SUPLEMENTO CULTURAL - HP 327 :: Multifamiliar: el derrumbe de la historia contemporánea

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Comunicante Comunicante Comunicante VIERNES 30 DE ENERO DE 2015 SUPLEMENTO CULTURAL 14 Tiene que ser mejor Job nació para vivir la vida. Era rebelde, indómito, mentiroso irremediable y embaucador natural, agudo en la inteligencia y a quien el mundo le parecía una propiedad heredada por derecho Lo que nadie quería contar de la Revolución El historiador Javier Guerrero presentó su libro Sitio y toma de Durango en 1913, que permite entender el rezago económico de la ciudad en el siglo XX A pesar de que fue construido por Mario Pani, uno de los cinco arquitectos más importantes en la historia de México, el Multifamiliar Francisco Zarco será derribado para construir una plazoleta; el INAH no lo considera histórico porque no es del siglo XIX hacia atrás. Mostrar un momento preciso de la historia de Durango y su evolución no es suficiente. Por: Carlos Yescas Alvarado Págs: 4 y 5 Juan L. Simental Pág. 6 Ricardo Bonilla Pág. 7 Multifamiliar: el derrumbe de la historia contemporánea

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ComunicanteComunicanteComunicanteVIERNES 30 DE ENERO DE 2015 SUPLEMENTO CULTURAL 14

Tiene que ser mejor

Job nació para vivir la vida. Era rebelde, indómito, mentiroso irremediable y embaucador

natural, agudo en la inteligencia y a quien el mundo le parecía una propiedad heredada por derecho

Lo que nadie quería contar de la Revolución

El historiador Javier Guerrero presentó su libro Sitio y toma de Durango en 1913, que permite entender el rezago económico de la ciudad en el siglo XX

A pesar de que fue construido por Mario Pani, uno de los cinco arquitectos más importantes en la historia de México, el Multifamiliar Francisco Zarco será derribado para construir una plazoleta; el INAH no lo considera histórico porque no es del siglo XIX hacia atrás. Mostrar un momento preciso de la historia de Durango y su evolución no es suficiente. Por: Carlos Yescas Alvarado Págs: 4 y 5

Juan L. Simental Pág. 6 Ricardo Bonilla Pág. 7

Multifamiliar: el derrumbe de la historia

contemporánea

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Fue un adolescente silencioso, retraído y nada brillante en los estudios. A los trece años

lo casaron con una niña de su edad llamada Kasturbai, con quien estaba prometido desde los seis años. El joven esposo se enamoró apasionadamente de la mucha-cha y por hacer el amor con ella abandonó el lecho de su padre moribundo la misma noche en que murió. Esto le dejó una culpa imborrable. Más tarde se declara-ría en contra del matrimonio entre

niños y a favor de la continencia sexual.Fue uno de los grandes teóricos que modificaron la configuración política e ideológica del mundo en el siglo XX, figura de austeridad inflexible y absoluta modestia, que se quejaba del título de Mahatma (“Gran Alma”) que le había dado, contra su voluntad, el poeta Rabin-dranath Tagore. Mohandas Karamchand Gandhi nació el 2 de octubre de 1869. En la formación espiritual de Mohandas

concurrió una serie de culturas y credos: el hindú, el musulmán, el jain. Este último tuvo especial influencia en su filosofía: los jains practicaban la no violencia no solo con los animales y los seres humanos, sino incluso con las plantas, los microbios, el agua, el fuego y el viento. En sus años decisivos leyó a Tolstoi, en quien más tarde encontraría el guía para el perfeccionamiento de la práctica y la teoría de la no violencia.Una vez conseguida la indepen-

dencia, Gandhi trató de reformar la sociedad india, apostando por integrar las castas más bajas y por desarrollar las zonas rurales; desaprobó los conflictos religiosos y defendió a los musulmanes en territorio hindú, razón por la que, a los 78 años de edad, el 30 de enero de 1948 fue asesinado por Nathu-ram Godse, un fanático integrista indio. Tal como lo había predicho a su nieta, murió como un verdadero Mahatma, con la palabra Rama (“Dios”). (Biografías y vidas).

El 28 de enero de 1853, nació el escritor cubano José Martí. “Un pueblo

irreligioso morirá, porque nada en él alimenta la virtud. Las injusticias

humanas disgustan de ella; es necesario que la

justicia celeste la garantice”

El 31 de enero de 1961 el chimpancé “Ham” fue el primer animal enviado al espacio por Estados Unidos. Después de ser el primer chimpancé lanzado al espacio exterior, y que además demostró que podía seguir trabajando y recibiendo órdenes allá arriba, “Ham” pasó sus años en el zoológico, hasta el 19 de enero de 1983, cuando murió con 26 años de edad

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La Efeméride Nomás por hablar de algo

Director Editorial / Juan Lorenzo Simental Editor / Ricardo Bonilla Editor / Daniel Azdar Diseño / Grupo Editorial HADEC

“La paz es el camino”

VIERNES 30 DE ENERO DE 2015

“Dicen que soy héroe, yo débil, tímido, casi insignificante, si siendo como soy hice lo que hice, imagínense lo que pueden

hacer todos ustedes juntos”, Gandhi

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Juzgamos a simple vista: imprecisiones y destrucción. Nuestra condición hu-mana educada para emitir juicios ba-

sados en modas o hasta tabúes, sin tomar en cuenta la historia, que hemos entendi-do como pedazos aislados con los cuales armamos un rompecabezas que no siem-pre nos representa. La historia es continui-dad; un hecho presente.

Este es el caso del Multifamiliar. Espa-cio en apariencia abandonado, pero siem-pre vivo y como un mensaje presente de una historia que no se detiene.

Todo nace como un rumor: “van a derribar el Multifamiliar”, dicen algunos; otros más le ponen signos de interroga-ción a esta frase.

Se confirma. “El proyecto ya está para construir una plazoleta en este lugar”, ha dicho César Guillermo Rodríguez titular de Secope en el estado, y señala, sería para 2016 cuando este edificio, que no es consi-derado como histórico por el INAH, pues este instituto solo protege a las afortuna-das construcciones que vieron la luz desde el siglo XIX hacia atrás, desaparezca.

Encuentro con la historia

Este edificio no solo representa unos cuan-tos años de historia o una especie de vecin-dad moderna en su tiempo; tiene mucho más qué contar.

Me encuentro con Javier Guerrero Ro-mero, cronista de la ciudad. Desde el pri-mer momento me explica la importancia de la construcción: “fue hecho por Pani”. Mi ignorancia en arquitectura no me im-pide intuir que por el tono de Javier se trata de alguien importante, pero dejamos el tema para después, pues le lanzo una pregunta: ¿Qué había aquí antes del Mul-tifamiliar?

Desde 1587 se ubicó en este terreno el templo de San Francisco, que contaba con un amplio huerto y un convento. Durante más de 300 años fue testigo de la evolución de la ciudad, y además, como un simbo-lismo de esos que pasan en todo hecho histórico, en sus cimientos se encontrarían sepultados, me cuenta Javier, los primeros

Pese a que fue construido por Mario Pani, uno de los cinco arquitectos más importantes en la historia de México, será derribado; el INAH no lo considera histórico

colonizadores de la entonces capital de la Nueva Vizcaya, como Ana Leyva, esposa del primer Teniente de Gobernador, Alon-so de Pacheco, considerada la primera dama española de la Nueva Vizcaya. Ja-vier me amplía la explicación y señala que estos restos deben estar ubicados cerca de la actual avenida 20 de Noviembre, ya que ahí se encontraba el altar del templo, y era costumbre que entre mayor posición so-cial más cerca eran sepultados de este; ha-bría cuerpos de otros notables y otros me-nos, de acuerdo a la época, hasta la calle 5 de febrero, ya que el lugar donde ahora se encuentra un hotel y “El Pasaje”, famoso por sus tortas de pierna y su rompope, en aquellos tiempos eran el atrio.

Tan importante resultó este templo que el Conde del Valle de Súchil pidió que el balcón de su casa, que ahora sigue guar-dando riquezas particulares con el nombre de Banamex, se construyera con vista a la

entrada del templo. Siglos después de su construcción, da-

ría pie a la leyenda de los túneles de Du-rango que supuestamente fueron encon-trados, pero, explica Javier, seguramente lo que se encontró fue la bóveda donde descansan los restos mencionados, aun-que se cerró sin investigar y el imaginario colectivo prefirió creer en el mito de la red subterránea que recorre la ciudad conec-tando templos.

Reforma, parques,

mercados y olvidoLas leyes de Reforma de 1857 exigieron la exclaustración de todos los sacerdotes, por lo que poco a poco el convento y su huer-to fueron quedando abandonados, y en la zona comenzó un proceso de destrucción,

natural y provocada, ya que a decir de Javier, comenzó a llenarse de malvivien-tes, y el templo cada vez se usaba menos. Unos años antes del siglo XX se constru-yó el Mercado Gómez Palacio, en donde antes se ubicó la huerta que alimentó a los franciscanos.

El templo se conservó todavía unos años más, pero en el periodo de gobier-no de Gabriel Gavira, ese enamorado que todavía le canta a su “Cuca”, finalmente es derribado. Con el furor de la moderni-dad, se hace un nuevo trazo de 20 de No-viembre para convertirla en la principal avenida de la ciudad, y años más tarde se pensó en construir en esta zona un nuevo parque, ya que no existía todavía el Par-que Guadiana. Nunca se concretó, aunque comenta Javier, se alisó el terreno y se hizo el trazo de andadores, que con el paso del tiempo se convertirían en pequeñas calles que hasta el día de hoy conservan el eco

Multifamiliar: la continuidad de la historia

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Pese a que fue construido por Mario Pani, uno de los cinco arquitectos más importantes en la historia de México, será derribado; el INAH no lo considera histórico

Por: Carlos Yescas Alvarado

natural y provocada, ya que a decir de Javier, comenzó a llenarse de malvivien-tes, y el templo cada vez se usaba menos. Unos años antes del siglo XX se constru-yó el Mercado Gómez Palacio, en donde antes se ubicó la huerta que alimentó a los franciscanos.

El templo se conservó todavía unos años más, pero en el periodo de gobier-no de Gabriel Gavira, ese enamorado que todavía le canta a su “Cuca”, finalmente es derribado. Con el furor de la moderni-dad, se hace un nuevo trazo de 20 de No-viembre para convertirla en la principal avenida de la ciudad, y años más tarde se pensó en construir en esta zona un nuevo parque, ya que no existía todavía el Par-que Guadiana. Nunca se concretó, aunque comenta Javier, se alisó el terreno y se hizo el trazo de andadores, que con el paso del tiempo se convertirían en pequeñas calles que hasta el día de hoy conservan el eco

de ese tiempo en su nombre: Privada del Parque Nuevo.

Para conmemorar el centenario de la Reforma de 1857, se contrata a Mario Pani Darqui, sí, el Pani del inicio de este acerca-miento histórico, y ya entrados en el tema, Javier me explica que fue el arquitecto de Ciudad Universitaria, Ciudad Satélite, en-tre muchas otras obras más, como el Mul-tifamiliar Benito Juárez, también en el DF, del cual, el Multifamiliar Francisco Zarco, pues ese es nombre, es una réplica.

Es una edificación “de diseñador”, con la firma de uno de los arquitectos conside-rado dentro del top 5 de todos los tiempos en México, y que además muestra, a de-cir del cronista de la ciudad, un momento preciso de nuestra historia y evolución, ya que no todo debe parecer del siglo XVIII o XIX, sino que se debe mostrar también esos otros momentos por los que ha atra-vesado la ciudad, dice.

El futuro, sin memoriaNosotros también somos calles, avenidas, edificios. Estamos vivos. También nuestra historia merece ser contada, seamos del si-glo XX o del naciente XXI, siempre bajo el cobijo de nuestros antepasados que nos dan identidad y como en este caso, cimien-to, no en forma de huesos, sino latiendo y despertando esa historia que desde nues-tras construcciones y recuerdos dejaremos a quienes hagan la crónica de nuestra evo-lución, hacia el lugar que se dirija, dentro de unos siglos. Lo que vamos a decir en ese momento se está escribiendo ahora. ¿Cuá-les serán nuestras palabras?

Las dimensiones de los departamentos

del Multifamiliar superan las de las casas

de interés social

Este edificio no es

considerado histórico por el INAH, pues este instituto

solo protege a las

construcciones del siglo XIX hacia atrás

En 1957 se construyó el Multifamiliar para celebrar el centenario de las

leyes de Reforma

Multifamiliar: la continuidad de la historia

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Por: Juan L. Simental

Era un desarrapado, hijo de campesi-nos hartos de sol y silencio, de pocas y elementales palabras y de rostros

serios, curtidos por las vastas horas de ara-ñar la tierra. En sus caras impenetrables la sonrisa era un extraño visitante, una mueca que llegaba solo de vez en cuando.

Se llamaba Job, y era hijo de Ana y Lo-renzo. Ella era blanca, alta, fuerte y distingui-da, a pesar de ser solo una ranchera. Fue la hija natural de su madre y de un español que vino a regar la estirpe cuando buscaba fortu-na; al no encontrarla, desapareció. Lorenzo tenía la faz de piedra y la voz metálica, dura como cuando se da una orden. Sabía traba-jar y callar, y hacer hijos que le miraban con reverencia.

Job nació para vivir la vida. Era rebelde, indómito, mentiroso irremediable y embau-cador natural, agudo en la inteligencia y a quien el mundo le parecía una propiedad he-redada por derecho.

Era fácil de palabra e inspirado para las historias fantásticas, ciertas nomás porque las decía él. Fue también pendenciero, pero siempre justo. Tuvo la fuerza de Ana, quien un día dejó El Conejo y dejó a Lorenzo para que sus hijos fueran “más que rancheros”.

Con el tiempo, Job fue uno más entre los tantos chiquillos descamisados del barrio, uno de los menores entre siete hermanos que aprendieron de la calle el oficio de sobre-vivir, y que a los diez años ya eran hombres a quienes la vida y el hambre les llevaron en los brazos y les dejaron la enseñanza que no se olvida: todo, bueno y malo, depende de ti.

Job era orgulloso de su cuna, siempre lo fue. Desde los cinco dejó los pocos juegos para los que tuvo tiempo, y en el rancho o en el Mercado Gómez Palacio fue común verlo cargar el arado o las bolsas de las señoras a cambio de un peso. A los doce calzó los pri-meros zapatos y su pistola destartalada la compró a los quince.

Estableció su feudo en Tierra Blan-

ca, en cada una de sus vecindades y sus can-tinas; se hizo amigo de los teporochos y de las muchachas desveladas a las que llamaba por su nombre cuando ni si quiera le pintaba el bigote.

Los años primeros de Job fueron la aven-tura de andar tentando a la suerte y crecer con urgencia en el conocimiento del mundo. Debió partir las horas entre los surcos pol-vorientos junto a Lorenzo y el tendejón que Ana improvisó para que sus hijos pudieran conocer las letras y fueran gente decente.

Por su cuenta, Job, de lengua fácil y voz entonada, aprendió a enamorar y a cargar pesos en la bolsa; el hambre y su pobreza le endurecieron los puños y le maduraron la fuerza.

Amaba el campo y el azul del cielo, el olor de la tierra mojada; bañarse en El Tu-nal y secarse luego al sol, y comer gordas de frijoles con chile majado calentadas en las brasas, y el agua fresca con sabor a barro. Amaba también el silencio junto a su padre, que miraba la lumbre y con una vara hacía garabatos en la tierra mientras chupaba con avidez el tabaco sin filtro, que de a poco se le iba extinguiendo en la mano.

Una de tantas veces, luego del reposo del mediodía, Lorenzo anduvo hasta el final del barbecho para reparar una cerca podrida. Los primeros maíces se levantaban brillan-tes de verde y daba gusto mirarlos, gordos y llenos de promesas. El cielo se fue cerrando y la humedad le entró por la nariz, anunciando un chaparrón que venía como a tres minu-tos; apresurado, Job fue a meterse debajo de un viejo carretón.

Apenas se había sentado cuando el agua llegó con gruesas gotas que abrieron cráteres en el polvo. Luego, de la bolsa del pantalón sacó un cigarro que prendió con la potestad de quien domina el oficio. A sus trece años, el mundo era chiquito.

Cuando el agua fue menos, adivinó a lo lejos la figura de Lorenzo. Apagó la bachicha

Tiene que ser mejor“Usted tiene que ser mejor que yo, y sus hijos mejor que usted”

VIERNES 30 DE ENERO DE 2015

Una de esas historias que bien pudieran ser parte de la fantasía, pero fue real…

y puso la cara de un simple muchacho debajo de un carretón. Al llegar, el hombre se metió debajo también.

-¿Qué estaba haciendo? –le preguntó.-Nada –respondió Job. Al momento, un

rayo le estalló en la cara. Lorenzo lo miraba implacable y tocándose el revés de la mano.

-¿Por qué me pega? –la voz de Job era un sollozo y sus ojos estaban inundados.

-¿Cree que no vi que estaba fumando? Desde lejos se divisaba la humareda –respon-dió Lorenzo, al tiempo que sacaba sus propios cigarros y extendía uno al chiquillo descon-solado.

-No gracias… –se escuchó la voz de Job ya más conforme. Otra vez la mano dura de Lorenzo se estrelló sobre la cara del hijo.

-¡No diga que no, ya le dije que lo vi! –tro-nó el mayor.

En silencio, Lorenzo y Job fumaron mi-rando el agua que la tierra se iba tragando.

-¿Qué quiere ser de grande? –cuestionó el hombre serio.

Pensando en la oportunidad de una re-conciliación airosa, Job no lo pensó mucho y exclamó:

-¡Yo quiero ser como usted! –apenas lo dijo, un nuevo manazo le cruzó el rostro.

-¡¿Y ahora por qué me pega?! –gritó Job en medio de su llanto renovado.

-¡Usted no debe querer ser como yo…! Tiene que ser mejor que yo, y sus hijos me-jor que usted, y los hijos de sus hijos mejor que ellos; así es como tiene que ser. Deben ir siempre adelante, no deben mirar para atrás…

El silencio se hizo entre los dos. Job so-llozaba cada vez más quedo; Lorenzo recorría con sus ojos serios el barbecho inundado de colores cuando el sol volvió a nacer aquella tarde lejana de agosto.

¿Fue Job mejor que Lorenzo? No lo sé. ¿Soy ahora mejor que Job? Tampoco puedo saberlo, solo sé que Job fue el mejor de los hombres y el mejor de mis amigos. Job fue mi padre.

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Lo que nadie quería contar de la Revolución

El historiador Javier Guerrero presentó su libro Sitio y Toma de Durango en 1913, que permite entender el rezago económico de la ciudad en el siglo XX

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La toma de Durango hace casi 102 años fue un hecho histórico que marcó a la Revolución Mexicana, tanto por sus

consecuencias como por lo vergonzoso que se calificó en su época, provocando, incluso, su ocultamiento de facto. Ahora el historiador Javier Guerrero Romero lo demuestra en su libro “Sitio y Toma de Durango en 1913”.

El Museo de la Ciudad fue el escenario donde Guerrero Romero presentó su obra que inició desde 2012, acompañado por el Profe Non Sancto, el Gladiador de la palabra; el escri-tor Everardo Ramírez, así como el grupo Flor y Barro –con corridos revolucionarios-, en una transmisión en vivo para Estéreo Tecnológico.

En su paso para realizar una investiga-ción sobre el Conde de Zambrano, Javier Guerrero explica que se encontró con este suceso que cumplió en este 2013 su pri-mer centenario, al que se fue involucran-do aún más y se dio cuenta que no se había abordado. “Parecía que no querían sacar el tema”, añade.

El sitio y toma de la ciudad dejó 100 casas y tiendas saqueadas, muchas de ellas quema-das; significó la primera capital perdida por Victoriano Huerta, en su intento por validar-

se como presidente de la República, tras la caída de Francisco I. Madero.

La destrucción de Durango opacó toda acción revolucionaria. Fue un hecho que des-embocó en otros importantes como la toma de Zacatecas y el comienzo de la caída de Huerta y su poder político; la prensa interna-cional así lo reflejó; de ahí podría surgir ese intento de desaparecer esta parte de la histo-ria. “Esto fue muy grave para el gobierno fe-deral, y se hizo cortina de humo, se oculta de facto”, recalca.

Con la catástrofe, los hacendados, los ricos, empresarios de grandes capitales sa-lieron de la ciudad; lo que motivó el que se ha considerado un gran error de Pastor Roaiux, quien emite un decreto que prohí-be el regreso de quienes se marcharon. Esto cortó la posibilidad de revivir a Durango, pues muchos recogieron a sus familias y ya no volvieron.

Lo anterior, permite entender el rezago económico, político y social de Durango en el siglo pasado; en ese punto de rompimien-to que aún persiste en la actualidad y del que muchos se preguntaban su origen.

“Todos actuaron conforme a las circuns-tancias de su tiempo, revolucionarios y fede-rales; pero se dieron cuenta que no fue la me-jor forma”, expresa el historiador y cronista de la ciudad de Durango.

De ahí, dice, comenzó a profundizar en las diferentes fuentes disponibles: en la pren-sa de la época –huertista y constituyente-, juicios militares; decretos, para presentar los sucesos desde diferentes ángulos.

En el libro, menciona el autor, presenta una crítica de las fuentes, a fin de conocer las posturas de cada uno de los participan-tes tiene enfrente a los intereses y sucesos, para ocultarlos o magnificarlos en su jus-ta dimensión. Con ello, aparecieron su-cesos extraordinarios de los tres bandos en el conflicto.

Esta obra que capta sucesos extraordina-rios de esta parte de la historia duranguense fue auspiciada por el Instituto de Investiga-ciones Históricas de la UJED y el Centro de Estudios de la Identidad Duranguense A.C.

La Toma de Durango fue

un hecho histórico que

marcó a la Revolución Mexicana

Este suceso fue el preámbulo de la Toma de Zacatecas y la caída de Victoriano Huerta

Por: Ricardo Bonilla

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KarenLa retina, --el instante en-

tre la luz interna y la luz del mundo-- buscaba

amamantarse de los colores y el calor del cuarto. Empezaba a orbitar lejos del mundo interno de madre, donde los días eran ciegos como barco que naufra-ga cerca de las Bermudas.

Al abrir por primera vez los ojos duda y los cierra al instan-te. Las conexiones entre el ner-vio óptico y el cerebro de Karen son débiles sin embargo, en ese parpadeo se han instalado todas las cosas que pueden ser nombradas.

Una masa negra, un cos-mos nutrido por los aromas que madre encontraba dulces cuando Karen vivía dentro de ella. El ir y venir de los tracto-res, las palabras carentes de sig-nificado eran un aleteo rápido en sus oídos. Así, en ese mun-do caótico donde todo existe y deja de existir fue envuelta en una cobijita rosa y entregada

Karen llora, se estremece, siente hambre. Una mujer la levanta. Los gritos alegran los muebles de hospital, el tren de llanto que sale de su gargan-ta ha llegado hasta los oídos de aquella mujer que resulta ser su pariente.

Karen está rodeada de mú-sica y le gusta, el saxofón lleva claves extra, el tiempo es una catarsis que se dilata y se vuel-ve azulosa, hay un motivo más para que sus fosas nasales deci-dan seguir llevando vida dentro del cuerpo de la bebé: un olor, un cuadro sepia se ha ido for-mando en ella como una suerte de escudo.

“El día es bueno” dice ma-dre, Karen observa entonces su cuerpo alto, el pelo negro y suelto que llega hasta las cade-ras, aún el olor permanece en el cuerpo, la pequeña obser-va cuidadosa aquellas cade-ras que la trajeron al mundo esa mañana.

La puerta de la camioneta blanca se cierra, ahora pertene-ce al cuarto azul, cuyas cortinas se elevan en un acto piadoso que acaricia la estancia e invade la cocina.

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VIERNES 30 DE ENERO DE 2015

a madre, quien se decepciono del pelo negro y débil de la niña la recarga contra su cuerpo de adulta y cierra los ojos, bebién-dose la poca luz que se mete por la persiana, como una línea que se acomoda entre sus labios y calienta la punta de su lengua. Traga saliva. Sus dientes blan-quísimos obstruyen la entra-da del calor. Madre ablanda el cuerpo, su mente divaga hacia el espacio cerrado al que le gus-ta pertenecer. Su cuello hume-decido por un sudor pegajoso recibe ahora aquella línea nu-trida por el polvo de la calle, el cuello blanco parece un agujero negro.

Karen, ahora vive dentro de un ropón y una cobija. Su cabe-za semi calva recibe al día. La ausencia de oscuridad le hace cosquillas; la luz arropa el cuer-po y los dedos que empiezan a moverse; mientras madre pre-fiere hundirse dentro de su car-ne, tal vez olvidando que Karen salió de ella esta mañana.

Los brazos se aflojan y el pequeño cuerpo sobre el cuer-po resbala poco a poco, ningu-na es culpable, cada quien sigue la inmediatez. Karen está sola y la altura de la cama de hos-pital es considerable: madre se perdió dentro de alguna jun-gla. Genios diminutos le dan la bienvenida a la bebé, juegan con ella, la confunden, su pri-mera visión acerca de los ánge-les son montones de microbios viviendo dentro del polvo, que bailan y saturan su cara.

Madre puede verse cami-nando entre sol y polvo. El día fue bueno y lleva dinero extra en la bolsa. Hace mucho que no piensa en qué invertir, tiene vestidos, tiene maquillaje, tiene zapatos. Alguna vez quiso mu-darse, vivir en un lugar sin olor a estiércol y orina plagado por los caminos; sin embargo al ir envejeciendo vio que no era necesario, ya no tenía ganas de reconstruirse en otro lugar, de inventarse nombres, padres, hermanos. Le gustaba la sensa-ción de ser transparente, imagi-nándose como el agua, dentro de un edificio blanco, cuyos muros altos conducen a un estado de felicidad perpetua. Donde la luz entra queriendo apoderarse de lo tangible.

Karen Dalton, cantante estadounidense (1937-1993)

Por: Esther Galindo