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TAREAS 74 ENERO-ABRIL 1990 Economia e invasión Instituto de Estudios Nacionales (IDEN) Invasión y perspectivas Roberto N . Méndez

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TAREAS 74ENERO-ABRIL 1990

Economia e invasiónInstituto de Estudios Nacionales (IDEN)

Invasión y perspectivasPara la reconstrucción

Roberto N. Méndez

TAREASNúmero 74

R E A SPANAMÁ

1990

Revista del Centro de Estudios

ISSN 0494-7061Latinoamericanos (CELA)'justo Arosemena'

Panamá, R. de Panamá

Director : Ricaurte Soler

Comité editorial : Carmen A . Miró, Guillermo Castro H .,

Marco A. Gandásegui, h ., Enriqueta Davis y RafaelPaniza.

Edición al cuidado de Enrique Chuez y David Montoya

Asesores : César A. Young Núñez, Rafael González, Joséde jesús Martínez, Jorge Montalván, Leopoldo Fuentesdel Cid y Humberto Bruguiati.

Distribución: CELA

Para correspondencia, canje y suscripción:

CELA "Justo Arosemena"Apartado 6-3093, El DoradoPanamá, R . de Panamá

Teléfono : 23-0028.

Nueva tarifaSuscripción anual en Panamá : B/ .

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TAREAS

N° 74

Panamá, R.P.

enero-abril 1990

INDICE R

LA INVASION A PANAMA

Enriqueta Davls Las Fuerzas de Defensa: Objetivopolítico de la invasión 3

IDEN Economía e invasión 23

Roberto N . Méndez Consecuencias socio-económicasde la invasión y perspectivas 39

Guillermo Castro H . Panamá, 20 de diciembrede 1989 51

Olanearlo Soler Torrijos Panamá: Nación o democracia 59'Leo Gabriel yRalf Leonhard Entrevista a José de J . Martínez 65

Lilia Bermúdez Torres Panamá: de la guerra de bajaintensidad a la invasión 71

Carlos Fuentes Las lecciones de Panamá 83

Xabíer Gorostiaga ¿Después de la invasióna Panamc, qué sigue? 89

Alexander Cockbum Noriega fue nuestro compinche 9i

Luis Navas Edificar la democraciay garantizar la Nación 101

Jaime J . Jované Demanda de inconstitucionalidad 109

DOCUMENTOS Declaración del CELA 140Resolución de la OEAResolución de la ONU

Loa artçiculos que publica la revista TAREAS son de la responsabilidad de sus autores ynoexpresan neeeeaWemcute el pcoaaeslento de .0 comlté edltodal.Para toda repmduedón pardal o total de lea bab los aquí publicados, sollettaesus que se haga menciónde la fuente y se ende copla .la mdacctón.

LA INVASION

LAS FUERZAS DE DEFENSA:

OBJETIVO POLITICO DE LAINVASION NORTEAMERICANA

Enriqueta Davis*

IntroducciónEn este artículo procederemos a demostrar que una de las

principales causas de la intervención militar norteamericanaen Panamá, en diciembre de 1989, fue la eliminación de lasFuerzas de Defensa panameñas. Veremos cómo las diversaspolíticas del gobierno norteamericano hacia Latinoamérica -y,en especial, hacia Centroamérica- inciden en las modalidadesde evolución de los institutos armados de nuestros países.

Las fuerzas armadas latinoamericanas, después de lasegunda guerra mundial, pasan a constituirse en los ejércitoslocales, con la responsabilidad de mantener el orden interno.Es la doctrina de "seguridad nacional" -seguridad de EstadosUnidos.

A inicios de la década de 1960, y como resultado de laRevolución Cubana, los ejércitos latinoamericanos se especia-

1Laron en la contrainsurgencia para Impedir que Cuba expor-tara los gérmenes de la revolución a nuestros países . A partirde la política "militarista", que diseña Reagan para los paísesdel área, se retoma la política del buen vecino . Estados Unidosse subro-la el derecho de Intervenir directamente en las repú-blicas centroamericanas .' Así lo plantea el documento deSanta Fe í, el informe Kissinger de 1983 y el documento deSanta Fe 11 que, si bien no tiene la calidad de posición oficial delgobierno de Bush, predice el carácter de la invasión a nuestropaís. La posición continúa siendo la misma del gobierno deReagan: Estados Unidos está en capacidad de intervenirdirectamente cualquier país del Tercer Mundo.

El desmantelamiento de las Fuerzas de Defensa pana-meñas, por un lado, permitió poner a prueba dicha capacidad.Por otro lado, sentó las bases para la permanencia militarnorteamericana en Panamá después del año 2000.

"Con la abolición de las Fuer7as de Defensa -dice Fontalneen su estudio Panamá: Después de Noriega, publicado por elConsejo de Seguridad Interamericana? la capacidad de Pan-amá para defender el Canal ha sido radicalmente reducidahaciendo imposible llevar a cabo su principal responsabilidada partir del próximo siglo . Por lo tanto, el papel de EstadosUnidos tiene que ser reconsiderado".

El control de la vía interoceánica es un objetivo geopolítico.Las bases militares de Estados Unidos en Panamá tienen unanueva vigencia para la política exterior de ese país que requiere,de una parte, recuperar su prestigio económico y militar y, deotra, enfrentar a los movimientos de liberación nacional que sedan en la región centroamericana. (Spence, 1989).

I . Militarismo y políticaMilitarismo y política son dos conceptos ligados entre sí . El

primero se acuña en Francia bajo el Segundo Imperio por losrepublicanos y por los socialistas para denunciar el régimen deNapoleón III . El mismo alude al control de los militares sobrelos civiles, esto es, a un exceso de intervención de los militaresen la política.

La creación de la Kriegsakademíe prusiana -primera es-cuela militar de especialización- a principios del siglo XIX, dainicio a la profesionalización de los oficiales, marca el fin de la

subordinación de los militares a los gobernantes civiles encuanto miembros de una misma clase social . A partir deentonces la interrelación fuerzas armadas-sociedad civil no ne-cesariamente expresa el predominio de la segunda sobre laprimera.

Toda profesionalización implica la adquisición de una seriede aptitudes y conocimientos especializados, además de unproceso de socialización que introyecta determinados valoresy actitudes, de tal forma, que dicho proceso hace referencia auna cierta diferenciación social . La profesionalización de losmilitares, por supuesto, no escapa a tal situación . La rigidezde la formación militar gira en torno a esquemas de orden,disciplina, j erarquia, obediencia a los superiores etc ., creandoun tipo de actor social que no siempre -ni necesariamente-expresa los intereses de su clase . Incluso, puede mostrar ciertaautonomía respecto a los polos de poder.

La organización vertical militar crea una especie de subcul-tura entre los militares, separándolos de cierta manera de lasociedad civil . Contribuye, según Gramscf a: "impedir que enel ej ército se reproduzcan las divergencias del país¡y desaparez-ca en consecuencia, el poder determinante del Estado Mayor acausa de la disgregación del instrumento militar" . (Gramsci,1980: 85).

Es la presencia de esa subcultura la que nos permiteentender que los militares sean capaces no sólo de torturar aquienes consideran "insurgentes" sino de masacrar a pueblosenteros como lo evidencia la historia centroamericana de losúltimos años.

Es por ello que no es suficiente el análisis de las clases queintegran la institución castrense: el estudio del militarismorequiere, además, de la comprensión de "lo militar" comocategoría social y de las funciones que lo caracterizan en unadeterminada formación social.

Si en el pasado la tónica de la formación militar se basabaen lo heroico, en la actualidad se sustenta en el aspecto técnicoy mientras más especializada es esta formación, menos son losque la reciben, integrándose así una especie de élite militar coroaltas aspiraciones no sólo dentro de las fuerzas armadas, sino,además, en la sociedad civil .3 La institución militar sirveentonces como medio de movilización social, la que es suscep-

tible de "acelerarse" mediante las intervenciones militaristasdirectas en el aparato del Estado . (Ver Costa Pinto, 1974 : 73-74) .

Gramsci también anota que : "no es cierto que el ejército,según la Constitución, jamás deba hacer política : el ejércitodebe justamente defender la Constitución, esto es, la formalegal del estado con sus instituciones conexas" . (Ibid)

En América Latina la presencia de los militares en losaparatos del estado se remonta alas guerras de independencia.No obstante, el intervencionismo excesivo de las fuerzas arma-

das en la política, no es una característica particular denuestros países . Como lo demuestra la crónica de la postgue-rra y de la guerra fria, la presencia de los militares en la vidanacional y en las decisiones políticas se observa en sociedadestan desarrolladas como los Estados Unidos . (Costa Pinto,1974 : 104) Y, por consiguiente lo anterior repercute en elcomportamiento de las fuerzas armadas en nuestros países.

Dos parecen ser los lugares comunes para las intervencio-nes militaristas en nuestras sociedades : por un lado, la crisisde hegemonía interna y por el otro, la dependencia y laasistencia externa que presentan los ejércitos latinoamerica-nos, especialmente de Estados Unidos . Pasemos a considerarésta.

U. Politica norteamericana y militarismo norteamericanoTanto el documento de Santa Fe I 4 como el informe

Kissinger5 constituyen clara evidencia de la posición militaris-ta del gobierno neoconservador del presidente Reaganrespectoa América Central y el Caribe . Ambos documentos expresanuna franca crítica a la tolerancia del gobierno de Kennedy y ala política de distensión de los gobiernos anteriores a partir deJohnson, proponiendo además una vuelta a la política decontención de la Doctrina Truman con una cierta dosis deAlianza para el Progreso6 La ayuda económica que propugna-ba la Doctrina Truman iba drigida a contener la avanzada delos movimientos sociales que se dieron al finalizar la SegundaGuerra Mundial y sobre todo, el incremento de la influenciasoviética sobre los países del orbe.

En dicho contexto la década de 1940 da cuenta del iniciodel proceso de unificación orgánica de los ejércitos latinoame-

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ricanos con el de la nación norteña : "de suerte que hacia1950 . . . la estructura interna de las fuerzas militares de Amé-rica Latina habían trasplantado las pautas organizativas delaparato armado estadounidense, lo cual facilitaba la comuni-cación entre el Comando central norteamericano y los coman-dos periféricos con miras al proyecto de unificación y centra-lización del mando en un único ejército imperial destinado agarantizar la paz americana" . 7 (Ver en Echeverri, 1978 .55).

En Panamá, y como expresión de la politica de contención,se instala el Comando Sur cuyo papel fue concebido como"coordinador del esfuerzo militar norteamericano en toda laregión. Todo el apoyo logistico, entrenamiento y la red decomunicación se instaló en Panamá" . (Gandásegui, 1989:226-227).

A nivel interno, la militarización de las fuerzas armadaspanameñas correspondió a José Antonio Remón Cantera, ensu calidad de Primer Comandante de la Policía Nacional (en1947) y después como presidente de la República . En 1953convertirá a la Policía en Guardia Nac4onal . 8 Desde sunacimiento este instituto armado es financiado y entrenadopor el Pentágono con el único propósito de mantener el ordeninterno del país . (Barry en Gandásegui, 1989:224).

La figura de Remón Cantera garantiza que la entoncesrecién militarizada fuerza pública respondiera tanto a losintereses norteamericanos como al proyecto de la burguesíanacional . (Ver Gandásegui, op.cit .).

El 17 de agosto de 1961 los países latinoamericanos en laCarta de Punta del Este formalmente aceptan el plan elaboradopor el gobierno de Kennedy como medio de enfrentar a laRevolución Cubana, el cual fue denominado Alianza para elProgreso (ALPRO) . Si bien este plan incluía "la ayuda militardestinada a fortalecer los cuerpos armados de América Latina,capacitándolos para enfrentar cualquier posible brote de in-surgencia que pusiese en peligro la paz y el orden establecidos,y que fuesen como fuerzas de ocupación permanente de susrespectivos países (Morray en Méndez: 133), la asistenciapuramente militar parece ser puesta en un segundo plano enlas formulaciones para contener la subversión" . Por medio deprogramas reformistas se pretende atacar los efectos del siste-ma (desnutrición, habitación, salud, reformas agrarias parcia-

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les y controladas) . . . Desde esta perspectiva, los ejércitos deestos países debían ser estimulados al profesionalismo, a laabstención política, a fin de no obstaculizar los proyectosreformistas de sus gobiernos dentro de los marcos de la alianzae incluso a coadyuvarlos por medio de los planes de accióncívico-militar. (Beltrás, citado por Echeverri).

Lo que en realidad perseguía la ALPRO era facilitar lapenetración del capital norteamericano en el área, para lo cualera necesario un clima de estabilidad y seguridad social cuyogarante habrán de ser los ejércitos latinoamericanos (Méndez,:134), en su nuevo papel de agentes de desarrollo . Todo estocon miras a prevenir y conjurar la amenaza comunista.

Para la profesionalización de los ejércitos de nuestrospaíses se utiliza la Academia Internacional de Policía enWashington . En 1962 se crea la Academia Internacional deFort Davis en el área del Canal de Panamá . Posteriormente secrea la Academia de Fresnos (Texas) . A partir de 1960 se creancentros cuya orientación iba dirigida a la capacitación contrala lucha insurreccional : Fort Bregg, Fort Sherman, FortGulick.

Es a Roberto F. Chiari, como presidente de la República enel período 1960-1964 a quien corresponde "aplicar" en elterritorio nacional, la política de la ALPRO . Al asumir el cargodeclara lo siguiente : "Panamá debe pues, al mismo tiempo queprocura dentro de sus propias capacidades organizar susfuerzas internas de producción, dar su aporte ala organizacióninternacional de los factores de la produccióny de los mercadosde consumo, para recibir, en compensación, los beneficios quede ello pueda derivar . Sin embargo, ni una cosa ni la otra, nilas dos juntas, pueden ser suficientes para conjurar las crisiseconómicas de ningún país subdesarrollado. Un factor más,indispensable por razones obvias, debe venir de fuera: elfinanciamiento". (La Estrella de Panamá, octubre 1960, toma-do en Méndez :129).

Respecto a las fuerzas armadas en la misma declaraciónafirmaba que; " . . .Todo ello empero, no me hace variar ladecisión de organizar la fuerza pública de conformidad con lospreceptos constitucionales, no como un cuerpo carente declaras y precisas atribuciones, sino como una entidad queresponda a las nuevas modalidades de la vida nacional y de las

desconcertantes facetas que asoman en el panorama Interna-cional. Resulta pues ineludible deslindar entre cuerpos dife-rentes las funciones de defender la integridad territorial y laindependencia de la República, propias de un ejército o miliciay a las atribuciones de mantener el orden público y defender lavida y haberes de los habitantes, inherentes a un Cuerpo dePolicía especialmente entrenado para tratar con personasgeneralmente inermes. No debe pensarse que se proyectarelegar a los miembros de la Fuerza Pública a insignificantepapel, sino más bien colocarlos en un plano de mayor respe-to . . . " (Ibid).

En efecto, para canalizar la ayuda económica de la ALPROse creó el Patronato Nacional de Inversiones que comenzó aoperar en 1962, probablemente porque en el país no existía latranquilidad y estabilidad necesarias para la ejecución delPlan: "En noviembre de 1960 tiene lugar una huelga de lostrabajadores bananeros de la provincia de Bocas del Torocontra la United Fruit Co . Se trata del movimiento obrero másimportante que ha vívido la República, no sólo por sus dimen-siones sino también por su organización y sus repercusionesinmediatas y mediatas . Los obreros de las bananeras asumie-ron, durante más de un mes, . . . en el ámbito de la provincia,todas las funciones que normalmente competen al Estado . Lostrabajadores de la provincia de Chiriqui se adhirieron tambiéna la huelga. Roberto F. Chiari, en enero de 1961, envió laGuardia Nacional a las bananeras e impuso una virtual leymarcial en las provincias occidentales del Istmo . En aquelmismo año de 1960 tuvo lugar la marcha sobre la capital desdela ciudad de Aguadulce (189 kms) realizada por los obrerosagrícolas de los ingenios azucareros" . (Soler, 1982: 46-47).

El período presidencial de Roberto F . Chiari fue sumamen-te convulsionado. Por un lado, las constantes protestaspopulares liderizadas por las capas medias y, por otro, lapugna interburguesa que fue profundizada por los mismosprogramas de la ALPRO . El ministro de Gobierno y Justiciaanotaba que: " . . .La Guardia Nacional se ha concentrado aejercer funciones propias de un cuerpo de represión y seguri-dad que garantice la paz y la tranquilidad sociales . . . En lasalteraciones del ritmo constitucional la Guardia Nacional se halimitado única y exclusivamente a mantener el orden público

en beneficio de los asociados . . . evitando la entronización dedoctrinas extrañas a nuestra ideología democrática comonorma básica de la estructura republicana . La última prolon-gada huelga de los trabajadores de las regionesbananeras . . . son pruebas más contundentes de la existenciaaquí de una agitación comunista y de elementos que profesancierta ideología . . ." . 9

El periodo chiarista concluye con la ruptura de relacionesentre Panamá y Estados Unidos, a raíz de los sucesos del 9 deenero, los que dieron la pauta para que el Estado panameñovolviera a insistir en la necesidad de un nuevo tratado canalerocon los Estados Unidos . Desde hacía tiempo la burguesía veníaplanteando esta alternativa a fin de obtener mayores beneficiosde la ventajosa posición geográfica del país, en tanto así loexigía la propia dinámica del capital . La renegociación de laposición de Panamá frente a Estados Unidos sería el temacentral de los planteamientos políticos de la campaña electoralque se avecinaba. (Ver Méndez, op . cit . : 146).

Si bien la doctrina Kennedy inicialmente procuraba res-taurarla democracia burguesa en los países latinoamericanos,concediéndole a los cuerpos armados el papel de promotoresdel desarrollo, oponiéndose a las salidas golpistas de origenmilitar, después termina por aceptar éstas a condición de quesean progresistas -según la concepción de la ALPRO- y final-mente las acepta con tal de que se declaren anticomunistas.(Echeverri, 61).

Al efectuar la evaluación de la política Kennedy, ThomasMann anota que: "puesto que ésta se había demostradoineficaz para imponer la democracia, Estados Unidos no seopondrían en adelante a los pronunciamientos militares contal que fuesen anticomunistasy protegiesen las inversiones ex-tranjeras" . (Ibid .)

Por su parte la política del Departamento de Estado bajo lasadministraciones de Johnson, Nixon y Ford fue la de apoyar alos gobiernos militares, tanto a las dictaduras gorilas como alas disfrazadas de desarrollistas. (Vitale, 1979 :55) Este apoyoha coadyuvado, de alguna manera, al enriquecimiento perso-nal de miembros de la oficialidad que al ingresar al procesoproductivo se han convertido en nuevos ricos . (Ibid)

El denominado nuevo militarismo de la década de los 60 no

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es pues un fenómeno que se desarrolla al margen de losintereses de Norteamérica : es más bien una creación suya.Según esta modalidad, ya las fuerzas armadas no se limitan aintervenir en la vida pública del país con el objeto de mantenero reestablecer el orden interno frente a las crisis de hegemoníadevolviendo después el poder a las clases dominantes . En sulugar, controlan el aparato del Estado de manera directa,apoyados ya por fracciones de las clases dominantes, ya porelementos de las capas medias a los que han cooptado a travésde la ideología patriotera de la lucha contra la politiquería delos partidos tradicionales, etc . (Vitale, 1979:65). En el caso pa-nameño, los golpistas enarbolaron la banedra de la lucha porla soberanía panameña en el área del Canal.

III. El Torrijismo y despuésEl periodo que va de 1964 a 1968 evidencia que en Panamá,

por un lado, se profundiza la brecha entre las clases dominan-tes y, por el otro, las fuerzas armadas se presentan como el fielde la balanza en medio de la crisis de poder . La últimaintervención de la Guardia Nacional a favor del antiguo ordende la burguesía se dio en febrero de 1968 cuando, a raíz de ladestitución del presidente Robles por parte de la AsambleaNacional, las fuerzas armadas apoyaron al destituido presi-dente, impidiendo incluso la entrada de los diputados a la salade sesiones del Legislativo.

La expresión del grado de autonomía que habían alcanzadola Guardia Nacional como reflejo delvacío de poder político quese había producido, se reveló cuando se conoció el triunfo delDr. Arias en los comicios de 1968 . Arias, exige el retiro delpriiner comandante de la Guardia Nacional y traslada a granparte de la plana mayor del instituto armado . El 11 de octubrede 1968 la Guardia Nacional derroca al presidente instalandoun régimen del tipo nuevo militarismo en Panamá.

¿Cuál fue la posición de Estados Unidos frente al golpemilitar? Al respecto Fontaine anota que : " . . .es útil recordarlas percepciones básicas mencionadas 10 6 15 años atrás porfuncionarios responsables del gobierno de Estados Unidos.Lejos de asumir que Estados Unidos confrontarla un ambientehostil en el hemisferio, muchos creían que nuestra nación noposee intereses vitales en América Latina ; que tales intereses

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si existieran no iban a ser amenzados en un futuro previsible:y que la mejor vía para preservar esos intereses sería la dereducir nuestra presencia militar en la región.

Hasta por lo que a Panamá respecta, la Junta de Jefes deEstado Mayor recomendó en 1971 que el Comando Sur, por noservir más para propósitos útiles, podía ser eliminado en elcorto plazo, es decir, mucho antes de finales de siglo . Ladefensa del Canal podía ser apropiadamente manejada por lospanameños, desde que ninguna amenaza verdadera a susfuncionarios existía o era probable que pudiese surgir, unpunto de vista compartido por el Departamento de Estado.

Estos puntos de vista, como se comprobó subsecuente-mente, resultaron ser erróneos aunque de hecho tenían algúnfundamento . En la década de 1970, al menos hasta 1977,América Latina (y América Central en particular) logró altastasas de crecimiento económico . El Salvador, con su vigorosaestrategia orientada hacia el mercado exportador, fue conside-rada un modelo de lo que podía hacerse . Las perspectivas deviolencia interna se estimaron nulas, e incluso las actividadesde Fidel Castro a la luz de sus variados fracasos en la décadade 1960, coronados por el derrocamiento de Salvador Allendeen Chile, se destacaban por su marcada disminución.

Fueron esas presunciones las que constituyeron las basesde las negociaciones de la administración Carter y de la firmade los dos tratados del Canal de Panamá . . ." (Fontaine,traducido por Selser, 1988 :92-93).

En consecuencia: ". . .la política exterior de-los EstadosUnidos para con Panamá, cifró absolutamente todas susactuaciones en un respaldo, confianza y aliento absoluto alrégimen militar . . . La ayuda económica brindada por los Esta-dos Unidos de América y los organismos internacionales decrédito bajo su influencia y control, así como la banca privadanorteamericana, se volcó hacia Panamá en forma masiva . Másde 20 mil millones de dólares en préstamos en menos de 15años. Sumado a lo anterior, una masiva asistencia militar entodos los terrenos, para convertir a la Guardia Nacional dePanamá, en un ejército, más que profesional, un ejército deocupación en su propio territorio . . ." (Bernal, 1986 : 85-86).

Si analizamos el primer comunicado expedido por la JuntaProvisonal de Gobierno, el 17 de noviembre de 1968y acciones

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posteriores, incluídas las adoptadas después del intento degolpe contra Torrijos en 1969, ubicamos los indicadores delnuevo tipo de militarismo al que aludimos párrafos arriba:

1. Lo que sigue al golpe militar no es un régimen provisionalde corta duración, sino programas políticos y planes de carác-ter global y permanente.

2. Los golpistas estaban convencidos de ser la fuerzadominante e integradora de la nación en un nuevo orden socialy político. La construcción de este nuevo orden se presentacomo una tarea a largo plazo, que ellos mismos definen comouna revolución que debe ser comandada por un gobierno mi-litar-tecnocrático.

3. Por otro lado, el Gobierno Provisional se presentó comola posibilidad de "modernizar" el estado, a costa incluso de laeliminación del aparato institucional "democrático" que lamisma burguesía había preferido en el pasado.

4. El régimen promovió una alianza con sectores de la clasedominante y evitó conflictos con los mismos . Se apoyó sobretodo, en la emergente burguesía y centralizó el poder políticoen el mando militar además de organizar una masiva partici-pación de las capas medias a nivel de la tecnocracia.

6. En conclusión, el régimen se orientó a la reforma, no apromover cambios sustanciales ; arealizar la"revolucíóndesdearriba" presentada como un tratamiento anticipado de losproblemas que podrían llevar a una revolución hecha desdeabajo. Incluyó la tentativa de desarrollar una ideología quevolviera al militarismo un fenómeno de masas, entendido yaceptado por todos como la solución para todos los problemas.

Por último, hay que señalar que lo que Costa Pinto apuntacomo uno de los ingredientes básicos de este nuevo militaris-mo, tanto en la teoría como en la práctica, "es un nacionalismoagresivo y militante" elemento de principal importancia en elgobierno de Torrijos.

A partir del intento de golpe que fracasó en 1969, seincorporaron al aparato estatal elementos progresistas o iz-quierdistas a carteras ministeriales y a otras direcciones demando dentro de la estructura burocrática del estado. Lo quese pretendía con esta acción fue una recomposición del bloquede poder en el cual los sectores de la burguesía conservaron la

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dirección económica en lo esencial, mientras que las capasmedias nacionalistas se hicieron cargo de la dirección políticaorientada a reconstruir el grado de consenso necesario en elmovimiento popular que permitiera una legitimación del esta-do, y, posteriormente, una renegociación de las condiciones dedependencia. La situación real de la política panameña pre-sentaba una necesidad de consenso, lo suficientemente impor-tante como para permitir a las capas medias un amplio margende iniciativa. (Castro, 1980:160).

El proyecto nacional del período torrijista incluía, por unlado, la participación y, por el otro, el desarrollo económico."Ambos corrían paralelos en las acciones del gobierno pero sintocarse". (Gandásegui, 1988:124)

Consideramos necesario acotar que la bandera por larenegociación de los tratados del Canal fue empuñada, a lolargo de nuestra historia, por todos los gobernantes en momen-tos de crisis de poder. Por otro lado, la lucha nacionalista deun pueblo no puede ni debe personificarse : enPanamáhaysu-ficientes mártires como para que olvidemos eso. Ni Torrijos -y mucho menos Noriega- pueden ser considerados comoexpresiones autónomas del nacionalismo panameño . Tal vezvalga la pena recordar que: " . . .la nación. . . está dividida en

clases . . . En la vida de producción ocupan diferentes si-tuaciones, su lugar en las relaciones de producción no es igual.Las condiciones tampoco pueden tener para ellos el mismosignificado: la relación es diferente hacia el patrimonio nacio-nal. El punto de gravedad de sus intereses se encuentra endistintas partes de ese patrimonio, y por eso tiene diferentesnacionalismos" . (Borojov, 1979 :66).

Después de la firma de los tratados Torrijos-Carter conclu-ye lo que Jované ha dado en llamar "la tregua social " que habíareinado en el país en los últimos años . "En esta situación, losproblemas domésticos, es decir, la lucha de clases interna,pasa a ocupar ahora un papel de primera importancia en lavida nacional" . (Jované, 1978 :24)

La década de los 80 -sobre todo después de la muerte deTorrijos- da cuenta de la radicalización de la lucha de las clasesdominantes por retomar el control político del estado, ladesmovilización de las masas popularesy las luchas intestinasde las fuerzas armadas panameñas por obtener el poder.

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Además, el Departamento de Estado de Estados Unidosentra en contradicciones con la Guardia Nacional, sobre tododespués del derrocamiento de Ardito Barletta en setiembre de1985. La corrupción administrativa -tanto de militares cuantode civiles adeptos al régimen de Noriega-, las medidas represi-vas que el mismo impone no sólo a sectores de la burguesía,sino también a capas medias ; la ubicación de la Guardiq Na-cional en una posición "ultra legal" con la famosa Ley 20 de1983, que crea las Fuerzas de Defensa de Panamá ; la manipu-lación del sistema de administración dejusticia y tantas otrasacciones que permiten calificar al régimen de Noriega comouna dictadura militar, le restan el escaso apoyo popular quetodavía pudiera tener el invocar al torrijismo . No obstante loanterior, hasta 1985 todavía los Estados Unidos apoyaban al"hombre fuerte" de Panamá . (Recuérdese que en febrero de1985 Noriega fue invitado a dictar, una conferencia en laUniversidad de Harvard. Por otro lado, hasta 1986, por lomenos, las Fuerzas de Defensa participaron en maniobrasconjuntas con el ejército norteamericano) . 10

Las Fuerzas de Defensa de Panamá fueron un objetivopolítico de Estados Unidos en la invasión a Panamá : no porqueen nuestro país los mlitares abanderaran ningún proyecto deliberación nacional, sino por razones que pasaremos a consi-derar de inmediato.

IV. Reagan y Bush: el militarismo presidencialLa política de Regan pone en práctica la escalada interven-

cionista en la región centroamericana. Tanto el documento deSanta Fe 1, como el informe Kissinger, son enfáticos al plantearque:

1. La política exterior y la de defensa se encuentraninextricablemente ligadas.

2. Se sepulta la política de distensión y se resucita la decontención y confrontación plasmada en la doctrina Truman.

3. Se le confiere papel privilegiado a la guerra sucia ."Reagan, si bien continúa ubicando la crisis centroamerica-

na en el marco del eje este-oeste, posteriormente reconoce quela crisis tiene un componente interno : "el luquete de recomen-daciones de corto y mediano plazo encaminado a enfrentar lacrisis económica y política de América Central contenido en el

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informe Kissinger, tendría como objetivos : a) estimular eldesarrollo económico y social que beneficie a todos por igual,b) desarrollar economías fuertes y libres : y c) el desarrolloregional integral, tomando como marco de referencia el progra-ma de la ALPRO" . (Bermúdez, 1985:9). Pero por otro lado,plantea que "Los programas sociales y económicos que por sísolos no vencen a las insurgencias, aunque sí atacan un efectocentral del problema . Para que las reformas sean efectivas, laviolencia debe ser detenida lo que significa que la situación deseguridad debe mejorar dramáticamente" . (Ibid)

Con esta orientación la ayuda económica de EstadosUnidos para América Central -incluida Panamá- fué desde1980 a 1984, de $901,171,000 correspondiéndole a Panamá48,995,000. En tanto que la ayuda en los programas deseguridad de Estados Unidos para estos mismos países en elmismo período, alcanzó la cifra de 1,679 millones.

Entre 1950 y 1979 la ayuda militar brindada por EstadosUnidos a los seis países fue de 203,611,000 . Entre 1980-84esta cifra se incrementó 9 .7 veces . 12

Parece claro que, 13 tanto la revolución nicaragüense comolas escaladas guerrilleras de la región centroamericana, pusie-ron en cuestionamiento la capacidad de los ejércitos locales, apesar de todo el apoyo en armamentos, cursos etc . proporcio-nados por los Estados Unidos. A tal punto que la nuevaestrategia es la creación de la Fuerza de Despliegue Rápidointroducidas en la estrategia global de la Reacción Flexible conmiras a una intervención directa de Estados Unidos en cual-quierpaís del Tercer Mundo . (Bermúdez, 1985:10) La ReacciónFlexible desde el punto de vista estrictamente militar incluyetres escalones:

1. Sin compromiso abierto de fuerzas norteamericanas(esto es ayuda económica a gobiernos aliados, ayuda militar afuerzas armadas nacionales o regionales y acción encubierta).

2. Con participacíón de fuerzas norteamericanas conven-cionales.

3. La guerra termonuclear.A partir de 1983 se da inicio a una nueva fase de operacio-

nes norteamericanas concebidas como maniobras militares,como parte del segundo escalón de la Reacción Flexible: elcompromiso de fuerzas propias y preparación para la invasión.

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(Bermúdez, 1985 :21) . Estas prácticas se concretan en lainvasión a Granada el 25 de octubre de 1983, constituyéndoseen el primer ejercicio vivo de las Fuerzas de DespliegueRápido . 14 La invasión a Panamá sirvió para corregir errorescometidos en Granada . 15

La invasión también permitió poner a prueba nuevo ysofisticado equipo . 16

En otro orden de ideas, la invasión permitió poner a pruebalas FDR. Estas tienen su base central en la Base McDill(Florida) y su tropa élite en la 82a Brigada Aerotransportada deFuerte Bragg (Carolina del Norte), con capacidad de transpor-tar su primer batallón en dos horas. (Leis, 1986:49).

La invasión a Panamá y la eliminación de las Fuerzas deDefensa han puesto en claro que la administración Bush estádispuesta a ir más allá de la línea de Reagan que fue "capazsolamente de formular una política panameña a tontas y alocas, enfocadas casi exclusivamente a desembarazar aI paísde un individuo, el hombre fuerte, general Manuel AntonioNoriega". (Documento Santa Fe II, propuesta 10)

Más bien pareciera que, siguiendo a Fontaine, Bush con-sidera que "más allá de los intereses tangibles de EstarlosUnidos y del mundo libre Jue Panamá representa y continuarárepresentando, el país también será un símbolo de cómoEstados Unidos maneja sus asuntos en un mundo hostil y amenudo turbulento".

El control absoluto del estado alcanzado por las fuerzasarmadas y su intención manifiesta de perpetuarse en el poder,chocaron contra los intereses norteamericanos . EstadosUnidos tuvo que escoger entre los militares por ellos formadosy la oligarquía que reclamaba el poder.

Otra razón de peso la constituye el Ejército Sur . Este es un

importante eslabón de la Reacción Flexible . Está directamente

enlazado con el US Readiness Command. Además de laBrigada Aerotransportada 193 con sede en Fort Clayton, elBatallón 3 de las Fuerzas Especiales y los Rangers acantona-dos en el área del Canal, están formalmente articulados a laBrigada 82a del Fuerte Bragg desde el 1 9 de octubre de 1982.

(Leis, 1986 :49)La eliminación de las Fuerzas de Defensa implicó la elimi-

nación de la dictadura de Noriega. También significó la

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eliminación de la minitna seguridad pública . Por tanto, lainvasión habria de convertirse en ocupación con el consenti-miento de una . gran cantidad de panarnenos, sentando ade-más, las bases para la preocupación en tomo ala seguridad delCanal después del 2000 . Lo anterior está muy bien planteadoen el documento Santa Fe II : " . . .una ver que esté en el poderel régimen democrático, Estados Unidos y Panamá deberáncomenzar a planificar seriamente la adecuada administracióndel canal . . . Estas pláticas deberán incluir la retención, por par-te de Estados Unidos, de un número limitado de instalacionesen Panamá (principalmente la Tuse Aérea de Howard y laEstación Naval de Rodman) para L, na adecuada proyección defuerza en el hemisferio occidental . (Propuesta 10, El buenvecino llegó para quedarse).

A manera de epílogoUna de las condiciones que propiciaron el golpe militar de

1968 fue la division interburguesa . A dos meses de consumadala Invasión norteamericana a Panamá y el consiguiente ascen-so de la burguesia al poder, es notoria la lucha entre lasdiversas tracciones de la misma . Así, p .c ., la Cruzada CivilistaNacional "reprochó al actualgobiemo que después de] 20 de di-ciembre nunca se nos ha consultado a pesar de que hasta esafecha trabajamos hombro a hombro con los dirigentes políti-cos" ."

Otras de las quejas de los civilistas se da en tomo a lacreación de la llamada nueva Fuerza Pública : "Ya que es la viejainstitución con un nuevo nombre, ya que está compuesta casien su totalidad por las mismas unidades que eran las antiguasFuerzas de Defensa " . '"

La creación de la nueva Fuerza Pública no sólo es objeto depolémica entre el gobierno y la Cruzada Civilista sino quepareciera ser un punto de confrontación entre los interesesnorteamericanos y los del gobierno panameño . Para el prime-ro, "la guerra contra las drogas sustituye . . .a la llamada guerrafría como instrumento de control social y, ' 9 según la estrategiaantidroga de Bush-Bennett se requiere de un aumento de par-ticipación militar en la interdicción de drogas 20 . De maneraque, cuando al gobierno de Endara le bastaria un servicio depolicía para "guardar el orden", el gobierno de Bush requiere

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una fuerza militar.Lo del cambio de mentalidad de la fuerza pública a que

alude Marc Cisneros está por verse . 21

Notas

L Spence anota con buen tino que Reagan y la nueva derecha no inventaronnada nuevo . Sencillamente revitalizaron los preceptos geopolíticos que haninspirado la acción internacional de intolerancia de Estados Unidos . VerSpence, Edgar, Panamá: Modelo para armar un enclave politizo-militar,CRIES, Managua, 1989.

2. Ver diario La Prensa, Panamá, miércoles 7 de febrero de 1990.3. rksde 1946 hasta 1984 aproximadamente 42,500 oficiales latinoamerica-

nos de 20 paises han sido entrenados en la Escuela de las Américas . . . entrelos que se cuentan 9 jefes de las fuerzas armadas y 4 presidentes . (VerBermúdez, 1985 :39)

4. L. Francis Bouchcy, Hoger Fontame et al : "Las relaciones interamericanas:escudo de seguridad del Nuevo Mundo y espada de la proyección del poderglobal de Estados Unidos' . Tomado de Bermúdez, op .cit.

6. Report of the National Bipartisan Comission on Central America.6. " Una doctrina Truman significa que va a tener que darse a estos países

como El Salvadory Guatemala- un buen trato, más ayuda económica de laque están recibiendo al menos en el corto plazo, particularmente en cl Casode El Salvador . Un tipo de combinación del estilo de cosas que hicirn :;s alprincipio de la década de 1960 con la Alianza para el Progreso y con lo quela Doctrina Truman hizo porGrecia en Turquía en la decadade 1940", RogerFontainc citado por Gregorio Selser en "Roger Fontaine otro doctor insólitodel equipo de asesores de Ronald Reagan . (Tomado de Bermúdez et al,

1985)7. Recuérdese que en 1947 los Estados Unidos logran la suscripción del IZAR

(Tratado de Asistencia Recíproca) que comprometía a las repúblicas latinoa-mericanas a asistir a cualquiera de los paises firmantes -Estados Unidosincluido- en caso de agresión exterior.

8. En 1904 Estados Unidos unilateralmente asumió tanto la defensa del Canalcomo la preservación del orden público en el estado panameño . A solicitudde los Estados Unidos el 13 de mayo de 1916la Junta de Notables de Panamáacepta la petición estadounidense de desarmar a la policía panameña . Noes sino hasta 1936 con la firma del Tratado de ese año cuando se fortaleceun cuerpo armado nacional en el territorio panameño.

9. Memoria del Ministerio de Gobierno y Justicia, 9964.10. Ver Lels, Raúl, Comando Sur poder (astil, citado por Spence op .cit.

11. `Una administración republicana buscara mejorar la capacidad de losservicios de inteligencia de. Estados Unidos para la recolección técnica yclandestina, para la realización de la actividad coordinada de contrainte-ligenclay para acciones encubiertas", Selección de la Plataforma Republi-cana, citado por Bermúdez, op . cit.

12. Es importante destacar que varios programas norteamericanos de ventay asistencia militar, entrenamiento, ventas comerciales de implementos

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bélicos no son registrados como programas de ayuda militar pues se rea-lüana travésdel Departamento de Comercio; otros, porsu parte, no secon-tabilizan como ayuda porque dependen del presupuesto del Pemagono.(Ver Bermúdez, op .cit.)

13. El informe Kissinge : plantea: 'más allá de los Intereses de seguridad delos Estados Unidos en la región de Centro AmérIca yel Caribe, nuestra cre-dibilidad a nivel mundial está en juego . El triunfo de fuerzas hostiles enlo que los soviéticos llaman nuestra retaguardia estratégica sería enten-dido como una señal de Impotencia por parte de los Estados Unidos' . (VerBermúdez, cp .cit .)

14. El Despliegue Rápido consiste en desplazar a las fuerzas correspondien-tes rápidamente, en número suficiente, en teatros restringidos, con obje-tivos políticos precisos.

15. Un cable de la agencia Reuter fechado el 9 de enero de 1990, anota lo si-guíente : »Yo se que Granada fue una pesadilla en lo que a mmuninacionesse refiere * -dijo un alto oficial de la fuerza aérea estadounidense . . . Se hablómucho en aquella ocasión de que las tropas tuvieron que usar teléfonospúblicos para pedir apoyo aéreo al fallar las comunicaciones del campo.Pero de seguro ese no fue el caso de Panamá -dijo el oficial que pidió no seridentificado . El ejército podía hablar con nosotros y nosotros con ellos'.'Desde C mnada el ejército ha mejorado los cascos y los chalecos de Kelvar,un material tan delgado como una hoja de papel y que es más, fuerte queel acero, del cual se usan hasta 16 capas en los cascos'.El teniente general Jimmy Ross, jefe suplente de Estado Mayor del Ejércitopara asuntos de logística, indicó que había informado a un joven soldadoque habia sobrevivido a un disparo en la cabeza con un poderoso rifle AK-47 de fabricación soviética, con sólo una ligera contusión . Si hubieratenido puesto un casco de los antiguos probablemente estaría muertti , dijoRoss.

16. El mismo cable de Reuter da cuenta de : 'a) el Caza F-117A'STEALTH ' ,antiradar y super secreto : 'Por lo menos uno de estos cazas de alasahusadas voló a Panamá desde una base en el desierto de Tonopah, estadode Nevada y lanzó bombas de 2000 libras . b) Los helicópteros tipo ApacheAH-64 que sc diseñaron para destruir los tanques de los ejércitos del Pactode Varsovia en Europa . Cada uno de éstos vale un millón de dólares . LosApache tienen un sistema de visión nocturna que permite a los pilotos vercomo si fuera de día . e) ElJcep I1MMW V, equipo rodante de alta movilidady uso múltiple'.

17. Declaraciones del Lic . José Raúl Mulino, dirigente de la Cruzada CivilistaNacional, diario ha Prenso, miércoles 21 de febrero de 1990.

18. En declaraciones hechas por el primer vicepresidente y ministro deGobierno y Justicia, Dr . Ricardo Arias Calderón, éste señala que: 'de los.cinco coroneles activos al 19 de diciembre, no queda ninguno . . . de 17tenientes coroneles el número ha quedadp en cinco, dos de los cualesfueron ascendidos por el presidente Endara; de 60 mayores quedan 45 . Elnúmero total de oflcales de general a subtenientes ha disminuido de 1079a 920 (sic.), en el diario La Voz Independiente, Año 1, N O 1, Panamá 7 al 15de febrero de 1990.

19. Chomsky Noam en diario El Panamá América, 1 9 de febrero de 1990.20. Diario El Panamá América, 26 de enero de 1990.

20

2l. DIario La [~o. 3 de febrero de 1990 . Cisneros señaló que 'La fuerzapública ha cambiado de mentalidad . Admitió que «hay mucho descontentoentre los antiguos militares de carrera que han aceptado el cambio aregañadientes, pero recalcó que la nueva policía panameña debe estar'bien remunerada" , con sueldos que vayan de acuerdo con su preparaciónt&nica. Más adelante resaltó que la nueva fuerza pública no recibirá ayudamilitar' ofensiva, como la recibieron las Fuerzas de Defensa de Noriega ola Guardia Nacional del fallecido general OmarTorrijos . . . Necesariamente,por falta de armamento militar ofensivo, los antiguos miembros de lasFuerzas de Defensa deberán convertirse en policías', señaló Cisneros.

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Fontamara, Barcelona.

' Socióloga y antropóloga, miembro del comité editorial de Tareas, invesUgdora asociada del CELA y profesora de la Universidad de Panamá.

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22

IDEN

ECONOMIA E INVASION.

LAS PERSPECTIVASDE LA ECONOMIA PANAMEÑA*

IntroducciónDespués de una referencia suscinta a la situación de crisis

existente en el país antes de la invasión por tropas del ejércitode Estados Unidos, el presente documento analiza los efectosinmediatos de esa invasión en el ámbito económico.

En una segunda sección se examina el proyecto de reacti-vación económica que el actual gobierno se propone llevaradelante y algunas de las dificultades a que dicho proyecto seenfrenta.

Habiendo llegado a la conclusión de que las medidaspropuestas conducen a una política económica apoyada en losllamados "ajustes estructurales", el documento finaliza conuna discusión de las características esenciales de esos ajustesy de sus efectos sobre la economía . Se hace aquí referencia ala experiencia panameña, que ya en el régimen anterior había

• Documento preprado por un equipo coordinado por Juan Jované, economis-ta, investigador asociado del CELA y del [DEN, profesor de la Unversidad dePanamá .

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concertado dos Préstamos de Ajuste EstructuraL PAE 1 y PAEII, con algunos de los resultados esperados en términos de susefectos negativos sobre los sectores Sociales más deprimidos.

1. Antecedentes y efectos inmediatosPara establecer con claridad la situación actual de la

economía, así como su probable evolución, se debe partirrecordando que la invasión y ocupación de Panamá por tropasde Estados Unidos se produce cuando, como es conocido, elpaís atravesaba por la más grave y profunda crisis observadadurante su vida republicana.

Es preciso puntualizar que esa crisis es el resultado de dosfactores altamente significativos en la determinación de lascondiciones específicas en que se da la invasión y la ocupaciónnortamericana:

a) La descomposición acelerada a partir de 1982 de lo quepuede llamarse el estilo tradicional de crecimiento al que,en la década de los 70 se habían adicionado otros elemen-tos. Esto generó enla economía una tendencia recesionistay en lo político una ruptura en el bloque de poder, dandopaso a una crisis global de la sociedad, que no pudo serregulada por la llamada "Política de Ajuste Estructural" .Esta política, de hecho profundizó la crisis económica, asícomo las rupturas sociales y políticas del régimen dedominación entonces vigente.

b) La aplicación de un conjunto de sanciones agresivas porparte de Estados Unidos, destinadas a desarticular laeconomía, cuyos efectos fueron potenciados por la incapa-cidad y corrupción del régimen anterior . De esta manerael grueso del impacto de las sanciones recayó sobre la po-blación de menor capacidad económica.

Así la invasión del 20 de diciembre de 1989 se produce encondiciones de un profundo desequilibrio estructural de laeconomía, la que mostraba además un avanzado nivel dedesarticulación . El conjunto de dificultades económicas delpaís al ocurrir la intervención armada puede ilustrarse con di-versos indicadores : la caída del Producto Interno Bruto (PIB)en 20 por ciento; la duplicación de la tasa de desempleo

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abierto ; la paralización de los procesos inversionistas ; laprofunda contracción del crédito y el congelamiento de lascuentas de ahorro y de depósitos aplazo fijo ; la creciente crisisfiscal y el deterioro generalizado de los servicios sociales bá-sicos; etc.

A esta profunda crisis se suman los efectos inmediatos dela invasión norteamericana, que aceleran el ya avanzadoproceso de desarticulación de la economía . Aunque no secuente con info* ración completa sobre el impacto económicoinmediato cau ido por la invasión, se pueden establecer lassiguientes consecuencias:

a) De acuerdo a cálculos ofrecidos por organismos empre-sariales en los primeros días que siguieron a la agresiónarmada, el impacto directo de ésta sobre el empleo significóla pérdida de 10,000 puestos de trabajo, así como lainestabilidad de otros 5,000 . Por otra parte, de acuerdo adeclaraciones de altos personeros del gobierno reciente-mente instalado, el nivel de desempleo para el conjunto dela Población Económicamente Activa estaría rondando el33 por ciento, cifra que supera en 11 puntos porcentualesal ya alto nivel de 22 por ciento observado en el períodoprevií, a la invasión.

b) Por otra parte, los propios organismos empresarialescalcularon en un primer momento las pérdidas materialescausadas por los hechos recientes en cerca de 1,500rillones de balboas, lo cual constituye un monto equiva-

lente al 28.2 por ciento del PIB registrado en 1987 . En un

cálculo mucho más conservador realizado por "un grupoespecial formado conjuntamente por Estados Unidos yPanamá el mes pasado, determinó que sólo la invasiónestadounidense le costó a Panamá 600 millones de dóla-res" .' Esta última cifra sigue representando un montoelevado, que constituye más del 11 .0 por ciento del PIB de

1987.Se debe enfatizar el hecho de que en la medida en que laspérdidas materiales mencionadas significaron la desapari-ción de una parte importante de los inventarios, ellasconstituyen, desde el punto de vista material, la destruc-ción efectiva y real de una parte significativa del capital

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circulante, lo que objetivamente trae aparejada la posibili-dad de una baja permanente en el nivel de actividad . Esdecir, se crea una situación de reproducción agresiva delcapital (desacumulación de capital) . Esto, a su vez, generauna tendencia hacia la mayor desestabilización del sistemacrediticio en la medida en que dicha situación conduzca ala incapacidad de reembolsar los créditos ligados a losactivos perdidos . En todo caso, en términos Inmediatosesto se manifiesta en una tendencia hacia una mayorcontracción del crédito.

c) En el ámbito fiscal resulta evidente que la contracción dela economía generará, en lo inmediato una contracción enla recaudación fiscal . Ello, desde luego, limitará la capa-cidad de gasto del gobIerno, así como la demanda efectivaque surge de ese gasto . Esta situación que viene a agravarla ya profunda crisis fiscal existente queda claramente es-tablecida en el hecho de que, de acuerdo al actual ContralorGeneral provisional, el gobierno central deberá reducir susgastos en cerca de 160 millones de balboas durante elpresente año? Lo cual desde luego implica, como yaadelantamos, una reducción significativa, teniendo encuenta el efecto multiplicador del impacto del gasto públicosobre la demanda efectiva.

d) Respecto del sector externo los efectos inmediatos de lainvasión son claramente contractivos . El cierre temporalde los puertosyde la actividad del aeropuerto internacionalobviamente paralizaron la actividad de importación-reex-portación durante dicho período . El efecto de esta parali-zación se puede observar con más precisión si se tiene encuenta que, de acuerdo a declaraciones del presidente dela Asociación de Usuarios de la Zona Libre de Colón? unmes depués de la invasión la actividad de dicha zona francasólo había logrado un nivel de recuperación equivalente al85 por ciento (lo que significa una fuerte contracción del 15por ciento).

Para sintetizar las condiciones en que se encuentra laeconomía en la actual coyuntura, se puede señalar que dada

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la complejidad de la actual situación, calificada de caótica porel actual vicemintstro de Planificación y Política Económica, , esposible predecir, de manera conservadora, que de mantenerselas tendencias antes anotadas el PIB real de 1990 se colocaráentre un 34 y un 40 por ciento por debajo del observado en1987.

2. El proyecto de su reactivación y sus dificultadesEn términos generales el actual gobierno ha señalado que

en el corto plazo su política económica se dirige hacia lareactivación de la economía y el empleo, siendo el principalsujeto de este proceso el sector privado, a la vez que su acciónse viabiliza por una inyección masiva de capital procedente delexterior, y principalmente de Estados Unidos . El monto dedicho flujo de capitales externos se establece en 2,000 millonesde dólares . 5

Con respecto a este programa, a fin de avanzar sobre lo quepueden ser las perspectivas de corto plazo de la economía,resultan importantes dos elementos: a) su viabilidad inmedia-

ta; b) la naturaleza del programa desde el punto de vista de lasrelaciones sociales.

En términos de la viabilidad a corto plazo del proyecto dereactivación, se puede señalar que el mismo enfrenta algunasdificultades, que se discuten a continuación.

Desde el punto de vista del financiamiento externo, ele-mento clave para el funcionamiento del programa tal como hasido concebido, se puede plantear que pese a la promesa deEstados Unidos de aportar una cifra de aproximadamente1,000 millones de dólares, surgen las siguientes interrogantes:

a) Dado el nivel de la oferta norteamericana, que se fija en1,000 millones de dólares, se llega a la conclusión de que,considerando la demanda presentada, que se establece en2,000 millones, la mitad del programa de recuperación seencuentra prácticamente desfinancíado . Más aún, estenivel de desfinancíamiento, que alcanza a 1,000 millonesde dólares, dificffmente, por decir lo menos, podrá sercompensado con recursos internos.

b) En términos de la oferta efectiva de financiamiento sedebe agregar que una parte importante del monto propues-

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lo por el ejecutivo norteamericano, concretamente la mitaddel mismo (500 millones de dólares), están sujetos a laaprobación del Senado de dicho país . Esto significa, poruna parte, que en el mejor de los casos, su desembolso severá atrasado por el proceso de aprobación . Por otra parte,no existe ninguna seguridad de que la cifra sea aceptadasin ninguna alteración hacia la baja . De hecho, no resultafácil la aprobación de 500 millones de dólares adicionalesen "ayuda externa" lo cual implicaría elevar en un 3 .33 porciento una partida presupuestaria ya aprobada, sobre todosi se tiene en cuenta las condiciones de amplio déficit enque ya se viene moviendo la economía norteamericana y elhecho de que, por otras vías ya se habrían "concedido" 500millones de dólares a Panamá.

Más aún, algunos senadores, como es el caso de C. Dodd,han manifestado que Panamá no puede esperar flujos quealcancen los miles de millones de dólares, ya que ello noresulta práctico en condiciones en que la prioridad de laayuda" norteamericana deberá concentrarse prioritaria-

mente en Europa Oriental . Este senador ha manifestado,además, que probablemente el paquete norteamericanoincluirá condiciones para que Panamá reorganice su siste-ma bancario, lo que no sólo puede llevar a mayoresretrasos, sino generar efectos sobre las posibilidades derecuperación del Centro Bancario Internacional (CBI).

d) Por lo que respecta a algunos componentes de la ofertanorteamericana se puede comentar, en primer lugar, quede acuerdo a informaciones periodísticas, 6 400 millones re-presentan garantías del E}üMBANK norteamericano parala realización de importaciones procedentes de dicho país.En referencia a esto vale la pena anotar que el impacto deeste componente dependerá de manera crucial de lascondiciones de desembolso, sobre todo en lo que se refiereal tipo de bienes que pueden ser movilizados . En efecto, enla medida en que se trate de bienes de operación para laeconomía (que correspondan a los utilizados en el capitalde trabajo) el impacto será mayor, en cambio si el desem-bolso se sesga hacia la maquinaria y equipo, el impactosobre la reactivación será inferior.

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Por otra parte : si,1niendo con el lenta de los desembolsos,la misma inlonnación periodística señala que 50 millonesscr in ofrecidos por la tia de la Corporacion de la InversiónPrivada de Ultramar para apoyar la inversión norteameri-cana en Pananiá. En este caso resulta evidente que la ve-locidad del desembolso no podrá ser rápida e inmediata, yaque se. tendrían que combinar lavoluntad del inversionistaextranjero. la fonmlacion del proyecto y la aprobación delmismo. todo lo cual consume tiempo.

En resumen, lo anterior, que tiene más que nada laintencioh de ejemplificar la situación, llama la atenciónsobre el hecho de que, aún en el caso de lo ya aprobado, se(endra una situación en la que los desembolsos pueden notener la velocidad necesaria para el programa de reactiva-ción.

e) En el caso de los problemas relacionados con la reestruc-turación de la deuda, se debe llamar la atención a que deacuerdo al programa de reactivación propuesto una partedel mismo debe financiarse sobre la base de recursosaportados por algunos organismos multilaterales (BancoInteramericano de Desarrollo, Banco Mundial y FondoMonetario Internacional), para lo cual se precisa eliminarla mora del servicio con tales organismos . Si se tiene encuenta, de acuerdo a la información periodística? quedentro de la oferta norteamericana sólo se incluyen 150millones de dólares para fines de reestructuración de ladeuda externa y que se está en mora con los organismosmultilaterales en cerca de 532 millones de dólares, a losque se deben sumar 128 millones que vencen en el presenteaño," se debe concluir que la reestructuración de la deuday todo lo que de ella depende, es decir el financiamiento delos organismos multilaterales para el programa de reacti-vación, no se encuentra asegurado.

Más aún en la medida en que se-trate de desembolsosprovenientes del FMI y el Banco Mundial, éstos dil'icllmentese pueden realvar de manera expedita, ya que previamentese tendría que dar la negociación de las condiciones, las

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que, sin lugar a dudas, serian un requisito para dichosdesembolsos.

1) A lo anterior se debe agregar que aún en el caso de quese logre el linanciamiento para compensar las pérdidas deinventarios, el proceso de reactivación de las empresastendría que esperar a que se establezca la administraciónde dichos fondos, que se presenten las solicitudes, setramiten y finalmente se dé la compensación . Esto, desdeluego, tendrá un costo especifico en términos de tiempo ydevelocidad de una eventual recuperación de la economía.

Para complementar lo anterior es preciso llamar la aten-ción sobre el hecho duque la 'posibilidad de una tendencia alaexpansión del crédito interno depende del logro de los aspectosantes planteados, sobre todo de los que se relacionan con lacapacidad de las empresas para hacer frente a sus compromi-sos financieros . En este sentido, los factores de sensibilidadque presenta el programa en lo que se refiere al financiamientoexterno se transmiten a la esfera del crédito interno.

Además, es posible que las expectativas generadas por lasdeclaraciones de algunos oficiales norteamericanos, en térmi-nos de una posible revisión de las leyes bancarias, junto a lasituación general del país, constituyen una fuente de incerti-dumbre para los potenciales depositantes externos, los quelógicamente tomarán una posición de observación cautelosa,antes de trasladar sus depósitos a Panamá.

Otro de los obstáculos que enfrenta el programa de reacti-vación en el corlo plazo, loconstituye el hecho de que los fondoscongelados por el gobierno norteamericano desde marzo de1988, no pueden ser considerados, ni por su monto, ni por lascondiciones en que se hallan en el Banco de la Reserva Federalestadounidense, como disponibles para estos propósitos.Como señalara el Contralor General provisional, Rubén Carles,"en realidad, los fondos disponibles a nuestro gobierno alcan-zaban sólo la suma de 289 millones de dólares, incluyendointereses . Además, contra esta cuenta se han presentadodiversos reclamos millonarios de proveedores y de contratistasen Estados Unidos, especialmente originados por operacionesde Air Panamá, la línea aérea del Estado que confronta unadelicada situación" . 8

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Es más, la opinión prevaleciente en los círculos oficiales esno considerarlos como parte de los ingresos corrientes : "Losfondos congelados en el extranjero debemos considerarloscomo ingresos extraordinarios para el periodo 1990 y no comoparte de nuestros ingresoscorrientes".9

Ello equivale, en la práctica, a la sugerencia de que esosfondos serán destinadas a generar el ahorro que se requierepara pagar la morosidad vencida de casi 500 millones dedólares a finales de 1989, en la deuda pública externa dePanamá, y no a propósitos de reactivar la economía.

Todo lo anterior permite concluir en relación al proceso dereactivación que las condiciones en que éste se debe desenvol-ver parecen mostrar una trayectoria según la cual éste resul-taria relativamente limitado y lento sobre todo en el corto plazo.

Por lo que se refiere a la naturaleza del programa dereactivación éste, pese a que no plantea de lleno la estrategiade largo plazo, muestra claramente en algunos de sus aspectosque el mismo constituye parte de una concepción sobre laeconomía panameña, que incluye una clara redefinición de larelación entre trabajo y capital.

Es así que cuando se plantea el problema de los niveles deremuneración de la fuerza de trabajo se abre la posibilidad deaprovechar los altos niveles de desempleo, y la competenciaque esto implica entre los asalariados por los puestos detrabajo, para afectar directamente no sólo los niveles de salarioreal, sino los propios niveles de salarios monetarios . En estesentido en un discurso reciente pronunciado por el actualministro de Planificación y Politica Económica se señala que:"El plan de empleo de emergencia, consiste en flexibilizarciertas normas legales en materia laboral por veinticuatromeses y, con miras a facilitar la conservación de los empleosexistentes, se legislará para permitir arreglos libremente nego-ciados entre empleados y empleadores a fin de que puedanajustar el monto de la remuneración en empresas que de otraforma tendrían que cerrar o despedir a personas que estabanempleados antes de los sucesos de fines de diciembre" . 10

Es interesante destacar que la posición antes señaladasignifica una radicalización de los planteamientos hechos en lallamada "Propuesta para un Programa de Transición hacia laDemocracia", en la que sólo se proponía un cierto congelamien-

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lo de los salarios monetarios: "Se respetarán los derechos delsector laboral, promoviendo el establecimiento de un pacto so-cial de transición que proteja a los trabajadores y a la vezcoadyuve a la reactivación económica del país . Este entendi-miento social, perseguirá esencialmente limitar al mínimo lasdemandas de incrementos salariales, los aumentos de preciosa los productos de primera necesidad y la eliminación depuestos de trabajo" . 11 En la nueva propuesta incluso noaparece ya la insistencia en el control de los precios de losproductos de primera necesidad.

En el ámbito de las relaciones entre el estado y los funcio-narios públicos, la situación también tiende a transformarse,haciendo énfasis en este caso de una reducción del empleopúblico . Así, la idea de que el presupuesto de 1990 "mostrarádisciplina en cuanto a la planilla " , 12 toma una forma más claraen el discurso que el actual presidente pronunciara para agra-decer el ofrecimiento de "ayuda" norteamericana donde seestablece como objetivo "un Presupuesto General del estadopara 1990 de rigurosa disciplina y racionalidad del gasto, locual implica, entre otros, reducir la planilla en proporciónsustancial con respecto a 1989 . . . "19

En este marco, la idea de un programa de empleo deurgencia, por la vía de la constitución de un Fondo Social deEmergencia, tiene como finalidad regular la presión social quese pueda generar por el alto nivel de desempleo o, para ser máspreciso, por la existencia de un nivel de desempleo superior alque sería necesario para que la competencia entre los trabaja-dores permitiera abatir el nivel nominal de los salarios . De allíel carácter transitorio de este programa.

Este programa constituye así un intento de mantener lalegitimidad del régimen, sin afectar los mecanismos básicos dela acumulación, es decir lo que James O'Connor llama en suanálisis de los aspectos fiscales del estado un "gasto social",entendiéndolo como una categoría que "está formada por pro-yectos y servicios necesarios para el mantenimiento de laarmonía social : para que el estado pueda cumplir la funciónde "legitimización" . Estos gastos no son productivos ni siquie-ra indirectamente ( . . .) . El mejor ejemplo es la asistencia social,cuyo objetivo es mantenerla paz social entre los trabajadoresen paro " . 14

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Con referencia a este programa de emergencia para lacreación de empleos se debe agregar que, (te acuerdo a lainformación disponible, el financiamiento de 200 millones dedólares que se propone para el mismo, es parte del paquete delos 500 millones que deberá ser sometido a la aprobación delSenado norteamericano, por lo que su ejecución, al menos enel nivel previsto, parece contar con una baja probabilidad deocurrencia.

Estos aspectos, relacionados con la reformulación de larelación laboral dentro del propio proyecto de reactivación, noslleva, por su significado, al problema del modelo subyacentepara la economía panameña en el largo plazo.

3 . El movimiento hacia el ajusteSi se tiene en cuenta todo lo anterior, resulta casi evidente

que la política económica actual se dirige por el patrón dedosllamados ajustes estructurales . El simple hecho de que seestén buscando formas de acuerdo con el FMI v el BancoMundial, que constituyen un requisito para cualquier trato dereestructuración de la deuda con la Banca InternacionalPrivada (BIP), hace prácticamente inminente la aplicación dedicho tipo de política economica.

En el corto plazo, de acuerdo a las reconocidas recomenda-ciones de la estabilización . la política tomará la forma deunmovimiento en el cual se intentará un recorte sustantivo degasto público, que según el Contralor provisional deberállegara un 17 por ciento . " el anal se basará, en lo fundamental enla reducción d(1 ena ;ib , : ;e , iichosector, talcomosehacoaneu-tado anterionnente

Estos plantc .inue_r,us, como era de esperarse tienen mn,anotable similitud - on las documentos que sustentan el Présta-mo de Ajuste !•:anu varal I (PAE I) y el Préstamo de AjusteEstructural 11 (PAE il), fincados por el anterior régimen con elBanco Mundial . Es así que el PAE 1 sostiene que "aún cuan-do este programa reducirá el déficit a corto plazo, es importanteseñalar que la economia panameña ya está considerada con-siderablemente recargada de impuesto . . . En consecuencia, elcambio estructural necesario para reducir el déficit del sectorpúblico debe consistir primordialmente en la racionalizaciónde gastos . . .' ."> Este objetivo se hace más claro en cuanto a la

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dirección del ahorro .del gasto público en el PAE II en el que, enel contexto de su aplicación se planteaba que "el gobierno,además, intenta la reducción de la fuerza laboral del sectorpúblico en 2 por ciento en 1986 . . . Excluyendo los empleadosmunicipales, sobre quienes el gobierno central no tiene auto-ridad, la fuerza de trabajo era de 146 .800. Una reducción del2 por ciento implica la eliminación de cerca de 2900 pla-zas . . ." .„

En lo que respecta al objetivo de reducir el gasto público,éste parecería destinado no sólo a lograr una situación debalance en el conjunto de las finanzas públicas, sino a crear lascondiciones en que se pueda reiniciar el servicio de la deudaexterna bajo formas de acuerdos de reestructuración, a la vezque se propone un alivio fiscal para el sector privado.

Los ajustes propiamente dichos, definen la forma básicadel estilo de desarrollo propuesto . Los elementos contenidosen el programa de reactivación, así como en otras fuentes ydeclaraciones oficiales, permiten establecer que dicho estilo semueve claramente dentro del marco de los proyectos de corteneoclásicos-monetarístas, que tipifican las condicionalidadesdel FMI y del Banco Mundial, entre las que se destaca latendencia hacia la liberalización, desregulación y transnacio-nalización de las economías de la periferia.

En cuanto a las prioridades sectoriales de la economía seobserva claramente que el punto central en este aspecto estádado por el interés de desarrollar un proyecto económicocentrado en la exportación de bienes no tradicionales, a la vezque se refuerza el papel transitista de la economía nacional.

En este sentido el actual ministro de Planificación y PolíticaEconómica propone que "por ello, estamos nombrando unacomisión de alto nivel para que en un plazo de seis meses lepresente al ejecutivo una propuesta de estrategia para eldesarrollo nacional en la década del noventa, que definanuevamente la orientación del país hacia afuera para crear unaeconomia competitiva en la exportación de bienes y servi-cios" ." En otra parte establece que se deberá "adoptar unrégimen de concesiones para operadores calificados con expe-riencia Internacional a fin de establecer y manejar las instala-ciones del movimiento de contenedores, dándole inicio, en unaescala práctica e Inmediata, al antiguo concepto de centro-puerto" . 19

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En los planteamientos anteriores lo que más llama laatención no es tanto que los mismos pertenezcan a la clásicaortodoxia de los ajustes propuestos por el FMI y el BancoMundial, sino el grado de coincidencia de esos planteamientoscon los del último de los ministros de Hacienda y Tesoro delanterior régimen quien expresaba: "La verdad es que notenemos otra opción que buscar cómo penetrar en el mercadomundial. Hay que adecuar nuestra estructura productiva detal manera que nos permita llegara colocar nuestros productosen los países desarrollados " . 20

El principal vehículo propuesto para lograr avanzar en ladirección planteada está dado por la política de liberalizacióny desregulación de la economía, la cual debería conducir a unasituación en la que los mecanismos de precios funcionaránprácticamente como el único ordenador de la economía . Másaún, para que dichos mecanismos sean eficientes deberá darseun acercamiento de la estructura de los precios relativosinternos a los precios relativos del mercado mundial, ya que,en términos muy ortodoxos, se sostiene que estos últimos sonlos portadores de la verdadera racionalidad . Es en este sentidoque el actual ministro de Planificación y Política Econó* picaincluye en su programa de reactivación no sólo la idea deeliminar los "impedimentos al eficiente funcionamiento de losmercados", sino que llega a concretar como propuesta deacción el "restablecer el programa de desmonte de la protecciónarancelaria", así como lo que él llama "racionalizar los contro-les de precios" . 21 Nuevamente nos encontramos con el viejoplanteamiento de los PAE, en los que se proponía la eliminaciónprogresiva de los aranceles y un movimiento hacia la desregu-lación de los precios internos . 22

Con respecto a lo anterior conviene aclarar que el problemadel tipo de política que este documento ha examinado no seubica al nivel del intento de ampliar las exportaciones, ya quela dotación de divisas aparece como una necesidad paracualquier estrategia de desarrollo viable, sino en su tendenciaa desproteger el mercado interno . A nuestro juicio, estotenderá a producir la práctica desaparición del conjunto delactual sector industrial. Igual efecto sufrirá la producciónagropecuaria orientada hacia el mercado interno, sobre todo lade bienes básicos, creándose condiciones en que difícilmente

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se pueda reabsorber el desempleo generado por la adopción delsimple recurso de ampliarlas exportaciones no tradicionales yvinculadas a nuevas actividades ligadas con el modelo transi-tista. En este sentido se afirma aquí que el tipo de trayectoriapropuesta para la economía choca con una estrategia denecesidades básicas que precisa, además de las exportacionesque generen divisas netas, la producción de bienes de consumobásicos para la población, así como asegurar los empleos quese puedan generar en los sectores destinados a ese fin.

La contradicción entre los rasgos del ajuste propuesto y loque seria una estrategia de necesidades básicas se hace másevidente en la medida en que, en el marco de las ideas dedesrequlación, se propone un mecanismo para adoptar, obvia-mente hacia abajo, el nivel de remuneración de la fuerza detrabajo que se vincule a la exportación de bienes no tradicio-nales. En este sentido el actual ministro de Planificación yPolítica Económica establece entre las medidas a tomar las de'revisar y ampliar toda la legislación concerniente a las zonasirancas industriales, incluyendo en especial los aspectos labo-rales, a fin de modernizarla, flexibilizarla y ponemos en unaposición competitiva respecto a otros países de la región queestán desarrollando la actividad de maquila éxitosamente . . ." . 2

Para que se tenga una idea del posible efecto de la reduccióndel salario en busca de una competitividad a nivel de lasmaquiladoras, se debe advertir que para 1983 el sueldomensual de un obrero de este tipo de empresas en Méxicoalcanzaba, sin prestaciones, a tan sólo 106.24 dólares . 24 Enese mismo año en Panamá sólo el 12 por ciento de losasalariados ganaba un sueldo interior a los 200.00 balboas.

A la idea de liberalizar el mercado laboral, que apareé eclaramente establecida en los PAE que el anterior régimenfirmó con el Banco Mundial, 25 se surna otra que la complemen-ta y permite redondear la expusiciim con respecto al modelointrínseco en la propuesta de politica económica del actualrégimen. Esta se refiere a la politica de privatización de lasempresas estatales, la cual torna una forma muy radical, nosólo al tenor de declaraciones hechas por personeros del actualgobierno, sino porque se propone llegar a niveles tales como"privatizar todas las funciones cle las operaciones que sepresten a e1W . 26 Es probable que el carácter radical de esta

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política guarde relación, entre otras cosas, con el hecho de quelo que se estaría haciendo es profundizar un proceso ya inicia-do porel régimen anterior, el cual en 1986ya había completadola venta o desmantelamiento de un conjunto importante deempresas estatales . 27

De los conceptos encontrados en el programa de reactiva-ción del actual gobierno, y de las declaraciones de algunos desus altos personeros, se desprende claramente la esencia de lapolítica económica propuesta, la cual está enmarcada dentrode los criterios de los llamados ajustes estructurales . Estos,talcomo se desprende de su aplicación en Panamá y en el resto deAmérica Latina, han demostrado su incapacidad para resolverlos problemas que plantea la atención de las necesidadesbásicas, de la población, y los que se relacionan con lasnecesidades de un crecimiento autónomo y sostenido de laseconomías. Más aún, por su contenido altamente contradic-torio desde el punto de vista social, tales ajustes constituyenpolíticas que limitan y entraban los procesos de real democra-tización de las sociedades que deben soportar sus efectos.

En todo caso, las tendencias previsibles de la economíapanameña parecen moverse en una trayeet oria dificil para lossectores populares, quienes tendrán que enfrentar los rigoresde la actual coyuntura, junto a los Uccin que se desprenden dela aplicación de todo un programa ortodoxo de ajuste de laeconomía . Es lo que se puede esperar de una politica que deacuerdo a declaraciones del actual viceministro de Planifica-ción y Política Económica conlleva medidas tales como una-mayor flexibilidad laboral en el sector privado y un ajuste delos gastos del sector público, incluyendo la eliminación deldecimotercer mes y de ajustes salariales previamente pacta-dos . . ." . 28

En estas circunstancias, especialmente diliciles por laexistencia de la ocupación norteamericana del país, la capa-cidad de organización y de movilización de los sectores popu-lares, la claridad de sus objetivos, así como la posibilidad dedesarrollar un modelo alternativo propio, aparecen comoelementos claves para proteger los intereses de la gran mayoriatrabajadora del país, a la vez que se defiende la propiaexistencia de la Nación panameña .

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Notas

1. La Prensa martes, 23 de enero de 1990, Panamá, p. 1A.2. Carles, Rubén, Informe sobre las finanzas públicas", La Prensa lunes, 22

de enero de 1990, Panamá, p . 12A.3. La Prensa miércoles, 24 de enero de 1990, Panamá, p . 12A.

4. La Prensa jueves, 25 de enero de 1990, Panamá, p . IA.5. "la misión de OPIC fue anunciada cuando el gobierno continúa trabajando

en un paquete de ayuda para el nuevo gobierno de Panamá instalado porEstados Unidos, que se dice que necesita 2,000 millones de dólares de ayudaexterna para reconstruir su emnomiá . La Prensa (UPI), martes, 23 de

enero de 1990, p . IA.6. La Prensa viernes, 16 de enero de 1990, Panamá, p . lA.

7. Ibidem.8. Carles, Rubén, Op .elt.9. La Prensa 2 de febrero de 1990, Panamá, p . 15.10. Ford, Guillermo A., Discurso pronunciado en el teatroAnayansi del Centro

de Convenciones Atlapa Panamá, 18 de enero de 1990, p .5.

11. Cruzada Civilista Nacional, Propuesta para un programa de transiciónhacia la democracia Panamá, s/f, punto 5 de las tareas prioritarias.

12. Ford, Guillermo A., Op .cit. p . 11.

13. La Estrella de Panamá, viernes, 26 de enero de 1990, Panamá, p . B2.

14. O'Connor, James, La crisis fiscal del Estado, Ediciones Peninsula, Barce-lona, 1981, p.27.

15. Carles, Rubén, Op .cít.16. Banco Mundial, Préstamo de Ajuste Estructura! I, introducción y traduc-

ción de R. N . Méndez, en mimeo, s/f, p . 12.17. Banco Mundial, Préstamo de Ajuste Estructural II, traducción de Andrés

Achong Paz, Editorial Nuevos Rumbos, 1986, p . 13.18. Ford, Guillermo A., Op .cit. pp. 17 y 18.19. Ibidem, p . 14.20. Goodin, Orville K., Liberación económica y neocolontalisma Editora

Renovación, S .A., Panamá 1987, p.57.21. Ford, Guillermo A., Op .cit . p . 15.22. Banco Mundial, PAE I, Op . cit. p . 15.23. Ford Guillermo A., Op.cit., p . 14.24. Rivas F ., Sergio, "La industria maquiladora en México. Realidades y

falacias", en Comercio Exterior, Vol . 35, num. 11, México, D.F., noviembre

de 1985, pp . 1071-1084.25. Banco Mundial, PAE 1, Op .cit., pp . 25 y ss.26. Ford, Guillermo A., Op .cit . p . 14.27. "A su vez, se ha hecho una revisión de las empresas gubernamentales que

presentaban déficit importantes en sus operaciones, decretándose el cierrede algunas o su venta al sector privado . En esta categoría se pueden incluirlos ingenios Fellpillo y Las Cabras, la Empresa Nacional de Semillas(ENASEM), la Empresa Nacional de Maquinaria Agrícola (EDEMA), Conta-dora Panamá, la compañía de aviación Aeroperlas, y la CorporaciónFinanciera Nacional (COFINA) " . Ministerio de Planificación y PolíticaEconómica, Informe económico y social de Panamá 1986, pp . 18 y 19.

28. El Panamá América, jueves, 19 de febrero de 1990, p . lA.

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CONSECUENCIAS SOCIO-ECONOMICAS DE LA INVASION

Perspectivas de ayuda para la reconstrucción

Roberto N. Méndez*

Las consecuencias socioeconómicas de la invasión del 20de diciembre han sido enormes . La devastación ocurrióprincipalmente en las ciudades de Panamá y Colón, e incluye:

a) la pérdida de una cantidad aún no determinada de vídas,pero que se estima sobrepasa los varios miles;

b) otros tantos miles de heridos o afectados psicológica-mente de varias formas, algunas de ellas imposibles de cuan-tificar,

c) la destrucción de edificios públicos y privados, inclusivela de equipos, mercancías yvivíendas, avaluadas en más de milmillones de balboas o dólares;

d) la relacionada pérdida de millares de empleos, con elsubsecuente agravamiento de la miseria y la criminalidad ; y

e) el daño colateral inflíngido a actividades económicasdiversas, y de dificil superación, como el caso del turismo.

Estas consecuencias, además, no ocurrieron en el vacío,sino que afectaron al país en momentos en que atravesaba por

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la situación económica más dificil de su historia, crisis tambiéncausada en gran medida por las "sanciones" y la campaña dehostigamiento político de Estados Unidos contra el régimenencabezado por el ex-general Noriega.

En este artículo resumimos la cuantficación de estosdaños, y analizamos las perspectivas del país en el corto plazo.En particular, analizamos las posibiidades de que los sectoresafectados reciban algún tipo de ayuda de parte de las asegura-doras, la banca internacional, o el gobierno de Estados Unidos.Como veremos, ninguna de estas posibilidades parece quehabrá de materializarse a corto plazo ni en el monto requerido.

Los muertos y los heridosA más de dos meses de la invasión, aún no se sabe con

claridad cuántos panameños murieron como consecuenciadirecta o indirecta de la mima.

El parte "oficial" del Comando Sur, la entidad que actual-mente rije, tras bastidores, el destino del país, señala que elnúmero de muertos ascendió a 557, de los cuales 220 eranciviles y el resto militares de las desaparecidas Fuerzas deDefensa y los "Batallones de la Dignidad" .' Otras fuentesconsideran que esa cifra está subestimada a propósito . Porejemplo, el ex-procurador general de Estados Unidos, RamseyClark, en una visita a Panamá a principios de enero, declaróque había recibido versiones sobre "4,000 muertos" . 2 Poste-riormente un grupo de obispos y comunidades :,clesiásticasemitieron un comunicado en el cual se denunció "las trabasque aparecen en niveles oficiales y norteamericanos a comisio-nes de derechos humanos para reconocer las cifras de losmuertos en la invasión. La Conferencia Espiscopal Norteame-ricana habla de no menos de 3,000 muertos" . 3

¿Cuántos panameños fueron heridos como resultado di-recto o indirecto de la invasión? Según el parte militar citado,la cantidad "oficial" se estima en más de 6,000 . Pero tambiéndicha cantidad está probablemente subestimada y no incluyeaquellos afectados de manera indirecta, como lo fueron losmuchos panameños que sufrieron crisis nerviosas y otrosproblemas afines.

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Los daños del sector públicoMuchas de las instalaciones y vehículos del sector público

fueron saqueadas o destruidos durante la invasión.Las principal institución afectada fue las Fuerzas de Defen-

sa de Panamá, numerosos de cuyos cuarteles en la ciudadcapital y en Colón fueron dañados al punto de ser imposiblerestaurarlos. El principal centro militar, el Cuartel Central,ubicado en el barrio del Chorrillo, fue totalmente devastado yhubo de ser demolido . Cabe agregar que el ejército norteame-ricano se apropió de "8,848 armas . También fueron incauta-dos 39 vehículos blindados; 36 aeronaves y 7 botes. A losafectos a Noriega el ejército de Estados Unidos le incautó76,533 armas" . 4 En la mayoría de los casos el ejército nor-teamericano sólo pago escuálidas "recompensas " monetarias acambio. Hasta el momento, el costo de dicho material bélico noha sido cuantificado.

Aparte de la institución militar se ha informado que lasoficinas o vehículos de la mayoría del resto de las entidadesgubernamentales sufrieron daños considerables que tampocohan sido cuantificados en su totalidad.

Disponemos, por ende, únicamente de informaciones frag-mentarias al respecto y, entre ellas las siguientes:

• La Dirección de Correos y Telégrafos sufrió daños por B/.386,000, sin contar con las pérdidas sufridas por los usuariosde la misma.

• El Instituto Nacional de Cultura sufrió la pérdida depiezas arqueológicas y otros daños que se estiman en más deun millón de balboas.

• Los archivos y oficinas de la Corte Suprema de Justicia,del Ministerio Público y de Gobierno yJusticia fueron saquea-dos totalmente; y

• La Radio Nacional, la radioemisora gubernamental, ubi-cada en el edificio principal de la Contraloría General dePanamá, fue destruída por helicópteros del ejército estadouni-dense, los cuales, además, dañaron los elevadores y otrasoficinas del edificio . 5

Por otro lado, la situación fiscal, que era en extremodelicada antes de la invasión, se ha agravado considerable-mente, y promete deteriorarse aún más a corto plazo . Porejemplo, en un "Mensaje a la Ciudadanía" publicado el 5 de

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enero, las empresas afectadas estiman que entre las conse-cuencias fiscales inmediatas de la invasión están las siguien-tes :

• 4.5 millones de balboas mensuales en sueldos no podránser pagados, por lo cual la Caja de Seguro Social dejará depercibir cuotas por medio millón de balboas mensuales.

• El gobierno dejará de percibir 850,000 balboas mensua-les a través del IRHE, el INTEL, el IDAAN y otros serviciospúblicos.

• -No se generarán 20 millones de balboas mensuales enventas y, por consiguiente, el estado tampoco recibirá unmillón de balboas del impuesto sobre transferencia de bienesmuebles.

• El estado dejará también de percibir un millón de balboasmensuales por impuestos de importación.

• Dejarán de pagarse 500,000 balboas en alquileres y seráimposible cancelar centenares de miles de balboas en cuentaspor pagara

Los daños al sector privado en la ciudad de PanamáA consecuencia de la invasión, la vigilancia policial en la

ciudad de Panamá quedó virtualmente suspendida por variosdías. Al mismo tiempo, las tropas invasoras liberaron a loscriminales comunes que albergaba la Cárcel Modelo, el princi-

pal centro penitenciario de Panamá, en la madrugada del día'20 de diciembre . Es importante recalcar que ello ocurrió enmomentos en que Panamá atravesaba una profunda crisiseconómica, en parte derivada de las "sanciones" aplicadas porEstados Unidos al gobierno de Noriega desde 1987 enadelante(véase más abajo) . A consecuencia de dichas medidas y de ladesastrosa política económica gubernamental, la deso-cupación en noviembre de 1989 superaba al 20 por ciento enlas áreas urbanas.

Además de ello, parte de la absurda estrategia "de contra-ataque" de las milicias organvadas por el ex-general Noriega)los Batallones de la Dignidad) al parecer era destruir losalmacenes de los principales empresarios oposicionistas, yafuese para apertrecharse anticipando una "guerra popularprolongada" o simplemente para inflingirles daño a dichosoposicionistas.

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Estos factores iniciales desencadenaron los episodios desaqueo masivo desde el 20 de diciembre en adelante . El gruesode la población, anticipando una inminente e indefinida esca-sez de alimentos y otros bienes, se sumó a los saqueadores

\dales . La inmoralidad que ha caracterizado el clima político

y económico prevaleciente en Panamá desde hace muchosaños ha infectado a amplios sectores de clase media y superior,lo que también se hizo patente, suscitándose la participaciónde miembros de dichos sectores en episodios de saqueo detiendas de lujo.

¿Cuánto se perdió en el saqueo? Una encuesta dei Centrode Estudios Económicos de la Cámara de Comercio de Panamá(CEECAM) durante los días 27 y 28 de diciembre, que abarcóa 1,147 empresas comerciales e industriales afectadas por lasacciones bélicas y actos de saqueo y pillaje, ocurridos durantelos primeros días de la invasión en la ciudad de Panamá yColón, reveló enormes pérdidas tanto de inventarios (90 porciento del total) como de activos fijos (10 por ciento del total).

En las áreas comerciales afectadas en la ciudad de Panamáexisten unos 2,000 establecimientos dedicados al comercio alpor mayor y menor, lo que llevó al CEECAM a estimar que enla ciudad capital y áreas aledañas las pérdidas oscilan entre670 y mil millones de balboas . Los principales afectados hansido las categorías "Almacenes, estaciones de servicios y otros"(325 .8 millones de balboas), lo supermercados (47 .5 millonesde balboas) y las industrias (43 .7 millones) . 7

Los daños en la ciudad de ColónNumerosas empresas radicadas en el sector de France

Reld de la Zona Libre de Colón también sufrieron dañosconsiderables, ocurriendo además la pérdida masiva de mer-cancías en los muelles de Cristóbal, Coco Solo y Bahía LasMinas. Sólo en Cristóbal fueron violados y/o saqueados 1,100contenedores. Otros fueron incendiados. También fue sa-queada la casa de fletes. La Dirección de Finanzas de laAutoridad Portuaria Nacional ha estimado un daño por 36malones de balboas en dicho puerto . s

Sobre la base del valor anual de las importaciones ala ZonaLibre (un promedio de 120 millones de balboas por mes) elCEECAM calculó pérdidas probables de 106 millones de

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balboas en la Zona Libre. Otras áreas de la ciudad de Colón(principalmente los barrios Norte y Sur), donde radican unos150 establecimientos comerciales, habrían sufrido pérdidas deunos 30 millones .° Por su parte la Asociación de Usuarios dela Zona Libre de Colón estimó pérdidas por algo más de 70millones de balboas . 10

Hay que agregar que las estimaciones citadas no incluyenlas pérdidas por ingresos y ganancias no recibidas, las cualespodrían ascender a una cantidad multimillonaria, especial-mente si se toma en cuenta que la invasión ocurrió endiciembre, mes durante el cual se efectúa un gran volumen detransacciones comerciales en la ciudad de Panamá y la ZonaLibre de Colón.

Viviendas destruidas, empleos perdidosEl estudio del CEECAM estima además que como conse-

cuencia de las acciones bélicas unas 15 mil personas perdieronsus viviendas en el barro de El Chorrillo, ubicado en lasinmediaciones del antiguo Cuartel Central, donde se libraronintensos combates . Para construir las 2,880 unidades devivienda necesarias para alojar a estas personas los ministe-rios de Vivienda y Obras Públicas estiman que se requeriránaproximadamente 50 millones de balboas, asumiendo que laconstrucción se lleve a cabo en el mismo sitio donde fuerondestruidas las antiguas casas."

En total, el CEECAM estima que las pérdidas del sectorempresarial de las ciudades de Panamá y Colón y la de loshabitantes de El Chorrillo podrían fluctuar entre 670 y 1,170millones de balboas, excluyente del posible valor de inventariosy equipos que se pueden recuperar . 12

Entre los daños "indirectos" está además la pérdida de 10a 15 mil puestos de trabajo en las empresas saqueadas . LaContraloría General de la República determinó que en agostode 1989 la desocupación urbana afectaba al 20 por ciento dela fueza laboral, por lo que a raíz de la invasión dicho indicadorpodría rebasar el 25 po ciento de la fuerza laboral.

9ueda poco de fondos retenidos¿Quién ayudará a Panamá a salir de su crisis económica?

¿Quién la indemnizará por los daños sufridos durante la

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invasión? Algunos confiaban en que la liberación de los fondosretenidos en los Estados Unidos impulsaría una recuperación.También se mencionó la posibilidad de que las aseguradoras"indemnizarían" a las empresas afectadas, que los bancos pri-vados y las entidades de crédito multilaterales concederíanpréstamos para promover la reactivación económica, tanto delsector público como de la empresa privada, y que el gobiernode Estados Unidos, el principal responsable de lo ocurrido,suministraría donaciones cuantiosas con el mismo fin . Sinembargo, ninguna de estas posibilidades parece que se mate-rializará.

Veamos el primer caso: los "fondos retenidos".Recientemente ha quedado en evidencia que dichos fon-

dos, retenidos en Estados Unidos, en virtud de las "sanciones"impuestas por el gobierno norteamericano entre 1987 y 1988

contra el gobierno presidido por el ex-general Noriega, no seránsuficientes para reparar ni siquiera en una parte minúscula eldaño causado por la invasión.

Como recordará el lector, las tres principales sancionesfueron a) la congelación de unos 50 millones de balboasdepositados por el Banco Nacional de Panamá en bancosnorteamericanos ; b) la prohibición a empresas de capitalestadounidense de pagar impuestos al gobierno panameño; yc) la retención de los pagos de la Comisión del Canal algobierno, especificados en el tratado Torrijos-Carter de 1977.

Según declaró recientemente el contralor Rubén D. Carles, elgobierno tiene poco que recuperar de dichos fondos . Hablandoante una asamblea de la Asociación Panameña de Ejecutivosde Empresa (APEDE), Carles reveló que fueron creadas trescuentas bancarias en Estados Unidos para albergar dichosfondos. La primera fue abierta para el funcionamiento de laembajada de Panamá en Estados Unidos bajo el auspicio delexpresidente Eric Delvalle, con un capital inicial de 47.1

millones de balboas, provenientes del Banco Nacional dePanamá. De estos, dijo Carles, "sólo quedan decenas de milesde dólares", situación que, añadió, "deberá ser objeto de debidainvestigación por parte de las autoridades".

La segunda cuenta alberga los fondos que ciertas empresasestadounidenses debían al gobierno de Panamá . A momentode la invasión la cuenta tenia una cantidad nominal de 145

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millones debalboas . Sin embargo, dijo Carles, los funcionariosdel gobierno de Noriega "habían logrado que estas empresaspagasen de hecho sus impuestos con cheques a favor delTesoro . . . con lo cual buena parte de lo que parecían ser fondosdisponibles para el gobierno congelados en Estados Unidoshan sido, para efectos prácticos, ya pagados por estas empre-sas". Carles estimó que aproximadamente 50 millones debalboas de la cifra antes citada ya ha sido pagada.

Y la tercera cuenta, que recibía aquellos fondos que lasagencias del gobierno de Estados Unidos adeudaban a Panamápor concepto de impuestos, tarifas, etc ., tenía un saldo de 188millones de balboas a finales de 1989 . Dicha cuenta se agotóya -de ella se han podido pagar los compromisos del estado consus trabajadores, proveedores y acreedores en enero y lo queva de febrero.

Carles añadió que, contra los fondos que aún quedan enEstados Unidos "se han presentado diversos reclamos millona-rios de proveedores y contratistas en Estados Unidos especial-mente originados por operaciones de Air Panamá, la línea aéreaestatal " . 13

Aseguradoras rehusan responsabilidadTodas las empresas afectadas, como el gobierno nacional.

han solicitado a las compañías aseguradoras que cubran unaparte sustancial de los daños sufridos . El segundo vicepresi-dente y ministro de Planificación reveló el 12 de enero que elgobierno nacional ha solicitado a la banca privada 700 mi-llones de balboas, de los cuales 350 se obtendrían en calidadde donaciones y el resto en préstamos a bajos intereses.También ha pedido a las compañías de seguros que indemni-cen al 50 por ciento de los afectados por los hechos dediciembre.

Sin embargo, en un comunicado la Asociación de Asegura-doras de Panamá rechazó "enérgicamente" toda responsabili-dad por los saqueos, ya que, afirma, "la casi totalidad" de laspérdidas ocasionadas por los saqueos."quedan enmarcadas enlos riesgos no cubiertos" por las pólizas . Según las asegurado-ras, los hecho acaecidos deben clasificarse como "actos de gue-rra", contra los cuales no existe cobertura en ninguna de laspólizas vigentes hasta la invasión . 14

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Las aseguradoras han encontrado, paradójicamente, unaliado en el viceministro de Cornereio, Roherlo Alfaro, qu ien enuna carta publicada el 16 de enero en el diario La Prensa señalóque "la responsablidad que podría recaer sobre las compañíasde seguros . . . está alrededor de los 100 millones de balboas" osea alrededor del 10 por ciento de los daños causados, la mayorparte de los cuales además tendrían que ser cubiertos porempresas reaseguradoras que no están dispuestas a hacerlo.Alfaro concluye que "de obligarse a las empresas locales al pagode estos reclamos sin el concurso de sus reaseguradoresestaríamos causando la quiebra total de las mismas y elcolapso de la industria del seguro".

Improbable obtener nuevos préstamosEl gobierno ha solicitado a la banca y al gobierno de

Estados Unidos una línea de crédito y donaciones de emergen-cia por 700 millones de balboas. Sin embargo, ya empieza asurgir evidencia de que los bancos no concederán fácilmente elfinanciamiento que se requiere con urgencia . Por ejemplo, elBanco Interamericano de DesarroIldo (BID) dijo públicamenteque Panamá deberá cancelar en su totalidad los 145 millonesde balboas adeudados a dicha entidad desde hace dos años,antes de que se puedan obtener nuevos préstamos .'s

El servicio anual de la deuda pública (deuda que oscilaalrededor de 5,000 millones de balboas) había sido suspendidopor el depuesto gobierno de Noriega . Dicho servicio asciendea más de 900 millones de balboas anuales, es decir más deldoble de los fondos originalmente retenidos en Estados Uni-dos . Además del BID, y los bancos privados, Panamá tieneatrasos de 530 millones de balboas con el Banco Mundial y elFondo Monetario Internacional, instituciones que declararonal país "inelegible" para recibir nuevos préstamos hace meses.

Sin definirse ayuda de Estados UnidosLos resultados de una vista que efectuaron a Panamá a

principios de enero varios funcionariosy senadores estadouni-denses arrojan pocas esperanzas respecto a la ayuda delgobierno de dicho país para impulsaruna recuperación econó-mica. Durante una conferencia de prensa en Panamá el sub-secretario de Estado, Lawrence Eagleburguer, declaró enfáti-

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camente que sugobierno "no se consideraba responsable" porlos daños generados del saqueo . El senador demócrata GerryStudds dijo el 9 de enero que su gobierno debería entregar"suministros médicos, alimentos, y otras necesidades básicas,pero tenemos límites para dar más que eso" . Y el senadorChristopher Dodd, presidente del subcomité del senado paraasuntos de drogas en el hemisferio occidental advirtó el mismodía que "los fondos disponibles para la reconstrucción dePanamá son limitados debido a los compromisos inesperadosde ayuda para las naciones de Europa oriental que estánexperimentando amplias reformas. No es práctico hablar demiles de millones de dólares para Panamá" . Dodd añadió queun paquete de ayuda probablemente incluirá condiciones

para que Panamá reorganice su sistema bancario, que tieneleyes que mantienen bajo secreto sus operaciones y quepermitieron a traficantes de drogas utilizar el país para ellavado de dinero" .' s

Más recientemente la administración del presidente Bushsolicitó al Congreso aprobar dos paquetes de ayuda paraPanamá . El primero, de 500 millones y dirigido primordial-mente para el sector privado, "no requiere de aprobación" en elSenado estadounidense, según dijese el viceministro de Plani-ficación, José Galán, el 31 de enero pasado . En su mayoría(400 millones de balboas) consiste en préstamos para financiarlas importaciones de empresas y no de donaciones . En todocaso, dichos préstamos usualmente están ligados a la adqui-sición de mercancías estadounidenses y es dudoso que loscomerciantes panameños estarán dispuestos a endeudarsepara adquirir artículos que no pueden competir en precio conotros provenientes del oriente.

El otro paquete consistiría principalmente de 500 millonesde balboas en préstamos para fines de refinancíamiento y conlo cual Panamá superaría su condición de moroso y podríaobtener nuevos préstamos de la banca privada e institucionescomo el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial.Sin embargo, esos préstamos estarán condicionados a la im-plantación de nuevas e impopulares medidas de "ajuste es-tructural", En todo caso, es incierto aún si serán aprobados ensu totalidad y cuándo.

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Otros problemasEn daño inflingido a Panamá por las "sanciones" y la

campaña de prensa internacional contra el gobierno de Noriegano se solucionará con el mero levantamiento de dichas medi-das ni la devolución de los fondos retenidos. Dichas medidashan tenido efectos devastadores difíciles de reparar especial-mente sobre los sectores de la banca, turismo y otros servicios.

Por ejemplo, la prohibición del ingreso a puertos norteame-ricanos de navíos abanderados en Panamá, dictaminada ennoviembre pasado, causó que más de 500 navíos se desafilia-sen del registro de naves panameñas. A pesar del levantamien-todela sanción, únicamente el 10 por ciento de aquellos barcosque abandonaron la bandera panameña han expresado su vo-luntad de volver al registro panameño . No es claro si el restovolverá a afiliarse en un plazo breve.

Cabe también señalar el daño a más largo plazo causadopor la invasión a sectores como el turismo, el cual demorarámuchos meses en normalizarse y el cual, además, resentirá laoleada de criminalidad que se ha desatado en Panamá a raíz dela invasión.

En conclusión, los daños económicos derivados de lainvasión, reconocidos como actos de guerra por las asegurado-ras pero no por el gobierno de Estados Unidos, implican unanueva y aguda caída de la actividad económica panameñatanto en 1989 como en 1990. El actual gobierno panameño, enlugar de denunciar lo ocurrido y exigir, como corresponde, unaindemnización por los daños, adoptó una posición de completosometimiento al gobierno norteamericano . Ahora, el gobiernoestá resistiéndose a modificar la legislación bancaria, con locual la poca ayuda norteamericana probablemente se reduciráaún más.

Para contrarrestar, ante las consecuencias políticas delagravamiento de los problemas sociales en el país, el nuevogobierno parece destinado a someterse aún más al Pentágono.Está impulsando la consolidación de un nuevo ejército antipo-pular capaz de reprimir las movilizaciones populares, lo cualgenerará un repudio generalizado de parte de la poblaciónpanameña.

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Rotas

1 .'557 panameños resultaron muertos durante la Invasión", La Prensa 10 deenero de 1990.

2. Tergiversan cifras de víctimas por la invasión ' , Adrian Croft, Reuter, LaEstrella de Panano 8 de febrero de 1990.

3. Citado en :"Denuncian obispos : Gringos esconden cifras sobre los muertospor la invasión", Voz Independiente, 7-15 de febrero de 1990.

4. '557 panameños . . .', Ibid.5. Fuentes: "Cuatro millones de pérdidas en la Zona Idbrc% La Estrella de

Pa am& 29 de diciembre de 1989 . 'El INAC hace llamado para recuperarpiezas arqueológicas robadas', Crítica Libre, 8 de enero de 1990. "Correossufre daños por 386 mil balboas", Critica Libre, 9 de enero de 1990 . "Pér-didas por 37 millones . . ., Ibid.

8 . 'Las compañías de seguros tienen en sus manos el futuro de 15,000familias', La Es trena de Panamá, 5 de enero de 1990.

7. Memorandum para el Lic . José Galán, víceministro dePlanlficación y Polí-tica Económica, de la Cámara de Comercio, respecto a la "estimación delmonto total de las pérdidas ocasionadas por la acción bélicay por el saqueoa empresas comerciales e industriales", 29 de diciembre de 1989, p .3.

8. "Pérdidas por 37 millones en los puertos', El Panamá América. 12 de enerode 1990.

9. Memorandum. . ., loc .cít.10. "Empresarios plantean problemas a gerente general de Zona Libre " , La

Estrella de Panamás 6 de enero de 1990.11. Memorándum, p .6.12. Ibtd.13. 'Alguno aspectos de la crisis fiscal', La Prensa, 2 de febrero de 1990.14. 'Aseguradores rechazan responsabilidad por daños', Critica Libre, 9 de

enero de 1990.15.'DIP no prestará a Panamá hasta que se honren deudas anteriores", EFE,

La Prensa. 9 de enero de 1990.16. "Senador Dodd advierte que no se espere ayuda masiva", Douglas

1Weedale, UPI, La Prensa 10 de enero de 1990.

• Economista, editor de Carta Económica, profesor de la Universidad depanamá.

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