PRIMER MISTERIOContemplamos al Hijo de Dios Que acepta por obediencia amorosa, el envío al mundo. Flp. 2,6-7.9

SEGUNDO MISTERIOContemplamos a la Virgen de Nazaret que dijo sí al Padre, entregándose con plena conciencia y libertad al plan salvador de Dios . (Lc.1,38) “Esta Orden de Apóstoles, es

toda toda en honra y gloria de la Inmaculada Concepción”.“Adviertan las personas que vivan en esta Familia que todas han de trabajar en adquirir las virtudes de nuestra purísima y queridísima Madre, María Santísima sin manchaconcebida, en especial su vida laboriosa, su recogimiento, humildad profundísima, supobreza tan grande”. (D 32b; CC p.396

“Te suplico, Señor, que, a causa de mifragilidad, me envíes tu Espíritu para que meilumine y encienda en tu amor, me dirija yencamino por el camino de Jesucristo y de laVirgen María, Madre de Dios y Madre mía”.

TERCER MISTERIOContemplamos a Juan el Bautista que muestra al Cordero de Dios a sus discípulos y los invita a seguirlo. (Jn. 1,35-39)

“Fuego que ardes y nunca te apagas, amor que siempre hierves y nunca te entibias, abrásame para que te ame.Te amo, Jesús, con

todo mi corazón, con toda mi alma, con todas mis fuerzas. Quisiera amarte más y que todos te amen. Quisiera amarte por mí y por todas las criaturas. Virgen Santísima, concédeme la gracia de que todos se salven. Amén.”

“Desde queempecé a servir a mi Dios y Señor, siempre y en todo es mi consejero y maestro”. (Aut. 85)

CUARTO MISTERIOContemplamos a Jesús que llama e invita a su seguimiento a los primeros discípulos. (Lc. 5, 2.4-6.10-11)

“Yo te elegí como instrumento de mi voz para grandes cosas, y esto, sólo por mi eterna disposición”. (Aut. 84)

“Esto de la vocación a la vida

religiosa, nadie puede comprender lo

que es, sino aquel a quien Nuestro Señor

le ha hecho esta gracia (Aut. 116)

De los escritos de Teresita Albarracín: “Llamaste a mi puerta y te abrí, ¡Oh Jesús mío,

que contenta estoy, porque no te hice esperar!”... “Mi corazón es de Dios; ya no

puedo amar más que a Dios, en Él, por Él, y para Él. Ya soy toda de Dios”.

QUINTO MISTERIOContemplamos a Jesús resucitado que nos envía a proclamar el Evangelio a toda la creación. (Mt. 28,16-20)

“Concédeme, Señor, que todos conozcan tu bondad y cercanía para que te amen y te sirvan con toda fidelidad porque eres bueno ytu misericordia es infinita. Amén.”

“Mis segundos Apóstoles han de

ser copia vivade los primeros, así

en el nombre como en las obras . Con la antorcha

del Evangelio en lamano han de alumbrar

a los hombres mássabios e ignorantes”. (Aut. 31)

Oración FinalConcédenos, Señor, a quienes con amor hemos contemplado los mis ter ios de l Santo Rosario, que podamos consagrar nuestra v ida a tu serv ic io en la v ida sacerdotal, consagrada, re l ig iosa y apostó l i ca. Que seamos tes t imonio de tu amor en nues tra soc i edad y en nuestros pueb los. Amén.