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Satélites para la educación, por GONZALO JUNOY I. POSIBILIDADES DE LOS SATELITES PARA LA EDUCACION Una de las características de nuestro tiempo es el cambio profundo de las rela- ciones humanas como fruto de la difusión de la información. Ello es debido a las enormes posibilidades de contactos y de conocimientos recíprocos que los nuevos descubrimientos" científicos han puesto a disposición de la humanidad. Por tanto, una novedad importante en nuestra época es la difusión de la informa- ción. Basta citar ejemplos: los aviones transportan diariamente a miles de perso- nas de un extremo a otro de la tierra, las grandes vías de comunicación, por las que discurren, cada vez más rápidamente, au- tomóviles y trenes; las telecomunicaciones por cable, por ondas hertzianas, por saté- lites, el cine, la televisión, etc., permiten que hoy la transmisión simultánea de can- tidades ingentes de información sea ma- yor que cualquiera otra de época anterior. Uno de estos sistemas de difusión de la información es el de las imágenes a través de los satélites. Este sistema de comunica- ción es por su naturaleza mundial y a la vez está dotado de una extraordinaria ca- pacidad; los servicios que ofrece pueden considerarse hoy sin límites, y sólo la es- casa demanda, todavía no organizada, fre- na su utilización. El sistema puede solu- cionar algunos de los problemas de la edu- cación moderna. El hecho de que las grandes organiza- ciones internacionales, como la ONU, la Unesco, Consejo de Europa, el Centro Na- cional de Estudios Espaciales (Francia), es- tén tratando de abordar el problema de la utilización óptima del sistema de comuni- caciones por satélite es realmente aprecia- ble. La finalidad del sistema debe ser ser- vir a la colectividad humana, a la difusión de la información educativa y de aquella cultura universal —en el caso de que per- viviesen las diferencias políticas, raciales, nacionales— que no conoce barreras polí- ticas o racionales, tal como una lengua común, las ciencias en general, matemáti- cas, higiene, etc. Uno de los problemas fundamentales de la educación actual es el creado por la dis- persión de los alumnos y profesores. Antes se abandonaba a su suerte a las poblacio- nes dispersas que estaban demasiado lejos de la escuela y que el maestro no podía atender. Hoy no se puede admitir esto. Por otro lado, la educación debe alcanzar a los trabajadores dispersos en sus lugares de producción o residencia; el tiempo pa- sado en transportes entre el domicilio y el centro de trabajo es prohibitivo. Frente a esta situación, la utilización de una red de televisión permite contribuir a la solución de la difusión de la educación a una po- blación dispersa, y el satélite es un medio 29

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Satélites para la educación, por GONZALO JUNOY

I. POSIBILIDADES DE LOS SATELITESPARA LA EDUCACION

Una de las características de nuestrotiempo es el cambio profundo de las rela-ciones humanas como fruto de la difusiónde la información. Ello es debido a lasenormes posibilidades de contactos y deconocimientos recíprocos que los nuevosdescubrimientos" científicos han puesto adisposición de la humanidad.

Por tanto, una novedad importante ennuestra época es la difusión de la informa-ción. Basta citar ejemplos: los avionestransportan diariamente a miles de perso-nas de un extremo a otro de la tierra, lasgrandes vías de comunicación, por las quediscurren, cada vez más rápidamente, au-tomóviles y trenes; las telecomunicacionespor cable, por ondas hertzianas, por saté-lites, el cine, la televisión, etc., permitenque hoy la transmisión simultánea de can-tidades ingentes de información sea ma-yor que cualquiera otra de época anterior.

Uno de estos sistemas de difusión de lainformación es el de las imágenes a travésde los satélites. Este sistema de comunica-ción es por su naturaleza mundial y a lavez está dotado de una extraordinaria ca-pacidad; los servicios que ofrece puedenconsiderarse hoy sin límites, y sólo la es-casa demanda, todavía no organizada, fre-na su utilización. El sistema puede solu-

cionar algunos de los problemas de la edu-cación moderna.

El hecho de que las grandes organiza-ciones internacionales, como la ONU, laUnesco, Consejo de Europa, el Centro Na-cional de Estudios Espaciales (Francia), es-tén tratando de abordar el problema de lautilización óptima del sistema de comuni-caciones por satélite es realmente aprecia-ble. La finalidad del sistema debe ser ser-vir a la colectividad humana, a la difusiónde la información educativa y de aquellacultura universal —en el caso de que per-viviesen las diferencias políticas, raciales,nacionales— que no conoce barreras polí-ticas o racionales, tal como una lenguacomún, las ciencias en general, matemáti-cas, higiene, etc.

Uno de los problemas fundamentales dela educación actual es el creado por la dis-persión de los alumnos y profesores. Antesse abandonaba a su suerte a las poblacio-nes dispersas que estaban demasiado lejosde la escuela y que el maestro no podíaatender. Hoy no se puede admitir esto. Porotro lado, la educación debe alcanzar alos trabajadores dispersos en sus lugaresde producción o residencia; el tiempo pa-sado en transportes entre el domicilio y elcentro de trabajo es prohibitivo. Frente aesta situación, la utilización de una red detelevisión permite contribuir a la soluciónde la difusión de la educación a una po-blación dispersa, y el satélite es un medio

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rápido de equipar con televisión a una po-blación de este tipo. para impartir educa-ción a un número elevado de alumnos di-seminados se puede emplear la televisión;pero si se excluye el caso de los desiertos,regiones montañosas, archipiélagos..., lacuestión que se plantearía sería la de ele-gir entre el sistema de televisión conven-cional, utilizando las ondas hertzianas, oim sistema basado sobre una transmisiónpor medio de un satélite geoestacionario,o, finalmente, un sistema mixto de ambasposibilidades.

En cualquier caso, lo cierto es que el sa-télite no tiene sentido más que para unaenseñanza masiva. El problema de la uti-lización de métodos de difusión masiva tie-ne el peligro de deshumanizar la enseñan-za; pero no es preciso elegir como educa-dor al hombre o a la máquina. En la me-dida en que las técnicas espaciales seansusceptibles de contribuir a que la culturallegue a todos los hombres hay que explo-tarlas.

Son de sobra conocidas las graves con-diciones de inferioridad en que se encuen-tran millones de seres humanos que nopueden comunicarse, que no saben leer niescribir y muchos millones que sólo po-seen una instrucción elemental. Para lospaíses subdesarrollados el problema esdramático al no disponer de los recursoseconómicos y humanos suficientes para re-solver sus problemas sociales (1).

En el caso de los satélites, las posibilida-des de utilización que presentan son incal-culables, máxime dado el perfeccionamien-to técnico que van experimentando. Losprimeros satélites para telecomunicacio-nes, «Telstar» y «Relay», eran satélites deórbita elíptica, que permitían comunica-ciones de un sitio a otro durante plazosbreves de tiempo; pero la situación cam-bió radicalmente en 1965 cuando fue lan-zado el primer satélite geoestacionario deservicio comercial en el Atlántico, con unacapacidad de 240 canales telefónicos o uncanal de televisión. Con los satélites de lasegunda generación («Intelsat II») se halogrado el sistema de acceso múltiple alsatélite a través de varias estaciones te-

(U Space science and technology. Benefits to developingcountries. United Nations, 1988.

rrestres, siendo la capacidad la misma. Sinembargo, ésta se ha acrecentado con lossatélites de la tercera generación (1.200circuitos o cuatro canales de televisión, im-plicando el uso simultáneo de circuitos te-lefónicos, telegráficos y canales de televi-sión. Reciente está la fecha de la puestaen órbita del primer satélite de la cuartageneración («Intelsat IV»), con una capa-cidad de 6.000 canales telefónicos o 12 ca-nales de televisión (2).

Hacia la mitad de los arios 70 se piensaen poner en aplicación un sistema de sa-télites de « distribución», lo que significaque será posible emitir no sólo desde unaestación terrestre a varias estaciones na-cionales centralizadas, sino también a nu-merosas estaciones receptoras locales decarácter comunitario (universidades, cole-gios, pequeñas comunidades rurales), queserán equipadas de medios de recepciónmás simples y de costo inferior.

A fines de nuestra década se podránefectuar —por medio de satélites de «difu-sión»— uniones directas entre una esta-ción terrestre emisora y los aparatos re-ceptores.

La gran capacidad de difusión de la TVcomo medio de información, gracias a lossatélites, queda atestiguada por el éxito delas emisiones realizadas con ocasión deacontecimientos importantes de interés ge-neral: los primeros pasos del hombre enla luna, el desarrollo de grandes compe-ticiones deportivas, la próxima visita deNixon a China... En un sistema mundialde telecomunicaciones, los satélites, entanto que medios de comunicación a largadistancia completan poderosamente el con-junto de los otros medios existentes, comolas ondas hertzianas, los cables coaxiales...

¿Se modifica realmente el sistema edu-cativo por el empleo de satélites o estatécnica no es más que un dispositivo queno pone en tela de juicio los principios pe-dagógicos? Ciertamente, el alumno situadodelante de un televisor ignora si el men-saje que se le da le es transmitido graciasa seriales que se propagan por cables coa-xiales, por ondas hertzianas terrestres o

(2) OHLMAN, H. Communications Media and EducationalTechnology: An Overview and Assessment with Reference toCommunications Satellites Washington University, St. Louis,Mo., June, 1971.

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por un satélite, que no es más que unaantena elevada sin soporte material. Peroel autor de la emisión, ya sea un educadoro un especialista, que tiene por misión di-fundir la cultura o la información, conoceel procedimiento de transmisión y adaptasu mensaje teniendo en cuenta el sistemaelegido.

Nos encontramos ante un problema debase: la aproximación planetaria que ori-gina el satélite ¿constituye una ventaja odesventaja? Naturalmente, si se da por su-puesta una unidad lingüística, cultural ypolítica en el continente o región conside-rada, esta aproximación aportará ventajas;pero si la región es un mosaico de diferen-tes dialectos, costumbres, etc., habrá a lavez ventajas e inconvenientes. En efecto,la percepción, la comprensión y la inter-pretación de un mensaje están fuertemen-te condicionados por el ambiente culturaly la previa formación. Individuos de cul-tura y lengua diferentes pueden analizarde manera distinta una misma imagen einterpretarla desigualmente.

Si la región cubierta por el satélite noestá políticamente unificada, surgen nue-vos problemas. Las barreras políticas soninfranqueables, al menos entre ciertos paí-ses vecinos. Una solución podría ser frag-mentar las emisiones de un satélite, adap-tando emisiones particulares a los paísesen cuestión por medio de antenas diferen-tes. Cada país o parte de él, teniendo encuenta su cultura y costumbres políticas,tendría su propia antena, que difundiríaun programa concebido sólo para él. Peroesta solución sería económicamente nadarentable, por lo que un sistema educativopor satélites debe basarse ante todo en lacooperación internacional e intercultu-ral (3).

Indudablemente las diferencias cultura-les son impedimentos para el intercambiomundial de enseñanzas. No se trata sólode problemas de lengua; también de as-pectos emocionales, culturales. Al experi-mentar con satélites para la educación nosencontramos con los obstáculos inherentesa la escasa coordinación y cooperación

(3) Progress Report: Program on Application of Communi-

cations Satellites to Educational Development. InternationalDevelopment Technology Center, Washington University, St.

Louis, Mo., November 1970.

existentes entre los sistemas educativos delas distintas naciones. Cierto es que exis-ten precedentes de cooperación internacio-nal en el campo de la educación, principal-mente en la educación superior. Desdehace siglos los profesores universitarioshan venido viajando, como parte normalde su trabajo, de una universidad a otra.Durante los últimos cinco años el Centrode Investigación Interuniversitario deCambridge investiga la forma en que lasnuevas técnicas pueden ayudar a la coope-ración y desarrollo de este intercambiotradicional de ideas y de gente entre lasdiferentes universidades. El Centro se hainteresado por aquellos intercambios rea-lizados a través de circuito cerrado de te-levisión, películas de televisión, cintas, etc.El Centro de Cambridge nació con el inte-rés de investigar las nuevas formas de co-municación en la educación. En 1963 es-tableció temporalmente un circuito cerra-do de televisión, enlazado con la Universi-dad de Cambridge, la Universidad de EastAglia, en Norwich, y el Imperial Collegede la Universidad de Londres. El propósitofue demostrar la posibilidad de usar la te-levisión para unir universidades e inter-cambiar enseñanzas.

Esta experiencia es relevante para lossatélites de educación en un doble sentido:

Ha hecho surgir problemas que tendránque ser resueltos en la escuela y en la for-mación de adultos.

Si los satélites van a ser utilizados enla educación, tiene sentido emplearlos tam-bién en la educación superior y no sólo enlos otros niveles. En la medida en queexiste cierta tradición en la cooperaciónentre universidades, algunos experimentoscon satélites deberían empezar a nivel dela enseñanza universitaria. En este sentidoel Centro Interuniversitario ha comenzadopor definir las necesidades educacionalessentidas por las universidades, que po-drían ser resueltas por un sistema de co-municación por satélite.

En cualquier parte las universidades es-tán haciendo frente a una crisis. Algunosde los elementos de la crisis son claros:la protesta estudiantil a lo largo del mun-do ha demostrado la necesidad de que lasuniversidades perfeccionen la calidad de

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sus enseñanzas. A la vez las institucionesuniversitarias reflexionan sobre los nue-vos métodos de enseñanza y reforma deplanes de estudio. Existe la presión de nu-merosos estudiantes que esperan entrar enla universidad; la presión de la sociedaddemandando tareas nuevas a la universi-dad; la demanda de los estudiantes y dela comunidad para que la universidad tra-baje en conexión con la sociedad. Pero alenfrentarse con estos problemas, las uni-versidades no pueden aumentar sus recur-sos tan rápidamente como lo exigirían lasapremiantes necesidades que tratan de so-lucionar. Las universidades precisan re-cursos de fuera. Uno de éstos podría serla ayuda de otras universidades. Por otrolado, la tecnología educativa puede exten-der su capacidad y posibilidades a diver-sas instituciones superiores (4).

Pero si existe una tradición de coopera-ción académica en la investigación y unalarga tradición de traslados de una univer-sidad a otra, no hay tal tradición cuandose trata del intercambio de informaciónacerca de la enseñanza. Esto puede deber-se a la dificultad de cooperar cuando losobjetivos apenas han sido formulados deforma clara y no hay acuerdo entre quie-nes se ocupan de la enseñanza superior.No se puede decir que exista una formu-lación precisa de objetivos acerca de la en-señanza universitaria.

La crisis educativa, que, por lo demás,no es exclusiva del ámbito universitario,ha impulsado a los responsables de la po-lítica educativa a revisar las bases mismasde su acción.

La tendencia que se dibuja en numero-sos países consiste en utilizar los recursosde la tecnología moderna, que irá toman-do mayor importancia, porque responde alos problemas suscitados por el cambio delos sistemas de enseñanza. La educaciónpasará así a un estadio industrial que per-mitirá formar más eficazmente un mayornúmero de individuos por im coste infe-rior al de la educación tradicional.

Para unos los satélites de comunicación(4) H. D. PERRATON: Linhing Universities by Technology

(National Extension College, Cambridge), 1969.Requirements of European Higher Education for Communi-

cation satellite services and frequency band allocations.Council of Europe. Strasbourg, 1070.

son el agente y el símbolo de una era nue-va en la historia de las comunicacioneshumanas, mientras que para otros instau-ran la última de las revoluciones de nues-tros medios de información, con un futuroa escala global y planetaria. No faltanquienes piensan que este sistema de co-municación puede resolver todos los pro-blemas de la educación, o quienes ven enél un medio importante de poder político,industrial, o, por el contrario, la amenazade estos mismos poderes.

Desde un punto de vista técnico, los sa-télites de comunicación forman parte dela vanguardia del progreso tecnológico. Deahí se deriva, como primera consecuencia,un aumento de la capacidad de los cana-les de comunicación, lo que implica unacapacidad de transmisión superior a nues-tra capacidad de utilización. Desde estaperspectiva técnica se pueden considerardos problemas muy particulares: la atri-bución de frecuencias, porque un satélitepuede emitir por varias frecuencias, y elnúmero de places-parking en órbita, paraprevenir las posibles interferencias entrevarios satélites que transmiten simultá-neamente.

Desde el punto de vista de la comunica-ción en general, a través de los satélitestenemos un instrumento flexible para po-sibilitar, tanto por teléfono como por tele-visión, el establecimiento de nuevos lazosdirectos entre las diferentes partes del glo-bo, sin pasar por los centros clásicos o re-cientes; pero para ello habrá que decidir-se a adoptar una organización, una admi-nistración acorde con una tecnología pla-netaria. Habrá que pensar en actuar enfunción de las dimensiones mundiales queimponen las actividades espaciales. Quizáhaya que empezar a reflexionar no sóloen una educación nacional, sino tambiéninternacional.

Se requerirá igualmente actualizar losprogramas escolares, transmitir nuevas in-formaciones tanto en la educación de losniños como en la de los adultos. La forma-ción permanente exige la introducción enel hogar de la educación y de la informa-ción. Esto es imposible sin el empleo de losmedios de comunicación modernos. Comu-nicación, información, educación, son tres

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elementos que han de contemplarse desde-aria perspectiva inseparable. No se puedeestudiar la utilización de una televisióneducativa y menos aún la de los satéliteseducativos, sin integrar estos tres aspectos.

La televisión, por satélite o no, no podráresolver todos los problemas de la educa-ción. Sin embargo, si se acepta la exigen-cia de una educación permanente, es másque probable que no exista en el mundoningún sistema tradicional de la educaciónconvencional que pueda hacer frente a es-tas tareas. Es preciso que una educaciónnueva se apoye en los medios audiovisua-les; entre ellos, la televisión. Educaciónentendida en un sentido amplio, es decir,no sólo la educación institucional y siste-mática o la formación profesional, sinotambién todo lo que constituye la educa-ción permanente.

Sin duda, el empleo de satélites con fineseducativos requeriría numerosas investi-gaciones, muchas de las cuales ya estánen marcha, como:

Investigaciones técnicas (centros derecepción e instalaciones recep-toras...).

— Investigaciones económicas (costo-efi-cacia según los diferentes sistemaseducativos...).

— Investigaciones pedagógicas (conte-nido de los distintos mensajes educa-tivos...).

La capacidad de los satélites sobrepasaampliamente la de todos los otros medios,por lo que puede alcanzar a un públicomuy extendido. Inevitablemente surge unacuestión clave: ¿qué tipo de emisiones vaa difundir el satélite? Las respuestas a esteinterrogante implican que, en cuanto a laproducción, habrá que alcanzar a la vezlos públicos más diversos, y en cuanto ala recepción, estos públicos deben disponerde amplia libertad de acceso a los progra-mas. Evidentemente el interés del uso desatélites está seriamente limitado si sólose dirige a un sector pequeño de su públi-co potencial.

Pero existen otros problemas —apartelos políticos, económicos, técnicos— que di-ficultan la utilización masiva de los satéli-tes para la transmisión de mensajes edu-

cativos. A título ejemplificativo podemoscitar algunos:

Dificultades en la asimilación e interpre-tación de los mensajes por emitirse a pú-blicos de culturas diversas. Una gran par-te de la eficacia de los medios audiovisua-les descansa sobre la empatía y los fenó-menos de «participación - identificación»;las costumbres, gestos, situaciones, difie-ren de un país a otro.

Dificultades de adaptación de los con-tenidos de los programas. Cuanto más am-plio es un público más numerosas y dife-rentes son sus necesidades.

Dificultades de feed-back. No hay buenacomunicación sin posibilidad de feed-back.Para algunos la calidad de un sistema deteleensefianza está en función dir3ctamen-te proporcional a su capacidad de feed-back. En el caso de la difusión espacial,esta capacidad parece muy débil.

Un sistema de educación por satélitedebe ser algo completamente nuevo, quepermita cambios no sólo de contenidos delos programas escolares, sino también delos conceptos básicos educacionales. La te-levisión por satélite debería proporcionarun sistema educativo que abarque la edu-cación fuera y dentro de la escuela, para locual habría que investigar cuál es la fun-ción y la influencia de los medios de co-municación audiovisual en el proceso edu-cativo.

Incluso cabe pensar hipotéticamente enlas consecuencias políticas que podrían de-rivarse de la transmisión por satélite:

Monopolio o duopolio en la produccióny control de la tecnología espacial, lo quellevaría a la hegemonía de uno o dos im-perios culturales.

Otra alternativa sería que un númerode países o bloques de naciones dispusierade sistemas de satélites de comunicación.Esta situación permitiría introducir unprincipio de pluralismo con la existenciade varios bloques interculturales y lin-güísticos. El oligopolio en materia de tec-nología espacial presentaría el inconve-niente de producir una homogenización deculturas nacionales y la ventaja de des-arrollar la colaboración entre los diferen-tes países asociados por cada sistema. Ade-más el pluralismo permitiría a cada país

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la decisión soberana sobre el contenido delas transmisiones y la autonomía en ladirección y control de su propio sistema.Pero el que cada país pueda disponer desu propio sistema no parece ser posiblepor razones de coste, de tecnología y derecursos humanos.

II. LOS ESTUDIOS DE LA UNESCOSOBRE LOS SATELITESEDUCATIVOS

Los Estados miembros de la Unesco es-tán tomando conciencia de que la expan-sión actual de la educación se encuentraen un estado de crisis casi universal. Lossistemas educativos de los países en víasde desarrollo se encuentran ante una fuer-te demanda acumulada de escolarización.Los trabajos del Ario Internacional de laEducación mostraron que, a pesar de quese duplicó la escolarización en Asia y Amé-rica Latina y se cuadruplicó en Africa, alo largo de veinte arios el porcentaje deniños escolarizados en la enseñanza pri-maria era todavía en 1970 inferior al 50por 100 en Africa y 55 por 100 en Asia.La enseñanza secundaria en Asia com-prende al 30 por 100 de los niños proce-dentes de la escuela primaria, y en Afri-

ca, al 15 por 100. Estimaciones recientesindican que en América Latina un alum-no de cada dos abandona la enseñanzaprimaria y dos de cada tres en Africa.Ya se trate de alfabetización de adultos ode formación de jóvenes trabajadores, lascifras señalan que si bien el número deadultos alfabetizados y el de los trabaja-dores cualificados crece rápidamente, lohace más despacio que el número total desujetos a alfabetizar o a formar.

Por ello la Unesco ha inscrito en su pro-grama la investigación de nuevas estrate-gias para el desarrollo de la educación se-gún las necesidades étnicas, políticas, eco-nómicas y sociales de los Estados miem-bros, incluyendo tanto estrategias cuanti-tativas para tratar la demanda escolar,nacida de la presión demográfica, comoestrategias cualitativas para mejorar el

rendimiento de los sistemas educativos quehan de responder a esta demanda (5).

G. Berger, pionero del método prospec-tivo, presintió el papel que la comunica-ción espacial podría aportar a este tema.En la Conferencia General de la Unesco en1960 presentó una resolución, aprobada porunanimidad, invitando a este organismo aexaminar las posibilidades de la comuni-cación espacial para la solución de los pro-blemas de la alfabetización universal.

A los largo de los años posteriores, losestudios sobre este tema se han multipli-cado, mientras que la tecnología de lossatélites salía rápidamente de su fase ex-perimental para alcanzar la alta eficaciadel sistema actual «Intelsat».

Desde esa fecha la Unesco dirigió inves-tigaciones sobre la problemática de la co-municación espacial aplicada a la educa-ción. De hecho se han examinado sus po-sibles aplicaciones a algunos países sobreuna base nacional o regional, como la In-dia, Brasil, Pakistán, los países andinos.Los informes sobre estos estudios fueronpublicados por la Unesco (6).

Desde 1970 la Unesco ha asegurado laorganización y la gestión de proyectos ope-racionales organizados sobre el territoriode algunos Estados miembros bajo la pers-pectiva de la aplicación de la comunica-ción espacial a la educación, proyectos fi-nanciados principalmente por los fondosespeciales del Programa de Desarrollo delas Naciones Unidas. Así, en el caso de laIndia, existen dos proyectos para experi-mentar el satélite ATS-F para la educaciónen 1974. Uno de estos proyectos se enca-mina a la formación del personal técniconecesario para la realización de emisioneseducativas; el otro, a la reorganización demétodos educativos que faciliten la trans-misión de la enseñanza por medios audio-visuales.

El sistema de comunicación por satélitespuede asegurar rápidamente una cobertu-

(5) Pum', W. Education by TV satellite in developingcountries. Unesco: International Institute for EducationalPlanning 1970.

(6) Preparatory study of a pilot project in the use of

satellite communication for national development porposesin India, Unesco, 1967.

Preparatory study of the use of satellite communicationfor education and national development in South America,Unesco, 1969.

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ra planetaria en términos de superficie ypoblación. En el caso de la India se ha cal-culado que las emisiones televisadas rea-lizadas según los sistemas tradicionales nopodrán alcanzar en veinte arios más del18 por 100 de la superficie del país y del25 por 100 de la población. Los satélites detelecomunicaciones pueden, sin embargo,responder satisfactoriamente a estas exi-gencias.

Entre 1971-76 la Unesco llevará a caboinvestigaciones específicas sobre la utiliza-ción sistemática de emisiones de televisióneducativa, difundidas por satélites, con lafinalidad de adaptarlas a los Estadosmiembros, y examinará los problemas es-peciales que plantea la aplicación de estanueva tecnología a los sistemas de ense-ñanza de los países en vías de desarro-llo (7).

Estas investigaciones y las experienciasen curso es probable que permitan extraerun conjunto de reglas mínimas de norma-lización pedagógica, de técnicas de pro-ducción y de utilización y de un materialpedagógico de empleo regional. Por otrolado, las aplicaciones transnacionales deun mismo mensaje demandan la puesta apunto de «comunidades pedagógicas» (enel mismo sentido en que se habla de «co-munidad económica») que pongan en co-mún los recursos de preparación y de pro-ducción televisual, a partir de acuerdospedagógicos generales que respetarían lasoberanía nacional y las peculiaridades delos sistemas educativos de cada país.

En la actualidad la Unesco estudia lasposibilidades de enlace permanente entrediversas instituciones de enseñanza e in-vestigación, equipadas del material emi-sor-receptor adecuado. En 1973 la Unescoadoptará una serie de recomendacionesprácticas sobre la creación de redes inter-nacionales de enlace audiovisual, princi-palmente entre centros de desarrollo deprogramas escolares, de forma que ayu-den a la preparación de materiales peda-gógicos transnacionales y a la formacióndel personal subsiguiente.

(7) SCHRAMM. W. Satellites de télécommunications pourl'éducation, la science et la culture. Etudes et documentsd'information, núm. 53, Unesco, 1988.

III. PROYECTOS Y EXPERIENCIASCONCRETAS SOBRELOS SATELITES EDUCATIVOS

Las reflexiones hechas desde hace algu-nos arios sobre el tema de los satélitespara la educación condujeron reciente-mente a los Gobiernos de la India y Esta-dos Unidos a montar una experiencia edu-cativa por televisión en 5.000 clases gra-cias al satélite «ATS-F», lanzado por laNASA:

A) El acuerdo firmado por la India conla National Aeronautics and Space Admi-nistration (NASA) es esencialmente unproyecto de televisión educativa por saté-lite. El experimento comenzará en 1974 yabarcará programas de televisión que lle-garán a 5.000 poblaciones de la India. Lamitad de ellas recibirán los programas di-rectamente por satélite, sin el intermedia-rio de una estación terrestre de televisión.En el momento presente se está investi-gando en la India para qué grados y ma-terias serán los programas, así como lostipos de cursos que se impartirán a la vis-ta de los diferentes planes de estudio quese siguen hoy en los Estados de aquellanación. Es igualmente objeto de investi-gación la posibilidad de enseriar una len-gua común a través del satélite.

En el caso de los Estados Unidos existendos experimentos importantes sobre la co-municación educativa por satélite:

B) El proyecto Alaska para un satéliteeducativo data de 1969 y pretende trans-mitir, vía satélite, por radio y televisión,programas pedagógicos que compensen laescasez de profesorado en las áreas rura-les de Alaska. Los profesores de estas zo-nas se encuentran virtualmente aisladosunos de otros y de las principales corrien-tes de innovación educativa. Tienen menosoportunidades que sus colegas de la ciu-dad para adquirir continuamente una for-mación más completa, lo cual repercute ensu propio desarrollo profesional y en lasenseñanzas que impartan a sus alumnos.Este aislamiento a menudo perpetúa larutina.

Las recomendaciones de la misión Unes-co-NEA (National Education Association,Washington), que estudió en Alaska dicho

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proyecto, sugieren que un sistema de edu-cación por satélite en Alaska no sólo esfactible, sino necesario, dadas las peculia-ridades características geográficas y eco-nómicas de la región.

C) Por su parte, la Universidad de Ha-wai ha propuesto a la NASA —y ésta lo haaprobado— un proyecto por el que un gru-po de 15 universidades de la cuenca delPacífico queden interconectadas a travésde un sistema de comunicaciones por cir-cuito cerrad o por medio del satélite«ATS-1». El propósito del experimento eslograr un laboratorio intercontinental querealice investigaciones experimentales enel uso de las telecomunicaciones por saté--lite y demuestre que el intercambio inter-nacional de los recursos de la educaciónuniversitaria es factible y necesario.

D) El origen del programa Sinfonía seremonta a 1967. En esta fecha los Gobier-nos francés y alemán decidieron medianteun acuerdo la realización en común de unprograma de telecomunicación por satéli-te. Posteriomente Bélgica se asoció a estacolaboración. El sistema está hoy perfecta-mente definido. A fines de 1973 y comienzosde 1974 se pondrán en órbita dos modelosde satélites. Los lanzamientos se harán enel campo de tiro de Guayana con el cohete«Europa II». Este programa persigue laelaboración de un sistema de telecomuni-cación regional, cuyas exigencias son sen-cillamente diferentes de las del sistema«Intelsat», ya en funcionamiento.

Con tres satélites «Intelsat» en órbitageoestacionaria (a 36.000 kilómetros de al-titud) se puede llevar a cabo una cobertu-ra casi total del globo. Basta situar estossatélites por encima de los océanos Atlán-tico, Pacífico e Indico. Cuando en 1972 lared «Intelsat» tenga 70 estaciones se po-drán establecer hasta 2.830 enlaces. En laactualidad las seriales de teléfono, telégra-fo y televisión se retransmiten de estemodo. Los satélites que hoy funcionan sondel tipo «Intelsat III», progresivamente re-emplazados por satélites del tipo «Intel-sat IV», de mayor peso, mayor capacidadde canales de televisión y de circuitos tele-fónicos.

El éxito de «Intelsat» se debe a la ven-taja que presentan los satélites para los

enlaces intercontinentales. Gracias al ac-ceso múltiple de un gran número de esta-ciones a un mismo satélite, el precio decoste es menor que en el caso de la trans-misión por cables submarinos. Además, loscables actuales son incapaces de transmi-tir seriales de televisión.

En comparación con los satélites «Intel-sat», los estudios sobre el programa Sinfo-nía están orientados hacia una reducciónde los costes de las estaciones terrestresmediante mejoras del equipo tecnológico,y de ahí su diferencia con el sistema «In-telsat».

Se ha desarrollado una amplia red decomunicaciones comerciales por satélite.El Consorcio Internacional de Telecomuni-caciones por satélite («Intelsat») ha esta-blecido un sistema de satélites en una ór-bita geosincrónica que permite la trans-misión internacional de imágenes televi-sivas.

A medida que aumenta la capacidad tec-nológica, las potencialidades de telecomu-nicación por satélite, ya sean nacionales ointernacionales parecen ser mayores. Exis-te un creciente entusiasmo por esta nuevatecnología. Pero lo importante es que estedesarrollo vaya guiado por fines humanís-ticos y no por presiones que impidan el usoefectivo de los satélites con propósitos edu-cativos. No hay que caer en la ilusión deque porque seamos capaces de desarrollartécnicamente un sistema de satélites elloimplicará necesariamente que tal sistemaperseguirá las metas que nos hayamos tra-zado para el desarrollo nacional.

E) Merece la pena que nos detengamosen la labor del Centro de Educación porSatélite (Educational Satellite C en t e r,EDSAT), creado en la Universidad de Wis-consin, con la finalidad de impulsar y alen-tar los usos educativos de la tecnología delos satélites. El Centro investiga sobre lasaplicaciones sociales y educacionales de latransmisión por satélite. Una idea básicaque motivó la creación del Centro fue lade una mayor libertad para la investiga-ción. En él se integran científicos, técnicos,ingenieros, educadores, etc., de tal modoque las investigaciones se llevan adelantebajo una perspectiva multidisciplinaria.

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El Centro pretende recoger informaciónde fuera y de dentro del país —a travésde las comunicaciones por satélite— y di-fundirla a otras áreas de la nación y delmundo. Para ello el Centro coopera en elintercambio de programas educativos conotras universidades nacionales y extranje-ras. Con este fin publicó dos libros titula-dos: Aplicaciones sociales y educacionalesde la comunicación por satélite y Aspectospolíticos y legales de la telecomunicaciónpor satélite.

Otro objetivo del Centro de Educaciónpor Satélite es el desarrollo de modelos.Trabaja en colaboración con otras institu-ciones educativas, fundaciones, organis-mos de las Naciones Unidas y agencias gu-bernamentales, con la finalidad de elabo-rar sistemas de telecomunicación por sa-télite que respondan a las diversas nece-sidades. Ha elaborado modelos de diver-sas áreas geográficas, pero que pueden te-ner aplicación más amplia para las nece-sidades educativas de muchos países. Ade-más investiga modelos organizativos quepueden servir de base para eventualessistemas de comunicación por satélite decarácter regional, nacional y mundial. Lascomplejidades de tales sistemas requeri-rán la creación de instituciones adecuadasy de una legislación nacional e internacio-nal que regule los problemas que puedansurgir. De ahí que las investigaciones delEDSAT están encaminadas a lograr unmodelo flexible que englobe las operacio-nes de cualquier sistema de telecomunica-ción por satélite y que sea aceptado porlos diferentes países.

Las investigaciones educativas realiza-das por el EDSAT demuestran que las co-municaciones por satélite pueden ser unmedio pedagógico efectivo, tanto a escalageográfica relativamente pequeña como aescala más amplia.

En aquellas áreas donde existe un sis-tema de comunicaciones terrestres inade-cuadas, las comunicaciones por satélitesofrecen alternativas factibles económicasy técnicas para la difusión de programaseducativos. Quizá el sistema de educaciónpor satélites debería ser considerado no

como una alternativa a otros medios decomunicación, sino como una ampliacióna las otras tecnologías educativas (8).

F) En abril de 1969 tuvo lugar en Chileuna reunión que estudió diversos aspectosrelacionados con la utilización de satéli-tes con fines educativos. La conclusión deesta reunión fue la creación de un orga-nismo denominado «Centro AudiovisualInternacional vía Satélite» (CAVISAT),cuyo objetivo consistiría en la realizaciónde los estudios de •factibilidad», elabora-ción de programas educativos a todos losniveles, destinados a los niños y adultosde los países hispanoamericanos. El pro-yecto CAVISAT, financiado por diversasempresas comerciales de los Estados Uni-dos, persigue el lanzamiento de satélitesque permitan la transmisión directa de se-riales a los receptores de televisión, sin re-currir a las estaciones terrestres que hoydía las difunden. Sin embargo, este pro-yecto fue acogido con grandes reservaspor los gobiernos hispanoamericanos.

Por ello los ministros de Educación delos países de la región andina, preocupa-dos por las implicaciones políticas y eco-nómicas de este plan y conscientes de laimportancia de las aplicaciones cultura-les y educativas de la nueva tecnologíaespacial, se reunieron en Bogotá en 1970.Allí aprobaron, junto con una declaraciónde principios sobre el empleo de los saté-lites para la educación, un acuerdo cul-tural que establece la colaboración de lospaíses del grupo para llevar a la prácticaun programa común de educación por sa-télite.

Estos países, a raíz de esta reunión, so-licitaron la colaboración de la Unesco, dela UIT y de otros organismos internacio-nales para iniciar estudios sobre la «fac-tibilidad» de un sistema de satélites confines culturales y educativos en AméricaLatina.

Iberoamérica sufre una falta de educa-ción adaptada a las necesidades del mun-do moderno. Enseriar a leer y escribir qui-

(8) REIMER, E. An Essay on Alternatives in Education,CIDOC cuaderno núm. 1005, Center for Intercultural Docu-mentation, Cuernavaca, Mexico, 1970.

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zá fuese suficiente hace un siglo. Hoy lapoblación de Sudamérica en gran partees analfabeta. Se impone reforzar la es-tructura escolar y crear nuevos caminospara la educación extraescolar.

La población estudiantil latinoamerica-na estará dentro de pocos arios entre los60 y 70 millones, pero si se piensa en losadultos que necesitarían una educacióncontinua, la cifra sobrepasaría los 100 mi-llones. El sistema educativo de Latinoamé-rica es insuficiente e ineficaz. En la actua-lidad el coste de un alumno que terminala escuela primaria o la secundaria escuatro veces mayor de lo que debiera seren una situación normal (9).

Es probable que la adición del sistemade televisión redujese significativamenteeste coste.

Son varios los elementos que favorecenel uso de la televisión vía satélite en estospaíses:

Una cultura común.Excesiva diseminación de la población

en grandes extensiones geográficas. Los sa-télites están llamados a desempeñar unpapel importante, quizá decisivo, en aque-llos países de gran extensión territorial ybaja densidad de población. Este es el casode Sudamérica, Australia, Brasil, Canadá,Indonesia...

Búsqueda de una educación similar. Elsatélite ofrece una excelente oportunidadpara dotar a todos con una educación idén-tica, cualquiera que sea la situación geo-gráfica, recursos y nivel social. Esto seaplica especialmente a Hispanoamérica, elcontinente de los grandes contrastes so-ciales (10).

Las investigaciones en el caso de Hispa-noamérica están en una fase avanzada.En 1969, Telespazio, sociedad italiana, pre-sentó un estudio, patrocinado por el Con-sejo Nacional de Investigaciones y por elInstituto Italo-Latino-Americano, sobre unsistema de televisión escolar que debería

(9) S. LOURIE: Educación para hoy o para ayer. Unes-

co, 1970.

(10) COLEMAN, J. S. Equality of Educational Opportunity.U. S. Department of Heath, Education and Welfare, Wash-

ington, D. C., 1966.

difundir instrucción de nivel elemental ymedio a todo el continente. El estudio pre-veía alcanzar 20 millones de usuarios re-partidos en 100.000 centros de instrucción.El sistema está constituido por dos satéli-tes de 850 kilogramos, de una potenciade 1 KW., 12 estaciones emisoras y 100.000centros receptores. El coste de la infraes-tructura, los satélites, su lanzamiento...,se eleva a 100 millones de dólares, mien-tras que el coste de las estaciones terres-tres y de los aparatos correspondientes seha estimado en 250 millones de dólares.El coste anual de explotación del sistemaestá cifrado en 125 millones de dólares, loque dividido entre el número total de usua-rios, 20 millones, 200 por cada centro re-ceptor, daría un coste anual por estudian-te de 6,25 dólares.

G) Las investigaciones que se están lle-vando a cabo para el caso del Africa fran-cófona son también interesantes. Con elsistema de las emisiones televisivas se in-tenta resolver el problema de la enseñan-za en Africa. Pero en este vasto continen-te las distancias entre los grupos de pobla-ción son tales que la red de transmisionesindispensable es a la vez costosa y difícilde construir. Por esta razón se está inves-tigando la utilización de un satélite queconduciría al sistema siguiente: las emi-siones educativas de televisión se produci-rían en un centro por equipos de pedago-gos y de especialistas de televisión; estasemisiones se transmitirían luego a un sa-télite geoestacionario que las enviaría alos receptores de cada escuela. Todos estostrabajos forman parte del llamado pro-yecto Sócrates, destinado a implantar unaenseñanza primaria televisual a los jóve-nes y adultos de 17 países africanos de len-gua francesa (11). Se han estudiado y com-parado dos soluciones posibles:

— Una solución por cadenas de televi-sión nacionales. Cada Estado dispon-dría de su centro de producción yde su red de emisoras interconecta-das por ondas hertzianas.

(11) Le satellite de télévision au service de l'éducation en

Afrique. CNES, Paris, 1969.

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— Una solución espacial examinando elempleo, a partir de 1974, de satélitesque permitiesen a fines de esta dé-cada la recepción en directo.

Las investigaciones hechas hasta ahoramuestran que las transmisiones televisa-das por satélite son técnicamente posiblesy económicamente ventajosas. El hecho de

que los satélites geoestacionarios permi-tan una cobertura total de las zonas inte-resadas, independientemente de las carac-terísticas geofísicas de los países exami-nados, hace converger la atención dequienes se preocupan de las transmisionestelevisuales con fines educativos hacia lasposibilidades excepcionales ofrecidas porlos satélites.

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