SESION 6 Sanidad Interior

7
Iglesia Peniel de las Asambleas de Dios---Sanidad Interior LECCION 6 SEXTO PASO: <<ESTUVIMOS DISPUESTOS A DEJAR QUE DIOS NOS LIBRASE DE NUESTROS PECADOS AUN LOS MAS SUTILES>> Texto: <<… 6 Cuando Jesús lo vio acostado, y supo que llevaba ya mucho tiempo así, le dijo: ¿Quieres ser sano? 7 Señor, le respondió el enfermo, no tengo quien me meta en el estanque cuando se agita el agua; y entre tanto que yo voy, otro desciende antes que yo. >> San Juan 5:1-17 Bosquejo de la lección I. Pagar el precio para crecer. II. ¿Por qué a veces nos aferramos a la vieja vida? III. ¿Librarnos de qué? IV. Actividades de repaso. V. Actividades aplicativas. Objetivo de la lección I. Actitud de renuncia al pecado. II. Conocernos a nosotros mismos un poco más. III. Distinguir entre manifestaciones violentas y sutiles. IV. Contestar preguntas. V. Saber aplicar los cuatro RE para ejecutar el paso seis cada vez que lo necesite I. PAGAR EL PRECIO PARA CRECER. 1. La idea central o enseñanza de este paso es “la disposición” o la actitud para algún fin). Lo que este paso está diciendo en otras palabras es que “hoy” si estamos completamente dispuestos a “pagar el precio”. 28

description

Lección del alma

Transcript of SESION 6 Sanidad Interior

Iglesia Peniel de las Asambleas de Dios---Sanidad Interior

Iglesia Peniel de las Asambleas de Dios---Sanidad Interior

LECCION 6

SEXTO PASO:

Texto: San Juan 5:1-17

Bosquejo de la leccin

I. Pagar el precio para crecer.

II. Por qu a veces nos aferramos a la vieja vida?

III. Librarnos de qu?

IV. Actividades de repaso.

V. Actividades aplicativas.

Objetivo de la leccin

I. Actitud de renuncia al pecado.

II. Conocernos a nosotros mismos un poco ms.

III. Distinguir entre manifestaciones violentas y sutiles.

IV. Contestar preguntas.

V. Saber aplicar los cuatro RE para ejecutar el paso seis cada vez que lo necesite

I. PAGAR EL PRECIO PARA CRECER.1. La idea central o enseanza de este paso es la disposicin o la actitud para algn fin).

Lo que este paso est diciendo en otras palabras es que hoy si estamos completamente dispuestos a pagar el precio.

A pagar el precio para qu? Para que Dios nos libre totalmente de nuestros defectos de carcter, aun los mas finos o sutiles.

2. Permitirle a Dios que obre totalmente; es algo as como cuando uno sabe que necesita sacarse una muela.

Pero tiene temor de ir al dentista, pero uno sabe que no tiene otra salida mas que permitirle al dentista que elimine la causa del dolor.

Pero pospone la visita al dentista por miedo al dolor y al dentista.

Pero cuando ya el dolor es insoportable, hasta entonces estamos dispuestos a pagar el precio para que el mal desaparezca.

Hasta entonces no importa ya el dolor y el miedo al dentista con tal de librarnos de la tortura de conservar esa muela enferma.3. As tambin sucede con algunos pecados que todava conservamos. Algunos de nosotros como cristianos nos aferramos a algunos pecados.

Porque tenemos miedo al procedimiento que Dios tiene que usar para limpiarnos.

Pero cuando finalmente esos pecados se vuelven muy molestos, hasta entonces estamos completamente dispuesta a que el cirujano divino nos opere

Es all donde estamos dispuestos a pagar el precio para crecer espiritualmente.

II. POR QU A VECES NOS AFERRAMOS A NUESTRA VIEJA VIDA?

1. A veces se debe a que esos defectos o pecados nos han servido como sostn.

Han sido como un apoyo emocional por ejemplo: cuando una persona se siente muy pequea con (complejo de inferioridades)

Va a usar como mecanismo de defensa la ira, los aires de grandeza, la vanidad, la mentira y la fanfarronera para tapar o cubrir su supuesta pequeez.

Esa conducta le sirve de sostn o de apoyo, por eso se aferra a todas estas relaciones pecaminosas. Porque le duele admitir y soltar su complejo de inferioridad.

2. Otras personas se sienten inseguras y no amadas, entonces se aferran a la avaricia, sienten que si tienen dinero o posesiones si van a valer y por lo tanto sern amados por los dems. Otras personas se sienten indefensos y usan la ira como mecanismo de defensa para no sentirse agredidos.

3. Aldo as le suceda al paraltico de Betesda, note las preguntas que el Seor le hace antes de sanarlo es muy curiosa Quieres ser sano? La respuesta usted se la imagina, como no iba a querer sanado un paraltico de 38 aos de enfermedad.

Pero la respuesta fue todo lo contrario, el enfermo comenz a poner excusas (San Juan 5:5-7)

Dijo no tener ayuda de nadie y que los dems llegaban primero que l al pozo milagroso.

4. Hoy nos imaginamos oir al Seor decir: no te estoy preguntando que si puedes, sino que si quieres. Quizs en el fondo de su corazn ya no se hacia la idea de dejar de estar enfermo

Ya no le pareca el tener que trabajar y valerse por si mismo; quizs ya no tendra las mismas atenciones, y consideraciones que hasta ese da reciba.

Al final lo que el Seor Jess entendi y vio en l es que faltaba una total disposicin.

5. Todo lo contrario con el testimonio del ciego Bartimeo (San Marcos 10:46-50). La falta de una total disposicin para recibir sanidad y liberacin de sus enfermedades, debilidades o pecados.

6. Necesitamos estar completamente dispuestos a vivir ya sin los pecados.

Porque Dios no le va hacer un milagro a nadie si en el fondo de su corazn no desea (salmo 37:4). Uno necesita desearlo tanto que estara dispuesto a pagar el precio.

Cuando estamos dispuestos a pagar el precio entonces viene el verdadero crecimiento espiritual y ser un verdadero discpulo del Seor (Lucas 14:27, 33).

7. Este es el paso que separa a los hombres adultos espiritualmente de los nios (1 de Corintios 3:1-2). Se le describe como un hombre que quiere crecer a la imagen y semejanza de a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo>>.

Ya no quiere aferrarse a lo que sostiene falsamente; ahora est dispuesto a todo.

Finalmente el Seor le dice .

8. En otras palabras, si estas dispuesto comienza a dar los primeros pasos; demustralo con hechos, renuncia a tu mal (toma tu lecho) y anda.

9. Otro ejemplo de la Palabra de Dios que ilustra la falta de disposicin lo vemos cuando Dios sac a Lot de Sodoma y Gomorra antes de destruirlos (Gnesis 19).

Dice la Palabra que tuvieron que jalarlos casi arrastrados para que salieran de Sodoma y dejaran el mal (Gnesis 19:15-17) haba una falta de disposicin de que Dios los sacara de ah.

10. Algunos todava se deleitan en voltearse y ver hacia atrs de vez en cuando y tener un disfrute. Aunque sea en forma indirecta por la lujuria, la pereza, la envidia, el chisme, el orgullo, la avaricia, la gula.

Es lo que se dice solo una canita al aire.

La realidad es que nos aferramos a cosas que nos deleitan y que nos han salido como muletas, como mecanismo de defensa y un medio de supervivencia como el ciego del estanque de Betesda.

11. Muchos no estn dispuestos, porque sienten que esos hbitos pecaminosos son como un par de zapatos (viejos y gastados, oliendo mal y poco presentables).

Pero se vuelven confortables al igual que las debilidades y defectos de carcter se vuelven confortables, porque son lo que la persona sola hacer.

III. LIBRARNOS DE QU?

1. Muchos de nosotros ya nos hemos librado de nuestros pecados o debilidades, ms notorias cuando aceptamos a Cristo.

En nuestro 3er paso entendimos lo que era entregarle nuestra vida y voluntad a l. Dejamos, el adulterio, la fornicacin, la idolatra, la envidia, el alcoholismo, la droga, etc.

Naturalmente la mayora de cristianos ya no sufren de esos defectos en un grado tan extremo.

2. Pero cuando nos enfrentamos con los aspectos menos violentos de estos mismos defectos, entonces Cul es nuestra reaccin? Lo que hay que reconocer y sincerarnos con nosotros mismos y con Dios es que algunos de esos pecados y debilidades nos gustan o deleitan.

3. Ejemplo A quin no le gusta sentirse un poco superior a su prjimo? En el sentido sano.

Pero lo cierto es que nos gusta disfrazar de ambicin nuestra avaricia.

La ira farisaica tambin puede ser muy agradable.

4. El chismorreo emponzoado con nuestra ira, una especie de asesinato corts, cuando se calumnia tambin tiene satisfaccin, vivimos en un mundo carcomido por la envidia en mayor o menor grado nos afecte a todos.

El abandonarnos en la pereza solo que a esto le llamamos descanso, el abandonar el talento o dejarlo para maana.

El alimentar pasiones carnales en la pantalla de la televisin como la lujuria, la pornografa, la violencia, la brujera, etc.

5. Todas estas manifestaciones sutiles o pecados que no le estamos dando importancia por no considerarlos violentos. Son los que deben ser eliminados, pero no sern eliminados por Dios si todava nos deleitamos en ellos y no se lo permitimos a l.

28