Saltarín en la Selva
-
Upload
elver-puerta-salazar -
Category
Documents
-
view
217 -
download
0
description
Transcript of Saltarín en la Selva
-
SALTARN, EN LA SELVA.
Una fresca maana, cuando la luna an
mostraba su reluciente disco, sucedi algo inolvidable
en mi querida tierra Chachapoyas.
Estuve contemplando el amanecer, mientras
imaginaba la vida de mis amigos animales nativos de
Condorcanqui, cuando de repente escuch una voz.
- Hola amigo, Saltarn, qu haces?
Sin voltear le contest Estoy imaginando sobre la
vida de mis amigos desconocidos de Condorcanqui.
- Ya lo saba, por eso estoy aqu.
- Qu?, Cmo sabes lo que pienso?
Me sorprend tanto cuando descubr que un
guila me hablaba amablemente, sabiendo que antes
me persegua para su cena. Estuve a punto de gritar y
correr, cuando el guila me dijo:
- No temas, soy tu amiga. Comprendo que ests asustado. Siempre te he perseguido, pero
ahora estoy aqu para ayudarte.
- Siiiiii?, seguro que no me comers?
- No, no lo har. Nosotras las guilas, comemos para sobrevivir y slo cuando necesitamos
alimento.
- Ah! Qu bien y qu pasar cuando tengas hambre?
- A ti, no te comer.
- Bueno, eso me alegra mucho. Pero, a qu se debe tu visita?
- Estuve observando lo que imaginabas y pens que podra ayudarte.
- Cmo?
- Te puedo llevar a dnde quieres.
- Qu?, segura?, me podras llevar a conocer a mis amigos de Ro Santiago?
- Claro. Si deseas, ahora mismo.
Y as iniciamos esta aventura inolvidable, recorriendo el espacio con mi nave
emplumada y escoltada por cuatro guardaespaldas que estaban atentos a cualquier
imprevisto.
Desde lo alto del espacio iba disfrutando de poblados bosques de mi Amazonas,
observaba las cumbres de los cerros, los serpenteantes orillas del Huaylla Beln, las verdes
pampas pobladas de arrozales en Utcubamba y un sin nmero de maravillosos paisajes que
engrandecen mi regin.
-
Despus de, aproximadamente, tres horas de inolvidable recorrido, llegamos a
nuestro destino.
- Llegamos - dijo mi nave emplumada.
- S?, pero aqu no veo animal alguno.
- Ya vers que s.
Cuando el guila se ocult, en menos de un minuto me vi rodeado por un grupo de
tucanes, monos, tortugas, serpientes, sachavacas, jaguares y otros amigos desconocidos,
que amenazaban atacarme. Viendo esto el guila sali de su escondite y dijo:
- Pues bien, si la presencia de mi amigo orejn les molesta, nos vamos.
Y dirigindose a Saltarn, le invit a subir sobre sus grandes alas, para iniciar el regreso.
- Pero, cmo es posible, si acabamos de llegar. Convncelos que somos amigos y que
deseamos integrar su grupo.
El guila obedeci, pero no logramos nada. Iniciamos nuestro regreso, cuando de lo
alto del espacio, observamos un colorido jaguar que estaba siendo arrastrado por la
caudalosa corriente del ro Santiago. De inmediato, orden al guila:
- Al rescate.
Mi nave emplumada, orden a nuestra escolta el inmediato rescate.
- A la orden, seor respondieron, y en movimientos coordinados descendieron al ro y
mostrando un gran trabajo en equipo rescataron al animal que estaba a punto de ahogarse.
- Hola, amigo - le dije, pero el jaguar no me contest.
- Parece que an no se recupera - dijo el guila.
Esperamos un momento. Luego de dialogar y conocernos nos dirigimos al lugar
indicado por nuestro amigo rescatado. Para nuestra sorpresa, era el mismo de antes.
Jaguar nos present ante los dems y comunic que ramos miembros oficiales y
honorables del grupo.
- Estos amigos me salvaron la vida, por lo tanto, debemos reconocer su amistad e
integrarlos al grupo.
Nos reunimos en una sola manada y recorrimos extensas montaas. Luego de varios
das de estada en Ro Santiago, decidimos volver a Chachapoyas, acompaados de dos
amigos papagayos con quienes hicimos varios viajes e integramos a ms animales en
nuestro intercambio de hbitat. Pero siempre al despedirme les deca ayuuuu y volva en
mi nave emplumada a mi querida Chachapoyas.
Moraleja: Tanto animales como humanos, vivamos como hermanos.
FRANZ JHUNIOR PUERTA MENDOZA.
SEXTO GRADO DE PRIMARIA.