TEORIA RELIGION
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María Obregón Sánchez
Maestro especialidad Primaria

TEMA 1. FACTORES DETERMINANTES DE LA
EXPERIENCIA RELIGIOSA
Características de lo sagrado:
Lo sagrado es original y totalizador: en la experiencia religiosa lo sagrado se
presenta como la razón de ser de lo profano y su origen mismo.
Todas las cosas profanas en su más íntima experiencia son sagrados al estar
invadidas por la trascendencia; de ahí el carácter totalizador de lo sagrado.
Lo sagrado es previo y anterior: el hombre creyente no percibe lo sagrado como
una proyección de su subjetividad interna hacia fuera, sino como algo que engloba
previamente tanto a los aspectos subjetivos de la experiencia religiosa “reacciones
anímicas, actitudes, instituciones, personas” y también como algo anterior a cualquier
confusión religiosa concreta.
Lo sagrado no altera la entidad física de los seres. Las cosas y los hombres que
se hallan inversos en el ámbito de lo sagrado no experimentan por ellos ninguna
alteración en sus naturales, propiedades y naturaleza externa.
1. La realidad determinante del ámbito de lo sagrado: El Misterio:
El cristiano identifica al misterio como “El Dios y padre de nuestro Señor
Jesucristo”. Pero otras tradiciones se refieren a él con otros nombres, como el inefable.
Por eso para que nuestra descripción abarque a todas las religiones de la historia, vamos

a designarlo como el misterio según expresión acuñada por R. Otto en su obra titulada
“Lo Santo”.
Trata la absoluta superioridad del misterio, no es posible describirlo por
contemplación directa o inmediata: en tal caso, dejaría de ser incontrolable y absoluto.
Solamente pueden abordársele por el eco que produce en el sujeto religioso.
Características de lo misterioso:
a) Real o indemostrable: Real porque el misterio es una invención del hombre
religioso para explicar lo humanamente inexplicable; esta ahí y se impone
indiscutiblemente cuando quiere y con todo el peso de su existencia. Esto explica que
cuando el pensamiento humano ha querido expresar esta existencia del misterio, halla
utilizado formulas como la de ser puro o ser necesario que no debe su existencia a nada
o a nadie sino a si mismo.
Y sin embargo esa existencia del misterio, es indemostrable, porque el hombre religioso
no puede recurrir a ninguna prueba racional para demostrar a otros una presencia que se
le impone con absoluta independencia por su esfuerzo en conseguirlo, ni puede recurrir
a explicaciones científicas para dar cuanta de su naturaleza. Es el que es, es decir, el
innombrable.
b) Trascendente e inmanente: Trascendente porque el misterio carece en nuestro
mundo de un punto de comparación para explicar su ser y de un medio técnico para
controlar su acción. Por eso algunos autores se refieren a él con la expresión de lo
totalmente otro, lo absolutamente distinto de todo lo conocido y lo desconocido.
Sin perder su trascendencia el misterio es inmanente a todo haciéndose presente en el
fondo subjetivo del hombre mismo. San Agustín dirá que sin dejar de ser “más elevado
y superior que lo más elevado y superior de mi, es al mismo tiempo algo que esta en lo
más interior de mi.
c) Activo y comprometedor: Activo porque la presencia inmanente del misterio
en nuestro mundo no es meramente pasivo, sino que se le presenta a la
conciencia religiosa dotada de un poder dinámico y una fuerza eficaz, que da
razón del ser y de lograr de todos los demás seres existentes, por eso algunos

autores han colocado esa potencia activa en el centro de todo el mundo de lo
sagrado.
Comprometedor porque esa fuerza poderosa no anula la libertad del hombre o
provoca su reacción de formal mecánica. Por el contrario, promueve su compromiso
voluntario en orden en secundar la acción del misterio en este mundo.
d)Valioso y gratuito: En efecto el misterio es una realidad sumamente valiosa: vale
por si misma y confiere valor a todo lo que existe. O en expresión de Juan Martín
Velasco “la que es digna de ser en si misma y hace dig de ser a todo lo que es”.
Gratuito porque el bien supremo, el misterio vale, pero por poseer esa bondad en
grado sumo no sirve. Podríamos decir que da sentido último pero no utilidades
inmediatas. Vale por lo que es, no por lo que procura o promete el hombre. No es
manipulable por el hombre para despejar sus incógnitas ni para satisfacer sus
deseos. Por eso lo llamamos gratuito.
d) Tremendo y fascinante: Tremendo porque el misterio se presenta con absoluta
trascendencia, con majestad, y sobre todo, con poder y actuación eficaz sobre el
hombre.
Fascinante porque el misterio posee un atractivo irresistible por su inmaculada
belleza, por su bondad suprema, por su inmaculada santidad y por su inmenso valor
que a mí me valorizo.
f) Personal y silencioso: Muchas represtaciones del misterio o de lo divino han
adoptado históricamente, formas inanimadas de elementos de la creación: astros,
montañas, ríos, árboles…
Este hecho sin embargo no se opone al carácter personal que atribuimos al misterio.
La razón está en que lo importante no es la atribución a la divinidad de las
propiedades espirituales, sino la calidad de relación que la persona establece con el
misterio a través de la mediación de una imagen cualquiera.
Esta relación es auténticamente interpersonal desde el momento que el misterio deja
sentir su presencia en el hombre religioso, actuando sobre él y su entorno,
interpelando sus actitudes, suscitando su respuesta, provocando su opción:
Funciones todas propias de una relación intersubjetiva.

La estructura personal que ofrece el misterio no impide a la experiencia religiosa de
su silencio. Aunque en el cristianismo, la divinidad ha sido caracterizada como
palabra o verbo, en silencio de Dios no ha dejado de ser denunciado sobre todo en la
actualidad dando origen a multitud de corrientes de opinión: el deísmo, la
secularización, e incluso el ateismo o la muerte de Dios: “si Dios calla quizás se
deba a que no existe o que ya ha muerto”.
2 Tipología de las hierofanías:
A. Espacios y lugares sagrados:
Los lugares en los que se experimenta la entrada de la divinidad, por la que esta
comparte el espacio de los hombres, quedan sacralizados en toas las religiones y se
constituye en un centro focal en referencia al cual se ordena todo el espacio circundante.
En ellos se eligen los altares y se constituyen los templos para el eterno memorial del
suceso. Basta recordar los conocidos ejemplos como Jerusalén, La Meca, Fátima…
A partir de aquí a lo largo de la historia de las religiones son numerosos los
ejemplos de la simbología sagrada a partir de elementos naturales:
El cielo: Tiene una especial significación religiosa, porque expresa la
inaccesibilidad, la trascendencia y la dinamicidad del misterio. Por eso la fe cristiana
coloca a Dios metafóricamente en los cielos.
Los astros: sobre todo el sol y la luna cuyo simbolismo esta ligado a las fuerzas
telúricas que rigen rítmicamente los procesos vitales de la naturaleza vegetal, animal
y humana marcando la recurrencia de los días, los meses y años.
El agua: ha que dado divinizado por las religiones de manera ambivalente como
origen de la vida (el agua de la lluvia o de los ríos encarnados en los dioses
fluviales) y como origen de la muerte (aguas torrenciales y devastadoras, aguas
amargas del mar y el mar como morada de los poderes malignos).

El fuego: por sus propiedades de luz y calor, por sus efectos de destrucción y
purificación ha sido considerado en muchas religiones como una especial teofanía
signo de la presencia divina de Dios a los hombres o fruto del robo de un personaje
mítico, Prometeo, expresión de la cólera divina (el rayo), medio de consagración y
objeto de culto, encarnación de los demonios y de los dioses lares.
El aire: por su sutileza inaprensible simboliza el carácter trascendente de la
divinidad sin definición y sin cuerpo, en su impetuosidad huracanada se manifiesta
el poder de Dios, incontrolable por el hombre. En la respiración es signo de
principio vital o del espíritu que procede de Dios.
La tierra: representa simultáneamente el seno matriz y nutricio para todos los seres
vivos de ahí su espontáneo simbolismo de la fecundidad y mas específicamente de
la maternidad según esta ecuación: tierra-madre-mujer como portadoras de poderes
vitales instintivos sujetos a ciclos de alternancia. Pero al mismo tiempo que útero
materno para los vivos la tierra es fosa para los muertos de ahí su simbolismo que
apela a la experiencia de la muerte.
El árbol: su sentido religioso depende del análisis de su simbolismo espontáneo
haciendo de él uno de los lugares sagrados. La altura mayestática del árbol lo
convierte en sede de preferida de la divinidad; su forma iniesta y su desarrollo
ligado al cielo cósmico de la vida (semilla, flor, fruto) representa el fallo humano,
punto de concentración de fuerzas vitales: es el árbol de la vida.
Los animales: en las religiones de los pueblos cazadores o ganaderos sobresale la
sacralización de los animales. La afinidad de la naturaleza entre animales y
hombres, la dependía que el hombre padece de la fauna marítima o terrestre para su
propia subsistencia, la creencia de la transmigración de las almas humanas a cuerpos
animales, etc.… Son otros tantos factores que han llevado al hombre a considerar a
determinados animales como lugares de la presencia de fuerzas sobrenaturales y ha
darles culto bajo represtaciones zoomorfas.

B. El tiempo sagrado: todos los momentos del tiempo que marquen especialmente la
evolución cíclica de la naturaleza y la marcha de la historia humana sugieren
espontáneamente la intervención de fuerzas misteriosas por eso quedan
sacralizados en casi todas las religiones:
La noche: con sus poderes ocultos.
La alborada: con el despertar de la actividad.
La primavera: con la renovación de la naturaleza.
Por eso en todas las religiones se dan fechas importantes en los que el creyente
entiende que la divinidad interviene en el presente repitiendo su actuación
primordialmente o anticipando su actuación definitiva. Estas fechas son las fiestas
(aniversarios).
C. El ser humano y sus actividades:
El amor: es una potencia humana que pertenece en todas las religiones al orden de
las realidades de lo divino. La razón de esto estriba en la fuerte repercusión emotiva
isomatica de la vivencia amorosa que va desde el éxtasis a la muerte y que lleva a
los más sublimes heroísmos a los más ciegos egoísmos. Esta ambivalencia explica la
doble valoración que se ha hecho del amor en las religiones históricas, unas veces
como fuerzas divinas y otras como fuerzas infernales. Todas las realidades
personales vinculadas con el amor participan de un carácter hierofanico: el sexo, la
maternidad, el matrimonio, la familia, etc.
Como lo prueban bien ritos de iniciación sexual, prostitución sagrada, la
sacralización de la fecundidad femenina y masculina, la maldición de la esterilidad o
la impotencia…
La familia: proporciona el primer acceso al mundo de la relación madre-hijo nos
pone en contacto con las fuentes incógnitas y protectoras de la vida. La relación
paterna significa autoridad, providencia, exigencia de orden y disciplina. La relación
entre hermanos supone comunidad de sangre e impone fidelidad y solidaridad.
Según esto la recurrencia del titulo Dios-Padre, Dios-Madre, en la historia religiosa

de la humana prueba que son figuras aptas por su carácter hierofanico para referirse
a la relación con la divinidad, término último al que apunta toda otra relación
interpersonal.
Sociedad: nos referimos a grupos étnicos, culturales, religiosos, políticos,
gremiales… más cumplidos que la familia y en los que el individuo se integra por
necesidad o por voluntad. la sociedad es mediadora en la experiencia religiosa del
hombre de varias maneras:
o Sacralizando sus orígenes: Cuando el grupo en cuestión se entiende
enfundado por una decisión expresa de la divinidad.
o Haciéndose acreedor de un futuro utópico de esplendor por la intervención
de Dios.
o Monopolizando en el presente el encuentro con la transcendencia y
descalificando en consecuencia a los demás grupos con el mismo fin.
o Posibilitando el encuentro sagrado de los mayores y los antepasados.
o Dando un respaldo de inviolable a las instituciones absolutizando sus
valores, creando pautas de conducta.
Actitud humana: saberes liberales, creación artística, labores manuales. El hombre
siempre ha reaccionado con estupor ante los logros de su inteligencia y habilidades,
viendo en su trabajo una especial zona de manifestación de poder sobrehumano, que
supera su capacidad innata: la compresión intelectual, es el resultado de la
inspiración de un logos divino, las artes están presididas por las musas.
La conducta moral: en sus dos extremos de santidad o de culpa manifiesta la
ausencia activa de poderes divinos, benéficos o maléficos.
La virtud heroica inasequible para el hombre ordinario solo puede ser fruto gratuito
de una fuerza sobrenatural que hacen de los santos, la creencia en su intercepción, la
devoción por sus sepulcros o sus reliquias.

En el sentimiento de culpabilidad por el contrario el creyente entiende que ha
transgredido un tabú o ha roto una relación amistosa con su Dios; la primera le
concierne en impuro o manchado y la segunda en inicuo enemigo de Dios. En
cualquier caso siente que debe poner en marcha unos mecanismos rituales para
conjurar la ira divina y para obtener el perdón.
La muerte: y todos sus afines como le dolor, la enfermedad y el sueño con otro
campo hierofanico de especial significación en el que el hombre se encuentra
abocado al mundo desconocido del mas allá donde habita la trascendencia y en el
que entran los difuntos.
Los muertos pertenecen por tanto a la esfera divina, lo que justifica en las religiones
su veneración en calidad de dioses.
TEMA 2. ACTITUDES RELIGIOSAS
A. ACTITUD DE RECONOCIMIENTO
Ante la realidad trascendente del misterio que se hace presente cuando quiere, el
hombre no tiene otra posibilidad de reacción que el reconocimiento “reconocer como
misterio”, en cuanto actitud subjetiva del hombre religioso:
Constatar su presencia evidente: El misterio esta ahí realmente, dando una impresión
de realidad ante Dios y superior a todas las demás criaturas existentes y presentes a
la conciencia.
Acerca de su alteridad trascendente: El misterio es totalmente distinto al hombre y a
su mundo.

Acoger su irrupción absolutamente libre: El misterio esta presente con
independencia de nuestra consideración y revela su acción por propia iniciativa al
margen de nuestra voluntad.
Renunciar a todo intento de dominio: El hombre carece de medios intelectuales para
explicar la naturaleza del misterio y de medios mecánicos para controlar su acción
en nuestro mundo.
En la actitud de reconocimiento el sujeto religioso se encuentra descentrado, sale
fuera de sí mismo, cae en éxtasis…
B. ACTITUD DE ESTUPOR
La absoluta originalidad o novedad que caracteriza al misterio, es el estimulo
que justifica esta actitud de admiración ante su presencia. Si el sujeto religioso intenta
comprender el misterio por comparación con su mundo conocido enseguida comprueba
su incapacidad y desemboca en el asombro, por no encontrar en su entorno nada
semejante a esa realidad suprema. Dios es solo comparable consigo mismo, y a Dios
nunca le conocemos del todo.
Santa Teresa de Jesús describe muy gráficamente la total semejanza del rostro
del señor y su consiguiente estupor con estas palabras: “Estando un día en oración quiso
el señor mostrarme solamente las manos con tan grandísima hermosura, que no lo
podría yo encarecer… desde a pocos días vi también aquel divino rostro, que del todo
me parece me dejo absorta… ver cosa tan sobrenaturalmente hermosa de satina… que si
estuviera muchos años imaginando como figura cosa tan hermosa no pudiera, ni supiera
porque excede a todo lo que acá se puede imaginar” (libro de las moradas).
C. ACTITUD DE TEMOR
1. Temor existencial. En el orden del ser la divinidad no debe su existencia a nada
ni a nadie por lo que se convierte en fuente y origen de todos los demás seres.

El hombre religioso percibe enseguida la dependencia absoluta que le cita el
misterio y en consecuencia, nota su convicción de criatura, su caducidad vital; se
siente interiormente amenazado por la nada.
2. Temor ético. En el orden de lograr la divinidad se presenta dotada de una gran
santidad ante la cual el hombre descubre su debilidad moral y toma conciencia
de su condición de pecador que le hace exclamar: “Ay de mí, perdido estoy, que
soy hombre de labios impuros y vivo en medio de un pueblo de labios impuros”.
Is 6,5
No es que el hombre se acuse con estas palabras de trangresiones concretas
contra determinadas leyes de un código moral, sino que se siente afectado
globalmente por su condición histórica, inclinada al mal y aspira a romper con
ella para poder participar en la superior dignidad del misterio. Este es el temor
ético que muy bien podría asimilarse a la vergüenza o a la pesadumbre.

TEMA 3. EXPERIENCIAS DE LO RELIGIOSO
A. LOS MITOS
¿Qué es un mito?
Un mito es un relato elaborado por una reflexión impersonal y milenaria a través
del cual el hombre busca saber a que atenerse integrando para ellos todas sus
expectativas en un sentido global.
El mito es un relato:
Nuestro modo de pensar occidental es un modo dominado por el método lógico-
matemático y por ello nos parece que los relatos no tienen importancia sin embargo, el
mito ha sido el vehículo de grandes transmisiones de saber. Aun hoy mismo en una
escala más modesta los relatos traen unos mensajes profundos: la vida como tarea y
conquista, el triunfo de la justicia, etc.
Si pensamos en el aspecto de significación de la expresión poética comparada
con la narrativa podremos considerar a los mitos como una especia de expresión poética
como tal en que son productos elaborados colectivamente a través de generaciones y
generaciones.
La razón nos dice para que sirven las cosas y como utilizarlas pero el hombre se
pregunta también que significan los objetos con los que se relacionan, cual es el
horizonte de la vida, en que se puede confiar, etc.
Por esta razón el hombre necesita integrar sus vivencias y sus conocimientos en
un conjunto global, en un sentido totalizador. A la introducción en el misterio y la
correlativa insuficiencia de la vida responde el hombre acudiendo a unos modelos que
tienen una dimensión social y que pueden ser proclamadas.
A nuestra mentalidad lógica y racionalista puede parecerle que la utilización
para este fin de un relato es un recurso pueril y sin embargo, el relato se ha manifestado
como el mejor vehículo para esa expresión del sentir.

El objetivo de los mitos es distinto al de la ciencia. El tomar los mitos por
expresión científica ha producido muchos malentidos y ha hecho que se las considere
cuentos de niños sin ningún valor.
Los mitos no son ciencia mas bien una especia de símbolos, los mitos sirven
para que el hombre siguiendo sus indicaciones se comprenda mejor así mismo y los
lazos que le unen a los demás seres en el mundo y en la historia.
Si analizamos la diferencia entre ciencia y los mitos podríamos decir que:
Mientras la ciencia explica las cosas por sus causas utilizando un razonamiento
lógico-matemático, los mitos se valen de la expresión poética y narrativa.
En la ciencia cada termino expresa lo que quiere decir, sin embargo los mitos dejan
su sentido abierto y son objeto de lecturas distintas a traces de los timemos. Como se
ve en ocasiones la ciencia y los mitos son algo parecidos a enemigos, tienen campos,
intenciones y alcanzan diferentes, y no tienen porque competir.
B. LOS RITOS
Los ritos en general:
Desde el comienzo de la humanidad el hombre ha expresado corporalmente sus
sentimientos y emociones. La risa y el llanto, el alzar las manos o juntarlas, la caricia o
el abrazo son ejemplos de estas expresiones. Cada persona según su temperamento o
carácter acomoda esas manifestaciones pero poco a poco en cada pueblo y en cada
cultura los gestos se van haciendo más comunes, toman formas validas para todos.
Los mitos son estas representaciones hechas comunes y sometidas a una
estilización en formas convencionales (reír, llorar, cantar, bailar, saludarse o comer
juntos). Pero en sus formas mas concretas los ritos tienen una base cultural y cambiar de
una cultura a otra .juntarse para comer es un rito universal significativo de la amistad
pero la forma de comer cambia según las culturas.

Precisamente esto da lugar a que los ritos aparezcan en un momento y cuando
han dejado de ser significativos para una sociedad determinada pueden desaparecer y
ser sustituidos por otros.
Las religiones han encontrado también sus propios ritos la mayor parte de ellos
se basan en gestos universales por ejemplo, el rito central del cristianismo, la eucaristía
es una comida compartida de común unión.
Cambiar sin embargo, su significación mas profunda. En los ritos tiene gran
importancia la palabra, que cumple 3 funciones:
1. Contribuye a explicar los gestos del rito (dar con la mano la paz y el pésame).
2. Liga el rito con el acontecimiento; las religiones históricas hacen siempre
referencia a unos acontecimientos producidos en un momento que se siguen haciendo
vivos y actuales. Esta función la cumple le rito y es la palabra la que lo manifiesta (por
ejemplo: en la cena de pascua judía hay un momento en el que el menor de la casa
pregunta la razón de la celebración y el anciano le contesta que es porque eran esclavos
de Egipto).
3. Expresa como el hombre asume y vivifica lo expresado en el rito: es necesario
que el hombre religioso incorpore lo que el rito le presente. En esto se diferencia del rito
autentico del rito mágico. Este consiste en un automatismo, es una forma mecánica en
que solamente se requiere poner unas causas determinadas para q se produzca un efecto.
Por el contrario el rito autentico necesita la incorporación del creyente y esto se
expresa con la palabra.
La validez del rito:
Por otro lado oímos a muchos jóvenes manifiestan abiertamente que
determinados ritos no les dicen nada. ¿Qué se esconde detrás de estos fenómenos? El
problema de a relación entre el signo y el contenido o entre el significante y significado:
En el rito el signo tiene que responder a una realidad que se celebra (sino solo seria
como un cascaron vacía). Y tiene q representarla suficientemente. Si es confuso,

opaco, si carece de transparencia corre el peligro de convertirse en puro esoterismo
vacío.
Pero a la vez q el rito debe ser fiel a sus destinatarios a de ser inteligible para ellos.
Y su peligro es siempre hacerse excesivamente oscuro o anquilosarse.
De lo dicho puede deducirse que hay gestos más universales que responden un
espíritu común de los hombres y que en su ausencia permanecen siempre, y gestos más
particulares, más cambiables y referidos a un momento cultural. Tarea de rito es acertar
a expresar ese espíritu más universal utilizando con libertad expresiones más
particulares.
C. LAS FIESTAS
La fiesta en general :
Durante muchos siglos los hombres han celebrado fiestas sin reflexionar
especialmente sobre ellas. En este tiempo de cultura urbana amenazada de permanente
mecanización se ha despertado un interés por el fenómeno de lo festivo y de lo lúdico.
Hay q distinguir en primer lugar la reunión o la diversión de la fiesta.
La fiesta tiene siempre carácter de acontecimiento. Es algo que se espera, que se
prepara, que exige una disposición que rompe al ritmo de lo cotidiano y lo habitual...
Juan Mateo en su libro, cristianos en fiesta propone la siguiente definición: “la fiesta es
expresión comunitaria, ritual y alegre de experiencias y anhelos comunes centrados en
un hecho histórico pasado y contemporáneo”.
En la fiesta se expresa el si de la vida, el sentido utópico, la gratuidad, la
exhuberancia y el símbolo total.
El sí a la vida: los autores están de acuerdo en que la fiesta expresa un si a la vida.
Quien celebra esta afirmando por ese mismo hecho que la vida es digna de ser
celebrada. La verdadera fiesta no es mera evasión, despreocupación para olvidar lo
que vida tiene de malo. Eso es una caricatura y un sucedáneo de la verdadera fiesta.
Quien celebra festivamente no olvida que la vida esta jalonada de sombras,

denegaciones y fracasos. Pero confía en lo que lo bueno es capaz de asumir y vencer
al mal. En este sentido decíamos que la fiesta es una expresión del si a la vida.
El sentido utópico: en esta capacidad de la fiesta de asumir lo negativo se
manifiesta su orientación utópica. La fiesta es de algún modo reflejo de lo que se
espera, de lo que vendrá al final, de lo que aun no se da pero que a la vez ya esta
presente. Por esta característica en al fiesta se igualan de algún modo las clases
sociales, se admite la critica sin q esta suponga enfrentamiento, se da una alegría
generalizada y una comunicación fácil y espontánea. Este clima puede trivializarse y
convertirse en chabacanería y alegría superficial. Pero en la verdadera fiesta aparece
lo mejor que hay n cada uno, el logro del personaje que no hemos llegado a ser, el
deseo de un mundo nuevo que todos llevamos dentro.
La gratuidad: en nuestro mundo casi cada cosas tiene su precio y si se da algo es
con la esperanza de recibir una contrapartida. No es así la fiesta, por eso la fiesta
como el juego, tiene un sentido en si misma en el propio goce que proporciona.
(Ejemplo: La emoción colectiva ante una buena faena taurina, el baile comunitario
de unas sevillanas, una parada militar, tomar su sentido de su propia expresividad
que se hace colectiva).
La exhuberancia: algunos autores distinguen en la fiesta el carácter de
exhuberancia: vestidos elegantes o estrafalarios, alegría continua, derroche y
libertad. Para sentirse vivo el hombre tiene necesidad de prodigalidad y de dispendio
de energías. Cuando esta exuberancia no es solo quema de energías sino expresión
de la confianza en el ser, en el hombre y en la vida y cuando se vive continuamente
surge la fiesta.
El símbolo total: La fiesta es el símbolo de lo mejor de la vida, de lo que
esperamos, de lo que deseamos. En la fiesta se expresa la verdad, la bondad y la
belleza.
La fiesta religiosa:

Las características de la fiesta coinciden en gran medida con la religión misma.
La religión es decir si a la vida, poseen un sentido utópico, expresar la gratuidad y es
manifestación de la plenitud. Esto hace que las fiestas ocupen un lugar importante en las
religiones.
Es preciso distinguir en las religiones agrícolas y cósmicas, las fiestas están
ligadas a los ciclos del campo por el contrario en las religiones proféticas e históricas las
fiestas se ligan siempre a acontecimientos pasados. En la fiesta se rememora el pasado.
Pero estos acontecimientos son inoperantes porque se refieren al futuro que anuncian y
en cierto modo anticipan. De esta suerte la fiesta no es mera rememoración del pasado
sino cumplimiento de ese pasado en el presente y tensión hacia el futuro.
En al fecha religiosa, el hecho histórico pasado se considera como el centro de la
historia y en ella se anticipa y hace presente un futuro definitivo y total.

TEMA 4. LA EXPERIENCIA RELIGIOSA Y EL SENTIDO
DE LA VIDA
A. LA RELIGION Y EL SENTIDO DE LA VIDA
La trascendencia:
La respuesta que la religión aporta a estas grandes cuestiones puede resumirse en
la palabra trascendencia. No es este que concepto puramente religioso. Quien “escribe
un libro, planta un árbol, o tiene un hijo” experimenta en cierto sentido lo trascendente
en la perturbación de sus obras o en su influencia bienhechora mas allá de su muerte. El
marxismo ha usado también la palabra trascendencia para caracterizar la experiencia del
que al dar la vida por un futuro mejor, rompe los límites estrechos de su existencia
individual.
Solamente la religión puede usar con plenitud de sentido la palabra
trascendencia. En ella la totalidad de la vida humana, individual y colectiva encuentra
su culminación y ello en un doble sentido:
Por un lado, el creyente sabe que toda realidad, todo acontecimiento, el tiempo y el
espacio están anunciando el absoluto que habita en ellos. Si en un aspecto la religión
muestra las realidades como relativas, no por ellos las desvaloriza. Por el contrario,
si mengua de esta relatividad las valora como llenas de absoluto y las transciende.
Por otro lado, el hombre religioso espera en otra vida, en un “cielo nuevo y una
tierra nueva”, en que incluso los aspectos negativos de las vidas sean recuperados.
Enfrentados a las zonas oscuras de la vida, y en especial frente a la muerte, los
diversos humanismos de encentran en precario. Aunque sin desvelar radicalmente su
misterio, únicamente la religión esta en condiciones de encontrarles un sentido.
El creyente experimenta lo religioso como lo que pone todo en el hombre y para
el hombre, pero nunca sin el hombre. No anulándose ni mermándole en su capacidad
sino afinándole en su libre elección.

La religión da sentido a la vida:
Podemos afirmar siguiendo a Olegario González de Cardedal que el hombre
religioso se vive en relación personal con un más allá de sí mismo, personal y absoluto
que sin ser radicalmente idéntico a él, no le es radicalmente ajeno.
La experiencia religiosa aparece como una forma de vivir que desarrolla el ser
humano cuando ha recorrido su existencia como don, tarea y despliegue ante Alguien
que no viene a suplantar nada de lo humano, ni a entrar en pequeños detalles, sino a
iluminar todo colocándolo en una nueva perspectiva.
La religión tiende a esclarecer el sentido de todo lo que existe y acontece; a
iluminar el que hacer mismo del hombre; a proponer un destino existente pero
desconocido que al descubrirse libera; a dar cohesión al conjunto de la existencia
humana procurando una orientación.
Experiencias de sentido distorsionadas :
El fatalismo: se trata de la experiencia de lo transcendente como algo
absolutamente impuesto a la conciencia del sujeto de modo que se siente destinado u
obligado. El sentido total de la vida se le impone: es el “destino”, el “sino”, el
“fatum” que le anula su capacidad de optar y decidirse libremente. Esto ocurre en el
caso de la magia, el tabú y la superstición.
El fanatismo: se trata de una experiencia de lo trascendente que absolutiza sus
mediaciones, realidades en si relativas. La consecuencia es que doctrinas, personas o
acontecimientos al verse como absolutos se hacen incompatibles con otras doctrinas,
personas o acontecimientos. De ahí la intolerancia y la violencia como resultados
inevitables. Este es el caso de todo tipo de fanatismos religiosos y parareligiosos o
de ideologías que se tiñen de una legitimación casi religiosa.

TEMA 5. LA MADUREZ RELIGIOSA
1. CARACTERISTICAS DE LA MADUREZ RELIGIOSA
Globalmente diferenciada :
La religiosidad madura engloba una serie de comportamientos y aspectos de la
personalidad muy variados referidos no solo al campo de lo religiosos, sino a todas las
dimensiones de la personalidad. Dado su carácter de principio organizador la madurez
religiosa es capaz de ofrecer un significado unitario, sin deteriorar la autonomía de los
distintos factores al establecer una clara diferencia entre los diferentes aspectos y
niveles de la personalidad que abarca.
La madurez integrada:
Desde la madurez religiosa el individuo lleva a cabo una selección y
reorganización constante de sus intereses y comportamientos, rechazando aquellas
formas de religiosidad puramente impulsivas, afectivas o intuitivas. Desde su
racionalidad llega a una integración de todos los elementos de la personalidad capaz de
proporcionar dinamismo a todos ellos.
La madurez totalizante:
Una personalidad madura se expresa como tal “en al medida que se rasgo
totalizante de la personalidad”, es decir, valor absoluto, cardinal y centro jerárquico de
la estructura interior. La religiosidad se presenta como una conducta completa en la cual
vienen integrados todos los niveles y las fases de la conducta misma.
La madurez autónoma y motivacional:
La religiosidad del individuo cuando ha alcanzado la madurez aparece con una
total autonomía. Este aspecto de su persona domina sobre otros niveles de la conducta
así mismo mantiene al margen de los acondicionamientos sean de carácter psíquico o
social.

Esta relación autónoma aparece al mismo tiempo como motivación de la
actuación del hombre. La religiosidad madura no puede ya constituir una sola respuesta
a los interrogantes del hombre, sino que aparece como fuente motivacional del
comportamiento.
La madurez operativa:
Una religiosidad madura estimula conductas coherentes en todos los sectores de
la vida. Como observa Víctor Frankl la religión ayuda a madurar porque reconoce la
actividad del hombre y exige elecciones responsables.
La madurez dinámica:
Es esta quizá la más importante de todas las características. La madurez religiosa
no coincide siempre con el logro de una edad adulta pues sigue ritmos y lógica que no
son los del desarrollo cronológico. Una religiosidad madura no viene fijada en
estructuras definitivamente acabadas. Permanece siempre como una tarea abierta para el
individuo, se haya siempre a la búsqueda de mejores y más satisfactorias respuestas y
acepta abiertamente el riesgo de la búsqueda de verdades más importantes. Pero la
dinamicidad se manifiesta además en un esfuerzo continuado de confrontación con la
historia y con la experiencia humana. Esa confrontación implica flexibilidad pues
ningún modelo o planteamiento es definitivo.
La madurez evolutiva:
La madurez religiosa se logra poco a poco. La reestructuración interior que se
realiza es muy profunda y por eso no es de extrañar que el cambio aparezca
acompañado de una crisis. Exteriormente quizá no sea así porque se da principalmente
en un plano interno. Esa crisis puede remover los principios sentados hasta es momento
creando confusión. Pero esa crisis no es una perdida; la persona religiosa por medio de
esa reestructuración llega a una mayor comprensión de la vida.
2. LA PERSONA RELIGIOSA MADURA
Raramente se encuentran personas adultas que hayan integrado plenamente las conductas religiosas en el marco global de su personalidad, frecuentemente la religiosidad permance como un segmento separado de comportamientos, caracterizado

por rasgos de inmadurez y de infantilismo. La falta de relieve de los roles religiosos en la vida colectiva contemporánea parece reforzar esta situación. Se piensa que lo religioso es exclusivo de lo personal y que nadie mas que el propio individuo debe entrometerse en ello. Si el grado de madurez religiosa concuerda o no con la evolución general de su psiquismo es algo que no debe importar a los demás. Para establecer un juicio global sobre su persona es necesario tener en cuenta este aspecto.
a) Realismo. La persona que ha alcanzado la religiosidad madura se muestra mas realista, los conratiempos no le alteran con facilidad y recupera rápidamente la serenidad. Sus reacciones son proporcionadas a la situación y sus juicios y objetivos.
b) Firmeza interior. Es asi mismo una persona que escucha, comprende y se manifiesta oportunamente con sinceridad y a pesar de su firmeza interior no tiene ninguna rigidez moral ni religiosa. No se deja impulsar sin mas por precipitaciones, al contrario, dispone de tiempo y espacio interior y crea una atmofera de paz en torno suyo, como si actuara mas interior que exteriormente. Tampoco hace alarde de su religiosidad ante los demás pero si uno va conociendo se va dando cuenta de que su con Dios gravita mucho en las actitudes cotidianas. Da importancia a sus expresiones de fe y necesita intercomunicarse en el plano de las inquetudes religiosas.
c) Fe- intercomunion. La persona madura vive desde un nivel interior y alimenta su actividad externa desde una zona muy intima de su existencia, siente la necesidad de intercomunicarse con otros que viven la misma experiencia para poder expresar lo que pasa y ayudar al crecimiento de esta nueva vida. Necesita por eso compartir los ritos sagrados, las expresiones y los grupos propios.
d) Vida interior. El hombre de erligiosidad madura tiene una fuerte vida interior y su continua referencia a lo trascendente le permite encuadrar unos acontecimientos en un contexto general. En su vida lo eterno, el espíritu, lo invisible está siempre presente como lo mas importante, como lo que le permite colocar los acontecimientos en un justo lugar. Desde ahí vive la vida como en una unidad, como si la pluralidad de las cosas que le rodean se unificara desde su propia interioridad.
e) La escala de valores. El hombre maduro también posee una escala de valores en equilibrio. La religiosidad madura en un estado en que la vida emocional se estabiliza, donde la paz permite que los impactos que producen los acontecimientos sobre la vida emocional no alteren su equilibrio. Hasta los hechos mas insignificantes se estiman desde una dimensión trascendente. Una religiosidad madura produce en la experiencia del individuo un sentido lleno de alegría, entusiasmo o libertad interior y amistad universal que proviene de la convicción profunda de la presencia transformante de radicalmente otro. La admiración del universo, la necesidad de la relación unificante con el Todo, la serenidad y la paz interior son características propias del hombre religiosamente maduro.

TEMA 7. LA INCREENCIA
El termino increencia implica que el ambiente en que nos movemos está determinado por falta de religiosidad, esto es por todo la carencia de una experiencia del misterio. Hoy la religon se encuentra confortada con el fenómeno de la increencia. En otros tiempos se creía y se vivía en un clima religioso. la religión se daba por supuesta hoy no suede asi sino que la increencia constiuye un competente de nuestra situación.
1. FORMAS ACTUALES DE INCREENCIA:a) Vida intrascendente. La increencia de muchos no es tanto fruto de una divisin
sino el resultado de una existencia intranscendente. Faltan en sus vidas las condiciones minimas para tomar una postura ante la fe o la increencia. La cuestión es vivir, asegurar la pequeña felicidad de cada dia, satisfacer las necesidades que le reclaman y vivir lo mejor posible el presente sin plantearse grandes problemas. Asi la persona se instala en su estilo de vida que le impide llegar con un poco de hondura hasta el fondo de su ser para escuchar las preguntas que surgen en su corazón.
b) Diferentismo. Bastantes personas especialmente que por su talante no se sienten muy inclinadas hacia lo religioso, se han acostumbrado a vivir sin responder a la cuestión religiosa. Viven sin Dios y no lo echan en falta para nada. Llevar a sus extremos esta insensibilidad religiosa encierra tan vez un estadio de mayor alejamiento de la fe. Se vive mas alla de toda religión. No queda resquicio alguno para dejarse interpretar por ningún mensaje religioso. No se necesita y mientras la necesidad de Dios no es sentida no es posible la reacción.
c) El agnosticismo. Su postura en parte teorica y en parte pragmática parece fundamentarse en un planteamiento sencillo: lo sagrado es una hipótesis que no es posible verificar. No hay fundamentos racionales para saber algo sobre ello con seriedad. No hay razones para confirmar su existencia ni razones para negarla. La postura mas lucida y despierta es entonces vivir instalados en la finitud. Asumir responsablemente y sin traumas nuestra existencia finita con su grandeza y su miseria, con sus gozos y su dolor, son su capacidad de vida y progreso y su carácter perecedero y mortal.
FORMAS ACTUALES DE INCREENCIA
C) La increencia revestida de religiosidad:
1. La superstición: el hombre cae en la superstición siempre que sustituye la confianza religiosa por el afán de utilizar y poner de su lado los oderes divinos. Entonces el culto religioso se deteriora para dar paso a practicas que cuidan hasta el minimo detalle. Asi la religiosidad se empobrece y lejos de abrirse cada vez mas al amor y la esperanza en lo trascendente la persona queda confinada en sus propios miedos o asfixiado en sus intereses inmediatos.
2. Idolatria: es una tentación constante en el hombre sustituir al Dios de muchas religiones por otro ídolo que viene a ocupar en su corazón y en su vida un lugar que solo a Dios le debiera corresponder

3. Magia: la actitud religiosa queda pervertida radicalmente cuando el hombre trata de hacer reacciones a las fuerzas divinas por medio de determinados actos. Entonces el culto pierde su riqueza interior, la relación personal con lo sagrado se desvanece, poniéndose el acento en la realización mecánica de un ritual.
TEMA 8. LAS GRANDES RELIGIONES1. LA RELIGION A TRAVES DEL TIEMPO
Hoy dia tenemos datos suficientes para afirmar que la religión es tan antigua como la humanidad. Desde que existe el hombre existe la religión. Es mas, se puede también afirmar que muchas de las creencias y practicas de las religiones mas desarrolladas de la antigüedad o del presente tiene sus raíces en la religión pre-historica, que nos viene del paleolítico. En un principio la visión religiosa de aquellos hombres debió ser my sencilla, muy primitiva, pero poco a poco ya a partir del Paleolitico fue evolucionando hacia formas cada vez mas complejas. Podemos afirmar que las grandes religiones universales (hinduismo, budismo y cristianismo) se han ido constituyendo a partir de la base común de las religiones arcaicas. La religión del paleolítico seria como un gran tronco mitico y ritual del que mas tarde han ido brotando las grandes ramas de las religiones universales. El comienzo de esta ramificación se produjo en una época y en unos lugares perfectamente identificables, fue en torno al siglo VI a.c cuando se produjo un profundo cambio cultural y religioso en el mundo civilizado, desde la India hasta el Mediterraneo, de China a Persia y al próximo Oriente. En el espacio de unos dos siglos surgenen la china lao-tse y kung-fu-tse, en la India los libros Upanisads y Buda, en Persia Zoroastro, en Israel los grandes profetas (Isaias, Amos y Oseas) y en Grecia los grandes poetas trágicos y los primeros filosofos. Como resultado de todo este movimiento religioso-cultural al tronco mitico y ritual le brotaron tres grandes ramas: el el extremo oriente aparecen las religiones de tipo profetico con los grandes profetas de Israel y con Zoroastro en Persia. En Grecia con los filosofos aparece la critica racionalista de la religión que es también una forma de plantearse y responder al problema religioso. Cada una de estas ramas demostraran a lo largo de la historia su vitalidad y su capacidad para seguirse desarrollando. En el extremo oriente han ido brotando nuevas ramas del hinduismo y del budismo. De las religiones profeticas han surgido el cristianismo y más tarde el islamismo. Y en occidente se ha ido desarrollando en multiples formas la actitud critica ante la religión. Lo que caracteriza a las religiones misticas es el valor absoluto que atribuyen a la experiencia interior de unión con el absoluto. Tienen una visión cíclica del tiempo y desconfían de lo exterior y de la historia. Estas religiones en muchos aspectos podrían considerarse como las herederas modernas de la religión de los pueblos secundarios.
Las religiones de tipo profético se caracterizan por el valor absoluto que concede a la llamada divina comunicada por medio del profeta. Tienen muy clara también, sobre todo en el judaísmo, cristianismo e islamismo, la idea de la inmunidad de Dios: Dios solo hay uno. Y no es el hombre quien lo descubre, sino que es el mismo quien se da a conocer. Esta religión seria heredera de muchos rasgos de las religiones dinámicas de los nómadas. Tiene una visión abierta de la historia y vive el camino en tensión de

esperanza hacia el futuro. Lo que caracteriza a la critica racionalista frente al tema religioso sería el valor absoluto concedido al conocimiento racional. En este contexto el mito no seria mas que una forma precientifica de conocimiento y el rito una superstición para incultos
× EL HINDUISMO ×No designa propiamente lo que en Europa entendemos por una religión. A diferencia de la mayor parte de las religiones el hinduismo no atribuye al concepto de “dios” una gran importancia: no tiene dogmas; no tiene un fundador determinado; no considera obligatoria ninguna practica religiosa.
Hindú es una palabra persa que significa sencillamente indio. Sed daba este nombre a los habitantes del valle del Indo, el hinduismo vendría a designar el estilo de vida de estas gentes y su modo de concebir la vida. En el entraría un conjunto de teorías y practicas para conseguir la realización material y espiritual del individuo y de la sociedad. Fundamentalmente se trata de hacer lo que se considera justo y de vivir en armonía con el dharma (la ley) de todas las cosas.
Se entra a formar parte del hinduismo no porque uno se convierta a él sino por el solo hecho de nacer en el seno de aquella sociedad y crecer en ella. Y uno sigue formando parte de él aunque no crea en muchas de las doctrinas o practicas del hinduismo. El estilo de vida hindú al que nosotros llamamos Hinduismo y ellos llaman Sanatana Dharma o ley eterna es el resultado de un largo proceso de evolución que empezó hace mal d 3000 años y en el confluyen elementos muy diversos y a veces incluso contradictorios. El Hinduismo es como un gran río, el Danges, al que a lo largo de miles de años han ido a parar aguas muy diversas que han contribuido a englosar y a enturbiar su caudal.
Rasgos esenciales del Hinduismo
Dios: tolera concepciones muy distintas de Dios. Por un lado Dios puede ser un espíritu impersonal, absoluto que está en la base de todas las cosas y hay que buscarlo en el fondo de todos los seres. Todo es apariencia menos él, por eso hay que ir apagando la conciencia de las cosas, incluso la propia individualidad (Atman) para disolverse en el absoluto impersonal (Brahman). Este camino hasta el absoluto no se puede hacer solo, hace falta un maestro espiritual, un guía (un guru) por otro lado existe un Dios y todos ellos personales: siva, Visnú, krisma, etc que son objeto de veneración cada uno en sectas y grupos diversos.
Reencarnación: la creencia en la reencarnación es otro de sus rasgos. Consite en pensar que la existencia que cad hombre vive en la tierra ha sido precedida de otras muchas existencias anteriores y que dase vida por otras muchas reencarnaciones o nuevos nacimientos.
Lo que el hombre vive en su existencia actual es el resultado de los santos buenos o malos que hizo en sus existencias anteriores.El hombre está sometido a una ley implacable que hace que cada uno de sus actos produzca sus frutos pronto o tarde, en esta vida o en una existencia futura. Cada alma humana puede reencarnarse en un animal, un hombre, o una divinidad, según haya sido la calidad de la ultima existencia que vivió.

Se produce una transmigración de las almas, que busca una existencia tras existencia su fin ultimo y su liberación total. Esta sería la idea central del Hinduismo: librarse del fatalismo, de las sucesivas encarnaciones, librarse de la existencia en que el hombre vive prisionero de sus propios actos y seto es lo que hace del Hinduismo una religión profundamente humana y llena de dramatismo y profundidad
Para conseguir la liberación se ofrecen tres métodos o caminos:
- Camino de los actos. Y consiste en cumplir perfectamente los deberes que cada uno tiene por el hecho de pertenecer a un medio social dado y a un estado de vida. Hacer bien y desinteresadamente todo lo que uno tiene que hacer; esta es la regla.
- En segundo lugar está el camino del conocimiento que consiste en el descubrimiento del Absoluto; es un camino reservado a los brahmanes y hay que recorrerlo a base de profunda meditación. Con ella el hombre supera las apariencias de los bienes perecederos y busca lo eterno que se esconde en el fondo de las cosas. El que logra liberarse de los deseos ya no transmigra más y entra en el brahmán o espíritu absoluto.
- El tercer camino es el camino de la devoción (Bhakti) o sea, el camino de la bondad y la benevolencia hacia un Dios personal, considerado como una manifestación del Absoluto. Este sería el camino más seguido por la mayoría de los hindúes: caminar hacia la liberación por la bondad en vez de hacerlo por el conocimiento o por los actos.
- Hay otros caminos todavía. El yoga que seria un complemento de los caminos anteriores. El yoga consistiría en frenar toda actividad mental, toda idea y todo sentimiento, hasta conseguir calmar totalmente el propio espíritu.Uno ha de conseguir que el propio espíritu esté dentro de su cuerpo, pacífico e inmóvil, como una llama de aceite en un lugar sin viento.Entonces se puede realizar la unión del propio espíritu pacificado con el espíritu absoluto.