Por fin llegó el 29 de junio, día tan esperado para volver a encontrarnos y conocer nuevas caras.

Poco a poco fuimos llegando todas desde Santander, Zaragoza, Madrid, Barcelona, Gerona,

Logroño, Huesca, Guadalajara, Navarra... Tuvimos una gran acogida de las Hermanitas de la Comunidad de

Tafalla, las que en estos días se esmeraron muchísimo para que pudiéramos estar bien. Después de los

saludos, entregado el material para las convivencias, comenzamos con juegos de presentación y con la

Eucaristía.

Empezamos todos los días con la oración, reflexionando

sobre una palabra, ALEGRÍA, AMISTAD, PERDÓN, PAZ, lo que

nos ha ayudado a entender mejor su significado para nosotros

en sentido de vida cristiano.

Las Eucaristías eran geniales. Don Sergio, nos ha ayudado a

entender la palabra de cada día de una forma muy sencilla.

Cada día se prepararon distintas actividades, las que

han sido muy amenas y educativas. Nos han ayudado a reflexionar sobre temas que no estamos

acostumbradas a pensar y hablar sobre ellos. Hemos trabajado la Biblia de una manera divertida, que nos

ha hecho estar más atentas y participar más en esa actividad.

La participación de las chicas en los grupos ha sido muy buena. Todas, o la gran mayoría, ha

opinado y defendido su opinión dándola a conocer a todo el grupo.

El tiempo que dedicamos para hablar con los ancianos fue muy bonito, como también a las horas de

las comidas, aprendimos a saber escuchar y entender a las personas mayores.

Los distintos talleres también estuvieron bien, participando todas con mucha ilusión, sobre todo en

el que preparamos el detalle para regalar a los ancianos.

Como todos los años no podía

faltar la actuación del último día, que este año preparamos "El circo", con nuestros

payasos, forzudos, acróbatas, bailarinas, magos y nuestros domadores de bichos. Esto fue muy bonito,

pues además de pasarlo bien hicimos reír un rato a los ancianos.

También hicimos el rosario de las antorchas, por los jardines. Como también pudimos participar en

el sacramento de la confesión, con una breve preparación y explicación de su valor y significado.

Las hermanas nos sorprendieron con un día de excursión, nos llevaron a San Millán de la Cogolla,

que todas valoramos como muy positivo y cultural, ya que es símbolo del nacimiento de la lengua

castellana. Donde pudimos visitar el monasterio de Yuso y de Suso. Y pasando el día en contacto con la

naturaleza.

El sitio de las convivencias es genial, la comida era abundante, variada y algunas veces caprichosa.

El trato de las hermanas ha sido siempre muy bueno. Han estado atentas a nuestras necesidades. Nos han

acompañado, han sido muy cercanas y nos han ayudado en todo momento.

Vemos el trabajo de las hermanas que se dedican al cuidado de los ancianos y que están

completamente dedicadas a servirles.

Después de estas convivencias nos damos cuenta de que no estamos tan solas como pensábamos,

ahora sabemos que Dios siempre está con nosotras, y que sin Él, esto no habría sido posible.