Situación Laboral y Repercusión en el Sistema … · Al Dr. Juan Manuel Araujo Álvarez, por a...
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INSTITUTO POLITÉCNICO NACIONAL
ESCUELA NACIONAL DE MEDICINA Y HOMEOPATÍA SECCIÓN DE ESTUDIOS DE POSGRADO E INVESTIGACIÓN
MAESTRÍA EN SALUD OCUPACIONAL, SEGURIDAD E HIGIENE
TESIS
“Situación Laboral y Repercusión en el Sistema Inmunológico, en Trabajadores de la Industria
Eléctrica ”
PARA OBTENER EL GRADO DE MAESTRÍA EN SALUD OCUPACIONAL, SEGURIDAD E HIGIENE
PRESENTA:
MIRIAM DEL CARMEN VERDIGUEL PERALTA
DIRECTORES DE TESIS
Dr. EN C. JUAN MANUEL ARAUJO ÁLVAREZ
Dr. EN C. ABSALOM ZAMORANO CARRILLO
NOVIEMBRE DEL 2012
MÉXICO, D.F.
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Nombre y firma
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AGRADECIMIENTOS:
La presente Tesis es un esfuerzo en el cual, directa o indirectamente, participaron varias personas leyendo, opinando, corrigiendo, teniéndome paciencia, dando ánimo, acompañando en los momentos de crisis y en los momentos de felicidad. A Dios: Por haberme permitido llegar hasta este punto y haberme puesto en el camino correcto, además de su infinita bondad y amor. A mis padres: Irma y Alfredo, por el apoyo incondicional en todo momento, ya que pase lo que pase están allí para que yo siga adelante, todo cuanto soy es un triunfo de ellos, por ser la base fundamental de mi vida, pero más que nada, por su amor. A mis hermanos: Alfredo y Rodrigo, por las platicas y amistad que tenemos, y que les sirva de ejemplo para que sigan sus metas hasta el final. A mi familia: A mi tía Rosa María Peralta por ser un pilar importante en mi vida, por el apoyo moral en los momentos difíciles y el amor incondicional. A mi tía Silvia Peralta, por interesarse en el proyecto, que a pesar de la distancia siempre está al pendiente de cada momento en mi vida. A mi tía Luz Elda Peralta, por los consejos y los buenos momentos. A mi tío Fernando Verdiguel, por su cariño y por ser incondicional conmigo y con mis hermanos, por estar siempre cerca de nosotros. A mis abuelitos Angélica y Tomas, que no están aquí físicamente, para celebrar este triunfo conmigo, pero sé que donde estén me envían sus bendiciones. A mis directores de tesis: Al Dr. Juan Manuel Araujo Álvarez, por a ver creído en mi, al darme la oportunidad de poder desarrollar un tema que esta por demás de interesante y creativo, por la paciencia y apoyo al guiarme durante todo el trabajo de esta tesis. Al Dr. Absalom Zamorano Carrillo, por su apoyo y motivación para la culminación y elaboración de esta tesis.
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A mis maestros: Al Dr. Enrique López, por su motivación para la culminación de nuestros estudios profesionales, por su tiempo compartido y por impulsar el desarrollo de nuestra formación profesional. Al Dr. Rafael Campos Rodríguez, jefe del laboratorio de Inmunología de la escuela superior de medicina. Por haberme permitido trabajar dentro del laboratorio, y el apoyo para la realización de esta tesis. A la Química Teresita Cruz Hernández, por la paciencia, apoyo, protección y amistad que me otorgo durante todo el tiempo que se realizo la tesis, por ser la cabeza de un gran equipo y una gran persona. A la Dra. Elisa Drago, por compartir sus conocimientos y ampliar el panorama del objeto de estudio, y por las correcciones. A mis sinodales A la Dra. Ma. del Carmen López, Dra. Laurance Marchat, Dr. Ignacio Peón, por sus valiosas sugerencias. Gracias por todo su tiempo invertido en la revisión de esta tesis. . Al Dr. Vladimir mosso, por el amor incondicional, por ayudarme a comprender varias cosas y por estar para ver mi crecimiento personal así como en lo académico. . Así como a todo el equipo de trabajo del mismo laboratorio: Miguel Olvera, Omar Estévez, Verónica Córdoba, y a todas las chicas que colaboran con la química Teresita, porque sin ustedes no hubiera sido lo mismo. . Gracias también a mis queridos compañeros, que me apoyaron y me permitieron entrar en su vida durante estos años de convivir dentro y fuera del salón de clase. . Al Instituto Politécnico Nacional por haberme dado cobijo durante todo el proceso de educación desde la licenciatura. . Finalmente, un agradecimiento especial a los trabajadores que participaron en este proyecto, por su generosidad y participación.
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CONTENIDO
CONTENIDO 6 ÍNDICE DE TABLAS y GRÁFICAS 10 GLOSARIO 14 RESUMEN 16 ABSTRACT 18 INTRODUCCIÓN 20 CAPÍTULO 1: ANTECEDENTES 23 1.1 Problema y Justificación 23 1.1.2 Estudios previamente realizados 23 CAPÍTULO 2: MARCO TEÓRICO 27 2.1 Compañía de Luz y Fuerza del Centro (CLyFC) 27 2.2 Como afecta la situación laboral en trabajadores de la industria
eléctrica
28
2.3 Fisiología del Estrés 30 2.3.1 Generalidades del estrés 30 2.3.2 Descripción de la respuesta del sistema inmunológico al estrés 32 2.3.2.1Eje Hipotálamo-Hipófisis-Adrenal (HHA) 34 2.3.2.2 Sistema Nervioso Autónomo (SNA) 36 2.3.2.3 Sistema Nervioso Central (SNC) 38 2.3.2.4 Sistema Inmunológico (SI) 40 2.3.3 Integración de la respuesta del sistema inmunológico al estrés 42 2.4 Generalidades de estrés y sistema inmunológico 45 2.4.1 estrés 45
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2.4. 2 Generalidades del Sistema Inmunológico 47 2.4.2.1 Inmunidad innata e inmunidad adquirida 48 2.4.2.2 Inmunoglobulinas 50 2.4.2.3 Estructura y clasificación de las inmunoglobulinas 50 2.4.2.4 Función general de las inmunoglobulinas 53 2.4.3 Estrés e inmunidad en el hombre 54 2.4.4 Teorías del estrés 57 2.4.4.1Ley De Selye: Síndrome de Adaptación General (SAG) 57
2.4.4.2 Primera fase "Reacción o Estado de Alarma” 59 2.4.4.3 Segunda fase “Resistencia de Reacción” 60 2.4.4.4 Tercera fase “Agotamiento” 61 2.4.5 Estrés postraumático y escala de gravedad de síntomas del
trastorno de estrés postraumático (EGSTEP)
62
CAPÍTULO 3: PROCEDIMIENTO O MÉTODO 65 3.1 Planteamiento del problema 65 3.2 Objetivo General 65 3.3 Objetivos Específicos 66 3.4 Material y Métodos 66 3.4.1 Material 66 3.4.1.1 Población de estudio 66 3.4.1.2 Materiales y equipos 67 3.4.1.2.1 Recolección de muestras muestra (sangre y saliva) 67 3.4.1.3 Material de laboratorio 67 3.4.1.3.1 Reactivos para estandarización de la técnica de ELISA 67 3.4.1.3.2 Reactivos para amortiguadores de la técnica de ELISA 68 3.4.1.4 Equipo de laboratorio 69 3.4.1.5 Equipo para elaborar documentos 70 3.5 Recursos 70 3.6 Métodos 70 3.6.1 Determinación de Variables 71 3.6.2 Métodos Utilizados 72
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3.6.2.1 Planeación y Obtención de Datos Generales 71 3.6.2.2 Metodología de obtención de muestra sanguínea y saliva 71 3.6.2.3 Técnica de preparación de muestras 73 3.6.3 Determinación de estrés por medio de la escala de gravedad
de síntomas del trastorno de estrés postraumático (EGSTEP)
73
3.6.4 Determinación de la situación laboral de los trabajadores
mediante la aplicación de cuestionario
73
3.6.5 Historia clínica 73 3.6.6 Técnica para cuantificación de metabolitos en la química
sanguínea
74
3.6.7 Cuantificación de proteínas total mediante método de Bradford 74 3.6.7.1 Método de Bradford 74 3.6.8 Estandarización de la técnica de ELISA para cuantificación de
SIgA en saliva e IgG sérica
75
3.6.8.1 Ensayo de ELISA para Cuantificar la SIgA humana en saliva 76 3.6.8.1 Ensayo de ELISA para cuantificar IgG humana en suero 77 CAPÍTULO 4: RESULTADOS Y DISCUSIÓN 79 4.1 Resultados 79 4.1.1Descripción de la Población Estudiada 79 4.1.2 Cuestionario de Situación Laboral 82 4.1.3 Escala de Gravedad de Síntomas del Trastorno por Estrés
Postraumático (EGSTEP)
82
4.1.4 Historia Clínica 87 4.1.5 Química Sanguínea 88 4.1.6 Cuantificación de proteínas totales por método de Bradford 91 4.1.6.1 Resultados de la curva estándar de SIgA por el método de
ELISA
92
4.1.6.2 Resultados de la curva estándar de IgG por el método de
ELISA
93
4.1.7 Resultados de SIgA e IgG por el método de ELISA 95 4.2 Discusión 101
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CONCLUSIONES 103 FUENTES DE INFORMACIÓN 106 Anexos 111
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Índice de Tablas
Pág.
Tabla 1. Distribución de las diferentes inmunoglobulinas en el plasma
humano. 52
Tabla 2. Hormonas que se presentan en la primera fase del Síndrome
General de Adaptación.
60
Tabla 3. Hormonas que se presentan en la segunda fase del
Síndrome General de Adaptación.
61
Tabla 4. Hormonas que se presentan en la tercera fase del Síndrome
General de Adaptación.
61
Tabla 5. Preparación de los estándares para la curva de calibración de
BSA.
75
Tabla 6. Preparación de la curva de calibración de BSA.
75
Tabla 7a. Valores de química sanguínea del grupo A.
88
Tabla 7b. Valores de química sanguínea del grupo B.
89
Tabla 7c. valores de química sanguínea del grupo C.
89
Tabla 8. Número de trabajadores que se encontraron con cifras por
arriba de parámetros normales.
90
Tabla 9. Resultados del análisis de ANOVA.
91
Tabla 10. Datos de las absorbancias y concentración de la curva
estándar de la BSA.
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Tabla 11. Cuantificación de proteínas totales por el método de
Bradford. 92
Tabla 12. Datos de absorbancias para elaborar curva de SIgA.
93
Tabla 13. Titulación de SIgA total en pool de saliva.
93
Tabla 14. Datos de absorbancia para elaborar curva de IgG
94
Tabla 15. Titulación de IgG total en pool de suero.
95
Tabla 16a. Resultados de anticuerpos de SIgA e IgG en el grupo A
96
Tabla 16b. Resultados de anticuerpos de SIgA e IgG en el grupo B
96
Tabla 16c. Resultados de anticuerpos de SIgA e IgG en el grupo c
97
Tabla 17a. Promedio de los niveles de SIgA de trabajadores (μg/ml)
98
Tabla 17b. promedio de los niveles de IgG de trabajadores (μg/ml)
99
Tabla 18. Resultados del análisis estadístico ANOVA de las
inmunoglobulinas.
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ÍNDICE DE FIGURAS
Pág.
Figura 1. Esquema del sistema Hipotálamo-Hipófisis-Adrenal.
35
Figura 2. Esquema de la relación del Sistema Nervioso con la acción
del estrés, regulando la secreción de hormonas.
39
Figura 3. Esquema de la interacción del Sistema Nervioso, Endocrino
y la alteración del Sistema Inmunológico.
41
Figura 4. Integración neurobiológica del estrés
43
Figura 5 Estructura general de las inmunoglobulinas
51
Figura 6. Esquema de las etapas del Síndrome General de Adaptación
o ley de Selye.
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ÍNDICE DE GRÁFICAS
Pág.
Gráfica 1. Distribución de los trabajadores por grupo y sexo
80
Gráfica 2. Distribución de los trabajadores por grupo y edades
81
Gráfica 3. Resultados de las subescalas de la EGSEP, por grupo de
situación laboral
85
Gráfica 4. Síntomas de estrés postraumático en trabajadores de LyFC,
según resultado de la EGSEP, escala global
86
Grafica 5. Curva estándar de la BSA
92
Grafica 6. Curva de SIgA
93
Grafica 7. Curva estándar de IgG
94
Grafica 8. Curva estándar IgG (cuatro puntos)
95
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GLOSARIO ACTH: Hormona Adenocorticotrópica. Se produce en la hipófisis anterior
(adenohipófisis) y su función principal es la de estimular a las glándulas
suprarrenales para la secreción de cortisol y corticosterona.
Adenohipófisis: Glándula endócrina situada en el lóbulo anterior de la
hipófisis, produce las siguientes hormonas; estimulante de tiroides, folículo
estimulante, luteinizante, somatrotopa y prolactina.
Adrenalina: es una Hormona y neurotransmisor, secretada por la médula
suprarrenal, pertenece al grupo de las catecolaminas y sus funciones
principales están en relación con los receptores alfa, y son vasoconstricción,
inhibición de las secreciones y estimulación del metabolismo basal.
Alícuota: Parte proporcional, que representa las características del resto.
Antígeno: Cualquier sustancia o molécula extraña que, propicia se active el
sistema inmune ya sea innato o adquirido, que promueve la generación de
anticuerpos.
Citocinas: (también denominadas citoquinas) son proteínas que regulan la
función de las células que las producen u otros tipos celulares. Son los agentes
responsables de la comunicación intercelular, inducen la activación de
receptores específicos de membrana, funciones de proliferación y
diferenciación celular, quimiotaxis, crecimiento y modulación de la secreción de
inmunoglobulinas.
Contrato colectivo de trabajo (CCT): contrato celebrado entre un sindicato o
grupo de sindicatos y uno o varios empleadores, o un sindicato o grupo de
sindicatos y una organización o varias representativas de los empleadores
(comités de empresa).
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Ig: Anticuerpo o Inmunoglobulina. Proteína plasmática sintetizada por los
linfocitos B y células plasmáticas en respuesta a la estimulación por un
antígeno, y que actúa como defensa del organismo.
ELISA: Es el acrónimo en inglés Enzyme Linked Immuno Sorbent Asssay" Ensayo Inmuno Enzimático Absorbente.
Estrés: Una respuesta biológica inespecífica, mediante cambios en los
sistemas nervioso, endocrino e inmunológico.
Fb: Fragment antigen binding
Fc: Fragment crystallizable
GH: Hormona Gonadotropina
IgA: Inmunoglobulina A
IgG: Inmunoglobulina G
Linfocito B: Linfocito Bursodependiente.
Linfocito T: Linfocito Timodependiente.
SIgA: IgA Secretora
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RESUMEN
Las inmunoglobulinas A e IgG, son los anticuerpos más abundantes en saliva y
suero, respectivamente, que participan en los mecanismos de defensa de la
respuesta inmunitaria adaptativa, como la neutralización viral y la fijación del
complemento, hacia agentes patógenos causantes de enfermedades
infecciosas. Los niveles de IgA en saliva y de IgG en suero, son indicadores de
infecciones causadas por virus y bacterias patógenas, y pueden ser alterados
por factores como el estrés de diverso tipo, como en el caso de trabajadores
sometidos a diferentes factores estresantes o al desempleo. El estrés, en sus
diversas expresiones, como tema de investigación, ha venido creciendo de
forma notable en los últimos años. Ello no debe extrañar si se consideran las
numerosas hipótesis que tratan de relacionar su asociación con la alteración en
el sistema inmunológico. Por estas razones, el objetivo de esta investigación
fue evaluar la respuesta inmunológica expresada en los niveles de IgA
secretora e IgG sérica, en trabajadores de la industria eléctrica, que sufrieron
un cambio radical en su situación laboral, generada por la liquidación de la
Compañía de Luz y Fuerza del Centro (LyFC). Se estudió a un grupo de 50
trabajadores liquidados de LyFC. Se formaron tres grupos, en función de la
situación laboral actual vivida: grupo A, trabajadores liquidados que aceptaron
su liquidación y se jubilaron (10); grupo B, trabajadores que aceptaron su
liquidación y se recontrataron con Comisión Federal de Electricidad (CFE),
(10); y, grupo C, trabajadores que no han aceptado su liquidación y
actualmente se encuentran en demanda de su reinstalación con el patrón
sustituto CFE (30). Se evaluó la presencia de estrés postraumático, las
condiciones de salud general en estos trabajadores y, finalmente, se estimó el
efecto del estrés sobre el sistema inmune, por medio de la medición de IgG en
muestras de sangre e IgA en saliva, (que se analizó por ANOVA). Los
resultados mostraron que, en cuanto a las condiciones de salud de los
trabajadores, el estrés postraumático está presente en el 70 % de los
trabajadores del grupo C, esto se refleja en un aumento en las enfermedades
infecciosas y crónico degenerativas, que se mostró con una disminución franca
en los niveles de IgA (p < 0.05), en este mismo grupo de trabajadores del grupo
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C; en tanto que, para IgG sérica, se puso en evidencia un claro incremento, en
los trabajadores del grupo C, comparado con los trabajadores de los otros dos
grupos. Estos resultados sugieren que el efecto de la respuesta humoral por
exposición al estrés crónico, generado por la liquidación de LyFC, sobre estos
trabajadores, que provocó una situación laboral particular en cada grupo de
trabajadores, alteró su respuesta inmunológica. Por lo que se sugiere que el
efecto en la respuesta inmunológica causada por el estrés, debido a un evento
traumatizante, como la liquidación y el despido de la compañía de LyFC en un
grupo de trabajadores, parece producir, una disminución en los valores de IgA
secretora, así como un aumento en valores de IgG sérica, generados por el
estrés crónico, que les produce cambios aparentes, sin embargo se deberán
realizar más estudios con un enfoque inmunológico para confirmar estos
hallazgos.
Palabras clave: Situación laboral, Estrés, Inmunoglobulina A (IgA),
Inmunoglobulina G (IgG).
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ABSTRAC
Immunoglobulins A and IgG antibodies are more abundant in saliva and serum,
respectively, involved in the defense mechanisms of the adaptive immune
response, and viral neutralization and complement fixation towards pathogens
causing infectious diseases. The levels of salivary IgA and serum IgG, are
indicators of infections caused by pathogenic viruses and bacteria, and can be
altered by factors such as stress of various kinds, as in the case of workers
subjected to different stressors or unemployment. Stress, in its various
expressions, as a research topic, has grown significantly in recent years. This is
not surprising when considering the many hypotheses that attempt to relate its
association with impaired immune systems. For these reasons, the objective of
this research was to evaluate the immune response expressed in secretory IgA
levels and serum IgG in electrical industry workers, who suffered a radical
change in their work situation, generated by the liquidation of the Company
Light and Power of Center (LFC). We studied a group of 50 workers LyFC
liquidated. Three groups were formed, based on the current labor situation
lived: group A, workers who agreed liquidated settlement and retired (10), group
B, who accepted his settlement workers and re-signed with the Federal
Electricity Commission (CFE), (10), and group C, workers who have not
accepted the settlement and are now demanding his reinstatement and
replacement pattern CFE (30). We evaluated the presence of posttraumatic
stress disorder, the overall health conditions of workers and, finally, we
estimated the effect of stress on the immune system, by measuring blood
samples of IgG and IgA in saliva (which is analyzed by ANOVA). The results
showed that, in terms of health conditions of workers, posttraumatic stress is
present in 70% of workers in the group C, this is reflected in an increase in
infectious diseases and chronic degenerative, who was with frank decrease in
IgA levels (p <0.05) in the same group of workers in group C, while that for
serum IgG was revealed a clear increase in workers from group C, compared
with workers in the other two groups. These results suggest that the effect of
the humoral response by exposure to chronic stress, generated LyFC
settlement on these workers, prompting a special employment status of workers
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in each group, altered immune response. It is suggested that the effect on the
immune response caused by stress due to a traumatic event, such as the
settlement and dismissal of the company LyFC in a group of workers, appears
to cause a decrease in the values of IgA secretory, and an increase in serum
IgG values, generated by chronic stress, which gives them apparent changes,
however more studies should be conducted with an immunological approach to
confirm these findings.
Keywords: employment, Stress, immunoglobulin A (IgA), immunoglobulin G
(IgG).
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INTRODUCCIÓN
Se han observado, en diferentes estudios, que situaciones de estrés, tales
como las producidas por la pérdida de un familiar o la pérdida del empleo están
asociadas a una disminución de respuesta inmunológica y a una alteración de
los linfocitos. Asimismo, ha sido posible advertir una mayor prevalencia de
hipertensión y un aumento del nivel de cortisol en comunidades que han sufrido
una catástrofe (Canelones, 2004).
Una de las teorías del estrés trata de tomar en consideración las diferencia
individuales y define a éste como un falta de adaptación entre las personas y
su ambiente; sin embargo, la teoría desarrollada por Lazarus (1996), pone de
relevancia la influencia de la percepción cognoscitiva de una situación dada y
los recursos disponibles para solventarla, como elementos mediadores entre el
ambiente y el comportamiento individual. En esta línea de pensamiento, el
estrés es considerado como la respuesta que aparece cuando el individuo cree
que sus recursos personales son insuficientes para afrontar las exigencias de
una situación concreta. Para Lazarus y Folkman (1996), una persona es
vulnerable cuando percibe que los recursos de que dispone para afrontar una
situación dada son insuficientes.
El organismo siempre se encuentra bajo un cierto grado de estrés mínimo que,
ante determinadas situaciones, se incrementa, lo que puede producir un efecto
benéfico o negativo, que depende de si la reacción del organismo, en la medida
de tener la capacidad, es suficiente para dar respuesta a una determinada
demanda, o de que dicha demanda sobrepase las capacidades de la persona.
Este nivel de equilibrio dependerá de los factores individuales (procesos
biológicos y psicológicos), de las distintas situaciones y experiencias a que son
sometidos. Cuando se mantiene la presión y se entra en el estado de
resistencia, las personas comienzan a experimentar una sensación de
disconfort (tensión muscular, palpitaciones, etc.). Si continúa la exposición al
estresor, se puede alcanzar el estado de agotamiento, con posibles
alteraciones funcionales u orgánicas, son las llamadas "enfermedades de
adaptación". Estos síntomas se perciben como negativos por las personas, y
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producen preocupación, lo que a su vez agrava los síntomas y así puede llegar
a crearse un círculo vicioso (Schlesinger, 2005).
La respuesta al estrés es entendida entonces, como los procesos adaptativos,
psicológicos y fisiológicos, es decir, homeostáticos, que se activan en los seres
vivos, ante situaciones potencialmente amenazantes; se trataría de un sistema
de alarma que se pone en marcha cuando hay discrepancias entre lo que el
organismo espera y lo que realmente existe (Levine y Ursin, 1991). En la
historia del conocimiento biomédico, el sistema inmunológico ha sido
considerado como un sistema que actúa independiente, de manera autónomo y
sólo encargado de la defensa del organismo contra los efectos de agentes
patógenos infecciosos. Sin embargo, actualmente se sabe que actúa en
interacción recíproca con el Sistema Nervioso (SN) y el Sistema Endocrino
(SE) (Galinowski y Lôo, 2003).
Diversos estudios en animales han mostrado esta estrecha relación pero, hasta
ahora, muy poco se ha explorado en trabajadores. Razón por la cual, el
presente estudio propone indagar la relación entre la situación laboral de un
grupo de trabajadores y la respuesta del sistema inmune ante tal situación. Y
medir niveles de anticuerpos por los métodos convencionales (técnica de
ELISA).
En el primer capítulo de la presente tesis (Antecedentes), se plantean los
fundamentos de la presente investigación, con base en los artículos
relacionados con el tema en estudio, es decir, con el efecto del estrés sobre el
sistema inmune; sin embargo, son pocos los estudios que abordan dicho tema,
de manera similar.
En el segundo capítulo (Marco teórico), se plantea, en relación con la historia
de la industria eléctrica, la situación actual de estos trabajadores, los conceptos
y teorías, que explican el estrés con la alteración en el sistema inmunológico;
así como la definición de estrés, con sus variantes, de acuerdo a la perspectiva
psicofisiológica, para finalmente describir los componentes del sistema inmune
y su relación con el estrés.
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El tercer capítulo (Procedimiento), inicia con el planteamiento del problema, el
objetivo general y los objetivos específicos, además de describir los
procedimientos y los métodos utilizados para cumplir dichos objetivos, los
cuales se centran en evaluar el lugar de trabajo por medio de la investigación
de campo, describir la situación laboral de cada grupo de trabajadores
formados, así como conocer si padecen estrés postraumático debido al evento
ocurrido (liquidación de la Compañía de Luz y Fuerza del Centro), evaluar el
estado de salud de los participantes, por medio de una historia clínica laboral
con enfoque inmunológico, así como con la evaluación de metabolitos en
sangre por la química sanguínea. Se mencionan las características del diseño
de estudio, de la población participante, de recursos y materiales necesarios
para la realización, en laboratorio, de la cuantificación en sangre de
inmunoglobulinas, además de describir brevemente la metodología para la
estandarización de la técnica de ELISA, para cuantificar IgA secretora e IgG
sérica.
En el capítulo cuatro (Resultados y Discusión) se anotan los resultados y se
analizan de acuerdo a los argumentos descritos en el marco teórico, la
descripción se realiza de acuerdo a los objetivos específicos.
Finalmente, se llega a las conclusiones, donde los resultados y el análisis
sugieren que existen cambios en la cuantificación de inmunoglobulinas en los
diferentes grupos de trabajadores según sea la situación laboral.
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CAPITULO 1
1. ANTECEDENTES
1.1. Problema y Justificación El estrés puede afectar al sistema inmunológico. Diversos estudios realizados,
tanto en animales como en humanos, han mostrado afectaciones diversas
asociadas con problemas a la salud. Estas mismas investigaciones han
revelado que el estrés puede afectar la respuesta inmune, tanto humoral como
celular. No obstante, el efecto de condiciones estresoras, como la
desconfianza, soledad, aislamiento, exámenes académicos, han sido
estudiados en humanos y en primates, mientras que estresores físicos como el
calor, frío, aprisionamiento, ruido, shock eléctrico, cirugía y aislamiento, han
sido los estresores más comúnmente usados en roedores, las condiciones de
trabajo o de vida no han sido o apenas comienzan a ser estudiadas en
trabajadores.
En el año 2010 se promulgó el decreto de la extinción de la paraestatal
compañía de luz y fuerza del centro, que dejo a más de 44, 000 trabajadores
sin empleo, o bajo diversas condiciones de vida; por tanto, se pretende
aprovechar esta circunstancias histórica para investigar la relación que tiene
este evento estresor complejo, con la posible alteración en la respuesta
inmunológica.
El estrés es un problema de actualidad el cual es necesario conocer y tratar de
no involucrase tanto en él, ya que es uno de los principales factores negativos
que hace tener una vida con angustia.
Como esto ya es considerado un problema de la vida moderna, es necesario
saber que, excesos de este mal, pueden ocasionar graves enfermedades y
cambios en la personalidad.
1.2. Estudios previamente realizados
Hasta la actualidad son muy pocos los estudios que se han realizado sobre el
estrés y sus repercusiones en el sistema inmunológico, en trabajadores. La
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gran mayoría se han ensayado en animales. Si bien se pueden encontrar en la
literatura científica, señala que los estudios en los que se investigó la respuesta
del sistema inmunológico ante el estrés, en humanos, se realizaron bajo una
exposición a diversas circunstancias pero no al estrés generado en el trabajo,
como los de la universidad de España. En México, este tipo de estudios apenas
se empiezan a realizar.
Según Medialdea (2002), quien estudio los aspectos de la personalidad y
factores estresantes en pilotos y sus repercusión en el sistema inmunológico,
mediante la aplicación de una serie de cuestionarios que valoran los
constructos considerados y se determinaron las subpoblaciones linfocitarias
mediante la utilización de anticuerpos monoclonales marcados y su
cuantificación a través de la citometría de flujo. Los resultados obtenidos
reflejaron que los rasgos de personalidad valorados eran adecuados para el
afrontamiento del estrés y la función que desempeñaban. Se observó un
descenso en el porcentaje de células CD4+ en aquellos pilotos con más nivel
de síntomas depresivos, aspecto importante al ser los inductores de la
respuesta anti-infecciosa y antitumoral. Sin embargo, el mayor nivel de
ansiedad, apreciado en los cuestionarios, test de ansiedad (STAI) y de
personalidad (EPI), estuvo relacionado con el incremento en la población de
células T citotóxicas, linfocitos CD8+ y células Natural Killer, que se consideró
una respuesta defensiva frente al estrés y la ansiedad. En relación con los
demás factores, no se observó que hubiera repercusión en el sistema
inmunológico, salvo en los más fumadores, en quienes se elevaba el número
de células CD4+ y CD19+ (Medialdea, 2002).
Por otro lado, Martín (2006), que estudió el comportamiento post-traslado de
una colonia de crianza de macacos Rhesus (Macaca mulatta) desde Harlan
United Kingdom (UK) en Hillcrest, al Center for Macaques en Porton Down, con
el fin principal de mejorar las condiciones del hábitat, encontró que el impacto
que el traslado provoca, se expresó en diferentes niveles: hormonal,
inmunológico y conductual, en una muestra compuesta de seis grupos (N=34),
pertenecientes a esta colonia de crianza (Martin, 2006). Tales manifestaciones
fueron, inmediatamente después del traslado, niveles significativamente más
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altos de cortisol y niveles significativamente más bajos de testosterona así
como una respuesta inmune abatida, que se midió a través de la capacidad de
los leucocitos de producir radicales libres, en respuesta a la estimulación in
vitro por el Phorbol 12 - Myristate 13 - Acetate (PMA). Estos resultados
sugieren que, al menos a corto plazo, el traslado provocó en los animales un
cierto grado de inestabilidad, reflejado tanto a nivel fisiológico como conductual.
Si bien estos resultados podrían ser considerados como mera respuesta
inmediata a una situación de inestabilidad, ya que todos los niveles fisiológicos
volvieron a los valores basales siete meses después, lo que ofrece la
alentadora información, que se podría hacer extensiva a todos los seres vivos,
de que, en principio, no aparecerán consecuencias negativas para la salud de
los animales.
Chávez (2009), que analizó el efecto del estrés por nado, considerado como
estrés agudo, encontró que en la producción de la IgA y en las poblaciones de
linfocitos T y B de la lámina propia y placas de Peyer del segmento proximal y
distal del intestino delgado del ratón al estrés, es crónico, y disminuye la
respuesta inmunológica a nivel de tejido linfoide asociado a intestino (GALT).
Por lo tanto, si se aplica un estrés agudo, la respuesta es un aumento en la
producción de IgA, así como la modificación en las poblaciones de linfocitos T
y B de la lámina propia y placas de Peyer del intestino delgado del ratón.
(Chávez 2009).
Se puede decir, entonces, que el estrés por nado aumenta los niveles de IgA
como respuesta al estrés agudo, y probablemente por aumento de los linfocitos
B productoras de células plasmáticas para IgA en la lámina propia. En
contraste, en las placas de Peyer aumentaron los LTCD4, LTCD8,
probablemente por los receptores hormonales de superficie de los linfocitos T,
en la lámina propia, en respuesta al aumento de los CD19/B2220,
probablemente por las citocinas al activarse los LT o por migración periférica.
(Chávez, 2009).
Un trabajo sobre estrés crónico realizado en trabajadores de la industria
eléctrica, objeto de estudio de la presente investigación, llamado “Proceso de
trabajo y condiciones de salud de trabajadores expuestos a riesgo
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eléctrico“(Rodríguez, 1975), comparó dos grupos trabajadores en relación con
su exposición a riesgo eléctrico, (trabajar en áreas de alta tensión eléctrica) y
sus repercusiones a la salud. En este estudio se encontró que, en los
trabajadores expuestos a riesgo eléctrico sobresalen nítidamente las relaciones
entre trabajo/salud-enfermedad. La modalidad de explotación de este grupo de
trabajadores están caracterizados por un perfil patológico típico, compuesto
principalmente por “enfermedades de la adaptación”, por una mayor frecuencia,
así como elevadas curvas de accidentes de trabajo, y un patrón de desgaste
prematuro de agotamiento homeostático, reflejado tanto por la agudización de
la patología de la adaptación como por una sobrevida corta después de la
jubilación. (Rodríguez, 1975).
Es importante tomar en cuenta este estudio ya que hace referencia a la
importancia que tiene el estrés crónico en la aparición de enfermedades
conocidas como adaptativas, que son comunes cuando el estrés se mantiene
por tiempo prolongado, como un mecanismo de agotamiento del organismo.
Por lo tanto, el estudio de la relación trabajo-estrés-respuesta del sistema
inmunológico, es de interés principal, para avanzar en el conocimiento de este
fenómeno que afecta a un importante sector de la población trabajadora.
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CAPITULO 2
2. MARCO TEÓRICO
2.1. Compañía de Luz y Fuerza del Centro (CLyFC) Fue un organismo público descentralizado, con personalidad jurídica y
patrimonio propio, que transmitió, distribuyó y comercializó energía eléctrica en
la zona central de México: a todo el Distrito Federal, a 80 municipios del Estado
de México, dos de Morelos, dos de Puebla y cinco de Hidalgo. El 11 de octubre
de 2009, por decreto presidencial, se declaró su extinción; con lo que se inició
su proceso de liquidación administrativa, en tanto la operación eléctrica
comenzó a operarla la Comisión Federal de Electricidad (CFE) (Universal,
2009).
El 10 de octubre, el Presidente de México, Felipe Calderón Hinojosa, decretó la
final extinción y liquidación de "Luz y Fuerza del Centro" a partir del primer
minuto del día 11de octubre de 2010 (Calderón, 2009), bajo argumentos
contrastados con los buenos resultados de la Comisión Federal de Electricidad,
en que los recursos recibidos por Luz y Fuerza son cada vez más onerosos sin
que se refleje una mejora en la calidad del servicio, con costos cada vez más
elevados (La jornada, 2009).
La liquidación tendrá un costo de 20.000 millones de pesos, debido a que se
ofrecerá a sus trabajadores un bono adicional a lo estipulado por la Ley Federal
del Trabajo y a lo que establece el Contrato Colectivo de Trabajo con el SME
(El economista, 2009), además, el Secretario de Hacienda y Crédito Público,
Agustín Carstens, anunció la posibilidad de recontratar a unos 10.000
trabajadores, para integrarlos a la empresa u organismo que posteriormente se
designe o se cree para sustituir a Luz y Fuerza del Centro (El economista,
2009).
El gobierno mexicano anunció que procedería con la liquidación de los
trabajadores a partir del 14 de octubre (Milenio, 2009).
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Ante este hecho han surgido diversas posturas. Los empresarios se han
congratulado por la extinción, porque consideran que fue una acción por el bien
de México y para que se otorgue un servicio de suministro eléctrico de mejor
calidad (La crónica, 2009), Mientras tanto, el Partido Revolucionario
Institucional (PRI) señaló que lo ocurrido y sus costos son responsabilidad del
gobierno de Calderón. A su vez, el Partido de la Revolución Democrática (PRD)
rechazó las justificaciones del gobierno para liquidar a la compañía (Monroy,
2009).
Por su parte, la Asamblea Legislativa del Distrito Federal presentó una
controversia constitucional en contra de la extinción, misma que fue
desechada (Prodigy noticias, 2009).
El 7 de noviembre de 2009, una juez federal concedió la suspensión definitiva
al Sindicato Mexicano de Electricistas para que la Junta Federal de
Conciliación y Arbitraje se abstenga de resolver sobre la terminación de la
relación colectiva de trabajo entre la extinta compañía y el sindicato (Méndez,
2009).
El 5 de julio de 2010, la Suprema Corte de Justicia de la Nación avaló la
constitucionalidad del decreto de extinción de Luz y Fuerza del Centro, al
reconocer y respaldar las facultades del Presidente de México para emitir el
acto administrativo que desapareció ese organismo descentralizado (SCJN,
2010).
El 13 de octubre de 2009, la Secretaría de Energía confirma que la Comisión
Federal de Electricidad se hace cargo de las operaciones tales como generar,
suministrar y comercializar la energía eléctrica en la zona centro del país que
abarca Hidalgo, Puebla, Morelos, Estado de México y el Distrito Federal
(Serrano, 2009).
2.2. Como afecta la situación laboral en trabajadores de la industria eléctrica
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Durante el 2001, la economía mexicana atravesó por una recesión que impacto
el nivel de empleo, en especial en las manufacturas. Según cifras del Instituto
Mexicano del Seguro Social (IMSS), entre diciembre del 2000 y diciembre del
2001 se perdieron 447 mil puesto de trabajo permanentes en el sector
manufacturero en empresas que cotizan al IMSS. La baja en la demanda
externa condujo al despido de más de 226 mil trabajadores de las empresas
maquiladora.
Un bajo nivel de desempleo no da cuenta de todo el problema ocupacional.
Se ha demostrado que es la experiencia del desempleo lo que causa dicho
deterioro y no una previa salud mental deficitaria la causante de no encontrar
trabajo.
El desempleo es causa de un deterioro en la salud mental. Las consecuencias
psicológicas negativas que se derivan de estar desempleado, pueden, a su
vez, incrementar el riesgo de sufrir trastornos que requieren tratamiento
psiquiátrico (Miles, 1983).
Muchas investigaciones han comparado los niveles de sentimiento depresivo
entre poblaciones diferenciadas por su estatus de desempleo, llegando, en la
mayoría de las mismas, a la conclusión de que los desempleados padecen
mayores síntomas depresivos que aquellas personas que tienen empleo
(Feather, 1982).
El desempleo conduce a una disminución en la satisfacción con la vida, con lo
que podemos concluir que los trabajadores que pierden su empleo manifiestan
una menor satisfacción con su vida presente. La situación de desempleo está
asociada, por tanto, a una mayor insatisfacción con la forma en que se
organiza y estructura el tiempo y las actividades diarias. Tanto si ésta es una
consecuencia de la sobrevaloración del trabajo característica de nuestra
sociedad como si obedece a la función que cumple el trabajo en la satisfacción
de necesidades universales, lo cierto es que el desempleo o el valor asociado
al trabajo condicionan el bienestar psicológico de las personas.
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Se considera parado de larga duración a la persona inscrita como demandante
de empleo, de forma ininterrumpida, durante un periodo superior a un año
(O´Brien, 1986).
El desempleo de larga duración provoca un efecto negativo sobre la capacidad
que tiene el mercado de trabajo, en el modelo clásico, para restablecer el pleno
empleo de forma automática. En este modelo, el mercado tiende de manera
natural hacia el equilibro sin desempleo, porque ante la existencia de paro, los
desempleados compiten con los ya empleados por los puestos de trabajo
disponibles, presionando a la baja los salarios y restableciendo el equilibrio con
una disminución de salario. En el desempleo de larga duración por el contrario,
el mercado se distorsiona ya que este tipo de desempleados no compiten con
los empleados, porque las empresas no los consideran "elegibles", en la
medida en que entienden que no son capaces de sustituir a los que están
desempeñando sus mismas tareas y por tanto no presionan a la baja los
salarios y no reconducen el mercado de trabajo hacia un nuevo equilibrio.
Esta distorsión del mercado de trabajo hace necesario que el Estado
intervenga, prestando una atención especial a este tipo de problema (Costa,
2006).
2.3. Fisiología del Estrés
2.3.1. Generalidades del estrés Numerosos son los acontecimientos en la vida humana, que afectan la salud de
las personas, en el ámbito laboral se encuentra peligros y riesgos propios para
cada una de las actividades, producto de las nuevas formas de trabajo y
organización, una de ellas es el estrés. Diversos autores, a lo largo de
décadas, han intentado definir la palabra estrés, no sin dificultades para
homogenizar el término, esto debido, entre otras cuestiones, a que el estrés se
mide en tendencias no específicas (Selye, 1976). Sin embargo, el estrés está
vinculado inherentemente al ser humano y no puede ser evitado, ya que nos
permite adaptarnos a la vida (Selye, 1976). El uso popular del palabra estrés se
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ha relacionado con fenómenos de carácter negativo, como respuestas
desagradables ante un acontecimiento o suceso conocido como distrés,
actualmente se afirma que un poco de estrés es bueno, pues se entiende que
la activación de las funciones, tanto psicológicas como fisiológicas, se
requieren para la adaptación al medio, lo que se interpreta, en este caso, como
eustrés (McEwen, 2004). El término estrés se ha conceptualizado como
respuesta, estímulo, percepción y como transacción (Serrano, 2006).
Desde la perspectiva de estímulo, se incluye como modelo general de
adaptación biológica al medio, donde se generan respuestas fisiológicas y
adaptativas producto de la interacción constante ante nuevas o diferentes
situaciones ambientales (McEwen, 2003), tanto físicas (Selye, 1950), biológicas
y psicológicas (Mason, 1975). Por tanto, un agente estresor puede ser
cualquier estímulo que exige al organismo una adaptación (Simón y Miñarro,
1990).
El estudio del estrés como respuesta se le debe al conocido como padre del
estrés Hans Selye, quien define que: respuesta biológica inespecífica, al factor
estresante mediante cambios en los sistemas nervioso, endocrino e
inmunológico, hace referencia a la serie de reacciones en cadena que se
producen como respuesta ante un estresor (Serrano, 2006).
Bajo este concepto cualquier agente o estímulo que se perciba como nocivo
para la homeostasis del organismo, propiciará respuestas de los sistemas
fisiológicos para tender a restaurar el equilibrio del organismo expuesto.
Sin olvidar la individualidad ante el estrés, encuentra cabida el término como
percepción, el cual se genera como parte de un proceso interno del sujeto. Así,
un suceso es estresante cuando se percibe como tal. El momento en que se
presenten los eventos estresantes, estos se relacionan con funciones
cognitivas (Serrano, 2006).
El estrés como estímulo, se interpreta como las características asociadas a los
estímulo presentes en el medio ambiente, ya sean de carácter social, biológico
o físico, que pueden alterar el funcionamiento del organismo (Sandín y Chorot,
2001).
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A pesar del entendido que, ante un estímulo percibido e interpretado como
estresante, el organismo reacciona poniendo en marcha un conjunto de
respuestas fisiológicas, psicológicas y conductuales para hacerle frente
(Sánchez, 2009), para fines de esta tesis nos centraremos, en el efecto que
produce exclusivamente en la respuesta inmunológica humoral la exposición
crónica al frío artificial.
Las investigaciones que se realizan, por lo general, evalúan las respuestas de
los organismos ante la exposición a un estresor. La clasificación de estos se da
en función del tipo de agente (físico, psicosocial o biológico), por la duración de
exposición (agudo o crónico), o también se puede optar por la clasificación en
función del origen del estresor (laboratorio, campo o natural). En los seres
humanos los estresores estudiados en el laboratorio, tienden a evaluar una
situación experimental que genere estrés moderado, relacionándolo con
diferentes índices fisiológicos.
2.3.2. Descripción de la respuesta del sistema inmunológico al estrés
Durante los últimos años, el estudio de la interacción entre la conducta, función
neural y endocrina, así como los procesos inmunes, ha desarrollado un campo
de investigación interdisciplinario. Sin embargo, actualmente se sabe que actúa
en interacción recíproca con el Sistema Nervioso y el Sistema Endocrino
(Galinowski y Lôo, 2003). Para este efecto se ha estudiado ya que proveen
importantes observaciones, la manipulación de las funciones neural y
endocrina altera la respuesta inmune (RI), y la estimulación antigénica, que
induce una RI, conduce a cambios en la función neural y endocrina.
Investigaciones realizadas en humanos y en animales de experimentación han
revelado que el estrés puede afectar la RI tanto humoral como celular
(Borysenko, 1983). Las condiciones estresoras pueden suprimir profundamente
la RI de los linfocitos sanguíneos, incluyendo la respuesta a las células T, la
actividad de las células asesinas naturales (NK), la producción de interleucina 2
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(IL -2) e Interferón (IFN) y la expresión del receptor de IL-2, así como otros
aspectos de la RI celular y humoral.
Mientras que la mayoría de las condiciones estresoras suprimen las respuestas
inmunes, condiciones de moderada intensidad pueden incrementar dicha
respuesta.
Debido a que el estrés es tan prevalente en la vida humana y ha sido implicado
como un modulador de la enfermedad en los humanos, el estudio de sus
efectos sobre el SI, el cual está encargado de mantener la integridad del
organismo contra el ataque de agentes patógenos, ha recibido considerable
atención (Sánchez, 2007).
El estrés psicológico puede alterar diversos parámetros del funcionamiento
inmune, ya que muchos trastornos o procesos fisiopatológicos que se asocian
al funcionamiento del sistema inmune pueden estar modulados por el estrés
(Sandín y Chorot, 2001). En general, ejerce efectos supresivos sobre la función
inmune (Ader y Cohen, 1993), mediados por el eje Hipotálamo-Hipófisis-
Adrenal y el Sistema Nervioso Simpático (Sandín y Chorot, 2001). Se asume,
por tanto, que el estrés impide el correcto funcionamiento del sistema
inmunológico y hace que la persona sea más vulnerable ante las
enfermedades, aunque gran parte de dicha evidencia proviene de los estudios
con animales.
El progreso para entender la fisiología del estrés y sus alteraciones y
comportamentales asociadas ha sido considerable. Así, el estrés es una
respuesta biológica inespecífica, al factor estresante mediante cambios en los
sistemas nervioso, endocrino e inmunológico, que se activan tanto en seres
humanos como en animales, ante situaciones potencialmente amenazantes; se
trataría de un sistema de alarma que se pone en marcha cuando hay
discrepancias entre lo que el organismo espera y lo que realmente existe
(Levine y Ursin, 1991). Esta respuesta de alarma conlleva la activación de
varios sistemas biológicos (antes mencionados).
A continuación, pasamos a describir cada uno de estos sistemas, centrándonos
fundamentalmente, en el eje HHA y el SNA. Además, se describirán aspectos
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relativos al Sistema Nervioso Central (SNC) y al SI, que tienen especial
relevancia en los efectos a largo plazo del estrés (psicopatologías, patologías
cardiovasculares, etc.) (Serrano, 2006).
2.3.2.1. Eje Hipotálamo-Hipófisis-Adrenal (HHA) Está compuesto por el hipotálamo, que es una estructura nerviosa situada en la
base del cerebro, que actúa de enlace entre el sistema endocrino y el sistema
nervioso, la hipófisis, una glándula situada asimismo en la base del cerebro, y
las glándulas suprarrenales, que se encuentran sobre el polo superior de cada
uno de los riñones, y que están compuestas por la corteza y la médula
(Nogareda, 1994).
El estrés, una vez percibido, estimula principalmente la liberación de
glucocorticoides y adrenalina, a través de la activación de las estructuras
cerebrales límbicas e hipotalámicas. Esta activación es el componente principal
de la reacción ante el estrés que determina la magnitud y la duración de la
respuesta e integra los componentes neuroendocrino, nervioso y emocional
(Fuchs y Flügge, 2003). El sistema principal es el Límbico-hipotálamo-hipófisis-
adrenal o LHHA (limbic-hipothalamic-pituitary-adrenal, por sus siglas en inglés)
el cual combina los componentes nerviosos y endocrinos; en la figura 1 se
muestra el esquema de la clasificación funcional de dicho sistema. La
activación de este sistema es acorde a la activación de otros componentes
neurohormonales dentro de la respuesta al estrés, como son el sistema
simpático-adrenal o el sistema adreno-cortical (de Kloet, 1998; Sapolsky,
2000).
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Fig. 1 Esquema del sistema Hipotálamo-Hipófisis-Adrenal; tomada de http://www.webjam.com/psigeneral/tema1
La liberación de glucocorticoides es el eslabón final de la cadena o cascada de
acontecimientos que se inician en el cerebro, a partir de la percepción de
estrés, que lleva a la liberación de la Hormona de Liberación de Corticotropina
o CRH (Corticotropin-releasing hormone, por sus siglas en inglés). Aunque,
generalmente la amígdala y el hipotálamo inhiben la actividad de la hipófisis, la
inhibición no tiene lugar cuando hay estrés, llegando a ocurrir lo contrario, es
decir se produce una liberación de CRH (Fuchs y Flügge, 2003). Esta hormona
estimula la adenohipófisis para que libere la hormona adrenocorticotropa o
ACTH que, una vez liberada al torrente sanguíneo, estimulará la corteza
adrenal para que, a su vez, libere glucocorticoides, y más en concreto, Cortisol
(C) (en los seres humanos y corticosterona en roedores). En definitiva, los
estresores con alta carga emocional se asocian con la activación del eje HHA
(Ehlert et al., 2001). Por otro lado, estos glucocorticoides ejercen una
importante modulación de la fisiología y comportamiento celular al alter la
actividad eléctrica de las células a través de su influencia sobre la trascripción
de genes (de Kloet et al., 1998). Además, la acción de los glucocorticoides no
se restringe a órganos periféricos, sino que puede traspasar la barrera hemato-
encefálica para afectar a estructuras cerebrales como el sistema límbico
(Sapolsky et al., 1986).
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La activación del sistema LHPA es necesaria para la vida, pero una
sobreactivación, bien sea por una estimulación a largo plazo o por repetición,
puede dar lugar al agotamiento y a la posibilidad de un proceso fisiopatológico
(Fuchs y Flügge, 2003). Por otro lado, las hormonas esteroideas actúan en el
SNC, junto a otros componentes del eje HHA, para facilitar el afrontamiento y la
adaptación comportamental que preparará al organismo para próximos
estresores. Las hormonas esteroideas ejercen control sobre el metabolismo de
determinadas células, lo que permite que tengan suficiente energía para los
procesos metabólicos, además de controlar la excitabilidad y la actividad
específica de sistemas de neurotransmisores y neuropéptidos. Los
corticosteroides son críticos para la programación de la función cerebral en la
experiencia temprana (de Kloet, 2000).
Así, tanto los glucocorticoides como las catecolaminas, especialmente la
adrenalina, median muchos de los cambios que se producen como
consecuencia del estrés; es decir, las alteraciones de glucocorticoides y
catecolaminas forman parte de la respuesta de estrés (Sapolsky, 2000).
Además de estas hormonas, otras se ponen en marcha (como las beta-
endorfinas, la vasopresina, la prolactina, el glucagón, etc.), o se inhiben en
respuesta a estímulos estresantes (como la hormona de liberación de
gonadotropinas (GnRH), la hormona folículo-estimulante (FSH), o las hormonas
del eje hipotálamo-hipófisis-tiroideo. Además, otras hormonas, como la
Hormona del Crecimiento (GH) no muestran, en humanos, un patrón claro de
comportamiento respecto al estrés, ya que parece que inicialmente se libera
más GH, pero en situaciones de estrés crónico o sostenido, se inhibe
(Sapolsky, 1992).
2.3.2.2. Sistema Nervioso Autónomo (SNA)
La otra parte donde se expresa la respuesta de estrés es la rama simpático-
adrenal, que implica al SNA. En general, el control de las funciones corporales
se dividen entre voluntarias (por ejemplo, mover un brazo) e involuntarias (por
ejemplo, quedarse sin aliento). De las primeras se encarga el SNC a través de
sus ramificaciones a lo largo de todo el cuerpo. De las últimas es responsable
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el SNA el cual tiene dos componentes con funciones opuestas: Sistema
Nervioso Simpático (SNS) y Sistema Nervioso Parasimpático (SNP). La
adrenalina, junto con la noradrenalina, está dentro del grupo de hormonas
catecolaminérgicas (Sapolsky, 1992), que son activadas por la rama simpática
del SNA. Los niveles de adrenalina y de noradrenalina (así como de otras
hormonas relacionadas con el estrés), pueden aumentar la posibilidad de
riesgo cardiovascular (Babisch, 2003). Por otra parte, la activación autonómica
es controlada, en gran parte, por centros reguladores a nivel central, entre los
que cabría destacar el hipotálamo paraventricular.
Las respuestas de estrés a nivel del SNS se traducen en un aumento de la
frecuencia cardíaca (FC), una vasodilatación en los músculos esqueléticos y
una constricción en los vasos sanguíneos de la piel y del intestino, que
aumenta como consecuencia la Presión Arterial (PA) (Artl, 2003). Si persisten,
algunas de estas respuestas son potencialmente dañinas y pueden llevar a
enfermedades cardiovasculares, como accidentes cerebrovasculares o
hipertensión (Ambrosioni, 2004), considerados el subgrupo más importante de
enfermedades crónicas o de adaptación debidas a la exposición prolongada a
situaciones de estrés. En esta línea, se ha indicado que la reactividad de la PA
al estrés mental predice el nivel basal de PA y su incremento (Carroll, 2003).
A nivel cardiovascular, y a consecuencia de lo anteriormente señalado, el
organismo reacciona con un aumento de la distribución de energía y oxígeno a
los tejidos donde son necesarios. El estrés provoca activación cardiovascular,
que prevé un aumento de la FC e incremento, además, de la PA a través de la
vasoconstricción que aumenta, a su vez, la fuerza de los latidos (Steptoe,
2000). Si esta situación se mantiene de forma continua, incluso en situación de
reposo, puede producirse un daño cardiaco y hacerse crónica la hipertensión,
que propiciará la aparición de depósitos de colesterol y la formación de placas
ateroscleróticas. El estrés puede causar hipertensión a través de elevaciones
repetidas de la PA, así como a través de la estimulación del SN para aumentar
la producción de hormonas vasoconstrictoras que incrementan la PA (Kulkarni
et al., 1998). Distintos factores que pueden afectar a la PA a través del estrés
son la tensión laboral, el contexto social, el ser despedido, etc. Es importante
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señalar que cuando hay más de un factor de riesgo el efecto del estresor en la
PA se multiplica. De hecho, los estudios no muestran que el estrés produzca
directamente hipertensión sino que puede afectar al desarrollo de la misma.
2.3.2.3. Sistema Nervioso Central (SNC)
Tal y como se ha comentado, las respuestas endocrinas al estrés se inician con
la secreción de la CRH por parte del núcleo paraventricular hipotalámico (NPV).
Las neuronas de este núcleo, que está interconectado con otros núcleos
hipotalámicos, como el ventromedial, el dorsomedial, el área preóptica medial,
el núcleo arcuato y el supraquiasmático, están reguladas por la amígdala y el
hipocampo, además de recibir aferencias del sistema límbico, el córtex
prefrontal y el troncoencéfalo (Galinowski, 2003) La amígdala recibe aferencias
del córtex cerebral, del hipocampo y del giro cingulado. De ella parten fibras
eferentes al hipotálamo por la vía ventro-amigdalina, que influyen de esta
manera en el SNA y en la actividad suprarrenal. De esta forma, la amígdala
añade tonalidad emocional a las estimulaciones del organismo (Davis, 2002),
para reaccionar a estímulos que producen miedo o “emocionalidad”. El
hipocampo también reacciona a estímulos estresantes y retroalimenta
negativamente el eje HHA durante el estrés (Sala et al., 2004). Por otra parte,
el córtex prefrontal desempeña un papel inhibidor sobre la actividad del NPV e
influye en la retroalimentación negativa del eje HHA, al igual que el hipocampo,
fundamentalmente a través de los receptores de corticoides.
Además de estos centros de “control” de las respuestas neuroendocrinas de
estrés, se activan otros sistemas cerebrales y otras sustancias. En concreto, la
activación del sistema monoaminérgico es esencial para la respuesta al estrés,
ya que éste induce la estimulación de la adrenalina (A), la noradrenalina (NA),
la serotonina (5-HT) y la dopamina (DA).
Las dos primeras, y más en concreto la NA, ejercen el rol de “autoorganización
cerebral” que contribuyen a modular la cognición y el comportamiento (Robbins
y Everitt, 1995). La 5-HT y la DA se relacionan con la plasticidad neuronal que
permite al cerebro reaccionar a los desafíos al reorganizar las redes de
conexiones cerebrales (Fillenz, 1993). Los efectos de la NA y la A están
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mediados por los receptores adrenérgicos, que se encuentran en gran cantidad
de neuronas y glías en todo el cerebro.
Estos neurotransmisores están implicados en diversas funciones, incluida la
regulación de procesos emocionales (Brenner et al., 1996). Durante periodos
de estrés, cuando las concentraciones de NA y A son elevadas, los receptores
adrenérgicos se ven repetidamente estimulados, lo que produce una
“desensibilización”. Esto significa que la respuesta biológica está siendo
“enfriada” por la continua exposición a los agonistas (Flügge, 2000).
En la misma línea, las neuronas serotoninérgicas del SNC juegan un papel
crítico en relación al estrés (Nakamura, 2003), ya que inervan la práctica
totalidad del cerebro, lo que coincide con la gran cantidad de funciones
cerebrales que tiene este neurotransmisor, que incluye los procesos
emocionales (Whitaker y Peroutka, 1990), como también hace la NA (fig. 2).
Figura 2. Esquema de la relación del sistema nervioso con la acción del estrés, regulando la secreción de hormonas. (Ilustración de Microsoft).
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El sistema mesolímbico dopaminérgico se activa ante los estresores agudos,
pero el estrés prolongado se asocia a descensos en la liberación de dopamina.
Además, se han observado cambios en los receptores dopaminérgicos en el
hipocampo durante periodos largos de estrés social (Mijsnster et al., 2000).
Otras sustancias implicadas en la respuesta de estrés son el ácido gama amino
butírico (GABA, por sus siglas en inglés) y los opiáceos endógenos, que
ejercen efectos inhibitorios, así como la Acetilcolina, que tiene un papel
activador.
2.3.2.4. Sistema Inmunológico (SI)
El estrés puede alterar diversos parámetros del funcionamiento inmune, ya que
muchos trastornos o procesos fisiopatológicos que se asocian al
funcionamiento del sistema inmune pueden estar modulados por el estrés
(Sandín y Chorot, 2001). En general, ejerce efectos supresores sobre la función
inmune (Ader y Cohen, 1993), mediados por el eje HHA y el SNS (Sandín y
Chorot, 2001).
Se asume, por tanto, que el estrés impide el correcto funcionamiento del
sistema inmunológico y hace que la persona sea más vulnerable ante las
enfermedades, aunque gran parte de dicha evidencia proviene de los estudios
con animales. Algunos de los cambios inducidos por el estrés son el aumento
de los niveles de corticoides, la disminución de los linfocitos T y el aumento de
células asesinas naturales (Martínez, 1995). (Figura 3.)
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Figura 3. Esquema de la interacción del sistema nervioso, endocrino y la alteración del sistema inmunológico. (Modificado de Marier and Watkins, 1999).
Estudios realizados en humanos han revelado que los Anticuerpos de clase
IgA secretora, importantes en la defensa contra virus y bacterias, se han
encontrando disminuidos en asociación con determinado tipo de personalidad
(Borysenko, 1993). Se conoce, además, que el nivel de IgA secretora es
regulado negativamente durante los períodos de estrés crónico. En contraste,
la respuesta a un estresor agudo es un incremento transitorio de la
inmunoglobulina. El proceso de desconfianza, en un individuo, está asociado
con activación neuroendocrina por estrés, caracterizado por un incremento en
el cortisol salival y este período de activación del eje HPA está relacionado con
cambios en la IgA salival. Se ha demostrado, además, en los humanos, que el
incremento del cortisol se correlaciona significativamente con disminución de
los niveles de IgA secretora en saliva (Hucklebridge, 1998).
En humanos, se ha descrito una elevación de anticuerpos a los virus latentes
Epstein-Barr y herpes simple, durante la época de exámenes, en estudiantes
de medicina. Además, asociada a esta elevación se encontró un descenso de
la actividad de las células T citotóxicas, en células infectadas por el virus
Epstein-Barr. Por otro lado, se encuentra una pobre respuesta a los mitógenos
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durante esta época de exámenes, en comparación con periodos basales
(Kiecolt y Glaser, 1992). Deinzer et al. (2000), encontraron reducciones de las
concentraciones de IgA asociada a un periodo de exámenes, que se mantenían
a lo largo de, al menos 14 días, en el que se vio afectada la recuperación al
estresor. En el estudio de Pellicer et al. (2002), se describieron descensos en la
actividad inmunológica ante los exámenes de selectividad en una muestra de
varones jóvenes.
Estos cambios a estresores agudos también ocurren en respuesta al estrés
crónico (en concreto, familiar y el de los cuidadores de enfermos crónicos). Una
posible causa del efecto del estrés crónico sobre la supresión inmunológica
podría ser la hiperactivación del Sistema Nervioso Simpático (Baum, 1990). Al
respecto, se han descrito asociaciones entre la activación cardiovascular, la
activación de catecolaminas y los cambios inmunológicos (Kiecolt y Glaser,
1995). Sin embargo, tal y como señalan Sandín y Chorot (2001) se puede
afirmar que los efectos del estrés agudo y crónico deben separarse. La
respuesta a un estresor agudo parece potenciar la respuesta inmunológica, al
ejercer un efecto beneficioso para el organismo, mientras que el estrés crónico
es siempre desadaptativo e inmunosupresor, al afectar negativamente a la
función inmune y a la salud en general (Sandín y Chorot, 2001).
2.3.3. Integración de la respuesta del sistema inmunológico al estrés
Recapitulando, hay dos sistemas principales que median la mayoría de los
componentes de la respuesta al estrés (Fuchs y Flügge, 2003). En primer lugar,
el sistema Límbico-Hipotálamo-Hipófisis-Adrenal (LHPA) que estimula la
liberación de glucocorticoides en la sangre, desde la corteza adrenal. En
segundo lugar, el sistema simpático-médulo-adrenal que influye en la respuesta
de estrés a través de dos vías que actúan en paralelo. La primera vía se
encontraría en las terminaciones nerviosas en la médula adrenal que disparan
la liberación de adrenalina al torrente sanguíneo. La segunda vía comprende
las terminaciones nerviosas simpáticas que aportan noradrenalina a cada
órgano del cuerpo. Además, el sistema inmune no puede ser separado del
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sistema neuroendocrino, al estar en constante interacción (Galinowski y Lôo,
2003). De esta forma, las hormonas liberadas por las glándulas adrenales y las
catecolaminas favorecen efectos inmunodepresores, pero además, las
citoquinas actúan sobre el SNC que, a su vez, induce un incremento de la
actividad del eje HHA. De acuerdo con esta interacción, cualquier modificación
en uno de dichos sistemas afectará a los otros. (Figura 4).
Figura 4. La comunicación entre el sistema nervioso central, sistemas endocrinos, y sistema inmunológico. CRH = hormona liberadora de corticotropina. Fuente: von Borell, (2001).
La relación entre estrés e inmunidad se centra en tres mecanismos: la
mediación neuroendocrina, el rol directo del Sistema Nervioso y la aparición de
comportamientos inmunomoduladores (Galinowski y Lôo, 2003).
En primer lugar, los inmunocitos poseen receptores para glucocorticoides y
catecolaminas, pero además el eje HHA es estimulado por la interleukina-1. La
acción de las catecolaminas sobre el sistema inmune es principalmente
estimulante, aunque puede también ser inmunosupresora (Galinowski y
Tanneau, 1997; Leonard, 2000). Por otro lado, los glucocorticoides inhiben la
respuesta inmunitaria.
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El segundo mecanismo que relaciona estrés e inmunidad es el rol directo del
sistema nervioso, ya que éste interviene directamente en el sistema inmunitario
a través de las diferentes conexiones nerviosas (Galinowski y Tanneau, 1997).
El tercero y último mecanismo, son los propios comportamientos
inmunomoduladores del sistema inmune, ya que éste interactúa con el sistema
nervioso al compartir a menudo receptores y vías de señalización, gracias a las
interleucinas, en general, y a la interleucina 1, en particular (Dantzer, 1997).
El sistema inmunológico se comunica con el SNC, no sólo a través del sistema
neuroendocrino, sino también por medio del sistema vegetativo. El timo, los
nódulos linfáticos y la médula ósea están inervados por fibras aferentes y
eferentes que permiten una comunicación directa entre el sistema nervioso y el
sistema inmunológico (Felten et al., 1987). Así, se han visto, por ejemplo,
receptores alfa y beta adrenérgicos, lo mismo que colinérgicos en linfocitos
(Hellstrand, 1985), e inervación autonómica en el timo y otros tejidos linfoides.
Se ha propuesto que la noradrenalina, en órganos linfoides, cumple los criterios
para ser neurotransmisor y que modula la respuesta inmune a través de varios
mecanismos como maduración, proliferación, migración, expresión de
receptores, síntesis y excreción de linfocinas, etc. y que responde a eventos
psicosociales del entorno (Ottaway, 1992). Simultáneamente, el sistema
nervioso central y el sistema inmunológico se comunican a través de
hormonas, citoquinas y neuropéptidos sintetizados por células del sistema
inmunológico, sistema nervioso central y sistema neuroendocrino, de tal
manera que, alteraciones en los sistemas de neurotransmisión central,
disfunciones neuroendocrinas o reacciones inmunológicas anómalas,
repercuten activamente en los tres sistemas.
Además hay evidencias de que determinados péptidos, dependiendo del lugar
de síntesis, pueden actuar como neurotransmisores, neuromoduladores,
factores neuroendocrinos, y como factores paracrinos, como las atriopeptinas o
los péptidos endógenos, y sobre todo, las interleuquinas (IL-1, Il-2, TNF, etc.).
Éstas son reguladoras de la función del sistema inmunológico, con lo que se
demuestra la íntima relación entre sistema inmunológico, sistema
neuroendocrino y sistema nervioso central.
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2.4. Generalidades de estrés y sistema inmunológico
2.4.1. Estrés Numerosos son los acontecimientos en la vida humana, que afectan la salud de
las personas, en el ámbito laboral se encuentra peligros y riesgos propios para
cada una de las actividades, producto de las nuevas formas de trabajo y
organización, una de ellas es el estrés. Diversos autores, a lo largo de
décadas, han intentado definir la palabra estrés, no sin dificultades para
homogenizar el término, esto debido, entre otras cuestiones, a que el estrés se
mide en tendencias no específicas (Selye, 1976). Sin embargo, el estrés está
vinculado inherentemente al ser humano y no puede ser evitado, ya que nos
permite adaptarnos a la vida (Selye, 1976). El uso popular del palabra estrés se
ha relacionado con fenómenos de carácter negativo, como respuestas
desagradables ante un acontecimiento o suceso conocido como distrés,
empero, actualmente se afirma que un poco de estrés es bueno, pues se
entiende que la activación de las funciones, tanto psicológicas como
fisiológicas, se requieren para la adaptación al medio, lo que se interpreta, en
este caso, como eustrés (McEwen, 2004). El término estrés se ha
conceptualizado como respuesta, estímulo, percepción y como transacción
(Serrano, 2006).
Desde la perspectiva de estímulo, se incluye como modelo general de
adaptación biológica al medio, donde se generan respuestas fisiológicas y
adaptativas producto de la interacción constante ante nuevas o diferentes
situaciones ambientales (McEwen, 2003), tanto físicas (Selye, 1950), biológicas
y psicológicas (Mason, 1975). Por tanto, un agente estresor puede ser
cualquier estímulo que exige al organismo una adaptación (Simón y Miñarro,
1990).
El estudio del estrés como respuesta se le debe al conocido como padre del
estrés Hans Selye, quien define que: “respuesta biológica inespecífica, al factor
estresante mediante cambios en los sistemas nervioso, endocrino e
inmunológico” (Sánchez, 2009), hace referencia a la serie de reacciones en
cadena que se producen como respuesta ante un estresor (Serrano, 2006).
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Bajo este concepto cualquier agente o estímulo que se perciba como nocivo
para la homeostasis del organismo, propiciará respuestas de los sistemas
fisiológicos para tender a restaurar el equilibrio del organismo expuesto.
Sin olvidar la individualidad ante el estrés, encuentra cabida el término como
percepción, el cual se genera como parte de un proceso interno del sujeto. Así,
un suceso es estresante cuando se percibe como tal. El momento en que se
presenten los eventos estresantes, estos se relacionan con funciones
cognitivas (Serrano, 2006).
El estrés como estímulo, se interpreta como las características asociadas a los
estímulo presentes en el medio ambiente, ya sean de carácter social, biológico
o físico, que pueden alterar el funcionamiento del organismo (Sandín y Chorot,
2001).
Al entender la ambigüedad en el término estrés que se presenta en los últimos
años, se ha desarrollado una nueva línea de estudio, donde se entiende al
estrés en términos relacionados a homeostasis, alostasis, estado alostático,
carga alostática y sobrecarga alostática. La homeostasis se refiere al equilibrio
fisiológico que permite mantener ciertos valores dentro de un rango óptimo, por
ejemplo el pH, la temperatura corporal, los niveles de glucosa, etc. El término
alostasis hace referencia al proceso que mantiene la homeostasis ante los
estímulos ambientales, que corresponde a la fase de alarma propuesta por
Selye, los principales mediadores de la alostasis son las hormonas del eje
hipotálamo-hipófisis-adrenal (HHA), las catecolaminas y las citocinas. El
siguiente término es el estado alostático, donde se encuentra un franco estado
de actividad alterada con el propósito de defenderse frente a los estresores del
medio, esto correspondería a la etapa de resistencia, por ejemplo; un estado de
enfermedad como hipertensión, o bien niveles bajos de cortisol, etc., el
organismo mantiene por un periodo limitado, este estado, el cual está
íntimamente relacionado con el estado general del individuo. No obstante, a
pesar del buen estado del organismo expuesto a estrés, el constante
desequilibrio de los sistemas amortiguadores del organismo, durante un
periodo prolongado, llevan a una sobrecarga alostática, que condiciona un
impacto negativo dentro del organismo (Serrano, 2009).
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A pesar del entendido que, ante un estímulo percibido e interpretado como
estresante, el organismo reacciona poniendo en marcha un conjunto de
respuestas fisiológicas, psicológicas y conductuales para hacerle frente
(Sánchez, 2009), para fines de esta tesis nos centraremos, en el efecto que
produce exclusivamente en la respuesta inmunológica humoral la exposición
crónica al frío artificial.
Las investigaciones que se realizan, por lo general, evalúan las respuestas de
los organismos ante la exposición a un estresor. La clasificación de estos se da
en función del tipo de agente (físico, psicosocial o biológico), por la duración de
exposición (agudo o crónico), o también se puede optar por la clasificación en
función del origen del estresor (laboratorio, campo o natural), sin embargo,
estas clasificaciones no son excluyentes entre sí. En los seres humanos los
estresores estudiados en el laboratorio, tienden a evaluar una situación
experimental que genere estrés moderado, relacionándolo con diferentes
índices fisiológicos, por ejemplo el test de frío (Serrano, 2009).
2.4.2. Generalidades del Sistema Inmunológico
La inmunidad involucra tanto a componentes específicos y no específicos. Los
componentes no específicos actúan como barreras o como eliminadores de
patógenos, para detener la infección por microorganismos antes de que
puedan causar la enfermedad. Otros componentes del sistema inmunitario se
adaptan ellos mismos a cada nueva enfermedad identificando y matando
células patógenas y cancerosas.
Detecta una amplia variedad de agentes, desde virus hasta parásitos
intestinales, y necesita distinguirlos de las propias células y tejidos sanos del
organismo para funcionar correctamente.
El sistema inmunitario se encuentra compuesto por linfocitos, leucocitos,
anticuerpos, células T, citoquinas, macrófagos, neutrófilos, entre otros
componentes que ayudan a su funcionamiento. La detección es complicada ya
que los patógenos pueden evolucionar rápidamente, produciendo adaptaciones
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que evitan el sistema inmunitario y permiten a los patógenos infectar con éxito
a sus huéspedes.
Para superar este desafío, se desarrollaron múltiples mecanismos que
reconocen y neutralizan patógenos. Incluso los sencillos organismos
unicelulares como las bacterias poseen sistemas enzimáticos que los protegen
contra infecciones virales. Otros mecanismos inmunológicos básicos se
desarrollaron en antiguos eucariontes y permanecen en sus descendientes
modernos, como las plantas, los peces, los reptiles y los insectos. Entre estos
mecanismos figuran péptidos antimicrobianos llamados defensinas, la
fagocitosis y el sistema del complemento.
2.4.2.1. Inmunidad innata e inmunidad adquirida
La inmunidad innata, es conocida como la primera línea de defensa frente a
agentes infecciosos. Está conformada por todo un conjunto de mecanismos
inespecíficos, se involucran desde células hasta moléculas solubles, primero
actúan las barreras físico-químicas y biológicas, si los microorganismos logran
atravesar estas barreras, actúan los mecanismos de defensa inespecíficos. A
continuación, se mencionan los componentes de la barrera innata de defensa:
a) Barreras Físicas:
• Piel
• Mucus; envuelve a los agentes extraños e impide que ejerzan su acción.
• Cilios; dificulta el avance del agente.
• Tos, estornudos, peristaltismo intestinal.
b) Barreras Químicas:
• PH ácido de estómago, lágrimas, vagina, orina.
• Sales biliares, ácidos grasos.
• Lisozima (muraminidasa): lágrimas, saliva, mucus, etc.
• Espermina en semen.
• B-lisina; producida por las plaquetas.
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• Lactoperoxidasa; leche y saliva.
• Proteínas secuestradoras de hierro; lactoferrina. En leche la transferrina
compite con las bacterias por el Fe.
c) Barreras biológicas:
• Microbiota normal; piel (superficie dérmica, glándulas sebáceas), boca,
intestino, vagina.
• Células: Fagocitos y células citotóxicas.
• Fagocitos: macrófagos y neutrófilos polimofonucleares.
• Células asesinas naturales (NK).
• Eosinófilos.
• Linfocitos B-1 y linfocitos T intraepiteliales.
e) Factores solubles:
• Proteínas de fase aguda; proteína C reactiva.
• Citoquinas; interferón, factor de necrosis tumoral (TNF).
• Sistema de complemento: vía alterna (Kindt et al., 2007).
La incierta susceptibilidad viral humana, durante y después de la exposición al
frío, es atribuible a los cambios que induce el frío en la función del sistema
inmune innato, sobre todo el producir sequedad de la superficie mucosa,
disminución de la movilidad ciliar, etc. (Giesbrecht, 1995).
La inmunidad adquirida, activa todos sus recursos cuando los
microorganismos sobrepasan la primera barrera de defensa. Elabora una
respuesta específica para cada agente infeccioso y sustancias extrañas no
infecciosas, además, que tiene memoria para cada agente o molécula extraña
pues las reconoce específicamente (Abbas et al., 2008).
Este tipo de inmunidad, se divide en: inmunidad humoral y celular. La
inmunidad celular se relaciona íntimamente con los linfocitos, tanto B como T,
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mientras que la respuesta humoral con anticuerpos, complemento por la vía
clásica y citoquinas.
2.4.2.2. Inmunoglobulinas
Las investigaciones sobre el estudio de las inmunoglobulinas inician desde
hace más de 100 años. En 1890, dos autores Behring y Kitasato, propusieron
la teoría de la inmunidad humoral, bajo la existencia de un “mediador
sanguíneo que podía reaccionar ante lo extraño”. Adelantado a su tiempo, Paul
Ehrlich, en 1897, propuso la teoría de la cadena lateral, donde cada célula
elaboraría una gran variedad de receptores de superficie que fijarían antígenos
extraños. Así, se continuó, con un desarrollo importante en el ámbito
inmunológico, pero sobre todo con el propósito de conocer la estructura de las
inmunoglobulinas. Pero, fue hasta 1960 cuando Rodney Porter caracterizó las
regiones de unión del anticuerpo Fab y Fc en el tipo de la inmunoglobulina G
(IgG); después se identificó la inmunoglobulina D (IgD), por Rowe y Fahey; y
posteriormente inmunoglobulina E (IgE).
En 1960, se aisló por primera vez la inmunoglobulina IgA del suero humano,
pero fue hasta 1963 que, dos autores llamados Tomasí y Sigelbaum,
encontraron estas inmunoglobulinas en las secreciones tales como; el calostro,
la saliva, las lagrimas y las secreciones del tracto respiratorio, gastrointestinal y
genitourinario (Gómez, 1994).
Ya para 1975, es ideado el método de producción de anticuerpos monoclonales
por Milstein y Köhler, que dan la pauta para que, en 1976, los estudios
genéticos revelaran la diversidad de anticuerpos, al ser identificada la
recombinación somática de los genes de inmunoglobulina por Tonegawa.
2.4.2.3. Estructura y clasificación de las inmunoglobulinas
La estructura básica de las inmunoglobulinas, consta de dos cadenas pesadas
idénticas entre sí, con un peso molecular de 50 a 70 KD llamadas cadenas alfa
(α), y dos cadenas ligeras, de igual manera idénticas entre sí, de peso
molecular bajo, de aproximadamente 22 KD, llamadas cadenas kappa o
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lambda (κ y λ), estas cadenas se unen entre sí, por puentes disulfuro y otros
tipos de uniones no covalentes, como las fuerzas electrostáticas, fuerzas de
van der Waals y fuerzas hidrofóbicas (Melchor et al., 2002). (Figura 5).
Figura 5. Estructura general de las inmunoglobulinas; La región Fab es la parte variable de la molécula en
la que reside su capacidad de reconocimiento del alérgeno específico; la región Fc es la parte donde
reside el dominio C3 para su unión a los receptores de la membrana celular. Fuente Cabrera-Navarro,
2006.
A su vez, cada inmunoglobulina tiene tres fragmentos: uno denominado Fc que
determina la actividad biológica, contiene el alotipo y determina la clase y
subclase de cadena pesada y dos denominados cada uno de ellos Fab, que
contiene el idiotipo y es donde se une al antígeno (Fainboin et al., 2005).
Podemos clasificar a las inmunoglobulinas en monoméricas y poliméricas;
entre las primeras encontramos a la IgG, IgD e IgE, mientras que las segundas
son la IgA y la IgM.
Para la IgA existen tres formas moleculares diferentes. La IgA monomérica,
compuesta por dos cadenas pesadas y dos cadenas ligeras; la IgA dimérica y
polimérica, compuestas por dos o más moléculas, unidas por enlaces
covalentes a través de la cadena J; y, la IgA secretoria, formada por la IgA
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dimérica o polimérica, que se unen por puentes disulfuro al componente
secretor (SC), que es una proteína glicosilada que forma el complejo de la IgA
durante el proceso de secreción. Tiene la función de estabilizar a la IgA, y con
ello aumentar la resistencia a la proteólisis. La IgA monomérica es la principal
forma molecular en el suero humano, con 160 kDa de masa molecular. En la
secreciones salivales, lagrimales, bronquiales, nasales e intestinales se
encuentra la IgA secretoria, sobre todo la forma dimérica (Gómez, 1994).
Las inmunoglobulinas se encuentran distribuidas en todos los fluidos orgánicos,
así como en las membranas de los linfocitos B y células. Las cantidades de
inmunoglobulinas en el organismo, en los diferentes compartimentos, son muy
diferentes, por ejemplo; la IgG predomina en el torrente sanguíneo, mientras
que, la IgA predomina en las secreciones (saliva, lágrimas, secreción bronquial,
líquido cefalorraquídeo y mucosas). La IgG se encuentra en mayor cantidad
que el resto de inmunoglobulinas, con una producción diaria de 30 mg/kg/día
(Melchor et al., 2004), mientras que, la IgA es la segunda en cantidad, con una
producción diaria de 19-30 mg/kg/día, sin embargo, en diversos estudios, se ha
determinado que la síntesis combinada de IgA secretoria y sistémica, es de
aproximadamente 60 mg/kg/día, por lo que se puede considerar a la IgA como
la inmunoglobulina predominante producida en humanos (Gómez, 1994).
Los valores normales de un hombre adulto entre 20 y 40 años se observan, en
la Tabla 1.
Tabla 1.
Fuente:
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Los niveles de inmunoglobulinas séricas varían ampliamente en función de
género, edad, estado nutricional, estado neuroendócrino, contactos previos con
antígenos, y otros factores coadyuvantes (Medialdea, 2002).
2.4.2.4. Función general de las inmunoglobulinas
Se describe, de manera breve, las características, propiedades y función de las
inmunoglobulinas.
Inmunoglobulina A.
Las principales características de la IgA secretoria, es proteger al cuerpo en
sus áreas más vulnerables, por contacto con el medio, posee capacidad
neutralizante y precipitante, sin embargo, la capacidad de fijar complemento y
de opsonización son muy débiles, pues se limita su efecto a neutrófilos y no a
macrófagos. Las funciones de la IgA sérica, no se han determinado con
exactitud (Gómez, 1994).
Resultados de investigaciones realizadas en los últimos años hace pensar que
la IgA juega un papel especial en la inmunidad, sobre todo en enfermedades
reumáticas y en otras de carácter autoinmune, así como enfermedades
hepáticas e infecciones persistentes como endocarditis bacteriana y SIDA.
Inmunoglobulina G.
Son las inmunoglobulinas más abundantes, representan el 70% de las
inmunoglobulinas séricas totales, tiene 4 subclases las cuales se encuentran
en diferentes proporciones, así tenemos que la IgG1, es la más abundante, con
cerca del 69%, seguida de la IgG2, con un 18%, el resto es para la IgG3 y la
IgG4.
Esta inmunoglobulina posee capacidad neutralizante, precipitante, de fijar
complemento, de unirse a células NK y a macrófagos, además de ser capaces
de atravesar activamente las membranas biológicas.
Inmunoglobulina M.
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La IgM es la inmunoglobulina que más rápidamente se forma en respuesta a un
estimulo antigénico. Posee capacidad neutralizante, precipitante, aglutinante,
fija complemento y activa la respuesta inmune, pero no atraviesa las
membranas biológicas, por lo cual se encuentra mayormente en los espacios
intravasculares. Representa del 5 al 10% de las inmunoglobulinas séricas y,
junto con la IgD, es la más frecuentemente encontrada en la superficie de los
linfocitos B, como inmunoglobulina de membrana.
Inmunoglobulina D
Aunque se ha demostrado su acción como anticuerpo en recientes
investigaciones, no se conoce con precisión sus funciones específicas, sin
embargo, se sugiere que actúa en forma importante para la activación de los
linfocitos B, ya que, se encuentra asociados a los mismos, para propiciar la
detección de antígenos.
Inmunoglobulina E
La vida media de la IgE en sangre periférica es de 24 a 48 horas, sin embargo
se encuentra en forma libre en sangre, además de encontrarse en otros
líquidos biológicos, así como unida a basófilos y células cebadas. Participa en
las reaccione de hipersensibilidad.
La función principal de las inmunoglobulinas, es unirse a los antígenos, así
actúan como receptoras de señales antigénicas, cuando la inmunoglobulinas
se encuentran en la membrana de los linfocitos B, o bien pueden colaborar en
la destrucción antigénica con ayuda del complemento, macrófagos, neutrófilos
y células NK (Roitt, 2008).
2.4.3. Estrés e inmunidad en el hombre
Una de las situaciones en el hombre moderno es el estrés.
El estrés es una respuesta neuroendocrina fisiológica del organismo, altamente
necesaria en la adaptación. Es la reacción ante la alarma, necesaria mientras
se manifieste normalmente y no se incurra en exacerbaciones patológicas
(tanto en calidad como en cantidad) (Colucci, 2010).
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Muchos autores hablan del estrés, pero lo denominan de muchas maneras,
entre las más comunes están: angustia, tensión, presión. Aquí existe un
problema con los términos utilizados porque, mientras algunas personas
intercambian estrés con ansiedad, hay quien asegura que la ansiedad y la
tensión son los resultados del estrés (Cobos, 2010).
Ante los numerosos factores que van a intervenir en la función inmunológica
(genética, sexo, edad, nutrición, estado neuroendocrino, contactos previos con
antígenos, etc.) hay dos aspectos que vamos a tratar de forma separada, como
son el estrés agudo y el crónico.
Estrés agudo: un medio de estudio del estrés agudo experimental es el que
emplea la privación del sueño, utilizado por Palmblad et al. (1979). Estos
autores aplicaron una privación de sueño de 44-77 horas de duración, y entre
los cambios inmunes observados figuraron la reducción de la capacidad
fagocítica de leucocitos y el incremento en la producción de interferón.
Otra situación de estrés agudo como la debida al salto en paracaídas ha sido
estudiado por Schedlowski et al. (1993), que observaran un incremento de las
células NK antes del salto, que disminuyó una hora después, y lo
correlacionaron con la concentración de noradrenalina, como mecanismo
efectivo adaptativo rápido del sistema inmunológico.
También Bachen et al. (1992), recurrieron al estrés agudo por diversos
procedimientos y observaron una disminución de linfocitos T CD4+ y T
supresores, y una elevación de las células NK.
Por último, otro diseño utilizado para valorar el estrés agudo en el laboratorio,
es la génesis de miedo en personas fóbicas cuando son expuestos al objeto o
situación fóbica.
En estas situaciones los sujetos experimentaron un fuerte estrés mientras eran
sometidos a psicoterapia. Con esta metodología, un estudio de Wiedenfeld et
al. (1990), midió la fobia a las serpientes a través de una serie de parámetros
inmunológicos, así como la frecuencia cardíaca y el nivel de cortisol en saliva.
Los resultados fueron obtenidos durante la visita inicial, tras dos días de
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tratamiento, durante el seguimiento, y tras el tratamiento; los resultados
señalaron un incremento en el número total de linfocitos y en la subpoblación
linfocitaria durante la exposición, que es debido, como anteriormente hemos
expuesto, a la liberación de catecolaminas que, bajo este estrés agudo se
producen (Bandura et al., 1985).
Estrés crónico: supone la acción más o menos prolongada de agentes
psicosociales que pueden llevar, con el paso del tiempo, al fracaso adaptativo.
No obstante, a veces se preceden de acontecimientos vitales puntuales y
puede ser difícil separarlos. El potencial estresante estará determinado, entre
otros, por estos dos aspectos:
- Experiencias previas: El organismo organiza básicamente una defensa de tipo
atribucional de naturaleza cognitiva, que decide un significado amenazante. La
terapia de Beck y Ellis se basan en este concepto.
- Aprendizajes, Entrenamientos y habilidades adquiridas: todo entrenamiento
implica atenuación de la sobreestimulación, bien por habituación, o bien por
adquisición de habilidades adaptativas.
Ambos aspectos son considerados en las terapias actuales que tratan de
disminuir el nivel de estrés, aunque se han publicado muchos resultados
contradictorios (Sloan et al, 1985).
En lo que se refiere a la función del sistema inmunológico, es relativamente
menor la investigación llevada a cabo sobre el efecto del estrés crónico en este
sistema, aunque hay trabajos que han comprobado la disminución de esta
función en poblaciones de linfocitos CD4+ y CD8+ (Schmidt et al.,1991).
El estrés de los períodos de exámenes académicos ha sido usado en gran
número de estudios que tratan de evaluar el tema que tratamos. Algunos de
ellos, como el de Dorian et al. (1982), fue llevado a cabo dos semanas antes
del examen, y se observó que los sujetos seleccionados tuvieron un alto
número de células B y T, junto a una reducción de la síntesis de anticuerpos "
in vitro", y una baja respuesta a mitógenos. El mismo tipo de estresor se ha
utilizado en otros trabajos (Schleifer et al., 1989; Kronfol et al., 1983), al
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observar depresión inmunológica, y reducción de la sensibilidad de los
receptores beta adrenérgicos linfocitarios. Con igual tipo de estresor, el grupo
de investigadores de Kiekolt y Glaser estudiaron una variedad de cambios
inmunológicos en estudiantes de Medicina, los cuales fueron valorados durante
un breve período en el que no tuvieron exámenes y un mes más tarde. Bajo la
presión de los exámenes, se observaron una serie de cambios inmunológicos
consistentes en la elevación de anticuerpos a HSV-1, EBV, y a citomegalovirus
(CMV). Lo interpretaron como un pobre control de la respuesta celular sobre los
herpes virus latentes (Glaser et al., 1985). En un estudio posterior, estos
mismos autores demostraron, en 1987, una serie de alteraciones en el factor
inhibidor de la migración leucocitaria (una linfocina cuya producción es
suprimida durante la proliferación del HSV), así como una reducción en los
porcentajes de células T colaboradoras y células T supresoras/citotóxicas, junto
a una disminución de la respuesta a mitógenos. Durante los exámenes, la
actividad lítica de las células NK estaba reducida, pero los niveles de IgA se
encontraban incrementados, tal y como afirmaron Kiekolt y Glaser et al. (1984),
tal vez debido a la supresión linfocítica de interferón, al regular éste el
crecimiento de las células NK. Más recientemente, en su trabajo de revisión,
Song et al. (2000), señalan que el estrés académico aumenta las células CD8+
y disminuyen las células CD4+.
Hay que tener en cuenta que la rotura de lazos afectivos con el ambiente social
puede ser altamente estresante, ya que la unión a los otros y el apoyo social
percibido es una necesidad humana. Tal vez, el más severo estresor humano
sea el estado que sigue a la pérdida de la esposa u otro familiar.
2.4.4. Teorías del estrés
2.4.4.1. Ley De Selye: Síndrome de Adaptación General (SAG)
El síndrome de adaptación general (SAG) engloba los cambios que se
producen como respuesta al “estrés” ambiental (Roberts, et al. 1981). Este
conjunto de manifestaciones atípicas reciben diferentes nombres: Síndrome de
Estrés, o también Ley de Selye (Barandica, 2010).
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Esta teoría considera al estrés como una respuesta frente a una demanda o
estresante medioambiental. Fue propuesta primero por Selye, que identificó al
estrés como una respuesta inespecífica del cuerpo frente a cualquier demanda
que se le imponga. Selye se refiere a esas demandas inductoras de estrés,
como estresantes. Los estresantes pueden ser físicos o emocionales y
agradables o desagradables, siempre que requieran una adaptación por parte
del individuo. En respuesta a los estresantes físicos (por ejemplo, quemaduras)
o psicológicos (por ejemplo, muerte de un ser amado), se produce una serie de
cambios fisiológicos (Bucher, 2004).
Bajo el término general de adaptación se entiende: la capacidad de los seres
vivos de acostumbrarse a las condiciones del medio ambiente.
Desde una visión más cercana a la Fisiología, se entiende como el conjunto de
reacciones fisiológicas que asientan los fundamentos de la adaptación del
organismo al cambio de las condiciones circundantes y tienden a conservar la
estabilidad relativa de su medio interno, o sea, la homeostasis.
Hay que entender la teoría de la adaptación como un conjunto de
conocimientos en proceso de desarrollo, un sistema de puntos de vista que
definen la esencia de la adaptación del organismo a las condiciones del medio,
los mecanismos, leyes, direcciones o tendencias de la reacción de adaptación.
Pero esta acción adaptativa necesita tres condiciones básicas que permitirán la
realización del proceso, a veces de forma intencional, a través del
entrenamiento, y en otras ocasiones de forma ocasional o fortuita, producida
por los cambios ambientales, trabajos físicos temporales, enfermedades, etc.
Las condiciones básicas mencionadas son:
Existencia de un estado saludable del organismo en un medio, como por
ejemplo una persona con una determinada condición física que lleva una vida
normal.
Existencia de una situación estimulante sobre ese organismo, el cual va a sufrir
un desequilibrio. De forma voluntaria podemos desarrollar un entrenamiento
estable y duradero que alterará las funciones orgánicas y estados internos,
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mientras que, con carácter ocasional encontramos una actividad física
cotidiana un poco más fuerte de lo normal.
Ajuste del organismo para conseguir una re-equilibración adecuada de sus
funciones, aumentándose, de este modo, la capacidad orgánica, funcional,
sistémica, etc.
El otro proceso, de adaptación superior, vendría determinado por un desarrollo
consciente del individuo en el intento de colmar sus aspiraciones. Esta persona
sería aquella que se prepara para alguna circunstancia de la vida, como
estudiar, trabajar, practicar algún deporte, etc.
Como indica Hans Selye, investigador de este proceso adaptativo. El
organismo posee esta adaptación en tres grados a los que el clasifica de la
siguiente manera:
2.4.4.2. Primera fase "Reacción o Estado de Alarma”
Esta respuesta es una reacción de alarma provocada por mensajes en el
cerebro.
Consiste en una serie de cambios agudos a nivel cardiovascular, respiratorio y
metabólico, controlados por el sistema nervioso simpático, los cuales aparecen
como reacción espontanea al estrés producido por un estímulo agresor que
altera su estado de homeostasis.
La glándula pituitaria libera la hormona corticotropina (ACTH). Ésta hace que
las glándulas suprarrenales secreten adrenalina, cortisol y otras hormonas
vinculadas al estrés. El corazón late más rápido para suministrar sangre a los
músculos y el cerebro. La frecuencia respiratoria aumenta para el suministro de
oxígeno extra para los músculos, el corazón y el cerebro. La digestión y otras
funciones no esenciales para mantener la reacción de alarma se detienen. El
hígado deja de almacenar glucógeno y libera glucosa en el torrente sanguíneo.
El cuerpo está listo para cualquier peligro real o imaginario. En la Tabla 2, se
enuncian las hormonas que se acompaña a esta fase.
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Adrenalina Aumentada
Cortisol Normal o aumentado
ACTH Normal
DHEA Normal
Dopamina Aumentada
Testosterona Normal
Progesterona Normal Tabla 2. Hormonas que se presentan en la primera fase del síndrome general de adaptación. Fuente: Dr. Ricardo Colucci en el cuarto congreso Argentino de Medicina Orthomolecular y Bioquímica Médica. 31 de julio de 2010. Buenos Aires. Argentina.
Esta fase, a su vez, se subdivide en dos:
1. Subfase de choque: ante la aparición del estímulo se rompe la
homeostasis.
2. Subfase de antichoque: reorganización de las defensas orgánicas para
aumentar su capacidad sobre el nivel inicial. Predominan las reacciones
catabólicas y de movilización de reservas energéticas e inmunológicas
(Colucci, 2010).
2.4.4.3. Segunda fase “Resistencia de Reacción”
Ante la persistencia de los estímulos, el organismo recupera y supera el
equilibrio inicial, para adquirir un estado de resistencia por encima de la fase
aguda o de alarma, con una respuesta eficaz y una acción hormonal menor.
Si bien la reacción de alarma suele ser de corta duración, la reacción de
resistencia puede durar bastante tiempo. Los principales actores en esta fase
son las hormonas cortisol y la DHEA.
Estas hormonas aumentan la retención de sodio y por lo tanto se incrementa la
presión arterial (un signo de fatiga suprarrenal es la hipotensión arterial). El
cortisol ayuda a aumentar la energía celular y actúa como un potente anti-
inflamatorio. La reacción de resistencia permite al cuerpo soportar el estrés
continuo (dolor, fatiga, lesiones, etc.), durante largo tiempo.
Sin embargo, el estrés a largo plazo puede generar una serie de problemas,
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que incluye, presión arterial alta, ansiedad, fatiga, dolores de cabeza,
hipoglucemia, déficit inmunitario, disfunción de la tiroides, diabetes y
agotamiento suprarrenal. En la Tabla 3, se enumeran las hormonas que se
presentan en esta fase.
Adrenalina Aumentado
Cortisol Aumentado
DHEA Normal Tabla 3. Hormonas que se presentan en la segunda etapa del síndrome general de adaptación. Fuente: Dr. Ricardo Colucci en el cuarto congreso Argentino de Medicina Orthomolecular y Bioquímica Médica. 31 de julio de 2010. Buenos Aires. Argentina.
2.4.4.4. Tercera fase “Agotamiento”
Tras un sucesivo aumento del estímulo o de su intensidad, el organismo entra
en agotamiento por falta de energía o adaptación, con lo que, de no existir un
descanso o recuperación consiguiente, se puede llegar a la extenuación y a
una fase de agotamiento o enfermedad leve.
Es el resultado del exceso crónico de la secreción de cortisol. Esto conduce al
agotamiento suprarrenal. Aparecen cefaleas, náuseas, alergia, fatiga, mareos,
hipotensión, temperatura corporal baja, depresión, bajo impulso sexual,
infecciones crónicas, y las manos y pies fríos, son sólo algunos de los síntomas
que ocurren con el agotamiento suprarrenal. En la Tabla 4 se enumeran las
hormonas que se presentan en esta fase.
Adrenalina Aumentado
Cortisol Muy aumentado
DHEA Normal o Disminuida Tabla 4. Hormonas que se presentan en la tercera fase del síndrome general de adaptación. Fuente: Dr. Ricardo Colucci en el cuarto congreso Argentino de Medicina Orthomolecular y Bioquímica Médica. 31 de julio de 2010. Buenos Aires. Argentina.
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En la figura 6, se observa el esquema de las etapas del síndrome general de
adaptación o ley de Selye.
fig. 6. Esquema de las etapas del síndrome general de adaptación o ley de Selye. Fuente: Hans Selye
(1936)
2.5. Estrés postraumático y escala de gravedad de síntomas del trastorno de estrés postraumático (EGSTEP)
Según el American Psychiatric Association, 1994 (DSM-IV), el trastorno de
estrés postraumático aparece cuando la persona ha sufrido –o ha sido testigo
de una agresión física o una amenaza para la vida de sí mismo o de otra
persona y cuando la reacción emocional experimentada implica una respuesta
intensa de miedo, horror o indefensión (Echeburúa, 1997).
Sin embargo; en la actualidad, se viven hechos sociales que amenazan la
seguridad y la integridad física personal, por lo que obviamente esta lista ha
aumentado, pues las personas que sufren despidos laborales injustificados,
secuestros, acoso o extorsión, también pueden presentarlo (Interpsiquis, 2011).
Es uno de los trastornos más frecuentes en la población general de México y el
mundo. Diversas estimaciones señalan que entre 10 y 45% de quienes sufren
lesiones experimentan, posteriormente, trastorno de estrés postraumático,
además de que las prevalencias de por vida, oscilan entre 3.6 y 7.8% en la
población general de Estados Unidos y de entre 2.22 a 46.0 %, en otras partes
del mundo. En México se ha estimado que la prevalencia total es de 1.45% (2.3
- 3.3% en mujeres y 0.49 - 1.9% en hombres), la cual puede presentar
variaciones según los criterios diagnósticos que se empleen (Rincón, 2007).
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La escala tiene como objetivo facilitar el diagnóstico del cuadro clínico desde
una perspectiva categorial, pero también medir la severidad del trastorno, al
cuantificar cada síntoma según su frecuencia e intensidad. Se valoran de forma
conjunta porque existe una correlación elevada entre una y otra modalidad de
cada síntoma (Hovens et al., 1994).
Reexperimentación: Las personas frecuentemente tienen recuerdos o
pesadillas repetidas sobre el evento estresante. Algunos pueden tener
"flashbacks", alucinaciones u otras emociones vívidas de que el evento está
sucediendo o va a suceder nuevamente. Otros sufren de gran tensión
psicológica o fisiológica cuando ciertos objetos o situaciones les recuerdan el
evento traumático.
Evitación: Muchas personas con trastorno de estrés postraumático evitan
sistemáticamente las cosas que les recuerdan el evento traumático. Esto puede
llegar a causar evasión de todo tipo: pensamientos, sentimientos o
conversaciones sobre el incidente y también actividades, lugares o personas
que se los recuerden. Otras personas parecen no responder a las cosas o
situaciones relacionadas con el evento y no recuerdan mucho sobre el trauma.
Estas personas también podrían mostrar una falta de interés en las actividades
que les eran importantes antes del evento, se sienten alejadas de los demás,
sienten una gama de emociones más limitada y no tienen esperanzas sobre el
futuro.
Aumento de la activación: El paciente puede tener dificultades en quedarse
dormido o no poder despertar, irritabilidad o desplantes de ira, dificultad para
concentrarse, volverse muy alertas o cautelosos sin una razón clara,
nerviosismo o facilidad para asustarse (Interpsiquis, 2011).
El DSM-IV es un sistema politético de clasificación diagnóstica; es decir, que
reconoce variantes de síntomas dentro de un mismo trastorno. Por ello, en el
caso concreto del trastorno de estrés postraumático se requiere la presencia de
1 síntoma en el criterio de re-experimentación, de 3 en el de evitación y de 2 en
el de aumento de la activación. Por otra parte, estos síntomas deben
prolongarse más de un mes y provocar un malestar clínico significativo o un
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deterioro social, laboral o de otras aéreas importantes de la vida cotidiana de la
persona (Echeburúa, 1997).
Al realizar el diagnóstico de este cuadro clínico, se debe especificar si el
comienzo ha sido demorado (entre el acontecimiento traumático o el inicio de
los síntomas han pasado como mínimo 6 meses) y si el sujeto está en fase
aguda (los síntomas duran menos de 3 meses) o en una fase crónica (los
síntomas duran 3 meses o más) (Echeburúa y Corral, 1995).
La eficacia diagnóstica de la escala es muy alta si se establece un punto de
corte global de 15 y unos puntos de corte parciales de 5, 6 y 4 en las
subescalas de re-experimentación, evitación y aumento de la activación,
respectivamente. En suma, se trata de una escala de evaluación
heteroaplicada que es poco costosa y resulta útil para diagnosticar y cuantificar
el trastorno de estrés postraumático en diferente tipo de victimas (Echuburúa,
1997).
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CAPITULO 3
3. PROCEDIMIENTO O MÉTODO 3.1. Planteamiento del problema
Como se ha visto a lo largo de esta tesis, la situación laboral que presentan los
trabajadores de la extinta Compañía de LyFC, debido a la liquidación de esta
compañía, los ha sometido a una situación laboral caracterizada por estrés
intenso y permanente, que tiene efectos directos e indirectos en la salud de
estas personas.
En la actualidad al estrés no se le considera como una enfermedad
ocupacional, para este tipo de trabajadores.
Muchos de los efectos adversos del estrés se limitan a conocer cómo éste
puede ocasionar graves enfermedades así como cambios en la personalidad;
no obstante, los efectos tras la exposición del estrés, en trabajadores y su
relación con el sistema inmune, en particular la expresión sobre IgAs, IgG e IgA
del suero, ha sido escasamente abordado, por lo cual surgió la siguiente
pregunta:
¿Existirán alteraciones en la respuesta inmunológica en trabajadores de la
extinta Compañía de LyFC; en función de su situación laboral experimentada a
lo largo del desarrollo de este problema social?
Para dar respuesta a esta pregunta, se formularon los siguientes objetivos:
3.2. Objetivo General Evaluar los niveles de IgA en saliva e IgA en suero, en trabajadores de la
liquidada industria eléctrica (Compañía de LyFC), de acuerdo con su situación
laboral, que permita estimar la existencia de afectación y establecer la relación
entre esta situación laboral y la respuesta inmune.
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3.3. Objetivos Específicos
• Describir la situación laboral en que se encuentran los trabajadores de la
extinta Compañía de LyFC.
• Conocer las condiciones de salud de los trabajadores de acuerdo a su
situación laboral.
• Analizar las muestras de sangre y saliva por métodos estandarizados.
• Evaluar los niveles de las inmunoglobulinas de IgA en saliva e IgG en suero,
por el método ELISA.
• Analizar y comparar los niveles de anticuerpos entre los diferentes grupos
formados.
3.4. Material y Métodos
3.4.1. Material
3.4.1.1. Población de estudio Se eligió una muestra por conveniencia, de trabajadores de la industria
eléctrica, Compañía de LyFC liquidada, que cumplieran con las características
necesarias para la realización del estudio. Se dividieron en 3 grupos:
Grupo A: trabajadores despedidos, que aceptaron la liquidación y se retiraron.
Grupo B: trabajadores despedidos, que aceptaron su liquidación y fueron
recontratados por CFE para seguir laborando.
Grupo C: trabajadores despedidos y que no han aceptado su liquidación y se
mantuvieron, durante el tiempo del estudio, en demanda de su reinstalación,
con el patrón sustituto.
La muestra se escogió, desde el 12 de Octubre de 2011 hasta el 12 de abril de
2012. Se consideraron aquellos trabajadores que decidieron voluntariamente
participar en el estudio, sexo indistinto y los cuales cumplieran las condiciones
de acuerdo a cada grupo formado antes mencionado, con previo
consentimiento informado (ver anexo A).
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No se incluyeron trabajadores que no cumplieran con los requisitos de los
grupos formados.
3.4.1.2. Materiales y equipos
3.4.1.2.1. Recolección de muestras muestra (sangre y
saliva) Por medio de métodos estandarizados se obtuvieron muestras de sangre y saliva.
• Sangre: equipo BD vacutainer:
Tubo para serología, sin anticoagulante, en plástico, transparencia cristal, con
el interior recubierto de silicona y activador de coágulo, con un volumen
aproximado de aspiración de 6.0 ml, de 13 x 100 mm, con tapa de seguridad
HEMOGARD y tapón siliconado hemorrepelente, catalogo 368175.
Tubo para serología, sin anticoagulante, con gel separador, en plástico,
transparencia cristal, con el interior recubierto de silicona y activador de
coágulo, con un volumen aproximado de aspiración de 5.0 ml, de 13 x 100 mm,
con tapa de seguridad HEMOGARD y tapón siliconado hemorrepelente,
catalogo 368159.
Holder o adaptador para agujas “Standard”
Aguja de colecta múltiple; siliconada interior y exteriormente, de paredes
finas, estériles, 21 G x 1.5” en envase “hard pack” y etiqueta protectora-
precinto, catalogo 360213.
• Saliva Frascos recolectores de 30 ml estériles.
3.4.1.3. Material de laboratorio
3.4.1.3.1. Reactivos para estandarización de la técnica de
ELISA
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Anticuerpos para Elisa de SIgA:
• Anticuerpo de captura: suero policlonal de conejo producido contra un
péptido de componente secretor
(secuencia:HGNSVSITYYPPTSVNRHTRKYWCOH, Viloria 2011)
• Anticuerpo secundario acoplado a peroxidasa: HRP-Goat Anti-Human
IgA, marca Invitrogen, cat. 62-7420-1 ml.
Anticuerpos para Elisa de IgG:
• Anticuerpo de captura: Goat anti-human IgG, marca Invitrogen, catalogo
62-8400-1ml.
• Anticuerpo secundario acoplado a peroxidasa: Goat anti-Human IgG HRP
conjugated secondary antibody, marca Millipore, catalogo AP112P
3.4.1.3.2. Reactivos para amortiguadores de la técnica de
ELISA PBST pH 7.4:
• Cloruro de sodio (NaCl) 137mM, marca JT Baker, catalogo 3624-01
• Cloruro de potasio (KCl) 2.7mM, marca J.T. Baker, catalogo 3040-01
• Fosfato de potasio (KH2PO4) 10mM, marca J.T. Baker, catalogo 3246-01
• Fosfato de sodio (Na2HPO4) 2mM, marca Técnica de Química S.A.
catalogo F-1330
• Tween-20 NF Grade al 0.05%, marca Research Organics, catalogo 3061T
Amortiguador de carbonatos pH 9.6, 0.1 M:
• Bicarbonato de sodio (NaHCO3), marca Hycel de México S.A. de C.V.,
catalogo 40140.
• Carbonato de sodio (Na2CO3), marca Mallinckrodt AR., catalogo 7527.
Amortiguador de Citrato-Fosfato pH 5.0:
• Acido cítrico 0.1 M (C6H8O7), marca Caledon, catalogo 2980-1
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• Fosfato Disodico 0.2 M, (NaHPO4), marca Técnica Química S.A., catalogo
F-1330.
Acido Sulfúrico 2.5M o 5N (H2SO4), marca J.T. Baker, catalogo 9681
Bradford:
• Brillant Blue G-250 / Azul de Comassie G250 (C47H49N3NaO7S2): marca
Mallinckrodt, catalogo 7744.
• Alcohol etílico 96% RA etanol (C2H6O): marca Tecsiquim, catalogo
ET1550-9
• Acido fosfórico 99.9% pureza al 85%, (H3PO4): marca J.T. Baker, catalogo
0313.
• Agua destilada (H2O), marca Theissier
Albumin, Bovine (Sigma, A-4503).
O-Phenylenediamine Dihydrochoride (OPD), marca Thermo Scientific,
catalogo 34005.
- Placas de Elisa: Corning® 96 well EIA/RIA plates, 96 well plate, High
Bind, polystyrene, flat bottom, clear, non-sterile (Cat. 3590).
- Pipetas monocanal de 0.5- 10 µl, 20-200 µl y 100-1000 µl
- Pipetas multicanal de 20-200 µl y 50-300 µl
- Gradillas para microtubos de 1.5 y 2ml, para tubos cónicos de 15 y 50 ml.
- Microtubos de 0.6ml, 1.5 ml y 2.0 ml (Marca Axigen)
- Puntas para pipeta: T-300 0.5-10ul Clear Tips, T-200-Y 200ul Yellow Tips,
T-1000-B 1000ul Blue Tips
- Probetas graduadas de 100 ml, 500 ml, 1000ml y 2000 ml
- Vasos de precipitados de 50 ml, 100ml y 1000ml
- Agitadores Magnéticos
- Matraces aforados de 25 ml, 50 ml, 100ml y 250 ml
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3.4.1.4. Equipo de laboratorio - Centrifuga Eppendorf modelo 5804R
- Vortex modelo Genie 2 G-560, marca Daiger.
- Lector de Elisa / Microplate Reader, modelo Benchmark, marca Bio-Rad
- Potenciómetro / Microprocessor pH meter, modelo pH210, marca HANNA
Instruments
- Analizador de química clínica SELECTRA E marca Vital Scientific
- Incubadora, marca Boekel, modelo 13300.
- Balanza electrónica, marca Mca. Scientech.
- Plato caliente con agitación, modelo CIVEQ 78-1
- Plato con agitación, marca Corning, modelo PC-410.
3.4.1.5. Equipo para elaborar documentos
Computadora Minilaptop (HP), Impresora (EPSON), Cámara digital Cybershot,
material de papelería, copias de Historias clínicas y consentimiento informado,
Programa estadístico SPPS, Programa Microsoft Office (Excel, Word, Power
point), y cuaderno bitácora.
3.5. Recursos
Recursos humanos: investigador médico tesista, Jefe de Laboratorio de
Inmunología, Dr. en Ciencias, director de tesis, Química encargada de
administración y protocolos del Laboratorio de Inmunología.
Recursos físicos: Laboratorio de Inmunología de la Escuela Superior de
Medicina del Instituto Politécnico Nacional.
3.6. Método Se diseño y se efectuó un estudio cuasi-experimental; es decir; los trabajadores
en estudio están expuestos a la variable en estudio debido al evento que se
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suscitó, y se compararon la variable del estrés en estudio, en relación con su
situación laboral.
3.6.1. Determinación de Variables
Variables Metodológicas
• Variable independiente: Situación laboral
• Variable dependiente: Cuantificación de IgG sérica e IgA
secretora
• Variable interviniente: Estrés
• Procedimiento estadístico: Estadística descriptiva y análisis de
varianza (ANOVA).
• Paquete estadístico: SSPS (Statistical Package for the Social
Sciences).
3.6.2. Métodos Utilizados
3.6.2.1. Planeación y Obtención de Datos Generales
a) El protocolo se elaboró con base en la guía de investigación de la Comisión
de Bioética de la ENMH y fue aprobado por ésta para su realización.
b) Se presenta protocolo a los trabajadores para su conocimiento y
consentimiento.
c) Se recabaron los documentos de consentimiento informado.
d) Se realizaron historias clínicas con enfoque en patología inmunológica,
enfermedades crónicas e inmunizaciones previas.
3.6.2.2. Metodología de obtención de muestra sanguínea y
saliva a) Preparación para extracción de muestra sanguínea. Los trabajadores se
presentaron en ayuno de 8 hrs. Mediante una entrevista directa (historia clínica)
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se obtiene información sobre enfermedades respiratorias o infecciones en el
momento de tomar la muestra sanguínea y salival.
b) TÉCNICA DE EXTRACCIÓN DE MUESTRA DE SANGRE VENOSA.
La extracción de sangre es un procedimiento médico muy usual para la
detección de posibles enfermedades al realizar los oportunos análisis
bioquímicos. La sangre se extrae de una vena, usualmente de la parte interior
del codo o del dorso de la mano. El sitio de punción se limpia con un
antiséptico y luego se coloca una banda elástica o un brazalete de presión
alrededor del antebrazo con el fin de ejercer presión y restringir el flujo
sanguíneo a través de la vena, lo cual hace que las venas bajo la banda se
dilaten. Inmediatamente después, se introduce una aguja en la vena y se
recoge la sangre en un tubo vacutainer con vacío. Durante el procedimiento, se
retira la banda para restablecer la circulación y, una vez que se ha recogido la
sangre, se retira la aguja y se cubre el sitio de punción para detener cualquier
sangrado.
Se utilizó para la extracción de sangre sistema de vacío Vacutainer BD. Las
muestras se tomaron en los meses de octubre de 2011 a abril de 2012.
c) RECOLECCIÓN DE MUESTRA DE SALIVA.
La saliva tiene cada vez más importancia como medio de análisis, ya que la
extracción de una muestra es fácil, no invasiva, es indolora y no produce
estrés.
Para obtener las muestras de saliva se entrego a cada paciente un frasco
recolector de plástico graduado en ml y esterilizado, se le solicito al paciente
depositara 5 ml de saliva, para estimular la producción de saliva se les
proporciona un trozo de papel Parafim “M” Laboratorio Film (American National
CanTM Greenwich). Las muestras se tomaron en ayuno en los meses de
octubre de 2011 a abril de 2012.
Las muestras se depositaron en un contenedor térmico con refrigerantes y se
trasladaron al laboratorio para procesarlas.
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3.6.2.3. Técnica de preparación de muestras a) Las muestras de sangre se procesaron en centrífuga para separar
hematocrito de suero, a 37°C a 3500 RPM por 10 minutos. Se obtuvo el suero y
se prepararon alícuotas, las cuales se mantuvieron a -20°C hasta su uso.
b) Las muestras de saliva se centrifugaron para eliminar sedimentos a 4°C a
4500 RPM, por 15 minutos. La saliva ya clarificada se repartió en alícuotas, las
cuales se mantuvieron a -20°C hasta su uso.
3.6.3. Determinación de estrés por medio de la escala de
gravedad de síntomas del trastorno de estrés postraumático (EGSTEP)
Con el propósito de conocer si existen síntomas de estrés en los trabajadores
de la liquidada LyFC, según su situación laboral, se realizó el test EGSTEP.
Está estructurada en un formato de tipo Likert, en escala de 0 a 3 según la
frecuencia e intensidad de los síntomas, consta de 17 preguntas, de las cuales
5 hacen referencia a los síntomas de reexperimentación; 7, a los de evitación; y
5 a los del aumento de la activación. El rango es de 0 a 51 en la escala global;
de 0 a 15 en la subescala de reexperimentación; de 0 a 21 en la evitación; y de
0 a 15 en el aumento de la activación (Pérez, 2007), (ver anexo B).
3.6.4. Determinación de la situación laboral de los trabajadores
mediante la aplicación de cuestionario Para conocer la situación laboral que presentan los trabajadores de la industria
eléctrica, se realizó un cuestionario donde se expone las principales diferencias
entre los grupos formados.
Consta de 10 preguntas (ver anexo C).
3.6.5. Historia clínica
Se realiza la historia clínica, para la obtención de datos como enfermedades
crónico-degenerativa, enfermedades infecciosas, inmunizaciones previas y
actividad física (ver anexo D).
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3.6.6. Técnica para cuantificación de metabolitos en la química sanguínea
Se midió la química sanguínea en los sueros de los pacientes, en un analizador
de química clínica SELECTRA E marca Vital Scientific, utilizando como reactivo
la marca Randox, para cada uno de los metabolitos de glucosa (Ref. GL
2614A), colesterol total (Ref. CH201), Colesterol HDL (Ref. CH3811A),
triglicéridos (Ref. TR210), Acido úrico (Ref. AU230), Urea (Ref. UR 456),
Creatinina (Ref. CR510), Proteínas totales (Ref. TP 1630A) y Albumina (Ref.
PA210), por formula se calculo Colesterol LDL. Se utilizo un solo calibrador
universal para todos los metabolitos marca Randox (Cal 2 Ref. CAL2350A) y un
control nivel 2 marca Randox (HUM ASY CONTROL 2 Ref. HN2612).
3.6.7. Cuantificación de proteínas total mediante método de
Bradford
3.6.7.1. Método de Bradford Se basa en la unión de un colorante, Comassie Blue G-250 a las proteínas. La
forma roja es convertida en azul una vez que se una a la proteína. El complejo
proteína-colorante tiene coeficiente de extinción mayor que al colorante libre.
Este método es sensible (1-15 μg), simple, rápido, barato y pocas sustancias
interfieren en su determinación. Entre las sustancias que interfieren están los
detergentes y las soluciones básicas (Bradford 1976).
Para calcular las concentraciones de proteína de las muestras, se hizo una
curva estándar en microtubos de 0.6 ml como se muestra en la Tabla 5, usando
albumina sérica bovina (BSA) como proteína estándar y como diluyente cloruro
de sodio 0.9 %. En una placa de microtitulación de ELISA se agregó un
volumen de 250 µl de reactivo de Bradford por cada 5 µl de muestra o
estándar. Se dejo incubar por 5 minutos a temperatura ambiente, se agito 30
segundos en el lector de Elisa y se leyó a una λ= 595nm. El reactivo de
Bradford se elaboro como se cita en Bradford, 1976.
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Tabla 5. Preparación de los estándares para la curva de calibración de BSA
[ ] BSA mg/ml Vol. Estándar (μl) Vol. cloruro de sodio 0.9% (µl)
0.075 5 95 St1
0.15 10 90 St2
0.3 20 80 St3
0.6 40 60 St4
0.9 60 40 St5
1.2 80 20 St6
1.5 100 0 St7 Fuente: laboratorio de Inmunología ESM, IPN, Autor Química Teresita Cruz Hdez.
Una vez elaborado los estándares se monto la curva como se muestra en la
Tabla 6. Colocando en la placa de microtitulación de ELISA por triplicado cada
estándar y muestra.
Tabla 6. Preparación de la curva de calibración de BSA
[ ] BSA mg/ml Volumen (μl) Reactivo de Bradford 1X (μl)
0.075 St1 5 250
0.15 St2 5 250
0.3 St3 5 250
0.6 St4 5 250
0.9 St5 5 250
1.2 St6 5 250
1.5 St7 5 250 Fuente: laboratorio de Inmunología ESM, IPN, Autor Química Teresita Cruz Hdez.
3.6.8. Estandarización de la técnica de ELISA para cuantificación
de SIgA en saliva e IgG sérica Tipo de inmunoensayo utilizado: ELISA sándwich (Ensayo de captura de
antígeno y detección mediante inmunocomplejos). Se trata de un ensayo muy
empleado en el que se recubre el pozo con un primer anticuerpo anti-antígeno.
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Después de lavar el exceso de anticuerpo se aplica la muestra problema en la
que se encuentra el antígeno, que será retenido en el pozo al ser reconocido
por el primer anticuerpo. Después de un segundo lavado que elimina el
material no retenido se aplica una solución con un segundo anticuerpo
conjugado con enzima. Este ensayo tiene una gran especificidad y sensibilidad
debido a la amplificación de señal que permite el segundo anticuerpo.
3.6.8.1. Ensayo de ELISA para Cuantificar la SIgA humana en
saliva Se sensibilizo una placa de microtitulación de ELISA (100 µl por pozo), con
suero de conejo anti componente secretor humano (anti-SC) en una dilución
1:400,000 en amortiguador de carbonatos pH 9.6 como anticuerpo de captura
(primer anticuerpo). Se incubo durante 1 hr a 37 °C y después se lavo 5 veces
con Tween 0.05% en amortiguador de fosfatos pH 7.4 (PBS-T).
Posteriormente la placa se bloqueo con albúmina sérica bovina 3% en
carbonatos pH 9.6 con 100 µl en cada pozo y se dejo Incubando 2 hrs a 37 °C.
Se lavo con PBS-T 5 veces.
Después se adiciono por duplicado para cada muestra en la placa (100 µl por
pozo), diferentes concentraciones de SIgA humana purificada para la curva
estándar (dilución 1:16 seriada 1:2 en PBS-T), muestras de saliva humana
(diluciones 1:5 y 1:10 en PBS-T)) y pool de saliva (1:10 con PBS-T) como
control interno. Se incubo 1 hr a 37 °C. Se Lavo con PBS-T 5 veces
A continuación se adiciono 100 µl por pozo de suero de cabra anti-IgA humana
conjugado con peroxidasa diluido en PBS-T (1:3000). Se Incubo 1 hr a 37 °C. y
se lavo con PBS-T 5 veces.
Una vez realizado el lavado se le adiciono H2O2 como sustrato en amortiguador
citrato-fosfato pH 5.0 con O-fenilendiamina (100 µl por pozo). Se dejo incubar
15 minutos a temperatura ambiente. Posterior se adiciono acido sulfúrico 2.5 M
para detener la reacción enzimática.
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Se tomo la lectura de absorbancia a λ = 490 nm en un lector de ELISA marca
Bio-Rad.
Se elaboro una curva estándar graficando la absorbancia vs la concentración
de SIgA purificada de calostro. Con esta curva se estimo la concentración de
SIgA en el pool y muestras de saliva humana en µg/ml.
3.6.8.2. Ensayo de ELISA para cuantificar IgG humana en suero
Se sensibilizo una placa de microtitulación de ELISA (100 µl por pozo) con
suero de cabra anti-IgG humano como anticuerpo de captura, dilución 1:50,000
en amortiguador de carbonatos pH 9.6. Se incubo durante 1 hr a 37 °C y
después se lavo 5 veces con Tween 0.05% en amortiguador fosfatos pH 7.4
(PBS-T).
Posteriormente la placa se bloqueo con albúmina sérica bovina 3% en
carbonatos pH 9.6. con 100 µl en cada pozo y se dejo Incubando 2 hrs a 37 °C.
Se lavo con PBS-T 5 veces.
Después se adiciono por duplicado para cada muestra en la placa (100 µl por
pozo), diferentes concentraciones de IgG humana purificada para curva
estándar (dilución 1:200 seriada 1:2), muestras de suero humano (dilución
1:250 y 1:500) y pool de sueros (dilución 1:100) como control interno para
cuantificación de IgG. Se Incubo 1 hr a 37 °C. Se Lavo con PBS-T 5 veces.
A continuación se adiciono 100 µl por pozo de suero de cabra anti-IgG humana
conjugado con peroxidasa diluido en PBS-T (1:5000). Se Incubo 1 hr a 37 °C y
se lavo con PBS-T 5 veces.
Una vez realizado el lavado se le adiciono H2O2 como sustrato en amortiguador
citrato-fosfato pH 5.0 con O-fenilendiamina (100 µl por pozo). Se dejo incubar
15 minutos a temperatura ambiente. Posterior se adiciono acido sulfúrico 2.5 M
para detener la reacción enzimática.
Se tomo la lectura de absorbancia a λ = 490 nm en un lector de ELISA marca
Bio-Rad.
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Se elaboro una curva estándar graficando la absorbancia vs la concentración
de IgG purificada. Con esta curva se estimo la concentración de IgG total en el
pool y muestras de suero humano en µg/ml.
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CAPITULO 4
4. RESULTADOS Y DISCUSIÓN
4.1. Resultados En primer lugar, se describen las características generales de la población en
estudio; en seguida, las respuestas al cuestionario de estrés postraumático y el
de situación laboral con ayuda de gráficas; y finalmente, los datos estadísticos
obtenidos de la medición de inmunoglobulinas (IgG sérica e IgA secretora en
saliva), así como los de la químicas sanguíneas realizadas.
4.1.1. Descripción de la Población Estudiada
Se estudiaron a 50 trabajadores, divididos en 3 grupos:
1. Grupo A: 10 trabajadores (20% del total), que fueron liquidados por la
compañía de LyFC, y que decidieron retirarse con su liquidación;
2. Grupo B: 10 trabajadores (20% del total), que fueron liquidados por
compañía de LyFC y en seguida se re-contrataron con CFE; y,
3. Grupo C: 30 trabajadores (60% del total), que no aceptaron su liquidación y
siguen exigiendo su reinstalación al trabajo, con CFE como patrón substituto,
con todos los derechos del contrato colectivo y antigüedad en la extinta
Compañía de LyFC.
a) Sexo: Los trabajadores en estudio se distribuyeron, por grupos, de la siguiente
manera:
Grupo A: 3 (30%) de sexo femenino y 7 (70%) del sexo masculino;
Grupo B: 6 (60%) de sexo femenino y 4 (40%) de sexo masculino; y,
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Grupo C: 12 (40%) de sexo femenino y 18 (60%).de sexo masculino (Ver
gráfica 1).
Gráfica 1. Población en estudio: 50 trabajadores en total, distribuidos por grupo de acuerdo con su situación laboral, por sexo. Fuente: trabajo de campo.
Como se puede observar en la gráfica, tanto en el grupo A como en el grupo C,
son los hombres el mayor porcentaje, en tanto que en el grupo B, la diferencia
está a favor de las mujeres de forma muy discreta.
b) Edades:
El rango y promedio de edad en cada uno de los diferentes grupos fue el
siguiente:
Grupo A: rango 17 años; promedio de edad 58.4 ± 5 años;
Grupo B: rango 19 años, promedio de edad de 32.8 ± 8 años; y,
7 4
18 3 6
12
0
5
10
15
20
25
30
35
Grupo A Grupo B Grupo C
Núm
ero
de tr
abaj
ador
es
Distribución de los trabajadores estudiados, por grupo y sexo.
Masculino Femenino
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Grupo C: rango 32 años, promedio de edad 42.4 ± 9 años (Ver gráfica 2).
Gráfica 2. Descripción de la población en estudio, 50 trabajadores, y su distribución por grupo, rango y promedio de edad. Fuente: trabajo de campo.
Llama la atención que en los grupos A y B, el rango de edad es muy parecido
(17 y 19 años), respectivamente pero, en el grupo C es muy diferente (32
años). Del mismo modo, el promedio de edad parece indicar una tendencia
natural esperada pues, en el grupo A, el promedio de edad es de 58.4 ± 5
años; es decir, se entiende que hayan tomado su liquidación y pensión, para
retirarse, pues estos trabajadores se encuentran en la edad de retiro del
trabajo. En tanto que los del grupo B, cuyo promedio de edad es de 32.8 ± 8
años, que son los más jóvenes de la población estudiada, hayan pensado y
buscado aceptar su liquidación y vuelto a recontratarse pues, su esperanza de
vida laboral es mayor que para los otros dos grupos. No así para los del grupo
C, cuyo promedio de edad 42.4 ± 9 años les representa una disyuntiva para la
vida; es decir, se encuentran en la declinación de su vida laboral y saben que
será difícil encontrar trabajo nuevamente. Es posible que, al mismo tiempo,
tengan una visión de la política sindical más clara y comprometida, de tal
0
5
10
15
20-29 30-39 40-49 50-5060 y más
0 0 0
5 5
4 2 4
0 0
2
7
13
8
0
Núm
ero
de T
raba
jado
res
Edades en Décadas
Distribución de los trabajadores estudiados, por grupo y por edades
Grupo A Grupo B Grupo C
Nada
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manera que saben, o por lo menos están dispuestos a intentar un
enfrentamiento a la política laboral instrumentada por el Estado.
4.1.2. Cuestionario de Situación Laboral
Grupo A, trabajadores despedidos que aceptaron su liquidación y se retiraron:
3 (30%) de los trabajadores continúa laborando con remuneración económica,
pero en otro tipo de actividades; 5 (50%) de los trabajadores decidieron crear
algún negocio propio; y, sólo 2 (20%) de los trabajadores decidieron vivir de su
pensión y el dinero obtenido de la liquidación.
Grupo B, trabajadores despedidos que aceptaron su liquidación y se
recontrataron con CFE: todos (100%) de estos trabajadores, actualmente
cuentan con una remuneración económica regular, pues están trabajando para
CFE.
Grupo C, trabajadores despedidos que no aceptaron su liquidación y
actualmente se encuentran en demanda de reinstalación con CFE como patrón
sustituto, con derechos de contratación y antigüedad iguales a los de la LyFC:
25 (83%) de estos trabajadores no cuentan con un empleo y sólo realizan
actividades para el sindicato a cambio de ayuda económica; y, 5 (17%) de los
trabajadores han tenido sólo un empleo desde la liquidación (11 de octubre
2010) de la Compañía de LyFC, que les aporte una remuneración económica.
La principal actividad de estos trabajadores, desde entonces, ha sido la
movilización y acciones políticas diversas para lograr su reinstalación. Su
principal sostén económico ha sido la solidaridad ciudadana y de diversos
organismos sindicales y sociales.
4.1.3. Escala de Gravedad de Síntomas del Trastorno por Estrés
Postraumático (EGSTEP) Estructurado en un formato de escala tipo Likert de 0 a 3, según la frecuencia e
intensidad de los síntomas, consta de 17 preguntas, de las cuales 5, hacen
referencia a los síntomas de re-experimentación (Las personas frecuentemente
tienen recuerdos o pesadillas repetidas sobre el evento estresante); 7 a los de
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evitaciones (evitan sistemáticamente las cosas que les recuerdan el evento
traumático, ya sean personas, lugares o sucesos); y, 5 a los del aumento de la
activación (las personas ya presentan afectaciones afectivas, háblese de
insomnio, ataques de ira, falta de concentración) .
La puntuación va de 0 a 51 en la escala global, dividido en tres subescalas:
a) De 0 a 15 en la subescala de reexperimentación;
b) De 0 a 21 en la de evitación; y,
c) De 0 a 15 en la de aumento de la activación.
La escala de estrés postraumático es un instrumento que se utiliza para estimar
estrés postraumático de largo plazo, se ha aplicado a víctimas de secuestro, de
accidentes, catástrofes naturales o experiencias de guerra, por lo que nos sirvió
para conocer si en la actualidad (después de 2 años de la declaración de la
liquidación de LyFC, por el gobierno federal), estos trabajadores, divididos en
diferentes grupos según su situación laboral, perciben y expresan una
tendencia diferenciada al respecto de esta experiencia vivida.
Para el puntaje positivo o un diagnóstico de la escala es, si se establece igual o
más de 15 puntos en la escala global; sin embargo, el puntaje que se presenta
positivo en la subescala es, en re-experimentación un puntaje igual o mayor de
5 puntos; en evitación un puntaje igual o mayor de 6 puntos; y, en aumento de
la activación un puntaje igual o mayor de 4 puntos.
Grupo A:
Síntoma re-experimentación: 5 (50%) de los trabajadores obtuvieron resultado
positivo, con más de 5 puntos;
Síntoma evitación, 2 (20%) de los trabajadores obtuvieron puntajes positivos,
con más de 6 puntos; y,
Síntoma aumento de la activación: 4 (40%) de los trabajadores que resultaron
positivos, con más de 4 puntos.
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No obstante, en la escala global; es decir, al sumar los puntos de todos los
trabajadores pertenecientes a este grupo, 3 (30%) de los trabajadores son
positivos, con más de 15 puntos, por lo que este resultado nos indica que estos
trabajadores están presentando estrés postraumático debido al evento
sucedido. (Ver gráficas 3 y 4).
Grupo B:
Síntoma re-experimentación: 5 (50%) de los trabajadores son positivos con
más de 5 puntos;
Síntoma evitación: 2 (20%) de los trabajadores son positivos con más de 6
puntos; y,
Síntoma aumento de la activación 2 (20%) de los trabajadores son positivos
con más de 4 puntos.
No obstante, en la escala global 2 (20%) de los trabajadores son positivos con
más de 15 puntos, por lo que el resultado es que estos trabajadores están
presentando estrés postraumático debido al evento sucedido. (Ver gráficas 3 y
4).
Grupo C:
Síntoma re-experimentación: 18 (60%) de los trabajadores son positivos con
más de 5 puntos;
Síntoma evitación: 22 (73%) de los trabajadores son positivos con más de 6
puntos; y,
Síntoma aumento de la activación: 24 (80%) de los trabajadores son positivos
con más de 4 puntos.
No obstante, en la escala global encontramos que 23 (77%) de los trabajadores
estudiados son positivos con más de 15 puntos, por lo que el resultado es que
estos trabajadores están presentando estrés postraumático debido al evento
sucedido. (Ver gráficas 3 y 4).
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Gráfica 3. Distribución en porcentaje de trabajadores que resultaron positivos en los diferentes aspectos de la escala de gravedad de síntomas de estrés postraumático. Fuente: trabajo de campo.
El resultado de esta escala es el siguiente: en la subescala de re-
experimentación, en los tres grupos de trabajadores más del 50% están
presentando síntomas de volver a sentir o estar viviendo el evento
nuevamente; con respecto a la subescala de evitación sólo en el grupo C, el
73% están tratando de evitar recordar el evento sucedido, a diferencia de los
demás grupos A y B, ambos con el 20% de los trabajadores; en la subescala
de aumento de la activación, es diferente en cada grupo con 40% en el grupo
A, con 20% en el grupo B y 80% en el grupo C; lo que significa que estos
grupos ya presentan algún tipo de afectación a nivel afectivo.
0%
50%
100%
Re-expe. Evitación Aumento de laAct.
50%
20%
40% 50%
20% 20%
60% 73% 80%
Porc
enta
je
Subescala de la EGSEP
Resultados de las subescalas de la EGSTEP, por grupo de situación
laboral. Grupo A Grupo B Grupo C
Nada
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Gráfica 4. Resultados en porcentaje del puntaje final (escala global), de los diferentes grupos de trabajadores. Fuente: trabajo de campo.
Como se mencionó anteriormente, se necesita una puntuación final para poder
decir que estos trabajadores presentan estrés postraumático, que está dado
por la escala global; como se observa en la gráfica 4, en el grupo A, el 30% de
los trabajadores son diagnosticado con estrés postraumático; y en el grupo B el
20% de los trabajadores, de igual manera, son diagnosticados con estrés
postraumático; a diferencia del Grupo C que con el 77% de los trabajadores
están presentando estrés postraumático debido al evento sucedido. Esto quiere
decir que los trabajadores del grupo C son los que más están presentando este
problema, debido a que diariamente están viviendo la lucha por la restitución
del trabajo, por medio de diferentes manifestaciones políticas y sociales, a la
falta de una remuneración regular y con poca actividad laboral, con
incertidumbre de lo que sucederá, a diferencia de los demás grupos. El que
presenta menos este problema es el grupo B, en la medida en que estos
trabajadores tienen trabajo estable y una remuneración económica; le sigue el
grupo A, pues estos trabajadores, debido a la edad que presentan decidieron
renunciar a la lucha, retirarse y gozar de su pensión.
0%20%40%60%80%
Grupo A Grupo B Grupo C
30% 20%
77%
Porc
enta
je
Síntomas de estrés postraumático en tabajadores de LyFC, según
resultados de la EGSTEP, escala global.
Escala global
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4.1.4. Historia Clínica Grupo A:
6 (60%) de los trabajadores refirieron padecer diabetes mellitus (DM), con un
promedio de evolución de 18 ± 9 años; 3 (30%) de los trabajadores refirieron
padecer hipertensión arterial sistémica (HAS), con un promedio de evolución de
26 ± 15 años; 3 (30%) de estos trabajadores padecen tanto diabetes mellitus
como hipertensión arterial. Todos los trabajadores de este grupo negaron
padecer alguna enfermedad infecciosa, así como la aplicación de alguna
vacuna previa a seis meses, al momento de la aplicación de la historia clínica.
Grupo B:
1(10%) de los trabajador refirieron padecer DM de 1 año de evolución; 2 (20%)
de los trabajadores refirieron padecer HAS, con un promedio de evolución de 1
año; 1 (10%) de estos trabajador padece las dos enfermedades; 1 (10%) de
estos trabajadores padecía, al tiempo de realizar este instrumento, infección en
la garganta de 15 días de evolución. En tanto que, el resto negó alguna
enfermedad infecciosa, lo mismo que la aplicación inmunizaciones previas a 6
meses.
Grupo C:
3(10%) de los trabajadores refirieron padecer DM, con un promedio de
evolución de 9 ± 5 años; 5 (17%) de los trabajadores refirieron padecer HAS,
con un promedio de evolución 9 ± 4 años; 1 (3%) de los trabajadores padece
las 2 enfermedades, con un promedio de 11 años de evolución; 9 (30%) de los
trabajadores presentaban cuadros gripales e infecciones en garganta al tiempo
de la aplicación del instrumento. El resto de los trabajadores se refirieron sanos
y negaron inmunizaciones previas a 6 meses.
En resumen, encontramos que en el grupo A hay 6 trabajadores diabéticos, 3
con hipertensión, de lo cual 3 de estos trabajadores presentan las dos
enfermedades crónico-degenerativas, una posible explicación de esto es que
es debido a la edad que presentan (promedio de 58.4 ± 5 años), y no está
relacionado con el evento sucedido pues los padecimientos tienen una
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antigüedad mayor a 26 años de evolución. Por otro lado, en el grupo B uno de
los trabajadores padece diabetes y dos padecen hipertensión, sólo uno de ellos
con ambas enfermedades crónico-degenerativas, dado que el evento que
estamos analizando se presentó hace menos de un año, de igual modo que en
el grupo A, la presencia de estos padecimientos se explica que estas
enfermedades ya estaban presentes antes del evento; por otra parte, en
relación con las enfermedades infecciosas, sólo un trabajador presentó cuadro
gripal de 15 días de evolución al momento de la entrevista; en el grupo C
donde se presentaron 3 trabajadores con diabetes, 5 con hipertensión y uno
sólo con las dos enfermedades crónico-degenerativas, dado el tiempo de
evolución de estos padecimientos, estas enfermedades ya estaban presentes
antes del evento debido a que tienen 11 años de evolución, tomando en cuenta
que el evento de la liquidación de LyFC tiene un poco más de dos años de
ocurrido; con respecto a las enfermedades infecciosas, 9 trabajadores
presentaron, desde cuadros gripales hasta infecciones en garganta, en el
momento de la entrevista, que pueden ser debido a efectos del evento.
4.1.5. Química Sanguínea
Aunque al principio del estudio no se tenía contemplada la posibilidad de
realizar el análisis de ningún otro parámetro bioquímico, en el transcurso de
éste se tuvo la oportunidad de medir, mediante química sanguínea, diversos
parámetros. En la Tabla 7a, b y c se muestran los valores de glucosa, ácido
úrico, triglicéridos, albúmina, proteínas totales, lipoproteínas de alta y baja
densidad (HDL y LDL por sus siglas en inglés), urea y colesterol.
Tabla 7a. Valores de química sanguínea del grupo A
Grupo A No. De
trabajador
Glucosa 70-115 mg/dl
Ac. Úrico 3.4-7 H,
2.4-5.7 M
mg/dl
Colesterol hasta 200mg/dl
Triglicéridos hasta 200mg/dl
Proteínas totales
6.6-8.7g/dl
Albumina 3.4-4.8 g/dl
COL. HDL <35H,
>45M
mg/dl
COL. LDL >160
mg/dl
1 209 5.6 227 216 7.0 4.9 37.2 157.3 2 80 6.0 220 543 7.8 4.9 55.0 171.8 3 160 2.8 191 163 6.7 4.6 45.1 113.3 4 90 5.9 218 222 7.2 4.7 52.0 121.6
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5 88 5.2 215 251 6.9 4.6 41.4 123.4 6 96 1.3 180 59 8.2 4.6 56.0 112.3 7 54 5.9 197 256 8.3 4.0 40.4 140.2 8 71 4.6 202 241 7.6 5.5 37.3 116.2 9 81 3.9 198 470 7.2 4.4 47.2 56.8 10 79 2.3 145 90 7.2 4.1 44.1 83.1 Fuente: investigación de campo
Tabla 7b. Valores de química sanguínea del grupo B
Grupo B No. De
trabajador
Glucosa 70-115 mg/dl
Ac. Úrico 3.4-7 H,
2.4-5.7 M
mg/dl
Colesterol hasta 200mg/dl
Triglicéridos hasta 200mg/dl
Proteínas totales
6.6-8.7g/dl
Albumina 3.4-4.8 g/dl
COL. HDL <35H,
>45M
mg/dl
COL. LDL >160
mg/dl
1 61 5.3 130 59 7.8 4.5 45.4 72.4 2 75 7.7 226 247 7.4 4.2 34.4 142.6 3 102 5.7 197 100 7.7 4.4 31.2 145.7 4 74 4.6 192 69 7.8 5.0 41.9 136.2 5 71 3.9 125 176 7.3 3.8 27.6 62.3 6 93 3.3 220 367 7.3 4.1 45.3 101.4 7 76 4.6 188 119 7.2 4.7 43.5 120.9 8 78 2.6 223 104 7.0 4.5 62.5 140.1 9 207 4.7 143 127 7.4 4.9 31.7 85.7 10 114 6.1 187 291 6.6 4.0 40.6 87.9 Fuente: investigación de campo
Tabla 7c. Valores de química sanguínea del grupo C
Grupo C No. De
trabajador
Glucosa 70-115 mg/dl
Ac. Úrico 3.4-7 H,
2.4-5.7 M
mg/dl
Colesterol hasta 200mg/dl
Triglicéridos hasta 200mg/dl
Proteínas totales
6.6-8.7g/dl
Albumina 3.4-4.8 g/dl
COL. HDL <35H,
>45M
mg/dl
COL. LDL >160
mg/dl
1 91 7.5 201 168 6.4 5.0 35.2 127.0 2 188 4.4 176 278 6.6 4.4 30.1 110.4 3 114 8.1 155 150 7.3 5.0 48.9 76.4 4 90 7.7 245 490 7.5 4.7 41.4 42.2 5 393 7.8 202 267 7.7 4.8 81.7 118.8 6 91 5.5 191 258 7.4 5.0 47.0 76.9 7 218 5.3 257 390 7.1 4.8 52.3 55.7 8 74 6.9 153 87 6.3 4.7 46.9 88.8
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9 96 5.8 216 188 6.7 4.5 76.4 36.0 10 74 9.3 198 260 6.6 4.5 41.5 104.5 11 115 4.9 241 208 7.3 5.0 39.4 97.0 12 90 3.4 190 164 6.6 5.1 63.9 32.5 13 92 4.3 228 145 6.8 5.1 51.0 47.6 14 92 5.2 165 123 7.8 5.2 56.6 75.6 15 130 8.1 220 961 8.0 4.9 37.4 52.0 16 113 7.6 220 390 7.2 5.0 41.7 105.1 17 68 5.5 188 160 7.7 5.0 45.0 98.0 18 104 5.5 209 170 7.4 5.1 42.1 114.2 19 94 6.8 254 226 7.6 5.3 46.9 159.1 20 85 5.7 158 146 7.3 5.3 26.2 90.1 21 99 5.9 202 367 7.7 5.3 40.2 64.2 22 128 2.2 251 60 7.4 5.1 56.7 150.5 23 160 4.3 251 573 7.2 4.9 54.9 104.3 24 112 5.4 186 134 6.2 4.6 39.7 119.5 25 56 7.3 171 153 6.1 4.8 62.4 78.0 26 76 4.8 186 232 5.9 4.5 34.3 105.3 27 63 4.7 184 86 6.3 5.1 51.3 115.4 28 75 4.5 195 140 7.2 3.8 35.2 131.8 29 83 5.3 175 377 7.1 4.0 32.7 66.9 30 77 3.8 167 65 6.8 4.5 45.6 108.4 Fuente: investigación de campo
Al obtener los resultados de la química sanguinas de cada uno de los
trabajadores, se observa que existen trabajadores con cifras por arriba de
parámetros normales, en algunos de los metabolitos medidos. Como se
muestra en la Tabla 8
Tabla 8. Número de trabajadores que se encontraron con cifras por arriba de parámetros normales
Glucosa Ac.
Úrico Colesterol Triglicéridos
Proteínas totales
Albumina COL. HDL
COL. LDL
Grupo A 2 0 5 7 0 1 2 1 Grupo B 1 0 3 3 0 2 2 0 Grupo C 7 4 11 12 0 15 4 0
Fuente: investigación de campo
Sin embargo al obtener los datos con el análisis estadístico de ANOVA, se
muestra la diferencia significativa de los diferentes grupos como se muestran
en la Tabla 9.
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Tabla 9. Resultados del análisis de ANOVA al comparar los valores de la química sanguínea con los tres
grupos formados (A, B y C)
Glucosa Ac.
Úrico Colesterol Triglicéridos
Proteínas totales
Albumina COL. HDL
COL. LDL
Resultado
de análisis
estadístico
ANOVA
0.35
p ≤ 0.05
3.50
p ≤ 0.05
1.27
p ≤ 0.05
1.00
p ≤ 0.05
2.47
p ≤ 0.05
4.94
p ≤ 0.05
1.21
p ≤ 0.05
3.19
p ≤ 0.05
Fuente: investigación de campo
Al analizar los valores de la química sanguínea de los tres grupos formados,
con glucosa, colesterol, triglicéridos, proteínas totales, lipoproteínas de alta y
baja densidad (HDL y LDL), se encontró diferencia estadística significativa (p ≤
0.05) del grupo C con respecto a los otros dos grupos (A y B). Para los otros
dos parámetros (ácido úrico y albúmina), no hubo diferencia estadísticamente
significativa.
4.1.6. Cuantificación de proteínas totales por método de Bradford
A continuación se presentan los datos en absorbancia y concentración (Tabla
10), con los que se elaboro la curva estándar de la BSA (Grafica 5) en donde
se interpolaron los promedios de las absorbancias de: IgG purificada de suero
humano, anti-SC, SIgA purificada de calostro humano para cuantificar proteína
total en mg/ml por el método de Bradford.
Tabla 10. Datos de las absorbancias y concentración de la curva estándar de la
BSA CONC. BSA
mg/ml ABSORBANCIA
Promedio de absorbancias
σ² C.V.
0.075 -0.006 -0.015 -0.023 -0.015 0.0085 -58
0.15 0.038 0.036 0.038 0.037 0.0012 3.093
0.3 0.094 0.109 0.103 0.102 0.0075 7.402
0.6 0.229 0.238 0.231 0.233 0.0047 2.031
0.9 0.310 0.342 0.337 0.330 0.0172 5.222
1.2 0.457 0.487 0.481 0.475 0.0159 3.342
1.5 0.585 0.615 0.588 0.596 0.0165 2.772
Fuente: investigación de campo
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Grafica 5. Curva estándar de absorbancia frente a la concentración neta de proteína de la Albumina sérica
bovina (BSA)
En la Tabla 11 se muestran los promedios de absorbancia de las muestras que
se utilizaron para obtener la concentración de proteína total en mg/ml.
Tabla 11 Cuantificación de proteínas totales por el método de Bradford
MUESTRAS Triplicado de absorbancias
Promedio de absorbancia
σ² C.V. CONCENTRACION
x=y-b/m
IgG purificada 0.485 0.467 0.425 0.459 0.031 6.708 1.172 mg/ml
anti-SC 1.038 1.024 1.027 1.030 0.007 0.716 2.535 mg/ml
IgA purificada de Calostro
0.570 0.593 0.648 0.604 0.040 6.639 1.517 mg/ml
Fuente: investigación de campo
4.1.6.1. Resultados de la curva estándar de SIgA por el método
de ELISA Una vez cuantificada la concentración de proteína total de la SIgA purificada,
se realizo la curva estándar de SIgA mediante el ensayo ELISA cuyos
resultados se muestran en la Tabla 12 y Grafica 6.
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Tabla 12. Datos de absorbancia para elaborar curva de SIgA Dilución Absorbancias Promedio de
absorbancia σ² C.V.
1:16 1.802 1.819 1.811 0.012 0.664 1:32 1.116 1.034 1.075 0.058 5.394 1:64 0.665 0.616 0.641 0.035 5.410 1:128 0.506 0.477 0.492 0.021 4.172 1:256 0.394 0.320 0.357 0.052 14.657
1:1024 0.311 0.291 0.301 0.014 4.698 1:2048 0.301 0.249 0.275 0.037 13.371
Fuente: investigación de campo
Grafica 6. Curva estándar de SIgA: Absorbancia de las diluciones seriadas 1:2 a partir de una dilución
inicial 1:16 de la SIgA purificada de calostro vs concentración en µg/ml.
Para titular la concentración de SIgA total del pool de saliva se interpolaron los
valores de absorbancia de las diferentes diluciones del pool de saliva en la
curva estandar de SIgA, dichos valores de absorbancia se obtuvieron del
ensayo de ELISA., para lo cual se utilizo la formula de la recta (Tabla 13)
Tabla 13. Titulación de SIgA total en pool de saliva Abs x= y-b/m
x=y-0.265)/0.0165 Corrección de
dilución Promedio de las
diluciones
0.593 19.848 1:10 198.485 156.212 μg/μl
0.359 5.697 1:20 113.939
Fuente: investigación de campo
4.1.6.2. Resultados de la curva estándar de IgG por el método
de ELISA
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Una vez cuantificada la concentración de proteína total de la IgG purificada, se
realizo la curva estándar de IgG mediante el ensayo ELISA cuyos resultados se
muestran en la Tabla 14 y Grafica 7.
Tabla 14.Datos de absorbancia para elaborar curva de IgG Dilución Absorbancias Promedio de
absorbancia σ² C.V.
1:200 0.804 0.867 0.836 0.045 5.332 1:400 1.003 0.599 0.801 0.286 35.664 1:800 0.435 0.408 0.422 0.019 4.530
1:1600 0.235 0.264 0.250 0.021 8.219 1:3200 0.111 0.125 0.118 0.010 8.389 1:6400 0.185 0.207 0.196 0.016 7.937
Fuente: investigación de campo
Grafica 7. Curva estándar de IgG: Absorbancia de las diluciones seriadas 1:2 a partir de una dilución inicial 1:200 de la IgG purificada vs concentración en µg/ml.
Para titular la concentración de IgG total del pool de suero se tomaron solo
cuatro puntos de la curva de la IgG (Grafica 8), para utilizar la formula de la
recta y calcular la contracción de IgG total del pool de suero humano, los datos
se muestra (Tabla 15). En esta curva estándar se interpolaron los valores de
absorbancia de las diferentes diluciones del pool de sueros, de individuos
aleatorios para estimar la concentración de IgG total del pool.
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Grafica 8. Curva estándar de IgG: tomando los cuatro puntos, absorbancia de las diluciones seriadas 1:2 a partir de una dilución inicial 1:200 de la IgG purificada vs concentración en µg/ml.
Tabla 15. Titulación de IgG total en pool de suero Abs x= y-b/m
(Abs-0.0392)/0.2609 Corrección de
dilución Promedio de las
diluciones 0.783 2.851 1:100 285.090
294.63 μg/μl 0.436 1.521 1:200 304.178
Fuente: investigación de campo
4.1.7. Resultados de SIgA e IgG por el método de ELISA Los niveles de inmunoglobulinas IgA en saliva e IgG en suero de cada grupo de
trabajadores, se muestran en la Tabla 16a, b y c.
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Tabla 16a. Resultado de los anticuerpos SIgA e IgG en el grupo A
No. De trabajador
IgA Dilución de 1:5 (μg/ml)
IgG Dilución 1:250 (μg/ml)
1 83.53 16.867 2 51.91 61.270 3 32.79 24.363 4 454.30 15.461 5 74.15 183.658 6 478.93 263.774 7 496.21 298.913 8 461.47 96.983 9 75.44 48.257 10 481.32 3,896.243
Resultados de laboratorio , 2012
Tabla 16b. Resultado de los anticuerpos de IgA e IgG en el grupo B
No. De trabajador
IgA Dilución de 1:5 (μg/ml)
IgG Dilución 1:250 (μg/ml)
1 329.12 59.03 2 263.13 31.859 3 793.09 459.302 4 100.99 2,713.327 5 257.61 3,008.497 6 739.41 443.649 7 207.98 5,582.290 8 1,137.02 1,780.859 9 510.37 3,372.987 10 512.57 374.813
Resultados de laboratorio, 2012
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Tabla 16c. Resultado de los anticuerpos de IgA e IgG en el grupo C
No. De trabajador
IgA Dilución de 1:5 (μg/ml)
IgG Dilución 1:250 (μg/ml)
1 273.97 1,271.020 2 419.74 714.222 3 133.53 293.828 4 99.89 1,597.496 5 98.97 2,702.147 6 107.24 14.311 7 91.07 452.594 8 5.59 2,912.343 9 86.84 3,744.186 10 155.77 383.274 11 67.35 4,540.250 12 383.71 1,677.996 13 45.85 479.428 14 46.21 3,431.127 15 319.93 4,614.043 16 132.98 2,194.544 17 31.88 2,943.649 18 5.96 3,495.975 19 164.23 1,027.281 20 158.71 4,745.975 21 11.10 5,146.243 22 122.50 6,494.633 23 10.37 76.368 24 131.88 83.631 25 - 12.06 4,233.900 26 242.35 3,958.855 27 - 5.07 65.592 28 469.93 7,983.900 29 20.66 441.413 30 0.07 3,050.984
Resultados de laboratorio, 2012
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Al obtener los resultados de cada uno de los trabajadores de las distintas
muestras para la obtención en μm/ml de IgA e IgG tanto de saliva como en
suero, se calculó el promedio dichos resultados. En la Tabla 17a se muestran
los valores promedio de los niveles de inmunoglobulina A en saliva, en los tres
grupos de trabajadores.
Tabla 17a.
Promedio de los niveles de SIgA de trabajadores (μg/ml)
Grupo A 269.01± 217.28 Grupo B 485.13± 322.42 Grupo C 180.21± 130.76
Resultados de laboratorio, 2012
Debido a que la principal función de la IgA que se encuentra en mucosas y
secreciones, en forma dimérica, es la defensa contra infecciones en esas
áreas, así como también la de impedir la entrada de antígenos hacia la
circulación, en ese sentido, la deficiencia de este tipo de IgA, denominada
secretora (IgAs), se ha asociado con un incremento de manifestaciones
atópicas y autoinmunes, así como también con una mayor susceptibilidad a
infecciones, sobre todo en el tracto respiratorio superior. Los niveles pueden
variar debido a la presencia de estrés.
Por lo anterior, al observar que los niveles de IgA secretora está disminuida en
el grupo C, con respecto a los otros dos grupos, podemos es decir, que es
probable que los trabajadores del grupo B están menos estresados que los
trabajadores del grupo A y que los trabajadores del grupo C, estos últimos los
más estresados.
En la Tabla 17b se muestran los valores, en promedio, de los niveles de
inmunoglobulina G en suero.
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Tabla 17b. Promedio de los niveles de IgG en suero de trabajadores
(μg/dl)
Grupo A 490.58 ± 1,201.08 Grupo B 1,782.66 ± 1,852.85 Grupo C 2,492.74 ± 2,117.99
Resultados de laboratorio, 2012
Esta proteína especializada, es sintetizada por el organismo en respuesta a la
invasión de bacterias, hongos y virus. Los niveles altos de IgG están
relacionados con infecciones crónicas, estrés prolongado, etc. Por lo que se
puede observar que en los trabajadores del grupo C hay un aumento de ésta,
en comparación con los otros dos grupos de trabajadores, seguido por el grupo
B. Por lo que se puede decir que, el grupo C es el que presenta niveles altos
debido al estrés prolongado que presentan por su condición, y probablemente
mayor riesgo a problemas de diferente tipo.
Al comparar estos resultados mediante ANOVA de una vía, tanto de IgA en
saliva como de IgG en suero, entre los diferentes grupos de trabajadores, se
encontró lo siguiente: (Tabla 18).
Tabla 18. Resultados del análisis estadístico ANOVA
IgA
μg/ml
IgG
μg/ml
Gpo B vs Gpo A 1.733 2.04
Gpo A vs Gpo C 1.616 3.425 (p ≤ 0.05)
Gpo B vs Gpo C 3.739 (p ≤
0.05) 0.927
Como se puede observar en la Tabla, para los valores de IgA secretora, los
trabajadores del grupo C Vs grupo B, muestran un valor de f de 3.739 (p ≤
0.05); lo que significa que existe diferencia estadísticamente significativa entre
estos trabajadores, y que muy probablemente, éste sea efecto de la situación
laboral.
Del mismo modo, los valores de IgG sérica, muestran que, los trabajadores del
grupo C vs Grupo A, con un valor de f de 3.425 (p < 0.05), que indican una
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diferencia estadísticamente significativa, que sugiere ser producto de la
situación laboral de estos trabajadores.
Una respuesta inmune anómala no sólo lleva consigo mayor susceptibilidad
para las infecciones sino también mayor incidencia de fenómenos y
enfermedades autoinmunes, de tumores y procesos atópicos así como el
estrés, es decir los trabajadores del grupo C que presentan niveles bajos de
IgA secretora y Niveles altos de IgG sérica, habla que estos trabajadores están
en contaste exposición al estrés, provoca que la IgA presente niveles bajos y
esto podría ver reflejado en la aparición de enfermedades infecciosas,
provocadas por agenten patógenos oportunistas, en este caso por las
enfermedades infecciosas en general debido a que ésta es la responsable de la
defensa inicial de estas zonas y que los nivel altos de IgG elevados, se debió a
la constante exposición del estrés prolongado, pues provoca que estas
enfermedades infecciosas perduren por más tiempo.
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4.2. Discusión
Se sabe, desde hace mucho tiempo, la influencia de los factores psicológicos
sobre la susceptibilidad a, y el curso de muchas enfermedades (Dubos, 1965).
Asimismo, se ha sido estudiado el efecto de la acción del estrés sobre la
aparición de diversas enfermedades, del mismo modo que, recientes estudios
han investigado la alteración del sistema inmunológico durante el estrés
(Connor et al., 1998).
A pesar de la dificultad en la medición de los factores que intervienen en el
estrés, como la personalidad o los conflictos, se ha mostrado que los
estresores tienen efectos a corto y largo plazo (Medialdea, 2002).
Los estudios acerca de la relación del estrés y la alteración en el sistema
inmunológico son muy pocos, en particular en humanos, y sobre todo en
trabajadores.
Las condiciones de situación laboral que dieron origen al presente estudio, y
que se desarrollaron durante su ejecución, fueron trascendentales en la vida de
estos trabajadores y marcaron las pautas para establecer las diferencias entre
los grupos formados, lo que subyace a las condiciones de salud y la alteración
del sistema inmunológico, en este caso expresadas en las inmunoglobulinas
estudiadas IgA secretora e IgG sérica, todo ello expresado como estrés, que se
presentó debido al evento inicial, la liquidación de la Compañía LyFC.
Todo esto nos hizo pensar, que se podría mostrar la influencia de esos
cambios en la vida de los trabajadores; por lo que se propuso denominar
situación laboral al hecho integro de cambio radical que sufrieron estos
trabajadores.
Así se planteó como objetivo de este estudio, conocer las alteraciones en el
sistema inmunológico a través de la determinación de los niveles de IgA
secretora y de IgG sérica, para establecer la relación que existe con el estrés
vivido por un grupo de trabajadores liquidados por la compañía del LyFC, al
que denominamos la situación laboral.
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El hallazgo encontrado, por demás interesante, pero que por supuesto,
requiere corroboración con más investigaciones, fue que existen diferencias
estadísticamente significativas entre los tres grupos de trabajadores formados,
causada por la relación que hay entre el estrés producido por el evento, la
declaración de quiebra de la Compañía LyFC y su liquidación, expresada en
una alteración del sistema inmunológico.
En diferentes estudios se ha observado una relación estrecha entre estrés y
alteraciones del sistema inmunológico (Medialdea, 2002), en esta investigación,
al parecer, se encontró una relación similar, entre los grupos de trabajadores
estudiados. .
Otro hallazgo interesante fue, del mismo modo, que la situación laboral de los
trabajadores liquidados y que están en la lucha por su reinstalación con CFE
como patrón sustituto, expresan una mayor afectación, tanto en sus
condiciones de salud pues, aunque el tiempo que ha trascurrido hasta ahora es
mayor a dos años desde la liquidación de la Compañía LyFC, aun se
encuentran estresados por ese evento crucial en sus vidas, pues éste
desencadenó una serie de alteraciones en los metabolitos bioquímicos
analizados mediante la química sanguínea, pues se encontró una relación
similar a la encontrada por Rodríguez Ajenjo et al, en 1978, en cuyo estudio,
intitulado “Proceso de trabajo y condiciones de salud de trabajadores
expuestos a riesgos eléctricos“, mostraron que los trabajadores expuestos, en
sus áreas de trabajo, a riesgo eléctrico, sufre enfermedades que denominaron,
“enfermedades adaptativas”, como diabetes mellitus, y dislipidemias, por
ejemplo, en comparación con otro grupo de trabajadores sin exposición al
riesgo eléctrico (Rodríguez, 1978).
En nuestro estudio, en el grupo de trabajadores liquidados y que decidieron
cobrar su liquidación y retirarse, encontramos a más trabajadores con
enfermedades crónico-degenerativas, en comparación con los otros dos
grupos, seguramente debido a su condición de edad, ya que es el grupo en el
que predominan los trabajadores de mayor edad; además de que, el segundo,
grupo presenta un porcentaje menor de trabajadores con estrés postraumático.
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El grupo de trabajadores liquidados y que se recontrataron en CFE, es el más
joven, tiene un nivel bajo de estrés postraumático, igual que de enfermedades
crónico-degenerativas.
No obstante lo anterior, se deben generar líneas de investigación que
contribuyan a determinar la presunta presencia de alteraciones en el sistema
inmunitario de estos trabajadores expuestos a situación laboral de liquidación,
con el estrés crónico, relacionado muy probablemente, con la presencia de
enfermedades que van desde infecciones hasta enfermedades crónico-
degenerativas, en la medida en que, por esta situación, los trabajadores
pueden presentar una alta probabilidad de presentar problemas de salud.
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CONCLUSIONES
Los trabajadores estudiados mostraron las siguientes características:
1. Con una muestra de 50 trabajadores; 18 del sexo femenino y 32 del sexo
masculino, se puede observar que el sexo masculino predomina sobre la
muestra estudiada, sin embargo en el grupo B hay un predominio del sexo
femenino.
2. La diferencia de edades es muy marcada en los diferentes grupos, lo que fue
una determinante fundamental en la toma de decisión ante el conflicto, pues
resulta muy evidente en el grupo A están los trabajadores de mayor edad, a
diferencia del grupo B en que se encuentran los de menor edad, en tanto que
los del grupo C se encuentran en situación intermedia.
3. Mediante la prueba para estrés post-traumático (EGSTEP), se obtuvo la
puntuación de cada trabajador y grupo de trabajadores, el grupo C es el que
presenta más trabajadores con este problema, ya que tiene el 77% de los
trabajadores con estrés postraumático.
4. Si bien el hecho de que los padecimientos crónico-degenerativos encontrados
no se pueden relacionar con el evento traumático, eso no quiere decir que éste
no haya influido para su expresión, si tomamos en cuenta los parámetros
bioquímicos encontrados en los trabajadores del grupo C, todos ellos son
factores de riesgo que condicionan la presencia prematura a estos fenómenos.
5. La cuantificación de inmunoglobulinas (por el método de ELISA), muestra que
los trabajadores del grupo C, que tienen un perfil de IgA secretora en saliva
disminuida, en contraste con la IgG sérica aumentada, sugieren exposición del
estrés crónico. Si se relaciona con el resultado de la historia clínica, podríamos
inferir que es la causa de la aparición de enfermedades infecciosas.
Todo lo anterior, nos permite suponer que la hipótesis de este trabajo se
cumplió, pues se encontraron los valores de IgA sérica disminuidos en el grupo
C de trabajadores liquidados, con diferencia estadística significativa (p < 0.05),
en comparación con los otros grupo de trabajadores liquidados; lo que
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podríamos interpretar como que estar expuestos a estrés crónico, en este caso
debido a la liquidación de la Compañía LyFC, afecta al sistema inmune en la
respuesta humoral de los trabajadores. De la misma manera para la IgG sérica
dados los niveles aumentados en este mismo grupo, que muestran que existe
una relación clínica entre las enfermedades infecciosas que se encontraron al
momento de la entrevista (historia clínica), en este grupo.
La técnica de ELISA es una herramienta sencilla y de fácil aplicación, se
encontró que posterior a estandarizar esta técnica para cuantificación de IgA
secretora, la dilución ideal para desarrollar los ensayos es en 1:400, 000, con
bloqueo de amortiguador de carbonatos así como para la IgG sérica, la dilución
ideal es de 1:50, 000 con bloqueo de amortiguador de carbonatos. Por demás
importante este hallazgo pues, es la segunda vez que se realiza esta técnica y
su estandarización para este tipo de análisis (Palacios, 2011).
Todo esto debe ser confirmado con más investigaciones en trabajadores
sometidos a este tipo y diferente tipo de estrés, y su efecto sobre el sistema
inmunológico.
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FUENTES DE INFORMACIÓN
Chávez RR (2009): Efecto del Stress por Nado en la Producción de Linfocitos B
y T de la Lámina Propia y la Placa de Peyer del Intestino Delgado del Ratón.
México, Escuela Superior de Medicina, Instituto Politécnico Nacional, (Tesis de
Maestría, pp. 40-86, mimeo).
Marín MC (2006): Estudio Conductual y Fisiológico de la Conducta Agonística
tras el Traslado de Seis Grupos de Monos Rhesus. Madrid, Universidad
Complutense de Madrid, Facultad de psicología, Departamento de
Psicobiología. (Tesis Doctoral, pp. 55-79, mimeo)
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ANEXOS Anexo A. Formato de consentimiento informado
INSTITUTO POLITÉCNICO NACIONAL ESCUELA NACIONAL DE MEDICINA Y HOMEOPATÍA
SECCIÓ DE ESTUDIOS DE POSGRADO E INVESTIGACIÓN MAESTRÍA EN CIENCIAS CON ESPECIALIDAD EN SALUD OCUPACIONAL,
SEGURIDAD E HIGIENE.
CARTA DE CONSENTIMIENTO INFORMADO PARA PARTICIPAR EN UN PROTOCOLO DE INVESTIGACIÓN.
Título del protocolo: “Situación Laboral y Repercusión en el Sistema Inmunológico, en Trabajadores de la Industria Eléctrica.”
Investigador Principal: Médico: Verdiguel Peralta Miriam del Carmen
Nombre del trabajador:
A usted se le está invitando a participar en este protocolo de investigación médica. Antes de decidir si participa o no, debe conocer y comprender cada uno de los siguientes apartados. Este proceso se conoce como consentimiento informado. Recuerde que tiene absoluta libertad para preguntar sobre cualquier aspecto del presente protocolo que le cause duda.
Una vez que haya comprendido el estudio y usted desea participar, entonces se le pedirá que firme esta forma de consentimiento.
OBJETIVO DEL ESTUDIO: Conocer y medir la expresión inmunológica mediante el título de inmunoglobulinas en trabajadores de la industria eléctrica, y de acuerdo a su situación laboral.
BENEFICIOS DEL ESTUDIO
En estudios realizados, anteriormente por otros investigadores, Se han observado, que situaciones de estrés, tales como las producidas por la pérdida de un familiar o la pérdida del empleo están asociadas a una disminución de respuesta inmunológica, y a una alteración de los linfocitos. Asimismo, ha sido posible advertir una mayor prevalencia de hipertensión y un aumento del nivel de cortisol en comunidades que han sufrido una catástrofe.
En este estudio conocerá de manera clara si usted cursa con alguna afección en el sistema inmune (de defensa) tras el estrés que se pueda presentar debido a su situación laboral después de la liquidación de la Compañía LyFC, además de recibir los resultados de sangre, que incluyen glucosa y colesterol.
Este estudio permitirá que en un futuro otros trabajadores y usted puedan beneficiarse del conocimiento obtenido.
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PROCEDIMIENTOS DEL ESTUDIO
En caso de aceptar participar en el estudio, se le realizarán algunas preguntas sobre su situación laboral actual y sobre el estrés sucedido por el evento antes mencionado, se recabarán muestras sanguíneas y salivales. La muestra sanguínea se tomará con equipo vacutainer y se introducirá dentro de una vena en el brazo (izquierdo o derecho), tomaremos la sangre y la procesaremos en un laboratorio especializado, además obtendremos una muestra de saliva la cual se recolectará sobre un frasco limpio, la técnica que se realizará es dirigir la cabeza hacia abajo, la saliva que se almacene debajo de la lengua es la que colocará en el recipiente. Todo este proceso se efectuará con una técnica estrictamente limpia, con uso de guantes por parte del aplicador.
RIESGOS ASOCIADOS
Este estudio consta de las siguientes fases:
La primera consta de la aplicación de dos cuestionarios; el primero es acerca del estrés que puede presentar debido al evento antes mencionado, y el segundo sobre la situación laboral actual, y la realización de una historia clínica con un enfoque sobre el sistema inmune:
La segunda fase consiste en recolectar muestras de sangre y saliva con los procedimientos arriba mencionados. Posterior a la toma de sangre se puede presentar dolor en el área de aplicación, así como equimosis o morete, la frecuencia de aparición de dicha evento está condicionada por la evasión de medidas específicas mencionadas por el aplicador, así como por aspectos individuales. También puede presentarse infección en la vena; este evento es poco posible, debido a que las medidas higiénicas serán estrictas. Podría también presentar náuseas y/o mareos al introducir la aguja en la vena, esto como consecuencia de reacciones individuales.
En caso que usted desarrolle algún efecto adverso, secundario, o requiere algún tipo de atención, ésta se le brindará en los términos en que siempre se le ha ofrecido.
ACLARACIONES
• Su decisión de participar en el evento es completamente voluntaria, • No habrá ninguna consecuencia desfavorable para usted, en caso de no aceptar la
invitación. • Si decide participar en el protocolo puede retirarse en el momento que lo desee, aun
cuando el investigador responsable no se lo solicite, informando las razones de su decisión, la cual será respetada en su integridad.
• No tendrá que hacer gasto alguno en su estudio. • No recibirá pago por su participación. • En el transcurso del estudio podrá solicitar información actualizada sobre el mismo, al
investigador responsable. • La información obtenida en este protocolo, utilizada para la identificación de cada
paciente, será mantenida con estricta confidencialidad por el grupo de investigadores.
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• Si considera que no hay dudas, ni preguntas acerca de su participación, puede, si así lo desea, firmar la Carta Consentimiento Informado anexa a este documento.
CARTA CONSENTIMIENTO INFORMADO
Yo he leído y comprendo la información anterior y mis preguntas han sido respondidas de manera satisfactoria. He sido informado y entiendo que los datos obtenidos en el protocolo pueden ser publicados o difundidos con fines científicos. Convengo en participar en este estudio de investigación.
Nombre y Firma del participante Fecha
Testigo Nombre y Firma Fecha
Testigo Nombre y Firma Fecha
He explicado al Sr. La naturaleza y los propósitos de este protocolo de investigación; le he explicado acerca de los riesgos y beneficios que implica su participación. He contestado a las preguntas en la medida de lo posible y he preguntado si tiene alguna duda.
Una vez concluida la sesión de preguntas y respuestas, se procedió a firmar el presente documento.
Nombre y Firma del Investigador Fecha
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Anexo B. Formato de cuestionario EGSEP
Nombre: No.:
Edad: Fecha:
Suceso traumático: _______________________________________________ ¿Cuánto tiempo hace que ocurrió (meses/años)?: _______________________ Elija sólo una de las cuatro posibilidades para cada frase, según lo que usted considere. No se trata de establecer valores buenos o malos, sólo de elegir la respuesta que usted crea con mayor relación a lo que siente.
Ítems 0 1 2 3 1.- ¿Tiene recuerdos desagradables y recurrentes del suceso, incluyendo imágenes, pensamientos o percepciones?
2.- ¿Tiene sueños desagradables y repetitivos sobre el suceso? 3.- ¿Realiza conductas o experimenta sentimientos que aparecen como si el suceso estuviera ocurriendo de nuevo?
4.- ¿Sufre un malestar psicológico intenso al exponerse a estímulos internos o extraños que simbolizan o recuerdan algún aspecto del suceso?
5.- ¿Experimenta una reactividad fisiológica al exponerse a estímulos internos o extraños que simbolizan o recuerdan algún aspecto del seceso?
1.- ¿Se ve obligado a realizar esfuerzos para ahuyentar pensamientos, sentimientos o conservaciones asociados al suceso?
2.- ¿Tiene que esforzarse para evitar actividades, lugares o personas que evocan el recuerdo del suceso?
3.- ¿Se siente incapaz de recordar alguno de los aspectos del suceso? 4.- ¿Observa una disminución marcada del interés por las cosas o de la participación en actividades significativas?
5.- ¿Experimenta una sensación de distanciamiento o de extrañeza respecto a los demás?
6.- ¿Se siente limitado en la capacidad afectiva? 7.- ¿Nota que los planes o esperanzas de futuro han cambiado negativamente como consecuencia del suceso?
1.- ¿Se siente con dificultad para conciliar o mantener el sueño? 2.- ¿Está irritable o tiene explosiones de ira? 3.- ¿Tiene dificultad de concentración? 4.- ¿Está usted excesivamente alerta (por ejemplo, se para de forma súbita para ver quién esté a su alrededor, etc.) desde el suceso?
5.- ¿Se sobresalta o se alarma más fácilmente desde el suceso?
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Por favor señale con una x, según corresponda. 0 nada, 1 una vez por semana o menos/poco, 2 de 2 a 4 veces por semana/bastante, 3 de 5 0 más veces por semana/mucho.
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Anexo C. Formato de cuestionario de situación laboral
Nombre:
1.- ¿Cuál es tu situación laboral actual?
a) No tiene trabajo b) Trabaja en alguna empresa o el gobierno c) Es comerciante por su cuenta d) Elabora o presta servicios por cuenta propia e) Otros, especifique: ___________________________
Después de la liquidación de la Compañía Luz y Fuerza del Centro, en octubre del 2009:
2.- ¿Decidió recibir dinero de su liquidación?
a) Sí b) No
3.- ¿Cuántos empleos ha tenido desde entonces?
a) No he trabajado (pase a la pregunta 8) b) Sí he trabajado (pase a la pregunta 4) c) Número de empleos: ___________
4.- ¿Qué tipo de actividad realiza en el empleo?
_____________________________________________________________________________
5.-En ese empleo usted es:
a) Titular bajo relación de dependencia estable b) Titular bajo relación de dependencia, contrato c) Suplente d) Independiente (ejercicio libre de la profesión) e) Otra:
________________________________
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6.- ¿Cómo es la forma de remuneración?
a) Sueldo b) Destajo por hora c) Destajo por actividades d) Mixto e) Honorarios
7.- En ese trabajo usted trabaja mayormente…
a) Día b) Noche c) Ambos
8.- ¿Está usted realizando algún trabajo (pagado) remunerado en este momento?
a) Sí b) No
9.- En los últimos meses ¿ha tenido algún trabajo remunerado?
a) Sí b) No
10-. ¿Qué tipo de empleo es?
_____________________________________________________________________________
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Anexo D. Formato de historia clínica
Historia Clínica
Nombre:
Edad: Sexo:
Edo. Civil: Nacionalidad:
Enfermedades crónico - degenerativas
Inmunizaciones
Enfermedades infecciosas
Alergias
Tabaquismo y/o alcoholismo, toxicomanías
Actividad física