Tecnicas de modificacion de conducta, practicas

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2 OBSERVACIÓN CONDUCTUAL Las técnicas de observación (ya sea realizada por observadores externos o por el propio sujeto que emite la conducta, tal y como sucede en la auto- observación) son las estrategias de recogida de información que (junto a la evaluación psicofisiológica) mejor se ajustan a los cánones de la evaluación conductual, por su grado de directividad y el bajo nivel de inferencia que implican. Sus ventajas son evidentes: permiten comprobar "in situ" y sin que medie interpretación de terceras personas, cómo, cuándo y dónde se produ- ce la conducta problema. Es decir, nos permite, contar con información pre- cisa, fiable y, sobre todo, válida de los determinantes y parámetros del pro- blema. Frente a estas ventajas las técnicas de observación conllevan también inconvenientes: necesidad de varios observadores (lo que obliga al entrena- miento de los coterapeutas), altos costes (de tiempo, personal y medios) y los problemas derivados de la reactividad. A pesar de ello, la observación es una técnica ampliamente utilizada en la evaluación conductual, sobre todo, en la evaluación de los problemas infantiles. En esta práctica nos vamos a centrar en la observación realizada por observadores externos, haciendo referencia, fundamentalmente, a los pun- tos siguientes: Definición adecuada de la conducta, de modo que se permita su obser- vación y registro de forma apropiada, con un bajo nivel de inferencia y con el acuerdo de los observadores. La selección de los parámetros de la conducta que deben evaluarse en cada caso concreto (frecuencia, duración, intervalos, interacción,...). La determinación de los aspectos contextuales de la observación (deci- siones acerca de quién observa, cuándo, durante cuánto tiempo y, sobre todo, dónde). Los métodos de determinación de la fiabilidad de los datos obtenidos en la observación. BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA Foster S. L., Beil-Dolan D. J. y Burge D. A. (1993). Observación Conductual. En A. S. Bellack y M. 1-Tersen (eds.), Manual Práctico de Evaluación de Conducta. Bilbao: DDB (orig. 1990). Larroy, C. y Puente, M.L. (1996). El niño desobediente. Estrategias para su control. Madrid: Pirámide.

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Capitulo 2

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2 OBSERVACIÓN CONDUCTUAL

Las técnicas de observación (ya sea realizada por observadores externos o por el propio sujeto que emite la conducta, tal y como sucede en la auto-observación) son las estrategias de recogida de información que (junto a la evaluación psicofisiológica) mejor se ajustan a los cánones de la evaluación conductual, por su grado de directividad y el bajo nivel de inferencia que implican. Sus ventajas son evidentes: permiten comprobar "in situ" y sin que medie interpretación de terceras personas, cómo, cuándo y dónde se produ-ce la conducta problema. Es decir, nos permite, contar con información pre-cisa, fiable y, sobre todo, válida de los determinantes y parámetros del pro-blema. Frente a estas ventajas las técnicas de observación conllevan también inconvenientes: necesidad de varios observadores (lo que obliga al entrena-miento de los coterapeutas), altos costes (de tiempo, personal y medios) y los problemas derivados de la reactividad. A pesar de ello, la observación es una técnica ampliamente utilizada en la evaluación conductual, sobre todo, en la evaluación de los problemas infantiles.

En esta práctica nos vamos a centrar en la observación realizada por observadores externos, haciendo referencia, fundamentalmente, a los pun- tos siguientes:

• Definición adecuada de la conducta, de modo que se permita su obser-vación y registro de forma apropiada, con un bajo nivel de inferencia y con el acuerdo de los observadores.

• La selección de los parámetros de la conducta que deben evaluarse en cada caso concreto (frecuencia, duración, intervalos, interacción,...).

• La determinación de los aspectos contextuales de la observación (deci-siones acerca de quién observa, cuándo, durante cuánto tiempo y, sobre todo, dónde).

• Los métodos de determinación de la fiabilidad de los datos obtenidos en la observación.

BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA

Foster S. L., Beil-Dolan D. J. y Burge D. A. (1993). Observación Conductual. En A. S.

Bellack y M. 1-Tersen (eds.), Manual Práctico de Evaluación de Conducta. Bilbao:

DDB (orig. 1990). Larroy, C. y Puente, M.L. (1996). El niño desobediente. Estrategias para su control.

Madrid: Pirámide.

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2. OBSERVACIÓN CONDUCTUAL 19

2.1. PASOS PARA LA REALIZACIÓN DE UNA OBSERVACIÓN CONDUCTUAL

Una vez tomada la decisión de utilizar la observación conductual como método de recogida de la información, las tareas a realizar para que la obser-vación genere datos fiables y válidos, se pueden sistematizar del siguiente modo:

1. Definición de la conducta objetivo: utilizando definiciones que han de ser objetivas, claras, precisas y mensurables.

2. Elección de un método de medición: seleccionar el o los parámetros que vamos a considerar a la hora de observar y registrar la conduc-ta (e.g. frecuencia, duración, intensidad, secuencias, proporción, pre-sencia,...). La elección de uno u otro método viene determinada por el tipo de información que deseamos, por la situación en la que se manifiesta la conducta y por las propias características de esta.

3. Confección de las fichas u hojas de registro: que variarán en fun-ción de la conducta objetivo y de los parámetros seleccionados para medirla.

4. Especificación de los aspectos contextuales de la observación: requiere tomar decisiones acerca de una serie de aspectos, tales como:

• Dónde observar: determinar el lugar de observación y registro.

• Cuándo observar: determinar los periodos de registro (cantidad, duración, momento) y la duración de la observación.

• Quiénes van a ser los observadores: selección de las personas que van a llevar a cabo la observación (el terapeuta, los coterapeu-tas, ... )

S. Entrenamiento de los observadores.

6. Observación propiamente dicha y registro de lo observado en la hoja elaborada a tal efecto.

7. Evaluación de la fiabilidad del registro: mediante el cálculo e inter-pretación del indice de fiabilidad pertinente para cada caso.

S. Extracción de información a partir del registro: analizar el conteni-do del registro.

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D-1 «J»---. --- - LiJ1Lj, UE MODIFICACIÓN DE CONDUCTA

2.2. DEFINICIÓN DE LA CONDUCTA OBJETIVO

Al llevar a cabo una observación conductual tendremos que definir la conduc-ta a observar de forma descriptiva, haciendo siempre referencia a respuestas específicas y no a conceptos generales o respuestas genéricas (como pueden ser "ansiedad", "agresividad", "nerviosismo",...). Además, la definición ha de incluir siempre respuestas externamente observables y no actitudes, intencio-nes, o estados internos. Es importante eliminar la ambigüedad y evitar hacer inferencias. En definitiva, cuando una conducta está bien definida, los diferen-tes observadores que la utilicen observaran el mismo comportamiento y esta-rán de acuerdo respecto a la aparición o no aparición de la conducta.

Ejemplos de conductas mal definidas y alternativas de definición:

El juego "sucio" o poco deportivo de un jugador de baloncesto

Se utiliza un término muy general que puede dar lugar a interpretaciones diversas. Sería más correcta una definición en la que se incluyesen res-puestas concretas, tales como "Insultar a un contrario o al árbitro, dar un codazo, poner una zancadilla, gritar a un compañero,... ".

Las rabietas de la pequeña Estela que se caracterizan por tenderse en el suelo, llo-rar, gritar, arrojar objetos al suelo en un intento de llamar la atención

Se trataría de una definición limite; en este caso, las respuestas que caracteri-zan la conducta de Estela son adecuadas y están bien definidas (son concre-tas, descriptivas, observables,...); sin embargo, se les atribuye una finalidad (la de intentar llamar la atención) que en ningún caso puede ser observada, ya que se trata de una intención. Esta definición podría mantenerse siempre que se eliminara la referencia a la intencionalidad de las acciones de la niña.

Las conductas colaboradoras y cooperativas de un grupo de niños en clase

Nuevamente se trata de una definición general y ambigua en la que tienen cabida respuestas muy distintas. Para especificarla podríamos definir la con-ducta cooperativa de los niños como "pasar los materiales escolares a otro niño, prestar los materiales propios o compartir materiales con otros niños".

El miedo de Félix ante los gatos, caracterizado por la aparición de respuestas escape cuando se encuentra con algún gato, por la emisión de gritos y por una alta activación fisiológica

Se trata nuevamente de una definición límite, ya que las dos primeras partes de la definición del miedo de Félix (i.e. aparición de respuestas de escape y de gritos) son correctas; sin embargo, la tercera (i.e. la elevada activación fisiológica) no puede incluirse en la definición conductual que nosotros elaboramos para la realización de una observación conductual, ya que hace referencia a respuestas internas difícilmente observables por un observador externo. Es más, la activación fisiológica es un concepto general en el que se incluyen respuestas muy diversas (e.g. tasa cardíaca, ritmo respiratorio, tensión muscular,...).

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2.3. CARACTERÍSTICAS DE LOS DIFERENTES MÉTODOS DE MEDICIÓN

Numero d

Tperiodo rece una , Discretas

• Con duraciones similares

Noches con cama mojo- determina da

Frecuenda tiempo en cada emisión Faltas al trabajo

• Con frecuencia de emi- sión no muy alta

Lapso de tiempo en que se Adecuado para conductas: Tiempo de estudio emite una conducta • Discretas Duración de la ducha

Duraci6n • Duración variable o rele- (en lentitud compulsiva) vante Horas de sueño

Presencia o ausencia de la Adecuado para conductas Mirar una pantalla conducta durante todo el que persisten durante tii Atender en clase intervalo tiempo

Tiende a subestimar la apa- op1eto rición de la conducta

Util cuando es importante la no interrupción de la con- ducta

Presencia o ausencia de la Adecuado para conductas Tics nerviosos

aiclai conducta a lo largo del breves y frecuentes Decir tacos intervalo

.: Presencia o ausencia de la Adecuado para conductas Chuparse un dedo conducta en el momento en que persisten durante un

Momentá-, que finaliza el intervalo tiempo mil neo Han de utilizarse intervalos

breves

Porcentaje de veces que Se expresa en porcentajes Toreas realizadas entre aparece una conducta den- Util para obtener medidas las encomendadas

proporclán tro del número total de oca- relativas de rendimiento, Ordenes cumplidas siones en que sería espera- actuación,... ble su aparición

Registro del número de Produce poca reactividad Camas hechas Ptoductos resultados duraderos o pro- Puede aplicarse a un limita- Ventanas rotas

Permanentes ductos de la conducta do número de conductas Botellas vacías

Incluye además de la con- Proporciona información Miedo a los perros ducta, sus antecedentes y funcional sobre la conducta (especificando res pues

Implican una continuidad tas concretas en que se

Secuencias en el periodo de observa- manifiesta, situaciones en que se produce y con- ción secuencias)

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L Registro de secuencias

Registro fferva!s

Rúgistro ndeuul L0P0101h1 Ij 1

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2. OBSERVACIÓN CONDUCTUAL 23

2.5. EJEMPLOS DE SELECCIÓN DEL MÉTODO DE MEDICIÓN

í• Juan tiene 23 meses. Todas las noches, después de que le acuesten, Juan llora, lla-ma a su madre, pide agua, grita que tiene miedo, etc. hasta que se duerme.

En este caso, el parámetro a registrar es duración: nos interesa conocer durante cuánto tiempo se prolonga la conducta problema o, lo que es lo mismo, cuánto tarda Juan en dormirse

• Mar¡ Fé presenta la fea costumbre de rechinar los dientes. Para ella constituye un problema darse cuenta de cuando comienza la conducta, y muchas veces no se percata de que está rechinando hasta que lleva un buen rato haciéndolo.

En este caso, debemos utilizar el registro de intervalos, ya que la con-ducta no tiene claramente delimitado el comienzo ni el fin. Por otro lado, rechinar los dientes implica un número indeterminado de movimientos maxilares que es imposible contar.

LI A Carlos le cuesta un poco aprender a sumar y, para ayudarlo, su profesora le pone cada día una hoja de cuentas, pretendiendo, así, entrenar a Carlos, y cono-cer su progreso.

Para conocer el progreso de Carlos, debemos utilizar un registro de pro-porciones, pues nos interesa saber cuántas sumas, (del total que le ha puesto la profesora) ha hecho Carlos bien.

• Pepe interrumpe la marcha de la clase haciendo comentarios en voz alta, contan-do chistes o produciendo ruidos

El parámetro que nos interesa en este caso es el de frecuencia: queremos saber cuántas veces interrumpe Pepe la clase (no impórta el tipo de con-ducta que utilice, dado que lo que molesta al profesor y a los compañeros es la interrupción)

• Queremos saber qué circunstancias acompañan a la conducta de desobediencia de Margarita.

Para ello, será necesario utilizar un registro de secuencias, que nos per-mite conocer los determinantes (antecedentes y consecuentes) de la con-ducta

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24 TaCNICAS DE ftJDT1'1CAcION DE CONDUCT

2.6. ÍNDICES DE FIABILIDAD INTER-OBSERVADORES

En observación conductual la fiabilidad de los datos puede examinarse mediante varios métodos (e.g. consistencia interna, estabilidad,...); de todos ellos, el que resulta más interesante es la fiabilidad inter-observadores, que nos permite conocer el grado de acuerdo o concordancia entre los diferentes observadores que registran de manera independiente las mismas conductas, del mismo sujeto, en el mismo momento, en la misma situación, y utilizando un mismo método de medición. En la mayoría de los casos suele calcularse como índice de acuerdo entre pares de observadores'

Para calcular la fiabilidad inter-observadores es preciso tomar tres deci-siones básicas (Johson y Bolstad, 1973)2:

• La unidad de medida sobre la que se va a estimar la fiabilidad. • El lapso de tiempo sobre el que se calculará la fiabilidad.

• El procedimiento estadístico que utilizaremos para calcular la fiabili-dad: la selección del procedimiento estadístico depende del método de registro que hayamos utilizado. Los principales procedimientos para cada método de registro aparecen resumidos en la siguiente tabla:

Iguales omayo- ia /

Mayor 0.1

Duración rada / _4 Myorduración observada o i a res de 0.8 IF = N' acuerdos / N total de observa- O a 1 res de 0.8

iiitervalos IF corregido =N"acuerdos aparición / ()a 1 Iguales omayo- NI total apariciones res de 0.8

-1 al Iguales omayo- Indice Kappa = (p- p) / (1 PC)

En el método de observación de intervalos, al aplicar el índice de fia-bilidad simple (IF), cuando la conducta aparece "poco" durante el registro, se pueden obtener indices de fiabilidad altos ("inflados") basados en la no aparición de la conducta. Por ello, se aconseja no uti- lizar este índice cuando la conducta tiene lugar en menos del 40% de los intervalos.

Existen índices para el cálculo de la fiabilidad entre más de dos observadores, pero su consideración excede los objetivos del presente texto, por lo que no se analizarán aquí.

Johnson, S.M. y Boistad, O.D. (1973). Methodological issues in naturalistic observation: sorne problems and solutions for field research. En L.A. l-Iamerlynk, L.C. Handy y R.J. Mash (eds.), Behavior Change: Methodology, Concepts and Practice. Champaign, IL: Research Press.

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2. OBSERVACIÓN CONDUCTUAL 25

Si la conducta aparece poco, se puede recurrir a la utilización del índice de fiabilidad corregido, que se basa únicamente en los acuerdos acerca de la aparición de la conducta, obviando los acuerdos respecto a su no aparición.

Por otra parte, los dos índices anteriores presentan el problema de no considerar los acuerdos que pueden producirse entre los observadores simplemente por azar. Para solucionar este problema suele recurrirse al índice Kappa. Este índice es más sólido que los anteriores e incluye sola-mente los acuerdos entre jueces que probablemente no se deben al azar.

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26 TÉCNICAS DE MODIFICACIÓN DE CONDUCTA

2.7. EJEMPLOS CLÍNICOS DE REGISTROS CONDUCTUALES

REGISTRO DE COMIDAS (FOBIA ALIMENTARIA)3

Este es el registro que lleva la madre del niño sobre el tipo y cantidad de comida que ingiere éste. El registro se lleva a cabo durante dos semanas. Aquí se ofrecen, como ejemplo, los registros de tres días.

Lunes, 25/10

Desayuno: Vaso de leche, una cucharada de hierro

Comida: 50 gr. Pe pan, una magdalena, una galleta "Príncipe de i3eckelar" de chocolate, un flan en plato, unas natillas en plato, 1 yogur de naranja.

Merienda: 4 cuadraditos chocolate, 2 galletas Fontaneda, 1 zángano, medio vaso de batido de fresa.

Cena: yogur, flan en un plato, 50 gr de pan, una cucharada de hierro.

Martes, 26110

Desayuno: Vaso de leche, una cucharada de hierro

Comida: Una cucharada de hierro, 50 gr de pan, dos galletas de "Príncipe de Seckelar" de chocolate, un flan en plato, unas natillas en plato, un yogur de naranja.

Merienda: Vitaminas, una galleta de chocolate, una magdalena, un trozo de pan, 4 cuadrad/tos de chocolate, un vaso de batido de fresa.

Cena: Una cucharada de hierro, un poco de pan, un yogur de fresa, un flan de vainilla.

Miércoles, 27/10

Desayuno: Vaso de leche, una cucharada de hierro.

Comida: Una cucharada de hierro, 50 gr de pan, dos galletas de chocolate, un flan en plato, unas natillas en plato, un yogur natural

Merienda: Vitaminas, una galleta de chocolate, una magdalena, un trozo de pan, cuatro cuadrad/tos de chocolate, un vaso de batido de fresa.

Cena: 50 gr de pan, yogur, flan en plato, una cucharada de hierro.

Este registro ha sido proporcionado por la Dra. Concepción Fournier, de la Unidad de Psiquiatría y Psicología Infanto-Juvenil del Hospital del Niño Jesús, de Madrid.

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2. OBSIRVACfÓN CONDUCTUAL 27

REGISTRO DE MICCIÓN NOCTURNA

Este registro lo llevan a cabo los padres o cuidadores del niño durante dos semanas. Para cumplimentarlo van marcando con una cruz la casilla corres-pondiente en caso de que el niño haya mojado la cama, o que el niño se haya levantado para ir al WC. Cuando no se producen ninguna de estas conduc-tas, las casillas correspondientes a ese día aparecen en blanco

Este tipo de registro es habitual en casos de enuresis nocturna tanto duran-te la evaluación como durante el tratamiento, aunque pueden introducirse modificaciones para adecuarlo a los requerimientos de cada caso concreto.

OLA Mojar ti] cama Ira¡ WC ()bervaciones

X Lunes 5

Martes 6

Miércoles 7 X

Jueves 8 X

Viernes 9 X - i7urm0 en caOa de CU

Sábado 10

Domingo 11

Lunes 12

X Martes 13

Miércoles 14 X

15 X Estuvo todo el día en la Jueves cama por un catarro

Viernes 16 X X

Sábado 17 X

Domingo 18 X

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-,-.--------- -

REGISTRO DE SECUENCIAS

Conducta: Conducta de obediencia/desobediencia de un niño respecto a la con- 1 ducta de su padre/madre.

LJTIT 'IITIT -10

o

Fila 1: Fila 2: Fila 3: O: Orden O: Obedecer A: Atención Ad: Advertencia NO: No obedecer R: Recompensa A: Atención R: Recompensa

Círculo: -1- Cond. adecuada

del niño - Cond. Inadecuada

del niño

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2. OBSERVACIÓN CONDUCTUAL 29

InstrUCCiOfleS

Este registro de secuencias de la interacción entre un padre y un hijo fue pro-puesto inicia/mente por Forehand y McMahon (1981). Se cumplimenta de la

manera siguiente: Se establece un periodo de observación en tina situación de interacción (cada hoja u sirve para 5 minutos), dividido en periodos de 30 segundos (cada uno de los rec-tángulos). Previamente, se han categorizado las conductas del padre (las que apa-recen bajo I-s epígrafes Fila 1 grafe Fila 2).

y Fila 3) y las del hijo (las que aparecen bajo el epí-

Cada rectángulo (que corresponde a 30 segundos de observación) está a su vez dividido enfilas y columnas. Cada columna representa una interacción y, en cada fila, se anota la conducta correspondiente. Para cada columna, las conductas de la primera fila son los antecedentes paternos (ordenes, advertencias, etc.). Las con-ductas de la segunda fila son las que emite el niño (obedecer o no obedecer). En la tercera fila, se registran las conductas del padre que funcionan como consecuencia de las del niño (recompensa o atención). De este modo, cada columna corresponde a una interacción iniciada por el padre o la madre. Las columnas sucesivas indican el orden de aparición de estas interacciones. De este modo, se pueden registrar hasta diez interacciones distintas en un periodo de 30 segundos.

En los círculos se recoge información adicional sobre la conducta del niño: si ésta ha sido adecuada durante los 30 segundos de observación. Se trata de un registro de intervalo total, de modo que si en algún momento aparece alguna conducta inadecuada, se codificará con un "-" y si durante todo el periodo la conducta del niño ha sido adecuada, se codificará con un "+".

Forehand, R. y McMahon, R.J. (1981). Helping the Noncornpliaflt Child: A Clinician's Cuide

fo Parent Training. Nueva York: Guilford Press.