Ser y Pensar, En Torno a La Consideración Heideggeriana Del Ser en Kant - DAVID CARDOZO SANTIAGO

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“SER Y PENSAR” EN TORNO A LA CONSIDERACIÓN HEIDEGGERIANA DEL “SER” EN KANT David Cardozo Santiago DNI:05461517Y E-Mail: [email protected] EL APARATO NOÉTICO DEL “YO TRASCENDENTAL” Para poder entender la teoría del conocimiento kantiana en su plenitud no podemos olvidarnos a quiénes y a qué está presentando oposición con ella. En primer lugar se opone al empirismo de David Hume que, según Kant, conduce con necesidad lógica al escepticismo; pero también se opone a Leibniz y a todos aquellos que propusieron una metafísica fundada sobre principios a priori sin tener en cuenta la experiencia sensible. Tanto Hume como Kant supieron reconocer que hay un terreno donde la razón debe indagar, dado que tiene las herramientas para obtener conocimiento, pero sin embargo hay cuestiones que escapan a los poderes de la razón sobre los cuales no podemos tener un conocimiento científico y, por tanto, debemos marginarlos y abstenernos de realizar una investigación con tales pretensiones. La “Crítica de la Razón Pura” tiene este cometido: trazar los límites al entendimiento y delimitar los campos aptos para el conocimiento racional. Tanto el escocés como el prusiano situaron más allá del límite de lo cognoscible a la metafísica como forma de dar respuesta a problemas que están fuera del alcance de la razón. El ámbito donde sí cabe hablar de conocimiento es el campo de la experiencia. Tanto Hume como Kant reconocen que el origen de nuestro conocimiento es la experiencia, es decir, las impresiones sensibles que influyen externamente en nuestros órganos sensibles. Pero aquí acaba el acuerdo entre Hume y Kant. Para el escocés la observación consiste únicamente en la recepción de impresiones sensibles.

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Reflexión de Heidegger sobre el papel del Ser en la filosofía kantiana

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SER Y PENSAR

EN TORNO A LA CONSIDERACIN HEIDEGGERIANA DEL SER EN KANT

David Cardozo SantiagoDNI:05461517Y

E-Mail: [email protected]

EL APARATO NOTICO DEL YO TRASCENDENTALPara poder entender la teora del conocimiento kantiana en su plenitud no podemos olvidarnos a quines y a qu est presentando oposicin con ella. En primer lugar se opone al empirismo de David Hume que, segn Kant, conduce con necesidad lgica al escepticismo; pero tambin se opone a Leibniz y a todos aquellos que propusieron una metafsica fundada sobre principios a priori sin tener en cuenta la experiencia sensible. Tanto Hume como Kant supieron reconocer que hay un terreno donde la razn debe indagar, dado que tiene las herramientas para obtener conocimiento, pero sin embargo hay cuestiones que escapan a los poderes de la razn sobre los cuales no podemos tener un conocimiento cientfico y, por tanto, debemos marginarlos y abstenernos de realizar una investigacin con tales pretensiones. La Crtica de la Razn Pura tiene este cometido: trazar los lmites al entendimiento y delimitar los campos aptos para el conocimiento racional. Tanto el escocs como el prusiano situaron ms all del lmite de lo cognoscible a la metafsica como forma de dar respuesta a problemas que estn fuera del alcance de la razn.

El mbito donde s cabe hablar de conocimiento es el campo de la experiencia. Tanto Hume como Kant reconocen que el origen de nuestro conocimiento es la experiencia, es decir, las impresiones sensibles que influyen externamente en nuestros rganos sensibles.

Pero aqu acaba el acuerdo entre Hume y Kant. Para el escocs la observacin consiste nicamente en la recepcin de impresiones sensibles. Desde esta perspectiva humeana, una naranja ser nicamente la suma de sus propiedades (textura, color, sabor, etc.). Kant se percat de que sostener que una cosa no es ms que la suma de las impresiones sensibles que nos provoca, acarrea dificultades a la hora de justificar la verdad del conocimiento. El prusiano entendi que no se puede decir que algo sea solamente la suma de sus propiedades, puesto que para ser propiedad se ha de ser propiedad de algo (ser rojo se dice de una cosa que tiene rojez) y no existen las propiedades por separado ms que en la mente, fruto de la abstraccin. As, hemos de suponer algunos principios, que Kant llama a priori, con los que el sujeto se enfrenta a la experiencia para adquirir conocimiento, y que sin la presencia de estos no podramos hablar de conocimiento ni hallaramos su justificacin.Tal vez la diferencia radical entre Hume y Kant se articula en torno a la idea del yo. El escocs intent probar que no existe el yo mostrando que no haba ninguna impresin sensible de tal yo. Kant, en cambio, defendi que toda representacin ha de ser un pensamiento o representacin de alguien. Ante cualquier juicio que exprese un pensamiento debemos poder preguntar quin es el autor de ese juicio y necesariamente tiene que haber una persona que pueda responder yo lo enunci. El yo pienso ha de acompaar todas las representaciones que un sujeto tenga en su conciencia. Todo mltiple de la intuicin tiene una relacin necesaria con el yo pienso, en el mismo sujeto en donde ese mltiple es hallado. Esa representacin empero es un acto de espontaneidad, es decir, que no puede ser considerada como perteneciente a la sensibilidad. Denomnola apercepcin pura, para distinguirla de la emprica, o tambin apercepcin originaria, porque es aquella autoconciencia que produciendo la representacin yo pienso (que tiene que poder acompaar todas las dems y que es una y la misma en toda conciencia), no puede ser deducida de ninguna otra. A su unidad doy el nombre de unidad trascendental de la autoconciencia, para sealar la posibilidad del conocimiento a priori, nacido de ella.

El sujeto, en cuanto cuerpo sensible recibe afecciones del exterior, pero no las recibe como una sucesin de sensaciones sin conexin, como un caos mltiple e inexplicable, sino que existe una unidad originariamente sinttica que est desde el principio en todo representar, en la percepcin, y es la encargada de sintetizar nuestras representaciones. Heidegger afirma respecto de esta unidad: Ella es la unidad de la sntesis originaria de la apercepcin. Desde el momento en que hace posible el ser de lo ente, o, dicho kantianamente, la objetividad del objeto, ella reside ms arriba, ms all y por encima del objeto. Desde el momento en que hace posible el objeto como tal, ella recibe el nombre de apercepcin trascendental

Si descartamos la idea de un yo que sintetiza las afecciones que reciben sus sentidos, nos toparamos necesariamente con una contradiccin: si no podemos decir que un cuerpo es pesado, puesto que jams podramos asegurar con certeza que ese cuerpo es pesado en s mismo, es decir, si no podemos afirmar la objetividad del objeto, pero al mismo tiempo tampoco podemos hablar de la subjetividad de la impresin recibida, ya que no puedo decir: siento pesadez al cargar este cuerpo, dado que se ha negado una unidad a la que denominamos yo, entonces ningn juicio puede ser emitido con sentido.

El principio de la originaria unidad sinttica de la apercepcin ha de ser entendida, segn dice Heidegger, como un principio de unificacin y la unidad no es un mero estar juntos, sino que es lo que unifica y recoge, esto es, el , en sentido inicial, slo que trasladado y aplicado al yo-sujeto. Dicho mantiene bajo su dominio a la lgica entera. Para Kant, esta unidad sinttica de la apercepcin es lo que articula todo nuestro conocimiento.

Y, as, la unidad sinttica de la apercepcin es el punto supremo en el que se debe fijar todo uso del entendimiento, hasta la propia lgica en su conjunto, y, despus de ella, la filosofa trascendental; efectivamente, esta facultad es el entendimiento mismo.

Con estos principios que introduce Kant el sujeto deja de ser pasivo ante el conocimiento, abandona su posicin de mero receptor de impresiones, para pasar a proponer un mundo a la experiencia. Llega el individuo con su entendimiento y pregunta al mundo: Esto es posible, pues coincide con las condiciones formales de la experiencia, pero es real? Solo la experiencia actualizar o no las ficciones del sujeto. Volveremos sobre este punto ms adelante.

EL SER COMO FUNDAMENTO DE LO ENTE

Es necesario, una vez presentados algunos principios fundamentales, comenzar por analizar en qu sentido entendi Kant el ser. Kant afirma: Evidentemente, ser no es ningn predicado real, es decir, un concepto de algo que pudiera atribursele al concepto de una cosa. Es la mera posicin de una o cosa, o de ciertas determinaciones en s mismas. (A528, B 626)

Comencemos por el anlisis del predicar el ser a una cosa. La afirmacin: Esta piedra es pesada parece ser radicalmente diferente a Esta piedra es (o existe). En el primer caso a un sujeto se le atribuye un predicado, se realiza una sntesis entre el objeto piedra y la condicin de ser pesada (uso lgico del ser).La verdad de este enunciado puede ser verificada por la experiencia; la piedra es pesada es verdadero si y slo si la piedra es pesada. Pero en el segundo caso se predica que un objeto existe, es decir, que adems de ser pensable sin contradiccin, ha sido intuido sensiblemente; hay una relacin entre el yo-sujeto y el objeto. Veamos entonces de qu tipo de predicado hablamos en este caso. Para Kant ser no es ningn predicado real, entendiendo predicado real como aquello que puede predicarse de una cosa como nota suya. La afirmacin existe un tringulo no aporta nada nuevo a nuestro conocimiento de esta figura y en ese sentido no se predica realmente del tringulo su existencia. Nos dejamos guiar por Heidegger para acercarnos un poco ms al verdadero sentido de la predicacin del ser para Kant.

Ser y es, junto con todos sus significados y variaciones, pertenecen a un mbito propio. No son nada con carcter de cosa o, como dira Kant, no son nada objetivo. As pues, para poder pensar ser y es tenemos que emplear otra mirada, una que no est guiada exclusivamente por la contemplacin de la cosa o por un tener en cuenta la cosa.

Miremos entonces de otra manera y observemos qu es lo que Kant predica afirmativamente del ser. Es la mera posicin de una cosa, o de ciertas determinaciones en s mismas. Por tanto, el prusiano entiende el ser en el sentido de una posicin, un traer delante la cosa. Heidegger arrojar un poco ms de luz sobre este punto:No cabe duda de que ser quiere decir posicin, ese estar puesto en el poner a travs del pensar en cuanto accin del entendimiento. Pero esta posicin slo es capaz de poner algo como objeto, esto es, como algo que ha sido trado enfrente, cuando por medio de la intuicin sensible, es decir, a travs de la afeccin de los sentidos, le es dada a la posicin algo susceptible de ser puesto. Es slo la posicin en cuanto posicin de una afeccin la que nos permite comprender qu significa para Kant ser de lo ente.

Veamos las modalidades del ser (posible, real, necesario) que se dejan explicar por los principios que Kant denomin postulados del pensamiento emprico en general. Hemos explicado en qu sentido el ser no es un predicado real, mas s podemos decir que es un predicado que puede aplicarse a un objeto aunque no se deduzca de l; en este mismo sentido, los predicados de la modalidad del ser no pueden proceder del objeto, sino que provienen del sujeto, de su manera de pensar el objeto. El ser, por tanto, no es un predicado real, pero s es un predicado trascendental.Volvemos otra vez al punto que anotbamos: el entendimiento presenta el esquema de mundos posibles, ideas que no entran en contradiccin entre s, pero para determinar efectivamente la realidad de un mundo se precisa de la afeccin por medio de los sentidos y son justamente estos los que actualizan una potencialidad. Sobre este punto se sostiene la refutacin de Kant respecto de la posibilidad de dar una prueba ontolgica de la existencia de Dios: la necesidad absoluta de los juicios no es una necesidad absoluta de las cosas; el que un tringulo no pueda ser entendido sino como una figura de tres lados y tres ngulos internos no quiere decir de manera alguna que exista algn tringulo en el mundo. Existir no puede predicarse de la cosa, sino de la relacin del sujeto con el objeto.Heidegger sostiene que para comprender mejor el sentido de las modalidades es importante vincularlas con los conceptos tradicionales de materia y forma.

A la hora de aclarar el ser posible como posicin entraba en juego la relacin con las condiciones formales de la experiencia y por ende el concepto de forma. A la hora de aclarar el ser efectivamente real se lleg a hablar de las condiciones materiales de la experiencia y por ende del concepto de materia. As pues, la explicacin de las modalidades del ser como posicin se consuma en relacin con la distincin entre materia y forma. Es algo que forma parte de la red local para el lugar del ser como posicin.

Segn hemos venido analizando podemos llegar a la tesis que propone Heidegger, ser y pensar son las claves del pensamiento en torno a la idea de ser del filsofo de Knigsberg, el ser es aclarado y localizado desde su relacin con el pensar, y va an ms lejos: La relacin entre ser y pensar es la mismidad, la identidad. El ttulo conductor ser y pensar dice que ser y pensar son idnticos. Heidegger concluye que el pensar el ser no est acabado con la tesis kantiana, que presentando el ser como el estar puesto o la objetividad, como una variacin de la presencia, deja la cuestin impensada como toda la metafsica tradicional. Sin embargo, reconoce que la tesis de Kant sobre el ser como pura posicin es la cima desde la que una mirada que vuelva la vista atrs puede alcanzar la determinacin del ser como y una mirada que vuelva la vista hacia adelante nos puede mostrar la interpretacin especulativa y dialctica del ser como concepto absoluto.

Me gustara preguntar a esos filsofos que basan en tan gran medida sus razonamientos en la distincin de sustancia y accidente, y se imaginan que tenemos ideas claras de cada una de estas cosas, si la idea de sustancia se deriva de las impresiones de sensacin o de las de reflexin. Si nos es dada por nuestros sentidos, pregunto: por cul de ellos, y de qu modo? Si es percibida por los ojos, deber ser un color; si por los odos, un sonido; si por el paladar, un sabor; y lo mismo con respecto a los dems sentidos. Pero no creo que nadie afirme que la sustancia es un color, un sonido o un sabor. La idea de sustancia deber derivarse, entonces, de una impresin de reflexin, si es que realmente existe. Pero las impresiones de reflexin se reducen a nuestras pasiones y emociones, y no parece posible que ninguna de estas represente una sustancia. Por consiguiente, no tenemos ninguna idea de sustancia que sea distinta de la de una coleccin de cualidades particulares, ni poseemos de ella otro significado cuando hablamos o razonamos sobre este asunto (DAVID HUME, Tratado de la naturaleza humana, Parte primera, seccin VI)

Segn Carmen Segura, LA CUESTIN DEL SENTIDO EN MARTIN HEIDEGGER. DE LA TRASCENDENTALIDAD A LA EXISTENCIA EXTTICA, Revista Philosophica, Vol 31, pag. 70.

Kant establece que la condicin fundamental del conocimiento es el yo pienso y en que, adems, este yo pienso no es una representacin, no es un ente en el sentido de objeto, es decir, ya no es una sustancia. El yo es, por el contrario, la condicin de posibilidad de todo representar, de todo ser percibido del ente, por lo tanto, de todo ser.

Immanuel Kant, CRTICA DE LA RAZN PURA, B131-132

Martn Heidegger, LA TESIS DE KANT SOBRE EL SER, 460- p. 370

Martn Heidegger, LA TESIS DE KANT SOBRE EL SER, 462- p. 374

Immanuel Kant, CRTICA DE LA RAZN PURA, B134 (nota)

Acerca del hombre como sujeto activo del conocimiento en la teora del conocimiento kantiana, M. Garca Morente sostiene:

El animal anda por el mundo en una especie de semisueo, de conciencia obtusa, donde las impresiones que recibe del mundo hacen de l y de sus instintos lo que una ley biolgica ha hecho. Pero el hombre se alza por encima de todo eso. Esas impresiones mltiples, esas vivencias psicolgicas, el hombre en un momento determinado las tiene, s; pero se para y dice: Qu es? En el mismo momento de decir qu es? Se convierte en un sujeto cognoscente y de inmediato sus impresiones se convierten en objeto a conocer () El fsico, que lleva en su bolsillo la llave de su laboratorio, est de antemano, a priori, convencido: primero, de que hay objetos; segundo: de que esos objetos tienen una esencia, pueden ser conocidos; tercero: de que estn sometidos a causas y efectos; y cuarto: de que hay leyes en la naturaleza, precisamente las que va a descubrir a su laboratorio. M. Garca Morente, OBRAS COMPLETAS II, p 228

Martn Heidegger, LA TESIS DE KANT SOBRE EL SER, 452- p. 367

Ibid, 458- p. 371

El primer postulado reza: Lo que coincide con las condiciones formales de la experiencia (de acuerdo con la intuicin y los conceptos) es posible.

El segundo postulado reza: Lo que concuerda con las condiciones materiales de la experiencia ( de la sensacin) es efectivamente real.

El tercer postulado reza: Esa conexin con lo efectivamente real determinada de acuerdo con las condiciones generales de la experiencia es (existe) necesariamente.

Ibid, 473- p. 382

Ibid, 479- p. 388