TEMAS CUARESMALES DE REFLEXIÓN SOBRE LA PALABRA DE...

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1 TEMAS CUARESMALES DE REFLEXIÓN SOBRE LA PALABRA DE DIOS PRESENTACIÓN La CUARESMA es un tiempo de escucha de la Palabra de Dios, de CONVERSIÓN y de fe en el Evangelio. Es un tiempo especial de reconciliación con Dios y con los hermanos. Como pueblo de Dios que peregrina en esta Iglesia Local de Ciudad Guzmán, necesitamos convertirnos para celebrar con Jesús nuestra propia Pascua; tenemos que prepararnos en esta Cuaresma para no ser comunidades muertas, sino comunidades que renacen a una nueva vida, siendo esperanza y signo de que el Reinado de Dios se va haciendo realidad en estas tierras del Sur de Jalisco. Para ayudarnos a celebrar esta Cuaresma, por sugerencia de nuestro Señor Obispo y con la aprobación del Consejo Diocesano de Pastoral, hemos preparado estos TEMAS DE REFLEXIÓN CUARESMAL sobre la PALABRA DE DIOS, inspirados en el “Mensaje al Pueblo de Dios” del Sínodo de los Obispos, celebrado en el mes de octubre del año pasado y cuyo tema fue: “La Palabra de Dios en la vida y misión de la Iglesia”. Y haciendo eco a las palabras del profeta Isaías de que la Palabra de Dios es como «la lluvia que empapa la tierra, la fecunda y la hace germinar» (Cf. Is 55); tenemos la esperanza de que estas reflexiones cuaresmales nos lleven a un encuentro personal e íntimo con el Señor; que dé frescura a nuestra fe y a nuestro compromiso por el Reino. Los temas para esta reflexión cuaresmal son los siguientes: 1. DIOS SE REVELA EN LA CREACIÓN. 2. DIOS SE REVELA Y ACTÚA EN LA HISTORIA. 3. EL ROSTRO DE LA PALABRA: JESUCRISTO. 4. LA CASA DE LA PALABRA: LA IGLESIA. 5. LOS CAMINOS DE LA PALABRA: LA MISIÓN. 6. CELEBRACIÓN FINAL: DIOS CAMINA CON NOSOTROS. Estos temas están pensados para los grupos pastorales de adultos y pueden adaptarse a las situaciones particulares de cada comunidad para que puedan dar los mejores frutos. Los miembros de la comisión esperamos que este esfuerzo colabore a la preparación cristiana de la Pascua del Señor de este año 2009, y haga crecer nuestro amor a la Palabra de Dios y fortalezca nuestros esfuerzos por hacerla vida, tanto a nivel personal como comunitario, recordando las palabras del mismo Jesús que nos dice que su verdadera familia «son los que escuchan la Palabra de Dios y la ponen en práctica» (Lc 8,21). Tema 1. “DIOS SE REVELA EN LA CREACIÓN” OBJETIVO: Reconocer la Palabra de Dios en la creación, para que caigamos en la cuenta de la responsabilidad que tenemos de trabajar, cuidar y embellecer el mundo que Dios ha creadoPreparar con anterioridad: Ambientar el lugar de la reunión con frases como: a) En el principio dijo Dios: Haya luz y hubo luz. b) En el principio existía la Palabra… y la Palabra era Dios… Todo se hizo por ella y sin ella no se hizo nada.

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TEMAS CUARESMALES DE REFLEXIÓN SOBRE LA PALABRA DE DIOS

PRESENTACIÓN

La CUARESMA es un tiempo de escucha de la Palabra de Dios, de CONVERSIÓN y de fe en el Evangelio. Es un tiempo especial de reconciliación con Dios y con los hermanos.

Como pueblo de Dios que peregrina en esta Iglesia Local de Ciudad Guzmán, necesitamos convertirnos para celebrar con Jesús nuestra propia Pascua; tenemos que prepararnos en esta Cuaresma para no ser comunidades muertas, sino comunidades que renacen a una nueva vida, siendo esperanza y signo de que el Reinado de Dios se va haciendo realidad en estas tierras del Sur de Jalisco.

Para ayudarnos a celebrar esta Cuaresma, por sugerencia de nuestro Señor Obispo y con la aprobación del Consejo Diocesano de Pastoral, hemos preparado estos TEMAS DE REFLEXIÓN CUARESMAL sobre la PALABRA DE DIOS, inspirados en el “Mensaje al Pueblo de Dios” del Sínodo de los Obispos, celebrado en el mes de octubre del año pasado y cuyo tema fue: “La Palabra de Dios en la vida y misión de la Iglesia”. Y haciendo eco a las palabras del profeta Isaías de que la Palabra de Dios es como «la lluvia que empapa la tierra, la fecunda y la hace germinar» (Cf. Is 55); tenemos la esperanza de que estas reflexiones cuaresmales nos lleven a un encuentro personal e íntimo con el Señor; que dé frescura a nuestra fe y a nuestro compromiso por el Reino.

Los temas para esta reflexión cuaresmal son los siguientes:

1. DIOS SE REVELA EN LA CREACIÓN. 2. DIOS SE REVELA Y ACTÚA EN LA HISTORIA. 3. EL ROSTRO DE LA PALABRA: JESUCRISTO. 4. LA CASA DE LA PALABRA: LA IGLESIA. 5. LOS CAMINOS DE LA PALABRA: LA MISIÓN. 6. CELEBRACIÓN FINAL: DIOS CAMINA CON NOSOTROS.

Estos temas están pensados para los grupos pastorales de adultos y pueden adaptarse a las situaciones particulares de cada comunidad para que puedan dar los mejores frutos.

Los miembros de la comisión esperamos que este esfuerzo colabore a la preparación cristiana de la Pascua del Señor de este año 2009, y haga crecer nuestro amor a la Palabra de Dios y fortalezca nuestros esfuerzos por hacerla vida, tanto a nivel personal como comunitario, recordando las palabras del mismo Jesús que nos dice que su verdadera familia «son los que escuchan la Palabra de Dios y la ponen en práctica» (Lc 8,21).

Tema 1. “DIOS SE REVELA EN LA CREACIÓN”

OBJETIVO: “Reconocer la Palabra de Dios en la creación, para que caigamos en la cuenta de la responsabilidad que tenemos de trabajar, cuidar y embellecer el mundo que Dios ha creado”

Preparar con anterioridad:

Ambientar el lugar de la reunión con frases como: a) En el principio dijo Dios: Haya luz y hubo luz. b) En el principio existía la Palabra… y la Palabra era Dios… Todo se hizo por ella y

sin ella no se hizo nada.

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c) Por la Palabra del Señor fueron hechos los cielos, por el aliento de su boca todos sus ejércitos… pues él habló y así fue, él lo mandó y se hizo.

d) Dios que da la vida a los muertos y llama a las cosas que no existen para que existan.

Preparar un lugar en el centro de la reunión para representar el paraíso.

Traer las figuras del sol, la luna y las estrellas, de animales de distintas especies, plantitas, recipiente con agua limpia, y también un muñeco (varón) y una muñeca, para formar el paraíso. Y repartirlas a distintas personas. Son para formar el paraíso.

Traer además, un recipiente con agua sucia y contaminada, un recipiente de aerosol, tierra con basura y abono químico, trozos de madera o ramas, un globo terráqueo y papel rojo para figurar una hoguera. Igualmente repartirlas a distintas personas. Son para representar la destrucción que estamos haciendo de la creación.

Preparar un bonito altar para la entronización de la Biblia.

1. CANTO. “Señor Dios nuestro”.

2. ORACIÓN INICIAL

Se prepara una procesión para la entronización de la Biblia. Al principio va alguien que lleva la Biblia en alto y abierta, detrás todos los participantes, cantando un canto a la Palabra: “La Palabra de Dios va llegando ya”, o “Tu Palabra me da vida”.

Al término de la procesión, se coloca la Biblia en el lugar preparado de antemano y se le da un fuerte aplauso.

Luego un lector lee pausadamente el texto del relato de la creación: Génesis 1,24-31, y mientras va leyendo, se van colocando las figuras con las que se va a ir formando el paraíso.

Al terminar la lectura, se guarda un momento de silencio para meditar y contemplar el paraíso. El coordinador pregunta:

¿Cómo creó Dios el cielo y la tierra y todo cuanto contiene?

¿A quien entregó Dios todo lo creado?

Se canta: “¡Señor, Dios nuestro!”

Terminan diciendo en dos coros:

Coro 1. Obras todas del Señor, bendigan al Señor, glorifíquenlo por siempre con cantos. Coro 2. Cielos, bendigan al Señor, glorifíquenlo por siempre con cantos. Coro 1. Aguas del cielo, bendigan al Señor, glorifíquenlo por siempre con cánticos. Coro 2. Sol y luna, bendigan al Señor, glorifíquenlo por siempre con cantos. Coro 1. Estrellas del cielo, bendigan al Señor, glorifíquenlo por siempre con cantos. Coro 2. Lluvia y rocío, bendigan al Señor, glorifíquenlo por siempre con cantos. Coro 1. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Coro 2. Como era en el principio ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

3. UBICACIÓN

La Cuaresma es el tiempo de preparación a la celebración de la Pascua de nuestro Señor Jesucristo: su muerte y resurrección. Es un tiempo en que se nos invita a escuchar asiduamente la PALABRA DE DIOS, a unirnos al sufrimiento de Cristo, tratando de negarnos a nosotros todo aquello que ofende a Dios y nos daña a nosotros y a nuestros prójimos y a solidarizarnos con los pobres, a través del ayuno y la abstinencia solidarios.

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Este año los temas de reflexión son sobre la PALABRA DE DIOS, ya que en Octubre del año pasado, el Sínodo de los Obispos en Roma fue sobre: “LA PALABRA DE DIOS EN LA VIDA Y EN LA MISIÓN DE LA IGLESIA”. Tomaremos como texto inspirador el Mensaje de los Obispos al Pueblo de Dios. De ahí tomaremos los temas de estas reflexiones.

El primero de ellos es: DIOS HABLA EN LA CREACIÓN. (La Palabra cósmica).

4. EL CUIDADO QUE TENEMOS DE LA CREACIÓN. (VER)

Compartir:

¿Alguna vez te has quedado admirando la belleza de una flor, o la puesta de sol en un atardecer, o el cielo estrellado en la noche? ¿has descubierto a Dios en todo eso?

¿Alguna vez le has dado gracias a Dios por el agua, el aire, por el sol, por la tierra, por las plantas? ¿Por qué?

¿Cómo tratamos las cosas que Dios nos ha dado? ¿Las cuidamos? ¿Por qué?

5. LA CREACIÓN: PRIMERA PALABRA DE DIOS. (PENSAR)

La Palabra de Dios entró en escena desde el momento de la creación. Dios creó todos los seres visibles e invisibles por su palabra. “En el principio… dijo Dios: “Haya luz”, y hubo luz… “(Gen 1,1-3) “En el principio existía la Palabra… y la Palabra era Dios… Todo se hizo por ella y sin ella no se hizo nada” (Jn 1,1-3). “Por la Palabra del Señor fueron hechos los cielos, por el aliento de su boca todos sus ejércitos…. Pues él habló y así fue, él lo mandó y se hizo (Sal 33,6.9).

Dios para comunicarse con los humanos, dijo dos palabras, la primera de ellas fue la creación. En ese libro Dios nos dejó su Palabra. Por eso todas las cosas tienen la huella de Dios y en algunas podemos encontrar huellas de su proyecto de vida. La creación, como Palabra de Dios, es parte ya del proyecto de Dios. Basta que nosotros veamos la organización que tienen las hormigas y las abejas, para darnos cuenta de que Dios quiere que los humanos trabajemos unidos y organizados. Si vemos el cielo estrellado, nos damos cuenta del orden que hay en ese cosmos tan inmenso, todos respetan las leyes que Dios les dio. El quiere que los humanos también obedezcamos sus mandatos.

En la creación, tenemos, pues, una primera revelación de Dios, “la cósmica”, que hace que todo lo creado se asemeje a una especie de inmensa página abierta delante de toda la humanidad, en la que se puede leer un mensaje del Creador: “Los cielos cuentan la gloria de Dios, el firmamento anuncia la obra de sus manos; el día al día comunica el mensaje, la noche a la noche le pasa la noticia. Sin hablar y sin palabras, y sin voz que pueda oírse, por toda la tierra resuena su proclama, por los confines del orbe” (Sal 19,2-5).

Pero Dios nos dio la creación no únicamente para que la contemplemos, sino para que vivamos en ella y trabajemos, sacando de ella lo necesario para vivir. “Y creó Dios a los seres humanos a su imagen; a imagen de Dios los creó; varón y mujer los creó” (Gen 1, 27-28) “Y dijo Dios: Les entrego todas las plantas que existen sobre la tierra y tienen semilla para ser sembradas; y todos los árboles que producen frutos con su semilla les servirán de alimento… Y así fue.” (Gen 1,29-30). Así Dios nos puso en la tierra para que la trabajáramos y la embelleciéramos. A los humanos nos puso como guardianes de la creación.

Pero, ¿qué hemos hecho de ella? La estamos destruyendo. Por obtener ganancias desmedidas la hemos convertido en mercancía y en materia de explotación. Somos jardineros que estamos destruyendo el jardín, en lugar de cuidarlo. Somos inquilinos que estamos destruyendo la casa, en lugar de cuidarla. Y no nos damos cuenta de que al destruir el mundo y cuanto contiene: los animales, las plantas… nos estamos destruyendo nosotros mismos.

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El agua que es un recurso no sustituible, no la cuidamos. La desperdiciamos. La contaminamos. Los ríos los llenamos de basura y de desechos químicos. (Se pone en el paraíso un recipiente con agua sucia, contaminada).

El aire lo contaminamos con tantos gases que se emiten a la atmósfera: por los carros, las fábricas, los incendios, los gases refrigerantes y los aerosoles… (Se pone un recipiente de aerosol)

La tierra la estamos matando con tanto abono químico. No la utilizamos únicamente para obtener los alimentos, sino la explotamos irracionalmente para obtener ganancias y así la agotamos. (Se coloca un puño de tierra llena de abono químico y de basura)

Los bosques los estamos destruyendo y ahora nos falta oxígeno y la tierra se está erosionando lo que es factor de inundaciones, además ya no se evapora suficientemente el agua para convertirse en nubes y que caiga la lluvia. (Se ponen trozos de madera o ramas)

Estamos recalentando demasiado el planeta, de tal manera que se causan muchos fenómenos meteorológicos, que antes que no se veían tan fuertes: huracanes, inundaciones, sequías. Con dos grados que subiera la temperatura del planeta se causaría una catástrofe de dimensiones planetarias. (Se coloca un globo terráqueo y debajo se pone un papel colorado, que simbolice una hoguera)

Los Obispos en el documento de Aparecida dicen: “La naturaleza ha sido y continúa siendo agredida. La tierra fue depredada. Las aguas están siendo tratadas como si fueran una mercancía negociable por las empresas, además de haber sido transformadas en un bien disputado por las grandes potencias.” (DA 84)

Los humanos somos los vivientes más depredadores y destructores que existen en la tierra. Esto es un atentado contra Dios, su obra y contra nosotros mismos, es fruto de la idolatría del dinero. Por eso es un pecado. “Percibimos claramente de cuántas maneras la persona humana amenaza y aún destruye su mundo donde habita. Nuestra hermana la madre tierra es nuestra casa común y el lugar de la alianza de Dios con los seres humanos y con toda la creación. Desatender las mutuas relaciones y el equilibrio que Dios mismo estableció entre las realidades creadas, es una ofensa al Creador, un atentado contra la biodiversidad y, en definitiva, contra la vida.” (DA 125)

Reflexionemos:

¿Cuál es la primera Palabra de Revelación que Dios pronunció?

¿En qué momento o circunstancia has descubierto la voz de Dios en la creación?

¿Para qué nos dio Dios la creación?

¿Qué estamos haciendo con ella?

6. ¡CUIDEMOS DE LA CREACIÓN! (ACTUAR)

El tener en cuenta que Dios se revela en la creación y que su Palabra son el cielo, la tierra y todas las cosas por él creadas, nos exige el que cuidemos el mundo y lo salvemos de una catástrofe ecológica, a la que estamos caminando cada vez más rápido.

Reflexionemos:

¿Qué debemos hacer para descubrir a Dios presente en la creación?

¿Somos conscientes del pecado que comentemos al contaminar o destruir la creación?

¿Qué estamos haciendo para cuidar el mundo que Dios nos ha confiado?

Para vivir la conversión, ¿Qué podemos hacer para cuidar la creación?

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7. ORACIÓN FINAL

Los participantes van tomando las diferentes figuras que están en el paraíso, tanto las bonitas, como las que están contaminadas por los humanos. Cada quien va haciendo oraciones de acciones de gracias, o peticiones de perdón. Se pueden añadir también oraciones de petición.

8. TERMINAMOS CANTANDO. “Señor, Dios nuestro”.

Tema 2. “DIOS SE REVELA Y ACTÚA EN LA HISTORIA”

OBJETIVO: “Comprender a Dios, como un Dios cercano, que se revela y actúa en la historia y que al igual que con el pueblo de Israel, camina en medio de nosotros, animando nuestros esfuerzos por hacer vida su Palabra”.

Preparar con anterioridad.

Dibujar al centro de la reunión un camino con el nombre de nuestra comunidad, colocar en el camino unas huellas, junto con piedras y espinas.

Al centro del camino una Biblia abierta y un cirio encendido.

Un ramo de flores.

Papeletas en blanco, plumones y cinta.

1. CANTO. “Camina Dios de los pobres”

2. UBICACIÓN

Estamos en tiempo de Cuaresma y nos estamos preparando para celebrar la Pascua de Jesús, es decir, su resurrección. En el tema anterior hemos reflexionado que Dios se revela en la Creación, su Palabra es creadora.

Platiquemos: ¿Qué ideas recordamos del tema anterior?

Ahora, en este segundo día de Pláticas cuaresmales, vamos a reflexionar que la Palabra de Dios además de ser creadora es Histórica y Liberadora. Dios se revela y actúa en la historia.

Iniciemos nuestro encuentro: En el nombre del Padre y del Hijo y del espíritu Santo. Amén.

3. ORACIÓN INICIAL

En la experiencia histórica del pueblo de Israel descubrimos que Dios se deja conocer por medio de los acontecimientos y en los acontecimientos. Dios se revela y actúa en la historia. Esta conciencia estaba muy bien grabada en la memoria del pueblo. Escuchemos un antiguo credo israelita donde el pueblo proclama su fe en Dios que se revela en su historia:

«Mi padre era un arameo errante que bajó a Egipto y residió allí como inmigrante siendo pocos aún, pero allí llegó a ser una nación grande, fuerte y numerosa. Los egipcios nos maltrataron, nos oprimieron y nos impusieron una dura esclavitud. Nosotros clamamos al Señor, Dios de nuestros padres, y el Señor escuchó nuestra voz y vio nuestra miseria, nuestra angustia y opresión, y el Señor nos sacó de Egipto con mano fuerte y brazo poderoso en medio de gran temor, señales y prodigios. Nos trajo aquí y nos dio esta tierra, tierra que mana leche y miel. Por eso traigo los primeros frutos de esta tierra que el Señor me ha dado.» (Dt 26,5-9).

Guardamos unos momentos de silencio para meditar en esta Palabra.

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Con la misma alegría del Pueblo de Israel, hagamos Oración con el canto de Acción de gracias de los liberados. Repetimos todos después de cada estrofa: ¡Canten al Señor porque se cubrió de Gloria, caballos y jinetes arrojó al mar!

«Mi fuerza y mi refugio es el Señor. Él es mi salvación. Él es mi Dios, a quien yo glorificaré, el Dios de mi padre, a quien yo exalzaré. ¡El Señor es un fuerte guerrero, su nombre es el Señor! Arrojó al mar los carros de Faraón y sus ejércitos.

Tu diestra, Señor, relumbra de poder. Ante la grandeza de tu gloria quedan derrotados tus adversarios; desatas tu ira que los devora como paja. Al soplo de tu furor se amontonaron las aguas, se levantaron como un dique las corrientes, las olas se congelaron en el mar.

Dijo el enemigo: “Los perseguiré, repartiré el botín, se saciará mi deseo, empuñaré mi espada y los aniquilará mi mano.” Pero sopló tu aliento y los cubrió el mar; se hundieron como plomo en las aguas caudalosas. Extendiste tu diestra y se los tragó la tierra. Guiaste con amor al pueblo que salvaste.

Cuando los carros del Faraón, sus caballos y sus jinetes entraron en el mar, el Señor lanzó sobre ellos las aguas del mar, mientras que los israelitas los atravesaron como si fuera tierra seca. María, la profetisa, hermana de Aarón tomó en sus manos una pandereta y entonaba el estribillo: “¡Canten al Señor porque se cubrió de gloria; caballos y jinetes arrojó al mar!”»

4. EL CAMINO DE NUESTRA COMUNIDAD, UNA HISTORIA EN LA QUE DIOS SE REVELA. (VER)

Todos los pueblos tienen una historia que les va dando identidad. Recordar y conmemorar esos acontecimientos del pasado que han marcado la historia de cada pueblo es fundamental. A veces son acontecimientos gozos y otras veces acontecimientos dolorosos, pero, todas esas celebraciones conmemorativas actualizan en cierta forma esos momentos importantes en la historia. Son celebraciones que destacan aquellos aspectos de la historia de un pueblo que merecen ser conservados en la memoria y se convierten en puntos de referencia entre los que se va tejiendo la historia presente y futura.

En la Biblia encontramos la memoria histórica del pueblo de Israel. La fiesta más antigua del pueblo de Israel era la fiesta de la Pascua. En ella el pueblo celebraba la memoria del hecho más importante de su historia: la liberación de Egipto. El pueblo recordaba una y otra vez una gran verdad: “Dios escuchó nuestro clamor y bajó a liberarnos” (Ex 3,7-8). Y esta celebración les fortalecía para luchar siempre por no volver a la esclavitud. Así, Israel conoció a Dios en los acontecimientos de su historia.

Nosotros como comunidad, también tenemos una historia. Una historia que no debemos olvidar, porque en ella también Dios se nos va revelando. Observamos el camino que está al centro de nuestra reunión, es el camino de la historia de nuestra comunidad.

Compartimos:

¿Qué vemos? ¿Qué nos hace pensar?

¿Qué acontecimientos importantes de la historia de nuestra comunidad podemos recordar? (Sobre todo acontecimientos que tengan que ver con lograr una vida más digna para todos e ir escribiendo estos acontecimientos en las huellas que están sobre el camino).

¿Cómo hemos experimentado la presencia de Dios en esta historia de nuestra comunidad?

Las espinas y las piedras simbolizan las situaciones de esclavitud que todavía vivimos en nuestra comunidad: ¿Cuáles son esas situaciones de esclavitud de las que necesitamos

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liberarnos? (Ir escribiendo las respuestas a esta pregunta en papeletas y pegarlas a las espinas y piedras del camino).

5. DIOS SE REVELA EN LA HISTORIA COMO UN DIOS LIBERADOR. (PENSAR)

En el mensaje al Pueblo de Dios del Sínodo de los Obispos, se nos dice claramente que «la Palabra de Dios salva y juzga, penetra en la trama de la historia con su tejido de situaciones y acontecimientos: “He visto la aflicción de mi pueblo en Egipto, he escuchado el clamor... conozco sus sufrimientos. He bajado para librarlo de la mano de los egipcios y para sacarlo de esta tierra a una tierra buena y espaciosa...” (Ex 3, 7-8). Hay, por tanto, una presencia divina en las situaciones humanas que, mediante la acción del Señor de la historia, se insertan en un plan más elevado de salvación, para que “todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento pleno de la verdad” (1 Tm 2,4).»

Desde el Éxodo, una verdad acompaña al pueblo: “Dios escucha nuestro clamor” (Ex 2,23-24). Una verdad que atraviesa toda la Biblia. Yahvé es el Dios que se revela y actúa en la historia. Es el Dios de la Alianza, el Dios que escogió un pueblo y lo acompañó hasta la tierra prometida. Es el Dios de la historia. Su Palabra es histórica y liberadora. Pero se vale de mediadores: Moisés y propio pueblo para ir haciendo la historia de la liberación. La Biblia es el "testimonio" en forma escrita de esta Palabra divina, es el memorial canónico, histórico y literario que atestigua el evento de la Revelación creadora, salvadora y liberadora.

Vamos a escuchar y reflexionar el texto de Éxodo 3,1-15 (Leerlo pausadamente)

Comentamos:

¿Cuál es la situación del pueblo que describe este texto?

¿Cuál es el retrato de Dios que nos revela este texto?

Dios escucha el clamor de su pueblo y se revela como un Dios liberador (Ex 3,7-8; 6,5-7). Dios interviene en la historia para convertirla en una historia de salvación y de liberación. Su mayor acción salvífica fue la liberación de su pueblo de la esclavitud de Egipto, donde Dios se puso de lado de los oprimidos, los liberó de la opresión y los condujo hacia una tierra nueva y espaciosa, una tierra que mana leche y miel. Un Dios que por iniciativa propia estableció una Alianza con su pueblo: «Yo seré tu Dios; Tú serás mi pueblo”.

El texto que estamos reflexionando, en sus versos 7 al 15, es una obra de arte que nos describe los rasgos del rostro de Dios. Vamos a mirar de cerca el texto:

3,7: Yo he visto la opresión de mi pueblo. 3,7: He oído el clamor que le arrancan sus opresores. 3,7: Conozco sus angustias. 3,8: Bajaré para liberarlo del poder de los egipcios. 3,8: Lo llevaré a una tierra nueva y espaciosa, a una tierra que mana leche y miel. 3,9: El clamor de los israelitas ha llegado hasta mí. 3,9: He visto como son oprimidos por los egipcios. 3,10: Yo te envío para que saques de Egipto a mi pueblo. 3,12: Yo estaré contigo. 3,14: YO SOY EL QUE SOY

3,15: Este es mi nombre para siempre, así me invocarán de generación en generación.

YO SOY EL QUE SOY expresa la certeza absoluta de la presencia de Dios en medio de su pueblo. Es como si Dios le dijera a Moisés, y a todos nosotros: “Nunca tengan la menor duda de que yo estoy con ustedes en toda lucha que emprendan para salir de cualquier situación de esclavitud”. Por eso termina el texto diciendo: «Este es mi nombre para siempre, así me invocarán

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de generación en generación.» (Ex 3,15). Así se presentará Dios en adelante: «Yo soy el Señor, tu Dios, el que te sacó de Egipto, del aquel lugar de esclavitud» (Ex 20,2; Dt 5,6)

Platiquemos:

¿Para qué se revela Dios?

¿Cuáles son los rasgos fundamentales de Dios?

¿Qué falsas imágenes de Dios tenemos entre nosotros?

6. TRABAJAR POR HACER DE NUESTRA HISTORIA, UNA HISTORIA DE LIBERACIÓN, POR LA FUERZA DE LA PALABRA. (ACTUAR)

Como en la historia del pueblo de Israel, Dios se sigue revelando en nuestra historia porque quiere nuestra liberación. Dios quiere que nuestra historia sea una historia de liberación, pero necesita de todos nosotros para ir haciendo esa historia.

En nuestra comunidad hay todavía muchas situaciones de esclavitud de las que necesitamos liberarnos (Leer las papeletas donde se escribieron estas situaciones: piedras y espinas del camino). Dios está en medio de nosotros y nos sigue acompañando para luchar por liberarnos de estas situaciones de esclavitud que vivimos.

Platiquemos:

¿Qué podemos hacer para liberarnos de estas situaciones de esclavitud?

¿Cómo hacer para que la Palabra de Dios se convierta en una luz que nos impulse a hacer de nuestra historia, una historia de liberación?

7. ORACIÓN FINAL

Proclamamos juntos el siguiente CREDO, después de cada profesión de fe, alguien pasa a colocar una flor en el camino como signo de esperanza de hacer de nuestra historia una historia de liberación:

Creemos en Dios que ha visto la opresión de su pueblo. Creemos en Dios que ha oído el clamor que le arrancan a su pueblo sus opresores. Creemos en Dios que conoce las angustias de su pueblo. Creemos en Dios que bajó para liberar a su pueblo del poder de los egipcios.

Creemos en Dios que conduce a su pueblo a una tierra nueva y espaciosa, a una tierra que mana leche y miel.

Creemos en Dios que envió a Moisés para sacar a su pueblo de Egipto. Creemos en Dios que está siempre con su pueblo, en las luchas por su liberación.

Creemos en Dios que nos sigue acompañando en nuestras luchas por liberarnos de tantas esclavitudes que hoy nos oprimen. Creemos en Dios que está en medio de nosotros y camina con nosotros en el hacer de nuestra historia una historia de liberación. Amén.

8. TERMINAMOS CANTANDO. “Camina Dios de los pobres”.

Tema 3. “EL ROSTRO DE LA PALABRA: JESUCRISTO”

OBJETIVO: “Descubrir por qué Jesucristo es la Palabra Encarnada que anuncia y hace presente el Reino de Dios”.

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Preparar con anterioridad:

Hacer un mural, con periódicos y fotografías donde aparezcan diferentes rostros en los que se muestren los sufrimientos y los dolores del pueblo de Dios hoy y aquí.

Preparar un altar con imágenes de Cristo Resucitado, o del Vía Crucis, o alguna otra imagen, para la entronización de la Biblia.

1. CANTO. “Tú eres el Dios de los pobres”.

2. UBICACIÓN

Los temas que vivimos en los días anteriores, nos ayudaron a comprender que la Palabra es creadora y nos regala el universo: Palabra cósmica; y que Dios se revela y actúa en la historia. En este tercer tema profundizaremos en Jesucristo rostro de la Palabra.

Iniciemos nuestro encuentro: En el nombre del Padre y del Hijo y del espíritu Santo. Amén.

3. LOS ROSTROS DE JESÚS HOY. (VER)

Contemplemos el mural de los rostros de nuestro pueblo y comentemos: ¿cuál es el mensaje que nos sugieren estos rostros? Enseguida podemos leer, del documento de Aparecida núm. 402, los diferentes rostros y comentamos: ¿Qué nos llamó la atención de esto que leímos?

Ahora imaginémonos el rostro de Jesús en las diferentes etapas de su vida:

Jesús en el portal de Belén,

Jesús peregrino,

Jesús huyendo a Egipto,

Jesús en el templo explicando las sagradas Escrituras a los doctores de la Ley,

Jesús creciendo en sabiduría y gracia delante de los hombres,

Jesús el mejor carpintero de Nazaret,

Jesús y los niños,

Jesús y la pecadora,

Jesús y las mujeres, Jesús y los leprosos,

Jesús y los pecadores Zaqueo y Leví,

Jesús y los ciegos,

Jesús el amigo comprometido con sus discípulos y discípulas,

Jesús leyendo con autoridad las Sagradas Escrituras,

Jesús ante los sumos sacerdotes,

Jesús arrojando del Templo a los vendedores

Jesús discutiendo con los jefes del pueblo,

Jesús en la última cena,

Jesús en la cruz gritándole al Padre “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?”,

Jesús y los discípulos de Emaús...

Nos podemos imaginar nosotros estas escenas, ahora elijamos la que más nos llamó la atención, y en ella fijémonos en el rostro de Jesús: ¿Qué nos revela el rostro de la escena que elegimos? Compartamos esto con la persona más cercana a nosotros.

En grupos de cinco o seis personas, comentemos ¿cuál es el mensaje que nos revela hoy el rostro de Jesús? Tratemos de imaginar los rostros sufrientes de las personas de nuestro barrio, colonia y rancho, a la luz de lo que venimos reflexionando ¿qué nos dice Jesús frente a los rostros de estas personas de la colonia, barrio o rancho?

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Canto: “El Galileo”.

4. ENTRONIZACIÓN DE LA SAGRADA ESCRITURA

Procesión con la Sagrada Escritura desde la entrada del local en donde estamos reunidos, cantando algún salmo o canto alusivo a la Palabra. Entronizar la Biblia en altar preparado para ello.

Podemos hacer la lectura de Lucas 4,16-30.

Guardemos un momento de silencio y meditemos el texto que escuchamos.

Canto: “Yo no era profeta”.

Hagamos la siguiente oración:

«Derrama Señor tu gracia sobre nosotros que hemos conocido por el anuncio del ángel la Encarnación de tu Hijo, para que lleguemos, por su pasión y cruz, a la gloria de la Resurrección. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.»

5. EL ROSTRO DE LA PALABRA: JESUCRISTO. (PENSAR)

El texto que escucharemos está tomado del mensaje de los obispos al pueblo de Dios.

«La Palabra eterna y divina entra en el espacio y en el tiempo y asume un rostro y una identidad humana, tan es así que es posible acercarse a ella directamente pidiendo, como hizo aquel grupo de griegos presentes en Jerusalén: “Queremos ver a Jesús” (Jn 12, 20-21).»

Después de una o dos lecturas del texto comentemos: ¿qué nos llamó la atención?

El rostro de Jesús, Buena nueva para los pobres

Jesús crece en Nazaret y ahí con sus paisanos, que sin duda lo conocían como el hijo del carpintero, un sábado toma en sus manos la Sagrada Escritura, y lee en la casa de oración el texto del profeta Isaías 61, 1-2.

Se puede hacer la lectura del evangelio de Lucas 4, 16-21.

El Espíritu del Señor está sobre mí. Lucas atribuye una importancia fundamental al Espíritu en la vida de Cristo. En el bautismo, el Espíritu confirma la vocación mesiánica de Jesús. El pasaje de Isaías nos describe la misión de Jesús, Él ha sido consagrado no como los reyes y sacerdotes del antiguo testamento, con aceite y perfume, sino con el Espíritu Santo. El texto nos presenta hacia dónde apunta el ministerio de Jesús que comienza en Galilea. El texto de Isaías da el contenido del Reino que ha venido a proclamar. Las diferentes situaciones humanas anunciadas (pobreza, cautividad, ceguera…) aparecen como expresiones de muerte. El anuncio de Jesús ungido como Mesías hará retroceder la muerte y el dolor por el principio de vida. Son muchos los signos con los que Jesús aclara que su misión es dar vida y darla en abundancia para todos, especialmente para los pobres.

El rostro de Jesús: Profeta y Mesías

Durante todo su ministerio Jesús enseñó la Palabra de Dios anunciando el Reino y denunciando todo lo que se opone a la voluntad del Padre. Su profetismo consiste en anunciar la Buena Nueva con sus hechos y sus palabras, presentando a Dios como el Padre misericordioso que comienza su Reino a través de sus obras, su vida, su muerte y su resurrección.

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Jesús, palabra viva de Dios, es una palabra dirigida a todos, especialmente a los pobres, locos, leprosos, ciegos, sordos, pecadores, endemoniados, paralíticos… pero que ha de ser aceptada libremente. No todos lo harán, por eso su profetismo conoció la dificultad y el rechazo.

Esto aparece manifestado cuando pregunta a sus discípulos qué dice la gente sobre su persona, y estos le contestan que es Elías, Juan el Bautista, o uno de los profetas. En la opinión del pueblo, Jesús está cumpliendo a plenitud la misión profética. En la opinión de los discípulos, Pedro le reconoce como el Mesías, el ungido, el enviado de Dios. Inmediatamente después, Jesús les aclara a sus amigos, que lo confesaron como enviado de Dios, que en Jerusalén será crucificado, y que al tercer día resucitará. Esta confesión de Jesús a sus amigos escandaliza a Pedro, oponiéndose a que Jesús vaya a Jerusalén y tome la cruz, Jesús le llama Satanás. Y emprende el camino a Jerusalén.

Jesús exige a sus seguidores que tomen su cruz y lo sigan. En otras palabras un Cristo sin seguimiento no es el Cristo del Evangelio; un Cristo sin cruz, no es el Cristo del Evangelio. Seguir el reino de Cristo es arrancarse el ojo que escandaliza, es abandonar sus redes, su barca y seguir paso a paso el camino del discípulo hasta la cruz y, como Jesús, llegar a la Pascua de la resurrección.

El rostro de Jesús en los más insignificantes.

Como nos revela san Mateo, el rostro de Jesucristo se nos muestra como el rostro de los más insignificantes: los campesinos, los peregrinos, los desnudos, los enfermos, los presos. Ya que el juicio final de nuestra existencia será sobre lo que hicimos o dejamos de hacer con los más insignificantes. Así nos lo confirma Aparecida en el número 257. El encuentro con Jesucristo en los pobres es una dimensión constitutiva de nuestra fe en Jesucristo. De la contemplación de su rostro sufriente en ellos y del encuentro con Él en los afligidos y marginados, cuya inmensa dignidad Él mismo nos revela, surge nuestra opción por ellos. La misma adhesión a Jesucristo es la que nos hace amigos de los pobres y solidarios con su destino.

Comentemos

¿Qué nos llamó la atención de lo que escuchamos sobre “El rostro de la Palabra es Jesucristo”?

¿Cuáles son los puntos a subrayar sobre el tema?

6. DESCUBRIR A JESÚS QUE NOS COMUNICA SU PALABRA EN LOS ROSTROS DE LOS POBRES. (ACTUAR)

Descubrir los rostros de los pobres de nuestro barrio, colonia o rancho.

¿Cómo hacer para que en cada una de las familias de nuestra comunidad nos acerquemos a conocer el rostro de Jesús y comprometernos con su seguimiento?

¿Cómo hacer para que la Sagrada Escritura no quede encerrada en el rincón de la casa?

¿Cómo hacer para que la Escritura sea compartida desde los más pequeños, jóvenes, matrimonio, y ahí cada uno descubra el camino para dar respuesta al llamado que Jesús nos hace?

De todo lo visto en el tema que acabamos de reflexionar, ¿qué es lo que queremos vivir en la comunidad?

7. ORACIÓN FINAL

Hacemos todos juntos la siguiente ORACIÓN:

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Dios Espíritu Santo, Padre de los pobres, consolador de los afligidos, animador de los desanimados, reunidor de los hermanos dispersos, integrador de todos los excluidos, suscitador de lo nuevo y de lo joven, inspirador de todas las causas de la verdad, de la justicia y de la paz, promotor de la dignidad humana, incitador de la libertad y de toda liberación, testigo en la b oca y en la sangre de los mártires, resucitado de Jesús y de todos sus hermanos que somos nosotros, Dios Espíritu Santo, inventor del año de gracias del Señor, Dios del amor, hecho misericordia y de perdón, mira nuestra inhumana realidad, ten piedad de nosotros y perdónanos. Dios Espíritu Santo limpia nuestros ojos, cambia nuestros corazones, ayúdanos a ser hombre y mujeres nuevos servidores del Reino de Dios. Amén.

8. TERMINAMOS CATANDO. “El Galileo”.

Tema 4. “LA CASA DE LA PALABRA: LA IGLESIA”

OBJETIVO: “Aclarar cómo tiene que darse la relación entre la Palabra de Dios y la Comunidad Eclesial de Base, para mantenernos como comunidad en el proceso de conversión”.

Preparar con anterioridad:

Un altar para la Biblia.

Copias del dibujo para todos los participantes o tenerlo elaborado en un cartelón.

Varios ladrillos.

1. CANTO. “Iglesia sencilla.”

2. UBICACIÓN

Nos estamos preparando a la celebración de la Pascua de Jesús. La cuaresma es ese tiempo de preparación y los temas cuaresmales nos ayudan a confrontarnos con la Palabra de Dios, con la finalidad de reanimar nuestro proceso de conversión y llegar bien preparados a la Pascua.

En el tercer tema estuvimos reflexionando sobre el rostro de la Palabra, que es Jesucristo. En este cuarto tema se nos propone reflexionar sobre la casa en donde habita (debe habitar) la Palabra de Dios. La casa de la Palabra es la Iglesia, o sea, la comunidad que vive en el barrio, la colonia, el rancho. Ésta es la Iglesia, la comunidad que vive en la Base. Allí la Palabra y la comunidad están íntimamente unidas. La Palabra constituye la Iglesia, porque es convocada por la Palabra, y la Iglesia se construye sobre la Palabra de Dios cuando la proclama y la vive. La Palabra invita entonces a construir la comunidad.

3. EL BARRIO-RANCHO-COLONIA (LA COMUNIDAD ECLESIAL

DE BASE), CASA DE LA PALABRA. (VER)

Para iniciar nuestro tema de este día, vamos a observar y comentar lo que hay en esta serie de dibujos, que expresan algunos de los elementos de la vida comunitaria.

¿Qué vemos?

¿Qué nos dice cada uno en relación a vida de la Iglesia en el barrio?

En una comunidad de cristianos se vive la hermandad, el encuentro, la amistad, de manera semejante a lo que acabamos de ver en los dibujos. Una comunidad de discípulos de Jesús escucha

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la Palabra de Dios y se deja orientar por ella en su vida. Una comunidad de seguidores de Jesús convive con alegría, se perdonan si hay ofensas entre ellos, celebra comidas como Jesús, recibe a los peregrinos, se hace responsable de los presos y sus familias.

Vamos a valorar la vida de nuestra comunidad a la luz del Evangelio de San Mateo 18. Leemos pausadamente el texto y nos preguntamos: ¿Qué tenemos y que no tenemos de esto que nos dice el Evangelio?

A la luz de esto que compartimos, hacemos oraciones espontáneas.

4. CONSTRUIR LA COMUNIDAD EN NUESTRO BARRIO-COLONIA-RANCHO CON LA PALABRA DE DIOS. (Se puede hacer esta parte, que es el PENSAR, en grupos)

La imagen de la casa nos ayuda a comprender fácilmente lo que significa que la Iglesia sea la casa de la Palabra.

¿Qué significa la casa donde vivimos para la vida de nuestra familia?

La casa material es el espacio de la convivencia, la educación, la libertad, la formación, la comunión, el descanso, el encuentro… de la familia; la casa es el espacio en donde se comparten las alegrías y las tristezas de la vida, los proyectos y los fracasos, los dolores y las esperanzas… También sabemos que en una casa donde no hay encuentro ni convivencia ni armonía, la vida de esa familia se hace muy triste y en estas experiencias la Palabra de Dios generalmente está ausente.

El libro de los Hechos de los Apóstoles nos presenta la vida de las primeras comunidades cristianas, que son modelo para todas las comunidades, la cual refleja con toda claridad lo que sucede cuando la Palabra de Dios habita en la Iglesia, cuando la Palabra es escuchada y llevada a la práctica: la vida de la comunidad se hace sólida y da testimonio de ser una comunidad de discípulos de Jesús. La casa es la comunidad. Lo primero que tienen que hacer los discípulos de Jesús es crear la vida comunitaria, a la luz de la Palabra de Dios. Y ellos eran comunidades de pobres, de personas con la conciencia de ser pecadores. Vamos a escucharlo con mucha atención, tratando de ver nuestra comunidad reflejada en los textos: 2, 42-47; 4, 32-35.

Respondamos al texto de la Palabra que se ha proclamado con el Sal 127 (126). Vamos a ir respondiendo: Si el Señor no construye la casa, en vano trabajan los albañiles.

Reflexionemos el texto proclamado:

¿Qué nos llamó la atención?

¿Qué era lo más importante para los primeros cristianos?

¿Cuáles eran sus cimientos, sus castillos, sus paredes, su techo?

Para profundizar más en nuestra reflexión, nos ayudaremos con el Mensaje del Sínodo de los Obispos sobre la Palabra, que remarcan la importancia que los primeros cristianos le daban a la Palabra de Dios para ayudarse en su vida comunitaria. Ellos comparan la vida de la Iglesia, de nuestras comunidades, con una casa construida sobre cuatro pilares:

La Palabra de Dios tiene una casa en el Nuevo Testamento: es la Iglesia que posee su modelo en la comunidad-madre de Jerusalén, la Iglesia, y que hoy sigue siendo garante, animadora e intérprete de la Palabra. Lucas, en los Hechos de los Apóstoles (2, 42), esboza la arquitectura basada sobre cuatro columnas ideales, que aún hoy dan testimonio de las diferentes formas de comunidad eclesial: «Todos se reunían asiduamente para escuchar la enseñanza de los apóstoles y participar en la vida común, en la fracción del pan, y en las oraciones».

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En primer lugar, la predicación de la Palabra de Dios, o sea el anuncio primario y fundamental que el mismo Jesús había proclamado al comienzo de su ministerio público: «el tiempo se ha cumplido, el reino de Dios está cerca. ¡Arrepentíos! Y creed en el Evangelio» (Mc 1, 15). Los apóstoles anuncian la inauguración del Reino de Dios proclamando la muerte y la resurrección de Cristo.

La fracción del pan es la fuente y la cumbre de la vida y de la misión de la Iglesia. «La Iglesia ha venerado siempre las Sagradas Escrituras al igual que el mismo Cuerpo del Señor». Por esto, se deberá volver a poner en el centro de la vida cristiana «la Liturgia de la Palabra y la Eucarística que están tan íntimamente unidas de tal manera que constituyen un solo acto de culto».

La tercera columna del edificio espiritual de la Iglesia está constituida por las oraciones, las celebraciones comunitarias de la Palabra y la práctica de la lectura orante de la Palabra, que abren al fiel no sólo el tesoro de la Palabra de Dios sino también lo lleva a crear el encuentro con Cristo, Palabra divina y viviente.

La última columna que sostiene la Iglesia, casa de la Palabra, es la comunión fraterna, otro de los nombres del amor cristiano. La escucha auténtica es obedecer y actuar, es hacer florecer en la vida la justicia y el amor, es ofrecer tanto en la existencia como en la sociedad un testimonio que constantemente una la Palabra de Dios y la vida, la fe y la rectitud, el culto y el compromiso social.

Platiquemos:

¿Qué pasa si a la vida de nuestro barrio, colonia o rancho le falta la Palabra de Dios?

¿Qué pasa si a la vida de nuestro barrio, colonia o rancho le falta la Fracción del Pan?

¿Qué pasa si a la vida de nuestro barrio, colonia o rancho le falta la oración?

¿Qué pasa si a la vida de nuestro barrio, colonia o rancho le falta la atención a los pobres?

Plenario

5. TRABAJAR PARA QUE NUESTRA COMUNIDAD SE CONVIERTA EN CASA DE LA PALABRA. (ACTUAR)

La vida del barrio, colonia o rancho se tiene que sostener en la proclamación y escucha de la Palabra, la comunión, el servicio, la celebración y la oración; éstos son los pilares de la casa. Pero quienes se encuentran con la Palabra no deben permanecer encerrados en la casa, sino que tienen que salir a la misión, es decir, tienen que abrir las puertas y ventanas de la comunidad para ir a los caminos a buscar a los alejados, a los que han dejado de practicar la vida cristiana, a los que han perdido el sentido de la vida y la esperanza de la salvación

. Nuestros encuentros comunitarios con la Palabra de Dios, como éste de hoy, no tienen que

quedarse en la pura reunión, sino que nos tienen que empujar hacia la misión. Por eso necesitamos abrir las puertas y ventanas de nuestra comunidad, que es casa de la Palabra, para salir al camino, para ir a la misión, que es lo que reflexionaremos en el siguiente tema. Por eso tenemos que asumir compromisos que nos ayuden a mantenernos en la conversión personal y comunitaria y que nos dispongan lo mejor posible para la celebración de la Pascua de Jesús.

A la luz de lo que hemos venido reflexionando, ¿cuáles serían las tareas para que en el barrio, colonia o rancho vivamos como hermanos, la Palabra de Dios sea el centro, los pobres sean atendidos, se celebren la Fracción del Pan y los demás sacramentos? (se van poniendo los

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compromisos en ladrillos y éstos se colocan alrededor de la Biblia de manera que se le vaya haciendo una casa).

6. ORACIÓN FINAL

En base a los compromisos y a lo reflexionado en el tema, hacer algunas oraciones de petición, culminadas con el Padrenuestro.

7. TERMINANOS CANTANDO. “Cuando el pobre crea en el pobre”.

Tema 5. “LOS CAMINOS DE LA PALABRA: LA MISION”.

OBJETIVO: “Que como comunidad tomemos conciencia de la importancia que tiene la Palabra de Dios en el trabajo evangelizador (de sembrar la Palabra de Dios y de alimentarnos de ella) para hacer presente el Reino de Dios.”

Preparar con anterioridad:

Colocar en el centro de la reunión el símbolo grande de una parcela con el siguiente letrero: “Nuestra comunidad es como una parcela” .Colocar el nombre de la parcela (el nombre del barrio, colonia o rancho).

En el centro de la parcela colocar la Biblia cerrada y empolvada (que represente que la hemos olvidado).

Tener a la mano maleza, piedras y hierba verde y también seca. Prever unas flores y semillas.

1. CANTO. ”Canción de Jeremías”.

Hermanos y hermanas: En el nombre de Dios iniciemos este quinto día de platicas cuaresmales: en el nombre del Padre y del Hijo y des Espíritu Santo. Amén.

La cuaresma es un tiempo privilegiado para caer a la cuenta de cómo estamos sembrado la Palabra de Dios en la parcela que es nuestro barrio, colonia y rancho. Y si estamos trabajando al estilo de Jesús de Nazaret. Es tiempo de convertirnos como comunidad.

2. REFLEXIÓN Y ORACIÓN

(Nos colocamos alrededor del símbolo)

La cultura actual ha ido destrozando poco a poco nuestra parcela. Preguntémonos: ¿cómo está nuestra parcela? ¿Toda la parcela está sembrada de la Palabra de Dios que no hay ningún espacio sin plantas y frutos? ¿O nuestra parcela tiene solo unos cuantos surcos sembrados y está llena de maleza como si tuviera muchos años que no se ha desmontado? Ahora, entre todos (con los elementos que tenemos a la mano) vamos a representar la realidad de nuestra parcela. (Se invita a representar la parcela).

La cultura que vivimos actualmente nos ha llevado a la mayoría de los hombres y mujeres: a romper la amistad con Dios, a romper la solidaridad con el prójimo sobre todo con los más pobres y a destruir la armonía con la naturaleza; nos está llevando a vivir sin Iglesia-comunidad, muy individualistas, nos está inventado muchos dioses, está valorando lo inmediato y desvalorizando una visión de largo plazo; nos ha llevado a la perdida del entusiasmo para trabajar por el cambio de la situación; nos ha llevado a rechazar los compromisos que implican sacrificio, convicción, generosidad; es la cultura del consumismo, del producir para ganar.

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Esta cultura también entiende a su manera la Misión de la Iglesia y nos la presenta, y esta propuesta se va metiendo como la humedad en la mente y en corazón de los bautizados, por esta razón, de manera critica, y desde la fe contemplemos su propuesta.

En coros se proclama lo siguiente;

Coro 1: Esta cultura se ha equivocado porque quiere que la Misión de la Iglesia sea espectáculo y entretenimiento al estilo de las mega-concentraciones, de los mega-espectáculos. Propone una misión solo de eventos masivos, ruidosos, vistosos, como si fuera folklor, sin Evangelio y sin un seguimiento radical a Jesucristo y sin desatar procesos comunitarios en el barrio, colonia y rancho.

Coro 2: Esta cultura se ha equivocado porque quiere que la Misión de la Iglesia sea una catarsis emocional. Propone una misión solo para sentirse bien, para vibrar de gozo, para provocar en mí las emociones más fuertes, para "llenarme" de paz. Quiere que la misión se convierta en "psicoterapia espiritual", olvidando la realidad social y eclesial que vivimos en el barrio, colonia y rancho.

Coro 1: Esta cultura se ha equivocado porque quiere que la Misión de la Iglesia sea Ligh, atractiva y llamativa pero vacía o ligera de compromisos, de sacrificios, de esfuerzos, y de entrega por transformar el mundo. Olvida que la misión de Jesús es transformar el mundo de acuerdo a los valores del Reino de Dios con una opción preferencial por los pobres.

Coro 2: Esta cultura se ha equivocado porque quiere que la Misión de la Iglesia sea para vivirse sólo en el nivel personal, íntimo y privado. Olvida que la misión es para construir la Iglesia comunidad por medio de muchos servicios que respondan a las necesidades de los demás, sobre todo de los más pobres. Y como comunidad, construir un mundo donde reine la justicia, el amor, la paz, la verdad.

Coro 1: Esta cultura se ha equivocado porque quiere que la Misión de la Iglesia no este al servicio del Reino de Dios, sino al servicio de los “reinos de este mundo“: reino de la injusticia, reino de la mentira. Olvida que el Reino de Dios es la salvación, la liberación de todo lo que oprime al hombre, la liberación del pecado y del maligno (Cf. EN 9). Y que la resurrección es la máxima expresión de la presencia del Reino de Dios en el mundo, al vencer la muerte y resucitar a Jesús (Cf. Hch 2,32).

Todos: Esta cultura se ha equivocado porque quiere hacer del Evangelio un producto, convertir a la Iglesia en un gran supermercado, a los laicos en consumidores y a los pastores como gerentes de la empresa.

Reflexión: ¿Qué comentarios nos suscita el símbolo y lo que hemos recitado?

Volvamos a la fuente, a la Palabra de Dios y veamos cual es la misión de Jesucristo porque esa es también la misión de la Iglesia y por tanto de todo bautizado:

(Desempolvar la Biblia que está en medio de nuestra parcela, abrirla y colocar flores a su alrededor. Y cantar: “Tu palabra me da vida”.)

Proclamar el texto de Lucas 4,16-21. Guardar unos mementos de silencio para meditar la Palabra escuchada. Terminar el momento de oración recitando el Padre Nuestro.

3. UBICACIÓN

Los temas que vivimos en los días anteriores, nos ayudaron a comprender que la Palabra es creadora y nos regala el universo: Palabra cósmica; que Dios se revela y actúa en la historia; que Jesucristo es el rostro de la Palabra y que la Iglesia es la casa de la Palabra.

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Comentemos: ¿Qué luces nos dio el tema de ayer para el trabajo evangelizador que estamos realizando en nuestra comunidad?

En día de hoy pretendemos que como comunidad tomemos conciencia de la importancia que tiene la Palabra de Dios en el trabajo evangelizador (de sembrar la Palabra de Dios y de alimentarnos de ella) para hacer presente el Reino de Dios.

4. NUESTRA PARCELA-IGLESIA-COMUNIDAD. (VER)

(Volver a retomar el símbolo)

Compartimos:

¿Qué importancia tiene la Palabra de Dios en el trabajo pastoral de nuestra comunidad?

¿En qué servicios y ministerios, acontecimientos y momentos de nuestra Parcela-Iglesia-Comunidad nos acercamos a la Palabra de Dios?

¿Los agentes de pastoral nos alimentamos de la Palabra de Dios? ¿En que se manifiesta?

¿En toda nuestra parcela hemos sembrado la Palabra de Dios o que lugares no hemos sembrado? Menciónalos.

¿Qué pasa si en nuestra misión que tenemos de bautizados de evangelizar (sembrar la Palabra de Dios) no tomamos en cuenta la Palabra de Dios?

5. BUSCANDO LUCES. (PENSAR)

El Mensaje al Pueblo de Dios de la XII Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos nos ilumina junto con otros documentos del mismo Magisterio de la Iglesia para entender la Misión que tenemos en nuestro barrio, colonia, rancho:

A. La Iglesia y su misión.

La Iglesia está o debe estar convencida de que su principal tarea consiste en entregar con fidelidad el Mensaje: la Palabra de Dios que ella ha recibido gratuitamente de su Señor. Para comprender esto no hay que perder de vista a los misioneros del Evangelio: a los Apóstoles (testigos de Jesús) y a las comunidades de la Iglesia Primitiva (Hch 2, 41-47) que hicieron vida la misión. El Mensaje al Pueblo de Dios del Sínodo de Obispos dice:

“Cristo resucitado lanza el llamado a los apóstoles, titubeantes para salir de las fronteras de su horizonte protegido: «Por tanto, id a todas las naciones, haced discípulos [...] y enseñadles a obedecer todo lo que os he mandado» (Mt 28, 19-20). La Biblia está llena de llamadas a "no callar", a "gritar con fuerza", a "anunciar la Palabra en el momento oportuno e importuno" a ser guardianes que rompen el silencio de la indiferencia”.

Y “quienes acogen con sinceridad la Buena Nueva…se reúnen pues en el nombre de Jesús para buscar juntos en el reino, construirlo, vivirlo. Ellos constituyen una comunidad que es a la vez evangelizadora” (EN 13). Esta fue la experiencia de las comunidades primitivas y esta debe se también nuestra misión en el barrio, colonia o rancho:

“Acudían asiduamente a la enseñanza de los apóstoles, a la convivencia, a la fracción del pan y a las oraciones. Toda la gente estaba asombrada, ya que se multiplicaban los prodigios y milagros hechos por los apóstoles en Jerusalén. Todos los creyentes Vivian unidos y compartían cuanto tenían. Vendían sus bienes y propiedades y se repartían de acuerdo a lo que cada uno de ellos necesitaba” (Hch 2, 42-44).

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B. La Misión de la Iglesia es hacer presente el Reino de Dios que es un proyecto de Salvación.

“Jesús anuncia la salvación, ese gran don de Dios que es liberación de todo lo que oprime al

hombre, pero que es sobre todo liberación del pecado y del maligno” (EN 9). Esta misión se realiza siempre en la historia, es una presencia misteriosa, permanente y transformadora de Dios en el mundo, y en el corazón de cada persona, pero que tiene su plenitud más allá de esta historia. El Mensaje al Pueblo de Dios de los Obispos expresa:

“Jesús, en la parábola del sembrador, nos recuerda que existen terrenos áridos, pedregosos y sofocados por los abrojos (cf. Mt 13,3-7). Quien entra en las calles del mundo descubre también los bajos fondos donde anidan sufrimientos y pobreza, humillaciones y opresiones, marginación y miserias, enfermedades físicas, psíquicas y soledades. A menudo, las piedras de las calles están ensangrentadas por guerras y violencias, en los centros de poder la corrupción se reúne con la injusticia. Se alza el grito de los perseguidos por la fidelidad a su conciencia y su fe. Algunos se ven arrollados por la crisis existencial o su alma se ve privada de un significado que dé sentido y valor a la vida misma…

…El misterio del pecado está presente y actúa en la historia, pero es revelado por la Palabra de Dios que asegura en Cristo la victoria del bien sobre el mal… En las Escrituras domina principalmente la figura de Cristo, que comienza su ministerio publico precisamente con un anuncio de esperanza para los últimos de la tierra: “El Espíritu del Señor está sobre mi, porque me ha ungido para anunciar a los pobres la Buena Nueva, me ha enviado a proclamar la liberación de los cautivos y la vista a los ciegos, para dar libertad a los oprimidos y proclamar el año de gracia del Señor” (Lc 4,18-19)…

La misión de la Iglesia que es la Misión de Jesús, es de salvación, y anida en su corazón el imperativo evangélico: la opción por los pobres. Donde el estilo de seguimiento en la Iglesia y en el mundo debe ser desde los pobres, tanto su estructura, organización y misión. Esto implica la opción por ellos en el compromiso y la solidaridad con su causa. Y es de todos los bautizados (del Pueblo de Dios: laicos, consagrados; religiosos y religiosas; ordenados: diáconos, sacerdotes, obispos).

C. La Palabra de Dios, brújula que indica siempre el norte de la misión: Reinado de Dios.

La Iglesia es depositaria de la Buena Nueva (la Palabra de Dios) de algo que no es suyo, y al enviar a los evangelizadores les da un mandato que ella recibió y les envía a predicar no así mismos, o sus ideas personales, sino el Evangelio del que ni ellos ni ella son dueños y propietarios absolutos para disponer de él a su gusto, sino ministros para transmitirlo con suma fidelidad (Cf EN no. 15).

La Iglesia en sus condición humana está sometida al peligro de perder el horizonte de su misión, de perderse en la historia cuando olvida la Palabra de Dios que es su “norma suprema” (D.V No. 21), por eso ocupa un lugar central e insustituible en la vida de la Iglesia. Las tentaciones presentadas a Jesús: del poder, del tener y de la fama (Cf. Mt 4,1-11) son las tentaciones permanentes de la Iglesia (en concretos de sus miembros: laicos, sacerdotes, consagrados) que quieren ocupar el lugar de la Palabra de Dios.

6. RETOS PARA NUESTRAS COMUNIDADES. (PENSAR)

Debemos contantemente preguntarnos: ¿Nuestra parcela estará totalmente sembrada de la Palabra de Dios? ¿Hay en nuestra comunidad una gran variedad de servicios de evangelización para los niños, para los adolescentes, para los jóvenes, para los adultos, para los padres de familia, para los ancianos, para los estudiantes, para los niños de la calle, para los enfermos, para los pobres (que sufren por falta de vivienda, de un salario justo)?

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Tenemos que sembrar por parejo para formar comunidades de vida diaconal, de servicio, de compromiso, de testimonio, que encarnen el evangelio en las comunidades y que se comprometan en la causa de la justicia, que opten por los pobres. Necesitamos formar laicos comprometidos y claros en su ser y quehacer en la Iglesia y en el mundo, de entrega a la comunidad a la manera de Jesús. Todo esto, buscando realizar un proyecto de hombre, de Iglesia y de sociedad inspirado en el Evangelio.

Urge la conversión o la trasformación del mundo en que vivimos, de las estructuras económicas, políticas, culturales y religiosas. Es necesaria la conversión al Reino de Dios.

Reflexionemos:

¿Lo que hemos leído que nos hace pensar?

¿Qué hacer para que la Palabra de Dios sea sembrada por parejo en toda nuestra parcela-comunidad-Iglesia del barrio, colonia, rancho?

¿En está cuaresma a que nos comprometemos para realizar la misión al estilo de Jesús en nuestro barrio, colonia o rancho?

7. ORACIÓN FINAL

Simbólicamente sembrar unas semillas donde no se ha sembrado todavía en nuestra parcela-comunidad-Iglesia del barrio, colonia, rancho.

Ir leyendo uno por uno los compromisos asumidos en este tema (pregunta última del tema). Y después de cada compromiso que se lea cantar el estribillo de: “Id y enseñad”.

8. TERMINAMOS CANTANDO. “Id y enseñad”.

Celebración Final

“DIOS CAMINA CON NOSOTROS”

Nota: se sugiere que esta celebración se realice preparándola y viviéndola entre dos o tres núcleos que vivieron los temas cuaresmales. Previamente se invita a que todos lleven su Biblia o el Nuevo Testamento, una vela (puede ser la del bautismo…) y algo para compartir.

Se entra en procesión al lugar que se ha preparado para la celebración, se distribuyen entre los participantes los carteles que se usaron durante la semana, adelante irá una Biblia, un Cirio, y un Crucifijo.

Agrupar a todos los participantes en tres coros 1, 2 y 3.

Tener preparado en el centro de la celebración un mapa de la parroquia con sus barrios, colonias y ranchos. Y una mesa grande, un mantel y flores.

Aserrín para ir rellenando el mapa.

1. SEÑOR, NOS CONVOCAS CON TU PALABRA DE VIDA

Cantamos: “El pueblo de Dios”.

(Habiendo llegado todos al lugar de la celebración, el coro “1” comienza a cantar “Iglesia peregrina”)

Todos: Dios, Padre Bueno, habla a nuestros pueblos.

Coros 2 y 3: ¿De dónde vienen ustedes?

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Coro 1: Somos del Sur...buscamos mejorar nuestra suerte. No queremos dejar morir nuestra tierra, no queremos que nuestros hijos pierdan la memoria de su origen, no queremos que nuestros animales se queden hambreados y nuestros campos solos. (Ponen sobre la mesa el mantel) Tenemos frío, necesitamos un lugar donde quedarnos.

Coros 2 y 3: ¡Quédense, el sol ya está escondiéndose; la noche será corta!

* Los del Coro 1: Cubren de tierra o de aserrín pintado la parte del mapa que indica una zona de barrios, colonias o ranchos.

Todos: Señor queremos escuchar tu Palabra de Vida sobre nuestros Pueblos. Queremos que nuestro proceso pastoral sea sensible ante los rostros de muchos hermanos y hermanas empobrecidos y excluidos. Que seamos, Señor, como tu Hijo Jesucristo, compañero de los pobres de la tierra.

(El coro “2” comienza a cantar: Somos un pueblo que camina)

Coros 1 y 3: ¡Ha llegado más gente! ¿De dónde vienen ustedes? Coro 2: venimos de regiones donde hubo pineras abundantes, ríos y tierras fértiles, ahora aparece la enfermedad, el hambre, pero tenemos la esperanza de cambiar esta situación. Necesitamos trabajo y queremos organizarnos porque ya no aguantamos más.

Coros 1 y 3: Quédense con nosotros, el sol pronto dará paso a la luna. La noche será corta.

* Los del coro “2”: Cubren de tierra o con aserrín pintado la parte del mapa que indica otra zona de barrios, colonias y ranchos de la parroquia.

Todos: Señor queremos escuchar tu Palabra de Vida sobre nuestros Pueblos. Queremos que nuestro barrio, colonia, rancho, sean una casa de la Palabra, donde la memoria de nuestro proceso comunitario, Señor, sea un signo de tu presencia de Padre amoroso y de tu compañía en nuestro caminar. Queremos que nuestra parroquia sea una comunidad de comunidades.

(El coro “3” comienza a cantar: Nos llegará un nuevo día)

Coros 1 y 2: ¡Algo nuevo está naciendo en el vientre de nuestras comunidades! Vienen fatigados, ¿de dónde llegaron?

Coro 3: Venimos de los valles y otros de los torbellinos de la ciudad, de los barrios y las colonias que hacen corta la noche, porque el día nos lo arrebatan las preocupaciones por el alimento y el hogar. Muchos de los que venimos poco nos conocemos, pero hoy coincidimos en este rumbo y en el paso lento y firme de nuestro caminar.

Coros 1 y 2: Quédense, aquí hay espacio para todos, otro mundo es posible, la noche será corta, la luna no tardará en llegar para anunciarnos junto con las estrellas que un Día Nuevo está por nacer.

* Los del coro “3”: Cubren de tierra o con aserrín pintado el resto del mapa que indica otra zona de barrios, colonias y ranchos.

Todos: Con la fuerza jovial de nuestro proceso comunitario, que se ve rejuvenecido por la Palabra que nos convoca y nos envía a la Misión en nuestra comunidad, queremos comprometernos con los jóvenes de nuestra comunidad. Que caminemos junto con ellos bajo el Impulso de tu Espíritu.

Familias:…/Niños…/

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Guía: Bienvenidos, hermanas y hermanos. Han traído entre sus manos la esperanza de un mundo diferente. Invoquemos el nombre del Señor que nos llama a vivir como hermanos y ser misioneros en comunidad. En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo.

Todos: Amén.

2. TÚ, SEÑOR, COMPARTES EL PAN DE TU PALABRA Y NOS INVITAS A TU MESA

Todos: Dios, Padre Bueno, habla a nuestros pueblos.

Voz 1: Jesús de Nazareth es la Palabra de Dios hecha carne, ¡Él ha puesto su casa entre nosotros! Reconocemos que en los rostros de muchos hermanos y hermanas nuestros que sufren hambre, dolor, empobrecimiento, exclusión… son rostro de Jesucristo, Palabra del Dios vivo que nos interpela y nos cuestiona a tomar una opción clara por su proyecto de Vida, expresado en estos rostros.

Voz 2: Pongamos nuestros oídos en el corazón de la tierra, escuchemos los sonidos de muchas voces que claman justicia, descanso, consuelo, fortaleza y dignidad.

Voz 3: Recibamos la Palabra de Dios escrita en la Biblia, mientras cantamos: Es fuerte Señor tu Palabra…

* Se coloca la Biblia abierta sobre la mesa.

Lector (a): Tu Palabra es lámpara para mis pasos, luz en mi sendero (Sal 118,105).

Todos: Tu Palabra —has dicho— es lámpara para mis pasos y luz en mi sendero.

* La asamblea enciende sus velas del Cirio Pascual y ya que las tienen encendidas, un lector (a) proclama:

Alégrese nuestra madre la Iglesia, revestida de luz tan brillante; resuene este templo con las aclamaciones del pueblo.

Porque nos preparamos a las fiestas de Pascua, en las que se inmola el verdadero Cordero, cuya sangre consagra las puertas de los fieles.

Esa es la noche en que sacaste de Egipto a los israelitas, nuestros padres, y los hiciste pasar a pie el mar Rojo.

Esa es la noche en que la columna de fuego esclareció las tinieblas del pecado.

Esa es la noche en que, por toda la tierra, los que confiesan su fe en Cristo son arrancados de los vicios del mundo y de la oscuridad del pecado,

son restituidos a la gracia y son agregados a los santos.

Esa es la noche en que, rotas las cadenas de la muerte, Cristo asciende victorioso del abismo. ¡Qué noche tan dichosa! Sólo ella conoció el momento en que Cristo resucitó de entre los muertos.

Esa es la noche de la que estaba escrito: «Será la noche clara como el día, la noche iluminada por mí gozo.»

Y así, esa noche santa ahuyenta los pecados, lava las culpas, devuelve la inocencia a los caídos, la alegría a los tristes, expulsa el odio, trae la concordia, doblega a los poderosos.

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En esa noche de gracia, acepta, Padre santo, nuestro sacrificio de alabanza que la santa Iglesia te ofrece por medio de sus ministros en la solemne ofrenda del cirio, hecho con cera de abejas.

Sabemos ya lo que anuncia esa columna de fuego, ardiendo en llama viva para gloria de Dios. Y aunque distribuye su luz, no mengua al repartirla, porque se alimenta de esta cera fundida, que elaboró la abeja fecunda para hacer esta lámpara preciosa.

¡Que noche tan dichosa en que se une el cielo con la tierra, lo humano y lo divino!

Te rogarnos, Señor, que este cirio, consagrado a tu nombre, arda sin apagarse para destruir la oscuridad de nuestras noches, y, como ofrenda agradable, se asocie a las lumbreras del cielo.

Que el lucero matinal lo encuentre ardiendo, ese lucero que no conoce ocaso y es Cristo, tu Hijo resucitado, que, al salir del sepulcro, brilla sereno para el linaje humano, y vive y reina glorioso por los siglos de los siglos. Amén.

Lector (a): La semilla caída en buen terreno significa aquel que oye la palabra y la acoge y ella da fruto (Mt 13,23).

Todos: Tu Palabra —has dicho— es semilla que fructifica cuando el corazón es un terreno libre y bueno, para responder libre y gozosamente a tu proyecto de vida.

Lector (a): Como lluvia o nieve que bajando del cielo no regresan allí sin haber empapado y fecundado la tierra, así es mi Palabra (Is 55,10).

Todos: Tu Palabra —has dicho— es como lluvia o nieve que empapa y hace germinar y no regresa al Padre sin cumplir aquello para lo cual fue mandada.

Lector (a): La Palabra de Dios es viva y eficaz, más tajante que espada de doble filo (Heb 4,12)

Todos: Tu Palabra —has dicho— es espada afilada que penetra en lo profundo y hiere para sanar.

Lector (a): He aquí que vendrán días —dice el Señor Dios— en que enviaré el hambre al país, no hambre de pan y sed de agua, sino de escuchar la Palabra del Señor (Am 8,11)

Todos: Tu Palabra —como has dicho— quita la sed más que el agua y quita el hambre más que el pan.

Lector (a): Tus normas eran mi canción en tierra extranjera (Salmo 118,54)

Todos: Tu Palabra —como has dicho— es canto para el corazón a lo largo de mi camino de peregrinación. Tu Palabra —como he entendido— es el corazón del ser y su revelación. Haz que yo me vuelva pobre y vacío para acogerla, puro y silencioso para darle resonancia.

* Nos inclinamos para rodear con nuestras velas el contorno del mapa de nuestra parroquia. Mientras cantamos: El Señor es mi luz.

Todos: ¡Esperamos en el Dios de la Vida!

3. BAJO EL IMPULSO DE TU ESPÍRITU NOS ENVÍAS A COMPARTIR EN EL BARRIO, COLONIA, RANCHO EL PAN SABROSO DE TU PALABRA

a) Un pan que se comparte

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Aclamación antes del Evangelio: Aleluya… “Te damos gracias, Señor, porque eres bueno, porque tu misericordia es eterna”. Aleluya…

Monitor: La Resurrección de Jesús es el acontecimiento central de nuestra fe. Es lo que se encuentran las mujeres cuando van al sepulcro. Al resucitar a su Hijo, Dios confirma su misión y nos dice que la vida triunfa sobre el mal y, sobre todo, que Él quiere que nuestra comunidad resucite junto con su Hijo. Escuchemos con atención.

Evangelio: Mc 16,1-7

Nota: la dinámica para la reflexión la elige el equipo que preparó la celebración. Se sugiere que se reparta a cada participante una tarjeta con el dibujo de la Resurrección de Jesús, para que escriba la respuesta a la segunda pregunta:

¿Qué nos llama la atención de lo que escuchamos en el texto?

¿Qué vamos a hacer para que nuestra comunidad resucite?

Guía: Al resucitar a su Hijo, Dios nos está diciendo que lo que Jesús predicó sobre el Reino, los signos de liberación que realizó con su servicio, la experiencia de la cruz, es lo que da vida. Jesús es la gran Palabra de Dios que nos invita a unirnos a su camino, renunciando a nosotros mismos, tomando nuestra cruz y siguiéndolo, recorriendo sus mismos pasos y asumiendo su mismo destino, que es la cruz. Durante estos días, al final de cada tema hemos descubierto algunas cosas que nos comprometimos a trabajar en nuestro barrio, colonia o rancho, para que, a la luz de la Palabra escrita de Dios, podamos darle nueva vida a la comunidad. Eso que dijimos, si lo trabajamos, se convertirá en signos de resurrección, en manifestaciones de vida nueva, pues nos ayudará a eliminar el mal de nuestra comunidad. Que esta celebración nos impulse a llevar a la práctica los acuerdos que tomamos.

Ofertorio: irse a la mesa…

Oración de los fieles:

*Se distribuyen entre la asamblea, las siluetas de una casa, un camino, un pergamino, una biblia… teniendo en cuenta que la Palabra de Dios es casa, camino, memoria… Se invita a escribir sobre cada silueta una oración de súplica. Luego de un rato, expresan las oraciones de manera espontánea. Quien vaya participando pone su silueta alrededor del mapa de la parroquia.

Padre Nuestro.

Nos damos la bendición unos a otros, con la persona que está a la derecha: Imploremos la bendición de Dios: que el Señor nos bendiga, nos guarde todo mal y nos lleve a la vida eterna. Amén.

b) Compartimos, bajo el impulso del Espíritu de Jesús, pan bueno para los enfermos y pecadores.

Un canto: Por un pedazo de pan… La mesa ya está puesta… Qué bueno es el pan que tú nos das…

* Acuerdos y Convivencia.

PAN BUENO DE QUÉ… DE LA SOLIDARIDAD, DE LA GENEROSIDAD…

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CANTOS

1. SEÑOR DIOS NUESTRO.

SEÑOR DIOS NUESTRO, QUE ADMIRABLE ES TU NOMBRE EN TODA LA TIERRA, EN TODA LA TIERRA.

Cuando contemplo el cielo obra de tus dedos, la luna y las estrellas que has creado. ¿Qué es el hombre para que te acuerde de él, el ser humano para darle poder? (2).

Lo hiciste poco inferior a los ángeles, lo coronaste de gloria y dignidad. Le diste el mando sobre las obras de tus manos, todo lo sometiste bajo sus pies. (2).

2. LA PALABRA DE DIOS VA LLEGANDO YA.

LA PALABRA DE DIOS VA LLEGANDO YA…

Es Jesús que hoy nos quiere hablar

Es Mensaje para los pequeños

Es palabra de liberación

Como el sol brilla en nuestro horizonte

Es semilla fecunda en la tierra

Es la fe y la esperanza del pueblo

3. TU PALABRA ME DA VIDA.

TU PALABRA ME DA VIDA, CONFÍO EN TI SEÑOR, TU PALABRA ES ETERNA, EN ELLA ESPERARE.

Dichoso el que con vida intachable, camina en la ley del Señor. Dichoso el que guardando sus preceptos, lo busca de todo corazón.

Escogí el camino verdadero, y he tenido presentes tus decretos. Correré por el camino del Señor, cuando me hayas ensanchado el corazón.

4. CAMINA DIOS DE LOS POBRES.

CAMINA DIOS DE LOS POBRES, CAMINA EN NUESTRO ANDAR. SE NUESTRO FIEL COMPAÑERO, EN NUESTRO DIARIO LUCHAR.

Somos un pueblo creyente, somos un pueblo explotado Comunidades de Base: Somos un pueblo de hermanos.

En nombre del Evangelio; clamor y liberación, venimos a compartir los pasos de comunión.

Estamos todos reunidos, venimos a compartir, lo que has hecho con nosotros en tu generosidad.

5. TU ERES EL DIOS DE LOS POBRES. TÚ ERES EL DIOS DE LOS POBRES, EL DIOS HUMANO Y SENCILLO, EL DIOS QUE SUDA EN LA CALLE, EL DIOS DE ROSTRO CURTIDO. POR ESO ES QUE TE HABLO YO, ASÍ COMO HABLA MI PUEBLO, PORQUE ERES EL DIOS OBRERO, EL CRISTO TRABAJADOR.

Tú vas de la mano con mi gente, luchas en el campo y la ciudad, haces fila allá en el campamento, para que te paguen tu jornal.

Tu comes raspado allá en la calle, con Eusebio, Pancho y Juan José; Tú estás dando vueltas por el parque y juegas pelota con Miguel.

Yo te he visto en un camión de carga, cortando la caña y el maíz; Te he visto vendiendo lotería sin que te avergüence ese papel.

Yo te he visto en las gasolineras, revisando llantas a un camión,

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y hasta componiendo carreteras con guantes de cuero y overol.

6. VAMOS A ESCUCHAR CON AMOR.

VAMOS A ESCUCHAR CON AMOR, CON AMOR, VAMOS A ESCUCHAR LA PALABRA DEL SEÑOR. VAMOS, HERMANOS, TODITOS CON AMOR A ESCUCHAR LA PALABRA DEL SEÑOR.

Cuando acepté el mensaje del Señor, y me decidí a seguirlo con valor, Él con su luz mi camino iluminó, y con su Palabra mi vida transformó.

Cuando en mi nombre se juntan más de dos, para ir unidos en organización, yo voy con ellos, con ellos allí estoy, para ser el guía y darles valor.

Cuando estés cansado y te falte valor, cuando muy pesada parezca tu misión, oye el silencio que te dice su voz: No temas, sigue, contigo estoy.

7. LEAN LAS ESCRITURAS.

Quién es ese Jesús de Galilea, que surge en el pueblo de Israel. Por qué tantas multitudes lo rodean y aunque sus ojos ven se niegan a creer. (2v.).

POR ESO LEAN LAS ESCRITURAS, ELLAS HABLAN DE MÍ, LEAN LAS ESCRITURAS, ELLAS HABLAN DE MÍ. (2v.).

Quién es Ese que viene hablando del Padre y que dice ser uno mismo con Él. Y el padre en Él pone todas sus complacencias y por su omnipotencia nos dice escúchenle. (2v.).

POR ESO LEAN LAS ESCRITURAS…

Quién es ese Jesús Mesías enviado en quien dicen está la redención, a quien tanto anunciaron los profetas, nos abriría las puertas de nuestra salvación.

POR ESO LEAN LAS ESCRITURAS…

8. EL GALILEO.

Una mañana cerca del mar, apareció un joven Galileo, Nadie podía imaginar que otro pudiese amar así como él amaba. Era sencillo al conversar, llegaba al corazón de quien lo escuchaba.

Y SU NOMBRE ERA JESÚS DE NAZARET, Y SU FAMA SE ESPARCIÓ TODOS QUERÍAN VER. AL PROFETA QUE TENÍA TANTO AMOR Y AMABA AL PECADOR.

En esas playas, en ese mar, en ese río en casa de Zaqueo. En los caminos bajo aquel sol, el pueblo iba a buscar la luz de su doctrina. Sus expresiones, su claridad henchían el corazón de una fuerza divina.

En esos valles, en ese hogar, en ese pozo en casa de Simón, En ese monte al atardecer el mundo vio nacer las bienaventuranzas. Y su paciencia al perdonar, del pueblo el corazón llenaba de esperanza.

Un cierto día al tribunal alguien llevó al joven Galileo, Nadie sabía cuál era el mal, que crimen cometió, cuál era su pecado. Su claridad al denunciar minó la posición de los privilegiados.

Y MATARON A JESÚS DE NAZARET Y EN MEDIO DE LADRONES SE MURIÓ EN LA CRUZ PERO EL MUNDO AÚN NO CONOCE A ESE JESÚS QUE AMABA AL PECADOR.

9. YO NO ERA PROFETA.

Yo no era profeta, ni hijo de profeta, yo era un pastor y vendedor de higos. El Señor me tomó de detrás del rebaño y me dijo: “Ve y profetiza”.

DESDE LA ALBORADA DE MI VIDA TE SENTÍ, SIN QUE TÚ ME HABLARAS YO SABÍA QUE ESTABAS ALLÍ.

Luego me seguiste a donde quiera que yo fui, Y me protegiste velando siempre por mí.

En el aire fresco de los montes te sentí, En el verde espejo de los lagos yo te vi.

En la limpia risa de los niños yo te oí, Y en el corazón de los sencillos te sentí.

En la noche negra tú estabas junto a mí, Fue por tu presencia que en el fango no caí.

DESDE LA ALBORADA DE MI VIDA TE SENTÍ, Y AHORA ME CONSAGRAS PARA TRANSFORMARME EN TÍ.

10. IGLESIA SENCILLA.

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Como nace la flor más bella, muy lentamente en la oscuridad. Hoy renace de nuevo la Iglesia, toda engalanada de fraternidad.

El dolor de los oprimidos, le está doliendo en el corazón. Y recobra su fuerza de siglos, para conquistar nuestra liberación.

IGLESIA SENCILLA, SEMILLA DEL REINO. IGLESIA BONITA, CORAZON DEL PUEBLO. (2)

En tus pasos va la esperanza, de las barriadas de la ciudad. Y en el campo muy de mañana, tu voz es signo de despertar.

Eres eco de los Profetas, eres reflejo del Salvador, eres árbol que a diario florea porque tu retoño es la herencia de Dios.

11. CUANDO EL POBRE CREA EN EL POBRE.

CUANDO EL POBRE CREA EN EL POBRE YA

PODREMOS CANTAR LIBERTAD. CUANDO EL POBRE CREA EN EL POBRE CONSTRUIREMOS LA FRATERNIDAD.

Hasta luego mis hermanos que la asamblea terminó ya escuchamos lo que Dios nos habló. Ahora sí ya estamos claros, ya podemos caminar, la tarea debemos continuar.

Todos nos comprometimos en la mesa del Señor a construir en este mundo el amor. Que al luchar por los hermanos se hace la comunidad, Cristo vive en la solidaridad.

Cuando el pobre busca al pobre y nace la organización es que empieza nuestra liberación. Cuando el pobre anuncie al pobre la esperanza que él nos dio, ya su Reino entre nosotros nació.

12. CANCIÓN DE JEREMÍAS.

TENGO QUE GRITAR; TENGO QUE ARRIESGAR, ¡AY DE MÍ SI NO LO HAGO! ¿CÓMO ESCAPAR DE TI, COMO NO HABLAR, SI TU VOZ ME QUEMA DENTRO? TENGO QUE HABLAR, TENGO QUE LUCHAR, ¡AY DE MÍ SI NO LO HAGO! ¿CÓMO ESCAPAR DE TI, COMO NO HABLAR, SI TU VOZ ME QUEMA DENTRO?

Antes que te formaras dentro del vientre de tu madre, antes que tú nacieras, te conocía y te consagré. Para ser mi profeta, de las naciones:

Yo te escogí, irás donde te envíe, y lo que te mande proclamarás.

No temas arriesgarte, porque contigo yo estaré. No temas anunciarme porque en tu boca yo hablaré. Te encargo hoy mi pueblo, para arrancar y derribar, para edificar, destruirás y plantarás.

Deja a tus hermanos, deja a tu padre y a tu madre; abandona tu casa porque la tierra gritando está. Nada traigas contigo porque a tu lado yo estaré. Es hora de luchar porque mi pueblo sufriendo está.

13. ID Y ENSEÑAD.

Sois la semilla que ha de crecer, sois estrella que ha de brillar. Sois levadura, sois grano de sal, antorcha que debe alumbrar. Sois la mañana que vuelve a nacer, sois espiga que empieza a granar. Sois aguijón y caricia a la vez, testigos que voy a enviar.

ID, AMIGOS, POR EL MUNDO, ANUNCIANDO EL AMOR, MENSAJEROS DE LA VIDA, DE LA PAZ Y EL PERDÓN. SED, AMIGOS, LOS TESTIGOS DE MI RESURRECCIÓN, ID LLEVANDO MI PRESENCIA CON VOSOTROS ESTOY.

Sois la llama que ha de encender resplandores de fe y caridad. Sois los pastores que han de guiar al mundo por sendas de paz. Sois los amigos que quise escoger, sois palabra que intento gritar. Sois reino nuevo que empieza a engendrar justicia, amor y verdad.

Sois fuego y savia que vine a traer, sois la ola que agita la mar. La levadura pequeña de ayer fermenta la masa del pan. Una ciudad no se puede esconder, ni los montes se han de ocultar, en vuestras obras que buscan el bien los hombres al Padre verán.

14. EL PUEBLO DE DIOS.

El pueblo de Dios por el desierto andaba pero frente a él alguien caminaba. El pueblo de Dios era rico de nada, sólo la esperanza y la fe que llevaba.

TAMBIÉN SOY TU PUEBLO, SEÑOR, Y ESTOY EN CAMINO, TU GRACIA TAN SOLO ME BASTA Y MÁS NADA.

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El pueblo de Dios también vacilaba, quería avanzar pero a veces dudaba. El pueblo de Dios llorando rezaba, pedía perdón y recomenzaba.

TAMBIÉN SOY TU PUEBLO, SEÑOR, Y ESTOY EN CAMINO, PERDONA SI A VECES NO CREO EN MÁS NADA.

El pueblo de Dios también tuvo hambre y tú le mandaste el pan de los cielos. El pueblo de Dios cantando dio gracias, probó de tu amor, tu amor que no pasa.

TAMBIÉN SOY TU PUEBLO, SEÑOR, Y ESTOY EN CAMINO, ERES ALIMENTO EN LA LARGA JORNADA.

El pueblo de Dios desde lejos vio la tierra querida que tu amor preparó. El pueblo de Dios corría y cantaba y en sus alabanzas tu amor proclamaba.

TAMBIÉN SOY TU PUEBLO, SEÑOR, Y ESTOY EN CAMINO, AHORA MÁS CERCA DE LA TIERRA ESPERADA.

15. IGLESIA PEREGRINA.

Todos unidos formando un solo cuerpo, un pueblo que en la Pascua nació. Miembros de Cristo en sangre redimidos, Iglesia Peregrina de Dios. Vive en nosotros la fuerza del Espíritu que el hijo desde el Padre envió. Él nos empuja, nos guía y alimenta, Iglesia Peregrina de Dios.

SOMOS EN LA TIERRA SEMILLA DE OTRO REINO, SOMOS TESTIMONIO DE AMOR. PAZ PARA LAS GUERRAS Y LUZ ENTRE LAS SOMBRAS, IGLESIA PEREGRINA DE DIOS. PAZ PARA LAS GUERRAS Y LUZ…

Rugen tormentas y a veces nuestra barca, parece que ha perdido el timón. Miras con miedo, no tienes confianza, Iglesia Peregrina de Dios. Una esperanza nos llena de alegría: presencia que el Señor prometió. Vamos cantando, Él viene con nosotros, Iglesia Peregrina de Dios.

Todos nacidos en un solo bautismo, unidos en la misma comunión. Todos viviendo en una misma casa, Iglesia Peregrina de Dios. Todos prendidos en una misma suerte, ligados a una

misma salvación. Somos un cuerpo y Cristo es la cabeza, Iglesia Peregrina de Dios.

16. SOMOS UN PUEBLO QUE CAMINA.

SOMOS UN PUEBLO QUE CAMINA, Y JUNTOS CAMINANDO PODREMOS ALCANZAR OTRA CIUDAD QUE NO SE ACABA, SIN PENAS NI TRISTEZAS, CIUDAD DE ETERNIDAD.

Somos un pueblo que camina, que marcha por el mundo buscando otra ciudad. Somos errantes peregrinos en busca de un destino, destino de unidad. Siempre seremos caminantes, pues sólo caminando podremos alcanzar otra ciudad que no se acaba, sin penas…

Sufren los hombres mis hermanos, buscando entre las piedras la parte de su pan. Sufren los hombres oprimidos, los hombres que no tienen ni paz ni libertad. Sufren los hombres, mis hermanos, más tú vienes con ellos y en ti alcanzarán otra ciudad que no se acaba...

Danos valor para la lucha, valor en las tristezas, valor en nuestro afán. Danos la luz de tu palabra, que guíe nuestros pasos en este caminar. Marcha, Señor, junto a nosotros, pues sólo en tu presencia podremos alcanzar…

Dura se hace nuestra marcha andando entre las sombras de tanta oscuridad. Todos los cuerpos desgastados ya sienten el cansancio de tanto caminar. Pero tenemos la esperanza de que nuestras fatigas al fin alcanzarán otra ciudad que no se acaba…

17. NOS LLEGARÁ UN NUEVO DÍA.

NOS LLEGARÁ UN NUEVO DÍA, UN NUEVO CIELO, NUEVA TIERRA, UN NUEVO MAR Y EN ESE DÍA LOS OPRIMIDOS A UNA VOZ PROCLAMARÁN LA LIBERTAD.

En esta tierra el negro va a ser respetado y el indio será visto como hermano en esta tierra. El negro, el indio, el mulato, el blanco y todos comerán del mismo plato.

En esta tierra el débil, el pobre y oprimido serán los jueces de este mundo de pecado. En esta tierra el fuerte, el grande y prepotente irán a llorar por traicionar a su gente.

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En esta tierra la mujer tendrá derechos no sufrirá de humillaciones ni malos tratos. Y su trabajo todos vamos a valorar, en decisiones ella participará.

18. ESFUERTE, SEÑOR, TU PALABRA.

ES FUERTE, SEÑOR, TU PALABRA, ELLA ME SALVARÁ. TU PALABRA, SEÑOR, ME VIVIFICA. ESPERO EN TU PALABRA SEÑOR.

Tu ley, Señor, es mi camino, tus preceptos me llevan a ti. Tu voz, Señor, hemos oído nuestras almas se alegran en ti.

19. EL SEÑOR ES MI LUZ.

EL SEÑOR ES MI LUZ Y MI SALVACIÓN. EL SEÑOR ES LA DEFENSA DE MI VIDA. SI EL SEÑOR ES MI LUZ ¿A QUIÉN TEMERÉ, QUIÉN ME HARÁ TEMBLAR?

Una cosa pido al Señor: habitar por siempre en su casa, gozar de la dulzura del Señor, contemplando su templo santo.

No me escondas tu rostro, Señor. Buscaré todo el día tu rostro, Si mi padre y mi madre me abandonan el Señor me recogerá.

Oh Señor, enséñame el camino, guíame por la senda verdadera. Gozaré de la dicha del Señor, en la tierra de la vida.

20. POR UN PEDAZO DE PAN.

Por un pedazo de pan y por un poco de vino Yo he visto a más de un hermano abandonar su camino. Por un pedazo de pan y por un poco de vino Yo también vi a mucha gente encontrar nuevamente un camino de amor. Yo también vi a mucha gente volver nuevamente al encuentro con Dios.

POR UN PEDAZO DE PAN, POR UNPOCO DE VINO, DIOS SE NOS HIZO UN MANJAR, DIOS SE NOS HIZO CAMINO. POR UN PEDAZO DE PAN, POR UN PEDAZO DE PAN. POR UN PEDAZO DE PAN, POR UN PEDAZO DE PAN.

Al no tener vino y pan, y por faltarle comida, Yo vi a más de un hermano amargado de la vida, Y por no dar de su pan, y por no dar de su vino, He visto a más de un creyente perder de repente el sentido moral, Vi que el camino se hará si se siembra justicia, amor e igualdad.

Por un pedazo de pan y por un poco de vino Yo he visto a más de un hermano volverse en un hombre mezquino. Por un pedazo de pan y por un poco de vino, Vive la gente en conflicto en un mundo maldito por no repartir, Y la mitad de los hombres se mueren de hambre y les toca sufrir.

21. LA MESA ESTÁ PUESTA.

En la tarde el hombre triste y oscuro. Sólo la promesa pudo alumbrar el tiempo maduro. Engendró la paz que irrumpió el mundo con el sol nuevo de verdad.

LA MESA ESTÁ PUESTA PARA LA UNIDAD Y TODOS LOS HOMBRES TIENEN SU LUGAR. BRINDEMOS HERMANOS POR ESTE ANUNCIO DE LIBERTAD.

Dios brinda a los hombres su amor profundo. El misterio vivo de redención, Cristo viene al mundo, es la salvación. Palabra eterna que se hace hombre por nuestro amor.

Cristo nos invita a una nueva vida. A luchar nos llama su Encarnación Contra la injusticia, contra la opresión Luchar porque todos puedan entrar al Reino de Dios.

Este es el banquete de nueva vida Dios se da a los hombres de igual a igual Con amor fraterno partamos el pan Bebamos su sangre que n os engendra la libertad.

22. QUE BUENO ES EL PAN QUE TÚ NOS DAS.

QUE BUENO ES EL PAN QUE TÚ NOS DAS, REGALO DE TU AMOR, JESÚS. QUE BUENO ES EL PAN QUE TÚ NOS DAS, EL PAN SABROSO QUE ERES TÚ.

Tú que diste el maná en el desierto, danos pan y esperanza en el camino.

Señor, que multiplicas los panes, toma en tus manos mi deseo de ser bueno.

En el largo recorrer de mi camino, sólo tú podrás calmar mi sed de cielo.

No me sacian las migajas de placeres, que a su paso va ofreciéndome la vida.

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22.- TU PALABRA, SEÑOR, ES NUESTRA LEY. La Palabra de Dios es nuestra ley, que alimenta y sostiene nuestra fe. La Palabra de Dios nos da la paz y con ella es posible la hermandad. Tu palabra, Señor, es nuestra luz, Nos lleva hasta la cruz y nos hace caminar. Tu Palabra es vida y esperanza, A correr riesgos nos lanza y a crecer en libertad. ¡Bendita seas Palabra que reanimas, Para insistir en la justicia y el perdón, Y a construir un mundo más humano Donde Dios mismo es cercano y nos llena de su amor!