durante los ltimos tres aos, no haya todava ms miseria en este pas; y tanto ms cuanto que 871.000 inmigrantes han llegado a la Repblica Argentina durante los ltimos seis aos, 1885-1890, lo que equivale al 52 por 100 de la inmigracin total durante los ltimos 34 aos. La poblacin estimada de este pas es de 4.000.000 de personas solamente, de modo que el nmero de inmigrantes que han desembarcado aqu en los ltimos seis aos forma el 22 por 100 de la poblacin total del pas. Nunca ha entrado en un pas una inmigracin tan proporcionalmente grande en un periodo tan breve.9 Parte de la mano de obra que ya estaba en el pas pas al sector rural, donde la extensin de tierra cultivada sigui aumentando durante la crisis del decenio de 1890. Esto alivi el problema del desempleo e impidi que la crisis se agravase todava ms. La demanda de mano de obra volvi a aumentar al reanimarse la actividad econmica, en especial despus de 1900, y se respondi inmediatamente a ella con un mayor incremento de la afluencia de inmigrantes. El mercado de trabajo, que se caracterizaba por la excedente demanda, se convirti despus de 1910, cuando empez a disminuir la tasa de crecimiento de la tierra cultivada, en un mercado con oferta excedente.10 Se reconoce de forma general que el notable crecimiento de la riqueza que se registr en Argentina en el periodo que va de 1870 a la primera guerra mundial no benefici de igual manera a todos los sectores de la poblacin. Mientras que9. Gran Bretaa, Foreign Office, Informes consulares, Informe sobre la emigracin a la Repblica Argentina y la demanda de mano de obra, 1891 (Miscellaneous Series, 1892, n. 216). 10. Vase Alejandro E. Bunge, La desocupacin en la Argentina, actual crisis del trabajo. Hlenos Aires, 1917.

EL CRECIMIENTO DE LA ECONOMA ARGENTINA, c. 1870-1914

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los terratenientes fueron los que obtuvieron las mayores ganancias, los trabajadores no recibieron una parte proporcional del crecimiento de la renta nacional. Incluso se ha argido que, por diversas razones, los niveles salariales descendieron durante la mayor parte del periodo que nos ocupa. Por ejemplo, Ricardo M. Ortiz afirm que la propiedad limitada de la tierra ... [increment] la tasa de emigracin, foment la migracin temporal y aument las posibilidades de que los recin llegados se dedicaran a ocupaciones a las que no estaban acostumbrados y que de ninguna manera se correspondan con sus objetivos. Estas personas llegaron a formar un proletariado urbano, un sector social que era a la vez numeroso e inestable. Este sector consista en inmigrantes que vendan su trabajo a bajo precio y soportaban una vida de pobreza y privaciones extremas con los ojos puestos en el da en que podran volver a su patria despus de haber ahorrado lo suficiente para asegurar su futuro." Generalmente, los salarios bajos y menguantes del decenio de 1880 se han atribuido, en primer lugar, a los efectos de la inflacin y, en segundo lugar, al excedente de mano de obra creado en el sector urbano por la falta de oportunidades en el sector rural, falta que se deba a un sistema de propiedad de la tierra que no favoreca a los inmigrantes pobres. James Scobie tambin afirm que los salarios fueron bajos durante la mayor parte del periodo en cuestin, especialmente durante el decenio de 1890, aunque empezaron a subir despus de 1905. Sostuvo que poda llegarse a una estimacin en firme de las fluctuaciones salariales con virtiendo los salarios pagados en papel moneda a los jornaleros y trabajadores especializados en una unidad de oro comn. Los salarios diarios que se pagaban en peso papel tenan en 1871 un valor de 1,20 en pesos oro: en 1880 su valor era de 0,75 pesos oro; en 1885, de 1,00; en 1890, de 0,60; en 1896, de 0,50 a 0,60; en 1901, de 0,55; y en 1910, de 1,20 a 1,50.12 Scobie aadi que el elevado coste de la vida surti un efecto desfavorable en los niveles salariales. En realidad, en trminos reales (esto es, en trminos de su poder adquisitivo), los salarios subieron hasta 1886, bajando luego hasta mediados del decenio de 1890. Con todo, entre 1890-1895 y el fin de siglo hubo un significativo incremento real que fue causado por un incremento en los salarios monetarios que haban quedado rezagados respecto de la inflacin a finales del decenio de 1880 y comienzos del de 1890, pero que luego haban avanzado gradualmente al bajar el coste de la vida despus de 1895. El incremento que hubo despus de 1905 fue menos marcado de lo que crea Scobie y se debi al efecto de la subida de los precios de los alimentos durante este periodo. Algunos autores han confundido la estabilidad de los tipos de cambio con la estabilidad de los precios en este periodo. En trminos reales, el incremento de los salarios fue mnimo entre 1900 y 1910 debido al efecto de los incrementos de los precios de los alimentos. Teniendo en cuenta las importantes fluctuaciones que ocurrieron a lo largo de los 30 aos, los salarios reales en Argentina aumentaron significativamente11. Ricardo M. Ortiz, Historia econmica de la Argentina, 1850-1930, 2 vols., Buenos Aires, I, p. 209. 12. James Scobie, Buenos Aires, plaza lo siihurh 1H70-I910, Nueva York, 1974, p. 266.

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HISTORIA DE AMRICA LATINA

durante este periodo. Hacia sus postrimeras, un trabajador poda adquirir un tercio ms de bienes y servicios que su equivalente de tres decenios antes. El incremento sera mayor para los que, de hecho, haban empezado a trabajar 30 aos antes, lo cual se deba al efecto que su mejor preparacin, su antigedad y su gran experiencia deban tener en sus salarios. Con esto no queremos decir que la vida de los trabajadores fuese fcil y que no se vieran afectados por periodos de coste de la vida alto, desempleo y pobreza, como dejan claro sus propios testimonios y los de sus contemporneos." Y es verdad que los inmigrantes que queran volver al pas de origen se encontraron con el problema de que los salarios en pesos oro descendieron durante el periodo entre 1889 y 1895. Los cnsules extranjeros advertan a los inmigrantes en potencia que no confundieran los salarios que se pagaban en pesos oro con los que se abonaban en pesos de papel.14 Sin embargo, los que se quedaban en el pas no se vean afectados por este problema en concreto.

El capital En una economa tan primitiva como la argentina a comienzos de este periodo, el capital escaseaba. Los habitantes nativos posean activos fijos consistentes en grandes extensiones de tierra o viviendas urbanas y bienes muebles tales como ganado vacuno; no haba virtualmente otra salida para sus ahorros. Las instituciones financieras eran pocas. Sin embargo, la necesidad de efectuar enormes inversiones en infraestructura era crtica. En un pas nuevo donde las distancias eran tan grandes, sin una poblacin asentada en las regiones rurales y con una economa orientada a la exportacin de productos a la otra orilla del Atlntico, el transporte barato por tierra y por mar era absolutamente indispensable. Igual importancia tenan los puertos y los depsitos de almacenes. Haba mucha actividad por parte de grupos privados, tanto nacionales como extranjeros, en particular britnicos, vinculados a la banca internacional, sobre todo en el sector ferroviario. Pero fue el Estado el que aport el mpetu inicial. Sin embargo, como el Estado no poda facilitar todo el financiamiento necesario para invertir en infraestructura porque sus ingresos, basados principalmente en los derechos de importacin, eran insuficientes, tuvo que obtenerlo pidiendo prstamos en Europa, sobre todo en Gran Bretaa. (Para las inversiones directas y de cartera britnicas en Argentina en 1865-1913, vase cuadro 4.) Se ha dicho que Argentina careca de instituciones capaces de encauzar fondos hacia campos de inversin rentables. En realidad, la situacin era un tanto distinta. Los grupos locales que buscaban financiacin esperaban siempre que fuera el gobierno el que proporcionara dinero a tipos de inters ms bajos que el- de mercado por medio de los bancos estatales o semiestatales. Durante13. Para ms comentarios sobre los salarios reales, vase Roberto Corts Conde, El progreso argentino, 1880-1914, Buenos Aires, 1979. 14. Vanse, por ejemplo, Gran Bretaa, Foreign Office, Informes consulares, Informe sobre la emigracin a la Repblica Argentina y la demanda de mano de obra, 1891 (Miscellancous Series, 1892, n." 216), c informes consulares sobre los aos 1892, 1895 y 1899.

EL CRECIMIENTO DE LA ECONOMA ARGENTINA, c. 1870-1914CUADRO 4

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Inversiones directas y de cartera britnicas en Argentina, 1865-1913 (millones de libras esterlinas)1865 Inversin total Inversin directa Inversin de cartera Prstamos pblicos Ttulos de sociedades 2,7 0,5 2,2 2,2 1875 22,6 6,1 16,5 16,5 1885 46,0 19,3 26,7 26,7 1895 190,9 97,0 93,9 90,6 3,4 1905 253,6 150,4 103,2 101,0 2,2 1913 479,8 258,7 221,6 184,6 37,0

-

FUENTE: Irving Stone, British direct and portfolio investment in Latn America before 1914, Journal of Economic History, 37 (1977), p. 706. Cifras no corregidas.

gran parte del periodo que estamos analizando estas instituciones, en primer lugar el Banco de la Provincia de Buenos Aires, fundado en 1854, y luego, en particular a partir del decenio de 1880, el Banco Nacional, ampliaron considerablemente la oferta monetaria, incrementando en gran medida los crditos, tanto al sector privado como al pblico, y reduciendo sus reservas de efectivo hasta tal punto que no pudieron satisfacer las demandas de sus depositantes. Esto motiv que en dos ocasiones, en 1873 y en 1885, si bien en circunstancias diferentes, se produjera una declaracin de inconvertibilidad y que en 1890, como veremos, se provocara su derrumbe definitivo. El principal inters de las operaciones bancarias privadas y extranjeras fue e comercio, especialmente el de ultramar. Esto no quera decir que los bancos comerciales tuvieran alguna preferencia intrnseca por tales actividades; se trataba ms bien de que estas operaciones eran las ms seguras y rentables. Tambin hay que recordar que el sector rural poda contar con otras fuentes de capital, siendo las ms conocidas las cdulas de los bancos hipotecarios nacionales y provinciales que se negociaban en el mercado. Pero tambin se obtenan crditos de proveedores comerciales o sus agentes, tanto nacionales como extranjeros, y los exportadores de cereales ofrecan adelantos a cuenta de la cosecha. De esta manera se importaba material para alambrados y maquinaria agrcola, se cercaban las tierras de pastos y se sembraban millones de hectreas. Adems, se importaba ganado de pedigr para la cra y con ello aumentaba enormemente el valor del rebao y de la tierra, uno de los componentes principales de la riqueza nacional. No puede decirse que toda la formacin de capital tuviera su origen en ultramar. Hemos visto que el capital del pas no desempe un papel insignificante en la mejora de la tierra y el ganado y en la construccin urbana. El cuadro 5 proporciona un indicio del enorme crecimiento de las existencias de capital que se produjo en Argentina durante el periodo que nos interesa. Puertos, ferrocarriles, carreteras, vivienda, maquinaria y establecimientos ganaderos formaban parte de un gran volumen de capital establecido durante los tres decenios que van desde el periodo de unificacin nacional hasta la vspera de la primera guerra mundial. La tasa de crecimiento fue del 7,5 por 100 para la tota-

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HISTORIA DE AMRICA LATINA

lidad del periodo, tanto en oro como en moneda constante, aunque con la crisis de 1890 (cuando la depreciacin del peso frente al oro fue mayor que la prdida en su poder adquisitivo interior) baj temporalmente el valor en oro del stock de capital.

CUADRO 5

Formacin de capital: crecimiento de las existencias de capital, 1857-1914 ndice de precios al consumo* (1884=100) 100 159 190 206 En pesos papel deflactados por el ndice de precios al consumo 1,875 2,052 4,514 16,499

Ao 1857 1884 1892 1895 1914

Millones de pesos (oro) 368 1,875 1,407 2,840 14,955

Millones de pesos (papel) 1,875 3,264 8,577 33,989

a Basado en el ndice de precios al consumo (precios de los alimentos), en Roberto Corts Conde, El progreso argentino (1880-1914), Buenos Aires, 1979. FUENTES: 1857, 1884 y 1892: M. G. y E. T. Mullhall, Handbook of the River Pate, reimpresin, Buenos Aires y Londres, 1982; 1895: el Segundo Censo Nacional; 1914: Estudio de Alberto Martnez para el Tercer Censo Nacional.

LAS FASES DE CRECIMIENTO

La historia econmica argentina desde el decenio de 1870 hasta la primera guerra mundial puede dividirse en tres periodos: el primero, que empez con el fin de la crisis de 1873-1876 y alcanz su punto ms alto previo al hundimiento de 1890, fue de crecimiento rpido y dinmico; el siguiente, que empez en 1890 y termin en la segunda mitad del decenio, fue de depresin; el ltimo, que empez a finales del decenio de 1890, fue de gran expansin, que, exceptuando dos breves recesiones en 1899 y 1907, se sostuvo hasta la crisis de 1912. El factor que determin la expansin o recesin a corto o medio plazo era la balanza de pagos, que a su vez se vea determinada por el comercio y el movimiento de capital (britnico en su mayor parte). Las variaciones de estas cifras afectaban la oferta monetaria, los niveles de empleo y la demanda de mano de obra (esta ltima mediante el efecto que la importacin de bienes de capital surta en el nivel de actividad econmica). Otras variables que tenan un efecto importante en la economa, como la extensin de la tierra cultivada y la construccin privada, fluctuaban con independencia de los cambios en el sector externo.

EL CRECIMIENTO DE LA ECONOMA ARGENTINA, c. 1870-1914

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El periodo de 1880 a 1890 Durante la primera mitad del decenio de 1880 el hecho ms significativo fue el incremento del nmero de cabezas de ganado y la elaboracin de productos basados en la ganadera. La produccin de ovejas qued rezagada en comparacin con el decenio anterior, pero los cultivos comenzaron a cobrar mpetu y alcanzaron alturas considerables durante la segunda mitad del decenio. Sin embargo, al contrario de lo que suele creerse, la expansin de este decenio no se debi principalmente a los sectores de exportacin agrcola y pecuaria, sino a la inversin en transportes, obras pblicas y construccin privada. Gracias a la gran afluencia de inversiones extranjeras, tanto directas como indirectas, se obtuvieron fondos para importar bienes de capital que se transformaron en miles de kilmetros de vas frreas y en importantes obras pblicas. Todo esto dio origen a una gran actividad econmica y fue el factor principal de la expansin que ocurri durante el periodo. Las exportaciones crecieron, pero a un ritmo ms lento que las importaciones. El aumento considerable de su volumen durante el decenio de 1880 se vio contrarrestado por un descenso en los precios. Hubo un dficit comercial durante la mayor parte del periodo (vase cuadro 6), pero la afluencia de capital hizo que la balanza de pagos continuara siendo positiva. Esto tuvo un efecto expansionista en el dinero, as como la incorporacin de bienes de capital y el incremento de los ingresos fiscales producido por el aumento de las importaciones, lo que dio un empuje complementario a la actividad econmica. En 1881 se estableci por primera vez una sola unidad monetaria para todo el pas: el peso oro nacional (1 peso oro = 25 pesos papel llamados corrientes; 5 pesos oro = 1 libra esterlina). A partir de 1883 se autoriz a cuatro bancos a emitir billetes, los ms importantes de los cuales eran el Banco Nacional y el Banco de la Provincia de Buenos Aires. Con la ayuda de un prstamo extranjero, el Banco Nacional ampli su capital de 8 millones a 20 millones de pesos, con lo que aument considerablemente la emisin de dinero: de 42 millones en 1883 a 75 millones en 1885. Sin embargo, en 1885, de resultas de la gran demanda de oro gracias a un dficit de la balanza de pagos y a una poltica de expansin crediticia, el Banco Nacional, temiendo que se agotaran sus reservas, pidi al gobierno que suspendiera la convertibilidad de sus billetes. El gobierno accedi a la peticin y pronto hizo extensiva la suspensin a los otros bancos de emisin. Argentina volvi as al sistema de papel moneda no convertible. Al amparo de las disposiciones de la ley de bancos garantizados de 1887 se multiplicaron los bancos en el interior, donde el patrn plata haba dominado hasta entonces. Fueron un factor importante en el incremento de la circulacin que lleg a 163 millones de pesos en 1889. A diferencia del sistema de Estados Unidos, en el cual se basaba, el arreglo de la ley de bancos garantizados de 1887 que se cre en Argentina no implicaba el respaldo total del gobierno para todos los billetes en circulacin. La ley requera que los bancos comprasen ttulos de la deuda pblica a cambio de oro. El banco recibira entonces del gobierno una emisin de billetes equivalente a sus respectivas compras de ttulos. Sin embargo, el principio de un circulante naci-

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HISTORIA DE AMRICA LATINA

CUADRO 6.

El comercio exterior de Argentina, 1870-1914 (en millones de pesos oro)Importaciones 49,1 45,6 61,6 73,4 57,8 57,6 36,1 40,4 43,7 46,4 45,5 55,7 61,2 80,4 94,0 92,2 95,4 117,4 128,4 164,6 142,2 67,2 91,5 96,2 92,8 95,1 112,2 98,3 107,4 116,9 113,5 113,9 103,0 131,2 187,3 205,2 270,0 286,0 273,0 302,8 351,8 366,8 384,9 421,3 271,8 Exportaciones 30,2 27,0 47,3 47,4 44,5 52,0 48,1 44,8 37,5 49,4 58,4 58,0 60,4 60,2 68,0 83,9 69,8 84,4 100,1 90,1 100,8 103,2 113,4 94,1 101,7 120,1 116,8 101,2 133,8 184,9 154,6 167,7 179,5 221,0 264,2 322,8 292,3 296,2 366,0 397,4 372,6 324,7 480,4 483,5 349,2 Saldo + + + + + + + + + + + + + 18,9 18,6 14,3 26,0 13,3 5,6 12,0 4,3 6,2 3,0 12,8 2,2 0,9 20,2 26,0 8,3 25,6 33,0 28,3 74,4 41,4 36,0 22,0 2,1 8,9 25,0 4,6 2,9 26,4 68,0

Ao1870 1871 1872 1873 1874 1875 1876 1877 1878 1879 1880 1881 1882 1883 1884 1885 1886 1887 1888 1889 1890 1891 1892 1893 1894 1895 1896 1897 1898 1899 1900 1901 1902 1903 1904 1905 1906 1907 1908 1909 1910 1911 1912 1913 1914

+ + + + ++ + + + + + + + +

41,1 53,8 76,4 89,8 76,8117,7 22,3 10,3 93,0 94,6 21,0 42,1 95,5 62,2 77,4

FUENTE: Extracto estadstico de la Repblica Argentina correspondiente al ao 1915,

Buenos Aires, 1916.

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nal respaldado por oro no se respet en dos aspectos importantes: en primer lugar, el gobierno eximi, de hecho, al Banco Nacional, el mayor de los bancos de emisin, del requisito de comprar ttulos de la deuda pblica; en segundo lugar, el gobierno aceptaba documentos a oro (pagars en oro) en vez de oro de otros bancos, incluyendo los de provincias. Como resultado de ello, aunque se emitieron aproximadamente 150 millones de billetes de un peso respaldados por oro, en realidad las reservas de oro ascendan a 76 millones. Las nuevas disposiciones provocaron un fuerte incremento de la emisin hasta un 95 por 100 en tres aos, lo cual caus una depreciacin del 41 por 100 en la moneda. El acusado aumento de los precios que sobrevino ms tarde produjo a su vez escasez de la oferta monetaria. Mientras el pblico necesitaba ms dinero para financiar sus transacciones, los bancos no podan obtener oro para comprar ttulos. El resultado fue la vuelta a un periodo de escasez de oro, exacerbada por la necesidad de continuar remitiendo pagos al extranjero. Se hicieron varios intentos de remediar la situacin, entre ellos una emisin no autorizada de 35 millones de pesos, que fue uno de los antecedentes de la revolucin que en julio de 1890 provoc la cada del gobierno de Jurez Celman.is El nuevo gobierno de Carlos Pellegrini, con todo, no tuvo ms remedio que emitir otros 60 millones de pesos. En Londres, el representante argentino, Victorino de la Plaza, intent obtener una moratoria de Baring Brothers, los principales acreedores del pas. En noviembre de 1890 la crisis alcanz su punto culminante con la noticia de que Baring no permitira un aplazamiento de los pagos ni continuara efectuando la transferencia trimestral de los prstamos en curso. La enorme deuda exterior en que se incurri durante este periodo de 100 millones de pesos en 1885 subi a 300 millones en 1892 fue otro factor determinante de la crisis. Los prstamos extranjeros produjeron efectos de ms largo alcance al provocar una gran expansin del gasto pblico, de las importaciones y de la oferta monetaria. La interrupcin del flujo de prstamos (con la emisin de la ltima remesa de 25 millones de pesos para obras de saneamiento en 1889), junto con la obligacin continua de seguir enviando remesas al extranjero, en pago de los prstamos en curso y sus servicios, invirti la posicin de la balanza de pagos (que en 1888, por ejemplo, haba mostrado un supervit de 150 millones a pesar de un dficit comercial de 28 millones). En trminos concretos, esto ejerci una presin extrema en el mercado del oro. El gasto pblico haba subido de 26,9 millones de pesos en 1880 a 107 millones en 1889 y a 95 millones en 1890 (en pesos oro, de 26,9 a 55,8 y 38,1 millones). En cambio, los ingresos, aunque tambin aumentaron, no lo hicieron en la misma medida. De 19,6 millones en 1880 pasaron a 72,9 millones en 1889 y a 73,1 millones en 1890 (en pesos oro, de 19,6 a 38,2 y 29,1 millones). El dficit se haba cubierto principalmente con prstamos extranjeros. Entre 1890 y 1891 el gobierno juzg que era necesario efectuar pagos muy considerables con las arcas del tesoro vacas, los ingresos en descenso y los precios del oro en alza a causa de la gran demanda en el mercado, con el fin de sostener el Banco Nacional, cuyas reservas metlicas estaban agotadas. Al negarse Baring a conceder una moratoria, terminaron los intentos iniciales de evitar la crisis y empez15. Vase Gallo, HALC, X, captulo 2.

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un periodo todava ms difcil. En abril de 1891 se procedi a la liquidacin del Banco Nacional y del Banco de la Provincia de Buenos Aires, y en junio del mismo ao, de varios bancos provinciales. El gobierno tom serias medidas fiscales: reimplant los impuestos sobre las exportaciones, dispuso que se cobrara un impuesto del 2 por 100 sobre los depsitos bancarios, as como impuestos sobre el tabaco y el alcohol, etc. En Londres, Victorino de la Plaza reanud las negociaciones con el comit respectivo del Banco de Inglaterra. Despus de intensas deliberaciones, se concedi un emprstito de 15 millones de libras esterlinas para consolidar prstamos anteriores y fue declarada una moratoria de capital e intereses. El 1 de diciembre de 1891 el Banco de la Nacin volvi a abrir sus puertas y emiti otros 50 millones de pesos. De conformidad con lo acordado con los acreedores, no habra ninguna otra emisin hasta finalizar el siglo. (De hecho, la moneda en circulacin se redujo en varios millones de pesos: de 306 millones en 1893 a 295 millones en 1898.) En 1893, un nuevo acuerdo el llamado acuerdo Romero ampli el plazo para el pago de la deuda. Dentro de un estricto esquema de disciplina monetaria y con la ayuda de un incremento notable de la cantidad y el valor de las exportaciones agrcolas, la situacin financiera argentina cambi radicalmente: el precio del oro baj, se revaloriz el peso y el pas consigui cumplir por adelantado con sus obligaciones externas.

El perodo de 1890 a 1900 En 1891, en plena crisis financiera, Allois Fliess hizo los comentarios siguientes en un informe que present al ministro de Hacienda, Vicente Lpez: La produccin agrcola y ganadera mejor bajo los auspicios ms favorables. Pero lo que ms inters tena para la totalidad de la Repblica y llen de profunda satisfaccin a todas las clases sociales fue la excelente cosecha de trigo ... De calidad superior y de un rendimiento extraordinariamente elevado en Santa Fe, Entre Ros y ciertos distritos de las otras provincias, de bueno a normal prcticamente en toda la Repblica, vendindose a precios bastante altos en los grandes centros consumidores de la Europa occidental, debido en parte a la noticia de que las cosechas haban sido malas en la Amrica del Norte y en Rusia ... Las exportaciones se trataron con gran celeridad y en los primeros cuatro meses se haban exportado 220.000 toneladas, mientras que todo el trigo que era visible en los grandes depsitos y silos de Rosario y Buenos Aires ya se haba vendido y estaba en manos de los exportadores." La exportacin de trigo, que en 1888 ascendi a 179.000 toneladas, aument hasta 1.608.000 toneladas en 1894. La produccin, cuyo total fue de 845.000 toneladas en 1891, subi hasta 2.138.000 en 1894." En el sector urbano la 16. Allois E. Fliess, La produccin agrcola-ganadera de la Repblica Argentina en el ao 1891, Buenos Aires, 1892, p. 10. 17. Vanse Ministerio de Agricultura, Estadsticas agrcolas, Buenos Aires, 1912, y E. Tornquist, Desarrollo econmico en la Repblica Argentina, Buenos Aires, 1919.

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situacin era diferente. Como resultado del descenso de las importaciones, la construccin de la red ferroviaria, que continu durante todo el periodo 1890-1892 debido a los trabajos empezados a finales del decenio de 1880, qued casi paralizada despus de 1893. sta qued virtualmente interrumpida durante la mayor parte del decenio y no comenz a recuperarse hasta las postrimeras del periodo. Sin embargo, aument de los 11.700 kilmetros de vas de 1891 a 16.700 kilmetros en 1900; y las mercancas transportadas aumentaron de 4,6 millones de toneladas en 1891 a 12,6 millones en 1901. Mientras que el sector privado de la construccin, que no dependa tanto de los inputs importados, sigui en expansin a pesar de la crisis, con el consiguiente alivio para el desempleo urbano, las obras pblicas, como en el caso de los ferrocarriles, sufrieron una baja. Utilizando 1885 como ao base (= 100), el ndice de la construccin privada subi de 108 en 1891 a 171 en 1900, y el de las obras pblicas baj de 244 en 1891 a 58 en 1900. La produccin industrial, para la cual se haban obtenido maquinaria y bienes de capital en el periodo anterior, recibi un estmulo al verse protegida por el tipo de cambio, que hizo subir el costo de los artculos importados. Sin embargo, el crecimiento industrial no se produjo por los aranceles proteccionistas, sino por la reduccin de los costos y por la conquista de nuevos mercados. Ocurri principalmente en productos que utilizaban materias primas locales (alimentos y bebidas) y pudo desarrollarse al ensancharse los mercados, gracias a los ferrocarriles. Las exportaciones subieron de 103 millones de pesos oro en 1891 (valores nominales) a 154,6 millones en 1900, debido en gran parte a las exportaciones de productos agrcolas, especialmente trigo, mientras que las importaciones aumentaron de 67,2 en 1891 a 113,5 en 1900 (vase cuadro 6). Contrastando acentuadamente con la dcada de 1880, la balanza comercial fue favorable durante casi todo el decenio. A partir de 1893, el gobierno restringi la oferta monetaria. Entre 1893 y 1899, como hemos visto, disminuy el dinero en circulacin. El ratio entre los billetes y las monedas en circulacin y las exportaciones (si stas se toman como representantes del crecimiento de la actividad econmica), dado que no hay datos sobre el producto interior bruto, descendi del 2,43 en 1890 al 1,59 en 1899, es decir, un descenso del 79 por 100. A partir de 1895, el peso papel experiment un proceso de revalorizacin. Sin embargo, esta situacin tuvo un efecto desfavorable para los exportadores y para los productores agrcolas, que Irataron de detener la progresiva revalorizacin del peso. Debido a ello en 1899 se llev a cabo una reforma monetaria y hubo un retorno al patrn oro. Mientras tanto, el gasto pblico, que haba descendido de 55,8 millones de pesos oro en 1889 a 33,6 millones en 1891, permaneci por debajo de los 50 millones hasta 1895. Despus de esta fecha empez a subir de nuevo y alcanz los 69,6 millones en 1900.

El periodo de 1900 a 1912 Hay dos hechos centrales en este periodo. En primer lugar, la produccin de cereales, que haba estado limitada en gran parte a Santa Fe donde la extensin de tierra dedicada al cultivo de trigo se triplic entre 1887 y 1897, se propag

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por toda la provincia de Buenos Aires, aunque como complemento de la ganadera en lugar de reemplazarla. En segundo lugar, la carne pas a tener la misma importancia que ios cereales en el comercio de exportacin. Se haban formulado numerosas quejas contra el conservadurismo de los productores de ganado bonaerenses debido al limitado crecimiento de la produccin de cereales en la provincia. Se deca que las grandes estancias eran un obstculo para la agricultura, que requera un sistema de explotacin basado en los pequeos productores. Pero en el decenio de 1890 la situacin empezaba a cambiar. Varios factores contribuan a un desplazamiento hacia la produccin de grano y el policultivo. El ferrocarril permiti colonizar las regiones apartadas de la provincia y, siguiendo al ferrocarril, el cultivo del trigo se extendi hacia el sur y el oeste de la provincia, y tambin hacia el norte, hasta el departamento de General Lpez en Santa Fe. Al mismo tiempo, nuevas tcnicas de congelado y de transporte refrigerado al otro lado del Atlntico transformaron la industria crnica. La produccin ganadera se volvi ms intensiva en trabajo, pero ahora requera la implantacin de pastos artificiales que durasen todo el ao en los cuales pudiera engordarse el ganado (de razas mejoradas de importacin). Debido a esto, el cultivo de alfalfa, maz y otras clases de forraje se extendi a las regiones ganaderas de la provincia de Buenos Aires y en zonas de Crdoba y La Pampa que hasta entonces se haban dedicado exclusivamente al ganado. Al finalizar el periodo, en las pampas se cultivaba ms alfalfa que trigo y las ovejas se vean progresivamente expulsadas hacia la Patagonia. Todo esto fue resultado del significativo incremento de las exportaciones de carne vacuna congelada y refrigerada (principalmente a Gran Bretaa), las cuales, junto con la continua expansin de las exportaciones de trigo y maz, hicieron que el total de exportaciones subiera hasta alcanzar casi 500 millones de pesos oro tanto en 1912 como en 1913 (vase cuadro 6). Producir carne para los mercados de ultramar requiri que se tomasen medidas importantes de adaptacin. Entre ellas, cabe citar cambios en la utilizacin de la tierra, en el sistema de tenencia y en la extensin de los establecimientos ganaderos. Estos cambios se reflejaron adems en un respetable incremento de la productividad medida en kilos de carne por hectrea, as como en la productividad por empleado. Todo esto tuvo otras consecuencias: nuevos asentamientos de poblacin en las zonas rurales, la fundacin de ciudades y la creacin de rutas de transporte y redes comerciales. En las regiones ganaderas se hizo comn el arrendamiento donde antes predominaba el gran establecimiento ganadero. Disminuy el nmero de estancias grandes y pequeas al mismo tiempo que aumentaba el de propiedades medianas. Esta nueva oleada de actividad agrcola y pecuaria fue a menor escala que la ganadera de antao, pero mayor que en las colonias agrcolas de Santa Fe. Un incremento significativo de la productividad y la rentabilidad de la tierra fue la causa del salto que dieron los precios despus de 1905. La creacin de la red de ferrocarriles surti efectos diferentes en la formacin de mercados. En primer lugar, se restauraron antiguos mercados regionales, pero vinculados ahora a la costa, formando de esta manera un solo mercado nacional. En segundo lugar, los productos se transportaban primeramente a los centros ferroviarios, que, debido a ello, se convirtieron en mercados primarios,

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y luego a los mercados secundarios de la costa. Esto se haca en carretas hasta las estaciones terminales, que nunca distaban ms de 18 kilmetros del punto de produccin. En las estaciones se instalaban mercados primarios donde la cosecha se venda y despachaba a los mercados secundarios o se almacenaban si no se dispona de vagones de mercancas. Ms del 70 por 100 de la produccin de cereales tena que transportarse entre los meses de diciembre y mayo, razn por la cual se construyeron tinglados y almacenes rudimentarios en muchas estaciones del interior del pas. Desde los mercados primarios, los cereales se transportaban directamente hasta los centros de consumo (si estaban destinados al consumo nacional) o a los puertos de exportacin. Alrededor del 30 por 100 del total de mercanca transportada en ferrocarril iba destinado a la exportacin y alrededor del 28 por 100 consista en productos para el consumo interior.18 Otro 34 por 100 del trfico ferroviario corresponda a mercancas importadas que se distribuan por todo el mercado nacional. En 1904 los ferrocarriles transportaron casi 12,5 millones de toneladas, excluyendo los 1,4 millones de toneladas de suministros para el uso del propio ferrocarril. Conviene llamar la atencin no slo sobre la magnitud del trfico entre mercados distantes, sino tambin sobre la importancia del transporte de mercancas de produccin local para el consumo nacional, en un 28 por 100 del trfico total, as como tambin la de las importaciones enviadas hacia el interior para el consumo local. Otra caracterstica de este comercio era que los mercados primarios arrojaban un saldo positivo en relacin con los secundarios, en trminos del volumen fsico de mercancas transportadas. Los mercados secundarios se concentraban en las zonas costeras. De acuerdo con el volumen de mercancas exportadas, en 1906 los mercados principales eran los centros de Buenos Aires, Rosario, Paran y Santa Fe. En 1914 hubo una transferencia importante de mercados secundarios de las zonas ribereas hacia la costa martima. Despus de Rosario y Buenos Aires, Baha Blanca se convirti en el tercer puerto para el envo de exportaciones, seguido de San Nicols, La Plata y Santa Fe. Si bien al principio se instalaron mercados secundarios en varios puertos pequeos, los ferrocarriles hicieron que poco a poco los tres mercados secundarios principales se concentrasen en Rosario (junto al Ferrocarril Central Argentino, que transportaba cereales desde Crdoba y Santa Fe), Buenos Aires para el oeste y el centro de la provincia homnima, y Baha Blanca para el sur de dicha provincia y La Pampa. Sin embargo, todava ms importante fue el crecimiento de los mercados primarios, principalmente en las zonas nuevas. Entre 1885 y 1914 el nmero de estaciones (mercados primarios) aument de 5 en 1885 a 22 en 1895 y 36 en 1914 en las regiones costeras ms antiguas de la provincia de Buenos Aires. En el sur V en el oeste, durante los mismos aos el nmero de estaciones pas de 33 a 123. l'.u el sur de Santa Fe, el nmero de estaciones aument de 111 en 1895 a 141 en 1914; en la zona central hubo un aumento de 68 a 80. En la regin pampeana de Crdoba el nmero de estaciones subi de 55 en 1895 a 172 en 1914; en el noroeste de la provincia el incremento fue de 14 a 21. No slo hay que tomar ola del enorme aumento de mercados nuevos, sino tambin de algunas diferen18. Emilio Lahitte, Informes y estudios de la Direccin de Economa Rural y Estadstica, Ministerio de Agricultura, Buenos Aires, 1916.

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cias importantes. Entre 1895 y 1914 el crecimiento fue mucho mayor en la regin pampeana de Crdoba que en la provincia de Santa Fe. Esto se debi a que el desarrollo de Santa Fe tuvo lugar mucho antes y la provincia ya haba alcanzado una extensin significativa en 1895. La diferencia radica en que aparecieron ms mercados primarios en las nuevas zonas de Crdoba, que estaban vinculadas a la regin general de las pampas y no a la tradicional zona del norte, donde hubo poco desarrollo, si es que hubo alguno. Las caractersticas tecnolgicas de los cultivos produjeron efectos considerables en la economa. El hecho de que fuesen ms intensivos en trabajo dio origen a una distribucin ms favorable de la renta. Tambin fue la causa del asentamiento de trabajadores en las zonas rurales, la instalacin de diversos medios de transporte y la aparicin de varias actividades que proporcionaban bienes y servicios a la poblacin rural. El resultado fue la formacin de centros urbanos en los distritos rurales y de un mercado en el sector rural, que antes no exista. Los ferrocarriles enlazaban los mercados del interior con los mercados urbanos de la costa y de esta manera acabaron creando un mercado nacional. Al hacerse el censo de 1914, segn su estimacin la produccin local ya satisfaca un elevado porcentaje de la demanda nacional, alrededor del 91 por 100 de los alimentos, el 88 por 100 de los textiles, el 80 por 100 de la construccin, el 70 por 100 de los muebles y el 33 por 100 de los productos metalrgicos.19 La demanda local empez a competir con los mercados extranjeros por los alimentos de produccin nacional. Vemos, pues, que el crecimiento no estuvo slo limitado al sector de exportacin. La demanda nacional creci dados los procesos relacionados del crecimiento de la poblacin rural, la urbanizacin y la mejora de los medios de comunicacin interna. El aumento del nmero de asalariados y el alza de los ingresos reales fomentaron el crecimiento del mercado nacional y de las oportunidades de invertir en el pas: en los transportes y el comercio, en la construccin, en la preparacin de alimentos y en la produccin textil. Algunas de estas actividades, tales como los servicios y la construccin, slo podan abastecerse locaimente. Otras, se abastecan en primer lugar por medio de las importaciones. Sin embargo, cuando los costos del transporte hicieron que el precio de los bienes importados sobrepasara el de los de produccin local, naci un poderoso incentivo para la produccin local, incentivo que era todava mayor cuando se empleaban materias primas baratas obtenidas locaimente. La ubicacin de la industria era determinada por varios factores: 1) el emplazamiento de las materias primas (harina, vinos, azcar); 2) la existencia de un puerto de salida a los mercados de ultramar para la carne congelada; 3) la existencia de un puerto para el abastecimiento de combustible, materias primas o suministros importados, y 4) la existencia de mercados con mayor densidad de poblacin y mayor capacidad de consumo. Alrededor del 30 por 100 de toda la industria nacional y de las inversiones en la fabricacin se hallaba concentrado en la Capital Federal. Entre 1895 y 1913 esta preponderancia tendi a disminuir, del 35,1 por 100 en 1895 al 21,1 por 100 en 1913, en lo que se refiere al nmero de industrias, y del 36 al 30 por 100 en19. Tercer Censo Nacional, 1914, Vil, p. 71.

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lo que respecta al capital. A la inversa, en la provincia de Buenos Aires el nmero de industrias subi del 23,9 al 30,4 por 100, y la cantidad de capital industrial, del 21,6 al 26,3 por 100 en el mismo periodo. Otras provincias donde se registr un crecimiento de la industria fueron, por orden de importancia del capital invertido, en 1895, Santa Fe, Tucumn, Entre Ros y Mendoza y, en 1913, Santa Fe, Mendoza, Tucumn, Crdoba y Entre Ros. De 1895 a 1914 el nmero de industrias pas de 22.204 a 48.779. El aumento del capital fue de 327 millones de pesos a 1.787 millones y el nmero de personas empleadas en la industria, de 175.000 a 410.000. El acontecimiento ms importante de este periodo fue la reforma monetaria de 1899, cuando se dispuso la vuelta al patrn oro despus de varios aos de continua revalorizacin de la moneda. Desde 1893 se haba aplicado una rigurosa poltica monetaria; la cantidad de circulante se mantuvo casi constante durante el resto del decenio de hecho, descendi ligeramente y motiv la revalorizacin del valor externo del peso papel durante los aos inmediatamente anteriores a la vuelta al patrn oro. La revalorizacin de la moneda tambin se vio facilitada por balanzas comerciales favorables, que no se debieron slo a la disminucin de las importaciones y a los acuerdos a que se lleg para el pago de la deuda exterior, sino tambin al significativo incremento de las exportaciones y al alza de sus precios. La paridad se fij en 2,2727 pesos papel por cada peso oro. Esta nueva paridad, si bien tena en cuenta el nuevo poder adquisitivo de la moneda argentina y la de otros pases exportadores como los Estados Unidos, supuso cierta subvaloracin del peso con respecto al dlar. Se cre una junta de conversin con el fin de que regulara la emisin de papel moneda y constituyera una reserva de oro. En 1903 se contaba ya con una reserva metlica de 38,7 millones de pesos oro; la cifra haba ascendido a 55,5 millones en 1904, 101,9 millones en 1905 y alcanz los 263,2 millones en 1913. La emisin de billetes se regul entonces automticamente de acuerdo con las fluctuaciones de las reservas de oro, y que a su vez se vincularon a la balanza de pagos. Debido a los excelentes resultados que obtuvieron las exportaciones y a la subida de los precios, se registr un incremento considerable de la circulacin de billetes, aunque no en la misma proporcin, dado que la reserva legal subi del 23,1 por 100 en 1903 y del 30,9 por 100 en 1904 al 72,7 por 100 en 1913. Las existencias de billetes, que haban descendido hasta quedar en 291,3 millones de pesos en 1899, subieron hasta alcanzar los 380,2 millones en 1903 y continuaron subiendo a razn de un 8,0 por 100 anual hasta alcanzar los 823,3 millones en 1913. El ratio entre el circulante y las exportaciones era de 1,72 en 1903 y de 1,70 en 1913. Calculado en pesos segn el valor de stos en 1903, el circulante subi de 324 millones en 1900 a 615 millones en 1912. Dicho de otro modo, en 12 aos ste ascendi, a precios constantes, en un 90 por 100, a razn de un 5,5 por 100 anual. El auge de las exportaciones se reflej en la actividad comercial y tambin luvo repercusiones en la banca. El Banco de la Nacin, fundado en 1890, tuvo un papel destacado y represent el 24 por 100 del capital de todos los bancos, el 32 por 100 de los prstamos y el 37 por 100 de los depsitos. Los bancos extranjeros representaron el 11 por 100 del capital, el 20 por 100 de los prstamos y el 20 por 100 ele los depsitos, correspondiendo el resto a otros bancos

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argentinos independientes.20 El Banco de la Nacin abri numerosas sucursales en el interior del pas, lo que permiti que el crdito llegara a las zonas rurales ms alejadas. En 1905 se reform el documento de constitucin del Banco de la Nacin. Entre otras cosas, la reforma lo convirti en una entidad exclusivamente oficial que estaba autorizada para redescontar documentos de otros bancos. El Banco de la Nacin, que tena el 41 por 100 de las reservas de oro de todos los bancos, procuraba mitigar las fluctuaciones sbitas de la oferta y la demanda de oro, para lo cual retena el oro cuando abundaba y lo venda cuando escaseaba. Otros bancos comerciales siguieron su ejemplo. El proceso de expansin general fue seguido de un incremento del gasto pblico, que ascendi de 69,6 millones de pesos oro en 1900 a 189,6 millones en 1914 (de 158 millones de pesos papel en 1900 a 419 millones en 1914). Los ingresos, empero, no aumentaron en la misma medida y de 148 millones subieron a 250 millones en 1914. Si se hace una comparacin entre 1900 y 1912 basndose en el peso en su nivel de 1903, se ver que los ingresos aumentaron de 162,6 millones en 1900 a 258,5 millones en 1912, y que el incremento del gasto fue de 173,6 millones en 1900 a 380 millones en 1912. Esto equivale a decir que, a precios constantes, los ingresos se haban incrementado en un 59 por 100, mientras que el gasto subi un 118 por 100. La deuda pblica, que haba crecido ininterrumpidamente de 47,5 millones de pesos oro en 1870 a 88,3 millones en 1880, 355,7 millones en 1890 y 447,1 millones en 1900, ascendi en otro 28 por 100 hasta alcanzar la suma de 545 millones en 1914.

CONCLUSIN

El rasgo ms destacable del periodo 1880-1912, con la excepcin de los aos 1890-1895, fue el rpido crecimiento econmico. Todos los indicadores sealan una tasa media de crecimiento anual de ms del 5 por 100 a lo largo de los tres decenios, lo cual distingue este periodo de cualquier otro de la historia argentina. Con todo, no fue slo una cuestin de crecimiento. Se produjeron al mismo tiempo cambios importantes que modificaron la faz de Argentina y cambiaron el carcter de su economa. En vsperas de la primera guerra mundial, Argentina, con casi ocho millones de habitantes, haba dejado de ser un pas relativamente atrasado para transformarse en un pas moderno. Los espacios vacos de las pampas se haban poblado y 24 millones de hectreas estaban dedicadas al cultivo, comparadas con menos de medio milln 40 aos antes. Se haba formado una inmensa red de poblaciones en las zonas rurales y se haba construido una extensa red de ferrocarriles que sumaba 34.000 kilmetros de va en 1914, lo cual haba permitido el movimiento de poblacin hacia el interior del pas y el desarrollo de un mercado de factores de produccin y bienes a nivel nacional. Adems se haban construido puertos para facilitar la entrada y salida de mercancas y personas, y se haba dado un gran mpetu a la construccin urbana.20. ngel M. Quintero Ramos, Historia monetaria y hancariii 12. Frank G. Carpenter, South America, social, industrial and political, Nueva York, 1900, p. 218. 13. Ibid., p. 239. 14. Markos J. Mamalakis, Historical statistics of Chile, vol. II, Demography and labor forc, Wesport, Conn., 1980, p. 40. Esta cifra ha sido calculada a partir de los datos bsicos del profesor Mamalakis.

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HISTORIA DE AMRICA LATINA

ticos para afrontarla. Las revueltas de los nitratos en 1890 haban sido una muestra de las cosas que iban a ocurrir. Las dos primeras dcadas del siglo xx fueron testigos de un empeoramiento de la conflictividad social, derivada de causas particulares pero ocasionada por una situacin general. La depreciacin constante del peso chileno y la incidencia de la inflacin repercutieron en todas las clases, pero mucho ms entre los pobres. El aumento medio anual del coste de la vida fue del 5 por 100 entre 1890 y 1900, del 8 por 100 entre 1900 y 1910, y del 6 por 100 entre 1910 y 1920, tasas modestas para nuestros patrones actuales, pero que tuvieron efectos exagerados en el Chile del periodo que nos ocupa por el impacto de la inconvertibilidad del papel moneda, que permita a los productores y exportadores hacer ganancias en el cambio internacional cuyos valores tenan escasas fluctuaciones, mientras pagaban a sus obreros en papel cuyo valor real se depreciaba continuamente. Desde 1878, los precios en Chile haban sido reacios a mantener la estabilidad, y esta situacin estaba destinada a prorrogarse otros cien aos ms. Entre 1895 y 1898, cuando Chile retorn temporalmente al patrn oro, se hizo un intento para restaurarlo, pero fracas, principalmente porque las circunstancias para la reconversin eran muy poco propicias; en 1895-1898 se toc fondo en la baja mundial de precios de los productos que haba empezado en la dcada de 1870, y tambin origin una herida de guerra con Argentina que oblig al gobierno a desviar desembolsos para la adquisicin de armas de emergencia. La derrota de los oreros en 1898 confirm el sistema monetario de papel inconvertible, cuyo valor interior descendi de forma consistente. Por lo tanto, no es sorprendente que los trabajadores reaccionasen. En 1903, los estibadores del puerto de Valparaso fueron a la huelga en demanda de mayores salarios y un horario laboral ms corto; el esquirolaje provoc disturbios, y cuando las tropas enviadas desde Santiago restauraron el orden, fue a costa de 32 muertos y 84 heridos. En 1905, cuando la imposicin de derechos arancelarios a la importacin del ganado procedente de Argentina, en favor de los ganaderos locales, provoc un alza de precios, los disturbios en Santiago duraron una semana, hasta que se anul la medida, con un saldo de 60 muertos y 300 heridos. A esta semana roja sigui, en 1906, una grave huelga en Antofagasta, debida a la negativa de la compaa britnica propietaria de los nitratos y del ferrocarril a incrementar los salarios y el tiempo de descanso al medioda para la comida, y, un ao ms tarde, se reprimi de forma sangrienta una huelga masiva en el puerto nitrero de Iquique, con el resultado de centenares de muertos. La violenta expresin de la protesta social