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San Agustín – La Cuidad de Dios

Fines de las dos ciudades

24/02/2011

María Camila Daza Leguizamón Código 6001110804

Grupo 1-63

San Agustín – La Cuidad de Dios

La Cuidad de Dios de San Agustín

Este libro fue escrito por San Agustín de Hipona uno de los personajes mas representativos de la iglesia católica de occidente. la base de su filosofía era la teología y el alma, pues veía al mundo con ojos de paganos desde la cristiandad. Para entender mejor el pensamiento de San Agustín se contemplan las influencias recibidas de varios filósofos ya estudiados en clase:

De Platón retoma los conceptos eternos e inalterables de las cosas del mundo conforme con las cuales Dios realizo la creación, de los estoicos toma la clasificación de la ley (ley natural, eterna y humana), considera que el hombre es un ser social el cual se agrupa en familias que a su vez se reúnen en aldeas y la unión de estas conforma estados lo cual planteaba Aristóteles y por ultimo decía que “el pueblo era un conjunto de seres racionales asociados por concorde comunidad de objetos amados” concepto que tuvo como base los planteamientos de Cicerón.

A continuación se presentará un análisis acerca de la lectura La Cuidad de Dios (libro decimonoveno, Fines de las ciudades). Para comenzar se ha de mencionar las dos ciudades que plantea San Agustín, la primera es la cuidad terrena (sus habitantes viven por frívolos y codiciosos placeres y esta dominada por demonios) y en segundo lugar la cuidad celestial (sus ciudadanos siguen el cristianismo que obedece a la voluntad de Dios).

Estas ciudades son una dualidad entre la concepción política de Dios y la mas terrenal por consiguiente quien siga el camino del mal no llegara a ser exitoso, es decir que nunca jamás podrá disfrutar de la vida plenamente porque esta atado a sus dependencias como el hedonismo (que haría parte de la cuidad terrenal) mientras que quien sea capaz de seguir el bien encontrara la felicidad a través de las buenas acciones considerando al bien como absolutamente verdadero y no verosímil.

Este bien se encuentra inmerso en los estilos de vida y es decisión de cada quien tomar la determinación de cual seguir para de esta forma acercarse mas a su bienaventuranza y poder conservar en si mismos el fin del bien para que este no se aleje y el mal no toque la vida de quien anda en búsqueda de la virtud y la verdad solamente brindadas por el bien.

En cuanto a la composición de hombre, este esta compuesto por alma y cuerpo y para alcanzar la prosperidad los bienes del cuerpo y del alma cumplen un

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valor importante a la hora de alcanzar la felicidad pero que solo se puede lograr a través de la virtud puesto que brinda el conocimiento (sabiduría) y ayuda a discernir entre cual estilo de vida deberíamos vivir.

Por otra parte, el cristianismo plantea el sumo bien de una forma diferente pues al alma esta sujeta a Dios y el cuerpo al alma por lo tanto, en vida nunca se podrá alcanzar la bienaventuranza por mas sabio que sea alguien pues siempre estará expuesto a los males y a las pasiones de la carne que no son para nada beneficiosas. Sin embargo, los deseos de la carne se pueden controlar a través de la virtud, la justicia, la fortaleza y la templanza. Cabe resaltar que por mas que se intente nunca se podrá adquirir el bien supremo que es de carácter divino. Solo con la muerte se da la liberación del alma de estas penurias pero la vida debería respetarse y es de sabios saber como lidiar con estas miserias.

También es necesario mencionar cómo desde la primera célula de la sociedad (la familia) es importante alejarse de los conflictos que atormentan al alma, la paz comienza allí y si se tiene claro esto la sociedad en general hallara en si misma tranquilidad pero lastimosamente la naturaleza de los hombres en ocasiones no es la mas honesta lo que lo hace propenso a la traición. La organización en el la sociedad es imprescindible a la hora de regular a los ciudadanos y su conducta, si se hace de la debida forma se obtiene un distanciamiento del mal.

Agregando al párrafo anterior, es obligatoriedad del gobierno asegurar que en los cargos mas importantes se hallen personas que estén totalmente capacitas para su labor, de esta manera se previenen problemas que son propios de la ignorancia. Por ejemplo los jueces deben ser aptos para su labor, distinguiendo la culpabilidad del condenado o su inocencia, esta decisión se toma con cautela para en realidad tener como fin de este tipo de dictámenes, la justicia.

La organización social se dividía en tres niveles: la casa (en donde se convive con concordia entre los que mandan y los subordinados), la urbe (es la paz existente entre los ciudadanos y los gobernantes) y por ultimo la orbe (en donde prospera la paz y lugar en conde se halla lugar para lo que son diferentes y los que opinan lo contrario).

Pero el hombre, así tenga similitudes con otro hombre (no solo en su cuerpo sino también en su alma) y tenga deseos de comunicarse, si cada uno de ellos domina un lenguaje diferente habrá discrepancias que son el origen de las guerras pero esta no es la naturaleza del hombre pues Dios le dio las cualidades para compadecerse de sus semejantes. Reiterando lo anterior, ninguna guerra por más justa que se diga en boca de hombre será favorable.

Retomando una idea anteriormente dicha, siempre habrá en la existencia humana dificultades que encaminaran a las personas a el camino de las

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penurias pero quien sea capaz de enfrentarlas se considerara como un individuo digno. No es conveniente afirmar que el hombre y sus pensamientos son estáticos pues cambien según el contexto en donde se desamuebla, es decir, se debe confiar poco en el hombre.

Para diferenciar a quien si y a quien no se le puede confiar, la sapiencia se hace esencial pues permite a cada quien alejarse de la ignorancia y por ende de los engaños de los malos para, de esa forma, descubrir la prosperidad y la santidad que sí se obtiene a través de la lucha continua contra las calamidades, sea miseria comparada con la que se tendrá después de la muerte. Se encontrara la paz y la tranquilidad anhelada si se deja atrás la desventura. La paz es el fin de la cuidad de Dios lo que da origen a la vida eterna, que así se nombrasen en el tierra serian conceptos alentadores.

Por esa razón, el hombre intenta buscar la paz a través de la guerra, y cuando hay paz no hay necesidad de recurrir al conflicto. En los hogares el padre corrige a sus hijos por medio de castigos para procurar la tranquilidad en la casa, de igual forma ocurre en lo gobiernos que utilizan las armas para lograr la calma. Se intenta afirmar la paz para los suyos pero así sus acciones no sean las mejores la humanidad tiende a buscar la armonía y la tranquilidad. Pero la paz universal solo se conquista por medio de Dios, el creador.

Esta paz universal depende de la voluntad de Dios (el bien), quien goce de el y comprenda la paz como la ley que gobierna el orden natura de la vida será recompensado con la vida eterna (la justicia) pero quien creyere lo contrario será sometido a la perdida de cada unos de sus bienes incluyendo la salud y la equidad a causa de su mal proceder. El dolor hace parte de los castigos.

Se podría decir que lo anterior hace referencia a la ley, tanto en la cuidad terrena como en la celestial puesto que a través de ellas se logra regular la paz. Hay leyes de diferentes clases pero estas tienen como fin común el bien de la paz para así obtener tranquilidad, que comienza desde lo doméstico hasta la organización más amplia y compleja.

A diferencia de la paz, libertad no se garantiza de la misma forma aunque la voluntad de Dios creo a los hombres libres, estos mismos son los que se hacen esclavos ya que se subordinan ante los pecados vicios y pasiones los cuales les niegan su albedrio, es decir la primera causa de la servidumbre es el pecado (la perdida de la libertad es ocasionada por las arbitrariedades que comete cada persona en el sistema jurídico actual).

Indispensable es que en la cuidad halla una persona que mande y otra que obedezca para mantener el orden y procurar la concordia comenzando desde la familia (que actualmente es considerada como la institución encargada de la formación de individuos que a su vez estará en sus manos la proyección de toda la sociedad) en donde el padre asume el rol de mandatario y los hijos,

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madre y servidumbre son lo que acatan sus decisiones. A lo anterior se podría agregar que el padre representa la ley la cual tiene como función el regulamiento para mantener el orden.

Añadiendo, la ciudad de Dios y la cuidad terrena tienen ciertas similitudes que vemos en los tiempos actuales también: la búsqueda incesante de la paz y la existencia de alguien quien dirige y alguien subordinado. En cuanto a las diferencias se nombra una, dios es respetado y venerado siendo el la única necesidad mientras en la vida terrena no puede ser así porque se convive con un cuerpo que exige varias peticiones como comer.

De igual forma se puede llegar a la vida eterna por medio de los tres géneros de vida (el ocioso, el activo y el compuesto), esto se puede alcanzar si se tiene a Dios como centro de la vida de cada persona y sintiendo amor hacia la verdad hasta el ocioso se convierte en santo.

En cuanto a la organización de gobierno una república nunca se podrá desarrollar si e su centro no contempla a la justicia como precursora de ella misma, donde no hay justicia no hay derecho y donde esta presente la justicia Dios se encuentra como regulador de las ambiciones de los mortales, por lo tanto las sociedades que no reciban la dirección de Dios están destinadas a la muerte el caos y el desorden pues se concibe a Dios mas metafóricamente (valores, virtudes, aptitudes).

Donde no hay verdadera religión las virtudes propias de estas se convertirán en vicios. Todo en exceso es malo y si se apoya fervientemente una idea sin ser capaz de tener el criterio para saber hasta que punto llegar, este fanatismo seria como cáncer para la sociedad.

En conclusión podríamos definir a San Agustín como un autor excepcional que trato de abarcar desde su punto de vista teológico como se debería hacer una sociedad respondiendo a los valores cristianos. Definió el estado que tenia origen en la innata necesidad de organizarse del ser humano en donde es crucial como propósito salvar a las almas alejándolas del hedonismo presente en la cuidad terrena.

También consideraba que el bien supremo era la paz y que si se obtenía en vida se podría disfrutar de una vida eterna. Si la población se comportaba de manera adecuada, separándose de los deleites de la carne se lograba una organización social favorable que tenia como mas pequeña porción la casa, siguiéndole la urbe que era la sociedad y por ultimo la orbe.

Aunque esta filosofía no sea independiente del cristianismo, en esta obra se puede encontrar un filosofar razonable y totalmente coherente que pretende enseñar lo maligno que puede llegar a ser la corrupción de los moradores de

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esta población, de igual manera muestra lo conveniente que es seguir los preceptos promulgados por el cristianismo (teniendo como base los valores).

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