¿Tiene dueño la naturaleza? Tres experiencias de acción social y recursos naturales

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El documento comienza describiendo el caso de las comunidades del Ixcán en el norte de Guatemala, continúa con el caso de los mineros artesanales de la región de Katanga en el sur de la RD Congo y finaliza con el caso de las poblaciones autóctonas (adivasis) del Estado de Gujarat, en el oeste de la India. El desarrollo de cada uno de los casos sigue una lógica de tres pasos: 1. contextualización nacional y regional, 2. descripción de los problemas asociados al acceso y uso de los recursos naturales y 3. análisis de la acción social de las comunidades y poblaciones para hacer frente a dichos problemas. Posteriormente, se añade un breve contraste de los tres casos, donde se extraen los principales aprendizajes y se sugieren algunas vías para profundizar en la investigación. Finalmente, se presentan algunas de las reflexiones que surgen desde la ética y la justicia social, a la luz de los tres casos que se exponen.

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15Investigacioneswww.alboan.org

Tiene dueo la naturaleza? Tres experiencias de accin social y recursos naturales

ONG promovida por los Jesuitas

Investigaciones ALBOAN... 9. El papel de la cooperacin en la concrecin local de los ODM. (2008) 10. Solidaridad con eficacia: Los retos de la cooperacin pblica navarra. (2009) 11. Polticas de control migratorio y de cooperacin al desarrollo entre Espaa y frica Occidental durante la ejecucin del primer Plan frica. (2011) 12. El desarrollo que queremos. Visiones desde los colectivos de personas inmigrantes en la CAPV. (2011) 13. La descentralizacin de Per: Espacio para la participacin de la sociedad civil? (2011) 14. La participacin: clave del desarrollo. Cuatro experiencias de participacin ciudadana. (2011) 15. Tiene dueo la naturaleza? Tres experiencias de accin social y recursos naturales. (2012)

Tiene dueo la naturaleza? Tres experiencias de accin social y recursos naturales

Edita: ALBOAN Padre Lojendio, 2 - 2 48008 Bilbao Tel.: 944 151 135 Fax: 944 161 938 [email protected] Avenida Baraain, 2 31011 Pamplona Tel.: 948 231 302 Fax: 948 264 308 [email protected] C/ Ronda, 7 - 4 I 20001 San Sebastin Tel.: 943 275 173 Fax: 943 320 267 [email protected] Monseor Estenaga, 1 01002 Vitoria-Gasteiz Tel.: 945 202 676 Fax: 945 202 676 [email protected] www.alboan.org Autora: Alicia Aleman Arrastio Diseo y maquetacin: Marra, S.L. Imprime: Lankopi, S.A. Depsito Legal: Bi-895-2012

Se autoriza la reproduccin parcial de esta obra, siempre que sta no tenga fines comerciales y la fuente sea citada.

Ezer gabe iritsi nintzen mundura Ezer gabe -maitasuna izan ezikjoango naiz mundutik. Gainerako guztia, maileguz hartutakoa da.

Llegu al mundo sin nada Me ir del mundo sin nada, excepto amor. Todo lo dems es prestado.

Dedicado a todas aquellas personas de bien que en Ixcn, en Katanga y en Gujarat estn arriesgando sus vidas. Porque ellas tienen la verdad y la razn, aunque sea a modo de despojo. Con admiracin y respeto.

AgradecimientosDice un jesuita que el origen de lo que hacemos las personas que nos afanamos en la lucha por la justicia y la solidaridad internacional es el sentimiento de agradecimiento. Que es lo que nos impulsa a trabajar, por encima de las frustraciones y contradicciones que tarde o temprano acaban llegando. Cierto es que ha sido precisamente el agradecimiento el sentimiento que ha predominado en la elaboracin de esta investigacin. Un agradecimiento que es tan profundo como difcil de expresar y de explicar. Por todo el tiempo y la energa que han dedicado las personas y organizaciones que en lxcn, en Katanga y en Gujarat han compartido con nosotras sus conocimientos, datos, reflexiones y experiencias. Por toda la gratuidad y confianza depositada en nosotras, an sin conocernos. Por toda la valenta de las personas que hemos entrevistado y que trabajan, piensan y actan para encontrar formas ms justas y razonables de gestionar los recursos que se encuentran en sus territorios. Y por la audacia de aquellas personas que en Euskadi, Guatemala, India y la Repblica Democrtica del Congo (RD Congo) se han atrevido con una pregunta compleja y unas experiencias difciles de entender, inmensamente complejas y fuertemente problemticas. Por tanto tiempo y entrega, por tanta dignidad y entereza, no nos queda ms que expresar el agradecimiento, la admiracin y el respeto que viene desde lo ms hondo. Es a travs de este intento, humilde e imperfecto, de comprender, acompaar y explicar lo que est pasando en este mundo convulso, como hemos intentado devolver tanto que nos ha sido regalado.3

Para la investigacin en Guatemala, nos gustara agradecer de forma expresa a Ainhoa Artetxe, Mximo Ba Tiul, Reyna Caba, Francisco Iznardo sj, Laura Hurtado, Eridenia Martnez, Jernimo Osorio, Amilkar Pop, Hugo Evaristo Ramrez y Cecilia Vsquez. Para la investigacin en RD Congo, nos gustara agradecer a Mateo Aguirre sj, Christian Bwenda, Didier de Failly sj, Bruno Kaiwa, Marcos Ibez y Ferdinand Mughiriwa sj. Para la investigacin en India, nos gustara agradecer a Luca Arana, Robert Arockiasamy sj, Jimmy Dabbhi sj, Lancy Lobo sj, Stany Pinto sj, Amalraj Sebastian sj y Anthony Vedam sj. En Euskadi, un agradecimiento especial para Xabier Etxebarria de la Universidad de Deusto, Felipe Gmez, del Instituto de Derechos Humanos, Javier Arellano del Centro de tica Aplicada. Y para las personas voluntarias que, solidaria y gratuitamente, han confiado en nosotras y nos han apoyado en las numerosas tareas que son imprescindibles para avanzar en este trabajo: Anabel Can, Celsa Hierro, Maria Andrea Melo, Elena Ochoa de Eribe y Pedro Roy. Un agradecimiento especialmente afectuoso para las personas que integraron el Grupo Multirea de ALBOAN y nos han alentado y guiado en el empeo: Miryam Artola, Sandra Delgado, Nacho Eguizabal, lvaro Gonzlez, Cristina Maoo y Jon Sagastagoitia sj. Finalmente, un agradecimiento envuelto en un abrazo inmenso para Ana Egua Marln Eizaguirre y Mary Tere Guzmn. Bihotz-bihotzetik, mile esker.

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ndice1. Presentacin 1.1. Nota metodolgica y mirada a la realidad 2. Ixcn, Guatemala: resistencia indgena y derecho a la consulta 2.1. Una mirada al contexto nacional y regional 2.1.1. Guatemala: la nacin herida 2.1.2. Ixcn: diversidad y lucha 2.2. Problemas de ayer y de hoy 2.2.1. El despojo recurrente y la cuestin agraria 2.2.2. El enfrentamiento entre dos modelos de desarrollo 2.2.3. El caso de la represa Xalal y el informe CIFCA 2.3. La accin social de las comunidades: resistencia indgena 2.3.1. Identidad maya: tierra y territorio 2.3.2. Principales desafos en la estrategia de resistencia 2.3.3. Principales instrumentos para la resistencia en el Ixcn 2.4. El rol de la sociedad civil 2.5. Conclusiones 3. Katanga, Repblica Democrtica del Congo: El fenmeno de la minera artesanal 3.1. Una mirada al contexto: nacional y provincial 3.1.1. Contexto nacional: un tenso perodo de recuperacin 3.1.2. El contexto provincial: Katanga en la encrucijada 3.2. Minera artesanal en Katanga 3.2.1. Gran tamao 3.2.2. Larga cadena de produccin y comercializacin 7 10 13 14 14 18 20 20 21 23 26 26 28 32 36 38 43 44 44 47 50 51 54

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3.3. Leyes y polticas relacionadas con la minera artesanal 3.3.1. El nacimiento del Cdigo Minero en 2002 3.3.2. Poltica minera: una poltica de hechos, no de documentos 3.4. Accin social: desafos y estrategias 3.5. El rol de la sociedad civil 3.6. Conclusiones 4. Gujarat, India: la implementacin de la ley de derechos forestales 4.1. Una mirada al contexto 4.1.1. India: mltiples transiciones 4.1.2. Gujarat: un estado en fuerte crecimiento 4.1.3. Tribus en transicin: los adivasi en Gujarat 4.2. La Ley de Derechos Forestales de la India (LDF) 4.2.1. Historia y contenidos 4.2.2. Valoraciones de la ley 4.3.2. Obstculos identificados: intereses econmicos y mentalidades 4.3.3. Debilidades silenciosas 4.4. Accin social combinada 4.4.1. Organizaciones de base, activistas y Adivasi Mahasabh 4.4.2. Estrategias de accin social 4.4.3. La cuestin del liderazgo y el trabajo en red 5. Conclusiones y mltiples aprendizajes 6. Reflexiones desde la tica y la justicia social Bibliografa

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1. Presentacin

En cualquier sociedad, existe una profunda interdependencia entre la vida social y el entorno natural. De hecho, la cuestin de los recursos naturales y, en concreto, de cmo se determina la propiedad de los mismos y de cmo se regula su uso, ha sido y sigue siendo un elemento crucial en la construccin de la sociedad. La intensificacin del proceso de globalizacin y la fuerte expansin de la economa mundial de las ltimas dcadas ha reforzado la importancia del control de los recursos naturales. Hace treinta aos los economistas predecan que la economa tenda a desmaterializarse, ganando importancia el conocimiento frente a los recursos naturales. Sin embargo, no ha sido sa la tendencia dominante. La creciente importancia del conocimiento y la informacin ha ido en paralelo a un incremento sin precedentes de la demanda de recursos naturales. Como ha pasado en otros momentos de la historia, la presin sobre los recursos tiene repercusiones inmediatas sobre las normas que regulan su explotacin y uso. En ese contexto, es importante preguntarse cmo los cambios referidos al control y uso de los recursos naturales afectan a las poblaciones que tradicionalmente han usado esos recursos o que se ven afectadas por su explotacin. Adems es importante hacer ese anlisis asumiendo la perspectiva de las poblaciones directamente afectadas. En los ambientes urbanos e hiper-tecnificados del viejo mundo rico, pero tambin entre las clases privilegiadas de los pases emergentes, crece la tendencia y la tentacin de olvidar que el sustento fundamental sobre el que se construye la vida de todas las personas es, sin excepcin, la naturaleza. sta conforma el sustrato de la economa material, que mantiene una dependencia estrecha de la naturaleza7

para poder operar. Por el contrario, la constatacin de esta interdependencia sociedad-entorno natural sigue estando muy presente para las personas que dependen mayoritariamente de los recursos naturales para su subsistencia material e incluso cultural y espiritual. Este documento asume la perspectiva de dichas personas. Los problemas a los que se enfrentan y las formas en las que se organizan para defender su territorio, reclamar sus derechos y/o proponer formas alternativas de concebir la propiedad y la gestin de los recursos naturales1, configuran el ncleo temtico principal de esta publicacin. Como otras veces ha ocurrido a lo largo de la historia, hoy tambin existen intensos conflictos en torno al acceso y uso de los recursos naturales, y el control de los territorios donde stos se encuentran. Sin embargo, esta vez el escenario es planetario y la intensidad est llegando a unos peligrosos umbrales de insostenibilidad2. Los tres casos que se presentan sirven para ilustrar algunos de los aspectos ms relevantes y visibles de este fenmeno contemporneo de conflictividad asociado a la expansin de la economa internacional: (i) territorios codiciados por industrias que hacen un uso intensivo de la tierra y los recursos (extractivas, hidroelctricas, forestales, agro-industria y ganadera extensiva); (ii) poblaciones vulnerables y sometidas a crecientes presiones; y (iii) fuerte presencia de redes criminales o quasi-criminales (como narcotrfico y mafias de todo tipo). Los tres casos tambin sirven para ilustrar cmo se est organizando la accin social ante este tipo de escenarios: desde la debilidad de la accin de los mineros de Katanga, hasta los planteamientos de resistencia y defensa en torno al territorio, la identidad y la cosmovisin de las comunidades del Ixcn, pasando por la lucha selectiva que la poblacin adivasi de Gujarat est protagonizando a la hora de reclamar los derechos forestales. Los tres casos revelan la amplia diversidad de modos y formas de accin social que se estn empleando para hacer frente a estos problemas, una diversidad que vienen explicada por factores como: (i) el tipo de actividad econmica y su recurso asociado; (ii) los intereses geopolticos en juego; (iii) la fuerza o debilidad del Estado en dicho territorio, y (iv) el grado de unidad y conciencia de grupo existente entre la poblacin afectada. Las organizaciones que trabajamos por la solidaridad tenemos el compromiso de acompaar a las poblaciones que son despojadas de sus recursos o que venPara una aproximacin a este tema, ver video presentado en 2011 por ALBOAN titulado Tiene dueo la naturaleza? Para un planteamiento de los escenarios de conflictividad futura, ver AAVV. (2011). Dossier La conflictividad que viene. Madrid: Fuhem/CIP-Ecosocial.

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amenazados sus medios de vida. Para ello, resulta de vital importancia entender los factores que fortalecen la capacidad de esas poblaciones de organizarse para defenderse y proponer una gestin ms justa y sostenible del territorio y de los recursos. De hecho, es cada vez ms frecuente la implicacin de organizaciones que promueven el desarrollo y la justicia internacional en investigaciones y proyectos que vinculan la justicia ambiental y la sostenibilidad con la promocin de los derechos humanos y el desarrollo humano3. Aunque esta implicacin no es nueva, est adquiriendo nuevos matices con el recrudecimiento de la crisis climtica y la agudizacin de los conflictos socio-ambientales. Esta publicacin es un ejemplo del creciente inters y compromiso de las organizaciones de cooperacin internacional con las poblaciones que defienden su derecho a controlar y usar de manera sostenible los recursos naturales de los territorios donde viven. Para avanzar en ese compromiso, ALBOAN trata de entender mejor los problemas y retos de las poblaciones a las que acompaamos. Tenemos el convencimiento de que eso nos ayudar a mejorar nuestro servicio a esas poblaciones en distintas partes del mundo y, tambin, a promover cambios en nuestro entorno que disminuya la presin sobre los recursos de esas poblaciones. Esta publicacin forma parte de un proyecto co-financiado por el Gobierno Vasco en la convocatoria 2009 dentro del captulo de proyectos de educacin para el desarrollo. En el marco de ese proyecto se han realizado actividades de investigacin, sensibilizacin y organizacin de espacios de dilogo y reflexin sobre los desafos que plantea la gobernanza de los recursos naturales para la justicia social. Los tres casos que presentamos son una muestra de estos desafos y de los problemas que generan, as como de la respuesta de las poblaciones directamente afectadas. El documento comienza describiendo el caso de las comunidades del Ixcn en el norte de Guatemala, contina con el caso de los mineros artesanales de la regin de Katanga en el sur de la RD Congo y finaliza con el caso de las poblaciones autctonas (adivasis) del Estado de Gujarat, en el oeste de la India. El desarrollo

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Ejemplos recientes de esta implicacin son el Informe Mundial sobre el Desarrollo Humano del ao 2011 titulado Sostenibilidad y equidad: Un mejor futuro para todos del PNUD, el Informe 2012 de la organizacin Social Watch titulado Desarrollo sustentable: El derecho a un futuro, el Informe 157 publicado en enero de 2012 de Oxfam titulado Olvidados por el G-20? Cmo la desigualdad y la degradacin medioambiental amenazan con excluir a las personas pobres de los beneficios del crecimiento econmico, o el Informe Especial sobre Ecologa titulado Sanar un mundo herido del Grupo de Trabajo sobre Ecologa publicado en 2011 por el Secretariado para la Justicia Social y la Ecologa de la Compaa de Jess. Es necesario sealar aqu que la publicacin de estos informes tambin se entiende en el contexto preparatorio del 20 aniversario de la Cumbre de la Tierra, tambin llamada Conferencia Ro + 20 que se celebrar en Rio de Janeiro en junio de 2012.

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de cada uno de los casos sigue una lgica de tres pasos: 1. contextualizacin nacional y regional, 2. descripcin de los problemas asociados al acceso y uso de los recursos naturales y 3. anlisis de la accin social de las comunidades y poblaciones para hacer frente a dichos problemas. Posteriormente, se aade un breve contraste de los tres casos, donde se extraen los principales aprendizajes y se sugieren algunas vas para profundizar en la investigacin. Finalmente, se presentan algunas de las reflexiones que surgen desde la tica y la justicia social, a la luz de los tres casos que se exponen.

1.1. Una nota sobre la metodologa y la mirada a la realidadLa presente publicacin trata de resumir en un solo documento una investigacin de carcter prctico que nos ha llevado al Ixcn, Katanga y Gujarat en el periodo comprendido entre agosto de 2009 y junio de 20114. Dicho trabajo de campo ha venido acompaado por la revisin de literatura y el contraste con informantes clave sobre el terreno. En el trabajo de campo hemos empleado diversas tcnicas para recopilar informacin: e (i) revisin de informes y documentos oficiales; (ii) entrevistas individuales y colectivas, (iii)grupos focales con las poblaciones afectadas (cuando ha sido posible), (iv) y visitas de campo a los lugares afectados (comunidades y caseros remotos del Ixcn, explotaciones mineras artesanales en Katanga, distritos con los porcentajes ms altos de tierra forestal en Gujarat)5. La redaccin de los estudios de caso se ha hecho en colaboracin con las organizaciones aliadas con las que ALBOAN ha colaborado en cada uno de los tres pases. El trabajo de campo se ha visto dificultado por la peligrosidad y violencia existente en las regiones seleccionadas (sobre todo en el caso de algunos campamentos mineros de Katanga) y por las importantes restricciones de acceso a documentos y determinadas estadsticas oficiales y a las opiniones de autoridades y representantes del Estado. La necesidad de emplear diversas lenguas (francs, castellano, swahili, gujarati y qeqch) ha aadido complejidad al proceso de investigacin. Para resolver el problema, hemos utilizado el ingls como lengua de comunicacin entre todas las personas involucradas en el trabajo y para la redaccin de los primeros borradores.La investigacin de campo se realiz en la siguientes fechas: Agosto de 2010 (Ixcn, Guatemala), Enero de 2011 (Katanga, RD Congo) y Junio de 2011 (Gujarat, India). 5 En el proyecto han participado las siguientes organizaciones, coordinadas por la Fundacin ALBOAN: Asociacin Puente de Paz del Ixcn (Guatemala), Centre Pour lAction Social -CEPAS- antena de Katanga (RD Congo) y Behavioural Social Center -BSC- Gujarat, India.4

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En resumen, sta es una investigacin que sintetiza desde la prctica algunas de las experiencias de accin social y movilizacin por las que las poblaciones locales tratan de defender su territorio y mantener o ganar el acceso a los recursos naturales y el control de su uso. Para hacer este anlisis hemos asumido la perspectiva de las organizaciones locales con las que trabajamos, as como su inters en dar voz y poder a las comunidades a las que acompaan.

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2. Ixcn, Guatemala: resistencia indgena y derecho a la consultaEl caso de las comunidades del Ixcn, en el Norte de Guatemala, ilustra bien el fenmeno contemporneo de una creciente presin sobre el territorio y los recursos naturales que enfrenta la resistencia de la poblacin local, en un contexto de militarizacin. La accin social de las comunidades indgenas y campesinas del Ixcn se organiza en torno a la defensa de su territorio, amenazado simultneamente por las industrias extractivas, los megaproyectos, la agroindustria y el narcotrfico. Las comunidades resisten e intentan construir un proceso de participacin social que contiene tambin una propuesta de modelo de desarrollo y convivencia con el entorno, planteado desde unas permisas diferentes o alternativas. El presente documento describe las caractersticas de esta accin social que han emprendido las comunidades del Ixcn en torno a la resistencia a esta batera de amenazas. En un primer momento, se realiza una mirada interpretativa hacia el contexto, tanto nacional (de Guatemala) como regional (del Ixcn), que pone su acento sobre las condiciones de discriminacin estructural hacia las poblaciones y las personas, desde un planteamiento del despojo recurrente6. En un segundo momento, se aborda la problemtica contempornea que surge en torno a la batera de amenazas que se ciernen sobre el territorio del Ixcn: la construccin de hidroelctricas y la introduccin y expansin de las industrias

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Despojo recurrente es una expresin utilizada por la autora Liza Granda para referirse al proceso histrico de prdida de control sobre las tierras que ha experimentado el pueblo qeqchi desde la poca de la invasin espaola.

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extractivas, y particularmente el petrleo, agroindustria, en un contexto de empeoramiento de las condiciones de seguridad7. En un tercer momento, se analiza la accin social de las comunidades afectadas, comenzando con una caracterizacin centrada en la identidad maya qeqchi y su estrecha vinculacin con la defensa de la tierra y el territorio. As pues, se identifican tres grandes desafos o mbitos en torno a los que se organiza la accin social para la defensa del territorio y de los medios de vida: garantizar los derechos individuales y colectivos a la tierra y al territorio, fortalecer la accin poltica y enfrentar la modernidad. Por otra parte, se describen las principales estrategias de accin social que han emprendido las comunidades del Ixcn en sus esfuerzos de resistencia: la organizacin de consultas, la realizacin de movilizaciones y de una incipiente accin poltica que fortalezca la identidad comunitaria. Finalmente, se realiza una lectura del rol que ha tenido la sociedad civil y las organizaciones no gubernamentales presentes en la regin en lo que respecta al acompaamiento a estas comunidades y poblaciones en sus acciones de resistencia. Por ltimo, el informe aporta algunas conclusiones orientadas a fortalecer la accin social de las comunidades y de la sociedad civil para una mejor gobernanza de los recursos naturales y del territorio, enfocadas en la direccin de la promocin de la justicia socio-ambiental.

2.1. Una mirada al contexto nacional y regional2.1.1. Guatemala: la nacin herida Una mirada a la historia moderna y contempornea y a la realidad actual de Guatemala constata la existencia de unas profundas heridas asociadas a las condiciones de desigualdad estructural que persisten desde la poca de la invasin espaola y que se han ido reproduciendo, aunque con diferentes intensidades, a cada nuevo paso que se ha emprendido en la historia de Guatemala.

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Es imprescindible informar aqu del empeoramiento de las condiciones de seguridad en Guatemala. El Ixcn es uno de los municipios guatemaltecos donde hay presencia tanto de poderosos y emblemticos grupos de narcotraficantes (como los Zetas) como de las fuerzas de lite del ejrcito Guatemalteco llamados los kaibiles.

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Ixcn

Fuente: CIA. World Factbook.

Tabla 1. Indicadores bsicos de Guatemala Poblacin ndice de Desarrollo Humano-IDH (ranking mundial) Ingreso per cpita (en USD constantes de 2005) Coeficiente de Gini Esperanza de vida (aos) Educacin (promedio aos de escolaridad) ndice Desigualdad de Gnero Pobreza multidimensional (% poblacin total) Pobreza extrema (% poblacin total) Huella ecolgica (hectreas per cpita) 14.713.763 0,574 (131/187) 4.167 53,7 71,2 4,1 109/187 25,9 14,5 1,8

Fuente: Elaboracin propia, a partir de proyeccin datos del Censo de Guatemala realizados por el Instituto Nacional de Estadstica de la Repblica de Guatemala y a partir de datos Informe Mundial Desarrollo Humano 2011.

A comienzos de 2012, Guatemala se presenta como un pas multitnico de 14 millones de habitantes. Con un ndice de Desarrollo Humano (IDH) que alcanza los 0,574 puntos, se sita en una posicin intermedia en el ranking global del desarrollo15

humano (entre Marruecos e Irak). Una comparativa regional, no obstante, revela una realidad un poco ms sombra: ocupa la posicin ms baja en el ranking de las naciones americanas (a excepcin de Hait), aunque precedido a poca distancia por Nicaragua y las naciones vecinas del Tringulo Norte (Honduras y El Salvador). La mirada regionalizada y ms pormenorizada8 de algunos de los indicadores producidos por organizaciones internacionales, gobierno guatemalteco y ONGD, permite caracterizar a la nacin guatemalteca por la intensidad del fenmeno de la violencia, la persistencia de la desigualdad estructural y la alarmante precariedad de algunos colectivos sociales. As pues, el fenmeno de la violencia en Guatemala se traduce en una de las tasas ms elevadas de violencia del mundo, fuera de las zonas declaradas en guerra, con 42 muertes violentas por cada 100.000 habitantes. Esto son 6.000 muertes al ao, aproximadamente la misma cifra que los 27 pases de la UE9. El fenmeno de la violencia en Guatemala es complejo y requiere de una interpretacin profunda, que tenga en cuenta tanto la historia convulsa de la nacin y sus cicatrices, como las condiciones del entorno geo-econmico y poltico en las que se ha desenvuelto esta historia. La creciente intensificacin de la violencia, a solo 15 aos de los Acuerdos de Paz, se explica en gran parte por el empeoramiento de las condiciones de este entorno y la gran debilidad del Estado y la institucionalidad democrtica en Guatemala. Esto ha facilitado la penetracin del narcotrfico (la criminalidad y la inseguridad asociadas) hasta unos umbrales alarmantes ante los que el Estado, pero tambin parte de la opinin pblica guatemalteca, solo est viendo la posibilidad de reaccionar a travs de una mayor militarizacin10. En segundo lugar, la mirada al contexto permite apreciar la persistencia del fenmeno de la desigualdad, que es capturada en parte por el alto Coeficiente de Gini, pero tambin por indicadores tan relevantes como el mapa de la pobreza extrema en Guatemala o los alarmantes porcentajes de malnutricin infantil que padece el pas11.

Para una mirada comparativa de los principales indicadores sociales, se recomienda Morales, H. (2010). Cooperacin internacional en Centroamrica. Mirada crtica desde los sujetos polticos regionales. Ciudad de Guatemala: Movimiento Tzuk Kim-Pop. Sector Mujeres. Centro Amrica por el Dilogo (CAD). 9 International Crisis Group. (2011). Guatemala: Drug Trafficking and Violence. Latin America Report. N 39. 10 Los mensajes de combate y derrota de la violencia y narcotrfico predominaron en las ltimas elecciones presidenciales guatemaltecas, de las que sali electo el General Otto Perez Molina. 11 Ver Palmieri Santisteban, M. & Delgado Valenzuela, H. L.(2009/2010). Anlisis situacional de la malnutricin en Guatemala: sus causas y abordajes. Cuaderno de Desarrollo Humano. Banco Mundial. Para una visin periodstica del tema de la desnutricin y malnutricin, se recomienda ver el documental Primero Dios de Fernando Martn Llorente.8

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La persistencia de esta desigualdad estructural tambin obedece a una multiplicidad de factores y requiere de una interpretacin amplia y compleja, que no es ajena ni a la historia ni a los procesos de la economa poltica internacional. En cualquier caso, son abundantes las fuentes que identifican la cuestin agraria y la desigual estructura de la propiedad y tenencia de la tierra como una pieza interpretativa clave para comprender el fenmeno de la desigualdad, sobre todo en las zonas rurales de Guatemala12. Si bien desde los Acuerdos de Paz se ha intentado abordar la cuestin agraria, los resultados de los complejos procesos de regularizacin estn siendo, cuando menos, ambigos, y la cuestin de la tierra contina siendo un elemento esencial en las luchas sociales y polticas de las grandes mayoras indgenas y campesinas de Guatemala. En este sentido, es necesario subrayar el carcter multicultural y plurilinge de Guatemala, donde coexisten 4 pueblos (maya, xinca, garfuna y mestizo), se hablan 22 idiomas, y donde la poblacin indgena representa ms del 40% de los habitantes. La desigualdad social est marcada por un sistema racista que histricamente ha excluido y oprimido a los pueblos indgenas, lo cual se refleja en diversos indicadores de desarrollo humano. Por ejemplo, la pobreza en Guatemala, afecta al 71,9% de la poblacin donde la jefatura del hogar es indgena, frente al 44%, donde la jefatura es no-indgena. As mismo, la tasa de alfabetismo es muy dispar entre unos y otros: mientras que el 79,6% de la poblacin no-indgena est alfabetizada, este porcentaje disminuye a un 52,3% para la poblacin indgena13. Por otra parte, tambin es necesario destacar la existencia de dosis de dinamismo social, auto-organizacin y, en definitiva, capacidad de resistencia por parte de la poblacin guatemalteca. Este dinamismo se est expresando en el mundo rural guatemalteco por dos fenmenos que se estn produciendo simultneamente y pueden parecer contradictorios, ya que uno mira hacia adentro y otro hacia fuera. Por un lado, el fortalecimiento de la identidad indgena y la auto-organizacin que busca asentarse sobre el territorio y los valores propios14; por otro, una migracin de mltiples caras y dimensiones, que es tanto permanente como temporal, generando migraciones internas y externas, sobre todo al norte del continente (fundamentalmente hacia Mxico y Estados Unidos).

Para una sntesis de la relacin entre violencia y conflectividad agraria, ver captulo I de la Memoria de Silencio. CEH. (1999). Guatemala. Memoria del Silencio. UNOPS. 13 Ver PNUD Guatemala. (2005). Diversidad tnico-cultural y ciudadana en un Estado plural. Informe de Desarrollo Humano. 14 Ver vdeo Li quanaaj: Li be re xtawbal li qaxe. Territorio: El camino a las races. Fundacin Seva. Fundacin Pro-Petn. Asociacin Popo Noj. Asociacin El Observador. Oxfam Internacional.12

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En resumen, Guatemala llega al 2012 con un pasado convulso y una historia marcada por la violencia y la desigualdad, lo que la convierte en una nacin herida y vulnerable, pero tambin resistente. Las actuales condiciones del entorno geo-econmico y poltico de Guatemala han contribuido a empeorar el fenmeno de la violencia, con la irrupcin del narcotrfico y la vuelta a la militarizacin. La persistencia de la desigualdad y de la pobreza estructural est asociada a la compleja cuestin agraria guatemalteca y afecta de una manera especial a los pueblos indgenas. 2.1.2. Ixcn: diversidad y lucha Ixcn es un municipio ubicado en el extremo norte del Departamento de Quich, en la frontera con el estado de Chiapas de Mxico. Dos de las caractersticas que mejor ayudan a definir el Ixcn contemporneo son la diversidad y la lucha. Una diversidad que es tanto ecolgica como social, y que se atribuye tanto a su ubicacin geogrfica y a su orografa, como a las caractersticas de su accidentado proceso de poblamiento15 que tiene su origen en la huda de campesinos sin tierra de las fincas cafetaleras y del sistema de colonato en busca de unas mejores condiciones de vida. As pues, el municipio del Ixcn, engloba en sus 1.575 kilmetros cuadrados de tierra fronteriza a una poblacin diversa, repartida en 186 comunidades distribuidas en 7 micro-regiones16. Constituido en 1985 (ha sido el antepenltimo municipio en ser constituido), presenta unos ndices de pobreza y analfabetismo, desnutricin y muerte materno-infantil que son superiores a la media nacional. A pesar de ser un territorio de vocacin eminentemente forestal (menos del 20% del territorio tiene vocacin agrcola) la poblacin del Ixcn depende de las actividades agrcolas para su subsistencia, que est centrada en el cultivo del maz, principalmente para consumo propio, y del cardamomo para la generacin de ingresos, y que se nutre del bosque para el consumo de lea. La poblacin actual es de unos 78.000 habitantes, de los cuales el 63% son mujeres, desequilibrio que se debe a la emigracin de varones a Estados Unidos en busca de trabajos mejor remunerados17. El 88% de la poblacin es indgena, de los grupos qeqch, mam, qanjobal, akateko, kich, kakchikel, chuj, poqomch, ixil,

Vallejo Real, I. (2000). Ixcn. Configuraciones de una regin multi-tnica: identidad, relaciones intertcnicas y conflicto. CIRMA. Centro de Investigaciones de Mesoamrica. Pastoral Social/ IBIS. 16 www.actionaidguatemala.org/espa%F1ol/factsheet.pdf 17 Ver www.sjmcentroamerica.org/guatemala y http://ciesas.edu.mx/proyectos/relaju/cd_relaju/Ponencias/Mesa%20Su %C3%A1rez%20y%20Sorensen/UgaldeGonzalezMiguel.pdf15

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popt, ach. Un 10% de la poblacin es ladina (mestiza). Esta gran diversidad tnica y lingstica tiene su explicacin en la configuracin del Ixcn a partir de desplazamientos y una dinmica de dispora forzada. De hecho, en una primera etapa se produce una colonizacin asociada a la bsqueda de tierras de cultivo. Especialmente, de los grupos qeqch, procedentes de la regin vecina de Alto Verapaz. Posteriormente, y durante el conflicto armado, el Ixcn se convierte en escenario preferente del conflicto armado: es tanto territorio geo-estratgico para la insurgencia y contrainsurgencia como espacio de resistencia y refugio de montaa para la poblacin civil. Con el recrudecimiento de los combates, se produce un xodo masivo y el desplazamiento forzado de dicha poblacin hacia Mxico y otras partes del pas. Finalmente, el Ixcn vive una fase de retorno, que se produce de varias maneras: readjudicaciones y repoblamiento auspiciado por el gobierno durante la dcada de los 80 como parte su estrategia contrainsurgente, repatriacin voluntaria entre 1987 y 1988, y finalmente el retorno organizado entre 1993 y 1995. Actualmente, el Ixcn contina siendo un territorio amenazado y es el escenario de unas intensa luchas por la apropiacin de los recursos naturales y por la defensa del territorio. La regin y sus recursos es codiciada tanto por las grandes empresas del sector energtico y las del sector petrolero, como por la agroindustria. Por otra parte, es un territorio que ha estado y est fuertemente militarizado18, donde cada vez se hace ms presente el narcotrfico, reina el desorden legal en la titulacin de las propiedades, es muy latente la cultura de la violencia y el autoritarismo, y estn todava muy presentes las heridas de su pasado reciente19. Sumado a eso, tambin se est produciendo un retroceso de la selva, vinculado fundamentalmente a la tala legal e ilegal de los bosques. El avance de la frontera agrcola y ganadera se ha ido sosteniendo precariamente sobre la tcnica de la quema y roza (slash & burn). Todos estos factores, junto a procesos complejos asociados al calentamiento global, estn provocando serias alteraciones en los suelos y en las precipitaciones, amenazando el frgil equilibrio ecolgico y humano del Ixcn.

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Iznardo, F. (2002). Militarizacin en el Ixcn: delgadas lneas rojas. Guatemala: Revista Envo. Centro para la Acin Legal en Derechos Humanos (CALDH). Guatemala: Pronunciamientos de las organizaciones sociales del Ixcn: no a la remilitarizacin. Ixcn, 2 de octubre de 2009. Firmado por ms de 35 organizaciones sociales y movimientos.

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An as, las comunidades han ido desarrollando un modelo de vida acorde con su cultura e identidad y la poblacin ha protagonizado una resistencia que se ha ido concretando en cooperativas agrcolas20, levantamientos y procesos auto- organizativos muy importantes, como la celebracin de una consulta comunitaria en 2007 en relacin con la construccin de la hidroelctrica Xalal. En resumen, tras tres decenios de guerra y una cuarta dcada de regreso y recuperacin, el Ixcn se descubre ahora como un territorio de una gran diversidad, tanto ecolgica como social, con una historia e identidad propia. Pero tambin es un precario espacio de disputa por la explotacin de los recursos naturales, y en consecuencia, un escenario de lucha por la defensa del territorio y de una manera de vivir.

2.2. Problemas de ayer y de hoy2.2.1. El despojo recurrente y la cuestin agraria Todo proceso social tiene un origen, un desarrollo y varias formas de interpretarlo. Tambin lo tienen el proceso de resistencia indgena que enmarca este estudio. De hecho, son mltiples las voces y documentos que invitan a entender la resistencia indgena en el Ixcn dentro de un proceso histrico de ms amplio alcance, que requiere de una interpretacin y de la elaboracin de su propia genealoga21. En cualquier caso, la versin contempornea del despojo recurrente y de la resistencia indgena del Ixcn hunde sus races en este proceso histrico, que vuelve a expresarse nuevamente a travs de la conflictiva cuestin agraria. As pues, con los Acuerdos de Paz en 1996 se inaugura un periodo de paz y reconciliacin que, en principio, busca poner las bases de una nueva sociedad ms equitativa. De hecho, se alude a dos reformas claves para avanzar en dicha direccin: la reforma agraria y la reforma fiscal. Sin embargo, a 15 aos de los

Con respecto a las cooperativas agrcolas del Ixcn, existe una narrativa que considera que se dio en el territorio un notable progreso econmico en los aos 70 atribuible a este impulso cooperativista (ver Vallejo, I. (2000). Ixcn: Configuraciones de una regin multi-tnica: identidad, relaciones intertnicas y conflicto. CIRMA. Centro de Investigaciones de Mesoamrica. Pastoral Social/ IBIS Dinamarca (pgina 36). 21 Grandia, L. (2009). Tzaptzooqueb: El despojo recurrente del pueblo qeqch. Ciudad de Guatemala: Avancso.20

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acuerdos, los avances que se han producido son escasos y se comienza a hablar de un retroceso, que abre el camino para una nueva y quizs ms peligrosa versin del despojo. Ms en concreto, en los mbitos rurales y mayoritariamente indgenas como el Ixcn, la accin del gobierno guatemalteco, promovida por el Banco Mundial, se centra en la titularizacin individual de las tierras. Se argumenta que la certeza jurdica que otorga dicha titularizacin permitir a las familias gestionar mejor su presente y el futuro de sus hijos e hijas. No se presta atencin ni se buscan mecanismos para fomentar los derechos colectivos o titularizaciones ms acordes con las maneras en las que de hecho las familias y comunidades vienen gestionando los territorios y los recursos naturales. De hecho, la titularizacin individual ha abierto la puerta a una versin del despojo que hace uso de la tcnica del divide y vencers. Las familias pueden ahora vender o hipotecar sus tierras, una tentacin que puede ser bastante irresistible para el caso de familias pobres y vulnerables (por ejemplo, a la enfermedad, pero tambin a la deuda). Los fuertes intereses corporativos del sector agroindustrial y ganadero son los primeros beneficiados por este proceso: les permite comprar y concentrar tierras que ya han sido trabajadas, taladas, cultivadas y limpiadas por unas familias pobres y vulnerables ante la promesa de un dinero en efectivo22. 2.2.2. El enfrentamiento entre dos modelos de desarrollo Son dos los modelos de desarrollo y de plantear la gestin y explotacin del territorio y los recursos naturales que estn en disputa en el Ixcn. Por un lado, un modelo que se asienta sobre los cimientos de la tecnologa y la economa capitalista, vinculado a las industrias extractivas, la agroindustria, y los proyectos hidroelctricos, que ponen el nfasis el uso ms racional de la tierra y los recursos para la obtencin de beneficios. Este modelo de desarrollo, de carcter claramente capitalista, queda representado por un proyecto de muy amplio calado impulsado por el gobierno guatemalteco desde la dcada de la dcada de los 70 conocido como Franja Transversal

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Ver Hurtado, L. (2008). Las plantaciones para agrocombustibles y la prdida de tierras para la produccin de alimentos. Actionaid.

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Norte23 (FTN), vinculada tambin a la expansin del Plan Puebla Panam (PPP) para el istmo centroamericano24. Este plan del Gobierno de Guatemala25 para el desarrollo del norte del pas data de los aos 70. Durante los duros aos de conflicto armado los proyectos de la FTN quedaron en suspenso. Pero a partir de los aos 90 se reanudaron los trabajos centrados en una intensa explotacin de los recursos naturales (agua, minerales, petrleo, cultivo extensivo de agro-combustibles), causando una disputa por el uso de la tierra dedicada a la produccin agrcola que asegura su subsistencia. La explotacin petrolera y la siembra de agro-combustibles implementada en la regin no han conllevado una mejora del nivel de vida de la poblacin. Por otra parte, es evidente la existencia de otro modo de contemplar al territorio (y los recursos naturales) y de plantear los modos y los sistemas de vida, y las alternativas. Este modelo es el que estn practicando los campesinos, indgenas mayoritariamente, y que de alguna manera reivindican a travs de sus acciones polticas. Es el modelo campesino26 basado en las pequeas explotaciones y los conocimientos tradicionales, y que est estrechamente vinculado con la bsqueda de la autosuficiencia econmica, fundamentalmente en lo relacionado con la alimentacin familiar. Este modelo o visin del desarrollo o de la buena vida se inserta dentro de una cosmovisin que contempla la vida y los recursos para la subsistencia como parte de un todo, integrado e indisoluble.

La franja Transversal del Norte es una franja territorial que se encuentra en el norte de Guatemala. Tiene una longitud aproximada de 362 kilmetros por 40 kilmetros, y atraviesa los departamentos de Izabal, Alta Verapaz, Quich y Huehuetenango. Cuenta con una de las riquezas naturales ms grandes del pas y est cubierta por ecosistemas de bosques tropicales de baja altitud, siendo el clima clido el predominan te en esta regin. En dicha franja, se encuentran asentados varios pueblos indgenas donde predominan los qeqchs, que llegaron a este territorio durante la poca liberal del siglo XIX. Muchas de estas comunidades indgenas han sabido organizarse comunitariamente y han preservado el medio ambiente. En esta regin tambin est ubicado el campo petrolero Rubelsanto, el segundo campo de mayor explotacin petrolera del pas. 24 Inclua la construccin de carreteras, apertura de explotaciones mineras, explotacin masiva de recursos forestales, hdricos, exploraciones, licencias y explotaciones petroleras, cultivo de palma africana como agro-combustible 25 El Gobierno de Guatemala promueve el proyecto de presa hidroelctrica Xalal para atender la creciente necesidad de energa y la posibilidad de exportar energa a los pases vecinos. Infopress Centroamericana, No. 1723, Hidroelctrica a licitacin, Guatemala, septiembre 2007. 26 Para una discusin en profundidad de las diferencias entre el modo imperio de organizacin de la vida y el modo campesino, ver Douwe van der Ploeg, J. (2010). Nuevos campesinos. Campesinos e imperios alimentarios. Barcelona: Icaria editorial.23

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Estos dos modelos han comenzado a colisionar en el Ixcn. Ambos modelos no estn igualmente posicionados en la escala de poder y fuerza. Un ejemplo de ellos es la FTN, que tiene ms poder, ms dinero y ms tecnologa; el respaldo del Estado, de una ideologa y de una opinin pblica que ve en este modelo de desarrollo una va para superar el atraso, la pobreza y las dificultades, pero que ignora la opinin y las expectativas de los habitantes de esas comunidades. Por otro lado, se ubican las comunidades campesinas, que slo se tienen a si mismas y a quienes les acompaan, y mucho que perder. 2.2.3. El caso de la represa Xalal y el informe CIFCA27 Una de las manifestaciones ms recientes de este proceso de despojo en el Ixcn adopta la forma de proyecto hidroelctrico y se llama represa Xalal. No es un proyecto aislado ni un accidente de la historia, sino una manifestacin ms de la voluntad deliberada del Estado guatemalteco y de intereses corporativos tanto internacionales como nacionales por explotar los recursos naturales que abundan en el Ixcn. Y, en especial, del agua, para su conversin en energa y en negocio hidro-energtico. Esta ltima ofensiva se produce en un contexto de incertidumbre legal con respecto a la titularidad de la tierra, de importante precariedad econmica y social y de inseguridad humana. En definitiva, de vulnerabilidad de las familias y de las comunidades indgenas. Sin embargo, el proyecto Xalal tambin ha permitido visibilizar ante la opinin pblica internacional esta problemtica, ejerciendo cierta presin sobre los poderes nacionales, como lo demuestra la publicacin de informes (como el de CIFCA) que exponen los problemas, sugieren recomendaciones, y que han logrado cierta visibilidad nacional e internacional. El gobierno de Guatemala planea construir el Proyecto Hidroelctrica Xalal en la confluencia de los ros Chixoy y Copn, en una regin selvtica, habitada por comunidades mayas qeqchis. Con una capacidad instalada de 181 MW esta hidroelctrica sera la segunda ms importante del pas. El proyecto fue considerado dentro del Plan Maestro de Electrificacin Nacional, publicado por el Instituto Nacional de Electrificacin (INDE) en el 2001, y retomado en el Plan de Expansin Indicativo del Sistema de Generacin 2008-2022. El Ministerio de Energa y Minas27

CIFCA. (2008). Xalal Desarrollo para todos? Impactos y obligaciones en derechos humanos del Estado de Guatemala en la planificacin y construccin de la hidroelctrica y represa de Xalal. Bruselas. CIFCA es la iniciativa de Copenhague para Centroamrica y Mxico.

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y el Programa Nacional de Competitividad realizan una activa campaa de promocin para atraer inversionistas al proyecto. De acuerdo a un estudio realizado por la organizacin ecologista Madre Selva, el embalse inundar 42 kilmetros cuadrados, afectando de manera directa las tierras de cultivo de 49 comunidades qeqchis en los municipios de Cobn, Uspantn e Ixcn.Cuadro 1. Presa Chixoy. Un desafortunado antecedente

La presa e hidroelctrica de Xalal tiene como antecedente la presa e hidroelctrica de Chixoy, kilmetros ms arriba de Xalal, construida por un grupo empresarial privado (LAMI) entre 1975-1983, en tiempos de dictadura militar. Se hicieron promesas de agua potable y de disponibilidad de electricidad a las poblaciones ms afectadas, pero la realidad fue que la presa inund 23 aldeas, afectando a una poblacin de ms de 6.000 indgenas mayas ach, que perdieron tierras, vas de comunicacin y espacios ancestrales sagrados. La construccin de la presa de Chixoy se inici sin informar ni consultar previamente a la poblacin afectada por la obra. La poblacin se vi obligada a abandonar sus aldeas, con gran sensacin de impotencia ante un proyecto que arrasaba con la vida y sobre el que no fueron informados ni mucho menos consultados. Con la percepcin de que la negociacin sobre las reubicaciones y compensaciones estaba viciada y bajo fuertes presiones, algunos lderes de las comunidades afectadas comenzaran una resistencia e intento de mejora de las negociaciones28. Estos intentos fueron reprimidos. Hubo masacres el Ejrcito y las Patrullas de Autodefensa Civil29 contra la poblacin civil (Ro Negro 1982 y 1983). Los supervivientes todava pelean por la compensacin econmica y el cumplimiento de los compromisos de construccin de carreteras y disponibilidad de electricidad prometidos.Fuente: Elaboracin propia, a partir del informe CIFCA-Iniciativa de Copenhague para Centroamrica y Mxico. (2008). Xalal. Desarrollo para todos? Impactos y obligaciones en derechos humanos del Estado de Guatemala en la planificacin y construccin de la hidroelctrica y represa de Xalal. Bruselas: CIFCA.

Accin Contra el Hambre, Memoria de la represa Chixoy Ro Negro. Una investigacin participativa del Asentamiento Pacux, Rabinal, Baja Verapaz. Guatemala, 2005. 29 El 13 de marzo de 1982 efectivos del Ejrcito de Guatemala y patrulleros de Autodefensa Civil de Xococ dieron muerte a 70 mujeres y a 107 nios de la aldea de Ro Negro, quedando vivos 18 nios y nias, que ms tarde fueron forzados a convivir durante casi dos aos con los mismos integrantes de las patrullas que ejecutaron a sus familiares. Fuente: Comisin de Esclarecimiento Histrico, Memoria del Silencio, Tomo I, Anexo I, Captulo VI, Caso Ejemplar n 10. Guatemala: 1999. 30 El proyecto consiste en una planta hidroelctrica con una capacidad instalada de 181 megavatios y con una generacin anual planificada de 886 GWs, lo que supone el 9% de la capacidad instalada y el 12% de la energa generada en Guatemala. El presupuesto asciende a 312 MM USD. Ver INDE. (2007). Situacin del subsector elctrico. Ciudad de Guatemala. p.33-38.28

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En cuanto al proyecto hidroelctrico de Xalal30, el Instituto Nacional de Electrificacin (INDE) y el Ministerio de Energa y Minas optaron por sacarlo a concurso en septiembre de 2007 bajo la modalidad llave en mano para consorcios formados con 80% de capital extranjero y 20% de capital nacional. El consorcio ganador debera asumir los estudios tcnicos, de factibilidad y de impacto medioambiental, la construccin de la central hidroelctrica, as como las negociaciones con las poblaciones afectadas por la obra. Como contraprestacin, operara por 30 aos la hidroelctrica, vendiendo la energa generada al INDE. Despus de 30 aos, INDE se hara cargo de la central. A pesar de que hubo empresas interesadas en licitar (AES de Estados Unidos, Insagen de Colombia, Unin Fenosa, Iberdrola y Endesa de Espaa, Taiwan Power Co. de Taiwan, Odebretch de Brasil, Enel de Italia, y capital mexicano), finalmente no presentaron oferta. Desde el INDE y el Ministerio de Energa y Minas lo achacan a la crisis econmica global y a la falta de liquidez en los mercados internacionales. Tambin se inform que algunas empresas no haban participado porque no encontraron el suficiente apoyo gubernamental para enfrentar la oposicin de las comunidades en contra de la central e identificaron riesgos en el proyecto como la parte social, ambiental y tarifas.31 Ante esta situacin, el Gobierno anunci estar estudiando otras modalidades considerando por un lado volver a licitar, y por otro, que un banco como el Banco Centroamericano de Integracin, o el Banco Interamericano de Desarrollo, o el Banco Mundial financien y subcontraten el proyecto. En este contexto de incertidumbres y hostilidad de la poblacin frente el proyecto Xalal, se publica el informe CIFCA con el objetivo de hacer un anlisis independiente desde un enfoque de derechos humanos, sobre el impacto que tendra la construccin de la hidroelctrica Xlala en las comunidades del rea, su vida, su base de subsistencia, su fuente de alimentacin, el acceso al recurso agua, el derecho a la vivienda y el acceso a la tierra. El informe CIFCA, al igual que otros informes similares32, subrayan la vulnerabilidad de la poblacin local, la colisin de intereses que engendra este proyecto (por un lado, la generacin de energa, por otro la defensa de un territorio y de la economa local) y proponen un espectroSiglo XXI, Xalal no interesa a inversionistas, Guatemala, 7 de noviembre 2008; Prensa Libre, Declaran desierta licitacin de hidrolctrica Xalal, Guatemala 7 de noviembre 2008. 32 Ver Botn, S. (2007). De qu sirve la luz para quienes no quieren ver la luz? Un primer acercamiento para conocer el proyecto hidroelctrico Xalal y la identificacin de las comunidades que posiblemente quedaran en el rea de influencia directa. Ixcn: Pastoral Social y FGARDA. (2009). Informe de situacin general sobre violaciones a los derechos colectivos de pueblos y comunidades indgenas afectadas y amenazadas por la construccin de hidroelctricas en Guatemala. Presentado ante el Comisionado Victor Abramovich. Relator de la CIDH sobre los derechos de los pueblos indgenas y asuntos de Guatemala.31

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de recomendaciones orientadas a garantizar los derechos ms fundamentales de las poblaciones locales. Y es que el proyecto Xalal est en una zona del pas donde se concretan muchos de los problemas estructurales del pas: la falta de certeza jurdica sobre la tierra para las poblaciones y comunidades, la disputa de la tierra y de los recursos naturales, esto es, la base de la vida, produccin y cosmovisin de los pueblos indgenas por parte de un modelo de desarrollo que protege los intereses de multinacionales por encima de las necesidades de las personas, y no protege la economa campesina e indgena frente a la produccin agrcola para la exportacin.

2.3. La accin social de las comunidades: resistencia indgena2.3.1. Identidad maya: tierra y territorio El ncleo de la accin social de las comunidades del Ixcn para la defensa de su territorio y de los recursos naturales se encuentra estrechamente ligado a la lucha por la supervivencia y a su cosmovisin, que plantea una forma diferente o alternativa de concebir el territorio y los recursos naturales y de gestionar su uso y cuidado.

La lucha por los recursos naturales es la ltima trinchera que les queda a los indgenas. O la defienden, o dejan de ser indgenas.Mximo Ba Tiul, Antroplogo y abogado guatemalteco.

Esta defensa se configura como fuente de la que bebe la accin social de resistencia frente a las amenazas que se ciernen sobre el territorio, como por ejemplo la construccin de centrales hidroelctricas, la exploracin y explotacin del petrleo y la introduccin de las industrias extractivas o la agroindustria. Esta accin social se centra en la resistencia frente a un modelo de desarrollo y una forma de concebir la explotacin de los recursos naturales que: (i) colisiona con las formas de concebir la vida y las relaciones con la naturaleza propia de la cosmovisin maya, (ii) amenaza directamente una forma de vivir o un estilo de vida que se caracteriza, en su esencia, por unos modos de produccin y consumo asentados sobre unos conocimientos y usos tradicionales de la tierra y los recursos, ms cercanos a los planteamientos de la agroecologa y de la economa campesina33.

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Para una aproximacin al tema, ver por ejemplo Gmez-Baggethun, E. (2011). Perspectivas del conocimiento ecolgico local ante el proceso de globalizacin, en Alvarez Cantalapiera, S. (coord). (2001). Convivir para perdurar. Conflictos ecolgicos y sabiduras ecolgicas. Barcelona: Icaria editorial.

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As pues, la resistencia indgena que estn protagonizando las comunidades del Ixcn contiene tanto componentes ideolgicos (en el sentido de defensa de unas ideas y de una identidad) como materiales (defensa de unos recursos). A la defensa de la tierra y del territorio, se le aade la defensa de una identidad y de una cosmovisin. A lo largo del trabajo de campo, se han podido escuchar varios relatos que interpretan la accin en el marco de una lucha por la supervivencia como pueblos indgenas. Sin embargo, esta cuestin de la identidad indgena en Guatemala es tambin controvertida y requiere una mayor profundizacin. En qu medida y bajo qu condiciones la identidad maya contribuye a aglutinar a las diferentes etnias y comunidades que conviven en el Ixcn, a dotar de unidad a la lucha y a la resistencia? Los pueblos que coexisten en territorio del Ixcn se caracterizan por el mantenimiento de una identidad relativamente fuerte, fundamentada en la cosmovisin heredada de sus antepasados mayas y transmitida a lo largo de generaciones. Muchos elementos de la cosmovisin y espiritualidad maya se han conservado en estas comunidades, a pesar de la dominacin econmica, poltica y cultural durante ms de cinco siglos. As pues, se ha constatado la importancia otorgada a las ceremonias familiares o comunitarias en diferentes momentos del ciclo agrcola y de la vida de las personas para pedir por el bienestar y agradecer los frutos recibidos. Es, por tanto, una espiritualidad fuertemente presente en la vida cotidiana y estrechamente conectada con los ciclos y los elementos de la naturaleza. La nocin de una vida buena se asienta sobre la bsqueda de un equilibrio de la dimensin espiritual, social y fsica, tres aspectos que estn presentes en la personalidad de cada individuo. Adicionalmente, tambin se explica que una vida buena es una vida til para la familia y la comunidad, por lo que desde la formulacin misma de la nocin de vida buena est presente el componente comunitario o colectivo. Sin embargo, tambin es necesario sealar que esta identidad no se mantiene esttica, sino que est experimentando una evolucin hacia nuevos modos de ser maya. Un elemento esencial para entender esta evolucin identitaria es el fenmeno de la migracin y de los desplazamientos que han caracterizado la vida en el Ixcn. As pues, varias generaciones de poblacin ixcaneca se han ido impregnando de influencias tan diversas como las recibidas en los refugios, en la resistencia y en el desplazamiento interno durante la guerra, al igual que de las migraciones econmicas a Mxico y EEUU. A estas influencias es necesario aadirles las que va imponiendo la cultura occidental dominante.27

En definitiva, la accin social de las comunidades del Ixcn puede caracterizarse como una accin de resistencia indgena. Estas consideran que la llegada de las hidroelctricas, extractivas o la agroindustria no ser beneficiosa para las comunidades y familias del Ixcn, sino que puede conducirles a un mayor empobrecimiento, precariedad y deterioro de las condiciones de vida. Por otra parte, es notorio el componente identitario asociado a esta accin de resistencia: el modelo de desarrollo que se pretende introducir colisiona con una cosmovisin que reverencia, usa y cuida de los recursos naturales desde un planteamiento ms comunitario e integrador de la vida buena. 2.3.2. Principales desafos en la estrategia de resistencia Fruto del trabajo de campo, se han podido identificar tres grandes desafos en la estrategia de resistencia indgena. Estos desafos concentran los esfuerzos de accin social de las comunidades y de las organizaciones acompaantes en terreno. En primer lugar, la garanta de los derechos individuales y colectivos sobre la tierra, para poder hacer frente al gran problema de la inseguridad jurdica que enfrentan las familias y las comunidades del Ixcn. En segundo lugar, el fortalecimiento de la unidad de las comunidades y su articulacin con otros movimientos que a nivel de Guatemala enfrentan problemticas similares, y la reivindicacin del derecho a decidir libremente sobre los planes de desarrollo a implementarse en sus territorios. En tercer lugar, un desafo vinculado tanto a la defensa de la identidad y la cosmovisin, como al fortalecimiento de la unidad, y que se ha denominado enfrentar la modernidad34. A. Garanta de derechos individuales y colectivos sobre la tierra Los convulsos procesos de poblamiento, dispora forzada y posterior regreso de la poblacin refugiada que ha vivido el Ixcn han contribuido a agravar an ms el ancestral conflicto. En su esencia, lo que se esconde detrs de este conflicto es la concentracin de la propiedad de la tierra en manos de unos pocos agentes

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Si bien el primer desafo est bien identificado y es reconocido como tal en la gran mayora de entrevistas y talleres realizados en el transcurso del trabajo de campo, la mencin al segundo y tercer desafo se ha explicitado mejor entre aquellas personas entrevistadas que estn ms vinculadas con los movimientos sociales, la academia y la incidencia poltica o la investigacin.

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(que pueden ser familias o empresas), y una situacin de inseguridad o falta de certeza jurdica para las grandes mayoras (indgenas) de la poblacin. As pues, en el Ixcn se pueden dar situaciones en las que las familias y comunidades estn cultivando y habitando una tierra, pero que no tengan seguridad jurdica con respecto a la misma, es decir, no puedan demostrar ante el Estado la propiedad de la tierra. Tambin se dan varios casos de una alta conflictividad, como cuando una misma tierra es reclamada tanto por las familias y comunidades que la cultivan y habitan, como por otros agentes que cuentan con argumentos jurdicos y/o pruebas documentales en relacin con dicha titularidad y pueden llevar el caso a los tribunales35. Esta combinacin de falta de certeza jurdica y, en muchos casos, abierta indefensin contina siendo un fuerte motivo de ansiedad para la poblacin local, y origen de gran parte de la conflictividad existente en el Ixcn. A esto hay que aadirle el agravante de dos dcadas de intervenciones en la cuestin agraria de un antiguo organismo del Estado, el INTA (Instituto de Transformacin Agraria), que dirigi asentamientos con fines contra-insurgentes, lo que agrav el problema al acentuar la polarizacin poltica e ideolgica que los propios hechos de la violencia trajeron al Ixcn y enfrent a diferentes grupos de poblacin. Durante la primera dcada de 2000, se han realizado importantes esfuerzos de regularizacin y escrituracin de las tierras por parte del organismo del Estado Guatemalteco responsable de resolver esta difcil cuestin: el FONTIERRAS, que cuenta con una delegacin en el Ixcn. Si bien se han producido ciertos avances en el proceso de titularizacin, todava se mantiene una situacin de vulnerabilidad para familias y comunidades, por lo que el acceso a la tierra, contina siendo un desafo prioritario en el Ixcn y un importante catalizador de la accin social en el municipio. Por otra parte, el proceso de titularizacin de las tierras impulsado por la delegacin ixcaneca del FONTIERRAS se ha caracterizado por el nfasis otorgado a la titularizacin individual de las tierras. De acuerdo a las fuentes consultadas, apenas se han producido avances en lo que respecta al reconocimiento de derechos colectivos sobre la tierra, recogidos tanto en los artculos 67 y 68 de la Constitucin de Guatemala, como en el Convenio 169 de la Organizacin Interna35

Para una exploracin en profundidad de las nuevas expresiones de conflictividad agraria en Guatemala, ver Martinez Aniorte, J.C. & Villagran Garca, C. (coords). (2009). Conflicto por el uso de la tierra. Nuevas expresiones de la conflictividad agraria en Guatemala. Guatemala: Instituto de Transformacin de Conflictos para la Paz (INTRAPAZ).

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cional del Trabajo o en la Declaracin de Derechos de los Pueblos Indgenas de 2007. En este sentido, algunas personas entrevistadas han indicado la necesidad de avanzar en la lucha por el reconocimiento de estos derechos colectivos, indicando la necesidad de fortalecer el conocimiento de los marcos jurdicos que amparan dichos derechos colectivos a nivel internacional y nacional y de explorar todos los elementos y condiciones que posibiliten el ejercicio de dichos derechos. Las mismas personas que han enfatizado la necesidad de avanzar en el camino del reconocimiento de estos derechos colectivos sobre la tierra han sido tambin las que han expresado una postura ms cercana a las corrientes vinculadas al pluralismo jurdico36. De acuerdo a algunos autores y organizaciones sociales, el nfasis otorgado a las escrituraciones individuales puede resultar altamente problemtico en contextos como el ixcaneco y no necesariamente conduce a una mayor proteccin jurdica de la mayora de familias y comunidades, sino que puede terminar facilitando una mayor concentracin de la tierra en manos de menos agentes va la compraventa. As pues, la escrituracin individual por s misma no necesariamente est garantizando el mantenimiento de la propiedad en manos de las familias, ya que stas pueden optar por la venta de sus tierras, expuestas como estn a fuertes presiones externas (por ejemplo, de algunas empresas) y situaciones de vulnerabilidad grave e incluso extrema. En resumen, la lucha por el acceso a los derechos sobre la tierra es un pilar fundamental de la accin social en el Ixcn, un catalizador para la movilizacin y la accin colectiva. La situacin heredada es altamente problemtica, a pesar de los intentos que en la ltima dcada ha realizado el programa FONTIERRAS para fomentar la regularizacin y la escrituracin de las tierras, donde se ha puesto nfasis en las titularizaciones individuales. Apenas se han producido avances en el reconocimiento de los derechos colectivos sobre la tierra y el territorio. La escrituracin individual de la tierra no necesariamente garantiza la defensa del territorio, ya que abre una va para la venta individual en un contexto de fuerte vulnerabilidad.

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Se puede definir el pluralismo jurdico como la coexistencia en el mismo territorio de dos sistemas de derecho: el derecho indgena y el derecho estatal. Esta postura est siendo explorada por autores como Mximo Ba Tiul, de la Red Latinoamericana de Antropologa Jurdica.

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B. Fortalecimiento de la unidad, la articulacin de movimientos y del autogobierno El fortalecimiento de la unidad de las familias y comunidades en la lucha por la defensa del territorio ha sido mencionado como un desafo clave para la accin social en el Ixcn. La existencia de una identidad maya comn y de una cosmovisin compartida es una de las fortalezas que se indican para el fortalecimiento de dicha unidad. Sin embargo, tambin se han detectado fuertes presiones para debilitar esta unidad; desde la cooptacin de lderes y la divisin de liderazgos, hasta la presin para la venta individual de las tierras y/o la sustitucin de los cultivos tradicionales. Por ejemplo, en el transcurso de la investigacin de campo se ha identificado como un fuerte riesgo la siembra de palma de aceite (palma africana) promovida por programas gubernamentales, ya que este cultivo degrada la calidad de los suelos y hace a las familias dependientes de las empresas proveedoras de semillas y abonos, exponindoles a la deuda y, en definitiva, debilitando su autonoma. Tambin se ha expresado la inquietud que, en relacin con la unidad interna, implica el desafo de enfrentar la modernidad. En general, se identifica una fuerte necesidad de incrementar los niveles de reflexin colectiva y de concienciacin con respecto a los riesgos que puede implicar la prdida del territorio y de los usos tradicionales de la tierra en el Ixcn (como, por ejemplo, una mayor vulnerabilidad alimentaria). Por otra parte, tambin se expresa la necesidad de fomentar una mayor articulacin entre las luchas y la resistencia de las diferentes comunidades que, en otros territorios de Guatemala, enfrentan problemticas similares (como la introduccin de hidroelctricas). Un ejemplo de esta voluntad de articular las luchas de los territorios y las comunidades es el Frente Guatemalteco de Afectados y Amenazados por las Represas y en Defensa del Agua37 (FGARDA). Este frente se plantea como objetivo primordial el fortalecimiento de la unidad y de la solidaridad entre las diferentes comunidades para oponerse a la privatizacin de los recursos, la defensa de los derechos como pueblos indgenas y la construccin de alternativas. Finalmente, algunas personas entrevistadas han identificado como un desafo clave el fortalecimiento del poder local y el respeto al derecho a la consulta en

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Para ms informacin sobre este Frente, historia, antecedentes, objetivos y planteamientos, se recomienda consultar las siguiente pginas: http://fgarda.wordpress.com/ y http://frentenacionalcontrarepresas.wordpress.com/fgarda/

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los trminos establecidos en el Convenio 169 de la Organizacin Internacional del Trabajo (OIT) . Sin embargo, se han detectado diferentes matices a la hora de desarrollar discursivamente la cuestin del poder local, en funcin del grado en el que se apuesta por el pluralismo jurdico (en definitiva, por la co-existencia de estructuras de poder indgena y estatal). En cualquier caso, se ha expresado la necesidad de canalizar la voz y fortalecer la participacin popular a travs de los Consejos Comunitarios y Municipales de Desarrollo (COCODE y COMUDE). C. Enfrentar la modernidad El tercer gran desafo identificado en materia de accin social para la estrategia de resistencia indgena se ha expresado como el reto de enfrentar la modernidad. Este desafo est directamente vinculado con el fortalecimiento de la unidad y el mantenimiento de la identidad y la cosmovisin maya, en los tiempos de la globalizacin. A la hora de describir este desafo, las personas entrevistadas han manifestado una preocupacin mayor por un sector de la poblacin, generalmente constituido por personas ms jvenes (aunque no solo por ellas), que no se sienten atrados por la defensa del territorio, de los recursos y de la identidad, y que aspiran a otros estilos de vivir (descritos como ms consumistas). Adicionalmente, este reto aumenta ante un contexto en el que proliferan mensajes y propagandas de todo tipo, que preconizan las bondades de estilos de vida ms occidentales y/o fomentan una nocin de desarrollo y de progreso que colisiona con la cosmovisin maya y esta mirada desde la resistencia indgena. 2.3.3. Principales instrumentos para la resistencia en el Ixcn Se han identificado tres grandes instrumentos que, para el caso del Ixcn, se estn utilizando en la estrategia de resistencia indgena para la defensa del territorio. Por un lado, las consultas comunitarias, que se han organizado amparndose en el derecho a la consulta recogido en el Convenio 169 de la Organizacin Internacional del Trabajo y en la Declaracin de Derechos de los Pueblos Indgenas de 2007. En segundo lugar, las movilizaciones, denuncias y memoriales que configuran parte de la accin poltica emprendida en el Ixcn. En tercer lugar, un instrumento menos visible y orientado fundamentalmente hacia el fortalecimiento de la unidad interna, el reconocimiento de sus territorios y el empoderamiento: los diagnsticos comunitarios.

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A. Las consultas comunitarias Las consultas comunitarias se configuran como uno de los principales instrumentos de accin poltica que se conciben en el marco de las estrategias de resistencia indgena. En este caso, han sido un importante instrumento de reflexin y concienciacin frente a la construccin de hidroelctricas y a la introduccin de las industrias extractivas (petrleo y minera). Este tipo de consultas recuperan una importante trayectoria y una prctica ancestral del pueblo maya, pero tambin se amparan en un marco jurdico que es tanto internacional como nacional, que reconoce tanto el derecho que tienen los pueblos a decidir libremente sobre sus prioridades y modelos de desarrollo, como el deber que tienen los Estados de consultar a los pueblos antes de adjudicar licencias, aprobar leyes o realizar obras de desarrollo que puedan afectar la vida y territorios indgenas. En concreto, desde el derecho internacional se ven respaldadas por el Convenio 169 de la Organizacin Internacional del Trabajo (OIT), la Declaracin de Derechos de los Pueblos Indgenas y la Jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Desde el derecho nacional, las consultas comunitarias se recogen en la Constitucin Poltica, el Cdigo Municipal, la Ley de Consejos de Desarrollo Comunitario y los Acuerdos sobre la Identidad y los Derechos de los Pueblos Indgenas. En la consulta comunitaria de buena f, celebrada en Ixcn el 20 de abril de 2007, se consult a la poblacin sobre la construccin de la hidroelctrica Xalal y la exploracin y explotacin petrolera. Los resultados de la consulta, en la que participaron 21.155 personas, fueron claramente favorables al no a las hidroelctricas y a la explotacin y exploracin petrolera (con un 89,73% de los votos). Un 8,65% de la poblacin manifest su acuerdo, con una abstencin expresa del 1,63%. Esta consulta logr una considerable visibilidad tanto nacional como internacional (fundamentalmente, a travs del informe CIFCA) y es descrita como un hito en la estrategia de resistencia indgena del Ixcn, y una referencia para otras consultas que se han producido en Guatemala. As pues, con posterioridad a la consulta del Ixcn, se han celebrado otras consultas en municipios cercanos, como fue la de Santa Cruz del Quich (el 22 de octubre de 2010) o la consulta en el municipio vecino de Uspatn (el 29 de octubre de 2010), logrando similares resultados y porcentajes. A pesar del amparo jurdico internacional y nacional, el Estado guatemalteco no reconoce el carcter vinculante de las ms de 50 consultas comunitarias realizadas33

en diversos municipios del pas38. La validez jurdica de las consultas comunitarias es una cuestin pendiente y controvertida en Guatemala. Con la multiplicacin de las consultas en diferentes lugares del pas, el Estado guatemalteco ha impulsado un proceso para reglamentar el procedimiento de consulta, que ha sido rechazado por gran parte de las organizaciones y movimientos indgenas39. En 2011 la Corte de Constitucionalidad otorg el amparo definitivo a las autoridades y organizaciones indgenas que impugnaron dicha propuesta legislativa. En resumen, las consultas son instrumentos clave en la estrategia de resistencia indgena. Enraizadas como estn en la historia y la cosmovisin maya, estas consultas tambin estn respaldadas por un marco jurdico internacional y nacional. An as, el Estado guatemalteco no reconoce la validez jurdica de las consultas realizadas hasta la fecha, como la consulta comunitaria de buena f organizada en Ixcn en abril de 2007 en relacin con el proyecto de hidroelctrica Xalal. Dicha consulta se interpreta como un hito de la accin social en el Ixcn y ha logrado considerable visilibilidad tanto nacional como internacional. B. Denuncias, movilizaciones y acciones de lobby Otro de los instrumentos empleados por las comunidades en su estrategia de resistencia indgena son las denuncias, las movilizaciones y la difusin de memoriales o declaraciones en defensa de los derechos de los pueblos indgenas y del territorio. Estas denuncias y movilizaciones pretenden lograr la atencin de una opinin pblica tanto internacional como nacional y presionar a los poderes polticos en

En la sentencia por el caso de la consulta de Sipakapa emitida en el 2007, la Corte de Constitucionalidad resolvi que las consultas comunitarias fundamentadas en el cdigo municipal son legales, que los pueblos indgenas tienen derecho a realizarlas, pero que el Estado no est obligado a respetar sus resultados, ya que la adjudicacin de licencias es competencia del gobierno central. Sin embargo en la sentencia del 21 de diciembre del 2009 por el caso de la consulta de San Juan Sacatepequez la Corte de Constitucionalidad reconoci que son nulas las licencias para la explotacin de los recursos naturales otorgadas sin la debida consulta a los pueblos, de acuerdo a los parmetros establecidos en los convenios internacionales de proteccin a los derechos indgenas firmados por Guatemala. 39 Para una explicacin ms detallada del proyecto de reglamentacin y las diferentes posturas al respecto, ver Comentarios del Relator Especial Sobre los Derechos de los Pueblos Indgenas en Relacin con el Borrador Preliminar de Reglamento Para el Proceso de Consulta del Convenio 169 de la OIT Sobre Pueblos Indgenas y Tribales en Pases Independientes (Guatemala).38

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la toma de decisiones. En la utilizacin de este tipo de instrumentos es clave el rol que desempean las organizaciones de la sociedad civil que acompaan a las comunidades, al igual que el trabajo en red y la articulacin de las luchas con otros territorios y otros movimientos. Un ejemplo de la utilizacin de este tipo de instrumentos fue la movilizacin y denuncia conjunta que se convoca en torno a las represa de Xalal, San Juan, San Lus y Palo Viejo el 30 de septiembre de 2010. La articulacin de las luchas y la voluntad de movilizacin conjunta queda reflejada con la constitucin del Frente Nacional contra las Represas, que aglutina los esfuerzos y movilizacin de varios departamentos (como por ejemplo los departamentos vecinos de Alta Verapaz y Petn) y municipios. A lo largo del trabajo de campo se ha podido apreciar la voluntad de ir fortalecimiento esta articulacin a nivel nacional, y de unir los esfuerzos de denuncia, movilizacin y acciones de lobby concretas a nivel de ministerios y actores polticos a travs del Frente. Si bien se continan organizando conferencias de prensa, se redactan memoriales y se logran citaciones ministeriales a nivel de cada territorio, el horizonte apunta hacia la creacin de sinergias y la articulacin. En este sentido, se ha indicado el papel clave que para el desarrollo de esta batera de instrumentos desempean los medios de comunicacin, tanto de cara a la visibilizacin poltica dentro de Guatemala como a nivel internacional. As mismo, es importante el fortalecimiento interno y la concienciacin de la poblacin afectada (donde el medio de comunicacin ms estratgico es la radio). En resumen, son diversos los instrumentos de incidencia poltica y de la movilizacin social que se estn utilizando dentro de la estrategia de resistencia indgena. El rol de las organizaciones de la sociedad civil ha sido clave en la utilizacin de estos instrumentos, al igual que la articulacin de las luchas en torno a un Frente Nacional, y la utilizacin de los medios de comunicacin para dar a conocer los principales mensajes y reivindicaciones. C. Los diagnsticos: valorar lo que somos, contar lo que tenemos Uno de los instrumentos de accin poltica con ms clara vocacin de fortalecimiento interno utilizados en las comunidades amenazadas por la represa Xalal ha sido la elaboracin de diagnsticos comunitarios participativos con una clara vocacin de empoderamiento. Por diversas razones, estos diagnsticos no han podido generalizarse a todas las comunidades del municipio, ya que tienen un35

carcter de experiencia piloto, que han aadido elementos valiosos al trabajo de reflexin en los espacios comunitarios donde se ha realizado. Un aspecto fundamental de estos diagnsticos ha sido el rol desempeado por las organizaciones de la sociedad civil que han facilitado y acompaado el proceso, prestando labores de asesora a la comunidades donde se ha podido avanzar en la elaboracin de estos diagnsticos. A travs de estos diagnsticos participativos, se trabaja en la generacin de capacidades vinculadas a los derechos de las poblaciones amenazadas por la construccin de la hidroelctrica. As pues, el esfuerzo fundamental se dirige a la informacin y educacin de la poblacin en torno a los posibles impactos y los derechos que les amparan (como el derecho a la consulta), con el objetivo de que la poblacin amenazada pueda tomar una decisin informada y consciente con respecto al tipo de desarrollo que quiere para su comunidad. Para ello, se fomenta el aprendizaje colectivo con respecto al propio territorio, la cultura y la historia, a travs de la lectura de mapas y cartas geogrficas, estudios de la biodiversidad de la zona y la elaboracin de mapas comunitarios. Y se busca poner en valor (incluso monetario) la produccin propia y el estilo de vida, que tiene como objetivo dar fuerza y propiedad a las riquezas que poseen las comunidades y su entorno frente a la amenaza representada por la represa Xalal. A travs de estos diagnsticos, el entorno natural y sus recursos, al igual que los conocimientos tradicionales, la memoria histrica, la produccin, el trabajo, la organizacin comunitaria, los sistemas normativos y la propia cosmovisin se convierten en pilares fundamentales para la puesta en valor del estilo de vida que actualmente sigue esta poblacin. Esta puesta en valor de lo propio permite hacer un proceso de auto-concienciacin de las poblaciones con respecto a lo que verdaderamente puede estar en juego si se pone en marcha la explotacin hidroelctrica o se introducen las industrias extractivas en el territorio. Los diagnsticos comunitarios, por lo tanto, se plantean como ejercicios colectivos para un mayor auto-conocimiento y concienciacin que ayuden a que la poblacin tenga un mayor y mejor conocimiento de los costos y beneficios que puede suponer la introduccin de nuevas formas de vida asociadas a la introduccin de estas industrias.

2.4. El rol de la sociedad civilEl Ixcn cuenta con una densidad notable de organizaciones de la sociedad civil que tienen una presencia y una incidencia importantes en el tipo de accin social36

que emprenden las comunidades. Sin embargo, esta incidencia no es unidireccional; se aprecia una dicotoma entre aquellas organizaciones que han emprendido la ruta del acompaamiento en la resistencia, y otras organizaciones y entidades que, o bien se sitan claramente a favor del modelo de desarrollo que fomenta el Estado y las grandes empresas, o bien no explicitan su posicionamiento con respecto a la cuestin de la defensa del territorio y de los recursos naturales. Por un parte, destaca la presencia de un nmero importante de organizaciones de la sociedad civil, la mayor parte de ellas bajo la frmula legal de asociaciones (pero tambin centros de investigacin, fundaciones y organizaciones) vinculadas a la defensa de los derechos humanos, los derechos de la mujer, la reparacin de las vctimas, la promocin del desarrollo, la defensa del medioambiente y la promocin de la educacin, la cultura y los servicios sociales, e incluso los servicios de extensin social de varias iglesias, que se han posicionado claramente a favor del derecho a la consulta y estn facilitando la organizacin de la poblacin en una clave de resistencia. Este grupo de organizaciones han tenido un rol protagnico en la constitucin de la Asociacin de Defensa de la Tierra y los Recursos Naturales 0-ACODET- que ha ido asumiendo un rol de liderazgo en la reivindicacin y plasmacin del derecho a la consulta, pero tambin en la articulacin de la accin de resistencia del Ixcn con la de otros territorios y movimientos del pas. En los ltimos aos, este grupo de organizaciones tambin han asumido un rol activo en la denuncia de la re-militarizacin que est experimentando el Ixcn40 y en la reivindicacin de la transparencia y el libre ejercicio del voto en los procesos electorales41. Por otra parte, tambin es de destacar la presencia de otras organizaciones y organismos, como por ejemplo algunos programas y entidades del gobierno, empresas y otras organizaciones de la sociedad civil, pero tambin medios de comunicacin, que incentivan un clima de opinin pblica favorable a los planes del gobierno y a la introduccin de las industrias, e incluso promocionan acciones e intervenciones concretas que estn en la direccin opuesta a los planteamientos de la defensa del territorio y los recursos naturales, como es la siembra de aceite de palma. Por ltimo, destaca la presencia de un gran nmero de iglesias y

Ver comunicado firmado por ms de 35 organizaciones sociales del Ixcn. Pronunciamiento de las organizaciones sociales del Ixcn: no a la re-militarizacin. Playa Grande, Ixcn, 1 de octubre de 2009. 41 Ver comunicado firmado por ms de 35 organizaciones sociales del Ixcn. Demandamos transparencia, ejercicio libre de voto y respeto del proceso electoral en el Municipio de Ixcn.40

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sectas que no se pronuncian de forma explcita sobre la cuestin de los recursos naturales, pero que tienen relevancia a la hora de analizar la accin social de las comunidades ya que pueden estar facilitando la desmovilizacin. As pues, en el Ixcn es notoria tanto la densidad de organizaciones presentes como su divisin en torno a estos dos grupos, donde ambos tienen una incidencia sobre la accin social de las comunidades. Las razones que explican esta densidad, pero tambin esta diversidad de organizaciones, pueden estar vinculadas a la magnitud de la tragedia que se vivi en el Ixcn en las dcadas de conflicto interno, y a su visibilidad y repercusiones internacionales. Esto fortaleci unos importantes vnculos de solidaridad internacional con algunos de los territorios y poblaciones ms afectadas de Guatemala (como es el caso del Ixcn), lazos que en muchas ocasiones han logrado persistir y afianzarse en labores de acompaamiento y empoderamiento, pero tambin asistencia.

2.5. ConclusionesLa accin social de las comunidades indgenas y campesinas del Ixcn se organiza en torno a la defensa de un territorio y de unos recursos naturales que se encuentran fuertemente amenazados por un enjambre de actores e intereses econmicos. El territorio y sus recursos es ambicionado tanto por empresas hidroelctricas e industrias (petrleo y extraccin maderera), como por la agroindustria (fundamentalmente, las plantaciones de aceite de palma). Tambin es notoria la presencia de actores vinculados con el narcotrfico y se est intensificando la presencia del ejrcito y la militarizacin. En este contexto hostil y en creciente deterioro, la accin social de estas comunidades se interpreta desde unas claves histricas que ponen el acento en la resistencia ante un despojo recurrente, en donde est en juego no solo la preservacin de sus medios tradicionales de vida, sino quizs tambin su supervivencia como pueblos indgenas. Un elemento diferenciador con respecto a pocas anteriores est asociado a la expansin de las fronteras de extraccin y de produccin agrcola y al proceso de cercamiento de las comunidades del Ixcn en su propio territorio. Son cada vez ms evidentes las dificultades que las comunidades encuentran hoy en da para avanzar hacia nuevos territorios (no colonizados), una prctica que anteriormente se haba ensayado como estrategia de resistencia, buscando refugio en la selva.38

La defensa de una identidad estrechamente vinculada al territorio y a una cosmovisin propia constituye el ncleo de una estrategia de resistencia que se ha ido organizando en torno a tres grandes ejes: las consultas comunitarias, la accin poltica y los diagnsticos comunitarios. La cuestin, todava pendiente y altamente problemtica, de la titularizacin de la tierra contina siendo unos de los principales desafos de accin social y un mbito de especial vulnerabilidad para las familias y las comunidades. La titularizacin individual de las tierras les da certeza y seguridad jurdica, pero tambin abre las puertas a la venta de dichas tierras y a la adquisicin de las mismas por parte de los actores econmicos ms fuertes. Las consultas comunitarias constituyen quizs el ejemplo ms visible e internacionalmente reconocido de resistencia ante la amenaza de construccin de hidroelctricas, como se observa para el caso del proyecto de represa Xalal. La falta de reconocimiento a la validez jurdica de estas consultas contina siendo un importante desafo y un punto de especial controversia con el Estado guatemalteco. Sin embargo, el hecho de que las consultas comunitarias se hayan extendido por otros territorios guatemaltecos (sobre todo para enfrentar proyectos hidroelctricos y mineros) y la considerable visibilidad internacional que stas han tenido, constituye una de las principales fortalezas de esta estrategia de accin social, probablemente por el costo reputacional que para el Estado y las empresas implica su desconocimiento. Por otra parte, el reconocimiento internacional del derecho a la consulta de los pueblos indgenas, amparado en el Convenio 169 de la OIT y en la Declaracin de los Derechos de los Pueblos Indgenas, fortalece el posicionamiento de estas comunidades dentro de su estrategia de defensa de derechos internacionalmente reconocidos con respecto a la consulta en una materia que les afecta especialmente: la defensa del territorio. En segundo lugar, la accin poltica, a travs de las movilizaciones populares, la participacin en los consejos comunitarios y municipales de desarrollo, y la bsqueda de alianzas y articulacin con otros movimientos populares, constituyen un segundo mbito de organizacin colectiva y accin social en el que se invierten importantes esfuerzos y se depositan esperanzas. Sin embargo, esta accin poltica es percibida an como frgil y desarticulada. Est debilitada por las duras condiciones del contexto poltico guatemalteco, las condiciones de empobrecimiento y vulnerabilidad de la mayora indgena y campesina del pas y por factores internos tan diversos como los personalismos y rivalidades internas. Sin embargo, se aprecia el esfuerzo y la voluntad por ir construyendo una estrategia construida sobre los cimientos de un nuevo modelo de desarrollo o de buen vivir,

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ms acorde con las cosmovisiones y modos de vida propios de las poblaciones indgenas y campesinas, y sobre una slida defensa de la identidad y del territorio. As pues, son cada vez ms audibles las voces que reclaman una refundacin del Estado Guatemalteco y un mayor autogobierno (a veces, tambin denominado autodeterminacin) de los pueblos indgenas dentro del propio Estado. En tercer lugar, destaca una estrategia an muy incipiente y embrionaria de accin social, construida desde las propias comunidades, y que tiene en los diagnsticos comunitarios su principal herramienta estratgica. A travs de estos diagnsticos, las comunidades ponen en valor las riquezas materiales e inmateriales del territorio que habitan y de la cosmovisin que les une. Esto favorece una mayor unin de las comunidades en torno a sus recursos comunes, el fortalecimiento de su identidad, y su mayor toma de conciencia con respecto a las implicaciones y que pueden tener sobre el entorno y sus medios de vida (en especial sobre su soberana alimentaria) la implementacin de los proyectos hidroelctricos, extractivos y la introduccin de la palma africana. A travs de los diagnsticos comunitarios, tambin se trata de enfrentar el reto que implica dialogar con la modernidad y, en especial, con algunas de las tentaciones que afectan con mayor nivel de intensidad a las poblaciones ms jvenes, como es el consumismo. La diversidad de organizaciones de la sociedad civil que estn presentes en el Ixcn hace difcil caracterizar un rol homogneo en materia de acompaamiento a las comunidades en sus estrategias de accin social. En el Ixcn conviven organizaciones especializadas en la defensa de los derechos humanos y la reparacin de las vctimas del genocidio, en la proteccin del medio-ambiente y en la promocin del desarrollo. Tambin es notoria la presencia de las iglesias evanglicas, la iglesia catlica y diferentes sectas, al igual que de varios programas y proyectos del gobierno. Algunas de estas organizaciones han sido muy activas en el acompaamiento cercano a las comunidades para la reivindicacin del derecho a la consulta y la promocin de accin poltica, prestando asesoramiento e incluso tecnologas. Otras estn promocionando de manera activa la introduccin de la palma africana o de los proyectos hidroelctricos y extractivos, hasta el punto de desincentivar la accin poltica e incluso chantajear a las familias a cambio de su no participacin en reivindicaciones de carcter poltico. Por ltimo, la criminalizacin de la protesta social y de la accin poltica es una amenaza creciente en el Ixcn, como tambin lo es la creciente presencia de narcotraficantes y militares en la zona. Una mejor gobernanza del territorio del Ixcn40

y de sus recursos naturales debe considerar de manera urgente la necesidad de proteger la vida humana, la libertad de expresin y el derecho a la consulta. No solo estn en juego la soberana alimentaria y el sustento cotidiano de muchas familias y comunidades. Tambin lo est la supervivencia de una cosmovi