SEMANARIO SOCIAL - Texas State University

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SEMANARIO SOCIAL San Antonio, q exas MAlJO 17 DE 1925 PRECIO, 5 CENTS.

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SEMANARIO SOCIAL San Antonio, q exas

MAlJO 17 DE 1925 PRECIO, 5 CENTS.

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DIRECTORIO MEDICO

Dr.,;Cerna~ David ·7 i 9 Peck Ave.

Dr~ Palomo, Valeriano 7 I 7 S. Pecos St.

Dr. Urrutia, Aureliano Broadway 420

Dr . . Wynelten, H. O.

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Moore Bldg.

LAS DOCTRIN AS DE '' HUMO'' SERAN ' SOSTENIDAS EN LA . SECCION '' NUES-

TROS. ,PROEMIOS", Y EN LOS ARTICU­

LOS FIRM4-D?S POR NUESTROS DIREC­

TORES. NO NOS HACEMOS SOLIDARIOS

DE LAS IDEAS DE NtTESTROS COLABO­

RADORES Y SI TENDRAN CABIDA EN

ESTAS P.AGINAS HASTA LAS MAS EN­

.CONTRADAS EXTERIORIZACIONES DEL

P!J~SAMI~N'TO NOBLE. '' HUMO'' SOS­

TENDRA SIEMPRE LA MAS COMPLETA

LIBERTAD DE PENSAMIENTO.

<coflservatofio ·Bach '. I <

Director Prof]. A. PA] ARES

. ,' ,. 9 I 5 W. Houston St .

{J. primera institucion 1fus£ca! en el

cstado de 'le'x~s

HUMO

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1 LA Aq~~r~tm::D~ F~NARALES ~ ~1[ 'Participa a! pub.'ico la a} quisicion de la nue0ua AM BU LA NCI /l l.:P,!~; ] , "CA DI LLd (;", cu_y o interi~·r ap arece en est a pagina. __. Su Jina . I } elegante cor.struccion es propia ur;,icamente de nuestro equipo "C.d-~~l1 ·1· DI LLA C". -- Su mare ha suare y comfort es tan adecuados para el jli

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HUMO

Reservado para

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ES EL RESTORAN PREFERIDO POR TO­

DOS LOS MEXICANOS DE BUEN GUSTO.

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VEZ, LO SEGUIRA HACIENDO SIEMPRE

CON NOSOTROS 0 EN SU HOGAR

IHI llJ M (()) Editor Gerente

ALBINO VILLAREAL, Jr. Director Literario

CONRADO ESPI OSA Director Artlstico

PEDRO MARTINEZ

Torno I. SAN ANTONIO, Tex., mayo 17 de 1925 Num. 3 -- ~-- ~-==-~ ~=============

Nuestros PrOernios MEXICO

Conrado Espinosa

SE.N"T·IMOS a la Patria eon totlo el fervor que nos prest.a el sabernos una manifesta.cion de ella; p 2ro pensamos en la Patria, con to­da la crudeza que imponen sus males y el an­helo de remediar:os.

Por el sentimiento, somos sus panegiristas e:'tlidos; so mos, por el pensamiento, una admo­nition.

Y, pensando y siuticndo, cre omos en la Pa­tria. Yi nos "'embriaga su vision d e rique­zas naturales, decantadas a tanto prcgonarlas y destrozada.s por nuestra desgracia, ni nos a.­medrenta su estado caotico.

Mexico, es el pais d e nuiiana, y en pais, vinculamos a la tierra y a los hombres. Nada importa qu e se levanten colosos amenaza.ntes, nada que Jn rcvolucion destroce, nada que mu­chos mexicanos, sufricndo la desviacion del siglo, el ap:anamiento de esta .epoca gloriosa, ed1en a flote todas sus mis erias.

A mayor fuerza en la borrasca, mayor pu­iificaci6n en el ambi1: nte y asi, de ese Mexi­<:o sangriento, ustorio, apocaliptico, surgir{t el l\fexi<:o levantado y activo, que finque, en epocas nnevas, nuevas ansias y esp : ranzas humanas.

Todo ho111b1·e de consciencia. completa, todo mexieano que sepa sentir verdad1eramente su personalidad de tal, debe echarse a la iucha. Hay quc ir a la brega con la pala.bra o con la accion, combatir fuerte, dilucidar todas las causas del dolor nuestro y buscar su cura radical con p1ena bucna fe.

Es una m entira, una vision trasnochada, creer que el triunfo se hizo para los perver­sos ; creer q.ue la humanidad ~s comercio puro y campo donde vive mejor quien mejor explo-

ta la ineptituc1 de SUS semejantes. N 0 ! El e­xito de los apetitos, la heca tom be que sufri­mos actualmente todos los hombres de todos los pueblos, es una peste que va cebando a los vicios para llevarlos al matadero. Es el actual, un mom•2nto de liquidacion para la piara, cuya irrupcio1~ a los campos humanos dcbe terminar en breve.

E sta epoca bmgucsa y fiofia, donde por ju­Yentud se tiene un hato de menguados, igno­rnntes de toclo gesto viril y red en tor; donde por prudcncia sie en troniza la cazurreria de los impotcntes; donde el oro es tara. para las Yirtudes y para 1os vicios; donde la palabra se prostituye y se llama valiente al asesino y l OtLrado al ladr6n que pudo imponer con '-U S }'l1fios el mietlo a los cobardes; donde la iey suiele ayuntar con la canalla, entro en li­quiclaci6n eon la matanza mundial de 1914 y aL01 a se incuba el resurgimiento d e nueva e-b if1 humana; mas justa, mas piadosa, mas to 11scifnte.

Y Mexico, esa nuestra Patria escarnecida por propios y extrafios, Yilip:endiada __ hasta por quienes han mamado de sus senos, surgi­r5. al nue,·o concierto de los pueblos porque ti ,:·ne tierras y entrafias de 01'0 y, porque mas ql<c eso, tiene once millones de indigenas que sc-11 m<ltcria de refuerzo hasta ahora en guar­cla y tien e algunos millones de mestizos que se fusionar{m co11 los prim eros para dejar de "ii< r rehaiio . y convertirse en hombres.

El tiempo es escultot sublime. Que exista la masa, · y ya se modclara la estatua. Por ello, so~o importa una cosa: que los mexica­nos e--istan. Analfabetos, incultos, p ero e-

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HUMO

El ffiomento Local EL CONSULADO DE MEXICO Y LOS

M.EXICANOS

Un bello saludo

E l Sr. D . A1ejandro P . Carrillo, Consul Ge­nernJ de Mexico en esta j urisdiccion, dirigio el doce de los corricntes un bello saludo, por radio, a todos los compatriottls que radican en este p ~1 is, especiaJmente a los de Texas y Oklahoma, asi como a las personas en gene­ra 1 que ha bla n la lengua n uestra.

En sintesis, cl Sr. Carrillo dio a conoc er la,

excc~ente acogidn que le ha sido dispensada en S:rn Antonio y en su j urisdiccion consu­lar en genernl, tanto por las autoridndes ci­Yiles, como por Jas militares y los hombres de representacion. T uvo especiales frases de reconocimiento para la Camara de Comer­cio de San Antonio, para el Sr. Mayor To­bin y pna la Sm . Gobernadora del Estado asi eomo pnra el Sr. Ferguson.

Despues de algunos periodos de su cliscurso dcdicados a esbozar la amistad quc actual­m 2nte unc a los pueb'.os norteamericano y me­ximnno, asi como a sus gobiernos, ha bl6 so­bre la t cnea realizacla por el Consulado a su eargo en bien de nuestrns compatriotas, de­dicando buen espacio a la Cruz Azul Mexica­na, ins ti t uci6n por la cual manifiesta mi gran cariiio y en cuyo porvenir conffo plenamente.

El Sr. C'anil:o di6 a quien Es le esl'ucha­ban una grata sorpresa: la avanzada tarea prn Hospital de la Cruz Azul Mexicana, insti-

ffiEXlCO xistirnos r·orno pu0blo y esb condil'i6n nos a­scgurn el porvenir.

El n lejnmi en to de est a c-ultura bestializn n­te que hoy por hoy d .: s:umbra a los t· . -.'rt os. nos ha s ~llY n do de enrolarnos en tre lo (·i.tcl[iYercs el f.' mnfiana y si toclos :os p!1e­i1I 1& ti enen quc sufrir re:.,cciones terribles pa­ra purifi(·ar su organimo y poder persistir, Lts Huc.strn.s serfrn m£1s rtipidas y m{1s fi:·mes: somos jon'nes.

Pe y aclcltrnte! A f~n c a1· una Patria doncle el lJ..ill s2n cl: quien lo trnbaje, d c1 ncle la piedacl sea amor:)sa y eficiente p:·otecci6n humana y rlonclcJ sobrc la i·calidacl de un bienestar mat ?­rin l lograclo a f u erza de honraclez, se pl'encla b cimera de m1a flama idealista, redentor<l y pura .

tud6n que, como hemos clicho en Yeces ante­riores, se cledicarft a brinclar sa lud y descan­so a los compntriotas que lo hayan menes­ter, abriendo sus pu erbs especialmente para los raclicados en Texas y Oklahoma.

El Sr. Consul Carrillo tiene yerdadero ca­rifio por Lt obra del refcriclo Hospital, cree en su realizaci6n con tocla la fuerza que presta unn idea bien cim entada y justa y sabe que esU1 con ei y con la Cruz Azul, nues­tra colonia en masa, pu es nunca como ahora sc le ha bia brindaclo mejor oportunidad para desborclar sus sentimicntos altrui ta ·.

El discurso del Sr. Carrillo, fue el broche de oroJ usan<l.o el d : cir consagraclo, eon el cual sc c:err6 un be:lo programa efec:tuado en la Estacion Difusora de Radio "\V 0 A I", inaugurncla en tal forma el din que se indi­ca. Los numeros restant cs de~ programa de inauguracion fueron de primera ealidacl, pues tomuon parte reputaclas personaliclades ar­tif'ticas, entre las que figu1 aron los miembros de la Orquesta ''Bach'', dirigida por el r.

Prof . J . A . Pajares y un selecto grupo orgrrni­zado por Mrs . Sat Goldsmith.

LA TAHEA DE TODO,'

Xo podriamos llamu de otra manera a la lucha que 110 ha brindaclo el Centro Ejecu­tivo de la Tercera Division de la Cruz Azul Mexieana, prcsicliclo por el • 'r . 6nsul Gral. D. Alejandro P. Carrillo y que ce refier·..> na­da menos qu 2 a la tonstrucci6H cle un Hospi­tal, en San A11toaio, cleclicado exclusivamen-tc a la atencion de :os mexic:anos.

Y esta tareaJ que acogemos cLsde luego eo­mo propiaJ se presenta cloulem 2nte benefica, pues aclem£1s cle hacer una labor altruista e ingente, se d esnro:la por m.clio de festiva les que clan lustre a nuestra c:olonia y la impul­rnn hatia su m ejornmiento cultural.

El pr6xirno jueves 21 de los eonientes, en el Tcatro '' :N"acional' ', clar(1 prin<:ipio esa brega a1 tistica pro Hospibl y pro Cultura, llev{mclos.2 a escena el soberbio drama de San tiago Rusifiol, ''El Mistico '' y un gracioso sainete de C'ah·acho: "Para l\.Ientir, Las ::\f u ­jercs' '. Esta Yelada se cubridt aclemi'ts con selectos y variado3 numeros, debiendo to mar parte las Sritas. Zenaida J ohnson, Esth er M o­ran, Ma . Fca . Villasana, Elena Ga r cia, R o­rn a.11a Mendoza, Alicia Garc ia y los Sres. J. G. Martin ez, Fran cisco Rivera, Fco.. R odri­

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II"GMO

guez1 Alfonso Perales, Pedro Ibarra, Edmun­do rrorrescano y Adolfo Moran. Los Profeso­res Sri ta. Beatriz C. Riley y Sr. Baldomero Sanchez, toman partc activa en el festival de rcfaellcia qu ~ sera presicliclo por el Sr. C6u:ml D. A~ejandro P. Carrillo y por el Sr. Jes us Franco, Fundaclor y Organizaclor Gral. de la Cruz Azul.

Hay un gran cntusiasmo por concurrir a es­ta Yelada y de seguro va a ser una de las me­jores fiestas que iiu estra colonia registre en el preseute mes. En nuestro numero pr6ximo <lnrcrnos ampEa cr6nica de ella.

S.tbemos quo se preparan nuevas obras t ea-1.raks para fi est:is ( Ubsccuentes y un distin­guido amigo nuestro, s ? gun rumores ciertos quo han Eegado a nosotros, termin6 ya un be­llo drnma netament 2 mexicano, cl cual posi­l1:c111 ~· nt~ sea estrcnado a b : nefi<:io del Hos­p~ta~ de la Cruz Azul.

SAX AXTOXIO C'IVlC'O

COX el prin<:ipio de b semaua, San An­tonio fue a las urnas clectorales para cli1u­«i<lar en mauos de quien d ejaba las riendas de su GobL:- rno.

La elecc-i6n fue pacific.a en su generalidad, apenas si un accidente puso b nota de obser­vac-ion . s y los eiudadanos sanantonianos re­frendaron su confianza ~ll Sr. John W. Tobin quicn coutinuar[t el nu 2vo periodo como Ma­yor de la Ciuclad , asi (·omo a los <:uatro Co­misio1udos que hae cu el C'oncejo Munirip;1l y <'uyos 11 ombres 011:

Frank II. Bu~hi<:k; Impuestos. Paul Stef­fler; Calles. Hay Lambert, Parques. Phi11 II. Wright, Polida y Bomberos.

A de cir ve1 dad, 8 :rn Antonio ha obrado c-on gran cordura al '• - rificar e ta reelecci6n. C:lda uno de lo expresados Ciudad:rno ha <:umpliclo como bueno y asi la Ciudacl d e· la ''blue bonnets'' ticne mejores calles, bello parques, impuestos moderados y po1icia ' efi­(·ie11 te. Los trahajos que s e cjecutan actual­mcnt' y para los cua:es h'ly un presupuesto de mas d 2 c-uatro m~llones de d6lar es, dejaran a S.rn Antonio a salvo de inundaciones, le ~~segurar{m mejor salubridad publica y m[ls bell cz::i..

Los mexicanos debemos tambien recono­cimiento sincero a bs autoridades hoy re­c~ectas y si el Sr. Mayor Tobin ha sabido po­nerse a la altura de su deb er procurando en­tcnd2rnos y haciendose entend er de nosotros como sincern y lea l, cl 81-. Lambert ha impul-

te, tcl·mina ya la magnifica alberca. mexica­na situada en el cruzamiento de la.s calles Matamoros y Frio y el resto de sus colegas no le han ido n zaga respecto a sus entende­rcs propios.

Qu ~ "la C'iudad mas grande del Esta do mas grande clel Pais mas grande del g1obo' ', c-omo di<:en ll enos de satisfacci6n los nativos, progrese en este IIuevo periodo con mas segu­ridad y amplitud mayor y que, nosotros los mexic:rnos huespedes de San Antonio, poda­mos d 2cir maiiana que hemos aprendido y mu­cho y bueno de los hoy r eelectos, que hemos tenido siempre su actuaci6n justa hacia noso­tros y que llevemos a nuestra ti erra un grato recuerdo de su labor como Jefes d e es­te c:onglomerado social en cuyo seno vivimos.

ONOMASTICO

La familia Silva di6 una recepci6n el diez de los corrien tes para. festejar el onomastico de la Srita. Eva Silva, motivo por el cual se nunieron las amistades de la familia hacien- , do una d elic:iosa velada intima, que ten!1in6 r-. a las doce de la noch 2. La Sra. Rosa Silva de Luna y la Srita. Consuelo Silva, hermanas de ]a festejada, ayudaron a esta a hacer los honores de la casa. y una buena orquesta _ d!6 pa bulo para que sc bailara y s derroc hara junnil alegrfo.

Queri :' ndo evadir om1s1ones involuntarias, nos prinunos de dnr los nombres de los con­currentes quienes, altamente comp1acidos por las finezas de qu e fueran objeto, dejaron con tristeza la residencia Silva, 4J 6 Crosby St.

La Srita. E,·a r ecibi6 multiples parahienes y sinc-cros deseos porque su vida se prolongue en la prirn:lvera f1orida que actualment e goz::i..

.. MARIO PEDROZA DE LA CRUZ

FOTOGRAFO

EsPecialidad -en trabajos a dom icilio Llame al tel. Tr. 1794-J

EN TODO HOGAR DONDE SE LEA ES­

PA.NOL, DEBE RECIBIRSE '' HUMO''

''HUMO'' TENDRA QUE SER UN SE­

MAN A~IO DE PRI_MERA CLASE EN

CUALQUIER PARTE

sado la mejoria del barrio mexicano del Oes- SUBSCRIBASE HOY MISMO A 'HUMO', -5-

HUMO

EL SUCESO EUROPEO AILJEMANJIA

VON HINDEMBURG, PRESIDENTE DE ALEMAN IA

ALEMANIA, c~ imp 2rio que sofiara repetir la hazaiia de ScMrn para conquistar al mun­do, que cny6 bnjo la potencia de los a liados en la terrible conflagraci6n de 1914, que su­po levantarse d e la mas grande de las mise­rias hasta ser un nuevo contendi·e nte en la lucha comercial, que tiene en su seno los re­sa bios mas fuertes de la a utoridad por De­r echo Diviuo y las corriente£ m{is vigorosas de la actual renovaci6n econ6mica d·e l mun­do; A~emania, la patria de Carlos Marx y de

Guillermo II, ha cerraclo cl primer lustro de su lud1a nueva con la elecci6n del ::Marisc:d Von Hindenburg para la Presideneia de su

[mp erial R 2p6.1Jlica. Al llegar t'l Primer Mngistrado a Berlin,

cuenL,n los cahles, era la ('iudad un mar t,e 1J:111clcras monflrquicas, repuh:icanas y socia­listas, cl ftguila bic{tpite aleteaba junto al pafio clemon1tticam ,' nte franjeado y junto a aquel qu,' , rojo y 11egro, encierra el mister:o mundial de maiiana. Ese acto del p teblo a­lem{rn, del culto y previsor pueblo :dem{111, es sin duda a:gu11a destoncertanL: para el mun­do cntero. La reacci6n que en 'll interior de aquel pais se juzgaria ell• retroeeso mortal, p:iede presentarse en e: eoncierto o deseon­eierto mundial eomo rcaeei6n hada la fuer­

za dominaclora. Los Gobiernos aliaclos tieuen un prob"ema

en Ui11de11lnug y con dlos lo tenemos todos los hombres. Vueh·e el hori;::ontl' a ser enor-rne interrogaci6n roja ....... .

Las pa la bras lL~l nu•. vo m:rnd:. tario son d.: p:tz, de trah:1jo, de progreso y evolution ,jus­ta11, pero el nuevo mandutario es veterano <le la Guerra, fue cl brazo dereeho de Gu~llerrno II y I:eva soln :> la test a cl taseo prusianu.

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HUMO

Los Poetas Consagrados de la Raza

J 0 § JE A§1UNCJION §JIJLVA

SERENATA

L 3' call.t: e -:: ta decie~-ta ; la noche fria ; velada por las nube:s pasa la luna ; arriba e;;ta c?rrad3. ~.a. c2losia, y las notas vibrantes, una por una,, suenan cuando los ded.os f uertes y agiles, m'ent ras la voz que canta, ternuras narra, hacEIIl 1que vib'.ren las cw:rd1s fragiles de la guitarra.

La oolle esta desierta; la noche fria ; una nube borrosa tap6 la luna; arriba esta cerrada la celosia y se apagan ~a notas una por una.

Tal vez la serenata con su ruido busca una alma. de niiia que ama y espera, como buscan aleros donde hacer nido las golondrinas pardas en primavera.

La caUe esta desierta; la noche fria ; en un f;<f' pacio claro bri116 b luna ; arriba ya esta abierta la celoRla y se apagan las notas una por una.

El cantor con los dedos fuertes y agiles, de la vieja ventana se asi6 a la barra y dan como un geinido las cuerdas fragiles de la guitarra.

EL SR. CONSUL GENERAL DE MEXlCO HONRA A '' HUMO ' ' CON FRA "JES -

DE ALIENTO

El Sr. D. Alejandro P . Carrillo, Consul Ge­J!eral de nu estro pais en San· Antoniu, ha a­Yaloraclo el C'sfuerzo que representa HUMO y, con la sincericlad y discreeion que le ca­nieteriza, se ha servido dirigirnos las siguien­tes frnses de aliento, en carta qu e copiamos intcgra:

1 1 San Antonio , Texas, Mayo 12 cle 1925.­Sr. don Conrado Espinosa, Director de '

1 Ilumo ' '.-Presentc. Muy est imado amigo : He Yisto ton agraclo que ha podido usted

editar el segm1do numero de su interesan t e Magazine'. Oja1£l puedan ust edes orientarlo· por la Yia que ta n justamente desean; esto cs : que ll C'v c a los hogares de n uestros com­patriotas, princ-ipalmente a los que so cncuen­han en los Estaclos U11iclos de America, las doctrinas de cultu ra, uni on y patriotismo, las que en mi concept o dehen ser la nor ma d e toclo hucn rn ex i('ano.

Dcseandoles un ('O mp:cto exito en SUS trn­bajos, quedo a sus 6rdenes como su afrn o., a ­n:i igo atto . y S. S.-A. P . CARRILL O. ''

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Jl CM 0

EL SUCESO ·EN MEYlCO Tempestades en un vaso de aQua

(Desd·z la Ciudad de Mexico) Por Martin

E . Sr. Preside1;1te Calles

CGF~X'l1AX quc mu 11ina histel'ita, lle 11om­ul'c de miel y de ahok11go azul,· la Srita. :Ma­ria Luisa J il uregui1 lleYa11c10 un rnmo clc ro­sas rojns 1fue una \'CZ y otra y una terel'ra, al Yiejo palaeio cl: los Virreye3, par:L ....... . parn as esi11ar al C'. Presiclente de la Republi­ta. X ada m!1s.

Pero la niiia de nombl'e etc miel y de abo­kngo azul, ton su r;.mo de rosas roj:1s, no poclia sci· asesina y, en un rapto de anep~nti­mie11to, confes6 su intention insana y r2ve­lo los norn hr 2s de sus instigadores.

1-)e asegurn quc el eomp~ot fue tramado cn s:1nistias, que la vida del Prim.r M:1gistrn.­do lk la Hcpu bliea cstuYo e11 serio peligro y <1ue, la 1iiiia de 11omlHe de miel y d.:- abolen-go :izul, est:t loea ....... .

El Prcsiclcnte Ca~lcs, no obsta11t2 la frus­trada amenaza, se muestra opt:mista y firm~

y a seguran sus ayudantes que no habr{1 en to­clo esto m{ts manchas rojas que las rosas. Que sea asi !

Especial para IIUMO

El Chamizal

Otra yez La Fleur, las eonfercncias inter­nacionales y los pensares exaltados. El a­sunto del Chamizal nielve ''al tapcte de la discusi6n'' y ahora sera en El Paso _cloncle SC

combata, diplomilticamente s2 enticnde, para dilucidar cste problema gue lleva aparcjados los Yiejos pero siempre fucrtes, intercscs ereados.

Estados l:'nido propon: tambio de tene­nos, h:1y desclP luego buena Yo:untad, 11exito tiene a su favor el laudo de LaFlcur y cl pc­m del mandato constitueional, la no enajena­ei6n cle territorio patrio, es detir, el prinl'i­pio cl: su autonomin.

Las eonfereneias prin<:ipia11 ya, el a unto p0ne puntos de interrogation en todos y to­('.os clesleimos nueHtrns (lesazcrnes e11 pu11tos suspen "i \'OS.

;_Que s · 1(1·? ;_C6mo rcoln'rlo? :-;olo la dio· sa eiega, toHFen·: ndo su ,-irginidad, podr:'1 ;iquil tar !os platillos \k esta halanza.

El Obi!'Opo de Huejut n

D. Jose dl' Jesus ~Ianriq:.iez y G{trate, 0-oispo clt' Iluejutla, Hgo., sue11a el ,·iejo t•a­ratol guerrPro de los huasteeas y lanza una <:irc:ular o edido epi~topal en dcmcle hay gri­tos de comliate y gritos cl~ p.iz tristiana en amalgama mi tanto difitil. El tisma cit>! Pa­triarea Perez calcka los (rnimos y unos piden la prisi{m i!llnediata del Prelado y otros alJo­gan por cl r 0 speto a l:t libertad de pcnsa­micnto. l~a pastoral tiene miga, entre sus m:llldatos LsU1 el siguicnte: "Xingun saePr­dote de nue ..: tro Obispado rodr{t propordonu· al Gcbierno pl:1nos, i11\"e11tarios o tualesquie­l'i• otras razones de los t. mplos gue est£m a su engo. '' Y bien, los templos son ck la na­e ion, la autoridad inmediata de los san'do­tes, dentro de su culto, es la episcopal, lo sa­bemos todos, y asi, nos resulta un nudo gor­(liano que no puecle sin duda algunn tajarsl'

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UUMO

PAGlNA MEDlCA Dra. VIRGINIA L. DEL VALLADO DE GONZALEZ

Gastroi-Enteritis en los nifi.os dura.nte la cria-n za.

Se ·d·esigna con cste nombre (gastro-enteri­tis) un conj unto de enfermedades de~. a.para to digestivo, que viene en los niiios durante la crianza y que comprende d'esde la digesL6n o ]a dispepi::ia mas · ligeras, hasta las mas gra­ves y violentas como el c6lera infantil.

La gastro-ente-ritis puede ser aguda. y pue­de ser cr6nica. Estas enfermedades causan en los nliios de tres o cuatro aii..:>s una caque­xia especial, descrita por Parrot con el nom­bre de atrepsia. y que se manifiesta por una palidez creciente y un decaimiento general, la cual conduce a la distrofia o raquitismo.

Gastro-Enteiiitis aguda.-En presencia de un niiio atacado de gastro-enteritis aguda, hay que investigar ' as causas de la enfermedad', las cualea son siempre irregularidades en la a­limentaci6n p ar su calidad o por su cantidad; teniendo distinta importancia este mal, segun el nifio ha sido criado. al pecha materno o por alimen taci6n artificial. Esta enfermedad es mas frecuen te en los nifios criados con bi b e­'O!}. Si se trata d'e un nifio criado al seno, las causas de la gast;-o-enteritis pueden ser: lo frecuentc de las mamadas, su irregulari· d'n<l, ·os recarg.:: s de alimentos, o bien cl es­tado de saJud de la nodriza. En el nifio cria-

ton la esp1da y pide la serenidad justa de to<los.

x x x Y con todo, desde el frustrado asesinato

presidencial hasta la pastoral de Huejutla, dcs<le el rebullir de pasiones hasta el indi­ferentismo inconsciente de muchos, todo, an­t6jasenos tempestades en un vaso de agua. Cierto que el vaso podrfa romperse, pero no se rompera, porque sus aguas acabaran por a­quietarse al saber que el recipiente en que han sido puestas, d ebe guardarse sin rajadu­ras y sin empafios. Debe ser siempre crista­lino y firme y todos, lo sabemos de cierto, es­taremos prestos para cumplir con ese princi· pio que entrafia nuestro existir.

Es1Peclal para HUMO

do nrtificialmente, su tubo digestivo esta siempre en estado de inminencia morbosa. La mortalidad por diarreas en los nifios, es tres o cuatro veces mas grande en los niiios c-ria­<llos con biber6n que la d·e los nifios criados al

seno. Es seguTamente el exceso de caseina en la

leche de vaca, comparada con la leche huma­na, lo que hace mas dificil la asimraci6n nu­tritiva en el primer caso para el >0rganismo d'e los nifios. Su coagulaci6n en el est6mago se hace en masa. El arreglo de una a1imenta· ci6n artificial es mas delicado que el arre­glo de la alimentaci6n al seno. Los efectos de las faltas cometidas &on temibles. La ali­mentaci6n artificial exige un trabajo diges­tivo mas fatigog.o que pone al niii·o en un es­tado de menor resistencia para la enferme­

dau. Al nifio criado con biber6n generalmente se

le Mt un exceso de alimentos y tiene una dis­pepsia latente; sus excrementos son muy p[1-lid·os, muy secos, muy olorosos, muy abun­dantes, si se comparan con los del nifi.o criado al seno. Esta digestion gastrica incompleta d'a Jugar a fennentaciones gastricas y a pu-

Sigue en la pagina 16

En v erdad que nos gusta echar canas al aire y divertirnos con juegos un tanto peli­grosos, pero tenemos ya alguna experiencia y cuidado ha br{t de no armar alborotos peli­grosos.

El Gobierno ofrece justicia y hay que to· marle la palabra y hacer que la cumpla; el asunto int2rnacional se solventara en un te­rreno limpio y · honroso y cismaticos y cat6-licos, haciendo honor a sus propias causas, acabaran por no rasgar la tunica del Cristo

y pol' convenir, con el hermano de Asis, en

que puede mas una gota de miel que un to­

nel de vinagre.

Oiudad de Mexico, mayo de 1925. -9-

encausar a cada dadcro carifi.o e

HUMO

la sema­Houston,

arrib6 a San Antonio el jue-

·ntcre:ante colaboraci6n que ten­on el pr6ximo numero

HUMO

(arlota EMPERATRIZ

Amalia DE MEXICO

Por Roque de Ox

Habremos de convenir en que, a pesar d'e los muchos lustros que se han vivido desde aquel momento tragico del Cerro de las Cam­panas, todavia esHi nuestro animo publie.J· ineapacitado para juzgar justamente a cada uno de los actores y autores tangibles de a­quella trage.d:ia. No pretendo por tanto dar a mis lectores de HUMO un juicio critico s o­bre la infeliz Cat Iota, ni hacer rectificacio­nes que no so11 del caso; solo me propongo dar una opinion sobre el sentir intimo de aquella pobre Princesa y, para ratificarla, termino mis cuartillas incertando dos cartas de Carlo­ta Amalia, las cuales he tomad'o de reciente publieaci6n qeu SC ha hecho de eJ'.as, p rimero en Paris y luego aqui en Mexico.

Estc quince de mayo hizo sesenta y ocho afi.: s, qeu las tropas de la Republica, al man­do del Oral. D. Mariano Esc.obedo, se posesio­naban de la Ciudad de Qu eretaro, ultimo. re­fugio del Emperador, ·despues, la tragedia final, la muerte lejos de los suyos y recibi-da con una entereza digna de su situacsi6n __ _

Pero, vamos a Car"ota: ~o crM, como se dice g eneralmente, en que

Carlota haya sido una mujer sedienta .d'.e am­biei6n, des 1umbrada p or el fausto d€ una rortc, cegada por la poscsi6n de una co: ona. Segu10 que aquel a mujer am6 todo eso, pe­l'O seguro tambien que tuvo un ideal noble

Especial para HUMO

que implantar en Mexic-o. Sus cartas son siempre letras calidas por SU '' nueva Pa­tria'', sus ocupaciones, si se quiere un _tan to vacias eomo todas las faenas de su especie, propenden siempre a trabajar por los hijos de Mexico, siente el placer de ver progresar su labor y se irgue digna para hablar de '' sn Mexico.''

Carlota1 como Maximriano, fue una victi­ma; si la historia pudiera hacerse al antojo y rectificarse, hubieramos querido ver a ese par de j6venes soberanos, laboriosos y con­fiad'os, inteligentes y cult.os, ocupando el tro­no caunclo se destinara para D. Agustin de Iturbide y Doiia Ana Maria Huarte; entonces quiza hubiera arraigado en nuestro suelo, en­tonces qiuza nuestra sitaci6nu internacional hubiera sido mas favorable. Mexico habria tenido fuertes lazos con Europa en el primer terci·o de su e.enturia de autonomia y muches problemas que se resolvieron desastrozamente para nosotsros, habrian tenido resultados di­ferentes. Pero bueno, es una perogrullada fi-1 osofar sabre lo qeu no ha existid·J y, vallan desde luego las p : ometidas cartas:

Al Duque de Nemours

'' Cuernavaca, 28 de enero d'e 1866. ''Mi qeuriclo tio: '' Mucho me ha conmovido vuestra amable

carta y la afectuosa expresi6n de vuestra simpa tia. Se cuanto habreis compartido nuestro justo dolor, ya que desde hace tanto1J afios mirabais a mi nrny amado padre como J.l un hermano y un amigo. Me ha sido muy pe­noso no poder asistir a sus. ultimos moment::s y recoger de su boca las palabras de supremo adi6s, que gustamos de recordar durante to­da la vida. No puedo encontrar lenitivo a mis sentimientos, sino pensand'o en que al ve­nir aqui, he cumplid.o eon uno d'e sus desecs, y en que recibi su bendici6n en Inglaterra la ultima vez que tuve la dicha de verlo. Sin

embargo, es uno de los mas g:andes sacrifi­

eios que he podido hacer a mi nueva patria~

Sigue en la pagina 20 -12-

HUMO

Cumbres de la Raza

Juan c3rContalvo Bl Beuador, una de la:s Hepublieas que

nuestra raza formara en esta America para su marti1io y 1::U evoluci6n, di6 a Montalvo, y c · te hombre fue una mezc-a limpisima de a­p6stol y de artista: supo bu:ilar el ve~ bo con la donosura y nrngnificenda de los Cerv::u1-1 vH y 10s Calderones y snp :i defender la liber­tacl con la constancia de los Ju[trez y la in­trcpidez de los Brutos.

Perseguid :- , pob1e, enfcnno, tuvo que il' por paiscs extranje' os en don -·e, mientras la envi­dia y la miseria le envolvfan, tuvo las pa'­mas a<lmi:atiYas y carifiosas de Lama :- tine1

Vidor Hugo y Castelar. C mo to ~:a cumbre, resisti6 lcs huracanes

sin per ci'er el filo de sus picachos, sin ma­l·u1a:- la nieve gloriosa de su cima, clerretida solo por el fuego rncro de su cima, derretida sa fronda de laureles.

siempre tontra todas las injusticias, clenoc6 eon su pluma 'os gobiernos espureos que ac:u­e'.1illaban a su Patria y el ariete de ''El Oos­mopolita' ', ''La Dictaclura Perpetua' ', ''El Rcgencraci'or' ', 6rganos periodisticos de su lu­tha, tiraron a Garcia Moreno1 Bo1rero y Vein­temilla.

M0:. ntalvo es pauta para juventudes csfor­zaclas, para hombres que sientan en la cabe­za el peso del pensamiento y en el pecho la flama dcl entusiasm:i nob'e y es deleite para quienes gustan abrevar en las mieles del Hi­meto. Entre sus obras principales, figuran Los Siete Tratados, Capitulos Que Se Olvicla­rnn a Ce:vantos y otras no infe:iores por be­lbs y por sabias.

En obsequio de nu estr.J s lectores, damos los dos parrafos siguientes, t cmados del Dia­rio Intimo de Juan Montalvo:

Pe:iodista, pensador p:ofundo, luc:haclor -1:i-

Sigue en la pagina 20

RO MULA ALFREDO GONZALEZ

C1JA~DO rezaua frente a la poh:osa ima­gen de la Virgen, diriase SU rostro Ull oleo de .Fray Angelico, ron aquella su suaYidad tan beatifica y aquellos los sus ojos como dos fue11tes insondahles de piedad. Toda e:la em, <lesmedradib, con ese asp 2cto de santucha de pueblo que jam{ts ha sentido en su carne la paJabra del diab"'.o que se eurosca como ser­piente por los muslos de las virgenes para luego irseles a atraYesar en la gargauta con actitudes malefic·as y con dulzuras infinitas R6mula vivia prision·l'ra en la c-asona polvosa y seiiorial, la easa legendaria de las historias de brujas y de diablos, donde la aiieja fami­lia de los Velazquez habia arrastrado sus que­jumbres por luengos siglos, para caducar por fiu en la hembrn enjuta y lacia de los ojos de beatitucl: H6mula. La maligna influ<.> ncia de ln noble y dcsdichada familia era narrada en tabernas y holgorios, y ('Uando :os mozos de la aldca se reunfon a la luz de la luna en al­gunn tapia derruida, las historias de aquella Dofta Frsula, que muri6 tentada dcl demonio, y de aqu:l Don P{rnfilo a quien encontraron en un . c-:1mino con una cruz de fuego en sus esp:~lcLls, sccaban las g:ngantas y ponian en el {rnima melanco'.ias kjnnas y Yihrntiones de rcr6ndita picdad.

Cuando la nndre d 2 R6mula c1i6 cl ultimo suspiro, se hizo por fin en aqu·: lla t"asa ma1ig-1iu el si~eneio y la p:tz.

Con el ultimo grito de la loe:1, los paredo­ncs vibrarnn e11 sonoridades mist e1:iosas, para sumirse despues en un profundo sucfio, inte­rru.mpido solamente con las pisadas de la he­red·era, que recorria los vastos salones y los corredores largos, como alma en pena, siem­pre silenciosa, siempre triste.

Los vecinos intcntaron consolarla, pon:er en su vida algo de la suya, y hacerla lJ.evade­ra la jornada, pero todos sus esfuerzos resul­taron fallidos. La muchacha se encerr6 en el cuadrangulo de la casona, y atranc6 la puerta olorosa a cedro con siet~ trancas ____ ..

Asi vivi6 despues. Solo Dios le volvi6 a ver la faz. Solo Dios y el muchacho que le llevaba diariamente las escasas provisiones con que alimentaba aquel cuerpecito macilen­to y dobhdo prematuramente con el hondo su-

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Especial para HUMO.

frir pudieron perca tarse d·e los estragos que el silencio ha.cfa en el rostro serftfico y en a­quellas manos que se alarga ban en un anhelo de espiritualidad infinita, como esas manos floridas de santidad de las m{utir·es cristia­nas.

II

Al prineipio la Yida de la mucha.cha fue objeto de comentarios y de platicas. Quie­nes ~a C'reian poseida de un espiritu maligno, de ese cspiritu que eomo maldici6n ha bia per­seguido n la familia dcsck siglos atr{ls; quie­nes la <'ompadetian de todo coraz6n, creyen­dola agobiada hajo el peso de una fatali<lad incurable.. Otras gentes mfts piadosas se a­

venturaba11 a c:ilificar1a de santa, afiadiendo quc por las noches, y cuando el pueblo sc en­eontra ba sumido en el repC'>so, se t'Sl·uehalrnn dentro de la i-asona ruidos extrafios, ruidos proclueidos por cl eilil'io cruel al maecr!u u1ias C'arnes plcnas de santiclad y enjutas por el martirio.

Pero los clias y los afios pasaron, y el pue­b"o s.: oh-ic16 de H6mula, de aque'la esfingc Yiviente eneerrada en la tol'l'e de marfil de

sus m emorias ~- de su alnn quieta eomo un man:tnti:i 1, y jam:'ts se voh-i6 a hahlar de crn. R6mula era turn mucrta vi,·a, una sombrn es­pedral dP :1quc'lh raza ck h:clalgos qu: por hL'ngos aiios ha hfo arrat:tr::clo cklltl'O de la eason:t u1s loi:urns y sus embrujamientos.

AlJ{t de vez ell cu: ndo, Don Pr6spNo, el pfirroC'o de'l pueblo, soli:l pcnetrar al recinto prohihitlo, p:1ra ~ t'ir m£ts tanle, hajos los o­jos, t:trdo el p:iso. >- ton toda su p nmua do­b'.c g[111dosl' clP pura l cmpnsi6n y dP am or Yi­YO.

-Es la lll'.tlc1id6n, la maldici6u-so'ia mur­r:1u:·ar ah:::11d :J los oj ·is a aqupl C'ielo p~11'lsimo ~· m"11>0, (•< ll!O s! pidi ra tllnwnci:t p:tra a­q ~:d .a ahnita lk11a cle ·ombr;...s.

Id

Era el otoiio. Por los (-;tmpos -.:e drspana­maba desd~ trmprano el colmenas de hormi­guitas tr:tl)~j :c do:·as c1. l pueb1o, leY~rnbndo la

IIUl\10

dorada espiga que engalanaba la pradera. Por las noches, las muchachas del pueblo, con las manos 1entrelazadas, regresaban al hogar can t:;i,ndo amores, y la parvada entraba en tro· pel, y ponia en el aire la dulzura de sus mie 12s y el olor a nardo de su juventud. En me dio de aquella alegria, corri6 una noche esta conseja: "t, Nun<.' a 1o h:in vis to~ Si, yo lo vi con mis propios ojos. Es ul1 muchacho fue­reiio, sa be Dios de don de, que llega hasta la ventana de R6mula, y al1i s2 pasa las ho­ras.'' ''.No pnede ser cierto, tu, decia otra voz, si no hay tal R6mub; que esos son cuen­tos viejos que inventa ·e l cura para atemori­zarnos'' -Miren, miren al:a,-exclamo una voz toda medrosa, mientras que la mano de una de las jov c> nes sefi'.llaba la casa de la so­litaria. El corro de muehachas se dctuvo. Si, de la ventana d2 gruesas rejas de palo de la vieja casona hidalga, se desprendia una som­bra, y se cleslisaba suave, hasta torcer la es-quina, rapidam ?ntc ....... .

IV Los dias pasaron y nadie volvi6 a acordar­

se de aquella aparici6n. £.Por que no habia de ser el diablo que ronclaba la casa de mal­clici6n ~ t Por que no habia de ser el alma en pena de la loca, o de la poseida de malefi­<.: ios? Don Prospero arroj6 sobr~ las rejas de la ventana agua bendita, y musito con temor pa la bras santa.s d'e efi<.'iencia ineludible, y to­do volvio a quedar en paz.

Pero una noche, una de e"'as noehes negras de eso pueblos clonde aun no llega el alum­brado pub :ico, una vieja escucho, al pasar frente a la casona, gritos desgarradores, que­jidos lugubres, angustiosos ........ y fue corrien· do a aViS~ll' al (;Ura. Cuando este llego a la vieja casa, y l1am6 fuertcmente con el alda­b6n d 2 fierro enmohecido, nadie le cont'esto. Eso si, al1a dentro se escuchaba un llanto de mujer, llanto su~1 ve, tristisimo, co mo brotado del mas hondo pliegue de un a:ma atormen­t~,da. Don Prospero :: mpuj6 la recia puerta., y esta se ab1·i6 con lugubre quejido. El cura hizo la seii.al de la cruz, y penetro hasta el interior de 1.a habitaci6n de la joven, donde rein a ba para esr,s horas un silencio mistico, lleno d :- bea ti tud. Rom ula es ta ba tendida so­b re el lecho donde hRbian celebrado sus nup­cias sus padres y sus abuelos, aquel lecho no­bilisimo ta1lac1o en madera de nogal, lecho macizo, fuerte, digno de aquella casta de no­bles seii.ores. El rost;o de la joven, tenia la apariencia de uno de esos rostros de virgeu:es de :B'ray Angelico, y sus manos quietas ya para sLmpre, reposaban sobre su vientre 1.a­cio, hundido, alargandose en un impulso de

.espiritualidad sublime, de santida.d y de mar­

tirio. Un la bra.do puii.al florentino, traido .a Ame-

rica por aquel c.ompaii.ero de Don Hernando, y guardado a traves de los siglos, se 1encon­traba sobre el lecho, con el murice de una sangre caliente aun, manchando la nitidez

del lecho. Muy debilmente llagaron hasta los oidos

del consternado santo, los vajidos de un in­fante, vajidos que se apagaban entre las sa­banas y que pugnaba.n por ampliarse, en una. ansiedad de vida anhelosa, mistica ........

v Mo men tos despues, salia Don Prospero de

la vieja casona, sumida en :eterno silencio, llevando entre sus brazos temblorosos un lio de sabanas. Era el hered~ro de los Velaz­

qu ez. Las piernas clel cura temblaban y tembla­

ba su voz. De vez ·en cuando se podian es­cucha r palabras entrecortadas que salian de sus labios palidos y temblorosos. "Es la mal­dici611, es la maldicion ", -decia .... --

Mayo de 1925.

Juan Montalvo Viene de la Pag. I 3

xxx Respecto a las canas1 a condici6n de que

la cobardia no se apoye en la edad. Que el anciano no me diga: soy vicj.o; que me {1iga pr,ra que yo 1c venere: he vivid'o bien mis a­fios. El scmbrero mio no cae sino delante de la virtud, o delante de ~a dignidad; en ocasio­nes, puede tener algo digno, quien carece de

drtud. La vcjez en un malvado, s~ria motivo para

el respet.o general~ Prevalecerian los viles so­bre los hombres dignos, a titulo ssolo de su e­dad ~ Si el vil, es viejo, tan to pear. Es pre­ciso desde luego ser hombte de bien, bueno y g :> neroso. Solamente un~ vida honestamen­te vivida dora las canas. Largos ::i,fios de pureza, de caridad, de grandeza de alma, va­len sin duda mas que una corta edad j per00

sesenta, oehenta afi.os de infamias, de .Peryer­sidad, nos obligarian a honrarles ~

xxx Si y-0 tuviese jurisdiccion para condenar,

conclenaria al hipocrita. La peor de las malda­des es la que pretende parecer como bond'ad. Nada desagrada mas al buen Dios, que oir al malvado hablar como hombre virtuoso; y na­da es mas cinico que decir lo bueno cuando precisamente se proyecta ejecutar lo ahomi­

nable. -l;'i-

IIU:MO

PAGINA MED I CA ( Concluye) trefacciones iutcstinales. Resu·ta una consti pa<::i6n habitual. La florn minobiana es m{ts nurnerosa y mas vii ulenta en los niiio_; some­tidos a la <::ianza artifi<:ial.

La Jeche de vaca, cste c:ruda, hervida, este­rilizada o pasteurizada, es siemprc muy alte­rable y la alimentati6n ton e·la es muy peli­gro~a. Para evitar estas alterati::nes de :a led1e se <lebc tener un espec:ial tuidado en el asco dcl biber6n, dcbienclo ser el r2cipiente de vidrio y el pcz6n t~c goma, a(lapta<lo dirt'<'­tamente al cuello de la botella.

El biber6u complcto u'ebe sc1 herviclo sicm­pre dur::mtc algunos minutos antes de usarlo. 'l'odo biber6n C·On tubc: s debe scr clese<::haclo.

La :cche recien orclcfiada se altern al aire <.'.OU tanta mas rapiclez, cuanto mas calor ha­<:e. Los microbios pululan de hora en hora; sufre una fermentaci6n l{tctea; una fermenta­<:i 6n de la case.ina y uua fermenta<:i6u buti­ri(·a. Si el fe: men to la<::tico verdadero cs ino- . fl nsivo y ltasta medicamcntoso, l's ot~os fcr-111en tos son noci vos.

La .i.lteraci6u de la leclte es algunas ve<:es n precia ble al gusto y a la vista, pcro uo bas­t a en<::ontrarla d(' bueua apa:-ieneia y de sa­bor agradabl0. Basta eon que al onlcfia se se haya clcpositado en vasijas poeo aseadas, pant que se formc una <:ultura policrobi:ma muy adiva. La ebuli<:i6n, ln esteriliza<:i6n y la pastcuriza<:i6n no ponen c· mpletamente al abrigo de los ac<:iclentes causados por la leehe impurn. La lccllc aun e'-tirilizada se pucde iei11feC'tnr si 110 es m:mejada <:011 cuic'iado. Ni la cbul ici6n o la estc:ilizaci6n lta sido he­<:ha muy tarclia, no previenc la formaci6n Op vcn enos de la lc<:hc. De aqui esta recomen­daei6n qne se lurcc a las madres: Hervir la lee.he en cuanto sc re<:iha; cs clctir, Jo m{ts p ... nto poRiblc <.espues cte habcr siclo ordpfia-da.

Est:1s considcracione>~ tic11c11 gran impo1 t:ln l'ia; mne3tra n que la csteriiizaci6n de la Je­<:he no es la ultima palab1a de la a imcntaci611 a1 tificial. Es prccis:i que la lee he pstcriliza-da no sea Yieja. La L'<::hc c3terilizac1a, el mis mo dia a domi<::ilio po.- una simple cbnllici6n prnlonb'ada cuarenta y cinco minutos, es pre­fcrible a la esteri izaci6n comercial.

Es un error crcer que la leche csteri:izacia d£1 uua scgurida cl' con ti a las gasfr.Jen teri tis . .P.xisten en cl intestino mic:obios cuya viru­lcncia puccle exalta~s2 bajo un simple reear-

g 1 de est6mago. Siu emb:ugo de tollo, la es­tcriliza<:i6u y la simple cbull~ci6n (le la eehe son buena s.

La gastro-cnt eritis infantil es ho}: dia eon­siclerada eomo una toxi-i11feni611 y pollemos decir quc ~. s fennentos lftdeos, puro · o a­so<::iaclos que tanto se han elogiado, n'.l son mfis quc mia medi<:aci611 ae<:esoria y de niu­guna manera especifi<:a.

Sint::mas.- Deseribiremos la gastro-enteri­tis aguda, simple, catarral, unas veee:s benig­na ;v otras g .an>. La enteritis coberifo;me o gastro-enteritis sobre aguda y la eolitis di­s !.' nterica.

I.-·La gastro-cnteritis ligera, que su priu­cip:'.. J sea bruseo o no, generalmente es preeedi da o'c prodromos qnc pasan ina<lvertidos o son desecnoei(l s. Las materias fcrnles t'SHtn mal li[."Hln~ son mfts oloro as, el 11ifio pareec tene:· m(1s apetito, rctlama el pedio m(1s a menu(lo por la sed (jlH' ti .. ne; la •vaniaeio-11cs se aumcntan en nuniero o sc haecn m(ts retardadas, 'a cliarrea y la con'ltipaei6n .~on aqui signos cquivaleutes; i11diea11 un Pstado dispeptico, 1uego Yicne en forma de un emba­raz.:i g[1strico febril. En 1 s niiios criados al seno. la <lian ea cs cl unico slntoma <le la for­ma lig . ra en la gast .-o-enteritis.

El nifio ::,.e po11e inquieto, ag~taii'o, (lup:me

mal, la lcngua e'.'lU1 targada, e· alit'nto t»ta a­grio algunas vc<:es. Hay un pot·o de ficbrc. Los v6mitos qu,' son de alimentos c ·t:'rn o no mczdad. s ton bilis y son (lolorosos.

(C '011tinuar{1 en cl pr6ximo 11ulllt1 ro)

LA ESMERALDA lrnLO.JERL\. \." .JO'tERL\.

n ( 1wrac ~<. n d(' relojes, fon6gT11fos, arm .. s de foeJo y jo:;prfa rn gC'r.e:al

1-107 ,,._ C~<11mrree 8t. Ph'.)ne C·. DBGO

Ci. L. l:L.\X ~lIGuEL, P10p.

FOT GR AF IA EXCEL E NTE - MEX I CA XA- BAR ATA

ESO ES TODO JI/ Yi ff/. Commerce St. Sall A11to1lio, Tex.

LU IS G . SJLICEO

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HUMO

A VENT URAS DE RELAMP AGO (Un Detective Mexicano)

Esc1< tas por el mismo exc'usivamen tc para HUMO

(Continuaci6n)

L a Noche del Sab a.do. II

Danne <:Uenta de que era en pleua co:onia de la Bolsa clonde tan desgraciadamente es­taba y v<> lverseme un nudo en la garganta, toclo fue igual. Mi memoria traia a cuen­to los crimenes y las consejas que de aquellos bani : s sc contaban y el frio de la noche1 au­mentand:o el de mis temores, acab6 por ha­ccrm2 titiritar como mufieco de alamb;-e.

Las somb :as sc poblar.::: n para mi de la­drones y asesinos, los perros antojabanseme demonios y una gresca registrada en e:. in­terior de una casa vecina, me hizo imaginar que brujas y fantasmas saldrian pronto pa­ra bailar sobre mi desuudo y tan ligado cuer­po una danza infernal. Nunca habia te­nido ocasi6n de probar la fuerza de mi valen­tia. En 1 ealidad yo me crei siempre con su­fitien te capacidad para defenclerme y aco­meter, pero en aquella noche, sentiame mas med'roso que una criatura y asi fue la ver­guenza trnte mi mismo lo que me hizo reac­tionar un p ceo. Rodando, me acomode fo

mejor que pucle en una cuneta de la calle y ya me disponfa a espc:-ar la salida de: 11ue­YO sol unico termino posible d e mi suplicio, <:uando a larga distancia, <:al· e arriba, pude Yer un autom6vil que hacia el sitio donde yo estaba yenia .

Las luces de sus faros me lamian de tiem­po en tiempo sesgun las trepidacione3 y l'o­

cleos de la m{lquina por los baches d'e la ca­l e y si de pronto alegrome la aparici611, des­pues pense que podia ser peor mi suerte si fuera cles<:ubierto y al fin reflexione que, pues n.J tenia sobre mi otra cosa que las jar­('ias que me atan:m, muy criminales habrian de scr quienes me hicieran clafio. Eu esto :se acer('o el c·oche, wbre el ruido del motor es<:uehab{lllse car<:ajadas y risas, trozos de <:an<:ione ~ y a)gu11 terno Janzado a son de re­g•,tijo. Vo('es de hombres . mezclabanse con Yoces de hembras y ell'.> di6 la c·ave sobr e los t ripul:rntes del auto : eran gente de trueno; ra me:as y borra<:hos que anclaban de juerga y quien es, o se doler~an de mi, o, despues de burlarse, seguirfan su camino, quiza su estaclo no les permitiria ni v21 me siquiera ___ _

El chofer fue quien me descubri6 y a srn~

voces de que ahi estaba un muerto en cueros, par6 el carr.::i, suspendiose la alegria y baja­ron hasta tres hombres y otras tantas mujer­zuelas para cerciorarse del desaguisado. Gran vergiienza sentia de verme ante mis semejan­tcs tan mal vestido que ellos puidieran ver­me como solo mi madre lo hizo en mis prime­ros afios; una rabia profunda me 1leg6 recor­c1ancl.:> a mis agreso1es y t.c do ello fue inte­rrumpido por las manos un tanto despulsadas de mis espectaclores, que palpaban mi cucrpo por ver si estaba muerto. Di voces, conteles mi desgracia y pronto fui desn,tado y tuve· al­gunas ropas c·C n las cuales, si no vestirme, si p. d1a cubrir mis miembros con comodidad y

casi eon decoro.

17

0011 un iebozo de una de las darn.as, hiceme

unas bragas, el saco de uno de l cs parranderos hizo en mi veces de camisa y de chaqueta y el chofer me presto un abrigo que si bien es­taba con algunos agujeros, cubria mi cuerpo lo suficiente para quedar muy lejos de seguir como nuestro r everenciado padre el Sr. Adan.

No me escape de cuclrnfletas y bur~as, pero el ticmpo no era para chique•'.: s y les di por el cl hilo a kdos y ·acabe por burlarme de mi mismo ca i con mas entusiasmo que mis sal­va (,'ores. Pasacl.::i el mom en to de las risas, los <:omentos sobre mi asalto y los bri•O s de mis nuevos compafieros1 quienes pretendian batir una pesquisa por ver si en0::intraban a quie­nes tan mal me dejaran, vino el peor de to­dos, o sea el de definir a donde clebian diri­gi. me. Yo no tenia hogar, vivia en la famo­sa cantina. que acabara de abanclonar pata siempre, dormia en su trastiend'a y ahi que­da han algunas de mis ropas, las domingueras, y dos 0 tres pesos que ~. ::i grara ahorrar ultima­men te; pero vol ver a. ''La Tequilefia'' era co­mo volver a la carcel y asi lo c1ije a aquel!as buenas y alegres pe rsonas explicfrndoles los acontecimientos de mi suceso. No se si me en­tendieron o 116, porque el vino ancluvo dili­gente, pasando en botellas de mano en ma­no, ya para. quitarme el susto, ya para. ale­graruos de mi buena suer tc, hora para cal­mar los uerv1cs de las damas, pero siempre con !a mejor voluntad de beber lo mas posible.

HUMO

Los ef ect.:., s no se hitieron esperar en mi per­sona y rninutos despues, sentado al lado ·d'el chofer, era yo uno mas de la partida que gri­taba mejor que el resto, no bebia mas poco y sofiaba con que la vicla era de oregano, co­mo decia mi tio, y rodando, con grntes ale­gres y con vino, bien podia llegarse hasta la

punta del mundo si es que tiene punta. Al fin no supe ni cuanto tiempo ni que es­

pacio recorrimos en aque 'la farsa. Dime <:uenta de mi cuanclo, en una pieza larga y a­

penas alumbrada, comez::.ce a distinguir muje· res casi desuudas que clanzaban al derred'or de una fogatu cantando y malcliciendo, mien­tras anojaban puiindos de sal sobre las bra­sas. No habia ahi hombre alguno despues de mi y yo estaba sobre un camastr6n, cubier­to con una conforta ble col cha y en un estado nacla ngraclable ui a la vista ui al olfato. No !<a bfa si a quello era sueiio o realidad, a ra tos pensaba que la kicura me habia cogido en mi­tad del aroyo y aque-las visiones eran resul­taclo de mi c1esgracia y a :ratos creia que to­clo, inclusive la gresca de la cantina, era una pesadi!la y que d·~rmia en la trastienda de ''La Tequilefia'' y mi amo no tarclaria en llamanne para que empezara el trabajo. En tern to~ las mujeres seguian danza que danza, grHa que g1ita y luego sacaron de un armario vnrios mufiecos de cent y de trap.:is y unos Prnn arrojados a las llamas) otros pinchados rnn largas agujas, este c'avado en ]a pared sob 1·9 un zapat.o viejo y aquel colgado d'e un hilo eon la cabeza machacacla.

Una . vieja horrible, no vista por mi hasta enkmces, dirigia la maniobra. Sus gestos, sus g1 itos, sus C'.ontoreiones, casi me espantaban

mus quo todo lo pasac1o por mi en tiempo tan c,'.)rto. De p1onto, la mujer aquella, se vino lrn.sta mi lecho clanzando al modo que I.:> ha­cen las cabras y empez6 a rociarme con cier.,. to liquido que en un porno de cristal traia y el cual estaba en realic1ac1 perfumaclo, pero tan fuertemente, que a punto estuve de sufrir nuevos vuelcos de est6mago.

Con tcd.'.) ello, segui simulando el m{ls pro­fun clo suefio, siempre atento a lo que pu<liera escuchar y fue como pude entend'er la natu­raleza de la casa a la cual habia caido como huesped o como victima, pues en verdad no sabia yo ni cual era mi estado y casi ignora­ba si era yo o no lo era.

Rec;crde los cuentos escuchados por mi cuanc1o ni.fio, las amenazas que mi buena abue­la me hiciera cuando peque.fio, el miedo que siempre tuve a los nahuales y a las brujas, aunque nunca hasta entonces habfa visto a las segunclas y jam[1s a 1os primeros y acabe por recorc1ar que era sabad<J y por compren­cler que aquella casa era una gua1ida de bru­jas, de rameras, de cualquier gente que no fue ra d'e einco sentidos y de hechos h"nrados.

Gran tristeza me cli6 al ver c6mo mi suer­te me llevaba de las manos de un cantinero a las de la policia, de las de esta a las clc los laclrones y de el'os a las de aquellas mujcrcs; pero al fin convine en que aqellas gentes ha­bian sido <'·Jnmigo m{ts caritativas que todas las otras y me resigne a seguir durmiendo o simulando que do~mia, hasta que el clia llega­ra, COB el }a luz y la razon y po<ler de esa manera determinarme a algo mejor que seguir en aquel ai1tro.

(Continuar:l)

Contra el Salvajismo del Estado WILLIAM RANDOLPH HEARST

HOMICIDIO EN PRIMER GRADO

i En que wnsistc el homirih en primer .be ~er a1Jlit:.1d11 en una soc-icdad ni-tia11a. grncl,o '?

En dar rnuerte a un h :; ml.Jrl' co11 c·ruLlt1ad, t en prerneditad6n y <.l sangre fria. 1<..'.s el m(ts hajo de :os rrime11~3 y d Estado, <:ac1:1 Y!:Z

que ejc cuta a un ser huma.10, es resvn';:bL! de estt crimen. La ]JCna de niuerte 110 es sino una venganza legalizada y la venga11z.1 110 su1Jrimc al el'.imen; lo estimnla.

La doctrina •le '' cjo por oj::i y c1iente iwr diente '', de u11a Yitht por otra vida, no es 1a cloctrina de Cris '. o y, p : r eso mismo, n'.l d(l-

I 8

Xo t·xisk 11inguua l6:,;iLa en <'l argurn~',tt'' qnc so;,;tiene que 01 tastigo y la amuwza su­primen al nimen. E nimen s· io puf'dl' t'­

Yitarse por m0di0s civilizad::i.s, no por c-o'nlJO· nendas salntjes.

La edueaci6n y el mej~ramie 1to en las cou­ciiciones. sociales es lo (mico que pucdl' e'imi-1iar al cl'lmen, que es fruto d.c la ignorancia, C:L• !a pobreza y del vi<-iado medio 1.rn!1i:.'llte.

El crimen UCL:Csitn ser C'Urado; la 1:rue d~td nacla remcc1i:1.

Sigue en la pagina 20

HUMO

Los lmpulsores de Nuestra Colonia

Sr. Prof. JOSE A. PAJARES, Director del Conservatorio "Bach" y promotor del

Grupo Cultural "EVOLUCION". [Caricatura de nuestro Director Artistico.]

l 9

HUMO el de ha ber pe: dido a ca us a de ell a la sa tis­facci6n de ver una vez mas a un pad! e ado­rado. Por lo demas, Mexico..-lo ha comprendi­do asi y con ese tacto ilatural a·e los pueblos -11ieridi cnales, no ha habido pruebas de afecto y de interes que no haya . yo recibido de to­clas partes, con una conmovedora unanimidad. las flores y las banderas han sido reemplaza­das po;- colgaduras de luto; los gritos y los co­hetes, tan ordinarios, p Jr nua exp: esi6n cle simpatica tristeza, aun entre Ia poblaci6n in­clia. El Ayuntamiento de Mexico espo~tanea­mente invit6 a 1os habitantes a enlutar las fachadas d'e SUS C:tsas, COinO Se hizo, durante trcs dias. To c1av.ia sigo recibiendo todas las las mananas cartas de condoleucia, tanto de corporaci'.J nes como de individuos, y mi que­rido padre era tan reverenciado, que aun en el fondo ·de los pueblos de Yucatan, donde a­penas si se habla espafiol, he escuchado mu­chas veces estas palabras: "iViva el rey Leo­poldo!" alla mismo d'onde a pen as si se sabe lo qeu cs Be'gica.

'' Adi6s, mi querido tio; el Emperador agra­dece igualmeute las gracias poi· los seutimien tos que me ha be is eucargado expresarle, y al suplicaros que digais mchas cosas afectuosas a mis primos y primas que se han acordado de mi en esta ocasi6n, creedme siempre veus­tra afedOPua sobrina .-G_ARL.~TA. ''

A la Con desa de Hulst

'' Palaeio' de Mexico, 8 d.e marzo. ''Querida y bu ena Condesa:

.. , 'Gracias ·mil veces por vuest:-a,:. _afectuosa c·:uta y por la simpatia hacia mi desgracia. :Xo me crea usted'. cambiada por lejanas gran­dezas que en este continent e, los tronos, no se Yen rodeados del incienso y del prestigio secular del viejo mundo; la soberana de Me­xico jamas ha d : jado de - ser la hija de us­tecl y cnda una de sus palabras vo,_ siempre a mi coraz6n. Bin embargo deje usted que c-on mi antiguo a bandono rectifique algu-11as impresionrs en las que me parece qu: r1es espera usted demasiado de la misericor­dia de Dios p ::na con nosotros. Nuestra em­prcsa, qu e usted juzga con demasiada seve­ridr.d y que mira co mo imposible, no lo es; lo que sern, el Cielo so:o lo sabe, pero si frn.casa, no sera por culpa nu est r a. X o conceda usted demasiado credito a lo que oiga decir en huestra qerida Francia; no t:-a­tai'e de apreciar los inotivos ·que hacen espar­t'fr ese rumor bastante nuev6, despues de tan­to di11ero y de tant cs soldados- gastados, de

.. q.uB esa exped:ici6n de. Mexico, ''la gloria del re.iniu1o' ', s e ha roto de p~·ont(). contra obs-taculos imprevistos·- y desconocidos liasta a­Ji nrn.

S~gu e sienclo siempr e lo que ha sido, una i-

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cka :1 t:-evi dn' 11 i.ficil; b pero d6nde est a el me­rito Bin los riesgos ~ Ha fundado un Imperio que no es puramente una quimera.

·,'Vera usted tal vez en esto nu reflejo de la ambici6n qeu el mnudo me atribuye, y sin embargo no he sido yo el m6vil de nuestro viaje a Mexko, a pesar de lo cual no sere tam poco de los que creen que conviene embarcar­se, porqeu hay tres o cuatro nubes en el aire, o cinco o seis escollos en la costa.

'' P6ngase usted en mi luga:-, y preguutese si ~a viffa de Miramar es prefe1ible a la de Mexico. Ko, cien veces no, y prefiero por mi parte una posici6n que ofrece actividad y de­bercs, hasta dificultades, si usted lo quiere, a pasarme contemJ?lando el mar hasta la edad de set en ta afios.

''He ahi lo que he dejado, he ahi lo que he adquirido; ahora haga usted el balance, y no se asombre mas de que ame a Mexico.-CAR­LOTA.''

EL SAL V AJISMO En cpocas pn "a r1 n", fuer· n quema•11J$ mu­

chos infeliC'es, ctros sufrieron a t-xtrae:d6n de Jes cjo , por futilezas ccmo la de cazar en vedado. Centenares de hombres fueron echa· dos en aceite hirviendo o descuartizado p)r len:: s faltas. La pe11a de mue:1.e pertene~e

a esos castigos salvajes. Ccn el ade·anto de la civilizaci6n, las leyes deberl:rn '' civili­z:ll'se '' tambi(·n.

Aun cuando cs una Yerdad palmaria que en '1lll<:ho u1sos ·as ,-ietirnas de la pena tle muc;te s 11 i.tuceutc -, no basJ mi prote ta C . 11 :rn L1 ultim:-i pe11:( sClJJ'e cse a!·gumento.

La raz6n unica que esgrimo por ahora, eJ ~a de quc: la muerte premEditacla, true] y a sangre f.ia ejen1tac1a por e· Estado, nJ pue­clle cou inuar e11 las practie:as de u~u socie­dad eivilizada, ya que el h ~ micidio en pri· mer g :nd c, pe:·tEnecc a lcs tie:i:po salYajes que tcnemos como oprobiosos y pasados. ''

Inusitada"11ente, el magnate de la pr~nsa n :irteJmcri<:a ta ,r:uyo n _mbrc cneabcz:t el p{t­rrnfo .rnterior, h:l lallzado por mcd:.o de sus peri6dicos ·a i~r :; te~ta justisima que antct:P­de. El asunto reviste importancia eapital ya quc, con se!' ~n pe_ia de muert:: un ba'd6n p'.l­ra l:; s homb1·es de hoy, al ser atacaJa desde tribuna tan eseuchada coma Jes pcri6dicJ:, de Hearst, hny lugar a suponer que rnarea la ini::iaci6n de uu::i fuerte lucha contra ese cri· men sin 1iombre que el Rsfado com:te con a­lrnso de fuerza y de extorci6n. -E · }1qI?-ibre qne rim ta, no de be ier mata<lo ;

d-ebe rediii1irse.le de su estultieia y de su co­bardfo . El Estado que asesina, ·neccsi'.:.1 transformarse en Esta do 9ue re dime; en sa­pirncia y piedad que, del ma·vad::i, hagan un h : mbl·e Util para la felicidadJ de todos.

HUMO SEMAN ARIO SOCIAL

San Antonio, Texas

Editor-Gerente: AI.JBINO VILLAREAL, Jr.

Director Literario CONRADO ESPINOSA

Director Artistico PEDRO MARTINEZ

Nuestrais Oficinas: 2714 W. Commerce St.

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Humo est6. a la venta en las principales ·li­brerfos y expendios de pubhcaciones.

HUMO es el mejor semanario en espa.iiol edi­t11do en Ef'tr.dos Unidos. Asuntos de redacci6n deben tratars" con el Director Lite "!:rio. A­suntos d!> artes g.~ficas, trlitense con el Direc­tor Artlstico. c...

Quien nos honre P8pont:1neamente con sus co­l3bor11ciones tcndri desde lue'!o nuestro reconoci· miento, reserdndonos el der.:cho de pnblicar o no sus producciones y no devolviendo origina.les en ningun CR'30. No se mantendra correspondencia sobrP las colnbo .•r.ciones que no aparezcan publi­cadas.

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~~E=1r;.urnm.ilimmugmg~mEggg~~g~g.g~~~il~E~milimmm=;~m~gg~~~mii~~gm~~m~m~~;ggf~iu~nm~mm1mmmn~m~mnmf:~m~m.mmr:m5rnmmn;-mmm-=z-E~~~~~iiillifJ:~S

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IDE PIE LOS MUERTOS! H~ l!~ EH

ti ~ ::! ::!i rn '.:i

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•·, :

No solo en las ·batallas que se libran con polvora. y m-etralla caben las pa.labras epicas. Hay una bata'lla superior a. todos los comba-

. tes, mts levantada que toda.s aquella.s de las cuales se ocu'.Qa la historia, mas ingente que las que entrafian la. vida. de :un •pueblo: es la bata.lla de la vida humana. La que di& a. dia libramos grandes y pequefios para. .. penistir mejor y mas amplia.mente a. cada. sol. Un p·1eblo puede desaparecer como tal y la hu­manidn.d persiste, p~ro desaparezca.n los indi­viduo~ y la humarudad se aniquila.

Ahora . bien, en las ba.tallas de la vida., en esos combates que se libran diaria.mente, mu­chos guerreros hay que se do blegan, mu­chos que, teniendo tuerzas para. ata-car, se a.-medrentan o rehuy?n el encuentro quedando para. aum~ntar el nfunero de los muertos, pa.­

. . · r& ser nueva cantidad de victimas que, por

. . su a.milanamiento o su •pereza., sufriran una. muerte lenta., llena. de dolores, a.l ir como las-tr& de esta. sociedad que no pued.e detenerse, que necesita progresar y ma.rchar continua.­mente.

Para esos, es la frase epica.. DE PIE LOS MUERTOS! No hay que desanima.rse a. los primeros reveses, ni a los Ultimos, hay que a­cumular cada. vez mayor energia. y mayor constancia. Comercian~s, industriales, pro-f esionistas, todos a.quellos que sentis temor ante la. epoca, oidnos y echaos a la lucha.. No-

[!;i

n: ~:l ~ ll~ ~

sotros tenemos armas a. vuestr& disposicion, l.!~. nosotros hemos venido a. cooperar en vues- ... tra brega.l HUMO puecle anunciar vuestras ~j ventas y vuestras comp.ras .ampliamente. HU- [!JI

MO dad. a conocer vuestras excelencias dis- !~! puestas para que las tomen los demas. :::;

i::: HUMO tiene sus ta.lleres tipograticos a. vues- !iii

tra disposici6n; HUMO os tendr& en contac- [i to continuo con todos los combatientesy asi E'!

no diejara que ·permanezca.:Is rezagados; en ·.i':i:: [',·:.i,

fin : HUMO OS DARA EL TRIUNFO. A la. lucha, aqui est& el a.nuncio, nuestra

lectura., nuestros talleres para. todo trabajo serio, nuestra efica.cia y nuestra. voluntad pa,.. ra da.ros buenas armas. No espereis a. maiia­na., venid para. daros buena.s armas. No es­pereis a. mafiana, venid diesde luego; los que se rezagan resultaran victimas de su pereza. o su inconsciencia; hay que anunc:iarse, hay que ha.cerse sentir, hay que presentarse siiem­pre baJo el mejor a.specto y con la mas am­plia eficiencia. HUMO os dara, todo eso: &­

ficiencia., respetabilidad, fa.ma., comp~nsion

general. JDE PIE LOS MUERTOS!

Todo el que qu1era. progresar, sine distin­

cion de edad ni de sexo, venga. desde luego a

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sotros siempre tenemos medios para facilitar

la mejor vida. de todos; solo pedim.os buena. volunt&d Y. honradez.

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