Sábado

Exo 16:26 Seis días lo recogeréis; pero el séptimo día es sábado,

en el cual no será hallado. Exo 16:27 Aconteció que

algunos del pueblo salieron para recoger en el séptimo día, y no

hallaron nada.

Exo 16:28 Y Jehovah dijo a Moisés: —¿Hasta cuándo rehusaréis

guardar mis mandamientos y mis instrucciones?

Exo 16:29 Mirad que Jehovah os ha dado el sábado, y por eso en el sexto día os da pan para dos días. Permanezca cada uno en su lugar; nadie salga de allí en el séptimo

día.

Exo 16:30 Así reposó el pueblo el séptimo día.

Exo 16:31 La casa de Israel lo llamó Maná. Era como semilla de

cilantro, blanco; y su sabor era como de galletas con miel.

Jer 6:16 Así ha dicho Jehovah: "Deteneos en los caminos y mirad. Preguntad por las sendas antiguas, cuál sea el buen camino, y andad en él; y hallaréis descanso para

vuestras almas." Pero ellos dijeron: "¡No andaremos en él!"

Exo 20:8 Recuerda el día del sábado para santificarlo.

Exo 20:9 Seis días trabajarás y harás todos tus trabajos,

Exo 20:10 pero el día séptimo es día de descanso para Adonai, tu Di-s. No harás ningún trabajo, ni tú, ni tu hijo,

ni tu hija, ni tu siervo, ni tu sierva, ni tu ganado, ni el forastero que habita en

tu ciudad.

Psa 95:10 "Cuarenta años me asqueó aquella generación, y dije:

Pueblo son de corazón torcido, que mis caminos no conocen.

Psa 95:11 Y por eso en mi cólera juré: ¡No han de entrar en mi

reposo!"

Jer 17:21 mirad lo que dice el Señor: Cuidad de vuestras almas; y no llevéis cargas en día de sábado, ni las hagáis entrar por las puertas de Jerusalén . Jer 17:22 Ni hagáis en día de sábado

sacar cargas de vuestras casas, ni hagáis labor alguna; santificad dicho

día, como lo mandé a vuestros padres.

Mat 12:1 Por aquel tiempo, pasando Jesús en día sábado junto a unos sembrados, sus discípulos, teniendo hambre, empezaron a

coger espigas y comer los granos.

Mat 12:2 Y viéndolo los fariseos, le dijeron: Mira que tus discípulos hacen lo que no es lícito hacer

en sábado.

Mat 12:3 Pero él les respondió: ¿No habéis leído

qué hizo David cuando él y los que le acompañaban se vieron

acosados del hambre?

Mat 12:4 ¿Cómo entró en la casa de Dios y comió los panes de la

proposición, que no era lícito comer ni a él ni a los suyos, sino a los

sacerdotes?

1) Entro en la casa de Dios 2) Comió de los panes de la

proposición3) Comida de sacerdotes

Mat 12:5 ¿O no habéis leído en la ley cómo los sacerdotes en el templo trabajan el sábado, y con

todo eso no pecan?

Mat 12:6 Pues yo os digo que aquí está uno que es mayor que el

templo. Mat 12:7 Que si vosotros supieseis bien lo que significa: Más quiero la

misericordia que el sacrificio, jamás hubierais condenado a los

inocentes.

Mat 12:8 Porque el Hijo del hombre es

dueño aun del sábado.

(Mat 24:20) Orad, pues, que vuestra

huida no sea en invierno ni en sábado,

Mat 28:1 Pasado el sábado, al amanecer del primer día

de la semana, fueron María Magdalena y la otra María a

ver el sepulcro.[1]

Mat 28:6 No está aquí, pues ha resucitado, como dijo.[2] Venid,

ved el lugar donde fue puesto el Señor.

Mar 2:27 También les dijo: --El sábado fue hecho por causa

del hombre, y no el hombre por causa del sábado.

Mar 2:28 Por tanto, el Hijo del hombre es Señor aun del sábado.

Mar 3:1 [1] Otra vez entró Jesús en la sinagoga. Había allí un hombre que

tenía seca una mano. Mar 3:2 Y lo acechaban para ver si lo

sanaría en sábado, a fin de poder acusarlo.[2]

Mar 3:3 Entonces dijo al hombre que tenía la mano seca:

--Levántate y ponte en medio.

Mar 3:4 Y les preguntó: --¿Es lícito en los sábados hacer bien, o hacer mal; salvar la vida, o quitarla?[3]

Pero ellos callaban. Mar 3:5 Entonces, mirándolos con

enojo, entristecido por la dureza de sus corazones, dijo al hombre:

--Extiende tu mano. Él la extendió, y la mano le fue

restaurada sana.

Luk 4:15 Enseñaba en las sinagogas de ellos y era glorificado

por todos. Luk 4:16 Vino a Nazaret, donde se había criado; y el sábado entró en

la sinagoga, conforme a su costumbre, y se levantó a leer.[11]

Luk 13:12 Cuando Jesús la vio, la llamó y le dijo:

--Mujer, eres libre de tu enfermedad.

Luk 13:13 Puso las manos sobre ella, y ella se enderezó al

momento y glorificaba a Dios.

Luk 13:14 Pero el alto dignatario de la sinagoga, enojado de que

Jesús hubiera sanado en sábado, dijo a la gente:

--Seis días hay en que se debe trabajar; en estos, pues, venid y sed sanados, y no en sábado.[8]

Luk 13:15 Entonces el Señor le respondió y dijo:

--¡Hipócrita!, ¿no desatáis vosotros vuestro buey o vuestro asno del pesebre y lo lleváis a beber en

sábado?[9]

Luk 13:16 Y a esta hija de Abraham,[10]

que Satanás había atado dieciocho años, ¿no se le debía desatar de esta

ligadura en sábado?

Luk 13:17 Al decir él estas cosas, se avergonzaban

todos sus adversarios; pero todo el pueblo se regocijaba por todas las cosas gloriosas

hechas por él.

Luk 14:1 [1] Aconteció que un sábado[2] Jesús entró a comer en casa

de un gobernante fariseo, y ellos lo acechaban.

Luk 14:2 Y estaba delante de él un hombre hidrópico.[3]

Luk 14:3 Entonces Jesús habló a los intérpretes de la Ley y a los fariseos,

diciendo: --¿Es lícito sanar en sábado?

Luk 14:4 Pero ellos callaron. Él, tomándolo, lo sanó y lo despidió.

Luk 14:5 Y dirigiéndose a ellos, dijo: --¿Quién de vosotros, si su asno o su buey cae en algún pozo, no lo saca

inmediatamente, aunque sea sábado?[4]

Luk 14:6 Y no le podían replicar a estas cosas.

Joh 5:8 Jesús le dijo: --Levántate, toma tu camilla y

anda. Joh 5:9 Al instante aquel

hombre fue sanado, y tomó su camilla y anduvo. Era sábado

aquel día.[4]

Joh 5:16 Por esta causa los judíos perseguían a

Jesús e intentaban matarlo,[7] porque hacía estas cosas en sábado.

Joh 7:22 Por cierto, Moisés os dio la circuncisión[8] --no porque sea de Moisés,

sino de los padres--[9] y en sábado[10]

circuncidáis al hombre. Joh 7:23 Si recibe el hombre la circuncisión

en sábado, para que la Ley de Moisés no sea quebrantada, ¿os enojáis conmigo

porque en sábado sané completamente a un hombre?

Joh 7:19 ¿No os dio Moisés la Ley? Sin

embargo, ninguno de vosotros la cumple. ¿Por qué intentáis matarme?