Santos Franciscanos de Marzo

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SANTOS FRANCISCANOS DE MARZO Marzo 1 SAN FRANCISCO FAHELANTE. Mártir japonés de la Tercera Orden (+ 1597). Canonizado por Pio IX el 6 de junio de 1862. Nacido de una familia pagana. Despues de un largo catecumenado recibió el bautismo. Vivió con entusiasmo su fe, ingresó a la Tercera Orden Franciscana y tomó el nombre de Francisco por devoción al Santo de Asís. Ayudo a los misioneros en la predicación del evangelio, como catequista en la preparación para el bautismo de los neófitos, en la asistencia y cuidado de los enfermos en los hospitales junto a los conventos de Meaco, Osaka y Nagasali. Vino luego la persecución ordenada por el emperador japonés Taicosama contra todos los misioneros que, como huracán, todo lo perturbó y destruyó. Francisco, aunque no estaba entre el número de mártires, decidió acompañar y ayudar al grupo durante el viaje y después de sufrir los insultos de los soldados japoneses fue encadenado junto con ellos y su constancia fue premiada con el martirio, el 5 de febrero de 1597. Marzo 2 SANTA INÉS DE PRAGA (O DE BOHEMIA). Virgen clarisa de la Segunda Orden (1205-1282). Canonizada por el beato Juan Pablo II el 12 de noviembre de 1989. Vivió y murió en Praga, pero la fama de sus virtudes se difundió aún durante toda su vida, por toda Europa. La vida de Inés fue extraordinaria, como lo fue también su personalidad. Hija del rey de Bohemia Premysl Otokar I. Por algunos años vivió entre monjas cistercienses de Trebnica, donde Santa Edwiges le enseñó las verdades fundamentales de la fe, las primeras oraciones, y la formó en la vida cristiana. Tiempo después de haber escuchado noticias sobre San Francisco y la nueva Orden de Santa Clara, también ella quiso seguir en total pobreza a Cristo pobre. Se deshizo de todas sus riquezas y distribuyó el dinero entre los pobres. Construyó un hospital, que confió al cuidado de los crucíferos de las Estrella Roja, fundados por ella. Luego hizo construir en Praga un monasterio de clarisas y con otras cinco jóvenes, hijas de las principales familias de Praga, dio comienzo a la Segunda Orden Franciscana en su patria. Santa Clara de Asís le escribió cuatro bellísimas cartas. Vivió en el monasterio de Praga 40 años y rodeada de una luz celestial, a la edad de casi 80 años, el 6 de marzo de 1282 expiró serenamente en brazos del Señor. Marzo 5 SAN JUAN JOSÉ DE LA CRUZ. Sacerdote de la Primera Orden (1654-1734). Canonizado por Gregorio XVI el 26 de mayo de 1839.

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SANTOS FRANCISCANOS DE MARZO

Marzo 1 SAN FRANCISCO FAHELANTE. Mártir japonés de la Tercera Orden (+ 1597). Canonizado por Pio IX el 6 de junio de 1862.

Nacido de una familia pagana. Despues de un largo catecumenado recibió el bautismo. Vivió con entusiasmo su fe, ingresó a la Tercera Orden Franciscana y tomó el nombre de Francisco por devoción al Santo de Asís. Ayudo a los misioneros en la predicación del evangelio, como catequista en la preparación para el bautismo de los neófitos, en la asistencia y cuidado de los enfermos en los hospitales junto a los conventos de Meaco, Osaka y Nagasali. Vino luego la persecución ordenada por el emperador japonés Taicosama contra todos los misioneros que, como huracán, todo lo perturbó y destruyó. Francisco, aunque no estaba entre el número de mártires, decidió acompañar y ayudar al grupo durante el viaje y después de sufrir los insultos de los soldados japoneses fue encadenado junto con ellos y su constancia fue premiada con el martirio, el 5 de febrero de 1597.

Marzo 2 SANTA INÉS DE PRAGA (O DE BOHEMIA). Virgen clarisa de la Segunda Orden (1205-1282). Canonizada por el beato Juan Pablo II el 12 de noviembre de 1989.

Vivió y murió en Praga, pero la fama de sus virtudes se difundió aún durante toda su vida, por toda Europa. La vida de Inés fue extraordinaria, como lo fue también su personalidad. Hija del rey de Bohemia Premysl Otokar I. Por algunos años vivió entre monjas cistercienses de Trebnica, donde Santa Edwiges le enseñó las verdades fundamentales de la fe, las primeras oraciones, y la formó en la vida cristiana. Tiempo después de haber escuchado noticias sobre San Francisco y la nueva Orden de Santa Clara, también ella quiso seguir en total pobreza a Cristo pobre. Se deshizo de todas sus riquezas y distribuyó el dinero entre los pobres. Construyó un hospital, que confió al cuidado de los crucíferos de las Estrella Roja, fundados por ella. Luego hizo construir en Praga un monasterio de clarisas y con otras cinco jóvenes, hijas de las principales familias de Praga, dio comienzo a la Segunda Orden Franciscana en su patria. Santa Clara de Asís le escribió cuatro bellísimas cartas. Vivió en el monasterio de Praga 40 años y rodeada de una luz celestial, a la edad de casi 80 años, el 6 de marzo de 1282 expiró serenamente en brazos del Señor.

Marzo 5 SAN JUAN JOSÉ DE LA CRUZ. Sacerdote de la Primera Orden (1654-1734). Canonizado por Gregorio XVI el 26 de mayo de 1839.

Nació en Ischa el 15 de agosto de 1654, hijo de José Calosinto y Laura Gargiulo. Con los agustinos de la isla recibió la primera formación, y se distinguió entre sus coetáneos por una profunda piedad. A los 15 años de edad, sintiéndose atraído por la vida religiosa, por inspiración divina escogió la Orden de los Hermanos Menores. Tomó el hábito de novicio en 1670. Profesó en enero de 1671, fue el más joven de los 12 frailes que el 15 de julio de 1674 tomaron posesión del Santuario de Santa María Occorrevole en Piedimonte d’Alife, donde por iniciática de Juan José fue construido un convento. El 18 de septiembre de 1677 fue ordenado sacerdote, a pesar de su resistencia por humildad. Más de nueve años fue maestro de novicios en Nápoles y guardián del convento de Occorrevole. Elegido provincial en el Capítulo de Gruno de 1703, atrajo a la observancia a sus religiosos y reorganizo los estudios. Popularisimo por su apostolado, en especial como experto director de conciencias, realizó muchas conversiones. Murió el 5 de marzo de 1734, a los 80 años de edad.

Marzo 7 SAN PEDRO SUKEYIRO. Mártir japonés, de la Tercera Orden (¨+ 1597). Canonizado por Pío IX el 8 de junio de 1862.

Se había hecho cristiano y franciscano seglar en Meaco, con los misioneros franciscanos, a los cuales había prestado toda su colaboración en calidad de catequista para la instrucción y formación de los neófitos, en la asistencia a los enfermos y en la educación de los niños de las diversas escuelas. En 1596 se desató la persecución contra los misioneros, que como huracán todo destruyó siendo apresados los misioneros y terciarios japoneses de Meaco y Osaka y llevados a Osaka para ser crucificados. Junto con Francisco Fahelante prestó su ayuda y apoyo a los prisioneros y fue tal su acompañamiento

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“impertinente” para con los misioneros que se les asoció con los demás prisioneros. La mañana del 5 de febrero de 1597 los santos mártires llegaron a Nagasaki. Se habían hecho levantar 26 cruces: seis en medio para los franciscanos y las demás, a los lados, para los japoneses. Pedro Sukeyiro y los demás compañeros en esa mañana del 5 febrero como invictos héroes sufrieron el martirio de la crucifixión cantando.

Marzo 8 SAN MIGUEL KOSAKI DE ISCO. Martir japonés, de la Tercera Orden (+ 1597). Canonizado por Pío IX el 8 de junio de 1862.

Originario de Isco, Japon, era fervoroso cristiano y terciario franciscano, activo al servicio de los misioneros franciscanos de Meaco. Su hijo Tomás, de quince, vivía con los franciscanos, al servicio del altar. Tambien él era catequista. Cuando estalló la persecución religiosa, Miguel con su hijo Tomás, los franciscanos y otros terciarios fueron arrestados y condenados a la crucifixión. Miguel con sus compañeros y su hijo Tomás, al llegar a la Santa Colina, se le colocó junto a la cruz y el cuello con un aro de hierro. Luego fue levantado en la cruz a la espera de ser ejecutado como sus demás compañeros. Entonces mientras las victimas entonaba el “Te Deum” eran atravesados por dos lanzas en los costados y asi les abrieron la gloria del cielo la mañana del 5 de febrero de 1597.

Marzo 9 SAN LUIS IBARAKI. Martir japonés, Terciario Franciscano (1586-1597). Canonizado por Pío IX el 8 de junio de 1862.

Niño de apenas once años, es como la obra maestra pedagógica de la escuela de San Pedro Bautista y de sus cohermanos. Huerfano de padre y madre, había vivido con sus tíos, que los habían acogido en casa como hijo. Deseando hacerse franciscano y sacerdote, fue recibido en el seminario. Sereno, cordial, afable, paso como un meteoro de luz. Vivió como un ángel. Siempre el primero en la oración, era acolito y cantor, servia con fervor en la santa Misa. Enseñaba catecismo a los niños menore que él. El 3 de enero de 1597 comenzó su difícil viaje hacia Nagasaki un vea que hubo explotado la persecución religiosa. Fue objeto de burla para algunos pero más objeto de admiración para muchos. Con mucha valentía rechazó los numerosos asaltos para que renegara de Cristo. Al llegar al lugar del martirio besó la cruz en que había de ser atado y martirizado. Recitó juntos con otros 2 compañeros el salmo: “Alabad niños al Señor”. Antes de ser atrevesado grito: “¡Paraiso! ¡Paraiso!”.

Marzo 18 SAN SALVADOR DE HORTA. Religioso de la Primera Orden (1520-1567). Canonizado por Pío XI el 17 de abril de 1938.

Este santo es en verdad una figura singular, un santo pobrísimo, humildísimo, casi analfabeta, despreciado e inclusive perseguido antes de ser reconocido como el “gran taumaturgo del siglo XVI”. Nacido en España, en Santa Colomba de Farnés, cerca de Gerona, en diciembre de 1520, de familia pobre, siguió pobre por toda su vida. Quedó huérfano siendo adolescente, dejó su país natal para buscar trabajo en Barcelona, donde aprendió zapatería para sostenerse él y sostener a su hermana. El 3 de mayo de 1551 fue recibido en el convento de Barcelona rápidamente llamó la atención de los religiosos por su gran piedad. Se le encomendaron los trabajos más bajos y fatigosos. Alrededor del hermano más humilde del convento, comenzaron a producirse milagros cada vez más numerosos y ruidosos. Pronto encontró la hostilidad e incomprensión de varios de sus cohermanos hasta el grado de pensar que estaba endemoniado. Pero los milagros continuaban y fue el pueblo quien se le supo reconocer su fama de santidad. Fue trasladado a otro convento en Tortosa para evitar las continuas visitas de la gente. De ahí fue llevado a Bellpuig donde estuvo 12 años con el nombre de Reus, de ahí fue devuelto a Barcelona para finalmente recalar en Cerdeña, en el convento de Santa María de Jesús, donde por fin encontró un verdadero asilo de paz. Murio a los 47 años en Cagliari el 18 de marzo de 1567. Su sepulcro de hizo famaso por sus milagros.

Marzo 27 SAN ALBERTO CHMIELOWSKI. Religioso de la Tercera Orden Regular (1843-1916). Fundador de los Siervos y Siervas de los pobres de San Francisco. Canonizado por Juan Pablo II el 12 de noviembre de 1989.

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Fue definido por el papa Juan Pablo II el San Francisco polaco del siglo XX por el estilo de vida marcado por rigurosa y gozosa pobreza. Nacido en Igolamia, cerca de Cracovia en 1843, después de la insurreccion de 1863, que le costó la pérdida de una pierna, estudio ingeniería en Fulawy y en Gante, luego pintura en Münich. Ingresó a la Tercera Orden y comenzó a socorrer a los medigos, a los vagabundos, a los enfermos abandonados por su repugnancia. Mendigó el mismo para ellos. Vistió el hábito franciscano a los 42 años y fundó dos congregaciones religiosas: los Hermanos y las Hermanas de la Tercera Orden de San Francisco Siervos y Siervas de los pobres. Lo movía un inmenso amor a Dios y al prójimo, y una fe y una esperanza sin fronteras. Pasó los últimos diez años de su vida afectado por un tumor en el estomago. Nadie lo supo sino pocos meses antes de su muerte, cuando el mal se agravó. No expresó ningún lamento, murió el 25 de diciembre de 1916, el día de Navidad, en el hospicio de los pobres de Cracovia. Sus restos mortales reposan en la Iglesia de los carmelitas de Cracovia, meta de muchas peregrinaciones.

Marzo 30 SAN PEDRO REGALADO. Sacerdote de la Primera Orden (1390-1456). Canonizado por Benedicto XIV el 29 de junio de 1746.

Nació en Valladolid en 1390. A los nueve años murió su padre. La madre lo educó piadosamente. Muy joven ingresó en la Orden de los Hermanos Menores y se distinguió pronto por su piedad, mortificación y pobreza, como también por su amor al silencio y a la soledad. Al estudiar la regla franciscana, se convenció de que la vida concreta de los religiosos no correspondía a sus exigencias y junto con él ya se oian las voces de otros religiosos pidiendo una reforma franciscana. En 1415 celebró su primera misa. En Abrojo fundó un nuevo eremitorio, donde él fue superior y maestro de novicios y aunque se vivía con prescripciones severísimas, llenaron España de numerosas vocaciones con un fervor de vida franciscana y de santidad. La estrictísima pobreza de su convento, a mneudo socorrida por Dios con prodigios, nunca cerró su corazón a los pobres, para con quienes fue fe una generosidad sin limites. Gravemente enfermo, pide a sus cohermanos que le retrasen la unción de los enfermos poruqe venía el obispo de Palencia, Mons. Pedro de Castilla, a administrársela. Sintiendose cercano a la muerte, quiso ir a Fresneda para recomendar a León Salazar, su gran colaborador, que continuare en el camino emprendido de la reforma. Murió finalmente en Aguilera el 30 de marzo de 1456 a la edad de 66 años.

SANTOS FRANCISCANOS DE ABRIL

Abril 4 SAN BENITO DE PALERMO (EL MORO). Religioso de la Primera Orden (1526-1589). Canonizado por Pío VII el 24 de mayo de 1807.

Nació en 1526 en San Fratello, provincia de Mesina, de padres cristianos descendientes de esclavos negros. De adolescente Benito cuidaba el rebaño del patrón y desde entonces, por sus virtudes, fue llamado el “santo moro”. A los 21 años entró en una comunidad de ermitaños fundada por Jerónimo Lanza y que vivía bajo la regla de Francisco. A la muerte de Lanza fue elegido superior de esa comunidad. En 1562 Pío IV retiró la aprobación de Julio II para aquella comunidad por lo que los invitó a unirse a la Orden que quisieran. Benito escogió la Orden de los Hermanos menores y entró en el convento de Santa María de Jesús, en Palermo. De ahí fue enviado al convento de Santa Ana Guiliana y luego volvió a Palermo. Al principio ejerció el oficio de cocinero con gran espíritu de sacrifio y de caridad sobrenatural. Se le atribuyeron muchos milagros. Se le tenía tanto aprecio, que en 1578, siendo religioso no sacerdote, fue nombrado superior del convento. Un gran numero de devotos iba a él a consultarlo, entre los cuales también sacerdotes y teólogos, y finalmente el virrey de Sicilia. Para todos tenia una palabra sabia, iluminadora, que animaba siempre al bien. En 1589 enfermó gravemente y por revelelacion conoció el día y la hora de su muerte. Recibió los últimos sacramentos, y el 4 de abril de 1598 expiró dulcemente a la edad de 63 años. De culto ampliamente difundido vino a ser el protector de los pueblos negros.

Abril 15 SAN BENITO JOSÉ LABRE. Peregrino, cordígero de la Tercera Orden (1748-1783). Canonizado el 8 de diciembre de 1881 por León XIII.

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Nació en Amettes, Francia el 26 de marzo de 1748. Su familia vivía del producto de una finca, pero vivian precariamente, pues eran 15 hijos. Benito José era el mayor, hizo los primeros estudios en su pueblo natal, mostrando una seriedad superior a su edad. A los 12 años, su tío materno, el sacerdote Francisco José, le enseñó los primeros elementos de latín. A los 16 decidió hacerse trapense pero su familia se opuso. Se hizo peregrino, no por el gusto de vagar, sino para ir a pie a las diversas trapas francesas, cuyas puertas tocó en vano. Primero porque era muy joven luego demasiado débil. En Italia descubrió su verdadera vocación. El Señor lo llamaba a una soledad mayor aun que la de los claustros: lo puso en los caminos y en los caminos habría de permanecer, llegando a der el “vagabundo de Dios”. Se desprendía de todo, abandonaba su cuerpo a la intemperie, vestido de andrajos, entre insectos, las llagas corroían sus carnes, pero se elevaba siempre más en una oración de la cual nadie podía distraerlo. Iba ceñido con una cuerda, la de los cordigeros de San Francisco de la Tercera Orden que le habían dado en la Basilica de San Francisco en Asís. Visitó varias veces a Loreto, Asís, Nápoles, Bari, Fabriano, Einsiedeln, Compostela. Los últimos años de su vida los pasó en Roma. Murió el 16 de abril de 1783 en la trastienda de un carnicero que lo había recogido. En cuanto expiró, corrió la voz por toda Roma: “¡Ha muerto el Santo!”

Abril 16 ANIVERSARIO DE LA FUNDACIÓN DE LA ORDEN FRANCISCANA.

“La Orden de los Hermanos Menores” brotó de la mente y del corazón de Francisco de Asís, que ya era todo de Dios y de las almas, en Rivotorto, en la Porciúncula. Obtuvo de Inocencio III la aprobación de la Orden el 16 de abril de 1209 verbalmente; y por escrito, de Honorio III el 29 de noviembre de 1223, con la bula «Solet annuere». A sus seguidores el Poverello les entregó su amor a la pobreza, su mensaje de Paz y Bien y el código del Evangelio como norma de vida. Los hijos de San Francisco están esparcidos por todo el mundo y desarrollan actividades pastorales, misioneras, científicas, educativas, caritativas, asistenciales. Constituyen el más fuerte movimiento al servicio de la Iglesia. Franciscanos se llaman todos los que pertenecen a la Primera, a la Segunda y a la Tercera Órden, todas instituidas por San Francisco.

Abril 17 SANTA BERNARDITA SOUBIROUS. Virgen Cordígera de la Tercera Orden (1844-1879). Canonizada por Pío XI el 8 de diciembre de 1933.

Nació en Lourdes el 7 de enero de 1844, la mayor de nueve hijos del molinero Francisco y Luisa Casterot. En 1845 estuvo a punto de morir por el cólera, debido a lo cual siempre tuvo una salud precaria. Por cuidar a sus hermanitos y a las ovejas no pudo frecuentar la escuela. Deseosa de hacer la primera comunión, fue preparada por las Hermanas de Nevers. Del 11 de febrero al 16 julio de 1858, en la gruta de Massabielle, en el transcurso de 18 apariciones la Bienaventurada Virgen María viene a Bernardita, la hace su confidente, instrumento de su maternal ternura y de la misericordia omnipotente del Hijo. El 3 de julio de 1858 Bernardita recitó la ultima oración en la gruta, luego partió para Nevers e ingresó en la vida religiosa. Por veinte años su vida como religiosa fue de ocultamiento, de grandes pruebas y sufrimientos. El 22 de septiembre de 1878 pronuncia los votos perpetuos y el 8 de diciembre, fiesta de la Inmaculada, es recibida como «cordígera de San Francisco de Asís », en la gran familia franciscana. El 16 de abril de 1879 se unió a las oraciones por los agonizantes murmurando: «Rogad por mí, pobre pecadora». Luego inclinó la cabeza y su alma voló al cielo para contemplar a Dios y a la bella Señora que había visto ya en la tierra.

Abril 21 SAN CONRADO DE PARZHAM. Religioso de la Primera Orden (1818-1894). Canonizado por Pío XI el 20 de mayo de 1934.

Es el segundo alemán canonizado después de la escisión luterana, precedido por San Fidel de Sigmaringen, protomártir de la Propaganda Fide. Nació el 22 de diciembre de 1818 de una familia numerosa, propietaria de una hacienda de Venushof, en el valle del Rott, en la diócesis de Passavia. Huerfano a los 16 años, se dedicó a los trabajos agrícolas, distinguiéndose por la practica de la virtud y el espíritu de oración. Sintiendose llamado a la vida religiosa, entró de 31 años a la Orden de los Hermanos Menores Capuchinos y emitió la profesión solemne el 4 de octubre de 1852. Destinado al oficio de portero en el convento-santuario de Altötting (Baja Baviera), permaneció allí 43, edificando a sus hermanos y a los peregrinos

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mediante el ejercicio de la caridad y de una paciencia inalterable. Devoto de la Virgen y de la Eucaristia y animado por el celo apostolico también colaboró con la obra benéfica de la infancia abandonada y periclitante conocida con el nombre de Liebesswerk. Sintiendose mal desde el 18 de abril de 1894, la mañana del 21 de abril recibió la santa comuion, la unción de los enfermos y la absolución general. La calma y serenidad que brillaban en el rostro del piadoso religioso no dejaban ver la inminencia de la muerte. Pronto entró en agonía. Le rezaron las oraciones de los moribundos y a las 8 de la noche, al Ave María de la tarde, expiró santamente con la vista puesta en el cielo. Tenía 76 años.

Abril 24 SAN FIDEL DE SIGMARINGEN. Sacerdote, mártir de la Primera Orden (1577-1622). Canonizado por Benedicto XIV en 1746.

Nació en Sigmaringen (Alemania) en 1577. Fue óptimo y apreciado jurista en Comar, en Alsacia, después de haber estudiado en Friburgo, Suiza. Recto y devoto, fue abogado justo y caritativo, asumía gratuitamente la defensa de los pobres. Por esto mereció el apelativo de «Abogado de los pobres», al lado de San Ivo de Bretaña, San Alfonso de Ligorio y San Andrés Avelino. A los 35 años, convencido de los peligros morales que su carrera le presentaba, abandonó los códigos para seguir con su vocación. Se hizo hermano menor capuchino en Friburgo. Se impuso obediencia, pobreza, humildad, espíritu de penitencia, de austeridad y de renuncia penitente. Como superior del convento de Weltkirchen, en Suiza se dedicó a las obras apostolicas en un momento muy difícil y sangriento por la división que hubo entre católicos y calvinistas que degeneró en una sangrienta lucha política. Este hombre “Fiel” de nombre y de hecho, sobresalió en la constante defensa de la fe católica. Enviado a Suiza por la Propaganda Fide para dirigir la misión entre los herejes, las numerosas conversiones realizadas por él le acarrearon la ira de sus jefes, quienes lo hirieron de muerte a balazos y no contentos con ello desmembraron bárbaramente su cuerpo. Tenía 45 años. Su fuerte no fue en vano sino que apresuró la pacificación de aquella zona.

Abril 30 SAN JOSÉ BENITO COTTOLENGO. Sacerdote de la Tercera Orden (1786-1842). Fundador de congregaciones masculinas y femeninas. Canonizado por Pío XI el 19 de marzo de 1934.

Nació en Bra, en el Piamonte, de una familia de sólida tradición cristiana, el 3 de mayo de 1786, primogénito de doce hijos. Educado por su madre en las obras de misericordia para con los pobres y enfermos. Consagrado sacerdote el 8 de junio de 1811 se dedicó con celo al ministerio pastoral como vicepárroco en Corneliano d’Alba. Luego en Turín obtuvo la láurea en teología; nombrado canónigo, se inscribió en la Tercera Orden Franciscana. Parecía destinado a tareas bien distintas de las que había soñado de niño, de dedicarse a los pobres. Un caso imprevisto, el de una pobre mujer francesa, a la cual no se quisieron abrir las puertas de ningún hospital, fue el arranque para la gran obra en la humildad y simplicidad franciscana más genuina. La preferencia en las aceptaciones era siempre para los más necesitados y excluidos. Cada día visitaba a los enfermos. Para los epilépticos quería paredes acolchadas, para que no se hicieran daño. Rechazó ayudas del rey Carlos Alberto afirmando que su obra era sostenida por la Divina Providencia y por nuestra Señora. El demonio quiso muchas veces obstaculizar su obra, inclusive apareciéndosele. El sábado 30 de abril de 1842 moría en Chieri, a los 56 años. Cottolengo fue canonizado el 19 de marzo de 1934 y definido como «un genio del bien».