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Publicación mensual editada por la Dirección de la Revista Comercio Exterior del Banco Nacional de Comercio Exterior. COMITÉ EDITORIAL Juan Pablo Arroyo Ortiz, Carlos Bazdresch Parada , Javier Beristain Iturbide, Sergio Fadl Kuri, Arturo Fernández Pérez, David !barra Muñoz, Alfredo Phillips Olmedo, Gustavo Romero Kolbeck, Francisco Suárez Dávila, Homero Urías Brambila DIRECCIÓN DE LA REVISTA COMERCIO EXTERIOR Director Homero U rías Brambila <[email protected]> Subgerentes Rafael González Rubí <[email protected]> Sergio Hernández Clark <shernanc@ bancomext.gob. mx> Redacción e información Elena Cabello Naranjo, Alma Rosa Cruz, Alicia Loyola Campos, Alfredo Salomón Edición Enrique Pérez Vera, Daniel Cobian, María Esther Jacques Medina, Alejandra Luna Guzmán, Pilar Martínez Negrete Distribución Angélica González C. , Leticia Martínez Servicios secretariales y de apoyo Elizabeth García Tinajero , Juan Leyva García , Ángeles Marín Ancona Comercio Exterior es una publicación abierta al debate. Admite, por tanto, una amplia gama de ideas que no coinciden necesariamente con las del Bancomext. La responsabilidad de los trabajos firmados es de sus autores y no de la institución, excepto cuando se indique lo con- trario. Pueden reproducirse materiales mencionando la fuente. En libros de distribución comercial se requiere autorización de los autores y de Co- mercio Exterior. El Banco Nacional de Com- ercio Exterior, s.N.c., se reserva el derecho de difundir por medios magnéticos o fotográficos el contenido de la revista. Impresa en Imprenta Ajusco, S.A. de C.V., José Ma. Agreda y Sánchez núm. 223, 06820 México, D.F. Auto- rizada como publicación periódica por el Servi- cio Postal Mexicano (Sepomex) con el número de registro O 1 O 1062. Distribuida por Sepomex, Netzahualcóyotl núm. 109, Centro , 06080 México, D.F. Características: 218421108. Cer- tificados de licitud de-título (núm. ll93) y de contenido (núm. 657) expedidos por la Comi- sión Calificadora de Publicaciones y Revistas Ilustradas e12 de julio de 1981. Número de Re- serva de Título: 248/78. Aparece el último día de cada mes. Publicación gratuita. Dirección de la Revista Comercio Exterior, Cami- no a Santa Teresa 1679, octavo piso, Jardines del Pedregal, 01900 México, D.F. Tels.: 5481 6220 y 5481 6000, ex t. 6552; fax: 5481 6214. Correspon- dencia: A.P. 21 258, 04100 México, D.F. http://www. bancomext.com/rce/ e-mail: b.mx o c:o o ,}¡ co o z (f) SQ 859 860 869 879 885 897 905 PRESENTACIÓN RETOS PARA LA MEDICIÓ!'< DE LA POBREZA EN MEXICO Enrique Hernández Laos Ante la urgencia de definir una metodología que permita conocer con mayor exactitud la incidencia de la pobreza en México, la evolución que ha tenido, las particularidades de quienes la padecen y la eficacia de las políticas para combatirla , el autor examina los criterios aplicados al caso de México y propone un procedimiento para obtener e instrumentar un método consensuado. ÜPCIONES MKTODOJ.ÓGICAS PARA MEDIR LA POBREZA lN MÉXICO Julio Boltvinik El método que se utilice para medir la pobreza determina la cantidad de pobres y el grado en que lo son. Por ello, el autor revisa la amplia variedad de opciones disponibles, en particular las aplicadas en México, tanto desde la perspectiva teórica como la práctica, con el propósito de acercarse a un criterio único. Et. CÁLCULO DE LA POBREZA El'i Míx1co A PARTIR DE LA E!'<CLESTA DE INGRESOS Y GASTOS Fernando Cortés A últimas fechas la encuesta de ingresos y gastos, aplicada por el INEGI , se ha convertido en fuente estadística para estudiar la pobreza y la desigualdad del ingreso en México. El autor examina los problemas de aquélla respecto al subregistro y a la exclusión de hogares con bajos y altos ingresos, y propone cómo solucionarlos, sin recurrir al ajuste con las cuentas nacionales. LA POBREZA EN AMÉRICA LATINA: DESAFÍO PARA EL Nl,EVO MILENIO Fernando Medina H. En los últimos 25 años los países latinoamericanos han logrado avances y retrocesos en su lucha contra la pobreza, evolución que se presenta en el artículo mediante varios indicadores. Asimismo, se identifican las diferencias entre países y se explora la relación entre el crecimiento económico y otros factores con la disminución de la pobreza. L., Y LA Mf:x1co Héctor Bourges Rodríguez Se revisa la situación actual de la alimentación y la nutrición de los mexicanos. En particular se centra en la desnutrición primaria, endémica en muchos lugares, cuya causa inmediata es una alimentación crónicamente insuficiente o mal estructurada por desco- nocimiento o limitaciones en el acceso a los alimento s. El LADO HI.,MAI'.O DE LA f"CO:>.OMÍ \ Leticia Armenta Fraire y Luis Alejandro Lagunes La erradicación de la pobreza se ha convertido en un apremiante desafío para la ciencia económica. Los autores analizan los supuestos teóricos y el papel de las variables eco- nómicas que dan sustento a las teorías del crecimiento y al pensamiento desarrollista.

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Publicación mensual editada por la Dirección de la Revista Comercio Exterior del Banco Nacional de Comercio Exterior.

COMITÉ EDITORIAL Juan Pablo Arroyo Ortiz, Carlos Bazdresch Parada, Javier Beristain Iturbide, Sergio Fadl Kuri , Arturo Fernández Pérez, David !barra Muñoz, Alfredo Phillips Olmedo, Gustavo Romero Kolbeck, Francisco Suárez Dávila, Homero Urías Brambila

DIRECCIÓN DE LA REVISTA COMERCIO EXTERIOR Director Homero U rías Brambila <[email protected]> Subgerentes Rafael González Rubí <[email protected]> Sergio Hernández Clark <shernanc@ bancomext.gob. mx> Redacción e información Elena Cabello Naranjo, Alma Rosa Cruz, Alicia Loyola Campos, Alfredo Salomón Edición Enrique Pérez Vera, Daniel Cobian, María Esther Jacques Medina, Alejandra Luna Guzmán , Pilar Martínez Negrete Distribución Angélica González C. , Leticia Martínez Servicios secretariales y de apoyo Elizabeth García Tinajero, Juan Leyva García, Ángeles Marín Ancona

Comercio Exterior es una publicación abierta al debate. Admite, por tanto, una amplia gama de ideas que no coinciden necesariamente con las del Bancomext. La responsabilidad de los trabajos firmados es de sus autores y no de la institución , excepto cuando se indique lo con­trario.

Pueden reproducirse materiales mencionando la fuente. En libros de distribución comercial se requiere autorización de los autores y de Co­mercio Exterior. El Banco Nacional de Com­ercio Exterior, s.N.c., se reserva el derecho de difundir por medios magnéticos o fotográficos el contenido de la revista. Impresa en Imprenta Ajusco, S.A. de C.V., José Ma. Agreda y Sánchez núm. 223, 06820 México, D.F. Auto­rizada como publicación periódica por el Servi­cio Postal Mexicano (Sepomex) con el número de registro O 1 O 1062. Distribuida por Sepomex, Netzahualcóyotl núm. 109, Centro, 06080 México, D.F. Características: 218421108. Cer­tificados de licitud de-título (núm . ll93) y de contenido (núm. 657) expedidos por la Comi­sión Calificadora de Publicaciones y Revistas Ilustradas e12 de julio de 1981. Número de Re­serva de Título: 248/78. Aparece el último día de cada mes. Publicación gratuita.

Dirección de la Revista Comercio Exterior, Cami­no a Santa Teresa 1679, octavo piso, Jardines del Pedregal , 01900 México, D.F. Tels.: 5481 6220 y 5481 6000, ex t. 6552; fax: 5481 6214. Correspon­dencia: A.P. 21 258, 04100 México, D.F.

http://www. bancomext.com/rce/ e-mail: b.mx

o c:o o ,}¡ co ~

o z (f) SQ

859

860

869

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PRESENTACIÓN

RETOS PARA LA MEDICIÓ!'< DE LA POBREZA EN MEXICO

Enrique Hernández Laos

Ante la urgencia de definir una metodología que permita conocer con mayor exactitud la incidencia de la pobreza en México, la evolución que ha tenido, las particularidades de quienes la padecen y la eficacia de las políticas para combatirla, el autor examina los criterios aplicados al caso de México y propone un procedimiento para obtener e instrumentar un método consensuado.

ÜPCIONES MKTODOJ.ÓGICAS PARA MEDIR LA POBREZA lN MÉXICO

Julio Boltvinik

El método que se utilice para medir la pobreza determina la cantidad de pobres y el grado en que lo son. Por ello, el autor revisa la amplia variedad de opciones disponibles, en particular las aplicadas en México, tanto desde la perspectiva teórica como la práctica, con el propósito de acercarse a un criterio único.

Et. CÁLCULO DE LA POBREZA El'i Míx1co A PARTIR DE LA E!'<CLESTA

DE INGRESOS Y GASTOS

Fernando Cortés

A últimas fechas la encuesta de ingresos y gastos , aplicada por el INEGI , se ha convertido en fuente estadística para estudiar la pobreza y la desigualdad del ingreso en México. El autor examina los problemas de aquélla respecto al subregistro y a la exclusión de hogares con bajos y altos ingresos , y propone cómo solucionarlos, sin recurrir al ajuste con las cuentas nacionales.

LA POBREZA EN AMÉRICA LATINA: DESAFÍO PARA EL Nl,EVO MILENIO

Fernando Medina H.

En los últimos 25 años los países latinoamericanos han logrado avances y retrocesos en su lucha contra la pobreza, evolución que se presenta en el artículo mediante varios indicadores. Asimismo, se identifican las diferencias entre países y se explora la relación entre el crecimiento económico y otros factores con la dism inución de la pobreza.

L., ALJ~tEI'iTACióN Y LA NtiTRICió~ ~N Mf:x1co

Héctor Bourges Rodríguez

Se revisa la situación actual de la alimentación y la nutrición de los mexicanos. En particular se centra en la desnutrición primaria, endémica en muchos lugares, cuya causa inmediata es una alimentación crónicamente insuficiente o mal estructurada por desco­nocimiento o limitaciones en el acceso a los alimentos.

El LADO HI.,MAI'.O DE LA f"CO:>.OMÍ \

Leticia Armenta Fraire y Luis Alejandro Lagunes

La erradicación de la pobreza se ha convertido en un apremiante desafío para la ciencia económica. Los autores analizan los supuestos teóricos y el papel de las variables eco­nómicas que dan sustento a las teorías del crecimiento y al pensamiento desarrollista.

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Concluyen que las discrepancias de ambos modelos hacen pensar que se requieren pro­puestas que integren, además de la riqueza de la visión desarrollista, consideraciones de carácter ético y humanista.

910 H .\\IIIRt, llES'I;t nuno'\ \ POI!Rtz\: t ·A smtCIO'\ 111 ouos

Josefina Vázquez Mota

El hambre, la desnutrición y la pobreza son problemas sociales que no se han podido resolver en México ni en el mundo a pesar de los esfuerzos de los gobiernos y de los organismos internacionales. La autora sostiene que es preciso emprender proyectos pro­ductivos sustentables y alentar una sociedad participativa para superar los rezagos de millones de mexicanos.

916 Los 111 . TOS DE AI.I~IEI'ólos 1. 1\ f. XH o

Asociación Mexicana de Bancos de Alimentos

Más que actos gubernamentales aislados o proyectos sociales sin una visión incluyente, la solución del problema del hambre y la desnutrición requiere la suma de recursos, talento, conocimiento, voluntad y estrategias de la sociedad civil y el gobierno. Los ban­cos de alimentos representan una opción importante para tender puentes entre la abundan­cia y la carencia.

919 HACL\ L'l; \III.E'\10 SI'\ 1 ·\MI!Rt: RtlOS \ ACCIONES

Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación

La erradicación del hambre del mundo es una tarea urgente y formidable , cuyo logro tiene numerosas facetas . Los autores de los textos compilados ofrecen su perspectiva sobre el aprovechamiento de las nuevas tecnologías, el fomento del desarrollo participativo y las preocupaciones por el ambiente, entre otras.

Di A 1.\-ft DIAl. llE l.\ AI.I\IEY" H IÓ'Ij 2001: lO~IBATIR EL H UIBRE

ARA REDLCIR LA POBREZA 1 Augusto Simoes Lopes Neto El lema del Día Mundial de la Alimentación 2001 recalca la relación perversa entre el hambre y la pobreza. Con el fin de superar ambas calamidades, se efectúan en esa ocasión diversas actividades para difundir los objetivos que las naciones del mundo han adoptado en favor de la seguridad alimentaria., p. 933

935 REClE'\TO ,ACI0'\\1.

946 SLIIHIARIES OF ARTI('I .ES

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Presentación

• • • • • • • • • •

E 1 Día Mundial de la Alimentación de este año, que se celebra en ocasión del 56 aniversario de la fundación de la Organización de las Naciones U ni das para la Agricultura y la Alimentación (FAO ), tiene

como lema "Combatir el hambre para reducir la pobreza", el cual cifra la estrategia de la FAO en la lucha contra el flagelo.

Esta edición de Comercio Exterior se enmarca en la preocupación mundial por que el derecho universal a la alimentación tenga plena vigencia y, dentro de ella, en los trabajos de la Asociación Mexicana de Bancos de Alimentos (AMBA), organismo de la sociedad civil cuya misión es combatir el problema del hambre y la desnutrición en México mediante una red de 43 bancos distribuidos en todo el territorio nacional.

En esta entrega colaboran destacados investigadores e instituciones con artículos en torno a la pobreza, el hambre y la malnutrición en México y el mundo. Comercio Exterior agradece esas colaboraciones y espera que las ideas expuestas contribuyan a ampliar el conocimiento sobre esas ominosas realidades, así como a fortalecer las voluntades políticas para emprender acciones con miras a erradicar la pobreza y el hambre en el mundo.

José Luis Romero Hicks Director General del Banco Nacional de Comercio Exterior

Ricardo Bon Echavarría Presidente del Consejo Nacional

de la Asociación Mexicana de Bancos de Alimentos

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Retos para la medición de la pobreza en México

• • • • • • • • • • ENRIQUE HERNANDEZ LAOS•

GLOBALIZACIÓN, DESIGUALDAD Y POBREZA

La reducción de los costos de transporte y las comunica­ciones, así como la apertura y la liberalización en escala mundial de las corrientes comerciales, financieras, tecno­

lógicas y de capital de los últimos 20 años -fenómeno cono­cido como globalización económica-, han sido de tal magni­tud que los historiadores y los economistas los comparan con un suceso similar que se presentó -también en escala mun­dial- hace más de un siglo y que abarcó de 1860 a 1914. 1

Sin embargo, el mundo ahora es mucho más complejo que hace 100 años y los efectos del actual proceso de globalización apenas comienzan a estudiarse en profundidad. A raíz de este acontecimiento se han producido cambios significativos en los países desarrollados y en desarrollo. En los primeros la búsque­da de mayor competitividad se orientó, en terminos generales, a una menor participación de los gobiernos en cuestiones eco­nómicas y sociales. Luego de abandonar a finales de los se ten-

l. J.G. Williamson , "Giobalization and Inequality. Post and Present", The World Bank Research Observer, vol. 12, núm. 2, agosto de 1997, pp. 117-135, y R. Kohl y K. O' Rourke, "What 's New About Globalization : lmplications for lncome Inequality in Developing Countries", ponencia presentada en la conferencia Poverty and In­come Inequality in Developing Countries. A Policy Dialogue on the Effects of Globalization , 30 de noviembre-) de diciembre de 2000.

* Profesor-investigador del Programa de Doctorado en Ciencias Económicas de la Universidad Autónoma Metropolitana, México. Ponencia presentada en el simposio internacional Pobreza : Conceptos y Metodologías, celebrado en la Ciudad de México los días 28 y 29 de marzo de 2001 <[email protected]>.

talas estrategias keynesianas, se adoptaron políticas mone­taristas, lo que implicó la reducción del estado de bienestar en virtud de la introducción del pago por servicios sociales antes subsidiados, la disminución de la protección laboral y la mo­dificación de sus sistemas impositivos hacia una menor progre­si vi dad de su incidencia. En los países en desarrollo los cam­bios fueron similares; en casi todos ellos se presentaron luego de la aplicación de programas de estabilización, ajuste y cam­bio estructural recomendados por el Fondo Monetario Interna­cional (FMI) y el Banco Mundial.2

La magnitud y la generalización de estos procesos en las di­versas regiones del planeta condujeron en los noventa -con ma­yor o menor intensidad y según el tiempo y el país- a efectos poco favorables en términos del aumento de la desigualdad eco­nómica y social, y en muchos casos se tradujo en la profun­dización de la pobreza y la marginación, lo que ocasionó el de­terioro de los niveles de bienestar de amplios segmentos de la población.

En los países desarrollados -en especial Estados U nidos y el Reino U nido- se ha intentado explicar estas tendencias de desigualdad económica mediante modelos teóricos relaciona­dos con la apertura al comercio internacional de los países en desarrollo, en particular los de industrialización reciente del Sudeste Asiático, la cual modificó la ventaja comparativa pre­via de los países avanzados y se tradujo en un aumento de la des­igualdad en la distribución de los ingresos de sus trabajadores. 3

2. F. Stewart y A. Berry, "Globalization, Liberalization and In­equality: Real Causes", Challenge, vol. 43 , núm. 1, enero-febrero de 2000.

3. P. Krugman, "Growing World Trade: Causes and Consequen­ces", Brookings Papers, vol. 1, 1995, pp. 327-362.

e

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comercio exterior, octubre de 2001

Además, se han señalado las repercusiones de los sesgos del cambio tecnológico reciente, que tienden a ahorrar mano de obra poco calificada,4 así como la importancia de los cambios so­ciológicos en las normas de pago en esos países derivados de los movimientos en el entorno internacional.

A las causas estructurales de la desigualdad y la pobreza en los países en desarrollo -concentración de la tierra y los re­cursos naturales, desigualdad de acceso ala educación y el sesgo urbano de la poi ítica económica- se añaden cambios más re­cientes que, aunados a los efectos del cambio tecnológico, in­cluyen modificaciones en las políticas económicas y sociales que surgieron de la aplicación de programas de apoyo de los citados organismos internacionales: el impulso de los sectores exportadores intensivos en mano de obra calificada; las polí­ticas en materia de tasas de interés, financieras y de privatización de activos públicos; el debilitamiento de las instituciones que regulan los mercados laborales, y los cambios en los sistemas impositivos y de transferencias de recursos públicos.5

En los países en desarrollo, según algunos analistas, siguen siendo una explicación válida de las desigualdades la presencia y la ampliación de la brecha derivada del dualismo socioeco­nómico6 y aún se argumenta como factor causal el paulatino pro­ceso de marginación de los países más pobres derivado de un in­tento poco exitoso de integración a las corrientes mundiales de comercio e inversión.7 La aplicación de argumentos similares también se ha extendido recientemente para explicar el crecimien­to de la pobreza en los países de menor desarrollo relativo.8

IMPORTANCIA DE LA OESJGUALDAD ECO:"oiÓ'IICA

Y DE LA POBREZA

La desigualdad y el empobrecimiento de sectores de la pobla­ción mundial , concomitantes a los procesos de globaliza­ción, han sido materia de interés no sólo para el mundo

académico y los estudiosos de los fenómenos socioeconómicos involucrados. Los gobiernos de los países y algunas institucio-

4. A.B. Atkinson, "The Changing Distribution of Income: Evi­dence and Explanations" , German Economic Review, vol. 1, núm . 1, 2000, pp. 3-18, y K. Gottwald y H.R. Hemmer, Developing Countries in the Age of Globalization: Regional Trends and Economic Policy Recommendations, lnstitute for DevelopmentEconomics, Universitat Giessen, Giessen, mayo de 1998.

5. A. Co_mia, "Liberalization, Glohalization andJncome Distri­bution", Working Papers, núm. 157, World lnstitute for Development Economic Research (WIDER), marzo de 1999.

6. F. Bourgignon y Ch. Morrison, "Inequality and Development: the Role ofDualism", Journal of Development Economics, Elsiever, vol. 57, 1998, pp. 233-257.

7. Murshed, "Giobalization , Marginalization and Development", Working Papers, núm. 175, World Institute for DevelopmentEconomic Research (WIDER) , febrero de 2000.

8. L.A. Winters, "Trade, Trade Policy and Poverty: WhatAre the Links?", Discussion Paper, núm. 2382, Centre for Economic Policy Research, Londres, 2000.

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nes de ayuda multilateral-Banco Mundial y Banco Interame­ricano de Desarrollo (BID)- se han ocupado de manera crecien­te de la magnitud y la evolución de la desigualdad y la pobre­za, convirtiendo ambos fenómenos en puntos de interés en las actuales agendas de discusión política. Aunque se sabe que am­bos están estrechamente relacionados - una distribución muy desigual del ingreso puede determinar una elevada incidencia de pobreza-, en este trabajo se alude en especial a la segun­da, tema del presente artículo.

La disminución de la pobreza en los países es de fundamental importancia en la esfera de lo social , pues ese flagelo no sólo hiere profundamente la dignidad humana -al igual que la des­igualdad-, divide a la sociedad e impide la integración social , política y cultural, sino que además -de encantar una canali­zación política propicia- puede plantear problemas de segu­ridad nacional. Asimismo, desde un punto de vista puramente económico y pragmático, la pobreza limita el fortalecimiento del mercado interno y obstaculiza el desarrollo económico con igualdad de oportunidades para todos.

De ahí que una tarea fundamental para el desarrollo econó­mico, político y social de los países sea, precisamente, detec­tar, cuantificar y determinar la magnitud de la incidencia y la intensidad de la pobreza. Esa labor tiene por objeto ponerla en su justa dimensión temporal y espacial , así como caracterizarla con el fin de que haya una base para el establecimiento de pro­gramas integrales de política económica y social tendientes a reducir -y a la larga eliminar-la pobreza, como meta desta­cada de las acciones de política pública.

CoNCEPTUALIZACióN DR LA POBREZA

Lo anterior tiene fundamentos legítimos en una sociedad que busca avanzar por los caminos del desarrollo económico y por la vía democrática. Ahora bien, ¿qué se entiende por

"pobreza"? Constituye indudablemente una privación, la inca­pacidad de satisfacer las necesidades más fundamentales del ser humano, pero ¿cuáles son esas necesidades?

Aunque la discusión sobre la pobreza tiene antecedentes en los principales economistas clásicos del siglo XVIII, a media­dos del siglo XIX Marx hacía notar, al hablar del valor de la fuer­za de trabajo, que el ser viviente necesita cierta suma de medios de vida y el ser humano, como ser viviente y social , requiere una suma de víveres y medios de vida que "habrá de ser por fuerza suficiente par_a_mantener alindividuo en_su estado__normaLde vida y de trabajo".9

Sin embargo, Marx señala que las necesidades naturales -el alimento, el vestido, la calefacción, la vivienda, etcétera­varían con arreglo a las condiciones naturales de cada país y que el volumen de estos medios, así como el modo de satisfacer las necesidades, "son de suyo un producto histórico" que depen-

9. K. Marx , El capital , vol. I, Fondo de Cultura Económica, México, 1967 .

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de del nivel de cultura y de las condiciones y hábitos existen­tes. Sin embargo, señala el autor, "en un país y en una época de­terminados, la suma de medios de vida necesarios constituyen un factor fijo". 10

La discusión anterior -que de ninguna manera fue inicia­da por Marx- dio lugar a dos modos de conceptuar la pobre­za: la que la considera un fenómeno relativo, tanto temporal como espacialmente, y la que la define como un fenómeno ab­soluto en el campo de las capacidades del hombre, pero con di­ferentes dimensiones en el espacio de las necesidades y de los recursos requeridos para su satisfacción.

El economistaAmartya Sen 11 señala que en los países ricos parece haber consenso en considerar la pobreza desde un pun­to de vista relativo, como lo ponen de manifiesto los estudios de Atkinson, Townsend y Beckerman y Clark en el Reino U ni­do. 12 Así, por ejemplo, citando a Townsend, Sen señala: "Cier­tamente, ningún estándar de suficiencia se puede revisar sólo para tener en cuenta cambios de los precios, porque ello igno­raría los cambios en los bienes consumidos, tanto como las nue­vas obligaciones y expectativas de los miembros de la comu­nidad. A falta de un criterio alternativo, el mejor supuesto que se puede hacer es relacionar los estándares de suficiencia a los aumentos o disminuciones de los ingresos reales promedio" de la sociedad. 13

En Estados Unidos, por ejemplo, en mayo de 1965 se adop­tó una línea de pobreza oficial, la cual se modificó en 1969 y en los siguientes años y se ha ajustado de manera temporal. Por otra parte, en términos oficiales, la Comisión Europea ha esta­blecido un criterio relativo de pobreza: "La palabra pobre [se utiliza] para nombrar a aquellas personas, familias o grupos de personas cuyos recursos (materiales, culturales y sociales) son tan limitados como para verse excluidos de un modo de vida mí­nimo aceptable en los Estados miembros en los que viven". 14

Así, la Comisión Europea, con fines de evaluación, considera en la práctica como pobre el que recibe un ingreso inferior a 50% del ingreso medio disponible por adulto en el país correspon­diente.15

10.lbid. 11. A. Sen, "Poor, Relatively Speaking", en A. Sen, Resources,

Values and Development, Harvard University Press, Cambridge, Mass., 1984.

12. A.B. Atkinson, Poverty in Britain and the Reform of Social Security, Cambridge University Press, 1970; W. Beckerman y S. Clark, Poverty and Social Security in Britain sine e 1961, Oxford University Press, 1982, y Townsend, Poverty in the United Kingdom, Allen Lane and Penguin Books, Londres, 1979.

13 . Townsend, op. cit., pp. 17-18. 14. Comisión de las Comunidades Europeas, lnterim Report on

a Spe!:ific Community Action Programme to Combat Poverty, Bru­selas, 1989, y A.B. Atkinson, "Promesas y realizaciones: ¿porqué es necesario un informe oficial sobre la pobreza?", en P. Barker (ed.), Vivir como iguales , Paidós, Studio, Barcelona, 2000.

15. A.B. Atkinson, "Promesas y realizaciones .. . ", op. cit., p. 163.

medición de la pobreza en méxico

En la práctica, el enfoque relativo de la pobreza adoptado por la Unión Europea equivale a igualar el concepto de pobreza con el de distribución del ingreso, toda vez que el número de per­sonas que reciben menos de determinada proporción del ingreso medio de la Unión lo determina sobre todo el grado de desigual­dad en la distribución del ingreso.

De ahí que tenga sentido referir el enfoque absoluto de la pobreza desde una perspectiva moderna, como la planteada por Sen. 16 En este concepto, "el umbral de la pobreza tiene que ser función de algunas variables y no hay razón 'apriorística' de que esas variables no puedan cambiar en el tiempo".

En este sentido Sen argumenta que en el examen de estas cuestiones es importante dejar bien sentado el espacio de aná­lisis. Por ejemplo, en una crisis aguda que provoque hambruna en un país, si la distribución del ingreso no cambia de manera radical, el enfoque relativo de la pobreza no registraría un au­mento de la misma, aunque en términos absolutos la falta de ali­mentos difícilmente podría no considerarse como una dimen­sión del empobrecimiento absoluto de esa sociedad.

Por ello, Sen argumenta que existe un núcleo absoluto en la idea de pobreza: "Si hay hambruna e inanición, entonces­sin importar el enfoque relativo- hay claramente una situa­ción de pobreza, e incluso si la atención se desvía a otros as­pectos del estándar de vida, el aspecto absoluto de la pobreza no desaparece". Por ello, según ese autor, el enfoque adecua­do para el análisis de la pobreza no debe considerar ni los satis­factores ni su utilidad, sino lo que denomina capacidades de las personas para funcionar en la sociedad, es decir, las "habi­lidades para hacer cosas sirviéndose de medios y recursos para ello".

Desde ese punto de vista, la pobreza es una noción absoluta en el espacio de las capacidades, pero toma con frecuencia una forma relativa en el espacio de los bienes y sus características. Lo anterior, que a primera vista puede parecer confuso, se aclara muy bien con el intento de Desai 17 de poner en operación el ar­gumento de Sen. Desai distingue cinco capacidades básicas o fundamentales: a] permanecer vivo y disfrutar una vida prolon­gada; b] asegurar la reproducción (biológica) de las personas; e] gozar una vida saludable; d] interactuar socialmente, y e] tener conocimiento y libertad de pensamiento y expresión.

Estas capacidades -que serían de carácter absoluto- dan lugar a necesidades diferenciadas y cambiantes en el tiempo y el espacio cuya satisfacción, a su vez, requiere recursos (bienes y servicios) que se pueden combinar en diversas proporciones según las condiciones temporales y espaciales.

La pobreza -privación de determinada capacidad-adquie­re entonces una connotación absoluta en el espacio de las ca­pacidades y una relativa en el de las necesidades y las formas de satisfacerlas mediante el uso de recursos. En estos dos últi-

16. A. Sen, op. cit., p. 328. 17. M. Desai, "Poverty and Capabilities: Toward an Empirical

Implementable Measure", Frontera Norte, número especial: Pobreza, Tijuana, 1994.

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comercio exterior, octubre de 2001

mos espacios -necesidades del uso y de los recursos- tiene lugar el punto de vista relativo de la privación.

Para Desai -igual que para Sen-la norma de gastos en el espacio de los recursos debe ser la necesaria para garantizar las capacidades de acuerdo con la práctica social: "Sólo la socie­dad en que viven las personas puede tener una perspectiva de lo que sus miembros requieren para llevar una vida decente o poseer un mínimo de capacidades para funcionar como miem­bros de esa sociedad" .18

Es éste el marco conceptual en que aquí se analizan algunas cuestiones sobre la pobreza, en especial los métodos emplea­dos para medirla y sus dificultades metodológicas. Ello con objeto de ilustrar todos esos métodos y los resultados alterna­tivos que su actual aplicación arroja en la determinación de la magnitud de la incidencia de la pobreza en México. Este ejer­cicio permitirá, por último, hacer algunas propuestas para re­mediar la problemática esbozada a fin de considerar de mane­ra apropiada el fenómeno de la pobreza en ese país.

l\füODOS DE \!EDICIÓN DE LA POBREZA

S e han adoptado varios métodos para determinar la inci­dencia y la intensidad de la pobreza en di versas partes del mundo. En términos genéricos se suelen combinar más de

uno de los tres siguientes métodos con algunas variantes: a] necesidades básicas insatisfechas (NBI); b] líneas de pobre­za (LP), y e] medición integrada de la pobreza (MMIP) 19 •

El primer método consiste en seleccionar un conjunto de necesidades y definir un número de indicadores de su cumpli­miento, por ejemplo, alfabetismo para educación, acceso al agua corriente y la luz eléctrica para vivienda, etcétera, con objeto de calcular la población que no cumple con los estándares es­pecificados. Al incluirse diversas dimensiones de manera simul­tánea se logra identificar los hogares con diversas carencias, así como el número de personas pobres.

Un método indirecto, como el de líneas de pobreza, com­bina una canasta normativa de bienes y servicios que determi­na la línea de pobreza y cuyo costo se compara con el ingreso per cápita de los hogares. Ello permite identificar a los hoga­res y las personas en condición de pobreza y conocer si su in­greso es menor que lo especificado por la línea de pobreza iden­tificada.

La medición integrada, en sus distintas versiones, combina los dos métodos anteriores: identifica la satisfacción de algu­nas necesidades por el método de necesidades básicas insatis­fechas -especialmente aquellas cuyo acceso es mediante bie­nes públicos o semipúblicos- y el resto con la línea de pobreza, esto es, las necesidades cuya satisfacción se deriva del acceso a formas mercantiles de adquisición.

18. !bid. 19. J. Boltvinik, "Conceptos y medidas de pobreza", en J. Bolt­

vinik y E. Hernández Laos, Pobreza y distribución del ingreso en México , Siglo XXI Editores, 1999.

PROBLEMAS METODOLÓGICOS ASOCIADOS

CON LA MEDICIÓN DE LA J>OBREZA

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Los métodos enunciados y sus variantes son sugerentes, aun­que presentan limitaciones tanto conceptuales como prác­ticas que dificultan las comparaciones espaciales y tem­

porales de la pobreza. Por ejemplo, los resultados del método de necesidades básicas insatisfechas dependen del número de necesidades e indicadores considerados y no todos los investi­gadores coinciden en los mínimos normativos ni las pondera­ciones con que deben integrarse para separar a la población pobre de la no pobre. El método de líneas de pobreza depende en bue­na medida de la especificación de la canasta normativa, que ca­rece, obviamente, de estándares reconocidos en escala interna­cional, al igual que la forma de calcular el costo de tales necesidades, lo que introduce considerables diferencias en la medición de la pobreza, según la magnitud de la línea adopta­da. El método integrado, pese a que busca incorporar todas las necesidades esenciales, introduce, además de las limitaciones propias de los otros dos métodos, un elemento adicional de par­cialidad en los pesos que asigna a la línea de pobreza y a las necesidades básicas insatisfechas, en lo cual tampoco existe consenso entre los especialistas.

El método de líneas de pobreza es el método de aplicación más generalizado, por lo que en este estudio se profundiza un poco en las dificultades metodológicas más comunes que obs­taculizan su empleo e impiden una evaluación precisa de la in­cidencia y la intensidad de la pobreza. En efecto, la medición de la pobreza por este método es muy sensible a dos clases de problemas: a] las deficiencias de las fuentes de información uti­lizadas, y b] diversas decisiones metodológicas que el investi­gador debe adoptar en su aplicación en la práctica.

Problemas de información

En relación con el primer problema, Altimir20 muestra con toda claridad que en la mayoría de los países de la región las encues­tas de los hogares y los censos de población utilizados para cuantificar la distribución del ingreso y la pobreza adolecen del fenómeno de la subdeclaración de ingresos por parte de los encuestados. Ello se detecta plenamente al comparar los tota­les de ingreso de los hogares difundidos por esas fuentes con los totales implícitos en los sistemas de cuentas nacionales. Asimismo, Cortés21 señala q~ás de los citados sesgos de subdeclaración, las encuestas de los hogares presentan proble­mas muestrales de consideración, pues no cubren tanto a los ho­gares más pobres como a los más ricos de la escala distributiva, por lo que pueden estar presentando un "truncamiento" en la

20. O. Altimir, "In come Distribution Statistics in Latín America and Their Reliability", The Review of lncome and Wealth, Series 33, núm. 2,juniode 1987.

21. F. Cortés, La distribución del ingreso en México en épocas de estabilización y reforma económica, CIESAS, Porrúa, México, 2000.

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distribución que conduce a sesgos de relevancia en las medi­ciones de la pobreza y la distribución del ingreso. Como resul­tado de ambos sesgos, algunos especialistas recomiendan ajus­tar los datos de las encuestas, lo que se denomina ajustes a cuentas nacionales, cuya metodología carece de consenso, por lo que de manera que otros investigadores recomiendan precau­ción al efectuar tales ajustes por considerar que tienen una alta dosis de arbitrariedad. 22

Problemas metodológicos

En relación con el segundo tipo de problemas que entraña la medición de la pobreza -los metodológicos-, se pueden des­tacar varios que afectan las cuantificaciones respectivas. En pri­mer lugar destaca la especificación de las líneas de pobreza adoptadas. Se citaron, por ejemplo, los umbrales de carácter relativo de la Unión Europea. Otros estándares de carácter ab­soluto muestran diferencias metodológicas de consideración; los tres procedimientos generalmente utilizados son: a] la apli­cación de líneas de pobreza con base en una canasta normativa de satis factores esenciales, cuyo contenido y costo es materia de discusión por parte de los investigadores y depende, la socie­dad y el momento específicos analizados; b] la cuantificación de una canasta alimentaria que cubre los requerimientos nutricionales de la población con base en normas de gasto de un estrato determinado de la sociedad a la cual se añade una proporción empíricamente determinada -por lo general con la aplicación del inverso del llamado coeficiente de Engel­para cubrir el resto de las necesidades de las personas, y e] la aplicación de una variante del procedimiento anterior, pero entre un número de países -por lo general los más pobres- y su conversión en moneda extranjera, considerando la paridad del poder adquisitivo a fin de efectuar comparaciones internacio­nales. No hay consenso entre los investigadores ni los organis­mos internacionales ni los gobiernos sobre el modo de deter­minar las líneas de pobreza, pero es evidente que su cuantificación influye de manera notable en la medición de la incidencia y la intensidad de la pobreza.

Sin embargo, los problemas no se agotan ahí. La aplicación del método de líneas de pobreza carece de consenso también sobre otros aspectos. Por ejemplo, algunos investigadores uti­lizan el ingreso de los hogares y otros el gasto en consumo de los mismos, con el argumento de que el gasto es lo que mejor refleja el ingreso permanente de las personas. Entre los que usan el ingreso de los hogares, hay quienes incluyen -y quienes ex­cluyen-los ingresos en especie, dado su carácter imputado, en especial los derivados de la renta de casa habitación. Otro problema se asocia con la forma de llevar a cabo la estratifica­ción de los hogares de acuerdo con su ingreso (o gasto), esta­bleciendo los deciles por hogares de ingreso total o de ingreso

22. N. Lustig y A. Mitchell, "Poverty in Mexico: The Effects of Adjusting Survey Data for Under-reporting", Estudios Económicos, vol. 1 O, núm. 1, enero-junio de 1995, pp. 3-28.

medición de la pobreza en méxico

per cápita y en este aspecto -tanto como en la fijación de las líneas de pobreza- influyen los supuestos en relación con la existencia de economías de escala en el consumo de los hoga­res, así como el tratamiento que se dé a los hogares que decla­ran cero ingresos o gastos en consumo.

Székely, Lustig, Cumpa y Mejía23 realizaron análisis de la sensibilidad de las mediciones de pobreza en 17 países de Amé­rica Latina, considerando de manera explícita los citados pro­blemas metodológicos; a la pregunta de cuánta pobreza hay en la región responden que todo depende del tratamiento de esos problemas. Sus cálculos señalan que el número de pobres va de 60 a 316 millones de personas, que representan de 12.7 a 65.8 por ciento de la población de América Latina. De hecho, esos autores encuentran que si hubiesen experimentado todas las com­binaciones posibles, se habría tenido una lista de 6 000 posibi­lidades de índices de pobreza en los países seleccionados del área. Lo anterior deja ver lo relevante de hacer explícito el mé­todo y los supuestos de medición de la pobreza, lo cual se ilus­tra a continuación -de manera por demás resumida- para el caso de México con base en la última información disponible.

ILUSTRACIÓN DE LA PROBLEMÁTICA ANALIZADA!

LA INCIDENCIA DE LA POBREZA EN MÉXICO

A partir del procesamiento de los microdatos de la Encues­ta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares de 1998 (ENIGH-98) y sólo como ejemplo de lo mencionado hasta

ahora, en seguida se presentan cálculos de la incidencia de la pobreza en México con objeto de mostrar su sensibilidad al aplicar el método de líneas de pobreza con diversas metodo­logías referidas sólo a dos de los problemas descritos: a] di­ferencias en las líneas de pobreza, y b] con ajustes a las cuen­tas nacionales o sin ellos para corregir algunos de los sesgos por subdeclaración y muestreo de que adolece la ENIGH utilizada en este ejercicio.

Para ello se utiliza como variable de evaluación el ingreso total de los hogares, que incluye, aparte del ingreso corriente monetario (remuneraciones al trabajo, renta empresarial, ren­ta de la propiedad y transferencias), el ingreso no monetario o en especie (autoconsumo, pago en especie, regalos y cálculos del alquiler de vivienda). Además, se supondrá que no existen economías de escala significativas en el consumo de los hoga­res, por lo que el ordenamiento de los mismos en deciles de po­blación se hace de acuerdo con su ingreso per cápita. Por otra parte, dada la muy baja proporción de hogares con ingFeso cero, la inclusión de éstos en los cálculos no altera de manera signi­ficativa los resultados, por lo que se consideraron todos los ho­gares incluidos en la muestra. Por último, para fines de com­paración con aproximaciones previas, los ingresos se valúan a precios del tercer trimestre de 1996 y a esos precios se calcu-

23. M. Székely, N. Lustig, M. Cumpa y J.A. Mejía, Do We Know How Much Poverty There ls?, mimeo., Banco Interamericano de Desarrollo, 2000.

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comercio exterior, octubre de 2001

Jan los ingresos de los hogares y las líneas de pobreza que se dis­cuten a continuación.

Líneas de pobreza utilizadas en el ejercicio

En este ejercicio se utilizan líneas de "pobreza extrema" y de "pobreza moderada" cuantificadas por diversos organismos e instituciones. Las líneas de pobreza aplicadas son cuatro: a] las del Banco Mundial,24 empleadas por ese organismo con fines de comparación internacional, con y sin ajuste por diferencias en la paridad del poder adquisitivo del peso mexicano respec­to del dólar estadounidense; b] una actualización de las líneas de pobreza cuantificadas por el INEGI y la CEPAL para medir la pobreza en México en 1992; e] una actualización de las líneas de pobreza cuantificadas por la Coplamar para la medición de la pobreza en 1977, y d] la línea de pobreza relativa basada en las recomendaciones de la Unión Europea.

Cada una de esas líneas tiene sus propios supuestos sobre la magnitud de los recursos requeridos para satisfacer las nece­sidades esenciales de la población. El Banco Mundial considera en pobreza extrema a una persona cuyos ingresos (o consumo) promedio diario sean menores de un dólar estadounidense, y en pobreza si aquéllos son de dos dólares por día. Dado que estas líneas se utilizan en comparaciones internacionales y el poder adquisitivo de ese dólar difiere entre los países debido a que su paridad adquisitiva puede ser distinta del tipo de cambio corrien­te,25 las líneas de pobreza se deben ajustar para tener en cuen­ta de manera explícita la paridad del poder adquisitivo (PPA) de cada país. En el caso de México, a precios del tercer trimestre de 1996, la línea de pobreza extrema del Banco mundial ascien­de a 1 564pesos anuales por persona con ajuste porPPAy a2 737 pesos anuales sin ese ajuste, toda vez que ese organismo cal­cula que un dólar en México tiene un poder de compra 75% ma­yor que en Estados Unidos. La línea de pobreza moderada as­ciende, respectivamente, a 3 120 y 5 775 pesos anuales por persona, con y sin ajuste por paridad del poder adquisitivo (véa­se el cuadro 1).

De las líneas de pobreza utilizadas, las del Banco Mundial son las más bajas debido a su metodología, ya que para el cál­culo de la línea de pobreza extrema considera la media de las líneas de pobreza de los diez países de menores ingresos, en términos de laPPA de 1993, y para la pobreza no extrema se uti­liza el doble de la anterior. Según el Banco Mundial, la línea de pobreza no extrema "refleja la línea de uso más común en los países con ingresos bajos y medios". Reconoce, sin embargo, que tales cálculos sólo "son útiles como indicadores del progreso global" y que, por tanto, "no sirven para evaluar el progreso de los países o formular programas de política"; con ese propósi-

24. Banco Mundial, World Development Report 2000!2001. At­tacking Poverty, Oxford University Press, 2000.

25. LV. Kravis,A. Heston y R. Summers, "Real Gross Domestic Product for More Than One Hundred Countries", The Economic Jour­nal, vol. 88, junio de 1978.

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e u A o R o 1

Mt:x~eo: Ll~t:AS DE POBREZA F.XTRF.MA Y POBREZo\ "ODt:RAu L ru•l \ll\~

POR JJIVERSA.S INSTJTl;CIO~F.S (PESOS A~UAI.ES POR PERSONA A PREC lOS llFI

TER( t:R TRIMESTRE DE 1996)

....................... , ....... . Lmeas de pobreza

Banco MundiaP Con ajuste de la paridad de poder adquisitivo Sin ajuste de la paridad de poder adquisitivo

CEPAL-INEGI2

Coplamar3

Unión Europea•

Extrema Moderada

1 564.20 2 737.50 4 068.50 7 693 .00

3 120.40 5 775.00 7 889.41

19 975.00 10 860.50

l. La línea de pobreza equivale a un dólar por persona por día y la línea de pobreza moderada a dos dólares por persona por día. El ajuste de la paridad del poder adquisitivo se refiere al poder de compra de un dólar en México en el año de referencia , que equivale a 1.75 veces el poder adquisitivo en Estados Unidos. 2. La línea de pobreza extrema se basa en el costo de una canasta alimentaria y el de la pobreza moderada equivale a dos veces la primera, en las áreas urbanas, y de l. 75 veces en las rurales . Los valores del cuadro corresponden a un promedio ponderado de ambas zonas. 3. La línea de pobreza extrema corresponde al costo de la canasta submínima y la pobreza moderada al costo de la canasta normativa de satisfactores esen­ciales calculada por la Coplamar. 4. Corresponde a 50% del ingreso pro­medio per cápita de los hogares en México. Fuente: Actualización a precios del tercer trimestre de 1996 con base en Banco Mundial , World Development Report 2000/2001, Attacking Poverty, Oxford University Press , 2000; CEPAL-INEGI, Magnitud y evolución de la pobreza en México. Informe metodológico, México, diciembre de 1993 , y Coplamar, Macroeconomía de las necesidades esenciales en México, si­tuación actual y perspectivas, Siglo XXI Editores, México, 1982.

••••••••••••••••••••••••••••••••

to "se tiene que construir una línea de pobreza que [ . .. ] refleje las circunstancias económicas y sociales de cada país".26

Un intento en esa dirección lo constituye la aproximación que la CEPAL y el INEGI hicieron para determinar líneas de po­breza extrema y pobreza moderada para México con base en información de 1992.27 Esos organismos determinaron, como punto de partida, los requerimientos nutricionales de la pobla­ción, tomando en cuenta su estructura por edad y sexo y las ac­tividades físicas que realizan los miembros del hogar. Esa in­formación sirvió de base para calcular los requerimientos de calorías y proteínas, elementos con los cuales se construyó una canasta cuya composición "cubre las necesidades nutricionales y considera los hábitos de consumo, la disponibilidad de alimen­tos y los precios de los mismos". El valor monetario de esa ca­nasta constituye la línea d~obreza extrema a la cual se aplica un coeficiente de 2 -que equivale a un coeficiente de En gel de 0.5- para calcular la línea de pobreza no extrema correspon­diente a los hogares situados en los deciles 2 a 5 de la distribu­ción. La actualización a precios del tercer trimestre de 1996 arroja una cuantía de 4 068 pesos anuales por persona para la

26. Banco Mundial, op. cit., pp. 17-18. 27. CEPAL-INEGI, Magnitud y evolución de la pobreza en México.

Informe metodológico, ONU-CEPAL-INEGI, México, diciembre de 1993.

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primera y de 7 889 pesos anuales por persona para la segunda (véase el cuadro 1 ), las cuales son cerca de tres veces más altas que las establecidas por el Banco Mundial cuando sus líneas de pobreza se ajustan por la PPA.

Boltvinik28 señala que el procedimiento aplicado por la CEPAL y el INEGI "no sólo es empíricamente incorrecto", sino que además "es conceptualmente insostenible" y luego se se pre­gunta si el método aplicable, en realidad "mide algo". Ello en virtud de que implícitamente supone que el promedio del es­trato cuya dieta sirve para calcular la canasta alimentaria -y cuyo coeficiente de En gel se utiliza- cubre también sus nece­sidades no alimentarias, lo que equivale a suponer que el gru­po de referencia elegido (que satisface la necesidad alimentaria) no es pobre, lo que hace de todo el procedimiento un "razona­miento circular".

Una medición de las líneas de pobreza en México que evita las críticas anteriores -aunque se enfrenta a otras que más ade­lante se comentan- radica en los cálculos de la Coordinación General del Plan Nacional de Zonas Deprimidas y Grupos Marginados (Coplamar), entidad de principios de los ochenta que dependía de la Presidencia de México.29 Esa institución publicó lo que se conoce como la canasta normativa de satis­factores esenciales -que incluye los rubros de alimentación, vivienda, cuidados básicos de la salud e higiene, cultura y re­creación básica, transporte y comunicaciones, vestido y calzado, y pequeñas partidas para presentación personal- y calculó su costo anual promedio para un hogar típico de 4.9 miembros a precios de 1981. La actualización del costo de esa canasta a precios del tercer trimestre de 1996, expresada en términos per cápita, arroja una cuantía de 19 975 pesos anuales, la cual constituiría una línea de pobreza moderada de carácter inclu­yente, es decir, considera los requerimientos de todos los bie­nes y servicios adquiribles por la vía mercantil por parte de la población mexicana que serían necesarios para no ser conside­rado como pobre. Por otra parte, entre las necesidades básicas consideradas en la canasta norma ti va de satisfactores esenciales, las de alimentación, vivienda y algunos gastos menores de sa­lud, higiene y material educativo básico conforman lo que la Coplamar denominaba canasta submínima, el costo de la cual determina la línea de pobreza extrema en estas cuantificaciones, cuyo valor, a los precios mencionados, asciende a 7 693 pesos anuales por persona (véase el cuadro 1).

Es evidente que las líneas de pobreza cuantificadas por la Coplamar son notoriamente mayores que las del INEGI y la CEPAL y del Banco Mundial y aunque sólo cubren lo conside­rado como indispensable desde el punto de vista de un estándar de vida decoroso, la línea de pobreza moderada derivada de la canasta normativa de satisfactores esenciales de la Coplamar representa 92% del ingreso per cápita de los hogares en Méxi­co en la actualidad, en tanto que hace 20 años (en 1981) sólo

28. J. Boltvinik, op. cit., p. 95. 29. Coplamar, Macroeconomía de las necesidades esenciales en

México. Situación actual y perspectivas, Siglo XXI Editores, México, 1982.

medición de la pobreza en méxico

representaba 58% del ingreso per cápita promedio de los ho­gares. Si de acuerdo con el análisis teórico, el estándar de vida considerado como umbral de la pobreza se debe ajustar a las con­diciones corrientes de la sociedad e ignorando las aspiraciones de la misma, se estaría en el vergonzoso caso de tener que ajustar nuestras pretensiones a la baja, ya que en la actualidad la socie­dad es menos rica que hace 20 años.

Por último, para tener en cuenta la observación previa, en el presente ejercicio de medición de la pobreza se incluye su con­cepto relativo, al cuantificar una aproximación a la línea de po­breza reconocida por los países de la Unión Europea: pobre es quien obtiene un ingreso inferior a 50% del ingreso promedio per cápita del país analizado. De acuerdo con este criterio y to­mando como base el ingreso de los hogares en términos per cápita del Sistema de Cuentas Institucionales del Sistema de Cuentas Nacionales de México,30 la línea de pobreza modera­da tendría que trazarse en 1 O 860 pesos anuales por persona. En este caso no existen criterios para trazar la línea de pobreza extrema (véase el cuadro 1).

Ajuste a cuentas nacionales

Al comparar las magnitudes del ingreso de los hogares del Sis­tema de Cuentas Nacionales31 con el de la ENIGH-98, 32 en términos anualizados resulta claro que éste adoiece de los pro­blemas de subinformación, subdeclaración y sesgos por trun­camiento, ya que sólo representa 50.2% de aquél. Aunque existen diferentes métodos para efectuar el ajuste de las encuestas de hogares a cuentas nacionales, aquí se adopta una variante del método inicialmente propuesto por O. Altimir33 para México (después aplicado por la CEPAL a algunos países de América Latina).

A partir de la información de la Cuenta de Hogares del Sis­tema de Cuentas Nacionales, se calcula el grado de subdecla­ración y sesgo por fuentes de ingresos, los cuales difieren de manera notable: menor en el caso de las remuneraciones a los trabajadores que en el de las rentas empresariales y de la pro­piedad; el ajuste se realiza por fuentes de ingreso con los siguien­tes supuestos: a] la subdeclaración de la encuesta se asocia al tipo de ingresos; b] la subdeclaración de cada tipo de ingresos sigue un patrón de elasticidad unitaria, con excepción de los in­gresos por renta de la propiedad, que se concentran en el quin ti! superior de la distribución del ingreso, y e] en el ejercicio se incluyen los ingresos no monetarios, cuyo coeficiente de ajuste

30. INEGI, Sistema de Cuentas Nacionales de México. Cuentas por sectores institucionales, 1993-1998, 2 tomos, Aguascalientes, 2000.

31. /bid. 32. INEGI, Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares,

Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática, Aguas­calientes, 2000.

33. O. Altimir, "La distribución del ingreso en México (1950-1977)", Ensayos sobre la distribución del ingreso en México, Banco de México, México, 1983.

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es unitario. 34 Así, en el ejercicio se hace uso de los datos ajus­tados y sin ajustar a cuentas nacionales con objeto de determi­nar la sensibilidad de la incidencia de la pobreza en México a la aplicación o no de tales ajustes metodológicos.

Efectos sobre la medición de la incidencia de la pobreza

Las metodologías de cálculo descritas arrojan cifras de pobre­za en México de dimensiones muy distintas. En un extremo, por ejemplo, tomando la línea de pobreza del Banco Mundial, ajus­tada por el poder adquisitivo del dólar en México y sin ajuste a cuentas nacionales, se sugiere que sólo 22 millones de mexi­canos se encontraban en condiciones de "pobreza moderada" en 1998, de los cuales 11.4 millones se ubicarían en "pobreza extrema". Si se toman en cuenta los sesgos delaENIGH-98 y se realiza el ajuste a cuentas nacionales, las dimensiones de la pobreza en México disminuirían de manera radical: a 13.4 y 6. 7 millones de personas, respectivamente (véase el cuadro 2).

Si se adoptan las mismas líneas de pobreza del Banco Mun­dial, pero sin ajustar por el poder adquisitivo, las dimensiones de la pobreza en México cambiarían: 39.8 millones de perso­nas pobres si no se aplican ajustes a cuentas nacionales y 22.3 millones de personas de aplicarse tales ajustes, de los cuales 14.7 millones y 11.8 millones de personas, respectivamente, esta­rían en condiciones de "pobreza extrema" (véase el cuadro 2).

34. CEPAL-INEGI, op. cit., pp. 36-37.

e u A D

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Por otra parte, si se considera la observación del Banco Mun­dial respecto a que cada país debe fijar sus propias líneas de po­breza de acuerdo con sus condiciones económicas y sociales y se toman como base las líneas de pobreza calculadas por el INEGI y la CEPAL, la perspectiva de la pobreza en México se modifica, ya que 57.9 millones de personas estarían en condiciones de pobreza moderada si no se aplican ajustes a cuentas nacionales y sólo 38.2 millones si tales ajustes se aplicaran; de ellos, 30.1 millones y 17.5 millones de personas, respectivamente, estarían en condiciones de pobreza extrema (véase el cuadro 2). Si se adopta una canasta norma ti va de satisfactores esenciales como la formulada por la Coplamar como base para la fijación de la pobreza moderada, la cuantía de la población en condiciones de pobreza sería notablemente mayor: 87.1 millones de perso­nas si no se aplican ajustes a cuentas nacionales y 69.5 millo­nes si se adoptan los ajustes; de ellos, 57.6 millones y 31.5 mi­llones de personas, respectivamente, se encontrarían en condiciones de pobreza extrema. Estos supuestos se han utili­zado en cálculos anteriores. 35

Por último, de adoptarse un concepto relativo de la pobre­za, el cual estuviese determinado por 50% del ingreso prome­dio per cápita de la sociedad, 68.4 millones de personas se en­contrarían en condiciones de pobreza si no se aplicara el ajuste

35. E. Hernández Laos, Prospectiva demográfica y económica de México y sus efectos sobre la pobreza, Consejo Nacional de Población, Serie Documentos Técnicos, México, 2000, y "Crecimiento eco­nómico, distribución del ingreso y pobreza en México", Comercio Exterior, vol. 50, núm. 10, México, octubre de 2000, pp. 863-873.

R o 2

M!:XICO: CÁLCULOS DE LA ISCIDENCIA DE LA POBREZA EXTREMA Y DE LA POBREZA MODERADA EN 1998 SEGÚN METODOLOGÍAS DE LÍ'iEAS DF POBREI.A

Y DE AJUSTE A CUESTAS NACIOSALES (MILLONES DE PERSONAS)

•••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••• Línea de pobreza y ajuste a cuentas nacionales

Banco Mundial Línea de pobreza con ajuste a la paridad

del poder adquisitivo Sin ajuste a cuentas nacionales Con ajuste a cuentas nacionales

Línea de pobreza sin ajuste a la paridad del poder adquisitivo Sin ajuste a cuentas nacionales Con ajuste a cuentas nacionales

CEPAL-/NEG/

Sin ajuste a cuentas nacionales Con ajuste a cuentas nacionales Coplamar Sin ajuste a cuentas nacionales Con ajuste a cuentas nacionales Unión Europea Sin ajuste a cuentas nacionales Con ajuste a cuentas nacionales

Pobreza extrema Millones Porcentaje 1

11.4 12.0 6.7 7.0

14.7 15.4 11.8 12.4

30.1 31.6 17.5 18.4

57.6 60.5 31.5 33.1

Pobreza moderada Total Millones Porcentaje 1 Millones Porcentaje 1

10.6 ll.l 22.0 23 .1 6.7 7.1 13.4 14.1

25.1 26.4 39.8 41.8 10.5 ll.O 22.3 23.4

~~~

27.8 29.2 57.9 60.8 20.7 21.7 38.2 40.1

29.5 30.9 87.1 91.4 38.0 39.8 69.5 72.9

68.4 71.8 48.8 51.2

l. Se refiere al porcentaje de la población total del país que en el tercer trimestre de 1998 alcanzó la cuantía de 95 .3 millones de personas. Fuente: cálculos propios con base en las líneas de pobreza expresadas en el cuadro 1 y con (o sin) los ajustes metodológicos a cuentas nacionales a partir del ordenamiento de los microdatos de la ENIGH98 por deciles de población de acuerdo con el ingreso per cápita de los hogares .

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a cuentas nacionales y 48 .8 millones si se aplicara. Como se dijo, en este caso no hay criterios para determinar la incidencia de la pobreza extrema.

Así, los resultados anteriores muestran el poco sentido que tiene afirmar algo sobre la incidencia de la pobreza en México si no se detallan con cuidado las modalidades metodológicas adoptadas en su medición, toda vez que las cuantificaciones muestran que tal incidencia podría variar de 13.4 millones a 87 .l millones de personas en condtciones de pobreza moderada, que representarían 14.1 y 91.4 por ciento de la población nacional de 1998; de ellos, de 6. 7 millones a 57.6 millones de personas, que representan, respectivamente , 7 y 60.5 por ciento de la población nacional, se encontraría en condiciones de pobreza extrema.

Aunque hay motivos para cuestionar todas las opciones metodológicas utilizadas en este ejercicio, en opinión del au­tor es más defendible una opción que considera aunque sea par­cialmente los diferentes sesgos de la ENIGH que las que no lo hacen. Asimismo, de las líneas de pobreza utilizadas en este ejercicio, las del Banco Mundial podrían realmente no repre­sentar las condiciones económicas y sociales actuales de Méxi­co. Por otra parte, en tanto que las del INEGI y la CEPAL adole­cen de las dificultades ya mencionadas y considerando además que el concepto de un núcleo de pobreza absoluta es más ade­cuado sobre bases teóricas que uno de naturaleza relativa, en opinión del autor parecerían más adecuadas las mediciones que se derivan de la aplicación de la canasta normativa de satis­factores esenciales de la Coplamar. Sin embargo, es posible, a la luz de los resultados, que las condiciones actuales del país podrían no ser tan satisfactorias como lo eran hace 20 años, cuando se formuló esa canasta normativa, lo que sugeriría so­meterla a revisión.

Sin embargo, a todas luces no se trata de que el autor expre­se su opinión como criterio de decisión. Se trata de mostrar que los problemas que entraña la medición de la pobreza son múl­tiples y por demás complejos, y, sobre todo, que no hay acuer­dos claros entre las organizaciones y especialistas que con­validen determinados cálculos a expensas de las demás. A lo anterior podría sumarse una crítica del método mismo de líneas de pobreza, ya que en sus cuantificaciones no torna en cuenta los efectos que sobre la incidencia de la misma tienen los bie­nes públicos y los públicamente distribuidos por el Estado, como son los casos de la educación pública y el cuidado de la salud, que atienden a segmentos importantes de mexicanos.

En la práctica, todo lo anterior tiene enormes repercusiones de carácter político y social, más allá de las discusiones de ca­rácter académico. En efecto: a] no se tiene un dimensionamiento de la magnitud del problema de la pobreza y de la pobreza ex­trema en México; b] es, por tanto, muy difícil -por no decir imposible- realizar un diagnóstico adecuado de quiénes son los pobres, dónde viven y en qué trabajan, y e] por tanto, mu­cho menos podrán aplicarse acciones eficaces y eficientes de política económica y social tendientes a aliviar las condiciones de pobreza y de pobreza extrema de grandes núcleos de lapo­blación mexicana.

medición de la pobreza en méxico

oco sentido [ ... ] tiene

afirmar algo sobre la

incidencia de la pobreza en

México si no se detallan

con cuidado las

modalidades metodológicas

adoptadas en su medición

SuGERENCIAS QUE sE DESPRENDEN DE LOS ANÁLISis

PRESENTADOS

Todo lo anterior conduce a hacer tres sugerencias que buscan paliar la problemática esbozada:

1) Se destaca la conveniencia de que la Sedesol convoque a la formación de un taller de especialistas, tanto académicos como funcionarios del poder ejecutivo y legislativo encarga­dos de la política económica y social del país, para que prepa­re una metodología de consenso que permita definir los están­dares y los métodos más adecuados de medición de la pobreza en México con base en los niveles de desarrollo del país y de su propia realidad económica y social.

2) Con base en esa metodología de consenso se propone que el poder ejecutivo encargue a un organismo descentralizado -acaso el INEGI-la tarea de aplicar esa metodología con la supervisión de un comité integrado por los especialistas que ha­yan participado en el taller. La tarea abarcaría tanto la medi­ción y la caracterización de la pobreza en México en sus dife­rentes dimensiones, corno la realización de las modificaciones y adecuaciones a los instrumentos estadísticos utilizados para tal fin .

3) Tomando prestada a Atkinson36 su idea, sería recomen­dable que el organismo anterior se encargara, además, de la elaboración y publicación de un informe anual sobre la inciden­cia y la intensidad de la pobreza en México, el cual serviría para evaluar los efectos de la política económica y social aplicadas en el país, así corno la eficacia y la eficiencia de las políticas orientadas a aliviarla. G

36. A.B. Atkinson, "Promesas y realizaciones ... ", op. cit.

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Opciones metodológicas para medir la pobreza en México

• • • • • • • • • • JULIO BOLTVINIK ' n

INTRODUCCIÓN

¿Para qué sirven y qué son las mediciones de la pobreza?

La medición de la pobreza es una tarea fundamental en las po­líticas públicas que se proponen combatirla. Una primera razón es que la proporción de pobres, la intensidad de supo­

breza, la identificación de dónde viven y a qué se dedican los pobres, entre otros muchos elementos que las mediciones de po­breza pueden proporcionar, deberían orientar la formulación de las políticas y los programas. Una segunda razón es que cual­quier intento de evaluar la eficacia de lo realizado se frustraría si no se conoce la magnitud de la pobreza al inicio de las activi­dades y su evolución posterior. Una tercera razón es que los programas dedicados al combate contra la pobreza, tan en boga en México y el mundo, necesitan identificar con toda preci­sión a su población objetivo, hogar por hogar y persona por persona.

A mis alumnos les suelo explicar la diferencia entre la medi­ción de la pobreza y la medición de la desigualdad de los ho­gares, diciéndoles que al medir desigualdad se comparan si­tuacivnes-observadas entre hogares (e-s decir, comparamos situaciones observadas unas con otras). En cambio, al medir pobreza la situación observada de los hogares la comparamos con una norma o un conjunto de normas. Por tanto, mientras

* Profesor-investigador del Centro de Estudios Sociológicos de El Colegio de México. Una versión ligeramente distinta de este ensayo se presentó como ponencia en el Simposium Internacional Pobreza: Conceptos y Métodos, Sedesol, México, marzo de 2001 <[email protected]>.

las tareas de medición de la desigualdad consisten en precisar los indicadores con los que se hará aquélla y las fórmulas matemáticas que se usarán para obtener la medida social agre­gada, para la pobreza es necesario añadir una tercera tarea: iden­tificar los umbrales o las normas que separan a los pobres de los no pobres.

Esto conviene situarlo dentro de la distinción clásica que ha hecho Amartya Sen cuando ha dicho que "medir la pobreza se puede dividir en dos operaciones distintas, a saber, la identifi­cación de los pobres y la agregación de las características de su pobreza en una medida global". 1 De las tres tareas enunciadas para la medición de la pobreza, la definición de indicadores y de los umbrales son las requeridas para identificar a los pobres, mientras que la formulación matemática permite obtener la medida global a partir de la población pobre previamente iden­tificada. Los famosos índices del propio Sen y el de Foster, Greer y Thorbecker son formulaciones matemáticas para obtener la medida globaJ.l

Las tres tareas y las dos operaciones de la medición de la pobreza han sido tratadas de manera vastísima en la literatura. A imagen y semejanza de lo que ocurre con las mediciones de la distribución del ingreso, la mayoría de los economistas ha concentrado su interés en encontrar la expresión matemática que permita obtener la medida global buscada. Sin embargo, las polémicas realmente importantes, que han trascendido la aca-

l . Amartya Sen, "Sobre conceptos y medidas de pobreza", Comer­cio Exterior, vol. 42, núm. 4, México, abril de 1992, pp. 310-322.

2. Amartya Sen, Poverty and Fam.ines. An Essay on Entitlem.ent and Deprivation, OIT-Clarendon Press, Oxford, 1981 , y James Foster, Joel Greer y Eric Thorbecker, "A Class of Decomposable Poverty Measures", Econometrica, vol. 52, núm. 3, 1984.

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demia y han llegado a las políticas públicas, no están tanto en las variaciones de las formulaciones matemáticas para la agre­gación, sino en la elección de los indicadores y de los umbra­les, donde las contribuciones de otros científicos sociales han sido muy importantes, como se verá más adelante.

Aunque estrictamente debemos llamarle métodos de medi­ción de la pobreza al conjunto que comprende las tres tareas y las dos operaciones, mientras que al subconjunto de las dos tareas de la operación de identificación (que es en lo que se concentra este ensayo) deberíamos llamarle métodos de iden­tificación de la pobreza, ello resultaría en un lenguaje muy afec­tado, por lo cual aquí se hablará de métodos de medición de la pobreza aunque generalmente no se estará incluyendo la agregación.

Los ejes del desacuerdo

Como se verá en este ensayo el número de pobres y la intensi­dad de su pobreza varían con el método de medición de la po­breza que se adopte. N o hay un método único para realizar esta medición ni hay consenso internacional en la materia sobre cuál es el más adecuado. Por ello, en materia de pobreza la elección metodológica es fundamental. De ahí el título y el contenido de este artículo.

En México no se cuenta con un método oficial de medición de la pobreza, por lo que cada programa y cada cuerpo legal adopta sus propios indicadores y umbrales de pobreza. Conscien­te de esta situación, el gobierno de Vicente Fox, por medio de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), organizó el Sim­posium Internacional sobre Conceptos y Mediciones de Pobreza que se llevó a cabo en marzo de 2001. El propósito anunciado por esa dependencia es llegar a la adopción de un método ofi­cial de medición de la pobreza. El simposio se planteó como el primer paso en esa dirección.

El propósito de este ensayo es contribuir a la discusión ne­cesaria para tal fin. Se destacan los ejes fundamentales del des­acuerdo metodológico internacional en la materia (localizado en ambas tareas de la operación de identificación); se muestra cómo se refleja éste en las prácticas institucionales y en los estu­dios de medición de la pobreza que se han realizado en México, y a partir de una crítica conceptual de los métodos de medición más usuales, se exploran los mejores métodos disponibles.

Ubicados cada uno en una de las tareas de la identificación de los pobres, dos son los ejes centrales del desacuerdo interna­cional: a] los criterios para la fijación de las normas (umbrales o líneas) que separan a los pobres de los no pobres, las cuales pueden basarse en un concepto absoluto (o biológico) de lapo­breza, que trasluce una actitud avara sobre lo que todos debie­ran tener (derechos sociales), o en un concepto relativo (social) de la misma, que refleja una actitud generosa sobre los derechos sociales, y b] el carácter multidimensional (varias dimensiones del bienestar) o unidimensional (una sola dimensión) de los indicadores elegidos para las mediciones. La combinación de ambos ejes permite construir una tipología.

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LA EXPERIENCIA :\-IEXICA:"iA

La práctica en el sector público mexicano

En el sector público del país se aplican actualmente tanto pro­cedimientos unidimensionales como multidimensionales. La Ley de Coordinación Fiscal (LCF) establece un proce­

dimiento para la medición de la pobreza de lo que llama masa carencial, de carácter multidimensional, es decir, que toma en cuenta varias dimensiones del bienestar de los hogares. 3 De igual modo el Progresa, para la selección de los hogares beneficiarios aplica un procedimiento multidimensional con un número más elevado de indicadores. Ambos procedimientos se basan en una concepción absoluta de la pobreza que lleva a identificar sólo lo que llaman pobreza extrema.

Liconsa y Fidelist seleccionan a sus beneficiarios usando el método unidimensional de línea de pobreza con criterio de pobreza absoluta (una línea de pobreza igual a dos salarios mínimos por hogar). Implícito, pero sólo implícito, en lasta­sas impositivas negativas del impuesto sobre la renta -por las cuales el causante no sólo no paga sino que recibe dinero de la SHCP cuando su ingreso es menor que 3.5 salarios mínimos­se encuentra un criterio de pobreza que se aplica de mane­ra unidimensional, pero que se ubica mucho más arriba que los anteriores, acercándose a un concepto de pobreza rela­tiva.4

Las investigaciones de medición de la pobreza

La investigación de la Coplamar

Esta investigación, realizada de 1980 a 1982, marcó un parte­aguas en el estudio de la pobreza en México; se publicó en la co­lección de la Coordinación General del Plan Nacional de Zonas Deprimidas y Grupos Marginados (Coplamar) sobre Necesida-

3. El artículo 34 establece una fórmula para distribuir las aporta­ciones federales entre los estados, "considerando criterios de pobre­za extrema", que toma en cuenta las brechas de los hogares (la distancia relativa que separa su situación real de las normas establecidas) en materia de ingresos, de nivel educativo, de espacio de la vivienda, de drenaje y de electricidad-combustible para cocinar. La Ley estable­ce los ponderadores que sirven para combinar las cinco brechas y obtener la brecha general, donde cabe destacar que el ponderador de ingresos es de 46%, muy por arriba de todos los demás. La masa carencial de cada hogar es igual a la brecha general elevada al cua­drado, multiplicada por el número de miembros. La brecha de cada unidad geográfica se obtiene sumando la brecha de todos los hoga­res pobres que en ella habitan.

4. Las diferencias estriban no sólo en que en un caso se fijen 2 y en otro 3.5 salarios mínimos como umbrales, sino que en el primer caso el ingreso es del hogar en su conjunto, mientras en el segundo es el ingreso de cada ocupado. El promedio de ocupados por hogar en el país es de l. 7. La línea de pobreza por hogar, implícita en el !SR, po­dría ubicarse en seis salarios mínimos para muchos hogares.

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des Esenciales en México.5 De los muchos elementos que si­guen siendo pautas de referencia de dicha investigación, men­cionemos los siguientes: a] la definición de los umbrales míni­mos en alimentación, educación, salud, vivienda y servicios de la vivienda; b] la construcción de una canasta normativa de satisfactores esenciales (CNSE), cuyo costo constituye la línea de pobreza; entre los anglosajones, la construcción de canastas como la referida se basa en el enfoque del presupuesto (budget approach),6 y e] el primer mapa de "marginación", con datos del Censo de Población y Vivienda de 1970, en el que se aplicó una metodología que continúa reproduciendo el Consejo Nacio­nal de Población (Conapo).

La CNSE constituye un ejemplo de enfoque unidimensional relativo (generoso), ya que permite no sólo la sobrevivencia sino una vida digna en la que las personas pueden participar plena­mente en su sociedad. En la tradición de la CNSE se incluye una línea de pobreza extrema que mantiene el carácter de dignidad pero que no garantiza la participación plena.

Los estudios de marginación

A partir de los datos de los censos de población y vivienda de 1980 y 1990, así como del Conteo de Población de 1995, el Conapo ha ido actualizando el mapa de la marginación del país 7 ,

usando el mismo procedimiento estadístico (componentes prin­cipales) que se empleó en la Coplamar. El estudio que el INEGI dio a conocer recientemente (principios de 2001) en su portal electrónico titulado Niveles de bienestar en México, que permite calcular un índice de bienestar por municipio, forma parte de esa tradición.

La relación entre las mediciones de marginación y las de pobreza ha sido materia de mucha confusión. Se habla en el país de la marginación como si fuese un problema adicional al de la pobreza. Marginación y pobreza son, en efecto, conceptos de­sarrollados de manera independiente y sus significados no co­inciden plenamente. Sin embargo, en la práctica de medición en México, lo que se llama marginación, el resultado de ejercicios de medición como los de la Coplamar y los del Conapo es en rea­lidad ordenaciones de áreas geográficas con criterios de caren­cias humanas. Las diferencias esenciales con los estudios de

5. La Coplamar operó en el período 1976-1982 en la Presidencia de la República. La denominada Serie Necesidades Esenciales en México comprendió seis volúmenes publicados por Siglo XXI Editores en 1982 con los títulos de-A-limentación, Educación;Viviendu;Srrlud, Geografía de la marginación y Macroeconomía de las necesidades esenciales.

6. La figura más destacada en la aplicación de este procedimien­to, Jonathan Bradshaw, de la Universidad de York, en el Reino Uni­do, estuvo presente en el Simposium. El libro donde desarrolla más ampliamente el budget approach es Jonathan Bradshaw (ed.), Budget Standardsfor the United Kingdom, Ashgate, Aldershot, Reino Uni­do, 1993.

7. Consejo Nacional de Población, Indicadores Socioeconómicos e Índice de Marginación Municipal, 1990, México, 1993.

pobreza estriban en que en éstos, pero no en los de marginación: a] la unidad que se ordena y clasifica no es el área geográfica o político-administrativa sino el hogar, y b] hay un umbral (o un conjunto de umbrales) explícitos (que sólo son implícitos en los de marginación). Fuera de esa diferencia las dimensiones ana­lizadas y los indicadores utilizados son muy similares, aunque en los de marginación se han incluido los que no denotan caren­cias humanas directamente, como tamaño de la localidad.

Se podría decir que lo que en estos mapas se llama margi­nación es pobreza (sin umbrales explícitos) estudiada por uni­dades geográficas. De hecho, el que esto escribe ha clasificado este procedimiento como uno de los métodos de medición de la pobreza y lo ha colocado como parte de la tipología de métodos de medición, con el nombre de variante sectorial integrada del método de necesidades básicas insatisfechas.8 La limitante de estos métodos es que ni siquiera permiten conocer cuántos po­bres hay. Los estudios de esta variante son métodos multidi­mensionales casi siempre con criterios absolutos o de pobreza extrema, por los umbrales implícitos que seleccionan en cada dimensión.9

El estudio INEGI-CEPAL

En 1993 eliNEGI y la CEPAL publicaron un estudio sobre la evo­lución de la pobreza en México de 1984 a 1992.10 Para ello apli­caron la variante de línea de pobreza que siempre ha empleado la Comisión y que fue desarrollada por Orshansky en los años sesenta para la línea de pobreza oficial en Estados Unidos. 11 A este procedimiento le he denominado variante de la canasta alimentaria del método de línea de pobreza. 12 El procedimien­to consiste en una aplicación parcial del enfoque de presupues­to para determinar una canasta alimentaria. La línea de pobre­za se obtiene al multiplicar este número por un factor de expan­sión. Corresponde a los procedimientos unidimensionales. La

8. Julio Boltvinik, "Métodos de medición de la pobreza. Conceptos y tipología" , y "Métodos de medición de la pobreza. Una evalua­ción crítica", Socialis, Revista Latinoamericana de Política Social, Universidad Nacional del Rosario, Universidad de Buenos Aires y Flacso, Argentina, números 1 y 2, octubre de 1999 y mayo de 2000.

9. Por ejemplo, tanto el trabajo del Conapo con el Censo del1990 como el de la Coplamar (Geografía de la marginación en México , 1982) construyen la variable de agua entubada con las viviendas sin agua entubada, el criterio de carencia menos exigente en torno al agua entubada. El más-exigente sería: "porcentaJe-de-viviendas sin agua entubada al interior de la vivienda".

10. INEGI-CEPAL, Magnitud y evolución de la pobreza en Méxi­co, 1984-1992, Aguascalientes, México, 1993.

11. Mollie Orshansky, "How Poverty is Measured?", Monthly Labour Review, 1969.

12. Julio Boltvinik, "Métodos de medición de pobreza .. . ", o p. cit. ; "Métodos de medición de la pobreza. Una evaluación ... ", o p. cit., y Julio Boltvinik y Enrique Hernández Laos, Pobreza y distribución del ingreso en México, Siglo XXI Editores, México, segunda edición, 2000, pp. 90-118.

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CEPAL y el INEGI adoptan una canasta alimentaria generosa ba­sada en dietas observadas entre la población que no es la más pobre. Sin embargo, con este procedimiento sólo se mide la pobreza alimentaria y no la pobreza en general.

Otras líneas de pobreza

Otros autores han realizado mediciones de pobreza unidimen­sionales. Entre ellos destacan Nora Lustig y Santiago Levy. Lustig ha seguido la estrategia de usar líneas de pobreza desa­rrolladas por otros autores, 13 mientras Levy usó la de la CNSE como línea de pobreza (aunque la criticó, como se verá adelan­te) y definió una de pobreza extrema multiplicando el costo de una canasta normativa alimentaria muy austera (mucho más barata que la de la CEPAL) por un factor de 1.25. 14

UMBRAL ¿GENEROSO o AVARO,

U:-.11 O MULTIDIMENSIONAL?

En términos generales, lo que tiene que decidir el gobierno federal es, en primer lugar, si sólo se tomarán en cuenta, para identificar a los pobres, los ingresos de los hogares o si se

considerarán múltiples dimensiones, incluyendo o no al ingre­so (por ejemplo, vivienda, servicios de la vivienda, educación, servicios de salud, seguridad social). Es decir, si adoptará un mé­todo multidimensional o uno unidimensional. En segundo lu­gar, tendrá que decidir si en cada dimensión utilizará normas am­plias, generosas, que consideren la legislación del país, los acuer­dos y las normas internacionales, los derechos a una vida ciu­dadana digna, o un criterio avaro que sólo considere lo mínimo indispensable para la sobrevivencia biológica. Es decir, las op­ciones son umbrales de sobrevivencia biológica o umbrales de dignidad, las que en la bibliografía de la pobreza se llaman con­ceptos absoluto y relativo de la pobreza.

Antes de continuar se dará una rápida mirada a algunos as­pectos metodológicos clave para comprender la necesidad de los métodos multidimensionales que se presentan en este ensayo como el camino correcto y, entre ellos, cuáles son las mejores opciones.

El marco metodológico de las mediciones de pobreza

Las diferencias fundamentales sobre métodos de medición gi­ran, como se señaló, en torno a dos ejes: unidimensional frente

13. Nora Lustig, "The Incidence ofPoverty in Mexico: 1984. An Empirical Analysis" , The Brooking Institution, multicopiado, octu­bre de 1990.

14. Santiago Levy, PovertyAlleviation in Mexico, Working Papers, Banco Mundial , Washington, mayo de 1991. En español en Félix V élez (ed.), La pobreza en México. Causas y políticas para combatirla, Fondo de Cultura Económica, México, 1994.

a multidimensional y absoluto frente a relativo o minimalista frente a generoso.

Además, atendiendo a las fuentes de bienestar de los hoga­res que cubran, los métodos de medición pueden catalogarse como parciales o integrales. A continuación se presenta de ma­nera sintética la concepción que sobre las fuentes de bienestar he desarrollado como marco para clasificar los métodos en par­ciales e integrales.

El bienestar de los hogares o personas depende de las siguien­tes seis fuentes: 1) el ingreso corriente; 2) los activos no bási­cos y la capacidad de endeudamiento del hogar; 3) el patrimo­nio familiar, concebido como el conjunto de activos y bienes durables que proporcionan servicios básicos a los hogares (vi­vienda y equipamiento doméstico básico); 4) el acceso a bienes y servicios gratuitos (consumo público); 5) !os conocimientos de las personas, considerados no como medio para la obtención de ingresos, sino como satisfactores directos de la necesidad hu­mana de entendimiento, y 6) el tiempo libre disponible. Este es­quema se presenta en el cuadro l .

Los tres primeros rubros representan los recursos económi­cos privados, el primero en forma de flujo y los dos siguientes en forma de acervos. El cuarto, el flujo del recurso económico público (una parte del consumo público, también llamado salario social). Si se quiere, el conjunto de los cuatro primeros rubros representa los recursos económicos expresables en términos monetarios, mientras los dos últimos tienen sus propias unida­des de medida, en mi opinión no reductibles a montos de valor monetario. Es decir, recursos económicos, tiempo libre y cono­cimientos, son las tres dimensiones irreductibles de las fuentes de bienestar.

Es necesario destacar dos características de estas fuentes. Por una parte, su grado de sustituibilidad. Ingresos corrientes bajos pueden sustituirse por des ahorro de los activos no básicos o por endeudamiento, sin afectar la satisfacción presente de otras necesidades, pero no por disminuciones de los activos básicos, ya que en este caso tal satisfacción sí se ve afectada. Si dismi­nuyo mis ahorros bancarios (activo no básico) puedo mantener mi consumo privado corriente. Pero si empeño la televisión, el refrigerador o la cama, lo que gano en liquidez lo pierdo en ser­vicios básicos proporcionados por estos activos. Con ingresos corrientes más altos se puede sustituir la falta de acceso a ser­vicios gratuitos (por ejemplo, pagando por los servicios de edu­cación y atención de la salud) y la carencia de patrimonio familiar (rentando una casa o departamento amueblado). 15 Sin embargo, esta sustituibilidad tiene límites. La falta de tiempo libre o la ignorancia no pueden compensarse con más ingresos.

El hecho de que la sustituibilidad entre fuentes no sea total se relaciona con la segunda característica de las fuentes: su es­pecificidad. En general podemos decir que las fuentes no son genéricas, no sirven para la satisfaccjón de todas las necesida­des. Sin embargo, el grado de especificidad entre fuentes es tam­bién diverso. Mientras el ingreso corriente monetario y los activos no básicos permiten satisfacer una amplia gama de ne-

15. Lo cual casi nunca es posible fuera de las grandes ciudades.

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comercio exterior, octubre de 2001 873

e u A D R o

LAS FUENTES DE BIENESTAR DE LOS HOGARES Y LA CRITICA DE LOS MÉTODOS PARCIALES DE MEDICIÓN DE I. A POBREZA.

PUNTO DE PARTIDA PARA EL DESARROLLO DEL MMIP 1

•••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••• Tipo de fuente Fuente específica Métodos parciales que las consideran Consecuencias

Privados !.Ingreso corriente Línea de pobreza La línea de pobreza só lo toma en cuenta, en e l mejor de los casos, las fuentes de bienestar 1 y 2.

2. Activos no básicos Línea de pobreza (sólo el basado en gastos de consumo, de manera indirecta)

El método de necesidades básicas insatisfechas só lo toma en cuenta, en sus variantes restringidas, en el mejor de los casos, las fuentes de bienestar 2 a 5. Ninguna toma en cuenta el ti empo libre (fuente 6).

Recursos económicos

Públicos

3. Activos básicos (patrimonio fam iliar) 4. Acceso a bienes y servicios gratuitos ("salario soc ial" )

Necesidades básicas insati sfechas

Necesidades básicas insatisfechas En consecuencia, ambos métodos se basan en una situación parcial de los hogares y, por tanto , ordenan incorrectamente

"Capacidades" 5. Conocimientos Necesidades básicas insatisfechas a los hogares. y habilidades

Tiempo disponible 6. Tiempo libre Ninguno

l. El método de medición integrada de la pobreza en su variante mejorada considera las sei s fu entes de bienestar, corrigiendo la parcialidad del método de la línea de pobreza y del de necesidades básicas insatisfechas restringidos. Este último generali zado y otros métodos combinados pueden lograr lo mi smo , pero ninguno considera el tiempo libre de manera explícita .

• • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • •

cesidades (en principio, cualquiera que se satisfaga mediante el consumo de bienes y servicios adquiribles en el mercado) , otras fuentes son más específicas. El ingreso corriente no monetario y el patrimonio básico toman la forma de bienes específicos que proporcionan servicios específicos (por ejemplo, maíz, una vi­vienda, una mesa). Por tanto sólo sirven para satisfacer necesi­dades específicas. La política social suele proporcionar bienes y servicios específicos (educación, salud, alimentos) circuns­critos a una necesidad específica. O dicho con el lenguaje de la economía política clásica y marxista: mientras los ingresos monetarios son valores de cambio expresados en montos del equivalen te general y transformables en casi cualquier valor de uso mediante el intercambio mercantil , los ingresos no mone­tarios, el patrimonio básico y los bienes y servicios proporcio­nados de manera gratuita por el gobierno son valores de uso es­pecíficos.

Desde otra perspectiva, cada necesidad puede requerir el concurso de una o varias fuentes . Por ejemplo, para aumentar los conocimientos de un niño se requiere que éste asista a la es­cuela, es decir, que dedique tiempo personal. Los servicios de ésta los pueden proporcionar el gobierno de manera gratuita y el niño necesitará útiles escolares, ropa adecuada y transporte, que suelen adquirirse en el mercado, es decir, se financian con el ingreso corriente familiar o el desahorro.

La evolución del bienestar en una sociedad depende de la evolución del nivel y la distribución (entre las personas) de las seis fuentes anotadas. A su vez, el nivel y la di stribución de cada fuente tiene elementos determinantes específicos. Por ejemplo, de manera puramente ilustrativa, el nivel medio del ingreso corriente de los hogares en términos reales está determinado, en un año dado, por la dinámica económica y por los factores que la determinan, entre ellos la política macroeconómica. Por su

parte, el acceso a los bienes y servicios gubernamentales gra­tuitos, tanto su nivel como su distribución, depende casi total­mente de la política social (expresada en el gasto público social) y de la legislación en la cual ésta se basa. El tiempo libre depende de las costumbres, la duración de la jornada de trabajo, los des­cansos semanales y anuales, así como inversamente de los in­gresos del hogar (los hogares con problemas de ingresos se ve­rán impulsados a intentar alargar las jornadas de trabajo) y de las preferencias individuales. Los factores determinantes ilus­trados de las tres fuentes de bienestar, como se aprecia, son di­ferentes. Esto no significa que sean plenamente independien­tes los unos de los otros. El tiempo libre y la política social, por ejemplo, pueden estar influidos (aunque no determinados me­cánicamente) por la dinámica económica.

Los métodos parciales -el de línea de pobreza (LP) y el de necesidades básicas insatisfechas (NBI) restringido, de los cuales LP es unidimensional-, toman en cuenta sólo una parte de las seis fuentes de bienestar de los hogares y, por tanto, producen ordenaciones incorrectas de los hogares. Esto se aprecia en las columnas 3 y 4 del cuadro l . Para tomar en cuenta adecuadamen­te las seis fuentes de bienestar se requieren métodos multidimen­sionales sin las limitaciones del NBI restringido. Ésta es razón suficiente para rechazar los métodos parciales, entre los cuales los unidimensionales (línea de pobreza) son los más usuales.

El método de medición integrada de la pobreza en su versión mejorada (MMIP-VM), de carácter multidimensional fue desa­rrollado por Boltvinik para tomar cabalmente en cuenta las seis fuentes de bienestar, incluyendo el tiempo libre.16 Hay otros dos

16. Julio Boltvinik, "El método de medición integrada de lapo­

breza. Una propuesta para su desarrollo", Comercio Exterior, vol. 42,

núm . 4, México, abril de 1992, pp . 354-365 .

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métodos: el de Mack y Lansley 17 y que he llamado el método de NBI generalizado, y el índice de progreso social, privación vi­tal, que ha definido Meghnad Desai. 18 Ambos podrían, en prin­cipio, tomar en cuenta las seis fuentes de bienestar, pero hasta ahora ninguno considera el tiempo libre de manera explícita.

Hay dos tipos de métodos multidimensionales con posibili­dades de tomar en cuenta plenamente las seis fuentes de bien­estar: 1) el de NBI versión generalizada original: NBI-VGO y la parte de privación de Townsed, 19 y 2) los combinados (que in­corporan tanto LP como NBI). Los primeros necesitan dar el gran salto propuesto por Desai y Shah20 construyendo la variante ge­neralizada mejorada del método de NBI (NBI-VGM) que supere las deficiencias de la VGO-NBI (la incidencia de la pobreza es fun­ción del número de indicadores y no permite calcular ningún índice agregado de pobreza más allá de la incidencia) median­te la construcción de escalas métricas para cada indicador que cubran un espectro arriba y debajo de la norma.

Los métodos combinados (línea de pobreza objetiva, MMIP original y mejorado, MMIP irlandés, IPS-privación vital, Progre­sa) son la mejor opción. Muchos de ellos (MMIP original, MMIP irlandés21 ) tienen, sin embargo, los mismos defectos que el VGO­NBI. Los que superan este problema (MMIP mejorado, IPS-PV) permiten que las carencias en algunas dimensiones se compen­sen con situaciones arriba de las normas en otras (trade-offs), gracias a las escalas métricas que se construyen en cada dimen­sión y al procedimiento de ponderación usado para su integra­ción.

Entre los métodos combinados hay dos casos especiales a los que he llamado línea de pobreza objetiva y normas reveladas de NBI. El primero, desarrollado por Townsend y replicado con cambios por Townsend y Gordon, 22 usa los indicadores de NBI (indicadores de participación en el estilo de vida dominante) para revelar, vía su asociación con el ingreso, la línea de pobreza

17. Joanna Mack y Stewart Lansley, Poor Britain, George Allen and Unwin, Londres, 1985.

18. Meghnad Desai, "Well-being and Lifetime Deprivation: A Proposal for an Index ofSocial Progress", en Meghnad Desai,Amartya Sen y Julio Boltvinik, Social Progress lndex. A Propasa[, 1992. Ver­sión en español: fndice de progreso social. Una propuesta, PNUD (RLAI 86/004 ), Bogotá (reeditado en 1998 por el Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades, Universidad Nacio­nal Autónoma de México, Colección El Mundo Actual).

19. Peter Townsend, Poverty in the United Kingdom, Penguin, Harmondsworth, Reino Unido, 1979.

20. Meghnad Desai y Anup Shah, "An Econometric Approach to the Measurement of Poverty", Oxford Economic Papers, núm. 40, octubre de 1988.

21. He llamado MMIP irlandés al procedimiento desarrollado por Nolan y Whelan, quienes viven y trabajan en Irlanda. Brian Nolan y ChristopherT. Whelan, Resources, Deprivation and Poverty, Ciaren­don Press, Oxford, 1996.

22. Peter Townsend y David Gordon, "What is Enough? The Definition of a Poverty Line", en Peter Townsend, The International Analysis of Poverty, Harvester/Wheatsheaf, Hertfordshire, Reino Unido, 1993.

la pobreza en méxico

objetiva. En el segundo caso, desarrollado por el Programa de Educación, Salud y Alimentación (Progresa) del gobierno fede­ral deMéxico,23 lleva a cabo el procedimiento inverso: parte de una línea de pobreza y usa ésta para revelar el perfil de NBI de la población pobre extrema y no pobre extrema y, por tanto, im­plícitamente, las normas que separan a ambas. Tanto Townsend­Gordon como el Progresa usan el método estadístico de análi­sis discriminante para hacer la separación.

En síntesis, las metodologías más adecuadas son el MMIP mejorado y el IPS-PV entre las combinadas y el NBI-VGM (que aún está por desarrollarse). El IPS-PV incorpora, conceptual­mente, la cantidad de la vida para, conjuntamente con la calidad de la vida, construir el indicador de privación vital. Hay, sin em­bargo, problemas para el cálculo de la cantidad de la vida.

Un dilema central de los métodos combinados es definir a quiénes considerarán pobres, es decir, qué criterio de pobreza adoptarán. En la actualidad prevalecen criterios muy diversos de pobreza, lo que se presenta en el cuadro 2. Prácticamente to­das las posturas lógicas posibles han sido adoptadas por al me­nos un autor. En efecto, las posibilidades lógicas cuando se iden­tifican las carencias de la población por dos dimensiones, son las siguientes: 1) serán pobres quienes lo sean por cualquiera de las dos dimensiones o por ambas (es decir, definir el espacio de pobreza como la unión de los dos conjuntos); 2) sólo serán po­bres quienes lo sean en ambas dimensiones (la intersección de los dos conjuntos); 3) serán siempre pobres los que están en la intersección de los dos conjuntos y, en las otras dos casillas de la unión, la pobreza depende de los valores específicos de los indicadores; 4) aunque rebasa un poco la lógica de la combina­ción, sólo serán pobres los que lo sean en una u otra de las di­mensiones, y 5) serán pobres los que lo sean por un método y, en la otra casilla, la pobreza dependa de los valores específicos de los indicadores.

En la situación 1, como puede apreciarse en el cuadro 2, se encuentra el MMIP original, para el cual son pobres los hogares de las casillas 1.1, 1.2 y 1.3. En la situación 2 se encuentra el procedimiento desarrollado por Nolan y Whelan, 24 el MMIP ir­landés, para el cual sólo son pobres los hogares de la casilla 1.1. En la situación 3 se encuentra el MMIP mejorado/5 para el cual los hogares de la casilla 1.1 siempre son pobres, mientras que los clasificados en las casillas 1.2 y 2.1 (pobres sólo por una de las dimensiones) pueden o no ser pobres dependiendo de los va­lores de la pobreza por NBI y por LPT. En la situación 4 se en­cuentran Townsend-Gordon, en coincidencia con Kaztman y la CEPAL, para los cuales sólo son pobres los pobres por LP (casi­llas 1.1 y 1.2 del cuadro 2). El procedimiento del Progresa, al que he llamado de normas reveladas de NBI, sólo considera pobres a los hogares que son pobres porNBI (casillas 1.1 y 2.1). Porúl-

23. José Gómez de León, "Dimensiones corre la ti vas de la pobre­za en México: elementos para la focalización de programas sociales", ponencia, Primera Reunión de la Red LACEA/BID/Banco Mundial sobre Desigualdad y Pobreza, Buenos Aires, 21-24 de octubre de 1998.

24. Brian Nolan y ChristopherT. Whelan, op. cit. 25. Julio Boltvinik, "El método de medición ... ", op. cit.

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CKIITRIOS UE l'OBKEZA E" ~H.TOilOS CO"BIN.\DOS (ro.BJfLp) (so~ POBRES ! .OS HOGARES QUE ESTAN

la mayor parte de estas prácticas institucionales y estudios de medición de la pobreza ya se ha presentado anteriormente.) EN J. ,\S CELIJAS INDil.\ll.\S)

En términos de mediciones de solamente po­

•••••••••••••••••••••••••••••••••••••••• breza, la más amplia polaridad avaro-generosa vigente en el país está representada por las líneas de pobreza (LP) del Progresa y de Levy-Banco

Pobres NBI No pobres NBI Casilla 1.1 Casilla 1.2

Mundial en el extremo avaro, y la de la Coplamar l. LP objetiva 2. Pre-MMIP

l. LP objetiva (Townsend-Gordon) 2. Pre-MMIP (Kaztman-CEPAL) 3. MMIP original (PNUD-AL) 3. MMIP original

Pobres LP 4. IPS-privación vital (Desai) 4. IPS-privación vital -Canasta Normativa de Satis factores Esencia­les (CNSE)- en el extremo generoso. La del Progresa es igual al costo de la Canasta Norma-

5. MMIP mejorado (Boltvinik) 5. MMIP mejorado (a veces 1)

No pobres LP

6. MMIP irlandés (Nolan y Whelan) 7. Normas reveladas de NBI (Progresa)

Casilla 2.1 3. MMIP original 4. IPS-privación vital (a veces1)

5. MMIP mejorado (a veces 1)

7. Normas reveladas de NBI Nota: LP: línea de pobreza. NBI: necesidades básicas insatisfechas. l. Dependiendo de los valores específicos.

Casilla 2.2 tiva de Alimentos ( CNA) de la Coplamar. La de pobreza extrema de Levy es igual al costo de dicha CNA multiplicado por 1.25. La CNA de la Coplamar sólo representa 19.5% del costo de la CNSE. Por tanto, la línea de pobreza de estaCo­misión es 5.1 veces la del Progresa y 4.1 veces

•••••••••••••••••••••••••••••••••••••••• la de Levy. La línea de pobreza extrema que se utilizó originalmente en la Coplamar (1982 y

timo para Desai,26 en su procedimiento de privación vital del índice de progreso social, los hogares pobres porLP siempre son pobres (casillas 1.1 y 1.2), mientras que los que lo son sólo por NBI (casilla 2.1) pueden o no ser pobres, dependiendo de si su situación por ingresos alcanza o no a compensar sus carencias por NBI. Como se aprecia, el consenso entre los métodos com­binados es inexistente incluso a este nivel de gran generalidad.

Los dos ejes del desacuerdo en México

Al ordenar las prácticas del sector público y los procedimien­tos de medición de la pobreza que actualmente se aplican en Mé­xico, en el doble eje uni-multidimensional y absoluto-relativo, como se presentan en el cuadro 3, destaca que las cuatro celdas del cuadro quedan ocupadas. Es decir, el carácter absoluto (mini­malista) no es privativo del enfoque unidimensional (de ingre­sos), ni el relativo es exclusivo del multidimensional. Las prác­ticas institucionales de focalización son absolutas (siendo la del Progresa multidimensional) y una de las tres disposiciones le­gales analizadas es relativa-unidimensional (Ley del Impuesto sobre la Renta), mientras el Fondo de Aportaciones para la In­fraestructura Social Municipal de la Ley de Coordinación Fis­cal (LCF-FAIS) es absoluta multidimensional y la Ley del Insti­tuto Mexicano del Seguro Social es absoluta unidimensional. De las-tres-mediciones-institucionales-de-pobreza-ten-el-sentido amplio, incluyendo lo que llamamos en México marginación) las dos unidimensionales son parcialmente (INEGI-CEPAL) oto­talmente (Coplamar LP) relativas, mientras la multidimensional (Conapo) es absoluta. De los organismos internacionales, el Banco Mundial ha adoptado una postura absoluta unidimen­sional. Por último, en la academia Boltvinik (MMIP) ha adopta­do una postura multidimensional-relativa. (La descripción de

26. Meghnad Desai, "Well-being an Lifetime ... ", op. cit.

1983) y que ha venido usando Hernández Laos, representaba 61% de la CNSE. Por tanto, es 3.2 veces la LPE del Progresa y 2.5 veces la de Levy. La línea de pobreza urbana de la CEPAL es 67% de la CNSE, pero la del medio rural es sólo 50.2% de ella.

Estimaciones diversas de la pobreza

Estas enormes divergencias se reflejan en la gráfica 1, en la que se muestran las proporciones de población en pobreza y en po­breza extrema en México en 1996 por todos estos procedimien­tos. Al comparar las barras referidas a pobreza se aprecia que hay un rango de variación de 21 puntos porcentuales (de 82 a 61 por ciento) entre los procedimientos empleados para medir la pobreza.

En cuanto a la pobreza extrema, el Progresa toma el costo de la CNA de la Coplamar tal cual como línea de pobreza, mien­tras Levy lo multiplica por 1.25, con lo cual la incidencia au­menta de 15 a 20 por ciento. Al multiplicar dicho costo por dos en Levy corregido (véase abajo lo que esto quiere decir), la in­cidencia de la pobreza extrema casi duplica el cálculo previo y llega a 39%. Por último, cuando se compara directamente el costo de la canasta de alimentos con el gasto en alimentos del hogar, la pobreza extrema (o más apropiadamente la pobreza alimentaria absoluta) se elev~ hasta 54%. La secuencia de es­tas cuatro estimaciones es, entonces: 15-20-39-54. Todos ellos se basan, supuestamente, en la misma definición de Levy que identifica como pobres extremos a quienes no pueden tener ac­ceso a la CNA. Sólo que el cálculo del Progresa supone que la gente dedica 100% de sus ingresos a alimentos (es decir, un co­eficiente de Engel igual a 1), Levy que esta proporción es 0.8 y en el cálculo de Levy corregido se supuso que el coeficiente de Engel apropiado es 0.5. En cambio, el procedimiento del gasto alimentario no requiere de ningún supuesto sobre este co­eficiente, ya que compara directamente el gasto observado en

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E'ó LOS DOS EJES 01: DESACLERDO CDóTR\LES

3

•••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••• Multidimensionales

Pobreza absoluta (minimalista)

Pobreza reJa ti va (generosa)

Unidimensionales (sólo ingresos o gastos de consumo)

Ley del Seguro Social' Levy-Banco Mundial' (CNA-LP-p4 )

Liconsa/Fidelist1

INEGJ6-CEPAL3 (CNA-LP-ER8 )

Ley del Impuesto sobre la Renta (LISR) 1

Coplamar6-Boltvinik- Hernández La os 10

(CNG-LP9)

(incluye el método de NBI y métodos combinados NBIILP)

Progresa: normas de NBI reveladasL2

LCF (FA IS)-MMIP-VS5

Conapo6 (VSI-NBI7)

Boltvinik' 0 (MMIP-VM 11)

l . Prácticas de se lección de beneficiarios y otras políticas del gobierno mexicano. Liconsa y Fidelisl son los programas de leche subsidiada y de tortillas gratuitas. La Ley del Seguro Social establece un salario mínimo como el umbral para pagar contribuciones y para la pensión garantizada por el Estado. La Ley del Impuesto sobre la Renta (LISR) define impuestos negativos para quienes reciben un ingreso menor de 3.5 salarios mínimos. La Ley de Coordinación Fiscal en el Fondo de Aportaciones para Infraestructura Social (LCF[FAIS]) establece una fórmula para la di stribución de las aportaciones basadas en el método de medición integrada de la pobreza en su versión mejorada (MM IP-V M). Progresa es el Programa de Educac ión, Salud y Alimentación que otorga transferencias focal izadas. 2. Así se denomina en el presente artículo al método de iden tificación de los pobres en el Progresa, ya que tipifica el perfil de necesidades básicas insatisfechas de los pobres (extremos) y no pobres por ingresos, para después clasificar como pobre/no pobre a aque llos que el anál isis discriminante identifica como más cercanos al respectivo perfil de NBI. 3. Organismos internacionales. 4. Canasta normativa alimentaria-línea de pobreza-parámetros de los pobres. 5. Método de medición integrada de la pobreza-versión simplificada, a partir de la versión mejorada (MMIP-VM). La referencia a Foster-Greer­Thorbecke se refiere al famoso índice de estos autores, que la fórmula de la LCF imita al elevar al cuadrado las brechas de cada hogar. 6. Mediciones de pobreza realizadas por dependencias gubernamentales. El INEG I es la institución responsable de las estadísticas económicas y sociales. Coplamar fue la dependencia que combatía la " marginación" rural durante el gobierno de López Portillo ( 1976-1982). Conapo es el encargado de la política de población. 7. Los cálculos conoc idos como de '·marginación" por áreas geográficas el autor los clasifica como versión sectorial integrada de NBI. 8. Canasta normativa alimentaria-línea de pobreza-parámetros: media poblacional (Orshansky) y estrato de referencia (CEPAL). 9. Canasta normativa generalizada- línea de pobreza. La realizada en México por Cop lamar y utilizada por los autores citados se llama canasta normativa de satisfactores esenciales. En la bibliografía anglosajona se le llama el enfoque presupuestario (budget approach). 10. Académicos mexicanos que han utilizado métodos innovadores de medición de la pobreza. 11 . Método de medición integrada de la pobreza, versión mejorada a partir de la versión original (YO) desarrollada por Jos autores citados.

Nota sobre la ordenación de los rubros dentro de cada celda: además de su clasificación en pobreza absoluta y relativa, Jos rubros están ordenados de arriba abajo desde la posición más avara a la más generosa, las que resultan en incidencias crecientes de pobreza. INEGI-CEPAL se ubica en una situación entre la absoluta y la relativa y, por ello , se ha colocado en una celda independiente.

Nota sobre los autores : entre paréntesis se incluyen a autores adicionales asociados al método en cuestión.

••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••

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más altas que las de Levy original y del Progresa.

En síntesis, se ha mostrado que, en lo metodológico, las líneas de pobreza y de pobreza extrema del Progresa, de Levy y de la CEPAL, son insostenibles con argumentos racionales. Que, por tanto, en lo empírico: 1) La pobreza, sin ajus­te a cuentas nacionales,27 afectaba, en 1996, a 75 y 82 por ciento de la pobla­ción. Notable en particular resulta que tres cuartas partes de la población gas­tan en alimentos menos que el costo de la canasta alimentaria de la CEPAL, es decir que son pobres alimentarios rela­tivos, y 2) que en 1996la pobreza extre­ma afectaba a más de la mitad de los mexicanos que no podían comprar la canasta alimentaria sumamente auste­ra de la Coplamar.

Intentando descalificar la CNSE y, por tanto, validar implícitamente su línea de pobreza, Santiago Levy,28 trabajando para el Banco Mundial , señaló: "Aunque la pobreza modera da es un concepto sub­jetivo , un número tan elevado (81.2% de pobres) pone en duda los componen­tes de la CNSE (y de otros estudios que la han utilizado como punto de referen­cia)". Nótese cómo el criterio de validez científica de la CNSEes si produce el por­centaje de pobres que a Levy le parece que hay o debiera haber en México. Los métodos se juzgan según si concuerdan o no con nuestros prejuicios apriorís­ticos. Sin embargo, como ha señalado

alimentos con el costo de la CNA. Por tanto, es el único proce­dimiento correcto.

Bradshaw,29 una de las características de las canastas normativas (budget approach en la terminología anglosajona) es que hacen transparente la discusión y el desacuer-

De lo anterior se desprende que la pobreza alimentaria abso­luta, calculada como el costo de una canasta alimentaria suma­mente austera como es el modelo 2 de la Coplamar, arroja, si se hace directamente el cálculo, que más de la mitad de los mexi­canos (53 .6%) eran pobres alimentarios absolutos en 1996. Los otros dos procedimientos alternativos, el de la CNSE y el de CEPAL, se basan en canastas diferentes a la alimentaria de la Coplamar. La CEPAL interpreta el costo de una CNA mucho más cara que la de la Coplamar, como la línea de pobreza extrema (LPE), mientras que la línea de pobreza extrema de la CNSE es igual al costo de un subconjunto de ésta, que incluye todas las necesidades de la CNSE, pero con un grupo más reducido de satisfactores. A pesar de la canasta alimentaria más cara, la in­terpretaciónimplícitaenlaLPEdeiNEGI-CEPAL, de un coeficien­te de Engel igual a 1, lleva a una línea de pobreza y a una inci­dencia de la pobreza más bajas que la de Levy corregido, aunque

27. El ajuste a cuentas nacionales que he practicado en diversas ocasiones (Julio Boltvinik y Enrique Hernández La os, o p. cit.), pue­de resultar un procedimiento muy distorsionador, sobre todo cuando, como lo lleva a cabo la CEPAL, no se distinguen trabajadores por cuenta propia de dueños de negocios muy grandes, y a toda la gama de ingresos por trabajo independiente (cuya fuente de ingresos se denomina en la ENIGH renta empresarial) se le aplica el mismo coeficiente de correc­ción a cuentas nacionales. Con ello se elimina la pobreza de una por­ción muy alta de los trabajadores por cuenta propia, quedando los asa­lariados como el grueso de la población en pobreza. Para la descripción detallada del procedimiento de ajuste que utiliza la CEPAL, véase CEPAL-PNUD, "Procedimientos para medir la pobreza en América Latina con el método de línea de pobreza", Comercio Exterior, vol. 42, núm. 4, México, abril de 1992, pp. 340-353.

28. Santiago Levy, op. cit.

29. Jonathan Bradshaw, op. cit.

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comercio exterior, octubre de 2001 877

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• H: pobreza extrema o pobreza alimentaria absoluta

• H: pobreza o pobreza alimentaria relativa

1 1

gasto efectivamente realizado por los hogares mexicanos, estaban a­bultados en cantidad: el paquete de lectura y los gastos de vacaciones. Ambos los reduje a la mitad.32 El servicio de lavandería automática incluido en la CNSE se eliminó y sustituyó por una lavadora domés­tica, dado que la realidad así se ha movido. La solución del servicio de lavado en establecimientos comer-ciales, que parecía racional, no se ha producido en la sociedad me­xicana.

Por otra parte, modifiqué radi­calmente la manera de definir la lí­nea de pobreza extrema (LPE). En vez de eliminar necesidades com­pletas se hizo originalmente en Co­plamar,33 donde la canasta submí-nima, cuyo costo se definió como la línea de pobreza extrema, sólo in­

••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••• cluía los satis factores de las necesi­dades de alimentación, educación

do. Por eso Levy se ve obligado a añadir: "Una revisión cuida­dosa de la CNSE muestra que una parte importante de la canasta está compuesta de artículos como refrigerador, televisión, lava­dora y secadora automáticas, vacaciones y entretenimiento per­sonal, etcétera".30 Recuerde el lector que no estamos hablando de pobreza extrema sino de pobreza (o pobreza moderada). Aquí Levy se retrata de cuerpo entero. Está claro que, para él, como para muchos otros que quieren fijar umbrales miserables de pobreza, los mexicanos no debieran tener derecho ni siquiera a la diver­sión y fuente de información más barata: la televisión; que en su concepto las mujeres deben trabajar como esclavas lavando a mano toda la ropa del hogar; que los pobres no tienen derecho a proteger sus alimentos de la putrefacción y mucho menos ir de vacaciones o divertirse.

La CNSE y sus revisiones

La CNSE fue definida en 198231 y no se ha vuelto a trabajar en el tema de manera sistemática. En mis trabajos de los años no-

30. Debe aclararse que Levy leyó lavadora y secadora automáti­ca donde en la CNSE dice servicio de lavandería automática. Suman­do los rubros de refrigerador y su reparación, el servicio automático de lavandería, la televisión en blanco y negro y su reparación, y las vacaciones,llegamos a 9.3% del costo de la CNSE,lo que ciertamen­te no concuerda con la expresión una parte importante de Levy.

31. Las fuentes originales donde se presentó la CNSE fueron Copla-

salud y vivienda, lo que es igual de irracional que el procedimiento de la CEPAL o el Progresa de in­cluir sólo los alimentos crudos, eliminé los satisfactores relati­vos en todos los rubros de necesidades, tratando de aproximar­me a un concepto absoluto digno. Como resultado, la LPE se sitúa casi en las dos terceras partes de la LP (66% ). Como se aprecia en estos cambios, la CNSE no es infalible y debe estar sujeta a un pro­ceso constante de mejoramiento y actualización.

La CNSE y las percepciones de la población

Un elemento de juicio importante en la determinación de los umbrales es lo que piensa la población. Por ello, recientemente he iniciado una línea de trabajo que ayudará a conocer mejor las normas que actúan de manera efectiva en la vida de lapo­blación, determinando lo que necesitan y lo que no requieren. Esto significa acercarse a la población para conocer lo que pien­sa al respecto. El primer paso en ese acercamiento ha sido la realización de la Encuesta Percepciones de la Población Urbana sobre las Normas Mínimas de Satisfacción de las Necesidades

mar, Necesidades esenciales y estructura productiva en México, 5 volúmenes, Presidencia de la República, México, 1982, y Coplamar, Macroeconomía de las necesidades esenciales en México, Serie Ne­cesidades Esenciales en México, Siglo XXI Editores, México, 1983.

32. Julio Boltvinik y Enrique Hernández Laos, op. cit. 33. Coplamar, Necesidades esenciales ... , op. cit.

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•••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••• Rubros de la CNSE no considerados necesarios

por 50% o más de la población encuestada Costo: 6% del costo total de la CNSE

l. Calzón de hule (bebé) 2. Transporte de carga (mudanza) 3. Maquillaje 4. Café 5. Buró 6. Artículos deportivos para adultos 7. Bicicleta 8. Manteca 9. Audiocasetes con música grabada 10. Aretes y collares de fantasía 11. Ir al cine, teatro o espectáculos 12. Hacer fiestas o reuniones en casa 13. Revistas para adultos 14. Dulces y postres 15. Refrescos 16. Bebidas alcohólicas

Rubros no incluidos en la CNSE que más de 50% de la población consideró necesarios

Costo no calculado, pero evidentemente mayor que el de la columna anterior

l. Automóvil, camioneta o similar 2. Teléfono familiar 3. Calentador de agua 4. Televisión a colores (frente a blanco y negro) 5. Ventilador (frente a sólo en climas cálidos) 6. Reloj de casa 7. Sartenes con teflón 8. Champú 9. Agua de garrafón 10. Pomada para rozaduras 11. Hilo dental 12. Sandalias o pantuflas 13. Abrigo 14. Pijama para hombres 15. Pañuelos desechables 16. Ropa para ocasiones especiales (adultos) 17. Impermeable (adultos y niños)

Respuestas a algunos rubros disputados por Santiago Levy. 18. Paraguas (adultos) Porcentaje que lo consideró necesario; 19. Carreola para bebé

Refrigerador 92.8 20. Loción para después de afeitar Lavadora de ropa 70.1 21. Escritorio exclusivo para estudio o trabajo Televisor de color

o blanco y negro 93.1

CNSE =Canasta normativa de satisfactores esenciales.

Nota: cuestionario diseñado por Julio Boltvinik. Muestreo y levantamiento de campo a cargo de la Profeco (Procuraduría Federal del Consumidor) mediante un convenio con la Universidad Iberoamericana. Con un diseño muestra! representativo de la población urbana, se levantaron 2 470 cuestionarios en 18 ciudades del país en el segundo semestre de 2000.

••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••

1a pooreza en mex1co

Como se aprecia en el cuadro 4, 16 rubros incluidos en la CNSE fue­ron clasificados como no necesa­rios por 50% o más de la población. El costo de estos rubros represen­taba sólo 6% del costo de la CNSE

original. En cambio, 21 rubros que no están en la CNSE fueron consi­derados como necesarios por más de 50% de la población. Calcular el costo de estos rubros es una tarea pendiente. Sin embargo, es eviden­te, al revisar la lista, que su costo re­basa con mucho el de los rubros no incluidos. Tomados literalmente significarían aumentar de manera considerable el costo de la CNSE.

Sin incluir el automóvil, sin embar­go, el costo probablemente rebasa­ría, en una pequeña proporción, el de los rubros no incluidos. De los rubros que Levy menciona de ma­nera explícita para descalificar la CNSE, 93.1% consideró el televisor necesario, al igual que 92.8% el re-frigerador y 70.1% la lavadora. En los rubros de entretenimiento, la encuesta parece dar la razón a Le­vy: ir al cine, teatro o espectácu,s, o hacer fiestas o reuniones en casa, no se consideraron necesarios por la mayoría de la población.

Básicas, levantada por la Profeco (Procuraduría Federal del Consumidor), bajo la coordinación de Hugo Beltrán, en con­venio con la Universidad Iberoamericana, con base en un cues­tionario elaborado por Julio Boltvinik con la colaboración de Raymundo Martínez. En el cuestionario que se aplicó a una muestra representativa de la población urbana en localidades de 50 000 o más habitantes se le preguntó a 2 500 personas en 18 ciudades (como módulo individual de un cuestionario más amplio dirigido a hogares) que clasificara un poco más de 200 rubros en tres categorías: necesario, deseable pero no necesa­rio y no necesario ni deseable. Los rubros incluidos perte­necían a cuatro categorías: 1) rubros incluidos en la CNSE

pero disputables (como el refrigerador cuestionado por Levy); 2) rubros no incluidos en la CNSE, como calentador de agua, teléfono familiar, pijama para hombres, automóvil, aspirado­ra, etcétera; 3) rubros de nuevo desarrollo o cuyo uso se ha ge­neralizado recientemente (computadoras personales, discos compactos, hilo dental) y 4) dimensiones de necesidades bá­sicas que se utilizan en las metodologías de marginación y de necesidades básicas insatisfechas (NBI) para conocer dónde ubican los hogares las normas (por ejemplo, cuál piensan es el máximo de personas por dormitorio o el mínimo educati­vo).

Al observar algunos de los rubros que no están en la CNSE

y que la mayoría de los entrevistados sí consideró necesarios (por ejemplo, teléfono familiar, calentador de agua, champú, pañuelos desechables), resalta el carácter austero de la CNSE:

los no pobres que identifica la CNSE (y que tienen un ingreso de alrededor del costo de la CNSE) son personas que no tienen ingresos suficientes para bañarse con agua caliente, ni para lavarse el pelo con champú, que no pueden pagar un teléfono doméstico, que ven televisión en blanco y negro, que no tienen acceso a pañuelos desechables, etcétera.

Aunque la encuesta sobre percepciones es sólo un primer paso (y lo aquí presentado es un análisis muy preliminar y par­cial de sus resultados), al que deberán seguir indagaciones en mayor detalle, mediante técnicas de análisis cualitativo, rati­fica de manera contundente (por si fuera necesario) el hecho de que el orden de magnitud del costo de la CNSE refleja, ade­más de las normas internacionales y nacionales y las rei vindi­caciones de las luchas populares (bases sobre las cuales se ela­boró la CNSE), las percepciones de la población. La batalla conceptual para los minimalistas está perdida. Podrán impo­ner sus umbrales avaros si el gobierno percibe que ello le con­viene, pero en la batalla conceptual no tienen argumentos ra­cionales que esgrimir. 8

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El cálculo de la pobreza en México a partir de la encuesta

de ingresos y gastos

• • • • • • • • • • FERNANDO CORTES •

En este trabajo se pasa revista a algunas de las bondades y li­mitaciones de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) que desde la década de los ochenta

levanta el INEGI. Constituye una fuente privilegiada para me­dir la incidencia y la intensidad de la pobreza, así como la des­igualdad en la distribución del ingreso. En lo que atañe a los in­gresos, las ENIGH recaban la información de conceptos que se aglutinan en "ingreso corriente monetario" (de aquí en adelante ingreso monetario) e "ingreso corriente no monetario". Los pri­meros se agrupan en seis fuentes: remuneraciones al trabajo, renta empresarial, renta de la propiedad, cooperativas de pro­ducción, transferencias y otros ingresos. Los datos que se ma­nejan en este trabajo excluyen el rubro "otros ingresos" pues corresponden a entradas por disminución de activos (como venta de automóviles); por otra parte, los ingresos originados en las cooperativas de producción se suman a las remuneraciones al trabajo. Así, las seis fuentes originales se reducen a cuatro. El análisis de los posibles sesgos de la información del ingreso monetariodelasENIGHde 1984, 1989, 1992, 1994, 1996 y 1998, permitirá sustentar algunos juicios generales sobre estas encues­tas. Aunque no se aborda explícitamente la parte de los gastos, las consideraciones que se presentan se hacen extensivas a ellos.

EL INGRESO EN LAS ENIGH Y EN LAS CUENTAS NACIONALES

Por lo general se emplea el dato de las Cuentas Nacionales para evaluar la cobertura del ingreso de las ENIGH. Ese procedimiento conduce al supuesto, a menudo implícito, de

que las Cuentas Nacionales proporcionan una estimación váli­da del producto o del ingreso nacional. Las consideraciones que enseguida se plantean lo dan por bueno.

A partir de 1993 el INEGI empezó a publicar el Sistema de Cuentas Nacionales de México: Cuentas por Sectores Insti­tucionales . Antes de esa fecha la comparación del dato de la ENIGH respecto al de las Cuentas Nacionales requería realizar una serie de supuestos para, con base en ellos, generar una esti­mación del ingreso de los hogares 1 • No extraña, entonces, que los resultados de esta operación fuesen distintos en los diversos estudios. Con base en el supuesto de que el Sistema de Cuentas Nacionales proporciona una medición válida y confiable del ingreso de los hogares se puede señalar como conclusión preli­minar que las ENIGH subregistran los ingresos de los hogares.

En 1984la ENIGH registraba 50% del ingreso de las Cuentas Nacionales, porcentaje que se elevó de manera sistemática hasta 1994, reflejando una mejora importante de la cobertura de la encuesta. Sin embargo, a partir de 1996 se observa un deterioro acelerado y en 1998llega al mismo nivel que en 1984. Nótese que desde 1994 en adelante el resultado surge del cotejo direc­to de cifras proporcionadas por el INEGI (véase el cuadro 1).

l. Por ejemplo, era necesario depurar del gasto de consumo final privado la parte que correspondía al consumo institucional. Para ha-

----cerlo por lo general se aplica un descuento de 3% sugerido años ha por Osear Altimir ("Distribución del ingreso en México: 1950-1977", en Banco de México, Distribución del ingreso en México , Serie Análi­sis Estructural, 1982). Suele utilizarse la misma ENIGH para calcular el coeficiente de ahorro y separar el consumo personal del ahorro, etcétera.

*Profesor-investigador de El Colegio de México, actualmente de sabático en la Universidad Autónoma Metropolitana, Azcapotzalco <[email protected]>.

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880

e u A D R o

RELACIÓN Dt:L INGRESO DE LAS E'IIGH RESPECTO Al. l'IGRESO SEGLN

LAS Cl.E'ITAS NAUO!\ALES (PORCE~TAJES)

•••••••••••••••••••••••••••••••• 1984 1989 1992 1994 1996 1998

Fuente: co municac ión personal de Enrique Hernández Laos.

50.3 56.4 59.1 62 .5 53.3 50.2

• • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • •

LAS FUENTES DEL SUBREGISTRO

En esta sección, y con el propósito de formarse una idea de la naturaleza del faltante , se confrontan los ingresos de la ENIGH89 con el ingreso registrado en el Censo de Población

de 1990, con las remuneraciones al trabajo, la renta empresarial, la renta de la propiedad y las transferencias de las Cuentas Na­cionales.

La ENIGH de 1989 y el censo de 1990

El contraste entre los datos de la encuesta de 1989 y el censo controla el efecto del ciclo económico largo, pues el período que medió entre ambos levantamientos fue de sólo unos cuantos meses. Los resultados de ese ejercicio fueron realmente sorpren­dentes, aunque aquí no se detallan.2 Sólo interesa destacar que ese estudio concluyó que el ingreso del censo de 1990 equivale a las remuneraciones al trabajo y la renta empresarial de las

2. Fernando Cortés y Rosa María Rubalcava, El ingreso de los hogares, INEGJ-El Colegio de México-Instituto de Investigaciones Sociales , UNAM, México, 1995 .

e u A

LAS ENIGH Y EL CENSO DE 1990: INDICADORES SELECCIONADOS

D

ca1cu10 ae 1a pooreza

ENIGH, es decir, no captó la renta del capital ni las transferen­cias. De aquí en adelante el ingreso formado por aquellos com­ponentes se denomina "ingreso por trabajo".

La última columna del cuadro 2 exhibe una marcada varia­ción en el ingreso máximo por trabajo en las seis encuestas. Sin embargo, se advierten tres escalones: 1984, con un valor de 16 930pesosdeagostode 1989; 1989y 1992,coningresosque casi alcanzan los 40 000 ; 1994 a 1998, con valores superiores a 60 000. Las fluctuaciones pueden obedecer en parte a que sólo se trata de una observación muestra] y en parte a que la muestra podría adolecer de problemas de "representatividad" en la cola derecha de la distribución del ingreso (véase el cuadro 2) .

La segunda y la tercera columnas del cuadro 2 muestran que la ENIGH de 1989 está en línea con las restantes encuestas. En efecto, el porcentaje de hogares que no tienen ingreso moneta­rio portrabajofluctúaen la bandade5 .9 a 7.8 (laENIGH89 marca 5.9%) y el ingreso monetario medio por trabajo refleja los años de crecimiento moderado y profundas crisis que caracterizaron a la economía mexicana en los últimos tres lustros del siglo XX.

El porcentaje de hogares registrados por el censo de 1990 sin ingreso censal por trabajo cubre dos deciles -la quinta parte de los hogares-, mientras que en la ENIGH89 sólo alcanza a 60% del primer decil. La disparidad es fuerte y probablemente surge, por una parte, de la consabida subestimación del ingreso en los censos y, por otra, de que el censo de 1990 se levantó en un mes de baja actividad económica agrícola. Sin embargo, esta discrepancia también podría originarse en que las ENIGH no re­gistren de manera adecuada los ingresos de los sectores más pobres del país, pero no por subdeclaración, como habitualmente suele señalarse, sino por truncamiento, lo que introduciría un claro sesgo de selección en el cálculo y la identificación de los pobres. Por otra parte, hay que notar que el ingreso medio cap­tado en el censo de 1990 es superior al de la ENIGH89 y que las masas de ingreso registradas por ambos instrumentos son de la misma magnitud.

Las diferencias entre ambas fuentes llevan a concluir que la distribución del ingreso captada en el censo es más dispersa que

R o 2

•••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••• ENIGH Hogares sin ingreso Ingreso medio de los hogares, Masa de ingreso Ingreso máximo

1984 1989 1992 1994 1996 1998

Censo de 1990

por trabajo'(%) por trabajo' total por trabajo' por trabajo'

6.2 0.71148 5.9 0.80167 6.2 0.85588 7.3 0.89822 6.7 0.64985 7.8 0.69040

20.4 0.86087

14 43 1 971.8

14 080 222.7

16.93 38.95 37.31 69.95 77 .80 61.16

234.50

l. El ingreso por Jrabajo es la suma de las remuneraciones al trabajo y de los ingresos por negocios propios. 2. Miles de pesos mensuales de agoslo de 1989. Fuente: elaborac ión propia con base en las EN IGH de 1984, 1989, 1992, 1994, 1996 y 1998 y la muestra de 1% del censo de 1990. Las bases de datos las proporcionó ellNEGI.

••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••

..

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c:umerc;tu e.xu:nur, UL:LUUit uc L.uu t

G R Á F e A

CoNTRASTE DE RF.SI;LTADos ENTRE LA ENIGH Y I.AS Ct:ENTAS NAciONALES

•••••••••••••••••••••••••••••••• T

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O R S p --• • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • •

en laENIGH89.3 Ahora bien, si: a] el área en las dos distribuciones (que representa al ingreso total) es la misma; b] la dispersión del ingreso es mucho más pronunciada en el censo de 1990 que en la ENIGH89, y e] si se adopta al consenso universal de que los censos, en relación con las ENIGH, subestiman el ingreso, enton­ces se concluiría que la encuesta de 1989 y probablemente la co­bertura muestra! de todas las ENIGH no registran una parte sig­nificativa de los hogares ni de los ingresos.

La gráfica 1 representa las tres condiciones recién plantea­das. En el eje de las abscisas están los hogares de menor ama­yor ingreso y en el de las ordenadas el ingreso que corresponde a cada uno ellos. La línea OQ representa el ingreso del censo de 1990 y RTel ingreso de la ENIGH89. Nótese que el tramo de OQ sobre el eje de las X es mayor que OR, que representa el de la ENIGH, lo que corresponde al hecho de que en el censo hay más hogares que declararon no tener ingreso por trabajo que en la encuesta. Por otra parte, la distribución del ingreso del censo se extiende más allá de S, pues la dispersión del ingreso en el cen­so es mayor que en la muestra.

Como se aprecia, RT va siempre por encima de OQ pues la subdeclaración se supone más pronunciada en el censo. Por úl­timo, como la masa total de ingresos captados es la misma, las áreas OPQ y RST deben ser iguales. Para que se cumpla esta ter­cera condición las superficies representadas por A y B deben ser iguales.

I:a omisión que afecta sobre todo a los hogares no represen­tados en la muestra serían sobre todo los más pobres y, en cuan­to a los ingresos, los no considerados serían en especial los de los estratos sociales más elevados. La información del cuadro 2 apoya esta última afirmación, pues muestra que el ingreso máximo registrado en el censo es seis veces el máximo de la ENIGH89 y tres veces el de la ENIGH96, que es el más alto de to-

3. La desviación estándar de los ingresos en e l censo de 1990 es

4.21 , mientras que en la ENIGH89 es 2.14.

das las encuestas del período. 4 Estos datos apuntan a que las ENIGH no registran los ingresos más altos ni los más bajos.

En síntesis, el contraste de los resultados de la ENIGH89 con el censo de 1990 y la comparación entre las ENIGH indicarían que estas encuestas no sólo subestiman sino también truncan la distribución del ingreso de los hogares, tanto por la izquierda como por la derecha. El faltante de ingreso de las ENIGH para alcanzar el ingreso de los hogares de las Cuentas Nacionales se debe a una combinación de subdeclaración con truncamiento. La primera remite a un problema que se circunscribe a la entre­vista, el cuestionario, el control del trabajo de terreno y la eva­luación de la congruencia de la información en cada hogar du­rante el levantamiento; mientras que el segundo dice algo en relación con los procedimientos de muestreo: tamaño de la muestra, criterios de estratificación, marcos muestrales y repre­sentación adecuada del ingreso de los sectores sociales, en par­ticular los que tienen probabilidad cercana a cero de ser selec­cionados, pero que tienen muy altos niveles de ingreso, etcétera .

e u A D R o 3

RELACIÓN ENTRE EL INGRESO DE LAS ENIGH Y LAS CuENTAS NACIONALES

(PORCENTAJES)

•••••••••••••••••••••••••••••••• 1984 1989 1992 1994 1996 1998

Remuneraciones al trabajo 62 .2 95.0 62.7 70.2 63.6 59.7 Ingreso por negocios propios 31.1 30.1 46.1 42.8 34.7 38 .8 Intereses y renta de la propiedad 49.0 44.9 56.0 75.0 51.7 34.2 Transferencias monetarias 100.0 100.0 68.4 61.3 52.9 54 .7 Ingreso en especie 100.0 100.0 67 .9 62 .3 67.0 100.0 Total 50.3 56.4 59.1 62.5 53.3 50.2

Fuente: com unicación personal de Enrique Hernández Laos.

••••••••••••••••••••••••••••••••

El subregistro según fuentes de ingreso: evidencia adicional del truncamiento de los ingresos superiores

Los resultados que surgen de comparar los ingresos de las ENIGH con los correspondientes conceptos de las Cuentas Nacionales se muestran en el cuadro 3. Una mirada somera a las cifras hace ver que el grado de subregistro no es sistemático ni parejo.

Si se acepta que las cifras de las Cuentas Nacionales son confiables y válidas, la discrepancia entre ambas fuentes, entre 1984 y 1992, se origina: a] en que las ENIGH subregistran el in­greso de los hogares, y b] en los supuestos que se consideran para estimar el ingreso-de-los hogares a-partir de-los datos de las euen­tas Nacionales. De 1994 en adelante la diferencia sólo se debe al subregistro, pues debe recordarse que desde esa fecha se dis­pone de la información relativa a los hogares que proporcionan las Cuentas por Sectores Institucionales del Sistema de Cuen­tas Nacionales de México.

4. Esta comparación sólo se hace a modo de ilustración puesto que

el nivel de actividad económica en 1996 no es comparable con el de

1989.

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E l subregistro tiende a ser más

acentuado en los hogares con

ingresos superiores: serían

mucho mayores las

cantidades que no declaran u

ocultan los más adinerados

que los que tienen menos

recursos económicos

Las fuentes que tienden a presentar los menores porcentajes de cobertura en las ENIGH en relación con las Cuentas Nacio­nales son los "intereses y renta de la propiedad", por una parte, y el "ingreso por negocios propios", por otra. La primera inclu­ye intereses de distinto tipo, dividendos, ingreso proveniente de alquileres de casas y terrenos, así como la imputación del valor de la renta de la vivienda propia habitada por sus dueños.5 Es­tos rubros se engloban habitualmente en el concepto de renta de la propiedad y corresponden a los ingresos que provienen del ca­pital. Se sabe que el capital privado tiende a acumularse en los deciles superiores de la distribución de los ingresos de los ho­gares.

La segunda fuente, es decir, el ingreso por negocios propios, incluye los industriales y maquiladores, comerciales, de servi­cios, agrícolas, pecuarios, forestales, acuicultura y pesca y re­colección. En esta fuente se agrupan todos los ingresos que se obtienen por un trabajo no dependiente. Este rubro consi­dera tanto a los dueños de grandes empresas, como a los propie­tarios de pequeños establecimientos informales, microexplo­taciones agrícolas, trabajadores por cuenta propia que prestan servicios menores, así como todo tipo de comerciantes. No ex­traña entonces que el ingreso por negocios propios, llamado también renta empresarial, tenga presencia significativa tanto

5. Llama la atención que la imputación del alquiler por el uso de la vivienda propia en las ENIGH es de tal magnitud que en algunos años supera al valor de las Cuentas Nacionales. Esto explica, en parte, las marcadas fluctuaciones en el subregistro.

en los deciles más bajos como en los más altos de la distribución del ingreso.6

Por otra parte, las remuneraciones al trabajo, las transferen­cias y el ingreso en especie (para los años en que hay datos), son las fuentes que presentan los menores pqrcentajes de subregistro.

Estos indicios permiten concluir q~e el subregistro tiende a ser más acentuado en los hogares con ingresos superiores: se­rían mucho mayores las cantidades que no declaran u ocultan los más adinerados que los que tienen menos recursos económicos. Pero es necesario distinguir entre el "hecho" del subregistro y su "explicación". Indudablemente, una parte se origina en la subdeclaración, aunque ya se ha vi~to que hay buenas razones para pensar que además está presente un sesgo de selección.

Es muy difícil imaginar que grados de subestimación del in­greso de 40 a 50 por ciento respecto a las cifras de las Cuentas Nacionales sólo se deban a que los entrevistados declararon menos ingreso que el efectivamente percibido. Se sabe que el trabajo de campo de las ENIGH es muy cuidadoso y lo realiza personal diestro en el levantamiento de la información, con con­troles y esmerada supervisión de terreno; cuando los ingresos y los gastos de un hogar no son congruentes se realizan visitas adicionales.

Por otra parte, se ha visto que el ingreso censal máximo es seis veces superior al correspondiente en la ENIGH/ probablemen­te debido a que el censo tiene cobertura universal de los hoga­res del país, en tanto que no es claro que las ENIGH sean "repre­sentativas" de todos los estratos sociales.

Las cifras de las encuestas parecen fallar en el informe de los ingresos más altos. Ello no sólo es atribuible a que los hogares seleccionados declaren menos ingresos sino también a que los que perciben los mayores no parecen estar adecuadamente re­presentados en la muestra. Profundizar en esta última asevera­ción requeriría investigaciones más detalladas, pero a primera vista habría que: a] examinar la no respuesta e intentar vincu­larla con estimaciones de los niveles de ingresos, y b] desde el punto de vista de la teoría del muestreo, preguntarse por los posibles sesgos derivados de seleccionar hogares (única posi­bilidad viable en muestreo práctico) en lugar de muestrear el ingreso en una distribución que, como se sabe, presenta un mar­cado sesgo positivo.

El contraste de los datos de las ENIGH con los del censo y con las Cuentas Nacionales conduce a la sospecha de que la prime­ra adolece de subdeclaración y de truncamiento; este último lleva a la exclusión de la muestra tanto de los hogares con ingresos muy bajos como de los que tienen los más elevados. El trunca­miento por la izquierda sesga las mediciones de la pobreza y combinado con el truncamiento por la derecha conduce a sub­estimar la medición de la pobreza relativa y los niveles de des­igualdad en la distribución del ingreso.

6. Fernando Cortés, La distribución del ingreso en México en épocas de estabilización y reforma económica, CIESAS/Miguel Án­gel Porrúa, México, 2000.

7. A pesar de que en el censo de 1990 los ingresos superiores a 90 000 pesos por persona fueron truncados a 90 000 pesos .

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comercio exterior, octubre de 2001

EL AJUSTE A LAS CuENTAS NAciONALES

S uelen usarse variados procedimientos para "inflar" los in­gresos de las ENIGH y hacerlos coincidir con los de las Cuen­tas Nacionales. 8 A continuación se examina la idea medular

del ajuste, sin hacer referencia a ninguna de las estrategias en concreto. Para facilitar la exposición se tratarán los casos puros en que la discrepancia se deba sólo a subdeclaración o bien úni­camente a truncamiento.

Para analizar qué acontece cuando se trunca la distribución del ingreso por la derecha y por la izquierda, considérese la grá­fica 2, en que los hogares se distribuyeron en el eje de abscisas, ordenados según su ingreso de menor a mayor: se tiene, enton­ces, OR hogares con un ingreso representado por el área ORT.

Se ha aportado evidencia suficiente para sospechar, con fun­damento, que la ENIGH trunca la distribución del ingreso en los dos extremos. Esto querría decir que sólo selecciona hogares en el tramo PQ y excluye a los que están en OP y QR, es decir, a los más pobres y a los más ricos, respectivamente. En consecuen­cia los sesgos de la muestra impiden captar información de in­gresos por una cantidad representada por el área A de los más ricos y B de los más pobres.

Ahora bien, si para realizar los cálculos de pobreza y desigual­dad se decide no ajustarlos a las Cuentas Nacionales, es decir, si sólo se utiliza el ingreso representado por el área PQVW, en­tonces los cálculos sobre la incidencia y la intensidad de lapo­breza tenderán a estar subestimados, igual que la desigualdad.

Considérese ahora el caso en que para superar estos sesgos se decide ajustar a Cuentas Nacionales. Acéptese que éstas mi­den sin error el ingreso de los hogares, es decir, que el total que arrojan es igual al área encerrada por ORT. Esto querría decir, por ejemplo, que en 1998 la superficie A+ B representaría alrede­dor de 50% de ORT. El ajuste con las Cuentas Nacionales implica un desplazamiento, generalmente no proporcional, del tramo de OT sobre PQ, de modo que se agrega un área A + B correspon­diente a las partes que se truncaron. Es así como la superficie en­cerrada por PQSU, es decir, el ingreso de los hogares de la muestra expandida a la población se hace igual al ingreso de los hoga­res de las Cuentas Nacionales representado por el área ORT.

El ajuste de los datos induce una redistribución estadística del ingreso sin un correlato real en el ingreso de los hogares, que se traduce en menor pobreza y cambios en la desigualdad, pero claramente deforma la distribución.

Cabe destacar que el ajuste con las Cuentas Nacionales po­dría ser una excelente solución para corregir el ocultamiento de ingresos por subdeclaración. En este caso la muestra sería re­presentativa de la totalidad de los hogares, es decir, estimaría

8. En los cálculos de incidencia e intensidad de la pobreza, a los problemas conceptuales y de medición (confiabilidad y validez) se agregan los que se generan por el ajuste a las Cuentas Nacionales. Son varios los procedimientos empleados para hacerlo y tanto el número de pobres corno cuán pobres son los pobres varían según cuál se em­plee (Nora Lustig y Ann Mitchell, "Poverty in Mexico: The Effects of Adjusting Survey Data for Under-reporting", Estudios Económi­cos, El Colegio de México, vol. 10, núm. 1, enero-junio de 1995).

883

G R Á F e A 2

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adecuadamente los ingresos en todo el espectro de hogares, cu­briendo desde los más pobres hasta los más ricos. Si se tiene una buena medición del grado en que se subestiman los ingresos que se obtienen como remuneraciones al trabajo, renta empresarial o renta de la propiedad, la aplicación de los factores de ajuste elevaría la curva de la distribución del ingreso al lugar que le corresponde. Esta es la situación que se observa en la gráfica 3.

El área encerrada por OPQ sería el ingreso de las ENIGH y la superficie OPR representaría el de las Cuentas Nacionales. Las razones entre las distancias verticales de OR y OQ en los puntos correspondientes del eje OP, representan los coeficientes por los cuales habría que multiplicar los ingresos observados para co-

G R Á F e

AJUSTE A LAS CuENTAS NAciO~ALES PARA coRREGIR

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rregir Jos sesgos de subdeclaración. Nótese que la gráfica se ha construido conforme al supuesto de que la tasa de subregistro es creciente con el nivel de ingreso (recuérdese que previamente se ordenaron los hogares de menor a mayor ingreso), lo que se expresa en una distancia creciente entre ambas curvas al alejarse del origen sobre el eje de abscisas en la dirección OP.

No está de más señalar que en los datos de las ENIGH segura­mente están presentes ambos sesgos, por lo que la representa­ción más adecuada combinaría las situaciones representadas por las gráficas 2 y 3.

CoNCLUSióN

O riginalmente la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares se concibió para calcular las ponderaciones de los índices de precios al consumidor, aunque gradual­

mente se ha transformado en la fuente estadística más importante para estudiar la pobreza y la desigualdad en la distribución del ingreso.

Llama la atención que a la vez que aparecía este nuevo uso también aumentó la frecuencia de los levantamientos: de cinco o más años antes de 1990 a dos años en la década de los noven­ta, y que aun cuando adquiría más y más importancia para se­guir la evolución de la pobreza y la desigualdad, el diseño de la muestra, los cuestionarios, las definiciones de las variables, su codificación y Jos operativos de terreno no han tenido modifi­caciones de importancia en los últimos tiempos.9

El cotejo de laENIGH89 con el censo de 1990, así como la com­paración entre las Encuestas de Ingresos y Gastos levantadas en los ochenta y noventa, proporcionan evidencia congruente que lleva a sospechar que estas encuestas subregistran los ingresos de los hogares tanto por subdeclaración como por truncamiento.

El truncamiento de la distribución del ingreso en la cola de la izquierda (donde se encuentran los hogares de menores ingre­sos) proporciona información que lleva a subestimar la inciden­cia y la intensidad de la pobreza. Este sesgo se vería parcialmente compensado si los pobres en la muestra subdeclaran sus magros ingresos. El truncamiento por la izquierda combinado con el de la derecha (no inclusión de los hogares más pudientes) condu­ce a subestimar la medición de la pobreza relativa y de la des­igualdad en la distribución del ingreso, que se ven afectadas aún más si efectivamente subdeclaran en mayor medida los miem­bros de los hogares con ingresos más altos.

El ajuste respecto a las Cuentas Nacionales intenta mitigar las consecuencias de estos sesgos sobre las mediciones de la pobreza y la desigualdad en la distribución del ingreso. La pon­deración de los datos de la muestra hasta alcanzar los correspon­dientes valores de las Cuentas Nacionales es adecuada para la

9. Las ENIGH de 1984, 1989, 1992, 1994,1996, 1998 y 2000 (le­vantada ese año pero aún no disponible para los usuarios) comparten el mismo diseño de muestreo y el mismo cuestionario. No se quiere decir con esto que no ha habido modificaciones, sino que han sido sólo de detalle.

cálculo de la pobreza

porción del sesgo que proviene de la subdeclaración, aunque introduce una redistribución estadística ael ingreso sin contra­partida en la "realidad", imputando el ingreso de Jos hogares excluidos (truncados) de la muestra "en favor" de los incluidos.

La conclusión es nada halagüeña. Si para calcular la pobre­za se usan los datos de las ENIGH tal cual son dados a conocer por el INEGl, ello implica excluir del análisis de 40 a 50 por ciento de los ingresos de los hogares y, además, como el porcentaje de subestimación es variable, el cálculo de la-evolución de lapo­breza estará influido por las variaciones en la cobertura. 10 En consecuencia, con Jos datos no ajustados no es posible saber qué parte del cambio en la medición de la pobreza se origina en la confiabilidad del instrumento y cuál es la que corresponde ge­nuinamente a variaciones en los ni veles de pobreza de la pobla­ción. Si para remontar estos problemas se ajusta a las Cuentas ~acionales y parte del subregistro proviene de truncamiento, entonces la solución introduce alteraciones indebidas en la dis­tribución del ingreso y por tanto en las mediciones de la inciden­cia e intensidad de la pobreza, así como de la desigualdad en la distribución del ingreso.

Si se usan los datos tal como los proporcionan las ENIGH, el cálculo de pobreza no es válido porque falta entre 40 y 50 por ciento del ingreso; se excluyen, por truncamiento, hogares de muy bajos y muy altos ingresos, lo que conduce a subestimar la pobreza absoluta y relativa; si se ajusta con las Cuentas Nacio­nales se sesga la medición de la incidencia y la intensidad de la pobreza, pues se asignan ingresos no percibidos a los hogares incluidos en la muestra.

En aras de buscar una solución a esta complicación se podría: a] diseñar una muestra específica para medir la pobreza y la desigualdad en la distribución del ingreso; b] para emprender esta labor se debe considerar la experiencia acumulada por tres lustros deENIGH comparables, y e] si bien el diseño de la muestra, con todo lo que implica, es un problema esencialmente estadís­tico, sería recomendable que se tomaran las medidas pertinen­tes para garantizar la confiabilidad y la validez de la medición.

Me parece que la solución debe surgir de grupos de trabajo con la participación de estadísticos especialistas en diseños de mues­tras, expertos en la elaboración de cuestionarios y los analistas de la pobreza y la desigualdad, tanto de los sectores académico y público, como de la sociedad civil. Los especialistas en mues­tras y cuestionarios son necesarios para la generación de infor­mación confiable, mientras que los investigadores tendrían como tarea generar indicadores válidos. De ambos dependerá la posibi­lidad de generalización empírica de los resultados muestrales. Es muy probable que el trabajo conjunto, en un grupo de este tipo, redunde en mediciones confiables y válidas de la pobreza y la desigualdad en la distribución del ingreso en México. $

1 O. Los problemas de subregistro tienden a invalidar los análisis que estudian la evolución de la pobreza y de la desigualdad; en efec­to, parte del cambio que se observa se puede deber a la variabilidad de la cobertura. En las comparaciones internacionales los problemas que surgen de las fuentes se multiplican, lo que lleva a poner en duda el contraste de los grados de pobreza y desigualdad entre países.

1

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La pobreza en América Latina: desafío para el nuevo milenio

• • • • • • • • • • FERNANDO MEDINA H . '

EL ENTORNO ACTUAL: ALGUNOS RASGOS CARACTERÍSTICOS

América Latina está poblada por casi 500 millones de per­sonas. Tres de cada cuatro latinoamericanos residen en zonas urbanas y se observa una marcada tendencia descen­

dente de la tasa de crecimiento poblacional, que se ubica en al­rededor de 1.5% anual. Los países presentan cambios de distintas intensidades en su dinámica demográfica y en su perfil epidemio­lógico. Se están gestando procesos de envejecimiento y concen­tración urbana que han incrementado la demanda de servicios y alterado la composición de los mercados de trabajo. El fin de siglo muestra avances y perfila nuevos desafíos. La mortalidad y morbilidad se han reducido, 1 ampliando la expectativa de vida de las personas a 72 años. En varios países el analfabetismo adulto muestra niveles inferiores o iguales a 10%; la matrícula educativa se ha extendido y en la mayoría de las naciones más

l . No deben perderse de vista las brechas entre los países . En un informe preparado por la Organización Panamericana de la Salud en 1998 se evidencian algunas de las inequidades que persisten en el campo de la salud. En los países con mayor nivel de ingreso, la tasa de mortalidad infantil se ubicó en 7.9 al millar, en tanto que en los de menores recuFsos aleanzó un registro de 63 al millar. Además, casi dos tercios de la mortalidad se asocia a enfermedades no trasmisibles, y la reaparición de padecimientos como el cólera está demandando nuevamente la intervención de las autoridades sanitarias (OPS, Informe del Director 1998, Washington, 1998, p. 28) .

*Asesor regional de la División de Estadística y Proyecciones Eco­nómicas de la Comisión Económica para América Latina y el Cari­be (CEPAL) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Las opiniones son responsabilidad del autor y en ningún caso deben aso­ciarse con la posición oficial del organismo en el cual colabora <jinedina@ e clac. el> .

de 90% de los menores en edad escolar cursa el nivel básico de enseñanza.

En materia distributiva, con frecuencia se alude a la región como una de las más inequitativas del mundo. La alta concen­tración del ingreso muestra una enorme rigidez y esta caracte­rística se percibe como un rasgo estructural que se ha acentua­do ante las modalidades de desarrollo adoptadas.2 En la mayoría de los países el coeficiente de Gini supera 0.45 3 y durante el decenio anterior la desigualdad continuó aumentando en gran parte de las zonas urbanas. 4

A los desequilibrios en materia distributiva hay que agregar los rezagos que prevalecen en otras dimensiones asociadas a la calidad de vida: 20% de la población latinoamericana no cuen­ta con abastecimiento de agua potable -hay una notable disper­sión entre países- y el servicio de alcantarillado sólo benefi­cia a siete de cada 1 O personas. Asimismo, padecimientos propios

2. Como se comentará más adelante, las modalidades de desarrollo han generado procesos de crecimiento altamente concentradores. Así, mientras que la expansión del producto ha significado reducciones en las tasas de pobreza, la desigualdad económica ha aumentado, am­pliando cada vez más la brecha de ingresos entre los ganadores y per­dedores de la transformación económica que se vive.

3. El índice de desigualdad de Gini es ampliamente utilizado para medir la concentración del ingreso. Cuando este indicador adquiere valores cercanos a cero, se interpreta como una muestra de equidad en la sociedad, en tanto que valores próximos a la unidad estarían denotando que un porcentaje reducido de personas concentra una alta proporción del ingreso total de la economía. El promedio estimado para América Latina se ubica en torno a 0.52 (Banco Interamericano de Desarrollo, América Latina frente a la desigualdad. Informe 1998-1999, Washington, p. 301) .

4. CEPAL, Panorama social de América Latina, 1999-2000, San­tiago, Chile, pp. 282-283 .

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886

G R A F e A

A\lf:KH \ LH"\: nouuó' oH PKounro '"tK ·o BNtTO DE 19 1'\isEs,

1991-200() (IAS\S \ . l \LES IH \AN!At'IÓ" ,\ I'RiliOS IJF 1995)

•••••••••••••••••••••••••••••••• 6

5

4

3

2

o

3.9 • 4.1 • 3.2

• 5.2

• 1.1

• 5.3

• 3.7 • 4

• 2.3

• 0.3

1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000

Fuente: CEPAL, Balance preliminar de las economías de América Latina y el Caribe, 2000.

••••••••••••••••••••••••••••••••

G R Á F e A

A\tLRH 'A LATI~\: E\'OI.lCfÚ>; DEI PRODL ( 'T() ISHN>;() BRl.TO PER ( \Prl \

Ot. 19 1'\ÍSES, 1991-2000 (HSAS A';ti,\LES DE \ .\RL\CI(ÍS

A PKEUOS DE 1995)

2

•••••••••••••••••••••••••••••••• 4

3 • 3.4 • 3.5 2.4

2 • 2.0 .. 2.3 • 2.0 • 1 l • 1.3

\ 1 • 0.6 o • -1 -0.6 • -1.3 -2

1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000

••••••••••••••••••••••••••••••••

de la pobreza están vigentes y en los últimos años el dengue hemorrágico ha vuelto a cobrar víctimas. Tampoco se ha logra­do erradicar los problemas de malnutrición. A pesar de que se han reducido los episodios de menores con bajo peso, el retar­do en talla, causado por la deficiente ingesta de alimentos o baja capacidad de absorción, afecta en algunos países a más de la mitad de niños en edad preescolar y escolar. 5

El balance económico tampoco es muy alentador. La inesta­bilidad que caracterizó el desempeño de la región durante el de-

5. La falta de higiene en las familias y comunidades marginadas afecta la salud de los menores y los expone permanentemente al ries­go de padecer episodios de diarrea. Esta situación no le permite al or­ganismo de los infantes asimilar en forma adecuada los nutrientes ne­cesarios para desarrollar su potencial genético, por lo que es frecuente encontrar retardo en peso y talla en los niños de hogares en extrema pobreza. Además, la malnutrición es un factor que incrementa el riesgo de contraer padecimientos crónicos por deficiencias en micronu­trientes básicos.

la pobreza en amén ca latina

G R Á F e A 3

A \lt:RIC \ LHI'o ,; F \ Ol.l t'IÚ'- IIE 1 A l>lSOCL 1' \CIOS \BIER 1\ LKB\>; \

l>t 17 1'\ÍSES, 1990-1999 (L\S\S \ t \LES \IUli\S)

•••••••••••••••••••••••••••••••• 9.0

8.0

7.0

6.0

5.0

5.7

• • ..... 6.3

• • 6.1 5.6 5.7

7.7

• • 7.2 • 7.2

8.8 • • 8.2

1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999

•••••••• • • ••••••••••••••••••••••

cenio pasado repercutió en el mercado de trabajo y en la evolu­ción de los indicadores de pobreza y desigualdad. La dinámica de las economías de Brasil (creció 4%) y México (7%) en 2000 -asociada fundamentalmente al auge del comercio internacio­nal-6 permitió que el crecimiento medio anual del producto re­gional fuera de 3.3% de 1991 a 2000, en tanto que el ingreso por habitante se expandió a un modesto 1.5%7 (véanse las gráficas 1 y 2). La reactivación económica no favoreció como se esperaba la creación de puestos de trabajo y coexiste un escenario de ex­pansión económica con marcadas tendencias al alza en la desocu­pación. Ante el aumento de la oferta laboral el desempleo no cede y en 2000 la tasa de desocupación se ubicó en 8.9% de la PEA (véa­se la gráfica 3),8 en tanto que la informalidad sigue extendiéndose y la flexibilidad laboral que predomina en los programas de con­tratación de las grandes empresas está dejando a muchos traba­jadores sin la protección social necesaria.9 La economía mundial continúa desacelerándose y la dependencia externa afecta el ámbito interno de los países; 2001 se presagia como un período de bajo crecimiento y se advierte que el aumento de la cesantía puede afectar el comportamiento de los índices de pobreza.

Por otra parte, persisten rezagos estructurales que en ocasio­nes se han acentuado a consecuencia de los desastres naturales ocurridos en el pasado reciente. De acuerdo con la ONU 10 sólo

6. El aumento del producto total representa casi el doble del re­gistrado en 1981-1990.

7. Este comportamiento superó ampliamente lo conseguido en el período 1981-1991, cuando el PIB per cápita de la región promedió - 0.9 por ciento.

8. La evolución económica muestra efectos asimétricos en los indicadores del mercado de trabajo. De hecho, se considera que el crecimiento de la economía no ha sido suficiente para conseguir lo­gros importantes en materia de empleo. Algunas estimaciones sugieren que el PIB debe crecer a tasas superiores a 4% para que se produzca una caída significativa de la desocupación. CEPAL, Balance prelimi­nar de las economías de América Latina y el Caribe, 2000, Santiago, Chile, p. 26.

9. OIT, Panorama laboral2000, Lima, Perú, 2000, p. 70. 10. PNUD, Informe sobre desarrollo humano 2001, Ediciones

Mundiprensa, México, pp. 145-148.

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comercio exterior, octubre de 2001 887

El método aplicado para la medición de la pobreza l Las estimaciones de la magnitud de la pobreza absoluta que

aquí se presentan fueron efectuadas por la CEPAL mediante el denominado "método del ingreso", el cual basa sus re­

sultados en el cálculo de líneas de pobreza. La aplicación de la metodología parte de la definición de una canasta básica nor­mativa de bienes alimentarios (CBA), la cual se propone con base en las necesidades nutricionales de la población, la estruc­tura demográfica -por edad y sexo-, las diferencias regio­nales, los hábitos de consumo de las familias, la disponibili­dad efectiva de alimentos y los precios relativos pagados por los hogares. La información con que se elaboró la CBA se basó en los patrones de gasto observados en las encuestas de pre­supuestos familiares de los países, en las que se registran las cantidades compradas, los precios pagados y el gasto total del hogar. El costo diario per cápita de esta pauta de consumo se supone como la línea de indigencia o de pobreza extrema (z), la cual se compara con el ingreso per cápita del hogar (y) para ubicar a las familias en distintos estratos de pobreza. Confor­me a las reglas de clasificación se identifican en situación de pobreza extrema aquellas familias cuyo ingreso per cápita no es suficiente para adquirir la CBA (y< z), es decir, que ni asig­nando todo su presupuesto lograrían satisfacer sus necesida­des nutricionales mínimas. Las familias cuyos ingresos per cápita se ubican entre el monto de la línea de indigencia y menos de k veces este valor, se definen como pobres no indigentes (z = y~ k z ). Finalmente, se denominan como no pobres Jos hogares cuyo ingreso per cápita es mayor o igual a k veces el valor de la línea de indigencia (y ~ z). El valor de k se define igual a 2 para las áreas urbanas y 1.75 para las rurales, reco­nociendo las diferencias de precios relativos que existen en­tre ambos entornos geográficos.

L1RJCION I.E DE LA I'OBLACIO \" Fl COSTO

DI<: LA C

e omo punto de partida para la definición de la CBA se cal­culan los mínimos nutricionales que requieren las perso­nas para garantizar su pleno desarrollo físico e intelectual.

Esto se logra a partir de la aplicación de la metodología más reciente propuesta por la FAO, la OMS y la Universidad de las Naciones Unidas (UNU). El procedimiento sugiere la aplica­ción de un algoritmo que fija como referencia la tasa de meta­bolismo basal (TMB) -equivale al valor de la in gesta mínima de nutrientes necesaria para garantizar el funcionamiento vi­tal del organismo-- como elemento central para determinar las necesidades adicionales de energía y proteínas de las perso­nas, considerando las diferencias por grupos de edad y sexo, la actividad física (para la producción y el esparcimiento), el

entorno geográfico de residencia del hogar, así como los reque­rimientos adicionales de las mujeres para enfrentar los perío­dos de embarazo y lactancia. La in gesta mínima de calorías y proteínas se obtiene como un promedio ponderado por zona geográfica, por lo que no existe el concepto de individuo o fa­milia "tipo" y se abandona la vieja noción de unidades "adul­to-equivalente". Las necesidades alimentarias varían por país y en general se aprecian m a y ores necesidades de energía en las zonas rurales . Los requerimientos medios de calorías se ubi­can en torno a las 2 160 kcal., en tanto que el promedio de pro­teínas por persona se estima en 69 gramos diarios. Toda vez que se dispone de los parámetros nutricionales, los hogares se or­denan en deciles conforme al ingreso per cápita familiar y las cantidades de alimentos informadas se transforman en nutrien­tes a fin de aproximarse al "consumo aparente" de energía en cada uno de los estratos. Posteriormente se identifica el gru­po de hogares que, en promedio, informó el consumo reque­rido de calorías y la estructura de demanda observada se utili­za para identificar los bienes que formarán parte de la canasta que servirá como pauta alimentaria. El vector de precios aso­ciado a las cantidades propuestas se utiliza para determinar el costo monetario de la CBA y con ello se determina el valor de la línea de indigencia (z) .

El ajuste de los ingresos de los hogares

Investigaciones efectuadas en varios países del mundo han demostrado que son frecuentes las diferencias entre los ingresos captados por las encuestas de presupuestos familiares y los que se derivan del Sistema de Cuentas Nacionales (SCN) . No se trata de un problema nuevo y tampoco se han identificado alterna­tivas fáciles para solucionarlo. En América Latina, al igual que en otras regiones del mundo, es difícil conocer con precisión el origen y los montos de ingreso que reciben los miembros del hogar debido, entre otras razones, al desconocimiento de los entrevistados acerca de los ingresos de sus familiares, a la falta de memoria de los informantes, a la negativa para entregar in­formación veraz y al rechazo de las familias de altos ingresos a conceder la entrevista. Además, debido a que en los países hay una muy baja proporción de familias muy ricas, este he­cho se traduce en la presencia de pocas observaciones en la muestra con esas características. También se debe señalar que las discrepancias entre las encuestas y la contabilidad nacio­nal no se deben asociar exclusivamente a las causas señaladas. Se deben considerar los errores de muestreo y no muestreo en el acopio de información antes de hacer afirmaciones conclu­si vas acerca de la subinformación. Las mediciones tienen aso­ciado un error de muestreo que se debe estimar y que además cambia entre encuestas, situación que por añadidura está in-

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fluida por la imputación de datos. La varianza de muestreo difiere según sea la variable que se analice y el ámbito geográ­fico de interés. Son muchos los factores que determinan la calidad y precisión de los datos, por lo que se sugiere ampliar el espacio de análisis a la simple comparación de los montos estimados por cada fuente y adoptar precauciones similares para verificar los procedimientos para integrar la información en la contabilidad nacional. Se comprueba que si no se ajus­tan los resultados de las encuestas ello puede sobredimensionar las tasas de pobreza, mientras que sus efectos en la distribu­ción del ingreso dependerán del método de ajuste adoptado. Para generar las estimaciones de pobreza que se presentan en este trabajo los ingresos de las encuestas fueron ajustados. En general, se aprecia que las corrientes de ingresos muestran distintos niveles de subdeclaración, por lo que es necesario disponer de un procedimiento de ajuste diferencial. La CEPAL

Argentina, Uruguay, Chile y Costa Rica pueden considerarse en el grupo de desarrollo humano alto, lo cual se corresponde con los progresos que han alcanzado en la superación de la pobreza. Hay una asociación positiva entre los índices de desarrollo hu­mano y las tasas de pobreza en favor de los países con mejores sistemas públicos de salud, educación y mejores promedios en el ingreso por habitante. 11 La falta de activos, el bajo nivel edu­cativo, el lugar de nacimiento, el hogar de origen, la proceden­cia étnica y la condición de género son sólo algunos de los fac­tores que condicionan la desigual distribución de oportunidades y capacidades en América Latina, lo cual hace probable que la marginación y lainequidad continúen presentes por muchos años.

LA EVOLUCIÓN DE LA POBREZA EN ÁMÉRICA LATINA,

1970-1997

En los dos últimos decenios América Latina no logró conso­lidar un período de crecimiento estable que haya repercu­tido en avances significativos en el bienestar social. 12 La

mayor concentración de la pobreza en las zonas urbanas y la inequidad con rasgos predominantemente rurales caracterizan el panorama social del fin de siglo.

En 1970 se contabilizaban 113 millones de pobres (la descrip­ción del método utilizado para la estimación de la pobreza se presenta en el recuadro) -alrededor de 40% de la población

11 . El coeficiente de correlación entre el índice de desarrollo hu­mano (IDH) 2000 y las tasas de pobreza en torno a 1997 es de- 0.89. Por su parte, la relación entre el IDH y el índice de pobreza humana calculado por el PNUD genera un coeficiente de- 0.96.

12. Como se analizará más adelante, la situación por país mues­tra un comportamiento heterogéneo, ya que se observaron avances notables en la evolución de Jos indicadores en algunas de las econo­mías de la región, en tanto que en otros casos continuó acentuándose el deterioro social.

la pobreza en américa latina

aplica de manera regular una metodología que considera varios coeficientes de ajuste por fuente, que toma en cuenta la posi­ción de los hogares en la distribución del ingreso, debido a que en algunas partidas la subestimación se concentra en las fami­lias de mayores recursos. Se ha podido apreciar que, en gene­ral, los montos captados por concepto de remuneraciones al trabajo presentan las menores discrepancias, mientras que los ingresos provenientes de la renta de la propiedad, los negocios propios, las ganancias y utilidades obtenidas de las cooperati­vas de producción y otro tipo de ingresos, corresponden a los mayores desequilibrios. Además de influir en las tasas de po­breza, la corrección incide en el valor del coeficiente de con­centración del ingreso, ya que al ajustarse en mayor proporción las percepciones de los hogares ubicados en la parte superior de la distribución, ello conduce a un incremento del porcenta­je de ingresos que retienen y a que aumente la desigualdad.

total-, con más de dos terceras partes de las familias concen­tradas en las zonas rurales (véanse los cuadros 1 y 2). El auge económico de los setenta -período en que la economía de la re­gión se expandió a una tasa media anual de 5.6%- permitió vigorizar la oferta de empleo, sobre todo en las actividades industriales de mayor productividad concentradas en las zonas urbanas, lo cual favoreció la disminución del porcentaje de hogares pobres. Los procesos de urbanización y la capacidad de la actividad económica para asimilar la oferta de mano de obra disponible contribuyeron a que la proporción de familias pobres pasara de 40 a 35 por ciento de 1970 a 1980. También se apreció un descenso de cuatro puntos en la indigencia; sin embargo, el alto índice de crecimiento demográfico no permitió mejorar las cifras absolutas y el número de pobres aumentó de 135.9 a 200 millones, en tanto que la indigencia se ubicó en 31 millones.

Para la mayoría de los países el decenio de los ochenta sig­nificó la cancelación de los avances logrados en los índices re-

e u A D R o

AMÉRICA LATINA: POBLACIÓN POBRE E INDIGENTE DE 19 PAISES,

1970-1999 (PORCENTAJES DE HOGARES)

•••••••••••••••••••••••••••••••• Pobreza 1 lndigencia2

Total Urbana Rural Total Urbana Rural

1970' 40 26 62 19 10 34 1980 35 25 54 15 9 28 1990 41 35 58 18 12 34 1994 38 32 56 16 11 34 1997 36 30 54 15 10 31 1999 35 30 54 14 9 31

l . Perso nas en bogares en situac ión de pobreza. Inc luye a la población en situación de indigencia. 2. Personas en hogares en situación de indigencia. a. CEPAL, La equidad en el panorama social de América Latina durante los Gllos ochenta , Santiago, Chile, octubre de 1991 , p. 19. Fuente: CEPAL, Panorama social de América Latina, 1998, Santiago, Chile, abril de 1999, p. 36.

••••••••••••••••••••••••••••••••

..

4

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comercio exterior, octubre de 2001

e u A D R o

ÁMÉRICA LATINA: POBLACIÓN POBRE E INDIGENTE DE 19 PAISES,

1970-1997 (POBLACIÓN, MILLONES)

2

•••••••••••••••••••••••••••••••• Pobres' Indigentes2

Total Urbana Rural Total Urbana Rural

1970 113.0 38.0 75.0 1980 135.9 62.9 73 .0 62.4 22.5 39.9 1990 200.2 121.7 78.5 93.4 45.0 48.4 1994 201.5 125.9 75 .6 91.6 44.3 47.4 1997 204.0 127.1 76.9 89.8 43.2 46.6

l. Personas en hogares en situación de pobreza. Incluye a la población en situación de indigencia. 2. Personas en hogares en situación de indigencia. Fuente: CEPAL, Panorama social de América Latina, 1998, Santiago, Chile, abril de 1999, p. 36. Para 1970, CEPAL, La equidad en el panorama social de América Latina durante los años ochenta, Santiago, Chile, octubre de 1991, p. 19.

••••••••••••••••••••••••••••••••

lativos y ello se manifestó en una reversión de la tendencia a la baja que se había obtenido. Durante el primer quinquenio de la década ya se manifestaban las repercusiones de la crisis, y la pérdida de dinamismo de la economía aceleró la caída del pro­ducto por ocupado y del empleo y activó, asimismo, el repunte de la desocupación en las zonas urbanas. En la mayoría de los países se perdieron numerosos puestos de trabajo en los secto­res público y manufacturero, desplazando la ocupación hacia sectores de baja productividad que redujeron los salarios rea­les y los ingresos familiares, agravando con ello el problema de la pobreza en las zonas urbanas. El avance del empleo en el sector agropecuario -el cual aumentó 2. 7%-evitó que la catástrofe tuviera mayores repercusiones. De 1980 a1986la tasa de pobreza en los hogares aumentó de 35 a 37 por ciento en el ámbito na­cional, en tanto que en las zonas urbanas el incremento fue de 25 a 30 por ciento y en las rurales se mantuvo sin cambios en al­rededor de 53%. 13 Las tendencias que mostraban las cifras ab­solutas hacían evidente que el fenómeno de la pobreza se esta­ba transformando en un problema predominantemente urbano. 14

El inicio de los noventa planteaba el reto de instrumentar modalidades de desarrollo que permitieran imprimir dinamis­mo a las alicaídas economías latinoamericanas. Los problemas estructurales hicieron obligada la aplicación de programas de ajuste para restablecer los equilibrios macroeconómicos, aun­que después las reformas se extendieron al área comercial, al sector financiero y laboral, a la seguridad social y a la transfor­mación del Estado. 15 Al poco tiempo se registraron cambios

13. La incidencia de la población rural en la pobreza era 1.7 ve­ces mayor que la urbana en 1986.

14. Para un conjunto de diez países, la CEPAL señala que la pobreza se incrementó en 20 millones de 1980 a 1986; la mayor parte se con­centraba en las zonas urbanas (CEPAL, La equidad en el panorama social de América Latina durante los años ochenta, Santiago, Chile, octubre de 1991 , p. 52).

15. Los procesos de reforma económica se iniciaron en algunos países en los años setenta y se generalizaron a mediados de los ochenta. Durante los noventa se consolidaron, aunque con diferente intensi­dad y profundidad (E. Lora, "Una década de reformas estructurales

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producto de la estrategia adoptada y la actividad económica re­cuperó su dinamismo durante el cuatrienio 1990-1994. La reac­tivación en Argentina, Bolivia, Chile, México, Panamá, Perú y Uruguay, acentuó la tendencia regional y los porcentajes de población pobre bajaron de 41 a 38 por ciento. 16 Con todo, la pobreza continuó extendiéndose y en 1994 había alrededor de 202 millones personas con carencias de ingresos, concentrán­dose más de dos terceras partes en las zonas urbanas. La situa­ción de la indigencia no varió en forma apreciable y se mantu­vo en alrededor de 16% (dos puntos menos que en 1990). La proporción de familias rurales en esa condición casi triplicaba el registro urbano, situación que prácticamente se mantuvo a lo largo de 14 años. El total de indigentes se aproximó a 92 millo­nes de personas y su distribución espacial confirma que a partir del decenio de los ochenta la pobreza extrema se ha manifesta­do con mayor intensidad en las áreas rurales.

Durante la segunda mitad de los noventa algunos países pro­fundizaron sus procesos de reforma. Se calculaba que la aper­tura comercial, la desregulación de los mercados y la privati­zación de las empresas públicas contribuirían al uso más eficiente de los recursos productivos y ayudarían a expandir la oferta de empleo. Se anticipaba que el costo social de estas medidas se compensaría, en el mediano plazo, con los aumentos de la pro­ductividad y que los sectores más competitivos tendrían la ca­pacidad de absorber la desocupación. Las cifras del trienio 1995-19.97 tienden a confirmar que las expectativas se cumplieron sólo de modo parcial. Posterior a la crisis ocurrida en México al tér­mino de 1994, esta economía y la de Argentina mostraron una rápida recuperación, pero retrocedieron en materia social. En el caso de México, el menoscabo económico propició que la tasa de pobreza en los hogares pasara de 36 a 43 por ciento, en tanto que la extrema pobreza aumentó una tercera parte y se ubicó en 16%. 17 En el Gran Buenos Aires, la tasa de familias pobres au­mentó de 1 O a 13 por ciento y la indigencia apenas se movió un punto porcentual (3% ).

Las disminuciones observadas en el período 1994-1997 en Brasil, Chile, Colombia, Panamá y Perú y la ausencia de cam­bios significativos en Costa Rica, El Salvador, Honduras , Ve­nezuela y las zonas urbanas de Uruguay, afianzaron la tenden­cia a la baja iniciada en 1990. Así, de 1994 a 1997la pobreza y la indigencia continuaron cayendo (de 38 a 36 por ciento y de

en América Latina: qué se ha reformado y cómo medirlo", Pensamiento Latinoamericano, número extraordinario, Madrid) .

16. La evolm:ión del a pobreza de 1990 a-1994 fue muy dispar. La baja en Chile se asocia al crecimiento económico, el cual fue supe­rior a 5% -como promedio anual- de 1991 a 1994, a la expansión del empleo y a la estabilidad de precios. En Uruguay también influ­yó la dinámica de la economía y la desaceleración del nivel general de precios, lo que propició que la pobreza urbana cayera a la mitad del valor de 1990(12%).

17. Los efectos del repliegue económico en México también se manifestaron en el aumento de la desocupación -usualmente baja-, la cual alcanzó cifras de 7.6% en agosto de 1995. Sin embargo, un año más tarde el indicador de desempleo descendió a 5.3% y en agosto de 1997 volvió a caer a 3.5% de la PEA.

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16 a 15 por ciento, respectivamente); ello significó que el pro­medio regional recuperara los niveles relativos observados en 1980. . .

El período 1998-1999 no estuvo libre de sobresaltos y la crisis asiática se manifestó en el desempeño de algunas economías latinoamericanas. Los países del sur·del continente resultaron más afectados y concluyeron 1999 con decrementos del produc­to. México y los países de Centroamérica y el Caribe sortearon la crisis con mejores resultados. La reactivación de la economía mexicana se intensificó de manera notable en el bienio 1997-1998, lo que contribuyó a abatir la pobreza. El crecimiento per­mitió reducir de 43 a 38 por ciento la pobreza en 1996-1998, mientras que la extrema pobreza se contrajo tres puntos y se ubicó en 13%. En Chile, las cifras confirman que se mantuvo la ten­dencia a la baja, pero sin cambios importantes en la indigencia. El porcentaje de hogares pobres de 1996 a 1998 se redujo de 20 a 17.8 por ciento, en tanto que la indigencia se mantuvo estan­cada en torno a 4.9 por ciento.

Se puede afirmar que los primeros .siete años de la década resultaron favorables para que América Latina mejorara su bien­estar. La tendencia iniciada en 1990 se mantuvo sin pausas hasta 1997 y en ese período la proporción regional de hogares pobres cayó de 41 a 36 por ciento, en las zonas urbanas disminuyó de 35 a 30 por ciento y en las rurales de 58 a 54 por ciento. La indi­gencia mostró un comportamiento similar al reducirse de 12 a 1 O por ciento en las áreas urbanas y de 34 a 31 por ciento en las zonas rurales, en tanto que el promedio nacional bajó de 18 a 15 por ciento.

La evolución de los principales indicadores económicos per­mite prever que el panorama se sostenga durante 2000. 18 Si ése fuera el caso, la región terminaría el siglo con un porcentaje de familias pobres muy similar al de 1980, pero con 68 millones más de personas en esa condición. Se debe tener presente que tuvie­ron que transcurrir dos décadas para que América Latina retor­nara a los niveles relativos de 1980. Estamos ante una situación de suma cero o de borrón y cuenta nueva, lo cual es muy lamen­table. Se han perdido dos décadas en los esfuerzos de la región por superar la po~reza.

FACTORES ASOCIADOS A LA EVOLUCIÓN DE LA POBREZA

S e mantiene vigente el debate acerca de la influencia que ejer­cen las variables macroeconómicas en la pobreza y la des­igualdad. No obstante, hay acuerdos básicos que establecen

que la estabilidad y el buen desempeño de la economía son con­diciones fundamentales para mejorar el nivel de vida de las

18. A pesar de que las primeras aproximaciones señalan que se mantendrán las tendencias a la baja en Chile, Costa Rica y Uruguay, es necesario reflexionar acerca de los rendimientos decrecientes que se observan en los avances de esos países. En Chile el porcentaje de población indigente se ubica desde 1994 por debajo de 1 O y la lenta caída del valor del indicador evidencia la presencia de un núcleo de pobreza dura que no ha sido posible afectar con los programas socia­les. En Costa Rica se presenta una situación similar, con la particula-

la pobreza en américa latina

personas.19 En América Latina se acepta la tesis de que la ex­pansión de la economía sustenta la reducción de la pobreza. Sin embargo, este factor no es .el único y en ocasiones tampoco el más importante para explicar los cambios. En algunos casos, las

. tendencias a la baja estuvieron acompañadas por reducciones en la desocupación, así como por la contención de los precios relativos de los bienes alimentarios. Además, también se con­firma el papel preponderante que desempeñó el Estado mediante la aplicación de políticas públicas pertinentes que contribuye­ron a reforzar el ingreso familiar.

Crecimiento económico

La evolución de la pobreza se benefició del crecimiento econó­mico aunque su efecto fue muy heterogéneo entre países. Por tanto, no parece prudente establecer una relación determinística entre ambas variables, ya que la conjunción de diversos facto­res influyeron en la evolución de los índices y contribuyeron a explicar la dispersión en torno a los promedios regionales. Por lo general, en episodios de contracción económica la pobreza aumenta y en la fase de expansión mejora lentamente. De allí que en ocasiones se afirme que el período de recuperación del nivel previo a la crisis sea más extenso para la pobreza que para la reactivación económica.

Esta tesis se sostiene al observar lo que ha suced~do en la re­gión. De 1990 a 1996 eri Chile la pobreza se redujo 13 puntos debido en gran medida al vigoroso aumento del ingreso per cápita (47.8%). En Uruguay, uncrecimientode2.6% anu~l-de 1990 a 1999- alentó una baja de 17.8 a 9.4 por ciento. Brasil logró expandir discretamente el producto por habitante (poco más de 1%) en 1990-1996, pero consiguió una reducción notable de 12 puntos porcentuales en pobreza -apoyándose en la acción pú­blica-, en tanto que Costa Rica el doble de crecimiento redujo en cuatro puntos la tasa de hogares pobres. Hay también situa­ciones como la ocurrida en Honduras en donde el ingreso por habitante se disparó casi 13% entre 1990 y 1997, con efectos casi imlos en la pobreza (la tasa descendió un punto).

En algunos países con estancamiento o contracción económica los cambios se percibieron en forma asimétrica. En Venezuela el ingreso por habitante retrocedió levemente(- 0.5%) y lapo-

ridad de que las últimas mediciones efectuadas por la CEPAL (1994 y 1997) no informaron de cambios en la tasa de indigencia de las per­sonas (se mantiene en 8% ). En Uruguay la situación es parecida, con la diferencia de que la tasa de indigencia en las zonas urbanas es la más baja de la región (2%). Parece que lo anterior revela la presencia de situaciones estructurales, por lo que tendrán que idearse alternativas de política para incorporar a estos sectores marginados al desarrollo, ya que cada vez resulta más difícil que la acción del Estado sea capaz de modificar su condición social.

19. S.A. Morley, "Social Adjustment and the Determinants of Poverty in LatinAmerica", Inter-AmericanDevelopment Bank, mayo de 1992, p. 33, y A. De Javry y E. Sadoulet, Growth, Poverty and Inequality in LatinA me rica: A Causa/Analysis, 1970-1994, Univer­sity of California at Berkeley, septiembre de 1998, p. 28.

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comercio exterior, octubre de 2001

breza aumentó ocho puntos. Por su parte, la contracción de la economía mexicana -entre 1994 y 1996-resultó en crecimien­to de siete puntos en el porcentaje de pobres de las zonas urbanas.

Se comprueba que la inestabilidad en la actividad económi­ca y su composición sectorial incidieron en forma diferenciada en la pobreza y la distribución del ingreso, por lo que el com­portamiento en las zonas urbanas y rurales no necesariamente se corresponde con la conjunción de los mismos factores, sugi­riendo la adopción de distintas alterna ti vas de política para en­carar el problema.

Una manera de sistematizare! vínculo entre crecimiento eco­nómico y evolución de la pobreza se logra con la aplicación de modelos econométricos. Diversas investigaciones han deriva­do coeficientes de elasticidad (E) a p~rtir de la relación que vin­cula el cambio porcentual en la tasa de pobreza como respuesta al aumento porcentual del producto por habitante. 20 En Mor ley y Psacharopoulus eta/.,21 se estiman relaciones de 2:1 entre esas variables, lo cual se interpreta de la manera siguiente: un aumento de 1% del PIB per cápita debiera propiciar una reducción de 2% en la tasa de pobreza. No obstante la enorme utilidad que se le reconoce a este tipo de resultados, se advierten precauciones en su uso y generalización. Investigaciones propias en curso per­miten adelantar que en el caso de Ame rica Latina los datos para el período 1990-1999 sugieren coeficientes de elasticidad me­n.ores a los señalados (E=- 1.4). También se perciben diferen­cias cuando el análisis se efectúa por zona geográfica. Los efectos del crecimiento se aprecian con menor intensidad en las áreas rurales debido, entre otras cosas, a que los sectores más dinámi­cos y con mayor productividad se concentran en las zonas ur­banas. Asimismo, se identifica un comportamiento diferencial cuando las observaciones se clasifican conforme a la tasa de indigencia (H). Los países con menores niveles de extrema po­breza (H:::;; 20%) tienen un comportamiento más elástico que aquellos donde la incidencia es moderada o alta. Finalmente, utilizando una serie de observaciones de más larga data se con­firma que los valores del coeficiente E no son estables en el tiempo ni en el espacio y están influenciados por el ciclo económico y factores exógenos no considerados habitualmente en este tipo de modelos Y Se concluye, por tanto, la necesidad de calibrar de manera permanente el valor de E e incorporar en el análisis

20. La relación que habitualmente se establece tiene la siguiente representación matemática: log (~H) = aO + allog (~PIBpc) +u; en donde ~H y ~PIBpc representan el cambio -entre dos observacio­nes- en las tasas de pobreza e indigencia y el monto del producto por habitante, respectivamente, y al= €, corresponde al valor del coefi­ciente de elasticidad estimado por el modelo.

21. S.A. Morley, op. cit., G. Psacharopoulos e tal. , "La pobreza y la distribución de los ingresos en América Latina: historia del dece­nio de los ochenta", Banco Mundial , Documento Técnico 35ls, Was­hington, 1997, p. 313.

22. Atkinson señala que el vínculo entre macroeoonomía y reduc­ción de la pobreza no es directo. Se trata de una relación muy com­pleja en la cual se reconoce el papel de las instituciones y por supuesto el de la política social (A.B. Atkinson, Macroeconomics and the So­cial Dimension , Nuffield College, Oxford, abril de 1999, p. 30).

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e u A D R o 3

AMí:RJCA L.\TI"'A: EVOLUCIÓN IIEL DESEMPLEO, J.A POURJ :ZA \"EL PRODUCTO

PER c .\PITA lll: 15 P .~fSES, 1990-1997

•••••••••••••••••••••••••••••••• Desocupación PIB

urbana Pobreza per cápita

Chile, Honduras, Panamá _¡_ _¡_ i Brasil , Colombia, Costa Rica,

México, Perú, Uruguay i _¡_ i Bolivia, El Salvador _¡_ i i Argentina, Ecuador, Venezuela,

i i i Paraguay'

J. Bajó el indicador. i Aumentó el indicador. l. El PIB per cápita de Paraguay se mantuvo sin cambio de 1990 a 1997, en dólares de 1990.

••••••••••••••••••• • ••••••••••••

variables institucionales que contribuyan a explicar la evolución del fenómeno.

Expansión del empleo y caídas en la desocupación

Un objetivo de la política económica es promover la creación de puestos de trabajo y ayudar a reducir la desocupación. Cuando coexisten procesos de expansión y caídas en el desempleo es factible que se presenten mejoras en el bienestar de las perso­nas. Sin embargo, en América Latina se observó un comporta­miento muy inestable entre el desempleo y la pobreza en el pe­riodo 1990-1997.

En un grupo de tres países (Chile, Honduras y Panamá), el aumento de la actividad económica acompañó el descenso de las tasas de desocupación y pobreza, situación que corresponde con la trayectoria esperada (véase el cuadro 3). Por otra parte, la di­námica de la economía impulsó mejoras en los indicadores de pobreza en Brasil, Colombia, Costa Rica, México, Uruguay y Perú, pero no fue suficiente para producir el descenso de la des­ocupación.

En Bolivia y El Salvador se presentó un comportamientoerrá­tico. Se conjuntó un escenario en el cual el producto por habi­tante aumentó y favoreció la creación de puestos de trabajo, aunque no logró impedir que la pobreza repuntara. En Argenti­na, Ecuador y Venezuela, el signo del cambio en los indicadores analizados fue positivo en todos los casos; sin embargo, a pe­sar de que se configuró un entorno económico favorable, lapo­breza y la desocupación perfilaron un comportamiento al alza. Finalmente, el estancamiento económico a que se enfrentó Pa­raguay en ese período propició el aumento áe las tasas de pobreza y desempleo, así como la caída del ingreso familiar.

Evolución de la inflación

Es ampliamente aceptado que los procesos inflacionarios son perniciosos y erosionan rápidamente los ingresos de las fami-

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lias. En América Latina el vínculo entre inflación y pobreza cobra particular relevancia, sobre todo en los países que durante la década pasada lograron contener procesos de hiperinflación con resultados alentadores en materia de pobreza. Las experiencias de Argentina, Brasil y Perú demuestran que contener el aumento acelerado de los precios contribuyó a rescatar la estabilidad económica y a reducir la pobreza.

La importancia de las transferencias públicas en la evolución de la pobreza

Las políticas públicas han desempeñado un papel relevante en la promoción del desarrollo social. En varios países la reducción o contención de la pobreza se ha logrado con el apoyo eficaz del Estado. Durante la década pasada, en América Latina se activaron distintas iniciativas que, entre otras acciones, comprendían la entrega de dinero para apoyar la formación del presupuesto fa­miliar y en algunos países el ajuste de los montos de las pensio­nes y jubilaciones fue determinante para explicar lo ocurrido con la incidencia de la pobreza.

En un grupo de países las transferencias -públicas y pri­vadas- que reciben los hogares ubicados en el primer quintil de la distribución del ingreso tu vieron un papel preponderante. En 1997 en Argentina, Costa Rica, Panamá y Uruguay, los re­cursos que provenían de esa fuente representaron entre 20 y 25 por ciento del ingreso total de las familias urbanas. En el caso de Brasil, gran parte de los éxitos entre 1990 y 1993 en la pobre­za rural (la tasa cayó de 64 a 53 por ciento) coincidió con la ini­ciativa de la autoridad para actualizar las pensiones y jubila­ciones. Asimismo, el aumento del monto de las pasividades ha permitido a Uruguay consolidar sus logros sociales y presen­tarse como la economía con menor inequidad y mayores avances en pobreza. 23 En Chile, los subsidios monetarios (pensiones y el denominado subsidio familiar único, SFU) y no moneta­rios representan una contribución significativa para explicar las mejoras en el nivel de vida de las familias durante el pasado decenio. Finalmente, en México, si bien se reconoce la con­tribución de la economía al descenso de la pobreza en 1998, no se debe soslayar el aporte de los programas públicos que se pusieron en marcha para atender a los grupos más afectados por la crisis.

LA DINÁMICA DE LA POBREZA URBANA EN ÁMÉRICA LATINA

EN 1990-1997: GANADORES Y PERDEDORES DE LA DÉCADA

Las trayectorias que han seguido los indicadores de pobre­za en los países representan un insumo valioso para com­plementar el balance social de la década. En el cuadro 4 se

presenta una clasificación de acuerdo con la incidencia de la

23. A pesar de que otros países tuvieron mejor desempeño econó­mico durante la década, a Uruguay -y en menor grado Costa Rica­se le debe considerar como el paradigma regional en materia social.

la pobreza en américa latina

e u A o R

A~tt: RICA LATI~A: DIN.ÜII(.A DE 1 ~ TASA DE POBREZA URBA~A

EN ! .OS HOGARES, 1990-1997

o 4

•••••••••••••••••••••••••••••••• 1990 1994 1997 Estrato bajo (H < 20%) Uruguay 12 Uruguay 6 Uruguay 6 Argentina 16 Argentina 10 Argentina 13

Costa Rica 18 Costa Rica 17 Chile 19

Estrato medio (20 = H 5, 39) Costa Rica 22 Chile 24 Brasil 25 Chile 33 Panamá 25 Panamá 25 Venezuela 33 México 29 Perú 25 México 34 América Latina 3 1 América Latina 30 Panamá 34 Brasil 33 República Colombia 35 Dominicana 32 América México 38

Latina 35 Colombia 39 Brasil 36 El Salvador 39 Paraguay 37

Estrato alto ( H?. 40) Bolivia 47 El Salvador 40 Paraguay 40 Guatemala 48 Colombia 41 Bolivia 44 Ecuador 56 Venezuela 41 Ecuador 50 Honduras 65 Paraguay 42 Nicaragua 66

Bolivia 46 Honduras 67 Ecuador 52 Honduras 70

Fuente: elaboración propia con base en CEPAL, Panorama social de América Latina, 1998, Santiago, Chile, mayo de 1999, p. 38.

••••••••••••••••••••••••••••••••

pobreza en los hogares de las zonas urbanas en 1990-1997. Se muestran ganadores y perdedores y queda de manifiesto la evo­lución heterogénea que siguieron los países, al tiempo que se evi­dencian las enormes brechas que caracterizan la situación so­cial de la .región.

El tamaño de los grupos se contrajo y amplió en diferentes períodos, pero esto no generó migraciones masivas. El estrato formado por las economías con las menores tasas se amplió ante la incorporación de Costa Rica en 1994 y Chile en 1997, en tanto que el grupo con porcentajes superiores a 40 aumentó en la pri­mera parte del decenio y se redujo en 1997.

Uruguay y Argentina se consolidaron como los países con los mejores estándares sociales, mientras que sólo Costa Rica y Chile lograron transitar a estadios superiores de bienestar relativo y concluyeron la década con porcentajes de pobreza inferiores a 20. En el caso de Chile, se muestra que tuvieron que transcurrir siete años para que el progreso económico le permitiera ubicarse en el estrato bajo.

Además de que ha logrado mantener por muchos años tasas de pobre­za e indigencia muy bajas, esa nación también registra la distribución del ingreso menos inequitativa de América Latina, y el nivel de sus indicadores de desarrollo humano, en salud, educación, acceso a ser­vicios básicos se compara favorablemente con Jos de países desarro­llados.

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comercio extenor, octubre oe LUUl

Un hecho que se debe reiterar es que en Uruguay, Costa Rica y Chile la velocidad de reducción de las tasas de pobreza e in­digencia se está debilitando y empiezan a surgir interrogantes acerca de su comportamiento futuro y de la capacidad de lapo­lítica social para incorporar al desarrollo los núcleos de "pobreza dura" que se han formado. 24

Por su parte, Brasil y Panamá lograron escalar en forma consistente y hacia fines de la década presentaron los registros más bajos del estrato medio. La trayectoria de Brasil fue nota­ble si se atiende al hecho de que siempre se había mantenido por debajo de Panamá, pero en 1997logró equiparar las tasas de pobreza.

En México se observó un comportamiento mixto que loman­tuvo en el estrato medio. El avance registrado de 1989 a 1994 no se pudo sostener y al siguiente bienio se amplió aún más la distancia entre su registro de pobreza y el límite establecido para caer en el estrato bajo. En Colombia, el aumento de 35 a 41 por ciento en la tasa de pobreza le significó emigrar de 1990 a 1994 al grupo con los más elevados índices, pero en 1997 recuperó parte de lo perdido y volvió al estrato medio, con niveles simi­lares a los de El Salvador (39% ).

Bolivia, Ecuador y Honduras se ubicaron en 1997 con altos porcentajes de familias pobres. El caso de este último país es en particular preocupante, ya que en la actualidad se le considera el más rezagado en materia de pobreza. En 1990 la incidencia en Honduras era 5.4 veces mayor que la de Uruguay; posterior­mente, sin embargo, los magros avances conseguidos por esa na­ción centroamericana ampliaron la relación a poco más de 11 a 1 en 1997.

En síntesis, se confirma que un grupo de cinco países (Co­lombia, México, Honduras, Paraguay y Venezuela) hacia fines del decenio de los noventa tuvieron incidencias de pobreza supe­riores a las que se registraron en 1990, en tanto que sólo ocho naciones lograron mejorar su situación durante los primeros siete años del decenio recién concluido.

La dinámica de la riqueza urbana, 1990-1997

A diferencia de los análisis tradicionales sobre la distribución del ingreso, el cuadro 5 presenta una clasificación de los países conforme a un indicador asociado a su riqueza: el porcentaje de ingreso que retiene 10% de las familias más ricas. Los re­sultados confirman a Uruguay y Costa Rica como las economías menos inequitativas de América Latina. El primer país logró transitar del estrato medio al bajo, pues mientras en 1990 se ubicó en el quinto sitio de la clasificación, la pérdida relativa de in­gresos del décimo decil permitió una redistribución de la riqueza, lo que le permitió emigrar al estrato bajo. No obstante, tanto en Uruguay como en Costa Rica más de la cuarta parte del in-

24. Esta afirmación se basa en la información actual y en el su­puesto de que en los próximos años no se genere una catástrofe so­cial en esos países y las circunstancias cambien de manera repenti­na.

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e u A D R o 5

AMÉRILA LATINA! DINÁMICA Dt: LA RIQLEZA URBANA, 1990-1997 (PORCENTAJE DE I"GRESOS RETENIDOS POR 10% DE LOS HOGARES UBICADOS

E_, I, A PARTE ALTA DE LA DISTRIBLCIÓN DEL I_,GRESO)

•••••••••••••••••••••••••••••••• 1990 1994 1997

Estrato bajo (Y%< 30%) Costa Rica 24.6 Uruguay 25.4 Uruguay 25.8 Venezuela 28.4 Costa Rica 27.5 Costa Rica 26.8 Paraguay 28 .9

Estrato medio (30 =Y%< 35%) Ecuador 30.5 Venezuela 31.4 El Salvador 31.1 Uruguay 31.2 El Salvador 31.7 Ecuador 31.9 Panamá 34.2 Ecuador 31.7 Venezuela 32.8 Argentina 34.8 Argentina 34.1 Paraguay 33.3 Colombia 34.9 México 34.3 México 33.7

Estrato alto (Y% :2: 35%) México 36.9 Paraguay 35.2 R. Dominicana 35 .5 Bolivia 38.2 Honduras 37.2 Argentina 35.8 Honduras 38.9 Panamá 37.4 Honduras 36.8 Chile 39.2 Chile 40.3 Bolivia 37 .0 Brasil 41.8 Colombia 41.9 Panamá 37.4

Brasil 43.2 Chile 39.4 Colombia 39.5 Brasil 44.3

Fuente: elaboración propia con base en CEPAL, Panorama social de América Latina, 1998, Santiago, Chile, mayo de 1999, p. 64.

••••••••••••••••••••••••••••••••

greso urbano sigue en poder de sólo una décima parte de los ho­gares.25

A partir de entonces, el panorama regional no cambió de manera apreciable y a juzgar por la trayectoria que han tenido los datos no se prevé que esta situación vaya a alterarse en los próximos años. En contraste, se confirma que Colombia, Chile y Brasil mantienen los mayores niveles de inequidad distributiva. En el caso de Chile, la situación descrita no hace sino confirmar que la expansión de la economía ha permitido mejorar las con­diciones de pobreza absoluta, pero la concentración del ingre­so continúa acentuándose y muestra una enorme rigidez como para modificar esa tendencia. 26

Mención especial merece el proceso regresivo que se apreció en Venezuela y Paraguay. Al inicio de los noventa esos países se contaban entre el grupo con menor desigualdad, con coefi­cientes de concentración de Gini de 0.47 y 0.45, respectivamente. Sin embargo, a lo largo de la década las familias más ricas-han recuperado consistentemente su posición relativa, hasta llegar

25. Los niveles de concentración del ingreso de esos países son menores que en el resto de la región; sin embargo, se mantienen lejos de Jamaica, en donde el coeficiente de Gini se encuentra por debajo de 0.40.

26. Si se efectuara una medición de pobreza relativa a partir de la mediana del ingreso o la mitad del ingreso medio, por ejemplo, segu­ramente se comprobaría que la situación de pobreza relativa de Chi­le ha empeorado.

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a concentrar, en ambos países, casi un tercio del ingreso total en 1997.

CARACTERÍSTICAS DE LA POBREZA Y LAS POLÍTICAS

PARA SUPERARLA

Es indispensable conocer los rasgos estructurales que se aso­cian a la difusión de la pobreza para emprender acciones que inhiban su crecimiento y reviertan sus graves manifestacio­

nes. La noción de pobreza entraña Sftuaciones de carencia de recursos económicos y falta de accesó. a un vector básico de satis­factores, conforme a las normas sociales y los derechos que deben regir para todo ser humano.

El análisis de las características más relevantes que presen­ta la pobreza urbana en América Latina identifica al menos los siguientes factores: la situación demográfica, que alude a la tasa de dependencia económica en el hogar como una medida que relaciona el número de menores de edad presentes en la familia respecto al total de adultos ocupados; la.condición de desempleo, ·que afecta alas personas en edad activa, y la conjunción deba­jos ingresos y escasa educación, determinada a partir del número de años de educación del jefe del hogar o del principal soporte en materia de ingresos.

Hacia mediados de la década pasada, en siete de cada 1 O ho­gares en pobreza la persona que aportaba los mayores recursos para el sostenimiento del núcleo familiar tenía ingresos insufi­cientes. Asimismo, en 20% se registró al menos una persona en edad activa cesante, mientras que uno de cada diez hogares se distinguía por la presencia de un elevado número de menores. A las características señaladas habría que agregar el riesgo nutricional que enfrentan los miembros del hogar; la precarie­dad de los materiales de construcción de las viviendas que ha­bitan los pobres; la ausencia de servicios de agua potable y sis­temas apropiados para la eliminación de excretas, así como la carencia de infraestructura educa ti va y de salud en las comuni­dades marginadas Y

A pesar de que hay rasgos comunes, los elementos condicio­nantes de la pobreza distan de ser homogéneos entre países. Las cifras esconden desigualdades absolutas y relativas en los fac­tores determinantes a lo largo de las etapas del ciclo vital. No obstante, revelan la necesidad de insistir en el fomento de la integralidad de las acciones para atender en forma simultánea diversas causas y manifestaciones que convergen en los hoga­res marginados.

En la formulación y aplicación de la política social no se han alcanzado .los compromisos de universalidad, solidaridad e

27. El típico hogar pobre está conformado por cuatro o más per­sonas y la escolaridad del jefe del hogar es inferior al promedio. En la mayoría de los países de la regiónrepresentan entre 30 y 45 por ciento del total de hogares y en nueve de cada diez el ingreso per cápita es inferior al promedio. En los casos en que sólo existe una persona ocu­pada, la probabilidad de que el hogar sea pobre es mayor a 80% ( CEPAL,

Panorama Social de América Latina 1997, Santiago, Chile, 1997).

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integralidad. 28 En muchos casos los programas atienden de manera fragmentada necesidades de corto plazo sin considerar que el acceso a los servicios básicos continúa siendo segmentado, excluyente y concentrado, acotando la participación de lasco­munidades más apartadas o sin capacidad para manifestarse en forma organizada.

Los programas deben considerar las posibilidades y restric­ciones que impone la realidad económica, pero el crecimiento no debe definirse como un fin en sí mismo. Aprovechar el nue­vo entorno internacional del desarrollo debe entenderse como la oportunidad para globalizar los principios éticos de justicia social y no únicamente para alinear los criterios que rigen las relaciones económicas. La política social debe expresar la suma de intereses individuales y colectivos; debe orientarse por los consensos y no por planteamientos voluntaristas. Exige diferen­ciar entre lo posible y lo deseable, identificando con claridad los parámetros que se desean afectar y sus ni veles iniciales, así como los indicadores y las bases informativas que se requieren para evaluar el efecto de los programas en el nivel de vida de las per­sonas.

Las necesidades son dinámicas y las soluciones a nuevos problemas deben provenir de diagnósticos basados en informa­ción objetiva, los cuales en la mayoría de los casos son más sim­ples de entender cuando en su preparación participan las comu­nidades. La intervención ciudadana en la gestión de políticas públicas implica crear nuevas condiciones de solidaridad y autosustentación que promuevan la equidad social.

El análisis de las causas de la pobreza a partir del ingreso es un buen punto de partida, pero necesariamente resulta incom­pleto. La disponibilidad o carencia de recursos no da cuenta del acceso efectivo de las personas a los bienes y servicios, ni tam­poco a la manera en que los hogares evalúan sus limitadas op­ciones, asumen riesgos y toman decisiones. La pobreza se asi­mila en formas muy diversas y sus posibles soluciones requieren analizar el funcionamiento de la sociedad actual, así como co­nocer la percepción que la autoridad tiene de ella y su voluntad para atenderla.

El Estado debe asumir la conducción activa de la política social, sin que ello implique rechazar la participación de las organizaciones civiles. No puede rehuir a su responsabilidad, moral y ética, de conducir los esfuerzos para eliminar la ex-

28. Aun en las concepciones más modernas prevalece el concep­to de universalidad como característica fundamental de la polít~ca social, entendida como la obligación del Estado por procurar un mí­nimo de garantías sociales a todas las personas para que se inserten plenamente en la sociedad en que viven. Es decir, se considera que el Estado tiene la obligación de asegurar cobertura total en la dotación de servicios básicos. Asimismo, el principio de focalización se debe asumir como una estrategia para maximizar beneficios y reducir costos y no como un mecanismo de exclusión apoyado en criterios técnicos. Dos familias que pertenecen a la misma comunidad y habitan en casas contiguas pueden diferir en la tenencia de una bicicleta, una televisión de color y un par de gallinas; sin embargo, no se considera ético apelar a la significancia estadística de un parámetro para otor­garle beneficios a una y a la otra no.

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clusión social, ni suponer que la filantropía y el mercado son suficientes para revertir el deterioro sociai.29 Esta concepción limitada no reconoce que los bienes y servicios sociales tienen una connotación distinta a la de otros satisfactores de consumo. Los bienes y servicios públicos tienen utilidad social y valor en sí mismos en la medida en que pueden evitar que las per­sonas mueran por hambre o falta de atención médica, reducen la posibilidad de que a un individuo se le margine por falta de capacidades básicas y contribuyen a que las personas me­joren sus destrezas y habilidades para avanzar con su propio esfuerzo.

Las inequidades prevalecientes están haciendo más eviden­tes las fallas del mercado y conspiran en contra de los buenos deseos de lograr el crecimiento sostenido con equidad. Los avan­ces han sido lentos e insuficientes. El aumento de la pobreza lesiona la cohesión social y le resta credibilidad a las institucio­nes, al tiempo que minimiza la acción pública y erosiona el ca­pital político.

Desde la crisis de la deuda se ha puesto en entredicho la par­ticipación del Estado en la conducción de las políticas públicas. Las .reformas se gestaron ante las reclamaciones por la mala calidad en la prestación de los servicios y las críticas a la visión universalista y concentradora que caracterizaba la participación del gobierno. Se abogaba por reducir su intervención y se exi­gían criterios más estrictos para la selección de los beneficia­rios -focalización-, así como la descentralización de las ac­ciones, pues se aseguraba que la desregulación de la economía generaría cambios en el perfil social de los países pobres.

La evolución social en la década ha sido modesta y los prin­cipios señalados no acaban de mostrar sus bondades. No obs­tante los progresos económicos, en América Latina la extensión de la cobertura de servicios básicos continúa siendo la asigna­tura pendiente. La calidad de la salud y la educación pública no ha mejorado lo suficiente; siguen falleciendo miles de personas por causas asociadas a la miseria; el número de pobres supera los 200 millones y la informalidad y el subempleo distinguen actualmente el funcionamiento de los mercados de trabajo.

¿Qué está sucediendo?¿ Qué es lo que no está funcionando? ¿Se puede exigir focalizar en países en donde la extensión de la pobreza supera las dos terceras partes de la población? ¿Se debe reprimir la vocación universalista de la política pública cuan­do persisten brechas alarmantes en el acceso a bienes y servi­cios básicos que marginan a millones de personas? ¿Será ético privatizar la salud como opción para mejorar su calidad ante la vulnerabilidad de los ingresos de las familias pobres?¿ Valdrá la pena que los asalariados de la región se jueguen su retiro con

29. Atkinson señala que se debe regresar a los planteamientos formulados cuando la macroeconomía y los problemas sociales se analizaban en conjunto y los macroeconomistas consideraban no sólo el efecto de las políticas en la inflación y el desempleo, sino también el que sus decisiones tenían en la pobreza. En otra parte de su trabajo señala que si las políticas social y macroecómica fueran complemen­tarias o si la relación entre las variables macroeconómicas y el bien­estar de los hogares fuera tan directa, entonces sería muy fácil la for­mulación de políticas (A.B. Atkinson , op. cit., p. 30).

G R Á F e A

A\IÉRJCA LATJSA: EVOI.l'CIÓN DE LA TASA Dt: I'OBREZA F. I"''DJ(;f"("L\

EN LOS HOGARES, 1970-1997

4

•••••••••••••••••••••••••••••••• 50

1970 1980 1986 1990 1994 1997

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inversiones especulativas asociadas a los vaivenes de la econo­mía? ¿Hasta dónde se deben flexibilizar las relaciones contrac­tuales sin que se afecten los derechos laborales? Éstas son sólo algunas de las interrogantes que están en el debate y para las cuales aún no se han dado respuestas convincentes para todos los actores sociales.

LA AGENDA SOCIAL DEL NUEVO MILENIO

S e fincaron grandes esperanzas para el desarrollo social de América Latina en los noventa. Las secuelas de la crisis reactivaron la preocupación por mejorar el bienestar colec­

tivo porque sus efectos repercutieron en las tasas de pobreza e indigencia de 1980 a 1990 (véase lagráfica4). En lamayoríade los países se pusieron en marcha acciones urgentes para aten­der a los grupos más afectados y se extendió la presencia de los llamados fondos de inversión social (FIS) como una estrategia de corto plazo que pretendía ser novedosa y útil para corregir los desequilibrios sociales. 30

La inestabilidad económica no ha permitido mostrar resul­tados contundentes y en ocasiones los desastres naturales han

30. El primer antecedente sobre este tipo de instituciones surgió en Costa Rica en 1975 con la creación del Fondo de Desarrollo So­cial y de Asignaciones Familiares . En 1986 se estableció el Fondo Social de Emergencia de Bolivia que constituye la versión más actual de este tipo de instancias y que ha sido el modelo que se ha extendido en el resto de los países . Se pretendía que estas instituciones tuvie­ran corta vida y fueran sustituidas por acciones de más largo aliento, con enfoques de inversión productiva, capital humano y organización social. En su instauración se pusieron en práctica conceptos novedosos que definieron una nueva manera de entender y hacer política públi­ca. Los recursos se canalizaban a proyectos identificados y ejecuta­dos por las propias comunidades, asumiendo criterios selectivos para identificar a los beneficiarios. No obstante, sus alcances han sido muy limitados debido a los escasos recursos que manejan frente a la mag­nitud de los rezagos.

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contribuido a profundizar los rezagos. Es verdad que la inciden­cia de la pobreza ha disminuido, pero el número absoluto ha crecido en forma alarmante y afecta a más de 200 millones de latinoamericanos.

Se comparte la idea de que el desarrollo humano debe anali­zarse desde una perspectiva más amplia y no acotarlo al estu­dio de las carencias e insuficiencias de ingresos. Así, a partir de indicadores agregados, como el índice de desarrollo humano (IDH), se confirma que la región ha continuado avanzando en el área de la educación y la salud y ha mejorado su expectativa de vida y su nivel de ingresos. El IDH ha mantenido una tendencia favorable durante los últimos 25 años en que aumentó de O. 71 a 0.74 de 1975 a 1999. Es cierto que los países registran progre­sos, pero con ritmos y niveles muy asimétricos. En 1999 Argenti­na se clasificó en el lugar 34 de la escala mundial del desarrollo humano, con un IDH de 0.842, en tanto que Nicaragua, Hondu­ras y Guatemala cayeron hasta las posiciones 106, 108 y 109.31

En Costa Rica la expectativa de vida de una persona que nace en ese país es 14 años mayor que la de un nuevo ciudadano bo­liviano. En Uruguay prácticamente todas las personas adultas están en capacidad de leer y comunicarse por escrito, en tanto que en Haití menos de la mitad de los mayores de 15 años ha tenido acceso a las oportunidades que les permitirían desarro­llar esa capacidad (véase la gráfica 5).

Sin perjuicio de lo anterior, las carencias de ingresos y sus efectos en el nivel de vida representan una preocupación crecien­te que se puede tornar en desesperanza o frustración si el panora­ma no mejora en los próximos años. En este sentido los presiden­tes y jefes de gobierno del mundo se pronunciaron por combatir con firmeza la extrema pobreza. En el seno de la Cumbre de Desarrollo Social de 1995 se adquirieron varios compromisos internacionales con vistas a eliminar la exclusión social y po­tenciar el desarrollo humano. Sin embargo, en evaluaciones recientes se señala que por distintas razones los resultados son muy dispares y en algunas regiones del mundo en el balance se cuentan más los fracasos que los aciertos. El año 2000 nueva­mente se consideró propicio para refrendar el acuerdo fincar nuevos objetivos al desarrollo social de la humanidad y antici­par algunos de los riesgos a que se enfrenta la gobernabilidad ante las múltiples formas de exclusión que persisten en el mun­do en desarrollo.

La Declaración del Milenio ha planteado nuevos desafíos para 2015. Se ha manifestado el compromiso por reducir a la mitad los actuales niveles de e{(trema pobreza en las distintas regio­nes del mundo. En el caso de América Latina, el desafío sig­nifica profundizar los esfuerzos actuales para que en un plazo de tres quinquenios la indigencia baje a 10%. Ante este obje­tivo surge la pregunta: ¿podrá cumplirh región con este pro­pósito?

Uno de las variables que condiciona la satisfacción de esta meta es sin duda el comportamiento que asumirá la economía regional en los próximos años; asimismo, dependerá de la efi­cacia de las redes de protección social para atender a la pobla-

31. PNUD, op.cit., pp. 145-147.

G R Á F e A

A\IÉRICA LATISA: EVOLUCIÓN DEL INDICE DE DESARROLLO Hl:MAI'O

DE 18 PAISES, 1975-1999

5

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0.76

0.74

0.72

0.70

0.68

0.66

0.64

0.62

0.60

0.58

0.6458

1 1975 1980

0.7413

1985 1990 1995 1999

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ción que pueda resultar afectada ante eventuales desequilibrios maeroeconómicos o desastres naturales.

Ante el reto es pertinente plantearse las siguientes interro­gantes: ¿cuál debería ser la tasa de crecimiento del PIB para que América Latina reduzca a la mitad la indigencia actual en un plazo de 15 años? y, de mantenerse el crecimiento del período 1991-2000, ¿cuántos años serían necesarios para alcanzar la meta? Si se supone que en la actualidad la pobreza extrema se ubica en valores cercanos a 20% y que el coeficiente de elasti­cidad (E= -1.15) que describe el cambio en la tasa de pobreza debido a un aumento porcentual del producto por habitante se mantiene sin cambios, la respuesta a la primera pregunta es que se requiere una tasa promedio anual de crecimiento de 2.4% del PIB per cápita para satisfacer el af1Íerdo. Si se cqnsidera que la población de la región aumenta a una velocidad media de 1.5% anual, se concluye que el PIB debería aumentar en forma soste­nida a 4% anual durante los próximos 15 años. Para responder la segunda interrogante se utiliza el aumento promedio del PIB

per cápita en el decenio 1991-2000 (1.5% ). Entonces, aplican­do el mismo coeficiente de elasticidad se concluye que para que la región alcance la meta pactada el plazo fijado por la ONU ten­dría que extenderse nueve años más.

Es evidente que los resultados anteriores no atienden al he­cho de que los países crecen a tasas diferentes, a que la indigencia muestra valores muy heterogéneos y a que hay una amplia dis­persión en torno al valor de E en el promedio regional. Esto obliga a preguntarse qué sucederá en las economías con mayores reza­gos.¿ Qué pasará, por ejemplo, en Honduras que parte de una tasa de indigencia en hogares de 48%? Este tipo de situaciones pone en riesgo el cumplimiento de los propósitos. O tal vez es aún más interesante preguntarse si Uruguay, Costa Rica y Chile demos­trarán que es factible derrotar a la miseria. ¿Será posible alcan­zar esa meta? C»

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La alimentación y la nutrición en México '

• • • • • • • • • • HECTOR BOURGES RODRIGUEZ'

El panorama alimentario y nutricional de México es compli­cado, en particular por la llamada transición epidemiológica en que se encuentra el país, caracterizada por la persisten­

cia de antiguos problemas de nutrición y salud ligados a lapo­breza, así como por problemas de nuevo cuño asociados con la riqueza. En este artículo se revisa la situación actual de la ali­mentación y la nutrición de los mexicanos, en particular la des­nutrición. Hablar de ésta y de la alimentación entraña incur­sionar en un universo de dimensiones colosales que se puede abordar desde varias perspectivas (química, fisiológica , an­tropológica, psicológica, sociológica, económica, política) o en­focarse en diversos niveles (procesos subcelulares, celulares, de órganos o tejidos, de individuos, de familias o de grupos), lo mismo en la normalidad que en sus alteraciones. Además, el artículo estudia los procesos y las vivencias cotidianos y ma­neja términos tan familiares y comunes que pueden resultar engañosos por su aparente sencillez. En razón de ello, antes de entrar en materia se examinan algunos conceptos y términos fun­damentales.

NUTRICIÓN, ALIMENTACIÓN Y OTROS CONCEPTOS BÁSICOS

En el ámbito de la nutriología iberoamericana se suele hacer una clara distinción entre alimentación y nutrición: la pri­mera se reserva a la acción de alimentar (proveer sustento)

y sus determinantes y por la segunda se entiende el conjunto de procesos subsecuentes, finamente entrelazados y regulados, que comienzan con la alimentación y continúan de manera casi a u-

*Director de Nutrición, Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán <hbourg@ quetzal. innz. mx>.

tomática con la digestión, la absorción intestinal de nutrimentos, la distribución a todo el organismo, la asimilación y el meta­bolismo por cada célula y la excreción de los desechos. Algu­nos de estos procesos son intermitentes y sistémicos, como la alimentación, la digestión y la absorción, y otros esencialmente continuos y de carácter celular.

Vista de esta manera, la nutrición es el producto de la inter­acción compleja y dinámica de la información genética que cada individuo ha heredado de sus padres con su particular historia ambiental. Ésta, a su vez, está conformada por la historia alimen­taria del individuo y su relación, favorable o desfavorable, en el largo plazo con los medios físico (altitud, clima), biológico (microorganismos), emocional y social. Una buena nutrición se logra sólo cuando todos los factores citados son propicios. Por supuesto, una buena nutrición exige una buena alimenta­ción. Quien se alimenta mal no puede tener una buena nutrición, pero como en ésta intervienen muchos otros elementos, una buena alimentación no basta para tener una buena nutrición. Un defecto genético, un clima extremo, una infección, el sufrimien­to emocional o la insatisfacción social pueden interferir con la nutrición. Además de distinguir entre alimentación y nutrición, la nutriología emplea otros términos cuyo significado se pre­cisa en seguida.

1) Nutrimentos. Cerca de 100 sustancias (80% de naturale­za orgánica) que provienen del medio y que cada célula del organismo necesita para realizar sus funciones , mantener y re­producir su estructura y controlar su metabolismo. Por lo ge­neral, los nutrimentos forman parte de compuestos químicos de mayor peso molecular, como almidones, azúcares, proteínas, triacilgliceroles, fibras y sales que se desdoblan en el aparato digestivo para liberar los nutrimentos que entonces ya pueden absorberse, pasar a la circulación y llegar a las células.

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2) Requerimiento. Cantidad más pequeña de un nutrimento que determinado individuo necesita ingerir para nutrirse de manera satisfactoria. Esa cantidad varía según características tan personales como la edad, el tamaño y la composición cor­porales, el sexo, la actividad física, el estado fisiológico (cre­cimiento, embarazo o Jactancia), el estado de salud, factores genéticos y otros elementos; por ser una variable fisiológica se desconoce, a menos que se mida en un sujeto en particular.

3) Alimento. Organismos vegetales o animales o sus partes o secreciones (flores, frutos, hojas, tallos, raíces, vainas, semi­llas, leches, huevos, músculos, vísceras) que el organismo necesita ingerir para abastecerse de los nutrimentos o sus fuentes.

4) Platillos. También llamados platos, guisos o preparacio­nes. Son resultado de la combinación y la transformación cu­linaria de los alimentos.

5) Productos industrializados. Ingredientes e incluso pla­tillos producidos en gran escala por la industria. Cada quien los emplea en mayor o menor grado, pero han adquirido importancia en el consumo diario de alimentos.

6) Dieta. La suma de alimentos sin transformar, platillos y productos industrializados que se ingieren en un día. Con la dieta se alcanza la integración final de la alimentación. Por ello se considera que la dieta es la unidad funcional de la alimentación: los problemas de esta última surgen de la dieta y ésta es la que se debe corregir.

FACTORES DETERMINANTES

DE LA ALIMENTACIÓN

Comer es una necesidad biológica ineludible; de ello depen­de la conservación de la vida. Sin embargo, para el ser hu­mano es mucho más que eso: es estímulo placentero para

los sentidos; medio de expresión estética; instrumento eficaz de comunicación y vinculación social; elemento central de ri­tos, celebraciones festivas y ceremonias luctuosas; instrumen­to para mantener y fortalecer el sentido de identidad y, en fin, forma predilecta para expresar las peculiaridades de cada cul­tura.

La forma en que se alimenta cada persona es el resultado particular de una compleja interacción de factores fisiológicos y psicológicos individuales y factores sociales y culturales. Mientras que la nutrición es eminentemente involuntaria, in­consciente y continua, el acto de comer es intermitente y, en esencia, voluntario y consciente, aunque finalmente lo regulan mecanismos fisiológicos, en especial las sensaciones de ham­bre y la saciedad. El hambre "avisa" al organismo que necesi­ta reponer su provisión de nutrimentos y la saciedad le indica que dicha provisión ha sido debidamente satisfecha. El ham­bre y la saciedad son de una precisión sorprendente para con­trolar la cantidad de alimentos que se ingiere de manera que equivalga al requerimiento energético.

Sin embargo, otros elementos pueden interferir con dichos mecanismos; uno es el apetito o el antojo, que es el deseo de co­mer un alimento o preparación específicos. Mediante inter-

alimentación y nutrición en méxico

acciones complejas influyen también otros muchos factores ; como conocimientos y prejuicios, gustos y preferencias, recuer­dos y estados de ánimo, actitudes y temores, valores y tradicio­nes, hábitos y costumbres, caprichos y modas. Por supuesto, no son menos importantes los muy diversos factores históricos, geo­gráficos, psicológicos, antropológicos, sociológicos, comercia­les, económicos, culturales e incluso religiosos que determinan la disponibilidad local de alimentos, el acceso de la población a ellos y los recursos culinarios para prepararlos ( conocimien­tos, infraestructura material y de conservación). Debido a la complejidad y la variedad de los factores mencionados, la ali­mentación humana es especialmente susceptible a sufrir distor­siones cualitativas y cuantitativas.

TRASTORNOS DE LA NUTRICIÓN

D acto el número y la complejidad de los elementos determi­nantes de la alimentación , no sorprende que se presenten los más diversos errores y se generen trastornos de nutri­

ción que, a grandes rasgos, pueden ser insuficiencias, excesos, desequilibrios nutrimentales o su combinación. Por su origen, Jos trastornos de la nutrición pueden ser primarios (causa ex­clusivamente alimentaria) o secundarios a enfermedades.

Entre las insuficiencias múltiples destaca la desnutrición y entre las numerosas insuficiencias de un solo nutrimento tienen especial importancia en nuestro país la anemia atribuible a de­ficiencia de hierro y, en algunas zonas, la de vitamina A y de yodo.

Los excesos y desequilibrios de nutrimentos pueden también ser muy diversos, pero en la salud pública tienen importancia, en especial en adultos del medio urbano, las enfermedades cró­nicas como la obesidad, la arteroesclerosis que causa infarto cardiaco, la diabetes tipo 2, la hipertensión arterial y ciertos tumores malignos.

El interés de este artículo se centra en la desnutrición primaria, endémica en muchos lugares de México, cuya causa inmediata es una alimentación crónicamente insuficiente o mal estruc­turada por errores o limitaciones diversas en el acceso a los ali­mentos. Por lo general existe insuficiencia de energía a la que se agregan en grado y comb.inaciones variables deficiencias de hierro, proteínas y algunas vitaminas y minerales.

Aunque puede afectar a cualquiera, la desnutrición prima­ria es mucho más frecuente en los niños, en particular en los me­nores de tres años y en las mujeres embarazadas o lactantes, ya que sus requerimientos nutrimentales son comparativamente elevados, por lo que se dice que son Jos grupos más suscepti­bles. También son vulnerables, aunque en mucho menor gra­do, los ancianos, los púberes y algunos discapacitados; en cam­bio los adultos, en especial los del sexo masculino, rara vez presentan desnutrición primaria.

Dos casos particularmente complicados son: a] el de la púber embarazada, por desgracia frecuente en México, ya que en ella se suman dos factores que elevan sus necesidades nutrimentales: el embarazo y su propio crecimiento, y b] el de la mujer gestante que, en ausencia de planeación de su reproducción, se emba-

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comercio exterior, octubre de 2001

raza repetidamente mientras todavía lacta a su hijo previo, sin permitir que su organismo se alcance a reponer; su deterioro es gradual pero puede ser muy serio.

La desnutrición primaria es acompañante habitual de la pobreza, de manera que, como regla general, se asocia con el estrato socioeconómico y la distribución geográfica de la pobreza y la marginación; así, tiene carácter endémico y una distribución epidemiológica propia. En general, el sujeto con desnutrición primaria no está en contacto con el sistema de sa­lud, salvo cuando su cuadro se complica con infecciones y tras­tornos del equilibrio de agua y electrolitos, en cuyos casos hay que buscarlos en sus propios hogares para estudiarlos y aten­derlos con oportunidad.

EL PANORAMA DE LA NUTRICIÓN EN MÉXICO

Hasta hace tres o cuatro lustros la desnutrición era funda­mentalmente un problema de las áreas rurales; lo sigue

. siendo, pero ahora también lo es y de modo creciente en las áreas urbanas, no sólo por la importante migración rural a las ciudades sino porque en éstas han surgido grandes cinturo­nes de miseria.

La fuente más importante de información sobre el estado nutricional y alimentario de la población es lo que en el medio se conoce como "encuestas de alimentación y nutrición", que son estudios periódicos en muestras de población que se esco­gen como representativas de un municipio, región, o estado o del país entero. Por lo general se investigan algunos datos socioeconómicos y de la alimentación familiar y se toman indicadores del estado nutricional del grupo más frágil, el de los niños prescolares. A veces se incluyen estudios clínicos y de laboratorio.

La desnutrición se mide por medio de indicadores. Los más empleados en prescolares son el peso y la estatura y los índi­ces derivados de esas medidas, los cuales señalan retraso en el crecimiento ponderal o estatura! que no es exactamente lo mis­mo que desnutrición. Sin embargo, son buenos indicadores de ella, pues por una parte el crecimiento es muy sensible a la des­nutrición y, por la otra, ésta es la causa más común de retraso del crecimiento.

El índice más usado, peso para la edad, no distingue entre retrasos actuales y previos, es decir, suma casos de desnutrición activa con individuos que alguna vez sufrieron desnutrición. Por su parte, el correspondiente a la estatura para la edad revela des­nutrición crónica, pues la de corto plazo no afecta la estatura. El peso para la estatura (peso real comparado con el que corres­pondería a la estatura) es un indicador de desnutrición actual.

La gran mayoría de las encuestas de nutrición en México las ha realizado el hoy Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán (INNSZ). La primera encuesta en México, por cierto ejemplar, la organizó y ejecutó el maestro Zubirán a principios de los años cuarenta en la población de Ixmiquilpan, Hidalgo. Pasaron varios lustros sin mayor infor­mación hasta que en 1958 se fusionaron el Hospital de Enfer-

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medades de la Nutrición con el Instituto Nacional de N utriología para dar nacimiento al entonces llamado Instituto Nacional de Nutrición, que desde el primer momento inició un programa de encuestas que se concentró en el medio rural. De 1958 a 197 4 se llevaron al cabo77 encuestas muy detalladas y completas en 58 comunidades rurales, de cuyos resultados se podía esbozar ya la situación del medio rural a pesar de que no eran simultá­neas ni cubrían todo el territorio.

La primera encuesta nacional se realizó en 197 4 en 90 co­munidades rurales. En 1989, el Instituto realizó la segunda encuesta nacional entre 20 759 familias. Un año antes, la Di­rección General de Epidemiología de la Secretaría de Salubri­dad y Asistencia llevó a cabo una encuesta nacional de nutri­ción que por su muestreo probabilístico evaluó más el medio urbano que el rural, de manera que sus resultados se comple­mentan con los de la encuesta rural de 1989. En 1995 se levan­tó una encuesta en la Ciudad de México, cuya situación era prác­ticamente desconocida hasta entonces.

La información más reciente sobre la nutrición de los habi­tantes de México corresponde a dos estudios con muestreo probabilístico: la Tercera Encuesta Nacional de Alimentación y Nutrición, realizada por el Instituto en 1996 en el medio ru­ral, y la Encuesta Nacional de Nutrición del Instituto Nacional de Salud Pública en 1999, en una muestra de todo el país.

Es importante notar que las diversas encuestas nacionales no hubieran sido posibles sin la participación en diversos mo­mentos de la Secretaría de Salud, la Comisión Nacional de Ali­mentación, el Instituto Nacional Indigenista, el sistemaDIF, di­versos institutos nacionales de salud y el programa IMSS Solidaridad.

PRINCIPALES RESULTADOS

La Tercera Encuesta Nacional de Alimentación y Nutrición generó la información más detallada y reciente sobre el medio rural. De acuerdo con esta encuesta, la desnutrición

sigue mostrando claras tendencias geográficas. En general, el norte del país y Baja California tienen tasas más bajas que la zona

· centro, en tanto que las tasas más altas se registran en el sur y el sudeste· y en los enclaves indígenas; ello no es de sorpren­der, pues coincide con la distribución geográfica de la pobre­za; las poblaciones clasificadas como indígenas son, casi por definición, comunidades que desde hace siglos viven aisladas de la economía nacional.

La Tercera Encuesta Nacional de Alimentación y Nutrición muestra, para cada entidad federativa, datos sobre vivienda, sa­neamiento, demografía, ocupación, migración, variables eco­nómicas, consumo de alimentos e índices de crecimiento. En seguida se presentan los promedios nacionales para los tres índices de crecimiento: peso para la edad, estatura para la edad y peso para la estatura. Debido a que los promedios nacionales dicen poco en un país tan heterogéneo como México, se desta­can los estados con valores extremos, ya que sería prolijo ha­cerlo para cada entidad.

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Peso para la edad. Como promedio nacional , 57% de los niños prescolares tenían crecimiento normal, 26% retrasos le­ves , 13% medianos y 4% graves . La cifra de 43 % que suele difundirse como la prevalencia de desnutrición sin distinguir intensidad sería catastrófica si se tratara de desnutrición grave que, como se ve, sólo alcanza 4%, de suyo muy alta en un país como México .

Mientras que en Sonora 87% de los prescolares tuvo creci­miento normal, 8.6% retraso leve, 4.2% mediano y sólo 0.2% grave, en Guerrero las relaciones fueron, respectivamente, de 37, 31 , 22 y 10 por ciento; este 10% de niños con retraso grave es verdaderamente alarmante. Por supuesto, como el área ru­ral de Guerrero no es homogénea, gran parte del problema de desnutrición se concentra en la montaña, en la porción orien­tal que colinda con Oaxaca.

Además de Guerrero, los estados más afectados (arriba del promedio nacional) fueron, en ese orden, Yucatán, Puebla, Oaxa­ca, Chiapas, Campeche, Hidalgo, Quintana Roo, Guanajuato, Tlaxcala y Veracruz. Los menos afectados (abajo de la media nacional), además de Sonora, fueron, también en ese orden, Baja California, Coahuila, Durango, Jalisco, Sinaloa,Tamaulipas, Chihuahua y Baja California Sur. Con fines de comparación cabe mencionar que, dependiendo del estrato socioeconómico, en 1995 de 12 a 26 por ciento de los prescolares de la Ciudad de México tenían peso bajo y de 1 a 3 por ciento presentaban un retraso grave.

Estatura para la edad. Los promedios nacionales de este ín­dice muestran crecimiento normal en 44.1% de los niños, re­traso leve en 22%, mediano en 18.8% y grave en 15.1 %. El estado más afectado es Yucatán, seguido de Chiapas, Guerre­ro, Campeche, Oaxaca, Quintana Roo, Puebla, Hidalgo y Vera­cruz, mientras que los menos afectados son Baja California, So­nora, Sinaloa, Jalisco, Coahuila y Chihuahua.

Peso para la estatura. Los promedios nacionales indican crecimiento normal en 81 .1% de los niños, 18.9% con proba­ble desnutrición activa de algún grado, leve en 11.8%, media­no en 4.8% y grave en 2.3%. Las diferencias en los datos esta­tales necesitarían un estudio prolongado que escapa al presente resumen.

Para que los datos anteriores se ubiquen en su justa dimen­sión cabe destacar los puntos que se abordan en seguida.

a] Las cifras del medio rural de 1996 no han cambiado mu­cho respecto a 1989 y 1979, aunque hay regiones que han me­jorado y otras que han empeorado.

b] El país se ha urbanizado con rapidez, por lo que la pro­porción de población rural ha disminuido. Yucatán es un buen ejemplo, pues se ha convertido en una entidad eminentemente urbana e u yo sector rural, de suyo pequeño, sigue figurando entre los que más desnutrición padecen, pero cuya población urba­na se enfrenta a un serio problema de obesidad y otros padeci­mientos vinculados con excesos y desequilibrios alimentarios. En otras palabras, Yucatán en cuanto estado tiene en esencia un problema de excesos más que de desnutrición.

e] La tasa de desnutrición en prescolares indígenas se acer­ca a 59% y la mitad corresponde a desnutrición moderada y gra-

alimentación y nutrición en méxico

ve. En cambio, en las comunidades no indígenas la tasa de des­nutrición es de 38.5% (un tercio moderadas y graves).

Los datos relativos a la dieta familiar muestran diferencias regionales, pero en general existe un déficit de energía y vi­tamina A, una disminución en el consumo de fibra y una au­sencia de ingestión adecuada de lípidos, colesterol, proteínas y hierro. Puesto que el país se ha urbanizado y el medio rural representa una proporción menor de la población total, tiene par­ticular importancia analizar la Encuesta Nacional de Nutrición (ENN), que presenta mejor la situación general de México. No se han publicado aún todos sus resultados, pero de los que es­tán disponibles se desprenden conclusiones muy interesantes, como las que se describen en los siguientes párrafos.

a] En el ámbito nacional la frecuencia promedio de peso bajo para la edad en niños menores de cinco años es de 7 .5%, poco más de la mitad que en 1988; el peso bajo para la talla, indica­dor de desnutrición activa, pasó de 6% en 1988 a 2% en 1999

b] La prevalencia de desmedro (estatura baja para la edad) se redujo de 23% en 1988 a 18% en 1999, cifra aún alta.

e] Como era de esperar, la prevalencia de anemia atribuible a deficiencia de hierro es muy elevada en niños y mujeres en edad reproductiva (12 a 49 años). Durante el segundo y el ter­cer años de vida, la anemia afecta respectivamente a la mitad y a un tercio de los niños; 26.4 y 20 por ciento de las mujeres en edad reproductiva sufren anemia, estén embarazadas o no lo estén, sin que se observe predominio geográfico.

d] Más de la mitad de las mujeres tuvieron un peso excesi­vo, 30.8% en la categoría de sobrepeso y 21.7% en obesidad franca, lo que significa un incremento respecto a 1988, parti­cularmente en sobrepeso.

e] De los niños menores de cinco años, 5.4% mostró un peso corporal excesivo.

f] La dieta media es adecuada en proteínas y folatos, mode­radamente deficiente.en energía y vitamina A y francamente deficiente en hierro y vitamina C.

En general, los hallazgos de esta encuesta no son sorpren­dentes. Por una parte son los esperados para una sociedad que se ha urbanizado con rapidez, que ha "modernizado" su dieta y que se encuentra en lo que se denomina transición epide­miológica. Si bien una serie de estudios parciales ya sugería este panorama, faltaban los datos precisos, obtenidos transver­salmente con un estudio bien elaborado y cuidadoso como éste, sin los cuales no es posible realizar actividades preventivas y correctivas con bases sólidas.

Por supuesto, los promedios nacionales ocultan los extremos regionales y por estrato socioeconómico; no se debe olvidar que la desnutrición infantil es endémica en México, con prevalencias muy altas en las regiones marginadas, en particular el medio rural del sur y el sudeste, y muy lejos de resolverse, ya que sus componentes estructurales (integración deficiente de la socie­dad, aislamiento, marginación durante siglos de ciertos secto­res sociales, insalubridad y distribución inequitativa de alimen­tos en la familia) ejercen una influencia determinante.

Por lo que toca a la anemia, no existía información nacional adecuada, aunque sí cierto consenso de que se trataba de un pro-

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blema particularmente grave. Aunque parece obedecer funda­mentalmente a deficiencia de hierro, es muy probable que se mezclen otras deficiencias. Sorprende que se encuentre inges­tión insuficiente de hierro y vitamina e, ya que en el pasado no eran comunes; salta a la vista que esta insuficiencia simultánea hará mucho más difícil prevenir y manejar la anemia.

El incremento de la prevalencia de sobrepeso y obesidad -que se asocian con otras enfermedades crónicas cada vez más frecuentes en México, como las dislipidemias, la diabetes tipo 2, la hipertensión arterial y ciertas neoplasias- también es parcialmente atribuible a la urbanización, que en el país se ha asociado con el abandono de ricas y sabias tradiciones ali­mentarias nacionales en favor de la adopción de un modelo nórdico u occidental de consumo, que en términos de salud y costos económico y ecológico es poco deseable.

CoMENTARIOS

De los datos presentados hasta ahora surgen numerosas re­flexiones, de las cuales, por razones de espacio, sólo se des­tacan algunas. Para lograr una alimentación correcta se

necesita disponer en el hogar de una variedad y cantidad sufi­cientes de alimentos; recursos materiales y conocimientos cu­linarios e higiénicos para conservarlos y prepararlos apropia­damente; una atinada distribución de ellos entre los miembros de la familia; una frecuencia y densidad adecuadas de las co­midas; que se reduzca al mínimo la influencia de la desinfor­mación, y que las mermas y el consumo por animales sean sólo los inevitables. La disponibilidad doméstica de alimentos de­pende a su vez de que se adquieran o se produzcan si la familia tiene actividades en ese sentido. Por su parte, la adquisición de alimentos exige suficiente poder adquisitivo y disponibilidad comunal, que está ligada con la disponibilidad regional, nacio­nal y hasta mundial de alimentos.

Por múltiples razones no es fácil que se cumplan todas esas premisas y es inevitable que surjan trastornos de la nutrición de grado variable.

Sobre la distribución geográfica y socioeconómica de la mala nutrición

Es lógico que la desnutrición y otras deficiencias afecten prin­cipalmente a los niños de estratos marginados-y que la obesi­dad y otras enfermedades crónicas afecten más a los adultos del medio urbano. La pobreza implica insuficiencia de recursos incluyendo los más básicos, como los alimenticios; los niños sufren particular discriminación y las enfermedades por exce­sos implican disponibilidad suficiente de alimentos que sólo se alcanza en el medio urbano.

Respecto a la distribución geográfica de la desnutrición en el medio rural, llama la atención que las regiones con mayores tasas sean las naturalmente más ricas y las que en la época prehispánica fueron asiento de culturas muy desarrolladas,

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mientras que las tasas más bajas se observen en regiones con una naturaleza menos generosa. Aunque la imagen que se tie­ne popularmente de la desnutrición se asocia con desiertos y zonas áridas, lo común es que tenga que vincularse con la ima­gen de abundancia natural; lo que sucede es que, al margen de la productividad agrícola, el sur y el sudeste del país han sufri­do durante siglos complejas distorsiones socioeconómicas , mientras que la población del norte es más reciente y está com­puesta por migran tes conscientes de la hostilidad de la natura­leza y motivados para vencerla. Asimismo, en el entorno mun­dial la riqueza es mayor en áreas con suelo y clima difícil que en zonas que ofrecen sus recursos con generosidad.

Otro fenómeno propio de nuestras áreas rurales es la exis­tencia de decenas de miles de caseríos o aldeas con apenas unos cuantos habitantes aislados por la topografía y que en conjun­to pueden sumar varios millones de personas. Por su tamaño y aislamiento estas comunidades son muy pobres y atrasadas, tie­nen escaso acceso al sistema comercial de abasto de alimentos (salvo las que atiende Diconsa, que son muchas pero no todas) y dependen de su propia producción agrícola, que en el mejor de los casos no es ni podría ser capaz de ofrecer una variedad suficientemente amplia de alimentos. Por su parte, la anemia por deficiencia de hierro no muestra tendencias geográficas y las enfermedades por exceso parecen seguir un patrón opues­to al de la desnutrición.

El costo humano de la mala nutrición

Desnutrición infantil

Nutrirse es indispensable para la vida, pero hacerlo bien es im­prescindible para la salud. Si esta necesidad básica no se satis­face se ponen en peligro la supervivencia y la salud. Todo in­dividuo nace con una serie de potencialidades que desarrollará en mayor o menor grado según las limitaciones que encuentre a lo largo de su vida; si la limitación comienza por la insatis­facción de la necesidad más inmediata y fundamental y que debería suponerse siempre satisfecha, es muy difícil que el desnutrido desarrolle más que en grado mínimo el potencial con el que nace.

Es difícil imaginar condición más trágica que la de no tener lo más básico; ésa es la tragedia de la desnutrición que además suele aparecer en la niñez más temprana. Si los individuos des­nutridos no se desarrollan, menos lo hace la colectividad cuando la mayoría de sus integrantes experimenta esa situación. Así pues, mientras haya tasas altas de desnutrición es iluso espe­rar el buen desarrollo de un país.

La desnutrición presenta grados, desde los muy leves, su­tiles y ocultos aun para el ojo experto, hasta los muy graves, a menudo mortales que deforman en extremo al organismo. El grado depende de circunstancias como la gravedad de las defi­ciencias de la dieta, el tiempo que éstas duren y la susceptibi­lidad del sujeto. Del grado de la desnutrición depende, por otra parte, la posibilidad de corregirla y reducir sus consecuencias.

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Si dura lo suficiente, la desnutrición grave o incluso la leve produce secuelas para toda la vida. ·

La madre desnutrida -si concibe- suele tener recién na­cidos pequeños (menos de 2.5 kg) que, por ese solo hecho, tie­nen mayor riesgo de muerte durante el primer mes de vida; son de hecho desnutridos desde el vientre materno. La madre des­nutrida produce poca leche y ésta puede ser pobre en nutrimentos energéticos, es decir, la madre es incapaz de lactar adecuada­mente a su hijo, aun si éste hubiera nacido con buen peso. Me­diante estos procesos, sin ser enfermedad hereditaria ni conta­giosa, la desnutrición se transmite de una generación a otra y eso es lo que secularmente ha ocurrido en muchas comunida­des rurales mexicanas.

Para sobrevivir con una dieta insuficiente, el organismo se trata de ajustar mediante diversas estrategias de ahorro. El cre­cimiento es nutrimentalmente muy costoso, pero de él no de­pende la vida, que es lo que se trata de salvar; desacelerarlo o hasta detenerlo en casos extremos permite un ahorro importante. En general, el crecimiento en peso se afecta más y más pronto que el crecimiento en estatura.

Otro mecanismo de ahorro es la inactividad física; el desnu­trido duerme más y cuando despierta se mueve poco. El sueño prolongado y llamar poco la atención de los adultos le roba muchas horas de estímulos ambientales (visuales, auditivos, táctiles, caricias, palabras) que son cruciales para el desarro­llo nervioso e intelectual. El tan.mencionado retraso intelectual de los niños desnutridos obedece en gran medida a este menor aprendizaje, no tanto a daños orgánicos, por lo cual puede ser reversible aunque en la práctica no lo es, puesto que el entorno de pobreza en que suelen vivir difícilmente proporciona los es­tímulos adecuados.

El niño desnutrido no juega o lo hace mínimamente, lo cual retrasa aún más su desarrollo. Como invariablemente su creci­miento se retrasa, cuando alcance la pubertad y la edad mdura tendrá menor peso y estatura y su capacidad física estará men­guada, lo que puede limitar su productividad laboral-contri­buyendo más a su pobreza- así como sus actividades recrea­tivas y de beneficio comunal.

Durante la niñez maduran gradualmente muchas funciones. La desnutrición retrasa esa maduración, que en ocasiones nunca se completa, por lo que el desnutrido puede sufrir inmadurez definitiva de algunas funciones. Debido a este retraso o por efecto directo en la desnutrición, todas las funciones se encuen­tran alteradas. El desnutrido no siente hambre ni interés en nada y su tubo digestivo no secreta suficientes enzimas ni es capaz de absorber con normalidad. El riñón, el hígado, las glándulas, el aparato inmunológico no funcionan como debieran. La baja de las defensas y la exposición a un medio muy contaminado, como suele ser el del desnutrido, propician infecciones que se vuelven más frecuentes, graves y prolongadas; se crea enton­ces un círculo vicioso: las infecciones reducen más el hambre; a menudo causan fiebre, vómito o diarrea, y por lo común son estímulos catabólicos, es decir, producen más desnutrición; este círculo vicioso constituye una de las principales causas de muerte en niños en las áreas marginadas.

alimentación y nutrición en méxico

Todos los tejidos del desnutrido se atrofian y diluyen (con­tienen más agua) , aunque en diversos grados y con velocidad diferente. Por ejemplo, la mucosa intestinal encargada de la.ab­sorción de nutrimentos se atrofia en unos cuantos días mientras el músculo lo hace en semanas; en general, el sistema nervio­so -que para el organismo es el tejido más noble- resiste más tiempo, aunque puede acabar por afectarse.

Éstas son a grandes rasgos las graves consecuencias de la desnutrición que, como se ve, no sólo afean y producen apatía, depresión y sufrimiento en quienes la padecen, sino que ade­más tienen un gran efecto en la salud pública y consecuencias individuales devastadoras. Por esas consecuencias y por su pre­valencia, la desnutrición primaria debe considerarse como uno de los grandes problemas de salud de México.

Anemia por deficiencia de hierro

Esta deficiencia trastorna el funcionamiento de todo el organis­mo del niño, aunque destaca la baja capacidad de aprendizaje, la reducción en algunos mecanismos de defensa y el efecto en la ac­tividad física.

Obesidad

La obesidad no es sólo un problema estético sino una enferme­dad que reduce la esperanza de vida; eleva el riesgo en opera­Ciones quirúrgicas y el parto, y se asocia con mayor frecuencia al infarto del corazón, diabetes tipo 2, hipertensión arterial y ciertos tumores, todos ellos padecimientos graves. Además, muchos obesos padecen un deterioro de su autoestima y son agredidos en su vida social.

Las causas de la mala nutrición

Desnutrición

El examen de las causas de la desnutrición es muy complejo; sólo se pueden destacar algunos aspectos. La desnutrición es siempre multicausal y las interacciones entre factores causales son complicadas y varían de un caso a otro. Varias de sus condi­cionantes corresponden a factores del medio y otras son clara­mente domésticas, son parte de la forma de vivir en el hogar. En último término, la desnutrición es el resultado de una alimen­tación crónicamente insuficiente y desequilibrada que es, a su vez, producto de fallas en los elementos que se requieren para una alimentación correcta. Destacan tres factores: la pobreza, la ignorancia en ciertos aspectos y el aislamiento geográfico. La pobreza es un factor condicionante central; está claro que la desnutrición se a.socia con ella y que ambas son parte del sín­drome de privación social. Sin tener una riqueza natural excep­cional, México dista de ser pobre en recursos naturales. Sin em­bargo, debido a su distorsionada estructura social , dichos

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recursos permanecen en buena medida desaprovechados y en ciertos casos en franco deterioro. A pesar de ello, la economía mexicana tiene un tamaño respetable en términos absolutos )' hasta en. el indicador ingreso per cápita, que es de nivel medio. El problema económico de México radica en la profunda des­igualdad de la distribución del ingreso, bien ilustraQ.a por el coeficiente de Gini -que mide l. a desigualdad distributiva-, que para México es de 0.5, y por los resultados de las encues­tas nacionales de ingresos y gastos de los hogares (ENIGH). Con escasos cambios de una ENIGH a la siguiente, éstas muestran una distorsión distributiva importante, ya que los dos deciles de ingreso más bajo (que concentran la mitad de la población rural) apenas captan alrededor de 3.5% del ingreso total y los cin­co deciles más bajos, alrededor de l7%, mientras que al decil más alto corresponde casi 40%. La desigualdad es el principal mal económico que durante muchos años ha frenado el desarrollo; se trata de un problema estructural agravad.o por la recurrencia de las crisis que ha vivido el país. "La insultante disparidad" económica y social, como diría Humboldt a mediados del si­glo XIX, sigue vigente a pesar de algunos avances en el siglo XX. Las enormes discrepancias en el poder adquisitivo de las fami­lias se revierten en disparidades en la disponibilidad de alimen­tos que resultan en insuficiencias.

Conforme el presupuesto es más exiguo el gasto en alimen­tación es proporcionalmente mayor y tiende a ser más eficien­te, es decir, se compra más a menor costo, pero no por ello es suficiente ni tan eficiente como podría ser. Por ejemplo, las ENIGH muestran que en los deciles más bajos de ingreso, el gasto en alimentación llega a representar casi 60% del gasto total, fren­te a menos de 30% en el decil más alto. Para obtener determi­nada cantidad de energía y proteínas, el decil más rico llega a gastar 2.5 veces lo q~e gasta el más pobre. Esta mayor eficien­cia en el gasto de los sectores más pobres se podría ver con cierta complacencia. Sin embargo, se trata de una eficiencia intuitiva y desesperada para sobrevivir que entraña un gran sufrimien­to y que de todas formas no basta para evitar la desnutrición; en el mejor de los casos es simplemente un paliativo. A pesar de la mayor eficiencia en el gasto, no deja de haber ejemplos de cier­to dispendio en la compra de artículos relativamente costosos, pero satisfactorios por su sabor o prestigio.

Por otro lado, los sectores sociales marginados suelen estar mal servidos por el sistema comercial y por el mismo produc­to deben pagar precios mayores que los sectores acomodados.

Por lo que toca a la ignorancia, que puede agregar ineficiencia a la pobreza, los aspectos de mayor relevancia son criterios erró­neos en el manejo de la lactancia y el destete; poca higiene y la mala distribución intrafamiliar de los recursos.

El amamantamiento es la forma ideal de alimentación del niño durante los cuatro o cinco primeros meses de vida, después de los cuales es necesario un complemento gradual de otros ali­mentos hasta llegar al destete alrededor del duodécimo mes. Cuando la lactancia natural es imposible, la artificial es una al­ternativa útil, pero no la forma ideal de alimentar a un bebé. Por desgracia en México, sobre todo en el medio urbano, amamantar es cada día menos frecuente y por periodos más cortos, lo que

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afecta la nutrición del niño y disminuye sus defensas. La lac­tancia artificial, que se adopta por moda o por una falsa idea de modernidad, es costosa y su empleo es delicado por el alto riesgv de contaminación de la leche y el biberón. En medios pobres y muy contaminados ocurre que, por su costo, la leche se sobre­diluya, se conserve en forma deficiente y se contamine. Por ello, en el medio urbano pobre la desnutrición infantil se observa en edades cada vez más tempranas.

El destete correcto implica sustituir la leche por una dieta completa, integrada por la combinación de numerosos alimen­tos. En el medio rural mexicano, como en el de muchos otros países, se tiende a destetar con un solo alimento que se parez­ca físicamente a la leche, como ato les de arroz o nixtamal y hasta agua con azúcar, como ocurre en las islas del Caribe. Los atoles son buenos alimentos, pero no constituyen una dieta, como sí lo es la leche materna durante los cuatro o cinco primeros me­ses de vida del niño. La desnutrición, en este caso con marca­da deficiencia de proteínas, es la consecuencia inevitable del destete incorrecto.

Los hábitos higiénicos dé la población mexicana son en ge­neral malos, aun entre los sectores acomodados y supuestamente bien informados, ni qué decir de los sectores más pobres, ca­rentes de los servicios sanitarios elementales. El fecalismo dentro del hogar, el manejo descuidado de los alimentos y la falta de costumbre de lavarse las manos conforman un medio muy contaminante que facilita las infecciones, cuyo efecto es par­ticularmente dañino para la nutrición.

No es raro que la desnutrición se atribuya a los numerosos problemas de la cadena de abasto que se inicia en la producción agropecuaria y pesquera y termina en el consumo, pasando por el transporte, el almacenamiento, la industrialización y la co­mercialización al por mayor y al menudeo. En dicha cadena influyen las importaciones, las exportaciones, los usos no ali­mentarios de los alimentos y una serie de mermas y pérdidas en cada uno de los eslabones. En cada uno de éstos hay problemas, algunos muy serios, que influyen en la alimentación pero que, en general, no son los factores determinantes principales de la desnutrición.

La disponibilidad comunitaria es amplia, variada y abundan­te en los centros urbanos, pero limitada y precaria conforme la comunidad es más pequeña. Más allá de la disponibilidad de ali­mentos en el hogar, es muy común que debido a una serie de cos­tumbres su distribución intrafamiliar resulte sistemáticamente inequitativa y que el más afectado sea el niño.

Anemia por deficiencia de hierro

Esta deficiencia, actualmente la más extendida en el país, no muestra tendencias geográficas ni respeta estratos socioeco­nómicos. Aunque con seguridad ha estado presente por mucho tiempo no se le había investigado en términos epidemiológicos debido a la urgencia de estudiar la desnutrición. Sus causas dis­tan de estar claras pues, con excepción de los resultados de la ENN de 1999, por lo general se encontraba una ingestión de hie-

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rro más que suficiente. Es muy posible que aparte de la deficien­cia de hierro confluyan otras insuficiencias nutrimentales, in­cluida la de vitamina e, que las parasitosis intestinales contri­buyan a la pérdida de hierro y que la forma química del hierro ingerido no sea la de mejor absorción.

Obesidad

La obesidad es hoy una pandemia, es decir, una epidemia mun­dial. Desde principio del siglo XX afecta a los países indus­trializados y en los últimos tres o cuatro lustros, de manera cre­ciente a las áreas urbanas de casi todos los países. Está ligada con el proceso de urbanización, pero sus causas no son tan cla­ras y sería improcedente analizarlas aquí con detalle.

Influye la herencia genética que determina la capacidad del organismo para regular su ingestión de alimentos y evitar así el exceso, pero también parecen relevantes ciertos factores ambientales.

La urbanización implica la disponibilidad abundante de ali­mentos, menor actividad física y cambios indeseables en las costumbres alimentarias que hoy a todas luces favorecen la obesidad, pues se tiende a consumir dietas menos capaces de saciar y más densas en energía por su mayor contenido de gra­sas y azúcar que de fibras. La emigración del campo a la ciu­dad rural se acompaña de un choque cultural difícil de mane­jar, pues el inmigrante, inconscientemente, concede mayor valor y prestigio social a las costumbres urbanas que a las suyas pro­pias. La publicidad comercial contribuye a este cambio. Lo novedoso de por sí es atractivo, pero si además se le atribuye alguna relación con el estatus social parece inevitable que lapo­blación tienda a modificar sus costumbres alimentarias. Sin embargo, lo nuevo no necesariamente es mejor; más aún, en el terreno de la alimentación lo nuevo no tiene por sí mismo un valor especial y no son raras las veces que incluso es inferior a lo "antiguo", como numerosas tradiciones alimentarias mexi­canas resultado de milenios de evolución y refinamiento culi­nario y que son mucho más favorables para la salud.

Para la población urbana la alimentación comienza a ser una prioridad secundaria a la que se escatima tiempo y atención y se le despoja cada vez más de sus componentes hedónicos , socia­les y rituales para reducirla a un simple acto de supervivencia biológica que se hace en cualquier momento y lugar junto con otras actividades. Cocinar cotidianamente se ha vuelto una ta­rea sin mérito ni brillo. Este proceso de "barbarización" ali­mentaria tiene su precio en términos de calidad de vida y salud.

CoNcLUsióN

e omo se djo, el panorama de la nutrición y la alimentación en México se ha vuelto muy complejo. Desde hace dece­nios la desnutrición rural se mantiene prácticamente en las

mismas cifras proporcionales; no hay razón para esperar ma­yores cambios en el futuro próximo, aunque no deben olvidar-

alimentación y nutrición en méxico

se fenómenos como la emigración al medio urbano y la emigra­ción de hombres adultos a Estados Unidos que genera el envío de recursos económicos a muchas áreas rurales, los cuales des­afortunadamente no suelen producir mejoría alimentaria ni sa­nitaria. La desnutrición urbana parece ir en ascenso por el fe­nómeno migratorio, aunque su intensidad no está cuantificada ni su complejidad -mayor que la del medio rural- bien en­tendida.

Como el problema de fondo es estructural, es parte de la for­ma en que secularmente se ha organizado la sociedad mexica­na, las soluciones tendrían que ser estructurales sin que ello signifique que no deban aplicarse medidas sintomáticas siem­pre que se recuerde que son paliativas y parciales.

El ascenso vertiginoso de la obesidad, las enfermedades del corazón, la diabetes y la hipertensión en la población urbana adulta es francamente preocupante. El abandono de las tradicio­nes alimentarias mexicanas, desarrolladas y puestas a prueba con éxito durante 4 000 años, para sustituirlas por modalidades nór­dicas -culinariamente primitivas, muy costosas y poco salu­dables--desempeña un papel importante en este fenómeno. Éste es en esencia educativo, no estructural-,-como el de la desnu­trición-, por lo que se podría prevenir con mayor facilidad. De no lograrlo, el sistema de salud se verá pronto más apremiado por la presión de enfermedades de manejo muy costoso que pre­sentarán millones de habitantes del medio urbano. Aunque el fu­turo es por naturaleza incierto, las tendencias sobre la nutrición en México son suficientemente claras y consistentes para vis­lumbrar un panorama particularmente complicado. (j

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El lado humano de la economía

LETICIA ARMENTA FRAIRE

• • • • • • • • • • LUIS ALEJANDRO LAGUNES '

E 1 Banco Mundial consigna que la tasa de crecimiento del PIB

mundial per cápita promedio de 1998 fue de 1.3%, apenas mayor que la del crecimiento poblacional promedio, que re­

gistró 1 %; 40% de la población mundial se ubica en el rango de ingreso bajo (cinco dólares per cápita diarios) y 15% percibe un ingreso alto ( 67 dólares per cápita diarios, es decir, nueve ve­ces más que los del primer rango) (véase el cuadro).

La pobreza se ha convertido en un problema de urgente so­lución para la sociedad mundial y no sólo para las naciones pobres. Su importancia y la necesidad de resolverlo se manifies­tan en los nuevos planteamientos de las organizaciones interna­cionales en torno a ese flagelo, expresados en programas, accio­nes específicas y seguimiento del fenómeno.

En México "la proporción total de la población con algún grado de pobreza aumentó de 48.3 a 52.6 por ciento en el lapso 1994-1998. Mientras que en 1994 26.3% de las personas se en­contraba en extrema pobreza, en 1998 este indicador fue de 31.6% -un crecimiento de 5.3 puntos porcentuales-, a una tasa media anual de 6.4% (en términos absolutos se incorporaron a la pobreza total del país más de 2.1 millones de hogares y cerca de 6.9 millones de individuos en sólo cuatro años)" .1 En el mismo período la tasa media de crecimiento de la economía fue de 2.95% y la de la pob1ación de 1.4 por ciento.

l. Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGJ), México, 2001.

*Directora general del Centro de Análisis Económico y profesora del Departamento de Economía de/Instituto Tecnológico y de Estu­dios Superiores de Monterrey, campus Ciudad de México (ITESM­CCM) <larmenta @campus. ccm. itesm. mx> y profesor en el mismo De­partamento, respectivamente.

Las estadísticas mundiales y del país sugieren que para erra­dicar el fenómeno de la pobreza no es suficiente que la produc­ción crezca a la misma tasa que la población, sino que es nece­sario emprender reformas en lo que atañe a la distribución del ingreso y al estilo de crecimiento que se ha impulsado de ma­nera casi generalizada en el mundo. Esas reflexiones conducen a otra, en la que se plantea un problema mucho más complejo que los anteriores: el propósito de la ciencia económica frente a los fenómenos socioeconórnicos que en la actualidad aquejan al mundo. La formación del economista se orienta a la compren­sión de los fenómenos que se relacionan con la producción, cir­culación y distribución de la riqueza. Sin embargo, esta forma­ción nunca atiende a cuestiones éticas ni a consideraciones de carácter humanístico. La razón de ello estriba, fundamentalmen­te, en que el carácter ético de una profesión radica en quien la ejerce más que en el bagaje académico que favorece dicho ejer­cicio. No obstante, la pobreza mundial demanda una atención que va más allá de las medidas paliativas, lo que conduce al cuestionarniento, desde la base científica, del desarrollo de la teoría económica en los últimos años.

Todas las ciencias sociales tienen corno objeto de investiga­ción la acción humana; sin embargo, eso no significa que el én­fasis del estuC!io tenga propósitos humanitarios. Es allí donde se ubica uno de los primeros dilemas en la generación del co­nocimiento no sólo a partir de las ciencias humanas sino de la ciencia en general.

Sin distingo de la corriente específica de que se trate, la teo­ría económica en general se plantea el objetivo de discernir cuál es el uso de los recursos que las sociedades deciden destinar a la satisfacción de las ilimitadas necesidades humanas. Sin em­bargo, en años recientes se ha hecho poca o ninguna alusión al tema de la pobreza desde el seno mismo de la teoría.

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906 e1 1aoo numano oe 1a econom1a

CRI:CI\IIE'i ro I:CO'iÓ\IIUJ \lt 'lll \l.

•••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••• PIB PIB per cápita

PIB per cápita Población (%)'

Superficie (%)'

Densidad poblacional (habitantes/km2

)

Variación PIB PIB per cápita Variación 199911998 (%) 1 (%) 1 1999/1998

Mundial 100.00 100.00 Bajo ingreso 40.45 25.62 Mediano ingreso 44.64 50.35 Bajo-mediano ingreso 35.05 33.50 Mediano-alto ingreso 9.59 16.85 Bajo y mediano ingreso 85.09 75.98 Este Asiático y Pacífico 30.74 12.27 Europa y Asia central 7.95 18.12 América Latina y el Caribe 8.52 15 .32 Medio Oriente y Norte de África 4.87 8.25 Sur de Asia 22.24 3.85 África al Sur del Sáhara 10.74 18.17 Alto ingreso 14.91 24.02

l . Porcentaje de participación en el total mundial. Fuente: Banco Mundial , Indicadores de Desarrollo Mundial, 2000 .

46 2.7 73 4.4 40 2.6 48 3.3 26 2.0 51 2.9

115 7.2 20 25 -0.9 26

278 6.2 27 2.0 29 2.6

100.00 100.00 1.3 3.38 8.38 2.5

18.21 40.90 1.5 8.60 24.54 2.3 9.62 100.20 0.7

21.59 25.36 1.4 6.27 20.45 6.0 3.50 43.97 - 0.1 6.69 78.53 - 2.4 2.05 42.13 1.99 9.00 1.10 10.22

78.41 526.18

4.2 -0.3

2.1

• • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • •

En los años cuarenta y cincuenta del siglo pasado los teóri­cos mostraban una gran preocupación sobre cómo erradicar la pobreza y sobre ciertos aspectos relacionados con la persisten­cia del subdesarrollo en algunas regiones del mundo. Después de algunos años de aparente prosperidad mundial el tema del cre­cimiento económico parecía estar solucionado; al menos en materia de tendencia las estadísticas mostraban que se había encontrado una forma de favorecer la actividad productiva y mantenerla durante un período prolongado. Desafortunadamente la desaceleración de la actividad económica en distintas partes del orbe y la acentuación de los fenómenos que la acompañan, en apariencia irradicables hasta hoy, hacen que los temas del de­sarrollo económico, la solución de la pobreza, la necesidad de detonar el crecimiento y otros semejantes hayan salido a la luz en las dos últimas décadas.

Desde su nacimiento las teorías del crecimiento y del desa­rrollo económico se han mantenido como dos cuerpos de cono­cimiento separados entre sí. Sin embargo, en el campo aplica­do se reconoce que el desarrollo es imposible sin un proceso de crecimiento continuo como condición inicial. De allí que sea necesario integrar el conocimiento de ambos cuerpos para fa­vorecer una visión completa.

Uno de los fenómenos que registra el decenio de los noven­ta es el deterioro de la distribución mundial del ingreso. La con­dición primaria para revertir dicha in equidad y la pobreza que conlleva es el crecimiento económico. Esto hace que las pregun­tas recurrentes en la teoría del crecimiento económico sean: ¿cómo favorecer el aumento de la producción? ¿Por qué unas naciones crecen más que otras? ¿Por qué algunas son más de­sarrolladas que otras? Las respuestas han provocado el estudio constante y la presentación de propuestas alternativas deriva­das del análisis relacionado con este cuestionamiento. 2 Las pre-

2. Jaime Ros , Increasing Returns, Development Traps, and Eco­nomic Growth, diciembre de 1997, y Antonio Pulido, ¿Por qué ere-

guntas relativas a ¿qué provoca el crecimiento? y ¿cuáles son los elementos sociales, las variables económicas y el marco político que favorece el crecimiento? han orientado no sólo el surgimiento de interpretaciones alternativas -como los escritos de Kalecki, Robinson, Solow y Romer, por mencionar a algu­nos de los representantes más destacados de diversos modelos de la teoría del crecimiento-,3 sino además recomendaciones de política económica alternativas, dependiendo del marco de referencia teórico adoptado.

El pensamiento de la teoría clásica del desarrollo4 es un cuer­po no homogéneo de propuestas teóricas que tienen por común denominador la búsqueda de respuestas para las interrogantes que surgen de las carencias económicas de las naciones menos desarrolladas después de la segunda guerra mundial. A pesar de esta heterogeneidad, las propuestas de estos autores pueden considerarse como complementarias y vigentes para las reflexio­nes actuales en torno al crecimiento.

Esos autores destacan una serie de elementos que se carac­terizan por sustentarse en apreciaciones históricas derivadas de un acercamiento práctico a las cuestiones vinculadas con el de­sarrollo económico. Los escritos relativos a esta materia, como surgieron en las décadas de los cuarenta y los cincuenta, aten­dían aspectos relacionados con la persistencia del subdesarro­llo y buscaban cómo atacar el fenómeno de la pobreza. Los tra­bajos de Rosenstein-Rodan, Nurkse y Hirschman destacan las barreras al proceso de industrialización y a la formación de ca-

cen las economías de unos países y regiones más que otras? Una re­visión de experiencias, Universidad Autónoma de Madrid, Madrid, 1999.

3. Szirmai etal., Explaining Economic Growth, North-Holland, 1993, y Antonio Pulido, op. cit.

4. Se emplean los términos teóricos del desarrollo , primeros desarrollistas y teoría clásica del desarrollo, como equivalentes y se adoptan en el sentido que emplean Cypher y Dietz y Jaime Ros al re­ferirse a Rosenstein-Rodan , Nurkse, Hirschman y Rostow.

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comercio exterior, octubre de 2001

pi tal humano en las naciones en desarrollo, y reconocen por otro lado la presencia de externalidades y de alguna forma de econo­mías de escala. 5 Estos temas hicieron necesario que se expresa­ran referencias a las nociones de competencia imperfecta, rendí­mientos crecientes a escala y oferta de mano de obra, elementos que, por otro lado, no se incorporaron de manera explícita a la corriente teórica neoclásica.6

En consecuencia, las contribuciones de los primeros desarro­llistas proporcionan un acercamiento al problema del desa­rrollo, el cual es más general y promisorio que las asociadas al modelo de Solow,7 que fundamentalmente plantea una teoría so­bre el efecto de la inversión en el sistema económico y no se re­suelve cómo iniciare! proceso,8 cuestión por lo demás impera­tiva para las naciones en desarrollo. Esas economías reciben como explicación de su condición la trampa del subdesarrollo que se deriva del planteamiento ortodoxo neoclásico. Registran una baja inversión debido a sus reducidos niveles de ahorro, los cuales, a su vez, se deben al bajo ingr~so per cápita. En otras palabras, las naciones en desarrollo son pobres porque no pue­den financiar la inversión necesaria para emprender el crecimien­to y no ejercen dicha inversión porque son pobres.

Se destacan, además, como variables fundamentales los fe­nómenos agregados, como las tasas de ahorro (medidas como la proporción del ingreso nacional no consumido respecto al pro­ducto total generado) e inversión. Por ello se afirma que la teo­ría del crecimiento nació en la perspectiva macroeconómica y difícilmente permite derivar en respuestas microeconómicas.

Solow consideró el cambio tecnológico como un elemento exógeno; conforme la economía crece, los precios de los insumos se ajustan como consecuencia del correcto funcionamiento de los mercados, por lo que la nueva teoría del crecimiento se ha enfocado principalmente a plantear la endogeneidad del cam­bio.

El modelo de Solow tampoco explica la discrepancia de ta­sas de crecimiento entre distintas naciones en períodos de más de 30 años.9 Parte de una función agregada que refleja rendimien­tos constantes a escala en la que se combinan dos factores de producción, capital y trabajo, para la producción de los bienes; tal combinación se realiza bajo rendimientos decrecientes. El ahorro es una fracción fija del valor de la producción y el cam­bio tecnológico ocurre de manera exógena al proceso. Si se su­pone que la función es de tipo Cobb-Douglas el producto per cápita estaría definido como sigue:

5. Pau1 Rosenstein-Rodan, "Notas sobre la teoría del Gran Impul­so", en Howard S. Ellis (ed.), El desarrollo económico y América Latina, Fondo de Cultura Económica, México, 1960.

6. Paul Krugman, "Toward a Counter-counterrevolution in Deve­lopmentTheory", Proceedings ofThe World BankAnnual Conference on Development Economics , 1992.

7. Robert Solow, "A Contribution to the Theory of Economic Growth", Quarterly Journal of Economics , núm. 70, 1956.

8. Rosenstein-Rodan , op. cit. 9. Jones y Manuelli, The Sources ofGrowth, Working Paper, So­

cial Systems Research Institute, University ofWisconsin, Madi son, 1994.

907

donde y, producto percápita; k, razón capital/trabajo, y A, nivel tecnológico.

Dado que el--modelo muestra rendimientos decrecientes no tiene la capacidad de explicar la amplia variación entre las na­ciones respecto al crecimiento (ni en términos per cápita ni en cuanto a tasas de crecimiento); igualmente restringe la explica­ción de por qué las naciones pobres no crecen más rápido que las desarrolladas. Puesto que el crecimiento de la población y el cambio tecnológico se determinan de manera exógena, el modelo no explica los mecanismos para alcanzar el equilibrio estable y por tanto no permite delimitar las acciones de política económica mediante las cuales el gobierno puede influir en el proceso de crecimiento.

La nueva teoría del crecimiento soluciona los inconvenien­tes del modelo de Solow al proponer una serie de canales para alcanzar el estado de equilibrio estable de manera endógena. La teoría del crecimiento endógeno, como se muestra en los trabajos propuestos por Romer y Lucas, se aleja del resultado conven­cional del modelo de Solow (en el cual, en el largo plazo, la mayor parte del crecimiento per cápita surge a partir del progreso téc­nico exógeno) por medio de tres hipótesis:

1) Los rendimientos sociales de la inversión son mayores que los privados debido al papel de las externalidades económicas.

2) La noción de capital en el sentido amplio del término constituye una proporción del producto mucho más grande de lo que se mide de modo convencional.

3) El progreso técnico es un resultado endógeno del proceso de investigación y desarrollo generado por razones de merca­do.10

En la nueva teoría del crecimiento hay dos formas específi­cas para relajar el supuesto de rendimientos decrecientes. El primero consiste en ver todos los insumos de la producción como una forma de capital reproducible, en el que no sólo se incluye el capital físico sino otras formas de capital, como el humano o el estado del conocimiento.''

Un modelo sencillo que cumple con estas características generalmente se denomina "modelo AK" y fue propuesto inicial­mente por Rebelo. Obtiene un resultado importante a= O, por lo que el modelo se transforma en:

Y =A k ' ' '

donde k es la medida compuesta decapita! físico y humano. La función de producción es lineal y presenta rendimientos

constantes a escala pero no incurre en rendimientos decrecien­tes del capital.

Una implicación importante del modelo AK es que, e,n .con­traste con el modelo neoclásico, un aumento de la tasa de aho-

10. La primera de estas tres hipótesis está en concordancia con el pensamiento desarrollista, por lo que podría calificarse a esta corriente como precursora del pensamiento endógeno.

11 . David Romer,AdvancedMacroeconomics, McGraw Hill, 1986.

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.

L os desarrollistas coinciden en

que se pueden alcanzar ciertos

objetivos económicos por

medio de los mercados; sin

embargo, no siempre son el

medio ideal para lograr otros

rro incrementa de manera permanente la tasa de crecimiento per cápita. Además, al contrario de la predicción del modelo neo­clásico que avisora que las naciones pobres crecerían más rápi­do que las ricas, el modelo AK tiene la implicación de que las naciones pobres y ricas crecerán a la misma tasa, dado que el proceso de producción tiene posibilidades de acceder al mismo nivel tecnológico en ambos tipos de naciones. Este resultado cancela la predicción de convergencia manifiesta en el modelo de Solow y en cambio es fuente de divergencia en el nivel de crecimiento. 12

La nueva teoría del crecimiento describe con mayor fideli­dad el proceso que se lleva a cabo en las naciones desarrolladas, donde la mayor parte de las nuevas tecnologías se genera en la medida en que la inversión y los procesos de investigación y desarrollo las promueven, y cabe por ende hablar de crecimiento endógeno. En cambio, el supuesto de cambio tecnológico exó­geno representa, en lo general, la situación de las naciones en desarrollo. En las últimas décadas los países de reciente indus­trialización y algunas naciones grandes en vías de desarrollo constituyen importantes excepciones. Por esta razón, para re­solver la incógnita sobre cómo impulsar el crecimiento sigue siendo insuficiente el modelo del crecimiento endógeno.

También hay consenso entre los desarrollistas respecto al papel que le atribuyen al proceso de industrialización, dado que se le considera como la variable que sintetiza el logro del creci­miento económico, y parten de la idea de que la industrializa­ción genera prosperidad, la cual se difunde a los otros sectores de la economía. 13

Sin embargo, hay una diferencia sustancial entre la nueva teoría del crecimiento y el pensamiento desarrollista: la prime-

12. Jaime Ros, op. cit. 13. Paul Krugman, op. cit .

el lado humano de la economía

rase ha preocupado por explicar la persistencia del crecimien­to en lugar de investigar cómo iniciarlo, además de que supone la existencia de un solo sector o que todos los sectores son si­métricos. La teoría del desarrollo mantiene como preocupación central explicar la diferencia entre los sectores modernos que se distinguen por sus economías de escala y los tradicionales en donde éstas no existen.

En sentido estricto no hay lugar para la política de promoción industrial de acuerdo con la visión ortodoxa del modelo neoclá­sico. Puesto que los mercados funcionan de modo correcto, el sistema de precios impulsaría la inversión y ésta provocaría el crecimiento económico. En todo caso, los gobiernos de las na­ciones menos desarrolladas que siguieran este modelo para normar su política industrial sabrían que su labor en favor del crecimiento consiste en hacer que los mercados funcionen co­rrectamente. En palabras de David Romer, el principal resulta­do de los modelos que siguen la lógica neoclásica consistentes con el modelo de Solow es negativo puesto que si las ganancias de capital reflejan su aporte a la producción y si su participación en el ingreso total es moderada, entonces la acumulación de capital no puede sustentar una gran parte del crecimiento a lar­go plazo o las diferencias en el ingreso de distintas naciones. 14

Los modelos de crecimiento más recientes buscan explicar las innovaciones que surgen de manera endógena a partir de la inversión en capital humano o economías crecientes a escala; sin embargo, estos modelos no dan luz sobre cómo emprender el crecimiento sino sobre la forma de mantener este proceso una vez iniciado. Por esta razón no constituyen una alterna ti va para las naciones en desarrollo que requieren revertir las carencias que la falta de crecimiento ha provocado.

Los desarrollistas coinciden en que se pueden alcanzar cier­tos objetivos económicos por medio de los mercados; sin em­bargo, no siempre son el medio ideal para lograr otros, como la distribución del ingreso o el crecimiento que requieren nacio­nes menos desarrolladas. Consideran que la intervención guber­namental es necesaria para impulsar el crecimiento y que Jos mercados son un elemento que permite alcanzar el desarrollo económico pero no son el fin último. La experiencia del desa­rrollo económico de Asia se apega más a este planteamiento, dados los elementos exitosos de la aplicación de la política in­dustrial. 15

U na respuesta posible al cuestionamiento sobre el crecimien­to se plasma en el trabajo de Rosenstein-Rodan, quien expresa que "hay un nivel mínimo de recursos que debe ser dedicado a [ ... ] un programa de desarrollo, si éste ha de tener alguna pro­babilidad de éxito. Lanzar un país a un crecimiento autosostenido es en cierto modo como hacer despegar un avión. Hay una ve­locidad crítica sobre la pista que debe ser rebasada antes que el aparato se eleve" .16 Procediendo paso a paso no se logra un efecto igual a la suma de los pasos; de acuerdo con el autor hay

14. David Romer, op. cit. 15. Amsden,Asia 's Next Giant: South K orea and Late lndustria­

lization, Oxford University Press, 1989. 16. Rosentein-Rodan, op. cit.

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t.UIIl~ l t. t. V e:::.,U t:: rtvr , U\..-lUUtc; uc; .i..UVI

una cantidad mínima de inversión como condición necesaria, mas no suficiente, para lograr el desarrollo exitoso; ésta es en esencia la teoría del gran impulso.

Esas afirmaciones contradicen las conclusiones de la teoría del crecimiento neoclásico en su versión tradicional con equili­brio estático. Esto es así debido a que se fundan en un conjunto de supuestos más realistas al tomaren cuenta las indivisibilidades en las funciones de producción y de demanda (complementa­riedad), así como de la oferta de ahorro, con la consiguiente im­posibilidad de apropiarse de los rendimientos generados por las economías externas. 17

Rosenstein-Ro dan resaltó que ha y un potencial de crecimien­to económico oculto en las naciones en desarrollo. 18 Su trabajo se centró en resaltar la ventaja de aprovechar los rendimientos crecientes a escala. Ello puede llevarse a cabo con grandes pro­yectos de inversión que abarcaran la mayor parte de los secto­res productivos de manera simultánea. Un gran empuje se pue­de imprimir con proyectos de inversión que generen reacciones en cadena en un círculo virtuoso que al complementarse con nuevas inversiones pueden extender el impulso a todo el siste­ma económico.

Las principales aportaciones de Rosenstein-Rodan son bá­sicamente cuatro. La primera subraya la existencia de desem­pleo disfrazado, fundamentalmente agrícola. A esta población trabajadora se le podría emplear en un sector diferente, en espe­cial en la generación de la infraestructura necesaria para favo­recer el crecimiento sin que ello provoque una baja en la produc­ción del sector de actividad en la que actualmente está contratado debido a su bajo producto marginal.

La segunda, la generación de externalidades positivas a partir de fuertes inversiones productivas que impulsen la actividad económica y la posibilidad de obtener rendimientos crecientes a escala debido a dichas inversiones y Jos consiguientes impactos virtuosos en diferentes sectores. La tercera es el énfasis del au­tor en que la inversión en capital social debería estar por enci­ma de la inversión en bienes de consumo para favorecer un ma­yor crecimiento. La cuarta consiste en que un gran impulso en la inversión puede resultaren externalidades económicas de tipo tecnológico . En definitiva, para Rosenstein-Rodan hay una amplia posibilidad de intervención gubernamental, puesto que ningún agente privado tendría la capacidad económica, ni la visión ni la forma de capturar los beneficios de la inversión rea­lizada, dadas las externalidades provocadas por las indivisi­bilidades referidas.

Los modelos de crecimiento neoclásico (consecuentes con el de Solow) conciben el proceso de crecimiento como un ele­mento espontáneo y autónomo dependiente de variables exóge­nas, por lo que en ningún caso orientan sobre las acciones sociales que Jo provocan. Los modelos describen el proceso delineando las etapas que en su caso habrán de transcurrir una vez inicia-

17. /bid. 18. Rosenstein-Rodan, "The Theory of B ig Push", en Gerald Meier

(ed.), Leading /ssues in Economic Development, Oxford University Press , 1976.

do: natura nonfacit saltum; 19 sin embargo, el proceso de creci­miento de las naciones en desarrollo contradice esta afirmación puesto que según la evidencia éstas no han seguido de manera idéntica todas las etapas que describen los procesos.

Por otro lado, no hay experiencias de desarrollo exitoso sin intervención gubernamental; en cambio sí hay evidencia actual de las distorsiones que se generan en el sistema económico al favorecer la apertura brusca hacia los mercados internacio­nales, tanto financieros como de bienes y servicios, en el enten­dido de que los mercados realizarán el ajuste necesario y sufi­ciente para que el proceso económico sea eficiente y favorable .20

Considérese, por ejemplo, el modelo de Solow, el producto más acabado de los modelos neoclásicos y base para el plantea­miento de la corriente endogeinista.2 1 El mismo establece una relación funcional entre la producción y sus factores clásicos (trabajo y capital). Ciertamente ningún economista se atreve­ría a contradecir el planteamiento de Solow de que para favo­recer el crecimiento de la producción se requiere incrementar los factores que le dan origen, en especial la inversión en capi­tal. No obstante que ello constituye una respuesta acertada en cuanto a los insumos indispensables, deja de lado factores ne­cesarios para detonar el crecimiento y por tanto inhibe alguna acción específica para emprender el crecimiento.

La propuesta de Rosenstein-Rodan es en este sentido más específica que la de Solow, dado que invita a reflexionar sobre los elementos iniciales que provocan el crecimiento; la genera­ción de efectos encadenados a partir de un gran impulso inicial que permita el aprovechamiento de economías de escala. Aunque Rosenstein-Rodan plantea elementos clave que favorecen la respuesta de una interrogante básica: ¿qué favorece que el pro­ceso de crecimiento se inicie? La respuesta sigue siendo gené­rica pero indicativa y en este sentido supera al planteamiento neoclásico ortodoxo, puesto que al menos favorece la puesta en marcha de políticas de promoción que abunden en el crecimiento.

Las diferencias de enfoque y por consecuencia de alcance de la teoría clásica del desarrollo y los modelos de crecimiento hacen pensar que se requieren nuevas propuestas teóricas que integren la riqueza de la visión desarrollista y permitan vislum­brar soluciones para el problema de la pobreza que aqueja al mundo. La ciencia económica genera conocimiento para inter­pretar la realidad, pero no puede dejar de lado las necesidades humanas que precisan ser satisfechas en el seno de las distintas sociedades. Ciertamente, las decisiones que guiarán a las nacio­nes hacia la solución de las necesidades que prevalecen en su seno caen en un terreno 100% político, pero el marco de referencia que puede facilitar tales soluciones requiere ser elaborado por un tipo de economía que privilegie la parte humana de la ciencia. &

19. Rosenstein-Rodan , "Notas sobre ... ", op. cit. 20. E. Dussel Peters, "Mexico's Liberalization Strategy, 1 OYears

On: Results andA1ternatives",JournalofEconomic Issues, vol. XXXJJ,

núm. 2, 1998. 21. La corriente endogeinista agrupa a un grupo de teóricos del

crecimiento económico que atribuyen el cambio tecnológico a un re­sultado del proceso interno de producción y no como variable exógena según So1ow.

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Hambre, desnutrición y pobreza: una solución de todos

• • • • • • • • • • JOSEFINA VAZQUEZ MOTA '

Seis millones de niños menores de cinco años mueren anualmente por desnutrición en todo

el mundo. La cifra se duplica si se tienen en cuenta

las enfermedades derivadas de la extrema pobreza. 1

El hambre y la desnutrición constituyen uno de los proble­mas sociales más importantes que encaran todos los go­biernos del mundo. Con frecuencia se realizan reuniones

cumbres internacionales para hablar sobre ello; la ONU y otras instituciones invierten buena parte de sus recursos en combatir ese flagelo. Según ese organismo, en el planeta existen 800 mi­llones de personas que padecen desnutrición, lo cual erosiona su desarrollo personal y el de sus países. Ello da lugar, a su vez, a una serie de vicisitudes de gran escala que afecta a la humanidad entera.

La desnutrición, consecuencia de la pobreza, adquiere en el entramado social mundial un nivel alarmante y la eficacia de los planes y programas para erradicarla ha sido insuficiente.

En 1995 se celebró en Copenhague la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social (CMDS). Uno de los temas centrales se refirió a la desnutrición y la pobreza. Ahí se precisaron las demandas y se definieron los planes de la ONU, de los países y de las institu­ciones de carácter civil. La Cumbre concluyó con acuerdos y compromisos por parte de cada uno de los participantes. Sin em­bargo, la situación no cambió y de hecho algunas realidades han empeorado desde entonces. Paradójicamente, el hambre y la des-

l . ONU-UNICEF, "Prólogo" al informe Estado mundial de la infan­cia 1998.

*Secretaria de Desarrollo Social, de México.

nutrición avanzan junto a las innovaciones tecnológicas y de co­municación, que bien podrían ayudar a remediar aquéllas. 2

En la actualidad el hambre representa un tema más en la dis­cusión sobre el desarrollo social. La sensibilidad ante el proble­ma ha desaparecido o en el mejor de los casos se asocia a las labores asistencialistas como único medio de solución. Pensar en el ham­bre como una situación aislada es el inicio del fracaso paralares­tructuración social y para la solución de ese acuciante problema.

"La potencialidad de desarrollo de los individuos está ínti­mamente relacionada con la capacidad creadora de las socieda­des, razón por la cual el progreso y el bienestar de una sociedad dependen de la salud y el desarrollo de quienes la conforman. A su vez, la salud y el desarrollo humano no son plenos sin una nu­trición adecuada, por lo que el estado de nutrición de los indi­viduos es un elemento fundamental del capital humano en la co­munidad".3

Se puede afirmar, sin exagerar, que un país con una población mal alimentada y desnutrida, además de tener bajos niveles de productividad y de competitividad, es una nación que pone en riesgo su viabilidad como tal. La alimentación es una necesidad básica, cuya satisfacción es determinante para la vida y el desa­rrollo físico e intelectual de cada persona.

La sociedad está constituida por personas; lo primero en un orden lógico sería pensar en un conjunto de personas con derechos y deberes ; si estos seres no tienen acceso a una vida de calidad acorde con su dignidad y sus derechos, la desnutri­ción será una verdadera limitan te para conformar una sociedad

2. Social Watch-Control Ciudadano, Evaluación de la Cumbre Mundial Sobre Desarrollo Sociall995-2000, 2000.

3. H. Bourges, "Panorama alimentario de México", Cuadernos de Nutrición , vol. 5, núm. 1, 1981 , pp. 18-32.

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comercio exterior, octubre de 2001

G R Á

CAt S\S lH. l.A lll· S'OlTRlCIÓ'I l'IAI'óTll.

F e A

911

de padecimientos y situaciones que le han dado el nombre de en­fermedad pluricarencial o sín­

••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••• drome de privación social. La desnutrición sobreviene princi­palmente cuando se presentan al-

Consumo alimentario inadecuado

Desnutrición infantil , muerte y discapacidad

• +

+ ---+ Enfermedad

---..

Resultados

Causas inmediatas

guno o varios de los siguientes factores.

1) Problemas socioeconómi­cos: cuando el individuo, la fa­milia o la comunidad no tienen posibilidades de adquirir los ali­

Acceso insuficiente a los alimentos

Prácticas de atención maternal e infantil

Agua, saneamiento y servicios de salud

inadecuados

Causas indirectas en el hogar y la familia

mentos suficientes; se padece de marginación social o geográfi­ca; se carece de los medios míni-

El conocimiento - "'· inadecuado o inapropiado y determinadas actitudes descriminatorias evitan el acceso de los hogares a los recursos naturales

Los sistemas políticos, culturales, religiosos , económicos y sociales, incluida la situación social de la mujer, dictan el uso de los recursos potenciales

Fuente: adaptado de Stua.

Cantidad y calidad de los recursos naturales .. humanos , económicos

y organizativos y la manera en que se controlan

-Recursos potenciales: medio ambiente, tecnología,

personas )

Causas básicas en la sociedad

mos de sanidad ambiental ( dre­naje, pavimentación, etcétera), y se vive en hacinamientos.

2) Ignorancia: cuando se des­conocen las prácticas básicas de higiene y de conservación de los diversos tipos de alimentos, así como las combinaciones y can­tidades óptimas que deben con­sumirse, etcétera.

3) Problemas de producción de alimentos y carencia de los

••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••• insumas suficientes para cubrir las necesidades de los distintos grupos de la población.

G R Á F e A 2

DE DL\ Bl-E'OA M ITRlCIÓ!\ Al'!\ .\ ~IAHlR PROIJLCTI\lDAD

••••••••••••••••••••••••••••••••

Mayor productividad

Reducción de la pobreza ,.__

Mejora en la nutrición de los niños

.. Mejora del capital humano ~

Crecimiento económico

Inversiones en el sector social

/

Fuente: UN ICEF, 1997, y John Masan Gillespie y Reynaldo Martorell, How Nutrition lmproves, ACC/SCN, Ginebra, 1996 .

• • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • •

sana que permita un desarrollo sostenido y estable. Por ello, la desnutrición es un problema para el desarrollo social, como también un tema capital para el mundo del nuevo siglo.

Para su cabal comprensión, la desnutrición se tendrá que considerar una enfermedad social, que es la suma de un conjunto

La conformación de estos tres elementos también comprende al gobierno de cada país y a su cultura. Asimismo, en términos ge­nerales, uno de los actores principales del cual depende de ma­nera determinante la nutrición es la mujer y su función social.

Durante la década pasada México logró reducir casi 50% la prevalencia de bajo peso en niños menores de cinco años. Si bien ello se considera satisfactorio, aún queda el reto de abatirla has­ta alcanzar ni veles de alrededor de 2%, valor esperado en una po­blación sana y bien alimentada.4

La baja talla es un indicador de desnutrición crónica que refle­ja retardo en el crecimiento de los niños, se asocia con mayor riesgo de enfermedades y con disminuciones en el desarrollo psi­comotor del niño. En México la prevalencia de baja talla en me­nores de cinco años fue de 22.8% en 1988 y de 17.7% en 1999.

CAUSAS DE LA DESNUTRICIÓN EN MÉXICO

La desnutrición es una enfermedad social de carácter pluricarencial. Todas las carencias sociales pueden loca­lizarse en el problema llamado pobreza, el cual afecta a más

de 44 millones de mexicanos. En el gobierno anterior el objetivo de la Sedesol fue abolir

la pobreza. En la actualidad se considera que es mejor plantearse como objetivo "la construcción de los caminos que propicien y

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promuevan el desarrollo integral de millones de fami lias del país".

Es cierto que la pobreza sintetiza la mayoría de las carencias sociales, pero la pobreza no sólo tiene una vertiente material aso­ciada a tener o no tener, si no también una vertiente moral que se relac iona con la injusticia. El México del siglo XXI asiste al re­nacimiento de una visión más huntanista del quehacer económi­coy político. Resultan cada vez más insistentes las convocato­rias a la orientación de las acciones de organismos internacionales, agrupaciones de la sociedad civi l y los gobiernos hacia objetivos compartidos: procurar el bien común , esto es , construir una so­ciedad, tejer redes de oportunidades y potenciar las capacidades de las personas para que por sí mismas logren sus objetivos.

Desde la perspectiva académica hay diferentes conceptua­lizaciones de la pobreza, así como di versas metodologías para su medición. Sin embargo, no se pretende realizar una evaluación de detalles técnicos. Cuando se habla de política social, los estu­dios de pobreza y el término "metodologías de medición" adquie­ren un nuevo significado. Aquélla nos remite a personas que no tienen en sus hogares los elementos indispensables para vivir con dignidad, nos habla del número de niños que no asisten a la es­cuela o que mueren por carecer de atención médica oportuna y padecer desnutrición. Se habla de personas que sufren y anhelan , no de estadísticas.

La Sedesol tiene un compromiso con toda la sociedad: lograr el desarrollo de cada una de las familias mexicanas; para ello es preciso responder a una serie de preguntas fundamentales : ¿quié­nes tienen acceso a los programas? ¿Realmente llegan a quienes deben? ¿Ayudan estos programas a los mexicanos más pobres para superar su pobreza o los arraigan aún más a ella?

Es pertinente mencionar algunos indicadores de la pobreza en México en el año 2000: 55% de la población recibe un ingreso inferior a dos salarios mínimos mensuales ; 4 7.5% vive en condi­ciones de hacinamiento; 27.8% de los mayores de 15 años de edad no ha terminado la primaria; casi 15% tiene piso de tierra en sus viviendas y cerca de 12% no cuenta con agua entubada ni drenaje.5

¿Cómo se transita del paternalismo a la corresponsabilidad? ¿De qué manera se acompaña a los más pobres para, con respeto a su cultura e idiosincrasia, darles los medios para superar su pobreza con pleno ejercicio de su libertad y voluntad?

Hacia allá se transita; no es un camino fácil porque hay que romper con el esquema cultural de dependencia. En alguna oca­sión el presidente Fox decía que de cada 1 000 cartas que le entre­gan, 999 son para pedir y una de ellas es para ofrecer. La gente salta las vallas y vence al Estado Mayor Presidencial para pedir. Los que logran su cometido respiran tranquilamente para ir a su casa a empezar a escribir la siguiente y esperar a quién entregár­sela seis años más tarde: no hay peor pobreza que la minusvalía mental. No existe peor mal que el que impide ser capaz de salir a cada uno por sus méritos. No hay peor pobreza que caer en la cultu-

4. Secretaría de Salubridad y A sistencia, Encuesta Nacional de Nut rición, 1999.

5. Cfr./bid.

hambre, desnutrición y pobreza

G R Á F e A 3

••••••••••••••••••••••••••••••••

l. Educación 2. Salud Desigualdad

de capacidades • 3. Capacidad de invertir

Desigualdad de oportunidades

4. Infraestructura básica (vivienda y servicios)

5. Oportunidades de inversión

6. Oportunidades de empleo

Crecimiento inequitati vo y pobreza

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Ctt'KAs oE POBREZA ~::s Mf:xu::o

• • • • • • • • • • • • • • • • Progresa 1998' 24.0 millones Conapo 1997' 26.0 millones CEPAL 19982 44.7 % CEPAL 1998 1 17.6 % INEGI 20002 42.0 mill ones

l . Pobres extremos. 2. Pobres.

ra de la dependencia, la cual promueve el estado de pobre­za permanente .

La principal pobreza, tal vez la que ha generado la ac­titud paternalista y la falta de compromiso social, es la edu­cativa. En los municipios más

• • • • • • • • • • • • • • • • pobres de México la escolari-dad promedio es de tres años,

mientras que en países corno Estados U nidos y Canadá es de 12 a 15 años. En esas localidades 63 % recibe ingresos inferiores a un salario mínimo y sólo 53% de los hogares dispone de electri­cidad. En los municipios de mayor desarrollo relativo el analfa­betismo ha quedado prácticamente erradicado, la escolaridad promedio es de nueve años y casi la totalidad de la población re­cibe ingresos superiores al salario mínimo.

A esas notables disparidades habría que sumar otras que van más allá de lo meramente económico y que se ubican en los ámbi­tos tecnológico y regional. Si se compara el municipio más pobre de la Sierra Tarahumara con el municipio más rico de Nuevo León, en cuanto a esperanza de vida se refiere, se observa que hay 17 años de diferencia. Por cada año más de educación, el ingreso eco­nómico de una persona aumenta entre 8 y 1 O por ciento a lo largo de toda su vida.

Para mejorar los niveles de educación y de bienestar de los me­xicanos habrá que coordinar una nueva política de desarrollo so­cial y humano para la prosperidad, con un enfoque de largo pla­zo, ya que es en el terreno de la educación donde se amplía la brecha entre pobreza y riqueza. En México casi l 0% de la pobla­ción es todavía analfabeta y existen 30 millones de personas ma­yores de 15 años que no concluyeron los estudios de primaria y secundaria. Esta es la dualidad que se debe reconocer a cabalidad, pues de ello depende la superación de la pobreza. Es éste, sin duda, un reto y una responsabilidad fundamentalmente de carácter ético.

La crítica de que la economía camina por un lado y el desarrollo social por otro, en muchos momentos ha sido válida. Se dice que a los "atropellados" de la política económica los tiene que reco­ger la ambulancia de la política social, pero no es posible seguir

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comercio exterior, octubre de 2001

pensando en el desarrollo basado en un principio o una realidad como ésa. Por ello, la Sedesol participa en los gabinetes social y económico, pues tanto la política social como la económica de­ben garantizar un desarrollo humano pleno y, por supuesto, un mayor y mejor desarrollo socioeconómico.

En ese marco, la nueva propuesta se erige sobre cuatro ejes o concepciones. La pobreza es de carácter multidimensional, es de­cir, cuando se habla de pobreza se pregunta a la Sedesol qué ha hecho en favor de los pobres del país. Pero los pobres no son res­ponsabilidad exclusiva de la Secretaría ni se conocen todas sus causas, por lo que es importante hablar de esta visión y de los ejes para superarla.

Uno de ellos es el que versa sobre una dimensión económica. Ningún país del mundo -está comprobado más allá de las ideo­logías- ha podido superar la pobreza sin el crecimiento econó­mico sostenido. Para vencer a la pobreza se precisa estabilidad financiera, disciplina monetaria y fiscal, así como capacidad de ahorro, de inversión y de reinversión. Para crecer se deben elimi­nar las brechas en materia hacendaría: 1 00 millones de mexica­nos y menos de 6 millones de contribuyentes cautivos. Es éste uno de los grandes desafíos: se requiere operar bien la economía para estar en condiciones de superar la pobreza. Si bien ello no es su­ficiente, es requisito indispensable.

Se necesita también la dimensión física. ¿Qué quiere decir esto? Que se debe promover la vivienda en México. Ésta se ha con­vertido en un ataúd para muchos mexicanos: ahí nacen, crecen, se casan y mueren. Es cierto que en el país se construye vivien­da, pero también lo es que gran parte de ella está en mercados in­formales. En la actualidad la Sedesol opera un programa muy ac­tivo de pisos de cemento, lo cual es un indicador de desarrollo urbano y la vida de un mexicano es realmente distinta cuando en lugar de tener un piso de tierra, tiene la posibilidad de vivir en uno de cemento.

La distribución territorial de los municipios según su grado de marginación revela profundas desigualdades entre las entidades federativas. Así, 17 de ellas tienen municipios con todos los gra­dos de marginación, mientras que la más homogénea y en mejor situación es Baja California, debido a que los suyos presentan un grado de marginación muy bajo. En contraste, Oaxaca, Veracruz, Chiapas y Guerrero concentran 256 municipios con muy alto gra­do de marginación, es decir, dos de cada tres municipios del país se encuentran en esa condición. Por otro lado, 70% de los muni­cipios con grado de marginación muy bajo se concentra en LO estados y 166 municipios.

Por lo anterior, una de las principales estrategias de la Sede­sol para combatir la pobreza es la atención a 250 microrregiones mediante el programa "Contigo ... manos a la obra", que incluye a los cerca de 500 municipios más pobres de 17 entidades del país. En este programa participan 12 secretarías de Estado, coordinando esfuerzos y estrategias para crear caminos de prosperidad cuyos beneficios se extienden a 5.5 millones de habitantes (3.4 millo­nes de indígenas).

Cabe mencionar que las microrregiones y los municipios in­cluidos en el programa "Contigo ... manos a la obra" se caracte­rizan por su elevada proporción de población indígena, ingresos

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escasos y un limitado o nulo acceso a bienes y servicios básicos, lo que se traduce en inaceptables condiciones de vida y escasas oportunidades de desarrollo social e individual. La población ob­jetivo de la estrategia se caracteriza por la carencia de servicios sociales básicos: más de la mitad de la población no tiene servi­cios de agua potable, los sistemas de drenaje sólo están al alcan­ce de 11.7% de la población y los de energía eléctrica únicamen­te benefician a dos de cada tres personas.

Por su parte, el rezago educativo es significativo. El analfa­betismo afecta aproximadamente a 40% de la población adulta, en tanto que el promedio de escolaridad, en el mejor de los casos, llega a los cuatro años. El escaso nivel educativo afecta especial­mente a los indígenas y a las mujeres.

La tercera dimensión para superar los rezagos y las carencias es la personal. Esa dimensión se relaciona con la educación, la salud, la eficiencia, la alimentación y la nutrición.

Los objetivos de la política pública para el desarrollo social y humano buscan la superación de las personas y el desarrollo de sus capacidades e iniciativas, así como el fortalecimiento de las formas de participación social.

En esta tarea se adoptan criterios de permanencia de los programas sociales con carácter de largo plazo y sin sesgos pro­venientes de coyunturas políticas o actitudes partidistas. Se están perfeccionando los marcos jurídicos y los programas gu­bernamentales, transformando el papel de la administración pú­blica federal para subrayar su función promotora del desarro­llo social y garantizar la atención a los grupos sociales más necesitados.

En los recorridos realizado por el país se han mirado los ros­tros de la desnutrición, los rostros del hambre. No puede haber desarrollo social si no existe un trabajo que atienda la dimensión personal, porque se está hablando fundamentalmente del desa­rrollo humano. Por esta razón es que la Sedesol instrumenta pla­nes que contrarrestan directamente los efectos de la pobreza.

El diagnóstico y la evaluación de los programas han propor­cionado herramientas de gran utilidad para alcanzar objetivos como la promoción del desarrollo de las regiones más pobres del país y avanzar en la asignación de recursos con mayor transpa­rencia. Para ello es necesario que todos los involucrados en la atención a la población en situación de pobreza utilicen la infor­mación más reciente para que la nueva política social sea más eficiente y eficaz.

En este sentido, un esfuerzo por enfrentar los ni veles de des­nutrición es el Programa de Abasto Social de Leche que tiene como misión elaborar y abastecer leche de alta calidad con precios subsidiados a los niños menores de 12 años de familias en con­diciones de pobreza extrema de las zonas urbanas y rurales del país. Ese programa cuenta con más de 4.2 millones de beneficia­rios, el equivalente a más de 2.5 millones de familias, atendidas en 6 850 lecherías. Liconsa garantiza la calidad de la leche con la que apoya la nutrición de niños mexicanos en todo el territo­rio nacional, ya que llega a los hogares tras un riguroso proceso de control de calidad que incluye la realización de alrededor de 220 000 análisis mensuales y cuyos elevados parámetros reba­san las especificaciones oficiales en la materia.

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Por su naturaleza, el apoyo otorgado por el programa debe estar sujeto a criterios de selectividad, objetividad, transparencia, equi­dad, temporalidad y enfoque de género, con el propósito de iden­tificar claramente a la población objetivo. Por ello, ahora se han incluido en el programa mad,res gestantes y lactantes, personas en edad de plenitud y la población discapacitada ampliando el universo de atención a familias que habitan en localidades urba­nas y suburbanas marginadas, que no son beneficiadas por otros programas federales de apoyo al ingreso familiar.

El Programa de Abasto Social de Tortilla tiene como misión otorgar un subsidio al precio de un kilogramo diario de tortilla a familias en condiciones de pobreza extrema de las zonas urbano­marginadas. El apoyo alimentario llega a 5.4 millones de mexi­canos, distribuidos en las 32 entidades del país, en 392 munici­pios y 852localidades urbanas.

Progresa es un programa dirigido a las familias en pobreza extrema del medio rural. Su objetivo es generar acciones que propicien el mejoramiento de sus condiciones de vida, así como brindarles acceso a mejores oportunidades de educación, salud y alimentación y con ello romper el círculo de transmisión ínter­generacional de la pobreza. Ese programa funciona desde 1997 y opera por medio de tres componentes estrechamente relacio­nados: educación, salud y alimentación. Durante 2001 se aten­derá a 3.2 millones de familias.

La importancia de la convergencia de estos tres componentes se desprende de sus mutuas interacciones y complementariedades, ya que su confluencia acrecienta su eficacia y fomenta el desarrollo de las capacidades y potencialidades de individuos y familias.

El propósito primordial del Progresa es la superación de la pobreza extrema. La selección de localidades del medio rural y urbano, como también la de las familias beneficiarias, se efectúan con procedimientos rigurosos, objetivos e imparciales, homogé­neos en todo el país, así como verificables y auditables.

Asimismo, los beneficios del programa se hacen llegar direc­tamente a las familias por medio de las madres de familia, con lo que se evita cualquier interferencia en la entrega. Especial énfa­sis da el Progresa la imparcialidad y al respeto a las preferencias políticas de las personas, a sus costumbres, creencias religiosas y características culturales.

En la operación efectiva del Progresa resulta indispensable la adecuada comunicación de los objetivos y los mecanismos de operación, así como de los logros obtenidos para hacer confluir los compromisos y las voluntades en una misma dirección. Para ello, en el Progresa se elaboran e instrumentan estrategias de co­municación con las personas relacionadas en los programas (be­neficiarios y servidores públicos), a fin de que adopten como pro­pios los objetivos de éste.

El Progresa reconoce que la familia es el espacio privilegia­do para hacer frente a las adversidades económicas y sociales, y en ocasiones donde residen los factores que tienden a perpetuar la pobreza extrema.

Para lograr los objetivos del programa es fundamental que los padres de familia estén convencidos de los beneficios que traen consigo las acciones del programa y de que su activa participa­ción es primordial. Las familias son el sujeto activo de su propio

hambre, desnutrición y pobreza

desarrollo. Es indispensable concretar la corresponsabilidad de las familias, pues si no se cumple cancela la continuidad de las ayudas. El Progresa alienta y apoya, cuidando no sustituir ni aminorar los esfuerzos de los padres de familia para lograr la su­peración de sus hijos.

Al fomentar la corresponsabilidad, los apoyos del programa se otorgan con pleno respeto a las decisiones de las familias y, como se ha mencionado, buscan ampliar opciones y oportunida­des, en un marco de estímulo a la elección informada. Asimismo, los apoyos del programa representan una inversión temporal en las familias que viven en condiciones de pobreza; al tomar en consideración las condiciones variantes de su conformación y del ciclo de vida de sus integrantes, se establecen acciones que co­rresponden a la estructura familiar para fortalecer las capacida­des de las personas, evitando que dependan permanentemente de los beneficios otorgados.

En el componente educativo, el Progresa promueve la asisten­cia a la escuela y la mejora del desempeño escolar. Para ello en­trega becas educativas a todos los menores de 18 años de edad que están inscritos entre tercero de primaria y tercero de secundaria. En lo que atañe a salud, provee un paquete básico de servicios que cubre a todos los miembros de las familias beneficiarias. En cuanto a la alimentación, el Progresa otorga un apoyo monetario men­sual que se entrega a las familias (a la madre o a la persona res­ponsable de preparar la comida o de cuidar a los menores) a fin de ayudar a mejorar el consumo de alimentos.

Adicionalmente, se proporcionan suplementos alimenticios para los niños de cuatro meses a dos años de edad y para aquéllos entre dos y cinco años que presentan algún grado de desnutrición, así como para las mujeres embarazadas o en período de lactancia. Es importante mencionar que dichos suplementos cubren 100% de los requerimientos de micronutrientes, por lo que su consumo diario combate el grave problema de la desnutrición infantil desde la etapa de la gestación y durante los primeros años de vida.

El Progresa ha tenido un efecto importante en el aumento del crecimiento de los niños y en abatir la probabilidad de la desnu­trición infantil en las edades cruciales de los 12 a los 36 meses. Se ha observado un crecimiento promedio de 16% que correspon­de aproximadamente a un centímetro por año.

El Programa de Abasto Rural, operado por Diconsa, tiene como objetivo garantizar el abasto de productos básicos y complemen­tarios no perecederos, con oportunidad, suficiencia, calidad y a precios competitivos, para satisfacer la demanda de la población rural en situación de pobreza. En muchas localidades margina­das del país, Diconsa representa la única opción de abasto. Ac­tualmente, operan 22 895 tiendas rurales.

Diconsa brinda el servicio por medio de tiendas de mostrador o autoservicio que comercializan productos básicos y complemen­tarios no perecederos. El catálogo de productos depende de la demanda social, por lo que se consulta a las comunidades aten­didas y se realiza un estudio de mercado.

Las tiendas Diconsa se están transformando, de manera gra­dual, en Unidades de Servicios Complementarios a la Comuni­dad, en las que se provee telefonía rural, correo, telégrafo, paquete básico de medicamentos, tortillería, molino y apoyos del Progresa.

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comercw extenor, octubre de ·¿uu 1

Todo lo anterior remite de manera necesaria a la cuarta dimen­sión, la ética, que nos refiere a la familia. Aquí se consideran Jos valores y Jos principios de una sociedad, las conductas de sus inte­grantes y la capacidad de convivir de manera responsable. Enrique Alduncín decía que en México se tiene una ética infantil, que se obedece fundamentalmente por miedo, no por convicción. Agre­gaba que casi 60% de los mexicanos no cree en !ajusticia, 38% afirma que un político pobre es un pobre político, 37% está de acuerdo con que "el que no transa no avanza"; aún más sorpren­dente fue que de ese último porcentaje los que encabezaban la lista eran los egresados de maestría.

La mayor parte de los mexicanos afirma que el principal obstá­culo para enfrentar la pobreza es la corrupción. Esto habla de la dimensión social de la confianza, de ese capital social que se re­quiere si se desea avanzar en un marco jurídico de Estado de De­recho: tales son los cuatro ejes de la visión de la política social.

Todos ellos resumen nuestra intención. No es posible conti­nuar con métodos que ya probaron su ineficiencia y falta de resul­tados. Es preciso transitar nuevos caminos. Se pretende impulsar el federalismo auténtico, pero no hay que confundir federalismo con feudalismo. En aquél no sólo se trata de asignar o descentra­lizar recursos, sino también de rendir cuentas, transparentar y asumir la corresponsabilidad en la superación de la pobreza. Sin ello será imposible vencer la dependencia, el paternalismo y, por supuesto, la pobreza. Dicho de otra forma, los pobres tienen casa, pero no tienen títulos; tienen cosecha, pero no tienen certificado de propiedad; tienen negocio, pero no escrituras de constitución ni acciones que permitan a sus activos crecer para llevarlos a una vida paralela en el mundo de la formalidad. Esto es, los pobres necesitan los medios necesarios y nosotros minimizar sus ries­gos. Los pobres tampoco tienen derecho al crédito ni un real de­recho a la salud. Cada año se empobrecen dos millones de fami­lias. Tampoco tienen derecho a darse cuenta, en ocasiones, de su propio valor como seres humanos.

¿Cuáles son los aliados de la pobreza? La desnutrición y la ig­norancia, la falta de habilidades, la discriminación, el aislamiento, la enfermedad, la escisión social, los bajos salarios y la inseguri­dad. Aliados de la prosperidad, por el contrario, son la educación, la salud, la alimentación, la equidad, la competitividad, los valores civiles, la esperanza, la honestidad, el respeto a la vida, la paz so­cial. Hay que desear ser aliados de ese cambio y de la prosperidad.

En la pobreza no se garantiza la democracia, ni tampoco sega­rantiza por mucho tiempo la paz social. En la pobreza no segaran­tiza que haya consumidores que puedan adquirir servicios; en la pobreza no existe garantía para el desarrollo social y la justicia.

Lo más importante es construir un camino para que los pobres dejen de serlo: ésa es la apuesta. Se sabe que seis años no serán suficientes para revertir lo que han entrañado decenios o siglos en algunas zonas del país.

Los pobres tienen prisa, su tiempo no es el de todos . Los que gozan de bienes (trabajo, conocimiento, instituciones, empresas, etcétera) que pueden brindar y sumar, constituyen una responsa­bilidad social para unirse en un solo esfuerzo: el de todos.

Muchos habitantes del país se encuentran en una situación de verdadera sobrevivencia; todos los niveles de pobreza y margina-

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ción son ya una amenaza, incluso para la seguridad nacional. De continuar las tendencias de marginación y de rezago se llegará a un punto donde no será posible reconciliar los dos Méxicos. ¿Es posible lograr justicia y desarrollo con estas brechas? ¿Acaso los pobres y la pobreza son sólo responsabilidad del gobierno? ¿O sólo del mercado? ¿Estamos a tiempo?

Me atrevería a adelantarme a la respuesta: estamos a tiempo, porque se vive una nueva posibilidad en este país, porque se vive un proceso democrático que garantiza el ejercicio de la libertad y la transparencia, porque hay bases para seguir siendo produc­tivos, con espíritu emprendedor, audacia y voluntad de hacer bien las cosas y hacerlas distinto. No sólo se busca administrar mejor, sino de manera diferente. Creo que es tiempo para atreverse a construir nuevos caminos, a enfrentar nuevas fórmulas.

Es preciso disentir, discutir y debatir; todo ello enriquece. Lo que hoy está en juego no sólo es la reforma hacendaría, la refor­ma eléctrica, la ley de desarrollo rural, lo que sucederá en el cor­to o cortísimo plazo o con el próximo presupuesto en el Congre­so de la Unión. Lo que está en juego es el presente y el futuro del país. Lo que se ha logrado ha tenido un alto costo y tomado mu­cho tiempo; existe un gran número de empresarios exitosos a pesar de una enorme cantidad de obstáculos y de diferencias.

Los tiempos son de unidad, de tejer redes, de construir alianzas, de construir puentes y de allanar los que ya existen. Es momento de ser audaces; no se trata de cantidad, no se trata de que la Sedesol informe al Congreso de la Unión de cómo se ejerció el gasto y de cuántos desayunos, litros de leche y kilos de tortillas se distribu­yeron. No es un asunto de cantidad, sino de la manera en que se llegó a la población beneficiada, de qué tan cerca se estuvo de la población objetivo y de si se llegó a tiempo. Es un reto de veloci­dad y más vale apresurarse: los dos millones de niños desnutridos no pueden esperar. Tienen prisa, quieren ser vistos e incluidos.

Es preciso generar los empleos que se requieren para vencer la pobreza; es necesario emprender proyectos productivos sus­tentables. En suma, construir un México que venza la cultura y la práctica del subdesarrollo.

Es posible disponer de muchas escuelas, pero de mala calidad y baja cobertura; también de centros de salud, pero sin medici­nas suficientes e incluso hasta sin médicos; crédito, pero escaso o muy caro; trabajo, pero informal o muy mal pagado; gasto pú­blico, aunque mal orientado o no invertido donde realmente se necesita; avances macroeconórnicos, pero tal vez bolsillos vacíos; contar con vivienda, pero sin derechos de propiedad y sin las con­diciones para una vida digna; de mujeres incorporadas al merca­do laboral, pero en condiciones desfavorables, y de muchos mexi­canos que poseen negocios, pero tal vez sin escrituras o títulos formales. Superar esos rezagos e inconsistencias, así como la pobreza de millones de mexicanos demanda un esfuerzo colec­tivo comprometido.

Existe un propósito común: que gane México, como la socie­dad y la transición lo exigen. No hay mayor exigencia de la tran­sición que aceptar que este país ha cambiado, que nos corresponde ser parte fundamental de ese cambio, es decir, alentar una socie­dad profundamente participativa. Los mejores tiempos de este país están aguardando, pero tenemos que salir a su encuentro. $

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Los bancos de alimentos en México

ASOCIACION MEXICANA

• • • • • • • • • • DE BANCOS DE ALIMENTOS

México se enfrenta a un problema de distribución de alimen­tos, pues aunque produce alimento perecedero y no perecedero en cantidades suficientes para satisfacer las

necesidades de la población (2. 7 millones de toneladas anuales, según la Cámara Nacional de la Industria de Conservas Alimen­ticias, Canainca), 44 millones de mexicanos en situación de pobreza y de pobreza extrema no satisfacen sus necesidades básicas de alimentación. Por otra parte, cada día se desperdician 17 000 toneles de alimento en buen estado, que servirían para alimentar a más de 30 millones de personas. Ante esta situación, se constituyeron los bancos de alimentos, organismos de la so­ciedad civil con la misión de ayudar a combatir el problema del hambre y la desnutrición, en especial en la parte de la población que carece de los recursos económicos suficientes.

LA AsociACióN MExicANA DE BANcos DE ALIMENTos

La Asociación Mexicana de Bancos de Alimentos (AMBA) es una asociación civil sin fines de lucro, cuya tarea primor­dial consiste en promoverla creación de bancos de alimentos

en entidades que por la incidencia de pobreza más lo necesitan. La AMBA actúa también como soporte de los 43 bancos de ali­mentos afiliados: los representa, asesora y capacita; gestiona po­líticas en el ámbito federal , promueve el desarrollo del proyec­to y establece convenios nacionales de donación.

Los bancos de alimentos acopian, seleccionan y distribu­yen alimento perecedero y no perecedero que reciben en dona­ción. Estos productos que ya no son comercializables pero que pueden consumirse se envían a instituciones de asistencia so­cial y comunidades marginadas de zonas urbanas, rurales e indígenas.

Los bancos de alimentos son un puente entre la abundancia y la carencia. Rescatan el producto de Jos mercados de abasto, las tiendas de autoservicio, los campos agrícolas, las empacadoras y la industria alimentaria en general para distribuirlos, evitando el desperdicio de productos aptos para el consumo humano.

Más de 60% de las donaciones de productos perecederos pro­viene de las centrales de abasto. El alimento que se reparte por medio de 43 bancos de alimentos afiliados a la AMBA, en 27 es­tados, beneficia diariamente a más de 400 000 personas.

El proyecto nacional de los bancos de alimentos canalizó en 2000 un promedio de 35 000 toneladas de producto gracias a la participación de las empresas locales que apoyan a Jos bancos de su estado y donaciones al amparo de 35 convenios naciona­les de donación que la AMBA suscribió con empresas nacio­nales y transnacionales; como ejemplo, en los últimos dos años la empresa Kellogg's de México ha donado lO millones de por­ciones de 30 gramos que se han distribuido entre la población atendida por los bancos. Los 43 bancos de alimentos atienden 600 organizaciones de la sociedad civil en México, como asi­los , casas hogar, comedores comunitarios, refugios para niños de la calle, casas de rehabilitación, entre otras; además benefi­cia de manera directa a familias de más de 1 000 comunidades marginadas de las principales ciudades del país, en áreas peri­féricas o cinturones de miseria y en zonas rurales e indígenas.

En el año 2000 la AMBA canalizó a los bancos afiliados 2 200 toneladas de alimento donado al amparo de los convenios na­cionales con empresas. De enero a agosto de 2001 se canaliza­ron más de 2 000 toneladas de alimento. Este incremento en las donaciones corresponde al interés y la preocupación de las em­presas por aprovechar el alimento que no van a comercializar. Hoy se piensa en donar antes que en destruir. Otro ejemplo de la dis­posición de las empresas de sumar esfuerzos y donar sus exce-

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comercio exterior, octubre de 2001

e u A D R o

B .~Nt'OS l>E ALIMENTOS HILIAI>OS ¡\ 1.\ \\111\

•••••••••••••••••••••••••••••••• Aguascalientes León Puebla Campeche Los Mochis Puerto Vallarta Cancún Matamoros Querétaro Ciudad Guzmán Mérida Reynosa Ciudad Obregón Mexicali Saltillo Ciudad Acuña México San Luis Potosí Cuautitlán Monclova Tapachula Colima Monterrey Tepic Cuernavaca Morelia Tijuana Culiacán Nuevo Laredo Toluca Chihuahua Navojoa '"!,'.o rreón Guadalajara Oaxaca Tuxtla Gutiérrez Guanajuato Ocotlán Villahermosa Hermosillo Pachuca Xalapa lrapuato

•••••••••••••••••••••••••••••••• dentes es Wal Mart de México, que año con año dona un prome­dio de 600 a 800 toneladas por medio de las tiendas de autoser­vicio ubicadas en el país . También destacaNestlé de México que el año pasado donó a la AMBA 627 toneladas de producto varia­do.

EL SERVICIO EN LOS BANCOS DE ALIMENTOS

Los bancos de alimentos tienen el objetivo de proporcionar producto en buen estado a familias que no cuentan con los recursos económicos para adquirirlos en los centros de

comercialización. Los apoyos a los beneficiados se determinan mediante estudios socioeconómicos que incluyen datos sobre la familia, la vivienda, la comunidad en que vive, los servicios dispo­nibles, la situación nutricional de los niños y de las personas de edad avanzada, y si hay madres embarazadas o lactantes. Con la información de dichos estudios los equipos de trabajo social de los bancos establecen los días ala semana que la comunidad recibi­rá los beneficios, según el análisis y los requerimientos nutricio­nales de sus miembros. Este método se aplica de igual manera a las instituciones de asistencia social a las que apoya un banco.

Los bancos de alimentos promueven la autogestión, al invo­lucrar a sus beneficiarios en la solución de su problemática y fomentar la participación activa en el desarrollo integral de las comunidades e instituciones atendidas. Las familias y las ins­tituciones se reevalúan de manera periódica para analizar sus avances y establecer los nuevos apoyos que se requieran median­te la vinculación con otras instituciones.

El éxito de los bancos de alimentos radica en el diseño y la aplicación de sus programas, gracias a una cuota de recupera­ción que solicitan a sus beneficiados por el producto que reci­ben, previo acuerdo establecido en los convenios con las empre­sas donadoras. Cuando se trata de alimento perecedero se solicita una cuota de 50 a 70 centavos por kilo y en producto no perecede­ro una menor de 10% del valor comercial del producto. Cuando una familia o institución beneficiaria no puede sufragar la cuota

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e u A D R o 2

ALI\II' ... TO ('.\,\UZ\110 I'OR 1.\ UIIIA ... ,. u I'IIIMI· R ~1:\IESIR~, 1999-2001 (KILO(;R\MOS)

•••••••••••••••••••••••••••••••• Región 1999 2000 2001

Centro 13 446.00 443 514.02 1 017 170.80 Occidente 2 823.42 195 973.90 419 295 .70 Norte 148 305 .79 224 155 .29 Noroeste j 145.19 52 994.79 2 11 725 .79 Sur 98 1.03 35 125.37 38 558.84 Sureste 20 243.32 44 702.35 Total 20 394.64 898 157.19 1 955 608.77

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de recuperación establecida, recibe el apoyo alimentario y parti­cipa con labores de voluntariado en el banco o la comunidad.

Las cuotas de recuperación cumplen una doble función social: por una parte dignifican al beneficiario al hacerlo partícipe de la solución a su problemática; por otra, asegura la operación y el crecimiento de los programas aplicados por el banco de alimentos.

LEY DE FoMENTO A LA DoNACIÓN DE Ati\1ENTos

La AMBA ha trabajado desde hace tres años en una iniciativa de ley en el ámbito federal que motive a las empresas a do­nar sus excedentes o inventarios a los bancos de alimentos.

En Estados Unidos la denomina Ley del Buen Samaritano esti­mula incentivos fi scales para las empresas donadoras . Gracias a estas facilidades, los montos de acopio se incrementaron 1 000% en los 200 bancos de alimentos de ese país. En México muchas empresas no participan por temor a que el producto donado pueda dañar a terceros o por la falta de confianza en las instituciones que solicitan la contribución. La Ley de Donación de Alimentos de la AMBA pretende normar la donación de productos en buen estado y motivar a las empresas a que entreguen sus inventarios antes de que caduquen, en un marco legal que asegure el destino final del producto. En el Senado y en la Cámara de Diputados la iniciati­va ha tenido buena aceptación de las fracciones parlamentarias.

Con la ley de donación de alimentos se busca aprovechar los cientos de miles de toneladas de alimento que cada año se repor­tan como destruidas a la SHCP y destinarlos a los 26 millones de mexicanos que padecen desnutrición crónica mediante los ban­cos de alimentos afiliados a la AMBA.

Por ello es necesario eximir de toda responsabilidad a las empresas que producen o comercializan alimentos por un posible daño a la salud de terceros a causa de los alimentos donados a los bancos de alimentos y que estos últimos sean responsables del buen manejo de los productos. El Senado aprobó la modifi­cación a la Ley General de Salud en este sentido e128 de diciem­bre de2000.

La SHCP pediría a todos los contribuyentes del ramo ali­mentario que publicaran en la prensa los calendarios de destruc­ción de inventarios que por ley deben presentar cada año a esa dependencia, especificando el lugar, la fecha y la hora en que se

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efectuará aquélla a fin de que los bancos de alimentos tengan conocimiento de ello y, por ley, el derecho de reclamar para sí lo que sea comestible. Expedirían un recibo oficial por la can­tidad recibida que sirva de comprobante ante las autoridades. De no cumplir el contribuyente con esta disposición, no podrá de­ducir el costo del producto destruido. En este momento la SHCP

estudia la reglamentación respectiva. Un beneficio adicional es que se evitaría la evasión fiscal

debida a la venta sin factura del producto que supuestamente se destruye, pero que se puede encontrar en el mercado informal, como los mercados populares, donde productos de marcas cono­cidas, ya caducos o sin un adecuado manejo, ponen en riesgo la salud.

EsTLDIO DEL EFECTO socr \L

Acorde con las exigencias de las organizaciones de la socie­dad civil, la AMBA está elaborando un estudio del efecto social en colaboración con el Instituto Tecnológico y de Es­

tudios Superiores de Monterrey, campus Ciudad de México. Con dicho estudio se pretende evaluar el beneficio social de los ban­cos de alimentos, establecer un seguimiento nutricional de los niños menores de cinco años atendidos por los bancos y deter­minar la rentabilidad social del proyecto.

El estudio de la AMBA sobre el efecto social incluirá una revisión de los indicadores nacionales de pobreza, determina­rá la geografía de influencia de la AMBA y elaborará un diagnós­tico por banco, para establecer la situación actual y definir las características sociales, económicas, demográficas y de nutri­ción de la población beneficiada por los bancos de alimentos afiliados. Asimismo, permitirá establecer indicadores para iden­tificar, cuantificar y valorar el beneficio social de la AMBA.

La atención se dará en tres grandes áreas: personas afectadas por desastres naturales; atención nutricional a madres embrazadas, niños menores de cinco años y ancianos, y soporte alimentario a familias en situación extraordinaria o de insolvencia eco­nómica.

El beneficio directo del estudio es la aplicación eficaz de los recursos que aporta la sociedad, acorde con el deber moral y legal de los bancos de tomar decisiones que beneficien a la sociedad en su conjunto y cuenten con fundamentos técnicos.

Se están definiendo indicadores para determinar la viabili­dad de la operación de la AMBA, la estacionalidad de la oferta, los productos que puede acopiar el banco de alimentos -par­tiendo del análisis de costos y beneficios, el valor nutricional de los productos y una matriz de tiempos y distancias-, así como la atención integral a las personas en pobreza extrema que pre­senten un problema nutricional; para ello se contará con mapas sobre aspectos como pobreza, nutrición, salud, educación, de­mografía, ingresos, situación familiar y servicios, entre otros indicadores.

El estudio permitirá la participación o vinculación de las ins­tituciones públicas y privadas en la lucha contra el hambre y la desnutrición en México.

los bancos de alimentos en méxico

VI Cl l. \CIÓ~ co . OTRAS I~ICI \TI VAS

E 1 problema del hambre y la desnutrición en México tiene so­lución, pero no con proyectos aislados o iniciativas sin una visión incluyente. Los problemas sociales no se resuelven

por decreto o por un acto del gobierno, aun contando con dine­ro suficiente. La solución está en la suma de recursos, talento, conocimiento, voluntad y estrategias en común para enfrentar­se a las causas y consecuencias del hambre y la pobreza en Méxi­co. En los bancos de alimentos afiliados a la AMBA se conside­ra que el desarrollo depende de la capacidad de los organismos de la sociedad civil para vincular su labor con los programas de los gobiernos federal, estatal y municipal y con la iniciativa privada.

Ahora más que nunca Jos recursos aplicados a causas socia­les deben tener un carácter multiplicador para obtener el mayor provecho de cada centavo. No es aceptable que un programa social absorba 80 centavos para su operación y entregue 20 cen­tavos en beneficios; el reto es invertir estas proporciones.

En la AMBA se busca usar de manera más eficiente los recur­sos evitando la duplicidad de funciones, por lo que es necesa­rio vincular su actividad a otros programas sociales que han demostrado su éxito, rentabilidad y repercusión social.

U!'ilDOS CONTRA EL HA\tBRE Y LA DESNUTRICIÓN

Las 35 000 toneladas de alimento que en el año 2000 se do­naron a los bancos afiliados a la AMBA tienen un valor co­mercial promedio de 350 millones de pesos. Esto le repor­

ta al país un beneficio y un ahorro. El producto donado tiene un costo implícito, por concepto de

semmas, fertilizantes, riego, empaque, fabricación, comercia­lización, recursos humanos, tecnología, entre otros gastos. Cuan­do las empresas destruyen el alimento en vez de donarlo se pierde el costo de oportunidad, el esfuerzo y muchas horas hombre, que a fin de cuentas constituye una inversión del país. Para muchas empresas es más rentable donar el alimento que destruirlo.

Rescatar el alimento en buen estado de las empresas del sec­tor de alimentos hace de los bancos un programa muy rentable. Las actividades de acopiar, seleccionar y distribuir el alimento donado representan una inversión menor en comparación con los beneficios en alimentos, nutrición, salud y educación, así como un ahorro en el costo social del país al incorporar paula­tinamente a las familias a la vida productiva.

El Día Mundial de la Alimentación que cada año celebra la Organización de la Naciones Unidas para la Agricultura y la Ali­mentación, FAO, tiene como lema el de "Combatir el hambre para reducir la pobreza", enunciado que expresa la filosofía de los bancos de alimentos afiliados a la AMBA, ya que es prioritario contar con los alimentos en cantidad y calidad para cada ser hu­mano. Por ello es necesario que cada vez más empresas partici­pen en México donando alimentos en buen estado a las familias que atiende la AMBA. Hoy más que nunca se precisa la solidari­dad con los menos favorecidos. $

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Hacia un milenio sin hambre: retos y acciones

ORGANIZACION DE LAS NACIONES UNIDAS

• • • • • • • • • • PARA LA AGRICULTURA Y LA ALIMENTACION'

• • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • PoNER FIN AL HAMBRE: LA PROMESA DEL MILENIO

En un mundo que produce alimentos suficientes para todos, según la estimación más reciente de la FAO, 792 millones de personas padecen hambre crónica en los países en desarro­

llo: 515 millones en Asia y el Pacífico, 186 millones en África, 55 millones en América Latina y el Caribe y 36 millones en el Cer­cano Oriente. En cuanto al porcentaje de personas afectadas por el hambre, la situación más grave se registra en África: en Somalia 75% de la población no dispone de alimentos suficientes, mien­tras que en Eritrea la cifra es de 65% y en Burundi y Mozambi­que de 68 y 58 por ciento, respectivamente. También se señalan porcentajes elevados en otras regiones; por ejemplo, enAfganistán 70% y en Haití 62%. El hambre de todos ellos es persistente, per­niciosa y en ocasiones letal. Esta falta de seguridad alimentaria debilita las economías nacionales y arruina la vida de todos los afectados. Cuando el hambre está muy extendida, amplios sectores de la población no pueden esperar un progreso económico o social.

La yuxtaposición de abundancia y hambre es tristemente ob­via en un mundo que tiene a su servicio sistemas de comunicación y medios de información de alcance mundial. A las personas sen­sibles les resulta difícil comprender cómo es posible que el hambre y la pobreza sigan afligiendo a casi 20% de la población de los

*Un milenio sin hambre, tema del Día Mundial de la Alimentación de 2000, constituye un llamado a la comunidad mundial para que cum­pla sus promesas de acabar con el hambre a principios del tercer milenio. Para garantizar que todas las personas dispongan de alimen­tos suficientes para llevar una vida activa y sana se hace necesario actuar en varios frentes. En este opúsculo, algunos de los mejores expertos de la FAO expresan sus opiniones acerca de las complejas cuestiones para erradicar el hambre del orbe.

países en desarrollo en medio de la riqueza del mundo actual; al mismo tiempo, los gobiernos están cada vez más atentos a los problemas de inseguridad que amenazan la estabilidad de las re­laciones nacionales e internacionales.

Esta coincidencia de las preocupaciones de la opinión públi­ca y de los gobiernos con respecto a los estragos del hambre hace esperar que este nuevo milenio sea testigo del final de la sub­nutrición crónica y del temor a la inanición. La comunidad mun­dial aceptó el desafío de luchar contra el hambre en la Cumbre Mundial sobre la Alimentación de 1996; ahora debe afrontarlo. Ésta es la razón por la que se eligió "Un milenio sin hambre" como tema para el Día Mundial de la Alimentación (DMA) de 2000.

OPTIMISMO y HAMBRE

La experiencia indica que el hambre crónica podría vencer­se en este siglo. La población mundial está ya mejor alimen­tada que hace 30 años. Desde 1970, el número de personas

subnutridas en los países en desarrollo ha descendido en unos 130 millones, de 920 millones a los 790 millones actuales, que corres­ponden a un 36 y 18 por ciento de la población en los países en desarrollo, respectivamente. Durante este mismo período, lapo­blación mundial ha aumentado en 2 000 millones de personas. En­tre 1960 y mediados del decenio de 1990, la disponibilidad de alimentos porcápita aumentó 30%, llegando a 2 800 calorías dia­rias. Mientras tanto, la tasa de crecimiento demográfico ha dis­minuido y se prevé que se estabilizará para el año 2050.

Esta reducción del número de personas hambrientas resulta encomiable, pero el ritmo actual de progreso no es suficiente para alcanzar el objetivo fijado en la Cumbre Mundial sobre laAlimen-

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tación de di sminuir a la mitad como mínimo el número de perso­nas hambrientas para el año 2015 . Además, el progreso es des­igual: Jos niveles de subnutrición han disminuido en Asia, pero han aumentado en África.

Las personas hambrientas suelen pertenecer a los sectores pobres y desfavorecidos de la población. No será posible reali­zar progresos importantes o sostenibles en la eliminación del hambre sin reducir también la pobreza. El Banco Mundial esti­ma que unos 1 500 millones de personas sobreviven con menos de un dólar al día, y su número está aumentando. Más de 70 % de esas personas vi ve en zonas rurales donde los medios de subsis­tencia dependen a menudo de sistemas de producción agrícola, pesquera y forestal frágiles o inestables.

CoNOCIMIENTos, PARTICIPACióN v CREACióN

DE CONDICIONES PARA EL PLENO EJERCICIO DE LOS DERECHOS

S i se quiere que las personas que sufren de hambre y malnu­trición estén mejor alimentadas, se deberán aumentar los ingresos rurales, así como mejorar el acceso a los alimentos .

Esta cantinela no es nueva; ha sido el fundamento de la asisten­cia para el desarrollo durante decenios . Lo que ha cambiado es el método que se preconiza para conseguir ese objetivo. Ahora se hace más hincapié en un desarrollo descentralizado y basado en las necesidades del beneficiario que fomenta la participación de la población a la que está destinado.

El desarrollo participativo consiste sobre todo en proporcio­nar apoyo financiero, técnico y logístico a las comunidades ru­rales para ayudarles a conseguir los objetivos económicos y so­ciales que hayan determinado ellas mismas. De esta forma, las comunidades adquieren un sentido de propiedad de las activida­des realizadas y por consiguiente muestran interés personal para que tengan éxito y sean sostenibles.

El desarrollo participativo es la estrategia básica para aumentar la productividad agrícola y mejorar las oportunidades y opciones que tienen las comunidades rurales. Lamentablemente, el sistema no es perfecto. En particular, los hombres suelen ser los princi­pales beneficiarios de la asistencia para el desarrollo, aunque las mujeres producen de 60 a 80 por ciento de los alimentos que se consumen en los países en desarrollo. La mujer desempeña cada vez más las funciones de jefe de familia, tendencia que ha pasa­do a conocerse como la "feminización de la agricultura". Estudios realizados revelan que, en más de la mitad de los casos, la re­ducción de la subnutrición desde 1970 se debe a mejoras en la condición social y en la educación de la mujer.

El rápido crecimiento de la sociedad basado en el conocimiento es otro factor que influye considerablemente en la creación de condiciones para el pleno ejercicio de los derechos y el desarro­llo. El conocimiento está aumentando la velocidad a la que se produce el cambio y mejorando la base para la adopción de deci­siones en materia de políticas y actuación. Los sistemas de infor­mación con buenas comunicaciones pueden ayudar a las comu­nidades pobres a mejorar su seguridad alimentaria al hacer que la población esté más al corriente de las tecnologías disponibles

un m!lemo sm namore

para la producción de alimentos y facilitar el intercambio mutuo de conocimientos entre la población rural y otros sectores de la sociedad. Por ejemplo, los sistemas de información y cartografía sobre la inseguridad alimentaria y la vulnerabilidad ayudan a vi­gilar el estado nutricional de determinados grupos de la población e identificar las causas específicas de su inseguridad alimentaria. De este modo se hace patente que es posible tener una visión cada vez más precisa de la escala y la naturaleza del hambre.

EvoLucióN DE LA AGRICULTURA

La necesidad fundamental de aumentar la producción local de alimentos y fortalecer las economías rurales por fin está comenzando a recibir la atención que merece. Sin embargo,

muchos agricultores, especialmente mujeres , no tienen todavía acceso a la tierra, el agua y otros recursos productivos . La agri­cultura comercial y el sector agroindustrial también pueden con­tribuir a la consecución de la seguridad alimentaria. Los países que dependen de la exportación de productos agrícolas para ob­tener ingresos, deben tratar de seguir ampliando este sector, pero no a expensas de la asistencia a la población rural y, dentro de ésta, tampoco de los grupos pobres y vulnerables.

Un obstáculo a la intensificación de la producción agrícola y al aumento del rendimiento que se encuentra con frecuencia en los países en desarrollo es el costo elevado de los insumos. Por ejemplo, la revolución verde de los años sesenta y setenta, basa­da en el uso apropiado de sustancias químicas y variedades de alto rendimiento de cereales y otras plantas, produjo un incremento considerable del rendimiento agrícola, especialmente en Asia. Sin embargo, al mismo tiempo provocó una ulterior marginación de muchos agricultores pobres que no podían costearse los in­sumos. Además, estas tecnologías no eran adecuadas para todas las zonas, por lo que un número aún mayor de agricultores pobres de varias regiones no se beneficiaban de ellas. Y donde la revo­lución verde tuvo efectos reales, la posterior difusión de nuevas variedades de cultivos desplazó las combinaciones tradicionales de parcelas de los pequeños agricultores a favor de los mono­cultivos. Esta tendencia, unida a una mayor utilización de sustan­cias químicas agrícolas, debilitó la capacidad de reacción de los sistemas agrícolas tradicionales y redujo la diversidad bioló­gica.

Sin embargo, están surgiendo nuevas formas de revolución verde. Una de ellas es la agricultura basada en la conservación, que renuncia a la preparación del terreno mediante la arada, prin­cipal causa de degradación de la tierra, a favor de la plantación directa. Los restos de la cosecha anterior se dejan sobre la super­ficie de la tierra, que actúa como capa protectora, contribuyen­do a retener la humedad del suelo y los nutrientes y reduciendo la escorrentía y la erosión del suelo. La agricultura basada en la conservación se practica actual mente en 45 millones de hectáreas, especialmente en América del Norte y del Sur donde la nueva tecnología está siendo adoptada por grandes y pequeños agricul­tores. También se está introduciendo entre los agricultores de África central, oriental y austral.

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comercw exterwr, octubre de LUU J

El manejo integrado de plagas, que se sirve de los enemigos naturales de los patógenos y las plagas de los cultivos para redu­cir la necesidad de medios químicos de lucha, es ya popular y está relativamente extendido. Entre sus ventajas cabe citar el aumento del rendimiento y la mejora de la calidad de los alimentos con un costo inferior. Introducido por la FAO en los arrozales de Asia, el manejo integrado de plagas se ha difundido a otras regiones y a otros cultivos.

U na nueva modalidad de revolución agrícola es la revolución biotecnológica, que permite aumentar la productividad, ayudando así a los agricultores a cubrir las necesidades de alimentos de una población en aumento y cada vez más urbanizada. La Comisión de Recursos Genéticos para la Alimentación y la Agricultura de la FAO, foro intergubernamental permanente, está elaborando un código de conducta sobre biotecnología, con objeto de aprovechar al máximo los beneficios de la biotecnología y reducir al mínimo sus riesgos para la población, los animales y el medio ambiente .

UN ENTORNO FAVORABLE

La consecución de alimentos para todos dependerá de la ca­pacidad de los gobiernos para crear unas condiciones que favorezcan la agricultura y reduzcan la preferencia que se

concede en muchas partes a las economías urbanas en la asigna­ción de los recursos.

Durante los próximos 1 O años , la agricultura de los países en desarrollo requerirá una inversión estimada en 166 000 millo­nes de dólares al año. Tres cuartas partes de esta cantidad pro­vendrán de los propios agricultores y sus países, pero la comu­nidad internacional tendrá que aportar el resto . Las perspectivas no son alentadoras. La asistencia oficial para el desarrollo (AOD)

destinada a la agricultura, en precios constantes, ha seguido dis­minuyendo desde finales del decenio de los años ochenta. La inversión extranjera directa en el mundo en desarrollo, que ha aumentado de manera considerable, se ha orientado principal­mente a sectores distintos de la agricultura. El resultado gene­ral ha sido un descenso del volumen de los recursos que afluyen al desarrollo agrícola y rural.

La situación no es más favorable en lo que respecta al comer­cio internacional. En muchos países en desarrollo, la agricultura sigue resintiendo la discriminación de las políticas nacionales e internacionales a favor de otros sectores de la economía, especial-

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mente el de la industria manufacturera. Al mismo tiempo, el pro­teccionismo sigue alterando los mercados agrícolas internacio­nales, limitando y desvirtuando de ese modo los beneficios de la liberalización del comercio.

Por fortuna, las reformas e intervenciones dentro de los pro­pios países en desarrollo son alentadoras. Los gobiernos están estudiando modos innovadores de reducir el déficit de inversio­nes derivado del descenso de la AOD. Una posibilidad es ofrecer a los agricultores una compensación internacional por conservar los recursos genéticos. Otra consiste en aprovechar las emisio­nes más bajas de gases con efecto de invernadero para atraer in­versiones industriales. Los países en desarrollo están buscando nuevas formas de asociación con inversores extranjeros en los sec­tores de la agroindustria y el ecoturismo. Están introduciendo reformas fiscales que contribuirán a aumentar la afluencia de re­cursos internos a las zonas rurales. Al mismo tiempo, están ela­borando políticas y legislaciones que tienen por objeto eliminar los principales obstáculos al aumento de la producción de alimen­tos y al desarrollo rural. Esas medidas comprenden el acceso al crédito, la seguridad en la tenencia de la tierra, el fortalecimien­to de la infraestructura rural y un aumento del apoyo prestado, en especial a las mujeres y a otros grupos desfavorecidos.

Los gobiernos y organismos internacionales están aprovechan­do cada vez más la tendencia a la colaboración entre los sectores público y privado y las organizaciones de la sociedad civil para promover el desarrollo agrícola y rural. De hecho, puede darse el caso de que el sector privado y las organizaciones de la socie­dad civil tengan ventajas comparativas para facilitar el desarro­llo participativo, dada su relación más estrecha con las comuni­dades locales.

LA VOLUNTAD DE LOGRO

El nuevo milenio ha comenzado y la posibilidad de eliminar el hambre al inicio de este primer siglo está a la vista. En la Cumbre Mundial sobre la Alimentación de 1996, 186 países

aprobaron las medidas oportunas, que se describen en el Plan de Acción. Ahora los gobiernos, individual y colectivamente, deben afrontar los compromisos que han asumido en los últimos años y demostrar su voluntad de logro. Los ciudadanos que padecen hambre en el mundo esperan esfuerzos tangibles para librarse de la subnutrición y la inseguridad alimentaria.

• • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • CÓMO PONER FIN AL HAMBRE:

LOS DESAFÍOS PARA LA AGRICULTURA

LOUISE O . FRESCO*

La presencia de la población ha sido durante mucho tiempo el factor dominante que ha configurado el aprovechamiento de la tierra y el ambiente . Es probable que ni siquiera las

enormes extensiones de bosques primarios de la Amazonia ha-

yan escapado a la influencia de los pueblos indígenas que habi­tan en ellos. La vasta sabana de África es el resultado de una interacción entre la fauna silvestre, los incendios y los seres humanos. Los prados alpinos se mantienen mediante el pasto­reo en torno a los bosques restantes. De hecho, son pocos los entornos "naturales" que no han sufrido en alguna medida la

* Subdirectora General del Departamento de Agricultura, FAO.

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influencia de las comunidades que obtienen de ellos sus medios de subsistencia o que no se han visto indirectamente afectados por la urbanización.

La agricultura es a la vez un factor y un producto del cambio. Lejos de resistirse a este cambio, aquélla responde a él y queda configurada por las oportunidades y desafíos de cada época, in­cluidas las variaciones en la demanda de los consumidores. To­memos por ejemplo la situación del arroz, el trigo y el maíz, que son los principales cultivos alimentarios. Como muchos otros productos, entre ellos el tomate, en la actualidad se cultivan muy lejos de sus lugares de origen y han pasado a ser alimentos bá­sicos para más de 4 000 millones de personas. Lo mismo ocu­rre con la producción de animales domésticos.

Los DESAFíos

E 1 desafío primordial para la agricultura en este siglo es eli­minar el hambre crónica. Si la solución consistiera simple­mente en cultivar más alimentos, se podría afirmar que se

está cerca de alcanzarla. En teoría, el mundo produce ya alimen­tos suficientes para satisfacer las necesidades de su población. Lamentablemente, en la práctica el acceso a los alimentos no se distribuye equitativamente entre los países ni dentro de ellos. En muchos países pobres la disponibilidad diaria de alimentos es inferior a 2 100 calorías por persona en promedio, mientras que en los países más ricos excede las 3 200 calorías. Aunque el volumen de la producción agrícola se ha duplicado en los últi­mos 30 años, muchos países y personas han quedado al margen de este proceso: en el África subsahariana, por ejemplo, los ni­veles nutricionales de hecho han disminuido.

Es evidente que la agricultura puede desempeñar una función importante en la reducción del hambre y la malnutrición, pero se necesita algo más que un simple aumento de la producción alimentaria. Para conseguir que la población tenga no sólo ener­gía suficiente, sino también los nutrientes necesarios para lle­var una vida plena y productiva, es importante de igual manera una mayor diversidad de alimentos inocuos y de mejor calidad. La variedad de los países y sus condiciones disipa cualquier esperanza de encontrar una solución única y sencilla. La agri­cultura debe pues diversificar la producción y alcanzar niveles más altos pero sostenibles; también debe proteger el medio ambiente y conservar los recursos naturales, adaptarse a los cambios climáticos y tener en cuenta las tendencias demográ­ficas.

El desafío de las dos agriculturas

No existen agricultores o explotaciones agrícolas típicos. En muchas partes del mundo en desarrollo parece haber una dico­tomía creciente en el sector agrícola, con una agricultura tradi­cional de subsistencia que se practica a menudo junto con una agricultura comercial moderna. En Kenia, los agricultores po­bres -a menudo mujeres y niños-, que obtienen una escasa

un muemo sm namore

cosecha de maíz y frijoles, se yuxtaponen a las explotaciones agrícolas comerciales que producen carne y leche para los mer­cados urbanos o incluso flores para la exportación. Los dos ti­pos de agricultores viven en mundos claramente diferenciados: puede darse el caso de que un agricultor comercial tenga acceso a internet, mientras que un agricultor pobre ni siquiera tenga acceso a los servicios de extensión.

La diferencia de productividad entre la agricultura de subsis­tencia y la comercial es igualmente notable. En África, el ren­dimiento medio de la yuca es de tan sólo 10 000 kg por hectá­rea, mientras que en Brasil puede alcanzarse un rendimiento de 23 000 kg por hectárea. En Brasil, la yuca es un cultivo comer­cial del que se extrae almidón para alimentos de refrigerio y que se utiliza como materia prima para biocombustible; en África, donde predomina la agricultura de subsistencia, sigue siendo sobre todo un alimento de pobres, con perspectivas comercia­les que apenas se empiezan a delinear, por ejemplo, en Ghana y Nigeria.

En Asia, la agricultura comercial está creciendo con veloci­dad en muchos países donde la demanda de productos de origen animal ha superado la capacidad de las prácticas agrícolas tra­dicionales por sí solas. En esa región y en muchas otras partes del mundo, la ganadería está dejando de ser una actividad con múltiples funciones, en la que los animales suministran fuerza de tracción y estiércol que se utiliza como fertilizante y combus­tible, además de leche y carne, para convertirse en un sector de la producción comercial intensiva.

Si se adoptara en África una agricultura muy mecanizada, sin realizar ningún otro cambio fundamental en la economía, casi 60% de la población quedaría sin trabajo. Por otra parte, si un país sigue dependiendo de la agricultura de subsistencia, su población continuará expuesta a los caprichos del clima y las fluctuaciones en el rendimiento de los cultivos. La agricultura tradicional puede proporcionar estabilidad y seguridad duran­te la transformación económica de un país, pero para que las comunidades rurales prosperen esa agricultura deberá adaptarse con el tiempo a un modelo comercial. Es evidente que será ne­cesario alcanzar un equilibrio si se quiere evitar un desempleo generalizado y una alteración de la estructura social tradicional vigente.

El desafío demográfico

Se prevé que dentro de 25 años casi 60% de la población mun­dial vivirá en zonas urbanas. Los jóvenes, en especial los hom­bres, están migrando del campo a la ciudad en busca de empleo y de una vida mejor. Como resultado de ello, la población rural está envejeciendo en un momento en que la producción ali­mentaria debería aumentar para cubrir las necesidades de una población urbana en aumento, y la proporción de mujeres an­cianas está creciendo en las zonas rurales de varios países en desarrollo.

La mejor forma de desincentivar este éxodo rural y conseguir que la población urbana tenga un suministro suficiente de ali-

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mentos es hacer que la vida rural sea más atractiva y que la agri­cultura exija un menor esfuerzo físico y resulte más rentable. El trabajo agrícola manual requiere mucha mano de obra y es a menudo agotador. La escarda, labor fundamental en la agricul­tura, es la causa principal de la insuficiencia de peones agríco­las. Por eso la introducción de pequeñas escardadoras mecáni­cas sería un adelanto eficaz y de fácil viabilidad para muchos agricultores tradicionales. Análogamente, un mayor uso de la sembradora de arroz accionada por motor se necesita con urgen­cia para aliviar una tarea monótona y fatigosa y aumentar la efi­ciencia del cultivo de arroz, teniendo en cuenta que para plan­tar manualmente una hectárea de este producto es necesario agacharse más de 25 000 veces.

La urbanización agrava la complejidad del problema del ham­bre en el mundo. Además de competir por la tierra y otros recur­sos, los centros urbanos en expansión imponen cambios impor­tantes en los hábitos alimentarios y en las modalidades de la demanda de alimentos. En muchos países tropicales, por ejem­plo, se está generalizando el consumo de pan, ya que las perso­nas que emplean varias horas en desplazarse entre su domicilio y el lugar donde trabajan no están en condiciones de dedicar el tiempo necesario a cocinar arroz, yuca o maíz.

Sin embargo, la vida en la ciudad ofrece nuevas oportunida­des, en especial a los agricultores o pequeños productores de zo­nas peri urbanas o con un acceso fácil a los centros urbanos , para añadir valor a los alimentos. Hay una demanda creciente de ali­mentos para refrigerio o de alimentos fáciles de transportar. Los vendedores callejeros, los restaurantes y las cadenas de comida rápida son actualmente importantes para la economía de casi to­dos los países. En la isla de Penang, en Malasia, la venta de ali­mentos en la vía pública sólo es superada por la fabricación de componentes electrónicos como fuente de ingresos.

El desafío ambiental

La diversificación de la agricultura tradicional y el crecimien­to de la agricultura comercial han dado origen a otro desafío importante: cómo aumentar la producción sin poner en peligro la base de recursos naturales.

Aunque nadie niega los beneficios de un aumento de la pro­ductividad y los ingresos que pueden derivarse de la agricultu­ra comercial, la intensificación y otros aspectos de las actividades comerciales ,no dejan de representar un peligro para el medio ambiente y para la salud de los seres humanos y los animales. Por ejemplo, cuando se practica la cría intensiva de cerdos o aves de corral en zonas urbanas y periurbanas densamente pobladas, aumenta el riesgo de enfermedades en seres humanos y anima­les.

Es necesario que los agricultores en todo el mundo adquie­ran una conciencia ambiental mayor. Esto es aplicable en es­pecial a la utilización de plaguicidas, que tiende a ser más in­tensa entre los nuevos agricultores comerciales de los países en desarrollo. En épocas anteriores, el aumento de la produc­ción agrícola causó perjuicios considerables al medio ambiente,

como la contaminación del abastecimiento de agua, la degra­dación del suelo, la pérdida de biodi versidad y de hábitat de la fauna silvestre e incluso el desplazamiento de poblaciones rurales. Para evitar este tipo de daños, es necesario que se bus­quen formas de intensificar la producción agrícola más inocuas para el medio ambiente y más beneficiosas para los agriculto­res. La biotecnología desempeñará una función destacada en esta búsqueda, al igual que los nuevos alimentos derivados de especies de plantas y animales ya existentes , pero todavía no explotadas.

La biotecnología puede proporcionar variedades de cultivos con muchas características deseables, como la resistencia a los insectos y la sequía, cualidades nutricionales mejoradas, mayor capacidad de almacenamiento y períodos de maduración más breves, como lo demuestra la reciente obtención de una varie­dad de arroz con alto contenido de vitamina A. La manipulación genética puede servir para aumentar la duración de los cultivos después de la cosecha y para obtener vacunas más eficaces contra enfermedades del ganado. La biotecnología también puede ser un valioso instrumento para conservar la diversidad genética. Pero la inocuidad de la biotecnología depende del tipo de genes y del entorno en que se manipulan. No existen todavía pruebas suficientes para evaluar en su totalidad los efectos que algunos adelantos, como los cultivos resistentes a los herbicidas, podrían tener sobre el ambiente y la fauna y flora silvestres. Además, la mayor parte de las investigaciones se efectúan en países indus­trializados y tal vez sean pertinentes o fáciles de transferir a zonas tropicales y subtropicales.

La velocidad del cambio climático mundial y sus efectos son un factor imponderable en lo que respecta al desafío ambiental. La historia del clima de la tierra, evidenciada en los núcleos de hielo polar, muestra fluctuaciones notables, pero pocos exper­tos dudan que la tendencia actual esté asociada con el aumento de los denominados gases con efecto de invernadero. La lenta elevación del nivel de los mares, que podrían inundar con el tiem­po las llanuras costeras fértiles y densamente pobladas, los cam­bios en la frecuencia, la distribución y la intensidad de las pre­cipitaciones y la variación en las actuales zonas agrícolas son algunos de los peligros posibles.

La deforestación y otras prácticas de aprovechamiento de la tierra, como la quema de pastizales, causan aproximadamente 25 % de las emisiones de anhídrido carbónico -que es el prin­cipal gas con efecto de invernadero-, mientras que el cultivo de arroz acuático y el sistema digestivo de los rumiantes son la causa de aproximadamente 40% de las ern!siones de metano, o 60% si se incluye la quema de biomasa. La agricultura, inclui­da la utilización de fertilizantes nitrogenados, puede originar hasta 90% del óxido nitroso liberado en la atmósfera. Es posi­ble reducir los niveles de metano y de óxido nitroso modifican­do las técnicas de cultivo y las prácticas de alimentación del ganado. Pero la mayor contribución, por mucho, que la agricul­tura podría hacer, y por la cual el sector agrícola podría recibir una recompensa, consistiría en reducir el nivel de las emisiones de anhídrido carbónico capturando el carbono en los bosques, las gramíneas y el suelo.

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El desafío de los consumidores

El más importante de todos los desafíos es cómo proporcionar a los consumidores los alimentos que necesitan y desean . En general, cuando los países y las personas mejoran su posición económica, sus preferencias alimentarias se modifican para in­cluir más carne y productos lácteos y una mayor variedad de alimentos. En la actualidad, el creciente interés por las cuestio­nes relacionadas con la alimentación, que con anterioridad se consideraban prerrogativas de los ricos, representa un nuevo aspecto de la demanda de un suministro apropiado de alimen­tos . Gracias a la mejora de la educación y las comunicaciones, así como al aumento de los ingresos y por consiguiente del po­der adquisitivo, la población de todas las regiones está cada vez mejor informada sobre los factores que influyen en su salud y bienestar general. Por ejemplo, los consumidores son más cons­cientes de la importancia de la fruta, las hortalizas y los micro­nutrientes. Lo que hoy se considera una alimentación sana y equilibrada es muy diferente a lo que se consideraba así hace 50 años.

Además, al alargarse la cadena de distribución desde la ex­plotación hasta el consumidor urbano, la elaboración y conser­vación de los alimentos e incluso la mejora artificial de su com-

posición de nutrientes desempeñan una función más importan­te. El control de la calidad de los alimentos y las normas sobre su inocuidad están adquiriendo también una importancia crecien­te, en especial cuando está en juego el comercio alimentario in­ternacional.

Innovación: el desafío para el futuro

No existe una fórmula única para poner fin al hambre crónica. Con el transcurso del tiempo, una variedad de factores influi­rán en la producción agrícola, en los métodos de cultivo y en la disponibilidad de alimentos . Cambios sistemáticos en el régi­men meteorológico y otros factores ambientales de importan­cia crucial podrían ocasionar variaciones significantes en la producción. También es probable que los gustos de los consu­midores sigan cambiando y diversificándose, con profundas consecuencias para todos los aspectos de la agricultura.

Por consiguiente, la seguridad alimentaria en el futuro no se conseguirá recurriendo sólo a conceptos del pasado. La erradi­cación del hambre exige una ordenación innovadora de los re­cursos de la tierra y del agua así como métodos creativos de cul­tivo, conservación y distribución de alimentos más sanos.

• • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • •

INCREMENTO DEL POTENCIAL HUMANO MEDIANTE UNA NUTRICIÓN MEJORADA

KRAISID TONTISIRIN*

U na nutrición adecuada es indispensable para poner a la gente en el justo camino de una vida larga y saludable. Todas las personas deben contar con cantidades suficientes de ali­

mentos inocuos y ricos en nutrientes a fin de hacer frente a sus necesidades de energía y nutrientes. Sin una nutrición adecua­da, los niños comienzan la vida con el riesgo de toda una serie de problemas de salud y los adultos no pueden actuar plenamente en sociedad. Pero la nutrición no es sólo un insumo que deter­mina el bienestar humano, es también un reflejo de la situación social y económica de un país. Con una salud y nutrición ade­cuadas, la calidad de vida mejora y aumenta el potencial huma­no, lo que da lugar a un aumento de la productividad y a un for­talecimiento económico (véase el recuadro).

Por estas razones, es indispensable que todos consideramos la nutrición como un problema crucial, una preocupación coti­diana. Las iniciativas que comenzaron en la Conferencia Inter­nacional sobre Nutrición de 1992 y en la Cumbre Mundial so­bre la Alimentación de 1996 tienen como finalidad eliminar muchos de los obstáculos que impiden mejorar la nutrición en todo el mundo. Más de 120 países están desarrollando planes de acción nacionales para hacer frente a los problemas de nutrición.

*Director de Alimentación y Nutrición , FAO.

En comunidad, se están haciendo esfuerzos por mejorar la se­guridad alimentaria y el bienestar nutricional.

EVALUAR LOS COSTOS DEL HAMBRE

Un número desconocido de personas no tiene acceso a can­tidades suficientes de alimentos inocuos de buena calidad. La cantidad de personas en todo el mundo que sufre de ham­

bre crónica es mayor que las poblaciones combinadas de Euro­pa y América del Norte. Pero el porcentaje de las personas que padecen hambre ha ido disminuyendo paulatinamente.

La malnutrición cobra un precio demasiado alto a los países en lo relativo al crecimiento, la salud, la productividad y la ca­lidad de vida de sus habitantes. Sus efectos sobre la salud comien­zan pronto en la vida. Millones de niños menores de cinco años de edad sufren ya de síntomas agudos o crónicos de mal nutrición proteinoenergética. Una cifra estima que 150 millones sufren de deficiencia de peso, 15 millones de debilitación y 180 millones de raquitismo (para la definición de estos términos, véase el re­cuadro). Cada año, cerca de 11 millones de niños menores de cinco años mueren, directa o indirectamente, por causa del ham­bre y la mal nutrición.

La mal nutrición es también una de las causas fundamenta­les del bajo peso de los recién nacidos en los países en desarro­llo. Los que sobreviven a pesar de su bajo peso al nacer tienen dificultad para recuperarse. En su mayoría siguen careciendo de peso suficiente y son enfermizos durante la infancia y la adoles-

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TER\IINOS IJE ~UlRIUÓ'

•••••••••••••••••••••••••••••••• La malnutrición es un término amplio que abarca una serie de condiciones que obstaculizan la consecución de una buena salud, y es causada por comer muy poco, demasiado o por comer un alimento no adecuado. La subnutrición es resultado de la inseguridad alimentaria crónica, en la cual la gente no tiene alimentos suficientes para sati sfacer sus necesidades bás icas de energía. La malnutrición proteinoenergética se produce cuando el cuerpo no recibe sufic ientes proteínas y calorías. Los efectos de esta desnutrición son , entre otros, peso insuficiente (baja estatura para la edad) , atrofia (bajo peso para la edad) y debilitación (bajo peso para la estatura). En la defici encia de micronutrientes, el régimen alimenticio carece de algunas vitaminas y minerales esenciales, lo que da lugar a un crecimiento defectuoso y a una mala salud . La nutrición excesiva , que es una amenaza cada vez mayor conforme se observa una expansión de las economías y los estilos de vida se hacen más sedentarios , da lugar a problemas de salud que van desde la diabetes hasta las enfermedades del corazón.

••••••••••••••••••••••••••••••••

cencia, y el ciclo se repite puesto que a su vez las mujeres des­nutridas dan a luz niños con bajo peso. También se están haciendo patentes los vínculos entre la mal nutrición a comienzo de la vida -incluido el período de crecimiento fetal- y el desarrollo posterior de condiciones de salud crónicas tales como enferme­dades a las coronarias, diabetes y presión arterial alta.

La deficiencia de micronutrientes es también una forma muy extendida del hambre encubierta que se puede producir inclu­so entre personas que no parecen subalimentadas. Más de 1500 millones de personas sufren de deficiencia de hierro. Las mu­jeres y los niños son los más afectados por esta condición, que puede retardar el crecimiento, disminuir la resistencia a las en­fermedades y causar un perjuicio a largo plazo en el desarrollo mental y motor. La deficiencia de hierro está también vincula­da con un aproximado de 20% de las enfermedades relaciona­das con el embarazo. La deficiencia de yodo, que afecta a 2 000 millones de personas, va asociada al daño cerebral, el retardo mental, la incapacidad de reproducción, la muerte infantil y la gota. Es muy probable que una mujer embarazada que carece de yodo dé a luz a un niño con diversos grados de retardo mental. La deficiencia de vitamina A puede dar lugar a la ceguera o la muerte entre los niños; también impide el crecimiento físico y disminuye la resistencia a las infecciones. Más de 200 millones de niños menores de cinco años de edad se encuentran en una situación de riesgo por una deficiencia de vitamina A.

Los problemas de salud relacionados con la nutrición exce­siva están aumentando y no sólo en los países desarrollados. Cada vez más las naciones en desarrollo tienen que hacer frente a la doble carga de la desnutrición y la nutrición excesiva dentro de la misma población. La obesidad en la infancia y en la adoles­cencia da lugar a mayores riesgos de desarrollo de la diabetes y otras condiciones relacionadas con el régimen alimentario, y su persistencia hasta la edad adulta representa una nueva carga sobre la salud.

Por último, la contaminación de los alimentos es un grave obstáculo para una mejor nutrición. Los niños son vulnerables

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en especial a las enfermedades transmitidas por alimentos, que los despojan de nutrientes esenciales como consecuencia de la diarrea. Las toxinas ambientales y los venenos industriales son también comunes en el mundo desarrollado, y por lo gene­ral son los pobres quienes se ven obligados a instalar sus hoga­res en zonas contaminadas.

UNA MEJOR NUTRICIÓN TRAE CONSIGO TODA UNA SERIE

DE BENEFICIOS

Las investigaciones recientes ofrecen pruebas evidentes de los beneficios potenciales cuando los gobiernos asignan in­cluso pequeñas cantidades a la lucha contra la malnutrición.

La India, que ha hecho grandes adelantos en la reducción de la mortalidad infantil, sufre todavía de altos niveles de desnutri­ción infantil. Si la desnutrición infantil fuera eliminada de la India, el PIB del país podría aumentar hasta 28 000 millones de dólares de conformidad con un informe de 1998 del Banco Mundial. Esta cifra es superior a los actuales gastos combina­dos de la India en materia de nutrición, salud y educación.

Las deficiencias de micronutrientes constituyen también una pesada carga para los sistemas nacionales de salud y de desarrollo social. Las estimaciones indican que en Pakistán, por ejemplo, la eliminación de las deficiencias de hierro y yodo, y de la malnu­trición proteinoenergética, podría aumentar el PIB anual en un 5%, y por su parte Bangladesh podría incrementar su PIB anual en un 2% eliminando la deficiencia de hierro.

La lucha contra la malnutrición tiene también influencia di­recta en el potencial intelectual de un país. Los niños enfermos y hambrientos no pueden concentrarse en el aprendizaje de los oficios que necesitan para crearse un futuro productivo. En Pakistán , la reducción del raquitismo inducido por la malnu­trición, incluso en pequeña escala, dio como resultado un au­mento de la matrícula escolar de 2% para los niños y de 10% para las niñas. Cuando, además, se redujeron a la mitad lasta­sas de diarrea, la matrícula aumentó aún más a 5% y 16%, res­pectivamente.

MEJORA DE LA NUTRICIÓN:

LA COMUNIDAD SABE MÁS A ESTE RESPECTO

Los gobiernos deben cumplir la parte que les corresponde pro­porcionando los instrumentos, la capacitación y los in­centivos para ayudar a mejorar la nutrición, pero la mejor

manera de garantizar el desarrollo de acciones efectivas y sos­tenibles es haciendo participar a la comunidad. Es necesario tra­tar cinco sectores principales en todo esfuerzo de nutrición ba­sado en la comunidad:

Comer correctamente según la edad y el sexo. Algunos gru­pos, incluidos los niños pequeños , las mujeres encintas y en pe­ríodo de lactancia, y los ancianos, tienen demandas nutricionales específicas. Pueden necesitar una ingestión mayor de calorías o un mayor nivel de determinados nutrientes .

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Mejorar la producción de alimentos. Para contar con suficien­tes alimentos nutritivos en la variedad adecuada, será necesa­rio reforzar la producción de alimentos basada en la comunidad. Los proyectos de desarrollo agrícola pueden ayudar, mediante la utilización de semillas de alta calidad, mejores aperos y una mejor capacitación, a lograr una producción agrícola superior. El ganado pequeño desempeña también una función impor­tante.

Elaboración y conservación del alimento. En muchos paí­ses en desarrollo los aliméntos se estropean antes de que pue­dan consumirse. Los alimentos mal almacenados pueden tener microbios que causan enfermedades. Incluso los alimentos no perecederos pierden sus nutrientes a lo largo del tiempo. Si se da a las comunidades una formación adecuada y los materia­les necesarios para elaborar y conservar los alimentos, éstas podrán aprovechar al máximo los suministros alimentarios disponibles.

Promoción de la producción de alimentos locales. Con fre­cuencia se dejan de lado los alimentos locales a favor de produc­tos importados más costosos y a veces de menor calidad nutri­tiva. Se deben dar incentivos a las comunidades para que mejoren la producción local de alimentos, en particular la adopción de medidas para aumentar la disponibilidad, aceptabilidad y utili­zación de alimentos locales.

Educación sobre nutrición. La gente tiene que aprender algo acerca de la propia nutrición para poder escoger de manera ade­cuada los alimentos que necesita. Al mismo tiempo, la vigilancia y seguimiento de la situación de la nutrición de los individuos,

un milenio sin hambre

la familia y la comunidad ayudan a los funcionarios -desde agentes de extensión agrícola hasta agentes de salud y encargados de elaborar políticas- a responder de manera rápida y eficaz a los problemas potenciales.

Conforme una comunidad cobra conciencia del carácter y las causas de sus problemas alimentarios y nutricionales, podrá hacer un uso más eficiente de los recursos disponibles para mejorar el estado de la nutrición. Sin embargo, las comunida­des no deben trabajar de forma aislada. Los órganos políticos, financieros y de organización deben esforzarse por reducir la pobreza, apoyar la producción de alimentos y proporcionar ser­vicios de salud y de educación. Los esfuerzos deben dirigirse a aumentar la confianza propia de manera que los individuos, la familia y las comunidades puedan satisfacer sus necesidades básicas, de conformidad con sus prioridades alimentarias y nutricionales.

Al comenzar este nuevo milenio, es fundamental imaginar un mundo sin hambre ni desnutrición, porque si no somos capaces de imaginarlo, no trabajaremos para hacerlo realidad. Todos se beneficiarían. Los gobiernos sufrirían menos pér­didas en la productividad de adultos debilitados por deficien­cias de nutrición; las escuelas gastarían menos recursos en los estudiantes obligados a repetir por causa de enfermedad o incapacidad; los sistemas de salud gastarían menos dinero en la atención de quienes sufren de enfermedades relacio­nadas con la nutrición. Pero, sobre todo, se haría realidad el derecho fundamental a la alimentación para toda la humani­dad.

• • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • CÓMO ACTUAR HOY A FIN DE PRODUCIR

MÁS ALIMENTOS PARA EL MAÑANA

GUSTAVO GORDILLO DE ANDA*

S igo estando convencido de que una preocupación común por el destino del mundo une a la humanidad. Durante el dece­nio final del último milenio, una serie de conferencias in­

ternacionales se ocuparon de los principales problemas con que se enfrenta la comunidad mundial: el medio ambiente y el de­sarrollo sostenible, el comercio mundial, la población y el desa­rrollo, el desarrollo social, los asentamientos humanos, la fun­ción de la mujer, y la nutrición y la salud. La consecución de la seguridad alimentaria mundial, es decir la eliminación del ham­bre y la malnutrición, forma parte de los objetivos de desarro­llo social, económico, ambiental y humano fijados por todas esas reuniones, que culminaron en la Cumbre Mundial sobre la Ali­mentación, celebrada en Roma en noviembre de 1996. Dispo­nemos ahora de una guía para llegar a un mundo más justo y equi­tativo, elaborada con la participación de la comunidad interna­cional.

*Representante Regional para América Latina y El Caribe, FAO.

CoNSTRuccióN DE UN MUNDO MÁS HUMANO

Es bien conocida la escala de la tragedia en cuanto a los mi­llones de personas que padecen hambre. La subnutrición no se debe a que los suministros mundiales de alimentos sean

de por sí insuficientes. El problema real es que demasiadas per­sonas no tienen los recursos necesarios para producir o comprar alimentos. En América Latina, el20% más pobre de la población recibe tan sólo 3.6% de los ingresos nacionales, sin esperanzas de mejora en un futuro próximo. La mayoría de las personas pobres del mundo viven en zonas rurales, y de forma paradóji­ca se cuentan entre los productores de alimentos. Son peque­ños agricultores o campesinos sin tierras. Muchos de ellos son mujeres, que producen más de 60% de los alimentos que se con­sumen en los países en desarrollo.

La pobreza va acompañada de manera invariable de otros problemas que la agravan: degradación del medio ambiente, falta de conocimientos especializados y de tecnología, el hecho de que los gobiernos no conceden prioridad a la mitigación de la pobre­za, dificultades económicas, guerras, y conflictos sociales y religiosos.

En la Cumbre Mundial sobre la Alimentación, 186 países­en su mayoría representados por jefes de Estado- se compro-

f

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metieron a tratar de conseguir la seguridad alimentaria mundial. A pesar de esta solidaridad entre países, hay indicios de que la meta, considerada el mínimo ético al que la humanidad debería aspirar, no se alcanzará. Las proyecciones actuales indican que, a pesar de la mejora, en el año 2015 seguirá habiendo 576 mi­llones de personas subnutridas en los países en desarrollo.

En algunas naciones, la cuestión de la seguridad alimentaria está relacionada con la calidad de vida, pero en la mayoría de los países se refiere a la vida en sí. La persistencia del hambre y la malnutrición es un desafío diario para la supuesta capacidad de administrar la economía mundial. A menos que se avance hacia una sociedad verdaderamente mundial, se corre el riesgo de ins­talarse firmemente en un mundo dividido, en el que el enfren­tamiento y el conflicto sean los factores determinantes y en el que el hambre pueda cobrarse un precio aún más alto. Mientras haya despilfarro y consumo excesivo en los países industria­lizados, habrá pobreza en el resto del mundo. Es necesario que se acelere el avance hacia una sociedad equilibrada y más hu­mana. No es una cuestión de consumir menos, sino de consumir de modo inteligente.

LuCHAR CONTRA LA POBREZA PARA PREVENIR EL HAMBRE

La alimentación fue sin duda la prioridad absoluta para el pri­mer ser humano que hubo en el mundo, y seguirá siendo la prioridad absoluta para la humanidad mientras alguien su­

fra de hambre crónica. Los alimentos no pueden considerarse un producto más. El derecho a los alimentos es un derecho hu­mano básico que es necesario hacer realidad para todos. Sin em­bargo, los derechos sólo pueden ejercerse cuando se eliminan los obstáculos a su realización. En el caso de los alimentos, el ma­yor obstáculo es con mucho la pobreza, que acompaña de mane­ra constante a la subnutrición en todo el mundo, ya se trate de paí­ses desarrollados o en desarrollo. De ahí la importancia de em­prender una acción de base amplia contra la pobreza, interviniendo diferentes niveles estratégicos dentro de cada país.

A nivel local, el hogar debe ser el grupo beneficiario de las políticas de mitigación de la pobreza. Las políticas a este respecto han de ser territoriales, y no sólo sectoriales, y estar orientadas a mejorar la capacidad de las comunidades y las personas. Quie­nes afirman que la agricultura en pequeña escala no es viable desde el punto de vista económico han de darse cuenta de que esta acti­tud simplemente no es ética. Deben encontrarse formas para au­mentar el empleo rural no agrícola en beneficio de los campesi­nos pobres , mejorar su acceso a recursos productivos como la tierra y el agua y facilitar su acceso a una capacitación de mejor calidad. Hay que reflexionar sobre el modo de reforzar las insti­tuciones locales y de establecer nuevas reglas a nivel institucional para beneficiar a los sectores pobres de la población.

A nivel intermedio, que corresponde al nivel regional den­tro de los países, se ha de aceptar que la movilización social puede contribuir a fomentar la innovación y la experimentación nece­sarias para crear el marco institucional más apropiado para el cambio rural. Es necesario que los pobres tengan todos los de-

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rechos del ciudadano, es decir, derechos que no sólo abarquen las cuestiones estrictamente políticas y electorales, sino también les permitan participar plenamente en la vida nacional. Sólo entonces la ciudadanía será una realidad política universal. La sociedad civil, las mujeres, los jóvenes, los campesinos pobres y quienes viven en la periferia de la sociedad urbana deben te­ner mayores oportunidades de participar.

A nivel nacional, es necesario que la situación macroeco­nómica sea boyante, que la inflación esté contenida y que el dé­ficit fiscal esté sometido a un control razonable. Al mismo tiem­po, una política social activa debe asegurar que los recursos públicos no sólo se utilicen para obtener efectos económicos a corto plazo. Lo que se pide es un nuevo contrato social que pre­vea un compromiso directo entre los contribuyentes y los gobier­nos para que los recursos se asignen de manera que favorezcan la consecución de los objetivos sociales convenidos. Las políti­cas económicas y sociales han de fomentar la participación del sector privado en la construcción de una sociedad más equitativa.

La búsqueda del crecimiento económico nacional por sí mis­mo, en un intento de conseguir una mejora equitativa de la so­ciedad, ha demostrado tener tan sólo efectos marginales sobre la pobreza. En el desarrollo ha de participar toda la población, y en especial las personas muy pobres. Es necesario darles los instrumentos para que adquieran seguridad en sí mismas y fa­cilitarles el acceso a la tierra y a los recursos productivos, a la capacitación y a prácticas mejoradas de cultivo. Es necesario tratarlas como seres humanos, como ciudadanos con derechos efectivos y no sólo nominales. La actuación necesaria a nivel macroeconómico entraña también una reforma del Estado que incluya una descentralización que suponga una redistribución auténtica del poder.

CuATRO PILARES PARA LA ACCióN

La búsqueda de una solución realista al hambre en el mundo ha de tender un puente entre la acción contra la pobreza y la acción para reforzar la capacidad humana. Cuatro pila­

res centrales constituyen la base para el éxito de esta labor. Incremento de las reservas alimentarias mundiales y de la

cuantía de la ayuda alimentaria a los países más necesitados. Los países más desfavorecidos deben tener acceso a los alimen­tos que requieren en épocas de dificultad, y para ello debe ha­ber unos sistemas eficientes de distribución que aseguren que esos alimentos lleguen a todos los necesitados y no sólo a quie­nes tienen mayor influencia política. Las personas pobres y pri­vadas de derechos son las primeras que sufren en las crisis ali­mentarias, y también con frecuencia son a quienes es más difícil llegar.

Aumento de la producción alimentaria, especialmente en los países con bajos ingresos y déficit de alimentos. La primera medida para eliminar el hambre debe ser aumentar la produc­ción de alimentos en los países donde la inseguridad alimentaria es más prevalen te o está aumentando. Es necesario fortalecer el capital humano de las zonas rurales, que constituyen a la vez un

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centro de producción de alimentos y un foco de pobreza. La in­vestigación científica y técnica debe dejar de dar preferencia a la agricultura comercial y al sector agroindustrial para encon­trar formas prácticas de mejorar la agricultura de subsistencia.

Mayor acceso de la población rural a todos los recursos . Favorecer la industrialización en detrimento de la agricultura ha resultado una política desastrosa para muchos países en de­sarrollo. Es necesario restablecer el equilibrio. La agricultura es fundamental para la salud de un país, y este hecho debe reco­nocerse esforzándose por asegurar que la población rural ten­ga un acceso suficiente y equitativo a todos los recursos.

Fomento,facilitación y desarrollo del comercio. Es necesa­rio acabar con el dominio permanente y la alteración del comer­cio por los países industrializados mediante negociaciones nue-

un milenio sin hambre

vas y más amplias en el marco de la Organización Mundial del Comercio, con la plena participación de los países en desaJTollo.

Algunos dirán que detrás de estos pilares hay mucho idealis­mo, pero no debemos renunciar a él; el idealismo ha sido y se­guirá siendo un faro espiritual. La eliminación del hambre en el mundo depende de todos. Se haría bien en tener presente lasa­bia recomendación del filósofo británico Karl Popper: "N o de­bemos olvidar jamás que los seres humanos no son dioses, pero hemos de recordar siempre que hay una chispa divina en cada uno de nosotros". No es cuestión de prometer un futuro a los hambrientos, porque esto no significa nada para ellos. Hay que ofrecerles un nuevo trato; ayudarles a convertirse en individuos con identidades y perspectivas propias y bien definidas, libres para siempre del temor al hambre.

• • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • UNA MIRADA DESDE EL FUTURO:

CUANDO LOS ALIMENTOS PARA TODOS SE HICIERON REALIDAD

HARTWJG DE HAEN *

A finales de 1999 tuvo lugar un acontecimiento que, viendo las cosas retrospectivamente, representó un punto de infle­xión no sólo en el comercio internacional, sino también en

las relaciones entre los países: la reunión ministerial de Seattle de la OMC, convocada en un principio para iniciar una nueva ron­da de negociaciones comerciales multilaterales. La reunión ter­minó de manera infructuosa, en un clima de protestas callejeras sin precedente para esa ciudad, debido a la frustración existente en muchas partes del mundo ante los efectos de la mundialización y el sistema de gobierno mundial del comercio. En particular, los manifestantes opinaban que no se había permitido una participa­ción auténtica de los países en desarrollo y que muchos de los países ricos seguían siendo injustamente proteccionistas.

La "batalla de Seattle" fue una campanada que sacó de su pro­fu ndo sueño a los principales interlocutores comerciales de los países industrializados. Se dieron cuenta de que, si se quería que la OMC sobreviviera, debían integrarse plenamente en el proce­so de mundialización. Quedó claro que la participación de los paí­ses en desarrollo en pie de igualdad era fundamental para esta­blecer un marco normativo eficaz y estable en un régimen de comercio internacional en verdad justo. A partir de entonces, em­pezó a surgir lentamente un consenso.

REDUCCIÓN DE LAS PERTURBACIONES

EN EL COMERCIO INTERNACIONAL

En los acuerdos de la Ronda de Uruguay que se habían fir­mado en abril de 1994, y en especial en el Acuerdo sobre la Agricultura, los países industrializados se habían compro-

*Subdirector General del Departamento Económico y Social, FAO.

metido a poner en marcha un proceso de reforma para reducir de manera considerable la protección y la ayuda prestadas a los productores internos. Sin embargo, a pesar de las reducciones acordadas y a falta de medidas más drásticas, sus niveles de ayuda se habían mantenido altos. Los países ricos continuaban alteran­do los mercados internacionales, Jo que fomentaba la creación de excedentes y contribuía a bajar los precios de los productos básicos.

Las conversaciones sobre el comercio mundial continuaron durante muchos años. Las evaluaciones de las formas económi­cas realizadas entre cada ronda mostraban de manera invaria­ble que las ganancias económicas en una región del mundo no se traducían necesariamente en pérdidas económicas en otras. Y, cuando sí se traducían así, esas pérdidas eran por lo general temporales o la solidaridad internacional facilitaba el proceso de reajuste. Estas conclusiones, ampliamente difundidas, con­tribuyeron a reducir la resistencia política interna a la mundia­lización económica y dieron un nuevo impulso a la reforma del comercio.

Estas nuevas rondas de negociaciones comerciales de la OMC

tuvieron más éxito porque todos los países participaron en ellas en pie de la igualdad y sus preocupaciones se tuvieron en cuen­ta en las inevitables transacciones.

Para entonces, los países en desarrollo, en los que vivía la gran mayoría de las personas hambrientas del mundo, seguí­an constituyendo también la mayoría de los miembros de la OMC.

Los países en desarrollo supieron aprovechar las conver­saciones sobre comercio para crear una mayor conciencia del hecho de que un comercio más libre y más equitativo era fun­damental para erradicar el hambre. Esto contribuyó a movili­zar el apoyo público y político a favor de reformas comercia­les que aceleraron el proceso de liberalización del comercio internacional. Como resultado de ello, empezaron a cambiar las políticas y el comercio agrícola y se adoptaron medidas más apropiadas para atender las necesidades de los países en desa­rrollo.

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Á YUDA A LA COMPETITIVIDAD DE LOS AGRICULTORES

A 1 beneficiarse de nuevas e importantes reducciones de la ayuda interna y de la eliminación completa de las subven­ciones a la exportación en los países más ricos, los países

en desarrollo pudieron mejorar su seguridad alimentaría de dos modos. En primer lugar, los agricultores de esos países estuvie­ron en mejores condiciones de competir con las importaciones de alimentos, lo que estimuló la producción agrícola y generó mayores beneficios. En segundo lugar, al permitir que la agri­cultura de los países en desarrollo incrementara su capacidad po­tencial, todos los sectores de la economía de esos países resul­taron beneficiados. También se reconoció cada vez más que no sólo las subvenciones a la exportación sino también las restric­ciones a la exportación eran perjudiciales para la seguridad alimentaría internacional. Esas restricciones habían reducido las exportaciones cuando más se necesitaban las importaciones y habían acentuado el aumento de los precios en los mercados in­ternacionales. Su impresión contribuyó a reducir el monto to­tal de los impuestos de los importadores de alimentos.

Al ser la agricultura la espina dorsal de la economía de casi todos los países en desarrollo, el crecimiento agrícola sacó de la pobreza a muchos habitantes de las zonas rurales. El aumen­to de la demanda generó también inversiones y empleo en otros sectores. El resultado fue que la demanda de alimentos creció a menudo más deprisa incluso que el suministro interno de alimen­tos. El déficit cada vez mayor se cubrió con importaciones de alimentos, que no revestían ya la forma de ayuda, sino de im­portaciones comerciales a cambio de exportaciones de otros bienes y servicios.

Otra práctica con consecuencias perturbadoras para el comer­cio que los países industrializados utilizaban todavía a comienzos del siglo XXI era la protección de sus industrias de elaboración de alimentos y productos agrícolas. Aunque se había autoriza­do que productos primarios no elaborados, como frutas tropi­cales, café y cacao, entraran en los mercados de los países indus­trializados, a los productos elaborados a partir de esas materias primas se les aplicaban aranceles relativamente altos. Los paí­ses convinieron en eliminar de manera gradual esa denomina­da progresividad arancelaria. En consecuencia, muchos países en desarrollo pudieron ampliar su industria alimentaria de ex­portación y obtener así un considerable valor añadido.

OBSTÁCULOS ARANCELARIOS LEGÍTIMOS

El acuerdo de la OMC sobre la Aplicación de Medidas Sani­tarias y Fitosanitarias, que se había aprobado ya a raíz de la Ronda de Uruguay, siguió siendo una medida muy eficaz:

limitaba estrictamente los obstáculos a las importaciones a aque­llos casos en que los productos no se ajustaban a unas normas sobre inocuidad basadas en principios científicos. Al comienzo, para muchos países en desarrollo fue difícil y costoso cumplir las nor­mas internacionales sobre inocuidad de los-alimentos, pero poco a poco estuvieron en condiciones de hacerlo. La asistencia téc-

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ni ca fue muy útil en este proceso, lo que benefició de forma con­siderable a los consumidores de todos los países.

Durante la Ronda de Uruguay, algunos países industrializados se habían comprometido a ofrecer una compensación a los paí­ses que resultaran perjudicados al principio. Sin embargo, estos compromisos apenas se aplicaron, lo que fue una de las razones por las que las conversaciones de Seattle acabaron de manera tan desastrosa. En las negociaciones comerciales posteriores, que tuvieron lugar al comienzo del nuevo siglo, los países en desarrollo lograron obtener mejores garantías de asistencia para adaptarse a las nuevas condiciones del mercado. Por ejemplo, se estable­cieron organismos para estabi !izar los ingresos de exportación y ofrecer un seguro de riesgo para los países en desarrollo, y se efec­tuaron pagos a título de compensación temporal a los países po­bres que se enfrentaban con aumentos extraordinarios de sus fac­turas de importación de alimentos.

Cuando los países en desarrollo alcanzaron una etapa en laque pudieron satisfacer en su mayoría sus necesidades de alimentos mediante un aumento de la producción interna y de las importa­ciones comerciales, desapareció de forma paulatina la dependen­cia con respecto a la ayuda alimentaria directa y permanente. Además, los donantes y los gobiernos de los países tuvieron más cuidado de orientar la ayuda alimentaria restante de manera que llegara a las poblaciones más vulnerables. Por ejemplo, se refor­zó la educación en los países en desarrollo gracias a políticas encaminadas a asegurar que los alumnos recibieran una alimen­tación saludable y que dispusieran de alimentos suficientes, ya que nadie puede aprender cuando tiene el estómago vado,.

Pero ni siquiera la aceleración del crecimiento económico pudo poner fin a las catástrofes naturales. Algunos países siguen sien­do vulnerables a la escasez de alimentos causada por esas catás­trofes, pero la humanidad ha adquirido la capacidad para prede­cir y prevenir de manera mucho más eficaz una amplia variedad de crisis que afectan al suministro de alimentos, así como para entregar alimentos suficientes en situaciones de urgencia inevi­table. Al mismo tiempo, muchos países en desarrollo situados en zonas de alto riesgo -como por ejemplo las que están expues­tas a un clima extremo, a inundaciones y a terremotos- han creado una infraestructura eficaz, incluidos almacenes de alimentos, para hacer frente a las crisis y proteger a su población contra el ham­bre mucho mejor que antes.

CoMERCIO EQUITATIVO Y ALIVIO DE LA CARGA DE LA DEUDA

La liberalización del comercio contribuyó a aliviar la crisis de la deuda en muchos países en desarrollo. Esto ocurrió en especial en los países capaces de exportar alimentos o de apro­

vechar el crecimiento de los mercados de productos agrícolas ela­borados. Pero para muchos de los países pobres más endeudados, a los que no cabría la esperanza de reembolsar su deuda a los ban­cos extranjeros, los sufrimientos causados por la pobreza y el hambre siguieron siendo intensos durante un período considera­ble. Sin embargo, mediante una medida trascendental y espera­da desde hacía tiempo, que supuso un viraje decisivo en los in-

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930 un milenio sin hambre

E l desarrollo participativo consiste sobre todo en proporcionar apoyo

financiero, técnico y logístico a las comunidades rurales para

ayudarles a conseguir los objetivos económicos y sociales que hayan

determinado ellas mismas

ten tos de acabar con el hambre, estas deudas fueron canceladas, aunque a condición de que los fondos destinados con anteriori­dad a atender el servicio de la deuda se canalizaran hacia progra­mas para el fomento de la seguridad alimentaria de las personas más pobres a través del desarrollo agrícola.

La producción agrícola y las ventas de los países industria­lizados han seguido aumentando en términos absolutos. Esto se debe en parte al crecimiento demográfico mundial que ha proseguido, aunque a un ritmo más lento, y más población sig­nifica mayor demanda de alimentos . Pero, lo que es más impor­tante, el aumento obedece también al mayor poder adquisitivo de los países menos adelantados. A pesar del crecimiento de su prod · ón agrícola interna, su demanda de importaciones no se ha reducido, sino que de hecho ha aumentado. Esta expe­riencia ha acabado por convencer tanto a las autoridades de los países en desarrollo como a las organizaciones donantes de que un sector agrícola fuerte activa el crecimiento de toda la economía. Además, el progreso económico de los países en desarrollo ha constituido, en forma inexplicable, el fundamen­to de la prosperidad permanente de los países desarrollados. En efecto, la distinción anterior entre los denominados países "en desarrollo" y "desarrollados" ha perdido gradualmente su significado.

UN DIVIDENDO DE LA DEMOCRACIA

N o fueron sólo consideraciones de orden económico las que impulsaron a los gobiernos a modificar sus políticas agrí­colas nacionales; las presiones políticas internas constitu­

yeron también un factor importante. La generalización de de­mocracias estables fue una condición esencial para poner fin al hambre en el mundo en desarrollo. Cuando las personas pobres y hambrientas tuvieron la oportunidad de participar en la elección de sus gobiernos, sus dirigentes tuvieron que escuchar su opinión. Las políticas económicas, que hasta entonces habían tratado de complacer a los votantes urbanos, empezaron a tener en cuenta las necesidades de la población rural.

La aceptación de la equidad social y de los derechos huma­nos también ayudó a superar la discriminación de las niñas y las

mujeres . A causa de esta discriminación muchas de ellas no dis­frutaban de las mismas oportunidades que los hombres y esto a menudo era causa de pobreza, sobre todo en las zonas rurales, incluso a finales del siglo XX. La igualdad entre mujeres y hom­bres en todas las esferas de la sociedad constituye, sin lugar a dudas, una de las razones principales por las que en la actuali­dad toda la población disfruta regularmente de alimentos sufi­cientes y nutritivos.

Por último, la generalización de la democracia entrañó un descenso del número de conflictos civiles violentos, así como del hambre y la alteración de la producción que causaban. Al ha­cerse las sociedades cada vez más pacíficas y pluralistas, em­pezaron a atraer más inversiones tanto internas como externas que se tradujeron en un aumento de prosperidad. De este modo la democracia y la paz contribuyeron a impulsar el crecimiento económico, que a su vez reforzó las instituciones democráticas. El resultado fue una espiral ascendente de mitigación de lapo­breza y desarrollo social, que en última instancia culminó en la erradicación del hambre crónica

ENSEÑANZAS ADQUIRIDAS

N o habría sido posible erradicar el hambre crónica si los go­biernos de los países en desarrollo no hubieran reconoci­do que la agricultura desempeña una función decisiva en

el desarrollo económico y social. Muy pocos países han alcan­zado un alto grado de desarrollo industrial sin haber establecido antes una economía agrícola sólida.

Este apoyo al sector agrícola en los países pobres contrastó con las políticas económicas internas aplicadas por muchos de ellos durante gran parte de la segunda mitad del siglo XX. Los controles de los precios y las subvenciones a las importaciones habían he­cho que los alimentos fueran más asequibles en las ciudades, y las inversiones se habían desviado de la agricultura hacia otros sectores, en particular el de la industria manufacturera. Esto ha­bía beneficiado a las poblaciones urbanas , que tenían acceso a alimentos asequibles y a mayores oportunidades de empleo, pero había empobrecido a los agricultores, había sofocado el desarrollo agrícola y debilitado la economía rural. La experiencia también

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comercio exterior, octubre de 2001

demostró con claridad que las inversiones en infraestructura ru­ral y en servicios sociales para la población rural reportaban divi­dendos ingentes. N o sólo la producción de alimentos aumentaba

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y los medios rurales de subsistencia mejoraban, sino que se pro­ducía también un descenso de la migración de las zonas rurales a las ciudades abarrotadas y de los países pobres a los países ricos.

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TRABAJANDO JUNTOS PARA ERRADICAR EL HAMBRE

JACQUES DIOUF*

¿QuÉ ES LA SEGURIDAD ALIMENTARIA?

S e logra la seguridad alimentaria cuando todas las personas tienen, en todo momento, acceso físico y económico a su­ficientes alimentos inocuos y nutritivos para llevar una vida

activa y sana. Esto supone que se cumplan cuatro condiciones: que el suministro o la disponibilidad de alimentos sean suficien­tes; que sean estables y no registren fluctuaciones ni escaseces de una temporada a otra, o de un año a otro; que los alimentos sean accesibles o asequibles, y que aseguren la calidad e ino­cuidad adecuadas. El mundo ya produce alimentos suficientes para todas las personas; el problema reside en garantizar su dis­ponibilidad de manera continua. Esto no significa que para su­primir el hambre sea suficiente una mejor distribución. Si bien es cierto que no todas las personas disponen de acceso equitati­vo a los alimentos, una causa importante de la inseguridad ali­mentaria es que no se desarrolla ni incrementa la producción local de alimentos. Las comunidades pobres necesitan recursos apro­piados para poder producir alimentos o poder ganar lo suficiente para comprarlos.

DE LAS PROMESAS A LAS POLÍTICAS

E 1 hambre no constituye un problema inevitable. Los cono­cimi~n.tos y la te~nología de que hoy se dispone deberían perm1t1r que se ahmentara a toda la población en todo mo­

mento. El problema crucial es cómo garantizar que las personas pobres y desnutridas tengan acceso a este potencial global del mundo y a las técnicas y conocimientos que se requieren para explotarlo.

Para que la seguridad alimentaria se haga realidad se deben perseguir con firmeza los objetivos de la Cumbre Mundial sobre la Alimentación. En esa oportunidad se plasmó, con nobles pa­labras y promesas, un marco de referencia constituido por siete compromisos que ahora se deben poner en práctica. Será nece­sario que los gobiernos , trabajando codo acodo con el sector pri­vado y la sociedad civil, actúen con determinación para crear políticas que ayuden a alcanzar estos objetivos. Los procesos que regulen esta acción deben ser democráticos y buscarán sobre todo potenciar el papel de las poblaciones que hoy padecen inseguri-

* Director General de la FAO.

dad alimentaria, principalmente la población rural pobre. Es pre­ciso desplegar esfuerzos a nivel local, puesto que muchas de las limitaciones que impiden potenciar la capacidad de acción de la población -acceso insuficiente a la enseñanza, la información, la atención médica, el empleo, los adelantos tecnológicos, el cré­dito, y los recursos de tierras y aguas- son por su propia índole específicos de cada país. Los gobiernos deben adoptar medidas para corregir la distribución desigual de estos bienes y servicios, que por lo general favorece a las zonas urbanas.

La agricultura es el motor del crecimiento económico de muchos países en desarrollo. En algunos de los más pobres lle­ga a generar de 30 a 50 por ciento del PIB, emplea de 70 a 80 por ciento de la fuerza de trabajo y contribuye de 40 a 70 por ciento en los ingresos de exportación. Por consiguiente, la inversión en la agricultura y la innovación tecnológica son los factores esen­ciales para mejorar la difícil situación de los países en desarro­llo. Un acceso más equitativo a la tierra, al agua y al capital per­mitirá reducir las tensiones. Los programas de reducción de la pobreza, orientados a la población rural pobre, permitirán que los grupos más indigentes se incorporen a la corriente central de la economía. A efectos de mejorar la nutrición, aumentar la pro­ducción e impulsar el crecimiento de los ingresos familiares es necesario potenciar el papel de la mujer rural, ya que 60% de los trabajadores agrícolas del mundo son mujeres. Por este motivo es esencial el acceso de las mujeres a la tierra, la tecnología, los insumos y el crédito.

En los países pobres aquejados por la inseguridad alimentaria, los recursos potenciales más importantes para hacer frente a los problemas del hambre y la mal nutrición son la población local y la productividad de la tierra y el agua; para lograr mejoras sostenibles se necesitarán inversiones en ambos. Las destina­das a la población asumirán la forma de servicios educativos ' agua pura y saneamiento, servicios sanitarios y sociales y cuando ello sea necesario, un apoyo directo a la alimentación y la nu­trición. Por otra parte, el apoyo a las comunidades rurales tam­bién proporciona beneficios indirectos. Una comunidad que cuenta con caminos adecuados, con un suministro fiable de agua y electricidad, y cuyos miembros tienen instrucción y disponen de acceso a la atención médica tendrá posibilidades mucho mayores de atraer la inversión privada.

Incluso las iniciativas nacionales más bien intencionadas y mejor planeadas necesitan el apoyo de la comunidad interna­cional. Lamentablemente la AOD destinada a la agricultura se ha reducido de 25 a 30 por ciento del total de los años ochenta, a menos del 15 % en la actualidad. Si los países donantes de­sean aliviar la carga de la pobreza y el hambre, deberán incre­mentar sus inversiones en el sector agrícola, fuerza motriz de las economías rurales. Además, los acuerdos mundiales en vigor

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tienden a fomentar políticas que perjudican a la población ru­ral. Un ejemplo de ello son los recientes acuerdos mundiales en materia de comercio agrícola. Los países desarrollados si­guen protegiendo algunos de sus productos agrícolas , pero al mismo tiempo se pide a los países en desarrollo que reduzcan su apoyo tradicional a la agricultura de conformidad con los acuerdos de la Organización Mundial del Comercio.

Los marcos normativos mundiales pueden ayudar a mitigar los efectos de las tendencias y fenómenos negativos que afectan el futuro de la seguridad alimentaria, como la presión demográ­fica creciente, los cambios en la distribución de la población, los períodos de inestabilidad financiera y recesión a nivel mundial, las catástrofes naturales, los conflictos armados, factores am­bientales como el cambio climático y el estado de los recursos naturales.

Sin embargo, para que tales marcos normativos resulten efi­caces deben ser por completo transparentes, participativos y, sobre todo, capaces de adaptarse a los cambios.

MIRANDO HACIA EL FUTURO

En la lucha contra el hambre se han logrado progresos enor­mes, pero según las proyecciones las mejoras variarán de una región a otra. Por ejemplo, para el año 2015 el núme­

ro de personas desnutridas en Asia meridional y oriental se re­ducirá a menos de 10% de la población gracias al aumento de los niveles de producción y a un crecimiento demográfico más lento. A estos niveles bajos resulta mucho más fácil desarro­llar políticas eficaces para eliminar los restantes problemas de hambre. Considerando que de los 800 millones de personas que sufren hambre en el mundo la mayoría reside en Asia, este resultado marcará un avance importante de los esfuerzos mun­diales.

Lamentablemente no se registrarán adelantos similares en muchos países del África subsahariana, donde de un 20 a un 40 por ciento de la población seguirá careciendo de alimentos sufi­cientes. Algunos países muy pobres de Asia oriental, el Caribe y el Cercano Oriente compartirán la misma suerte. En esas zonas será necesario desplegar un esfuerzo concertado con el objetivo específico de liberarlas de la trampa del hambre y la pobreza. Las proyecciones relativas a América Latina se sitúan en un punto intermedio, si se considera que la desnutrición seguirá condicio­nando la vida de un lO a 20 por ciento de la población.

HACIA LA AUTOSUFICIENCIA

La mayoría de las personas que sufren hambre en el mundo vi ve en países en desarrollo con una población rural nume­rosa. Por Jo general estos países no disponen de los recur­

sos necesarios para producir alimentos suficientes para supo­blación, ni tampoco de divisas para financiar importaciones de alimentos. Muchos de ellos se encuentran fuertemente endeu­dados y tienen una dependencia crónica de la ayuda alimentaria,

un milenio sin hambre

que evita la inanición pero no ataca las causas subyacentes de la inseguridad alimentaria. El programa especial para la segu­ridad alimentaria de la FAO, destinado a los países de bajos in­gresos con déficit de alimentos, constituye un ejemplo de la manera en que los gobiernos pueden ayudar a la población ru­ral a encontrar soluciones más duraderas para el problema de la inseguridad alimentaria aumentando la producción agrícola en pequeña escala.

El programa especial fue refrendado en la Cumbre Mundial sobre la Alimentación, cuando Jos que habían de ser sus paí­ses beneficiarios y donantes se comprometieron a hacer de la seguridad alimentaria una prioridad de desarrollo. Muchos de ellos han traducido estas palabras en hechos concretos: el programa especial, financiado por donantes bilaterales y mul­tilaterales, funciona hoy en 60 de Jos 80 países de bajos ingre­sos con déficit de alimentos del mundo, como parte de sus po­líticas nacionales de seguridad alimentaria y desarrollo.

La finalidad del programa especial consiste en mejorar la au­tonomia y la seguridad alimentaria dentro del marco económico y de desarrollo del país receptor. Los objetivos fundamentales del programa son impulsar la producción local de alimentos, reducir la variabilidad anual de la producción a fin de estabili­zar el suministro de alimentos e incrementar el empleo y los in­gresos rurales para que la población pueda tener mayor acceso a los alimentos.

UN MILENIO SIN HAMBRE: UNA OBLIGACIÓN MUNDIAL

Liberar a la humanidad del hambre y la malnutrición no es una elección posible, sino una obligación moral. En la ac­tualidad se cuenta con los medios para producir alimentos

suficientes para la población mundial; lo que impide acabar con el hambre es sobre todo la falta de una firme voluntad colecti­va. Esa inercia política constituye una violación del derecho básico de los seres humanos a los alimentos; toca a los gobier­nos y a la comunidad mundial en su conjunto aunar esfuerzos para corregir esta inaceptable realidad.

Ha llegado el momento de ir más allá del mero estableci­miento de objetivos con el propósito de reducir a un cierto ni­vel, cada año, el número de personas desnutridas. Aunque es­tas metas puedan parecer ambiciosas en cifras absolutas, no significan mucho para los 800 millones de personas a las que aún se niega el derecho a los alimentos. Hablar de objetivos futuros puede resultar consolador para los gobiernos al darles la sensación de que tienen mucho tiempo para actuar. Pero el momento de actuar es ahora mismo. Todos los gobiernos -tanto los de los países de bajos ingresos con déficit de alimen­tos como los de los que tienen ingresos elevados y una pobla­ción bien alimentada- deben poner en práctica de inmediato las medidas necesarias para cumplir las promesas formuladas en la Cumbre Mundial sobre la Alimentación. Debe pues, crear un entorno propicio para la seguridad alimentaria sostenible en escala mundial, a fin de que en el curso de nuestra vida se haga realidad el objetivo de un milenio sin hambre. (J

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Día Mundial de la Alimentación 2001: combatir el hambre

para reducir la pobreza

• • • • • • • • • • AUGUSTO SIMOES LOPES NETO•

E 1 Día Mundial de la Alimentación se celebra cada año en todo el mundo y coincide en fecha con el aniversario de la funda­ción de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricul­

tura y la Alimentación (FAO), ell6 de octubre de 1945. El lema de este año encierra la idea de que el hambre es la manifestación más crítica de la pobreza, de modo que eliminarla es el primer paso para reducir la pobreza.

La lucha contra la pobreza no puede ganarse sin eliminare! ham­bre, porque es ella laque impide una vida sana y productiva. En mu­chos casos, la desnutrición y la pobreza se transfieren de una gene­ración a otra. La FAO considera la inseguridad alimentaria como una violación de los derechos humanos. En algunos países, el derecho a la alimentación está consignado en la Constitución, lo que refleja la importancia que se le atribuye.

Es lamentable que la mayor parte de las estrategias encaminadas a reducir la pobreza no combate directamente el problema del ham­bre. Los responsables de elaborar las políticas suponen que con el au­mento de los ingresos y el crecimiento de la economía, los beneficios han de llegar hasta los que padecen hambre. Pero esta teoría no se ha comprobado en la práctica y en los países en desarrollo las desigual­dades en la distribución de la riqueza, cultura, derechos humanos y acceso a la alimentación siguen creciendo.

La población es el motor del crecimiento de los países y los alimentos son su combustible. Como afirma el director general de la FAO, Dr. Jacques Diouf: " Ya no puede suponerse que el hambre desaparecerá a consecuencia de la eliminación de la pobreza . Es necesario concentrar más la atención en el hambre y el desarro-

* Representante de la FAO en México <[email protected]>.

llo agrícola en el objetivo más general de reducción de la pobre­za".

Las personas que pasan hambre están atrapadas en una pobreza interminable y en la impotencia. Los daños cerebrales producidos por la desnutrición crónica comienzan en la infancia y pueden permanecer el resto de la vida. El cuerpo humano, al carecer de calorías y nutrientes suficientes, reduce su actividad física. Las mujeres encintas quepa­san hambre tienen niños con bajo peso al nacer, los cuales afronta­rán la vida con una atrofia del crecimiento y enfermedades frecuentes.

Más de 800 millones de personas en el mundo, entre las cuales 200 millones son niños, padecen desnutrición crónica en la actualidad.

Para avanzar en la lucha contra el hambre, los gobiernos, el sector privado y la comunidad internacional tendrán que concentrarse en las zonas rurales, donde vive 70% de la población pobre y con hambre. Habrá, asimismo, que invertir más en los países en desarrollo, donde la población se incrementará drásticamente hasta el año 2050, cuan­do se supone que se estabilizará en alrededor de 9 000 millones de personas.

Las actividades del DMA se proponen informar al público sobre la problemática del hambre y reforzar la solidaridad en esta lucha, a fin de asegurar que todos tengan suficientes alimentos. Es decir, la FAO

busca la seguridad alimentaria, definida como el acceso de toda la población en todo momento a los alimentos necesarios para llevar una vida activa y saludable.

Desde sus inicios, la ONU ha establecido el acceso a una alimenta­ción adecuada como derecho individual y responsabilidad colectiva. La Declaración Universal de Derechos Humanos de 1948 proclamó: "Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le ase­gure, así como a su familia, la salud y el bienestar, y en especial la ali-

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mentación ... ". Casi 20 años después, el Pacto Internacional de Dere­chos Económicos, Sociales y Culturales ( 1996) elaboró estos conceptos más plenamente, haciendo hincapié en "el derecho de toda persona a un nivel de vida adecuado para sí y su familia, incluso la alimenta­ción ... ", y especificando "el derecho fundamental de toda persona a estar protegida contra el hambre".

Así pues ¿qué diferencia hay entre el derecho a estar protegidos contra el hambre y el derecho a tener una alimentación adecuada? El primero de estos derechos es fundamental. Significa que el Estado tiene la obligación de asegurar, por lo menos, que las personas no mueran de hambre. Como tal, está intrínsecamente asociado al derecho a la vida. Además, no obstante, los estados deberían hacer todo lo posible por promover un disfrute pleno del derecho de todos a tener alimentos adecuados en su territorio; en otras palabras, las personas deberían tener acceso físico y económico en todo momento a los alimentos en canti­dad y de calidad adecuadas para llevar una vida saludable y activa.

De hecho, la Cumbre Mundial sobre la Alimentación, celebrada en Roma en noviembre de 1996, fue un encuentro histórico en el que 112jefes de Estado y de gobierno y otros dirigentes de 186 países ex­presaron su voluntad política y el compromiso de asumir como una obli­gación moral y política la tarea impostergable de disminuir a la mitad, parae12015, la dramática cifra de 840 millones de personas que en el mundo sufren hambre, y para los cuales el derecho a la alimentación no es más que una utopía. En la Cumbre, los países firmantes aproba­ron un Plan de Acción que contiene siete compromisos que abarcan todos los campos: desde el comercio internacional hasta la participa­ción equitativa de hombres y mujeres en el logro de una seguridad alimentaria.

Para dar seguimiento al plan acordado y con el objetivo de evaluar los resultados obtenidos, se llevará a cabo la Cumbre Mundial sobre la Alimentación: Cinco Años Después, a celebrarse en Roma, del 5 al 9 de noviembre, a la cual se está convocando a los jefes de Estado y de gobierno de todo el mundo.

Con el objetivo de hacer realidad el Plan de Acción hasta el año 2015 y considerando la urgencia de contar con recursos financieros para solucionar el problema del hambre, la FAO decidió hacer un llamado a los países, a las empresas y a las personas, pidiendo su contribución financiera. Así nació la campaña TeleFood, una gran cadena solida­ria que mediante transmisiones televisivas en los países miembro de la FAO, trata de aumentar la conciencia mundial sobre la realidad del hambre y de movilizar recursos para acelerar la aplicación de sol ucione·s concretas. El espíritu de esta demostración de solidaridad mundial se recoge en su lema universal y único: "Alimentos para todos". La TeleFood se realiza cada año en coincidencia con el DMA.

Los satélites lntelsat y Panamsat son patrocinadores de Telefood para permitir la retransmisión de los programas televisados en todo el planeta, lo que posibilita la difusión para alrededor de 500 millones de espectadores.

En México, la Representación de la FAO ha comenzado los prepa­rativos para la celebración del DMA 200 l . El Comité Organizador del DMA lo preside la Secretaría de Relaciones Exteriores y participan ins­tituciones como la Secretaría de Desarrollo Social, a la que este año corresponde encabezar el acto central de las a e ti vidades en el marco del DMA. Asimismo, participan otras dependencias y organismos ta­les como el Consejo Nacional de Población, el Instituto Nacional de

Estadística, Geografía e Informática, la Secretaría de Salud, la de Edu­cación Pública, la de la Reforma Agraria, la de Agricultura, Ganade­ría, Pesca y Alimentación, la de Medio Ambiente y Recursos Natura­les, el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, la Comisión Nacional de la Mujer, la Procuraduría Federal del Consumidor, el Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia, el Instituto Nacional Indigenista, así como las representa­ciones de cada uno de estos organismos en los estados.

También el sector privado está presente, con organismos no guber­namentales y de la sociedad civil, que además patrocinan algunas de las actividades.

En del Comité Organizador se establecen los actos para la celebra­ción del DMA. Este año, cada secretaría y organización ha presentado planteamientos como la emisión de un timbre postal y un billete de lotería alusivos al DMA, pláticas de orientación nutricional, ciclos de conferencias sobre la buena alimentación, muestras gastronómicas, elaboración de artículos relativos a la importancia del DMA, progra­mas de radio, anuncios en televisión, difusión de información acerca del DMA en diferentes escuelas, exposiciones gráficas, desfiles, pu­blicidad impresa, etcétera.

La Representación de la FAO recibe con gran entusiasmo esta se­rie de actividades propuestas por los miembros del Comité que pro­mueven el DMA y Telefood en México.

Asimismo, la FAO en México trabaja en proyectos en torno al DMA.

En este sentido, ha buscado la participación de grandes empresas de alimentos en las actividades propuestas por el Comité o que incluso generen nuevas ideas. La Fundación Herdez, la Me Donald' s y el Grupo Bimbo han sido las primeras empresas en mostrar interés por colabo­rar con la FAO en el marco del DMA.

Otra iniciativa de la FAO relacionada con Telefood que ha tenido gran éxito en años anteriores han sido los llamamientos de celebrida­des que, con su talento e influencia, se han unido a esta campaña mundial para poner fin al hambre en los países. Algunas de ellas, al convertir­se en embajadoras de la FAO, se han comprometido personal y profe­sionalmente con los objetivos humanitarios que fundamentan la mi­sión de la Organización: construir un mundo con seguridad alimentaria para las generaciones presentes y futuras.

Cientos de destacadas personalidades del cine, el teatro, la músi­ca, la ciencia, el deporte, la política, el mundo académico y las artes plásticas han manifestado su apoyo a la campaña para poner fin al ham­bre, contribuyendo a llamar la atención sobre este problema que aqueja a más de 800 millones de personas en el mundo hoy en día.

Para la Representación de la FAO en México, así como para la FAO

en general, es esencial sensibilizar a la población sobre Jos problemas del hambre, la inseguridad alimentaria y también informar al público sobre esta problemática tan grave, pero sobre todo, reforzar la solida­ridad.

México, como país miembro fundador de la FAO, participa hoy, como siempre, de manera decidida y activa en las iniciativas de apo­yo a las poblaciones rurales, vinculadas a actividades pesqueras, agrí­colas y forestales.

La FAO redobla sus esfuerzos para que el país sea beneficiario de los objetivos y programas que dan sentido a la Organización, en los cuales México tiene un compromiso firme: erradicar el hambre en el mundo y luchar contra la pobreza.

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recuento fl)acional • • • • • • • • • •

ASUNTOS GENERALES

Exiguo crecimiento económico semestral

La SHCP anunció el15 de agosto que en el trimestre abril-junio el PIB global de la eco­nomía mexicana fue similar al del mismo período de 2000, con lo cual el incremento acumulado en el primer semestre del año ascendió a 0.9%. Tal resultado se basó en una expansión trimestral y una semestral de los servicios de 1.4 y 2.7 por ciento, respectivamente; el sector industrial mos­tró sendas caídas de 3.6 y 2.5 por ciento, mientras el producto agropecuario, silví­cola y pesquero registró un crecimiento trimestral de 4.2% y una declinación se­mestral de 0.6%. En los servicios destaca­ron los avances semestrales en comunica­ciones, almacenaje y transporte (4.8%), servicios financieros (3.6%) y comercio, restaurantes y hoteles (2.5%). En el sector industrial sólo creció la rama de electrici­dad, gas y agua (1.8%), mientras que la construcción, la industria manufacturera y la minería registraron caídas de 5.4, 2.3 y 1.5 por ciento, respectivamente.

Disminuye el déficit en la cuenta corriente

De abril a junio últimos la cuenta corriente de la balanza de pagos registró un saldo desfavorable de 3 365 millones de dóla­res, menor que el del mismo período de

2000 (3 561 millones) y también que el del primer trimestre de 2001 (4 725 millones). En la balanza comercial, informó el Banco de México el28 de agosto, se tuvo un défi­cit de 1 797 millones, en la cuenta de ser­vicios factoriales uno de 2 911 millones y en la de los no factoriales otro de 1 052 mi­llones, mientras que por concepto de trans­ferencias netas se logró un superávit de 2 395 millones (95% por las remesas de re­sidentes en el exterior). El déficit en cuenta corriente acumulado en el primer semes­tre del año ascendió a 8 090 millones de dólares, equivalente !a 2.7% del PIB global.

Oferta y demanda globales en el segundo trimestre

El 14 de septiembre la SHCP difundió los indicadores sobre la evolución de la oferta y la demanda globales de bienes y servi­cios durante el segundo trimestre del año, en relación con el mismo período de 2000.

••••••••••••••••••••• Oferta PIB Importaciones Demanda Consumo privado Consumo del gobierno Inversión fija bruta Exportaciones

0.4

1.5 0.4 3.8

-2.2 -5.5 -0.4

•••••••••••••••••••••

Cifras sobre el empleo

Durante agosto la tasa de desempleo abier­to en las áreas urbanas del país fue de 2.32% de la PEA, inferior a la de 2.58% registrada en igual mes de 2000. En la población masculina la desocupación su­bió de 2.25 a 2.32 por ciento y en la feme­nina disminuyó de 3.12 a 2.31 por ciento. En los primeros ocho meses del año dicha tasa fue de 2.41 %, mayor que la de igual período del año pasado (2.27% ), según dio a conocer el INEGI el 19 de septiembre. También se informó que al cierre de julio los trabajadores permanentes afiliados al IMSS sumaron 1 O 830 016 personas, 1.2% menos que un año antes.

Menos inversión interna

De enero a julio pasados los gastos de inversión interna correspondientes a la formación bruta de capital fijo disminuye­ron 2.9% en términos reales respecto a los del mismo lapso de 2000, informó la SHCP el 8 de octubre. La inversión en maquina­ria y equipo se redujo 1.2% (el componen­te importado subió 1.2% y el nacional bajó 5.5%), mientras que los gastos en cons­trucción disminuyeron 4.9 por ciento.

Inflación de 3.40% hasta septiembre

El Banco de México informó el 9 de octu­bre que los precios al consumidor crecie-

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ron 0.93% en septiembre , con lo cual la inflación acumulada en los primeros nue­ve meses del año ascendió a 3.40% y la anualizada a 6.14%. En cuanto al índice nacional de precios al productor, sin con­siderar el petróleo crudo de exportación ni los servicios, los incrementos respectivos fueron de 0.66, 2.63 y 4.66 por ciento.

ADMINISTRACIÓN PUBLICA

Tres ordenamientos para entidades públicas

En el o. o. del1 O de agosto apareció el Re­glamento Interior de la Secretaría de Rela­ciones Exteriores. Tres días después se publicó la relación de entidades para­estatales de la administración pública federal , y en la edición del13 de septiem­bre, por último, se dio a conocer el Reg la­mento Interior de la Secretaría de Desarro­llo Social.

SECTOR AGROPECUARIO Y PESCA

Disposiciones para la pesca sustentable del atún

En cumplimiento de la política oficial y los compromisos internacionales para el de­sarrollo de la pesca responsable , así como con los propósitos de evitar la sobreex­plotación de los recursos atuneros y alcan­zar el óptimo aprovechamiento de éstos, en el o.o. del 21 de agosto la Sagarpa publicó la norma oficial para la regu lación de la captura incidental de ejemplares ju­veniles de atún de las especies aleta ama­rilla y patudo med iante embarcaciones cerque ras de bandera mexicana que ope­ren en los océanos Pacífico oriental y Atlán­tico. También dio a conocer los requisitos para la comercialización de túnidos , sus productos y subproductos en el territorio nacional.

Organismo para impulsar el desarrollo rura l

En el o.o. del 27 de agosto apareció un acuerdo por el que se crea el Consejo Mexicano para el Desarrollo Rural, desti­nado a coadyuvar al establecimiento de políticas y programas en favor del desa­rrollo agropecuario, rura l y alimentario del país . El nuevo organismo, presidido por el titular de la Sagarpa y en el que participarán representantes de los Consejos Estatales

Agropecuarios y de algunas dependencias públicas , tendrá entre otras funciones las de fungir como un órgano de consulta entre las dependencias y entidades del poder ejecutivo federal relacionadas con el de­sarrollo rural , los gobiernos estatales y las organizaciones de campesinos y produc­tores, y proponer un sistema de coordina­ción , concertación , ejecución y evaluación del desarrollo de ese sector económico, con el propósito de unificar y dar coheren­cia al conjunto de políticas, programas y proyectos en la materia.

Expropiación de 27 ingenios azucareros

Ante la grave crisis por la que atraviesa la industria azucarera del país y la urgente necesidad de aplicar medidas para evitar que la inversión en el sector se desvíe más hacia el beneficio individual , el 3 de sep­tiembre, mediante un decreto publicado en el o. o., el gobierno federal expropió 27 de los 59 ingen ios azucareros, pertenecien­tes en su mayoría a los grupos Escorpión , Azucarero Mexicano, Santos y Machado. La med ida, cuyo costo se calcula entre 1 000 y 3 000 mil lones de pesos, incluye el control de las acciones, los cupones y títu­los representativos del capital o partes sociales y numerosos activos de esas empresas. El gobierno mantendrá el con­trol de éstas durante 18 meses para luego proceder a reprivatizarlas.

SECTOR INDUSTRIAL

Se amplía la Comisión lntersecretarial de Política Industrial

En el o. o. del6 de septiembre apareció un acuerdo que reforma al que creó la Comi­sión lntersecretarial de Política Industrial en mayo de 1996. La disposición incluye a la Secretaría de Turismo como nueva inte­grante de ese órgano, presidido por la Secretaría de Economía. Cinco días des­pués se publicó en ese medio informativo oficial la reforma al Reglamento Interno de esa Comisión.

Descenso de la producción industrial

Como resultado de la menor producción en dos de los cuatro grandes sectores de la actividad industrial , durante julio ésta disminuyó 3.3% respecto al mismo mes de 2000, informó la SHCP el11 de septiembre.

La industria manufacturera regi stró una caída de 4.1% (8% la maquiladora y 3.8% la de transformación) y la construcción otra de 2.7%. En cambio, la minería y la gene­ración de electric idad, gas y agua obtu­vieron incrementos de 3.3 y 1.4 por ciento, respectivamente .

Menor empleo en la industria maquiladora

El27 de septiembre eiiNEGI informó que en julio la industria maquiladora de exporta­ción ocupó a 1 187 525 personas, 9% menos que en el mismo mes de 2000, como resultado de la reducción del número de obreros (10.4%) , técnicos de producción (3.1 %) y empleados administrativos (2.3%). En cambio, las remuneraciones medias reales pagadas y las prestaciones socia­les aumentaron 6.8 y 5.9 por ciento, res­pectivamente. Se señaló que 49 .2% del valor agregado sectorial correspondió a sueldos, salarios y prestaciones; 29 .6% a gastos diversos; 11.2% a utilidades y 10% a materias primas, envases y empaques. Las actividades que contribuyeron en mayor medida al producto fueron las de materiales y accesorios eléctricos y elec­trónicos (28.8%), construcción, reconstruc­ción y ensamble de equipo de transporte (17.2%), acabado de prendas de vestir (15.9%), y ensamble de maquinaria, equi­po y aparatos eléctricos y electrónicos (9.2%) .

COMERCIO INTERIOR

Cuentas de la actividad comercial

De acuerdo con la Encuesta Mensual sobre Establecimientos Comerciales que realizaei iNEGI en 33 áreas urbanas, en julio las ventas al menudeo y al mayoreo dis­minuyeron 0.4 y 8.2 por ciento, en térmi­nos reales, respecto al mismo mes de 2000. Según los datos difundidos el 20 de septiembre, las remunerac iones medias pagadas en ambas actividades subieron 0.6 y 0.5 por ciento, en igual orden , y el personal ocupado en los establecimien­tos minoristas aumentó 9.5%, mientras que en los mayoristas se mantuvo sin cam­bios .

La disminución de las ventas minoris­tas se registró principalmente en ferrete­rías y tlapalerías, tiendas de abarrotes, de ropa y calzado , mueblerías y gaseras; el descenso de las transacciones al mayoreo se reflejó en vehículos, maquinaria, produc-

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comercio exterior, octubre de 2001

tos químicos, materiales para construcción y tiendas de ropa y calzado, entre otros establecimientos.

Ordenamientos de la Secretaría de Economía

La Secretaría de Economía dio a conocer en agosto y septiembre los siguientes ordenamientos y decretos en el o. o.

• Decreto que modifica el que estable­ce los programas de promoción sectorial (Prosec). Se actualizan las listas de parti­das, sub partidas y fracciones arancelarias de esos programas (7 de agosto).

• Acuerdo que reforma el que estable­ce los requisitos para la importación tem­poral de mercancías, y el criterio para su aplicación (27 de agosto y 26 de septiem­bre, respectivamente) .

• Decreto que reforma diversos arance­les de la TIGI (5 de septiembre).

• Acuerdo que modifica el que estable­ce la clasificación y codificación de mer­cancías cuya importación y exportación están sujetas al requisito de permiso pre­vio por parte de la Secretaría de Economía (10 de septiembre).

• Acuerdo para delegar a la Dirección General de Consultoría Jurídica de Nego­ciaciones de la Secretaría de Economía facultades para celebrar convenios que se deriven de los procedimientos de solución de controversias (24 de septiembre).

COMERCIO EXTERIOR

Importaciones fronterizas de vehículos usados

En el o. o. del 9 de agosto la Secretaría de Economía publicó la lista de fabricantes, marcas y tipos de automóviles , camiones y autobuses usados que podrán importar­se para permanecer en la franja fronteriza norte del país , en los estados de Baja California, Baja California Sur y algunos municipios de Sonora.

Fallos sobre controversias comerciales

Durante agosto y septiembre aparecieron en el o. o. los siguientes dictámenes sobre presuntas prácticas de comercio desleal:

• Agosto Oía 16. Se inicia el procedimiento admi­

nistrativo de cobertura de producto con el supuesto de no existencia de producción

nacional , en relación con las importacio­nes de siete productos químicos orgáni­cos procedentes de China.

Día 24. Se desecha el recurso de revo­cación contra la resolución final del exa­men para determinar las consecuencias de la supresión de las cuotas compensatorias definitivas a las compras de poliestireno cristal, de Estados Unidos, y se inicia la investigación antidumping sobre las im­portaciones de tuberías estándar, tipo galvanizada y negra de Guatemala.

• Septiembre Oía 10. Se desecha el recurso de revo­

cación interpuesto porCargilllncorporated contra la revisión de la cuota compensa­toria definitiva a las importaciones de jara­be de maíz de alta fructosa de Estados Unidos.

Oía 12. Se desecha el recurso de re­vocación interpuesto por la empresa New­man's lncorporated , en contra de la re­solución final de la revisión sobre las compras de válvulas de hierro y acero de China.

Día 13. Se confirma la resolución final de la investigación antidumping sobre las adquisiciones de transformadores eléctri­cos originarias de Brasil .

Día 20. Se revoca la cuota compen­satoria definitiva de 129% a las importa­ciones de asadores tipo carrusel origina­rias de China.

Día 26. Se anula la resolución definitiva sobre las compras de placa en hoja origi­narias de Rusia y Ucrania y se revocan las cuotas compensatorias establecidas en ese edicto; también se desecha el recurso de revocación contra la resolución que invalida el inicio de examen antidumping sobre las importaciones de tubería de acero sin costura de Estados Unidos.

Superávit comercial con Estados Unidos

El Departamento de Comercio de Estados Unidos informó el 17 de agosto que en el primer semestre del año las exportaciones mexicanas a esa nación sumaron 66 478 millones de dólares y los envíos estadouni­denses a México ascendieron a 52 015 millones, con un saldo favorable para este país de 14 463 millones de dólares.

Comité para el intercambio con países de Centroamérica

En el o. o. del20 de agosto la Secretaría de Economía publicó un acuerdo por el que

937

se da a conocer el reglamento de opera­ción del Comité de Integración Regional de Insumas, del Tratado de Libre Comercio entre México, El Salvador, Guatemala y Honduras, cuyo propósito es evaluar la capacidad de abastecimiento de los fabri­cantes de las mercancías que sean objeto de trato preferencial en el marco de ese pacto comercial.

Disposiciones para cupos de importación

Mediante sendos acuerdos publicados en el o. o. los días 17 y 24 de agosto, la Secre­taría de Economía dio a conocer los incre­mentos al cu po mínimo para importar en 2001 trozos y despojos de ave, y papa, excepto para siembra, respectivamente, originarios de Estados Unidos, con base en el arancel-cuota pactado en el TLCAN.

El día 29 se dio a conocer un decreto por el que se modifica el arancel-cupo esta­blecido para las importaciones de leche en polvo o en pastillas, procedentes de cual­quier país ; un día después se publicó el acuerdo con el incremento al contingente mínimo para importar en ese año leche en polvo originaria de los países miembros de laOMC.

En la edición del 6 de septiembre apa­recieron los cupos para importar en 2001-2002 automóviles originarios de Argentina conforme al protocolo adicional 14 del Acuerdo de Complementación Económi­ca número 6.

En marcha el tratado comercial con laAELC

El28 de septiembre apareció en el o. o. un acuerdo que da a conocer la entrada en vigor, el1 de octubre, del Tratado de Libre Comercio entre México y los Estados de la Asociación Europea de Libre Comercio, en particular con Liechtenstein e Islandia, así como del acuerdo sobre agricultura entre el país azteca y esta última nación del viejo continente.

Disminuye el déficit comercial

El 9 de octubre la SHCP informó que en agosto las exportaciones de mercancías ascendieron a 13 496 millones de dólares, 12% menos que en igual mes de 2000, en tanto que las importaciones disminuyeron en igual porcentaje, a 14 164 millones, por lo que se registró un déficit de 668 millo-

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nes, 13.8% menor al del mismo mes de 2000. Los envíos manufactureros bajaron 10.1%, a 12114 millones; las ventas de bienes agropecuarios disminuyeron 1. 75%, a 201 .9 millones, mientras que las expor­taciones petroleras descendieron 28.6%, a 1 142.8 millones.

Las importaciones de bienes interme­dios ascendieron a 1 O 627 millones de dólares y las de capital a 1 849, con sen­das disminuciones de 15.6y 17.1 por cien­to, mientras que las de consumo sumaron 1 688 millones, 31.3% más.

En los primeros ocho meses del año el déficit comercial acumulado ascendió a 5 223.4 millones de dólares, como resul­tado de exportaciones por 106 827.9 mi­llones e importaciones por 112 051.3 millones de dólares.

FINANCIAMIENTO EXTERNO

Recompra de bonos Brady

El 6 de agosto la SHCP retiró del mercado bonos Brady por un monto nominal de 440 millones de dólares; a cambio emitió un bono global por 1 500 millones, a un plazo de 30 años y un rendimiento anual de 8.3%. La operación, realizada por medio de Goldman Sachs y Saloman Smith Barney, permitió recuperar garantías asociadas a estos títulos por 200 millones de dólares, y ahorrar otros 1 O millones en el débito ex­terno del gobierno federal.

Préstamo del BID para el Procampo

Para fir¡anciar parte de un proyecto del Programa de Apoyos Directos al Campo (Procampo), cuyo costo total es de 1 480 millones de dólares, el 8 de agosto el BID

aprobó un préstamo a México por 500 millones de dólares, a un plazo de 25 años y cuatro de gracia y una tasa de interés anual variable, a esa fecha de 7.1 %. Los recursos servirán para pagar por anticipa­do a pequeños agricultores antes de la siembra.

Aumenta la inversión extranjera directa

El23 de agosto la Secretaría de Economía informó que en el primer semestre del año la inversión extranjera directa sumó 6 774 millones de dólares, 1.5% más que en el mismo período de 2000, de los cuales 2 858.9 millones (42.2%) correspondieron

a nuevas inversiones; 1 959 .9 millones (28.9%)areinversióndeutilidades; 1122.7 millones (16.6%) a importaciones de acti­vos fijos por maquiladoras, y 832.5 millo­nes ( 12.3%) a transferencias de cuentas entre compañías. Los sectores que absor­bieron la mayoría del financiamiento fue­ron la industria manufacturera (70.3%), el comercio (11.1 %) y los servicios financie­ros (7.4%).

Estados Unidos y Canadá continuaron como los principales inversionistas (67 .9% del total), seguidos por la Unión Europea (23.6%).

SECTOR FISCAL Y FINANCIERO

Autorizaciones a entidades financieras

Durante agosto y septiembre la SHCP emi­tió varias resoluciones que otorgan los siguientes permisos a instituciones finan­cieras:

• Por su conversión a filial y cambio de denominación social, a Casa de Cambio lnverlat (1 de agosto).

• Por aumento de capital , a Almace­nadora Banorte, Arrendadora Banorte y Factor Banorte (7 de agosto); Factor San­regio y Grupo Almacenador Mexicano ( 13 de agosto); Paragón Factor de México y AFL de México, ambos del Grupo Fi­nanciero Ford Credit de México ( 17 de agosto).

• Para operar como sociedad finan­ciera de objeto limitado, a Crédito Fami­liar, Grupo Financiero Bancomer (8 de agosto), y GMAC Mexicana (14 de sep­tiembre).

• Para constituirse y funcionar como grupo financiero, a Ábaco Grupo Financie­ro (13 de agosto) .

• Para fusionarse, a Arrendadora lnver­lat, cuyo fusionante es el Grupo Financiero Scotiabank lnverlat (4 de septiembre).

Fusión de Banamex y Citibank

El 2 de agosto, mediante la conclusión de la compra de acciones de Banamex-Acci­val (Banacci) por parte de Citigroup, y el ingreso de éste a la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) , finalizó el proceso de fusión entre los grupos financieros Banamex y Citibank, este último perteneciente al gi­gante mundial Citigroup, cuyos activos ascienden a más de 944 000 millones de dólares y cuenta con 120 millones de clien­tes en más de 100 países.

recuento nacional

Noticias en torno al sistema de pensiones

En el o.o. del 9 de agosto apareció una circular de la SHCP con las modificaciones a las reglas que deberán acatar las admi­nistradoras de fondos para el retiro (afores) y las empresas operadoras de la base de datos nacional SAR para el registro de tra­bajadores.

El 1 de octubre, la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Can­sar) informó que entre agosto de 2000 y el mismo mes de este año las aportaciones voluntarias a las afores aumentaron 57. 7%, al pasar de 812.8 millones de pesos a 1 282 millones. Refirió que 71% de ese monto lo concentran cuatro afores, de las cuales Bancomer ocupa el primer lugar, con 24.1 por ciento.

Regulaciones para el sector financiero

En el o.o. del 13 de agosto la SHCP dio a conocer tres acuerdos modificatorios: uno de las reglas para el capital mínimo de garantía de las instituciones de seguros, otro para la inversión de las reservas téc­nicas de estas organizaciones, y otro de las disposiciones de carácter prudencial a las que se sujetarán en sus operaciones los participantes en el mercado de futuros y opciones cotizados en bolsa. En la edi­ción del 4 de septiembre publicó sendas circulares por las que da a conocer a las instituciones de fianzas y a las de seguros, respectivamente, el procedimiento para acreditar el capital mínimo pagado.

Venta de Bancrecer

A casi dos años de ejercer la administra­ción cautelar de Bancrecer, el 24 de sep­tiembre el Instituto para la Protección al Ahorro Bancario (IPAB) adjudicó el total de las acciones de esa entidad financiera a Banco Mercantil del Norte, S.A. (Banorte), que desembolsó por esta operación 1 650 millones de pesos.

Se reduce el capital de Banobras

El28 de septiembre, a solicitud de la SHCP,

el Consejo Directivo de Banobras autorizó un retiro de capital por 2 500 millones de pesos que serán reorientados a financiar parte del gasto público de 2001 , en parti­cular proyectos de inversión y de combate

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comercio exterior, octubre de 2001

a la pobreza. A decir de las autoridades, la medida no afectará la derrama crediticia programada para este año, ni pone enries­go los apoyos que ese banco otorga a estados y municipios para obras de infra­estructura y servicios públicos.

RELACIONES CON EL EXTERIOR

Visita oficial del Primer Ministro británico

Con el propósito de reforzar el diálogo político e impulsar el intercambio comer­cial entre ambas naciones, del 2 al 4 de agosto el primer ministro del Reino Unido, Anthony Blair, realizó una visita oficial a México, donde se reunió en privado con el presidente Vicente Fox para discutir temas prioritarios de la agenda bilateral. Los mandatarios suscribieron una declaración conjunta en la que, entre otras cosas, es­tablecen su compromiso de impulsar re­formas a la ONU para que ésta responda mejor a los desafíos de la globalización.

Las delegaciones de ambos países sostuvieron una reunión ampliada donde abordaron aspectos económicos y comer­ciales, identificaron acciones conjuntas para la promoción de México como desti­no comercial y financiero , así como para aprovechar mejor las oportunidades que ofrece el Tratado de Libre Comercio entre el país azteca y la Unión Europea

Gira del primer mandatario a Chile

Acompañado de una amplia comitiva de secretarios de Estado, gobernadores y empresarios, del 16 al 18 de agosto el presidente Vicente Fox llevó a cabo una visita oficial a Chile con los propósitos de continuar consolidando la relación bilate­ral en las áreas de comercio e inversión , impulsar la cooperación en diversas áreas y enriquecer el diálogo político. Durante su estancia, Fox sostuvo varias reuniones con

hl)l( \DORES FII'.AN('If:ROS EN SFPTiniBRE JH: 2001

su homólogo Ricardo Lagos , con quien intercambió puntos de vista en torno a di­versos temas de interés común, entre los que destacan los avances del tratado bila­teral de libre comercio, el incremento de las inversiones entre los dos países, el Plan Puebla-Panamá y el Mercosur. Ambos presidentes atestiguaron la firma de varios acuerdos de colaboración en materia agrí­cola, científica y tecnológica.

El mandatario mexicano se entrevistó con el expresidente Patricio Aylwin , así como con intelectuales y especialistas fo­restales chilenos.

Fox en la Reunión Cumbre del Grupo de Río

En ocasión de su visita oficial a Chile, el presidente Fox participó en los trabajos de la xv Cumbre del Mecanismo Permanente de Consulta y Concertación Política (Gru­po de Río), llevada a cabo los días 17 y 18 de agosto en la capital chilena. Durante el encuentro los mandatarios de los 19 paí­ses concurrentes dialogaron sobre el de­sarrollo de las tecnologías de la informa­ción y las comunicaciones, con el propósito de definir líneas de acción para incremen­tar los beneficios de ese rubro tecnológico en las economías de la región. En ese foro, el mandatario mexicano presentó la ponen­cia "Participación ciudadana y goberna­bilidad: cambios en la era digital."

Viaje presidencial a Estados Unidos

Con el ánimo de fortalecer el nuevo espí­ritu de vecindad y cooperación entre Méxi­co y Estados Unidos, y de avanzar en los temas fundamentales de la agenda bilate­ral, del 4 al 7 de septiembre el presidente Vicente Fox realizó una visita de Estado al país vecino. Durante su estancia el jefe del Ejecutivo se entrevistó en varias ocasiones con el presidente George W. Bush, con quien evaluó los avances de los acuerdos

•••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••• Tipo de cambio 1

Reservas internacionales2

Costo porcentual promedio de captación Tasa de interés interbancaria de equilibrio a 28 días Índice de precios y cotizaciones de la Bolsa Mexicana de Valores

Día3

9.27 39 021

745 10.23

6 233.29

1. Promedio interbancario del precio de venta del dólar en pesos. 2. Millones de dólares.

Día 28

9.58 39 415

7.52 11.50

5 403.53

• • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • •

939

alcanzados durante su primer encuentro como mandatarios, en febrero pasado. En la Casa Blanca también conversaron so­bre diversos temas de la agenda bilateral, entre los que destacan los trabajadores migratorios, la frontera común, er comer­cio bilateral, los problemas ambientales, el transporte transfronterizo y el desarrollo agrícola.

Fox atendió también una invitación del Congreso estadounidense para participar en una sesión conjunta. Con el director de la Reserva Federal, Alan Greenspan, el jefe del Ejecutivo dialogó sobre la situación económica de México y de Estados Uni­dos, e intercambiaron puntos de vista so­bre la necesidad de crear condiciones que contribuyan a disminuir el desempleo y lograr tasas de crecimiento económico sos­tenido. También asistió a un encuentro con integrantes de la Fundación Nacional para la Democracia; acudió a una reunión con el director ejecutivo del FMI, Horst Kóler , y a otra con el presidente del BID, Enrique Iglesias. Asimismo , se entrevistó con el vicepresidente de Estados Unidos, Richard Cheney, con el presidente de la AFL-CIO,

John Sweeney, y pronunció un discurso ante la OEA.

Finalmente, en Miami, Florida, el presi­dente Fox participó como orador principal en la Conferencia de las Américas que organizó el diario The Miami Herald, y se reunió con el gobernador de ese estado, John Ellis Bush.

Vicente Fox también acudió a la presen­tación del informe de la XVII Reunión de la Comisión Binacional México-Estados Uni­dos, que se realizó antes de la visita.

CUESTIONES SOCIALES

Ley de Derechos y Cultura Indígenas

En el o.o. del14 de agosto la Secretaría de Gobernación publicó el decreto que aprue­ba el que adiciona y, en su caso, deroga algunos párrafos de cinco artículos de la Constitución Política, relativos a las garan­tías de los grupos indígenas. Entre las modificaciones más importantes destacan: el derecho a la libre determinación y auto­nomía de los pueblos y comunidades indí­genas; el derecho de éstas a coordinarse y asociarse en los términos y para los efec­tos que prevenga la ley, y la prohibición de la esclavitud y la discriminación motivada por origen étnico o nacional, género, edad y condición social, entre otras causas.

A. L. C .

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recuento latino(j)mericano • • • • • • • • • •

ASUNTOS GENERALES

Crecimiento regional a la baja

Ante el menor crecimiento mundial por la desfavorable evolución económica de Estados Unidos, Europa, Japón y el Sudes­te Asiático, aunado a factores internos como el debilitamiento de la demanda y el crédito, la CEPALcalcuiÓ-f/12 de agosto que la economía de América Latina y el Caribe crecerá 2% durante 2001, la mitad que el año anterior.

Cátedra Raúl Prebisch en la CEPAL

El 27 de agosto se inauguró en la sede de la CEPAL en Santiago, Chile, la Cátedra Raúl Prebisch para conmemorar el centenario del nacimiento del extinto economista argenti­no, constructor del pensamiento cepalinoi La primera conferencia estuvo a cargo del teórico brasileño Celso Furtado, quien di­sertó en torno a las raíces de la global ización y sus efectos en América Latina.

Carta Democrática de la OEA

Durante la XXVIII Asamblea Extraordina­ria de la OEA, celebrada en Lima los días

1 O y 11 de septiembre, los cancilleres de los 34 países miembro aprobaron laCar­ta Democrática lnteramericana, que esti­pula la exclusión de naciones donde se rompan el orden democrático y el estado de derecho. Asimismo, se reconoce la ne­cesidad de combatir flagelos sociales como la pobreza que dificultan la conso­lidación de la democracia en el continen­te.

Los funcionarios también signaron di­versos acuerdos de cooperación, entre ellos uno para homologar operaciones en materia de comercialización, y manifesta­ron la solidaridad regional con Estados Uni­dos ante los atentados terroristas aéreos en Nueva York, Washington y Pennsyl­vania.

Reunión Iberoamericana de Ministros de la Presidencia

Los días 17 y 18 de septiembre se celebró en Buenos Aires la VI Reunión Iberoamerica­na de Ministros de la Presidencia, en la que funcionarios de 21 países examinaron op­ciones para fortalecer las instituciones democráticas, arrostrar los nuevos desa­fíos regionales, redoblar la lucha contra el terrorismo y fortalecer los nexos entre go­bierno y sociedad civil.

Cuentas de la pobreza en América Latina

Al presentar el informe Panorama social de América Latina 2000-?001, el 25 de sep­tiembre la CEPAL dio a conocer que en 17 países de la región el coeficiente prome­dio del gasto social frente al PIB se incre­mentó de 10.4% en 1990 a 13.1% en 1999, mientras que en por lo menos 11 naciones se redujo la proporción de personas po­bres respecto a la población total.

Durante el mismo lapso, sin embargo, el número de latinoamericanos presos de la pobreza creció 5.5%, a 211 millones (43.8% de la población total), 89 de ellos en condiciones de indigencia. Asimismo, aumentó de 6 a 9 por ciento la tasa de desempleo regional y, según el organis­mo, se acentuó la distribución desigual del ingreso.

COOPERACION E INTEGRACIÓN

Aumenta el comercio andino-centroamericano

La Comunidad Andina de Naciones infor­mó el 15 de agosto que el comercio de los países socios con los miembros del Mer­cado Común Centroamericano se incre-

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comercio exterior, octubre de 2001

mentó a 1 354 millones de dólares en 2000, 29% más que el año anterior. Las exporta­ciones respectivas del bloque andino su­maron 1 262 millones, mientras que sus importaciones sumaron apenas 92 millo­nes de dólares.

Decimoquinta Cumbre del Grupo de Río

Gobernantes de 19 países de América Latina y el Caribe se congregaron los días 17 y 18 de agosto en Santiago, Chile, para participar en la Decimoquinta Reunión Cumbre del Grupo de Río. En las sesiones los estadistas dialogaron acerca de los retos de la globalización para los países de la región y la importancia de construir consensos en las luchas contra la pobre­za, por la conservación de la paz y contra la corrupción, así como en torno al interés común de limitar los gastos de defensa para canalizar más recursos a los esfuer­zos de desarrollo económico y social.

También manifestaron preocupación por las dificultades económicas de Ar­gentina y solicitaron más apoyo de los or­ganismos financieros internacionales y las potencias económicas para la nación pam­pera.

Crece el intercambio en la Comunidad Andina de Naciones

Durante el primer semestre de 2001 las exportaciones recíprocas dentro de la Comunidad Andina de Naciones (CAN)

sumaron 2 653 millones de dólares, 12% más que en igual período del año pasado. Según datos difundidos el23 de agosto por la CAN, las ventas de Colombia a los de­más países socios aumentaron 26%, las de Perú subieron 24%, las de Ecuador crecie­ron 21%, las de Bolivia se elevaron 3% y las de Venezuela bajaron 12%. Los envíos andinos a terceros países se redujeron 7 por ciento.

Interconexión eléctrica andina

Con miras a establecer un mercado andino de energía eléctrica, el 22 de septiembre los ministros responsables del ramo de Colombia, Ecuador y Perú suscribieron un acuerdo de interconexión de los sistemas eléctricos nacionales. Además de los as­pectos regulatorios y técnicos correspon­dientes, en el documento se reiteran los principios de la cooperación internacional

y la voluntad común de enriquecer la inte­gración económica.

CENTROAMERICA

Crisis alimentaria

El Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas anunció el 5 de agosto un programa de urgencia para enviar 16 500 toneladas de alimentos a unos 400 000 centroamericanos con falta críti­ca de ellos a causa de la sequía asociada al fenómeno de El Niño, las inundaciones causadas por el huracán Mitch y los terre­motos de enero y febrero pasados. La amenaza de hambruna, calculó el orga­nismo, afecta a por lo menos 1.4 millones de habitantes del istmo. Como muestra, el29 de agosto arribó a Managua una mar­cha de campesinos hambrientos en bus­ca de alimentos o empleo, mientras en Honduras se decretó un estado de urgen­cia alimentaria, y el 3 de septiembre se declaró a Guatemala en estado de cala­midad.

Pacto istmeño de no agresión

Con el ánimo de aligerar conflictos laten­tes en las relaciones recíprocas, el 31 de agosto se reunieron en la capital guate­malteca los presidentes de Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicara­gua. Como resultado , los gobernantes suscribieron un pacto de no agresión y en favor de la paz y la democracia centroame­ricanas.

ASUNTOS BILATERALES

Mayor cooperación entre Cuba y Venezuela

Por invitación del presidente de Venezue­la, Hugo Chávez, los días 11 y 12 de agos­to el presidente de Cuba, Fidel Castro , realizó una visita oficial a Caracas . Los gobernantes intercambiaron opiniones sobre asuntos de interés común y suscri­bieron una ampliación del convenio de co­operación integral para incorporar nue­vos proyectos conjuntos , sobre todo turísticos.

También signaron un acuerdo tripartito con la FAO para canalizar más recursos a la agricultura , en pos de la seguridad alimentaria de los dos países.

Interconexión eléctrica de Brasil con Venezuela y Argentina

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Los presidentes de Brasil , Fernando Hen­rique Cardoso, y de Venezuela, Hugo Chávez, inauguraron el14 de agosto una línea de transmisión eléctrica de 480 kiló­metros de largo para el suministro inicial de 40 megavatios por hora desde la repre­sa venozolana de Guri al estado norteño brasileño de Roraima. La capacidad de transmisión de la obra , con un costo de 400 millones de dólares, se ampliará a 200 megavatios por hora en 2002.

Seis días antes, el Banco Interamerica­no de Desarrolo aprobó un préstamo de 243.9 millones de dólares para financiar la instalación de una línea de transmisión eléctrica desde la localidad argentina de Rincón hasta la brasileña de Garabí, a unos 51 O kilómetros de distancia. La obra, con­siderada urgente debido a la grave esca­sez de electricidad en Brasil, estará a car­go de dos empresas filiales del grupo europeo Endesa.

Convenios de colaboración Chile-Venezuela

Del 19 al 21 de agosto el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, realizó una visi­ta oficial a Chile para fortalecer los nexos entre ambos países y revisar con el man­datario anfitrión, Ricardo Lagos, los temas principales de las agendas bilateral, regio­nal y mundial. Los gobernantes suscribie­ron varios acuerdos para ampliar la com­plementación económica, evitar la doble tributación, reactivar la cooperación téc­nica en materia agrícola, comercial y ener­gética, e impulsar la colaboración cultural y deportiva.

Asimismo, formalizaron un convenio de seguridad social para los trabajadores chi­lenos radicados en Venezuela y los vene­zolanos asentados en Chile, así como un acuerdo de suministro petrolero al país del sur.

Acuerdos de Chile y Argentina sobre seguridad y defensa

Funcionarios de Argentina y Chile se re­unieron en Buenos Aires los días 27 y 28 de agosto para revisar temas de seguri­dad y defensa nacionales. En el documen­to final se asentó el compromiso de los gobiernos de equilibrar sus gastos de defensa para consolidar la estabilidad y la paz regionales.

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Visita del gobernante paraguayo a Argentina

Del 5 al 7 de septiembre el presidente de Paraguay, Luis González Macchi, realizó una visita oficial a Argentina y formalizó con el mandatario anfitrión , Fernando de la Rúa, un acuerdo para regularizar la situación de los inmigrantes indocumentados de uno y otro país, en particular la de unos 400 000 paraguayos radicados en la nación pam­pera. Los gobernantes también firmaron un convenio para construir una represa bina­cional en la frontera común.

Superávit comercial de Colombia con Ecuador

El Banco Central de Ecuador anunció el21 de septiembre que de enero a julio pasa­dos la balanza comercial del país con Colombia registró un déficit de 223.8 mi­llones de dólares, resultado de exportacio­nes por 178.7 millones de dólares e impor­taciones por 420.5 millones.

ARGENTINA

Nuevos préstamos internacionales y baja recaudatoria

Luego de arduas negociaciones, el 23 de agosto el FMI aprobó un préstamo de 8 000 millones de dólares a Argentina para apo­yar la restructuración de la deuda pública externa, cuyo monto total ascendió a unos 128 000 millones de dólares (casi 45% del PIB global). En la carta de intención respec­tiva el gobierno del país se comprometió a mantener el equilibrio fiscal (déficit cero), asegurar el crecimiento de la actividad económica y cumplir los pagos de intere­ses a los acreedores foráneos. Un desem­bolso inmediato de 5 000 millones se des­tinará a fortalecer las menguadas reservas internacionales argentinas , mientras el resto de los recursos se utilizará para el canje de títulos de deuda.

Cinco días después, el Banco Mundial aprobó un préstamo de ajuste estructural por 400 millones de dólares en apoyo de programas para mejorar la administración de programas sociales federales, la gestión fiscal y el sostenimiento de servicios bási­cos en las provincias argentinas. El emprés­tito forma parte del paquete de asistencia financiera a Argentina coordinado por el FMI en enero pasado. El29 de agosto, además, el BID concedió al país un financiamiento de 500 millones de dólares para apoyar el

cumplimiento de los compromisos de creci­miento económico y disciplina fiscal; el cré­dito del organismo regional se pactó con un plazo de pago de 20 años, cinco de gracia y un interés anual variable (6.97% a esa fecha). En detrimento del objetivo de equilibrio presupuestario, sin embargo, el 3 de septiembre el Ministerio de Economía reconoció que en los primeros ocho meses del año la recaudación tributaria disminuyó 3.3% respecto al mismo lapso de 2000.

Ingreso a la Corporación Andina de Fomento

El 29 de agosto se formalizó el ingreso de Argentina a la Corporación Andina de Fo­mento como país asociado, calidad que le permitirá contar con líneas de crédito pre­ferencial y de pronta entrega.

Crédito para educación secundaria

Para mejorar la educación secundaria, so­bre todo de los jóvenes de familias de bajos ingresos, el12 de septiembre el BID aprobó un crédito a Argentina por 600 millones de dólares. El programa respectivo prevé in­versiones en infraestructura, capacitación del personal docente, materiales escolares, becas estudiantiles e incorporación de nuevas tecnologías de la información. El préstamo se otorgó a un plazo de pago de 25 años, con cinco de gracia y un interés anual variable (6.97% a esa fecha).

BARBADOS

Préstamo para el sistema judicial

El BID aprobó el1 de agosto un crédito por 8. 75 millones de dólares para contribuir al mejoramiento del sistema judicial en Bar­bados. El programa correspondiente refor­zará la prevención de la delincuencia ju­venil y la rehabilitación de infractores por medio de proyectos de capacitación y empleo. El préstamo se negoció con un plazo de 20 años, cinco de gracia y un in­terés variable. La aportación financiera in­terna asciende a 3. 75 millones de dólares.

Relevo presidencial

El vicepresidente Jorge Quiroga Ramírez asumió el 6 de agosto la presidencia de

recuento latinoamericano

Bolivia, tras la renuncia de Hugo Bánzer por razones de salud . El nuevo gobernan­te, cuyo mandato termina en agosto de 2002, anunció que se intensificarán esfuer­zos por superar el estancamiento de la economía boliviana, aminorar la pobreza y combatir la corrupción. Un día antes de la dimisión oficial de Bánzer, quien encabe­zó una férrea dictadura militar durante los años setenta, se decretó el congelamiento del precio de los combustibles de uso masivo.

Créditos del Banco Mundial y la CAF

El 31 de agosto el Banco Mundial otorgó a Bolivia un préstamo de 75 millones de dólares en apoyo de un programa urgen­te de empleo y otro de 35 millones para contribuir a la reducción de la mortalidad infantil.

Además, el12 de septiembre la Corpo­ración Andina de Fomento (CAF) aprobó un financiamiento de 175 millones de dólares al gobierno boliviano para impulsar la crea­ción de puestos de trabajo y las operacio­nes de canje de deuda externa. El emprés­tito forma parte de una línea crediticia por 400 millones de dólares, desembolsables en un año.

Datos de inflación e inversión extranjera

El Instituto Nacional de Estadística infor­mó el5 de septiembre que durante agosto el índice de precios al consumidor en Bo­livia disminuyó 0.66%, con lo cual la infla­ción acumulada en los primeros ocho meses del año fue de 1.28 por ciento.

Una semana después, el Ministerio de Comercio Exterior anunció que de enero a junio pasados la nueva inversión extranje­ra directa en el país mediterráneo sumó 343.6 millones de dólares, 8.9% más que en el mismo semestre de 2000. Los capi­tales se dirigieron principalmente a los sectores de hidrocarburos (46%), comer­cio y servicios (40%) y minería (8%).

Al filo del estancamiento económico

Durante el primer trimestre del año la acti­vidad económica boliviana creció 0.24% respecto al mismo lapso de 2000. Según datos oficiales difundidos el18 de septiem­bre, los sectores más dinámicos fueron los de hidrocarburos (37.1 %), comunicacio­nes (9.9%) y administración pública (6.1% );

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comercio exterior, octubre de 2001

los mayores retrocesos correspondieron a la construcción de obras públicas (19.9%), el comercio (7.2%), la minería (3 .3%), los servicios financieros (3.2%) y las manufac­turas (1.95%).

Apoyo del FMI para prevenir crisis

Como parte del paquete de rescate finan­ciero por más de 41 500 millones de dóla­res suscrito en noviembre de 1998, el FMI

otorgó e\5 de agosto en Brasil una línea de crédito por 15 000 millones vigente hasta diciembre de 2002. Los recursos se des­tinarán a prevenir los efectos de la crisis argentina en la economía brasileña, esti­mular la confianza de los inversionistas y apoyar el cumplimiento gubernamental de compromisos externos.

Préstamos del BID para seguridad social y transporte

Para modernizar la gestión del sistema de pensiones en Brasil, el BID aprobó el 13 de septiembre un préstamo por 57 millo­nes de dólares. El programa respectivo busca mejorar la operación del Instituto Nacional de Seguridad Social, así como ampliar la capacidad de asistencia técni­ca de la Secretaría de Pensiones. El crédi­to se otorgó a un plazo de 20 años, con tres de gracia y una tasa de interés variable.

Casi dos semanas después, el BID auto­rizó un préstamo de 120 millones de dóla­res para mejorar la red carretera y ampliar las terminales de autobuses interurbanos. El programa también incluye inversiones en capacitación, sistemas de mantenimien­to, estadísticas de tránsito y cuidado am­biental. Los recursos se otorgarán con un plazo de 20 años, con un período de gra­cia de cuatro años más seis meses y un interés variable; el costo total del progra­ma se calcula en 240 millones de dólares.

Cuentas externas y del crecimiento económico

El 23 de agosto el Banco Central informó que la balanza comercial de Chile mostró un déficit de 58 millones de dólares duran­te julio pasado , con exportaciones por 1 332 millones e importaciones por 1 390 millones; no obstante, en los siete prime-

ros meses del año se obtuvo un superávit de 1105 millones de dólares. La institución también indicó que en el primer semestre de 2001 el PIB global creció 3.5% respecto al mismo período de 2000, mientras en la balanza de pagos se registró un déficit de 137 millones de dólares resultante de sal­dos desfavorables de 168 millones en la cuenta corriente y 142 millones en la cuen­ta de capital, compensados parcialmente por un superávit de 173 millones en el rubro de errores y omisiones.

Gira de Lagos por Europa

Para afianzar las relaciones económicas de Chile con el viejo continente, del 8 al 15 de septiembre el presidente Ricardo La­gos realizó una gira oficial por cuatro paí­ses europeos. Al frente de una nutrida de­legación de empresarios, el gobernante se entrevistó con sus homólogos de Portugal , el Reino Unido, Bélgica y Suecia para pro­mover un acuerdo de libre comercio con la Unión Europea y atraer inversiones al país sudamericano.

COLOMBIA

Préstamo del BID para gobiernos locales

En apoyo de los esfuerzos de paz en Co­lombia, el 8 de agosto el BID aprobó un préstamo de 400 millones de dólares para fortalecer las finanzas de los gobiernos lo­cales del país. El programa respectivo, a cargo del Ministerio de Hacienda y Crédi­to Público, promoverá el equilibrio fiscal, el uso transparente de los recursos públi­cos y el fortalecimiento de las instituciones locales.

Mayor actividad industrial

La Asociación Nacional de Industriales anunció el 9 de agosto que en el primer semestre del año la producción industrial colombiana creció 3.6% respecto al mis­mo lapso de 2000, aunque las ventas sec­toriales aumentaron sólo 1. 7 por ciento.

Importaciones en aumento

El Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas informó e\28 de agosto que en el primer semestre de 2001 las impor-

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taciones colombianas subieron a 6 530.6 millones de dólares , 15.1% más que en igual lapso del año pasado. Estados Uni­dos fue el principal país proveedor, con 35.7% de ese monto, seguido de Venezue­la (6.1 %). Las importaciones semestrales provenientes de los países socios de la Comunidad Andina sumaron 697.2 millo­nes de dólares, 10.6% menos que en la primera mitad de 2000.

Más inversión extranjera directa

El Departamento Nacional de Planeación anunció el 5 de septiembre que en el pri­mer semestre del año el flujo neto de inver­sión extranjera directa en Colombia ascen­dió a 1674 millones de dólares, cinco veces más que el mismo lapso de 2000. Los sec­tores destinatarios fueron el financiero (48%), el de comunicaciones (30%) , el de minería ( 14%) y el de la industria manufac­turera (8%).

Inflación anualizada de8.03%

El Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas informó el 1 O de septiem­bre que en agosto el índice de precios al consumidor aumentó 0.26%, con lo cual la inflación acumulada ascendió a 6.57% y la anualizada a 8.03%. Los rubros de gas­to con mayores alzas fueron los de recrea­ción (0.67%), salud (0.56%) y alimentos (0.41%).

Acuerdo de asistencia mutua aduanal con España

Representantes de Cuba y España suscri­bieron el 21 de agosto en La Habana un acuerdo de asistencia mutua aduana\ que facilitará el combate del tráfico de drogas o bienes culturales, la aplicación de tarifas arancelarias y el cumplimiento de restric­ciones comerciales, entre otros aspectos.

Hacia el Censo de Población y Vivienda de 2002

El 27 de agosto se constituyó la Comisión de Coordinación Nacional del Censo de Población y Vivienda que se levantará en

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comercio exterior VOL. 51 , NO 1 O, OCTOBER 2001

Summaries of (J)rticles • • • • • • • • • •

860 Challenges to Measure Poverty in Mexico Enrique Hernández Laos Considering the urgency of defining a methodology that allows making a more precise evaluation of poverty in Mexico, so as its evolution, the characteristics of those who undergo it and how effective are the policies to overcome it, the author studies the criteria applied in this country and puts forward a procedure to get and implement a method agreed by con­sensus.

869 Alternative Methodologies to l\teasure Poverty in Mexico Julio Boltvinik The method u sed to measure poverty determines the amount of poor people and their degree of poverty. Because of this, the author goes through the wide variety of available alternatives, particularly those applied in Mexico, both from the theoretical and the practica! perspectives, in order to cometo a sol e criterion.

879 Estimation of Poverty in Mexico Drawn from the lncome and Expenditure Survey Fernando Cortés The in come and expenditure survey applied by INEGI has beco me a statistical source to study poverty and income differential in Mexico. The author studies the problems of the former regarding the under-registration and exclusion of bornes with low and high income, and suggests how to sol ve them without recoursing to adjustment with the National Accounts.

885 Poverty in Latin America: Challenge for the New Millennium Fernando Medina H. In the last 25 years, Latin American countries ha ve had victories and retreats in their struggle against poverty. This process is shown in this article by means of severa! indicators. Likewise, the differences between countries are identified, and the relationship between economic growth and other factors and the lowering of poverty is examined.

897 Foodand Nutrition in Mexico Héctor Bourges Rodríguez The present situation ofthe food and nutrition ofthe Mexican people is examined. Special attention is paid on primary undernourishment, which is endemic to many places, the immediate cause of which is a chronicly insufficient or inadequate diet due to ignorance or severa! other factors that prevent access to food.

905 The Human Side of Economics Leticia Armenta Fraire and Luis Alejandro Lagunes Poverty eradication has become a pressing challenge for economics. The authors examine theoretical supositions and the role of the economic variables which sustain both growth theories and the classic theory of development. They con elude the discrepancies between both models force to think that proposals which incorporate considerations of an ethical and humanistic nature, besides the richness from the latter, are required.

910 Hunger, Malnutrition and Poverty: Everybody's Solution Josefina Vázquez Mota Hunger, malnutrition and poverty are social problems that ha ve not been able to be solved neither in Mexico nor around the world despite the efforts of the governments and the international organizations. The author stresses that it is necessary to undertake sustainable productive projects and to encourage a cooperative society in order to get over the backwardness of millions of Mexicans.

916 Food Banks m Mexico Mexican Association of Food Banks More than isolated government acts or social projects without an inclusive view, the solution to the problem of hunger and undernourishment needs the combination of resources, talent, knowledge, will, and strategies ofboth society and government. Food banks represent a significant option to build bridges between plenty and lack of food.

919 Towards a Hungerless Millennium: Challenges and Actions Food and Agriculture Organization of the United Nations Eradication of hunger from the world is an urgent and tremendous task, the achievement of which has many facets. The authors of the compiled texts offer their perspective on the utilization ofthe new technologies, the promotion of cooperative development, and the environment concerns, among others .

933 World Food Day 2001: Fight Hunger to Reduce Poverty Augusto Simoes Lopes Neto World Food Day 2001's motto stresses the evil relationship between hunger and poverty. With the aim of overcoming both calamities, severa! activities are undertaken in this opportunity in order to spread the objectives that nations around the world have suggested in favor of food security .

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BANCOIVEXT De México para el mundo.

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MEXICO JETRO (Japan Externa! Trade Organization) es una entidad del gobierno japonés sin fines de lucro dedicada a la promoción del intercambio económico de Japón con los demás países con el objetivo de lograr un comercio global equilibrado.

Fue fundado en 1958, su sede esta localizada en Tokio y una subsede en Osaka, cuenta también con 36 oficinas regionales en Japón y 80 oficinas en 58 países.

El objetivo de Jetro en México es contribuir al desarrollo de los negocios que realizan las empresas japonesas con México (incluyendo aquellas que ya están establecidas en el país), ofreciendo los materiales necesarios para coadyuvar a su toma de decisión empresarial a través de actividades tanto permanentes {día a día) , como también proyectos específicos.

Sobre todo, dado el tamaño del mercado nacional de México, brindar apoyos que permitan localizar nuevas oportunidades de negocio para el intercambio comercial y de inversión entre ambos países, así como otros apoyos para las actividades de las empresas japonesas que aprovechan las ventajas de México como base de producción hacia Norteamérica, Centro y Sudamérica y Europa a través de los Tratados de Libre Comercio.

JETRO-MEXICO

La OFICINA DE JETRO EN MEXICO, ha desempeñado desde 1958 un papel preponderante en el fortalecimiento del comercio y la inversión entre México y Japón , en base a esta trayectoria en la actualidad las actividades de Jetro se basan en:

ACTIVIDADES "DIA A DIA"

• INVESTIGACIONES Y ANÁLISIS DE INFORMACION • COORDINACIÓN ENTRE EMPRESAS JAPONESAS Y

ORGANISMOS EMPRESARIALES Y GUBERNAMENTALES MEXICANOS

• CONSUL TORIA ESPECIFICA • DIFUSIÓN DE INFORMACION

Asimismo, y aunado a las actividades cotidianas, Jetro México ha puesto especial interés en estrechar aun más los lazos económicos entre México y Japón mediante la coordinación de Proyectos en sectores específicos tales como Bienes, Capital y Conocimientos, en base a los siguientes lineamientos:

Bienes (Comercio): Búsqueda de productos mexicanos promisorios para nuevos negocios de empresas japonesas y expansión de los negocios de PyME's mexicanas hacia Japón.

Capital {Inversión): Impulsar la inversión japonés aprovechando las ventajas competitivas de México,y promover el abasto de insumas mexicanos a empresas japonesas en México.

Conocimientos {Tecnología): Búsqueda de oportunidades de negocio en e-business y facilitar los negocios en ambas vías, a través del conocimiento de las prácticas de negocio de las empresas japonesas.

La cobertura de la Oficina de JETRO-México comprende además de México, los países de Jamaica, Cuba, República Dominicana, Haití y Belice.

Mantiene contactos directos y frecuentes con organismos, tanto del sector público como privado, con los cuales colabora estrechamente como: Secretaría de Economía, con la cual JETRO tiene firmado un Acuerdo de Cooperación Mutua el cual se firmó en el mes de marzo de 1999, Bancomext, Jaltrade, Cadelec, Canieti , así como también con los Gobiernos Estatales.

Para mayor información:

Japan Externa! Trade Organization (JETRO) Organismo Oficial para Promover el Intercambio

Económico de Japón MEXICO Paseo de las Palmas 239, 3er. Piso

Lomas de Chapultepec C.P. 11000, México, D.F. Tel. (52) 5202-7900 Fax: (52) 5202-8003

E-mail: jetromex @jetro.org.mx Home page: http://www.jetro.org.mx