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Spice & Wolf: Volumen 02 Ookami To Koushinryou

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Captulo 01

El terreno accidentado continuaba sin fin.

Las rocas eran bastante grandes: mientras que el pasto y los rboles eran escasos.

El camino serpenteaba finamente entre las colinas, llegando a ser con frecuencia tanestrecho que incluso un simple carro era suficiente para bloquearlo por completo.

Justo cuando pareca que la subida continuara por siempre, el camino cambi hacia abajo,y las ocas desnudas, aparentemente interminables, y los arbustos secos de repentecambiaron a una amplia y paciente vista.

Aunque el viaje haba sido ms interesante que las llanuras de hierba sin fin, ms de unoencontrara el viaje aburrido al quinto da.

Desde el camino, teido de una soledad que sugera la llegada del invierno, una voz desatisfaccin silbaba porque el camino pedregoso ahora se haba ido. La duea de esa vozahora estaba aparentemente muy aburrida como para sentarse en el asiento de la carreta;ella estaba ms bien en la cama, cepillando su cola.

Un joven hombre conduca la carreta, aparentemente monopolizado por elcomportamiento tan egosta por parte de su acompaante. El hombre, Craft Lawrence,poda ser reconocido al instante como un comerciante viajero. Este ao era el sptimodesde que l haba emprendido el camino por su cuenta, y pareca estar cerca de losveinticinco aos. Como si reconociera el clima frio que viene con el cada vez msavanzado otoo, Lawrence abroch el abrigo de piel que estaba envuelto alrededor de sucuerpo.

Ocasionalmente, el frio tambin le causaba que se frotara el mentn, cubierto con unabarba que era comnmente vista entre los comerciantes viajeros, ya que cuando sequedaba quieto, se volva cada vez ms fra. Dejando escapar un aliento que se convertaen niebla antes de la puesta del sol, Lawrence miro atrs sobre su hombro hacia la cama dela carreta.

Normalmente llena hasta el tope con varios objetos, la cama estaba disfrutando de unbreve respiro. Todo lo que se destacaba era la lea y la paja que proporcionaba calor en lanoche, al lado estaba una bolsa lo suficientemente pequea como para que un nio lallevara.

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Sin embargo, el contenido de esa bolsa era ms valioso que una carreta entera llena detrigo. La bolsa estaba llena de pimienta de alta calidad con valor aproximado a mil Trennide plata, si pudiera ser vendida en una ciudad montaesa, su valor podra ascender hastamil setecientas piezas, pero ahora mismo esa bolsa estaba siendo usada como almohadapor la compaera de Lawrence, quien continuaba cepillando su cola perezosamente.

Ella era pequea con un rostro que de alguna manera era soberbio a pesar de su aparentejuventud. Era como si se evocara el recuerdo de una reina relajndose en su palacio. Lacapucha de su tnica estaba tirada hacia atrs, exponiendo sus puntiagudas orejasmientras ella atenda su cola con una expresin aptica.

Debido a su cola, sus puntiagudas orejas, y el hecho de su estatus como compaera de uncomerciante viajero, uno podra razonablemente pensar que se trataba de un perro, perodesafortunadamente ella no era un perro.

Ella aparentemente era una loba sabia, un dios lobo de la taiga en el lejano norte; peroLawrence senta que haba una cuestin acerca de que si ella podra ser correctamentellamada loba.

Despus de todo, esta loba pareca ser una chica joven. As que llamarla loba pareca unpoco inadecuado.

Llegaremos pronto a la ciudad, se cuidadosa, dijo l.

Sera desastroso para la chica si sus orejas y cola fueran vistas por otros. La verdad era,que su astucia podra poner los instintos de hasta los ms agudos comerciantes envergenza, por lo tanto Lawrence no necesitaba advertirle sobre el peligro. Sin embargo,ella estaba tan relajada que l simplemente tena que decirlo.

Sin mucho ms que mralo, ella bostez.

Su bostezo concluy con una vaca exhalacin.

Ella ahora mordisqueaba al igual que un cachorro su colade color marrn con una puntablanca como la nieve como si le picara. No aparentaba tener la ms mnima inclinacinde ser cuidadosa.

Habindose presentado a s misma como un lobo y poseyendo esas orejas y esa cola, Horoestaba ciertamente relajada con el descuido de un animal sin la ms mnima intencin deresponderle a Lawrence.

Hrm

Spice & Wolf Vol.02 Captulo 01

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Una leve vocalizacin que podra haber sido una respuesta (o simplemente podra habersido una pequea expresin de satisfaccin por haber conquistado la picazn) alcanz losodos de Lawrence. Cansado de esperar por su respuesta, mir hacia delante de nuevo.

Horo y Lawrence se haban conocido dos semanas antes. Debido a un extrao evento enuno de los pueblos en donde Lawrence se detuvo, Horo se uni a l, y los dos han estadoviajando juntos desde entonces. Con sus orejas y cola, ella era considerada un espritudemoniaco, y la iglesia la buscaba para poner fin a su vida y as preservar el orden.

Lawrence no tena una pizca de duda de que ella efectivamente era un lobo en vez de unasimple chica que pas a tener orejas y cola de lobo.

Justo nueve das antes en la ciudad del rio Pazzio, donde un amotinamiento depersecucin por plata haba llegado a su fin, l vio su verdadera forma.

La enorme lobo marrn llamada Horo, que haba aprendido el lenguaje de los humanos yposea una presencia abrumadora, era sin lugar a dudas una diosa.

Sin embargo, Lawrence crea que su relacin con Horo la loba sabia, era de dinero, desocios en prstamos y deudas, de compaeros de viaje y de amigos.

l mir de nuevo hacia atrs, y Horo pareca estar acurrucada durmiendo. Aunque suspiernas estuvieran cubiertas por los pantalones que ella usaba bajo la tnica, la tnicatodava picaba alrededor de su cintura desde su anterior aseo en el pelaje de su cola, y nose poda negar el hecho de que la vista era un poco lasciva.

Sus expresiones mientras dorma, eran la imagen misma del concepto indefensa, ycombinndola con su pequea forma, Horo pareca menos un lobo y ms una tipo de chicaque un lobo probablemente comera.

Sin embargo, Lawrence no la tomaba a la ligera.

Sus orejas de lobo se levantaron de repente, y ella se movi, poniendo su capucha sobre sucabeza y dejando el borde de su tnica hacia abajo para cubrir su cola.

Lawrence miraba hacia delante mientras que el camino se acercaba a la cara de una colinacurva. Delante de ellos, se poda ver la figura de un comerciante que iba a pie.

Advertir a Horo hubiese sido innecesario.

Horo la loba sabia tena cientos de aos de edad, y el joven hombre tena veinticinco aosde experiencia que estaban lejos de ser suficientes para hacerle su igual.


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Sin embargo, Horo pareca ser la ms joven de los dos, pero con su verdadera edad eramuchas veces ms mayor de lo que aparentaba ser, un hecho que a veces irritaba aLawrence.

Lawrence tena la esperanza de que Horo actuara ms de acuerdo a la diferencia entre susedades, l trabajara obedientemente cuando ella lo dijera; una gran variedad deproblemas podran haberse evitado de esta forma, y la loba habra tenido que agradecerleesto; pero desafortunadamente, por lo contrario era mucho ms comn.

Lawrence mir atrs hacia la cama de la carreta una vez ms.

A pesar de la naturaleza furtiva de Lawrence por mirar hacia atrs, Horo le devolvi lamirada desde donde ella se encontraba, acurrucada cerca de la bolsa de pimienta.

Ella le lanz una sonrisa mezquina como para decir que s. Vio que todo lo que estaba alfrente era seguro, antes de cerrar sus ojos otra vez.

Lawrence mir atrs en el camino.

Tal vez por disfrutar el recorrido en la carreta, la cola de Horo se mova hacia delante yhacia atrs.

La ciudad de adelante tena el extrao nombre de Poroson.

Ms all de la ciudad, hacia el norte y al este (ellos viajaran hacia las ciudades y pueblosque muchos das atrs fueron las tierras altas de antao), la vestimenta y la comida de lagente iban a cambiar; incluso los objetos codiciados seran diferentes, ambos seencontraran en una verdadera tierra extranjera.

Lawrence haba escuchado que Poroson hasta hace poco era conocida como la puerta aotro mundo.

Descendiendo hacia el oeste de estas montaas rocosas, uno poda encontrar abundantefertilidad, tierras boscosas en todas direcciones, sin embargo, la regin estaba cercada degrandes rocas circundantes, lo cual produca muy poca agua de manantial por lo que eradifcil de cultivar. La nica razn de que se tomaran la molestia de fundar una ciudad eneste lugar, era su posicin como la puerta de entrada a otro mundo.

Continuaban su camino a travs de los campos, Lawrence poda escuchar dbiles gritos decabras a travs de la bruma de la maana mientras contaba las muchas lapidas conmensajes que vea. Los mensajes de las lapidas, fueron tallados con los nombres demuchas generaciones de sabios en la larga historia de la iglesia y continuaban purificandola tierra incluso ahora.


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Mucha antes de que fuera conocido como la puerta a otro mundo, Poroson fue la tierrasagrada de cierta fe pagana.

Han pasado muchos aos desde que la iglesia, siguiendo la voluntad de dios, envimisioneros para evangelizar a los paganos, iniciando una guerra para purificar esta tierracontaminada con creencias impuras. Poroson fue un punto de inflexin psicolgica en elproceso de destruccin de la vieja fe. Una vez que la iglesia estuvo a punto de acabar conla fe pagana en el rea, los sacerdotes ordenaron que se fundara una ciudad en ese lugar.

Poroson pronto se volvi en un rea de ensayo para los misioneros y caballeros que sedirigan al norte y al este tras los paganos restantes, y lleg a tener reputacin como crucede caminos tanto para mercanca como para personas.

Los misionarios con sus andrajosas ropas como ermitaos, y los caballeros con susvirtuosas espadas en mano, listos para reclamar la tierra en el nombre de su dios, habandesaparecido.

Todo lo que pasaba por la ciudad en estos das era mercanca de todas direcciones, sal yhierro del norte y el este, granos y pieles desde el sur y el oeste. Las guerras sagradas delpasado se haban ido, siendo reemplazadas con la continua llegada ida de hbilescomerciantes

La presencia de Horo haca necesario para Lawrence tomar caminos con poco trfico, peroa lo largo de algunas rutas comerciales antiguas, continuamente pasaban carros cargadoscon mercancas raras. Muchos de los textiles que vieron eran de una calidadparticularmente buena.

A pesar del activo comercio, Poroson era ms bien modesto, gracias a los hbitos de susresidentes. La riqueza del comercio provea una magnifica muralla alrededor de la ciudad,pero los edificios dentro de ella estaban construidos de forma humilde con piedra y sustechos eran de paja. Es verdad que donde quiera que los bienes y las personas se crucen, eldinero viene detrs y el rea prospera gracias a eso, pero las circunstancias de Porosoneran ligeramente diferentes.

Todos los residentes eran sumamente devotos y daban gran parte de su dinero a la iglesia.Adems Poroson no era dominio de alguna nacin en particular, pero en vez de eso lacapital religiosa de Ruvinheigen se encontraba al noroeste, por lo tanto los diezmos no sequedaban en la propia iglesia de la ciudad, en vez de eso fluan a la ciudad ms grande.De hecho, las oficinas de la iglesia lograron poner impuestos sobre la tierra, as quePoroson ni siquiera tena el control de sus propios impuestos fiscales.


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Los residentes de la ciudad no tenan inters nada ms all de sus propias y humildesvidas.

Cuando la campana sonaba a travs de la neblina matinal, los trabajadores en los camposse detenan de sus labores y se giraban en direccin hacia el sonido, poniendo sus manosjuntas y cerrando sus ojos.

En una ciudad tpica a esta hora, comerciantes iracundos estaran disputando por unlugar en la plaza del pueblo, pero aqu no haba tal conmocin tan agresiva.

Sin querer entrometerse en las oraciones de los residentes, Lawrence detuvo su carreta,luego, juntando la manos ofreci una oracin a su propio dios.

La campana son una segunda vez, y cuando la gente regres a su trabajo, Lawrence hizoavanzar de nuevo la carreta tirada por su caballo. Repentinamente Horo dijo:

Oh, As que ahora eres un hombre religioso?

Rezo a cualquiera quien pueda prometerme viajes seguros y buenas ganancias.

Puedo prometerte una buena cosecha.

Horo se gir hacia Lawrence mientras l la miraba de reojo.

Entonces quieres que mis plegarias vayan dirigidas a ti?

Horo conoca y odiaba la soledad de los dioses. Lawrence crea que posiblemente ella no lodeca en serio, pero an as se aventur a preguntar.

Sospechaba que ella estaba jugando con l a causa del aburrimiento.

Como era de esperar, la respuesta lleg con una dulce voz hecha a propsito.

S, ciertamente lo espero.

Qu debo pedir entonces?, pregunt Lawrence, por ahora usando este tipo de trato conHoro.

Lo que quieras. Puedo proporcionarte una buena cosecha; naturalmente, los viajesseguros tampoco son un problema para m. Puedo predecir los vientos y las lluvias, yadems puedo decirte si el agua de un manantial es buena o mala. Y soy ms que aptapara deshacerme de lobos y perros salvajes.


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Ella sonaba justo como una joven pueblerina exaltando sus habilidades a un gremio decomerciantes, pero Lawrence pens un momento antes de contestar.

Supongo que los viajes seguros es algo por lo que vale la pena rezar.

Lo son, no es cierto?, contest Horo con una sonrisa de autosatisfaccin, inclinando sucabeza ligeramente.

Viendo su despreocupada e inocente sonrisa, Lawrence se preguntaba si no estabasimplemente tratando de elogiar sus propias habilidades por encima del dios de la iglesia.De vez en cuando, Horo mostraba cierta actitud infantil.

Bueno, supongo que pedir por viajes seguros entonces. Seria alentador ser capaz deevitar a los lobos.

Mm. Viajes seguros Verdad?

En efecto.

Lawrence tir de las riendas para evitar a un burro pastando en la hierba.

Pronto llegaran a las puertas de la muralla de la ciudad. El final de una larga fila depersonas esperando para la inspeccin era visible incluso en la niebla matinal.

Aunque todo el pueblo era adepto a la iglesia, muchos comerciantes venan de tierraspaganas, por lo tanto, Poroson era extraordinariamente tolerante; y la inspeccin de bienesera ms estricta que la inspeccin de personas. Lawrence estaba considerando el probableimpuesto que le cobraran por la pimienta que llevaba cuando se dio cuenta que alguien lomiraba desde a lado. Solo era Horo.

Qu, eso es todo?, su voz sonaba un poco irritada.

Hm?

Te estoy preguntando si todo lo que quieres es un viaje seguro.

Con la mirada perdida en Horo por algunos momentos, Lawrence se dio cuenta de lo queella estaba hablando.

Qu? Quieres que junte mis manos y me ponga a rezar?

No seas ridculo - dijo ella con un resplandor de enojo - Te estoy garantizando un viajeseguro; espero que no pienses que una simple e intil oracin es compensacin suficiente.


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La mente de Lawrence se puso a girar como un molino mientras llegaba a la obviaconclusin.

Ah, quieres una ofrenda.

Jee-jee-jee. Horo dio una risita de autosatisfaccin.

Qu es lo que quieres?

Carne seca!

No te hartaste de las cosas de ayer! Lo que comiste debe haber sido para una semana.

Siempre tengo lugar para la carne seca.

Nunca tmida, Horo lami su boca recordando el sabor de la carne. Parece que hasta elms noble lobo era un simple perro cuando se le presentaban vveres secos.

La carne cocida es buena tambin, pero simplemente no puedo resistir la textura de lacarne seca. Si vas a suplicar por viajes seguros, la carne seca es el precio.

Los ojos de Horo brillaban y su cola se mova inquieta bajo su tnica.

Lawrence ignor esto completamente, en vez de eso miraba la mercanca cargada sobre elcaballo que estaba siendo guiado por el comerciante enfrente de ellos. La espalda delcaballo estaba apilada con grandes montones de lana.

Qu tal esa lana, es buena o mala?

La lana evidentemente sugiere que es de oveja. Horo mir el montn de lana, sus ojos sellenaron de anticipacin antes de responder con rapidez.

Es muy buena; tan buena que casi puedo oler el pasto que coman.

Me lo imaginaba. Mi pimienta obtendrn un buen precio aqu.

Si la lana es de alta calidad, la carne debe ser excelente tambin. Y como la calidad de sucarne sube, tambin lo hace su precio. La carne a un alto precio hacia que su pimienta, lacual podra ser utilizada para darle sabor y conservarla, fuera aun ms valiosa, por lo queLawrence comenz a impacientarse por vender sus mercancas.

Adems, la carne seca es buena con mucha sal, con poca sal no lo es, tambin la carne delos costados es mejor que la carne de las piernas. Ahora que Me ests escuchando?


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Hm?

Carne salada! De los costados!

Tienes un excelente gusto. Eso va costarnos.

Ja, es una ganga que vale el doble que el precio.

Era verdad que bien un poco de carne de cordero era una ganga si eso significaba queHoro garantizara un viaje seguro. Despus de todo, su verdadera forma era la de ungigantesco lobo parlante. Ella incluso probablemente podra protegerlo de soldadosrebeldes, que eran difciles de distinguir de los ladrones, aunque no haba muchadiferencia en realidad.

Sin embargo, Lawrence asuma a propsito una expresin en blanco mientras se diriga aHoro.

Los ojos de ella se desorbitaron un poco hacia arriba imaginando la comida. l no podaevitar burlarse de ella.

Bueno, ahora debes de tener un poco de dinero de hecho, si tienes lo suficiente tal vezdebieras pagarme.

Sin embargo, su oponente era una astuta loba sabia. Ella pronto descubri su motivo.El comportamiento de Horo se tens de repente mientras lo miraba.

La propuesta ya no est en pie.

Aparentemente ella haba aprendido del incidente de las manzanas. Lawrence chasquesu lengua en seal de irritacin y su rostro se volvi severo.

Entonces, debiste haberlo pedido de buena manera en primer lugar. Hubiera sido muchoms encantador.

As que si lo pido con el encanto suficiente Compraras algo para m entonces?,pregunt Horo sin ningn rastro de encanto.

Lawrence manejaba las riendas y mientras giraba de forma leve, contest rotundamente:

Desde luego que no. Deberas aprender algo de esas vacas y ovejas; trata de masticar tucomida Hm?


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Sonri para s mismo, orgullosos de su ingenio; pero el rostro de Horo se volvi plido deira, y sin ninguna palabra, all en el asiento del conductor de la carreta, ella pisfuertemente el pie de Lawrence.

El camino no era nada ms que de tierra apisonada, las casas eran sencillas, hechas deforma tosca con piedra y techadas con simple paja.

La gente de Poroson no compraba nada ms que las necesidades ms bsicas de lospuestos de comerciantes, por lo que tales puestos eran sorprendentemente pocos.

Un buen nmero de personas se diriga a la ciudad, entre ellos comerciantes con carretas oespaldas totalmente cargadas, pero la atmsfera pareca absorber la charla normal de laciudad como algodn, por lo que estaba extraamente silencioso.

Era difcil de creer que este pueblo tranquilo, simple, y orgulloso fuera un nexo con elcomercio exterior que consegua cantidades inimaginables de dinero cada da.

Despus de todo, misionarios cuyos sermones callejeros eran ignorados en gran medida enotras ciudades, aqu podan encontrar una multitud atenta y agradecida; entonces, cmose producan estas grandes ganancias?

Para Lawrence, la ciudad no era nada ms que un misterio.

Este es un lugar tedioso, fue la evaluacin de Horo para la ciudad nicamente religiosa.

Solo dices eso porque aqu no hay nada para comer.

Deberamos tomar un sermn entonces?

Justo delante de ellos, un misionario predicaba a la multitud, en una mano llevaba un librode escrituras.

Los oyentes no eran solo ciudadanos; haba muchos comerciantes cuyas oracionesnormalmente eran para nada ms que su propio beneficio.

Horo los miraba de forma desagradable y luego olfate.

Ese de ah es quinientos aos demasiado joven como para sermonearme a m.

Me atrevera a decir que deberas escuchar un sermn sobre moderacin.

Jugando distradamente con el fajn de ceda en su cintura, Horo puso la mano en su boca ybostez por la sugerencia de Lawrence. Soy una loba a pesar de todo. Los sermones son


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complicados y difciles de entender para nosotros, dijo ella sin vergenza mientrasfrotaba sus ojos.

Bueno, en cuanto a las enseanzas del dios de la moderacin, calculo que son mspersuasivos aqu que en cualquier otro lugar

Hm?

Casi todo el dinero hecho aqu fluye hacia la sede de la iglesia al noroeste de aqu,Ruvinheigen; ahora hay un lugar del que no quiero escuchar un sermn.

La capital de la iglesia de Ruvinheigen era tan prospera que algunos decan que susparedes se haban convertido en oro. Los niveles superiores del consejo de la iglesia quecontrolaban la regin haban permitido el comercio para apoyar la subyugacin de lospaganos, y los sacerdotes y obispos de Ruvinheigen pusieron a los comerciantes envergenza.

Lawrence se preguntaba si era eso precisamente el por qu las oportunidades debeneficiarse ah eran tan absurdamente abundantes.

Justo en ese momento, Horo inclin la cabeza con curiosidad.

Dijiste Ruvinheigen?

Qu, lo conoces?

Lawrence le dedic a Horo una mirada de soslayo mientras diriga la carreta hacia laderecha en una bifurcacin del camino.

Mm, recuerdo el nombre, pero no como una ciudad; era el nombre de una persona.

Ah, pues no te equivocas. Es una ciudad ahora, pero era el nombre del santo que lider aun grupo de caballeros en contra de los paganos. Es un nombre antiguo; no lo escucharasmucho ms.

Hmph, tal vez sea l de quien me estoy acordando.

De seguro no.

Lawrence se ech a rer pero pronto se dio cuenta; Horo se haba puesto a viajar cientos deaos atrs.


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l era un hombre con el cabello color rojo fuego y una gran y espesa barba. A duraspenas consigui dar un vistazo a mis encantadoras orejas y cola antes de mandar a suscaballeros en mi contra, armados con espadas y lanzas. Yo ya haba tenido suficiente, asque tom mi otra forma y mand a volar a sus caballeros antes de clavar mis dientes en eltrasero de ese tal Ruvinheigen. Era bastante delgado y lejos de ser sabroso.

Horo aspiraba con orgullo mientras relataba la galante historia. El sorprendido Lawrenceno tena respuesta.

En la ciudad sagrada de Ruvinheigen, hay registros de que San Ruvinheigen tena elcabello rojo y la propia ciudad haba sido originalmente una fortaleza que pele en contrade dioses paganos.

Sin embargo, en sus batallas contra deidades paganas, se dice que San Ruvinheigen perdisu brazo izquierdo. Este es el porqu en un gran mural de la catedral de la ciudad estpintado sin su brazo izquierdo, con la ropa andrajosa y manchada en sangre, dirigiendohacia el frente a sus caballeros con determinacin en contra de los paganos, y con laproteccin de dios a sus espaldas.

Tal vez la razn de que San Ruvinheigen siempre fuera representado con ropas tanandrajosas (bien podra estar medio desnudo) era porque Horo lo haba dejado en eseestado. Despus de todo, su verdadera forma era la de un gigantesco lobo. Era fcilimaginarla dndole un bao de sangre a alguien despus de un poco de deporte.

Si lo que deca Horo era cierto, San Ruvinheigen probablemente haba sido humillado alser mordido en su trasero y se haba omitido esa pequea parte de la historia. En ese caso,la historia del Santo perdiendo su brazo izquierdo era pura invencin.

Haba Horo mordido al verdadero San Ruvinheigen?

Despus de escuchar la historia detrs de la historia, Lawrence rea entre dientes.

Oh, pero espera un momento, dijo Horo

Hm?

Yo solo lo mord, como ya te dije; no lo mat. Dijo Horo rpidamente, anticipando lareaccin de Lawrence.

Por un momento, Lawrence no entendi a lo que ella se estaba refiriendo, pero pronto sedio cuenta.


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Ella debi haber asumido que l se enojara al saber que ella haba matado a uno de suscompaeros humanos.

Eres considerada en los momentos ms extraos, dijo Lawrence.

Esto es importante, dijo Horo, su cara estaba lo bastante seria, as que Lawrence cedisin ningn tipo de broma ms.

De cualquier forma, de seguro esta ciudad es bastante tediosa. En medio del bosque hayms vida que en este lugar.

Descargar mi pimienta, recoger una nueva mercanca y nos pondremos en camino aRuvinheigen, as que solo aguanta un poco hasta entonces.Es un pueblo grande?

Incluso ms grande que Pazzio; en realidad es ms propiamente una gran Urbe que unaciudad. Est llena de gente, y hay un montn de tiendas.

El rostro de Horo se ilumin, Incluso de manzanas?

Sera difcil decir que las mantienen frescas. Por el invierno que se aproxima, yo pensaraque las mantienen en conserva.

En conserva?, dijo Horo dudosa, en las tierras del norte, la sal era el nico mtodopara la conserva de alimentos, as que ella asumi que para la conserva de manzanastambin se utilizara la sal.

Usan miel, dijo Lawrence.

Pop! Esas eran las orejas de Horo que se movan rpidamente bajo la capucha que llevaba.

Las conservas de peras tambin son muy buenas. Tambin, hmm, son un poco raras, perohe visto conservas de duraznos. Ahora esos son los productos finos. Cortan los duraznosen rebanadas delgadas, luego los empaquetan en un barril y ponen encima una capa dealmendras o higos, despus rellenan todo de miel y lo sellan. Toma alrededor de dosmeses para que est listo para comer. Solo lo he probado una vez, pero es tan dulce que laiglesia haba considerado prohibirlooye, ests babeando.

Horo limpi y cerr su boca de un golpe cuando Lawrence la seal.

Ella mir de forma nerviosa a su alrededor y luego volvi a mirar a Lawrencedudosamente, T...t ests jugando conmigo todava.


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No puedes decir si estoy mintiendo o no?

Horo apret su mandbula, tal vez por falta de palabras.

No estoy mintiendo, pero no hay forma de saber si realmente tendrn conservasdisponibles. De cualquier forma, la mayora son para nobles y ricos. Esas cosassimplemente no se colocan en una tienda.

Pero, y si hay?

Swish, swish la cola de Horo iba de ida y vuelta por debajo de su tnica tanrpidamente que casi pareca un animal separado totalmente. Sus ojos estaban hmedos ydifusos con desbordante expectativa.

El rostro de Horo estaba tan cerca de Lawrence que ella apoy la cabeza en su hombro.Sus ojos estaban desesperadamente serios.

Bien, bien! Te comprar un poco!

Horo apret el brazo de Lawrence con fuerza. Tienes que hacerlo!

l senta que si miraba a otro lado que no fuera a ella, sera mordido en el acto.

Un poco, solo un poco!

Es una promesa entonces! Lo has prometido!

Est bien, est bien

Hay que apresurarnos entonces! Vamos apresrate, ahora!

Deja de sacudirme!

Lawrence logr escabullirse de ella, sin embargo la mente de Horo pareca haber volado aotro lugar. Ella miraba a lo lejos y murmuraba mientras morda la ua de su dedo medio.

Tal vez vendan todo. Si llegan a eso entonces


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Lawrence comenzaba a arrepentirse de haber mencionado las conservas de duraznos conmiel, pero ya era demasiado tarde para tales arrepentimientos. Si se atreva a sugerir quel haba decidido no comprar nada despus de todo. Pareca probable que ella le arrancarala garganta.

No importaba que las conservas de durazno con miel fueran algo que los comerciantesviajeros no pudiesen permitirse.

La cuestin no es si los venden, tal vez ya no tengan nada en absoluto - dijo Lawrence -Solo entiende eso.

Estamos hablando de duraznos y miel, seor! Resulta increble de creer. Duraznos ymiel!

Me ests escuchando?

Aun as, es difcil renunciar a las peras, dijo Horo, girndose hacia Lawrence ymirndolo.

La nica respuesta de Lawrence fue un largo y angustioso suspiro.

Lawrence planeaba vender su pimienta a la compaa comercial Latparron, cuyo nombreera un poco ms extrao que el de la ciudad en la cual estaba localizada; Poroson.

Si uno investigara el origen del nombre, seguramente llegara muchos aos atrs cuandoPoroson era un pueblo y solo los paganos habitaban la zona. Sin embargo, los nombresextraos era todo lo que quedaba del pasado. Despus de todo, todo el mundo aqu era unverdadero creyente de la iglesia, desde la cabeza hasta la punta de los pies. La compaaLatparron pronto tendra a su amo numero cincuenta, y cada amo pareca ser mas devotoque el anterior.

As que tan pronto cuando Lawrence llam a la empresa la cual no haba visitado enmedio ao hizo montones de elogios para el sacerdote recin llegado, cuyos sermones lsimplemente tena que escuchar, si no cmo salvaran sus almas?

Pero aun peor, por el atuendo de Horo, el dueo de la empresa pareci tomarla como unamonja en peregrinacin y adems le pidi que predicara un poco para Lawrence.

Horo aprovech esta oportunidad para al fin burlarse un poco de Lawrence, de vez encuando ella sonrea de una manera que solo l poda ver.


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Despus de un rato, su predicamento termin, y Lawrence se jur as mismo que no lesobrara ni una sola moneda para comprar conservas de duraznos con miel.

Bueno, pues, eso fue un poco largo, Qu tal si ahora hablamos de negocios?

Esperaba ansioso, dijo Lawrence, claramente cansado, pero el amo de Latparron ahorahaba puesto su cara de negocios, as que Lawrence no poda bajar su guardia.

Era posible que ese largo sermn pedido por el dueo fuera una tctica para desgastar asus oponentes, hacindolos presa fcil.

Entonces, Qu productos me has trado este da?

Estos de aqu, dijo Lawrence, recuperando la compostura y sacando el acolchonado sacode pimienta.

Oh, pimienta!

Lawrence ocult su sorpresa ante el acierto del dueo sobre el contenido del saco.Conoces tus productos, dijo l.

Es por el olor! dijo el dueo con una traviesa sonrisa, pero Lawrence sabia que lapimienta de tierra apenas tena olor.

Lawrence hech una mirada de reojo a Horo, que pareca estarse divirtiendo.

Parece que aun soy un novato, dijo Lawrence.

Solo es cosa de experiencia, dijo el dueo. Por lo que Lawrence poda decir en generaldel hombre, tena un modo sencillo, de igual forma, confundir a Horo por una monjapudo haber sido un acto.

Adems, Sr. Lawrence, usted siempre trae los mejores productos en los tiempos msoportunos. Por la gracia de Dios, el heno creci bien este ao, y la carne de cerdo se haelevado simplemente paseando por las calles. La demanda de pimienta ser alta por unbuen tiempo. Si hubieras llegado aqu incluso una semana antes, solo habra sido capaz dequitarla de tus manos por una miseria!

Lawrence solo poda ofrecer una dolorida sonrisa en respuesta al alegre hombre. El amode la compaa Latparron haba tomado el completo control de la conversacin. l podausar ahora sus ms fuertes armas de tcticas de negociacin. Sera difcil para Lawrence


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recuperar la ventaja. Comerciantes como estos en pequeas compaas era el por qu lavida de los mercantes era tan difcil.

Muy bien, entonces, vamos a pesarla, Tendrs una balanza?

A diferencia de los cambiadores de dinero cuya reputacin dependa de la exactitud desus balanzas, las balanzas que los comerciantes usaban, estaban alteradas como unacuestin de rutina. Con productos bsicos coma la pimienta o el oro en polvo, un pequeoajuste a la balanza podra hacer una gran diferencia, por lo tanto ambos, comprador yvendedor pesaban sus productos en sus propias balanzas.

Sin embargo, no todos los das Lawrence trataba con productos de tan alto precio como lapimienta, por lo tanto l no tena una balanza.

No, no tengo balanza; yo confi en Dios.

El dueo sonri y asinti a la respuesta de Lawrence. Haba dos balanzas puestas en unestante, y trajo deliberadamente la que se encontraba ms lejos.

Aunque trat de no demostrarlo, Lawrence internamente dio un suspiro de alivio.

As fuera el ms devoto y fiel seguidor de la iglesia, un comerciante segua siendo uncomerciante. Sin duda la primera balanza haba sido manipulada, si la pimienta deLawrence hubiera sido pesada en una balanza de ese tipo, no habra forma de decir cuntosera la prdida que sufrira. Podra ser tan malo como una pieza de plata por cada granode pimienta.

Lawrence le dio a Dios su agradecimiento.

Incluso si crees solo en Dios, un hombre debe ser capaz de distinguir si las escrituras antel son verdaderas o falsas. Despus de todo, un hombre justo an cometera ofensas contraDios si se aprende de memoria las falsas escrituras, dijo el dueo, colocando la balanzaabajo, sobre una meza cercana.

Probablemente trataba de reasegurar a Lawrence de que sus balanzas eran precisas.

Aunque los comerciantes siempre trataban de ser ms astutos que otros, eso no significabaque la confianza no fuera siempre necesaria.

Si me disculpa un momento, dijo Lawrence, a lo que el dueo asinti y dio un pasoatrs.


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Sobre la mesa haba puesto una hermosa balanza de bronce, la cual brillaba con un colororo mate. Era el tipo de conjunto que esperaras ver en la oficina de algn cambista rico enuna ciudad grande y parecan un poco fuera de lugar en este despacho.

La fachada de la compaa comercial Latparron era tan simple que podra ser fcilmenteconfundida con una simple casa, y los nicos empleados era el propio dueo y unoscuantos hombres. El interior del despacho tambin estaba adornado con bastante sencillez,nicamente con dos estantes colocados contra la pared, en uno haba frascos que parecancontener especias o algn tipo de comida en conserva, sobre el otro haba paquetes dedocumentos, papel y pergaminos.

Si bien las balanzas parecan no encajar con el resto del lugar, el equilibrio de estas eraclaro.

Los platos de balanza equilibrados con placas de contrapeso en los platillos izquierdo yderecho. No pareca que tuvieran algn tipo de manipulacin.

Aliviado, Lawrence levant la vista y sonri. Entonces Procedemos a pesar la pimienta?No haba ninguna razn para no continuar.

Veamos, necesitaremos papel y tinta. Espere solo un momento por favor, dijo el dueo,caminando hacia la esquina de la habitacin y trayendo consigo papel y un recipiente continta del estante. Lawrence miraba ociosamente cuando de pronto un tirn en su manga losac de su ensueo.

No haba nadie ms all; era Horo.

Qu sucede?

Tengo sed.

Tendrs que esperar, dijo Lawrence secamente; pero inmediatamente lo reconsider.Despus de todo ella era Horo la loba sabia. No hara una peticin como esa de la nada,tena que haber algn tipo de razn oculta detrs de eso.

Habiendo cambiado de parecer, Lawrence estaba a punto de pedirle que se explicaracuando el dueo de la compaa habl de nuevo.

Incluso los mismos santos necesitan agua para vivir. Prefiere agua, o tal vez vino?

Agua, con su permiso, dijo Horo con una sonrisa. Evidentemente ella solo tena seddespus de todo.


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Permtame un momento entonces, el dueo dej el contrato, la tinta y la pluma en lamesa y camin fuera de la habitacin, yendo a traer el agua l mismo.

En este aspecto no pareca ser un comerciante, sino ms bien el modelo de un seguidordevoto de la iglesia.

Aunque Lawrence estaba impresionado por la fe del dueo, le dio una mirada de reojo aHoro.

Ya s que tal vez esto no signifique nada para ti, pero para nosotros los comerciantes estoes un campo de batalla. Podras tener tanta agua como quisieras ms tarde.

Pero estoy sedienta, dijo Horo, mirando a otro lado obstinadamente; ella odiaba serregaada. A pesar de su temible inteligencia, poda ser extraamente infantil a veces. Nohaba sentido en decir nada ms.

Lawrence suspir, y para ahuyentar su frustracin con Horo, puso su mente a estimar quetanta pimienta tena.

Al final el dueo regres con una bandeja de madera que sostena una jarra de hierro yuna copa. La vergenza que Lawrence senta por haber hecho que su socio de negocios yadems anciano llevara a cabo una tarea de sirvientes era muy real, pero el rostrosonriente del dueo pareca haber pospuesto los negocios por el momento.

Bueno, entonces procedemos a pesar la mercanca?

Por supuesto.

Comenzaron a pesar la pimienta mientras Horo los miraba, apoyada contra la paredalejada a una corta distancia de ellos con la copa de hierro entre sus manos.

Pesar era una tarea bastante simple, con un conjunto de placas para contrapeso siendopreparada en un lado de la balanza y en el otro lado siendo cargado con pimienta hastaequilibrar los platillos.

Era simple, pero si uno se cansaba de ver subir y bajar los contrapesos y se atreva a decirque estaba bien continuar con la siguiente carga, un comerciante sin saberlo, podra sufriruna prdida significativa.

As que ambos, el dueo y Lawrence cuidadosamente equilibraban cada carga hasta queestuvieran satisfechos antes de avanzar a la siguiente.


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A pesar de su simplicidad, pesar era un trabajo delicado, y les tom cuarenta y cincocargas para terminar. La pimienta variaba dependiendo de su origen, pero una carga delproducto de Lawrence equilibrada toscamente con solo un contrapeso debera valeraproximadamente una pieza lumione de oro. Basado en su conocimiento ms actual sobrecambios, un lumione equivale a treinta y cuatro y dos tercios de trenni, la moneda de platautilizada comnmente en la ciudad puerto de Pazzio. Cuarenta y cinco cargas a esa tarifallegaran a un total de 1,506 trenni.

Lawrence haba comprado la pimienta en mil trenni, as que eso hacia una ganancia de 560piezas. El comercio de especias era realmente maravilloso. Desde luego, oro y joyaslasmaterias primas para los productos de lujopodran alcanzar hasta dos o tres veces suprecio inicial de compra, por lo que las especias eran una ganancia escasa en comparacin,pero para un comerciante viajero que pasaba sus das cruzando llanuras, era un beneficiosuficiente. Algunos comerciantes transportaban avena de baja calidad en sus propiasespaldas destruyndose a s mismos al cruzar montaas, solo para obtener el diez porciento de beneficio al venderlo en una ciudad.

De hecho, comparado con eso, compensar con ms de quinientas piezas de plata pormover un ligero saco de pimienta era casi demasiado bueno para creer.

Lawrence sonrea mientras guardaba de nuevo la pimienta en su saco de cuero.

Bien, son cuarenta y cinco porciones de calidad, De dnde proviene esta pimienta?

Fue importada de Ramapata, en el Reino de Leedon. Aqu est el certificado deimportacin de la compaa Milone.

Desde Ramapata, entonces? En ese caso ha recorrido un buen camino, apenas puedoimaginar el lugar, reflexionaba el dueo, entrecerrando los ojos y sonriendo mientrastomaba el pergamino de certificado que Lawrence le ofreci.

Los comerciantes citadinos a menudo se pasaban la vida en su pueblo natal. Habaalgunos que se iban de peregrinacin despus de su retiro, pero no haba tiempo para esascosas cuando trabajaban activamente.

Sin embargo, incluso Lawrence el comerciante viajero, saba un poco del Reino de Leedon,excepto que era famoso por sus especias. Para llegar ah desde Pazzio, uno tena que tomarel ro todo el camino hasta llegar a la costa y luego navegar una larga distancia en losbuques que salen hacia el sur a travs de dos mares separados, un viaje deaproximadamente dos meses.


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El lenguaje era diferente, desde luego, y aparentemente en Leedon todo el ao era tancaliente como el verano, y la poblacin estaba permanentemente bronceada casi a negrodesde el momento en que nacan.

Pareca increble, pero haba especias, oro, plata y hierro que supuestamente venan de eselugar, y la compaa Milone solo avalaba por escrito el origen de la pimienta, la cual elcertificado de confirmacin era de Ramapata.

Era un pas de verdad?

El certificado parece autentico, dijo el dueo.

Los tipos de cuentas de cambio, pagars de confianza y contratos que pasaban a travs delos comerciantes de la ciudad, eran enormes. Supuestamente podan identificar incluso lascuentas firmadas por pequeas empresas en tierras lejanas, por no decir nada de lasgrandes organizaciones que tienen sus ramas principales en un pas extranjero.

Reconocer el sello de una compaa tan grande como Milone sera el trabajo de no ms deun momento. Las firmas eran importantes, pero el alma del contrato era el sello.

Bien, entonces, ser un lumione por cada carga. De acuerdo?

Podra decirme de cuanto es la compra-venta del lumione actualmente? preguntLawrence de repente, aunque el tena una idea del valor de la moneda en el mercado.

La moneda de oro generalmente era usada para contabilidad; es decir, esta era la base paracalcular los valores de muchas otras divisas en el mundo. Los clculos eran hechos enmonedas de oro y luego se retribuan a otros valores de forma ms conveniente. Desdeluego, en esta situacin el valor en el mercado de la moneda en cuestin se convirti en unproblema.

Lawrence de repente se puso muy nervioso.

Sr. Lawrence si mal no recuerdo, usted sigue el camino de San Metrogius en los negocios,al igual que su maestro, Es correcto?

S. Tal vez sea la proteccin de San Metrogius lo que ha mantenido mis viajes y misnegocios seguros.

As que presumo que aceptaras el pago en piezas trenni de plata?

Muchos comerciantes viajeros querran repetir los sucesos del pasado y as en vez demoverse aleatoriamente de una ciudad a otra, recorrer los caminos de los santos de la


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antigedad. Esto era porque la moneda que ellos usaban en aquellos tiempos, era bastantefiable.

Para que el dueo de la compaa comercial Latparron llegara a esa conclusin tan rpido,significaba que en efecto era un muy astuto comerciante.

En trenni de plata, continu, el precio actual es de treinta y dos con cinco sextos.

El precio era ms bajo de lo que Lawrence recordaba. Pero teniendo en cuenta laimportancia de esta ciudad como ncleo comercial, eso se encontraba dentro del rango quese poda permitir.

En lugares donde circulaban monedas de muchos lugares diferentes, el tipo de cambio conrespecto a las monedas de contabilidad tenda a ser menor.

Lawrence hizo los clculos en su cabeza a la velocidad de la luz. Con este precio elobtendra 1,477 trenni por su pimienta.

El monto era menos de lo que haba anticipado, pero era un precio tolerable a fin decuentas. Sera un gran paso para la realizacin de su sueo de abrir su propia tienda.

Respiro hondo y estir su mano derecha hacia el dueo. El precio est bien, seor.

El rostro del dueo se rompi en una sonrisa, y acept la mano de Lawrence. El espritu deun comerciante nunca estaba mejor que en el momento de un trato exitoso.

Este era uno de esos momentos.

Ughh, Horo interrumpi con una voz desganada.

Qu es lo que pasa? pregunto el dueo preocupado mientras l y Lawrence miraban aHoro, que se inclinaba tambaleante contra la pared.

En ese instante, Lawrence record su venta de pieles a la compaa Milone y rpidamentese puso nervioso.

El amo de la compaa Latparron era un astuto comerciante que manejaba su negocio lsolo. Tratar de ser ms listos que l, probablemente terminara mal. Tener a Horo cerca nosignificaba tener que tratar de engaar a sus socios de negocios en cada ocasin.

Incluso cuando Lawrence pensaba eso, l se detuvo en el acto. Horo estaba actuando demanera extraa.


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U-ughhestoy, estoy mareada

Horo se aferraba a la copa como si su falta de equilibrio empeorara, y el agua pareca queiba a derramarse en cualquier momento.

El dueo se acerco a ella, con cara de preocupacin mientras detena la copa y sostena susdelgados hombros.

Ya se recuper?

Un poco. Gracias, dijo Horo dbilmente, apoyndose de nuevo con la ayuda deldueo.Ella luca cada vez ms como una monja en ayuno que sufre un ataque de anemia. Inclusoalguien que no fuera tan devoto como el dueo habra querido ayudarla, pero Lawrence sedio cuenta de algo extrao.

Debajo de la capucha de Horo, sus orejas de lobo no estaban del todo cadas.

Los viajes largos fatigan incluso al hombre ms fuerte, declar el dueo.

Horo asinti levemente y luego habl. Tal vez este fatigada por el viaje. Mi visin parecainclinarse repentinamente

Que puedo hacer. Ah, lo tengo. Le traer un poco de leche de cabra, es fresca, de laordea de ayer, dijo l, ofrecindole una silla y rpidamente yendo a buscar la leche sinesperar por su respuesta.

Lawrence sin duda era el nico que tena el presentimiento de que Horo iba hacer algoms cuando ella no se sent en la silla que le ofrecieron y en su lugar se dirigi a la taza dehierro que estaba sobre la mesa.

Seor, le dijo ella al dueo que estaba de espaldas. Creo que aun estoy un pocomareada.

Cielo santo. Debera llamar al mdico? pregunt el dueo mirando sobre su hombrocon sincera preocupacin.

Debajo de la capucha la expresin de Horo era de cualquier cosa menos de mareo, ellahaba fingido.

Mire aqu, esta inclinndose ante mis propios ojos, dijo Horo, tomando la copa yderramando unas gotas sobre la superficie de la mesa; despus de lo cual fluy


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suavemente hacia la derecha de Horo y fuera del borde de la mesa, goteando en el suelocon un pequeo sonido de plip.

Qu ra?! Lawrence camin rpidamente hacia la mesa y puso su mano sobre labalanza.

Era la misma balanza que tan cuidadosamente haba equilibrado antes. Si era incluso soloun poco, significara una gran prdida para l, y por eso comprob la exactitud de labalanza con cuidado. Sin embargo estaban alineadas en la direccin en la cual haba fluidoel agua fuera de la mesa.

Esto llevaba a una simple conclusin.

Ya haban terminado de pesar y la balanza estaba vaca salvo por los contrapesos que teniasobre uno de sus platos, Lawrence tom la balanza y gir el frente exactamente endireccin opuesta.

La balanza se inclin a esa direccin y se mova mucho debido al movimiento brusco peropoco despus fue paralizando su movimiento y eventualmente se detuvo.

De acuerdo a la proporcin, los platillos estaban equilibrados perfectamente. A pesar de lainclinacin de la mesa. Aunque la medida hubiera sido precisa, la lectura habra sidosesgada por la inclinacin de la mesa.

La balanza haba sido claramente manipulada.

Entonces Lo que beb fue agua o vino? pregunt Horo. Ella volvi a mirar al dueo; aligual que Lawrence.

La expresin del dueo se congel, y un sudor comenz a aparecer en su frente.

Lo que beb era vino no? la voz de Horo sonaba tan divertida que incluso su sonrisa eraprcticamente audible.

El rostro del dueo su puso plido a un tono casi mortal. Si el hecho de que l usarabalanzas fraudulentas para estafar comerciantes se hiciera pblico en un pueblo tantemeroso de Dios como ste, todos sus bienes seran confiscados y se enfrentara alinstante a la bancarrota.

Hay un dicho que dice: nadie bebe menos que el dueo de una taberna llena, esto debeser a lo que se refiere, dijo Lawrence.


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El dueo fue herido al igual que una liebre acorralada, incapaz de gritar incluso con loscolmillos de su predador atravesando su piel.

Lawrence camin con una sonrisa natural hasta donde estaba el dueo.

El secreto de la prosperidad consiste en ser el nico sobrio, eh?

Eran tantas las gotas de sudor sobre la frente del dueo, que podras trazar un dibujo conellas.

Parece que estoy ebrio con el mismo vino que mi compaera. Dudo que seamos capacesde recordar todo lo que hemos visto o escuchado aquaunque a cambio puedo ser unpoco irrazonable

Q-Qu es lo que? el rostro del dueo se estremeci de miedo.

Aunque, tomar una fcil venganza aqu, sera un fallo como comerciante.

En la mente de Lawrence no haba ni siquiera un poco de ira por haber sido engaado.Todo en lo que l pensaba eran fros clculos sobre que tanto beneficio podra sacar delmiedo de su oponente.

Esta era una oportunidad inesperada.

Lawrence se acerc al hombre, en su expresin aun haba una sonrisa, su tono de vozsegua siendo un poco la de un comerciante negociando.

Veamoscreo que el monto que acordamos, ms el monto que ibas a ganar, ms,ohnos dejars comprar el doble del margen.

Lawrence estaba demandando que se le permitiera comprar ms de lo que tena enefectivo para garantizar. Es evidente que cuanto ms dinero un comerciante puedeinvertir, es mayor el beneficio que puede obtener. Si pudiera comprar bienes cuyo valorfuera de dos piezas de plata con solo una pieza, l duplicara su beneficio, simple ysencillo.

Pero para comprar el valor de dos piezas con solo una pieza, es obvio que se necesita deuna garanta. Ya que esencialmente el comerciante est pidiendo el dinero prestado, elprestamista tiene derecho a exigir garantas por el prstamo.

Sin embargo, el dueo no estaba en situacin de hacer tales demandas, por lo cualLawrence aprovechaba tal posicin tan irrazonable. Solo los comerciantes de terceracategora no tomaran ventaja de las debilidades.


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Yo, uh, er, posiblemente no pueda

No puedes hacerlo? Oh, es una pename siento significativamente menos ebrio.

El rostro del dueo estaba tan empapado que pareca casi fundirse en sudor y lagrimas.

Su rostro era una mscara de desesperacin, se dej caer derrotado.

En cuanto a los productos, veamos. Dado el monto Tal vez algunas armas de altacalidad? De seguro tienes un montn de productos destinados a Ruvinheigen.

Armas, dices?

El dueo levanto la vista, pareca ver una luz de esperanza. Probablemente asumi queLawrence nunca haba planeado pagarle.

Son siempre una buena apuesta para transformar pequeas ganancias, y puedodevolverte rpido el prstamo de esa manera. Qu dices?

Ruvinheigen sirvi coma base de abastecimiento para los esfuerzos para subyugar a lospaganos. Cualquier objeto que era til en la lucha volaba de los estantes durante todo elao. Era difcil mantener las perdidas por depreciacin en la venta de dichos bienes.

Ya que Lawrence sera capaz de comprar al doble de la cantidad normal, l tendra queduplicar el seguro contra la depreciacin, por lo cual las armas eran una buena eleccinpara un margen de compra.

El rostro del dueo cambio a la de un astuto comerciante calculador. Armasdices?

Ya que estoy seguro que en Ruvinheigen hay una empresa comercial con conexiones a lasuya, venderles a ellos equilibrara la contabilidad.

En pocas palabras, despus de que Lawrence vendiera las armas con el dinero que pidiprestado de la compaa Latparron a otra compaa en Ruvinheigen, el no tendra quevenir todo el camino de regreso a Poroson para devolver el dinero.

En ciertas situaciones, el dar y tomar dinero poda ser llevado a cabo con nada ms queregistros en un libro de contabilidad.

Ese era el gran triunfo de la clase comerciante.

Qu opinas?


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A veces, la sonrisa de negocios de un comerciante podra ser algo intimidante. Inclusoentre tales sonrisas, la de Lawrence era excepcionalmente intimidante cuando acorral aldueo de la compaa comercial Latparron, quienincapaz de rehusarsefinalmenteasinti.

Se lo agradezco! Me gustara organizar los productos inmediatamente, por que esperopartir hacia Ruvinheigen muy pronto.

E-entiendo. Er, en cuanto a la evaluacin

Te dejar eso a ti, despus de todo, confo en Dios.

Los labios del dueo se torcieron amargamente en lo que debi haber sido una sonrisadolorida.

Era inevitable que valorara las armas a un bajo precio.

Ya terminaron ustedes dos?, dijo Horo, adivinando que la fuerte negociacin habaterminado. El dueo dio un suspiro de desaliento. Pareca que aun haba una persona quequera expresar su opinin.

Me atrevera a decir que mi embriaguez tambin se est pasando, dijo Horo, con sucabeza inclinada con encanto hacia un lado; pero para el dueo, ella debi haber sidosemejante al diablo.

Algo de buen vino y carne de cordero hara mucho por mi estado de nimo. Ahoraasegrese que la carne de cordero sea de los costados!

El dueo solo poda asentir con su cabeza ante la casual imperiosidad de Horo.

Hgalo rpido, ahora, dijo Horo, parcialmente en broma, pero al escuchar estas palabrasde la chica que vio hbilmente a travs de la bascula manipulada, el dueo dio mediavuelta y sali corriendo de la habitacin como un cerdo al ser golpeado en el trasero.

Uno no poda dejar de sentir que el dueo estaba exagerando un poco, pero si su fraude sehiciera pblico, l estara arruinado. En esa medida, un poco de reverencia ylambisconera era un pequeo precio a pagar.

Lawrence habra tomado un duro golpe a sus bienes si el truco no hubiera sidodescubierto.


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Pobre hombrecillo, dijo Horo con una sonrisa satisfactoria que la haca parecer aun msmalvola.

Tienes sin duda un buen ojo, como siempre. Yo no me di cuenta de nada.

Soy hermosa y el pelaje de mi cola es liso y brillante, pero mis ojos y odos adems sonperspicaces. Me di cuenta desde el momento en que entramos a esta habitacin. Supongoque l es lo suficientemente astuto al menos para engaar a la gente como t, dijo Horosuspirando y agitando su mano con desdn.

Lawrence habra sido ms feliz si ella hubiera dicho algo antes, pero la realidad era que lno se haba dado cuenta del fraude, y el hecho de que Horo se diera cuenta habaconvertido una gran prdida en una gran ganancia.

Ser un poco educado no lo matara.

No tengo nada que decir por mi cuenta, admiti Lawrence. Los ojos de Horocentellearon ante la inesperada humildad de Lawrence.

Oh oh! Puedo ver que has madurado un poco.

Lawrenceque de hecho en verdad no tena nada que decirsolo poda sonrerdisgustado.

Hay algo conocido como fiebre de primavera.

Es ms comn durante el invierno en lugares alejados de ros o mares. Los arroyos secongelan y la gente sobrevive con carne salada y pan duro da tras da. No es que no hayavegetales que sobrevivan al fro, solo que esos productos es mejor venderlos que comerlos.Comerse el producto no beneficia en nada para aminorar el fro, pero con el dineroobtenido de su venta puedes comprar lea y hacer fuego.

Comer nada ms que carne y beber solo ms que vino tiene sus consecuencias, y para laprimavera, muchos se quebrantan a causa del sarpullido.

Esta es la fiebre de primavera, y es una prueba de la negligencia que tiene una persona consu propia salud.

Naturalmente, es bien conocido que resistir la tentacin de la carne y la comodidad delvino le evita a uno este destino. Comer vegetales y carne con moderacin; este sermn eradicho en la iglesia cada domingo.


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As llega la primavera, a los enfermos de la fiebre de primavera a menudo se encuentrancon que son terriblemente reprendidos por el sacerdote. Despus de todo, la gula es unode los siete pecados capitales; tenga o no tenga conocimiento de esto el glotn.

Lawrence dej escapar un largo y sufrido suspiro ante el abuso de Horo.

Ella eruct. Ufeso estaba sabroso. Se encontraba de muy buen humor despus dehaber devorado la fina carne de cordero con algo de buen vino.

No solo porque todo era gratis, sino que despus de comer y beber hasta llenarse, podaacurrucarse en la cama del carro para una siesta.

Incluso el ms extravagante comerciante, por rutina desde luego, piensa en el futuro ylimita sus excesos, pero Horo no.

Dando golpecitos a sus pies con deleite, ella haba comido y bebido con regocijo, y solo sehaba detenido para tomar un descanso.

Lawrence calcul que si se hubiera tratado de sus provisiones de viaje, ella habra comidolo equivalente a tres semanas; y bebi tanto vino que l comenz a preguntarse haciadonde se diriga todo eso.

Si ella devolviera y le vendieran toda la comida que extorsion al dueo de la compaaLatparron, habra hecho una gran abolladura en su propia deuda hacia Lawrence.

Esta era otra de las razones por lo que Lawrence estaba atnito.

Ahora pues, me atrevera a decir que tomar una siesta, dijo Horo.

Lawrence ni siquiera se molest en mirar a la fuente de este ejemplo de depravacin.

Adems de exprimir un buen vino y carne de cordero al dueo de la compaa Latparron,Lawrence haba obtenido una gran carga de armamento a un muy razonable precio. l ysu acompaante dejaron la ciudad de Poroson sin siquiera esperar las campanas delmedioda. Poco tiempo haba pasado desde entonces, y el sol estaba justo ahora sobre suscabezas.

Con los cielos claros y el clido sol, era el clima perfecto para la bebida del medioda,seguido de una siesta.

Debido a la carga, la cama de la carreta estaba en estado de desorden, pero con suficientevino en ella, a Horo probablemente no le importara.


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La carretera para comercio que tomaron hacia Ruvinheigen estaba llena de pendientespronunciadas y giros repentinos en las afueras de Poroson, pero suavizaba y daba unagran vista mientras descenda lentamente.

La carretera serpenteaba. Era un buen recorrido, hecho con una superficie firme llena deagujeros que haban sido tapados radamente.

A pesar de que su cama estaba llena de empuaduras de espadas, Horo era fcilmentecapaz de dormir una siesta en la parte superior de ellas y pasar toda la tarde ah ya que elcamino era tan suave.

Entonces, ah estaba Lawrence, que no haba tomado nada de vino y se haba pasado el damirando la parte trasera de su caballo, riendas en mano. Su envidia haca fcil para l el nomirar a Horo.

Mm, debera atender mi cola, dijo Horo; su cola era la nica cosa con la que ella eradiligente. Sac su cola de sus ropas sin el ms mnimo asomo de preocupacin.

Aunque no era ninguna garanta, la extensa visin ah significaba que no haba peligro deser sorprendidos por un viajero aproximndose.

Horo comenz a cepillar su cola, ocasionalmente sacando una pulga o haciendo una pausapara lamer el pelaje limpio.

El cuidado que ella tena con su cola era visible en su silencio, concentrada solamente enesa labor.

Ella trabaj desde la base de la cola, que estaba cubierta de un pelaje color marrn,finalmente alcanzado su esponjosa punta blanca, y entonces levant la vista de repente.

Oh, es verdad.

Qu?

Cuando lleguemos a la siguiente ciudad, quiero aceite

Aceite?

Mm, he odo que sera bueno para usarlo en mi cola

Lawrence se apart de Horo sin decir una palabra.


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Entonces, compraras algo para m? pregunt Horo con una encantadora sonrisainclinando su cabeza.

Incluso a un hombre pobre le resultara muy difcil resistirse a esa sonrisa, pero Lawrencesolo la mir por rabillo del ojo.

La ropa que estas usando ahora, ms extras, el peine, la cuota de viaje, el vino y lacomida; Haz agregado todo eso? Tambin est el impuesto por persona cuando entremosa la ciudad. Seguro no me estars diciendo que no puedes hacer las sumas, dijo Lawrenceimitando el tono de Horo, pero Horo segua sonriendo.

Sin duda puedo hacer sumas, pero soy mejor en las restas, proclam ella, luego ri unpoco divirtindose en privado.

Lawrence saba que ella estaba ocultando algn tipo de contraataque, pero su actitud eraextraa. Tal vez, ella todava estaba ebria.

Dio un vistazo a las botas de vino en la cama de la carreta, le haban quitado cinco botas devino al dueo de Latparron, dos de las cuales ahora estaban vacas.

No era del todo imposible que ella estuviera ebria.

Bueno, tal vez deberas tratar de aadir todo lo que has usado, si eres esa tal loba sabia,deberas ser capaz de trabajar en mi respuesta con eso

Esta bien, lo har!, dijo Horo con una sonrisa y asintiendo alegremente.Justo cuando Lawrence miraba de nuevo hacia adelante, pensaba en lo bueno que sera siella fuera siempre tan agradable, Horo continu:

Definitivamente me comprars un poco, dijo ella.

Lawrence miraba con recelo, espindola mientras ella le sonrea. Tal vez ella estabarealmente ebria. Era una sonrisa encantadora.

Solo mira lo que le sucede al ingenio de la orgullosa loba sabia cuando tiene demasiadovino, susurr Lawrence para s mismo. La cabeza de Horo se dej caer de un hombro aotro.

Si ella se cayera ebria de la carreta, podra salir lastimada. Lawrence se acerc para sujetarsu delgado hombro, y Horo lo tom de la mano con una rapidez que era nada menos quela de un lobo.


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Sorprendido, Lawrence la mir a los ojos. Ella no estaba ni ebria ni tampoco riendo.

Es gracias a mi que tu carreta este llena por tan poco. Sacars una buena ganancia.

Su encanto haba desaparecido.

E-En que te basas

No quiero que me menosprecies. Seguramente no creers que te fall con aquel bienarmado dueo?, tengo una mente aguda, ojos penetrantes, sip1; pero no olvides que misodos son buenos tambin, no podra haber perdido en tus negociaciones - Horo sonridesagradablemente, mostrando sus colmillos. - Por lo que vas a comprar algo de aceitepara mi, cierto?

De hecho, Lawrence haba tomado ventaja de la debilidad del dueo durante susnegociaciones, y tambin es verdad que las cosas haban ido justo como Lawrenceesperaba.

Se maldijo a s mismo por ser tan obviamente complacido con la firma del contrato. Unavez que se sabe que alguien va hacer un montn de dinero se volvan objetivos obviospara gorronear y engatusar; era la naturaleza humana.

Uh, em, bueno, Cuanto crees que me debes? Son ciento cuarenta piezas de plata!Tienes idea de qu tanto dinero es eso? Y ahora crees que voy a gastar ms en ti?

Oh? Qu? Quieres que te pague? Horo mir a Lawrence con una expresin de levesorpresa, como si dijera que poda pagarle en el momento que ella quisiera.

No hay nadie en este mundo al que no le gustara que le devolvieran el dinero que haprestado. Lawrence apret los dientes y fulmin con la mirada a Horo, enunciando surespuesta con mucho cuidado: Por supuesto que s.

Si Horo pagara en totalidad la suma de todo lo que haba conseguido, Lawrence seracapaz de llenar la carreta con ms y mejores productos, lo que significara mejoresbeneficios. Mayor inversin igual a una mayor retribucin. Lo cual era el centro delmundo de un comerciante.

Aunque la expresin de Horo cambi completamente ante las palabras de Lawrence.

Ella lo mir con frialdad, como diciendo, Oh, entonces as son las cosas.

1 NdE: Aye, es una manera coloquial de decir s, por eso lo dej en sip.


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Lawrence vacil ante el cambio completamente inesperado.

As que eso es lo que has estado pensando, dijo Horo.

Qu-Qu es lo que

Lawrence aun no haba terminado su frase cuando la rpida respuesta de Horo lointerrumpi.

Bueno, supongo que si pago mis deudas, eso me convertira en una loba libre. Ya veo,entonces, simplemente voy a pagarte.

Al escuchar esas palabras, Lawrence comprendi lo que Horo quera decir.

Algunos das antes, durante el disturbio en Pazzio, Lawrence haba visto la verdaderaforma de lobo de Horo y se aterr de miedo. Estaba profundamente herido, Horo trat deabandonar a Lawrence, pero Lawrence la detuvo dicindole que la seguira todo el caminohasta las tierras del norte para que le devolviera el dinero que le deba por destruir susropas.

Pase lo que pase, vas a pagarme - l haba dicho eso - As que abandonarme ahora no tellevar a nada.

Horo se qued con Lawrence basndose en el razonamiento de que hacerlo seguirla todoel camino hacia las tierras del norte sera una molestia, y Lawrence haba pensado que elasunto del pago era solo un pretexto para ambos.

No, l crea en eso.

l crea que incluso si ella fuera a pagar la deuda, aun deseara que l siguiera viajandocon ella hacia los bosques de las tierras del norte; aunque la timidez de ella le impediraadmitirlo.

Y ahora Horo le haba dado la vuelta a la mesa a l. Ella us el hecho de que la deuda erala propia pretensin de Lawrence contra l mismo.

Una simple palabra salt a su mente.

Injusto. Horo era verdaderamente injusta.

En ese caso, Solo debo devolverte tu dinero y debo irme caminando yo misma hacia elnorte? Me pregunto cmo lo estarn pasando Paro y Myuri.


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Horo mir a lo lejos, dejando escapar a propsito un suspiro.

Lawrence, en su prdida de palabras, mir con amargura a la chica lobo sentada a su ladoy se preguntaba a s mismo como replicar.

l se imagino que si era terco y demandaba que ella le pagara ahora mismo y siguiera sufeliz camino, Horo realmente lo hara; y eso no era lo que Lawrence quera. Este era ellugar donde l tena que darse por vencido.

En realidad no haba nada encantador en Horo.

Lawrence la miraba, furiosamente tratando de pensar en una respuesta, pero Horo mirabaobstinadamente hacia otro lado.

Pas algn tiempo.

No hemos decidido la fecha lmite para el pago. Siempre y cuando lo reciba durante eltranscurso de nuestro viaje hasta las tierras del norte. Eso ser suficiente?

Por una parte Lawrence segua siendo obstinado. l simplemente no poda dejar que ladescarada chica lobo tuviera todo lo que ella quisiera. Esto era lo ms generoso que lpoda ofrecer.

Horo pareca entender esto. Ella lentamente se gir hacia l y lentamente sonri satisfecha.

Supongo que ser capaz de pagarte durante el tiempo en que lleguemos al norte - dijoella a propsito, acercndose a l. - Y tengo la intencin de pagarte con intereses, lo quesignifica ms de lo que tom prestado, un mayor beneficio para ti. As que, podrashacerlo por m, por favor?

Los ojos de Horo se encontraron con los de Lawrence mientras ella lo miraba.

Eran unos hermosos ojos con iris color marrn rojizo.

Te refieres al aceite?

S. Hazlo parte de mi deuda, pero por favor, cmpralo para m, lo hars?

La suplica era extraamente racional, y Lawrence no poda pensar en una buena replica.

Todo lo que poda hacer era dejar caer su cabeza hacia los lados como si estuvieraexhausto.


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Te lo agradezco, dijo Horo, frotndose contra el brazo de Lawrence como un gatopidiendo afecto; lo cual no se senta mal del todo.

l saba que eso era lo que Horo quera, y era una parte inevitable de su empeo, de sutiempo solitario como comerciante viajero.

Aun as, podras regatear, no? pregunt Horo, atendiendo una vez ms su colamientras se recostaba sobre Lawrence.

Esta loba en particular poda sentir las mentiras, por lo que Lawrence no se molest enmentir y respondi con sinceridad: Ms bien me encuentro en una posicin de no tenerotra eleccin ms que regatear.

Sin embargo, la tasa de inters en el armamento no era buena. El mtodo ms rentablesera la importacin de los materiales y luego ensamblar y vender las armas. Paracompletar el negocio de la venta de armas, simplemente tendra que ir a un lugar con unademanda constante de grandes cantidades de armamento y obtener una gananciarazonable, la cantidad por la cual la mercanca poda ser puesta en oferta era limitada.

Lawrence se diriga a Ruvinheigen justamente por esa ganancia razonable.

Cunto?

Cul es el punto de preguntar eso?

Horo mir a Lawrence desde su posicin apoyada sobre l y luego mir rpidamentehacia otro lado.

En cuyo punto, Lawrence, ms o menos entendi.

A pesar de forzar el asunto del aceite, a ella en realidad le preocupaban bastante lasganancias de Lawrence.

Qu? Solo me preocupo de la conveniencia de un comerciante viajero que se las arreglaa duras penas. Eso es todo.

Lawrence golpe ligeramente la cabeza de Horo a causa del grosero comentario.

Las armas son el producto mejor vendido en Ruvinheigen, pero muchos comerciantes lasllevan a la ciudad. As que, la tasa de inters cae sobre estas, y el precio con el que puedocomerciar con ellas es limitado.


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Pero compraste muchas, aun as saldrs adelante verdad?

La cama de la carreta no estaba llena, estrictamente hablando, pero estaba bien cargada.Los productos eran slidos, y aunque el inters era bajo, en comparacin con la inversininicial de Lawrence, la cantidad real de material era en efecto buena. El hecho de queestaba recibiendo el doble de material por su inversin, era el glaseado del pastel. Comodice el refrn: Una gota de lluvia hace ms grande al mar, y as la ganancia de Lawrencepodra estar en segundo lugar solo despus de su beneficio con la pimienta.

La verdad, las ganancias seran suficientes para comprar ms manzanas de las que cabenen la cama de la carreta, por no decir nada del aceite, pero si Lawrence le deca esto aHoro, quien sabe qu tipo de exigencias podra hacer ella. As que mejor contuvo sulengua.

Horo, felizmente ignorante, simplemente cepillaba su cola.

Al mirarla, Lawrence no poda dejar de sentirse un poco culpable.

Bueno, de todas formas, creo que ganaremos lo suficiente coma para comprar un poco deaceite, dijo l.

Horo asinti, aparentemente satisfecha.

A pesar de todo, ahora que lo pienso, un poco de pimienta estara bastante bien,murmur Lawrence, mientras estimaba la probable ganancia comparada con el costo delas armas.

Vas a comer?

No soy como t, glotona. Estoy hablando de las ganancias.

Hmph. Bueno, entonces Por qu no cargas pimienta de nuevo?

Los precios en Ruvinheigen y Poroson no son tan diferentes. Tendra una perdidadespus de pagar la tarifa.

Entonces, yo digo que te rindas.

Si pudiera obtener una tasa cercana a la que normalmente obtengo por especias o tal vezun poco ms, ganara lo suficiente como para abrir una tienda.


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Ahorrar suficiente dinero para abrir su propia tienda, era el sueo de Lawrence. Aunquehubiera hecho una cantidad considerable en el alboroto de Pazzio, el objetivo seguasiendo distante.

De seguro hay algo, dijo Horo. Que talOro o joyas. Esas son cosas seguras, no?

Ruvinheigen no es realmente un lugar beneficioso para ese tipo de cosas.

Tal vez por atrapar un poco de pelusa con su nariz, Horo dio un pequeo estornudomientras lamia su piel. Cmo es eso?, pregunt.

La tarifa es demasiado alta. Es proteccionismo. Ellos ponen impuestos serios sobre todos,excepto sobre un cierto grupo de comerciantes. Con eso no puedes hacer ningn tipo denegocio.

Ciudades que debilitaban la base del comercio con ese tipo de proteccionismo no eranpoco frecuentes.

Pero la poltica de Ruvinheigen tena como objetivo desviar las ganancias monoplicas.

El oro llevado a la iglesia en Ruvinheigen podra ser impreso con el sello sagrado de laiglesia, y este oro brindaba viajes seguros, felicidad en el futuro, o triunfo en batalla, todopor la gracia de Dios. Incluso hasta haba oro para garantizar la felicidad en la otra vida, ytodo esto se venda a precios exorbitantes.

El consejo de la iglesia que controlaba Ruvinheigen se haba puesto de acuerdo con loscomerciantes bajo su poder para preservar el monopolio. As que los impuestos sobre eloro entrante a la ciudad eran terribles, y el castigo por el contrabando era severo.

Oh

Si de alguna manera pudiramos meter oro de contrabando, seriamos capaces devenderlo por, em, diez veces ms de lo que pagamos. Pero con la ganancia tambinaumenta el peligro, as que no tengo ms alternativa que hacer dinero poco a poco.

Lawrence se encogi de hombros, pensando con nostalgia en el final de su camino.

En una ciudad como Ruvinheigen, haba un montn de comerciantes que hacan en unsolo da lo que Lawrence haba pasado toda su vida esforzndose.

Pareca injusto; no, peor que injusto, era absolutamente extrao.

Oh, enserio?, fue la inesperada respuesta de Horo.


-40-

Tienes alguna idea para hacerlo de otra forma?

Se trataba de Horo la loba sabia despus de todo. Ella podra llegar con algn sistemainaudito.

Expectante, Lawrence se gir hacia ella. Pausando su aseo por un momento, ella lo mir:

Por qu no simplemente lo metes a escondidas?

Si ella siempre fuera as de ingenua sera encantadora, pens Lawrence para s mismo alescuchar su propuesta.

S eso fuera posible, todo mundo lo hara.

Oh, as que no puedes hacer eso.

Cuando las tarifas suben, el contrabando lo hace tambin. Es un principio bsico. Susinspecciones son muy minuciosas.

De seguro una pequea cantidad no sera encontrada.

Si ellos encontraran algo, te cortaran la mano por lo menos. No vale la pena el riesgo.Valdra la pena si llevaras una cantidad mucho mayorpero eso es imposible.

Satisfecha con su aseo, Horo alis el pelo de su cola y asinti. Lawrence no poda vermucha diferencia, pero aparentemente Horo tena sus propios estndares.

Mm, es verdad - dijo ella - Bueno, tus negocios son lo suficientemente seguros, seguirsas siempre y cuando utilices una moneda estable.

Tienes razn, pero me parece tener una cierta compaera que se empea en gastar esamisma moneda constantemente.

Horo bostez. Pretendiendo no haber escuchado la burla mientras doblaba su cola paraesconderla, ella se frot los ojos y se arrastr de vuelta a su lugar en la cama de la carreta.Lawrence no haba sido tan serio. Dej de seguir los movimientos de Horo y mir haciadelante del camino. Tratar de hablar con ella una vez que ya ha decidido dormir era unejercicio intil, as que abandon esa expectativa.

Por un nos momentos pudo escuchar el traqueteo de las armas mientras ella las dejaba aun lado para hacerse un lugar para la siesta, pero pronto el silencio regres, y l escuchsus suspiros contentamente.


-41-

Lawrence mir hacia atrs y la vio acurrucada en forma de pelota, justo como un perro oun gato. No pudo evitar sonrer.

No poda decir muy bien en lo que estaba pensando por muchas razones, pero Lawrencequera que ella se quedara con l.

Mientras Lawrence reflexionaba sobre esto, Horo habl de repente.

Olvid mencionarlo antes, pero el vino que obtuvimos de aquel dueo, no tengointenciones de beberlo todo yo sola. Esta noche beberemos juntos, y disfrutaremos de esacarne de cordero tambin.

Medio sorprendido, Lawrence dirigi su mirada hacia ella, pero ya se haba acurrucado denuevo.

Sin embargo esta vez, ella estaba sonriendo.

Lawrence mir hacia adelante, sosteniendo las riendas, y dirigiendo el caballo concuidado, con el fin de no agitar la carreta ms de lo necesario.

Fin Captulo 01 - Volumen 02Lanove

Traduccin: Neo-Ramza.Edicin y Correccin: Ogichi.

Captulo 02

El terreno accidentado se termin, siendo remplazado por ondulaciones en el paisaje que

apenas demoraban el proceso, lo que hizo el viaje ms fcil.

Lawrence todava no se haba deshecho de los efectos del vino de la noche anterior, por lo

que el camino fcil le ajustaba muy bien.

Se haba excedido debido a que contaba con un compaero para comer y beber vino. Si l

hubiera tenido que conducir un sendero de una montaa en su estado actual,

probablemente habra cado directamente al fondo del valle.

Pero aqu, no era tanto como un ro, por no hablar de un valle, as que Lawrence poda

dejar el caballo y simplemente seguir el camino.

De vez en cuando, cabeceaba durante un breve momento, y en la parte trasera de la carreta

Horo estaba profundamente dormida, roncando sin una preocupacin en el mundo. Cada

vez que Lawrence despertaba, daba gracias a Dios por los tiempos de paz.

Despus de pasar muchas horas de silencio de esta manera, Horo por fin se movi

despertando un poco ms all del medioda. Se frot los ojos y su rostro todava mostraba

claramente las seales de haber dormido.

Se arrastr hasta el asiento del conductor y bebi un poco de agua de una cantimplora, con

una expresin vaca en su cara. Afortunadamente, ella pareca no tener resaca. Si fuera el

caso, Lawrence quizs habra tenido que parar la carreta; de otro modo, ella podra

terminar vomitando en la parte de atrs de la carreta, un resultado que no mereca

pensarse.

Es un buen clima el de hoy, dijo Horo.

As es

Los dos intercambiaron sonrisas perezosas para luego bostezar.

El camino en el que ellos se encontraban era una de las principales rutas de comercio hacia

el norte, as que se encontraron con muchos otros viajeros mientras lo seguan.

Entre ellos haba comerciantes que ondeaban banderas de pases tan lejanos que Lawrence

slo saba de ellos por los ingresos de importacin.


-3-

Horo miraba las banderas y pareca pensar que era simplemente publicidad del pas de

origen del comerciante, pero en general las banderas pequeas se exhiban de manera que

los comerciantes de la misma nacin pudieran identificar a un compatriota en caso de que

pasara. Generalmente tales encuentros seran intercambios de noticias sobre el viejo pas.

Al llegar a una tierra extraa, donde el idioma, la comida y el vestido eran totalmente

diferentes, podra llevar incluso a un comerciante en constante viaje a la nostalgia.

Lawrence explic esto a Horo, quien miraba las pequeas banderas de los comerciantes

pasar, sumida en sus pensamientos.

Horo haba dejado su tierra natal cientos de aos atrs, y su deseo de hablar con alguien

de su tierra natal era ms fuerte que la nostalgia de cualquier comerciante viajero.

Ah, bueno, voy a estar de vuelta muy pronto, no? Declar con una sonrisa, pero haba

un toque de soledad en ella.

Lawrence senta que debera tener una respuesta a esto, pero ninguna le vino a la mente, y

mientras conduca el caballo a lo largo de la carretera, el sol de la tarde hizo sus ideas

nebulosas en su mente.

No haba nada mejor que la clida luz solar durante la temporada de invierno.

Pero el silencio se rompi pronto.

Justo cuando Lawrence y Horo comenzaban a dormitar en el asiento del conductor, Horo

habl bruscamente.

Hey

Mm

All hay un grupo de personas

"Qu has dicho?", pregunt Lawrence mientras se apresuraba a coger las riendas, su

sueo desapareci en un instante. Entrecerr sus ojos y mir hacia delante a la distancia.

A pesar de las ligeras ondulaciones en la carretera, generalmente un terreno plano ofrece

una buena vista hacia el frente.

Pero Lawrence no vio nada. Mir a Horo, quien ahora estaba mirando fijamente hacia

adelante.

Sin duda ellos estn ah. Me pregunto qu paso.


-4-

Ellos llevan armas?

Haba pocas cosas que explicaran que un grupo de personas estuvieran en una ruta

comercial. Lawrence esperaba una gran caravana de comerciantes, una columna de

peregrinos todos de visita al mismo destino o un miembro de la nobleza que visitaba a un

pas extranjero.

Pero haba otras posibilidades menos agradables.

Podran ser bandidos, granujas, soldados hambrientos que regresaban a casa o

mercenarios.

El encuentro con los soldados que regresaban o los mercenarios, podra significar

renunciar a todo lo que tena, si tena suerte, ya que su vida bien podra considerarse por

perdida.

Lo que le pasara a su fmina compaera no haca falta decirlo.

Yo... no veo ningn arma. De todas formas, no parecen ser soldados molestos"

Te has encontrado soldados? ", pregunt Lawrence, un poco sorprendido.

Hace tiempo. Tenan lanzas afiladas, lo que los hacia una verdadera molestia. Sin

embargo, no podan seguir el ritmo de mi ingenio. Dijo Horo con tanto orgullo que

Lawrence no se atrevi a preguntar qu haba sucedido con los desafortunados

mercenarios.

"No hay... nadie cerca, cierto?" Horo mir alrededor rpidamente, luego se quit la

capucha, y revel sus orejas de lobo.

Sus orejas puntiagudas eran del mismo color castao que su cola, y al igual que su cola,

expresaban su estado de nimo con tanta eficacia que era una buena forma de saber

cuando estaba (por ejemplo) mintiendo.

Esas mismas orejas estaban erguidas fijamente hacia adelante.

La actitud de Horo era cada vez mas como la de un lobo en busca de su presa.

Lawrence se haba encontrado con lobos una vez anteriormente.

Haba sido una noche oscura, con mucho viento. Lawrence haba estado siguiendo un

camino a travs de una llanura, y en el momento en que escuch el primer aullido, ya

estaba dentro del territorio de los lobos. Los aullidos sonaban de todas las direcciones,


-5-

cuando se dio cuenta ya estaba rodeado, y el caballo que tiraba de su carreta estaba medio

perturbado por el miedo.

En ese momento, Lawrence vio a un solo lobo.

Su postura no mostraba miedo mientras miraba directamente a Lawrence, sus orejas

estaban intensamente fijas en l, estaba completamente seguro que poda escuchar su

respiracin. l saba que forzar su camino libre de la trampa de los lobos sera imposible,

por lo que inmediatamente sac una bolsa de cuero y, asegurndose que el lobo poda ver,

arroj toda la carne, pan, y otras provisiones que tena hacia el suelo.

Entonces empuj a su caballo hacia adelante, con el lobo mirndolo todo el tiempo. Pudo

sentir la mirada de la bestia en su espalda durante algn tiempo, pero eventualmente los

aullidos parecan a agruparse alrededor de la comida que haba dejado caer, y as, escap

ileso.

Lawrence jams podra olvidar a ese lobo. Y en este momento, Horo lucia exactamente

como l.

Hmm... Parece que all hay algn tipo de cosa por hacer, dijo Horo, al traer a Lawrence

de su ensoacin, l sacudi la cabeza para despejarse.

Hay un mercado que he olvidado?, dijo Lawrence. Las reuniones en la carretera para el

intercambio de informacin comercial y promover el comercio no eran del todo

desconocidas.

Quizs. Eso no huele a pelea. Eso es seguro

Horo se puso su capucha de nuevo hacia adelante y se sent.

Lawrence estaba preocupado con la conduccin de la carreta mientras ella lo miraba con

una expresin que deca: Entonces, qu haremos?

El comerciante estaba sumido en sus pensamientos mientras visualizaba un mapa de la

zona.

Lawrence saba que tena que conseguir armas en su carreta para la ciudad Iglesia de

Ruvinheigen. Si se desviaba ahora, tendra que dar marcha atrs a lo largo de una muy

indirecta ruta, ya que los nicos otros caminos eran tan pobres como para ser transitables

solo a pie.

No hueles nada de sangre, verdad?, pregunt Lawrence.

Horo sacudi la cabeza con decisin.


-6-

Vamos, entonces. El desvo est demasiado lejos.

E incluso si son mercenarios, me tienes a m, dijo Horo, sacando la bolsa de cuero llena

de trigo que colgaba de su cuello. No exista mejor guardaespaldas.

Lawrence sonrea confiadamente mientras conduca el caballo por el camino.

As que, para desviarte por aqu, tomaras el camino del Saint Lyne?

No, seguramente es ms corto tomar el camino que cruza las llanuras hacia Mitzheim.

De cualquier forma, es verdad eso que dicen sobre una banda de mercenarios?

Compr esta tela, cierto?, tomar sal a cambio.

Hay alguien aqu que hable parciano?! Creo que este tipo tiene un problema!

Lawrence y Horo engancharon fragmentos de conversaciones mientras llegaban a la

multitud de personas.

Algunas de las personas detenidas en la carretera eran reconocibles a simple vista como

comerciantes. Otros eran artesanos de distintas tierras en peregrinaje para mejorar sus

habilidades.

Algunos caminaban, otros viajaban en carreta o carruaje. Haba algunos burros cargados

con bultos de paja. La conversacin estaba en todas partes, y los que no comparten un

lenguaje en comn gesticulaban frenticamente en un esfuerzo para hacerse entender.

Entrar en una confrontacin debido a una barrera del lenguaje es una experiencia

espantosamente inolvidable, an ms cuando resulta que llevas toda tu fortuna contigo.

Tristemente, Lawrence tampoco entenda al hombre. l simpatizaba, pero no haba nada

que pudiera hacer, y adems no saba cul era exactamente el problema de todos modos.

Lawrence mir a Horo en seal de que debera quedarse tranquilamente sentada en el

asiento del conductor y luego salt de la carreta, a llamar a un comerciante cercano.

Disculpe, dijo.

Eh? Oh, un compaero de viaje. Acabas de llegar?

S, desde Poroson. Pero, qu est pasando aqu? Sin duda, el conde local no ha decidido

abrir un mercado aqu


-7-

Ah! No, si as fuera, todos tendramos tapices extendidos en el suelo y estaramos

negociando todo el da. De verdad, all cuentan de una banda de mercenarios que cruza el

camino a Ruvinheigen. Por eso estamos todos parados aqu

El comerciante llevaba un turbante y pantalones sueltos, holgados. Tena un gran manto

envuelto alrededor de su cuello y una mochila grande colgando de su espalda. A juzgar

por su ropa pesada, el comerciante frecuentaba el corazn de las tierras del norte.

El polvo del camino se qued en su rostro quemado por la nieve. Las muchas arrugas y la

palidez de de su piel curtida eran una prueba de una larga vida como comerciante viajero.

Una banda de mercenarios? S que el grupo del general Rastuille patrulla estas partes

No, eran de bandera carmes con un emblema de halcn sobre ellos

Lawrence frunci el ceo. "Banda de mercenarios de Heinzberg?"

Ah, oh. Veo que has recorrido las tierras del norte. De hecho, dicen de los halcones de

Heinzberg, que es mejor encontrarte con bandidos que con ellos cuando llevas una carga

llena de productos

Se deca que los halcones de Heinzberg estaban tan hambrientos de riqueza que por donde

quiera que pasaran, ni siquiera dejaran atrs una hoja de nabo si pensaban que podra ser

vendida. Se haban hecho su nombre en las tierras del norte, y si estuvieran por delante en

el camino, tratar de pasar sera suicida.

Los mercenarios Heinzberg tenan la reputacin de detectar a sus presas ms rpido que

un halcn en el ala. Estaran sobre un perezoso comerciante viajero en un instante, sin

duda.

Sin embargo, los mercenarios actuaban exclusivamente por su propio inters, y en ese

sentido, no estaban tan lejos de los comerciantes. Esencialmente cuando se comportaban

de forma extraa, a menudo haba algn acontecimiento similar inesperado en el mercado.

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