Gordon Lindsay-Cómo Puede Ser Usted Un Cristiano Victorioso-
Ser o No Ser Cristiano
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Hijo mío, si recibieres mis palabras, Y mis mandamientos guardares dentro de ti, Haciendo estar atento tu oído a la sabiduría; Si inclinares tu corazón a la prudencia, Si clamares a la inteligencia, Y a la prudencia dieres tu voz; Si como a la plata la buscares, Y la escudriñares como a tesoros, Entonces entenderás el temor de Jehová, Y hallarás el
conocimiento de Dios. Proverbios 2:1-5
Pastor Milcíades Frías Jiménez ¡CRISTO VIENE PRONTO! ¿LO DETENDRÁ TU PARECER?
0. Introducción
Todos, en principio y sin excepción, somos hijos de Dios. Unos auténticos o por
adopción, otros postizos. Hay quienes parecen ser hijos de Dios, pero no lo son. No es
lo mismo ser que parecer.
Jehová Dios, actualmente Cristo, nos conoce a todos, a unos y otros. Él sabe a quiénes
ha sellado con la marca de su redil, y quiénes han rehuido de su presencia, negándole.
Una cosa es lo aparente, otra lo genuino. Y entre ambos conceptos o realidades, ha
habido siempre una pugna. La mentira quiere emerger para arropar la verdad. Mas,
con poco esfuerzo la verdad se impone con hechos, pues siempre reside más allá de las
palabras. La verdad a la postre se impone, surge límpida, fresca, invencible, como el
corcho flota en el agua. Lo fenoménico es siempre aparencial, lo esencial siempre es
auténtico. Aparentar ser cristiano es una cosa; SER VERDADERAMENTE CRISTIANO, es
otra.
1. El cristiano y los practicantes de religiones.
Un cristiano veraz vive el Evangelio de Jesucristo; y esto es cosa muy distinta a ser un
religioso o religiosa, llámese católico, musulmán, budista, islámico, judaista, bajahista
(de Baha´i), krishna; sarandunguero, palero, macumbero, kimbandero, hinduista,
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Kundalini, yoga, tantra, druida, Nueva Era, sigista, gnóstico, la falsa iglesia de Jesucristo
“Pare de Sufrir”, Mormones, Testigos de Jehová, entre otras.
En los templos y hogares, como en la psiquis de los religiosos idólatras habitan los
ídolos, y allí son alimentados por sus adoradores.
Una cosa son los muñecos o dioses muertos de los templos, disfrazados de Dios o de
Cristo o erigidos a hombres o ideas como el caso de Buda; pero otra es Cristo el Dios
Viviente y su padre Jehová. Es una abigarrada tozudez intelecto-espiritual de cualquier
humano o de cualquier cultura, adorar ídolos, existiendo un Dios Vivo que no se
permite ser representado por nada ni nadie. Por tanto, considero que el ser humano
más tosco que conozco, espiritual e intelectualmente hablando, después del ateo, es el
idólatra, el religioso.
Toda religión adora algo falso, pero que pudiera parecerse a Dios en alguna o varias
dimensiones. Afirma Cury (2008) en su obra El Maestro de las emociones1:
“Jesús revolucionó al mundo con su vida y su historia. Hay más de dos mil millones de
personas pertenecientes a innumerables religiones que dicen amarlo. Sin embargo, no
se puede amar a alguien que no se conozca” El que conoce los ídolos no conoce a
Jesucristo; y el que conoce a Jesús desecha y aparta de su vida a todo ídolo, para
siempre. Un evangélico no es un religioso, es un conocedor del Evangelio de Cristo y el
Evangelio es la ciencia y el arte de vida que Cristo trajo de arriba para los hombres de
abajo y es el Espíritu Santo que vive dentro nuestro, quien se ocupa de dar testimonio
de la existencia de Dios como el Padre y de Jesús como el Hijo.
1 Jorge Augusto Cury. Análisis de la Inteligencia de Cristo. El Maestro de las emociones. ___Edición. Grupo Nelson, Inc. Nashville, Tennessee, USA. 2008. www.gruponelson.com
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1.1. El hombre tiene siempre necesidad de adorar.
En todas las culturas del planeta hay un elemento común: Todos necesitan adorar algo
o a alguien. Los ídolos inventados o esculpidos por el hombre, son obras de arte, pero
al propio tiempo pueden ser entidades de raíz humana o son una mixtura zoo-humano,
ideas estas ministradas por Beelzebú, uno de los príncipes de las tinieblas al servicio del
Maligno.
Esos dioses falsos también existen en forma de animal mitológico y son recreados por
creyentes y artistas influenciados, religiosos al fin y al cabo. Un ídolo de esos, también
es hecho de palo o es árbol frondoso, o de piedra; pintado sobre un lienzo o papel; por
tanto los que tales cosas adoran, hacen religión y delante de Dios son abominables, por
sus abominaciones que practican con esos ídolos. Pero la peor idolatría realizada por el
ser humano es idolatrarse a sí mismo.
Un religioso es un sujeto felizmente engañado, aunque también sea felizmente
documentado. Es como el casado o la casada infiel: siempre feliz junto a quien
comparte su traición. PERO HAY GRAVE MISTERIO EN ESTOS ÍDOLOS: LOS ESPÍRITUS
REALES DEL INFIERNO, ENVIADOS POR SATANÁS, ENTRAN EN ESAS IMÁGINES Y
ESTATUAS Y OPERAN DESDE AHÍ CONCEDIENDO MILAGROS Y SANACIONES A LOS QUE
EN ELLOS CREEN. SATANÁS, NO JUEGA, SIEMPRE ESTÁ ATENTO A QUÉ QUIERE UN SER
HUMANO, PARA ATENDERLE SUS SOLICITUDES, LUEGO EMBAUCARLO,
COMPROMETERLO Y LLEVARSE AL INFIERNO SU ALMA, que es siempre su gran
propósito.
¡Aprenda esto: Satanás engaña a los espirituales con lo espiritual y a los carnales con lo
carnal o natural!
El religioso practica actos de bondad, pero no conoce el bien de Dios que es otra cosa.
Practica la bondad, no conforme a la Palabra de Dios, sino a las costumbres y religiones
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(no le niega un vaso de agua a nadie, ni un plato de comida a un hambriento, pero
niega a Dios los diezmos y le niega su corazón para adorarle con carácter exclusivo). El
religioso profesa fe, no en Jesucristo, sino en sus muñecos; no en el Dios santo, porque
no lo conoce, sino en sus muñecos. La palabra religión implica mezcolanza. Las
religiones son una especie de “batido de frutas impuras” un fruit-punch espurio y
vergonzoso, venido de los infiernos.
Todo religioso se vuelve contra lo verdaderamente Santo. Y Santo, Santo, Santo solo es
Dios, Jehová de los ejércitos. En consecuencia, toda religión se erige como enemiga del
Dios Viviente, del Dios Altísimo, porque toda religión es baja, de muy baja calaña,
porque nace de lo impuro y lo mezclado, porque le es infiel a Dios al adorar a otros
dioses.
1.2 Un cristiano real es un soldado.
Una cosa es ser cristiano y otra es ser religioso o un simple creyente. Un cristiano
verdadero es un soldado que se enrola en las milicias santas; valiente porque sabe que
está como cordero en medio de una manada de lobos, teniendo que avanzar; y
disciplinado en la fe de Jesucristo, porque sabe que solo en el Rey de Reyes y Señor de
Señores, en la Roca, hay refugio, protección y salvación. No hay nadie más que salve,
llámese Buda (ay, pobre budistas) María, Altagracia, Guadalupe, Santa Muerte, Santa
Machepa, María Lionza, Lily (jefa de las metresas) o bien se llame Venus, Astarté,
Astharot o Diana de los efesios. Ninguno de esos ídolos será abogado de tu alma el Día
del Señor, el día en que todos habremos de ser juzgados delante del Gran Trono Santo
de Dios. El Padre es le juez, el Hijo (Jesús) nuestro defensor.
2. ¿Por qué toda religión sin excepción alguna, es enemiga de Dios?
Todo religioso adora camufladamente otros dioses diciendo que es a Dios mismo al que
adora, pero ese no es el Dios verdadero, el Dios de Abraham, Isaac y Jacob, el Dios de
José, Moisés, Josué, Caleb, Isaías, Jeremías, Sarah, Esther, Noemí, David, Salomón,
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Elías, Eliseo, Enoc, Sansón o Gedeón siempre fue y es invisible, al menos hasta hoy.
Aunque usen el nombre de Dios, lo usan en vano. Por tanto, ya han violado los dos
primeros mandamientos de Dios porque, PRIMERO: no han amado a Dios con todo su
corazón, con toda su mente, con toda su alma, ni por sobre todas las cosas, y
SEGUNDO: el nombre de Dios lo han usado invocando otros dioses ocultos tras las
imágenes que adoran, en forma vana y malsana, así lo han hecho.
2.1. Separando los Mansos de los Cimarrones.
El fundamento de todo este tema radica en la necesidad de separar mansos de
cimarrones, impíos de pecadores, separar los justificados por Dios a través de
Jesucristo su hijo, de los idólatras. Por tanto, idólatra católico y cristiano no son la
misma cosa. Entiéndalo bien: si usted es idólatra y religioso católico o de otra religión,
no es cristiano, no se unte, usted no es de los míos, le dirá el Señor. No, no es
discípulo de Cristo. Si usted adora y rinde homenajes al papa como supuesto hombre
santo y vicario de Cristo, usted es un hijo traidor, usted es otra cosa: un brujo/a y
hechicero/a, santero/a, lo sepa o no. Si no me cree, lo desafío abiertamente a buscar
en cualquier escritura de la Biblia, o de libros seculares que usted quiera, si Cristo
adoró alguna vez a alguien en los cielos y la tierra que no fuera a Jehová Dios, su Padre.
Y este segundo reto le hago: Busque en la Biblia en qué momento Cristo siquiera
insinuó que él era bueno y santo, o si alguna vez pidió él ser exaltado. Nunca lo hizo.
Solo exaltó a su Padre Dios. Quiero decir, nunca idolatró a más de uno y ese uno era él
mismo.
Si usted es religioso Católico, Musulmán, Mormón, Testigo de Jehová (falsos testigos),
si practica Reiki, Taoísmo, Druidismo y otras; si adora y participa de las fiestas de palos
o de la Fiesta del Fuego, o de la Danza de la lluvia prefiriendo adorar animales antes
que a los semejantes suyos, invocando dioses ajenos; usted es adorador de Satanás
porque es religioso. Y ahí no hay equívocos. Solo que hasta hoy usted no lo sabía.
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2.2. La palabra cristiano, su origen.
La palabra cristiano fue expresada por primera vez en Antioquía, tal cual lo registra la
Biblia, específicamente podemos leerlo en Hechos 11:25-26: “Después fue Bernabé y
Tarso para buscar a Saulo; y hallándole, le trajo a Antioquía. Y se congregaron allí
todo un año con la iglesia, y enseñaron a mucha gente; y a los discípulos se les llamó
cristianos por primera vez en Antioquía (La Biblia, VRV, 1960).
Para ser cristiano, entonces, hay que ser discípulo. No idólatra de otros dioses, ni de
María, ni de Lázaro, no de José, ni de Moisés, ni del Falso Profeta que es el Papa, ni de
nadie más, solo de Cristo. Y Cristo solo se deja representar en la tierra por el Espíritu
Santo, no por hombre alguno, sea quien sea. Luego, el papa es burdo y acre impostor
como vicario ¿Por qué? Porque el papa no es espíritu que tenga santidad fidedigna.
Todo lo contrario, el papa es un pecador gravoso, tanto como otros hombres
“honorables” del mundo religioso de este planeta.
La palabra c r i s t i a n o justamente lo que significa es discípulo de Cristo, seguidor de
su doctrina, mas su doctrina lo primero que establece es que él es el Hijo de Dios y que
Dios es uno y único que no comparte su gloria con nadie y que ningún otro dios puede
acercársele en excelsitud y santidad, porque todos los demás dioses, falsos son. Es
Cristo el creador de todas las cosas y a los mismos espíritus hoy malignos, los creó
ángeles y santos buenos en el principio, pero Satanás también los dañó; mas luego, los
hombres crearon en su mente otros dioses y “santos”, no Dios.
Jehová lo que sí creó en el espíritu humano fue la necesidad de adoración, pero solo a
él; no obstante, los hombres se desviaron y adoraron creaciones suyas (Ver Romanos 1:
1.23: “Y cambiaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre
corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles. Por lo cual también Dios los entregó
a la inmundicia, en las concupiscencias de sus corazones, de modo que deshonraron
entre sí sus propios cuerpos, ya que cambiaron la verdad de Dios por la mentira,
honrando y dando culto a las criaturas antes que al Creador, el cual es bendito por los
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siglos. Amén” Y, los que crearon y nombraron esos dioses, se dejaron y se han dejado
engañar hasta el día de hoy de Satanás que es maestro y padre de la mentira, del hurto
y también del engaño.
Los gays y las lesbianas, así como los infieles y corruptos fornicarios, las brujas con sus
aquelarres siempre tienen un “santo” o más de uno a los que les rinden culto:
búsquelos en sus casas, sus aposentos, en sus vehículos, en sus templos, en sus
oficinas, en sus consultorios; y hasta en las chapas de sus coches, siempre tienen un
ídolo, al menos uno. Todos le tienen primero un altar en su corazón y otro altar en
algún lugar oculto o exhibido. Vea cómo los tienen estampadas en tatuajes en su
cuerpo. El “santito” más adorado en los últimos tiempos es el Divino Niño en varios
países latinoamericanos, que no es más que el espíritu del anticristo (Nimrod, ver
Capítulo 10 de Génesis)
Cristo no tuvo méritos cuando niño, ni Dios su Padre le permitió exhibirlos hasta no
cumplir los 30 años, exceptuando las Bodas de Caná cuando María le pidió hiciera su
primer milagro de transformar el agua en vino. Así las cosas, cabe preguntarse: ¿Y por
qué Jesús la complació? Porque él no iba a violar el mandamiento que dice: Honra a tu
padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da
(Ver Éxodo 20:12) Cristo siempre es coherente y nunca pecó en la tierra. En todo fue
tentado, mas no pecó nunca en nada. Ese es mi Cristo. Pero no quiere usted hacerse
esta pregunta: ¿De dónde salen los milagros del Divino Niño? Si Dios Padre tal como
confiesa Jesús en las mismas bodas de Caná, …Y faltando el vino la madre de Jesús le
dijo No tienen vino. Pero de inmediato Jesús le dijo: ¿Qué tienes conmigo, mujer? Aún
no ha venido mi hora. (Juan 2: 3-4)2
Un cristiano es un aprendiz de Cristo, adherido a él, a su gloria y a sus mandatos que
son los mismos de Dios Padre, un cristiano verdadero es una oveja-soldado, no una
2 Santa Biblia. Versión Reina Valera, 1960.
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oveja que simplemente se deja trasquilar en su ámbito espiritual. El término cristiano y
su referente estrictamente semántico, va más allá de una simple acepción de
diccionarios hechos por humanos.
El mismo Jesús en el pasaje bíblico Lo que cuesta seguir a Cristo en el libro de Lucas,
definió antes que nadie, ¿qué es ser c r i s t i a n o? Categóricamente dijo: “Si alguno
viene a mí, y no aborrece a su padre, y madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y hermanas,
y aun también su propia vida, no puede ser mi discípulo. Y el que no lleva su cruz y
viene en pos de mí, no puede ser mi discípulo” Ve usted, que ser cristiano no es ser
religioso católico o de otra denominación; es ser discípulo y muy pocos somos los que
alcanzamos esa meta.
La primera condición para ser discípulo, entiéndalo bien, es desjarretar la idolatría que
se tiene con la esposa o esposo, con los hijos, hermanos, los bienes materiales, la
propia egolatría, solo él, Jesús merece ser idolatrado. Nada, ni nadie más. Hay que
desjarretar los muñecos muertos, pues quien no sea capaz de humillar su propio
orgullo físico, intelectual, moral, cultural y socioeconómico, no podrá ser hijo de Dios,
ni discípulo de su Hijo Jesús de Nazaret.
2.3. ¿Lo quieres más claro aún?
Los cristianos verdaderos tienen un solo Dios y lo tienen dentro, tienen dentro el reino
de Dios, y no hay criatura de origen humano que medie entre Dios y los hombres.
Entendámonos, para mediar entre Dios y el hombre hay que ser mitad Dios y mitad
hombre y eso solo lo alcanzó Jesús de Nazaret, porque él vino de arriba, no subió de
abajo, no subió de un vientre simplemente, primero vino de arriba y calló abajo en un
vientre terrenal de una mujer llamada María por obra y por la gracia del Espíritu Santo,
María nunca subió al cielo un jueves, como subió su hijo que se fue en el cuerpo de
carne con que resucitó, solo Cristo ha podido subir así, pero aún ese cuerpo de carne
fue transformado en cuerpo de gloria, envuelto en la plenitud de la gloria de Su Padre.
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Solo Cristo que había bajado, era el único que podía volver a subir, María nunca bajó,
siempre estuvo abajo y hoy está en el cielo, no por ser virgen, porque luego José su
esposo la desfloró y ella parió cuatro hijos varones, más, las hijas que tuvo (Vea Mateo
13:55 VRV, 1960). María está en el cielo por el mérito de haber sido encontrada
agradable a los ojos de Dios, porque ella guardó los mandamientos y la ley que Dios dio
a Moisés; y luego de parir a Jesús y los otros hijos e hijas, siguió más fiel aún a La
Palabra y supo ser discípula de su hijo, defensora de los mandamientos de la ley de
Dios sobre todo, contra toda idolatría y adoración de dioses ajenos. Le desafío a
investigar si María adoró algún otro Dios que no fuera Jehová de los ejércitos.
Ser discípula -ella- de su propio hijo, la llevó al cielo, porque es la fe en Jesucristo lo
único que salva, no la fe en María, ella no es generadora de Fe, porque la Fe misma es
Jesús, que es la Resurrección y la Vida. La fe es lo único que agrada a Dios y quien la
porta es visto/a con buenos ojos por Dios y él, el Padre Celestial, le separa para su
reino.
Aparencialmente, Cristo es hombre, pero el espíritu que tenía dentro cuando estuvo en
la tierra era el Espíritu Santo ¡Gran Misterio: el mismo Espíritu que Cristo tenía dentro
fue el que lo engendró en María!, tal cual lo anunció el ángel Gabriel. Ese mismo Cristo
que luego de resucitar fue tocado en el costado manando de allí agua y sangre cuando
Tomás lo palpó. Tomás no creía que ese Cristo resucitado era de carne ya, sino un
espíritu, igual creyeron los otros diez, porque ya Judas Iscariote no estaba entre ellos,
era hijo de perdición y como tal se suicidó. Cristo le demostró no al simple Tomás, sino
a Satanás mismo que él podía hacer con su cuerpo lo que él quisiera hacer.
El mediador entre Dios y los hombres no puede ser un árbrito nacido de hombre y de
mujer; en cambio en las religiones siempre un humano legendario o de supuestas
grandes dotes de bondad y/o profundidad filosófica, se constituye en ese puente
comunicativo y administrador de las bondades del Señor y sus hijos; son falsos
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intermediarios entre el hombre y Dios. El cristiano verdadero TIENE una guía eterna
que viene de lo alto: La Biblia, pues es el Espíritu Santo el que revela. El religioso CREE
TENERLA, pero ciertamente quien le revela al religioso es Belcebú, que el Señor lo
reprenda, porque el Santo Espíritu no se acerca a los idólatras, ni vive en ellos.
3. Son los hechos los que hablan.
Una cosa es con viola y otra es con violín o violoncello. Lo aparente o lo parecido es
solo eso, más lo auténtico, lo genuino tiene sello imborrable, tiene perfil distintivo,
tiene una identidad que lo conecta, lo enlaza a su creador. Lo mismo pasa con el
cristiano verdadero, tiene el sello de la santidad de Dios, tiene identidad celestial, tiene
marca, no sello de bestia, sino sello divino, el cual es invisible a los ojos mundanos.
Un verdadero cristiano podría entenderse así. “Entre mil, uno; y entre cien ninguno”.
Siempre un cristiano que vive el evangelio es único, solo semejante entre sus pares que
tienen el mismo sello. Este es un juicio similar a “Muchos serán los llamados, pero
pocos los escogidos” Muchos son los creyentes, pocos los discípulos, pocos los fieles,
que no fornican con otros dioses, como lo hace la Gran Ramera, Babilonia la Grande.
Cualquiera parece, pero no todo el que parece, es. Para ser y no parecer, hay que
tener legitimidad de sustancia, de esencia y de estancia. No todo cuanto brilla es oro,
dice un adagio popular con mucha certeza. El oro verdadero soporta toda prueba, pasa
por el fuego y en vez de destruirse se dora más profundamente y con mayor intensidad
de brillo. Asimismo, todo el mundo quiere que le llamen hijo de Dios; todo el mundo se
cree hijo de Dios y en principio, todos lo somos; pero nadie puede SER estrictus sensu,
si no es llamado por Dios para serlo. Dios es quien llama a sus hijos y el que tiene oídos
oye y obedece.
Entre usted a la piedra del sacrificio a inmolarse, por amor a Cristo. No todos somos
hijos de Dios, bien delineado el concepto, pues para serlo hay que servirle a él como
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nuestro Único Señor. La única Roca firme, donde asirnos. La única fuente donde
abrevar de su justicia y de su piedad. Hay que dejar de parecer, para ser; ¿sabe usted
para qué? PARA NO PERECER.
Todo el mundo quiere la unción del Santo y Fuerte de Israel, Jehová Dios de los
ejércitos, el padre celestial de Cristo; pero muy pocos quieren pagar el precio de la
unción y su alto costo, tanto en el plano espiritual como en el natural o físico. Ser o no
ser hijo y seguidor de Cristo, es el otro dilema.
4. ¿Quiénes son los verdaderos hijos de Dios?
Hasta los demonios esencialmente son hijos de Dios, y Satanás mismo (que el Señor los
reprenda a todos), porque fueron creados por Dios cuando no les había surgido a ellos
la maldad.
Dentro de los 7 millardos de personas en el mundo de seguro que más del 70% cree
que “alguien” extremadamente superior existe gobernando el universo, sosteniéndolo,
vivificándolo. Dios existe, pero no conocen a su hijo Jesucristo, ni aspiran a seguirlo,
porque Jesús es demasiado exigente, demasiado duro, demasiado fuerte, exige
demasiados sacrificios; pues, así es. Para seguir al León de la Tribu de Judá hay que
tener bien puestas todas las vísceras, todo cuando cuelgue; a éste no lo pueden seguir
los pusilánimes, la gente con flojera no; ni los cobardes. Cristo solo es Dios de valientes.
No es un Dios de ñoños, ni de “mariquitas con su escobita”. Es un Dios para hombres
humildes, rectos, sin orgullo personal, pero firmes en la fe y en el amor al prójimo. Con
sed de trabajar a tiempo y fuera de tiempo, para ganar almas y entregárselas a Cristo.
El Hijo del hombre, Jesús, es para hombres que tienen corazón de león; hombres y
mujeres con garras y con fe ciega en el que sana y salva. Cristo tiene pisada firme y
camina seguro haciendo temblar con el peso de su gloria todo terreno donde planta
sus pies. Cristo no se detiene, y son millones los que le han seguido pero se han
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cansado en el Camino y no han podido, ni podrán alcanzar el galardón que trae Jesús
de Nazaret consigo, porque se rinden y quedan tirados allí, aunque Jesús les extienda la
mano, prefieren quedarse derrotados.
Los que no son hijos auténticos de Cristo, deciden no seguir atravesando los desiertos
mil; porque no tienen fuerza espiritual suficiente y deciden echarse a perder antes que
seguir. No todos califican para seguirle a él, cargando su propia cruz, porque en verdad
pesa profusamente. ¡Cuánto pesa a muchos el dejar de ser idólatras empedernidos de
muñecos muertos! Idólatras de sí mismos; dejar de ser fornicadores y traidores a Dios,
cuánto les pesa! ¡Cuánto les pesa dejar de mentir, de hurtar y robar! ¡Cuánto les duele
abandonar la lascivia y la concupiscencia, los ritos y ceremonias! ¡Cuánto les pesa no
poder dejar la bebentina y el gozo terrenal! Por eso es que no llegan a dónde Jesús le
marca metas, nunca podrán alcanzarla, a menos que se arrepienten.
5. Los hermanos separados.
Los cristianos que viven el Evangelio, que es la única doctrina que Cristo trajo a la
tierra, ciertamente estamos separados de los religiosos católicos. Son ellos que nos
llaman “hermanos separados”. Y NO SOMOS HERMNAOS, SEPARADOS SÍ. Porque para
ser hermano hay que llevar la misma sangre celestial y nuestra sangre nos grita que hay
un solo Dios que no comparte su gloria con nadie, ni con María, ni con el papa, ni con
religioso alguno que tenga prestigio espiritual en la tierra. Vivir el Evangelio de Cristo,
es guardar los mandamientos y tener dentro el reino de Dios.
El que sigue a Cristo, no puede tener otro Dios, no puede ver hacia los lados y
encontrarse “lindos y preciosos” o “todopoderosos” otros dioses e ídolos, porque
Cristo solo sabe mirar derecho y hacia delante. Como mismo hizo Josué y su ejército,
que no torcieron ni a izquierda ni a derecha. Cristo no sabe torcerse y los que le siguen
tampoco pueden desviarse, por una sola razón: Cristo mismo, él, es el Camino. ¿El
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Camino a qué o hacia qué? El camino a la gloria eterna, al disfrute por siempre del gozo
de su presencia en su trono, el camino hacia la infinitud.
Un religioso es un creyente confundido entre Dios y dioses ajenos. Una persona que
cree que Dios es solo bueno, olvidando de que Dios también es fuego consumidor.
Un cristiano vive el evangelio día a día, está norteado por La Palabra, la que reconoce
venida del mismo trono de Dios. Un cristiano es algo más que un creyente, es un
discípulo, o al menos, se esfuerza en ser discípulo, que significa i m i t a d o r de Jesús el
Cristo. Todo discípulo tiene disciplina, de ahí viene el nombre. Un cristiano es una
persona espiritual. Un cristiano curtido en la fe solo confía y adora, alaba a su único
Dios que se llama Jesucristo.
El que es cristiano sabe que Dios es más que bueno, sabe que Dios no es solo amor.
Dios es fuego consumidor que también sabe enviar maldiciones desde el cielo. Un Dios
que bendice, pero que también maldice sobre todo a los idólatras; porque toda
idolatría es abominable a Jehová Dios; El que es cristiano, discípulo de Jesús le ha
preparado su casa (su cuerpo) para que Dios viva dentro de él, no fuera. Mire aquí una
prueba más de la religiosidad de usted. Usted pensaba que Dios no maldecía y Dios sí
maldice, pero solo a los que lo traicionan.
6. Deje de ser religioso, conviértase a Cristo. Sígale.
Un religioso es una persona espiritista, llámese católico, musulmán, bahaista, budista,
Kundalini, Rosacruz, Francmasón, como quiera que se llame. No es lo mismo ser
cristiano que ser religioso.
Le invito, pues, a que abandone el tren de la mentira y se monte en la nave de la
Verdad. Arrepiéntase de toda religión y entre al Camino, a la Senda Antigua que se
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llama Jesucristo. Por fin llámese y deje que alguien le llame CRISTIANO/A, siendo
verdaderamente hijo de Dios y hermano en Cristo.
Por último enfatizamos las diferencias pragmáticas entre el cristiano auténtico y el
religioso.
7. Tabla diferencial del Cristiano Vs. Religioso.
Cristiano auténtico Religioso/Ateo
1-Siempre porta su arma de reglamento de 66 tiros y la lee con frecuencia.
1-Nunca, o casi nunca, usa ni tiene Biblia encima.
2. Exhibe con amor y orgullo su Biblia. 2. Exhibe con orgullo cualquier otro libro, nunca la Biblia.
3-El Espíritu de Dios le brota del interior. 3- El Espíritu Santo no se manifiesta desde su interior.
4-Predica la Palabra de Dios con denuedo. 4- Nunca, o casi nunca predica la Palabra, antes bien se burla de ella.
5-Sustenta la prédica de La Palabra con su testimonio de vida.
5. Su testimonio desdice la profesión de su fe.
6. Nunca se avergüenza del Evangelio. 6. Considera ridículo predicar la palabra. 7-Reconoce a Jehová a Dios, y conoce a Jesucristo con todos sus nombres de Dios.
7- Nunca llama Jehová a Dios y tampoco sabe los nombres de Dios.
8-Rinde culto a Dios más de una vez al día y los 7 días de la semana.
8. Solo rinde culto a su Dios o sus dioses un día a la semana, o tal vez dos.
9-Ama a Dios con toda su alma, con toda su mente y corazón y por sobre todas las cosas.
9-Solo ama a Dios con algunas partes de sí, con las que le convienen.
10-Cree sin ver, no necesita ver para creer. 10-Necesita ver para creer y hasta palpar.
11-Pacta con Dios y le cumple. 11-No hace pacto con Dios, sino con “los santos” o falsos dioses.
12-Cree que Dios siempre cumple las promesas sin intermediario/a.
12-Cree que para que las promesas o bendiciones de Dios desciendan o se cumplan tiene que haber intermediario/a.
13-No reconocen a Cristo (El Verbo) como pre-existente, junto a Dios y al Espíritu Santo.
13-Equiparan a Cristo con otros dioses. O creen que simplemente fue un hombre.
14-Aunque pueda dudar, se arriesga a creer lo que Dios ha prometido.
14-Dudan que Cristo portó dentro de sí al Espíritu Santo y que es Jehová Dios.
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15-Se esfuerza en amar a su prójimo como a sí mismo.
15-Es más filántropo que honesto al amar a los demás.
Finalmente, venga y ahora cierre sus ojos, inicie en este momento la siguiente oración de arrepentimiento conmigo, repitiendo en voz alta lo escrito en mayúsculas: PADRE SANTO, HOY ME PRESENTO DELANTE DE TI, RECONOCIENDO QUE JESÚS DE NAZARET ES TU ÚNICO HIJO, RECONOZCO QUE SOLO EN CRISTO HAY SALVACIÓN, POR TANTO, TE PIDO PERDÓN POR TODOS MIS PECADOS OCULTOS Y CONOCIDOS. PERDÓNAME DIOS PADRE; INSCRIBE MI NOMBRE EN EL LIBRO DE LA VIDA EN TU LIBRO DE ORO, Y NO ME BORRES DE ALLÍ. AYÚDAME SEÑOR A SEGUIRTE TODOS LOS DÍAS DE MI VIDA. PORQUE HOY TE RECIBO JESÚS EN MI CORAZÓN PARA SIEMPRE. HOY YO RENUNCIO A LA SANTERÍA, A LA MALDAD, Y AL PECADO TAMBIÉN. AYÚDAME SEÑOR PORQUE HOY RENUNCIO A TODO PACTO QUE SE HAYA HECHO CONMIGO EN EL MUNDO DE LAS TINIEBLAS, HOY RENUNCIO A SATANÁS EL DIABLO Y TE RECIBO SOLO A TI JESUCRISTO EN MI ALMA, MI CUERPO Y MI ESPÍRITU. GRACIAS SEÑOR, EN EL NOMBRE DE JESÚS. AMÉN. P.D. Visite luego, Y NO TARDE EN HACERLO, una iglesia verdaderamente cristiana donde se predique y se viva el Evangelio de Cristo, donde se le alaba y adora con amor sincero, y verá que sanará de todas sus enfermedades, y todas sus dolencias, junto a los suyos. ¡Amén! ¡Amén! Contactos:
1) Ministerio Revelación y Poder, iglesia de Jesucristo: www.revelacionypoder.es.tl 2) 1(829) 837-4387 3) Facebook: Milciades Frías Jiménez 4) [email protected]